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París – Recorridos MC:

1) Hemingway – París era una fiesta


 Menciones de los cafés y las buhardillas
 Casa de Gertrude Stein – cuadros
 Inspiración de él con Cezanne, Monet, Manet
 Lugares: el 27 de la Rue de Fleurus (donde vivía Stein), place Contrescarpe,
Café des Amateurs, bulevar Saint Michel y Saint Germain, el Louvre
 Conversaciones en casa de Stein con Pound, Fitzgerald, etc, como se ve en
la película de Woody Allen

2) Julio Ramón Ribeyro – Cuentos y diarios


 Cuento: Sólo para fumadores (explicación y escenas en París: Barrio Latino,
museo Cluny, hotelito en Rue de la Harpe,) / La juventud en la otra Ribera
Notredame, Montparnase y dos clichés: el del amor furtivo en París (como
en la película de Allen) y el de la juventud perdida enamorándose de alguien
más joven.
 Fragmentos de diario: tumba de Vallejo (en Montparnase, como Cortázar y
Fuentes), bares nocturnos, rue Vouille, Place Falguiere, vida de peruanos en
París, etc

3) Elena Garro
 Allí se sitúan dos novelas de Garro medio autobiográficas, una, Testimonios
sobre Mariana, revela una persecución por un lado, pero de fondo la vida
bohemia de París (salen personas reales como personajes: Octavio Paz, Bioy
Casares, Bretón, entre otres)
 No sé si podré leer fragmentos (recorrí librerías y pedí el libro por interneh,
quién sabe si me llegue a tiempo), pero sí explicaré ambas novelas y los
años en que Garro y su hija vivieron allí
4) Gertrude Stein – contexto de ella + Autobiografía de Alice B Toklas:
Más:
https://periodicoirreverentes.org/2017/10/02/autobiografia-de-alice-b-toklas-fragmento/
Cuando llegué a París por vez primera, una amiga que me acompañaba y yo nos
alojamos en un hotelito del Boulevard Saint-Michel, y luego alquilamos una
vivienda en la rue Notre-Dame des Champs, y luego mi amiga regresó a California,
y yo fui a vivir con Gertrude Stein en la rue de Fleurus.

Alice, el yo narrador, describe con minuciosidad aquel taller con muebles de


renacimiento italiano y con altas paredes cubiertas de cuadros que entonces
“carecían de valor”. Eran pinturas de Matisse, Picasso, Renoir, Cézanne…; había
dos Gauguins y un Toulouse-Lautrec: “Los cuadros eran tan raros que, al principio,
una miraba cualquier cosa antes que los cuadros”.

Los dos reconocían que Hemingway era un timorato. (…)Y, luego, los dos se
mostraban acordes en que sentían debilidad por Hemingway, debido a que era un
buen discípulo. Yo protestaba: “No, no lo es. Es un discípulo repelente.” Y los dos
decían: “¿Pero no comprendes lo halagador que es tener un discípulo que hace lo
que le dicen, sin comprender lo que hace, es decir, un discípulo que se deja guiar, y
que todos los discípulos que se dejan guiar son los favoritos de los maestros?”

5) Vallejo – contexto de su obra – Lectura de Los heraldos negros + los dos poemas en
que premoniza su muerte, por lo menos Me moriré en París con aguacero

6) O Margerite Yourcenar (no me consta: era belga y Memorias de Adriano no se sitúa


en París) o Margerite Duras

Si fuera Duras:
El ú nico eco vivo de aquellas travesías oceá nicas que queda en París tal
vez sea la reunió n mensual de la librería Ulysse, que la viajera y librera
Catherine Domain mantiene vigente cada primer miércoles de mes: el
Cargo Club.
“Otro pequeñ o París, el de Marguerite Duras, se encuentra a media hora
a pie de aquí, má s allá de los buquinistas del Sena y de la librería
Shakespeare and Company y del puente de las Artes (que al fin ha sido
rescatado del secuestro de toneladas de candados best-seller); en esa
otra isla de St Germain-des-Pres que configuran en forma de triá ngulo
las calles de Saint-Pères y Mazarine y el Boulevard Saint-Germain. Esos
pocos kiló metros donde está n –reconcentrados– algunos de los iconos
literarios más famosos de esta ciudad: el café de Flore, el café Les Deux
Magots, la brasserie Lipp, la librería L’É cume des Pages, el café Lilles, la
editorial Gallimard y las ruinas de la librería La Hune, que en paz
descanse en el limbo de las librerías, si no ha llegado ya a su merecido
paraíso.” Jorge Carrió n

Las direcciones de Marguerite:


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Su hogar en la gran ciudad: Su domicilio parisino (donde vivió también Yann Andréa sus años de
viudez) es, probablemente, el espacio donde Duras pasó más tiempo, aunque en su obra es mucho
más importante su casa de Neauphle-le-Château. Rue de Saint-Benoît, 5.

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Su restaurante habitual: El Petit Saint-Benoît es un elegante y sencillo local de comida francesa,


donde comían también Jean Paul Sartre, Boris Vian y Jacques Prévert. Rue de Saint-Benoît, 4.

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Una librería donde encontrarla: La Libraire des Femmes (también editorial) vende solo libros
escritos por mujeres. Es la traducción práctica del proyecto teórico y político de Antoinette Fouque.
Rue de Jacob, 33-35.

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Un homenaje en forma de biblioteca: Más que las grandes bibliotecas o las librerías fotogénicas, la
Médiathèque Marguerite Duras, con su auditorio, forma parte de la vida cotidiana de los parisinos.
Rue de Bagnolet, 115.

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Su pantalla propia: En la Cinémathèque Française, la obra de Duras sigue muy presente. Protagoniza
ciclos temáticos y en su archivo se conservan 40 películas escritas o dirigidas por ella. Rue de Bercy,
51.

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Su lugar de reposo: El cementerio de Montparnasse cuenta con las 19 hectáreas de muerte más
literarias y artísticas del mundo. Edificado a principios del siglo XIX, en él descansan (y reciben a
miles de turistas) Beckett, Sartre, Beauvoir o Sontag. Boulevard Edgar Quinet, 3

No encuentro fotos de Duras en el Café de Flore, en cuyas paredes hay


numerosos retratos de artistas. Sí hay una de Simone de Beauvoir
sentada a una mesa, escribiendo, rodeada por la gran placa de má rmol
de la pared. Esa soledad fría debe de ser como la que sentía Duras en
aquellos añ os. Cuando, incluso en la ciudad del mundo con má s
escritoras, editoras y libreras, seguían estando en minoría.

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