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Este documento describe la experiencia de una persona al realizar un ejercicio espiritual de silencio y soledad cada noche antes de dormir. Participa en varios ministerios que conllevan responsabilidad y esfuerzo. Durante este tiempo a solas con Dios, le ha pedido guía sobre cómo mejorar su carácter, si debe continuar con sus estudios a pesar de las dificultades, y sabiduría para sus ministerios. Ha experimentado diferentes emociones pero se ha sentido bendecida al poder expresarse abiertamente con Dios y aprender a confiar en él.
Este documento describe la experiencia de una persona al realizar un ejercicio espiritual de silencio y soledad cada noche antes de dormir. Participa en varios ministerios que conllevan responsabilidad y esfuerzo. Durante este tiempo a solas con Dios, le ha pedido guía sobre cómo mejorar su carácter, si debe continuar con sus estudios a pesar de las dificultades, y sabiduría para sus ministerios. Ha experimentado diferentes emociones pero se ha sentido bendecida al poder expresarse abiertamente con Dios y aprender a confiar en él.
Este documento describe la experiencia de una persona al realizar un ejercicio espiritual de silencio y soledad cada noche antes de dormir. Participa en varios ministerios que conllevan responsabilidad y esfuerzo. Durante este tiempo a solas con Dios, le ha pedido guía sobre cómo mejorar su carácter, si debe continuar con sus estudios a pesar de las dificultades, y sabiduría para sus ministerios. Ha experimentado diferentes emociones pero se ha sentido bendecida al poder expresarse abiertamente con Dios y aprender a confiar en él.
Quiero empezar diciendo que soy una persona que en lo
personal me encanta el silencio y la soledad, desde pequeña siempre he sido tranquila y callada, he experimentado estar sola y conocerme en la soledad. Pero no es igual estar sola y callada pensando en cosas que nos agobian y frustran, a estar sola y en silencio meditando y hablando con el señor; diciéndole mis inquietudes o haciéndole preguntas. En los primeros Días me plantee realizar el ejercicio en las noches, ya que es el momento donde puedo estar tranquila y sola. Pero ha sido muy difícil, ya que mi madre y mi papa se enfermaron y tuve que atenderlos; sumando las clases, terminaba agotada. Aun así, hice el intento de ponerlo en práctica. Hay muchas preguntas que surgen al momento de llevar un ministerio y en mi vida personal. Así que cada noche antes de dormir me propuse tener mi momento de soledad con Dios para escuchar lo que él quiere decirme. Yo llevo un ministerio junto con otro hermano de la congregación, llevamos los jóvenes y es un reto completamente, tratamos que ellos se acerquen mas a Dios y sigan el ejemplo de Jesús; también el ministerio de niños planifico las clases y junto con las hermanas de la iglesia somos un equipo y damos las clases. También esta el ministerio de del oncológico de niños con cáncer, un bello ministerio que me ayudado y ha sido de bendición para mi vida. Todos estos ministerios de los que soy parte son de bendición ciertamente, pero conllevan también una gran responsabilidad, tiempo y esfuerzo. Y el señor es el único que me da las fuerzas para seguir adelante trabajando para él. En esta practica del silencio le pregunte al señor sobre lo que tengo que cambiar, lo que él quiere de mi… Me mostro que tengo que trabajar aún más en mi carácter y la paciencia, ya que es un punto débil, en el silencio medite en ello y el señor me trajo recuerdos a mi mente donde pensé en mis fallas. Otra pregunta que le hice al señor y esta fue la más significativa de todo este tiempo. Era si debía seguir en el instituto, tuve unas semanas fuertes y entre tantas cosas, una de ellas fue el problema del internet. Se que no soy solo yo que sufre con la inestabilidad del internet y es algo difícil no frustrarse cuando se cae, así que le dije de mis preocupaciones y frustraciones al señor. Había llegado a un punto donde me dije que no podía mas y lo iba a dejar, las ganas y el ánimo se me había ido por completo. Pero el señor me mostro que él es grande y maravilloso, que no era la solución rendirme, que debía seguir sin importar los obstáculos y en medio de ello trabajar mi paciencia y saber esperar. Luego de esas semanas difíciles donde lo vi como una prueba del señor para ver cómo era mi reacción ante la dificultad que se me presentaba, pude aprender a frustrarme menos por si hay o no hay internet, ser paciente y buscar otras soluciones. En cuento a los ministerios en los que participo, solo le pedía sabiduría y fuerzas al señor para poder seguir sirviéndole a el en su iglesia, y ayudar a las chicas y chicos de la congregación a estar mas unidos y que ellos valoren lo que Dios les ha dado. Ciertamente en este ejercicio de todas las noches, llore, me frustre, estuve feliz, sentí paz, fueron muchos sentimientos los que viví en mi encuentro sola con el señor, me encanto poder conectar mas con el y expresarle todo lo que siento, porque él es el único que sabe y conoce todo lo que pasamos y nos ayuda a encontrar lo que necesitamos por medio de su palabra. A veces tarda en responder, otras veces es rápida su repuesta; pero siempre debemos confiar y esperar en el que el tiene el control. Es lo que me ha enseñado estas semanas y me sigue enseñando cada día.