Importancia del subsolado

como práctica de manejo

de praderas
Autores: Erika Vistoso Gacitúa, Josué Martínez-Lagos / INIA Remehue

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS - INFORMATIVO N° 260 - AÑO 2020

Introducción sembradora, cortadora de barra, etc.), la cual por la aplicación

Las praderas requieren de condiciones adecuadas del suelo
para su crecimiento y desarrollo, entre ellas una buena airea-
ción, lo cual implica al menos un 10% de poros llenos de aire
en el suelo. A través del tiempo, por la acción natural (hu-
mectación-desecación e impacto de las gotas de lluvia en
el suelo) o mecánica (paso de las ruedas de tractores o mal
uso de la maquinaria agrícola y, por el pisoteo del ganado),
se forman capas impermeables (compactación del suelo) que
disminuyen la capacidad de infiltración del suelo, lo que pro-
mueve el escurrimiento del agua lluvia, erosionando el suelo
y perdiendo nutrientes que son esenciales para las plantas.
Además, la compactación del suelo y el aumento de su den-
sidad aparente están fuertemente influenciadas por el trán-
sito de maquinaria agrícola (ej. tractor, trompo, rastra, arado,
Figura 1. Efecto de diferentes grados de compactación en la siembra.
de presiones del rodaje de los tractores pueden afectar la re-
sistencia mecánica, debilitar la estructura y disminuir la po-
rosidad del suelo. A la vez un suelo compactado podría llegar
a afectar el buen funcionamiento de la maquinaria agrícola.
También el pisoteo de los animales puede ser una importante
causa de la compactación a nivel predial. Por ejemplo, en la
Figura 1, podemos observar los efectos de diferentes grados
de compactación en la profundidad de siembra de la sembra-
dora, afectando a las semillas, las cuales quedarán esparcidas
o descubiertas y, por ende, incidirá directamente en el ade-
cuado establecimiento de cultivos y/o praderas.
Estas capas impermeables deben ser desmenuzadas, a través
de su rotura por laboreo vertical con arado subsolador sin
invertir el suelo, para permitir un adecuado intercambio

Suelo Compactado Suelo Moderado Suelo Suelto

Fuente: Adaptado de Yoshikawua et al. 2012. Capítulo 4. Compactación de los suelos. p: 70-89. En: Riquelme et al. (Eds.) Manejo y prácticas conservacionistas del suelo para
un desarrollo sustentable del secano. Boletín Técnico Nº 124. INIA Quilamapu.

Figura 2. Calicata permite observar el perfil del suelo.

(a) (b)

Parte
superior
más
ancha
Fuentes: (a) Riquelme, J. y Carrasco, J. 2012. Capítulo 1. Laboreo conservacionista de suelos: arado subsolador y arado cincel para la preparación de suelos.
p: 11-22. En: Carrasco et al. (Eds.) Técnicas de conservación de suelo, agua y vegetación en territorios degradados. Serie Actas INIA Nº 48, (b)
Carrasco, J., Antúnez, A., y Lemus, G. 2009. Elementos a considerar en la caracterización de un suelo. Informativo INIA N°30, INIA Rayentué, 4 p.
gaseoso, especialmente bajo condiciones húmedas que
restrinjan el crecimiento de las especies pratenses tanto
al establecimiento de ellas como durante su desarrollo y
producción.
¿Cómo determinar el grado de
compactación del suelo?
Previo al establecimiento de praderas, se recomienda efectuar
una calicata (1,5 m profundidad x 1 m ancho x 1 m largo,
Figura 2) en diferentes sectores del potrero para conocer
las características del perfil de suelo (textura, profundidad,
drenaje, pedregosidad, presencia de raíces, etc.) y determinar
las limitaciones. La densidad aparente es el indicador más
usado para diagnosticar compactación del suelo, siendo esta
el peso seco de un volumen de suelo (g cm-3).
Otro método para determinar con exactitud el grado de
compactación del suelo, es medir con un penetrómetro el
índice de dureza del suelo, recomendándose valores ≤ 24
mm para una adecuada labor, en la estrata arable, de los
implementos de labranza (Figura 3 y Cuadro 1).
Figura 3. Penetrómetro.
DUROMETRO DE SUELO YAMANAKA
RESGISTRADOR DE PENETRACIÓN DAIKI
Implementación de la práctica de
manejo de subsolado del suelo
Después de determinar la presencia de estratas compactadas
en el suelo, se deberá usar el arado subsolador para reducir
esta limitación, buscando mejorar la penetración del sistema
radical de las especies pratenses, la permeabilidad del agua
en el perfil de suelo y el drenaje superficial. El subsolado
también se puede realizar empleando una máquina
retroexcavadora, reemplazando la cuchara, balde, o cucharón
por la barra portaherramientas y su sistema de enganche.
Los requerimientos edafoclimáticos para seleccionar un
terreno y aplicar esta práctica de manejo se presentan en el
Cuadro 2.
El arado subsolador (Figura 4) consta de uno, tres o más brazos
montados sobre una barra portaherramientas. Los brazos
deben tener una inclinación idealmente de 45° y su altura
se debe ajustar a la profundidad de trabajo con respecto a
la profundidad a la que se encuentra la estrata compactada.
Se aconseja realizar la labor 10 cm por debajo de la estrata
compactada.
La bota o pie del subsolador presenta un corte en la punta
con un ángulo de inclinación que facilita la penetración del
arado subsolador en el suelo. Un disco cortador delante del
subsolador facilita el corte de los primeros centímetros de
suelo, abriendo un camino expedito al brazo de la unidad
de rotura del subsolador. El rodillo desterronador, acoplado
detrás de los brazos, desmenuza los agregados de suelo de
mayor tamaño.

Cuadro 1. Índice de dureza del suelo.

Compactación índice de dureza Resistencia a la Desarrollo
del suelo del suelo (mm) penetración (MPa/cm2) radicular
Muy suelto 0 – 10 0 – 0,14 Fácil
Suelto 11 – 18 0,15 – 0,46 Fácil
Moderado 19- 24 0,47 – 1,16 Poco difícil
Compactado 25 – 28 1,17 – 2,43 Difícil
Muy compactado > 29 > 2,44 Muy difícil
Fuente: (Figura 3 y Cuadro 1): Adaptado de Yoshikawua et al. 2012. Capítulo 4. Compactación de los suelos. p: 70-89. En: Riquelme et al. (Eds.)
Manejo y prácticas conservacionistas del suelo para un desarrollo sustentable del secano. Boletín Técnico Nº 124. INIA Quilamapu.

.Cuadro 2: Requerimientos edafoclimáticos para la práctica del subsolado

REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS
Precipitaciones 500 –1.000 mm
Pendiente 5 – 30 %
Profundidad 50 – 80 cm
Periodo de crecimiento mayo – octubre
Fertilidad del suelo muy baja a baja
Textura del suelo franco arcillo arenosa
Erosionabilidad del suelo alta, sin conservación; media – baja, con conservación
Drenaje bueno en sectores con pendiente; imperfecto en sectores bajos
Pedregosidad superficial escasa
Fuente: Adaptado de Prácticas de conservación de suelos y agua para la adaptación productiva a la variabilidad climática. Secano de la Región de O`Higgins. MINAGRI-FAO. 2011. 33p.
 Figura 4. Arado subsolador de enganche integral de tres brazos al tractor.
(a)
Fuente: (a) Yoshikawua et al. 2012. Capítulo 4. Compactación de los suelos. p: 70-89. En: Riquelme et al. (Eds.) Manejo y prácticas conservacionistas
del suelo para un desarrollo sustentable del secano. Boletín Técnico Nº 124. INIA Quilamapu, (b) Carrasco, J., Riquelme, J., Aguirre, C., y Silva,
L. 2016. Técnicas de manejo mecanizado de rastrojos del cultivo de maíz y del suelo. Informativo INIA N°58, INIA Rayentué, 4 p.
Una eficiente labor de subsolación, requiere de una adecuada
humedad del suelo y detectar la profundidad de la estrata
compactada, para adecuar la profundidad de labor del arado
subsolador. Se recomienda realizar esta labor después de
las primeras lluvias de otoño o a fines de la época invernal,
cuando el suelo no esté excesivamente húmedo, para lograr
el efecto de resquebrajamiento del perfil de suelo.
La potencia requerida por cada brazo varía con el estado
de compactación del suelo, tipo de subsolador, estado de la
punta y velocidad de trabajo (la cual debe ser baja por la gran
potencia que requiere para moverse). El número de brazos y
la distancia entre ellos dependerán de la potencia del tractor
y de la profundidad de trabajo.
Los suelos arcillosos (ej. Ultisoles de la Región de Los Ríos) se
rompen formando grietas de mayor longitud que los suelos de
otras texturas. Para determinar el ancho entre las pasadas del
subsolador se recomienda introducir el subsolador en la pared
de una calicata, a la profundidad de trabajo y, posteriormente,
medir la longitud media de las grietas producidas al avanzar
el tractor. La separación entre las pasadas del subsolador
debe ajustarse de modo tal que las grietas se traslapen
ligeramente.
El arado subsolador también se usa en la construcción de
túneles de drenaje en terrenos arcillosos con problemas
de acumulación de agua en el perfil de suelo. Para ello, en
la parte posterior de la bota se instala un balín tipo topo
unido por una cadena para lograr el efecto de formación de
túneles de drenaje. Esta labor requiere que el suelo presente
un contenido de humedad por sobre la capacidad de campo.
En terrenos con pendiente > 10%, la labor debe seguir las
curvas de nivel. La labor debe ser en dirección perpendicular
a la de los canales de drenaje, para facilitar el flujo del agua
a los drenes de evacuación. La profundidad mínima de la
labor del arado subsolador debe ser de 40 cm y el ancho de
trabajo debe fluctuar entre 1,5 a 2 m, en cambio, la labor con
subsolador escarificador, la profundidad de trabajo es de 35-
40 cm y el ancho de trabajo de 10 m.
A continuación, se detallan las regulaciones necesarias para
el adecuado funcionamiento del arado subsolador:
1. Regulación en sentido transversal: el chasis o barra porta
herramienta, debe mantener un plano paralelo con el
suelo para permitir que todas las unidades de rotura
penetren verticalmente en el suelo a igual profundidad
(Figura 5a). Esto se logra, en arados de enganche integral
acortando o alargando el brazo lateral derecho del tractor
y, en los arados de arrastre dependerá de la posición de
las ruedas del tractor.
2. Regulación en sentido longitudinal: la nivelación del chasis
o barra porta herramienta asegura que las unidades de
rotura mantendrán el ángulo de penetración diseñado por
el fabricante. Esto se logra, en arados de enganche integral,
modificando la longitud del brazo superior (tercer punto)
del sistema de levante hidráulico del tractor (Figura 5b).
3. Regulación de la profundidad de trabajo: la profundidad
de las unidades de rotura está en directa función de las
características del perfil de suelo y grado de compactación.
Si a través de una calicata se establece la existencia de
una estrata compactada. Desde la superficie hasta una
profundidad de 60 cm (con mayor compactación entre los
40 a 50 cm), es recomendable subsolar a una profundidad
de 48 cm. Esto se logra midiendo el largo total del brazo
del subsolador (Por ej. 80 cm), el cual se resta a los 48 cm,
alcanzando una diferencia de 33 cm, la cual corresponde
al largo del brazo del subsolador que sobresale desde el
suelo. Para comprobar la efectividad de la profundidad
de labor del subsolador, extraer los primeros 30-40 cm
superficiales de suelo y, posteriormente, con una varilla
graduada medir la profundidad que ha penetrado (Figura
5c).
Importancia del subsolado en suelos
compactados
El subsolar un suelo compactado es importante ya que
provoca la ruptura de los agregados del suelo, creando nuevos
poros (aumenta la macroporosidad, mejorando la capacidad
del suelo de conducir aire y agua; aumentando la profundidad
 Figura 5. Regulación del arado subsolador.
a) b)

c) d)
Fuente: Carrasco, J. y Riquelme, J. 2012. Capítulo 2. Técnicas para el control de la erosión. p: 23-47. En: Carrasco et al. (Eds.) Técnicas de conservación de
suelo, agua y vegetación en territorios degradados. Serie Actas INIA Nº 48.

efectiva) y disminuyendo la resistencia mecánica al
desarrollo de raíces en el suelo (lo que influye positivamente
en los rendimientos). Todo esto permite un mejor desarrollo
radicular, favoreciendo el mantenimiento de la humedad e
influyendo indirectamente en la regulación de la temperatura
del suelo.
La compactación es un fenómeno permanente en casi todos
los suelos agrícolas (aunque también puede deberse en
cierta medida a causas naturales), por lo que la práctica del
subsolado debiese ser considerada como periódica en la
planificación predial. La compactación puede ser difícil de
corregir en algunos suelos, involucrando un costo alto para
el agricultor, por ello se recomienda aplicar una serie de
medidas preventivas que ayudan a evitar la degradación del
suelo, por ejemplo: incorporar/mantener la materia orgánica
y la biología del suelo (ej. presencia de lombrices que hacen
canales), ya que un suelo pobre, es decir con poca actividad
biológica esta propenso a sufrir compactación con mayor
facilidad; un buen sistema de rotación de potreros que permita
una adecuada capacidad de carga; tener en consideración
temas relacionados con el ingreso y utilización de maquinaria
(distribución del peso, presión y ancho de neumáticos,
velocidad y profundidad de trabajo, etc.). Es importante
recordar que suelos compactados, presentan peores
condiciones para el desarrollo radicular de las plantas y, por
ende, una menor producción, ya que la menor porosidad limita
el movimiento de aire y agua, y la disponibilidad de oxígeno
lo que influye en la nitrificación del suelo, favoreciendo por
ejemplo pérdidas de nitrógeno por vía gaseosa.

Agradecimientos:
Programa de “Transferencia tecnológica para el eslabón productivo de la cadena ovina, láctea y
hortofrutícola”, perteneciente a la Política Regional de Desarrollo Silvoagropecuario del Gobierno
Regional de Los Ríos y GTT Producción Ganadera Sustentable.

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Comité Editor: Rodrigo Candia Antich , Ing. Agrónomo, M.Sc., INIA La Platina; Yonathan Redel Hemberger, Ing. Agrónomo, Dr. Cs., INIA Intihuasi y
Luis Opazo, Periodista, M.C.E. / INIA Remehue.
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