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D2.

C
CAQ
CUESTIONARIO DE ANÁLISIS CLÍNICO
SAMUEL E. KRUG

MANUAL
(5- edición)

TEA
PUBLICACIONES DE PSICOLOGÍA APLICADA
Serie menor n2 139
TEA Ediciones, S. A.
MADRID - 2001
Publicación original: Samuel E. KRUG: Clinical Analysis Questionnaire Manual. Champaign, Illinois. IPAT
(Institute for Personality and Ability Testing), 1980.

La adaptación española y estudios estadísticos han sido realizados


por N. SEISDEDOS CUBERO, Técnico de l+D de Tests de TEA
Ediciones, y colaboradores.

Redacción del Manual: N. SEISDEDOS CUBERO.

COLABORADORES: Manuel Alvarez Sobredo, José M- Bote Arjona, Rosa M- Carné Barnaus, Agustín
Cordero Pando, África Crespo Armada, Gloria Giménez-Frontín Hombravella, Rosario Iglesias Balboa.
Teodoro Marcos Bars, Luisa Martínez García, Teresa Muñoz y José M3 Prieto Zamora.

Copyright (©) 1980 by IPAT, Champaign, Illinois Ninguna parto de este Manual, Cuadernillo. Hoja de
Copyright (©) 1989.1998, 2001 by TEA Ediciones, S.A. respuestas y Plantilla de corrección puede ser impre­
sa, o reproducida por cualquier otro procedimiento, sin
I.S.B.N.: 84-7174-653-0 el permiso escrito de los propietarios del Copyright.
Depósito legal: M-13.097-2001

Edita: TEA Ediciones, S.A., c/ Fray Bernardino de Sahagún 24; 28036 Madrid
Printed in Spain. Impreso en España por Imp. Casillas. Agustín Calvo, 47; 28043 Madrid
INDICE

PRÓLOGO A LA ADAPTACIÓN ESPAÑOLA..................................................................... 5

1. DESCRIPCIÓN GENERAL........................................................................................... 7
1.1. Ficha técnica................................................................................................................... 7
1.2. Fundamentación y descripción del CAQoriginal............................................................. 7
1.3. Versión española.......................................................................................................... 10
1.4. Material para la aplicación............................................................................................ 11

2. NORMAS PARA SU UTILIZACIÓN.............................................................................. 13


2.1. Normas de aplicación................................................................................................... 13
2.2. Normas de corrección y puntuación............................................................................. 13

3. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA.......................................................................................... 15
3.1. Estudio experimental para su adaptación..................................................................... 15
3.2. Fiabilidad....................................................................................................................... 16
3.3. Validez.......................................................................................................................... 17
3.4. Validez criterial: grupos clínicos.................................................................................... 18
3.5. Correlaciones con otras pruebas.................................................................................. 20
3.6. Análisis factoriales........................................................................................................ 25
3.7. Escala de validación (V) y distorsiónmotivacional........................................................ 29
3.8. Influencia de la edad y el sexo..................................................................................... 31
3.9. índices de atracción...................................................................................................... 32

4. NORMAS DE INTERPRETACIÓN...................................................................................... 35
4.1. Muestra de tipificación.................................................................................................. 35
4.2. Datos normativos y tablas de conversión..................................................................... 36
4.3. Descripción de las escalas........................................................................................... 37
4.4. Factores de segundo orden.......................................................................................... 42
4.5. Elaboración de un perfil................................................................................................ 44

BAREMOS.................................................................................................................................. 45

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................... 49

APÉNDICE: Casos prácticos..................................................................................................... 51


PRÓLOGO A LA ADAPTACIÓN ESPAÑOLA

Visitando hace años, en compañía del Dr. Cordero, la entidad original publicadora de los
Cuestionarios de R. B. Cattell, el autor del CAQ, Dr. Krug, Director del centro IPAT, nos animaba a
que emprendiéramos la adaptación de este instrumento que "en Estados Unidos estaba teniendo una
gran acogida". ¡Otro cuestionario más!. ¡Pero si ya tenemos varias Formas del 16PF!. "¿Por qué no?"
("Whv not?"), nos contestó. Nos convenció y acordamos con él hacer la adaptación del CAQ-II. A
la vuelta del viaje iniciamos la tarea.

Ha sido un trabajo muy agradable: hemos implicado a bastantes profesionales (de organis­
mos públicos y privados) que, “¿por qué no?", también se convencieron del interés que este instru­
mento tenía para los profesionales españoles y colaboraron gustosos en las tareas experimentales.
Mas aún. todavía siguen colaborando y nos prestan sus observaciones y datos directos sobre grupos
de sujetos normales y clínicos.

Hemos estado esperando algún tiempo (tal vez más de lo que hubieran deseado los futuros
usuarios del CAQ), para que en su primera edición hubiera suficientes análisis y datos. No nos atre­
vemos a retenerlo más tiempo, con la esperanza de que en futuras ediciones se vaya enriqueciendo
con las aportaciones de esos colaboradores y de los demás usuarios que, también, "¿por qué no?", se
sentirán interesados por esta medida factorial de los aspectos clínicos de la personalidad.

Disponíamos de pruebas (como el MMP1, STAI, PNP, etc.) que aprecian distintas variables
de tipo clínico (hipocondriasis, depresión, ansiedad o rasgos patológicos específicos), pero su noso­
logía, construcción y aspectos psicométricos parecen algo alejados de la práctica profesional con
sujetos normales.

En este sentido el CAQ se presenta como una prueba factorialmcntc construida (con ade­
cuadas características de fiabilidad, validez y tipificación) para medir rasgos clínicos en sujetos nor­
males. El Cuestionario no es excesivamente largo y ofrece una rica gama de variables para tener una
buena comprensión de la dinámica de la personalidad del sujeto.

En la presente publicación, además de los resultados obtenidos en los estudios españoles, se


recogen algunos aspectos teóricos y psicométricos del CAQ tomados del Manual original del Dr.
Krug. Hemos creído que pueden ser necesarios para una mejor comprensión de los resultados que se
obtengan en las aplicaciones prácticas o de investigación realizados en nuestro país. El lector inte­
resado puede consultar alguna de las obras o trabajos citados en la Bibliografía; sólo se han recopi­
lado aquéllos que hemos juzgado más interesantes o que aparecen citados en este Manual; la revi­
sión periódica de O.K. Buros contiene abundantes referencias bibliográficas.

Una adaptación como la que presenta este Manual no ha sido el trabajo de una sola persona;
es el fruto de la colaboración de vatios profesionales que, desde distintos campos de la psicología y
diferentes organismos, aportaron su saber, dedicación y datos directos. Es difícil destacar unas apor­
taciones sobre otras, pero nos parece justo citar especialmente la colaboración de Agustín Cordero

5
Samuel E. Krug

Pando, José Ma Prieto Zamora y Manuel Alvarez Sobredo, que se implicaron en las primeras fases
de depuración de los elementos del Cuestionario y de elaboración de cuestiones alternativas, y de
Rosa Ma Carne Barnaus que nos ofreció la traducción de parte del Manual original del CAQ.

Una tarea como ésta no termina con la publicación del Manual; se continúa con la recogida
de nuevos datos, análisis y estudios de validación en las muy distintas áreas de aplicación del ins­
trumento Así, pues, agradecemos de antemano y animamos toda colaboración u observaciones que
puedan prestar aquellos profesionales que apliquen o utilicen este instrumento en el futuro; los datos
serán recogidos e incorporados en próximas ediciones del Manual (*) .

N. Seisdedos Cubero
TEA Ediciones I+D, Madrid, 1987

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1. DESCRIPCION GENERAL
1.1. Ficha técnica

Nombre original: Clinical Analysis Questionnairc.


Autor: Samuel E. Krug.
Procedencia: IPAT (Institute for Personality and Ability Testing),
Champaign, Illinois.
Adaptación española: Departamento I+D de TEA Ediciones, S.A., Madrid
(1987).
Administración: Individual y colectiva.
Duración: Variable, entre 30 y 45 minutos, aproximadamente.
Aplicación: Adolescentes y adultos (nivel básico: estudios pri­
marios).
Significación: Evaluación de doce variables clínicas de la persona­
lidad.
Tipificación: Baremos en decatipos para cada sexo en dos mues ­
tras normales (adolescentes y adultos) y una clínica.

1.2. Fundanientación y descripción del CAQ original

En los años 60, R.B. Cattell y sus colabo - El primer tipo de estudio se remonta al
radores emprendieron una serie programada siglo XIX y tiene sus raíces en las técnicas
asociativas de Wu ndt y Jung , en las técnicas
de investigaciones para fusionar dos impor - proyectivas desarrolladas a partir de los con­
antes vías en el desarrollo de la investigación ceptos psicoanalíticos y de la Gestalt, y en las
de la personalidad: técnicas terapéuticas que demostraron algún
grado de valor diagnóstico . El segundo enfo­
1) Evaluación de síndromes patológicamente que tiene sus orígenes en la teoría de la per ­
importantes y modelos de conducta des­ sonalidad basada en los análisis factoriales y
se apoya principalmente en la medida y eva­
viada determinados por la observación clí­
luación objetiva de un amplio espectro de
nica. rasgos (Cattell, 1973).
2) Medida de rasgos identificados y consis­ Aunque algunos instrumentos, construidos
tentemente replicados mediante procedi­ cuidadosamente para abarcar la dinámica
mientos y técnicas factoriales en adultos normal de la personalidad, como el 16PF, han
normales. aportado importantes contribuciones a la

7
comprensión de su patología (vcase Karson y una extensa serie de investigaciones, comen­
O'Dell, 1980), hay ciertas áreas de la conduc­ zadas a partir de los años 30 y destinadas a
ta desviada donde el 16PF no diferencia sufi­ definir dimensiones primarias de la persona­
cientemente entre distintos grupos clínicos. lidad normal. Estos rasgos han sido replica­
Esto es particularmente cierto con respecto a dos en una amplia variedad de culturas
la identificación y comprensión de trastornos (Cattell, Eber y Tatsuoka, 1970), muestran
en los que la depresión y la psicosis son los cambios consistentes y previsibles en grupos
rasgos centrales. con diferentes edades promedio y permiten
hacer predicciones de la conducta o actividad
Otros instrumentos ya arraigados, como el humana.
MMPI, han sido orientados principalmente
hacia el área patológica. Por ejemplo, aunque Aunque, en un principio, el 16PF no tuvo
el MMPI puede ofrecer suficiente informa­ la intención de ser una prueba clínica, ha con­
ción con respecto a un determinado síndro­ tribuido significativamente a la investigación
me, no logra diferenciar características no clínica con cinco escalas primarias de inesta­
patológicas de la estructura de la personali­ bilidad, rasgos que posteriormente se ha com­
dad, y con ello se pierde una parte importan­ probado que son componentes de una estruc­
te de la dinámica del sujeto. tura más amplia, de segundo orden, denomi­
nada Ansiedad.
Como resultado de numerosas investiga­
ciones (véase la obra y bibliografía de Krug, Normalmente, estos componentes prima­
1980), el Cuestionario de Análisis Clínico rios y, en cierto modo independientes, se pre­
(CAQ) fue construido para cubrir esa necesi­ sentan bastante conexionados; no obstante, se
dad de un único instrumento que pudiese observan algunas desviaciones del modelo
medir simultáneamente rasgos normales y general. En investigaciones psicofarmacoló-
patológicos y permitir un perfil completo y gicas, por ejemplo, se ha visto que el fárma­
multidimensional del sujeto. co meprobamate actúa reduciendo el nivel de
ansiedad mediante un aumento de la toleran­
Originalmente consta de dos partes (*) y cia a la tensión (escala C), y no tanto median­
28 escalas; la primera (CAQ- 1) recoge los 16 te una reducción directa del nivel de tensión
rasgos de personalidad previamente medidos (escala Q4). Muchos estudios en el campo
por el 16PF, y la segunda incluye 12 rasgos, médico señalan la escala C como un índice
siete de los cuáles miden manifestaciones pri­ causal de riesgo, pero esto no puede aplicarse
marias de la depresión y las cinco restantes de igual forma a todas las manifestaciones
han sido desarrolladas para evaluar rasgos primarias de la ansiedad, ni al modelo como
factorial mente identificados en el conjunto de tal conjunto.
los elementos del MMPI. De esta forma, el
CAQ combina datos de tipo patológico con Por otra parte, en las formas obsesivas de
información sobre la estructura misma de la los trastornos neuróticos no es raro encontrar
personalidad; así pues, sirve tanto para el elevadas todas las escalas de ansiedad, excep­
diagnóstico como para la planificación de un to Q3 (normalmente contribuye a la ansiedad
tratamiento. en sujetos incontrolados y de baja autoesti­
ma), que puntúa en sentido inverso. Cuando
Los 16 rasgos del 16PF fueron identifica­ se mejoraron estas escalas primarias de ansie­
dos por Cattell y colaboradores después de dad y su fiabilidad, se logró un importante

8
avance en el diagnóstico y tratamiento de los la Parte I del CAQ original para apreciar las
trastornos neuróticos en los que la ansiedad 16 escalas primarias.
es la característica principal.
Sin embargo, antes de pasar a describir el
Durante bastantes años la depresión fue CAQ (Parte II) conviene que el usuario espa­
tratada solamente como un fenómeno clínico ñol conozca la composición de aquel CAQ-I.
unidimensional y se le dedicó poca atención Su validez se ha apoyado en las numerosas
a un examen científico de la misma. En uno investigaciones factoriales que previamente
de los primeros intentos para definir sus com­ se habían realizado con muy diferentes mues­
ponentes, se encontraron cinco factores entre tras, y también en seis nuevas investigaciones
los elementos diseñados para describir la en las que también se hizo intervenir la depre­
actitud y evaluación de los sujetos deprimi­ sión y los rasgos patológicos (con sujetos
dos. Basándose en esto, el equipo de Cattell estudiantes y adultos así como con casos hos­
identificó y replicó 7 componentes diferentes, pitalizados y ambulatorios). Se partió de un
aunque interrelacionados, de la depresión pri­ conjunto de más de 4.000 elementos proce­
maria y cada uno reflejaba aspectos distintos dentes de investigaciones anteriores con las
de la depresión clínica; uno de ellos, por Formas del 16PF. Las 128 cuestiones final­
ejemplo, recogía dolencias somáticas tales mente incluidas en el CAQ-I tienen la
como problemas gastrointestinales, dolores siguiente procedencia:
de cabeza y trastornos del sueño; 0U0 se cen­
traba en la autoculpabilidad, minusvalía per­ - la mitad se tomó, sin ningún cambio, de la
sonal y excesiva autocrítica; y todos ellos se Forma A;
diferenciaban de las escalas de personalidad - un 10% procede también de la Forma A,
incluidas en el I6PF. pero incluyen pequeños cambios; así, por
ejemplo, el 177. Me gusta un trabajo que
Las restantes escalas del CAQ fueron cons­
presente cambios, variedad y viajes, aunque
truidas a partir de análisis factoriales de los
implique algún peligro, aparece en el CAQ-
elementos del MMPI. Reuniendo análisis de
I como 117. Me gusta un trabajo con varie­
esta prueba y de las 16 escalas del 16PF, se
dad, aunque tenga un poco de riesgo.
llegó a la conclusión de que en el MMPI Cambios como éste fueron introducidos
había 5 dimensiones que cubrían aspectos no
generalmente para acortar la redacción y
incluidos en las 16 escalas del 16PF. simplificar el nivel de lectura exigido;
Posteriormente se confirmó que estas cinco
dimensiones eran factorialinente indepen­ - un 20% fue sacado de otras Formas (B, C o
dientes de los siete rasgos de depresión pre­ D) del 16PF;
viamente identificados.
- el 20% restante reúne elementos no publica­
El CAQ original tiene 272 elementos, 128 dos (o muy cambiados frente a los ya exis­
en la Parte I (que cubre la estructura de per­ tentes en el 16PF).
sonalidad normal) y 144 en la Parte II (para
apreciar la depresión y los rasgos patológi­ Las cuestiones de la Parte II no fueron
cos). No obstante, como se ha indicado ante­ tomadas de ningún instrumento previo; el
riormente, la adaptación española del CAQ conjunto inicial fue elaborado basándose en
centró sus esfuerzos en la Parle 11, y el resul­ la sintomatología clínica, y durante el curso
tado se denominará CAO. sin especificación de seis estudios de validación factorial se fue­
de la parte a que pertenecía originalmente. Se ron depurando en su redacción y seleccionan­
consideró que cualquiera de las Formas del do en su número hasta llegar a los 144 final­
16PF podría sustituir a esos 128 elementos de mente elegidos.

9
Cada elemento tiene tres alternativas de cíclica, para presentar un contenido vanado,
respuesta (A. B y C): generalmente la alter­ mantener el interés y evitar efectos de sensi­
nativa B es Término medio o No estoy segu­ bilización.
ro, para posibilitar un punto medio entre las
alternativas A y C; sin embargo, en las ins­ En el Manual original, el autor reconoce
trucciones de aplicación se pide al sujeto que que "como la Parte I define rasgos del 16PF,
utilice la respuesta B lo menos posible. Se es posible que otra versión de éste pueda
examinó cuidadosamente cada elemento y se substituir la información contenida en el
utilizaron varios criterios de selección, aun­ CAQ-1. De hecho, bastantes clínicos han pro­
que el primordial fue su validez (operativa­
cedido de esta manera, aplicando el 16PF
mente considerada como la correlación entre
el elemento y el factor subyacente): también como una rutina más de primera aproxima­
fueron depurados en cuanto a la claridad y ción al caso c introduciendo la Parte II del
contenido potencial ofensivo (relación con CAQ cuando el perfil del 16PF sugiera la pre­
actitudes políticas o religiosas). En la versión sencia de una desviación psicológica seria”
final, las cuestiones se distribuyeron de forma (Krug, 1980, pág. 3).

1.3. Versión española

En los párrafos anteriores se ha indicado Al final, en la versión experimental se


que la versión española del CAQ se refiere pudo incluir un elemento más por cada
únicamente a lo que originalmente se conoce escala, es decir, esta versión estaba forma­
como CAQ-11, puesto que el usuario español da por 156 elementos en vez de los 144
tiene ya adaptadas y tipificadas varias originales.
Formas del 16PF para ser utilizadas como
Parte I. 4. Aplicación experimental del primer borra­
dor a una muestra pequeña.
Contando con la experiencia acumulada 5. Análisis de resultados e introducción de
con trabajos similares con el MMPI, los 16PF pequeños retoques.
y los cuestionarios de Eysenck (EPI y F.PQ),
en el proceso de la adaptación española del 6. Aplicación a muestras grandes (casi un
CAQ se han seguido las siguientes fases: millar de adolescentes y otro millar de
adultos)
1. Estudio de publicaciones originales (esen­ 7. Análisis de resultados (a nivel de elemento
cialmente de Krug y de Cattell). y de escala) para definir los 144 elementos
2. Versión castellana de las cuestiones origi­ finales y la dirección de respuesta (alterna­
nales, teniendo en cuenta las diferentes tiva A o C) que recibe 2 puntos. El criterio
escalas implicadas: se pidió a varios profe­ principalmente empleado fue la correla­
sionales que hicieran su propia versión, se ción de cada elemento con su escala
limaron las diferencias y el resultado se (corregido el efecto espurio de que el
presentó a otros profesionales para que mismo es un componente de la escala) y la
enjuiciaran la prueba. pequeña o nula relación con las demás.
3. También se pidió a estos profesionales que 8. Nueva corrección y puntuación de las apli­
elaboraran unos pocos elementos nuevos caciones experimentales con la plantilla
para medir alguna de las escalas del CAQ. definitiva, para realizar análisis de distri­

10
buciones, obtener estadísticos básicos, 9. Elaboración de baremos separados por
estudiar la matriz de intercorrelaciones, edad (adolescentes y adultos ) y sexo (
comparar y relacionar sus resultados con varones y mujeres).
los de otros instrumentos de Cattell (16PF 10. Obtención de muestras de casos clínicos
y HSPQ), analizar diferencias intersexos, y análisis diferenciales de resultados.
etc. 11. Redacción del presente Manual.

1.4. Material para la aplicación

Aparte de este Manual (con las bases teóri­ - Hoja de respuestas (de diseño especial si
cas , descripción , normas de aplicación , posteriormente se utilizan procesos de
corrección , de fundamentación estadística e mecanización y lectura óptica).
interpretación de los resultados ), es necesario -Plantilla de corrección, única para las 12
el material siguiente: escalas clínicas.
- Cuadernillo del CAQ.

11
2. NORMAS PARA LA UTILIZACION
2.1. Normas de aplicación

Las instrucciones para la aplicación están impresas en la portada interior del Cuadernillo, con
cuatro ejemplos de práctica para explicar la forma de dar las respuestas y lograr la cooperación de
los sujetos. Estas instrucciones pueden ser leídas en voz alta por el examinador, cuando se trate de
exámenes colectivos, mientras los sujetos las siguen mentalmente. En el caso de un examen indivi­
dual, el sujeto puede leerlas en silencio, estando presente el examinador para aclarar cualquier duda.

Es muy conveniente que los sujetos hayan comprendido perfectamente la tarea antes de comen­
zar la prueba, y el examinador pondrá especial cuidado en la comprensión y aceptación de los cua­
tro últimos puntos de las instrucciones. Por estas razones, es aconsejable que, una vez comenzada la
prueba y durante los primeros momentos, se compruebe el seguimiento de dichas instrucciones, evi­
tando que esto signifique una fiscalización de las respuestas concretas que se van dando.

Como el CAQ es un test objetivo, puede ser aplicado por personal auxiliar. Sin embargo, queda
bajo la responsabilidad del psicólogo, psiquiatra u otro profesional cualificado para esta tarea, la
comprobación de que el personal auxiliar tenga la competencia necesaria para la aplicación de este
tipo de pruebas, de modo que se logre un buen clima y se conteste adecuadamente a las dudas o pre­
guntas del examinando.

En el caso de un sujeto analfabeto, invidente o con cualquier otro impedimento, el examinador


puede leer cada cuestión en voz alta y anotar la contestación dada por el sujeto; en ningún caso se
puede cambiar la redacción de las cuestiones, ampliarlas o interpretarlas, ni aconsejar una de las res­
puestas.

Con algún tipo de sujetos (casos especiales de pacientes físicos o psíquicos), tal vez sean nece­
sarias instrucciones adicionales para indicarles que contesten tal como se sienten ahora o como se
sentían antes de su dolencia actual; la elección de una de estas alternativas dependerá de la natura­
leza y finalidad del examen, pero se recomienda que una u otra sea seguida en todo el examen y se
tenga en cuenta esta peculiaridad a la hora de interpretar los resultados.

Una vez finalizada la prueba, y antes de que se retire el sujeto, convendría revisar su Hoja de
respuestas, para comprobar que se han seguido las instrucciones dadas (una sola respuesta a todos
los elementos y sólo un pequeño número de contestaciones B o de tipo término medio); en caso con­
trario, tal vez sea posible pedirle que reconsidere esas deficiencias, puesto que una Hoja mal cum­
plimentada puede invalidar el esfuerzo de toda la aplicación.

2.2. Normas de corrección y puntuación

Las contestaciones anotadas en la Hoja de respuestas pueden ser puntuadas y corregidas


mediante un proceso de mecanización o manualmente con la ayuda de la Plantilla de corrección.
Cada respuesta puede recibir 2, 1 ó 0 puntos, y la puntuación de cada elemento contribuye a una sola

12
escala. Si el proceso es mecanizado, y se han seguido las exigencias del mismo (utilización de Hoja
especial, marcas con lápiz, cumplimentación de códigos de identificación, etc.), la máquina realiza­
rá el proceso hasta obtener las puntuaciones directas, las derivadas o cualquiera de las salidas exis­
tentes en dicho proceso.

Cuando el proceso se haga manualmente, antes de utilizar la Plantilla de corrección conviene


examinar la Hoja para comprobar que no se han hecho anotaciones inapropiadas, corno por ejemplo
marcar dos de las tres alternativas de un elemento u omitir por completo una de las cuestiones. Si se
presenta alguno de estos casos, el examinador puede hacer las correcciones oportunas (*).

En la adaptación española se ha modificado el diseño original de la Hoja y la ordenación de los


elementos para que lodo este proceso de corrección pueda realizarse con una sola Plantilla. Está for­
mada por bandas horizontales; cada una se refiere a una escala y su posición se corresponde con las
casillas existentes en el margen derecho de la Hoja de respuestas para anotar las puntuaciones direc­
tas (PD).

Una vez colocada la Plantilla sobre la Hoja, de modo que por las señales de referencia (situa­
das en la paite izquierda y fuera del recuadro dedicado a las contestaciones) aparezcan las estrellas
impresas en el margen izquierdo de la Hoja, se procederá a calcular la puntuación directa de cada
escala o banda horizontal de la Plantilla. Dicha puntuación puede hallarse comenzando por la
izquierda y sumando los puntos obtenidos por las contestaciones del sujeto que aparezcan a través
de círculos transparentes de la Plantilla (al lado de los cuáles se indican los puntos, 2 ó 1 , que reci­
be la contestación). Al terminar la puntuación de cada banda de la Plantilla, se anota el resultado en
la casilla existente en el margen derecho de la Hoja.

La puntuación máxima en cualquiera de las escalas DI a Ps es de 24 puntos. Si se utiliza la esca­


la V (de validación), la puntuación máxima es 9 (puesto que los elementos son dicótoinicos y los
puntuables sólo reciben 1 ó 0 puntos).

13
3. JUSTIFICACION ESTADISTICA
Los apartados de este capítulo pretenden aportar información sobre análisis y resultados obte­
nidos en muestras originales y españolas, e incluyen estadísticos que fundamentan las característi­
cas psicométricas de este instrumento.

3.1. Estudio experimental para su adaptación

Las fases de este proceso han quedado que estas variables son componentes de di­
someramente señaladas en el punto 1.3 de mensiones superiores que comprenden a todas
este Manual. Aunque en este proceso se ha las escalas o a un grupo sustancial de ellas
intentado, primordialmente, conservar los (tales como el factor de Depresión general).
valores discriininalivos del CAQ para las
aplicaciones prácticas, se ha seguido una En primer lugar, se llegó a la redacción
metodología que pudiera reproducir y com­ final de la versión experimental (con 156 ele­
probar también en nuestro país el esquema y mentos y fruto de varias versiones depuradas)
modelo de personalidad propuesto por el con la colaboración de diferentes profesiona­
autor original. les con experiencia en tests y en teoría de la
personalidad.
La estrategia utilizada ha consistido, fun­
damentalmente, en la versión fiel (no literal) Esta versión experimental ha sido, aplica­
de las cuestiones originales, la inclusión de da, junto a otras pruebas psicológicas, a
elementos suplementarios (uno por cada varias muestras y en diferentes situaciones
escala del CAQ) para posibles sustituciones (selección de personal, procesos de investiga­
por originales no satisfactorios, los análisis ción en otras áreas y diagnóstico de casos clí­
de los resultados en una amplia muestra de nicos). Los resultados han sido sometidos a
sujetos españoles (normales y clínicos) y la análisis de elementos (atracción, fiabilidad,
depuración de la versión final del Cuestio­ homogeneidad y variabilidad) y de puntua­
nario. ciones directas (distribuciones, correlaciones
y análisis factoriales), en un intento de apro­
La técnica principal para definir la perti­ ximar sus características psicométricas a las
nencia de un elemento dentro de una escala que originalmente presenta el CAQ en mues­
ha sido el índice de homogeneidad corregido, tras americanas.
es decir la correlación del elemento con su
escala antes de que éste se incluyera en la Dentro de este estudio se han podido com­
misma para obtener la puntuación directa. parar sus resultados con los originales, y las
Para mejorar la independencia de las escalas, diferencias encontradas pueden ser achacadas
se ha seleccionado el elemento que, además a sesgos muéstrales o a características pecu­
de tener una buena homogeneidad con su liares de la población española. Es difícil
escala, tuviera pequeñas o nulas relaciones decidirse por una de estas alternativas o asig­
con las demás. nar un peso relativo a cada una de ellas, pues­
to que el Cuestionario, una vez adaptado ya
Sin embargo, no se ha pretendido elaborar no es exactamente el mismo como para defi­
escalas ortogonales o independientes, puesto nir diferencias transculturales.

14
3.2. Fiabilidad

Los tests psicológicos deben poseer una diantes universitarios),y con un día de inter­
razonable fiabilidad si se pretende que sean valo entre ambas aplicaciones, se obtienen en
útiles, tanto cuando se emplean con fines de las escala clínicas los índices que presenta la
investigación como cuando se aplican con un primera columna de la tabla 1, mejores (con
propósito práctico. Existen varios tipos de una mediana de 0,80) que los de las escalas
fiabilidad y diferentes métodos para su obten­ normales (CAQ Parte I, tipo 16PF), por lo
ción (test-retest, consistencia interna o coefi­ que se aconseja (cuando se desee mayor fia­
ciente alfa, etc.). bilidad) aplicar el I6PF Forma A en lugar de
ese CAQ Parte I. En ese mismo estudio origi­
En nuestro país no se han realizado aún nal se analizan las puntuaciones en dimensio­
estudios de fiabilidad test-retest. En los estu­ nes secundarias y se observa una elevada fia­
dios originales (100 varones y mujeres, estu­ bilidad (mediana de 0,92).

Tabla 1. Fiabilidad y validez del CAQ

FIABILIDAD VALIDEZ

Esc. Originales Españoles Originales Españoles

Test-retest Coef. alfa Atracción Validez Homogeneidad C'omunalidud Validez

DI 0,85 0,49 0,10 0,86 0,30 0,60 0,68


D2 0,74 0.50 0.06 0.59 0,31 0.73 0,64
D3 0,85 0,16 0,63 0,71 0.21 0.21 0,09
D4 0,73 0,54 0,20 0,75 0,34 0.48 0,53
D5 0,75 0,64 0,14 0.67 0,40 0,64 0,72
D6 0,71 0,72 0,26 0,65 0,40 0.50 0,54
D7 0,67 0,45 0,12 0,60 0.30 0,47 0,48
Pa 0,86 0,60 0,18 0,80 0,34 0,36 0.54
Pp 0,84 0,42 0,66 0,45 0,29 0,36 0,32
Se 0,90 0,51 0,13 0,84 0,31 0,61 0,62
As 0,75 0,44 0,44 0,78 0,28 0,30 0,40
Ps 0.84 0,67 0,15 0,73 0,38 0,64 0,72
Depresión 0,95 0.95
Psicosis 0,95 0,83
Neurosis 0,85 0,71

En las muestras experimentales españolas y, por otro, a los bajos índices de atracción
se han obtenido los coeficientes alfa de que han tenido estos constructos entre los
Cronbach de las 12 escalas, así como los índi­ sujetos españoles (lo cual normalmente viene
ces de atracción promedio de los 12 elemen­ unido a una variabilidad restringida en las
tos de cada escala. Los resultados se encuen­ alternativas de respuesta).
tran en la misma tabla 1.
Así pues, dado ese grado de fiabilidad en el
Estos índices alfa son sensiblemente infe­ CAQ, y teniendo en cuenta el error típico de
riores a los índices de precisión obtenidos en medida (que hace que, a nivel de decatipo, se
las muestras americanas; esto puede ser debi­ espere tener un error aproximado de más de
do, por un lado, a la técnica empleada (según una unidad decatipo), los decatipos extremos
la formulación KR-20 de Kuder-Richardson) pueden ser más fiables e indicativos de alcja-

15
miento de la normalidad, mientras que los de (1996), y con una muestra de 461 adolescen­
tipo medio exigen una mayor cautela para su tes normales (197 varones y 264 mujeres, de
interpretación. Por otra parte, como los datos 14-15 años), el análisis de los coeficientes
en dimensiones secundarias son más fiables, alfa de Cronbach indica que la fiabilidad
es aconsejable su cálculo y utilización con un sigue siendo baja en comparación con los
decimal, mientras que en los de las escalas estudios americanos (pero mayor que la obte­
primarias se emplea su valor entero. nida con los adultos, tal vez porque en los
adolescentes hay mayor variabilidad); los
En un estudio de Abad y colaboradores índices obtenidos son los siguientes:

Escuta 1)1 D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

0.58 0.71 0.34 Ot52 0,60 0,71 0,18 0,32 0,16 0,50 0,62 0,37

En esta muestra de adolescentes, el análi­ clínica” (Abad, 1996, pág. 23), así como que
sis factorial de los adolescentes arroja 10 “la interpretación de los 10 factores, en tér­
vectores que muestran deficiencias en rela­ minos de adaptación, recoge predominante­
ción con los estudios originales y estos auto­ mente características de tipo internalizante
res concluyen que la estructura factorial “se de la conducta de los adolescentes (o.c., pág.
adecúa poco a la población adolescente no 24).

3.3. Validez

La definición básica de un índice de vali­ grupo total de análisis. Su resumen, en térmi­


dez es el grado en que el instrumento mide lo nos de Coeficiente de validez, se encuentra
que dice medir. En el caso de un test de cono­ también en la tabla I y en la base de la misma
cimientos o aptitudinal esa apreciación es se han incluido los coeficientes de validez de
fácil y se puede hacer directamente definien­ las tres dimensiones secundarias que los
do con claridad un criterio objetivo; pero no autores obtienen de las escalas primarias del
ocurre así cuando se trata de la medida de una CAQ: Depresión, Psicosis y Neurosis.
característica de la personalidad.
En los estudios españoles, corno se verá en
¿Qué es lo que pretende medir el CAQ?. otro apartado, la estructura factorial del CAQ
De acuerdo con las investigaciones previas y está modulada por la muestra empleada (de
fundamentos señalados en el apartado 1.2, el uno u otro sexo, o de uno u otro grupo de
instrumento fue concebido para medir 12 edad). En la tabla 1 se han incluido las comu-
dimensiones o rasgos independientes que nalidades promedios de los cuatro principales
resultaron de la rotación a estructura simple
análisis factoriales realizados con sujetos
de un conjunto de cuestiones con contenidos normales, como un índice de participación de
normales y patológicos.
cada escala para estimar constructos superio­
En los estudios factoriales originales se res; estos índices tienen mayor cuantía en los
dividió cada escala en dos medidas del factor grupos clínicos de ambos sexos. La columna
subyacente y se analizaron factorial mente los final de la tabla 1 presenta otro índice de vali­
resultados de una muestra total de 810 sujetos dez, la correlación de cada escala con el fac­
(normales y casos clínicos), tomando como tor general de Desajuste que se define en el
saturación crítica mínima la de 0,30. Este sis­ análisis conjunto del CAQ con el 16PF; los
tema de análisis factorial por paquetes arrojó índices de D3 y Pp son bajos porque entregan
una estructura muy satisfactoria y concordan­ su variabilidad a otras dimensiones de la per­
te en las cuatro submuestras tomadas del sonalidad normal.

16
3.4. Validez criterial: grupos clínicos

La determinación de la validez de un ins­ criminad va.


trumento puede significar la acumulación de En la tabla 2 se incluyen los perfiles en
muy diferente tipo de información (resulta­ decatipos de diferentes grupos clínicos anali­
dos en aplicaciones prácticas, correlaciones zados en los estudios originales (comparados
con criterios externos, relaciones con otros sus resultados con los haremos normativos en
instrumentos, etc.). En los párrafos anteriores USA), así como los de dos grupos heterogé­
se ha determinado la relación entre el CAQ y neos de casos españoles (comparados con los
los factores subyacentes, y en este apartado haremos que presenta este Manual). En los
se analizan diversas entidades de diagnóstico párrafos siguientes se especifica la entidad
en las que el CAQ puede tener capacidad dis­ nosológica de los grupos estudiados.

Tabla 2. Perfiles numéricos de grupos clínicos

Grupo N Sexo DI D2 IB 1)4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

Esquizofrénicos 116 V 6,7 6,9 4,8 6,8 6,6 6,7 7,0 7,1 4.3 7,2 6,1 7,1
58 M 7,4 7.5 5,0 7,4 7.4 7,1 7,2 6,9 4,3 7,3 7,2 7,5
Esquizofrénicos 59 V 6.1 6,5 4,2 6.5 6.2 6,1 6,6 7.1 4,4 6.9 5,6 6.6
paranoicos 11 M 7,5 7.0 5,2 7.1 6,3 6,2 6,8 7,5 4,5 7,1 6,7 7,0
Esquizofrénicos 33 V 7,5 7,5 5,0 7,2 6,8 7,1 7,5 7,2 3,7 7,6 6,7 7,6
indiferenciados 19 M 6,9 7,1 4,0 7,7 7.1 6,9 7,4 6,5 4.0 7.2 7.1 7.6
Neuróticos en 26 V 7,3 7,2 4.7 7.3 7,0 6,8 7.1 6,1 4,3 6,7 5,6 7,3
general 76 M 7,1 6.2 4,7 6,5 6,6 6,6 6,5 5,6 4,4 5,8 6,0 6,4
Neurót. ansiedad 31 V+M 6,5 5,8 4,8 6,3 6,4 5,9 6,1 5,6 5,0 5,6 5,5 6,1
Neurót. depresivos 31 V+M 7.6 7.5 4.7 7.0 7.3 7.2 7.7 6.4 4.3 6,9 6.7 7,6
Problem. conducta 76 V+M 6.1 6.7 5,5 6.0 6,5 6,6 6,5 6,2 5.1 6,4 6,1 6,5
Person. antisocial 34 V+M 6,3 6,8 6,1 5.8 6,6 6,5 6,5 6,2 5,1 6,6 5,7 6,5
Agresivos pasivos 42 V+M 6,0 6,6 5,0 6,2 6,5 6,7 6,5 6,2 5,0 6.2 6,3 6,4
Alcohólicos 230 V 7,0 6,7 6,7 7,1 6,8 7,7 6,1 6,3 4,4 6,4 6,7 6.8
31 M 6,7 5,9 5,3 6,2 6,4 6,9 5,8 5,8 5,4 6,4 6,5 6,4
Drogad i ctos 64 V 5,7 6,4 5,8 6,1 6,4 6,7 6,3 6.5 6,2 6.8 6.9 6.7
II M 6,9 7,2 5,4 6,9 7,4 7,0 7,7 6.4 3,6 6,6 6,6 7.7
Padres violentos 78 V+M 6.3 6,0 5,4 5,9 5,9 6,6 5,9 7,4 5,4 6,4 6,6 5,9
Homosexuales 25 V 5,1 4,8 5,8 5,2 5,4 5,2 5,5 5,4 6,6 4,9 5,0 5,0
Casos clínicos 40 V 9.8 9.7 4.7 8.3 9.2 7.6 9.7 8.9 4.6 9.1 6,5 9,1
españoles 65 M 9,9 9.9 4,9 8,6 9,9 9,6 9,9 9.0 3,4 8,8 7,4 9,9

Esquizofrenia ta por una desviación en las escalas que


miden ansiedad (C-, H-, L+, O+ y Q3-) y se
El término se utiliza para describir aquellas observan puntos bajos en inteligencia (B-),
desviaciones de la conducta en las que es des­ dominancia (E-), impulsividad (F-) y radica­
tacadle un desajuste grave del nivel cognitivo lismo (Q1-). Sin embargo, las desviaciones
y del estado de humor del sujeto, así como la de los esquizofrénicos paranoicos son, en
pérdida de contacto con la realidad. El perfil general, menos altas, y los esquizofrénicos
(véase tabla 2) es elevado en todas las escalas indiferenciados crónicos bajan en D3 y Pp y
excepto en D3 y Pp; en el I6PF se manifies­ se elevan en D7.

17
Neurosis CQ1), en el CAQ elevan la Desviación psico­
pática (Pp) y bajan en Depresión ansiosa
Su principal característica es la ansiedad (y (D4) y Depresión baja-energía (D6). Esto
por eso en el pasado ha resultado útil el parece mostrar que los narcoadictos son más
16PF). En los perfiles que presenta la tabla 2, independientes y propensos a la manifesta­
los varones elevan DI, D4 y Ps, mientras que ción de conductas desviadas.
las mujeres se destacan por su DI; en ambos
sexos, D3 y Pp están por debajo del prome­ En las mujeres, el patrón es parecido en I y
dio. Q2, pero se invierte el sentido en D4, D5 y
Pp, lo cual parece mostrar que la mujer nar-
Problemas de conducta coadicta, a diferencia del varón, es más intro­
vertida y presenta Apatía-retirada (D7+).
Se utiliza este término para describir aque­
llas personas cuya conducta es inusual y cla­ En estudios originales se han elaborado
ramente inadaptada, pero que no presentan unos análisis discriminantes (comparados
los elevados niveles de ansiedad característi­ con las muestras normales) y separados de
cos de los problemas psicóticos. En contraste 718 alcohólicos y 544 narcoadictos, y se
con éstos, sus desviaciones no son extremas, obtuvieron unas ecuaciones de regresión (con
aunque sus puntuaciones en D3 y Pp son más una validez discriminativa de 0,63 y 0,48,
altas que las de los esquizofrénicos. Los respectivamente) para estimar la propensión
casos diagnosticados corno Personalidades a estas drogas a partir de los dccatipos en el
antisociales, a diferencia de los clasificados 16PF y CAQ; son las siguientes:
corno Personalidades agresivo-pasivas, pre­
sentan en el 16PF menor conformidad con el Alcohólicos = -0.30(B) -0,33(0 -0,24(F)
grupo (G) y menor tendencia a la autoculpa- -O,16(Q1)+O,27(D1)
bilidad e inseguridad (O). +0,46(D6) -0,24(D7)
-0,27(Sc) +9,96
Estos tres grupos tienen en el 16PF ciertos
componentes de tipo neurótico, tales como Narcoadictos = 0,21 (A) -0,25(B) +0,34(F)
puntuaciones bajas en estabilidad emocional -0,44(G) -0.24(H) +0,27(0)
(C-). dominancia (E-), impulsividad (F-) y +0,32(Q2) -0,23(D3)
autodisciplina (Q3-). y elevadas en inseguri­ +0,43(Pp) +0,93
dad (O+) y tensión (Q4+).
Padres violentos
Drogas
Uno de los patrones recogidos en los estu­
En la tabla 2 se recogen también los perfi­
dios originales hace referencia al perfil pro­
les de adictos al alcohol y a los narcóticos
medio de 78 padres que han maltratado a sus
(principalmente heroinómanos). Presentan
hijos. En contraste con la población general
niveles elevados de ansiedad (en el 16PF) y
algunas desviaciones en las escalas clínicas americana, estos sujetos presentan en el 16PF
del CAQ, aunque no tan fuertes como las de una personalidad poco estable (C-) y elevan
los psicóticos. los rasgos de suspicacia (L+), inseguridad
(O+), autosuficiencia (Q2+) y tensión (Q4+),
Los varones narcoadictos (comparados con es decir poseen un grado elevado de ansie­
los varones alcohólicos), además de una dad; entre las escalas clínicas del CAQ, se
superior elevación en el 16PF en autosufi­ observa una desviación de un decatipo o más
ciencia (Q2), sensibilidad (I) y radicalismo en Pa (Paranoia), D6 (Culpabilidad-rescnti-

18
miento) y As (Psicastenia), y en grado menor Analizados individualmente, los perfiles
en DI (Hipocondriasis) y Se (Esquizofrenia). son elevados, con muchos apuntamientos
extremos (dccatipo 10). Las cinco escalas
Homosexuales más frecuentemente apuntadas han sido D7,
DI, D2, D5 y Ps, en las que más del 50% de
En trabajos previos con el 16 PF se indica­ los sujetos alcanzan el decatipo 10; es decir,
ba en estos sujetos una elevación de los ras­ se trata de Desajustes (Ps) debido a agentes
gos de ansiedad, inteligencia baja y poco con­
depresivos (Apatía-retirada, Hipocondriasis,
trol de la conducta. Cuando recientemente se
Depresión suicida y Depresión baja-energía).
ha enfocado este teína con el 16PF + CAQ, el
También se observa que estos casos clínicos
perfil es bastante diferente, y podría calificar­
tienden a presentar valles extremos en las
se de normal; no obstante sigue elevada la
escalas D3 (Agitación) y Pp (Desviación psi­
sensibilidad (1+) y algo bajos los controles de
copática).
la conducta, es decir, la conformidad al guipo
(G-) y la autodisciplina (Q3-). En el CAQ tie­ Los perfiles numéricos de esta muestra,
nen rasgos Pp+ (Desviación psicopática). clasificada por el sexo (aunque no parece
Tal vez las razones de la diferencia entre haber diferencias entre ellos), se encuentran
ambos estudios esté en que la primera mues­ en las últimas filas de la tabla 2, junto a los
tra fue de sujetos en prisión por conductas encontrados en muestras americanas.
homosexuales, mientras que los de la segun­
El perfil de los casos clínicos españoles
da no habían sido juzgados por estos actos.
resulta muy elevado con respecto a los obte­
nidos en las muestras americanas; probable­
Casos clínicos españoles
mente ello es debido a que los haremos espa­
Durante el proceso de tipificación españo­ ñoles han sido elaborados a partir de las pun­
la se ha tenido la colaboración y cesión de tuaciones de sujetos en procesos de selección
105 casos clínicos (procedentes de un hospi­ (que, como se verá en otro apartado, introdu­
tal psiquiátrico y de un centro privado), y se cen la distorsión para ocultar parte de su pro­
han podido estudiar los resultados del CAQ blemática de personalidad), y los promedios
comparándolos con los de la población nor­ de los grupos clínicos resultan muy alejados
mativa (Haremos de este Manual). de esa muestra normativa.

3.5, Correlaciones con otras pruebas

Aunque la información más importante de una innecesaria duplicidad en la evaluación


tina prueba viene indicada por su posibilidad del mismo rasgo. Por otra parte, con ello se
de predicción en algún campo importante de tiene información complementaria sobre la
actividad, el grado en que se correlaciona con validez del instrumento cuando esa caracte­
otras pruebas arroja una luz adicional sobre rística es sobradamente reconocida en la
su naturaleza y características. prueba con la cual se correlaciona.
Este tipo de datos indica, por ejemplo, si La tabla 3 presenta (en centésimas) un
dos pruebas miden idénticos o distintos ras­ estudio correlaciona! con 257 norteamerica­
gos, esto es, si el uso de ellas en una batería nos adultos normales que habían contestado
aumentará su valor predictivo o si representa al MMPI. La escala l.Hs (Hipocondriasis)

19
tiene su mayor relación con DI y los índices CAQ, y entre 6.Pa y Pa del CAQ son signifi­
más significativos de 2.D son con dos de las cativas y razonablemente elevadas, pero no
escalas primarias de depresión (DI y D5). las mayores de cada una de estas dimensio­
Las relaciones entre 8.Se del MMPI y Se del nes.

Tabla 3. Correlaciones entre el MMPI y el CAQ (N=257, muestra norteamericana)

Esc. Di D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

l.Hs 48 36 -36 18 33 21 24 21 -15 29 11 27


2.D 41 25 -19 26 37 21 34 23 -31 23 16 32
3.Hy 23 08 -06 02 12 05 -05 00 -05 09 -05 -00
4.Pd 14 10 03 -00 12 07 04 08 -06 16 03 21
5.Mf 20 13 -04 05 20 15 09 02 -12 16 10 10
6.Pa 23 15 01 03 22 13 16 14 -02 25 11 17
7.Pt 38 37 -07 31 39 34 20 07 -24 27 24 32
8.Sc 34 35 04 19 33 21 26 17 -10 32 17 39
9.Ma 11 15 25 -05 18 15 -07 13 25 23 25 07
O.Si 34 35 -24 48 37 29 60 36 -42 33 21 44

En realidad, no hay que esperar una eleva­ 16PF, más importante que la información
da correspondencia entre ambos instrumen­ anterior puede ser la incluida en la tabla 4,
tos, puesto que si el MMPI fue diseñado para con todas las correlaciones significativas
diferenciar entre diversos tipos o síndromes (N.c. del 1%) entre la Forma C del 16PF y las
de personalidad patológica, el CAQ lo ha escalas del CAQ, en una muestra de 783 suje­
sido para medir rasgos que teóricamente tos españoles normales. Es de esperar que
están presentes en algún grado en todos esos
cuando se utilice una Forma con mayor vali­
tipos.
dez (como la A o la B, o incluso se apliquen
Por otra parte, dado que el CAQ ha sido ambas si el caso lo requiere), se obtengan
construido como un complemento de tipo clí­ índices de conexión más elevados que los que
nico a las medidas que se obtienen con el presenta la tabla 4.

Tabla 4. Correlaciones significativas (N.c. 1%) del CAQ con el 16PF-C en adultos (N=783)

Esc A B C E F G H I L M N O Q1 Q2 Q3 Q4 l)M

DI -27 -56 -12 -13 -17 -34 28 -14 13 42 26 -38 41 -41


D2 -27 -32 -14 -11 -25 27 -10 12 31 30 -21 25 -25
D3 13 12 24 19 -12 -10 -10 -12 -13
D4 -46 -47 -24 -31 -22 -42 23 -15 21 39 -11 36 -44 43 -44
D5 -32 -53 -19 -17 -23 -41 32 -19 22 45 28 -37 44 -47
D6 -24 -49 -20 -25 -38 31 20 55 28 -27 42 -30
D7 -42 -40 -11 -36 -13 -38 29 17 28 46 -36 32 -38
Pa -25 -33 -22 44 -20 16 25 23 -22 27 -26
Pp 16 32 24 16 33 -14 -12 -30 -33 11 23 -38 25
Se -28 -50 -16 -16 -35 40 -15 12 36 29 -35 40 -45
As -24 -39 -13 -19 10 -33 31 -17 22 40 10 21 -20 36 -22
Ps -40 -49 -21 -29 -23 -49 36 -10 22 44 35 -38 43 -51

20
Las relaciones mayores surgen entre el El esquema de relaciones es muy similar al
CAQ y las escalas C, H, O y Q4, y señalan encontrado en dos muestras de adolescentes
que las principales desviaciones de la perso­ que contestaron al HSPQ (hermano menor de
nalidad normal vienen dadas cuando la per­ la familia de instrumentos cattellianos) y al
sona es emocionalmente poco estable (C-) y
falta de confianza en sí misma (H-), así como CAQ; las correlaciones significativas (N.c.
muy aprensiva (0+) y tensa (Q4+). del 1%) se presentan en centésimas en la
tabla 5, en dos filas de índices (uno para cada
Entre los polos altos de un perfil 16PF que sexo). Las cuatro variables más significati­
favorecen una desviación hacia lo patológico vas son también C-, H-, O+ y Q4+ y además
están las escalas O-f- y Q4+ ya señaladas, y se de lo indicado sobre el 16PF, los sujetos
añaden los rasgos de suspicacia (L+), astucia excitables (D+, escala inexistente en el
(N+) y autosuficiencia (Q2+). Entre los polos
16PF» parecen también propensos a presen­
bajos, además de la baja estabilidad emocio­
nal (C-) indicada en el párrafo anterior, se tar problemas clínicos en su personalidad.
incluyen los propios de una persona reserva­ Con pequeñas variaciones o especificacio­
da (A-), taciturna (F-), de baja integración nes, la estructura de relaciones es muy simi­
(Q3-) y sumisa (E-). lar en ambos sexos.

Tabla 5. Correlaciones significativas (N.c. 1%) del CAQ con el HSPQ en adolescentes
(469 varones fila Ia, 463 mujeres fila 2a)
Esc. A B c I) E F G H i J O Q2 Q3 Q4

DI -17 -18 -48 30 -27 -38 21 44 -31 35


-20 -48 31 -31 -35 21 42 -34 37
D2 -14 -23 -42 21 -36 -35 23 44 -30 26
-26 -45 29 -39 -28 27 43 16 -38 31
D3 35 26 -15 -16
17 21 53 -20 36 -29 -16 -21 -16
D4 -17 -37 17 -28 -22 -58 40 17 -27 29
-20 -45 25 -23 -19 -53 13 45 -34 33
D5 -15 -49 25 -29 -44 22 47 -34 34
-30 -56 28 -30 -46 27 52 21 -37 40
D6 -14 -38 28 -19 -15 -38 14 17 39 17 39
-12 -47 28 -22 -43 18 22 47 -18 40
D7 -35 -18 -38 13 -14 -22 -43 29 39 39 -31 15
-41 -34 13 -12 -22 -42 35 42 40 -28 22
Pa -19 -13 -31 26 -20 -21 31 28 13 -27 22
-28 -15 -28 37 14 14 -29 -20 42 26 18 -28 25
Pp 28 -15 33 42 -29 -14 12 -24
14 28 -13 28 39 47 -24 -28 -30
Se -22 -22 -43 30 -29 -31 25 42 16 -33 30
-25 -43 39 -35 -37 32 43 19 -38 36
As -25 26 -23 -24 20 -13 40
-28 26 -28 17 24 31
Ps -23 -15 -52 26 -24 -54 25 54 22 -38 27
-26 -54 33 -33 -50 25 57 22 -47 36

Así pues, si en un perfil de personalidad se podría estimar la existencia de problemas clí­


observan estas crestas (O+, Q4+, L+, N+, nicos en la personalidad del sujeto. Visto
etc.) y estos valles (C-, H-, F-, A-, etc.), se desde otro ángulo, cuando un sujeto presente

21
en el CAQ un perfil elevado (índice de desa­ CAQ y los correspondientes porcentajes de
justes en su personalidad), es probable que el varianza total común (VT%).
tratamiento exija mejorar su perfil en el 16PF
reduciendo las crestas o rellenando los A partir de los resultados obtenidos en esta
valles. muestra, el psicólogo que se encuentra, por
ejemplo, con un caso de elevación extrema de
¿Y en qué proporción ayudarían esos trata­ DI (Hipcondriasis), puede decidir el apoyo o
mientos de cada rasgo del 16PF a mejorar el tratamiento prioritario que debe darse para
perfil en el CAQ?. A partir de las puntuacio­ mejorar la Estabilidad emocional (C) antes
nes de esa misma muestra de 783 adultos nor­ que reducir la Aprensión (O), porque en la
males, la tabla 6 muestra los resultados de los primera columna de la tabla 6 se observa que
doce análisis de regresión de lodo el perfil del el peso de C es de 37,2% mientras que el de
16PF sobre cada una de las escalas del CAQ; O es de 15,4%. Si en ese supuesto caso de
cada columna de la tabla 6 expresa el porcen­ D1+ se atiende también a reducir F (8,3% de
taje relativo que significa, independiente­ Impulsividad o surgencia) y Q4 (8,1% de
mente de las demás, cada escala del 16PF. En Tensión o frustración) y a elevar Q3 (8,1% de
la base se encuentran también las correlacio­ control de la autoimagen), la situación clínica
nes R múltiple del 16PF sobre cada escala del del sujeto mejorará más rápidamente.

Tabla 6. Análisis de regresión de la personalidad normal sobre cada escala del CAQ
(porcentajes de varianza común con cada escala del 16PF-C)
Esc DI D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

A 4.2 -9.1 3,6 -21,7 -6,5 3,2 -12.7 -8,6 -2,6 -6,4 -8.4
B -4,2 -7,1 -8,4 -1,7 2,1 -1,5 -7,9 5,9 -1,4 4,8
C -37,2 -13,0 -10,6 -12,6 -23,7 -20,8 -15,3 -2,4 2,7 -26,7 -13,9 -12,6
E -2,4 ¡,0 2,5 -1.1 -9,7 -5,6 7,2 10,8 -6,8 -6,9
F 8,3 3,2 17,0 -6.2 6,6 -4,4 -13,7 6,0 5.8 -3.8
G -6,0 -4,4 -9,2 -14,1 2,6 -2,2 7,6 -5,3 3,2 16,8 -14,8
H -7,6 -4.6 10,0 -8,1 -13,0 -9,0 -8,9 -4,3 16,4 -8,1 -11,3 -21,5
1 -3,1 -2,1 -8,3 1,1 -1,0 -5,9 -3,8 -10,5 -6,9 2,7 -4,0
L 1,1 10,4 6.3 -4,0 5.4 5.2 7,1 30,8 7.1 19,6 8.4 10.6
M -2,0 -2,2 -8,8 -6,6 -7,6 1,6 -9,5 -2,7 -10,2
N -6,8 -3,8 -7,4 1.2 2.3 -1,1 -1,3 20,5 -8,8 4,2 1,6
0 15,4 12,8 2,4 9,6 16,0 32,7 -2,0 3,0 -13,2 6,3 16,9 15,0
Q1 2.8 -2.2 6.1 -5.9 3.7 7.1 1.8 -1,5 6,5 2,2 9,9
Q2 5.6 15,2 -2,6 6,2 3,4 5,6 24,7 7,5 11,6 10,8 7,5
Q3 -8,1 -15,7 -4,1 -10,8 -3,3 4,7 -8,2 2,1 5,6
Q4 8,1 2,4 -12,2 10,5 11,0 10,5 3,0 4.7 -21,7 10,8 14,9 8,0
R 0,62 0,45 0,34 0,67 0.65 0,64 0.61 0,52 0,55 0,61 0,55 0,67
VT% 38,8 19.9 11,7 44,5 42,1 40,1 37,6 26,6 29,7 37,1 30,1 44,9

En el caso de una Depresión ansiosa Si el sujeto presentase un perfil con varias


(D4-I-), la atención prioritaria debería dirigir­ crestas, el psicólogo podría atender pondera­
se a elevar la Afectotimia o empatia emocio­ damente a los distintos pesos que presenta la
nal (21.7% de A), luego a mejorar el Control tabla 6 para las escalas implicadas en el CAQ
y en el 16PF.
de la autoimagen (15,7% de Q3), y en tercer
lugar a procurar el aumento de la Estabilidad Con posterioridad a la primera adaptación,
emocional (12,6% de C). en 1996, se han podido poner en relación las

22
12 variables del CAQ con las cuatro medidas indicar que esta variable apunta a una estruc­
de personalidad del EPQ-A (cuestionario de tura estable de la personalidad. En el otro
Eysenck para adultos) en una muestra de 775 polo, casi todas las escalas del CAQ tiene
varones aspirantes a puestos de seguridad. relación negativa y significativa con la
Los resultados de este análisis correlacional Extraversión, es decir que los aspectos clíni­
vienen en centésimas en el cuerpo de la tabla cos del CAQ parecen más relacionados con
7; en las columnas y filas finales se encuen­ una personalidad introvertida. La dureza
tran los estadísticos básicos de la muestra, así (escala P) del EPQ tiene también (como la
como la razón crítica ‘t ’ (de Student) del aná­ Inestabilidad) relaciones positivas con la
lisis de las diferencias con los datos normati­ mayoria de las variables del CAQ, y algo
vos de los Manuales de ambos instrumentos;
similar ocurre con la escala S (que según el
en la última columna o fila se indica el nivel
autor parece apuntar a una disimulación o
de significación (N.s.) con uno (5%) o dos
bien a una deseabilidad social.
asteriscos (1 %). En cuanto al CAQ la mues­
tra era bastante similar al grupo normativo de
Quizás como una alternativa a estas rela­
varones (N=2.646), pero en el EPQ-A estos
ciones significativas entre ambos instrumen­
candidatos se definen menos inestables (esca­
la N) y duros (escala P), pero también menos tos podría ser que está subyacente la deseabi­
sinceros (escala S), tal vez debido a la situa­ lidad social inherente a todo proceso de
ción de selección del examen. selección. ¿Cuáles serían esas relaciones en
una muestra de adultos en un proceso de
Casi todas las relaciones del CAQ con la orientación personal o en una situación anó­
Inestabilidad (N) del EPQ son positivas y sig­ nima y sincera (sin implicaciones posteriores
nificativas; la relación negativa de Pp parece para el sujeto).

Tabla 7. Relaciones del CAQ con el EPQ-A

Var EPQA-N EPQA-E EPQA-P EPQA-S Media D.t. t Na

DI 0,56 -0,28 0,46 0,33 2,85 2,93 1,76


D2 0.43 -0,24 0,47 0,22 3,55 3,21 2,39 *
D3 0,03 0,20 0,12 0,14 10,41 3,05 -0,08
D4 0.45 -0,27 0,32 0,31 6,66 3,26 0.94
D5 0,61 -0,29 0,37 0,36 6,04 3,60 2,05 *
D6 0.64 -0,19 0,25 0,22 8,58 4,24 0,76
D7 0,38 -0,49 0,46 0,30 4,31 3,28 1,34
Pa 0.39 -0,20 0,37 0,31 7,30 3,31 3.03 **
Pp -0,35 0,14 -0,10 -0,05 14,45 3,24 0,09
Se 0,51 -0,36 0,42 0,34 5,92 3,30 3,02 **
As 0,51 -0,06 0,12 0,20 12,12 3,21 1,39
Ps 0,57 -0,41 0,37 0,41 5,00 3,72 0,84

Media 7,63 13,45 1,36 6,92


D.t. 4,50 3,70 1,89 4,14
T -3,23 1,43 -2,16 -2,92
N.s. *♦ * **

Nota. r=().O8 sign. al 5%, r=0,10 sign. al 1%.

23
Finalmente, en este apartado destinado a sentimientos, dependencia, responsabilidad y
las relaciones del CAQ con otras pruebas, autorrcalización).
puede ser interesante conocer sus correlatos
motivacionales. En un estudio con sujetos La mayoría de los índices de relación entre
norteamericanos se obtuvieron sus intercorre- el MAT y el CAQ son moderados, ral como es
lacionales con el MAT (Motivation Analysis esperado de instrumentos diseñados para
Test) (*) en 106 mujeres estudiantes universi­ medir áreas relativamente independientes de
tarias. Este test incluye medidas de cinco la conducta humana, y las conexiones más
motivos básicos (temor, sexo, autoafirma- fuertes vienen a indicar la posibilidad de con­
ción, agresividad y autoindulgencia) y cinco flictos o problemas clínicos en el campo de la
intereses influidos por el aprendizaje (carrera. autorrealización del sujeto.

3.6. Análisis factoriales

L’na información importante para conocer encuentran, respectivamente, los de adultos,


algo más la estructura de un instrumento es el adolescentes y casos clínicos.
grado de relación entre las distintas escalas
que componen el instrumento, para determi­ El primer hecho a destacar es que las esca­
nar si, a nivel práctico de escala (o factor tal las (factores medidos) no son independientes,
como es medido en una muestra), los cons- lo cual explicaría la existencia de unas
tructos son independientes o mantienen entre dimensiones superiores de patología que
sí alguna relación significativa; este dato agrupasen las escalas.
puede ayudar a interpretar los resultados de En segundo lugar, se observa que hay dos
un sujeto o de un grupo (y mejor en éste que escalas (D3 y Pp) que. sistemáticamente, se
en un individuo concreto, porque hay más relacionan negativamente (o, al menos, no
probabilidades de que en el grupo se cumplan presentan una relación significativa) con las
las relaciones encontradas en una investiga­ demás escalas, como si fuesen índices favo­
ción). rables, contrarios a una problemática de des­
viación clínica.
Para obtener estos datos se calcularon las
matrices R de intercorrelaciones de ambos Por otra parte, es de destacar la mayor
sexos en una muestra de adultos en procesos interconexión de las escalas en los grupos clí­
de selección (699 V y 123 M), otra de ado­ nicos. Esto podría ser debido a la heteroge­
lescentes en procesos de orientación (469 V y neidad de la muestra en cuanto a su nosología
463 M) y una última de casos clínicos (45 V (probablemente se han incluido muy diferen­
y 69 M) en aplicaciones individuales. tes grupos de diagnóstico, aunque la informa­
ción recibida es que son principalmente
La tabla 8 condensa esa información (los depresivos), o a que en los casos clínicos los
índices están en centesimas). Por encima de rasgos están verdaderamente más intcrrcla-
la diagonal (es decir en la mitad superior cionados; tal vez en grupos clínicos más
derecha) se encuentran los resultados de los específicos (pertenecientes a una sola entidad
varones y por debajo de la misma los de las nosológica) estas relaciones disminuyan y se
mujeres, y en las filas de cada casilla se parezcan más a las de los grupos normales.

24
Finalmente, parece que la escala Ps patología), se han sometido las seis matrices
(Desviación psicológica) es la que más rela­ R a análisis factoriales. Se decidió una solu­
ciones tiene con todas las demás, como si en ción MLFA (máxima verosimilitud) con rota­
este constructo tuviesen cabida parte de las ción oblicua, en vez de una de componentes
características de las demás escalas. principales y ortogonal que normalmente
tiene una interpretación más fácil, porque en
Dada la existencia de estas relaciones, y la realidad las dimensiones secundarias no
para probar las hipótesis de los autores (sobre son independientes y presentan relaciones
la posibilidad de dimensiones generales de positivas o negativas.

Tabla 8. Intercorrelaciones del CAQ en varones/mujeres (sobre/debajo de la diagonal)


en adultos (fila Ia), adolescentes (2a) y casos clínicos (3a)
Esc. DI D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

59 5 42 65 49 43 42 -37 57 34 57
DI 61 2 40 62 49 41 45 -24 56 35 55
68 -5 61 83 68 53 46 -62 48 21 57
45 10 36 55 38 48 40 -26 54 29 54
D2 65 2 35 61 36 49 49 -22 59 26 65
65 9 49 73 74 73 66 -40 67 41 72
-4 10 -10 -1 -3 -7 6 18 1 -3 -11
D3 «2 6 -23 3 -12 -9 12 24 7 -1 -6
-9 -6 -19 -9 -10 -11 -7 45 6 21 -6
51 25 -20 53 43 43 32 -39 46 34 55
D4 38 31 -29 42 29 41 25 -41 38 17 49
58 36 -22 64 64 37 20 -66 38 30 61
68 54 -12 54 55 47 41 -41 58 39 65
D5 67 70 -9 43 43 43 40 -33 53 30 56
70 73 -13 45 78 50 50 -73 53 44 72
45 34 -15 46 49 29 34 -42 45 48 47
D6 53 48 -10 36 56 23 28 -34 37 41 44
61 73 -3 39 65 61 53 -61 61 46 78
52 48 -12 52 53 37 34 -21 49 26 55
D7 45 59 -10 32 52 31 39 -15 48 8 53
58 57 -11 42 58 50 54 -35 52 12 62
46 22 3 33 49 36 38 -16 53 27 42
Pa 37 47 9 10 36 29 37 -11 58 23 46
42 55 16 22 39 45 33 -31 60 16 42
-26 -10 17 -37 -25 -32 -25 -31 -31 -26 -37
Pp -26 -13 41 -43 -30 -34 -14 -3 -17 -18 -29
-58 -49 34 -50 -35 -39 -29 -34 -33 -30 -59
69 35 14 58 65 48 55 49 -23 36 58
Se 53 58 -1 32 57 47 50 57 -17 30 62
49 56 17 31 44 55 41 71 -34 26 53
40 12 -8 32 41 46 14 25 -23 43 32
As 32 20 1 22 31 45 15 13 -19 25 24
49 56 -26 36 53 71 36 33 -43 45 52
56 35 -10 59 65 58 56 47 -35 65 41
Ps 53 65 -11 49 63 54 56 38 -28 63 27
56 73 -15 47 71 59 60 45 -43 58 39

25
La tabla 9 recoge, en centésimas, las satu­ muestras de cada sexo; aparecen tres dimen­
raciones factoriales encontradas en las dos o siones entre los adolescentes, dos entre los
tres dimensiones definidas en los análisis. adultos, y el esquema se rompe al analizar los
Hay bastante acuerdo en las distintas sub­ casos clínicos.

Tabla 9. Saturaciones factoriales del CAQ en las muestras normativas


Adolescentes Adultos Casos clínicos

Esc Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

I II III I n m I II I II I II ni 1 II

DI 52 39 38 29 77 76 65 -36 80
D2 73 87 75 22 39 90 94 84
D3 52 67 31 59 45
D4 44 -47 28 -51 57 -25 71 32 -49 59
D5 53 31 67 79 79 56 25 •40 85
D6 58 27 58 56 -31 63 62 25 -25 78
D7 76 76 64 63 84 68
Pa 62 58 60 58 74 46 61
pP 51 -29 62 -22 -37 44 -39 79 -57
Se 74 69 77 82 71 55 62
As 57 60 43 -22 52 99 66
Ps 75 70 76 81 55 35 79

VT% 28,2 7.4 9,1 29,9 10,1 8,0 39,2 5,1 39,8 8,3 35,1 12,5 13,7 45,4 8,6

Adolescentes en orientación Adultos en selección

La primera dimensión en estos sujetos En ambos sexos, el factor más amplio es un


parece ser un factor general de Desajuste, Desajuste general que incluye pesos en casi
fundamentalmente depresivo. Se asemeja al todas las escalas clínicas.
factor general de Depresión que indican los
En los varones, el segundo tiene un sentido
autores originales. bipolar y correlaciona negativamente con el
La segunda incluye esos aspectos positivos anterior (-0,19); en su polo positivo apunta a
esos aspectos favorecedores de una buena
de la personalidad (mientras no sean excesi­
estructura de personalidad (D3 y Pp), y en el
vamente altos) que pueden ayudar a contra­
negativo a algunos aspectos obsesivos (As) y
rrestar los de tipo depresivo. En ambos sexos
neuróticos (D6 y D4). Cuando el sujeto exa­
esta dimensión tiene una relación negativa
gere estas características puede haber alguna
con la anterior (-0,18 entre varones y -0,19
probabilidad de que surjan conductas auto-
entre las mujeres). destructivas (de tipo suicida, D2).
La tercera es fundamentalmente de tipo Esta última característica (D2) es la que
neurótico (sentimientos de culpabilidad- define como única saturación significativa el
resentimiento, conductas obsesivo-compulsi­ segundo factor entre las mujeres. A pesar de
vas y psicasténicas y quejas hipocondriacas). esta clara interpretación de la dimensión, hay
Está bastante relacionada con el Desajuste o que tomarla con cautela si se recuerda que
factor general depresivo (0,48 en ambos la muestra de mujeres era poco numerosa
sexos). (N=123).

26
Casos clínicos poder analizar la estructura factorial del CAQ
en distintos grupos clínicos.
Ambos sexos presentan una estructura
diferente y de difícil interpretación conjunta. El autor ha estudiado esta estructura en
muestras normales mediante el análisis facto­
Dada la pequeña cuantía de las muestras (45 rial conjunto de las 16 escalas del 16PF y las
V y 69 M) y la heterogeneidad de las entida­ 12 del CAQ. Independientemente de los fac­
des nosológicas incluidas, únicamente se tores propios del 16PF (en los que tienen
puede apuntar que el primer factor en ambos pesos algunas de las escalas del CAQ), se han
sexos alude a una dimensión general de encontrado tres dimensiones de tipo más:
Depresión, Psicoticismo y Neuroticismo; las
Desajuste. Habrá que esperar a disponer de
ecuaciones de regresión en decatipos que se
muestras mayores (y más específicas) para proponen son :

Dimensión Sexo Ecuación

Depresión V+M 0,27(01+02+05) + 0,18(D7+Ps) - 0.09(04) - 0.44


Psicoticismo V 0,25(D7+Ps) + (),50(Pa+Sc) -0,12(0) - 0,37(D5) - 0,06
Psicoticismo M 0.18(C+F+D7) + 0,35(Sc+Ps) ■ 0153(D6) + 0,70(Pa) - 2.26
Neuroticismo V 0,11(B+G) + 0,43(O-E) + 0,21(M-H-Dl-Pa) + 0,32(Q4) + 4,84
Neuroticismo M 0,16(L-Q2-Q3-Dl) + 0,32(M-E-N+O-D3-Pa) + 0,48(D6) + 8.14

La dimensión de Depresión es casi exclusi­ b) En la Extraversión aparecen rasgos nega­


vamente propia del CAQ, la de Psicoticismo tivos del CAQ (D7- y D4-).
incluye rasgos de ambos cuestionarios, y la
de Neuroticismo comprende fundamental­ c) La Independencia recoge saturaciones de
mente rasgos del 16PF (y alguna escala del tipo psicótico (Pa, Pp y D3).
CAQ. sobre todo en mujeres).
d) La Socialización tiene que ver con la falta
Con sujetos españoles (N=698 de ambos de Depresión ansiosa (D4-).
sexos) y la Forma C del 16PF, se ha realizado
un análisis similar con solución MLFAy rota­ e) La Ansiedad se define como un Neuro­
ción oblicua; se definen cinco factores, pero ticismo de tipo obsesivo-compulsivo (As-t-
no se ha llegado a la estructura observada por D6+) y alta inhibición (Pp-).
el autor. El primero recoge saturaciones de
casi todas las escalas del CAQ y los cuatro La muesta empleada para el análisis corre-
restantes son claramente dimensiones encon­ lacional comentado en el apartado anterior
tradas en otras ocasiones con distintas (tabla 7, N=775), con las 15 variables del
Formas del 16PF: EPOQ-A + CAQ, ha sido sometida a un aná­
lisis factorial oblicuo de componentes princi­
a) La primera dimensión podría ser un Des­ pales y se definen tres dimensiones; en la
ajuste general de la personalidad; incluye tabla 10 se recogen en centésimas los índices
un 25% de la varianza explicada por el de comunalidad (h2) y las saturaciones facto­
análisis y se podría estimar con la siguien­ riales de esos tres vectores (se han eliminado
te ecuación de regresión en decatipos: aquellas saturaciones inferiores a 0,25); en la
Desajuste = 0.25(Ps) + O.23(D5) base se encuentran los porcentajes de varian­
+O.19(D1+D2) + 0,13(Pa+Sc) za total (VT%) que explica el análisis (en la
+0.09(F+Q3) + 0.08(D6-D4) columna h2) y cada uno de los factores, así
+0,07(D3) +• 0,06(D7) - 2,63 como las intercorrelaciones de estos.

27
Tabla 10. Análisis factorial conjunto de EPQ-A y CAQ (N=775)
Var. h4 1 11 lil

EPQAN 55 34 -66
EPQAE 72 -55 61
EPQAP 55 72
DI 54 69 -25
D2 63 78
D3 75 83
D4 34 55
D5 49 55 -43
D6 55 -71
D7 81 87
Pa 46 66
Pp 42 52 39
Se 45 62 -26
As 65 -79
Ps 49 64 -27

VT% 55.9 31 16 9
Factor I n III

I ♦
11 -51 *
III 67 -13 ♦

El primer factor es el Desajuste anterior­ tenia o As). El tercer factor comprende los
mente comentado, en el que no intervienen aspectos más desinhibidos del conjunto de
D3. D6, Pp y As; en el EPQ-A se define una variables analizadas (la Extraversión del
persona inestable y dura (N y P positivos) e EPQ-A, la Agitación D3 y la Desviación psi­
introvertida (E negativa). La segunda dimen­ copática Pp).
sión se podría denominar Estabilidad emo­
cional y en ella tienen peso los polos bajos de En resumen, parece que este último análi­
la Inestabilidad o N del EPQ-A y de algunas sis viene a confirmar y especificar la estruc­
variables clínicas del CAQ (sobre todo la tura encontrada en los análisis anteriormente
Culpabilidad-resentimiento o D6 y la Psicas- comentados.

3.7. Escala de validación (V) y distorsión motivacional

De todos es conocido que los cuestiona­ - las motivaciones de las personas pueden
rios, como instrumentos de medida, tienen variar según las diferentes condiciones o
sus limitaciones (entre ellas las de una fiabi­ situaciones en las que se aplican los cues­
lidad y validez inferiores a las de los clásicos tionarios;
tests de inteligencia). Entre las críticas rela­
cionadas con el tema de este apartado se ha - si se utilizan con una finalidad ocupacional
señalado que : ofrecen al sujeto incentivos para sobrevalo­
rarse, y si la finalidad es clínico-terapéuti­
- muchos sujetos pueden fácilmente falsifi­ ca la persona puede exagerar sus desviacio­
car sus respuestas, y a menudo lo hacen; nes.

28
Cuando el CAQ se ha aplicado junto a fases de la adaptación se analizaron las res­
otros instrumentos, una de las primeras com­ puestas de una muestra total de 1.715 sujetos
probaciones a realizar será determinar si normales y se seleccionaron las alternativas
entre las distintas medidas hay una cierta más infrecuentes, de modo que en ninguna de
congruencia. Si no fuera así, es plausible la las tres submuestras empleadas (783 adultos,
existencia de una distorsión por parte del exa­ 469 adolescentes varones y 463 adolescentes
minando.
mujeres) se sobrepasara el 5% de respuestas
Algunas de las Formas del I6PF permiten sobre el total de las analizadas.
obtener una medida de la distorsión motiva-
cional (la variable DM existe en las Formas La selección final y porcentajes de res­
A. C y D). y esta puntuación puede ser apli­ puesta encontrados en la muestra total viene
cable al contenido del CAQ cuando ambos especificada en la tabla 11. Aplicada esta
instrumentos se han aplicado en la misma escala V a todos los sujetos de la muestra se
sesión. obtuvieron los estadísticos básicos que reco­
ge también la tabla 9. A partir de la distribu­
En cualquier caso, el usuario del CAQ ción de frecuencias se decidieron los siguien­
puede disponer de la escala V (Validación), tes criterios de clasificación:
construida sobre muestras españolas de la
misma forma que se hizo originalmente con PD Categoría
la escala F del MMPI.
0-3 Normal
Esta escala V contiene 9 elementos puntua­ 4 Algo infrecuente
5-9 Infrecuente
dos dicotómicamente (con 1 ó 0). Durante las

Tabla 11. Elementos y alternativas de la escala de validación V con el % de respuesta


Elementos Escala

Núm. 1 2 32 40 42 42 56 98 134 Media D.t.


Alt. c C C A B c A A C - -
% 2.6 22 1.8 2,4 4,4 5,6 4.3 2.4 2,9 2.94 1.04

Este sistema de clasificación tiene, aproxi­ tos), lo cual supuso mejorar significativamen­
madamente, una capacidad discriminan va del te el nivel del 6% anteriormente indicado.
94%, es decir, existe un 6% de posibilidades
de clasificar incorrectamente como inválidos Por otra parte, la última columna de la
los resultados de un sujeto que obtenga más tabla 4 (incluida anteriormente) presenta los
de 4 puntos en la escala V. índices de correlación de la escala DM
(Distorsión motivacional) del 16PF-Ccon las
No se han encontrado diferencias interse­ 12 escalas de CAQ en una muestra grande de
xos ni interedades en las puntuaciones V de adultos normales. A partir de esos datos se
las muestras estudiadas. Considerándolo observa que casi todas las variables se ven
como un estudio de validación cruzada, se afectadas significativamente por este fenó­
aplicó esta escala V a una muestra, obtenida meno. No es de extrañar que ocurra esto, por­
posteriormente, de 101 estudiantes universi­ que el instrumento aprecia dimensiones que
tarios de ambos sexos, y sólo un sujeto (1 %) social y motivacionalmente pueden ser nega­
superó la puntuación crítica (obtuvo 5 pun­ das por una persona normal cuando las posee

29
en un grado no muy elevado y es candidato enfoque, se eliminaron los casos intermedios
en un proceso de selección profesional. de la distribución de DM y en la tabla 12 se
incluyen los perfiles en decatipos de 81 casos
De acuerdo con los índices más elevados con DM baja y de 180 casos con DM alta. En
de ese estudio, los sujetos distorsionadores
ellos puede observarse lo indicado en el
tienden a disminuir, por orden de importan­
párrafo anterior, incluso el hecho de que la
cia, las escalas Ps (Desajuste psicológico),
D5 (Depresión baja-energía), Se (Esquizo­ escala Pp (y en alguna medida D3) es una
frenia), D4 (Depresión ansiosa) y DI (Hipo- dimensión que los sujetos normales suelen
condriasis). poseer en grado superior al promedio (y que
los "distorsionadores" aumentan, compara­
Para observar este fenómeno desde otro dos con los casos de DM baja).

Tabla 12. Decatipos en sujetos con DM Baja y DM Alta (según el 16PF-C)


Grupo N DI D2 D3 1)4 D5 1)6 D7 Pa Pp Se As Ps

DM baja 81 6,2 5.8 5.8 7,0 7,0 6,2 6,7 6,0 5,9 8,1 6,1 6,9
DM alta 180 4,5 4,8 6,1 4,4 4,7 4,5 4,6 4,8 7,3 5,8 4,8 4,3

3.8. Influencia de la edad y el sexo

En varios estudios (tanto con los tests de distorsión inotivacional que introduce el
Cattell y Krug, como con los de otros auto­ sujeto en una situación de selección), y es
res) se ha observado que, al aumentar los probable que con igual grado de sinceridad o
años, los sujetos disminuyen su patología y distorsión, las diferencias habrían sido meno­
aumentan sus controles de la conducta. En res o nulas.
general, el promedio de varianza común entre
la variable edad y los rasgos de personalidad En cuanto al sexo como criterio diferencial
está alrededor del 2%, y en algún caso puede en la manifestación de las variables clínicas,
alcanzar cotas más elevadas (hasta un 10%). en el examen de las muestras españolas se
Su estimación podría hacerse mejor con estu­ puede corroborar la observación del autor: las
dios longitudinales y el control de la influen­ mujeres obtienen puntuaciones mayores en la
cia de otras variables. mayoría de las escalas clínicas, excepto en
Agitación (D3) y Desviación psicopática
En la tipificación española se han separado
(Pp). Para observar este hecho a nivel de fre­
los adolescentes de los adultos en la mayoría
de los análisis y baremos. Se consideraron cuencia en las distintas alternativas de res­
adolescentes todos los sujetos comprendidos puesta de los elementos del CAQ, en una
entre los 15 y los 19 años, examinados en muestra de adolescentes (469 varones y 463
situación de orientación y dentro de los cen­ mujeres) se lograron encontrar hasta 48 ele­
tros escolares, mientras que la mayoría de los mentos bastante discriminativos intersexos
adultos lo fueron principalmente en situación (al menos al N.c. del 1%) y su puntuación
de selección de personal, y su edad promedio estaba en la dirección indicada por los auto­
se situaba entre los 25 y los 35 años. Estas res. En consecuencia, en la tipificación espa­
situaciones de examen con el CAQ (orienta­ ñola se han tenido en cuenta estas diferencias
ción y selección) han provocado diferencias y los baremos se han elaborado separando
substanciales (principalmente debidas a la ambos sexos.

30
Dado que en la mayoría de los análisis pre­ suficientes para juzgar diferencialmente los
sentados en este capítulo de justificación que se obtengan en la labor psicológica prác­
estadística se lian mantenido también separa­ tica o en un proceso de investigación.
dos los sexos, el usuario dispone de datos

3.9. Indices de atracción

Parece conveniente que el usuario de un b) Las distribuciones suelen ser asimétricas


instrumento clínico como el CAQ conozca la positivas, el promedio (media aritmética)
deseabilidad social o índice de atracción que se sitúa por debajo de la mitad del conti­
tienen los elementos que componen el instru­ nuo posible y un gran porcentaje de suje­
mento. Una cuestión resulta mucho más dis- tos se acumula en la parte baja de la varia­
criminativa cuando la población a la que va bilidad del rasgo medido.
destinada distribuye sus frecuencias con igual c) La situación de examen (investigación,
proporción en los dos extremos del continuo orientación, selección o estudios de casos
de medida. patológicos) puede modificar, en una u
otra dirección, las dos observaciones ante­
Normalmente esto no ha ocurrido así en la riores.
muestra experimental del CAQ (formada por
casi dos millares de casos); hay muy pocos Además de las dos muestras de adolescen­
elementos con una distribución simétrica en tes citadas en el apartado anterior (469 varo­
los dos polos (A y C) de las alternativas de nes y 463 mujeres), se realizó un estudio
respuesta. Esta asimetría es una de las razo­ sobre estos aspectos de la medida en una
nes de que los índices de fiabilidad y preci­ muestra de 783 adultos jóvenes en procesos
sión sean inferiores a los usuales en los tests de selección. Como resumen de estos análi­
de aptitudes o inteligencia, o incluso en los sis, se observó que muy pocos elementos
tests que aprecian rasgos normales de la per­ tenían una distribución normal o asimétrica
sonalidad en la población normal. negativa, y estos elementos pertenecían prin­
cipalmente al rasgo Pp (Desviación psicopá­
Sin embargo, este menor grado de discri­ tica). Teniendo en cuenta que las puntuacio­
minación del CAQ no es tanto un defecto del nes pueden variar desde 0 a 24, las dos únicas
instrumento como una peculiaridad de las escalas cuyo promedio supera en alguna sub­
variables que mide: aspectos clínico-patoló­ muestra el punto central de la variabilidad
gicos de la personalidad normal. La presencia han sido la citada Pp y As (Psicastenia).
o frecuencia de estos en la población (o
muestra de tipificación utilizadas) es menor Finalmente, para analizar la influencia del
que su ausencia, y no son anómalas las sexo en los índices de atracción del CAQ, en
siguientes observaciones encontradas en los la muestra de adultos en procesos de selec­
análisis de elementos y distribuciones de las ción (2.646 varones y 325 mujeres) se calcu­
variables : laron los índices de atracción, es decir los
porcentaje de respuestas en una de las alter­
a) En los 144 existentes el polo alto de la nativas (Alt) y se compararon los obtenidos
variable (alternativa A o C) tiene normal­ por ambos sexos (V% y M%). En la tabla 13
mente un índice de atracción menor que el se recogen los resultados de los elementos
polo bajo (la ausencia de desviaciones clí­ más extremos, aquellos en los que la diferen­
nicas en la conducta). cia (V-M) era mayor que el 15%; junto a los

31
datos estadísticos se indica la escala a la que 1 de D5 (Depresión baja energía).
pertencen esos seis elementos y la redacción
que tienen en el CAQ. En todos esos ejem­ Las afirmaciones anteriores no son válidas
plos, los varones poseen en menor medida los para las muestras de casos clínicos, pues en
síntomas clínicos: le dejan tan tranquilo las estos sujetos tanto las cuestiones como las
ratas, arañas o culebras, conservan la sangre escalas del CAQ resultan mucho más discri-
minativas que en los casos normales.
fría ante un accidente, piensan con calma y
serenidad ante una emergencia, no le hieren Sin embargo, todas esas características
fácilmente las críticas, no le causan gran diferenciales del CAQ aconsejaron la tipifi­
temor enfermedades desconocidas y casi cación en unos decatipos normalizados que
nunca cambia sin ton ni son su ánimo y atendieran a la forma empírica de las distri­
humor. Hay 3 elementos de D4 (Depresión buciones (como se explica en el capítulo
ansiosa), 2 de Pp (Desviación psicopática) y siguiente).

Tabla 13. Elementos más extremos en sus diferencias intersexos (V=2.753, M=198)
Ele Alt% V% M% V-M% Esc Redacción el elementes de la alternativa más diferente

120 A 57,1 23,2 33,8 D4 Las ralas, arañas o culebras (Me dejan tan tranquilo)
100 c 53.4 33.8 19,6 D4 Conservo la sangre fría ante un accidente grave (Casi siempre)
139 A 79.2 59,6 19,6 D4 Ante una emergencia, pienso con calma y serenidad (Casi siempre)
52 C 52,8 34,3 18,4 Pp Las críticas hieren fácilmente mis sentimientos y pueden conmigo (Falso,
nunca)
108 A 50,6 34.8 15.8 Pp No me causan gran temor las enfermedades que desconozco (Cierto)
46 A 71,3 56.1 15,3 D5 Casi nunca tengo esos momentos en que, sin ton ni son, el ánimo y el
humor se vienen abajo (Cierto, no ine pasa eso)

32
4. NORMAS DE INTERPRETACIÓN

4.1. Muestra de tipificación

Las puntuaciones obtenidas en la fase de 17 son generales y normales, no clínicos. En


corrección y puntuación no son interpretables las tablas 18 y 19 se incluyen haremos espe­
por sí mismas, no tienen significación por su cíficos de casos clínicos, elaborados a partir
valor absoluto; es necesario transformarlas en de datos gentilmente aportados por Da Gloria
unos valores o escala de significación univer­ Giménez- Frontín.
sal que sitúe la puntuación del sujeto (adoles­
cente o adulto, varón o mujer) en relación con En muchas escalas del CAQ se han obser­
las obtenidas por un grupo normativo y defi­ vado diferencias intersexos, como ha queda­
nido de la población, y a la cuál pertenece ese do patente en los análisis comentados en el
sujeto cuyas puntuaciones directas se preten­ capítulo anterior. A pesar de los esfuerzos del
de interpretar. autor para reducir este efecto a nivel de ele­
mento, las diferencias son de tal magnitud
Por tanto, es necesario definir y conocer las
que la utilización de una sola muestra norma­
características de dichas muestras normativas
para una mejor comprensión del significado tiva para ambos sexos hubiera dado lugar a
de las puntuaciones transformadas. distribuciones bimodales en las puntuaciones
derivadas. Por tanto, la separación de ambos
Una vez terminada la fase de los análisis sexos parece una práctica general aconseja­
experimentales y factoriales indicados en el ble.
capítulo anterior, se reunieron las aplicacio­
nes obtenidas hasta el momento y se volvie­ Tal vez, el psicólogo considere la posibili­
ron a puntuar con la Plantilla de corrección dad de elaborar haremos específicos referidos
considerada definitiva, previa una clasifica­ a unas poblaciones concretas de aplicación.
ción por edad (adolescentes y adultos) y sexo Sin embargo, la utilización de haremos gene­
(varones y mujeres); se ha considerado ado­ rales favorece la obtención de patrones o per­
lescente todo sujeto de edad inferior a los 20 files típicos de personalidad, y sus desviacio­
años examinado en un centro escolar. Esta nes señalarán lo específico de esa población o
reunión de casi cuatro millares de casos, no grupo clínico. Si un depresivo se compara
pretende, sin embargo, ser una muestra repre­ con una muestra normativa de depresivos
sentativa de la población española; es una
puede obtener un perfil bajo, medio o alto,
muestra normativa incidental aunque, eso sí,
dependiendo del nivel de depresión que tenía
tiene una procedencia muy variada y hetero­
la muestra normativa, pero su perfil será nor­
génea.
malmente alto cuando se le compare con la
Los grupos de referencia sobre los que se población general, y el grado de elevación o
han elaborado los haremos de las tablas 14 a altura indicará su grado de depresión.

33
4.2. Datos normativos y tablas de conversión

Las tablas construidas en la tipificación curva normal en las distribuciones, la norma­


permiten la conversión de las puntuaciones lización ha atendido a la forma específica que
directas en otras denominadas decatipos (ori­ tomaba cada escala del CAQ. Para conocer
ginalmente y en inglés son los stens, s-ten, con más detalle este procedimiento de cons­
s=standard y ten=diez), una escala típica de trucción de los haremos, puede consultarse el
diez puntos que ha mostrado en la práctica un capítulo 4 de la Monografía Técnica del
grado bastante bueno, no utópico, en la dis­ 76PF (Seisdedos, 1981, 1985).
criminación de los resultados.
Las tablas de conversión de las puntuacio­
Los decatipos se distribuyen sobre un con­ nes directas de las 12 escalas del CAQ en
tinuo de diez puntos equidistantes en unida­ decatipos están incluidas al final de este capí­
des típicas (supuesta la distribución normal), tulo. La Ia página se destina a baremos de
con una media en el decatipo 5,50 y una des­ adolescentes, la 2a a adultos y la 3a a casos
viación típica de 2 decatipos. Así pues, los clínicos (adultos). En cada página, el cuadro
decatipos 5 y 6 se extienden , respectivamen­ superior se refiere a varones y el inferior a
te. a media desviación típica a ambos lados mujeres.
de la media, y comprenden el grupo central
de la población, mientras que los extremos En el cuerpo de la tabla, y en cada línea, se
superior del decatipo 10 e inferior del decati­ encuentran las puntuaciones directas de cada
po 1 se encuentran a dos y media desviacio­ escala, tal como fueron obtenidas en el pro­
nes típicas a ambos lados de la media. ceso de corrección y puntuación; en las cabe­
ceras de columnas están los decatipos corres­
Se puede, por tanto, considerar que los pondientes, y las dos últimas columnas reco­
decatipos 5 y 6 son valores medios, 4 y 7 gen los estadísticos básicos de las escalas en
muestran una pequeña desviación (en una u esa muestra normativa. Por tanto, para obte­
otra dirección, respectivamente), 2-3 y 8-9 ner el decatipo en una escala, basta entrar
indican una gran desviación, y 1-10 son valo­ horizontalmente por la línea encabezada con
res extremos, entendiendo todas esas posicio­ las siglas de la misma hasta encontrar la pun­
nes como relativas a la población específica tuación directa concreta del sujeto, y en la
sobre la cual se realizó la tipificación. cabecera o pie de columna se encuentra el
decatipo correspondiente.
Lo normal en escalas clínicas que apuntan
hacia patrones de conducta desviada es la Si se utiliza un proceso mecanizado de
obtención de distribuciones asimétricas posi­ corrección, es posible que las puntuaciones
tivas; la mayoría de los sujetos se acumula en típicas se obtengan mediante una normaliza­
la parte inferior de la distribución, puesto que ción teórica (basada únicamente en los esta­
sólo se reconocen en sí mismos unos pocos dísticos básicos: media y desviación típica);
átomos de conducta desviada, y en la parte entonces, no es de extrañar que sus resultados
superior de la distribución se encuentran difieran de los que ofrecen los baremos de
aquellos casos cuyas conductas comienzan a este Manual, sobre todo en los extremos de
ser desviadas. Atendiendo a esta forma de algunas escalas. Los párrafos anteriores ayu­
presentación de las variables, en la tipifica­ darán al psicólogo a comprender esas dife­
ción se ha utilizado una normalización empí­ rencias y a interpretai" los resultados de una
rica y no teórica; dada la inexistencia de una mecanización de ese tipo.

34
4.3. Descripción de las escalas

La predicción de las valoraciones en dife­ En los siguientes párrafos se ofrece una


rentes criterios y la asignación a los sujetos descripción interpretativa de todas las escalas
de unas características de diagnóstico clínico, del CAQ, y en el cuadro 1 (página posterior a
puede realizarse mediante ciertos métodos y los haremos) se resumen las características
específicas y más representativas de los suje­
cálculos estadísticos especificados en las
tos que obtienen los decatipos bajos (1-3) y
obras originales de Krug (1980) y Cattell et altos (8-10).
al. (1970), y, en algunos aspectos, en la
Monografía Técnica del 16PF (Seisdedos, Dado que en la validación cruzada e inter­
1981, 1985). pretación de las escalas del CAQ se utilizaron
las del MMP1, conviene que el lector recuer­
Cuando no se conocen las correlaciones de el significado de estas ultimas; L, F y K
con los criterios, y hasta el momento en que son escalas de validación, y las siglas de las
se disponga de estudios empíricos realizados 10 escalas clínicas son: l.Hs (Hipocondria-
sis), 2.D (Depresión), 3.Hy (Histeria), 4.Pd
en situaciones particulares, las predicciones (Desviación psicopática), 5.Mf (Masculi-
pueden realizarse a partir del conocimiento nidad-feminidad), 6.Pa (Paranoia), 7.Pt
de la naturaleza psicológica de los factores y (Psicastenia), 8.Se (Esquizofrenia), 9.Ma
las escalas. (Hipomanía) y O.Si (Introversión).

DI, Hipocondriasis

La persona que puntúa alto es depresiva en existe algún indicio de que su importancia es
el sentido de que le preocupa la alteración de ligeramente mayor entre las mujeres; las
las funciones de su cuerpo. De acuerdo con el mujeres neuróticas y esquizofrénicas suelen
contenido de los elementos que comprende puntuar más alto que los varones en esta
esta escala, muchas de las quejas no son espe­ dimensión secundaria.
cíficas y así. por ejemplo, esa persona cree
que sus nervios están a punto de estallar, que Es la primera de las escalas D (de depre­
está peor de salud que los demás, que se sien­ sión) porque apareció en primer lugar en los
te floja y tan cansada que apenas puede análisis factoriales de los agentes primarios
moverse, o que al oír hablar de una enferme­ de la depresión, y también en los análisis
dad empieza a pensar que ella tiene algo independientes de los elementos del MMP1.
parecido. Tiene una correlación elevada con la escala
l.Hs del MMPI, pero también la tiene muy
Esta escala es una de las principales contri­ significativa con las escalas 2.D, 7.Pt y O.Si
buciones al factor secundario de Depresión, y de este cuestionario.

D2, Depresión suicida

El contenido de los elementos de esta esca­ sito; les ronda el pensamiento de que la
la se centra en los pensamientos de autodes- muerte es el final de todos nuestros proble­
trucción. Los sujetos que puntúan alto afir­ mas y que han llegado al final de su camino
man estar hartos y a disgusto con la vida, que y prefieren detenerse. Junto con DI (Hipo­
ésta les parece ya vacía, sin sentido ni propó­ condriasis) y D5 (Baja energía) forman la trí­

35
ada de mayor peso en el factor secundario de psicológica. La escala D2 presenta también
Depresión. relaciones importantes con otras escalas del
MMPI, tales como 7.Pt, l.Hs, 8.Sc y O.Si.
Las puntuaciones D2 son muy altas en per­
sonas diagnosticadas como depresivas o En un análisis de los resultados del CAQ
esquizofrénicas, pero no en las neurosis de en una muestra grande de reclusos de Atlanta
ansiedad. También son altas, en relación con se concluye que una puntuación elevada (un
otras depresiones primarias, en los tipos de decatipo de 8 o mayor) en D2 no es en sí
personalidad agresivo-pasiva y antisocial. misma un predictor del intento de suicidio; si
En los análisis de correlación con el en el perfil es baja la escala D3 (Agitación),
MMPI, el índice existente entre D2 y la esca­ son poco probables tales intentos. Sin embar­
la de validez F es más alto que el existente go, cuando el perfil sugiera la presencia de la
con cualquiera de las escalas clínicas del depresión, independiente de la forma que
MMPI. Esto no es sorprendente si se recuer­ tome, no hay que descartar la posibilidad de
da que la investigación con el MMPI ha mos­ tal peligro. Este riesgo aumenta substancial­
trado que una elevación de la T en F hasta 80 mente (y debería considerarse un síntoma clí­
no invalida necesariamente el perfil MMPI y nico significativo) cuando se observa una ele­
que estos valores T altos tienen importancia vación simultánea en D2 y D3.

D3, Agitación

La matriz de correlaciones MMPI-CAQ A pesar de que esta escala aparecía entre


sugiere una conexión entre las puntuaciones los primeros lugares en los análisis factoria­
de esta escala y lo que originalmente se con­ les de la depresión, y fue etiquetada como
cibió como síndrome hipomaníaco (9.Ma). D3, los intentos posteriores de situarla en el
Los sujetos que puntúan alto afirman que les factor secundario de Depresión han resultado
gustaría hacer cosas arriesgadas e intentar fallidos, y cuando aparece su conexión es
cosas nuevas, o que están a disgusto hasta negativa. En el caso de D3. más que en cual­
quiera otra de las escalas clínicas del CAQ,
que encuentran a/go arriesgado que hacer; y
ambos extremos de la variable presentan con­
buscan la agitación. Debajo de estos deseos siderables connotaciones clínicas y aleja­
puede haber un anhelo de muerte asociado a mientos de la normalidad, dado que se
esta dimensión y que explicaría esta búsque­ encuentran puntuaciones extremas bajas
da inquieta de aventura y riesgo. Esta asocia­ entre los neuróticos, alcohólicos y esquizo­
ción estaría relacionada con los resultados de frénicos, y significativamente altas en cierto
las investigaciones con reclusos aludidas en tipo de abusos de narcóticos y en personali­
los párrafos anteriores. dades antisociales.

D4. Depresión ansiosa

Aunque puede llegar a confundirse esta Ansiedad y D4 covarían juntas, aunque no


dimensión con la Ansiedad, el análisis facto­ necesariamente.
rial ha mostrado que es diferente del patrón
de esa dimensión secundaria y. por otra parte, La persona que puntúa alto se define a sí
es una de las contribuciones menos importan­ misma como torpe y desmañada al manejar
tes en la estructura de la Depresión. La objetos, sueña mucho sobre cosas que le dan

36
miedo, no se siente segura de sí y tranquila y puede ser profundamente perturbador y
pocas veces dice lo que piensa sobre lo que molesto.
hacen los demás, sea bueno o malo. Estas
Aparecen puntuaciones altas en neuróticos,
personas están desorientadas, y se sienten alcohólicos y esquizofrénicos no paranoicos.
incapaces de enfrentarse a las exigencias Con respecto al MMPI, su asociación más
inmediatas y sometidas a pesadillas. La esca­ fuerte es con la escala O.Si, y en un nivel
la representa un aspecto de la depresión que menor, pero significativo, con 7.Pt.

D5, Depresión baja energía

Alguna de las escalas primarias de la en varones alcohólicos y en mujeres narcoa-


depresión incluyen la fatiga como un síntoma dictas, pero también en mujeres esquizofréni­
secundario, pero en esta escala la baja ener­ cas, y en individuos depresivos, especialmen­
gía es el núcleo de ese patrón. Es una de las „ te los de tipo neurótico. Con respecto al
tres contribuciones más importantes a la MMPI, su correlación más elevada es con la
dimensión secundaria de Depresión. escala de validación F, y entre las clínicas,
por orden decreciente de su relación, con
El individuo que puntúa alto se siente tris­ O.Si, 7.Pt, 2.D, l.Hs y 8.Sc.
te y de mal humor, se despierta sin energías
para comenzar el día. casi nunca duerme pro­ Cuando D5 y D1 son ambas bastante eleva­
fundamente, a menudo la vida le parece vacía das (decatipo 9 ó 10), y especialmente cuando
y solitaria, le entusiasma muy poco la vida y no hay otra desviación extrema, la experien­
se siente agotado y bajo. En el mundo litera­ cia sugiere enviar al sujeto para una evalua­
rio. Edgar Alian Poe estuvo muy acertado al ción médica completa. En estos casos, la sin-
describir estos síntomas. tomatología psicológica y médica presenta
muchos acuerdos, y es particulamiente impor­
Los decatipos son especialmente elevados tante en los tratamientos de consulta externa.

D6, Culpabilidad-resentimiento

Este es el aspecto de la depresión asociado vos (y de ahí la sugerencia de resentimiento en


al sentimiento de haber cometido lo imperdo­ el título de la escala) y en alcohólicos.
nable y la consecuente sensación de inutili­
dad o impotencia. El sujeto que puntúa alto Con respecto al MMPI, su correlación más
declara que le perturban los sentimientos de elevada es con la escala de validación K.
culpabilidad, que a veces no puede dormir Probablemente no habría que interpretar esto
pensando en las cosas que debiera haber como ausencia de defensas o de franqueza
hecho o en lo que le va a pasar por ¡os erro­ por parte del sujeto D6 alto, sino como una
res que ha cometido o tiene pesadillas en las ruptura total del sistema de autodefensas de
que está solo y abandonado. la persona.

Las puntuaciones más altas se encuentran En cuanto a las escalas del I6PF, su mayor
en casos de alcohólicos, abuso de narcóticos o correlación es con la escala O (inseguridad).
problemas de conducta. D6 presenta una ele­ En ambas, culpabilidad y autodepreciación
vada relación con otros factores patológicos son características importantes, pero el resen­
en sujetos diagnosticados como agresivo-pasi- timiento es más prominente en D6 que en O.

37
D7, Apatía-retirada

Esta dimensión se caracteriza por dos ras­ los esquizofrénicos, y también obtiene D7
gos principales: la sensación de que la vida es alto el de los narcoadictos. Además de ser una
bastante absurda y sin sentido como para de las escalas que menos contribuyen al factor
preocuparse, y la tendencia a evitar el trato secundario de Depresión, aporta un peso
con los demás. El sujeto que puntúa alto se negativo al factor secundario de Extraversión.
encuentra a gusto cuando está solo, sin los
demás y se siente demasiado decaído e inútil Con respecto al MMPI, la relación más alta
como para querer hablar con la gente. es con la escala O.Si, y en menor medida con
2.D (pero no es tan alta como la que aparece
El grupo que suele puntuar más alto es el de con la escala de validación F).

Pa, Paranoia

Al llegar a este punto, se dejan las escalas dos suben o bajan conjuntamente dentro del
primarias de la depresión y se entra en las perfil, aunque no necesariamente.
cinco últimas del CAQ, inicialmente identifi­
cadas en análisis factoriales del MMPI. El La puntuación es esencialmente de tipo
contenido de los elementos Pa generalmente medio entre los neuróticos y los alcohólicos,
y sólo un poco mayor entre los que usan nar­
se acopla a la clásica definición de síndrome
cóticos. Pero es alta en los esquizofrénicos
paranoico; hay declaraciones de recelo, sen­ (especialmente en los de tipo paranoico) y
sación de injusticia y persecución, celos con muy alta en las alteraciones de conducta. En
respecto a otros, cierto cinismo sobre la natu­ los estudios con el MMPI aparecen relacio­
raleza humana y miedo a ser envenenado. nes significativas con F, y en menor medida,
aunque significativa, con O.Si. En estos análi­
Observada superficialmente, suele confun­ sis su relación con ó.Pa fue más baja de lo
dirse con la escala L del 16PF (Protensión o que cabría esperar. Sin embargo, en una
Suspicacia). Sin embargo, L es un rasgo muestra independiente de 57 reclusos varo­
humano normal, mientras que Pa es esencial­ nes sus relaciones con las escalas ó.Pa y 8.Se
mente su desviación hacia lo patológico. Las fueron más elevadas.

Desviación psicopática

Los sujetos que puntúan alto son, general­ Estas personas tienen/«erza y energía para
mente, menos inhibidos que el promedio de estar dos o tres días sin dormir; a ellas no les
las personas, tanto con respecto al peligro o importa ser el centro de atención o la cabeza
dolor físico como a las críticas de la sociedad. de turco, y les encantan las discusiones y
Hay también un cierto grado de búsqueda de situaciones de emergencia. Hay, naturalmen­
sensaciones o excitación, característica que te, otros elementos con un contenido antiso­
comparte con D3 (Agitación) y con la que cial más considerable y que podrían presentar
tiene una elevada correlación. Sin embargo, un cariz más problemático; no obstante,
las características D3 parecen esencialmente como el CAQ emplea el método de autoeva-
limitadas a las de ese tipo de conducta impul­ luación, esos elementos resultan en la prácti­
siva e hipomaniaca, mientras que Pp parece ca poco útiles, porque las alternativas puntua-
tener más implicaciones patológicas. bles tienen una atracción muy baja.

38
Las puntuaciones resultan bajas o por los elementos de razonamiento de la escala B
debajo de la media en neuróticos, esquizofré­ del 16PF. Por otra parte, Pp aparece frecuen­
nicos y alcohólicos, pero altas entre las per­ temente elevada en muestras de sujetos con
sonalidades antisociales o casos de abuso de alto nivel cultural o profesional, lo cual
narcóticos. Aparecen bastantes correlaciones podría considerarse como un cierto tipo de
negativas con las escalas clínicas del MMPI, anestesia emocional.
incluyendo O.Si y 7.Pt, pero con 9.Ma es
positiva y significativa. Dado que la insensibilidad a la inhibición
parece ser una característica esencial de esta
En el trabajo de Krug y Laughlin (1977), la escala, se podría esperar (aunque esto necesi­
escala se incluye dentro del factor secundario ta una comprobación empírica) que Pp sea un
de Socialización, con un peso negativo. En buen índice diferencial entre las conductas
este estudio hay también algunos indicios de desviadas en las que es esencial la actuación
que el sujeto Pp alto suele ser, en cierto ("acting-out") y aquellas otras de tipo neuró­
modo, menos inteligente, o al menos tener tico y psicótico en las que predomina la reti­
falla de concentración para contestar bien a rada.

Se, Esquizofrenia

Según sus propias autoevaluaciones, el zofrénicos y moderadamente altas en neuróti­


sujeto que puntúa alto encuentra dificultades cos narcoadictos. Por tanto, el resultado es
para expresar sus ideas, tiene impulsos extra­ que los comportamientos incluidos en esta
ños, cree que la gente no le comprende y le escala no son privativos del diagnóstico
evita por motivos que desconoce y no le da la esquizofrénico, sino que están también pre­
importancia que merece, y tiene pérdidas de sentes en otras perturbaciones. Por estas razo­
memoria, sentimientos de irrealidad y aluci­ nes, los casos diagnosticados como esquizo­
naciones. En resumen, el contenido de los
frénicos no sólo puntúan alto en esta escala.
elementos de Se es el más raro de todas las
escalas del CAQ.
Tanto D7 como Se incluyen retirada, pero
Está muy relacionada con la escala 8.Se del la diferencia entre ellas está en que en D7 el
MMPI. pero también tiene asociaciones muy sujeto se aleja de la gente o de la relación
considerables con O.Si y F. Las puntuaciones interpersonal, mientras que Se implica un ale­
más altas se encuentran en grupos de esqui­ jamiento más extremo de la realidad.

As, Psicastenia

Esta variable alude a un constructo cuyos Las puntuaciones son frecuentemente ele­
antecedentes hay que buscarlos en Janet. Se vadas en los casos diagnosticados como neu­
caracteriza por el tipo obsesivo de conducta róticos del tipo obsesivo-compulsivo y en
sobre la que el sujeto declara tener poco auto­ narcoadictos, y están relacionadas con la
control. Estas conductas incluyen el contar escala 7.Pt del MMPI. A nivel de dimensión
cosas, tener ideas o palabras sin importancia
secundaria, contribuye de manera importante
que pasan por la cabeza y están rondando
una y otra vez durante días o preocuparse en el factor de Ansiedad, pero también al de
una y otra vez por cosas sin importancia. Psicosis General, y su participación en el de
También se recoge alguna sugerencia de Neuroticismo sólo es significativa en el
comportamientos fóbicos. grupo de mujeres.

39
Ps, Desajuste pcisológico

En las primeras publicaciones del CAQ se lidad, cuando el sujeto se considera una per­
aludía a esta escala como psicosis general. La sona sin éxito, un desastre. Esto sugiere el
posterior acumulación de nuevas investiga­ patrón de desesperanza adquirida a que
ciones y datos sugiere que esa psicosis es más alude A.T. Beck al tratar la depresión y, por
bien una dimensión secundaria a la que con­ tanto, no es sorprendente la importancia de
tribuye esta escala Ps, junto con Pa, Se y As, esta escala en la dimensión secundaria de
y por ello parece más apropiado el titulo de Depresión.
Desajuste psicológico.
Presenta correlaciones altas con F, 8.Sc,
El sujeto con puntuación alta piensa de sí O.Si y 7.Pt. de) MMPI y se encuentran pun­
mismo que no vale para nada. La desviación tuaciones elevadas en grupos de psicóticos y
se da en el área de la autovaloración de la rea­ neuróticos.

4.4. Factores de segundo orden

Además de las escalas primarias obtenidas bían contestado al CAQ, se replicaron los
directamente a partir de la Hoja de respues­ factores referidos al 16PF y surgieron algu­
tas, es posible hallar puntuaciones secunda­ nos propios del CAQ-II.
rias o de segundo orden ponderando de
manera adecuada los resultados de las escalas Se observó que seis de los factores encon­
primarias. trados se correspondían mucho con los ante­
riormente descritos por Cattell y colaborado­
Los factores de segundo orden no propor­ res (1970): Ansiedad, Extraversión, Dureza,
cionan ninguna información nueva sobre el Independencia, Inteligencia y Superego
sujeto que no estuviera ya contenida en las (tanto Dureza como Inteligencia y Superego
escalas primarias. Sirven, no obstante, para no han resultado relevantes en los estudios
organizar la información primaria de una españoles del 16PF). Un séptimo factor,
manera útil para la interpretación. Antes de denominado ahora Socialización por estos
examinar minuciosamente todos los puntos autores se asemejaba al que Cattell había
del perfil, algunos usuarios prefieren comen­ identificado como Discreción. Los otros tres
zar con los componentes de una dimensión no identificados anteriormente eran Depre­
secundaria. A menudo, la discrepancia dentro sión, Psicoticismo y Neuroticismo.
de uno de los conjuntos tiene significado
especial; así, por ejemplo, cuando un sujeto Si el usuario español del CAQ ha aplicado
puntúa alto en Ansiedad y también en la esca­ también el 16PF, sabe que dispone ya de unas
la C (Estabilidad emocional) del 16PF, su tra­ dimensiones secundarias (hasta cuatro o
tamiento es más favorable que cuando esta cinco bastante bien replicadas y establecidas)
escala C es típicamente baja dentro del patrón que le pueden ayudar a interpretar el perfil de
de Ansiedad. las escalas primarias. En la adaptación espa­
ñola de este instrumento dichas dimensiones
Cuando en los estudios originales del CAQ han sido etiquetadas como Ansiedad,
(Partes I y II) se sometieron a análisis facto­ Extraversión, Socialización, Independencia y
riales las 28 escalas, y sobre todo en los tra­ Subjetivismo. Su composición y descripción
bajos de Krug y Laughlin (1977) con 1.915 puede encontrarse en las publicaciones sobre
adultos, normales y casos clínicos, que ha­ el 16PF.

40
Por estos motivos, en los párrafos siguien­ la del CAQ (parte II en los estudios origina­
tes se tratarán todas las dimensiones secun­ les), y con más detalle las propias de este
darias por su relación con la versión españo­ CAQ.

Ansiedad

Además de las saturaciones propias de las peso negativo de Pp (es decir, que esta escala
escalas del 16PF. la dimensión incluye pesos favorece el Ajuste) y otro positivo de Se.
de D6 y As; en menor medida aparece un

Extraversión

Este factor incorpora también con peso Extraversión y algunas conductas desviadas,
negativo dos escalas del CAQ, D7 y D4 Por como es usual en ciertas formas de depresión.
tanto, existe alguna conexión entre la

Independencia

Es una dimensión más propia del I6PF, españolas estudiadas esta dimensión ha
definida por las escalas de Dominancia, incorporado algunas notas de tipo psicótico
Realismo, Radicalismo, Autosuficiencia y (escalas Pp, Pa y D3).
Suspicacia. Sin embargo, en las muestras

Socialización controlada o superego

Es la dimensión que Karson y O'Dell embargo, su influencia está casi limitada a las
(1980) interpretan en el polo bajo como escalas primarias del 16PF; sólo tiene una
Sociopatía, y probablemente en esta direc­ saturación significativa, y con signo negati­
ción tiene mayores aplicaciones clínicas. Sin vo, en D4 o Depresión ansiosa.

Depresión

Sus saturaciones principales están en seis tidas y faltas de autocontrol social. En térmi­
de las siete escalas primarias de depresión (se nos de varianza común, explica la cuarta
exceptúa D3), y la estructura es muy similar parte de toda la batería (16PF+CAQ) y se
en ambos sexos. Tiene una correlación subs­ equipara a Ansiedad (que explica otra cuarta
tancial con la Ansiedad (de 0.48, lo cual con­ parte).
cuerda con la experiencia clínica cuando se
encuentran presentes y mezcladas ambas En las muestras de adultos, y sobre todo en
dimensiones en sus casos prácticos), y en las de grupos clínicos, esta dimensión abarca
menor medida con Extraversión (-0,34) y más aspectos (y podría definirse como
Socialización (-0,24). En otras palabras, el DESAJUSTE GENERAL), e incluye notas
tipo de depresión estimado con el CAQ tien­ psicóticas (de Pa y Se) y desviadas (de As y
de a aparecer en personas ansiosas, introver­ Ps).

41
4.5. Elaboración de un perfil

Puesto que en pruebas como el CAQ sus La casuística de los tipos de perfiles en la
escalas son más interpretables en sus polos práctica será muy diversa y se supone la exis­
altos o desviaciones por encima de lo normal tencia de perfiles extremadamente altos en
en las muestras normativas, es aconsejable todas o la mayoría de las escalas, perfiles
que independientemente o en conexión con el
algo desviados y perfiles normales. También
del 16 PF se construya un perfil gráfico o
numérico que destaque las principales eleva ­ esa misma casuística ofrecerá perfiles con
ciones o desviaciones de la estructura de la escalas algo o muy desviadas junto a escalas
personalidad del sujeto. normales.

Además, dado el grado de fiabilidad y En cualquiera de los casos, y para su inter­


estructura de las puntuaciones que se obtie­ pretación. normalmente es preferible atender
nen con el CAQ normalmente es también
primero al perfil en su conjunto y descender
aconsejable hacerlo en puntuaciones decatipo
redondeadas al entero más próximo . En este luego en el análisis a todas y cada una de las
caso, 4 a 6 se considerarán decatipos medios, 7 escalas que estén implicadas en la interpreta­
-8 serán desviaciones medias y 9-10 se tra ­ ción del conjunto.
tarán como desviaciones extremas.

42
BAREMOS
Tabla 14. Adolescentes - Varones (N=469)

Decaí ¡pos
Esc. Media D.t.
* 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DI 0 1 2-3 4-5 6-7 8-9 10-13 14-24 4,72 3.53


D2 0 1 2-3 4-6 7-8 9-11 12-15 16-24 5,31 4.26
D3 0-5 6-7 8 9 10-11 12 13-14 15-16 17 18-24 11,74 3,09
D4 0-1 2 3-4 5-6 7 8-9 10-11 12-13 14-15 16-24 8,58 3,54
D5 0 1 2-3 4-5 6-7 8-9 10-11 12-13 14-16 17-24 8.39 4,05
D6 0-1 2-3 4-5 6-7 8-9 10-11 12-14 15 16-17 18-24 10.21 4.21
D7 0 1 2 3 4-5 6-7 8-9 10-11 12-14 15-24 6.58 3,53
Pa 0-1 2 3 4-5 6-7 8 9-11 12-13 14-15 16-24 8,05 3,70
Pp 0-6 7-8 9-10 11 12-13 14-15 16 17-18 19-20 21-24 14,07 3,48
Se 0 1 2 3 4-5 6-8 9-10 11-12 13-15 16-24 6.99 3,99
As 0-5 6-7 8 9-10 11 12-13 14-15 16 17 18-24 12,34 3,16
Ps 0 1 2-3 4 5-7 8-9 10-11 12-14 15-17 18-24 8,07 4,34
Esc. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Medía D.t.

Tabla 15. Adolescentes - Mujeres (N=463)

43
Tabla 16. Adultos - Varones (N=2.646)

Dccatipos
Esc. Media D.t
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DI 0 1 2 3 4-5 6-7 8-24 1.74 2.16


D2 0 1-2 3 4-6 7-9 10 2 1 1,85 2,66
D3 0-4 5 6-7 8-9 10 11 12-13 14-15 16 17-24 10,47 3,11
D4 0 1 2 3-4 5 6-7 8-9 10-11 12 13-24 5,94 3,22
D5 0 1 2-3 4-5 6-7 8-9 10-13 14-24 4.35 3.33
D6 0 1 2-3 4-6 7 8-9 10-11 12-13 14 15 16-24 ".84 3,87
D7 0 1-2 3-4 5-6 7 8-10 11-24 3.33 2,75
Pa 0 1 2-3 4 5-6 7-8 9-10 11-12 13-24 4,92 3,40
Pp 0-7 8-9 10 11-13 14 15-16 17 18-19 20-21 22-24 14,38 3,46
Se 0 1-2 3 4 5-6 7-8 9-11 12-24 3.66 2,95
As 0-5 6 7-8 9-10 11 12 13-14 15 16-17 18-24 11,10 2,92
Ps 0 1 2-3 4-5 6-7 8-9 10-12 13-24 4,29 3,28
Esc. l 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Media D.l.

Tabla 17. Adultos - Mujeres (N=325)

Decatipos
Esc. Media D.t.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DI 0 1 2 3-4 5-8 9-10 11-24 2,39 2,95


D2 0 1-2 3-4 5-7 8-11 12-24 2.13 3,05
D3 0-3 4-5 6-7 8-9 10 11 12-13 14-15 16-18 19-24 10.55 3,31
D4 0 1 2-3 4-6 7 8-9 10 11-13 14-16 17-24 7.34 3,91
D5 0 1-2 3 4-6 7-9 10-14 15-17 18-24 5,06 4,54
D6 0 1-2 3 4-6 7 8-10 11-12 13-15 16-18 19-24 8,06 4,41
D7 0 1-2 3-4 5 6-7 8-13 14-24 3.39 3.09
Pa 0 1 2-3 4 5-6 7-8 9-11 12-14 15-24 5,19 3,74
pp 0-6 7-8 9 10-12 13 14-15 16-17 18-19 20 21-24 13,77 3,72
Se 0 1-2 3-4 5-6 7-8 9-12 13-24 3,52 3,22
As 0-4 5-6 7-8 9-10 11 12 13-14 15 16-17 18-24 11,22 3,04
P.s 0 1-3 4-5 6-8 9-10 11-15 16-24 4.68 4,05
Esc. i 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Media D.t.

44
Tabla 18. Casos clínicos - Varones (N=259)

Decatipos
Esc. Media D.t.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DI 0 1 2 3-6 7 8-10 11-14 15-17 18 19-24 8,41 5,27


D2 0 1 2-6 7 8-12 13-15 16-18 19-21 22-24 8,68 6,21
D3 1-2 3-4 5-6 7-9 10 11 12-13 14-15 16-17 18-24 10,07 3,48
D4 0-1 2 3-4 5-8 9 10-12 13 14-16 17-19 20-24 9,45 4,49
D5 0-1 2-3 4-6 7-11 12-13 14-17 18-20 21 22-23 24 13,33 6,21
D6 1 2-3 4-6 7-10 11 12-15 16-17 18-19 20-21 22-24 1 1,75 5,28
D7 0-1 2-3 4 5-7 8 9-11 12-14 15-16 17-18 19-24 9.36 4,39
Pa 0-2 3 4-5 6-8 9 10-11 12-14 15-16 17-18 19-24 9,76 4.17
Pp 2-3 4-5 6-7 8-11 12 13-14 15-16 17-18 19-20 21-24 12,19 4,25
Se 0 1 2 3-6 7-9 10 11 12-13 14-16 17-24 7,31 4,14
AS 3-4 5-6 7-8 9-11 12 13 14-15 16-17 18-19 20-24 12,11 3,61
PS 0-1 2-3 4 5-9 10 11-14 15-17 18-19 20-21 22-24 11,16 5,59
Esc. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Media D.t.

Tabla 19. Casos clínicos - Mujeres (N=451)

Decatipos
Esc. Media D.t.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DI 0 1-2 3 4-8 9-10 11-13 14-16 17-18 19-20 21-24 10,36 5,54
D2 0-1 2 3-7 8-9 10-12 13-16 17-19 20-21 22-24 9,45 5,91
D3 0-3 4 5 6-8 9 10-11 12 13-14 15-16 17-24 9,39 3,35
D4 1-3 4 5-6 7-9 10-11 12-13 14-16 17-18 19-20 21-24 11,47 4,50
D5 0-2 3 4-7 8-13 14-15 16-18 19-20 21-22 23 24 14,36 6,02
D6 0-2 3-4 5-6 7-11 12-13 14-16 17-18 19-20 21-22 23-24 12,90 5,36
D7 0-1 2 3-4 5-8 9 10-11 12-13 14-16 17 18-24 9.13 4,39
Pa 0-1 2-3 4 5-7 8 9-11 12-14 15-16 17-18 19-24 9,46 4,46
Pp 0-2 3-4 5-6 7-9 10 11-12 13-14 15-16 17-18 19-24 10,37 4,06
Se 0 1 2 3-5 6 7-10 11-12 13-15 16 17-24 7,51 4,59
As 3-4 5-6 7-8 9-11 12 13 14-15 16-17 18 19-24 12.08 3,49
Ps 0-1 2-3 4-5 6-9 10-11 12-14 15-17 18-20 21-22 23-24 11,59 5,65
Esc. i 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Media D.l.

45
46
Cuadro 1. Descripción resumida de las escalas del CAQ
Para una mejor comprensión de los rasgos medidos con el CAQ, en la relación de las variables
se incluye la descripción de las personas (adjetivos en femenino) que se sitúan en los polos bajo y
alto de las escalas.
Puntuaciones bajas (1-3) Escala Puntuaciones altas (8-10)

Hipocondriasis
Contenta, su mente trabaja bien, no tiene temores de DI Preocupada por la salud, desarreglos y funciones corpo­
salud. rales.

Depresión suicida

Satisfecho de la vida y sus aspectos, goza de la vida. D2 Insatisfecha de la vida.

Agitación
Evita peligros y situaciones de aventura, poca necesidad D3 Busca excitación, acepta riesgos, intenta nuevas cosas,
de excitación. incansable.

Depresión ansiosa
Tiene calma en emergencias, confía en lo que le rodea, D4 Sueños perturbadores, desmañada manejando cosas,
sosegada. tensa, fácilmente perturbable.

Depresión baja energía


Enérgica, muestra entusiasmo por el trabajo, duerme pro­ D5 Sentimientos de intranquilidad y preocupaciones, falta de
fundamente. energía para afrontar lo que le llega.

Culpabilidad-resentimiento
No perturbable por sentimientos de culpabilidad, puede D6 Con sentimientos de culpabilidad, se acusa por todo lo
dormir si deja sin hacer cosas importantes. que no le sale bien, se autocrítica.

Apatía-retirada
Relajada, considerada y animosa con las personas. D7 Evita contactos interpcrsonales, no se halla confortable
con otros.

Paranoia
Confiada, no le afectan los celos o la envidia. Pa Cree que se le persigue, controla, espía, maltrata o se le
envenena.

Desviación psicopática
Sensata, evita implicarse en actos ilegales o transgredir Pp Complaciente ante la conducta antisocial propia o ajena,
las normas. no le ofenden las críticas.

Esquizofrenia
Evalúa con realidad a otros o a sí mismo, sin conducta Se Se aleja de la realidad, tiene impulsos repentinos o incon­
regresiva. trolados.

Psicastenia
No le molestan ideas o pensamientos inoportunos o hábi­ As Tiene ¡deas repetitivas o insistentes y hábitos compulsi­
tos compulsivos. vos.

Desajuste psicológico
Se considera tan capaz, confiable y agradable como la Ps Tiene pensamientos de inferioridad o inutilidad, es tími­
mayoría. da y pierde la cabeza fácilmente.

47
BIBLIOGRAFIA
La siguiente relación contiene únicamente obras básicas sobre el terna o muy específicas sobre
el Cuestionario. La colección de Buros (1970), o cualquiera de las obras citadas, puede servir para
ampliar el presente resumen bibliográfico.

ABAD GIL. J.. AMADOR CAMPOS. J.A.. FORNS- DALHLSTROM, WG. y WELSH, G.S. (1960). An
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SEISDEDOS CUBERO. N. y ROIG-FUSTE, J.Ma.
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CATTELL, R.B. (1975). Cuestionario de personali­ tación clínica. Madrid: TEA Ediciones, S.A.
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(Institute for Personality and Abilily Tesling). ¡Manual. Madrid: TEA Ediciones, S.A., 2* edición.

48
APENDICE
CASOS PRÁCTICOS 1.
Caso con VÉRTIGOS (*)

Paciente de 28 años, casada, con un hijo, Presenta anorexia, pero no dificultades del
de profesión educadora (puericultora). Inició sueño.
sintomatología psiquiátrica a los 24 años, en
la que predominaban mareos, vértigos subje­ Constelación familiar
tivos y lipotimias.
El marido, de 25 años, no tiene empleo fijo
Motivo de consulta y realiza trabajos eventuales. Tienen un hijo
de año y medio. El clima familiar no es rela­
La paciente presenta (1982) vértigos y jado; más bien reina una cierta tensión. Las
miedo a desmayarse; cuenta que estando de
discusiones frecuentes con el esposo son por
vacaciones en Mallorca se desmayó y la lle­
motivos económicos. Ella cuenta que cuando
varon a un hospital donde le dijeron que pro­
discuten tiene muchas ganas de irse de casa;
bablemente fuese una lipotimia.
piensa que se ha equivocado en su matrimo­
nio. Luego, cuando está más tranquila, pien­
Antecedentes personales patológicos sa que no hay motivo para tener estos pensa­
- Antecedentes propios de la infancia. mientos.
- A los 12 años varios episodios de terrores
nocturnos. Seguimiento del caso
- Salpingitis inespecífico durante el embara­ A los dos años y medio de haber consulta­
zo. do, empieza tratamiento farmacológico, sien­
do diagnosticada de síndrome depresivo
Antecedentes psicopatológicos familiares ansioso. La paciente presenta sensaciones de
- No hay antecedentes conocidos. ahogo, algias, ganas de llorar, bajo rendi­
miento laboral, poco apetito y angustia. Las
relaciones con el marido son cada día más
Exploración psicoatológica (24-12-81) frías, no obteniendo satisfacción sexual. El
La paciente presenta un buen estado de 15-11-83 se le realiza una exploración psico­
vigilancia, orientación y percepción, y no se lógica con el WAIS abreviado y el cuestiona­
observan trastornos del lenguaje, del pensa­ rio de personalidad MMP1. Las puntuaciones
miento o de la senso -percepción . Se queja de típicas en el WAIS son Información=10,
tener a menudo ganas de llorar , cansancio y Semejanzas =l1, Dígitos=l1 y Cubos=13, y en
que le parece que su carácter va cambiando. el MMP1 obtiene los valores T siguientes;

Esc. L F K Hs D Hy Pd Mf Pa Pt Se Ma Si

T 66 46 53 66 72 72 53 60 62 59 54 57 56

49
A partir de los resultados se informó lo tilina y Alprazolam), sin casi efectos secun­
siguiente. El nivel intelectual de la explorada darios o presentando estados más o menos
se sitúa en la zona media de la normalidad, si eutímicos. Actualmente dice encontrarse
se comparan sus rendimientos con una pobla­ bastante compensada, no presenta sintomato­
ción normativa de similares características. logía depresiva ni realiza conductas de evita­
En cuanto a su personalidad obtiene un perfil ción, aunque, si se le recuerda, sigue encon­
normal, ligeramente patológico con un apun­ trando una cierta angustia al pensar en la
tamiento de tipo neurótico. Las escalas de posibilidad de tener otra vez vértigos, náuse­
validez del perfil revelan una actitud defensi­ as y desmayos (angustia de anticipación).
va. en una persona que intenta dar buena ima­ Sus relaciones con el marido son más positi­
gen. Las escalas propiamente psicopatológi- vas, al igual que con sus familiares (sus sue­
cas definen una persona insegura, con rasgos gros les están ayudando económicamente). A
de inmadurez y pasividad. Existen tendencias pesar de que su marido tiene actualmente un
a la somatización en épocas de tensión y a contrato laboral, se preocupa por si se le ter­
presentar sintomatología depresiva por alta mina.
resonancia afectiva.
En estas fechas se le han aplicado los cues­
Hasta el presente (Mayo 1986), la pacien­ tionarios 16PF Forma A y CAQ, y ha obteni­
te sigue tratamiento farmacológico (Amitrip- do los siguientes resultados:

16PF-A A B c E F G ii I L M N o Qi Q2 Q3 Q4 Ans Ext Soc lnd


Decatipo 3 1 4 7 6 7 7 5 5 1 7 10 2 5 6 8 9 7 5 0,5

CAQ DI D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps
Decatipo 9 5 5 4 7 5 5 6 3 5 8 6

De estos datos puede inferirse: - Se preocupa en exceso por los detalles, es


fácilmente perturbaba y aprensiva y mues­
- A nivel de estructura básica de personali­ tra una importante tendencia a la culpabili­
dad, la paciente se presenta como una per­ dad y depresión.
sona extremadamente dependiente y pasi­ - En el momento actual, y a nivel de los
va, con una gran necesidad de apoyo y un aspectos clínicos del CAQ, si bien no se
elevado grado de ansiedad (fuente de algu­ observa sintomatología depresiva, sí apare­
na insatisfacción), pero con posibilidades ce una intensa preocupación por la salud e
de responder de forma favorable a las ideas repetitivas, difíciles de controlar,
demandas del entorno. acerca del funcionamiento corporal.

50
2. Caso de AGRESIVIDAD (*)

Paciente de 20 años, soltera, vive con sus Constelación familiar


padres. Realizó estudios hasta segundo curso
de A.T.S., que no pudo terminar por el inicio El padre tiene 57 años y la madre 46. Tiene
dos hermanos, uno mayor que ella (24 años)
del cuadro patológico (1979). y otro menor(12 años). El nivel socio-econó-
mico familiar es medio bajo y la madre
Motivo de consulta empicada de hogar. El clima familiar no pare­
ce alterado.
- Dificultades escolares: expulsión del cole­
gio. Seguimiento del caso

- Agresividad verbal: insultos. Desde la primera consulta, la paciente


sigue tratamiento farmacológico de forma
continuada, presentando en los dos primeros
Antecedentes personales patológicos años alteraciones continuadas de su conducta,
con provocaciones constantes a diferentes
- Parto distócico. organismos e instituciones que ella cree que
no le hacen caso en sus demandas para luchar
contra la injusticia. Hace fugas breves del
Antecedentes psicológicos familiares hogar, amenaza con colocar bombas en cen­
tros hospitalarios y provoca continuamente a
- Padre enólico. la policía para demostrar que es más lista que
ella. Durante este periodo precisa tratamiento
con Butirofenonas.
Exploración psicopatológica (12-7-79)
El seguimiento del caso debe realizarse de
Buena vigilancia y adecuada orientación forma ambulatoria, pues los padres se niegan
en tiempo y espacio. Presenta trastornos del al internamiento. A partir del segundo año y
contenido del pensamiento, no de su curso, coincidiendo con la jubilación del padre, se
con ideas megalomaníacas. Lenguaje con traslada a vivir por largas temporadas de
verbosidad excesiva. Presenta labilidad emo­ meses al pueblo natal del padre, donde se han
tiva y manifiesta agresividad verbal si es inte­ atenuado, pero no extinguido, las manifesta­
ciones psicopatológicas.
rrumpida por el examinador. No hay constan­
cia de alucinaciones visuales, pero sí de El 24-2-86 se hace una exploración psico-
carácter auditivo. No presenta trastornos del métrica con el cuestionario 16PF Forma A y
sueño. Formas amaneradas. el CAQ y los resultados son:

16PF-A A B C E F G H 1 L M N o Qi Q2 Q3 Q4 Ans Ext Soc Ind

Decatipo 6 2 6 5 l 8 5 6 6 2 8 5 5 6 6 4 6 10 8 2

CAQ DI D2 D3 D4 1)5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps
Decatipo 4 6 5 4 4 4 6 8 5 6 7 5

51
De estos datos puede inferirse: - A nivel clínico, se presenta como una per­
sona desconfiada, resentida, que puede con
- A nivel de estructura básica su personali­ facilidad mal interpretar la realidad y cree
dad presenta una imagen muy extravertida que se le espía y controla.
y bastante tendente a la dependencia. - Tiene poco autocontrol de su comporta­
miento, y éste muchas veces es dominado
Ha intentado dar una imagen de sí misma por la impulsividad.
excesivamente adaptativa, conservadora y
prudente, pero se detecta, a la vez, un grado - Sus relaciones son superficiales y difícil la
valoradle de astucia y perspicacia, tanto convivencia con ella.
respecto a sí misma como hacia los demás, En los últimos seis meses se cambia el tra­
lo cual, junto a la baja puntuación en la tamiento farmacológico a 16 mgr. de
escala B (Inteligencia), indica que le será Perfenazina, y se logra una remisión parcial
bastante difícil presentar una buena imagen de los trastornos conductuales. Sin embargo,
social para moverse de forma favorable en se pone de manifiesto su ideación paranoide
el entorno. durante las entrevistas clínicas.

52
3. Joven PARRICIDA (*)

Estudiante de 3o BUP. 17 años, ingresa el Constelación familiar


2-2-86 en la Sala de Confinados por orden del
Inspector de Guardia de la Comisaría de - Padre de 47 años, vendedor y con estudios
Policía por intento de parricidio sin desenca­ primarios; madre de 57 años, supervisora
denante previo aparente. en un ambulatorio de la Seguridad Social;
hermano menor de 15 años.
Motivo de consulta - Los padres prácticamente no se hablan; no
queda claro cuándo empezó el problema
- Intento de parricidio: apuñala a su padre (parece que hace bastantes años).
por la espalda sin mediar palabra.
- La madre dice que nunca ha sido aceptada
Antecedentes personales patológicos por sus suegros, por la diferencia de edad
con el cónyuge (10 años) y por la indepen­
- Enfermedades propias de la infancia. dencia económica de la pareja tras el matri­
monio: antes de casarse el padre trabajaba
- A los tres años, caída accidental desde un sin sueldo fijo en un pequeño negocio
cuarto piso: ingresa para observación familiar y, al casarse, se independizaron
durante 5 días en el hospital; sólo aparecen haciéndose cargo de la venta en el mercado
fracturas en un metatarsiano. de huevos y pollos.

- En esa época, y durante meses, presenta Datos biográficos


miedos e inseguridad.
Durante los estudios de EGB. el sujeto
Antecedentes psicológicos familiares obtiene buenos rendimientos (promedio de
Notable ). Actualmente cursa 3º de BUP , sin
- Prima materna: está siendo tratada por un problemas , y 5 o de piano , donde también
síndrome depresivo (en 1985 ingresa por obtiene buenos rendimientos . La madre lo
intento de autolisis). define como una persona muy voluntariosa ,
aunque no demasiado inteligente . Su vida
- Abuelo paterno: definido por la familia
social es limitada ; suele quedarse en casa o
como muy agresivo y con trastornos de
salir con su hermano menor . Su apariencia y
carácter (dicen que llegó a perseguir a sus
aspecto personal es cuidado.
hijos con un cuchillo).
Seguimiento del caso
Exploración psicopatológica (12-7-79)
En la entrevista el sujeto dice que quiere
Paciente con buena vigilancia, bien orien­ estudiar la carrera militar y llegar a ser
tado en tiempo y espacio, sin trastornos del Caudillo (en broma). Afirma ser un gran
lenguaje , del pensamiento o de la senso -per- admirador de Franco. Colecciona fascículos
cepción . Se detecta un cierto embotamiento sobre armas de fuego y sus lecturas preferi­
afectivo ; demuestra poca sensibilidad hacia das son fascistas. No está afiliado a ningún
los hechos pasados y no le preocupa su situa­ partido político porque es incompatible con
ción actual. la vida militar, pero dice ser afín a un grupo

53
ultraderechista. Lleva navaja desde que un día nadie que le quiera, y tampoco se debe llorar
le intentaron robar al salir del colegio . En la por él. La familia también trae una composi­
entrevista con la familia (12-2-86), ésta trae a ción pictórica que tiene en la cabecera de su
la consulta una especie de carta-testamento que lecho: un soldado nazi y superpuesta la cara
han encontrado en la biblioteca del chico, con del chico.
fecha de Diciembre de 1983; en ella se habla de
la muerte y de su entierro , al cual no ha de ir En la primera exploración psicológica (5-
ningún familiar, amigo ni 2-86) los datos del MMPI son:

Esc. L i- K Hs D Hy Pd Mf Pa Pt Se Ma Si

T 88 40 64 39 55 50 34 39 40 31 35 43 27

De ellos se infiere que, dada la extrema gen muy distorsionada de sí mismo. En la


elevación de L y la configuración global de siguiente exploración (20-2-86) se le aplican
las escalas de validez, el perfil es totalmente las pruebas WAIS forma abreviada. 16PF-Ay
inválido y el sujeto ha intentado dar una ima­ CAQ, con los siguientes resultados:

WAIS en puntuaciones típicas:

Información 12 Comprensión 11 Semejanzas 13


Vocabulario 12 Clave de números 13 Figuras Incompletas 10
Cubos 13 CI Total aproximado 117

16PF-A A B C E F G H 1 L M N O Ql Q2 Q3 Q4 Ans Ext Soc ind


Decatipo 8 6 9 7 8 10 7 2 10 6 10 1 6 6 10 4 3 9 10 8

CAQ DI D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps
Decatipo 1 1 3 3 1 4 3 6 9 5 8 3

De estos datos puede inferirse: vertido, sociable, independiente y con un


- El nivel intelectual (comparado con una nivel bajo de ansiedad y motivación. El
población de características similares) se perfil muestra a una persona extremada­
sitúa en la zona alta de la normalidad. Es de mente exigente, suspicaz y desconfiada, de
sensibilidad dura (no tiende a expresar sus
destacar que los rendimientos son homogé­
sentimientos), que puede actuar de forma
neos y no se observan diferencias significa­
calculadora y suspicaz, sin mostrar senti­
tivas entre los resultados de las distintas
mientos de culpa o preocupación por las
pruebas.
repercusiones de su conducta.
- En el área de la personalidad el sujeto se
- Por el análisis clínico (CAQ) se puede cla­
muestra colaborador, pero hay un intento
sificar al sujeto en la categoría de conducta
de distorsionar sus respuestas a los cuestio­
o personalidad antisocial, con tendencias
narios.
compulsivas importantes y con un autocon­
- A través del 16PF se muestra muy extra­ trol muy precario.

54
4. TERAPIA de una PAREJA (*)

Las dos personas (X e Y) acuden conjunta­ encerrada en su casa, le cuesta aceptar rega­
mente a la clínica privada. Ella es Delineante, los, no se cree digna e intenta perpetuar su
de 29 años. Él tiene 37. papel en Ana, hermana de X, soltera, infantil
y dependiente.
Motivo de consulta
Actualmente, parece olvidar la familia
Ambos señalan la disminución de las rela-
(padres y esposa) a través del trabajo; no se
ciones sexuales. El desea también ser más feliz.
mete en la vida de sus familiares y espera que
Ella nota tristeza e incomunicación (con su
éstos le dejen en paz.
madre y con su marido).

Antecedentes personales y familiares Y: Hija única , tuvo un padre infantil y dic ­


tador . A los 12 años , al venir a vivir a la ciudad
X: Al nacer , con los fórceps , le estropean la desde una pequeña localidad , estaba siempre
nariz y queda con una forma llamativa y arti ­ llorando . Ha tenido frecuentes depresiones .
ficial ; según su tía Montserrat , otros niños se Actualmente sus padres viven en constante
burlaban de él, aunque él no lo recuerda . Hay desavenencia , pero parece gustar ­ les la
varios intentos de operación. A los 12 años, por situación . Cuando ahora llega a casa nota la
enfermedad no bien descrita por él, ingre­ sa en falta de diálogo con X.
un centro y se le da por muerto , junto a la cama
de uno que muere : oía y no podía hablar , pero Exploración clínica (1986)
no se sentía mal . Su vida familiar fue de total
incomunicación ; en todos manda ­ ba y Al comienzo del tratamiento, X e Y cum­
controlaba el abuelo y se le temía , inclu ­ so su plimentan el CAQ y, comparadas sus puntua­
padre . Madre depresiva por la muerte de su ciones con los baremos actuales , obtiene los
padre (cuando ella tenía 14 años), vive siguientes decatipos:
CAQ DI D2 D3 D4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As

X 6 8 5 7 7 6 10 7 6 9 7 8
Y 10 10 7 10 10 6 8 9 5 10 2 10

En el perfil de X quedan destacadas sus (Culpabilidad-resentimiento) y As (Psicas-


características de Apatía-re ti rada (D7) y de tenia). Tiene seis decatipos extremos (10) y
alejamiento de la realidad (Se); se aprecia dos altos (8-9), lo cual se refleja en su
también que los aspectos positivos (D3 y Pp) Desajuste psicológico (10).
no son bajos y éstos pueden favorecer la tera­
pia. Después de tres meses de terapia, la pareja
vuelve a contestar al CAQ y sus resultados,
El de Y tiene casi todas las elevaciones que comparados con igual normativa (haremos
presenta el perfil de los Casos clínicos espa­ independientes por sexo) que la vez anterior,
ñoles (mujeres) de la tabla 2, excepto D6 ofrecen los siguientes perfiles en decatipos:

CAQ Di D2 D3 1)4 D5 D6 D7 Pa Pp Se As Ps

X 6 5 6 7 6 2 9 7 6 8 6 6
Y 9 10 5 9 9 3 8 8 5 9 2 8

(*) Explorada en labor psicológica privada por Gloria Giménez-Fronlín Hombravclla, Barcelona.

55
Ambas personas han mejorado, al menos en de a mi apertura y que me acepta . La señora
un decatipo , en casi todas las escalas, excepto Y continúa en terapia, aunque con sesiones
que el varón pasa de 5 a 6 (ambos dentro de la más espaciadas El proceso ha sido más largo
normalidad ) en D3. La variable más afectada debido a sus episodios depresivos . Su actual
por la terapia ha sido D 6 ( Culpabilidad- perfil de personalidad (CAQ ) tiene todavía
bastantes crestas . Sin embargo cuando se le
resentimiento ), con un descenso de hasta 4
pide que, como su marido, exprese su estado
decatipos en el varón. por escrito , afirma : Acepto mejor lo de mis
padres , aunqu e n o lo en tien d o . Procuro
Con fecha 5-2-87 el varón termina la tera­ centrarme en mi matrimonio porque es
pia y por escrito comenta aspectos de su para mí un remanso de paz y amor en mi
mejoría: Me he dado cuenta de que había vida. Tengo fe en que las cosas nuestras se
cosas en las que no pensaba; ahora dialogo irán arreglando (no con mis padres; ni mis
más fácilmente y no sólo conmigo. Todavía suegros , ni Ana ), que llegaremos a
mantengo distanciamiento con mis padres. adoptar niños y que conseguiré un
Me ilusionaría adoptar niños, me siento pre­ trabajo que me permita , a la vez vida
parado. Noto que la gente en general respon­ familiar.

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