Universidad Sergio Arboleda

Plan Lector
Saul Andres García Ospino
Escuela de Derecho
2021

La Envidia: Enemiga de una Amistad

Dentro de las relaciones humanas, encontramos que la amistad es una de las
relaciones más puras y veraces dentro de la reacción en cadena de acontecimientos que
llamamos vida, que imprime en el ser humano un sentimiento de fraternidad frente a otro
individuo. Este sentimiento, tan puro es catalogado como una “Afinidad”, que genera una
atracción no platónica entre individuos.

No obstante, este tipo de relación es tergiversada por una continua agonía interna
del ser humano frente a aquel individuo llamado “amigo”; pues este es corrompido en
muchas ocasiones por la envidia y demás sentimientos que pervierten la afinidad y la
convierten en una emulación, un deseo por algo que no se posee y que el otro si tiene. A lo
largo de la historia humana, es posible identificar un sin número de casos en donde la
envidia se apropia y corrompe la amistad sobre pasando el afecto fraternal presente en los
individuos, llegando de este modo a dar fin con la relación o a fracturarla.

Razón por la cual, es posible identificar de manera analógica, como William

Shakespeare, plasma el deseo de un individuo atrapado la ambición de lo que no posee en
“Helena”, la mejor amiga de Hermia protagonista de “Sueño de una Noche de Verano”.
Pues esta, busca sin piedad a Demetrio, quien rompió con ella para estar con Hermia.
Debido a que, cuando se nos muestra a Helena por primera vez, Shakespeare nos permite
orbitar en un mar de inseguridades sobre su apariencia y sus celos hacia su amiga Hermia,
quien sin saberlo le ha robado el afecto de Demetrios. Esto lo podemos identificar en el
dialogo que ellas sostienen luego de hablar frente a Egeo, en donde Helena plantea que:

HELENA
¿Me has llamado bella? Lo has de retirar.
Demetrio ama tu belleza. ¡Gran dicha!
Le guían tus ojos, y tu voz divina
le suena más dulce que al pastor la alondra
cuando el trigo es verde y el espino brota.
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El mal se contagia. ¡Pero no un semblante!
El tuyo, mi Hermia, quisiera robarte.
Mi oído, tu voz; mis ojos anhelan
tus ojos; mi lengua, el son de tu lengua.
Fuera mío el mundo, menos a Demetrio,
por cambiarme en ti lo daría entero.
¡Ah, enséñame a ser bella, dime ya
Cómo logras a Demetrio enamorar!
Para ilustrar, Shakespeare nos muestra a Helena y Hermia, como amigas desde la infancia.
Dicha amistad, fue creciendo con los años hasta llegar a hacerlas un solo corazón:
compañeras inseparables, tanto en el trabajo como en el juego; pero el amor (o, por mejor
decir, los celos) había a última hora separado aquellos dos corazones. Puesto que después
de haber conquistado a Helena, Demetrio se había enamorado de Hermia y logrado
convencer a Egeo que favoreciese sus aspiraciones.

HELENA

¡Cuánto más felices son unas que otras!

Para Atenas soy como ella de hermosa,
más, ¿de qué me sirve? No lo cree Demetrio:
lo que todos saben no quiere saberlo.
¿Que él yerra adorando los ojos de Hermia?
Yo tampoco acierto amando sus prendas.
A lo que es grosero, deforme y vulgar
Amor puede darle forma y dignidad.
Amor ve con la mente, no con la vista;
por eso a Cupido dios ciego lo pintan.
Y no es que a su mente la guíe el cuidado,
que alas y ceguera hablan de arrebatos.
Por eso se dice que Amor es un niño,
pues ha errado mucho con quien ha elegido.
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Saul Andres García Ospino
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Y si los muchachos jugando se mienten,
así el niño Amor es perjuro siempre.
Antes que Demetrio de Hermia se prendara
sus votos de amor eran granizada.
Llegando al granizo el calor de Hermia,
con él derritió todas sus promesas.
La fuga de Hermia le voy a contar:
mañana en la noche él la seguirá
hasta el mismo bosque. Cuando oiga mi anuncio,
si me da las gracias, las dará a disgusto.
Mas yo de este modo la pena compenso
viéndole ir allá, y luego al regreso.
Era tan vehemente la pasión que sentía Helena por Demetrio, que la cegó, llegando a tal
extremo, que la indujo a cometer un acto de traición en contra de su amiga. En aras de su
ardiente deseo de recuperar a toda costa el amor de Demetrio, resolvió revelar el secreto de
Hermia y manifestar a Demetrio el plan que esta tenía. Demetrio, por su parte, no podía
sustraerse al deseo de ir tras Hermia, por lo cual resolvió acechar, al día siguiente, la hora
en que se dirigirían al bosque. En cuanto a Helena, aún abrigaba la esperanza de ser en
alguna manera objeto de la gratitud de Demetrio por haberle revelado el secreto y con ello
se daría por bien pagada de su acto de confianza.

Hermia amaba solo a Lisandro y por lo mismo no se interesaba por Demetrio; pero Hlena
no podía perdonar a su amiga el que le hubiese robado a quien esta amaba, y se desesperaba
al pensar que sus atractivos no habían sido bastantes para cautivar a Demetrio. Es por esto
por lo que, Helena quiere parecerse más a Hermia para recuperar el corazón de
Demetrio. La suya es la historia de amor más difícil de tragar, ya que las hadas drogan a
Demetrio para que se enamore de ella, pero ella lo acepta de todos modos. Su inseguridad
la lleva a acusar a Hermia de burlarse de ella cuando tanto Demetrio como Lisandro están
enamorados de Hermia.

HERMIA
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Saul Andres García Ospino
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¿Y qué daño podría ser mayor que el odio?
¿Tú odiarme? ¿Por qué? ¡Ay de mí! ¿Qué ocurre, amor!
¿No soy Hermia? ¿Tú no eres Lisandro?
Tan bella soy como era antes. Anoche
me querías, y esta noche me has dejado.
Entonces (¡los dioses me valgan!), ¿he de entender
que me has dejado de verdad?
LISANDRO
Sí, por mi vida, y no quería volver a verte.
Abandona la esperanza, las palabras,
toda duda. Ten por cierto y verdadero
que te odio (no hablo en broma) y que amo a Helena.
HERMIA
¡Ah, tramposa, oruga roedora, ladrona
de amores! ¿Le has robado a mi Lisandro
el corazón al amparo de la noche?
HELENA
¡Eso está bien! ¿No hay en ti recato,
pudor de doncella, ni pizca de sonrojo?
¿Quieres que mi dulce lengua te responda
con rabia? ¡Quita, comediante, títere!
HERMIA
¿Cómo «<títere»>? ¡Ah, ese es tu juego!
Ya entiendo: lo que hace es comparar
nuestra estatura. Presume de alta,
y con su figura, su larga figura,
su talla, ¡sí, señor!, se lo ha conquistado.
¿Te tiene en tan alta estima
porque yo soy tan baja y menuda?
¿Cómo soy de baja, cucaña pintada, eh?
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Saul Andres García Ospino
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¿Cómo soy de baja? Pues no tanto
Que las uñas no me lleguen a tus ojos.
HELENA
Amigos, os lo ruego, aunque os burléis de mí,
no dejéis que me haga daño. Nunca tuve
mala lengua, ni soy una arpía.
Como buena mujer soy muy cobarde.
Que no me pegue. Acaso penséis
que, porque ella es algo más baja,
yo puedo con ella.
Helena se degrada al perseguir a Demetrio incluso cuando él la desprecia, pero esto
demuestra su constante amor por él. También permite a la audiencia aceptar la idea de que
Demetrio fue drogado para estar enamorado de ella. Estamos más dispuestos a aceptar la
idea de que ella estaría feliz de tener la oportunidad de estar junto a él, sean cuales sean las
circunstancias.
Sin embargo, cuando Demetrio dice que la ama, ella comprensiblemente piensa que
se está burlando de ella; ya se había enamorado de ella una vez, por lo que existía el riesgo
de que esto volviera a suceder. Pero la historia termina felizmente con Demetrio y Helena
enamorados, y se le pide a la audiencia que esté feliz con eso. El hada Puck nos insta a
considerar la obra como un sueño, y en un sueño, no consideramos los por qué y los
porqués de lo que sucede. Del mismo modo, el público puede aceptar que todos los
personajes estén felices al final de la historia.
Razón por la cual podemos concluir, como la envidia transgredió una amistad de
años, afectando la afinidad y generando un desequilibrio entre los personajes. Siendo estos
llevados al punto de enfrentarse de manera verbal, con el fin de lograr sus deseos
particulares los cuales iban en caminados a lograr encontrar el amor y tener el final feliz
que siempre quisieron; el cual a pesar de todo se dio, pues todos terminaron felices con
quien les correspondía a su afecto platonico.