Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACCIÓN RESOLUTORIA
PROFESOR: PARTICIPANTE:
Norberto Castro Bustamante, Francys C.I:9888297
Mayo, 28 de 2021
El ordenamiento jurídico venezolano, de conformidad con el artículo 1.133 del
Código Civil (1982), señala que: “El contrato es una convención entre dos o más
personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellas un
vínculo jurídico.”
Maduro L., E. (1987). La define “la facultad que tiene una de las partes en un
contrato bilateral, de pedir la terminación del mismo y en consecuencia liberada de
su obligación, si la otra parte no cumple a su vez con la suya.
Como podemos apreciar, los diversos autores coinciden en señalar que la acción
resolutoria, es aquella que emana de la condición resolutoria en caso que requiera
sentencia judicial para ser declarada. En su virtud se demanda dejar sin efecto el
contrato por no haber cumplido la contraparte alguna de las obligaciones emanadas
de él.
Esta acción, encuentra su base legal en el artículo 1.167 del Código Civil
venezolano vigente, el cual dispone: “En el contrato bilateral, si una de las partes
no ejecuta su obligación, la otra puede a su elección reclamar judicialmente la
ejecución del contrato o la resolución del mismo, con los daños y perjuicios en
ambos casos, si hubiere lugar a ello”.
Ahora bien, se debe tener presente, que al estudiar los contratos bilaterales,
podemos decir que es cuando surgen obligaciones para ambos contratantes, y
presenta como particularidad de que cada una de las partes esté obligada frente a
la otra, por lo cual son recíprocamente deudores. Esta definición está contenida en
el artículo 1134 del Código Civil Venezolano. En el contrato bilateral cada una de
las partes es deudora y acreedora al mismo tiempo, ejemplo de ello puede ser; la
venta y el arrendamiento.
Por otro lado, la acción resolutoria tiene alguna diferenciación con otros medios de
terminación de los contratos, entre los cuales podemos nombrar la diferencia con la
nulidad de los contratos, donde se destaca que La nulidad es un modo de
terminación de los contratos que han nacido con un vicio que afecta su eficacia. La
resolución es un modo de terminación de los contratos que han nacido legalmente
perfectos y que producen los efectos normales propios de todo contrato válido. Las
causas de nulidad surgen con el contrato mismo.
Con respecto a la diferencia con la revocación, es que ésta ópera hacia el futuro, no
afecta las prestaciones cumplidas con anterioridad a esa revocación, mientras que
en la resolución, tiene efectos retroactivos, colocando a las partes en la misma
situación que se encontraban antes de celebrar el contrato, liberando a ambas
partes de las obligaciones nacidas con anterioridad.
Por otro lado, existen algunos requisitos o condiciones para que proceda la acción
resolutoria, teniendo como primordial, que se trate de un contrato bilateral, y tiene
basamento en lo que establece la doctrina, ya que la reciprocidad de las
obligaciones es lo que caracteriza a este tipo de contrato. El artículo 1134 del
Código Civil, lo define así.” El contrato es bilateral, cuando las partes se obligan
recíprocamente.”
Otro requisito importante, es que el actor debe proceder de buena fe. Sí el actor no
ha cumplido con sus obligaciones puede el demandado oponer la excepción del
cumplimiento.
Como tercer requisito, nos conseguimos con la mora del deudor. Algunos
tratadistas sostienen esta tesis, pero alegan que no es requisito legal ni siquiera
para exigir el cumplimiento de la obligación, estando de acuerdo con el fundamento
de la acción resolutoria.
En resumen, para que pueda aplicar la acción de resolución, uno de los requisitos
es que se necesita es el incumplimiento de la obligación, sino existe el
incumplimiento, de lo que se acordó, no estamos ante la posibilidad de ejercer esta
acción. Sin embargo, existen leyes como la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras (Gaceta Oficial N° 6.076 Extraordinario del 7 de
mayo de 2012) y la ley de regulación del arrendamiento inmobiliario para el uso
comercial (24-04-2014) (gaceta oficial nº 40.418 del 23 de mayo de 2014)
especifican causales para dar como terminado un contrato, son causales muy
taxativas, que al incumplirse automáticamente ese contrato queda sin efecto.
Otro efecto, se refiere a daños y perjuicios, por lo que la parte cuyo incumplimiento
culposo da motivo a La resolución queda obligada a la indemnización de los daños
y perjuicios. Por lo que el afectado tiene derecho a reclamar todos los daños que le
produzca la resolución, tanto los daños emergentes como el lucro cesante.
En otro orden de ideas, señalando a las personas que pueden pedir la acción
resolutoria, son las partes contratantes y sus causahabientes, a título particular o
universal, el cesionario de crédito y el acreedor de una de las partes.
Al respecto, Ossorio (2006), señala que: esta excepción “es aplicable al caso de
que, en los contratos bilaterales, una de las partes no cumpla con su prestación, o
no se allane a cumplirla simultáneamente; entonces, por esta exceptio, la otra parte
puede abstenerse de cumplir la suya”. (p. 390).
Por lo que, suspende los efectos del contrato y no lo extingue, lo que la diferencia
de la acción resolutoria, que está dirigida a obtener la terminación del contrato. El
contrato objeto de la excepción queda suspendido hasta que la parte que ha
motivado su oposición cumpla su obligación, con lo que se vuelve a imprimir vida al
contrato.
Sólo por excepción, existe un tipo de contratos en los cuales la excepción non
adimpleti no tiene los efectos suspensivos descritos, sino que los extingue; ello
ocurre en los contratos de tracto sucesivo, en los cuales la excepción non adimpleti
contractus deja insubsistente el contrato durante el lapso en el cual la parte que
provoca su oposición deja de cumplir con su obligación. Por ejemplo, en un
contrato de arrendamiento fijado pan comenzar el 1° de julio, si el arrendador no
cumple su obligación de poner al arrendatario en el goce y disfrute de la cosa
arrendada sino hasta el día 1 ° de septiembre, y el día 31 de julio exige el pago del
canon, la excepción non adimpleti deja insubsistente el contrato por todo el lapso
durante el cual el arrendador no cumple, de modo que sólo a partir del 1 ° de
septiembre es cuando el arrendador puede exigir dicho pago.