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SEMANA 1

Estados de agregación de la materia

Los sólidos:

Los sólidos se caracterizan por tener forma y volumen constantes. Esto se debe a que las partículas
que los forman están unidas por unas fuerzas de atracción grandes de modo que ocupan posiciones
casi fijas.

En el estado sólido las partículas solamente pueden moverse vibrando u oscilando alrededor de
posiciones fijas, pero no pueden moverse trasladándose libremente a lo largo del sólido.

Las partículas en el estado sólido propiamente dicho, se disponen de forma ordenada, con una
regularidad espacial geométrica, que da lugar a diversas estructuras cristalinas.

Al aumentar la temperatura aumenta la vibración de las partículas.

Los líquidos:

Los líquidos, al igual que los sólidos, tienen volumen constante. En los líquidos las partículas están
unidas por unas fuerzas de atracción menores que en los sólidos, por esta razón las partículas de un
líquido pueden trasladarse con libertad. El número de partículas por unidad de volumen es muy alto,
por ello son muy frecuentes las colisiones y fricciones entre ellas.

Así se explica que los líquidos no tengan forma fija y adopten la forma del recipiente que los contiene.
También se explican propiedades como la fluidez o la viscosidad.

En los líquidos el movimiento es desordenado, pero existen asociaciones de varias partículas que,
como si fueran una, se mueven al unísono. Al aumentar la temperatura aumenta la movilidad de las
partículas (su energía).

Los gases:

Los gases, igual que los líquidos, no tienen forma fija pero, a diferencia de éstos, su volumen tampoco
es fijo. También son fluidos, como los líquidos.

En los gases, las fuerzas que mantienen unidas las partículas son muy pequeñas. En un gas el
número de partículas por unidad de volumen es también muy pequeño.

Las partículas se mueven de forma desordenada, con choques entre ellas y con las paredes del
recipiente que los contiene. Esto explica las propiedades de expansibilidad y compresibilidad que
presentan los gases: sus partículas se mueven libremente, de modo que ocupan todo el espacio
disponible. La compresibilidad tiene un límite, si se reduce mucho el volumen en que se encuentra
confinado un gas éste pasará a estado líquido.

Al aumentar la temperatura las partículas se mueven más deprisa y chocan con más energía contra las
paredes del recipiente, por lo que aumenta la presión.

El plasma:

Este gas está compuesto por átomos ionizados y contiene electrones libres e iones positivos y
negativos. En un sentido más amplio, un plasma puede estar compuesto por cualquier partícula
cargada.

Cuando el gas se calienta a temperaturas suficientemente altas, pasa al plasma.

Dado que las partículas de un gas son móviles, el plasma tiene la capacidad de conducir corriente
eléctrica. En consecuencia, los plasmas pueden generar un campo eléctrico y son fuertemente
influidos por los campos magnéticos.

Cambios de la materia
¿Y el quinto estado de la materia?

En 1924, Santyendra Nath Bose y Albert Einstein predijeron en conjunto el quinto estado de la materia,
conocido como Condensado de Bose-Einstein (CBE). Se necesitan temperaturas muy bajas cercanas
al cero absoluto (0 K, -273 °C, -459.4 °F) para que, al disminuir la temperatura de una sustancia, las
partículas que la constituyen pierdan su identidad individual y se unan en una masa común que
algunos denominan superátomo.

Elementos químicos que forman el universo

Hablar de una sustancia que se encuentra en estado sólido, a temperatura ambiente, representa un
ejemplo de propiedad física. Tú sabes que, si calentamos esta misma sustancia hasta que se evapore,
sólo cambió de estado, pero sigue siendo la misma sustancia. Por eso podemos decir que las
propiedades físicas pueden observarse sin que la sustancia se haya transformado en otra distinta.

La propiedad más obvia que observamos en una sustancia es su estado físico, es decir, su estado de
agregación. Otra importante propiedad física de los elementos es la temperatura a la que cambia de un
estado físico a otro (punto de fusión o ebullición).

Otras propiedades físicas son el color, olor y textura.

Las propiedades físicas de los elementos permiten que se puedan clasificar en dos grandes grupos:
metales y no metales.

En general los metales tienen las siguientes propiedades físicas:

 Tienen brillo (lustre), como la plata y el oro.


 Conducen bien el calor y la electricidad, como el cobre.
 Son maleables, es decir, pueden formar láminas al golpearlos con un martillo como el aluminio
o el estaño.
 Son dúctiles, pueden estirarse para formar alambres como el cobre.
 La mayoría son sólidos a temperatura ambiente, con excepción del mercurio, galio y cesio, que
son líquidos.
 Tienen densidades y puntos de fusión muy altos, ya que la mayoría son sólidos.
 Casi todos son duros, como el hierro y el cromo, aunque algunos son suaves, como el sodio y
el plomo.

Las anteriores propiedades varían de un metal a otro, aunque por lo regular los metales presentan
muchas de estas propiedades, no necesariamente todas.
En general, los no metales tienen las siguientes propiedades físicas:

 Son opacos, como el carbono y el azufre.


 Malos conductores del calor y la electricidad, como el azufre.
 No son dúctiles ni maleables, y son frágiles, como el carbono.
 Presentan bajas densidades, como el oxígeno y el nitrógeno, que son gases.
 Sólo existe un no metal en estado líquido, el bromo; los demás son sólidos o gases.
 Tienen puntos de fusión bajos.
 Son blandos, como el azufre y el fósforo, a excepción del diamante, que es una forma del
carbono, y es uno de los materiales más duros que se conoce.

En el S. XV los alquimistas investigaban las propiedades de las sustancias y los representaban con
estos símbolos:
A inicios del siglo XIX, John Dalton propuso también una manera gráfica de identificar a los
elementos mediante círculos:

En el siglo XIX, el químico sueco J. J. Berzelius inventó un sistema que, hasta la actualidad, se utiliza
para identificar a los elementos. Son símbolos que no tienen más de tres letras. La primera siempre
es mayúscula, y las siguientes dos (si las hay) son minúsculas.

o 1829. El químico alemán Johann Döbereiner se percató de que algunos elementos guardaban cierto
orden. Agrupó a los elementos en grupos de tres que denominó triadas, destacando la relación de su
masa atómica, donde uno de los tres elementos presentaba la masa intermedia entre los otros dos.
Algunos ejemplos de sus triadas fueron: hierro, cobalto y níquel; cloro, bromo y yodo.
o 1864. El químico inglés Newlands descubrió que al ordenar los elementos según su masa atómica, las
propiedades se repetían cada ocho elementos; a esto lo denominó ley de las octavas. El problema es
que las octavas de Newlands no se cumplían siempre: tras las primeras, la ley dejaba de cumplirse.
Constituye uno de los primeros antecedentes de los sistemas de clasificación por periodos y grupos.
o 1869. Mendeléiev y Meyer propusieron la primera “ley periódica”, la cual consistía en una tabla de diez
filas horizontales y nueve columnas verticales, incluyendo los gases nobles.
o 1870. El químico alemán Meyer estudió los elementos químicos de forma gráfica, representando el
volumen de cada átomo en función de su peso, y obtuvo una gráfica en ondas cada vez mayores.
Los elementos en posiciones similares de la onda tenían propiedades similares, pero las ondas cada
vez eran mayores e integraban a más elementos. Fue el descubrimiento de la ley periódica.

En 1869, Mendeléiev publicó su tabla periódica. Ordenó los elementos siguiendo su peso atómico,
como lo hizo Newlands antes que él, pero tuvo tres ideas geniales:

No mantuvo fijo el periodo de repetición de propiedades, sino que lo amplió conforme aumentaba el
peso atómico (igual que se ampliaba la anchura de la gráfica de Meyer).

No vio a su tabla como un acomodo empírico de los elementos, sino como una ley de la naturaleza
que le permitió afirmar que faltaban algunos elementos por descubrir y debían revisarse los pesos
atómicos de algunos elementos.

Invirtió el orden de algunos elementos para que sus propiedades coincidieran con las de los
elementos adyacentes y dejó huecos, indicando que correspondían a elementos aún no
descubiertos.
En tres de los huecos, predijo las propiedades de los elementos que habrían de descubrirse,
denominándolos ekaboro, ekaaluminio y ekasilicio (eka significa "uno" en sánscrito, por lo que
ekaaluminio indica un lugar abajo del aluminio). Años más tarde, se descubrieron el escandio, el galio
y el germanio, cuyas propiedades correspondían con las predichas por Mendeléiev, y se descubrió
un nuevo grupo de elementos –los gases nobles– que encontró acomodo en la tabla de Mendeléiev.
Todo ello puso de manifiesto no sólo la veracidad de la ley periódica, sino la importancia y utilidad de
la tabla periódica. La tabla de Mendeléiev condujo a la tabla periódica actualmente utilizada.

Fisión y fusión

La fisión nuclear puede ocurrir en el interior del Sol, pero no es tan relevante como la fusión nuclear;
tiene que ver con un delicado equilibrio entre la atracción de las interacciones nucleares y la
repulsión de las fuerzas eléctricas dentro del núcleo. Aunque la mayoría de los núcleos son estables,
existen algunos donde este dominio es débil, como el del uranio. Si el núcleo del uranio se alarga, y
las fuerzas eléctricas contribuyen a ese alargamiento, es posible que el núcleo se rompa; a ese
fenómeno se le llama fisión nuclear. El mecanismo que ayuda al alargamiento del núcleo es la
absorción de un neutrón.

Fisión Nuclear

Es una reacción nuclear en la que se bombardea con un neutrón el núcleo de un átomo pesado e
inestable, para que se divida en dos átomos más livianos y se liberen otros neutrones y gran cantidad
de energía. Los átomos pesados e inestables más utilizados en la fisión nuclear son los de uranio y
plutonio. Para iniciar la fisión solo, se necesita un neutrón que divide el núcleo, originando dos
átomos diferentes, neutrones y energía; los neutrones bombardean los nuevos núcleos y los fisiona,
produciendo núcleos de átomos más pequeños, más neutrones y más energía; el proceso químico
continúa sucesiva e incontrolablemente hasta llegar a un átomo estable.

La energía desprendida en el proceso de fisión nuclear se libera, principalmente, en forma de energía


calórica. La siguiente relación ayudará a tener una idea de cuánta energía se produce 1g de
materia=9x1013julios, suficiente para calentar un hogar durante unos mil años.

Fusión Nuclear

Proceso nuclear por medio del cual se unen átomos de núcleos livianos para formar un átomo con
núcleo pesado. En la fusión nuclear se libera más energía que en la fisión y no produce radiaciones
dañinas y contaminantes. Por ejemplo, las altísimas temperaturas en el proceso de formación del
Universo permitieron que se iniciara y mantuviera la reacción termonuclear que se da en el Sol y en
las otras estrellas.

La temperatura tan elevada que hay en el centro del Sol permite que los núcleos se fusionen y
liberen exuberantes cantidades de energía que mantiene el proceso de unión y cuya producción llega
hasta la Tierra, siendo la principal fuente energética del planeta. Se cree que la reacción principal de
la fusión nuclear se basa en la unión de cuatro núcleos de hidrógeno (livianos) para producir uno de
helio (pesado), más energía.

Radioactividad

La radioactividad es la emisión espontánea de partículas o radiaciones, o de ambas a la vez. Estas


partículas y radiaciones proceden de la desintegración de determinados nucleidos que las forman. Se
desintegran por causa de un arreglo en su estructura interna.

La desintegración radioactiva ocurre en núcleos atómicos inestables. Es decir, aquellos que no tienen
suficiente energía de enlace para mantener el núcleo unido.

Espectro electromagnético y efecto Doppler (luz y sonido)

Se denomina espectro electromagnético a la distribución energética del conjunto de las ondas


electromagnéticas. Referido a un objeto se denomina espectro electromagnético o simplemente
espectro a la radiación electromagnética que emite (espectro de emisión) o absorbe (espectro de
absorción) una sustancia. Dicha radiación sirve para identificar la sustancia de manera análoga a una
huella dactilar. Los espectros se pueden contemplar mediante espectroscopios que, además de
permitir observar el espectro, permiten realizar medidas sobre el mismo, como son la longitud de
onda, la frecuencia y la intensidad de la radiación. La longitud de una onda es el período espacial de
la misma, es decir, la distancia que hay de pulso a pulso .

Frecuencia es una magnitud que mide el número de repeticiones por unidad de tiempo de cualquier
fenómeno o suceso periódico.

El espectro electromagnético se extiende desde la radiación de menor longitud de onda, como los
rayos gamma y los rayos X, pasando por la luz ultravioleta, la luz visible y los rayos infrarrojos, hasta
las ondas electromagnéticas de mayor longitud de onda, como son las ondas de radio. Se cree que el
límite para la longitud de onda más pequeña posible es la longitud de Planck mientras que el límite
máximo sería el tamaño del Universo aunque formalmente el espectro electromagnético es infinito y
continuo.

Para su estudio, el espectro electromagnético se divide en segmentos o bandas, aunque esta división
es inexacta.
Efecto Doppler

Se conoce por este nombre al cambio en la frecuencia de una onda como consecuencia del
movimiento relativo entre emisor y receptor. Observamos este efecto numerosas veces en la vida
diaria. Cuando un coche se nos acerca a gran velocidad, percibimos que el sonido del motor es más
agudo que cuando se aleja de nosotros. Esta percepción se debe al hecho de que cuando el coche
se acerca, las ondas sonoras emitidas parecen juntarse y aumenta su frecuencia; al contrario,
cuando el coche se aleja, las ondas parecen separarse, lo que hace que la frecuencia disminuya.

Evolución estelar

Uno de los grandes logros del siglo XX


fue el poder comprender la evolución de
las estrellas. Una estrella es una enorme
esfera de materia en estado de plasma a
alta temperatura que gira sobre su eje.
Está constituida casi en su totalidad por
hidrógeno y helio, más trazas de otros
elementos químicos. En el centro de las
estrellas se realizan reacciones de fusión termonuclear, a través de las cuales se transforma la
materia en energía, en luz.

La presión en el núcleo de una estrella


eleva la temperatura considerablemente.
Bajo estas condiciones, se fusionan cuatro
núcleos de hidrógeno para formar uno de
helio. Cuatro núcleos de hidrógeno pesan
un poco más que uno de helio, por lo que
la diferencia de masa se transforma en
energía, emitida como radiación de alta
energía en forma de luz. La cantidad de
energía que se libera es enorme.

Aunque las estrellas no son seres vivos,


los astrónomos han optado por nombrar a
las diferentes etapas de la evolución
estelar con términos como vida,
nacimiento, madurez y muerte. Esto facilita
la comprensión del proceso, aunque
literalmente hablando, se entiende que una
estrella no nace ni muere.

Se ha clasificado a las estrellas de acuerdo con su masa, es decir, la diferente cantidad de materia
que contiene cada una de ellas. Se distinguen tres grupos de estrellas: estrellas de poca masa,
estrellas de masa mediana y estrellas muy masivas.

Las estrellas de poca masa.

Se llaman estrellas enanas rojas. Tienen menos masa que el Sol. La presión y temperatura en sus
núcleos son relativamente bajas, por lo que el hidrógeno se consume lentamente. Ello les asegura
una larga vida de aproximadamente 100 000 millones de años, tienen temperatura superficial de 2
000 °C y, en contra de lo que se piensa acerca de que el color rojo manifiesta calor, estas estrellas
son frías. Las estrellas enanas rojas son las más abundantes de todas, pero como tienen poca
luminosidad, son difíciles de observar. En el diagrama de HR, se localizan en la banda central hacia
abajo a la derecha.

Las estrellas de masa mediana.

Son las estrellas que tienen entre una y ocho veces la masa del Sol. La velocidad de las reacciones
termonucleares que se generan en su núcleo les permite vivir 10 000 millones de años. Su
temperatura superficial es de 6 000 °C y son de color amarillo y naranja. A este grupo pertenece el
Sol. En el diagrama de HR, se ubican en el centro de la banda central.
Las estrellas muy masivas.

Se considera en esta categoría a las estrellas con 10 masas solares o más. Estas estrellas crean en
su interior temperaturas y presiones muy elevadas, por lo que generan una gran cantidad de
reacciones termonucleares por segundo. De ahí que el hidrogeno se consuma rápidamente. El
resultado es que estas estrellas tienen una vida corta, calculada en cerca de 10 millones de años.
Otra característica de estas estrellas es que tienen mayor temperatura superficial, en el rango de 50
000 °C o más, y mayor brillo que las otras. Dado que los objetos de mayor temperatura son azules,
este tipo de estrellas brillan con tonalidad azul, aunque también las hay blancas. De ahí que se les
denomine estrellas gigantes azules. La estrella Sirio pertenece a este grupo. Se puede observar
durante el invierno en México, y forma parte de la constelación del Can Mayor. Estas estrellas son las
menos abundantes en el Universo. En el diagrama HR, estas estrellas se ubican en la porción
superior izquierda. Con base en lo anterior, se puede decir que existen estrellas de muchos colores y
tamaños.

Ahora revisemos las etapas de la vida de una estrella. Si bien parece que las estrellas no cambian,
sufren varias transformaciones a lo largo de su vida. Tanto su nacimiento como su muerte dependen
de su masa.

Nacimiento de las estrellas.

Todas las estrellas inician su formación dentro de una enorme nube de gas y polvo cósmico llamada
nebulosa. Las nebulosas están constituidas fundamentalmente por átomos de hidrógeno y helio, que
darán lugar a nuevas estrellas.

El proceso de formación de estrellas se inicia cuando una perturbación externa, como puede ser la
explosión de alguna estrella cercana, altera a la nebulosa. Entonces, una sección de ella comienza a
contraerse debido a la atracción gravitacional de las partículas que la forman. Este colapso
gravitacional hace que, poco a poco, el material se contraiga cada vez más e incremente su
temperatura y densidad. La nube comienza a girar y en el centro se forma una protoestrella.

Muy pronto, en el núcleo de la protoestrella, se inician las reacciones termonucleares, y es a partir de


ese momento que la protoestrella se transforma en una estrella con brillo. La materia que queda en la
periferia de la estrella se colapsa en un disco perpendicular al eje de rotación y, a partir de este disco,
se formarán planetas, satélites o asteroides en algunas estrellas.
Madurez estelar

Cuando la estrella comienza a brillar, entra en un largo y estable periodo de madurez, a lo largo del
cual va a mantener su
tamaño, brillo y
temperatura, y durante el
cual transforma su reserva
de hidrógeno en helio. Es
en este momento que se le
ubica, de acuerdo con su
masa, en la banda
diagonal curva del
diagrama HR llamada
secuencia principal.

El Sol, como ya dijimos


antes, está ubicado en el
centro de la secuencia
principal por ser de masa
mediana y de color
amarillo. La etapa de
madurez de nuestra
estrella durará 10 000
millones de años, y se
calcula que actualmente se encuentra a la mitad de su vida.

Muerte estelar

La muerte de las estrellas también está regida por su masa. Según la cantidad de masa que
contenga una estrella, su muerte puede ser intrascendente o espectacular.

Muerte de estrellas de masa mediana.

Las estrellas de este grupo llegan a su muerte tras una fascinante evolución. Cuando las estrellas
amarillas, como el Sol, consumen todo el hidrógeno en su interior, el núcleo se vuelve muy pequeño,
bastante comprimido y constituido de helio. Pero en la capa que rodea al núcleo, continúan las
reacciones de fusión de hidrógeno a helio. Ojo: la fusión ya no se realiza en el núcleo, sino en la capa
de encima. En esta capa, la temperatura es altísima, por lo que la fusión es muy eficiente y da lugar a
que la estrella se vuelva muy grande y muy brillante. Entonces, se convierte en una estrella gigante.

Enseguida, esa capa a alta temperatura que envuelve al núcleo se expande, por lo que se enfría y se
vuelve roja, dando origen a una estrella gigante roja. Una estrella gigante roja es 100 veces más
grande, y cientos de veces más brillante de lo que era. La gigante roja ya no pertenece a la
secuencia principal, y es colocada en la parte superior derecha del diagrama HR. Se ha detectado y
estudiado un gran número de este tipo de estrellas. Un ejemplo de ellas es Betelgeuse, ubicada en la
constelación de Orión. Cuando el Sol llegue a convertirse en GR, Mercurio, Venus y la Tierra
quedaran en su interior. Si todavía hay vida en la Tierra en ese momento, se terminará y se destruirá
todo lo que haya en la superficie. ¿Te imaginas? Después de convertirse en GR, lanza al espacio su
atmósfera, formando una nebulosa planetaria que rodea al núcleo, que emite luz de muy alta
intensidad, ya que sigue incandescente a 1 000 000 °C. Esta luz hace brillar a la nebulosa planetaria,
que tiene una apariencia muy bella por la variedad de colores que presenta. El núcleo de la estrella
se contrae hasta llegar al tamaño de la Tierra, y se convierte en una enana blanca, que es una
estrella extremadamente densa (a menor radio, mayor masa): 1 cm3 pesa una tonelada. En este
momento, cambia de posición en el diagrama HR y se ubica en la parte central inferior. Poco a poco
se enfriará hasta convertirse en enana negra, que es una estrella muerta y desaparece del diagrama
HR.

Muerte de estrellas muy masivas.

Las estrellas de gran masa, las gigantes azules, terminan su vida en forma sorprendente. Ya dijimos
que su vida es corta (sólo 10 millones de años) porque consumen hidrógeno muy rápido. Una vez
agotado el hidrógeno, la estrella empieza a realizar reacciones de fusión en la siguiente secuencia:
de helio a carbono y oxigeno; enseguida, de carbono a neón y magnesio; después, de oxigeno a
silicio y azufre, y por último, de silicio a hierro. Una vez que la estrella ha fabricado una zona central
de hierro, ya no hay forma de generar energía mediante fusión nuclear. A este proceso se le llama
nucleosíntesis.

En el núcleo de la estrella se generan presiones muy elevadas que fusionan electrones y protones, lo
que resulta en la formación de neutrones y la liberación de energía. Como consecuencia, el núcleo
de la estrella sufre una contracción gravitacional y se colapsa en un segundo, y las capas exteriores
se desploman sobre él. Como el núcleo formado por neutrones o estrella de neutrones es muy duro,
las hace rebotar violentamente, dando origen a una explosión conocida como supernova. En ese
momento, se crean elementos más pesados que el hierro, tales como mercurio, plata, plomo, oro y
uranio. Entonces, las capas exteriores se expanden a gran velocidad para formar una nube que pone
de manifiesto los efectos de la explosión. La supernova arroja todos los elementos recién formados al
espacio interestelar, lo que más tarde contribuirá a formar otras estrellas. Durante las semanas que
siguen, mientras las capas se expanden a varios kilómetros por segundo, su luminosidad es enorme.
Equivale a la de 1 000 millones de soles. Existen varios registros de explosiones de supernovas
observadas en China. Las supernovas y las estrellas de neutrones no aparecen en el diagrama HR
porque se estudiaron muchos años después de la elaboración del mismo.
Pulsares

En el centro de la nube sigue la estrella de


neutrones. Si la masa de la estrella original era
mayor a la masa solar en un rango de 6 a 30
veces, la estrella de neutrones inicia un
funcionamiento particular que la convierte en un
pulsar, pero si la masa es mayor a 30 masas
solares, entonces se forma un hoyo negro.

La estrella de neutrones o pulsar es un cuerpo


100 000 veces más pequeño que el Sol, por lo
que no puede verse en luz visible. Tiene una
densidad altísima y rota muy rápido sobre su eje.
Por sus polos magnéticos, emite un haz de
ondas de radio en forma de pulsos. Conforme el
pulsar rota, lanza dichos pulsos de radio,
asemejándose a un faro. Desde la Tierra, captamos esos pulsos con radiotelescopios. Se conocen
alrededor de 1500 pulsares en nuestra galaxia. Los pulsares funcionan por mucho tiempo, y
paulatinamente se van frenando hasta apagarse y dejar de emitir ondas de radio. Los pulsares fueron
descubiertos en 1967, mucho tiempo después de haber sido creado el diagrama HR, es por ello que
no aparecen representados en él.

Hoyos negros

Mencionamos anteriormente que una estrella muy masiva, al estar muriendo, origina la formación de
una estrella de neutrones a partir del colapso del núcleo y la explosión de una supernova con el
material que rodea al núcleo. Cuando, a medida que pasa el tiempo, la estrella de neutrones captura
suficiente material gaseoso del medio que le rodea e incrementa su masa notablemente, la fuerza de
gravedad domina sobre la estrella y se vuelve a colapsar para formar un hoyo negro constituido por
materia infinitamente densa (mucha masa en poco espacio). Se le llamó hoyo negro porque ni
siquiera la luz puede escapar de él, y por lo tanto, son invisibles. Ya a finales del siglo XVIII, Laplace
había demostrado que un cuerpo muy masivo impide a la luz escapar de su superficie.

De ahí se llegó a la conclusión de que, en el centro de ese espacio, había un hoyo negro. Si un hoyo
negro es tan denso, debería ejercer una atracción gravitacional muy grande como para atraer TODO.
Pero no es así: la gravedad tiene un límite, el cual está en función de la masa del cuerpo y de la
distancia a la que se ubiquen otros objetos de él.
Hoyos negros extragalácticos

Para terminar este tema, hay que reflexionar sobre las radiogalaxias y los cuásares. Las
radiogalaxias son galaxias que emiten grandes cantidades de ondas de radio. Una galaxia normal
también emite ondas de radio, pero en mucho menores cantidades.

¿Y qué son los cuásares? Cuásar significa “objeto casi estelar”, y son cuerpos celestes que emiten
grandes cantidades de energía, comparable a la energía que emite toda una galaxia. Se cree que los
cuásares producen su energía a partir de hoyos negros masivos en el centro de las galaxias donde
se encuentran. Los cuásares presentan un alto corrimiento al rojo.

El modelo de la Gran Explosión (Big Bang). Antecedentes, sustento teórico y controversias

En 1915, el físico Albert Einstein desarrolló la teoría general de la relatividad, la cual establece las
relaciones entre la materia, la energía, el espacio y el tiempo. Como parte de las aplicaciones a su
teoría, Einstein elaboró un modelo matemático del Universo que no aceptaba como solución un
Universo estático, y exigía que el mismo estuviera en contracción o en expansión. Este resultado de
posible expansión o contracción del Universo no le pareció satisfactorio a Einstein, y para no tener
que confrontarlo, introdujo en sus ecuaciones un término arbitrario conocido como constante
cosmológica, el cual permitía que el modelo diera como solución un Universo estático e inalterable.

En 1922, Alexander Friedmann se enteró de la teoría de la relatividad de Einstein, y se dedicó a


descubrir tantas soluciones como fuera posible. Descubrió que si dejaba a un lado la constante
cosmológica, todos los resultados correspondían a universos en expansión llenos de materia. Las
soluciones de Friedmann podían dividirse en dos clases: aquéllas donde el Universo se expandía
eternamente, y aquéllas donde la atracción gravitatoria de la materia superaba finalmente a la
expansión, causando un colapso.

Poco después, y tras varios años de estudiar el cielo, Edwin Hubble descubrió que las galaxias
presentaban un corrimiento al rojo debido al efecto Doppler, ¿lo recuerdas? Consiste en que la fuente
emisora de luz se aleja del observador. Hubble continuó estudiando este fenómeno y observó que las
galaxias que se ven más pequeñas en el cielo son las más distantes, y son éstas también las que se
alejan más rápido de la nuestra. Por lo tanto, la luz recibida de las galaxias más lejanas está más
enrojecida, y su enrojecimiento es más o menos proporcional a la distancia a la que se encuentran de
nosotros. Con base en ello, en 1929 presentó al mundo científico la ley de Hubble. En ella, expone
que la magnitud del corrimiento al rojo depende de la velocidad con que se aleja la galaxia observada
de la nuestra. La conclusión de estas observaciones fue que todos los objetos se alejan entre si y
que los más distantes se alejan con mayor velocidad. ¡El Universo estaba en expansión!

Cuando Einstein se enteró del resultado de las observaciones de Hubble, reconoció que sus
ecuaciones en la forma original eran las adecuadas para describir el Universo. ¡Consideró que había
cometido el mayor error de su vida al introducir la constante cosmológica!

Varios físicos y matemáticos destacados de la década de 1930 se dedicaron a elaborar modelos


matemáticos que explicaran por qué se expande el Universo. La mayoría de los modelos coincidían
en la necesidad de la existencia de una explosión en el pasado remoto. El primero que llamó a esta
teoría “la Gran Explosión”, o Big Bang, fue Fred Hoyle, pues quería ridiculizarla. Sin embargo, el
nombre tuvo tanto impacto que acabó por imponerse. Así, justamente la teoría quedó bautizada por
uno de sus grandes opositores.

Un Universo en expansión implica que el Universo está creciendo constantemente, y que antes era
más pequeño. De esa manera, basándose en las velocidades de expansión observadas, se puede
calcular el tiempo transcurrido desde que toda la materia del Universo estuvo junta. El cálculo arrojó
un valor de 15 000 millones de años (m.a.).

A partir de la década de 1950, se desarrolló notablemente la radioastronomía, la cual capta las ondas
de radio que emiten ciertos objetos en el Universo, como los pulsares, ¿te acuerdas? Son cuerpos
muy pequeños de gran densidad que, al rotar, lanzan pulsos en ondas de radio. En 1965, los
radioastrónomos estadounidenses Arno Penzias y Robert Wilson utilizaban un radiotelescopio muy
sensible para medir ondas de radio que pudieran entorpecer la telecomunicación vía satélite. Para su
sorpresa, encontraron que el aparato registraba un exceso de ondas de radio que venían de todas
partes, sin poder atribuirlas a nada. Lo comentaron a un colega, y éste les dio a conocer lo dicho por
Gamow 17 años atrás. ¡Habían descubierto la radiación de fondo en ondas de radio!

Observa lo siguiente: cuando enciendes la televisión y seleccionas un canal donde no hay señal,
puedes ver una enorme cantidad de puntos blancos; éstos corresponden a la radiación de fondo. La
antena de la televisión capta las ondas de radio y aparecen en la pantalla como puntos luminosos.
Debido a ese descubrimiento, les fue otorgado el Premio Nobel de Física en 1978. A partir de este
segundo descubrimiento, la aceptación de la teoría del Big Bang aumentó notablemente.

Se piensa que hace aproximadamente 15 000 millones de años, no había nada. No había materia,
energía, gravedad ni tiempo. Entonces, de pronto, hubo una gran explosión de la cual surgió el
Universo, y se liberó energía del vacío que se transformó en materia, marcando el inicio del espacio y
el tiempo. Lo que sucedió o hubo antes se desconoce. Todo inició con gran violencia en un punto
donde se concentraba toda la energía del Universo a alta temperatura.

Poco después, empezó a expandirse y enfriarse con increíble rapidez. La energía se transformó en
materia y se formaron las partículas elementales, como los fotones, los quarks y, más tarde, los
electrones. Poco después, los quarks se agruparon para formar protones y neutrones. El Universo
seguía creciendo y enfriándose, por lo que los protones y neutrones se agruparon para formar los
núcleos de los primeros elementos ligeros: el hidrógeno y el helio. Todo esto ocurrió en los tres
primeros minutos de la expansión. Las condiciones eran todavía demasiado calientes para que los
núcleos atómicos pudieran capturar electrones.

Luego de 300 000 años, el Universo se había expandido más, y la temperatura había alcanzado los
3000 K (Kelvin). Entonces aparecieron los átomos neutros de hidrógeno y helio. Hace 14 000
millones de años, el Universo estaba relativamente frío, aproximadamente a 1000 K. La fuerza de
gravedad empezó a hacer su trabajo de contracción y, hace 12 000 millones de años, a 10 K, se
inició la formación de las nebulosas, las galaxias primitivas y las primeras estrellas gigantes azules,
de las cuales se formaron los elementos químicos lanzados al espacio durante las explosiones de
supernovas. A partir de estos elementos distribuidos en las nebulosas del Universo, se siguieron
formando nuevas estrellas y nuevos elementos pesados. Hace 10 000 millones de años se formó
nuestra galaxia, y hace aproximadamente 5000 millones de años, a 5 K, se formaron el Sol y los
astros de nuestro Sistema Planetario Solar.

 Hace 15 000 m.a., no había nada, y de repente ocurre una gran explosión, a partir de la cual se inicia,
a muy alta temperatura, la formación y expansión del Universo. Tres minutos después de la Gran
Explosión, se forma la materia y los primeros elementos ligeros, como hidrógeno y helio.
 Hace 12 000 m.a., el Universo se había enfriado, y se inicia la formación de nebulosas, galaxias
primitivas y las primeras estrellas.
 Hace 10 000 m.a., se forma nuestra galaxia.
 Hace 5 000 m.a., se forma nuestro Sistema Planetario Solar.
 Actualmente. Se sigue expandiendo.

Controversias respecto al modelo de la Gran Explosión

1) Controversia relacionada con el corrimiento al rojo

A partir de la década de 1990, se han desarrollado estudios en los que se manifiesta que el
corrimiento al rojo de la luz no sólo se debe al efecto Doppler, es decir, al alejamiento de la fuente de
luz con respecto al observador, sino que la luz emitida puede estar enrojecida, aun cuando el cuerpo
esté en reposo, debido al plasma del que está compuesto el astro observado o al plasma que lo
rodea. En 1930, ya se había observado que la luz proveniente de la orilla del Sol tenía un cierto
corrimiento al rojo. En ese tiempo, no se pudo elaborar una teoría que explicara ese efecto, por lo
que se quedó en el olvido. Ahora se sabe que el corrimiento al rojo del Sol se debe a que está
formado de plasma.

2) Controversia relacionada con la radiación de fondo

Según el Big Bang, la radiación de fondo en ondas de radio es el residuo de la Gran Explosión. Sin
embargo, actualmente se ha encontrado que también el plasma, que abunda en el Universo,
presenta una radiación electromagnética de fondo, tal como la que mencionamos se observa en la
televisión.

Materia oscura

Como puedes darte cuenta, el estudio del plasma en los últimos años ha aportado información
valiosa que ha ayudado a cuestionar los conocimientos que sirvieron como fundamento al Big Bang.
¿Qué pasará con el Universo a futuro? Según la teoría del Big Bang, todo dependerá de la cantidad
de materia que tenga el Universo. Si existe suficiente cantidad de materia, la expansión se detendrá
después de un tiempo y se contraerá como en un principio hasta que, más adelante, volverá a
explotar, repitiéndose el ciclo. En cambio, si tiene poca materia, el Universo se seguirá expandiendo
eternamente.
En la actualidad, se realizan estudios donde se revela que el Universo tiene gran cantidad de
"materia oscura", materia que no se ve, pero ocupa un lugar en el espacio. De ser así, el Universo se
contraerá y volverá a explotar.

El Sistema Planetario Solar

Energía

Hay dos tipos de energía de acuerdo con la mecánica clásica: potencial y cinética. La energía se
puede manifestar de muy variadas formas: mecánica, térmica, eléctrica, química, etcétera.

La energía es la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir cambios en ellos
mismos o en otros cuerpos. Es decir, el concepto de energía se define como la capacidad de hacer
funcionar las cosas.

La unidad de medida que utilizamos para cuantificar la energía es el joule (J).

La ley combinada de conservación de la materia y la energía juntas explica que la suma total de la
materia y la energía del Universo es constante.

Transferencia de energía

Existen dos formas de transferir energía: calor y trabajo. Hay tres formas fundamentales para
transferir calor de un cuerpo a otro: conducción, convección y radiación.

Conducción

Es la más sencilla de entender, consiste en la transferencia de calor entre dos puntos de un cuerpo
que se encuentran a diferente temperatura sin que se produzca transferencia de materia entre ellos.

Ejemplo:

Tengo una barra metálica con un extremo a 80ºC y otro a temperatura ambiente, si no tengo ninguna
otra influencia externa y el extremo caliente se mantiene a 80ºC, habrá una transferencia de calor por
conducción desde el extremo caliente hacia el frío incrementando la temperatura de este último

Convección

En este sistema de transferencia de calor interviene un fluido (gas o líquido) en movimiento que
transporta la energía térmica entre dos zonas.
La transmisión de calor por convección puede ser:

Forzada: a través de un ventilador (aire) o bomba (agua) se mueve el fluido a través de una zona
caliente y éste transporta el calor hacía la zona fría.

Natural: el propio fluido extrae calor de la zona caliente y cambia su densidad haciendo que se
desplace hacía la zona más fría donde cede su calor.

Radiación

Es el calor emitido por un cuerpo debido a su temperatura, en este caso no existe contacto entre los
cuerpos, ni fluidos intermedios que transporten el calor. Simplemente por existir un cuerpo A (sólido o
líquido) a una temperatura mayor que un cuerpo B existirá una transferencia de calor por radiación de
A a B.

El Sistema Planetario Solar: origen y generalidades

El astrónomo francés Pierre Simon Laplace dedicó gran parte de su vida a estudiar la dinámica del
Sistema Planetario Solar, aplicando la mecánica de Newton. En 1796, formuló la hipótesis de la
nebulosa primitiva, la cual tuvo trascendencia histórica al ser la primera que impulsó la elaboración
de teorías sobre evolución de los objetos y sistemas celestes.

La hipótesis de la nebulosa primitiva se basó en tres características del SPS:

1. Sus componentes giran en el mismo sentido.


2. La excentricidad de las órbitas de cada objeto es pequeña.
3. La inclinación de las órbitas con respecto al plano de la órbita terrestre también es pequeña.

La teoría nebular propone que cerca de una nebulosa ubicada en el brazo de Orión ocurrió la
explosión de una supernova (¿te acuerdas? una estrella de gran masa que se acerca al fin de su
vida). Esta explosión generó una onda de choque que desequilibró a la nebulosa, la cual inició una
contracción por gravedad. La contracción aceleró la rotación de la nube y la aplanó en un disco. La
gravedad atrajo a la mayoría de la materia hacia el centro, y se formó el protosol. La materia
condensada causó un enorme incremento de la densidad y la temperatura, y se desencadenaron las
reacciones nucleares de las cuales se formó una estrella –el Sol– que empezó a brillar.

El SPS se formó de una nebulosa que, al girar en sentido contrario a las manecillas del reloj, formó al
Sol y a los demás cuerpos. Esto implica que todos los astros se trasladan en sus órbitas y rotan
sobre su eje en ese sentido. Sin embargo, hay varios astros –entre ellos, Venus y Urano– que rotan
en sentido contrario a la mayoría. Esto significa un gran reto para los astrónomos, pues tienen que
explicar por qué esos cuerpos no rotan como los demás.
Mientras se formaba el Sol, del resto de materia de la nebulosa que giraba en el disco en sentido
contrario a las manecillas del reloj se empezaron a constituir los demás cuerpos del Sistema
Planetario Solar: planetas, satélites, asteroides y cometas. En ese disco, además de hidrógeno y
helio, había pequeñas porciones de polvos de hielo y otros elementos más pesados, como silicio,
hierro, magnesio, aluminio y calcio. Con el movimiento del disco, los polvos de elementos pesados –
resistentes a las altas temperaturas– empezaron a chocar entre sí y formar cuerpos de mayor
tamaño. Cada vez que chocaban, se fundían y formaban un cuerpo mayor; estos trozos grandes, con
dimensiones de kilómetros, formaron los planetesimales.

En la región interna del disco, cercana al Sol y con alta temperatura, los planetesimales –formados
por rocas y metales– siguieron chocando entre ellos hasta alcanzar un tamaño de miles de
kilómetros. De esta manera, quedaron formados los cuatro planetas interiores como densas y
rocosas masas, también denominados planetas terrestres o telúricos: Mercurio, Venus, Tierra y
Marte.

Los materiales volátiles como hidrógeno, helio, hielos de agua, metano, amoniaco y otros gases
ligeros que se encontraban en el disco, cerca del Sol, fueron arrastrados a grandes distancias, a la
zona fría del SPS, por la radiación y el flujo de materia del Sol. Debido a que los planetesimales de la
región externa del disco capturaron por gravedad a todos esos materiales volátiles, se formaron los
planetas gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Estos planetas adquirieron enormes dimensiones, lo que les permitió capturar más y más materia;
debido a ello, pudieron formar anillos y una gran cantidad de satélites. A estos planetas se les
denomina planetas jovianos (por su parecido con Júpiter). Así, aunque tienen núcleos rocosos, están
compuestos básicamente por hidrógeno, helio y otros componentes ligeros de la nebulosa original.
De acuerdo con la NASA, a Júpiter y Saturno se les conoce como los gigantes gaseosos, mientras
que los dos planetas más exteriores, Urano y Neptuno se les considera gigantes de hielo.

Se calcula que hace 4 500 m.a., quedaron conformados los planetas y demás cuerpos del SPS y
empezaron a evolucionar. El Sistema Planetario Solar es un conjunto de astros: ocho planetas,
aproximadamente 60 satélites, y muchísimos asteroides, meteoritos y cometas. Todos ellos
describen órbitas alrededor del Sol, que es la única estrella del Sistema, debido a que genera una
enorme atracción gravitacional sobre ellos. El Sol tiene el 99.9% de la masa del Sistema, y el 0.1%
restante corresponde a los demás cuerpos. Aunque parecen muchos astros, el SPS está
prácticamente vacío. Entre cada uno de los astros mencionados no hay más cuerpos, sólo plasma.

Cuando Johannes Kepler, un astrónomo y físico alemán estudiaba a Marte, descubre características
de su movimiento que no sólo aplican a este planeta, sino a todos los cuerpos del SPS. Estos
hallazgos los publica en 1609, en un libro llamado Astronomía Nova. En esta obra, Kepler presenta
las dos siguientes leyes:

1ª Todos los cuerpos planetarios describen órbitas elípticas de poca excentricidad alrededor del Sol,
o bien, un satélite alrededor de su planeta. El Sol (o el planeta) se ubica en uno de los focos de la
elipse.
2ª La velocidad con la que se trasladan los planetas en la órbita es mayor cuando están cerca del Sol
(perihelio), y menor cuando se encuentran lejos de él (afelio).

Después, en una nueva obra titulada La armonía del mundo, expone la tercera ley, en la que
relaciona el tiempo que emplea un planeta en dar una vuelta alrededor del Sol con la distancia media
al mismo. Pero esta ley también tiene el significado de que la velocidad orbital del planeta en torno al
Sol varía de Mercurio a Saturno, esto quiere decir que Mercurio se traslada a mayor velocidad en su
órbita que Saturno. En su último libro, El Epítome, plasmó una visión del Sistema Planetario Solar
que corresponde al modelo tal y como lo conocemos hoy en día.

El Sol: características e influencia en la Tierra

Su distancia respecto a la Tierra es de 150 millones de kilómetros, lo que equivale a una Unidad
Astronómica (UA)

El Sol, como todos los astros del Universo, rota sobre su eje y se traslada alrededor del centro de la
galaxia a una velocidad de 250 kilómetros por segundo. El Sol es una esfera de plasma (el cuarto
estado de agregación de la materia, ¿te acuerdas?) que se constituye por 90 % de hidrógeno, 9 % de
helio y trazas de otros 92 elementos que también se encuentran en la Tierra. Aunque no podemos
observar directamente el interior del Sol, se piensa que está formado por tres capas internas que se
deducen en forma teórica y tres externas que constituyen su atmósfera.

1. Núcleo solar
El núcleo del Sol solar es la capa
donde se generan reacciones de
fusión nuclear. Por lo tanto, es
donde se genera toda la energía.
Está compuesto por gas que
aparece como un plasma debido a
la alta temperatura (unos 15
millones de grados Celsius) y
presión debido a su propio campo
magnético. La alta presión es
necesaria para que pueda
producirse la fusión nuclear.
Las reacciones nucleares son la
fuente de energía generando más
energía que el 80% de las demás estrellas de la vía láctea.
La energía térmica se transmite a través de ondas electromagnéticas desde hace 4,603 miles de
millones de años. Este fenómeno de ondas electromagnéticas es la radiación solar.
2. Zona radiante del Sol
En la zona exterior al núcleo solar el transporte de la energía generada en el interior se produce por
radiación hasta la zona radiactiva. Esta zona está compuesta de plasma, es decir, grandes
cantidades de hidrógeno y helio ionizado.
En esta zona, la temperatura decrece a medida que nos alejamos del núcleo. Estas diferencias de
temperatura favorecen que los fotones se muevan hacia el exterior.

3. Zona convectiva del Sol


Situada por encima de la zona radiante. Los gases solares dejan de estar ionizados y los fotones son
absorbidos con facilidad. Consecuentemente, los fotones ya no se transportan por radiación.
El transporte de energía se realiza por convección. El calor se transporta de manera no homogénea y
turbulenta por el propio fluido.
Se forman secciones convectivas turbulentas, en las que las parcelas de gas caliente y ligero suben
hasta la fotosfera. En la fotosfera la atmósfera solar se vuelve transparente a la radiación y el gas
caliente cede su energía en forma de luz visible.

4. Fotosfera
La fotosfera genera casi la totalidad de la luz visible que la estrella emite hacia el espacio. La
fotosfera es la primera de las capas externas del Sol.
En la fotosfera, se forman las manchas solares (7), que son manchas oscuras de la superficie solar
debido a que tienen una temperatura mucho más baja. La mayoría de las erupciones solares (9)
aparecen alrededor de manchas solares.
La anchura de la fotosfera es aproximada es de 400 kilómetros, y la temperatura varía entre 7.500 y
4.700 kelvin, reduciéndose al alejarse del núcleo.

5. Cromosfera
Se cree que la cromosfera tiene una anchura de 2.000 a 3.000 kilómetros. Al alejarse del núcleo la
densidad de la cromosfera disminuye y aumenta la temperatura desde 4.500 hasta 100.000 grados
Celsius.

6. Corona, la capa exterior del Sol


Su anchura es de unos cuantos millones de kilómetros. La luminosidad total equivale tan sólo a la
mitad de la luminosidad de la luna llena.
La densidad de materia en la base de la corona es de 109 átomos por centímetro cuadrado.
La temperatura de la corona oscila generalmente alrededor de un millón de kelvins.

Las manchas solares son zonas de la superficie del Sol que parecen oscuras. Tienen ese aspecto
porque están más frías que otras partes de la superficie. Las fulguraciones son explosiones
repentinas de energía causadas por un enredo, un cruce o una reorganización de las líneas de los
campos magnéticos cercanas a las manchas solares.
El viento solar es una corriente de partículas cargadas liberadas desde la atmósfera superior del
Sol, llamada corona solar.

Este plasma consiste principalmente en electrones, protones y partículas alfa con energías térmicas
entre 1.5 y 10 keV. Incrustado dentro del plasma solar-eólico está el campo magnético
interplanetario.

El viento solar varía en densidad, temperatura y velocidad a lo largo del tiempo y sobre la latitud y la
longitud solar. Sus partículas pueden escapar de la gravedad del Sol debido a su alta energía
resultante de la alta temperatura de la corona, que a su vez es un resultado del campo magnético
coronal.

El viento solar crea la heliosfera, una burbuja enorme en el medio interestelar que rodea el sistema
solar. Otros fenómenos son las tormentas geomagnéticas que pueden destruir redes de energía en la
Tierra, las auroras (luces del norte y del sur), y el plasma de las colas de los cometas que siempre
apuntan lejos del sol.

El Ciclo Solar

Es un cambio periódico de aproximadamente 11 años en la actividad de las manchas solares del Sol,
medido por la variación en el número de manchas solares observadas. Los seres humanos utilizaron
telescopios para observar las manchas solares y los ciclos solares desde el siglo XVII; sin embargo,
los satélites de la NOAA y la NASA son ahora los principales instrumentos que utilizan los científicos
para estudiar el Sol. El Sol acaba de finalizar su 24 ° ciclo solar en 2020 y ahora está entrando en el
ciclo solar 25.

Máximo y mínimo solar

El Sol funciona a un ritmo constante y ordenado. El ciclo solar está relacionado con la aparición de
manchas solares. En el siglo XIX se descubrió que cada 11 años aparecían unas misteriosas
manchas en la superficie del Sol. Hoy sabemos que las manchas solares indican el máximo solar, es
decir, el momento en que el Sol tiene más actividad.

Algunos ciclos tienen máximos con muchas manchas solares y actividad. Otros ciclos pueden tener
muy pocas manchas solares y poca actividad. Los científicos trabajan arduamente para mejorar
nuestra capacidad de predecir la fuerza y la duración de los ciclos solares. Estas predicciones
pueden ayudarles a pronosticar estas condiciones solares, llamadas clima espacial.

Manchas solares

Las manchas solares son áreas más pequeñas de fuerzas magnéticas particularmente fuertes en la
superficie del Sol que aparecen como manchas más oscuras porque son más frías. Durante el
máximo solar, hay una gran cantidad de manchas solares, y durante el mínimo solar, hay un número
bajo. Las manchas solares aparecen en una amplia variedad de figuras y formas. También pueden
cambiar de tamaño y figura y pueden durar unas pocas horas hasta días e incluso meses.

¿Cómo afecta el sol a la Tierra?

 Frío intenso (Pequeña Era Glacial)


 Poca lluvia
 Variación en la formación de auroras
 Alteración o interrupción de las telecomunicaciones

Los planetas. Características.

1. Mercurio
Es el planeta más cercano al Sol y recorre su órbita muy rápidamente; un año en Mercurio equivale a
88 días. Sin embargo, rota muy lentamente: un día en Mercurio dura 59 días terrestres. Es el planeta
más pequeño del Sistema Solar, solo un poco más grande que la Luna. Tiene una atmosfera muy
delgada, y su superficie rocosa está cubierta por cráteres. El lado de sus superficie que da al Sol se
calienta muchísimo, llegando a los 425 °C. Por las noches, la temperatura baja hasta -173 °C; se
piensa que hay hielo en el fondo de sus cráteres. Estas características no permiten la vida en
Mercurio como la conocemos.

2. Venus
Es el segundo planeta más cercano al Sol. Tiene una atmosfera muy densa, compuesta
principalmente por ácido sulfúrico y CO2. Esta atmosfera le da a Venus un color amarillo-café, junto
con su brillo particular, ya que ácido sulfúrico refleja la luz del Sol. Tiene como particularidad que
rota, igual que Urano, en sentido contrario a todos los demás planetas del sistema solar (en el
sentido de las manecillas el reloj). La presión atmosférica es 100 veces la de la tierra y el CO 2 de su
atmosfera produce efecto invernadero, haciendo de la superficie de Venus la más caliente del
sistema solar (480 C°). Venus rota muy lentamente y un día dura más que un año: su día dura 243
días terrestres, y su año, 225 días terrestres.

3. Tierra
Nuestro hogar es el tercer planeta del sistema. Es un planeta rocoso y telúrico, y el más denso del
SPS. En ella hubo una diferenciación gravitacional, es decir, un acomodo de los elementos químicos
de acuerdo a su peso. Los más pesados se fueron hacia el centro, atraídos por la gravedad (por eso
su núcleo es de hierro), y los ligeros permanecieron en la superficie. Es el único que posee enormes
cantidades de agua en estado líquido, gaseoso y sólido, y el único que tiene vida como la
conocemos. Todo ello se da gracias a que su temperatura media superficial es de 22 C°. Posee un
importante campo magnético atribuido a los movimientos de su núcleo metálico.
4. Marte
Es el último de los planetas interiores y, al igual que todos ellos, es rocoso y denso. Es un planeta
pequeño con un diámetro casi de la mitad de la Tierra. Su corteza tiene óxido de hierro, lo que le da
el tono rojizo que lo caracteriza. Se piensa que en Marte no hubo diferenciación gravitacional, ya que
el hierro es abundante en la superficie. Un año en Marte dura 687 días, pero rota casi a la misma
velocidad que la Tierra, un día en marte dura 24.6 horas. Marte tiene una atmosfera muy delgada
compuesta principalmente por CO2; su superficie es muy fía y está cubierta por volcanes. Su
temperatura promedio es de -23 °C y la presión atmosférica es 150 veces menos que la terrestre. Se
están realizando numerosos estudios en torno a este planeta, pues se cree en la posibilidad de que
pueda existir agua en el subsuelo, lo que ene le futuro podría volverlo un lugar habitable para el
hombre.

 Cinturón de asteroides
Se ubica entre las orbitas de Marte y Júpiter. Y divide a los planetas interiores de los exteriores. Los
asteroides son pequeños astros que pueden medir desde milímetros hasta 1000 kilómetros, como es
el caso de Ceres, el mayor de ellos. Tienen forma irregular y sus composición química puede ser de
carbono, silicio o metálica. La mayoría de los asteroides sigue una órbita alrededor del sol, pero hay
otros grupos cuyas órbitas son diferentes, como Ícaro y Apolo. Que cruzan las orbitas de los planetas
interiores y pasan muy cerca del Sol, lo cual resulta peligroso para la Tierra. Otros son los Troyanos y
los Griegos. Que se mueven en orbitas cercanas a Júpiter. Se han encontrado asteroides que incluso
tienen un pequeño satélite y cráteres en su superficie.

5. Júpiter
Es el planeta más grande del Sistema Solar, once veces el tamaño de la Tierra. Le da la vuelta al Sol
en 12 años, pero rota muy rápido, un día en Júpiter dura 10 horas. Su superficie está hecha de gas
(principalmente de hidrogeno); si aterrizaras en este planeta, te hundirías. Se piensa que el núcleo de
Júpiter es de hidrogeno metálico y roca. Su atmosfera está constituida por bandas de colores
paralelas al ecuador, una gran mancha roja y varias manchas pequeñas. Las bandas de colores son
nubes a diferente temperatura, y las manchas son tormentas huracanadas que ocurren en la
superficie. Su temperatura media es de -150 °C. Su campo magnético es el más intenso de todo el
SPS, debido a lo cual se forman auroras. Júpiter tiene más de 60 satélites (conocidos), incluyendo
las cuatro lunas galileanas (Ío, Europa, Calisto y Ganimedes).

6. Saturno
Es el gemelo de Júpiter; sin embargo, es un poco más pequeño. Tiene bandas nubosas de colores,
aunque no marcadas. Y su composición y estructura interna son casi idénticas. Su temperatura
media es de -180°C. Sin embargo, se diferencia de Júpiter por ser el planeta menos denso del SPS.
Si lo pudiéramos colocar sobre un enorme océano de agua, flotaría. Saturno tarda más de 12 años
en darle la vuelta al Sol, y un día en este planeta dura un poco más de 10 horas. Su rasgo
característico es su sistema de anillos, descubierto en 1610 por Galileo. Son miles de anillos muy
delgados (menos de 100 metros) formados por partículas o bloques de hielo y roca que giran
alrededor del planeta. Se mantienen en esa posición por la atracción gravitacional, y tienen un
diámetro de 200 000 kilómetros. Saturno posee más de 50 lunas descubiertas. Algunas son grandes
piedras que quizá sean asteroides capturados por él. Otras miden miles de kilómetros, como Titán.
La mayor de todas.

7. Urano
Es 4.4 veces más grande que la Tierra. Se piensa que tiene un núcleo rocoso y, encima, una capa de
hielo. Su atmosfera está compuesta por hidrogeno, helio y una mayor proporción de metano, que le
da su característico color azul verdoso. Su temperatura media es de -210 °C. Tiene diez anillos en el
plano ecuatorial, formados por polvo y bloques rocosos. Le toma 84 años darle la vuelta al sol, y su
día dura aproximadamente 17 horas. Tiene 21 lunas que han sido nombradas y otras seis que no
tienen nombre.

8. Neptuno
Es un poco más pequeño que Urano, pero tiene las mismas características internas y atmosféricas.
Se caracteriza por tener una atmosfera azul muy dinámica, con los vientos más fuertes de todo el
SPS, los cuales rebasan los 1000 kilómetros por hora. Tiene también una mancha del tamaño de la
tierra, semejante a la de Júpiter, conocida como el Gran Punto Oscuro, que es una tormenta
huracanada con vientos de hasta 2000 kilómetros por hora. Le da vuelta al sol en 165 años y rota en
16 horas. Está rodeado por un sistema de cinco anillos y tiene al menos 13 lunas; la mayor de ellas
es Tritón.

9. Plutón
Se considera un objeto formado por polvo y hielo, como los cometas o algunos asteroides, y
pertenece al grupo de los plutinos, ubicado en el Cinturón de Kuiper. Quizá sea uno de los mayores
de ese grupo, pero es un planetoide, no un planeta.

Meteoritos

¿Has visto de noche alguna estrella fugaz? Pues en realidad no es una estrella, sino un meteoro, es
decir, un fenómeno luminoso formado por la fricción entre el aire atmosférico y un fragmento sólido
que lo recorre a gran velocidad. La fricción genera calor y luz a lo largo del recorrido del objeto, y
dura hasta que se volatiliza en la atmósfera. Los fragmentos pueden ser restos de cometas, polvo
interplanetario o asteroides atraídos por la gravedad terrestre.

Cuando al recorrer su órbita, la Tierra se encuentra con un grupo de restos de cometas, se forma la
lluvia de meteoros, mejor conocida como lluvia de estrellas. Cuando los fragmentos son de gran
dimensión y no se consumen en la atmósfera, se impactan en la corteza terrestre; entonces, se les
llama meteoritos. Se han encontrado restos de meteoritos que pesan desde un gramo hasta
toneladas. Del impacto se forma un cráter cuyo diámetro puede ser 10 o 20 veces mayor que el
diámetro del meteorito. En la superficie continental existe un centenar de cráteres de impacto
meteórico, pero el que en los últimos años ha cobrado gran interés es el cráter de Chicxulub, con
más de 200 kilómetros de diámetro, localizado en la Península de Yucatán y formado por la caída de
un meteorito de 10 kilómetros de diámetro, a una velocidad de 15 kilómetros por segundo. A él se le
atribuye la extinción de los dinosaurios y del 90 % de la vida, tanto terrestre como marina, de nuestro
planeta.
Cometas

Los cometas son astros sólidos, oscuros, fríos y pequeños. Pueden medir desde cientos de metros
hasta algunas decenas de kilómetros. El núcleo de un cometa está compuesto por gases congelados
de agua, dióxido de carbono, monóxido de carbono, amoniaco y metano mezclados con polvo
interplanetario y material rocoso y metálico.

Los cometas recorren órbitas excéntricas, es decir, muy alargadas, alrededor del Sol. Cuando se
acercan a tres unidades astronómicas del Sol, por efecto de su radiación, comienzan a evaporarse y
se forma alrededor del núcleo una capa gaseosa llamada coma. A dos unidades astronómicas del
Sol, se empieza a formar la cola. Para los astrónomos de las décadas pasadas, éste fue un indicio de
que el Sol tenía una fuerza repulsiva, pues a medida que el cometa se acercaba al Sol, la cola crecía
más y apuntaba en dirección opuesta a él. Con base en ello, llegaron a la conclusión de que la cola
se forma por la acción del viento solar.

Posteriormente, observaron que algunos cometas formaban dos colas. Una de ellas es la que
siempre se ha visto, constituida por polvo desprendido del núcleo por la radiación solar, la cual se
observa porque refleja la luz solar, por lo que toma un color rosado. La otra está formada por la
radiación ultravioleta del Sol, que ioniza los gases de la coma y los hace brillar en tono blanco
azulado. Las colas pueden llegar a medir hasta dos unidades astronómicas. Los cometas no viven
eternamente porque, en cada recorrido orbital, pierden materia al desarrollar la cola.

SEMANA II
El planeta Tierra y la materia que lo constituye

Modelos atómicos:

Modelo atómico de Dalton

1. Todos los elementos se constituyen por partículas pequeñas e indivisibles llamadas átomos.

2. Todos los átomos de un elemento dado tienen propiedades idénticas que, a su vez, difieren de las
que poseen átomos de otros elementos. Los átomos de un alambre de cobre no son iguales a los de
una barra de oro.

3. Los átomos de un elemento no pueden crearse, destruirse ni transformarse en átomos de otros


elementos.

4. Los compuestos se forman cuando átomos de elementos diferentes se combinan entre sí en una
proporción fija y pequeña de números enteros. Por ejemplo, un átomo de A con un átomo de B, o dos
átomos de A con un átomo de B, o tres átomos de A con dos átomos de B.

5. Cuando dos elementos se combinan para formar más de un compuesto. Cada compuesto tiene
una proporción de átomos diferente. Por ejemplo, agua (H2 O) y agua oxigenada (H2 O2) o
monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono (CO2). Los elementos son los mismos, pero la
proporción es diferente.

6. Al llevarse a cabo una reacción química, los átomos de las sustancias iniciales reaccionan unos
con otros para formar sustancias nuevas y diferentes. Las combinaciones de átomos son distintas, lo
que da origen a nuevas sustancias, pero no se crean ni se destruyen átomos.

Modelo atómico de Thomson

El primer modelo para explicar la estructura del átomo fue el modelo del budín de pasas de J. J.
Thomson, el cual toma su nombre del tradicional postre inglés. Dedujo que el átomo debía ser una
esfera de materia cargada positivamente, en cuyo interior estaban incrustados los electrones. Los
electrones con carga negativa (pasas) estaban inmersos en el budín, que es la materia uniforme con
carga positiva (para nosotros, el arroz con leche y pasas es un símil del budín).

Modelo atómico de Rutherford

En 1911 Ernest Rutherford, H. Geiger y E. Marsden realizaron un experimento que permitió descartar
el modelo de Thomson. Rutherford abandonó el antiguo modelo y sugirió un átomo nuclear. A partir
de estas experiencias, fue posible también determinar el tamaño del núcleo y obtener los valores
aproximados de las cargas eléctricas de los núcleos de diferentes átomos. Basado en los resultados
de su trabajo, con los cuales demostró la existencia del núcleo atómico, Rutherford sostenía que casi
la totalidad de la masa del átomo se encuentra en un núcleo central muy diminuto de carga eléctrica
positiva. Los electrones giran alrededor del núcleo, describiendo órbitas circulares. Éstos poseen una
masa muy ínfima y tienen carga eléctrica negativa. La carga eléctrica del núcleo y los electrones se
neutraliza entre sí, provocando que el átomo sea eléctricamente neutro.

Modelo atómico de Bohr

De acuerdo con el modelo atómico de Bohr, los electrones se mueven en órbitas alrededor del núcleo
de manera semejante al movimiento de los planetas alrededor del Sol. Los diferentes niveles de
energía se representan como órbitas distintas. En el átomo de hidrógeno (el más simple de los
elementos), su único electrón está en el primer nivel de energía, que es el nivel más bajo y próximo al
núcleo. Los átomos que tienen todos sus electrones en sus estados de energía más bajos se
encuentran en lo que se conoce como su estado basal. Cuando la energía en forma de calor o luz
hace que los electrones salten a niveles de energía más altos, se dice que el átomo está en un
estado excitado (inestable). Por su inestabilidad, los electrones regresan a su estado basal liberando
la misma cantidad de energía que absorbieron. Si la energía liberada tiene longitudes de onda entre
400 y 700 nanómetros (1x109 metros), se observa luz visible. Por ejemplo, los anuncios luminosos
que observas de noche no representan más que la energía luminosa liberada cuando los electrones
de un gas como el neón regresan a su estado basal.

Modelo cuántico de Schrödinger.

Schrödinger y Heisenberg encontraron que es


imposible saber con exactitud la posición y velocidad
de un electrón en un momento dado, por lo cual
definieron regiones u orbitales atómicos que ayudan
a describir la posible posición de un electrón en un
momento determinado. Dicha posición está definida
por los denominados números cuánticos:

1) n, que describe el nivel energético en que se


encuentra un electrón.

2) l, que hace referencia al subnivel energético y la


forma física del orbital.

3) m, que describe la orientación del orbital en el espacio.

4) s, que corresponde al giro que hace el electrón.


El neutrón

El neutrón es una partícula


eléctricamente neutra, de masa
cuatro veces mayor que la del
electrón y 1.0014 veces mayor que la
del protón; junto con los protones, los
neutrones son los constituyentes
fundamentales del núcleo atómico,
mientras que los electrones orbitan
alrededor de éste.

La masa de los neutrones es


ligeramente superior a la masa de los
protones y alrededor de 2000 veces
mayor que la masa de los electrones.
Dicho de otra manera, la masa de los
átomos está constituida
fundamentalmente por la masa de su
núcleo.

El descubrimiento del electrón y el protón permite asignar un carácter neutro a la materia desde el
punto de vista eléctrico, dado que los átomos contienen igual número de protones que de electrones.
Por otra parte, estas partículas tienen carga y su detección en campos eléctricos y magnéticos es
sencilla. Por ello, era difícil descubrir una partícula subatómica sin carga.

El neutrón es una partícula de masa equivalente a la del protón, pero carente de carga, lo que la
convierte en un proyectil atómico ideal, ya que es capaz de penetrar en el átomo sin ser afectado.
Los bombardeos, cada vez más efectivos sobre los núcleos atómicos, provocan alteraciones en el
equilibrio energético de los átomos y abren el camino a la transmutación de elementos, algo hasta
hace poco impensable.

¿Pero cómo los electrones se mantienen girando alrededor del núcleo atómico y cómo pueden
cambiar de nivel de energía? Las respuestas a dichas preguntas se encuentran en las fuerzas
fundamentales, es decir, que toda la materia existente en el Universo interactúa por medio de cuatro
fuerzas: gravedad, electromagnetismo, fuerzas nucleares débiles y fuertes.

Gravedad
Es la fuerza que percibimos diariamente y en gran escala. Por
ella, caminamos y no flotamos. Fue descubierta por Isaac Newton,
quien logró unificar las distintas ideas que se tenían. En sus años
era sabido que la Tierra orbitaba en torno al Sol, así como la
existencia de otros planetas, y que ellos también orbitaban en
torno a él. También era sabido que las cosas, al dejar de
sostenerlas, caían al suelo con la misma aceleración, llamada
aceleración de gravedad, la cual varía dependiendo del lugar donde nos encontremos, en el Polo
Norte o en el ecuador. Su valor a nivel del mar más aceptado actualmente es de 9.8 m/s 2 Newton
explicó que todos estos fenómenos ocurrían por un sólo motivo, al cual llamó fuerza gravitatoria.

Electromagnetismo

Los átomos pueden mantener electrones orbitando en torno


al núcleo, debido a la interacción electromagnética, es decir,
la que ocurre entre partículas con carga eléctrica. El electrón
tiene carga negativa y el núcleo carga positiva, por lo cual
éstos se atraen y logran contrarrestar las cargas. Para que
esto ocurra, debe existir el mismo número de protones y
electrones en el átomo, es decir, el átomo debe ser neutro.

Fuerza nuclear débil

La fuerza nuclear débil es la responsable de la


desintegración de partículas pesadas en otras partículas
ligeras y más estables; esta fuerza, como lo dice su nombre,
es la más débil de todas las interacciones. Mientras más
crece la distancia entre dos partículas que la estén
experimentando, tanto más débil la interacción se va
haciendo. Por ejemplo, cuando se desintegra un neutrón,
queda un protón y un electrón.

Fuerza nuclear fuerte

Esta interacción es la más intensa de todas y es la responsable de que los protones se mantengan
unidos en el núcleo, lo cual no debería ocurrir, ya que eléctricamente las cargas de igual signo se
repelen.
Si ya comprendiste las 4 fuerzas fundamentales, entonces es momento
de que conozcas que los átomos no están formados únicamente por
protones, neutrones y electrones, sino que hay otras partículas
subatómicas.

Partículas subatómicas

Las partículas que conforman al átomo pueden clasificarse en dos grandes grupos: 1) Partículas sin
dimensiones (como los puntos) y 2) las que giran sobre su propio eje, como se muestra en la figura
anterior.

Las partículas sin dimensiones se dividen en quarks y leptones. Hay seis tipos de quarks, cuyos
nombres son absurdos:

• Los dos quarks más livianos se llaman arriba (UP) y abajo (DOWN).

• El tercer quark se nombra extraño (STRANGE).

• El cuarto tipo de quark se conoce como ENCANTO (CHARM).

• Los quarks quinto y sexto fueron llamados originalmente verdad (TRUTH) y belleza (BEAUTY), pero
incluso los físicos pensaron que era demasiado absurdo. Ahora ellos son llamados cima (TOP) y
fondo (BOTTOM), manteniendo las iniciales T y B.
Los quarks nunca están solos, siempre se encuentran
formando partículas compuestas conocidas como
hadrones. Los protones y neutrones, de hecho, son tipos
de hadrones, por lo cual están conformados por quarks.

Los leptones son generalmente las partículas


fundamentales más livianas que existen. Partículas muy
ligeras que siempre interactúan por medio de la fuerza
nuclear débil y, si tienen carga, también les afecta la
interacción electromagnética, pero nunca la interacción
nuclear fuerte. Ejemplos de los leptones son: el electrón
y el neutrino.

Por otro lado, los fermiones son partículas que giran


sobre su propio eje y se dividen en:

1) Fotones: paquetes de energía electromagnética o luz.

2) Gluón: partícula portadora de la interacción nuclear


fuerte. Se dice que es como un pegamento que mantiene
unidas a las partículas que constituyen al núcleo, de ahí
su nombre en inglés, glue (pegamento).

3) Bosones: son las partículas responsables de la


comunicación entre todas las partículas; por lo tanto, son
portadoras de la interacción débil.

Como habíamos visto antes, la materia en el Universo


está conformada por átomos; éstos, por partículas, y
éstas a su vez tienen cuatro formas básicas de
interactuar o afectarse entre ellas. Toda esta información
conforma el denominado modelo estándar, el cual
establece que las fuerzas fundamentales se comunican
por medio de las partículas portadoras: el fotón para la
fuerza electromagnética, los bosones W y Z para la
interacción débil y los gluones para la interacción fuerte.
La gravedad no ha podido incorporarse a este modelo
estándar de las partículas e interacciones, ya que aún no
se han detectado partículas en la naturaleza que puedan
aportar a la fuerza gravitatoria.
El átomo y el número atómico

Núcleo:

Es la región más densa del átomo, se ubica en el centro y


en éste se encuentran los protones y los neutrones, esta
zona concentra el total de la masa, por ello el número de
neutrones y protones determina el número de masa (p + n =
No. De masa).

Masa atómica:

Es el promedio del número de masa de todos los isótopos


de un elemento, por eso se obtienen valores decimales.

Protones:

Partículas subatómicas con carga positiva, se localiza en el


núcleo y tiene un peso de 1.673x10-24 g.

Al conjunto de protones de un átomo se le conoce como


numero atómico, es decir, si un átomo posee 3 protones, su
número atómico será 3.

Neutrones:

Partículas subatómicas sin carga que se localizan en el núcleo, estos dan origen a los isótopos de los
diferentes elementos.

El número de neutrones suele calcularse de la siguiente forma:

Número de Neutrones = número de masa – número atómico

(No. De N = No. De M – No. A).

Llamamos isótopos a los átomos con el mismo número atómico pero que difieren en su masa
atómica debido a que poseen el mismo número de protones pero con diferente número de neutrones.
Electrones:

Partículas subatómicas con carga negativa que se encuentran alrededor del núcleo con un peso de 9.1
x 10-28g.

Número de electrones en un átomo neutro es igual al número de protones.

Nivel de energía:

De acuerdo al modelo postulado por Bohr, los electrones


giran en órbitas alrededor del núcleo en donde les
corresponde cierto nivel de energía (n).

El número de niveles de energía que un átomo puede tener


puede ser de 1 a 7 y se representan con las letras
mayúsculas K, L, M, N, O, P y Q.

Cada nivel de energía puede contener un número


determinado de electrones.

Los niveles de energía corresponden en la tabla periódica a


los periodos. En el siguiente ejemplo el sodio tiene tres
niveles de energía, por tanto está en el tercer periodo de la
tabla:
En un átomo neutro, a los electrones que se encuentran en el último nivel de energía se les conoce
como electrones de valencia, éstos son muy importantes porque en una familia de elementos todos
tienen el mismo número de electrones de valencia.

Iones

Ya sabes que el átomo es eléctricamente neutro porque tiene el mismo número de protones y
electrones. Si un átomo gana uno o más electrones, tendrá mayor número de electrones que de
protones, o bien, si un átomo cede uno o más electrones, el número de protones será mayor. En los
dos casos, el átomo ya no es neutro, puesto que tiene mayor carga negativa o positiva. Se forma un
ion negativo (anión) o positivo (catión), respectivamente. Para que lo comprendas mejor, vamos a
ejemplificarlo con el sodio y el cloro.

El sodio tiene como número atómico 11, es decir, tiene 11 protones y 11 electrones:

Como podrás observar, la carga positiva es mayor que la negativa en uno, lo que se expresa como
Na+1 (catión). El cloro tiene como número atómico 17, es decir, tiene 17 protones y 17 electrones:
Como puedes observar, la carga negativa es mayor que la positiva en uno, lo que se expresa como Cl
-1 (anión).

Propiedades periódicas

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