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En cuanto a la jurisdicción especial para estas materias por decirlo así, que se
indica en dichas Disposición, podría entenderse que se refería a los tribunales
inferiores con competencia contenciosa administrativa, disponiéndose que la Sala
Plena dictara un Reglamento Especial que regularía el funcionamiento y la
competencia de los tribunales respectivos. Ahora bien, de acuerdo con la
CONSTITUCIÓN y con la LEY ORGÁNICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA, la jurisdicción contencioso-Administrativa en Venezuela es una
jurisdicción especial integrada al Poder Judicial, por lo que los tribunales que la
integran, lo que tienen en realidad es una competencia especial. En Venezuela, el
derecho administrativo no se ha construido con base en los criterios de distinción
entre jurisdicción judicial y jurisdicción administrativa, tan extendido en el derecho
administrativo francés y que has sido seguidos en algunos países, como por
ejemplo en Colombia. En Venezuela, al contrario, la tradición ha sido la existencia
de una competencia especializada de determinados tribunales para conocer de
litigios en los cuales interviene la Administración, pero integrados en el Poder
Judicial, por ejemplo, en materia de anulación de actos administrativos, fue la
CONSTITUCIÓN DE 1925 la que por primera vez consagró la posibilidad de que
la antigua Corte Federal y de Casación declarase la nulidad de ciertos actos,
decretos y reglamentos del Poder Ejecutivo.
Analizando aun más todo lo que hasta ahora hemos establecido podemos ver que
el recurso contencioso-administrativo, es un procedimiento judicial utilizado para
contradecir disposiciones generales o actos expresos o presuntos de la
Administración Pública, ya sea central, autonómica o local, ahora, el recurso
contencioso-administrativo es admisible en relación con las disposiciones de
carácter general y con los actos expresos y presuntos de la Administración pública
que pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o de trámite, si estos
últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la
imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio
irreparable a derechos o intereses legítimos.