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UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y CONFIGURACIÓN

NATURAL
La República Argentina ocupa la extensa vertiente atlántica del extremo meridional del continente americano. Su
silueta se asemeja a un triángulo rectángulo, con base menor en el extremo norte y base mayor en el costado oeste,
que se extiende desde los 21º de latitud norte (límite con Bolivia y Paraguay) hasta los 56º de latitud sur, y desde los
53º de longitud este (límite con Brasil y Uruguay) hasta los 73º de longitud oeste (límite con Chile). Tiene una
superficie de casi 2,8 millones de km2, más casi otro millón de km2 correspondientes a la superficie antártica cuya
soberanía reivindica. Los dos rasgos antedichos -ubicación y ex tensión- son de especial singularidad y han signado el
devenir de la Argentina: por una parte, constituir uno de los países más extensos del planeta; por la otra, una
ubicación meridional alejada de los principales centros de desarrollo y de poder. Sin considerar el territorio antártico,
es por su superficie el octavo país en el mundo, pero, a diferencia de los otros siete (China, Canadá, EUA, Brasil,
Australia, India y Rusia) su eje mayor tiene sentido norte-sur lo cual le confiere una amplia diversidad climática. A su
vez, su figura de península que penetra en el mar, hace que el clima sea predominantemente oceánico, lo cual lo
libera de la permanencia de nevadas (a igual latitud en el hemisferio norte la nieve cubre los suelos un mes al menos),
lo cual le otorga la ventaja de poder practicar
agricultura permanente a lo largo del año.

Su relieve es mayoritariamente plano, conformado por llanuras (Chaco, Mesopotamia y Pampa) en el centro y norte
del país y por mesetas en el sur (Patagonia), en tanto que su borde oeste es la Cordillera de los Andes, que alcanza
alturas de 4000 a 7000 m. en sus sectores norte y central y baja a alturas de 2000 m. en su sector sur, incluyendo
diversos cordones montañosos paralelos a la misma. (mapa 1)
Los suaves declives que llegan al Atlántico, determinan la conformación de una extensa plataforma continental que se
adentra en el mar varios cientos de kilómetros. Dicho relieve determina una hidrografía que pertenece
mayoritariamente a la pendiente del Atlántico y que transcurre generalmente de oeste a este, con excepción de los
grandes ríos originados en fallas tectónicas, los que recorren el borde este del país con dirección norte-sur; son los
ríos Paraguay-Paraná y Uruguay que en su desembocadura conforman el Río de la Plata, estuario previo al Océano
Atlántico que alcanza los 200 Km de extensión entre los puntos extremos de su desembocadura. Por estar localizado
en el tramo bajo de la Cuenca del
Plata, depende hidrológica y sedimentológicamente de los países del tramo alto (Brasil, Paraguay y Bolivia). Su
extenso desarrollo latitudinal y la diferenciación del relieve determinan la presencia de tres grandes dominios
climáticos bien diferenciados: (mapa 2)
- Un dominio atlántico que se desarrolla en el centroeste del país (desde el extremo noroeste hasta el sur
de la Provincia de Buenos Aires). Es una zona húmeda con precipitaciones que van de los 500 a los 2000 mm.
anuales y una desarrollada red hidrográfica, coincidiendo prácticamente con las posibilidades de cultivo de verano.
- La diagonal árida que abarca la casi totalidad del resto del país, se caracteriza por precipitaciones inferiores a los
500 mm. anuales. Incluye ex tensas superficies desérticas y semidesérticas con precipitaciones menores a los 200
mm. anuales. Los cursos de agua tienden a agotarse o infiltrarse,
con excepción de algunos cursos de caudales importantes de origen cordillerano, que permiten el
desarrollo de zonas de irrigación.
- Un dominio pacífico que afecta a la Cordillera de los Andes en su tramo meridional que, por sus altitudes
menores permiten el paso de vientos húmedos del Pacífico Sur, los que luego de dejar su humedad en la
zona andina donde producen precipitaciones que llegan a superar los 3000 mm anuales, agudizan con
su sequedad la aridez patagónica. A su vez, estos dominios registran heterogeneidades motivadas por diversos
factores; en especial, por las temperaturas, que descienden de medias anuales mayores a los 20ºC en el noreste a
medias anuales menores a los 10ºC en el sudeste; y por los vientos, tanto fríos o cálidos, que penetran desde distintas
direcciones. (mapa 3)
La heterogeneidad climática y geomorfológica da lugar a una variedad y riqueza de ecosistemas y de eco regiones. A
pesar de ello, la mejor situación relativa de las llanuras pampeanas ha condicionado la alta predominancia de la zona
centro-este, en relación con los grandes ríos que la cursan, a la calidad de sus suelos, a la templanza de su clima y al
generoso régimen de precipitaciones que se le superpone.
Por fuera de la zona centro-este, los asentamientos y zonas productivas se han desarrollado en territorios
restrictos correspondientes a zonas de valles y oasis, o, en su defecto, responden a la presencia de algún recurso de
singular atracción que justifica la instalación humana a pesar de los inconvenientes que presenta el medio.

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