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LECCIÓN 5 Materiales empleados en la inyección de terrenos

Figura 1. Proceso de colmatación de los huecos mediante inyección del terreno

La presencia de suelos con permeabilidad muy alta o macizos


rocosos muy fracturados pueden hacer que los bombeos sean
excesivamente costosos y se precisen otro tipo de técnicas para
controlar el nivel freático. Una forma de cambiar la permeabilidad de
un terreno, y por tanto, contener mediante barrera el agua
subterránea, es mediante la inyección del terreno. La técnica, muy
utilizada también como mejora del terreno, consiste en introducir en el
medio una mezcla fluida que reacciona con las partículas de suelo
mediante una reacción hidráulica o química. De esta forma se
conforma una masa de mayor resistencia mecánica y permeabilidad,
así como menor deformabilidad, pues se consigue aumentar la
compacidad, disminuyendo el índice de huecos (Figura 1).

El tratamiento del terreno con inyecciones depende tanto de las


peculiaridades del medio a tratar como de las características del
producto de inyección, así como de la forma en la que este producto
se introduce en el medio.
Este procedimiento constructivo se inició en Francia, siendo su
inventor Charles Bérigny en 1802, quien inyectó morteros de cemento,
alguna vez asociados con puzolanas. Si bien al principio solo se
pretendían rellenar huecos colocando el mortero líquido por gravedad,
poco a poco se perfeccionaron las inyecciones, a partir de 1920-1930,
donde la construcción de ferrocarriles abrió paso a las grandes obras
hidráulicas.

Las aplicaciones más frecuentes de la inyección del terreno son los


tratamientos de las cimentaciones de presas, el refuerzo de
cimentaciones o recalce de edificios, así como la construcción de
túneles. Sin embargo, hay que ser prudentes con estos
procedimientos, pues la inyección de grandes volúmenes de material
en el terreno puede causar desplazamientos. Además, el material
inyectado tiende a moverse a través de las capas más permeables o a
través de grietas débiles, surgiendo a menudo a distancias
considerables del punto de inyección.

En el caso de las inyecciones de impermeabilización, el objetivo


fundamental es reducir la permeabilidad del terreno. Son tratamientos
muy habituales en presas, en túneles y en excavaciones en general,
cuando se realizan trabajos bajo nivel freático. Se emplean como
mezclas de inyección lechadas y productos químicos como los geles
de silicato, aunque también es posible realizar inyecciones de
colmatación de huecos mediante arenas sin cemento con objeto de
disminuir la permeabilidad, permitiendo el drenaje. A medida que la
permeabilidad del medio disminuye, se deben emplear fluidos de
menor viscosidad para conseguir la suficiente penetración en el
terreno.

Al fluido inyectado se le conoce como mortero de inyección, los


cuales pueden ser conglomerados hidráulicos, materiales arcillosos,
arenas y filleres, agua y productos químicos. El componente más
habitual en las inyecciones es el cemento, el cual puede ir
acompañado por distintos productos. Los materiales utilizados en la
inyección son los siguientes:

 Conglomerantes hidráulicos: Incluyen los cementos y productos


similares empleados en suspensión cuando se preparan las lechadas.
La granulometría del conglomerante hidráulico de la lechada es un
factor importante, pues guarda relación con las dimensiones de los
huecos o fisuras o huecos existentes.

 Materiales arcillosos: Las arcillas naturales, de tipo bentonítico,


activadas o modificadas, se utilizan en las lechadas elaboradas con
cemento, pues reducen la sedimentación y varían la viscosidad y la
cohesión de la lechada, mejorando la bombeabilidad.

 Arena y filleres: Se adicionan a las lechadas de cemento y a las


suspensiones de arcilla para variar su consistencia, mejorando de esta
forma su comportamiento frente a la acción del agua, su resistencia
mecánica y su deformabilidad. Generalmente se utilizan arenas
naturales o gravas, filleres calcáreos o silíceos, puzolanas y cenizas
volantes, exentos de elementos perjudiciales.

 Agua
 Productos químicos: Se utilizan silicatos y sus reactivos, resinas
acrílicas y epoxi, materiales procedentes de lignina y poliuretanos,
siempre que cumplan la legislación ambiental vigente. Los aditivos son
productos orgánicos e inorgánicos que se añaden, en general en
cantidades reducidas, a la lechada para modificar sus propiedades y
controlar la viscosidad, el tiempo de fraguado y la estabilidad, durante
la inyección, además de la resistencia, cohesión y permeabilidad una
vez colocada la lechada. Como aditivos se utilizan, entre otros,
superplastificantes, productos para retener agua y productos para
arrastrar aire.

En la Tabla 1 se relacionan los distintos tipos de productos:

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