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LECCIÓN 6 Selección del sistema de control del nivel freático

Figura 1. Control del nivel freático.

Los trabajos a cielo abierto, donde la cota de excavación se


encuentra por debajo del nivel freático requieren emplear
procedimientos constructivos diferentes para evitar que dicha
excavación se inunde. El agua modifica el estado del terreno,
pudiendo provocar desprendimientos, socavaciones, etc., complicando
el trabajo de la maquinaria y del personal. Construir en estas
condiciones requiere acertar con el procedimiento adecuado.
La elección del sistema de control del nivel freático depende
fundamentalmente de la estabilidad y permeabilidad del terreno, del
caudal a evacuar y de la geometría (profundidad y extensión del
control).

La empresa constructora seleccionará aquel método más rentable


que minimice el impacto ambiental y los riesgos asociados,
especialmente aquellos relacionados con la seguridad del personal y
de terceros. Sin embargo, hay que tener presente que las técnicas no
son directamente intercambiables y solo son eficaces bajo
determinadas condiciones.

La Figura 2 proporciona una orientación inicial que recoge el rango


de aplicación de los sistemas de control del nivel freático en función de
la permeabilidad del terreno y de la reducción requerida del nivel de
agua. En dicha figura, las áreas sombreadas indican zonas donde los
métodos pueden solaparse.

Figura 2.  Rango de aplicación de los sistemas de control del nivel freático
En la Figura 3 se muestra cómo el porcentaje de finos frente al
tamaño de partícula puede utilizarse como una primera aproximación
para decidir el tipo de drenaje a utilizar. La figura también muestra que
el flujo por gravedad del agua se reduce cuando el tamaño de las
partículas es inferior al de arena muy fina.

Figura 3. Sistemas de drenaje aplicables a diferentes tipos de terrenos

En la Tabla 1 se recoge, de forma simplificada respecto a la Figura


2, los rangos de permeabilidad para los cuales es aplicable un sistema
de control del nivel freático u otro.
Tabla 1. Aplicabilidad del sistema de control del nivel freático en
función de la permeabilidad del terreno

En la Figura 4 tenemos otro procedimiento para seleccionar el


sistema de control teniendo en cuenta el diámetro eficaz y la
profundidad. El diámetro eficaz, que es el correspondiente al 10% en
la curva granulométrica, permite caracterizar la permeabilidad del
suelo. En este caso, incorporamos el criterio de profundidad, a
diferencia de la Figura 3.

Figura 4. Gráfico de Herth y Arnodits (1973) para seleccionar el


sistema de control del nivel freático en función del diámetro eficaz
(permeabilidad) y de la profundidad del rebajamiento.
La Tabla 2 resulta de gran interés para valorar qué métodos sería
el más adecuado en función de la granulometría del suelo, la
hidrogeología, los requerimientos técnicos y la capacidad (Powers,
1992). Según esta tabla, resulta ilustrativo comprobar cómo los drenes
horizontales suele ser el método más eficaz ante cualquier naturaleza
y condición.

Tabla 2. Aptitud del sistema de control del nivel freático


Se pueden agrupar los suelos en cuatro grupos a efectos del
posible rebajamiento del nivel freático (Schulze y Simmer, 1978;
Muzas, 2007):

 Bolos y gravas gruesas: k > 1 cm/s y tamaño del árido mayor de 5 mm.


Con grandes caudales es muy costoso el bombeo, por lo que se hace
el trabajo sumergido o con aire comprimido. También se puede
impermeabilizar el recinto antes de los trabajos con inyecciones o con
una pantalla plástica realizada con una mezcla de bentonita-cemento.

 Arenas gruesas y finas: 1 > k > 10-2 cm/s y tamaño del árido entre 0,1
a 5 mm. Se usan pozos filtrantes y bombeo, al circular el agua por
gravedad, con una velocidad de 1 a 0,01 cm/s.

 Arenas finas y limos: 10-3 > k > 10-5 cm/s y tamaño entre 0,2 y 0,008


mm. El agua no puede circular libremente entre los poros, por lo que
se pueden producir sifonamiento si aumenta la presión intersticial que
se pueden evitar si se recurre al método de vacío (wellpoints).

 Limos y arcillas: 10-4 > k > 10-6 cm/s y tamaño entre 0,02 y 0,002 mm.


El agua no se puede desplazar por descenso del nivel freático. Con
terrenos estables se puede usar el agotamiento ordinario, permitiendo
construir taludes sin entibación, excepto en el caso de suelos muy
susceptibles, en cuyo caso solo se pueden drenar por electroósmosis.

En el caso de bombeos, para seleccionar el diseño adecuado,


siempre es recomendable realizar una prueba de bombeo que
determine, entre otras, las siguientes características:
 Permeabilidad media o transmisividad y radio de influencia

 Gradiente horizontal probable, cuyo efecto es importante en


estructuras vecinas o pozos cercanos

 Dificultades de instalación de los pozos, para el diseño y selección del


procedimiento constructivo

 El caudal que se puede extraer del pozo

 Cualquier condición imprevista que pueda afectar al bombeo

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