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Los dibujos animados “Wnnie The Pooh” aparentemente es un mundo inocente, en el que un
pequeño niño juega con su oso, pero prestémosle mayor atención, ¿realmente es tan inocente
como nos hacen creer? La respuesta según varios expertos a la revista Canadian Medical
Association es NO.
Al examinarlo con mayor detenimiento descubrieron que todos y cada uno de los personajes
que aparecen en escena tienen un problema de desarrollo neurológico o psicosociales. ¿Sigues
sin creerlo? Analicémoslo uno a uno.
Winnie The Pooh sufre Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, conocido como
TDAH. Si nos fijamos bien, sus pensamientos son dispersos, su estilo de vida desorganizado y
olvidadizo.
Winnie de Pooh
Oh My Disney
Roo padece autismo. En muchas ocasiones ignora lo que sucede en su entorno, metiéndose en
la bolsa de su madre, y en otras no presta atención a lo que ocurre a su alrededor, metiéndose
en la mayoría de los casos en problemas.
Roo
Conejo padece trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Al contrario que Pooh, Conejo necesita
tener todo organizado, y todo lo que rompe con ello, le causa tristeza. Por ello, se pone
nervioso cuando todo no está como a él le gusta.
Conejo
Eyeor
Oh My Disney
Piglet sufre ansiedad. Se sorprende con los ruidos. Es muy asustadizo, por eso, siempre se está
escondiendo. Solo disfruta con aquello que le hace estar tranquilo. Todo lo demás, le hace
estar preocupado.
Tiger
Youtube: Disney
Christopher Robin (el niño) es el único humano y sufre esquizofrenia. Quizás sea el más fácil de
analizar, ya que es sencillo comprender que todo lo que sucede en el Bosque de los Cien Acres
es producto de su imaginación.
Cristopher
Christopher
Kanga sufre de Trastorno de Ansiedad Social. Siempre lleva a Roo en su bolsa porque cree que
tiene autismo, motivo por el cual se preocupa y crece su ansiedad. Su estado de madre soltera
también le repercute.