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PLEGARIA ANTES DE LA PLEGARIA

Quiero estar dispuesto a perdonar,


pero no me atrevo a pedir la voluntad de hacerlo,
porque podría ser que tú me la dieras
sin que yo esté listo todavía.
Sin que esté listo para ablandar mi corazón,
sin que esté listo para volver a ser vulnerable,
sin que esté listo para ver que hay humanidad en los ojos de mi
torturador
o que quien me lastimó también ha llorado, quizá.
Sin que esté listo para el viaje,
sin que me interese el camino.
Estoy en la plegaria antes de la plegaria del perdón.
Concédeme la voluntad de perdonar,
aún no, pero pronto.
¿Podré formar siquiera la palabra
“Perdóname”?
¿Me atreveré siquiera a mirar?
¿Me atreveré a ver el dolor que he causado?
Miro las piezas dispersas de esa cosa frágil,
de esa alma que trata de elevarse en las alas rotas de la esperanza,
pero sólo con el rabillo del ojo,
porque temo.
Y si temo ver,
¿cómo no he de temer decir
“Perdóname” ?
¿Hay un lugar donde podamos encontrarnos?
Tú y yo.
El sitio intermedio,
la tierra de nadie
sobre cuyas líneas nos sentemos a horcajadas.
Donde tú tengas razón
y yo también,
y ambos estemos equivocados y chasqueados.
¿Podemos reunirnos ahí?
Y buscar el lugar donde el camino empieza,
el camino que termina cuando perdonamos.

Desmond Tutu

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