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OBEDEZCO, COMPRUEBO Y CONFÍO

Anzuelo: Historia de Desmond Doss (Retratada en película Hasta el Último


Hombre)
Desmond Thomas Doss fue el primer objetor de conciencia en recibir la
Medalla de Honor y uno de los tres únicos objetores que recibieron tal honor.
*La objeción de conciencia es la negativa a acatar órdenes, leyes o a realizar
actos o servicios invocando motivos éticos o religiosos. El principio de objeción
de conciencia se refiere a la facultad que poseen los profesionales de salud
(principalmente) para negarse a llevar a cabo una intervención, dispuesta legal
o administrativamente, debido a que está atenta contra sus principios éticos,
morales, filosóficos, religiosos y/o políticos.
Después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se empleó en un astillero en
Virginia. Se enlistó y entró al servicio militar el 1 de abril de 1942. Se negó a
matar a un soldado enemigo o llevar un arma al combate debido a sus
creencias personales por lo que recibió el repudio y burla de sus pares En
consecuencia, se convirtió en un paramédico.
Mientras servía con su pelotón en 1944 en Guam y las Filipinas, le concedieron
una medalla de la estrella de bronce por ayudar a los soldados heridos bajo
fuego. Durante la batalla de Okinawa, salvó alrededor de 75 soldados de
infantería heridos encima del acantilado de Maeda. Fue herido cuatro veces en
Okinawa y evacuado el 21 de mayo de 1945. Así, Doss ayudó a su país al salvar
las vidas de sus compañeros, al mismo tiempo que cumplía con sus
convicciones religiosas.
-Desmond Doss fue alguien desobediente? Justifique
-¿Interpuso su propia voluntad (y/o la de los hombres) o la de Dios?

Verdad: La verdadera obediencia está centrada en la voluntad de Dios


Probablemente hemos oído en muchas ocasiones respecto a la obediencia y la
voluntad de Dios. Son conceptos que nos son familiares pero que terminan
siendo más una teoría que transformándose en una realidad en nuestra vida.
¿Debo obedecer para conocer la voluntad de Dios?, ¿Debo conocer la voluntad

.​

de Dios y luego obedecer? Pueden ser preguntas que aun ronden en nuestra
mente y que causen confusión.
Cristo es el ejemplo máximo de obediencia absoluta a la voluntad de Dios y es
en sí mismo el testimonio de los frutos y la recompensa que ésta trae cuando
se decide obedecer su Palabra y la acción llevada a cabo por el Espíritu Santo.
“y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó
hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:8-11

¿Qué es la obediencia?

Someterse a la voluntad ajena y ejecutarla


Obedecer NO es
-Poner condiciones (Mateo 8:18-22)
-Ascetismo/Renuncia a toda clase de posesiones e incluso al gozo
(Colosenses 2:21-23)
-Legalismo/Conformismo (Mateo 23:1-5)
-Conformismo/Vida llena de frustración por lo que no puedo hacer
¿Por qué debemos obedecer?
-Dios nos ama (Lucas 11:13)
-Amamos a Dios (Juan 14:21)
-Dios nos ordena (Deuteronomio 10:12-13)
Caso Ananías
“Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor
dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo:
Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno

llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón


llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la
vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este
hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene
autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan
tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para
llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de
Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde
venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la
vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento, recobró
fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en
Damasco.” Hechos 9:11-17

-¿Ananías sabía lo que Dios haría por medio de la vida de Pablo?


Sí, porque primero cuestiona la voluntad de Dios y Él en su misericordia le dice
lo que hará por medio de la vida de Pablo. Ahora bien, ¿Ananías imaginaba la
magnitud o el impacto que tendría Pablo en la Iglesia? Probablemente no,
sabía sólo una parte, pero aun así decidió obedecer.
Tenemos el caso de Moisés, a quién Dios lo llamó y prometió que libraría al
pueblo de Israel de la esclavitud a la que se encontraban sometidos en Egipto.
¿Dios le dijo que les abriría el mar para que pudiesen escapar de Faraón? No,
pero si les prometió que los liberaría y Moisés decidió obedecer.
Dios da promesas para animarnos, para fortalecernos, para que decidamos
obedecer y cumplir su voluntad en nuestras vidas, pero el panorama completo
sólo Él lo posee y puede observar. Nos promete que no nos dejará solos, pero
no nos muestra si en el camino perderemos algún amigo/a, algún familiar o
alguna persona importante en nuestra vida por las decisiones que tomemos
para hacer su voluntad.
Entonces aquí es donde vuelve a surgir la pregunta, ¿Obedecer para conocer la
voluntad de Dios? O ¿Conocer la voluntad de Dios y luego obedecer?

En Romanos 12:1-2 se menciona,


“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Aplicación: Comprobemos la voluntad de Dios en la medida que decidimos


obedecer
A medida que obedezco, el Señor va revelando su voluntad y vamos
comprobando en el camino como ésta es buena, agradable y perfecta para
nuestra vida.
Si el Señor le hubiera mostrado al soldado Desmond Doss cual sería el
resultado de respetar el quinto mandamiento en el campo de batalla (No
matarás), revelándole que en su decisión de ir sin armas no iba a morir, sino
que iba a salvar 75 vidas y que por ello además sería considerado como un
héroe, ¿Tendría el mismo valor la decisión? ¿Hubiese sido realmente probada
su fe? Probablemente sí, pero en una muy menor medida que cómo fue
probada.
Él no lo sabía lo que ocurriría, había un claro riesgo en ir al campo de batalla sin
arma, pero a pesar de ello DECIDIÓ OBEDECER y en el proceso
COMPROBAR la buena voluntad de Dios con su vida. Es en esa decisión de
entrega absoluta en la que se refleja nuestra confianza a Él.
Claves para la obediencia
-Mente (Filipenses 2:5)
-Pensamientos (2 Corintios 10:5)
-Corazón (Proverbios 4:23)
-Cuerpo (1 Corintios 3:16-17)
-Lengua (Santiago 3:2)

Cuando decidimos obedecer de manera absoluta su voluntad puede que no


conozcamos el resultado final, dónde llegaremos o qué situaciones podamos
vivir en el proceso, pero sí tenemos una certeza, que su presencia siempre
estará con nosotros y que, sin importar la circunstancia, jamás nos
abandonará.
“Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me
has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he
conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues,
si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo
tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés
respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en
qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en
que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los
pueblos que están sobre la faz de la tierra?” Éxodo 33:12-16
Taller
-¿Te dispones a buscar y obedecer de manera absoluta la voluntad de Dios?
¿Qué te impide hacerlo?
-¿Confío en que su voluntad es buena, agradable y perfecta para mi vida?
¿Por qué?

Compromiso: ¿Cómo – Cuándo - Dónde lo haré?


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Dinámica

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