Está en la página 1de 4

Romanticismo Alemán

El romanticismo es un movimiento cultural y vital, vinculado con las revoluciones liberales


de la Europa del XIX que instaurarán la nueva sociedad burguesa. Surge como reacción
ante el clasicismo del siglo XVIII, en el que ya habían aparecido rasgos prerrománticos en
algunos países, como Inglaterra y sobre todo Alemania, que además dará a la literatura, la
figura de Goethe.
Johann Wolfgang Goethe es el escritor alemán más importante y uno de los grandes genios
de la literatura universal. Tras un viaje a Italia, sin embargo, adoptó un estilo más clásico,
sin renunciar a los temas románticos.
Su libro juvenil Penas del joven Werther (1774), novela epistolar que narra la historia de un
amor no correspondido que provoca el suicidio del protagonista, tuvo un éxito
extraordinario. En toda Europa, la juventud vestía y hablaba como sus personajes.
Otras novelas destacables son Años de aprendizaje de Wilhem Meister, historia de la
formación y maduración de un joven, y Las afinidades electivas (1809), centrada en la
mutua atracción entre los miembros de dos parejas, de fino análisis psicológico.
Sus primeras composiciones poéticas revelan un interés romántico por la naturaleza y la
armonía cósmica. Mayor clasicismo hay en sus Elegías romanas (1789).
Como dramaturgo, pasa del clasicismo de Ifigenia en Táuride a la lucha romántica por la
libertad de Torquato Tasso.
Su principal obra, en la que trabajó casi toda su vida, es Fausto, largo y complejo drama
poético-filosófico. En él se reflexiona sobre el destino humano a través de la historia del
protagonista, que vende su alma al diablo a cambio de la sabiduría y la juventud.

La primera generación romántica


Los primeros autores románticos, bajo la supervisión de Goethe, desarrollan el programa
del movimiento o muestran todavía restos de clasicismo. Así, los
hermanos August y Friedrich Schlegel son los teóricos de la nueva estética:
Oposición al clasicismo y a la racionalidad.
Arte basado en la libertad, el sentimiento y la espontaneidad.
Recuperación del folclore y de la Edad Media.
Este programa es aplicado por G. von Hardenberg, autor de los Himnos a la noche, y
de Heinrich von Ofterdingen, novela inacabada sobre un trovador medieval alemán.

La segunda generación romántica


El interés por el pasado nacional y por el folclore popular está presente en las rigurosas
recopilaciones de cuentos tradicionales de los hermanos Jakob y Wilhelm Grimm.
En cambio, dos poetas, C. Brentano  y A. von Arnim, publican en 1805 El cuerno de la
abundancia del muchacho, recreación libre de poesía tradicional, que puso de moda las
composiciones breves. Arnim es también autor de la novela Isabel de Egipto (1819),
fantasía sobre un supuesto amor juvenil de Carlos V.
La narración fantástica se convierte en uno de los géneros preferidos del Romanticismo,
con su mezcla de terror y humor:
E.T. A. Hoffmann (1776-1822): en sus cuentos fantásticos, como El elixir del diablo, los
límites entre realidad y fantasía se confunden.
F. de La Motte-Fouqué (1777-1834): Ondina, historia de una sirena enamorada.
A. von Chamisso (1781-1838): La maravillosa historia de Peter Schlemihl, en la que un
hombre vende su sombra al diablo.
Entre los románticos más tardíos destaca Heinrich Heine. Judío exiliado de Alemania y
amigo de Marx, cantó su relación de amor y odio con su patria en el largo poema
satírico Alemania, un cuento de invierno. Su Libro de canciones se hizo muy popular, pero
es sobre todo un gran prosista. Las crónicas periodísticas con las que se ganaba la vida
están llenas de agudos comentarios sociopolíticos.
El dramaturgo Georg Büchner es autor de La muerte de Dantón, en la que el famoso
revolucionario francés se muestra lleno de dudas, y Woyzeck, pieza incompleta sobre un
pobre soldado que mata a su amante infiel.
La música romántica alemana fue tremendamente impulsiva, como la imagen de la
tormenta del übermensch nietzscheano. Franz Schubert, Robert Schumann, Franz
Liszt y Johannes Brahms inauguraron la llamada música romántica alemana que también
tenía una especial ternura (por ejemplo, las melodías de Lullaby, de Brahms). La segunda
generación llevó la música al grado más alto de la tradición romántica, entre la tragedia y
la épica. Destacan la sobriedad de Felix Mendelssohn, la magistralidad de entender el vals
en Richard Strauss y sobre todo la genialidad de Richard Wagner. Admirado por
intelectuales y filósofos de todas las corrientes, su mezcla entre filosofía, historia y música
forjó clásicos de la altura de El holandés errante, Tristán e Isolda o El anillo del Nibelungo.
Posteriormente, cierra este brillante capítulo de la historia universal en el siglo
XX con Arnold Schönberg y su experimentación con ruidos y secuencias.

Pintura:
Literatura:
Nace como una combinación de afanes literarios y filosóficos relacionados con
el idealismo, el rechazo a la razón ilustrada, la búsqueda del sentimiento, la reivindicación
del genio creador y la idea de que el lenguaje condiciona la estructura mental tanto
individual como colectivamente, idea esta última que desarrolló Herder, uno de los
impulsores del movimiento Sturm und Drang, que supuso la exaltación de la pasión, la
valoración de la originalidad del artista y la rebelión contra la visión del mundo
convencional.

La ironía romántica
El autor se encuentra por encima de su trabajo. Él es dueño de lo que escribe. La ironía
romántica se refiere a las autorreferencias en el trabajo. Cuando el héroe de una obra está
en peligro y dice, por ejemplo, «¡Pero no morimos a la mitad del tercer acto!». Este es un
ejemplo de ironía romántica.
Según Chassard y Weil, algunos románticos «usan como freno el arma de la ironía» para
«evitar ser abrumados por lo irracional»: a «la síntesis del clasicismo: razón / sentimiento»,
la lucidez sustituye Otra asociación: ironía / magia, que le da al romanticismo alemán su
especificidad»

Tradición y la Edad Media


El romanticismo de los Hochromantik colecciona poesía popular. Los cuentos de los
hermanos Grimm y la colección de Knaben Wunderhorn son los ejemplos más famosos.
Sin embargo, tan pronto como se publicaron, la obra literaria que los autores hicieron sobre
estas historias fue criticada.
La Edad Media se celebra como un ideal. El arte y la arquitectura de esta época son
apreciados, protegidos y recogidos.
Razones del romanticismo
La flor azul
El motivo del viaje
El motivo del espejo
La razón para el parecido
Seres fabulosos como hadas y fantasmas
La noche
Nostalgia
Estaciones
La crítica de la pequeña burguesía
Mistificación y celebración de la Edad Media
Sentimiento nacional
Preocupaciones del romance
Los temas básicos del romance son el sentimiento, la pasión, la individualidad y la
experiencia individual, así como el alma, especialmente el alma torturada. El romanticismo
surgió como una reacción al monopolio de la filosofía racional de la Ilustración, que fue
caracterizada en Alemania sobre todo por Immanuel Kant, y al rigor del clasicismo
inspirado en las antigüedades. El foco está en sensaciones tales como anhelo, misterio y
misterio. El racionalismo y el optimismo progresistas de la Ilustración se convierten en un
recurso para el individuo y en la comparación numérica. Estas características son
indicativas del arte romántico y la actitud apropiada hacia la vida.
El romántico encuentra una ruptura que ha dividido al mundo en el mundo de la razón, los
«números y figuras» (Novalis) y el mundo de los sentimientos y las maravillas. La fuerza
motriz del Romanticismo alemán es un anhelo interminable por la curación del mundo, por
la unión de los opuestos en un todo armonioso. Lugares simbólicos y manifestaciones de
este anhelo son los valles brumosos del bosque, las ruinas de los monasterios medievales,
los mitos antiguos y los cuentos de hadas, la naturaleza, etc. El símbolo central de este
anhelo es la Flor Azul, que a diferencia de cualquier otro motivo es la búsqueda romántica
de unidad, curación e infinito encarna.
«Pero la flor azul es lo que todos buscan sin saberlo, llámalo Dios, la eternidad o el amor»

También podría gustarte