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El rol del ciudadano frente al Ciber riesgo en infantes y adolescentes

Kedin Ronald Ávila Fabián

Lady Rosselli Ávila Rodríguez

Juan Carlos Céspedes Azañero

Gilmer Alberto Pérez Briceño

Departamento de Humanidades, Universidad Privada del Norte

Comunicación 3

Mgtr. José Carranza Alvarado

8/5/2022
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El rol del ciudadano frente al Ciber riesgo en infantes y adolescentes

I. INTRODUCCIÓN

Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) nos aportan verdaderas

posibilidades para crear ambientes enriquecidos, han llegado a tener tanto impacto que la

sociedad, la familia, la escuela y el entorno son variables determinantes que influyen en el uso o

abuso que la población infantil y adolescente hace de estas tecnologías. Además, cabe resaltar

que el aumento de la conectividad en los hogares con jóvenes de edades entre 10 y 19 años es

más acelerado que el que registran los hogares compuestos únicamente por mayores de 20 años

(Trucco, 2014). La complejidad de las relaciones en niños y adolescentes en el mundo digital

produce riesgos y potencialidades; pero, ¿los padres, ciudadanos, gobierno y tutores con su

involucración podrán mermar los peligros a los que están expuestos los infantes y adolescentes?

En el presente ensayo se pretende meditar de forma crítica sobre el rol de la ciudadanía frente a

los riesgos que se presentan en los infantiles y adolescentes en la era digital con el uso de las

TIC. Además, de conocer todos los riesgos digitales que se pueden presentar en el día a día; de

modo que, la ciudadanía tome un rol protagónico sobre dicho problema mayúsculo y aumentar la

cultura digital. En consecuencia, creemos que ante los ciber riesgos la ciudadanía debe

proporcionar un entorno protector con estrategias de educación digital en infantes y adolescentes.


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II. DESARROLLO

Las TIC simplifican considerablemente nuestros que haceres cotidianos. El uso es positivo,

siempre que no se dejen de lado el resto de las actividades propias de una vida normal (estudiar,

hacer deporte, ir al cine, salir con los amigos o relacionarse con la familia). Otra cosa es cuando

el abuso de la tecnología provoca aislamiento, induce ansiedad, afecta a la autoestima y le hace

perder al sujeto su capacidad de control. Las redes sociales son el espantajo que aleja el fantasma

de la exclusión: se vuelcan las emociones, con la protección que ofrece la pantalla, y se comparte

el tiempo libre. Uno puede creerse popular porque tiene listas de amigos en las redes sociales.

Factores de riesgo

A un nivel demográfico, los adolescentes constituyen un grupo de riesgo porque tienden a buscar

sensaciones nuevas y son los que más se conectan a Internet, además de estar más familiarizados

con las nuevas tecnologías (Sánchez-Carbonell, Beranuy, Castellana, Chamorro y Oberst, 2008).

Sin embargo, hay personas más vulnerables que otras a las adicciones. De hecho, la

disponibilidad ambiental de las nuevas tecnologías en las sociedades desarrolladas es muy

amplia y, sin embargo, sólo un reducido número de personas muestran problemas de adicción

(Becoña, 2009; Echeburúa y Fernández-Montalvo, 2006; Labrador y Villadangos, 2009).

Hay veces, sin embargo, en que en la adicción subyace un problema de personalidad, timidez

excesiva, baja autoestima o rechazo de la imagen corporal, por ejemplo, un estilo de

afrontamiento inadecuado ante las dificultades cotidianas. A s u vez, los problemas psiquiátricos

previos (depresión, TDAH, fobia social u hostilidad) aumentan el riesgo de engancharse a

Internet (Estévez, Bayón, De la Cruz y Fernández-Liria, 2009; García del Castillo, Terol, Nieto,

Lledó, Sánchez, Martín-Aragón, et al., 2008; Yang, Choe, Balty y Lee, 2005).
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Señales de alarma

Las principales señales de alarma que denotan una dependencia a las TIC o a las redes sociales y

que pueden ser un reflejo de la conversión de una afición en una adicción son las siguientes

(Young, 1998):

 Privarse de sueño menor a 5 años, para estar conectado a la red, al a que se dedica unos

tiempos de conexión anormalmente altos.

 Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones

sociales, el estudio o el cuidado de la salud.

 Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como los padres o los

hermanos

 Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción del

tiempo.

 Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego.

 Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el rendimiento en los estudios

 Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del ordenador

De este modo, conectarse al ordenador nada más llegar a casa, meterse en Internet nada más

levantarse y ser lo último que se hace antes de acostarse, así como reducir el tiempo de las tareas

cotidianas, tales como comer, dormir, estudiar o charlar con la familia, configuran el perfil de un

adicto a Internet. Más que el número de horas conectado a la red, lo determinante es el grado de

interferencia en la vida cotidiana (Davis, 2001).


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III. CONCLUSIÓN

Tras el análisis, podemos deducir que a nivel local, nacional e internacional los riesgos

del abuso y mal uso de las TIC acarrean incontables daños a la sociedad. Frente a esto, hemos

asumido el importantísimo rol que cumple el ciudadano, quien debe proporcionar estrategias y

acciones concretas y efectivas para difundir la educación digital y así otorgar un espacio de

seguridad digital frente a todo tipo de riesgos en infantes y adolescentes. De hecho, es importante

que el compromiso del ciudadano en fomentar una educación digital en infantes y adolescentes,

comience con la preparación de los mismos ciudadanos, padres, autoridades y tutores. Es más, la

educación digital debe comenzar con definiciones de y de las diversas TIC, posteriormente de los

riesgos digitales y de la forma como prevenir; y finalmente una sensibilización para promover la

educación digital. Por todo lo expuesto, hacemos un llamado a las intuiciones tanto públicas

como privadas, a los ciudadanos, a los padres que estén inmersos en las TIC, a tomar importantes

retos que promuevan la salud pública, que afecta la parte física, la parte biológica de las personas

y que pueden acarrear afectaciones a las cosas materiales e incluso atentar contra la vida misma.
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Referencias

 Trucco, D. (2014). Educación y desigualdad en América Latina. Santiago (Chile):

Naciones Unidas. https://repositorio.cepal.org/handle/11362/36835

 Adicción a las nuevas tecnologías ya las redes sociales en jóvenes: un


nuevo reto

https://www.redalyc.org/pdf/2891/289122889001.pdf

 Becoña, E. (2009). Factores de riesgo y de protección en la adicción a las nuevas

tecnologías. En E. Echeburúa, F.J. Labrador y E. Becoña (eds.), Adicción a las nuevas

tecnologías en adolescentes y jóvenes (pp. 77-97). Madrid: Pirámide

https://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/196/0

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