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Que son los interruptores

Un interruptor es un dispositivo eléctrico que nos permite realizar una función de on/off desde un
mando. Su funcionamiento consiste en dejar pasar o no la corriente en un circuito eléctrico. Por
ello, su función principal es el encendido y apagado de una luz.

Mecánicamente un interruptor consta de dos contactos metálicos separados y una parte móvil
actuante que suele ser un balancín. Presionando la tecla movemos el balancín y abrimos o
cerramos el circuito/luz.

A nivel de cableado un interruptor tiene una entrada de línea de fase y una salida que se conecta
al punto de luz.

Centrándonos en la instalación es primordial saber que el interruptor solo actúa desde un


punto. Por ello, en el caso de que queramos controlar desde más puntos una misma lámpara
utilizaremos conmutadores o bien cruzamientos. El número de lámparas conectadas en paralelo
no influye, siempre miramos los puntos desde los que queremos controlar.

A modo de ejemplo, un interruptor puede ser utilizado para actuar sobre una lámpara de techo en
una sala pequeña desde un solo punto. También los encontramos en cocinas, baños o
habitaciones pequeñas donde podemos encender y apagar la iluminación desde un solo punto.

¿Cómo funciona un interruptor eléctrico?

El funcionamiento de un interruptor eléctrico es muy simple. Este equipo se encarga de habilitar el


encendido y el apagado de un sistema. Cuando el circuito eléctrico está abierto, la corriente puede
pasar. Pero, en el momento en que se cierra, esta deja de funcionar.

Componentes

Encontramos cuatro componentes básicos en un interruptor.

– Actuantes: son los que, cuando accionamos el interruptor, abren o cierran el circuito que les da
luz.

– Pulsadores: son los que mantienen unidos los contactos, por lo que necesitan un operador que
mantenga la presión para mantener unidos estos contactos.

– Cantidad de vías: cada posición del interruptor cuenta con una acción determinada. Cada una
realiza una función.

– Cantidad de polos: se trata del número de circuitos individuales que es capaz de controlar un
único interruptor. Además, estos circuitos pueden llevar voltajes diferentes.

Los interruptores de pared son elementos de control que se encargan del encendido o apagado de
luminarias, ventiladores, calentadores, control de equipos por tomacorrientes, etc. Estos se fijan
con tornillos en cajas con forma rectangular, que se encuentra empotrada o en la superficie de la
pared.

Tipos de interruptores
Interruptor básico

Es el más habitual por su sencillez de uso. Su estilo se puede adaptar a cualquier tipo de vivienda,
desde una casa muy clásica hasta la más minimalista. Se compone de un embellecedor que actúa
como marco. Normalmente suelen ser del mismo color pero ya existen en el mercado opciones
más arriesgadas y divertidas para darle un toque más personal.

Interruptor doble o múltiple

Este tipo de interruptor es muy común en espacios grandes en los que necesitas accionar la luz de
diferentes zonas desde un mismo punto. Por ejemplo en un salón te permite poder encender la luz
de la zona del comedor por un lado y la zona de sala de estar por otro, siempre desde un mismo
punto.

La estética del interruptor es muy similar a la del básico pero con una diferencia, dispones de dos
interruptores, de menor tamaño unidos en el centro del embellecedor. El objetivo de colocar este
tipo de interruptores es, además de controlar la luz de diferentes zonas, ahorrar electricidad ya
que no tendrás que tener iluminada toda la estancia si no vas a ocuparla.

Interruptor de pie

Los interruptores eléctricos de pie son los más utilizados para accionar las lámparas de arco o de
pie. Cada vez este tipo de interruptores son más estéticos, por lo que no es necesario ocultarlos
entre los sofás o alguna alfombra. A pesar de que su uso está bastante limitado, son muy prácticos
para casos puntuales, como el de este tipo de lámparas.

Interruptor de mano

Los interruptores de mano son verdaderamente prácticos. Es habitual que estén instalados en
flexos y lámparas de las zonas de estudio. Son muy cómodos, ya que permiten encender y apagar
los elementos luminosos sin necesidad de levantarse.

También son los más comunes en las lámparas de noche que mucha gente tiene instaladas en su
mesilla. Poder accionarla sin necesidad de levantarse de la cama es una gran comodidad.

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