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Normativa de la Formación Docente en República Dominicana.


EVALUANDO UNA GESTIÓN EDUCATIVA »

Condiciones Laborales del Docente Dominicano


 
El artículo 133 de la ley de Educación 66’97 del 4 de febrero del año 1997 es preciso en
señalar a quienes se consideran docentes en el sistema educativo dominicano. En este sentido son
docentes:
“a)  Los educadores que en el ejercicio de su profesión, orienten directamente el proceso de
enseñanza-aprendizaje en el aula, en cualquier espacio o medio en los distintos niveles y
modalidades de educación, de acuerdo a los programas oficiales; b) Los empleados técnicos-
docentes que realizan labores de planificación, asesoría, orientación, o cualquiera otra actividad
técnica, íntimamente vinculada  a la formulación y ejecución de las políticas educativas; c) Los
funcionarios administrativos-docentes, que realizan labores de dirección, supervisión y otras de
índole administrativa, relacionadas con el proceso educativo y para cuyo desempeño se requiere
título docente.”
La Carrera Docente es, de acuerdo con el artículo 135 de la citada ley, “la vinculación del servidor
de la educación al conjunto de disposiciones organizativas y legales que regulan el ingreso, la
permanencia, la promoción y el retiro de los docentes durante su ejercicio profesional, así como
sus deberes y derechos laborales. (…) “. Es importante señalar que la Carrera Docente se inicia,
como lo establece el artículo 136, con docentes de aulas.
Las relaciones laborales de los docentes con el Ministerio de Educación se establecen en el
Estatuto Docente. En este sentido, gozarán de estabilidad en el empleo aquellos docentes que
“ingresen el sistema de enseñanza mediante los procedimientos establecidos en el reglamento del
estatuto de la Carrera Docente,” “salvo- añade el artículo 137 de la ley de educación-  violación a
las leyes, las normas éticas y morales y las disposiciones administrativas”.
El ingreso a la Carrera Docente- de acuerdo con los artículos 138 y 139 de la referida ley- será por
concursos de oposición para todos los cargos administrativos docentes y técnicos –docentes.
También podrán ingresar por méritos profesionales. Estos dos mecanismos- oposición y méritos- 
se utilizarán también para los ascensos y promociones en el sistema educativo dominicano.
De conformidad con la ley, “el personal docente estará protegido por un régimen de Escalafón
definido como régimen legal que determinará la clasificación de los docentes en categorías y
especialidades, tomando en cuenta los niveles, ciclos y modalidades de la educación…” (art. 143)
Es una preocupación del estado dominicano que el docente “alcance un nivel de vida digno, un
estatus y reconocimiento social acorde con su misión profesional y que disponga de los recursos
y medios indispensables para su perfeccionamiento y el ejercicio efectivo de su labor”, (art. 148). 
A partir de este artículo se puede precisar que los legisladores tenían claro el papel del Estado
como ente promotor del bienestar de los docentes y de su perfeccionamiento para el mejor
desempeño de su labor en las aulas.
 
El mismo legislador precisa, en el artículo 150 de la ley, las variables a considerar para la
valoración del docente: “la capacidad, la formación, el rendimiento, la localización del centro
donde trabaja, el grado que atiende, el escalafón, la responsabilidad y los reconocimientos por
obras escritas o méritos sobresalientes”. En reformas posteriores estos criterios utilizados para
incentivar a los docentes con mejoras salariales fueron reducidos a tres: Tiempo en servicio, título
académico y evaluación del desempeño.
En beneficio de los docentes activos, pensionados y jubilados en la ley, art. 159, de educación se
creó el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial, INABIMA, como organismo responsable de la
seguridad social de los docentes y el mejoramiento de su calidad de vida, seguro de
vida viviendas, servicios múltiples de consumo, ahorro, vacaciones, etc. En la práctica, muchas de
estas actividades son responsabilidad de organismos creados por los propios docentes, como lo es
la Cooperativa nacional del Magisterio, el seguro médico, y los planes de viviendas desarrollados
por iniciativa del sindica de los docentes.
 
A pesar de todas estas disposiciones a favor del docente, el problema principal que padecen es el
bajo salario que reciben por la labor que desempeñan. Este es el talón de Aquiles para garantizar
que los docentes estén motivados y puedan dar lo mejor de sí en el desarrollo del proceso docente
a nivel de las aulas. El bajo salario limita también que jóvenes talentosos se decidan a estudiar la
carrera docente y contribuir eficientemente a elevar la calidad de la escuela dominicana.
 
 
 

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