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Método de pasteurización

La pasteurización o pasterización es un proceso de conservación de alimentos


mediante el calentamiento a altas temperaturas durante un período de tiempo
determinado, seguido de un enfriamiento rápido. Después, los alimentos se sellan
herméticamente por razones de seguridad, evitando así una mayor contaminación.
El objetivo de este proceso es reducir la presencia de agentes patógenos (como
bacterias y protozoos) que puedan contener los alimentos. Debido a la exposición a
altas temperaturas (entre 60 y 80 °C), la gran mayoría de agentes bacterianos mueren.
Aún así, la finalidad del proceso no es la eliminación completa de los agentes
infecciosos, sino la reducción sustancial de sus poblaciones hasta niveles que no
causen intoxicaciones.
Proceso HTST
Es utilizado en la leche, cerveza, zumos de frutas y otros alimentos en estado liquido.
Resulta mas practico que el procedimiento anterior, ya que la sustancia se calienta por
un corto periodo de tiempo y no se necesita demasiado equipo especializado,
reduciendo los costes. Sin embargo, se necesita de personal cualificado y controles
estrictos para llevarlo a cabo correctamente.
El alimento se expone a una temperatura de 72ºC durante 15 segundos.
Existen dos métodos: el proceso batch y el de flujo continuo.
El batch consiste en calentar una gran cantidad de liquido en un recipiente estanco.
Es el mas usado por los pequeños productores por su sencillez.
Por otro lado, el proceso de flujo continuo consiste en hacer circular el alimento
entre dos placas de metal, las cuales se conocen como intercambiador de calor de
placas.
Es el método mas utilizado en las grandes empresas.
La UHT tiene una variante conocida como aséptica, donde las temperaturas pueden
llegar a los 150 C por 4 segundos, para luego esperar que se enfríe a temperatura
ambiente.
El método que se utiliza, depende del tipo de líquido con que se trabaja, aunque el
VAT ya casi no se usa.

Como conservaban los alimentos los abuelos


Cuando nuestros abuelos eran pequeños, los alimentos se conservaban en espacios
secos, en las despensas o fresqueras. Se compraba cada semana en el mercado para
evitar que los productos se pusieran malos.

Cuando nuestros abuelos eran pequeños, los alimentos se conservaban en espacios


secos, en las despensas o fresqueras. Se compraba cada semana en el mercado para
evitar que los productos se pusieran malos.

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