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Mantenimiento periódico

El mantenimiento periódico es aquel donde se reciben los equipos de una empresa cada
cierto tiempo.

El propósito es prevenir o reparar desperfectos que impidan el correcto funcionamiento de


la maquinaria.

La periodicidad con la que se revisan los equipos dependerá del desgaste que presenten los
componentes del equipo y de la calidad de esos componentes, si presentan fugas u otros
defectos.

Por lo general, los equipos deben recibir mantenimiento dos o tres veces al año, si es que no
presentan fallas antes.

Riesgos en el mantenimiento periódico

En muchas ocasiones, las tareas de mantenimiento periódico pueden suponer riesgos para la
vida y salud del operario o personal de mantención.

Algunos factores que deben cubrirse son:

 Espacios muy reducidos.

 Frío o calor excesivo en el ambiente.

 Presencia de radiaciones.

 Ubicación de equipos (sobre todo si están a una altura muy elevada).

 Vibraciones excesivas.

 Inhalación de productos químicos.

 Contacto con bacterias u hongos.

 Mal procedimiento.

Mantenimiento periódico: características

 Es, como su nombre lo indica, periódico. Con frecuencia, hay que constatar que
las máquinas estén funcionando correctamente.
 Puede ser total o parcial. El mantenimiento, según sea el caso, puede enfocarse en
todo el equipo o en uno o varios de sus componentes.

 Es más rentable. Al realizarse en los lapsos correspondientes, el mantenimiento


periódico evita gastos mayores a corto o largo plazo.

 Prevé riesgos. Llevar a cabo el mantenimiento periódico permitirá observar


desgastes que de seguro acarrearían detener la productividad.

El mantenimiento periódico de tu coche es un procedimiento básico y muy importante que


debes llevar a cabo para obtener un buen desempeño y desarrollo del mismo y a su vez una
larga vida de uso. El tiempo de vida promedio de un automóvil estándar es de unos 10 años,
después de este tiempo, nuestro vehículo puede empezar a presentar fallos graves.

Por ello, os dejamos los siguientes consejos y pasos para un correcto y


periódico mantenimiento de tu coche:

1. Revisar el aceite.
Es conveniente revisar el aceite cada mes. Para tener una referencia, el aceite del
vehículo se cambia cada 5.000 kilómetros o cada tres meses, aproximadamente. Además,
se debe reemplazar el filtro en cada cambio. Tras circular con el vehículo un cierto tiempo
el aceite se ensucia y estas impurezas se transmiten al motor. De manera que con un nivel
aceptable de pureza del aceite mantendremos también el motor limpio.

De igual forma,  el cambio de aceite aparece estipulado en el manual de mantenimiento.


Elige siempre aceite de calidad igual o superior al que indica el fabricante.

2. Comprobar los niveles de anticongelante.

Se deben comprobar los niveles de anticongelantes, incluso es recomendable cambiarlos


todos los años cuando llega el frío. Para ello, se recomienda vaciar el sistema de
refrigeración y reemplazar el anticongelante.

3. Revisar el líquido de transmisión.


El líquido de transmisión debe ser revisado aproximadamente una vez al mes, con el
motor tibio y el freno de mano puesto ó cambiarlo cada 60.000 kilómetros.

4. Atención a la batería.

La vida útil de una batería oscila entre 2 y 3 años normalmente, por ello es conveniente
revisar el nivel de carga cada 3 meses. En el caso de veas que se está formando una capa de
material blanco en los terminales, límpialos con un cepillo y agua con bicarbonato de sodio
y untarlos de grasa antiácido.

5. Líquido de frenos

Hay que prestar especial atención al líquido de frenos. El nivel debe permanecer siempre
igual por lo que es recomendable su revisión una vez al mes y rellenar cuando lo necesite,
sin sobrepasar la línea que marca el fabricante en el recipiente. Comprueba a su vez que el
recipiente no tenga ninguna fuga.

También es conveniente revisar el sistema de frenado, principalmente si vamos a hacer


algún viaje largo. Para ello, realiza un frenazo brusco para comprobar que los frenos
reaccionan correctamente y comprueba también la correcta tensión del freno de mano.

6. Revisar la presión de los neumáticos 

Para evitar su desgaste, revisa por lo menos una vez al mes la presión de los neumáticos
recomendadas por el fabricante, si cuentan con la cantidad de aire adecuada.

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