Está en la página 1de 2

BILBAO SONG – JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO

Se puede conocer una ciudad


paseando por sus calles, emigrando,
bebiendo en sus tabernas,
y también, por supuesto,
de otras cien mil maneras.
Yo conocí Bilbao
yendo a comprar cristales
para una empresa en la que trabajé;
y aunque después la he visto muchas veces
pienso que como entonces
no la veré jamás,
con su café de gatos y mujeres
en aquel barrio hermoso
como la muerte, y luego,
anatemas murales, niños blancos
llevados por niñeras increíbles,
luz de plomo y carbón
en los paseos,
y monjas monjas monjas
y bocadillos de jamón,
historias de un pasado tenebroso
conversaciones, niño
pórtate bien, qué leches,
sírvanos dos chiquitos paga éste,
ayer trincaron a Ramón,
ay mi chico, me matas,
sigue sigue,
y el zumbido, el martillo,
la competencia de las vagonetas,
todo rodeando aquel Bilbao absurdo
con aire medio inglés y derrotado,
ciudad para vivir, para beber,
si no le llevan los demonios, oiga,
y tanto ruido junto
para nada,
tanta muerte en la guerra
y la perdieron,
tanto placer, y sólo por diez duros.
LIFE VEST UNDER YOUR SEAT – Luis Garcia Montero

A Dionisio y José Olivio

Señores pasajeros buenas tardes


y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattam,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.

También podría gustarte