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Salud reproductiva de las mujeres en los entornos rurales de China

Se emprendieron cuatro proyectos en cinco provincias de China partiendo del supuesto


de que los hombres y las mujeres tienen diferentes necesidades de atención sanitaria,
determinadas tanto por factores biológicos como de género. Los proyectos también se
basaron en que la planificación descentralizada podría ser un mecanismo para incorporar
las necesidades de salud reproductiva de las mujeres y una forma adecuada de
incorporarla en la planificación de servicios de salud (1,2).
Las principales metas de estos proyectos fueron (2):
• Aumentar la participación de las mujeres en la planificación sanitaria local;
• Mejorar la capacidad de respuesta y la responsabilidad de los establecimientos de
salud frente a las necesidades sanitarias de la mujer;
• Respaldar las metas más generales de igualdad de género y equidad sanitaria;
• Crear conciencia en los diversos interesados directos acerca de la equidad de
género y de salud;
• Crear competencias en materia de análisis de género en la gobernanza local del
sector de la salud;
• Fortalecer la capacidad de los grupos locales de mujeres para que puedan participar
en el proceso de planificación y defender sus necesidades;
• Proporcionar a las mujeres métodos sencillos para que puedan responsabilizar
a los prestadores sanitarios informándoles acerca de sus derechos y enseñándoles
algunas tareas sencillas, como conservar los recibos; y
• Mejorar la calidad de los datos y los métodos de planificación.

Algunas intervenciones emprendidas para alcanzar estas metas (3):


• Realización de un análisis de género de las cuestiones pertinentes a la salud (como el
acceso a los servicios de salud y el estado de salud);
• Apoyo a las comunidades, sobre todo a las mujeres pobres, para que puedan
expresarse y ejercer sus derechos con el fin de mejorar la calidad de los servicios
de salud;
• Fortalecimiento de las relaciones de rendición de cuentas entre los prestadores de
atención sanitaria y los usuarios; y
• Generar conexiones entre la acción y la rendición de cuentas a nivel local y las
políticas y su ejecución a nivel nacional.
• Capacitación mediante talleres, destinados a los representantes municipales de las
mujeres, los prestadores de servicios de salud y los funcionarios locales con el fin de
explicarles los motivos por los que son importantes las cuestiones de género y
transmitirles información acerca de la legislación nacional y los tratados de derecho
internacional que protegen el derecho a la salud de las mujeres.
• Formación de “Grupos Regulares de Gobernanza sobre Género y de Salud” en el
ámbito municipal y comunal en los que participaron representantes de los principales
grupos de interesados directos como mecanismo para fomentar la participación de
las mujeres en la planificación sanitaria.
• Creación de un “fondo de incentivo” para financiar los servicios que habían sido
identificados por grupos.
Una evaluación interna indicó que mejoraron los conocimientos de la comunidad sobre la
salud reproductiva y el parto así como las actitudes frente a estas cuestiones. También
mejoró la conciencia de las mujeres sobre las opciones de tratamiento, en particular, contra
las infecciones genitales. El personal sanitario también mejoró sus competencias y
disminuyeron las actitudes que favorecían la preferencia por el hijo varón. Sin embargo,
el progreso no fue uniforme en todas las provincias en que se puso en ejecución el
proyecto debido a que se registraron diferencias de compromiso en el gobierno,
parámetro que constituyó un indicador importante del cambio sostenible (3).
Algunos resultados
• Aumentaron las consultas por infecciones genitales, su diagnóstico y tratamiento (de
10 casos en 1999 a 2000 casos en el 2003) y mejoró la disposición de las familias
para pagar por el tratamiento de las mujeres.
• Los miembros de la comunidad mostraron más apertura para tratar los asuntos
relacionados con el sexo.
• Se fomentó la conciencia sobre las cuestiones de género de los funcionarios de
gobierno local mediante la capacitación y el análisis de la situación local, por
ejemplo, se observó una mejor comprensión de la dimensión de género y su
influencia en la prestación y el uso de la atención sanitaria.
• La participación de la Federación Panchina de Mujeres y la de las comunidades
aumentó la eficacia del proyecto.
• La participación activa de las mujeres y los grupos mixtos mejoró el efecto de la
promoción de la salud comunitaria y la capacidad de respuesta a las necesidades de
salud de la mujer. Las “reuniones consultivas” que tuvieron lugar en las aldeas
ayudaron a empoderar a las mujeres porque les proveyeron información sobre temas
como las infecciones genitales, el parto sin riesgos y la prevención de la infección por el
VIH/sida. El interés especial que manifestaron los hombres en las “reuniones
consultivas” ayudó a controlar y tratar las infecciones genitales. En conjunto, todos
estos resultados derivaron en que un mayor número de mujeres buscaran atención de
salud, con lo que se redujo la mortalidad materna.
• En cuanto a los prestadores de servicios de salud, la Oficina de Salud del Condado
Dafang eliminó casi todos los aranceles hospitalarios que se cobraban por los partos y el
tratamiento de las infecciones genitales, gracias al financiamiento de los proyectos.
Aunque la participación de la Federación Panchina de Mujeres y de la comunidad
pareció mejorar la eficacia de los proyectos, los procesos centralizados de planificación
no fueron receptivos a las necesidades de las mujeres, lo que se fue evidente debido a la
asignación de fondos insuficientes a los servicios de prevención y extensión de la salud
reproductiva de las mujeres. Además, a pesar de que se ha hecho hincapié en la salud
materno-infantil, los planificadores sanitarios locales aún no comprenden bien las
diferencias entre los sexos y las necesidades de salud relacionadas específicamente con el
género, ya que no se generan datos desglosados en función del sexo ni informes sobre las
cuestiones de género (3).

Las recomendaciones elaboradas a partir de los proyectos para fundamentar las iniciativas
de reforma sanitaria de China comprenden las siguientes (3):
• Informes, análisis y planificación con datos desglosados en función del sexo respecto
de los servicios de atención de salud de la mujer, no solo de la salud materno-infantil.
• Financiamiento y planificación para cumplir con las necesidades de salud preventiva
y curativa.
• Mayor planificación de las comunidades a través del método grupal de promoción de
la salud, con el fin de aumentar el flujo de la información.
• Inclusión de la detección y el tratamiento de las infecciones genitales en la atención
primaria de salud.
• Cobertura por los partos asistidos pero no por los costos de transporte.
• Capacitación de los funcionarios de gobierno local sobre los motivos por los que son
importantes las cuestiones de género para la salud y capacitación sobre los modos de
preparar informes y análisis desglosados en función del sexo.
• Mejor integración de la salud materno-infantil con los servicios relativos al VIH,
servicios de atención a las infecciones de transmisión sexual y de planificación
familiar.
Referencias bibliográficas

1. Jing F, Kaufman J, Yunguo L. Health service planning and women’s organisation in


poor rural China: the case of Dafang County, Guizhou Province. Brighton, Institute of
Development Studies, 2008 (GHEN China Case Study Working Paper 1;
http://www.ntd.co.uk/idsbookshop/details.asp?id=1051, consultado el 15 de enero
del 2010).

2. Kaufman J, Jing F. Privatisation of health services and the reproductive health of


rural Chinese women. Reproductive Health Matters, 2002, 10:108-116.

3. Report of an external evaluation of China gender and health equity case studies:
Luoping County, Yunnan Province, Zhenning County, Guizhou Province. Manila,
Oficina Regional de la OMS para el Pacífico Occidental, 2009.

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