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Antes que nada, debemos decir que, pensar y trabajar la temática acerca de
democracia y ciudadanía desde la escuela realmente no es una tarea nada
sencilla. Hay que tener en cuenta algo relevante y es que, la historia de la escuela
nos presenta una institución jerárquica sin mayor espacio para lo que respecta al
debate de ideas, para la participación en las decisiones que se toman o para las
relaciones de carácter horizontal entre sus integrantes. No obstante, podemos
conocer con claridad que, en las últimas décadas, las nociones de democracia y
ciudadanía al igual que las practicas relacionadas con ellas, se han vuelto parte de
lo que se enseña en los recintos escolares y de la reflexión acerca de las
relaciones que se establecen al interior de dichas instituciones. Lo último
mencionado cabe expresar que, podría estar ocasionando cierta tensión entre lo
que es la tradición de la institución escolar y la tendencia hacia el cambio en el
sistema educativo.
Teniendo en cuenta lo anterior es que podemos comentar que para dar solución a
estas tensiones y contribuir con el fortalecimiento de la democracia y la ciudadanía
en la sociedad colombiana, se considera más que necesario e importante
reconocer las opiniones no solo de estudiantes sino también de familias y
maestros sobre las principales características de la democracia y de lo que es un
buen ciudadano, al igual que sus opiniones sobre los principales deberes y
derechos de los ciudadanos. De igual manera, es altamente relevante y necesario
investigar con respecto a las concepciones de igualdad y derechos que poseen los
actores educativos en referencia a la diversidad histórica, cultural y de género en
nuestro país.
Sin embargo, por otro lado, existe una segunda razón importante y es que en la
escuela más allá de los contenidos que tienen que ver con ciudadanía o
democracia, es donde se viven las actitudes democráticas o se experimentan las
actitudes democráticas de mejor manera, allí es donde uno se enfrenta con
situaciones de discriminación, de corrupción y por lo tanto, deberían desarrollarse
esos valores que puedan combatir estos asuntos que también forman parte de la
democracia y que a veces solo se piensa que tienen que ver solo con procesos
electorales.
Por otra parte, cabe decir que, las maneras de trabajar la ciudadanía en la escuela
pueden ser muy diversas, los enfoques pueden ser muy diversos, algunos
privilegian un trabajo muy vivencial que supone que la escuela se maneje como un
espacio democrático, que los chicos tengan participación en las decisiones que los
afectan. Hay otro enfoque que enfatiza más el tema de los conocimientos, se debe
saber cómo están organizadas las instituciones en el país, de que se ocupa cada
uno de los poderes del estado, bajo el supuesto de que sin manejar esa
información no hay manera de ejercer la ciudadanía.
Es conveniente decir que, fuera de los enfoques ya mencionados, hay algo más
básico aún que tiene que ver con la calidad de la educación que la escuela les
proporciona a los niños, ya que, si ese va a ser el primer espacio en el que el niño
tenga relación con el estado, lo que debería pasar es que reciba una educación de
calidad, un servicio de calidad de ese estado del que es parte. Esa sería la mejor
manera de establecer una relación positiva con el estado y de ingresar a esta
categoría de ciudadano positiva. En ese sentido, Hay muchas opciones de trabajo
en las aulas pedagógicas que se pueden hacer con los niños que contribuyen a
esto, por poner un ejemplo, el desarrollo de pensamiento crítico, la capacidad de
elaborar hipótesis, de analizar un razonamiento, de distinguir una opinión de un
hecho, de ser capaz de valorar distintos tipos de evidencia, etc.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS