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Hace 134 años los Hermanos Menores Capuchinos llegaron a Colombia por segunda vez con la intención de establecer la Orden en el país. Este aniversario es una oportunidad para agradecer la presencia del carisma franciscano y capuchino en Colombia y recordar que cada hermano debe renovar el deseo de encarnar las actitudes fundamentales de su manera de ser de acuerdo con su carisma. Cada vez que se da preferencia a otros estilos de vida contrarios a su carisma, se vuelve a expulsar a los capuchinos de su territorio
Hace 134 años los Hermanos Menores Capuchinos llegaron a Colombia por segunda vez con la intención de establecer la Orden en el país. Este aniversario es una oportunidad para agradecer la presencia del carisma franciscano y capuchino en Colombia y recordar que cada hermano debe renovar el deseo de encarnar las actitudes fundamentales de su manera de ser de acuerdo con su carisma. Cada vez que se da preferencia a otros estilos de vida contrarios a su carisma, se vuelve a expulsar a los capuchinos de su territorio
Hace 134 años los Hermanos Menores Capuchinos llegaron a Colombia por segunda vez con la intención de establecer la Orden en el país. Este aniversario es una oportunidad para agradecer la presencia del carisma franciscano y capuchino en Colombia y recordar que cada hermano debe renovar el deseo de encarnar las actitudes fundamentales de su manera de ser de acuerdo con su carisma. Cada vez que se da preferencia a otros estilos de vida contrarios a su carisma, se vuelve a expulsar a los capuchinos de su territorio
Hoy, hace 134 años, llegaron por segunda vez los Hermanos Menores
Capuchinos a nuestro territorio colombiano, con la intención de implantar la
Orden en nuestro país. Es una buena oportunidad no sólo para dar gracias al Altísimo por la presencia del carisma franciscano y capuchino en Colombia, sino para recordar que en cada hermano de la Provincia, cual si fuera un ‘pequeño territorio’, ha de renovarse el deseo de ‘encarnar’ las actitudes fundamentales de nuestra manera de ser en el mundo y en la Iglesia. Cada vez que damos preferencia a ‘otros estilos de vida’, contrarios a lo sugerido por nuestro carisma, volvemos a ‘expulsar’ a los capuchinos de nuestro territorio. Que el Señor nos ayude a implantar el carisma capuchino en nuestras propias vidas. Feliz aniversario!