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EMBARAZO EN LAS

ADOLESCENTES EN
REPUBLICA DOMINICANA

 Definición de embarazo en adolescentes.


Es aquél que se produce en una mujer adolescente, entre la adolescencia inicial o pubertad –
comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia. La Organización Mundial de la
Salud define la adolescencia entre los 10 y los 19 años. 345 El término también se refiere a
las mujeres embarazadas que no han alcanzado la mayoría de edad jurídica, variable según
los distintos países del mundo, así como a las mujeres adolescentes embarazadas que están
en situación de dependencia respecto de la familia de origen.

La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no deseados. Aunque


la OMS considera el embarazo adolescente un problema culturalmente complejo, alienta a
retrasar la maternidad y el matrimonio para evitar los altos índices de mortalidad
materna y mortalidad de recién nacidos así como otras complicaciones sanitarias –parto
prematuro, bajo peso, preclamsia, anemia–, asociadas al embarazo en jóvenes adolescentes. 8
En 2009 se estimaba que 16 millones de adolescentes, con edades comprendidas entre los 15
y 19 años, daban a luz cada año, un 95 % de esos nacimientos se producen en países en
desarrollo, lo que representa el 11 % de todos los nacimientos en el mundo. La OMS considera
fundamental la promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a
los métodos anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y
los derechos reproductivos para evitar los problemas asociados al embarazo adolescente.

Las adolescentes embarazadas enfrentan muchos de los mismos problemas relacionados con
el embarazo de otras mujeres. Sin embargo, existen problemas adicionales para los menores
de 15 años, ya que no se encuentran desarrollados físicamente como para mantener un
embarazo saludable o dar a luz.9 Para las niñas de 15 a 19 años, los riesgos se asocian más
con factores socioeconómicos que con los efectos biológicos de la edad.10 Los riesgos de bajo
peso al nacer, trabajo de parto prematuro, anemia y preclamsia están relacionados con la edad
biológica, y se observan en los partos de adolescentes incluso después de controlar otros
factores de riesgo (como acceder a atención prenatal, etc.).

En los países desarrollados, los embarazos de adolescentes se asocian con problemas


sociales, incluidos niveles educativos más bajos, pobreza y otros resultados negativos en la
vida de los hijos de madres adolescentes. El embarazo adolescente en los países
desarrollados suele ser ajeno al matrimonio y conlleva un estigma social en muchas
comunidades y culturas.13 Por el contrario, los padres adolescentes en algunos de los países
en desarrollo a menudo están casados, y sus embarazos son bienvenidos por la familia y la
sociedad. Sin embargo, en estas sociedades, el embarazo temprano puede combinarse con la
desnutrición y la mala atención médica para causar problemas médicos, además de los
problemas educativos y de pobreza.

El embarazo en una mujer adolescente puede llegar a término, produciéndose el nacimiento, o


interrumpirse por aborto, ya sea este espontáneo, inducido (aborto con medicamentos o aborto
quirúrgico) o aborto indirecto. En el caso del aborto inducido, este puede llevarse a cabo de
manera legal o ilegal, dependiendo de las leyes sobre el aborto de cada país. La edad de la
madre está determinada por la fecha fácilmente verificada cuando finaliza el embarazo, no por
la fecha estimada de la concepción. Por esto, las estadísticas no incluyen los embarazos que
comenzaron en niñas de 19 años si terminaron en o después del 20º cumpleaños de la mujer.
De manera similar, las estadísticas sobre el estado civil de la madre están determinadas por si
ella está casada al final del embarazo, no en el momento de la concepción

El embarazo adolescente fue mucho más normal en siglos anteriores, y común en los países
desarrollados en el siglo XX. Por ejemplo, entre las mujeres noruegas nacidas a principios de la
década de 1950, casi una cuarta parte se convirtió en madres adolescentes a principios de los
años setenta. Sin embargo, las tasas han disminuido constantemente en todo el mundo
desarrollado desde ese pico del siglo XX. Entre los nacidos en Noruega a fines de la década de
1970, menos del 10% se convirtieron en madres adolescentes, y las tasas han disminuido
desde entonces. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), "los
embarazos entre niñas menores de 18 años tienen consecuencias irreparables: viola los
derechos de las niñas, con consecuencias potencialmente mortales en términos de salud
sexual y reproductiva, y plantea altos costos de desarrollo para las comunidades, en particular
para perpetuar el ciclo de la pobreza".18 Las consecuencias para la salud incluyen que aún no
se está físicamente preparada para el embarazo y el parto, lo que genera complicaciones y
malnutrición, ya que la mayoría de las adolescentes provienen de hogares de bajos ingresos.
El riesgo de muerte materna para las niñas menores de 15 años en los países de bajos y
medianos ingresos es mayor que para las mujeres de 20 años.18 El embarazo adolescente
también afecta la educación de las niñas y el potencial de ingresos ya que muchas se ven
obligadas a abandonar la escuela, lo que en última instancia es perjudicial las oportunidades
futuras y las perspectivas económicas.

Varios estudios han examinado el impacto socioeconómico, médico y psicológico del embarazo
y la maternidad en adolescentes. Los resultados de la vida de las madres adolescentes y sus
hijos varían; otros factores, como la pobreza o el apoyo social, pueden ser más importantes
que la edad de la madre en el momento del nacimiento. Se han propuesto muchas soluciones
para contrarrestar los hallazgos más negativos. Las madres adolescentes que pueden confiar
en el apoyo de la familia y la comunidad, los servicios sociales y el apoyo de cuidado de niños
tienen más probabilidades de continuar su educación y obtener trabajos mejor remunerados a
medida que progresan en su educación. Se requiere un enfoque holístico para abordar el
embarazo adolescente. Esto significa no centrarse en cambiar el comportamiento de las niñas,
sino abordar las razones subyacentes del embarazo adolescente, como la pobreza, la
desigualdad de género, las presiones sociales y la coacción. Este enfoque debería incluir
"proporcionar educación sexual integral apropiada para la edad para todos los jóvenes, invertir
en la educación de las niñas, prevenir el matrimonio infantil, la violencia sexual y la coacción,
construir sociedades equitativas para los géneros empoderando a las niñas e involucrando a
hombres y niños y garantizando el acceso de los adolescentes a la información de salud sexual
y reproductiva, así como a los servicios que los acogen y facilitan sus elecciones".
Ser una madre joven en un país del primer mundo puede afectar la educación de la misma ya
que son más propensas a abandonar la escuela secundaria.21 Un estudio del 2001 encontró
que las madres adolescentes completan 1.9-2.2 años menos de educación que las mujeres
que retrasan su primer hijo hasta los 30 años o más. Por otra parte, en comparación con las
mujeres que dan a luz a los 30 años o más, las madres adolescentes tienen probabilidades de
terminar la escuela secundaria 10-12% tan altas y las probabilidades de la educación
postsecundaria 14-29% tan altas.22 La maternidad joven en un país industrializado puede
afectar el empleo y la clase social. Menos de un tercio de las madres adolescentes reciben
algún tipo de manutención infantil, lo que aumenta enormemente la probabilidad de recurrir al
gobierno para obtener asistencia.23 La correlación entre maternidad temprana y no completar
la escuela secundaria reduce las oportunidades de carrera para muchas mujeres jóvenes.21
Un estudio encontró que, en 1988, el 60% de las madres adolescentes estaban empobrecidas
en el momento del parto.24 Investigaciones adicionales encontraron que casi el 50% de todas
las madres adolescentes buscaban asistencia social en los primeros cinco años de la vida de
sus hijos. Un estudio de 100 madres adolescentes en el Reino Unido encontró que solo el 11%
recibió un salario, mientras que el 89% restante estaba desempleada.25 La mayoría de las
madres adolescentes británicas viven en la pobreza, con casi la mitad en el quinto más bajo de
la distribución del ingreso.26 Las mujeres adolescentes que están embarazadas o ya son
madres tienen siete veces más probabilidades de suicidarse que otras adolescentes.27 De
acuerdo con la Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo Adolescente, casi 1 de cada 4
madres adolescentes experimentarán otro embarazo dentro de los dos años posteriores al
primero.28 Los factores que determinan qué madres son más propensas a tener un nacimiento
repetido con poco espaciado incluyen el matrimonio y la educación: la probabilidad disminuye
con el nivel de educación de la mujer joven o de sus padres y aumenta si se casa.

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