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EL PLEBISCITO y LA RUTA PARA LA TRANSICION.

EL GRAN CAMBIO. Genio r. lobo

Genio R. Lobo.
“Elaborar programas desde las preocupaciones que todos tenemos sobre asuntos como la
inseguridad personal, el desempleo, el acceso y la calidad de la educación, las
características del sistema de salud, la necesidad de disponer de un sistema judicial limpio
y accesible, la superación de nuestras bajos índices de productividad y de la precariedad
laboral, la definición institucional del petróleo como oportunidad para el desarrollo, el
mantenimiento de los equilibrios básicos para hacer confiable una economía para invertir
en ella, todos estos temas, y muchos más que aquejan directa o indirectamente a la gente,
son asuntos sobre los cuales hay que plantear ideas y someterlas a la consideración de los
agentes sociales involucrados, sean ellos del sector público o privado” (Un acuerdo para
lograr el desarrollo)
“Transición hacia un régimen de mayor libertad, democracia y competitividad o hacia una
forma renovada de continuidad del régimen revolucionario bolivariano, Las modalidades
que pueden asumir ambas alternativas están en pleno proceso de desarrollo.” Francisco
José Virtuoso.
“La única alternativa es una transición democrática del poder del Estado a otro liderazgo y a otro modelo de convivencia social, que es lo
que la gran mayoría de los venezolanos aspiran con todo derecho” (F.J.V-)
¿Qué es lo que está pasando en Venezuela, cuáles son sus causas, cuáles han sido sus
efectos, son causas intrínsecas o exógenas, económicas, políticas, sociales? Cuales son o
deben ser los pasos a seguir para alcanzar la solución de la crisis. A quienes les
corresponde la búsqueda de las soluciones? Cuando y en qué forma se debe realizar la
búsqueda del retorno a la independencia y la democracia?.
Recientemente la organización de la Sociedad Civil ANCO, en acuerdo con el Presidente de
la Asamblea Nacional, único órgano del Poder legítimo, en acuerdo con Luis Gerardo
Guaido, Presidente (Interino), convino en convocar Consulta Plebiscitaria Vinculante para
conformar la Ruta hacia la restitución democrática y de la Soberanía Nacional y conseguir
por dicha vía la manifestación de voluntad de la población venezolana del cese de la
usurpación.
La Consulta convenida, de conformidad con el artículo 5 de la Constitución Nacional tiene
como finalidad recuperar la Soberanía Nacional y el Estado de Derecho mediante la vía del
plebiscito, en interpretación del artículo 70 de la misma Constitución, que establece, “Son
medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía en lo
político; la elección de los cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria
del mandato, las iniciativas legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y
la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones son de carácter vinculante, entre
otros, y en lo social y económico, las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la
cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las
cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores
de la mutua cooperación y la solidaridad. La ley establecerá las condiciones para el efectivo
funcionamiento de los medios participativos en este artículo.”
El proceso de la convocatoria en cuestión se fundamentó en la interpretación de la norma
suprema constitucional lo que hace obligante explicar algunos términos y frases jurídicas
para lograr el fiel entendimiento de la ciudadanía de la procedencia de la Consulta
realizada en ejercicio de la soberanía en posesión del pueblo venezolano.
Este análisis entiendo debe iniciarse por la interpretación del concepto fundamental, la
soberanía, que es la soberanía?, porque es este el criterio jurídico sobre el cual se basa,
en momentos en que vivimos un vacío de poder y de ingobernabilidad, sobre la cual
jinetean los usurpadores para destruir el sistema político y económico; el ejercicio del
Poder Soberano es la justificación para volver al sistema democrático y la conformación de
un sistema de gobierno legítimo que sea expresión de la voluntad popular.
Jean J. Rousseau, establece que “la soberanía consiste esencialmente en la voluntad
general”, pero esta no puede ser enajenada ni puede ser representada más que por sí
misma: “el poder puede transmitirse pero la voluntad no…” El carácter inalienable de la
soberanía, va acompañada de la indivisibilidad de la misma, pues se trata de la voluntad
general, que es la suma de la voluntad de todos, no de una voluntad parcial e individual.
En consecuencia la soberanía le corresponde a todos y a cada uno de los miembros de la
comunidad, es una soberanía, cuyo ejercicio se delega en funcionarios (Parlamentarios)
que son investidos, mediante el voto, es un mandato imperativo que lo hace vinculante;
de aquí se desprende que la decisión del 12D hace obligante la convocatoria de la
Consulta, obligación de cumplimiento que se traslada a toda institución o funcionario
involucrado en la Convocatoria, igualmente es obligante para todos los funcionarios e
instituciones gubernamentales.
La convocatoria que por ejercicio soberano del pueblo realizo la Asamblea Nacional y
habiendo obtenido una aprobación mayoritaria debe ser ejecutada en los mismos
términos en que fue aprobada, además hace obligante la convocatoria de elecciones
presidenciales y consolida la designación de Presidente Luis Gerardo Guaido como
Presidente de la Republica, al igual que la continuidad de la actual Asamblea Nacional. La
obligación vinculante generada no es solo de efectos internos sino también de efectos
internacionales lo cual determina que la Comunidad Internacional no puede irrespetar tal
decisión; vale una aclaratoria dentro de las especulaciones interesadas, ningún organismo
ni funcionario nacional menos internacional puede establecer conversaciones o gestiones
con la finalidad de llegar a acuerdos que den a entender irrespeto a la declaración
soberana del 12D, es el caso de que si cualquier Presidente de República u organismo
internacional tuviere la iniciativa de contribuir con la usurpación extranjera a que está
sometida Venezuela, no puede hacer otra cosa más allá de solidaridad con las decisiones
del Presidente de la Republica en cuanto al nombramiento de un gobierno de Transición y
posteriormente realización de elecciones conforme a las reformas realizadas por la
Asamblea Nacional prorrogada el mismo 12D.
Cabe peguntar, puede un Parlamentario negociar algún acuerdo para prorrogar el
mandato de facto de los usurpadores? No. no lo puede hacer por cuanto de conformidad
con las preguntas presentadas el Soberano debía manifestar si estaba de acuerdo o no
con el “Cese de la Usurpación”, es decir, ordenar destituir al usurpador del cago; al
expresar en forma mayoritaria que su voluntad era la cesación de funciones, no solo del
Presidente Usurpador, sino de todo su equipo, es obligante entender que no dejo espacio
para ninguna negociación de continuación de la Usurpación, solo terminar, es decir
finalizar con la dictadura; en cuanto a convocar a elecciones, no considerara validas la
convocatoria hecha por los usurpadores de elecciones para el 6D y aprueba prorrogar la
continuidad de la Actual Asamblea hasta que las condiciones de legalidad estén dadas y
garanticen un gobierno democrático. Realizada como fue la Consulta vinculante el 12D, y
habiendo obtenido una votación exitosa las funciones de ejercicio de la Presidencia de
Republica quedaron exclusivamente de manera Constitucional en manos del Presidente
Luis Gerardo Guaido, le corresponde a el nombrar un gobierno de Transición y la
Asamblea Nacional continuará en ejercicio legítimo hasta el momento en que se realice la
convocatoria de nuevas elecciones, para ello será necesaria la reorganización y
legitimación del Sistema Electoral y nombrar una Consejo Nacional Electorado de
acuerdo con las normas constitucionales vigentes y dando legitimidad al proceso
electoral.
A quienes les corresponde la búsqueda de las soluciones? Cuando y en qué forma se debe
realizar la búsqueda del retorno a la independencia y la democracia? . Esta constituye la
gran pregunta e incógnita que se hacen los venezolanos y deberían ser los integrantes de
la alta plana de los partidos políticos quienes deberían no solo dar la respuesta, sino
además explicar a los ciudadanos la ruta a seguir, no solo en la solución del problema
político sino las soluciones previstas para salir de la crisis. Cabe en consecuencia una
nueva pregunta, porque las cúpulas políticas no han orientado e informado sobre estas
materias, a quienes les corresponde la búsqueda de las soluciones? Cuando y en qué
forma se debe realizar la búsqueda del retorno a la independencia y la democracia?. A
quienes les corresponde la búsqueda de las soluciones? Cuando y en qué forma se debe
realizar la búsqueda del retorno a la independencia y la democracia?, que los inhibe o
inhabilita para hacerlo?, La responsabilidad es de los partidos políticos como institución o
es de la alta dirigencia partidista? Esta situación requiere de un análisis y una conclusión
ya que nos estamos jugando no solo la estabilidad política democrática de la nación sino la
vida, la salud, el bienestar de todos los ciudadanos y el futuro generacional.
Llego la hora de decir las cosas claramente pero dentro de un análisis serio y responsable.
No debemos continuar criminalizando a los partidos políticos, en la realidad de la crisis y
sus consecuencias existen variadas responsabilidades y para entenderlas es necesario
hacer un recuento histórico de nuestro mundo político. A lo largo de nuestra historia
conseguiremos diversas y complejas experiencias sobre acuerdos, “acercamientos y
negociaciones que tuvieron lugar en diferentes momentos de nuestra historia por
quienes, desde posiciones muchas veces antagónicas, se vieron en la necesidad y
estuvieron dispuestos a encontrarse y, mediante el diálogo y la búsqueda de puntos
comunes, fueron capaces de construir fórmulas de entendimiento que favorecieron la
búsqueda de caminos a transitar de manera conjunta con el fin de alcanzar la paz y
garantizar la convivencia entre ciudadanos”. (Inés Quintero, Prologo Venezuela enclave
de paz); paralelamente no solo debemos referirnos a la criminalización de los partidos
políticos sino también a diferentes análisis históricos donde se presentan relatos
históricos que desvirtúan las realidades, a tal efecto vale señalar lo que indica Inés
Quintero en su prólogo al libro antes referido: “En ese momento y en las décadas
siguientes, se convirtió en un imperativo de primer orden ofrecer un relato histórico que
sirviese de apoyo al proceso de construcción de la Nación. Para cumplir con ese propósito
se elaboró una historia idealizada, épica y heroica en la cual las batallas y las grandes
hazañas protagonizadas por los próceres, sirvieron de elemento cohesionador de la
nacionalidad”, de igual forma nos encontramos con los tan trajinados acuerdos o
negociaciones en búsqueda de presuntas soluciones, donde se desbordan las gratificantes
virtudes individuales o privadas que permiten sobrevivir las preocupaciones particulares a
la esfera individual hacia otra más elevadas: la ciudadana. El país se ha ido construyendo
sobre análisis historiográficos que han dado nacimiento al gran perjuicio de los
esclarecidos mitos de héroes y caudillos.
Por eso al hablar de la necesidad y de la llegada de la gran oportunidad de un cambio
verdadero es obligante esclarecer tales distorsiones que hoy ensombrecen la vida y la ruta
nacional para el logro de un verdadero cambio.
En que consiste El Gran Cambio, una propuesta para el país que queremos.
La Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO), no constituye ninguna
organización de Partido Político, sino una organización voluntaria de la Sociedad Civil, de
ciudadanos venezolanos, donde participan profesionales, empresarios, trabajadores,
jóvenes, mujeres, productores, libres pensadores, intelectuales, una gama de
ciudadanos interesados en servir de constructores de una nueva Venezuela, sin
afiliaciones partidistas y no sometidos a dogmas políticos ideológicos, pero si enraizados
profundamente en un sentimiento patriótico y de identidad nacional y de no retorno a
etapas superadas del caudillismo, del personalismo y ausencia de individualismos
excluyentes carcomidos por egoísmos trasnochados, ansiosos eso sí de volver a aquella
Venezuela nacida en democracia, en libertad de acción y pensamiento y ambición de
crecimiento productivo, reintegrarse a la democracia, al fomento de los sueños de la
época fundacional originaria constituyente, revivir y reconciliarse con aquella
Generación del 28 imbuida de sentimiento patriótico, influidos por las experiencias
conocidas de los cambios en el mundo Europeo y otras latitudes, deseosos de saborear
el derecho a vivir en democracia, en libertad, en igualdad sin distinción de clases
sociales, con principios filosóficos en la búsqueda de la verdad, la dignidad, la justicia, el
amor y la paz. Una integración voluntaria para dar cabida a un Gran Cambio, pero no de
elites políticas expoliadoras. Un Cambio fundamentado en el documento propuesta para
la gran ruta hacia un nuevo régimen democrático, donde se destaque la capacidad y la
eficiencia de los administradores, sin padrinazgos ni compañerismo políticos, capacidad
generada en el estudio y la formación profesional dentro de Universidades e Institutos
Educativos donde prevalezca la moral educativa y formación imbuida de corrientes
educativas modernas actualizadas con visión de futuro. Donde prevalezca la libre
discusión de las ideas y el pluralismo sea base de orientación en la investigación de nuevas
ideas modernizadoras. Donde se sustituya la concepción de la supremacía del rentismo
por la creatividad innovadora de crecimiento y desarrollo productivo. Donde la eficiencia,
la sapiencia del conocimiento sea garantía de calidad y fomento de intercambios
culturales y educativos. Un gran Cambio no solo de comportamiento para entender una
nueva Democracia, ya no simplemente electoral, donde el ciudadano la entienda como un
sistema moderno de gobernabilidad y gobernanza, una forma de llegar al ciudadano que
le permita volver a tener credibilidad en los gobernantes, en sus propias capacidades y
dejar de ser dependiente de los favores del Estado y si de su capacidad productiva. Un
Cambio que sustituya al parlanchín, al politiquero de oficio, engañoso, irresponsable y
malversador de los fundos públicos y se le dé cabida a la meritocracia de buena formación
moral. Un cambio que conlleve un nuevo sistema de convivencia humana y social, donde
prevalezca la eficiencia para resolver los problemas, que sea altamente funcional, donde
se respete y sea eficaz la separación de los poderes, donde se ejercite una justicia
respetuosa y digna para el ciudadano, la existencia de una organización territorial
funcional, donde sea efectiva la Descentralización y Autonomía Municipal, done esta
posea una organización y distribución territorial con un índice de población que permita el
buen funcionamiento de la administración para una fácil y efectiva solución de los
problemas locales, donde se desarrolle una educación ciudadana que le prepare para ser
sujeto activo en la gestión y solución de los problemas comunales, que permita que la
igualdad ciudadana sea norma de dignidad y haga al ciudadano digno y respetable, así
como la posesión de una identidad con la región para fortalecer el respeto y el
crecimiento de la autoestima dentro del colectivo e induzca a la total ausencia de
diferencia de clases sociales.
En la propuesta de ANCO prevalecerá el entendimiento de que en el ciudadano debe
predominar una concepción de cambio cultural para inducir el cambio de paradigmas, la
sustitución de la improvisación por la atención continua hacia el bienestar colectivo y el
reposicionamiento de la dañina mentalidad de la dependencia del favor del Estado y sus
funcionarios. En esa nueva mentalidad se debe fortalecer la cultura ciudadana a entender
que debemos encaminarnos hacia el tercer milenio sobre la base de una evolución donde
los apremiantes problemas de la miseria, y la inseguridad, carentes de complejo de atraso,
con la existencia de viviendas a la altura del buen vivir, un eficaz sistema de salud donde la
prevención y atención se inicien dentro de la misma comunidad, con el funcionamiento
de centros de salud eficientes en servicio y personal, donde el servició de hospital sea la
última instancia a agotar; estos planteamiento forman parte de ese cambio que se debe
prestar, para ese logro no es suficiente la participación de los órganos del Estado, pero si
de un cambio mental en el ciudadano, que este entienda que debe transformarse en el
gran líder de su propio futuro y por ende el gran protector del bienestar comunitario,
lograrlo y trabajar para ello constituirá un cambio de paradigma y una evolución para la
conformación de un nuevo modelo de ciudadano y de comportamiento democrático
cívico, logarlo será uno de los grandes pasos a dar para la idea de refundar a Venezuela y
reinventar la democracia y el ejercicio democrático de manos del nuevo actor, el
ciudadano envestido por sí mismo de soberanía, de esta manera ella radicara
eficientemente en el ciudadano con una conciencia clara de identidad entre él y su
comunidad, habrá en consecuencia un nueve supervisor en un nuevo modelo de
gobernanza.
Textualmente se indica en el documento “El Gran Cambio”, “El país no existe…Sus
instituciones aniquiladas, modificado su nombre con fines políticos. …Profanados la
imagen y legado del libertador junto a sus restos, así como los símbolos patrios. Sus
riquezas robadas con descaro impune. La sociedad y familia fragmentada, destruida,
huyendo de la opresión. Quebraron y arrasaron con las industrias públicas y privadas,
incluidas las emblemáticas petrolera y siderúrgica. Arruinaron, expropiaron, incautaron la
producción agropecuaria y la agroindustrial, así como la infraestructura de servicios
públicos y privados Devaluaron el bolívar, endeudaron el país, generaron la mayor
hiperinflación. Se adueñaron y confiscaron el sector bancario, los medios de producción,
el transporte y la comunicación. Corrompieron y destruyeron la Fuerza Armada Nacional.
Hicieron del voto un instrumento fundamental para eternizarse en el poder, y como si
fuera poco, aniquilaron la calidad de la educación al desatender a los maestros en sus
necesidades básicas, desmejoraron el pensum de estudio y abandonaron la planta física
educativa. En fin, no hay actividad que haya escapado al poder desbastador de una
delincuencia narcotraficante corrupta secuestradora del país, vinculada al terrorismo
internacional, amenaza cierta de la paz y estabilidad política de la región. Hoy,
injustamente Venezuela ocupa los últimos indicadores de desarrollo humano, económico
y político del mundo.
El país colapso, esta arruinado. Está en manos de un conglomerado criminal y sin
escrúpulos que se unió para con él. Es un Estado paternalista en crisis pero opresor, fallido
y forajido. Territorio habitado por ciudadanos indefensos en situación de subsistencia
extrema, víctimas del abuso de la acción depredadora de funcionarios, cuerpos de
seguridad del Estado, las mafias, carteles de países injerencistas que saquean nuestra
riqueza y trafican droga. La oposición política ha fracasado, inclusive algunos plegados a
las corruptelas que facilitan la permanencia del régimen y acrecientan la desesperanza e
incredibilidad de la población en ella y los partidos que la integran. Retomar la verdadera
vigencia del país solo es posible si acometemos un Gran Cambio, profundo y radical en su
modelo político, administrativo y constitucional para rehacerlo con base a un nuevo
Proyecto País, e insurgió con la firme determinación e impulso incontenible de la fuerza
hacia el progreso y la modernidad. Para ello se precisa de una nueva dirigencia mejor
formada, no improvisada, con nuevos procedimientos, ceñida su actuación al código
moral y ético para su concreción urgente y necesaria, desechando vicios, corruptelas,
mafias y enchufados, testaferros, colaboradores. Controladores del Estado que
impunemente se beneficien de él.
Pensar que debemos volver a depositar la confianza en mesías, o en caudillos políticos
populistas, en un simple cambio de funcionarios y partidos para que todo se solucione, es
utopía irresponsable e insensata. Los daños al país son estructurales e irreversibles que
ameritan un profundo y radical Gran Cambio al desorden establecido.”
Queremos el Gran Cambio? Pensemos entonces en depositar la confianza en nosotros
mismos, debe constituir un criterio claro e invariable el rechazar continuar con este
modelos usurpador centralizador con alta injerencia extranjera, militarista, rentista,
esclavizante y apoyado por una partidocracia igualmente centralizaste y clientelar que ha
asumido para si el protagonismo de la Sociedad Civil desvirtuando no solo elaboración de
proyectos para el progreso y desarrollo hacia el modernismo ya que solo persiguen ir al
poder por el poder en sí mismo, con mandatarios sujetos a la voluntad de sectores que
privilegian sus intereses particulares.
Es urgente cambiar hacia un modelo verdaderamente federal y descentralizador basado
en la inmensa potencialidad de Venezuela, pero debe ser entendido por la ciudadanía que
todo estará en manos de una ciudadanía con mentalidad productiva, que impulse ese
desarrollo deseado y dispuesto en transformase en protagonista de su propio deseo de un
Gran Cambio, hoy propuesto pero que mañana debe ser un sentimiento nacional,
actuando en un mundo de convivencia y unidad de acción. Ciudadanía y Anco
identificados en un solo ideal la reconstrucción de Venezuela y la recuperación de la
dignidad ciudadana.
El Gran Cambio no constituye un simple discurso populista es un estudio para lograr
construir la Ruta del Cambio y ue dependerá totalmente de la voluntad de cada uno de los
ciudadanos, por tal motivo me permito invitarlos a repensar Venezuela y que se integren
al desarrollo y ejecución de este proyecto, a dejar de ser ciudadanos humillados y
envilecidos por el rentismo petrolero; amigos ANCO no es un partido político en una
institución nacida para organizar a la Sociedad Civil y apropiarla de un derecho
constitucional, poseedora de su propia soberanía y con una visión de futuro moderno-
En próximos foros y reuniones de trabajo les daremos a conocer el proceso de
construcción de la nueva Ruta prevista y como darnos las manos para fortalecer el trabajo
a realizar.
Amigos recordemos que la Generación del 28 abrió la brecha para la construcción del
ingreso de Venezuela al siglo XX, hoy nosotros tenemos la gran oportunidad de construir
la Ruta para Reconstruir a Venezuela, reconstruir la Democracia y volver a transformar a
Venezuela en el gran líder del desarrollo sustentable del continente americano y más aún
cuando lo estamos pautando desde esta tierra bendecida por el creador del Universo,
desde la tierra prometida de Guayana centro del impulso y desarrollo de la nueva
Venezuela. Buenas tardes y gracias por vuestra participación.

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