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EFICIENCIA

ENERGÉTICA
Sustentabilidad y Uso
Eficiente de la Energía

Bloque 2

SUEEA0420
SUSTENTABILIDAD Y USO EFICIENTE DE LA ENERGÍA

El presente material recopila una serie de definiciones, explicaciones y ejemplos prácticos de autores especiali-
zados que te ayudarán a comprender los temas principales de este bloque.

Las marcas usadas en la antología son única y exclusivamente de carácter educativo y de investigación, sin fines
lucrativos ni comerciales.

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SUSTENTABILIDAD Y USO EFICIENTE DE LA ENERGÍA

Eficiencia energética

3. Eficiencia energética
El desarrollo y crecimiento exponencial de los países, al paso del tiempo y por lógica, trae consigo el au-
mento del consumo energético, y el desafío en general para todos los involucrados es lograr que se haga
un uso responsable de la energía. No se trata de que ya no consuman energía, se trata de que se haga un
uso racional y responsable de ella.

Los recursos naturales no son ilimitados, por lo tanto la responsabilidad de preservarlos cae en todos los
sectores, por ello es importante conocer estos datos para generar eficiencia energética en sus industrias
(Cervantes, Vargas y Barradas, 2001, pp. 19-24).

La energía que se usa en todos los sectores alrededor del mundo, provienen de dos fuentes principales:
recursos renovables y no renovables. Lamentablemente, la mayor cantidad de energía consumida hoy
proviene de combustibles fósiles como el gas natural, el carbón y el petróleo. Por lo tanto, se ha hecho
un llamado urgente a reducir el consumo energético de estas fuentes de energía y apostar por el uso de
energías renovables como el viento, el sol, la biomasa, etcétera. Para lograrlo, es fundamental enten-
der cómo funciona la energía en el planeta y así buscar los medios de acceso a ésta, para saber cómo
utilizarla de forma responsable.

La eficiencia energética la encontramos cuando se reduce el consumo energético actual y buscamos


nuevas opciones de generación con un consumo congruente, moderado y sobre todo inteligente. La
eficiencia energética no es nada nuevo, ni es un tema de moda, es tener en mente que los recursos del
planeta no son infinitos y que recae en nuestras manos, la responsabilidad de considerar la preservación
del medio ambiente dentro de nuestra actividad profesional.

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La eficiencia, como en cualquier aspecto de nuestra vida, como en el capital monetario, recursos huma-
nos, en el trabajo, en la productividad laboral, se refiere a la relación entre los resultados recuperados y
los recursos utilizados, en este caso energéticos. Es decir, la eficiencia energética se obtiene al obtener
un equilibrio entre ambos aspectos.

Entonces, la eficiencia energética debe de ser el cambio de consciencia que se genera cuando enten-
demos el objetivo de mejorar y racionalizar el uso de fuentes de energía. El uso racional de la energía es
comúnmente llamado eficiencia energética, porque a fin de cuentas es usar la energía correcta obteniendo
un resultado correcto. Ésta es una práctica que debe estar presente no sólo para arquitectos, ingenieros
o constructores. La eficiencia energética se extiende a todos los profesionales y todos los sectores.

Independientemente si se trabaja o no en una empresa que consuma energía, la eficiencia energética


es tarea de todos al reducir el consumo de la misma. Todos consumimos energía en los hogares, en el
gimnasio, en el auto, en el trabajo y las empresas que son los compradores masivos de energía deben
reducir su consumo para disminuir costos y promover la sustentabilidad.

La sustentabilidad persigue el equilibrio entre el medio social, el medio ambiente y el valor monetario, por
lo tanto, al implementar estrategias de diseño sustentable, se podrá ahorrar energía y, por ende, miles
de millones de unidades monetarias.

En este sentido, la eficiencia energética debe de verse, en su integralidad, como las acciones necesarias
que todos podemos implementar y sobre todo, tener en mente, que se pueden lograr con actividades
conscientes y con hábitos de consumo que racionalicen los recursos del planeta.

3.1. Isla de calor

Desde que el ser humano comenzó a satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y reproduc-
ción, por instinto de igual forma tuvo el requerimiento de construir un espacio que le diera la comodidad
y seguridad para protegerse de las inclemencias del clima y de las amenazas que afectan su integridad
física. En un principio creó espacios para vivir y desarrollarse como las chozas, cuya evolución dio origen
a lo que hoy se conoce como casa habitación.

El ser humano, con el descubrimiento de la agricultura, desarrolló sociedades que se convirtieron en


grandes asentamientos, llamados poblados, comunidades y grandes ciudades. Estos asentamientos
humanos modificaron de manera drástica las condiciones naturales del sitio, las cuales fueron más
marcadas con el paso del tiempo, hasta lo que se conoce hoy en día.

El consumo irracional, la falta de consideración y la construcción masiva que buscaba sustituir los
elementos naturales por los artificiales y urbanos como los grandes edificios, carreteras, autopistas,
pavimentos, centros urbanos, entre otros, desestabilizan el sistema y alteran el clima.

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En el caso de las grandes ciudades como la Ciudad de México, la creciente urbanización generó un cambio
climático en donde la mayor temperatura se concentra en la urbe, en comparación con una zona rural
cercana; la ciudad se asimila como una isla de calor en donde se concentran temperaturas desorbitantes.

La vegetación es un elemento esencial en la planeación de toda ciudad ya que aparte de brindarnos una
cantidad inigualable de beneficios al medio ambiente, también desempeña un papel clave en la gene-
ración de microclimas debido a la absorción de la temperatura.

En la arquitectura del paisaje y del diseño arquitectónico, el diseño de áreas verdes no sólo ofrece bene-
ficios estéticos, sino que también, al ser elementos dinámicos que interactúan con el ambiente, filtran
el aire. De ahí la importancia de no devastar nuestros bosques, selvas y demás elementos naturales. La
clave radica en encontrar el equilibrio y considerar el medio ambiente como un elemento a respetar y,
sobre todo, valorar.

A pesar de la explicación de la importancia de la vegetación, ésta es sometida en muchas ocasiones al


desarrollo exponencial urbano, siendo desplazada la idea de que un parque va a generar más negocio
que un edificio corporativo, es decir, no se considera las consecuencias graves que puede acarrear la
masificación de edificios y crecer aún más las ciudades. En este caso, podemos concluir que la Isla de
Calor sólo se refiere a la diferencia de temperaturas que existen entre las ciudades y las zonas rurales al
presentar aire más caliente en las primeras.

Las causas principales de este fenómeno, que a fin de cuentas es causado por la actividad humana, son
la densificación de las ciudades, suelos y planchas desmesuradas de concreto, pocas áreas verdes,
pocos cuerpos de agua, contaminación excesiva y sistemas constructivos incapaces de disipar la ra-
diación solar, lo que aumenta la temperatura y provoca una isla de calor.

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3.2. Materiales

En este nuevo tema hablaremos de los materiales de construcción, a los que podemos entender como
el conjunto de elementos que, sin importar su estructura ni forma, son utilizados en las obras para llevar
a cabo los trabajos de edificación. Las características dependen mucho del estado en que se encuen-
tren, y son las fichas técnicas que informan los componentes que lo integran y los requisitos mínimos
requeridos para su manejo.

La mayoría se fabrican con materiales que tienen alta disponibilidad en el mercado, ya sean naturales
y artificiales, y es de suma importancia que al momento de proyectar se investiguen las características
mínimas de cada uno para determinar la seguridad, el confort de los usuarios y la estética del edificio en
su integración a la ciudad.

Las propiedades mínimas que debemos de considerar en cualquier material son:

— Resistencia a la compresión, tensión y a cualquier otro esfuerzo estructural


— Densidad
— Resistencia a la corrosión
— Durabilidad
— Mantenimiento
— Costo
— Técnica constructiva

Cuando una construcción se lleva a cabo, ésta requiere de muchos materiales y recursos para llevarla a
su fin, no son pocos sino una cantidad relativamente grande para todo su proceso. En una obra grande,
la mayoría de las empresas constructoras cuenta con personal adecuado para administrar cada recurso.

Los materiales de construcción no son más que productos, subproductos de la transformación de


materias primas que se usan para la fabricación de edificaciones. Como materias primas encontramos
aquellos que no son procesados y encontramos en la naturaleza como la arena, la grava, el tepetate, la
arcilla, el agua, etcétera.

Este fenómeno puede llegar a tardar varias horas, y mantiene el aire caliente en las ciudades lo que genera
condiciones de confort desfavorables para todos los seres vivos que habitan ahí.

Los materiales de construcción no son más que los productos, subproductos de la transformación de
materias primas que se usan para la fabricación de edificaciones. Como materias primas encontramos
aquellos que no son procesados y encontramos en la naturaleza como la arena, la grava, el tepetate, la
arcilla, el agua, etcétera.

En cambio, los materiales que son procesados desde su materia prima y transformada en otro producto
son el cemento, la cal, el yeso, aluminio, vinil, etcétera.

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En la actualidad, el campo de los materiales en conjunto con el desarrollo de nuevas tecnologías en su


fabricación y en las tendencias tecnológicas en la construcción, buscan materiales que ya consideran
aspectos de eficiencia energética. De hecho, en temas posteriores de certificaciones y estándares, ana-
lizaremos la importancia de una adecuada selección de materiales que garanticen la seguridad, vida útil
y sobre todo el respeto al medio ambiente.

Existen diferentes tipos de materiales, como los orgánicos: la madera, el corcho, el bambú; los materiales
pétreos como la arena, la grava, las rocas, el mármol; los aglutinantes que necesitan unirse con otros más
para formar una consistencia en específico: la cal, el cemento, el yeso; los metálicos como el acero, fierro,
cobre, bronce, aluminio; los sintéticos como el PVC, impermeabilizantes, pinturas, esmaltes, entre otros.

Dejemos en claro que los materiales y sistemas constructivos, representan la “piel constructiva” de
nuestro edificio, es decir, son el elemento intermedio que sirve como medio para hacer las transferencias
e intercambios de energía entre el exterior y el interior. Estos intercambios determinan factores internos
como el grado de confort y bienestar que el usuario puede experimentar, y en el exterior, pueden contri-
buir a fenómenos como la isla de calor.

Es importante tener plena seguridad de que los materiales a emplear cumplen con todas las especifica-
ciones, previstas desde la realización del proyecto arquitectónico ya que constituyen la “piel constructiva”
del elemento integral llamado edificio.

3.3. Sistemas y elementos

Si tenemos en cuenta que los materiales en todo el proceso son uno de los bienes más significativos
para la construcción, se vuelve trascendental seguir una línea que controle el flujo indicado de los mis-
mos. Para ello se realizan diferentes procesos a seguir desde que el material se adquiere, hasta que es
utilizado y aprovechado.

Los sistemas y los elementos que forman parte de la eficiencia energética son aquellos que forman una
parte complementaria de los documentos y planes que deben integrarse al Proyecto Ejecutivo. Su impor-
tancia radica en cada una de las pautas, tanto del diseño como la forma de llevarlo en obra, representa
la calidad de los trabajos en general y del producto final.

Cuando hablamos de especificaciones técnicas nos referimos a aquellas que rigen los reglamentos sobre
materiales utilizados en una determinada actividad. Podemos decir que éstas rigen la obra en sí, ya que
mencionan el método de construcción y la calidad.

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3.4. Certificaciones y ecoetiquetas

Ante la creciente necesidad de implementar modelos de vida sustentables y, sobre todo, que la actividad
profesional de los arquitectos contemple metodologías y modelos de diseño con principios y tendencias
sustentables y bioclimáticas, existen esfuerzos combinados encaminados a mejorar el entorno y con-
tribuir a preservar y cuidar el planeta. Cada día, dichas acciones tienen más presencia e interés a nivel
privado y público al implementar políticas que promuevan la edificación y construcción sustentable.

Las certificaciones sustentables se pueden definir como aquellas metodologías de trabajo que consideran
en mayor o menor medida aspectos de eficiencia energética en sus principios. Dichas certificaciones
tienen un trabajo arduo en la investigación de dicho campo, centralizado en un organismo encargado de
que todo funcione y cumpla con los estándares que la propia certificación pretende.

Por ello mismo, es necesario entender que estas certificaciones deben, obligatoriamente, ser planeadas
en etapas tempranas del proyecto y no esperar hasta que se termine de construir y buscar un organismo
que lo certifique.

Entrando como tal en materia, es obvio que los edificios son los responsables por consumir cantidades
exorbitantes de energía eléctrica, de agua, y otros servicios, además su operación y mantenimiento re-
sulta costoso. Ahí, es donde entra el concepto de manejar los tres ejes de la sustentabilidad: socialmente
aceptado, ecológicamente correcto y económicamente viable.

Desde hace ya varios años, en diferentes países se desarrollan certificaciones, estándares o ecoeti-
quetas de carácter voluntario para cualquier arquitecto, empresa desarrolladora o constructora con la
finalidad de contribuir a la generación del medio ambiente y a la reducción de costos en la construcción
y operación de un edificio.

En el mundo existen una gran cantidad de certificaciones y ecoetiquetas sustentables, encaminadas en


mejorar el entorno de las edificaciones. Las más reconocidas a nivel internacional son LEED, BREAM,
True Zero Waste, Living Building Challenge, Sustainable Sites, entre otras (Revitaliza Consultores, 2018).

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El campo del arquitecto se abre a nuevas posibilidades cuando se adentra al campo de las certifica-
ciones, y por ello es necesario que el arquitecto se enfoque en su totalidad en integrar conceptos de
sustentabilidad en cada fase del diseño, construcción y operación del edificio a lo largo de su vida útil.

La más reconocida y difundida a nivel internacional es LEED (Leadership in Energy and Environmental
Design), creada por el U. S. Green Building Council (USGBC) en 1999 y que, gracias a su evolución, es-
tudio y ampliación en sus términos, hace un modelo de certificación integral en todos sus aspectos para
todo tipo de edificios (Greenbuild, 2020).

A continuación, exponemos algunas de las certificaciones comentadas anteriormente, aunque en temas


posteriores se hablará a detalle de algunas:

— Well Building Standard. Es el sistema de certificación enfocado a la construcción y operación


de edificios saludables y es respaldada por el International Well Building Institute (iwbi). Aborda
las normas para el bienestar y la salud humana más exigentes a nivel internacional, destinadas a
conseguir el mayor porcentaje de optimización de los edificios.
— Sustainable Sites. Es el sistema de certificación enfocado al diseño, construcción y mantenimiento
de proyectos de paisaje como pueden ser parques, vialidades y áreas abiertas de desarrollos de
distinta índole.
— True Zero Waste. Se enfoca en la evaluación del rendimiento en la reducción de residuos y la
maximización de la eficiencia de los recursos.
— Certificación edge. Certificación de construcción sustentable a nivel internacional creada por la
Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial para promover la construcción de
edificios sustentables.
— Living Building Challenge. Es un sistema de calificación adoptado como un modelo de vida, muy
detallado y riguroso en las construcciones sustentables.

En cuanto a las ecoetiquetas, se refiere a los distintivos o etiquetas que nos ayudan a identificar aquellos
productos, materiales o servicios elaborados con prácticas que contribuyen al cuidado y la conservación
del medioambiente.

En la actualidad, existen ecoetiquetas de organismos privados como la etiqueta ecológica europea


(European Commission, 2020), la hoja verde de la Unión Europea (ue) y la etiqueta energética europea.

3.5. nom-ener-008 y nom-ener-02

¿Qué podemos entender por normatividad? Esta es la acción que establece un proceso a seguir paso a
paso, el cual reúne diferentes puntos de vista de diversos temas o materias para realizar dicha actividad,
para cumplir tanto las necesidades como objetivos. Es por ello que surge la necesidad de englobar dichos
parámetros en normas y reglamentos en la construcción, que guíen al arquitecto en el seguimiento de
un proyecto confortable, seguro y funcional en materia energética. Las Normas Mexicanas ( nom) para

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este caso, son regulaciones que integran especificaciones y requisitos evaluados por el gobierno y por
expertos.

En el caso particular del uso y aplicación de la nom-ener-008 (nom-008-ener-2001, Eficiencia ener-


gética en edificaciones, envolvente de edificios, 2001) y la nom-ener-020 (nom-020-ener-2011, Efi-
ciencia energética en edificaciones. - Envolvente de edificios, 2011), se enfoca en la regulación de los
envolventes en los edificios, es decir, de la piel intermediaria entre los agentes del clima y las condiciones
interiores de los espacios.

La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de Energía - CONUEE (2020) ha emitido dos Normas Oficiales
Mexicanas (NOM) sobre este tema:

NOM008ENER(NOM-008-ENER-2001,Eficienciaenergéticaenedificaciones,envolventedeedificios,2001).-EstaNorma
de eficiencia energética se aplica para envolvente de edificios no residenciales (hoteles, plazas,
hospitales, oficinas, aeropuertos, entre otros), enfatizando su aplicación de manera general, so-
bre la cantidad térmica que un edificio debe tener como mínimo, comparado contra un estándar
tratando de estar reglamentado.

NOM020ENER(NOM-020-ENER-2011,Eficienciaenergéticaenedificaciones.-Envolventedeedificios,2011).-EstaNorma
de eficiencia energética a diferencia de la pasada, se utiliza para la envolvente en edificaciones para
uso habitacional, es decir, donde sí se puede habitar por un tiempo prolongado sobre el estándar
mínimo que la envolvente debe cumplir (CONUEE, 2020).

Es importante comentar que, aunque aún falta mucho por desarrollar, ambas normas se enfocan exclusi-
vamente en los aspectos envolventes del edificio. Por lo tanto, y como se ha comentado anteriormente,
los materiales de construcción representan una de las mayores inversiones en cualquier proyecto arqui-
tectónico y, por lo tanto, se busca la reducción de costos al incluir como una envolvente piel construc-
tiva que ayude a aislar de manera térmica al inmueble. Así es posible bajar el consumo energético al no
depender por completo de los electrónicos usados para el clima.

Estas normas tienen un edificio base estipulado, es decir, estandarizado y sobre el cual debemos de rea-
lizar todos los cálculos de nuestro edificio, para así saber cuál es la eficiencia energética del envolvente.
Importante comentar que estos estudios de comparación se deben de realizar a través de la Unidad
Verificadora de nom autorizada.

De acuerdo con Bioconstrucción y Energía Alternativa (2020), “una Unidad Verificadora es una entidad
acreditada por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y por la CONUEE que cuenta con recono-
cimiento y autorización para llevar a cabo la evaluación de las NOM 008 ENER y NOM 020 ENER en
cualquier parte de la República” (Bioconstrucción y energía Alternativa, 2020, párr. 14).

Si al momento de realizar la evaluación, el proyecto analizado cumple de manera positiva con estas dos
normas, recibirá un dictamen oficial indicando que repercute positivamente en el consumo energético.

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3.6. leed

La Certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), creada por el U. S. Green Buil-
ding Council (usgbc) en 1999, es un sistema de certificación internacional para edificios sustentables
creado por el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council) y el
más popular, común y utilizado en el mundo.

Aplicado correctamente, el sistema de certificación proporciona muchos beneficios, entre los que se
encuentran:

— Mayor plusvalía del edificio al contar con la certificación.


— Confort en los espacios.
— Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
— Acceso a incentivos fiscales.
— Disminución en los costos de operación y residuos.
— Ahorro energético y de recursos.
— Menor impacto al medio ambiente.

Para obtener la certificación se debe de cumplir con un sistema de sumatoria de puntos, con prerrequi-
sitos obligatorios y créditos opcionales que permiten alcanzar uno de los cuatro niveles de certificación
posibles (Greenbuild, 2020):

— Certificado, al obtener de 40 a 49 puntos.


— Plata, al alcanzar de 50 a 59 puntos.
— Oro, al lograr de 60 a 79 puntos.
— Platino, si se obtienen 80 puntos o más.

Estos puntos totales, se dividen en categorías o familias (100 puntos posibles) y 10 más que se consideran
como bonos por innovación y compromiso en la mejora de las estrategias implementadas.

Las siete categorías o familias son (Greenbuild, 2020):

— Ubicación y transporte
— Sitios sustentables
— Eficiencia del agua
— Energía y atmósfera
— Materiales y recursos
— Calidad de ambiente interior

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A continuación, se explica el proceso de certificación:

Actualmente existen varias subdivisiones del sistema leed, es decir, cada construcción es distinta, por lo
que se debe de especificar en cuál sistema leed es viable registrar el proyecto. Ya sean construcciones
nuevas para casas, ciudades, urbanismo, aeropuertos, espacios interiores e incluso para operación y
mantenimiento.

3.7. iso´s

¿Qué significan las siglas iso? Este término es usado para las siglas en inglés de International Organization
for Standardization, esta organización se encarga de realizar a nivel internacional estándares basados en
la normativa previa, para que se cumpla con la calidad, seguridad y eficiencia de productos y servicios.

En este punto del bloque, entendemos que las iso aplicadas serán herramientas destinadas a identificar
la calidad ambiental de las edificaciones a través de un certificado, reconocimiento o etiqueta. Las nor-
mas iso no se quedan atrás en materias de eficiencia energética y por ello nos enfocaremos a las más
importantes y aplicables en esta materia:

La última edición de la norma iso 21930 (norma iso 21930, 2020), 2017, señala: “Sustentabilidad en
edificios y obras de ingeniería civil – Normas básicas para declaraciones ambientales de productos de
construcción y servicios” ayudará a evaluar la eco-amistad entre un edificio o proyectos de infraestructura,
utilizando un método común para expresar la Declaración Ambiental Certificada (epd). Sirve como una
herramienta de «construcción ecológica» utilizando un proceso de evaluación justo, abierto y basado
en la ciencia que permite que todos los materiales y productos compitan en igualdad de condiciones.

La norma iso 50001 (iso 50001, 2020): facilita a las organizaciones, independientemente de su sector
de actividad o su tamaño, una herramienta que permita la reducción del consumo de energía, los costos
financieros asociados y consecuentemente las emisiones de gases efecto invernadero. Basada en el
principio “medir para identificar, e identificar para mejorar”, la implantación de un Sistema de Gestión
Energética de acuerdo a la norma iso 50001 permite a las administraciones públicas y empresas un
mayor ahorro de energía.

3.8. breeam

BREEAM (Building Research Establishment’s Environmental Assessment Method) es una certificación


del Reino Unido, que fue desarrollada por la organización BREGlobal y se comenzó a aplicar a finales de
1980, aunque fue lanzada en 1990. La metodología de trabajo y de aplicación se basa en nueve categorías
(Construcción Sostenible, 2020):

1. Gestión de la edificación

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2. Salud y bienestar
3. Energía
4. Transporte
5. Agua
6. Materiales
7. Residuos
8. Uso de la tierra y ecología
9. Contaminación

Según la organización BREGlobal, esta certificación pretende cuatro objetivos específicos (Construcción
Sostenible, 2020):

1. Reducir los impactos generales del urbanismo.


2. Reconocer los proyectos y comunidades según sus beneficios ambientales, sociales y económicos.
3. Proporcionar una etiqueta creíble para urbanismos enfocada en la sostenibilidad.
4. Estimular la demanda y asegurar el desarrollo efectivo de comunidades sostenibles.

breeam, en su origen fue desarrollado para su aplicación en el Reino Unido, pero posteriormente su uso fue
extendido a nivel internacional, para con ello favorecer la adaptabilidad a condiciones y regulaciones locales.

El sistema breeam, es una certificación muy completa e integral que comprende las distintas fases de
diseño, construcción y uso de los edificios disponiendo de herramientas especializadas usadas en las
siguientes etapas (Construcción Sostenible, 2020):

— breeam Ecohomes de aplicación en edificios residenciales


— breeam Healthcare de aplicación en hospitales y centros de salud
— breeam Industrial para uso en edificios industriales
— breeam Multiresidential de aplicación en edificios multi-residenciales
— breeam Prisons para cárceles
— breeam Offices para edificios de oficinas
— breeam Education para escuelas y centros de formación
— breeam International de aplicación en edificaciones ubicadas fuera del Reino Unido

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REFERENCIAS

Bioconstrucción y energía alternativa. (2020). Unidad Verificadora de Normas Mexicanas. noom-008-


ener-2001 y nom-020-ener-2011. Recuperado de:

Cervantes, P., Vargas, M. y Barradas V. (2001). Clima, urbanización y uso del suelo en ciudades tropicales
de México. Revista Ciudades 51 (13). p. 19-24. Recuperado de

Construcción Sostenible. (2020). breeam.es. Recuperado de

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Diario Oficial de la Federación. (9 de Agosto de 2011). nom-020-ener-2011, Eficiencia energética en


edificaciones.- Envolvente de edificios. México. Secretaría de Energía. Recuperado de

European Commission. (2020). European Commission Enviroment. Recuperado de

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