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¿Qué es la actitud moral fundamental?, ¿qué relación tiene con sus valores?, ¿
cómo influyen sus valores en sus hábitos?, ¿qué relación hay entre estos hábitos y
en cómo ejerce su profesión?.
Pero si la persona deja que sus propios deseos prevalezcan sobre los valores
moralmente objetivos, su actitud moral fundamental, puede llegar a ser malsana. Y
las consecuencias en el campo ético son nefastas.
Uno debe preguntarse qué es lo que más quiere en esta vida. Si a nivel afectivo se
siente atraído por las virtudes o por los vicios. Son cosas que nos empujan en
nuestras decisiones.
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La actitud moral fundamental, no es algo ya terminado y que no se puede cambiar,
todos somos seres libres para elegir nuestras posturas ante la vida. Y siempre
tenemos la oportunidad de modificarlas, para bien, o para mal.
Es la actitud moral la que determina los valores éticos que la persona acepta como
tales. Si es sana, aceptará verdaderos valores, y si no lo es, le será fácil aceptar
antivalores.
Por ello cuando alguien tiene una actitud M.F. malsana, hay que hacerle ver que
está mal, sólo así podrá cambiarla.
Los valores de una persona se expresan mediante actos concretos. Por ejemplo
un profesional acepta el valor de la generosidad y como consecuencia ofrece su
tiempo para ayudar a un colega. Y esto lo hace una y otra vez, desarrolla así el
HÁBITO de ser generoso con su tiempo. Nace en la persona una virtud. Y cada
vez se le hace más fácil actuar así.
Cuando una persona actúa movida por un antivalor sucede lo mismo, cada vez se
le hace más fácil actuar así y va creando un HÁBITO de otro tipo al QUE
LLAMAREMOS VICIO.
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pero si cede, la próxima vez que necesite plata le será algo más fácil y así
sucesivamente, va cambiando su actitud M F, y cae en el vicio del robo.
Vemos que hay una estrecha relación entre la actitud M F, los valores, los actos y
hábitos de una persona, cualquier cambio en uno de ellos, afecta a todos los
demás.
Los actos a los que nos referimos aquí son ACTOS HUMANOS. Es decir proceden
de la libre voluntad de la persona que actúa así, sabiendo que lo que va a hacer
está bien o está mal. Son los únicos que se pueden enjuiciar moralmente.
Cada persona desarrolla sus hábitos y su actitud moral fundamental dentro de sus
relaciones con las otras personas. Por esto es tan importante el grupo o grupos de
amigos que escogemos. Uno asimila con mucha facilidad los valores y actitudes
de los demás. Por ello es necesario tener una actitud crítica frente a los valores
morales de los amigos o colegas con los cuales uno interactúa. Muchas veces no
habrá más remedio que romper afectivamente con determinadas personas que
nos hacen daño. Dejarse llevar por lo que dicen o hacen los demás es signo de
inmadurez. Rehusar avanzar de una moralidad pre reflexiva a una moral basada
en principios morales sólidos también es signo de inmadurez.
Nuestra actitud moral debe impregnar toda nuestra vida, la profesional también. Es
cierto que en muchas profesiones o Empresas las condiciones no son las ideales,
pero hay que saber descubrir cómo luchar con lo negativo, y ser creativos y firmes
para no ceder al entorno.
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No se puede ceder a la tentación de pensar que los ideales no sirven para nada y
tirarlos por la borda, hay que demostrar que se puede salir adelante con una
actitud moral fundamental sana y coherente, es más ello llega a la larga a ser
apreciado en el mundo profesional como un plus muy grande.