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La célula como unidad de los seres vivos

La vida surgió en la Tierra hace alrededor de 4000 millones de años. Probablemente la


formación de unas vesículas rudimentarias delimitadas por membranas posibilitó generar un
medio intracelular estable, diferenciado del entorno y un metabolismo propio. Esto llevó a la
formación de las primeras células primitivas, emparentadas con algunos procariontes
actuales. En el caso de estos organismos unicelulares, una célula YA ES un individuo, en
cambio en organismos pluricelulares, las células serán parte de un organismo.

Según la teoría celular


✔ Todos los seres vivos están formados por al menos una célula. Por ello se dice que
es la unidad morfológica (de estructura) de los seres vivos. Es el elemento mas
pequeño que puede ser considerado como algo vivo.
✔ Las funciones vitales de los seres vivos ocurren dentro de las células. Por ello la
célula es la unidad funcional de los seres vivos.
✔ Toda célula proviene de otra preexistente.
✔ Las células contienen el material hereditario.

Organización celular

Figura 1. Estructuras básicas de células eucarionte y procarionte.

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Si bien las células de distintos organismos, como por ejemplo de un tomate, una mosca, un
humano o una bacteria, difieren en cuanto a su forma y función, ciertas estructuras celulares
son comunes a todas (ver Figura 1):

- una membrana plasmática, que delimita la célula y permite generar un medio interno
diferenciado del exterior gracias a ser selectivamente permeable a determinadas
sustancias. Esta membrana se conforma por lípidos (una bicapa lipídica), proteínas e
hidratos de carbono asociadas a los mismos.

- una o varias moléculas de ADN (ácido desoxirribonucleico), dependiendo del tipo de


organismo, que porta la información genética de la célula.

- el citoplasma, que es el lugar físico donde ocurre gran parte de las reacciones
metabólicas de la célula. Se conforma por el citosol, una matriz acuosa, y por el conjunto
de las distintas estructuras subcelulares contenidos en él

- los ribosomas, las estructuras donde se lleva a cabo la síntesis de las proteínas

Podemos diferenciar a las células, de acuerdo a su organización interna, en dos grandes


grupos (ver Figuras 1 y 2):
-Células Procariotas o procariontes (presentes en bacterias y arqueas)
-Células Eucariotas o eucariontes (presentes en hongos, chromistas y protozoos
-protistas-, animales y plantas).

Figura 2. Comparación de células eucarionte y procarionte.

A diferencia de los procariontes, los eucariontes presentan compartimentos subcelulares


rodeados por membranas, lo que permite la separación física de procesos específicos y, en
consecuencia, alcanzan un mayor nivel de complejidad celular. El compartimiento más

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característico y solo presente en eucariontes (eu=verdadero, carion=núcleo) es el núcleo
celular que contiene el material genético, el ADN (ver Figura 2).

Video: La célula eucarionte y procarionte

Muchas estructuras y funciones intracelulares son comunes tanto a las células eucariontes
como a las procariontes. En la Tabla 1 se detallan algunas de ellas.

ESTRUCTURAS Y/O PROCESOS PRESENTES EN CÉLULAS PROCARIONTES Y EN


EUCARIONTES

Estructura Características
o proceso

Delimita la célula. Presenta permeabilidad selectiva


frente a determinadas sustancias.
En general se conforma por una bicapa de
Membrana fosfolípidos con proteínas asociadas.
En eucariontes animales: contiene colesterol.
plasmática
En procariontes: es el lugar donde se desarrollan
diversas funciones relacionadas con la respiración
celular y la fotosíntesis. Siempre presente

Molécula portadora de la información genética. Se


trata de una molécula en forma de doble hélice
ADN
formada por dos cadenas.
En procariontes: una sola molécula circular
dispersa en el citoplasma
En eucariontes: distintas moléculas lineales dentro
del núcleo celular. Siempre presente

Lugar físico donde ocurren gran parte de las


reacciones metabólicas de la célula. Se conforma
Citoplasma
por el citosol, una matriz acuosa, y por el conjunto
de los orgánulos celulares contenidos en él como
los ribosomas, las mitocondrias y los peroxisomas.
En eucariontes, el citoplasma rodea al núcleo y
está limitada por la membrana plasmática.
Siempre presente

Estructura celular ubicada en el citoplasma, lugar


físico de la síntesis de proteínas celulares.
Ribosomas
En eucariontes su tamaño es de 80S y en
procariontes, de 70S. Siempre presentes

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Estructura rígida presente en algunos organismos
Pared que rodea la membrana plasmática brindando
celular protección y sostén a las células. En eucariontes
está presente en plantas (de celulosa), hongos (de
quitina) y algas (de celulosa). En bacterias está
formada por peptidoglicano o mureína.

Se trata de apéndices móviles extracelulares. Su


función se relaciona con el desplazamiento de las
Flagelos
células. Pueden estar presentes en algunos
procariontes y eucariontes (ej: espermatozoides).

Cápsula y/o Estructura rígida o laxa que rodea la pared celular y


está presente en algunos procariontes y
biofilm
eucariontes como hongos. Les permite adherirse a
estructuras (dientes) o protegerse de la ingestión
por parte de otros organismos.

Tipos de -Heterótrofa: se basa en la incorporación de


nutrición biomoléculas sintetizadas por otros organismos
(proteínas, lípidos, etc).
Son organismos heterótrofos los animales, los
protozoos, los hongos y algunas bacterias

-Autótrofa: consiste en la síntesis de biomoléculas


(glucosa) a partir de sustancias inorgánicas, por
ejemplo agua y dióxido de carbono. Un ejemplo
sería la fotosíntesis. A este grupo pertenecen las
plantas, las algas y las cianobacterias

División Proceso que implica la generación de células hijas


celular a partir de una célula madre. Puede tratarse de una
fisión binaria (en procariontes) o mitosis o meiosis
(en eucariontes)
Tabla 1. Estructuras celulares tanto presentes en células procariontes como eucariontes.

Célula procariota
Generalmente asociamos las bacterias a procesos infecciosos como anginas, infecciones
urinarias, otitis, etc. Sin embargo, la mayor parte de estos microorganismos no nos daña e
incluso muchos son benéficos para la salud.

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Figura 3. Distintos tipos de células
procariotas al microscopio electrónico.

Nuestro cuerpo está colonizado por una gran variedad de procariontes (ver Figura 3), cuya
masa total asciende aproximadamente a 0,2 kg. Esto equivaldría aproximadamente a 1013
(10.000.000.000.000) organismos. ¿Dónde encontrarlos? En nuestros tractos
gastrointestinales, sobre nuestra piel y mucosas, en la boca y en la vagina. Muchos actúan
como “barreras” naturales y ayudan a frenar el ingreso de otros patógenos, otros nos aportan
nutrientes que ellos sintetizan. Tampoco debemos olvidarnos de los procariontes usados en
procesos alimenticios, como los lactobacilos que producen el yogur o en bioremediación de
aguas residuales.

Figura 4. La célula procariota carece de núcleo celular, es decir de una membrana que
rodea al material genético, el ADN. Se observa la membrana plasmática, el citosol, los
ribosomas, una pared celular e incluso, en algunos casos, una cápsula que rodea a la
pared. Algunos procariontes también presentan apéndices como pilis, fimbrias y
flagelos.

Los procariotas carecen de un núcleo celular, es decir de una membrana que rodea el
material genético. Suelen tener un tamaño mucho más reducido que los eucariontes y una
velocidad de reproducción mucho mayor: muchas bacterias pueden dividirse cada 20
minutos. Por ejemplo, si partimos de una sola bacteria y, si los nutrientes son suficientes, al

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cabo de 11 horas podemos llegar a las 5000 millones de células hijas. Esta gran velocidad de
división celular es lo que puede llevar a una comida contaminada a descomponerse en pocas
horas

Algunos procariotas poseen estructuras características llamadas pilis o fimbrias. Ellas le


otorgan la capacidad de adherirse y acercarse a estructuras como epitelios humanos, dientes
u incluso a otras bacterias (ver Figura 4). Gracias a los pilis pueden enlazar otras bacterias y
transferir plásmidos, material genético “extracromosómico”, a otras células.

Desde un aspecto nutricional algunos procariontes como las arqueas presentan una gran
variabilidad dado que pueden aprovechar como fuente alimenticia desde el petróleo, los
plásticos o incluso sustancias como el azufre, el metano, entre otros.

Célula eucariota

Figura 5. Distintas células al microscopio: gametas humanas, células vegetales y neuronas.

Las células eucariotas surgieron, a lo largo del proceso evolutivo, mucho más tardíamente
que las procariotas. Probablemente se generaron por fusión de dos o más organismos
procariotas. Presentan una gran variedad en cuanto a su tamaño y forma, incluso en un
mismo organismo como el nuestro (ver Figura 5). Una célula eucarionte promedio mide entre
10 y 30 µm (1µm= 0,000001 metro). Esto es válido para las células que forman parte de un
gusano y para las que componen un elefante. La diferencia es que el elefante presenta más
células. La cantidad total de células eucariotas de nuestro cuerpo puede llegar a 1013 (un 1
seguido de 13 ceros). Tan solo las células nerviosas rondan los 86.000 millones.

Las células eucariotas cuentan, al igual que todas las células, con una membrana plasmática,
un citoplasma, ribosomas y ADN como material genético. Pero, a diferencia de las
procariotas, presentan estructuras internas características que varían de un organismo e

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incluso de una célula a otra. Varias de estas estructuras se delimitan por membranas, lo que
permite separar funcionalmente zonas celulares entre sí. La más notoria es la membrana
nuclear, que rodea al material genético. Entre ellos podemos nombrar organelas
membranosas como mitocondrias, cloroplastos y peroxisomas.

En la Figura 6 se esquematizan dos células eucariotas típicas: la célula animal y la vegetal.


La mayor parte de sus estructuras es similar pero existen algunas diferencias como la
presencia de cloroplastos, una gran vacuola y una pared celular en plantas.

Figura 6. Características principales de las células vegetal y animal. Ambos tipos celulares, al ser
eucariotas, presentan una envoltura que rodea al material genético (ADN) formando el núcleo celular. A
su vez cuentan con distintas estructuras subcelulares, algunas rodeadas por membranas como las
mitocondrias, los cloroplastos (solo en células vegetales), los peroxisomas y el sistema de
endomembranas. Presentan una red fibrosa de proteínas, el citoesqueleto. La célula vegetal se rodea
por una pared por fuera de la membrana que le brinda sostén y protección y cuenta también con una
gran vacuola central y con cloroplastos.

Puede observarse que la mayor parte de las estructuras de células animales y vegetales son
similares. Estas últimas, sin embargo, presentan una pared celular, cloroplastos y una gran
vacuola central, ausentes en las células animales. Por otro lado, el centriolo, que es parte del
citoesqueleto, no está presente en vegetales.

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Estas estructuras diferenciales se detallan en la Tabla 2.

A lo largo de las distintas secciones iremos trabajando con mayor detenimiento las diferentes
estructuras subcelulares.

ESTRUCTURAS EXCLUSIVAS DE ORGANISMOS EUCARIOTAS

Estructura Características

Compartimiento rodeado por una membrana


Núcleo celular que contiene al material genético, el ADN

Organelas membranosa implicadas en la


respiración celular cuyo objetivo es la
Mitocondrias
síntesis de ATP a partir de la ruptura de
moléculas como la glucosa. Presentes en
casi todos los organismos eucariotas

Organelas membranosas implicadas en el


proceso de fotosíntesis. Presentes en
Cloroplastos
plantas y algas (cromistas)

Organelas membranosas que participan en


procesos de detoxificación de ciertas
Peroxisomas
sustancias como por ejemplo el etanol

Sistema de membranas internas de las


células eucariotas que divide la célula en un
Sistema de
sistema de compartimentos funcionales y
endomembranas estructurales.

Red de filamentos proteicos que da soporte y


forma a la célula, organizando las estructuras
Citoesqueleto
internas. Participa también en los procesos
desarrollado de locomoción, tráfico intracelular de
sustancias y división celular.

Vacuola central Presente en plantas. Se trata de una gran


vesícula rodeada por una membrana que
permite mantener la turgencia de la célula
Tabla 2. Estructuras características de células eucariotas.

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Comparación entre procariontes y eucariontes
Como ya vimos, a diferencia de las células eucariontes, las procariontes carecen de
compartimentos membranosos, por ejemplo de un núcleo celular. Su ADN es circular,
presentan un citoesqueleto rudimentario y la división celular es por fisión binaria. Éstas, y
otras diferencias se detallan en la Tabla 3.

Comparación entre modelos celulares

PROCARIONTE EUCARIONTE

Núcleo celular Ausente Presente


ADN circular ubicado en el Varias moléculas de ADN lineales,
Material genético citoplasma formando el asociadas a histonas contenidas en el
(ADN) nucleoide núcleo
Plásmidos (ADN En mitocondrias y cloroplastos: ADN
extracromosómico) circular
Formada por peptidoglucano En animales y protozoos: ausente
Pared celular o mureína En plantas y algas: formado por
celulosa
En hongos: formada por quitina
Ausentes Presentes:
Núcleo, Sistema de endomembranas,
Compartimientos
peroxisomas y mitocondrias
membranosos
Solo en vegetales: vacuolas,
cloroplastos y glioxisomas.
Ribosomas 70 S 80 S y 70 S
Citoesqueleto Presente (rudimentario) Presente
División celular Fisión binaria Mitosis / Meiosis
Animales, hongos y protozoos:
Autótrofa / heterótrofa Heterótrofa
Tipo de nutrición
Cromistas (algas) y plantas: Autótrofa
Tabla 3.Comparación entre células procariontes y eucariontes.

¿Cómo estudiar las células y sus componentes?


Generalmente no tenemos dificultad para distinguir organismos pluricelulares como árboles,
vacas, abejas o incluso piojos. Sin embargo, para apreciar un organismo unicelular, por
ejemplo, una bacteria o un protozoo, pero también la célula de un pluricelular, necesitaremos
de dispositivos especiales como los microscopios. Las células suelen ser muchísimo más

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pequeñas que el límite de resolución del ojo humano (0,002 mts). La Figura 7 muestra las
dimensiones aproximadas de distintas células y organismos: mientras que el tamaño de una
célula vegetal o de una animal ronda los 0.00001 metros, una bacteria es en promedio 10
veces menor y no suele superar los 0,000001 mts.

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Figura 7. Esquema que muestra los tamaños de organismos y de células. La mayor parte de los
organismos (procariontes, protozoos, la mayoría de los chromistas y algunos hongos) son
microscópicos, es decir, no se pueden observar a simple vista. Por ello, para su visualización y
estudio, se requiere de un dispositivo como un microscopio. Los organismos macroscópicos se
pueden visualizar a simple vista pero no así sus células.

Contamos con dos tipos básicos de microscopios: los microscopios ópticos (M.O.) y los
microscopios electrónicos (M.E.). Mientras que los ópticos usan una fuente de luz, los
electrónicos utilizan una de electrones. Esto último les brinda una mayor capacidad de
resolución, gracias a lo cual se pueden visualizar con mayor detalle distintas estructuras.

La Figura 8 muestra al mismo hongo, en este caso de una levadura unicelular que puede
generar infecciones, a través de distintos dispositivos. A simple vista veríamos unas placas
blanquecinas en la boca. Si tomáramos una muestra de estas placas y las observáramos con
distintos microscopios veríamos que cada uno nos brinda otro tipo de información.

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Figura 8. Las fotografías y microfotografías muestran distintos modos por el cual se
puede observar por ejemplo un hongo. La primera imagen muestra una infección
orofaríngea por una levadura donde a simple vista se observan placas blanquecinas.
Una muestra de estas placas al microscopio óptico permitiría observar levaduras con
baja resolución. En cambio, el microscopio electrónico (ME) permite observar tanto las
estructuras subcelulares (MET) como la superficie (MEB) de objetos.

El microscopio óptico (M.O) tiene la ventaja de poder estudiar células vivas y, en


consecuencia, poder observar, por ejemplo, el movimiento de espermatozoides (células
sexuales) en estudios de fertilidad. A su vez nos permite detectar la presencia, cantidad o
proporción de ciertas células: por ejemplo, la infección por bacterias de un líquido como la
orina o la proporción de glóbulos blancos y rojos en sangre.

Respecto de los microscopios electrónicos, mientras que el MET (microscopio electrónico de


transmisión) nos facilita la observación de detalles intracelulares, incluso en algunos casos a
escala macromolecular, el MEB (microscopio electrónico de barrido) brinda imágenes
tridimensionales de la superficie celular (Ver Figura 8).

Actualmente disponemos de muchas otras técnicas para el estudio celular, la mayoría basada
en parámetros moleculares.

Estudios a nivel molecular


Las células y los tejidos suelen estudiarse analizando la presencia de moléculas químicas
características de cada tipo celular, por ejemplo el ADN o las proteínas específicas. Cada

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organismo presenta un ADN y proteínas característicos y cada tipo celular de un mismo
organismo diferirá a su vez respecto de sus proteínas. De este modo se puede detectar la
presencia de ciertas células, diferenciar un organismo o una célula de otra o simplemente
estudiar alteraciones (por ejemplo mutaciones) de estas células.

- de proteínas celulares específicas (por ejemplo, los receptores): permiten, entre otros,
determinar la presencia o la cantidad de ciertas células o diferenciar células entre sí. Por
ejemplo, por medio de esta técnica podemos estudiar la presencia de microorganismos
patógenos como bacterias, virus o incluso determinar la presencia de células tumorales.

- de ADN o ARN: permite diagnosticar enfermedades genéticas, realizar estudios de


paternidad o, en criminología, diferenciar por medio del ADN a qué persona pertenece una
determinada célula de un tejido (por ejemplo, sangre, semen, epitelio). También, en el caso de
infecciones virales (por ejemplo, coronavirus) o bacterianas, se puede detectar por medio de
estudios moleculares de ADN (como la prueba de PCR), la presencia de microorganismos
patógenos.

A través de las técnicas moleculares es posible estudiar mediante el uso de elementos


específicos (ver Figura 9), la presencia de ciertas células u organismos (en el caso de
unicelulares) como bacterias, glóbulos blancos o células cancerígenas, o bien la de virus
como el coronavirus.

Figura 9. Elementos usuales del trabajo en biología molecular.

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