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DATOS DEL CASO

Expediente Amparo en revisión 57/2019


Quejoso “C”, menor de edad con la representación de su madre
Recurrente “C”, menor de edad con la representación de su madre
Fecha de resolución 14 de agosto de 2019
Uso terapéutico, cannabis, cannabidiol (CBD), tetrahidrocannabinol
Palabras clave (THC), principio de progresividad, interés superior de la niñez, omisión
reglamentaria
Derechos analizados Derecho a la salud, principio de progresividad, interés superior del menor
HECHOS DEL CASO

1. En octubre de 2003, ”C” nació de manera prematura y con problemas de asfixia, lo que le
acarreó graves y permanentes secuelas como: daño neurológico severo e irreversible,
disminución de la movilidad total o parcial de uno o más miembros del cuerpo y con ello el
desarrollo de una dificultad para la realización de actividades motoras convencionales, debilidad
visual que se manifiesta como una disminución en la capacidad de ver que está asociada a
problemas de coordinación de los ojos, déficit cognitivo, de lenguaje y auditivo. Fue
diagnosticado con síndrome de West, una encefalopatía epiléptica infantil que se observa como
una condición de epilepsia generalizada de difícil control farmacológico que provoca espasmos
o movimientos rápidos y bruscos, retardo del desarrollo psicomotor y una actividad eléctrica
cerebral que presenta ondas lentas arrítmicas de “alto voltaje” al no existir una clara sinergia
entre los dos hemisferios o entre distintas áreas cerebrales.
2. Desde recién nacido y a lo largo de su vida, le recetaron a “C” diversos medicamentos
antiepilépticos. Hubo periodos en su vida en que tuvo que ser sometido a dos internamientos
hospitalarios al año y a comas barbitúricos inducidos.
3. Para mejorar la calidad de vida y evitar internamientos recurrentes, el neurólogo pediatra
particular recomendó suministrar a “C” un aceite farmacológico que contiene cannabidiol (CBD).
El CBD es una sustancia que no tiene los elementos psicoactivos y que puede ser encontrada
en la cannabis.
4. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) otorgó a los
padres de “C” dos permisos para adquirir diez frascos de aceite con CBD. Cada frasco debía
ser importado y le duraba 45 días.
5. Derivado del uso del aceite de CBD, se retiraron tres de los seis medicamentos que tomaba el
menor. El suministro le generó una respuesta favorable: los ataques epilépticos se redujeron
significativamente, disminuyó la politerapia prescrita, mejoró significativamente su estado de
salud y, por primera vez, a la edad de 13 años, “C” pudo asistir a la escuela. El Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) reportó en 2018 que la última crisis del menor ocurrió en 2016.
6. Sin embargo, debido a la naturaleza de una epilepsia de difícil control farmacológico, “C” generó
cierta tolerancia al CBD aislado y comenzó a presentar de nuevo los síntomas que había logrado
disminuir.
7. Su médico particular le recomendó sustituir la dosis de aceite de CBD puro con una preparación
combinada con 0.3% de tetrahidrocannabinol (THC), que es un cannabinoide más abundante
en la mayoría de las variedades de la cannabis y que posee efectos psicoactivos.
8. Aunque el IMSS atiende a “C”, no puede recetarle o proporcionarle el medicamento prescrito
por el neurólogo pediatra, porque no se encuentra dentro del cuadro básico de esa institución.
9. Derivado de la falta de normativa sobre el uso terapéutico de la cannabis y sus derivados, en la
actualidad, el fármaco con esas sustancias combinadas no se puede comercializar o adquirir en
el mercado nacional. Por tal motivo, con el fin de evitar que “C” fuera inducido de nueva cuenta
a un coma barbitúrico, su familia adquirió a través de internet el producto recetado.
10. A partir de la ingesta del medicamento prescrito, “C” mostró mejoría; sin embargo, después de
un año de tratamiento y derivado de su epilepsia de difícil control, nuevamente generó
resistencia a ese extracto, por lo que sus padres tuvieron que buscar opciones para preservar
esa mejoría.
11. Ante la falta de reglamentación del THC y de sus derivados, la madre de “C” comenzó a adquirir
semillas de cannabis en un portal de internet y a preparar su propia mezcla.
12. El 19 de junio de 2017, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto para que se
hicieran las modificaciones a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal que ajustaran
los reglamentos y normatividad para que el uso terapéutico del tetrahidrocannabinol (THC) sea
posible y que la sustancia esté disponible para los pacientes que, como “C”, necesitan
medicarse con ella.
13. El Ejecutivo Federal incumplió lo dispuesto en las normas transitorias. Como consecuencia de
esa omisión, la mamá “C” acudió con un juez federal para promover un juicio de amparo
indirecto. En su demanda solicitó, esencialmente, que se expidieran las normas que permitan
hacer efectivo el derecho a la salud de su hijo.
14. La juez que resolvió consideró que no existía ninguna norma de carácter constitucional que
obligara a legislar en el sentido que pretendía la madre del menor.
15. Inconforme con esa decisión, la madre de “C” hizo valer un medio de defensa conocido como
recurso de revisión. También hicieron valer ese medio de defensa algunas de las autoridades
señaladas como responsables de la omisión reglamentaria.
16. El tribunal colegiado que conoció de estos medios de defensa consideró que, por sus
características, el asunto debía ser remitido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
17. La Segunda Sala conoció el asunto por involucrar los derechos de un menor de edad, con
discapacidad, situación que coloca a “C” en un mayor estado de vulnerabilidad.

RAZONES

 La Secretaría de Salud tenía 180 días para ajustar los reglamentos y normas relacionadas con
en el uso terapéutico del THC, así como sus variaciones (isómeros y variantes
estereoquímicas).
 La omisión de regular afecta, entre otros, los derechos a la salud y a la seguridad jurídica.
Además, transgrede los principios de interés superior de la niñez, de legalidad y de
progresividad, pues la falta de disponibilidad del medicamento obstaculiza que “C” obtenga
bienestar general, integrado por el estado físico, mental, emocional y social, bienestar que es
esencial para que una persona pueda alcanzar el máximo grado de vida digna.
 Cuando la Constitución o una ley imponen la obligación de emitir regulación es necesario actuar
en el sentido ordenado, es decir, se debe emitir la normativa respectiva.
 En el caso concreto, la Secretaría de Salud alegó que no había emitido la regulación sobre uso
medicinal del THC por falta de recursos económicos. Sin embargo, al formar parte del Estado,
tenía que adoptar todas las medidas, incluyendo el uso máximo de los recursos que disponga
para lograr la protección y otorgamiento de los derechos humanos al nivel más alto posible.
 Los vacíos legales o la falta de regulación constituyen barreras de acceso a los servicios de
salud porque ni las autoridades, ni los particulares tienen conocimiento de cuáles son los
lineamientos que se deben seguir, ni qué medidas pueden solicitar para obtener el máximo nivel
posible de bienestar general. Esto genera un estado de vulnerabilidad para los particulares.
 La omisión de la Secretaría de Salud al mandato de crear, modificar o cancelar las disposiciones
normativas que sean necesarias para permitir que las personas accedan a la cannabis y sus
derivados, únicamente para usos medicinales, afecta la eficacia del derecho a la salud.
 La omisión normativa afectó directamente la calidad de vida de “C” porque, al no emitirse la
regulación respectiva, se impide que médicos, productores, farmacéuticas y comercializadores
realicen investigación, producción, comercialización, exportación e importación de la cannabis
y sus derivados para fines médicos y científicos, simplemente, porque no existen reglas a las
que se puedan sujetar.
 Por ese motivo, “C” no puede acceder al medicamento que le fue recetado para tratar su
enfermedad dentro de nuestro país, a pesar de que la Ley General de Salud le reconoce ese
derecho.
 El interés superior del niño, relacionado a su salud, exige brindar la atención médica que
requiera y asignar recursos suficientes, así como crear políticas públicas para otorgar servicios
médicos de la más alta calidad para su bienestar y desarrollo integral, libre y sin obstáculos.
 Actualmente, “C” tiene 15 años, se encuentra en la adolescencia, etapa de transición hacia la
edad adulta. Esto hace que se encuentre en un estado de vulnerabilidad dual, como niño y como
persona con discapacidad, por lo que las medidas de protección que el Estado debe garantizarle
son mayores.
 El principio de interés superior de la niñez y su relación con el derecho a la salud del niño no se
garantiza sólo con el acceso a los servicios de atención médica, también prevé que el niño
pueda acceder a los tratamientos que impliquen un mayor beneficio y que le brinden la mejor
calidad de vida posible, donde el Estado asigne los recursos suficientes para garantizar la salud
desde una visión integral, incluyendo la investigación científica.
 Al haber quedado demostrada la afectación sufrida por “C” ante la falta de regulación sobre el
uso médico de la cannabis y sus derivados, es necesario emitir una condena que obligue a lo
siguiente:
a) La Secretaría de Salud debe emitir la regulación que armonice reglamentos y otras
normativas en materia del uso terapéutico de la cannabis y sus derivados, entre los que se
encuentra el THC.
b) La COFEPRIS debe cumplir con su obligación de regular en materia de uso terapéutico de
la cannabis y sus derivados, entre los que se encuentra el THC.
c) Para cumplir esas obligaciones, tanto la Secretaría de Salud como la COFEPRIS contarán
con 180 días hábiles.
d) Además, se deberá garantizar, al nivel más alto posible, la salud de “C”; por lo que la
Secretaría de Salud debe brindarle la atención médica necesaria e integral que requiera.
DECISIÓN Y EFECTOS
1º La sentencia del juicio de amparo indirecto debe ser corregida
tomando en cuenta la interpretación que la Corte expone en este
Puntos resolutivos caso.
2º “C” tiene derecho a ser protegido contra las omisiones de legislar
en que incurrieron diversas autoridades.
La omisión en que incurrió la Secretaría de Salud al no ajustar los
reglamentos y las normas relacionadas con el uso terapéutico de la
cannabis y sus derivados restringió el derecho a la salud de “C”.
¿En qué se traduce la
Como había una norma que obligaba a la Secretaría de Salud y la
decisión?
COFEPRIS a regular determinados aspectos, deberán hacerlo dentro
de un plazo de 180 días hábiles y darle a “C” una atención médica
integral.
VOTOS
Alberto Pérez Dayán A favor
Eduardo Medina Mora A favor
José Fernando Franco
A favor
González Salas
Yasmín Esquivel Mossa A favor
Javier Laynez Potisek
A favor
(Presidente)

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