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R EVISTA

CEPAL
dela

NUMERO SO
AGOSTO 1993

SANTIAGO DE CHILE

ANIBAL PINTO
Director

EUGENIO LAHERA
Secretario Técnico

NACIONES UNIDAS
REVISTA DE LA CEPAL 50

S UMARIO

En memoria de Pedro Vuskovic 9


Jacobo Schatan

La integración regional en los años noventa 11


Gert Rosenthal

El resurgimiento de la integración y el legado de Prebisch 21


Jose Manuel Salazar

La liberalización comercial en América Latina 41


Manuel Agosin y Ricardo Ffrench-Davis

Crecimiento, crisis y viraje estratégico 63


Joseph Ramos

Falia del mercado y política tecnológica 81


Jorge M. Katz

Crisis monetaria, dolarización y tipo de cambio 93


Paulo Nogueira Batista Jr.

El financiamiento en los procesos de descentralización 109


Dolores Marta Rufián Lizana

Migración Intrarregional de mano de obra calificada 127 '


Jorge Martinez

Ciencias sociales y realidad social en Centroamérica 147


Andrés Pérez

Formación histórica de la estratificación social en América Latina 163


Enzo Faletto

Estructura socioeconómica y comportamiento colectivo 181


Rodrigo Baño

Clasificación por autores y temática de los artículos publicados 201


en la Revista de la CEPAL, del número 1 al 50

Orientaciones para los colaboradores de la Revista de la CEPAL 237

Publicaciones recientes de la CEPAL 238

AGOSTO 1993
REVISTA DE LA CEPAL 50 11

La integración regional
en los años noventa

Gert Rosenthal

Secretario Ejecutivo de la El renovado interés que despiertan las potencialidades de la


Comisión Económica para
cooperación intrarregional hoy en América Latina y el Caribe
América Latina y el Caribe
(CEPAL). se ha expresado en numerosos acuerdos de comercio preferen-
cial y en intentos de formar zonas de líb re comercío, uniones
aduaneras o mercados comunes. Se ha planteado incluso la
posibilídad de dar un alcance hemisférico a los acuerdos de
libre comercio. Esta plétora de propuestas lógicamente suscíta
numerosas interrogantes. ¿A qué se debe este renovado ínte-
rés? ¿En qué se diferencian los esquemas que ahora se adoptan
de aquéllos de los años sesenta y setenta, como para pensar
que no tropezarán con los mísmos obstáculos y dificultades
que los de otrora? ¿Cuáles son los mecanismos e instrumentos
más idóneos para ímpulsar la integración
intralomedc-?¿Quéartizlsdncaegorí mpis
de integración, como las zonas de libre comercio, las uniones
aduaneras y los mercados comunes? ¿Es factible impulsar zo-
nas de libre comercio en tre paises con grados de desarrollo o
políticas macroeconómicas muy disímiles? ¿Conviene impul-
sar la gradual convergencia de todas estas íniciativas en un
solo esquema de alcance regional? Y, la pregunta más impor-
tante: ¿cuán funcional es la integración para las estrategias y
políticas de desarrollo adoptadas por cada uno de los países de
la región? Las díversas secciones de este artículo intentan ofre-
cer respuestas, acaso tentativas, a estas interrogantes.

AGOSTO 1993
12 REVISTA DE LA CEPAL 50 • AGOSTO 1993

I
Introducción

En los últimos años, y en respuesta tanto a los efectos de comercio preferencial, normalmente en el contexto
de la prolongada crisis de los ochenta como a muta- de los acuerdos de alcance parcial previstos en el Trata-
ciones en el panorama internacional, se ha observado do de Montevideo de 1980; intentos de formar zonas
en América Latina y el Caribe una capacidad reactiva de libre comercio recíproco (pero sin pretender necesa-
cada vez mayor. Gobiernos y sociedades civiles han riamente adoptar un arancel común), e intentos de formar
buscado nuevas modalidades de adaptarse a las cam- uniones aduaneras (zona de libre comercio más un
biantes circunstancias y de responder a los múltiples arancel común) o mercados comunes (unión aduanera
desafíos que enfrentan. Una de las muchas expresiones más la coordinación de algunas políticas macroeconó-
de ese proceso de adaptación es el renovado interés micas, especialmente en materia cambiaria, tributaria y
que han despertado las potencialidades de la coopera- de tasas de interés). Como un fenómeno inédito, en este
ción intrarregional. En contraste con el ambiente que período se presentó la posibilidad de darle a los acuerdos
reinaba frente a los arreglos formales de integración de libre comercio un alcance hemisférico: en esa direc-
económica en el decenio de 1980, últimamente han ción apuntan, en forma selectiva, el Tratado de libre
proliferado acuerdas de distinta índole, que revelan comercio entre México, Canadá y Estados Unidos (en
una gran heterogeneidad, tanto en sus modalidades proceso de ratificación), así como, en forma más gene-
como en su configuración geográfica. ral, la Iniciativa de las Américas anunciada a mediados
Se han registrado, en efecto, numerosos arreglos de 1990 por el Gobierno de Estados Unidos.

II
El renovado interés

en Ia integración

¿Cómo se explica este repunte del interés en la ceden preferencias recíprocas, sin hacerlas necesa-
integración, cuando tan sólo unos años atrás el tema riamente extensivas al resto de los países.
había desaparecido casi de la agenda prioritaria de En América Latina y el Caribe, varios fenóme-
los gobiernos? Sin duda, el perfeccionamiento de nos adicionales contribuyen a realzar la legitimidad
la Comunidad Europea y la concertación de una que la idea misma de la integración ha adquirido a
zona de libre comercio entre Canadá y Estados nivel internacional. Algunos son reactivas a la posibi-
Unidos contribuyeron a legitimar los acuerdos ten- lidad de extender la zona de libre comercio entre Es-
dientes a establecer agrupaciones de comercio pre- tados Unidos y Canadá a México y, eventualmente, a
ferencial. Por añadidura, el dificultoso y pausado más países de la región. Otros surgen como fenómenos
progreso de las negociaciones multilaterales del peculiares. Entre estos últimos destacan la gradual
Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Co- convergencia de los modelos económicos aplicados,
mercio (GATT) ha llevado a muchos gobiernos a la creciente afinidad política entre gobiernos civiles y
avanzar hacia el cumplimiento de los mismos obje- democráticamente electos, la disminución de los cos-
tivos mediante acuerdos parciales con países afi- tos potenciales de la desviación de comercio gracias a
nes. Con el fin de compatibilizar estas iniciativas la creciente liberalización comercial registrada en casi
con el GATT, se suele invocar el Artículo 24 de todos los países de la región y, en general, la estima-
ese acuerdo, que permite el establecimiento de ción a priori de que los potenciales beneficios de estos
agrupaciones comerciales entre países que se con- acuerdos excederán con creces sus posibles costos.

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III
La inserción internacional
y los compromisos integradores

También cabe examinar los compromisos integrado- Ese planteamiento es plausible. Desde el punto
res recientes en el contexto más amplio de los ingen- de vista conceptual, los compromisos integradores
tes esfuerzos llevados a cabo por todos los gobiernos pueden contribuir a la realización de las tareas centra-
de la región para mejorar su inserción en la economía Ies que contempla la agenda prioritaria del desarrollo
internacional. Esta ha sido su respuesta a la creciente regional. Esta aseveración se fundamenta en algunos
globalización de la economía y a las insuficiencias de argumentos bien conocidos, entre los que resaltan el
la estrategia pretérita de industrialización aplicada en aporte potencial de los mercados ampliados al incre-
numerosos países. En los últimos tiempos, la acción mento de la eficiencia (como resultado de las econo-
pública se ha orientado a impulsar la competitividad mías de escala y de la eliminación o disminución de
internacional de los bienes y servicios que cada país las rentas monopólicas) y a la innovación y el progre-
puede ofrecer. so técnico, así como su efecto sobre los niveles de
Hacia mediados de los años ochenta, los acuer- inversión. Además, en ese razonamiento está implíci-
dos de comercio intrarregionales no desempeñaban to el supuesto de que los costos potenciales de la
un papel relevante en los intentos de mejorar la in- desviación del comercio tenderán a disminuir marca-
serción internacional; más bien, sostienen algunos, damente en un ambiente de liberalización comercial
conducían a lo opuesto. En primer lugar, porque se generalizada.
arraigó la percepción de que eran útiles para la in- Por otra parte, los convenios intrarregionales y
dustrialización sustitutiva de importaciones, pero no los eventuales acuerdos de alcance hemisférico deben
en un esfuerzo exportador; en algunos casos se llegó concebirse como elementos que faciliten alcanzar una
a pensar que hasta impedían el avance hacia una economía internacional libre de proteccionismo y de
mayor competitividad internacional. En segundo lu- trabas al intercambio de bienes y servicios. Al mismo
gar, el mercado regional de América Latina y el tiempo, cabe reconocer que existe el riesgo de que la
Caribe en conjunto era de menores dimensiones que configuración de "bloques" económicos entre países
el de las principales economías de la Organización desarrollados conduzca a un mundo fragmentado, en
de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el que predomine el libre comercio dentro de esas
y de bajo o nulo crecimiento. A juicio de numerosos agrupaciones y un intercambio más reglamentado en-
gobiernos lo que correspondía, entonces, era con- tre ellas.
centrarse en acceder a los mercados de gran tamaño Llama la atención el hecho de que la integra-
y dinamismo. ción latinoamericana y caribeña se justifica —si
Esta visión empezó a cambiar por las razones bien por razones distintas— tanto en el caso de que
antes enumeradas y, sobre todo, porque ya existe la formación de grandes agrupaciones entre países
información suficiente para demostrar que los desarrollados tienda a propiciar una economía
compromisos integradores entre un grupo de países mundial integrada como en el de que contribuya a
no son por fuerza incompatibles con la meta de su fraccionamiento. En el primer caso, se Contri-
fundar una economía internacional más abierta y buiría a alcanzar el objetivo postulado por todos
transparente. En efecto, en los últimos tiempos em- los gobiernos de la región en las negociaciones de
pezó a ganar aceptación, tanto en círculos académi- la Ronda Uruguay; en el segundo, al menos se es-
cos como gubernamentales, la idea de que el ideal taría dentro de una de las agrupaciones de una eco-
de una economía internacional abierta, sin barreras nomía internacional fragmentada. En ese sentido,
artificiales al libre intercambio de bienes y servicios, desde el punto de vista regional, la integración
no excluía necesariamente los compromisos integra- también se perfila como una forma de diversificar
dores y que éstos incluso podrían facilitar su conse- los riesgos en una economía internacional preñada
cución. de incertidumbres.

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IV
Principales rasgos de los nuevos
compromisos integradores

Si se pretende describir los esquemas de integra- tes del resto del mundo, ingresaran indirectamente al
ción, cabe preguntarse primero de qué tipo de inte- país con aranceles más altos, aprovechando los
gración se trata. Las experiencias en el mundo desa- aranceles más bajos de los demás países miembros
rrollado son muy variadas. Así, por ejemplo, las de la zona de libre comercio; para ello se importan
características de los amplios acuerdos de la Comu- a estos últimos los productos correspondientes, y
nidad Europea, tendientes a configurar una economía luego se reexportan a otro país, al amparo del
de dimensión regional, distan mucho de las del Tra- acuerdo de libre comercio. Para evitar este flujo
tado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Uni- indirecto de importaciones provenientes del resto
dos y México. En el Este asiático, donde no existen del mundo, el procedimiento convencional es esta-
acuerdos formales de integración, se está producien- blecer normas de origen para los productos que son
do sin embargo una profundización del comercio objeto de libre comercio, a los que se les exige
recíproco sustentado en la apertura comercial y la cierto grado de transformación o alguna proporción
cercanía geográfica, y consolidado por inversiones de contenido nacional.
recíprocas. En este último esquema, la cercanía geo- Pertenecen a la tercera categoría los que incor-
gráfica y los menores costos de transacción son los poran a la zona de libre comercio un arancel común,
factores que determinan implícitamente las preferen- para evitar distorsiones de precios relativos resul-
cias entre los países de la región, y que contribuyen tantes de diferencias de costos atribuibles a los aran-
a la formación de otro "bloque" de países interde- celes aduaneros. La conveniencia de acordar un
pendientes. arancel externo común en tre los miembros del es-
En el mismo orden de ideas, el panorama latino- quema de integración —lo que constituiría la princi-
americano y caribeño contemporáneo está repleto de pal diferencia entre una unión aduanera y una zona
acuerdos con características y contenidos muy disí- de libre comercio— dependerá de las características
miles. A riesgo de incurrir en simplificaciones, en el de los países involucrados. Suponiendo que los ni-
ámbito de las preferencias comerciales se distinguen veles sean bajos, los aranceles comunes se justifica-
al menos cuatro tipos de arreglos definidos según el rán más en el caso de países que posean un alto
grado de compromiso entre las partes. La categoría grado de comercio recíproco y estructuras económi-
más simple comprende los acuerdos para desgravar cas similares. Si así fuera, la aplicación de aranceles
una lista de productos, a los que se otorga tratamiento diferenciados a los diversos productos crearía des-
arancelario preferencial con respecto a productos si- igualdades en los niveles de protección efectiva de
milares originarios de terceros países. Este tipo de cada parte y se generarían condiciones propicias para
convenio, de alcance bilateral o multilateral, no entraña denunciar prácticas de comercio desleal y establecer
mayores requisitos en materia de coordinación de po- restricciones al comercio, a la vez que se incentivaría
líticas económicas. el contrabando.
Los del segundo tipo apuntan a la desgravación En el cuarto tipo de acuerdos, a la zona de libre
comercial amplia, por lo que la negociación se cen- comercio y al arancel común se agrega un programa
tra en las listas de excepciones y no en las de pro- de armonización de políticas macroeconómicas, con
ductos que se desea liberalizar. El resultado es la el fin de evitar distorsiones de los precios relativos
creación de una zona de libre comercio carente de derivadas de diferencias de costos imputables al tipo
un nivel común de protección frente a terceros, don- de cambio, subsidios a la exportación, niveles tributa-
de podría darse el caso de que productos proceden- rios y tasas de interés.

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V
Algunos requisitos

De lo anterior se desprende que el grado de compro- de algunas normas comunes respecto de la aplicación
miso que las partes estén dispuestas a asumir depende de mecanismos e instrumentos, con el fin de facilitar
de su nivel de interdependencia económica, de su afi- cualquier posterior iniciativa de ampliar el ámbito
nidad en materia de gestión macroeconómica y políti- geográfico de los acuerdos existentes.
ca, del grado de complementariedad entre sus estruc- Pero lo que es cierto para América Latina en
turas económicas y estadios de desarrollo, de la conjunto no por fuerza es válido para procesos subre-
confianza que exista entre las partes y de muchos gionales en los cuales ya se ha generado un elevado
otros factores. Las consecuencias económicas de cada nivel de interdependencia económica. El hecho por
tipo de arreglo, en términos de costos y beneficios ejemplo, de que en Centroamérica algunos países al
potenciales, varían de una situación a otra. parecer quieren avanzar con mayor celeridad que otros,
Todo lo anterior subraya la complejidad de los podría en determinado momento comprometer la con-
múltiples arreglos que actualmente coexisten en la solidación del proceso subregional. Hay, entonces, un
región, lo que lleva a preguntarse si conviene insistir limite a la factibilidad de que surjan múltiples acuerdos
en una eventual convergencia de todos ellos o si, por dentro de un proceso subregional. Ese límite se en-
el contrario, sería preferible permitir que surja una cuentra cuando los compromisos que desean adquirir
variedad de acuerdos que refleje las diferentes situa- algunos países afectan de manera adversa los com-
ciones que, de hecho, existen en la región. Lo segun- promisos existentes entre la totalidad de los países
do pareciera ser más realista, al menos en el futuro que participan en un proceso subregional de integra-
previsible, aunque convendría impulsar la adopción ción.

VI
Mecanismos e instrumentos
en el ámbito comercial

En materia de mecanismos e instrumentos, la forma- como la industria automotriz en México o los cerea-
ción de subregiones económicas congruentes con el les en muchos países.
multilateralismo impone ciertos requisitos relativos al La preferencia arancelaria normalmente se mate-
contenido de los acuerdos bilaterales y subregionales rializa mediante un cronograma de desgravación que,
que se están adoptando; básicamente, se trata de que a partir de aranceles máximos, conduzca, gradual-
sus normas y códigos se atengan a las disposiciones mente, hacia una plena liberalización comercial
del GATT, instrumento al cual hoy adhiere la vasta (arancel cero) entre las partes. Estos acuerdos tam-
mayoría de los países de la región. bién deben prever reglas de origen precisas, para fa-
El denominador común de los arreglos integra- cilitar las operaciones aduaneras y evitar la importa-
dores es que buscan la desgravación comercial, con ción indirecta de productos, así como mecanismos de
vistas a configurar una zona de libre comercio. En los salvaguardia transparentes, no discriminatorios ni
acuerdos suscritos en años recientes se aprecia su transitorios, y procedimientos ágiles y claros para
proclividad a abarcar una amplia gama de productos, zanjar controversias comerciales. Los convenios suelen
lo que lleva a centrar la negociación en las listas de complementarse con compromisos que apuntan a la
excepciones y no en las de productos que se pretende gradual eliminación de las trabas no arancelarias al
liberalizar. Además, las ramas o productos excluidos comercio, así como a otros temas que son propios de
tienden a limitarse a los considerados "sensibles", la agenda del GATT, como el comercio de servicios

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y normas comunes en materia de propiedad intelec- En el mismo orden de ideas, en algunos de estos
tual. acuerdos se prevé la gradual eliminación de subsidios
Si los acuerdos se limitan a la creación de una a las exportaciones y de cargas fiscales discriminato-
zona de libre comercio, y también si dan origen a rias, la eliminación de obstáculos al comercio exte-
importantes flujos de intercambio reciproco, existe rior en materia de transporte, y la adopción de com-
propensión a ampliar su alcance para evitar que dife- promisos sobre servicios e inversión. En el caso del
rencias de precios derivadas de la disparidad de situa- tratado de libre comercio entre México, Canadá y
ciones entre los países contratantes —aranceles adua- Estados Unidos, también se observa un marcado én-
neros, subsidios a la exportación, niveles tributarios, fasis en los acuerdos sobre propiedad intelectual, de-
tasas de interés— contribuyan a distorsionar los pre- fensa del medio ambiente y derechos laborales.
cios relativos e influyan en la localización de nuevas Con todo, lo anterior no significa que, conforme
actividades productivas para abastecer el mercado avance el cumplimiento de los compromisos asumi-
ampliado. dos, el proceso transite fatalmente hacia nuevos y más
Es por eso que las partes de un convenio ten- profundos grados de compromiso. Más bien, la expe-
diente a favorecer el comercio, la inversión y la co- riencia de los años sesenta sugiere que no hay base
operación recíprocos podrían considerar necesario es- para tener una visión lineal de los compromisos inte-
tablecer un arancel común y armonizar ciertas políticas gradores, en el sentido de que éstos evolucionen hacia
macroeconómicas (Mercosur, Mercado Común Cen- niveles cada vez más profundos de interdependencia.
troamericano, Comunidad del Caribe, Grupo Andi- Finalmente, los acuerdos en materia arancelaria
no). Si bien estas medidas conducirían a condiciones a veces se complementan con otras acciones --por
convergentes en cada uno de los espacios nacionales ejemplo, en el ámbito de las compras gubernamenta-
que forman parte del conjunto, también entrañan una les— que tienden a dar preferencia a la adquisición
mayor subordinación de la política interna en aras de de bienes y servicios originarios de los países signa-
los compromisos integradores. tarios.

VII
Otros mecanismos
de la integración

Como ya se dijo, hoy existe una tendencia generali- tación de recursos humanos, sobre todo en áreas de
zada a considerar la combinación de mercados como alta especialización, entraña beneficios potenciales
el eje de los acuerdos integradores. Esto frecuente- obvios para todas las partes comprometidas.
mente da origen a criticas sobre la exagerada impor- Asimismo, la instrumentación de los acuer-
tancia que se otorga a los arreglos comerciales, en dos suscritos se verá facilitada por la adopción
detrimento de otras potencialidades de la integración. de programas concretos y permanentes de pro-
En ese sentido, cabría recordar, primero, que estos moción comercial y de inversión. En los últimos
arreglos se conciben no tanto con el propósito de tiempos los encuentros empresariales, las acti-
incrementar el intercambio comercial, como con el de vidades de divulgación y las entidades de fo-
estimular la producción y elevar la productividad. mento han contribuido a promover las coinver-
En segundo lugar, no excluyen la posibilidad de siones y a intensificar el comercio entre diversos
impulsar otras iniciativas más específicas de coopera- paises de la región. También se debe alentar la
ción; más bien tenderían a fortalecerla. Por ejemplo, inversión intralatinoamericana, que podría con-
la concertación de proyectos conjuntos destinados a vertirse en un importante vehículo de innovación
mejorar la infraestructura y los servicios de transpor- tecnológica, cualquiera sea el tipo de acuerdo
te, los sistemas de generación y distribución de ener- formal que se haya concertado entre agrupacio-
gía eléctrica, la investigación tecnológica y la capaci- nes de países.

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VIII
Acuerdos de alcance hemisférico

No se puede analizar los compromisos integradores actividades —en ambos lados de la frontera— cede-
contemporáneos sin aludir a un tema que hubiera sido rán ante el régimen de mayor competencia; y acaso
impensable tan sólo diez años atrás: la incorporación se tendrá menos margen de maniobra en la gestión de
de los países latinoamericanos a una zona de libre la política macroeconómica. Pero ante un mundo im-
comercio con países altamente desarrollados, valga perfecto, y tomando en cuenta los vientos proteccio-
decir, en un ejercicio de concesiones recíprocas. Lo nistas que soplan en muchas partes, la posibilidad de
que hace factible contemplar siquiera esta posibili- adherir a una zona de libre comercio con los Estados
dad, desde el punto de vista de los países latinoameri- Unidos y Canadá pareciera ser una opción interesante
canos, es que el proceso de liberalización comercial para numerosos países latinoamericanos, sobre todo
unilateral ha llegado a tal punto que los productores en un contexto internacional que no depara un exceso
nacionales ya se ven enfrentados a la competencia de de oportunidades. Esto es especialmente válido si se
los productores internacionales más eficientes, haya o toma en cuenta que la suscripción de acuerdos inte-
no acuerdos formales de integración. gradores con Estados Unidos y Canadá no por fuerza
En otras palabras, y a título ilustrativo, proba- impide ampliar simultáneamente los vínculos comer-
blemente fue más traumático para la industria mexi- ciales y financieros de la región con los demás nú-
cana pasar del nivel de protección arancelaria infinita cleos dinámicos de la economía internacional.
de mediados de los años ochenta (como lo era la Como se dijo al principio, el repentino interés
licencia previa a la importación) a la situación actual que Estados Unidos demostró por la suscripción de
de un nivel de protección modesta (del orden del 10%, acuerdos para establecer una zona de libre comercio
en promedio), de lo que será pasar de la situación con sus países vecinos tuvo un profundo impacto so-
presente a un arancel cero aplicable a las importacio- bre los compromisos integradores intralatinoamerica-
nes procedentes de Estados Unidos y Canadá. En nos. También el instrumental que forma parte del tra-
compensación, los productores mexicanos recibirán tado de libre comercio en tre México, Canadá y Estados
mayor seguridad de acceso al mercado de aquellos Unidos es esencialmente el mismo que se está apli-
países, y la posibilidad de incorporarse a nuevas acti- cando en los compromisos de integración subregiona-
vidades productivas instaladas para abastecer el ahora les en América Latina. De ahí la necesidad de seguir
ampliado mercado compartido. explorando la integración regional y la integración
Desde luego, también existen riesgos. Muchas hemisférica como dos elementos del mismo tema.

IX
El problema de los países
de menor desarrollo relativo

Probablemente el mayor obstáculo a la integración en de la ola de liberalización comercial que irrumpió en el


los años sesenta y setenta fue la resistencia que desper- mundo. Incluso tendió a perder relevancia la doctrina
tó entre los países más rezagados el reparto de los su- que abogaba por las preferencias no recíprocas en el
puestos costos y beneficios de la integración. Hoy se caso de los países más rezagados, y ganó ascendencia
observa, con cierto asombro, que esos mismos países la que preconiza la reciprocidad en los acuerdos. En
están dispuestos a asumir compromisos integradores con ese sentido, la naturaleza del problema de los países de
países altamente industrializados, como Estados Unidos menor desarrollo relativo o de dimensiones reducidas
y Canadá. Trátase de una de las muchas consecuencias cambió radicalmente en los últimos años.

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Con todo, cabría no dejarse tentar demasiado de competencia, y acaso un tratamiento más flexible
por esta tendencia, ya que todavía el sentido común en materia de valor incorporado (origen). Asimismo,
advierte que, debido a deseconomías de escala y a la integración no sólo debería prever la liberalización
falencias en materia de capacidad de organización y del comercio, sino que también ocuparse de crear
solidez financiera, numerosas empresas de la región condiciones que faciliten la difusión amplia de tec-
no estarían en condiciones de competir con sus ho- nologías mediante la dictación de legislaciones
mólogas estadounidenses. Cuando menos, cabría as- flexibles sobre propiedad intelectual, la apertura de
pirar a que se concedan períodos más prolongados redes de información, la movilización de recursos
de transición que permitan a las empresas de los humanos calificados y el fomento de la inversión
países más rezagados acomodarse al nuevo régimen extranjera.

X
Conclusiones

Son numerosas las conclusiones que se pueden ex- objetivos que persiguen las negociaciones multilate-
traer de los comentarios que anteceden. Acaso la rales del GATT (Ronda Uruguay).
principal sea que así como la integración económica Una tercera conclusión se refiere a la forma en
era funcional con respecto al modelo de sustitución que los países enfrentan hoy sus compromisos inte-
de importaciones en décadas pretéritas, también pue- gradores. Lo novedoso al respecto no es el instru-
de serlo para el modelo que busca la competitividad mental, sino el contexto en que éste se aplica. Dicho
en el mercado internacional. Incluso cabe sospechar de otra manera, ante la globalización de la economía,
que los beneficios potenciales de la integración son tanto las preferencias arancelarias como las cláusulas
superiores a los que sugeriría un análisis estático de de origen y las salvaguardias adquieren un significa-
la creación y la desviación de comercio, ya que el do muy distinto del que tenían en un contexto de
impacto de los espacios ampliados sobre la innovación elevada protección arancelaria. Por una parte, los
y la mejor asignación de recursos —a nivel de em- costos de la desviación de comercio resultan ahora
presas y también del sistema en que estén insertas— mucho más bajos que antaño; por la otra, la signifi-
sin duda contribuiría a elevar la productividad y la cativa reducción de aranceles que ya se ha producido
eficiencia. en la región implica que la incidencia de las prefe-
En segundo lugar, los recientes compromisos in- rencias arancelarias será menor, en tanto que los
tegradores intralatinoamericanos —y eventualmente acuerdos bilaterales sobre otros instrumentos de po-
intrahemisféricos— son compatibles con el objetivo lítica comercial —las salvaguardias, las medidas an-
enunciado por casi todos los países de la region, de tidumping y las normas de origen, así como los arre-
mejorar su inserción en la economía internacional. En glos de carácter sectorial— podrían obstaculizar el
su mayor parte, esos compromisos se rigen por el comercio en vez de fomentarlo.
espíritu y los procedimientos del GATT, procuran En cuarto lugar, los actuales compromisos inte-
elevar la competitividad y también diversificar los gradores en la región se caracterizan por su diversidad:
mercados, para reducir el riesgo de depender exclusi- van desde acuerdos relativamente sencillos que entra-
vamente de la demanda de los países de la OCDE. ñan pocos requisitos formales (integración superficial),
Vistos desde cierta perspectiva, estos compromisos hasta iniciativas para formar uniones económicas
son una muestra del ejercicio de la facultad de los avanzadas (integración profunda). Por esto, es difícil
países para seleccionar las opciones que les permitan pensar en la configuración de una zona de libre co-
aprovechar sus potencialidades en una economía in- mercio de alcance regional en el futuro previsible;
ternacional incierta e intensamente competitiva. Nin- más bien, convendría alentar la concertación de
guno de los compromisos hasta ahora suscritos se múltiples acuerdos, que varíen en función del grado
plantea "a expensas de" otra agrupación, sino como de afinidad que exista entre las partes y de lo que
una manera de avanzar, unidos en una agrupación de aconsejen las circunstancias de cada agrupación de
países afines, hacia el cumplimiento de los grandes países.

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Dicho lo anterior, y en quinto lugar, hay un lími- disparidades cambiarias, de tasas de interés o de ni-
te a la proliferación de acuerdos. En determinadas veles de tributación podrían tener el mismo efecto
circunstancias, podrían surgir incompatibilidades en- distorsionador que las diferencias de niveles arance-
tre unos y otros. Un ejemplo en tal sentido es lo que larios. Ello sin duda incorpora una mayor complejidad
está ocurriendo actualmente en Centroamérica: ningún en la gestión de los compromisos integradores.
país de la subregión puede entrar en negociaciones En séptimo lugar, las preferencias comerciales
individuales que entrañen concesiones arancelarias con pueden y deben ser complementadas con otras accio-
un país extrarregional, puesto que ello violaría el nes conjuntas para resolver problemas comunes, en
arancel común centroamericano. En esos casos, lo ámbitos tan diversos como el desarrollo de infraes-
que procede es que los países miembros de las agru- tructura, la investigación tecnológica, la comercializa-
paciones con algún grado de compromiso integrador ción, el financiamiento y la capacitación.
mayor lleguen conjuntamente a acuerdos con terceros Finalmente, América Latina pasa hoy por un pe-
países. También se facilitaría la eventual convergen- ríodo de innovaciones en lo que se refiere a los arre-
cia, por lo menos en ciertos casos, si las agrupaciones glos institucionales con vistas a la integración. Al
integradoras se ciñeran a normas y procedimientos parecer, los gobiernos prefieren trabajar a través de
comunes. mecanismos existentes, antes de establecer institucio-
En sexto lugar, en situaciones en que existe un nes comunes. Así, algunos procesos son conducidos
considerable comercio recíproco, estructuras de pro- por comisiones intergubernamentales, otros reciben
ducción similares y vecindad geográfica, habrá una apoyo de secretarías ad hoc. Al parecer, hay cierta
acentuada proclividad a complementar el régimen de resistencia a delegar atribuciones en organismos in-
libre comercio o de comercio preferencial con un tergubernamentales o supranacionales. Asimismo, ha
arancel común, para evitar distorsiones en la asigna- ganado importancia la empresa privada como prota-
ción de recursos y no fomentar el contrabando. En gonista del proceso integrador, tanto mediante la in-
tales situaciones, también es importante la armoniza- versión en países vecinos (o más alejados), como en
ción de las políticas macroeconómicas, ya que grandes su papel de portadora de tecnología.

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