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Ayuntamiento de Madrid

umcLtio

Editorial.

Urbanismo de hoy en una ciudad de


ayer. - Antonio Linares.

Estimación literaria de los factores


naturales de la Villa - José Simón
Díaz.

Madrid, pintado con aire, tierra, agua


y digamos juego. - Ramón Faraldo.

La transformación de Madrid durante


el reinado de Felipe II y la creación
de las primeras Juntas de Urbanis-
mo. - Agustín Gómez Iglesias.

Carlos III, una nueva época en la his-


toria urbana de la Villa y Corte. -
Enrique Pastor Mateos.

El Cuartel de Reales Guardias de


Corps. - José Luis Ibarrondo.

La reforma interior de Mesonero Ro-


manos. - José Leal Fuertes.

Pepe Bonaparte, urbanista matritense.


Federico Carlos Sainz de Robles.

Madrid siglo XIX: El barrio de Sala-


manca. - Juan Antonio Cabezas.

El plan de ensanche de 1860. - Miner


Otamendi.

La infraestructura vial y de los trans-


portes de Madrid. - Antonio Valdés.

Crónica.

Dibujos de Tauler y Sancha.

Fotos Gyenes, Loigorri y «paisajes es-


pañoles».

D e p ó s i t o legal M . 4 194-1950

PUEYO, Artes Gráficas, Luna, 27-MADRID

Ayuntamiento de Madrid
VILLA
de

MADRID
R E V I S T A D E L E X
C M O . A Y U N T A M I E N T O

DIRECTOR:

R U F O G A M A Z O R I C O

REDACCION Y ADMINISTRACION

P L A Z A DE L A V I L L A

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Precio por ejemplar: 70 pesetas

SUSCRIPCIONES:

Año 280 pesetas

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M A D R I D

AÑO V NUMS. 22-23

Ayuntamiento de Madrid
/.'/ cruce a desnivel Alcald-VeldzQuez.
A la izquierda, la íkIí'síu de Sun Ma-
nuel y San Benito. Abajo, el Retiro.
A la derecha, O'Donnell y Alcalá. Ha-
cia arriba, Velázquez, ya sin botdevur.
En el centro el paso interior de tres
carriles de la calle de Alcalá.

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^ N A ciudad moderna —ha escrito Raymond Cartier— tiene que ser gigantesca para

ser razonable. Hacen falta superficies inmensas para alojar una red de comunica-

ciones sin t a c a ñ e r í a s , espacios abiertos para aparcar c ó m o d a m e n t e los autos, masas de

verdor y extensiones a c u á t i c a s , que son una necesidad para el hombre moderno; escue-

las, jardines, f á b r i c a s redimidas de su fealdad, servicios desembarazados de su atibo-

rramiento. Las distancias han de evaluarse no en medidas lineales, sino en unidades de

tiempo.»

No sabemos si Madrid c o n s e g u i r á pronto ser una ciudad razonable. Hoy es eviden-

te su a f á n de modernidad y doloroso su gigantismo. E n una larga e interesante con-

versación del alcalde con los informadores municipales, ha anunciado el s e ñ o r Arias

Navarro su p r o p ó s i t o de que el a ñ o 1968 signifique una estudiosa preparación del

año 2000. Esto puede interpretarse como un deseo de hacer racional ese gigantismo,

de hacer armoniosa la ciudad que nos ha sido dada. Un gigante no es necesariamente

un ser monstruoso; puede ser ejemplar en la p r o p o r c i ó n de sus partes, en la dispo-

s i c i ó n de sus elementos vitales, en la ordenada y bella d i s t r i b u c i ó n del todo.

Ayuntamiento de Madrid
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Cierto es t a m b i é n que en esta n o v í s i m a y vieja ciencia del urbanismo no parecen

estar de acuerdo todos los autores. Así, frente a la ciudad gigante que propugna Ray-

mond Cartier y que indudablemente es exigida por los nuevos tiempos, se alzan los

defensores de las c i u d a d e s - l í m i t e s con una p o b l a c i ó n no m á s a l l á de los cincuenta m i l

habitantes. Indudablemente no es este el caso de Madrid, una ciudad que camina hacia

los cinco millones; una ciudad que no podemos trazar ahora porque ha venido h a c i é n -

dose a lo largo de unos siglos, que c o n t i n ú a h a c i é n d o s e . Se dijo —y hoy es un buen

t ó p i c o , asidero de perezosos— que « M a d r i d s e r á bonita cuando la t e r m i n e n » . Madrid

es bonita t a m b i é n mientras se e s t á haciendo, y Dios quiera que nunca termine de hacer-

se, porque una ciudad « t o t a l m e n t e h e c h a » es una ciudad que empieza a morir. L o

importa es la diligencia en la obra de cada d í a , la eficacia en los afanes, la continuidad

en el esfuerzo

Quiere ser este n ú m e r o de « V i l l a de M a d r i d » una breve e x p o s i c i ó n del urbanismo

m a d r i l e ñ o y de las razones que en cada momento movieron a urbanistas y arquitectos

en su obra. E l medio g e o g r á f i c o , los elementos naturales, ejercieron l ó g i c a m e n t e inven

cible influjo en las soluciones de los t é c n i c o s , en la v i s i ó n de los pintores y en la

descripciones de los literatos. Desde las primeras Juntas de Urbanismo de Felipe

hasta las r á p i d a s y espectaculares « o p e r a c i o n e s » de estos a ñ o s —asfalto, pasos a

tinto nivel, alumbrado, parque de atracciones, g a l e r í a de servicios— corre una int

sante historia de realizaciones y proyectos, de acertadas reformas y de p r o p ó s i / o s

Uidos. Cada d í a tuvo su a f á n , aunque a veces los afanes de los hombres se limita

al a f á n del d í a que Ies daba su luz. Pero los hombres no han de considerarse gran

por sus aciertos, sino por su noble a m b i c i ó n y la intensidad de su esfuerzo; y en 1


;
crónica de la villa f i g u r a r á n siempre, con todo derecho, como sus hombres b e n e m é -

ritos los Ribera, Salamanca, Pepe Botella, Casto, Alberto Aguilera, Otamendi, etc. S u

amor a M a d r i d , sus desvelos y d e d i c a c i ó n entusiasta deben ser ejemplos tan durade

ros como sus obras, que con tan cuidadoso respeto son consideradas en los nuevos p í a

nes de reforma de la villa. E l p r o p ó s i t o municipal de r e c u p e r a c i ó n y r e s t a u r a c i ó n del

cuartel del Conde-Duque es buena prueba de ese amoroso i n t e r é s del M a d r i d de hoy

por el M a d r i d de ayer.

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URBANISMO DE HOY EN

UNA CIUDAD DE AYER

PASOS A DISTINTO NIVEL

Por A N T O N I O LINARES

\ estructura viaria de M a d r i d nas y m e r c a n c í a s sobre una red esta red viaria concebida y aun mo-
corresponde, de las Rondas viaria inadecuada para soportarlos, destamente, para una ciudad de un
cía dentro, a una ciudad de un mi- y como consecuencia están apare- millón de habitantes; red viaria muy
'ón de habitantes, que ha crecido ciendo una serie de puntos y zonas difícil de ampliar en el centro por
lentamente a lo largo de cuatro si- de conflicto que conviene paliar pa- el alto coste del suelo y las limita-
glos. N i la riqueza de la tierra, ni la ra que no se estrangule la vida en ciones del erario municipal y las
industria de la región hicieron pen- la ciudad. ventajas a conseguir.
sar en el aumento que la población
Las medidas que se adopten sola- Planteado así el problema es ne-
de M a d r i d iba a experimentar en
mente pueden tender a mejorar la cesario mantener a toda costa el
los a ñ o s que vivimos.
circulación en los grandes itinera- flujo circulatorio en algunos itinera-
L a afluencia de la mano de obra rios urbanos d á n d o l e s una capaci- rios básicos que vamos a comentar,
desplazada de otros sectores, espe- dad uniforme, que una vez alcanza-
lo cual da origen a la c o n s t r u c c i ó n
cialmente el agrícola, está producien- da dentro de pocos a ñ o s , no será po-
de varios pasos a desnivel.
do un intenso crecimiento de pobla- sible aumentar sustancialmente por
ción; al mismo tiempo, la realidad la falta de visión con que ha sido — En primer lugar destaca en M a
de que M a d r i d es no sólo la capital planeado el desarrollo de la ciudad, drid la necesidad de aprovechar
de! país, sino su mejor nudo de co- de Rondas para adentro, en nues- al m á x i m o la continuidad del iti-
municaciones ferroviarias, terrestres tra posguerra, donde se está densifi- nerario Norte-Sur formado por la
y a é r e a s , está produciendo su indus- cando la población por encima de to- avenida del Generalísimo, la Cas-
trialización. dos los niveles aceptables. tellana, Recoletos, E l Prado, Ato-

E n consecuencia, está aumentan- Entonces, los transportes colecti- cha, bifurcándose a q u í por el pa-
do vertiginosamente el n ú m e r o de vos s e r á n los que mejor permitan seo de Santa María de la Cabeza
desplazamientos urbanos de perso- aprovechar la limitada capacidad de los que bajan y por Delicias los

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y la plaza hasta el principio de
los paseos de Santa María de la
Cabeza y del General P r i m o de
Rivera; y a los que suban por De-
licias pasar sobre la plaza hasta
el paseo del Prado delante del
J a r d í n B o t á n i c o . T a m b i é n servi-
rá, a los que suban por el paseo
del General P r i m o de Rivera pa-
ra, mediante una ingeniosa ram-
pa, incorporarse a los que suben
por Delicias y así utilizar tam-
bién el paso superior. Las obras,
que no afectan a l a fuente lumi-
nosa, importan unos sesenta mi-
llones, e s t á n en avanzado estado
de c o n s t r u c c i ó n y p o d r á n entrar
en servicio en la primavera
de 1968.

Estos dos cruces a distinto ni-


vel, junto con la r e n o v a c i ó n to-
tal del pavimento y alumbrado
de todo este eje Norte-Sur, así
como la reforma de todas sus pla-
zas—ya ejecutadas San Juan de
la Cruz, Gregorio M a r a ñ ó n , Ci-
Vista aérea de la Plaza de Roma, con el
Paso inferior desde Francisco Silvela a Doc- beles y Neptuno, en obras Colón
tor Esquerdo.
y de ejecución inmediata Caste-
lar—le d a r á n una gran y unifor-
que suben. Este itinerario es la de J o a q u í n Costa hasta Raimun- me capacidad de tráfico
verdadera columna vertebral de do F e r n á n d e z Villaverde. con un
M a d r i d y de su buen estado de- paso superior sobre el final de L a calzada central del tramo
pende que la ciudad pueda seguir la Castellana; su c o n s t r u c c i ó n ya Colón-Cibeles se r e n o v a r á total-
marchando, hasta que agotada su ha sido adjudicada y las obras mente tan pronto terminen las
capacidad acuda al relevo la ave- e m p e z a r á n antes de fin de a ñ o obras del aparcamiento v de la
nida de la Paz, antiguo Abroñigal, para terminarse a finales del pró- estación de los enlaces ferrovia-
que, incluido en el segundo Plan ximo verano. Se trata de una es- rios que ahora se construyen. E n -
de Desarrollo por el Ministerio tructura de h o r m i g ó n pretensado tonces se r e a l i z a r á el ajardina
de Obras Públicas, p o d r á ser una muy airosa, con difíciles cimenta- miento de los sufridos paseos
realidad hacia 1971 enlazando ciones a t r a v é s de la estación de para devolver a Recoletos su alto
desde Manoteras, en la carrete- los enlaces ferroviarios de los nivel u r b a n í s t i c o .
ra de Burgos, hasta L a China, en Nuevos Ministerios que está de-
la carretera de Andalucía. Y a al Sur, el paseo de Santa
bajo.
María de la Cabeza está en obras
Los pasos a desnivel que afec- E l otro, sobre la plaza de Ato- para dotarle de nuevo ancho y
tan a este itinerario plaza de Cas- Atocha, p e r m i t i r á a los que bajen p a v i m e n t a c i ó n ; e n l a z a r á con el
tilla-Atocha, son dos: uno bajo por el paseo del Prado saltar so- nuevo puente de los H é r o e s del
las Rondas que se e n l a z a r á n des- bre el final de la calle de Atocha Alcázar de Toledo que construye

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La Plaza de Roma, vista desde Francisco Silvela. A la iz-
quierda, los Jardines Eva Duarte y la Iglesia de Nuestra
Señora de Covadonga. En el centro, la tolva que inicia
el Paso subterráneo, con cuatro carriles, dos en cada di-
rección. Al fondo, el principio de la calle del Dr. Esquerdo.

el Ministerio de Obras Públicas Así, pues, el a ñ o p r ó x i m o que- y un gran paseo central inutili-
sobre el Manzanares, sobre las d a r á completamente renovado y zable, es inadecuado
dos calzadas de las m á r g e n e s del al m á x i m o de sus posibilidades
Las reformas de las Rondas es
r í o y sobre la calle de Antonio urbanas este eje Norte-Sur, co-
muy costosa porque se van ins-
López. lumna vertebral de M a d r i d
talando galerías de servicios y re-
Y finalmente, al paseo de De- novando totalmente el pavimen-
licias le falta reconstruir su últi- to. Las obras son necesariamen-
mo tramo desde la plaza de la te pesadas y molestas porque hay
En segundo lugar M a d r i d nece- que construir las galerías de ser-
Beata A n a M a r í a de J e s ú s hasta
sita poner en valor las Rondas vicios respetando todo el tráfico
el puente de l a Princesa, obra de
que tienen un ancho uniforme en una dirección y los autobuses,
gran necesidad, programada por de 40 metros, y su actual perfil al menos, en la otra. Ahora e s t á n
el Ayuntamiento para 1968. transversal con aceras estrechas, en c o n s t r u c c i ó n los de la aveni-

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Cruce a distinto nivel de la Plaza de Atocha. Vista aérea con el
trenzado de todos los bandos de circulación. A la derecha, la
Estación del Mediodía

da de Reina V i c t o r i a , Raimundo se proyectan cuatro cruces a dis- llones de pesetas y se a n u n c i a r á


F e r n á n d e z Villaverde, Doctor Es- tinto nivel, que vamos a comen el concurso de las obras como el
querdo y plaza del Conde de Ca- tar brevemente. anterior. Eventualmente, este pa-
sal. E n un desarrollo normal de so inferior p o d r í a prolongarse
Uno enlazará la avenida del
la ciudad estas obras d e b e r í a n para cruzar bajo la calle del Ge-
Doctor Esquerdo con la calle de
haberse realizado hace varios lus- neral Mola, que tan pronto como
Francisco Silvela bajo la plaza de
tros ; ahora significan una opera- su prolongación se abra al tráfi-
Roma. T e n d r á dos carriles en
ción de cirugía urbana, pero sin co d a r á origen a que se intensi-
cada dirección. L a obra es com-
anestesia, por lo que el paciente fique y cree u n cruce a nivel con
pleja por la serie de servicios que
ciudadano se queja con razón y Francisco Silvela que debe evi-
el cirujano sabe que el retraso hay que remover en el subsuelo.
tarse. E l tercer paso a distinto
p r o d u c i r á aun m á s molestias F i - Su presupuesto se eleva a ciento
nivel de las Rondas será sobre la
nalmente q u e d a r á la calzada con treinta y seis millones y se anun-
Castellana, al que ya nos hemos
un c a r r i l central para los giros ciará el concurso para su cons-
referido al hablar de aquel eje
a la izquierda y cuatro carriles trucción antes de fin de a ñ o .
Norte-Sur.
en cada dirección, m á s aparca- Otro paso inferior p e r m i t i r á
mientos en línea y acera de 4,50 a la calle de Francisco Silvela E l cuarto paso a distinto nivel
metros de ancho. Así t e n d r á n una cruzar bajo María de Molina- de las Rondas se e s t a b l e c e r á so-
enorme capacidad de tráfico. avenida de América. Su presu- bre la glorieta de Cuatro Cami-
Para evitarle estrangulamientos puesto es de cincuenta y seis mi- nos para dar continuidad a Rai-

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Vista desde la calle de Atocha del cruce a distinto nivel, con
el Ministerio de Agricultura al fondo

mundo F e r n á n d e z Villaverde con diciembre. E n el plazo de un a ñ o pacidad que hoy se encuentran


Reina Victoria. Este cruce no p o d r á estar terminada. congestionadas.
puede hacerse inferior como pa-
rece lógico al ser la glorieta un Este itinerario periférico de las
* * *
punto alto, porque el metro va Rondas no p o d r á estar termina-
allí a poca profundidad y no deja do antes de finales de 1969; en-
— Y en tercer lugar tiene Madrid
gálibo suficiente para pasar en- tonces con su elevada capacidad
algunos itinerarios radiales que
tre su b ó v e d a y la superficie de permitirá al usuario utilizarlo
por su importancia es preciso
la glorieta. Esta obra c o s t a r á como circunvalación para pene-
mantener a un elevado nivel de
unos setenta millones de pesetas trar o salir de M a d r i d por el lu-
servicio. De entre ellos, se han
y s a l d r á a concurso de proyec- gar m á s adecuado, descargando seleccionado dos, en cada uno de
tos y c o n s t r u c c i ó n en el mes de numerosas vías de p e q u e ñ a ca- los cuales se trata de suprimir

mismo cruce visto desde el Ministerio, con el Paseo del


Prado a la derecha, la calle de Atocha al fondo

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Paso a distinto nivel Bailén-Ferraz con Onésimo Redondo,
visto de cerca para que puedan apreciarse los pasos de
peatones, carriles de circulación, tolva del paso infe-
rior, etcétera.

un cuello de botella que actual- q u e d a r á en dirección única de su- supuesto de esta obra es de unos
mente impide aprovechar ínte- bida cuando se reforme supri- 28 millones de pesetas y p o d r á
gramente las buenas condiciones miendo el bulevar, y h a r á pareja subastarse a primeros de 1968.
que tienen el resto de los itine- con Serrano que será ú n i c a di- Esta obra es interesante porque
rarios. rección de bajada. L a solución mejora t a m b i é n el itinerario Sur-
adoptada, que puede verse en la Norte que desde los pasos infe-
Nos referimos a los cruces de
fotografía de la maqueta, ha sido riores de Mariano de Cavia y A l
Alcalá con Velázquez y de Bailén-
hundir, bajo el origen de Veláz- fonso X I I sube por esta calle ha-
Ferraz con O n é s i m o Redondo.
quez, tres carriles de Alcalá vi- cia la Puerta de Alcalá, calle de
E n el primero se hace necesa- niendo hacia Cibeles, y dejar así Alcalá y giro a la izquierda para
rio permitir continuamente el el giro a la izquierda de Alcalá continuar por Velázquez. Calle
giro a la izquierda de Alcalá ha- subiendo hacia Velázquez al nivel ésta que va a sufrir una intere-
cia Velázquez, ya que esta calle actual, pero ya continuo. E l pre- sante t r a n s f o r m a c i ó n simultánea

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El Paso a desnivel Bailén-Ferraz con Onésimo Redondo,
visto desde los Jardines de Sabatini. Arriba, la Plaza de
España. La solución presenta el paseo de Onésimo Re-
dondo en paso inferior, con cuatro carriles, dos en cada
dirección.

de su calzada y subsuelo con la Ahora el cruce con Bailén-Fe- Todas las obras forman itinera-
c o n s t r u c c i ó n de varios aparca- rraz está casi saturado y se han rios completos, e s t á n en marcha y
mientos s u b t e r r á n e o s y a la al- pensado dos soluciones para me- con c r é d i t o dentro del Presupuesto
tura de Goya y Diego de León. jorarlo con un cruce a distinto Ordinario o del Extraordinario de
n i v e l : una es u n paso elevado 1.346 millones de pesetas que para
Y finalmente el segundo itine- de Bailen a Ferraz sobre Onési- mejoras viarias ha aprobado el
rario radial objeto de atención mo Redondo y otra es un paso Ayuntamiento de M a d r i d Otras
s e r á O n é s i m o Redondo como sa- inferior de O n é s i m o Redondo obras similares e s t á n en estudio y
lida que es para la E s t a c i ó n del bajo el cruce actual. Cada solu- programadas, pues en breve plazo el
Norte, la Casa de Campo, el pa- ción tiene sus ventajas e incon- desarrollo de M a d r i d las h a r á tanto
seo de la Virgen del Puerto y el venientes, incluso de orden es o m á s necesarias que las que ahora
paseo de la Florida, éste recién tético por su proximidad a Pala- nos parecen, y realmente lo son in-
reconstruido y aquél en avanzado cio. L a solución que se presenta aplazables.
estado de las obras. en la maqueta es la segunda. A. L .

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ESTIMACION LITERARIA D E
LOS FACTORES NATURALES
DE L A VILLA

IV JOSE SIMON DIAZ

"PL análisis de los factores naturales concurrentes como cuando, por ejemplo, aparecen personificados

en el «sitio» en que se alza la V i l l a de M a d r i d los cuatro elementos en la primera escena del auto

ha sido realizado c i e n t í f i c a m e n t e por los especialistas calderoniano La vida es sueño. A esta clasificación, que

y de manera e m p í r i c a por el pueblo, pero mayor difu- seguiremas, se atienen las referencias clásicas.

sión que las m o n o g r a f í a s de los geólogos o de los cli-


m a t ó l o g o s y que los dictados tópicos del saber vulgar
han logrado en todas las épocas otros textos, verdade- LA TIERRA
ros forjadores de los conceptos m á s indiscutidos.

Acerca de la situación topográfica, no sólo se repi-


Se da la circunstancia de que tales ideas, acertadas
te que M a d r i d ocupa el centro de la Península Ibérica,
unas veces, falsas otras, figuran en obras que, por lo
sino que según Alonso N ú ñ e z de Castro, es t a m b i é n
general, nada tienen que ver directamente con el tema
el centro de E u r o p a :
y no como propias de los autores respectivos, sino en
boca de entes de ficción. Una breve selección y con- «Según el parecer de varios c o s m ó g r a f o s e s t á
frontación permitirá apreciar q u é elementos perma- situada la Coronada V i l l a de M a d r i d en el co-
necen y cuáles v a r í a n en la i n t e r p r e t a c i ó n literaria de razón de E u r o p a , porque la villa de Pinto, dis-
estos aspectos generales. tante sólo tres leguas, se llamó así del nombre
latino Punctum, por ser el centro de la E u r o p a . »
(Libro histórico político. Sólo Madrid es Corte.
LOS C U A T R O ELEMENTOS M a d r i d . 1658.)

L a desigualdad del terreno, hace que el mismo autor,


Aunque parezca e x t r a ñ o , no conviene tomar como
valiéndose de un paralelo muy repetido, establezca
punto de partida criterios nacionales o c o n t e m p o r á -
cierta analogía con Roma:
neos, sino concepciones de la filosofía helénica que un
día fueron tan populares en nuestro país que no sólo « E s t r i b a n los edificios de M a d r i d sobre cabe-
las r e p e t í a n eruditos y escolares, sino que el vulgo zas de montes, como la soberbia Roma.»
las veía representadas p l á s t i c a m e n t e en un tablado, (Idem.)

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L a composición geológica es aludida cuando se sus- no..., que no hay nación a quien no sean muy
cita el tema del fuego, según se verá en el apartado co- conocidos y notorios los toros, caza y pesca sa-
rrespondiente. b r o s í s i m a , pasto y sotos gravísimos, umbrosos y
deleitables.»
N o faltan ponderaciones a la blancura de su yeso:

«—¡Qué hermosa y blanca sala! (Historia y relación verdadera de la enferme-

—En España ningún lugar se iguala dad, felicísimo tránsito y sumptuosas exequias

con éste en materiales, fúnebres de... doña Isabel de Valois. Ma-

porque afrenta su yeso los cristales.-» drid 1569.)

(Tirso de Molina, En Madrid y en una casa.)


Una curiosa explicación de esta fertilidad, atribui-

Una evolución radical y, por desgracia justificada, ble a San Isidro, nos la facilita el ya citado N ú ñ e z de

se registra en lo tocante a las producciones naturales. Castro:

Durante mucho tiempo se insiste, aun c o n s i d e r á n d o l o


«Yo no admiro sus fecundidades, habiéndose
superfluo por conocido, en la fecundidad del territo-
debido los surcos al afán de los Angeles, susti-
rio, como hace López de Hoyos en estos t é r m i n o s :
tutos del venturoso labrador Isidro, a cuya hi-

« N u e s t r a patria no debe ser pospuesta a las jada rinde nuestro español Monarca su cetro;

muy nobles y muy felices en fertilidad de todo gé- sino que no rindiese la tierra, en vez de maca-

nero de bastimento de toda su comarca y t é r m i llas, estrellas, pues a celestiales surcos, natural

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el Libro de la Montería y en otros
tratados que evocan una situación
hoy difícil de imaginar, cuyo perma-
nente recuerdo nos lo ofrece la he-
ráldica al conservar en las armas mu-
nicipales sendos ejemplos de la flo-
ra y de la fauna. E l tema de los ele-
mentos integrantes del escudo lo
trata, por ejemplo, Lope de Vega,
cuando nos dice que tras la victoria
sobre los moros:

«Ya su madroño se convierte en


[roble,

y por las blancas bárbaras adargas,

su fruta en sangre, porque al Norte


[helado

llegó el valor del oso coronado.»


era la cosecha de Astros, y el agosto en Luceros. Finalmente, los
Cortesanos del Cielo se preciaron en nuestra Corte de labradores
calificando de cielo el t e r r u ñ o de M a d r i d , y en la verdad, d e s p u é s Otro imaginario nombre antiguo

de M a d r i d el Cielo.» y la correspondiente falsa etimolo-


gía, llevó al Fénix a contradecir la
(Obra citada.)
opinión general sobre la desigualdad
del terreno para sostener que se ca-
Aunque, por otra parte, justifica la abundancia de productos impor-
racterizaba por sus grandes llanos,
tados como muestra de la categoría política de la V i l l a , replicando a los
de donde se d e d u c í a la abundancia
que señalan que todos los abastos son de acarreo, con estas razones:
de carros, los cuales le p e r m i t í a n

« E n los manjares simples, no hay ave tan esquiva, n i pece tan saltar hasta su grato mundo astroló-

retirado, que si alguna tierra le goza, M a d r i d no le alcance.» gico donde, de paso, encontraba la
explicación de otro de los compo-
nentes del escudo:

«Sólo prueban con eso, que todas las naciones crían oficiales «...Madrid, fundada

para M a d r i d , y que es la s e ñ o r a de las Cortes, pues la sirven todas en los llanos que dijeron

y a nadie sirve.» carpentanos los antiguos,

(Obra citada.) por los carros a quien dieron

ocasión sus grandes llanos,

Nos hallamos en la época en que el teatro y la novela ofrecen cons- y así, en su primero tiempo
tantes alusiones a las selvas circundantes y en que junto a otros varios Mantua Carpentanea fue
supuestos nombres antiguos de la V i l l a se da el de Ursaria, debido a la
su nombre...»
abundancia de osos. N o cabe duda de que existe una base real que no
es sino p r o l o n g a c i ó n de la que en la E d a d Media se refleja en el Fuero, en

Ayuntamiento de Madrid
«Así que aquellos mancebos
con los bueyes, son el carro
que al Norte luciente vemos;
él las armas de Madrid
cuyas estrellas pusieron
alrededor del escudo.»

(La niñez de San Isidro.)

A comienzos del siglo x i x ya no


quedaban rastros del antiguo vergel,
hasta el punto de que Mesonero Ro-
manos puede darnos esta primera
i m p r e s i ó n de un recién llegado de
Andalucía al penetrar por la puerta
de Toledo:

«—Y bien, p r i m o m í o , ¿ q u é
te parece del aspecto de Ma- luego recordaremos llegaba a poner en labios de la urbe la hiperbólica
drid? afirmación de: «fui sobre agua edificada».

—Que ze p u é desir del lo


Entre las menciones a las fuentes ha de recordarse, por ser una de
que de Parmira, que es la per-
las c o n t a d í s i m a s que dedica a M a d r i d , la que se hace de «la de Leganitos
la del desierto.»
y de la e x t r e m a d í s i m a fuente Castellana» en La ilustre fregona, de Cervantes,
(Escenas matritenses.)
sin olvidar que a las numerosas p ú b l i c a s se sumaban las existentes en
De aquí va a derivarse la imagen los jardines de los palacios, algunas de las cuales, según Núñez de Castro,
de M a d r i d como creación artificial tenían estatuas y m ú s i c a .
e injustificable en medio de una na-
turaleza muerta, de la capital devo- Si hubo apologistas «del agua gorda, el agua e n t r a ñ a b l e del M a d r i d
radora de cuanto produce el resto p r e h i s t ó r i c o , el agua en que a ú n se sedimentan, y de la que son solera
del país. las aguas del Diluvio», según afirma Gómez de la Serna en su Elucidario,
no menos logró en p o q u í s i m o tiempo la procedente del r í o Lozoya des-
de que el 24 de junio de 1858 hizo su entrada oficial en la V i l l a .
EL AGUA
Factor determinante de la antigua
fecundidad, del p r i m i t i v o emplaza- EL AIRE
miento y hasta de la que hoy se tie-
L a «clemencia y serenidad de cielo» y «los aires salutíferos», que dice
ne por a u t é n t i c a raíz del nombre de
López de Hoyos, fueron siempre destacados entre los mejores ornatos de
la V i l l a , fue el agua tan escasa en
M a d r i d . Del cielo, inmortalizado por Velázquez, abundan las ponderacio-
el r í o , según se cuidaron de subra-
nes, como é s t a s de Pedro Antonio de Alarcón, en que hay un atisbo del
yar los famosos autores de s á t i r a s
presente turístico:
bien conocidas, como abundante en
manantiales y fuentes, hasta el pun- «Una hermosa extranjera, que en bailes y conciertos representa
to de que el emblema medieval que gloriosamente a su remoto país, la decía la otra noche a un legislador,

Ayuntamiento de Madrid
no sé si senador o diputado: «¡Qué sol el de Ma- es del Norte, y le da valor a eso. ¡ Nosotros los
drid! ¡ N o comprendo c ó m o pasan ustedes l a tarde españoles hemos llegado a cansarnos de tanto
en l a triste a t m ó s f e r a de las Cortes, hablando de sol, y hay días en que no sabemos q u é hacer con
ruines intereses humanos, en vez de disfrutar es- él!» De aquí, Marquesa, concluyo yo que, si el
tos hermosos días, ver u n cielo tan infinito y reci- sol se exportara, s e r í a m o s la primera n a c i ó n co-
bir los halagos de un sol tan cariñoso!» «¡Ah, se- mercial de E u r o p a . »
ñ o r a ! . . . ( c o n t e s t ó el hombre de Estado). Usted (Visitas a la Marquesa.)

Ayuntamiento de Madrid

éstas de Galdós, en Realidad: comercio y la poca industria que hay, debiera
hacerse de noche.»
« ¡ Q u é noche tan clara y serena! Se ensancha
el alma mirando al cielo estrellado, y espacian o las exclamaciones frecuentísimas en los personajes
dose por ese azul inmenso. Las noches de M a d r i d de Arniches:
son mejores y m á s bellas que los días, y en m i «—...Y es que este gozo lo da M a d r i d , sólo
opinión, toda la vida, la política, los negocios, el Madrid.

Ayuntamiento de Madrid
de los m a d r i l e ñ o s y cuando hubo Madrid una población para
motivos para ponerla en duda no Jueves Santo o d í a del Corpus;
faltó quien se dedicara a indagar las suspensión del tráfago, tien-
causas, como hizo en 1679 el ciruja- das cerradas, formaciones,
no de don Juan J o s é de Austria, pausados desfiles...»
Juan Bautista Juanini, m i l a n é s , que
(Madrid, en Plumas y pala-
dirigió a su s e ñ o r el resultado de
bras. 1930.)
sus estudios en el curioso «Discurso
político, y physico, que muestra los E n la a n t i g ü e d a d , suelen carecer
movimientos y ejectos que produce de relieve las indicaciones relativas
la fermentación y materias nitrosas a! paso de las diversas é p o c a s del
en los cuerpos sublunares, y las cau- año. (Lope de Vega, en Santiago el
sas que perturban las saludables y Verde, nos hace saber que existía
benignas influencias que goza el am- la costumbre de sentarse a las puer-
biente de esta Imperial Villa de tas de las casas, por las noches, para
Madrid.» tomar el fresco durante el buen
tiempo.) E n cambio, según se va rea-
EL SOL lizando la t r a n s f o r m a c i ó n del con-

E l aire comparte su prestigio con torno, los escritores acusan con cre-

el Sol, a quien algunos cronistas su- ciente intensidad las modificaciones

ponen que los á r a b e s dedicaron l a climáticas y a partir del siglo x i x

primitiva p o b l a c i ó n denominándola son frecuentísimas las alusiones a

«Pueblo del Sol», pero si no es cier- los bruscos cambios y a las peculia-

— ¡ N a t u r a l ! ¿Quién está triste con to que su nombre estuviera unido ridades de las distintas estaciones.

esta gloria de cielo y esta b e n d i c i ó n al t o p o n í m i c o , lo es en cambio que


de sol?» a ñ a d i d o al de la Puerta y luego Pla-
(Mariquita la pispajo.)
za m á s popular, sería recordado en LAS ESTACIONES
«—El cielo azul, la sierra blanca, todo tiempo.
el sol de oro... ¡ U n d í a m a d r i l e ñ o Por lo general, la primavera y el
Mientras que para algún persona-
puro!» o t o ñ o (en especial el mes de octu-
je de Baroja resultaba molesto, por
(Rositas de olor.) demasiado brillante, es lo ú n i c o que bre) tuvieron siempre simpatizantes,

Las m á s sutiles e ingeniosas dis- se salva en una de las revisiones m á s pero destacan mucho m á s los de-

tinciones sobre las modalidades del acres y negativas que se han hecho tractores del verano y del invierno.

aire o del cielo de distintas plazas de los valores de l a V i l l a , debida a Como p o d r á verse, un rasgo del cli-

y rincones pueden hallarse en las Manuel Azaña: ma era la «informalidad» en cuan-


to a proceder en cada momento
páginas de Ramón Gómez de l a
« E n M a d r i d lo ú n i c o es el
como la lógica p a r e c í a aconsejar.
Serna, y El aire de Madrid se ti-
sol. L a luz implacable descu-
tula una aplaudida obra teatral de
bre toda lacra y miseria, se A veces las noches de diciembre
Serrano Anguita estrenada en 1924.
abate sobre las cosas con tal resultaban magníficas:
Siempre se a d m i t i ó la favorable furia que las incendia. las fun-
«—A/o vi noche más clara y agrada-
influencia del aire sobre la salud de, las aniquila. Por el sol es ble:

Ayuntamiento de Madrid
el diciembre se ha vuelto en mayo do los objetos se visten todos a p r e t ó el calor de una manera
\ afable.» de una luz blanca de puro in- horrible.»

(Tirso de Molina, Los balco- tensa, que abrasa y deslum- (La de Bringas.)
nes de Madrid.) hra como la del rayo; cuando
la sombra se encoge y se mete Si esto decían tres meridionales,
Y en ocasiones se prolongaba el debajo de los pies; cuando la no es e x t r a ñ o que lo mismo opine
calor hasta entrado noviembre, por bola negra del ministerio de un n o r t e ñ o como Baroja, unas veces
lo que un personaje de don R a m ó n la G o b e r n a c i ó n anuncia (creo atribuyéndoselo a un personaje,
de la Cruz podía afirmar: que seguirá a n u n c i á n d o l o ) que otras en confesión propia:

«Antes en este a ñ o ha sido el sol pasa por el meridiano


«El verano me parecía muy
primavera todo el tiempo.» de M a d r i d , es un verdadero
molesto.»
(La elección del cortejo.) delirio el que me acomete. Y o
(La sensualidad pervertida.)
s u e ñ o , sumido en una especie
Veamos algunos comentarios so- de sopor inconsciente, cor.
bre las extralimitaciones del verano. todo lo fresco que he sentido
B é c q u e r escribía el 3 de agosto de o me he imaginado en m i
1864, día en que el t e r m ó m e t r o Reau- vida...»
«El verano fue verdadera
mur marcaba treinta grados:
(El calor.) mente caluroso y pesado; por
«¡Esto es una indignidad,
lo menos, a m í me lo p a r e c i ó
un escándalo, un abuso de De Alarcón, en 23 de julio de
así.»
1858:
confianza!...
(Memorias.)
«El verano en Madrid es ho-
¡ Esto no es ya calor, es i r
rrible, desconsalor. bochorno-
embozado en un manto de
so en el doble sentido de la
plomo candente como los com-
palabra.
parsas de la p r o c e s i ó n de los
h i p ó c r i t a s en el infierno de
Dante!

L a luz me persigue, me aco-


¡ Qué calor! ¡ Qué polvo'
sa, me acorrala durante el día,
¡ Qué fetidez! ¡ N i un á r b o l , ni
se entra osadamente en m i
una flor, ni un chorro de agua,
h a b i t a c i ó n por las rendijas de
ni un p á j a r o , ni la sombra de
las puertas, por el agujero de
una p e ñ a , nada que solace los
la llave, hasta creo que se
sentidos!»
transparenta a t r a v é s de las
paredes de estas casas de car (Diario de un madrileño, en

ton en que vivimos. La Epoca; d e s p u é s en Cosa?


que fueron.)

De Gal dos:

Cuando el sol cae a plomo «Al día siguiente, que fue

sobre la coronada V i l l a , cuan- el 25 de julio, día de Santiago,

Ayuntamiento de Madrid
Menos constante en sus rigores, o —Es un día de los madrile
a veces m á s hábil en disimularlos, ños: clarito, pero que con-
solía ser el invierno, según puede gela.»
apreciarse en estos párrafos de
(La gentuza.)
Galdós:

« ¡ M a l d i t o tiempo! ¡ V a m o s , Una peregrina hipótesis sobre la


que ni esto es invierno, ni d u r a c i ó n real de los días, para de-
esto es M a d r i d , ni esto es mostrar además que la palabra
1
nada! ¡ P o r vida de... ¡Cuán- «Corte» es derivada de «corto», fue
do se ha visto a q u í , en la úl- formulada por Núñez de Castro:
tima decena de enero, estas
«Vulgar es entre los cortesa-
noches tibias, este aire h ú m e -
nos que los días de M a d r i d
do y templado, este cielo be-
son un soplo, y fuera del se
nigno...? Otros a ñ o s en los
les hace en las aldeas cada día
días que corren de « c á t e d r a »
un siglo.»
a «cátedra», como dicen los
paletos, el tiempo suele ser (Obra citada.)

tan duro, tan destemplado y


variable, que cae la gente co-
mo moscas. Pero llevamos un talones?... C r é a m e usted, hay EL FUEGO
invierno..., ¡ ay, que invierno que quitarle al Guadarrama
pastelero! Con esta tempera- su r e p u t a c i ó n . » Para que nada faltase, el fuego
tura de estufa, los viejos y (Realidad.) se hizo presente a t r a v é s del peder
gastados se agarran a la pica nal, utilizado para la c o n s t r u c c i ó n
ra existencia, y como no se «—Gracias a Dios me voy de las murallas, lo que le p e r m i t i ó
les dé estricnina. .» defendiendo, que no es flojo decir a Juan de Mena, refiriéndose
milagro con estas heladas y a una estancia a q u í de Juan II de
este picaro viento Norte, ca- Castilla, que el rey estaba:
paz de encajarle una pulmo
«En la su V i l l a de fuego cer-
«Si el condenado enero se nía al caballo de la Plaza
cada.»
portara como t e n í a m o s dere Mayor.»
cho a esperar de su formali-
(Misericordia.) F e r n á n d e z de Oviedo nos informa
dad, nos t r a e r í a esos viente-
de que, aparte del escudo, la V i l l a
cilios de rechupete, esos cam «El día era de los mejores
utilizó durante la E d a d Media un
bios bruscos, que son la gala que suele tener M a d r i d en in-
emblema o divisa en que unos esla
de M a d r i d . L o que yo le he vierno, con cielo limpio y es-
bones arrancaban fuego a un pe
dicho hoy al presidente: Pero, p l é n d i d o sol.»
dernal, para simbolizar lo que reza-
¿ d ó n d e e s t á n aquellas heladi-
(Los apostólicos.)
ba la letra:
tas que de una barredura,
¡ r a s ! , se llevaban a seis o sie- O en estos de Arniches: «Fui sobre agua edificada,

te carcamales, de esos que no «—¡ Y a , vaya un frío que mis muros de fuego son,
aciertan ni a ponerse los pan hace! esta es mi insignia y blasón.»

Ayuntamiento de Madrid
También íueron utilizadas estas «—Valladolid que doce leguas está.
piedras para pavimentar las calles, d i c e que es competidora Sus hechizos, la hermosura;
por lo que con frecuencia se alude de ¿u grandeza. sus h a z a ñ a s , el valor;
a las chispas que d e s p e d í a n las cal- —Sí fuera su mansedumbre, el amor;
zadas al paso de caballerías y ca- si el clima y cielo tuviera sus milagros, la ventura;
rruajes. que a M a d r i d hacen s e ñ o r a nuestra religión su ley.
Mas, si sus partes te alego de quien es seguro Norte;
La solidez de estos cimientos ga- c o n t e s t a r á s que es mejor: dos mundos le dan su corte,
rantizaba para Góngora la inmorta- patria es M a d r i d del amor,
la corte le da su rey.
lidad de la V i l l a : y así está fundada en fuego
Goz adel llano y m o n t a ñ a
«Emula la verán siglos futuros Agua los celos le han dado,
que sus t é r m i n o s incluye;
de Menfis no, que el término le ta- si su fuerza hace llorar,
y en fe que en todos influye
[sas; de fuentes que pueden dar
del tiempo sí, que sus profundas valor, es centro de España.»
salud al m á s deshauciado.
[basas
Si saber sus frutos quieres (La fingida Arcadia.)
no son en vano pedernales duros.»
Flora sus campos corona,
(A la grandeza y dilatación Es indudable que el desarrollo de
su tributaria es Pomona,
de Madrid.) la urbe tuvo que apoyarse en unos
sus venteros Baco y Ceres.
Dale en olivos Minerva factores naturales de índole favora
Y para no ser menos que los otros
oro puro y generoso, ble, los cuales d e t e r m i n a r í a n , por
Ires, t a m b i é n el fuego se supuso
ganado, el monte, sabroso, otra parte, la c o n s t i t u c i ó n de un
que h a b í a inspirado otro fabuloso
tomillos el campo y hierba. cierto tipo humano, cuyos rasgos
nombre antiguo de la V i l l a : el de
Las Musas un Alcalá distintivos, analizados por escrito-
Ursaria, que para algunos provenía
que llamar Atenas puedo; res de distintas épocas, expondre-
de U r = fuego.
la cortesía, un Toledo mos en otra ocasión.

ARMONIA D E
LOS CUATRO
ELEMENTOS
La positiva conjunción de esos
cuatro elementos llevaba a una con-
clusión optimista que Núñez de Cas-
tro formula de esta manera lapi-
daria:

«Con que en cielo, en tie-


rra, en agua, en aire, es M a
drid sin e m u l a c i ó n victo
rioso.»

(Obra citada.)

Pero el mejor compendio de cuan-


to llevamos dicho lo constituye la
fervorosa apología que Tirso pone
en boca de uno de sus personajes:

Ayuntamiento de Madrid
MADRID
PINTADO

CON AIRE, TIERRA, AGUA Y, DIGAMOS,

POR R A M O N FARALDO

P Cuando M a d r i d es nombrado, se nombra t a m b i é n


i- e n s á n d o l o bien, la sugestión universal de una ciu- otro acantonamiento estelar, cuya sustancia ha inte-
dad resulta de sus juglares y de sus pintores m á s que resado a narradores y coloristas a t r a v é s de estilos
de su cubicación real. Técnicos urbanistas y arquitec- y generaciones. Como espectáculo, como fondo, como
tos construyen ciudades en cuanto a l cuerpo físico; protagonista colectivo, en acepciones r i s u e ñ a s o gra-
poetas y plásticos le otorgan alma, y sin su interven- ves, a menudo discrepantes y hasta irreconciliables
ción los núcleos humanos s e r í a n algo m á s que blo- entre sí, la capital e s p a ñ o l a suscitó relatos y cuadros.
Los escritores, seguramente por personificación ab-
ques de cemento habitable y transitable, aunque di-
soluta los de a q u í */ por folklorismo de ocasión los
fícilmente s e r í a n París, Holedo, Heidelberg o Amster-
extranjeros, no alcanzan a trazar un semblante de
dam. P a r í s , cénit urbano de Occidente, halló su mag- M a d r i d equivalente al que Rodenbach atribuye a B r u -
netismo en la invención poética de Charles Baude- jas y Flambert a la provincia francesa. Literariamen-
laire y otros inspirados, que arbitraron charme, spleen, te, M a d r i d no es un personaje en busca de autor, aun-
ville lamiere m í s t i c a s y perdiciones del Sena. Manet, que sí personaje en busca de un espejo que le ins-
Renoir, Maurice U t r i l l o recientemente, elaboraron en truya respecto a q u i é n es y c ó m o es.
colores otros fetichismos parisienses, de los que París Por el contrario, en traducciones p l á s t i c a s la sus-
era a menudo inocente. Respecto a Toledo, ¿ q u é no tancia colorista y ambiental de M a d r i d , lo que alguien
d e b e r á n a sus muros Domenico Greco y Maurice B a - llama « p r e d e s t i n a c i ó n solar», revelada a veces por las
rres y que d e j a r á n de deber los muros toledanos a apariencias y oculta otras bajo las apariencias, ha
Greco y a Barres?... Entre la paleta sulfurosa del motivado muchas obras nobles y algunas obras maes-
candiota y el verbo alucinado de Barres, la p u l s a c i ó n tras. Analizado en a t m ó s f e r a , tierra, agua y tal vez
fuego, la ciudad central de la P e n í n s u l a posee una
del Tajo se hace oír espacialmente. Parecidas razo-
extensa y radiante iconografía. Los buenos cuadros,
nes identifican a Venecia, Oxford, Gante y otros en-
según se dice, garantizan l a perpetuidad del paisaje
claves estelares, cuya gravitación sigue hoy actuando
que los i n s p i r ó , y componen algo así como su testa-
y decidiendo itinerarios de viaje.

Ayuntamiento de Madrid
FUEGO

m e n t ó gráfico, su duplicado para


la eternidad. S i es así, el «castillo
famoso» puede afrontar serenamen-
te todas las coyunturas.

A I R E

L a envoltura aérea, nimbo o en-


tidad respirable que designa el es-
pacio m a d r i l e ñ o , se conjetura único
respecto a nitidez e irisación. No es
la calidad aterciopelada y m ó r b i d a
del espacio parisiense, que evoca
jarabes, felpas y j a r d i n e r í a exóti-
ca; el aire de M a d r i d corta toda
evocación, es como es. Rechaza tér-
minos ambiguos o evasivos, y, con
vagas querencias doradas, azulean-
tes, niveas u opalescentes, según la
estación, ejerce una concisa influen-
cia sobre sus esquinas torres, te-
chumbres y fachadas. L a influencia
es tan límpida que los aspectos

Ayuntamiento de Madrid
m á s á s p e r o s de la ciudad, sus abandonos y sus in- E l descubrimiento de una a t m ó s f e r a plástica, de
coherencias, sometidos a esta luz, que corta cualquier una interioridad respirable en un cuadro, distinta a
exceso imaginativo, pueden verse sin pesadumbre, co- la similación de la perspectiva y el evasionismo del
mo una o p e r a c i ó n m a t e m á t i c a . Esta luz no a c t ú a ex- claroscuro, lo efectúa en un lugar de M a d r i d , y frente
teriormente o por refracción; penetra, interviene en a sus horizontes, el pintor Diego Velázquez. T a l des-
las cosas que no flotan en ella, que m á s bien la in- cubrimiento sucede aquí porque debiera ser a q u í ; Ve-
tegran. Las noches de invierno m a d r i l e ñ o se hallan lázquez comprueba que la luz del Guadarrama y su
trazadas en la oscuridad como en el m e d i o d í a . Las vitalismo no distingue exteriores de interiores y que
m a ñ a n a s del verano parecen metalizaciones de la urbe todo es, finalmente, paisaje dentro de esta impera-
en su propio resplandor, y el que llega entonces a tiva transparencia.
M a d r i d no cree lo que ve, o, mejor dicho, no ve lo Velázquez la respeta como tal hasta donde puede,
que cree. humanamente, pintarla. Goya, menos respetuoso, la

2-1

Ayuntamiento de Madrid
complica en lo goyesco, h a c i é n d o l e actuar sombría- Carnaval. E l valor comprobatorio de sus cuadros, res-
mente o festivamente, aunque sin atreverse a supedi- pecto a planos de la capital, es menos efectivo como
tarla del todo a sus designios. E l cuadro de la prade- documento social que como documento patológico.
ra de San Isidro parece de lo m á s textual dentro de Aureliano de Berruete, Regoyos, *uloaga, la etapa
la relativa textualidad que observaba Goya cuando vallecana de B e n j a m í n Palencia y sus camaradas de
pintaba un goya. la escuela de M a d r i d ; la delicada visión de Eduardo
J o s é G u t i é r r e z Solana, el n o r t e ñ o avecindado en M a - Vicente, el cubismo solar de G. Manuel Díaz Caneja,
drid, pinta escenarios m a d r i l e ñ o s y pueblo m a d r i l e ñ o . muchas personalizaciones de M a r t í n e z Novillo, Re-
E s igual; Solana dibuja el mundo exterior, pero sólo dondela, García Ochoa, Francisco San José, Máximo
ve su mundo interno. N o diferencia un puerto cantá- de Pablo, Juan Guillermo, De la Puente, Alvaro Del-
brico de u n suburbio vallecano, n i el Apocalipsis del gado, Carlos de Lara, tipificación de Fernando Santos

Ayuntamiento de Madrid
y Santos Viana, paisajistas del Retiro y Casa de Cam- en alrededores p r ó x i m o s y lejanías visibles, ofrecería
po, dan continuidad al axioma solar que M a d r i d irra- las perspectivas caliginosas, los blancos á r i d o s , el acor-
dia, o por el que es irradiado. tezado p á l i d o del secano, marcado por escarchas y
estiajes implacables. T a l paisaje, situado en otras la-
titudes bajo a t m ó s f e r a s sinuosas o e m p a ñ a d a s , produ-
T I E R R A ciría una espectacularidad m á s bien d r a m á t i c a , con
contrastes blanquecinos y grises subrayados por la
Componiendo un cuadro, traducida a color, la tierra maleza pobre. Los desmontes urbanos serían duros
viene a ser lo que quiere la luz. N o importan apenas de ver en aquel caso, y su l a m i n a c i ó n infecunda su-
altitud, geología, encrespamiento o lisura, porque su geriría planos de l a pintura expresionista centro-
aptitud y su inutilidad plasmables vienen por lo que europea, que usaba estas decoraciones para divulgar
reciben del día o de la noche. Una piedra preciosa su fobia frente a las grandes m e t r ó p o l i s .
deja de serlo en la penumbra; u n vidrio de b i s u t e r í a Aquí no ocurre eso, porque interceden fluidos de
fascina bajo luces adecuadas. origen celeste, una diafanidad suprema y una asepsia
Respecto a su base mineral, la ciudad m a d r i l e ñ a , diurna que disipa supersticiones, traspasa grises y

Ayuntamiento de Madrid
encuentra en la aridez vértices iri- to fue incluido, y sus reminiscencias fluviables tan coartadas que su río,
sados, combustible para su acción eternamente naciente o eternamente agonizante, semeja estar aquí como
y anchura sin o b s t á c u l o s . Ocurre alusión ironizante a todo cuanto moja.
incluso que en parajes artificial- E l hecho resulta algo pasmoso, t r a t á n d o s e de lo que fue eje de océa-
mente irrigados, con sombras y ver- nos, cabeza de un imperio que no se e n c o n t r ó a gatas ni a caballo, y
dura flagrante, el efecto resulta vul- cuyo gobierno suponía contactos con el mar en primera instancia. Ante
garizado y forzado, aunque gane en tal conveniencia, M a d r i d se e n c e r r ó en el secano, interpuso m o n t a ñ a s
clemencia. L a paramera iniciada en entre su reducto y la costa y pareció ensimismarse en un nirvana en-
la salida oriental de la ciudad, las juto.
extensiones rizadas, con cerros de Vamos a dejarlo así, porque no hay otra opción. Tampoco la pintu-
coral al fondo, que suben hacia l a ra de la Corte dedica mucho tiempo a las aguas, cuya rareza, por otra
Alcarria; los rastrojales y modela- parte, contribuye al esplendor de una a t m ó s f e r a sin vaho y sin mohos.
do del campo que ondula hacia la Como vestigio de humedad sedentario, Aureliano de Berute ejecutó al-
sierra de Grados, ofrecen una ori-
ginalidad, una conexión de arcilla
y éter, mucho m á s a u t ó n o m o s y pe-
netrantes que la de algunos arbo-
lados m a d r i l e ñ o s de perentoria ar-
tesanía.

Los pintores que ilustran esta


teoría son los mismos que encon-
t i a r o n el aire m a d r i l e ñ o . L a tierra
montuna de los fondos velazqueños
es poco m á s que luz densificada,
luz estatuaria, cerro o soto nacido
por u n leve espesamiento del aire.
Los horizontes b r u ñ i d o s por la nie-
ve, que pinta Berute, parecen ma
terializar, en cielo y geología, dos
grandezas que se inspiran e imitan
mutuamente.

A G U A

Sobre este particular nay poco


que decir. E l alma t r a n s l ú c i d a de
la meseta debe muy poco a lluvias,
ríos o hálitos oceánicos. M a d r i d re-
presenta en E u r o p a la capitalidad
m á s tercamente adicta a tierra fir-
me en que enraiza y de la que se
circunda anchamente. Aquí nada es
navegable, n i apenas derramable.
Uno piensa que si la capital no se
erigió m á s hacia dentro fue porque
no existía enclave m á s interior en
1 Península, como no fuera cavan-
do o ensanchando su p e r í m e t r o .
Ante ambas extravagancias, M a d r i d
se limitó a un diálogo entre un ele-
mento supremamente vaporoso y
otro supremamente estable; el res-

Ayuntamiento de Madrid
gunas telas sobre remansos del Manzanares, y el char- Meditándolo mucho, se nos ha ocurrido simbolizar una
co irisado sugiere la paz de la tarde y el reflejo celeste, c o m b u s t i ó n de índole privativamente m a d r i l e ñ a con el
dentro de la ascética modestia del espejo. cuadro goyesco de Los fusilamientos, a raíz de sucesos
ocurridos cierto día de mayo. L a iluminación de este
episodio obedece a incandescencia m á s que a otra
F U E G O cosa, y la tensión, el retorcimiento, la caprichosidad fi-
gurativa de los que van a morir, emula vivamente el
cuerpo de las llamas cuando se atiza una hoguera. Cla-
Ignora el derecho de propiedad. N o puede incautar-
ro que en este cuadro no existe materia propiamente
se n i marcarse con señales típicas de región o de pa-
inflamable, n i ese desmonte de la Moncloa, con som-
tria. N o se han investigado a ú n las razas del fuego n i
bras de viviendas y torres d e t r á s , es lugar apropiado
sus matizaciones según origen o procedencia. Es el
para incendios. Aunque quién sabe, Goya lo vio así, y
elemento n ó m a d a , la energía cósmica que los siglos no
aunque Goya era parte interesada m á s que parte tes-
han cambiado n i avecindado, y c o n t i n ú a su vagabun-
timonial, su confesión tuvo esta sintaxis y su firma
deo dirigido por el azar.
prefirió este texto.
Nuestra ciudad carece de un fuego propio, aunque
disponga de vientos y aromas de su exclusivo dominio. R. D. F.

Ayuntamiento de Madrid
LA T R A N S F O R M A C I O N DE MADRID
D U R A N T E E L R E I N A D O D E F E L I P E II
Y L A CREACION DE LASPRIMERAS JUNTAS
DE URBANISMO

Por AGUSTIN GOMEZ IGLESIA*

L A actual etapa referente a la evolución de las gran-


des ciudades c o n t e m p o r á n e a s no es, cerno pudie-
ra pensarse, la ciudad moderna, o sea una versión am-
todo que no ay tomalle tino; y convendría mucho, sien-
do su Magd. (Felipe II) servido, que las ruines casas,
o chocas por mejor decir, que ay dentro de lo princi-
pliada de la ciudad tradicional, sino una forma diversa dal de la V i l l a , que o los d u e ñ o s las reedificasen o se
de asentamiento urbano: la m e t r ó p o l i moderna (1). las tomasen por lo que valen, no pudiendo ellos reedi-
L a evolución urbana de Madrid, gran m e t r ó p o l i ya ficar, que esto sufridero es hacerse. Por la pulicia y
y con uno de los índices mundiales
m á s altos de crecimiento, ha susci-
tado y suscita problemas enormes,
tremendas dificultades a la Adminis-
tración municipal y estatal, no en
lo que al á r e a metropolitana a t a ñ e
—por m á s que a q u í éstas no sean
escasas en n ú m e r o ni insignifican-
tei en calidad—, sino dentro del
apretado núcleo urbano central.

Veamos algunos testimonios re-


feridos a la época objeto de nues-
tra atención. Sobre c ó m o se cons-
t r u í a en la V i l l a , Corte ya, dentro
d(. la segunda mitad del X V I , cabe
incluir una amarga queja, esclarece-
dora y de calidad, expresada nada
menos que por Juan de Herrera,
aposentador de Palacio a la sazón,
en carta al secretario Mateo Váz-
quez (marzo de 1582), acerca de cu-
yo contenido volveremos:

«Es menester ir innobleciendo es-


te pueblo de esta manera, porque
cierto es cosa e x t r a ñ a con todo lo
que se fabrica en él y gastan dine-
ros en edificios, cuan poco luce y
se echa de ver, y todo esto a costa
de no aver fabricado con orden, n i
en lugares que se a c o m p a ñ e n unos
con otros, sino tan desbaratado

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buen govierno, cosa es que en coyuntura p o d r á V . m . una m á s fácil y eficaz c o m p r e n s i ó n de su contenido.
(Mateo Vázquez) tratallo con su Magd.» (2). A excepción del escarpe occidental—lugar utilizado
Recojamos ahora l a a p r e c i a c i ó n coincidente de un siempre por moros y cristianos para fines estratégi-
ilustre urbanista actual acerca del desarrollo urbano cos—, la topografía de M a d r i d , « t a n t o al Norte como
del M a d r i d de la é p o c a imperial: al Este, era c ó m o d a para una extensión de la ciudad,
«... Se puede calificar de pueblerino, a n á r q u i c o y brindando excelentes posibilidades para alzar una her-
profundamente individualista. E n efecto, sorprende que mosa ciudad nueva; pero no hubo p r o p ó s i t o de crear-
en los a ñ o s en que los colonizadores e s p a ñ o l e s funda- la, n i siquiera una idea definida de su necesidad...
ban Buenos Aires (1583), L a Habana, Méjico y L i m a , Consecuencia de ello sería la falta no ya de una téc-
siguiendo la norma de los trazados rectangulares reco- nica, sino de una a u t é n t i c a política u r b a n i s t a . . . »
mendados en las Leyes de Indias, la capital del Estado Con arreglo a la m á s atinada conjetura, M a d r i d con-
se extendiera según patrones medievales, sin las vir- taba con unos tres m i l inmuebles en 1561. L a V i l l a
tudes de l a E d a d Media. Delimitada la nueva cerca se consideraba holgada, y a menudo h a b í a conocido
de l a V i l l a , el trazado de las calles se efectuó a base estancias, m á s o menos prolongadas, de la Corte du-
de conservar los caminos existentes hacia las aldeas de rante la Edad Media y comienzos de la Moderna. N o
la comarca y parcelar las fincas particulares según el se trataba entonces (1561) de una estancia transito-
capricho de los propietarios, de análoga manera a lo r i a m á s , sino de acoger dentro de su exiguo c a s e r í o
que ú l t i m a m e n t e se ha hecho en los s u b u r b i o s » (3). una a d m i n i s t r a c i ó n complicada; para subvenir l a ne-
Estas son adveraciones de dos técnicos prestigiosos, cesidad se a c u d i ó a una única e improvisada medida:
representantes ambos, cada uno en su tiempo, del cri- la c o m ú n de ceder a l Real Aposento l a mitad de las
terio oficial, que coinciden en el enjuiciamiento cualita- casas de la V i l l a (5). «Madrid q u e d ó — a s í — m a t e r i a l -
tivo de tal cuestión, bien que la amplitud cuantitativa mente ocupada por la Corte de Felipe II.»
de é s t a sea muy diversa. Herrera nos dice: « E n este L a improvisación tenía la doble excusa de que la
estado nos hemos encontrado la V i l l a , así vamos cons- actividad de la Corte se consideraba al principio res-
truyendo ahora y hacen falta tales remedios para or- tringida y su m i s m a instalación en la V i l l a se juzga-
denar el caos urbano m a d r i l e ñ o , a fin de acomodarlo ba, al menos t e ó r i c a m e n t e , provisional; mas asentada
en lo posible a su alto destino presente.» Bidagor, en de hecho la Corte, la población creció a ritmo vertigi-
cambio, enjuicia desde 1964 un p e r í o d o (1561-1860), con- noso (6) y de manera e s p o n t á n e a , ya que n i se refor-
cluso y completo, de l a trayectoria histórica urbana de m ó moderadamente la parte antigua n i se h a b í a pla-
nuestra ciudad. neado previamente la que iba a surgir. Hemos dicho
crecimiento e s p o n t á n e o , mas no caprichoso n i anár-
quico, puesto que se a d a p t ó a la topografía del solar,
II medida sencilla y afortunada en general; facilitó los
desagües, favorecía el t r á n s i t o y era t a m b i é n barata
—evitaba costosos desmontes y rellenos—y aun grata
¿Cuáles fueron las causas determinantes de que u n de ver a d e m á s , ya que con la a d a p t a c i ó n del c a s e r í o
tan vasto intento constructivo, como lo fue la gran «a los perfiles de u n terreno moderadamente movi-
t r a n s f o r m a c i ó n acaecida a M a d r i d durante el reinado do se pudo contar con algunas agradables perspecti-
de Felipe II, lograra tan pobres resultados desde el vas interiores».
punto de vista u r b a n í s t i c o ? ¿Cabía haber hecho otra Por ú l t i m o , falta a ú n la respuesta a una de las m á s
cosa, una ciudad nueva o al menos una planificación importantes interrogaciones arriba formuladas. ¿Quién
previa de lo que se avecinaba tras una discreta re- sufragaba tan cuantiosos gastos? «... Propiamente no
forma de lo antiguo, o bien existió el deliberado pro- hubo una a p o r t a c i ó n de recursos nacionales, habiendo
pósito de conservar y ampliar lo existente dentro de de pesar casi todo sobre la modesta hacienda muni-
límites moderadamente reducidos y abarcables? ¿ O b r ó cipal, nutrida con inapropiados arbitrios, las sisas.
la i m p r e v i s i ó n tradicional, se impusieron razones de Para el pueblo m a d r i l e ñ o la presencia de la Corte
índole política y social o bien faltó el dinero o la vo- fue una carga que exigió el empleo de todas sus ener-
luntad de aplicarlo a tal empresa? gías. Y , por otra parte, apenas dedujo de ello bene-
Poco ha m i c o m p a ñ e r o y amigo M o l i n a Campuza- ficios, cual en cierto modo ocurre t a m b i é n hoy, en
no ha tocado el tema en un denso y brillante artícu- que, honor aparte, el rango de capitalidad no consti-
lo (4), infundiendo luz a esta cuestión histórica, com- tuye propiamente una prebenda para la m a y o r í a de
pleja de suyo a causa del c ú m u l o de incidencias y los m a d r i l e ñ o s . Su función con respecto al país no
detalles concomitantes, y confusa, a d e m á s , dada la gran se definió claramente, n i , en consecuencia, como hu-
variedad de interpretaciones. Interesa recoger aquí al- biese sido conveniente, le fue atribuida y delimitada
gunas de sus atinadas observaciones antes de pene- con toda precisión. E n realidad fue una ciudad «con
trar en el meollo de nuestro a r t í c u l o , a fin de lograr Corte», una urbe casi como otra cualquiera, que cada

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vez iría alcanzando las m á s desmedidas proporciones.» alcabala, p o d á i s cargar hasta cinco m a r a v e d í s por pa-
E s justo reconocer que Felipe II se dio perfecta nilla y en cada libra de tocino dos m a r a v e d í s . Y en
cuenta del angustioso estado financiero del Municipio cada libra de anguilas, peces, truchas, carpas, bruje-
m a d r i l e ñ o así que éste se lo expuso; el remedio fue te, tencas, solías, salmón, sábalo, congrio, merluzas,
pronto y eficaz, y así surgieron las denominadas sisas aguja, paladar, lampreas, mero, besugos, doradilla, os-
ordinarias (1582), d e s p u é s prorrogadas por m á s tiem- tras, lenguados, ajedias, o en cualquier otro género
po y que, c r o n o l ó g i c a m e n t e , fueron las primeras de de pescado fresco o en escabeche, que en esta dicha
la serie extendida a través de los años 1582-1679. Los V i l l a se vendiere por menudo, dos m a r a v e d í s . (Se car-
Propios de la V i l l a no eran muchos, y, por añadidu- gaban otros dos maravedís en los pescados salados,
ra, su a d m i n i s t r a c i ó n a cargo de los mayordomos de secos, remojados de mar y río, etc.) ... Para que... po-
Propios era muy deficiente en general, conforme he dáis d e s e m p e ñ a r redimir, y quitar los censos... cada mes
podido comprobar repetidas veces. S i n duda alguna, lo que alcanzare y no se gaste en otra cosa alguna...»
las fuentes principales de ingresos referentes a la ha-
cienda municipal eran sus derechos y arbitrios, y entre
III
ellos las sisas. Fueron muy a n t i p á t i c a s , tanto al me-
nos como sus sucesores inmediatos los Derechos de
Puertas. Las cortas nociones generales precedentes nos abren
Vale la pena reproducir en parte la provisión del ahora vía libre para exponer los momentos cruciales
Consejo de Felipe II (1582, enero, 31. Madrid) (7). L a relativos al desarrollo urbano del M a d r i d filipino, el
exposición de motivos aclara la precaria situación fi- pensamiento y las decisiones de aquel tremendo tra-
nanciera concejil, y, a d e m á s , se compendia la institu- bajador, m e t ó d i c o y ordenancista monarca, Felipe II,
ción y el objeto de tan famosas rentas: y los trabajos de l a denominada Junta de Policía, Lim-
«Don Felipe por la gracia de Dios, Rey de Casti- pieza, Ornato y Obras Públicas (8), hoy denominada la
lla... por parte de Vos el Concejo, Justicia y Regimien- primera Junta de Urbanismo—aceptada la palabra
to de esta villa de M a d r i d , nos fue hecha relación que usual—, que en buena parte c a m b i ó el aspecto de la
a causa de la merced, que os hemos hecho en residir V i l l a . Las principales fuentes documentales que utili
en ella con la nuestra Corte, os h a b í a d e s esforzado a zaremos en r á p i d o análisis, son dos, ambas ya publi-
gastar mucha suma de m a r a v e d í s y e m p e ñ a r los Pro- cadas y utilizadas en sus aspectos diversos por los se-
pios y Hacienda, e m p l e á n d o l a en nuestro servicio e ñ o r e s González de Amezúa e Iñíguez Almech. A ellos
beneficio de la nuestra Corte, así en la provisión y d e b e r á acudir quien desee una información m á s am-
abastecimiento de ella, como en las obras públicas que plio (9). Nosotros destacaremos tan sólo aquello que
por nuestra orden y mando se h a b í a n hecho y hacían, interesa a nuestro p r o p ó s i t o .
y las d e m á s necesarias para el ornato, pulicía y limpie- De los Límites y Ordenanzas de 1667 importa la de-
za... Y con estas coasiones esta... V i l l a h a b í a c o n t r a í limitación de M a d r i d , su finalidad y oculto sentido.
do muchas deudas y estaba muy necesitada e imposibi- Una provisión del Consejo de Castilla, dada en M a d r i d
litada de seguir sus pleitos y proseguir las obras y a 18 de septiembre de 1567, delimita la V i l l a , utilizando
reparar las fuentes y caminos y empedrar las calles, los linderos del a ñ o anterior (1566), en que «estuvo
tenerlas limpias y abastecer de mantenimientos y acu cerrada con puertas y cercada con casas y tapias» a
dir a otras muchas cosas tan urgentes y precisas en causa de una epidemia. E n la exposición de motivos del
que h a b í a el gasto ordinario que era notorio para las documento se alegan aquellos de índole económica,
que no sólo era necesario salir de la deuda en que esta- social y aun política; se labran muchas casas p e q u e ñ a s
ba, sino fundarla y aumentarse algunos Propios, porque alrededor de la V i l l a , g á s t a n s e en ello excesivos mate-
sin ellos no p o d í a gobernarse bien ninguna República, riales (10) y se emplean numerosos oficiales; con ello
mayormente la de esta dicha... V i l l a , que h a b í a venido «se disminuye el ennoblecimiento y ornato del pueblo»,
en tan grande aumento por la dicha razón; y porque a d e m á s de ser « a p o s e n t o acomodado para personas y
los mejores medios y arbitrios, con que de presente se gentes vagabundas y de m a l vivir y ocasión de cometer-
p o d í a d e s e m p e ñ a r con m á s facilidad, era i m p o n i é n d o s e se y encubrirse muchos delitos». Y « p o r q u e somos in-
en los mantenimientos, que en ella se vendiesen en formados que es buen y bastante sitio para población de
m á s bajos precios, nos fue suplicado os m a n d á s e m o s esa Villa», se dispone y comunica al Concejo, a quien va
dar licencia para ello... Y Nos tuvísmoslo por bien, dirigida la provisión real, que «de a q u í adelante no se
por lo cual nos damos licencia y facultad para que por pueda hacer edificar [inmueble] alguno de nuevo, ni
todo este a ñ o de quinientos ochenta y dos p o d á i s echar acabarse los que estuvieren comenzados, fuera de las
y echéis por sisa en cada azumbre de vino que esta partes y límites por donde la dicha villa de M a d r i d
V i l l a se vendiese por menudo los dos m a r a v e d í s . . . que estuvo cerrada con puertas y cercada con tapias y casas
e s t á n impuestos para el edificio de las fuentes, y en el el a ñ o pasado de 1566».
aceite sobre el remate y lo que está cargado de la
Los límites de tal cerca, debida a un hecho acciden-

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tal y establecida oficialmente al a ñ o
siguiente gracias a la p r o v i s i ó n men-
cionada, enunciaban con detalle los
lugares por donde t r a n s c u r r í a . N o
todos las referencias son identifica-
bles, ya que se alude con frecuen-
cia a inmuebles de propiedad par-
ticular; para abreviar y hacer la
relación clara y comprensible para
el lector, citamos los nombres actua-
les de las calles y asimismo los nú-
meros y letras incluidas en l a planta
de M a d r i d hacia 1635, trazada por
M o l i n a Campuzano e intercalada en
su ú t i l í s i m a obra Planos de Madrid
de los siglos XVII y XVIII (11).
Arrancaba de la vieja muralla me-
dieval, desde un punto situado al
oeste de Puerta de Moros ( n ú m . 3);
utilizaba las edificaciones existentes,
y tras un quiebro, bien perceptible
en el trazado, se ceñía a la calle
de Calatrava actual—de ascendencia
medieval (12)—hasta llegar a la re-
ción establecida Puerta de Tole-
do (letra a), que s u s t i t u í a y servía
a las anteriores Puerta de Moros y
de San Francisco (A), correspondien-
te al antiguo arrabal. L a tal Puerta
de Toledo i n t e r r u m p í a la calle de
su nombre precisamente en el pun-
to de bifurcación entre las calles
del H u m i l l a d e r o y Arganzuela, Des-
de allí continuaba hacia el Este, al-
canzaba el viejo matadero de la V i -
lla (13), situado entre la plazuela Planta de la Puerta Vieja de Guadalajara.
del Rastro y Embajadores, y desde
a q u í atravesaba la calle «que va a
los yesares» (Embajadores actual), yendo a dar a
allí con cierto avance respecto al c a s e r í o p r e c e d e n t e » ,
Mesón de Paredes y al camino, hoy calle de Lavapiés,
cerraba la calleja del Sordo (calle Z o r r i l l a actual), atra-
e t c é t e r a , y d e s p u é s a la calle de Atocha, donde se
vesaba Cedaceros tras encerrar parte de tal calle, de-
puso una Puerta, denominada de Antón M a r t í n (b)
jaba dentro del recinto la calle de Arlaban (antes de
o de Atocha, mencionada incidentalmente por Quin-
los Gitanos) y, tirando al Oeste, salía a la calle de
tana, mas de localización exacta difícil, si bien dejaba
Alcalá, « d o n d e se a t a j ó la calle y se hizo la Puerta
fuera del recinto el hospital de Antón M a r t í n , funda-
del Sol, que e s t á al p r e s e n t e » .
do en 1552.
L a Puerta e s t á s e ñ a l a d a en la traza que adjuntamos
E l lado oriental se dirigía, casi en línea recta, a la con la letra c, y, efectivamente, en la d o c u m e n t a c i ó n
Carrera de San J e r ó n i m o , tras atravesar las calles de inmediatamente posterior a la provisión que analiza-
las Huertas y Prado. Ahora bien: la llegada a la men- mos aparece denominada Puerta de Alcalá, en com-
cionada Carrera de San J e r ó n i m o tocaba la esquina petencia con la d e n o m i n a c i ó n m á s tradicional de Puer-
de la casa que p e r t e n e c i ó al c a p i t á n Juan Calderón ta del S o l ; la t i t u l a c i ó n p r i m e r a triunfa definitivamen-
—«la que por cierto fue luego del pintor Eugenio te «luego de dos traslados en los siglos X V I I y X V I I I
Caxes» (14)—, situada al comienzo de la manzana 218, hasta su emplazamiento actual» (15). E s t a r í a situada
entre las actuales calles de Echegaray y Ventura de en plena calle de Alcalá «al comienzo de su declive,
la Vega. Desde allí modificaba su rumbo Norte tiran- entre las manzanas posteriores n ú m e r o s 267 y 289», y a
do al Este, «a fin de englobar las edificaciones alzadas que h a b í a otra r a z ó n de peso: la de que la prolongada

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PLANTA D£ M A D R I D I4ACIA 1635
CON LOS VIEJOS CAMINOS NATURALES M ¿ í

I M P O R T A N T E S , V L A !Nt>ICA,ClSN , A P R O X I M A B A ,
DE LOS tEClNTOS V PERl'METUOS A W T £ Rl O R t S .
L01 fVWTCÜOS ÍNí'cAN LOS TE¿MO¿ «VC O T E E C E N DVDA.S.

ALCAZAR y M V R A L L A S , DE LA CERCA DEL ARRABAL .11 CERCA t>E IBGC IV PfcRI M E T R O ¿.L.C&Nío.Do PO
A.LM VDEK/A y CE LA VILLA i L¿. POBUACICJtJ «ACIA f
I Ateo o í SANTA MAP'A £> J>VER.TA tt S . F R A N C I S C O o LI IÍYIUA a TVETRTA D E T o L £ J ) o , • AWO 159o o 4-4. + +
l PVftTA DC L A VlfrA B >VEÍ.TA B E ATOCHA 3 b tVEETA i ) C LUJAN MAETI1/, miM 1< Pv'FETA CE T O H Í O
i PVfRTA »i MOÍOS, fi >VfRTA. Dri- SOL c TVfíTA D i ALCALA' » s=i 1 1 ' P V E R T i t>T ATOCUi.
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5 PVEtTA »f CrVADALiOAtA £ fVSf-XA STO. ÍOMIWSO
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vía interior, que p a r t í a de una supuesta Puerta de Alcalá o del Sol, aparte de algunos datos m á s sobre la
Atocha del A r r a b a l (letra B ) , a c a b a r í a en esta Puerta de Antón M a r t í n o Atocha. Todas las cuales irían des-
a t r a v é s de las calles de la Cruz y Ancha de los Pe- cendiendo posteriormente hasta alcanzar los lugares
ligros (para entendernos, Sevilla actual). conocidos de todos.
E l resto del itinerario es m á s claro: Angosta de los ¿Se cumplieron los designios del monarca? O sea,
Peligros (la actual calle Peligros), Aduana, a salir a la ¿se logró para la Corte el ornato apetecido constru-
calle de San Luis (luego Montera), donde se atajó el yendo con alguna dignidad, logro que suponía, a d e m á s ,
camino y se puso una Puerta (letra d, en l a actual R e d la extensión del Real Aposento? Y , asimismo, ¿se al-
de San Luis); desde allí y a t r a v é s de la denominada canzó a contener la V i l l a dentro de ciertos límites? Es
de Jacometrezo (incluida hoy en la Avenida de José indudable que, a pesar de la parte dispositiva que es-
Antonio casi en su totalidad) hasta la Puerta de Santo pecificaba las normas relativas a la c o n s t r u c c i ó n de
Domingo, « d o n d e se cerraron todas las callejuelas que inmuebles particulares, sobre todo aquella que dispo-
salían al c a m p o » : Tres Cruces, Chinchilla, Alta del Car- nía el n ú m e r o de aposentos (dos aposentos bajos m á s
men, Postigo de San M a r t í n , etc.; la Puerta de Santo zaguán, y tres altos de trece pies de anchura, esto como
Domingo, s e ñ a l a d a en el croquis con la letra E , se co- m í n i m o ) , y a pesar de las sanciones y cláusulas conmi-
r r e s p o n d í a con aquella de la cerca del viejo Arrabal natorias contenidas en la provisión del Consejo, la vi-
Por ú l t i m o , desde esta ú l t i m a Puerta rodeaba el Oli- gencia de ésta fue bien e f í m e r a a causa de l a excesiva
var, que fue de las monjas de Santo Domingo (cuesta afluencia de gentes y de la modestia de la gran ma-
del mismo nombre), fuente de la Priora, hasta el A l - yoría, que las hacía incapaces de sufragar tanto el ma-
cázar y Casa Real; luego a la Puerta de la Vega (final yor precio de los solares ubicados en el interior como
de la calle Mayor) y calle Nueva (hoy Segovia) hasta de costearse las obligaciones impuestas por las nuevas
las c e r c a n í a s de Puerta de Moros. ordenanzas.

Los límites de M a d r i d , siempre tan debatidos y du- Fue necesario acudir a otros e s t í m u l o s , como la exen-
dosos hasta llegar a la cerca de Felipe I V (irreprocha- ción de l a carga del aposento, a medidas severas contra
blemente fijados por el valioso plano de Texeira), que- las casas a la malicia y a las denominadas «composi-
dan ahora, en 1567, bastante bien conocidos gracias al ciones», que allegaron recursos a la Hacienda pública.
texto de esta provisión; por m á s que algunas m í s e r a s S i n embargo de ello, infiérase el resultado del texto
casas quedasen fuera—conforme pudimos comprobar relativo a la nota 8; el n ú m e r o representa la totalidad
recientemente (16)—, el alcance de la expansión de la de las casas, a las que por ello se cobraba tercia parte.
V i l l a en esta época continuaba, « c o m o vemos», l a evo- Todas ellas construidas dentro del reinado de Felipe II.
lución del Arrabal m a d r i l e ñ o en la E d a d Media. Otra Respecto del oculto, o por mejor decir inconfesado,
cualidad valiosa es la de que nos ha permitido averi- p r o p ó s i t o de ésta y de las cercas sucesivas, es decir,
guar la exacta situación de las Puertas de Toledo y de el temor a desembocar en una ciudad demasiado gran-

Planta de la Puerta Nueva de Guadalajara.

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de, h a b í a razones de toda índole que aconsejaban la p ú b l i c a s «y para ensanchar la Plaza Mayor y la calle
limitación: sanitarias, de seguridad pública, de abas- que llaman de Santa María, de que se deben muchos
tecimiento y del suministro de agua, así como la ten- dineros y censos» (20). A pesar de todo, la labor de
dencia a no favorecer la inmigración, que ocasionaba esta Comisión fue muy intensa, como sabemos por la
el despoblamiento de otros lugares. escasa d o c u m e n t a c i ó n conocida hasta ahora, manejada
y completada por el señor Iñíguez Almech con sus in-
teresantes hallazgos en los archivos de Valencia de Don
Juan, de Z a b á l b u r u y el B r i t i s h Museum (2).
IV
Respecto a las realizaciones de la Junta, nos fijare-
mos ú n i c a m e n t e en las m á s sobresalientes, porque tam
Hasta el a ñ o 1590 no surge la Junta de Policía, crea- bien se ocupó de labores menudas: abastos, limpieza,
da por real cédula de Felipe II fechada en 6 de mayo r e g l a m e n t a c i ó n de oficios, construcciones de fuentes y
de tal a ñ o . E l l o no supone que con anterioridad Ma- lavaderos, junto a tareas de m á s enjundia. Entre todas
drid hubiera estado regido tan sólo por su Concejo ellas destacan los asuntos de índole netamente cortesa
y la Sala de Alcaldes de Casa y Corte (17); aparte de na, sobre todo la c u e s t i ó n de los accesos al Palacio
la Sala, las intervenciones del Consejo de Castilla (18) Real y la apertura de la Plaza Mayor.
eran frecuentes y obligadas, y a las veces, cuando se E l Alcázar medieval h a b í a sido ya ampliado y acon-
trataba de asuntos de gran importancia para la exis- dicionado por Carlos I ; en las denominadas Vistas de
tencia de la Corte, las decisiones dimanaban del propio Viena cabe contemplar la fachada de Covarrubias, con
monarca, siempre rodeado de sus t é c n i c o s — H e r r e r a y su escudo y águila imperial, enmarcada entre las dos
sus ayudantes—y bien asesorado por los miembros de grandes torres cuadradas del lado Sur (21). Para faci-
su Junta de Obras y Bosques (19). Mas seguramente litar el paso de carruajes a través de parte de la actual
esto no bastaba a la o r d e n a c i ó n y expansión de la calle Mayor, el propio emperador, que gustaba de la
ciudad, y a causa de ello don Felipe decidió crear el V i l l a y su Alcázar, m a n d ó ensanchar la vieja Puerta
organismo mentado, cuyas facultades a m p l í s i m a s y ré- de Guadalajara—la principal de recinto amurallado—,
gimen a u t ó n o m o originó frecuentes protestas del Con- ya que no h a b í a conseguido derribarla (22); con idén-
cejo m a d r i l e ñ o , que veía mermadas sus facultades. tica finalidad se cortan unas casas y se adecenta la
calle.
Integraron al principio esta Comisión o Junta un
Durante el reinado de Felipe II c o n t i n ú a la trans-
miembro del Consejo Real, licenciado J i m é n e z Ortiz,
formación de la calle Mayor: se nivela y ensancha la
muy ligado al monarca; Gaitán de Ayala, corregidor de
calle y se sustituyen sus postes de madera por otros
la V i l l a , y dos regidores elegidos por el Concejo: Pedro
de piedra, conforme todo ello a las actuaciones de la
Zapata y Gabriel de Galarza. Posteriormente (1592) la
Junta, que en lo que a la ú l t i m a disposición a t a ñ e
Junta se completa con la entrada de dos comisarios
había ordenado ( p r e g ó n de 1591, enero) la s u s t i t u c i ó n
m á s , el licenciado Gudiel y el doctor Pareja de Peralta,
«en todos los portales de la plaza y calle Mayor, ca-
alcaldes de Casa y Corte. L a figura central de la Junta
lles de Toledo y Atocha y los d e m á s de esta Villa» (23).
fue el licenciado Ortiz, no sólo debido a su calidad
Y sobre todo se derriba la Puerta de Guadalajara, la
de presidente de ella, sino t a m b i é n por su dinamismo
Nueva, cuya efímera vida apenas llegó al medio si-
y valimiento ante el rey; sobre él recayó el peso del
glo (24). L a calle alcanzó así la Puerta del Sol del
trabajo. Las reuniones o c u r r í a n en su casa, a r a z ó n de
Arrabal, concibiéndose sus antiguas partes, Almudena
tres semanales; se resolvían los asuntos con o sin
y Platerías, como una sola calle y unificando t a m b i é n
previa consulta al monarca y a los técnicos, y el es-
su d e n o m i n a c i ó n .
cribano del Concejo y t a m b i é n de la propia Junta,
Francisco Martínez, redactaba unas actas tan escuetas Antes de pasar adelante conviene ahora aprovechar
que quedaban en simples notas. la excelente ocasión que se nos ofrece, a fin de infor-
mar a nuestros gentiles lectores acerca de la inter-
Tal esquematismo, agravado por la p é r d i d a del cua- vención p e r s o n a l í s i m a de Felipe II, aludida al comien-
derno que llevaba la Junta—fue un acuerdo de ella zo de este capítulo, así como de su trato y relacio-
misma—a fin de registrar las consultas formuladas al nes con los técnicos y la Junta; al propio tiempo, la
monarca y sus correspondientes respuestas, nos dejan m e n c i ó n de una fecha servirá para datar aproximada-
sin saber muchas cosas a p r o p ó s i t o de su intervención mente la d e s a p a r i c i ó n de la Puerta Nueva de Guada-
y de otros aspectos relativos a los técnicos y sus tra lajara. E n efecto, cuando Francisco de Mora—antiguo
zas, muy rara vez citados. S i n embargo, la cédula real ayudante y a la sazón sucesor de Juan de Herrera en
segunda, dirigida a J . Ortiz (1592, marzo), es bastante todo (25)—envía a la Junta de Policía (1597, julio) la
informativa acerca del c a r á c t e r de tales preguntas y planta de la Puerta de Guadalajara, mandada ejecutar
respuestas, y gracias a ella conocemos el tremendo en por Felipe II, ya no se recoge físicamente la Puerta,
deudamiento c o n t r a í d o por la V i l l a debido a las obra> cuyo recuerdo perdura en el nombre dado al lugar.

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Primer proyecto de reforma de la Plaza Mayor, trazado
en 1581. (Archivo de Zabálburu.)

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Madrid hacia 1565

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I Madrid hacia 1565

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Pues bien, hay un precioso a u t ó g r a f o del propio yó el pilón y la fuente de la calle de Segovia—junto a
Francisco de M o r a en el mismo expediente que merece la posterior Casa de la Moneda—, la calle y la puerta
la t r a n s c r i p c i ó n porque ilustra perfectamente lo arri- estaban ya en funciones; pero las dudas seguían. Fue
ba prometido: é s t e quizá el ú n i c o asunto en que triunfó el criterio del
Concejo (la solución fácil aludida por Barreda), que
«El otro día envié a v. m d . la traca para el reparo
de Segovia, al que servía—bien visible en las Vistas
de Vacial M a d r i d , agora envío a v. m d . la de la
de Viena (21)—, valía t a m b i é n para muy poco; las re-
puerta de Guadalajara, que en la Junta se cometió
paraciones originadas por los estragos de las avenidas
la viese v. md. con la Nueva, que Su Magestad a
h a b í a n sido frecuentes durante el siglo X V I , como asi-
mandado hacer, y en ella va su parecer; y me a man-
mismo el aderezo de la abrupta cuesta. E l propio Fe-
dado escrevir a v. md. que, pues le está cometido
lipe II se ocupa de la situación en sus cartas, y sobre
ver esto, lo vea conforme la dicha traca y informe
todo en la exposición de motivos contenida en su pro-
de su parecer en la Junta y se le avise (al Monar-
visión (1579, enero) que encabeza el expediente de cons-
ca) lo que pareciere.
trucción de la Puente real Nueva, situada aguas abajo
Y a an avisado que se empiedre la calle (ilegible); de la anterior; el puente fue utilizado ya para la en-
su Magestad manda dar priesa a lo del p a r e d ó n de trada en M a d r i d del monarca, ocurrida el 28 de marzo
la Priora y a la delantero... porque... q u e r r í a , cuan- de 1583 (26).
do fuese, hallar compuesto todo aquello. Guarde Las obras correspondientes a la apertura de la calle
nuestro S e ñ o r . . . — D e San Lorenzo el Real, 18 de ju- Nueva Grande—difícil, pero acertada solución—debie-
llio 1597.—Francisco de M o r a (rubricado).» ron comenzar s i m u l t á n e a m e n t e a las del Puente de Se-
Finalmente y al margen de la a c t u a c i ó n de la Junta, govia. L a reciente d o c u m e n t a c i ó n aportada por el tan
bueno s e r á a ñ a d i r que las restantes puertas de la vieja citado s e ñ o r Iñíguez nos da cuenta de las vacilaciones
medina musulmana y villa cristiana desaparecen igual- surgidas en el trazado alto de la calle, dudas que tar-
mente dentro del siglo X V I ; surgen así plazuelas que dan en resolverse y malogran el final de una obra aco-
conservan los antiguos nombres, como Puerta Cerrada metida con grandes alientos. Bien que ignoremos al
y Puerta de Moros, así como la Puerta del S o l , ya en tracista y p r i m e r constructor, si se conoce ahora el
el Arrabal, que fue derribada hacia el a ñ o 1570. origen de las vacilaciones aludidas a través de los es-
critos redactados por un señor Barreda, arquitecto
Mas el acceso oriental al Alcázar era asunto de fácil
« p a r a algo le llevaba la ventaja de diez a ñ o s de force-
solución, puesto que por el lado Este no h a b í a obstácu-
jeo, largas y m a r r u l l e r í a s en el asunto». E r a difícil o
los naturales insalvables, o al menos difíciles de ven-
imposible poder con los intereses particulares, que se
cer. L a gran dificultad se hallaba al costado oeste, cuya
negaban a la expropiación.
aspereza—tan útil a n t a ñ o desde el punto de vista mi-
L a apertura de la calle de Segovia p e r m i t i ó la co-
litar—dificultaba cualquier trazado de entrada a la ciu-
municación con Palacio a t r a v é s de la calle del Arco de
dad y al Alcázar. L a única existente, denominada Puer-
Santa María, actual Sacramento. Por cierto que el mon-
ta de la Alvega—luego Vega—, enclavada al final de la
tañés Barreda cuenta en su carta «cómo niveló desde
calle Mayor, al comienzo de la empinada cuesta, era
las caballerizas hasta la calle Nueva». E n efecto, el am-
de uso muy restringido. Por otra parte, el viejo puente
plio e irregular Campo del Rey medieval comienza a
m o n t a ñ é s , y dirigidos al corregidor M a r t í n Espino-
ordenarse hacia esta época; el alargado edificio desti-
sa (1571-1579). Ambos escritos, nivelación y una carta
nado a la Real Armería fue mandado construir por Fe-
revelan la longitud de la calle, así como el tremendo
lipe II. Los enlaces se completaron con otra vía impor-
desnivel de sus tramos; en cuanto al trazado, Barreda
tante, la calle de Toledo (había alcanzado la plaza del
informa, entre otros pormenores, al corregidor Espi-
Arrabal en 1532), y asimismo con la calle de Atocha,
nosa acerca del trayecto m á s directo, llano y menos
cuya puesta a punto definitiva se produjo t a m b i é n den-
costoso para alcanzar Puerta Cerrada, a ñ a d i e n d o «y en
tro del siglo x v i ; ambas alcanzaban la Puerta de Guada-
fin es toda una calle»; pero si continuase a la plazue-
lajara, el m á s importante nudo de comunicaciones, a
la de P u ñ o n r o s t r o , d e r r i b a r í a n s e muchas casas «y por
través de la plaza del Arrabal. E l lado Norte no ofrecía
remate la torre de Coalla», aparte de suponer una su-
dificultades, dada la topografía del terreno y la esca-
bida muy fuerte.
sa densidad del caserío.
Una vez establecida la Junta, la c o n t i n u a c i ó n de las Falta, finalmente, hablar de la ú l t i m a parte de la re-
obras de la calle de Segovia fue su primera preocupa- forma, o sea la o r d e n a c i ó n de la Plaza Mayor, tema
ción; ella y la o r d e n a c i ó n de la Plaza Mayor llegaron a predilecto de la Junta, según ya hemos indicado al
ser objeto de los m á s repetidos acuerdos, obedeciendo, tratar de la calle de Segovia; m á s en esta empresa se
sin duda, a las instrucciones directas del monarca. Mas, p a r t i ó de orígenes humildes y se r e m a t ó dentro de
a pesar de todo el i n t e r é s y de las providencias toma- proporciones grandiosas. L a antigua plaza del Arrabal
das por la Junta, en agosto de 1592, cuando se conclu- o de la Leña se h a b í a ido formando en la parte del

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descampado, situada extramuros de la Puerta de Gua- han de salir a la placa, y los suelos que se han de
dalajara, lugar donde antes estaban las casas y lagu- edficar en la placa de Sta. Cruz, que si se venden
nas de Lujan. L a a g r u p a c i ó n del caserío h a b í a levan- como e s t á n tasados, s a l d r á la quenta casi al justo,
tado una plaza irregular, de buena situación céntrica sin que la V i l l a ponga nada de su casa. Ponerse a
y con facilidad de acceso. Como tantas otras plazas luego en execucion, y como se fuere cobrando dine-
principales e s p a ñ o l a s , el nombre Plaza Mayor alterna ro de los que reciben beneficio, y de los suelos que
—ya dentro del siglo X V — p r i m e r o y triunfa d e s p u é s se vendieren, se irán pagando y derribando las ca-
sobre las otras denominaciones mentadas; t a m b i é n , sas, porque no es justo que nadie reciba agravio.
al igual que otras plazas mayores e s p a ñ o l a s , su desti- Y o creo alguno de los d u e ñ o s q u e r r í a n suelos, y
no es el mismo: soportales levantados con postes de con estos se p o d r á cumplir presto, y con los d e m á s
madera y colmados de tiendas, puestos y bodegones; no, hasta que los suelos se vendan.
el mercado de pan, pescados y carne se establece allí, Acabada la obra será cosa de ver, porque la plaga
al menos desde 1948 (fecha de la provisión del Conse- q u e d a r á muy buena, y lo que se edificase en la
jo de Castilla que lo autoriza) hasta que el Concejo Sta. Cruz t a m b i é n , y en la brevedad se terna cui-
empieza la c o n s t r u c c i ó n de las casas de Carnicería dado, cumpliendo con lo que es justo.»
y P a n a d e r í a ; y por ú l t i m o t e n í a toril para fiestas.
Ahora bien, ¿ c ó m o era y q u é forma tenía la plaza en L a intervención de Juan de Herrera d e s p e r t ó la ac-
tividad de las obras y la de la Junta, ocupada en derri-
esta é p o c a ? Gracias a los dos planos a q u í incluidos,
bos, expropiaciones, ventas de solares y en la ordena-
podemos darnos idea de su irregularidad, sin m á s que
ción de los puestos de la Plaza; los Sillero, Antonio,
contemplarlos. L a planta p r i m e r a ( n ú m . 4) ofrecía un
( d e s p u é s alarifes de la Villa), emprenden las obras de la
lado Este recto, aunque sin cerrar hacia la parte del
Carnicería y Diego se encarga de la obra de la Panade-
arrabal de Santa Cruz; al Oeste seguía la trayectoria
ría. N ó t a s e , en fin, que el proyecto de Herrera y las
sesgada de la Cava de San Miguel, antiguo foso de la
obras « e s t a b a n vivos desde antes de junio de 1590».
muralla; y al Norte la famosa manzana de casas des-
Mas el grandioso remate o c u r r i ó en el reinado si-
t r u í a su regularidad y obstaculizaba la c o n t e m p l a c i ó n
guiente. Junto con el puente de Segovia, la Plaza Ma-
de los festejos públicos, cuyo escenario era la plaza (27).
yor fue l a m á s sobresaliente edificación p ú b l i c a de la
Felipe II desea darle dignidad, a fin de adaptarla a su
época, aparte, claro está, del Palacio Real.
doble destino de mercado y escenario de fiestas corte-
sanas. E l corregidor Luis Gaitán de Ayala (1579-1591 al
menos), miembro luego de la Junta, intenta la empre-
V
sa y el primer proyecto se traza el a ñ o 1581. Ve-
mos que el proyecto s u p r i m í a la manzana de casas de
Para darnos idea del considerable incremento del
la discordia, la calle que estaba d e t r á s , y la plazuela pe-
caserío logrado durante el reinado de Felipe II, sería
q u e ñ a situada d e s p u é s del corral de los toros. E r a un
inapreciable conocer los resultados de aquel lacónico
proyecto pobre—obligado quizás por la débil e c o n o m í a
acuerdo de la Junta de 12 de abril de 1592: «que se
del Concejo—que medio regularizaba los lados del cua-
vea lo que toca a lo de los límites que su M g d . a man-
drilátero.
dado poner en contorno desta V i l l a y el estado en que
Así llega el proyecto a manos de Juan de Herrera, a está». S i n embargo basta a d á r n o s l a aproximada, la
quien no satisface la traza anterior y cuyo pensamiento, c o n t e m p l a c i ó n del contorno de 1590, trazado por el
registrado al comienzo de este artículo, lo provocó esta Sr. M . Campuzano, siguiendo la curiosa información de
ocasión. Las trazas suyas no se conocen bien; sin duda Pedro Tamayo, de la Guardia de a pie de Su Mages-
serían las mismas luego desarrolladas por su discípulo tad (28). Aquí sentaremos los jalones indispensables
predilecto Francisco de Mora. E l asentimiento de Fe- para su buen entendimiento.
lipe II al proyecto de Herrera—nada q u e r í a que se hi- Por el Sur la Puerta de Toledo (F) había descendi-
ciera sin el parecer de su maestro m a y o r — d e b i ó ser do, dentro de la calle de su nombre, a la altura de
caluroso, ya que le entraron las prisas e impaciencias la actual del Capitán Martínez Salazar; la Puerta de
consabidas para la ejecución. Lo sabemos por una carta Atocha (I") había bajado a ú n m á s , si bien no alcan-
de su secretario Vázquez a Giménez Ortiz. E n la parte zaba el emplazamiento definitivo s e ñ a l a d o en los pla-
que transcribimos se informa del arbitrio ideado por nos posteriores (De W i t , etc.) en los que aparece a
Herrera para el pago de las obras: trasmano el Hospital General, construido en 1563. A l
costado oriental el caserío seguía por las calles de
« P a r a que su Magd. entienda la ocasión porque no
Fúcar, de J e s ú s y del Duque de Medinaceli, atravesaba
se comienca a derribar la mangana de la placa, y el
la Carrera de San J e r ó n i m o y llegaba a la calle de A l -
estado en que esta, envió con esta tasación que se a
calá a través de M a r q u é s de Cubas; al norte de Alcalá
hecho de las casas que se han de derribar y del bene-
continuaba a espaldas del recién fundado convento de
ficio que reciben los que e s t á n detras de ellas, que

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San Hermenegildo (1586. L a actual parroquia de San y comarca desta V i l l a de Madrid no pase de cinco
José fue templo suyo) y calle de Barbieri o quizás la reales el cargo de dicho peso; y lo que no fuere de
paralela de la Libertad. Y por el Norte, a partir del acera... de Caramanchel no pueda venderse a m á s
final de la calle de la Libertad, cruzaba la de Horta- de cuatro reales el cargo y la de los otros lugares a
leza y Fuencarral a t r a v é s de Gravina y Farmacia; se- cuatro reales y medio la piedra que llaman de cabega
guía por el paraje, donde luego se alzó la iglesia de de perro para e m p e d r a r . . . »
San Ildefonso y Molino de Viento, bajando a la calle
del Pez y actual de los Reyes, cuyo final se «ceñía al E l cahiz de cal a veinte y veintidós reales, el de
curso seguido por el arroyo de Leganitos, vaguada que yeso de doce fanegas a dieciséis y catorce; ambos
d e s p u é s continuaba, limitando al Oeste el casco de la h a b í a n de venderse «por medida colmada igual y
población hasta encontrar los terrenos sin edificar cuadrada, tan ancha de arriba como de abajo y se-
situados al norte del Real Palacio». llada y marcada conforme a las ordenanzas de esta
Así, antes de acabar el reinado (faltaban a ú n ocho Villa»; la medida debía traerla el vendedor... «Los
años), M a d r i d h a b í a casi duplicado
la extensión de 1567, expuesta en el
a p é n d i c e III.
Tan intensa empresa t r a s c e n d i ó
a muy diversos aspectos de la vida
social y económica, pero sólo deseo
destacar uno de sus efectos, que es-
timo interesante para la historia
e c o n ó m i c a del reinado. L a m i s m a
Provisión del Consejo de Castilla
(29), que concede licencia y facultad
a la V i l l a para derribar las casas de
la manzana y dar a censo y venta
sitios y solares en la plaza y mer-
cado de Santa Cruz, pone t a m b i é n
remedio, a instancias del alarmado
Concejo, a la subida y especulación
de los materiales de la c o n s t r u c c i ó n :
«... los an subido y suben cada día,
los encubren y ocultan y los que
traen no son de la calidad que de-
ben ser; que es en mucho d a ñ o y
perjuicio de la r e p ú b l i c a desta di-
cha V i l l a y en mucho menoscabo y
ruina de los edeficios...».
Se invoca d e s p u é s el ornato de la
V i l l a y la vivienda de los vecinos.
Aplícase el remedio consabido, ta-
sai los materiales. L a cotización m á s
alta corresponde a los meses de
marzo a diciembre; y la m á s baja
a los meses restantes, que la provi-
sión titula «los otros seis meses del
verano»:

«... entre tanto que otra cosa


se provea no se puede vender ni
se venda en esta V i l l a . . . la piedra
que llaman de acera que se trae
de Caramanchel m á s de a cuatro
reales y medio el cargo de cua-
renta arrobas... del lugar de V a -
llecas y otros de la Jurisdicción
Calle del Toro.

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que hicieren ladrillos no lo pueden hager n i hagan si Una r e g u l a c i ó n de p r e c i o s referentes a los materiales de
c o n s t r u c c i ó n , o c u r r i ó m á s tarde; v é a s e .
no fuere con gredillas selladas con el sello de esta
V i l l a y que en llegando a romper el dicho sello no (11) E n c a r t e entre las p á g s . 62 y 63.

usen m á s dellas y lo labren y hagan con otras gredi- (12) V é a s e s o b r e e l l a m i a r t í c u l o s o b r e l a Dehesa de Argan-
zuela en e l n ú m e r o 19, p á g . 53 de V I L L A DE M A D R I D .
llas nuevas selladas como dicho es». E l millar del la-
drillo, l a mitad pardo y la mitad colorado, no podía (13) L a l o c a l i z a c i ó n exacta se debe a l t a n c i t a d o M . C ; o c u -
p a b a l a p a r t e a l t a de l o q u e d e s p u é s fue m a n z a n a 72.
subir de sesenta y cincuenta reales, según las épocas
Q u i n t a n a Historia, e d . 1629, f o l . 353 v.
del a ñ o mentadas.
(14) M . C . Planos, p á g . 57, n o t a c.
Hemos llegado al final. Corto a r t í c u l o para asunto
(15) I ñ i g u e z , art. cit. e n n . 9, p á g . 27. t

tan amplio; no cabía hacer aqui otra cosa, sino recoger


(16) V é a s e n u e s t r o a r t í c u l o , La Calle de Hortaleza, en V I L L A
las líneas generales. ÜE MADRID, p á g . 4.

AGUSTÍN GOMEZ IGLESIAS (17) E r a u n a de las secciones d e l C o n s e j o de C a s t i l l a . A c t u ó


c o n a c i e r t o y e f i c a c i a y b u e n a p r u e b a de ello fue el Pregón ge-
neral para la buena gobernación de esta Corte (1585).

(18) P o r e j . , l a p r o v i s i ó n e x a m i n a d a e n e l c a p . I I I d i s p o m a
que n o se p o ü í a d a r l i c e n c i a de c o n s t r u c c i ó n s i n q u e l a « J u s -
t i c i a e d i p u t a d o s d e l C o n c e j o lo t r a t e n c o n u n o de l o s d e l nues-
NOTAS tro C o n s e j o , q u e p a r a e l l o fuere n o m b r a d o » .

(19) S e g u i m o s e n este c a p í t u l o a l s e ñ o r I ñ i g u e z , art. cit. e n


(1) H . B l u m e n f e l d ofrece u n a s í n t e s i s excelente a p r o p ó s i t o la n ú m e r o 2.
de l a m e t r ó p o l i m o d e r n a y sus aspectos esenciales en S c i e n -
t i f i c A m e r i c a n , Cities; vers. e s p a ñ o l a p u b l i c a d a p o r A l i a n z a (20) L a d e u d a t o t a l a s c e n d í a a 500.000 d u c a d o s . F e l i p e I I p r o -
E d i t o r i a l , M a d r i d , 1967, p á g s . 57-76. p o n e r e m e d i o s y t e r m i n a : « S a c a n d o a n s i m i s m o c a d a u n a ñ o de
lo q u e p r o c e d i e s e de l a s i s a de l a carne, l o s diez m i l d u c a d o s
(2) T e s t i m o n i o i n é d i t o , r e c o g i d o p o r F . I ñ i g u e z A l m e c h e n que p o r c é d u l a m í a e s t á n m a n d a d o s l i b r a r p a r a l a s o b r a s , or-
su a r t í c u l o Herrera y las reformas en el Madrid de Felipe II, n a t o y p u l i c i a de l a Villa.»
R B A M d e l A y u n t a m i e n t o de M a d r i d , T . X I X (1950), p á g . 33.
(21) L a r e p r o d u c c i ó n m á s l o g r a d a y c i a d a e n m i l i b r o
(3) P . B i d a g o r L a s a r t e , El desarrollo urbanístico de Madrid, La E. Media en Madrid, (1962); encarte e n t r e l a s p á g s . 30 y 31.
i n c l u i d o e n Madrid 1964, p u b l i c a d o p o r e l I . de E s t u d i o s de A d - L a r e p r o d u c i m o s a q u í p o r q u e es l a ú n i c a r e p r e s e n t a c i ó n g r á -
m i n i s t r a c i ó n L o c a l . P á g s . 82-83. f i c a d e l M a d r i d de F e l i p e I I antes d e l c o m i e n z o de las r e f o r m a s .

(4) MADRID BAJO L O S A U S T R I A S , Ministerio de Comercio, Servi- (22) L a s i t u a c i ó n de esta p u e r t a y s u t o r r e o c u p a b a e l espa-


cio de E s t u d i o s ; n ú m e r o 402 (1967), p á g s . 51-64. cio de l a c a l l e M a y o r , c o m p r e n d i d o e n t r e l a c a l l e d e l o s M i l a -
neses y l a P l a z a de S a n M i g u e l . L a i n f o r m a c i ó n s o b r e a m b a s
(5) Diez C a n s e c o , Alegación Fiscal... (1740 ó 41); c i t . p o r e l p u e r t a s , a s í c o m o las d o s p l a n t a s , q u e d a m o s a q u í , f i g u r a n e n
p r o p i o M . C , Planos de Madrid, s. XVII y XVIII, p á g s . 121 m i a r t . Las puertas Vieja y Nueva de Guadalajara..., en R B A M
y 123. L a r e g l a m e n t a c i ó n de l a R e g a l í a d e l A p o s e n t o fue pos- del A y u n t a m i e n t o de M a d r i d , v o l . X X , 1951. L a a c t i t u d de C a r -
t e r i o r m e n t e l l e v a d a a c a b o p o r F e l i p e I I , q u e fue s u verdade- los I y de F e l i p e I I a p r o p ó s i t o de l a s u p r e s i ó n de l a P u e r t a es
ro fundador. perfectamente comprensible, puesto que s i p o r aquella calle
M a y o r apenas p o d í a n p a s a r d o s c a r r e t a s , m u c h o m e n o s p o d r í a n
(6) D e las Visitas y Consulta (1618), d e l m a g i s t r a d o C o r r a l ,
hacerlo aquellas carrozas a l a etiqueta b o r g o ñ o n a , que el em-
se d e d u c e n u n a s 5.000 casas c o n s t r u i d a s d e n t r o d e l r e i n a d o de
perador introduce profusamente.
F e l i p e I I . B i e n q u e se I r a t a t a r a de casas de p o b r e aspecto,
las d e n o m i n a d a s casas a la malicia, e l esfuerzo c o n s t r u c t i v o fue (23) D e n t r o de l a calle M a y o r l o s t u v i e r o n , a l m e n o s , l a igle-
inmenso, sin c o m p a r a c i ó n posible con el de los otros monar- sia de S a n S a l v a d o r , P l a t e r í a s y en e l t r o z o de l a c a l l e , s i t u a d o
cas de l a d i n a s t í a a u s t r í a c a y b o r b ó n i c a . V é a s e I ñ i g u e z A l m e c h , d e t r á s de l a P l a z a M a y o r ; l o s d o s ú l t i m o s d u r a r o n c a s i h a s t a
art. cit. e n l a n o t a 2 y M . C . Planos, p á g . 149. nuestros días.
(7) A p e n a s es c o n o c i d a . L a p u b l i c ó D o m i n g o P a l a c i o e n s u (24) S e r í a p u e r i l a t r i b u i r l a d e s a p a r i c i ó n de l a P u e r t a a l i n -
ú t i l Manual, 1875, p á g s . 465-467. c e n d i o o c a s i o n a l o c u r r i d o e n s e p t i e m b r e de 1582, q u e c a u s ó
a l g ú n estrago, y a q u e l a e s t r u c t u r a e r a de p i e d r a y a r g a m a s a .
(8) T a l es e l t í t u l o q u e f i g u r a en l a c u b i e r t a e n p e r g a m i -
F e l i p e I I a p r o v e c h ó l a c i r c u n s t a n c i a d a n d o largas a l o s p r o -
n o (41,5 x 30,5 m m . ) , q u e protege e l c u a d e r n o (14 i o l s . , u n o de
yectos d e l C o n c e j o a p r o p ó s i t o de s u r e c o n s t r u c c i ó n . L a c a r t a
ellos e n b l a n c o ) , c u y o c o n t e n i d o recoge d o s c é d u l a s de F e l i -
a sus h i j a s (1582 - s e p t i e m b r e ) , i n s e r t a e n el a r t . c i t . e n l a n . 22,
pe I I y l o s a c u e r d o s de l a J u n t a desde 1590 a 1593.—Signatu-
es d i r i m e n t e .
ra 1-1-54.
L a o t r a p i e z a posee l a s i g n a t u r a 1-148 d e l A S A y es u n m a - (25) C o m o m a e s t r o m a y o r de l a s o b r a s reales y t a m b i é n e n
n u s c r i t o m u t i l o , donde se asientan las licencias que se dan para s u c a l i d a d de « m a e s t r o m a y o r de las o b r a s q u e se h i c i e s e n en
labrar, por la virtud de la provisión de S. M. dada cerca de los esta V i l l a p o r o r d e n de l a J u n t a » , s e g ú n a c u e r d o de e l l a (1592,
límites, de las labores de casas que en esta Villa de Madrid se junio).
hacen. T e r m i n a a l f o l . 87 c o n u n a s i e n t o de j u n i o , 1570.
(26) V é a s e F e r n á n d e z C a s a d o , C a r l o s , Historia de los puentes
(9) G o n z á l e z de A m e z ú a , A g u s t í n , las primeras ordenanzas de de Madrid, en R B A M d e l A y u n t a m i e n t o de M a d r i d ; v o l . X X I I I
la Villa y Corte de Madrid; v o l . I I I (1926), p á g s . 401-429 de l a (1954), p á g s . 65-84. Allí c o n s t a las l i b r a n z a s , pagadas p o r e l C o n -
R e v i s t a de l a B A y M u s e o m u n i c i p a l e s . El Banco de Policía cejo a l o s m a e s t r o s m a y o r e s de S u M a j e s t a d , G a s p a r de l a V e g a
de 1591...; v o l . X , p á g s . 141-179 de l a m i s m a R e v i s t a . S o b r e t o d o y J u a n de H e r r e r a , p o r sus trazas y d i s e ñ o s .
en este ú l t i m o se c i t a y r e p a s a l a a b u n d a n t e b i b l i o g r a f í a l i b r a -
ría d e s c r i t a en l a Bibliografía Madrileña de P é r e z P a s t o r . (27) P r o c e d e n d e l a r c h i v o de Z a b á l b u r u y h a n s i d o h a l l a d o s y
e s t u d i a d o s p o r I. A l m e c h ; v é a s e n ú m . 2.
I ñ i g u e z A l m e c h , F r a n c i s c o , Límites y Ordenanzas de 1567 para
la Villa de Madrid, vol. X X I V (1965), p á g s . 3-38 t a m b i é n de l a (28) S u Memorial fue p u b l i c a d o p o r M o r e l - F a t i o , e n l a R B A M
r e v i s t a c i t a d a . Y J u a n de H e r r e r a y Las Reformas en el Madrid del A y u n t a m i e n t o de M a d r i d , v o l . I (1924), p á g s . 286-326. V é a s e
de Felipe II, v o l . X I X (1950), p á g s . 3-108 de l a m i s m a r e v i s t a . M . C . ob. cit., p á g s . 72-100.

(10) D e l a s o r d e n a n z a s de 1567 y de las m á s a m p l i a s de 1591, y a (29) A S A , 1-1-26. C o p i a s i m p l e , s i n a ñ o n i l u g a r de e x p e d i c i ó n ,


nos o c u p a m o s , m u y s o m e r a m e n t e e n a l g u n o de sus aspectos e n e l de u n a P r o v i s i ó n d e l C o n s e j o de u n r e y F e l i p e ; s i n d u d a p o r e l
número anterior XX-XXI de VILLA DE M A D R I D . a s u n t o puede i d e n t i f i c a r s e c o m o F e l i p e I I .

Ayuntamiento de Madrid
CARLOS
UNA NUEVA EPOCA

EN L A HISTORIA URBANA

DE L A VILLA Y C O R T E

POR ENRIQUE PASTOR MATEOS

N U E S T R O siglo X V I I I español se inicia con una tragedia, una guerra


larga y destructora, guerra a la vez civil y europea. E s p a ñ a es el
campo de batalla donde se dirimen las grandes rivalidades de la época;
presa de las ambiciones, víctima de los egoísmos y, al fin, responsable
inocente de los d a ñ o s y perjuicios de una contienda liquidada exclu-
sivamente a sus expensas.

E l panorama, sin embargo, no es del lodo s o m b r í o . L a guerra, el


cambio de dinastía, la a p a r i c i ó n de nuevas fortunas, el acceso a la di-
rección del país de un nuevo estrato social pronto ennoblecido, los con-
tactos con Europa—con Italia, con Francia, con Alemania, incluso con
Inglaterra—, suponen una r e n o v a c i ó n de nuestra política exterior, de
nuestra vida e c o n ó m i c a y, en menor medida y con menos acierto, por
desgracia, de nuestra actividad intelectual y de nuestros gustos artís-
ticos.

L a marcha ascendente de la nueva sociedad y de las nuevas ideas


culmina en el reinado de carlos III, en el cual se condensa cuanto de
bueno y de malo ha producido el siglo. A poco de m o r i r este monarca,
y de una manera que sorprende, m á s que nada, por lo acentuado de
su curso, se inicia una r á p i d a decadencia, agotada prematuramente la
vena regeneradora.

M a d r i d , Corte de Su Majestad Católica, estrella de p r i m e r i a magni-


tud en la constelación de las capitales europeas, vive en cierto modo

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una aventura semejante. Para nuestra V i l l a y Corte el t r á n s i t o del si-
glo X V I I al X V I I I , de la d i n a s t í a a u s t r í a c a a la francesa, ha sido m á s
suave; embebida en un culto barroco cuyo pontífice local es Pedro de
Ribera, cuyas creaciones a r q u i t e c t ó n i c a s , no obstante, dejan a M a d r i d mar-
cado, pero no transformado.

E l incendio del real alcázar y su subsiguiente demolición suponen para


M a d r i d una crisis y una pausa. Felipe V , cuyo reinado ocupa casi medio
siglo, inicia con desgana y desesperante lentitud las obras de un nuevo
palacio, mientras sus afanes constructores se centran a un centenar de
k i l ó m e t r o s de la vieja Corte: en el e s p l é n d i d o palacio de San Ildefonso.
Fernando V I vuelve a poner sus ojos en M a d r i d , pero de la regia pro-
tección sólo h a b r í a de quedar la e s p l é n d i d a huella del Convento de la
Visitación. E l viejo M a d r i d de los Austrias, ignorado; las obras del nuevo
palacio, poco atendidas, pesan m á s en la vida m a d r i l e ñ a que el admira-
ble conjunto, a l fin y al cabo marginal, de las Salesas Reales.
L a llegada de Carlos III, d e s p u é s de muchos a ñ o s de ausencia del
M a d r i d que le vio nacer, e n t r a ñ a la a p a r i c i ó n de una nueva é p o c a en la
historia urbana de la V i l l a .
Este rey, tan discutible y discutido, activo e ilustrado, que disimula la
mediocridad de su inteligencia con un alarde de buen sentido y la vulga-
ridad de su vida en un ambiente de pulcra honestidad, supo rodearse
de una serie de eficaces colaboradores, manteniendo discretamente una
intervención personal en los asuntos, que proporciona a su obra una in-
discutible coherencia.

Esta rara duplicidad se refleja t a m b i é n en su política m a d r i l e ñ a . Su


pasión por la caza y una profunda tendencia a la m i s a n t r o p í a le alejan
de M a d r i d la mayor parte del a ñ o ; pero nunca pierde M a d r i d de vista.
Sus viajes, perfectamente regulados de Aranjuez a L a Granja, de L a Granja
al Escorial, del Escorial al Pardo y del Pardo de nuevo a Aranjuez, vienen
a ser ronda amorosa en honor de la capital de la doble m o n a r q u í a en que
felizmente reinaba.
L a obra realizada por Carlos III y sus colaboradores en M a d r i d es muy
compleja. A la vez que se realiza la obra material se renueva la estruc-

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tura j u r í d i c a . Y en el primer aspecto no solamente se que i m p o n í a n un límite insalvable a la expansión del
atiende a la edificación, sino t a m b i é n a los servicios. recinto interior, obligando cada vez m á s a la edifi-
E l c a p í t u l o de las edificaciones, que es, sin duda, el cación privada, al aprovechamiento de espacios libres,
m á s aparente, resalta por el hecho de que algunas de con el consiguiente hacinamiento de la población.
estas obras están coordinadas entre sí de manera que Parece que Carlos III planeó la expansión de Ma-
podemos hablar de verdaderos planes u r b a n í s t i c o s . drid hacia el Sur, sobre los terrenos comprendidos
Esta obra de o r d e n a c i ó n urbana tiene a primera vista entre la cerca y el río Manzanares, de una forma tan
una c a r a c t e r í s t i c a fundamental, su c a r á c t e r periférico, lógica como bella; pero este plan no h a b í a de reali-
en lo cual estriba tal vez su principal defecto. zarse sino un siglo m á s tarde y de forma tan poco
M a d r i d estaba reducido a los límites de una estre- afortunada que es difícil reconocer en la actualidad
cha cerca, cuyas ú l t i m a s ampliaciones databan de la lo perfecto de su trazado.
época de Felipe I V ; cerca cuyo sentido y finalidad De hecho se limitó a rectificar el contorno del viejo
principales eran de tipo fiscal y económico, pero cuya M a d r i d renovando alguna de sus puertas, la de E m -
influencia en el desarrollo urbano eran decisivos, ya bajadores y la de Valencia, de forma modesta y sin

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en el solar en que en tiempos re-
motos se levantaba un castillo. L a
m á s escarpada de sus pendientes es
tal vez hoy la mejor resuelta, ocu-
pada por los jardines conocidos por
el nombre de Campo del Moro. L a
fachada sur, por donde el castillo se
u n í a a la V i l l a y que fue la prin-
cipal del Alcázar, y aun hoy lo es
ciel Palacio, ha sido resuelta, no con
tanta fortuna, gracias a diversas
iniciativas, todas ellas posteriores a
Carlos III.

Este rey se p l a n t ó la u r b a n i z a c i ó n
de las zonas correspondientes a las
otras dos fachadas: la de Oriente y
la del Norte.

L a primera no p a s ó de p r o p ó s i t o ;
debía iniciarse con la demolición de
unas cuantas manzanas de casas a
fin de crear un gran espacio abierto
adornado de jardines y paseos. Co-
mo es sabido, este proyecto t a r d ó
muchos a ñ o s en ser iniciado y mu-
grandes pretensiones con mayor e m p e ñ o y pleno acier- chos m á s en llegar a su c u l m i n a c i ó n . Fue José Bo-
to la de San Vicente, verdadera novedad, y la de A l - naparte el que, aprovechando las e x t r a ñ a s circunstan-
calá. cias de su reinado, realizó lo m á s difícil: el derribo.
Del M a d r i d actual han desaparecido casi todas sus Durante muchos años, lo que luego h a b í a de ser plaza
puertas: las del viejo recinto murado, las de sus di- de Oriente fue un ingrato desmonte, pero al fin, poco
versas cercas. Se ha tenido, sin embargo, el acierto a poco, los proyectos del tercer Carlos fueron hacién-
de conservar esta Puerta de Alcalá, que, m á s que dose realidad.
puerta, es hoy un arco de triunfo en honor a este mo- Más urgente era la u r b a n i z a c i ó n de la zona Norte,
narca, que, aunque belicoso, es m á s digno de recuerdo zona en la cual M a d r i d terminaba entre descampados
por sus éxitos en las batallas de la paz. poco acogedores.
Realizada, al igual que la de San Vicente, bajo la Un gran edificio y una nueva vía de p e n e t r a c i ó n
dirección del arquitecto Sabatini, esbelta y elegante, constituyeron lo fundamental de su reforma.
sigue siendo uno de los m á s bellos ornatos de la ca-
pital de E s p a ñ a . Es curioso observar c ó m o uno de los problemas de
M a d r i d ha sido siempre su c o m u n i c a c i ó n con el Noroes-
Pero las creaciones m á s notables de este reinado te. Difícil por lo abrupto de los puertos serranos de
se contraen a dos zonas extremas de la V i l l a : al Guadarrama y Navacerrada, difícil t a m b i é n la salida
Sureste y al Poniente de su Corte. de M a d r i d y el paso del Manzanares. Felipe II lo h a b í a
Carlos III se a p r e s u r ó a rematar las obras del Pa- í e s u e l t o imperfectamente, y a la vez con indudable
lacio Real, que ya a fines de 1764 fue habitado por atrevimiento, al trazar la calle de Segovia y construir
los reyes, aunque no podamos decir que para esta la puerta y el puente correspondiente; ahora Carlos III
lecha estuvieran concluidas las obras. iba a dar una nueva y m á s perfecta solución trazando
L a t e r m i n a c i ó n del Palacio planteaba la cuestión de la gran avenida conocida durante muchos a ñ o s con el
sus alrededores, problema que en cierto modo no ha nombre de Cuesta de San Vicente, la cual, d e s p u é s
sido resuelto hasta nuestros días, y ello d e s p u é s de de atravesar la correspondiente puerta, se continuaba
muy diversas reformas, realizadas en muy distintas en la carretera que se llamó de Castilla, objeto tam-
épocas. bién de especiales cuidados por su parte.

L a situación del Palacio Real, como la del viejo A l - Entre esta nueva vía y el Palacio hizo construir a Saba-
cázar, presentaba grandes problemas para su conexión tini unas e x t e n s í s i m a s caballerizas reales, dependencias
con la V i l l a . N o hay que olvidar que estaba erigido que antes se encontraban en la parte S u r de Palacio.

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Vista aérea del Museo del
Prado, los Jerónimos y
Jardines del Buen Retiro
al fondo

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su vida ha de tenerla m á s larga
a ú n el Palacio (si antes no hay
quien subordine a éste sus acceso-
rios), v e n d r á u n d í a en que las ca-
ballerizas se c a n s a r á n de estar en
pie (sobre todo el lienzo que da al
paseo de San Vicente), y cuando
desaparezcan, Palacio p o d r á enla-
zarse, por una pendiente suave en
que se formen jardines, con los nue-
vos barrios del Norte, con el que
va a levantarse en la parte baja del
terreno de la M o n t a ñ a del P r í n c i p e
Pío y con los de Arguelles y la Mon-
cloa o Florida, desde los cuales pue-
de apreciarse hoy mismo lo que ga-
n a r í a viéndose libre de la absurda
pantalla de las caballerizas.

Más afortunada fue la urbaniza-


ción del Prado de San J e r ó n i m o . Su
obra maestra y la que hace, sin duda,
memorable para M a d r i d su reinado.

L a u r b a n i z a c i ó n del Prado ofre-


ce dos aspectos distintos y a la vez
complementarios. Por una parte, la
r e n o v a c i ó n de u n lugar de espar-
cimiento, que aun hoy es el m á s
bello de sus paseos. Por otra par-
te, la c r e a c i ó n d é una p e q u e ñ a ciu-
dad científica, p r e m o n i c i ó n en cier-
to modo de las actuales ciudades
universitarias.

N o olvidemos que el á m b i t o en
que se desarrollaron estos proyec-
tos era distinto del actual. Los jar-
dines del Buen Retiro llegaban has-
t? el Prado y el convento de San
J e r ó n i m o ocupaba una mayor ex-
tensión.

Con el sitio del Buen Retiro co-


mo fondo, se d i b u j ó un amplio pa-
seo ajardinado, al que por su for-
Es curioso observar el diferente juicio que sobre ma y disposición se le dio el nombre de Salón del Pra-
ese edificio emitieron dos de los m á s clásicos madri- do, perfecto en sus proporciones y admirable en su
leñistas del siglo pasado. Mesonero, lleno de admira- ornato. Todavía hoy constituyen uno de los mayores
ción, es todo alabanza para obra tan grandiosa. Fer- encantos de M a d r i d las tres fuentes—obra de Ventu-
nández de los Ríos critica duramente la obra, consi- ra Rodríguez—con las que fue adornado: la de Apo-
d e r á n d o l a u n dislate en todos sus aspectos. Juzgar lo—la menos conocida—, que lo p r e s i d í a , y las de Nep-
q u i é n de los dos está m á s acertado p o d r í a ser difícil, tuno y Cibeles, que a ambos lados lo cerraban. L a
pero un texto de la Guía de Madrid del segundo puede obra, en cuyo planteamiento intervinieron personalmen-
tal vez d i r i m i r l a cuestión; sus palabras tienen un te Carlos III y su ministro el Conde de Aranda, fue de
impresionante valor profético. F e r n á n d e z de los Ríos mucha m á s envergadura de lo que a primera vista puede
escribía en 1875: «Como por larga que haya de ser suponerse, y en ella se distinguió, por las magníficas

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obras de ingeniería realizadas, don
José Hermosilla.
Más allá del Salón del Prado y
en los a l e d a ñ o s de San J e r ó n i m o
p l a n e ó este monarca, de una ma-
nera ordenada y agradable, las
obras, en cierto modo, m á s sor-
prendentes de su reinado. Sorpren-
dentes sobre todo por l a idea que
las guiaba.
Con una admirable g r a d a c i ó n de-
bían sucederse el Gabinete de Cien-
cias Naturales, el J a r d í n B o t á n i c o
y el Observatorio A s t r o n ó m i c o . Só-
lo el J a r d í n B o t á n i c o fue inaugu-
rado por Carlos III en 1781; el
Gabinete de Ciencias Naturales, ini-
ciado poco d e s p u é s , no e m p e z ó a
funcionar hasta el reinado de Fer-
nando V I I , y con un destino diferen-
te al que se h a b í a en un princi-
pio proyectado; es hoy nuestro
sin par Museo del Prado. E l Ob-
servatorio, n i siquiera se inició en
su época. U n poco m á s allá y fue-
ra ya de este conjunto urbanísti-
co, no queremos dejar de citar a
uno de los edificios de m á s vasta
planta de M a d r i d , a punto hoy de
derribo, el Hospital General, obra
inconclusa de su reinado.
E n el interior de la población
fue mucho lo construido en esta
época, pero en n i n g ú n caso po-
demos hablar de verdadera refor-
ma urbana. Ciertamente, la cons-
trucción de grandes edificios fue
motivo para hermosear lugares me-
nos gratos, pero sin llegar a la
t r a n s f o r m a c i ó n que exigían. Ejem-
plo de esto fue la Puerta del Sol,
que se vio favorecida con la nue-
va Casa de Correos, hoy Dirección General de Segu- do al desarrollo urbano. Observaremos con pena que
ridad, el único de los grandes edificios que subsisten éste se debilita en el siguiente reinado y que la Gue-
de los que en otro tiempo la caracterizaron. Desapa- rra de la Independencia le p o n d r á un broche trágico a
recieron en el pasado siglo San Felipe el Real, con estos esfuerzos. Pero lo m á s sorprendente es que
sus gradas y sus covachuelas, y la iglesia del Buen cuando empiece para E s p a ñ a una nueva época, sal-
Suceso. Mientras tanto, el arranque de la calle de Alca- vando el enorme hito de una profunda revolución, to-
lá era ennoblecido por la Aduana, imponente edificación davía s e r á n actuales para M a d r i d muchas de las ideas
que hoy alberga al Ministerio de Hacienda. legadas por Carlos III.
Hasta mediados del siglo X I X , sin embargo, no le
llegaría a este paraje el momento de adoptar su ac- E N R I Q U E PASTOR M A T E O S .
tual fisonomía.
L o que m á s nos admira de esta época es, sin duda, Director de las Bibliotecas
la fecundidad de sus ideas y el impulso proporciona- y Muscos Municipales

Ayuntamiento de Madrid
EL CU
DE CO

Femando VI con su
mujer doña Bárbara
de Braganza y un gru-
po de cortesanos con
uniforme de Guardias
de Corps. Cuadro de
Jacobo Amiconi, gra-
bado por José de Fli-
part,—M us e o Muni-
cipal.

POR J O S E LUIS IBA R R O N D O

A l ser relevado de las funciones dos en valor, costumbres, nobleza,


militares para las cuales fue cons- confianza, robustez y presencia,
truido, el cuartel vulgarmente lla- honrándolos con todas las Prehemi-
mado de Conde-Duque está presen- nencias, Privilegios y Exempciones
te en la primera plana de la actua- Militares, y dándoles la preferencia
lidad m a d r i l e ñ a . Para contribuir al á los demás soldados», para la de-
conocimiento del tema publicamos fensa, custodia y guarda de las per-
el presente estudio que trata de re- sonas reales (1). Intervienen dos
cordar su pasado, contemplar su c o m p a ñ í a s de Guardias de Corps en
presente y — l ó g i c a m e n t e — s a c a r las
conclusiones oportunas para trazar
su posible futuro. (1) E s interesante l a b i b l i o g r a f í a coe-
t á n e a sobre el t e m a : M E N E S E S Y TOLEDO,
D I E G O D E : Lucero de origen, honores, pri-
vilegios y exenciones de Reales Guardias
SU PASADO de Corvs y su principal obligación.—Ma-
d r i d , 1738.
Felipe V , el primer rey de la Casa SESSÉ BROTÓ Y COSCOJUELA, JULIÁN: Co-
de B o r b ó n en el Trono de E s p a ñ a , mentario, epítome ecuestre, origen, cali-
reorganiza su E j é r c i t o en plena Gue- dades, ejercicios, jornadas, etc. del Real
Cuerpo de Caballeros Guardias de Corps
rra de Sucesión, y en 1704 crea su en el reinado de Felipe V.—Madrid, 173 . A

guardia personal: las C o m p a ñ í a s de


SOTTO, S E R A F Í N M A R Í A D E ; C o n d e C l o n a r d :
Reales Guardias de Corps, «escogien-
Memorias para la historia de las tropas
do de sus Tropas los mejores solda- de la Casa Real de España.—Madrid, 1828.

Ayuntamiento de Madrid
I ARTEL D E REALES GUARDIAS
) RPS

El Marques del Vadillo, óleo por Francisco


Antonio Menéndez.—Museo Municipal.

todas las acciones bélicas de su Fun- M a d r i d , comienza en 1706, cuando en el estado presente no se hallara
dador, tanto en E s p a ñ a como en Ita- Felipe V vuelve a la V i l l a y Corte. con todos los medios promptos y
lia, al igual que otras dos c o m p a ñ í a s Los Libros de Acuerdos del Ayunta- precisos para esta disposizion, espe-
a c o m p a ñ a n y custodian a la Joven miento nos facilitan precisas noti- ra su Magestad que el zelo y amor
Reina en su gobierno-regencia. E n cias. Desde Aranjuez, el 10 de sep- de V. S. los facilite de suerte que
1706 se reorganiza la Guardia y se tiembre de 1706, don Francisco Ron- breuemente pueda lograrse este en-
modifica sensiblemente su Regla- quillo, Gobernador del Consejo, co- cargo... y para la entera inteligencia
mento. Durante el siglo X V I I I los munica a la M u y Noble, Leal, Impe- de todo preuengo a V. S. que para
Guardias de Corps son nota desta- rial y Coronada V i l l a de M a d r i d que la Caualleria se han de disponer los
cada de la Corte española; sus vis- habiendo llegado el momento «de dos quarteles de los Afligidos y San-
tosos uniformes son gala de M a d r i d que Su Magestad se restituía a esa ta Barbara, y para lo que toca a la
y de los Reales Sitios. E n 1793 es Villa para el maior consuelo de to- Infantería hago presente a V S. la
reorganizada de nuevo; y tras el lap- dos sus vasallos y deviendo de se- forma y planta que hubo en el Quar-
so de la guerra de la Independen- guir su persona todas su reales Guar- tel de la calle de la Paloma...» El
dias, deue preuenirse, desde luego Ayuntamiento de la V i l l a acuerda
cia cambia su francesa denomina-
al punto, la disposición de los Quar- en su sesión del día 11 de septiem-
ción por «Guardias de la Persona del
teles asi para la infantería como pa- bre (2) que «...se obedezca en todo
Rey», cambio solamente oficial, ya
ra la caualleria, y deviendo V. S. so-
que conservó ordinariamente su pri-
licitar esto y disponerlo con la ma-
mer nombre hasta el a ñ o 1841 que
yor brevedad, se ha seruido Su Ma-
fue abolido dicho Cuerpo militar.
gestad demandármelo prevenga a (2) A r c h i v o de V i l l a . — L i b r o de Acuer-
V, S., pues aunque no se duda deue- dos del A y u n t a m i e n t o = 1.706 - 1710. A g r a -
L a primera etapa del acuartela- decemos las f a c i l i d a d e s que nos h a d a d o
miento de los Guardias de Corps en ran ocasionarse gastos y que V. S. el A r c h i v e r o de V i l l a , P r o f . G ó m e z Iglesias.

Ayuntamiento de Madrid
r a c i ó n en 2.500 doblones. Aunque
en septiembre el Concejo expone al
Rey la falta de fondos municipales,
determina el Ayuntamiento en 22 de
octubre que «se ejecute lo que Su
Magestad se sirue mandar».
Tres a ñ o s d e s p u é s , a principios de
1711, el estado de los cuarteles que
h a b í a n sido ocupados por el e j é r c i t o
del Pretendiente a u s t r í a c o , precisa-
ban urgentes obras de nueva adap-
tación, así como proveerle de toda
clase de mobiliario. Como en oca
siones anteriores: Decreto del Rey
—en el Campo Real de Daroca, 31 de
diciembre de 1710—; reconocimien-
to e informe de gastos necesarios,
exposición del Concejo sobre caren-
cia de fondos, y, al fin, en sesión de
12 de enero «contemplando Madrid
nc ser de su cargo costear semejan
te reparo», no obstante, aprueba la
suma de 2.000 doblones que importa
el gasto (3).

Se impone como costumbre que


M a d r i d siga sufragando los gastos
de alojamiento de los Guardias de
Corps, y así en 8 de enero de 1713
el rey ordena que la villa y corte
«lomase a su cargo el cuidado de
la execución de todos los reparos
que se ofreciesen» en los cuarteles
de sus Reales Guardias de Corps. E n
esta ocasión, la protesta del Ayun-
tamiento trata de ser m á s enérgica
que en veces anteriores, y el Con-
cejo acuerda en 18 de enero elevar
una r e p r e s e n t a c i ó n al rey pidiendo
que «Su Magestad se sirviese exo-
nerar a Madrid de los reparos que
en adelante se ofrecieren» en los
dichos cuarteles. Pero Felipe V exi-
ge ese servicio de M a d r i d , que des-
p u é s de variados y largos t r á m i t e s
acaba por conceder, y en el verano
Detalle de la estampa anterior.
de dicho a ñ o se realizan las obras
de r e p a r a c i ó n , que suman la can-
tidad de 29.409 reales de vellón, se-
gún el informe que la C o n t a d u r í a
y por todo», y visto el informe sobre tular y la popular imagen del mo- presenta al Concejo en su sesión
las reparaciones necesarias que pre- nasterio de monjes premonstraten- de 20 de septiembre (4).
senta don Teodoro Ardemans Maes- ses—, n o m b r á n d o s e l e durante el si-
tro Mayor de las Obras de la V i l l a , £lo X I X Cuartel de Guardias y tam Casi cuatro a ñ o s transcurren sin
se aprueba invertir en ellas 40.000 bión Cuartel de Conde-Duque, por su que M a d r i d tenga que volver a su-
reales de vellón. vecindad al antiguo Portillo así de flagar gastos de r e p a r a c i ó n en los
nominado. referidos cuarteles. E s a final de
E n adelante, el alojamiento de los
1717, el 4 de noviembre, cuando el
Guardias de Corps queda fijado en E n 1708, las viviendas, caballeri- rey firma una orden dirigida al co-
el cuartel de los Afligidos, y todcs zas y almacenes del Cuartel se en- rregidor de M a d r i d sobre «que se
los gastos del acuartelamiento serán contraban en ruinas. Y el Rey firma haga la fabrica y obra que se ne-
sufragados por M a d r i d . un Decreto en 19 de j u l i o ordenan cesita en el Quartel de sus Reales
E n los primeros a ñ o s la denomi- do que «la Villa de Madrid me haga
nación vulgar del Cuartel sigue con- el servicio de costear este aderezo»
dicionada al barrio en que está en- Igual que dos a ñ o s antes, el Ayun-
clavado, el barrio de los Afligidos, tamiento ordena a su Maestro Ma-
t a m b i é n titulado de San J o a q u í n yor de Obras que reconozca el Cuar- (3) L i b r o de A c u e r d o s d e l A y u n t . , 1711.
—al que da el nombre el Santo ti- tel. Ardemans presupuesta la repa (4) L i b r o de A c u e r d o s d e l A y u n t . , 1713.

Ayuntamiento de Madrid
Guardias de Corps, que está en la rra de sucesión han pasado el afian- presentativo de l a fase diecioches-
calle de la Puerta del Conde-Duque, zamiento de Felipe V en el trono ca del barroco m a d r i l e ñ o » (7). Las
junto al convento de Nuestra Seño- de E s p a ñ a es indiscutible. L a iden obras de Ribera perduran y perdu-
ra de los Afligidos, para el aloja- tiíicación del nieto de Luis X I V con r a r á n como parte integrante e in-
miento de seisz.ientas Guardias y su nuevo país es indudable. P o r lo sustituible de nuestra ciudad, pues
quatrozientos cauallos que su Ma- que a l a capital del reino respecta, «en Pedro de Ribera alcanza la ar-
gestad ha resuelto estén en esta el monarca ordena y patrocina todo quitectura barroca m a d r i l e ñ a su
Corte, de mas de los que al pre cuanto suponga urbanización, em- punto c u l m i n a n t e » (8).
senté avitan en dicho Quartel, y re- bellecimiento y ornato de l a villa. E n el caso que nos ocupa, el rey
facción annual que se les ha de dar, Encuentra u n gran colaborador de firma una cédula dirigida al mar-
siendo su real animo contribuían sus planes en el corregidor de Ma- qués del Vadillo en 5 de noviem-
para ello los Lugares de diez leguas drid don Francisco Antonio de Sal bre de 1717 «en que se sirve co-

«Don Carlos III, rey de España». A caballo con su escolta de Guardias de Corps.
Estampa grabada por Marcos Téllez. Museo Municipal

en. contorno de esta Villa por con- cedo y Aguirre, m a r q u é s del Vadi- meter al cuidado de dicho señor
siderar el benefizio que se le sigue llo, quien, a su vez, tiene por com- Marques la dirección y execucion
de Huertanos del grauamen de alo- plemento y realizador al gran ar- de esta obra y todo lo comprehen-
jamiento en ellos» (5). L a construc- quitecto don Pedro de Ribera. «El dido en la zitada Orden» (5). E l co-
ción del nuevo cuartel estaba de- M a r q u é s del Vadillo tuvo el acierto rregidor encauza perfectamente l a
terminada. de encomendar el ornato de Madrid realización de l a real orden. L o s
a Pedro de Ribera» (6), «el m á s re- fondos necesarios para obra tan
Es preciso detenernos unos m o
mentos para considerar el panora-
ma de la villa. Los a ñ o s de la gue- (7) CAMÓN AZNAR, JOSÉ: La Arquitectu-
tó) ARAÚJO COSTA, L U I S : El Barroco en ra Barroca Madrileña.—Madrid, 1963.
Madrid.—B. S. E . E x c u r s i o n e s , L I , 1943, (8) CHUECA GOITIA, FERNANDO: Madrid y
(5) L i b r o de A c u e r d o s d e l A y u n t . , 1717. p . 105 y ss. Sitios Reales.—Barcelona, 1958.

Ayuntamiento de Madrid
Conjunto urbano donde se em-
plazó el Cuartel. Topographia
de Madrid, por Texeira.

importante se r e ú n e n con el produc pran para este fin, formando una cionamiento de un cuartel con la
to de los impuestos fijados para sola manzana con un grupo de cua- belleza de la obra de arte. Concibe
dicho fin que el Ayuntamiento de- tro edificaciones y las tres callejas Ribera el edificio—según las nor-
termina en a ñ o s sucesivos, comen- intermedias, todo ello comprendido mas europeas de acuartelamiento
zando por aprobar el Concejo en en el espacio rectangular limitados de tropas de su tiempo—formando
sesión de 6 de diciembre, contribuir sus lados longitudinales por la anti- un conjunto unificado en dos gran-
con veinte m i l escudos de vellón gua calle de San Juan Bautista y el des líneas paralelas unidas, a su
anuales, producto del arbitrio «del callejón que posteriormente se de- vez, por cuatro menores transver-
quarto de aumento en cada libra de n o m i n a r í a de las Negras, y los trans- sales, que forman una gran plaza
azeite» durante cuatro a ñ o s a par- versales, por l a calle de San Benito central y dos m á s p e q u e ñ a s latera-
tir de enero de 1718. Posteriormen- y por el campo. les. Todo ello en la grandiosidad y
te s e g u i r á n los impuestos de «un belleza que supone una nueva edi-
E l arquitecto que el corregidoi
quartillo en libra de cacao y cho-
elige es, naturalmente, Pedro de R i ficación en una época de engrande-
colate» y «dos reales en arroba de
bera, el alarife m a d r i l e ñ o que es- cimiento de la villa. L a planta sub-
azúcar». Los libros de C o n t a d u r í a
taba construyendo la ermita—mo- t e r r á n e a , que debido al desnivel del
de Sisas y del arrendamiento de las
delo reducido de basílica—de la Vir- lugar es planta primera por su par
mismas nos presentan las cantida-
gen del Puerto por encargo de su te posterior, la dedica a almacenes,
des recaudadas.
fundador, el propio Vadillo. Ribera silos, cárcel, cocinas, etc., en una
E l solar que se elige para el nue- es nombrado director de la fábrica maravillosa sucesión de grandes sa-
vo edificio se señala partiendo del de los cuarteles el 8 de noviembre las y galerías con sensacionales bó-
lugar que ocupa el provisional cuar- de 1717. E l maestro de obras reali- vedas de ladrillo. L a planta prime-
tel existente de San J o a q u í n , junto za un edificio destinado a acuarte- ra alberga las caballerizas, con ca-
a la cerca de la villa en su parte lamiento del cuerpo m á s distingui- pacidad para seiscientos caballos y
noroeste, c o m p l e t á n d o l o con otras do del E j é r c i t o . L a obra que Ribe- todas las dependencias afines. Con
varias casas vecinas que se com- ra traza consigue armonizar el fun- recio pavimento de adoquines de

Ayuntamiento de Madrid
traza cuadrada y estudiada canaliza- planta primera del mismo—la de callejón de las Negras, bajo el cual
ción de aguas, se presentan las na- dicada a caballerizas—se soluciona estaba situada la capilla.
ve;: divididas por una brillante se- brillantemente alternando ventana- La labor del maestro es pronta-
rie de pilastras de fuste enterizo en les y óculos, que conjugan lo útil mente recompensada, y es intere-
c a n t e r í a de granito, con sencillos re- y lo estético. Las dos plantas supe- sante leer el acta del Ayuntamien-
mates sobre los que descansa una riores presentan al exterior un con- to del 3 de octubre de 1718: «...Se
a r m ó n i c a continuidad de bóvedas. tubo mésente lo que Pedro de Ri-
junto plenamente modelado de hue-
E n el centro de la fachada noble, vera Maestro de Obras y Alarife de
cos, m ó d u l o definido por las líneas
junto al cuerpo de guardia, abre la esta Villa se a servido merezer en
de forjado y las que definen verti
puerta principal. Y a q u í surge, co- las que ha hecho y esta haziendo
mo complemento inseparable del c á l m e n t e las bajantes de aguas de
la cubierta, contrarrestando la exce- en veneficio del publico della asi
conjunto, el compendio, la muestra, de Orden de Madrid, como por las
la lección del estilo barroco madri- siva horizontalidad que el edificio
que ha recivido del Señor Correxi-
leño. Proporciones y v o l ú m e n e s jue- t e n d r í a sin ellas. E l edificio apare-
dor para la del nuevo paso v comu-
gan con la grandiosidad y dureza cía rematado por cuatro torreones nicación de la Tela con el Camino
del noble granito modelado por la de una planta situados en los vérti- del Pardo, Puente de Toledo, Cuar-
sensibilidad de la época. A ambos ces extremos del mismo, y como m á s teles de Guardias de Corps de Su
lados de la puerta se extiende la principal otro situado en el centro Magestad de Caualleria y Infantería
fachada principal del edificio. L a del cuerpo posterior, recayente al y otras executadas con la azepta-

Grabado de la colección de Vi-


cente Maturana sobre temas de
Guardias de Corps.

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
cion común por el conocimiento practico y tehorico que le asiste de su
facultad y grande aplicación en quanto se a puesto y pone a su cuidado...
Se acordó de conformidad nombrarle como Madrid le nombra en las au-
sencias y enfermedades de Don Teodoro Ardemans Maestro maior de
Madrid en atenzión a lo referido y a lo expuesto por el Señor Correxidor
de todo lo expresado...-» (9).
Los historiadores de M a d r i d citan entre las obras de Ribera el Cuartel
de Guardias de Corps, pero hasta ahora—que nosotros sepamos—no había
sido demostrado documentalmente su autenticidad. Por datos hasta hoy
inéditos, podemos afirmar que el edificio conocido vulgarmente como
Cuartel de Conde-Duque es obra de don Pedro de Ribera. P o r tratarse
de uno de los nobles edificios del patrimonio artístico m a d r i l e ñ o y dejaj
aclarado este punto, elegimos para su publicación tres de los do-
cumentos que se custodian en nuestro Archivo de V i l l a (10). Las can
tidades libradas y pagadas por el Ayuntamiento de la villa para
esta magna obra hasta 1730 nos la ofrece detalladamente la rela-
ción que presenta en 6 de enero de dicho a ñ o don Diego Rebolle-
do de Urrutia, « C o n t a d o r de los efectos aplicados a la fabrica de
Reales Quarteles y Utensilios de Reales Guardias de Corps de S u Ma-
gestad» (11). Este documento, que demuestra la planificación y dirección
de la obra por don Pedro de Ribera, nos facilita los datos sobre l a eje-
cución de la misma—sin olvidar el sueldo de 800 ducados de vellón anua-
les que p e r c i b í a por su cargo el arquitecto—, así como los nombres de
los auxiliares y colaboradores del artista.
T a m b i é n en 1730 «los Artífices profesores de la A r q u i t e c t u r a » Juan
R o m á n , Francisco Ruiz, Gabriel Valenciano y A n d r é s Esteban—arqui-
tectos que trabajan en diversas edificaciones, varias de las cuales ad
miramos hoy en Madrid—tasan y valoran la obra de Ribera. Se h a b í a n
invertido en la obra 8.051.770 reales de vellón; los arquitectos la valoran
en 8.490.383 reales. E l « R e s u m e n del E x p e d i e n t e . . . » calcula necesitar para
la conclusión del edificio 829.383 reales, m á s 1.473.446 reales para termi
nar la capilla (11). P o r dificultades de numerario este grandioso edificio
t a r d a r í a veinticuatro a ñ o s en verse completamente terminado (12).
E l estado primitivo del edificio—antes del incendio que sufrió el
a ñ o 1869 y de que posteriormente fuera bastardeado p o r sucesivas mo-
dificaciones—nos lo ofrece el «Modelo de Madrid», l a extraordinaria m a
queta de la villa realizada por don León G i l del Palacio de 1828 a 1830.
y que actualmente se custodia en nuestro Museo Municipal.
E l edificio « m á s vasto de M a d r i d » — e n frases de los cronistas de la
villa—continúa albergando a las c o m p a ñ í a s de Guardias de Corps hasta
Ja s u p r e s i ó n de esta Guardia en 1841. Posteriormente se instala en 1842,
y solamente en l a mitad d e l edificio orientada a Poniente, la Escuela
General M i l i t a r , hasta ser trasladada a Toledo en 1846. Asimismo desde
i 842 el resto de las edificaciones se d e s t i n ó a Cuartel de Caballería, uso
que se a m p l i ó a todo el edificio a partir de 1846. Más adelante fue des-
tinado el edificio a l uso de otras Armas y diversos fines militares.
E n la historia posterior del edificio hay una fecha memorable, triste
mente memorable. Los diarios de la época nos informan del suceso. E n
la noche del s á b a d o 6 de marzo de 1869 se declaró u n violento incendio
en el cuartel, que «empezó p o r el ángulo interior, por la parte que mira
al barrio de Pozas, y en pocos momentos se c o r r i ó por el ala que da al
cuerpo exterior, invadiendo éste y las cuadras contiguas a la capilla con
una violencia prodigiosa... E l voraz elemento se c o r r i ó p o r toda la parte
alta del edificio, c o n v i r t i é n d o s e en una inmensa hoguera» (13). E l fuego
d e s t r u y ó todas las cubiertas del edificio y l a torre de l a capilla. Después,

(9) L i b r o d e A c u e r d o s d e l A y u n t . , 1717. P a r a l a b i o g r a f í a de R i b e r a : S a l t i l l o , M a r -
q u é s d e l : « D o n P e d r o de R i b e r a , M a e s t r o M a y o r de O b r a s de M a d r i d (1681-1742)»,
en Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo. A y u n t a m i e n t o de M a d r i d , X I I I , 1944,
p á g i n a s 49-77.
(10) Secretaría: Secc. 3.-\. leg. 434.
a
(11) S e c r e t a r í a : Secc. 3 . , l e g . 434, n ú m e r o 22.

(12) A L V A R E Z . DE B A E N A , JOSÉ ANTONIO: Compendio Histórico de las Grandezas de


la Coronada Villa de Madrid.—Madrid, 1786.
Vista aérea parcial del Cuartel de Conde Duque.
(13) La Corrrespondencia de España.—Madrid, 7 y 8 de m a r z o de 1869.

Ayuntamiento de Madrid
cesores de los antiguos cuarteles de
Guardias de Corps e s t á n encajados
en el espacio definido por la calle del
Conde Duque, al Sureste—a donde
recae la fachada principal de las edi-
ficaciones—; l a calle de Santa Cruz
de Marcenado, orientada al Noroes-
te; la línea que define el callejón de
Las Negras, al Noroeste, y la actual
travesía del Conde Duque, al Sur-
oeste.

A l decir edificios militares que


pueden considerarse como sucesores
de los antiguos cuarteles de Guar-
dias de Corps, es precisamente por-
que a lo que constituye edificio fun-
damental primitivo permanece ado-
sada en la actualidad una edificación
de poco valor y muy posterior cons-
trucción, que contacta, con el que
nos ocupa principalmente, en la fa-
chada recayente a la calle del Con-
de Duque, a l a r g á n d o s e hasta dar
vuelta a la calle de Santa Cruz de
Marcenado y envolviendo a su vez
dicha edificación y la p r i m i t i v a fá-
brica a otra c o n s t r u c c i ó n dedicada
a ejercicios de caballería.
R e m i t i é n d o n o s al análisis del edi
ficio fundamental del conjunto, po-
demos describirlo de la siguiente
forma:
E l solar sobre el que se asienta
adopta sensiblemente la forma de
un c u a d r i l á t e r o , aunque realmente
es pentagonal por un ligerísimo quie-
bro que se manifiesta en la alinea-
ción correspondiente a la travesía
del Conde Duque, a lo largo de
veinticinco metros, desde la con-
fluencia de ésta con la calle del
Conde Duque, arrojando un á n g u l o
de desviación casi inapreciable.

Como m á s expresiva de la estruc-


t u r a c i ó n del edificio se analiza la
planta baja, que se reparte en torno
a tres grandes plazas rectangulares:
una central, de mayores dimensio-
nes, que mantiene su eje mayor en
el sentido longitudinal del edificio,
y dos laterales, con su eje mayor
en sentido transversal al mismo, si-
tuadas, respectivamente, al Noreste
y Noroeste de la central.

Así, pues, se compone de dos cuer-


pos en sentido longitudinal, que de-
nominaremos de Sureste y Noroeste,
recayentes a la calle del Conde Du-
r e c o n s t r u c c i ó n elemental y sencilla vidado, convertido en un viejo y su- que—el que soporta la fachada prin-
c u b r i ó el edificio. Y así ha llegado cio caserón. cipal—, en línea de 228 metros, y el
hasta nuestros días, oculto por vul- que contiene la fachada posterior,
gares enlucidos, reformas interiores que recae a la calle de Las Negras
surgidas por las apremiantes nece- E l conjunto de edificios militares en línea de 227 metros. Ambos cuer-
sidades del acuartelamiento, casi ol- que pueden considerarse como su- pos e s t á n unidos por otros cuatro,

Ayuntamiento de Madrid
dos exteriores, con alineación a la
travesía del Conde Duque, el prime-
ro al Suroeste, en línea quebrada
de 88 metros, y el segundo, que se
alinea sobre p r o l o n g a c i ó n del solar
a lo largo de 83 metros.
Toda la planta baja presenta u n
orden de pilastras en c a n t e r í a de
granito, perfectamente conservadas
(de fuste enterizo las que corres
penden a los cuerpos que rodean
la plaza del Suroeste y parte de los
cuerpos principal y posterior), pre-
s e n t á n d o s e otras de fuste despieza-
do en los cuerpos que definen la
plaza situada al Noreste; sobre di-
chas pilastras se asienta una arque-
r í a en el sentido longitudinal de ca-
da cuerpo, que soporta un forjado
en viguería metálica de construc-
ción posterior.

Salvo el cuerpo que contiene la


fachada principal, que presenta tres
plantas de edificio, el resto del mis-
mo presenta ú n i c a m e n t e dos plan-
tas sobre la rasante definida por la
calle del Conde Duque.

Toda la viguería del edificio es


metálica, aparentemente en buen es- Aspecto parcial de la fachada principal en la actualidad.
tado de conservación, así como las
formas que soportan la cubierta. Los
elementos sustentantes son de pie-
dra y m e t á l i c o s .

Bajo la rasante definida por la


Angulo recayente a la calle y a la Travesía del Conde Duq
planta baja se encuentra la de só-
tanos, que presenta tres niveles di-
ferentes, coincidente cada cambio
de cota con el encuentro de los
cuerpos transversales y los dos lon-
gitudinales. Dicha planta de sóta-
nos se desarrolla a lo largo del cuer-
po posterior, teniendo acceso al mis-
mo por la calle de Las Negras, de-
bido a la gran diferencia de cota,
por donde se puede calificar de
planta baja, y c o n t i n ú a parcialmen
te bajo el cuerpo exterior transver-
sal del Noreste.

Son dignas de m e n c i ó n las arque-


rías de ladrillo, de gran elevación
algunas y otras asentadas sobre in-
teresante obra de cantería, desta
c a n d ó s e una b ó v e d a — q u e hoy apa-
rece cortada por u n forjado de vi-
guería m e t á l i c a — q u e se asentaba
sobre pechinas de fábrica, situada
en el centro del cuerpo principal
posterior, y una b ó v e d a semiesféri-
ca construida totalmente en fábrica
de ladrillo, que permanece en parte
intacta bajo el cuerpo extremo trans-
versal del Noreste ( o b s e r v á n d o s e en
este punto un cedimiento parcial,
que se acusa al exterior, probable-

Ayuntamiento de Madrid
mente por haberse destinado dicha
bóveda a aljibe y haber mantenido
humedades permanentes).
Asimismo se observa una grieta
en sentido vertical en el extremo
Oeste de la fachada principal y un
hundimiento parcial de forjado en
la parte central del cuerpo principal
posterior.
A pesar de lo desvirtuado y envi-
lecido que se nos presenta el edi-
ficio, impresiona por su d i m e n s i ó n
y nobleza primitivas, que las suce-
sivas modificaciones del mismo no
han conseguido anular.

SU FUTURO

A l pensar en el futuro, en la po-


sible supervivencia de la obra de R i
bera, surge el recuerdo de lo suce-
dido al no menos viejo c a s e r ó n de
la calle de Fuencarral: el Hospicio
de San Fernando. E n 1924 el pano-
rama a r t í s t i c o de M a d r i d e s c u c h ó
quejas, lamentos y protestas ante e!
acuerdo de la D i p u t a c i ó n Provincial
Planta baja, Arquería. —propietario del inmueble— de de-
moler el Hospicio, trasladando la
portada del mismo a otro lugar, cre-
yendo salvar así el detalle escultó-
rico de la arquitectura de Ribera.
E l estilo barroco, tan despreciado
Plañía de sótano. Aspecto parcial. por los neoclásicos, estaba en vías
de completa revalorización. E l ar-
quitecto Ribera era estudiado con
entusiasmo. M a d r i d no podí a des-
prenderse con indiferencia de una
joya que engalana la ciudad. Y el
Ayuntamiento de la villa, reunido en
sesión plenaria el 22 de octubre de
1924, decidió salvar de la destruc-
ción el bello conjunto del antiguo
Hospicio, adquiriendo los terrenos
y la parte del edificio exceptuada de
derribo. Arte Español daba la noti-
cia y comentaba en su editorial:
«.. Será motivo de j ú b i l o el saber
que el Concejo, que es la represen-
tación m á s alta de nuestro pueblo
ha dado la prueba de mayor cul
tura y d e s i n t e r é s al ser la ú n i c a en-
tidad que ha sabido sacrificar seis
millones de pesetas por salvar del
peligro de la demolición la obra del
genial Ribera» (14).

Son m ú l t i p l e s las razones que po-


d r í a n aducirse para oponerse a la
d e s a p a r i c i ó n del cuartel que t r a z ó
y dirigió Ribera, como ya hicimos

(14) V I I , 1924, p. 81.

Ayuntamiento de Madrid
notar en el informe, solicitado por
la Gerencia M u n i c i p a l de Urbanis-
mo, el pasado 14 de septiembre.
Sin olvidar que es el único cuartel
que perdura de los antiguos que tu-
vo M a d r i d : los cuarteles de Palacio,
del Soldado. Caballerizas y el de la
M o n t a ñ a ya no existen. Salvar !a
portada, la traslación o mutilación
de alguna de sus partes integrantes,
son incompatibles con la conserva-
ción de la obra a r q u i t e c t ó n i c a .

Pensando en el futuro de este edi-


ficio debemos s e ñ a l a r algunos da-
tos.
Las dimensiones del edificio en
la actualidad arrojan una superficie
de 27.482 metros cuadrados en plan-
ta (sum^ de todas las plantas), co
rresnondiendo a la nlantn baja
10.150 metras cuadrados, e igual su-
perficie a la nlanta nrimera. A la
planta segunda. 3.420 metros cua-
drados, v a la de s ó t a n o s . 3 762. me-
tros cuadrados. Devolviéndole su vo-
lumen primitivo, es decir tres al-
turas en todos sus cuerpos sobre la
rasante de la calle Conde Duque, y
r e s t i t u y é n d o l e los cuatro torreones
de esquina m á s el central en el cuer Otro aspecto parcial de la planta baja.
po que recae sobre la calle de Las
Negras, la superficie del mismo se
a m p l i a r í a en 9.130 metros cuadra-
dos, suma de todas las plantas am-
pliadas, que c o r r e s p o n d e r í a : com- Bóveda semiésjérica de ladrillo, existente en la planta
pletar planta segunda, 6.730 metros de sótano.
cuadrados, y planta de torreones,
2.400 metros cuadrados.

Las dimensiones del edificio son


tan vastas que c a b r í a pensar en
m ú l t i p l e s aplicaciones para el mis-
mo. Considerando la nobleza del
edificio, su vinculación a la ciudad
la zona tranquila en que está loca-
lizado, asimismo como teniendo pre
senté la urgente necesidad de faci
litar dignos locales a diversos ser-
vicios culturales del Municipio, no
d u d a r í a m o s en proponer que el an
tiguo cuartel militar fuera conver
tido en el alojamiento de varios cen-
tios culturales del Concejo, hoy ca
rentes de local e instalaciones dig-
nas de la capital de E s p a ñ a . Recor-
demos la Biblioteca, almacenada en
la antigua iglesia del Hospicio; la
Hemeroteca, con problemas de al
macenamiento de sus fondos; el Ar-
chivo, repartido entre la Casa de
P a n a d e r í a y los Almacenes de V i l l a ;
el Instituto de Estudios Madrile-
ños y varios m á s ; la carencia de sa-
las de exposiciones, con las cuales
el Municipio c o n t r i b u i r í a decidida
mente al éxito de noveles v consa

Ayuntamiento de Madrid
Por consiguiente, t r a t á n d o s e de
dar una solución u r b a n í s t i c a parcial,
se propone un nuevo trazado para
la travesía del Conde Duque, m á s
c ó m o d a que la existente, y una vía
de c o m u n i c a c i ó n que enlaza la ca-
lle Princesa con la de Alberto Agui-
lera a través de la calle Baltasar
Gracián, penetrando por su á n g u l o
Noroeste en el parque de L i r i a y
respetando las edificaciones existen-
tes destinadas a Escuela de Estado
Mayor; al mismo tiempo se consi-
dera edificable en línea de treinta
y cinco metros, y con la misma pro-
fundidad y altura que la finca colin-
dante, el solar que a d o p t a r í a el nú-
mero 6 de la calle M á r t i r e s de A l -
calá.

Asimismo, considerando que no se


desvalorizaría esencialmente su pri-
mitiva traza y aprovechando la or-
denación de pilastras existentes en
planta baja, p o d r í a n hacerse accesi-
bles desde el exterior las tres gran-
des plazas que contiene en su inte-
rior, quedando éstas, a su vez, uni-
das por amplios p ó r t i c o s , que p r á c -
ticamente definirían una planta baja

Una de las puertas de ac-


ceso al edificio desde la
Plaza Central del mismo.

grados artistas; aula de cultura, au-


ditorium musical, etc., es decir, fa-
cilitar los necesarios locales que la
labor cultural de nuestro Concejo
precisa.

Finalmente p e r m í t a s e n o s presen-
tar una solución u r b a n í s t i c a de la
zona en que se asienta el edificio co-
mentado. Utilizando como centro el
antiguo cuartel, definimos u n polí-
gono m í n i m o , como entorno del mis-
mo, limitado por las calles siguien-
tes: Santa Cruz de Marcenado, Már-
tires de Alcalá y su p r o l o n g a c i ó n :
Manuel Delgado Barreto, Princesa,
Duque de L i r i a , San Bernardo has-
ta su encuentro con Ponciano, y es-
ta ú l t i m a hasta su encuentro con
Amaniel, que cierra dicho polígono.

Lógico sería el adoptar un polí-


gono m á s amplio, pero en ese caso
el problema se vería desbordado.

Ayuntamiento de Madrid
Estado de cuentas y previsión de gastos de
la obra "de los Reales Quarteles", en 1730.

...A Don Pedro de Rivera por cuenta del


sueldo que goza como tal Maestro que a
dirijido y dirije dicha fábrica, por nombra-
miento del Marqués del Vadillo, en virtud de
la horden general con el sueldo de 800 Du-
cados de vellón a el año...

Ayuntamiento de Madrid
Plano geométrico de Madrid.
«Fausto Martínez de la Torre
lo delineó y grabó».—1800.

casi diáfana de uso público, enlaza- no), cabe hacer un estudio compa- de Marcenado, calle del Conde Du-
da con la zona verde resultante de rativo de distintas superficies libres que y travesía del Conde Duque, que
la demolic. - de los edificios ado- ajardinadas o de otra índole exis- suponen, respectivamente, 4.473,75 y
sados al de h antiguos cuarteles, tentes en el casco urbano de M a 785,25 metros cuadrados, se obtiene
por su parte rte, creando a su
a
drid: 1. , lonja abierta frente a la un total de zonas libres ajardina-
vez, bajo esta ajardinada, un catedral de la Almudena, 8.856 me- das de 18.470,50 metros cuadrados
aparcamiento pa servicio de los tros cuadrados; 2.", plaza de la Ar-
diferentes usos <- te sea aplicado m e r í a , 15.696; 3.", Jardines del Cabo De lo anteriormente expuesto, y
el edificio en cuc ón. De esta for- Noval, 6.174; 4.", plaza de Oriente teniendo en cuenta la proximidad
ma los espacio: ores, accesibles de Palacio, 11.648; 5.", Rosaleda del del parque de L i r i a , prolongado a
desde el exterio que contiene el Parque del Oeste, 14.664; 6.", Rosale- la calle de Las Negras, se despren-
;
dicho edificio, a n a r í a n una super- da del Retiro, 6.548; 7.", Plaza Ma- de la intención de crear una zona
ficie total de 12.215,50 metros cua yor, 10.370. tranquila, importante, que lleva por
drados. a ñ a d i d u r a la conservación de un be-
Si a la superficie libre considera- llo y a r t í s t i c o edificio, testimonio de
Para considerar la importancia de da de 12.215,50 cuadrados la historia y patrimonio histórico-
esta superficie (que s u p o n d r í a , por rodeada por el í añade la a r t í s t i c o de la villa,
5
otra parte, el uso de unas plazas correspondiente que re-
tranquilas, aisladas del tráfico urba- caen c
' i r é las c. ta Cruz OL 1
L>S IBARRONDO

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
Vista general de Madrid, tomada desde el Este, con la plaza
de toros en primer término. Litografía de la segunda mitad del
siglo XIX. Museo Municipal de Madrid

LA R E F O R M A INTERIOR DE
MESONERO ROMANOS
Por JOSE LEAL FUERTES

X - , L movimiento de expansión y crecimiento de las grandes ciudades se


hace notar en M a d r i d poco antes de mediar la pasada centuria, y re-
viste en nuestra capital especial interés. Por causas que no es del caso in-
vestigar en este momento —guerra de la Independencia, inestabilidad polí-
tica, primera guerra carlista, etc.—, lo cierto es que el n ú m e r o de habitan-
tes durante la primera mitad del siglo X I X se mantuvo en la Corte un tanto
estacionario, sin superar apenas los 200.000 habitantes. E s en 1845 cuando
se aprecia un positivo aumento —206.714 habitantes—, que ya no abandona-
rá j a m á s su sentido ascendente, para alcanzar en 1850 los 223.439 habitan-
tes, y en 1860, 289.043. Estas cifras, tomadas del Resumen e s t a d í s t i c o publi-
cado por el Ayuntamiento de M a d r i d , revelan un crecimiento en tan corto

Ayuntamiento de Madrid
Sobradamente conocida es la per- petar por esta parte los límites for-
sonalidad literaria de don R a m ó n zosos que t r a z ó la naturaleza, ex-
Mesonero Romanas; en cambio, su te^ i i é n d o s e m á s a su placer por
a c t u a c i ó n en el (. ejo M a d r i ^ o los lados opuestos de norte y este,
ha pasado m á s ' en que halla planicie, ventilación y
obstante la acei i ói a
d e s a h o g o » ; 2. L a existencia de las
desarrollada a lo & cuatrie- cercas o tapias que circundaban la
nio en que ejerció e cargo a par- ciudad, sostenidas no para fines de
tir de 1." de enero de 1846. Nacido defensa, sino por necesidad impues-
en M a d r i d , en el n ú m . 10 de la calle ta por las leyes fiscales, i m p e d í a n
baja del Olivo —que hoy lleva su el desarrollo incluso por los lados
nombre—, don R a m ó n a c r e d i t ó en mencionados. A l plantearse la posi-
todo momento un e n t r a ñ a b l e amor bilidad de su demolición, propugna
por su ciudad natal. A este «madri- Mesonero Romanos, con criterio
leñismo» u n í a una vasta erudición y progresivo, la conveniencia de no
la experiencia de sus dos viajes a volverlas a levantar, «ni p r ó x i m a s
diversas capitales de Europa, reali- ni lejanas, pues a d e m á s de u n gasto
zados en 1833-34 y en 1840, en los inútil sólo ocasionan un o b s t á c u l o
que, como reconoce Sainz de Ro- material para el desarrollo de ía po-
bles, pudo comprobar que su M a - a
blación»; 3. Otro inconveniente in-
drid se h a b í a quedado bastante re- superable en aquella fecha era la
zagado con relación a los progre- deficiencia del servicio de abasteci-
sos alcanzados por otras ciudades miento de agua potable a la pobla-
europeas. ción, que obligaba a demorar la
puesta en marcha de la extensión
Llevaba pocos meses Mesonero en de la capital m á s allá de sus lími-
su cargo concejil cuando, d e s p u é s tes, c o o r d i n á n d o l a con la realiza-
de un concienzudo estudio del pe- ción de cualquiera de los proyectos
r í m e t r o de la capital y de sus m á s de t r a í d a de aguas. L a t e r m i n a c i ó n
urgentes necesidades, p r e s e n t ó al de las obras del Canal de Isabel II
Ayuntamiento, en la sesión celebra- en 24 de junio de 1858, alivió tan
espacio de tiempo, que expresado en da por la Corporación el 23 de ma- grave situación; 4." A l tratar de in-
n ú m e r o s relativos representa un yo de 1846, su «Proyecto de mejoras corporar el arrabal de C h a m b e r í
29.36 por 100 de la p o b l a c i ó n exis- generales de Madrid». E n aquel mo- surgen nuevos inconvenientes: el
tente al comienzo del proceso. mento las opiniones sobre la re- desnivel del suelo hacia el lado de
forma de la capital se desdoblaban Recoletos; por San Bernardino, los
Si se contrastan estos datos con
en dos direcciones: unos considera- cementerios; m á s allá, la escabrosa
los referentes al estado y situación
ban urgente proceder en primer m o n t a ñ a del Principe Pío, etc.
de las edificaciones, se advierte que
t é r m i n o a la o r d e n a c i ó n del interior
el p e r í m e t r o de la V i l l a y Corte ape-
del casco; otros estimaban preferi-
nas si había experimentado varia-
ble la posible ampliación fuera del
ción durante m á s de dos siglos. Cir-
mismo, creando nuevas zonas urba-
cundado el casco urbano por una
nas, que c o m p r e n d í a n lo que, m á s
vieja cerca, construida a cargo de
tarde, se d e n o m i n ó «el E n s a n c h e » .
los propios fondos municipales, con-
E n efecto, la reforma interior no Lo conveniente para M a d r i d , se-
forme a lo dispuesto por la Real Cé-
parecía suficiente y por ello no debe gún Mesonero, «no es tanto la ex-
dula dictada por Felipe I V , en 9 de
e x t r a ñ a r que se hablase de ensan- tensión de sus límites, como la re-
enero de 1625, este grave o b s t á c u l o
char el p e r í m e t r o de M a d r i d . Este gularización y aprovechamiento del
e n t o r p e c í a los planes urbanizadores
es el primer problema que, en el espacio que hoy ocupa», mediante
orientados a la posible extensión de
Proyecto, se plantea Mesonero Ro- un plan general de « r o m p i m i e n t o s »
la ciudad. Pero tampoco la situación
manos, y decididamente rechaza la y «desahogos» en varios sitios de la
interior era satisfactoria. Dentro del
posibilidad de ampliación, aplazán- población. Para demostrar este aser-
casco urbano existían «calles ente-
dola para m á s adelante, limitándo- to, el autor del Plan, dividía mental-
ras compuestas de corrales o sola-
se, por tanto, en su tarea, a la re- mente M a d r i d en cuatro grandes
res, casas de un solo piso, mezqui-
gularización del espacio entonces trozos o cuartos de círculo de la si-
nas o r u i n o s a s » , deshabitadas unas,
ocupado por el caserío. Esta posi- guiente forma: el primero de norte
ocupadas otras por oficios incómo-
ción se fundamentaba en las si- a este, entre las calles de Fuenca-
dos y molestos. a
guientes razones: 1. L a situación de rral y Alcalá; el segundo, de este a
la capital sobre varias colinas y a sur, entre esta ú l t i m a vía y l a de
Estos eran los datos del proble-
una altura considerable del río Man- Toledo; el tercero, de sur a oeste,
ma planteado a nuestra capital en
zanares, naturalmente limitaba por desde esta calle a la de Segovia y
1846, datos que fueron interpreta-
este lado, a causa del enorme des- Cuesta de la Vega, y el cuarto, de
dos con una amplia proyección so-
nivel; por eso «en todas las amplia- oeste a norte, desde este punto has-
bre el porvenir por Mesonero Ro-
ciones que ha experimentado desde ta el de partida.
manos, que en aquella ocasión for-
el tiempo de la conquista sobre los
maba parte, como concejal, d e 1
moros, siempre ha tenido que res- Independientemente d e 1 detalle
Ayuntamiento de M a d r i d .
minucioso de las diversas obras

Ayuntamiento de Madrid
propuestas en cada sector, en cuyo del Rastro y la construcción del bitación c ó m o d a para la m a y o r í a de
detalle no es preciso entrar, lo im- mercado cerrado en la plaza de l a nos y gente de escasos me-
portante del Proyecto está en 'a Cebada. T a m b i é n anarece en el Plan u. 'larían cabida las grandes
idea de conjunto, que constituye u n la posibilidad c jmunicar los ba- fábricas talleres que en el interior
y

complemento y s i s t e m á t i c o plan de °-, r- --¡seo y la M o r e r í a


r no encuentran edificios convenien-
reforma interior, sin cuya realiza- j n ->r mediante la tes; los almacenes de maderas, hor-
ción no hubiera sido posible la ul- constr. i viaducto sobre nos, tahonas, fraguas y otros esta-
terior extensión de la capital. E n la la calle de Se, . i a , idea de Sachetti, blecimientos peligrosos o incómo-
mayor parte de los casos se trata el arquitecto del palacio de la pla- dos; las canteras de c o n s t r u c c i ó n y
de dar salida a ciertas calles que an- za de Oriente, que yacía en el olvi- depósitos de materiales; los corra-
tes no la tenían, lo que implicaba do, hasta que el propio Mesonero les, basureros, v a q u e r í a s y otros que
una absoluta i n c o m u n i c a c i ó n entre la e x h u m ó de los archivos del Pa- hoy inficionan y afean el interior
vías relativamente p r ó x i m a s , por trimonio Real. de la villa; los huertos, jardines,
ejemplo: las existentes entre la ca- paradores y ventorrillos, tan cómo-
lle de Hortaleza y la de Barquillo, Las reformas en los barrios ex- dos y oportunos en las inmediacio-
o entre ésta y el paseo de Recole- tremos se coordinan con una radi- nes de una gran capital, y los jue-
tos. Con ello se t r a n s f o r m ó com- cal t r a n s f o r m a c i ó n del Centro, don- gos de equitación, pelota, baile y
de ya se notaba la insuficiencia de
pletamente la zona entonces deno- d e m á s , propios para excitar el ha-
algunas calles, como la de Carretas,
minada «distrito d e l Barquillo», lago de la juventud, mitigar sus cos-
para comunicar con la zona exte-
compuesta de miserable caserío y tumbres y dirigir hacia un noble
rior. A fin de obviar esta dificultad
espaciosas huertas, corrales, taho- objeto sus fuerzas y su valor.» Por
se proponen soluciones de gran sen-
nas, fraguas y h e r r e r í a s . Precisa- la situación, condiciones y finalidad
tido p r á c t i c o , por ejemplo, el ensan-
mente de estos ú l t i m o s estableci- de los mencionados burgos o arraba-
che proporcional de la calle de la
mientos vino a sus moradores del les, p o d r í a n considerarse éstos co-
Concepción J e r ó n i m a , o b i e n el
nombre de «chisperos», con el que rompimiento de una c o n t i n u a c i ó n mo un antecedente de los que hoy
todavía se les conoce. Otras veces directa de la calle de Carretas por se llaman poblados satélites. E n es-
se recomienda la apertura de nue- el c o r r a l ó n de la Trinidad a dar sa- te punto, como en tantos otros, Me-
vas calles, salvando los o b s t á c u l o s lida a la plaza del Progreso. L a rea- sonero Romanos se adelanta a las
de las grandes extensiones de terre- lización del proyecto en este punto, ideas de su tiempo y en nada des-
no ocupadas por huertas y jardines así como en lo referente a la am- merece de las concepciones de los
de palacios y conventos; tal sucedía pliación y alineación de ciertas ca- modernos urbanistas.
con la huerta del duque de Frías, el lles estrechas que parten de la
j a r d í n de la casa del m a r q u é s de Puerta del Sol, h a b r í a cambiado to- E l «Proyecto» se completa con
Riera, la huerta del que fue conven- talmente la fisonomía de esta par- una serie de atenciones generales,
to de J e s ú s , etc. te de la capital. indispensables para el desarrollo de
Una t r a n s f o r m a c i ó n radical era Otro aspecto de la reforma es el
la propuesta en el «distrito del Con- referente a las galerías cubiertas y
greso», entre las calles de Alcalá y los pasajes comerciales, abiertos en
Carrera de San J e r ó n i m o , dando sa- lugares e s t r a t é g i c o s del centro, con
lida al Prado, a las calles cerradas el fin de establecer una comunica-
del Sordo y de la Greda (hoy Zo- ción interior c ó m o d a y al mismo
r r i l l a y Madrazo), así como la del tiempo impulsar el comercio dentro
Turco (hoy M a r q u é s de Cubas) a de esa zona. Como nota curiosa pue-
la Carrera de San J e r ó n i m o , hacien- de citarse el pasaje que señala Me-
do desaparecer los mezquinos corra- sonero Romanos por la calle de A l -
lones allí existentes. Todas estas re- calá a salir a la de Montera, pro-
formas se realizaron tal como las yecto que espera su realización ac-
trazó Mesonero, excepto algún caso, tualmente, con la variante de tener
como la nueva calle a la que se dio la salida por la calle de la Aduana.
el nombre de Jovellanos, que en
el proyecto debía llegar a Alcalá por Aunque el a u t o r se muestra
el j a r d í n de Riera, no verificándose opuesto a la a m p l i a c i ó n de los lími-
así, según confesó Mesonero a ñ o s tes de la capital, considera impres-
m á s tarde en sus «Memorias de un cindible la formación de cinco gran-
sesentón», por haberse negado el des arrabales o burgos extramuros
propietario. en los sitios siguientes: primero, el
ya formado en aquella fecha de
Hacia el sur desarrollaba el Plan C h a m b e r í ; segundo, el de la Venta
una serie de obras, sin las cuales del E s p í r i t u Santo; tercero, el de
no hubiera sido posible el desenvol- las Yeserías, fuera de la Puerta de
vimiento futuro de la población. Tal Atocha; cuarto, el inmediato al
era el paseo que se a b r í a desde el puente de Toledo, y quinto, el situa-
cementerio del hospital al barranco do a la orilla del Manzanares, si-
de Embajadores. Entre las calles guiendo la derecha del puente de
de Toledo y Segovia debe s e ñ a l a r s e Segovia. « E n estos cinco arrabales
la labor del saneamiento del distrito —dice Mesonero—, a d e m á s de ha-

Ayuntamiento de Madrid
la ciudad y el orden de su adminis- aparecer «ese mercado general de en una documentada «Memoria», in-
t r a c i ó n . Entre estas medidas cita las calles y plazuelas con sus in- sistió en los puntos de vista defen-
Mesonero la t r a í d a de aguas abun- mundos tinglados, todos los cuales didos en su proyecto, por entender
dantes, potables y de riego, y el sos- deben encontrar puesto c ó m o d o y que la a m p l i a c i ó n pretendida por la
tenimiento y aumento de las que en barato en los nuevos m e r c a d o s » . A R. O. no era viable, ya que «ni la
aquella fecha disfrutaba la capital; pesar del tiempo transcurrido, la necesidad n i la conveniencia recla-
el mejoramiento del empedrado de a c o t a c i ó n conserva t o d a v í a actuali- man, por ahora, aquella gigantesca
las calles y del sistema de alcanta- dad. E n estas mejoras no sólo se medida, n i desgraciadamente e s t á n
rillado; la reforma del alumbrado, comprenden las relativas a matade- de acuerdo con ella los medios de
etcétera. ros, mercados, hospitales, teatros llevarla a cabo». E l regidor infor-
propios de la V i l l a , sino incluso las mante c o n s i d e r ó preferible atener-
Estas mejoras se conectan con la de orden espiritual, como la eleva- se a u n t é r m i n o medio, consistente
imposición de nuevos arbitrios que ción de una catedral «digna de la en « a t e n d e r a las necesidades pre-
contribuyan a su realización, sin Corte», e m p e ñ o sobre el que volvió sentes, aprovechando con inteligen-
gran sacrificio para los fondos pú- Mesonero en otra ocasión, señalan- cia las ventajas que ofrece el recin-
blicos, dado el elevado coste de las do acertadamente el emplazamien- to actual, preparando e impulsando
obras proyectadas. Merece citarse to a c o n t i n u a c i ó n de la plaza de la directamente su futura extensión y
el arbitrio propuesto para sosteni- Armería. ensanche».
miento y mejora del empedrado,
impuesto sobre los carruajes de to- Tal es, expuesto en un r á p i d o re-
da clase, «pues siendo l a causa prin- sumen, el primer plan de reforma
cipal del deterioro del pavimento, interior de M a d r i d . Su c o n s t r u c c i ó n
E l Poder Central no t a r d ó en ha- s i s t e m á t i c a y su d o c u m e n t a c i ó n no
es justo que contribuyan a su sos-
cerse eco de la necesidad urgente de desmerecen del sentido moderno y
tén». Salvando la enorme distancia
la reforma, admitiendo ésta con l a avanzado de sus reformas. E l autor
entre los incipientes medios de
variante de ensanchar el p e r í m e t r o
transporte del pasado siglo y la I O p r e t e n d í a llevar é s t a s a cabo in-
de M a d r i d «desde el encuentro de
densa y compleja circulación actual, mediatamente o de modo improvi-
la Cuesta de Areneros con el paseo
p o d r í a encontrarse a q u í u n primer sado, sino s u p e d i t á n d o s e siempre a
de San Bernardino hasta el ángulo
antecedente de la moderna tasa de razones de oportunidad y conve-
norte del Retiro». Esta solución,
rodaje, entonces y ahora, perfecta- niencia. Por todo ello, la capital de
propugnada por la R. O. de 6 de
mente justificada. E s p a ñ a es deudora a don R a m ó n
diciembre de 1846, t o m ó como base
Mesonero Romanos de esta medita-
el proyecto de extensión del inge-
Concluye el «Plan» con la inclu- niero don Juan Merlo. Comunica- da reforma interior, sin la cual no
sión de otras mejoras que su autor da l a R. O. al Ayuntamiento de la hubiera sido posible su futura ex-
califica de «parciales». E n este caso capital, para que éste expresara su tensión y su marcha firme hacia el
se encuentra la f o r m a c i ó n de mer- opinión, l a C o r p o r a c i ó n designó po- G r a n M a d r i d de nuestros días.
cados cerrados, a fin de hacer des- nente a Mesonero Romanos quien, J. L . F.

Ayuntamiento de Madrid
EL ENVES D E L A HISTORIA

PEPE BONAPARTE
URBANISTA MATRITENSE

Por FEDERICO CARLOS bMINZ DE R0RÍ.ES

jrpARADOJAS: en los primeros a ñ o s


del siglo XVIII, el patriotismo
español oro de ley estaba adscrito al
a í r a n c e s a m i e n t o b o r b ó n i c o con pe-
luca de tufos y blanca. Pero en los
primeros a ñ o s del siglo x i x , el pa-
triotismo español, con los mismos
quilates, q u e d ó en abierta e irre-
ducible pugna con el a í r a n c e s a m i e n -
to, pero ya napoleónico, sin peluca
y con excesivos y estridentes tara-
ríes castrenses. Sospecho que de
vivir yo en estas primeras d é c a d a s
d e c i m o n ó n i c a s , hubiese sido perfec-
to y consciente afrancesado. Y , por
supuesto, acaso h a b r í a m e visto obli-
gado, como el suave, timorato y ca-
c a r a ñ e a d o Leandro Moratín, a ocul-
tarme en los desvanes, a huir gatu-
no por los tejados, zarandeado por
el canguelo, para acabar en el exilio
francés. Porque, en verdad, ¿ c ó m o
preferir a don Fernando VII—que

Ayuntamiento de Madrid
no necesita presentaciones, ni califi-
cativos—a J o s é Bonaparte, guape-
tón caballero m e s o c r á t i c o , culto lo
suficiente, discreto lo necesario, bien
predispuesto para vivir él y para rei-
nar sobre los españoles? ¡ Pobre
Pepe Bonaparte, cuya persona fue
diana para las m á s torpes insidias
y para «las condecoraciones verba-
les» m á s denigrantes! Porque... re-
sulta que el m i l veces dibujado y
llamado en versos bailables «Pepe
Botellas» fue abstemio. Porque resul-
ta que tampoco fue cazador, m á s o
menos furtivo, de beldades femeni-
nas, n i a ú n de aquellas que le eran
puestas como las carambolas a Fer-
nando V I L Porque resulta que su
mote de «Pepe Plazuelas» era m á s
falso que Judas, pues que no aumen-
tó plazuela alguna a la V i l l a y Corte,
y, por el contrario, hizo desaparecer
o ampliar muchas de ellas.

Me imagino la ilusión, un poqui-


tín «escamada», con que Pepe Bona-
parte llegaría a M a d r i d , ya coronado
rey de E s p a ñ a , el 20 de julio de
1808. Sabía él que M a d r i d era la ca-
pital de un ex-imperio colosal—hi-
drópico, como ponderaban los neo-
clásicos—, pero a ú n bastante creci-
dito, y en el que no se puso j a m á s
el sol entre los a ñ o s 1492 y 1598.
Sabía él que M a d r i d era capital de
tal f e n ó m e n o histórico y geográfico
desde 1561. N o ignoraba que en M a -
d r i d h a b í a n entrado cantidades de
oro capaces de hacer palidecer de
envidia a los cuarenta ladrones de ritoria de París, ciudad que él tanto nocer M a d i r d «en su salsa». Un Ma-
Alí-Babá, durante m á s de dos siglos, admiraba, emporio de grandezas y drid que podía ser recorrido en un
Por lo cual, él s u p o n í a que M a d r i d de bellezas. Y presumo la enorme par de días, pues que su p e r í m e t r o
urbe h a b í a de ser competidora me- desilusión de Pepe Bonaparte al co- tapiado—que no amurallado—tenía

Ayuntamiento de Madrid
Puerta de Recoletos. E n verdad que
Pepe Bonaparte no tenía por q u é
saber las riquezas que se almacena
ban—con orden y concierto—en
aquellos caserones de caras feas,
viejas y hasta a r t r í t i c a s , de los que
eran d u e ñ o s : el duque de Medina-
celi, en la Carrera de San J e r ó n i m o ,
donde hoy se levanta el H o t e l Pa-
lace—; el duque de H í j a r , en l a mis-
ma Carrera, por encima del hoy
Congreso de los Diputados; el duque
del Infantado, en las Vistillas de San
Francisco; el del m a r q u é s de Alca-
ñices, en la calle de Alcalá, donde
hoy presume «de buenas e n t r a ñ a s »
e! Banco de E s p a ñ a ; los condes de
Cervellón, en la calle de Santa Isa-
bel; el p r í n c i p e de Anglona, en la ca-
lle Sin Puertas; el de los Lasso de
Castilla, en la Plaza de la Paja, el
r
d . Revillagijedo, en la calle del Sa-
cramento; el de Osuna, en la calle
de Leganitos; y tantos otros, seme-
jantes en fealdad física, encubridora
de almas pletóricas de primores.
Sólo admiraban, por su arquitectura
exterior, muy pocos palacios: el de
Alba y L i r i a , ladero a la Plazuela de
Aflijidos; el de A l l a m i r a , en la calle
de. la F l o r Alta; aquellos que pre-
sentaban las h e r m o s í s i m a s porta-
das de Pedro de Ribera: el de Oña-
te, a la entrada de la calle Mayor, el
de Miraflores, en l a Carrera de San
J e r ó n i m o , el que fue de los Manza-
nedo, en la calle del Príncipe con

como puntos de enlace: Puerta de Toledo y S e g o v i a - , Campo del Mo- vuelta a la de las Huertas; el del
Alcalá, Buen Retiro, Olivar de Ato- ro, M o n t a ñ a del Príncipe Pío, Por- m a r q u é s de Perales, en la calle de la
cha, Puerta de Atocha, el poker tillo de San Bernardino, Ronda del Magdalena, y el del m a r q u é s de la
de Rondas—Atocha. Embajadores, Conde Duque, Puerta de Fuencarral, Torrecilla, en la calle de Alcalá.

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Pero si estaban muy a su vista—de raíso»...—en los que convivían píca- lector de Voltaire y Diderot que fue

aguilucho napoleónico—, dándole los, pretendientes en Corte, buhone- Pepe Bonaparte—enciclopedista en-

motivos para la reflexión, tantas ca- ros, arrieros, busconas a l i ñ a d a s de tusiasta y masoncete convencido

ajos y monsegas—; y aquellos pocos é l — o b s e r v a r í a aquel p i n t o r e s c o — ¡ y


lles sin alcantarillado y casi sin ace-
y nada ostentosos teatros—con artri- no feo, caramba!—panorama de cha-
ras, empedradas con las famosas
piteles y cimborrios, entre los que
«cabezas de perro» de pedernal, tis en paredes y techumbres: «del
no faltaban los de ascendencia mo-
abundantes en polvos o lodos; y Príncipe», «de la Cruz», «de los Ca-
risca.
aquellos cafés destartalados—«La ños del Peral»—... Pero, antes que

Iberia», «La Cruz de Malta», «La nada, si Pepe Bonaparte se asomaba Pero me importa aclarar el por
Fontana de Oro», «El Príncipe», «La a los balcones altos del maravilloso qué de la falsedad y de la injusti-
Esmeralda», «Levante»—con sus Palacio Real, las c ú p u l a s y torres cia al calificar al rey José, siempre
grandes braseros de b r u ñ i d o azófar con chapiteles de... ¡los 69 conven- bien trajeado y perfumado, como
y sus bronceados y mortecinos quin- tos y 19 parroquias con que contaba «el Rey Plazuelas». Porque no sólo

qués; y tantas fondas y posadas aquel M a d r i d p e q u e ñ i t o y p o b r e t ó n durante su efímero reinado—pletó-

—«Los Leones de Oro», «El Caballo y... «tan venido a m e n o s » . . . ! Es de rico de sobresaltos y de mieditis—

Blanco», «La Vizcaína», «Las Cuatro suponer que l a suave sonrisa excép- no fue abierta ni una sola, sino que

Naciones», «El Maragato», «El Pa- tica con que aquel empedernido desaparecieron muchas de las exis-

LAS R E N U N C I A S D E BAYONA.

Ayuntamiento de Madrid
tcntes, como prueban de modo con-
cluyeme los planos de la V i l l a y
Corte anteriores y posteriores «in-
m e d i a t a m e n t e » al reinado bonapar-
tino. S i se examina el Plano de Ma-
drid, obra de don Tomás López,
geógrafo de S. M . , levantado en

1785, y relativamente calco sobre


el magnífico mapa de la capital que
trazó—1769—don Antonio Espinosa
de los Monteros, en él puede se-
ñ a l a r s e casi medio centenar de pla-
zuelas y plazas aplazueladas, algu-
nas con nombres tan pintorescos
como «de Afligidos», «del Alcanta-
rillado», «del Beso», «del Espejo»,
«del Gato», «de la Leña», «de Le-
ganitos», «de la Paja», «de la Ar-
m e r í a » , «de los Pajes de S. M.», «de
Moriana»...

Pues bien, en la primera edición


—1831—del puntualísimo Manual
histórico - topográfico - estadístico, y
descripción de Madrid, obra inme-
jorable, en su tiempo, del mejor y
del mayor de los notarios de la V i l l a
y Corte, don R a m ó n de Mesonero
Romanos, se comprueba la desapa-
rición de varias de tales plazuelas.
Y por el contrario, la novedad de al-
gunas plazuelas ensanchadas y de
unas plazas de nueva formación. E s serable de su caserío para ganar es- formada luego de la consulta m i

de justicia reconocer que José Bo- pacios libres en los que disponer n u d o s a de los planos de Witt. Te-

naparte fue uno de los primeros y jardines, plazas ajardinadas, plazas xeira, P l a n i m e t r í a General, Espino-

m á s entusiastas urbanistas del M a - nudos-claves para la mejor circula- sa y López, y de los libros de Cap-

drid c o n t e m p o r á n e o . Urbanista muy ción de personas y vehículos. A l ex- many y Mesonero Romanos. Las
consciente, muy enterado de las ne- celente cronista de M a d r i d don Car- obras urgentes Josefinas en M a d r i d
cesidades de la urbe y de cuanto a los Cambronera—en colaboración fueron éstas: «Los famosos derri
la urbe le sería de la m á x i m a uti- con el erudito don H i l a r i o Peñas- bos verificados por el Gobierno
lidad. P o r ello, apenas llegado a la co de la Puente—debemos la inte f i a n c é s , y que tanto mencionan en
capital, c o m p r e n d i ó la urgencia «de r e s a n t í s i m a síntesis de la obra ur- detalle los modernos cronistas de
r o m p e r » aquella m a r a ñ a sucia y mi- bana de Pepe Bonaparte, síntesis M a d r i d , fueron los siguientes: par-

Ayuntamiento de Madrid
V I S T A de la F U F . N T R c e r c a do la P U F , U T A de A T O C H A en M A D R I D .

V. .1.- la l ' O N T ' A I N K p t . s . l - la l ' O R T K d ' A T O C H A a M A D I U I ) . jj V J R W o f (he F O U N T A I N «car (lie A T O C H A C / A T K a( MADÍ

te de la manzana 343, donde se íor- San Ildefonso, hoy t a m b i é n Merca- d e s p u é s de Isabel II, y desde el Mo-
m ó la Plaza del Carmen; el Con- d " del mismo nombre; la manza- nasterio de l a E n c a r n a c i ó n hasta
vento de Santa Ana, que se convir- na 221, en que estaba el Convento las accesorias de la Iglesia de San-
tió en lo que hoy es la Plaza del de Santa Catalina, entre la calle del tiago, comprendiendo en este espa-
P r í n c i p e Alfonso, a ñ a d i e n d o , para cio el Juego de Pelota, la Bibliote-
Prado y la Carrera de San Jeró-
regularizar ésta, el resto de la man- ca Real, el J a r d í n de la Priora, los
nimo, cuyo solar fue d e s p u é s ven-
zana 215, que se c o m p o n í a de casas Caños del Peral y diez manzanas
dido a particulares; la Iglesia de
particulares; parte de la manza- de casas que formaban la Plaza del
San M a r t í n ; el Convento de J e s ú s
na 288, que ahora es la Plaza del Teatro del Baile de M á s c a r a s y las
y el de la Pasión, que estaba al lado
Rey, comprendiendo el antiguo ca- calles del Tesoro, de Santa Cata
de la Iglesia de San Millán, esqui-
llejón de las Siete Chimeneas, que lina la Vieja, de San B a r t o l o m é , del
na a la calle de las Maldonadas.
hacía escuadra en el ángulo donde Recodo, de la Parra, del Buey, del
se unen el Banco de Castilla y el Requieren especial m e n c i ó n los de-
Carnero, parte de la calle del Espe-
Circo de Price; el Convento de los rribos llamados de la Plaza de jo, que era muy irregular, la de
Padres Premostratenses, hoy Mer- Oriente y calles contiguas: alcan- Santa Clara, que no lo era menos,
cado de los Mostenses; la Iglesia de zaron desde Palacio hasta la Plaza y la plaza de este ú l t i m o n o m b r e . »

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E s decir, que a Pepe Bonaparte integraban el Campo de la Lealtad de gran belleza por dentro, así el
se le debe la formación de la plaza —donde fueron fusilados en 1808 de los Alvarez de Toledo, s e ñ o r de
acaso m á s bella de M a d r i d : la de tantos patriotas—para preparar en Villafranca, en el que se hospeda-
Oriente; la a m p l i a c i ó n de la actual gran amplitud la actual Plaza de ban en sus estancias breves en Ma-
la Lealtad. L a demolición de los
de Isabel II. Pero a ú n cabe apun- drid los reyes Juan II y Enrique I V ;
restos del Convento de Agustinos
tar en «el h a b e r » urbanístico de el de los condes de Lemos, el del
—parte del antiguo colegio de do-
aquel monarca el derribo de las m a r q u é s de Auñón, el de los Pimen-
ñ a María de Aragón—, en la plaza
manzanas de casas que u n í a n las tel, el de Noblejas... Y acaso gran
que ahora se llama de la M a r i n a
calles del Prado y la de Espoz y vergüenza de esta u r b a n i z a c i ó n fue-
E s p a ñ o l a , y antes, de los Ministe-
M i n a , haciendo desaparecer el ca- ra el derribo de la Iglesia de San
rios; plazuela que hasta 1810 era
llejón del Beso, para así formar la una rinconada sucia y maloliente, Juan, en la plazuela de su nombre,
actual Plaza del Angel. E l derribo con salida ú n i c a a la Plaza de la entre las calles de la Cruzada y de
de parte del Convento de Capuchi- Encarnación. Santiago, parroquia en cuya bóve-
nos de la Paciencia, para ampliar da fue sepultado Diego Velázquez...
Acaso sea de lamentar que los
la hoy Plaza de Bilbao. E l derribo Y t a m b i é n que desaparecieron algu-
derribos de los alrededores del Pa-
de la manzana 343 y el del anexo nos callejones de pintorescos nom-
lacio durante el reinado bonapar-
del Convento del Carmen, para am- bres: Quebrant apiernas Garay,
tino hicieran víctimas de este es-
pliar la plaza del mismo nombre. pasmo u r b a n í s t i c o algunos casones Buey, De la Parra...
L a d e s a p a r i c i ó n de las jorobas que de la nobleza, feos por fuera, pero F. C. S DE R.

Ayuntamiento de Madrid
MADRID SIGLO XIX: EL

Dos fueron los proyectos isabeli-


nos que pueden considerarse deci-
sivos para la u r b a n i z a c i ó n y el pro-
greso de M a d r i d : la t r a í d a de aguas
del Lozoya, obra de Bravo M u r i l l o
(1858) y el Real Decreto por el que
se a p r o b ó en 1860, el llamado Plan
Castro, para el ensanche de la villa,
al producirse la que puede llamarse
su segunda crisis de crecimiento. L a
primera fue a principios del siglo
X V I I , cuando se consolida la capi-
talidad con Felipe III. E l plan de
ensanche de don Carlos María Cas-
tro, coincidió en el tiempo, con la
decisión del tan isabelino don José
Salamanca, de lanzarse a la edifica-
ción del que iba a ser futuro barrio
de su nombre.

E l plan de Castro, estaba calcu-


lado para un M a d r i d de 450.000 ha-
bitantes. E l ilustre ingeniero (tam-
bién los ingenieros se equivocan),
no pensaba que tal cifra se alcan-
zase antes de cien a ñ o s . Sin duda,
don Carlos sabía m á s de topografía
urbana que de los f e n ó m e n o s de-
mográficos, ya que antes de los cua-
renta años, o sea, antes de 1900, la
capital de E s p a ñ a alcanzaba el me-
dio millón de almas. Y no digamos
lo que ha ocurrido en los ú l t i m o s
treinta a ñ o s contra todas las pre-
visiones.

Ciertamente, una ciudad no con-


siste ú n i c a m e n t e en trazar cuadrícu-
las sobre un papel vegetal, con in-
dicaciones de vías p ú b l i c a s , zonas
de edificación y zonas verdes. Hay
que pensar que la ciudad ha de es-
tar habitada por seres humanos y
éstos tienen unas necesidades ele-
mentales y vitales, que la ciudad ha

Ayuntamiento de Madrid
BARRIO DE S A L A M A N C A
(URBANIZACION EUROPEA,
ARQUITECTURA VULGAR, PRIMERAS
COMODIDADES MODERNAS)

Por Juan Antonio C A B E Z A S

de satisfacer. L a coincidencia del


proyecto de expansión urbano de
Madrid quizá decidió al financiero
m a l a g u e ñ o , financiero romántico
(aunque esto parezca una a n t í t e s i s ) ,
a iniciar su fabulosa p r o m o c i ó n in-
mobiliaria, precisamente entre los
a ñ o s 1860 y 1862.
Tenía Salamanca en su poder gran
cantidad de millones de reales, en
acciones y obligaciones de las dis-
tintas empresas ferroviarias, de las
que h a b í a sido principal propulsor.
Las tenía en espera de m á s altas
cotizaciones, cuando un insospecha-
do golpe de especulación se las
echó al suelo. Salamanca se vio
arruinado.
Fue entonces cuando p e n s ó en la
edificación inmobiliaria, como me-
dio de rehacer su fortuna. E l h a b í a
operado siempre en sus negocios al
socaire de la política. E n aquel Ma-
drid en pleno crecimiento, que iba
a ser dotado de confluentes ferroca-
rriles, carreteras radiales y otros
adelantos, como los t r a n v í a s urba-
nos tirados por m u í a s , bien necesi-
taba un ensanche de su zona urba-
na, a nivel europeo. T a l fue el pen-
samiento de don José.
Para aquel entonces, ya h a b í a n si-
do derribados los ú l t i m o s restos de
la cerca vulgar (que no muralla)
sin torres y con portillos en vez de
puertas monumentales, construida
en tiempos de Felipe I V , que cerca-
ba el caserío, tal como se ve en el
plano de Teixeira, utilizada «no con
fines bélicos sino a d u a n e r o s » , como
bien dice Sainz de Robles. E l case-
río urbano de la villa se derrama-
ba a n á r q u i c a m e n t e , por colinas y

L U S T R A C I O N E S D E S A N C H A 75

Ayuntamiento de Madrid
che residencial de M a d r i d . E l que
treinta a ñ o s d e s p u é s se l l a m a r í a por
antonomasia el «Barrio», con urba-
nización europea, hermosos buleva-
res, vulgar arquitectura, salvados al-
gunos palacios de estilo francés,
pero en cuyas calles se instalaron
faroles de gas, los primeros t r a n v í a s
de m u í a s primero y eléctricos des-
p u é s desde 1899. E n sus «nuevos iti-
nerarios m a d r i l e ñ o s » , describe don
Julio de R a m ó n Laca, el disco 3 (Sa-
lamanca-Sol-Quevedo») uno de los
m á s populares. Pero en los interio-
res de las viviendas, se instalaron
los primeros ascensores, termos pa-
ra agua caliente, cocinas para car-
bón de piedra, gas del alumbrado y
cuartos de b a ñ o . E r a n los lujos de
la aristocracia y la b u r g u e s í a adine-
rada de la época.

GEOMETRIA Y ESPIRITU DEL


«BARRIO».

Este gran tablero de damas, con


28 calles rectas que se cortan per-
pendicularmente, fue levantado des-
de 1870, sobre lo que hasta enton-
ces h a b í a n sido fincas r ú s t i c a s ale-
jadas de la villa. E n realidad fue
construido como una consecuencia
del sistema e c o n ó m i c o que se llamó
liberal o del libre cambio. Por eso,
al lado de unas cuantas familias
a r i s t o c r á t i c a s que levantaron allí
sus palacios, la gran m a y o r í a de la
edificación fue ocupada por la bur-
guesía comerciante y los profesiona-
les de la clase media acomodada.
E n el barrio de Salamanca vivieron
todos los políticos de alguna fama,
en el vértice de los dos siglos. Mu-
chos literatos y artistas de nombre
y gran parte de los profesionales,
médicos, ingenieros, abogados, ar-
quitectos, cuyos hijos iban con los
de la aristocracia a los importantes
colegios de pago, allí establecidos.
De ese c o m ú n denominador del di
ñ e r o y la convivencia de las nue-
vas generaciones, surgieron los ma-
trimonios entre la aristocracia me-
tida en negocios y la mesocracia adi-
vaguadas, como viene ocurriendo k i l ó m e t r o s cuadrados (en su mayo-
desde entonces y seguirá, pese a nerada, lo que ha determinado esa
ría sembrado de cereales y algunas
los sucesivos planes de ordenada ur- nueva clase social típica del barrio
p e q u e ñ a s granjas), en lo que forma
banización. de Salamanca, que va a misa de dos
hoy el trapezoide urbano denomina- a la Iglesia de la Concepción o la
Salamanca decide entonces una do barrio de Salamanca, entre A l - del Colegio del Pilar, asiste a los es-
de sus operaciones geniales de gran calá y María de Molina, Recoletos, trenos, los conciertos y otros espec-
especulador: Compra a precio de Castellana y Francisco Silvela. Sa- táculos caros. Supone una «élite» re-
tierras de pan llevar, una extensión lamanca iba a edificar (y sus dis- finada, cultivada espirltualmente,
de terreno de aproximadamente dos gustos le c o s t ó ) , el primer ensan- aunque salvemos todas las excepcio-

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nes que confirman la regla, pero g e o m é t r i c a del barrio, donde una talidad municipal y llevado al alma-
que no puede estar representada estatua de J e r ó n i m o Suñol, repre- cén de la villa, mientras duran las
por los «hijos de papá», m á s o me- sentaba en bronce al gran financie- obras. Con tal motivo a p a r e c i ó don
nos «ye-yes», que frecuentan las te- ro del siglo X I X . Allí estaba don J o s é en las primeras planas de los
rrazas de la calle de Serrano. José desde los a ñ o s veinte, con la periódicos. ¿Qué p e n s a r í a el mala-
Hoy el barrio de Salamanca, des- mano en el bolsillo, cara a la calle gueño ilustre, precursor de los ne-
pués de casi cien a ñ o s de transfor- de Ortega y Gasset (antes Lista), gocios en los que él se a r r u m ó y los
maciones urbanas y fusiones demo desde donde contempla con su ha- de ahora se hacen millo-íarios? Qui-
gráficas, tiene una personalidad acu- bitual d e s p r e o c u p a c i ó n , la gran obra zá don J o s é desde esa ? itanita—te-
sada y un espíritu, dentro del ur- urbana que lleva su nombre. Desde levisión del m á s allá- >or la que
banismo m a d r i l e ñ o . Tiene hasta una allí se ve que t o p o g r á f i c a m e n t e , el se ve con claridad * sólo da e!
literatura: entre otras muchas obras, barrio está montado sobre tres ejes tiempo a las cosas eñales, vea
ahí e s t á n dos ensayistas biógrafos, verticales: Goya, Ortega y Gasset, cuales fueron sus c ^s. Y com-
el Conde de Romanones y don Luis Juan Bravo. Y sobre otros tres ho- prenda que entonce. 'na pro
Araújo Costa, que escribieron: uno rizontales: Velázquez, Serrano, Ge- tección estatal, p l a ñ e " irrollo,
la biografía del M a r q u é s de Sala- neral Mola (antes Príncipe de Ver- ni otros procedimiento rapar
manca y otro la biografía del «ba- gara). Lo d e m á s , salvo Alcalá que los grandes negocios.
rrio». Y dos novelistas c o n t e m p o r á - es una especie de p ó r t i c o del ba-
neos, Manuel Halcón y Juan Anto- rrio, son calles sin personalidad ur-
nio Zunzunegui, que recogieron en bana. Con todo el barrio de Sala-
manca «europeizó» u r b a n í s t i c a m e n - POR Q U E F R A C A S O S A L A M A N C A
sendas obras el ambiente, el espíri-
tu y las peculiaridades urbanas y te a M a d r i d . Fue el gran estirón del
sociales, del barrio de Salamanca. M a d r i d novecentista. Don José Sa- Después de haber sido ministro
lamanca fue el precursor de la es- de Hacienda, financiero, organiza-
peculación del suelo y de la crea- dor de empresas, entre otras de las
ción de la inversión inmobiliaria. principales líneas ferroviarias y te-
JUNTO A LA ESTATUA D E L Tal inversión lo llevó a la ruina, pe- legráficas de E s p a ñ a , como buen
FUNDADOR. ro le a s e g u r ó la inmortalidad. enamorado del progreso, Salaman-
Recientemente, y con ocasión de ca fue un gran señor del siglo X I X :
Para conocer a fondo el espíritu instalar una estacionamiento subte- desprendido, fastuoso, dominado
del barrio de Salamanca, había que r r á n e o bajo la plaza de Salamanca, por la pasión del boato, confiado
entrar en esa glorieta ajardinada, la estatua del financiero fue baja- en su buena estrella, tres veces fue
la única que rompe la m o n o t o n í a da del modesto plinto de su inmor- multimillonario y tres veces se

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a r r u i n ó , la ú l t i m a para no recupe- crítica de la Hacienda española, los de los bulevares, que fueron su or-
rarse. Fue un hombre de esos que acontecimientos políticos y que Sa- gullo: Velázquez y General Mola
de acuerdo con la frase de Dumas, lamanca se encontraba entonces (antes Príncipe de Vergara) y el
creen que «los negocios son el di- muy alejado de la confianza del cruce de nueva línea del Metro Ca-
nero de los d e m á s » . De como lo que Gobierno, la o p e r a c i ó n fracasó y la llao-Ventas, por el subsuelo del bu-
pudo ser el mejor de sus negocios ruina fue inevitable. levar de Juan Bravo. P e r d e r á algu-
fue su ruina total, vamos a saber- nas cosas y g a n a r á otras. Pero siem-
lo, por ese documento en que des- Hoy el barrio de Salamanca, cuyo pre será, como dijo su fundador,
cubre a sus hijos, la quiebra total d r a m á t i c o origen acabamos de ver, «el barrio m á s c ó m o d o de Madrid».
de su fortuna. E l documento, reco- está a punto de sufrir la gran trans-
gido por el Conde de Romanones, formación urbana: la d e s a p a r i c i ó n J . A. C.
dice a s í : «Una de las cosas que m á s
disgustos me ha dado es la cons-
trucción del barrio que lleva m i
nombre. Ese ha sido otro negocio
fatal. E n 1862, y 63 los negocios so-
bre terrenos de ensanche de pobla-
ciones estaban muy a favor. M a d r i d
tomaba gran desarrollo y su pros-
peridad era manifiesta. Se pagaba
el pie del terreno en la Puerta del
Sol a 27 duros; la p o b l a c i ó n no te-
nía donde vivir y los alquileres al-
canzaban p r e c i o s fabulosos. E l
Ayuntamiento de M a d r i d a c o r d ó el
ensanche, y yo concebí el amparar-
me de la parte del terreno que en
el nuevo ensanche fuese mejor si-
tuado por su o r i e n t a c i ó n y condicio-
nes higiénicas para hacer un nuevo
Madrid. Entonces c o m p r é aproxima-
damente 12 millones de pies de te-
rreno, d e t r á s de Recoletos y de la
fuente Castellana. Pensé formar una
sociedad con financieros de Lon-
dres, pero fracasó el negocio, por-
que la cuestión pendiente entre el
Gobierno español y aquella Bolsa,
sobre los cupones de la Deuda, im-
pidió la cotización y formación de
m i sociedad.» Y d e s p u é s de otros
razonamientos y explicaciones de
menudos detalles concreta Salaman-
ca: «Después de concluida una ca-
sa, para hacer otra, por lo que me
tenía de coste m á s de 120 reales el
pié sólo me daban 60 reales. Es de-
cir, el cincuenta por ciento, d á n d o -
la en hipoteca y aun en retroventa.
Con esa lucha he llegado a cons-
t r u i r el barrio m á s c ó m o d o de M a -
drid. Y a está hecho, pero yo estoy
arruinado, y de esto no tengo que
hacerme ilusiones. Vamos a m i si-
tuación actual, vine a ser propieta-
rio de 50 casas, 13 hoteles y 18 mi-
llones de pies de terreno, que me
t e n í a n de coste m á s de 90 millones
de reales.» Salamanca trajo a q u í
un gran financiero francés, fue él
mismo a París, pero cuando ya es-
taba a punto de hacerse la sociedad
que salvase su situación, por la muy

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ENSANCHE DE MADRID.

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E l P l a n d e E n s a n c h e d e 1 8 6 0
Por MINEft OT AMEN D)

ClJANDO Jovellanos expone a Floridablanca, en 1787, Llega el X I X . L a villa está a punto de reventar. L a
la ineludible necesidad de preparar el ensanche de crítica municipal no ve con buenos ojos la edifica-
Madrid, la villa y corte vivía encorsetada en la ción en altura; pero los arrabales de C h a m b e r í , Ven-
cerca que se le fabricó en 1625. Huertas y espacios tas, Yeserías, camino de Extremadura, e s t á n crecien-
abiertos h a b í a n sido ya codicia del afán especulativo; do en « m a n c h a de aceite»... L a capital se hace cora-
la población se hacinaba y encontrar vivienda cons- zón del alzamiento contra los franceses y palenque
de las luchas políticas internas. Son cincuenta años
tituía problema de muy difícil solución. Se D o d í a adi-
en los que M a d r i d no se amplía, pero abre un poco
vinar ya como remedio la construcción en altura.
su organismo en una especie de t r a q u e o t o m í a urbana
al demoler viejos caserones y convertirlos en plazas.
Aquella sugerencia de Jovellanos no h a b r í a de te-
Dos hechos importantes, sin embargo, están incubán-
ner efectividad hasta setenta años después. E n ese dose: el plan de ensanche y la t r a í d a de agua del Lo-
siglo se suceden dos reinados importantes para Ma- zoya. E n 1857 Claudio Moyano, ministro de Fomento,
drid en su fisonomía interior: los de Felipe V y Car- era autorizado para estudiar y formular un proyecto
tos III. De aquel tiempo es el m a r q u é s de Vadillo de ensanche de M a d r i d . E n 1858, una palmera insólita
como alcalde, y como realizadores, los arquitectos Pe- crecía s ú b i t a m e n t e en la calle de San Bernardo; era
dro de Ribera, Sachetti, Churriguera, Sabattini, Ven- el agua en surtidor que llegaba desde la Sierra. Dos
tura Rodríguez y Villanueva. M a d r i d no se ensancha, acontecimientos fundamentales para el inmediato fu-
M a d r i d se perfecciona. turo de la villa.

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Dentro de su cintura de adobe, M a d r i d va tratando
de conformarse a su realidad en lo posible. L a habitan,
según el censo de Floridablanca, unas 165.000 personas.
Roma entonces no tenía m á s . Se h a b í a adornado con las
fuentes de Ribera en la Puerta del Sol, Antón Martín
y Red de San Luis, y las del paseo del Prado; con la
ermita de la Virgen del Puerto y el puente de To-
ledo, con el Palacio Real, con los de Perales y Mira-
flores, con las iglesias de Montserrat, San Cavetano,
San José, San Miguel y Las Salesas; con las puertas
de Alcalá y de San Vicente; con la Casa de la Adua-
na... M a d r i d iba dejando de ser aquella «capital po-
bretona y c h u r r e t o s a » , que dice Sainz de Robles.

Los primeros lustros del X I X son de d e s t r u c c i ó n :


primero, por la guerra contra los franceses; segun-
do, por las ideas u r b a n í s t i c a s de los franceses De
las 8.000 casas que Mesoneros registra en la primera
edición de su Manual, se desciende a 6.650 en 1844.
Causas de esa diferencia son, según el propio Meso-
nero, las demoliciones de la guerra y las que siguie-
ron para abrir las plazas de Oriente, San Miguel, Pro-
greso, Santa Ana, Santo Domingo, del Angel y otras.
Este deseo de apertura prosigue a ñ o s d e s p u é s , y me-
diado el siglo nacen los pasajes o pasadizos, como el
de la Alhambra, Matheu, Iris, De Murga...

M a d r i d está suspirando ya por su ensanche. Las


nuevas edificaciones repiten su m ó d u l o con una insis-
tencia que encocora a F e r n á n d e z de los Ríos: pare-
cen cortadas por un mismo p a t r ó n , bien miserable
por cierto, o fundidas en un mismo molde ya por for-
tuna roto: tres hiladas de sillería (de ordenanza) como
base; un muro de ladrillo con huecos que, por la igual-
ded de sus dimensiones, p a r e c í a n cortados con un sa-
cabocados; un alero y cornisa con canecillos de ma-
Ventura Rodríguez, por Goya.
dera, revoco de a l m a z a r r ó n figurando ladrillo, o de
ocre queriendo fingir piedra de Colmenar; jambas, im-
posta y cornisas, fingidas t a m b i é n con brocha gorda;
sencillos balcones con r o d a p i é de madera y, a veces,
enormes persianas de dos hojas pintadas de verde
chillón; y, por coronamiento, ventanas aguardilladas».
Dentro de esas casas se hacina el vecindario: «apiñe-
mos gente—dice L a r r a - en estas diligencias paradas
y vivan todos como de viaje. Cada h a b i t a c i ó n es en el
día un baúl en que e s t á n las personas empaquetadas
EL MADRID DE ENTONCES
de pie, y las cosas en la posición que requiere su na-
turaleza; tan apretado está todo que, en caso de apu-
Que M a d r i d es crisol donde se funden gentes de toda ro, todo p o d r í a viajar sin r o m p e r s e » .
clase, provincia, país o condición, está a la vista; pero
eso no es de ahora. H a sido de siempre. Salas de Bar-
badillo se admiraba de que tantas naciones diversas Las medidas desamorlizadoras afectan a numerosos
en lengua y traje vivieran a q u í en correcto entendi- conventos y casas de vivienda que en un 35 por 100
miento. E l siglo X V I I I formaliza, con el triunfo de los del total de la V i l l a eran de beneficio eclesiástico. Se
Borbones, el establecimiento de la corte y atrae a la abren m á s plazas, se construyen mercados, se remo-
villa, donde funda casa, a toda la nobleza española. delan amplios sectores. Pontejos se acredita como alcal-
Este asistir al rey en su palacio y a c o m p a ñ a r l e allí don- de. Antes que Castro comience a estudiar el Plan de
de fuera se h a b í a iniciado ya el siglo anterior; pero es Ensanche por encargo de Claudio Moyano, M a d r i d se
en el setecientos cuando esta presencia y permanencia envanece con su palacio del Congreso, su Teatro Real,
nobiliaria provoca la creación de p e q u e ñ a s industrias, su Universidad, sus museos, su paseo de la Castellana.
la apertura de pretenciosos establecimientos, la afluen Y la población va disciplinándose en la nueva urba
cia de licenciados de la milicia en busca de un puesto nística.
en la A d m i n i s t r a c i ó n , de segundones para medrar, ae
ingeniosos para brillar, de vagabundos y maleantes, A partir de 1840, el clamor por el ensanche es uná-
picaros y ambiciosos. nime. Mendizábal quiso hacer una nueva muralla que

Ayuntamiento de Madrid
abarcara el paseo de la Castellana y el arrabal de Cham-
berí. Juan Merlo redacta un plan de ensanche, referido
sólo a la parte septentrional, que c o m p r e n d í a desde
el Retiro a la fuente Castellana y de aquí al Buen Su-
ceso. (AI Ayuntamiento, inspirado por Mesonero, le pa-
reció excesivo y no lo aceptó.) Diez a ñ o s m á s tarde la
Corporación aprobaba el plan de Castro, enormemente
superior al del ingeniero Merlo

EL PLAN DE ENSANCHE DE 1860

Por Real Decreto de 3 de abril de 1857 se autoriza la


realización de un proyecto de ensanche de Madrid; la
comisión que se constituye está presidida por el inge-
niero don Carlos María de Castro. E l crecimiento de la
población, las beneficiosas consecuencias en orden al
desarrollo que se esperan de la traída de agua del
Lozoya y las que indudablemente ha de producir en
las comunicaciones el trazado del ferrocarril, esas son
las razones, según el Real Decreto, que abonan la con-
veniencia de estudiar un amplio plan de ensanche.
Castro concluyó su proyecto en 1859, y el 19 de julio
de 1860 otro real decreto lo sancionaba.

E n la memoria descriptiva don Carlos María Cas-


tro señala las c a r a c t e r í s t i c a s que ha querido dar a su
plan. Podemos sintetizarlas así:

Primera. E l nuevo recinto no e s t a r á limitado p o r u ñ a


tapia, sino por un paseo de ronda y un foso exterior.

Segunda. S u trazado será en cuadrícula, con calles


orientadas en dirección Norte-Sur y Este-Oeste, para
evitar los vientos dominantes. Villanueva, por Coya.

Tercera. Zonificación: industria en C h a m b e r í ; barrio


a r i s t o c r á t i c o en la Castellana; b u r g u e s í a en el de Sala-
manca; población obrera al otro lado del Retiro, hacia
el sur de M a d r i d ; población rural, hacia el Oeste, entre
Embajadores y el puente de Toledo.

Cuarta. Disgregación de establecimientos provocado-


res de a g l o m e r a c i ó n urbana, como campos de deportes,
con las dedicaciones a Doctor Esquerdo, Francisco
teatros, mercados, cuarteles, 'hospitales, iglesias, es-
Silvela, J o a q u í n Costa, Raimundo F e r n á n d e z Villaverde
cuelas, etc. y Reina Victoria, espera su a d a p t a c i ó n a las nuevas
Quinta. Trazado de arterias principales (30 metros exigencias.
de anchura y con bulevar) asistidas por otras secunda-
Hasta 1868 no se d e r r i b ó la cerca. Medía 13.146 me-
rias (15 metros de anchura).
tros y abrazaba una superficie de 777 h e c t á r e a s ; esa ex-
Sexta. Zonas verdes. tensión se a m p l i ó a 2.025 con el Plan Castro. E l derribo
de la cerca p e r m i t i ó que 42 calles procedentes del cen-
Séptima. Altura de edificaciones: planta y tres pisos. tro pudieran continuar su normal desarrollo. Este alar-
Octava. Cada manzana h a b r í a de tener un j a r d í n gamiento obligó a nuevas alineaciones en los barrios de
C h a m b e r í y Las Peñuelas que, como hemos dicho an-
privado, de superficie no inferior a la ocupada por la
tes, h a b í a n nacido a n á r q u i c a m e n t e extramuros Promo-
edificación.
vió asimismo la prolongación de la Castellana y de las
Para Castro, el río es barrera, frontera, y no debe re- calles de Bailen y de Amaniel en sentido Norte, es de-
basarse. E l ensanche, por tanto, se refiere al Norte y cir, hacia el cementerio de San Martín, donde hoy e s t á n
al Este, y su límite está, hoy mismo, muy determinado los campos deportivos de Vallehermoso. Por la misma
por ese paseo de circunvalación, gran reserva 1860 po- causa, los barrios de Arguelles y Pozas pudieron comu-
d r í a m o s denominarlo usando t é r m i n o s vinícolas, que. nicarse directamente con el interior de Madrid por las

Ayuntamiento de Madrid
calles de la Princesa y Ferraz, previo el derribo de los
muros de la Moncloa y la M o n t a ñ a del Príncipe Pío.

A la sazón, 1868, F e r n á n d e z de los Ríos, agrio comen-


tador del Plan Castro, señala que existen los siguien-
tes arrabales: T e t u á n y C h a m b e r í , al Norte; Prosperi-
dad y Guindalera, al Nordeste; al Este los de la Concep-
ción y E s p í r i t u Santo; al Sudeste, el de Vallecas; al Sur,
el de Toledo, pasado el puente; el de San Isidro, al
Sudoeste; y al Oeste, el de Segovia, que nacía al otro
lado de la Puerta de San Vicente, en la p r o l o n g a c i ó n
del paseo de la Florida.

Estos arrabales e s t á n fuera de la zona afectada por


el Plan de Ensanche. Ellos h a b r í a n de constituir, a ñ o s
d e s p u é s , motivo de p r e o c u p a c i ó n para los urbanistas,
hasta el punto de que, sin efectividad alguna, pero con
posibilidad j u r í d i c a , fue preciso que en 1896 se dictara
una ley por la que se ordenaba el estudio de un plan
de u r b a n i z a c i ó n del t é r m i n o de M a d r i d en u n radio de
ocho k i l ó m e t r o s a partir de la Puerta del S o l : primer
antecedente del Plan General de O r d e n a c i ó n Urbana del
Area Metropolitana de M a d r i d de 1961.

M a d r i d quedaba dividido en tres zonas de clara l i -


m i t a c i ó n : la del interior, la del ensanche y la de ex-
trarradio. E n el interior no cabía m á s que la descon-
gestión; en el ensanche, se inicia t í m i d a m e n t e la reali-
zación de lo proyectado; el barrio de Salamanca se
cuadricula. Nos llega el alumbrado eléctrico (1883) y
la electrificación permite j u b i l a r la tracción de sangre
en los t r a n v í a s y modernizar la incipiente industria:
Casa de la Moneda, fábricas de papel sellado y de cer-
vezas, talleres de tapices, laboratorios de la plata y de
la loza y el g a s ó m e t r o . . .

Timidez en la descongestión, timidez en el ensanche,


pero impulso creador extrarrondas, al margen de la
ordenanza y del plan. L a Ley del Suelo comienza a ha-
cerse necesaria. Se construye m á s en el extrarradio poi-
que el suelo es m á s barato. E l crecimiento de pobla-
ción, mientras en el ensanche es de un diez por ciento,
en el extrarradio es de un veinticinco.

Las leyes de 1876 y 1892 dan medios al municipio ma-


drileño para realizar las obras necesarias a fin de que
el Plan Castro tuviera cumplimiento: la legislación de
ensanche, el trazado de vías en el extrarradio y el plan
de u r b a n i z a c i ó n del t é r m i n o de M a d r i d tratan de poner
orden en aquel descompasado crecer. E l f e n ó m e n o y sus
consecuencias h a b r í a n de repetirse m á s de una vez a lo
ancho del siglo siguiente.

Cuando éste llega, la ciudad ha alcanzado los límites


marcados por Castro, los ha rebasado en algunos pun-
tos, y cuenta con una población de 576.538 habitantes.

E n la loma divisoria de aguas del arroyo Abroñigal


y del río Jarama, uno de los pocos urbanistas españoles
que ha interesado y sigue interesando en el extranjero.
Arturo Soria, comienza su ambiciosa Ciudad Lineal ..

MINER OTAMENDI

Ayuntamiento de Madrid
LA INFRAESTRUCTURA VIAL Y DE LOS
TRANSPORTES DE MADRID

Por A N T O N I O V A L D E S

Delegado de Circulación y Transportes

1. CONSIDERACIONES GENERALES

Desde los p r i m e r o s a ñ o s de esta d é c a -


d a , l a c a s i t r a d i c i o n a l i n s u f i c i e n c i a de l a
r e d v i a r i a de M a d r i d , h a presentado
problemas que preocupan seriamente
a l a o p i n i ó n p ú b l i c a . E x i s t i e r o n cier-
tamente, s i t u a c i o n e s a n t e r i o r e s m u y de-
ficientes, e n m u c h o s aspectos m á s gra-
ves que l a a c t u a l , p e r o en general pre-
s e n t a b a n d i f i c u l t a d e s locales que, s i b i e n
a veces e r a n i m p o r t a n t e s , no afectaban a l
c o n j u n t o de l a v i d a u r b a n a n i amenaza-
b a n u n a p a r a l i z a c i ó n de l a c i u d a d .
A m e d i d a que las p o s i b i l i d a d e s e c o n ó -
m i c a s de los m a d r i l e ñ o s h a n i d o a u m e n -
t a n d o , h a s t a s i t u a r s e a niveles d e l m i s m o
orden—al menos en cuanto a motoriza-
c i ó n — q u e l o de o t r a s grandes c i u d a d e s de
p a í s e s d e s a r r o l l a d o s , se n a i d o p o n i e n d o
de m a n i f i e s t o , m u y a c u s a d a m e n t e , c o m o
l a i n f r a e s t r u c t u r a de M a d r i d no estaba
p r e p a r a d a p a r a este d e s a r r o l l o .
E l i n c r e m e n t o de l a m o t o r i z a c i ó n h a
s i d o p r o b a b l e m e n t e u n o de los m á s r á -
p i d o s entre las grandes c i u d a d e s d e l m u n -
do o c c i d e n t a l y ello h a s i d o u n a de las E s m u y difícil d e f i n i r c u á l debe ser tos, puede d e c i r s e que M a d r i d tiene de-
razones p o r las que no h a h a b i d o tiem- e x a c t a m e n t e el e q u i l i b r i o deseable entre finidas s o l u c i o n e s a p l a z o r e l a t i v a m e n t e
po para preparar una ciudad proyectada el t r a n s p o r t e p r i v a d o y el c o l e c t i v o . E l largo—de 10 a 15 a ñ o s — t a n t o p a r a s u i n -
m u c h o s a ñ o s e i n c l u s o siglos, antes de e s t a b l e c i m i e n t o de este e q u i l i b r i o es u n a fraestructura vial c o m o c o m o para su i n -
que se p r o d u j e s e l a n u e v a s i t u a c i ó n . decisión política, pero condicionada por f r a e s t r u c t u r a de t r a n s p o r t e s .
L a r e a l i d a d a c t u a l es que en M a d r i d no unas posibilidades t é c n i c a s y e c o n ó m i - E s p r o b a b l e que las o b r a s que se cons-
es p o s i b l e u n uso c ó m o d o del a u t o m ó v i l cas que no se p u e d e n r e b a s a r y que de- t r u y a n en ese p l a z o no c o r r e s p o n d a n exac-
p r i v a d o , p e r o esa s i t u a c i ó n se p r o d u c e p e n d e n de las c a r a c t e r í s t i c a s de c a d a tamente a las s o l u c i o n e s h a s t a a h o r a p l a -
t a m b i é n en otras grandes c i u d a d e s que ciudad. neadas, p e r o es t a l l a i n e r c i a de las gran-
pretendieron acomodarse con m á s tiem- Las anteriores consideraciones pueden des o b r a s de i n f r a e s t r u c t u r a que es m u y
po y mayores posibilidades. L a concien- c o n t r i b u i r a c e n t r a r el p r o b l e m a de l a ''ifícil que d i f i e r a n e n g r a n m e d i d a de
c i a de esta r e a l i d a d en E u r o p a es m u y i n f r a e s t r u c t u r a v i a r i a de M a d r i d , c u y a re- las l í n e a s generales p r e v i s t a s .
reciente y puede s e ñ a l a r s e c o m o fecha f o r m a y a c o m o d a c i ó n debe c o n d i c i o n a r s e
i m p o r t a n t e en l a e v o l u c i ó n de l a menta- a u n a s o l u c i ó n a d e c u a d a del p r o b l e m a 2.1. Solución a la infraestructura vial.
l i d a d en c u a n t o a l t r a n s p o r t e en m u c h a s c o n j u n t o del t r a n s p o r t e en l a c i u d a d .
c i u d a d e s europeas, l a p r e s e n t a c i ó n en L a a m p l i a c i ó n a g r a n escala de l a ca-
L o n d r e s , en n o v i e m b r e de 1962, d e l infor- E s f u n d a m e n t a l p a r t i r de l a base de
que l a r e f o r m a de l a r e d v i a r i a , a ú n dis- p a c i d a d de l a r e d de c a l l e s de M a d r i d ,
m e de C . B u c h a n a n , que r e c o g i e n d o ideas s ó l o puede l o g r a r s e m e d i a n t e l a construc-
ya conocidas, expuso m u y claramente la p o n i e n d o de m e d i o s t é c n i c o s y financie-
ros i l i m i t a d o s , no puede r e s o l v e r p o r sí c i ó n de l a R e d A r t e r i a l , p l a n e a d a p o r e l
l i m i t a c i ó n de las grandes ciudades p a r a M i n i s t e r i o de O b r a s P ú b l i c a s e i n c o r p o -
a d m i t i r el l i b r e u s o de los coches. s o l a el t r a n s p o r t e u r b a n o . A s í se e v i t a r á n
m e d i d a s p o c o p o n d e r a d a s , que a l p r e t e n - r a d a y a a l P l a n G e n e r a l de O r d e n a c i ó n
P o r m u y grandes que sean las p o s i b i l i - d e r r e s o l v e r p r o b l e m a s s i n s o l u c i ó n , pue- Urbana.
dades de i n v e r s i ó n no s e r í a p o s i b l e ade- den destruir i n ú t i l m e n t e otros valores ur- L a R e d A r t e r i a l se p r o y e c t ó s o b r e l a
c u a r l a r e d v i a r i a de u n a c i u d a d de v a r i o s banos. base de u n e s t u d i o de t r á f i c o r e a l i z a d o
m i l l o n e s de habitantes—y m u c h o m e n o s en el a ñ o 1963, e x t r a p o l a n d o sus resulta-
si es t a n densa y c o m p a c t a c o m o M a d r i d — P o r o t r a parte, se j u s t i f i c a n s o l u c i o n e s ,
aue si b i e n no s o n i n d e f i n i d a m e n t e sufi- dos p a r a u n o s 20 a ñ o s , y a l a v i s t a d e l
p a r a que en c u a l q u i e r t i p o de viaje se d e s a r r o l l o de l a c i u d a d entonces existen-
p u e d a u t i l i z a r e l coche p r i v a d o . L a solu- cientes, p u e d e n s e r v i r de u n m o d o ade-
c u a d o a l a p a r t e del t r a n s p o r t e que en te. A I i n c l u i r s e l a R e d A r t e r i a l en el P l a n
c i ó n ha de basarse en u n o s t r a n s p o r t e s G e n e r a l de O r d e n a c i ó n de M a d r i d , h a
c o l e c t i v o s adecuados y en este s e n t i d o c u a l q u i e r c i r c u n s t a n c i a debe c o r r e s p o n d e r
al coche p r i v a d o , a d e m á s de ser i m p r e s - sido posible evitar la c o n s t r u c c i ó n en
se e s t á o r i e n t a n d o l a t r a n s f o r m a c i ó n de l o s terrenos que t o d a v í a no e s t a b a n ocu-
m u c h a s c i u d a d e s europeas. c i n d i b l e s p a r a l o s m e d i o s c o l e c t i v o s de
superficie. pados en el m o m e n t o del p l a n e a m i e n t o ,
S i n e m b a r g o , no puede pensarse en de f o r m a que en e l f u t u r o s e r á p o s i b l e
que s ó l o u n o s t r a n s p o r t e s c o l e c t i v o s ca- c o n s t r u i r u n nuevo s i s t e m a de grandes
paces y c ó m o d o s s e r á n suficiente en u n a v í a s s i n d e s t r u c c i o n e s i m p o r t a n t e s de l a
g r a n c i u d a d . E s p r e c i s o que s u r e d v i a - 2. SOLUCIONES A LARGO PLAZO. e s t r u c t u r a u r b a n a . A l p r o d u c i r s e l a re-
r i a sea capaz p a r a s e r v i r a q u e l l o s viajes s e r v a de terrenos es p r o b a b l e que l o p l a -
p a r a los que s o n i m p r e s c i n d i b l e s o s i m - A u n q u e establecidas de f o r m a algo par- n e a d o e n 1963-65 se m a n t e n g a m u y a p r o -
p l e m e n t e m á s c o n v e n i e n t e los coches p r i - c i a l y que p o s i b l e m e n t e h a b r á que re- x i m a d a m e n t e , pues otras s o l u c i o n e s a l -
vados. c o n s i d e r a r y c o o r d i n a r en ciertos aspec- ternativas s o n y a m u y d i f í c i l e s , a l haber-

Ayuntamiento de Madrid
se e x t e n d i d o e n o r m e m e n t e las nuevas ur- que p u e d a f o m e n t a r s e el uso de é s t o s en to de la d e m a n d a d e s b o r d a r í a m u c h o
b a n i z a c i o n e s en l a p e r i f e r i a de M a d r i d . el c e n t r o de l a c i u d a d p o r p a r t e de los antes las i n f r a e s t r u c t u r a s existentes.
L a R e d A r t e r i a l , que h a s i d o y a des- residentes en zonas p e r i f é r i c a s .
P o r e l l o , s o n i m p r e s c i n d i b l e s actuacio-
c r i t a en diversas p u b l i c a c i o n e s , c r e a fun-
nes p a r c i a l e s que v a y a n r e s o l v i e n d o , aun-
d a m e n t a l m e n t e , a d e m á s de nuevos ac-
2.3. Solución a la infraestructura del que sea i m p e r f e c t a m e n t e , las s i t u a c i o n e s
cesos, dos nuevas grandes v í a s de R o n d a
a l a c i u d a d , c o n c a r a c t e r í s t i c a s de auto- Metro. locales m á s d i f í c i l e s , t r a s l a d a n d o a s í los
p i s t a y, s i b i e n n o i n c l u y e o b r a s i m p o - p a n t o s de m a y o r c o n g e s t i ó n a o t r o s em-
tantes en zonas cjntncas, i n d i r e c t a m e n t e T a m b i é n e s t á p r e v i s t o el a u m e n t o sus- p l a z a m i e n t o s algo m á s h o l g a d o s , y que
b e n e f i c i a r á e n o r m e m e n t e l a c i r c u l a c i ó n en t a n c i a l de l a r e d d e l M e t r o de M a d r i d , p e r m i t e n m á s f á c i l m e n t e e s p e r a r a la en-
el c e n t r o a l e v i t a r q u e sea u t i l i z a d o c o m o ú n i c o m e d i o capaz de p r o p o r c i o n a r u n a t r a d a en s e r v i c i o de s o l u c i o n e s d e f i n i t i v a s .
paso de viajes u r b a n o s de l a r g o r e c o r r i - s o l u c i ó n a d e c u a d a a l t r a n s p o r t e de gran-
do. E n u n e s t u d i o de c o m p r o b a c i ó n de l a des m a s a s d e n t r o d e l c a s c o u r b a n o de l a
R e d A r t e r i a l se l l e g ó a l a c o n c l u s i ó n de c i u d a d y e s p e c i a l m e n t e p a r a los viajes de 3.1. Infraestructura vial.
que el t r á f i c o que u t i l i z a a c t u a l m e n t e e' trabajo con destino al centro.
eje N - S, - P l a z a de C a s t i l l a - A t o c h a , po- E n u n p l a z o que puede e s t i m a r s e infe
d r í a reducirse casi a la mitad, aunque H a s t a a h o r a l a l o n g i t u d t o t a l de las r i o r a dos a ñ o s , las calles de M a d r i d
u n a vez s u p r i m i d o e l t r á f i c o de l a r g o re- l í n e a s que e x p l o t a el M e t r o es de 33,4 h a n de e x p e r i m e n t a r u n a serie de sensi-
c o r r i d o s e r á u t i l i z a d o p a r a o t r o s viajes k i l ó m e t r o s , a b s o l u t a m e n t e i n s u f i c i e n t e pa- bles m e j o r a s , que i n d u d a b l e m e n t e h a n de
de t i p o l o c a l . r a las necesidades de M a d r i d . c o n t r i b u i r a u n a m a y o r f a c i l i d a d del
E l P l a n a c t u a l p r e t e n d e l a construc- transporte.
E l c o m p l e m e n t o de la R e d A r t e r i a l s e r á c i ó n de 55 k m . de nuevas l í n e a s en u n
l a r e f o r m a de c i e r t a s v í a s f u n d a m e n t a l e s L a p r i m e r a m e j o r a se refiere a l a pa-
p e r í o d o de d o c e a ñ o s c o n l o que se lle-
del c e n t r o , algunas a l a r g o p l a z o y o t r a s n a r á a c o n t a r e n el casco a c t u a l de M a - v i m e n t a c i ó n , a l a que se h a d a d o u n con-
s i g u i e n d o u n p l a n de e j e c u c i ó n m á s p r ó - d r i d c o n u n a r e d de u n o s 100 k i l ó m e t r o s , s i d e r a b l e avance en el v e r a n o de 1967,
x i m o , en c u y a l a b o r e s t á a h o r a e m p e ñ a d o l o que s u p o n e u n a d e n s i d a d m e d i a de 1,8 d u r a n t e el c u a l se h a d o t a d o de nuevo
el A y u n t a m i e n t o de M a d r i d y que se des- k i l ó m e t r o s p o r k i l ó m e t r o c u a d r a d o de su- p a v i m e n t o , s i n m o d i f i c a c i ó n de secciones
c r i b e m á s adelante e n t r e los p r o g r a m a s n e r í i c i c , a d e c u a d a a las c o n d i c i o n e s de transversales, a m á s de 150 k i l ó m e t r o s de
de a c t u a c i ó n a c o r t o p l a z o . Madrid. calles i m p o r t a n t e s de l a c i u d a d . O t r a s ca-
lles c o n p a v i m e n t a c i ó n deficiente se me-
L a e x t e n s i ó n de esta R e d fuera d e l cas- j o r a r á n en p l a z o i n m e d i a t o , de f o r m a que
co u r b a n o c o m p l e t a r á a m á s l a r g o p l a z o puede c o n s i d e r a r s e que al m e n o s el 90
2.2. Solución al problema de aparca- l a r e d d e f i n i t i v a de este t i p o de t r a n s
miento. p o r 100 de l a r e d v i a r i a de M a d r i d , que
porte. e s t á s o p o r t a n d o i n t e n s i d a d e s de t r á f i c o
s u p e r i o r e s a 10.000 v e h í c u l o s / d í a . tiene u n
E n c u a n t o a l a p a r c a m i e n t o , en todas adecuado pavimento.
las c i u d a d e s se h a s e g u i d o el m i s m o p r o - 2.4. Necesidad de un plan de actuación
ceso. Se p a r t e de u n a s i t u a c i ó n i n i c i a l L a segunda m e j o r a se refiere a refor-
q u e a d m i t e e l u s o i n d i s c r i m i n a d o de conjunta en materia de transportes.
m a s y a m p l i a c i ó n de c a l z a d a s en deter-
las calles p a r a c i r c u l a r y a p a r c a r ; se ago- m i n a d o s ejes f u n d a m e n t a l e s de M a d r i d ,
ta, en p r i m e r l u g a r l a c a p a c i d a d p a r a l a A u n q u e c a d a u n o de los planes existen- d o n d e s i n nuevas e x p r o p i a c i o n e s es posi-
c i r c u l a c i ó n , s i e n d o entonces p r e c i s o i r tes p a r a los d i s t i n t o s elementos que cons- ble u n a u m e n t o s u s t a n c i a l de c a p a c i d a d .
e l i m i n a n d o a p a r c a m i e n t o s de l a v í a p ú - t i t u y e n l a i n f r a e s t r u c t u r a de los trans- E l c u a d r o n ú m e r o 1 recoge las calles en
b l i c a , c o n l o que s i b i e n p u e d a n c i r c u l a r portes h a t e n i d o en c u e n t a las c i r c u n s - que se h a a c t u a d o r e c i e n t e m e n t e o d o n d e
m á s v e h í c u l o s , es m á s difícil e n c o n t r a r t a n c i a s de los d e m á s , l a r e a l i d a d es que e s t á n p r e v i s t a s o b r a s en fecha p r ó x i m a ;
espacio p a r a a p a r c a r , l l e g á n d o s e p o r ú l - r e s u l t a n e c e s a r i a u n a p r o g r a m a c i ó n con- entre ellas p u e d e c o n s i d e r a r s e c o m o es-
t i m o a l a c r e a c i ó n de plazas de aparca- j u n t a de t o d o s e l l o s , a s í c o m o l a elabo- p e c i a l m e n t e i m p o r t a n t e l a a m p l i a c i ó n sus-
m i e n t o fuera de l a v í a p ú b l i c a . r a c i ó n de u n nuevo p l a n a l a r g o p l a z o que t a n c i a l de las R o n d a s .
tenga en c u e n t a s i m u l t á n e a m e n t e los dis-
T e ó r i c a m e n t e , y s i n e n t r a r en el p r o - t i n t o s elementos que c o n d i c i o n a n l a evo- U n a t e r c e r a m e j o r a c o n s i s t e en l a ter-
b l e m a de s u f i n a n c i a c i ó n , s e r í a p o s i b l e l u c i ó n de l a c i u d a d . E s t e t r a b a j o , reali- m i n a c i ó n de c a l l e s a h o r a i n c o m p l e t a s , de
c o n s t r u i r u n n ú m e r o ue placas uc apar- z a d o s e r i a m e n t e , es de tal e n v e r g a d u r a f o r m a que se c i e r r e n nuevos c i r c u i t o s que
c a m i e n t o p r á c t i c a m e n t e i l i m i t a d o y des- que no h a p o d i d o a b o r d a r s e t o d a v í a , en- c o n t r i b u y a n a l a d e s c o n g e s t i ó n de las
de luego s u p e r i o r a l a c a p a c i d a d de c i r - tre o t r a s razones, p o r q u e p a r a h a c e r i o v í a s existentes.
c u l a c i ó n , p e r o esto en l a p r á c t i c a n o es c o n eficacia es t o d a v í a p r e c i s o u n m a y o r
p o s i b l e n i c o n v e n i e n t e p o r q u e se l l e g a r í a c o n v e n c i m i e n t o de s u n e c e s i d a d p o r par-
a la total congestión. te de t o d o s los que i n t e r v i e n e n en estos
L a d e t e r m i n a c i ó n a p r o x i m a d a del equi- p r o b l e m a s , y l a r e a l i d a d es que t o d a v í a CUADRO NUM. 1
l i b r i o deseable entre c i r c u l a c i ó n y apar- n o se h a l l e g a d o a c r e a r u n a m e n t a l i d a d
c a m i e n t o es p o r t a n t o e s e n c i a l p a r a f i - que p e r m i t a d e d i c a r u n a p a r t e de cier-
ta c o n s i d e r a c i ó n de los i n s u f i c i e n t e s re- CALLES E N QUE LA RECIENTE RE-
j a r u n a p o l í t i c a a l a r g o p l a z o de a p a r c a - FORMA D E LA CALZADA, O PREVISTA
m i e n t o s fuera de l a v í a p ú b l i c a . E s t e es- c u r s o s m a t e r i a l e s y de p e r s o n a l d i s p o n i -
bles a este t r a b a j o de p l a n i f i c a c i ó n , c u - E N U N FUTURO PROXIMO, SUPONE
t u d i o y a se h a i n i c i a d o en u n a p r i m e r a
etapa p a r a el n ú c l e o c e n t r a l de l a c i u d a d . yos f r u t o s s ó l o p u e d e n recogerse a p l a z o U N AUMENTO CONSIDERABLE D E SU
muy largo. CAPACIDAD
A l considerar soluciones a largo plazo
d e l p r o b l e m a d e l a p a r c a m i e n t o , h a y que P o r o t r a p a r t e , los conceptos que u m - — Doctor Esquerdo
d i s t i n g u i r dos s i t u a c i o n e s d i s t i n t a s , s e g ú n v e r s a l m e n t e se e s t á n a p l i c a n d o , h a n evo- — Embajadores
se trate de zonas r e s i d e n c i a l e s o de zonas lucionado muy r á p i d a m e n t e , y aunque — P a s e o de E x t r e m a d u r a
c o m e r c i a l e s y de o f i c i n a s . c a d a vez se llega a c r i t e r i o s m á s u n á n i - — Paseo de l a F l o r i d a
mes, u n a p l a n i f i c a c i ó n a n t i c i p a d a en m o - — Francisco Silvela
U n a s o l u c i ó n a l a r g o p l a z o que afecte m e n t o s en que los c r i t e r i o s se e n c o n t r a -
a a m b a s s i t u a c i o n e s es l a reciente orde- — General I b á ñ e z Ibero
b a n en p l e n a e v o l u c i ó n h u b i e r a s i d o q u i z á — General M o l a
n a n z a que o b l i g a a que en los nuevos inútil y aun contraproducente.
e d i f i c i o s y e n f u n c i ó n de s u s u p e r f i c i e - G e n e r a l P r i m o de R i v e r a
u s o y s i t u a c i ó n , se p r e v e a n a p a r c a m i e n - C o n s i d e r a m o s , s i n e m b a r g o , que n o — General Ricardos
tos suficientes. debe t r a n s c u r r i r el p r ó x i m o c u a t r i e n i o — Joaquín García Morato.
s i n que se a b o r d e ese p l a n , y m i e n t r a s — Méndez Alvaro
P e r o esta n o r m a n o puede r e s o l v e r los t a n t o los planes existentes tienen en sí — - Ofelia Nieto
p r o b l e m a s y a c r e a d o s en zonas a c t u a l - c o n t e n i d o suficiente p a r a m e j o r a r m u y — Paseo d e l P r a d o
m e n t e e d i f i c a d a s . S i se t r a t a d e e d i f i c i o s considerablemente la situación actual y — Raimundo Fernández Villaverde
residenciales p o c o p u e d e hacerse desde p e r m i t e n y a i n v e r t i r c o n g a r a n t í a los re- — Reina Victoria
el p u n t o de v i s t a de l a A d m i n i t r a c i ó n . S i c u r s o s que p u e d a n a c o p i a r s e en u n fu- - - Río Rosas
se t r a t a de zonas c o n g e s t i o n a d a s comer- turo inmediato. — R o n d a de S e g o v i a
ciales o de o f i c i n a s , l a p o l í t i c a de conce- — Serrano
siones a d m i n i s t r a t i v a s p a r a l a c o n s t r u c — R o n d a de T o l e d o
c i ó n y e x p l o t a c i ó n de a p a r c a m i e n t o s p ú - — Velázquez.
b l i c o s , f u e r a de las c a l l e s , puede resol- 3. PROGRAMAS INMEDIATOS Y A
v e r el p r o b l e m a a p l a z o r e l a t i v a m e n t e E l c u a d r o n ú m . 2 recoge l a a c t u a c i ó n
PLAZO MEDIO.
c o r t o , de f o r m a a n á l o g a a c o m o se e s t á i n m e d i a t a p r e v i s t a , en este s e n t i d o .
a c t u a n d o en el c e n t r o de M a d r i d y que
m á s adelante se d e t a l l a . S i b i e n n o s e r í a p o s i b l e m a n t e n e r el L a c u a r t a a c t u a c i ó n se refiere a l a me-
t r a n s p o r t e en M a d r i d , n i s i q u i e r a en con- j o r a de las i n t e r s e c c i o n e s m á s c r í t i c a s de
Queda p o r ú l t i m o a b o r d a r l a construc- d i c i o n e s p r e c a r i a s , s i n que se a b o r d e n las la ciudad. L a c a n a l i z a c i ó n del tráfico y l a
c i ó n de a p a r c a m i e n t o s en zonas p e r i f é - s o l u c i o n e s p r e v i s t a s a g r a n escala, n o s u p r e s i ó n de d e t e r m i n a d o s m o v i m i e n t o s
ricas, b i e n c o n e c t a d o s c o n l a R e d A r t e r i a l p u e d e e s p e r a r s e a que las o b r a s p r o y e c - r m i t e f a c i l i t a r s e n s i b l e m e n t e algunos
y c o n los t r a n s p o r t e s p ú b l i c o s , de f o r m a tadas e n t r e n en s e r v i c i o , pues el a u m e n - cruces en que se h a b í a l l e g a d o a s i t u a c i o -

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
nes de e x t r e m a c o n g e s t i ó n . Q u i z á el ejem- sos a d i s t i n t o n i v e l que deben c o n s t r u i r - — V e r e d a de G a n a p a n e s , desde el f i -
p l o m á s r e p r e s e n t a t i v o sea l a r e f o r m a de se, h a s i d o c o n s e g u i r en d e t e r m i n a d o s i t i - n a l de O f e l i a N i e t o h a s t a e l B a r r i o
la g l o r i e t a de Q u e v e d o , que h a p a s a d o a n e r a r i o s l a e l i m i n a c i ó n de los p u n t o s m á s del Pilar.
ser u n p u n t o s i n p r o b l e m a s especiales, d i f í c i l e s , c o n l o que l a c o n s t r u c c i ó n de!
m i e n t r a s que antes de l a r e f o r m a e r a paso a d i s t i n t o n i v e l l l e v a c o n s i g o no s ó l o — Paseo de l a D i r e c c i ó n , desde el f i n a l
u n o de l o s c r u c e s m á s d i f í c i l e s de atra- l a m e j o r a de u n p u n t o difícil, s i n o el au- de O f e l i a N i e t o hasta l a c a l l e de C a -
vesar en d e t e r m i n a d a s h o r a s . O t r a s inter- m e n t o de c a p a c i d a d de u n i t i n e r a r i o fun- pitán Blanco Argibay.
secciones y a r e f o r m a d a s , o c u y a r e f o r m a d a m e n t a l , que h a b r á que s e g u i r m e j o r a n -
es i n m e d i a t a , s o n las de B e a t a A n a de — T e r m i n a c i ó n de l a a v e n i d a de A l b e r -
do c o n actuaciones sucesivas. to A l c o c e r , entre el Paseo de l a H a -
J e s ú s , C á n o v a s del C a s t i l l o , C a p i t á n C o r -
tés, Carlos V , Castelar, Colón, Cristo Rey L o s i t i n e r a r i o s que se h a n c o n s i d e r a d o b a n a y l a P l a z a de l a R e p ú b l i c a Do-
y S a n J u a n de l a C r u z . m á s i m p o r t a n t e s desde este p u n t o de minicana.
v i s t a , s o n el c o n j u n t o de las R o n d a s y
P o r ú l t i m o , l a m e j o r a de d e t e r m i n a d o s el eje N - S , c o n s t i t u i d o p o r l a a v e n i d a d e l — E n l a c e p r o v i s i o n a l de l a c a l l e de L ó -
cruces con soluciones a distinto nivel, G e n e r a l í s i m o , Castellana, Recoletos, Pra- pez de H o y o s c o n l a a v e n i d a de R a -
puede c o n s i d e r a r s e c o m o l a a p o r t a c i ó n do y D e l i c i a s - S a n t a M a r í a de l a C a b e z a . m ó n y Cajal.
m á s i m p o r t a n t e de este p l a n de a c c i ó n
i n m e d i a t a que p r e t e n d e m e j o r a r l a i n - — E n l a c e de l a a v e n i d a D a r o c a (carre-
f r a e s t r u c t u r a v i a r i a de l a c i u d a d . tera d e l E s t e ) c o n G a r c í a N o b l e j a s .
N o sería posible resolver a distinto ni- CUADRO NUM. 2
— P r o l o n g a c i ó n de l a c a l l e M é n d e z A l -
vel todos los cruces i m p o r t a n t e s de l a v a r o , dede el paso bajo el F e r r o c a -
c i u d a d , pues d e j a n d o a p a r t e l a e n o r m e NUEVAS CALLES O NUEVOS TRAMOS r r i l de C i r c u n v a l a c i ó n hasta l a con-
i n v e r s i ó n que e l l o e x i g i r í a , se p r o d u c i r í a DE CALLES EXISTENTES QUE SE f l u e n c i a de l a a v e n i d a de M o n t e
un d a ñ o indebido a la estructura urbana C O N S T R U I R A N O A M P L I A R A N NOTA- Igueldo y S a n Diego, p a s a n d o bajo
e n m u c h a s calles i n s u f i c i e n t e m e n t e an- B L E M E N T E E N U N FUTURO INME- tres l í n e a s f é r r e a s : l a de C i r c u n v a -
chas c o m o p a r a h a c e r aceptable esta so- DIATO l a c i ó n , l a de A l i c a n t e y l a de Z a r a -
l u c i ó n , s i n que p o r e l l o se evite la con- goza.
g e s t i ó n en u n a z o n a de t a n e n o r m e de- — D o c t o r F e d e r i c o R u b i o , desde l a pla-
m a n d a c o m o es el c e n t r o de M a d r i d . P o r za de J u a n Z o r r i l l a hasta Francos — A v e n i d a de E n t r e v i a s , desde las p r o -
ello e l c r i t e r i o seguido a l elegir los pa- Rodríguez. x i m i d a d e s de los d e p ó s i t o s de m á -

Ayuntamiento de Madrid
n i n g u n o de los i t i n e r a r i o s antes m e n c i o - E n esta z o n a , a d e m á s de las seis ins-
quinas hasta unirse c o n l a avenida talaciones de a p a r c a m i e n t o p ú b l i c o e n
de S a n D i e g o . nados, p e - o q u e se h a n c o n s i d e r a d o nece-
sarios p o r d i v e r s a s razones. i n m u e b l e s , c o n u n a c a p a c i d a d t o t a l de
1.800 plazas y q u e y a e s t á n e n s e r v i c i o ,
— P r o l o n g a c i ó n de l a a v e n i d a de S a n E l p r i m e r o , c o r r e s p o n d e a l c r u c e de V e - e n l o s ú l t i m o s 12 meses, a t r a v é s de dos
D i e g o , desde e l C a m i n o B a j o de P a - l á z q u e z c o n A l c a l á y O ' D o n n e l l , q u e per- c o n c u r s o s p ú b l i c o s se h a i n i c i a d o l a cons-
l o m e r a s h a s t a l a a v e n i d a de E n t r e - m i t i r á establecer u n eficaz s i s t e m a de t r u c c i ó n d e o t r a s seis nuevas i n s t a l a c i o -
vías. sentidos ú n i c o s en u n sector importante nes, c o n c a p a c i d a d p a r a 2.700 plazas, es-
de M a d r i d , y e l segundo, l a c o n t i n u a c i ó n t a n d o y a p r e v i s t a s o t r a s nuevas, de for-
— C a m i n o V i e j o de V i l l a v e r d e , desde de las calles de A t o c h a y T o l e d o bajo l a m a q u e e n u n f u t u r o p r ó x i m o se llegue
Marcelo Usera hasta l a factoría B a - Plaza Mayor, aprovechando l a obra del a d i s p o n e r de u n a s 8.000 plazas, l o que
rreiros. a p a r c a m i e n t o q u e h a de c o n s t r u i r s e e n representa 2.800 plazas de a p a r c a m i e n t o s
e l s u b s u e l o de l a p l a z a . p ú b l i c o s fuera de l a c a l l e p o r k i l ó m e t r o
— P r o l o n g a c i ó n d e l C a m i n o V i e j o de cuadrado, nivel algo superior a l que e s t á
V i l l a v e r d e , desde s u o r i g e n en M a r - p r e v i s t o , p o r e j e m p l o , e n las zonas c é n -
celo U s e r a , h a s t a el paso s u p e r i o r t r i c a s de P a r í s y N u e v a Y o r k . L a cons-
3.2. Aparcamientos.
s o b r e e l p a s e o de S a n t a M a r í a de t r u c c i ó n de este c o n j u n t o de aparca-
l a cabeza. mientos equivale a haber aumentado l a
A d e m á s de l a p o l í t i c a general de exi-
s u p e r f i c i e t o t a l de las calles en algo m á s
— C a m i n o A l t o de S a n I s i d r o , desde l a gir u n determinado nivel de aparcamien-
de u n t e r c i o .
p u e r t a d e l c e m e n t e r i o de S a n Isi- to e n las nuevas e d i f i c a c i o n e s , q u e n o
d r o hasta l a a v e n i d a de M a t i l d e H e r - sólo constituye u n a s o l u c i ó n a largo pla- E n e l c u a d r o n ú m . 3 se d e t a l l a n l o s
nández. zo, s i n o que p u e d e p r o d u c i r u n a m e j o r a a p a r c a m i e n t o s p r e v i s t o s e n esta z o n a cén-
i n m e d i a t a e n d e t e r m i n a d o s sectores, se t r i c a , y q u e se c o n s i d e r a q u e agoten s u
— C a l l e de C a r a m u e l , desde s u t e r m i - ha abordado la solución del aparcamien- capacidad.
n a c i ó n hasta e n l a z a r c o n e l C a m i n o to e n las zonas c é n t r i c a s , c o m e r c i a l e s y
de o f i c i n a s , d o n d e l a d e m a n d a p e r m i t e F u e r a de e l l a puede c o n s i d e r a r s e u n a
de l a s A n i m a s . z o n a i n t e r m e d i a , q u e c a d a vez a c u s a m á s
a c u d i r a soluciones a u t o f i n a n c i a b l e s .
E n e l p r i m e r o de los i t i n e r a r i o s se cons- su c a r á c t e r c o m e r c i a l y de o f i c i n a s ; aun-
L a a c t u a c i ó n fundamental en cuanto a que n o es u n i f o r m e , se e s t i m a l i m i t a d a
t r u i r á n enlaces a d i s t i n t o n i v e l e n l o s a p a r c a m i e n t o s fuera de l a v í a p ú b l i c a se
puntos que actualmente representan una p o r las actuales R o n d a s y c o n u n a s u -
h a c o n c e n t r a d o e n u n a z o n a de u n a s 300 perficie a p r o x i m a d a de u n o s 12 k i l ó m e -
d i f i c u l t a d m a y o r y donde l a c o n s t r u c c i ó n h e c t á r e a s de s u p e r f i c i e , y l i m i t a d a p o r
de l a o b r a es p o s i b l e . E s t o s p u n t o s s o n tros cuadrados.
las calles s i g u i e n t e s : P l a z a de C o l ó n ,
l a p l a z a de M a n u e l B e c e r r a , e l c r u c e de paseo de C a l v o S o t e l o , p l a z a de l a Cibe- E n esta z o n a i n t e r m e d i a se h a i n i c i a d o
l a a v e n i d a de A m é r i c a c o n F r a n c i s c o S i l - les, paseo d e l P r a d o , g l o r i e t a de C a r l o s V ,
vela, e l c r u c e de R a i m u n d o F e r n á n d e z V i - y a l a a c t u a c i ó n e n m a t e r i a de aparca-
calles de A t o c h a y M a g d a l e n a , p l a z a de m i e n t o s : e s t á n e n c o n s t r u c c i ó n l o s de
llaverde c o n l a avenida del Generalísimo, T i r s o de M o l i n a , c a l l e de C o l e g i a t a , Puer-
l a g l o r i e t a de C u a t r o C a m i n o s y e l c r u c e Montalbán, Felipe II, Fuencarral y plaza
t a C e r r a d a , calles de S a n J u s t o , Sacra- de S a l a m a n c a , c o n c a p a c i d a d t o t a l de
de B a i l e n c o n O n é s i m o R e d o n d o . m e n t o , M a y o r , Bailen, F e r r a z , J o s é C a ñ i - 1.600 plazas. E l l í m i t e q u e c o n s i d e r a m o s
E n e l eje N - S , antes c i t a d o s , se h a n zares, P r i n c e s a , C o n d e D u q u e , A l b e r t o factible p a r a esta z o n a es de 25.000 a
p r e v i s t o tres o b r a s : u n a de ellas, aveni- A g u i l e r a , G l o r i e t a de R u i z J i m é n e z , c a l l e 30.000 p l a z a s , y p a r a a l c a n z a r l o e n d i e z
da del Generalísimo-Raimundo F e r n á n d e z de C a r r a n z a , g l o r i e t a de B i l b a o , calle S a - a ñ o s s e r í a p r e c i s o l a c o n s t r u c c i ó n de
V i l l a v e r d e , c o i n c i d e c o n u n o de l o s pasos gasta, p l a z a de A l o n s o M a r t í n e z y c a l l e
2.500 a 3.000 plazas anuales, l o q u e n o
previstos para mejorar la Ronda. L o s de G e n o v a .
significa superar el r i t m o y a iniciado,
o t r o s d o s s o n e l de J u a n B r a v o , sobre l a E n esta z o n a v i v e n u n a s 150.000 perso- puesto q u e s o l a m e n t e e n 1968 se espera
C a s t e l l a n a , y e l q u e resuelve l a G l o r i e t a nas y t r a b a j a n o t r a s tantas, s i e n d o m u y e n t r e n e n s e r v i c i o e n M a d r i d m á s de
de A t o c h a , q u e se e n c u e n t r a y a en eje- s u p e r i o r e l n ú m e r o de los q u e a c u d e n 4.000 p l a z a s .
c u c i ó n , v q u e debe e n t r a r e n s e r v i c i o e n d i a r i a m e n t e p o r m o t i v o s de c o m p r a s , ne-
1968. gocios, e s p e c t á c u l o s , etc., y entre l o s cua- A u n q u e e s t u v i e r a n y a e n s e r v i c i o todos
les es p r e c i s a m e n t e m a y o r l a p r o p o r c i ó n los a p a r c a m i e n t o s a q u e h e m o s hecho
Se h a n previsto p o r ú l t i m o otros dos r e f e r e n c i a — c o m o m á x i m o u n a s 30.000
que necesita u s a r c o c h e p r o p i o .
pasos a d i s t i n t o n i v e l , no i n c l u i d o s en

Ayuntamiento de Madrid
p l a z a s e n t o d o el c e n t r o de M a d r i d — n o do p a r a s i t u a c i o n e s m e d i a s , no l o es r i a de t r a n s p o r t e s c o l e c t i v o s de superfi-
s e r í a n suficientes p a r a l a p o s i b l e d e m a n - p a r a c u a l q u i e r i n t e r s e c c i ó n n i p a r a todas cie s i e m p r e es difícil a l c a n z a r u n n i v e l
da de t o d o s los u s u a r i o s de coche que las c i r c u n s t a n c i a s d e l t r á f i c o . i d e a l , en p r i m e r l u g a r p o r las dificulta-
quisieran acudir al centro. S i n embargo, M e d i a n t e el n u e v o s i s t e m a , c a d a s e m á - des de l a c i r c u l a c i ó n y, p o r o t r a p a r t e ,
es p r e c i s o m a n t e n e r a q u e l l í m i t e , no s ó l o f o r o t e n d r á u n c i c l o v a r i a b l e , que s e r á p o r q u e e l n i v e l que exige l a o p i n i ó n p ú -
p o r las d i f i c u l t a d e s f i n a n c i e r a s y t é c n i c a s a j u s t a d o en c a d a m o m e n t o p o r el orde- b l i c a c a d a vez se a c e r c a m á s al d e l trans-
de s u p e r a r l o , s i n o p o r q u e l a c a p a c i d a d n a d o r , s e g ú n l a i n f o r m a c i ó n que é s t e re- p o r t e en el p r o p i o coche, que n a t u r a l m e n -
de las calles, a ú n a u m e n t a d a en l o posi- c i b a de u n o s detectores conectados a l te s i e m p r e es de c a l i d a d s u p e r i o r , a p a r t e
ble, n o b a s t a r í a p a r a u n a a c u m u l a c i ó n m i s m o , y que en u n o s 100 p u n t o s con- de l o m o l e s t o que puede r e s u l t a r c o n d u -
m a y o r . P a r a m a n t e n e r u n e q u i l i b r i o ra- venientemente elegido^ m e d i r á n l a in- c i r y a p a r c a r en l a c i u d a d .
zonable s e r á preciso acudir al m i s m o tensidad y velocidad del tráfico. L a p r i m e r a a c t u a c i ó n c o n s i s t e e n au-
s i s t e m a que se h a u t i l i z a d o en todas las
E s t e s i s t e m a p r o b a b l e m e n t e e n t r a r á en m e n t a r l a flota de autobuses, o f r e c i e n d o
grandes c i u d a d e s d e l m u n d o : M e j o r a r los
s e r v i c i o en M a d r i d c o n a l g u n a a n t e l a c i ó n u n m e j o r í n d i c e de v i a j e r o s ñ o r v e h í c u -
transportes colectivos, al m i s m o tiempo
a l de o t r a s m u c h a s c i u d a d e s d e l m u n d o lo p o r k i l ó m e t r o . E s t e í n d i c e hn b a i a ^ o
que h a c e r que el uso d e l coche p r i v a d o
que e n estos m o m e n t o s e s t á n m o d e r n i - en M a d r i d de 1956 a 1966. de 10.8 a 7,6
represente, a t r a v é s de u n a p o l í t i c a de ta-
z a n d o sus i n s t a l a c i o n e s de, s e ñ a l i z a c i ó n v i a i e r o s / v e h . - k m . . l o que es u n i n d u d a -
r i f a s , u n coste e l e v a d o p a r a a q u e l l o s
mediante sistemas a n á l o g o s , o al menos ble s í n t o m a de l a m e j o r a d e l t r a n s p o r t e
u s u a r i o s que p r e t e n d e n o c u p a r los espa-
que p r e t e n d e n el m i s m o o b j e t i v o que el e n l a c i u d a d . E l a u m e n t o d e l p a r q u e de
cios disponibles durante un período
proyectado en M a d r i d . autobuses que e s t á l l e v a n d o a c a b o l a
prolongado.
E m p r e s a p e r m i t i r á b a i a r t o d a v í a este ín-
E s difícil e s t a b l e c e r l a m e d i d a de l o dice h a s t a l l e e a r , en u n f u t u r o p r ó x i m o ,
que se g a n a en c a p a c i d a d m e d i a n t e estos a cifras m e d i a s de seis a siete viaje-
p r o c e d i m i e n t o s , a u n q u e n o r m a l m e n t e se ros/veh.-km., aue pueden considerarse
3.3. Señalización. d a n cifras d e l o r d e n d e l 20 p o r 100. E n c o m p a r a b l e s a las de c u a l q u i e r c i u d a d de
c u a l q u i e r caso, l a g a n a n c i a s e r á conside- Europa.
A u n q u e la s e ñ a l i z a c i ó n es s ó l o u n me- r a b l e m e n t e s u p e r i o r a l a que p o d r í a ob-
d i o a u x i l i a r que c o n t r i b u y e a u n a m a y o r tenerse c o n u n a i n v e r s i ó n d e l m i s m o or- L a segunda a c t u a c i ó n se refiere a m a n -
s e g u r i d a d de la c i r c u l a c i ó n y a u n l i m i - d e n a p l i c a d a a c u a l q u e i r m e j o r a de l a t e n e r en l o p o s i b l e p a r a los autobuses
t a d o a u m e n t o de l a c a p a c i d a d , merece l a red viaria. u n a v e l o c i d a d r a z o n a b l e , a p e s a r d e l au-
p e n a d e s t a c a r entre las a c t u a c i o n e s a m e n t o de l a c i r c u l a c i ó n . T o d o l o que se
c o r t o p l a z o i n i c i a d a s p o r el A y u n t a m i e n - h a g a p a r a m e j o r a r a c m é l l a —navim^nt*»-
t o de M a d r i d , la i m p o r t a n t e t r a n s f o r m a - c i ó n . ensanches, r e f o r m a de intersec-
c i ó n d e l s i s t e m a de s e ñ a l i z a c i ó n a u t o m á - 3.4. Transportes de superficie. ciones, etc.— c o n t r i b u y e a f a c i l i t a r e l
t i c a , que p u e d e c o n s i d e r a r s e c o m o u n a t r a n s p o r t e c o l e c t i v o , p e r o a esto h a de
m e j o r a de i n f r a e s t r u c t u r a . L a E m p r e s a M u n i c i p a l de T r a n s p o r t e s , a ñ a d i r s e u n a a c t u a c i ó n e s p e c i a l que fa-
que r e p r e s e n t a m á s d e l 80 p o r 100 del v o r e z c a p a r t i c u l a r m e n t e a los autobuses
E n u n p e r í o d o de tres a ñ o s (l%5-68) se t r a n s p o r t e c o l e c t i v o de s u p e r f i c i e de M a - de s e r v i c i o p ú b l i c o . H a y que r e c o n o c e r
p a s a r á de tener 250 c r u c e s s e ñ a l i z a d o s , d r i d , t r a n s p o r t ó en 1966 c u a t r o c i e n t o s que l o que puede hacerse es l i m i t a d o :
c o n t i e m p o s fijos a l a s e ñ a l i z a c i ó n auto- setenta y dos m i l l o n e s de viajeros p o r e j e m p l o , l a reserva de v í a s esneciales
m á t i c a de 400 i n t e r s e c c i o n e s , de las que a p r o x i m a d a m e n t e i g u a l que el Metro. p a r a autobuses, c o m o las que se ha*!
u n a s 80 de l a z o n a m á s c o n g e s t i o n a d a es- P a r e c e s e r que este n ú m e r o es rela- puesto en s e r v i c i o r e c i e n t e m e n t e en l a
t a r á n conectadas a u n o r d e n a d o r e l e c t r ó - t i v a m e n t e estable, no s i e n d o p r o b a b l e calle de A l c a l á , h a n p e r m i t i d o g a n a r a
nico central, con capacidad para contro- que l a E m p r e s a d u r a n t e u n c i e r t o t i e m - los autobuses, en algunas h o r a s p u n t a ,
l a r en s u d í a l a m a y o r p a r t e de las i n - po h a y a de a t e n d e r u n a d e m a n d a m a y o r . c e r c a de c i n c o m i n u t o s , l o que, t e n i e n d o
tersecciones s e ñ a l i z a d a s e n l a c i u d a d . S u s esfuerzos deben pues o r i e n t a r s e a en c u e n t a oue se t r a t a de u n t r a y e c t o i n -
L a d i f e r e n c i a f u n d a m e n t a l entre l a si- proporcionar u n mejor servicio a u n n ú - f e r i o r a 400 m e t r o s , es u n a g a n a n c i a con-
t u a c i ó n a n t e r i o r y l a que e s p e r a m o s p a r a m e r o c o n s t a n t e de u s u a r i o s . E s t a mejo- s i d e r a b l e . S i n e m b a r a o . las c i r c u n s t a n c i a s
1968, es que h a s t a a h o r a los s e m á f o r o s r a del s e r v i c i o p u e d e c o n s e g u i r s e actuan- que h a n de c o n c u r r i r p a r a h a c e r aconse-
de M a d r i d f u n c i o n a b a n c o n u n c i c l o do en tres aspectos d i s t i n t o s , todos los j a b l e esta m e d i d a — c a l z a d a de m á s de
ú n i c o , p r á c t i c a m e n t e i n a m o v i b l e , de 84 cuales e s t á n y a c o n s i d e r a d o s p a r a me- dos c a r r i l e s en c a d a s e n t i d o y c i r c u l a c i ó n
segundos, que s i b i e n puede ser adecua- j o r a r l o s e n l o p o s i b l e , a u n q u e en mate- de m á s de 100 a u t o b u s e s / h o r a , t a m b i é n

Ayuntamiento de Madrid
v a d o n e c e s a r i a m e n t e h a de r e s t r i n g i r s e
e n c a d a sentido— se e n c u e n t r a n pocas Conviene, p o r fin, hacer una a l u s i ó n a
de f o r m a c o n s i d e r a b l e . O t r o de ellos, ca-
veces e n M a d r i d . A p e s a r de ello conti- la e x p e r i e n c i a , que y a c u e n t a c o n a ñ o y
r a c t e r í s t i c o de M a d r i d , es l a e x c e s i v a con-
n u a m e n t e se e s t á n t o m a n d o m e d i d a s par- m e d i o , de los m i c r o b u s e s . E s t e s i s t e m a
c e n t r a c i ó n de h a b i t a n t e s y s e r v i c i o s en
c i a l e s e n este s e n t i d o , h a s t a l l e g a r a l a se c r e ó p a r a d i s p o n e r e n e l c e n t r o de
u n á r e a m u y p e q u e ñ a , p o r abusos exce-
r e s e r v a t o t a l de d e t e r m i n a d a s calles, que M a d r i d u n t r a n s p o r t e i n t e r m e d i o entre e l
sivos en e l uso y a p r o v e c h a m i e n t o d e l
probablemente s e r á necesaria, aunque la c o l e c t i v o n o r m a l y el p r i v a d o , y p o r ello
suelo, y que a g r a v a l a s i t u a c i ó n difícil,
e x p e r i e n c i a m u n d i a l en este aspecto no las l í n e a s o b i e n s o n c é n t r i c a s o b i e n lle-
que y a es n o r m a l en t o d a g r a n c i u d a d .
ha sido m u y satisfactoria. g a n a l c e n t r o desde sectores r e s i d e n c i a -
les c o n a l t o n i v e l de m o t o r i z a c i ó n . S i n e m b a r g o , h a y c i r c u n s t a n c i a s posi-
P o r ú l t i m o , u n a tercera a c t u a c i ó n tam-
Actualmente e s t á n transportando unos tivas que nos h a c e n p e n s a r que el p r o -
b i é n n e c e s a r i a se refiere a l a p r o p i a or-
b l e m a d e l t r a n s p o r t e en M a d r i d se en-
g a n i z a c i ó n d e las l í n e a s de a u t o b u s e s y 60.000 v i a j e r o s d i a r i o s , y a u n q u e t o d a v í a
c u e n t r a a h o r a en su p u n t o c r í t i c o , a par-
en general de l a E m p r e s a . C o n t i n u a m e n t e se desconoce en q u é m e d i d a c o n t r i b u -
t i r d e l c u a l puede m e j o r a r , a u n q u e c o n
se e s t á r e v i s a n d o e l r e c o r r i d o de las lí- y e n a e v i t a r e l u s o de l o s coches p r i v a -
determinadas limitaciones.
neas p a r a m e j o r a d e c u a r l a s a las necesi- dos en el c e n t r o , no cabe d u d a de que
dades d e l s e r v i c i o p ú b l i c o , p e r o en u n es u n m e d i o m á s que se ofrece a l usua- L a p r i m e r a de estas c i r c u n s t a n c i a s es
f u t u r o p r ó x i m o es p r o b a b l e que conven- rio, y al menos compensa, en cierto mo- l a a m p l i a c i ó n d e l M e t r o , que h a r á que
ga u n a r e e s t r u c t u r a c i ó n c o m p l e t a d e l sis- d o , d e t e r m i n a d a s r e s t r i c c i o n e s que e s t á n c a d a vez el p o r c e n t a j e de t r a n s p o r t e sub-
tema, que actualmente e s t á compuesto afectando a los coches en el c e n t r o de t e r r á n e o sea m a y o r . L a s e g u n d a es l a
p o r u n a s l í n e a s que se h a n i d o superpo- Madrid. c o n s t r u c c i ó n de l a R e d A r t e r i a l y o t r a s
n i e n d o a m e d i d a que h a s u r g i d o l a ne- o b r a s antes a p u n t a d a s , que e n u n p l a z o
c e s i d a d del s e r v i c i o y se h a c o n t a d o de c i n c o a ñ o s p u e d e n d o b l a r l a c a p a c i -
c o n los m e d i o s p a r a c r e a r l o . dad de l a r e d v i a r i a de l a c i u d a d , a u n
4. CONSIDERACIONES FINALES. r i t m o m á s r á p i d o que el p r o p i o a u m e n t o
Así es c o m o se h a n f o r m a d o l a m a y o r
p a r t e de los sistemas de t r a n s p o r t e s ur- del p a r q u e de v e h í c u l o s . Y p o r ú l t i m o ,
b a n o s d e l m u n d o y no es f á c i l i n t r o d u c i r u n f a c t o r d e c i s i v o es l a m o d i f i c a c i ó n de
L a serie de p o s i b i l i d a d e s , p r ó x i m a s o
c a m b i o s r a d i c a l e s de c o n j u n t o , y a que se las c o s t u m b r e s , m e n t a l i d a d y e d u c a c i ó n
lejanas, que se h a n d e s c r i t o b r e v e m e n t e
t r a t a de m a t e r i a h a c i a l a c u a l l a o p i n i ó n de los c i u d a d a n o s , que p o r u n l a d o apro-
e n los a n t e r i o r e s p á r r a f o s , a p r i m e r a
p ú b l i c a es m u y sensible y en general c o n - v e c h a n m e j o r el s i s t e m a v i a l de que dis-
v i s t a , parece q u e no p o d r á n c o m p e n s a r p o n e n , y p o r o t r o , t i e n d e n a u t i l i z a r me-
traria a cualquier cambio. Para introdu- los c a s i 100.000 nuevos coches que todos
c i r esta r e e s t r u c t u r a c i ó n en M a d r i d cree- nos los coches en las v í a s m á s s a t u r a d a s ,
los a ñ o s h a n de s o p o r t a r las calles de lo que es en d e f i n i t i v a u n a t e n d e n c i a a
m o s necesario que se c u m p l a n antes dos la ciudad.
c o n d i c i o n e s : L l e g a r a u n a e s t a b i l i d a d su- l a d e s c o n c e n t r a c i ó n de los s e r v i c i o s , ú n i -
ficiente e n l a s i t u a c i ó n de l a r e d v i a r i a , H a y dos hechos i r r e v e r s i b l e s , c o n t r a co m e d i o eficaz de n o p r o d u c i r u n a p a -
l o q u e n o parece p r o b a b l e antes de dos los cuales n a d a puede hacerse. U n o de r a l i z a c i ó n t o t a l en los t r a n s p o r t e s de l a
a ñ o s , y contar con u n estudio detallado ellos, de c a r á c t e r general, es que c u a n d o ciudad.
y s e r i o de las necesidades de este trans- u n a c i u d a d s u p e r a l o s d o s o tres m i l l o -
nes de h a b i t a n t e s , e l u s o d e l c o c h e p r i - M a d r i d , s e p t i e m b r e de 1967.
porte.

CUADRO NUM. 3
PREVISION DE LOS POSIBLES APARCAMIENTOS PUBLICOS SUBTERRANEOS E N E L NUCLEO CENTRAL

Número
EMPLAZAMIENTO SITUACION
de plazas

Santo Domingo E n explotación 350


Sevilla E n explotación 450
Descalzas' .'.'.' ... ... E n explotación 400
Santa A n a E n construcción 300
Plaza M a y o r E n construcción 650
Carmen P e n d i e n t e de c o n c u r s o 400
T u d e s c o s " . ' . . ' . . . ... ... ... Pendiente de c o n c u r s o 600

TOTAL 3.150

S. Maestro Guerrero E n e x p l o t a c i ó n ... 100


9 Mostcnses E n
e x p l o t a c i ó n ... 350
10. P l a z a de E s p a ñ a E n c o n s t r u c c i ó n ... 750
11. Opera P r e v i s t o en f u t u r o 500

T O T A L ... 1.700

12. Arquitecto Ribera Pendiente de c o n c u r s o 400


13 Santa Bárbara P r e v i s t o en f u t u r o ... 400
14. San Bernardo P r e v i s t o en f u t u r o ... 400

T O T A L ... 1.200

i5. Villa de París Previsto en futuro 500

T O T A L ... 500

16. V á z q u e z de M e l l a E n explotación 150


17. P l a z a d e l R e y ... E n c o n s t r u c c i ó n ... 200
18. Calvo Sotelo E n c o n s t r u c c i ó n ... 400

T O T A L ... 750
19. Plaza de las C o r t e s E n c o n s t r u c c i ó n ... 350

TOTAL ... 350

20. P r o x i m i d a d e s p l a z a de V i l l a P r e v i s t o en futuro 400

T O T A L .. 400

T O T A L ... 8.050

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
C R O N I C A

JORNADAS DEL ALCALDE DE MADRID


EN BARCELONA Y PALMA DE MALLORCA
En la Ciudad Condal pronunció el pregón de las Fiestas de la
Merced y en Palma fue nombrado Alcaide del Castillo de Bellver

Del 22 al 25 de septiembre el alcalde de Madrid, don Carlos Arias


Navarro, acompañado de su esposa y de los concejales madrileños
señores Jiménez Millas, Pérez Hernández y Ceballos Bourgón, realizó
un viaje a las ciudades de Barcelona y Palma de Mallorca. En ambas
fue objeto de honores y agasajos, de los que Madrid, cuya más genuina
representación ostentaba, puede sentirse justamente orgulloso.

EL ALCALDE DE MADRID, l o n a en pleno y las primeras autoridades dird— el que la villa cortesana, cabeza,
E N BARCELONA de la ciudad, presididas por el capitán corazón y centro nervioso de las Espa-
general de la región, duque de la Victo- ñas, se acogiera bajo la breve parda es-
Este año, las fiestas que Barcelona de- r i a . Hecha la presentación del orador por clavina de un gañán humilde, ignorado
dica a su excelsa Patrona, la Virgen de don José María de Porcioles, el alcalde hijo del pueblo alejado de empresas gue-
la Merced, han tenido un pregonero ex- de Madrid dio lectura al siguiente Pregón: rreras, de intrigas y favores. Me atrevo
cepcional. Y no sólo por la acusada per- "Acusado rasgo de vuestra proverbial a suponer que tanto como un prudente
sonalidad de don Carlos Arias Navarro, cortesía, fue la designación del pregone- repliegue a sus limpios orígenes campe-
sino precisamente por tratarse del alcal- ro de las Fiestas de la Merced en este sinos, el hecho de guarecerse bajo la pro-
de de Madrid. En su persona, la propia año de 1967. Bien sabía vuestro admirado tección de San Isidro podría significar un
capital de España ha estado presente en querido alcalde, cuando me comunicaba oportuno toque de atención, un ingenio-
la proclamación de las fiestas merceda- el acuerdo de la Comisión de Fiestas, que so aviso de la Villa, tan pródiga en inge-
rias y en el abrazo de los dos alcaldes de antemano podía contar con mi acep- nios, a la Corte cuando la capital y la
ha quedado patente el abrazo de las dos tación entusiasta. El alcalde de Madrid nación parecían más firmemente encum-
ciudades más populosas de España. ansiaba un momento como este para de- bradas en el cénit de su misión imperial.
Sin embargo, no son nuevos estos en- ciros a los barceloneses cuan obligados Años más tarde, en los albores del se-
cuentros de alto nivel. Hace pocos me- os estamos los madrileños. Fácil seria gundo cuarto del siglo XVII, la fina pers-
ses, con ocasión de las fiestas madrileñas atribuir una simbólica interpretación a picacia de Fernández de Navarrete con-
de San Isidro, don José María de Porcio- la presencia del alcalde de Madrid en la vertía en casi científica prosa de plani-
les estuvo en Madrid al frente de una apertura de las Fiestas de la Ciudad Con- ficación de futuro la bien fundamentada
Delegación del Concejo barcelonés, y en dal; pero constituyó más evidente símbo- premisa de aquel recordatorio. Denun-
aquella ocasión Madrid aderezó su paseo lo, de imborrable recuerdo la aportación ciaba los oficios inútiles que ni dan su-
del Prado con las flores, plantas y pájaros singularísima de Barcelona a nuestras ficiente ocupación a los hombres desa-
típicos de las famosas Ramblas, como pasadas Fiestas de San Isidro. Quisisteis rraigados de su medio, ni provecho a la
ofrenda y recuerdo hacia la gran ciudad llevar a Madrid lo más entrañable de ciudad, que han invadido, ni ventaja pa-
mediterránea, «Cap y casal» de Cataluña. vuestra ciudad, lo más señero y repre- ra las tierras que abandonaron. Solamen-
Por eso justo ha sido que el alcalde de sentativo: la poética trilogía de las flo- te pueden significar un daño sobre toda
Madrid haya aceptado gustosamente ser res, pájaros y libros de las Ramblas; la ponderación para el campo y para la ciu-
el pregonero de la Fiesta Mayor barcelo- vistosa gallardía de la Policía Montada, el dad, y una remora para la necesaria y
nesa en honor de la Virgen de la Mer- invalorable tesoro artístico, acumulado en racional interdependencia entre la ciudad
ced, Redentora de cautivos. dos mil años de historia. Los madrileños, y el campo. Ni el campo puede lograr
creímos tener aprisionado por unos días prosperidad con ciudades pobres ni la ri-
ese vuestro sutilísimo sentido de la vida queza de las ciudades puede mantener-
LECTURA D E L PREGON ciudadana. No en vano los barceloneses se durante mucho tiempo si están rodea-
E N E L SALON D E CIENTO de todas las épocas nacisteis ciudadanos das de misérrimos campos. Por ello, bar-
de una gran urbe, miembros de un pue- celoneses y madrileños, en hermanada
Las Casas Consistoriales barcelonesas blo consciente de los derechos y deberes oración, pedíamos a San Isidro prosperi-
pusieron todo su empaque, que es mu- de la ciudadanía más rectamente enten- dad para estas tierras, paz laboriosa y
cho, en el solemne acto de la lectura del dida. fructífera para las masías, renovado es-
pregón. En la plaza de San Jaime, ban- plendor floral para la Maresma. Pealá-
das de música españolas y extranjeras rnosle que a todos hiciese entender la
daban al ambiente aire de fiesta grande. PARTICIPACION BARCELONESA EN idílica alegoría de los ángeles labradores.
El famoso escuadrón de la Policía Muni- LAS FIESTAS DE SAN ISIDRO De lo alto descendió a Barcelona la
cipal de Barcelona daba escolta a las Ca- Madre hermosa de todas las gracias pa-
sas Consistoriales con la antigua estam- Fue también para nosotros especial mo- ra investirla con el más honroso de los
pa de sus corceles, sus cascos y sus plu- tivo de complacencia la participación de títulos: Ciudad Mercedaria. Una inves-
meros. En la plaza, profusamente ilumi- esta dignísima Corporación Municipal en tidura de la que la ciudad jamás ha que-
nada, las banderas de España y de la las honras al Santo Labrador. Puede afir- rido desprenderse, sino que ha sabido
ciudad ponían en el aire el rojo y gual- marse que la grandeza de España tuvo cubrirla de brillantes adornos que se lla-
da de las barras de Aragón y de España. base de partida y sustento en sus cam- man fineza, cortesía, gentileza, amabili-
Terminada la exhibición de las ban- pos cultivados, y que la decadencia na- dad, que son otros tantos adjetivos de la
das de música dio comienzo en el histó- cional fue precedida del abandono de las sustantividad mercedaria. Reparad, ami-
rico Salón de Ciento el acto de lectura tierras de labrantío. Por ello, yo me re- gos barceloneses, cómo se ha valorado
del pregón de las Fiestas. Se encontra- sisto a creer que sea sólo paradoja —una ese envidiable título, hasta qué hiperbó-
ban presentes el Ayuntamiento de Barce- más entre las tópicas atribuidas a Ma- lica significación llevó el idioma de Cas-

Ayuntamiento de Madrid
tilla, cuando se hizo cortesano, la pala- del pueblo fiel, hicieron inmediata reali- otros nos rescatemos, nos redimamos,
bra merced. Es la mejor invocación con dad del mandato de la Virgen descendida de la colectiva locura que amenaza a las
que el inferior se dirige al superior, el en una cálida y milagrosa noche del agos- grandes aglomeraciones ciudadanas y vol-
mendigo al rico, el desvalido al podero- to barcelonés. Al igual que la áurea le- vamos al sentido realista de las cosas
so, conscientes, sin duda, de que con yenda de San Isidro nos ofrece la alec- simples y minúsculas, al "bon seny" que
ninguna otra podrían más fácilmente in- cionadora alegoría de los ángeles labra- vosotros habéis sabido conservar."
clinar el ánimo al favor, a la limosna, a dores en las huertas de Madrid, aquí se
la ayuda, a la justicia. Finalizada la lectura, que fue acogida
nos da la no menos hermosa y signifi-
con grandes aplausos, el capitln general,
Como os decía, Barcelona se había he- cativa de los ángeles campaneros y reza-
duque de la Victoria, entregó a un he-
cho merecedora de ese título singular. dores del Oficio mariano. Que si la pe-
raldo el pergamino e n el que se daba
Era ya entonces la poderosa ciudad me- reza —defecto inconcebible en Barcelo-
cuenta a la ciudad del comienzo de las
dieval, emporio del comercio, puerta prin- na— es pecado capital, el cansancio pue-
Fiestas, cuya lectura desde el balcón prin-
cipalísima del latino mar, plaza mayor de ser merecedor de los mayores premios.
cipal del Ayuntamiento fue acogida con
del ajetreado tráfago y alegre bullicio Siempre he visto en la orden merceda-
entusiasmo por el pueblo barcelonés, que
de los países ribereños. Era ciudad de ria, nacida, amorosamente acunada y en-
llenaba totalmente la plaza de San Jaime.
actividades múltiples, de hombres dis- noblecida en Barcelona, la sublimación
del espíritu barcelonés. Como si la Madre Antes de la lectura del pregón se llevó
puestos para la navegación, la guerra de
de Dios hubiera querido repetir aquí la a cabo en otra dependencia del Ayunta-
reconquista, el comercio y los estudios.
evangélica promesa de su Hijo a los pes- miento, el acto de entrega por parte de
Era luminoso faro de cultura y civilidad.
cadores del Tiberíades. don Carlos Arias de dos cédulas de Fer-
Ya en los aterrados años del temido mi-
nando el Católico, e n las que daba cuen-
lenio había de aquí salido una luz que Constantemente ponéis en evidencia los ta al Municipio madrileño del fallecimien-
alumbró a aquella empavorecida Europa: barceloneses de hoy vuestra decidida vo- to de Isabel la Católica, y que habían
aquí, en aquellos estudiosos abades de luntad de comunión en los ideales que de figurar en la exposición sobre Histo-
Cataluña, encontró la poderosa mente de hicieron de Barcelona la ciudad merce- ria del Municipio Español, que se cele-
un Pontífice aquella cultura desapareci- daria; demostráis vuestra solidaridad con braría con motivo del IV Congreso His-
da y reinventada en España: aquí apren- aquellos hombres; queréis que la ciudad pano-luso-americano-filipino de Mu n i c i -
dió solidez en la argumentación y formas viva inmersa, con plenitud, en su histo- pios. E l alcalde de Barcelona, don José
bellas y tiernas en la exposición, que las ria gloriosa. Es vuestro más limpio tim- María de Porcioles, que se hizo cargo de
galanas palabras frutos son de cultiva- bre de honor y vuestra más pesada car- los documentos, dio las gracias a don
dos espíritus, preocupados por el pro- ga, puesto que nada pesa tanto sobre Carlos Arias por este valioso préstamo.
greso de las ctencas y las artes. nosotros como la admiración permanente
de los que continuamente nos miran pa- En todos estos actos se hallaron pre-
sentes los concejales del Ayuntamiento
ra aprender o ejemplarizarse con nuestras
madrileño, señores Jiménez Millas, Pérez
'•RAIMUNDO DE PEÑAFORT, obras. Y sobre Barcelona pesa la exigen-
Hernández y Ceballos Bourgón, así co-
GUIA DE LA CRISTIANDAD" cia de ser yunque de civilización y catali-
mo las esposas de Arias Navarro y de
zador de culturas, escuela de ciudadanía,
Jiménez Millas.
ancha puerta de Europa, motor principal
Era guía de la Cristiandad en el año y acicate del progreso nacional, pionera La estancia en la Ciudad Condal del
del venturoso descenso de la Virgen de audaz de novísimas experiencias, sonora Alcalde de Madrid fue breve, pero de
la Merced, Raimundo de Peñafort, teó- caja de armónico vivir, despierta fanta- intensa significación, y ha puesto un es-
logo, canonista, consejero y confesor del sía y realista sentido en cada momento. labón más en la cadena de mutua simpa-
Papa, alumbrador de un humanismo nue- Queremos aprender de vosotros la dia- tía y afecto que une a la Villa de las Sie-
vo. Aquella señera figura nacida en Vi- ria lección del vivir ciudadano, compen- te Estrellas con la ciudad «Archivo de la
llafranca, formada en Bolonia, maestra dio y ejercicio del amor a la ciudad, he- Cortesía».
en Roma y universal consejera en Bar- chura de generaciones firmemente eslabo-
celona, parece estar reclamando nueva- nadas en el afán de su perfeccionamien-
mente la atenta mirada de la Cristiandad to continuado; ver, una vez más, en vues-
en estos nerviosos y preocupantes días tras Fiestas ese amoroso cuito a las más 10RNADAS EN
posconciliares. Quizá ningún otro en esta queridas tradiciones, ese saber revivir, PALMA DE MALLORCA
tierra fértil en talentos haya encarnado con claridad y fuerza, los orígenes de la
con tanta verdad el espíritu barcelonés, advocación mercedaria.
el talante de los catalanes; tenaz en el Apenas extinguido el eco del pregón de
las fiestas mercedarias (el alcalde de Ma-
esfuerzo, seguro en el dogma, corto en
drid y acompañantes se trasladaron a Pal-
audacia a la hora de opinar, amable y
ma de Mallorca. En el aeropuerto de Pal-
comprensivo al intentar convencer; cuan-
IMPORTANCIA DE ma la comisión del Ayuntamiento madri-
do el hierro rasgaba y el fuego consu-
LAS FIESTAS PATRONALES leño fue recibida por el alcalde don Máxi-
mía las carnes de los herejes en Euro-
mo Alomar.
pa, Raimundo de Peñafort proponía se-
renidad en el diálogo, voluntad de con- Siempre he creído que en las Fiestas Tras un breve descanso se dirigieron
vencimiento, autenticidad cristiana en las Patronales tienen la mejor ocasión pue- todos al Castillo de Bellver, donde fue-
relaciones, compasión y caridad para blos y ciudades de darse cuenta de una ron recibidos por el delegado en el casti-
traer a la fe a judíos, mahometanos y he- realidad insospechadamente vivida a lo llo, don José Planas Montanyá. Rindieron
rejes. largo del año: la vecindad, el saberse honores a los visitantes los lanceros de la
ayuntados con los vecinos en comunidad Policía Municipal, una sección de la Poli-
Era en los días de aquel buen rey vo-
de afanes, ideales y trabajos. Una reali- cía Montada y los «tambores de la sala».
luntarioso, guerrero y conquistador, fa-
dad que debemos reavivar en estas enor- E l alcalde de Madrid y acompañantes re-
vorecedor y amado del pueblo, devoto y
mes urbes, donde la prisa no deja tiem- corrieron todas las dependencias del his-
culto, que podía dar lecciones de políti-
po para saludar al vecino y atar nuevas tórico castillo y subieron a la Torre del
ca al Rey Sabio de Castilla; de aquel ge-
amistades, lo multitudinario masifica; nos homenaje, desde donde admiraron el es-
nial Jaime el Conquistador, que se creía
parecen siempre desconocidos los rostros pléndido panorama de la ciudad y la isla.
capaz de "dar honra a la España entera"
con un oportuno y brioso carocolear de que encontramos todos los días y olvi- Desde Bellver, el alcalde y concejales
su caballo. dados los saludos cruzados en la esca- de Madrid se trasladaron a las Casas Con-
lera de nuestra casa; donde se corre el sistoriales, donde se celebró una recep-
Era en los dios de aquel admirable loco peligro de no ver que los niños crecen ción en su honor. E l salón de sesiones,
a lo divino, sacrificado e incansable pe- y las estaciones se suceden y los novios al que daban guardia de honor los lan-
regrino en busca de cautivos que redi- esperan. Es preciso que mutamente nos ceros en traje de gala, ofrecía un brillan-
mir, de martirio que padecer; del santo rescatemos de la cautividad de ese ano- tísimo aspecto. En la presidencia se si-
varón que, habiéndose desposeído de to- nimato que hace de nuestro vecino, de tuaron el gobernador civil de la provincia,
do lo suyo por los demás, ya sólo su li- nuestro conciudadano, un ser de otro pla- los alcaldes de Madrid y Palma de Mallor-
bertad podía ofrecer en rescate de los neta. Urge buscar razones de ciudadanía ca y el presidente de la Diputación. Los
que gemían en las mazmorras de la cau- cuando estamos ciertamente, irremisible- escaños del salón estaban ocupados por
tividad. mente abocados a una nueva civilización concejales, delegados de los departamen-
El gobernante, el sabio y el santo; tres ciudadana que no sólo ha de hacerse de tos ministeriales y numerosas persona-
singulares hombres de acción, de piedad rascacielos y grandes vías, de prisas y lidades representativas de la vida social
y de saber que, con el coro entusiasta automatismos. Es preciso que unos a y económica de Palma de Mallorca.

Ayuntamiento de Madrid
DON CARLOS ARIAS, INVESTIDO
ALCAIDE DEL
DE BELLVER
CASTILLO

E l alcalde de P a l m a , d o n M á x i m o Alo-
CALLE PARA
mar, p r o n u n c i ó u n discurso de exaltación
de M a d r i d y de P a l m a , « a q u é l l a — d i j o -
capital administrativa y ésta capital turís-
t i c a d e l a n a c i ó n » . P u s o d e r e l i e v e e l en-
canto y c a r á c t e r de la V i l l a y Corte, una
UN MEDICO:
de l a s m á s b e l l a s y c u i d a d a s c i u d a d e s del
m u n d o , y d e f i n i ó a M a d r i d c o m o subur-
bio de P a l m a en l a distancia—cuarenta y
cinco minutos de vuelo—, aunque a m á s
d e t r e s m i l p e s e t a s e n el c o s t e . D e s p u é s de
DR. J I M E N E Z DIAZ
elogiar l a p e r s o n a l i d a d de d o n Carlos
Arias y p r o c l a m a r los deseos de herman-
dad y vinculación cordial entre M a d r i d y
P a l m a , p r o c e d i ó a i m p o n e r a l a l c a l d e de En el callejero madrileño eran hasta hace unos días veinticuatro
M a d r i d , d o n Carlos Arias, l a Medalla de doctores y una doctora los que tenían una más o menos anchurosa via
A l c a i d e d e l C a s t i l l o d e B e l l v e r y le e n t r e -
gó las credenciales del n o m b r a m i e n t o y
pública. Del Doctor Mata y la Plaza de Marañan, y, para que nada jal-
las llaves de o r o de l a fortaleza. tase, un doctor literario tan sólo, don Manuel Pardo de Figueroa, que en
A c o n t i n u a c i ó n i m p u s o l a i n s i g n i a de las letras está inscrito como el Doctor Thebusem. Ahora, hace unas ma-
Caballeros de Bellver a los concejales ñanas, bajo un aguacero y un fino viento serrano, el alcaide de esta
madrileños señores Jiménez Millas, Pérez
villa, don Carlos Arias Navarro, puso en órbita corriendo una franja
H e r n á n d e z y Ceballos B o u r g ó n , y entregó
a las esposas de d o n Carlos A r i a s y de de bandera a una calle nueva.
d o n E m i l i o J i m é n e z Millas sendas repro-
d u c c i o n e s d e l e s c u d o de a r m a s d e l a
A la vuelta de la Clínica de la Concepción, entre árboles, sube una
ciudad de Palma. calle que lleva al Clínico. Por ella caminó en días que son de este nues-
tro tiempo Carlos Jiménez Díaz, madrileño cabal. Y calle del Doctor Ji-
ménez Díaz es esta que allí queda ahora marcada por una bella lápida.
PALABRAS DEL ALCALDE
DE MADRID Bajo la lluvia fina y fría de una mañana de octubre lo mismo se mo-
jaban las monjitas del Servicio de don Carlos que sus bonitas enferme-
D o n Carlos Arias, en su contestación
a l de P a l m a , dijo que era d i f í c i l hablar ras de la Clínica; se calaban por igual, hasta los huesos, los alumnos
de M a l l o r c a sin caer en el t ó p i c o . Aludien- que este año le hubieran escuchado por devoción, que no por obliga-
do a l a f a m o s a frase « D e M a d r i d al Cie- ción, magistrales lecciones, que don Teófilo Hernando, con sus ochenta
l o » , d i j o q u e p o d r í a c a m b i a r s e p o r esta
a la espalda—bueno, y alguno de propina—, está ágil de piernas, de
o t r a : « D e M a d r i d a P a l m a » . A g r a d e c i ó el
n o m b r a m i e n t o q u e se le h a b í a h e c h o de corazón y de cerebro.
alcaide de Bellver. « D e l castillo f a m o s o de
Madrid—dijo—no queda ni rastro, en
Se desflecaban los penachos de la guardia de gala municipal, que a
c a m b i o v o s o t r o s t e n é i s el d e B e l l v e r , q u e estos actos solemnes acude en una camioneta muy maja, donde también
es e l m e j o r c u i d a d o d e t o d a E s p a ñ a . » P o r toman asiento, bien que un poco apretados, los ¡naceros con sus gran-
u l t i m o d i j o que d i f í c i l m e n t e p o d r í a corres- des dalmáticas.
p o n d e r a tanta gentileza. « C o n p r o c l a m a r
esta d e u d a p r o c l a m a m o s nuestro afecto Allí todos recordaban al buen varón de ciencia que fue don Carlos
i m b o r r a b l e h a c i a esta c i u d a d y h a c i a M a -
Jiménez Díaz. El había conocido otro Madrid de calles más populares,
llorca.»
más castizas, y acaso cuando estudiaba Patología e iba a algún baile
de bonitas «modis», como entre los patólogos era de rigor, una mañana,
VISITA AL PUEBLO ESPAÑOL entre clase y clase, había asistido a la inauguración de la lápida del
P o r l a tarde, los alcaldes d e M a d r i d y doctor Mata en las cercanías del viejo Colegio de San Carlos, que ahora,
de P a l m a , señores A r i a s N a v a r r o y Alo- desafectado para los estudios médicos, no se sabe qué rumbo tomará.
mar, visitaron « E l Pueblo Español». E n
e s t a v i s i t a e s t u v i e r o n a c o m p a ñ a d o s asi- Cuando se descorrió la bandera, convertida en pura agua, las gentes
m i s m o p o r el c a p i t á n g e n e r a l d e B a l e a - todas—ya el rector de la Catedral o el alcalde, ya las chicas estudiantes
r e s , t e n i e n t e g e n e r a l C a b r e r o , y p o r el con minifálda o las monjas de toca breve, ya don Teófilo o los doctores
presidente de la D i p u t a c i ó n , s e ñ o r V i l l a -
l o n g a . V i s i t a r o n d e t e n i d a m e n t e el m a r a v i -
de fama que fueron discípulos de don Carlos, él profesor Lora Tamayo,
lloso complejo a r q u i t e c t ó n i c o , en el que ministro de Educación e investigador de la química—corrieron a refu-
se h a l l a n r e p r o d u c i d o s l o s m o n u m e n t o s giarse en el «hall» de la Concepción. Allí estaba también Mariano Jimé-
m á s característicos de E s p a ñ a , entre los
nez Díaz, el hermano del maestro; allí tantos que por el error de no
q u e se e n c u e n t r a l a e r m i t a d e S a n A n -
tonio de la Florida.
apuntar, como Valdeiglesias hacía en los bailes de Montellano o la Par-
E n el T e a t r o R o m a n o les f u e o f r e c i d o
cent, pues ahora se olvida uno de los que eran.
u n c o n c i e r t o p o r l a B a n d a de l a P o l i c í a
Se armó un corro y lo invadieron todo los fotógrafos; bueno, y tam-
Municipal.
E l d í a 25 d e s e p t i e m b r e e l a l c a l d e d e
bién los ex enfermos ya sanos, que venían a rendir un tributo a don
M a d r i d y a c o m p a ñ a n t e s realizaron diver- Carlos, que tantas veces habría subido por esa calle, florecida de árbo-
sas e x c u r s i o n e s p o r l a i s l a , a s i s t i e r o n a les, de su clínica a su hospital, envuelto en la blanca bata y a riesgo
la corrida de toros y p o r la noche toma-
de coger un catarro.
r o n el a v i ó n d e r e g r e s o a M a d r i d .
Y esto fue a grandes rasgos l a visita del Rueda de discursos y rueda de fotógrafos. Después, los aplausos, y de
alcalde de M a d r i d , d o n Carlos A r i a s N a -
nuevo en Ip. calle la lluvia. Su calle será camino de enfermos hacia la
v a r r o , a l a l u m i n o s a c i u d a d de P a l m a de
M a l l o r c a , de donde trajo, c o m o preciado curación y de estudiantes enamorados—ellas y ellos—hacia un sitio tran-
r e c u e r d o , las llaves d e o r o del C a s t i l l o de quilo en donde igual hablen del hígado que de cómo pondrán la casa
Bellver y l a s i m p a t í a de todos los mallor- cuando se doctoren.
quines hacia s u p e r s o n a y hacia M a d r i d .

MARIO G O N Z A L E Z MOLINA
J. S.

Ayuntamiento de Madrid
A20RIN
en su g l o r i e t a
Cuando Azorln andaba por la Villa Compañía Telefónica Nacional de Marañan, que gusta de estar donde
de las Siete Estrellas ya con el pa- España—está al pie del basamento están los hombres y los recuerdos
raguas rojo de su juventud rebelde, de la estatua; al fondo, sobre una del noventa y ocho, Pedro Zaragoza,
el hongo de la madurez y el sombre- pared natural de la glorieta, hay el presidente de la Diputación ali
ro gris y bastón de puño de plata grabada una frase azoriniana. Por lo cantina, y el diputado—perdón, pro-
de sus días mayores, bajaba a veces demás, en la glorieta hay unos ban- curador—por Alicante Jesús Apari-
dándose un paseo por la Cuesta di cos de piedra y otros modernos de cio Bernál, y claro está que el alcal-
la Vega, donde antaño tuvo un prín- madera. Unos bancos en los que un de Monóvar, Francisco Sanchiz Bo
cipe su palacio y más tarde hubo un día, cuando se instale allí la Biblio- nastre, que un día de marzo, por
picadero donde los chicos de los ri- teca Azorín, se podrán leer Los pue- los caminos de cipreses de San Isi-
cos aprendían equitación. Ahora, por blos o Madrid, y en donde por aho- dro, llevó a hombros la caja de Azo-
aquellos caminos hay unas casas so- ra se sientan algunos viejos al sol rín, con los hombres de aquel lugar
berbias y dos glorietas. a leer el Marca, o cuando la luz se y escritores grandes y chicos de los
va, algunos novios a hacer eso que madriles.
La una la preside el señor del mi-
sonando fino se llama «hacer móni-
nueto, o séase él caballero italiano Tres discursos breves y sencillos.
tas» y sonando de otro modo no lo
Bccherinni, que aquí tuvo hogar hi- Tres discursos con emoción al pie
puedo escribir bien, que si sepa su
:

jos y compuso música; que aquí se del monumento. Pedro Zaragoza, que
ortografía.
murió un triste día. La otra, más o es presidente de la Diputación ali-
menos igual de grande que aquélla, Julio Rajal y su mujer, él sobrino cantina, repito; José María de Cos-
la preside desde hace unos días, en de Azorín, y Joaquín Calvo Sotelo. sío, amigo antiguo del maestro e
bronce, el señor Azorín, que en la Estaba también otro sobrino azori- «inmortal», también repito, y Carlos
Academia Española tuvo un sillón niano, cuyo padre, Ciges Aparicio, Arias Navarro, madrileño alcalde de
para la «inmortalidad». fue escritor de nota y de la Acade- su villa y lector de Azorín. Lector
mia Española; pues, con todo res- empedernido y que no hace muchos
Fue el autor de la estatua azori- peto, poca gente, ya que. aparte de meses le llevaba al maestro, en edi-
niana Agustín de la Herrán, el pri- Calvo Sotelo y de Guillen, el otro ción de lujo, su Madrid, por el Ayun-
mero que en un mediodía de sol con era don José María de Cossío, que tamiento editada.
nubes entreveradas llegó a la glo- iba a cuerpo gentil pese a correr un
rieta, donde él y su mujer se habían frío de pelar. Ese libro que en la biblioteca que
pasado ya muchas horas viendo có-
allí se instale habrá que poner por
mo iba a quedar, viendo de una es- Muchos fotógrafos y un cámara
triplicado, al menos. Ese libro que
quina a otra cómo había que colo- de. Televisión Española. Unos cuan-
hebra que renovar, pues mucha gen-
car a don José. tos periodistas—ya Trenas, Navas-
te, ¡qué le va a hacer!, se ena-
cués y María Luz Nachón, llamada
morará tanto de él que se lo termi-
El primero en llegar, Agustín, y en el gremio de los municipales «la
nará llevando.
después, en automóvil, los maceros dama del Municipio»—y curiosos.
y los guardias de gala, que se pu- Gentes que se encontraron allí con Descorrer de bandera, discursos
sieron a liar unos «Ideales» en tanto todo aquel personal. Uno pregunta- y aplausos. La gente vuelve a los
aparecían las personalidades, y por ba si el de la estatua era un procu- coches. A pie suben la cuesta Mue-
el aquel de la disciplina había que rador; otro, si del Madrid; una vie- las, poeta, y Sandovál, prosista; los
tirarlos. Maza, él jefe de Protocolo, jecita, no se sabe por qué, tenía idea maceros ganan la camioneta, y Azo-
que conoció a don José, les dio lum- que el caballero del bronce: «Es de rít: se queda solo, pensativo. Pen-
bre, y en seguida, con traje de al- los que escriben en los papeles, sando: «Que no soy escritor, ni fa-
mirante de la Armada en día de dia- ¿verdad?» «Pues sí, señora; era.» moso. No me conoce nadie.» Pues
rio, se presentó él «inmortal» doble no, maestro; preguntándose: «¿Ten-
—Historia y Española—Julio Guillen El profesor Sánchez Agesta y An-
tonio Aparisi, que tanto han traba- dré yo también alguna estrella que
Tato, que es además un alicantino sepa mi cuidado? Lo veré esta no-
de lo más puro que circula por la jado por el monumento, estaban
muy contentos, en tanto que una che.» Ya habrá visto que sí, maestro,
villa, como es, además, un madrileño desde su glorieta madrileña en la
de corazón «fetén-». dama muy elegante, emulando a la
joven y guapa Juanita Bearnes, noche fría.
La firma de Azorín—hasta así fi- maestra en fotografía, tiraba pelícu-
guraba el maestro en la lista de la la sin reparar en gasto. Gregorio J U A N SAMPELAYO

Ayuntamiento de Madrid
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