Está en la página 1de 1

Nadie está obligado a declarar contra sí mismo, ni contra sus parientes dentro del cuarto grado de

consanguinidad y segundo de afinidad…

lo que cierto sector de la doctrina ha entendido como el derecho del imputado a mentir, ó en todo
caso, a no decir la verdad. La doctrina del Tribunal Constitucional Español, tiene establecido en
forma pacifica que: “(…) Es preciso recordar la doctrina de este Tribunal, conforme a la cual, el
acusado a diferencia del testigo no sólo no tiene la obligación de decir la verdad sino que puede
callar total o parcialmente o incluso mentir (…).”. En relación con ello, la Sala 2° del Tribunal
Supremo condiciona el valor o alcance probatorio de la declaración inculpatoria del coimputado a
la no concurrencia o presencia de una serie de factores o notas a las que atribuye una decisiva
potencialidad orientadora. Se parte, pues, de la validez como prueba de cargo de las declaraciones
incriminatorias de los coimputados, pero se impone al juzgador la obligación de examinar con
especial detenimiento el contenido de tales declaraciones al objeto de valorar su credibilidad. Tales
factores o condiciones enumerados por la jurisprudencia del T.S.J., son los siguientes: … 2° Que la
declaración inculpatoria no se haya prestado con ánimo de auto-exculpación o de desplazar al
acusado sus propias responsabilidades a un tercero…”.

Mutatis mutandi, el tribunal considera que se trata en el caso que nos ocupa, de una declaración
exculpatoria, hay equivalencia en su ratio essendi, toda vez que en la práctica las razones
advertidas para valorar (acoger o desestimar) la credibilidad del testimonio procedente del
acusado, valen por igual para el caso de una declaración inculpatoria.

Declaración inculpatoria

Declaración exculpatoria

También podría gustarte