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MADEÍ
e Madrid
Ayuntamiento de Madrid
i-
Ayuntamiento de Madrid
VISTAS ANTIGUAS
D E MiVDRID
Ayuntamiento de Madrid
E M B A J A D A DE ESPAÑA EN ITALIA
OnCIN A CULTURAL
innBi
A C A D E M I A DE ESPAÑA
ROMA
I n s t i t u t o
Cervantes
Roma
1
Ayuntamiento de Madrid
Cuarta Tenencia de Alcaldía
Concejalía de Cultura, Educación.
Juvencud y Deporte»
Ayuntamiento de Madrid
VISTAS ANTIGUAS
DE MADRID
J^ Colección de Estampas del Museo Municipal de Madñd (1550-1820)
R O M A 1999
Ayuntamiento de Madrid
RXPOSICTÓN CATÁI.{)G()
MADRID RO^LA
M U S K Ü MUNICIPAL EMBAJADA DK E S P A Ñ A E N I T A U A
Aáministraáón
Juana Sanz Sanz
E s t h e r Bachiller T ^ p e z
Ana Vázquez González
Manuela Rodríguez Castaño
Diseño del Catálogo
fotografía Dietmar E d e r
Pablo l i n é s
Archivo del Museo Municipal de Madrid M.¡iquetaríón de la versión es¡
l i u s t r a d ó n 10
Seguros
STAI Impresión
Ciráficas Mi naya
Transporte l.SB.N:84-7812-46?-2
T E m D.L,: C ; U - 4 7 2 / l W Í !
Ayuntamiento de Madrid
COMITE DE HONOR
C a r m e n H e r r e r o Valverde
]eje del Departamento de Museos y Patrimonio VMstórico-Artistico
.Alvaro M a r t í n e z - N o v i l l o G o n z á l e z
Consejero Técnico de Artes Plásticas de.
Director del Centro Cultural Conde Duque
» » *
| u a n P r a t y CoU
iimhíijador de ]ispaña en Italia
Felipe V. G a r í n L l o m b a r t
Director de k Academia de España en Ruma
.Miguel A l b e r o
Director del Instituto Cervantes en Koma
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
A c e r c a r la historia de Madrid a la ciudad de Rí>ma era
un deber de cariño con la que es ciudad por excelencia
y también con la Academia Española por la que tantos artis-
Felipe l i , en 1561, por coincidir con el grabado más antiguo
de nuestra colección, el retrato del emperador Carlos V, de
N i c o l o della Casa, grabador que precisamente realizó esta
tas, arquitectos, e incelecruales han pasado a lo largo de más estampa en Roma para el editor Antonio de Salamanca.
de un siglo de existencia. Presentamos una colección de vistas Pero la exposición quiere, además, ser la carta de presenta-
y otras estampas referidas a Madrid, que se c o n s e r v a n en ción e inicio de las actividades que bajo el título genérico
nuestro Museo Municipal, institución dedicada a salvaguar- " M a d r i d en R o m a " se van a desarrollar durante el primer
dar la memoria histórica de la Villa y Corte, cuya colección, semestre de 1999. N u e s t r a música, nuestro cine, nuestros
reunida a lo largo de muchos años, es reconocida como una escritores y nuestras artes plásticas estarán presentes en R<ima
de las más importantes en su género, tanto p o r la cantidad para permitir a sus ciudadanos conocernos un poco mejor.
como por la calidad y variedad de temas que reúne, y la más Quiero dejar aquí constancia del esfuerzo realizado tanto
significativa para conocer la evolución histórica y urbanística por el personal técnico de nuestro Museo c o m o por el de la
de Madrid. Academia, que en un breve período de dempo han sido capa-
Las estampas, admirables testigos del acontecer histórico ces de poner en marcha esta exposición, así c o m o agradecer
de otras épocas y principal medio de comunicación visual su hospitalidad al Director de la misma, d o n Felipe V. Garín,
durante vatios siglos, n<5s a^Tidarán a conocer, en una rápida que ha tenid(5 la amabilidad de ceder temporalmente el marco
vista panorámica, la historia de nuestra ciudad desde cüversos incomparable de las salas de la Academia de España para lle-
aspectos: político, religioso, social... var a cabo el principal objetivo de la muestra; conseguir que
La exposición comienza en 1550, fecha anterior al estable- la historia e imagen de Madrid arraigue en Roma y sirva de
cimiento de la capitalidad en Madrid por decisión personal de lazo entre ambas ciudades.
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
I. H E C H O de ser Madrid capital de España hace olvi- de milenio, una especial significación, que viene apoyada
^ dar en ocasiones su propia historia, oculta por una vida además por otros acontecimientos culturales de interés que
política y administrativa intensa c o m o corresponde a cual- incrementan el testimonio; proyecciones cinematográficas,
quier capital de estado e u r o p e a Pero por otro lado n o puede presencia de escritores, conciertos y otras exposiciones de
tampoco ignorarse que la decisión del rej" Felipe II en 1561 jóvenes artistas, van a permitir al público r o m a n o conocer
de fijar la capitalidad del Hscado en Madrid hace cambiar mejor la vida presente y la historia de aquella ciudad que supo
decisivamente la vida de esa población hasm entonces redu- acoger la presencia de la Corte y de la vida pública española
cida a una villa tardomedieval. D e esa conjunción de circuns- sin perder su propio carácter y sus específicas costumbres.
tancias viene a dar fe la exposición que ahora se presenta en Quiero agradecer al A j u n t a m i e n t o de Madrid, y especial-
Roma a través de casi ciento cincuenta estampas proceden- mente a su Alcalde y equipo de gobierno, así c o m o a todos
tes del íviuseo Municipal de Madrid. Sistematizada en diver- los colaboradores técnicos que han hecho posible esta pre-
sos apartados, permite seguir su propia evolución urbana así sencia, su disponibilidad y entusiasmo para presentar en
c o m o los acontecimientos poL'ticos o cotidianos más sobre- Roma ese rico y sugerente conjunto de actividades engloba-
salientes de la historia de la ciudad y de su entorno inmedia- das bajo el epígrafe de "Madrid en R o m a " y que se inicia con
to. Esa presencia de Madrid en Roma, "caput mundi", tiene esta exposición singular y de tan rico contenido artístico e
en este m o m e n t o de unidad europea y casi ya en el cambio histórico.
Ayuntamiento de Madrid
Agradecimientos
El Museo Municipal de Madrid agradece su colaboración
a las siguientes personas e instituciones:
Ayuntamiento de Madrid
Quiero destacar como Cuarto Teniente de Alcalde y Conce-
L A E X P O S I C K W "Visras antiguas de Madrid" que hoy
pre sencamos en la Academia de España en Roma tiene
c o m o objetivo principal ofrecer a sus visitantes una visión
jal de Cultura del Ajuntamiento de Madrid la especial signitica-
ción que n o sólo en lo instimcional sino también en lo personal
ampLa y vanada del pasado de nuestra ciudad, a través de una tiene la colaboración con la Academia de España en Roma. Para
cuidada selección de las obras de una de las colecciones que muchas personas de mi generación la Academia ha constituido
m e j o r representa, sin duda, nuestro M u s e o Municipal, la siempre la evocación nostálgica de un espacio, que representaba
colección de estampas. un oasis en la apermra cultural española a Europa, en años no tan
La exposición pretende ofrecer un acercamiento a la ciu- lejanos como diSciles; así como el recuerdo del paso por la mis-
dad de Madrid, a sus calles y plazas, monumentos y paseos, ma, de infinidad de artistas que han tenido un profundo calado
pero también dar a c o n o c e r los personajes relevantes, las en la historia culmral de nuestro país. Esta primera colaboración
escenas y tipos de la vida cotidiana, los sucesos notables, las del Ayuntamiento de Madrid con la Academia es. pues, una oca-
tliversiones y devociones. sión de legítimo orgullo para todos cuantos trabajamos en el
nada mejor que las " \ ' e d u t e " para que Madrid esté pre- Area de Cultura del A}"untamiento y en especial para todos los
sente en una ciudad que p o r su reputación universal fue, colaboradores del Museo Municipal a quienes expreso mi agra-
junto con Venecia, la pionera del género, y en las que los decimiento por su eficaz tarea.
pintores de vistas f u e r o n tnás abundantes, legándonos la Quiero agradecer, igualmente, la ilusión y entusiasmo que en
obra de verdaderos genios que, c o m o los Canaletto y los esta muestra ha puesto el Director de k Academia Felipe V
Guardi, lo hicieron p o p u l a r en u n m o m e n t o en el que el Garin con quien desde su paso por el Museo del Prado me unen
desdén hacia los temas alegóricos y religiosos se generaliza- unas relaciones de trabajo y de amistad de las que quiero dejar
ba, y la sociedad burguesa del m o m e n t o empezaba a expresa constancia aquí.
d e m a n d a r paisajes u r b a n o s y escenas pintorescas para N o quiero terminar estas líneas sin tener un recuerdo para
adornar sus salones. quien muchísimos años ñae Director de la Academia Española
Hn la selección que hoy aquí presentamos poblemos ver a en Roma, integrante de una generación de intelecmales y pen-
través de las estampas la interpretación que artistas españo- sadores que hicieron posible en los años cincuenta, los prime-
les y extranjeros realizan de nuestra ciudad desde diferentes ros atisbos de una aperaira culmral en nuestro país y que desa-
aspectos. Por ello, y para facilitar el mejor entendimiento de la rrollo luego, tanto en el Museo del Prado como en la Academia
época que abarca la muestra, los años 1550 a 1820, tanto la de San Fernando, una importante labor en nuestra ciudad. Me
exposición como el catálogo se han estructurado en seis sec- refiero a Federico Sopeña. A su memoria me gustaría dedicar
ciones claramente diferenciadas, en las que cada g r u p o de esta primera presencia del A)-untamiento de Madrid en la Aca-
estampas va precedido de un texto introductorio. demia de España en Roma.
Ayuntamiento de Madrid
C CÍMO director de la Academia de E s p a ñ a en Roma
quiero manifestar mi p r o f u n d a satisfacción por poder
presentar en las salas de la institución, esta importante expo-
cia en la capital y así se refleja también en la exposición,
como sucede con los hechos de la vida cotidiana, cosmmbres,
sucesos importantes, sin olvidar las fiestas populares,
sición que a)-uda al público romano a conocer aspectos bien romerías, carnavales, teatro y desde luego los toros, para fina-
diversos de la historia, evolución y costumbres de la capital lizar el recorrido por un reflejo preciso de la vida religiosa,
de España. devociones, estampas, etc.
Arrancando con el conocido grabado de Matcelli prosigue Todo ello da como resultado una exposición que abre las
su recorrido, sabiamente distribuido en apartados, primero puertas de un ¡Madrid a u n tiempo público y privado, donde
por diversos planos y vistas de la ciudad, para continuar con lo íntimo y popular se inserta con lo oficial y representativo.
una singular serie iconográfica d o n d e n o faltan los retratos Quiero dar las gracias ai Museo Municipal de Madrid, al
de los reyes de las casas de Austria y Borbón desde mediados C e n t r o Cultural C o n d e D u q u e , a sus representantes, así
del quinientos a principios del siglo XIX, es decir desde Car- como al Ayuntamiento de la capital, a su Alcaide y equipo de
ios V a Fernando Vil, asi c o m o de otros personajes repre- gobierno por la posibilidad brindada de alojar aquí en la Aca-
sentativos. demia esta muestra de grabados originales que une a su valor
Los aconcecimientos políticos que afectan a España en los documental indudable, un apreciable valor artístico con auto-
primeros años del siglo pasado tienen una particular inciden- res y técnicas bien diversas.
Ayuntamiento de Madrid
INDICE
La memoria impresa:
E l g r a b a d o y la c o l e c c i ó n d e e s t a m p a s d e l M u s e o M u n i c i p a l d e M a d r i d
19
CARMI-.N PRIKGC ) FF.NANDEZ DHI. C-^MPC:I
Catálogo 41
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
EXPO.S'ICION Se inicia el Catálogíj con el estudio realizado por Carmen
Priego sobre la historia del grabado español, p o n i e n d o de
manifiesto su evolución y peculiaridades, y sobre la colección
<iel Muse<5, subrajando cómo dicha colección ilustra las diver-
La Exposición Vistas antiguas de Maríriii: I-a Colección de sas funciones que posee el grabado en la líspaña barroca e
Mstampas de! Museo Municipal de Madrid (1SS0-1S20} es, ante ilustrada de los siglos X \ ' I I y XVIII.
codo, una selección reducida, pero significativa, de una de las F-duardo Alaminos ha estudiado la imagen y el urbanismo
colecciones que mejor representa, sin duda, a nuestro Museo. de la ciudad durante ese período, la t r a n s f o r m a c i ó n de
Tanto por ja calidad de algunas de las obras elegidas como Madrid en ciudad cortesana y centro político de la monar-
p o r su mterés iconográfico, las ciento cincuenta y o c h o quía, destacando los hitos urbanos más representarivos del
estampas seleccionadas forman un conjuntcj amplio y plural período, en conexión con las formas de representación car-
de asuntos que permitirán al visitante y ai estudioso aden- tográfica y urbanas, producto y reflejo de esa misma cultura
trarse en un dilatado perí<5do - e l del Antiguo Régimen- de la cortesana.
historia de Madrid. Se esmdian aquí, entre otras Imágenes, el plano A. Marcelli,
A tln de facilitar la lectura de ese período, la exposición se de 1622, el más antiguo que se c o n o c e de Madrid, p o r el
ha organizado en seis Secciones claramente diferenciadas: m o m e n t o , la vista panorámica de J. Milheuseur, la estampa
anónima que describe la "Llegada al Alcázar de Príncipe de
1) Planos y Vistas de la Ciudad- Cjales, el 23 de marzo de 1623", la serie de viscas del graba-
2) Retratos. dor Louis Meunier, esenciales para el c o n o c i m i e n t o del
3) Acontecimientos poL'ricos: el D o s de Mayo de 18Ü8. Madrid de los Austrias o las magnificas vistas del Paseo del
4) La vida cotidiana: tipos populares, costumbres, sucesos. Prado de Isidro González Velázquez y la serie grabada a par-
5) Diversiones populares: teatr(j y toros. tir de los dibujos de José G ó m e z Navia, en las que se aprecia
6) Vida religiosa: las devociones. con claridad las propuestas y las mejoras urbanísticas plante-
adas p o r Carlos ITI y los ministros ilustrados, preocupados
Además del catálogo propiamente dicho, cada Sección se por la modernización de la ciudad.
complementa con un texto introductorio, elaborado por el Eduardo Salas nos da a conocer diversos momentos de la
personal técnico del Museo que ha participado en la redac- iconografía del período, a partir de una selección de treinta y
ción del Catálogo. tres retratos-
Hsta labor, tanto por el período que abarca la exposición Eil retrato real comienza con el de Carlos V, obra del gra-
como p(5r la variedad de temas tratados, ha supuesto un gran bador Nicolo della Casa y acaba con el de Fernando V i l , de
esfuerzo de consulta y revisión de obras y estudios sobre historia autor anónimo, que reproduce un retrato pictórico de este
de Kíadrid, que ha partido, lógicamente, de los propios catálo- monarca, a quien vemos aquí ya representado como un bur-
gos del Museo, en especial de los Catálogos de Ustantpas Españo- gués de la época; poniéndose de manifiesto en cada caso los
las y F-xtranjeras, a partir de los cuales se ha \-ertebrado lógica- elementos decorativos y alegóricos que contribuían a refor-
mente la exposición, y de aquellos otros de exposiciones en los zar la imagen política del rey en cada momento.
que las obras seleccionadas han figurado en otras ocasiones- Además de los reyes, se incluye en esta sección retratos de
La variedad de materias ha obligado a los autores de los otros personajes, algunos de gran peso político en la historia
textos y del catálogo a realizar una considerable síntesis y a de España, como el espléndido del Conde Duque de Oliva-
procurar u n esdlo claro, que permita al lector adentrarse en res, valido de Felipe VI, producto de la estrecha colaboración
tan variado conjunto de imágenes y aspectos. de tres grandes artistas c o m o Velázquez, Rubens y el graba-
D e n t r o de la amplia g a m a de imágenes que f o r m a n la dor Paulus Pontius, autor de este magnifico retrato que dio
Colección de Estampas del Museo Municipal se han elegido lugar a u n tipo de retrato decorativo y alegórico que ni reyes
aquellas, en cada u n o de los apartados mencionados, que por ni particulares habían tenido hasta entonces en España.
su calidad artística —como grabado, se entiende— e interés J u n t o a los ejemplos citados de retrato político, se han
documental nos han parecido las más significativas del perío- incluido otros personajes, pertenecientes al ámbito literario,
do histórico estudiado, si bien es cierto que en numerosas artístico y social, que ofrecen cumplida cuenta de la evolución
ocasiones, por limitaciones lógicas, se han tenido que sacrifi- del g é n e r o retratíscico, entre lo que cabe destacar el p o c o
car ejemplares que, sin duda, hubiésemos incorporado. conocido del genial escritor barroco Francisco de Quevedo,
Ayuntamiento de Madrid 15
de Peeter Clouwet, incluido en una edición de sus obras de Kn este apartado se ha incluido una selección de la magnífi-
1660; o el del poeta y músico Tomás de Iriarte, de Manuel ca serie de los "Gritos de Madrid", de Miguel Gamborino, que
Salvador Carmena, concebido como un homenaje al escritor incluye imágenes de los numerosos vendedores ambulantes
ilespués de su muerte. D e este mism<j grabador se incluye el que poblaban a diario con sus mercancías y pregones la Villa-
retrato de sus padres, de gran realismo y profundida<l psi- La moda, elemento social de gran importancia en la socie-
cológica. dad estamental del A n t i g u o Régimen, cobra una nueva
Además de los personajes relevantes de la sociedad madri- dimensión con la dinastía borbónica, produciéndose a fina-
leña, se han incluido una serie de retratos al "fisionotrazo", les de siglo XVIII y a principios del XIX, en el cambio hacia
m u c h o s de ellos anónimos, modalidad técnica a la que se una sociedad burguesa y libera!, una verdadera eclosión de
viene considerando como un precedente de la fotografía, que colecciones de estampas, cuyo comercio fue muy activo en
enlaza con el gusto y los afanes representativos de la socie- Madrid. Buena prueba de ello es la "Colección general de los
dad burguesa y liberal del XIX. trajes de España según se usan actualmente", parcialmente
D e n t r o de la historia politica de nuestro país y, en particu- utilizada aquí, compuesta por ciento doce estampas —treinta y
lar de la historia de Madrid, la Guerra de la Independencia ocho corresponden a Madrid-, de Antonio Rodríguez, que
(1808-1814) constituye una referencia de máxima importan- empieza a publicarse en 1801, donde se recoge buena parte
cia, de la moda femenina y masculina del momento. A ello aña-
Salvador Quero ha querido poner de manifiesto la función damos las que con intención caricaturesca van dedicadas a los
eminentemente propagandística de la escampa, los aconteci- petimetres, currucatos y madamas, exponentes de una crítica
m i e n t o s y personajes que dieron vida a este convulso hacia los modelos franceses importados.
m o m e n t o histórico, desvelando el uso partidista y pob'tico de El juego, tanto en su mcKialidad pública como privada está
las imágenes. representado por imágenes del tipo de la de los jugadores de
E n el grupo de estampas seleccionadas destacan, sobre las lotería, las barajas o los juegos de preguntas y respuestas, mien-
demás, aquellas que tienen una intencionalidad claramente tras que los acontecimientos, a mitad de camino entre la diver-
satírica, las más interesantes, no cabe duda, de las que posee sión y la experimentación científica, que en el XVIU todavía
la colección del Museo en el apartado dedicado a la estampa se confunde con lo meramente lúdico, lo están por imágenes
política. como la que refleja la ascensión en globo de N'icentc Lunardi,
Sobresalen, entre otras, aquellas que criücan los vicios y cuya ingenuidad nos confirma la avidez con que eran consu-
defectos de José I. hermano de Napoleón, o las acciones pre- midas este tipo de estampas por la sociedad en general.
tendidamente benéficas, del ejército francés hacia el pueblo Por último, en este apartado, la serie de tarjetas de visita y
madrileño; sírvanos de ejemplo aquella titulada "Ni es caba- entradas a instituciones públicas, teatrales, tertulias, nos da
llo, ni yegua, ni pollino en el que va montado, que es Pepino", una dimensión vivaz y muy cercana de los usos cotidianos de
imagen que resume los tópicos de la caricatura española con- las clases privilegiadas.
tra el rey José I, por su "afición" al juego y la bebida. El panorama social se cierra con dos apartados, comple-
E n cuanto a las estampas dedicadas a describir y narrar los mentarios entre sí, c o m o son las diversiones populares más
acontecimientos bélicos, mencionaremos la serie de cuatro, significativas de la ciudad —fundamentalmente el teatro y los
debida al grabador Tomás l ^ p e z Enguídanos, de gran éxito y toros— y la vida religiosa y devocional.
difusión en su momento, sobre los combates de los patriotas De las diversiones populares se ha ocupado Josefa Pastor.
con los franceses el día D o s de Mayo en los alrededores del Teatro y toros formaron los dos ejes principales de la diver-
Palacio Real, al Puerta del Sol y el Cuartel de Artillería de sión en la sociedad española de la época, y de forma especial
Monteleón, en las que la ciudad adquiere carta de naturaleza en la corte, cuyas funciones se van codificando a lo largo del
equiparable a los mismos acontecimientos descritos. tiempo en espacios -corrales, teatros y plazas estables- para
Petra Vega se ha ocupado de la vida cotidiana madrileña, su celebración; a estas actividades fueron grandemente aficio-
los cambios económicos y sociales de la ciudad, los centros nados los madrileños de la época. Kstas diversiones, expresión
comerciales y las actividades mercantiles, los estamentos del imaginario colectivo, cumplían en la sociedad preindustrial
soaales y la dinámica poblacional; aspectos recogidos en un una función expansiva y de descarga de las tensiones sociales
conjunto de estampas que abarcan los tipos populares, las existe ntes-
costumbres, la moda, el juego, pruebas aerostáticas, sucesos Para ejemplificar estos aspectos se han seleccionado una
V documentos. serie de imágenes que nos llevan desde la celebración de u n
Ayuntamiento de Madrid
"Baile de máscaras en el Coliseo del Príncipe", grabado p o r Cristo d e la Humildad— d a n lugar a u n a ampb'sima p r o d u c -
J u a n A n t o n i o Salvador Car m o n a a la " i n s t a n t á n e a " d e u n a ción de estampas, a b a j o precio, a través d e las cuales los fie-
Corrida d e Toros, d e A n t o n i o Carnicero, c o m o a las distintas les manifestaban su piedad y devoción.
suertes de este espcctácuio- J u n t o a ellas el retrato de algunos A u n q u e selectiva, y d e lectura problemática, c o m o es cual-
d e sus protagonistas, el d e los actores de teatro Rita Luna o el quier imagen artística, tiene el visitante ante sí —y el lector del
célebre Isidoro Máiquez o el del torero P e d r o Romero, u n o Catálogo— una primera impresión d e la ciudad: su represen-
d e los fundadores del t o r e o moderno- tación, calles y plazas, m o n u m e n t o s y paseos, personajes rele-
Por líldmo, Purificación N á j e r a n o s acerca a la vida religio- vantes o a n ó n i m o s , e s c e n a s del vivir c o t i d i a n o , t i p o s y
sa, de g r a n i m p o r t a n c i a en la vida cotidiana d e la sociedad expresiones populares, sucesos notables, la tragedia de la gue-
madrileña del Antiguo Régimen. rra y el h e r o í s m o del c o m b a t e callejer(5, diversiones y devo-
E s t r e c h a m e n t e asociada a la ideología d o m i n a n t e , la reli- ciones; en definitiva, un retrato plural Az una gran ciudad c o m o
gión tiene múltiples d i m e n s i o n e s sociales, q u e i m p r e g n a la fue - y es— Madrid, n o muy disdnta a otras ciudades europeas
vida p e r s o n a l y colectiva d e los españoles. Las d e v o c i o n e s de su época - l a del Antiguo R é g i m e n - , en u n o d e los perío-
marianas —vírgenes d e la A l m u d e n a y de Atocha—, el culto a dos más intensos d e su historia.
los santos p a t r o n o s locales - S a n Isidro y Santa María d e la E d u a r d o Alaminos L ó p e z
C a b e z a - y o t r a s d e v o c i o n e s —Beata M a r i a n a de J e s ú s o el Conservador de Cokcáones
La 17
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
La memoria impresa:
El grabado español y la colección de estampas del Museo Municipal de Madrid
La visión caieidoscópica de Madrid que ofrece esta expo- nacional frente a las influencias extranjeras. Poco después ia
sición se configura en torno a las diversas funciones que la ciudad se ve convulsionada por la in\"asión napoleónica de
estampa ha ido desplegando a lo largo del tiempo: represen- 1808, p r o t a g o n i z a n d o las luchas callejeras, la m u e r t e y el
tar la realidad en imágenes, informar, aleccionar o divettír. La hambre, para iniciar, tras la Guerra de la Independencia, un
selección, realizada minuciosamente, evoca de forma muy apasionante proceso de transformaciones políticas y sociales
expresiva las diversas apariencias de la ciudad y de las gentes que la harían centro del movimiento romántico español.
que la han habitado: la visión ob)etiva de su topografía, la ciu- El grabado, nacido con el advenimiento de la imprenta,
dad c o m o escenario de poder, sus fiestas y sucesos, los per- supuso la posibilidad de diviügación y popularización de imá-
sonajes r e n o m b r a d o s o anónimos, la vida que discurre en genes como nunca antes había sido posible, unas veces a través
ferias, mercados o devociones... T o d o está en la estampa, del libro y otras como objeto independiente. La imagen que
verdadero arquetipo del que van a ser, en cierto modo, here- se quería reproducir era primero dibujada para después pasar a
deras otras formas de representación de la realidad, como la ser grabada sobre madera o cobre y de ahí hacer posible su
fotografía o el cine. Por ello se han elegido las imágenes más multiplicación a partir del entintado y traslado o volcado al
características dentro de cada género funcional: planos y vis- papel. Así la imagen que se quería dar a conocer podía ser
tas de Madrid, iconografía o retratos, acontecimientos políti- reproducida en libro o ser distribuida en exclusividad por sí
cos, vida cotidiana, diversiones populares y devociones. misma. D e esa manera, las imágenes del poder, los símbolos
La selección escogida para esta muestra arranca de 1550, y devociones religiosas, los descubrimientos científicos o las
fecha del reirat(5 de Carlos V de Nicolo della Casa, y conclu- más renombradas obras de arte se propagaron por doquier.
ye en 1820, año de la introducción de la litografía en España. Hasta la E d a d M o d e r n a , la escampa p o p u l a r y el pliego
Sin embargo, la colección de estampas del Museo Municipal suelto se orientaban hacia un consumidor modesto, con fines
de Madrid tiene obras tan interesantes c o m o el grabado de casi siempre de apostolado cristiano y de enseñanza de la lec-
L ^ Anunciación, de Juan de Vingles, editado en Alcalá, en tura. Las poesías de los pliegos se transmitían oralmente. Los
1556, por el impresor Juan de Brocar, así como una nutrida grabados facilitaron la cornptensión de los textos e intluye-
colección de grabados pertenecientes a los siglos XIX y XX, ron en la pintura al óleo y en los frescos', l-a función del gra-
que completan la historia del grabado español. bado fue, en general, informativa, didáctica, moralizadora y
Madrid aparece, a través de la estampa, como una pequeña científica, y tuvo una presencia predominante en la vida social
ciudad medieval que crece muy deprisa al transformarse en y cultural de los siglos XV al XIX, llegando a ser el espejo fiel
la corte de ios Austrias y capital de su imperio en 1561, p o r del espíritu de su época. E n numerosas ocasiones, la estampa
decisión del rey Felipe IL El período barroco se manifiesta artística fue esencial para el arte, transmitiendo temáticas y
en ella con fervor inusitado, protagonizando la eclosión cul- c o n c e p t o s compositivos que a p o r t a r o n a los artistas más
tural del Siglo de Oro, c o m o ciudad que habicaron Cervan- eminentes apoyos esenciales para su evolución, transmitien-
tes, L o p e de Vega, Calderón de la Barca o Velázquez. La d o las tendencias e ideas de los principales centros artísticos
ciudad fue escenario de entradas triunfales, de autos de fe, del de Europa. Este protagonismo del grabado como transmisor
mundo de la picaresca y de los corrales de comedias. Tras la de información vino a ser eliminado con la invención de la
fiesta barroca, el despertar ilustrado dieciochesco, con la fotografía, que sustituyó las diversas f u n c i o n e s que había
nueva dinastía borbónica, trae un nuev'o concepto urbanístico cumplido la estampa. Al carácter iconográfico de t o d o gra-
en sus reformas y un refinado y fuerte impulso en las artes e bado hay que añadir su temática y su función. El grabado es
industrias. El aire popular de sus gentes, los bailes, las fiestas u n instrumento para conocer, contiene ideas, llega a ser un
de toros y el " m a j i s m o " 'afirman una genuína identidad medio de comunicación y propaganda del p o d e r político o
f // memoria impresa 19
Ayuntamiento de Madrid
religioso, y expresa una determinada mentalidad social, por de esa misma época, que se utilizaban para las devociones
lo que ha de ser estudiado desde esta múltiple perspectiva^ particulares.
Una estampa es el resultado de un proceso en el que han D e 1428 son algunos contratos impresos por medio de la
intervenido varios artífices. Al grabador se le ha dado mucha xilografía. La estampa suelta precedió en Hspaña. como en el
importancia, pero tanta o más la denen el dibujante, autor del resto de Europa, al grabado integrado en los libros. Los pri-
diseño lineal, o el inventor, autor de la composición. El pintor meros grabados españoles en libros aparecieron, c o m o xilo-
o el escultor, de los que procede la idea o dibujo originales, son grafías, en dos incunables: uno, fechado entre 1479 y 1480,
también muy importantes. K1 grabado tiene varias modalidades es u n Arte de hien morir, editado en Zaragoza p o r Hnrique
básicas: el relieve^ en que las partes a imprimir, en relie\-c. reciben Botel y Juan Hurus, y el otro el basciculus temporum, impreso
la tinta; el huKo^ahado o al buril, en que la tinta ocupa los surcos en Sevilla p o r Alfonso del Puerto y Bartolomé Segura-
y el relieve se limpia, y la ¡itoffajia, en la que se dibuja sobre una La confección de estampas sueltas devocionales y de nai-
piedra con onta o lápiz graso, tratándose la superficie para que pes, realizadas tanto a partir de tacos de madera c o m o de
la tinta sólo vaya a los trazos dibujados. Los procedimientos matriz metálica, se fue popularizando durante todo el final
técnicos son muy variados, aunque los principales son el agia- del siglo XV. También era frecuente recortar grabados para
fuerte, el aguatinta, la punta seca, el lavado y la técnica a puntos. enriquecer manuscritos, p e r o la historia del g r a b a d o está
E n España, el g r a b a d o fue c o n s i d e r a d o históricamente unida, a partir de ese momento, a la imprenta, pues cuando
más un objeto de consumo que una obra de arte digna de ser Gutenberg inventó sus tipos móviles, estaba aplicando técni-
coleccionada y, con excepaones, tuvo menos relevancia que cas que ya conocía. El grabado en madera que adornaba los
en otros países europeos, c o m o Italia, Francia o los Países incunables solía ser de temática religiosa o de caza, con clara
Bajos y germánicos. C o m o objeto coridiano, el grabado era influencia alemana, imitando las ilustraciones de Durero o las
consumido a través de las estampas de devoción, pliegos de de la Biblia de N u r e m b e r g , obra que alcanzó una e n o r m e
cordel, coplas, naipes, panfletos de dpo pob'tico o caricaturas. difusión.
E n España no se apreciaba como artista al grabador, que era El primer libri> impreso se hizo en Segovia en 1471. Entre
considerado más bien un artesano que copiaba el modelo que tanto se f u e r o n afianzando los primeros centros editoriales
había sido creado p o r el artista. Sólo algunos grabadores españoles; Segovia, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Sevilla y
humanistas en el Renacimiento y sobre t o d o los grabadores Salamanca. E n t r e 1476 y 1480 se p r o d u j o el primer libro
del período de la Ilustración serán renombrados (la época de impreso con ilustraciones, aunque era frecuente aún dejar hue-
la Ilustración es precisamente el m o m e n t o en que se confi- cos para miniamras en la tipografía. E n la segunda mitad del
gura en hspaña el coleccionismo de estampas y el m o m e n t o siglo XV, la xilografía mantuvo su importancia en España para
de mayor almra artística y técnica en el grabado.) E n general, ilustrar libros de religión y de caballerías que respondían a una
el grabado español ha sido poco valorado, a excepción de los épica culta, reflejo del ímpetu nacionalista y providencialista
realizados por grandes artistas c o m o Ribera, Goya o Picas- de la época. E n la década de 1480 a 1490 comenzó propia-
s o \ Esta falta de a p r e a o se acusa en la ausencia de estudios y mente el grabado en el libro español. Se utilizaba tanto la xilo-
publicaciones específicas, salvo pequeñas referencias de los grafía c o m o la matriz de metal con técnica similar a la
tratadistas de pintura del siglo XVII y algunos estudios de xilográfica mediante el cribado de estaño. Muchos de los gra-
finales del XVIII^. Sólo a partir de mediados del siglo X I X se badores procedían del oficio de platero, circunstancia que per-
comenzó a estudiar de forma sistemática, con trabajos c o m o duraría durante los siglos XVI y XVII, Numerosos libros de
los de D. Martínez y J. Caveda^ ese primer m o m e n t o presentan orlas xilográficas con multi-
tud de influencias estiL'sticas (germánicas, itálicas o mudéjares,
Emludón delff-abadoespañol estilo este último derivado del arte decorativo hispano-árabe).
Estas influencias mezcladas son visibles también en la arqui-
Los primeros ejemplares d e grabados españoles corres- tectura y en la pintura de la España del siglo XV''.
ponden a estampas religiosas o documentos legales realiza-
dos en técnica xilográfica. E n los inventarios de la ciudad de El humanismo del siglo XVI
Vich de 1403,1420, 1423, 1430 y 1441 se mencionan trozos
de papel pintado con imágenes religiosas que se colgaban en A finales del siglo X V comenzó a separarse la producción
las habitaciones; estos papeles pudieron estar coloreados a impresa del manuscrito, mediante la inclusión de grabados
mano como los trípticos y retablos de papel de importación con intención decorativa, ilustrativa o indicando impresor. La
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ci5n el asunto alusivo en el centro. Otros burilistas destacados económica, demográfica y social. E n general, el libro del
del siglo X V I f u e r o n Patricio Caxés, que g r a b ó la obra de período barroco es menos atracti\"o que el renacentista, debi-
Vignola Ríg!a de las Cinco Ordenes de Arqchitectura (1593), Pedro d o al descuido en la presentación y a la escasa calidad del
Román -quizá "el mejor y más recio b u r i l " - y Pedro Angel, papel, las tintas y los caracteres. La Contrarreforma acentuó
platero toledan<j que grabó estampas de devoción en contac- la censura, y la crisis económica gravó las importaciones de
to con los círculos humanísticos. papel. Esa decadencia coincidió con el auge de la tipografía
Las características de los g r a b a d o s de Madrid de ese madrileña, convertida en el mayor foco editorial de la penín-
m o m e n t o son su riqueza compositiva y su gran tamaño. Los sula, aunque se mantuvieron otros centros activos en Valen-
retratos de algunos de los libros editados en Madrid resulun cia, Zaragoza, Sevilla y Barcelona, decayendo, por contra, la
muy atracüvos, entre ellos el del escritor Lope de Vega, El actividad en ambas Castillas.
aguafuerte se introdujo en España antes de finalizar el siglo E n los libros se utilizaban, generalmente, las portadas
XVI a través de pintores que lo utilizaban por tener menos arquitectónicas con retablos, frontones, escudos y emblemas,
dificultades y más calidad que el buril. realizadas calcográficamente, encajando en su contenido titu-
N o sólo se editaba en España, pues se imprimían libros lo y demás textos. La portada llegó a cualificar al libro, como
españoles en Portugal, Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, en el Epicteto Español en verso, de Quevedo, ilustrado por Juan
Suiza, Bohemia y hasta en Salónica. Los Países Bajos, que a de N o o r t en 1635 y editado en la imprenta de María de
partir de 1519 estuvieron b a j o el d o m i n i o de la dinastía Quiñones. La Historia de la Antigüedad y grande^ de ¡a Villa de
española, fueron el centro editor de mayor importancia. E n Madrid, de Gil González Dávila, lleva una portada barroca
.'Vmberes, foco del humanismo nórdico, Lovaina, Lieja, Bru- realizada en 1629 por Roberto Cordier, uno de los grabado-
selas o Leiden, se imprimían libros en castellano. Uno de los res más finos de su época".
mejores, la Biblia Real, fue publicado en Amberes por Cristó- IAS estampas sueltas eran de producción foránea, salvo las
bal Plantin, protegido de Gabriel de Zayas, secretario de Feli- de significación devocional encargadas por cofradías y cabil-
pe IV y apoyado también p o r el cardenal Granvela; su dos para distribuirlas entre sus feligreses. La estampa culta
monopolio de libros litúrgicos, otorgado p o r Felipe li, oca- procedía sobre t o d o de Flandes, por su conexión política con
sionó la ruina de los editores y grabadores hispánicos. España, pero también de Italia, Alemania y Francia, lo que
Juan de Arfe y ViUafaña (1535-1603), escultor de oro y pla- suponía una importante sangría económica y la escasa opor-
ta y gran tratadista, traba)ó el grabado xilográfico y el grabado tunidad de competir de los artistas propios (de ahí que algu-
en metal. D e familia de plateros y grabadores (su padre, su her- nos pintores y tratadistas, c o m o Eugenio Caxés o Giuseppe
mano), escribió, entre otras obras, los itíviáos Quilatador de la Martínez, manifestaran su inquietud por la hegemonía de
plata, oro y piedras (1572) y De varia conmensuración para la Escutura algunos extranjeros en ese campo. J u n t o a la influencia fla-
y Arquitectura (Sevilla, 1585), con grabados xilográficos que se menca son de destacar los manieristas italianos que trabaja-
complementan con el texto; esta última obra estuvo vigente ron en E l Escorial, influyendo en artistas españoles c o m o
hasta el siglo X V l l l , con sucesivas reediciones. Francisco López, que g r a b ó al buril los dibujos de Vicente
Se denen pocos datos sobre los artesanos de la madera; en Carducho pata el tratado de este último Diálogos de la pintura.
cambio se conoce el trabajo de numerosos burilistas y agua- Los folletos de diversa índole —precedente del períodi-
fuertistas que gral>aban, además de los ftontispicios de los libros, c o - a p o r t a n un ingente material a la edición barroca: alega-
escenas religiosas o caballerescas y, frecuentemente, los retra- ciones, memoriales, disposiciones oficiales, textos políticos,
tos de los autores. Los talleres de grabado de Valencia y Sevilla poéticos y religiosos ilustrados con florones, escudos, viñe-
estaban muy acdvos, ilustrando, en ocasiones con estilo tradi- tas, iniciales, etc.; en general se trata de xilografías y calco-
cional, temas caballerescos, retratos, orlas, ambientes cotidia- grafías, en ocasiones coloreadas, de aire ingenuista pero de
nos, vistas y arquitecturas elimeras, como puede verse en la obra gran importancia sociológica.
de Juan de Mañara Recibimiento que hi:(o la muy nobk y mt^ leal du- Entre 1615 y 1630, el grabado madrileño está representa-
dad di Sivtlla a la CMK del R^' Mpe NS (Seviüa, 1570)'°. d o p o r los g r a b a d o r e s f l a m e n c o s que siguieron a Perret,
como Alardo de Popma, Juan Schorquens o Cornelio Boel,
La estampa del Barroco de calidad mediocre. Diego de Astor, namral de Malinas, fue
grabador de la Casa de la Moneda y de la Imprenta del Sello
El siglo X V I I , marcado p o r los reinados de Felipe III y Real, y es famoso por haber trasladado a la estampa algunas
Felipe IV, se vio convulsionado p o r una p r o f u n d a crisis obras de El Greco. Schorquens colaboró en 1623 en la edi-
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ción de Teatro de las grande^^as de ¡a Villa de Madrid, de Gi! de los fundamentos de la verdadera destreT^ay filosofía de las armas
González Dávila, obra editada por T h o m a s lund, así c o m o (Madrid, 1675). Algunos pintores de la corte, c o m o Carreño
en el Viage de... D. Fe Upe III al R«'n» de 'Portugal (1622), del de Miranda, Claudio Coello, Herrera Barnuevo o Francisco
mismo editor. Solis, también grabaron ocasionalmente, p e r o el único que
J u n t o a los grabadores flamencos, también trabajaron en practicó el grabado con asiduidad fue José García Hidalgo,
E s p a ñ a algunos grabadores franceses que, p o r lo general, autor de las primeras referencias al arte de grabar en su tra-
gozaron de menor fortuna artística y económica. El más des- tado Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la Pintura
tacado fue Juan des Courbes, que trabajó en Madrid entre (1693). Influido por Carreño, da una serie de pautas útiles
1620 y 1638, en conexión con los editores de Lope de Vega, para los principiantes, inspiradas, según confiesa, en graba-
al que retrató en su Laurel de Apolo (1630); fue el primer gra- dores como Durero, Cousin, Arfe o Ribera.
bador de un cuadro de Velázquez. el retrato de Luis de G ó n - El mejor grabador al aguafuerte del siglo XVII fue José de
gora. También destacaron Miguel L'Asné, Roberto Cordier y Ribera, al que se atribuyen sólo 16 grabados, todos ellos de
N. le Cartel. su etapa napolitana (1621-1648). Ribera aprendió el arte del
La segunda generación flamenca, que rebasó la segunda grabado probablemente en Valencia de su maestro Ribalta y
mitad del siglo XVII, representa el ímpetu barroco del perío- realizó obras religi<jsas, c o m o San Sebastián (1620), San Ber-
do, con grabadores c o m o Juan de N o o r t , autor de vigorosos nardino de Siena, San Jerónimo, Lji penitencia de San Pedro y el
retratos de inspiración velazqueña e ilustrador de la obra^^rfe Martirio de San Bartolomé (\(>2A), retratos como el ecuestre de
de balksteriay montería, de A. Martínez (1644), donde alcanzó la J u a n de Austria (1648) e imágenes alegóricas c o m o la del
c u m b r e de su arte. Los retratos de P e d r o Perete, hijo d e Poeta (1620-21) y una Cartilla para enseñar a los principiantes
Perret, también reflejan el influjo de Velázquez. Por su parte, (1622), que no llegó a completarse. Su más celebrado agua-
H e r m á n Pannells, discípulo de Rubens, retrató al C o n d e fuerte es el Sikno borracho (1622). Sus estampas se conocieron
Duque de Olivares, asi c o m o María Eugenia de Beer, hija de en E s p a ñ a y, aunque tuvieron cierta influencia, n o tuvo
Cornelio, que retrató al príncipe Baltasar Carlos e ilustró algu- seguidores, salvo Pedro Rodríguez o Crisóstomo Martínez,
nos libros de equitación y aves "con gran dulzura", al decir este último el m e j o r g r a b a d o r valenciano del siglo X V I I ,
de Ceán Bermúdez. autor de un Atlas anatómico, realizado hacia 1680 y no supe-
El mejor grabador de mediados del siglo XVII en Madrid r a d o hasta u n siglo después p o r el d e Lacaba e Isaura de
fue el español Pedro de Villafranca, f o r m a d o en el taller de 1799.
los Perret, que grabó una especie de Cartilla para enseñar los Uno de los focos de grabado más importante de esa época
prinápios del diseño (1637-38). También realizó las láminas de fue el de Sevilla, por ser puerto a las Indias, con imprentas de
Os iMsiadas, de Camoens (edición de 1638-39) y, como ejem- gran actividad, destacando, entre otros, Francisco Herrera el
plar retratista, numerosos retratos de la familia real (Isabel de Viejo (1573-1656)?, para algunos el mejor burilista español
Borbón, Felipe IV, Carlos II, María Teresa de Austria, Juan del seiscientos, así como Isaac Levendal, Juan Méndez y Bar-
José de Austria) y de escritores y poL'grafos, como José Casa- tolomé Arteaga. Hl pintor Valdés Leal realizó algunas estam-
nova, convirtiéndose en un pintor-grabador, a la manera de pas religiosas y un autorretrato entre 1668 y 1671. E n 1671,
Ribera. E n 1654 Villafranca fue nombrado grabador real, rea- con motivo de las fiestas en honor de San Fernando, se editó
lizando en numer<5sas ocasiones el retrato del rey Felipe IV, un libro conmemorativo, Fiestas de la Santa Iglesia Metropolitana
inspirado en Velázquez, con decoraciones influidas por el d r - j Patriarcal de Sevilla al nuevo culto del Señor San remando, en
culo de Rubens. T a m b i é n se inspiró en su maestro P e r r e t donde figuran diseños de Francisco Herrera el Mozo, Muri-
para las imágenes del Escorial en la Historia del Real Monasterio Uo, Matías de Arteaga y otros. Murillo y Arteaga crearon la
de .'ian Loren:^ del Escorial, de Francisco de los Santos (1657), Academia de Sevilla.
y realizó estampas de devoción. Con él colaboraron Marcos E n Granada floreció una verdadera escuela de grabadores,
de Orozco y Diego de Obregón. gracias al auge de las imprentas y a la influencia de la familia
También destacaron, a finales del siglo X V I I , Gregorio de grabadores flamencos Heylan, aiK establecida. Cataluña,
Fosman y Medina, autor del famoso Auto de Fv celebrado el Aragón y Valencia también fueron centros notables de acti-
30 de junio de 1680 en la Plaza Mayor de Madrid, y retratista vidad editorial e intelectual, destacando el buril en Valencia y,
de María Luisa de Orleans, Margarita de Austria o Santa en Cataluña, coexistiendo con la tradición popular xilográfica,
Teresa de Jesús. Francisco Antonio Ettenhard y Abarca fiie el grabado calcográfico, introducido por los plateros e inspi-
autor y grabador de tratados sobre armas, como e l ' rado en el arte galante francés'^.
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¥Jperiodo ¡lustrado y belleza que tenían ¡os grandes impresores Sancha o Ibarra,
y la Imprenta Real'^
K1 siglo XVIII se inició con la guerra de Sucesión, por la H1 más significativo grabador de la España ilustrada fue
que los Borbones accedieron al trono de España, y concluyó Manuel Salvador Carmona. Sus estampas testimonian el gran
poco antes de la (iuerta de la Inbdependencia contra la inva- nivel de perfección alcanzado por el grabado español en el
sión napole<jnic2. Su primera mitad siguió la tradición barro- siglo XVIII, a igual altura que otros países europeos de larga
ca. La reforma ilustrada o c u p ó la segunda mitad, haciendo tradición en ese arte. J u n t o a él, sus discípulos, c o m o Juan
del grabado vehículo eficaz para la difusión de sus ideas; de A n t o n i o , su h e r m a n o , F e r n a n d o Selma, Blas Ametller,
ahí las iniciativas oficiales y el pr(jteccionismo frente a la inva- Manuel ¿Vlegre, Esteban Boix, Manuel Monfort o Pedro Pas-
sión del grabado europeo, obligando a imprimir en España el cual Moles, crearon escuelas definidas, pudiéndose contabili-
libro religioso. Kn esc siglo c o n t i n u ó en auge el g r a b a d o zar más de 400 grabadores en ese período. Este esplendor no
devocKinal, pero se iniciaron o se consolidaron otras corrien- era gratuito, ya que se correspondía con un progresivo auge
tes como el grabado ciennficü, el didácdco, el costumbri.sta y económico y cultural, coincidenie con el establecimiento de
el artístico. la dinastía borbónica que propiciaba el coleccionismo y la
E n la primera mitad del XVIII, el panorama del grabado formación de los artistas en los grandes centros europeos.
en Madrid era desolador: atonía, imprentas viejas y efectos N o obstante, los grabadores estaban sujetos a las prohibi-
negad vos de la Guerra de Sucesión, que impidió el cultivo de ciones generales sobre estampas que atentaran c o n t r a la
un arte en decadencia. La obra maestra de ese período es El moral o que fueran de matiz revolucionario. La inquisición
Museo Pictórico y Escala Óptica (1715), de Antonio Palomino, prohibía y retiraba de la circulación frecuentemente estampas
grabada por el valenciano Hipólito Rovira, de aire barroc<5 el relacionadas con la heterodoxia religiosa, antiestéticas, de
p r i m e r tomo, inspirada en otros tratadistas c o m o Vesalio, propaganda revolucionaria, deshonestidad o superstición. El
Arfe o el Padre Pozzo. El gusto francés se fue introduciendo C o n s e j o de Castilla intervenía para que n o entrasen en el
p o c o a poco, Matías de Irala Yuso (1680-1753), fraile madri- reino estampas prohibidas, Kn 1805 se creó el J u z g a d o de
leño, pintor, dibujante y grabador autodidacta, es el grabador Imprentas y Librerías, al que se debían presentar estampas y
más interesante de esa etapa, ilustrando obras de medicina y libros para su aprobación, aunque fue suspendido tres años
otras de carácter religioso o histórico. La más interesante es más tarde. El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición
la serie de láminas del Método sucinto, compendioso de cinco tenía atribuciones sobre la censura de estampas. E n 1612 ya
simetrías apropiadas a los cinco órdenes de Arquitectura, adornada con se dictaban reglas contra las imágenes que hicieran m o f a de
otras realas útiles l\l?>0-\12>9), que, con aire rococó, representa la religión, pinturas obscenas, o falsas devociones y supersti-
las novedades artísticas de su tiempo, francesas o italianas. ciones, C o m o consecuencia de los sucesos revolucionarios de
También destaca Juan Bernabé Palomino (1692-1777), des- 1789,1790 y 1792 se prohibieron libros, estampas y abanicos
cendiente de platero y sobrino del tratadista y pintor Anto- franceses alusivos a estos hechos. También se persiguieron a
nio Palomino, con el que colaboró en el segundo t o m o del partir de 1814, bajo el reinado absolutista de Fernando VII,
Museo Pictórico, sirviendo de puente al arte del grabado de las barajas de .30 preguntas y 30 respuestas, un juego galante
la segunda mitad del XVIII. Hasta 1752, Juan Bernabé Palo- muy en boga'''.
mino siguió grabando para los editores madrileños y perso- Por lo que respecta a la evolución técnica del g r a b a d o
najes afectos a la corte y, a partir de esa fecha, como director español, hacia 1750 se alcanzo ei dominio técnico de la talla
de grabado de la Academia de San Fernando, impartió clases dulce, lo que permitió conseguir las directrices estéticas del
a los alumnos de la misma. Excelente reproductor de cuadros " b u e n g u s t o " que nuestros ilustrados buscaban y que ya
célebres, abrió camino al " b u e n g u s t o " de grabar. Tomás había sido alcanzado en el siglo anterior por ios grabadores
francisco Prieto, compañero de docencia de Palomino como de Francia, Inglaterra, l-lolanda e Italia, C)tros avances con-
director de grabado de medallas, fue un excelente grabador, temporáneos fueron el grabado a puntos o manera nefftj para
tanto en talla dulce c o m o al aguafuerte. El francés José Fli- conseguir la gama de semitonos o el grabado de madera a
part, grabador de cámara, fue traído a la corte por Fernando contrafibra que, apoyado en la técnica de la talla dulce, aba-
VI, desarrollando una corta actividad en Madrid. E n general, rataba la reproducción. Sin embargo, la falta de mercado y de
a mediados del siglo X V I I I el libro, bello y sólidamente apoyo al sistema de enseñanza hizo que este esplendor fuese
encuadernado, se ilustraba cuidadosamente, siguiendo el ide- efímero. Los maestros de la Academia, Palomino o Carmo-
ario de la Ilustración y gracias al alto sentido de proporción na, n o lograron superar esta situación.
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Aunque n o h u b o r u p t u r a con los gustos de la centuria A partir de la segunda mitad del siglo X \ ' I I I , Madrid se con-
anterior, sí se reflejan algunos cambios temáticos, c o m o el virtió en centro del grabado a la almra de otros centros euro-
incremento de imágenes alusivas al poder real - e n detrimen- peos en la práctica del buril, que conseguía traducir el hecho
to de las de carácter religioso- y la aparición de estampas pictórico mediante la dirección e intensidad de las buriladas.
conmemorativas, reproduca<>n de los sitios reales - c o m o El Además del buril, también se udlixaba el aguafuerte y el agua-
Escorial o Aranjuez—, series c o m o la de retratos de españo- tinta. La mayoría de los grabadores estaban vinculados a las
les ilustres o la de la colección real de pintura, o colecciones academias, que predicaban el grabado de "buen gusto"".
de escenas populares c o m o las corridas de toros. E n t r e las El auge de la imprenta contribuyó decisivamente al fomento
novedades más significativas, cabe señalar la colección de y a la difusión del grabado del siglo XVIII, El libro, bello y sóli-
vistas de m o n u m e n t o s y ciudades yXntigiiedades árabes de damente encuadernado, con ilustraciones muy cuidadas, s^^iien-
F.spaña, Vistas de Madnd, o el Viaje pintoresco, de Laborde. La d<5 el ideario de la Ilustración, era producido por los grandes
idea de dar a conocer la arquitectura española seguiría a lo impresores instalados en Madrid, como Sancha, Ibarra o la
largo del siglo XIX. Los mejores grabadores españoles del Imprenta Real, E n estos libros colaboraron ilustradores del
m o m e n t o —los Carmona, Moles de la Fuente, Mariani, Fran- mavor prestigio, como Mariano Salvador Maella, Isidro y Anto-
cisco de Paula Martí, AmetUcr, Tomás López Enguidanos o nio Carnicero, López Fnguídanos, José Jimeno, José Camarón
Rafael Esteve— se dedicaron a las vistas de ciudades o a la y, sobre todo, Luis Paret, el mejor viñetista de su época'".
reproducción de pinturas. T r a b a j a r o n también la estampa Entre 1771 y 1790, el impresor madrileño Antonio de San-
artística en la segunda mitad del siglo pintores como Antonio cha publicó más de 500 impresos. Los grabados, firmados
González Rui^, Mariano Salvador Maella, R a m ó n Bayeu, por ios grabadores más importantes del momento, eran utili-
Isidro González Velázquez, Tomás López o Francisco de zados fundamentalmente en los libros de tema literario, reli-
Goya. gioso e histórico, con predominio de lo religioso. Librerías o
T a n t o la Real Academia d e San Fernando, f u n d a d a p o r imprentas c o m o la de Sancha se dedicaban a la vez a impor-
Carlos III en 1752, c o m o la de San Carlos en Valencia o la tar estampas extranjeras para proveer a las grandes casas
F-scuela de San Jorge en Barcelona, fueron grandes impulso- nobiliarias, c o m o la del D u q u e de Osuna, E l Príncipe de
ras y protectoras del grabado, aunque intentando al mismo Asturias adquirió en 1774 al librero Miguel Copin las vistas
tiempo monopolizar su ejercicio. Las Academias daban lec- de Piranesi grabadas por el francés Joseph Vernet, E n gene-
ciones de grabado; la de San Fernando, por ejemplo, destinó ral, la demanda de estampas para decorar gabinetes o formar
a Tomás Francisco Prieto y a j . Bernabé Palomino, para ese colecciones era escasa, cubriéndose las necesidades existen-
fin. Algunos artistas, c o m o Manuel Salvador C a r m o n a , tes con importaciones holandesas y francesas- F.n los graba-
Alfonso Cruzado, Juan de la Cruz y Tomás López viajaron dos de gabinete se mostraba la cultura y el recuerdo de los
pensionados a París. Fueron nombrados académicos algunos viajes de su dueño, a la vez que una visión enciclopédica del
grabadores y se solían dar premios en esa especialidad. El universo: en las alcobas, escenas devotas; en otras estancias,
ilustrado Bernardo de Iriarte, n o m b r a d o viceprotector de la grabados cuya intención era el placer de los sentidos". El rey
Academia, impulsó decisivamente el grabado y su estudio. actuaba c o m o mecenas y la minoría ilustrada dedicaba un
Gracias a la enseñanza del grabado en las Academias, se mul- gran interés al fomento del grabado, al considerarlo un auxi-
tiplicaron las publicaciones científicas. La Real Calcografía, liar de todas las ciencias. Sin embargo las únicas estampas con
cuya actividad comenzó en 1789, se convertiría pronto en el una venta masiva asegurada eran todavía las religiosas y las
establecimiento más importante en la producción de graba- ilustraciones de los libros; de ahí que los principales clientes
dos. Su encargo de mayor importancia fue la obra Retratos de fueran las instituciones religiosas y las imprentas.
los españoles ilustres, realizada entre 1788 y 1814, con un total Los ilustrados fueron los primeros en dedicar atención a la
de 114 retratos, para dar a conocer en el extranjero a los gran- historia del grabado español y en crear una literatura artísti-
des hombres. D e la Real Calcografía salió también la famosa ca propia. E l libro que el salmantino Manuel de Rueda
sene de Las Caprichos, de Goya. E n 1789 Carlos IV autorizó a publicó en la imprenta madrileña de Joaquín de Ibarra en
que se dibujaran y pasaran a grabado las pinturas de la colec- 1761, titulado Instrucción para gramr en cobre, fue el primero que
ción real, c o m o ya se había hecho en otros países para dar a v i n o a rellenar u n vacío en la literatura artística del siglo
conocer las obras maestras de la pintura. Sin embaído n o se X\TII"', Era a la vez un tratado de las técnicas para grabar y
logró la demanda esperada y la compañía creada con ese fin un c o m p l e t o inventario de los artistas y grabadores de sus
acabó arruinándose por la falta de ventas. obras. La obra de Manuel de Rueda se inspiraba en los trata-
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dos franceses de A. Bosset, Traite des manieres Je^aver en tailk- muy cerca de su casa, Goya combinó en esta obra la técnica
douce, 1645, y de Lacombe, Dictionnaire Portatif de BeauxArts, de! aguatinta con la del aguafijerte. Tauromaquia, también
1753, así c o m o en el artículo " g r a v e a r " de la Enciclopedie, ai aguafuerte, es de 1815, se trata de una obra eminentemen-
escrito por Chevalier de de Jaucüurt en 1757, te popular, ilustrativa del m u n d o de los toros. Los Desastres de
José de Vargas Ponce, en su Discurso Histórico sobre el prin- la Guerra, realizada de 1810 a 1820, es una de sus obras más
cipio y progresos delgrabado, leído en la Academia en agosto de brillantes, inspirada en los hechos presenciados por él en el
1790, nos da noticia del grabado de su dernpo. El Diccionario transcurso de la guerra contra la invasión napoleónica. Los
Histórico de ¡os más ilustres profesores de las bellas Artes en Disparates o ProMrbios, serie realizada entre 1815 y 1823, es otra
España, escrito por Agustín Ceán Bermúdez y publicado en de sus obras grabadas más significativas. E n esta última serie,
1800, es un repertorio fundamental para conocer a los gra- al igual que en la de los Desastres, Goya ensombrece progresi-
badores españoles. I-a ausencia de n o m b r e s españoles en el vamente los tonos. C o m o artista innovador, tampoco le fue-
grabado la achacaba ya Rueda a que España había dependi- ron desconocidas otras técnicas como el grabado al humo y
do en los primeros rnomentos de la tipografía de los alema- la litografía, practicando esta última en su vejez, por ejemplo
nes, inventores de esta tecnología, y a los f l a m e n c o s que en los Toros de Burdeos. Goya ha de ser considerado uno de los
sobresalieron en su difusión y perfeccionamiento, aunque grabadores más grandes de la Historia del Arte, a la par sólo
en ese m o m e n t o existía u n especial interés político de la de Durero y de Rembrandt, entre los antiguos, y de Picasso,
monarquía española por los asuntos relacionados con las entre los modernos. K1 mismo reconoce a Rembrandt entre
artes gráficas. sus maestros^.
Muchos grabados servían, como en el siglo anterior, para
ilustrar los pliegos de cordel con romances. A finales del siglo El arte^^co en los siglos XIXy XX.-
XVIII se desarrollaron las aleluyas, los alfabetos, los juegos y
estampas sueltas, continuando en el siglo X I X pata decaer Los cambios más significativos para la historia del grabado
con la Restauración, en época del rey Alfonso XII (1875), ai se originaron en el siglo X I X al quedar éste obsoleto como
ser implantadas nuevas técnicas de impresión. El g r a b a d o reproductor de la imagen en serie, al ser superado por la lito-
costumbrista de trajes, escenas populares y oficios se puso de grafía y la fotomecánica {técnica esta última que incluye el
m o d a a finales del siglo X V I I I . Los antecedentes del cos- fotograbado, la fototipia o el lito-offset). Las técnicas tradi-
tumbrismo pueden rastrearse en las obras del pintor de ori- cionales —el g r a b a d o calcográfico, en m a d e r a - pervivirían
gen francés Miguel Angel Houasse, así c o m o en los como obra artesanal y de artista, conviviendo con la litografía
grabadores italianos y franceses de los siglos XVII y XVllI, y y la serigrafía. Sin embargo, hasta mediado el siglo no se pro-
después en la evolución de los cartones para tapices. Esta digaría el nuevo concepto de aguafuerte artístico realizado
estampa costumbrista influyó en el pintoresquismo románti- con gran libertad y colocado por primera vez al nivel de la
co, E n t o d o s los grabados de dpos populares de esa época pintura. La ilustración gráfica del siglo X I X se relaciona con
aparece una Espaiia p r o f u n d a m e n t e tradicional apegada al el desarrollo de la burguesía peninsular, convirtiéndose en
pasado, brillante y pintoresca con textos breves que caracte- instrumento para la creación de una nueva imagen social.
rizan al personaje haciendo referencia al oficio o actividad de Después de Goya, y dentro de las nuevas corrientes del
la figura y a su estado de ánimo, en ocasiones ambiguo en el gusto romántico del X I X , destaca Fernando Brambila, pin-
recuerdo de Los Caprichos de Goya". tor, dibujante y grabador de origen italiano, grabó, entre otros
E n la transición entre los siglos XVIII y XIX irrumpió la trabajos, la colección de láminas de la Guerra de la Indepen-
figura de Francisco de Goya, pintor, pero también espléndido dencia, realizada con Gálvez, con retratos y vistas excelente-
grabador de obra extensa y de técnica atrevida, apartándose mente ejecutadas. Federico de Madrazo y Eugenio de O c h o a
de las normas clásicas. Experimentó con gran curiosidad téc- imprimieron en 1835 la revista " E l Artista", c o n t e n i e n d o
nicas y procedimientos. C o m e n z ó con la técnica del agua- numerosas estampas litografiadas. D e 1839 a 1865 son los
fuerte, siguiendo los m o d e l o s de G. B. Tiepolo, D e ese V.4CHerdos y belJe^as de España, con litografi^as de F J. Parcerisa
primer m o m e n t o son la Huida a Egipto, San ¡rranásco de Paula y y Piferrer. O t r a obra excepcional es el Tratado de Anatomía
San Isidro. E n 1778 copió los cuadros de Velázquez, experi- Pictórica, litografiado por A. María de Esquivel en 1848. Jena-
mentando la técnica del aguafuerte- Los Caprici)os, de 1799, es ro Pérez \'illaamil dibujó la España Artísticaj Monumental, lito-
una colección de inspiración crítica con aguafuertes editados grafiada en París (1842-1850), para la que realizó gran
cantidad de apuntes de gran calidad expresiva.
a sus expensas y puestos a la venta en la calle Desengaño,
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La litografía, inventada por ei alemán Alois Senefelder hacia El grabado artístico se afianzó en el primer tercio del siglo
1796-98, supuso u n avance técnico fundamental, al permitir XX con la Sociedad de Grabadores Ibéricos o con el grupo de
grabar ilireccamente sobre piedra alisada y entintada, a la que se Los Veinticuatro, integrado por Ricardo Baroja - h e r m a n o del
aplicaba aguafuerte, facilitando de manera radical el diseño y escritor Pío Baroja—, Juan Espina, Francisco Esteve Botey, Fer-
su reproducción. La níjticia de este invento llegó a España, a nando Labrada, Castelao, Francisco Bores y Gutiérrez Solana,
través de Francia, hacia 1814, produciéndose varias experien- entre otros. Dentro de la atonía general, Madrid se convirtió en
cias en esta materia. BarKslomé Sureda, director de la Real el centro del grabado español, a través de las iniciativas citadas,
Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro, que aprendió la técnica de las escuelas de Grabado y Artes Gráficas y del Círculo de
en París, impulsó la traducción de manuales sobre la nueva téc- Bellas Artes. Se cultivaba sobre todo el aguafuerte, con un efec-
nica. El 16 de mar^o de 1819 se creó el primer establecimien- to pictórico algo amanerado y monótono, en paisajes y vistas
to litográfico español, el del Depósito Hidrográfico, con José urbanas influidos por la generación del 98. Algunos pintores,
Cardano como primer director. Este grabador había aprendi- como Imrrino, Vázquez Díaz, Solana o Bores, practicaron oca-
do la técnica, primero en París y luego en Munich. Francisco de sionalmente el grabado, pero Ricardo Baroja, Espina y Pellicer,
Goya -precursor de esa técnica en España—, Vicente L<>pez y entre otros, eran sólo grabadores; el primen» de ellos escribió un
José Madrazo o José Ribelles hicieron allí sus litografías. E n apasionado texto sobre el arte de grabar al aguafuerte y, con el
1822 se creó el Establecimiento litográfico dei Depósito de la segundo, es autor de numerosas vistas de Madrid, de gran fuer-
Guerra, con José Ribelles como director, orientado más a fines za expresi\-a. Mariano Fortuny Madrazo, hijo del pintor del mis-
prácticos que artísticos. La litograSa fue una técnica por la que m o nombre, pintor, escenógrafo y diseñador, fue también un
se interesaron artistas, científicos e impresores españoles, y grabador de gran calidad dentro de un particular estilo simbo-
convivió en nuestro país con el grabado. La litografía fue una lista. El grabado, muy minoritario todavía, iba recogiendo, aun-
técnica típica de la imagen romántica- I-a primera litografía fir- que "a posteriori", las tendencias artísticas de la pintura, desde
mada pertenece a Goya y está fechada en 1819, ei mismo año el paisajismo impresionista al cubismo o el expresionismo
de creación del Establecimiento Litográfico de Madrid"'. E n u n intento de atajar la crisis general por la que atrave-
A principios del siglo X I X el grabado tenía en España la saba el grabado, varios artistas decidieron crear, en 1931, la
consideración de arte menor, frente a la pintura o la escultu- Agrupación Española de Artistas Grabadores, continuadora
ra, y era aceptado c o m o reproductor de obras de arte. Sólo del g r u p o de Los Veinticuatr<j, creándose bajo su influencia
el grabado calcográfico teru'a cierto prestigio, pues a través del una sección de estampas en el Museo de Arte M o d e r n o de
buril se transmitía vigor, calidad, delicadeza o intención. E n Madrid- Kn ese m o m e n t o destacaron, entre otros grabado-
1825 se concedió al Real Establecimiento Litográfico de res, Bartolomé Xlaura, José Gisbert y Manuel Castro, vincu-
Madrid, dirigido por José de Madraza, el privilegio exclusivo lados a la Casa de la Moneda. Otros, c o m o Carlos Verger,
para litografiar las pinturas pertenecientes a las colecciones Ernesto Gutiérrez, E d u a r d o Navarro, Fernando Labrada y
del rey de España, generalizándose la técnica a partir de 1837, Francisco Hstévez, desarrollaron una gran actividad graba-
con fines prácticos fundamentalmente"^. Fueron sus prime- dora y docente.
ras obras, además de la colección de cuadros del rey de E n Barcelona la crisis del grabado fue parcialmente contra-
España y la colección de vistas y sitios reales y Madrid, sobre rrestada por el auge del "ex libris" modernista y por el reno-
dibujos de Brambilla. E n ese m o m e n t o eran frecuentes las v a d o interés p o r las ediciones de bibliófilo, y en Valencia
series litográficas con vistas de Madrid, c o m o la del Madrid floreció el cartel publicitario. Durante la República y la Gue-
artístico, estampada en 1845, o las incluidas en la obra, ya cita- rra Civil, destacaron en el cartel de propaganda política algunos
da, Recuerdo! y fielle^^as de España, con litografías de Parcerisa. grabadores como José Renau y Arturo Ballester. El dibujante y
E n competencia con la litografía, el grabado que se valoraba grabador gallego Alfonso Rodríguez Castelao cultivó la técni-
era el auténtico grabado realizado sobre planchas de metal de ca del grabado en linóleo, aplicándola a las revistas culturales y
talla dulce o buril y al aguafuerte. Fernando Brambilla, primero, utilizando el grabado, junto con Carlos Maside, de f o r m a
y después Leonardo Alenza, Franasco Lameyer, Mariano For- expresionista para denunciar la situación social.
tuny, Carlos de Haes, Bartolomé Maura, Tomás Campuzano o A, Pablo Picasso es el mejor grabador de nuestro siglo. E n
I -hardv' irían ampliando y renovando en España la producción de 1899 grabó su primer aguafuerte; ensayó todas las técnicas,
grabados originales. Eln general, el grabado español del s ^ o XIX investigando y creando continuamente durante sesenta años.
es esencialmente popular, inspirándose particularmente en nove- E n sus grabados se percibe, como en su pintura, una conti-
las históricas, muy influido por lo francés y de aire romántico^'. nua evolución artística. Entre 1909 y 1915 se muestra su esti-
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lo cubista, tanto en madera como al aguafuerte. Kntre 1916 las técnicas de reproducción empleadas, se ha publicado el
y 1920 adquiere una exquisita imagen clasicista. Una de sus catálogo del c o n j u n t o de fístampas españolas y extranjeras
más célebres series es la realizada para el marchante Vollard, desde 1513 hasta 1820, fecha de la introdución de la litografía
la Saite Vollard (1930-1937), compuesta por cien grabados cal- en España, estando en proceso la publicación de las colec-
cográtlcos. Picasso también trabajó la técnica litográfica y el ciones más recientes. Su repertorio iconográfico abarca una
linóleo, produciendo una obra ingente hasta sus últimos aiios. amplia temática: vistas de lugares, ciudades y monumentos;
Los años actuales están marcados por una producción grá- estampas históricas, mitológicas, literarias y devocionales;
fica exuberante desde todas las técnicas posibles. Existe una retratos de personajes ilustres; tipos y escenas populares;
auténtica fiebre por el grabado original, el que ha sido conce- reproducciones de obras de arte; estampas científicas; inge-
bido y realizado por el propio artista, en muchas ocasiones nios industriales; arquitecturas, ornatos y cartografías, etc.
para ediciones de bibliofilia. Ardstas mundialmente conoci- La mayoría de los 170 grabadores representados en la
dos, c o m o j o a n Miró, Salvador Dalí, Antoni Clavé y Eduardo colección pertenecen a los siglos XVII y, sobre todo, XVIII y
(;hillida, han trabajado el aguafuerte, la litografía y la xilografía. proceden de Francia, Italia, Países Bajos, Alemania y Flspaña.
iVl mismo tiempo han surgido grupos artísticos muy interesa- Juan de Vingles, de origen francés, es un digno exponente del
dos en el grabado, como Dau al Set, lil Paso o Equipo 57. siglo XVI; el XVII está representado, entre otros, por Pedro
El grabado vive hoy un nuevo auge c o m o objeto de colec- Perret, Juan de N o o r t , H, Panneels, Alardo de Popma, Pedro
cionismo. Los nuevos procedimientos han hecho de éste u n O b r e g ó n , Marcos Orozco, Juan Felipe Jansen, José García
objeto experimental donde se manipulan de forma libre los Hidalgo y P e d r o de Villafranca. La escasez de n o m b r e s
más diversos materiales-". Libros de artista, series y otras rea- españoles se debe a que la mayoría de los grabados españo-
lizaciones nos muestran las múltiples posibilidades artísticas les de esas épocas iban destinados a la ilustración de libros y
que el grabado actual contiene. a que los artistas procedentes de otros países, sobre todo de
los Países Bajos, eran más apreciados que los de aquí.
Lu cnkcáón de estampas del Museo Municipal de Madrid Entre las estampas más singulares de nuestra colección, desta-
can, por su calidad o rareza, el grabado que representa la L L ^ -
Las estampas constituyen sin duda unas de las colecciones da a!Alíái^aré Madrid de!Princ^ de Gales el 23 de marzo de 1623,
más importantes del Museo Municipal de Madrid, tanto por la \-istas de Madrid de I ^ u i s Meunier (1665-1668), modelo de
su número - q u e alcanza casi las 13.000 piezas, entre graba- muchas otras vistas posteriores, los retratos de personajes de las
dos, litografías y cartografía, además de ex bbris, carteles tau- Casas Reales de Austria y de Borbón, grabados por reconocidos
rinos y de fiestas, billetes, naipes, aleluyas, cajas de cerillas, artistas flamencos, holandeses, franceses o italianos, estampas de
etc.— como por su gran calidad e indudable interés para cono- grabadores españoles del siglo X \ 1 I I , como Francisco de Goya,
cer a través de ellas la historia de Madrid. Desde su creación
Isidro González Velázquez, Rafael Hsteve, Fernando Selma,
en 1929, el Museo Municipal ha ido reuniendo grabados que
Tomás López Enguídanos, Manuel Salvador Carm<5na, Antonio
describieran la ciudad o que hubieran sido diseñados o edita-
Carnicero o Juan de la Cruz. Destacan también en el conjunto
dos en ella. El núcleo principal de la colección de grabado se
las estampas satíricas -españolas, francesas e inglesas- sobre la
debe a la significativa donación de d o n Félix Boix y Merino,
Guerra de la Independencia y, dentro del conjunto de litt^rafías,
académico, coleccionista y presidente de la Sociedad Españo-
la Cokcáón Bhofft^ca de Madras delR^á España... bajo la dirección
la de Amigos del Arte, asociación que organizó en 1926, en el
deD.JosédeMadrazo, de 1826, o la colección délas Vistas de ¡os
antiguo Hospicio, la exposición antológica sobre la historia
de la ciudad "El Antiguo Madrid", y p r o m o t o r a de la crea- Sitios Keaks, de 1832, realizadas en el Real Kstabledmiento Litográ-
a ó n , en 1929, del Museo Municipal en ese singular edificio fico, la serie del Madrid Artístico, de Pie de 1 ¿opold de 1850, o las
histórico del barroco decorativo macirileño del siglo KVIIL. Vutas a iwlo de piyaro, de A. Guesdon, así como las estampas de
la Historia de la Villa y Corte de Madrid, de José Amador de los
La característica más definitoria de esta colección es que Ríos-'". Son muy importantes, entre otros conjuntos cartográfi-
nos ilustra de f o r m a espléndida sobre la múltiple f u n c i ó n cos, los planos históricos de Madrid conservados en el Musco,
desempeñada por el grabado en la España barroca e ilustrada c(}mo el de A. Marcelli, de 1622, editado por F de \X'it; la Tnpo-
de los siglos X V l l y XVIII: estampa devocional, retrato de ffi^hia de ¡a Villa de Madrid, ác Pedro de Texeira, de 1656, verda-
reyes y personajes ilustres, vistas de ciudades y monumentos, dera obra de arte, o el Plano Tapi^t^hico de la Villa y Corte de Madrid
reproducción de obras de arte, tipos populares, escenas de
de Espinosa de los Monteros, de 1769, de gran exactitud para
género, tarjetas, juegos, etc. Atendiendo a su cronología y a
conocer la evolución de la ciudad en ese momento.
Ayuntamiento de Madrid
D e n t r o de la colección, la temática religiosa tiene un papel A estos fondos hay que sumar otros donativos y adquisicio-
destacado, con estampas devocionales encargadas por parro- nes. F.ntre estas últimas cabe destacar que, en los últimos años,
quias, conventos y cofradías de Madrid, con imágenes de se ha procurado incrementar la colección de estampas con
Jesucristo, la Virgen y los santos venerados en cada u n o de grabados procedentes de revisus y periódicos del siglo pasado
esos lugares. D e gran interés son las estampas contemporá- y con grabados c o n t e m p o r á n e o s . E n 1957 se adquirieron
neas relacionadas con la Guerra de la Independencia (Dos de importantes estampas como la colección de mapas de Tomás
Mayo, caricaturas, sátiras contra Napoleón), las más numero- yJuan López (de principios del siglo XIX), la colección de l-ús
sas referidas a acontecimientos políticos y que marcarán una Caprichos de L e o n a r d o Alenza y un ejemplar del Plano de
tendencia que continuará en el siglo X I X en perfodicos y Texeira de ló56. Una de las adqitisiciones más considerables
revistas políticas y satíricas. Las vistas de la ciudad más des- es la realizada en 1962 (adquisición Porter), con 2.330 unida-
tacadas pertenecen a las series de Juan F e m a n d o Palomino, des, entre las que se cuentan numerosos retratos de reyes, polí-
basadas en los dibujos q u e José G ó m e z Navia realizó a ticos, literatos, religiosos, militares, artistas, imágenes de santos,
mediados del siglo XIX. También es de gran interés el grupo etc., así c o m o mapas, planos y croquis de batallas, sucesos
de tipos populares iniciado p o r Juan de la C r u z y C a n o y históricos, políticos y religiosos, vistas de lugares y edificios,
seguido por A n t o n i o Rodríguez y Miguel G a m b o r i n o en el ilustraciones de libros, breviarios, novelas clásicas, mitología,
entorno del cambio del siglo XVTII al X I X y que tendrá gran leyendas antiguas, escenas bíblicas, r e p r o d u c a o n e s de obras
fortuna de seguidores en ei Romanticismo. de arte, etc. La mayoría de estas estampas fvieKjn adquiridas
La magnifica colección de grabados y dibujos que d o n ó por ser el grabador o dibujante de Madrid o por estar impresas
Félix Boix —gran experto en coleccionismo e historia de en nuestra ciudad. E n 1982 se adquirió una vista de Madrid de
Madrid- se componía de 62Ü obras (318 grabados y 302 lito- las más antiguas conocidas, realizada por lulius Milheuseur y
grafías) de tipología diversa pero de gran interés y calidad: Pla- editada en 1631 por Frederick de Wit. editor también del pla-
nos y vistas cartográficas de la ciudad desde el siglo XVII a la no más antiguo de Madrid, de 1622, También es de destacar
segunda mitad del siglo X I X , retratos de reyes y personajes la adquisición de la colección litográfica de cuadros del Rey de
importantes de la historia española (estos dos grupos son los Hspaña, editada entre 1826 y 1837 en el Real Establecimiento
más importantes y significativos, indicando la orientación de Litográfico de Madrid.
la colección donada), grabados de acontecimientos políticos y Entre las más recientes adquisiciones merecen destacarse
culturales, estampas satíricas relacionadas con la Guerra de la un conjunto de estampas devocionales y las que, proceden-
Independencia, estampas de toros, espectáculos, costumbres, tes de revistas y diarios, ilustran la transformación de Madrid
tipos populares y estampas religiosas con iglesias e imágenes desde la segunda mitad del siglo X I X hasta los años 20 del
de la devoción madrileña- A este i m p o r t a n t e c o n j u n t o se actual (figurines, etc.) Muy importante es el conjunto de obra
suman las estampas recogidas en el Archivo de Villa de tiem- contemporánea (aguafuertes, serigrafía y punta seca) de auto-
pos antenotes y que pasaron al Museo con posterioridad, com- res tan significativos c o m o Adami, G u i n o v a r t , Palazuelo,
puestas por planos históricos de Madrid de los siglos X M l al Tapies, M. A, Campano, J. Guerrero, J. Hernández Pijuán, C.
XIX, \istas de la ciudad y diplomas concedidos a la Villa. Otra Marcarelli, P. Puiggros, A. Giacometb, L. Gordillo, C. Laffon,
valiosa aportación es la procedente de la Biblioteca Municipal B. Van Velde, ChiUida, P Alechinsky, B. Alfonso, L. Fontana,
de Madrid, que constituye un conjunto muy variado y no sola- M. Miura, S, Poliakoff, H. Hartung, Maillol.Jin Diñe, Man
mente de tema madrileño: mapas y planos de distintas épocas, Ray, David Hockney, Francisco Bores, etc. Una de las últimas
senes de imágenes de santos, del Año Cristiano y de calenda- adquisiciones gráficas es la carpeta de grabados del artista
rios, retratos de reyes de los realizados para la Guia He irorostens, Venancio Arribas titulada Mirar Madrid, con textos de Carlos
iconografía española que incluye retratos de estadistas, de mili- Fresneda, adquirida en 1996.
tares, de políticos y religiosos, así como de tipos populares y El Museo Municipal ha realizado varias exposiciones de su
costumbres, láminas de tema científico procedentes de libros colección de grabados y ha querido también hacerse eco de
singulares del siglo XVIII y láminas de flores. las nuevas tendencias del grabado mediante exposiciones y
Entre las donaciones de estampas más significativas destacan ediciones. E n 198Ü se inauguró Madrid D. F!, dedicada a mos-
las de la Sociedad Española de Amigos del Arte, así como las trar las tendencias más recientes de la pintura española y a
del Conde de Casal, Manuel Amuriza, Antonio Fontes, Julio Matirid c o m o lugar de confluencia artística. Con este motivo
Muez Zapata, Señores de Mora, R.P. Getino, Fernando de ei Museo editó una carpeta de láminas de pintores-grabado-
Ahumada, Julio Cavestany, hxáuardo Gilabert y j u a n Marechal. res que estaban representados en la muestra: J. A. Aguirre, A.
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Albacete, C. Alcolea, M. A. Campano, K. Lootz, J. Navarro
Baldeweg, P. Ortuño, Ci. Pérez Vilklta, E- y M. Quejido, A.
Schlosser y S- Serrano. E n 1981 se inauguró otra exposición
sobre Técnüas tradiríonaks de estampación, en la que, junto a
estampas antiguas, se mostraban recientes realizaciones del
grabado. E n 1982 se inauguró en el Museo la exposición Car-
tografía madrileña (16)5-1982), con un catálogo que recogía
todos los ejemplares presentados, acompañados de un estu-
dio histórico y, en 1990, la tirulada Artej devoción, con estam-
pas de imágenes y retablos de ios siglos X V I I y X V I I l en
iglesias madrileñas-*. E n 1996, conmemorativo del 250 ani-
versario de la muerte de Goya, se ha presentado la exposición
Estampas de la Guerra de la Independencia, en la que se han
expuesto una selección de nuestras mejores estampas satíri-
cas^.
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Representaciones y desarrollo urbano de Madrid
(1550-1820)
EDUARDO ALAMINOS T / Í P F Z
El periodo cronológico que abarca la exposición Vis/as E n 1085 es conquistada por los cristianos, ampliándose la
antiguas de Madrid: LÍJ Colección de Tístampas dd Museo Municipal muralla, hasta alcanzar una superficie de 35 hectáreas. La fiso-
de Madrid(1550-1820) corresponde a la época que la historio- nomía de la ciudad n o se diferenciaba de la de otras villas
grafía denomina Andguo Régimen'. Con relación a España, medievales, de calles irregulares y sombrías, pequeñas plazas y
este periodo cubre el m o m e n t o de máximo esplendor y el ini- grandes espacios sin urbanizar para uso agrícola. La pobla-
cio de una p r o f u n d a crisis; en 1550, España era la cabeza de ción se oi^anizaba en torno a las iglesias parroquiales, que
una monarquía y potencia universal; hacia 1660 y más aún funcionaban como unidades territoriales y administrativas, en
hacia 1716 esta monarquía había prácticamente desaparecido las que se distingue cierta diferenciación socioeconómica: un
(Kamen, H., 1986)1 barrio agrario, otro comercial y u n sector militar, en torno al
Madrid c o m o centro polídco y administrativo que habría Alcázar o Palacio. A partir de 1212 la ciudad pierde su fun-
de regir la vida de la monarquía, jugaría u n papel relevante ción militar, iniciándose su consolidación y desarrollo, abrién-
desde el m o m e n t o en que el rey Felipe II decide, en el verano d o s e u n proceso de repoblación, f u n d a c i ó n de nuevos
de 1561, establecer en ella la Corte' c o n v e n t o s en los arrabales, extramuros, que constituirán
l,a elección de Madrid por Felipe II (1556-1598)' c o m o focos muy activos del crecimiento urbano. La concesión de
corte y capital de la monarquía española en aquel año, supu- nuevos privilegios y mercados, la estancia de los monarcas
so la t r a n s f o r m a c i ó n de la pequeña villa medieval que era castellanos en el Alcázar, convertido en residencia real, o la
todavía en aquel momento, en una ciudad que asumirá paula- convocatoria de Cortes son aspectos significativos de ese
tinamente, desde esos instantes, nuevas f u n d o n e s políticas y proceso de crecimiento y consolidación de la ciudad, cuyo
administrativas, que habrán de afectar p r o f u n d a m e n t e a su régimen municipal - C o n c e j o - lo forma una oligarquía urba-
morfología y vida cotidiana. na, constituida por la baja nobleza, que edificará casas seño-
E n la Edad Media, Madrid fue una de tantas ciudades cas- riales, que t r a n s f o r m a r á n selectivamente el interior de la
tellanas, p o c o importante, en comparación con T o l e d o o ciudad. E n el siglo XV continúa !a tlinámica de crecimiento,
Segovia, p o r ejemplo, cuyo origen se remonta al siglo IX. al crecer los arrabales y al urbanizarse los caminos (de Alcalá
Fundada por el emir cordobés Muhammad ! (850-886), por o Toledo), que parten de las puertas, fenómeno este que será
motivos militares y estratégicos para contribuir al sistema constante en el desarrollo urbanístico madrileño a lo largo del
defensivo de Al-Andaius, fue durante los siglos I X - X l una tiempo- E n 1535 Madrid tiene ya una extensión de 75 hectá-
pequeña ciudad de guarnición, cabeza militar de la línea fron- reas, y una urbanización muy desarrollada, con edificios ya de
teriza de Toledo. Del amplio periodo medieval hay que dis- cierta importancia, tanto religiosos c o m o civiles. La presen-
tinguir, primeramente, la ciudad musulmana (siglos IX-Xl) y, cia del E m p e r a d o r Carlos V en Madrid abre un proceso de
posteriormente la ciudad cristiana (siglos XI-XV), algunos de transformación radica! de la villa, cuyo exponente más claro
cuyos topónimos se conservan todavía hoy en el callejero- es la reforma del viejo castillo medieval - e l Alcázar- en resi-
La ciudad musulmana, de acuerdo con el m o d e l o de las dencia cortesana'.
ciudades hispano-musulmanas, estaba formada por una alca- A su vuelta de los Países Bajos, en 1559, Felipe II decide
zaba (o castillo), núcleo militar y defensivo, y una pequeña terminar con la itinerancia que había caracterizado a la Corte
ciudad protegida por aquella, A m b o s recintos formaban la durante la Edad Media. E n la Europa medieval, la Corte real
almudaina y la medina. La medina, de red viaria desigual y estaba f o r m a d a p o r el rey y u n séquito de funcionarios y
caserío apretado la constituían dos pequeños barrios: el de nobles que actuaban c o m o magistrados y administradores
población musulmana y el mozárabe. A m b o s recintos esta- desplazándose de u n lugar a otro. Tanto los Reyes Católicos,
ban amurallados, con puertas, y su extensión se calcula en 7 y acostumbrados a una Corte sencilla como el emperador Car-
10 hectáreas respectivamente. los V (1516-1556), que introdujo el complejo ritual cortesa-
Ayuntamiento de Madrid
no borgoñón, tendieron a privilegiar alguna ciudad castella- cabo en el urbanismo y en la fisonomía de la ciudad, convir-
na, c o m o sede del gobierno, las ceremonias reales y la cele- tiéndose así el edificio, en gran medida, no solo en un motor
bración de Cortes''. fundamenta] del desarrrollo de la ciudad, sino también en el
D e n t r o de u n proceso que es c o m ú n al Kstado moderno, emblema que define su imagen'.
que se hace cada vez más territorial, algunas ciudades desem- Madrid experimentó un notable crecimiento en todos los
peñarán el papel de capitales, alcanzando una categoría hasta órdenes desde la instalación de la corte en 1561, acorde con
entonces desconocida. K1 hecho de que la administración del el ritmo expansivo de la población en el siglo XVI. Descie
Estado se fuese haciendo cadave^ más compleja, beneficiaba esta fecha hasta finales del reinado de Felipe II, la población
el establecimiento de la corte en un lugar fijo, evitando con creció de 20.000 a 90.000 habitantes en 1597, en una villa
ello la itinerancia del gobierno. cuya extensión alcanzaba las 282 hectáreas, organizada den-
Las razones que movieron a Felipe 11 (1556-1598) a la elec- tro de la estructura parroquial heredada de la Edad Media. El
ción de la villa de Madrid para fijar su corte, son de naturaleza número de parroquia,s había pasado de 10, en la época bajo-
muy variada. Los historiadores han apuntado razones de todo medieval, al de 14 en la segunda mitad del XVI. La distribu-
upo: económicas, entre las que jugaba un papel destacado el ción de la población era desigual y desequilibrada. Siete de
emplazamiento céntrico, geográficamente considerado, de la ellas, ubicadas en la antigua ciudad medieval, centro del poder
villa, que hacia de Madrid un centro esencial de comunicacio- patricio, se convirtieron en el núcleo cortesano por excelen-
nes así como las buenas condiciones materiales y físicas para el cia, o c u p a d o p o r la élite urbana, la nobleza, el clero y los
albergue del numeroso séquito cortesano; políticas, debido a financieros, que habitan las mejores casas, mientras que las
la complejidad que la gobernabilidad planteaba en las monar- restantes parroquias, las periféricas, con un caserío mediocre
quías absolutas, necesitadas, por eso mismo, de una ciudad y escasos servicios, absorben las aportaciones de población
representativa que actuase como el corazón que gobierna el que llega a la ciudad al calor y al amparo de las posibilidades
cuerpo de la nación; o personales, que también fueron decisi- que ofrece la corte'.
vas, que llevaron al monarca a elegir este lugar como residen- La falta de interés de! monarca por actuar de forma directa
cia en la que aislarse, en el Alcázar, palacio que él transformará sobre la ciudad, fue rápidamente asumida por las autoridades
a la manera renacentista, y que garantizará, por su situación, la municipales que le plantearon una serie de obras urgentes;
priv acidad del monarca y su sentido de la majestad y la repu- regularizaron de la plaza del Arrabal, que habría de conver-
tación, elementos esenciales del concepto de gobierno insti- tirse bajo Felipe III en la Plaza Mayor, hito constructivo y
tuido por el rey, acordes con el complejo ceremonial cortesano urbanístico del Madrid de los Austrias; la edificación de u n
que regía la corte. Otras razones, de índole práctico, fueron Ayuntamiento, cuya construcción, sin embargo, se iniciaría y
aquellas que afectaban a la vida cotidiana del monarca, razo- terminaría con Felipe IV; la fundación de una catedral, que
nes marcadas por sus preferencias y aficiones: los bellos alre- nunca llegó a edificarse; la demolición de las antiguas puertas
dedores que formaban el conjunto de Casas reales, próximas a medievales para mejora del tránsito de carruajes y la apertura
Madrid, para descanso y entretenimiento, n o exento de cier- de una nueva calle, representativa de una ciudad que asumía
tos simbobsmos, y, sobre todas ellas, la proximidad con el El funciones políticas de gran importancia.
Escorial, cuya edificación como panteón de la dinastía, de tran- N o todas estas propuestas pudieron realizarse; tan solo se
scendental importancia para el Rey, fue simultánea con la deci- inició la regularización de la futura plaza mayor, la apertura
sión de fijar la corte en Madrid". de la calle Real N u e v a (calle de Segovia), cuyo trazado n o
A pesar de esta elección de la villa de Madrid, parece ser llegó a completarse y la construcción de un magnifico puen-
que Felipe II nunca estuvo interesado en actuar de f o r m a te, el de Segovia, bajo la dirección del arquitecto real Juan de
directa sobre la ciudad, como sí lo hacía en otros asuntos de Herrera. Para un mejor control de este proceso, acorde, por
la gobernabilidad. salvo la excepción de las mejoras llevadas a otra parte, con el sistema de gobierno organizado mediante
cabo en el Alcázar, que continúan así las mejoras emprendi- consejos y juntas específicas, se creó, en 1590, l a j u n t a de
das por Carlos V, modificando el aspecto de fortaleza medie- Policía y O r n a t o público, cuyo c o m e t i d o fue el control
val p o r otro renacentista, en u n proceso de continuas e urbanístico y el examen de las trazas de los nuevos edificios
interminables t r a n s f o r m a c i o n e s del edificio que n o con- que se construyesen dentro de la ciudad. Así mismo se creó
cluirían hasta el reinado de Carlos II (1665-1700). Estas el cargo de arquitecto municipal —Maestro mayor de obras—
actuaciones sobre el Alcázar y la cultura cortesana que de él que ejercía u n amplio control en materias urbanísticas y
irradia, condicionarán muchas de las realizaciones llevadas a arquitectónicas.
Ayuntamiento de Madrid
La m u e r t e de Felipe H (1598) y el traslado de la C o r t e a bida al m o d o de las villas suburbanas italianas con jardines y
Valladolid entre 1601 y 1606, año en que retorna, supuso un teatro, para diversión y esparcimiento del rey y de su Corte.
serio parón en el desarrollo de Madrid, pues se calcula que con Formado por lagos artificiales, canales, estanques y arbolado,
la Corte abandonaron la ciudad entre 50.000 y 60.000 perso- que constituían u n vergel en franco contraste con la aridez
nas. A partir de esta fecha Madrid experimentó un crecimien- mesetaria de la ciudad, su extensión equivalía, en 1640, a casi
to notable, convirtiéndose en la ciudad más poblada de la mitad de Madrid, lo que p r u e b a la importancia que los
España, a pesar del retroceso urbano que sufrió el reino de monarcas daban a estas residencia reales. Además de aquellos
Castilla en el siglo XVII. E n 1617 Madrid tiene 127.000 habi- estanques, con pabellones para la pesca, y paseos arbolados,
tantes, lo que la coloca entre las diez ciudades más pobladas el B u e n Retiro contaba con u n c o n j u n t o de ermitas que
de Europa. Este proceso de crecimiento conoció interrupcio- daban a esta residencia un aire muy peculiar, c o m o de Parque
nes a partir de 1630, debidas a problemas en el abastecimien- Sacro. Por la riqueza de su decoración interior, sobre t o d o
to, las quiebras de la producción y la aira mortalidad. por las importantísimas colecciones de pintura que alberga-
Los reinados de Feüpe III (1598-1621) y Felipe IV (1621- ba, fue muy alabado en su tiempo por aqueO(5s que tuvieron
1665) y Carlos II (1665-1700) c o r r e s p o n d e n al periodo de el privilegio de visitarlo, pero su construcción fue muy criti-
máxima unión de la C o r t e y la ciudad; c o n j u n c i ó n que cada por el excesivo coste que supuso, pues coincidió con las
generó, gracias al mecenazgo real y de las elites, importantí- medidas reformistas y de ahorro planteadas p o r el C o n d e
simos frutos culturales; este periodo corresponde al de la cul- D u q u e (Brown,J./ EUiot J-H., 1981).
tura cortesana barroca por excelencia, con espléndidos logros La terminación de la fachada principal, la regularización de
urbanísticos, arquitectónicos, literarios y artísticos- la plaza y la construcción de las galerías laterales del Alcázar
La edificación de la Plaza Mayor (1617-1619), la construc- concluyó en el reinado de Carlos II ( 1665-1700), tras las
ción del Palacio del Buen Retiro (1623-1637) y la reforma del reformas interiores, sobre todo decorativas, llevadas a cabo
/Mcázar, fachada y plaza principales son los hitos más impor- en el reinado de Felipe IV, que dirigió c o m o aposentador y
tantes desde el p u n t o de vista urbanístico y arquitectónico del decorador Velázquez, pintor del Rey y retratista de la corte.
periodo, además de la renovación del caserío, palacios o E n el orden u r b a n o conviene recordar además en este
viviendas comunes, cuya tipología fijará el arquitecto Juan periodo, la importante actividad edilicia encaminada al ensan-
G ó m e z de Mora, así c o m o la creación de numerosos con- chamiento y regularización de las principales calles de la ciu-
ventos —con su iglesia, claustro, jardín y h u e r t a - que confe- dad, por las que discurrían las comitivas oficiales y religiosas'^
rirán a Madrid su especial fisonomía conventual o la construcción de fuentes públicas, símbolo de las deman-
O b r a f u n d a m e n t a l del u r b a n i s m o y la arquitectura del da de servicios (abastecimiento de aguas) a la que hace fren-
Madrid de los Austrias, la Plaza Mayor, con sus calles adya- te la Villa para una población que alcanza a mitad de siglo los
centes, formaba un enclave u n i f o r m e y regular, acorde con 142.000 habitantes.
las teorías urbanísticas de la época, destacando sobre el resto Reflejo de esa cultura cortesana son las representaciones
de la ciudad, de edificios modestos y escasa altura- Edificada —textuales o gráficas— que se generalizan a partir de este
con casas de seis plantas, albergaba a 3700 vecinos- Esta m o m e n t o . Muchos viajeros durante los siglos XVI y X V I I
plaza, cuyo origen fue, c o m o ya hemos señalado, medieval, recogieron en sus escritos la impresión que les causaba el
estuvo dedicada fundamentalmente a mercado, pero también Alcázar, sin e m b a r g o resulta paradójico q u e la monarquía
se celebraron en eUa numerosas ceremonias cortesanas, reli- española, consciente del valor propagandístico de la imagen,
giosas y actos ejemplarízantes como los temibles autos de fe, n o hiciese u n uso mayor de las estampas c o m o medio de
llegando a albergar en estos espectáculos hasta 50.000 espec- difundir las realizaciones más importantes llevadas a cabo en
tadores, distríbuidüs con arreglo a normas muy estrictas de estos años. E l Alcázar y el Palacio del Buen Retiro f u e r o n
etiqueta y protocolo. Espacio privilegiado de la fiesta barroca, escasamente reproducidos, y salvo algunas pinturas y dibujos,
el mayor teatro de la ciudad c o m o se decía en la época, su apenas sí existen grabados de su imagen, con la excepción de
fisonomía y actividades han quedado reflejadas tanto en la las estampas de Meunier, incluidas en una colección de vein-
brillante literatura de la época y en los relatos de los viajeros te vistas sobre Madríd, que hace pensar en la falta de interés
europeos, como en algunas imágenes pintadas y grabadas". en la difusión de la imagen palacial (MatiUa Rodríguez, J.M.,
El Palacio del B u e n Retiro, m a n d a d o construir p o r el 1994)'^ D e s d e la baja Edad Media se p r o d u j o un marcado
Conde D u q u e de Olivares, valido de Felipe IV, en la década interés por recoger la historia de las ciudades más importan-
de 1630, al Este de la ciudad, era una residencia real, conce- tes, proceso que se intensificó en los siglos X V I y X V I I ,
Ayuntamiento de Madrid
c o m o consecuencia de numerosos factores políticos y socia- La ciudad que heredan los Borbones arrastra numerosas
les. Cada ciudad comenzó a tener su propia historia escrita, carencias urbaru'sticas: calles todavía estrechas y mal alinea-
desarrollándose una fuerte competencia entre ellas. Aunque das, salubridad e higiene prácticamente inexistentes, pese a la
teñidas de elementos fantásticos y mitológicos que pre- amplia normativa dictada en los siglos anteriores, y una sig-
tendían iusóficar el origen remoto de cada ciudad, estas his- nificativa falta d e edificios representativos, en especial u n
torias urbanas fueron el reflejo del acentuado patriodsmo y palacio acorde con el gusto estético de la nueva dinastía.
de la erudición locales, que mostraba, c o m o se ha denomina- Para llevar a cabo las pertinentes reformas, se crean, en la
d o acertadamente, el orgullo cívico de las ciudades, expresión primera mitad del siglo, una serie de instituciones llamadas a
de una nueva conciencia urbana (Kagan, R-L-, 1986)". jugar un papel decisivo en la transformación de la ciudad:
J u n t o a esta hteratura erudita, se escribe y difunde otra, Juntas"; Ordenanzas y Planes de Saneamiento" y Academias,
coyuntural y para el público en general —"Relaciones", "Avi- en especial la de Bellas A r t e s (1752), llamada a ejercer un
sos", precursores de los modernos periódicos—, al servicio de papel decisivo en la formación de los arquitectos, en el con-
los intereses políticos de los g r u p o s de poder, que recoge trol de los proyectos arquitectónicos y urbanísticos y en la
noticias y acontecimientos relacionados con la vida política y difusión de las ideas ilustradas sobre el buen gusto artístico.
social, y reflejan muchos aspectos de la vida coridiana de k Esta serie de reformas, que desembocarán en lo que se ha
ciudad y de la Corte, a la que se suman los escritos de los via- llamado el "Ivíadrid ilustrado", comienzan en el reinado de
jeros y las obras de teatro y las novelas'^. Felipe V (1700-1746) con la figura del marqués del Vadillo,
Por otro lado, la fisonomía de la ciudad - s u retrato "rea- corregidor de Madrid entre 1715-1729, promotor de nume-
lista", no siempre objetivo, pero casi siempre verosímil, que rosas obras arquitectónicas y mejoras urbanísticas y protec-
rompe con los contenidos simbólicos y genéricos de las repre- tor del arquitecto municipal Pedro de Ribera encargado de
sentaciones medievales- es objeto de análisis cartográficos: hacerlas realidad, autor, entre otras importantes obras, del
planos perspecrivos —en perspectiva caballera o a vista de pája- Puente de Toledo (1718), que establece una nueva relación
ro—; imágenes panorámicas, dibujadas del natural, desde u n entre la ciudad y el río, en su lado suroccidental, el Cuartel de
punto de vista elevado que inscribe la ciudad en una topografía Guardias de Corps (1718) o la remodelación del Hospicio de
realista; o interiores de la ciudad, en los que se representan las San Fernando (1721-172Ó), construidos en zonas que el men-
calles, plazas o monumentos más significativos con escenas y cionado tratado de Ardemans calificaba de arrabales, espe-
actividades cotidianas, hacen inteligible la ciudad. Frente a la cialmente destinadas para grandes edificios de usos
abstracción que suponen las descripciones literarias, las imá- relativamente molestos". Sin embargo el proyecto más ambi-
genes gráficas hacen practicable el recorrido de la ciudad. La cioso del primer B o r b ó n fue la construcción del nuevo Pala-
pinmra, pero sobre todo la técnica del grabado, puestas al ser- cio Real según proyecto de Juvara (1735), tras la demolición
vicio de las representaciones urbanas, permiten la difusión y del antiguo Alcázar, destruido por un incendio en 1734. Las
el conocimiento generalizado de la ciudad barroca como ima- obras del palacio se prolongaron hasta 1764, año en el que
gen prototipica, que alcanza caracteres casi emblemáticos. Carlos III vive ya en él.
Estas imágenes tienen un carácter científico, representativas Hasta entonces los monarcas utilizaron como residencia el
del poder político o instrumento de su gobierno, pero tam- Palacio del Buen Retiro en el que hicieron algunas modifica-
bién son utilizadas decorativamente, muchas veces como sig- ciones, sobre todo, en los jardines, donde crearon, al m o d o
nos de distinción social que, enmarcadas y coloreadas, adornan francés, el llamado Parterre. El traslado del rey a este Palacio
las estancias de los palacios, las instituciones civiles y las casas impulsó a las familias aristocráticas a la compra de terrenos
de los letrados, p e r o en cualquier caso son p r o d u c t o del próximos a esta residencia, donde edificar "hoteles" según el
ambiente científico de la Corte, u n o de los aspectos menos gusto francés. Este movimiento dio lugar a una nueva forma
conocidos del Madrid de los Austrias; de una Corte como se de entender los paseos próximos —los que unían Recoletos
ha señalado, entregada a la discusión de los más variados asun- con Atocha— c o m o espacio urbano para el esparcimiento de
tos de Cosmografía, Geografia o Topografía (Bouza, E , 1995). los madrileños (Sambricio, C., 1993).
El cambio de disnastía, con la llegada de los Borbones al E n el interior de la ciudad hubo algunas intervenciones sig-
trono, que fortaleció el absolutismo real en todos los ámbi- nificativas en el reinado de Fernando VI (1746-1759), c o m o
tos de la vida social y política, supuso, sobre todo en el reina- la construcción del conjunto conventual de las Salesas Rea-
do de Carlos III (1759-1788), una transformación notable en les, buen ejemplo de la acción urbanística desde la arquitec-
el desarrollo de la ciudad. tura, que articuló una serie de plazas a su alrededor, que
Ayuntamiento de Madrid
realzaban l<js valores arquitectónicos de la iglesia, obra del yado en otras capitales europeas. D e entre todas las interven-
arquitecto francés Carlier; o bien, en la periferia, con la crea- ciones y mejoras planteadas sobresale la del Paseo del Prado,
ción de los paseos arbolados de las Delicias y de Santa María cuyo proyecto, de 1767, supuso la operación urbanística más
de la Cabeza^'. ambiciosa del reinado, (^bra iniciada por el arquitecto José de
El crecimiento de la población de .Madrid durante el siglo HermosiUa, y terminada a partir de 1775 por Ventura Rodrí-
X V I I l fue m o d e r a d o , p e r o el r i t m o de crecimiento fue guez, cohesionaba una serie de espacios dispersos entre el
expansivo, debido a la recuperación agraria general del país y, c o n j u n t o del Buen Retiro y la ciudad, d a n d o ordenación y
principalmente, a la inmigración, f e n ó m e n o constante en la ornato a la vaguada de la Fuente Castellana. F!.ste paseo, de
historia de la ciudad, que ha determinado su estructura social planta en forma de salón, lo formaban dos vías arboladas que
y ocupacional: en 1723, Madrid tenía 127.000 habitantes, iban de puerta a puerta (desde la de Atocha a la de Recole-
mientras que en 1757, dos años antes de Analizar el reinado ros; en relación también con la de Alcalá) y se completaba
de Fernando VI, contaba con 152.658 y con 164.000, un año con la decoración de varias fuentes —la de (üibeles, Apolo y
antes de acabar el de Carlos III (1759-1788), acercándose casi N e p t u n o - y una serie de instituciones dedicadas a la ciencia
a los 200.000 al terminarse la cenmria^'. —Jardín Botánico, Gabinete de Ciencias Naturales y Labora-
Para el control eflcaz de la población se llevó a acabo, entre torio (actual Museo del Prado) y Observat<5rio Astronómico-
1750-51, una Visita General de todas las manxanas de la ciu- obras del arquitecto Juan de Villanueva, que son, sin duda, las
dad, con su c o r r e s p o n d i e n t e d i b u j o y toma de datos, que mejores realizaciones arquitectónicas de la época".
junto con los catastrales de 1749, dio lugar a la Planimetría Esta imagen de monumentalidad —que tiene su mejor expre-
General de Madrid (1764-67), hito de la cartografía madrileña sión en las espléndidas puertas de Alcalá (1776) y de San
y resumen fidedigno de sus estructuras físicas y económicas''. Vicente (1770-1775), obra de Sabatini, arquitecto favorito de
Hl Plan General de Madrid, de 1766, nos informa, entre otros Carlos III, se complementó con algunas importantes inter-
datos, que Madrid c o n t a b a con 506 calles y plazuelas, 39 venciones en el interior de la ciudad^. ILn este sentido, cabe
fuentes públicas, 78 eriales y 7.395 casas (para 32.731 veci- destacar la construcción de la Real Aduana (1761-1769), la
nos), agrupadas administrativamente, a partir de 1768, en 8 Casa de Correos o el Hospital Cieneral (1769-1797), que rom-
cuarteles y 64 barrios, ai frente de los cuales había un Alcalde pen con la escala de los edificios construidos hasta entonces,
de Casa y Corte y un ¿Ucalde de barrio respectivamente, que así c o m o la edificación de algunos palacios de la aristocracia
ejercían medidas de control y \-igilancia de la población. La —los de Liria, Buenavista, Altamira, Villahermosa— que, rodea-
mayor concentración de población correspondía a los cuar- dos de jardines y separados de las calles por verjas, y n o por
teles Central, en torno a la Plaza Mayor, Lavapiés (al Sur) y tapias, dan a aquellas un aspecto más agradable.
Maravillas (al Norte), estos dos últimos los más populares, Con los Borbones se desarrolló una amplia política indus-
mientras q u e las elites urbanas, o c u p a b a n , de f o r m a casi trial, que dio lugar a la creación de Reales Fábricas. Muchas
exclusiva, los de Palacio, Barquillo, San Jerórúmo y Afligidos. de ellas dedicadas a la producción de objetos sunmarios, fue-
Kl reinado de Carlos III (1759-1788), significó una gran ron instaladas en Madrid o en sus alrededores. C o n estas
inflexión en la concepción y desarrollo de la ciudad. El Rey manufacturas la nueva dinastía pretendía ofrecer ante Europa
procuró cambiar la imagen de Madrid, por la de una gran ciu- una imagen moderna del país y superar, al mismo tiempo, el
dad europea y moderna, que fuese símbolo de la monarquía y estancamiento productivo del siglo anterior —Madrid en el
reflejo del p o d e r ilustrado. E n ese proceso de cambio, los siglo X V I l había sido una ciudad prácticamente desindus-
poderosos ministros c o n d e de Aranda y conde de Florida- trializada". D e entre ellas, destacaremos la de Porcelanas del
blanca y la recién creada Academia de Bellas Artes de San Fer- Buen Retiro, conocida popularmente c o m o "La China", fun-
nando, jugarán un papel muy influyente, erigiéndose esta en la dada por Carlos III en 1760, cuya producción alcanzt) los pri-
dispensadora de los programas y tipologías arquitectónicas de m e r o s años del siglo XIX. A iniciativa privada se debió la
aquellas obras que se hubiesen de acometer. La Academia con- creación de la Real Fábrica de Platería Martínez (1777), ins-
taba con dos mecanismos de suma transcedencia para llevar a talada en el Paseo del Prado, o la Fábrica de Coches (1789),
cabo esta política: la expedición del título de arquitecto y el en las \'istil]as de San Francisco^'.
ejercicio de la enseñanza (Bonet Correa, A., 1994)". Kn el siglo X V I l l la iconografía urbana alcanzó u n desa-
Una política urbanística volcada en los accesos a la ciudad, rrollo desconocido hasta entonces, en el que la especializa-
nuevas puertas, paseos arbolados, construcción de edificios ción f u e una de sus características más acusadas; buena
institucionales darán a Madrid el porte monumental ya ensa- prueba de ello serán, en el campo de la pintura, el gran auge
Ayuntamiento de Madrid
que alcanzaron los paisajistas urbanos, especializados en particulares, y cuyo precedente se remonta a 1798 y a una
representaciones topográficas animadas por figuras y activi- campaña emprendida entre 1809-1810, que obedecía, proba-
dades que retrataban con mayor objetividad la vida local de blemente, a una planificación. Sin embargo la conflictividad
cada centro urbano (Wilton, A., 1993). Esa visión especiali- pob'dca y la precariedad económica del periodo imposibilitó
zada dio como resultado una imagen más exacta o, si se pre- la concreción de esa reforma. Esta política fue continuada, de
fiere, realista de la ciudad. Los artistas, ya fuesen pintores, f o r m a más teórica que práctíca, p o r F e r n a n d o V I I (1813-
dibujantes o grabadores, se preocupan ahora por el detalle, 1833), mediante la creación de una J u n t a de Comisión de
que llega a ser casi una obsesión. La iconografía urbana Ordenanzas Facultativas, (1813), que tomaba como base, una
tendrá también u n amplio reflejo en las guias de viaje ilustra- vez más, las Ordenanzas de Ardemans de 1719.
das y en los adas de ciudades (Corboz. A., 1995). E n Madrid Las realizaciones más significativas en el tiempo de José I
empiezan a publicarse en 1722 las Guías de Forasteros, inclu- f u e r o n la creación de una serie de plazas en el interior del
yendo a partir de 1758 un plano de la ciudad^. casco antiguo, consecuencia de los derribos ordenados, que
Por otro lado, la cartografía, que desarrollará una metodo- le valieron al rey el a p o d o de "rey plazuelas" y la construc-
logía más precisa de triangulación y agrimensura, apoyándose ción de cementerios fuera de la cerca así como la prohibición
en los cada vez mas exactos datos obtenidos por los catastros de enterrar en iglesias y conventos. Sin embargo el proyecto
urbanos en los que se dibuja y estudia la ciudad manzana por más ambicioso de su reinado fue el derribo de los alrededores
manzana, confecaonará unos planos en los que la morfología de! Palacio Real a fin de conseguir unos accesos adecuados y
de la ciudad se plasmará como mayor exactitud, a veces redu- dignos del edificio. Las propuestas de José n o pudieron lle-
cida a una visión geométrica (manzanas y plantas de edifi- varse a cabo p o r la brevedad del reinado y la complicada
cios). Buena prueba de ellos serán, en el caso de Madrid, los situación poL'tica.
magníficos planos de Espinosa de ios xMonteros (1769) y el C o n el regreso de Fernando VII, en 1814, la situación de la
del geógrafo Tomás L ó p e z (1785), que n o s o f r e c e n una d u d a d tampoco mejora. Para el solar dejado frente al Palacio
información bastante objetiva del Madrid borbónico y de la (fachada oeste), el arquitecto Isidro González Velázquez plan-
t r a n s f o r m a c i ó n llevada a cabo en la ciudad durante este teó un proyecto de edificación de una plaza porticada, con cla-
periodo histórico. ras referencias al Foro Boñaparte de Milán y a la plaza de San
El inicio del reinado de Garios IV (1788-1808), que dedicó Pedro del Vaticano, y un Teatro Real, proyecto que lamenta-
su atención más a los Sitios Reales que a Madrid, coincide blemente no se llegó a realizar y que hubiese dolado a Madrid
casi con el pavoroso incendio de la Plaza Mayor en 1790, que de una intervención de estilo neoclásico. La historia de esta
obligó al arquitecto Juan de Villanueva a modificar su espa- plaza fue una secuencia ininterrumpida de proyectos e inten-
cio, convirtiéndola en una plaza cerrada, y a redactar unas ins- ciones. Desde 1734 se plantearon ya una sene de proyectos
trucciones en evitación de incendios, a las que se añadirían que dignificasen esta fachada del Palacio, dotándola de un acce-
un "Bando sobre incendios" hecho público ese mismo año. so digno que obstaculizaba el caserío que había en sus proxi-
La Guerra de la Independencia (1808-1814), la subida al midades. Mediante Decreto, de 1 2 d e d i e m b r e de 1809, José I
trono de José I (1808-1813), hermano de Napoleón y el rei- ordenaba la demolición de varias manzanas de casas "a fin de
nado de Fernando VJI (1814-1833), abre el periodo que dará ensanchar la plaza que se está formando delante de la facha-
fin, con la proclamación de la Constitución de Cádiz en 1812, da oriental de nuestro Palacio Real", con el objeto de tener una
la soberanía nacional y los derechos y libertades individuales, visión adecuada, por este lado, del edificio. José I eligió al arqui-
al Antiguo Régimen. tecto Silvestre Pérez para llevar a cabo este plan, ai que se
Para Madrid la guerra significó, además de la paralización añadía la apertura de un bule^'^r que uniría el Palacio con la
de ios proyectos planteados, unos años críticos y la destruc- Puerta del Sol, creando así una importante y necesaria vía de
ción del Palacio del Buen Retiro. Este Palacio, lugar estraté- comunicación entre el Este y Oeste de la ciudad. Este plan
gico para el c o n t r o l militar de la ciudad, sirvió d e quedó en mero proyecto, retomado, tras la Guerra de la Inde-
acuartelamiento a las tropas firancesas, que lo destruyeron casi pendencia, por Fernando VII, momento en el que interviene
en su totalidad al evacuar definitivamente Madrid. Isidro González Velá»^uez, nombrado Arquitecto de las Obras
E n su corto reinado J o s é I (1808-1813) intentó llevar a Reales en 1814, con su plaza circular porticada, a la que se
cabo una sensata reforma del interior de la ciudad mediante unían viviendas, tiendas y un teatro (Prados, J M",, 1992/1993),
una acertada política de expropiaciones y derribos, que afec- Pese a la falta de recursos económicos, el Aj'untamiento se
taría, principalmente, a conventos e iglesias, pero también a hizo cargo de la construcción de la Puerta de Toledo, nueva
Ayuntamiento de Madrid
cortesanos (que ejercen de servidores del rey) y los funcionarios.
p u e r t a m o n u m e n t a l e r i g i d a c o n m o t i v o d e la v u e l t a d e F e r -
Pero p o r otro lado, la corte es el lugar físico donde el rey establece
n a n d o V I I . L a l a n g u i d e z d e l p e r i o d o se m a n i f i e s t a i g u a l m e n - su gobierno y residencia, convertido, por tajito, en centro del poder
t e e n las e s c a s a s intervenciones periféricas en ambos poUrico y administrativo. A parnr de 1606, cuando se pcípulariza la
r e i n a d o s , d e las q u e d e s t a c a r e m o s u n n u e v o p u e n t e s o b r e el expresión í<i¿> Xíaárid es Corte, c o m o afirmación de la relevancia poh'-
tica que adquiere la villa, este téitnino asocia ambos sentidos. Así lo
río ( P u e n t e d e l Rey, i n i c i a d o c o n J o s é B o n a p a r t e ) y el C a s i n o
recoge el licenciado y capellán de su Majestad Sebastián de Coba-
d e la R e i n a ( 1 8 1 7 - 1 8 1 9 ) , u t i l i z a d o c o m o finca d e r e c r e o . rruvias O t o z c o en su diccionario Tesoro dt la Lengua Castillana o
L a s p r i m e r a s d é c a d a s d e l siglo X I X e n M a d r i d , p o r l o q u e F-spañola (1611) cuando escribe que Corte "significa el lugar dt>nde
r e s p e c t a a la e v o l u c i ó n d e la p o b l a c i ó n , r e f l e j a n c i e r t o r e t r o - reside el rey" y cuando se refiere a Madrid al comentar que es una
"villa del reyno de Toledo, famosa y ennoblecida con la asistencia
ceso, e s t i m a d o e n u n 5 % r e s p e c t o d e l c e n s o d e 1797. L a o c u -
de los reyes y su Corte" (CC:)BARRUVIAS. S. de, |1979]).
p a c i ó n f r a n c e s a y las c r i s i s d e a b a s t e c i m i e n t o —al p e r i o d o E n nuestro caso, y para diferenciar ambos sentidos, cuando escri-
1 8 1 1 - 1 8 1 2 se le c o n o c e c o m o el " A ñ o d e l h a m b r e " , e n el q u e bimos el término con mayúscula (Corte) nos estamos refiriendo
murieron 20.000 personas entre septiembre y ¡ulio- produje- preferentemente ai aspecto institucional y cortesano, mientras que
al hacerlo con minúscula (cone) queremos indicar el lugar físico, la
ron una gran mortalidad, contabilizándose hasta 30.000
villa o ciudad. La realidad histórica es que Madrid nunca fue, en
d e f u n c i o n e s e n t r e 1 8 1 2 - 1 8 1 4 , así c o m o la m a r c h a d e m u c h o s este periodo, denominada ni capital ni ciudad, sino simplemente
emigrantes. villa o corte, o ambas cosas al mismo t i e m p a Por otro lado hay
P a t a e n t o n c e s M a d r i d era u n a c i u d a d c u y a p r o d u c c c i ó n n o que tener en cuenta la dualidad conflictiva de los términos Villa y
Corte, p o r la doble condición que ostentaba Madrid, manifestada
c r e c í a al ritmo q u e l o h a d a la p o b l a c i ó n , m i e n t r a s q u e s u s
en los aspectos materiales de la ciudad, sociales y jurisdiccionales
e s t r u c t u r a s sociales y e c o n ó m i c a s p e r m a n e c í a p r á c t i c a m e n t e entre las autoridades municipales y las estatales (véase D O M I N -
inalterables, d a n d o lugar a u n a ciudad f u e r t e m e n t e segrega- G U E Z O R T I Z , A . , 1992/1994).
d a , d e a c u s a d o s c o n t r a s t e s e n t r e l o s g r u p o s p r i v i l e g i a d o s y el
En los monarcas se indica entre paréntesis los años del reinado.
r e s t o d e la p o b l a c i ó n .
Pata la ¿poca medieval de la ciudad véase ( O L l \ T . R ASÍN,J-, 1959;
L a m u e r t e d e F e r n a n d o V I I (1833), la p r o g r e s i v a i m p l a n - M O N T E R O VALLCJO, M., 1987; C A Y E T A N O MARTÍN, M" C.,
t a c i ó n d e las i d e a s l i b e r a l e s y el e n r i q u e c i m i e n t o y a s c e n s o 1991). Sobre el Alcázar en época de Carlos V (CERVERyX VF.RA,
social d e la b u r g u e s í a , s u p o n d r á , e n u n p r o c e s o n o e x e n t o d e L., 1994).
Ayuntamiento de Madrid
" Sobre la Plaza Mayor, véase (B(.)NRT C O R R K A , A., 1973; 1978; L o s paseos arbolados es un tema recurrente del urbanismo b a t n i c o
CiUlA, 1993). y c o b r a u n a especial significaci(>n e n la é p o c a d e los B o r b o n e s .
A l p i n o s autxircs h a n llegado a insinuar que el desarrollo urbanísd- A n t o n i o Ponz, q u e dejaría en su Viaje de Hspana buena p r u e b a de
cc) de la ciudad estuvo en parte c o n d i c i o n a d o p o r este n p o de cere- su sensibilidad ilustrada hacia el árbol c o m o e l e m e n t o d e p r o g r e s o
m o n i a s c o r t e s a n a s , f u n d a m e n t a l m e n t e las e n t r a d a s regias y utilidad pública para la nación, p r o p u s o al rey tjue f o m e n t a s e el
( M A D R I D , 1986). p l a n t í o d e arboles e n las i n m e d i a c i o n e s d e la c o r t e ( P O N Z . A.,
1771-1791).
" Pese a esa cierta escasez de imágenes "grabadas" en comparación
con otras corres europeas, el autor omite algunas d e las q u e o f r e - (JSL^DRID, 1995; B U S T E I . O , E 1988). Bustelo afirma q u e e n 1700
cemos en esta exposición, la Vista de M a d n d , de J. Milheuseur n o había ninguna ciudad en el m u n d o de más de 1 millón de habi-
(Cat. 3), y las m u y i m p o r t a n t e s representaciones q u e del Alcázar tantes, 7 tenían m á s de 500.000, 20 más d e 200.000 y 41 m á s d e
aparecen e n ¡os planos de Marcelli, de 1622 (Cat. 1) y d e Pedro de 100.000. Madrid estaría, pues, e n este último g r u p a
Texeira, d e 1656). Para otras vistas del Alcázar antes d e su incen- Existe u n a edición facsímil d e la Planimetría (en dos v o l ú m e n e s )
dio en 1734, véase ( C A T Á L O G O , 1985; 1989). publicada en 1988.
Sobre descripciones del ,\]cázar. p u e d e consultarse la antología de Chorno señala B o n e t Correa, los p r i m e r o s académicos, arquitectos
textos, desde el siglo IX hasta 1734, q u e o f r e c e ( C H E C A C R E - italianos y franceses y sus ayudantes españoles, c o m o el e n t o n c e s
M A D R E S , J . L . , 1994). joven Ventura Rtxtóguez, eran contrarios a los arquitectos que aca-
" E s e orgullo cívico, que significó la aparición d e esa nueva concien- p a r a b a n los encargos municipales y religiosos de Madrid y d e m á s
cia urbana, se tefle]ó politicamente en las Corres, con la d e f e n s a d e ciudades. D e s d e su fundación la Academia p r o c u r ó ejercer el c o n -
los derechos ciudadanos y espiritualmente p o r m e d i o de devocio- trol sobre ios arquitectos municipales (Decretos de 1756 y 1777) y
nes y fiestas religiosas dedicadas a los santos patronos y santos loca- c o n la constitución de la Comisión de Arquitectura, e n 1786, fisca-
les. lizar r o d a s las o b r a s públicas y eclesiásticas d e E s p a ñ a .
Expresiiin d e esa hosrilidad f u e también la feroz critica q u e algu-
Muchas ciudades y p u e b l o s importantes tuvieron su propia historia
n o s m i e m b r o s de la Academia, entre ellos su Secretario, A n t o n i o
escnta, q u e manifestaba un acentuado patriotismo local, estimulado
P o n z , ejercieron hacia las o b r a s de aquellos arquitectos, a los q u e
p o r falsos h a l l a d o s que servían para celebrar las hazafias de los héro-
consideraban exponenres del mal g u s t o q u e había q u e combatir. U n
es nacionales y locales (BROVCTN.J., 1980). ASÍ, citaremos a titulo d e
e j e m p l o d e esa f e r o z persecución f u e r o n los c o m e n t a r i o s dedica-
muestra, las siguientes historias de ciudades escntas durante ios siglos
dos p o r P o n z y o t r o s neoclásicos al arquitecto Pedro d e Ribera, y
X V I y X V I I : Húloiia de la dudad de Sevilla (1535-40), de Bachiller
e n especial a su p o r t a d a del 1 lospicio d e San F e m a n d o ( A I ^ M l -
Pedraza; His/oría o Desfipdói dt la Ciudad Imperial (1554), de Pedro de
N Ü S L Ó P E Z , E., 1995).
Alcocer; Excelencias de la Imperial ('.iudad de Zarafp^a (1595), de Tray
D i e g o Murillo; Historia de la Ciudad de Cádi^ (1598), d e Agustín d e
P a t a las figuras d e los a r q u i t e c t o s V e n t u r a R o d r í g u e z y J u a n d e
O r o z c o ; Anli^üedades de Salamanca (1608), d e Gil González Dávila;
ViUanueva, consúltese (CATALOCiO, 1983,1982).
la muy Anáj^a, Nohlej Coronada Villa dr Madrid Historia de su Antigüe- E n 1777, Sabanni había enviado al e m b a j a d o r d e Austria, príncipe
dad, Nobleza y Grande^ (1629), d e J e r ó n i m o de la Quintana (obsér-
K a u n i t z - R i e r b e r g , u n á l b u m d e d i b u j o s c o n los p r o y e c t o s m á s
vese q u e es el título más lai^o); o Hisloria de la insigne Ciudad dt S^na
i m p o r t a n t e s q u e hasta el m o m e n t o había c o n c e b i d o para Madrid.
y compfndio de las historias de Castilla (1637), de Diego de C;olmenares
P o r lo q u e respecta a la Puerta d e Alcalá la concibe, primero, c o m o
( M O R A I £ S M O Y A , A., 1993).
una puerta aislada, y, después, en relación con el e n t o r n o urbano,
A titulo d e eiempk), recordaremos c ó m o Sebastián de Cobarruvias q u e p o r esos a ñ o s se estaba modificando. Algunos autores ven e n
en el diccionario citado (1611), al referirse a Madrid recoge una opi- este proyecto, c o n c e b i d o va al margen del Palacio del Buen Reriro,
n i ó n q u e ya d e b í a ser h a b i t u a l e n esa é p o c a s o b r e el o r i g e n y el reflejo de lo.s debates sobre q u é significa el embellecimiento de
antigüedad de la ciudad: "antiguamente - e s c r i b e - fue dicha Alantua las ciudades y la valoración del e n t o r n o q u e las ciñe. La construc-
Carptntanorum. C.arpentum es un g é n e r o de carroza en que paseaban ción de la Puerta de Alcalá s u p u s o u n n u e v o uso para los paseos
las m a t r o n a s r o m a n a s . . . podríale quadrar agora el n o m b r e p o r los q u e le e r a n p r ó x i m o s , t r a n s f o r m a n d o ese espacio s u b u r b a n o e n
m u c h o s c o c h e s v carrozas q u e ay en ella. D i x o s e t a m b i é n Visma y espacio interior de la ciudad, en d o n d e se planteó la edificación de
Madrilium {unde Madrid) y Matrilium, a marre, p o r serlo de tantas u n n ú m e r o i m p o r t a n t e de palacios v casas de \'ivicnda (SAMBRJ-
naciones q u e c o n c u r r e n a ella". C I O , {:., 199.3). Para la figura d e Sabatini, v é a s e ( C A T A L O G O ,
1993).
E n c u a n t o a las referencias literariaü y de viajero-s, véanse (SHAW
E M R A I A N , P. 1996; D Í E Z BCDR<¿UE,J. M'., 1990). A excepción de la Real Casa d e la M o n e d a , creada p o r Felipe 111,
" La f o r m a c i ó n de la imagen d e la c o r t e de los Austrias está estrc- establecimiento industrial de importancia, el resto de la actividad
chamenre unida a atristas, escritores y editores nacidos en los Países industrial e n el siglo X V l l lo constituían los talleres artesanales,
Bajos ( B O U Z A , E 1995) a g r u p a d o s en t o r n o de la Plaza Mayor, c e n t r o comercial d e la ciu-
' ' de Abastecimiento (1744); de Hospitales (1754). dad. L o s talleres q u e uribzaban fraguas - h e r r e r o s , fundidores, cal-
" O r d e n a n z a s d e A r d e m a n s (1719), de Arce (17.34); Sabanni (1761). dereros, etc— q u e e n t r a ñ a b a n peligro de i n c e n d i o y molestias a la
Véase ({^ERVER.^ V E R A , L. 1988). E l a u t o r recoge este ripo de vecindad t u v i e r o n q u e irse trasladando p a u l a t i n a m e n t e a lo largo
disposiciones desde el siglo V l i i hasta 1774. del tiempo hacia las zonas de la periferia ( O r d e n a n z a s de Juan de
Torija, d e 1661).
" Para las O r d e n a n z a s de A r d e m a n s , de transcendental importancia
en la historia urbanística de Madrid, véase (BLASCO E S Q U r \ T A S , C o m o ha señalado la p r o f e s o r a A u r o r a Rabanal, las Reales Fábri-
B., 1992) y s o b r e el arquitecto P e d r o d e Ribera ( V E R D Ü R U I Z , cas q u e se crearon e n la corre durante el siglo X V l l l esmvieR>n ubi-
M., 1988).' c a d a s e n los a r r a b a l e s o e n las p r o x i m i d a d e s d e la cerca. E s t a s
Ayuntamiento de Madrid
fábrica presentaban una tipología especifícamence urbana, el d e la
fábrica-bloque, d e planta cerrada, c o n u n o o más p a d o s interiores,
e n t o r n o a los cuales se o r d e n a b a n , racionalmente, las d e p e n d e n -
cias q u e a l b e r g a b a n las diversas fases del t r a b a j o , o f r e c i e n d o u n
espacio unitario, y cerrado al e n t o r n o urbano, bien iluminado, y e n
el cual se p o d r í a c o n t r o l a r fácilmente la totalidad del p r o c e s o d e
produccción ( R A B A N A L YUS, A., 1984).
A d e m á s d e las fábricas citadas, hay q u e hacer m e n c i ó n de la Real
Fábrica de tapices de Santa B á r b a r a (1721); o t r a Real Fábrica de
C'Khes, q u e se incendia en 1800; Real Fábrica de Salitre; Real Fábn-
ca de Aguardientes y Naipes, luego Fábrica d e Tabacos. T a m b i é n
había distintos establecimientos industriales dedicados a la fabrica-
ción de p r o d u c t o s m o n o p o l i z a d o s p o r el Estado: fábricas de cera,
alfombras, lana, sombreros, sombrillas, herrerías y fraguas, relojes,
lienzos y telas, seda, p a p e l sellado, mercería, etc.
' S o b r e las G u í a s de F o r a s t e r o s , véase ( L A F U E N T E N I Ñ O , C.,
1992; A G L T L A R P I Ñ A L , E , 1995). I-as descricpiones de viajeros
son Igualmente numerosas en este periodo, puede consultarse
( G A R M S , J., 1988; C O R R A L , J. del., 1988; R O B E R T S O N , L,
1976).
Ayuntamiento de Madrid
OBSERVACIONES PREVIAS
Ayuntamiento de Madrid
/. P I ^ V O . S ' y VISTAS DE CIUDAD Ia implantación de las ideas liberales y el ascenso social de
la burguesía, tras la m u e r t e del absolutista F e r n a n d o VII,
La elección de Madrid c o m o corte y sede de la monarquía supondrán la transformación de la ciudad cortesana que Madrid
en 1561 por Felipe !1 s u p u s o la transformación de la villa había sido hasta entonces, en una ciudad burguesa y moderna,
medieval que era todavía en aquel m<5mento, en una ciudad impulsada a romper sus b'mites físicos, sociales y económicos,
que asumirla progresivamente nuevas funciones políticas, simbolizados en la cerca que limitaba su crecimiento.
administrativas y de representación que habrían de afectar Reflejo de la cultura cortesana que la ciudad desarrolla
con gran intensidad a su desarrollo urbanístico y a su vida como centro del poder poL'tico, son las representaciones grá-
económica y social. ficas, ciertamente escasas en el caso de Aíadrid, y literarias,
A partir de ese mcjmento Madrid experimentó un notable más abundantes, que se han conservado.
crecimiento urbano y humano. La transformación del Alcá- La técnica del grabado, puesta al servicio de las represen-
zar medieval en un Palacio de estilo renacentista, cuya aisla- taciones urbanas permite, en las sociedades del Antiguo Régi-
da mole expresa muy gráficamente la idea de reputación y men, la difusión y el conocimiento generalizado de la ciudad
aislamiento cortesano, establecida por el ceremonial regio barroca c o m o imagen prototípica que alcanza, gracias a su
(Cat. 4,5), la construcción de la Plaza Mayor, llamada a con- verosimilitud, caracteres casi emblemáticos. Frente a tas
vertirse en el espacio neurálgico de la ciudad (Cat. 14) y la representaciones esquemáticas y simbólicas medievales, la
construcción suburbana del Palacio del Buen Retiro (Cat. 12), representación gráfica de la ciudad cortesana barroca inscribe
símbolo de la opulencia cortesana en claro contraste con ios la ciudad en u n lenguaje topográfico realista y verosímil. Por
signos de decadencia económica que comienzan a manifes- lo genera! son visiones panorámicas, dibujadas del natural
tarse en la monarquía, son algunos de los hitos del período que intentan dar, junto con las representaciones cartográfi-
de los Austrias. cas, en perspectiva caballera, una imagen realista y científica
C o n el cambio de dinastía y la llegada de los B o r b o n e s de la ciudad (Cat. 1, 3). E n el caso de Madrid también han
(Cat. 15), tras la guerra de Sucesión, que establece en Europa quedado vistas interiores, con animadas representaciones de
un nuevo equilibrio de hegemonías, Madrid experimentará la vida cotidiana y social, siempre dentro de una visión orde-
además de un cambio significativo en su desarrollo urbanísti- nada que evite y oculte cualquier nota de conflictividad y ten-
co, una apreciable transformación en su fisonomía. sión, propias de estas sociedades (Cat 7, 8, 9).
La poKtica de los ministros ilustrados meiorará sensible- En el siglo XVIII la iconografía urbana alcanzó un desarro-
mente las infraestructuras de la ciudad y la higiene públicas. llo desconocido hasta entonces que mvo también su reflejo en
A través de instituciones culturales c o m o las Academias, en el caso de Madrid. La cartografía se hizo más científica y el
especial la de Bellas Artes, se velará por el buen gusto de las conocimiento de la dudad por las autoridades más exhaustivo
construcaones- Los paseos periféricos arbolados y las entra- con la toma de datos en catastros, que permitieron una elabo-
das a Madrid, con puertas m<jnumentales - l a de Alcalá es su raidísima radiografía económica, social y material de la ciudad.
símbolo (Cat. 26, 27)— cambiarán el aspecto de Madrid equi- Ahora no importa tanto aquella visión externa y desde afuera,
parando la ciudad, convertida en la capital de un Hstado cen- como el conocimiento interior de la ciudad de la que se adquie-
tralizado, con el resto de las ciudades europeas importantes. re nueva conciencia. La ciudad, sus calles, casas, monumentos,
La construcción del nuevo Palacio Real (Cat. 21) y la urba- son representados de manera individual como si de retratos se
n i z a a ó n del Paseo del Prado (Cat. 29, 30), completado con tratase (Cat. 21 a La ciudad se dibuja y estudia manzana por
una serie de instituciones de carácter científico representan m a n z a n a reduciéndose su planta a una visión geométrica,
lo mejor de este período. menos pictórica que en la época procedente (Cat. 2Ü, 32).
Ayuntamiento de Madrid
1
LA V l L J . A D i M A D RID C0JtT>-,lJE1.0_S__R£T BS C ^ ^ I ^ C ^ D E_E S
Cat. N . " 1
Ayuntamiento de Madrid
^ú ^j^anait ai S^mim, VE-WW^N SRAUC FFÍYI ^J^HN
Sfid fu Ji^m m. Ltxr^, XHroaH ouQ ^r^ Snctsjrofn, Wie ¿Tf ^jtf^e^n. i)Mt TJT i^nyyan imt ^axjhll'
ÍVIFTT^, CTRAÍ HFFT^ÍEM /•á^ifmellrr'I^vKí^imai^vfííí^^^e Dis a^e ma^i Ce^¿rerat
i. tB^^Jrm^efi wifl
Cat. N-° 2
Los versos que aparecen en la parte inferior de la estampa descri- lica Magestad del R^ Oon ¥elipe lili nuestro Señor ^Acompañamiento de
ben este acontecimiento, y los últimos aluden concretamente a lo Títulos, Señores, y CavalUros que le si^ieronj costoso presente que It emhio
que esta imagen describe: " D e m o d o que el principe que había aquella misma noche ¡a Rí)w<¡ nuestra Señora. (Simón Díaz, J., 1982). Se
entrado/en \ l a d r i d can silenciosamente/ fue llevado a palacio con imprimieron otras Relaciones de la llegada, recibimiento, suntuosa
honores reales". entrada con palio y de lo sucedido en la Corte durante la estancia
der Start Madrill (Dbrigkdt so den Himmcl dragen del Principe, además de las dos impresas p o r J o h n Haviland, en
Iloffrichtcr 1623, en Londres.
Grossc Ucrrn v e n Spanien oder Titulati Cinco fueron las compañías que representanron comedias, entre-
Die vier Herolden oder Wapen Konige meses, loas y bailes en esta <x:asión durante el recorrido de la comi-
Threr Maiestei Scepterdrager tiva: la de Morales, Prado, Vallejo, los Valencianos y Valdés. l.os
Infectivamente, en la imagen se le ve al |ovencísimü Rcv con un músicos tañen una vihuela de m a n o y una viola de arco.
sombrero de plumas, lo m i s m o que al c o n d e d u q u e de Olivares, " Publicado e n M a d r i d en 1615.
mientras que el Principe de Gales y el almirante Engell llevan som- ' 111 grabado nos muestra la primera imagen completa de la nueva
breros sin ningún a d o r n a Este último personaje no aparece citado fachada, con una grúa en la torre del Sumiller, y a falta de rematar
en la relación. las torres- (Barbeito, J.M., 1992)
La Relación lleva p o r titulo f'.ntradü en público del principe C.arlos Hf
Jn^Literra en la Corte de Míiáñti. Ctrandioso reabimíento que le hi^ la Cató-
Ayuntamiento de Madrid
es apreciablc hacia la parte norte, oeste y este de la ciudad,
Julius M I L H E U S E U R incluyendo por este último lado una representación del Pala-
VISTA D E M A D R I D cio del Buen Retiro, residencia de la que la estampa recoge la
4 0 Ü X 509 ( 4 hojas). Cobre, talla dulce. "Plaza principal del Palacio" y la "Ermita de S. B r u n o " (cuar-
I N 21129 ta hoja). Precisamente el cotejo de esta última con su repre-
sentación en el p l a n o de Texeira, de 1656, n o s aclara la
Editada por Fredetick de VC'it, en A m s t e r d a m , esta vista invención, c u a n d o n o fantasía, con que se representaban
panorámica de Madrid, c o m p u e s t a p o r cuatro e s t a m p a s algunos edificios^. I,a representación del Alcázar parece deri-
independientes, fue grabada p o r Julius Milheuseur o Mül- varse precisamente de la del Texeira, pues la puerta de acceso
heuser (1611-1680), grabador especializado, sobre todo, en y los intervanos a derecha e izquierda de esta son prácrica-
vistas de ciudades, y activo en Amsterdam desde 1649. Por el mente iguales'. N o sólo la escala y fisonomía de los edificios
p u n t o de vista elegido recuerda las vistas panorámicas de está alterada sensiblemente, también la distancia "real" de
Madrid dibujadas por Antón van den Wyngaerde hacia 1562. unos con otros*.
Siguiendo los convencionalismos propios de este tipo d e Se trata de una visca panorámica ordenada artificialmente,
rcptesentaciones se han recogido, con sus correspondientes pues desde el p u n t o de vista elegido sería prácticamente
inscnpciones, algunos de los edificios singulares de la ciudad'. imposible recoger de manera "frontal" y "simultánea" partes
Con relación a la vista de Wyngaerde se aprecia un conside- tan diversas y distantes de la ciudad- La vista está organizada
rable crecimiento de la ciudad, pues la estampa corresponde en varios planos. E n primer término, las riberas del río, con
a los años finales d d tcín^do de Felipe I V (1621-1605) o algunos personajes que animan y dan color "local" a la esce-
principios del de Carlos II (1665-1700). na^ A continuación, algunas huertas con pequeñas edifica-
La escampa de Milheuseur reproduce algún tramo (segunda ciones. Tras ellas, sobre una orografía accidentada, se
hoja) de la vieja muralla cristiana que se veía en la vista de despliega la espléndida vista de Madrid en cuyo centro una
Wv-ngaerde, pero también la cerca de tapial que mandó levan- filacteria Ueva el nombre de la ciudad; a ambos lados sendos
tar Felipe IV para control fiscal de las rnercancías y que per- escudos, el de Felipe IV y el del A)-untamiento''.
duraría hasta la segunda mitad del siglo XIX. El crecimiento E.A.L.
' D e izquierda a derecha son las siguientes: en la primera hoja, "S. ' T a m p o c o la representación del cartógrafo portugués era del t o d o
Mchaell / Convento de Augustin"; en la segunda, "Plaga del Palacio correcta, c o m o ha puesto de manifiesto José Manuel Barbeito.
/ Convento/ S. Felipe/ Cavailerisa"; en la cerceta, "S. María / Casa ' Ya hemos mencionado, en este sentido, la cúpula de la ermita de San
de los/pajes / La Panadería / Pla?a de la priora / Convento de los Bruno; de igual f o r m a ocurre con la distancia entre el Alcázar, el
Religiozos/del O r d e n de S. G e r o n i m o / Convento de la E n c a r / convento de la Encarnación o el Palacio de Uceda, edificios muy
nación Rcall"; y en la cuarta, Placo Principal/ de PaJcio / Convento próximos entre sí, pero que en esta estampa aparecen sensiblemen-
de N- S" / de las Maravillas / Hermita de S. Brunex Algunas de estas te distantes. De igual manera la longitud del puente de Sc^ovia es,
inscnpciones ortográficamente son incorrectas, rasgo c n m ú n a este también, inverosimil.
tipo de estampas.
Se ven caballeros, cortesanos, damas, religiosos, carruajes, sillas de
E n la estampa que comentamos la ermita, excesivamente magnifi- mano, vendedores con sus mercancías, ¿una lavandera?, un mendigo
cada en su volumen, está representada con una cúpula de medía a la entrada del puente y pastores con sus rebaños junto a las huer-
naranaja, mientras que en el Texeira, cuya representación de los edi- tas.
ficios es más acorde con la realidad, aparece con una cúpula ocha- A izquierda y derecha tespecuvamente
vada con los caracteristicos chapiteles de estilo flamenco, tan
utilizados en la arquitectura de los Austrias.
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N.° 3
Ayuntamiento de Madrid
Cat. 4
Cat. N.° 5
Cat. N-" 6
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 7
Cae. !
Cat. K." 9
Ayuntamiento de Madrid
in cisamente el n o m b r e de este Sitio Real se deriva de las repre-
I^>ms M H U N I E R sentaciones que allí se dieron, principalmente de música y
E l . PAI.ACI() D E LA Z A R Z U K L A bailes, para disfrute del monarca, cuya invención se debe al
118 X 235 mm. Cobre, talla duicc. genial dramaturgo Calderón de la Barca, autor que sumistra-
IN 1873 ba t o d o g e n e r o de obras para las diversiones palaciegas".
Estas representaciones habrían de generalizarse con el nom-
11 bre de fiestas de la ^r^ela.
Louis M E U N I E R 1-2 historia del Palacio de El Pardo (IN 1874) se remonta a
E l . PAI.ACIO D E E l . P A R D O 1405, m o m e n t o en el que F^nrique III construyó allí una Casa
118 X 233 Mi\I. C<jbre, calla dulce. Real, convirtíénd<5se rápidamente en escenario de fiestas cor-
IN 1874 tesanas. Carlos V, aficionado a la caza en estos montes,
levantó un palacio de nueva planta en 1543, obra del arqui-
12 tecto Luis de Vega y de su sobrino Gaspar de Vega. El edifi-
Louis xMEUNIKR cio lo f o r m a b a u n amplio pabellón de caza, de planta
E R M I T A D E SAN PABLO R N E L B U E N R E T I R O cuadrada con un patio central y cuatro torres en las esquinas",
95 X 210 m m . Cobre, talla dulcc- cuya fisonomía recoge fielmente, aunque exagerando ias pro-
I N 1871 porciones, el grabado de Meunier en 1666. Hn la estampa se
aprecia además la puerta llamada de Carlos V, entrada princi-
E n estas residencias reales, concebidas como lugares de des- pal al palacio, que aún se conserva". E n este palacio vivió Feli-
canso, recreo y cazaderos, al margen de los agitadíjs proble- pe IV, de ¡oven, con su esposa Isabel de Borbón y como gran
mas de la Corte y de la gobernación de los reinos, transcurrió aficionado que era de la caza disfrutó ampliamente de estos
buena parte de la vida y de las actividades de los Austrias, a las parajes y de las fiestas que se organizaban en él.
que fueron grandes aficionados desde Felipe II. Fl Palacio del Buen Retiro, mandado construir por el vali-
El Pa/aáo de ¡a ¿ar^da (IN 1873) fue una villa de descanso d o de Felipe IV, el Conde Duque de Olivares en la década de
utilizada por los reyes durante las cacerías por el monte de El 1630, siguiendo el modelo de ias villas suburbanas italianas,
Pardo, lugar próximo a la Corte, donde abundaban jabalíes y con jardines y teatro, tenía una extensión casi equivalente a la
venados. J u n t o con otras edificaciones, la Casa de Campo, la mitad de Madrid. F.sta residencia, constaba de u n palacio,
Tt>rre de la Parada, ftjrmaban una red de palacetes campes- iglesia, coliseo, casón, paseos arbolados, canales, lagos artifi-
tres bella y ricamente adornados en su interior y amenos jar-
ciales, estanques y pequeñas oratorios y ermitas, c o m o esta
dines en el exterior.
de San Pablo (IN 1871) que recoge Meunier, ciiseminadas por
Su construcción fue iniciativa del Cardenal Infante D o n los jardines, que le daban al conjunto residencial u n aire muy
Fernando, hermano de Felipe IV, que en 1625 compraba la peculiar, c o m o si se tratase de un parque sacro'". Además de
finca a Antonio Gutiérrez de Anaya. Por incumplimiento de la f u n c i ó n religiosa que tenían estas ermitas, se utiElizaban
los pagos, se hizo cargo de ella Felipe I \ ' en 1632. Su traza, también para actividades profanas como lugar de descanso",
de clara influencia palladiana, se debe, en 1634, a Juan representaciones teatrales o para meriendas campestres. Ix)s
Gómez de Mora, quien por enemistad con el Conde D u q u e
materiales empleados en su construcción eran idénticos a los
de Olivares, alcaide del lugar, n o pudo concluir su obra, lle-
empleados en el Palacio, salvo esta de San Pablo, de recarga-
vada a cabo por Alonso Carbonell, desde 1637. Su aspecto
da fachada y abundantes motivos escultóricos y decorativos
constructivo presenta todas las características técnicas y for-
c o m o p u e d e apreciarse en el g r a b a d o ' ^ Su interior estaba
males propias d e la arquitectura palacial madrileña d e la
decorado con pinmras religiosas, pero también profanas, en
época: combinación del ladrillo rosado, piedra blanca y piza-
las estancias n o dedicadas al culto.
rra, formas severas y desnudas de gran sencillez, claramente
El Palacio del Buen Retiro fue alabado en su tiempo por su
alteradas en la imagen de Meunier, que ha modificado, mag-
nificándolas, sus p r o p o r c i o n e s ' . La estampa del g r a b a d o r amenidad y p o r las importantísismas colecciones artísticas
francés muestra la fachada posterior y el muro porticado que que albergaba en su interior, en cuyo coliseo se representa-
dividía en dos planos los jardines, de gusto italiano. ron numerosas obras de teatro, a cargo de autores españoles
y escenógrafos italianos".
Esta residencia de caza se complementaba con espacios
dedicados a la música y a las representaciones teatrales. Pre- E.A,L.
Ayuntamiento de Madrid
f ríai/.
i'K' U/ tt ^(X' fJiiih friutif^o* JU Kry
Cat. N ° 10
. W&J^o n JLnhale, e(ií Pa vr(4 afíeux f' i^ut/ /ie li* /a /a-zA «J^ liíl suf • cjíq et
/íív l^U^^ <i< Míi/frü/
Cat. N ° 11
Cat. N.° 12
Ayuntamiento de Madrid
' Basta comparar los dibujos que se c o n s e n ' a n del arquitecro Juan
Gómez de Mora con esta estampa para apreciar este cambio de pro-
13
p o r d o n t s . La estampa lleva al pie la siguiente inscripción: " .\(a¡son Aldert MEYKR
Royale de la Zarzuela a une lieuc c demy de Madri / / Casa Real de VSTA D E M A D R I D
la Zarzuela / / designé sur les lieux ct gravé para Meunier avec pri- 220 X 279 m m . Cobre, talla dulce.
vilege du Roy".
I N 5oni
N o existe constancia documental de iquc se representase aquí E /
jardín di l'atena. obra en la que predomina lo musical, compuesta por
Calderón de ia Barca, en 1648, y música de Juan Risco, que inicia el Estampa perteneciente a una serie encargada por el editor
genero más tarde llamado ^ar^ueL. de clara referencia a este lugar y Carel Allard para la obra Or¿//s habilitatis habilitahs Oppiáa et m-
a las fiestas aUi celebradas. Al palacio dedicó Calderón, en púrpu-
titHs (Amsterdam, hacia 1690). El editor Pieter van der Aa
ra y lü rosa, los siguientes versos; "Ya sabéis/ que esa humilde; esa
pequeña/ (bien que real) pobre arquería/ es (si en mi lo represen- adquirió las planchas utilizadas para el libro ]m gakrie agréable
ta)/ lo montaraz de mi traje/ la olvidada, la desierta/ la desvalida, du monde ou l'ont voit en un grand nombre de caries írés exacfes et de
la sola/ fábrica de la Zarzuela/ mas aterida y más yerta/ era para mi helles tailles-docHces, ¡es prinápaux emperies, roiaumes... dans les qua-
la más rica y fértil primavera"
treparties de lUnivers..., publicada en Leide h a d a 1729.
' l i n 16D4 sufrió un incendio, siendo reconstruido por los arquitec- La estampa que comentamos es obra del grabador flamen-
tos Francisco de Mora y Juan G ó m e z de Mora. 1-elipe II decoró
co Aldert Meyer nacido hacia 1664 y activo en Amsterdam
ncamente su interior con pinturas y colecciones de objetos valiosos,
especialmente relojes (Bonet Correa, A., 1980). alrededor de 1688.
' E s t a puerta, que aún se conserva, lleva la inscripción. La visca de Madrid que sirve de f o n d o a las dos figuras que
"CAR.YROM.IMP.HIS.REX. 1547" enmarcan la composición está literalmente copiada de la de
A d e m á s de esta de San Pablo, había otras seis dedicadas a San Madrid de Julius Milheuscur'.
Antonio de ios Portugueses, San Jerómino, San Bruno, San isidro,
Ambos personajes van ricamente vestidos, la mujer üe\'a un
San Juan y Santa María Magdalena. Satisfacían un genéro de devo-
ción rústica a la que fue muy aficionado el rey. abanico rígido con adorno de plumas y mango de madera en
" I-a ermita de San Juan, terminada en 1634, ftje residencia oficial del forma de balaustre posiblemente deorigen italiano o francés.
exonde Duque de (Olivares, alcaide de este real sitio, en la que tenía La importancia del vestido para los españoles de la época
un pequeño apartamento con biblioteca. La udli^aba c o m o un lugar fue destacada por numerosos viajeros que veían en la aparien-
de recogimiento y redro.
cia externa, que tan especialmente cuidaban hombres y muje-
' ' Según Brown y Elliot su fachada, obra problablemente de Cres-
cenzi, recordaba las de algunas villas romanas, c o m o el Casino de
res, uno de los rasgos más característico.s de la cultura española.
PÍO IV en el Vaticano o la fachada al jardín de la Villa M e d i d E Willughby, namralista inglés, que visitó España en 1664
(Brown, J . / Elliott. J.H., 1981). escribía con relación a los hombres:
" ("orno han señalado Brown y EUiüt " u n o de los mayores encantos "llevan sombreros grandes, de copa ancha, y la parte de arri-
del Redro eran sus paseos no por tierra sino por el agua. Los estan-
ba más ancha que la de abajo... llevan camisolines de batista,
ques y albercas estaban unidos p o r una red de canales... donde se
usaban góndolas para viajar p o r estos canales; en 1639 el duque de con las mangas abiertas por detrás y por delante... sus jubones
Medina de las Torres envió doce espléndidas nuevas g ó n d o l a s tienen grandes faldones. Sus calzones son muv estrechos y les
desde Nápoles que causaron admitadón p o r su esmerada ejecución ciñen los muslos... llevan medias de seda negra, muy finas,
en plata, oro, bronce y cristal " ( B r o w n . J . / Elliott, J.H.; 19S1). El
para que puedan verse las medias de hilo blanco que llevan
lístanque grande se unhzaba además para la celebración de nauma-
quías, en las que se utilizaban barcos en miniatura. debajo. Sus zapatos se ajustan bien al pie y son muy ligeros y
delgado, con tacones bajos. Sobre el jubón llevan un chaquetón
estrecho o justillo, con mangas abiertas... una espada muy lar-
ga y un puñal corto cuelgan por detrás; y, p o r fi, encima de
todo una capa con una esclavina muy grande".
Debemos recordar que la enorme presencia de la nobleza en la
corte, que por cualquier ocasión tendfa a lucirse en público en fies-
tas y solemnidades, tuv-o una enorme importancia para el desarrollo
comercial de los gremios que comerdaban con seda, lenceria, paños,
joyas, etc, configurando un sector comercial de alto nivel, propio de
una economía de consumo como era fundamentalente la madrileña.
Por otro lado, fue muy abundante en la época la legisladón sobre
arte suntuano, especialmente en lo que afectalsa al vestido.
E.A.L.
Ayuntamiento de Madrid
14 sodedad volcada de lleno hada los espectáculos públicos, han
ANíbNIMC) quedado reflejadas en los relatos de los cronistas oficiales y
A U T O DK F E E N P L A Z A MAYOR de los numerosos viajeros que la alabaron como el lugar más
176 X 225 mm. Cobre, talla dulce digno e importante de la corte'.
I N 4003 Esta estampa muestra de forma simplificada el complica-
do ritual y la compleja disposición de los estamentos que par-
O b r a f u n d a m e n t a l del u r b a n i s m o y la arquitectura del ticipaban en estos actos, así c o m o la t r a n s f o r m a c i ó n que
Madrid de los Auscrias, la Plaza Mayor formaba un enclave sufría la plaza, con los tablados que se construían para asien-
uniforme y regular, destacando sobre el resto de la dudad, de to de los participantes y el entoldado que la cubría, ofrecien-
edificios modestos y de escasa altura. do el aspecto de un teatro'. A diferenda del óleo de Francisco
Conocida desde antiguo como Plaza del Arrabal, de traza- Rizi que representa el Auto de Fe celebrado en 1680", en el
do irregular, fue durante el reinado de Felipe II (1556-1598) que se muestra el abigarramiento de los participantes, senta-
cuando se planteó la necesidad de regularizar su contorno y dos en los tablados y en los balcones, el grabado muestra de
alrededores, llevándose a cabo su edificación por el arquitec- manera sumaria estos últimos, habiéndose olvidado el dibu-
to Juan G ó m e z de Mora entre 1617 y 1619, en el reinado de jante (o el grabador) de reproducir las barandillas de estos
su hijo Felipe III (1598-1621). últimos.
E s t e privilegiado espacio d e la ciudad, estuvo dedicado La Inquisición fue establecida, en España, p o r los Reyes
fundamentalmente a mercado, instalándose en sus soportales Católicos c o m o instrumento pata consolidar la unidad reli-
numerosas tiendas y puestos de venta en su centro', E n ella, giosa y combatir la amenaza que representaban para la orto-
se llevaron a cabo numerosas y variadas ceremonias: p r o d a - doxia católica los judíos conversos, creándose a tal fin el
m a a o n e s reales, representaciones teatrales, corridas de toros, tribunal del Santo Oficio, dependiente de la corona.
fuegos artificiales, justas poéticas, juegos de cañas, beatifica- Hacia finales del siglo X V la Inquisición actuaba en las
d o n e s y canonizaciones-, ajusticiamientos' y los ejemplari- principales capitales españolas con gran rigor. Más tarde,
zantes y represivos autos de fe, c o m o el que muestra ía amplió su campo de acción contra los moriscos, ¡os protes-
imagen, que atraían a numerosísimo público'. tantes o cualquier foco de herejía. Aunque en el siglo XVII
Tanto la fisonomía de la plaza c o m o las variadísimas acti- se i n d a una decadenda en su actuadón, en Madrid se cele-
vidades que en ella se desarrollaron durante la época de los braron varios importantes autos de f é e n 1632 y 1680, duran-
Austrias, que le valió el apelativo del mayor teatro de la ciu- te los reinados de Felipe IV y Carios II. Hsta insritudón fue
dad, apelativo muy del g u s t o barroco, e x p o n e n t e de una aboLda definirivamente en 1834. E.A.L.
E n los soportales había, enere otras, tiendas de lenceros, sederos, camente en la plaza Mayor el 21 de octubre de 162!, m o m e n t o en
cereros, bodegoneros, etc. el que demostró gran impasibilidad y serenidad.
beatificación de San Isidro, patrón de Madrid, ruvo lugar el 15 ' Durante el siglo X V l l se celebraron varios autos de fe en Madrid;
de mayo de 1620, recien inaugurada la Plaza, durante o c h o días con en 1621 (27 de junio), 1624 (21 de enero), 1632 (4 de julio) y 1680
procesiones, bailes, máscaras, fuegos artificiales y encamisados. El (30 de junio). D e los tres úldmos se cün5ct\-an varias Relaciones
19 de junio de 1622 se llevó a cabo la canonización de este samo, que dan cuenta pormenorizada de este tipo de actos (Véase,
junto con San Ignado, San Tranc i seo Javier, San Felipe Neri y Santa Almansa y Mendoza, A., ilación del auto publico de ta Fe, que se cekhró
Teresa. en esta Corte. Domin^ 21 de Enero de 1624, Madrid. Diego Fernández
C o m o el de don Rodrigón Calderón, influyente personaje del rei- (Simón Díaz, J 1982); Cromei; de Mora, J., Auto de Fe celebrado m
nado de Felipe III, secretario de Cámara y consejero de Estado, que Madrid este año de 16}2, Madrid, Francisco Martínez; Anónimo,
pago con su vida la caída del duque de Lerma, vábdo del rev, sobre Relación de! Auto de Fr, que se celebró en Madnd, Domingo a quatro de julio
el que tenia gran influencia. Acusado de c o r r u p d ó n y de haber de (Simón Díaz,J., 1982); O l m o . J áá. Relación histórica del Auto
dado muerte a Francisco Xuara, don Rodrigo fue degollado públi- general de Fe, que se celebró en Madrid este año dr 1680... refiérense con
Ayuntamiento de Madrid
A . Le Ro!. >ft /a JieÍA< . fc<. I T-.j^ao' df^ /'i'mtnels. c^a^wt /zi'fV c/yux''J&/7u¿'frs drtUH.L^'f'A^a^ de . eC ¿a <>*»«• >%7TLR .
TJ , {fra/uf /"^uisreeitr I r, u¿ ^'on mrt Ar O'^u'ie/s Béndantla K T r W w ^ r f w ATCAT , ^
C . Les Consri//erj df ¿'Jh/yrttírncn
D, P/cKf de ^ne¿ou • Sfitrnee^^ ,1" .-^vs^nÁifr&iVuX' se/zf PU77*S i
,/e / J/ifu^st". > >t Cr. . fure/ ffu /a . í/esse , 1 en ^rzío^i. <fiu se sc^ ^eu^éx de prrtort.
Cat. N - ' U
cuno!a puntuahdad ¡odas las rínustama.' Je tanfbtioso triunfo de ¡aje, con Inquisidor./ C I-os C^onsejeros de la Inquisición./ D. Crrandes de
fl catálogo de los señores que se hicieron jamilians, y el sumario df la smíeti- españa familiares de la Inquisición./ E. R e o í con d o s femiliares
da de los reos, ['Í7 imerta la estampa de toda la perspectiva del teatro, piat^ y cada u n o de la Inquisición y varios frailes d e diferentes Ordenes. /
halcones., M a d n d , Roque Rico d e Miranda. E Cajas d o n d e se mete a los reos durante la celebración de la Misa.
Jerónimo d e la Quintana escribía en 1629 que " . . . e s el más sump- / H . Estandarte d e la Inquisición y d e la C r u z verde. / Y. Pulpito
tuoso edificio de todos los edificios públicos y que entre los que del predicador. / K . Cátedras para los que leen las sentencias. L . /
tiene esta villa tiene el primer lugar, es la pla^a mayor porque es las Efigies d e cartón que representan a los que han fallecido, están o se
mas h e r m o s a fabrica que tiene E s p a ñ a " (hiistoria de la Anti^edad, han salvado d e la prisión. Esta ceremonia duraba prácticamente
Xohle^aj Grandet^a di ln Villa de Madrid). t o d o el día, desde p o r la mañana temprano, razón p o r la cual se
entoldaba la plaza pata proteger a los participantes del sol.
E n el grabado se incluve una lista explicativa que p o r su interés tra-
E s t e óleo se conserva en el Museo del Prado.
ducimos aquí: A. El Re\' y la Reina & a c o m p a ñ a n t e s . / B. El gian
Ayuntamiento de Madrid
15 levantándose en eJ itinerario arcos triunfales, un monte Par-
ANÓNIMO naso y diversas inscripciones y jeroglíficos, muy del g u s t o
E N T R A D A D E F E L I P E V E N MADRID, barroco. Acompañado por la Guardia de Corps, las Órdenes
E L 14 D F ABRIL D E 1701 militares y la Familia Real, el rey iba a caballo tal como se le
153 X 183 mti). Cobre, taUa dulce representa en la escampa^.
I N 4541 Hn apariencia ninguno de los edificios representados en el
grabado, ni la muralla en cuyas almenas se están disparando
El cambio de dinastía, con la llegada de Felipe V al trono unos cañones, se corresponde con la realidad arquitectónica
(1700-1746), supuso una progresiva transformación en todos de Madrid. I ^ puerta representada a la izquierda pudiera ser
los órdenes de la vida política, económica, social y cultural, u n o de esos arcos triunfales decorado, c o m o puede obser-
concluida la Guerra de Sucesión (1701-1714) que enfrentó a varse, con figuras alegóricas, el escudo de los borbones y un
las monarquías francesa y austríaca p o r el control de la medallón, sostenido p o r dos ángeles, con el retrato del
monarquía española, sin heredero a la muerte de Carlos 11. monarca'. El edificio de la derecha, donde un alto dignatario
I -eopoldo I quiso hacer valer los derechos de su hijo el archi- espera al joven rey, seguido de dos prelados que sostienen en
duque Carlos a la corona de España, llegando a proclamarse sus m a n o s la c o r o n a y la bola del m u n d o , símbolos de su
en Viena rey de España, en 1703'. poder, pudiera representar la iglesia de Santa María de la
Felipe V, nieto de Luis XIV, e hijo del gran delfín Luis y de /Umudena, próxima al Alcázar, donde la comitiva se detuvo
la princesa María Ana de Baviera, n o m b r a d o heredero del a oír u n Te D e u m , c o m o era habitual en estas s o l e m n e s
trono español por Carlos II, fue proclamado rey de España entrada s-
el 24 de noviembre de 1700, llegando a España, procedente La muralla y los disparos de cañón que se están efectuando,
de Versalles, en febrero del año siguiente. Aunque llegó a pueden ser interpretados, más que c o m o simples salvas de
Madrid el 18 de febrero, su entrada solemne en la corte, o i ^ - artillería propias de estas celebraciones, como una alusión a
nizada p o r la Villa, se llevó a cabo el 14 de abril, m o m e n t o la recuperación de la ciudad en diciembre de 171(7.
que recoge, la escampa editada por PieterSchenk (1660-1719) El edificio circular, sumariamente representado, junto con
y publicada hacia 1713 en Amsterdam para una colección de un torreón, que se ve al fondo, es una representación, fanta-
estampas sobre la Guerra de Sucesión. seada, del Alcázar, que asociaría la propia entrada del monar-
Por una descripción que se conserva, sabemos que la comi- ca con su exaltación bélica, aspecto, por otro lado, firecuente
tiva se trasladó desde el Buen Retiro hasta el Alcázar, en la iconografi'a de Felipe V. E.A.L.
Ayuntamiento de Madrid
2>en i.f ^j^r'/l al d^etiié lu'ni'V l'^iíj^uí Zi'n ...^^ircttjii íJ^fiihjypi V irt uriem
irrtte¿Jia te ^a^lrid .
exe
Cat. N." 15
Ayuntamiento de Madrid
16 zar además otros dibujos específicos para cada una de esas
Nicolás G U K R A R D estampas y que se sirvió de aquel especialmente para la com-
LA P I j \ Z A D E l a A R M E R Í A E L 4 D E M A R Z O posición arquitectónica del Palacio y el encuadre de la vista'.
D E 1704, D Í A E N Q U E P A R T I Ó F E L I P E K1 Rey, a caballo, precedido p o r unos saltimbanquis que
V A LA C A M P A Ñ A D E P O R T U G A L realizan acrobacias"}' lanzan sus sombreros al aire, sale acom-
425 X 583 m m . Cobre, talla dulce. pañado por su Caballerizo Mayor, el duque de Medina Sido-
I N 2059 nia, nobles y caballeros, (señores de la familia real) y soldados
de la Guardia de Corps, que abren y cierran la comitiva. El
resto del gentío -carrozas incluidas- se reparten por la plaza
Esta escampa, realizada p o r el grabador francés Nicolás y los balcones del Palacio creando una escena muy animada,
Guerard (ca. 164«-1719), recoge el aspecto del Real Palacio y n o exenta de ciertas anécdotas, como ese hombre, que al tro-
la plaza de la Armería el 4 de marzo de 1704, día en el que pezar, le vemos caer de bruces en el suelo o los numerosos
Felipe V partió para la c a m p a ñ a de Portugal, tal c o m o se perrillos que corretean y ladran a los caballos y a los vian-
indica en un recuadro en la parte superior junto con u n mapa dante s.
del irinerario que el rey habría de realizar desde Madrid hasta
Es esta probablemente, junto con el dibujo mencionado, la
Portugal. Basado en un dibujo de Felipe Pallotta hecho del
última imagen que se conser\-a del Palacio Real de tiempos
natural', el grabado forma parte de una serie de cinco estam-
de los Austrias, cuya fachada principal se ve definitivamente
pas dirigida por el geógrafo Nicolás de Fer y publicada, en
terminada y la plaza de la Armería, completamente despejada
París, en 1704^
y enmarcada por las galerías de los emperadores.
Comparando la escampa con el dibujo, se aprecian algunas La campaña de Portugal se llevó a cabo como consecuen-
diferencias en cuanco a la perspecciva utilizada como, sobre cia de que este país se declaró favorable al pretendiente
todo, a la disposición y movimiento del gentío que llena la austríaco, por lo que Luis X I V envió un ejército al mando del
plaza de la Armería, \ atiantes que confirman, junto con las duque de Berwick para auxilio de su nieto. E.A.L.
autorías expresadas en la estampa, que Pallo ta hubo de reali-
' El que representa la Proclcmación de f-'e&pe Ven Madrid, que conser- retrato de Felipe V y varias vistas de Madrid, derivadas estas de las de
va el Museo Municipal de Madrid. Sobre Pallota véase (Agulló v
Mcunier, perteneciente a la obra L 'Alhs curieux ok le monde rcprésenté
Cobo, 1984).
dans des canes generales elparticuüéres du del eí de la nrre: divisé tant en ses
' El mapa del icincrarío seguido por Felipe V desde Madrid a Alcánta- quatre principales parites que par états e! proiinces et ornépar dis plans et des-
ra se debe, sin duda, a Nicolás de Fer. geógrafo y cartógrafo de su iriptions des ¡Ules capUúks elprincipales it superites édifiáes.1700 -1705.
Maj^'stad, c o m o se autotirula él mismo en la mención de autoría del
• Ln la estmapa se indica que el Caballero i'cüpe Pallota, Arquitecto
grabado. Del propio D e Fer conserva el Museo una estampa con el
de su Magaestad Católica lo dibujó del natural el año 1704.
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N.° 16
Ayuntamiento de Madrid
17 de Alvarez de Colmenar l^s Velices de l'Espa^ne el du Portugal,
ANÓNIMO publicado en 1707 por el librero de I.eyden, Pieter van der
LA CÁRCEL D E C O R T E Aa,
267 X 405 m m . Cobre, taJla dulce. Iluminada Si se compara este ejemplar "francés" con la misma vista
I N 2009 de Meunier, se percibe enseguida la simplificación a que ha
sido sometida esta, sobre todo en lo que se refiere a persona-
Durante los siglos XVII y XVIII las estampas de vistas de jes y detalles arquitectónicos. Al parecer n o había ningún
ciudades y monumentos fueron el medio idóneo para conocer escrúpulo p o r parte de los editores en dar incluso como de
las cortes europeas, bien a través de la edición de atlas de ciu- Madrid, o de otras ciudades, vistas que correspondían a otras
dades, bien por medio de su proyección en aparatos ópticos. localidades'.
E n el siglo XVIII los editores de estampas crearon un sóli- J u n t o con otros artilugios mecánicos -cajas catóptricas, lin-
do mercado con un tipo de estampas, conocidas comi> instas ternas mágicas- estas vistas ópticas o cosmoramas son el ante-
de óptica, destinadas a ser contempladas en los cosmoramas'. cedente de los panoramas y dioramas del siglo X I X y del
Estas vistas se caracterÍ2an p o r el carácter sumario, incluso cinematógrafo del siglo XX, y responden al afán enciclope-
esquemático, de la representación, por su iluminación de dista y universalista del siglo XVIII. La proyección de estas
vivos colores y la indicación, escrita de forma invertida, en la vistas colmaba las necesidades de conocimiento y disfrute de
parte superior de la estampa del lugar representado". un público ávido por conocer las ciudades, paisajes y monu-
E n general, las de Madrid son copias, y generalmente mentos más importantes del orbe. K.A.L.
copias de copias, de las vistas de Meunier, insertas en el libro
Ayuntamiento de Madrid
J\'niy'Ci'/we J<' //i PriiTcn Royale de -iU<J</''i.i en Ji-rpi/i^nc •
^
Ayuntamiento de Madrid
18 samente estas obras sirvieron para la adquisición de conoci-
Juan M I N G U E T mientos técnicos, que habrían de poner en práctica en la rea-
VISTA D E L C O N V E N T O lización de una serie dedicada a retratos reales'.
D E LAS D E S C A L Z A S R E A L E S E! Convento de las Descalzas Reales fue f u n d a d o el a ñ o
301 X 419 mm. Cobre, talla dulce. 1557 a instancia de doña Juana de Austria, hija de Carlos V,
IN 2002 en el edificio que fuera palacio de d o n A l o n s o CJutiérrez,
ministro de hacienda del emperador, donde la princesa nació
Alumno de Juan Bernabé Palomino, director de grabado en 1535- Hl cambio de palacio a monasterio supuso grandes
de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Juan transformaciones en el edificio, realizadas, entre 1559 y 1564,
Minguet (1736-post.l804) grabó, en 1758, según dibujo del por los arquitectos Juan Bautista Toledo, autor de la austera
arquitecto Diego Villanueva, esta vista del Convento de las fachada de la iglesia que recoge la estampa y que se conser\-a
Descalzas Reales, tomada desde la calle de Bordadores'. con la misma disposición, y Antonio Sillero. El interior de la
Fundada en 1752, la Real Academia de Bellas Artes de San iglesia fue r e f o r m a d o y decorado por Diego de Villanueva,
F e r n a n d o asumió la enseñanza del g r a b a d o d e n t r o de u n autor del dibujo grabado por Minguet, en 1754.
amplio programa de renovación artística potenciado p o r la A la derecha del monasterio, unido por un pasadizo eleva-
política cultural de los Borbones, que fue decisivo para la for- do, se ve el edificio, con portada barroca, que fue el primitivo
mación de grabadores, que se dedicaron a la producción de Monte de Piedad, institución benéfica fundada en 1712 por
nuevos temas, especialmente vistas de monumentos y ciuda- Francisco Piquer y Rodilla, donde vivió y murió rodeado de
des, poco frecuentes hasta entonces por parte de los graba- sus familiares y numerosos pobres. Kl padre Francisco Piquer
dores españoles hasta entonces volcados, sobre todo, en las fue precisamente capellán cantor del convento de las Descal-
estampas de tipo religioso, de mayor y más fácil venta. Curio- zas Reales. E.A.L.
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N . " 18
Ayuntamiento de Madrid
19
J. ANDRI-;WS
PI-AN O F T H E C m ' C)F M A D R I D
229 X 31Ü m m . Cobre, talla dulce.
IN 1826
Ayuntamiento de Madrid
Cat. 19
u. /.W^^Vauw.
t4 ^Jíi/zt-*.
^Sf» ¿V «^wi'fypi^.
^ ^iffae ji-y.
ÍT, ^efAx
J «f/ZW./.».
4.t. ^f./Á^l.
^ C. i/e /f'-rA^/etM
Y. <', J*. /irr/t.m/i' ,
.•v, yK'sT.A/t'^,
iS. C .á/Xt.
Cat. N." 20
25
Manuel A L E G R E
EDIFICIO D E CORREOS
135 X 190 mm. Cobre, talla dulce
IN 1902
26
Esteban B O I X
PUERTA D E ALCALÁ
172 X 220 mm. Cobre, talla dulce
IN 1904
27
Manuel A L E G R E ' El Museo Muiiicipíil conserva también los dibuios preparatorios, de
PUERTA D E SAN \ T C H N T E Y PALACIO REAL gran calidad. T a n t o G ó m e z de Navia, que también fue grabador,
152 X 213 mm. Cobre, talla dulce c o m o Manuel Alegre y Esteban Boix fueron discípulos Manuel Sal-
vador Carmona, uno de los mejores j;rabadores cspaiñolcs del siglo
IN 1900
XVIJI. Ciómez de Navia también es autor de los dibujos para una
serie de doce vistas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
28 grabadas por Manuel Alegre y Tomás I/5pcz de F.nguídanos entre
Alonso GARCÍA S A N Z 1800 y 1807.
Ayuntamiento de Madrid
w
Cat- N." 21
Cat. N . " 2 2
J^H/'/jtí yty/ií, nuraíéf jki/' ¿/ ^'xlfu^ íf&f viví.^ií ccU ?" i^níi^o n
Cat. N . " 23
Ayuntamiento de Madrid
l'hoUtlie^^cnAixé/ U lie ÍAtuz^ MaiU
í/^C'Ute^i*^ ci'^fía^rí^.
Cat. N." 24
'VíAi d- /í/iM''.//i-íW Ili ¡ci-ifix'M /,¡ (ñmiii €Ú/ • Di l'boUL pivtu íA^íeJfrt-v a laportt
SOL A . - Í ^ I Í I I ' ? .
Cat. N." 25
Ayuntamiento de Madrid
i
Cat. N." 26
Cat- N.° 27
Ayuntamiento de Madrid
i^ue At Li ^¡^¡.taMon,
a •yK<¿í)r¿í>.
Cat. N.° 28
Ayuntamiento de Madrid
21 rior todavía pesaba considerablemente el mezquino trazado
Isidro G O N Z Á L E Z \ ' K I j \ Z Q U E Z medieval, a pesar de los esfuerzos de alineaciones y ensancha-
VISTA D R I . P A S E O DI-I. P R A D O D I í S D E mientos planteados en el siglo anterior.
l A F U E N T E D E CIBELES Ambas estampas arrancan con la imagen de las dos fuentes
422 X 625 m m . Cobre, talla dulce. más importantes - l a de la Cibeles, diosa de la Tierra, )• la de
I N 2443 Neptuno, dios del M a r - y los palacios de los duques de Bejar,
Medinaceli y Villahermosa, ¡unto con el de Buenavista de la
30 Casa de i \ l b a \ que ejemplifican con claridad el carácter aris-
Isidro GONZÁLI-:Z V E L Á Z Q U E Z tocrático de esta zona. Las imágenes se completan con algu-
VISTA D E L PASEO D E L P R A D O D E S D E nas notas de carácter local: aguadores, acémilas, carruajes,
LA F U E N T E D H N E P T U N O paseantes y una referencia a la botillería del Prado, en cuya
416 X Ó20 MM. Cobre, calla dulce. fachada se puede apreciar u n farol que nos advierte de las
IN 2444 medidas lomadas por los borbones en materia de alumbrada
E.A.L.
Isidro González Velázquez (1756-1829), h e r m a n o de los
pintores Zacarías y Castor, fue discípul(5 de Juan de \'il]anue-
va, el más importante arquitecto neoclásico español. Notable
dibujante, fue además correcto grabador c o m o demuestran
estas dos estampas que recogen ctjn gran fidelidad las inno-
vadoras propuestas urbanísticas de Carlos III (1759-1788)'.
El Pasco del Prado fue sin duda una de las más importan-
tes realizaciones urbanísticas de la época borbónica en Madrid.
Concebido c o m o un gran salón, se levantaron en el una serie
de fiaentes e insdtuciones relacionadas con las ciencias.
Impulsado por el Conde de Aranda, ministro de Garios 111,
el proyecto original, debido a José de Hermosilla^, fue com-
pletado por el arquitecto Ventura Rodríguez a la muerte de
ac)uel. Ventura Rodríguez fue también el autor de las distin-
tas fuentes, hasta ocho, colocadas en las intersecciones de las
calles; las más significativas p o r su simbolismo e importancia
artística y decorativa son ¡as de Cibeles y Neptuno (en los dos
semicírculos) y la de Apolo (en la parte central). E n uno de
los lados del pasco, el arquitecto proyectó un pórtico de dos
plantas cubierto con diversos locales para fondas y salas de
c o n a e r t o que no llegi» a realizarse. Además, Garios III com- ' Estas dos láminas fueron adquiridas en 15.000 reales p o r la Calco-
pletó el proyecto con una serie de instituciones de carácter jjraSa en 1797.
^ El proyecto definitivo es de 1774 y ba|o la dirección de José de Hcr-
científico, símbolo de su programa ilustrado, c o m o el Museo
mosiUa las obras comenzaron en 1775.
o Gabinete de Ciencias Naturales' (actual Museo del Prado),
' E n el proyecto de Floridablanca este edificio albergaría un Cíabine-
el Jardín Botánico, el Observatorio Astronómico, la Platería te de Historia Natural, una Academia de Ciencias, un Laboratorio
Martínez y el Hospital General, que confirieron a esta zona Químico y la sede de la Acadcmia de San Fernando.
de Madrid un carácter aristocrático'. ' El (iahinete de Ciencias Naturales (17S5-1811) -actual Museo del
P r a d o - , el Observatorio Astronómico (1785-1814) y el Real Jardín
I-as dos estampas de Isidro González Velázquez, diseñadas
Botánico (1779-1781), fueron proyectados por el arquitecto Juan de
y grabadas por él mismo, muestran con gran claridad el con- Villanucva. Junto a! Jardín Botánico, ViUanueva proyectó cambien la
c e p t o u r b a n o de calle o paseo arbolado que los b o r b o n e s construcción de un Laboratorio. El Hospital General (1756-1781)
implantaron desde su llegada en los espacios periféricos de la -actual Musco Nacional Centro de Arte Reina S o f í a - fue obra del
arquietcco Francisco Sabatini.
ciudad y en concreto el estado en que quedó este tras su fina-
El n o m b r e de algunos de estos palacios -Buena\'ista, \'istahermo-
lización en 1782. Grandes y espaciosas perspectivas arboladas
s a - alude, sin duda, al aspecto agradable, y frondoso, de la zona.
servían de esparcimiento a una ciudad en cuya morfología inte-
Ayuntamiento de Madrid
Cat, N.° 29
Cat. H " 30
Ayuntamiento de Madrid
21
Jean-Nicoias U . R O U G E
I.A F L O R I D A
360 X 463 m m . Cobre, ralla dulce.
IN 244Ú
Ayuntamiento de Madrid
VÍ»TA A» JA l'i.OIXIDA EIT UAOIUI)
VV R U > ' I . O U I V)A O M A H I U I >, |{ A V)K W I ' J , 0 ) 1 1 » A *t 11)
Cat. N-" 31
Ayuntamiento de Madrid
21
Fausto M A R T Í N E Z D E I.A T O R R E
PLANO GEOMÉTRICO D E MADRID
C O N LOS 64 BARRIOS E N Q U E ESTÁ D I V I D I D O
359 X 499 m m . Cobre, talla dulce.
IN 1528
Ayuntamiento de Madrid
sTTK» rteucos
WLiStAS Y cntos
DEMAIHUD '
1. T « CBfi^'toa. a
M MSBV Ctf^U
I... l í »M B t T1»n^ a^ .
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Cat. N ® 32
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
II. RETRATOS Entre estos treinta y tres retratos, realizados por grabado-
res extranjeros y españoles, encontramos piezas de gran valor
El conjunto de retratos aquí reunido nos permite evocar artístico, que nos permiten comprobar el extraordinario desa-
u n periodo especialmente significativo de la historia de rrollo y perfección que alcanzó el arte del grabado en estos
España, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta princi- siglos.
pios del XIX, que coincide con los reinados de las Casas de Del siglo X V I se ha seleccionado un espléndido retrato
Austria y B o r b ó n . Casi todos los personajes seleccionados alegórico del emperador Carlos V, firmado p o r Nicolo della
nacieron o vivieron en Madrid, dejando su i m p r o n t a en la Casa, grabador oriundo de Lorena, establecido en R o m a a
historia de la Villa y Corte. mediados de este siglo (Cat. 33).
Están representados t o d o s los reyes de España y algunas El siglo XVII está representado por excelentes artistas de
reinas, desde el emperador Carlos V hasta Fernando VII, sin las escuelas flamenca, holandesa, española, como Paulus Pon-
olvidar el período intermedio provocado por la Guerra de la tius, g r a b a d o r de A m b e r e s que trabajó asiduamente con
Independencia y el gobierno del rey José Bonaparte. También Rubens (Cat. 39 y 40); el holandés Joñas Suyderhoff, discípu-
se han incluido retratos de otros personajes -políticos, litera- lo y colaborador del gran dibujante y editor Pieter Soutman
tos, artistas- que tuvieron un relevante papel en la vida poK- (Cat. 34 y 35), o el español Pedro de Villafranca, grabador de
tica y cultural española, y que nos ofrecen un panorama social cámara de Felipe I \ ' y uno de los más interesantes del Madrid
más amplio y otros aspectos del retrata Fuera de la órbita del del siglo XVII (Cat. 38).
retrato cortesano, denen gran interés la serie de "fisionotra- D e los siglos XVin y XIX se exponen obras en su mayor
zos", de acentuado carácter burgués, realizados con esta téc- parte de autores franceses y españoles, entre las que destacan el
nica que estuvo de m o d a hasta 1830 por la fidelidad casi retrato de Felipe V, del francés Claude Duflos (Cat. 45); el del
fotográfica que aportó al genero del retrato. cantante "Farinelli", del alemán Joseph Wagner, uno de los más
También se ha procurado, en la medida de lo posible, que importantes grabadores de Venecia (Cat. 49), y los ejecutados
estas imágenes fueran contemporáneas o hubieran sido rea- por el español Manuel Salvador C a r m e n a , seguramente el
lizadas en las fechas más cercanas a los personajes retratados, mejor grabador de los que se formaron en la madrileña Aca-
de tal forma que todas fueran representativas de las diversas demia de Bellas Artes de San Fernando (Cat. 50, 55 y 56).
funciones que tuvieron este típo de estampas y de la e n o r m e
importancia y trascendencia que llegó a alcanzar el retrato
grabado para la sociedad del Antiguo Régimen.
Retmtos 85
Ayuntamiento de Madrid
33
Nicolo deUa CASA
E L E i \ l P E I L \ D O R CARI.OS V
502 X 375 mm. Cobre, talla dulce
I N 4514
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N-" 33
Rílratos87
Ayuntamiento de Madrid
34
Joñas S U Y D H R H O F F
F E I J P E II, RF.Y D E E S P A Ñ A
40] X 275 m m . Cobre, talla dulce y aguafuerte
I N 2081
K. S- V.
Ayuntamiento de Madrid
Cat. 34
Relralos 89
Ayuntamiento de Madrid
35
Joñas S U Y D h R H O F F
F E L I P E III, R E Y D E E S P A Ñ A
4Ü0 X 280 m m . Cobre, talla dulce y aguafuerte
I N 2083
E. S. V
Ayuntamiento de Madrid
Car. 35
Rílratos 91
Ayuntamiento de Madrid
36
Jan M U U . E R
E L A R C H I D U Q U E A L B E R T O D E AUSTRIA
421 X 290 m m . Cobre, talla dulce
I N 6296
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
£T POTLNTI,S5'I-M O Al.RLKrO
AVJT8.I/E. ARCHinUCI, 'E)VKG V U t J I / t DVCI,
PPINCIPI i-f DOMIMO BtLGARym. C.i"; f'Hi;.,^.
MiJI" .V..ilp'--r Jcuotwi.i. cijÚ I'.I>.
-f ^ ,. - . V f ' I ' . l r i I':"" VV'.''r • Ji ii.vrni.. - r í 'I IMT'.
Cat. N." 36
Rííraíos 93
Ayuntamiento de Madrid
37
Jan ML'I2.ER
LA I N F A N T A ISABEL C L A I L \ E U G E N I A
416 X 286 mm, Cobre, talla dulce
IN 6297
E. S. Y
Ayuntamiento de Madrid
ISASF.'LL.'L Cl-AK/i. ZVCtHM
I NTA N T J J -LLI'FT N P, I' M .
ftuMcifi irr oomira/í. SíLfiA».VM
• Ij', 11 D.
J r. l'-l'^ 'í^lílU l Xj'I^nt fe», .í.^ t'tthls
'' C í ) i J •[.- ' I -.
Cat. N " 37
Rílratos95
Ayuntamiento de Madrid
21
Pedro de V I U . A F R A N C A Y M A L A G Ó N
F E U P E IV, RKY D E E S P A Ñ A
268 X 173 m m . Cobre, talla dulce
I N 14579
E- S. V
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 38
Relralos 97
Ayuntamiento de Madrid
39
Paulus P O N T I U S
E L C A R D E N A t , I N F A N T E F E R N A N D O D E AUS-
TRIA E N I.A BATALLA D E N Ó R D I . I N G F ; N
481 X 325 mm. Cobre, talla dulce
I N 4521
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
f
Cat. N.° 39
éntralos 99
Ayuntamiento de Madrid
40 ginal de Rubens para este grabado se conserva en el Museo
Paulus P O N T I U S de Bellas Artes de Bruselas, aunque, c o m o hemos señalado,
GASPAR D E G U Z M Á N , C O N D E - D U Q U E sólo sirvió para la ornamentación y n o para el retrato. Para
D E OLIVARES éste, Pontius utilizó otro dibujo, seguramente enviado por el
615 X 445 mm. Cobre, talla dulce p r o p i o Velázquez (Páez, 1966), que sigue el m o d e l o del
IN 2085 Conde D u q u e de los retratos que se conservan en la Hispanic
Society de N u e v a York y en la colección Várez Fisa de
Gaspar de G u z m á n y Pimentel, conde de Olivares y duque Madrid.
de Sanlúcar, nació en Roma en 1587, Fue gentilhombre de
cámara cuando Felipe I V era príncipe. Al ascender éste al E. S. V.
trono, se convirtió en la figura clave del palacio hasta hacerse
con el valimiento. La grave crisis de 1640, provocada p o r el
levantamiento de Cataluña y la sublevación y posterior pérdi-
da de Portugal, precipitaron el final de su pri\-anza. El Conde-
D u q u e cayó en desgracia en 1643; se retiró de la corte,
p n m e r o a Loeches y más tarde a Toro, d o n d e falleció en
1645,
H o m b r e de gusto refinado y de gran cultura, el Valido se
hizo retratar por los mejores artistas. Hn esta estampa, gra-
bada en los años de apogeo de su poder, en 1626, aparece el
C<inde-Du4ue rodeado, c o m o el Rey, de elementos aleg<jri-
cos que subrayan su carácter de g o b e r n a n t e virtuoso. El
retrato está enmarcado en un óvalo casi oculto por palmas a
las que están enlazadas hachas encendidas y trompas de la
Fama- E l Valido ostenta la banda de capitán general de la
caballería, n o m b r a m i e n t o que recibió cuando se p r o d u j o el
ataque de los ingleses sobre Cádiz en 1625 (Elliot. 1990). El
medaUón descansa en un pedestal en el que se ve el escudo
de armas del Conde-Duque con una cinta en que dice: "Phi-
lippi I V munificcntia". A su vez el pedestal se levanta sobre
un grandioso plinto en el que están sentados dos genios que
sostienen los atributos de Minerva y Hércules, que simboli-
zan la conjunción en su persona de la sabiduría y el valor que,
junto con otros símbolos tradicionales c o m o el timón, el
bastón y la esfera, hacen alusión al poder y la prudencia del
gobernante. Esta magnífica estampa es una obra maestra de
composición decorativa y de grabado. Según reza la inscríp-
ción, Pontius se b a s ó en u n m o d e l o de Velázque?: para el
retrato; "Ex Archedpo Velazquez". Sin embargo, fue Rubens
quien diseñó la rica ornamentación que realza el sobrio retra-
to. El poeta Gaspar Gevaert fue el encargado de componer
los versos que figuran en el plinto, "el olivo triunfante extien-
de por todo el orbe sus pacíficas ramas". C o m o señala Bar-
cia, "Velazquez, Rubens y Pontius aunaron esfuerzos para
complacer al t>mnipotente valido, creando u n retrato suntuo-
so que ni reyes ni parnculares habían tenido en España" (Bar-
cia, 1901). Pedro Perete, en Madrid (1637), y Cornelio Galle,
en Amberes, realizaron copias de esta estampa. El dibujo ori-
Ayuntamiento de Madrid
VlXÍMNVS ciASPAB OVSMAN l-OMES ClLrVMÜENSB.CK'X SANM'ASiraSIS OE AmZlN ^J.VIKTVTE El'TAMA INOWS.
Cat. N." 40
Rfíraíos 101
Ayuntamiento de Madrid
41
Peeter CI.OUNX'ET
F R / \ N C l S C O D E QL'I-AT.DO
210 X 160 m m . Cobre, talla dulce
IN 1989/19/93
E. S. V,
Ayuntamiento de Madrid
Cat. 41
Rílratos 103
Ayuntamiento de Madrid
42
Peetcr d e J O D K l I
MARIANA DK AUSTRIA, R E I N A D E ESPAÑA
172 X 126 m m . Cobre, ralla dulce
I N 4181
E. S, V
Ayuntamiento de Madrid
43
Coenraet DECKILR
CARLOS II, REY D E ESPAÑA
315 X 200 m m . Cobre, talla dulce.
IN2174
E. S. V
V^tratos IOS
Ayuntamiento de Madrid
21
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
45
Cbudc DUPLOS
FHI-lPh: V, REY D E ESPAÑA
322 X 236 m m . Cobre, talla dulce
I N 4539
Felipe de B o r b ó n ( 1 6 8 3 - n 4 6 ) , d u q u e de A n j o u , era el
segundo hijo del Delfín de Francia y de María Ana de Bavie-
ra y por tanto meto del rey Luis XIV. Fue el primer B o r b ó n
de la dinastía española, proclamado rey en Madrid el 10 de
abril de 171)0. Casó dos veces, con María Luisa Gabriela de
Saboya (1701) y con Isabel de Farnesio (1714). Felipe V fue
un rey poco aficionado a los asuntos de gobierno y de natu-
raleza enfermiza, que delegó el g o b i e r n o en su ambiciosa
esposa Isabel de Farnesio quien p u s o todas sus miras en la
política italiana. N o o b s t a n t e su largo reinado supuso una
recuperación notable del país con relación al siglo X \ ' I I . E n
1724 abdicó en su hijo Luis, pero éste murió unos meses más
tarde y tuvo que volver a ocupar el trono.
Grabados c o m o éste, de carácter eminentemente político,
ayudaron a la difusión de la imagen del ¡oven soberano en
España- Para la campaña de propaganda, organizada desde
Francia, se contó con los mejores grabadores de la corte fran-
cesa, c o m o Claude D u f l o s (1665-1727). La estampa repre-
senta a Felipe V vestido a la española, con la rígida golilla tan
característica del a t u e n d o de los últimos Austrias. Sigue el
prototipo creado por el pintor francés Hyacinthe Rigaud, que Cat. N." 45
tanto contribuyó a popularÍ7ar la imagen del Rey en su nuevo
país. El Rey luce el collar de la orden española del Toisón de
Oro, que señala con la mano derecha. La figura, dentro de
marco o\-a]ado, descansa sobre un plinto, partido por el escu-
do borbónico, en el que se pueden leer versos en francés y
español, muy reveladores de la importancia que tenían este
tipo de retratos para crear una imagen de prestigio de la
Monarquía: " D e la Magestad del retrato / El m u n d o a de
conocer / Q u e el augusto original / Encierra Sangre real".
E. S. V.
Rílratos 107
Ayuntamiento de Madrid
46
Jacob G O L E
E L A R C H I D U Q U H CARI.OS D E AUSTRIA
343 X 249 m m . Cobre, grabada al h u m o
I N 2090
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
55
Bartolommeo CRIVBLJ.ARI
FERNANDO R E Y D E ESPAÑA
419 X 300 m m . Cobre, talla dulce
IN 4547
E. S. V.
Retratos 109
Ayuntamiento de Madrid
Battülommeo CRIVEI.LARl
MARÍA BARBAR/\ D E B R A G A N Z A ,
REINA DK ESPAÑA
418 X 299 mm. Cobre, talla dulce.
I N 4548
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
49
Joseph W A G N E R
CARI-O BROSCHI, " F A R I N E L L I "
281 X 203 mm. Cobre, talla dulce
IN. 2521
E. S. V.
Rílratos 111
Ayuntamiento de Madrid
50
Manuel SALVADOR C A R M O N A
CARLOS 111, REY D E ESPAÑA
550 X 403 m m . C<}bre. talla dulce
IN 2089
E . S. V.
Ayuntamiento de Madrid
51
Juan Antiinio SALVADOR C A R M O N A
CARLOS IV, RF.Y D E HSPAÑA
362 X 233 m m . Cobre, talla dulce
IN 2091
E. S, V.
Riíraíoj 113
Ayuntamiento de Madrid
21
Juan Antonio SALVADOR C A R M O N A
NÍARiA LUISA D E B O R B Ó N ,
PRINCESA D E ASTURL\S
361 X 235 mm. Cobre, talla dulce
IN 4560
E. S. V
Ayuntamiento de Madrid
55
Roch-Jean Baptiste D O N A S
C A R L O S IV Y FAMII-IA RIÍAI.
359 X 264 m m . Cobre, talla dulcc
I N 2092
E . S. V
Retratos 117
Ayuntamiento de Madrid
21
Pierre-Etienne M O I T T E el Viejo
P E D R O PABLO ABARCA D E B O I . E A .
C O N D E D E ARANDA
285 X 200 m m . Cobre, taJla dulce
I N 4558
E. S. V.
Ayuntamiento de Madrid
55
Manuel SALVADOR C A R M O N A
T O M Á S D E TRIARTE
204 X 143 m m . Cobre, calla dulce
[N. 10187
E. S. V.
Retratos 117
Ayuntamiento de Madrid
21
Manuel SALVADOR C A R M O N A
P E D R O SALVADOR C A R M O N A
MARÍA GARCÍA. PADRl-S D E L ARTISTA
212 X 279 m m . Cobre, calla dulce
IN. 7722
D e la gran p r o d u c c i ó n de C a r m o n a , n o s llaman h o y la
atención sus retratos, en especial aquellos realizados a partir
de dibujos tomados del natural y a personas por las que sindó
un gran afecto, c o m o este de sus padres, de 1V8Ü. Carmona
culdvó regularmente el dibujo, aunque por ser un grabador
especializado en la reproducción no tuvo muchas ocasiones
de dar a conocer sus extraordinarias dotes como dibujante.
El retrato finge ser una estampa dentro de la estampa, que
se despega del fondo, efecto ilusionista que nos recuerda a
los trampantojos. El dibujo original para este grabado se con-
serva en la Biblioteca Nacional de Madrid (Páez, E., 196ó).
Los padres de Carmona eran campesinos muy humildes de
Nava del Rey (\'alladolid). Pedro Salvador Carmona (c. 1700-
1780) y María García {?- post. 1780) tuvieron tres hijos varo-
nes: José, Manuel y j u a n Antonio, que se trasladaron muy
pronto a Madrid, donde contaron con la protección de su tío
Luis, gran escultor, que les iniciaría en los estudios artísticos
(Carrete,;.. 1989),
E- S. V
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N " 56
?^tTatos 119
Ayuntamiento de Madrid
57
T h o m a s BURKI-:
\^C]^NTE I.UNARDI
190 X 137 m m . Cobre, talla dulce, aguafuerte y aguatinta
I N 2379
B. S. Y
Ayuntamiento de Madrid
58
A N O N I M O (Hada 1790)
I.UISA T O D I
180 X 135 m m . Cobre, talla dulce
I N 2518
E. S. V
R£tra/os 121
Ayuntamiento de Madrid
21
GiUes-I^juis C U R K T I E N
COSxME D A M I Á N C H U R R U C A
X 65 m m . Cobre, taüa dulce y aguatinta.
IN,6450
60
GiUes-Louis C H R F . T I E N
PERSONAJE D E S C O N O C I D O
87 X 75 m m . Cobre, raDa dulce y aguatinta.
IN,6453
61
Giües-Louis C i l R E T I E N
PERSONAJE D E S C O N O C I D O
82 X 70 mm. Cobre, talla dulce y aguatinta.
IN, 6454
Cat. N.° 59
62
Francisco de Paula MARTI
M A N U E L MARÍA D E ZIRKS
76 X 71 m m . Cobre, talla dulce y aguatinta
IN. 6452
63
Pedro Vicente R O D R I G U E Z
RETRATí.) D E U N D E N T I S T A
116 X 83 m m . Cobre, talla dulce y aguatinta
IN,2380 K1 museo Municipal conserva cinco retratos de Chrétien,
todos de personajes desconocidos, excepto el de Chutruca,
Este conjunto de estampas es muy representativo de una héroe de la Marina española (1761-18U5), muerto en la bata-
modalidad del retrato conocida por el nombre de "fisiono- lla de Trafalgar (Cat. 59), que pudo ser identificado gradas a
trazo", que causó sensación entre la burguesía a finales del otra prueba de esta estampa que se conseri'^ en la Biblioteca
siglo XVIIl y en las primeras décadas del XIX. El fisionotra- Nacional de Madrid, con la inscripción completa: "\'ivió para
zo era una máquina que permitía dibujar retratos de perfil la humanidad: murió p o r la patria / D n . C o s m e D a m i á n
con una gran exactitud. La acción mecánica del aparato se Churruca y Elorza./ Brigaílier de la Real Armada".
reducía a captar las líneas de la silueta y los principales rasgos
Los introductores del fisiono trazo en España fueron ios
del modelo. Tras algunos minutos de pose, el dibujante com-
grabadores valencianos Francisco de Paula Martí (1762-1827)
pletaba el retrato, que después hacía grabar o lo grababa él
y Pedro Vicente Rodríguez (1785-1822), Es muy interesante
mismo, Este procedimiento, a medio camino entre la minia-
el retrato de un dentista (Cat. 63), dibujado y g r a b a d o por
tura y la silueta recortada, p o r su rapidez, exactitud y bajo
Rodrigue?, en Madrid, en 1807. Rcjdeado por una inscripción
coste ha sido considerado c o m o un precedente de la foto-
en la que se ensalzan los beneficios de los cuidados dentales:
grafía.
"Salud, beldad, canto, locución y sociedad / Mas vale un
C o m o consta en las tres primeras estampas (Cat. 59, 60 y diente que un diamante". Este retrato es un magnífico ejem-
61), fue Gilles-Louis Chretien (1754-1811), músico, dibujan- plo de la fuerza y expresividad que caracteriza a los fisiono-
te y grabador francés, el inventor de este aparato en 1786. trazos españoles.
Chrétien se asoció primero con Quenedey, pintor especiali-
zado en retratos, y más tarde con el miniaturista Fouquet.
R. S. V
Rí/ra/flí 123
Ayuntamiento de Madrid
21
Charles-Simón P R A D I E R
J O S É B O N A P A R T E , RHY D E E S P A Ñ A
610 X 440 m m . Cobre, talla dulce
IN, 2273
E. S. V.
E . S. V.
V^tTotos 125
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
III. AC0NTF.aMini\n'0s pouncm.- estampas pretendidamente narrativas, pero p o c o fieles a la
EL DOS DE MAYO DE i m realidad histórica (Cat. 67 a 70), cuya finalidad n o era otra que
la exaltación de los héroes madrileños.
La G u e r r a de la I n d e p e n d e n c i a (1808-1814) constituye U n g r u p o que tuvo mucha difusión y acruó como elemen-
una referencia histórica obligada desde todas las ideologías- to quintacolumnista contra los franceses, lo constituyen las
Para las ideologías c o n s e r v a d o r a s de raíz absolutista, el estampas satíricas, en las que se presenta a J o s é I c o m o la
m o \ i m i e n t o popular contra el invasor constituye un motivo encarnación de los perores vicios (Cat. 72). Algunas son una
de exaltaci<jn de las grandes ideas encarnadas en las grandes traducción a la lengua y al carácter español de estampas ingle-
palabras - d e las que se erigen en propietarios— c o m o sas (Cat. 73). Otras critican los pretendidos beneficios que la
Monarquía, Religión, Fe, comunión del Rey con su pueblo, política francesa reporta al pueblo español simbolizada en los
etc. faméLcos personajes presentados. (Cat. 74).
Para las ideologías progresistas de corte liberal, esta guerra T.a exaltación patriótica a las víctimas del D o s de Mayo es
fue la ruptura con el Antiguo Régimen, el fin de los privile- manipulada y utilizada por absolutistas para h o m e n a j e a r a
gios estamentales. La sublevación popular supuso la afirma- Fernando VTI (Cat. 76), mientras que el mayor logro revolu-
ción de la soberanía d e la nación f r e n t e a los p o d e r e s de cionario que trajo la guerra es ignorado, silenciado y reprimi-
origen divino encarnados en el rey absolutista. do por la reacción absolutista, de forma que n o tiene apenas
Los acontecimientos y los personajes que intervinieron en reflejo en las estampas hasta la reinstauradón constitucional
la contienda fueron reflejados en las estampas convirtiéndo- de 182U; estamos hablando, sin duda, de la Constitución de
se en instrumento de manipulación y de propaganda poL'tica. Cádiz, embrión de todas las constimciones progresistas que
Asi nos presentan al rey Fernando eí deseado como una víctima se hicieron en el siglo X I X (Cat. 77).
de la confabulación entre N a p o l e ó n y Carlos I V (Cat. 66). El p u n t o de vista francés es llevado a la estampa por dibu-
Los h e c h o s más destacados de la sublevación del D o s de jantes que n o estuvieron en España, inspirándose - e n el
Mayo contra los franceses son recogidos en n u m e r o s a s mejor de los casos— en antiguas estampas españolas (Cat. 71).
Ayuntamiento de Madrid
66
ANÓNIMO
A B D I C A C I Ó N D E C A R L O S IV E N N A P O L E Ó N
168 X 214 m m . Cobre, talladulcc: aguafuerte y buril,
iluminada
I N 4614
Ayuntamiento de Madrid
^ L A C A J L O N DEL Í.BYNO AJ^JAPOXEON
Cat. N." 66
Ayuntamiento de Madrid
67 p u n t o la trama indicada en las mismas, a u n q u e hizo una
Tomás L Ó P E Z E N G U Í D A N O S depuración para ajustarse a la realidad histórica. E.n el episo-
D Í A D O S D E MAYO D E 1808 E N MADRID. dio del Parque de Artillería todas las estampas desde Engui-
C O M B A T E A N T E E l , PALACIO R E A L danos presentan a los franceses c o m o unos traidores que,
361 X 429 m m . Cobre, talla dulce: aguafuerte y buril escudándose en una bandera blanca, asesinan alevosamente
I N 2217 a Daoíz. Pérez Galdós trata de presentar la realidad objetiva,
pero n o puede ocultar su simpatía por el pueblo madrileño y
68 exagera la intervención de las mujeres tal como aparece en las
Tomás L Ó P E Z E N G U Í D A N O S estampas; Galdós procuró asesorarse por testigos presencia-
D Í A D O S D E MAYO D E 1808 E N MADRID, M U E R T E les de los hechos que narra.
D E DAOÍZ Y VELARDE La misma fidelidad histórica apreciamos en el abanico
346 X 421 mm. Cobre, talla dulce; aguafuerte y buril inglés mencionado, que tiene la misma composición que el
I N 2218 aguafuerte de Enguidanos, con un fuerte protagonismo de
las mujeres, p e r o en lugar de la bandera blanca aparece la
69 francesa.
Tomás L Ó P E Z E N G U Í D A N O S Mayor rigor y fidelidad histórica encontramos en las pin-
D Í A D O S D E AL\YÜ D E 1808 E N ^ L \ D R I D . turas de Manuel Castellano Muerte de Daoi\y defensa del Parque
P E L E A N LOS PATRIOTAS C O N L O S ER^VNCESES deMonleleón (Madrid, Museo Municipal, I N 19.409) y Muerte
E N LA P U E R T A D E L SOL de Velarde el 2 de Mayo de 1808 (Madrid, Museo Municipal, I N
359 X 432 m m . Cobre, talla dulce: aguafuerte y buril 19.410).
I N 2219 La verdad histórica es que \'elarde murió en las primeras
refriegas y Daoíz en su casa algunas horas después. La reali-
70 dad del episodio m e n c i o n a d o en todas las estampas de la
Tomás L Ó P E Z E N G U Í D A N O S bandera blanca, fue muy distinta. Después de varios intentos,
D Í A D O S D E MAYO D E 1808 E N MADRID, los franceses lograron tomar lf>s tejados de las casas de los
A S E S I N A N L O S F R A N C E S E S A LOS PATRIOTAS alrededores del cuartel y consiguieron llegar hasta la puerta.
EN EL PR.\DO E n ese m o m e n t o apareció corriendo por la calle el capitán
334 X 418 mm. Cubre, taüa dulce: aguafuerte y buril del Regimiento de Infantería Voluntarios de Estado d o n Mel-
I N 2220 chor Alvarez enarboiando u n pañuelo blanco, con órdenes
del G o b i e r n o de detener los combates. Daoíz ordenó el alto
Esta serie relata los principales acontecimientos de la insu- el f u e g o y se reunió con Velarde y el parlamentario. E l
rrecQÓn del 2 de mayo en Madrid. Tiene su antecedente en el c o m a n d a n t e francés o r d e n ó el alto a su tropa y, junto con
privilegio que se concedió a José Arrojo el 11 de noviembre de varios de sus oficiales se aproximaron al grupo de españoles.
1808 para grabar las cuatro láminas de los dibujos que ha presentado, con E n ese m o m e n t o un chispero y un artillero, por su propia
prohihiáón decuaüjuierotros'. La entrada de nuevo de los franceses cuenta, rompieron la tregua disparando una descarga de arti-
en Madrid impidió que se grabaran las mencionadas estampas llería que p r o d u j o grandes estragos enere los franceses. E l
y hasta junio de 1813 no se pusieron a la venta grabadas por coronel y los demás oficiales franceses, que estaban parla-
lx>pcz Enguidanos. La serie tuvo mucha difusión; el episodio de mentando, fueron hechos prisioneros'.
la muerte de Daoíz y Velarde en la defensa del cuartel de Mon-
teleón fue copiado y editado en diciembre del mismo año en S. Q. C.
Londres por Behrmannn & CoUmann, esta estampa fue utili-
zada iluminada corno país de abanico (Madrid, Museo Munici-
pal I N 7.624)^. 1-a serie completa fue también copiada, con muv
ligeras variaciones, por J o s é Ribelles y Alejandro Blanco en ' VhXiA. Jesusa: (1996)
' Catálogo: (1995)
1814, lo que suscitó la protesta de López Enguidanos*. Poste-
' BOZ.\L, V a l e r i a n o : (1992)
riormente pasó a las aleluvas' y a la pintura de Historia. ' ALAHNNDS, E . : ( 1 9 9 4 )
Benito Pérez Galdós debió conocer estas estampas, pues ' PÉREZ GALDÓS, B e n i t o : (1968)
en el episodio El 19 de mar^oj el 2 de mayo' sigue p u n t o por ' AÜA Y P; ANA, Jesús Níaría: (1992)
Ayuntamiento de Madrid
A1..V KACIOX ESl'ANOI.A.
J)1A WOS I)K M A Y O I)Í; i S o í i . K X M A D R I D .
/ / Cu '/(•//'Ur/-/,' I
Ai'<4r tix^x-K.. fcr fcr
«Uviw-ei*««MIO t'r iiHi Iifri .1 •! ii flrr j - n f- jn^ r r,-- -
Cae. N." 67
J ) 1 A D O S D I ! M A T O DK l)k)R. K"K M A D U I I ) .
/\rV\ ^ ''
- ///'r/rv C/'V''': '•/'"//' /'//u//>/• rV' f^//•yJ/^/i'
Cat. N." 68
Ayuntamiento de Madrid
D I A D O S J>lí M A Y O U K IHoB, E X M A D H í O .
MM M
i «-if,' „><it,]!iii,t/í lUj/ iU¿v . ^to it^tr','^^ r//ú ^ W .i/^uirl,' .viu&'/AMk' '^.V^vv^.r" ¿i «Vi i-iC .i^t .ywifc NMT^I*. 4ii^t-v^u*^
Cat. N." 6 9
Ayuntamiento de Madrid
X / / / O
i'.; ' I I / • ' / / / Y.-uy '/ /•¡I • / ' / / / v i i A / . i ' • / .
< '
iliafiíij" A íf - /'•'' lí' f .lor.i~i'
ym .V.-, .. -^m- - • •• /•'•ir .i Li> fi 'é' .^V.-W, ,
Tw ¿1 Jtf •
<• Lilrií ' V új/1 •• • /««/I*''
Cat. 70
Ayuntamiento de Madrid
71
ANÓNIMO
E N T R K F . D E N A P O L E Ó N 1" E M P I í R E U R
D E S F R A N J A I S , D A N S L A VIJ.J.E D E M A D R I D
200 X 311 m m . Cobre, talla dulcc: aguafuerte
IN L998/19/283
Ayuntamiento de Madrid
N I I'is C A H M . L Ü , N I Y I ; G U A , N I P O I J . I N O E N E L (¿UF. V A H O I S I T A D Ü , QFTF, F S IN-'.PTNO.
, t'yft/,': Jfpfftit^ V/a' /<Í/t/.'ítf, tn,tir»i<-A .4lii tfnrt tPiiiA'M AÍ<'*UL, m^i^niA hm r,-ni.'i>t
rw» it iUfftKf H Iipurui' rrft»iii'f'(í> <! AtvT/"<» Hi- svr ,'ru7. Ui íon.lwi.-n
fW .Mwx.i' /JK'Wr.i
t\i>i tfWf'i* AiW/"'* tff
Kftt^i. .ifiiitftt^t^ 'fue
<vnfufO J'jj'ííZmwíí/y».* U tti.u'.t En/nw fer^ -yHrí. ¡•tí fiy» e" fV
Int SM, A'<o( ¡HMUÍ fui/ui J/wtt/tté* "h'ji^ Uf^'' /Vi'JK ki itiMnifi itfliitji'li
I'M¿^rtcfif tfH^ r ff rfJttw .¡¡t',<asit»'íi- f.H Ui^^r^l.-hi
¿Jm
Cat. N.° 72
Ayuntamiento de Madrid
T3
ANÓNIMO
El. PINTÍÍR M A N C H E G O A G R A D E C I D O A LOS
SINGULARES BENEFICIOS Q U E HA RECIBIDO
150 X 125 m m . Cobre, talla dulce: aguafuerte
IN 4659
Cat- N.° 73
Ayuntamiento de Madrid
74
ANÓNIMO
F E L I C I D A D D E N A P O L E Ó N A ESP.AÑA
212 X 153 m m . Cobre, talla dulce: aguafuerte, iluminada
! N 2253
que continuaron en su puesto b a j o el yugo del rey intruso. J-t Mtí'^'Wi .I*" ttr^a^,
L*! ft^f I ú/' wnifaJff /< i» jH^lr
Broadley fecha esta escampa en 1810', p e r o esta fecha es ¡t'^ fP» MfHfi» fia 'mfif.*ée T» pk> ^t rettftyir^n»*
h¿ ftai tnhn'^ tf
insostenible, pues la h a m b r u n a , c o m o h e m o s visto, se p r o - ti>' itie é ni'iwg fu At/»*
A or/Vai» ^ fyManr* P^th.-^ Ar/tt* m ««ágiV
ótt/muf^k^t^mmfmrn»'
mtfm^ j» ti «iii^,
d u j o en el invierno de 1811-1812. Derozier la fecha en 1813. • 'láñ^i fv/ a! étffuf rB« /bn
Ayuntamiento de Madrid
75
ANÓNIMO
NAPOLEÓN
288 X 418 mm. Cobre, talla dulce: agxiafuerte, iluminada
IN 2248
Ayuntamiento de Madrid
76
Tomás L Ó P E Z K N G U Í D A N ( . ) S
(;RC)N0J.(.)GÍA D K I.A R K V O I . U C I Ó N E S P A Ñ 0 1 j \ .
681 X 116 m m . Cobre, talla dulce: aguafuerte y buril
I N 4687
"VC E L U N G T O N E N ESPAÑA: ( 1 9 8 8 )
Ayuntamiento de Madrid
77
J-1.. R U G E N D A S
J U R - ^ I E N T O D E LA C O N S T I T U C I Ó N
D E 1812 P O R l A G U A R N I C I Ó N D E M A D R I D
E L 9 D E M A R Z O D E 1820
468 X 592 m m . Grabada al h u m o e iluminada
I N 6741
Ayuntamiento de Madrid
^^r&lúlm úV ufnnínr ía^ 'V^^/'^SJ^r
^ íHf'iíjiniDHBtiikn ixr ^ i-^n ii'i!. >/" "^V; li fu cori-Atiiiifie» ífji^furlr.' <) •
VT!- - ¿ ^ . ^ ^ «rf ^ . U». -
í a i r .vr
Cat. N." 7 7
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
IV. r IDA COTIDIANA: JIPOS POPULARES. 101). E n Madrid se jugaba a todo, en cualquier sirio y a cual-
CO.nVMBRES. D0CUA}Bm0.y. SUCESOS. quier hora, en establecimientos públicos, tabernas y cafés, en
las casas o en la vía pública. D e s d e el gobierno se intentó
Para intentar dar una visión, a través de las estampas del regular el juego, pero con poco éxito, pues las prohibiciones
Museo Municipal de Madrid, de lo que fue la vida cotidiana se repetían con frecuencia.
en el Antiguo Régimen, se han seleccionado 55 estampas dis- H1 Juego de preguntas y respuestas (Cat- 102 a 115) fue
tribuidas en los siguientes apartados: Tipos P(5pulares, Cos- muy popular en las reuniones y tertulias de la alta sociedad de
tumbres —subdividido a su vez en Moda, Juegos y Pruebas finales del siglo X \ T I I y principios del XIX-
Aerostáticas-, D o c u m e n t o s y Sucesos. Entre los espectáculos públicos, despertó gran expectación
J.os T i p o s Populares se muestran a través de una serie la elevación aerostática (Cat. 100), introducida en España por
dedicada a los vendedores ambulantes, personajes del pueblo Lunardi.
llano que inundan las calles de la Villa (Cat- 78 a 88). La calle E n el apartado de D o c u m e n t o s se presenta una selección
en el Antiguo Régimen es un espacio abierto donde circulan de tarjetas de visita (Cat. 116 a 125), programas de mano de
y viven vendedores estables y ambulantes, afiladores, trape- espectáculos (Cat. 128), entradas (Cat. 126), invitaciones de
ros, aguad(}res, ciegos, mozos de cordel, vagos, mendigos, etc. reuniones y tertulias (Cat. 127), etc., muy difundidos y utili-
D e n t r o del g r u p o de las C o s t u m b r e s , las estampas de zados desde fines del siglo X\TTT entre la nobleza y la hur-
Moda nos informan de la forma de vestir y de los usos y cos- gue sí a-
tumbres de la nobleza y alta burguesía (Cat. 89 a 98), muy a la Finalmente, entre las calamidades públicas que afectaron a
moda europea, en contraposición a las clases populares que Madrid, que fueron muchas y de variada ripología (enferme-
en el Madrid de fines de siglo X V I I l estaban muy apegadas a dades, pestes, hambrunas, etc.), el tema de los incendios fue el
las tradiciones- que mayor reflejo tuvo en la estampa (Cat. l.'^O a 1.32)-
Relacionadas con los juegos se presenta una estampa rela-
cionada con la Lotería (Cat. 99) y un juego de Naipes (Cat.
Ayuntamiento de Madrid
/ IV^—ói H
Y OiJ'ayytai'
78 79
Miguel G A M B O R I N O Miguel G A M B O R I N O
V E N D E D O R E S D E UVAS, RÁBANOS, A R E N A V E N D E D O R E S D E AVELLANAS, ROSQUILLAS
Y CARBON Y EL AFILADOR
248 X 214 m m . Cobre, talla dulce, buril 250 X 198 m m . Cobre, talla dulce, buril
I N 2661 IN 2662
],as estampas, desde el número 78 al 87 inclusive, forman p o n d e con el orden del abecedario, cada una de cuyas letras
parte de una Colección, d e n o m i n a d a "Gritos de Madrid", aparece en el ángulo superior izquierdo de las dichas viñetas:
realizadas por Miguel Gamborino (1760-1828), en la impren- Aceitero, Barquillero, Castañas calentitas...
ta Real, en Madrid, hacia 1817. Se entiende por tipos populares el sector de población per-
Cada una incluye cuatro imágenes de un vendedor y su res- teneciente al estamento del pueblo llano, y en el desarrollo de
pectiva mercancía. En título de la serie es muy revelador. N o s sus actividades cotidianas. Son los aguadores que llenan sus
habla de todas esas gentes, vendedores ambulantes, proce- cántaros, cántaras, etc., en las fuentes y las reparten por la ciu-
dentes casi siempre de fuera de la ciudad, y que ofrecían sus dad, cubriendo así una de las necesidades más importantes, de
productos gritando por la ciudad. los habitantes de las mismas; son los vendedores que ofrecen
La estampa n ú m e r o 88 corresponde a un pliego con die- sus mercancías a quien se las quiera comprar; es el pobre ciego
ciocho viñetas, que reproduce la imagen de otros tantos ven- que cuenta historias a cambio de unas monedas, etc. etc.
dedores, ordenadas con finalidad pedagógica. La inicial del Todos estos personajes que ocupan las calles de las villas
nombre del producto que ofrecen, su especialidad, se corres- buscando su medio de subsistencia no son considerados pro-
Ayuntamiento de Madrid
-Ai^ttwxíínm^-^ "ii/m
Tí-
Jiu^^h^ d* Cetn^/cM
y al-m^nJra j 'ucv
80 81
Miguel G A M B O R I N Ü Miguel G A M B O R J N ' O
V E N D E D O R E S D E HUEVOS, MADROt^OS, V E N D E D O R E S D E LIMONES, NAR.\NJAS
ARTESAS Y B l Z C ü C l i O S Y ZAPATOS
269 X 181 m m . Cobre, talla dulcc, buril 272 X 199 mm. Cobre, talla dulce, buril
IN 2664 IN 2665
(agonistas y r e p r o d u a d o s en estampas hasta el siglo X\'I11 y comerciantes y sus tenderetes; en las vistas de la "Fachada prin-
XIX, si no es c o m o mero acompañante del motivo funda- cipal del Alcázar", vemos el despliegue de carruajes y sus res-
mental de las mismas. pectivos cocheros; en las vistas d o n d e aparece una f u e n t e
Esta situación se repite en todas las colecciones de "Vistas (Plaza de la Puerta del Sol, Pla^a de la Cebada, Plaza de Santo
de la ciudad" desde las primeras conocidas, realizadas p o r Domingo, etc.) vemos a los aguadores con sus burros de repar-
l ^ u i s Meunier, aproximadamente en 1665-1668, siguiendo to, imprescindibles para el abasto de agua en la ciudad, etc.
con las Pieter van den Berge, etc., hasta las dibujadas p o r Mientras en Francia, Italia y Alemania las colecciones de
Gómez Navia ya en el siglo XIX. tipos habían surgido ya en el siglo XVII, en España este tipo
E n las vistas de la ciudad tomadas desde el exterior, casi de e s t a m p a no se va a hacer hasta bien e n t r a d o el siglo
siempre "desde el otro lado del Manzanares", se reproduce la X V l l l , de la mano de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, con
imagen de agricultores que vuelven a aquella, o que están des- la publicación de su "Colección de Trajes de España", mezcla
cansando, etc.; en las de la Plaza Mayor podemos ver el mer- de tipos y moda, y sobre todo más claramente con la colec-
cado que se desarrollaba en ella, y p o r lo tanto a los ción de los "Gritos de Madrid", de Miguel Gamborino.
Ayuntamiento de Madrid
^fti^íj AcT" l»"Ti'o
^uún "if
' M í ' 'Ji^e
¡vmfiTK nn
82 83
Miguel G A M B C Í R I N O Miguel G A M B O R I N O
V E N D E D O R E S D E GALLINAS, PÁJAROS "i' PAVOS V E N D E D O R E S D E BRÉCOI.HS, C O L I F L O R E S ,
273 X 197 m m . Cobre, talla dulce, buril ALCACHOFAS, E S P Á R R . \ G O S
I N 2666 268 X 196 m m . Cobre, talla dulcc, buril
I N 2669
Ayuntamiento de Madrid
J itwU
MM
« at'afui^.
J-WtAa.'h''^''' j i ffíó s^iii >1 9'iifac'
^iinfi A'iHh I
«fb *s ' • 'f/t/futir
84 85
Miguel G A M B O R J N O iMiguel G A M B O R I N O
\ a : N D E D O R E S D E FRUTAS Y M I E L V E N D E D O R E S D E UVAS, C I R U E 1 j \ S , PERJ\S,
266 X 194 m m . Cobre, talla dulce, buril SARTENES Y SANTOS
I N 2667 266 X 194 mm. Cobre, talla dulce, buril
I N 2670
Ayuntamiento de Madrid
-firw'' if.f^.n-T^.y:'- 3
Alf ti •nflvyr íÍ* rtiíhu,
f -i t^r £»*« rICc p ^ U O a f f t ^ Xw^iy
rraow
f Tiftv
86 87
Miguel G A M B O R I N Ü Miguel G A M B O R I N O
\ T N D F . D O R H S D E CEBOLLAS, J U D Í AS, JÍCA1L\S. \ ' E K D E D O R H S D E MANZANAS, PEREJIL
SILLERO Y ESTEIL\S
269 X 196 mm. Cobre, talla dulce, buril 200 X 190 mm. Cobre, talla dulce, buril
I N 2673 I N 2674
Ayuntamiento de Madrid
.... • . A .-'¡"'/Tf^ff y '"ipine ,i ri'iwh'h'tr i.y hihuCíW iith\' 'h.uifH'loj
Cat. N."!
ANONIMO
A B E C E D A R I O C O N LAS FIGURAS
D E LOS V E N D E D O R E S D E IVUDRJD
234 X 245 m m . Cobre, tafla dulce, buril
I N 4922
Ayuntamiento de Madrid
89 97
Antonio R O D R Í Í i U E Z ANÓNIMO
PETIMHTIL\ D E MADRID PERFHCTCI CURRUTACO
184 X 125 m m . Cobre, talla dulce, buril 187 X 224 mm. Cobre, talla dulce, buril, iluminada
I N 2410 I N 2339
90 98
Antonio R ( 5 D R l G U E Z ANÓNIMO
PETIMETRA Dlí MADRID MADAMA D E N U E V O C U Ñ O
1 8 4 x 187 m m . Cobre, talla dulce, buril 231 X 170 mm. Cobre, talla dulce, buril, iluminada
I N 24108 I N 2340
Ayuntamiento de Madrid
fí'nf." Uuíft.'iit/'/^ "e^/v
Ayuntamiento de Madrid
M A Q N S I L C ' I B Í A I A A O JTODO AJUSTAJLSK R L CUK&£.
MI ittMr m^ re^/mr-é AoM.'fnt^m f^.méjfí V i-Httt.' rtrtMB «WivMi
«M /vAm/9 Ae p* ibftfifmjf ¿I
fpfi'' ccn 4f9'Xb fyu^e AvnM 'Moirv ^wiV
Cae. N." 9 5
Cat. N . " 9 6
Ayuntamiento de Madrid
'li-nr-iirQ CU'ID^.UTACQ M A D A M A m NljiSVO CONC
Ayuntamiento de Madrid
Intervinieron también c o m o grabadores J o s é Vázquez, 99
Francisco de Paula Maro, Antonio Vázquez, Manuel ¿Ubuer- ANÓNIMO
ne y Manuel Alegre. J U G A D O R E S D E I.OTlíRÍA
I-a Colección está compuesta por ciento doce estampas, de 194 X 267 mm. Cobre, talla dulce
las que treinta y o c h o c o r r e s p o n d e n a Madrid, y el resto a I N 2333
otras distintas comarcas y ciudades del país. De aquellas, vein-
te corresponden a la moda del momento, y el resto son tipos. l.a imagen nos habla de los distintos estados de ánimo que
H1 Museo Municipal de Madrid cuenta entre sus f o n d o s produce al ganar o perder en el juego de la lotería.
con dos colecciones completas de las que se exponen una Kn España, la lotería fue creada, de forma oficial, por Car-
selección. E n las estampas 89 a 95 del presente catálogo los III, organizándose desde el Estado, el 30 de septiembre
Antonio Rodríguez nos muestra la moda a través de petime- de 1763. Anteriormente existía el juego de lotería pero a esca-
tres, petimetras y currutacos. Aquellos son jóvenes bien aco- la local. Las ganancias que se producían eran destinadas a
modados, aunque n o necesariamente aristócratas, que siguen beneficencia, hospitales, asilos, hospicios, etc., conviniéndose
o pretenden seguir la última m o d a de París. "Quieren situar- muy rápido en un i m p o r t a n t e recurso financiero para el
se entre los de arriba, a los que no pueden llegar por sus pri- Estado, Hn 1812 las Cortes de Cádiz implantaron un nuevo
vilegios y a los que admiran, y los de abajo, de los que tipo de lotería sobre el que se basa el actual. K1 75% de lo
anhelan diferenciarse por su pobreza y zafiedad" (Cepeda recaudado se destinaba a premios, y el resto pasaba directa-
Adán,J.. 1986). El currutaco era considerado como el verda- mente a las arcas del Estado. A m b o s sistemas se mantuvie-
deramente elegante, a ios petimetres se les consideraba "poco ron hasta 1862, cuando la antigua, solo benéfica, fue abolida.
originales". La moderna adquirió un gran auge durante el reinado de Fer-
Las estampas número 95 y 96 del catálogo, ambas de autor nando VIL p. v H.
anónimo, nos hablan de la "última m o d a " y de los sacrificios
y excesos a los que se ven sometidos los que quieren seguirla.
E n la primera la protagonista es una mujer, mientras en la
segunda lo es un hombre, p e r o la escena casi se repite. En
ambas, en la parte inferior de la estampa, en seis columnas,
leyendas explicatorias del acto con tintes irónicos y morali-
zantes.
E n las dos siguientes, n ú m e r o 97 y 98, también de autor
anónimo, dos representantes de lo más selecto en cuanto al
seguimiento de la moda el "perfecto currucato" y la "mada-
ma de nuevo cuño". p. V J (,
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 9 9
Ayuntamiento de Madrid
100
ANÓNIMO
A S C K N S I Ó N E N G L O B O D E D. V I C E N T E
I-UNARDI, 1793
283 X 193 mm. Cobre, talla dulce, buril
IN 2296
P VH.
Ayuntamiento de Madrid
^--T- 7 7 - /'
O /67
Cat- N.°101
Ayuntamiento de Madrid
102 De la estampa número 102 a la 115 f o r m a n parte de una
AN<)NlMO serie denominadas en su conjunto "Juego de preguntas v res-
J U E G O S D E PR^XiLl^•T,\S Y RKSPUF.STAS puestas", y utilizadas para divcrtimento de damas y galantes
"¿NO C O N O C É I S ? SI T A C A l G í V en sus tertulias, a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
67 X 41 m m . Cobre, talla dulce, buril D e pequeño formato, a manera de baraja, se dividen en dos
I N 5152-1 grupos de igual número, unas ilustradas con figuras de muje-
res y otras con figuras de hombres, generalmente vestidos
103 rodos ellos con la última moda. E n algunas ocasiones en
ANÓNIMO lugar de mcjda llevan los trajes de disrintas provincias españo-
J U E G O S DK P R I - G U N T A S Y RESPUESTAS las.
"¿SUELE V. M E N T I R ? " El Museo Municipal cuenta entre sus f o n d o s con o t r o
67 X 41 m m . Cobre, talla dulce, buril "Juego de preguntas y respuestas" realizado con dibujos de
IN¡ 5152-3 José Aparicio y grabado p t j r j o s é Ascnsio, con I N 2381.
R H. V
104
ANÓNIMO
J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS
Y V. S E N S I B L E
67 X 41 mm. Cobre, talla dulce, buril
!N 5152-4
105
ANÓNIMO
¿GUSTA D E VISITA?
67 X 41 mm. Cobre, talla dulce, buril
I N 5152-8
106
ANÓNIMO
J U E G O S DK P R E G U N T A S Y RESPUESTAS
¿PROCURA V. D A R M E G U S T O ?
67 X 41 m m . Cobre, talla dulce, buril
IN 5152-13
107
ANÓNIMO
J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS
PONDRÁ O T R O E N MI L U G A R
67 X 41 m m . Cobre, talla dulee, buril
IN 5152-17
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 102 Cat. N." 103
Ayuntamiento de Madrid
108 112
ANÓNIMO ANÓNIMO
J U E G O S D E P R h ; G U N T A S Y RESPUESTAS J U E G O S D E PRJÍCJUNTAS Y RESPUESTAS
¿ME A D O R A V? SOY LIBRE E I N D I F E R E N T E POCAS VECES
67 X 41 m m . Cobre, talla dulcc, buril 67 X 41 m m . Cobre, calla dulce, buril
I N 5152-18 I N 5152-29
109 113
ANÓNIMO ANÓNIMO
J U E G O S D E P R E G l ' N T A S Y RESPUESTAS J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS
POR UN RATO N O MUCHO
67 X 41 mm. Cobre, talla dulce, buril 67 X 41 m m . Cobre, talla dulcc, buril
IN 5152-22 I N 5152-33
110 114
ANÓNIMO ANÓNIMO
J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS J U E G O S D E PRb;GUNTAS Y RESPUESTAS
P O R MI SI COMO CIUD.\DANA
67 X 41 mm. Cobre, talla dulce, buril 67 X 41 m m . Cobre, talla dulce, buril
IN 5152-24 IN 5152-33
111 115
ANÓNIMO ANÓNIMO
J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS J U E G O S D E P R E G U N T A S Y RESPUESTAS
M U C H O . MLICHO MUCHO
67 X 41 mm. Cobre, calla dulce, buril 67 X 41 m m . Cobre, calla dulce, buril
I N 5152-28 IN 5152-39
Ayuntamiento de Madrid
«vOiu;; «tv'^ro.'
í TV ,«5
Cat. N-° 112 Cat.N-° 113 Cat. N.° 114 Cat. 115
Ayuntamiento de Madrid
A partir del s. X V I I I , la centuria ilustrada, se empieza a 116
generalizar el uso, por parte de algunas instituciones y sobre ANÓNIMO
todo por los particulares, de adornadas estampas para docu- TARJETA D E VISITA D E LA M A R Q U E S A
m e n t o s oficiales (billetes de empresas, empréstitos, papel D E AGUILAR
moneda, etc.) y especialmente para documentos sociales, tar- 55 X 76 m m . Cobre, talla dulce, buril
jetas de visita, mortuorias, programas de teatro, etc., d o n d e a I N 6459
veces dibujantes y grabadcjres sólo utilizan orias bellamente 117
diseñadas, y otras imágenes, que reproducen motivos alusi-
ANÓNIMO
vos al lema de que hacen referencia: es decir, en el billete de
T A R J E T A D E VISITA D E M A N U E L D E LA BALLINA
la diligencia aparece una diligencia, en la invitación para asis-
66 X 103 m m . Cobre, talla dulce, buril
tir al Casino de la Reina, en Madrid, aparece reproducido el
¡N 6462
mismo, etc.
Trabajan en este tipo de objetos grabadores de gran talla, 118
c o m o F e r n a n d o Selma (1752-1810), que trabajó en la Real ANÓNIMO
Calcografía, en la Colección de estampas de los cuadros per- T A R J E T A D E \ T S I T A D E JAVIER D F C A S T A Ñ O S
tenecientes al Rey de España, en la Colección de Vistas del 64 X 81 mm. Cobre, talla dulce, buril
Real Sitio de Aranjuez, en "Retratos de Españoles Ilus- I N 5136
tres. ..", etc.; Rafael Esteve y Villela (1772-1847), que realizó
!19
los retratos de los Reyes Carlos 111, Carlos IV, su esposa
ANÓNIMO
María Luisa, F e r n a n d o V i l y María Josefa Amalia, pata el
T A R J E T A D E VISITA D E A N T O N I A A R C H E
Kalcndario manual y Guía de Forasteros, de los años 1799,
46 X 67 m m . Cobre, talla dulce, buril
1800,1801,1802 y 1803, publicación anual que contenía todo
I N 6461
ripo de información, etc.; Francisco de Paula Martí, etc.
E n la colección que el Museo Municipal de Madrid tiene 120
de este tipo de documento, abunda el dedicado a la Tarjeta ANÓNLMO
de visita, con ejemplares de personajes que representan a la T A R J E T A D E VISITA D E L SR. MAMPOY,
nobleza, a pob'ticos y militares, c o m o el General Castaños, R E C T O R D E LAS D E SAN F E R N A N D O
intelectuales c o m o Lorenzo de Basabru, arquitectos c o m o 50 X 80 m m . Cobre, talla dulce, buril
Manuel de la Ballina, artífice de buena parte de las fábricas I N 6485
construidas a finales del siglo XVIII, con participación del
121
Estado, Antonio Valdés, etc. R H. V.
José M A R T Í N E Z D E CASTRO
TARJETA D E VISITA D F L O R E N Z O
D E BASABRU Y R O M E R O
45 X 70 m m . Cobre, talla dulce, buril
I N 6463
122
José M A R T Í N E Z D E CASTRO
TARJETA D E VISITA
D E NL\NUEL A N T O N I O RODRÍGUEZ
45 X 70 m m . Cobre, talla dulce, buril
I N 6471
123
Fernando SEL]\L\
TARJETA D E VISITA D E A N T O N I O VALDÉS
73 X 100 m m . Cobre, talla dulce, buril
I N 6478
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 120
Cat. ^ " 1 2 1
126
Ratacl E S T E W . Y \ ' 1 L E I X A
PERMISO D E E N T R . \ D A AL C A S I N O
D E LA REINA
102 X 160 mm. Cobre, talla dulce, buril
I N 2079 Cat. N.° 125
127
francisco de PAULA i\L\RTÍ M O R A
E N T R . \ D A PARA U N A TERTULIA KN LA CASA
DKL >L\RQUÉS D E TORRECILLA,
KN C . \ L L E DK .\LCALÁ
57 X 87 mm. Cobre, talla dulce, buril
IN 5134
129
ANÓNIMO
PAPEL DJÍ CARTA Cat. N." 127
14Ó X 101 mm. Cobre, talla dulce, buril, iluminada.
IN 5150
jl
Cat. 129
¿ft naeAe etí <iíaít7 ¡{^•^osía ^ «r/t-^/v Áa^ía c/onc/eJ'- cBecncác ct eú^tH no-ÁC
Cat. 130
Ayuntamiento de Madrid
131
ANÓNIMO
I N C E N D I O D E LA C Á R C E L D E C O R T E D K M A D R I D
193 X 294 m m . Cobre, ralla dulce, buril
I N 15455
Ayuntamiento de Madrid
U CoatepNneipil y rnrnwlepudf li£yi \ SfalíaractUídí Cartnaf «Afo/s ^t
Ítíciumpu tífMj'SMmtmr;,lu». .kinííiu
Ayuntamiento de Madrid
132 construidos con mentalidad de fabricación en serie con espí-
ANÓNIMO ritu de industria y mercanril, destacando entre ellos la Real
I N C E N D I O D E l A R E A L FÁBRICA Fábrica de Coches de Lavapies mencionada anteriormente, y
D E C O C H E S D E LAVAPIES el Taller de Coches de Recoletos, considerada la fábrica más
133 X 209 m m . Cobre, talla dulce, buril importante de Madrid y la primera en su categoría de toda
IN 15457 E s p a ñ a , y en d o n d e trabajaban entre 150 y 200 obreros.
Otras importantes fábricas de esta centuria son "La C o m o -
Esta estampa es muy interesante no sólo p o r su valor ico- didad" situada en la calle de Cecaderos; La Real Fábrica de
nográfico, sino por su valor docutnenta!, pues se conoce bas- Coches del Retiro, dedicada a la construcción de carruajes
tante poco sobre esta Real Fábrica que aparece en la imagen. reales, que también sufrió u n gran incendio en 1800.
Se desconoce la fecha de su construcción, así c o m o de su Nuevos modelos de coches aparecen en este siglo, c o m o la
desaparición. ¿Pudo ser el incendio la causa de ésta? I-o que sí "carretela", "carretela de cristal", "curricle", "birioche", etc.
se sabe es que desde la década de 1780, en k misma zona,
p y H.
tenía una gran actividad otra fábrica de coches, y que llegó a
contar con dosdent(5s trabajadores.
El coche ha sido desde siempre signo de poder, de dinero y
también de apariencia. A n t e s de la llegada a la Villa de la
Corte en sus caUes prácticamente solo se veían sillas de mano
y literas, pero en el siglo X \ T aparecen "coches de cámara",
"coches de damas" y "carrozas", todas ellas de uso exclusi-
vo, en principio, de la familia real y la alca aristocracia, que
seguirán circulando al siglo siguiente ¡unto con otros modelos
más nuevos y funcionales, c o m o los "coches r e d o n d o s " ,
"estufas" (carrozas acristaladas), "calesas", "calesinas", "sillas
volantes", "berlinas", etc.
Los encargadt)s de fabricar los coches son los "maestros
de hacer coches", que seguirán trabajando durante el siglo
XVIII, en el que aparecen modelos nuevos c o m o "cupés",
"carriolas" y "góndolas". Aunque la moda extranjera influye
en la construcción de los vehículos, la mayoría de ellos son
diseño español.
Los "maestros de hacer coches" son pequeños empresa-
rios inscritos en gremios que regulan su acdvidad profesio-
nal, cuyas ordenanzas datas de finales del siglo XVII, 1666.
E n Madrid éstos están separados del gremio de los carrete-
ros, cuestión inusual en el resto de España, donde los oficios
afines suelen estar fusionados. Todavía en 1780, la Real Socie-
dad Económica Matritense de Amigos del País publica u n
informe donde defiende la fusión de los diez gremios del sec-
tor de la madera, limitando las competencias de cada u n o de
ellos, y de sus diferentes categorías profesionales, tipo de
herramientas que deben utilizar, materiales que deben emple-
ar, etc.
Fernando VII, en 1824 aprobó unas nuevas ordenanzas del
g r e m i o de constructores aboliendo las anteriores. Pero ya
desde finales del siglo X V I I I cuando el uso de los coches se
intensifica no sólo entre la aristocracia sino también entre la
nueva burguesía, se generalizan ya los talleres a mayor escala,
Ayuntamiento de Madrid
<¿e¿ la- J^^Fa^rtca (fe iWAe-f, Je SS. ¿YAC. f¿j<f¿apt&,r e/<t Mad/'úl, /a- íiacÁe (üZt^^-
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid
V. DIVERSIONES POPULARES. EL TEAIKO. das a honrados ciudadanos o para cometer actos delictivos,
WS TOROS de m o d o que las mascaradas fueron prohibidas con Felipe V
y n o volvieron a celebrarse hasta 1767 y dentro de teatros
Para los madrileños de los siglos XVII y XVIII las fiestas (Cat. 133).
eran acontecimienttjs habituales en sus vidas. Unas eran de El teatro era o t r o de los espectáculo p r e f e r i d o s p o r el
corte p r o f a n o c o m o mascaradas y bailes; otras religiosas, público. La encendida rivalidad que mantuvieron los partida-
celebración de santos locales, domingos. Semana Santa, etc.; rios de los dos grandes teatros madrileños, el del Príncipe y
las había de índole palatina c o m o recepciones de príncipes, el de la Cruz se hizo famosa en todo Madrid, al igual que el
bodas regias; por último fiestas comunes a otros lugares que entusiasmo despertado por muchos de sus actores (Cat. 137,
adquirían en Madrid, por su condición de capital, una bri- 138 y 139).
llantez inusitada, c o m o ocurría con las funciones teatrales y íx¡ mismo ocurría con la fiesta de los toros, en especial
las corridas de toros. desde la segunda mitad del siglo XVIII con el triunfo de los
Entre las celebraciones más populares se contaban, desde toreros a pie que se convirtieron en ídolos del pueblo (Cat.
el comienzo de la primavera hasta el otoño, las romerías en 140). E n ese m o m e n t o las diversas suertes o partes de la
honor de los santos venerados en la Villa; ta! era el caso de corrida, fueron grabadas por artistas corno Carnicero difun-
San Isidro, Santiago el Menor {llamada de Santiago eJ Verde) o diéndose entre aficionados y visitantes extranjeros (Cat. 141 a
San Blas, en las inmediaciones de cuyas respectivas ermitas 147).
se merendaba, cantaba y bailaba (Cat. 134, 135 y 136). Muchas de estas fiestas han sobrevivido aún con modifica-
D u r a n t e el Carnaval los bailes de máscaras g o z a r o n asi- ciones esenciales, otras desaparecieron p o r voluntad de los
mismo de! fervor popular. El anonimato de los disfraces era gobernantes o por el vertiginoso crecimiento urbanístico de
excusa, muchas veces, pata hacer blanco de burlas despiada- la Villa.
Ayuntamiento de Madrid
133 etc. Luis Paret fue un pintor exquisito, que nos dejó en sus
Juan Antonio SALVADOR C A R M Ü N A refinadas composiciones testimonios preciosos de la socie-
BAILF HN MÁSCARA E N E l , C O L I S E O dad de su tiempo-
D E L PRÍNCIPE A partir de este magnífico óleo, Juan A n t o n i o Salvador
391 X 516 m m . Cobre, talla dulce, aguafuerte y buril Carmona ejecutó el grabado, probablemente en 1771, supo-
I N 15605 sición que se apoya en la inscripción de la plancha original de
la pieza que se conserva en la Calcografía Nacional de
E n 1767 el rey Carlos autorizó la celebración de bailes de Madrid: "Primer baile en Máscara que se dio en el Coliseo del
máscaras en los teatros de Madrid durante el Carnaval, una Príncipe en 1771".'
vez pasado el periodo de luto por la muerte de su madre, Isa- Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805) fue herma-
bel de Farnesio, y apaciguados kjs últimos ecos del motín de n o de Manuel Salvador Carmona, probablemente el grabador
Ksi^uilache. mejor dotado y más representativo del siglo X V I i l español.
Aprovechando estos festejos el pintor madrileño Luis Paret La figura de Juan Antonio se ha visto aplastada p o r la fama
y Alcázar realizó, en ese año, un espléndido lienzo titulado de su hermano, aunque su producción fue de calidad y nume-
haik en Máscara, que se conserva en el Museo del Prado. E n rosa. Para Antonio Gallego el Baile en Máscara es una de las
esta obra, que fue realizada p o r el artista c u a n d o c o n t a b a mejores estampas de todo el X \ n i l español.
veinte años, se observan ya las características que distinguirán El Museo Municipal conserva otro ejemplar de la misma
la obra de Paret en lo q u e se refiere a la importancia del estampa con la inscripción "Mengs invt. Carmona sculpt.".
f o n d o y de los edificios, reducción del tamaño de las figuras.
M.J. P
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N . " 133
Ayuntamiento de Madrid
134
Mateos T E L I . E Z V I I J A R
U N PASAR D E LAS S E G U I D I L L A S B O L E R A S
293 X 209 m m . Cobre, talla dulce, buril, iluminada
IN 2305
135
Marcos T E L L E Z VILLAR
ATABADILLOS D E LAS S E G U I D I L L A S B O L E R A S
285 X 219 m m . Cobre, talla dulce, buril, iluminada
I N 2303
136
Mateos T E L L E Z VILLAR
E M B O T A D A S D E LAS S E G U I D I L L A S BOI.ERAS
281 X 218 m m . Cobre, talla dulce, buril, iluminada
I N 2301
Ayuntamiento de Madrid
.-.zi;.'^
Ayuntamiento de Madrid
137
RODRÍGUEZ
MARÍA L A D V E N A N T
179 X 122 m m . Cobre, taUa dulce, burü
I N 4858
Ayuntamiento de Madrid
138
Rafael HSTlíVH
ISIDORO MÁIQUHZ
211 X 150 m m . Cobre, talla dulce, buril
I N 2509
Ayuntamiento de Madrid
139
ANÓNIMO
RITA L U N A
337 X 237 m m . (^obre, talla dulce, buril
I N 2497
M.J. P.
y^n.^Kí i/Fi sf^rAC w.v/í».
1.Muere'
Ayuntamiento de Madrid
J\C3-.
140
J u a n d e la C R U Z C A N O Y 0 ] J V 1 E D 1 L I J \
PEDRO ROMERO
273 X 189 m m . Cobre, talla dulce, buril iluminada
I N 2563
Ayuntamiento de Madrid
141
Antonio C A R N I C E R O
S U E R T E DK MATAR
200 X 297 m m . Cobre, calla duJcc, aguafuerte
y buril iluminada
I N 4881
142
Antonio 0 \ R N 1 C E R O
S U E R T E D E MATAR
201 X 296 m m . Cobre, talla dulce, aguafuerte
y buril, iluminada
I N 4882
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N ^ U l
Cat. 142
Ayuntamiento de Madrid
143 Las cuatro estampas que se reproducen aquí f o r m a n parte
ANÓNIMO de una serie de doce de ta que quedan escasos ejemplares.
PRINCIPALES SUHRTI-:S D E U N A C O R R I D A Concretamente se conservan en la Biblioteca José María de
D E T O R O S . I. S U K R T E Cossio, una Colección Particular de París y Museo Municipal
210 X 310 mm. Madera, entalJaduta, iluminada. de Madrid que sólo posee seis.
IN 4887 Ijí I Suerte recoge el comienzo de la lidia con la retirada
del alguacil y la salida del toro, la III se refiere a la suerte de
144 varas o suerte de picar, la VI a la de echar perros al toro y la
ANÓNIMO XI a la muerte del animal.
P R I N C I P A I ^ S S U E R T E S DF. U N A C O R R I D A Inspiradas en la Cokcáón de las principales suertes de una corrida
D E T O R O S . III. S U E R T E de toros de Antonio Carnicero, muestran hasta qué p u n t o se
208 X 3Ü2 mm. Madera, entalladura, iluminada. popularizó esta serie, pues a su lineal dibujo y plano colorido
IN 4889 añaden estas ilustraciones una característica muy singular, la
de estar impresas en un papel que generalmente se utilizaba
145 sólo para guardas de libros.
ANÓNIMO La técnica de realización consiste en grabar el dibujo en
PRINCIPALES S U E R T E S D E U N A C O R R I D A relieve sobre un taco de madera y posteriormente iluminarlo
D E T O R O S . VI. S U E R T E por medio del estarcido.
206 X 300 mm. Madera, entalladura, iluminada. La dotación de este tipo de piezas oscila entre la última
IN 4.890 década del siglo XVIII y primer tercio del XIX. M. J. P.
14<j
ANÓNIMO
PRINCIPALES S U E R T E S D E U N A C O R R I D A
D E T O R O S . XI, S U E R T E
214 X 312 m m . Madera, entaUadura, iluminada.
I N 4892
Ayuntamiento de Madrid
Cat. N." 143
Ayuntamiento de Madrid
147
Antonio C A R N I C E R O Y M A N E I S Se trata d e u n a e s t a m p a llena d e brillantez y c o l o r i d o ,
VISTA D E U N A C O R R I D A D E T O R O S H N M A D R I D publicada en 1791 c o m o remate a la Cuíecáón ik ksprinápaks
410 X 554 mtn. Cobre, talla dulce, buril, iluminada. suertes de una corrida de toros, y se p u s o a la venta en la librería
I N 3155 madrileña d e Quiroga y en la valenciana d e Martín T o r r a al
alto precio d e 21 reales cada estampa.
I-a e s t a m p a r e p r e s e n t a f i e l m e n t e la plaza d e t o r o s que ( ; ü m o ya se ha indicado en el Cat. 141 y en el Cat. 142 .las
m a n d ó construir a sus expensas Fernando VI para sustituir a estampas de Carnicero d e s e m p e ñ a r o n un papel f u n d a m e n t a l
o t r a d e m a d e r a . F u e i n a u g u r a d a en 1754 y estaba situada en las series posteriores de toros y fueron rápidamente copia-
junto a la Puerta d e Alcalá. Se utilizó hasta 1874, en q u e fue das p o r e s p a ñ o l e s y extranjeros. E n t r e e s t o s ú h i m o s c a b e
sustituida p o r otra (hoy t a m b i é n desaparecida) más alejada citar la aparición del Alias pour servir au tableau de l'Espagne
del casco urbano. modeme (París, 1803), las publicadas en L o n d r e s en 1813 p o r
I,a intención de Carnicero al realizar esta lámina fue la d e E d w a r d O r m e , otra serie realizada en Venecia en 1803, o las
presentar "varias actitudes, y posturas d e espectadores, sen- alemanas, algunas d e ellas realizadas ya p o r p r o c e d i m i e n t o
tados y en pie, y varios m o d e l o s del traje español, en solda- litográfico. T o d a s c o p i a n o se inspiran en las e s t a m p a s d e
dos, petimetres, majos, majas, lacayos, payos, lugareños, etc., Carnicero.^ M. J. P.
rodos c o n la mayor v i v e 2 a y propiedad". Y, al inismo d e m p o ,
dar ". .-idea puntual, y escueta d e la función d e toros españo-
la. para que la f o r m e n m á s cabal los extranjeros que nos la
pintan d e s n u d a de! verdadero carácter español'".
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U
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190 Vistas anliguas de Mailrid
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VI. VIDA RñlJGlOSA. LAS DEVOOONES ma, ai m i s m o t i e m p o que la condición d e modelo, d e
abcjgado para c o n c e d e r mercedes y los p r o p i o s valores
E n España, se respiraba un ambiente de sacralización que narrativos de una biografía de excepción, o t o r g a b a n a las
alcanzaba a todos los órdenes de vida. Si bien con el paso del vidas de santos (Cat. 152, 153,154, 155,158) u n gran poder
d e m p o se fueron introduciendo matices, en lo fundamental d e convocatoria, de proximidad en lo h u m a n o a la más
permaneció inalterable durante siglos. lejana divinidad.
Rn el siglo XVI, bajo la influencia de los grandes místicos, Rl objetivo básico que cumplía la escampa de devoción era
se a p u n a una inquietud crítica, que ha de considerarse como impulsar las emociones piadosas de las gentes sencillas, en
ligada a la C o n t r a r r e f o r m a . C o m o consecuencia de ello, se quienes inspiraban el mismo respeto y piedad que los reta-
produce una renovación y depuración religiosa que será lle- blos y pinturas de ¡os templos, a la vez que por un precio ase-
vada a cabo por las órdenes religiosas. quible p o d í a n d i s p o n e r de ellas en su propia casa para
Las tesis contrarreformistas trajeron consigo, en el campo satisfacer sus devociones particulares.
de la piedad religiosa, el triunfo de la imagen que, controlada Aunque las estampas sueltas fueron casi todas importadas,
por la Iglesia, fue al mismo tiempo un medio de promoción, los grabadores españoles produjeron estampas religiosas de
propaganda y adoctrinamiento, y u n instrumento sentimen- tipo popular, insistiendo durante m u c h o tiempo en la xilo-
tal de la devoción. grafía y teniendo como principales clientes a cofradías, cabil-
El culto a la Virgen (Cat. 149, 150, 151) se convierte en dos y otras entidades religiosas que las distribuían entre sus
u n o de los p u n t o s capitales de la piedad de la Contrarrefor- feligreses, lograndt» difundir, así, determinadas devociones.
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148 nizar las honras fúnebres en el Convento de la Encarnación
Juan Bernabé P A L O M I N A el 30 de septiembre de 1727. F,1 túmulo fue diseñado p o r
T U M U L O PARA Fl(íNRi\S FUNEBRHS Juan Román, Maestro y Arquitecto Mayor del Rey, las ins-
D E I'RANCISCO FARNESIO cripci<jnes y la mayor parte de los "jeroglíficos" fueron com-
647 X 354 m m . Cobre, calla duJce puestos p o r Jerónimo Val, el resto fue obra de Cañizares.
I N 15.570 Había dos esdlos en el diseño de túmulos, uno encabeza-
d o por Ardemans, más preocupado por la estructura y que
Kn el Siglo de Oro, hondamente impregnado de catolicis- incorporaba elementos mitológicos, el otro personificado en
mo, la c o n m e m o r a c i ó n d e un fallecimiento, por el cual la la figura de Pedro Ribera, que enmascara k arquitectura con
nación perdía a un hijo preclaro, llevaba aneja la alegría de
una profusa decoración. H1 gusto de los monarcas estaba más
contar con un nuevo santo y patrono en el cielo, por lo que
cerca de la mesura francesa y la gravedad romana, elementos
los sentimientos de celebrantes y público oscilan entre la
que consideraban indispensables deJ "gran arte", representa-
pena y el go7:o y los funerales cobran aspectos alegremente
dos por Ardemans, más afines a un "barroco internacional",
apoteósicos y festivos. TXD complicado y festivo de las regias
que del barroco "florido" de Pedro Ribera, que lo considera-
exequias parece irse acentuando a lo largo de la historia de la
ban como una deformación local.
dinastía de los Habsburgos españoles. El cambio de dinastía,
Juan Román, cercano al círculo de Ardemans, c o m p o n e
con la llegada del p r i m e r monarca de la Casa de B o r b o n ,
1-elipc V, n o supuso una interrupción, ni siquiera un cambio, una arquitectura fastuosa en que se mezclan los elementos
en las reales exequias españolas, I,os funerales de los prime- alegóricos (magnificencia, magnanimidad, veracidad, liberali-
ros Borbones (hasta Garios III incluido) no son más que la dad, fama) con los religiosos (virtudes cardinales). E s t a
imitación de los de la dinastía anterior, con sus aspectos estampa, dibujada por el arquitecto y grabada por Juan Ber-
emblemáticos, que resultan anacrónicos en el Siglo de las nabé Palomino, sirvió de ilustración a la obra de Juan Intc-
Luces. rián de Ayala, publicada en 1728, en que relata la vida,
e n f e r m e d a d y m u e r t e de F r a n c i s f o Farnesio y narra, con
A la muerte de Francisco Farnesio, padre de la reina Isabel todo detalle, las exequias que se celebraron con motivo de su
de Farnesio, el Marques de Vil lena fue el encargado de orga- desaparición. P.N.C
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Cat. N.° 148
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149
ANÓNIMO
V I R G E N D E LA A L M U D B N A
367 X 239 m m . Cobre, talla dulce
I N 6.598
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Cat. N.° 149
Ayuntamiento de Madrid
\;
IDEDll'CAm AL IRE'
Cat. ^ " 1 5 0
152
VAZQUKZ
SAN I S I D R O Y SANTA MARIA D E Ci\BKZA
205 X 160 mm. Cobre, talia dulce
I N 2.441
Ayuntamiento de Madrid
¿K Ysrim.o i.AimADOii
T MAniAl>K l . A VAWl'l/.A SU KSPOSA
Cat. W\S2
Ayuntamiento de Madrid
153
Juan Bernabé P A L O M I N O
VIRGEN DKL PUERTO
348 X 214 mm. Cobre, taJla dulce
IN 1989/19/267
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N P A . . - r l)El. PX r.RTO, T\'F. SKVÍMERA A !JKII.LA,S »F.l. k U ) M x r A N A l í l l . f -
i-'l .7 /.Vr/Z .litio Ji'l J^nrouf o ^^''.'ozi^m y ti^l 'Scüov Maultir.'-
' .-/.-I ¡^.iJíHr, ' '
Cat. N . ' I S S
155
Andrés de la ML'ELA
BEATA M A R I A N A D E J E S U S
309 X 215 m m . Cobre, talla dulce
IN 1989/19/40
Ayuntamiento de Madrid
156
Manuel ÁLVAREZ D E M O N
C R I S T O D E I J i HL:MIIX)AD
354 X 248 m m . Cobre, talla dulce
IN 1 9 8 9 / 1 9 / 2 6 5
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157
ANÓNIMO
JESÚS CRUCIFICADO
195 X 135 m m . Madera, entalladura
I N : 12.187
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158 Beato B e r n a r d o de O f i d a " , impresa en Madrid, en 1795,
Bartolomé V A Z Q U H Z dibujada y grabada también p o r Bartolomé Vázquez, Este
B E A T O B E R N A R D l > DI-: O F I D A grabador nace en O i r d o b a en 1749, donde aprende el otlcio
147 X 203 m m . Cobre, talla dulce de platero, a falta de una escuela donde esmdiar grabado, ^ta
IN 1989/19/264 adulto, se traslada a Aíatlrid, donde se hace grabador, apren-
diendo la profesi(')n y las nuevas técnicas a partir de la con-
E l Beato B e r n a r d o d e O f i d a nace en O f i d o (Italia), en templación de las estampas. Inventó sus propios barnices y
1604, de una familia de labradores. Pastor de ovejas v vaque- llegó a estampar en varios colores a una sola w e l t a de tórcu-
ro, frecuenta a los religiosos capuchinos del C o n v e n t o de lo en un solo cobre. Académico de San Fernando desde 1785,
O f i d o y entra como novicio en la orden a ios 22 años, cam- murió en Madrid en 1802.
biando su nombre Domingo, por el de Bernardo. Dedica su FLsta estampa del Beato reproduce una escultura de Fran-
existencia entera a la oración y, ya en vida se le reconoce el cisco Amic (autor que n o aparece citado en los repertorios de
don de la profecía, el de curar a los enfermos (poder que el artistas), conservada en la iglesia de San Antonio del Prado,
Beat(5 atribuía a San Félix, al ungir con el aceite de su lámpa- de los Capuchinos Descalzos. Antonio Ponz, en su "Viaje de
ra a los enfermos) e, incluso, el de resucitar a los muertos. Su E s p a ñ a " , publicado en 1793, al hablar de este templo, n o
fama de santidad se exdende, primero, por toda su diócesis, menciona esta escultura. ¿Deberíamos suponer que se reali-
pasando después al Reino de Nápoles, a Roma, llegando más zara entre 1793 y 1796, quizá en 1795, con motivo de la bea-
tarde hasta Francia y Alemania- D e s p u é s de su muerte, en tificación?
1694, se le atribuyen curaciones milagrosas por su mediación. E n otro orden de cosas, este "responsorio", además de la
Fue beatificado en 1795- habitual intención de representar la imagen para exaltar la
-Además de esta estampa del Beato B e r n a r d o de Ü f i d a , devoción, n o s presenta al Sanco c o m o intermediario, utili-
hemos visto otra, que sirve de ilustración a la obra "Vida del zando la alabanza para obtener favores. P-N-C.
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KESPO^SORIÍM
B.BERyjRDl^m OPHYTlí nFJ. B. BBRV^KDO DE OFIUA
de la Orden de Menores Capuchitio.s
Xx Ordine-Mí/u^rum'S.yrancun Cbpu^w. de S.Fraiiasco.
Ayuntamiento de Madrid
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