El ejercicio de la Odontología es una actividad altamente multidisciplinaria, por lo que no

podemos trabajar en forma aislada aunque así lo deseemos. Por tal motivo debemos reunir
una gran cantidad y calidad de conocimientos adquiridos en nuestra formación académica
y ejercicio profesional.

En el primer contacto entre el paciente y un profesional de la salud que acude a consultar

por un problema concreto, se comienza por establecer, en nuestro caso, una relación
odontólogo-enfermo. La actuación del odontólogo ante el paciente debe estar siempre
basada en el conocimiento previo de este último. Por ello es vital la realización de una
historia clínica, que resulta de practicar una recolección de datos o anamnesis y un examen
física exhaustivo acompañado por las pruebas complementarias que pueden aportar datos
aclaratorios, contribuyendo a un buen diagnóstico y, con ello a buena historia clínica.