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Seminario fisiopatología:

1.- Banco de sangre:


a. Definición y funciones.

Un banco de sangre es la entidad encargada o responsable de la selección del donante,


recolección, análisis, procesamiento, almacenamiento, en la distribución de la sangre y sus
componentes, en las pruebas del receptor, siguiendo estrictos controles de calidad.

La sangre extraída de los donantes se fracciona, obteniendo los componentes sanguíneos:


eritrocitos, plaquetas y plasma. A su vez, del plasma se pueden obtener hemoderivados
como la albúmina humana, inmunoglobulinas y factores de coagulación no
recombinantes.

La sangre total se conserva a temperaturas de entre 2 y 6º C por 28 días. El concentrado


eritrocitario se almacena en las mismas condiciones que la sangre total, solo que por 42
días. El concentrado plaquetario sólo se puede conservar 5 días a 22º C. El plasma fresco
se congela por debajo de -20º C. El crioprecipitado se obtiene de una congelación rápida y
luego una descongelación lenta.

Sus funciones son las siguientes:

1. SELECCIÓN

Los servicios de banco de sangre promoverán la donación voluntaria, altruista y repetitiva


de sangre a través de programas de educación a la población. Los donantes serán
sometidos a un proceso de selección, que incluye una entrevista médica y examen físico,
para asegurarse que cumplan con las normas establecidas de selección del donante,
además se le realiza un examen de laboratorio pre donación que consiste en la
hemoglobina y hematocrito y el tipaje sanguíneo.

2. RECOLECCIÓN:

Los insumos utilizados para la donación deben ser estériles y desechables. La sangre será
recolectada utilizando métodos asépticos y en sistemas estériles cerrados.
3. ANÁLISIS:

Las pruebas que son obligatorias realizar a cada donante de sangre son:

 Hbsag (Antígeno de superficie de la hepatitis b),


 Hbcore (anti-core de la hepatitis b),
 H.C.V. (virus de la hepatitis c),
 H.I.V., (Virus de la inmunodeficiencia humana),
 CHAGAS (Enfermedad de chagas),
 SÍFILIS.
 Rastreo de anticuerpos irregulares (Prueba de antiglobulina indirecta).

4. PROCESAMIENTO:

La sangre puede ser separada en diferentes componentes:

a. Glóbulos rojos

b. Plasma

c. Plaquetas

d. Crioprecipitado del factor VIII Y fibrinógeno

LA PRUEBA DE COMPATIBILIDAD:

Es un procedimiento en la cual veremos si hay compatibilidad serológica entre la sangre


de un donante y un receptor de sangre. Es una de la pruebas de mayor importancia que se
realiza en un servicio de medicina transfusional.

b. Características de los donantes, antecedentes epidemiológicos, de


enfermedades crónicas, enfermedades agudas y otros.

Características de la donación de sangre.

Uno de los principios básicos que rigen esta práctica es el de beneficencia, por lo que su
regulación y control adquieren un matiz relevante para que puedan cumplirse los
objetivos a cabalidad. Es por ello que deben cumplirse varias condiciones básicas de
selección, las cuales describen al mismo tiempo características generales que garantizaran
la suficiente seguridad sanguínea.

De este modo, existen diferentes criterios para clasificar a un donante, sin embargo,
partiendo de la organización mundial de la salud (OMS), hay tres (03) tipos de donantes de
sangre según el grado de remuneración o parentesco con el paciente:

 Donantes voluntarios no remunerados

 Familiares o allegados

 Donantes remunerados

De este modo, una base estable de donantes voluntarios no remunerados y familiares o


allegados que donan sangre con regularidad permite garantizar un suministro fiable y
suficiente de sangre no contaminada.

Finalmente, para garantizar la calidad de la sangre la selección de los donantes radica en


los criterios de; la entrevista, examen físico y estudios de laboratorio.

Partiendo de lo anterior, los datos obtenidos establecen un rango de aptitud para


participar en el proceso de donación, los cuales son los siguientes:

Cuadro de Verificación del Estado General Del Donante

Edad Entre 18 y 65 años

Peso Superior a 50 kilogramos

Sistólica: menor o igual a 120 mmHg


Presion Arterial
Diastólica: menor o igual a 80 mmHg

Pulso Entre 60 y 100 PPM

Hombres: Superior a 12,5gr/dL


Hemoglobina
Mujeres: Superior a 12gr/dL
Hombres: Superior a 38%
Microhematocrito
Mujeres: Superior a 36%

Recomendaciones Generales sobre la práctica de Donación

 Aumentar consumo de líquidos posterior a la extracción de sangre

 No fumar en las próximas 2 horas

 No manejar en la hora siguiente

 No realizar ejercicios extenuantes

 Al remover el parche, si el sitio de punción sangra, o si hay presencia de edema


o dolor, elevar el brazo presionando el lugar de punción por 10 minutos. Si sigue
sangrando volver al Banco de Sangre

 No ayunar

 No haber consumido bebidas alcohólicas

 Firmar el consentimiento informado

 Signos vitales estables

Criterios de Selección en Mujeres

 No encontrarse en periodo de gestación, partos o abortos en periodos menores


de 6 meses.

 No haber presentado hemorragias o deficiencias de hierro.

Criterios sobre Operaciones y Hospitalizaciones

 Se excluyen a los donantes que hayan participado en cirugías mayores en los


últimos 6 meses.

 Se aceptan pacientes con cirugías menores.


Criterios sobre Salud Mental

 El donante debe encontrarse en completo uso de sus facultades mentales, por


lo que se rechazan donantes con:

o Retrasos

o Psicosis

o Epilepsia

o Antecedentes de desmayo, convulsiones o neuropatías

Lo anterior radica en el riesgo de presentar convulsiones tras el procedimiento y posterior


a la donación.

Criterios sobre el uso de Medicamentos y Terapias Medicamentosas

 Se excluyen donantes que se encuentren bajo uso de:

o Antibioticos

o Antihistaminicos

o Corticoides

o Neuroepilepticos (antipsicóticos y tranquilizantes mayores)

o Antiepilepticos

o Anticonvulsivantes

Criterios sobre Enfermedad y Condiciones Médicas (Infecciosa y No Infecciosa)

 Infecciosas

o Son criterio de rechazo la presencia de cualquier enfermedad infecciosa


activa, en tratamiento o en ausencia de clínica (portador APS). Lo
anterior en virtud de proteger al receptor de una posible infección.
 No Infecciosas

o Son criterio de rechazo la presencia de cualquier enfermedad que


inhabilite al donante, ya sea a nivel de la extracción de sangre, así como
de los componentes que serán donados. Lo anterior con el fin de
proteger al donante frente a algún efecto adverso durante el
procedimiento de extracción, ya que además en algunos casos puede
afectar al receptor.
Consideraciones en caso de Cáncer (Enfermedad Crónica)

 De manera exclusiva pueden aceptarse donantes que informan canceres


localizados (benignos).

Lo anterior se debe a que la transmisión directa de cáncer a través de las transfusiones de


sangre es biológicamente plausible pero muy poco probable. Este criterio no ha sido
eliminado debido a que se vela por la salud del donante y la falta de evidencia para
asegurar la completa ausencia de riesgo.

Criterios sobre periodos de Vacunación

 En relación a los agentes vivos atenuados

o BCG

o Fiebre Amarilla Rechazo si es menor a 3


semanas
o Papera

o Polio

o Sarampión

o Rubeola Rechazo si es menor a 4 semanas

o Varicela Zoster

 En relación a los agentes muertos toxoides

o Difteria

o Fiebre Tifoidea

o Tifus

o Fiebre Paratifoidea

o Coqueluche o Tos Convulsiva Rechazo

o Influenza

o Hepatitis B

o Polio

o Difteria

o Rabia – Rechazo por 4 semanas.

Criterios sobre Hábitos Personales: Promiscuidad

 Elimina los principales grupos de riesgo que puedan transmitir infecciones


virales por vía sanguínea

 Se realizan preguntas dirigidas a verificar conductas de riesgo tanto del donante


como de sus posibles parejas sexuales

 Factores de riesgo
o Parejas sexuales múltiples

o Relaciones sexuales con parejas originarias de zonas endémicas

Criterios de Exclusión por abuso de Drogas

 Se excluyen a los pacientes que se encuentren bajo uso de ellas o sospecha del
mismo

 Riesgo mayor de exposición a todos los agentes patógenos transmisibles por vía
sanguínea

 Riesgo ligado a agentes patógenos desconocidos y/o emergentes

Criterios sobre heridas mucocutáneas

 De manera exclusiva pueden aceptarse o rechazarse donantes que presenten


heridas para protección del receptor

 Dirigida a identificar grupos de riesgo infectados debido a la posibilidad de


contaminación por material de procedencia dudosa

 Se incluyen piercings, tatuajes acupuntura y perforaciones, autopunciones y


accidentes

 Si el donante posee tatuajes, puede donar después de 1 año del mismo

c. Condiciones físicas del donante: hemoglobina, edad, temperatura,


tensión arterial sistólica, pulso. Alondra
- Hemoglobina:

La hemoglobina es una proteína que contiene hierro y transporta oxígeno y está localizada
en los glóbulos rojos. La cantidad de hemoglobina en los glóbulos rojos depende del
género, de la ingestión, de la absorción, y las reservas de hierro, así como con las pérdidas
de sangre. Los valores de hemoglobina normal fluctúan entre 121 g/L y 151 g/L de sangre
en mujeres y entre 138 g/L y 172 g/L en hombres.
Los niveles hemoglobina pueden descender cuando los individuos tienen deficiencia de
hierro, folato, vitamina B12 o vitamina B6. La incapacidad de producir eritrocitos, o la
hemorragia pueden causar descenso de la hemoglobina.

En los donantes de sangre la concentración de hemoglobina o del hematocrito debe ser


suficiente para permitir que el volumen extraído no induzca anemia en el donante y para
garantizar que la unidad de glóbulos rojos preparada para la transfusión tenga una
adecuada cantidad de hemoglobina transportadora de oxígeno. El género y las
condiciones físicas del donante, así como la altitud sobre el nivel del mar del lugar de
residencia del donante, deben ser considerados cuando se evalúan los niveles de
hemoglobina o hematocrito aceptables para la donación.

-La AABB (anteriormente conocida como Asociación Americana de Bancos de Sangre),


requiere para aceptar a los donantes de sangre que tengan por lo menos 125 g/L de
hemoglobina y 38% de hematocrito.

-La CoE (Consejo Europeo) requiere 125 g/L de hemoglobina o 38% de hematocrito en
mujeres y en hombres requiere 135 g/L de hemoglobina o 40% de hematocrito.

- Edad:

La donación de sangre es un procedimiento voluntario que puede producir efectos


indeseados sobre el donante y por lo tanto requiere un consentimiento informado
individual. Es necesario establecer una edad mínima para la donación de sangre con el fin
de asegurar que el donante es competente y tiene la capacidad de proveer el
consentimiento informado. Asimismo, puede considerarse necesario establecer una edad
máxima para asegurar que la extracción no produzca un efecto negativo duradero en el
donante, ni aumente el riesgo potencial de reacciones adversas a la donación de sangre. El
límite inferior de edad recomendada por la Asociación Americana de Bancos de Sangre
(AABB) y la Cruz Roja Australiana (ARC) es 16 años. Los Estándares de la Región del Caribe
(CRS) establecen los 17 años como edad mínima, mientras que el Consejo Europeo (CoE) y
Hema-Quebec (H-Q) la establecieron a los 18 años. AABB y CRS no señalan edades
máximas. La edad máxima aceptada generalmente para donar sangre varía desde los 65
años (CoE) hasta los 81 años (ARC).

Recomendación de la OPS: Los donantes


potenciales deben tener al menos 17 años. La
edad máxima para donar sangre por primera
vez y para donaciones repetidas debe ser
establecida en base a las condiciones de
salud de las poblaciones locales. Los
donantes mayores de edad o los
tutores/responsables de los menores que

- Temperatura:

Las personas cuya temperatura sea superior a 37,5°C son consideradas febriles, los
donantes con temperatura corporal elevada pueden estar sufriendo infecciones o estar
padeciendo un proceso inflamatorio sistémico, y deben ser diferidas como donantes de
sangre hasta que la causa de la misma sea establecida y tratada, para lo cual deben ser
remitidas a su prestador de servicios de salud, acorde con la correlación de otros signos.

Asegurar que los donantes no tienen fiebre al momento de la donación protege al


donante mismo y al paciente que recibirá la transfusión de sangre.

- Tensión arterial sistólica:

Los criterios de ARC indican que las personas que toman medicamentos para el control de
la presión sanguínea son aceptables como donantes de sangre, siempre y cuando su
presión esté adecuadamente controlada y estable. Para CoE una persona que asiste a
donar con presión arterial que está por encima del valor aceptable no debe donar sangre.
Una persona con una hipertensión leve cuya presión diastólica se mantiene por debajo de
100 mm de Hg puede ser aceptada. AABB, CoE, CRS y H-Q requieren que los individuos
que asisten a donar no tengan más de 180 mm Hg de presión sistólica y no más de 100
mm de Hg de presión diastólica en el momento de la donación.
Recomendación de la OPS: La presión arterial
alta puede estar asociada con varias otras
variables, como la ansiedad y el nerviosismo en
el individuo. Por esta razón, antes de diferir al
donante debido a presión alta, ésta debe ser
tomada por segunda vez después de 10
minutos de descanso y calma. Las personas que
no tengan otra consideración de salud y que
estén tomando medicación para controlar su
- Pulso:

Como un mecanismo que compensa la pérdida de sangre, el corazón cambia su


contractilidad y frecuencia de latidos. La capacidad y la resistencia de los vasos sanguíneos
también cambian en respuesta a la reducción del volumen de sangre circulante. La
donación de sangre induce estos mecanismos compensatorios, y por lo tanto, es necesario
establecer límites aceptables del número de los latidos cardíacos por minuto (pulso), para
asegurar que el corazón del donante es capaz de ajustar su rendimiento cardíaco cuando
se extrae la unidad de sangre.

La frecuencia cardíaca mínima aceptada por AABB, CoE y CRS es de 50 pulsaciones por
minuto. CoE y CRS establecen una frecuencia máxima de 100 latidos por minuto para
aceptar al donante.

Recomendación de la OPS: Los donantes que


presentan taquicardia deben ser invitados a
descansar para calmarse. Antes de diferir al
donante, el personal de los servicios de sangre
debe hacer una segunda determinación del
pulso después que el donante ha descansado
por 10 minutos. A los donantes con bradicardia
debe preguntárseles si son deportistas ya que
los atletas presentan cifras de pulso y presión
arterial menores que los no-atletas. Los
d. Complicaciones médicas durante la donación. Dulce

La mayoría de las transfusiones de sangre, plaquetas o glóbulos rojos son seguras y


exitosas. Sin embargo, en ocasiones pueden producirse reacciones leves, y muy rara vez
reacciones graves e incluso mortales, entre estas tenemos:

Las complicaciones más frecuentes de la transfusión son:

 Reacciones febriles no hemolíticas

 Reacciones de escalofríos

Puede producirse reacciones febriles sin hemólisis. Los anticuerpos dirigidos contra el HLA
de los leucocitos en la sangre de un donante por lo demás compatible son una posible
causa. Esta causa es más frecuente en pacientes politransfundidos o en multíparas. Las
citocinas liberadas de los leucocitos durante el almacenamiento, en especial en los
concentrados de plaquetas, son otra causa posible.

Clínicamente, las reacciones febriles consisten en un aumento de la temperatura ≥ 1° C,


escalofríos y, a veces, cefaleas y dorsalgias. Son frecuentes los síntomas simultáneos de
una reacción alérgica. Como la fiebre y los escalofríos también anuncian una reacción
transfusional hemolítica grave, todas las reacciones febriles deben investigarse como en el
caso de una reacción transfusional hemolítica aguda, como cualquier reacción
transfusional.

La mayoría de las reacciones febriles se tratan de manera eficaz con paracetamol y, si es


necesario, difenhidramina. Los pacientes también deben ser tratados (p. ej., con
paracetamol) antes de futuras transfusiones. Si un receptor ha presentado más de una
reacción febril, se utilizan filtros especiales de leucorreducción durante futuras
transfusiones; la mayoría de los hospitales utilizan hemoderivados leucorreducidos
prealmacenados.

Complicaciones graves, que tienen muy altas tasas de mortalidad, son:

 Reacción hemolítica aguda (RTHA) debida a incompatibilidad ABO.


Por lo general, la reacción transfusional hemolítica aguda se debe a anticuerpos del
plasma del receptor contra antígenos de los eritrocitos del donante. La incompatibilidad
ABO es la causa más frecuente de reacciones transfusionales hemolíticas agudas. Los
anticuerpos contra antígenos de grupos sanguíneos distintos del sistema ABO también
pueden causar reacciones transfusionales hemolíticas agudas. Las causas habituales son el
error de etiquetado de la muestra pretransfusión del receptor en el momento de la
extracción y no efectuar una prueba de compatibilidad de la sangre del receptor previsto
con el hemoderivado inmediatamente antes de la transfusión.

La hemólisis es intravascular, lo que causa hemoglobinuria con diversos grados de lesión


renal aguda y, posiblemente, de coagulación intravascular diseminada (CID). La gravedad
de la reacción transfusional hemolítica aguda depende de

 Grado de incompatibilidad

 Cantidad de sangre administrada

 Velocidad de administracion

 Integridad de los riñones, el hígado y el corazón

Por lo general, aparece una fase aguda dentro de la hora de iniciada la transfusión,
aunque puede producirse en un momento tardío durante la transfusión o inmediatamente
después de ella. El comienzo suele ser brusco. El paciente puede referir molestias y
ansiedad. Puede haber disnea, fiebre, escalofríos, rubor facial y dolor intenso, sobre todo
en la región lumbar. A veces se produce un shock que causa pulso débil y rápido, piel fría y
pegajosa, hipopresión arterial y náuseas y vómitos. La hemólisis aguda puede ser seguida
de ictericia.

Si la reacción transfusional hemolítica se produce mientras el paciente está bajo anestesia


general, el único síntoma puede ser la hipotensión, la hemorragia incontrolable de los
sitios de incisión y las mucosas causada por CID asociada y la orina oscura que refleja una
hemoglobinuria.
Si se sospecha unas reacciones transfusionales, uno de los primeros pasos es volver a
verificar las identificaciones de la muestra y el paciente. El diagnóstico se confirma por
una prueba de antiglobulina directa positiva, la determinación de hemoglobina urinaria, y
de LDH (serum lactate dehydrogenase), bilirrubina y haptoglobina séricas. La hemólisis
intravascular produce hemoglobina libre en plasma y orina; las concentraciones de
haptoglobina son muy bajas. Después, puede haber hiperbilirrubinemia.

Tras la fase aguda, el grado de lesión renal aguda determina el pronóstico. La diuresis y el


nitrógeno ureico en sangre decreciente suelen presagiar la recuperación. La insuficiencia
renal permanente es inusual. La oliguria prolongada y el shock son signos de mal
pronóstico.

Si se sospecha una reacción transfusional hemolítica, debe detenerse la transfusión e


iniciar el tratamiento de apoyo. El objetivo del tratamiento inicial es alcanzar y mantener
una presión arterial y un flujo sanguíneo renal adecuados con solución fisiológica al 0,9%
por vía IV y furosemida. Se administra solución fisiológica IV para mantener una diuresis
de 100 mL/h por 24 h. La dosis inicial de furosemida es de 40 a 80 mg (de 1 a 2 mg/kg en
niños), con dosis ulteriores ajustadas para mantener una diuresis > 100 mL/h durante el
primer día.

El tratamiento farmacológico de la hipotensión debe hacerse con cautela. Están


contraindicados los fármacos presores que reducen en flujo sanguíneo renal (p.
ej., adrenalina, noradrenalina, dopamina en alta dosis). Si se requiere un fármaco presor,
en general se usa dopamina en dosis de 2 a 5 mcg/kg por minuto.

Debe consultarse con un nefrólogo lo antes posible, en particular si no hay respuesta


diurética dentro de las 2 a 3 h de iniciado el tratamiento, lo que puede indicar necrosis
tubular aguda. Puede estar contraindicado el tratamiento adicional con líquidos y
diuréticos, y la diálisis temprana puede ser útil.

 Enfermedad de injerto contra huésped (EICH).


Por lo general, la enfermedad de injerto contra huésped asociada con transfusión (véase
también Rechazo de injerto y enfermedad injerto contra huésped) se debe a la transfusión
de productos que contienen linfocitos inmunocompetentes a un huésped
inmunosuprimido. Los linfocitos del donante atacan los tejidos del huésped porque el
sistema inmunitario del huésped no puede destruir los linfocitos del donante. La
enfermedad de injerto contra huésped puede producirse ocasionalmente en un paciente
inmunocompetente que recibe sangre de un donante (en general, un familiar cercano)
que es homocigoto para un haplotipo del antígeno leucocitario humano (HLA) para el que
el paciente es heterocigoto. Los signos y síntomas son fiebre, erupción (erupción de
propagación centrífuga que se convierte en eritrodermia ampolloso), vómitos, diarrea
acuosa y sanguinolenta, linfadenopatías y pancitopenia secundaria a aplasia de la médula
ósea. La ictericia y el aumento de los niveles de las enzimas hepáticas también son
frecuentes. La enfermedad de injerto contra huésped se produce de 4 a 30 días después
de la transfusión y se diagnostica sobre la base de la presunción clínica y las biopsias de
piel y médula ósea. La enfermedad de injerto versus huésped tiene > 90% de mortalidad,
porque no se dispone de ningún tratamiento específico.

La enfermedad de injerto contra huésped se previene mediante irradiación (para dañar el


DNA de los linfocitos del donante) de todos los hemoderivados transfundidos. Se efectúa

 Si el receptor está inmunocomprometido (p. ej., pacientes con síndromes de


inmunodeficiencia congénita, cánceres hematológicos o trasplantes de células
madre hematopoyéticas; recién nacidos)

 Si la sangre del donante se obtiene de un familiar de primer grado

 Cuando se transfunden componentes HLA compatibles, excluidas las células madre

El tratamiento con corticoides y otros inmunosupresores, incluidos los usados para el


trasplante de órganos sólidos, no es una indicación de irradiación de la sangre.

 Sobrecarga circulatoria asociada a la transfusión.


Aunque la sobrecarga circulatoria asociada con la transfusión pasa inadvertida y no se
registran todos los casos, recientemente ha sido reconocida como la causa más común de
muertes relacionadas con la transfusión informada a la FDA (1). La alta carga osmótica de
los hemoderivados arrastra volumen hacia el espacio intravascular en el curso de horas, lo
que puede causar una sobrecarga circulatoria asociada con la transfusión en pacientes
susceptibles (p. ej., aquellos con insuficiencia cardíaca o renal). Los eritrocitos deben
infundirse lentamente. Debe observarse al paciente, y si aparecen signos de insuficiencia
cardíaca (p. ej., disnea, estertores), es preciso detener la transfusión e iniciar el
tratamiento de la insuficiencia cardíaca.

El tratamiento típico consiste en un diurético como la furosemida en dosis de 20-40 mg IV.


A veces, los pacientes que requieren un volumen más alto de infusión de plasma para
revertir una sobredosis de warfarina pueden recibir simultáneamente una dosis baja de
furosemida; sin embargo, la primera elección en estos pacientes es el concentrado de
complejo protrombínico. Los pacientes con alto riesgo de sobrecarga circulatoria asociada
a transfusión (p. ej., aquellos con insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal grave) son
tratados en forma profiláctica con un diurético (p. ej., furosemida, 20-40 mg IV).

 Lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión (LPART)

La lesión pulmonar aguda relacionada con la transfusión es una complicación infrecuente


causada por anticuerpos anti-HLA o antigranulocíticos del plasma del donante, que
aglutinan y desgranulan los granulocitos del receptor dentro del pulmón. Aparecen
síntomas respiratorios agudos, y la radiografía de tórax tiene un patrón característico de
edema pulmonar no cardiógeno. Esta complicación es la segunda causa más frecuente de
muerte relacionada con transfusiones. La incidencia es de 1 en 5.000 a 1 en 10.000, pero
muchos casos son leves. Es probable que la lesión pulmonar aguda relacionada con
transfusiones de leve a moderada pase inadvertida con frecuencia. El tratamiento de
sostén general suele llevar a la recuperación sin secuelas a largo plazo. Hay que evitar los
diuréticos. El uso de sangre donada por hombres reduce el riesgo de esta reacción. Los
casos deben ser reportados al servicio de medicina transfusional del hospital o al banco de
sangre.

Otras complicaciones incluyen:

 Reacciones alérgicas.

Las reacciones alérgicas a un componente desconocido son frecuentes, en general debido


a alérgenos del plasma del donante o, con menor frecuencia, a anticuerpos de un donante
alérgico. Estas reacciones suelen ser leves e incluyen urticaria, edema, mareos ocasionales
y cefaleas durante la transfusión o inmediatamente después de ella. La fiebre es
frecuente. Menos a menudo, puede haber disnea, sibilancias e incontinencia, lo que indica
un espasmo generalizado del músculo liso. Rara vez aparece anafilaxia, particularmente en
receptores con deficiencia de IgA.

En un paciente con antecedentes de alergias o una reacción transfusional alérgica, puede


administrarse un antihistamínico en forma profiláctica justo antes o al comienzo de la
transfusión (p. ej., difenhidramina 50 mg por vía oral o IV). NOTA: nunca deben
administrarse fármacos cuando se está transfundiendo sangre.

Si se produce una reacción alérgica, se detiene la transfusión. Por lo general, un


antihistamínico (p. ej., difenhidramina 50 mg IV) controla la urticaria y el prurito leves, y
puede reanudarse la transfusión. En cambio, una reacción alérgica moderada (urticaria
generalizada o broncoespasmo leve) también requiere hidrocortisona (100-200 mg IV), y
una reacción anafiláctica grave exige tratamiento adicional con adrenalina 0,5 mL de una
solución 1:1.000 por vía subcutánea y solución fisiológica al 0,9% por vía IV junto con
evaluación por el banco de sangre. No debe realizarse ninguna transfusión más hasta
completar la evaluación.

Los pacientes con deficiencia grave de IgA requieren transfusiones de eritrocitos lavados,
plaquetas lavadas y plasma de un donante con deficiencia de IgA.

 Alteración de la afinidad por el oxígeno.


La sangre almacenada durante > 7 días muestra una disminución del ácido 2,3-
difosfoglicérico (DPG) en los eritrocitos, y el 2,3-DPG está ausente despues de > 10 días.
Esta ausencia determina una mayor afinidad por el oxígeno y liberación más lenta de
oxígeno en los tejidos. Hay poca evidencia de que la deficiencia de 2,3-DPG sea
clínicamente significativa, excepto en las exanguinotransfusiones en recién nacidos, en
pacientes con drepanocitosis que presentan síndrome torácico agudo o accidente
cerebrovascular, y en algunos pacientes con insuficiencia cardíaca grave. Después de la
transfusión de eritrocitos, el 2,3-DPG se regenera en 12-24 h.

 Reacción transfusional hemolítica tardía.

A veces, un paciente que ha sido sensibilizado a un antígeno eritrocítico tiene muy bajos
niveles de anticuerpos y pruebas pretransfusión negativas. Después de la transfusión con
eritrocitos que presentan este antígeno, puede haber una respuesta primaria o
anamnésica (por lo general, en 1-4 semanas) y causar una reacción transfusional
hemolítica tardía. Por lo general, una reacción transfusional hemolítica tardía no se
manifiesta de manera tan florida como la reacción transfusional hemolítica aguda. Los
pacientes pueden ser asintomáticos o tener febrícula. Rara vez hay síntomas graves. En
general, sólo se produce destrucción de los eritrocitos transfundidos (con el antígeno), lo
que determina un hematocrito decreciente y un ligero aumento de lactato
deshidrogenasa y bilirrubina y una prueba de antiglobulina directa positiva. Como la
reacción transfusional hemolítica tardía suelen ser leve y autolimitada, a menudo no se la
detecta, y el indicio clínico puede ser un descenso inexplicable de la hemoglobina a la
concentración pretransfusión que se observa 1 o 2 semanas después de la transfusión. Las
reacciones graves se tratan de manera similar a las reacciones agudas.

 Infecciones.

La contaminación bacteriana de concentrados de eritrocitos es rara y se debe,


posiblemente, a la técnica aséptica inadecuada durante la recolección o a bacteriemia
asintomática transitoria del donante. La refrigeración de los eritrocitos suele limitar la
proliferación bacteriana, excepto la de microorganismos criófilos como el género Yersinia,
que pueden producir concentraciones peligrosas de endotoxina.

Todas las unidades de eritrocitos son inspeccionadas antes de administrarlas para


detectar proliferación bacteriana, que se manifiesta por cambio de color. Como los
concentrados de plaquetas se conservan a temperatura ambiente, tienen mayor
posibilidad de profileración bacteriana y producción de endotoxina si están contaminados.
Para minimizar la proliferación, el almacenamiento se limita a 5 días. El riesgo de
contaminación bacteriana es de 1:2.500. Por lo tanto, las plaquetas se evalúan de manera
sistemática para detectar bacterias.

Rara vez se transmite sífilis por sangre fresca o plaquetas. Almacenar la sangre


durante ≥ 96 h a 4-10° C destruye las espiroquetas. Si bien las normas federales exigen
una prueba serológica para sífilis en la sangre donada, los donantes infectados son
seronegativos en estadios tempranos de la enfermedad. Los receptores de unidades
infectadas pueden presentar el exantema secundario característico.

Puede producirse una hepatitis después de la transfusión de cualquier hemoderivado. La


inactivación viral por tratamiento con calor de la albúmina sérica y las proteínas
plasmáticas y el uso de concentrados de factor recombinantes han reducido el riesgo. Se
requieren pruebas para hepatitis en toda la sangre donada (véase tabla Estudios
complementarios para detectar la transmisión de enfermedades infecciosas). El riesgo
estimado de hepatitis B es de 1:1 millón; de hepatitis C, < 1:2 millones. Como su fase
virémica transitoria y enfermedad clínica concomitante probablemente impiden la
donación de sangre, la hepatitis A (hepatitis infecciosa) no es una causa significativa de
hepatitis asociada con transfusión.

En los Estados Unidos, la infección por HIV se debe casi totalmente a HIV-1, aunque el HIV-
2 también es preocupante. Es preciso investigar anticuerpos contra ambas cepas. También
se requiere estudio de ácidos nucleicos para antígeno de HIV-1 y antígeno p24 de HIV-1.
Además, se interroga a los donantes de sangre acerca de conductas que podrían
exponerlos a alto riesgo de infección por HIV. No se ha identificado HIV-0 en donantes de
sangre. El riesgo estimado de transmisión de HIV por transfusión es de 1:1.500.000 a
2.000.000.

El citomegalovirus (CMV) puede transmitirse por los leucocitos de la sangre transfundida.


No se transmite a través de plasma fresco congelado. Como el CMV no causa enfermedad
en receptores inmunocompetentes, no se requiere investigación sistemática de
anticuerpos en la sangre donada. Sin embargo, el CMV puede provocar enfermedad grave
o fatal en pacientes inmunosuprimidos, que deben recibir hemoderivados CMV-negativos
obtenidos de donantes con anticuerpos anti-CMV negativos o sangre desprovista de
leucocitos por filtración.

El virus linfótropo de linfocitos T humano 1 (HTLV-1), que puede causar linfoma/leucemia


de linfocitos T del adulto y mielopatía asociada con HTLV-1/paraparesia espástica tropical,
induce una seroconversión postransfusional en algunos receptores. Se investigan
anticuerpos contra HTLV-1 y HTLV-2 en toda la sangre donada. El riesgo estimado de
resultados falsos negativos en las pruebas en sangre donada es de 1:641.000.

Nunca se ha informado que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se transmita por


transfusión, pero la práctica actual impide la donación de una persona que haya recibido
hormona de crecimiento de origen humano o un trasplante de duramadre o que tenga un
familiar con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. La Variante de esta enfermedad
Leucoencefalopatía espongiforme bovina no se ha transmitido por transfusión sanguínea.
Sin embargo, puede retrasarse permanentemente la donación de personas que han
pasado un período significativo en el Reino Unido y algunas otras partes de Europa (véase
tabla Algunas razones para la diferir o rechazar la donación de sangre).

El paludismo se transmite fácilmente a través de eritrocitos infectados. Muchos donantes


no saben que tienen paludismo, que puede ser latente y transmisible durante 10-15 años.
El almacenamiento no torna segura la sangre. Debe interrogarse a los futuros donantes
sobre paludismo o si han estado en una región donde éste es prevalente. Se posterga la
donación durante 3 años en caso de donantes con diagnóstico de paludismo o que sean
inmigrantes, refugiados o ciudadanos de países con paludismo endémico, y se pospone la
donación durante 1 año en los viajeros a países con paludismo endémico.

Rara vez, se ha transmitido babesiosis, enfermedad de Chagas y virus del Nilo


Occidental por transfusión.

Se informó que la infección por el virus del Zika se transmitió a través de hemoderivados
en Brasil. Por lo tanto, la FDA ha ordenado realizar pruebas para detectar el virus del Zika
en los Estados Unidos Y sus territorios. En lugar de las pruebas para Zika, también se
podrían usar tecnologías de reducción de patógenos aprobadas para plaquetas y plasma;
sin embargo, su uso es actualmente muy limitado, y esta tecnología aún no está
disponible para los eritrocitos.

 Púrpura postransfusional

La púrpura posterior a la transfusión es una complicación muy rara en la que el recuento


de plaquetas desciende rápidamente de 4 a 14 días después de una transfusión
deeritrocitos, lo que causa trombocitopenia de moderada a grave. Casi todos los pacientes
son mujeres multíparas que típicamente recibieron transfusión de glóbulos rojos durante
un procedimiento quirúrgico. La etiología exacta es incierta. Sin embargo, la hipótesis más
aceptada es que un paciente que es negativo para el antígeno plaquetario humano 1a
(HPA1a) desarrolla aloanticuerpos debido a la exposición al antígeno HPA1a del feto
durante el embarazo. Debido a que los eritrocitos almacenados contienen micropartículas
de plaquetas y dado que la mayoría (99%) de los donantes son HPA1a positivos, las
micropartículas de plaquetas de la sangre del donante pueden desencadenar una
respuesta de anticuerpos en pacientes previamente sensibilizados (respuesta
anamnésica). Debido a que estas micropartículas de plaquetas se unen a las plaquetas del
receptor (y por lo tanto las recubren con el antígeno HPA1a), los aloanticuerpos destruyen
las plaquetas del receptor y causan trombocitopenia. El trastorno se resuelve
espontáneamente a medida que se destruyen las plaquetas recubiertas de antígeno.
Los pacientes desarrollan púrpura junto con sangrado de moderado a grave,
generalmente del sitio quirúrgico. Las transfusiones de plaquetas y glóbulos rojos
empeoran la condición.

El diagnóstico diferencial generalmente incluye trombocitopenia inducida por


heparina (TIH), aunque esta no se asocia con hemorragia. El diagnóstico se realiza
documentando los anticuerpos HPA1a en el plasma del paciente y la ausencia del antígeno
correspondiente en las plaquetas del paciente.

El tratamiento consiste en altas dosis de inmunoglobulinas IV (1 a 2 g/kg) y la evitación de


una transfusión adicional de plaquetas o eritrocitos. El intercambio de plasma puede
considerarse en casos graves y, para pacientes con sangrado significativo, las plaquetas de
donantes HPA1a-negativos podrían transfundirse si están disponibles.

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