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Moisés

Cuando Moisés nació, había en Egipto una ley del Faraón que todo niño hebreo
que naciera varón fuera asesinado al instante. Entonces una mujer hebrea pare a su
hijo, lo mete en un canasto y lo pone en el río Nilo donde llega hasta donde se
bañaba la hija del Faraón, esta toma la canasta y vio al niño, lo tomó y le puso el
nombre de Moisés que significa “Salvado de las aguas”. Moisés creció bajo las
costumbres y la cultura egipcia, pero sabiendo que él era hebreo
Moisés creció y vio un día a un egipcio golpear a uno de su pueblo y este se
lanzó hacia el egipcio y lo mató. El Faraón se enteró y mandó a buscar a Moisés
para matarlo, pero este huyó a Madián. Moisés estando en Madián se quedó en
casa del sacerdote de aquella zona llamado Jetró y se convirtió en el supervisor del
rebaño de Jetró. Este le dio por esposa a su hija Séfora la cual dio un hijo a Moisés
al cual llamo Guersón. Estando todavía en Madián, Dios lo llamó y lo eligió para que
liberara a su pueblo de Egipto, pero Moisés no estaría solo en esa misión, ya que
Dios siempre lo acompañó en todo el proceso de la liberación (Éxodo 3, 7-12).
Moisés después de aquel llamado volvió a Egipto para pedirle al Faraón la
liberación del pueblo de Israel, pero este no aceptó y le hizo la guerra a Moisés.
Pero Dios estaba con Moisés y le dijo: “Yo me enfrentaré con Egipto y con grandes
castigos liberaré a mi pueblo de las manos del Faraón” (Éxodo 7,4). Dios envió al
Faraón 10 plagas, la cual la última fue la más grande y la que terminó de dar la
libertad al pueblo, ya que murieron todos los primogénitos de los egipcios, entre
ellos el hijo del Faraón.
Moises guía al pueblo por el desierto hasta el monte Sinaí, donde sube hasta la
cima para hablar con Dios. El Señor le entrega a Moisés las tablas de la ley, pero
mientras Moisés hablaba con Dios, el pueblo estaba de fiesta, adorando a un
becerro de oro. Moisés baja y al ver eso tomó la tablas y las tiró, luego agarró el
becerro y lo volvió polvo y se lo dio a beber al pueblo mezclado con agua. Luego
vuelve a subir al monte y El señor le volvió a dar las tablas de la ley, este vuelve a
bajar y hace un altar con 12 piedras y pacta con Dios y el pueblo la alianza en el
Sinaí (Éxodo 24, 3-8).
Después de eso, el pueblo dura Cuarenta años dando vuelta por el desierto
hasta que muere el último de aquellos que pecaron adorando aquel becerro de oro,
de hecho ni Moisés logró entrar a la tierra prometida aunque él no adora al becerro
de oro, pero si cometió una falta contra Él. El pueblo pasa a ser guiado por Josue y
Moisés sube hasta lo alto de una montaña para ver la tierra prometida y como el
pueblo entraba en ella. Moisés al ver eso pudo morir en paz, porque logró aquella
misión a la cual fue llamado.

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