Dentro de los aspectos epidemiológicos tenemos lo es la distribución geográfica,
fuente de infección y hábitat, vía de entrada, sexo y edad, y los factores de predisposición. Distribución geográfica Es una enfermedad cosmopolita que se puede presentar en cualquier parte del mundo. Sin embargo, la mayoría de los reportes provienen de países desarrollados, como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, simplemente porque los casos son estudiados con más cuidado y más recursos, así como publicados. Fuente de infección y hábitat Son ocasionados por bacterias comunes, como Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa y Escherichia coli, las que son microbiota habitual de piel y mucosas. Algunas de ellas son frecuentes, como microbiota intrahospitalaria. Vía de entrada En general, es a través de traumatismos que producen solución de continuidad. En el caso de la botriomicosis cutánea, en la piel, es por donde ingresa el inóculo; para la variedad visceral, la microbiota bacteriana, por lo general endógena, se instala como consecuencia de procesos quirúrgicos o largas estancias hospitalarias. El periodo de incubación de estos casos puede ser muy largo, de meses a años. Sexo y edad Se presenta en casi todas las edades. El caso de menor edad reportado en las referencias médicas (Gosselin, 2011) fue de una niña de sólo 14 días de nacida; y el de mayor edad, en un paciente de 80 años. Es más frecuente entre la tercera y la cuarta décadas de la vida, con un ligero predominio en el sexo masculino. También cabe mencionar que la ocupación no influye en el padecimiento. Factores de predisposición Debido a que la botriomicosis es considerada como un padecimiento de tipo oportunista, los factores de predisposición son múltiples y variados, pero en ocasiones la enfermedad se presenta en individuos sanos. Los factores más frecuentes son diabetes mellitus, cuadros postoperatorios, alteraciones hepáticas, tratamiento con esteroides, alcoholismo y fibrosis quística. Los de menor importancia son malnutrición, bronquitis, asma, hiperglobulinemia E (síndrome de Job), dermatitis atópica, VIH-SIDA, neoplasias hematológicas y sólidas, así como padecimientos que generen eosinofilia, entre otros. Patogenia La patogénesis de la botriomicosis no es bien conocida aún, pero no obstante, la mayoría de las hipótesis involucra tanto al microorganismo como al paciente. En lo que respecta al microorganismo, casi todos los autores coinciden en que se trata de cepas de baja virulencia y la cantidad del inóculo es fundamental (esto a nivel subcutáneo), para poder generar la forma parasitaria o grano. En diversos estudios se ha comprobado que, cuando se ponen concentraciones bajas de los microorganismos en estudio, éstos son fagocitados; mientras que a altas concentraciones generan lesiones necróticas. Sin embargo, en concentraciones intermedias se logra la formación de granos, es decir, masas compactas y organizadas de bacterias unidas por sustancias de tipo cementosas. Para los casos pulmonares, probablemente los microorganismos ingresen por vía respiratoria, y se instalen en diversos niveles del pulmón hasta formar colonias o masas bacterianas, unidas entre sí por sustancias polisacarídicas; y, de alguna manera, son una expresión mínima de una biopelícula o biofilm. En las distintas vísceras es posible que sea por diseminación hemática. Ahora bien, con respecto a las condiciones del huésped o paciente, muchos autores indican que en general la inmunidad humoral es normal. Sin embargo, hay escasos reportes de pacientes con alteraciones de la Inmunoglobulina A (IgA) y la Inmunoglobulina E (IgE), por eso ha sido también relacionado con cierto grado de atopia; no obstante, parece que es más importante el deterioro de la inmunidad celular, sobre todo linfopenia (disminución específicamente del número total de linfocitos T), así como eosinofilia. Los granos formados se expulsan por eliminación transepitelial.
Agar o Caldo Nutritivo Que Favorecen El Crecimiento Microbiano en Los Laboratorios de Analisis Microbiologicos para Identificar o Cuantificar Microorganismos