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La Influencia de La Redacción de Los Reactivos de Una Prueba Objetiva en La Respuesta de Los Alumnos
La Influencia de La Redacción de Los Reactivos de Una Prueba Objetiva en La Respuesta de Los Alumnos
PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN COMPETENCIAS DOCENTES
INFORME DE INVESTIGACIÓN
INFORME DE INVESTIGACIÓN
POR:
En primer lugar, debemos definir el propósito de la prueba objetiva, teniendo muy en cuenta
que información es la que necesitamos recopilar de nuestros alumnos, así como considerar
las características de los estudiantes que vamos a analizar, considerando que aun siendo
preguntas de una sola temática, no aplicaríamos la misma prueba a adolescentes de entre
12-15 años, la edad estándar de secundaria, a adultos del INEA.
La clave es considerar los aspectos que necesitamos evaluar, desde los conocimientos que
estamos trabajando y necesitamos dar prueba de haberse adquirido, así como el nivel de
cognición desde la memorización hasta un proceso abstracto.
Estos aspectos se puntualizan de la siguiente manera:
-La complejidad debe estar acorde al nivel de los estudiantes, tanto como en redacción
como en contenido.
-Emplear diferentes niveles de complejidad entre las preguntas: esto permitirá medir y
discriminar los niveles de competencia de los alumnos.
-Hacer preguntas independientes una con la otra. Estas solo funcionan cuando la prueba
ronda hacia un texto específico; y sin embargo, no deben ser más de tres preguntas
seguidas relacionadas entre sí. (Rodríguez de Miñón, 2003)
Dentro de las características cualitativas que una prueba objetiva debe poseer, son cinco
en total:
-Impacto: Las pruebas objetivas tienen un propósito que debe formar parte de un proceso
evaluativo, por lo que dicho propósito debe ser congruente con los demás instrumentos de
evaluación, además de representar un aprendizaje significativo en los alumnos.
Este hecho se refleja en el momento de armar reactivos para pruebas objetivas, si los
alumnos tienen una comprensión lectora bajo esta nueva característica de redacción, es
posible que si interpretación no sea la adecuada en el momento que buscamos que evaluar,
o su proceso de lectura sea entorpecido.
Claro, como docentes no se debe estar ajeno a las tendencias sociales, pero si ser quienes
debemos velar por las normas de redacción (ortografía y signos de acentuación) en la
cotidianeidad de la tarea docente y en la vida social.
Al momento de redactar debemos llevar a cabo el mismo proceso que hacemos al momento
de redactar otro texto: Planificación, Redacción y Revisión. Podemos estar tentados de
pasar directamente a los reactivos sin ni siquiera tener idea de que vamos a evaluar, por lo
que es importante antes hacer una batería de preguntas tentativas sobre lo que
necesitamos evaluar;
El proceso anterior, corresponde a la planificación: esta debe tomar en cuenta lo que hemos
mencionado con anterioridad, los conocimientos a medir, el nivel cognitivo que
necesitamos evaluar y medir, el léxico y tecnicismos de los alumnos. Con este engranaje
podemos darnos idea de que preguntas realizar así del cómo articularlas.
Con respecto a la redacción como tal, debemos tener cuidado en la gramática, el orden
claro y correcto de las palabras dentro del enunciado, respetando la función de las distintas
partes de dicho enunciado, así como la de signos de puntuación y claro, la ortografía. Es
donde podemos hacer un “feedback” casi instantáneo de lo que estamos escribiendo,
incluso corrigiendo en el momento alguna idea que no haya quedado clara. (ITAM, 2004)
Para la tercera fase de la redacción, es la revisión. Aquí debemos tratar a la prueba objetiva
no por pregunta, sino como todo un conjunto articulado que conforma un texto. Por
consiguiente, las preguntas deben ser independientes entre ellas, pero deben estar
direccionadas hacia un solo objetivo y propósito. (Vergel, 2019)
Adentrándonos sobre cómo redactar pregunta por pregunta, es necesario considerar las
partes del enunciado, siendo las palabras clave con respecto a la intención de cada reactivo
y claro de la prueba objetiva en general.
Las palabras clave ayudan en dos objetivos, principalmente en dar las indicaciones claras
al momento de dar instrucciones escritas, señalando exactamente el cómo van a responder
o que se le solicita responder, siendo el instrumento para medir el grado de cognición y
complejidad, aquí se ubican los verbos dentro de la oración del reactivo. (ACE, 2020)
Cabe mencionar que la comprensión lectora tiene una relación imprescindible con la
redacción, podemos pensar que cuando no entienden un mensaje que articulamos el
problema radica en el receptor, pero en casos particulares se encuentra en el emisor. En
este caso, la solución radica en los docentes, y no en los alumnos.
Las variables desde el emisor pueden ser diversas, desde el manejo de conceptos
complejos así como el lenguaje empleado que superan el nivel cognitivo de los alumnos,
Otro tiene que ver con los verbos en las indicaciones pueden resultar confusas,
relacionándose con el aspecto anterior donde al desconocer el significado de las palabras,
tienen una alta influencia en la interpretación de los alumnos hacia los reactivos, y por ende,
en sus respuestas. (Ricardo Ayala Valenzuela, 2013)
Existen muchas variables que influyen en el rendimiento académico de los alumnos, siendo
un ejemplo resumido en su desempeño en las pruebas objetivas. Dichas variables radican
en la capacidad para comprender enunciados que forman reactivos en los exámenes siendo
un factor clave en sus resultados.
4. 1 HIPOTESIS NULA
La redacción de los reactivos no son factor determinante en el resultado de una prueba
objetiva porque al momento de articularla consideramos los tecnicismos que los alumnos
deben dominar, así como el lenguaje empleado reflejan las habilidades lingüísticas y nivel
cognitivo que se tiene como aprendizaje esperado.
4. 2 HIPOTESIS ALTERNATIVA
Entre mejor adaptemos los reactivos de una prueba objetiva al nivel cognitivo de los
alumnos, sustituyendo tecnicismos por sinónimos más familiarizados por los alumnos, sus
resultados podrán reflejar mejor los aprendizajes esperados adquiridos, y por ende, su
desempeño será favorable.
V. OBJETIVO GENERAL
La investigación se llevó a cabo en alumnos del grupo 1°A, siendo adolescentes de entre
12-13 años, siendo 33 estudiantes en total, se dividen en 16 varones con 17 mujeres.
Para poder recabar datos de esta investigación, comenzaré aplicando pruebas objetivas, o
lo que comúnmente llamamos examen, definidas con anterioridad, pero recapitulándolo:
(SEP, 2018) las define “Son propuestas de evaluación que se construyen a partir de un
conjunto de preguntas claras y precisas, que demandan del estudiante una respuesta
limitada a una elección entre una serie de alternativas o, en su caso, una respuesta breve.”
Sin embargo, las pruebas objetivas contarán con características que (Doval, 2015) señala
deben cumplir para ser consideradas realmente pruebas objetivas:
-Autenticidad: la prueba objetiva no debe ser solo una “prueba objetiva”, su interpretación
debe tener un sentido sin quedarse en el examen, los alumnos deben encontrar que en lo
solicitado tiene un propósito real.
-Impacto: El sentido de las pruebas objetivas tienen que ser con base a la búsqueda de un
aprendizaje significativo, lo que el propósito en general y por reactivo, tendrán que tener
este impacto.
Los reactivos de las pruebas objetivas variarán en su estilo y topografía, siendo entre ellas
los reactivos de “pareamiento”, en el que se busca relacionar elementos de dos
composiciones distintas en el que se correlacionan. Las siguientes es de preguntas abiertas
o de ensayo, donde los alumnos harán uso de la paráfrasis; por último tenemos los
dominados “zona caliente”, en el que deberán identificar en un ejemplo características de
textos. (CREC, 2016)
8.1 ACERCAMIENTO
Por las contingencias sanitarias tuvimos que realizar actividades en la modalidad en línea,
lo que deja una sensación de que los aprendizajes esperados no se estaban logrando en
los alumnos, incluso en comentarios de ellos no se sentía que hubiese un aprendizaje
significativo; la realización de las actividades y las pocas sesiones en la plataforma Meet,
no dejaba entrever las dudas que surgían entre los alumnos, siendo normal cuando no hay
una convivencia personal como en el aula de clases. (López, 2002)
Al momento de terminar la práctica no. 7 “Versos para Sentir y Comentar”, los alumnos no
dominaban el análisis por métrica en un poema como parte de los aprendizajes esperados;
motivo por el que decidí realizar una retroalimentación del tema.
Al no conocer la métrica, procedí a explicar sus aspectos básicos como la sílaba o las
normas de acentuación, algo que los alumnos también desconocían. Solicité que
investigarán aspectos sobre las normas como se separan en sílabas las palabras, normas
de vocales fuertes y débiles, así como que palabras se acentúan y como se clasifican
conforme a dicha norma; esto con el propósito de realizar la primera prueba objetiva. (Anexo
A)
Por último, separaron en sílabas, cinco palabras que corresponden a dos graves, dos
agudas, una con acento y otra sin acento, y por último, una esdrújula. En la separación
debían identificar cuál es la sílaba tónica, teniendo que cuidar la sinéresis de algunas de
las palabras. Las indicaciones fueron escalonadas de la siguiente manera: “De las
siguientes palabras, divídelas en sílabas y señala la sílaba tónica.”
El resultado de la prueba objetiva fue dispar entre el grupo, pero teniendo similitudes en la
mayoría del grupo. Por ejemplo, la primera sección que fue de pareamiento y a su vez la
más simple, los alumnos tuvieron más aciertos. Realmente las indicaciones fueron
sencillas, sin embargo, de las dudas que hubo entre los alumnos fue “¿Qué simbología?” o
el típico de todo “¿Qué debemos hacer?” esta última acompañó el resto de la prueba
objetiva y las posteriores que se aplicaron.
Lo cierto es que esta confusión de los primeros términos y tecnicismos fueron los que más
influyeron en la respuesta de los alumnos, siendo posiblemente un error fue emplear
palaras superfluas o irrelevantes. Entre más claridad haya, mejor será la interpretación de
la indicación. (Rodríguez de Miñón, 2003)
Para el segundo reactivo, solamente un alumno del grupo tuvo los aciertos completos, el
resto fue parcial. Recapitulamos que la redacción comienza desde la planificación, en este
apartado se tuvo el propósito que los alumnos comentaran las normas de acentuación,
siendo la respuesta abierta estilo ensayo.
Para el tercer reactivo, que es de estilo “zona caliente” mencionado por (CREC, 2016), los
alumnos separaron palabras en sílabas para luego identificar cual es la tónica. Parece que
el talón de Aquiles de esta prueba objetiva fue el uso de tecnicismos y términos no
familiarizados por los alumnos.
El resultado del grupo en total fue mejor que al del reactivo pasado, pero dejó entre ver un
conocimiento que los alumnos aun no dominan: el separar por sílabas. Volviendo al tema
de la redacción del reactivo, a este le faltó ejemplificar la acción para demostrar el
conocimiento.
Volví a mi área de oportunidad de usar término superfluos como el inicio: “De las siguientes
palabras”, además de repetir sílaba en la misma oración. En la autocrítica, me percato que
no tuve la revisión debida que se realiza a cualquier texto después de escribirlo, dando
como consecuencia distractores que pudieron difuminar el conocimiento de los alumnos
sobre este tema. (Rodríguez de Miñón, 2003)
Los alumnos que dejaron en blanco este reactivo, pudieron contestarlo después de la
aclaración, siendo que los que aun erraron fue por motivos más individuales que por la
indicación así.
Necesito aclarar que la retroalimentación fue oral, después de reescribir las indicaciones en
el pintarrón, enfocándose más en el conocimiento particular de cada alumno, pues los que
no contestaron, o se equivocaron por no saber qué hacer, pudieron resolver los reactivos
sin dudas por delante.
En la misma semana que apliqué dicha prueba objetiva, tocó Consejo Técnico Escolar, en
el que posterior a la reunión general con todos los colegas docentes, tendríamos una breve
reunión con los docentes de la misma asignatura para conversar acerca de nuestras
estrategias en la práctica docente.
Les presenté a mis compañeros la prueba objetiva que apliqué al grupo de 1°A, a manera
de sugerencia solicité críticas sobre el documento. Las opiniones en general fue que estaba
“correctamente” construido, pues los términos como sílaba tónica, aguda, grave, esdrújula
debían ser dominados por los alumnos desde primaria, específicamente, desde cuarto año
de primaria.
Lo que sí es opté por enfocar el desarrollo de las prácticas en los conceptos clave de cada
uno. No será toda la práctica, pero si el inicio y durante el desarrollo se trabajará con los
términos principales, buscando la familiarización de estos términos con los alumnos.
Uno de las características que deben contar las pruebas objetivas, es tratar y respetar los
estados de los alumnos, considerándolos al momento de la planificación y elaboración de
los exámenes. Motivo por el que dividí el examen trimestral en dos partes, donde cada uno
se evaluaría la mitad de las prácticas didácticas trabajadas.
Los resultados fueron mixtos, una vez más, un término, el de paráfrasis que lo trabajamos
durante la práctica cuatro, influyó en aquellos que erraron el reactivo al dejarla en blanco.
Para aquellos que lo hicieron correctamente, bastaba con utilizar un lenguaje coloquial a
diferencia del párrafo.
Para el segundo reactivo, fue sencillo para la mayoría donde más aciertos obtuvieron,
siendo la indicación clara “Anota 5 fuentes de Información”. Ellos tuvieron la libertad de
seleccionar las fuentes que se acordarán, sin embargo, una alumna que se caracteriza por
tener altos promedios, confundió el término con el de bibliografía, por lo que en vez de
anotar fuentes de información, anotó referencias bibliográficas:
Docente: Jóvenes, solo es escribir en donde pueden hallar información. Como internet,
libros, revistas, etc.
Para el tercer reactivo, busqué que los alumnos identificaran los subgéneros literarios con
los que trabajamos, siendo la indicación “Señala con una “x” los subgéneros literarios que
existen, dejando en blanco los que no son”. Puse en total doce opciones para seleccionar
cuales corresponden a lo solicitado.
El conocimiento de los alumnos se hizo presente, los términos empleados guiaron a lo que
obtuvieron el aprendizaje esperado a las respuestas correctas, mientras que los que aun
dudaban erraron en algunas. Esto fue notorio al momento de la retroalimentación, donde
algunos alumnos titubearon sobre que era o no un subgénero literario.
El cuarto reactivo fue de tipología respuesta abierta breve, las indicaciones, serían
igualmente breve: “Escribe lo siguiente: partes del cuento, elementos del cuento”. Al igual
que el término de “paráfrasis”, trabajamos sobre lo que son los elementos y partes del
cuento. La confusión de los alumnos entre ambos términos influyó marcadamente en sus
respuestas, algunos poniendo la estructura donde iban los elementos y a la inversa, unos
más mezclando y otros dejando en blanco.
Al momento de la retroalimentación, los alumnos dejaron entrever que las indicaciones eran
claras, no había confusión alguna sobre lo que tenían que hacer, el problema fue descrito
anteriormente.
Para el quinto reactivo, se les solicitó “Anota los tipo de Personajes en el cuento”, siendo el
segundo más favorable para los alumnos en la prueba objetiva. El único problema que se
enfrentaron fue el de saber justamente, cuales son los tipos de personaje. Al momento de
realizar la prueba objetiva, su duda torno a este reactivo fue el mencionado anteriormente,
cuales son los tipos de personaje, por lo que la redacción puedo deducir, fue clara.
Para el sexto reactivo, volví a la dinámica de pareamiento, siendo la indicación “En los
siguientes ejemplos, señala el tipo de narrador usando las letras que te puse”. Opté por
estos verbos al ser más familiarizados por los alumnos, recordando que la prueba anterior
utilicé simbología, y aunque los estudiantes ya deberían estar familiarizados, quise observar
cómo reaccionan a un lenguaje más informal.
Tuvo un buen efecto, los alumnos supieron lo que debían hacer desde la primera lectura,
sin embargo, los mismos ejemplos de narración confundían a los alumnos a la hora de
identificar qué tipo de narrador correspondía, o cual era cual, pues la mayoría no pudo
hacerlo correctamente al desconocer que es Omnisciente, Equisciente o Deficiente. Este
talón de Aquiles fue quien hizo a los alumnos una terrible jugada, cabe mencionar que las
opciones a relacionar forman parte de la redacción de un reactivo, así como los términos.
Hasta este momento, tuve cuidado de no hacer indicaciones confusas y poco claras,
manejando tecnicismos de los cuales me cercioré que hubiéramos trabajado en la práctica,
incluso con un temario que días anteriores les proporcioné, por lo que cuidando la
redacción, puedo asegurar que las respuestas equivocadas son por el conocimiento de los
alumnos.
Me aferré a usar un lenguaje menos formal, los alumnos habían tenido resultados
mayormente favorables con los reactivos cuya redacción era más sencilla, con un lenguaje
más informal.
Para la segunda prueba objetiva (Anexo C), opté por hacerlo más sencillo, con tres
reactivos, el primero de “Zona caliente”, en el que los alumnos se enfrentarían de nuevo al
término “métrica”, “sinalefas (licencias literarias)” y “formato de rima”.
La indicación fue sencilla “Lee el siguiente ejemplo de poema, señala y responde lo que se
te solicita”, siendo los términos anteriormente mencionados. Esperaba que los resultados
fueran más favorables al ser una práctica que redundamos mucho después de culminarla,
pero no fue así, los alumnos no contestaron al desconocer el término de métrica todavía,
no pudieron señalar en el poema lo solicitado, por ende, tampoco pudieron lo que son las
sinalefas.
El formato de rima, al ser más independiente, tuvo más suerte al ser identificado por los
alumnos. En este reactivo, el desconocimiento del tecnicismo volvió a ser factor
determinante.
En el segundo reactivo, fue más sencillo, principalmente porque solo se solicitó un ejemplo
de referencia bibliográfica, en el enunciado por la gramática, la orden fue clara, siendo el
término principal, lo único que necesitaban saber para obtener los aciertos
correspondientes. Solo erraron los que desconocían dicho término.
Para el tercer reactivo, la indicación fue dada de esta manera: “Realiza 2 ejemplos de
preguntas abiertas, y 2 ejemplos de preguntas cerradas (con opción de verdadero y falso,
o estilo encuesta)”. Aquí volví a cometer un error inconscientemente, pensé que la
indicación sobre los ejemplos de preguntas cerradas era clara, pero los alumnos casi en
totalidad, pusieron opciones en las dos tipos de preguntas.
Las indicaciones fueron confusas para los alumnos, el uso de los paréntesis pudo ser el
detonante de dicha confusión. Sin embargo, “El paréntesis sirve para introducir información
en un enunciado sin alterar su estructura.” (UNIBETAS, s.f.) Por lo que el error en las
preguntas abiertas, fue más por el desconocimiento de los alumnos sobre el uso del
paréntesis, integrándolo a ambos ejemplos.
Esta segunda parte del examen trimestral fue decepcionante en lo personal para mí, lo
redacté y construí desde una planificación que en el papel fuera más sencillo para ellos por
el lenguaje y la objetividad de las indicaciones; sin embargo, el desconocimiento de
términos y reglas de puntuación, mermaron los resultados de los alumnos, pero
enriquecieron dicha investigación dándome cuenta de algunas circunstancias que puedo
suponer, se solucionan durante el trabajo en clase.
8.5 REFLEXIONES
Dentro de las similitudes que rescato sobre los reactivos donde los alumnos tuvieron
resultados más favorables, fue sobre la objetividad de las indicaciones, entre más claras
mejor. Usando una gramática en la que el verbo principal no se confunda con otro, o que
solo exista un verbo en el enunciado. Aunado a esto, incluye la familiarización de los
alumnos con los términos empleados que complementan el enunciado, dichos términos es
la parte del conocimiento y nivel cognitivo que se busca medir en ellos.
En contra parte, los reactivos que menos aciertos tuvieron, claramente tienen una
ambigüedad en su redacción, pudiendo interpretarse de más de dos formas. Otro aspecto
a considerar fue la parte del conocimiento o desconocimiento del significado de palabras,
sobre todo los mencionados términos, por lo que si no tienen familiarización de esto, no
supieron que contestar.
Parece obvio estos contrastes, pero hubo alumnos que aun comprendiendo lo que el
reactivo les solicitaba, contestaron erróneamente; siendo otro factor el que influyó en su
respuesta: su propio aprendizaje.
IX. CONCLUSIONES
Cuando planificamos una prueba objetiva, debemos considerar la redacción de los reactivos
desde la perspectiva del alumno, en el lenguaje que ellos dominan, recordando que apenas
se familiarizan de lo que nosotros ya conocemos por ser los docentes, y claro, considerar
que tecnicismos deben poseer como aprendizaje esperado de lo que trabajamos con ellos
en clase, siendo este engranaje real de entre lo que deben ser, y lo que son los alumnos.
Claro, debemos considerar que una buena redacción no es garantía que los alumnos la
interpreten correctamente, o que aun entendiendo que deben hacer, tengan los aciertos por
no tener los aprendizajes esperados. El enfatizar los términos en el trabajo de clase, puede
permitir manejar mejor este lenguaje académico que buscamos en ellos, recordando que
pensamos, razonamos y generamos ideas usando nuestro idioma. Por el que este podría
ser la solución a la búsqueda de la fórmula correcta para que la prueba objetiva mida
correctamente los conocimientos adquiridos por los alumnos entre ese lenguaje con
términos y tecnicismos con lo que ellos manejan.