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OBJETIVO N° 2
GERENCIA Y GESTIÓN DEL CAMBIO
Profa.: Alumna:
Dra. Nuvia Marcano Br. Eudymar Molina
C.I. 26.947.718
La actualidad de las organizaciones implica que los gerentes de hoy tienen la responsabilidad
de buscar nuevas ideas, oportunidades y recursos para encontrar innovadoras unidades de
negocio, posibles socios, etc. Esta búsqueda se debe realizar mediante relaciones de
colaboración con sus trabajadores y socios estratégicos que hagan más competitiva a la
empresa. Las nuevas tendencias gerenciales representan una combinación de capacidades
múltiples para el gerente y la organización que se comportan como tejidos corporativos para
confrontar con el horizonte de la competitividad. En este sentido se puede percibir que la
adaptación de estas organizaciones involucra la aplicación de cambios dentro de su estructura
por consiguiente es imperativa la necesidad de restablecer los procesos organizacionales y del
mismo modo relacionar a los participantes que intervienen dentro de la misma.
Dentro de este contexto se muestra la gestión del cambio el cual se trata de un enfoque
sistemático para transformar los objetivos, procesos o tecnologías de una organización. El
propósito de la gestión del cambio es implementar estrategias para llevar a cabo este cambio.
Además, controlar el cambio y ayudar a las personas a adaptarse a ello. Estas estrategias
incluyen deben tener un proceso estructurado. Así como mecanismos para responder a las
solicitudes y darles seguimiento.
Dado que la acción del gerente dentro de la empresa consiste en administrar a través de las
personas llevando a cabo los trabajos o proyectos integrando otros recursos inherentes como
son el capital, los bienes, el tiempo, el recurso humano, la información o el conocimiento
para lograr los objetivos de forma eficaz y eficiente. Para ser eficaz, el proceso de gestión de
cambios debe tener en cuenta cómo un ajuste o reemplazo afectará a los procesos, sistemas y
empleados dentro de la organización.
1. GERENCIA
Según Krygier (1988) la gerencia queda definida como un cuerpo de conocimientos
aplicables a la dirección efectiva de una organización. Este proceso implica la coordinación
de todos los recursos disponibles en una organización (Humano, físico, tecnológico,
financiero), para que a través de los distintos procesos de: Planificación, Organización,
Dirección y control se logren los objetivos trazados previamente.
Gerenciar, administrar o gestionar es "hacer las cosas a través de la gente". Consiste en llevar
a cabo un trabajo o proyecto integrando recursos tales como el capital, los bienes, el tiempo,
el recurso humano, la información o el conocimiento, convirtiéndolos en algo más grande que
su simple suma. Esos recursos están sueltos y es tarea del gerente aglutinarlos hacia el logro
de objetivos. Prácticamente, es como dirigir una orquesta, que en este caso se hace con cuatro
elementos: planificación, organización, control y liderazgo. Los primeros tres elementos son
más bien metodologías o técnicas, mientras que el liderazgo es la capacidad de "influenciar"
en la gente. Quien tiene influencia es un líder. Como se ve, son conceptos diferentes,
especialmente por lo siguiente:
La gerencia es una mezcla de razas, culturas, costumbres y cada quien la adopta desde su
punto de vista; al momento de aplicarla puede recibir varios significados y funciones, pero
en si está regida por las mismas características y principios de gerenciales.
Los principios que Machiavelli sentó (1531) son fácilmente adaptables a las organizaciones
de hoy en día:
Una organización es más estable si los miembros tienen el derecho a expresar sus
diferencias y resolver sus problemas dentro de ella.
Aunque una sola persona puede iniciar una organización, ésta es duradera cuando se
deja al cuidado de muchas y cuando muchas desean mantenerla.
Un dirigente débil puede seguir a uno fuerte, pero no a otro débil, y mantener
autoridad
Un dirigente que persigue cambiar una organización, debe conservar al menos la
sombra de las antiguas costumbres.
También Sun Tzu hace aproximadamente 2000 años en su obra “El arte de la guerra” nos
deja:
Cuando el enemigo avanza, ¡nos detenemos!
Cuando el enemigo se detiene, ¡nos inquietamos!
Cuando el enemigo trata de evitar la batalla, ¡atacamos!
Cuando el enemigo se retira, ¡continuamos!
Aunque estas reglas fueron impartidas para guiar en temas de estrategia militar, las mismas
han sido utilizadas en la planificación de estrategias para enfrentar competidores de mercado
y aunque ni Machiavelli ni Tzu estaban desarrollando teorías sobre la gerencia, nos
demuestran que los conceptos no se originan en el siglo presente.
La transición del capitalismo empresarial a finales del siglo XIX, hacia el capitalismo
gerencial del siglo xx fue la protagonista del desarrollo de la gerencia como una ciencia. Los
primeros capitalistas eran propietarios de negocios que utilizaban sus propios recursos
financieros para erigir organizaciones que eran administradas (gestionadas) por ellos mismos,
pero a medida que la industria crecía se observaron grandes organizaciones con capital
frecuentemente de origen externo, y esto no sólo abrió la brecha entre los propietarios o
accionistas y los gerentes sino que también trajo con ello nuevos desafíos gerenciales.
Fayol estableció catorce (14) principios para ayudar a los dirigentes a gestionar sus asuntos
efectivamente:
1) División del trabajo: Para cada trabajo existe un número de procesos que deben tener
lugar. Promueve la especialización y la eficiencia.
2) Autoridad: Los dirigentes tienen poder dar órdenes. Y donde tiene lugar la autoridad,
también lo tiene la responsabilidad por ejercerla.
3) Disciplina: Los empleos deben obedecer las reglas que gobiernan la organización.
4) Unidad de mando: Cada empleado debe responder a un único jefe.
5) Unidad de dirección: Cada grupo de actividades organizacionales que tengan el
mismo objetivo deben ser dirigidas por un único gerente a través de un plan.
6) Subordinación: No deben anteponerse los intereses personales sobre los de la
organización.
7) Remuneración: Cada trabajador debe recibir una justa remuneración por su labor.
8) Centralización: Se refiere al grado en el cual los subordinados se involucran en la
toma de decisiones. Mientras más grande sea la organización, menos centralización
habrá.
9) Jerarquía: Las comunicaciones deben seguir la línea de mando, desde la alta gerencia
hasta los rangos inferiores.
10) Orden: Se refiere al arreglo sistemático del hombre, máquina y otros recursos. debe
haber un lugar para cada empleado de la organización.
11) Equidad: Los dirigentes deben dar el mismo trato por igual a sus subordinados.
12) Estabilidad de tenencia del personal: Alta rotación de personal es ineficiente.
13) Iniciativa: Aquellos empleados que se les dé libertad para originar y llevar a cabo
planes, mostrarán altos niveles de esfuerzo.
14) Espíritu de equipo: Fomentar el espíritu de equipo construirá armonía y unidad dentro
de la organización.
El enfoque de Fayol rechazaba aquel paradigma de que “los gerentes nacen, no se hacen”,
proponiendo en su lugar, que la gerencia implica una serie de habilidades y competencias que
pueden aprenderse o adquirirse si se comprende sus principios.
Max Weber (1864-1920) razonó que cualquier organización centrada con cientos de
individuos debe requerir de una regulación cuidadosamente controlada de sus actividades.
Weber desarrolló una teoría sobre la gerencia burocrática que enfatizó la necesidad de una
jerarquía estrictamente definida, a su vez gobernada por regulaciones y líneas de autoridad
claramente definidas. Este enfoque consideraba que la organización ideal debía ser
burocrática, cuyas actividades y objetivos eran racionalmente establecidos y cuyas divisiones
de labores eran explícitamente establecidas, además resaltaba que se debía enfatizar la
competencia técnica y que las evaluaciones de desempeño debían estar basadas
completamente en los méritos.
Hoy en día vemos a las organizaciones burocráticas como organizaciones impersonales que
colocan a la eficiencia por encima de las necesidades humanas además de organizaciones
dentro de las cuales la ejecución de algunas actividades en particulares pueden resultar
altamente tediosas debido a lo estrictamente detallado de sus procedimientos, sin embargo
Weber buscó mejorar el desempeño de las organizaciones al hacer sus operaciones
predecibles y productivas. A pesar de las mejoras que trajo a las organizaciones, este modelo
requería que todos los dirigentes y trabajadores se apegaran estrictamente a sus funciones,
provocándoles una sensación de que no son partes de la misión de la empresa, llevándolos
eventualmente a la pérdida del sentido de pertenencia, y más allá de eso, se desestima el
potencial de los empleados, limitando su creatividad y habilidad para adaptarse al cambio.
También, nos indica que la gestión del cambio comprende dos grandes apartados:
a) El diagnóstico de la situación actual
b) El diseño e implementación de la situación deseada
Cabe destacar que existen diferentes tipos de intervenciones en una gestión del cambio:
Sobre las personas
Sobre los sistemas de información
Sobre los procesos
Sobre los productos
Sobre la estrategia, etc.
Además, estas intervenciones tienen un efecto doble, como muestra el ejemplo del autor; una
modificación de estructura afecta al comportamiento de las personas.
Por otro lado, para una adecuada gestión del cambio, es necesario definir:
o Por qué
o Para qué
o Qué
o Cómo
o Con qué
o Quién
o Cuándo
o Cuánto
o Dónde
Insatisfacción
Antes de llevar a cabo el cambio, los miembros clave de la organización tienen la capacidad
de adoptar nuevas actitudes y nuevos comportamientos, deben estar insatisfechos con el statu
quo. Esta insatisfacción del director o líder, debe ser lo suficientemente profunda como para
comenzar a sentir una pérdida de confianza en sí mismos y en su organización.
La insatisfacción es un factor clave, por ser la fuente de energía o motivación para el cambio.
Numerosas investigaciones coinciden en que la condición que más frecuentemente impulsa el
cambio es la crisis. No obstante, cabe la posibilidad de estimular y dirigir el cambio sin crisis.
Pero la lección para todo directivo es saber usar las crisis externas como motores para dirigir
el cambio planificado.
Para motivar el cambio, los líderes del cambio, deben crear insatisfacción, a continuación, se
describen cuatro formas para crear insatisfacción:
2.4 Los gestores del cambio: No hay líder sin cambio ni cambio sin líder.
En la actualidad, nos movemos en entornos dinámicos y, por consiguiente, las organizaciones
necesitan ser flexibles y ser capaces de cambiar con agilidad cuando sea necesario. Para ello,
necesitan personas que tengan capacidad de cambiar las cosas y saber a dónde hay que ir, y
esta es, precisamente, una de las habilidades que caracteriza al líder.
Esta reflexión nos vuelve a llevar al punto de partida, y es que no podemos gestionar el
cambio si no contamos con el líder adecuado.
En el libro Gestión del cambio, la autora Martínez Guillén identifica una serie de aspectos a
tener en cuenta para gestionar el cambio en las organizaciones de una forma eficaz.
Estos son:
Conocer las razones por las que una empresa debe cambiar.
Conocer lo mejor posible en qué áreas debe cambiar la empresa.
Asumir el liderazgo en los cambios.
Planificar y disponer de directrices de acción que les permitan implantar y dar
coherencia al proceso del cambio.
Martínez Guillén identifica la innovación como: el principal gestor del cambio en una
organización, en concreto la innovación sistemática, la cual consiste en una búsqueda
organizada de cambios a los cuales podría someterse la organización.
Estos son:
Perder algo: muchas personas tienen miedo a perder algo (poder, dinero, influencia,
etc.) durante el proceso de cambio o a la conclusión de este.
No entenderlo: no explicar bien el proceso de cambio, sus implicaciones y resultados,
puede sembrar desconfianza o temor en algunas personas debido al desconocimiento
y falta de información.
Estar contaminados: es muy importante controlar los rumores en la organización, pues
estos pueden esconder mentiras, datos falsos, etc., que interferirán negativamente en
el cambio.
Diferente punto de vista: en algunas ocasiones, puede que todos los miembros de la
organización estén de acuerdo con llevar a cabo el cambio, pero diferirán en la forma.
Personalidad anticambio: hay muchas personas que tienen comportamientos o
conductas más estables, organizadas o estructuradas y tienen miedo al cambio.
Por otro lado, el autor identifica las siguientes herramientas para poder vencer esa resistencia
al cambio:
Información.
Formación.
Escuchar.
Hacer a las personas partícipes.
Apoyar a las personas en el proceso.
Negociar.
Imponer.
Manipulación.
Como ideas concluyentes se demuestra que la gestión del cambio dentro de la función
gerencial en la actualidad radica en la compleja necesidad de mantener en constante
evolución a la organización de forma tal que en su gestión incluya los cambios necesarios
para permanecer vigente en el contexto y mercado al cual pertenece así como en el desarrollo
de sus actividades comerciales. El enfoque de la gestión del cambio consiste no solo en
implementar estrategias sino tomarse la tarea de buscar que dichas estrategias sean las más
acordes y oportunas a la estructura organizacional así como de sus objetivos establecidos.
En tal sentido es imperativa la ejecución de gestión del cambio en toda organización que
procure la permanencia en un mercado cada vez más evolucionado y que actúe en un campo
donde los cambios cada vez más vertiginoso requieren de una transición apacible tanto para
los integrantes de la empresa como del proceso productivo de la misma.
BIBLIOGRAFÍAS
DEL CANTO Ero, Fernández Vidigal y Souza Carlos.Análisis de la gestión gerencial de las
pequeñas y medianas empresas (PyME) en Venezuela. FEUC 2013