Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Presentación:
Índice
001.- El futuro de los sacerdotes secularizados
002.- El primerísimo boletín
003.- Inicio del movimiento en España 770629
004.- Informa ASCE 770801 Carta para buscar afiliados
005.- Al Arzobispo Díaz Merchán
006.- El manifiesto de los sacerdotes secularizados 780102
007.- Con Los Pretres en foyer 780506 Informa ASCE
008.- De Vida Nueva, acogida de Tarancón 7800623
009.- Primera carta todos los Obispos 780629
010.- Una visita a Tarancón Informa ASCE 780629
011.- El Obispo Ambrosio Echebarría Arroita 780701
012.- Coordinación Boletín a 400. 780707
013.- Artículo enjundioso de Arbeloa 780929
014.- Carta a obispos 780323
015.- Documento presentado a la Conferencia Episcopal 781119
016.- Principios normativos que pueden ser aceptados por la jerarquía eclesiástica para los
sacerdotes secularizados que deseen libremente reintegrarse al ministerio sacerdotal 781119
017.- 78 1122 El periódico “Ya” publica la siguiente nota
018.- En estos meses hemos realizado lo siguiente
019.- 781212 Carta a los obispos sobre reintegración y carácter abierto de varios obispos y
envío de documentos: manifiesto y casos sangrantes de compañeros.
020.- Con Juan Pablo II hubo esperanzas al principio años 78 y 79
021.- Informa ASCE 790425 Unos argumentos irrefutables que escribimos a los Obispos en
1979
022.- Carta contundente a los obispos en mayo 1979
023.- Informa ASCE 790909 Tercera reunión nacional con Tarancón
024.- Carta a Su Santidad Juan Pablo II de la Junta Coordinadora de Sacerdotes Casados
de España
025.- Informa ASCE 8003 Involución
026.- Otra carta contundente a los obispos 15 abril 1980
027.- Informa ASCE Castidad de hombre casto
028.- Informa ASCE 800629 El involucionismo comienza
029.- Informa ASCE 801101 Retraso secularizaciones y nuevo rescripto
030.- 801208 Carta Obispos Explicación involución
031.- Informa ASCE 810301 Sobre carta al Papa por medio de Tarancón. Padre Tondi
032.- Informa ASCE 810601 Unión probable de los anglicanos y reacción de episcopado
Brasil
033.- Informa ASCE 811001 Circular nº 22 Resumen de la reunión y La Clave
034.- 811031 Nicolás Castellanos fue obispo de Palencia
035.- Carta obispos 811115 La clave retraso secularizaciones incoherencia dogmática
036.- Informa ASCE 811210 Encuesta de acción
037.- Informa ASCE 820315 nº 25 Nuestra encuesta; el primer sínodo de sacerdotes casados;
Francia; África; Lisboa
038.- Informa ASCE 820601 El sínodo La carta al Papa. Entrevistas. Francia
039.- 830801 Informa ASCE Sínodo universal de los sacerdotes casados
040.- 820901 Informa ASCE Preparativos del Sínodo
041.- 820916 A Vicarios generales de pastoral
042.- 820927 Obispos Sínodo nuestro
043.- 830201 Sínodo de los sacerdotes casados y sus esposas
044.- Estudio teológico jurídico sobre El ejercicio del orden sagrado en el sacerdote
secularizado. La Misa Cuestión teológica y moral
045.- 830629 Informa ASCE Sexto aniversario Algunas noticias
046.- 830901 Mensaje Sínodo internacional de los sacerdotes casados y de sus familias
047.- 830909 Primer sínodo mundial de los sacerdotes casados
048.- 831017 Obispos Envío Ejercicio del Orden Sagrado en el sacerdote casado
049.- 831113 Diáconos y sacerdotes casados artículo
050.- 831203 Informa ASCE Sínodo de los sacerdotes casados comunicación a compañeros.
Diáconos casados. Jubilación
051.- 840201 Obispos Diáconos y sacerdotes casados
052.- El servicio de los sacerdotes casados, artículo
053.- 840601 Informa ASCE Noticias de Sevilla Oviedo Tarragona Cáceres Francia Brasil
054.- Rescripto de secularización
055.- 841201 Informa ASCE nº 47 Levantar la voz Segunda sesión del sínodo de los
sacerdotes casados.
056.- 850202 Obispos algunos abren la mano
057.- 850601 Informa ASCE nº 49 Expectativas Cerrazón de Roma
058.- 850901 Informa ASCE nº 50 Para la asamblea de fundación de ASCE (El cambio de
ESCE a ASCE)
059.- 851201 Informa ASCE nº 51 Somos asociación civil Sínodo Ordinariato Sevilla Koening
Sello
060.- 860118 Revista Vida Nueva indispensable Asociación Junta
061.- 860122 Informa ASCE Jubilación ordinariato
062.- A obispos para jubilación
063.- 860301 Obispos Nuestro optimismo ingenuo. Asociación civil. Jubilación.
064.- 860303 Informa ASCE Retiro paro Conferencia Episcopal
065.- 860319 Informa ASCE El ordinariato oriental, una perspectiva
066.- 860521 Informa ASCE Invitación reunión Ordinariato Rito Oriental
067.- 860610 Informa ASCE Ordinariato, primavera de esperanza
068.- 860708 Pasos dados para adherirnos al rito oriental Sirio Caldeo
069.- Informa ASCE 861112 Algunas actividades de ASCE en durante 1983 a 86
070.- 861201 Informa ASCE Jubilación Ordinariato Contactos internacionales
071.- A Su Santidad Juan Pablo II
072.- 870323 Jubilación derechos
073.- 870323 Informa ASCE Jubilación Ordinariato
074.- 870401 Campaña para la jubilación
075.- 870401 Cartas a López y a Beny
076.- 870404 Los curas casados qué hacen
077.- 870407 Carta a Beny sobre Jubilación
078.- 870429 Informa ASCE Avisos y sínodo de Ariccia
079.- 870505 A F. Mantecón sobre sínodo Ariccia Mallorca
080.- A José María Beny sobre jubilación
081.- 870520 Noticias y jubilación
082.- cuentas Asce 1986-87
082A.- Asociación de sacerdotes casados de España. (ASCE) N.60
083.- 870621 Animar a la campaña jubilación
084.- 870601 Jubilación campaña cuenten años
084A.- 871002 Informa ASCE Congreso Ariccia 085.- 870606
084B.- 871201 Informa ASCE Nº 62 Testimonio Congreso de Ariccia EEUU Jubilación No
enfrentarse Rumores Chile
085.- 870606 El Ordinariato en España se ha venido abajo
085A.- 881201 Informa ASCE Jubilación futura Novedad en el proceso de secularizaciones
085C.- 880601 Informa ASCE Fieles a la Iglesia Federación Constancia Jubilación Revista
italiana
086.- 890601 Informaciones interesantes
087.- 891101 Informa ASCE Caducidad Seguridad Innocenti No dan dispensas Nº 70
088.- 891206 Estado de cuentas de ASCE
089.- Obispos Problema teológico sin resolver
090.- Carta a Alfredo Amézaga sobre reunión jubilación
091.- 900302 Jubilación moderación
092.- 900305 Suquía sobre jubilación
093.- De las cartas de Francisco Mantecón
094.- 900601 Informa ASCE Encuesta Congreso Internacional Nº 72 Juan Pablo II considera
el celibato
095.- Respeto del dogma católico
096.- 901101 Informa ASCE Nuevo cerrojazo Jubilación Canadienses Segundo Sínodo
097.- 919501 Removido de la parroquia por defender celibato opcional
098.- 910617 Obispos envío castidad de hombre casto
099.- 911001 Informa ASCE nº 76 Zampini murió Congreso internacional América Hungría
Carta que hace pensar
100.- 920311 Informa ASCE Rumos comenta
101.- 920501 Informa ASCE Nº 77 Renovarnos Grupo italiano Cosarese Mundo Negro
Informativo Corpus Secularizaciones, tabla
102.- 921110 Informa ASCE Nº 79 Amistad Congreso Alemania Checoslovaquia India
103.- 930301 Nº 82 Informa ASCE Consecuentes Sacerdocio femenino Congreso Francia
Austria EEUU Lorenzo Pérez falleció
104.- 930512 Resumen Asociación ASCE
105.- Informa ASCE Nº 83 Tercer Congreso
106.- 940401 Informa ASCE Campaña santidad sacerdotal Canon 605 Sínodo Jerusalén
Aparecemos en varias revistas
107.- 941013 Carta Holanda Casaldáliga Admitirían curas casados Arzobispo de Oporto
108.- 941101 Informa ASCE Unidos Testimonio Cerrojazo sacerdocio
mujer Paraguay Filipinas Canadá Ninguna dispensa a menores de 40 Leonardo Boff
109.- 950601 Informa ASCE Nº 88 A obispos Sacerdotes casados y derecho canónico
Micheline Lautrey
110.- 951112 Informa ASCE Nº 91 Demanda Congreso Brasilia Asociación mujeres Alemania
Checoslovaquia
111.- 960501 Informa ASCE Nº 94 Nuestra pretensión Tercer sínodo
Varias noticias interesantes
112.- 961201 Informa ASCE Nº 96 Papeles viejos Colonia experiencia Congreso mundial Sínodo de
Cuarto Congreso Internacional de Brasilia
113.- 970120 Envío Federación No puede reingresar en el clero,
a pesar de… Conseguido el que cuente nuestra permanencia en el clero para
la jubilación
114.- 980101 Que puede hacer un secularizado Guatemala Juan Pablo II Algo como traidores
115.- 980401 Informa ASCE nº 100 Estamos en Internet Carta de los sacerdotes casados a
Brasil El procedimiento para los que salen del ministerio
116.- 980501 Informa ASCE Campaña santidad sacerdotal Asce en revistas Naciones del
mundo 117.- 980601 Informa ASCE Encuesta celibato Francia Alemania
Jubilación Sacerdocio casado.- 118.- 980701 Informa ASCE Consecuentes Libro pensar
Austria EEUU
119.- 980801 Informa ASCE Francisco Mantecón muere A los señores obispos
120.- 980901 Informa ASCE Somos sacerdotes para siempre Tercer sínodo
121.- 980918 Breve historia
122.- 981001 Repasar papeles Colonia Tercer sínodo
123.- 981201 Informa ASCE Amigo sacerdote en el exilio Abuso sexual de sacerdotes Obispo
Rottenburg Inglaterra
124.- 990101 Informa ASCE Pensión jubilación conseguida Carta obispos
125.- 990201 Informa ASCE Sínodo mundial s c Alemania Checoslovaquia India Filipinas
Jubilación
126.- 990301 Informa ASCE Ayudarnos Enriquecimiento espiritual Cerrojazo sacerdocio mujer
127.- 990401 Informa ASCE Testimonio de un compañero Paraguay Canadá Filipinas
129.- 990501 Informa ASCE Asociaciones de mujeres Tercer sínodo
130.- 990601 Informa ASCE Vicente Ferrer Congreso mundial
131.- 990701 Informa ASCE Gozamos de buena salud Zampini India Holanda América latina
Hungría Irlanda A un obispo carta
132.- 990801 Informa ASCE Sobre el canon 1335 Junto al lago Constanza Escribir a los
obispos Internacional
133.- 990901 Informa ASCE Qué puede hacer un sacerdote casado En Guatemala Así ocurrió
Celibato opcional
134.- 991001 Informa ASCE Ser conscientes Estamos seguros Opinión negativa Caso
dramático Duranti
135.- 991101 Informa ASCE Renovarnos Asce a Obispos Hocfacite Encuesta Brasil (Es
repetición de 14089.- 08080 BARCELONA)
136.- 991201 Informa ASCE Nuestro adviento Atlanta congreso
137.- 991212 Los curas casados artículo
138.- 991214 VICENTE FERRER, UN SECULARIZADO DE LA TALLA DE TERESA DE
CALCUTA
139.- 000101 Informa ASCE Adviento Atlanta congreso secularizados Jerusalén Sínodo
140.- 000020 Informa ASCE Vicente Ferrer Obispos Inglaterra y Francia Fides et Ratio
encíclica
141.- 000301 Informa ASCE Siempre sacerdotes
142.- 000601 Informa ASCE Sentido de Dios
143.- 000701 Reconciliación jubileo 2000 Carta a Vía iluminativa Amigos de Madrid
144.- 000701 Muere Paolo Camellini
145.- 000717 Contestación a la petición de reconciliación
146.- 000901 Informa ASCE Pobreza
147.- 001101 Informa ASCE Sacerdote santos Reconciliación Celibato San Pablo
148.- 001231 Informa ASCE 109 Sacerdote con Cristo Más de reconciliación pedida y cartas
con Dicasterios romanos
149.- 010301 Informa ASCE Dios y el sacerdote De Francia Celibato desde mis 70
Ordenadores
150.- 010501 Informa ASCE El sacerdote de hoy y de siempre Casados o no Ortodoxos
151.- 010601 Informa ASCE Sacerdotes fríos Nuevo rescripto Muere obispo Podestá Carta
sacerdote Papa Carta Cardenal Medina
152.- 010901 Informa ASCE Pureza Milingo Podestá Brasil
153.- 010909 Pensiones en distintas naciones
154.- Carta al Vaticano del Arzobispo Emmanuel Milingo
155.- 011101 Informa ASCE Gracia carta sacerdote al papa Milingo
156.- Soy sacerdote Camellini murió
157.- 020101 Informa ASCE Nieto Jubilación
158.- 020301 Informa ASCE Francisco Mantecón muerto Milingo
159.- 020327 Los obispos desautorizan a los curas que cuestionan el celibato
160.- 020501 Informa ASCE el sentido de Dios ABC celibato pedofilia
161.- Celibato Mujeres de sacerdotes Caso Pinillos Alemania Endurecimiento pederastas
162.- Sacerdote perfección
163.- 020901 Informa ASCE Cuestionan celibato Rouco Milingo Gerona Obispo
164.- 021101 Informa ASCE Sacerdotes fríos compatibilidad Diálogo Silva Milingo 165.- 165.-
Un obispo de Quebec pide al Vaticano la secularización para poder casarse
165.- Un obispo de Quebec pide al Vaticano la secularización para poder casarse
166 y 167.- Estudio sobre el celibato obligatorio de los sacerdotes
168.- 030301Informa ASCE San Pablo y celibato 169.- Monseñor Jerónimo Podestá, el
obispo que no tuvo miedo al amor.
169.- Monseñor Jerónimo Podestá, el obispo que no tuvo miedo al amor
170.- Michael Shulz Rouco y Pinillos
171. 030501 Informa ASCE mano en el arado Bodas plata Celibato cinco siglos
172.- 030601 Informa ASCE Responsabilidades sacerdotales El obispo de Quebec secul
173.- 030901 Informa ASCE Sacerdocio de Jesucristo Déficit sacerdotes santos Pederastia El
sacerdocio es vivir
174.- 031013 Secularizados no hay petición de perdón
175.- 031001 Informa ASCE Responsabilidad
176.- 031105 Sobre las misas secas
177.- 031201 Informa ASCE Nuestro modo de ser Carta al Papa
178.- 040119 Sacerdotes casados ejerciendo en España
179.- 040301 Informa ASCE Presidente religiosos cree discutible el celibato
180.- 040501 Informa ASCE Sacerdocio de Jesucristo Incongruencia con agravio comparativo
La cantante Lauryn Hill
181.- 040601 Informa ASCE Vibrar de emoción ante el sacerdocio A. Rodríguez Palafox
informa Fray Carlos Azpíroz superior general
182.- 040901 Informa ASCE el sacerdote en la mente de Dios Maduros afective expulsión de
curas
183.- 0411 Informa ASCE celibato opcional
184.- 041201 Informa ASCE Sacerdocio de Jesucristo Viudos que ejercen
185.- 041212 Misa Carta de un sacerdote secularizado que ejerce en pequeña comunidad de
base
186.- 050101 Informa ASCE Celibato siglos IX X Palafox sacerdocio sin celibato
187.- 050321 Informa ASCE Ir para cardenal Esposo de Clelia Podestá
188.- 050501 Informa ASCE Celebraba en su casa. Celibato siglo XI
189.- 050505 Testimonio de José María Lorenzo Amelibia
190.- 060401 Benedicto X VI Antonio Suárez
191.- 060602 Un sacerdote secularizado ejemplar: Pablo Carrascal
192.- 060801 Informa ASCE Perfección Sobre el autor Joaquín Roig Pedofilia Brasil
193.- 061001 Informa ASCE Jesús se confía al sacerdote Hans Kun habla con el Papa
194.- 061201 Informa ASCE Sacerdotes santos Celibato siglo XIII Milingo
195.-070101 Informa ASCE El Vaticano reafirma el celibato Curas casados, no gracias
196.- 070201 Informa ASCE esperanza frustrada celibato para los sacerdotes católicos
197.- 070424 Extraño informe publicado por La Razón, dudamos de su veracidad Fecha 24
04 2007
198.- 070601 Informa ASCE Materialismo Celibato siglo XV Siglo XXI
199.- 070620 Sentencia del Constitucional Secularizado
200.- 070801 Informa ASCE Ser más espiritual
201.- 070909 Testimonio de Jorge Salgado
202.- 071001 Informa ASCE Pensar en Jesús Erasmo y el celibato Lectura espiritual
Pederastia Libro curioso sobre el celibato
203.- 080501 Informa ASCE ¿Por qué el celibato obligatorio de Jorge Salgado
204.- 080701 Informa ASCE Nuestro sacerdocio Admisión bodas oro
205.- 080808 ¿Puede el sacerdote casado por la Iglesia ejercer su ministerio sagrado?
206.- 080901 Bodas de oro
207.- 081101 Informa ASCE Con Cristo
209.- 090301 Informa ASCE Aunque nos hayan borrado de las listas Cura casado en Tenerife
210.- 090501 Informa ASCE Rezar por los sacerdotes Párroco casado de Tenerife Celibato
tiempos recientes
211.- 090701 Informa ASCE Almas puras Sigue Cura Tenerife De la sotana al bikini Celibato
siglo XX
212.- 090901 Informa ASCE Antonio María Zacaría Rosa Montero celibato Obispo Lugo
Pedofilia
213.- 090909 El Vaticano concede más facilidades a los curas para colgar la sotana
214.- 090909 Carta de un sacerdote que hace tiempo se secularizó
215.- 091001 Informa ASCE Raíz de los males Hijos de sacerdote
216.- 100101Informa ASCE Herman Cohen Agravio comparativo Mlingo Obispo de Minas A
favor celibato
217.- 100301 Informa ASCE Sacerdote fieles Recién secularizado carta Clelia Podestá
218.- 100425 Nuestra objeción para beatificación Juan Pablo II
219.- Informa ASCE 100501 Sentido de Dios Calvino rehabilitación A favor del celibato
220.- 100701 Informa ASCE Nueva secularización Panorama eclesial Perversiones
221.- 100901 Informa ASCE Perfección Opción libre Razones pro celibato Ordenación
mujeres
222.- 110101 Informa ASCE Raíz de los males Se casó el padre Alberto Objeciones
matrimonio sacerdotes
223.- 110301 Hermann Cohen Obispos contra el celibato Motivaciones celibatarias
Comentario de Gelo
224.- Informa ASCE 110501 Siempre sacerdotes Comentario por Celo sobre ayuda obispos
Mientras baja el cristianismo
225.- Julio - Agosto 2011 ¿Puede el sacerdote casado ejercer el ministerio…
226.- Septiembre - octubre 201 Un Jesuita que pasa a la Iglesia Anglicana…
227.- Noviembre - diciembre 2011 El amor más prohibido…
228.- Enero - febrero 2012 Los curas casados y sus esposas piden que se termine el
celibato…
229.- Marzo - abril 2012 59 años, casado, tiene tres hijos y es cuasi obispo…
230.- Mayo - junio 2012 Amarres al celibato y más.
231.- Julio – Agosto 2012 Se acaban los curas...urgen nuevos modelos sacerdotales… y más
232.- Septiembre - octubre 2012. Cada año, unos dos mil curas cuelgan la sotana, y más …
233.- Noviembre - diciembre 2012. Los sacerdotes casados dejaron el ministerio por amor; y
más…
234.- Enero - febrero 2013. El sínodo de octubre de 2012 y más…
235.- Marzo - abril 2013 Carta de Oswaldo Luna y otras cosas
236.- Mayo - junio 2013 El Vaticano no es toda la Iglesia y otras…
237.- Julio - Agosto 2013 Papa Bergoglio y…
238.- Septiembre - octubre 2013 Almodóvar dice al Papa y…
239.- Noviembre - diciembre2013 Luchar contra el desengaño y…
240.- Enero - febrero 2014 Siguen las secularizaciones y…
241.- Marzo - Abril 2014 Las palabras de Parolín y…
242.- Mayo - Junio 2014 Ovejas sin pastor y más
243.- Julio - Agosto 2014 Un año de pontificado y…
244.- Septiembre - octubre 2014 Me felicitó Castillo y…
245.- Noviembre – Diciembre 2014 Un profesor gay y más
246.- Enero – Febrero 2015 26 amantes de sacerdotes…
248.- Mayo – junio 2015 Mensajes de Parroquín
249.- Julio – Agosto 2015 Testimonio de
250.- Septiembre – Octubre 2015 Algo interesante de Benedicto
251.- Noviembre – Diciembre 2015 Envíos de Juan Díaz Parroquín
252.- Marzo – Abril 2016 Más de Juan Díaz Parroquín
253.- Mayo - junio 2016 Más de Juan Díaz Parroquín
254.- Julio – agosto 2016 Conclusión aportaciones de Juan Díaz Parroquín
255.- Septiembre – octubre 2016 El obispo Taltavull defiende que la Iglesia "repiense" la
cuestión del celibato obligatorio.
256.- Noviembre – diciembre 2016 Rufo González, y su experiencia de sacerdote
secularizado a edad avanzada, manifiesta su pensamiento.
257.- Enero – febrero 2017 sigue el testimonio de Rufo González
258.- Marzo – abril 2017 Sigue el testimonio de Rufo González
259.- Mayo – junio 2017 Sigue el testimonio de Rufo González
260.- Julio – agosto 2017 Sigue el testimonio de Rufo González
261.- Septiembre – octubre 2017 Concluye el testimonio de Rufo González
262.- Noviembre – diciembre 2017 Muchos curas se salen porque no aguantan la tristeza del
soltero.
263.- Enero – marzo 2018 Braz d'Aviz pide a frailes y monjas que reflexionen sobre su "vida
afectiva y sexual".
264.- Abril – junio 2018. ¿POR QUÉ NO SE HA HABLADO MÁS DEL TEMA?
265.- Julio – septiembre 2018 Sacerdotes casados “están en mi agenda”: dijo Francisco.
266.- Octubre – diciembre 2018 ¿Curas casados? Por Juan Díaz Parroquín .
267.- Enero – marzo 2019 El Papa se reúne con siete ex curas y sus esposas
268.- Abril – mayo 2019 Dirigentes de la Iglesia, ¡convertíos al Espíritu de Jesús!
269.- Junio – julio 2019 Cambios de pueblos para evitar peligros
270.- Agosto – septiembre 2019 Juan XXIII dio la gran noticia. Testimonio
271.- Octubre 2019 RMA ASCE. Trabajé lo mejor que pude en mis parroquias. Testimonio
272.- Noviembre – diciembre 2019. Aquellas famosas secularizaciones.
273.- Enero – febrero 2020. El Papa Francisco y los Sacerdotes "secularizados"-
274.- Marzo – Abril 2020. Nicolás Puente Carta al papa de un sacerdote secularizado .
275.- Mayo – junio 2020. El derecho al matrimonio es natural.
276.- Julio – agosto 2020. Ese fue el origen de la práctica de las "secularizaciones".
277.- Septiembre – octubre 2020. Ciertos enigmas.
278.- Noviembre – diciembre 2020. De una carta. El padre Arrupe con corazón.
279.- Enero – febrero 2021. Estudio a fondo el problema de la misa. “Los medios
sobrenaturales” ¿al servicio de la ideología celibataria?
280.- Marzo – abril 2021. Fervor en amistad. Aquel obispo, Fernando Lugo. Defensa de
peligros con ascética “verdaderamente viril” (¡perdonen las mujeres!).
281.- Mayo – junio 2021.- Lectura y espiritualidad. La fraternidad sacerdotal para proteger el
celibato. Caridad con los hermanos en peligro.
282.- Julio – agosto 2021. Intento vivir según mi lectura y meditación. ¿Y si NO es de
institución divina la orden de no casarse quien la ordena ? El diablo. Mejor enfoque:
comunión de espíritu y de vida. Segundo.
283.- Septiembre – octubre 2021. Conservador y liberal. El cardenal O'Brien lo pedía ya el
año 2013 que los curas puedan casarse si así lo desean. “La controversia sobre el celibato”
después del Vaticano II (16). (Comentarios a “Sacerdotalis Caelibatus”, de Paulo VI).
284.- Noviembre – diciembre 2021. Dos décadas de fervor. En los años 70, con Tarancón,
tuvimos mucha esperanza de reintegrarnos en el ministerio. El celibato de los curas se puede
discutir.
Muchas revistas y periódicos se han hecho eco de estas reacciones, y han tomado
parte por uno, por otro o por el de en medio, o se han limitado escuetamente a recoger
opiniones.
Parece que organizó comunidades de jóvenes de ambos sexos que vivían en castidad
perfecta, pero sin votos, con un compromiso o decisión más o menos estable. En cualquier
momento, sin trabas de ninguna clase, podían contraer matrimonio si lo deseaban. Lo
absoluto en la vida religiosa: votos definitivos, compromisos de por vida, es muy posterior a
los tiempos apostólicos.
El CONCILIO DE ELVIRA
A partir del siglo III se convierte el sacerdocio en una función social. No era todavía una
obligación el renunciar al matrimonio para servir a Dios como sacerdote. La Didascalía no
indica que los clérigos fuesen en este punto diferente de los demás hombres. Pero existía una
corriente que impulsaba al celibato a los que recibían las órdenes mayores.
El concilio español de Elvira, del año 300, basándose en la tendencia existente, dice:
“Está prohibido a los obispos, sacerdotes y diáconos, es decir a todos los clérigos
consagrados al ministerio del Altar, mantener comercio con sus mujeres y engendrar hijos; y
quienquiera que infrinja esta prohibición será depuesto de la clerecía”. Medida rigurosa de un
concilio particular, pero que tuvo una importancia inmensa en toda la Historia de la Iglesia
Occidental.
A partir de Elvira se fue implantando la costumbre como ley. Ley que entonces no se
cumplió. Constantemente se transgredía esta disposición de continuo ha habido un forcejeo
entre jerarquía de la Iglesia y el clero; para sostenerla los primeros y liberarse los otros de esa
normativa. En la última década que nos precede ha sido mayor el forcejeo. Recordemos el
concilio de Holanda y el Sínodo de 1971.
Ha habido largas épocas en las que era poco menos que imposible que los clérigos
consiguieran la dispensa del celibato. Se exigía para ello la falta de libertad en el momento de
la ordenación o la ignorancia de las obligaciones que asumían. Mas para que nadie pudiera
alegar esto último, era preceptivo a los futuros ordenandos formular un juramento en el que
afirmaban que conocían las obligaciones respecto al celibato que iban a abrazar.
En el pontificado de Pío XII era muy difícil todavía, aun comprometiéndose el sacerdote
a no ejercer el ministerio, obtener autorización para el matrimonio. No obstante hubo varios
casos en que los pastores protestantes, convertidos al catolicismo, podían hacer vida
matrimonial y pertenecer a la clerecía y sacerdocio católico.
Juan XXIII por razones humanitarias, comienza a conceder dispensas para contraer
matrimonio a sacerdotes, aun sin existir las causas canónicas de falta de libertad o ignorancia
de compromisos en el momento de la ordenación.
El 24 de junio de 1967 publica Paulo VI una encíclica sobre “El celibato sacerdotal” en
la que de modo oficial se regulan los casos de dispensa. Los números 83 a 87 de la misma
tratan sobre el particular. Y sorprende el tenor con que están redactados estos números:
hablan de que el corazón del Pontífice se vuelve con paterno amor hacia aquellos hijos
“desgraciados”, mas siempre queridísimos, que manteniendo en su alma impreso el sagrado
carácter, fueron o son desgraciadamente “infieles” a las obligaciones contraídas. Repite otras
dos veces la palabra “desgraciado” refiriéndose al sacerdote liberado de sus votos. Califica de
“defección” el hecho de pedir y obtener la secularización. Contrapone al dispensado con el
gran número de sacerdotes sanos y dignos.
EL RESCRIPTO DE SECULARIZACIÓN
Pasados unos meses, si el tribunal de Roma cree que es justo y hay causa para ello, otorga un
rescripto “de gratia” en el que se libera al sacerdote totalmente de sus cargas y derechos
inherentes a la ordenación. En él se exige:
- Que el sujeto no debe personarse en los lugares donde su condición sacerdotal sea
conocida, aunque el Ordinario puede dispensar de este requisito.
- El prelado ha de procurar que el matrimonio se celebre sin pompa, con dos testigos,
y el acta del mismo se guarde en el archivo secreto de la curia. Si bien por cuestión
de la fama y de los derechos económicos y sociales de los interesados, con cautela,
se puede dar conocimiento del matrimonio.
- En el libro de bautismo de la parroquia de los contrayentes se anotará como nota
marginal un aviso, de modo que cuando se requiera certificación de aquella partida,
se ha de consultar al Ordinario del lugar.
- Al dispensado se le prohíbe:
- Cualquier ejercicio del Orden sagrado, excepto la absolución en peligro de muerte.
- Cualquier oficio pastoral.
- Tomar parte destacada en una acción litúrgica donde se conoce su condición de
sacerdote. (Ejemplo, no puede leer la epístola ni ayudar a Misa).
- Ser director de una escuela católica o profesor de religión. De esto puede dispensar
el obispo en casos particulares.
Todo esto crea una amargura profunda en el que está viviendo estas circunstancias.
Después de tal vez muchos años de servicio a la Iglesia; después de luchar por mantener a
flote su compromiso, acaso con pérdida de su salud psíquica; después de comprobar en
conciencia que le conviene, por las causas que sean, cambiar de rumbo su vida, no se le da
ni siquiera las prerrogativas de un jubilado en cualquier profesión. U... ¿a qué hemos llegado?
¿Jubilado del sacerdocio de Cristo?
Pero lo cierto es que ni siquiera se les trata como jubilados profesionales. Tienen ellos
que esconder, como si fuera una ignominia el sacerdote, solamente porque recibieron el santo
sacramento del matrimonio. ¿Cómo se puede entender?
UN PROBLEMA TEOLÓGICO
El sacramento del Orden imprime carácter y a todo el que lo recibe da derecho , como
los demás sacramentos, a usar de él. Pensemos por un momento en un bautizado a quien se
le prohíba ir a Misa, en un casado a quien se le prohíba el uso del matrimonio. Y que esta
prohibición no sea temporal, sino de por vida. y que esta prohibición no sea punitiva, sin
graciosa, como es el rescripto de secularización.
¿Hasta qué punto puede la jerarquía no solo dispensar de obligaciones, sino prohibir
todo uso de un sacramento?
Sí: para dejarlos totalmente marginados del ejercicio ministerial se empleará aquella
frase del Evangelio: “El que pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás, no es digno de
mí”. ¿Pero es ese el sentido del Evangelio? Y aun siendo buena la interpretación del texto, no
todo secularizado ha echado la vista atrás. No se puede generalizar. Recordemos lo
anteriormente expuesto: de hecho estos sacerdotes no han sido libres al tener que dejar el
ministerio sacerdotal, sino que al pedir la dispensa del celibato les ha sido otorgada con la
exigencia de dejar el sacerdocio activo.
Los primeros contactos con la vida seglar son duros, por lo general. Tienen que hacer
frente, ya en edad madura, a la situación económica, preparación técnica... Conozco casos de
necesidad de estudiar y, para sufragar sus gastos, trabajaban hasta altas horas de la noche;
casos de emplearse en carga y descarga de barcos; tareas de peón de fábrica y vendedores
de periódicos. Junto a esto, obsesión por guardar secreto de su anterior estado, por si le
pudiera perjudicar a la hora de encontrar trabajo. Sin embargo, a la hora de la verdad, este
detalle no suele tener importancia. La gente lo acepta con total sencillez. Más aún, confía en
él como en una persona cualificada. Muchos están colocados en puestos de responsabilidad y
cumplen a la perfección.
La familia suele ser la que más difícilmente acepta los hechos. Durante varios meses
abundan los disgustos y sinsabores. Después del matrimonio, cuando llega el primer hijo, todo
se suaviza.
La actuación social del secularizado, en los casos que conozco, es buena: personas
inquietas por el bien de los demás, saben aceptar compromisos nada cómodos, aun a costa
de emplear en ellos largas horas, con testimonio auténticamente cristiano.
Normalmente cumplen el rescripto de secularización, en cuanto a la prohibición del
ejercicio del ministerio sacerdotal. Cuantos lo ejercen lo hacen en la clandestinidad, eso no es
deseable para la mayoría.
Sí podemos decir que entre ellos hay muchos que se sienten y, de hecho, están
marginados por la jerarquía. Queda muy grabado lo de “desgraciados”, “defección”, “han
vuelto la vista atrás”, “no son dignos”. Quizás, guiándose de esta palabras (con una
interpretación más papista que el Papa), un señor importante de fuera de España respondía a
un exclérigo que le pedía trabajo: “¿Cómo me voy a fiar de quien desertó del sacerdocio? ¿No
traicionará también la empresa que yo le encomiende?”.
Urge una reconciliación. En algunos países de América se les admite como seglares
cualificados para dirigir movimientos apostólicos. Pude ser éste un primer paso para la
reconciliación.
Un paso importante sería dar opción a reintegrarse en el sacerdocio a los que algún día
se secularizaron, después de revisar su expediente y verificar su actuación como cristianos
durante los años que llevan casados. Supuesta esta verificación, incorporarse como dirigentes
en comunidades de base, previa aceptación de aquel grupo cristiano.
Más adelante dejar el matrimonio opcional dentro del clero. Todo esto convendría
realizar gradualmente, sin prisa, pero sin pausa. La Iglesia nunca ha tenido tanto empuje y
vitalidad como en los tiempos apostólicos, y entonces el celibato era del todo opcional.
La virginidad seguirá siendo una joya en la iglesia, ¡y joya sin ganga! Así lo quiso
Cristo. Pero con total libertad; con la posibilidad en cualquier momento para aquel que vive en
castidad perfecta de contraer matrimonio. Y el que permanece firme en su corazón, en pleno
uso de su libertad y sin presión alguna, siga siendo virgen como testimonio del Reino de los
Cielos. Entonces la virginidad será el gran testimonio.
José María Lorenzo Amelibia. Publicado como “pliego Vida Nueva” , nº 1077, el 27 de
abril de 1977.
002.- El primerísimo boletín 770625
Querido amigo: hace unos días nos juntamos unos curas secularizados para comentar
un poco el último “Surge”, dedicado por completo a nosotros, y el pliego “Vida Nueva” 1077,
de fecha 27 abril 1977 sobre “El futuro de los sacerdotes secularizados”.
Nos pareció buena idea repetir estas reuniones y buscar direcciones de compañeros e
invitar a todos los que viven en Vitoria a los sucesivos encuentros. ¿Para qué? en principio
para tratarnos un poco, poder ayudarnos, ponernos al corriente de lo que se hace en algunas
provincias entre secularizados, escucharnos.
Con esta carta convocamos a los siguientes compañeros: Michel Fernández, Ortega,
Arechavaleta, Arriota, Beltrán, Ocenda, Ramos, Lorenzo, Bravo, Estívariz, Pascual, Arbina,
Salvidea, Elguea y Guridi.
Estos fueron los primeros pasos en España del movimiento de sacerdotes dispensados
(secularizados) que seguían sintiéndose sacerdotes de verdad.
Álava y Mallorca fueron las primeras provincias de España que comenzaron con el
movimiento de sacerdotes dispensados (secularizados) .
El primer grupo de España de curas casados fue ASCE (Asociación de sacerdotes Casados
de España). Esta carta cuenta los inicios.
Querido amigo: Hasta hace poco tiempo nuestro asunto “Cura secularizado” era algo tabú.
Me puedes creer que desde hace siete años he intentado publicar un artículo sobre nuestro
problema y me lo devolvían de todas las revistas. Por fin apareció en el número 1077 de Vida
Nueva en abril de este año 77,con el título “El futuro de los sacerdotes secularizados”.
Atención, secularizados:
Los sacerdotes secularizados de Álava y Mallorca nos dirigimos a todos los compañeros de
España para animarnos en lo siguiente:
2º.- Lograr algún día la reintegración en el sacerdocio ministerial del que lo desee, y como
sacerdote casado. Conseguir por parte de la jerarquía una reconciliación con nosotros pues
nos consideramos injustamente marginados y tratados. Lograr que los años de ministerio
sean considerados laboralmente como un servicio social. Y por fin, que el celibato del clero
sea declarado como algo opcional.
3º.- Es necesario coordinarnos para conseguir nuestra unión. Reuniones por provincias,
regionales y nacionales.
4º.- Agrace remos a todos los sacerdotes secularizados os pongáis en contacto con los que
viven en la misma provincia. Provisionalmente nosotros haremos de coordinadores. (Vienen
luego las direcciones de los primeros coordinadores).
5º. Pedimos la colaboración tuya; la de todos. De buenas fuentes sabemos que el futuro papa
va a ordenar a casados. Cuando estro llegue hemos de estar preparados y decir al unísono:
¿Y nosotros, qué?
A raíz de todo esto hemos comenzado unos cuantos a movernos en diversos lugares
de España. Deseamos unirnos. Son diez las provincias en que comienza esta inquietud:
Álava, Navarra, Valencia, Mallorca, Santander, Sevilla, Canarias, La Coruña, Zaragoza y
Vizcaya. Sabemos que en Málaga y en Oviedo están organizados, sin que todavía hayamos
logrado contactar con ellos. Cuando estemos bien unidos se oirá clara nuestra voz:
- Hemos sido insultados por altas jerarquías sin que todavía se hayan
reconciliado con nosotros.
- Hemos sido humillados en muchas ocasiones.
- Se nos ha marginado en la Iglesia dejándonos por debajo de cualquier fiel
cristiano.
- A pesar de todo, el pueblo cristiano nos acepta, nos respeta y nos acepta.
Estamos ahora elaborando el siguiente comunicado, para lanzarlo por los medios de
comunicación.
Atención secularizados:
1.- Nos reunamos por provincias para ayudarnos en todos los sentidos y a trabajar por:
- Que la jerarquía se reconcilie con nosotros, pues hemos sido injustamente
marginados como cristianos y tratados como desgraciados e infieles.
- Esta reconciliación exige, a nuestro juicio, que se readmita en el ministerio sacerdotal
a quienes lo deseen, como casados.
- El ministerio en el sacerdocio sea conmiserado como sustitutorio del servicio militar;
como un servicio social prestado.
- Lograr el celibato opcional dentro del clero.
2.- Para conseguir nuestra unión hemos de coordinarnos por provincias, regiones y
naciones.
3.- A continuación os ofrezco una serie de direcciones para que poneros en contacto. Y
pedimos tu colaboración en este asunto. (A continuación vienen las direcciones). Saludos, etc.
(Carta enviada a todas las direcciones que disponíamos; alrededor de doscientas).
1º.- Somos personas, hijos de Dios, a quien amamos; y nos sentimos heridos por la
postura que dirigentes de la Iglesia han tomado con nosotros, considerando nuestra petición
de dispensa al celibato como defección. Nos han llamado “desgraciados”, contraponiéndonos
al “gran número de sacerdotes sanos y dignos”; aplicándonos el texto del Evangelio “El que
pone la mano en el arado y echa la vista atrás, no es digno de mí”, a la no aceptación futura
en el sacerdocio, aun cuando en el futuro se ordenara a hombres casados. Todo esto se ha
envuelto en un aséptico “maternal amor”, que en nada refleja el amor de la Iglesia de Cristo.
2º.- Nos sentimos injustamente marginados no sólo como sacerdotes, sino incluso
como cristianos al impedírsenos (¡abusivo precio de una dispensa!) muchas actividades
limosneadas a los seglares.
3º.- Pedimos a los pastores que rigen la Iglesia que consideren ante Dios Padre su
actitud hacia nosotros; retiren las frases ignominiosas que nos han dirigido; comprendan con
amor y respeto nuestra determinación. Todo ello en un afán de hermandad y reconciliación
sincera.
5º.- Pedimos que dentro del sacerdocio, el celibato sea opcional y libre. Con ello
brillaría de verdad la virginidad, y el sacramento sería para el bien del Pueblo de Dios. No
debe ser una imposición a una función ministerial.
Vino a Vitoria el 3 de Mayo Jaime Muñoz, de los equipos “Pretres en foyer” de Marsella.
Con él pudimos dialogar varios secularizados. Os transmito algo de lo allí comentado:
“Hay un número considerable de obispos que consideran digno de ser tratado a nivel
de Conferencia Episcopal. Pero ningún obispo, hasta ahora se ha comprometido a nada; y por
supuesto, ni soñar de que nos admitan en el Padre la carta que enviaremos. Trata ejercicio
del Ministerio sacerdotal, porque no está autorizado por la Santa Sede. Se ha comprometido a
entregar al Santo sobre la reintegración en el ministerio sacerdotal.
Nota Posterior, comentario. Fue grande nuestra ilusión y nuestra ingenuidad al ver a
Tarancón tan abierto. Transcurrido el tiempo nos pareció todo pura estrategia para no
soliviantar nuestros ánimos. Pero enseguida nos temimos que no hizo nada de nada, ya que
nada nos comentó posteriormente. Diplomacia eclesiástica.
Por otra parte, también nos sentimos molestos de las frases hirientes para nosotros,
que en diversos documentos del Vaticano se han dicho, y del tenor duro del rescripto de
secularización.
1ª.- El tenor del mismo pudiera parecer revanchista, sin embargo hemos de confesar
que en general los obispos de España se han portado bien con nosotros. Es muy dolorosa, en
cambio, para nosotros la actitud del Vaticano; nos parece injusta tanto en alguna encíclica
como en el tono del rescripto de la dispensa.
3ª.- Queremos por parte de los obispos una declaración de amplia acogida; no como
seglares cualificados ni como diáconos, sino como sacerdotes, a quienes por imposición
jerárquica se nos excluyó del ministerio. Que los obispos nos acepten como copartícipes de la
acción pastoral diocesana; y que se comprometan a solucionar el estado poco equitativo en el
aspecto teológico, y según muchos antievangélico en que se nos colocó. (Nota posterior:
Nada hicieron los obispos en este sentido).
4ª.- Pensamos que no tardará el día en que se ordene a hombres casados. Creemos
que antes de abordar este problema habría que solucionar en nuestro. y que también se
solucione el celibato y sea opcional entre quienes siguen en el clero. (Nota posterior: nada se
hizo, nada se ha hecho).
5ª.- Deseamos que un obispo sea delegado por la Conferencia Episcopal para
relacionarse con nosotros y ser nuestro portavoz ante la Iglesia con la que nos sentimos en
comunión. (Nota posterior: nada se hizo, nada se ha hecho; nada sabemos que se hiciera;
nunca posteriormente nos comunicó nada Tarancón ni oficial ni oficiosamente. En la
entrevista Tarancón nos hizo confidencias de tipo eclesial que posteriormente entre nosotros
decidimos no divulgarlas; sabía Tarancón quedar bien con sus interlocutores).
La acogida de Mons. Tarancón fue cordial. Habló sin reservas. Incluso pareció
comprometerse en serio. Parecía que hacían suya nuestra inquietud. Prometió llevar el
documento a la Permanente, como primer paso. Dijo que en este primer paso no sería posible
una declaración conjunta. Prometió tocar los puntos claves en el Vaticano y transmitir nuestro
sentir. (Nota posterior: nada se hizo, nada se ha hecho; nada sabemos que se hiciera; nunca
posteriormente nos comunicó nada Tarancón ni oficial ni oficiosamente).
… No sé qué decirte por carta sobre el tema que nos propones. Pero, sin espíritu
oportunista, puedo decirte que a mí también me hace pensar vuestro caso, sin que todavía
vea una solución. Tengo amigos secularizados; incluso a alguno le casé yo mismo siendo ya
obispo. Y todos ellos están en una actitud parecida a la tuya, viviendo su fe de cristianos en
un hogar, dispuestos a ser útiles a la Iglesia a la que maman, bastante o mucho olvidados de
estamento clerical, aunque no de sus amigos personales. He hablado muchas veces de mis
compañeros obispos sobre vosotros, incluso en alguna intervención en el salón de la
Conferencia Plenaria y en reuniones de la provincia eclesiástica. Pero la cosa no pasó de una
intervención hablada sin trascendencia, sin comentario, sin opción por parte de nadie ni de mí
mismo.
Tampoco sé lo que podría hacer por mi parte. Pensé que, por lo menos, podría ser
buen amigo de los que fueron mis amigos. la verdad es que no he hecho más. Pero, si me
necesitas, y puedo hacer algo por ti y por tus compañeros, me gustaría hacerlo.
Pienso en las dificultades de tus deseos, pero lo menos en que se realicen al cien por
cien, pero se puede empezare por un porcentaje menor, y llegar hasta donde se pueda o la
prudencia aconseje o la Iglesia lo necesite.
Como tú dices, vamos a orar, y ponernos a la escucha. Quizás esta actitud nos ayude
a entendernos mejor y a acercarnos. Si tengo ocasión me gustaría localizarte verte y
conocerte. Recibe un cordial abrazo de tu amigo: Ambrosio Echebarría Arroita.
A raíz de una serie de cartas y el pliego “El futuro de los sacerdotes secularizados” ,
publicados en la revista “Vida Nueva” en abril 1977, fuimos carteándonos un grupo de
compañeros, y entre todos pensamos que lago debiéramos hacer. Nos sentíamos con fe,
despreciados por algunos altos jerarcas, y pensábamos que había que buscar cauces de
solución, para que no se pierdan en la Iglesia unas fuerzas que deben conservarse.
Pensábamos que los dirigente de la Iglesia debieran abrirse a un diálogo con nosotros, y no
considerarnos injustamente como “renegados”.
Compusimos un manifiesto dirigido al Pueblo Cristiano, que, en resumen, decía así:
a) Sentimiento por la postura de jerarcas hacia nosotros.
b) Que consideren ante Dios su postura de cerrazón.
c) Reconciliación por su parte con nosotros que se conseguiría con su compromiso de
trabajar por reintegrar en el sacerdocio a quienes lo deseen.
d) Celibato opcional en el clero.
e) Mentalización del pueblo cristiano para que comprendan que celibato y sacerdocio
son dos cosas distintas y separables.
Con este manifiesto, firmado por 80 compañeros de toda España, acudimos doce a
entregárselo a Mons. Tarancón, el día 17 de Junio 1978, y a la vez le hicimos entrega de otro
escrito dirigido a la Conferencia Episcopal que en aquellos días se reunía. Su acogida fue
cordial y abierta, y prometió llevar nuestra inquietud a los obispos y al Vaticano. Reconoció la
dificultad que habría en vida de Paulo VI. Hoy ya esto no tiene lugar.
Este mismo día nos reunimos por la tarde y llegamos a las siguientes conclusiones:
1.- Ir formando en todas las provincias equipos de sacerdotes casados en los que
estudiaríamos nuestra identidad y nuestra doble proyección apostólica en el pueblo. Todos los
grupos tendríamos plena autonomía tanto a nivel provincial como de equipo.
2.- Lo específico de nuestro sacerdocio es mantenernos encarnados en el Pueblo; no
ser clerical; mantener unión con la Iglesia local y a través de ella con la Universal.
3.- Coordinarnos entre nosotros. Para ello se nombró coordinador a José María
Lorenzo Amelibia, quien coordinara las zona Norte. Coordinador de Zona Centro de España:
Roque Losada Cosme, de Madrid. Zona Este: Antonio Davia Sánchez de Valencia. Zona
Oeste Antonio Suárez. Zona Sur Francisco Chaparro. Tesorero Francisco Mantecón.
Secretario, Ángel Lozano Conesa.
4.- Se deja a título voluntario entregar alguna cuota para gastos diversos.
5.- Procurar hacer entrevistas, mesas redondas, etc. a nivel provincial, por prensa y
radio. A nivel nacional, a través de “Vida Nueva”, “Ecclesia” e “Interviú”.
Estamos unidos con los equipos de Francia “Pretres en Foyer”, y buscamos conexiones
a nivel mundial.
Nuestra postura no ha de ser de revancha, sino de servicio y de fe. Empujar para que
se reconozca este estilo de sacerdocio distinto dentro de la Iglesia. Sería un buen paso para
sanear ciertas estructuras caducas.
Todos los cargos de aquí son de mero servicio. Podemos hacer muchas más cosas y
hemos de pensarlas entre todos.
Julio de 1978
Coordinación de equipos de sacerdote casados de España. Pocos años más tarde nos
reconocimos legalmente con el nombre de ASCE (Asociación de Sacerdotes Casados de
España).
Trascripción de esta circular en ordenador, 32 años más tarde. Nada conseguimos después
de aquellas esperanzas. En la Iglesia todo va con una lentitud inefable. Y la involución desde
Juan Pablo II es cada vez mayor.
013.- Artículo enjundioso de Arbeloa Muru 780929 a favor del
movimiento de los curas dispensados.
Recibo una circular que me envía desde Vitoria mi amigo José María Lorenzo Amelibia,
cura navarro secularizado hace unos años. Desde entonces no ha parado de trabajar junto a
otros compañeros con igual situación y parece que ha conseguido, por lo menos, dos cosas:
hacernos pensar a muchos sobre su suerte, y lo que es mucho más importante, crear por toda
España unos grupos de curas casados, que quieren seguir siendo eso, de lo que nunca se
han avergonzado: curas.
He aquí un hecho: Centenares de curas, que ellos se llaman dispensados, han creado
un movimiento de unión y de fe, sintiéndose en comunión con la Iglesia y queriendo buscar
dentro de ella su figura de sacerdotes casados. Este es un hecho nuevo en nuestra Historia,
un hecho constructivo, que exige una visión clara, una interpretación inteligente y una
resolución fiel al Evangelio de Jesús.
Junto a este hecho, un dolor. Un dolor que muchos de ellos, o todos ellos, arrastran
hace tiempo. El de sentirse marginados, al menos oficialmente de las tareas pastorales;
molestos por frases hirientes, incluso de altas jerarquías de la Iglesia; molestos y tristes
también – pero no desanimados ni descorazonados – ante tantos silencios, olvidos,
incomprensiones, burlas, estribillos, muecas y rechazos. Aquí tal vez estemos incluidos
muchos de nosotros que – no habiéndonos sentido nunca en la altura del razonamiento y del
afecto, distantes y mucho menos lejanos – hemos creído demasiado cómodamente que la
cosa se resolvería sola, que había que entregarse entretanto a menesteres más acuciantes y
más radicales, que en definitiva ese celibato es una cuestión marginal, etc.
Hay junto a ese dolor un caudal de energía. Una energía desperdiciada en la Iglesia de
hoy, cuando en un mundo tan frívolo, tan indiferente, tan insensible, tan volcado sobre el
cotidiano y terrestre quehacer, son tan necesarios “todos los hombres que ofrezcan un
testimonio de Dios, de Cristo, de trascendencia, sin despreciar una sola fuerza”.
Tienen en cuenta una constante histórica: en la Iglesia, como en toda sociedad, los
movimientos suelen brotar de la base, se empinan hacia la cumbre, haciéndose después
costumbre, doctrina, regla- ¡Cuántas aventuras históricas se hacen luego canon, norma de la
historia diaria!
No se sienten solos ni dentro ni fuera de España. Tienen un precedente, el de los curas
franceses casados – bien vistos, a lo que parece, por buena parte de los fieles, – con los que
tienen relaciones, y cuyo ejemplo les anima sin duda a seguir por el camino emprendido.
De acuerdo, eso sí, en orar y trabajar juntos. ¿Quién habla ya de esto? Gracias por
recordárnoslo. Y trabajar juntos ¿por qué no? Vamos a ver ahora cómo, dónde, cuándo y
cuánto.
Bueno, yo no tengo ni un tajo de viña para invitaros a faena alguna. Pero otros lo
harán.
Casados con mujer o casados con otras cosas, acontecimientos, etc. somos muchos
los que creemos servir a Dios y al Pueblo (al Pueblo de Dios) de maneras diferentes. No
estáis solos. No debemos ni podemos estar solos.
Con un abrazo plural, vuestro amigo y compañero. Víctor Manuel Arbeloa. (El Ciervo,
35 septiembre 1978)
A nivel nacional “Vida Nueva” del 1 de Julio y Ecclesia, del 15, publicaron sendas
crónicas de nuestra entrevista con el Cardenal, nuestra aspiración y el manifiesto
escrito a la Conferencia Episcopal. En periódicos de provincias van saliendo
referencias, lo mismo en emisiones radiofónicas. Estamos asimismo en comunicación
con los grupos franceses de sacerdotes secularizados.
Nota: treinta y dos años más tarde, cuando transcribo la carta: Con el
pontificado de Juan Pablo II llegó la involución. Los obispos que nos apoyaban fueron
jubilándose. Hoy no podríamos ni soñar en una reintegración (marzo del 2010)
La Historia Eclesiástica de Daniel Rops, tomo IX Pág. 41, dice que en el siglo XIX “en el
equipo Migne trabajaban muchos sacerdotes dispensados franceses, y así se les ayudó en el
problema vital de la propia subsistencia.
Creemos que hoy, a nivel nacional, se podía por parte de la Iglesia española dar
trabajo en casos concretos, a los sacerdotes secularizados que vivan en acuciante problema
de desempleo. ¿Quién mejor que estos compañeros pueden llevar labores que se
encomiendan a seglares: asistencia social, puestos remunerados de Cáritas, profesores de
colegios diocesanos, oficinas de curias, sacristanías, etc.
Nos dirigimos a la Conferencia Episcopal para que dé luz verde a esta iniciativa. No se
trata de dar solución laboral a todo que salga del clero, pero sí a los casos que en un
momento dado viviendo el duro problema del desempleo.
016.- Principios normativos que pueden ser aceptados por la
jerarquía eclesiástica para los sacerdotes secularizados que deseen
libremente reintegrarse al ministerio sacerdotal 781119
Esta postura se escuchó con gran atención y respeto por parte de todos, aunque la
mentalidad de nuestra asociación es la de no obrar contra la jerarquía.
Se habla de asuntos económico. Se acepta la proposición de un compañero que
propone no pagar nada, ninguna cuota. Que cada uno voluntariamente y cuando quiera
entregue lo que le parezca al tesorero.
Querido Señor Obispo: El día 19 de noviembre tuvimos nuestra segunda entrevista con
el Señor Cardenal los sacerdotes dispensados coordinadores de nuestro movimiento. le
hicimos entrega de los documentos que adjuntamos y sometemos a su consideración. Él
personalmente los aceptó con apertura. Respecto al primero, el de los posibles principios
normativos para la reintegración, le pareció a que los obispos no les parecería mal. Respecto
al segundo, el de los casos angustiosos de los secularizados sin conseguir un puesto de
trabajo, pensaba que, en caridad, y en parte también en justicia, deben ser atendidos por la
Iglesia.
Han respondido 22 obispos con carácter muy abierto. Los siguientes: Azagra, Belda,
Bellido, Buxarrais, Díaz Merchán, Domínguez, Echarren, Echebarría, González Moralejo,
Iniesta, Moncadas, Osés, Peralta, Setién, Infantes Florido, Iguacén, Castellanos, Álvarez,
Mauro Rubio, el Nuncio, Tarancón, Moralejo.
Con mansedumbre activa estaremos con frecuencia junto a ustedes y junto a los
medios de comunicación, para recordar que somos y nos sentimos sacerdotes. Estamos
convencidos de que será para el bien de la Iglesia nuestra vuelta al ministerio.
Boletín marzo 79
¿El nuevo Papa, ¿Juan Pablo II, se irá abriendo al ritmo que los tiempos exigen?
Muchos piensan que no hay nada que hacer respecto a la reintegración en el ministerio
sacerdotal de los dispensados, ni del celibato opcional de los clérigos. Sin embargo, leemos
en la revista “Selecciones del Redader’s Digest” lo siguiente acerca de Juan Pablo II. “Está
interesado en puntos del temario del ala liberal – divorcio, celibato y cosas semejantes – opina
que estos problemas deben tratarse conjuntamente por sacerdotes y seglares, no merced a
compromisos posteriores desde las alturas”.
Enviaremos una carta a los obispos. Mandad sugerencias. Aquí escribo el borrador:
Querido Señor Obispo: Ante todo nuestro agradecimiento a los 24 obispos que nos habéis
escrito animándonos o prometiéndonos estudiar el problema de los sacerdotes secularizados.
Pretendemos cumplir lo que dice Juan Pablo II en la Encíclica “Redemptor Hominis” cuando
habla de la vocación al matrimonio y al sacerdocio: “En a la fidelidad a su propia vocación
deben distinguirse los esposos, como exige la naturaleza indisoluble de la institución
sacramental del matrimonio. En esa línea de similar fidelidad a su propia vocación deben
distinguirse los sacerdotes, dado el carácter indeleble que el sacramento del Orden imprime
en sus almas”.
Puesto que nosotros somos sacerdotes y somos hombres casados, no se nos puede
marginar impidiéndonos cumplir nuestra doble vocación. En ningún momento hemos
renunciado a nuestro sacerdocio, sino que, al pedir la dispensa del celibato, se nos impuso la
obligación de no ejercer el sacramento.
Si se nos arguye que nosotros no hemos cumplido un compromiso, y la Iglesia retira los
poderes, la argumentación podría tener valor si se tratara de un contrato humano, pero aquí
no hay ningún contrato humano, sino el derecho al uso de un sacramento.
Le saluda atentamente, etc.
Puesto que nosotros somos sacerdotes y hombres casados, no se nos puede marginar
impidiéndonos nuestra doble vocación.
Por otra parte, si en la iglesia se tiene el matrimonio como un sacramento que trae ricas
bendiciones a quienes lo contraen en el Señor, ¿cómo se priva a los sacerdotes que hemos
optado por él, del ministerio, cuando podíamos aparecer como ejemplo de la plenitud
sacramental?
Exigimos, pues, que nos reconozcan los derechos que de las fuentes sacramentales
hemos recibido, sacerdocio y matrimonio.
En nombre de mis compañeros de ASCE y en el mío propio, someto estas ideas a su
consideración. Un saludo muy cordial:
Nota posterior: Como suele suceder con nuestra jerarquía, da largas a los asuntos. No
dio ninguna satisfacción a estos interrogantes, sino que se cerró la espita de las
secularizaciones o se hizo aguardar años para concederla. Una vez más se constata que
nuestra jerarquía es muy fiel en la ortodoxia, pero la ortopraxis (coherencia entre la doctrina y
la normativa) ha dejado en la Historia – y sigue dejando – mucho que desear.
Comenzó la entrevista en estos términos. “Creemos que después de la carta del Papa
del Jueves Santo le puede resultar incómoda esta visita”. Él respondió negativamente y
demostró mayor interés que en otras ocasiones. Lo encontramos incluso más abierto.
Enseguida le mostramos nuestra extrañeza sobre el nuevo cerrojazo del Papa. Vimos
que Tarancón estaba visceralmente con nosotros, mas como jerarca no podía contradecir a
su jefe. Afirmó que él esperaba que Juan Pablo II cambiaría en estos aspectos relacionados
con nuestro tema, ya que la Iglesia no es solo Polonia. El Cardenal se había comprometido ya
hace un año a llevar al Papa nuestro sentir. Le interrogamos sobre el particular.
Leímos ante él una carta que íbamos a escribir al Papa. Queremos que llegue a sus
manos. Desearíamos enviarla a través de algún obispo. Se comprometió Tarancón para
entregarla personalmente. Mostró deseos de entrevistarse con otros cardenales que hayan
hecho este servicio. Nuestra entrevista duró una hora.
Nos trasladamos a la Calle Arturo Soria. Comenzó la reunión con el estado de cuentas
y temas económicos. Después la elaboración de la carta al Papa que en octubre
entregaríamos al Señor Cardenal.
Se plantearon estas cuestiones: ¿Por qué no nos escuchan los obispos directamente?
Llevamos dos años ofreciéndonos a la Conferencia Episcopal. Escuchamos buenas palabras,
pero todavía no nos llaman. Acordamos que hemos de tratar con empeño este tema.
A últimos de mayo enviamos una carta a todos los obispos de España. Los párrafos
más importantes son: “En ningún momento hemos renunciado a nuestro sacerdocio, sino que
al pedir la dispensa se nos impuso la obligación de no ejercer el Sacramento del Orden. A la
luz de la doctrina tradicional de la Iglesia y de la encíclica de Juan Pablo II (se citan los textos)
¿cómo se puede hacer esto? ¿Cómo los dirigentes de la Iglesia vulneran en la práctica una
doctrina que se sostiene en teoría? ¿Es que puede pesar más una tradición disciplinar que la
coherencia dogmática? Podemos exigir que se nos reconozcan los derechos que de las
fuentes sacramentales hemos recibido: sacerdocio y matrimonio.
024.- Carta a Su Santidad Juan Pablo II de la Junta Coordinadora
de Sacerdotes Casados de España
Beatísimo Padre: “La Asociación de Sacerdotes Casados de España”, cuyos
componentes son fieles a nuestra fe y conciencia sacerdotal, deseamos dirigirnos a S.S. por
medio el Arzobispo, Presidente de la Conferencia Episcopal Mons. Vicente Enrique Tarancón,
para abrirle nuestro corazón en la forma siguiente:
Desde hace varios años nos hemos coordinado un grupo numeroso de sacerdote que
un día fuimos reducidos al estado laical, y continuamos manteniendo íntegra nuestra vocación
al sacerdocio ministerial, deseando al mismo tiempo ser fieles a nuestro matrimonio en
beneficio del Pueblo de Dios.
“En la fidelidad a la propia vocación deben distinguirse los esposos como lo exige la
naturaleza indisoluble del matrimonio. En una línea de fidelidad a su propia vocación deben
distinguirse los sacerdotes, dado el carácter indeleble que el sacramento del Orden imprime
en sus almas”.
Este es el motivo por el que desde hace años hemos iniciado contactos permanentes
con nuestra jerarquía, a la que nos sentimos vinculados en fraterna unión de caridad y
propósitos pastorales. Nuestros comunes deseos van encaminados directa e
irreversiblemente al logro de una pronta reintegración en el ejercicio del ministerio sacerdotal
del que fuimos desposeídos al obtener la dispensa del celibato, así como de otras
obligaciones inherentes al sacerdocio.
Destacamos en descargo de nuestra propia conciencia ante Dios que no fuimos libres
al formular la correspondiente dispensa del celibato, pues se nos exigió solicitar
simultáneamente la exoneración de toda obligación sacerdotal tan estimada por nosotros.
Permítanos, Santo Padre, que, a título de hijos fieles de la Iglesia, le formulemos unos
interrogantes que surgen de lo más profundo del alma:
2.- ¿No se vulnera de esta manera la coherencia dogmática que exige que todo el que
recibe un sacramento tenga derecho al uso de su ejercicio, según el criterio común de los
teólogos?
3.- Santo Padre, si sus letras pastorales y palabras rezuman un elevado humanismo,
¿no habrá de reconocer con nosotros que, en la hora gravísima por la que el mundo
atraviesa, poco habrá de importar que el mensajero del Evangelio sea casado o célibe, con tal
de que por unos o por otros sea proclamada la verdad salvadora para el hombre actual?
Nosotros juzgamos positivamente el gran carisma del celibato, pero no como disciplina
impuesta desde fuera. Celibato y sacerdocio son dos carismas, no necesariamente vinculados
entre sí. (Vaticano II)
4.- ¿No puede resultar extraño y aun escandaloso el hecho de que la Iglesia hable
tanto en favor de los hombres marginados en el mundo, mientras mantiene en su mismo seno
la marginación de tantos hermanos sacerdotes que, fieles a su propia conciencia y con plena
responsabilidad, han escogido el camino del matrimonio no por capricho, sino como digna
solución a sus problemas humanos?
Finalmente, Santo Padre, agudo conocedor de la psicología humana, así como de los
grandes y graves problemas que afecta a la Iglesia y salvación mundo, sabe perfectamente
que el Pueblo de Dios en todas las dimensiones, está suficientemente preparado para no
escandalizarse farisaicamente del sacerdote casado, sobre todo teniendo presente las
dolorosas lecciones de la Historia de la Iglesia, en cuanto a las incontables defecciones
humanas en el ámbito que nos ocupa.
No se trata de mendigar nada. En realidad, para todos nosotros la vuelta al ejercicio del
ministerio iba a suponer un sacrificio. Se está más cómodo sin meterse en líos. Pero
queremos con fe que nuestro sacerdocio se desarrolle para el bien del pueblo de Dios. Para
ello tiene que derogar la jerarquía la ley del celibato tan triste en la Historia.
Trabajamos para el futuro. Él demostrará que teníamos razón. Seguimos con interés
haciendo ambiente sobre el tema del sacerdote casado y el celibato opcional dentro de los
clérigos.
Las dispensas del celibato sacerdotal llevan ya congeladas casi dos años. Incluso
existen casos de matrimonios clandestinos dentro del sacerdocio ministerial. Por fortuna nos
hemos quitado la careta y se habla claro. Ha llegado el tiempo de la mayoría de edad de los
cristianos. Existe una campaña de recogida de firmas para que se respeten los derechos
humanos dentro de la Iglesia. Se acercan a tres mil en esta fecha.
Sigue el cardenal Tarancón sin decir ni pío sobre la carta que le encomendamos para
entregar al Papa. Pensamos que los obispos del mundo con liberta evangélica debieran
expresar su sentir ante el Santo Padre. No es suficiente dar buenas palabras. Si la idea es
justa hay que hacerla prosperar.
De El Salvador nos envían los sacerdotes casados un saludo de solidaridad. Nos dicen
que están avanzando y madurando y que les hubiera gustado firmar la carta que mandamos
al Papa. Se reúnen con frecuencia con el Arzobispo Oscar Romero. Nos pide nos
solidaricemos con él.
“Formulo la dispensa del celibato eclesiástico que, con plena deliberación, juré guardar
de un modo libre y no forzado. Hoy esa misma libertad no me permite mantener aquel
juramento porque me consta en conciencia que Dios actualmente no me lo sigue pidiendo.
Cuanto dificulte el ejercicio de esa libertad, a la que tiene derecho el hombre por
creación, debe evolucionar de un modo que ninguna legislación llegue nunca a hacer forzoso
a la persona el libre mantenimiento de su compromiso. De otro modo se haría responsable
quien pretendiera exigir en nombre de la ley lo contrario: tratar de mutilar a la persona
humana en lo que tiene de más hermoso y respetable, su libertad.
Esta argumentación nos parece válida no solo para conceder la dispensa a una
persona sino para no mantener la ley celibataria en la forma actual.
Querido señor Obispo: Mucho agradecemos la atención que nos vienen prestando los
obispos. De un modo especial lo hacemos a quienes nos contestan y alientan a seguir.
No pretendemos adoctrinarles; esa es misión de ustedes. Pero sí exponerles nuestro
pensamiento y nuestras interrogantes sobre el problema que se ha creado en las
secularizaciones.
De la ley del celibato no podemos decir lo mismo. Más bien habríamos de decir: “En el
principio no fue así”. Y vienen nuestros interrogantes:
¿Por qué se le sigue dando más valor a una ley humana que a la exigencia profunda
de ejercer el ministerio, fruto de un don divino y mandato del Señor? ¿A quién hemos de
obedecer, a Dios o a los hombres sus ministros? Por otra parte, ¿no somos también nosotros
sus ministros? Resulta difícil y duro dar respuesta a estas preguntas.
¿Por qué quienes no han pedido la dispensa siguen en el ministerio, aunque lleven una
doble vida, y a quienes con nobleza expresamos nuestro deseo de matrimonio se nos
margina? Da la impresión de que la dificultad se encuentra en el sacramento del matrimonio.
Pero ¿un sacramento puede ser causa de escándalo? ¿Por qué en la mente popular se ha
identificado sacerdocio y celibato?
Por otra parte, hemos de pensar en los sacerdotes casados del rito oriental. No puede
considerarse como de casta inferior. ¿Y qué sucederá si se reintegran las iglesias cismáticas
al catolicismo? ¿No sería un buen paso preparar el camino con el matrimonio opcional de los
sacerdotes de rito latino?
San Pablo supo enfrentarse a los criterios de San Pedro, y éste rectificó. Por favor,
señor Obispo, preste atención a este problema eclesial. Le saluda…
Nota posterior: Los obispos que contestaron, como mucho nos decían que no
cejemos, que sigamos mansamente con nuestra reivindicación, pero que ellos personalmente
no podían hacer nada. Después de más de treinta años, seguimos igual.
A todos los obispos se les envió la carta mandada por medio de Tarancón al Papa Juan
Pablo II.
No pretendo generalizar en este artículo. Sí dar pistas sobre la vida íntima de un sector
de hombres que lucharon por mantenerse fieles al compromiso del celibato y siguen fieles al
mismo. Quedan fuera de este estudio los sacerdotes secularizados, los que están al margen
de la ley celibataria y los que viven su virginidad a tope en una plena sublimación. Entran de
lleno una gran mayoría, aquellos para quienes el celibato es una carga más que una
liberación.
Este trabajo está hecho con el rigor de la experiencia de doce años vividos en el
clero (1958 - 1970). En ellos tuve la suerte de convivir mucho con sacerdotes, como consigno
en la nota final primera. Pero nada hay recibido bajo secreto sacramental. Con el fin de que
no sea una fría estadística, la narración está un poco personalizada, aunque - por supuesto -
no se trata de un solo individuo. Son muchas las personas reflejadas dentro de este relato,
pero todo ello es real.
I) -"Mis manos tocarán el cuerpo de Cristo. Entregaré mi ser entero al Señor para
la salvación de las personas. Me desgastaré hasta la muerte en extender el Evangelio de
Jesús. Mi alma se ofrece a Él. El será mi único amor. De Él me fío. Me ayudará. La renuncia
no va a ser renuncia. Habitaré en la casa del Señor todos los días de mi vida.
El tiempo pasa. La luz encendida en los primeros fervores queda lejos. Vivir
siempre en tensión y vigilancia resulta difícil. Le habla al Señor del Sagrario de sus
problemas, pero El nada responde. El templo se encuentra solo; la soledad le abruma. El
mundo sigue igual y ningún fruto percibe de su renuncia. ¿Mereció la pena una entrega de por
vida?
Una joven le gusta. Impacta su corazón vacío. Pero... hay que romper. Es preciso hacer algo;
distraerse como sea. Todo tiempo en tensión tan sólo va a servir para obsesionarse. Libros,
cine, televisión, charlas con los compañeros, atender equipos de apostolado, practicar un
deporte, dedicarse más a fondo a la pastoral.
Los celos humanos surgen entonces en el corazón del ministro del Señor. Es un
hombre como los demás y ha de retorcerse por dentro. Ha
de renunciar a la combatividad en el terreno del sexo. Romperá su corazón y el de las
jóvenes que en él se han fijado.
Pero... llegan las críticas del pueblo. Los roces inevitables de la convivencia. El
fracaso apostólico diario. La repetición de actos sublimes que, con el uso pierden la virtualidad
subjetiva. El celibato es entonces auténtico vacío. El corazón exige su complemento humano.
Está dividido. Nos encontramos inmersos en la crisis más profunda. La luz de la ordenación,
los fervores del seminario, el triunfo de la pureza con su carga mística, se hallan tan distantes
en el tiempo que apenas resplandecen en la profundidad de su alma oscura. Brilla más el
hechizo de la joven devota e idealista, con la que el clérigo desearía compartir su vida y
caminar hacia aquella meta sublime soñada durante lustros.
El cuerpo también, lleno de vigor físico, exige su parte. Hay que mantener a raya las
pasiones. En esto no se puede ceder.
Más tarde la lucha habrá de librarla con su propio cerebro: posturas del acto
marital, duración, fotografías mentales... ¿habrá imaginación menos casta que la de un
hombre casto? El deseo es constante y la represión continua. Parece que siempre está en el
borde del abismo haciendo equilibrios para no caer.
Con motivo de las vacaciones marchó a regiones distantes y pudo ver lo que
nunca hasta entonces habían contemplado sus ojos: una sesión de "estriptís".
Dos años sin practicar los ejercicios espirituales es mucho tiempo. Voló a la casa
de retiro. Había que comenzar una vida nueva. ya no era inocente. Sería a lo menos digno,
por la penitencia. No se había perdido todo.
IV) El contacto con el ambiente de compañeros muy cultivados le hace mucho bien.
Todos llevarían su cruz por dentro, pero nada se advertía. Apenas se hablaba de este tema
tabú. Habían pasado las confidencias de los años jóvenes. Ahora, en la edad madura, cada
uno asumía en silencio el martirio de su corazón. El chiste servía de tubo de escape en las
reuniones alegres, rociadas de vino generoso. ¿Dónde se contarán chascarrillos más eróticos
que en las tertulias clericales? De ahí no pasaban. Jamás una proposición colectiva de visitar
ciertas casas de desahogo.
En sus paseos por las calles de la ciudad ve nuestro hombre escaparates llenos
de prendas íntimas femeninas. Los mira un poco a reojo. "¿Seré fetichista?" - dice. "¿Me
estaré volviendo anormal?" Estas prendas le excitan vivamente. ¡Sucedáneos! Seguro que,
casado, no tendría un problema que puede rayar en lo patológico.
Se agarra a pequeños consuelos reprimidos: ver, sin querer mirar. Un quiero, no quiero.
Castos amores fugaces, que desgarran su corazón. Mariposeo afectivo.
Disfruta de la buena mesa; cada vez más. Quiere reprimir este instinto, porque lo
ve un poco compensatorio de la abstinencia sexual, pero no lo consigue; en él se convierte en
vicio congénito.
- Bueno, dice para sus adentros, peor será como fulano y fulano andar arribista
detrás de los puestos de poder. Esos sí que buscan ahí la compensación sexual. Pues
prefiero alegrarme un poco en las comidas y regadas con el buen vino.
- Celibato opcional, ¿pero ¿cómo sostener una familia con tan cortos ingresos? Por
otra parte, si a mí me toca seguir soltero, (no me entusiasma demasiado el matrimonio con
todas sus cargas, soy realista) permanecería en la clerecía como un bicho raro. Va a
desaparecer entre nosotros la cohesión de cuerpo, cuyo distintivo es precisamente el celibato.
No. Mejor que siga la ley como hasta ahora. Lucharemos juntos. Defenderemos esta sabia
norma. Además, ya va pasando lo peor. Ya no siento aquellos ardores de mi juventud. Los
jóvenes ya llegarán a calmar sus instintos. Hace años hubiese pensado que era intolerable la
ley. Ahora veo que está confirmada con el marchamo de los siglos. No se les ocurrirá
derogarla, sin consultarnos a quienes disfrutamos de la experiencia.
VII) Todavía le quedan muchos años de lucha a nuestro amigo sacerdote. Lo peor, sí,
ya ha pasado. En la actualidad no duda: seguirá célibe hasta la muerte. Compañeros y
amigos suyos abandonaron el sacerdocio ministerial y ahora viven tranquilos con sus mujeres.
Y piensa: "No creo que sean felices. Nuestra condición de solterones nos convierte en seres
difíciles para la convivencia."
En el fuero interno le molesta la felicidad sexual de sus semejantes. Siente cierta envía
reprimida. Así replicó a un amigo ex - cura que defendía el sacerdocio ministerial de los
casados:
- "No. No estoy conforme. Vosotros queréis todas las ventajas: las del clérigo y las
del casado. ¡A cada uno lo suyo!" Es necesario mantener esta prerrogativa, el coto cerrado,
la disciplina sin fisuras. Satisfechos podéis estar con lo vuestro. Acuérdate de la respuesta
personal del eminente canonista: "Contentaos con que se os deje comulgar." Convenía volver
a la antigua praxis eclesial para evitar tanta defección. Jamás permitir a nadie la
secularización."
Por desgracia no son muchos los que llegan a sublimar de tal modo el
instinto, que pongan su total esperanza e ilusión en entregarse a los demás con amor
de hermanos. No abundan los sacerdotes enamorados de Jesús Eucaristía al estilo del
Padre García Nieto o de Don Manuel González. Vivir con serenidad una vida mística
centrada en Dios, "la porción de su herencia." Más trabajo, más ocupación suele ser la
salida inmediata a la soledad que inunda el alma. Acción, sí. ¿Pero la contemplación?
¿Quién será capaz? Noches tristes de Getsemaní abundan por encima de los gozos del
Tabor.
¡Qué difícil resulta el ideal! Duro el combate, sobre todo en los días en que la
fisiología viril tiende a desahogarse, y los ensueños de juventud no liberan ya del peso
corporal. Para evitar el dolor, incluso físico, de la retención prolongada, llegan algunos a la
masturbación. Y tranquilizan así su propia conciencia: "No busco el placer, sino evitar el
dolor."
Su mente se pregunta: ¿Qué será más difícil, abstenerse del placer sexual o vivir
con elegancia el amor exclusivo a Dios? No llega a dar una respuesta adecuada a esta
pregunta. Depende del momento psicológico en que se encuentre.
Levantarse hasta las alturas como un ángel. Descender a la tierra como ser
humano. ¿Será el destino de los célibes este subir y bajar como la noria?
Cuando los años tiñen de nieve la cabeza, buscaría en los momentos de
aterrizaje una compañera, que con amor de esposa le ayudara en la última etapa de la vida. Y
piensa: "cavar no puedo; mendigar me da vergüenza." ¿Qué haré? ¿Por qué he de sucumbir,
cuando me encuentro ya próximo a la orilla? ¡Señor, ¡Señor, acógeme! Tú sabes que te
quiero. Aunque ha habido debilidades en mi vida, tú ves que mi tónica ha sido siempre la
fidelidad, vivida ciertamente de un modo demasiado humano.
¿Hasta cuándo durará la lucha? Gráfica. Muy vulgar. Impúdica la frase que
escuché de un célibe maduro. Pero creo que merece la pena consignarla en toda su
desnudez, porque describe la angustia y tormento, que tras los hábitos se esconde: "Lo que
más me j.… en esta vida es tener que morirme sin j... "
¿Hasta cuándo? el buen Dios que no impuso a nadie ley tan dura, sino insinuó la
virginidad a quien con fuerzas se sintiera, sin mencionar en ningún momento el compromiso
de por vida, el Buen Dios acogerá con una ternura especial a los hombres y mujeres que han
sido generosos y a la vez víctimas de una ley que, a juicio de muchos, carece de sentido
cristiano. Jesús no la impuso a sus sacerdotes.
Dura la lucha de la castidad del hombre casto. En el declive de su vida no le
acompañan los hijos como brotes de olivo. Su existencia, sin embargo, no ha sido estéril. Su
muerte se realiza en soledad. En esto coincide con todos los hombres.
Y van tres años de nuestra andadura de ASCE. No han sido vanos, a pesar de que no
hemos visto frutos y creo que ni a corto ni medido plazo no los veremos. Seguiremos con fe
en esta lucha para que nos abran cauces en la Iglesia.
Esta vez “Vida Nueva” no ha publicado el texto de nuestra carta abierta a los obispos.
El director de la revista nos dio a entender que no pudo hacerlo a causa de las presiones que
recibe en sentido involucionista. Lo lamenta personalmente. Parece que está pensando en
dimitir de su cargo.
Una noticia: poco antes de ser asesinado el arzobispo Mons. Oscar Romero había
escrito a nuestro compañero Chaparro alentándole en nuestra campaña; le hacía ver que
estaba con nosotros.
Juan Pablo II dice que una disciplina más suave en el celibato no aumentará las
vocaciones al sacerdocio. No contradecimos. Únicamente afirmamos: aquí estamos nosotros
que somos casados y sacerdotes y precisamente la ley del celibato nos impide el pleno
ejercicio de nuestro ministerio.
Mientras tanto Angélico Sandalo, obispo auxiliar de Sao Paulo, sugirió la creación en
Roma de una comisión permanente que siga de cerca y con agilidad los problemas de los
diversos ministerios, incluyendo el de los sacerdotes casados, tema que abordó otro obispo.
El Papa prometió estudiarlo.
En los últimos años, unos setenta y tres mil sacerdotes se han secularizado en todo el
mundo; entre el diez y quince por ciento del total. Hoy existen más de seis mil pendientes de
solución. Con respecto a esto existen noticias contradictorias:
Hoy podemos decir que son varios los compañeros los que están trabajando en la
Iglesia evangélica o anglicana. ¿Habría que hacerse presbítero protestante y luego
convertirse para que permitan el ministerio?
Después del saludo y cortesías: - A partir de marzo, las revistas españolas que
dependen de la jerarquía de la Iglesia se nos han cerrado a cal y canto. Ya no nos publican ni
siquiera las cartas abiertas a ustedes. Algo pasa.
Nada hemos pedido para nosotros hasta la fecha: únicamente hemos ofrecido brazos
de sacerdote que tanto necesitan los cristianos y los no cristianos. A nivel personal, algunos
obispos siguen animándonos, a nivel oficial, nada.
La nueva normativa sobre secularizaciones puede, con el tiempo, acabar con el
problema de la reintegración de los dispensados, ya que los nuevos que vayan saliendo de
las filas clericales sería por invalidez de ordenación o por total deserción del sacerdocio, a la
que indirectamente se les ha podido impulsar.
Se habla de involución en la Iglesia, como si la vida cristiana fuera retroceso.
Entretanto aquí expongo algunos hechos:
Nosotros queremos seguir teniendo contacto con la jerarquía; pensamos que deben
solucionar este problema. Nosotros seguiremos recordándolo.
Despedida cortés.
031.- Informa ASCE 810301 Sobre carta al Papa por medio de
Tarancón. Padre Tondi.
En octubre del 79, como sabes, escribimos una carta a Juan Pablo II por medio del
cardenal Tarancón; por supuesto que no esperábamos contestación. ¿Cómo va a disponer de
tiempo un Pontífice para respondernos? Afortunadamente también se dirigieron a él con un
paquete reivindicativo de iniciativas pastorales. A ellos sí se les ha contestado en estos
términos, diciéndoles entre otras cosas, con relación al tema de las vocaciones sacerdotales:
“No es respuesta coherente con el bien de la Iglesia la abolición del celibato sacerdotal, ni la
ordenación del hombre casado, ni el retorno al ministerio de aquellos sacerdotes que lo
abandonaron para contraer matrimonio”.
Por estas mismas fechas saltaba a las líneas de los diarios otra noticia: la reintegración
del padre en el ministerio del padre Tondi. Hacía poco más de un cuarto de siglo, este
sacerdote era profesor de la Gregoriana de Roma. Se hizo comunista; se casó por lo civil; por
fin se reconvirtió. El año 79 se le concedió la dispensa para contraer matrimonio canónico;
poco después muere su esposa, Carmen Zanti, ex diputada del parlamento. Tondi ayuda en la
parroquia como catequista. Pide la reintegración en el sacerdocio, apoyándose en el obispo
de Bolonia y otros sacerdotes colegas. Cuando Juan Pablo II firma en no conceder dispensa a
los sacerdotes que lo piden, decide reintegrar en el ministerio al antiguo jesuita.
Todo esto merecía una crítica, un artículo enjundioso. Nos preguntamos: ¿todavía
sigue siendo la mujer en la Iglesia el obstáculo, la carne de pecado? ¿Cuándo comenzará la
autoridad a ser servicio, animadora y abandonará métodos trasnochados dictatoriales?
En Huelva protestan 26 cristianos de que su sacerdote digno haya tenido que optar por
el matrimonio civil ya que no le llegaba la dispensa. La asamblea cristiana de Barcelona
formula un estudio sobre la abolición del celibato obligatorio a los sacerdotes, y la continuidad
en el ministerio de los casados. El señor Cardenal no aprueba las conclusiones contrarias a la
tradición última de la Iglesia.
La revista “El Reinado Social del Sagrado Corazón” enero 81 publica lo siguiente: “En
1976 un grupo de 63 sacerdotes de la Iglesia Episcopal entraron en contacto con la
Conferencia Episcopal de EE.UU. Estaban disconformes con la aprobación que su Iglesia
había dado para la ordenación de mujeres. Según las agencias, los sacerdotes serán
ordenados de nuevo al ingresar en la Iglesia Católica y podrán permanecer con sus mujeres.
El Arzobispo de Canterbury ofrece al Papa la unión de los cristianos anglicanos con las
siguientes condiciones: permitir los anticonceptivos; matrimonio de los clérigos; admitir los
sínodos anglicanos. La Iglesia anglicana respetaría el primado del Papa y el Dogma. Se
espera que la próxima visita del Papa a Inglaterra sea paso definitivo para la unión. Pensamos
que, si se llega a la unión, no habrá dificultad para el matrimonio de los sacerdotes.
Esta es la noticia; ignoramos su alcance exacto. Conocemos el caso del padre Tondi,
pero fue readmitido estando ya viudo. Parece que existen otros casos de desposados.
Teníamos escrito este boletín cuando tuvo lugar el atentado contra Juan Pablo II.
Nota del día de hoy: todo terminó en agua de borrajas: la unión de los anglicanos y la
demanda del episcopado brasileño. 25-9-10
La crítica sobre nuestra actuación ha sido muy positiva: muy por encima de la de otros
curas no secularizados. El tema no era en exclusiva para nosotros solos. Había de todo, hasta
un pastor protestante. Un fraile y uno de curia diocesana. Se titulaba “Los curas”.
El Pontífice acude a todos los países oficialmente como jefe de Estado. ¿Puede dar
testimonio el representante de Jesús de Nazaret, ¿cuyo Reino no es de est mundo, disfrazado
de poder temporal? La grandiosidad y el boato acompañan casi todos los actos externos en
alarde triunfalista. Creemos que no es éste el sentido del Vaticano II en lo referente a la
Iglesia.
Favorece todo esto a una opción conservadora de entender la religión. Mientras que la
opción progresista, que vive su cristianismo desde una perspectiva más crítica, ha de
preguntar en silencio - a veces en protesta positiva - el intento de monopolizar la praxis
eclesial en un sentido determinado.
Se busca la unión de todos los cristianos y a la vez se cava más profundamente el foso
de la separación entre los diversos grupos católicos. Jesús huía de todo lo que pudiera
aparecer como engrandecimiento personal: cuando quisieron proclamarle rey se escondió en
el desierto; imponía silencio cuando hacía un milagro, "A nadie lo digáis". Su vicario en la
tierra ha caído en la tentación del poder y triunfalismo.
En una ocasión se vio Cristo sorprendido por una aclamación popular a la que no pudo
resistir. Sus representantes, en cambio, las estimulan. Sin duda pensarán que es bueno para
la causa cristiana. Debieran recordar que después del triunfo de Jesús llegó la condena y la
crucifixión.
Pensamos que son engañosas estas apoteosis. Fuegos de artificio que desaparecen
en la oscuridad. La vida cristiana seguirá en el camino del trabajo constante y oculto. ¿Podrá
el Papa entender a través de estas aclamaciones el sentir del hombre cristiano, sus
dificultades y luchas, sus necesidades? Todo está dispuesto para agradar al visitante. Los que
a última hora despliegan una pancarta de protesta son tenidos por exaltados. ¿Se le habrá
ocurrido alguna vez al pontífice localizar el grupo disconforme para dialogar con él?
Estas concentraciones políticas alrededor del líder nos recuerdan ciertos actos políticos
partidistas. ¿No será grave que el pueblo llegue a confundir política y religión? ¿No estamos
dando pie con estas actuaciones a tal confusión? ¿El hecho de ser el Papa Jefe de Estado, lo
que repugna a la sencillez evangélica, no puede subrayar esta apreciación equivocada?
De esta forma sería de mayor eficacia la venida del Romano Pontífice; como lluvia
sosegada que cala en la tierra bien preparada; de otra forma, el efecto es más parecido al
paso de una tormenta de verano.
José María Lorenzo Amelibia, por ASCE, como presidente. Año 1982
Nicolás Castellanos fue obispo de Palencia. Como a los demás obispos le escribí en el
año 81 una carta en la que le decía que esperaba su apoyo para la reintegración del
sacerdote secularizados en el ministerio. También le indicaba sobre mi intervención en el
programa de TV “La Clave” sobre el tema “Los curas”. Acudí en representación de la ASCE.
Esta es su contestación literal:
31-X-81 “Mi querido hermano y amigo: Con mucho agrado leo y reflexiono tu carta y el
artículo que me adjuntaste, que me parece muy razonable. No pude ver ese día el programa
“La Clave”, te advierto que no tengo televisión y muchas veces ni me entero, pero ese día
estaba de viaje por América, donde estuve casi dos meses visitando a mis misioneros
diocesanos. Por esa razón no pude verlo.
Pero todos los comentarios que oí fueron muy favorables a tu actuación y pensamiento
y planteamientos; coincidían todos en hablar bien de ti por tu sensatez y ponderación, por lo
que te felicito. Eso es construir y hacer Iglesia, como que consta que sé quieres hacer.
Querido señor Obispo: (Saludos, etc.) Supongo que, si pudo, vería el 28 de agosto el
programa “La Clave”, dedicado a “Los curas”. El que suscribe tuvo la responsabilidad de
participar en él, como coordinador nacional de los equipos de sacerdotes casados de España.
Somos un número considerable de sacerdotes que mantenemos encendido nuestro espíritu
sacerdotal.
Nuestro movimiento es de pura fe; lo repetiremos una mil veces. No anhelamos
ninguna satisfacción humana por la reintegración al ministerio. Sería más bien un sacrificio
aceptado con gozo para el servicio a la Iglesia. Durante casi cinco años permanecemos
unidos y seguiremos insistiendo con respeto, mansedumbre, tenacidad humilde, como lo
exige la causa santa por la que trabajamos.
Seguimos siendo un problema eclesial sin resolver; estamos luchando dentro de una
total coherencia dogmática, en la exigencia más pura de nuestro carácter sacerdotal. Estamos
convencidos de que nosotros no hemos roto la alianza con Dios; ni Dios tampoco, por
supuesto. (A no ser que erróneamente alguien piense que el carácter se identifica con el
celibato). ¿Quién ha roto entonces la alianza sacramental? Preferimos plantear el interrogante
sin aventurar la respuesta.
Esperamos que acoja el problema con calor y que algún día le llegue el turno, dentro
de las cuestiones a tratar a fondo en la Conferencia Episcopal. Espero que lo lleve en su
mente. Gracias.
Otro asunto: hace más de tres años que numerosos clérigos tienen solicitada la
dispensa, y todavía no les ha llegado respuesta definitiva de Roma. Ante esta postura –
arbitraria para muchos, ya que antes se solucionaba el expediente en seis meses – han
optado muchos compañeros por el matrimonio civil. Estos sacerdotes se ven excluidos de los
sacramentos como auténticos excomulgados. Creemos que es hora de que se dé solución
definitiva y urgente a estos problemas. Está en juego el prestigio de la Iglesia y la caridad
hacia las personas que han entregado lo mejor de sus vidas al servicio de sus hermanos.
Un saludo, etc.
Eres uno de los cincuenta primeros de los sacerdotes dispensados que ha demostrado
interés por la reintegración en el ministerio sacerdotal como casado, o por defender sin
reservas el celibato opcional entre los sacerdotes.
Llevamos cinco años luchando con respeto y constancia por estas causas, que
creemos están claras en la mentalidad del Evangelio. Ante las dificultades que encontramos
para reunirnos a nivel nacional, me parece interesante diálogo a través de carta. Por eso te
agradecería respondieras a estas cuestiones:
Con fecha 10 de diciembre enviamos una encuesta a los compañeros que de alguna
manera se habían comunicado directamente con nosotros. Respondieron el 23%. Casi todos,
además de hablar en nombre propio, expresan el sentir de otros amigos de otros amigos con
quienes se relacionan. He aquí un resumen:
De Albacete
En África
La Revista The Tablet, inglesa dice en ella R. Hickey de la Orden de San Agustín: “Las
conferencias episcopales de África Ecuatorial han propuesto un cambio del sacerdocio a
Roma. Los obispos favorables de este cambio quieren darlo a conocer públicamente.
Conscientes de su posición con punto focal de unidad entre la Iglesia local y universal, están
situados en un dilema. Muchos de ellos ven la necesidad de un sacerdocio para casados,
pero la decisión debiera tener un carácter colegial, por lo menos a nivel regional. Les gastaría
ver que ha llegado el cambio en la conferencia episcopal y todavía mejor en el simposio de las
africanas y su contrapartida de América latina.
Por fin, en Lisboa, un párroco ha declarado algo a la prensa que ayuda a familiarizarse
con el celibato opcional.
Hemos recibido la vista de Jaime Muñoz, coordinador de Francia – España. Nada han
logrado estos compañeros franceses de su jerarquía en las gestiones realizadas en la
cuestión de que las diócesis abonen a la Seguridad Social las cuotas del tiempo que casa
sacerdote secularizado ha estado al servicio de la diócesis. En vista del resultado negativo
cada cual ha optado por ir pagando paulatinamente – mediante la compra de bonos – el
período de carencia. La legislación francesa lo permite.
Siguen estos compañeros con sus reuniones, y sobre todo con su trabajo cristiano y
sacerdotal. Al igual que entre nosotros hay gran pluralidad de opciones.
Nuestra actividad deberá ser trabajar sin desaliento a favor del reconocimiento eclesial
de nuestro sacerdocio. No desanimarnos a pesar de que no se vean perspectivas de solución.
Nuestro movimiento es de fe. Seguiremos siendo y sintiéndonos sacerdotes. Nuestra vida y
actividad lo reflejan.
Si deseas el estudio tesina del Ejercicio del Orden Sagrado, cuestión teológico – moral”
pídelo al presidente José María Lorenzo Amelibia.
El aire de 1982 está marcado por la iniciativa Brasil – Italia de convocar una reunión
mundial de los sacerdotes casados y sus esposas. Ya hemos enviado a todos los avisos:
sacerdotes secularizados, obispos y curas conocidos. Si alguno ha elaborado un trabajó
teológico, que nos lo envíe. Esperamos enviar a algún representante de nuestros grupos.
1.- Profundización de la palabra de Juan Pablo II (14-4-82) “La palabra de Cristo (Mt.
19. 11-12) no ofrece argumentos para sostener la inferioridad del matrimonio, ni la
superioridad del celibato o virginidad, la perfección de la vida cristiana viene medida por el
metro de la caridad”.
2.- La gracia conjunta del sacramento del Orden y del Matrimonio.
3.- El estado del sacerdocio casado es continuación del vivido por los Apóstoles y por
los primeros siglos de la Iglesia.
4.- La comunión del ministerio de los obispos, sacerdotes célibes y sacerdotes
casados, además de ser conforme a la tradición apostólica, es perfeccionamiento de la
actividad de la Iglesia y será admirable ejemplo para los fieles.
5.- Reconocimiento de la especial vocación y misión de la esposa del sacerdote.
6.- Misión específica del sacerdote casado en la cristianización de la familia, del trabajo
y del Pueblo de Dios.
7.- Derecho del Pueblo de Dios de recibir el fruto del ministerio integral del sacerdote
actualmente casado
8.- Opción concreta de los sacerdotes casados por un fructuoso ejercicio de su
ministerio.
9.- Indicaciones sinodales para la formación de futuros sacerdotes que serán llamados
a la vocación matrimonial.
10.- Mensaje de los sacerdotes casados a la Iglesia universal y al mundo
contemporáneo.
Tres etapas del sínodo:
1.- Sesiones diocesanas. Participarán los sacerdotes casados y sus esposas. Juntos a
ellos los obispos, sacerdotes célibes, religiosos y seglares que compartan la finalidad del
sínodo.
2.- Sesión nacional. Participarán en ella las personas enviadas por las sesiones
diocesanas y otras personas invitadas por los organizadores.
3.- Sesión general. Participarán en ella las personas enviadas por las sesiones
nacionales y por el secretario general del sínodo que designará la presidencia de la mesa.
En las sesiones se estudiarán los temas sinodales y se formulará una redacción global
para enviar a la nacional y general.
Modalidad de la discusión:
Ya que el sínodo no es un juicio de la historia pasada, sino una base de lanzamiento
para la pacífica coexistencia del sacerdocio casado con el célibe, en las discusiones debemos
proceder únicamente según la caridad que siempre ha distinguido a los verdaderos discípulos
de Cristo.
Los gastos de viaje correrán a cargo de los participantes. Firman Rino Vaccari (Brasil).
Secretario, Paolo Camellini. (Italia)
Te adjunto una copia de lo que va a ser nuestro sínodo de sacerdote casados y sus
esposas, que se celebrará en Roma, el próximo mes de agosto de 1983.
Te sugiero que en tu diócesis trates con algún compañero trates de organizar algo de
acuerdo con el presente reglamento sinodal.
Es muy importante aprovechar esta ocasión y tratar de hacer algo. Confío en que
pondrás lo que puedas de tu parte.
Esta carta va dirigida sólo a ti en la diócesis. Tú conocerás a otros y puedes
comunicarles y organizar algo.
Hemos logrado coordinarnos a nivel internacional. Como usted puede ver en el adjunto
pliego, el próximo agosto 1983, celebraremos la primera reunión mundial en Roma.
Dentro del plan de los organizadores, está el deseo de que, en el mayor número
posible de diócesis, se celebren unas jornadas preparatorias, ateniéndose a los temas
sugeridos.
Usted, mejor que nosotros, conoce en su diócesis casados que viven con la luz
encendida de su sacerdocio. A ellos corresponde organizar estas jornadas, y usted puede
hacer un buen servicio eclesial animándoles. Gracias.
En Vitoria estamos en estas fechas en diálogo con varios teólogos, que nos echarán –
así lo esperamos – una mano a la hora de desarrollar algún tema. Ojalá consigamos que en
muchas capitales consigamos hacer algo.
(Despedida)
Le adjunto, en folio aparte, de lo que va a ser el año próximo D.m. nuestro primer
sínodo a nivel internacional, organizado por nuestros compañeros de Italia. Como puede
apreciar, los temas son completamente de acuerdo con el dogma católico.
Tenemos noticia de que esta reunión internacional está siendo acogida con gran
interés en Italia, Francia, España, Brasil, Holanda y otros países.
Nos parece la idea no sensacionalista, sino sensacional. En la última década han ido
surgiendo en casi todas las naciones del mundo movimientos de sacerdotes casados.
Conscientes de que su sacerdocio imprime carácter – es decir que siguen siendo sacerdotes
mientras vivan – han estado estudiando el modo de ejercerlo. Mas se encontraban con una
dificultad: por una parte, la jerarquía de la Iglesia los había borrado de las listas del clero
cuando contrajeron matrimonio; por otra parte, ellos permanecían íntegros en su fe,
sintiéndose sacerdotes. Muchos van encontrando su camino siendo fieles a su conciencia y
respetuosos a la Iglesia. Otros continúan en la búsqueda. Lo cierto es que no se debe
despreciar la fuerza evangelizadora, que supone un sacerdocio casado, como tampoco se
desprecia la fuerza del sacerdocio célibe.
Muchos pensarán que el Papa y los Obispos debieran ser quienes organizaran,
planificaran y estudiaran el problema de los más de setenta mil sacerdotes casados en todo el
mundo. Pero todos somos conscientes de que los movimientos cristianos no siempre surgen
de las altas esferas eclesiásticas, sino de la base. Todos sabe que “de roma viene lo que a
Roma va”. Unas veces viene rechazado y condenado, otras, asumido y bendecido. Si una
iniciativa de tipo apostólico nace de la rebeldía, de la oposición, de la interpretación subjetiva
de los dogmas, normalmente del Vaticano vendrá la condena. Si, en cambio, surge de un
profundo amor a la Iglesia, con gran respeto a los pilares de la fe, con espíritu de
mansedumbre y humildad, tardará más o menos tiempo en ser asumido, pero llegará a ser
reconocido.
Creo que hemos de felicitarnos los creyentes por esta luminosa iniciativa de la reunión
internacional de sacerdotes casados y de sus esposas. El Espíritu Santo sopla donde quiere.
I) EL RESCRIPTO DE SECULARIZACIÓN
1.- El rescripto de secularización aparece como algo típicamente jurídico y pastoral. Todo él
está orientado en el sentido de que no se dé fisura en la ley del celibato, y de que no sufran
los fieles escándalo.
2.- El efecto propio del rescripto aparece claro: conceder la dispensa del celibato y otras
cargas inherentes al Orden Sagrado, y excluir al orador o solicitante de las filas del clero.
Deja, pues, el interesado de pertenecer al estamento clerical.
3.- El rescripto de secularización no es una pena canónica, sino una gracia otorgada por el
legislador.
4.- Las prohibiciones del rescripto están redactadas de forma indirecta: "Advierta el Ordinario
de ellas al sujeto". 5.- Varias son las prohibiciones, mas en la práctica (con excepción de una)
apenas se han tenido en cuenta a la hora de exigir su cumplimiento, ya que muchos ex -
clérigos de modo habitual son profesores de religión, incluso en facultades dependientes de la
Iglesia; desempeñan cargos directivos de pastoral; residen en el lugar donde ejercieron el
ministerio, etc. etc.
6.- En la práctica se pone mayor énfasis en la prohibición primera ;"nullam ordinis sacri
functionem peragat". (No practique ninguna función del Orden sagrado). De hecho, tampoco
se ha acatado esta prohibición en numerosos casos. Muchos sacerdotes casados vienen
ejerciendo en pequeñas comunidades las funciones propias del presbítero. Muchos obispos
son conocedores de estos hechos, y a ninguno se le ocurre llamar la atención, siempre y
cuando no se practiquen públicamente en templos. Lo único que preocupa es que "coram
populo" se ejerciten estas funciones del Orden sagrado.
7.- El actual rescripto ( a partir de aproximadamente 1980) cambia la frase "nullam ordinis
sacri functionem peragat" por "exclusus manet ab exertitio sacri ministerii". El hecho de elegir
esta fórmula y eliminar la anterior parece claro que se debe a no incidir en una incoherencia
dogmática: privar al ordenado de toda función emanante de un sacramento que imprime
carácter. La frase "queda excluido del ejercicio del sagrado ministerio" palia algo la prohibición
del anterior rescripto.
2.- No parece correcto exigir en una instancia de tipo eclesiástico la renuncia al ejercicio de un
sacramento recibido, para conseguir la dispensa de una ley humano - eclesiástica. El
sacerdocio, una vez recibido, es un derecho divino. El celibato es una ley humana, en cuanto
adherida al estado clerical de modo necesario.
1.- El canon 40 del Concilio de Trento, sesión XXIII; canon 4 (Dz. 964) dice: "Si quis dixerit
per Sacran ordinationem non dari Spiritun Sanctum, aut per eam non imprimi characterem vel
eum qui sacerdos semel fuit,laicum rursus fieri posse, anathema sit." Difícilmente se podrá
afirmar que este canon es dogmático en sus dos partes primeras y solamente disciplinar en la
última. Podemos afirmar que todo él es dogmático.
3.- Dice la encíclica "Redemptor hominis" de Juan Pablo II: "En la fidelidad a la propia
vocación deben distinguirse los esposos, como lo exige la naturaleza propia del matrimonio.
En una línea de similar fidelidad a su propia vocación deben distinguirse los sacerdotes, dado
el carácter indeleble que el sacramento del Orden imprime en sus almas".--- Si el carácter
indeleble es la fuente de donde mana la fidelidad a la vocación sacerdotal, será posible la
dispensa del celibato, pero en modo alguno la dispensa del sacerdocio, y mucho menos la
prohibición de ejercerlo de por vida, al menos en lo estrictamente sacerdotal: la celebración de
la Eucaristía y la proclamación del Evangelio.
4.- La teología posconciliar explica el carácter sacramental por la alianza entre Dios y el sujeto
que recibe el sacramento. Dios será fiel a su alianza, aunque falle el sujeto. Ahora bien, en
nuestro caso suponemos que el sacerdote casado quiere seguir siendo sacerdote. Dios es fiel
a su alianza. No cabe que una fuerza intermedia rompa o impida esta alianza. La fidelidad es
entre Dios y su sacerdote.
5.- Ya que el orden sagrado “imprime carácter” es decir, que es indeleble, y ese orden es
“para el ejercicio ministerial específico”, por derecho divino no puede ser suprimido para
siempre por ninguna autoridad en la tierra. La legítima potestad eclesiástica sólo puede
reglamentar el ejercicio, y aún limitarlo y suspenderlo temporalmente por causa grave. Pero
en el Código no se tipifica el caso de un ordenado que accede al matrimonio con dispensa de
la Santa Sede. Por lo tanto, siendo toda ley penal – y en nuestro caso, no se trata de ley
penal, sino de una gracia – de estricta y restringida interpretación, se ve con claridad la
ilicitud y aún ilegalidad de la prohibición “sine die” del ministerio sacerdotal a tales sacerdotes
casados. Por eso podemos añadir: ¿dónde está el delito para tanta pena? Si la Santa Sede
autoriza la recepción de un sacramento, no puede basar en tal recepción la penalidad de la
inhabilitación “pro” vita del ordenado. Quien así pensara, estaría muy próximo a la herejía. (Este
argumento lo utilizó el prestigioso doctor en Ciencias Jurídicas y juez de tribunales de la archidiócesis de Córdoba, Argentina)
2.-Baste recordar como ejemplos: Prohibición a los sacerdotes casados (Concilio de Elvira y
otros) del uso del matrimonio; reducir a servidumbre a los hijos de los clérigos; métodos de los
tribunales de la inquisición: tortura, cárceles, humillaciones y pena de muerte; imposición de
afirmar algo contra la ciencia (Galileo); bautizar a los judíos casi a la fuerza y exigirles
inmediatamente la legislación canónica, aplicándoles las penas contra los herejes; etc. etc.
3.- El caso que nos ocupa (la práctica exclusión del sacerdocio a los clérigos que han
contraído matrimonio) parece también un abuso de poder incoherente con el dogma.
VI) CONCLUSIONES
2.- Cuando existe urgente necesidad puede administrar también la penitencia. Incluso en
ambientes donde no existen otros sacerdotes, puede provocar el error común y administrar la
penitencia. (Esto está elaborado con anterioridad al nuevo Código de D.C. En la actualidad tal
vez resulte más factible lo relativo a la confesión. Existe un estudio reciente sobre el tema).
4.- El ejercicio privado o familiar de su sacerdocio siempre será lícito, supuestas las premisas
anteriores y jamás puede ser impedido. De hecho, nunca se ha prohibido.
VII) ALGUNAS DIFICULTADES. SOLUCIÓN
1.- Algunos teólogos modernos afirman que nadie puede celebrar la Eucaristía en privado,
sino en comunidad. Respuesta: siempre se ha sostenido como normal y necesaria la
comunidad. Pero también se ha permitido celebrar privadamente, ya que el sacerdote está
unido místicamente a toda la Iglesia.
2.-La Iglesia tiene derecho a poner las condiciones y modalidades en la administración de los
sacramentos.
Respuesta: Cabrá discutir la conveniencia o no del celibato. Pero ningún casado ni nadie
podrá exigir el sacerdocio para sí. Conforme. ----Afirmamos en cambio que la coherencia
dogmática exige que, una vez ordenado un cristiano sacerdote, aunque se le impida
temporalmente el ejercicio público, no se le puede impedir lo que constituye la manifestación
esencial de su sacerdocio: la celebración de la Eucaristía. ----Celibato y sacerdocio son
perfectamente separables. En cambio, no se pueden separar del sacerdocio la Evangelización
y la celebración Eucarística.
Respuesta: Este párrafo va dirigido a la obligación del Obispo de dar normas y vigilar la
celebración de la Eucaristía en su diócesis. Se trata de evitar abusos en los clérigos con la
celebración de Misas al margen de todas las normas litúrgicas, sin ornamentos, sin respetar el
canon, con invenciones subjetivas peregrinas, sin respetar las normas de predicación, etc.
Hemos visto u oído de Misas con tintes de sacrilegio por lo irreverentes. Pero de ninguna
manera va contra estos principios aquí mencionados, que sirven para aclarar la conciencia o
el fuero interno del sacerdote secularizado, para que en privado o en un pequeño grupo de
familiares o amigos bien preparados, pueda ejercer el sacramento del Orden que recibió de
Jesucristo en la celebración de la Eucaristía.
Los años pasan, y casi todos hemos recorrido más de la mitad de nuestra vida en este
mundo. Hemos de reencontrarnos con Cristo, como en los días venturosos de nuestra entrega
al Señor.
Algunas noticias
- Hemos enviado una ponencia para nuestro sínodo, que el día 27 de agosto
comenzará en Roma.
- Nos representará por a los grupos ESCE, Jaime Muñoz Anatol, coordinador
entre Francia y España. Y tal vez también nuestro secretario Francisco
Mantecón.
- Los compañeros franceses, después de diez años, siguen en la brecha. Todos
los meses se reúnen durante una jornada de Domingo. La celebración de la
Eucaristía – nos dicen – los mantiene en unidad, a pesar de las mentalidades
distintas de ellos.
- Nuestro Coordinador Nacional ha enviado al Defensor del Pueblo, Joaquín
Ruiz Giménez, una carta exponiéndole el problema de todos los sacerdotes
casados, en el aspecto de derechos de jubilación, porque de nada nos sirven
los años pasados en el clero.
- El próximo otoño enviaremos otra carta a todos los obispos de España. Junto
a ella irá la ponencia enviada al sínodo, titulada “El ejercicio del Orden
Sagrado en el sacerdote casado. Cuestión teológico – moral. Se les ofrecerá
alguna sugerencia práctica.
El Sínodo quiere mantenerse y ser vivido en toda la Iglesia, no como una manifestación
marginal de protesta organizada por los sacerdotes casados, privados de su ministerio.
2.- La abrogación de la ley del celibato debe corresponder a una nueva concepción del
Ministerio Presbiterial, solicitando la plena aplicación de la Eclesiología del Pueblo de
Dios, confirmada por el Concilio Vaticano II.
4.- Reconoce el valor del celibato elegido y vivido por carisma y como consejo
evangélico.
5.- Dios puede llamar a una misma persona al sacerdocio y al matrimonio. Y la Iglesia
no tiene derecho a oponerse a este designio de Dios.
El Sínodo anima a los sacerdotes casados, que han perdido su esperanza en la Iglesia
a tomar contacto con los grupos de las diversas naciones, que participan en el Sínodo.
El Sínodo ha decidido por unanimidad crear un fondo de solidaridad para ayudar a las
familias de los sacerdotes en situación económica difícil.
El Sínodo da gracia a Dios por haber permitido este encuentro internacional y fraterno.
Durante seis días permanecieron reunidos los responsables para tratar temas de
aspecto teológico y pastoral, relacionados con su problemática, y para decidir las posturas a
tomar.
- Pedir al Papa que abra de nuevo las puertas a los clérigos que soliciten la
dispensa del celibato.
- Suplicar que se ponga de nuevo en marcha en la Iglesia latina el sacerdocio
casado.
- Nunca ha tenido la Iglesia mayor pureza que en los primeros siglos, cuando
todavía no existía la ley del celibato.
- No hay que enterrar este singular talento que poseemos – era una de las
frases más oídas en los pasillos y en el aula: ser a la vez casados y
sacerdotes.
Presidía la sala de reuniones el retrato de Juan Pablo II; porque en todo momento se
quiere actuar con la Iglesia, y nunca al margen o en contra de ella.
Artículo enviado a la prensa, por el presidente de ASCE (ESCE). José María Lorenzo
Amelibia
048.- 831017 Obispos Envío Ejercicio del Orden Sagrado en el
sacerdote casado
(Saludo) Tengo el honor de enviarle un estudio teológico – moral sobre Ejercicio del
Orden Sagrado en el sacerdote casado. Creo que le podrá ser útil, sobre todo sabiendo que
no es mucho lo que se ha elaborado hasta la fecha sobre el particular. Por otra parte, ha sido
este trabajo una de las aportaciones o ponencias que hemos enviado España al Sínodo
mundial del sacerdote casados, celebrado en Italia al finalizar el verano. Espero que lo juzgue
positivo y de gran interés.
Pienso que como corolario a este estudio se podrían formular las siguientes
sugerencias:
- Por respeto al Sacramento del Orden debieran los obispos invitar públicamente
a los sacerdotes secularizados que lo deseen a concelebrar la Eucaristía con
ocasión del Jueves Santo, Vigilia Pascual y otras. Así aparecerá en la práctica
ante los fieles que el sacerdocio imprime carácter y que aquel que “una vez fue
hecho sacerdote no puede de nuevo ser laico” (Trento). Esta decisión estaría
concorde con la Teología, el Evangelio e incluso el Derecho Canónico.
- Reúnan los obispos a los sacerdotes secularizados, escúchenles, aprecien su
visión eclesial y su fuerza espiritual evangelizadora. Son sacerdotes d Cristo,
aunque no clérigos.
- No se sientan tranquilos si tienen obreros de la Viña del Señor olvidados,
silenciosos, postergados, sabiendo que “la mies es mucha y los obreros
pocos”.
(Despedida) Firma el presidente ESCE, después ASCE José María Lorenzo Amelibia
Nota posterior: Los obispos no hicieron caso a estas sugerencias, pero ninguno se atrevió a
mandarnos ningún comentario en contra de la tesis. Y es de tener en cuenta que a todas las
cartas que les envíe eran numerosos los obispos que contestaban. ¿Deducciones? Primera:
no vieron nada fuera del orden doctrinal ni moral. Segunda: no quisieron mojarse con ningún
comentario por tratarse de un tema tabú para ellos.
Según parece, hay previstas para antes de Navidad dos ordenaciones más de
diáconos casados, y con un total de once, en Barcelona, batirá todos los records de las
diócesis españolas.
Con eso quiero indicar que la presencia de los diáconos casados, y en conformidad con
el espíritu del Concilio Vaticano II, solo tiene sentido en aquellas regiones – en donde antes
se las llamaban misiones – donde la falta de sacerdotes es una realidad agobiante. Allí sí que
el diácono realiza una tarea pastoral plena, a excepción de la misa y escuchar confesiones
auriculares.
Hay otro aspecto que cuestiona esa especie de fiebre en ordenar diáconos casados.
En efecto, estas ordenaciones implican una clara discriminación e injusticia con aquellos
sacerdotes que, al contraer matrimonio, se han visto obligados, en contra de su voluntad, a
abandonar el ministerio pastoral.
¿Qué sentido, pues, puede tener apartar al sacerdote casado del ministerio pastoral?
Es claro que tal prohibición presenta todos los síntomas de sanción o castigo, el cual a su vez
presupone una falta. En el supuesto que dicha falta, a los ojos de la Iglesia, consistiese en
que, para el sacerdote casado, el celibato no es condición “sine qua non”, se daría una
flagrante contradicción de la Iglesia consigo misma, ya que también ella ordena a personas
casadas.
Esa discriminación se hace más abusiva e incomprensible teniendo en cuenta que los
sacerdotes casados, y sin acceso a la pastoral sacramental, tienen una preparación teológica
y pastoral, infinitamente mejor que la de los diáconos seglares, aun contando con la máxima
buena voluntad de estos. En efecto, las ocupaciones profesionales del seglar, sólo le dan
tiempo por lo común, a una formación teológica a marchas forzadas, a golpe de cursillo
intensivo o acelerado.
Parece que la jerarquía de la Iglesia se va dando cuenta de que para ser un buen
agente de la pastoral no hace falta tanta carrera eclesiástica. Con lo cual no se puede negar
la sólida preparación clerical de antes.
Hace siete años comenzábamos en España nuestro movimiento ESCE – más tarde
ASCE –. Hoy podemos decir que no estamos solos en el mundo. Por todo el orbe católico
está extendido ya este movimiento. Tiene que ser el soplo del Espíritu Santo que de una
manera espontánea ha hecho surgir el problema en numerosas naciones. Ahora nos hemos
coordinado y hemos celebrado nuestro
Como sabes, escribí una carta en representación de los grupos al Defensor del Pueblo,
exponiendo el problema de los sacerdotes secularizados que, habiendo servido a la diócesis o
congregación durante varios años, no se les computa este tiempo a efectos de jubilación.
Hemos recibido la siguiente contestación:
Una pregunta: ¿Bastará con esta reclamación o habrá que hace algo más? (Nota
posterior, cuando lo transcribo. Esto no sirvió de nada. Fue muy largo el camino y la labor de
cientos de personas durante más de diez años para que lográramos nuestro objetivo, a través
de los políticos, que esta vez actuaron).
Viene después el capítulo de cuentas. Se sugería enviaran 1500 pesetas para sufragar
gastos. Poco se recibió. Nunca se cobró cuota obligatoria para pertenecer a nuestra
Asociación por sugerencia de un asociado. Por eso, quienes nos hemos movido, hemos
corrido con la mayor parte de los gastos y gracias a la hospitalidad de algunos compañeros de
Madrid.
Me permito, Señor Obispo enviarle copia del artículo publicado en “La Vanguardia” por
el sacerdote, párroco de Santa Coloma de Gramenet, Ramón Ribera Florit.
Cada vez estamos más convencidos de que nuestra situación ha de ser normalizada
por la jerarquía. Se trata de la gracia de Dios que nos fue dada en la ordenación sacerdotal y
que imprimió en nuestras almas carácter indeleble que nos hace ser sacerdotes para siempre.
No resulta extraño que, por haber recibido el sacramento del matrimonio, se nos margine de
esta realidad teológica, e incluso se llegue a llamarnos “desgraciados” y contraponernos a los
otros sacerdotes fieles y dignos. No nos lo podemos explicar. Algo falla.
En España existen alrededor de 8000 sacerdotes que un día optaron por colgar la
sotana. Unos, la mayoría, dentro de la más estricta legalidad eclesiástica; otros, ante la
negativa de Roma de conceder dispensas, han abandonado el ministerio, bajo la
responsabilidad de su propia conciencia.
Desean las jerarquías de la Iglesia que no quede el rebaño sin pastores. Llevan años
intentando abrir espitas vocacionales, María no logran su propósito. Ni la promesa colectiva
de centenares de clérigos junto a sus obispos en la mañana del Jueves Santo, no los planes
diocesanos de pastoral vocacional, consiguen apenas mover la voluntad de jóvenes que
ingresen el en seminario.
Al parecer, una de las causas que han motivado a Juan Pablo II a conceder
escasísimas dispensas a los clérigos para contraer matrimonio, ha sido el temor a quedarse
con un ejército sacerdotal empobrecido y envejecido. Dicen que Paulo VI se lamentaba
hondamente de haber abierto tanto la mano: habían dejado las filas clericales muchos y, con
frecuencia, de los mejores.
Alrededor del 23% del clero que salió, según estadísticas fidedignas, estaría dispuesto
a reintegrarse en el sacerdocio si lo pidieran los obispos, y, por supuesto sin renunciar a la
vida conyugal. Incluso grupos representativos de ex clérigos se han ofrecido en repetidas
ocasiones, y lo han hecho con total desinterés económico, ya que no necesitan para subsistir
ningún tipo de estipendio por el ejercicio ministerial.
A los reiterados ofrecimientos de estos pastores sin rebaño responden los prelados con
el silencio, o con esta frase: “No está en nuestras manos otorgarlo”. ¿Se pueden despreciar
olímpicamente 2000 vocaciones reales, mientras se lanzan campañas para reclutar algunos
posibles centenares?
Eso sí, todos reconocen que la ley del celibato (uno de los principales obstáculos, hoy
por hoy, para ingresar en los seminarios) es meramente eclesiástica, y, por consiguiente,
revisable.
Es una pena que la Iglesia no admita sacerdotes casados, siendo así que los está
necesitando. Entre el 60% y el 90% de los fieles, según edades, desea la existencia de
sacerdotes casados. Y el honor de Dios exige, a mi parecer, que no haya comunidad sin su
pastor.
Va a ser dificilísimo conseguir cada nueva vocación. Creemos que es preciso comenzar
por enrolar en la parcela del Señor a los sacerdotes secularizados que lo deseen. Y es que
resulta un sinsentido evidente la existencia de los pastores sin rebaño, cuando hay tantos
rebaños sin pastor.
José María Lorenzo Amelibia es coordinador nacional de los Equipos de Sacerdotes Casados de España.
Junio 1984 Nº 44
De Sevilla. “Cada vez estoy más convencido de que nuestra situación debe ser
normalizada por la jerarquía. Al menos esa es la conclusión que saco por el número de
representantes de varias naciones que acudieron al sínodo de los sacerdotes casados, y por
mi propia experiencia personal. Esto es una cosa preparada. Es la gracia de Dios dada en la
oración.
De Tarragona. Estuvimos planeando con mi esposa ir al sínodo, pero luego se nos hizo
imposible. De mí puedo decirte que estoy vinculado al secretariado diocesano de catequesis.
(R. B.)
Desde La Coruña. Nos escribe S. D. M. y nos dice que un grupo de compañeros, don
anterioridad a nosotros, han acudido al Defensor del Pueblo. La respuesta ha sido tajante:
Dice el Defensor que no es de su competencia asumir tal caso. Y añade que
corporativamente convendría presentar el problema al Presidente del Senado, a ver si se
dignaba crear una comisión al efecto, para que estudiara nuestro caso, o bien recurrir al
contencioso – administrativo, previo asesoramiento de un buen abogado.
Italia. La labor de nuestros amigos el italiano es ardua e inmensa. Acaban de
enviarnos dos gruesos cuadernos con las actas del sínodo. Asimismo, están realizando una
valiosa labor de coordinación de todo el mundo. Han reproducido íntegra nuestra anterior
circular. Se reúnen a nivel regional y estatal.
El pre sínodo. Se prepara el sínodo 85. Se reúnen en estas fechas en Les Lilas, París,
sacerdotes casados de varias naciones. A España representa Jaime Muñoz, nuestro
coordinador Francia – España.
Brasil. Hace dos años que han comenzado. Están con gran pujanza. Nos envían su
informativo Rumos. Disponen de 1120 direcciones de sacerdotes casados. Citan una tesis
que será tema del próximo sínodo: “El sacerdocio casado es un estado de perfección
evangélica””.
----------------------
1.- El rescripto de dispensa ha de ser notificado cuanto antes por el Ordinario competente,
según la norma N. 2
b) Abarca de forma inseparable la dispensa del sagrado celibato y la pérdida del estado
clerical. Nunca le estará permitido al orador separar estos dos elementos; o sea: tomar el
primero y rechazar el otro.
d) También lleva consigo este rescripto la absolución de las censuras, si fuese necesario.
4.- Por lo que atañe a la celebración del matrimonio canónico han de ser aplicadas las normas
que se establecen en el Código de Derecho Canónico. Procure el Ordinario que la ceremonia
se lleve con cautela, sin pompa y sin aparato externo.
5.- La autoridad eclesiástica, a la que incumbe notificar al orador el contenido del Rescripto,
ha de insistirle con empeño a que participe en la vida del Pueblo de Dios, en razón apropiada
a su nueva condición de vida; sea edificante y de esta manera se muestre como buen hijo de
la Iglesia. Y a la vez, le haga saber lo que sigue:
a) El sacerdote dispensado desde este mismo momento pierde los derechos propios
del estado clerical, las dignidades y los oficios eclesiásticos; ya nunca se sentirá atado por las
obligaciones anejas al estado clerical.
b) Queda excluido del ejercicio del sagrado ministerio, excepto en lo que dice el canon
976 y 986 2 y por consiguiente no puede pronunciar la homilía, ni puede ostentar un cargo
directivo en el ámbito pastoral, ni desempeñar el cargo de administrador parroquial.
f) De suyo, el sacerdote dispensado del celibato sacerdotal, y más aún el ligado por el
matrimonio, debe distar de los lugares donde su condición anterior es conocida, y en ningún
lugar puede desempeñar la función de lector, de monaguillo, ni distribuir la sagrada
Comunión.
6.- El Ordinario de la diócesis del domicilio o lugar de residencia del orador, según su juicio y
a cargo de su conciencia, oídos aquellos a quienes pueda interesar y sopesadas bien las
circunstancias, puede dispensar de algunas, incluso de todas las cláusulas del Rescripto en
sus apartados e, f.
7.- Téngase por norma que estas dispensas no se divulguen o se consignen por escrito sino
después de pasado algún tiempo desde la notificación de la pérdida del estado clerical.
Los rescriptos desde los años 60 hasta el 2018 han sido casi iguales. En el de 2018 del papa
Francisco ya se suprimen las prohibiciones de hacer de acólitos o las lecturas en la misa y
algunas otras. El rescripto del año 2019 cambia mucho con relación a los anteriores. Pero
también exige sumas precauciones sobre el dispensado, a la hora de concederle ser profesor
de disciplinas relacionadas con la teología, y ciertos cargos, Proviene de la Congregación del
clero.
Dice así:
1. El rescrito que contiene la gracia de dispensa y que debe ser transmitido lo más pronto
posible por parte del Ordinario del solicitante, en conformidad con la norma a la que se
refiere el punto 2,
a) Es efectivo a partir de que sea notificado al solicitante;
b) Lleva consigo inseparablemente, la dispensa del celibato, y al mismo tiempo la
pérdida del estado clerical. Estos dos elementos no pueden nunca ser separados,
siendo parte en la praxis actual de un único procedimiento;
c) Si el solicitante, es un religioso, el decreto incluye también la dispensa de los votos;
d) Además, dicho decreto incluye, en la medida que sea necesario, la remisión de las
censuras.
La respuesta definitiva del Defensor del Pueblo. Reunión para junio. Brasil, Francia
Hace más de siete años comenzamos nuestra andadura con la ilusión de lograr la
reintegración en el ministerio los sacerdotes casados que lo deseáramos, y la abolición de la
ley del celibato en cuanto obligatorio. Estamos convencidos de que ambas pretensiones están
de acuerdo con el derecho divino y con el Evangelio, con el dogma y con la moral. Las leyes
celibatarias, desde Elvira hasta el nuevo Código de Derecho Canónico son incoherentes con
la doctrina católica, porque han roto muchos matrimonios, violentando aquello de Mt. 19,6 “Lo
que Dios ha unido, el hombre no puede separar”. (Recordemos la prohibición del uso del
matrimonio a los sacerdotes casados). Y por otra parte han quitado a los clérigos hasta el
mismo derecho al matrimonio, en contra de 1ª Cor. 9,5 “¿Acaso no tenemos el derecho de
llevar con nosotros una mujer como los demás apóstoles, y los hermanos del Señor, y
Cefas?”
Por eso nunca cesaremos de levantar la voz, aun a sabiendas de que a corto plazo
nada vamos a conseguir. Y por eso también algunos de los nuestros, ya cansados de insistir,
han arrojado la toalla.
Agradecemos en el alma las cartas de aliento, incluso de obispos, que nos animan a
seguir en esta línea de trabajo. Son muchos los que nos respetan, alaban y alientan a seguir
insistiendo a la jerarquía querida por Jesucristo. Aunque tenemos razón, nada haremos contra
lo mandado. Ahí está nuestra fuerza.
Segunda sesión del sínodo de los sacerdotes casados en sus esposas.
Se celebrará en Roma, del 30 de agosto a 7 de septiembre 1985. Los temas o tesis a
desarrollar serán.
Reunión para junio (15 o 22) en Madrid. El orden del día sería:
1. Estado de cuentas.
2. Estudio y apoyo al sínodo; preguntas:
3. ¿En qué sentido vemos el sacerdocio casado como estado de perfección?
4. ¿Cómo sentimos que hemos sido fieles a Dios y a la Iglesia?
5. ¿Qué trabajo apostólico realizan los sacerdotes casado que yo conozco?
6. ¿Cómo orientamos nuestra vocación al sacerdote y al matrimonio?
7. ¿Cómo vive nuestra esposa esta vocación nuestra?
8. ¿Cómo van asimilando los hijos lo de su padre, sacerdote casado?
9. ¿Desarrollamos algún carisma particular?
10. ¿Podrías explicar el significado sacerdote – casado en el mundo?
Estado de cuentas.
056.- 850202 Obispos algunos abren la mano
Estamos convencidos de por encima del Derecho Canónico, está la realidad teológica,
y que, en caso de pugna, debe prevalecer entre los cristianos el dogma sobre el derecho. Y
recordamos una frase, dicha anteriormente, “Rueguen los obispos a los sacerdotes
dispensados que participen como con celebrantes en la fiesta de jueves, Santo, Vigilia
Pascual y otras singulares ocasiones”. Creo que esta sencilla práctica ayudaría a un mutuo
acercamiento. Muchos sacerdotes dispensados no asimilan la marginación eclesial en que se
encuentran. Pienso que antes – o por lo menos a la vez – de acercarse a los hermanos
separados, es necesario solucionar este problema eclesial.
Hay obispos que han invitado a los sacerdotes dispensados a consejos presbiterales y
asambleas diocesanas. Son pasos importantes pero muy aislados. También es verdad que
algunos obispos desconfían de nosotros. Continuamos siguiendo a Cristo sin volver la vista
atrás de nuestro sacerdocio.
(…)
El asunto más urgente es el de los compañeros que no han recibido la dispensa y han
contraído matrimonio civil. Se ven privados de la Eucaristía. Nos parece que la petición de los
obispos a Roma debiera ser unánime para que de una vez vaya este asunto con la
normalidad de los tiempos de Paulo VI.
Otra cosa: a los tres meses de dejar la clerecía un sacerdote, y ni una línea apareció en
el boletín diocesano, para notificar su defunción, después de haber estado veinticinco años al
servicio de la diócesis. Con buena voluntad por parte de los obispos se podría mejorar estas
situaciones de olvido y abandono.
He escrito estas líneas en la iglesia, junto al calor del Sagrario. Que las reciba con
cariño, Señor Obispos. (Despedida)
sigue siendo constante y asidua. Por falta de medios no transcribimos cartas enteras
que son verdadera antología literario – sacerdotal. Desearíamos que muchos sacerdotes
célibes se encontraran con el mismo espíritu que gran parte de los componentes de ESCE.
Noticias confidenciales
Hay muchos obispos conscientes de que, en el siglo XXI, si no desaparece la ley del
celibato, pasará la Iglesia por la crisis más grave de la historia en cuanto a carencia de
sacerdotes. Lo que no ha impuesto la razón, el diálogo ni el fracaso histórico de una ley tan
poco evangélica, lo impondrá la absoluta necesidad.
Cada vez son más raras, y solamente se otorgan cuando el sujeto demuestra que hubo
coacción en su ordenación, y cuando tiene 60 años cumplidos. Los matrimonios civiles de
sacerdotes siguen siendo numerosos. Monseñor Briva defendió en una pastoral la postura de
Roma de no conceder dispensas. Puso en duda la buena conciencia subjetiva de los
sacerdotes que se casan por lo civil. En un reportaje de La Vanguardia, 30-12-84, contesta el
Señor JM Lorenzo Amelibia, coordinador nacional, “Es tan grave meterse dentro de la
conciencia del individuo, que ni la Iglesia debe hacerlo. Si un sacerdote pide la dispensa para
casarse, se le debe conceder por humanidad, por derecho de la persona y por equidad con
las dispensas concedidas anteriormente”.
Nuestra prensa
Sínodo mundial
Nota. El programa Compañera de doy fue protagonizado por algunos sacerdotes del
moceop. Este programa ha servido de enfrentamiento con la Conferencia Episcopal. La
comisión del clero puso al día siguiente una nota desaprobatoria en el periódico Ya. Varios
diarios de ámbito nacional han abundado en testimonios de rechazo. Pensamos que este
fenómeno ha servido de rechazo a nuestra causa común.
A raíz de del programa de TVE, del 15 abril, 85, Compañera te doy, intervenían en él
como protagonistas varios sacerdotes casados, hemos recibido una serie de interpelaciones,
ninguna como aprobación. Ante estos hechos nos parece oportuno aclarar.
2.- No estamos de acuerdo con una serie de ideas e imágenes vertidas en él; por citar
lo más significativo que no podemos aprobar,
3.- No juzgamos a las personas que intervinieron, de cuya buena voluntad no dudamos,
sino sus hechos.
Después de estudiar mucho el asunto, parece mejor que se trate de una asociación
cultural civil, porque no somos secta religiosa, y, por otra parte, nuestro caso no lo prevé el
Derecho Canónico.
Dentro de los fines culturales, hay una amplia libertad para organizar todo lo que hasta
ahora hemos hecho y mucho más.
Como podéis comprobar, no existe cuota obligatoria. Cada uno ofrece lo que cree
oportuno. Pero se necesita una cobertura económica para llevar adelante los fines de la
Asociación.
Por otra parte, toda la prensa, tanto nacional como regional, ha dedicado numerosos
artículos y reportajes a nuestro tema. Normalmente lo han apoyado, aunque también ha
habido revistas y periódicos tendenciosos que tomaban nuestro asunto, en plan de mofa,
unos, y otros se indignaban de nuestra pretensión, los menos.
Nuestra asociación fue representada por Francisco García Chaparro de Sevilla y Jaime
Muñoz Anatol, de Bilbao – Marsella.
Fue providencial la asistencia al sínodo del obispo casado Jerónimo Podestá, junto con
su esposa. Su personalidad, celo pastoral y moderación, causaron impacto en todos los
medios.
Hoy muchos jerarcas han llegado al convencimiento de que será una riqueza para la
Iglesia Católica, tanto por el número de vocaciones como por la calidad, que se autorice el
matrimonio a los presbíteros, y se ordena para el sacerdocio a hombres casados.
Varios exclérigos españoles están reflexionando sobre su paso al rito oriental, y así
realizar plenamente su doble vocación.
Informaron que el Vaticano es conocedor de este sistema de reintegración, y a pesar
de todo, calla. Más aún, lo admite de forma oficiosa. Nos gustaría claridad de acción e
informativa. Comprendemos que se trata de un conato de solución.
El Cardenal Koening
Declara en su libro – entrevista que el tercer sínodo de obispos, Paulo VI permitió a los
padres sinodales que votaran de forma deliberativa sobre el celibato opcional del clero; él
aceptaría el voto como resolutivo. Pero la mayoría de los obispos de entonces tomó partido
para conservar la ley.
Es cuestión de tiempo.
Cada día es mayor el número de jerarcas partidarios de la abolición.
El sello de ASCE
Mantenemos contacto con Francia, Italia, Brasil, Alemania, Portugal, Holanda, Estados
Unidos, El Salvador, República Dominicana. Es hermoso constatar que nuestro movimiento se
extiende a nivel mundial.
Existimos gracias a la revista “Vida Nueva”. Ella sirvió por los años 77 – 78 de órgano
de intercomunicación y aglutinamiento entre los sacerdotes dispensados, y así formamos la
Coordinación de Equipos de Sacerdotes Casados de España, ESCE- Incluso las siglas se
deben al entonces redactor de Vida Nueva, Juan Llorente. Gracias.
Hace ya tiempo deseábamos formar una entidad con personalidad jurídica. En reciente
asamblea, celebrada en Madrid, fueron aprobados los estatutos y solicitamos del Ministerio
del Interior que nuestra Asociación tuviera carácter y estructura organizativa civil. Nuestro
colectivo está inscrito en los registros públicos con el número 61315.
Vamos dando pasos importantes y pensamos que en esta generación se puede dar luz
verde a estas pretensiones.
La junta rectora puede dar todo tipo de información. Para ello dirigirse a Presidente:
José María Lorenzo Amelibia. Secretario, Francisco Mantecón Ramírez. Vicepresidenta,
Carmen López Moreno. Vicesecretario, Guillermo Calviño. Tesorera, Soledad Alonso
Herreros. Vocales, Francisco García Chaparro. Antonio Davia y María Pilar Palacios.
Hemos de estar entre nosotros bien unidos e intercomunicados para lograr una acción
cada vez más eficaz.
Hemos escrito a los obispos Gabino Díaz Merchán y Fernando Sebastián y Ramón
Echarren (presidente de lo social), diciéndoles nuestras gestiones anteriores con relación a la
jubilación; les pedimos solucionen este asunto, ya que a ellos y a los superiores mayores
concierne más que a nadie. La carta va en tono moderado y diplomático.
Acabamos de enviar a “Vida Nueva” una carta para que publique nuestro nuevo rumbo
y junta directiva, como propaganda para la asociación.
Creemos que cada diócesis debiera estudiar por vía de urgencia, ante todo, los casos
que no admiten demora, y darles solución.
Esperamos que respondan a este escrito y mantenga después con nosotros diálogo
sobre el desarrollo del asunto que nos concierne. (Despedida)
(Saludo) Este año podemos hablarle, señor Obispo, con más optimismo. Creemos que
está entrando en vías de solución el problema teológico de los sacerdotes que fueron
“reducidos al estado laical”, y que, en el plazo de cinco años, o antes, no existirá, ya que se
habrá dado a los sacerdotes dispensados que lo deseen, la oportunidad de reintegrarse
plenamente en el ministerio, permaneciendo casados. Gracias al apoyo de muchos obispos, y
a que el Papa lo ha entendido así. Ahora toca esperar y seguir apoyando la causa que, aparte
de pastoral, es fundamentalmente teológica.
Por lo que respecta a nuestro colectivo, al finalizar el año 85 ha sido legalizado por el
Ministerio del Interior, con el número 61315, y con el nombre de Asociación de Sacerdotes
Casados de España, (ASCE). Le adjunto un reglamento de la Asociación para que pueda ver
nuestro espíritu.
Desde hace varios años la junta rectora de los sacerdotes casados de España estamos
trabajando con el problema social de los exclérigos: que cuenten a la hora de nuestra
jubilación los años de servicio en el ministerio y los sacerdotes que están en paro y no
encuentran trabajo.
Hemos dado distintos pasos con el objeto de buscar soluciones. El último fue acudir a
la Conferencia Episcopal Española. Nos pidieron datos para poder estudiar qué se puede
hacer a favor de aquellos que no hayan encontrado solución digna por vías seculares.
Dentro de las listas que poseemos hemos seleccionado a quienes nos parece que
continúan con gran amor al sacerdocio, a pesar de los años pasados desde la secularización.
Llevamos una noticia alegre y optimista, de gozosa realidad: la reintegración de los
sacerdotes que lo deseen en el ministerio. Al fin parece que el Papa se ha dado cuenta de
que se quebrantaba un principio teológico, si se mantenía perpetuamente a los sacerdotes
casados alejados del ministerio. Nos acogerá el patriarcado católico oriental Sirio Caldeo.
Acto primero: Diciembre, 1984. El Padre Juan Walsh, sacerdote casado, readmitido
como sacerdote católico del rito oriental, me llama por teléfono, indicándome, que como a él,
a todos pueden abrírsenos las puertas.
Acto tercero. Noviembre 1985. Reunión en Madrid de ocho sacerdotes casados con el
obispo, Mar Juan. Admite en el ordinariato internacional, a Alfonso Gil.
Acto cuarto. Sigue nuestra intercomunicación intensa. Se nos informa que el ordinariato
internacional no existe para que los curas casados actúen ya en el ministerio. La misión del
ordinariato es poner las bases, al objeto de que miles de curas casados puedan retornar a un
ministerio. Y de esta forma nos tenemos que mover con gran cautela en el trabajo con
hombres de gran discreción. Se espera que, hacia julio de 1987, sea oficial lo que hoy es
oficioso.
Acto quinto. Han solicitado cuatro sacerdotes más formar parte de este ordinariato
oriental, y se espera sean pronto admitidos, tras un período de preparación.
Pienso que con este tema convendría practicar reuniones de tipo regional. En junio,
ASCE convocará una reunión en Madrid, el día 21. Convendría celebrar antes las regionales.
Asuntos:
1.- En la anterior circular os comunicábamos el plan real de reintegración en el
ministerio, a través del rito oriental, sirio – Caldeo. No se exige para ello dejar el trabajo ni
cambiar de domicilio. Nos informará al detalle sobre el particular, Alfonso Gil, de Madrid,
primer sacerdote español que ha sido admitido en el rito sirio – Caldeo. Pertenece al
Ordinariato Internacional. (Diálogo sobre el tema).
En Andalucía, País Vasco y Navarra se han celebrado reuniones de zona para estudiar
y analizar lo que ahora nos proponemos a nivel nacional: las posibilidades de reintegración en
el ministerio sacerdotal. Varios compañeros se están reciclando en Madrid para ser admitidos
en el ordinariato sirio – Caldeo. Este reciclaje se practica durante un fin de semana cada mes.
La jubilación y la pensión.
Desde hace varios años vamos notificando las gestiones realizadas por ASCE para
solucionar este problema. Nos estamos uniendo a COSARESE a fin de a través de esta
asociación conseguir solucionar nuestro futuro de jubilados. Así aumentará nuestra fuerza.
El 28 de diciembre de 1984, el que esto firma, José María Lorenzo Amelibia, recibe una
llamada telefónica desde Madrid. Se trataba de Juan Walsh, funcionario de la ONU en Rabat,
y sacerdote católico del rito oriental. A pesar del día, comprobé que no era una inocentada. En
esta conferencia me afirma que él había sido sacerdote latino secularizado. Se había puesto
en contacto con Mar Juan, obispo Sirio Caldeo, y éste le había admitido en su rito como
sacerdote, con plenitud de derechos.
Marzo 1985. Recibo una larga carta del P. Walsh. Me explica los orígenes del rito.
Asimismo, me enumera la jerarquía actual: 1.- Mar José es el patriarca; se encuentra
enfermo. Él está casado. 2.- Mar Jacobo; es el arzobispo, brazo derecho del patriarca. Es
soltero y amigo personal del Papa; polaco. Fue consagrado por dos obispos latinos y dos
orientales. Mar Jacobo es el alma de esta idea de integrar a los sacerdotes casados, junto con
3.- Mar Juan. Fue éste misionero en Corea. Se secularizó y fue admitido por Mar Jacobo en el
rito oriental. Vive en Estados Unidos. Posee cierto carisma de curaciones
Mayo – octubre 19845. Comienzo a hacer campaña de esta buena nueva entre
compañeros que veo con ilusión sacerdotal.
Durante estos meses Alfonso Gil actúa como sacerdote oriental. Lo afirma
públicamente. Incluso imparte algunas charlas en Madrid. Nuestro secretario, Francisco
Mantecón, le llama la atención por lanzar algunas afirmaciones no conformes con el dogma,
tales como “Jesús estuvo probablemente casado; incluso tendría amor con Magdalena”.
Alfonso pertenece a ASCE y además sigue haciendo campaña por el Moceop. Se comunica a
Rabat estas circunstancias. Se le ordena que no debe hacer campaña de ningún movimiento
de sacerdotes casados. Ignoramos si le han llamado la atención por sus afirmaciones no
conformes con el dogma.
Abril 1986. Segunda visita de Mar Juan a Madrid. Comienza el reciclaje. Durante un
año los aspirantes deberán asistir a estas reuniones una vez al mes. Las dirigirá Juan Walsh.
Mayo 1986. Invitado por mí acude a Vitoria Alfonso Gil. Ocho sacerdotes de varias
provincias limítrofes asisten interesados a la cita. Se proyecta realizar en Vitoria cursillos de
reciclaje, una vez hayan terminado los de Madrid. Observamos a Alfonso Gil con entusiasmo;
espíritu de piedad; pero sus afirmaciones nos parecieron demasiado optimistas. Le
advertimos de ello.
Le hablo a Alfonso Gil del interés en Italia por el rito oriental. Me muestra deseo de
visitar a los compañeros italianos. Afirma, sin embargo, que la primera experiencia de
desarrollará en España y en Estados Unidos.
Junio 1986. Seguimos con la campaña. Tenemos reunión ASCE en Madrid. Invitamos a
ella a Alfonso Gil. Un compañero de Valencia y otro de Tarragona se comprometen a asistir a
Madrid al cursillo de reciclaje.
Se trata de que sean contabilizados los años de trabajo ministerial para efectos de
antigüedad, y poder cobrar una pensión de jubilación justa. Hasta ahora, durante varios años,
habíamos trabajado ASCE en solitario; habíamos conseguido que la Conferencia Episcopal se
comprometiera a estudiar los casos más urgentes que le enviásemos. Además, se les vio bien
dispuestos a apoyar nuestras justar reivindicaciones.
Así las cosas, el 21 de junio pasado, nos reunimos en Madrid con el comité catalán de
“COSARESE”, que con gran empuje había comenzado a trabajar para conseguir una digna
jubilación.
Ordinariato internacional
Nos han comunicado que en Francia y Brasil ya han conseguido resolver el problema
de la jubilación con un retiro digno. Observamos que en la mayor parte de las naciones se
están legalizando diversas asociaciones de sacerdotes casados.
Sínodo 87
El problema de conocer cómo este don de Dios donado a algunos (L. G. 42) es
compatible con la obligación general para todos los sacerdotes, no está resuelto. El Concilio
de Trento y el Vaticano II buscan la solución en la oración para obtener este don, si es que no
se posee. Esta solución, sin embargo, está en pugna tanto con la Sagrada Escritura, como
con la Tradición práctica. La Iglesia primitiva y la práctica de las Iglesias orientales
demuestran que la continencia perfecta no viene exigida por la naturaleza misma del
sacerdocio. Esto es admitido por el Concilio Vaticano II (Pres. Ord. 16), El Concilio hace
referencia a 1 Tim. 3,2; Tito 1,6; se puede añadir Mc. 1,30; y, sobre todo, 1 Cor. 9,5.
Las dispensas de la ley del celibato, concedidas por la Santa Sede desde hace más de
veinte años – pasan de cincuenta mil – demuestran que, en la práctica contemporánea,
existen innumerables sacerdotes que, a pesar de su oración, no han recibido el don de Dios
para la castidad perfecta, sino el del matrimonio.
Esta solución conduce a dificultades todavía mayores: ¿Elige Dios a sus sacerdotes en
Occidente según una normativa distinta que en Oriente? ¿Tienen el poder las autoridades de
la Iglesia latina de escoger entre los elegidos por Dios, y no aceptar más que a aquellos que
tienen un don específico? ¿No sería esto impedir la gracia y la vocación de Dios al
sacerdocio? ¿El canon 1026 del nuevo Código no llama crimen contra Dios el entorpecimiento
(nefas) el entorpecimiento de la vocación de aquel que es idóneo?
¿Aquellos que son llamados por Dios al matrimonio y al sacerdocio, que son idóneos
según el Nuevo Testamento y los Cánones de la Iglesia Católica Oriental, no han de ser
idóneos para la Iglesia Católica Occidental?
Más aún, entre los sacerdotes en ejercicio, las pruebas que hacen insoportable la ley
del celibato obligatorio no cesan de aumentar cada día. Algunos libros cuentan historias tristes
de sacerdotes y mujeres que tratan de escapar de “un yugo insoportable” (Hechos 15, 10),
aquellos y aquellas que no tienen carisma.
El Arzobispo de Anchorga (Alaska) F. Hurley, en una carta pastoral citada por el
“Suthern Cross” de África del Sur (24-08-86), dice que “Para muchos sacerdotes el celibato es
más una cruz pesada que un don de Dios”.
Por esto, Santo Padre, pedimos el debate de la actual ley del celibato – discusión
suprimida en el Concilio Vaticano II – sea de nuevo reemprendida, a fin de que una solución
honesta, justa y verdadera, conforme al Nuevo Testamento y a la Tradición de la Iglesia
entera, y por consiguiente con la voluntad de Dios, pueda ser encontrada. Así el Pueblo de
Dios estará dispuesto a una adaptación de la ley sobre el sacerdocio, sea asumida por célibes
o por personas casadas.
Querido amigo DON. Aquí te envío la carta que acabo de mandar a todos los obispos
de España. Supongo que te parecerá bien. Como ves insisto primordialmente en el aspecto
que hoy por hoy interesa a todos los compañeros: los plenos derechos a la hora de jubilarse.
Estamos haciendo campaña en toda España, todos los grupos de sacerdotes casados
unidos, y esperamos que nos atiendan. Por eso espero que hagas todo lo que puedas en este
sentido. Si en tu zona todavía no se ha celebrado ninguna reunión de curas casados con este
fin, espero que tú la promuevas. Es muy importante.
El Defensor del Pueblo recibió a nuestro compañero y amigo José
María Beny, acompañado por varios amigos. Les ha orientado muy bien al respecto y ha
demostrado mucho interés; incluso les ha prometido interesar a la Jerarquía. Por otra parte,
los obispos están interesados en solucionar este problema. Pero lo cierto es que "nadie nos
va a sacar las castañas del fuego" si nosotros, los principales interesados, no nos movemos.
Lo del Ordinariato Internacional va con lentitud, pero se espera que algún día se
solucione todo favorablemente. Están ya terminando en Madrid el reciclaje el primer grupo.
Son bastantes más los que han solicitado el ingreso, aunque algunos lo hacen de forma
condicionada a que Roma lo apruebe oficialmente.
Y nada más, hasta la próxima. Un fuerte abrazo y saludos a tu esposa y todos los tuyos.
Lo cierto es que en general la sociedad los acoge bien, y gozan de prestigio por su
conducta y profesionalidad.
Durante muchos años hemos mantenido con los obispos contacto frecuente. Pasaban
del millar las cartas que archivábamos de ellos, contestación a las nuestras. Muchas de ellas
eran mero acuso de recibo, pero otras, muy enjundiosas. Pero en contadas ocasiones se
comprometían a nada. Repetían el estribillo: “Nosotros nada podemos hacer en esta materia,
es Roma la que manda”.
Pasarán los años. Han transcurrido ya cuarenta desde los comienzos. Nadie puede
mirar mal nuestras pretensiones porque están de acuerdo con el dogma. La tradición
celibataria pesa como una piedra granítica. Removerla no va a resultar tarea fácil. Es
necesario el paso de varias generaciones: estoy seguro que, en un futuro no lejano, en este
siglo XXI se ha de llegar a conseguir nuestro propósito. A fin de cuentas, en los diez primeros
siglos del cristianismo, los sacerdotes eran elegidos mayoritariamente entre personas
casadas, y hoy en día sigue la costumbre entre el rito oriental.
Querido amigo: He recibido tu carta con los recibos. Los remito a los interesados.
Recibí carta de Suquía y de otro obispo más después de que yo te escribiera. Al Sr.
Cardenal lo vi un poco al estilo del secretario: en plan de ayudar, pero pensando que por vías
legales nada se puede hacer en cuanto a aquellos que en el clero no cotizamos a la
Seguridad Social.
Espero que este mes nos reciba el Lehendakari Ardanza; ya hemos solicitado audiencia.
En cuanto a las direcciones que ignoras son:
-Alberto Benedicto. C. Alango Barri 7.-- Algorta. Guecho. (Vizcaya) -Paulino Lucio Gallo.
Pérez Galdós 6. 48010 Bilbao.
Son los socios 240,241. La de Félix no la tengo. Le diré a Galdós que te la envíe.
Un saludo y hasta otra.
870601 Informa ASCE Jubilación Bilbao Pamplona Mallorca Congreso Ordinariato Obispos
Estamos negociando que cuenten nuestros años de ministerio para el retiro, con el
Gobierno Vasco. Nos ha recibido un alto funcionario de la administración. Añado la nota que
le entregamos por si te puede servir de orientación. ---Este funcionario ve factible a nivel de
autonomía que consigamos nuestro propósito por vía política. Pronto nos recibirá Ardanza; y
nos han dicho que está interesado por el tema. ---A nivel nacional será más difícil conseguirlo,
pero se logrará también. Parece que aquí interesa nuestro problema políticamente, y
esperamos que lo aborden en cuanto llegue la transferencia en materia de Seguridad Social.
(Dentro de un año o año y medio).
Te informaré si se produce alguna novedad.
PRIMERAS IMPRESIONES
El día 23 de agosto a las 8 de la tarde llegó a Ariccia la comisión española, integrada
por 17 personas. Fueron recibidos con grandes aplausos. El precio de individuo y día fue
27.000 pts.
A las nueve de la noche da la bienvenida a todos los presidentes sr. Peeters. El
número total de asistentes fue 107. Se esperaban muchos más. Las lenguas oficiales,
francés e inglés. No lo fue el italiano.
ASCE dio en todo momento la nota de moderación en criterios y opiniones. El señor
Mantecón como representante principal de ASCE supo hacerlo muy bien. Se habló mucho en
el Congreso del sacerdocio de los fieles y muy poco del sacerdocio ministerial. Supimos poner
las cosas en su punto defendiendo el sacerdocio ministerial como verdad divina revelada,
según se prueba por los diversos textos de la Sagrada Escritura.
PRIMER PLENO
Estas son las ideas más importantes expuestas por los diversos grupos lingüísticos:
-Hay trabajo para el sacerdote casado dentro de la Iglesia. Él es "el hombre de Dios al
servicio de la comunidad".
-Dentro del Orden Sagrado, el cura casado exige un ministerio especial a tono con sus
circunstancias. Los obispos, en general, se han desentendido hasta hoy del sacerdote
casado, a pesar de las recomendaciones del Sínodo 71, en el que se pide que traten a los
sacerdotes casados con equidad y fraternidad.
- El campo propio de nuestro ministerio serán los marginados. -Dicen los italianos:
En Italia es hoy imposible una apertura
de la Iglesia hacia nosotros. La involución es aquí mayor que en ninguna otra parte del
mundo. Existe una marginación total del cura casado por parte de la sociedad; sin embargo, la
gente sencilla nos comprende. En realidad, el cura casado ofrece un nuevo tipo de ministerio.
-En Alemania los curas casados están bien relacionados con los obispos. Pero
solamente del 1% al 5% están asociados.
- El grupo español afirma de la necesidad de profundizar en el concepto de Iglesia
como Pueblo de Dios; como Reino de Dios. Habla de la originalidad del sacerdocio de Cristo y
del sacerdocio de los fieles.
-El grupo hispanoamericano, con el obispo Podestá como portavoz, afirma que somos curas,
y conservamos la fe. Los sacerdotes secularizados brasileños son bien recibidos por la
Jerarquía. El cardenal Loerscheider es amigo de ellos. Quieren otro tipo de sacerdocio,
liberado y encarnado en el pueblo. Afirma el obispo Podestá que su mujer y él son sacerdotes
de igual modo.
Cada día era presentada por un grupo lingüístico. Televisión italiana tomaba
largos reportajes de la misma. También la española hizo diversos reportajes. ---Estimamos -
se dijo en una celebración que la Iglesia tiene que cambiar de rostro si quiere ser la sal de la
tierra y la luz del mundo.
TRABAJO Y PROFESION
-Habla Pinillos con tomo caluroso. Afirma que lleva 20 años trabajando en una
fábrica; que está inmerso en el mundo del trabajo en medio de los sindicatos marxistas; que
acepta el análisis marxista como lugar teológico donde Dios se encuentra. Él es secretario de
un comité de empresa.
-El obispo Podestá afirma que somos trabajadores desacralizados.
-En Estados Unidos hay diócesis que tienen organizado el trabajo de los curas casados como
tales curas.
-La Iglesia es cruel, cuando no ayuda a sus sacerdotes salidos, encontrar trabajo
adecuado a su formación humana y condición personal.
EL COMPROMISO PASTORAL
Son pocos los sacerdotes que se sienten impulsados al apostolado. Hay desgana. Algunos
actúan de mil formas, sobre todo en las grandes ciudades
La jerarquía acepta el apostolado del cura casado. Sólo un 5% aceptaría un
cierto tipo de apostolado.
Aun admitiendo excepciones, ningún cura secularizado tiene cabida hoy en
organizaciones dirigidas por la parroquia. Sin embargo, dentro del pueblo cristiano, muchos
prefieren al sacerdote casado que al célibe; se sienten más comprendidos por aquéllos.
-Se quejan los alemanes de que Roma en su patria va imponiendo obispos
cargados de tradición y de involucionismo.
-Por otra parte, los curas checos no pueden pertenecer a asociaciones por prohibición del
Estado comunista.
-Los franceses aseguran que, si hemos perdido el compromiso del apostolado,
es por causa de la jerarquía que nos lo impide. Muchos se han incorporado a comunidades de
base; otros trabajan en asociaciones de izquierda.
-En Brasil se sienten más comprendidos por la jerarquía que en otros países de
habla hispana. --En América hay quien solicita entrar en iglesias ortodoxas. -En España
hay casos de ex-clérigos que explican religión en centros estatales. No buscamos
organizaciones eclesiales porque no nos necesitan. Los más tradicionales nos rechazan por
juzgarnos traidores. Entre la gente va calando la idea del cura casado.
VOCACIONES DE LOS NO CELIBES. Quieren clero casado. Estos escogen el rito oriental se
comprometen en comunidades de base.
-A Roma, hoy por hoy, no le agrada un clero duplicado: célibe y desposado.
-Durante siglos han sobrevivido las iglesias orientales en circunstancias muy
difíciles, gracias a que los sacerdotes estaban casados.
-Por lo que toca a los protestantes: No tienen falta de
vocaciones; se ven precisados a poner en muchos seminarios un "númerus clausus”. - Unos
doscientos mil ministros protestantes han iniciado una búsqueda para formar las "parejas
ministeriales"
-La Iglesia católica tiene que abrirse de modo decidido en este campo,
simplemente pensando en el ecumenismo.
-Pastores protestantes al pasar al catolicismo, viven con sus esposas en
parroquias católicas; los hijos de casa son tenidos en menos que los hijos de fuera.
- Se problematiza el orador si es conveniente el trabajar como animadores de
comunidades de base. Existe el peligro de aislarse demasiado.
-Hoy no existen pruebas de cambio de legislación a corto
plazo.
VOTACIONES
1.-Fin inmediato de la federación, renovar el ministerio eclesiástico.
2.-Trabajar por que la jerarquía reconozca nuestro ministerio. 3.-Asamblea cada tres
años, en vez de cada dos.
4.-Cambiar la palabra "fieles' por "pueblo de Dios".
Se dirigió una carta al Papa, de la cual no todos tienen conocimiento. Parece
que debiera haber sido redactada por la Asamblea y no sólo por el comité ejecutivo.
La próxima Asamblea tendrá lugar en Holanda en 1990. Holanda habla de enviar
820 dólares por año y asociación para hacer frente a los gastos del futuro Congreso.
“Sobre el Ordinariato te diré que, una vez que se me nombra "párroco de santo Tomás
apóstol" y se incorpora al Ordinariato al ex capuchino Francisco García Chaparro, en Sevilla,
se da la orden de detener el proceso de nombramientos. Lo de los diezmos es pura anécdota.
El cardenal Suquía, con quien me entrevisté a este respecto, sabía lo del Ordinariato de forma
directa, decía, desde Roma. Pero no ofreció amparo alguno en su diócesis; de modo, que mi
"parroquia" lo era a título personal e itinerante: donde fuera yo, allí iba ella. Y en eso estamos.
Pienso que sería bonito, a través de incorporaciones de sacerdotes casados, llevar a plenitud
lo de "iglesia doméstica", en que nadie podría interferir y sería un testimonio precioso. (14-4-
2011) Alfonso Gil”
Nota: En el periódico salió en su día una nota del arzobispado de Madrid diciendo de “ciertos
impostores que trataban sobre el tema de un ordinariato oriental.
TESTIMONIO DE UN COMPAÑERO
"Mi sacerdocio lo voy llevando no en el altar, sino en la cruz; no en la presidencia
de una asamblea litúrgica y pastoral, sino en el servicio a la misma. De hecho, el sacerdocio
imprimió carácter y nadie me lo quita. A veces creo que si todos los sacerdotes casados
trabajáramos humilde y activamente -tragando los tratos que a menudo recibimos- sin esa a
veces petulancia de indisciplina...quizás "otro gallo nos cantara". (J.R.B.)
ASCE asume este testimonio de uno de sus miembros, como cabecera del informativo.
Nos llena de alegría tener en nuestra Asociación hombres de este temple sacerdotal.
CONGRESO DE ARICCIA
-A todos los socios de ASCE hemos enviado un amplio resumen del III Congreso
Mundial de Sacerdotes Casados. Nuestro secretario Francisco Mantecón asistió al mismo y
elaboró después un informe de diecisiete folios, del que extractamos el resumen.
-Destacamos aquí algunas noticias difundidas en el Congreso: -En los últimos
tiempos los cardenales Malula y Hume (presidentes de las Conferencias
Episcopales africana e inglesa) y el ex-presidente de la brasileña Mons.
Lorscheiter, han sugerido al Vaticano una revisión de la ley del celibato.
-Algunos cardenales no sólo se han mostrado receptivos, sino dispuestos a hacerse
eco de la petición del celibato opcional.
-En muchas regiones protestantes se está dando un aumento considerable de las
vocaciones al sacerdocio, de tal manera que se han visto precisados a determinar un
"numerus clausus" en la admisión de candidatos.
-El celibato retrae a muchos jóvenes católicos con vocación,
a la hora de lanzarse a abrazar el sacerdocio. Es un hecho comprobado.
ESTADOS UNIDOS
De una encuesta realizada en Estados Unidos con motivo de la reciente visita papal
entre todo el clero, ha habido una inmensa mayoría que se ha pronunciado a favor del
celibato opcional. Esto lo conoce el Papa.
EVITAR ENFRENTAMIENTOS
Consigna de ASCE es y ha sido siempre evitar enfrentamientos con la Jerarquía.
A la hora de hacer declaraciones a la prensa, hemos de medir las palabras y pensar que se
pueden interpretar mal nuestras manifestaciones, sacadas de su contexto. Tener también
cuidado con las actitudes que puedan ser consideradas como estridentes. Un proceder poco
prudente dificulta el diálogo e incluso puede retrasar ciertas negociaciones.
RUMORES
Se rumorea que hay en perspectiva acontecimientos con relación a los
sacerdotes casados y su posible reintegración. ¿Tal vez sean sólo rumores? Con seguridad,
si nuestra actitud fuera la misma del testimonio con el que comenzábamos esta hoja
informativa, pronto se llegaría a una solución. Estamos convencidos de que en la Jerarquía se
teme más que al matrimonio de los sacerdotes a las actitudes rebeldes y discordantes.
CHILE
En Chile los sacerdotes casados comienzan a organizarse. Hemos informado a
compañeros de aquella nación hermana sobre una serie de cuestiones que nos preguntaban.
Confiamos que de algo les habrá servido. Nuestro ideal de sacerdocio y de matrimonio se va
extendiendo por todo el mundo.
UN LIBRO DE INTERÉS
Está a punto de salir a la luz el libro "Vivamos cristianamente nuestro hogar". Es fruto
de la experiencia de familias que desean vivir a tope su fe. Su autor es quien redacta estas
líneas. Si os interesa algún ejemplar, me lo pedís. El precio será alrededor de 600 pesetas.
Tiene 300 páginas. Creo que puede sernos útil. Aunque sea con un poco de antelación te
deseo feliz Navidad y año 1988.
ASCE sigue su andadura firme y constante. ¿Frutos? Nuestra vida y nuestras obras.
Seguirá nuestra labor sacerdotal. Procurando no llamar la atención sensacionalista de los
medios de comunicación. Procuramos desde nuestra vida interior profunda influir en nuestro
ambiente laboral.
Jubilación futura
A primeros de octubre saltó la noticia: “Varios miles de curas casados podrán cobrar
sus pensiones”. Lo daban como cosa hecha y con el plazo de pocos meses. Hemos
mantenido contactos el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Suquía; y este se ha
entrevistado a su vez con personas del gobierno. La realidad es que debemos seguir
trabajando. Son pasos eficaces los que hemos dado durante el año 88. Pienso que dentro de
dos o tres años puede llegar la solución, si seguimos en la brecha.
Solución en casos particulares
Algunos obispos han comenzado a solucionar casos particulares; se trata de aquellos
que perciben menos de 65 mil pesetas de pensión mensual. Esos prelados se comprometen a
pagar lo que falta a esa cantidad. Se basan en que, si un clérigo recibe esa pensión, un
secularizado que ha servido a la diócesis debe también recibir al menos como el clérigo. Nos
parece bien como solución provisional.
Obispo responsable
En 1978 pedimos a Mons. Tarancón que se nombrara en la Conferencia Episcopal un
obispo encargado de relacionarse con nosotros. Nos escuchó. Nos daba en todo la razón.
Incluso se comprometió a llevar en propias manos la nuestra carta al Papa. Pero nunca
Tarancón contestó a nuestros escritos, a pesar de habernos dicho que él mismo sería el
obispo encargado de relacionarse con nosotros.
Le hemos pedio ahora a Mons. Suquía que él mismo se relacione con nosotros. Y que
en cada diócesis haya un clérigo que también lo haga. De lo contrario será difícil que se
solucione esta cuestión del status del sacerdote casado.
En Francia
En las jornadas de Madrid sobre Balance Sinodal del Postconcilio, afirmó el Cardenal
Ratzinger que el celibato es signo de identidad de los sacerdotes. Es cierto hoy, ya que no se
admite nuestra identidad sacerdotal oficialmente. Pero no se trata de una afirmación
dogmática ni mucho menos. Nos aseguran que el Papa acabará por dar una salida en
consonancia con la fe católica a los sacerdotes casados y se creará un "status" eclesial para
nosotros. Esto nos llena de esperanza y nos parece normal. Al fin y al cabo el derecho ha de
acomodarse al dogma y no a la inversa.
ASCE busca caminos dentro de la Iglesia Católica, en comunión real con la Jerarquía
instituida por Cristo. Con sumisión no borreguil, sino dialogante y llena de iniciativa.
Pronostican y sugieren nuestros amigos italianos para comienzos del siglo XXI un
Concilio Ecuménico que trataría del Sacramento del Matrimonio y de la familia en la Iglesia.
Como preparación para este acontecimiento proponen: a) Que la Federación Internacional de
Sacerdotes Casados anime esta idea, la asuma y vaya preparando y la prepare en el
quinquenio 1989-95. El año 2000 se celebraría el gran Congreso de los Sacerdotes Casados.
b) Piden que se manden sugerencias al respecto a esta dirección: "Hoc facite".
Stradone Vescovado 3. 42100 Reggio Emilia (Italia).
Advertimos que estos compañeros del centro HOC FACITE fueron
quienes crearon la Federación Internacional. Son hombres de gran fe y profunda vida interior.
De grandes ideas y profunda humildad. Aunque parezca un poco extraña su pretensión,
oremos en comunión por ella. Saldrá adelante, si lo ponemos en manos de Dios y convine
para su gloria.
NUESTRA JUBILACION
Durante todo este primer semestre, ASCE ha colaborado en unión con COSARESE en
la labor de conseguir una jubilación justa, de modo que cuenten nuestros años de Ministerio
en la futura pensión. Estamos dialogando con los obispos. Nos aseguran que la comisión
ejecutiva de la Conferencia Episcopal ha tratado repetidas veces este problema nuestro.
Nosotros hemos sugerido al Presidente y Secretario de la Conferencia Episcopal que
se forme una comisión mixta para tratar este asunto. Hemos propuesto el nombre de Don
José Mª Beny (Cosarese) como representante de todos los sacerdotes casados en este
asunto.
En otro orden de cosas hemos dialogado con diversos hombres de la política (a nivel
nacional y autonómico) y estamos en contacto con ellos. Se ve ánimo de solucionar el
problema, pero costará tiempo, ya que hay que crear una nueva normativa.
Sinceramente creemos que hemos de lograr nuestra pretensión. Necesitamos más
apoyo de la base. (Si todavía nos has mandado tu ficha, escríbele hoy mismo a: José Mª
Beny. Trinquet 8 y 10; 3º 2ª 08034 BARCELONA.)
Cada vez son más numerosos los obispos que sienten la necesidad de la
reforma de la ley del celibato clerical. La plantilla diocesana envejece, siendo la edad media
próxima a los sesenta años. Son pocas las ordenaciones y, al parecer, menor que antes la
perseverancia en el celibato de los nuevos presbíteros. De hecho, más personas se
ordenarían sin el compromiso de los votos.
Por otra parte, son conscientes los obispos de que el carisma de la
virginidad brillaría sin mancha dentro de un celibato opcional.
El pueblo cristiano cada vez se encuentra más mentalizado en
tener pastores que hayan contraído matrimonio. Esperamos que dentro de pocos años
aparezca la nueva normativa.
ESTAMOS SEGUROS
OPINIÓN NEGATIVA
La declaración de Mons. Innocenti a la revista "Vida Nueva", después del congreso de espir
sacerdotal, celebrado en Madrid en este mismo otoño, no merece comentario. Afirmó que los sac
casados que deseen reintegrarse en el ministerio deberán primero abandonar a sus mujeres. Ah
eso.
UN CASO DRAMÁTICO
El boletín "Cosarese" del último mes de octubre contaba un caso dramático: Un hombre
religioso durante 24 años. 2º Trabajó durante 11 como misionero seglar en la congregación. 3º Enf
edad provecta. 4º La congregación le asigna una "caridad" de 3.000 Pts. mensuales. Y no es el ún
del mundo. Tenemos que hacer despertar del letargo social a muchos hermanos obispos y su
religioso. Si la Iglesia ha sido pionera en dar una doctrina social justa, debe velar también por e
práctica, so pena de caer en el fariseísmo.
SECULARIZACIONES
Siguen sin recibir la dispensa personas que hace ocho años la solicitaron. Proceso a
significa proceso enquistado. Luego hay cambio de personal en los dicasterios, y puede quedar i
para siempre aquel expediente. Es necesario que exista alguien conocedor del lugar de "reposo
legajos. De hecho, todos los casos que han contado con la ayuda e interés del obispo propio, ha
solución. (Noticia "Rumos")
Esta Asociación no exige cuota alguna, según sus Estatutos. Si quieres colaborar en lo
económico hazlo libre y voluntariamente. (ENVÍOS: BANCO DE MADRID S.A. C. C/ 271-4220
C. GOYA 58.28001 MADRID.) Al finalizar el ejercicio 1987-88 quedaba un déficit de 16.121
Pts. que fue enjugado por uno de los socios.
CURSO 1988-89
INGRESOS POR CUOTAS DE SOCIOS: .....................5500
GASTOS:
5 JUNIO - ¦ SELLOS.................................... 11500 ¦ SOBRES.....................................
7300
1989 ¦ COPIAS.................................... 3000
¦ TOTAL....................................__________
21800 PTS.
DIFERENCIA NEGATIVA (DÉFICIT)............ 16300 PTS.
TODAVÍA NO HEMOS PAGADO LAS 16000 PTS. A LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL. SI
PUEDES, COLABORA. SI NO TENEMOS FONDOS PRESENTAREMOS EXCUSAS.
089.- Obispos Problema teológico sin resolver
4-8-77
CONTENTO CON SU MATRIMONIO
Cada día estoy más contento de haberme unido santamente a una
mujer que, incluso, me ayuda a ser y a vivir mejor de lo que antes fuera. ESTA ES LA
VERDAD. Y como yo, estimo que lo serán los miles de sacerdotes españoles y extranjeros
que optaron por dar un paso difícil y que, en la mayor parte de los casos, nos costó lágrimas
de profunda emoción porque teníamos que dejar a un lado, y quizás para siempre, todo un
modo de ser y de vivir que tantos ratos buenos de alegría y consuelo nos proporcionó a lo
largo de nuestra vida .
LA VIA ILUMINATIVA
Me llama la atención la vía iluminativa a la que se llega siendo hombre de oración y por
este camino se consigue la virtud, que no es otra cosa sino la unión con Dios, como dicen los
místicos. ¡Hemos de seguir adelante! Con ojos de águila caudal para adentrarnos en lo
interior del espíritu, donde vive Dios escondido. Cada vez me siento yo más lejos de este
camino, aunque tengo la voluntad de marchar por él; pero me siento incapaz, porque no lo
merezco.
9-12-1991
¿ORDENADORES? ORDENAR MI VIDA
Yo no tengo ordenador. Ya soy bastante mayor para meterme en estos trabajos. No tengo
otro ideal que "ordenar mi vida de la mejor manera posible antes de dar el paso definitivo a la
casa del Padre".
Hacéis bien en dedicar unos días al retiro espiritual. Vamos a procurar tú y yo tener a
Jesús en nuestra memoria, como en los mejores tiempos. Estupenda idea que
intentaremos hacer realidad en nuestras vidas, que ya van tocando a su ocaso. Mi vida
espiritual es la misma de siempre: rezo a diario el breviario, celebramos la Eucaristía
los domingos y festivos en casa, y poco más de importancia. Leo mucho, trabajo en
mis cosas. He terminado la carrera de experto inmobiliario (73 años), después de tres
años de duro trabajo y de más duros exámenes.
BODAS DE ORO
El 6 de junio hará cincuenta años que fui ordenado presbítero
por el entonces obispo de Madrid, D. Leopoldo Eijo y Garay en su capilla particular, pues
éramos pocos: cinco de Cuenca y otros dos más. Lo celebraremos en nuestra iglesia
doméstica mi esposa y yo, con la Eucaristía. De aquellos cinco presbíteros tan sólo quedamos
dos:
uno sigue en activo, y yo que estoy en pasivo, aunque unidos en una misma fe y unos mismos
sentimientos sacerdotales.
19-12-93 tomo 8 pág. 25
LA NATURALEZA
Toda la carta rezuma la expresión de tu profunda vida espiritual. Yo también creo estar
en el primer estadio de la vida espiritual, y tal vez no pueda salir de él, porque comprendo que
no correspondo a la gracia divina, que no soy capaz de corresponder como Dios quiere de mí.
Veo tu predilección por la Naturaleza que es un gran libro que Dios ha escrito de tal manera
que todos lo podamos leer sin grandes esfuerzos, aunque, de hecho, sus letras no lleguemos
a intuirlas como aquel gran genio de la lírica, el inmortal San Juan de la Cruz en su canto
espiritual: "Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura, y yéndolos mirando con
sola su figura, vestidos los dejó de su hermosura". ¡Qué maravilla, ¿verdad?
LA LECTURA ESPIRITUAL
Nos alegran tus buenas disposiciones de espíritu en orden a recomendarnos las santas
lecturas espirituales, entre las que se encuentran en primer término "Ejercicio de Perfección y
virtudes cristianas", que yo pude conseguir en una librería de Madrid, cuando había ya
agotado las pesquisas. El libro lo tengo en el pueblo, y no lo pienso dejar de mis manos. Aquí,
en Madrid, estoy leyendo al P. Granada, en su hermoso libro "Guía de Pecadores", uno de los
clásicos de la literatura ascética. Suscribo tu sabia afirmación de que "hemos de ponernos a
la escucha del Señor. Hoy te diría yo, profundizando en la liturgia de Adviento, que "hemos
dejar la puerta abierta para ir al encuentro de Cristo que nos llama para entrar muy dentro del
espíritu."
CELIBATO OPCIONAL
UN DESIMFLE GENERALIZADO
El tiempo pasa veloz. cada vez somos un poco más viejos y nuestros pasos van
llevando como de la mano al umbral de la eternidad.
Observo que ha habido un desinfle generalizado en nuestros primeros fervores de
reivindicar el celibato opcional, cada día más lejos de nuestras esperanzas. La gente que en
un tiempo pudo estar interesada en nuestros problemas, se venido abajo, perdiendo toda
ilusión. Venimos muchos años luchando contra viento y marea al menos para que "una parte
de verdad" encerrada en la mentira del celibato oficial, se ponga al descubierto y seamos
portavoces frente a la "ceguera y acritud" de una buena parte de la Jerarquía, que se
mantiene firme ante una realidad que se les escapa de las manos.
27 octubre 1997 Pág. 92 tomo 13º
ALEMANIA
En Alemania Occidental se está haciendo presión para que las dispensas del celibato sean
atendidas y resueltas positivamente en el menor tiempo posible. Asimismo, se están
moviendo para conseguir una regulación de la Seguridad Social del todo actualizada.
En Alemania del Este los obispos han nombrado, por iniciativa propia, a uno como delegado
para la pastoral de sacerdotes casados. Se ha organizado para ellos en Leipzig un retiro en el
que participó el obispo.
Esperamos que logren más que nosotros, cuando conseguimos a Mons. Tarancón como
delegado para nuestros asuntos.
Juan Pablo II considera el celibato como máximo honor de la Iglesia Católica y un valor
intocable en el sacerdote. (el Correo, 29-10-90)
En Brasil fueron ordenados trece hombres casados con el permiso de Juan Pablo II. Todos
han de cumplir la misma condición: vivir como hermano y hermana y con la mujer separada,
fuera de la casa cural (El Correo, 28-10-90)
DICIEMBRE 1990 Nº 73
Otro cerrojazo se ha dado a la posibilidad de reintegración de los sacerdotes
casados en el Ministerio. Y se prevé permanecerá inamovible el asunto hasta comienzos del
próximo siglo. El Papa mismo así lo pensaba: el sacerdocio de los casados será un hecho,
pero no durante mi pontificado.
A nosotros nos resta seguir con nuestro testimonio de amor al sacerdocio dentro del
matrimonio. Seguir actuando en nuestras parcelas con gran amor a Dios y a los hombres
continuar en la tarea escondida de evangelizar de todas las maneras posibles. El hecho de no
pertenecer al clero, nada puede impedirnos para nuestra entrega.
Ante todo un saludo en el Señor Jesús. Durante catorce años, desde 1978, mantengo
contacto con los obispos de España y todos los años les escribo. Guardo numerosas
contestaciones de ustedes muy agradecido. Esta probablemente sea mi última carta. El
cerrojazo que se dio en el Sínodo 90 al problema de modificar la ley del celibato fue tan total
que al menos en 15 años, pensamos, no se volverá sobre el tema. He trabajado mucho en la
última década para intentar obtener un cambio en la ley celibataria. Creo que en estos
momentos no merece la pena insistir más.
A pesar de todo, ahora le ofrezco un documento redactado por mi después de mucho
pensar. Todo él está elaborado sin conceder nada a hechos imaginarios. Todo es fruto de
numerosas confidencias ajenas al confesonario. En mis años de ministerio (1958-70) mantuve
numerosas y largas conversaciones con sacerdotes de toda España con ocasión de ejercicios
y convivencias. El documento es un entretejido de gran parte de ellas, por supuesto sin
descubrir nunca a los entrevistados.
He dudado mucho antes de enviarlo a nuestros obispos. No resulta
en modo alguno agradable, pero es real. Por eso creo que puede serles muy útil para poder
completar el criterio que tienen formado sobre el tema del celibato clerical.
Si ahora no dispone de tiempo, no eche una ojeada al documento. Es mejor aparcarlo
para otro momento más oportuno.
Nada más. Gracias sobre todo porque nos están ayudando a que
nuestros años de ministerio puedan contar a la hora de la futura jubilación.
Le saluda affmo. en Cristo Sacerdote:
Nota el documento en cuestión es el titulado “Castidad de hombre casto” y está en este libro
con el número 027
SÍNODO INTERNACIONAL
Poco después de la muerte de Zampini se celebró en Roma el
Sínodo Internacional de sacerdotes casados, organizado por la asociación italiana HOC
FACITE.
INDIA
También en la India han comenzado a funcionar los primeros grupos de
sacerdotes casados. Calculan existen allí muchos cientos de exclérigos. El líder se llama
John Herman.
DE HOLANDA
Nos cuentan: los obispos no pueden satisfacer las necesidades
espirituales de sus diocesanos. Bastantes comunidades buscan ellas mismas un sacerdote
(célibe o casado) que atienda las exigencias espirituales del grupo.
EN AMÉRICA LATINA
HUNGRÍA
Existe en esta nación una comunidad de católicos orientales con 350.000 feligreses.
Integran el 5% del total de católicos del país.
A pesar de ser minoría, cuentan con el 25% de los seminaristas de toda la nación. Podemos
afirmar sin temor a equivocarnos: Resulta clara causa de la penuria vocacional en occidente:
el celibato obligatorio. Los seminarios en que se admiten personas casadas, están llenos.
ENCUESTA EN IRLANDA
La asociación LEAVEN está compuesta por sacerdotes casados y
célibes. Han editado el resultado de una encuesta practicada entre sus miembros: el 40% de
quienes abandonaron el ministerio, lo hizo por el único deseo de contraer matrimonio. El 31%
a causa de la Institución eclesial. El 29% restante por procesos sicológicos o razones de tipo
personal.
"RUMOS" de Brasil hace comentario de nuestro documento ASCE enviado en 1991 a todos
los obispos de España sobre el celibato clerical. (2) En la Conferencia del CELAM
recientemente celebrada se refleja el problema candente de los sacerdotes casados. (3)
Declaraciones del Cardenal Hume sobre el celibato. (4) En Guatemala comienza el
movimiento de sacerdotes casados. (5) El Arzobispo de Sao Luis, Brasil, a favor del
sacerdocio de hombres casados.
RENOVARNOS A FONDO
Surge pujante en los miembros de ASCE una corriente nueva de
espiritualidad cristiana y sacerdotal. ¡Ojalá dispusiéramos de medios para poder publicar
muchas cartas que recibimos! Son verdadero testimonio de entrega a Dios y a los hermanos.
No está reñido sacerdocio-apostolado y matrimonio, ni matrimonio con vida místico -
contemplativa.
Sólo me permito transcribir un breve párrafo de una carta:
"¿Por ventura no estaba encendido y ardiendo nuestro corazón, cuando por el camino nos iba
hablando y declarando las Escrituras?" (Lc, 24, 32). Cuando leemos la Biblia o un libro de
lectura espiritual, merece la pena subrayarlo y repasarlo de vez en cuando. ¡Qué bueno
dedicar días enteros a repasar una y otra vez párrafos ricos en experiencia religiosa escritos
por uno mismo en otras ocasiones! "
O este otro:
"Jesucristo es el único que merece la pena. Nuestra entrega a Él debe ser total. La
gente tiene un miedo tremendo a la muerte. Yo la espero con ilusión, porque sé que Jesús
me espera y seré feliz eternamente... Dentro de unos años estaremos ya en el misterio de
Dios. Él nos espera. Dentro de poco estaremos con Él. Esto me llena de felicidad."
EL MUNDO NEGRO
El número actual de seminaristas en África es de 82 mil en 825 seminarios. Urge
ampliarlos y crear otros 825 seminarios nuevos.
Esta es la noticia del mundo de las misiones. ¡Misiones hasta ahora! Porque se están
preparando para ser misioneros en su día.
En el siglo XXI tendremos en Europa sacerdotes negros. Y paradoja- ellos han de ser
quienes consigan lo que nosotros no hemos podido lograr: la abolición de la ley del celibato
occidental. Cuando ellos -con una cultura diferente- ocupen los altos cargos del Vaticano,
entonces vendrá la nueva ley,
En comparación con épocas anteriores fueron muy pocas. Juan Pablo II las reprimió al
máximo.
Por estos años se recibió en el Vaticano la firma de 62 mil católicos, aludiendo sólidas
razones que se pueden suponer y considerando en el enorme número de sacerdotes que se
veían obligados a pedir dispensa para contraer matrimonio.
DICIEMBRE 1992 Nº 79
AMISTAD
(ASÍ NOS ESCRIBE UN MIEMBRO DE ASCE)
"Nos alegra constatar la amistad que va surgiendo entre tantas personas que hemos vi
mismas circunstancias: sacerdocio, secularización, matrimonio... Pienso que en la madurez la a
demuestra con la comunicación y nos enriquece más y más. Hay que procurar que esta relación s
Según avanzan los años la amistad ayuda a seguir manteniendo el interés por la vida. Cuand
encuentra sin que nadie le quiera, su amargura crecerá y, junto a ella, su desgana de vivir.
No abandonemos por desidia nuestra amistad.
La aspiración mutua por seguir a Dios y ser cada vez mejores, es
lo que forma y conserva las amistades. Y las hace que vayan adquiriendo quilates. Amistades lúd
bares, son tan sólo una caricatura de la verdadera amistad, pero mejor que nada ya son.
Recuerdo alguna frase del libro de los Proverbios: " Un amigo fiel es un escudo poderoso;
encuentra halla un tesoro. Es bálsamo en la vida. No se paga con nada. Hay amigos más querido
hermano." Todas estas frases hace tiempo que las habrás leído, pero parece que ahora, con la ex
las vamos entendiendo mejor.
Es hermoso que en esta nuestra experiencia de la amistad esté presente Dios. Yo
esto la aglutina más. Y de una manera especial en estos tiempos en los que hay tantos descreídos
la miro un poco como signo visible de este amor del Dios invisible. Él se derrama en nuestros cora
amistad juega un papel importante de gracia actual. ¿No es verdad que nos "contagia" el mutu
Todo esto hace que cada vez nos sintamos más amigos. nuestra amistad se estrecha más en Cris
CHECOSLOVAQUIA
Los hombres casados, ordenados sacerdotes en tiempos de la dictadura marxista, deben
abandonar las obligaciones sacerdotales. Pero se les ofrece como alternativa el diaconado perma
afiliarse a la iglesia católica uniata o griega y allí ejercer su sacerdocio en rito oriental. --- Esta sol
parece un tanto retrógrada teniendo en cuenta la praxis romana de aceptar a pastores pro
conversos como presbíteros casados.
EN INDIA Y FILIPINAS
Se están creando también grupos de sacerdotes casados.
OPINA UN MORALISTA Y SIQUIATRA
El famoso siquiatra D. Ruiz Mateos dijo en el programa "Espejo estas ideas: La causa profu
"defección" del clero radica en la soledad a la que se ve obligado en razón de su celibato. El cura cé
que llevar a solas la pesada cruz de su ministerio. A no ser que medie gracia fuera de lo normal,
vivir en solead sin sentirse desfallecer a la larga, y echarse en manos de la vida fácil, cómoda o se
el prototipo de cura que anhela honores, que se rodea de un nivel de vida fuera del evangelio.
CARTA DE UN COMPAÑERO DE ASCE QUE RIMA CON ES
MORALISTA
"Es significativo cómo se tapa lo de los curas borrachos que mueren solos como perros,
¡pero célibes!, o los que seducen a niñas. ¡Y que sea esto preferible a una ley torpe! ¡Y que sea
por ser célibe, el cura solitario por su carácter monstruoso, de moral pueril y escandalosa...! ¡El cur
fe y nada vida de oración, ¡pero célibe!, que de hablar de fútbol sale al altar y vuelve a la s
momento, sin dedicarle unos minutos a Él, como si fuera "conciliar" el seguir hablando de fútb
Fulano? - No está. Hoy juega el Atletic en casa. ¡Pero célibe! (Enjundiosa la carta de este co
Volveremos sobre ella.)
UNIRNOS a COSARESE.
SEAMOS CONSECUENTES
El sacerdote necesita mucho hablar de Dios y de sus cosas, dar testimonio del
mensaje que manifiesta, por eso ha de dedicar muchas horas a la oración íntima con Aquel
dador de todo incremento. ¿Cómo puede ser uno líder religioso si no está enamorado de
Dios? Y el enamoramiento viene sólo del trato íntimo con el ser amado. Primero te subyuga.
Después, para conservar este fervor de la primera conversión, no hay otro camino que el trato
directo con El.
El gran engaño que hemos padecido: pensar que toda nuestra vida espiritual
está solucionada porque estudiamos cosas de Dios, celebramos o participamos en la
Eucaristía, hablamos mucho de Jesucristo, animamos a otros a una vida de fe. Error práctico
grande. ¿Consecuencias? Desengaño cuando llegan las pruebas, tibieza espiritual, hacernos
líderes políticos o sociales. Y el sacerdote siempre ha de ser sacerdote.
Si no partimos de estas bases fundamentales, es inútil toda nuestra reclamación
eclesial de nuestro ministerio, que un día nos fue dado por la imposición de las manos.
MANIPULACIÓN DE NOTICIAS
DIEZ MIL RELIGIOSOS CASADOS SOLICITAN EL SACERDOCIO FEMENINO
Se ha dado en la prensa esta noticia el día 12 de mayo último. Y esto no es exacto. No puede
ser exacto. Habla la Agencia de que en el próximo Congreso Internacional que se va a
celebran en Madrid en agosto del 93, se reivindicará al sacerdocio femenino.
Por supuesto que diez mil secularizados no van a votar esa
proposición, si se hace. Existen muchas razones: aparte de la teológica (tradición en la Iglesia
del sacerdocio masculino desde el mismo comienzo, sin ninguna excepción), existe otra razón
práctica evidente: sería absurdo pedir el celibato opcional dentro del sacerdocio, alegando
razones de necesidad de vocaciones, siendo así que ordenando como sacerdotisas a las
religiosas que lo deseen, tendrían de sobra vocaciones para el momento actual de la Iglesia.
Nos parecería absurda esta petición, incluso por pura estrategia.
AUSTRIA
Sacerdotes casados de Austria han enviado una información a todos los párrocos de la
diócesis, ofreciendo su servicio sacerdotal para las vacaciones y otras circunstancias. Cuatro
o cinco sacerdotes secularizados han sido invitados a celebrar misas de domingo. El Cardenal
Groer ha reprendido desde el Boletín Diocesano esta práctica. Se le ha contestado así:
"Nosotros, cristianamente casados, celebramos válida pero ilícitamente, muchos sacerdotes
con relaciones maritales clandestinas celebran válida y lícitamente." No se llega a
comprender.
ESTADOS UNIDOS
Una nueva organización seglar ha tomado contacto con las parroquias que están a
punto de clausurarse, y presenta el nombre de los sacerdotes casados de la región que están
dispuestos a ponerse al servicio de la comunidad parroquial.
OPTIMISMO EN COSARESE
Según nos informan de COSARESE, podemos estar optimistas: Los nuevos directivos de la
Conferencia Episcopal han mostrado gran interés por que se solucionen nuestros problemas
relativos a la jubilación. Esperamos que, sea cual sea el partido político que forme Gobierno,
entrará en el diálogo interrumpido tras anunciarse las nuevas elecciones. Por consiguiente, en
esta legislatura es de desear que quede resuelto nuestro problema. Si conoces a alguien que
todavía no ha enviado la ficha a Cosarese, aconséjale que cuanto antes lo haga.
DICIEMBRE 1993 Nº 83
En esta ocasión nuestro "INFORMA ASCE" se centra en el III
Congreso Internacional de Curas Casados. La opinión de nuestra Asociación sobre el mismo
está recogida en el artículo de la última página firmado por Pedro Adróver. Es un breve
resumen de luces y sombras del tercer Congreso.
Los sacerdotes ASCE seguiremos con la ayuda de Dios en la brecha. ¡Siempre
sacerdotes! Influir en nuestro trabajo, en nuestras labores apostólicas, para crear un ambiente
más lleno de Cristo, más lleno de trascendencia. Superar la tentación de contentarnos con la
"la solidaridad", la comprensión" y “la paz", valores, sí, muy positivos y por supuesto
absorbidos dentro de nuestro ideal. En todo esto y por encima de todo, Dios. A Él la gloria por
siempre. Que El reine en nuestras almas y en nuestra sociedad.
MAYO-JUNIO 1994 Nº 85
CAMPAÑA DE SANTIDAD SACERDOTAL
Un grupo de miembros ASCE en colaboración con sacerdotes célibes y seglares ha
iniciado en España una campaña en pro de la santidad sacerdotal.
Esta campaña (comenzó en mayo de 1993) se está desarrollando en las siguientes fases:
1ª fase. - Se procura llegar a todos los conventos de clausura periódicamente -son en
España alrededor del millar-, para que pidan a Dios con renovado fervor la santidad de los
sacerdotes. Están convencidos los componentes del grupo de que gran parte de la
descristianización del mundo no se soluciona por la escasez de sacerdotes santos.
Necesitamos santos de la talla de Ignacio de Loyola, el Cura de Ars, Antonio Mª Zacaría, Juan
de Ávila y otros.
Si lo pedimos a Dios con fe intensa, unidos en oración el mayor número posible de personas,
nos lo concederá el Señor.
2ª fase. - Acercamiento a los obispos para que tomen conciencia de este gran
problema, de su necesidad absoluta. Y no sólo a nivel individual, sino también de forma
colectiva. La Conferencia Episcopal habrá de asumir en su día como tarea prioritaria esta
campaña.
Son ya bastantes los obispos que la han iniciado en su diócesis. Pero es necesario que
sea un clamor unánime.
3ª fase. - Podremos decir que hemos entrado en ella el día en que todos los obispos,
no sólo individualmente, sino como Conferencia Episcopal hayan comenzado en todas las
diócesis una campaña intensa y continua en pro de la santidad sacerdotal.
NOTA: Por supuesto, nosotros los sacerdotes secularizados estamos incluidos en esta
campaña.
EL CANON 605
El Dr. Hemut Waldman, teólogo de Tubinga, ha formado un grupo ecuménico con
mujeres y hombres casados. Han pedido éstos al Vaticano que, considerando en canon 605,
constituyan el orden nuevo de sacerdotes casados y sus familias; sin que sea necesario que
en este orden se lleve una estructura jerárquica.
FILIPINAS
Existen en Filipinas desde 1970 grupos organizados de sacerdotes casados. En 1987
se consiguió al fin una cohesión nacional. En 1992 se celebró el primer Congreso Nacional.
Se invitó a este Congreso al Arzobispo de la diócesis. No tenemos noticias si acudió o no.
Manifiestan a los obispos: "En el mundo entero hacen falta sacerdotes. Muchas
parroquias están cerrándose. Los sacerdotes
célibes se encuentran desbordados por el trabajo. Los miles de sacerdotes secularizados
somos una fuerza enorme que puede servir al Pueblo de Dios."
Aunque los obispos se van abriendo, difícilmente se puede comprender cómo no se
adelantan para remediar la situación de tantas parroquias cerradas por falta de sacerdotes.
SÍNODO EN JERUSALÉN
Siguen nuestros amigos italianos de ORMA con la preparación del III Sínodo mundial
de sacerdotes casados y sus esposas. Se celebrará en Jerusalén. No está fijada la fecha
concreta. En la Pascua del 95 se redactará el reglamento definitivo. Este Sínodo ha de tener
la característica de que ha de obrar en la fe católica y ha de defender la fe católica.
Por otra parte, se está preparando el
HOLANDA
Querido amigo: En contestación a la tuya del 8-8-94 te adjunto, como es tu sugerencia, 17000
Pts. como contribución de ASCE. Agradecería contestación de recibo ya que el modo de
enviarlo no es muy normal, aunque sí muy cómodo. Un saludo muy cordial de tu affmo. en
Cristo:
Aceptarían el sacerdocio de los casados
Mirando hacia atrás, hacia los años 60 6 70, solo el 30% aceptaría a los sacerdotes casados.
Ahora el porcentaje es del 85 o 95% en el mundo entero. En los años 60, después de las
primeras dispensas otorgadas por Juan XXIII, solo pocos sacerdotes dispensados revelaban
su identidad y ofrecían sus servicios.
Dice Pedro Casaldáliga “Si son 100.000 los sacerdotes casados en todo el mundo, no
se puede pensar que todos estos hombres son superficiales o inconsecuentes; eso sería
ofender a la persona y ofender mucho a la presencia de Dios tan constante en sus vidas, en
su oración y en su sacrificio y estudios”.
El Arzobispo de Oporto Mons. Armindo Lópes, dice que él no se opone a que la Iglesia
pueda cambiar sus reglas y permitir el matrimonio sus sacerdotes y ordenar a personas
casadas.
Leonardo Boff
Ha afirmado que la prohibición del matrimonio para sacerdotes es una violación de los
derechos humanos. A causa del celibato muchos sacerdotes se frustran: acaban por escoger
el camino del poder u otra desviación indigna.
CONGRESO DE BRASILIA
Para pedir plaza: El grupo Rumos está preparando con suma seriedad el IV
Congreso Internacional que tendrá lugar del 25 al 28 de Julio 1996 en Brasilia. Se desea que
todos los grupos de la Federación puedan contribuir a la preparación con sugerencias bien
pensadas.
El comité ejecutivo trabaja a) Por difundir los argumentos que justifican la abolición de
la ley del celibato. b) Asumir tareas pastorales, sobre todo en comunidades de base. c)
Dialogar con sacerdotes casados y célibes. d) Apoyar los movimientos de mujeres afectadas
por la ley del celibato.
Se va a dar importancia suma en este Congreso a los Ministerios para el tercer milenio.
Esperan como conferenciante a Leonardo Boff.
Se abordarán asimismo temas como: comunidades eclesiales de base; derechos
humanos en la Iglesia; ética; modernidad y ministerios.
ASOCIACIONES DE MUJERES
Se han reunido en Bruselas algunas mujeres de organizaciones distintas, afectadas por la
actual ley del celibato. Son en general señoras que mantienen relaciones clandestinas o
abiertas con sacerdotes en ejercicio ministerial o fuera de él. Una persona cualificada tomó la
iniciativa de juntar a estas mujeres a nivel internacional. Esperamos sea un punto de partida
de una fase nueva para abolir la ley del celibato obligatorio a los clérigos.
TERCER SÍNODO UNIVERSAL
En Italia el grupo "Hoc facite" prepara el tercer Sínodo Universal. Del 3 al 6 de
noviembre ha tenido lugar la primera reunión preparatoria del Sínodo que se celebrará en
Jerusalén. Esta reunión mundial será conocida como una celebración profética de renovación
eclesial. Es requisito imprescindible para participar en ella no desviarse en nada del Dogma
Católico revelado. Dentro de este cauce, existe total libertad. Esperamos con ilusión que algo
bueno ha de salir de este Sínodo y quienes dirigen la Iglesia lo tendrán muy en cuenta.
Felicitamos a los organizadores del "Sínodo" por mantenerse en esta línea de fidelidad
total a la Verdad revelada. Ellos son los mismos que hace más de diez años convocaron el
primer "Sínodo" de los sacerdotes casados. Desde entonces la inquietud de todos los
"secularizados" se ha hermanado por todo el mundo. El hecho de que se celebren dos
simposios con distinta organización se debe al pluralismo hoy presente.
EL PROBLEMA DE CHECOSLOVAQUIA
Recordamos que en Checoslovaquia existen unos seiscientos sacerdotes y ocho
obispos casados. Estuvieron camuflados durante el régimen comunista y gracias a ellos se
pudo mantener en muchos sectores una fe viva. Está su caso en vías de solución, gracias a
la creación de un vicariato "sui géneris". Deseamos que todo esto sea un paso más para el
celibato opcional.
ALEMANIA
La asamblea de organizaciones de seglares católicos de Alemania votó con 161 a favor
y 7 en contra una moción en que se pide a los obispos alemanes que recomienden al Santo
padre la abolición de la ley del celibato y la ordenación de hombres casados.
MAYO-JUNIO 1996
Nuestra pretensión como sacerdotes era lógica: puesto que el Sacramento imprime carácter, en pu
teología los Jerarcas se veían obligados a dictar un estatuto del sacerdote secularizado y su pu
Veinte años luchando por esta idea y, al fin, empieza a moverse en alguna nación. Los obispos su
discutir la ordenación de hombres casados y EL ESTATUTO DE LOS SACERDOTES "REDUCID
Ya ha comenzado este debate, según informa la revista HM (marzo 96). La ocasión ha sido el ca
Vogel de todos conocido. Pensamos que dentro de otros veinte años se llevará el problema a
obispos. Y hacia el 2075 es probable que se haya solucionado. ¡Animo biznietos; vuestros hijos lo c
Para nosotros nada de esto es necesario. No nos quita el sueño. Lo que nadie nos puede pr
sintamos sacerdotes. Ejercemos nuestro sacerdocio por libre; sin rebeldías absurdas; sin alharacas
es el centro de nuestra vida. En tanto no se vulnere la normativa eclesial de practicar el ministerio p
de la grey, nadie puede prohibir atender a marginados, a enfermos, a gente alejada que no acude
mucho más difícil que los célibes, pero hay testimonios admirables entre nuestros compañeros qu
con dignidad y gran espíritu interior ejercen su apostolado día a día y colaboran a la salvac
maravilloso -nos decía un compañero- poder adentrarse en estos misterios: la liturgia de la Ho
lectura espiritual, y sobre todo la oración silenciosa a poder ser delante del sagrario. Dejarse em
"Gustad y ved qué bueno es el Señor." Sólo viviendo esto podemos entrar en el campo de la ac
creo que el mal de nuestros días es que se hace mucho y nos movemos mucho, pero sin habe
misterio... El activismo es algo ineficaz e incluso peligroso por cuanto nos induce a vernos pro
solamente siervos". (J.R.B.)
En Italia
Paolo Camellini escribió una carta abierta al Papa y a los obispos con ocasión del Jueves San
celibato es aceptable para los que se sientan llamados a él. La imposición del celibato es una
porque debilita el valor de los que fueron llamados pro Dios al matrimonio, un llamado que la Iglesia
Suiza
El obispo Hans-jörg Vogel, elegido hacía 16 meses anunció su renuncia por el hecho de que pronto
Vaticano
Dicen que cada año solicitan unos 400 sacerdotes casados la rehabilitación en el ministerio. Si acce
de las situaciones familiares; si hay hijos pequeños, no.
El Cardenal Hume
El cabeza de la Iglesia anglicana ordenó en 1996 a sacerdotes procedentes de los anglicanos
gran parte de ellos casados. El 69% de los creyentes está a favor del matrimonio de los sacerdotes
Declaran: a) Se sienten llamados al ministerio sacerdotal. B) Sus vocaciones eran dotadas por Dios
Sí al sacerdocio, pero no al celibato, en muchos casos. C) No se debe impedir esta doble vocación
c) Estamos dispuestos al servicio sacerdotal. E) Solicitamos a la jerarquía busque
la manera. F) Solidaridad con los sacerdotes en activo. G) Pedimos a las comunidades lo exijan
a la jerarquía.
Nueva publicación de un teólogo alemán de un libro sobre relación entre celibato y poder.
DICIEMBRE 1996
REPASAR PAPELES
He estado haciendo limpieza de papeles viejos. He tropezado con centenares de fotocopias de anti
cursillos. Ninguna me ha tentado demasiado. Todas han ido al cesto. ¡Cuánto papel mojado en
ningún provecho!
Pero ha habido alguna excepción dentro de la quema de apuntes antiguos. He guardado y releído a
varios retiros espirituales. De verdad, he sacado provecho. Medita un poco en este tiempo de Advie
- Creer en Alguien es más que creer en algo. De Él me enamoré en los días de mi juventud.
Él es Todo para mí.
- Calentar nuestro fervor un rato todos los días. Eso es oración. Releer un poco del Evangel
y ponerlo en común con Aquél que me robó el corazón.
- Ocuparnos de Jesús y de sus cosas y de sus hijos. Él se ocupará de nosotros, de nuestras cosas
nuestros hijos.
- Pasan los años. ¿Qué importan ahora las pasiones, el poder, el gozo de antaño? Sólo el Amor, qu
Gracia, permanece.
- Rezar como el Padre Nieto: "Dadme, Señor el don de oración, el don de abnegación, la persevera
final".
Se tomó como tema de reflexión la exigencia de nuevas formas de servicio cristiano. Ahora,
para ser fiel a las llamadas de las señales de los tiempos, debe insertarse la Iglesia en la
cultura del pueblo, en la democracia participativa, de esperanza y de comunidad.
Nuestro matrimonio, con todo lo que representa para nuestra vida, es una puerta que
se abre a los
nuevos ministerios. Nuestro ministerio mayor es vivir la fe con los hermanos dispersos, sobre
todo los excluidos. Nosotros nos insertamos en la vida familiar, en las comunidades y en los
movimientos sociales del Pueblo de Dios.
Algunas noticias
En casi todas partes del mundo se están cerrando parroquias por carencia de sacerdotes; bajan las
vocaciones sacerdotales, mientras que crecen en África.
Son muchos los obispos que piden al Papa admita al sacerdocio a hombres casados.
No se permitió por parte del Vaticano a ningún obispo tomar parte el congreso.
Se calcula que alrededor de un tercio de sacerdotes en Italia mantiene relación secreta con una mu
En Brasil la mayoría acepta a sacerdotes casados para celebrar.
En Australia algún obispo alabó a sacerdotes casados que ejercen su ministerio.
Me digo todos los días: siempre sacerdote, sean cuales fueren las fuerzas ajenas. Y examino
Todos los días cómo me puedo comportar como sacerdote. Orar con lágrimas en los ojos
aquello de: entre el vestíbulo y el altar llorarán los sacerdotes del Señor.
Oración personal diaria. Celebrar la Eucaristía algunas veces en familia. Buscar la ocasión para
ofrecer mis servicios de palabra y ayuda. No protesto de que no me dan empleo. Puedo mucho
dentro de mi profesión y relaciones.
Guatemala
Ha nacido el nuevo movimiento de sacerdotes casados” Hamuni”, hacia una nueva
ministerialidad. Parece que comienza con empuje. Ponen la opción por los pobres. Pretenden
contribuir para una sociedad más justa. Y promover renovación eclesial.
Juan Pablo II
Ha decidido restringir las posibilidades de dispensa; la mayoría de los sacerdotes que la
pedían lamentaban tener que dejar el ejercicio del ministerio. Para algunos dejar el ministerio
significó dejar la Iglesia. Actualmente se ha convertido en un nuevo tipo de sacerdotes
obreros, con la imposibilidad de una función en la Iglesia.
Hasta los años 80 se consideró a los sacerdotes casados algo como traidores. A veces
eran despreciados por los propios compañeros e incluso por la familia. Muchos escondían su
sacerdocio como si fueran leprosos; a veces lo ocultaban incluso a sus propios hijos. Aun así,
muchos guardaban en su corazón el compromiso de su sacerdocio. Y continúan sintiéndose
sacerdotes. Se cree que un 20% están de alguna manera asociados a algún grupo de
sacerdotes dispensados.
ESTAMOS EN INTERNET
La Asociación de Sacerdotes Casados de España (ASCE), según sus estatutos no
puede cobrar ninguna cuota a sus asociados para subsistir. Algunos envían un donativo
cuando les parece. De hecho, siempre trabajamos bajo mínimos y estamos contentos si se
puede recaudar para contribuir de alguna manera a la Federación Internacional.
Esto supuesto, si estamos inscritos a Internet y al correo electrónico, lo hacemos a
título personal; no de Asociación. Hemos abierto una página web. En el menú de la misma
aparece una opción para sacerdotes secularizados. El título de la página es éste:
http://web.jet.es/mistica. El correo electrónico: y también: josemarilorenzo092@gmail.com
La página web tiene los siguientes apartados: Obispos, Sacerdotes - Religiosas,
Secularizados, Enfermos, Meditación, Ameno Huerto, Eucaristía, Colaboraciones.
En este último apartado se admiten originales de tipo espiritual, siempre que no
superen las cuarenta líneas o sean mandados en disquete (ASCII o Word). En la actualidad
en este apartado está publicando nuestro compañero Antonio Suárez los Evangelios en verso.
(Nota posterior de la transcripción. Tuvimos la mala suerte de que contra nuestra voluntad
nos suprimieron una de las primeras revistas de tipo religioso que aparecieron en Internet
http://web.jet.es/mistica. Donde aparecían mensualmente los boletines Informa ASCE.Ya no
existe. En el año 2009 creamos un blog en Religión Digital. Desde este blog funcionan
nuestros boletines cada cinco días para nuestros miembros y simpatizantes).
El Papa quiere un procedimiento más profundo para los menores de 40 años. Eso daría al
que solicita la dispensa más tiempo para reflexionar con serenidad sobre el paso a dar. Por
esa razón no se daba la dispensa a sacerdotes menores de esa edad. Muchas veces –
dicen – se trata de un capricho pasajero. Para quienes se casaron sin permiso, se les puede
dar la dispensa en peligro de muerte hasta por fax. A diáconos viudos se les puede dar la
dispensa papal para casarse de nuevo bajo ciertas condiciones, por ejemplo, si hay niños que
requieran atención; si no hay las condiciones requeridas, se presupone que el interesado
solicita la reducción al estado laical.
En el año 1998 el promedio de nuevas solicitudes de dispensa en sacerdotes era de 500 a
600. El año 95 dejaron el ministerio 1121 sacerdotes. Nos dicen que se trata de sacerdote que
solicitaron la dispensa a Roma, de los otros, no consta. Se calcula que salieron por la puerta
falsa en ese año alrededor de 2000.
Por otra parte, consta que peticiones que el obispo presenta, con su petición insistente,
pastoral y humanamente fundada, no son tomadas en consideración por diez o más años. Se
priva así de la posibilidad de llevar un matrimonio cristiano; y muchas veces también la
posibilidad de ejercer funciones no sacerdotales. Aquí también no hay sino un “no"
despiadado.
JUNIO 1998
INFORMA ASCE
(ASCE: ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.)
UNA ENCUESTA, UNA CONSECUENCIA Ver la encuesta en el nº 094 Enviado ahora a
los nuevos socios.
118.- 980701 Informa ASCE Consecuentes Libro pensar Austria
EEUU
JULIO 1998
(ASCE: ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.)
Este boletín se mandó también en otra ocasión con el número 103; ahora es para los
nuevos socios y simpatizantes.
(Gran parte de este boletín es igual del 104, pero enviado a otras personas).
A raíz de una serie de cartas y el pliego "El futuro de los sacerdotes secularizados" (de José
Mª Lorenzo), publicados por la revista "Vida Nueva" a comienzos de 1977, fuimos
carteándonos un grupo de compañeros, y entre todos pensamos que algo debiéramos hacer.
Nos sentíamos con fe, pero despreciados por bastantes miembros de la Jerarquía eclesial, y
creíamos que había que buscar cauces de solución para que no se pierda en la Iglesia una
fuerza de gran valor espiritual. La Jerarquía debiera abrirse a un diálogo con nosotros y no
considerarnos injustamente como renegados o traidores y desgraciados.
Compusimos un manifiesto, dirigido al Pueblo Cristiano y a los pastores de la Iglesia, en el
que se invitaba los jerarcas a que considerasen su postura y se reconciliaran con nosotros.
Este manifiesto lo firmaron 80 compañeros. Con estas firmas acudimos doce representantes
de diversas provincias de España al entonces Presidente de la Conferencia Episcopal,
Cardenal Tarancón. (17 junio 1978). Este monseñor prometió preocuparse del tema e incluso
llevar al Papa nuestras aspiraciones, aunque nunca nos comunicó haber cumplido su encargo
ni los resultados.
Aquella misma tarde nos reunimos en la Casa de Ejercicios de El Pinar de Chamartín de
Madrid y se fundó entonces la Coordinadora de Equipos de Sacerdotes Casados (ESCE). Se
nombró la primera junta rectora con José Mª Lorenzo como Presidente y Ángel Lozano
(Q.E.P.D.) como Secretario General.
Desde el 1978 hasta el 1985 hemos tenido reuniones todos los años en Madrid. En 1982
entró como nuevo Secretario Francisco Mantecón (+ 16--6-1998).
Se han realizado, entre otras, las siguientes actividades: Entrega al Presidente de la
Conferencia Episcopal de un trabajo, redactado con la colaboración de todos, por el eminente
canonista y compañero Roque Losada (q.e.d.). Se le entregó al Sr. Presidente de la
Conferencia Episcopal, quien se comprometió a presentarlo a la Conferencia Episcopal. En
otra ocasión le encomendamos a Mons. Tarancón una carta para que la llevara en propias
manos al Papa Juan Pablo II. En ella se exponía el deseo del colectivo de que fueran
admitidos en el sacerdocio ministerial cuantos, después de haber recibido el sacramento del
matrimonio, quisieran reintegrase. Era a nuestro juicio una exigencia dogmática.
Durante todos los años se han enviado cartas personalizadas a todos los obispos de España.
Ha habido gran cantidad de entrevistas en periódicos de toda la nación, en programas
radiofónicos de muchas provincias. Incluso en TVE española se dedicó un programa de los de
más audiencia, "La Clave", en 1981 a este tema.
En 1985 se constituyó nuestra "Coordinadora" en Asociación de Sacerdotes Casados de
España (ASCE).
A partir de 1980 se observa en los obispos, a pesar de su talante de diálogo, más reserva. El
Papa Juan Pablo II dificulta el matrimonio a los sacerdotes. Muchos compañeros ante esta
actitud cerrada se han decido a practicar el ministerio en privado con grupos reducidos, en
comunidades de base. Otros, al perder la esperanza de una reintegración han plegado velas.
Otros, en fin, seguimos en nuestra pretensión en forma moderada y constante. Intentamos
vivir nuestro sacerdocio en el trabajo y apostolado de marginados, o como seglares
cualificados en las parroquias. Algunos han sido nombrados por su obispo para cargos de
directivos de pastoral diocesana.
Hemos trabajado por extender por todo el mundo esta unión de sacerdotes casados. Y hemos
mantenido contacto con diversos grupos de otras naciones.
Norma nuestra fundamental es no defender criterios contrarios o al borde de la dogmática
católica. Queremos en todo momento estar en comunión eclesial.
Hemos trabajado durante estos años para conseguir una reintegración en el ministerio por
considerarlo de estricta justicia teologal. Nada hemos conseguido al respecto. Pero sí se ha
logrado: que los obispos nos miren de una manera muy distinta, que dialoguen con nosotros,
que miren el caso nuestro como normal y lleno de honradez, que cuenten con nosotros para
puestos de responsabilidad cristiana, que estén trabajando con nosotros por conseguir que
cuenten los años de servicio a la Iglesia para la pensión en la jubilación futura.
Damos una importancia capital a la vida interior, a la oración personal y comunitaria.
Pensamos que el mejor testimonio ante el mundo y ante los dirigentes eclesiales de nuestro
sacerdocio, es el fervor de espíritu, nuestra íntima y diaria vida de oración, y la entrega a
nuestros hermanos por el amor y el apostolado.
Seguiremos adelante trabajando, convencidos que lo importante no es haber conseguido
nuestro objetivo primero de la reintegración, sino haber colaborado eficazmente en el Reino
de Dios.
Por fin, en los años 90 hasta la fecha, nuestra actividad principal ha sido mantener contacto
epistolar o personal entre nosotros; ejercer nuestro sacerdocio de la manera que
explicábamos en el número anterior; intensificar nuestra vida de oración; dialogar con los
obispos; apoyar y colaborar para que cuenten, a la hora de la jubilación, los años que
pasamos en el clero.
Este es un breve resumen de la primera Asociación de Sacerdotes Casados de España
ASCE.
UN INFORME INTERESANTE
La revista de nuestra federación, "Ministerium novum", ha publicado un informe documentado
sobre el abuso sexual de sacerdotes. Recoge el estudio trece casos sonados de Irlanda,
Países Bajos, Bélgica, Australia, Estados Unidos y Austria.
Estamos seguros de que, si no existiera esta ley del celibato, no se darían estos escándalos
clericales. La represión continua, sin compensarla con una profunda vida interior, aboca en
anomalías sexuales patológicas. Estos mismos sacerdotes, si hubieran estado casados, con
toda seguridad no habrían caído en tales aberraciones.
Hemos llegado a situaciones tan inconcebibles como ésta: En los Países Bajos existe desde
mayo de 1995 un número de teléfono especial para denunciar casos de abuso sexual
cometidos por clérigos. El organismo "Ayuda y Derecho" que investiga las quejas, fue creado
por la Conferencia Episcopal de aquella nación. Al lado de este organismo existe también,
desde hace cinco años, la fundación "Inter Iglesias" contra el abuso sexual en relaciones
pastorales. Esta fundación ha recibido centenares de quejas. Pero se cree que no se dedica
la debida atención al sufrimiento de las víctimas, y son a veces demasiado leales con los
pastores denunciados. Y se da el caso de personas víctimas por segunda vez. Da la
impresión de que se prefiere dar consuelo más que administrar justicia.
En Australia también han tomado medidas. Los obispos han elaborado un código severo de
conducta para sacerdotes, a fin de restringir el frecuente abuso sexual por parte de clérigos.
Así los sacerdotes no pueden estar a solas con niños. También han llegado a colocar
confesonarios de vidrio.
El párroco Rik Devillé ha publicado unos libros críticos sobre la Iglesia y la violación por parte
de ésta de los derechos humanos. Dice que se trataba de abuso sexual cometido en sesenta
y dos casos por parte de eclesiásticos.
Jasón Berry en su libro comprueba que entre 1982 y 1992 hubo en su país cuatrocientas
acusaciones de abuso sexual de niños. La Iglesia de Estados Unidos ha pagado hasta ahora
más de 650 millones de dólares por indemnización.
Burket y Bruni, los dos autores de otro libro sobre el tema, sin llegar a acusar a la Iglesia,
afirman que las exigencias del sacerdocio y la estructura jerárquica impuesta por Roma,
fomentan un clima que está lleno de peligros para los jóvenes. Es un libro fascinante, plagado
de anécdotas inolvidables de abusos individuales y encubrimiento institucional.
INGLATERRA
Los obispos católicos de Inglaterra esperan encontrar una nueva aceptación de los
sacerdotes que se casaron. Siguiendo la sugerencia del papa de que la reconciliación debería
formar parte del programa de la Iglesia para el jubileo del año 2000, el cardenal Hume quiere
pedir al Vaticano que ofrezcan perdón a los sacerdotes casados. Renunciaron al ministerio
para casarse y hoy en día todavía permanecen suspendidos del ministerio sacerdotal. Esto
supone una pérdida de fuerzas activas en la Iglesia, dada la carencia de sacerdotes que
padecemos. Mons. Guazelli opina que a estas personas se les debiera permitir participar en
todos los aspectos de la Iglesia, incluso en algunas funciones sacerdotales. Un portavoz de la
Conferencia Episcopal opina que todos los obispos que él conoce estarían dispuestos a
permitir a sacerdotes casados reintegrarse en el ministerio. (M. Novum)
El consejo de Ministros con fecha 11 de diciembre 1998 ha aprobado en un real decreto que
los sacerdotes, religiosos y religiosas secularizados que tengan menos de treinta y cinco años
cotizados a la seguridad social antes de jubilarse, gocen de una pensión de jubilación como si
hubieran cotizado los treinta y cinco años. De otra manera: cuentan los años pasados en el
ministerio o vida religiosa para la pensión de jubilación.
Tan sólo se necesitará un certificado del Ordinario de la diócesis o de los superiores en cuyo
seno vivió el solicitante su vida religiosa. Cosarese ha sido la asociación por medio de la cual
hemos conseguido este acto de justicia. Dirección de Cosarese para informarse: C/ Sancho
Dávila nº 9, sótano. 28028 Madrid. Tfno. 91-7253988.
Este boletín se envió a los nuevo socios. Es igual que el número 108
COSARESE
Si alguien no se ha enterado todavía, sepa que ya está conseguida nuestra pretensión de que
cuenten para la hora de la jubilación los años pasados en el ministerio pastoral o en religión.
AGOSTO 1999
(ASCE: ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.)
NECESITAMOS HOY...
Estamos "inventando" un nuevo estilo de vida. Y una nueva espiritualidad. Pero no podemos
hablar de un movimiento general. De hecho, un veinte por ciento está asociado a algún grupo
de sacerdotes dispensados. Pero estamos convencidos de que la gran mayoría conserva su
fe en el sacerdocio, aun cuando se sienta un tanto extraño y no añore pertenecer al clero.
( ver nº 087) Este boletín fue enviado ahora a los nuevos socios.
135.- 991101 Informa ASCE Renovarnos Asce a
Obispos Hocfacite Encuesta Brasil
NOVIEMBRE 1999
(Es repetición de 14089.- 08080 BARCELONA) para los nuevos socios.
NUESTRO ADVIENTO
Querido amigo sacerdote secularizado: En este mes de diciembre estamos enviando el
boletín INFORMA ASCE, que el próximo mes de enero, ya del 2000, saldrá en esta página de
internet. Pero siempre hay algo que comunicar, algo que nunca pasa. Ahora es nuestro
tiempo de adviento, nuestra preparación para la Navidad. El Señor está cerca. Te confieso
con sinceridad: nunca acabo de darme cuenta de que mi labor debiera ser "preparar los
caminos del Señor". Y estoy convencido de que tengo que activar en serio el desasimiento
interior. Así Dios tomará del todo posesión de mi vida. Tal vez te suceda algo parecido.
Dejarle hacer a Él. Permanecer con una cierta pasividad ante las manos de Dios. Que Él sea
quien teje nuestras vidas. Abrir las puertas de nuestras almas al amor de Dios.
Mi error a menudo es el excesivo activismo. Y difícilmente me podré curar de esta manera de
ser, pero quiero hacer un esfuerzo. Yo admiro a las personas que viven según los sucesos
que ocurren en sus vidas y en ellos hallan a Dios. Saben dar al Señor el tiempo que "necesita"
para sintonizar con ellos mismos. Como en mi vida tengo demasiada iniciativa, se lo pongo a
Dios demasiado difícil. Ojalá que seas más providente, pero ya te digo que espero ir
cambiando. Vamos a ayudarnos unos a otros.
Te comunico esto porque lo llevo en el alma, y porque además me parece que es algo que se
da también en otras personas y creo debemos reparar en ello para cumplir mejor la voluntad
de Dios. Un saludo ya navideño.
Él no se ha metido en debates con "ministerio sí, ministerio no". Ha obrado la caridad, el gran
amor a todos, llevando a la India su testimonio total de entrega. Nadie se lo puede impedir. Es
ya anciano; frisa los ochenta años, pero su entrega sigue total. Le ayudan de manera especial
su esposa, Ana, y su hijo, Moncho. Vicente es muy grande, siempre anda planeando, pero
necesita una persona con los pies en el suelo. Sus proyectos, de enorme envergadura:
embalses, hospitales, escuelas... pero no se pueden olvidar las personas que vienen a pedir
lo más elemental: comida, casa, algo para subsistir.
Todos confían en la Providencia, que mueve la generosidad ajena. Uno de los programas de
los que más ha satisfecho, se encuentra en el apadrinamiento de 52.000 niños, por parte de
gente corriente que entrega 2500 Pts. Al mes. La mayoría de los padrinos no son
acaudalados
Moncho, uno de sus tres hijos, nacido en la India, hace 27 años, estudió relaciones
internacionales en Londres, pero ha vuelto a trabajar en la obra de su padre. Atiende la parte
deportiva, el hospital de R.D.T., tabla de salvación en casos de urgencias.
El nº de teléfono de la Fundación Vicente Ferrer es 902-222929.
Entresacamos algunos párrafos de una de las cartas: Hay muchos sacerdotes con una doble
vida en materia afectiva. "Las mujeres respectivas son obligadas a vivir en el engaño
permanente; aún son más dolorosas las situaciones en que los niños, están implicados,
porque su padre, presbítero, no quiere reconocerlo o no asume su responsabilidad en materia
de educación. Por otra parte, el pueblo cristiano está engañado respecto a la realidad en que
viven numerosos sacerdotes. Cuando el problema concerniente a la relación de sacerdote -
mujer llega a ser público, la jerarquía busca reducirlo al ámbito personal; lo achaca a la propia
fragilidad del clérigo. Y rehúsan elevar el problema al ámbito general, de tal manera que se
involucren en cambiar la ley del celibato.
Únicamente se excluye de su función ministerial a los sacerdotes que, responsables de su
relación con la mujer, tienen el coraje de asumir públicamente aquella relación de amor. Por el
contrario, los sacerdotes que asumen su vida con los dos planes - el oficial y el clandestino
con su compañera - son "autorizados" implícitamente - puesto que cierran los ojos sus
jerarcas a aquella relación "ilícita" con una mujer y continúan ejerciendo el ministerio que les
está prohibido a los sacerdotes secularizados. ¿No es injusta esta situación?
Denuncia la disciplina del celibato de los sacerdotes en el diario diocesano "Prairie Catholic",
como un obstáculo para el presbiterado: "No se trata de una cuestión doctrinal; es una
normativa que remonta a la Edad Media. Y puede ser modificada". Afirma, en un escrito
dirigido a la asamblea de sacerdotes de su diócesis, que San Pedro, primer Obispo de Roma,
así como muchos ministros de la Iglesia primitiva, eran hombres casados. ("La Croix", 29-10-
99)
31. El hombre no ha sido creado para vivir solo. Nace y crece en una familia para insertarse
más tarde con su trabajo en la sociedad. Desde el nacimiento, pues, está inmerso en varias
tradiciones, de las cuales recibe no sólo el lenguaje y la formación cultural, sino también
muchas verdades en las que, casi instintivamente, cree. De todos modos, el crecimiento y la
maduración personal implican que estas mismas verdades puedan ser puestas en duda y
discutidas por medio de la peculiar actividad crítica del pensamiento. Esto no quita que, tras
este paso, las mismas verdades sean «recuperadas» sobre la base de la experiencia llevada
que se ha tenido o en virtud de un razonamiento sucesivo. A pesar de ello, en la vida de un
hombre las verdades simplemente creídas son mucho más numerosas que las adquiridas
mediante la constatación personal. En efecto, ¿quién sería capaz de discutir críticamente los
innumerables resultados de las ciencias sobre las que se basa la vida moderna? ¿quién
podría controlar por su cuenta el flujo de informaciones que día a día se reciben de todas las
partes del mundo y que se aceptan en línea de máxima como verdaderas? Finalmente,
¿quién podría reconstruir los procesos de experiencia y de pensamiento por los cuales se han
acumulado los tesoros de la sabiduría y de religiosidad de la humanidad? El hombre, ser que
busca la verdad, es pues también aquél que vive de creencias. (ABC 22-10-98)
SIEMPRE SACERDOTES
Me emociona leer la biografía del padre Nieto. Tomar su libro en mis manos, ya se puede
decir que es una gracia actual. Siempre tenía él una obsesión: la santidad de los sacerdotes.
Cuando se ordenó decía más o menos: quiero tener la capacidad meditar cien años seguidos
sin interrupción, sin distracción sobre esta realidad: "Soy sacerdote". Y vivió siempre
enfrascado en este pensamiento. Me impresiona mucho esto.
Vamos a procurar vivir centrados en esta idea. Pero, ¡cuánto nos falta para seguirla al cien
por cien! Vamos a procurar que se nos meta hasta dentro del alma como a Nieto la ilusión de
la santidad. Lo que tantas veces hemos meditado, sigue teniendo hoy actualidad. ¡Cómo
vamos a influir en nuestra relación con el prójimo, en nuestra enseñanza religiosa si vivimos a
tope nuestra fe!
Es maravilloso ser sacerdote, estar siempre junto a la Eucaristía. Cierto, si no se medita y
hace oración íntima junto al Sagrario, se corre el peligro de dejar languidecer la fe. Yo
sacerdote, ¿me he conmovido siempre junto a Jesús e+++++n mis manos, he temblado, he
adorado, he creído con fe viva? Estas preguntas nos las haremos con frecuencia y hemos de
formularlas más a menudo. Que corre el peligro de acostumbrarse. A este amor de Jesús no
debo jamás habituarme.
No nos permiten ejercer públicamente el sacerdocio; pero al haber recibido el Sacramento del
Orden continuamos siendo sacerdotes, y nuestra relación con la Eucaristía nadie puede
impedirla.
Los buenos deseos promueven nuestra vida interior. Por eso hemos de desear amar
más a Dios. La oración más ferviente ha de ser la dirigida a obtener un sentido de Dios cada
vez más profundo y auténtico. Dios nos va comunicando su vida y nos hace percibir su amor.
Los momentos de silencio interior garantizan penetrar en Él. Mi existencia ha sido una gracia
continua del Señor; en primer lugar, el bautismo; después el sacerdocio. Algo que permanece
en mi vida lo mismo que el ser cristiano. Más cerca de Cristo sacerdote, más cerca de Él en la
Eucaristía. Aunque tan solo hubiese celebrado una misa y hubiese perdonado los pecados a
un solo hombre, debiera estar siempre dando gracias a Dios por ello.
Adelantar en la perfección ha de ser en mí como una tendencia instintiva. Me abisma
pensar cómo va pasando la vida y qué lejos todavía de las metas. ¡Cuántos retrocesos,
cuántas dudas, cuánto cálculo en lo que debiera ser pura entrega generosa! No sé si tú
pensarás lo mismo. Ojalá que puedas dar gracias a Dios porque es eterna su misericordia. Y
ojalá que tu vida aumente en entrega sacerdotal porque es mucho lo que puedes hacer y aún
no hemos escrito nuestra última página.
El nº 85 contrapone a quienes piden dispensa con " el gran número de sacerdotes sanos y
dignos". Indirectamente aparecemos como insanos e indignos. Sí es verdad que todos somos
indignos del sacerdocio, todos dada su grandeza, pero no se debe en caridad discriminar a
unos como dignos, porque siguen dentro del clero y a los otros, indignos, por haber pedido y
obtenido dispensa de celibato.
Teniendo todo esto en cuenta, ruego a S. E. haga las gestiones oportunas para una
reconciliación con este colectivo. Creemos que será justo y equitativo. Le saluda affmo.
hermano en Cristo
EL CELIBATO EN EL SÍNODO 99
Entre los cinco obispos del Este de Europa debe haber uno de las Iglesias católicas de
rito oriental, que admiten la ordenación sacerdotal de varones casados. El obispo de
Oradea (Rumania), Virgil Bercea, propuso que el documento final del Sínodo 99 no insista
en el celibato como «elemento constitutivo» del sacerdocio puesto que lo es sólo en el rito
occidental. El rito oriental excluye el matrimonio sólo después de la ordenación sacerdotal
y excluye la consagración episcopal de sacerdotes casados. (Efe)
Líder de los católicos de Inglaterra y Gales, cree que la tradición eclesiástica del celibato
podría modificarse. O'Connor se muestra partidario de una reforma de la Iglesia, en la que
tendría cabida el casamiento de los sacerdotes, según una entrevista publicada ayer por el
diario británico «The Guardián». «Las disciplinas pueden cambiar. Cuando un sacerdote
acepta el celibato al ser ordenado debería mantenerlo. Pero, ¿es incompatible el matrimonio
con el sacerdocio? La respuesta es, obviamente “no”. Yo no lo descartaría», afirmó el
arzobispo en la entrevista.
Pese al descenso en una década del 20 por ciento en el número de fieles que van a misa, el
líder católico se muestra optimista. «No me parece que corran tiempos especialmente malos
para la Iglesia en este país. La gente es hoy cristiana porque creen de verdad, no porque sus
padres lo sean», agrega. Sobre la posibilidad de divulgar la homosexualidad en las escuelas,
O'Connor suscribe los valores cristianos, aunque de una forma moderada al subrayar que «la
sociedad debe entender lo que la Iglesia está diciendo al respecto». (Efe)
Pasando hacia adelante te digo que los amigos de Madrid, un pequeño grupo de doce,
nos reunimos todos los meses en el Instituto de Pío X que nos acoge con mucha caridad.
Antes teníamos las reuniones los sábados; ahora las hemos dejado para el domingo.
Charlamos de nuestras cosas y celebramos la Eucaristía, turnando la presidencia del acto
entre todos los amigos.
IMPORTANTE
En la revista virtual de espiritualidad vivencial "Mística" hay siempre una sección para sacerdotes
secularizados: Se renueva mensualmente. Mira en la página web http://personales.jet.es/mistica
POBREZA
Por muy rico que sea uno, le faltan muchas cosas en la vida. Esta es la realidad: salud,
juventud, bienestar, aprecio de la gente, belleza...Por otra parte, te verás a veces
empobrecido en los cortos bienes de fortuna que puedes tener. Inundaciones, incendios,
averías, robos, multas, pérdidas y cuántas cosas más. A veces un hijo o un familiar próximo te
hace correr con gastos que tú no hubieras realizado. Entonces tienes ocasión de practicar la
pobreza como virtud, recibiendo con dulzura esta disminución de los bienes y acomodándote
con paciencia a este empobrecimiento. Otras veces verás una necesidad en un vecino o
conocido y, aunque él no te lo pida, le ofrecerás ayuda en lo económico.
(Nota: el resto del boletín el contenido del número 140 para enviar a nuevos socios.)
El colectivo ASCE lo va intentando estos últimos meses el "diálogo" con la Congregación del
Clero, aunque me parece que puede ser (y ojalá me equivoque) diálogo de sordos. Resulta
que les escribo diciéndoles que, en este Año Santo, al menos hagan la reconciliación con
nosotros los secularizados. Son muchos los "epítetos" que nos han dirigido a lo largo de los
años nuestras Jerarquías, ya desde el mismo Pablo VI. Me responden los de la Congregación
del Clero que ya estamos reconciliados por unas frases muy elementales que Juan Pablo II
nos había dirigido en una concelebración eucarística del mes de mayo último. Les vuelvo a
escribir diciéndoles que algo ya hemos mejorado: al menos se dignan contestar, pero que la
mejor manera de una reconciliación sería: con ocasión de Navidad, admitir a los sacerdotes
secularizados a una concelebración. Lo razonaba muy al detalle con argumentos teológicos; y
en una nota marginal les decía: "Estos mismos argumentos valen incluso para readmitir a los
sacerdotes secularizados al Ministerio". Contestan a vuelta de correo, y solo a la nota
marginal. Me dice el Cardenal Darío Castrillón, que no quieren entrar en polémicas, que bla,
bla, bla... Le contesto diciéndole que no se trata de entrar en la nota marginal, que la dije
como "per transenam"; que el núcleo de mi carta era la reconciliación, y en concreto, si les
parece, la concelebración navideña, extensiva después a todas las diócesis para el Jueves
Santo u otras solemnidades. A ver qué pasa ahora. De todos los modos les he felicitado,
porque en décadas anteriores, ni siquiera hubieran contestado.
Hemos estudiado, en la obra científica "Historia de la Iglesia" (14 tomos), de Daniel Rops, lo
relativo al celibato clerical. Son muchos los apuntes que hemos extraído. He aquí los
concernientes a los primeros años de la Iglesia:
En tiempo de San Pablo el celibato se vivía como estado de hecho. Él pensaba de este modo:
como el fin está próximo, no merece la pena cambiar de estado (1 Cor. 7) "Quisiera veros
libres de toda preocupación". De aquí no puede deducirse una especie de primera ley del
celibato. El deseo de mantenerse virgen favorece el impulso del alma... es un medio para la
vida contemplativa, para meditar las cosas de Dios. Agradar a Dios supone para San Pablo
entrega total. La santidad de la mujer virgen consiste en estar engalanada para la entrega.
"En renuncia total. Identificar sus intenciones con las del Señor". Ser libre para entregar su
libertad al Señor. Sin división e ininterrumpidamente.
Pero Pablo no imponía el celibato. Él mismo no lo abrazó por ser apóstol. Sabía que otros
apóstoles se hacían acompañar de su mujer, y él no los juzgaba. Veía en el celibato un don
con valor intrínseco. Ambos carismas, los veía separados, aunque se armonizaban. En el
celibato la actividad orante y apostólica se puede acrecentar y llegar a la altura de los
místicos.
Se da como cierto que San Pablo a sus vírgenes no las retenía con votos y compromisos de
por vida, sino como en una situación de suyo estable, pero que en cualquier momento podían
abandonar, si así lo decidían.
Cuando voy a Misa he de decirle al Señor, lo mismo que si la celebro en mi casa (Hay
un estudio hecho sobre la celebración de la Eucaristía por el sacerdote secularizado), y lo
mismo que ahora le digo con todo corazón: "Suplo en mi carne lo que queda a la pasión de
Cristo". Acéptame, Padre, junto con la oblación que Jesús hace de sí mismo en el santo
Sacrificio. ¡Qué bueno vivir así la misa, y vivirla durante todo el día! Estar cada vez más
identificado con Cristo según la frase de san Pablo: "Los que viven no vivan ya para sí
mismos, sino para Aquél que por ellos murió y resucitó". Al pensar en el sacerdocio eterno de
Cristo, me parece verlo como una gran fuente de donde brotan todas las gracias para la
humanidad, de ahí surgen los sacramentos y nuestra felicidad eterna. Por eso, como
sacerdotes, hemos de continuar en la tierra la obra de Jesús. ¡Ayúdanos, Señor! Atraer a la
virtud a todos cuantos podamos. Ser pregoneros de tu Evangelio en todos los momentos que
podamos. Ser, Señor, como sacerdotes, centro de irradiación de tu vida divina, de tu amor, de
tu caridad para con todos; comunicar siempre los dones sagrados.
Me gusta mucho meditar en estas ideas sacerdotales, unido a la Santísima
Trinidad. Te las participo, por si te sirven: Yo no sé, pero cada vez me impactan más estos
pensamientos que antes me parecían como abstractos. Son ideas que las estudiábamos en
Teología, y expuestas con fervor por grandes santos como C. Marmión y Sor Isabel de la
Trinidad: Dice Jesús: "Todo lo mío es tuyo y lo tuyo, mío". El Hijo hace refluir hacia el Padre
todo, como recibido de Él. El Espíritu Santo procede de esta relación amorosa entre el Padre
y el Hijo y constituye una persona distinta, igual en su dignidad al Padre y al Hijo. Contemplo
con amor esta relación Trinitaria. Me entrego al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Gozo en mi
alma al contemplar estas relaciones divinas que constituyen las Personas. ¡Qué maravilla
tiene que ser el Cielo, contemplando todo esto por toda la eternidad! Tal es la gloria que Dios
se tributa a Sí mismo. Las tres personas tienen una misma esencia; iguales en su dignidad;
ninguna es mayor que las otras dos, y constituyen, las Tres, la única Divinidad; el único Dios
verdadero. No se tributan culto ni adoración; son iguales en perfección. En Cristo, el
Sacerdocio no lo lleva consigo el Verbo sino su santa humanidad. "Tú eres sacerdote para
siempre". Yo participo de este sacerdocio de Cristo, y participaré por toda la eternidad. El
Señor me eligió para comunicar sus bienes, para adorarle, para darle gracias y ser mediador
entre el Pueblo y Dios. Nadie puede quitarme esto, Dios me lo dio; nadie me lo puede quitar.
No tengo una misión pastoral, pero soy sacerdote y viviré con la ayuda de Dios como
sacerdote: reparar, hacer el bien, tender mis redes para pescar almas, para ayudar al Reino
del Señor. Seré francotirador o militaré en una comunidad, pero siempre muy unido al sumo
Sacerdote Jesús.
¿ACEPTARÁ LA JERARQUÍA RECONCILIARSE CON LOS SECULARIZADOS?
Mucho me temo que va a pasar este año jubilar 2000 sin que haya sucedido tan fausto
evento. Mucho apreciamos a la Jerarquía de la Iglesia Católica, de nuestra Iglesia, y oramos
por ellos. Son servidores insignes, porque ellos son los transmisores de la fe revelada, y como
tales los apreciamos. ¡Dadles, ¡Señor, la santidad y el celo puro que necesitan! Pero vamos
al grano: durante este año nos hemos relacionado con distintos Dicasterios romanos
pidiéndoles que, antes de finalizarlo, llegue una clara reconciliación con los sacerdotes
secularizados. En de mayo - junio del 2000 publicábamos una carta dirigida al cardenal Roger
Etchegaray, presidente del para el jubileo del Año Santo. Nos respondió muy cortés e indicó
que pasaba aquella petición a la Congregación del Clero. En julio nos contestó este
Dicasterio.
Estimado Sr.: Este Dicasterio ha recibido a través del Comité Central de Grande Jubileo, su
carta del 28 de abril, en la que expone su dolor por algunas expresiones que parecerían
menos felices - al menos en la lengua castellana - de la Encíclica de Su Santidad el Papa
Pablo VI "Sacerdotalis Celibatus" y pide que, con motivo del año jubilar "nuestros altos
representantes de la Madre Iglesia den un paso de reconciliación con los sacerdotes
secularizados".
Este Dicasterio desea citarle, a este propósito, las palabras pronunciadas por el Santo
Padre, durante la homilía de la S. Misa jubilar, concelebrada con un gran número de
sacerdotes el 18 de mayo del 2000, donde usted puede encontrar un ejemplo del modo cómo
hoy la jerarquía de la Iglesia afronta el problema del sacerdote que, con dispensa canónica,
no ejercen el ministerio sacerdotal. El Santo padre dijo textualmente: "Os abrazo con gran
afecto, queridos sacerdotes de todo el mundo. Es un abrazo que no tiene confines y se
extiende a los presbíteros de cada Iglesia particular, llegando especialmente a vosotros,
queridos sacerdotes enfermos, solos o probados por diversas dificultades. Pienso también en
los sacerdotes que, por diferentes circunstancias, ya no ejercen el sagrado ministerio, aun
llevando en sí la especial configuración a Cristo ínsita en el carácter indeleble del orden
sagrado. ¡Oro mucho también por ellos, e invito a todos a recordarlos en la oración, para que,
también, gracias a la dispensa obtenida regularmente, mantengan vivo el compromiso de la
coherencia cristiana y de la comunión eclesial! Pido al Señor que estas palabras del Santo
Padre puedan ayudarle de verdad en su vida cristiana.
Sin otro particular que comunicarle, me es grato aprovechar la oportunidad para
saludarle en el Señor. Firma ilegible. Debajo de ella la abreviatura Secretario.
Emmo. Señor:
Hemos recibido de esa Congregación la carta de fecha 17 de julio del presente año
2000 (Prot. N. 20000852), contestación a la nuestra del 28 de abril. En la suya nos cita una
frase de la homilía de la Misa Jubilar del 18 de mayo del Santo Padre en la que se demuestra
"el modo cómo hoy la Jerarquía de la Iglesia afronta el problema de los sacerdotes que, con
dispensa canónica, no ejercen el ministerio sacerdotal". Verdaderamente es un primer paso
de reconciliación que sabemos agradecer y que ya lo conocimos en su día.
Animados con este primer paso, nos dirigimos a V. E., para rogarle que, dentro de este
mismo año, y como muestra significativa de una reconciliación, se admita a los sacerdotes
secularizados a la concelebración eucarística en fechas determinadas, por ejemplo, en la
Navidad. Y desde el próximo año se establezca ya que en todas las diócesis se invite al
sacerdote secularizado a la concelebración del Jueves Santo, y tal vez en algunas otras
fechas. Esto nos parece una exigencia teológica de la doctrina católica sobre el sacerdocio.
Estas son las razones que nos parecen válidas:
3.- Juan Pablo II recuerda: " Debéis celebrar la Eucaristía que es la raíz y la razón de ser de
vuestro sacerdocio. Seréis sacerdotes, ante todo, para celebrar y actualizar el sacerdocio de
Cristo..." "La Eucaristía se convierte así en el misterio, que debe plasmar interiormente
vuestra existencia". (Ordenación sacerdotal de Valencia 8 noviembre 1982).
4.- Dice la encíclica "Redemptor hominis" de Juan Pablo II: "En la fidelidad a la propia
vocación deben distinguirse los esposos, como lo exige la naturaleza propia del matrimonio.
En una línea de similar fidelidad a su propia vocación deben distinguirse los sacerdotes, dado
el carácter indeleble que el sacramento del Orden imprime en sus almas".--- Si el carácter
indeleble es la fuente de donde mana la fidelidad a la vocación sacerdotal, será posible la
dispensa del celibato, pero en modo alguno la dispensa del sacerdocio, y mucho menos la
prohibición de ejercerlo de por vida, al menos en lo estrictamente sacerdotal: la celebración de
la Eucaristía y la proclamación del Evangelio.
5.- La teología posconciliar explica el carácter sacramental por la alianza entre Dios y el sujeto
que recibe el sacramento. Dios será fiel a su alianza, aunque falle el sujeto. Ahora bien, en
nuestro caso suponemos que el sacerdote casado quiere seguir siendo sacerdote. Dios es fiel
a su alianza. No cabe que una fuerza intermedia rompa o impida esta alianza. La fidelidad es
entre Dios y su sacerdote.
6.- No parece lógico ni siquiera leal argüir en contra de todo esto, diciendo que el recurrente
de la dispensa se comprometió a no ejercer el Ministerio. No fue libre en este compromiso,
porque si no lo hubiera aceptado, no le hubiese sido concedida la dispensa del celibato.
Teniendo en cuenta todo esto, nos parece una forma muy conveniente de
reconciliación, incluso por exigencia teológica, se admita a los sacerdotes secularizados a la
concelebración eucarística en fechas determinadas.
Agradeciendo el interés que sobre este asunto han de tomar, le despide affmo. amigo
en Cristo:
Nota nuestra: como se puede comprobar, este acuso de recibo ignora el contexto de la
carta y solamente se fija en la nota , a la que responde. Tal vez con recelo. Del resto de la
carta, la forma concreta como efectuar la reconciliación, admitiendo al menos a una la
concelebración al año, por jueves santo, solamente acusan recibo.
Emmo. Señor:
Hemos recibido de esa Congregación la carta de fecha 21 de septiembre del presente
año 2000 (Prot. N. 20001498), contestación a la nuestra del 02 de septiembre.
Nada más lejos de nosotros que intentar entrar en polémica, ni ahora ni nunca.
Admiramos el talante abierto de esa Congregación que se digna mantener correspondencia
con nosotros. Únicamente deseamos tengan en cuenta, si les parece, a la hora de buscar una
reconciliación con los sacerdotes secularizados, esta iniciativa que era la parte central de
nuestro comunicado anterior, s. e. u. o.:
"...y como muestra significativa de una reconciliación, se admita a los sacerdotes secularizados
a la concelebración eucarística en fechas determinadas, por ejemplo, en la Navidad próxima
en algún acto en Roma. Y desde el próximo año se establezca que en todas las diócesis se
invite a los los sacerdotes secularizados a la concelebración del Jueves Santo, y tal vez en
alguna otra fecha. Esto nos parece una exigencia teológica de la doctrina católica sobre el
sacerdocio."
No sé si resalté en mi carta anterior bien el texto entrecomillado, que quería ser el núcleo de la
carta. Tampoco exigimos nada de nada, sino únicamente damos la oportunidad humildemente,
a los dirigentes de nuestra Santa Madre Iglesia, de una reconciliación plena con nosotros. Y
ésta podía ser una forma eficaz. No se trata de derechos individuales ni colectivos, sino
únicamente de reconciliación, hacia la cual dio S. Santidad un primer paso en unas frases de la
homilía citada por ustedes y que conocíamos. Precisamente esa frase nos animó más a entrar
en comunicación con esa Congregación.
Pido a Dios nuestro Señor les ayude siempre y les asista con su gracia. Affmo. amigo y
hermano sacerdote: José María Lorenzo Presidente de ASCE HASTA LA FECHA NO HA
HABIDO CONTESTACIÓN. LA NAVIDAD SE ACERCA. EL TIEMPO DIRÁ SI HAN HECHO
CASO O NO A ESTA OPORTUNIDAD DE RECONCILIACIÓN, A NUESTRO JUICIO
COMPLETA, AUNQUE NO SE ADMITA POR EL MOMENTO A EJERCER EL MINISTERIO.
NOS REMITE JEAN LOUIS GERMOUTY DESDE ROYAT, FRANCIA ESTA CARTA
ENVIADA MONS. F. GARNIER OBISPO DE LUÇON, QUE PUBLICAMOS:
Monseñor: Al leer en el periódico La Croix (11-3-97) sus comentarios sobre las
acusaciones por abusos sexuales por parte de uno de vuestros sacerdotes, me permito
escribirle para compartir algunas reflexiones sobre este tema.
Hay que notar que el comportamiento de este sacerdote no es un hecho aislado y
rarísimo, sino que forma parte de una larga lista de hechos parecidos, frecuentemente
revelados por la prensa. Evitaré citarle una lista de esos escándalos, que desde hace 4 o 5
años, hacen época; por una parte, para no alargar la carta; por otra, para no incordiar a los
autores.
Podemos preguntarnos a qué es debido esta acumulación de escándalos tanto en el
ámbito religioso como en el político; porque no creo que los sacerdotes de hoy día o los
políticos sean menos virtuosos que hace treinta o cuarenta años. Me parece, sin embargo, que
hay dos preguntas primordiales, que usted no se formula públicamente, y todo hombre de
buena voluntad debe preguntarse cuando se desea justicia y verdad: ¿Por qué hay tantos
escándalos? ¿Qué responsabilidad tiene el sacerdote acusado o la Iglesia - institución? Es de
suponer que durante los años de formación el sacerdote ha escuchado religiosamente a sus
superiores que le hacían apología del celibato y de la continencia...
Así pues, muchos responsables en la Iglesia niegan los imperativos y el realismo de una
sexualidad para todos los hombres, sexualidad que debe exteriorizarse de alguna manera,
excepto para aquellos seres excepcionales que puedan sublimar sus pasiones. Me aparece
particularmente malsano tratar de rechazar los impulsos sexuales, porque el rechazo brutal va
creando otro rechazo más violento, y puede causar un grave perjuicio: ahí están los casos de
violación.
Tenemos el derecho de preguntarnos si los sacerdotes, autores de abusos sexuales,
tienen entera responsabilidad de sus actos. Quienes dentro de la Institución obligan a otros a
vivir solteros, ¿no tienen una parte de responsabilidad en los escándalos? En mi opinión, esas
personas son tan responsables como los sacerdotes, autores de agresiones sexuales.
Recientemente un caso apareció relatado Le Monde: el Padre, reconocido culpable de acoso
sexual sobre cuatro jóvenes scouts, fue presentado ante el tribunal como víctima del mal
funcionamiento eclesiástico y se añadía: "Un sacerdote debe tener su vida privada. No ha
hecho voto de castidad, simplemente de obediencia y obligación de celibato".
Por otra parte, algunos sacerdotes de gran prestigio, se ven obligados a renunciar al
ministerio para vivir su gran amor con una mujer, su esposa. (Le Monde 16,10,96). Y a este
respecto afirma el arzobispo de Westminster, cardenal Hume, "El celibato de los sacerdotes no
es ley divina, pero es una ley de la Iglesia que nos quita excelentes elementos".
¿Por qué mantener el celibato obligatorio? Los sacerdotes casados serían mucho
menos disponibles en su obligación pastoral, por causa de las obligaciones familiares.
Pero contesto: con mis cincuenta y dos años, he observado desde hace tiempo que en
el ámbito laico donde trabajo, las personas más disponibles no son las solteras, sino las
casadas que viven en un buen equilibrio afectivo y familiar. Firma: J. L. G.
Feliz Navidad. Feliz siglo XXI. Feliz tercer milenio. Feliz año 2001 nos deseamos a todos
los miembros de ASCE.
Consulta la página web: http://web.jet.es/mistica En ella aparece siempre un "Informa Asce"
renovado cada dos meses.
DIOS Y EL SACERDOTE
Lo de menos importancia, que prescindieran un día de la sotana o del traje clerical; tampoco es
de importancia que el sacerdote se haya casado, con la debida dispensa. Lo grave es que
muchos tanto casados como célibes van perdiendo el sentido de fe, de la verdadera piedad.
Afortunadamente quedan todavía sacerdotes llenos de Dios, con ansia de superación
espiritual, con verdadero celo apostólico. Así debes ser tú; así debo ser yo. Pero, a mi juicio, es
mayor el número de sacerdotes tanto célibes como secularizados sin la ilusión de lo divino. El
templo les resulta como casa ajena y lo cierran; y bastantes secularizados lo ven casi como
algo extraño. Me da la impresión cuando veo iglesias clausuradas que se cumple aquí la
parábola de los talentos: enterrado el único talento de muchos sacerdotes. Tienen esos curas
muchos otros quehaceres: organizar asuntos profanos, jugar a cartas, asistir a espectáculos,
acudir a las múltiples reuniones estériles de cada día. Pero Dios ha dejado de ser su ilusión, la
parte de su herencia, la alegría de su juventud. Con frecuencia la fe de estos sacerdotes
tambalea.
Es necesaria una reforma en profundidad. Nosotros los secularizados hemos de dar testimonio
de que nuestra fe es sincera y fuerte, de que mantenemos nuestro contacto con Dios; así lo
hacen muchos. Y nosotros lo tenemos algo más difícil que quienes están en el ministerio
porque estamos más metidos en el mundo que ellos. Varios obispos de España ya se han
dado cuenta. Ellos han de buscar - y los encontrarán - sacerdotes fervorosos y tal vez santos
para alentar, estimular y sostener en la fe a tantos ministros del Altar que un día lo dieron todo
al Señor y hoy apenas lo recuerdan. A nosotros, los secularizados es difícil que nos tengan en
cuenta, pero por eso mismo vamos a estar siempre al pie del cañón. Nuestro sacerdocio no es
clerical, pero es el mismo que recibimos en nuestra ordenación. Hemos de animarnos unos a
otros para vivirlo hasta el fin de nuestros días: adoración, reparación, oración, intercesión.
Recordamos en cuaresma aquella frase del Profeta: "Entre el vestíbulo y el altar llorarán los
sacerdotes del Señor y dirán: "Perdona Señor, perdona a tu Pueblo; y no te irrites con nosotros
para siempre". N. GONZÁLEZ
LA LEY DEL CELIBATO DESDE LA ALTURA DE MIS SETENTA AÑOS ---
DE ALFREDO Mª DE AMÉZAGA
Desde la cima de más de setenta años, casado, con hijos, viendo cercano el ir a la casa del
Padre, tranquilo y feliz, en una vida mayoritariamente dada a la oración, la Eucaristía y al
estudio y meditación de la Sagrada Escritura, con más unión con Dios que nunca, veo con
evidencia que la aberración del celibato es algo a rectificar con urgencia.
En poco tiempo, a pesar de la escasez de clero, se han conocido un buen número de
escándalos, tres con muerte incluida. La Iglesia Diocesana tiene buen cuidado en ocultar, y no
sabemos que se haga eso que se enseña en los movimientos de apostolado, una buena
encuesta para la promoción del grupo. Pero, eso sí, todos tenían el tranquilizante sello de
célibes. Eran oficialmente célibes.
A modo de tesis pudiéramos comenzar diciendo:
1.- La cuestión del celibato tiene un cierto sabor del maniqueísmo, condenado por la Iglesia.
En el matrimonio, hay algo material, como si no hubiera sido hecho por Dios, como parte de un
todo, y fuera algo como sucio, pecaminoso, opuesto a la santificación, como si el cristianismo
no tuviera toda la maravilla de la gracia santificante, y no estuviera bien presente el Espíritu
Santo.
2.-No se tiene suficientemente en cuenta la Sagrada Escritura, cuando Dios proyecta y hace al
hombre, con dos entes complementarios.
3.-No se advierte suficientemente la Obra y cómo lo hizo el Hijo de Dios hecho hombre, como
si algo importante no estuviera perfecto. Por encima de los setenta discípulos, coloca a los
doce, que son más que obispos, los elige en casi totalidad casados, cuestión que deja en
libertad. Pero la iglesia Romana desde cierto momento, elimina esa libertad, e impone para la
totalidad de presbíteros, aunque sean cientos de miles, a la totalidad de ellos, sin considerar
que es algo además de opuesto al Plan de Él, es violento y utópico.
4.-En la Teología se ha enseñado que Nuestro Señor prueba la realidad de su Persona y su
Obra efectuando milagros. Lo que no se resalta jamás es, que el primero de ellos pone de
manifiesto que el primer Papa era casado.
5.-Se ha repetido bastante que hay tres pasajes del Evangelio destacados con la presencia de
los tres principales Apóstoles: curación de la hija de Jairo, Transfiguración, Oración del Huerto.
Significativamente quizás, no se destaca que el Evangelio de Marcos, el del primer Papa, nos
dice que sólo esos tres Apóstoles y Andrés, están también en el primer milagro, en el que se
cura a la suegra de Pedro. Parece que de Pedro hay que destacar todo hasta sus fallos; pero
que era casado, no.
6.-El gran célibe, Pablo, describiendo las cualidades del presbítero y del obispo, cita la primera,
que sea casado. Pero, eso sí, una sola vez. (Tito 1,6)
7.-Es conocido el texto en el que el mismo Pablo enseñará que el estado de casado será lo
normal para la generalidad de los presbíteros.
8.-En 1545 la Iglesia de la mitad occidental de la pequeña Europa se entera por San Francisco
Javier, de que el cristianismo, por la obra de Santo Tomás, llegaba a la inmensa Asia, hasta el
sur de la India y hasta China. Los cristianos orientales, los separados y los fieles a Roma, no
hacen cuestión del tema del celibato, como la iglesia primitiva.
Con emoción alegre, - ¡con gran emoción! - he leído el libro de Don Félix Beltrán desde el
principio hasta el fin. Son páginas de un enamorado de Cristo y del Sacerdocio. Y no se puede
leer con indiferencia una obra escrita con el corazón; un tesoro de vivencia sacerdotal.
Es un libro para leerlo de prisa la primera vez, porque cautiva desde el comienzo. Pero
después saborearlo línea a línea con una cierta "glotonería" espiritual. He ido marcando con
una cruz gran número de párrafos para repasarlos después decenas de veces. Libro profundo
y ameno al mismo tiempo. Cautiva, anima a enamorarse de Cristo, del sacerdocio y entrega al
prójimo, de la vida religiosa y apostólica.
Buen regalo para unas bodas de plata u oro de vida consagrada; buen obsequio para un
misacantano o para quien ha practicado los ejercicios espirituales, o para cualquier sacerdote
que se precie de serlo. Me da la impresión de que el autor - sin pretenderlo- ha realizado a
través de las páginas su autorretrato. Si esto es así, alabemos a Dios "porque se ha fijado en
la humildad de su siervo". Sólo conozco al escritor a través de esta obra. Merece la pena tener
consigo, condensado en cuatrocientas páginas, a un padre en la fe.
No copio todo el índice (muy rico en sí mismo); sólo algo como botón de muestra: Vivencia
gozosa de nuestro sacerdocio; enamorarse de Jesús; no tengáis miedo a Jesucristo; santidad
sacerdotal; ministerio de la Palabra; celo pastoral; amistad sacerdotal.
¿Un consejo para la segunda edición? Para mi gusto reduciría las páginas que tratan sobre el
pecado del sacerdote a lo más vivencial. Tal vez esta sería la única sugerencia que me
atrevería hacer al autor.
CASADOS O NO: MÁS SANTOS SACERDOTES
En diversos lugares se está suscitando un clamor dentro de la Iglesia de España en torno a los
pueblos en los que no se celebra Misa los domingos, sino una acción litúrgica con
administración de la Comunión. Causa, la escasez de sacerdotes.
En el artículo publicado por Jesús Fernández de las Heras da la solución con estas palabras:
"Existen muchos sacerdotes dignos, y hasta celosos que han dejado el ministerio sacerdotal
contrayendo matrimonio. De algunos he oído decir que ahora son más sacerdotes que antes.
De seguro que buen número de ellos volverían al ministerio y a celebrar la Eucaristía si fueran
dispensados [...] ¿Por qué no podría ordenarse en ciertas circunstancias a hombres solteros o
casados que han dado prueba suficiente de aptitud para el sacerdocio?"
Casualmente, hace unos meses escribí, como representante de la Asociación de Sacerdotes
Casados de España (ASCE), a todos los obispos de la nación las siguientes líneas:
"En la diócesis de Vitoria (supongo que no será la única), se están celebrando "misas sin cura"
los domingos en más de veinte parroquias rurales. No hay suficientes presbíteros. Estoy
seguro de que, pidiéndolo a los sacerdotes secularizados que voluntariamente lo deseen, se
solucionaría el problema.
Se trata, a nuestro entender teológico, de un derecho divino por parte de los pueblos a que se
les celebre la misa habiendo sacerdotes dispuestos a ello. Es una colisión del derecho divino
con el eclesiástico (prohibición a los presbíteros casados de celebrar la misa). Por eso nos
parece que debe ser revisada esta situación por parte de los obispos y exponerla con todo
rigor a la Santa Sede."
Quisiera que estas líneas sean una llamada a todos los fieles cristianos, para que eleven su
voz a los obispos. La edad media del clero oscila entre los 64 años. Dentro de diez, nos será
difícil confesarnos; habrán de cerrarse numerosas iglesias; abundarán los no bautizados;
bajará aún más la fe y costumbres del Pueblo.
Necesitamos más sacerdotes y más santos. Lo cual no está en pugna con el matrimonio.
¡Reintegración de los secularizados que lo deseen; ¡ordenación de hombres casados o
solteros, pero con hambre de Dios y práctica de oración!
Me impresiona ver sacerdotes fríos, aunque lo comprendo, porque yo, la verdad, alguna
temporada he permanecido así. Cuando estábamos en el seminario ya nos causaba un como
escándalo el ver a curas que estaban siempre jugando a cartas, charlando con los vecinos,
perdiendo el tiempo. Pero de oración, nada.
Hoy sucede lo mismo, aunque de otra manera: viajes, excursiones, charlas inútiles... y
un poco más trabajo que antes, porque hay menos curas. Merece la pena poner algo de
nuestra parte para mejorar el ambiente. Por supuesto, en manos de todos está rezar por la
santificación de los sacerdotes. Procurar la propia conversión; leer y meditar vidas como la del
Cura de Ars y el Padre Nieto. Después, ayudar a levantar el ambiente clerical. Tal vez sea
necesario acudir a menos reuniones, pues muchas solo sirven para perder el tiempo. Y todo
esto lo pensamos desde nuestra dimensión de sacerdotes secularizados, porque no somos
ajenos al sacerdocio que Dios nos lo dio para siempre.
Aunque estemos fuera del orden clerical, aunque en nada se cuente con nosotros
porque nuestro deseo fue salir de la clerecía, no por eso estamos indiferentes al mundo del
sacerdocio que es también nuestro. Algo podemos hacer para mejorarlo: desde rezar por él y
ofrecer nuestros sacrificios, hasta dar testimonio humilde y sencillo desde grupos parroquiales
o sociales, o incluso actuando como "francotiradores". Señor, dadnos sacerdotes santos,
obispos santos, almas consagradas santas, seglares comprometidos santos. Así el mundo
avanzará por los caminos de la salvación.
(Esta carta a Su Santidad, fue escrita hace seis años por un sacerdote quien, por razones que se entenderán por la carta,
quiso quedarse en el anonimato. Ahora se ha jubilado y se siente libre para expresar sus ideas. La carta se publicó
originalmente en el "National Catholic Reporter".)
QUERIDO SANTO PADRE, Antes de que yo muera, quiero decirle algo que me ha
molestado ya durante los treinta y nueve años de mi sacerdocio. En todo este tiempo he sido
presbítero en una parroquia, salvo por unos años durante los cuales servía como capellán para
las Fuerzas Aéreas. Me gusta ser un padre de parroquia, sirviendo a Dios y a su pueblo
mediante mi trabajo. Sin embargo, la regla del celibato me da más y más empacho conforme
pasan los años. Ahora tengo sesenta y cuatro años y antes de morirme quise decirle lo que yo
pienso. Dios dijo: "No es bueno que el hombre esté solo". Creo que la parroquia debe permitir
que los sacerdotes se casen si el sacerdote quiere el matrimonio. Soy un buen padre, pero
habría sido mejor si hubiera tenido una esposa. Conforme avanzo en edad, más reconozco la
necesidad de una compañera. Amaría su cuerpo también, porque es la razón por la que Dios
creó a los hombres y a las mujeres como son. No siento que fue un error de Dios, ni que
degrade el espíritu de la persona.
No creo que un hombre le puede decir a otros que no deben entrar al estado
matrimonial. Es mi opinión —y no soy un gran teólogo— que la autoridad de la Iglesia en
asuntos espirituales no puede incluir esta prohibición. Esta regla perjudica severamente a la
Iglesia hoy en día. UD. no comenzó esta tradición, pero Vd. solo es el responsable de que esta
situación siga ahora. Siempre respetaré a los que opten por el celibato, pero como dice San
Pablo, "no es para todos".
No me considero célibe porque nunca escogí esta vida libremente. He oído a directores
de retiros decir que el hombre escoge el celibato y luego el sacerdocio. Esto no es cierto. La
mayoría decide entrar en la vida sacerdotal, y luego alguien dice que, si uno decide hacer el
trabajo de Dios, tiene que ser célibe, y así comienza a sufrir esta imposición en su vida. Las
excepciones son los grandes, quienes como San Pablo optaron por el celibato como un voto
hacia Dios.
No encuentro ni una palabra en las Sagradas Escrituras que justifique el celibato
obligatorio y existen muchas razones por las cuales se debe justificar el matrimonio. Los
sacerdotes y los obispos se casaron durante los primeros mil años de vida de la Iglesia y luego
algún Papa inventó esta regla, la cual, creo, es injusta.
Cuando yo servía como capellán en la Fuerza Aérea, normalmente vivía en las residencias del
batallón. Cuando iba a mi casa en la noche, veía todas las otras casas y decía: "Todo el
mundo tiene a alguien, salvo yo". Yo llegaba a una casa vacía para preparar mi cena, lavar la
ropa y hacer los quehaceres. Tengo un bonito lugar donde vivir ahora, pero en la noche,
después de haber terminado mis labores, lo veo vacío y me siento mal.
Seguiré siendo un sacerdote dedicado a su parroquia mientras Dios permita que yo
haga este trabajo. Y seguiré tratando de vivir este pseudo - celibato. Pero la verdad es que
creo que alguien tendrá que verse con Dios por ser el hombre responsable para que yo y
tantos más, vivamos esta tortura innecesaria. Se ha dejado de permitir que los sacerdotes se
retiren oficialmente de sus deberes. Santo Padre, porque Ud. sabe que muchísimos lo harían
si existiera la posibilidad. No es tanto que deseen dejar el sacerdocio, sino que no quieren
seguir con el celibato.
Recuerdo a un viejo sacerdote, un excelente padre, un amigo mío. Tenía entonces más
de sesenta años y padecía de problemas cardíacos. Me dijo. "No soporté estar solo más". Él
dejó el ejercicio del sacerdocio, se casó por fin, con el consentimiento de la Iglesia... Le amo a
Ud. Creo que Ud. es el Papa más renombrado de la Historia reciente. Ud. ha hecho mucho,
tantas obras buenas. Si Ud. pudiera cambiar la regla, pienso que la gente lo aceptaría porque
los católicos en el mundo le respetan y le aman tanto. Si Ud. espera hasta que algún futuro
Papa cambie la regla, y tendrá que cambiarse en algún momento, no va a ser tan fácilmente
aceptado el cambio.
Si yo fuera Papa, lo cual no creo que sea una probabilidad, simplemente anunciaría que
la regla del celibato ya ha terminado. Sé que habría algunos escándalos, como sacerdotes que
se divorcian por la ley civil, pero no podría ser peor que los escándalos que ocurren ahora,
sacerdotes que dejan el ejercicio del sacerdocio para casarse, sacerdotes que no pueden vivir
sus votos fielmente...
Solo quisiera hacer un único comentario más. No sé qué haría si Ud. permitiera que los
hombres casados se ordenaran, pero no permitiera que los ya ordenados optaran por el
matrimonio. Somos muchos quienes hemos sufrido todas nuestras carreras profesionales con
el peso de esta regla y nos sentiríamos traicionados y menospreciados si esto fuera a ocurrir.
Nunca he hablado de este tema con otro sacerdote. Sólo Ud. sabe cómo me siento,
aunque he enviado una copia de esta carta a mi Arzobispo.
Espero que Ud. no tome esta carta como un ataque personal, porque tengo mucho respeto
para Ud. Pero no es honesto de mi parte que no le manifieste mi forma de pensar y las
emociones que estoy seguro muchos de mis colegas comparten. No comprendo cómo este
pseudo - celibato va a "purificar el sacerdocio". No podría morir feliz si no le hubiera escrito
esta carta. Siento una obligación moral de escribirla.
El celibato como experiencia de vida agosto 1995 CHRISTUS 1
Se trata del párroco Marco Priori en Brasil. Pidió perdón a sus feligreses porque vivía
maritalmente, y les dijo que se sentía feliz porque iba a ser padre. La madre era una joven de
26 años que asistía habitualmente a los actos de culto. Su obispo comprensivo con el caso, le
autorizó que siguiera de sacerdote, aunque lo trasladó de parroquia.
Durante este verano del 2001 ha estado muy en boga en la prensa el caso del Arzobispo negro
E. Milingo. Se casó en mayo con M. Sung, oriental, en una boda multitudinaria de la secta
Moon; algo inaudito e insólito. Se le conminó con la excomunión por parte del Vaticano, si no
se retractaba para el 20 de agosto. Y antes de esta fecha, Milingo ha vuelto al redil. La prensa
toda durante las semanas veraniegas se ha ocupado a todas las horas del caso. La Señora
Yung, esposa de Milingo, se declara en huelga de hambre, en tanto no le permitan reunirse
con su marido; acusa al Vaticano de tenerlo secuestrado. Por fin la Santa Sede accede a que
se reúnan los dos en una salita de un hotel, a puerta abierta. Platican durante media hora.
Milingo dice a su esposa que la querrá como a hermana; que es preciso separarse. Ella vuelve
a Estados Unidos y le promete guardar silencio. Milingo se reintegra a la casa del padre, como
hijo pródigo, ante la perplejidad de muchos. El desenlace final lo ignoramos al cerrar esta
edición. ¿Cuál será ahora el status eclesial de Milingo?
Una opinión sobre el asunto: A primera vista podemos llegar a sospechar que Milingo no está
bien de la cabeza. ¡Resulta todo tan extraño! Pero en ningún momento aparece esta sospecha
de una forma oficial. ¿Cómo, a nuestro juicio, podía haberse rematado el asunto para bien de
la Iglesia? Ante todo, sí, acogerlo con cariño. Después, que con sinceridad diga él si quisiera,
continuando siendo católico y unido a la Iglesia, permanecer en matrimonio con su señora. En
el supuesto de que quisiera, dispensarle de todos los votos y de otros impedimentos que
pudiera haber; y el mismo Papa u otro delegado suyo presidir el matrimonio canónico. Si él no
quería continuar casado, dejarlo en libertad plena: que lo manifieste así ante el mundo; que
asuma del todo su responsabilidad; que se reúna libremente con la señora Yung sin testigos y
lo declare después, pero que asuma las consecuencias de su acción.
Con ocasión de este evento, nos parece de sentido común, dedicar unos años a revisar la ley
celibataria y abrirse de una vez a la ordenación de hombres casados y a la reintegración en el
ministerio sacerdotal de los sacerdotes casados que lo deseen. Creemos que, después de
todo esto, el desprestigio de la ley humana - eclesiástica del celibato ha tocado fondo. ¿Nos
equivocaremos? El tiempo lo dirá.
Se trata del párroco Marco Priori en Brasil. Pidió perdón a sus feligreses porque vivía
maritalmente, y les dijo que se sentía feliz porque iba a ser padre. La madre era una joven de
26 años que asistía habitualmente a los actos de culto. Su obispo comprensivo con el caso, le
autorizó que siguiera de sacerdote, aunque lo trasladó de parroquia.
Importante: Cada dos meses sale en internet un nuevo en http://personales.jet.es/mistica
HEMOS SIDO INFORMADOS por varios conductos de que en muchos países se trabaja por
conseguir una pensión digna para los sacerdotes casados. Creemos que podría ser útil que los
grupos que forman nuestra Federación intercambiasen información sobre los convenios y planes
de sus respectivos países. Sabemos que en algunos ya ha sido establecido el acuerdo sobre
la pensión, mientras que en otros no se ha tomado ninguna medida hasta el momento.
En los próximos números de Ministerium Novum esperamos poder publicar toda la información recib
PARA QUE TENGÁIS UNA IDEA de los datos que necesitamos os ponemos algunos ejemplos:
En ALEMANIA, por ejemplo, los obispos y los superiores de órdenes religiosas están obligados por l
l. Esto significa que, al llegar a los sesenta y cinco años, todos los sacerdotes reciben una pensión m
En BÉLGICA, el 90% de sus sacerdotes casados o no reciben la pensión establecida por el estado.
Los pertenecientes a la enseñanza o a las fuerzas armadas reciben la señalada a estos
funcionarios.
En FRANCIA, se aprobó una ley en 1978 en la que se dispone que todos los sacerdotes mayores,
tanto en activo como jubilados deberán cobrar su pensión. El Estado y los obispos se harán cargo
de la mitad de las aportaciones de cada beneficiado. Los sacerdotes casados también están
incluidos en esta legislación, aunque la cantidad percibida difiere un poco entre los que están en
activo y los casados.
En HOLANDA, la mayoría de los sacerdotes reciben una pensión, bien a través del Estado, bien
de su empleo secular. En este momento se discute si la viuda del sacerdote casado debe seguir
cobrando la pensión de su marido. En los E.E.U.U. se publicó en 1999, fruto de cinco años de
investigación n y estudio, un informe titulado "Los beneficios de la jubilación para el personal que
ha terminado la edad laboral".
POR LO QUE SE REFIERE A LAS RDENES RELIGIOSAS en 1976 el Vaticano dio instrucciones
que obligaban a los superiores a incluir a sus miembros en los sistemas de Seguridad Social en vigo
órdenes lo hicieron, pero hay algunas excepciones, principal mente en territorios de misiones. Sabem
e servicio que les ayude en su vejez.
De la revista MINISTERIUM NOVUM septiembre 2001p.1
Comunicado del Arzobispo Emmanuel Milingo sábado, 26 de mayo, 2001. Nueva York
Como católico bautizado desde la infancia, he dedicado toda mi vida a la Iglesia. Desde mi
ordenación en 1958 he llevado una vida de celibato y he intentado servir a Dios con todo mi
corazón, predicando el evangelio de Jesucristo y sirviendo a Su pueblo. En ese proceso, he
servido fielmente a la Iglesia Católica como coadjutor, párroco, arzobispo de Lusaka y como
Delegado Especial para Emigrantes y Desplazados, entre otras tareas. En todo ello, nunca he
buscado un puesto o una posición mundanos, siendo mi único deseo servir al Señor, Su Iglesia
y Su pueblo. El Espíritu Santo ha sido mi consuelo y guía, y el Señor Jesucristo y Su Santa
Madre han iluminado mi camino. Le estoy especialmente agradecido al Santo Padre, el Papa
Juan Pablo II, cuyo estímulo, aceptación y apoyo nunca han vacilado.
Ahora, a la edad de de dedicación a la Iglesia y a mis votos sacerdotales, el Señor me ha
llamado 71 años, después de toda una vida para que dé un paso que cambiará mi vida para
siempre, y hará posible que sea un instrumento de Su Bendición y Su Gracia para África y el
mundo, aunque también sé que también cambie mi relación con la Iglesia católica. Doy este
paso sólo en obediencia al Señor Jesucristo, tras muchos días de oración y ayuno. No sufro
por las opiniones de los hombres y sólo quiero hacer la Voluntad de Dios. No obstante,
considero importante que mucha gente en África, en Europa y en otras partes, quienes han
confiado en mi guía o han sido bendecidos por Dios mediante el instrumento de mi ministerio
estén debidamente informados sobre las razones y motivos de esta acción, no sea que alguien
trate de difamar o tergiversar mis propósitos para sus propios beneficios.
El domingo, 27 de mayo del 2001, seré bendecido en matrimonio con María Sung, doctora de
acupuntura y una sierva amante y ferviente del Señor. Como un sacerdote célibe, el
matrimonio se encontraba completamente alejado de mi pensamiento. Sólo mediante el
mandato de Jesús y el asesoramiento y apoyo del Rvdo. y la Sra. Moon, doy este paso
inesperado y atrevido, una decisión con la que he luchado por algún tiempo en mi corazón. A
petición mía y de mi futura esposa, el Rvdo. y la Sra. Moon oficiarán la ceremonia de
Bendición, administrarán nuestros votos y consagrarán nuestra unión, junto con ministros
religiosos de varias denominaciones. Mis razones para obedecer el mandamiento del Señor de
que sea bendecido en matrimonio son las siguientes:
A lo largo de todas las acusaciones, restricciones, calumnias y exilio, mi profundo amor por la
Santa Madre Iglesia nunca ha vacilado. A pesar de haber sido separado del pueblo al que fui
llamado por Dios a servir, y haber sido restringido de ofrecer los dones que el Espíritu ha
seguido manifestando por mi hasta el día de hoy, he continuado en la observancia de la fe en
la que fui bautizado. Aunque algunos en cargos poderosos han sido usados por el Diablo para
atacarme, yo solo he pretendido proteger y defender a la Iglesia de Dios. En esa lucha entre la
llamada de Dios y la obediencia a la Iglesia, sé que otros más grandes que yo se han
enfrentado al mismo dilema, desde santos a reformadores. Como ellos, no deseo abandonar la
Iglesia que tanto amo y, no obstante, debo seguir lo que el Señor me pide.
Oro para que mi aceptación del ideal de Dios del matrimonio y la familia, mi determinación a
seguir el mandato del Señor y la llamada de mi conciencia, y mi compromiso por salvar a África
puedan tocar el corazón de los creyentes, y que sirva como una voz de alarma que despierte a
la Iglesia al entrar en este nuevo milenio. Hace dos mil años, el pueblo preparado por Dios no
se dio cuenta que el momento anunciado había llegado. Mientras Jesús proclamaba la venida
del Reino y predicaba un nuevo evangelio, los que estaban aferrados al pasado, le
consideraban un demonio. Cuando limpió el templo, los líderes religiosos sólo les importaba la
amenaza que éste representaba contra su autoridad. No tuvieron ojos para ver ni oídos para
oír. Procuremos no repetir los pecados del pasado.
Sin lugar a dudas habrá aquellos que afirmen que he sido influenciado indebidamente por otros
para seguir este camino. Por esta razón he explicado cuidadosamente la trayectoria pasada
que ha hecho este curso inevitable. Algunos creerán que me han convertido y que me están
controlando, pero os aseguro que mis decisiones son las mías propias. Obedezco por encima
de todos y de todo el mandato del Señor Jesucristo. El Rvdo. y la Sra. Moon nunca me han
pedido que dejara mi fe católica para poder exaltar el ideal universal de la familia. Le he pedido
al Padre y Madre Moon que arreglen y consagren mi matrimonio debido a mi respecto por la
disposición especial que Dios les ha dado para construir matrimonios y familias centrados en
Dios. He visto verdaderamente que el Reino de Dios sólo puede establecerse en la Tierra
mediante el verdadero amor, y que ese amor solo puede ser realizado mediante familias
centradas en Dios. Están haciendo la obra del Señor.
Con el corazón en la mano puedo decir que el Rvdo. Sun Myung Moon es un hombre de Dios.
Su ministerio empezó a partir de una llamada de Jesucristo en su juventud. He sido testigo de
sus esfuerzos por unir a gente de todas las creencias y romper las barreras raciales. Por largas
horas, he orado a Jesucristo acerca del Rvdo. y la Sra. Moon, y el Señor me ha guiado a
entender y apreciar ese ministerio especial para construir familias centradas en Dios entre
gente de todas las creencias en la capacidad de Verdaderos Padres. He observado que el
Rvdo. Moon conoce el mundo espiritual de una manera profunda al igual que yo lo he
experimentado.
Pido a todos los creyentes que pongan toda su preocupación en encontrarse con el Dios vivo y
hacer Su Voluntad, y que oren para que mi amada Iglesia tome medidas encaminadas a la
reestructuración de su "modus administrandi" A aquellos que quieran condenar el mensaje y el
ministerio universal del Padre y Madre Moon sin una investigación personal, les recuerdo que
prácticamente todos los santos y profetas fueron malentendidos y rechazados. Sólo puedo
recordar las palabras de Esteban en Hechos 7:51-52: "¡Duros de cerviz e incircuncisos de
corazón, siempre resistís al Espíritu santo! Así como hicieron vuestros padres así también
vosotros. ¿A qué profeta no han perseguido vuestros padres? Y han matado a aquellos que
anunciaron la venida del justo, a quien vosotros habéis traicionado y asesinado".
V. Nuestro futuro
A pesar que mi corazón está apenado por aquellos que amo y que aún no entienden el camino
que estoy tomando, estoy lleno de alegría por la oportunidad de ofrecer todo mi corazón y alma
y de usar libremente una vez más todos los dones de Dios y ponerlos a Su servicio. Mi
compañera María y yo retornaremos a África, un continente que sufre los estragos del SIDA,
un continente sumergido en la confusión política, económica y social, no obstante, una tierra
con una herencia rica en valores tradicionales de familia, comunidad, respecto por los mayores
y espiritualidad. Es nuestra misión renovar esa herencia y llevar el amor sanador de Cristo, y
usar la piedra angular de familias de fe para reconstruir la sociedad. Dios nos ha llamado para
que fomentemos un movimiento de curación y renovación, y voy a invertir el resto de mi vida
terrenal en el continente donde nací. Debo mi vida y mi amor al Señor Jesucristo y la Santa
Madre María. Quiero ofrecer mi gratitud eterna y respeto al Santo Padre Juan Pablo II. Ahora y
siempre me dedicaré a la iglesia que amo.
El mismo Dios vivo que me ha guiado a una vida de servicio a Su Iglesia y Su pueblo, me ha
guiado ahora a trabajar con los honorables Rvdo. y Sra. Moon. No me estoy uniendo a la
iglesia del Rvdo. Moon, pues su trabajo no es para ninguna iglesia, nación o raza en particular.
Su trabajo es romper las barreras entre todas las razas, naciones y credos y realizar el Reino
de Cielos en la Tierra. Recé a Jesús, y el Señor en persona me ha mostrado que Su reino
debe establecerse mediante el corazón y las manos del ser humano, y debe estar basado en el
verdadero amor y en verdaderas familias. Él ha ungido este ministerio y ha confirmado la
rectitud de mi camino. Le doy gracias a Dios por la visión y el ejemplo del Rvdo. y la Sra.
Moon, y juro trabajar con hombres y mujeres de todos los credos para realizar el ideal de Dios
de un mundo de paz, felicidad y amor que es la misión última de toda religión. Que Dios
bendiga a todos aquellos que tienen hambre y sed de justicia.
H. G. Emmanuel Milingo
Ex arzobispo de Lusaka, Zambia
26 de mayo del 2001
INFORMA ASCE
ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA. FUNDADA EN
1977.
PRESIDENTE: JOSE MARIA LORENZO AMELIBIA. DIRECCIÓN D.p. VITORIA.
SECRETARIA: SOLEDAD ALONSO VDA. DE FRANCISCO MANTECÓN MADRID
CORREO ELECTRÓNICO:
DICIEMBRE DEL 2001 - ENERO 2002 nº 114
PARA QUE TENGÁIS UNA IDEA de los datos que necesitamos os ponemos algunos
ejemplos:
En ALEMANIA, por ejemplo, los obispos y los superiores de órdenes religiosas están obligados
por ley (!) a tomar las medidas para que todos los sacerdotes (activos y no activos) reciban una
pensión adecuada con relación a los años de servicio sacerdotal. Esto significa que, al llegar a
los sesenta y cinco años, todos los sacerdotes reciben una pensión mensual, basada en las
contribuciones pagadas, ya sea por la Iglesia durante los años de servicio ministerial y/o por
los mismos curas en su trabajo secular.
En BÉLGICA, el 90% de sus sacerdotes casados o no reciben la pensión establecida por el
estado. Los pertenecientes a la enseñanza o a las fuerzas armadas reciben la señalada a
estos funcionarios.
En FRANCIA, se aprobó una ley en 1978 en la que se dispone que todos los sacerdotes
mayores, tanto en activo como jubilados deberán cobrar su pensión. El Estado y los obispos se
harán cargo de la mitad de las aportaciones de cada beneficiado. Los sacerdotes casados
también están incluidos en esta legislación, aunque la cantidad percibida difiere un poco entre
los que están en activo y los casados.
En HOLANDA, la mayoría de los sacerdotes reciben una pensión, bien a través del Estado,
bien de su empleo secular. En este momento se discute si la viuda del sacerdote casado debe
seguir cobrando la pensión de su marido.
En los E.E.U.U. se publicó en 1999, fruto de cinco años de investigación y estudio, un informe
titulado "Los beneficios de la jubilación para el personal que ha terminado la edad laboral".
POR LO QUE SE REFIERE A LAS ÓRDENES RELIGIOSAS en 1976 el Vaticano dio
instrucciones que obligaban a los superiores a incluir a sus miembros en los sistemas de
Seguridad Social en vigor de sus respectivos países. La mayoría de las
órdenes lo hicieron, pero hay algunas excepciones, principal mente en territorios de misiones.
Sabemos que muchos sacerdotes y misioneros que dejaron sus congregaciones antes de
1976 todavía están luchando para conseguir una remuneración por los años de servicio que
les ayude en su vejez.
MI HISTORIA
Mi historia es simple. Como un muchacho que cuidaba ganado en mi Afrecha nativa, Dios me
llamó a Su servicio, y me atrajo al regazo de mi Madre, la Iglesia Católica. Yo la serví con
sinceridad, y busqué amar Dios amando a las personas. En 1974, Dios me dio un don, y me
comisionó como Nuestro Señor Jesucristo había comisionado a Sus discípulos: para sanar a
los enfermos, expulsar los demonios, y predicar el evangelio [Lucas 9:2]. Ofrecí mi don a mi
Iglesia y a sus fieles. Muchas personas respondieron apasionadamente, recibiendo este don
espiritual de Dios. Pero mi Iglesia lo rechazó, y se empeñó en bloquearme y restringirme.
No fui yo sólo el impugnado. Cuando nosotros como africanos expresamos nuestro amor por
Jesucristo a través de nuestras propias formas culturales, así como los europeos lo han hecho
por mucho tiempo con las suyas, los líderes de la Iglesia desarrollaron su desconfianza hacia
mí. Roma parecía incapaz de concebir que estos dones espirituales en su joven iglesia
africana pudieran de hecho venir de Dios. Me llamaron "el hechicero," y catalogaron la
respuesta de las personas como "voodoo o brujería". Se me calumnió con falsas acusaciones
y rumores maliciosos, y a pesar que uno por uno todos fueron refutados, me exiliaron a Roma.
Temieron que sólo sería un problema en África. Estaban convencidos de que yo quise ser "el
Mesías africano," y proyectaron su propia arrogancia y anhelos de poder en mí. Tanto ahora
como en el pasado, no tengo aspiraciones por la posición o el poder, más bien busco hacer la
voluntad de Dios.
Cuando finalmente me encontré con el Santo Padre, después de 14 meses en el limbo, él
animó mi carisma y prometió protegerlo. Pero para mi sorpresa, al celebrar la misa y los
servicios de curación en Europa, ocurrieron los mismos fenómenos poderosos. Esta vez, sin
embargo, no era la Iglesia de Afrecha, sino italianos, españoles, y gente de muchos otros
lugares los que respondieron. Mientras la gente recibía estos dones con una actitud humilde y
de agradecimiento a Dios por su bondad, los que buscan el poder sólo vieron en mi un
problema y una amenaza. Se me prohibió celebrar misa en las iglesias, fui impedido de
encontrarme con el Santo Padre, y finalmente restringido y atado hasta ponerme a un lado.
A pesar de que la Iglesia que amo me ha tratado como a un extraño, me ha exiliado, y
finalmente ha puesto cadenas sobre mi ministerio, yo nunca me rebele contra ella. La he
amado aún más, y he tratado lo mejor que pude de exorcizar no sólo los demonios de la gente,
sino que también los que están atrincherados en las altas esferas. Cuanto más Dios me usó y
la gente respondió, aún más mi propia Iglesia se me opuso, y castigó a quienes me asistieron.
Finalmente, bloqueado en mi ministerio y removido de mis obligaciones, parecía que no tenía
ningún lugar a donde ir sino a mi propio pueblo. Aun así, el mandato de Jesús resonaba dentro
de mí: ...curar a los enfermos... expulsar a los demonios... predicar el evangelio. ¿Qué podía
hacer?
Entretanto, la Iglesia Católica ha sido motivo de escándalo debido a su inmoralidad. El celibato
una vez parte vital de la pureza y del poder espiritual de la Iglesia, se convierte en una fachada
o apariencia. Líos de faldas y matrimonios secretos, niños ilegítimos, una desenfrenada
homosexualidad, pedofilia y relaciones sexuales ilícitas han plagado el sacerdocio, hasta el
extremo que la Comisión de derechos Humanos de las Naciones Unidas investigó a la Iglesia
por sus abusos sexuales, y la prensa occidental está llena de noticias sobre juicios y
escándalos que involucran a la Iglesia. Con tal hipocresía, ¿cómo pueden los sacerdotes ser
los santificadores de la comunidad? Cuando se burlan de Cristo, el diablo se ríe, y la Iglesia
queda sin poder para superar la ola de divorcios, adulterios, y enfermedades de transmisión
sexual que plagan ahora a la sociedad. En mi propio país de Zambia, el índice de mortalidad
es cuatro veces más alto que el de nacimientos debido al SIDA. ¿De dónde va surgir la
curación? Esta farsa de la Iglesia debe terminar, la inmoralidad debe purificarse y debemos ser
honestos.
Por eso yo me casé – no por una mera satisfacción personal, ni por debilidad o tentación, ni en
secreto o avergonzado, sino ante Dios y el mundo. El Señor me ha mostrado el verdadero
propósito del matrimonio, como la razón misma por la cual él creó al hombre y a la mujer.
(Mateo 19:4) El matrimonio monógamo, fiel y santificado no es un paso atrás en mi voto de
celibato... lo eleva a una nueva dimensión de fidelidad. Ahora es el tiempo para que la Iglesia
tome el mismo paso o decisión. Hombres y mujeres que se comprometen y son fieles, padres
que nutren y proporcionan un ejemplo moral, hogares de amor en donde Dios está presente y
donde se valora a los niños: esas son las respuestas a los problemas de la Iglesia y la
sociedad.
EL ULTIMÁTUM DEL VATICANO.
Como un católico fiel que continúa orando el rosario y celebrando misa diariamente, amo
todavía a la Iglesia Católica con todo mi corazón. Estoy totalmente consciente de que como
obispo de la Iglesia mi matrimonio es para muchos difícil de comprender. El Vaticano advirtió
públicamente que mis acciones me habían alienado de la Iglesia. Pero ya me habían
convertido en un extraño y un exiliado mucho tiempo antes de esto. Me pidieron que
reflexionara, de que estaban esperando tener noticias mías, y habían prometido hablar
privadamente conmigo antes de anunciar cualquier sanción pública [ZENIT, 28 de mayo de
2001]. Aunque permanecí en oración y aislamiento por 40 días después de mi matrimonio,
escribí al Padre Santo tres veces pidiéndole una reunión con él para encontrar mi lugar en la
Iglesia a la que amo. Permanecí célibe durante ese periodo, para consagrar mi matrimonio y
esperar por su respuesta. Proporcioné números de teléfono y de fax, dirección postal, pero no
recibí ninguna comunicación. A pesar de que he confirmado que al menos una de estas cartas
fue recibida y reconocida, el Vaticano ha permanecido obstinadamente en silencio. Mis amigos
cercanos al Santo Padre me han asegurado que ninguna de mis cartas fue entregadas al
Papa, y quienes están cerca de él han indicado que no tienen ninguna intención de hacerlo.
Ahora, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha emitido una advertencia y un ultimátum.
Aducen falsamente que determinaron que yo no podía ser contactado, aunque
deliberadamente ignoraron mis cartas, y ni una sola vez consultaron a alguno de los miembros
de mi personal, a mi abogado o a cualquiera que ellos solían consultar regularmente sobre mí
en el pasado para localizarme. Hice todo lo posible de buena voluntad, pero rompieron su
promesa, y emitieron una admonición canónica pública. Es por eso que me veo obligado de
igual manera a presentar esta carta públicamente. Estoy listo para reflexionar junto con ellos
sobre el significado de mis acciones. Fueron ellos los que no me dejaron lugar en la iglesia que
amo, mucho antes de este momento dramático. Ahora les pido abiertamente lo que ellos me
han negado en privado desde hace muchos años: una audiencia con el Santo Padre, a quien
amo y respeto.
Su admonición incluye la amenaza de excomunión, si no cumplo tres exigencias para el 20
agosto del 2001. En su advertencia, arrogantemente rehúsan tomar en consideración cualquier
de los puntos que he denunciado, o reflexionar sobre lo que Dios pueda estarles diciendo.
Ellos simplemente exigen que yo:
En primer lugar, Yo no me uní a la iglesia del Reverendo Moon. Fue mediante la Federación de
Familias y la Conferencia de Líderes del Clero Estadounidense que me asocié con católicos,
protestantes, musulmanes, hindúes, Sikhistas, y otras religiones. La institución que
promovemos no es la iglesia del Reverendo Moon, ni ninguna otra. Si no que levantamos la
primera institución que Dios creó en el Jardín de Edén: la familia, la cual está en crisis en todas
las sociedades. Es un valor que todos compartimos y un fundamento de amor, moralidad y
estabilidad que todos necesitamos. Si el Vaticano en su estrechez objeta esta asociación, ha
perdido completamente el espíritu de conciliación que el Santo Padre ha instituido. Y en su
arrogancia, no la comprenden del todo.
Yo soy un Católico Verdadero. ¿Por qué, entonces, pedí al Reverendo y a la Sra. Moon que
me casaran? Es porque ellos me han mostrado más que nadie el profundo significado del
matrimonio, de tal manera que me ha llevado a una comprensión más profunda de mi propia fe
católica. En el proceso, ellos nunca me pidieron que cambiara mi religión. De hecho, ellos han
apoyado mi ministerio católico, y desean proveerme de una plataforma para que yo finalmente
pueda terminar la misión que Dios me ha encomendado: sanar los enfermos, echar fuera
demonios, y predicar el evangelio. Es la Iglesia Católica, o algunos que se acreditan el poder
en su nombre, quienes ya me descartaron como a un juguete viejo, y ahora como a un niño
celoso quieren tomar el juguete desechado solo porque otro quiere jugar con él. ¿Por qué,
después de ponerme en un estante polvoriento, ahora se interesan y se preocupan sobre
adónde voy y qué hago? Quise hacer mi misión en la Iglesia Católica, como todavía intento
hacerlo. ¿Pero por qué después de cerrar la puerta a mi ministerio y ponerles grilletes a mis
dones, les disturba que Dios haya abierto otra ventana para mí?
¿Por qué le pedí al que Reverendo Moon que me ayudara a encontrar mi novia? Este es su
don, y su ministerio. Cuando yo usé mi don en aras de ayudar a la gente se mal entendió y se
me consideró como una amenaza. Cuando el Reverendo Moon usa su don para reconstruir
familias, no es ninguna sorpresa que él sea mal entendido igualmente. Cuando compartí sus
ideas como Obispo Católico del propósito divino del matrimonio y la santidad del sexo con
familias católicas, muchos lloraron, reconciliaron, y renovaron su fe católica. Pero cuando doy
a conocer y doy crédito de donde vienen estas enseñanzas, se escandalizan. Yo he sufrido
esta situación por 30 años. Presumir que alguien me haya influenciado y cambiado
repentinamente es no querer ver los puntos verdaderos.
LA ADVERTENCIA DE DIOS
Incontables veces en la historia de nuestra madre, la Iglesia Católica, hubo un obtuso, ciego, y
aun corrupto liderazgo incapaz de oír el llamado de Dios, y Dios eligió voces insospechadas
para limpiarla y renovarla: San Francisco de Asís, Juana de Arco, y otros. Muchas veces la
iglesia se opuso, excomulgó, y aun mató a sus reformadores: Savonarola, etc. Muchas veces
la iglesia ha sido inconsciente del tiempo histórico y el momento providencial, sólo para ser
avergonzada después, como en el caso Galileo, Martín Lutero, y otros. Este es precisamente
tal momento.
Una vez más le pido a mis amigos, colaboradores, hermanos y hermanas en Cristo: no se
acongojen o lloren por mí o mi futuro, porque estoy verdaderamente en el seno de la gracia,
bendición y guía de Dios. Después de aproximadamente 30 años de lucha y sufrimiento, El me
muestra el camino. Desesperadamente rezo por que la misión que Él me ha encomendado
pueda cumplirse a través de la Santa Iglesia Católica. Pero eso será decidido por otros, no por
mí. De todos modos, ahora sé que Él no me ha abandonado, y que El me usará como Él lo
destinó.
Por el contrario, oremos, por el futuro y el destino de la Iglesia Católica, a quien Dios ha
profundamente amado y pacientemente trabajado a través de los siglos. Su destino no será
determinado por su poder financiero o político, ni aun por su autoridad doctrinal, sino por la ley
del amor que comprende toda la ley y los profetas, y es mayor que la ley canónica. Es el amor,
la humildad, la fe, y la pureza lo que determinará si la iglesia responde a la voz de la tradición y
al poder mundano, o a la voz de Dios. Eso determinará si la iglesia será la líder moral y
espiritual en el establecimiento del Reino de Dios, o se aferrará, como los Fariseos de la
antigüedad, a sus leyes y tradiciones, y colocará en oposición a la voluntad de Dios.
El Arzobispo E. Milingo
159.- 020327 Los obispos desautorizan a los curas que cuestionan
el celibato
La Razón (02-03-27)
Ayer, el arzobispo de Madrid, monseñor Rouco, durante la Misa Crismal en la que se bendicen
los óleos que se emplean durante todo el año en el sacramento de la unción de los enfermos y
se renuevan las promesas sacerdotales, defendió el celibato por su «luminosa belleza». «¿No
nos dejemos confundir, ni perturbar, ni desilusionar respecto a la riqueza personal y eclesial
que atesora nuestra vocación simultánea al sacerdocio y al celibato por el Reino de los
Cielos!», exclamó durante la homilía ante casi todos los sacerdotes de la diócesis de Madrid,
que ayer acudieron a la misa en la catedral de la Almudena. Para Rouco, la experiencia
histórica ha demostrado que los intentos de instaurar el celibato opcional y de «reformular el
sacerdocio ministerial» «no conducen sino al debilitamiento y frustración simultánea de su
fuerza evangelizadora» y acaban haciendo del sacerdote un funcionario. Rouco dijo que hay
que desconfiar de estas corrientes supuestamente progresistas y avezadas, que no tienen
nada de novedoso porque «ya vienen de viejo».
Las palabras de Rouco corroboran las que pronunció en el pregón de Semana Santa de la
pasada noche del lunes el obispo de Gerona, monseñor Carles Soler, cuando afirmó que las
conclusiones del Concilio Vaticano II no pueden debatirse continuamente, según ha informado
la agencia Efe. Para el prelado catalán, no es positiva «la actitud de aquellos que querrían un
Concilio permanente, de los que querrían someter a debate permanente lo que el Concilio ya
ha establecido». Monseñor Soler respondía así a los sacerdotes de su diócesis que integran el
foro Joan Alsina, que agrupa a un tercio de los curas gerundenses, y que recientemente
pidieron el celibato opcional. Monseñor Soler recomendó en cambio «un estilo de vida sobrio»
y tener «un sentimiento cristiano vivo». La postura de los sacerdotes es comprensible teniendo
en cuenta que el anterior obispo, monseñor Jaume Camprodón, defendía que los curas
gerundenses secularizados pudieran volver a ejercer el sacerdocio antes que traer «a curas de
fuera porque no se integran».
En una coyuntura similar se ha visto monseñor Jaume Traserra, nombrado obispo de Solsona
(Lérida) hace pocos meses. El prelado ha tenido que enfrentarse a la «herencia» dejada por su
antecesor, monseñor Antoni Deig, fervoroso nacionalista célebre por sus críticas a Juan Pablo
II, quien tenía la costumbre de celebrar confesiones colectivas. Traserra ha vuelto a la
absolución individual, por lo que ha recibido la desaprobación de algunos de sus feligreses.
Rouco recuerda el vínculo que existe entre sacerdocio y celibato
MADRID. JESÚS BASTANTE
El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, recordó ayer la «intima congruencia entre
sacerdocio ministerial y la forma de vivir la castidad en la forma que implica la renuncia al
matrimonio, la del celibato sacerdotal, como signo y estímulo de la caridad pastoral». Durante
la celebración de la Misa Crismal en la catedral de La Almudena, a la que asistió la práctica
totalidad de los sacerdotes de Madrid, Rouco arremetió veladamente contra las recientes
peticiones por parte de algunos sectores acerca del celibato opcional y las mujeres sacerdotes.
«Desde siempre -indicó- han surgido como intermitente desafío propuestas, teorías y actitudes
dirigidas a reformulaciones del sacerdocio ministerial, que lo vacían de su naturaleza
sacramental, de su contenido teológico y del aliento espiritual y apostólico que debe animar y
entusiasmar a toda existencia sacerdotal».
Dichas propuestas, a juicio del cardenal de Madrid, «no conducen sino al debilitamiento y
frustración simultánea de su fuerza evangelizadora», así como «a una funcionalización, en el
mejor de los casos, que seca espiritualmente y quema las mejores ilusiones apostólicas».
Del mismo modo, Rouco criticó cómo «se pretende presentar como actual lo que ya viene de
viejo, y que se adorna como hallazgo novedoso e infalible en sus efectos pastorales, olvidando
los momentos más esenciales de la historia espiritual y pastoral del sacerdocio católico».
«¡No nos dejemos confundir, ni perturbar, ni desilusionar respecto a la riqueza personal y
eclesial que atesora nuestra vocación simultánea al sacerdocio y al celibato por el Reino de los
Cielos!», pidió el purpurado a sus sacerdotes, a quienes recordó las palabras del Concilio
Vaticano II: «Cuanto más imposible les parece a muchos la castidad perfecta en el mundo
actual, con tanta mayor humildad y perseverancia pedirán los presbíteros, juntamente con la
Iglesia, la gracia de la fidelidad, que nunca ha sido negada a los que la pidan».
El celibato es opcional
«La reivindicación del celibato opcional parece un sinsentido, porque nuestro celibato es
opcional», indica Manuel María Bru, sacerdote desde 1989 y en la actualidad delegado de
medios de comunicación del arzobispado de Madrid. «Nadie nos ha obligado a ser célibes, ni
se nos ha pasado por la cabeza otra forma de entender nuestra vocación sacerdotal que como
vocación también al celibato».
Para el sacerdote madrileño «mi vocación no es una profesión, sino la necesidad de seguir a
Cristo siendo otro Cristo. Él vivió para los demás, yo pido la gracia de vivir para los demás. Él
vivió célibe para cumplir su misión, yo pido la gracia del celibato para cumplir mi misión».
Desde su experiencia como sacerdote en la parroquia de San Jorge, Bru añade que «he
comprobado cómo la fidelidad al celibato no es una conquista, sino una gracia. El gran
enemigo del celibato es la soledad, la exclusión social de una cultura laicista que nos mira y
nos presenta como bichos raros, y la tentación al desánimo cuando no vemos la cosecha de
nuestra siembra».
De la misma opinión es Ernesto Bilbao Solozábal, ordenado hace 11 años y que en la
actualidad tiene a su cargo 56 pueblos de la Ribagorza oriental, cercana a Lérida. Para él, los
recientes escándalos protagonizados por sacerdotes «me llevan a procurar rezar y desagraviar
al Señor» y «verme capaz de cualquier cosa si me abandono». Sobre su postura frente al
celibato, estima que «es un regalo del sacerdote a la Iglesia y a toda la comunidad», por lo que
«hay que protegerlo con fidelidad y lealtad, con madurez y responsabilidad». Bilbao, ferviente
partidario de vestir sacerdotalmente («manifiesta mi entrega y disponibilidad las 24 horas del
día»), opina que «hay que promover la fidelidad y la lealtad a los compromisos adquiridos, pero
no sólo entre los curas, también en el matrimonio y en la vida social».
Bajo sospecha
Rooney se encontraba bajo sospechosa desde el pasado lunes. Una mujer no identificada
había denunciado ante los responsables de la diócesis de Cleveland al sacerdote por abusos
sexuales ocurridos hace veintidós años, cuando la presunta víctima todavía era menor de
edad. Los hechos denunciados habrían tenido lugar en la parroquia del Sagrado Corazón de la
localidad de Wadsworth, a donde el fallecido clérigo fue destinado al poco de su ordenación en
1979.Antes de este violento final, las autoridades eclesiales habían informado a la Policía de la
desaparición del cura acusado. El Padre Rooney, famoso por sus homilías, no se presentó
ante una comisión interna para rebatir las acusaciones. Robert Tayek, portavoz de la Diócesis
de Cleveland, ha recalcado el profundo trauma que ha supuesto esta tragedia entre los
creyentes de la zona y sacerdotes.
En estos meses de zozobra, el Obispado de Cleveland no ha logrado mantenerse al margen
de la epidemia de escándalos sexuales que con epicentro en Boston se ha contagiado por
todos los Estados Unidos. El obispo de Cleveland, Anthony M. Pilla, ha sido criticado - al igual
que otros prelados - por no denunciar estos comportamientos delictivos entre sacerdotes y
menores de edad. Para demostrar un giro copernicano, la semana pasada el obispo de
Cleveland suspendió de forma fulminante y con llamativa publicidad a otro veterano sacerdote,
Raymond Bartnikowski, acusado de abusar hace treinta años de una adolescente, alumna de
un colegio católico en la zona.
EDITORIAL
Esta primera mitad del año 2002 está siendo prolija en noticias relacionadas con la
infidelidad al celibato por parte de un número nada despreciable de clérigos en casos de
pederastia, homosexualidad y abandonos del sacerdocio. Se ha armado un jaleo aparatoso en
el mundo occidental. El Papa opta por la severidad para evitar tales desmanes: un
endurecimiento de las penas en el Derecho Canónico con relación a los clérigos corruptores de
la juventud.
¿Nuestra opinión? Sanar el ambiente desde la raíz. Esta ley celibataria ni ha tenido éxito
en la Historia ni lo tendrá. Lo que se practicaba y se tapaba, ahora ha salido a la luz pública.
Eso es todo. ¿Solución? Dos vías: Primera y principalísima: fomentar la santidad de los
sacerdotes y almas consagradas. Mientras no se haga una campaña sincera, constante, eficaz
y ejemplar en este terreno, nada de nada. Los obispos han de ser padres llenos de amor a sus
sacerdotes, llenos de espíritu evangélico, llenos de santidad para santificar a su clero. Si no
llegan, oren; y pidan más oración a las almas contemplativas. Llegará el éxito.
¿Cómo fue su camino hacia el matrimonio tras diez años de rígido y convencido
celibato? 'Me dejé enamorar de Emilia. Era compañera de lucha reivindicativa y sindical y
compartimos muchas conversaciones sobre el sentido de la vida y el mensaje de Jesús.
Otras mujeres habían llamado a la puerta de mi corazón, sin yo permitir que se instalaran
en él, pero en 1975, desde la fábrica, con una vivencia serena y profunda de la cercanía al
pueblo obrero, Emilia y yo nos formulamos la siguiente pregunta: ¿No será un paso más
de acercamiento al pueblo que nos casemos, formemos un hogar y una familia, y
participemos en las mejoras que el barrio, la fábrica y el colegio nos vayan pidiendo? ¿No
daría esto un sentido más vital a mi sacerdocio ministerial?'.
Se casaron en una iglesia de Vallecas, dos años más tarde, en presencia de veinte
curas y ante 250 personas, todas católicas comprometidas. Una ceremonia atípica, porque
ni siquiera había pedido la secularización o la dispensa sacerdotal. 'Empecé la carta para
pedir que me borraran [de cura]', recuerda ahora, con cierto humor, 'pero cuando llegué a
los motivos, no pude seguir. ¿Qué les iba a decir, que me borraba porque me había
enamorado? ¿No será que lo que habría que borrar es la norma que nos prohíbe casarnos
y ser ejemplo de familia y como padres?... 'Hago lo que la comunidad de cristianos a la
que sirvo me pide en cada momento...
El obispo Wilton Gregory reiteró que la Iglesia americana intentará cumplir de una vez la
orden de no admitir en los seminarios jóvenes con inclinaciones homosexuales. Sin
embargo, el cardenal de Washington, Theodore McCarrick, apostilló que deben excluirse
solo a «los homosexuales activos», lo cual es un criterio diferente.
Hay acuerdo, en cambio, en pedir a Roma «un proceso especial para expulsar del estado
clerical a los sacerdotes que, en casos notorios, son culpables de abusos sexuales
repetidos de menores». Si este punto se refiere a delitos ya cometidos, el siguiente
propone establecer, para el futuro, «un procedimiento especial de expulsión de sacerdotes
que abusen de menores, incluso en casos poco notorios, si el obispo considera que el
sacerdote es una amenaza para los niños y los jóvenes, con vistas a evitar graves
escándalos en el futuro».
El farragoso lenguaje esconde la política de «una falta y fuera» o de «tolerancia cero» para
los casos graves. Si el obispo ve peligro de reincidencia, podrá tramitar la reducción al
estado laical por la vía rápida. Tan solo este proceder garantiza la seguridad de los niños.
Naturalmente, los sacerdotes expulsados conservan el derecho de apelar a la Santa Sede.
(Resumen)
¿SOLUCIONES?
Cada vez está más candente la cuestión del celibato clerical. La solución,
pensamos, no se encuentra en endurecer las penas. La solución es volver a las fuentes: a
la Iglesia de los tiempos apostólicos. San Pablo creaba grupos de personas vírgenes, pero
si se encontraban en situaciones no soportables podían optar por la vida matrimonial. Si
estuviera la puerta abierta al matrimonio a los sacerdotes, disminuirían muchísimo los
casos de pederastia e incluso los de homosexualidad, ya que en numerosos casos se trata
de sustitutivos a la imposibilidad del matrimonio. El abundar en la necesidad de mantener
la ley del celibato como en la actualidad y aumentar las penas, a nada va a conducir. Si no,
el tiempo. Y, por supuesto, tanto en los sacerdotes célibes como en los casados mantener
por todos los medios el ideal de santidad. ¡Ahí sí que es necesario profundizar!
Editorial
Mi vida cristiana debe ser de fervor. Para algo he tenido una formación esmerada. Mi
existencia ha sido una gracia continua del Señor. Después el sacerdocio. Algo que
permanece en mi vida lo mismo que el ser cristiano. Más cerca de Cristo sacerdote, más
cerca de El en la Eucaristía, más cerca al perdonar los pecados.
Aunque tan sólo hubiese celebrado una misa y hubiese perdonado los pecados a un
solo hombre, debiera estar siempre dando gracias a Dios por ello.
Adelantar en la perfección ha de ser en mí como una tendencia instintiva. Me
abisma pensar cómo va pasando la vida y qué lejos todavía de las metas. ¡Cuántos
retrocesos, cuántas dudas, cuánto cálculo en lo que debiera ser pura entrega generosa!
No sé si tú pensarás lo mismo. Ojalá que puedas dar gracias a Dios porque es eterna su
misericordia.
Hay una frase en el Evangelio que siempre me llama la atención. Muchos teólogos la
explotan en un sentido o en otro. Es ésta: "Jesús, habiendo subido a la montaña, llamó a
los que quiso". (Mc. 3, 13-14). Siempre se ha aplicado este episodio a la vocación
sacerdotal. Y así es. Pero la profundidad es mucho mayor que lo que a primera vista
parece. Nosotros, los sacerdotes secularizados, que abandonamos el ministerio por
imposición de la jerarquía - nuestra voluntad no era ésa sino contraer matrimonio -
seguimos siendo sacerdotes, y la voluntad del Señor sobre nosotros en nada ha variado,
una vez que nos ha elegido. Nos quiso a nosotros.
De una manera muy simple nos han atacado encima de "infidelidad". ¿A qué? De ninguna
manera puede al sacerdocio, ni a la llamada de Jesús. De una manera poco equitativa nos
han dicho que "no somos dignos de seguir a Cristo porque hemos vuelto la mirada del
arado y echado la vista atrás". Y no hemos vuelto la mirada: hemos contraído un
sacramento de la Iglesia, el matrimonio. ¿Es eso echar la atrás la mirada? Yo no lo veo
así.
Jesús no llamó a los dignos de su llamada. ¿Quién puede ser digno? Llamó a los que
quiso. Y nos quiso también a nosotros, lo mismo que a los compañeros que ejercen el
ministerio en el episcopado. El rechazo que de nosotros ha hecho la jerarquía lo aprecio
como una falta de equidad teológica. Y a mí me parece evidente. Ahí queda para que cada
uno no considere. Y que el Señor nos juzgue a todos con misericordia. A nadie odiamos,
pero nos sentimos marginados.
163.- 020901 Informa ASCE Cuestionan celibato Rouco Milingo
Gerona Obispo
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2002
III.- MONS: MILINGO – "Debes ayudar a María a entender, ella no se da cuenta de que
comprendo su sufrimiento. Yo también sufro. Como ves, nuestro amor era tal que llegamos
a ser completamente una sola persona. Ella me amó como nunca nadie antes. Comprendo
con qué profundidad e intensidad me amaba y no olvidaré nunca su amor. También yo la
amaré para siempre, pero debemos ser como hermano y hermana, nuestro matrimonio
debe convertirse en un sacrificio.
Mira, toda mi vida he creído que el Santo Padre es la voz de Jesucristo en la tierra, y
cuando Jesús mismo me manda, ¿qué puedo hacer? También tengo responsabilidad por
mis tres congregaciones, y no puedo simplemente abandonarlas.
Pero Rev. Schanker, he dado el mensaje al Papa. Le hablé claramente sobre el celibato y
el matrimonio, y la Iglesia debe ahora considerar todo lo que he dicho y hecho. Comprendo
claramente el papel de la familia en el Reino de Dios, y enseñaré esto a la gente.
Mantengo mi amor por el Principio Divino, muy especialmente, como sabes, por la Historia
de la Restauración. Mantengo todo lo que he dicho y hecho en los meses pasados, pero el
Papa dijo: "¡Tu no! Tienes una responsabilidad por la Iglesia".
SCHANKER – Su eminencia, yo creí en todo lo que dijo antes, y yo le creo ahora. Sé de su
amor profundo por el Santo Padre, y nunca trataría de interferir en ese amor. Pero no
puedo imaginarme su futuro en la Iglesia Católica.
MONS. MILINGO – Pero me han recibido con las manos abiertas. No están preocupados
para nada sobre lo sucedió en el pasado. Están muy felices de tenerme en casa.
El Arzobispo entonces trasmitió en cierto sentido de que él no encajaba realmente donde
estaba, pero no lo trasmitió como acusación o amargura.
SCHANKER - ¿Tiene algún mensaje para el Rev. Moon?
MONS. MILINGO – Dígale que estoy haciendo lo que él me ha pedido que haga: Vivir para
el bien de otros.
Luego el Rev. Oliver conversó algunos puntos con el Arzobispo, y el encuentro se
encaminó a su conclusión. Hacía el final Maria se agarró al Arzobispo, y no quería dejarlo
ir. Mientras le ayudé a que ella se sentara, me incliné y calmadamente hable al oído del
Arzobispo: "Su eminencia, tengo miedo por su futuro." El me miró, agarró mi muñeca y
movió su cabeza asegurándome: "No, no, no" - fue lo que dijo.
Tuvimos dos cordiales y calurosas despedidas más: Una cuando nos levantamos para
salir, donde nos abrazamos, y otra más junto antes de salir a fuera donde esperaba una
multitud de periodistas. Desde el comienzo hasta el final, el Arzobispo E. Milingo nunca
trasmitió distancia, ni frialdad, ni enojo, ni acusaciones tanto a Maria como a ninguno de
nosotros.
Un pequeño pesar que tengo es que tres o cuatro guardias de seguridad no autorizados
permanecieron en el mismo piso por bastante tiempo, y estaban a menudo a la vista del
Arzobispo. El vocero del Vaticano el Dr. Joaquín Navarro-Valls había entrado en escena
con anterioridad ese día (toda una historia en sí misma) y esperó por 45 minutos o más
desde el comienzo antes de partir. Los que llegaron con el Arzobispo claramente no
esperaban una reunión tan larga, y no estaban nada contentos por eso...
2.- El pleno derecho de los apóstoles y de todos los evangelizadores a llevar consigo a
una 'hermana (en la fe) como esposa', derecho formulado por San Pablo (I Cor 9,5), es un
pleno derecho dado por Jesucristo a los apóstoles. En consecuencia, no puede ser abolido
por el legislador eclesiástico, tratándose además de un derecho fundamental de la persona
humana.
3.- La llamada reducción de un sacerdote al estado laical es algo imposible desde un punto
de vista dogmático según la doctrina de Trento, y cuando se lleva a cabo únicamente por
la razón del deseo del sacerdote de poder recibir el sacramento del matrimonio, resulta ser
una medida injusta.
4.- Cada comunidad goza el derecho a tener los ministerios necesarios para ella, para los
cuales puede presentar los candidatos idóneos, y la autoridad apostólica, instituida por
Cristo, tiene el deber de ordenar con la imposición de las manos a los candidatos
reconocidos idóneos.
5.- Además de las razones teológicas principales, existen otras razones pastorales que
abogan en favor de la abrogación de la ley del celibato.
I.- a) Los sacerdotes son bastante mayores en casi todos los países,
b) Los seminarios permanecen vacíos en casi todas partes, salvo en algunos países.
c) Un tercio de las parroquias católicas se encuentran sin su cura.
d) Una quinta parte de las sacerdotes latinas se han casado.
e) La dispensa de los papas en favor de los pastores convertidos, con el fin de que
permanecen casados, como sacerdotes, ha creado una desigualdad e incertidumbre
jurídica.
-II- a) El signo del celibato escogido, de una parte, y de la comunidad matrimonial por otra,
serían más claros y más resplandecientes.
b) La realización humana de los sacerdotes que no tienen el carisma del celibato, estaría
asegurada.
c) Los matrimonios estarían representados en el gobierno de la Iglesia, y de esta forma, se
respetarían los intereses de todos, lo que supondría una riqueza para ella.
d) Las mujeres podrían participar en las decisiones de la Iglesia, como se empieza a
realizar en la sociedad civil.
e) Muchos curas estarían mejor integrados en la vida de los fieles.
f) Las relaciones clandestinas actuales entre un cura y una mujer, contrarias a la dignidad
humana y generadas de grandes sufrimientos, sobre todo para la mujer, desaparecerían.
g) El acercamiento deseado a todas las otras confesiones cristianas, que todas practican el
sacerdocio casado, sería facilitada en gran manera. MINISTERIUM NOVUM. Sínodo
Sacerdotes Casados Ariccia 85. Aprobado por unanimidad
Durante casi cuarenta años lleva dedicándose Ángel Silva al cuidado de los niños
más discriminados de Asturias. Desde que fundara hace 39 años La Cruz de los Ángeles,
junto a Ángel García (el padre Ángel), este sacerdote secularizado ha atendido a varios
cientos de jóvenes que se encontraban con problemas.
- ¿Cómo se le ocurrió crear una fundación como la de la Cruz de los Ángeles?
- Fue en el seminario cuando conocí a Ángel García. Los dos sentíamos las mismas
inquietudes sobre los chavales en situación de abandono y decidimos asociarnos para
crear la fundación y ayudar a estas personas.
- ¿Por qué eligieron el nombre de La Cruz de los Ángeles?
- Porque es la cruz que está representada en el escudo de Oviedo, aunque muchas
personas piensan que es porque nos llamamos Ángel.
- ¿Cómo fueron los primeros años de trabajo?
- Los primeros chicos llegaron al primer local del que dispusimos, en la zona de Otero, el 2
de octubre de 1963. A medida que las necesidades fueron mayores nos extendimos por
Asturias. Hubo momentos en los que estuvimos presentes en Oviedo, Avilés, Gijón, La
Felguera, e incluso salimos a Santander y León.
- ¿Qué tipo de ayudas recibían de la población?
- De todo tipo. En determinadas épocas llegamos a tener más de seis mil socios
colaboradores. No todos lo eran económicamente, algunos nos ayudaban con los chicos.
Los sacaban de paseo, otras personas limpiaban los hogares de los niños, Cada uno hacía
lo que podía.
-. ¿Cuál es el momento que más recuerda de aquellos años?
- Cuando nos recibió Pablo VI en Roma en el año 1968. Estaban todos los chavales y fue
algo muy emocionante. La relación con los arzobispos de Oviedo también ha sido muy
buena, tanto Tarancón como Díaz Merchán nos venían a ver por casa.
- Que la gente me sigue llamando padre Ángel a pesar de estar secularizado. Casado; con
dos hijos y un nieto. Yo sigo siendo sacerdote y espero que la Iglesia se dé cuenta pronto
de que los hombres casados también pueden ser sacerdotes. A pesar de no poder ejercer,
yo lo seguiré siendo siempre.
- ¿La gente le ha apoyado en su decisión de secularizarse para contraer matrimonio?
-SI, la gente lo entiende. Creo que son muy comprensivos. El problema. en mi opinión, se
encuentra en el seno de la Iglesia. (Pablo Colinas. "El Comercio" diario decano de la
prensa asturiana)
celebrada en Madrid en septiembre del año 2002, fue elegido nuevo presidente Aitor
Orube, 5 BDirección Picasso 94000 Creteil Francia. Su domicilio en Madrid es: C/
Calanda 8, 1º A 28043 MADRID. Su correo electrónico: aorube@sediver.fr El
secretario de la federación es: Claude Bertin. Tfno. 33.4.420.52.504 Su correo electrónico:
michele.claude@oreka.com
INTRODUCCIÓN
El otro día hablaba yo con un médico. Tenía cuarenta años y había decidido como,
consecuencia del amor que tenía a Dios y para una total entrega a sus hermanos, vivir en
virginidad. Su director espiritual, un cura celoso y santo, le hizo ver la gran necesidad
actual que tenemos de sacerdotes. Él meditó su determinación y se inclinó por el ejercicio
de la medicina en castidad perfecta, porque vio que este era su carisma. Así tiene que ser
el celibato en el sacerdote, como independiente de que sea o no sea ministro del altar. Lo
mismo sería virgen si se hiciera médico o graduado social. No hay por qué unir sacerdocio
y celibato. Ambos carismas los veía San Pablo separados, aunque se armonizaban, no
cabe duda. En el celibato la actividad se puede acrecentar y llegar a la altura de los
místicos.
Pero Pablo no imponía el celibato. Él mismo no lo abrazó por ser apóstol. Sabía que
otros apóstoles se hacían acompañar de su mujer, y él no los juzgaba, le parecía normal y
lógico. Veía en el celibato un don con valor intrínseco, en sí mismo. Como lo ven hoy y lo
seguirán viendo cuantos eligen la virginidad para entregarse del todo a un ministerio.
Ambos carismas, los consideraba separados, aunque se armonizaban. En el celibato la
actividad orante y apostólica se puede acrecentar y llegar a la altura de los místicos. Se da
como cierto que San Pablo a sus vírgenes no las retenía con votos y compromisos de por
vida, sino como en una situación de suyo estable, pero que en cualquier momento podían
abandonar, si así lo decidían.
Algunos quieren ver la ley del celibato como proveniente de San Pablo.
Nada más erróneo. Se vivía entonces como estando de hecho. Él pensaba de este
modo: "Como el fin está próximo, no merece la pena cambiar de estado (1 Cor. 7)
"Quisiera veros libres de toda preocupación". Pero esta forma de pensar y actuar, en nada
implica la obligatoriedad ni la imposición. Que uno se mantenga virgen es decisión propia y
en todo momento revocable. Ciertamente favorece el impulso de alma con relación a
conseguir un ideal religioso. También, considerado en abstracto, es un medio para la vida
contemplativa, y procura el bien del alma pues induce a meditar las cosas de Dios. Pero no
a todos se les da el don de la virginidad, ni parece lógico unirlo al estado sacerdotal como
algo obligatorio, como un tributo al don del sacerdocio.
Es cierto que agradar a Dios supone para San Pablo entrega total.
CAPÍTULO I
En el siglo II
A comienzos del siglo II era frecuente negar las órdenes a los bígamos. Y a los
clérigos viudos no se les solía permitir casarse de nuevo. Más tarde se prohibió (no con
carácter general) casarse al clérigo soltero. Esta norma la introdujeron en el siglo IV en el
concilio de Ancira y Neocesárea. Más tarde se obligó a la continencia conyugal a los
casados. (Elvira). En Oriente se obligó a esta norma a los obispos. Hoy no podemos
concebir estas decisiones. ¿Cómo se puede imponer a un casado vivir en virginidad?
Siglo III
- Los cánones de Hipólito que llevaban a privar de sus funciones a los sacerdotes, cuya
mujer haya dado a luz a. 292
Siglo IV
Hacia el año 350 Osio había propuesto en Nicea convertir en ley universal el
canon 33 de Elvira. Pafnucio, confesor y mutilado por la persecución argumentó: "Tened
todos en gran honor el matrimonio. Añadió la pesadez del yugo que se cargaría sobre los
clérigos casados y sus esposas, muchos de los cuales no podrían mantener la castidad.
Siricio parece que fue el primer Papa que afirmó la plenitud de la perfección
evangélica del clero. Esto fue la base de la continencia. Decía: "No conviene confiar el
misterio de Dios a hombres de este modo corrompidos en infieles, en los cuales la
santidad del cuerpo está profanada por la suciedad e incontinencia. A estos hombres
incluso la justa razón excluye." Y responde el autor del "¿Cómo detrás de estos errores
puede haber inspiración de Dios? ¿Dónde en la Sagrada Escritura se dice que la unión
conyugal haga menos pura la vida del casado?" ¿O es que Dios creó impuro el uso del
matrimonio? "Cierto que Siricio es fruto de su época".
Admitir el matrimonio de todo clérigo con tal de que no fuera con viuda o se tratara
de segunda mujer. Hemos de entender en el primer caso con obligación de continencia.
A los que hayan procedido al matrimonio por ignorancia les permite continuar con
tal de que se muestren en adelante continentes. Ordenó severidad para los que pretendían
justificarse con el Antiguo Testamento y para los futuros violadores de la ley: habría que
deponerlos de todo honor, y jamás podrán ocuparse de los venerables misterios, de los
que ellos mismos se han privado al estar pendientes de las pasiones obscenas.
Y replica el autor del "Mito del Celibato Sacerdotal: "¿No habrá soberbia en estas
decisiones y en este empeño? Nicea a. 350 ratificó la práctica de vida conyugal de los
clérigos casados. parece ser que rechazó Nicea la protesta de continencia.
El idealismo de limpieza ritual se quería imponer por la brava: en el siglo IV, Concilio
de Nicea, hubo proyecto de imponer la continencia a los clérigos casados (tal vez el
promotor fuera Osio de Córdoba). Pafnucio hizo fracasar el proyecto: ponía como objeción
la santidad del matrimonio y el yugo demasiado pesado que se cargaba sobre los hombres
y sus mujeres. (Menciona a lo largo del relato la costumbre de prohibir el matrimonio al que
ya ha recibido las órdenes "conforme a la antigua tradición de la Iglesia"). Por la cordura de
este señor al final fracasó aquel proyecto.
Un caso curioso y poco conocido: Sinesio era un hombre bueno y muy culto, del siglo IV.
Tiene una obra cuyo título era “Sobre los sueños” en que estudia sus causas y su
significado. Fue elegido obispo por la comunidad. Aceptó el cargo, pero con la condición
de que se le permitiera vivir en matrimonio. Además, exigió que no le molestaran por su
opinión sobre la preexistencia de las almas y la resurrección alegórica de los muertos.
(Nota de “Papeles de un Aprendiz de Teólogo” de Guillermo Bibiloni. Pág. 80)
Está claro que todos los clérigos podían casarse en los primeros tiempos. Las
prohibiciones se fueron imponiendo poco a poco. Bazianus se inclina por el origen
apostólico del celibato; dice que los apóstoles lo habían inculcado con el ejemplo. Todas
las consideraciones sobre la historia del celibato están ordenadas a inculcarlo e inspiradas
en el deseo de justificarlo.
El Canon de Hipólito impone la prudencia. Nadie que es célibe puede ser ordenado
como, sacerdote o diácono, si no ha llegado a una edad madura, y si no está seguro de su
buena conducta. (¡Prudencia!)
Se oponía
Helvidio, laico romano a. 380 defendió la igualdad ante Dios del celibato y del
matrimonio. Rechazó la continencia del clero. Lo agradable de la vida no tiene menos valor
que las renuncias, con tal de vivirlo en acción de gracias.
En el siglo V
El resto de las iglesias orientales, incluidas por el Concilio de Beth Edsaï, acabaron
por desechar la ley de la continencia.
Nos asombra el Concilio Persa por su clarividencia. A. 486. Niega toda obligación de
celibato o de continencia para los clérigos a causa de los daños que ha sufrido la Iglesia
como consecuencia de esta norma: fornicaciones y adulterios. Por eso se prohíbe a los
obispos la imposición de cualquier obligación de este género al clero... El celibato sólo es
posible a los que son capaces de ello y el matrimonio es remedio para la concupiscencia...
Si hubieran hecho caso a este principio de sentido común, cuántos males se hubieran
evitado en la Iglesia a causa de los escándalos de sacerdote que se han lanzado por la
pederastia, homosexualidad, adulterio... Y es que el matrimonio del clérigo es admitido por
San Pablo. Y el Concilio Persa abroga la costumbre antigua que prohíbe el matrimonio
cuando se ha recibido la ordenación diaconal. Esta es una costumbre nociva a la que
deben poner fin los pastores. - El sacerdote célibe podrá casarse, y el viudo podrá volver a
tomar esposa sin infringir el precepto paulino. Así el que escoja el camino más perfecto,
celibato lo hará con toda libertad.
Hubo oposición
Ni en este siglo V, ni en ningún otro callaron todos. Así se echa de ver en los
Cánones Apostólicos (s. V). El obispo o el presbítero de ninguna manera despide a su
mujer so pretexto de religión, y si la llegase a despedir, sea excomulgado, y si persevera
en su actitud, degrádesele. Crouzel también decía: El matrimonio legítimo y la procreación
de los hijos, ya sea antes o después del sacerdocio, son buenos y agradables a los ojos de
Dios."
Conforta comprobar que ha habido un grupo de obispos que han reconocido los
hechos.
No se cumplía la ley...
Existía también la codicia y el robo de las posesiones de obispos muertos.
Fornicaciones con esclavas, libertas y libres. ¡Perla refulgente de la Iglesia! Fue decayendo
hasta el siglo X la práctica del celibato.
Siglo VI
- El Sínodo de Agde (506) prohibió ejercer el ministerio a los casados que vieran
con sus mujeres. Estas prescripciones se fueron repitiendo a lo largo de los siglos en
muchos sínodos de Alemania, Francia e Inglaterra, más tarde en Italia y Roma.
Quisieron someter a continencia a los clérigos superiores casados. La esposa del
sacerdote deberá ser virgen. (Levítico 21,7)
Se llegó a prohibir segundas nupcias a la esposa viuda. ¡Casi nada!
El Emperador Justiniano
Prohíbe Justiniano al Obispo (a. 531) cohabitar con su mujer: porque ha de tener por
esposa a la Santa Iglesia y por hijos al pueblo cristiano. En a. 528 prohibió ordenarse a
otro de obispo porque tenía hijos y no podría dedicarse por entero al servicio de la Iglesia.
de dar a sus hijos bienes de la Iglesia venía muy bien la continencia total. Otra razón: para
poder predicar la castidad completa (monjes y vírgenes), y suscitar vocaciones entre los
viudos. Porque ¿cómo predicar, si ellos no lo practican la perfecta continencia? Se veía
como muy práctico que el sacerdote fuera célibe. En el fondo, la cuestión económica tuvo
gran importancia.
La continencia cultual
Hoy se ve más como de orden mágico que moral. Se propone como ataque de los
malos espíritus. La virgen: ¡magia, adivinación y oráculos! Recordemos las pitonisas, las
vestales. Pensemos en el Antiguo Testamento. Y en la continencia temporal exigida a
sacerdotes griegos y romanos, según las divinidades.
La Historia pesa, por eso no nos extraña que Gregorio Magno ordenara:
"abstenerse de la unión conyugal antes de tomar la Eucaristía". Hoy nadie sostiene esta
norma. Se deja a la discreción y libertad de los cónyuges. Nadie hace problema de ello.
Orígenes era aún más estricto: incluso antes de la oración exigía la continencia. La alcoba,
según él, no es lugar decoroso para la oración. Pero Orígenes no pensó en la continencia
absoluta y obligatoria para los clérigos.
¿Qué opinaba otro de los santos padre, Epifanio?: Continencia en todo momento,
aun los sacerdotes casados, porque en todo momento les pueden pedir que bauticen, que
celebren o que oren por los fieles. El idealismo de limpieza cultual poco a poco se iba
imponiendo.
Un caso curioso
Y así nos cuenta la historia casos curiosos, como el del diácono Nicolás que
abandona a su mujer para domeñar el placer. Clemente de Alejandría lo explica así:
"Nadie puede servir a dos señores". (Mt. 6,24) Y Siricio e Inocencio dicen que en el A.T.
los sacerdotes guardaban castidad durante el servicio del templo. Luego, se unían a sus
esposas con el único fin de procrear.
Les gustaba a nuestros santos idealistas hacer cábalas teológicas como aquella de
Orígenes: afirmaba que el pecado original se transmite al niño por la concupiscencia que
acompaña a la unión sexual. Pero Gregorio y Agustín no pueden negar que la Sagrada
Escritura permite el acto sexual, aun cuando no esté inspirado por el deseo de tener hijos.
Es preciso tener en cuenta que no todos nuestros santos padres defendían las mismas
ideas. Es interesante y sorprendente considerar otras interpretaciones del mismo
Orígenes. Reconoce que nada creado por Dios es impuro, y, sin embargo, lo relacionado
con la generación necesita ser purificado. No se trata de mancha de pecado, sino de otra
clase de impureza más profunda, la de la condición corporal. Aunque en definitiva el mal
está en el espíritu del hombre. ¡Qué lío, ¿verdad?! Y otra curiosa interpretación de
Ambrosiaster: El matrimonio es algo bueno, pero esto no quiere decir que esté permitido
siempre su uso, como otras muchas actividades prohibidas a los clérigos (p.e. el comercio)
o incluso (a los laicos en tiempos de ayuno negociar o pleitear). En fin. Todo esto ha
influido y otras mil cosas que iremos considerando en la imposición de la actual ley del
celibato para los sacerdotes.
Siglo VII
El concilio de Seleucia abunda en lo anterior
Concilio Quini Sexto.
Este concilio celebrado al final del siglo VII no fue reconocido como ecuménico.
Critica la disciplina de la Iglesia Romana. Rechaza que los ministros sagrados hayan de
separarse de sus esposas y se les quite el derecho a usar del matrimonio.
No se puede hacer prometer a nadie que vaya a guardar continencia. Este Concilio
hace excepción del Obispo a quien obliga (lo mismo que obligó Justiniano) a vivir en
continencia. Mt 19, 5 (¿Por razones económicas?) "Lo que Dios ha unido..." Heb. 13, 4 En
honor del matrimonio y la unión nupcial. (1ª Cor. 7,27) "¿Estás unido a una mujer...?"- Los
clérigos, sí, alguna continencia temporal, pero hay que deponer a cualquiera que quiera
obligarlos a la continencia completa. Dentro del idealismo son realistas. Más tarde, por
desgracia, depondrían a quienes se casaban.
El Trullano se oponía
Siglo VIII
Hacia el año 700 se admite a los casados al sacerdocio, pero se les obliga a
renunciar al uso del matrimonio. ¡Menuda involución! Resulta extraño hasta dónde se
puede llegar. Y como consecuencia de esto, después de recibida la ordenación, no
pueden contraer matrimonio. Pero hubo gran dificultad en el orden de las normas y fueron
frecuentes las transgresiones. Tan frecuentes que hasta Trento no se impuso totalmente la
ley del celibato. Y, testigo la historia, nunca se ha cumplido. Sí se acata en la mayor parte
del catolicismo el no matrimonio de los sacerdotes, pero no se cumple. Y hoy, más que
nunca, van apareciendo a la luz pública tantas inmoralidades ocasionadas por no estar
casados los clérigos que lo deseen.
En el año 747 - ¿tal vez por influencia musulmana? - algunos reclamaban varias
esposas.
Siglo IX
En el año 888 Metz prohíbe cohabitar incluso con la madre y las hermanas. En 866
Nicolás I declara que no hay que expulsar a los sacerdotes casados. Hay que soportar al
sacerdote infiel. Tuvo alguna vacilación en las normas celibatarias. Por un lado, niega
haber autorizado el matrimonio a un diácono; por otro, afirma que no hay razón para
deponer a un sacerdote casado. Fue, según algunos, gesto de tolerancia con los recién
convertidos, los búlgaros.
. En carta de León III consta que el año 938 tomaban públicamente esposa los
sacerdotes. La vida común de los clérigos se consideró como medio más adecuado para la
elevación del clero. Augsburgo a. 952. Se había decretado azotar con varas y cortar el
cabello a las concubinas de los clérigos.
Siglo XI
La reforma Gregoriana encontró una tenaz oposición por parte de obispos y clérigos
de regiones enteras, y en especial de Alemania. Año 1075. Gregorio VII mandó al pueblo
que no asistiera a las misas de los sacerdotes casados, prohibición a la que debió ir unida
una sanción. Pero hubo impugnadores: La tesis fundamental de ellas es que no se puede
imponer al clero la renuncia al matrimonio, sino recomendarla, porque esto es lo que hace
el N.T. ¿Tiene la Iglesia poder de imponer como precepto lo que Jesús no impuso? Solo el
consejo. La reforma daba la ocasión a pecados del todo innecesarios. A veces se ofertaba
entre el matrimonio célibe o quedarse sin ministerio. Esto, aún más que ahora, equivalía a
dejarles sin sustento.
CONCILIO DE BORGES a. 1031. Prohíbe dar sus hijas a clérigos y desposarse con
hijos de clérigos. (No consideraba clérigos a quienes abandonaban el estado clerical.
Siglo XII
Y en el siglo XII Pascual III a. 1099 - 1118 y Calixto III 1190 renuevan las
prescripciones, pero con más moderación.
Prohíbe cohabitar con mujeres y tener relaciones sexuales a los clérigos de órdenes
mayores. Y comienza ya tajante la prohibición del matrimonio de los clérigos. Más aún, y
esto nos sorprende sobremanera, se ordena la separación de las esposas. Más tarde
vendrá la norma de que el Orden Sagrado constituye impedimento dirimente del
matrimonio.
Hasta Letrán ya obligaba esto, pero no ser observaba. La reforma gregoriana
combate el nicolaísmo. Se consideraba antes legítimo y tradicional el matrimonio de los
clérigos. Estamos en el siglo XI. Gregorio se opuso a las costumbres reinantes. Decretó
graves sanciones para los transgresores de la ley celibataria. Quiso de una vez que la
cosa fuera en serio. El clero célibe así restaurado se transformó en apoyo de la
dirección central de la Iglesia. Acción eficaz. Se logró dominio y centralización por medio
de los célibes. Se logró formar un cuerpo eclesial de célibes. En el siglo XII cambió mucho
la cosa. Y por si fuera poco el I de Letrán:
Pretenden combatir los vicios contra natura. Y, decimos, ¿de dónde vienen estos
vicios sino de la forzosa ley celibataria junto a toda aquella represión?
- Si antes hubo ley del celibato, cierto que casi nadie la observó.
Se tendió cada vez más a no ordenar más que a sujetos célibes. Clemente III exige
que un canónigo casado sea privado del beneficio y vaya a vivir con su mujer. ¡Se acabó!
Había que ir eliminando de la escena a los sacerdotes casados que todavía quedaban.
Inocencio III prohíbe seguir admitiendo para dignidades eclesiásticas a clérigos
públicamente casados.
Un respiro
Alejandro III (1159- 1181) Tuvo una actitud más moderada. Con relación a los
ingleses determina que los hijos de los clérigos que hubieran obtenido beneficios, podían
seguir mediante dispensa en su posesión, siempre que no fueran los de sus padres.
Alejandro III también admitió que el clérigo incontinente fuera reintegrado en su ministerio.
La famosa Decretal De Graciano
Pueden casarse los clérigos de órdenes menores. Los casados que se ordenen
deben renunciar a todo trato sexual. El esposo está obligado a mantener a la esposa. Y los
dos de acuerdo antes de la ordenación, a guardar continencia. El matrimonio recibido
después de la ordenación será nulo. Esto para el clero latino. El griego puede usar del
matrimonio.
Pero en todo momento había muchos que reconocían y recordaban las objeciones
contra el celibato: 1ª Cor. 7,2 "Cada uno tenga su propia mujer. Esto significa una licencia
para poder casarse. Sin embargo, la jerarquía fue imponiendo la costumbre de abstenerse
los clérigos del matrimonio.
Pudiera esperarse que una doctrina tan neta y unas sanciones tan fuertes, habrían
sido suficientes. Pero, no. Incluso hizo falta moderar las sanciones. De esta forma siguió
candente el problema.
Siglo XIII
Honorio III (1216- 27) restringió esta concesión al reservar al Romano Pontífice la
dispensa.
Honorio III quitó los privilegios a los que recibían el matrimonio después de las
órdenes. a. 1225 e impuso la separación de la esposa junto con la privación de beneficios.
La nulidad de estos matrimonios ya había sido declarada. La ley estaba lejos de haber
obtenido los resultados esperados. En el fondo no se trataba de decadencia del clero, sino
de imposibilidad de instaurar satisfactoriamente la práctica del celibato.
Abusos de poder
SIGLO XV
CONCILIO DE CONSTANZA a. 1414 a 1418
Más tarde, en Trento (1545- 63) se pensó que con la concesión del retorno no se
lograría ganar a los sacerdotes que habían apostatado; y se pensó que el celibato era el
medio indispensable para obtener un clero ejemplar. ¡Como si eso fuera la experiencia que
arrojaban diez siglos y medio!
Y de nuevo la contestación
Erasmo, al igual que otros humanistas, abogaron por la mitigación de ley, porque:
existía verdadero drama con los sacerdotes casados; así se salvaría la unidad de los
cristianos. Unen en aquella época la comunión del cáliz con el matrimonio de los
sacerdotes. Con el tiempo se consiguió la comunión bajo las dos especies, pero no la
libertad de elegir matrimonio o celibato.
Paulo III abre consulta sobre el caso. Solución: los sacerdotes que quieran vivir con
sus mujeres obtienen dispensa, pero bajo renuncia al matrimonio y beneficios. Los que
rompen su unión, pueden ser readmitidos. Han de jurar antes no volver a tener relación
con ella. Este detalle nos llega al alma. Creo que en la actualidad no se ha caigo en esta
tentación; por lo menos oficialmente no consta.
Nicolás Tudeschis, siglo XV, afirma que debe casarse el que quiera y así no se
manchará con la fornicación. La Iglesia debiera proceder como buen médico; de modo
que, si el remedio daña más que aprovecha, lo quite.
En el siglo XVI la crisis de celibato sacerdotal fue enorme, como nunca. La violación
de la ley del celibato, constante. El alto clero era hijo de la nobleza: verdadera solución
para los segundones era el celibato dentro de un obispado. ¿Cómo se puede así ser santo,
célibe, y ni siquiera celoso sacerdote y predicar con amor el Evangelio? Dieciocho sedes
regidas por hijos de príncipes. De cada cien clérigos bávaros en 1572, apenas tres o
cuatro no eran concubinarios públicos. Este fenómeno más o menos se da ahora en
América del Sur.
Casi era considerada lícita la incontinencia, porque era pública. Casi todos los
párrocos sajones vivían en concubinato. Cocleo lo lamenta, y prefieren renunciar a las
prebendas antes que a la mujer. A menudo el concubinato iba acompañado de la
apostasía. En 1540 se calculaba en diez mil el número de sacerdotes apóstatas.
Desciende por entonces el número de ordenaciones. Se hizo tan grande la penuria de
sacerdotes que hasta Cocleo pediría la supresión del celibato. Nunca como entonces ha
sido profunda la crisis de celibato. Además, hay que tener en cuenta que en aquellos años
tomó auge el protestantismo. Muchos dieron el paso hacia la secta.
El cardenal Cayetano pide a Clemente VII que se deje a los sacerdotes alemanes
el uso del matrimonio contraído antes de la ordenación. En Trento se planteó la cuestión si
se podría ordenar en algunos lugares a casados. Pero Soto establece afinidad (que brota
del Evangelio) entre sacerdocio y celibato. La supresión supondría una catástrofe para la
Iglesia. Habla Soto de la mano en el arado y echar la vista atrás. (Con poca fortuna, a
nuestro parecer, Paulo VI volvió a aplicar esta frase a quienes se concedía dispensa para
casarse) El fundamento de todo, amar a Dios sobre todas las cosas.
Lutero afirma que el consejo del celibato no es objeto de voto. Atenta contra la
libertad evangélica el voto celibatario. Llega Lutero a admitir los votos en los religiosos, con
tal de que no sean irrevocables. Se puede renunciar al voto de castidad si es de verdad
cristiano. Soto replica con lo de la mano en el arado. ¡Otra vez a vueltas la mano en el
arado! Y no era éste el sentido de la frase de Jesús en el Evangelio, sino mucho más
profundo, a nuestro parecer: llegar a renunciar a todo: comodidades, casa, hacienda,
incluso familia, si fuera preciso. Lutero p.601 denuncia el sabor maniqueo del celibato. No
se escoge libremente el celibato, sino que son forzados los candidatos al sacerdocio a él.
Se considera como una especie de pasaporte para la ordenación. Sus adversarios
responden a esto con la frase consabida: nadie es obligado al sacerdocio.
Y lo cierto es que los sacerdotes concubinarios se hacen aborrecibles al pueblo. Es
preciso la abolición de una ley sumamente perniciosa para la gente. Se obliga a fornicar
con esta ley perniciosa. Apartar del matrimonio a quienes no pueden con el celibato, es
forzarlos al sacrilegio.
Los defensores del celibato lo comparaban con el sacramento del matrimonio
indisoluble; y tampoco es eso. No es correcto dogmáticamente. No convence la afirmación
del sociólogo Silvano Burgabassi de Pisa: el 95% de los sacerdotes secularizados
descuidaron la oración y al 90% les decepciona la esposa. Es una falacia. Sin hacer
estadísticas, la experiencia que tenemos después de haber tratado durante más de treinta
años a sacerdotes casados, es muy distinta.
Muchos se pronuncian en contra del celibato opcional porque serían pocos los
célibes. ¿Y es eso confiar en Dios? ¿Por qué comparan este sacramento con el
matrimonio? Se compara al saciado con el hambriento. Más que tradición, debieran
llamarse el celibato imposición. El don del sacerdocio es definitivo para la Iglesia. Esto no
desaparece, aunque el sacerdote no ejerza.
Erasmo y el Celibato
Era hijo de sacerdote; en su época muchos clérigos violaban la ley. En 1518 publica
el "Elogio al matrimonio". Todas las leyes recomiendan el matrimonio. Celebra la felicidad
que proporciona la vida conyugal y ofrece a los que viven en matrimonio poder también
practicar la castidad. Abrazar una vida célibe es querer vivir de una manera inhumana; y
no es raro que acaben víctimas de un gran egoísmo. Consideraba la virginidad apropiada
en los casos de San José, la Virgen y Jesús. De hecho, es para pocas personas. Pinta un
cuadro negro de la situación moral del clero y de los religiosos. La disciplina del celibato no
existía en los orígenes de la Iglesia. Y de hecho nunca fue mejor la vida de los sacerdotes
que cuando estaban casados.
Trento y el celibato
Para luchar contra el concubinato, era preciso fundar seminarios. Como había
muchos candidatos jóvenes, resultaba innecesario ordenar hombres casados y así
disminuye el número de éstos entre los ordenados. Darse cuenta que hasta Trento todavía
se ordenaba a hombres casados.
El canon 9 de Trento
El Canon 9 de Trento sobre matrimonios fue tajante: nulidad de las nupcias contraídas
después de las órdenes mayores o profesión religiosa. Pensaban que tolerando el
matrimonio del clero no tendría lugar la reforma verdadera.
CONCLUSIONES:
Pero
El celibato nunca fue respetado; y en ciertas regiones cayó en desuso.
Es preciso no tratar con los feligreses más que lo estrictamente necesario para la
administración de los sacramentos. Hasta romper con los parientes más próximos.
La figura del sacerdote huidizo y lejano ha sido muy frecuente después de Trento.
¡Todo para garantizar la pureza! Rechazando el matrimonio de los sacerdotes o
condenando los pecados contra la castidad de los sacerdotes célibes, denuncia la
impureza, pecaminosa o no, la mancha inherente a la sexualidad, como incompatible con
el sacerdocio. Por eso, se impone la continencia al sacerdote que tienen que consumir y
ofrecer la Eucaristía. Más razones: Cristo virgen, nacido de virgen, fue colocado en un
sepulcro nuevo, donde nadie había sido puesto hasta entonces: pruebas de la pureza
corporal y espiritual que él exige para los sacerdotes. (!!!!!) Manos y cuerpo manchados por
cualquier forma de voluptuosidad, no pueden tocar ni recibir el Cuerpo de Cristo.
Y sigue afirmando este defensor del celibato clerical: El uso del matrimonio, aunque
está a menudo exento de pecado, degrada el cuerpo (?), envilece el espíritu e impide
llegar a la perfección de la pureza, como debe hacerlo el que maneja los santos
sacramentos. El sacerdote que se casara miraría hacia atrás y se haría inepto para el
Reino de Dios y caería en una baja vida carnal. (Este último argumento también lo aplicó
Paulo VI en la encíclica "Sacerdotalis celibatus").
Observar una pureza absoluta de cuerpo y de espíritu para llegar al sacerdocio. Así
se podrá prohibir toda relación conyugal para poder tocar los santos misterios con las
manos, boca y corazón puros, en una Iglesia de santos que lleva una vida angélica.
Por ser carnal el matrimonio no siempre está manchado de pecado, pero sí de
impureza. Tan pronto como se cede a las relaciones conyugales, el cuerpo pierde la
pureza y el espíritu ese vigor que posee el hombre totalmente extraño al comercio carnal, y
le permite elevarse.
Para tocar la Hostia Santa hacen falta sacerdotes puros, manos exentas del
contacto carnal. El matrimonio de los sacerdotes llevaría a la Iglesia a la confusión total, en
un horrible desorden entre el estado laico y el estado eclesiástico.
Sigue "nuestro" Clichtoveo con sus ideas de "limpieza" cultual: Pasar ahora - afirma
- del celibato al matrimonio, sería ir del espíritu a la carne. Bajaríamos. ¡Esto está
prohibido! Lo contrario, sí. Es de Derecho natural y divino. Esta evolución estaba ya
garantizada por el Espíritu Santo. Y sigue "nuestro maestro" "elevándose" a la altura de los
ángeles asexuados: El voto de castidad es algo irreversible. Ni el Papa podría dispensarlo.
Es algo así como casado con la Iglesia. El hombre no puede separar lo que Dios ha unido.
Y estas ideas han permanecido prácticamente hasta nuestros días. Admira que de
ellas se hayan alimentado varios siglos a nuestros mayores y la Iglesia no las haya
prohibido.
Y sigue platicando "nuestro" teólogo: Los sacerdotes infieles deshonraron a la
Iglesia. Ellos son los culpables; no la Iglesia. ¿Serían castos en el matrimonio los viciosos?
Ordenar a menos candidatos, ahí está la solución, y no admitir sino a los mejores. Castigar
sin indulgencia a los culpables. Clichtoveo contribuyó a promover uno de los caracteres
más importantes de la reforma católica. Pero a nuestro juicio, se pasó.
Lefebvre De Etaples
Con más sentido común que el anterior, en 1512 Lefebvre de Etaples pretende
restaurar desde Gregorio Magno hasta Gregorio VII el momento de la fijación definitiva de
la ley del celibato. Insinuaba que sería preferible suprimir esta ley tan mal respetada y de
derecho humano.
La lex continentiae
Repasando un poco la imposición del celibato desde el siglo IV hasta Trento: El año
385 Siricio condena a todos los sacerdotes y ministros de la Iglesia que no viven en
continencia después de la ordenación. Recuerda a los obispos que los sacerdotes y levitas
no pueden tener relación con su mujer. Inocencio I a. 401 hace suyo lo anterior. Pelagio I el
a. 561 consagra obispo a un hombre casado que tenía hijos, pero estipula que éstos no
podían heredar los bienes de la Iglesia.
CAPÍTULO II
EN NUESTROS TIEMPOS
Ha sido la primera vez en 800 años que de forma masiva se han concedido
dispensas al celibato. Además, existe una duda generalizada sobre la justificación teórica
de la ley y sobre la conveniencia práctica. Esta crisis es una de las más graves de la
tradición. Un indicio de la duda es lo que dijo el Sínodo 71: "Existe el peligro de hacer
sospechar que el Sínodo ha perdido de vista el problema del sacerdocio en su visión
general para fijarse de forma exclusiva sobre el celibato. Incluso la duda ha prendido en un
sector amplio de la Jerarquía. La misma propuesta de las Conferencias Episcopales en
bloque es otro de los indicios de una duda.
Pero también, por supuesto, se esgrimen hoy en día razones en pro del celibato y
no solo en la jerarquía. Incluso lo hacen muchos teólogos, sobre todo de edad avanzada.
Vivir la vida virginal dentro del misterio de Cristo. Entrega a la causa del Señor por
entero, sin dividir el corazón. Daría una mayor fecundidad apostólica. Estaría libre de
muchos cuidados familiares. Sería testimonio de fe en la vida eterna. Ardor total en la
difusión del Reino de Cristo. El Concilio no menciona la palabra "carisma" refiriéndose al
celibato.
Estas razones a todo el mundo convencen, pero siempre y cuando los sacerdotes
fueran vírgenes del todo voluntarios en cualquier momento, de manera que, si en una
época de su vida desean contraer matrimonio, puedan hacerlo libremente y
permaneciendo dentro del clero. Tal vez se podría mantener la ley para los obispos, pero
no de una manera absoluta. Si un día decidían contraer matrimonio, habrían de dejar el
pastoreo de la diócesis y convertirse en cura normal.
Y los defensores del celibato esgrimen otras muchas razones: El que debe invitar a
otros a actos heroicos, justo es que él los practique. La castidad perfecta es un acto
heroico.
Pensamos que siempre quedarían célibes que siguieran a Jesús. De hecho, hoy
existen muchas almas vírgenes que no son sacerdotes. A mi juicio habría que exhortar
más que hoy a la virginidad como ideal de vida; no como pago al sacerdocio.
Perversiones
El canon 2359, 3 del antiguo Código contempla una serie de perversiones de los
clérigos: pecados con menores de 16 años, adulterio, estupro, bestialidad,
homosexualidad, proxenetismo, incesto, incesto en primer grado, aprovecharse de la
confesión. ¡Bochorno que se pueda llegar a estas perversiones en un clérigo católico! ¡Y
todavía se dieron aclaraciones en 1937! ¿Y no existe problema? En unas páginas
anteriores hemos hecho mención a estas lacras que hoy abundan entre nosotros.
¡La única barrera que quedaba: ¡contra natura, se ha saltado, y por culpa de una
ley!
Se ha dado como solución sobre todo en USA: ni celibato ni matrimonio: vida sexual libre
para todos los clérigos solteros, en mayor o menor clandestinidad. Y... ¡cuántas apostasías
de fe! miedo da asomarnos a los periódicos del año 2002, donde casi todos los días
aparecían casos de pederastia, homosexualidad por parte de clérigos.
Opción libre
Nietzsche afirmaba: "El pueblo sigue venerando a otra clase de personas... a saber esas
figuras sacerdotales afables, humildes y puras..." Pero también hay personas de gran
prestigio que están casadas y que reciben confidencias y saben guardarlas.
Leist sugiere que se ordene a los que comienzan los estudios de teología y abandonaron
para casarse... podrían organizar comunidades familiares.
La castidad perfecta da gozo íntimo. Agua del pozo de Jacob. Pero non omnes
capiunt. Muchos, sí. No todos.
Dureza de la iglesia
Motivaciones celibatarias
Fidelidad y celibato
CAPÍTULO III
LA LEY DEL CELIBATO PARECE INJUSTIFICABLE E
IRRECONCILIABLE CON EL NUEVO TESTAMENTO.
Debe ser rechazada tanto con relación al clero alto como al clero bajo.
Alfrink cardenal. "Aunque hay que reconocer que el celibato conviene al sacerdote, el
estado matrimonial no repugna al estado sacerdotal."
Aquel Sínodo despertó grandes esperanzas, pero el brazo férreo de Paulo VI, supo
mantenerlo a raya, según su criterio.
Tarancón: "Cuando la Iglesia latina exige el celibato como condición indispensable para
el sacerdocio, no lo hace porque piense que este modo de vida es el único camino para
conseguir la santificación; lo hace teniendo en cuenta la forma concreta de ejercer el
ministerio en la comunidad para la edificación de la Iglesia. Dada la íntima y múltiple
coherencia entre la misión pastoral y la vida célibe, se mantiene la ley vigente."
También Tarancón afirma: "Quizás los fieles no aceptarían fácilmente la ordenación
de casados... El ímpetu misionero perdería su fuerza de fiel resistencia, especialmente en
los países donde es perseguida la fe, como atestiguan los padres venidos de esas
regiones."
Dice de nuevo Tarancón: "llamando al ministerio solamente a aquellos que tienen el
carisma de la virginidad, la jerarquía es consciente de cumplir con su deber de escoger no
por su número, sino sobre todo por la calidad." ..."Los jóvenes son atraídos más por un
ideal arduo que por la facilidad y mediocridad. Donde hay martirio, allí hay vocaciones."
Ya decíamos que en el Sínodo 71, la sombra de Paulo VI fue muy grande para que los
obispos elegidos pudieran ser del todo libres. Da la impresión - dice el cardenal Garrone -
de que el Sínodo ha perdido la vista del problema del sacerdocio en su visión general para
fijarse de forma exclusiva sobre el celibato. La duda sobre el celibato es generalizada. El
hecho de proponer a casados para sacerdotes en el Sínodo del 72 lo demuestra. Tarancón
afirma el despoblamiento de los seminarios hoy. ¿Estaría cambiando el inefable Tarancón
con respecto a sus afirmaciones anteriores?
Cardenal Ksal, tras el estudio de una encuesta de EEUU dice que el 87% reconoce
la utilidad del celibato para el ministerio. El 5% del clero partidario de la elección libre. El
18% afirmó que se casaría si se aboliera la ley. De momento el 3% abandonó. De hecho,
después se aproximan al 25 o 30 % los abandonos, según casos. En América del Sur
hasta el 50%. 1995. Y deduce el cardenal:
- Luego el clero es célibe más por ley que por convicción propia.
- Existe abundancia de faltas de castidad. Así lo siente el pueblo cristiano. El mito del
celibato es algo falso.
En cambio, Car-Samore toma partido sin vacilar por la tesis conservadora: "La
ordenación de casados engendraría confusión y los fieles se turbarían" Y. M. Dersi opina
que disminuiría el prestigio sacerdotal.
La virtud en el amor
Todos estamos llamados a la perfección de la caridad. No hay nadie más que nadie.
Por eso decimos: es idéntica la conexión entre sacerdocio y celibato que entre matrimonio
y sacerdocio = caridad. El Señor mandó enseñar lo que Él dijo: Amor fraterno, llevar la
cruz de cada día... Y esto no puede ser vocación de unos pocos. No invirtamos los valores
y demos tanta importancia a lo que Jesús no dio. La verdadera y total consagración a Dios
no es por razón del celibato, sino por el Bautismo.
El problema del hombre solo no vale ni para defender ni para rechazar el celibato;
pero sí en casos concretos la soledad que produce tristeza insuperable puede ser causa
de dejar el mundo de la soltería. Y es que no existe problema de soledad si se da total
comunión con alguien. Y cuando esa comunión se da con Dios, por el carisma celibatario,
queda superada la tendencia natural. De lo contrario, el matrimonio. Ante la soledad
afectiva, llegar al final del viaje celibatario, o echar marcha atrás. No sucedáneos estériles
de ciertas amistades humanas.
En teoría más indiviso es el célibe para poder relacionarse a fondo con Dios y ser
líder religioso. En la práctica había que ver si está o no con verdadera vocación. El casado
puede tener verdadera vocación para la oración, incluso al encontrarse más sosegado en
el aspecto afectivo - sexual, puede permanecer en la oración con mucha mayor eficacia. Y,
por otra parte, las dificultades teóricas en el casado quedan compensadas por la gracia del
sacramento.
Por eso podíamos decir: la intimidad sicológica con Cristo para proclamar con
unción la palabra de Dios, también puede conseguirse en el matrimonio. Al menos tanta
como en la mayoría de los célibes. Imposible que San Pablo niegue a los casados la
plenitud de la caridad. Sus afirmaciones habrá que entenderlas de forma distinta. No
puede verse en San Pablo intención de que abogue por la castidad perfecta de los
sacerdotes, ya que aconseja que el obispo sea marido de una sola mujer. Hemos conocido
hombres y mujeres casados verdaderos apóstoles. Basta recordar los cursillos de
cristiandad y los misioneros seglares.
Ciertamente el célibe puede deliberar a sus anchas sobre cómo agradar a Dios en todas
sus obras; y la oración con mayor facilidad podrá ser el objetivo primario de la continencia.
La división del casado está en la preocupación de cómo agradar a su mujer; pero esto no
es algo contrapuesto al servicio de Dios. Todo esto deriva de la limitación de nuestra
sicología.
Ambigüedades
San Pablo parece admitir el matrimonio de los célibes, y en cierto grado la relación
amistosa entre hombre y mujer: "Si alguno cree faltar a la decencia con relación a su
virgen, cásese, pero el que ha resuelto conservar a su virgen, hará bien" (1ª Cor. 7, 36,37).
- No podemos por el texto saber si vivían los apóstoles en continencia o no con su
acompañante. Hay opiniones de una parte y de otra. Lo mejor, pues, no sacar
conclusiones de este texto.
Por otra parte, el célibe estará libre en parte, pero le quedarán otras muchas
ataduras dada la fragilidad humana y puede ser que una atadura enorme sea la obsesión
por la privación sexual y el matrimonio. A veces puede llegar a tal grado la ansiedad del
célibe que degenere en una patología de tipo obsesivo - depresivo. Lo que hoy se llama
depresión reactiva, cuya curación completa se consigue por el matrimonio.
Existe otra enfermedad ocasionada por el celibato. Algunas veces llegamos a decir,
aun con la mejor intención: Y... ¿célibes, para qué? Preocupados de honores, puestos,
dinero, familia, y a veces con una enorme carga de erotismo. ¡Qué sarcasmo! No sería
ésta la mentalidad de San Pablo por lo célibes. Es de todos conocido el cuadro del cura
comilón o bebedor, con lo que compensa su soltería. Más frecuente, tal vez, el estímulo
compensatorio del poder: puestos encumbrados, mitras, cargos de importancia que sirven
de estímulo compensatorio a un celibato no desposado con su Dios. Al no conseguir la
sublimación mística, buena compensación es el poder, el ser apreciado, dominar,
mandar...
Soberbia celibataria
Muchos se creen los más fieles retratos de Cristo y que el matrimonio es la terrible
atadura que aprisiona la vida cristiana. Pero ¡qué cantidad de lecciones dan los casados!
Además, los célibes marcan el ideal de perfección. ¿Cuándo se van a dar cuenta muchos
célibes de que la familia, vivida un tanto al estilo de la de Nazaret es verdadera escuela de
virtudes?
Fidelidad al carisma, sí; pero si ha habido error... Puede ser un sacerdote que no
esté llamado al celibato y siga sin embargo en él ¿Sería fiel si sigue? ¿Sería infiel si lo
deja? ¡Hay que distinguir bien dónde se encuentra la verdadera fidelidad! El verdadero
carisma celibatario exigirá ser célibe incluso si uno no fuera a ordenarse. Cuando la
elección se hace así, es cuando puede haber garantía de acierto. Pero tal y como se ha
hecho la elección por los clérigos, y todavía se sigue practicando, resulta difícil que tal
garantía exista en la mayoría de los casos. Pero aun cuando existiera, no resultaría
humano, ni evangélico, ni jurídico cerrar herméticamente la puerta a toda revisión. Porque
siempre puede haber error.
Si el Señor lo dejó a la libre opción de cada uno de los capaces de entender, fueran
o no clérigos, parece demasiada pretensión querer enmendarle la plana, aunque las
estadísticas fueran favorables. Aplicar Mt. 15,3 "¿Por qué traspasáis el mandamiento de
Dios para seguir vuestra tradición" (latina)?
Sí, se dice que unas de las ventajas del celibato es verse libres de las exigencias
familiares. Y sin embargo hemos conocido centenares de casos de sacerdote atados por
padres y hermanas. Pero, eso sí, no se puede concebir que la familia ate al sacerdote
casado para viajar cuando a los viajantes no les ata. Por otra parte, en realidad el
sacerdote célibe vuelve a su parroquia y con el corazón vacío. A esto hay que añadir que
con frecuencia ni siquiera es apreciado por quienes le enviaron. ¿Cómo se puede
mantener una ley del celibato ante todas estas realidades de ayer de hoy y de siempre?
Y algo más: el clero primitivo y el misionero exigen más movilidad. Sin embargo, el
clero ahora tiene una tendencia quietista. De ahí la sede.
Los Secularizados
Si se hace la "vista gorda de curas liados", ¡cuánto mejor, una vez que ha contraído
matrimonio, conceder un ministerio!
Muchos sacerdotes asumieron el celibato sin tener madurez psico - sexual dada la
formación enclaustrada de los seminarios. Sería grave asumir la defensa del celibato frente
a estas personas.
¿Por qué impiden ciertos cargos a los secularizados que tienen fe?
Los cristianos ordenados son consagrados para predicar el Evangelio, guiar a los
fieles, celebrar el culto. La transmisión del ministerio no proviene de una delegación de la
comunidad, sino de la misión de la consagración sacerdotal. (1897, b)
La "Sacerdotalis celibatus" habla de amargura en la Iglesia por las deserciones. -
No se puede tener este lenguaje, y menos generalizar, y menos cuando se reconoce parte
de culpa.
Debieran tener la actitud comprensiva de Cristo: "Hermano, yo no te condeno." (Y
eso incluso a los culpables.)
- A veces resulta heroico salir ante el problema de obtener un trabajo remunerado.
Sin sentido teológico de la secularización
Vocaciones
Por otra parte, ¿por qué hemos de quedarnos sólo con lo mejor, y despreciar lo
bueno? ¿Es que sobran tantas vocaciones? ¿Cómo se entiende que el nuevo Código
encomiende parroquias a seglares y mujeres, y desprecie el ministerio de los sacerdotes
casados?
Da la Comunión cualquiera, y se le prohíbe al sacerdote casado. - Liberar a
sacerdotes de ciertas funciones burocráticas. A los seglares corresponde por propia
vocación la restauración del orden temporal. L.G. 31,2 El recurso a los no
presbíteros para ciertas funciones entraña el riesgo de desorbitar el sacerdocio
ministerial. Tener en cuenta siempre que no proviene la transmisión de poderes de
la comunidad.
Multiplicar sacerdotes
Comunidad sin sacerdote es impedir que las oraciones de los miembros sea
eclesialmente unida al sacrificio de Cristo, junto con la Hostia Inmaculada. ¿Cómo afirma la
jerarquía “sacerdote para toda la vida”, si luego... ¿Proponemos que, en cada pueblo
cristiano, sobre todo en los más pequeños, sea consagrado sacerdote una persona con
ansia de santidad y de ayudar a sus hermanos, sea célibe o casado? Que se mayor y con
garantía de perseverar, "presbítero". Lo grave es que cuando proponíamos esto, hace
cuarenta y más años, era posible. En todos los pueblos o en la mayoría de España había
hombres capaces y buenos. Hoy sería más difícil a causa de la pérdida galopante de fe en
muchísimos ambientes de Europa.
"La vida sexual del clero", de ediciones grupo Zeta, ha levantado ampollas; narra
decenas de casos de curas liados, casos, al parecer probados. Ha sido recibido muy mal
por el clero. Ciertamente exagera algunos aspectos, por ejemplo, el de las masturbaciones
y otros, pero tiene un fondo grande de verdad y debe hacer pensar a la jerarquía de la
Iglesia para poner fin de una vez a este estado de cosas. Si a ello añadimos los
numerosos casos de pederastia que han aparecido en el año 2002, la homosexualidad y
las numerosas secularizaciones - pasan de cien mil en el mundo, alrededor del 25% - es
hora de que se decidan a suprimir esta ley.
¿No será como una huelga de Dios? Para darnos a entender que la Iglesia no pierde
nada con sacerdotes y obispos casados. Pero desde que se ha enmendado la plana a
Dios... así nos van las cosas. ¿O es que es algo horrendo el sacramento del matrimonio?
El matrimonio sería lícito después de la ordenación con el mandato de no ejercer el
ministerio, ¿por qué no sin esa condición? Readmisión de los secularizados. Bastaría para
ello abolir la ley. Muchos contraerían matrimonio, si legalmente fuera compatible con el
ministerio. ¿No se admitiría al ministerio a los secularizados porque no cumplieron su
palabra? Es un error creer que hay que cumplir indiscriminadamente todo compromiso
hecho; máxime si en el momento de formularlo no existía la madurez requerida para aquel
acto.
- Los obispos canadienses partidarios de la readmisión de los secularizados. El
inconveniente de la readmisión no sería teológico, sino pastoral.
Revisión
¿Quién puede negar el derecho que uno tiene a rectificar el camino equivocado? En
este principio se puede fundar la libertad en seguir con el celibato.
Hay una disparidad total entre compromiso celibatario y matrimonio cristiano. El
primero es en sí mismo rescindible; el segundo, todo lo contrario. Mt. 19, 6.
No se pueden equiparar las dos situaciones. No se puede suprimir la ley del celibato, ya
que casarse no es malo. Sería malo prohibir el celibato, eso sí.
El matrimonio no obstaculiza la confianza de la gente; basta sólo pensar en
sicólogos y siquiatras. En las comunidades pequeñas los presbíteros vivirían de su trabajo;
no estarían liberados.
Ayuda de la esposa
En las iglesias ucranianas aumentan las vocaciones. caso: Dos hermanos
sacerdotes; uno casado y el otro célibe. El casado, apoyado en la esposa e hijos conservó
la fe; el otro falló; aunque enseguida volvió a la fe católica. Es un caso aislado, pero en la
realidad la esposa bien elegida ayuda en cualquier ideal. El problema es elegir bien.
También en Polonia los sacerdotes de rito oriental han demostrado un celo heroico y han
prestado gran ayuda al rito latino.
¿Los padres ayudan? ¿Y los orientales, qué? El celibato no es testimonio del
sacerdocio entre otras cosas porque los orientales son sacerdotes casados.
Ecumenismo
No al celibato, pero no como concesión a ellos, sino porque así debe ser.
Revolución sicológica, sí sería la abolición; y problemas económicos. Pero ¿no es
mayor responsabilidad seguir como hasta ahora?
Ley de perdición
¿Cómo se justifica la exigencia del compromiso del celibato para ordenarse? Dice
Wojtyla: "Al compromiso personal del sacerdote accede la ley de la Iglesia." Esto valdría si
el candidato tuviera oportunidad de elegir entre sacerdocio célibe y matrimonial. Pero aun
entonces habría que contemplar la posibilidad de errores.
Para este estudio nos hemos servido de los catorce tomos de la Historia de la Iglesia de
Daniel Rops. De los libros: "Mito del celibato sacerdotal": Y el libro de J. Coppens,
"Sacerdocio y Celibato". Diversos artículos propios y ajenos y la experiencia propia del día
a día como presidente de la Asociación de sacerdotes casados de España. ASCE. Vitoria,
15 de febrero del año 2003.
(1) Consultado sobre el tema el intelectual José María Buzunáriz, español residente en
Chile, nos dice que él ve exageración en las afirmaciones relativas a la gran
cantidad de sacerdotes concubinarios en América Central y del Sur. Que puede ser
cierto en alguna nación, pero no en todas. No se puede generalizar.
Fin
168.- 030301 Informa ASCE San Pablo y celibato
MARZO - ABRIL 2003
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
Se fundó en 1977. Nº 121
Este nº de fue un resumen del anterior, 167 para enviar a un sector de amigos a
quienes pudiera interesar el problema del celibato eclesial. Con estas cuestiones:
Una foto reciente de Jerónimo Podestá junto a su esposa y compañera Clelia Luro.
El ex obispo de Avellaneda falleció ayer a los 79 años. 24-06-2000
CLELIA LURO
MUJER Y COMPAÑERA DEL OBISPO JERONIMO PODESTÁ
La historia de amor que hizo cimbrar al Vaticano. El amor entre Clelia Luro y el
obispo Jerónimo Podestá y la decisión de ambos de vivirlo públicamente porque creían en
una Iglesia democrática y comprometida con la realidad hizo cimbrar al Vaticano en 1967.
Siempre tuvieron el apoyo del combativo monseñor Helder Cámara de Brasil.
21-08-2000
Clelia Luro era una mujer separada, de 39 años, y con seis hijas cuando conoció en
1966 al obispo de Avellaneda, monseñor Jerónimo Podestá, de 45 años, quien para
muchos estaba llamado a convertirse en cardenal primado. Sus compañeros de promoción
habían sido los obispos Eduardo Pironio, Antonio Quarracino, y también de Raúl
Primatesta. Ambos se enamoraron y decidieron que su unión debía reafirmar sus
convicciones sobre la Iglesia. Podestá dio una lucha en dos frentes: por un lado, el
compromiso social que cobraba fuerza entre los sacerdotes y por el otro hizo público su
amor por Clelia. Fue duramente presionado por obispos y por las autoridades militares,
viajó a Roma, habló con el Papa, hasta que finalmente fue obligado a renunciar. Desde el
llano ambos se convirtieron en presidentes de la Federación Latinoamericana de
Sacerdotes Casados hasta la muerte de Podestá a los 79 años, el 23 de junio pasado.
--Había vivido diez años en un ingenio azucarero de los Patrón Costas. Me había
concientizado allí. De Santa Fe y Callao, de pronto me casé y me fui a vivir al ingenio en
Salta y empecé a vivir la realidad de los indígenas, la realidad del país. Era de una familia
de clase media alta y no había tenido la oportunidad de vivir el drama de la gente. Había
tomado cursos de medicina preventiva en la Cruz Roja, entonces agarraba el caballo y me
iba a los huetes, las chozas de la zafra en Orán, a enseñar a alimentar a los niños,
colaboraba con el médico del ingenio, hacía prevención, porque los chicos allí morían
como moscas. De chica tenía una visión muy fuerte del Evangelio, del mensaje de Jesús,
que no compaginaba en mí con la institución Iglesia. Entonces ahí pude desarrollar lo que
había sentido, porque había querido ser monja. Me di cuenta de que no era necesario ser
religiosa para trabajar con la gente.
--¿Y había leído teología, cuestiones sociales...?
--No, solamente el Evangelio. Me eduqué en el Colegio del Sagrado Corazón donde me
echaban de las clases por rebelde. Orán fue madurando mi visión. Después me separé y
vine a Buenos Aires con cinco hijas y embarazada de la más chica. Las puse pupilas en el
colegio hasta que conseguí tenerlas, pero para eso tenía que trabajar. Años después
quedé viuda. Entonces empecé en una empresa de ahorro y préstamo para automotor,
para la vivienda. Hablaba de dinero todo el día y estaba harta hasta que con un amigo
publicamos la revista Imágenes del país. En el Norte había quedado un cura que estaba
alcohólico. El obispo de Salta, que me había ayudado en la separación, me sugirió que
hablara con algún obispo para traer al cura Francisco. Llamé a Jerónimo y nos conocimos.
Ha escrito páginas muy lindas donde cuenta cuándo me conoció. Dice que le impactó mi
fuerza, que lo ayudé a abrirse. Fue encontrarse con lo femenino y sin peligro porque yo lo
que pedía era por ese cura. Viajamos al Norte a buscar a este sacerdote que estaba tirado
en la cama borracho y lo trajimos a Avellaneda y a partir de allí empecé a trabajar con él.
Jerónimo era un líder en el país, era el obispo de los obreros, cualquier problema, huelgas,
paros, él estaba con ellos.
--¿Pero para ustedes fue muy importante el encuentro con monseñor Helder Cámara?
--Había una reunión del Celam en Mar del Plata y yo había oído hablar de Helder Cámara.
Le dije a Jerónimo que iría a Mar del Plata y que tenía que presentarme a Cámara.
Nosotros todavía no éramos pareja, pero nos había unido mucho el trabajo, había cruces
de corazón y de ojos y de todo... pero para mí era un amor imposible. Fui a Mar del Plata y
allí apareció Cámara, un hombrecito pequeño, pero un verdadero gigante y a partir de allí
hemos hecho un camino de a tres, porque Cámara cuando me conoció, me dijo que tenía
la señal de Dios. "Usted tiene una misión que cumplir" me dijo. Cuando Jerónimo me lo iba
a presentar apareció el Nuncio, que no me quería, y prefirió hacerse a un lado. Yo tenía
credencial de periodista, así que lo esperé a la salida entre un grupo grande de periodistas
y la gente. Vino derecho hacia mí, me agarró las manos y me dijo todo. Y Cámara le dijo a
Jerónimo: "No tengas miedo de Clelia, porque Clelia va a ser tu fuerza". Para Jerónimo, el
camino conmigo era un camino querido por Dios, un camino marcado, por eso tuvo fuerzas
para afrontar todo lo demás.
--En esa época estaba Onganía y no quería dejar a venir a Cámara...
--En esa época, monseñor Plaza, a quien yo trato siempre de no nombrar en esta casa
igual que a José López Rega, le había pedido a Jerónimo que tratara de controlar a
Cámara. Jerónimo no me lo había contado. Helder me dijo: "Lo han puesto a monseñor
Podestá para que me controle". Y yo le contesté: "Pero él no lo va a hacer". "Clelia, a cada
país que voy me ponen a un obispo progresista para que me controle" me contó Cámara.
Íbamos a tomar el desayuno en el hotel Provincial con Helder y Jerónimo sin darme cuenta
de que me rodeaban obispos y cardenales, y que todos estaban observando este puente
entre Jerónimo y Cámara conmigo. El nuncio y Plaza lo querían a Jerónimo porque era
muy inteligente, era una figura muy destacada y además era un hombre dócil. Lo querían
para nombrarlo cardenal primado, como fue después Quarracino. Se lo dijo el nuncio una
vez y cuando vio que estaba yo de por medio y que Cámara se unía más a Jerónimo,
empezó a sentir que se le iba de las manos en la línea de la Iglesia progresista.
--¿Qué efecto produjo Cámara en Podestá?
--Encontró la idea que buscaba, y además la fuerza, porque Cámara fue como un
mensajero para nosotros. Él nos unió y esa unión a través de Cámara siguió hasta el final,
hasta el año pasado que fuimos en febrero a festejar su último cumpleaños, sus 90 años.
Concelebró misa con Jerónimo. Hablaba todas las semanas por teléfono con Cámara y
grabé como 50 casetes, él lo sabía, por supuesto. Porque la historia de Cámara es una
historia aparte. Fue controlado y silenciado con una especie de muerte civil e intraeclesial
después que dejó la diócesis. Pusieron ahí al arzobispo Cardoso que es del Opus Dei, que
desarmó todo lo que había hecho. Cámara pasó quince años en Recife, en un cuartito,
callado, sin hablar, silenciado, sólo hablaba cuando iba al exterior.
--¿Quarracino y Pironio habían sido compañeros de promoción de Podestá?
--Fueron compañeros y más o menos también Primatesta. Quarracino tenía una formación
de tipo más social al principio. Incluso estuvo cuando comenzaron los curas del Tercer
Mundo. Pero después lo llevaron al Celam y allí López Trujillo lo fue captando...
--Finalmente se hizo muy reaccionario...
--Sí, porque el poder corrompe. Si vos querés el poder en base a ir contra tus principios, si
querés ir subiendo de esa manera, a la larga terminás así. No todos porque finalmente
aquí tuvimos obispos como De Nevares, Devoto, Angelelli, Hesayne y otros pocos en la
Argentina y cardenales en algunos países, sobre todo en Brasil, que son hombres fuertes
que han mantenido sus ideales.
--¿Y Pironio continuó la relación que tenía con Podestá?
--Pironio era muy obediente, más espiritualista. Quarracino era más político. Pironio nos
quiso mucho, pero tuvo que obedecer. Cuando lo sacaron a Jerónimo de Avellaneda,
Pironio le dijo que iría a ocupar la diócesis el 8 de diciembre, pero apareció el 3 con carros
de la policía a la vuelta de la Curia porque los obreros habían amenazado con tomar las
fábricas. Eran órdenes de la Nunciatura. Tuvieron miedo de que Jerónimo se opusiera.
Una vez lo fui a ver a Pironio y le dije que le venía a traer el perdón de su hermano. Medio
emocionado me dijo: "Tuve que obedecer". Y yo le contesté: "Te felicito porque te probaron
en la obediencia hasta actuar así con tu hermano y eso para Roma es muy importante, te
van a llevar a Roma, te van a nombrar cardenal y descuídate que te hagan Papa".
Después de veinte años lo encontré en Roma en la Vía de la Conciliación y ya era
cardenal, me dio un abrazo.
--¿Y con Quarracino no se hablaban?
--No, yo creo que Quarracino le tenía miedo a Jerónimo. Una vez lo fue a hablar y no lo
recibió. Jorge Bergoglio, que lo reemplazó, no ha sido así, habló con Jerónimo, que lo
consideraba un hombre inteligente y sensible y se ha portado completamente distinto, lo
fue a visitar a la clínica cuando estaba enfermo, antes que muriera.
--¿Quiénes fueron los que más conspiraron contra Podestá en 1967?
--El nuncio Humberto Monzoni, que consiguió la subvención de Onganía a la Universidad
Católica a cambio de la renuncia de Jerónimo. Estaba Plaza, que en tiempos de Illia le
había pedido a Jerónimo que le resolviera un problema que tenía con un banco. Jerónimo
no quería y Plaza había prometido que se vengaría. Fue el que viajó a Roma con el vicario
de Jerónimo a hablar con el Papa. Yo creo que al Papa no lo podían sensibilizar en ese
momento con el tema social. Jerónimo andaba por todo el país difundiendo la "Populorum
Progressio". Entonces buscaron atacarlo por el tema de la mujer. Y yo creo que Paulo VI
era muy misógino y se sintió afectado. Este vicario y Plaza fueron a Roma. Después fue
Jerónimo a hablar con el Papa. Le dijo: "Yo tengo un gran afecto por esta señora, no
hemos pensado hacer pareja y me es sumamente necesaria, es un encuentro que me
madura y me hace crecer". El Papa le dijo que tenía que prometerle que me arrancaría de
su corazón. Y Jerónimo le contestó: "Usted no me puede pedir que arranque de mi
corazón ningún sentimiento, me puede pedir que no haga escándalo, que no lo hago, pero
el escándalo me lo están haciendo". Y después fue conmigo a Roma y me presentó al
cardenal Benelli, secretario de Estado del Vaticano. Le dije que quería hablar con el
sacerdote y con el hombre, no con el funcionario.
--Era la única mujer en ese mundo de hombres, en uno de los centros de poder más
importante de Occidente...
--El problema era justamente ser mujer. Hablé con Benelli más de una hora. Cuando se
ponía duro y en funcionario, le tomaba la mano y él volvía a aflojar. Le decía: "¿No ve que
yo estoy trabajando con él nada más?, cuando celebramos la misa estamos en paz". "¿Y
por qué habla en plural? insistía. "Bueno, porque en Argentina, después del Concilio, se
dice: 'hemos celebrado la misa, demos gracias a Dios'". "Sí, pero él es el celebrante" me
decía. "Sí, pero yo soy el pueblo de Dios, sin el pueblo no sirve nada" le decía yo. Y todo el
diálogo era así. Él me decía: "Usted tiene que obedecer, Santa Teresa era obediente".
"Santa Teresa era una desobediente, porque el nuncio Sega decía que no tenía que hablar
y hubiera sido una monjita que nadie hubiera conocido, y ustedes hoy no la hubieran
podido hacer doctora de la Iglesia, después de 400 años". "¿Y la virgen María?" me decía
él. Y yo le contestaba: "¿Quién estaba al pie de la cruz cuando murió Jesús? Las mujeres,
los apóstoles tuvieron miedo; Jesús era el que les daba fuerza y muerto Jesús esa fuerza
se la daban las mujeres, como María".
--Esa discusión que parecía entre dos amigos estaba cuestionando gran parte de la
estructura de la Iglesia...
--Estábamos en el Vaticano, pero yo siento que todos los seres humanos somos iguales,
nada más que en este mundo cada quien ocupa el lugar que le toca, desde el panadero
hasta el Papa. No me inhibía nada de todo eso.
--¿Usted era como la bruja, el demonio que había dominado a un obispo?
--Claro, un día el nuncio le dijo a Basilio Serrano que la Cuarta Internacional me había
puesto junto a Podestá para destruir a la Iglesia. Todo era así. Al final Benelli me dijo:
"Bueno, pero si ustedes se quieren pueden estar juntos, pero que no los vean, porque
cómo una mujer va a estar influenciando a un obispo". Me harté y le dije que yo no iba a
ser su amante escondida porque no era nuestro camino. "Él y yo vamos a luchar juntos
dentro de la Iglesia, y si me lo dice un funcionario como una amenaza, no me da miedo, si
lo dice el sacerdote con dolor, se lo agradezco y rece por nosotros". Lo que yo quería y lo
que hice siempre ha sido hablar lo que siento y lo que pienso. Como dice el Evangelio: se
tira una semilla y cae en una piedra o en tierra fértil. No pensé en convencerlo y no sabía si
me iban a entender.
--¿Y después volvieron a Buenos Aires?
--Sí, porque estaba planificado un gran acto en el Luna Park para difundir la Encíclica
Populorum Progressio. El único orador iba a ser Jerónimo. La gente se enfervorizaba en
las charlas que daba Jerónimo sobre la Encíclica, era la voz de los sin voz. Y yo lo
acompañaba siempre. El más molesto con Jerónimo era el general Juan Carlos Onganía
que había asumido después del golpe del '66 y empezó a presionar para que lo saquen.
--¿Durante ese tiempo seguía la presión contra Podestá?
--Sí, llegaban cartas del Vaticano y demás. En las cartas no me nombraban, decían "la
consabida persona", que se separara de "esa mujer". "Deciles que me llamo Clelia"
bromeaba con Jerónimo. Estaba muy metida en el lío, fue una época muy brava... Y
después Jerónimo renunció, se fue a su casa en el campo en Córdoba, le habían dicho
que su madre estaba enferma, había una orden del nuncio de que no lo dejaran salir de
ahí. Quedó incomunicado por un tiempo largo, fue todo muy turbio. La gente no entiende,
lo simplifica. Que Jerónimo renunció a todo por mí es verdad también. Pero si yo no
hubiera sido como soy, quizás no hubiera renunciado. El vio que éramos dos que
mirábamos para el mismo lado y que íbamos a luchar juntos. Fui su compañera de lucha,
ésa era la cosa.
--Esa lucha lo llevó también a ser amenazado y al exilio...
--En 1974 lo amenazó la Triple A, al día siguiente que mataron a Silvio Frondizi. Arturo, el
ex presidente y hermano de Silvio, le aconsejó que se fuera. Fuimos a Roma y al salir del
Vaticano Jerónimo dio una conferencia advirtiendo del baño de sangre que se cernía sobre
la Argentina y que había pedido a la Iglesia que hiciera lo posible para evitarlo. La Iglesia
es muy responsable de lo que pasó. Excomulgó a Perón por quemar templos de piedra,
que ni siquiera lo hizo él, y no hacía nada a los militares que estaban torturando y
asesinando. Yo entraba y salía del país y eso le dije a monseñor Adolfo Tortolo en el '76:
¿por qué no excomulgan a los militares que están haciendo eso?
--En la época en que fue obispo de Avellaneda llegaron las ideas de Teilhard de Chardin.
¿Cómo vio esa propuesta Podestá?
--En Avellaneda, cuando Jerónimo era obispo se hicieron las primeras experiencias de los
curas obreros. Y después, cuando se gestó el Movimiento de Sacerdotes del Tercer
Mundo, también participó y empujó el movimiento.
--Pero Carlos Múgica era muy defensor del celibato...
--Con Carlos éramos muy amigos. Yo conversaba mucho con él y le decía que lo suyo era
muy político. Ahora hay obispos y hasta cardenales que están de acuerdo con el celibato
optativo. Pero nada madura si alguno no empieza a vivirlo y nos tocó a nosotros. La lucha
no era sólo contra el celibato, sino por una Iglesia democrática, horizontal, comprometida
con el mundo, con la justicia. Cuando no había ninguna asociación de derechos humanos,
el hombre de la Iglesia que se jugaba era él. Estuvimos en Trelew y denunció la masacre.
Algunos curas no querían discutir el celibato para no dar otro flanco en la Iglesia y tomaban
distancia. Pero no hay revolución sin revolucionarios. Si no haces la revolución en vos
mismo, antes que nada, para ser coherente con tu existencia, en primero querer la Justicia
en vos y quererla en los demás, se trata de una militancia hueca que, cuando llegas al
poder, te corrompe. Nosotros queríamos un camino de coherencia, aceptamos la
marginación, porque Jerónimo tuvo cinco años de exilio político, pero toda la vida de exilio
dentro de su propia Iglesia. Era un dolor fuerte para él. Veía una Iglesia que no avanzaba.
Pero era muy seguro de sí mismo, de lo que hacía y nunca tuvo rencor en el corazón,
siempre perdonó todo. Yo creo que le tenían una especie de temor.
--¿Por qué había esa especie de temor?
--Es que Jerónimo habló 30 años antes. Cuando dio la conferencia de la "Populorum
Pogressio", en el Teatro Roma, nos vinieron a llamar porque se estaban quemando las
cortinas de la curia y habían escrito en la pared: "Paulo VI traidor, Podestá comunista".
Éramos todos comunistas los que hablábamos de la injusticia y enfrentábamos al gobierno
por los problemas sociales. Hoy es pan comido. Después que terminó el tema del
comunismo, el Papa habla del capitalismo salvaje sin problemas, pero antes no era así.
--El tema social se puede hablar, pero el tema del celibato sigue estando prohibido...
--La Iglesia sigue muy cerrada con la mujer. Hay 150 mil curas casados, más 150 mil
esposas, más los hijos, tiene un millón de personas que quieren luchar dentro de la Iglesia.
Jerónimo hizo una carta abierta al Papa. "A mi hermano mayor" se llama.
--¿Y cuándo decidieron ustedes formar pareja?
--En 1972, Jerónimo ya tenía la suspensión 'ad divinis', pero monseñor Adolfo Tortolo la
hizo pública antes de tiempo para desligarse políticamente de nosotros. Teníamos que ir a
declarar a la Cámara Federal del Crimen por el caso Salustro. Ellos nos estaban
empujando ya a que viviéramos como pareja. Y efectivamente, poco tiempo después fue
así. Después comenzamos a participar en las reuniones internacionales de sacerdotes
casados y nos nombraron vicepresidentes. Jerónimo fue el único obispo que asumió una
posición pública. Participamos en la organización de la Federación Latinoamericana de
sacerdotes casados y en estos últimos diez años hemos viajado por todos los países de
Latinoamérica. "Al fin encontré mi diócesis", me decía Jerónimo. Somos presidentes de la
Federación. Digo "nosotros", porque creemos que debemos dar testimonio de pareja, de lo
que significa la unión de un hombre y una mujer, no casados porque sí, sino a través de un
compromiso común.
Perdona la expresión, pero ¡vaya par de... narices le ha echado el amigo! Es el caso
el pájaro espino... pero al revés...
Del mismo tema, me parecen lamentables las dos posturas que han provocado el
INDESEABLE comunicado que el cardenal Rouco ha emitido en Madrid. Lamentable el
desprecio subyacente contra los dispensados con que Rouco recuerda la "doctrina"
disciplinar del Rescripto... Lamentable la HIPOCRESÍA con que encima manifiesta que,
"según él, no existe en Madrid ningún caso de sacerdotes dispensados que celebran
Misa..." (¿Se atrevería a decir que en su diócesis tampoco sabe de casos de pederastia en
su clero?). Lo siento, estoy indignado, pero es que lo de este hombre es… Pero es que
también lamentable la postura INDESEABLE para un espíritu verdaderamente cristiano y
eclesial la postura del MOCEOP, presidida por el famoso Pinillos éste. Desgraciadamente
esta gente entorpece tanto y ralentiza tanto la cuestión celibataria que te dan ganas de
echarte a llorar... pues siendo como son en minoría, resulta que su fisonomía triunfa como
el "tipo" de sacerdote dispensado. ¡Estamos apañados! Firma: Un cura célibe.
Una cosa que me impresiona mucho y me hace llorar por dentro de agradecimiento y
emoción, es sentirme sacerdote en la mente de Dios desde toda la eternidad. Yo ocupé en
el corazón de mi Señor un lugar preeminente, me amó Dios con predilección, me colocó al
lado de Jesucristo, Sacerdote Eterno, como colaborador y amigo suyo. Esta fe viva en el
poder divino que me hizo sacerdote, me ayuda, me da fortaleza en momentos de duda, de
incertidumbre o angustia. Es extraordinario pensar que el sacerdocio se nos ha dado en la
intimidad de nuestro ser y a perpetuidad. Me parece que es necesario para nosotros tomar
cada día posesión de este don, haciéndolo cada vez más personal.
Participamos de la eternidad del sacerdocio de Cristo. Es idéntica nuestra suerte que la de
Jesús. Por lo mismo debemos unirnos más y más a Él. Este don nadie nos lo puede quitar,
es para siempre. Nosotros hemos de corresponder hasta la muerte. ¡Esa es la verdadera
fidelidad y el no "poner la mano en el arado y echar la vista atrás"!, porque al pedir el
matrimonio no abandonamos el sacerdocio, nos impusieron abandonarlo, a cambio de
conceder una dispensa para el matrimonio. Así lo hemos entendido quienes nos sentimos
vocacionados para el matrimonio y para el sacerdocio.
EDITORIAL
A veces, es cierto, me asustan las responsabilidades sacerdotales. Llego a comprender al
Cura de Ars que se quería marchar de su parroquia y pasar al menos dos años de su vida en un
convento para llorar su miserable vida. Nosotros estamos fuera de la Parroquia, aunque nuestra
parroquia es el Mundo. Es tremenda nuestra responsabilidad. Eso de que el rebaño está del todo
en nuestras manos, y se va alejando cada vez más de los pastos. ¡Señor, le digo a nuestro buen
Dios, Señor sin santidad no se pueden afrontar estas estos compromisos tan grandes que un día
asumí! Ya me puedes dar tu fuerza, tu luz, tu gracia para poder serte un poco más útil. Porque,
aunque me hayan dispensado de "obligaciones" clericales, yo firmé contigo un compromiso de por
vida que nadie me puede dispensar, como Tú tampoco te "dispensas" del Orden Sagrado que me
diste. ¡Aquí está, ¡Señor, tu Sacerdote!, al que Tú elegiste hace ya tanto tiempo.
Todo esto me impulsa a proponerme un día y otro el regresar a aquellas fuentes de la
ascética tradicional cristiana que se resume en dos palabras: oración y mortificación. Estoy
convencido de que el volver a los caminos enseñados por San Juan de la Cruz, Loyola, Sales,
Ávila y tantos otros santos, fieles intérpretes del Evangelio, tiene que ser nuestra labor diaria.
Nosotros mismos y las almas a nosotros encomendadas vamos a ser los principales beneficiarios.
EDITORIAL
Pederastia y crisis de santidad sacerdotal
La pederastia: ocasión para reformar la Iglesia
La Razón 2-7-03
El biógrafo de Juan Pablo II George Weigel apunta a la crisis de santidad como la
causante de los casos de pedofilia
Cuando en los primeros meses del 2002, escándalo tras escándalo rompían sobre la
Iglesia católica en los Estados Unidos, se dijo con frecuencia, aunque no siempre se oyó ni
divulgó, que hay decenas de miles de buenos y fieles sacerdotes en Estados Unidos,
hombres que han guardado las promesas que solemnemente hicieron en el día de su
ordenación y que han gastado sus vidas al servicio de Cristo y de la Iglesia. Desde hace
16 meses, nos hemos acostumbrado a hablar en términos de Iglesia en crisis. La crisis
causada por los abusos sexuales del clero y el mal gobierno episcopal es, según el
estudioso de la historia del catolicismo en Estados Unidos George Weigel, la mayor crisis
en la historia de la Iglesia en este país. Pero tiene solución.
Cada crisis de la historia católica ha sido una crisis causada por una insuficiencia de
santos, por un déficit de santidad. Puesto que la santidad es una vocación bautismal de
todo cristiano, esta dimensión de la crisis nos toca a todos nosotros en la comunidad de los
bautizados. Todos nosotros tenemos una responsabilidad de ayudar a convertir la crisis-
como-cataclismo en crisis-como-oportunidad.
Aquí puede ayudarnos la escena evangélica de Jesús y Pedro en el lago de Galilea.
Cuando Pedro mantiene sus ojos fijos en el Señor, puede hacer lo que parece imposible,
puede andar sobre las aguas. Cuando aparta su mirada de Cristo y comienza a buscar su
seguridad en cualquier otra parte, se hunde. Nosotros también podemos hacer lo que
parece imposible, si mantenemos nuestra mirada fija en Cristo. Cuando miramos a otra
parte, nos hundimos. Esto es cierto tanto para la Iglesia como para cada cristiano
individualmente. Y éste es el porqué de la santidad es la respuesta a la crisis católica de
hoy.
El hecho de la fidelidad sacerdotal forma parte de la historia de la Iglesia católica de hoy
tanto como los hechos de abusos sexuales del clero y de irresponsabilidad episcopal. La
fidelidad de tantos sacerdotes es una gran gracia. También es un enorme recurso para al
reforma del sacerdocio que es imperativa, si la crisis de hoy se va a convertir en una
oportunidad para la reforma genuinamente católica. La reforma del sacerdocio católico no
puede significar que los sacerdotes católicos se conviertan en algo más parecido al clero
anglicano, luterano, presbiteriano, metodista, congregacionista o unitario. Sólo puede
significar una reforma en la que los sacerdotes católicos se vuelvan más intensa,
intencional y manifiestamente católicos.
Mientras que la mala conducta sexual del clero tiene muchas explicaciones dada la
complejidad de las personalidades humanas, la realidad fundamental del abuso sexual del
clero es la infidelidad. Un hombre que cree verdaderamente que él es lo que la Iglesia
católica enseña, no puede comportarse como un depredador sexual. Sí, peca. Sí, es una
vasija de barro que contiene un gran tesoro sobrenatural. Puede hacer un sermón poco
inspirado. Su elección de la música para la Misa dominical puede ser terrible. Puede
resultar inepto en algunos de sus consejos. Pero no usa su cargo para seducir y abusar
sexualmente de menores. Ni se involucra en otras formas de mala conducta sexual.
El sacerdocio es servir
La Razón 2-7-03
Los sacerdotes se hacen, no nacen. Es por esto por lo que el Papa Juan Pablo II ha
insistido a lo largo de su pontificado en que el sacerdocio está en el servicio, no en el
poder. Un sacerdote debe creer que lo que ofrece el catolicismo al mundo no es otro
producto de marca en un supermercado de «espiritualidades», sino la verdad sobre él
mismo, sus orígenes y su destino; no una verdad que es verdadera «para los cristianos», o
una verdad que es verdadera «para los católicos», sino la verdad.
Por su ordenación y su voto de celibato, el sacerdote católico se coloca aparte del
mundo por razón del mundo. En una cultura como la nuestra, su vida es un signo de
contradicción para muchas cosas que el mundo imagina que son verdaderas. El sacerdote,
sin embargo, no es un contestatario. Su ser diferente no es un fin en sí mismo, una
indulgencia en su idiosincrasia. El sacerdote es un signo de contradicción de forma que el
mundo pueda aprender la verdad sobre sí mismo y pueda convertirse. La apertura radical
para servir a los demás, que debe manifestarse en una vida feliz y santa de sacerdote, es
una lección viviente al mundo de que el darse a uno mismo, no el autoafirmarse, es el
camino real para la prosperidad humana.
La obediencia del sacerdote a las verdades de la fe, y el poder liberador que le lleva a
ser un hombre para los demás, recuerda al mundo que la verdad ata y libera al mismo
tiempo. Vivido con integridad, el celibato del sacerdote es un poderoso testimonio de la
verdad de que hay cosas dignas por las que morir, incluyendo la muerte a uno mismo. La
renuncia del sacerdote del bien de la comunión marital y del bien de la paternidad física es
un recordatorio de que estas dos cosas son, de hecho, bienes, y deben hacer posible en él
una paternidad espiritual genuina y abundante. Al enseñar las verdades de la fe católica,
al santificar a su pueblo a través de los sacramentos, al gobernar con justicia aquella
porción del pueblo de Dios confiada a su autoridad pastoral, el sacerdote católico hace
posible que hombres y mujeres se vuelvan santos convirtiéndose en la clase de personas
que pueden vivir con Dios para siempre.
Todos fallamos, a veces de manera estrepitosa. Pero no es razón para bajar el listón de
lo que se espera. Buscamos el perdón y la reconciliación, y lo intentamos de nuevo. Bajar
el listón de la esperanza espiritual y moral degrada la fe y nos degrada. Los católicos de
hoy son capaces de grandeza espiritual y moral, y con razón están llamados a esta
grandeza. Esto es lo que quiere decir el Vaticano II con la «llamada universal a la
santidad», y esto es lo que está a nuestra disposición en la Iglesia, a pesar de los malos
pasos que la institución de la Iglesia dé.
Sandro Magíster
Copiado el día 13 octubre 2003
El imposible mea culpa del papa Wojtyla
Nuestro especialista en la Corte Vaticana, Sandro Magíster, nos habla de los grandes
olvidos en las listas de perdones formuladas recientemente por el Papa. Se trata de los
sacerdotes que abandonaron el hábito, pero han manifestado su voluntad de permanecer
dentro de la Iglesia católica. Destaca Magíster la lucha de Reinhold Stecher, obispo
emérito de Innsbruck, por defender a los ex sacerdotes de su diócesis. “Desde años no se
permite otorgar la paz del alma a un cura casado. Su condición es peor que la de un
asesino”, afirma el obispo austriaco que pide a Roma repasar sus nociones de
misericordia.
Juan Pablo II se da golpes de pecho por todos. Pero no por los cien mil sacerdotes que en
los últimos treinta años han abandonado el hábito o se han visto obligados a abandonarlo,
o a quienes todavía se les hostiga. La misma actitud mantiene frente al modernismo
teológico, cuyos mayores representantes (Loisy, Burri, Bonajuti) fueron perseguidos, e
incluso excomulgados, como Loisy.
El Papa pide perdón a todos: judíos, brujas, heréticos, cismáticos. En el Corriere della
Sera, Ernesto Galli della Loggia le reprocha haber olvidado un mea culpa por los católicos
modernistas de principios del siglo xx, que de hecho fueron duramente perseguidos por la
Iglesia. Excepcionalmente, el papa Karol Wojtyla hizo algo por ellos: beatificó a uno de sus
campeones, el cardenal de Milán Andrea Ferrari, a quien el Papa de la época, Pío X, no
dejó de atormentar juzgándolo un “semillero de modernismo”.
Sin embargo, hay una categoría de víctimas de la iglesia a las que Juan Pablo II no quiere
dar ni pedir perdón. Son los sacerdotes que abandonaron el hábito. Su predecesor Pablo
VI concedía rápidamente dispensa del celibato autorizándolos a casarse dentro de la
Iglesia, en secreto se acercaba a ellos, los ayudaba en las dificultades (inclusive dio una
suma al enemigo de la Iglesia Carlo Falconi, el vaticanista del Expreso en los años
sesenta). Carol Wojtyla hace todo lo contrario. Apenas llegó a la silla de San Pedro, volvió
una quimera la dispensa: cuando menos diez, doce años de espera, que a menudo
concluyen en una negativa. Con el Papa actual, para el ex sacerdote sólo queda una
manera para obtener un camino veloz al matrimonio: decir una mentira. Basta con que
escriba que cuando tomó las órdenes estaba bajo presión o que sufría enfermedades
psíquicas, para que el asunto se resuelva. En este caso, El Vaticano reconoce que su
ordenación es inválida y el sacerdote se ve libre de continuar su nueva vida en paz con la
Iglesia.
Sin embargo, del alrededor de 100 mil curas católicos de todo el mundo que en los últimos
treinta años han abandonado el estado sacerdotal, la mayoría no quiere plegarse a una
mentira, a costa de quedar expuesta al bando y sin matrimonio religioso. Juan Pablo II lo
sabe, pero se mantiene firme. En sus veintidós años de reinado muy pocos son los
secularizados que ha querido perdonar. Uno de ellos es Giovanni Gennari, hoy periodista
de la Rei, bajo el nombre de Rosso Malpello, escritor de una mordaz rúbrica cotidiana en
Avvenire, el periódico de los obispos. En reconocimiento de la acción generosa del Papa
escribió un artículo en un número de Jesús, el mensuario de los paulinos.
En cambio, ninguna gracia está a la vista para el último de los ex sacerdotes: Ecio
Colombo, de setenta años, que fue cura hasta marzo del 2000 en la pequeña aldea de
Fabio, en la diócesis de Prato, amigo e imitador del célebre don Lorenzo Milani y de su
escuela de Barbiana. Colombo se fugó con una mujer de treinta años, divorciada y madre
de dos niños, y escribió a un par de diarios: “Abandono la empresa a la que dediqué
cincuenta años de mi vida.” De él, su obispo Gastone Simone continúa hablando bien: “Me
siento como un padre que no logró detener en casa a un hijo tan juicioso.” Pero se sabe
que en El Vaticano el réprobo no logrará misericordia, y no por culpa de los burócratas de
la Curia.
El obispo Stecher hizo pública su acta de acusación de 1998. Desde entonces muchos ex
sacerdotes le han escrito; entre ellos un italiano: “Espero la dispensa desde hace trece
años y mientras tanto, apurado por la necesidad, busqué obtener un cargo de sacristán.
Me lo negaron porque no estoy casado por la iglesia.” Desde El Vaticano sólo llega
silencio, incluso en el año del Jubileo del perdón. Stecher comenta: “Con estos suyos a los
que no ha concedido clemencia, Roma ha perdido el rostro de la misericordia y asumido el
del dominio ostentoso y duro. Ningún lujo en la celebración milenaria y ningún discurso
grandilocuente, podrán borrar este pecado.” Traducción de Annunziata Rossi Content -
Type:
name="sem-sandro.jpg"
EDITORIAL
Carta al Papa
Federación Nord atlántica por un sacerdocio renovado*
Wiesbaden-Naurod (Alemania), 1 de septiembre de 2003-10-06
Nos dirigimos a usted, muy respetable Papa Juan Pablo II, y a sus hermanos en el
episcopado y a todos los creyentes de la Iglesia católica romana. Santidad, nosotros lo
consideramos un fuerte conductor de la Barca de Pedro, el cual también es capaz de darle
otro curso, si eso es necesario. De usted se aceptará el cambio del curso, porque todos
saben que usted no sigue el espíritu del tiempo sino valores tradicionales.
I. Cambio de la ley
Cuando nosotros, sacerdotes casados con sus mujeres del área nordeuropea y
nordamericana, así como de otros países, lo creemos capaz de cambiar las condiciones de
admisión al sacerdocio en la legislación de la Iglesia latina, lo hacemos basados en la firme
convicción de que Dios quiere ese cambio y de que usted está dispuesto a hacer la
voluntad de Dios.
Cinco argumentos son ante todo los que nos dan esa confianza: la legislación desigual
entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental en cuanto a las condiciones de admisión, (2)
la carencia de sacerdotes en la Iglesia Occidental, (3) el espantoso gran número de casos
de pedofilia entre los sacerdotes de la Iglesia Occidental, (4) los argumentos del Concilio
Vaticano II, (5) y las palabras de la Sagrada Escritura.
¿Podemos aclararle brevemente cada uno de los argumentos?
1. Es conocido que las iglesias católicas de los ritos orientales no conocen ninguna ley
celibataria1. Para nadie es comprensible que, en una cuestión tan central, en una parte de
la Iglesia católica vale una ley diferente que en la otra parte 2. ¿Acaso la igualdad de todos
ante la ley no es una exigencia fundamental de toda justicia y de todo ordenamiento
jurídico? También los creyentes católicos ven como una contradicción que sean
ordenados como sacerdotes del rito latino quienes antes eran pastores protestantes
casados, en tanto que aún se sigue imponiendo el celibato a miles de hombres de la
Iglesia católica llamados al sacerdocio y al matrimonio.
2. El retroceso de las vocaciones sacerdotales es dramático y, considerado en sí mismo,
un “signo de los tiempos” que se debe interpretar 3. En Europa y en Norteamérica, con
frecuencia, más de una tercera parte de las parroquias se encuentran sin pastor propio. En
los países de la Iglesia católica de Oriente Dios llama al sacerdocio a hombres casados y
no casados, y allí no se oye decir nada sobre la carencia de sacerdotes. ¿No es evidente
que en la Iglesia de Occidente también llame Él a personas casadas que, sin embargo, son
retenidas con la ley del celibato?
3. A los casi incalculables casos de pedofilia en los USA, México e Irlanda y a algunos
casos aislados en otros países europeos, se oponen los 13, 000 diáconos católicos
casados en los USA, entre los cuales no se registró ningún caso de pedofilia. Tampoco de
las iglesias católicas en Oriente se oyen tales casos. Aun cuando el comportamiento
equivocado de pedofilia no raramente se da entre personas casadas, las cifras de los USA
y de las iglesias de Oriente son ciertamente un fuerte indicio de que allí, donde les es lícito
a los clérigos el matrimonio, son menos probables las compensaciones criminales.
4. El Concilio Vaticano II, en el decreto “Ministerio y vida de los presbíteros”, aclara que “la
absoluta continencia no se deriva de la esencia del sacerdocio” 4. Usted mismo ha repetido
esto en la audiencia general del 7 de julio de 1993 5. ¿Puede uno exigir legítimamente algo
que no es necesario? Una ley debe de ser necesaria, enseña la teoría de la ley justa, de lo
contrario es injusta.
5. La Sagrada Escritura6, el Concilio7 y también el Derecho Canónico 8 declaran: El celibato
es un carisma, una gracia especial dada por Dios. Pero, además, la Sagrada Escritura dice
claramente que esa gracia no ha sido concedida a todos9: “Más bien, yo quisiera que todos
los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don procedente de Dios: uno
de cierta manera, y otro de otra manera”, dice Pablo I0. Así pues, el receptor de la gracia del
carisma del matrimonio no puede llegar a ser el receptor de la otra, del carisma de la
soltería. Lo que Pablo no pudo, tampoco puede un Papa. Contra el don de la gracia divina
ningún legislador puede hacer leyes, de lo contrario abruma a los subordinados, los cuales
no han recibido la gracia del celibato, no obstante, el pedirla –a lo cual invita el Concilio 11–,
sino la gracia del matrimonio.
II. Situación de los sacerdotes casados y sus esposas
1. Nosotros mismos hemos experimentado en nuestro propio cuerpo y en nuestra propia
alma que no hemos recibido la gracia de la soltería, sino por cierto la gracia del
matrimonio. Por esto, la mayoría de nosotros sacerdotes hemos sido dispensados de la ley
del celibato por usted y sus predecesores. Por consiguiente, quien ha sido desligado de la
ley del celibato por una dispensa papal, a causa de incapacidad para el celibato 12, no ha
sido “infiel”, como algunos cardenales y obispos afirman 13. Si bien, el día de nuestra
consagración, nosotros prometimos obediencia con relación a la ley, en verdad hemos
descubierto posteriormente nuestra verdadera vocación y la hemos seguido. Por medio de
la dispensa, nosotros hemos recibido, por parte de la más alta autoridad de la Iglesia, la
constatación para nuestra vocación al matrimonio. Por eso, nosotros le rogamos
encarecidamente salir en nuestra defensa contra la difamación de nuestra vocación.
2. Si nosotros sacerdotes somos llamados al matrimonio, no por eso somos menos
llamados al sacerdocio. Nosotros sufrimos ante la pérdida de nuestro ministerio, y en el
matrimonio, junto con nuestras esposas, hemos crecido en madurez y por eso
precisamente hemos llegado a ser más aptos para ejercitar nuestro ministerio. Si la ley,
como se dijo, es injusta e irrealizable para los no llamados al celibato, entonces eso lo era
ya desde siempre, y nosotros hemos sido privados del ministerio de manera injusta.
Nosotros, junto con nuestros 80,000 (otras fuentes hablan de 100,000) hermanos
dispensados –que también las estadísticas vaticanas cuentan– no somos una cantidad
insignificante. Ese número es más bien expresión de un problema estructural de la Iglesia,
sí de un “pecado estructural”, del cual habla usted como de una posibilidad en su encíclica
sobre la unidad14, precisamente en relación con las iglesias orientales, las cuales no
conocen ley alguna sobre el celibato.
3. Por la dispensa no nos convertimos en laicos y no lo podíamos ser de ninguna manera,
sino que, según el Concilio de Trento, nosotros permanecemos sacerdotes para siempre:
Qui semel sacerdos, semper sacerdos 15. Como tales, nosotros somos sus hermanos y
esperamos que usted nos tome en serio.
Lo saludamos in caritatae Christi dispuestos para el servicio.
ASCE ENVIÓ, POR MEDIO DEL CARDENAL TARANCÓN, AL PAPA JUAN PABLO II, EN LOS
COMIENZOS DE SU PONTIFICADO, UNA CARTA PIDIENDO LA REINTEGRACIÓN DE LOS
SACERDOTES CASADOS QUE LO DESEARAN. NO HUBO CONTESTACIÓN.
Su Papa es Juan Pablo II. Creen en el mismo Dios y en los mismos mandamientos que
los alrededor de 10.000 sacerdotes españoles que están apartados de la Iglesia por
haberse casado, pero a ellos nadie les ha expulsado del paraíso. ¿Por qué? Oleksandr,
fotógrafo antes que cura, y Sorin, desposado con una licenciada en Historia, son miembros
de la iglesia greco-católica, que se unió a Roma en 1696 manteniendo su propia tradición y
disciplina, entre las que no están la exigencia de celibato a sus pastores.
Enviados de misión a España por sus respectivas iglesias nacionales para atender aquí a
la población emigrante desplazada, Oleksandr y Sorín han encontrado discreto acomodo
en casas parroquiales. Y algo más: el anonimato. Ellos, y otros muchos en número
imposible de precisar, son el secreto que la jerarquía eclesiástica española quiere
mantener oculto por temor al «efecto contagio». De trasfondo, el tabú del celibato.
«Tato (papá), sonríe". La pequeña Xristina, de 9 años, logra arrancar una tímida sonrisa
del rostro de Oleksandr. Toda la familia ha querido acompañar al sacerdote ucraniano a la
sesión de fotografía en la mismísima catedral de Valencia. Lyuba, la esposa, le coloca la
casulla ante un crucifijo del siglo XVII atribuido a Alonso Cano.
NIETO DE CURA
Estamos en la capilla del Cristo de la Buena Muerte. Y lejos parece quedar ya la carta que,
hace un año, la Conferencia Episcopal española enviaba al arzobispo mayor de la iglesia
ucraniana, el cardenal Suvenir Húsar. A la petición de que no enviara más curas casados
para atender espiritualmente a los emigrantes, el purpurado greco-católico respondía con
su propia biografía: «Yo mismo procedo de una familia de sacerdotes. Mi abuelo era
sacerdote (...). En muchas ocasiones, tener una familia puede ser una enorme ventaja
para los que intentan vivir su vocación sacerdotal. Pero tampoco quiero parecer descortés
con mis hermanos obispos. Sólo deseo que nuestros sacerdotes sean tratados en España
con todo el respeto».
¿Cómo aceptar que los sacerdotes llegados de fuera puedan tener familia y seguir
castigando aquí a gente como Ramón Alario? A este religioso sin hábitos que lleva más de
20 años manteniendo a su familia (también mujer y tres hijos), le enrabieta la hipocresía y
la doble moral de la institución universal.
El que fuera rector del seminario menor de Madrid, licenciado en Filosofía y doctor en
Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, preside ahora el Movimiento pro
celibato opcional (Moceo), que agrupa en España a más de 4.200 curas casados de los
10.000 que en los últimos años colgaron las sotanas para formar una familia. A sus ojos,
casos como los de los curas llegados del Este «empujarán el muro sin sentido del
celibato».
Alessandri tomó los hábitos hace seis años. Ya llevaba tres con esposa. En su país, una
situación absolutamente normal. «En Ucrania un cura casado tiene más credibilidad entre
la gente que un célibe. Porque da ejemplo no sólo a nivel personal sino también familiar. A
los curas célibes se les acepta con dificultades».
SOTANA Y GRAN CRUZ
De mediana estatura, complexión fuerte, barba recortada y pelo pincho, a sus 43 años
Oleksandr luce sobre la sotana negra una gran cruz dorada con una imagen del
Pantocrator (Dios creador) en el centro, el regalo con el que su obispo, Isofron Mudrey, le
confirió la dignidad de proto presbítero. Llama tanto la atención el gran pectoral dorado que
el sacristán de la catedral de Valencia, donde se realizó el reportaje fotográfico, se acercó
a besarlo con unción.
«Hemos hecho todo lo posible por ayudarlo al máximo», dice el párroco de la Inmaculada
de Torrevieja, Manuel Martínez. «Al principio celebraba misa aquí, pero desde hace ya un
año, el obispado le cedió la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la playa de los locos
y allí se reúne con su comunidad. Además, vive con su familia en una casa del obispado.
Es, a todos los efectos, un cura más de la diócesis, aunque esté casado y tenga mujer e
hijos».
En noviembre de 2003, la Conferencia Episcopal española fijó su postura frente a los curas
casados greco-católicos que llegan a España siguiendo el movimiento migratorio de sus
fieles. En el documento, de nombre Orientaciones para la atención pastoral de los católicos
orientales en España, los obispos pasan revista a la problemática de los fieles y sus
pastores, que vienen a nuestro país para «salir de la penuria y alcanzar una mejor
situación de vida».
En ninguna de las 12 páginas del texto episcopal se dice una sola palabra de las familias
de estos curas. Es como si no estuviesen casados. La jerarquía española quiere que sus
casos no se conozcan demasiado.
«No puedo decirle el nombre de los curas ucranianos casados», dice el padre Ibor. Se
trata de un fraile redentorista ucraniano célibe (entre los greco-católicos los frailes son los
únicos que no se casan), que atiende a la comunidad greco-católica en la parroquia del
Buen Suceso de Madrid. Y nos aconseja que no movamos el asunto, porque «podría
perjudicar a los sacerdotes casados de mi país».
Para todos ellos, y también para los tres aspirantes a cura del seminario de Madrid, el
celibato no es una obligación inherente al sacerdocio, sino un carisma que pueden elegir
libremente. Contactamos precisamente con uno de los estudiantes para charlar y hacerle
unas fotos. Unas horas después, tras consultarlo con sus superiores, llamó para decir que
le habían prohibido hablar con nosotros.
«Algunos no lo entienden, pero la mayoría de los españoles lo ven como algo normal»,
explica Alessandri con su todavía macarrónico español. Al quite para traducirle está
siempre Mecharlo Petrunyak, el presidente de la asociación Ucrania. Orgulloso de las
actividades de su asociación (equipo de fútbol y coro incluidas) a pesar de no contar con
subvenciones oficiales, asegura que la Iglesia de Valencia no pone pega alguna a los
curas casados ucranianos. Y como prueba palpable de ello es por lo que nos lleva a la
mismísima catedral a hacer las fotos de Oleksandr.
Una vez allí, un sacristán celoso casi nos estropea la sesión, pero un canónigo más
comprensivo nos da permiso para fotografiar a Oleksandr en «cualquier parte menos en la
cátedra del obispo». «No se la quiero usurpar», comenta Oleksandr con ironía, mientras su
mujer, Lyuba, pendiente de todo, sonríe sin parar. Se la nota feliz. Es una mujer elegante,
guapa y con fuerte personalidad. En su mirada se lee el amor. «Como padre es
maravilloso y, como marido...». Se ríe y no termina la frase. Del esposo cura destaca su
«capacidad para relacionarse con la gente». Defectos no le ve ninguno.
Lyuba lleva sólo seis meses en España. Y está feliz de poder estar de nuevo con su
marido, del que estuvo separada casi tres años. Pero ya pasó. Ahora, él se gana la vida
atendiendo una numerosa parroquia de ucranianos esparcidos por todo el Levante. Sus
hijos (Vira de 17 años, Roman de 16 y Xristina de 9) ya van al colegio. Y la vida vuelve a
sonreírles. Incluso el clima es mejor que el de Ucrania. Aunque todavía echan de menos la
nieve, que allí dura seis meses, el país, la familia, la gente...
El padre Sorin, de 30 años, lleva sólo un año en España, pero habla muy bien el español
porque antes de ser cura hizo su carrera de Letras y estudió castellano e italiano. Un grupo
de rumanos de Transilvania, la región de donde procede, hizo «una petición a mi arzobispo
de que necesitaban un cura». El arzobispo se puso en contacto con el entonces titular de
Granada, Antonio Cañizares, y Sorin aterrizó en La Mamola, donde tiene una iglesia y una
casa para la familia.
El padre Sorin se casó con Elena en 1997 y tienen tres hijos: María, de 6 años, Teresa, de
5, y Dominica, de 3. Su mujer, historiadora, está intentando encontrar un trabajo, pero no lo
consigue porque tardan en convalidarle su titulación. Mientras tanto, viven de los 700 euros
que gana él como cura. Asegura que al principio «tenía miedo, pero la gente me ha
recibido estupendamente. Saben que estoy casado, conocen a mi familia y, en el pueblo,
suelen decirme que los curas católicos también deberían casarse».
Pero los curas granadinos con los que se reúne Sorin desconfían del periodista a la hora
de hablar del celibato. «Ya venís a por el morbo, ¿verdad?», espeta de entrada Antonio
Rodríguez, párroco de La Rábita, de La Mamola, y de varias parroquias más. Se le nota
que no le apetece hablar del tema. «Cada uno tiene su camino. Yo tengo vocación de cura
célibe. No envidio a Sorin. Lo entiendo y nada más», concluye.
De hecho, como cuenta el cura rumano, a veces sus compañeros de la zona le toman el
pelo por estar casado. «No sé lo que piensan en su mente y en su corazón, pero, por lo
que dicen no me envidian por estar casado y tener tres hijos», explica. «Quita, quita, vaya
trabajo aguantar a la mujer y a los hijos», le suelen decir. «Están orgullosos de su tiempo
libre», añade Sorin. Eso sí, le tratan como uno más y están muy pendientes de él. «Me han
comprado muebles y me dan dinero. Siempre me dicen: "Toma, toma, tú lo necesitas más
para tu familia"».
LA MUJER, PRESBÍTERO
En cambio, Sorin cree que un cura no casado «es un problema». Porque el sacerdocio es,
en su caso, algo familiar. Tanto es así que, en Rumanía, a su mujer la llaman presbítera.
Con ayuda de su presbítera, el padre Sorin atiende a toda la colonia rumana dispersa por
el sureste español. A veces se desplaza hasta Ciudad Real o Córdoba.
A sus misas van tanto los rumanos católicos como los ortodoxos. Y ya está pensando en
instalarse en algún lugar más poblado, para poder trabajar más y mejor. Pero lo que le
preocupa sobre todo es no tener problemas con el arzobispado que le está pagando el
sueldo. Por eso, repite una y otra vez: «Por favor, no quiero tener problemas. Me juego el
pan de mi familia».
Ramón Alario también lleva más de 20 años alimentando a los suyos. Da clases en el
Instituto Luis de Lucena de Guadalajara, está casado con Paloma y tiene tres hijos de 21,
18 y 12 años. Cumplía 40 cuando se enamoró de Paloma y tuvo que dejar su vocación
sacerdotal. Pero sigue luchando por el celibato opcional, ahora como presidente del
Moceo.
Este colectivo, con sus más de 4.200 curas casados, lucha para que los obispos «no
consigan ocultar y tapar la realidad de las secularizaciones». Calculan que sólo en España
hay unos 10.000 sacerdotes secularizados y que, últimamente, las secularizaciones se
producen en curas muy jóvenes con sólo tres o cuatro años de ejercicio vocacional.
El caso de los curas casados greco-católicos a Ramón Alario le produce una mezcla de
sentimientos. «Por un lado, rabia ante la hipocresía y la doble moral de la institución. Por
otro, alegría, porque el tabú del celibato obligatorio irá cayendo cuando se vea que se
puede ser perfectamente casado y cura», explica. A su juicio, «el próximo Papa tendrá que
replanteárselo. El celibato tiene los días contados, aunque me gustaría que la Iglesia lo
aboliese no por conveniencia ni por necesidad, sino porque entendiese que los carismas
no se imponen».
Por todo ello, Alario no entiende que la institución «siga tirando piedras contra su propio
tejado y prescinda olímpicamente de más de 10.000 sacerdotes, echando por la borda una
enorme riqueza humana y espiritual». A su juicio, el sueño del futuro es un sacerdote,
célibe o casado, elegido por la propia comunidad. Mientras tanto, la jerarquía los ignora.
Hace años que escribieron al cardenal Rouco «para charlar con él de nuestras cosas y
tomar un café y no se ha dado por enterado».
Sin esperar la bendición del cardenal de Madrid ni de Roma, muchos de los curas del
Moceo siguen ejerciendo el ministerio en pequeñas comunidades, pero casi a escondidas
y clandestinamente.
Alario asegura que muchos de los curas secularizados terminan sintiendo lo que ellos
llaman «nostalgia del altar». Pero no pueden volver. La misma ley que permite decir misa,
confesar y oficiar como cura al padre Oleksandr o al padre Sorin, impide a estos otros
curas españoles acercarse al altar. Están «reducidos al estado laical» y casi
excomulgados. Como decía el secretario de Estado, cardenal Sedano, «han traicionado a
Cristo y a la Iglesia», refiriéndose a la secularización del prestigioso teólogo de la
Liberación, Leonardo Boff, que tuvo que colgar los hábitos, harto de la persecución a la
que le sometió la Congregación para la Doctrina de la Fe.
«¿Traidores? Me da risa y tristeza. ¿Por qué nosotros sí y los greco-católicos no?», se
pregunta Ramón Alario. Y la respuesta, según el padre Oleksandr, está en el Nuevo
Testamento. «Quien aspira a un cargo directivo... tiene que ser intachable, fiel a su mujer,
juicioso, equilibrado... Tiene que gobernar bien su propia casa y hacerse obedecer de sus
hijos con dignidad. Uno que no sabe gobernar su casa, ¿cómo va a cuidar de una
asamblea de Dios?» (1 Timoteo 3, 1-6). Es Palabra de Dios.
EL OBISPO Y SEÑORA
Los exegetas concuerdan en que los apóstoles -con la excepción de Pablo y Bernabé-
eran todos casados e iban acompañados de sus esposas en sus viajes misioneros. Jesús
no dijo nada sobre el celibato de los curas. De hecho, en las primeras comunidades
cristianas hasta los obispos se casaban y sobre sus esposas presenta el Nuevo
Testamento una normativa concreta (1 Timoteo 3, 1 s; Tito 1, 5 s). La idea del celibato
eclesiástico no logró imponerse -con fuertes resistencias- hasta el Medioevo.
Aunque las cifras oficiales no se conocen, se calcula que hay en todo el mundo unos
100.000 sacerdotes que tuvieron que colgar la sotana para poder casarse. En España,
unos 10.000. Ante la sequía vocacional que sufre, muchos se preguntan por qué se
empeña la Iglesia católica en seguir manteniendo el celibato obligatorio. Unos dicen que
proporciona al clero una mayor libertad y disponibilidad. Otros creen que se trata de una
simple cuestión económica: es más fácil de alimentar y manejar un ejército de 400.000
curas célibes.
Además, la propia Iglesia católica acepta una serie de excepciones a su propia regla. Por
ejemplo, con los curas casados anglicanos que se pasan a la Iglesia católica y siguen
ejerciendo. En tiempos del régimen comunista, en Checoslovaquia se ordenaron curas y
obispos casados. Pero tras la caída del telón de acero, la Iglesia los ocultó. Por miedo al
«efecto contagio».
El tono empleado por la cantante era de rabia, según aseguraban ayer los vaticanistas
italianos. Hill pidió decir algo antes de cantar, leyó su alocución con la guitarra al cuello, y
después interpretó las dos canciones del programa, "Damnable heresis" y "Social drugs".
Dijo que hablaba "a título personal" y lanzó una provocativa exhortación: "Nuestro error es
adular a los hombres cuando habría que rezar a Dios. No creo en los representantes de
Dios en la Tierra, creo sólo en Dios. Los hombres pecan, y son ellos los responsables de la
corrupción". La frase final fue desmesurada, propia de un telepredicador: "¡Arrepentíos,
arrepentíos!".
Varios analistas consideran que el golpe de efecto de Lauryn Hill en la gala vaticana tiene
mucho de operación publicitaria. Cristiana ferviente, Hill, de 28 años, ex cantante y esposa
del hijo de Bob Marley, vendió 14 millones de discos de su álbum e impregna su música de
ecos religiosos. Por eso los organizadores del concierto de Navidad, que se celebra desde
1993 para recaudar fondos con los que construir iglesias en Roma, están desolados, ya
que no sospecharon nada.
Antes de esa reunión ya se había realizado otra similar hace como un año y medio. Creo
que poco a poco se va despertando el interés por esos encuentros y quizá más tarde irá
creciendo la conciencia de lo valioso que eso puede ser para ellos mismos y para la
Iglesia. En esa ocasión yo les hablé de ASCE y de VkPF. Para mí fue una experiencia
motivadora-y-esperanzadora.
Me parece que tienes razón en cuanto a las dificultades para que se dé un cambio oficial
de la legislación actual sobre el celibato obligatorio. Sin embargo, siempre será valioso
todo lo que se haga para propiciar el cambio. Cada nueva idea o cambio de actitud que
nos acerque más al mensaje original del Evangelio y que promueva una existencia
humana más plena y digna, en los sacerdotes afectados (y en cualquier miembro de la
Iglesia), son en sí mismos valiosos y salvíficos. Así es como se gesta el reino de Dios
Yo no conozco muchos casos en los que se haya concedido la dispensa con el Papa
actual. Sólo dos casos de mexicanos: el de un sacerdote joven (ca. 40 años) que la obtuvo
hace como 20 años, favorecido por un buen apoyo de su obispo, y el caso de otro
sacerdote anciano (ca. 75 años) que había dejado el ministerio desde hacía más de
cuarenta años y es un alcohólico, él la obtuvo el año pasado. Yo he escuchado decir que
entre las condiciones que se toman muy en cuenta está el haber cumplido ya los 46 años.
En el aspecto más personal, de mi relación sentimental te diré que las cosas van
tomando su lugar. Hace días que tuve con el sacerdote de quien te hablé una
conversación profunda y liberadora, que nos ha llevado, en paz y serenidad, a tomar la
decisión conjunta de ser fuertes y acabar con nuestra relación. Al fin se ha dado cuenta de
que el estado sacerdotal no impide enamorarse profundamente de una mujer y aceptar esa
realidad le ha hecho fuerte para enfrentarse a esa situación y optar de nuevo por el
celibato. Su ministerio se estaba viendo seriamente amenazado por esos sentimientos y lo
bloqueaba el hecho de no asumir que efectivamente los tenía.
Para mí, esta separación es muy dolorosa, no lo niego, pero sí es verdad que le
entiendo y que he optado por ayudarle separándome de él. Sin embargo - y esto es quizá
lo más bonito - hemos optado por lo más difícil, que es mantener nuestra amistad y
cercanía, sin fingir que no ha pasado nada entre nosotros, sino intentando aprovechar lo
bueno que de esta experiencia hemos sacado. De momento parece que lo estamos
consiguiendo; creo que el Señor nos acompañará como lo ha hecho hasta ahora. (C.A.M)
Estoy en total acuerdo con cuanto exponéis en “Informa Asce”. El celibato, como
norma disciplinaria, a la luz del Evangelio y de la doctrina de San Pablo es una norma
injusta, obsoleta y contra natura. Pero manda quien manda y no cambiará, a pesar de
todas las personas. Como en otras muchas ocasiones, la Iglesia - Institución llegará tarde
y mal. Luego pedirá perdón. Es una lástima que no se aproveche a tantas personas
valiosas con espíritu evangélico. Sufre con ello la Iglesia de Jesús, que es mucho mayor
que el ámbito jerárquico de Roma. Creo que Lutero tenía razón en muchas cosas. No le
comprendieron, al igual que a algunos teólogos pensadores actuales a quienes se les
impide decir y buscar la verdad. (G.B.)
El Papa pide formar «sacerdotes maduros afectivamente» para solucionar la crisis de vocaciones
La razón (10-12-03)
Al finalizar de este artículo de "La Razón", nuestro comentario Juan Pablo II considera que
a la crisis de vocaciones es necesario responder con seminarios donde se preparen
sacerdotes con una sólida formación humana, en particular afectiva y moral. Así lo ilustró
el pontífice en el discurso que entregó este viernes a los obispos de Francia, que están
cumpliendo en estas semanas con su quinquenal visita «ad limina apostolorum» a Roma.
En su intervención, se concentró en la «grave crisis de vocaciones» que experimenta
Francia, al igual que otros países occidentales. Se trata de «una especie de travesía del
desierto que constituye una auténtica prueba en la fe tanto para los pastores como para los
fieles», reconoció el sucesor de Pedro. En lugar de ceder «al desaliento», el obispo de
Roma invitó a los obispos franceses a «asumir el desafío con firme esperanza», prestando
particular atención a la formación de los futuros sacerdotes en el seminario.
En «un ambiente social caracterizado por el relativismo generalizado de "valores"
difundidos por los medios de comunicación y por la banalización de la sexualidad», el
pontífice recomendó a los obispos que presten particular atención a «la formación humana,
afectiva y moral de los candidatos». Juan Pablo II alentó a los formadores de los
seminarios, asistidos por especialistas competentes, a que ayuden a los jóvenes a
«conocer claramente las exigencias objetivas de la vida sacerdotal», estimando «en su
justa medida el don del celibato», «don de amor ofrecido al Señor y a aquellos que les
serán confiados». «En la formación humana y afectiva de los candidatos al sacerdocio, se
trata de buscar y contemplar a Cristo, Verbo encarnado y hombre nuevo y perfecto, se
trata de tomarle por modelo para imitarle en todo, para ser sacerdote en su nombre»,
añadió.
Comentario:
Por supuesto que estamos con el Papa en la formación de los futuros sacerdotes con una
madurez afectivo sexual, llena de amor a Jesús. Es necesario que en la Iglesia exista el
sacerdote célibe, como la vida de celibato. Pero eso no quiere decir que exista de la misma
manera que ahora. El problema no es sacerdote célibe o casado, sino sacerdote santo. Y
santo se puede ser tanto en la vida de matrimonio como en la de célibe. Es preciso
fomentar mucho el celibato, la virginidad entregada al Señor, pero también el matrimonio
de los casados. Por supuesto que al sacerdote que eligió el celibato y no pudo con él, no
se le debe privar el ejercicio ministerial para siempre. Tal vez, sí algún tiempo hasta que se
acomode a la vida conyugal. Después, volver al ejercicio del sacerdocio. Y, por supuesto,
ordenar de sacerdote a los casados que de verdad sientan esta vocación. No creemos los
del colectivo ASCE que el sacerdocio de las mujeres esté de acuerdo con el dogma y la
tradición. Por eso no lo podemos aprobar.
Celibato opcional
Un grupo de más de 163 sacerdotes católicos de EE UU piden el celibato opcional. - EL PAÍS
Un grupo de más de 160 sacerdotes católicos de Wisconsin (EEUU) han firmado una carta
manifiesto a favor del celibato opcional. La iniciativa es la primera de este tipo desde la
década de los setenta y se produce en respuesta a la crisis desatada en el sacerdocio a
raíz del escándalo de abusos sexuales a menores.
Los firmantes proponen el celibato opcional como una vía para paliar la escasez de
vocaciones que padece la Iglesia católica en general, y la estadounidense en particular. La
carta no sólo no ha suscitado críticas, por el momento, sino que además no ha caído en
saco roto. El celibato se ha incluido en la agenda de discusiones del Subcomité sobre la
Vida Religiosa de la Conferencia Episcopal de EE UU, que tiene previsto comenzar a
debatirlo en la reunión de noviembre. Las discusiones las encabezará el propio arzobispo
de Wisconsin, Timothy Doran.
"Unimos nuestras voces a las de muchos otros que en estos tiempos urgen la apertura de
la vida sacerdotal a los hombres casados, al igual que a los célibes", dice la carta. El texto
ha circulado desde hace semanas entre los 442 sacerdotes de la diócesis de Wisconsin,
pero sólo 128 han decidido firmarla. Posteriormente, les secundaron otros 35 religiosos de
distintas órdenes.
Varias organizaciones laicas, encabezadas por la Voz de los Fieles de Boston, llevan más
de un año pidiendo el fin del celibato. Las razones que aducen son distintas, sin embargo,
a las de los curas de Wisconsin. Los laicos -apoyados por algunos sectores clericales-
creen que la vida célibe es una de las causas indirectas de la plaga de abusos, en contra
de la línea oficial adoptada por la conferencia episcopal en su política para abordar los
abusos.
Demandas judiciales
Por otra parte, los abogados de las presuntas víctimas de acoso sexual en Boston
rechazaron el lunes por la noche la indemnización ofrecida por la Iglesia para zanjar los
casos legales. La archidiócesis de Boston puso sobre la mesa 55 millones de dólares para
resolver extrajudicialmente 542 demandas, pero los defensores de los denunciantes se
negaron a aceptar el acuerdo a menos que eleven la suma considerablemente y que,
además, ofrezcan otras compensaciones de tipo moral. A la puerta de la dependencia del
archidiócesis, donde se celebraban las negociaciones, un grupo de católicos se manifestó
con pancartas en las que pedían el fin del secretismo. La contrapropuesta no ha estancado
las negociaciones, que ayer por la tarde continuaban "a buen ritmo", según el portavoz del
archidiócesis.
EDITORIAL
Cada vez nos asombran más estas noticias; no porque admitan al ministerio a
compañeros nuestros, sino porque exijan el estado de viudo para ello. Nos parece falta de
coherencia dogmática, a no ser que lo estén haciendo como paso previo para implantar en
un futuro próximo el hecho de que ejerzan el sacerdocio católico hombres casados, y
permitan el matrimonio a los curas célibes. Comprendemos que para llegar a esto último
es preciso ir por pasos. Parece demasiado tímido comenzar por admitir a los viudos. Pero
algo es algo.
Deseamos a los sacerdotes secularizados y a sus esposas y familia feliz Navidad y año
2005
Estos comentarios sólo son el comienzo de una larga historia personal. Poco a poco
iré completando mi historia y mis experiencias pasadas y actuales como sacerdote célibe y
casado.
Por ahora, termino mi carta deseándote lo mejor para el año 2005 y Feliz Navidad
Un fuerte abrazo, Mauricio
1.- Aunque conozco y valoro los argumentos que tradicionalmente se han expuesto,
y aún se sostienen, para motivar la aceptación del celibato como la única alternativa y
condición para poder ejercer del ministerio sacerdotal, según mi limitada experiencia y en
mi modesta opinión me parece que tales argumentos no son suficientes para justificar esa
determinación tan estrecha y excluyente. Sino que, aún con todo lo que tengan de validez,
no dejan de aparecer como una alternativa, siempre relativa.
2.- No creo, y la realidad lo corrobora, que la exigencia del celibato sea, para todos
los sacerdotes, el mejor medio para la realización personal y el más cualificado servicio al
reino de Dios.
3.- Considero más de acuerdo con los principios evangélicos y la tradición de toda la
Iglesia de Jesucristo, que el celibato sacerdotal sea visto menos como un fin y más como
un medio adaptable a las circunstancias personales del sujeto-agente y de las reales
exigencias pastorales de las comunidades cristianas y del mundo actual, en donde se debe
vivir el Evangelio de ayer, de hoy y de siempre.
4. Me parece, pues, que urge enfrentar la tarea evangelizadora de la Iglesia
privilegiando más la efectiva caridad pastoral de los agentes capaces y disponibles y la
necesidad real de la que están urgidos y a la que tienen derecho los cristianos y el mundo
de hoy.
5. Me parece que, con la opción (obviamente, también relativa) del ministerio de los
sacerdotes casados, se podrían favorecer valiosas y complementarias alternativas para el
ser y el quehacer de la Iglesia, a saber: Se estaría en mejores condiciones de disminuir
los numerosos casos de prácticas anticelibatarias, tan dolorosos y escandalosos en sí
mismos y en sus consecuencias, que tanto destruyen a las personas y a la imagen interna
y externa de la Iglesia (y, con frecuencia, también de Jesucristo). Si, por las exigencias
propias del matrimonio, en algunos casos, se pudiera ver afectado el aspecto cuantitativo
del quehacer sacerdotal, no es justo ignorar por eso lo que se podría ganar en el campo
cualitativo de la experiencia personal y del mismo quehacer pastoral. Quien optara por el
celibato, reconocido y asumido como carisma, estaría en mejores condiciones para que su
opción fuera, como se supone debe ser, una opción libre, auténtica y evangelizadora.
Es muy probable que, con la opción de acceso al matrimonio, las comunidades cristianas
tuvieran la posibilidad de una mejor atención pastoral por parte de auténticos agentes
llamados al ministerio sacerdotal, aunque sin poseer el carisma particular del celibato. Esta
opción debería revalorarse más seriamente ante la creciente situación actual de iglesias
sin pastor en gran parte del tradicionalmente mundo católico occidental.
*Alberto Rodríguez Palafox es un sacerdote secularizado muy relacionado con el
movimiento sobre todo en Méjico y Alemania.
188.- 050501 Informa ASCE Celebraba en su casa. Celibato
siglo XI
MAYO - JUNIO 2005
(ASCE: ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 134
Soy sacerdote; me siento sacerdote tanto o más que cuando me ordené; procuro
vivir como sacerdote en mis prácticas de piedad y amor a Jesucristo, en el amor a la
Eucaristía, en la extensión del Evangelio en las parcelas que la Providencia me va
destinando. En la oración intento hacer de puente entre Dios y los hombres: una de las
funciones del sacerdocio, a veces un poco olvidada. “Inter vestibulum et altare plorabunt
sacerdotes Domini...” Me relaciono con compañeros sacerdotes secularizados y
compruebo que muchos de ellos viven con esta misma ilusión. Esto me anima y estimula.
La Providencia me ha proporcionado una parroquia virtual que nadie me puede
prohibir. A través de internet me relaciono con varios centenares de personas a quienes
acompaño en su peregrinar hacia el Señor y ellos me acompañan a mí. Nos estimulamos
para el bien.
A mis setenta años, edad ya provecta y llena de experiencia, cuando la vida está en
su ocaso o próxima a él, digo con paz y sin ninguna ira a mis hermanos en el sacerdocio
los obispos, sino únicamente buscando la gloria de Dios, que conviene trazar cauces para
aprovechar el sacerdocio de tantos que un día lo recibieron, siguen sintiéndose ministros
del Señor y viven su matrimonio con fidelidad. ¡Es tanta la necesidad que existe en el
mundo! Por otra parte, nos parece poco acorde con la Teología del Orden Sacerdotal.
Mantener sin el uso del sacerdocio a tantos que lo recibieron y por circunstancias
personales hubieron de contraer matrimonio.
Editorial
Seguí en su día con ilusión y con detalle el cónclave. Hacía mis quinielas como todo
el mundo, y creo que al que menos de los papables deseaba era a Ratzinger. Y ha salido.
Pero mi reacción ha sido rápida. He recordado enseguida lo de San Ignacio de Loyola
cuando se disgustó en el nombramiento de Juan Pedro Carrafa, (el fundador de los
teatinos junto con San Cayetano) con el nombre de Paulo IV. Era también muy rígido. A
San Ignacio le costó un cuarto de hora asumir con gozo al nuevo Papa. A mí, menos. Tal
vez porque tenga que perder menos que San Ignacio. Creo que llevará bien a la Iglesia.
Además, me han gustado las primeras palabras del Papa, Benedicto XVI, antiguo
cardenal Ratzinger. Se denominaba como sencillo siervo de la viña del Señor. Y se le ve
en su porte externo también manso y sencillo. Me uno a la Iglesia de Jesucristo
representada por Él. Lo encomiendo al Señor, lo acepto con gozo, porque la Providencia lo
ha dispuesto así. Recuerdo aquellas palabras que pronunció humanista Eneas Silvio
Picolomini al ser nombrado Papa cuando dijo: "Aeneam rejicite, Pium recipite". Y las aplico
al actual Pontífice con alegría y esperanza".
¿Qué podemos esperar respecto a la ley del celibato? Ratzinger ha sabido discernir
en todo momento la diferencia entre lo dogmático y lo meramente disciplinar. Estoy seguro
de que la situación actual de secularizaciones para poder contraer matrimonio es anómala
y no demasiado coherente con el dogma, porque el sacerdocio es para siempre. Así lo
pensará Benedicto XVI. Por eso podemos suponer que – si el tiempo se lo permite, dada
su avanzada edad – comenzará por ordenar sacerdotes a diáconos casados; continuará
por ofrecer el ministerio sacerdotal a hombres desposados que tengan verdadera
vocación, ¡los hay! Un paso posterior, que quizás no tome el actual Pontífice, sería
reintegrar en el ministerio a los que un día recibieron la ordenación sacerdotal y después
se secularizaron para poder contraer matrimonio. Por fin llegará algún día el celibato
opcional al modo de los Orientales, pero siempre fomentando el celibato voluntario. Eso
pensamos, pero sin afán de profetismo. Es pura lógica de fe y de pastoral. Paso a paso,
pero sin pausa.
Ingresé en la clínica, afectado de una angina de pecho, el 2 de junio 05. Pocos días
más tarde me operaron de obstrucción arterial de coronarias. Me colocaron tres bypass.
Poco después hubieron de hacerme con urgencia una operación de pulmón para sanar
fístula pleural que me producía asfixia. Después todo se fue agravando: neumonía,
disfunción renal y septicemia y tetraplejia. Mi estado era preagónico y avisaron a mi familia,
ya que no se veía solución. Mi esposa e hija con gran fe, junto al Sagrario, invocaron a
Jesús poniendo de mediador al padre Nieto, e iniciaron la novena. Al día siguiente les
informaron de que el mal se había detenido. Comenzó la mejoría, y poco a poco he ido
recobrando el movimiento. Hoy estoy en casa, si bien me ha quedado la mano izquierda
temporalmente dañada, pero que lentamente espero recuperar. Por ello he estado casi
ausente de todas mis actividades ordinarias.
Conocí a Antonio Suárez Madruga en la década de los setenta. Él era unos diez
años mayor. Se había secularizado y había contraído matrimonio. Por razones que a nadie
atañen, tan sólo a él, su esposa y su conciencia, con el transcurso de los años Antonio
vivió como soltero y siguió sintiéndose sacerdote hasta el fin de sus días, pero jamás
buscó un privilegio. Los caminos de Dios no son los caminos de los hombres.
Antonio vivía muy entregado en su parroquia como feligrés cualificado. Durante varios años
estuvo ayudando con sencillez y humildad; sin mostrar su categoría teológica de sacerdote. Lo
suyo era ser útil, prescindiendo se le reconociera o no su sacerdocio. Sus dotes musicales y
culturales supo desarrollarlas con generosidad durante los años que pudo en aquella parroquia del
Beato Spínola tan querida por él.
Amaba el ecumenismo
Su Evangelio en verso
Tuve la suerte de publicar en mi página web su libro precioso "El Evangelio en verso". Lo elaboró y
redactó con un amor inmenso a Jesús y a su mensaje. De su peculio editó en cuadernillo una
pequeña serie para complacer a todos sus amigos. Alguna editorial estaba interesada en
publicarlo, pero creo que al fin no lo hizo.
Nos relacionábamos en los últimos cinco años muy a menudo por internet. Recibí el 9 de
diciembre del 2004 esta carta que me alarmó: "Querido Josemari: Estoy pasando unos días muy
penosos. Me encuentro peor de mi padecimiento de estómago. Ayer me hicieron una radiografía y
una ecografía. Hoy me ha visto el especialista, que ha ordenado que mañana me sigan haciendo
pruebas, especialmente esa de las gomas, para detectar lo que pueda ser. El apetito me falta, no
solo para comer, sino también para todo lo demás. Pide por mí, para que se haga la voluntad de
Dios, que aquí coincide con la mía, pues no quiero seguir viviendo con estas dificultades, estando
tan solo, aunque ahora mi familia se vuelca conmigo y me atiende en todo. ¿Qué más da vivir un
par de años más o menos?"
Entregó su alma al Creador el 28 de diciembre del 2004. Su muerte fue ejemplar para la
familia y para el clero cacereño. Muchos decían envidiarle en su fe y su disposición para dar el
paso a la eternidad. Lo encomendamos y que nos bendiga – lo esperamos – desde el Cielo.
Conocí a Pablo Carrascal Román en una de aquellas incursiones que hacíamos por
Madrid en la década de los setenta. Me impresionó desde un principio su porte distinguido,
su conversación profunda y piadosa, su celo por la salvación de las almas. Se sentía
sacerdote del todo. Pero no gustaba decirlo a la gente por temor a “escandalizar”, ya que
se había secularizado. Vivía su sacerdocio desde su nueva misión de profesor y maestro
de niños y adolescentes. Les enseñaba todas las áreas preceptivas y tuvo el honor y la
suerte de educarles con verdadero interés en católico. Desde que nos conocimos
congeniamos de maravilla en nuestro ideal sacerdotal.
Era Pablo algo mayor que yo. Había misionado en lugares lejanos. Me solía hablar
de su hermano jesuita que murió en olor de sanidad. Me regaló un folleto sobre el “Alma de
Cristo” compuesto por este discípulo de San Ignacio. Lo medité muchos meses y todavía
recurro a él para solazarme en aquellas líneas tan sabrosas. Dedicaba Pablo varias horas
todos los días a la oración y a la lectura espiritual. En su colegio le consultaban sobre
temas de religión y fue alma y líder con niños y profesores en cuanto a enseñanza
religiosa. Pero, cosa curiosa, a nadie dijo su condición sacerdotal. Él me lo solía afirmar.
Creían que había sido un seminarista adelantado que hubo de abandonar la carrera.
Ignoro si al final se supo o no su verdadera condición.
Tengo en mi archivo decenas de cartas de este santo compañero y amigo que
revelan la hondura de su fe, el ansia serena pero constante de apostolado, su sentimiento
imborrable del sacerdocio. No se trataba de una añoranza estéril, sino más bien era fruto
de cuanto había orado y meditado en tiempo anterior a su ordenación, durante su
sacerdocio ministerial y en sus años de enseñanza cuando ya se había desposado delante
de Dios y de la Iglesia con la mujer que fue su único amor durante toda su vida, María
Asunción Medina. No tuvieron hijos. El Señor les premió con el don de la fidelidad de por
vida y con un matrimonio en la fe y en la unión con Jesucristo.
Pablo vivía la oración con tanta facilidad como el pez en el agua. Así me lo solía
decir en plan confidencial. Su ilusión era hablar de Dios, escribir de Dios, hacer algo
positivo por el Reino de Dios en el mundo, conversar con Dios. Unido al sacerdote de su
parroquia complutense colaboró siempre con celo. Pablo durante muchos años dirigió el
grupo de oración “Vida Ascendente” en su ciudad de Alcalá de Henares. En aquel
ambiente hizo mucho bien y a la vez recibió su alma un nuevo empuje, un fervor que la
pluma no puede llegar ni siquiera a barruntar. ¡Como pez en el agua se enfrascaba en la
oración y ayudaba a otros a hacerlo! Era su carisma.
Llegó su jubilación del magisterio, pero nunca se aburrió después. No podía
aburrirse quien vivía tan unido a su Señor y a su esposa con quien supo compartir la vida
en plenitud. Sus últimos años fueron duros. Con una salud quebrantada procuraba llegar a
todo, aunque a veces no lo conseguía. Recibió una alegría indescriptible en el homenaje
que le hizo la parroquia con ocasión de su jubilación. Había sido durante muchos años
alma de todo aquel movimiento.
Durante las fiestas de Navidad del año 2005 falleció una hermana suya. Esto le
afectó mucho. En las primeras fechas de enero del 2006 hubieron de ingresarlo en la
clínica con neumonía. El día que cumplía 81 años estaba en la UCI. Volvió después a
casa, pero él decía que se trataba de su última enfermedad. En febrero tuvo otra recaída.
Le decía al sacerdote que le llevaba la comunión: “Tengo grandes deseos de ir al Cielo”.
Recibió la Unción con pleno conocimiento. En aquellas fechas le dijo a su esposa: “Eres mi
otro “yo”. Por eso te pido permiso para ir al Padre”. Poco después lo sedaron. Su mujer se
quedó sola con él y le dijo al Señor: “Es tuyo. En tus manos lo pongo”. Y en esos
momentos espiró. “¡Qué bella es a los ojos del Señor la muerte de sus santos”!
Nos vamos haciendo mayores aquellos que un día “luchamos” por el ejercicio del
sacerdocio de quienes lo somos y recibimos después el sacramento del matrimonio.
Muchos compañeros han logrado “ejercerlo” en otras dimensiones. El Señor me ha dado la
alegría y el honor de haber tratado con varias decenas de “exclérigos” que han sabido vivir
a tope su sacerdocio y con total obediencia a la Iglesia incluso en circunstancias difíciles.
Pablo ha sido uno de ellos. Otros muchos siguen por este maravilloso camino. No nos
desanimamos.
EDITORIAL
(Adjuntamos este artículo de “El mundo (24-11-05) como ejemplo bochornoso de hasta
dónde se puede llegar dentro del estado clerical. Pensamos que la ley del celibato no facilita
el ser casto. En muchas ocasiones el instinto se exacerba y la homosexualidad y pedofilia
pueden en muchas ocasiones ser “paliativo” o salida más fácil para quien no le es permitido
tomar esposa.)
Edson Alves dos Santos trataba a sus víctimas con una actitud paternal que se tornaba
despótica cuando desobedecían sus exigencias. Elegía a su presa entre los indefensos
huérfanos del hospicio de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, donde daba clase
de catecismo.
El párroco de la localidad agrícola de Alexia, en el estado brasileño de Goiás, jamás
hubiera cometido la torpeza de abusar de los hijos de las familias ilustres a quienes preparaba
para la primera comunión. Si llegaban a enterarse, los padres de los niños bien le
crucificarían, mientras que aquellos pillastres ¿a quién podían recurrir?
Edson, «un santo varón» según las beatas que se postraban ante el confesonario,
reconoció que planificaba su aberrante liturgia en base al Manual del Cura pedófilo, un
cuadernillo que circula desde hace meses entre los sacerdotes con inclinaciones no santas.
Una monja que trabajaba de enfermera en el asilo entregó unas hojas a la Policía
federal, que a su vez las hizo llegar a la comisión que el Papa Benedicto XVI envió a Brasil,
con la misión de investigar la epidemia de lujuria que se ha extendido por el país con mayor
número de católicos en el mundo.
Es la primera vez que el Vaticano moviliza a la Congregación de la Doctrina de la Fe -
una institución surgida del extinto Tribunal de la Inquisición- para una indagación de esta
naturaleza. El diario italiano Corriere Della Sera afirma que la Santa Sede se vio obligada a
actuar contra sus acólitos, al comprobar que no podía seguir ocultando los trapos sucios entre
los muros de las iglesias.
Según las pesquisas de la revista Istoé en colaboración con la Universidad Católica de
San Pablo, unos 1.700 sacerdotes han sido denunciados en los últimos tres años por abusos
sexuales, principalmente de menores. Más de 400 de ellos han sido declarados prófugos de la
Justicia.
El autor de la mencionada guía del cura pedófilo es un eminente teólogo, un sibarita
que frecuenta los salones de la alta burguesía de San Pablo y según el diagnóstico que se le
hizo a petición del juzgado estatal, un pedófilo con marcados síntomas de narcisismo y
megalomanía. De otra forma no se explica que Tarsicio Sprícigo, de 48 años, llevara un
recuento manuscrito de sus fechorías. «Me preparo para salir de caza con la certeza de que
tengo a mi alcance a todos los garotos [chicos] que me plazca, porque soy el joven más
seguro del mundo».
Condenado a 15 años de prisión por violar a un niño de cinco años que tenía bajo su
custodia, Sprícigo declaró a los jueces que la idea de redactar un manual le surgió de forma
espontánea, como una suerte de revelación asentada en la convicción de que «Dios perdona
todos los pecados, pero la sociedad ¡nunca!».
Antes de que cayera en manos de la Justicia, pero cuando ya habían sido presentadas
varias denuncias en su contra, la Iglesia se ocupó de proteger a la oveja descarriada,
transfiriéndola a una comunidad rural.
Presumiblemente, el sujeto aprovechó el sabático que se le concedía para componer el
decálogo que incluye entre sus mandamientos, la iniciación de chavales «cariñosos,
tranquilos, sin bloqueos morales», y aconseja «recogerlos de la calle, de las comisarías, de
los hospitales de caridad». Inspirados en el evangelio de Tarsicio, otros religiosos
descubrieron junto con los placeres carnales, el goce de la escritura y de la cinematografía.
Hace una semana el padre Félix Barbosa fue sorprendido en un motel de Barra de
Graza, (Mato Grosso) en medio de una orgía con cuatro adolescentes a los que había
conocido a través de Internet.
Barbosa grabó la escena con dos cámaras de vídeo apostadas una sobre el televisor, otra
sobre un anaquel. Posteriormente la Policía halló un bloc de cartas con los relatos eróticos
que el cura escribía en base a sus experiencias. Otro amante de las letras, el sacerdote Celso
Morais, de 62 años, regentaba, tras la fachada de un centro de alfabetización, un prostíbulo
de menores para solaz de los hermanos de fe. El contenido de sus memorias es tan
escabroso que la Justicia las marcó como documento clasificado .
EDITORIAL
Me gusta pensar que Jesús se confía al sacerdote como se confió a María. No sólo por
guardar la llave del sagrario, por llevarlo a los enfermos o tenerlo en las manos en Misa, sino
porque ha dispuesto que la salvación, santificación, fervor de la gente dependa en gran parte
de nuestra actuación. ¡Qué responsabilidad! Dulce, pero dura. El cura de Ars ¡qué bien la
sabía distinguir! Somos - o hemos sido causas instrumentales para la salvación y santificación
de muchos. Pero esta es la gran verdad: la fecundidad santificadora de nuestra palabra se
debe principalísimamente a nuestra unión íntima con Cristo. Esto sí que merece ser tenido en
cuenta. Creer firmemente en el poder de la gracia para remediar las necesidades espirituales
de nuestros hermanos.
Me siento muy por debajo del ideal. Pero sé que esta impresión no debe desanimarme a la
hora de actuar, sino estimularme a un esfuerzo constante por mi santificación. Incluso puede
ser que los sentimientos de humildad conmuevan al Corazón de Dios. ¡Encontrarnos todas las
mañanas -a primerísima hora- con Jesucristo en la oración! Nos revestiremos de Él; y El
actuará por medio de nosotros.
INFORMA ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 140
Según ha informado la Santa Sede, la curia ha analizado la readmisión al sacerdocio solicitada por los
curas casados y el caso del rebelde arzobispo emérito africano Emmanuel Milingo. La reunión ha sido
"una reflexión común", y los participantes ha tenido "una amplia información" sobre las peticiones de
dispensa de la obligación del celibato presentadas en los últimos años a la Santa Sede y sobre la
posibilidad de readmisión de los curas casados. [...]
La reunión ha provocado todo tipo de reacciones. Por un lado, el sector más liberal de la
Iglesia ve en ella un rayo de esperanza para optar al sacramento del matrimonio. Sin
embargo, Benedicto XVI ya subrayó la obligatoriedad del celibato para los sacerdotes durante
el sínodo de obispos del año pasado. Pese a ello, expertos vaticanos habían señalado tras la
elección de Joseph Ratzinger, en abril de 2005, que las normas sobre el celibato podrían
relajarse.
El talante conservador de Ratzinger tampoco hace muy halagüeño el panorama para aquellos que
abogan por el matrimonio en el sacerdocio. Sin embargo, el contexto internacional puede ser tomado
en cuenta. En muchos países hay una crisis de vocación, no hay sacerdotes suficientes.
EDITORIAL
NORMATIVA DEL AÑO 1979 Respecto a las condiciones previstas por la Iglesia, la
normativa actual es la aprobada en 1979 por Juan Pablo II, considerada "muy rígida" por los
afectados y que supuso un "freno" a la concesión de las dispensas, ampliamente otorgadas
en el pontificado de Pablo VI.
En aquellas fechas, Juan Pablo II dijo que no se podía considerar la dispensa del celibato
como "un derecho" que la Iglesia tenía que reconocer de manera indiscriminada a todos los
sacerdotes, sino que había que ver caso por caso. Durante el papado de Karol Wojtyla, se
redujeron drásticamente las dispensas.
El nuevo no a la abolición del celibato se produce un año después del Sínodo celebrado en el
Vaticano, en el que 256 obispos de todo el mundo subrayaron la importancia "inestimable" del
celibato en la iglesia latina. Además, tras conocer la situación en las iglesias orientales, donde
los sacerdotes pueden casarse, señalaron que la eventualidad de permitir el matrimonio a los
curas de rito latino "es un camino que no se puede recorrer".
El tema volvió al candelero después de que Milingo anunciara en septiembre pasado que se
había casado, también por lo civil, con la coreana María Sung, miembro de la secta Moon, con
la que ya contrajo matrimonio por ese rito en 2001 en Nueva York y a la que después de un
gran escándalo mediático repudió para volver al redil de la Iglesia de Roma.
El rebelde Milingo, como le considera el Vaticano, ordenó el pasado 24 de septiembre en
Washington obispos a cuatro sacerdotes de ese país y anunció a bombo y platillo la creación
de una asociación de curas casados. Manifestó que seguía con su asociación Curas casados
ya, con la que pretende presionar a la Santa Sede para que permita a los sacerdotes casados
"y deje de considerar a estos pastores como extranjeros, no deseados y fracasados por no
haber respetado el celibato", según dijo recientemente.
Los curas casados defienden el celibato libre y mantienen que el impuesto por la Iglesia
católica no encuentra base ni en la Biblia, ni en la tradición, ni en la teología.
Aunque los obispos son conscientes de la falta de sacerdotes, consideraron en el Sínodo del
pasado año que la solución no es abolir el celibato y tampoco los sacerdotes casados, los
llamados viri probati, hombres casados de probada fe y virtudes a los que se concede la
ordenación.
La Razón
Frente a los 69.063 sacerdotes que han solicitado abandonar el ministerio en los últimos 35
años -la mayoría de ellos para contraer matrimonio- un total de 11.213 ha vuelto a ejercer su
labor pastoral, según un estudio publicado en la revista «Civiltà Cattolica» por el padre
Gianpaolo Salvini. Es decir: «vuelve» un 20 por ciento de los que se van.
El informe, titulado «Curas que abandonan, curas que regresan», desmonta algunas de las
leyendas sobre la «huida» de sacerdotes, que la prensa y las asociaciones católicas críticas
con el Vaticano cifran en cerca de 100.000, frente a los 57.000 contabilizados por Salvini (cifra
que sale de la resta entre los que abandonan el ministerio y los que vuelven). También se
matiza el catastrofismo con el que suelen presentarse estos datos estadísticos. «Hoy la
proporción de los abandonos sufre un ligero aumento, pero no se puede poner en parangón
con la de los años 70. Desde 2000 hasta 2004, cada año de media han abandonado el
sacerdocio el 0,26 por ciento de los sacerdotes, es decir, en cinco años, 5.383 curas.
Paralelamente, crece cada vez más el número de aquellos que quieren ser nuevamente
admitidos al ministerio sacerdotal», explica el texto, donde se subraya que «el 40 por ciento
de las peticiones de dispensa provienen de sacerdotes que pertenecen a órdenes o
congregaciones religiosas».
Sobre los curas que regresan al ministerio sacerdotal, Salvini explica que muchos provienen
de otros credos cristianos, como el protestantismo, de las que posteriormente huyen tras una
conversión o por no estar de acuerdo con reformas «progresistas» como la admisión de
mujeres en el sacerdocio. Pero también «existen muchos casos de sacerdotes que han
dejado la Iglesia para casarse, pero que una vez que enviudan, piden ser reintegrados en el
ejercicio del ministerio».
Menos obstáculos para volver
Hace unas décadas, añade el estudio, esto sólo se admitía en casos muy raros y aislados,
mientras que hoy está a la orden del día, ya que la Iglesia facilita ahora más la reintegración a
estos ex sacerdotes. «Como puede verse, la práctica de la Iglesia, a pesar de no haber
modificado la legislación vigente sobre el celibato, ha sido ampliamente modificada, en el
sentido de que ahora busca ayudar a los hombres que han abandonado el culto por motivos
varios y que quieren retomar una misión para la cual se habían preparado durante años y de
la cual continúan advirtiendo el valor y el significado», agrega el estudio, que destaca la
«benevolencia» de la Iglesia frente a ellos. La Iglesia pone cada vez menos obstáculos a
quienes se muestran dispuestos a volver a la disciplina sacerdotal. Así, de las 438 peticiones
de reintegración presentadas en los últimos tiempos 220 han sido aceptadas, 104 rechazadas
y 114 permanecen en espera de nueva documentación.
Con todo, durante el Sínodo celebrado en 2005 en el Vaticano, los obispos admitieron que la
escasez de sacerdotes y la pérdida de vocaciones es una de las principales preocupaciones
que tiene la Iglesia. El problema se analizó como un síntoma más que como un problema. «La
falta de sacerdotes no es la causa, sino un síntoma. La crisis de fe es el verdadero problema.
Pues el sacerdocio es fruto de la fe de la comunidad. Sin fe no hay sacerdotes, no hay
vocaciones», dijo por ejemplo el cardenal Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Ranchi en
la India. El propio Benedicto XVI ha lanzado ya varios mensajes en este sentido: «Sabemos
que el Señor busca obreros para su mies, la mies es mucha y los obreros pocos. En el
llamado Tercer Mundo -América Latina, África y Asia- la gente espera heraldos que lleven el
Evangelio de la paz, el mensaje de Dios», aseguró el Papa en el reciente viaje a su Baviera
natal.
Nota: Ignoramos de dónde el redactor de “La Razón” ha podido lograr datos de tanto
optimismo para decir que un 20% de los secularizados se reintegra. Son pocos los casos que
hemos conocido de quienes se han reintegrado, y por supuesto todos ellos desligados ya del
matrimonio. Son más los casos de quienes no se secularizaron, vivieron su vida por libre, se
“convirtieron” y regresaron al clero. O sea, los que con mucha cara hacen de su capa un sayo,
no piden permiso, viven amancebados “fuera del sistema clerical”; regresan arrepentidos a su
obispo (por supuesto sin haber engendrado hijos); los tienen en un “camino de penitencia”... y
el mismo obispo sin necesidad de acudir a Roma los admite.
Este nº es repetición del 092 y del estudio completo en nº 167; de allí lo tomamos para enviar a distintas
personas simpatizantes con nuestra causa
Me da mucha alegría tener noticias tuyas y, sobre todo, saber que te encuentras bien.
Yo estoy bien, como te contaba, trabajo en una parroquia con los hispanos de la zona. Yo soy
el coordinador del ministerio hispano, es decir el encargado de los hispanos. Me encargo de
preparar la misa dominical que es en español, durante el invierno yo toco la guitarra durante la
misa, preparo a los padres de familia cuando van a bautizar a sus hijos, para la primera
comunión, confirmación, matrimonio, quinceañeras. Visito a los enfermos hispanos que están
en los hospitales o casas de ancianos. Visito a los presos hispanos y tengo con ellos un
estudio bíblico. Visito a las familias hispanas recién llegados a nuestra zona. O sea, soy el
“pastor” de los hispanos. Mi oficina queda en una parroquia, pero mi trabajo (Ministerio) se
extiende a varias parroquias de esta diócesis, en donde hay hispanos. A partir de este curso
escolar estoy enseñando español en un colegio católico.
En términos generales me siento bien, aunque pienso irme a trabajar a otra diócesis en
donde el clima sea mejor. Estoy en el norte de Estados Unidos y el clima es muy frio. Durante
el invierno la ciudad siempre está nevada. Además, los hispanos de esta zona no tienen
mucho interés y participan poco en los cursos, charlas, encuentros que se prepara. Me siento
subutilizado en esta zona. Dios dirá hasta cuando estaré por esta zona.
Personalmente, extraño el ministerio sacerdotal, deseo de corazón que el Vaticano de
la oportunidad de ejercer el ministerio siendo sacerdotes casados. Pero con este Papa, y con
la mentalidad que reina en Roma, lo veo muy difícil.
En mi relación de pareja, no me siento contento. Mi esposa es muy celosa,
controladora y no tiene mis ideales. Ella es muy religiosa pero humanamente y afectivamente
muy inmadura. No me entiende lo que me pasa o siento como sacerdote. Ella quiere que me
olvide de que fui sacerdote. No comprende que yo sigo siendo y sintiéndome sacerdote.
Mi problema para salirme del sacerdocio fue de inmadurez afectiva, y la decisión de
salirme con ella también fue debido a mi inmadurez afectiva. Veremos en qué queda todo
esto. Todo lo pongo en las manos de Dios.
Bueno, Josemari, seguimos en contacto y que el Señor te siga bendiciendo, lo mismo que a tu
familia.
Un abrazo,
Jorge
Quieres aprovechar todo el tiempo que te conceda la ley para seguir al frente de tus
alumnos, con la esperanza de alcanzar una digna jubilación. Me parece bien, pero yo le
añadiría a esta razón, otra de más calado moral: ser durante más años útil a la sociedad, en
este caso, a los niños que Dios ponga en tus manos. Te adjunto unos puntos de catequesis,
por si te sirven de algo.
Me recuerdas aquellos años ya remotos, de nuestras reuniones en mi casa, en los
claretianos y en la Casa de Ejercicios del Pinar de Chamartín. Dábamos salida a nuestras
inquietudes sacerdotales de los años 1978 y siguientes, cuando se iniciaron nuestras buenas
disposiciones personales. Aún continúan, y así lo haremos hasta que el Señor nos llame a su
Reino. Yo intuyo que será pronto para mí, pues voy percibiendo que esto se acaba, y
cualquier día te llegará la noticia de mi desaparición terrena . (De las cartas de Francisco Mantecón)
Erasmo y el Celibato
Tomado del nº 167 Estudio sobre el celibato
LA LECTURA ESPIRITUAL
(De las cartas de Francisco Mantecón ver el 093)
La diócesis católica de San Diego (California) ha llegado a un acuerdo con 144 víctimas de
abuso sexual por parte de clérigos de esta institución religiosa, por el cual pagará 198
millones de dólares - unos 143,68 millones de euros- en concepto de indemnización, según
publica San Diego Unión Tribune. Esta cifra, la segunda mayor pagada por una diócesis, es
más del doble que los 68,94 millones de euros que se había ofrecido inicialmente para evitar
el juicio.
La mayor cantidad de la historia la efectuó el pasado 16 de julio la archidiócesis de Los
Ángeles, al acordar un desembolso de 478 millones de euros para 508 víctimas de abusos
sexuales por parte de sacerdotes de esa ciudad. Según los medios locales, los casos de
abuso sexual cometidos por sacerdotes católicos han costado a la Iglesia estadounidense
más de 16.690 millones de euros desde 1950.
Nota de la redacción de INFORMA ASCE: Pensamos que con una ley de celibato
opcional en los sacerdotes nunca se hubiera llegado a esto.
Pues bien, la primera edición del libro ya se agotó y la segunda lleva vendidos más de
26.000 ejemplares y Mariani se ha convertido en una celebridad. Además, el Canal 10 de la
televisión cordobesa le contrató para conducir el espacio de cierre en el que se debaten
temas de actualidad, como la miseria, el aborto o los embarazos infantiles. Mariani no cae en
vulgaridades en su libro cuando describe la frustrada experiencia homosexual que tuvo con un
ingeniero forestal, o el fogoso romance con una joven catalana en un trasatlántico de regreso
de un seminario en España, o la turbulenta historia con una voluntaria de Acción Católica, a
quien sus parientes desterraron a Buenos Aires para evitar el escándalo.
Supongo que alguna vez te habrás hecho esta pregunta: ¿por qué el actual magisterio de
Iglesia se opone a que pueda haber sacerdotes casados en nuestra Iglesia? Más aún podem
irnos más atrás en el tiempo, y preguntarnos: ¿por qué se impuso el celibato obligatorio para to
los sacerdotes católicos, en un determinado periodo de la historia?
La respuesta la podemos hallar en la influencia de la filosofía platónica, que despreciaba
cuerpo, la sexualidad, el placer. Los grandes teólogos cristianos del siglo IV estaban influencia
por esta filosofía. Tomemos a uno ellos, al más grande: San Agustín. Él se hizo cristiano, desp
de haber conocido diferentes filosofías, a tal punto que antes de su conversión, prácticamente
inclinaba por el agnosticismo. Pero fue la filosofía de Plotino que le ayudó a acercarse
cristianismo, ya que hallaba muchas similitudes con las cartas paulinas, que por ese tiempo est
leyendo. Por otro lado, el perteneció a la secta dualista del maniqueísmo, que dividía radicalme
la realidad en dos principios: el bien y el mal. El cuerpo pertenecía a la fuerza del mal.
Es sorprendente que un genio como Agustín escriba cosas tan preciosas sobre el amor, la fe
Iglesia, Dios, la Trinidad y, al mismo tiempo, escriba cosas tan desastrosas sobre la sexualidad
placer. En el libro de los soliloquios escribe: “Nada derriba de su señorío y arruina la fortaleza
del ánimo, tanto como los halagos femeninos y el vínculo carnal con la mujer” (Sol. X,17). Este
uno de los primeros libros que escribió, es posible que respondiera al cambio de vida que est
realizando, y a las dificultades que tuvo en su proceso de conversión para cortar con su vida
placeres anteriores. Es la radicalidad del convertido, que rechaza totalmente aquello
anteriormente amó, y que considera ahora pecado. Pero más adelante en su libro sobre
Matrimonio y la Concupiscencia”, nos presenta al matrimonio como algo inferior al celibato. Pie
que el matrimonio solamente es bueno porque contribuye a la procreación, y porque es
sacramento. Es bueno porque procrea hijos para renacer a la vida eterna por el bautismo
placer, él lo llama concupiscencia carnal, en sí es malo, pero es aceptado, “se permite”, gracia
matrimonio, que tiene como finalidad la procreación. Y porque la relación sexual es pecaminosa
través de ella se transmite el pecado original, y los niños nacen con este pecado, que hay
borrar a través del bautismo.
Agustín ve el origen del placer en el pecado original, expresado en la frase “sintieron vergüenz
verse desnudos”. Si no hubiera habido pecado original, no hubiera existido el placer. El placer
producto del pecado de nuestros primeros padres.
Por otro lado, san Agustín se guía por lo que dice san Pablo respecto al matrimo
“personalmente quisiera que todos fueran como yo… A los solteros y a las viudas les digo que
bueno quedarse sin casarse, como yo. Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se cas
pues más vale casarse que consumirse de pasión… Hermanos, lo que quiero decir es esto: N
queda poco tiempo. Por lo tanto, los casados deben vivir como si no lo estuvieran…” (1Cor 6
30). Lo que Agustín no capta es que las comunidades cristianas primitivas, creían que el fin de
tiempos estaba a la vuelta de la esquina. Para entender esto es importante lo que dice Pablo: “N
queda poco tiempo”. Con esta visión de una realidad que pronto se acaba, se entendía ese de
de Pablo de dedicarse exclusivamente para el Señor y ese vivir como si no estuvieran casado
valorar más su estado de soltero dedicado a las cosas de Dios. Pero teniendo en cuenta que
comunidades cristianas primitivas estaban equivocadas, no tiene sentido relativizar el matrimon
la preocupación por la historia.
Diríamos que Agustín, condicionado por sus presupuestos filosóficos, toma al pie de la letra
consejos paulinos e interpreta mal el relato del génesis. No tiene en cuenta la Biblia en su conju
que no ve con malos ojos al placer, a la relación sexual. Hay un pasaje bíblico iluminador, que
encuentra en el libro del Deuteronomio, en el que se recomienda que a los jóvenes en su prim
año de casados no se le envíe al servicio militar, para que puedan disfrutar de su mujer durante
año. (Dt. 24,5). Por otro lado, en la Biblia cuando se habla de Adán, de los patriarcas, o en gene
nunca se habla de la sexualidad de una forma negativa. No se dice que “tuvieron relacion
solamente por la descendencia”, como diría más tarde Agustín, para quien se permiten
relaciones sexuales y el placer, por un bien mayor que es la descendencia.
La interpretación que hacen los exegetas actuales sobre el pasaje bíblico, en el que se habla
que después del pecado, Adán y Eva “sintieron vergüenza porque estaban desnudos”, es m
diferente a la interpretación que hace san Agustín. Primeramente, está claro que ese pasaje no
histórico. Luego hay autores que dicen que el sentirse desnudos es una metáfora, que simboliza
real necesidad de tratar de esconder su pecado ante Dios. Pero que no tiene nada que ver co
sexo. En la misma tónica está la interpretación de que “se les abrieron los ojos”, que quiere d
que por primera vez tienen sentido moral, y saben que han pecado delante de Dios. Pero no tie
nada que ver con el placer.
Qué extraño nos parece a nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, esta visión tan negativa
placer. Concepción influenciada por las filosofías dualistas de su tiempo, pero muy al margen d
concepción bíblica.
Lo más sorprendente es que el magisterio actual de la Iglesia, en su conjunto, sigue mantenie
esa mentalidad. Esta visión de la sexualidad o del placer no se ha superado en la Iglesia desp
de tantos siglos, y es la mentalidad actual del Vaticano. Con esta concepción orienta y da
directrices sobre el matrimonio. Se nos dice que la relación sexual solamente es permitida en v
de la procreación, no en vistas al placer, no como expresión o signo de una entrega total. Por e
visión del matrimonio y de la relación sexual, el magisterio, no permite el uso del condón. Porqu
usar el preservativo, significa que estoy teniendo relaciones, es decir, estoy haciendo a
pecaminoso, que solamente es permitido en vistas a la procreación. Y si se permite la relac
sexual, “por el bien del matrimonio”, por ejemplo, para evitar la infidelidad, esta relación debe e
“abierta a la procreación”, ya que solamente para eso es permitida la relación sexual. Fruto de e
mentalidad, no se permite ni siquiera al que tiene sida, usar el condón para tener relacio
sexuales y no contagiar a su pareja.
Lo más triste es que con esta visión de la sexualidad, se mantiene el celibato obligatorio para t
aquel que quiera ser sacerdote. Luego, es fácil adornar a esta ley eclesiástica con frases boni
bíblicas, etc. Como que “a través del celibato el sacerdote se configura totalmente con Cristo, im
a Cristo Virgen”, etc. Pero en el fondo hay una mentalidad dualista, totalmente ajena
pensamiento bíblico, y a la concepción de la sexualidad y del placer, que las ciencias huma
tienen hoy, fruto de la investigación y de un conocimiento más profundo del ser humano. Se pie
que, si el sacerdote va a celebrar los misterios sagrados, no puede “estar contaminado”, con
placeres sexuales, o las caricias de una mujer. Si va a celebrar algo bueno y santo, no tiene
hacer cosas pecaminosas, como tener relaciones sexuales. Esta es la mentalidad de fon
aunque expresada crudamente.
Es descorazonador que el Vaticano siga teniendo una postura tan cerrada sobre el matrimonio
los sacerdotes, y que no quiera oír a los teólogos, exegetas, o las ciencias modernas, que
como algo normal, saludable y bueno, que en la Iglesia pueda haber sacerdotes casados y célib
Que sea normal que un sacerdote casado pueda tener relaciones con su esposa y con naturali
pueda celebrar la misa u otro sacramento.
Es desconsolador ver los problemas que hay en la Iglesia con los sacerdotes que no pueden v
su celibato y tienen que dejar su ministerio por ese motivo, o tienen que seguir trabajando co
sacerdotes y, a escondidas, tener su pareja. Esta situación es cada vez mayor, pero el Vatica
cierra los ojos, se tapa los oídos, niega la realidad. “¡No hay peor ciego que no quiera ver!”.
Por otro lado, está el problema vocacional. Muchos jóvenes excelentes, serían sacerdotes
pudieran casarse. Muchos seminaristas y sacerdotes con muchísimas cualidades dejan
seminario o el sacerdocio, por causa el celibato.
Tampoco se quiere ver que, en las otras Iglesias cristianas, como la ortodoxa, anglican
protestante, no hay ningún problema o dificultad en el servicio pastoral a los fieles, debido
matrimonio del Ministro.
A los teólogos antiguos, como san Agustín, se les puede perdonar, porque son hijos de su tiem
pero no al magisterio de la Iglesia actual, que ante las evidencias que nos dan los estud
bíblicos, teológicos, históricos, y de las ciencias humanas, se niega a abrirse a otra forma
pensar, a otra manera de entender el ministerio sacerdotal.
¿Logrará el Vaticano, porque esto es solamente del Vaticano, cambiar su mentalidad sobre
matrimonio, la sexualidad, el que los sacerdotes se casen? No lo sabemos, es algo incierto. Per
Espíritu puede darnos esa sorpresa, porque cada día es más evidente que en la Iglesia Cató
debe coexistir el ministerio de sacerdotes casados y célibes.
Jorge Salgado.
Nuestro sacerdocio. Cuanto más pienso en él, más motivo de alabanza y agradecimiento
encuentro. Van ya muchos años de sacerdocio y lo ejerzo desde el exilio, a mi modo, como puedo y en
la oscuridad de mi vida diaria, en la ignorancia de la mayoría de cuantos me rodean. ¿Qué más da? Lo
malo, no saber hacerlo a tope como los santos. Pienso que en la otra vida este carácter aparecerá en
todo su esplendor. ¡Qué bueno que al menos se compenetre nuestra vida con esta realidad ontológica,
invisible, pero del todo real! Nuestra vida, toda de Jesús sacerdote, con Jesús sacerdote, para Él.
Somos intermediarios entre Dios y los hombres, nuestra actitud, de adoración, de hostia viva,
ofrecernos todos los días a Él.
Hace años un compañero me sugirió con esta idea de ser "hostia" con Jesucristo. Entonces me
pareció como un poco exaltado por el fervor. Hoy, con cierta "frialdad" que dan los años, lo veo muy
positivo, factible, y si Él nos ayuda, nada difícil. ¿Qué mejor cosa que reparar al Padre un poco por
tantas ofensas e ingratitud del mundo y nuestras de tantos años? Sé que por mí mismo soy incapaz,
pero todo lo podemos con su ayuda. La Comunión nos dará esa fortaleza tan necesaria.
PIDIENDO ADMISIÓN A CONCELEBRACIÓN BODAS DE ORO
SACERDOTALES
Querido Señor Arzobispo: En este día de Jueves Santo, conmemoración de la institución del
sacerdocio, solicito de Vd. recabe de la Santa Sede por vía urgente autorización, para que quienes el
día 13 de mayo celebramos las bodas de oro sacerdotales, y estamos secularizados por causa de
contraer matrimonio, podamos – quienes así lo deseen – participar revestidos de alba y estola en la
concelebración conmemorativa de tal efeméride.
Y es que existe una incongruencia dogmática: el sacerdocio imprime carácter y no procede, a
nuestro juicio, prohibir de por vida todo acto sacerdotal por el hecho de haber contraído matrimonio
canónico. Por otra parte, afirmamos que la Iglesia es madre. Muchos de cuantos somos sacerdotes y
estamos desposados legítimamente seguimos sintiéndonos sacerdotes para siempre.
En caso de que se conceda tal autorización, pido me lo comunique para poder participar en el
acto con todas las de la ley.
Suyo affmo. hermano en el sacerdocio de Jesucristo:
José María Lorenzo Amelibia
MI COMENTARIO POSTERIOR
Un mes más tarde me respondieron que, recabado el permiso, ha sido denegado. Aunque me
lo suponía, no sólo me ha dolido, sino me ha parecido fatal, porque veo con claridad que se trata de
una praxis al margen de la Teología Dogmática. La infalibilidad queda salvada siempre en la Iglesia,
pero la ortopraxis se ha vulnerado muchas veces: basta recordar la inquisición, la violación de
derechos humanos, la falta de amor en muchísimas ocasiones... y no digamos nada si entramos en el
campo del celibato... Todo esto no me supone merma en mi fe, amor a Jesús y amor a la Iglesia. Pero
me duele la Iglesia Jerarquía que incluso hace poner en duda eso de la "madre" Iglesia.
EN MIS BODAS DE ORO SACERDOTALES
Manos ungidas las mías:
con ellas toqué yo a Dios.
¡Medio siglo! ¡Largo tiempo
sembrando a una los dos!
Camino arduo y oscuro;
senderos de piedra y sol.
Primavera en nubarrones,
madurez tersa y en flor.
Oasis de Eucaristía,
abrazo con el Señor.
Nunca eché atrás la mirada,
sacerdote eterno soy;
con juventud renovada
me acerco al altar de Dios.
Él probó mis años mozos,
Él me acoge con amor.
Cuando se acerca el otoño,
los frutos van en sazón:
Tú darás el incremento,
muy indigente soy yo.
Manos ungidas las mías:
con ellas toqué yo a Dios.
¡Cincuenta años!
¡Poco tiempo para querernos los Dos!
José Mª Lorenzo
20 de Julio 1958 – 2008 20 de Julio
Un Papa muy inteligente e innovador, Pío XII, tuvo el santo atrevimiento de romper esa
inseparabilidad canónica entre sacerdocio y celibato en nuestra Iglesia de rito latino. Autorizó
a pastores anglicanos que ingresaban a la Iglesia católica y que ya estaban casados
válidamente, a continuar su vida conyugal incorporados al clero romano. El Papa Pablo VI
continuó con esta política pastoral ampliando aún a otros casos de pastores cristianos no
católicos (protestantes) que se incorporaran a la Iglesia católica. El número de sacerdotes
católicos del rito latino que podía vivir sexualmente su vida de familia, se aumentaba
rompiendo el viejo tabú de la inseparabilidad de celibato y sacerdocio aún dentro del rito
latino.
El Concilio Vaticano II, laudable por tantos títulos, no trató el tema del celibato
sacerdotal por la oposición directa del Papa Pablo VI.
En compensación, este Papa accedió a liberar a miles de sacerdotes del compromiso
celibatario permitiéndoles el matrimonio canónico sacramental. Sin embargo, no quiso
considerar la creciente solicitud de laicos, sacerdotes y aún obispos, de otorgar el llamado
“celibato opcional” para respetar la vocación sagrada ministerial de aquellos que no quisieran
obligarse a un renunciamiento absoluto a la vida conyugal. Así las cosas y las leyes
eclesiásticas, en pocos años creció inmensamente el número de sacerdotes que pedían
autorización para un matrimonio cristiano normal y público en resguardo de la autenticidad de
su conciencia. Pero para obtener esta facultad matrimonial debían renunciar formalmente y
para siempre al ejercicio del ministerio sacerdotal. En lenguaje canónico, quedaban
“reducidos al estado laical”.
Actualmente son bastante más de ciento cincuenta mil estos sacerdotes que en la práctica
están marginados aún de los oficios que un laico puede ejercer y ejerce en la administración y
en el culto católico.
¿Celibato obligatorio? Algunas conclusiones posibles entre muchas.
La sociedad actual investiga cada vez más las realidades y no las supuestas o posibles
o utópicas situaciones. El Pueblo de Dios, título que el Vaticano II adjudica a la Iglesia
católica, se pregunta azorado: ¿hasta cuándo privilegiaremos las leyes de los hombres sobre
el mandato divino? El celibato, no es un mandato divino. Sí lo es el matrimonio. El celibato,
para ser virtud, se debe radicar en la libertad, la cual no se puede estratificar en ningún
momento histórico. Encapsular la vocación sacerdotal en el celibato, no es legítimo ni
teológica ni jurídicamente. El hecho histórico, no continuo ni lealmente observado, de la
inseparabilidad de sacerdocio y celibato no constituye un argumento teológico. Habría que
traer a colación la máxima forense romana que ha pasado al mismo derecho canónico actual:
error corrigitur ubi deprehenditur (se debe corregir el error dónde y cuándo se lo descubra)
Pero hay algo más y mucho más grave en esta cuestión y que merece un aparte en el escrito
y un focalizado argumento ad hoc. Así se tratará de cumplir con la pregunta inicial de este
tema.
¿Es lícita y válida la prohibición ilimitada de ejercer el ministerio sacerdotal al sacerdote
casado canónica y sacramentalmente por la Iglesia?
He aquí la cuestión en su cruda realidad. Sé que me muevo en terreno minado... pero vale la
pena arriesgar todo, aún la vida en pro de la verdad, la caridad y la misma justicia. Esta es mi
auténtica postura sacerdotal: tal prohibición ut supra, es no sólo ilícita teológica y
jurídicamente, sino que es insanablemente nula de pleno derecho. Doy en síntesis algunas
razones necesarias y ... al margen de la ley... o en contra de toda ley de los hombres. “El
sábado, es decir la ley, está para el hombre y no a la inversa para toda persona que busca la
verdad sin temor. Ya San Pablo decía: la fe expulsa el temor. Yo creo con toda el alma en
Jesús que vino a salvar al hombre para el sábado”.
Exposición argumental:
Ya que el orden sagrado “imprime carácter” es decir, que es indeleble, y ese orden es “para el
ejercicio ministerial específico”, por derecho divino no puede ser suprimido para siempre por
ninguna autoridad en la tierra. La legítima potestad eclesiástica sólo puede reglamentar el
ejercicio, y aún limitarlo y suspenderlo temporalmente por causales determinadas
positivamente por la misma legislación religiosa que está contenida en el Código de derecho
canónico. En el Código se estatuyen las causales de excomunión y suspensión a divinis de
sacerdotes y obispos. Allí no se tipifica el caso de un ordenado que accede al matrimonio con
dispensa de la Santa Sede. Por lo tanto, siendo toda ley penal de estricta y restringida
interpretación, se ve con claridad la ilicitud y aún ilegalidad de la prohibición “sine die” del
ministerio sacerdotal a tales sacerdotes casados.
Pero hay otro argumento más contundente: toda pena dice relación a algún delito, y cuanto
mayor es la pena, mayor debe ser el delito. Pues bien, ¿dónde está el delito para tanta pena?
Si la Santa Sede autoriza la recepción de un sacramento, no puede basar en tal recepción la
penalidad de la inhabilitación “pro” vita del ordenado. Sería admitir subliminalmente que, a
pesar de la autorización de la Iglesia, y a pesar de que se trata de la recepción de un
sacramento, tal sacramento del matrimonio no borra la “iniquidad” de renunciar al celibato.
Quien así pensara, estaría muy próximo a la herejía.
Conclusión.
Creo suficientes estas razones para que al menos el lector se preocupe de pensar en serio si
es creyente católico. La Iglesia del Vaticano II es la del Pueblo de Dios. Todos, clérigos y
laicos debemos contribuir a hacer creíble nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro Amor. -
Nota: este artículo enviado a los miles de sacerdotes casados, fue traducido al francés en
Chile, para distribuirse a los estudiosos europeos.
* Padre José Amado Aguirre- Abogado civil, Doctor en Ciencias Jurídicas, ex juez de
Tribunales eclesiásticos de la Arquidiócesis de Córdoba. - Argentina
Nota del blogger en mi web http://personales.jet.es/mistica en la sección de Secularizados
(ver menú) hay un estudio sobre la Misa del secularizado. Nos alegramos que este estudio
esté muy en consonancia con el mío redactado hace más de veinticinco años.
INFORMA ASCE
ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA. FUNDADA EN
1977.
JUNIO – JULIO 2007 nº 150
EDITORIAL
Con el fervor con que estamos celebrando las bodas de oro sacerdotales quienes nos
ordenamos en el año 1958, intento yo también vivirlo, y quiero comunicarte estas ideas.
Durante años he meditado en ellas. Recordaba lo que decía el P. Nieto: “Necesitaría toda la
eternidad para meditar en esta sublime realidad del sacerdocio”. Mis autores predilectos han
sido, Marmión, Rivera, Nieto, Goicoecheaundía, Juan Pablo II, Teólogos diversos clásicos,
Manuel González, Arintero, Nuevo Testamento, Ávila, Juan de la Cruz, y otros. Me encanta
meditar en el sacerdocio. Ojalá que te sirvan de oración para muchos días en estas fechas.
No son para leer de prisa. Cada línea es un mundo. Son ideas de ayer, de hoy y de siempre.
Qué maravilla el carácter sacramental. Lo que Cristo es, eso hemos de ser los
cristianos. Cuantos en Cristo hemos sido bautizados, nos hemos vestido de Cristo. Recibir su
investidura. Y en el sacerdocio aún nos revestimos más de Cristo. El carácter del Bautismo, la
Confirmación y el Orden concurren a perfeccionar en el alma del sacerdote esta asimilación
sobrenatural. La gracia de adopción nos habilita para amar, conocer, poseer a Dios como Él
se conoce y Él se ama. Así penetramos en la intimidad de la vida divina. Tenemos así una
semejanza con Cristo. Queda grabado en el alma este parecido con Cristo de una vez para
siempre. El carácter: un sello espiritual que consagra el hombre a Cristo, como discípulo,
soldado, ministro suyo. Nos marca para siempre con la señal del Redentor. Nos hace
semejantes a Él. Exige en el alma la amistad de Aquel cuya señal indeleble llevamos grabada
en la entraña de nuestro ser.
EDITORIAL
Los sacerdotes – todos, también los secularizados - somos asociados a Jesucristo
Sumo y Eterno Sacerdote. Nos convertimos en mediadores entre los hombres y la Divinidad.
Nuestro carácter sacerdotal es la fuente de todos nuestros carismas, es como el manantial del
que brota una gracia sobrenatural que da fuerza para la vida. "El sacerdote, otro Cristo".
Considerando estas ideas de C. Marmión, somos conscientes de nuestra mediación por el
mundo. Esto nos ha de hacer solícitos en la oración constante ante el Señor para ser de
verdad mediadores. Aunque el apostolado exterior, el oficial lo tengamos limitado, aquí nadie
nos puede poner trabas. Vivir este dogma como los sacerdotes contemplativos: carmelitas,
trapenses, cartujos, benedictinos... Y no hemos de dudarlo: como la fuente de nuestros
carismas es el carácter sacramental, hemos de descubrir en nuestro que nos dará fuerza
sobrenatural para la edificación del Cuerpo Místico de Cristo.
Se llama Don Evans, y ejerce hace aproximadamente cuatro años en la parroquia del
Espíritu Santo en Los Gigantes (Tenerife, España); está casado con Patricia y tiene dos hijas
y tres nietos. Allí celebra Misa, su esposa hace las lecturas, no tiene que esconderse en la
sacristía para celebrar. Atiende el confesonario; aconseja a sus feligreses; es respetado por
todos. Él decía a un periodista: “Me siento muy feliz de ser sacerdote y casado. Tengo dos
sacramentos, el sacerdocio y el matrimonio, y eso es muy importante”. Evans no reta a nadie,
está con todas las de la ley. Junto a él, otros sacerdotes, de los mal llamados secularizados,
no podrán en su misa ni hacer las lecturas, ni mucho menos la homilía o ayudar a distribuir la
comunión. Lo tienen prohibido por el rescripto de dispensa. No es fácil entender este lío…
Pero, claro, somos buenos y lo acatamos. ¡Allá quien manda!
Celebra Evans la Misa con mucha unción. Una Misa del todo católica, con toda nuestra
liturgia, sin tener que esconderse en la clandestinidad. No necesita sacristán ni monaguillos,
su esposa se encarga de pasar la bandeja. Terminada la Misa, nuestro sacerdote sale a la
plaza para saludar a todos los feligreses; para todos tiene una palabra de cariño. Se le ve
lleno de felicidad. “Ser sacerdote – dice – es lo máximo: aquí la gente me quiere, y yo los
quiero. Aquí he de quedarme siempre; aquí me enterrarán”.
Por supuesto que acatamos todo esto, pero nos extraña esta doble medida: los
cientos, millares de sacerdotes casados legítimamente a quienes se les niega todo ejercicio
sacerdotal. Se les niega como se suele decir “el pan y la sal”; y pocas veces, mejor dicho.
Todo esto nos produce profunda extrañeza, por decirlo de una manera fina y respetuosa.
¿Por qué todo esto?
EDITORIAL
AHORA
Ha sido la primera vez en 800 años que de forma masiva se han concedido dispensas
al celibato. Además, existe una duda generalizada sobre la justificación teórica de la ley y
sobre la conveniencia práctica. Esta crisis es una de las más graves de la tradición. Un indicio
de la duda es lo que dijo el Sínodo 71: "Existe el peligro de hacer sospechar que el Sínodo ha
perdido de vista el problema del sacerdocio en su visión general para fijarse de forma
exclusiva sobre el celibato. Incluso la duda ha prendido en un sector amplio de la Jerarquía.
La misma propuesta de las Conferencias Episcopales en bloque es otro de los indicios de una
duda”.
El mundo necesita sacerdotes santos, sean o no célibes. Y es que la santidad brilla por
su ausencia en todos nosotros. La humildad, el desprendimiento y la virginidad que exige el
celibato, son virtudes ausentes en una gran parte de los amigos de Cristo; antes, por
contrario, el sacerdote es con frecuencia hombre orgulloso, apegado a los bienes materiales y
poco practicante de la virtud de la castidad…
INFORMA ASCE
ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA. FUNDADA EN 1977.
Junio – Julio 2009 nº 155
El sacerdote de Tenerife, Evans D. Gliwitzki, converso casado, dice: “El hecho de estar
casado me hace mejor sacerdote, por ser más sensible a los problemas, situaciones y
experiencias de las parejas”. Hace meditación, reza el breviario, atiende a sus feligreses como
cualquier sacerdote bueno. Abre la iglesia a las 8 de la mañana, y a las 9,30 celebra la
Eucaristía. Mejor que muchos otros. También confiesa, visita a familias y sobre todo a
enfermos; está en contacto siempre con sus feligreses. Saca tiempo para ayudar a su mujer
en las tareas de hogar, y por supuesto atiende bien a sus hijos. Sus fieles lo aprecian y no se
admiran. Una vecina decía de él: “A los casados nos sirve de ejemplo. Es un hombre de Dios.
Así debieran ser todos los curas, casados”. Como todo católico formado piensa Evans que el
celibato debe existir en la Iglesia, porque Jesús lo quiso, pero no precisamente unido al
sacerdote necesariamente. “Quizás dentro de unos años – dice – se podrá llegar al celibato
opcional. Hay que educar a la gente”. Evans piensa dejar sus huesos en Los Gigantes, ese
bellísimo pueblo costero de Tenerife.
En España existen dentro del clero poco más de diecinueve mil sacerdotes; muchos de
ellos ancianos en extremo. En los seminarios se preparan para el ministerio alrededor de mil
trescientos; seis mil quinientos menos que el año 65, seiscientos menos que el 95 en números
aproximados. En muchas diócesis se pueden contar los seminaristas con los dedos de una
mano. Esta escasez aparece en todo el mundo, aunque en menor proporción en los países
pobres. Aun así, Roma sigue encerrándose en su criterio de un celibato sin fisuras, si bien
cuando se trata de conversos del protestantismo se les permite vivir con sus esposas, como
es el caso de Don Evans. Pienso que debiera repetirse más esta situación para que la gente
se vaya mentalizando y llegue pronto una ley del celibato más benigna. (El periódico “El Mundo” –
Crónica. Domingo 16 marzo 2008, trae un amplio reportaje sobre D. Evans, cura católico casado con hijos y con parroquia).
En la década de los setenta se produjeron secularizaciones casi masivas. Lo que se creía que
iba a afectar al 3% del clero, incidió casi en EL 25%. Fueron muchos y buenos los sacerdotes
que abandonaron el ministerio exclusivamente porque el celibato les resultaba una carga
insoportable. Desde entonces se mantiene el derecho a renunciar u una obligación adquirida
libremente, pero sin total madurez y conocimiento. En la educación impartida en los
seminarios tridentinos, al permanecer alejados del mundo, se producía el fenómeno de
inmadurez afectivo - sexual. Esta causa fue aducida por muchos para conseguir la dispensa
del celibato.
El arzobispo Milingo es una figura señera dentro del episcopado católico. Persona muy
interesante para una tesis doctoral dentro de cincuenta años. Fue llamado al Vaticano desde
el Sur de África donde ejercía, porque no les agradaba su manera de proceder. Arrastraba a
las gentes y poseía el don de curaciones. Algo hizo en el 2000-2001 que lo llevó a las
primeras páginas de la prensa mundial. Se unió en matrimonio a sus setenta años con una
señora coreana en una boda masiva de la secta Moon. Muchos lo juzgaron como demencia
senil, pero fue un gesto (no lo podemos aprobar en teoría) con el que pretendió de alguna
manera llamar la atención del resto de la jerarquía con relación al celibato. Tuvieron sus
compañeros el buen acierto de ofrecerle la acogida al hijo pródigo, antes de lanzar contra él la
excomunión. Milingo volvió y abandonó a su esposa. Siempre ha querido ser fiel a la Iglesia
Católica y profundamente religioso.
Milingo probablemente nunca hubiese conseguido la secularización para
casarse en matrimonio católico, porque se les niega a todos los obispos lo que se concede a
los curas. Tal vez esa pudo ser la causa de su matrimonio por la secta Moon. Con su gesto ha
dado un aldabonazo muy profundo al mundo. Pensamos que este gesto ha tenido que hacer
mella en quienes rigen los destinos de la Iglesia para reconsiderar la cuestión del celibato
clerical tanto de sacerdotes como de obispos.
Sin embargo, el Arzobispo Fernando Lugo, presidente de Paraguay, recibió (año 2008)
del Papa Benedicto XVI la secularización y puede cuando lo desee contraer matrimonio. Algo
va cambiando, aunque poco a poco.
De la sotana al biquini
El 15 de mayo de este año 09 en la última página de “El Mundo” aparecía una noticia
sobre el sacerdote Alberto Cutié. Es el cura más conocido, más mediático, más simpático y
accesible de Méjico. Hombre joven y guapo y popular. Había publicado varios libros con éxito
editorial y con temas de divulgación cristina. Aparecía con mucha frecuencia en la televisión
nacional y escribía distintas columnas en prestigiosas revistas del país. Su programa
“Hablando claro” se retransmitía en multitud de países. Estaba en el candelero. Pero he aquí
que un día fue observado en una playa por la revista "Tvnotas", y aparecieron ocho páginas
de la misma con veinticinco fotografías compartiendo besos y caricias con una mujer,
masajista guatemalteca de 35 años, divorciada. Este suceso se ha convertido en la comidilla
de la gente normal. Él ha sabido reaccionar con soltura y elegancia y declaró: “Sí; estoy
enamorado y ella también. La quiero”. Sus superiores han tomado cartas en el asunto, y
todavía no sabemos en qué parará todo. Pero no hubiéramos traído aquí la anécdota a no ser
por la reacción de sus feligreses que se concentraron junto a su parroquia de San Francisco
de Sales para apoyarlo y pedir a quien corresponda una Iglesia sin celibato. Y es que la gente
quiere sacerdotes buenos, santos, cercanos, no precisamente célibes.
Nota: Cada dos meses aparece un nuevo boletín en la sección de secularizados de la revista
electrónica: http://web.jet.es/mistica
Editorial
San Antonio María Zacaría, santo italiano del siglo XVI, es un modelo para todos los
obispos que intenten levantar la santidad de los sacerdotes, y para todos los sacerdotes. Una
gran parte de su vida la dedicó a una campaña constante por la santidad del clero. Él sabía
que la base de la decadencia de la Iglesia se encontraba precisamente en los sacerdotes.
Corría entonces la voz de que bastaba con hacerse cura para ir al infierno. Necesitaba contar
con un manojo de sacerdotes bien organizados y así tomó la empresa con total entrega.
A veces nos parece que nosotros, los secularizados, hemos de pasar de estas cosas, y no es
así. No podemos conformarnos con que nos hayan "dispensado". Se puede dispensar del
celibato, incluso se puede mandar que determinados sacerdotes no ejerzan su ministerio en
los templos, de una manera oficial. (¿Hasta qué punto?) Pero nunca jamás, nadie puede
anular ni dispensar del sacerdocio, como no pueden dispensar ni anular el bautismo, ni la
confirmación. Por eso a nosotros nos interesa todo lo relativo al sacerdocio, aunque les
moleste a algunos compañeros que están en la jerarquía. ¡Aquí estamos nosotros! Y lo
sostendremos con tesón, con humildad, con mansedumbre constante. Señor, danos
sacerdotes santos. Nosotros también queremos serlo desde nuestra dimensión.
Celibato
El País / Rosa Montero 9-6-09 (Extracto)
El Papa ha aumentado el poder de la Congregación para el Clero con el fin de que castiguen
más duramente a los curas que rompen el celibato. Mira que es maniática la Iglesia con esto
del sexo, vive Dios. Aunque, en realidad, la obsesión no es estrictamente con el sexo, sino
con la coyunda tradicional entre hombre y mujer. Los curas son seres humanos y, como tales,
contradictorios y falibles. No me sorprende que haya pederastas entre los sacerdotes: por
desgracia los hay por todas partes.
El celibato es un invento tardío de la Iglesia Durante más de un milenio nada impidió que los
curas tuvieran esposa. Muchos sacerdotes, bastantes obispos y unos cuantos papas
estuvieron casados. Fue Gregorio VI quien se inventó lo del celibato en 1073. Y a la gente le
pareció algo tan absurdo que los curas siguieron casándose como si nada. De manera que,
en el Concilio de Letrán, 50 años más tarde, tuvieron que declarar ilegales esos matrimonios.
Algunos historiadores sostienen que esa súbita fobia anti conyugal fue por la herencia. Las
propiedades del cura célibe pasaban a la Iglesia, y no a la viuda y los hijos (esto explicaría la
tirria vaticana a las relaciones adultas heterosexuales). Los expertos también aseguran algo
bastante obvio: que la prohibición del trato con mujeres aumentó la misoginia y el machismo
en los países católicos. El celibato sólo puede ser una opción personal; que sea obligatorio es
insensato y perverso.
Lugo: Es el momento de repensar el celibato hoy en América Latina
por las fotos que aparecieron en una revista de él con su amada en la playa)
La Razón 26-6-09
El cardenal prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano, el brasileño Claudio
Hummes, ha calificado la pedofilia como "un crimen terrible" y reconoce que afecta al cuatro
por ciento de los sacerdotes. Teniendo en cuenta que en el mundo hay alrededor de medio
millón de sacerdotes católicos, el cálculo de Hummes daría como resultado que son unos
20.000 los implicados en casos de estas características.
En una entrevista en Roma con la revista 'Vida Nueva' recogida por Europa Press,
Hummes agrega que la Iglesia "no puede cerrar los ojos" ante este problema, al tiempo que
recalcó que "no hay sitio en el ministerio sacerdotal para las personas que han cometido
estos crímenes". "La Iglesia no puede aceptar los casos de pedofilia; los culpables deben ser
punidos tanto con las leyes civiles como con las canónicas", manifestó, aunque quiso dejar
claro que la mayoría del clero "no tiene nada que ver con estos problemas". Así, dijo que la
Iglesia "debe reaccionar y no aceptar" que sea esta la imagen del sacerdote católico, formada,
según dijo, "con un preconcepto negativo muy fuerte que humilla y hiere a la inmensa mayoría
de los sacerdotes".
Además, el cardenal Hummes aborda también la cuestión del celibato, que un
porcentaje importante de sacerdotes "no respeta". En cualquier caso, insistió en que el resto
de sacerdotes son "hombres dignos y honrados", que "se baten por la dignidad humana, por
los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad con los pobres".
Año sacerdotal convocado por Benedicto XVI
Sobre el año sacerdotal convocado por Benedicto XVI, el cardenal Hummes dice que
"ha venido en un momento propicio" e insta a los sacerdotes a vivir su misión y vocación "en
la cultura imperante de Occidente, que está en contra de la religión y considera que debe
estar relegada a la esfera privada de la persona".
En cualquier caso, dijo que "no se debe demonizar la cultura actual y formar guetos"; por
contra, apuesta por que esta sociedad "sea evangelizada, como ocurre con cualquier otra
cultura". "Tenemos Que afrontarla con alegría, determinación, convicción y entusiasmo.
Incluso el hombre y la mujer posmodernos y alejados de la religión pueden abrazar a
Jesucristo", concluyó.
Asimismo, espera que la celebración especial de este año sirva para que se eleven el
número de vocaciones al sacerdocio. "Si somos capaces de ofrecer a los sacerdotes mejores
condiciones para que sean más felices, los jóvenes que sienten la llamada del
sacerdocio estarán más decididos", dijo.
Breve comentario
Creemos que la pedofilia sería prácticamente nula en el clero si estuviera desposado o
con posibilidad de ello. De hecho, no se conocen casos de pedofilia entre los diáconos
permanentes que normalmente están casados.
El Mundo
Hasta ahora era un auténtico calvario. Cuando un sacerdote quería colgar la sotana y
casarse, tenía que iniciar un procedimiento largo y, a veces, doloroso y lleno de trabas.
Benedicto XVI quiere que las secularizaciones o reducciones al estado laical de los curas
sean más ágiles y menos farragosas. Incluso se podrán arbitrar automáticamente, cuando el
presbítero haya abandonado su ministerio por un período de cinco años o cuando sea
culpable de conductas escandalosas.
Para dar más facilidades a los curas que quieran colgar los hábitos, el Vaticano va a conceder
más poderes a la Congregación del Clero, que dirige el cardenal brasileño Claudio Hummes.
Fue precisamente el purpurado latinoamericano el que dio a conocer la puesta en marcha de
este nuevo procedimiento en una carta a todos los obispos del mundo fechada el pasado día
18 de abril.
En ella, el prefecto vaticano explica que las nuevas normas se ponen en marcha, tras su
aprobación papal, porque "en numerosos casos, el derecho canónico no parece el
procedimiento más adecuado para solucionar los nuevos problemas que se presentan".
En concreto, a partir de ahora, los obispos podrán solicitar la secularización de sus curas que
se nieguen a hacerlo o de los que cuelguen la sotana durante un período de cinco años, que
automáticamente quedarán reducidos al estado laical. Y lo mismo les ocurrirá a los que den
muestras de una conducta escandalosa.
Casos de abusos sexuales
En este apartado, Roma no incluye, sin embargo, los casos de abusos sexuales del clero, que
seguirán centralizados, como hasta ahora, en manos de la Congregación para la Doctrina de
la Fe.
La nueva normativa vendrá a oficializar el caso de muchos sacerdotes que se secularizan de
hecho, pero no piden permiso a sus obispos y, menos, a Roma. Como reconoce el cardenal
Hummes, "algunos sacerdotes abandonan su ministerio, se casan civilmente y tienen hijos sin
avisar a sus respectivos obispos".
A partir de ahora, "si dicho sacerdote no normaliza su situación, el bien de la Iglesia y el del
mismo presbítero exigen que sea reducido al estado laical, para que pueda regularizar su
situación, sobre todo de cara a sus hijos". Porque, como señala Hummes, los hijos de los
curas "tienen derecho a tener un padre con una situación regularizada ante Dios y ante su
propia conciencia".
Y concluye el cardenal de la Curia romana: "Ayudarle a eso es una de las razones de estos
nuevos procedimientos", que otorgan a los obispos el derecho y el deber de tomar la
iniciativa.
Según el Vaticano, no hay estadísticas sobre el número de sacerdotes que abandonan el
ministerio sin pedir la secularización. Aunque las cifras oficiales no se conocen, se calcula que
hay en todo el mundo unos 100.000 sacerdotes que tuvieron que colgar la sotana para poder
casarse. En España, unos 10.000.
Ante la sequía vocacional que sufre, muchos se preguntan por qué se empeña la Iglesia
católica en seguir manteniendo el celibato obligatorio. Unos dicen que proporciona al clero
una mayor libertad y disponibilidad. Otros creen que se trata de una simple cuestión
económica: es más fácil de alimentar y manejar un ejército de 400.000 curas célibes.
En cualquier caso, aunque teóricamente se muestra inflexible, la Jerarquía de la Iglesia suele
hacer la vista gorda. En África y en Latinoamérica, muchos curas viven con sus mujeres en
las casas parroquiales. Cuando los casos son demasiado evidentes, Roma interviene.
Recientemente, dos obispos de la República Centroafricana tuvieron que presentar su
renuncia por tener mujer e hijos.
La propia Iglesia Católica acepta una serie de excepciones a su propia regla. Por ejemplo, con
los curas casados anglicanos que se pasan a la Iglesia católica y siguen ejerciendo. En
tiempos del régimen comunista, en Checoslovaquia se ordenaron curas y obispos casados.
Pero tras la caída del telón de acero, la Iglesia los ocultó. Por miedo al "efecto contagio". Y
por supuesto, hay curas católicos casados que siguen ejerciendo el ministerio, pero no de rito
latino.
En el mes de noviembre recibí esta carta de un sacerdote que hacía poco tiempo se
secularizaba. La adjunto aquí no sólo para que la entendamos por empatía quienes algún día
dejamos el ministerio o el convento, sino también como crítica contra el mal modo de hacer de
ciertos jerarcas, para que se enmienden y obren con amor, como Jesús obró. Que no
confundan una ley humana muy discutible y discutida con el derecho divino ni con el dogma.
Y sobre todo que se revistan de entrañas de amor y misericordia hacia todos, y sobremanera
hacia los hermanos en la fe. Ocultamos el nombre del que escribe y también sus
circunstancias.
Me llamaron después de un año para ofrecerme la dispensa y cuando fui a esa reunión
con el Obispo de entonces, me ofrecieron que dejara mi familia y que volviera al ejercicio del
ministerio y que ellos se encargarían que a mi esposa e hija no les faltaría nada y muchas
otras ofertas tentadoras. Me hicieron sentir que era un traidor, que le había fallado al Señor, lo
único que les faltó decirme es que ya estaba condenado a las penas del infierno. Mi respuesta
fue muy sencilla, El Señor me llamó al sacerdocio y respondí a conciencia y la Iglesia me
llamó al celibato y en el momento de la ordenación estaba dispuesto por amor al Sacerdocio
de Cristo a mantenerme en ese estado.
Agradecía a Dios en todo momento por ese llamado, vivía en el feliz el ministerio,
trabajaba codo a codo con mis hermanos construyendo nuevas capillas en la zona rural
(pintando, haciendo pozos para que tuvieran agua) en definitiva, mi lema era y es "Me
consagraron las manos, pero no me las cortaron" (Ja, ja, ja), era el único sacerdote en el
pueblo, recibí una parroquia con 7 capillas y con déficit en dinero, ya que el párroco anterior
se encargó de llenar su cuenta personal a costa de los feligreses. Y con esfuerzo, en dos
años tenía una parroquia con 22 capillas y había salido de todas las deudas parroquiales e
hice con la ayuda de Dios un centro para la atención de 85 niños con problemas sociales.
Trabajaba haciendo clases y mi dinero se lo daba al centro y le compraba medicamentos a los
abuelitos que no tenían a nadie. Lo que gratis recibí, gratis lo daba.
Cuando comencé a sentirme solo, lo hice saber, pero nadie me acompañaba en lo
espiritual. Cuando comencé a cuestionar el celibato, por la debilidad física en que me
encontraba y la soledad que me acompañaba, y las ofertas tentadoras por ser un cura joven,
sabía que en cualquier momento iba a fallar a la regla eclesiástica y todo el bien que hice en
esa parroquia por una tentación, todo se iba a ir a pique y más encima iba a jugar con los
sentimientos de una persona que se había ilusionado del sacerdote, pero quizás no del
hombre. Por lo que dejé la parroquia para recuperarme y aprovechar de cargar la batería
espiritual en un retiro. Eso hice y la verdad apareció: "Soy un buen sacerdote, fiel a Cristo sin
discriminar ni ricos ni pobres, (pero inter nos me aprovechaba de los ricos para ayudar a los
pobres (ja, ja, ja) y a los ricos les ayudaba en su pobreza. En ese retiro espiritual se presentó
mi crisis existencial y me dije: No puedo estar solo, necesito tener mi familia, mis hijos... pero
también quiero ser sacerdote en fidelidad y coherencia. Opté y solicité mi retiro. Claro que me
pusieron atajos, me mandaron al psiquiatra, psicólogos (curas) me ofrecían muchas cosas,
pero ya había determinado marcharme y no ser un sacerdote frustrado o con amantes.
Después de un año de discernimiento y como veía que nunca me dejarían marcharme,
celebré mi última misa en profundidad y me fui para nunca más regresar hasta que me
ubicaron después de un año y me ofrecieron lo que antes le mencioné.
Hoy me encuentro trabajando y no necesito como nunca necesité que la Iglesia me
mantuviera. He sacado un título y trabajo en proyectos sociales con personas con alta
vulnerabilidad psicosocial, a pesar que me ofrecen clases académicas, pero me llena más lo
que hago en la actualidad, pues me siento más en mi vocación sacerdotal. Sé que donde
trabajemos, somos primero sacerdotes, pero pastoralmente me siento más pleno y más feliz
con estos hermanos.
Si cambiara la mentalidad de la Iglesia sobre el celibato y pasara de ser condición a
opción, volvería encantado sin ser una carga económica para la parroquia, pues no quise ser
sacerdote por status o por no tener para subsistir, sino por una llamada del Señor y mi
respuesta fue sí, y la mantengo hasta que me encuentre cara a cara con él y de decirle fui fiel
a tu llamada, pero infiel a la promesa que le hice a la Iglesia.
Gracias a Dios con el tiempo y con mucho dolor aprendí a separar el sacerdocio del
celibato y de esta forma he ayudado a tantos hermanos que se encontraron en esa misma
situación y algunos que se han cambiado de religión (anglicanos otras ramas paralelas al
catolicismo que van naciendo en nuestro país) no los juzgo, los comprendo, pues buscan y
tienen la necesidad de ejercer el sacerdocio de alguna forma. He hablado con algunos que
aún continúan y pensaban retirarse, pero como no tienen profesión y por la edad continúan.
Es muy lamentable la situación en que viven su ministerio.
Perdone por lo extenso y gracias por sus palabras realmente me han alentado y siento
que no estoy solo con Dios en este caminar. Que Dios nos bendiga, y pido su autorización
para hacerle llegar la página a otros hermanos sacerdotes que se encuentran en nuestra
misma situación.
Unidos en la oración
(Nota de la redacción: el publicar esta carta no indica que estemos del todo de acuerdo con
el obrar de nuestro hermano en el sacerdocio. No entramos en ningún juicio de valoración. Sí
le mostramos nuestra simpatía, afecto, sensibilidad, y nuestro desacuerdo con el obrar de
algunos jerarcas que indirectamente pueden ser responsables de ciertas acciones.)
EDITORIAL
La raíz de los males de hoy me parece que está en el letargo de espíritu que
padecemos en las cristiandades antiguas; una especie de tibieza, de anemia de vida interior,
frialdad de corazón. ¿De qué sirve hablar de injusticia, de bondad de corazón, si estamos
vueltos del todo al egoísmo rutinario? Es hora de sacudir este letargo en el mundo sacerdotal.
Que vibremos al unísono todos cuantos formamos la Iglesia más consciente, que ninguna
fuerza se desperdicie. Aquel movimiento del mundo mejor que hubo hace varias décadas es
preciso que retorne y dejemos a un lado muchas formas caducas de la actualidad. He oído
que en algunos sectores está resurgiendo el movimiento del Mundo Mejor. ¡Bendito sea Dios!
Y que nosotros vivamos con ilusión renovada nuestro sacerdocio. Como decía aquel teólogo:
“Somos ontológicamente sacerdotes”. Sigamos viviéndolo hasta el final de nuestros días.
Los hijos de los sacerdotes. EL PAÍS
No todos los sacerdotes católicos han cumplido con el voto de castidad. Y la Iglesia se
ha encontrado así con unos efectos colaterales que la obligan a buscar soluciones. Con los
frecuentes abusos sexuales, pero también con el número cada vez mayor de sacerdotes que
viven en pareja y que tienen hijos. El diario italiano La Stampa ha publicado que la Iglesia
estaba buscando remedio a cuestiones relacionadas con este último asunto, como pueden ser
el apellido de esas criaturas nacidas en pecado y si podrán heredar los bienes de su
progenitor. El periódico turinés informaba también de que la Santa Sede está preocupada:
teme una "avalancha" de procedimientos judiciales que exijan pruebas de ADN para
establecer la paternidad de muchos sacerdotes.
¿A quién se le ocurrió lo del celibato, que la Iglesia exigiera a los clérigos "una continencia
perfecta y continua para tener un corazón entero al servicio de Dios y los hombres" (canon
277 del Código de Derecho Canónigo)? A Jesús, desde luego que no. No se pronuncia sobre
la materia, ni lo hicieron los apóstoles, ni los primeros papas (que estuvieron casados). Así
que tuvo que ser un infiltrado con afán de dinamitar el futuro funcionamiento de la institución.
No la ha llegado a hundir, pero lo cierto es que a la Iglesia el sexo la está llevando por el
camino de la amargura.
En primer lugar, y esto es algo que siempre el Vaticano ha cuidado mucho, por dinero. Un
solo ejemplo: la Iglesia católica de Estados Unidos ha pagado en los últimos 30 años más de
1.350 millones de euros para compensar abusos y violaciones realizados por más de 4.000
curas. En segundo lugar, por prestigio. Benedicto XVI quiso hacerse el loco cuando se supo
de los 35.000 niños que habían padecido abusos sexuales en Irlanda, pero dos semanas más
tarde tuvo que dar la cara y recomendar que se "estableciese la verdad" de lo sucedido.
Con los sacerdotes con pareja y con hijos, la Iglesia debería intervenir por pura eficacia. Pero
ya se ha apresurado a desmentir a La Stampa. Así que no es cierto que esté estudiando
garantizar los derechos de la mujer y los hijos a través de una especie de contrato civil que
permitiría a los niños llevar el apellido del papá-sacerdote y heredar sus bienes personales.
Mal asunto: de nuevo la Iglesia no se hace cargo de los errores de los suyos.
La Santa Sede estudia medidas para dar algún tipo de salida legal para los cada vez
más numerosos casos de sacerdotes que viven en pareja y tienen hijos. Entre las soluciones
que baraja se encuentra la de garantizar a la prole el apellido del padre y que puedan heredar
sus bienes personales, según publicó ayer el diario italiano La Stampa.
Según el matutino turinés, las pasadas semanas, impulsadas por la Congregación para el
Clero, que preside el cardenal brasileño Claudio Hummes, se celebraron varias reuniones
para tratar este problema, que afecta especialmente a religiosos de Latinoamérica, pero
también de Estados Unidos y Europa.
Éste no es un fenómeno nuevo, pero a diferencia de ocasiones anteriores, añade el
mencionado diario, los reconocimientos de paternidad con las pruebas de ADN pueden
suponer una "avalancha" de procedimientos judiciales para el reconocimiento de esos hijos.
La Santa Sede se muestra "muy preocupada por la multiplicación de causas que conducen a
indemnizaciones millonarias, como las ocurridas por los abusos sexuales en EE EU".
El Vaticano, siempre según La Stampa, estudia garantizar los derechos sociales a la mujer y a
los hijos, "con una especie de contrato civil que no les excluya de la herencia, lo que permitirá
que la prole reciba el apellido del sacerdote-papá, a la vez que éste continuaría ejercitando su
ministerio".
El diario agrega que los hijos heredarían los bienes personales del sacerdote, mientras que
los "bienes de beneficios eclesiásticos, propiedad de la Iglesia, seguirían en manos de ésta".
Gianni Gennari, teólogo y sacerdote casado tras obtener la dispensa papal, afirmó ayer que
es "injusto" que las diócesis tengan que responder con su patrimonio de la "infidelidad y
mezquindad de su clero". Gennari aboga por distinguir entre los bienes de la parroquia "de los
de los curas que no han sabido asumir sus responsabilidades ante los hombres, ante Dios,
ante la Iglesia y sobre todo ante las mujeres que han implicado ilícitamente en sus
infidelidades". Por lo tanto, este experto considera "justo" reconocer y tutelar los derechos de
las mujeres y de los hijos nacidos de esas relaciones ilegítimas.
La Iglesia romana exige a sus clérigos "una continencia perfecta y perpetua para tener un
corazón entero al servicio de Dios y de los hombres", de acuerdo con el canon 277 del Código
de Derecho Canónigo. Pero desde hace varios años, numerosas organizaciones católicas
abogan por la derogación de la ley del celibato. Cuentan con el apoyo de muchos prelados y
de figuras insignes de la Iglesia como el cardenal Carlo Maria Martini que ya en 1994 se
mostraba favorable a que la Iglesia latina eliminara el celibato obligatorio, siguiendo el ejemplo
de las iglesias orientales. Además, la realidad de ciertas situaciones vividas por sacerdotes
católicos cuestiona los argumentos eclesiásticos sobre celibato y familia.
Aunque son cifras inciertas, se calcula que hay unos 6.000 sacerdotes casados en España
que ejercen de forma discreta en comunidades cristianas de base.
Al llegar a Goya con su nueva identidad pudieron tomarse un respiro y prepararse para
la última etapa: Brasil.
Mientras tanto, para ganarse la vida abrieron una escuela para niños, la primera que
existió en esa pequeña ciudad.
Pudieron vivir cuatro meses en una relativa felicidad, olvidando la persecución
de que eran objeto. El 16 de junio ocurrió el desastre cuando encontraron en una casa de
familia a un sacerdote irlandés que conocía a Gutiérrez.
Pero su suerte estaba escrita. Las fuerzas del gobierno los encontraron y
apresaron. En un frío amanecer del 18 de agosto de 1848, Camila O’Gorman y Ladislao
Gutiérrez fueron fusilados. Los acribillados cuerpos de los amantes lograron finalmente
perpetuar el abrazo por el cual se les quitó la vida.
Hoy tememos abundante información. No añadimos más.
En la actualidad los curas que dejan, especialmente por haberse enamorado de una
mujer y optar por una familia, sin que ello implique necesariamente renunciar a la vocación
religiosa, mucho menos a renegar del Don de la Fe su práctica concreta, es decir los valores
que Jesús nos propuso; también son fusilados… junto con sus compañeras.
Porque hay muchas maneras de fusilamiento: especialmente cuando la institución
eclesiástica segrega y niega los talentos que muchos de sus miembros que han abandonado
el ministerio poseen de manera testimonial.
El día 18 de agosto tendríamos que recordarlo y considerarlo como EL DIA DEL
CELIBATO OPTATIVO.
Willy Schefer.
INFORMA ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 158
Editorial
He leído la biografía de Hermann Cohen, el fundador de la Adoración Nocturna. Como sabes
se convirtió del judaísmo, y poco después de bautizarse ingresó en los Carmelitas Descalzos.
Emociona leer lo que escribía poco antes de recibir la ordenación. Así se desahogaba: "Estoy
en un estado de emoción imposible de describir: la felicidad y un santo temor han invadido mi
corazón... Debo ser sacerdote el Sábado Santo y cantar Misa el Domingo de Pascua...
¡Consumámonos por su gloria! Se me ocurre pensar que, habiendo hecho yo morir a Aquél
que amo, habiéndolo hecho morir tan a menudo por mis pecados, voy mañana en cierto modo
a devolverle nueva vida consagrando con el obispo. Pero, aunque dijera la Santa Misa miles
de años, jamás podría darle nueva vida con la frecuencia con la que le he dado la muerte al
ofenderle con mis abominables ingratitudes... Pida para mí la fidelidad, la gratitud, el amor a la
cruz y la sed de la gloria de Dios."
Así escribía un hombre santo mirando la Eucaristía. Yo, como él, también intento vivir así. Soy
sacerdote para siempre, aunque me ignoren quienes – creo yo – no debieran hacerlo.
Por RD
Miércoles, 1 de julio 2009
El Papa Benedicto XVI aceptó hoy la renuncia del obispo uruguayo de la diócesis de Minas,
Francisco Domingo Barbosa Da Silveira, quien fue extorsionado por mantener relaciones
homosexuales. En un breve comunicado la sala de prensa del Vaticano informó que el
pontífice ha recibido la dimisión conforme al apartado 401.2 del Código de Derecho Canónico,
la ley fundamental que rige a la Iglesia católica.
Esa normativa reza a la letra: "Se ruega encarecidamente al obispo diocesano que presente
la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su
capacidad para desempeñarlo". El 26 de junio pasado el diario uruguayo El Observador reveló
que el consejo presbiteral de la diócesis de Minas (a 120 kilómetros al norte de la capital
Montevideo) pidió la renuncia de su responsable eclesiástico.
Esto luego que el mismo prelado denunció un caso de extorsión y cuyas investigaciones
revelaron relaciones homosexuales que habría mantenido con dos presos.
"La Conferencia Episcopal del Uruguay acaba de recibir a través de la Nunciatura Apostólica
la noticia de que el Santo Padre aceptó la renuncia de Monseñor Francisco Barbosa a la
Diócesis de Minas, presentada por graves motivos personales (Código de Derecho Canónico
401, párrafo 2).
Los Obispos expresamos el profundo dolor por el grave pecado que ha dañado a la Iglesia y
de manera especial a la Diócesis de Minas.
"Toda la Iglesia, y en ella los pastores, debe ser luz del mundo y, al mismo tiempo, necesita
permanente purificación. Esto nos exige a todos, día a día, una constante conversión y
penitencia. Pedimos al Padre, rico en misericordia, que fortalezca a nuestro hermano para
continuar asumiendo las consecuencias de sus actos. Y asimismo que estos hechos
dolorosos no oculten la fidelidad de tantos.
"Tal como hacemos cada año en Semana Santa, cuando renovamos la promesa de cumplir
los deberes inherentes a nuestro ministerio, pedimos a las comunidades que oren por
nosotros los Obispos y por todos los sacerdotes para que "realicemos cada día, de una
manera más viva y perfecta, la imagen de Jesús Buen Pastor, Maestro y Siervo de todos"."
(Nota: Se evitarían muchas barbaridades en el clero con el celibato opcional)
Editorial
Ser sacerdote lo más fieles posible
Por el sacerdocio somos, mediante la imposición de las manos y la unción sagrada, un
ser consagrado por Dios; mediador entre Dios y los hombres; muy amado del Señor; llamado
a hacer brillar en el mundo el fuego de la gracia divina. Y esto es una realidad de fe, por
supuesto, aunque hayamos sido dispensados de obligaciones clericales.
Cristo nos hizo partícipes de su grandeza y de su poder. Sólo exigía nuestra fidelidad
para entregarse del todo a nosotros. Y le fuimos fieles; y siempre le hemos querido ser fieles,
porque el hecho de haber pedido dispensa para recibir el sacramento del matrimonio no
implica ninguna infidelidad, ni mucho menos, aunque – ellos saben por qué – nos la quieran
achacar.
Yo no he sabido ser fiel al Señor, como tú, como los curas que siguen en celibato,
como todo el mundo, aunque buen deseo siempre lo he tenido. Es muy difícil una fidelidad
total, porque somos los humanos limitados. Pero vamos a continuar cada uno desde nuestro
puesto viviendo nuestro sacerdocio más a tope. Vamos a darnos cuenta de que Cristo nos
quiere ante todo para que estemos con Él; y después para enviarnos a predicar, del modo que
sea, que para ello no nos vamos a subir a los púlpitos de las iglesias, donde nos está
prohibido. Las dos cosas deben ir unidas; estar con Jesús y evangelizar. Si vivimos a tope lo
de estar con Él, nuestra vida de testimonio y entrega al prójimo van a ir selladas con esa
unción y convicción que son las que calan a la larga y abren las almas a la trascendencia.
1º.- Después de haber subido a la Sede Pontificia, Juan Pablo II paralizó por tiempo
indefinido las dispensas de los sacerdotes que pedían la secularización a fin de contraer
matrimonio. Conocemos casos con quienes se tardó más de diez años en serles concedidas.
Mientras tanto muchos optaron por el matrimonio civil; otros – al no permitir en aquellos
tiempos su Nación el matrimonio civil – hubieron de llevar una doble vida. Hubo años en que
alrededor de 8000 sacerdotes estaban en esta situación.
3º.- Una noticia aparecida en la prensa española hace unos meses causó alarma: una
señora poseía varios centenares de cartas de Juan Pablo II. La prensa calificaba a la tal
señora como amiga del alma de S. S. Creemos que en la actualidad están estudiando en esa
Congregación tan extraños documentos. Ignoramos su contenido, aunque al parecer son
castos. Pero basándonos en nuestra bibliografía católica sobre la castidad y pureza virginal,
pensamos que nuestro querido Juan Pablo II, al mantener durante la mayor parte de su vida
adulta un amor tan profundo con persona de otro sexo, no fue modelo de pureza de corazón;
su corazón no permaneció indiviso. Por ello, aun concediéndole al Pontífice mucha virtud, no
fue modelo precisamente en aquello en que parecía ser no sólo modelo, sino incluso adalid.
Por consiguiente, sería, a nuestro juicio, improcedente la beatificación de Juan Pablo II.
Somos hijos fieles de la Iglesia Católica, madre de la salvación conquistada por Jesús;
por eso nuestra objeción a esta posible beatificación. Pero si, a pesar de nuestra crítica,
vosotros, los dirigentes de nuestra Iglesia decidierais seguir adelante con este proceso de
beatificación y canonización, nosotros lo acataremos, respetaremos y acogeremos, mas nadie
nos podrá obligar a que Juan Pablo II sea santo de nuestra devoción.
Jesús resucitado nos bendiga, nos dé su paz y amor. En nombre de mi Asociación y en
el mío propio le saluda, affmo. José María Lorenzo
Editorial
Junto don Lutero fue Calvino el gran impulsor de la reforma protestante. Siempre
hemos tenido a este señor por un hereje. El día cuatro de Julio del 09 sorprendió a los Medios
la noticia de su rehabilitación. L’Osservatore Romano publicaba por aquellos días un artículo
laudatorio al fundador del calvinismo, con motivo del aniversario quinientos de su nacimiento.
El director del periódico elogiaba a Calvino con estas palabras: “Más allá de las controversias,
fue un gran humanista. No negó la continuidad entre los orígenes cristianos y los padres de la
Iglesia”. Quieren redimir también a Calvino. Ya lo hicieron con otros, a pesar de haber
causado tanto daño a la Iglesia Católica. No fue muy laudable su política teocrática en
Ginebra. Fue duro y cruel: condenó a morir en la hoguera a muchísimas personas que no
seguían sus preceptos morales. Al médico Miguel Servet, español, lo mandó a la muerte por
haber negado o explicado mal el misterio trinitario. su régimen era dictatorial y tirano.
Nosotros no lo vemos modelo de nada. Tal vez lo mejor hubiera sido silenciarlo. Pero…
mientras tanto siguen nuestros queridos jerarcas sin hacer demasiado caso a la marginación
de muchos miles de sacerdotes, con su carácter impreso para siempre en el alma. Y
muchísimos de ellos con gran fe y sentido de Iglesia. Esperamos que algún día llegue el
turno. ¡Antes de que pasen quinientos años!
'Pido a Dios que la Iglesia de Roma se convierta y vuelva al Evangelio'
Y con la ayuda de Dios seguirá hasta el fin de sus días sintiéndose sacerdote, siempre
con la esperanza de ser reintegrado en el ministerio. Él es muy joven y ha de ver pasar a lo
largo de sus días centenares de cardenales, obispos y dignatarios eclesiásticos, como los
hemos visto sus antecesores ya mayores. Ojalá sepa este cura joven tomar la antorcha que
nosotros dejamos por la fuerza de los años. Ojalá desde la otra orilla podamos un día celebrar
el triunfo de nuestra idea generosa de ver el sacerdocio entre célibes y casados, porque lo
importante es la evangelización, el sacerdocio de Jesús, la santidad, el amor junto a la fe y la
esperanza. Lo otro es secundario. ¡Al tiempo!
Cada vez hay menos curas, y los que hay son más viejos – nos dice el seglar M. Vega
en el diario El Mundo –. Los seminarios están vacíos. Constantemente se cierran conventos
de monjas y de frailes. Muchos colegios de la Iglesia han dejado ya de ser gestionados por las
asociaciones religiosas respectivas, y van tomando la dirección los seglares. Pero no siempre
los nuevos directores respetan el ideario de los antiguos. Los centros parroquiales de
numerosas feligresías, aquellos lugares llenos de vida en décadas pasadas, hoy languidecen
en espera de una muerte dulce; los libros, enseres, archivos de aquellos lugares están
cubriéndose de polvo. ¿Llegará la resurrección algún día?
¿Y si nos metemos en las provincias vascas y en otras muchas, porque no son las
únicas? El 70% de aquellos sacerdotes están jubilados. Muchos de los curas ancianos,
haciendo un esfuerzo merecedor de toda loa, siguen en el ejercicio ministerial con imponente
brío senil. La Iglesia en gran parte de las provincias está perdiendo influencia; el laicismo
impera. Ya no hay sacerdotes suficientes para garantizar las misas en pueblos y ciudades: se
suprimen ciertos horarios, pero no se llenan los templos ni siquiera en las Eucaristías que nos
ofrecen.
En los últimos años se han cerrado en Álava, una provincia pequeña con alrededor de
trescientos mil habitantes, los conventos de Quejana – con más de seis siglos de historia – ,
las Brígidas – con cuatrocientos años –, las Misioneras del Divino Maestro, El Sagrado
Corazón de Arceniega, las Misioneras de Nazaret, las Carmelitas Descalzas de Betoño, las de
Murguía, las Hermanas de la Misericordia de Moissac, las Clarisas de Orduña, las de la calle
Badaya de Vitoria, los Hermanos de Lasalle de Llodio, los Palotinos de Nanclares, y seguro
que me dejo algunos. En colegios de enseñadaza no se nota tanto la ruina, porque la mayoría
del personal docente es seglar, incluso los directivos.
Y nos duele que todavía existan ciertos jerarcas con aires de grandeza, con la
sensación de que todo va bien. Hace años ya pronosticábamos este desastre: parroquias sin
curas, pueblos sin Misa más que una vez al mes, conventos que desaparecen, centenares de
recién nacidos que no son bautizados, millares de personas que muren sin sacramentos o con
una absolución sub conditione.
Editorial
Sacerdote perfección
Mi vida cristiana debe ser de fervor. Para algo he tenido una formación esmerada. Mi
existencia ha sido una gracia continua del Señor. Después el sacerdocio. Algo que
permanece en mi vida lo mismo que el ser cristiano. Más cerca de Cristo sacerdote, más
cerca de El en la Eucaristía, más cerca al perdonar los pecados.
Aunque tan sólo hubiese celebrado una misa y hubiese perdonado los pecados a un
solo hombre, debiera estar siempre dando gracias a Dios por ello.
Adelantar en la perfección ha de ser en mí como una tendencia instintiva. Me abisma
pensar cómo va pasando la vida y qué lejos todavía de las metas. ¡Cuántos retrocesos,
cuántas dudas, cuánto cálculo en lo que debiera ser pura entrega generosa! No sé si tú
pensarás lo mismo. Ojalá que puedas dar gracias a Dios porque es eterna su misericordia.
Durante treinta y tres años hemos enviado el “Informa Asce” a domicilio a todos los
socios de ASCE. El último número fue en el mes de Julio pasado. El trabajo que nos supone
tal ejercicio, nos aconseja dejar de mandarlo y tan sólo publicarlo en internet.
La pregunta exacta de los candidatos debiera ser: ¿Elegirías ser célibe si no te fueras a
ordenar de sacerdote? Ha habido errores en este terreno. Muchos han elegido el celibato,
pero en realidad lo que querían era el sacerdocio. Falsa elección. Si la jerarquía quiere exigir
a los sacerdotes el celibato, ordene a los hombres de 60 años; pero no llame "desgraciados" a
quienes desean salir.
Se encierra a los seminaristas; se les aísla en casas o en pisos, huyen de los peligros... Si no,
no quedaría ni uno. La exigencia del seminarista ha sido igual que la del joven normal: pureza
antes del matrimonio. Luego se le exige más: celibato de por vida. ¿Fue auténtica la
preparación? Se decía: "El que echa la mano en el arado y vuelve la vista atrás no es digno
de mí." Y aquí, lavado del cerebro por el terror. Y encima, a los religiosos, desde el noviciado,
se les aplicaba la ley de religiosos... ¡Infidelidad si se iban! ¡Y tenían 16 o 18 años!
¡Incapacidad vergonzosa para ocupar cotas mínimas!
Editorial
La raíz de los males de hoy me parece que está en el letargo de
espíritu que padecemos en las cristiandades antiguas; una especie de
tibieza, de anemia de vida interior, frialdad de corazón. ¿De qué
sirve hablar de injusticia, de bondad de corazón, si estamos vueltos
del todo al egoísmo rutinario? Es hora de sacudir este letargo en el
mundo sacerdotal. El hecho de haber pedido dispensa de votos o del ejercicio del ministerio
no quiere decir que lo hayamos negado o aborrecido, porque celibato y sacerdocio pueden ir
unidos, así como vida conyugal y vida de perfección.
Comentario: Nuestra extrañeza por el hecho de que se haya cambiado de religión quien fue
líder católico con fama. Un caso para encomendarlo a Dios.
Motivaciones celibatarias
Ver números 166 y 167 suprimimos aquí la repetición.
Un comentario de Gelo
El P. José Amado Aguirre, Abogado Civil, Doctor en Ciencias Jurídicas, ex juez de
Tribunales Eclesiásticos (PRESBÍTERO CÉLIBE) en un amplio estudio jurídico- teológico
pregunta. ¿Es lícita y válida la prohibición ilimitada de ejercer el ministerio sacerdotal al
sacerdote casado canónica y sacramentalmente por la iglesia??
Así responde. "Esta es mi postura sacerdotal: tal prohibición ut supra, es no sólo ilícita
teológica y jurídicamente, sino que es insanablemente nula de pleno derecho".
Lo que demuestra con argumentos teológicos y jurídicos, que no son rebatibles.
Por mucho que te pese somos tan sacerdotes como tú., amigo. No escribo más. No quiero ser
lesivo ni ofensivo. Un abrazo
Sacerdotes
Llegamos a ser por el sacerdocio, mediadores entre Dios y los hombres; muy amados
del Señor; llamados a hacer brillar en el mundo el fuego de la gracia divina.
Cristo nos hizo partícipes de su grandeza y de su poder; nada en lo humano, pero sí en
lo sobrenatural. Sólo exigía nuestra fidelidad para entregarse del todo a nosotros. Y quienes
esto leen, compañeros amigos, nunca renunciaron a su sacerdocio para poder contraer
matrimonio. Exigieron la renuncia nuestros dirigentes eclesiales. Pero el sacerdocio nos lo dio
el Señor y Él nunca se vuelve atrás. Exigieron algo que no podían exigir de por vida. No lo
consideramos equitativo.
Vamos a continuar cada uno desde nuestro puesto viviendo nuestro sacerdocio más a
tope. Vamos a darnos cuenta de que Cristo nos quiere ante todo para que estemos con Él; y
después para enviarnos a predicar. Las dos cosas deben ir unidas.
Y eso de “predicar” no lo vamos a hacer de la manera tradicional. Si vivimos a tope lo de
estar con Él, nuestra vida de testimonio, entrega al prójimo van a ir selladas con esa unción y
convicción que son las que calan a la larga y abren las almas a la trascendencia.
“Yo conozco algún caso humillante. El odio y desprecio de los miembros de la iglesia han sido
manifiestos. Y menos mal que en este colectivo, por lo general, bien formados
intelectualmente, muchos poseíamos titulaciones académicas universitarias que nos han
permitido opositar a puestos de la función pública o ejercer profesiones liberales. La caridad
de nuestra madre iglesia ha brillado por presencia negativa y tantas veces injusta. Aquí se ha
puesto de relieve la gran caridad de Juan Pablo II. Me uno a las razones y argumentos del
blog de Juan Cejudo, porque coinciden con los míos, al analizar ciertos hechos y
comportamientos de Juan Pablo II, que él relata (algunos yo ya sabía) para pedir el NO A LA
BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II.
Nota: ASCE como colectivo
pidió en su día no se llegara a la beatificación de Juan Pablo II, aduciendo varias razones ya
conocidas. No fue atendida nuestra petición. Acatamos como cristianos la decisión, pero creo
que no va a ser santo de nuestra devoción. El odio y desprecio que hemos recibido y aún
recibimos, no solo es de la jerarquía sino también de fieles y seglares
INJUSTICIA
En Religión Digital se publica una carta abierta de José Luis Cortés a Benedicto XVI. De ella
tomo este texto: “Todo el mundo sabe que la ley del celibato nada tiene que ver con ni con la
fe ni con el Evangelio, y que es pura cuestión de cabezonería, de rutina o de algo peor. “Si
esto es así, ¿mantener en vigor la ley del celibato obligatorio es conforme a la voluntad de
Dios? No sólo me parece una aberración la ley del celibato, (no el celibato voluntario, visto
como virtud,) sino una injusticia, y por lo tanto no conforme a la voluntad de Dios. La llamada
de Dios al ministerio la sentí desde la Primera Comunión. Desde entonces empecé a ejercerla
de algún modo como monaguillo ininterrumpidamente hasta mi entrada en el seminario; más
intensamente, viviéndola, durante mi formación. Viviéndola y desarrollándola plenamente
desde mi ordenación hasta la prohibición de ejercerla, como exigencia sine qua non, para
contraer, en recepción sacramental, el santo matrimonio. A partir del cual la vivo con la misma
intensidad, con el dolor inmenso de no poder ejercerla por …todo eso: cabezonería etc., etc.,
que nada tiene que ver con la fe, con el
Evangelio y la voluntad de Dios, es decir, por INJUSTICIA.
El País 18-1-11
Carlos Mendo Herrán, de 32 años, es cura desde hace seis. El último ordenado en la diócesis
de Álava. El más joven. Y, claro, tiene carné y coche propio. De hecho, tiene un suplemento
salarial para gasolina. Un domingo Mendo dice misa de nueve en el convento de clausura de
las Agustinas en Artziniega (Álava) -es párroco a medias con otro compañero en ese y otra
docena de pueblos del valle de Ayala-, luego coge el coche y va al santuario de la Encina, del
siglo XV, para la misa de mediodía. La oficia, coge el coche y conduce hasta la parroquia del
cercano Llanteno para misa de una. El domingo siguiente José Luis Rodríguez López, de 70
años, hace esa ruta y Mendo la otra: la parroquia del pueblo, la residencia colegio de
Menagarai y Añes. "La misa es de media hora larga, da tiempo justo de ir de un lado para
otro", asegura Mendo.
Los sacerdotes católicos disminuyen. En España son 16.937 diocesanos para 22.908 templos
(0,74 curas por templo), según datos de 2009 de la Conferencia Episcopal. Además, hay
38.730 monjas activas, 11.647 religiosos en conventos (según la Confederación de
Religiosos), además de las de clausura.
Como fallecen más religiosos de los que se incorporan, los que hay desarrollan cada vez más
multitareas y requieren mayores ayudas externas. En los últimos años caen las vocaciones
católicas en general (aunque no en movimientos nuevos y conservadores como los
Neocatecumenales, el Opus Dei, los Legionarios de Cristo...), la cantera languidece (los
seminaristas sumaban 1.797 en 2000 y el año pasado eran 1.265, tras un leve repunte inédito
en años) y los conventos se ven obligados a reclutar novicias en países pobres, llegan
párrocos inmigrantes... La Iglesia va haciendo así pequeños apaños para mitigar la situación.
Una crisis, la de las vocaciones, a la que habrá que ver cómo le afectan los escándalos de los
abusos sexuales perpetrados por sacerdotes católicos en varios países.
Basta una visita a Artziniega, que tiene poco más de 1.800 vecinos, y sus alrededores para
toparse con varios ejemplos que ilustran cómo la Iglesia se adapta a los nuevos tiempos. De
las 12 monjas del convento de clausura de las Agustinas, cuatro (las mayores) son españolas,
las ocho restantes, filipinas de 30 y 40 años que han ido llegando desde hace una década
larga. Cinco hermanos maristas mayores mantienen una casa de la orden que fue seminario
"para mandar vocaciones a Venezuela". Y en la residencia colegio de las Esclavas del Amor
Misericordioso para discapacitadas psíquicas las siete religiosas (españolas) necesitan desde
hace años contratar seglares para atender a las pacientes, ahora 49: monitoras para darles
clase, cocineras, limpiadoras.
Ya lo hizo la jerarquía católica en España a instancias del cardenal Antonio María Rouco
Varela el año pasado. "Los sacerdotes somos menos y de más edad", admitió Rouco. Y dio la
media de edad de los curas: 63,3 años, a las puertas de la jubilación. Los curas suelen
retirarse a los 75, "aunque después te suelen decir que si puedes hacer algo, si están lúcidos
y pueden conducir", explica uno de los párrocos de Artziniega.
Cuando el joven Mendo acabó sus estudios, el seminario de Vitoria -una ciudad antaño
considerada "de curas y militares"- quedó vacío, sin un solo alumno, durante un lustro. Este
curso ocurre en el de Barbastro-Monzón. Además, en 27 de las 77 diócesis españolas no se
ha ordenado un solo cura este año, según datos de la Conferencia Episcopal, cuya comisión
de seminarios no quiso comentar la situación. La superiora de las monjas del Amor
Misericordioso de Menagarai, Vicenta, da un ejemplo: las dos últimas novicias de la orden
eran rumanas. Esta mujer, que hizo los votos con 21 años, ha cumplido los 77 y lleva un
marcapasos, atribuye la caída en picado de las vocaciones "al bienestar que hay en España,
a que las ONG están haciendo trabajos sociales muy importantes que antes hacíamos las
religiosas y al ambiente de superficialidad que impera".
El antropólogo del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) Miguel Mandianes,
considera que la Iglesia en España no se adapta al sombrío panorama que le rodea. "La
adecuación sería ordenar mujeres, pero eso no depende de la Iglesia española, sino de la
Iglesia romana, del Papa y del colegio cardenalicio, y además de facultar a seglares para que
hagan las lecturas, prediquen y den la comunión, lo que técnicamente se llama paraliturgia,
dar misa sin consagrar". No son recetas nuevas para nada pero la jerarquía no quiere ni oír
hablar de ello.
Así responde el padre Mendo cuando se le pregunta qué opina sobre las mujeres sacerdotes,
los curas casados o el uso del preservativo: "Cosas que son normales en la vida civil deberían
tender a normalizarse en la vida de la Iglesia, pero cuando tenga que venir".
Vicenta, la superiora, ha oficiado misa sin consagrar en el pueblo al que estas monjas y las
internas van en verano, Rios Menudos (Palencia). ¿Y cómo se lo tomaron los lugareños?
"Estaban contentos porque yo daba la comunión y la laica del pueblo no puede", explica.
El vicario para la Álava rural señala que "se trabaja firmemente para que otras personas que
despliegan su actividad a favor del conjunto eclesial tengan su reconocimiento" y añade que
en su diócesis "son docenas las personas que presiden en numerosas parroquias pequeñas
las celebraciones dominicales en ausencia del presbítero [cura]. En algunos sitios llevan más
de 20 años haciéndolo".
Cuenta el experto del CSIC que "hace 30 años los sacerdotes extranjeros que venían a
estudiar a España tenían que buscarse una parroquia donde dar misa, hoy son buscados y
estimados como oro en paño". Imposible saber cuántos párrocos inmigrantes hay porque la
Conferencia Episcopal no los cuenta. El padre Fabián Failache, argentino de 46, es uno de
ellos. Vino a España hace casi dos años porque "tenía interés en salir del país, ver otras
realidades" y porque había oído que en España faltaban sacerdotes", cuenta por teléfono. Se
ofreció a un primer obispo que le dijo que gracias, pero que acababan de llegar unos curas
polacos. El segundo le dijo que sí. Hoy es el titular de una parroquia ubicada la calle de la
Iglesia, de Riopar (Albacete), un pueblo de unos 1.500 vecinos. "Al principio hubo asombro.
Mi manera de hablar hacía gracia, pero me han aceptado muy bien", asegura, y precisa: "El
trabajo es muy parecido [al que hacía en Argentina]. En esta zona de la sierra son de misa
diaria, se visita a los enfermos, doy catequesis...". Su área abarca también Molinicos, unas
500 personas, y ocho pedanías habitadas. Detalla que la diócesis argentina que dejó atrás
"tiene curas suficientes y un clero joven".
Ante la ausencia de fieles en las misas de algunos pueblecitos, los párrocos de Artziniega
decidieron, tras consultar con los lugareños, oficiar una al mes o solo en festividades
señaladas. Porque además de dar misa, bautizar, oficiar comuniones, bodas y funerales,
visitan ancianos, dan catequesis, cuidan del santuario (junto a un grupo de voluntarias), han
montado un museo sacro, y ejercen de amos de casa en la vivienda que comparten. Y está la
custodia de los archivos, de las obras de arte, de los templos porque, como dice un veterano,
siempre hay un tejado que arreglar.
El vicario y párroco de Amurrio es consciente de la gravedad de la crisis, pero se muestra
optimista: "Creo que la debilidad de la Iglesia será su gran aliada y ejercerá de maestra
espiritual para volver a la radicalidad del Evangelio y recobrar la credibilidad. Las vocaciones
ya vendrán, a su tiempo. Antes hay mucho por clarificar".
NUESTRO COMENTARIO:
Mientras tanto nuestros jerarcas continúan en sus trece con el celibato. Siguen despreciando
la oferta que se les hizo millares de veces de que aprovechen el sacerdocio de aquellos que
quisieron contraer matrimonio.
Marco histórico.
Teológicamente la Iglesia ha enseñado y enseña que el llamado sacramento del orden
sacerdotal está referido al servicio de la comunidad, y no para el propio y exclusivo provecho,
gracia o dignidad del ordenado (diácono, presbítero, obispo) Es decir, que el fiel bautizado
que ha recibido el sacramento del orden sagrado, deberá ejercer algún ministerio sacerdotal
específico según las disposiciones reglamentarias canónicas del caso. Además la misma
teología afirma que tal orden sagrado "imprime carácter", es decir que es uno de los
sacramentos de por sí indelebles, permanentes, y por lo tanto no se puede repetir ni perder,
como pueden y aún deben en algunos casos repetirse los sacramentos de la eucaristía
(comunión), confesión (reconciliación), matrimonio y extremaunción (santa unción) Una última
observación teológica: la obligatoriedad del celibato sacerdotal es una determinación positiva
disciplinaria en la Iglesia católica de rito latino que no vincula a la religión católica de rito
oriental.
Comienzan las innovaciones sobre el celibato.
Pío XII, tuvo el santo atrevimiento de romper esa inseparabilidad canónica entre sacerdocio y
celibato en nuestra Iglesia de rito latino. Autorizó a pastores anglicanos que ingresaban a la
Iglesia católica y que ya estaban casados válidamente, a continuar su vida conyugal
incorporados al clero romano. El Papa Pablo VI continuó con esta política pastoral ampliando
aún a otros casos de pastores cristianos no católicos (protestantes) que se incorporaran a la
Iglesia católica. El número de sacerdotes católicos del rito latino que podía vivir sexualmente
su vida de familia, se aumentaba rompiendo el viejo tabú de la inseparabilidad de celibato y
sacerdocio aún dentro del rito latino.
El Concilio Vaticano II, laudable por tantos títulos, no trató el tema del celibato sacerdotal por
la oposición directa del Papa Pablo VI. En compensación, este Papa accedió a liberar a miles
de sacerdotes del compromiso celibatario permitiéndoles el matrimonio canónico sacramental.
Sin embargo, no quiso considerar la creciente solicitud de laicos, sacerdotes y aún obispos,
de otorgar el llamado "celibato opcional" para respetar la vocación sagrada ministerial de
quienes no quisieran renunciar a la vida conyugal.
¿Celibato obligatorio?
El celibato, para ser virtud, se debe radicar en la libertad, la cual no se puede estratificar en
ningún momento histórico. Encapsular la vocación sacerdotal en el celibato, no es legítimo ni
teológica ni jurídicamente. El hecho histórico, no continuo ni lealmente observado, de la
inseparabilidad de sacerdocio y celibato no constituye un argumento teológico. Y cabe la
siguiente pregunta:
¿Es lícita y válida la prohibición ilimitada de ejercer el ministerio sacerdotal al sacerdote
casado canónica y sacramentalmente por la Iglesia?
Esta es mi auténtica postura sacerdotal: tal prohibición ut supra, es no sólo ilícita teológica y
jurídicamente, sino que es insanablemente nula de pleno derecho. Yo creo con toda el alma
en Jesús que vino a salvar con la ley... al margen de la ley... o en contra de toda ley de los
hombres. "El sábado, es decir la ley, está para el hombre y no el hombre para el sábado".
Exposición argumental: Ya que el orden sagrado "imprime carácter" es decir, que es
indeleble, y ese orden es "para el ejercicio ministerial específico", por derecho divino no puede
ser suprimido para siempre por ninguna autoridad en la tierra. La legítima potestad
eclesiástica sólo puede reglamentar el ejercicio, y aún limitarlo y suspenderlo temporalmente
por causales determinadas positivamente por la misma legislación religiosa que está
contenida en el Código de derecho canónico. En el Código se estatuyen las causales de
excomunión y suspensión a divinis de sacerdotes y obispos. Allí no se tipifica el caso de un
ordenado que accede al matrimonio con dispensa de la Santa Sede. Por lo tanto, siendo toda
ley penal de estricta y restringida interpretación, se ve con claridad la ilicitud y aún ilegalidad
de la prohibición "sine die"(para siempre) del ministerio sacerdotal a tales sacerdotes
casados.
Pero hay otro argumento más contundente: toda pena dice relación a algún delito, y cuanto
mayor es la pena, mayor debe ser el delito. Pues bien, ¿dónde está el delito para tanta pena?
Si la Santa Sede autoriza la recepción de un sacramento, no puede basar en tal recepción la
penalidad de la inhabilitación ministerial. Sería admitir subliminalmente que, a pesar de la
autorización de la Iglesia, y a pesar de que se trata de la recepción de un sacramento, tal
acción no borra la "iniquidad" de renunciar al celibato. Quien así pensara, estaría muy próximo
a la herejía.
Conclusión. Creo suficientes estas razones para que al menos el lector se preocupe de
pensar en serio si es creyente católico. La Iglesia del Vaticano II es la del Pueblo de Dios.
Todos, clérigos y laicos debemos contribuir a hacer creíble nuestra fe, nuestra esperanza y
nuestro Amor. -
Pbro. José Amado Aguirre. -
Enviado por Guillermo Schefer.
NUESTRO CRITERIO Y OPINIÓN
Podemos firmar y dar el visto bueno a la tesis aquí expuesta. Es una tesis contundente para
que la Jerarquía de la Iglesia la estudie y pueda obrar en consecuencia. Con alguna
frecuencia ocurre entre nuestros jerarcas que su actuación no se acomoda a la doctrina. De
otra manera: la ortodoxia es plena siempre. La ortopraxis no tanto.
Editorial
SACERDOTE y PERFECCIÓN
Mi vida cristiana debe ser de fervor. Para algo he tenido una formación esmerada. Mi
existencia ha sido una gracia continua del Señor. Después, el sacerdocio. Algo que
permanece en mi vida lo mismo que el ser cristiano. Más cerca de Cristo sacerdote, más
cerca de El en la Eucaristía, más cerca al perdonar los pecados.
Aunque tan sólo hubiese celebrado una misa y hubiese perdonado los pecados a un solo
hombre, debiera estar siempre dando gracias a Dios por ello. Adelantar en la perfección ha de
ser en mí como una tendencia instintiva. Me abisma pensar cómo va pasando la vida y qué
lejos todavía de las metas. ¡Cuántos retrocesos, cuántas dudas, cuánto cálculo en lo que
debiera ser pura entrega generosa! No sé si tú pensarás lo mismo. Ojalá que puedas dar
gracias a Dios porque es eterna su misericordia.
Y no me digas que estás dispensado de todas las obligaciones del sacerdote. Una cosa es
que no puedes ejercer el ministerio públicamente, y otra que no sigas siendo, sintiéndote y
cumpliendo todas las prerrogativas que Dios te dio y que nadie puede quitarte ni dispensarte
de ellas: es algo propio de tu ser, de tu existencia cristiana y sacerdotal.
Un jesuita que pasa a la Iglesia Anglicana
Me resulta extraño que un jesuita pase a la Iglesia Anglicana. Conozco a algún sacerdote
secularizado que lo ha hecho y tampoco me parece normal. Solo Dios puede investigar la
conciencia de cada uno y nos abstenemos de emitir juicios. A pesar de todo, considero muy
útil para la reflexión la entrevista, que en el año 2009 se publicó en periódico "El Mundo", a
Manuel Carrillo, jesuita durante más de una década. Ojalá puedan leerla también obispos y
jerarquías. He aquí el texto:
'Pido a Dios que la Iglesia de Roma se convierta y vuelva al Evangelio'
El Mundo
"Son más de 20 los sacerdotes católicos españoles que se unen a la Comunión anglicana
todos los años". Lo decía, hace dos días, el obispo anglicano de Madrid, Carlos López. Uno
de esos sacerdotes es Manuel Carrillo. Jesuita durante 11 años, se convirtió el anglicanismo
en 2006 y hoy es párroco de su comunidad de Torrejón de Ardoz. Sumamente contento del
paso dado, Manuel permanece soltero, pero critica la "espada de Damocles" del celibato
obligatorio, acusa al Vaticano de ser "asimilacionista" y reza para que "la Iglesia de Roma se
convierta y vuelva al Evangelio".
Pregunta. - ¿Cuándo y por qué un jesuita como usted decidió ingresar en la Iglesia anglicana?
Respuesta. - Formé parte de la Compañía de Jesús desde 1987 a 1998, en que me
exclaustré, y salí oficialmente de la misma en 2001. Siempre me había interesado
intelectualmente por el anglicanismo, pero conocí en persona la Iglesia Anglicana cuando,
todavía siendo jesuita, pasé un verano estudiando en Irlanda y acudía los domingos a
parroquias de la Iglesia de Irlanda. En aquella época, sólo por cierto afán ecuménico y de
conocer la realidad de un país que, pese a los tópicos de la 'católica Irlanda', presenta una
sorprendente pluralidad religiosa.
Tras mi salida de la Compañía viví una cierta crisis espiritual, que hoy leo más bien como
conversión, y me di cuenta que había dejado, simplemente, de creer en la Iglesia Católica
Romana, aunque me seguía sintiendo cristiano. Tras un tiempo de lucha espiritual el Señor
me concedió la experiencia de sentirme profundamente pecador y al mismo tiempo salvado
sólo por su gracia mediante la fe. Si ponemos 'etiqueta' a esta experiencia, diría que entonces
me di cuenta que era protestante o evangélico.
El siguiente paso natural fue buscar una iglesia donde pudiese vivir esto en comunidad y
empecé a acudir a la Catedral del Redentor de Madrid en el año 2006. Así conocí la Iglesia
Reformada Episcopal- IERE-, una iglesia a la vez respetuosa y 'cuidadosa' con las tradiciones
del cristianismo histórico y reformada en su teología.
P.- ¿Fue feliz mientras formó parte de la Compañía?
R.- Hubo, desde luego, muchos momentos buenos durante mis años en la Compañía. El
mejor fue, quizás, un año que pasé, antes de estudiar Teología, en la parroquia del Pozo del
Tío Raimundo, de Madrid. Sin embargo, siempre me faltó algo. Supongo, visto
retrospectivamente, que el Señor me estaba preparando de un modo misterioso, y
ciertamente doloroso, para algo distinto.
P.- ¿Qué recuerdos guarda de su época de jesuita?
R.- Mis recuerdos están muy mezclados. Desde luego recuerdo muy positivamente la amistad
con muchos compañeros, las oportunidades de estudio, formación y experiencias de todo tipo,
etc. Pero también los momentos de oscuridad que, a mi entender, se deriva de una vida
anómala e irreal, de 'torre de marfil', propia de las instituciones católicas, donde la gente vive
una vida aparentemente entregada, pero alejada de la realidad, donde apenas llegan los
problemas de fuera y, sin embargo, afloran cantidad de problemas y conflictos que son
puramente autogenerados.
P.- ¿Al Padre Arrupe, ¿Prepósito General de los jesuitas, le ‘machacó’ física y espiritualmente
el Papa Wojtyla?
R.- Decididamente, sí.
. - ¿Ignacio Ellacuría es un mártir?
R.- Si entendemos por mártir una persona que entrega la vida en testimonio de la fe, sí.
P.- ¿Qué echa de menos del catolicismo?
R.- Nada. Como anglicano, pertenezco a una Iglesia que es a la vez católica y reformada. La
Iglesia Católica Romana no sólo no tiene el patrimonio exclusivo del cristianismo histórico,
sino que en muchos puntos se ha apartado clamorosamente de él. Por otro lado, el
anglicanismo es muy plural, teológica y doctrinalmente, y dentro de él supongo que yo me
definiría como clara y explícitamente evangélico y protestante. Por tanto, no tengo ninguna
añoranza de una comunión con Roma ni nada por el estilo, más bien pido al Señor para que
la Iglesia de Roma se convierta y vuelva al evangelio.
P.- ¿Qué le dijo su familia, cuando se enteró de su decisión?
R.- Fue difícil para ellos, pero lo aceptan y me apoyan plenamente.
P.- ¿Y sus amigos y compañeros jesuitas?
R.- No trato actualmente con muchos, pero aquellos con los que sigo en contacto siempre han
sido un apoyo en este paso y en otros.
P.- ¿Se siente plenamente realizado en la Iglesia anglicana?
R.- Ninguna iglesia es perfecta ni ninguna agota y es capaz de contener en exclusiva a la
verdadera Iglesia de Cristo, que está constituida por todos aquellos que reconocen a Jesús
como su único Salvador, pertenezcan a la comunidad que pertenezcan. Y, desde luego, me
encuentro muy satisfecho en la IERE, que, con todos los fallos que pueda tener se reconoce,
con modestia, sólo como una parte de esa Iglesia universal.
. - ¿Cómo es su parroquia?
R.- Pastoreo una pequeña comunidad que es una de las más recientes de nuestra Iglesia, en
Torrejón de Ardoz. Está constituida fundamentalmente por inmigrantes procedentes de
diversos países y tradiciones religiosas: católica bizantina, ortodoxa, otras iglesias
protestantes, etc. Son personas, a veces con muchos problemas, pero con un hambre
espiritual y un deseo de conocer y seguir a Jesús tremendos, que me están enseñando
mucho.
P.- ¿Por qué sigue siendo célibe, a pesar de que a los curas anglicanos les está permitido
casarse?
R.- No sé si técnicamente se podría decir que soy célibe. Yo me considero, simplemente,
soltero, y aunque tengo ya 44 años, no me atrevo a decir de esta agua no beberé. Quizá esa
sea la diferencia con el celibato, pretendidamente sublimado, en la Iglesia de Roma, que
siempre pende como una espada de Damocles creando toda clase de tensiones afectivas. Yo
mismo viví esas tensiones y, sin haber cambiado mi situación personal en ese aspecto, las
tensiones desparecieron. No es lo mismo vivir sin una pareja, pero sabiendo que el Señor te
pude conceder algún día el don de encontrar a una mujer con la que compartir la vida y un
proyecto común, que hacerse a la idea de que nunca vas a poder vivir como la gente
«normal». Y por añadidura, rodeado y conviviendo con otra gente con las mismas tensiones:
al final todo se suma y crece exponencialmente.
P.- ¿El celibato obligatorio del clero secular católico es un anacronismo o un imperativo
económico?
R.- No lo llamaría propiamente anacronismo, si a eso le damos un sentido de anticuado o
antiguo, porque realmente es una innovación de la Iglesia Romana y en la antigua Iglesia no
existía.
P.- ¿Qué siente al ver que Roma no sólo abre los brazos, sino que concede todo tipo de
privilegios a los anglicanos tradicionalistas?
R.- La verdad es que esos anglicanos tradicionalistas, presentes sobre todo en Norteamérica
e Inglaterra, siempre han estado mirando a Roma desde el siglo XIX, con el ritualismo y el
Movimiento de Oxford, en su repudio de la Reforma y de todo lo protestante. Siempre han
tenido una identidad anglicana poco clara y parece que, con estas medidas, tampoco van a
tener una identidad romana mucho más clara. Aparte de que la propia realidad en la Iglesia
Católica Romana es probablemente mucho más plural de lo que ellos creen. Incluso el
catolicismo 'oficial' de Roma es muy distinto hoy de los ideales románticos y medievales que
los anglos católicos más estrictos mantienen.
P.- ¿Se va a producir una avalancha de curas anglicanos hacia Roma?
R.- No lo creo. Esta oferta afectaría a un sector muy reducido de lo que es hoy el
anglicanismo, es decir a los anglos católicos tradicionales o conservadores. A los
anglocatólicos liberales es a los que puede irritar más la medida. En cambio, los anglicanos
evangélicos, por muy conservadores que sean, no tienen ningún interés en entrar en
comunión con Roma.
P.- ¿La decisión romana sienta un precedente y es un agravio comparativo para los curas
católicos casados?
R.- Eso lo tendrán que decir los católicos romanos. Pero, en cualquier caso, la admisión de
estos ministros casados al sacerdocio católico no es nueva y se lleva haciendo muchos años.
P.- ¿En África, donde tanto se estima la paternidad y la familia, la medida vaticana no puede
ser una tentación para que muchos curas católicos se pasen al nuevo rito anglicano, para
poder así casarse y seguir ejerciendo el ministerio?
R.- Todos sabemos la forma un tanto laxa con la que se vive de facto el celibato en África, así
es que no creo que nadie necesite esa maniobra para seguir haciendo lo que ya hace.
P.- ¿Se aprovecha Roma de que el anglicanismo es la más avanzada de las confesiones
cristianas y va abriendo camino en la frontera?
R.- La pregunta ya incluye una valoración que no estoy muy seguro de compartir. Dentro del
anglicanismo, muchos pensamos que en algunas partes de nuestra Comunión se está
actuando precipitadamente, sin mucho discernimiento y sin contar con la opinión del resto de
la Comunión. Ahora bien, todos lealmente, desde la fe y el compromiso, tratamos de
mantenernos fieles al Evangelio de Cristo. Roma, sin embargo, trata de explotar esta situación
de debate interno que vivimos en su propio beneficio.
P.- ¿La Historia pedirá cuentas a la Iglesia de Roma por discriminar a los homosexuales y por
impedir el acceso de las mujeres al ministerio?
R.- Eso tendrían que debatirlo los católicos.
P.- ¿Con Benedicto XVI la Iglesia católica sigue involucionando?
R.- No sé si se pude llamar involución o no. Para mí, sigue, simplemente, igual.
P.- ¿Con esta medida se escenifica el ecumenismo de asimilación que practica Roma?
R.- En el anglicanismo ya estamos viviendo un ecumenismo de otro tipo. Por ejemplo,
estamos oficialmente en comunión con las Iglesias Luteranas del Norte de Europa y con las
Viejo-Católicas de Europa Central. Eso quiere decir que nos reconocemos mutuamente como
partes de la única Iglesia Universal y reconocemos los ministerios de cada una y la libre
circulación de ministros y fieles, sin renunciar, por ello a la identidad propia y la independencia
de cada una de nuestras Iglesias. La posición de Roma, sin embargo, es y siempre ha sido,
asimilacionista. Sólo concibe la unidad como vuelta al redil, sin plantearse si no es ella, tal
vez, la que un día abandonó ese redil.
P.- ¿Alguna vez se le pasó por la cabeza volver de nuevo a Roma?
R.- No, para nada.
Editorial
Camila O’Gorman, Hija de Adolfo O'Gorman y Périchon de Vandeuil, su madre fue Joaquina
Ximénez y Pinto. Era nieta de Ana Perichon, la célebre "amiga" de Santiago de Liniers,
reconquistador de Buenos Aires.
Camila nació en Buenos Aires en 1828. Tenía diecinueve años cuando conoció al párroco del
Socorro, Ladislao Gutiérrez. La joven cantaba en las funciones religiosas y trataba al
sacerdote en su casa.
Ladislao había llegado unos años antes desde Tucumán. Era, según recordaba Antonino
Reyes, "un joven de pelo negro y ensortijado, cutis moreno y mirada viva, modales delicados
y un conjunto simpático".
Decían que era "juicioso y lleno de aptitudes" y venía a Buenos Aires para seguir la carrera
eclesiástica. Ordenado sacerdote a los veinticuatro años, Ladislao Gutiérrez fue designado
párroco en la iglesia del Socorro. Pronto reparó en la joven alta, de pelo castaño y expresivos
ojos oscuros, de andar elegante y gracioso. No tuvo que esperar mucho para que se la
presentaran: era hermana de Eduardo O’Gorman, compañero en la carrera sacerdotal.
Como casi todas las mujeres de esa época, Camila era bastante devota. Iba a misa con
frecuencia y le gustaban mucho los sermones del nuevo párroco.
A veces él iba de visita a su casa. Poco a poco se hicieron amigos y empezaron a encontrarse
en sus paseos por Palermo.
La afinidad espiritual se transformó en amor y la pareja decidió huir de Buenos Aires, Poco a
poco fueron forjando el plan: llevarían algo de ropa, lo que pudieran juntar de plata y dos
caballos. Irían hacia Luján, de allí pasarían a Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.
El destino final, si todo andaba bien, sería Río de Janeiro. Al pasar a Santa fe fingirían haber
perdido los pasaportes y pedirían otros con nombres falsos. El 12 de diciembre de 1847 fue el
día elegido para la fuga.
Al llegar a Luján, en una enramada que les había proporcionado el mesero y bajo la noche
refulgente de estrellas, los amantes tuvieron su momento de felicidad.
Ya en Paraná, en febrero de 1848, consiguieron un pasaporte a nombre de Máximo Brandier,
comerciante, natural de Jujuy, y su esposa, Valentina Desan. Allí embarcaron con la
complicidad del patrón del barco y llegaron a Goya, Corrientes, en tanto eran buscados por
pedido del padre de Camila.
Al llegar a Goya con su nueva identidad pudieron tomarse un respiro y prepararse para la
última etapa: Brasil.
Mientras tanto, para ganarse la vida abrieron una escuela para niños, la primera que existió
en esa pequeña ciudad. Pudieron vivir cuatro meses en una relativa felicidad, olvidando la
persecución de que eran objeto. El 16 de junio ocurrió el desastre cuando encontraron en una
casa de familia a un sacerdote irlandés que conocía a Gutiérrez.
Pero su suerte estaba escrita. Las fuerzas del gobierno los encontraron y apresaron. En un
frío amanecer del 18 de agosto de 1848, Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez fueron
fusilados. Los acribillados cuerpos de los amantes lograron finalmente perpetuar el abrazo por
el cual se les quitó la vida.
En la actualidad los curas que dejan, especialmente por haberse enamorado de una mujer y
optar por una familia, sin que ello implique necesariamente renunciar a la vocación religiosa,
mucho menos a renegar del Don de la Fe y de su práctica concreta; es decir, los valores que
Jesús nos propone ...también son fusilados junto con sus compañeras.
Porque hay muchas maneras de fusilamiento: especialmente cuando la institución eclesiástica
segrega y niega los talentos que muchos de sus miembros que han abandonado el ministerio
poseen de manera testimonial.
El dia 18 de agosto tendríamos que recordarlo y considerarlo como EL DIA DEL CELIBATO
OPTATIVO.
Willy Schefer.
Editorial
Ver nº 141.
Los curas casados y sus esposas piden que se termine el celibato
Por Gustavo Sarmiento
Treinta representantes de seis países se reunieron en la casa de la viuda de Jerónimo
Podestá, ex Obispo de Avellaneda. Dicen que lo reclaman sin ánimo de confrontar y por amor
a la Iglesia. La quieren "abierta y renovada".
La Iglesia se fue apartando de la comunidad, debe cambiar y no se ha renovado durante
muchísimo tiempo." La reflexión se escuchó durante el encuentro de la Federación
Latinoamericana de Curas Casados y sus Esposas, iniciado el miércoles con la participación
de 30 representantes de seis países, en la casa de Clelia Luro de Podestá, viuda de
monseñor Jerónimo Podestá, ex Obispo de Avellaneda, quién llevó adelante la organización
que hoy representa a unos 150 mil sacerdotes en todo el mundo, según los organizadores,
aunque el Vaticano sólo reconoce 60 mil.
Durante las jornadas, que culminarán hoy, las parejas analizan las iglesias de la región, los
movimientos económicos, sociales, políticos y culturales, la relación con cada comunidad y
con las jerarquías y sectores políticos de cada país.
Uno de los principales pedidos fue que el Vaticano acepte el celibato optativo, algo que el
75% de los curas avala, según una encuesta encargada hace cuatro años por la Conferencia
Episcopal Argentina. "El celibato surgió en el siglo IV, cuando el casamiento entre sacerdotes
era algo habitual. La Biblia no habla nada, al contrario, Jesús elige a sus apóstoles casados",
indicó el ecuatoriano Mario Mullo, actual presidente de la Federación. João Tabares, de Brasil,
consideró que "si los curas se casan entra el aspecto económico. Para la Iglesia es más fácil
mantener a un sacerdote con salario mínimo que a toda su familia. Los bienes eclesiásticos
son guardados, no se transmiten. Y en el origen estuvo esta idea platónica de que el alma es
prisionera del cuerpo, que es malo."
El padre Lauro Macías, que llegó de México con su pareja, Tere, recordó que "se llegó a
decretar que los sacerdotes que no dejaran a sus esposas fueran encarcelados, y ellas y sus
hijos eran vendidos como esclavos".
En Oriente, la iglesia católica permite la unión matrimonial, pero en Occidente la cúpula
clerical se ha cerrado a discutirlo. Según relataron, Juan Pablo II llegó a comentarle a un
obispo que le consultó sobre el asunto: "cambie usted de tema o terminamos acá la
conversación". Sebastián Cozar, de Chile, remarcó: "Pedimos el diálogo, como dice el
Concilio Vaticano II, no queremos enfrentarnos ni lo hacemos con ningún resentimiento, sino
por amor a la Iglesia. El sacerdote casado es un aporte más a la iglesia."
Según datos que manejan en la Federación, más del 60% de sus comunidades están de
acuerdo con que el cura esté casado, y no lo consideran un impedimento para que puedan
ejercer su vocación. Para Mullo, "lo fundamental igualmente es concebir una Iglesia renovada,
abierta al mundo y a las organizaciones sociales".
El matrimonio no es lo único que une a todos los asistentes. Lo principal es el compromiso
con sus comunidades: la lucha por la justicia social, los Derechos Humanos y la búsqueda de
un evangelio anclado en los barrios y las clases más necesitadas, anclados en la teología de
la liberación. "Al dejar el ministerio, muchos dieron vuelta la página, otros participan en
actividades parroquiales, comunitarias, en busca de una nueva iglesia que necesitamos hoy
día", afirmaron los presentes.
Lauro, padre de tres hijos, fundó el segundo templo ecuménico que hubo en una cárcel
mexicana y aún celebra la eucaristía en los funerales de sus amigos o en bodas que la Iglesia
católica se niega a oficiar. "Me salí del estado clerical, pero no del sacerdocio", aclara. Para
Cozar, "la nueva iglesia debe tener más participación comunitaria, más caridad; una iglesia de
libertad que no imponga, sino que sea abierta".
Sábado 24 de septiembre de 2011
"Los sacerdotes deben tener libertad para casarse si así lo desean"
El obispo emérito de Derry
El obispo emérito de Derry reclama el fin del celibato en la Iglesia católica. El religioso efectuó
esas declaraciones en una entrevista con la emisora de radio de la BBC, como anticipo de un
libro autobiográfico que verá esta semana la luz.
Siempre habrá un lugar en la Iglesia para el sacerdocio célibe, pero también debe haber sitio
para sacerdotes casados El obispo emérito de la localidad norirlandesa de Derry, Edward
Daly abogó hoy por el fin del celibato en la Iglesia católica como medida para solucionar
algunos de sus problemas y favorecer la entrada de nuevos miembros.
"Siempre habrá un lugar en la Iglesia para el sacerdocio célibe, pero también debe haber sitio
para sacerdotes casados (...) Creo que los sacerdotes deben tener libertad para casarse si así
lo desean. Podría crear un nuevo número de problemas, pero creo que es algo que debería
considerarse", explicó Daly, de 77 años.
El obispo aseguró que durante su ejercicio le resultó doloroso ver cómo sacerdotes o
seminaristas se veían obligados a abandonar su carrera eclesiástica por culpa del voto de
castidad.
"Me preocupa el constante descenso del número de sacerdotes y el número de sacerdotes
mayores. Creo que es un asunto que debe ser abordado urgentemente", advirtió Daly, quien
reconoció que sus ideas no comulgan con la línea actual de pensamiento del Vaticano.
"No tomo parte de un concurso de popularidad", se justificó el ex prelado.
Daly desempeñó el puesto de obispo en Derry entre 1974 y 1993, coincidiendo con el
comienzo del conflicto entre católicos y protestantes en la provincia británica.
Es recordado por una fotografía en la que aparece agitando un pañuelo blanco ensangrentado
delante de cuatro personas que llevaban en volandas al joven Jackie Duddy, herido de muerte
durante el llamado "Domingo Sangriento" de Derry (1972).
Esa y otras experiencias las aborda Daly, quien trabaja ahora como capellán de un hospicio
de Derry, en el libro "A Troubled See, Memoirs of a Derry Bishop", que se publica esta
semana.
Tomado de Religión Digital 13-9-11
Jeffrey Neil Steenson, casado y con 3 hijos, nuevo ordinario de los ex anglicanos USA
El papa Benedicto XVI nombró el domingo a un sacerdote casado y ex periodista deportivo
que se convirtió del anglicanismo para que encabece la primera estructura para anglicanos
estadounidenses conversos al catolicismo.
El reverendo Jeffrey Neil Steenson, ex rector de una iglesia episcopal en Texas, encabezará
el Anglicanorum coetibus (Ordinariato personal), el equivalente de una diócesis para ex
anglicanos que se convierten al catolicismo, pero desean retener su identidad y cierta
autonomía en sus relaciones con los obispos, dijo el Vaticano en un comunicado. El Vaticano
creó la primera de esas estructuras en Gran Bretaña el año pasado.
En 2009, Benedicto XVI emitió una invitación sin precedentes para que anglicanos se
integrasen a la Iglesia en grupos o como parroquias. Previamente, los conversos eran
aceptados caso por caso.
Los sacerdotes anglicanos casados que se convierten al catolicismo pueden permanecer
casados y hacerse sacerdotes, una excepción a la regla del celibato del Vaticano.
Steenson fue previamente obispo de la Diócesis Episcopal de Río Grande, en Albuquerque,
Nuevo México, desde 2004 hasta 2007, pero el Vaticano no permite que los obispos casados
que se conviertan mantengan el rango. Por ello, Steenson es sacerdote, pero no obispo en la
iglesia católica.
El cardenal estadounidense Donald Wuerl había anunciado en noviembre que los anglicanos
que deseasen convertirse al catolicismo tendrían una estructura formal para supervisar su
conversión a partir del 1 de enero.
Los anglicanos tienen sus raíces en la Iglesia de Inglaterra, que se separó de la Santa Sede
en 1534 cuando el Vaticano le negó al rey Enrique XVIII la anulación de su matrimonio.
(RD/Agencias) (De Religión Digital 3 enero 2012)
Nuestro comentario: Más que indignarnos, creo que se trata de una muy buena noticia
porque en el Vaticano con estas excepciones desmitifican el tan cacareado celibato
occidental. Pero no tengamos prisas. Nosotros las hemos tenido a lo largo de nuestra
juventud e incluso en la madurez, cuando nos llega el declinar de esta vida temporal en la
ancianidad, se acabaron las prisas. Miramos el bien de la Iglesia. Dios es eterno y no tiene
prisas. Confiemos. El Espíritu Santo vela sobre su Iglesia. Y los humanos todos, - ¡todos! –
hemos de examinarnos por si en algo debemos corregirnos.
¿Cuándo nos respetarán y apreciarán?
230.- Mayo - junio 2012 Informa ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 172
Editorial
"En mayo hermoso, a María ofrece el campo primores. Y en sus primicias las flores proclaman
todo su amor". Esta canción me resuena todos los años cuando llega el mes de mayo. La
escuchaba entonar en el pueblecito navarro de Galbarra en el ejercicio del mes de las flores.
Lo hacían con devoción, cariño y buena entonación. Han pasado ya más de cincuenta años.
Para nosotros los sacerdotes – casados o solteros – la devoción a la Virgen María es algo
esencial. Y lo mismo digo para las religiosas y religiosos que un día vivieron en la comunidad
de un monasterio o convento. Mayo es nuestro mes predilecto. Es el mes de María. La mayor
parte de nosotros no tenemos madre en la tierra, pero la tenemos siempre en el Cielo.
Bendícenos, María. Ayúdanos a perseverar en la fe y en el amor; ayúdanos a vivir nuestro
sacerdocio y vida cristiana a tope.
Amarres al celibato
Auxiliar de Los Ángeles, Gabino Zavala era un prelado querido y respetado por todos.
Comprometido con las causas sociales, su fama se extendió por toda California y por todo
Estados Unidos. Y llegó a conseguir varios premios por su lucha encarnizada en pro de la
supresión de la pena de muerte. Nada hacía presagiar que llevase una doble vida y que el
Vaticano le iba a obligar a dimitir ipso facto, una vez que le reconoció al papa que tenía dos
hijos ya adolescentes.
Pero así fue. Y a sus 60 años, tuvo que irse a su casa. Y es que, al final, la vida con su
engranaje implacable siempre termina imponiéndose. La vida y el amor vencen de nuevo a la
ley. Aunque muchos entre las filas clericales más conservadoras lo vean como una derrota.
Casos como el suyo demuestra fehacientemente la necesidad de aprobar ya el celibato
opcional.
Casos como el suyo demuestran el desaprovechamiento de recursos humanos por parte de
una institución que, a veces, pone sus leyes (puramente humanas y coyunturales) por encima
del anuncio del Reino de Dios. Si Don Gabino fue un buen cura y un excelente obispo durante
casi 40 años, ¿por qué tiene que dejar de serlo ahora?
Casos como el suyo demuestran que, en la institución eclesial, se permite casi todo con tal de
que no se sepa, de que permanezca en lo oculto. Es la eterna cantinela de la hipocresía, que
conduce a muchos clérigos a una doble vida. Una doble vida en la que los más perjudicados
son siempre sus hijos (no reconocidos) y sus mujeres (siempre ocultadas).
Don Gabino seguirá siendo obispo in aeternum. Sólo que no podrá ejercer su ministerio. Otra
sutileza eclesiástica: ser sin poder ejercer. Como si se pudiese prohibir a alguien ser padre
espiritual o bendecir en nombre de Dios...
Pero Roma decide y los fieles, que seguro apostarían para que Don Gabino siguiese
ejerciendo, callan. O no se les pregunta. Pero llegará un día en que también en la Iglesia
surgirán espontáneamente los Indignados. Para reivindicar el derecho del pueblo de Dios a
ser oído en su propia casa. Para exigir que la eucaristía prime sobre la forma del ministerio
célibe o casado. ¡Y no tardará! José Manuel Vidal
Editorial
Victorino P.P. es un sacerdote gallego casado por lo civil, sin haber pedido la secularización
previamente. Casos como este conocemos varios. Ignoramos si en las diócesis respectivas
los ha secularizado "de officio". El hecho es que celebran en pequeñas comunidades de base.
Y ningún de obispo consta que se haya metido con ellos.
Pero el caso de Don Victorino es distinto. Él se ha casado por lo civil, no ha pedido la
secularización, sigue ejerciendo en una comunidad de base, donde se le admite, pero en la
diócesis de Santiago de Compostela, se ha armado un revuelo considerable, y del obispado,
por supuesto con la anuencia del arzobispo, han enviado el siguiente comunicado.
Esta es la comunicación de la Secretaría de Medios de Comunicación del arzobispado de
Compostela:
"Secretaría de Medios de Comunicación
1.- Nos parece un abuso desde el punto de vista tanto humano como eclesial, el desempeñar
el ministerio públicamente, habiendo contraído matrimonio civil, por parte del sacerdote.
2.- Veo de muy distinta manera el problema que exponíamos en el blog hace algunos meses,
de sacerdotes secularizados legítimamente, casados por la Iglesia, que en pueblos donde el
sacerdote oficial no va sino una sola vez al año, celebre los domingos la Eucaristía. Creo que
estos fieles, por derecho divino, pueden pedir a estos sacerdotes la Eucaristía dominical.
3.- Asimismo, si un sacerdote secularizado, celebrase en grupos bien mentalizados la
Eucaristía, a puerta cerrada, sin alharacas ni retos, porque un grupo de fieles o amigos se lo
pide, nadie puede poner ningún inconveniente. Hay estudios sobre el particular muy bien
razonados. En todo caso, repito, se exige la discreción y el no causar el "escándalo
pusilorum".
4.- El caso que nos ocupa está dando mucho que hablar y creemos debería el tal sacerdote
retirarse de la pública palestra.
5.- "Por desgracia", en la Iglesia los hechos consumados han ido cambiando la normativa,
cuando la desobediencia se hace casi general. Ejemplos: el dejar la coronilla, el sombrero de
teja, la sotana… Cito estos casos que ahora me vienen a la mente y los he conocido. Pero
existen muchos más. Veo más difícil que el hecho singular de que algunos clérigos se casen
por lo civil sin pedir la secularización, y pretendan seguir ejerciendo, llegue a cambiar la ley
del celibato, porque tan solo son casos aislados e incluso dentro del clero no son bien vistos.
Y he dicho "Por desgracia", porque debiera nuestra jerarquía estar alerta para que antes de
que se llegare a una desobediencia general cambiar la norma. Todavía estamos a tiempo en
el caso del celibato. ¿Pudiera ocurrir esa desobediencia general en este terreno?
Editorial
Pasan los años, pero nuestro corazón sacerdotal no decae: hasta la muerte, porque no hemos
echado atrás la mirada. Quienes nos ordenamos sacerdotes, seguimos siéndolo, porque
nunca se podrá borrar de nuestra alma el carácter sacerdotal. Si pudieran raer de nosotros
esta señal indeleble, lo harían. Para que no nos sintiéramos sacerdotes, nos dispensaron del
celibato "y demás obligaciones sacerdotales". Y yo me pregunto: ¿pero es que se puede
dispensar a uno de sus obligaciones de cristiano, de casado, de confirmado…? Lo lógico es
que, en aquel rescripto de "dispensa por gracia", hubieran expresado que no pertenecíamos
al cuerpo clerical. ¡Nada más! Porque el sacerdocio sigue y seguirá en nuestras almas. Y hay
una exigencia radical, teológica e incluso – según muchos – ontológica, que reclama el
ejercicio ministerial entre nosotros. Sé que los jerarcas obran con conciencia tranquila. Pero
ahí está la exigencia radical.
Los religiosos no sacerdotes, tanto monjas como hermanos, tampoco han renunciado a su
entrega generosa al Señor y lo siguen viviendo con entusiasmo y amor. Conozco a muchas
personas que siguen, antiguos frailes o monjas, entregados del todo a Dios y a las almas, y si
se han casado, a su familia. Porque muchos salieron del claustro porque deseaban casarse.
Otros, porque no podían aguantar el ambiente de presión o de intolerancia. Incluso
conocemos casos de auténtico mobbing dentro del convento. Y han salido sin rencillas, sin
odios, con paz. Y son ejemplo y testimonio cristiano.
Cada año, unos mil curas cuelgan la sotana
La mayoría de los sacerdotes que renuncian lo hacen por amor ?
Editorial
Nueva Evangelización
No teníamos demasiada esperanza en que dentro de la Nueva Evangelización del Sínodo se
tocara el celibato obligatorio, y no lo han hecho, aunque un Padre Sinodal algo ha dicho. Lo
importante en la Nueva Evangelización es llegar a todos dentro de una gran fe y celo por la
gloria de Dios. Han pasado muchos años desde que Juan Pablo II lanzó la idea, desde
comienzos de siglo.
A lo largo de la Historia ha habido movimientos verdaderamente evangelizadores. En la
segunda mitad del siglo XX dieron extraordinario resultado los Ejercicios Espirituales, las
Ejercí citaciones por un Mundo Mejor y los Cursillos de cristiandad. Hoy todo esto, aun
potenciándolo y actualizándolo, sería insuficiente. Es necesario el apostolado individual. Para
ello los obispos debieran dejar sus palacios y lanzarse ellos mismos por las casas, previo
aviso. Invitar a este mismo apostolado a sus sacerdotes. Dedicar todos ellos un día a la
semana a este ministerio. DESPUÉS, invitar a los seglares a este apostolado, pero sin ellos
abandonarlo nunca. Esta iniciativa alguien ya la ha insinuado, pero tememos que no tenga el
eco necesario. De otra manera no es fácil llegar a los indiferentes, ateos, materialistas y
paganos.
Del Sínodo de Octubre 2012- Actualidad
Menos mal que también hoy algún obispo pone en tela de juicio el celibato
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/11/111101_argentina_sacerdotes_casados_iglesia
_vh.shtml?s
235.- Marzo - abril 2013 Informa ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 170
Editorial
Admirando a Hermann Cohen
Es el mismo del nº 216
La verdad es un inmerecido honor el tener una carta de tu parte, cierto que han pasado
muchas hojas del calendario 2012 y por fin sé algo de ti; entonces que sea este el momento
oportuno para presentarte mis mejores deseos, para que esta Navidad y año nuevo, sea el
inicio de un mejor porvenir para tu ministerio.
Cierto mi hermano, te comenté que luego de que dejé el sacerdocio, por muchas razones, la
curia de mi Diócesis, me dio las espaldas y no me permitieron siquiera trabajar de profesor;
entonces tuve que buscar quien me acoja. Pensé en ser anglicano, o unirme a los
veterocatólicos de mi país, pero es imposible que a un "cura casado" lo dejen ejercer el
ministerio libremente, así que busqué por mucho tiempo otras oportunidades y dando gracias
a Dios pude encontrar a los presbiterianos-ortodoxos de los EEUU y me uní a ellos.
Hoy, de la misma manera por la voluntad del Padre Celestial, ya hemos cumplido nuestro
primer año como congregación, siendo los primeros en el Ecuador y la iglesia crece cada día.
En todo caso mi amado hermano, estoy bien, ahora predicando un Evangelio no adulterado,
junto a mi familia y a la comunidad cristiana que necesita conocer a su Salvador.
Nota de la redacción: No vamos a justificar ni condenamos lo que pudo haber de pecado o no
en su proceder, ¡su conciencia lo hará!; el caso se repite con relativa frecuencia. Me parece
que los jerarcas a quienes corresponda no debieran ignorar estos casos; habrían de tenerlos
muy en cuenta, sobre todo para cambiar una legislación que tantas fuerzas deja perder en el
mundo católico. Y este, como otros muchos, son hombres de mucha fe.
¿Es más importante el ejercicio del pontificado, o el cumplimiento de la ley eclesial del
celibato? El Papa renuncia a su pontificado y sigue siendo obispo emérito por su edad,
cualquiera de nosotros al ser dispensado del celibato nos hemos visto obligados a renunciar
al ejercicio del ministerio sacerdotal. Benedicto XVI renuncia a su pontificado, aduciendo
motivos de salud y todos le reconocemos su valía y le agradecemos el trabajo realizado.
Un sacerdote pide la dispensa del celibato, porque en conciencia así lo cree conveniente y se
le considera un traidor. Al sacerdote dispensado se le exhorta a que no dé escándalo y al
Papa que renuncia se le arropa y protege, cosa que me parece muy bien; pero sería de
desear que se emplease la misma vara de medir para el sacerdote que por distintas razones
se ve obligado a dejar su ministerio.
El sacerdote que pide la dispensa –dicen algunos- es porque ha dejado su vida de oración,
pero el Papa que presenta su renuncia realiza un acto de gran humildad. Esto último lo han
declarado distintos prelados. Se puede renunciar al papado y se genera una corriente de
comprensión inmediata, pero si un sacerdote pide la dispensa de celibato la institución
eclesial tiene muy bien formuladas las prescripciones descalificatorias más excluyentes.
Podríamos seguir señalando las diferencias de trato y consideración, y poniendo de relieve la
flagrante injusticia que la institución comete con los sacerdotes que solicitamos la dispensa de
celibato, pero así son las cosas.
Preocupación por las monjas de clausura que salen
Nos remite esta carta Olga Orfeo, religiosa secularizada que lo fue y hoy está bien casada,
sigue con verdadera vocación contemplativa y vive del todo su doble vocación.
Mi preocupación concreta es por esas hermanas concretas que salieron -o disciernen aún su
lugar- y que se han encontrado o encuentran sin ningún apoyo.
Sigo reivindicaciones de sacerdotes secularizados y pienso que nadie sabe nada de las
mujeres que salen d la vida claustral sin una preparación con la que poder desarrollar una
vida civil normal (en la vida religiosa activa se exigen unos estudios reglados, en la
contemplativa se impiden para evitar el "orgullo"), sin unos medios de subsistencia que,
aunque se hallan contemplados en el Derecho Canónico, son mayoría los que no los aplican
y, además apoyados por las autoridades eclesiales.
Una religiosa que hubiera entrado con 18 años, puede salir a los 5, 10,15, 20...años sin
haber cotizado a la Seguridad social ni un sólo día, sin una titulación suficiente y una
cualificación en ningún sector que pueda demostrar con una fe de vida laboral o un contrato.
Al salir depende de la familia -si la tiene- o de la caridad.
Eso en cuanto al básico tema material de la autonomía mínima para desarrollarse con
normalidad. Además de las necesidades psicológicas de adaptación a una nueva vida, de
integrar de una forma sana la ruptura con la anterior que no siempre -por no decir
excepcionalmente- se hace de forma equilibrada y serena por ambas partes. Son procesos de
mucho sufrimiento y con demasiada frecuencia queda un largo recorrido de sanación
emocional por delante.
Quisiera tener algún modo de que quien se encuentre en esta necesidad halle algo de
apoyo, orientación, descanso...aunque sólo sea un espacio en el que sentirse comprendidas,
acogidas con respeto y libertad...
Tengo que terminar, gracias de nuevo por su escucha y oración. Unidos en el Amor
Entrañable de este Dios Generoso y Madre que se cuida de hasta el último de los cabellos d
nuestra cabeza.
Orfeo
Editorial
Cuando llega el Papa Francisco, todo son esperanzas de renovación. Por supuesto que
también nosotros. Llevo pensando e investigando durante cuarenta y cinco años sobre el
problema eclesial de la secularización de los sacerdotes. Mis conclusiones son estas:
1.- No ha habido coherencia dogmática entre el dogma y la praxis. La ortodoxia es perfecta en
la Iglesia. La ortopraxis una vez más se ha vulnerado en este caso, al impedir de por vida el
ejercicio ministerial a quienes han sido ordenados sacerdotes. El uso de un sacramento se ha
impedido. La réplica a esto diciendo que ha sido libre la petición por parte del orador es falaz.
Se ve claro.
2.- La sangría en el último tercio del siglo XX ha sido terrible. Se han perdido por aferrarse a
una ley obsoleta, cien mil vocaciones.
3. Urge cambiar la legislación eclesiástica sobre el celibato, en el sentido de potenciar la
virginidad en los sacerdotes, pero que sea opcional.
4.- Esto último no se puede lograr de repente. La solución iría posiblemente en este orden:
ordenar a los diáconos casados que lo deseen; readmitir a los secularizados que lleven más
de cinco años casados y tengan trabajo remunerado; ordenación de hombres casados en
países donde no dice nada el celibato. Por último, tal vez dentro de bastantes años, celibato
opcional de los sacerdotes.
5.- En todos los casos, quitar la cláusula de impedir contraer segundas nupcias a quienes
hayan enviudado.
Así pensaba el Papa Francisco sobre el celibato
Asegura que el celibato es una "cuestión de disciplina, no de fe" que "se puede cambiar"
"Nunca se me cruzó por la cabeza casarme", asegura Jorge Bergoglio en el libro 'Sobre el
cielo y la tierra', una suerte de declaración de principios de quien fuera cabeza de la Iglesia
argentina, hoy convertido en el Papa Francisco.
"Cuando era seminarista me deslumbró una piba que conocí en el casamiento de un tío. Me
sorprendió su belleza, su luz intelectual... y, bueno, anduve boleado un buen tiempo y me
daba vueltas la cabeza", recuerda Bergoglio en el libro, editado en 2010.
Tras una semana en la que ni siquiera pudo rezar porque "cuando me disponía a hacerlo
aparecía la chica en mi cabeza (...) tuve que pensar la opción otra vez. Volví a elegir -o a
dejarme elegir- el camino religioso. Sería anormal que no pasara este tipo de cosas".
Así describe esta "última tentación" en 'Sobre el cielo y la tierra', que recoge una serie de
conversaciones con el rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico
Latinoamericano, sobre las más diversas cuestiones divinas y humanas.
El relato de su experiencia juvenil da paso a sus reflexiones sobre el celibato en la Iglesia
católica occidental, una "cuestión de disciplina, no de fe" que "se puede cambiar", continúa el
entonces arzobispo de Buenos Aires, tras subrayar que "en lo personal, a mí nunca se me
cruzó por la cabeza casarme".
Para Bergoglio, el celibato no tiene relación alguna con los casos de pedofilia denunciados en
la Iglesia, un asunto en el que "jamás voy a hacer la vista gorda. No se puede estar en una
posición de poder y destruirle la vida a otra persona”.
CARTA DIRIGIDA AL OBISPO DE ROMA Y SUMO PONTIFICE
PAPA FRANCISCO
Este es el título de un libro del que fue en su día presidente de la Conferencia Episcopal
Sudafricana, Fritz Lobinger, ahora obispo emérito a sus ochenta y cuatro años. En este libro
muestra la preocupación por la escasez de sacerdotes y propone la creación de equipos
ministeriales, que así los llama él. El autor pone de relieve como muchos sacerdotes están
nombrados para atender a treinta o cincuenta parroquias, lo cual resulta del todo imposible.
Señala el tipo de celebraciones sustitutivas, que por la imposibilidad de vivir en plenitud la
Eucaristía van en una peligrosa pendiente de tono protestante. Pone de relieve, por otra parte,
el gran mérito de esas comunidades que se reúnen en domingo en el templo y viven la
experiencia de una comunidad que por falta de sacerdote se ven privados de la Santa Misa.
La solución que propone Fritz Lobinger es la creación de equipos en las distintas localidades
formados por líderes que después de un seguimiento puedan ser ordenados sacerdotes con
capacidad para presidir las celebraciones. Serían personas que tendrían su trabajo
profesional y dedicarían de forma gratuita, a tiempo parcial, sus servicios a la Iglesia local. Se
constituirían equipos con un mínimo de tres con el fin, dice Lobinger, de evitar protagonismos,
pues en la celebración participaría el equipo e irían rotando en la presidencia de las
celebraciones. Como obispo en Sudáfrica sin duda ha conocido la situación de escasez
sacerdotal con gran viveza, y busca soluciones que no es poca cosa. En algún momento de
esta obra dice que estos ministros ordenados no habría que considerarlos como curas
casados, y eso me ha resultado pintoresco. Por un lado, se pretende la creación de equipos
con personas que tengan un trabajo y una vida familiar, sean ordenados sacerdotes con una
mínima formación, se les designa como ministros ordenados, y al final que no conste que son
curas casados.
Este libro es un testimonio más, de que la escasez de sacerdotes no afecta sólo al área
europea, sino que incluye a otros muchos lugares. Lentamente, la Iglesia Católica va
perdiendo poder temporal y su influencia sociológica cada vez es menor, por lo que la
estrategia nos orienta hacia la creación de comunidades más reducidas que las supuestas
comunidades parroquiales de diez mil, veinte mil o treinta mil feligreses. Con esta amplitud y
número no es posible forjar lazos de fraternidad cristiana reales. La parroquia como tal tiene
su razón de ser su función específica, pero la evangelización que hoy se demanda precisa de
ámbitos más reducidos que realicen lo específico de la vivencia cristiana. Para todo eso se
necesitan sacerdotes, y el actual modelo de sacerdote célibe no es suficiente para llevar a
cabo la tarea que está pendiente.
El planteamiento de Lobinger tiene el mérito de abrir otros cauces al prototipo de sacerdote
del Iglesia Católica de Rito Latino, y sólo por eso hay de darle la bienvenida. Esperemos que
la reflexión y la discusión sobre este asunto se abran camino y el nuevo Papa sea capaz de
abordar sin miedos ni reservas un tema de tanta trascendencia como es este que nos ocupa.
Pablo Garrido Sánchez
238.- Septiembre - octubre 2013 Informa ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 180
Editorial
A lo largo de los años varios centenares de sacerdotes con intención de secularizarse nos ha
consultado. Otros lo han hecho después de ya haber dejado la clerecía. La mayor parte ha
colgado los hábitos; también la mayoría lo han hecho con mucha fe, con entera convicción de
que su sacerdocio es para siempre y con el deseo de ejercerlo en el mismo momento en que
la jerarquía de la Iglesia cambie la legislación.
Hoy son muchos menos quienes se secularizan. Pero el porcentaje creo que no ha
disminuido. El número es menor porque las vocaciones han llegado a mínimos.
Dicen que el nuevo Papa no quitará la ley para que aumente el número de sacerdotes. Lo
importante es que la suprima, sea cuales fueran las causas. Citamos unas cuantas: la doble
vida de muchos clérigos; el desprestigio a que ha llegado la normativa; los continuos y
constantes escándalos a través de los siglos; el derecho humano que toda persona tiene a
desposarse; los continuos escándalos; la pederastia: sí, la pederastia, porque caen en este
vicio muchos sacerdotes no por enfermedad, sino porque las niñas y los niños púberes, pero
menores de edad son presa más fácil de ser seducidos.
En resumen: esperamos y rogamos a Dios que de una vez para siempre estudie la jerarquía
de la Iglesia el tema, y se decida el celibato opcional para todos los sacerdotes: los que han
de venir y los actuales que lo deseen.
¿Habrá que ser progresiva la praxis? Por supuesto. El orden me parece el siguiente: diáconos
casados que puedan tener vocación sacerdotal; regiones del mundo en que el celibato se
considera negativo; sacerdotes secularizados con varios años de matrimonio; hombres
casados que deseen acceder al sacramento del Orden y tengan vocación; por fin, libertad
dentro del clero para casarse.
Parece mejor que los obispos permanezcan solteros para una mayor libertad y misionerismo.
Pero en el caso de que contraigan matrimonio, vivan como un sacerdote más, en una
parroquia u otro ministerio distinto del episcopal.
Almodóvar dice al papa que dé "jaque mate" al celibato
Esta noticia de opinión está tomada en el mes de marzo del 13, pocos días después de que
comenzara su ministerio el papa Francisco.
Diario de Navarra 15-3-13
El director español Pedro Almodóvar presentó este jueves en Roma su última película, "Los
amantes pasajeros", una ocasión que sirvió a los periodistas para preguntarle sobre la
reciente elección del Papa Francisco, quien, en su opinión, debería aceptar otras formas de
matrimonio y dar "jaque mate" al celibato.
Durante la comparecencia ante los medios a algo más un kilómetro de la plaza de San Pedro
del Vaticano, Almodóvar señaló que la Iglesia Católica, antes de la llegada del nuevo papa,
"se había quedado muy atrás", y por ello dijo "atreverse" a darle unos consejos al nuevo
pontífice para que esa situación cambie.
"Primero que, por favor, eleve a la mujer a la misma categoría del hombre (...) Hay muchas
instituciones y muchas culturas que denigran a la mujer, pero en esta parte del mundo creo
que la Iglesia es una de las instituciones que no corresponden a la mujer con la función que
tienen en la sociedad. Por favor, que haya igualdad entre sacerdotes y sacerdotisas",
comentó el director.
"El segundo consejo es 'fuera el celibato', 'jaque mate al celibato', porque primero
desaparecería una de las grandes lacras de la Iglesia, que son los acosos sexuales, y
después que de una vez que los curas y las monjas conozcan la realidad del sexo y la
convivencia con otras personas eso les acercará al resto de las personas", agregó.
Y sobre las informaciones que han aparecido en medios españoles sobre una posible
pasividad que el Papa Francisco pudo mantener cuando era sacerdote frente a la dictadura de
Argentina, país del que es originario, el cineasta se mostró prudente.
"Vamos a darle la oportunidad de que haga algo para luego criticarle. Lo único criticable sería
lo que ha hecho, su aparición en el balcón (de San Pedro) y no lo he visto (...) Con respecto al
futuro, no podemos hablar, porque no lo sabemos, pero, claro, este hombre tiene un pasado.
Todos tenemos un pasado, el papa también", afirmó.
"Desgraciadamente creo que es un papa continuista y creo que esa es una mala noticia. No
me extiendo, porque esta ciudad tiene el Vaticano dentro y estoy aquí por otras razones, pero
el gran reto de la Iglesia es convertirse en una Iglesia contemporánea, en una Iglesia que
represente la vida misma", agregó.
El cineasta español, quien estuvo acompañado de los actores Miguel Ángel Silvestre, Carlos
Areces y Blanca Suárez, que forman parte del reparto de su película, fue más allá y pidió que
la Iglesia "normalice" las relaciones de todo tipo, porque se debería tener acceso al
matrimonio en "todas las combinaciones posibles".
Almodóvar abordó además la actual situación de crisis política y económica que vive España,
en relación a las supuestas alegorías que su último filme, que narra la historia de un avión con
dificultades para aterrizar, tiene con el momento que vive su país.
"La situación española es la peor desde el inicio de la democracia. No soy una persona
nostálgica, pero sí recuerdo la libertad, la explosión de libertad que hubo en los años ochenta
y sí la echo de menos, la echamos muchos de menos", dijo el cineasta.
"La película es una metáfora bastante clara de la situación que vive la sociedad española.
Este viaje sin destino, dando vueltas en elipse con la necesidad de un aterrizaje de
emergencia que tiene peligros. En la realidad ese aterrizaje lo malo es que no sabemos aún
sobre qué pista ni cuándo se aterrizará, ni quién comandará el viaje ni si tendrá la habilidad de
hacerlo", añadió.
Almodóvar dijo que cree que el escenario de ingobernabilidad abierto en Italia tras las
recientes elecciones generales podría darse también en España ahora si hubiera elecciones,
aunque no sería del todo igual porque no hay un Beppe Grillo español.
El Papa pide una «conducta irreprochable»
La Razón 15-3-13
En su primera misa pública como obispo de Roma, celebrada ayer en la Capilla Sixtina junto a
los 114 cardenales que le eligieron el miércoles de forma mayoritaria para ser el sucesor de
Benedicto XVI, el Papa Francisco delineó cuáles deben ser los principios que, en su opinión,
guíen el caminar de la comunidad católica durante su pontificado.
En una homilía breve y sencilla, y que pronunció en pie, el primer Pontífice americano pidió a
la Iglesia que «camine» para «no detenerse» e instó a los católicos a que edifiquen su fe
sobre «la piedra angular que es el Señor». También les pidió que profesen sus creencias
cristianas de manera que no caigan en «la mundanidad del demonio». Fue una alocución
improvisada y sin citas, muy distinta a las que acostumbraba a realizar Benedicto XVI en los
casi ocho años de su pontificado. En las intervenciones del anterior Papa salía a relucir el
profesor que nunca dejó de ser Ratzinger; en su sucesor, se veía al pastor que ha estado
desde 1998 al frente de una archidiócesis importante como es la de Buenos Aires.
Bajo los frescos de Miguel Ángel que decoran la bóveda, Francisco presidió una ceremonia
que se desarrolló en latín, con algunas lecturas y la homilía en italiano. Como ocurrió el
pasado miércoles, cuando saludó a los fieles por primera vez como Papa desde el balcón
central de la basílica de San Pedro, Jorge Mario Bergoglio también hizo gala ayer de su
dominio de la lengua italiana, aunque con un ligero acento porteño. Además de este idioma y
del español, habla francés, alemán e inglés.
En su homilía, el Papa Francisco deseó una Iglesia en movimiento. Repitiendo varias veces la
palabra «caminar», afirmó que «nuestra vida es un camino y que cuando nos paramos, la
cosa no va». «Hay que caminar siempre, en presencia del Señor a la luz del Señor», dijo el
nuevo Pontífice a los cardenales electores. En la segunda parte de su intervención habló de
cómo edificar la Iglesia. Recordando al primero de sus antecesores, Pedro, comentó que para
construir la comunidad eclesial hay que buscar la base en «la piedra angular que es el mismo
Señor». «Éste es otro movimiento de nuestra vida, la edificación».
El tercer punto del mensaje que dejó el nuevo obispo de Roma en su primera homilía fue la
profesión de la fe de forma pública. «Podemos caminar y edificar, pero si no confesamos a
Jesucristo la cosa no funciona, seremos una ONG piadosa, pero no una Iglesia esposa del
Señor», advirtió. Mientras los cardenales seguían con gesto muy atento las palabras del que
hasta el miércoles era uno más entre ellos, Francisco señaló que cuando no se edifica «sobre
las piedras», ocurre lo mismo que le pasa a los niños «cuando hacen castillos de arena en la
playa».
El nuevo Pontífice apuntó que las tres líneas de la Iglesia son «caminar, edificar y proclamar».
«Tenemos que caminar siempre en presencia de la luz del Señor, con una conducta
irreprochable, la misma que Dios pedía a Abraham», agregó el Papa Bergoglio.
Para llegar a esa plenitud del creyente, para la que el nuevo Papa ofreció su hoja de ruta, hay
que vivir públicamente la fe y «rezar al Señor». Si no se hace, se cae de forma inmediata en
la «oración al diablo, en la profesión de la mundanidad del demonio». El camino ofrecido por
Francisco, en el que los hitos van marcados por los verbos caminar, edificar y profesar, no va
a estar libre de problemas. «A veces hay sacudidas y movimientos que no son propios del
camino, sino que nos empujan hacia atrás», advirtió. Esto ocurre cuando los cristianos se
olvidan de la cruz, tratando de seguir a Jesucristo de forma parcial. «Cuando caminamos sin
la cruz, cuando edificamos sin la cruz, cuando confesamos sin la cruz, no somos discípulos
del Señor».
En esta postura de creyentes incompletos pueden caer todos los cristianos, también aquellos
que ocupan posiciones de poder: «obispos, cardenales, sacerdotes, papas...» Cuando se
olvidan de la cruz, se convierten en «mundanos» y dejan de ser «discípulos del Señor». «Yo
querría que todos nosotros, tras estos días de gracia, tengamos el valor de caminar en
presencia del Señor para edificar la Iglesia», concluyó.
¿Qué dice el Espíritu a esta oración de un sacerdote casado: "aquí estamos, Señor,
envíanos"
El comportamiento con los curas casados, ejemplo claro de desamor despótico
Animo a leer el libro: "Curas casados. Historias de fe y ternura" (Ramón Alario y Tere Cortés,
coordinadores. Moceop. Albacete 2010). Encontraréis, como dice el subtítulo, unas
magníficas "historias de fe y ternura", y un comportamiento de la Iglesia "oficial" egoísta, no
evangélico. Una muestra breve del año 2006:
"Sí, transmitir el evangelio, ayudar a vivirlo en mí y en quienes me rodeaban me encantaba,
pero vivir célibe me dejaba vacío, cada día un poco más ... Esto no se pasaba, ya no eran
crisis, era una constante. Mi corazón me estaba hablando otra cosa desde hacía mucho
tiempo y no estaba haciendo caso. Dios mismo me hacía darme cuenta de que no podía
seguir engañándome y engañándole a él y a todos; por muchos grupos, catequesis y homilías
que pronunciase; aunque la gente me quisiese y alabase mis palabras o mis acciones;
aunque Dios me diese muestras de su amor y fuese a veces instrumento suyo y testigo de su
bondad con las personas...
Gracias a este encuentro (se refiere al contactar con el Movimiento pro Celibato Opcional), he
comprobado que el camino que Dios me ha mostrado no es una locura mía. Mi vocación
había sido siempre ser cura casado; y yo no me había dado cuenta. Por eso esa lucha
interior, por eso esa vivencia ambivalente. Sí, ya sé que eso no existe hoy en la Iglesia
Católica Romana, pero en su momento tampoco existieron los monjes, los eremitas o los
laicos consagrados. Es la vocación que Dios quiere de mí. Y para eso me ha dado a conocer
no sólo a Moceop sino, sobre todo, a una persona con la que compartir esta misión, esta
ilusión y estilo de vida... A día de hoy, nos sentimos con la mano vacía, alzadas, puestas a
disposición de lo que Él quiera. Estamos a la escucha, a la espera de conocer cómo y dónde
quiere que hagamos realidad su sueño, su Reino. "Aquí estamos, Señor, envíanos". (o. c.
pág. 76).
Ante esta confesión de fe en la llamada divina, la respuesta oficial de la Iglesia en el año 2006
era esta: "Esos meses últimos en la parroquia, en los que tuve que vivir esta doble vida,
porque me obligaban a llevarlo en silencio ("para no causar escándalo"), fueron una pesadilla.
Mi conciencia se rebelaba contra mí, de modo especial, cuando celebraba la Eucaristía. De
hecho, me negué a hacerla. Las personas que asistían a ella ¿acaso no tenían derecho a
saberlo? ¿Acaso no les estaba engañando? Si esto me hacía feliz, ¿por qué debía ocultarlo
como si fuese un crimen? Tenía la impresión de que Dios mismo se avergonzaba de mi
proceder hipócrita. y, de hecho, días antes de volver a casa, me sinceré con los jóvenes de la
parroquia. Y su repuesta fue, como rezaba un mural que me hicieron con sus dedicatorias:
"siempre hemos estado ahí. y seguiremos estando" (o. c. pág. 72) ...
"Si quería que me la concediesen (la dispensa del celibato), tenía que mentir. Decir que no
sabía lo que hacía cuando me ordenaba, que era inmaduro, amén de plasmar mis miserias
más íntimas..." (pág. 75 de o. c.).
Los curas casados, ejemplo de libertad y coraje cristiano
La Iglesia "oficial" lleva siglos maltratando a estos sacerdotes. Los considera desertores,
rebeldes, resentidos, incluso traidores para un sector más fanático. No se han acercado a su
vida con respeto, en sintonía con Jesús y con el espíritu del Vaticano II: "el Evangelio anuncia
y proclama la libertad de los hijos de Dios, rechaza todas las esclavitudes, respeta
santamente la dignidad de la conciencia y su libre decisión..., encomienda a todos a la caridad
de todos..." (GS 41).
Este respeto santo a la conciencia brilla en el epílogo de J. M. Castillo: "Siento profunda
admiración hacia quienes un día tomaron la decisión de reorientar sus vidas aun a costa de
abandonar el ejercicio del ministerio sacerdotal... Estos hombres han tenido la libertad y el
coraje de tomar la propia vida en sus propias manos, para conducir esas vidas como ellos
veían que era lo que más y mejor cuadraba con su propia humanidad... La tarea fundamental,
lo mismo de los ministros de la iglesia que de los laicos, es encontrar cada cual, según sus
posibilidades y sus condicionamientos, el camino más pleno de su plena humanización.
Solamente así, y por este camino, podemos encontrar a Dios, al Dios trascendente y divino
que se nos da y sale a nuestro encuentro en lo inmanente y humano" (Epílogo de "Curas
casados. Historias de fe y ternura". Pág. 339-355).
Antes, otro valiente cristiano había expresado la misma libertad sobre la "descabellada
institución del celibato obligatorio de los obispos y presbíteros. La llamo descabellada, porque
la experiencia histórica demuestra que es una cabezonería humana en que el Espíritu Santo
no ha entrado, y que, por eso, siempre funcionó a trompicones... Bastantes curas, que actúan
rectamente en conciencia, no se sienten ligados delante de Dios por una disciplina que
vulnera derechos fundamentales del hombre. Manteniendo íntegra su fe, desde ella optan por
secularizarse de hecho (renunciando a ejercitar el ministerio) y contraen matrimonio civil...
Estoy persuadido de que no hay el menor error moral en su decisión, porque Dios no avala
disposiciones legales que atenten al bien del hombre, a los derechos fundamentales del
mismo y al verdadero bien de la comunidad eclesial... Hacen muy bien estos hermanos y
hermanas en apelar a su conciencia. Con su sinceridad y libertad están ayudando a la
Iglesia.... De modo que los sacerdotes auto-secularizados que, con buena conciencia,
contraen matrimonio civil, ni pecan ni incurren en excomunión. Y hacen muy bien las
comunidades cristianas parroquiales o extraparroquiales, muy numerosas ya, que los
mantienen sin discriminación alguna en su seno y participan con ellos en la comunión y en
todas sus actividades eclesiales. Hacen lo que deben hacer y lo que Dios quiere" (José María
Díez-Alegría: "Rebajas teológicas de otoño". Editorial Desclee de Brouwer, S.A. Bilbao 1980.
páginas 144-147).
"¡Hay que responder a los impulsos –llamadas- del Espíritu!" (GS 11)
Somos muchos en la Iglesia los que esperamos –a veces contra toda esperanza- que los
dirigentes eclesiales se conviertan a los impulsos del Espíritu. El hecho mismo de la
"secularización" de miles de sacerdotes es un signo llamativo de los tiempos. ¿Qué nos
quiere decir el Espíritu de Dios en ese hecho? "Es de todo el Pueblo de Dios, sobre todo de
pastores y teólogos, auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las
variadas voces (hit.: "": hablas, respuestas plurales...) y valorarlas a la luz de la palabra
divina..." (GS 44). Resulta dolorosa la marginación que los pastores eclesiales hacen de este
luminoso texto del Concilio. No tienen pudor alguno en creerse únicos poseedores del
Espíritu, y ni escuchan al pueblo, ni a teólogos, ni al clero, ni a la libertad de los hijos de Dios.
Su Ley está por encima de las comunidades cristianas, del mandato del Señor de "haced esto
en memoria mía", del sacramento del Orden... Ya se encargan de callar voces, de hacer
obispos obedientes a la Ley, de cercenar como sea la libertad. Hablaremos más delante de
los "amarres" de la ley celibataria contrarios al Evangelio. Todo este disparatado dispositivo
está haciendo mucho daño al Evangelio de la verdad y del amor. Así no podemos ser
"germen y principio del reino de Dios" (LG 5), del reino del Amor: "paciente y bondadoso; que
no tiene envidia, ni orgullo, ni se da importancia. Que no es grosero, ni egoísta; no se irrita ni
lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que encuentra su alegría en la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo aguanta. El amor verdadero no pasa
nunca" (1Cor 13,4-8).
Rufo González
Editorial
Luchar contra el desengaño
Recordamos nuestros comienzos, hace ya casi cuarenta años. Nos reuníamos decenas de
sacerdotes secularizados y nos animábamos mutuamente. Quisimos involucrar a los obispos
en nuestras reivindicaciones eclesiales para que se llegara a reintegrar en el ministerio a los
secularizados que lo pidieran. Hubo obispos que entendieron a la perfección nuestro
raciocinio, porque seguimos siendo sacerdotes. Otros se taparon los oídos. Nadie pudo hacer
nada. Mientras tanto la Iglesia ha ido perdiendo vacaciones, la fe ha menguado, la práctica
religiosa ha caído en picado. Nuestra jerarquía ha lanzado campañas y proyectos. Nadie ha
puesto el dedo en la llaga. Cien mil sacerdotes secularizados en todo el mundo "en
excedencia". Mientras tanto, donde en los años cincuenta estábamos quince sacerdotes,
ahora uno solo. Así es la proporción.
La palabra "desengaño" está en nuestro pensamiento. Y es cierto. Desengaño total de
personas. Ahora viene un papa que parece mostrar esperanza. Pero todavía no hay nada.
Cuando el desengaño asoma en nuestras almas la fe en Dios – que no en las personas – nos
llena de ilusión u de esperanza.
Muchas personas consideran que el celibato obligatorio para los curas y los obispos está
presente en la Iglesia Católica de Rito Latino por motivos estrictamente económicos. Es cierto
que en otros tiempos cuando los obispos eran gestores de parcelas amplias de territorios la
cuestión de la herencia planteaba problemas. Pero la cuestión del celibato obligatorio resulta
de un conjunto de causas que se fueron reforzando unas a otras a lo largo de siglos, por lo
tanto, el celibato obligatorio es una resultante de un cúmulo de circunstancias ajenas a los
principios evangélicos y de la vida de las primeras generaciones cristianas. Nos encontramos
en la actualidad con un asunto, el celibato obligatorio, que no se quiere debatir, porque
algunos consideran que ya está todo dicho. No puede concluir el debate cuando más de un
treinta por ciento del clero ordenado está secularizado, o ¿es que la Iglesia decide
permanecer impasible ante un problema de tal magnitud?
El argumento más sólido que encuentra la doctrina oficial para justificar el celibato obligatorio
es que Jesús de Nazaret fue célibe. Esta premisa no la discute casi nadie, pues las fuentes
canónicas no dan pie, en lo más mínimo a otra posición. Pero, al mismo tiempo que Jesús de
Nazaret es el modelo del célibe hay que poner al mismo lado su condición de modelo para el
matrimonio como lo hace el autor de la Carta a los Efesios: "Por eso dejará el hombre a su
padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Esto lo refiero a la
unión de Cristo con su Iglesia". En el capítulo cinco de la carta podrá el lector encontrar la
cita, que dispone al matrimonio como signo, sacramento y expresión de la nupcialidad de
Jesús de Nazaret; aspecto con el que inicia san Juan su evangelio.
San Pablo dice, en el capítulo siete de la Carta a los Corintios, que sobre el celibato no tiene
mandato del Señor, por lo que la decisión quedaba al arbitrio de cada persona. Y toda la
urgencia del apóstol por recomendar personalmente la vida celibataria está motivada por la
consideración de la inminencia de la vuelta del Señor en gloria, o de la Parusía. El escrito del
Nuevo Testamento mantiene una visión positiva de la mujer, la sexualidad y el placer humano
en todos los sentidos, tan sólo se dan pautas para la prudencia. Las cosas empezaron a
complicarse a partir de la mitad del siglo segundo, por poner una fecha. Los escritos apócrifos
que fueron surgiendo comenzaron a exaltar de forma fantástica el valor de la propia virginidad
de María y dibujan a Jesús con rasgos de una humanidad aparente. Los propios padres de la
Iglesia comienzan a interpretar pasajes de la Escritura con mirada neoplatónica y van
perdiendo valor la figura de la mujer, la sexualidad y la consideración adecuada del placer.
Las interpretaciones de los primeros capítulos del Génesis trastocaron hondamente estos
conceptos hasta cristalizar afirmaciones como la de san Agustín sobre la transmisión del
pecado original por medio del placer del acto sexual.
Fue Juan Pablo II quien liberó parcialmente al acto sexual con su placer incluido de su
pecaminosidad, y Benedicto XVI, en su encíclica "Deus caritas est", el que realiza un elogio
sin precedentes del erotismo humano. Pero durante quince siglos las premisas de la
pecaminosidad de lo sexual no encontraba excepción alguna. San Gregorio Magno, Papa,
decía: "no se da placer sexual, sin pecado"; o la máxima que se impuso durante siglos: "En lo
tocante a la sexualidad no existe parvedad de materia".
Paralelamente con lo anterior la mujer fue entrando en unas consideraciones muy alejadas de
la antropología bíblica, y por supuesto del rango que aparece en los evangelios y la vida de
las comunidades nacientes, según las cartas de san Pablo y los Hechos de los apóstoles. La
filosofía griega sirvió de principio interpretativo a la hora de considerar a la mujer y llegar a
decir disparates que hoy nos sonrojan, pero que han tenido un peso muy grande. Como
muestra, y en la caridad que nos debe presidir recordamos algunas palabras de santo Tomás
de Aquino (siglo XIII) cuando decía, entre otras cosas, que la "mujer es un hombre frustrado"
(Tratado sobre el hombre c. 92, art. 1 ss).
Las cosas en la Iglesia se cambian mediante la vuelta a las fuentes y en un intento sincero de
búsqueda de la verdad. ¿Será capaz el Papa, ¿Francisco, de devolver a la Iglesia a sus
fuentes y recobrar entonces la fuerza del Espíritu para afrontar los retos presentes? ¿Va a
obviar el Papa actual la fractura existente en el clero de la Iglesia, cuando por la dispensa del
celibato se reduce indebidamente al mismo al estado laical?
Pablo Garrido Sánchez
Editorial
Toda vocación tiene una responsabilidad y esta responsabilidad debe efectuarse y cumplirse
para honra de Dios. Nadie se da a sí mismo la vocación. Partiendo de este principio,
pensamos que nosotros los sacerdotes secularizados nos sentimos y debemos sentirnos
sacerdotes, porque tenemos fe, porque respetamos la llamada de Dios.
Los dirigentes eclesiales nos pusieron como condición para poder contraer matrimonio
abandonar el ministerio sacerdotal público. – ¡Lo toma o lo deja! – Pero eso no quiere decir
que nosotros hemos sido infieles a la vocación como muchos nos achacan. Una vez más
dentro de nuestros dirigentes no ha habido coherencia dogmática: puesto que el sacerdocio
imprime carácter en el alma, y nosotros estamos convencidos de nuestra vocación, lo lógico
es que nuestra jerarquía reconsidere su postura y abra las puertas a quienes deseen volver al
sacerdocio ministerial.
Dios es quien traza a cada uno su programa de vida y hemos intentado seguirlo y muchos
deseamos retomarlo. Dios debe ser el término de todo movimiento vocacional. A Él se debe la
vocación que nos confirmó en el sacramento del Orden. Este es nuestro raciocinio que una
vez más lo exponemos al estudio de la jerarquía de la Iglesia.
Un artículo poco afortunado del padre Fortea
El título del artículo de ayer (30-12-13) del padre Fortea es “Espiritualidad del sacerdote
secularizado” y si alguien desea leerlo en su integridad, basta que lo pida en Google tal y
como acabo de escribirlo. Pues bien, en un afán de ser nuestro director espiritual
trasnochado, pone como solución a este grave problema eclesial: que los secularizados nos
arrepintamos de nuestros pecados, que recemos el breviario, vivamos con el espíritu de los
años de la infancia de Jesús en Nazaret, estemos calladitos, como una monja o un fraile de
clausura. De verdad nos indigna este artículo, precisamente en un año en que el Papa
Francisco se abre eclesialmente, en el año que se quiere dar un empuje a la Nueva
Evangelización. Parece ignorar el padrecito que "La mies es mucha y los obreros pocos", pero
Fortea es ¡muy agudo!, aunque "para este burro no necesitábamos alforjas", como dice el
refrán.
Siguen las secularizaciones aun ahora que escasean vocaciones sacerdotales y
religiosas.
Más de tres mil religiosos y religiosas abandonan al año la vida consagrada". Así lo afirmó el
secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, José Rodríguez
Carballo, que este mediodía abrió el congreso "Fidelidad y perseverancia vocacional en una
cultura de lo provisional" en el Antonianum de Roma. Una auténtica sangría vocacional.
En un artículo que publica esta tarde L'Osservatore Romano, bajo el título "¿Crisis de las
vocaciones religiosas? Es culpa del zapping", Carballo aporta toda una panoplia de cifras
cuando menos preocupantes: en los últimos cinco años, el dicasterio romano ha dado 11.805
dispensas, entre indultos, decretos de renuncia o secularizaciones.
En el mismo período, la Congregación para el Clero ha dado 1.188 dispensas de las
obligaciones sacerdotales y 130 de las obligaciones del diaconado. Todos son religiosos, por
lo que, al año, representan un promedio de 376,6. Sumando estos datos con los antes
citados, surge que en 5 años han abandonado la vida religiosa 13.123 religiosos o religiosas,
es decir 2.624,6 cada año.
Además de las renuncias y dispensas, hay que sumar los casos de sanciones o condenas, de
los que se ocupa la Congregación para la Doctrina de la Fe. En total, más de 3.000. "Sería
ingenuo no tener en cuenta los números.
Rodríguez Carballo denuncia la alarmante crisis de las vocaciones religiosas
Sangría vocacional: más de 3.000 religiosos y religiosas abandonan cada año la vida
consagrada
La Santa Sede apunta a una cultura del "zapping" que no ayuda a "asumir compromisos a
largo plazo".
Jesús Bastante, 29 de octubre de 2013 a las 18:13
Una sencilla frase del arzobispo Pietro Parolin, hoy Secretario de estado
del Vaticano,
en torno al celibato eclesiástico ha provocado estos últimos días un sobresalto mediático y
una cantidad de comentarios que poseen todos los ingredientes para sorprendernos...: «No;
esto no es un dogma de la Iglesia y puede ser discutido porque se trata de una tradición
eclesiástica».
En todos los países, los curas casados han sido inmediata y profusamente interpelados por
los medios de comunicación social. En nombre de los movimientos que componen la
Federación, queremos expresar las siguientes consideraciones.
1. Evidentemente, estamos contentos por la declaración del arzobispo Parolin, que no hace
otra cosa que repetir la postura tradicional de la Iglesia. Le agradecemos que haga oficial, en
cierta forma, la apertura de un debate que existe desde hace mucho tiempo en las
bases, pero que ha sido sistemáticamente rechazado en el nivel de las autoridades supremas
de la Iglesia católica. Suponemos al mismo tiempo que lo que ha expresado el arzobispo en
sus recientes intervenciones, representa la posición del mismo papa.
2. Habría mucho que decir en lo que se refiere a la oportunidad de la reapertura de este
debate, pues la gestión de la Iglesia católica ha mostrado con toda claridad sus numerosas
incoherencias a propósito de los ministerios eclesiales, desde hace decenas de años, tanto en
lo que se refiere a la situación laica de los curas que se han casado como en lo relativo a los
abusos sexuales impunes de numerosos clérigos; como también en lo que se relaciona con la
acogida de curas casados anglicanos o protestantes, a quienes se les ha ofertado una vía
fácil para su retorno al catolicismo... Es ahora un buen momento para sacar a la luz del
debate estas cuestiones.
3. Estamos convencidos de que la eliminación de la obligación del celibato
de los curas no será la solución a la escasez de presbíteros, pero también de que se trata de
una condición previa para plantearse una cuestión más fundamental: la del papel que el cura
debe desempeñar en la comunidad de la que está encargado y de su estado social en
relación con ella. Nosotros hemos trabajado este tema en nuestras reuniones y hemos
expresado nuestras convicciones actuales en diversos documentos(inglés, español, francés e
italiano).
4. Hemos vivido nuestro compromiso al servicio de la Iglesia como una gracia, desde la
alegría y sin segundas intenciones de ambición o de poder; muchos de nosotros continúan
viviendo un compromiso real, -ministerial, de servicio- en comunidades locales, aunque no se
trate de una función presbiteral. Pensamos que esta experiencia merecería ser reconocida y
no comprenderíamos que se abra un debate sobre esta cuestión sin que pudiésemos tomar
parte en él de forma oficial.
Esperamos, pues, con interés y con verdadera confianza la reapertura de este debate que
nuestros obispos fueron obligados a abandonar en el memorable Sínodo de 1971... Y
contamos con nuestros obispos actuales para que hagan valer nuestra invitación y nuestra
disponibilidad para el diálogo.
En nombre de la Federación Europea de Curas casados,
«Cuando yo era rector del Seminario», evoca González Montoto, «les decía a los alumnos
que se puede ser sacerdote de dos formas: o casado en el rito oriental católico, en el que los
sacerdotes pueden contraer matrimonio, o célibe en el rito latino».
El párroco de Santo Tomás explica, asimismo, que «en el rito latino la Iglesia pide al
candidato al sacerdocio que haya recibido el don de ser célibe, no en el sentido de renuncia,
sino de disponibilidad». Sin embargo, «el tema está abierto y hay expectación sobre él
porque, además de los curas casados en las iglesias orientales católicas, el Papa Benedicto
XVI decidió recibir en el catolicismo a sacerdotes anglicanos que estaban casados y no les
hizo renunciar a su matrimonio».
El País 15-11-13
Pese a que el Vaticano siempre se refirió a ella, con gran ridículo, como "esa mujer" o "la
consabida persona", el nombre de la argentina Clelia Luro ocupó grandes espacios en los
medios de comunicación en la última parte del siglo pasado y primeros años del actual.
Nacida rica en el barrio porteño de La Recoleta y muy activa en el periodismo o como
escritora de libros, su combate por un cristianismo liberador y los derechos de los curas
casados le permitió relacionarse con grandes prelados —Hélder Cámara, Pere Casaldáliga, el
británico cardenal Hume…—, con lo más granado de la teología de la liberación —Leonardo
Boff y Gustavo Gutiérrez— y con intelectuales de todos los continentes, entre otros los
cineastas Fellini y Pasolini. Pero era conocida sobre todo por su relación con el obispo
Jerónimo Podestá. Juntos, como "pareja sacerdotal" (así se presentaban) lideraron durante
décadas el movimiento de los sacerdotes casados que buscan la aceptación del Vaticano. El
Movimiento pro Celibato Opcional (MOCEOP) se dijo "huérfano" nada más conocer la muerte
de Clelia, el pasado día 5. Tenía 86 años y acababa de remitir al papa Francisco su último
libro, Relatos de viajes. Caminos en la diáspora, sobre la larga lucha por el celibato opcional.
Las federaciones de curas casados (unos cien mil, de los que cinco mil son españoles) tienen
en Clelia un símbolo. Pero la escritora argentina era mucho más que una luchadora por esa
causa. Lo contó en Mi nombre es Clelia, un libro que vino a presentar en Madrid en 2002. EL
PAÍS subrayó entonces que, entre las aristas de extrema humanidad que surgen entre el clero
casado, ninguna tan viviente como la protagonizada por el obispo Podestá y su asistente
Clelia. De familia bien, estudiante en las mejores universidades —Pontificia de Comillas y
Gregoriana de Roma—, elegido muy joven por Juan XXIII como obispo de Avellaneda y
participante activo en el Vaticano II, Podestá había apostado por una pastoral liberadora nada
más acabar el concilio, lo que le costó la persecución de los militares de su país y, a la par,
una ruptura con Roma, entonces amigada con un poder que empezaba a matar en nombre de
"los valores cristianos".
El famoso obispo murió en 2000 y Clelia Luro volvió el año pasado a Madrid para dar a
conocer las pastorales y sermones de su marido, y las entrevistas grabadas, los manifiestos y
las execraciones contra los poderosos, y también sus bellas cartas de amor. El archivo
Podestá es memoria viva de una Iglesia sufriente que ha sido barrida, al menos ocultada, por
la jerarquía y que ahora, reinante un buen papa argentino, quizás retome fuerza. Fue Clelia
quien hizo popular la queja del gran Dom Hélder: "Si doy comida a los pobres, ellos me llaman
santo. Pero si pregunto por qué los pobres no tienen comida, entonces me llaman comunista".
O este otro mensaje de Casaldáliga: "Somos soldados derrotados de una causa invencible".
Francisco ha prometido dar voz a las mujeres en su Iglesia. Lástima que Clelia haya callado.
Nadie como ella vivió en primera persona el "apartamiento de la mujer por Roma, aquel
arrojarnos a unas nuevas catacumbas, más dolorosas". Así dijo. Podestá fue muchas veces al
Vaticano a explicar al Papa cómo sus problemas en Argentina lo eran por su predicación en
favor de los pobres, no por una supuesta relación amorosa con su secretaria, como decía la
maledicencia, todavía sin razón. Roma no le creyó. Para sacarlo de Argentina y dar gusto a
los militares, acabó comunicándole por carta la concesión del título de obispo de Orrea de
Anínico, una diócesis imaginaria de África. A cambio, debía "arrancar de su corazón y de su
lado a esa señora, la consabida persona". Así se le dijo. Ese mismo día, Podestá tomó la
decisión de dar carnalidad a su amor. Escribió: "Deseo que mi vida con Clelia sea leída con
ojos limpios, como haría Cristo".
Lo que vino inmediatamente fue el exilio, escapando de milagro de los matones, enterados de
que la molesta pareja había perdido el respeto de Roma. Clelia nunca se cansó de lamentar
que el Vaticano ignorase las advertencias de su marido sobre lo que se avecinaba en
Argentina: años de matanzas y terribles violaciones de los derechos humanos. Hace siete
meses, comentando la elección de Francisco, que le había alegrado moderadamente, dijo a
EL PAÍS: "Si el Papa y los obispos de entonces hubieran alzado la voz no habría habido tanta
muerte y tantos desaparecidos. Pero hubo algunos que incluso apoyaron aquel horror".
Superada la dictadura, la Iglesia argentina pidió perdón por sus silencios o complicidades.
Clelia pensaba que "ese ejemplo, tardío pero cierto, no le vendría mal a la jerarquía española,
implicada a su vez con una dictadura militar que también mataba en nombre de principios
occidentales y cristianos".
Fallece Clelia Luro, viuda de Jerónimo Podestá Ambos defendieron la posibilidad de
sacerdotes casados
Jerónimo era un líder en el país, era el obispo de los obreros, cualquier problema, huelgas,
paros, él estaba con ellos
Clelia Luro, viuda del ex obispo de Avellaneda, Jerónimo Podestá una figura central del
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que permanecía internada en el sanatorio
Güemes de esta capital falleció anoche, según confirmó en su cuenta de la red social Twitter
el teólogo Leonardo Boff.
Luro nació en una familia acomodada, en el barrio porteño de la Recoleta, y estudió en el
Colegio del Sagrado Corazón. Desde muy joven tuvo una profunda vocación religiosa y quiso
ser monja, pero también tenía "unavisión muy fuerte del Evangelio, del mensaje de Jesús, que
no compaginaba en mí con la institución Iglesia", confesó hace algunos años en un reportaje.
Vivió diez años en un ingenio azucarero de los Patrón Costas y en ese lugar, con la presencia
de una realidad brutal, alcanzó un grado de conciencia distinto:" Me había concientizado allí",
aseguró.
"De Santa Fe y Callao, de pronto me casé y me fui a vivir al ingenio en Salta y empecé a vivir
la realidad de los indígenas, la realidad del país. Era de una familia de clase media alta y no
había tenido la oportunidad de vivir el drama de la gente. Había tomado cursos de medicina
preventiva en la Cruz Roja, entonces agarraba el caballo y me iba a los huetes, las chozas de
la zafra en Orán, a enseñar a alimentar a los niños, colaboraba con el médico del ingenio,
hacía prevención, porque los chicos allí morían como moscas", relató.
En 1966 nuevamente en Buenos Aires, cuando ya era una mujer separada con seis hijos,
conoció a Jerónimo Podestá que era obispo de Avellaneda, con quien después compartió su
vida -el amor y la militancia- y la presidencia de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes
Casados hasta la muerte de Podestá a los 79 años, el 23 de junio del 2000.
Recordando ese momento dijo: "Jerónimo era un líder en el país, era el obispo de los obreros,
cualquier problema, huelgas, paros, él estaba con ellos"
Editorial
"Pasan los años y nosotros volamos". Cuarenta años son muchos en nuestra vida sobre la
tierra tan breve. La media de cuantos comenzábamos en la década de los setenta, se
aproxima a los ochenta. Muchos ya han abandonado este mundo. Los que aún
permanecemos, por poco tiempo. Es menor el número de los secularizados en este siglo.
Hemos entrado en contacto con varios, y todos ellos tienen la ilusión espiritual del sacerdocio
y del matrimonio. Todos son conscientes de que son estamentos del todo compatibles. Todos
esperan del Papa Francisco la solución de este problema eclesial. Ellos probablemente lo
vean. Nosotros, no. A la gente joven compete tomar la antorcha y continuar.
El País 2014
El papa Francisco y su próximo secretario de Estado, Pietro Parolin, ya tienen una cosa en
común. Hablan sin tapujos y lo que dicen, aunque no se trate de una novedad aplastante, es
analizado como indicio de los tiempos que se avecinan. Las declaraciones de Jorge Mario
Bergoglio durante el vuelo de regreso de Río de Janeiro —"¿quién soy yo para juzgar a los
gais?"— apuntaban a una Iglesia más tolerante, menos inquisidora con quienes se salen del
guion. Y ahora ha sido Parolin, todavía nuncio del Vaticano en Venezuela, quien, al abordar
durante una entrevista un tema siempre polémico como el del celibato obligatorio de los curas,
ha dicho: "No es un dogma de la Iglesia y se puede discutir porque es una tradición
eclesiástica".
En la primera parte de la frase no hay ninguna noticia. Efectivamente, el celibato no es un
dogma —doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia—.
Lo que se las trae es que el nuevo número dos de la Iglesia, en su primera entrevista,
concedida al diario El Universal de Venezuela, admita —para escozor de los sectores más
conservadores del catolicismo— que es una cuestión sujeta a debate. ¿Abrirá la puerta el
papa Francisco al matrimonio de los curas?
Monseñor Parolin matiza: "No se puede decir, sencillamente, que pertenece al pasado. Es un
gran desafío para el Papa porque él posee el ministerio de la unidad y todas esas decisiones
deben asumirse como una forma de unir a la Iglesia, no de dividirla. Entonces se puede
hablar, reflexionar y profundizar sobre estos temas que no son de fe definida y pensar en
algunas modificaciones, pero siempre al servicio de la unidad y todo según la voluntad de
Dios. No es lo que me plazca sino de ser fieles a lo que Dios quiere para su Iglesia".
O sea, que sí. Que salvo que haya metido la pata en su primera entrevista como secretario de
Estado in péctore, monseñor Pietro Parolin, diplomático vaticano de 58 años de edad, se sitúa
en la línea dialogante de, entre otros, Claudio Hummes, el cardenal brasileño que, en la
Capilla Sixtina, justo en el momento de la elección del nuevo papa, abrazó a Jorge Mario
Bergoglio y le susurró al oído: "No te olvides de los pobres". Hummes fue prefecto para la
Congregación para el Clero hasta 2010, momento en que fue sustituido por el cardenal
italiano Mauro Piacenza, ferviente defensor del celibato obligatorio. "Desde los últimos
cincuenta años", declaro Piacenza el pasado año al portal Religión Digital, "es casi una moda
agredir cíclicamente el celibato eclesiástico. En algunos ambientes es fácil intuir que se trata
de una verdadera y propia estrategia. Contrariamente, la Iglesia es plenamente consciente de
la extraordinaria riqueza de ese don, que Dios le ha hecho; ciertamente no es solo una ley
eclesiástica".
Hay partido, por tanto. Monseñor Piacenza, aún prefecto para la Congregación para el Clero,
piensa que la escasez de vocaciones no puede ser la gatera por la que se cuele una
relajación de las normas —"no debemos traicionar a los jóvenes bajando los ideales"—,
mientras que monseñor Parolin, que tomará posesión de su cargo el próximo 15 de octubre,
admite en su entrevista con el diario venezolano: "Dios habla de muchas maneras. Debemos
estar atentos a esta voz que nos orienta sobre las causas y las soluciones, por ejemplo, de la
escasez del clero. Entonces hay que tomar en cuenta, a la hora de adoptar decisiones, estos
criterios (la voluntad de Dios, historia de la Iglesia), así como la apertura a los signos de los
tiempos".
Una Iglesia encerrada sobre sí misma, autocomplaciente, y otra que pone atenta el oído a lo
que sucede a su alrededor, a las periferias del mundo. La revolución del papa Francisco, de la
que aún solo se conocen gestos, aunque muy esperanzadores, se encontrará sin lugar a
dudas con fuertes reticencias en el Vaticano. Para lograr vencerlas ha elegido curiosamente a
un hombre, Pietro Parolin, formado en la Curia y con el que solo coincidió una vez en su vida.
Fue hace algunos años, cuando el entonces arzobispo de Buenos Aires acudió al Vaticano
para tratar sobre algunos asuntos de Argentina y fue recibido por el entonces subsecretario
para las Relaciones con los Estados. Ahora serán el papa Francisco y el secretario de Estado.
Juntos al frente de una Iglesia y un Estado que, según dice Parolin mientras hace las maletas
en Caracas, tiene que caminar hacia "un espíritu más democrático".
El nuevo secretario de Estado del Vaticano dice que el celibato «no es dogma» y se
puede discutir
La Razón 2014
El nuevo secretario de Estado del Vaticano, monseñor Pietro Parolin, que tomará el relevo a
Tarcisio Bertone el próximo mes de octubre, ha afirmado que el celibato "no es un dogma de
la Iglesia" y que "se puede discutir porque es una tradición eclesiástica".
En una entrevista concedida al diario venezolano El Universal y recogida por Europa Press,
Parolin se refiere a la renovación de la Iglesia después del Concilio Vaticano II para apuntar
que "los cambios no pueden poner en peligro la esencia de la Iglesia, que tiene una
continuidad en la historia proveniente de su fundación por Jesucristo" y que "la Iglesia nunca
podrá cambiar al punto de adaptarse completamente al mundo".
En esta línea, ha remarcado la importancia de tener en cuenta los 2.000 años de historia y ha
señalado que "no se trata sólo de volver al pasado, por lo menos en las formas externas, sino
de volver a los principios fundacionales de la iglesia".
Concretamente, sobre el tema del celibato, ha declarado que "no se puede decir,
sencillamente, que pertenece al pasado" y ha añadido que "es un gran desafío para el Papa
porque él posee el ministerio de la unidad y todas esas decisiones deben asumirse como una
forma de unir
a la Iglesia, no de dividirla".
De este modo, ha concretado que se puede reflexionar sobre cuestiones que "no son de fe
definida y pensar en algunas modificaciones, pero siempre al servicio de la unidad y todo
según la voluntad de Dios" y de "ser fieles a lo que Dios quiere para su Iglesia".
Por otro lado, el hasta ahora nuncio apostólico en Venezuela ha indicado que su
nombramiento "se ha ceñido a criterios tradicionales" pues cuando un Papa no es italiano --y
ya son tres, Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco--, el secretario de Estado es
italiano.
Parolin ha asegurado sentirse "muy afín" a la manera en que el Papa Francisco entiende la
Iglesia y sobre todo "a su estilo de sencillez y de cercanía a las personas, a su ánimo de
escucharlas y de intentar que la Iglesia pueda volver a tener una presencia significativa en el
mundo de hoy".
243.- Julio - Agosto 2014 Informa ASCE
(ASCE: ASOCIACION DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA)
ASCE (ASOCIACIÓN DE SACERDOTES CASADOS DE ESPAÑA.
Se fundó en 1977.) Nº 185
Editorial
Editorial
Quienes somos octogenarios es difícil que veamos solución al problema teológico de los
sacerdotes secularizados. Más difícil todavía el celibato opcional dentro del clero. Si Dios a
alguno le concede unos años de vida, contemplará el comienzo del fin de este estigma, drama
o contrasentido que se da en nuestra querida Iglesia Católica. Quien redacta el editorial ha
enviado a "Religión Digital" un post o artículo titulado "¿Qué hará el Papa Francisco con los
sacerdotes secularizados?" Se han escrito en torno a él muchos comentarios. He recibido
felicitaciones por parte de bastantes personas, de eminentes teólogos y pastoralistas. Y lo
mejor de todo, que ha llegado al Vaticano. A algún obispo le vendrá bien para introducirlo en
el próximo Sínodo de la Familia. He aquí el artículo.
¿Qué hará el Papa Francisco con los sacerdotes secularizados?
Durante algo más cincuenta años, he dedicado muchas horas al estudio del celibato
eclesiástico. En todos los aspectos: histórico, teológico, jurídico, sociológico y místico. Algo he
publicado fruto de estos estudios. Hoy solo enumeraré algunas de las conclusiones de esta
investigación. Y con conocimiento de causa creo que indicaré cuál es el plan muy probable
del papa Francisco en cuanto al celibato clerical. Cuanto digo está muy pensado, pero sin
ninguna ínfula de infalibilidad; todos podemos errar. Estas son mis conclusiones:
1.- El celibato por el Reino de los Cielos es algo querido y deseado por Cristo para aquellos a
quienes se les ha otorgado el don.
2.- El celibato impuesto como obligación o condición para el sacerdocio, no puede
considerarse evangélico.
3.- La Jerarquía de la Iglesia no debiera reservarse la dispensa de votos para aquellos que se
comprometen, sino dejarlo a la conciencia de los mismos compromisarios, de manera que
quien libremente decidió la castidad, con esa misma libertad pueda contraer matrimonio.
4.- La obligatoriedad legal viene bien a quienes mandan. Se domina más fácilmente a un
célibe que a un casado.
5.- La virginidad o continencia ritual está superada por todas las religiones.
6.- "Si Cristo virgen, también los sacerdotes", no tiene valor ni religioso, ni social, ni místico.
7.- El celibato será joya de la Iglesia cuando no sea obligado.
8.- No se compensan los beneficios de la ley celibataria con los escándalos que ha causado.
Mayores beneficios se hubieran obtenido con un celibato libre.
9.- La cuestión económica ha sido una de las principales causas para mantener esta ley.
Recorriendo un poco la historia:
1.- San Pablo fue célibe pero no lo imponía a nadie. Lo fomentó; e incluso creó alguna
comunidad de vírgenes, pero sin votos, aunque sí con una determinación de continuar, mas
de tal manera que en cualquier momento podían contraer matrimonio sin humillación ni
extorsión para ellos.
2.- Muchos Sacerdotes fervientes e idealistas vivían en continencia en los primeros siglos,
aun cuando estuviesen casados. Animaban a otros a hacer lo mismo. Era un idealismo, más
bien de tipo ritual. Con el tiempo estos idealistas trataron de imponer a todos su decisión.
3.- Esta pretensión es juzgada por muchos como soberbia y ansia de poder.
4.- Vieron la utilidad del celibato para custodiar los bienes de la Iglesia y no transmitirlos por
herencia a los descendientes.
5.- En los siglos IV y siguientes más que vetar el matrimonio a los clérigos se ordenaba no
usarlo cuando de inmediato hubieran de administrar sacramentos. Incluso se llegó a mandar
que nunca se usara porque en cualquier momento podían ser requeridos para administrar un
bautismo.
6.- El celibato tardó en imponerse del todo hasta Trento. Siempre ha sido contestado, y nunca
cumplido en el aspecto más positivo, fuera de casos de personas muy santas. No muchos los
sacerdotes liados, pero para la mayoría ha sido una carga dura y no productiva.
¿Teniendo todo esto en cuenta qué va a hacer el Papa Francisco?
Es muy poco lo que ha hablado sobre el tema, pero lo lleva muy en el alma. El papa Francisco
sabe muy bien que la actual ley celibataria no puede ser derogada de un plumazo. Si así lo
hiciera podría resultar altamente perjudicial para la Iglesia. Por otra parte, nunca suprimirá
esta ley por su propia cuenta. Lo hará después de haber sondeado la opinión de todos los
obispos del mundo. Y creo que ya se está trabajando en este sentido.
El proceso para la reforma de la ley celibataria seguirá con gran probabilidad estos pasos 1)
Se comenzará y muy pronto por ordenar sacerdotes a varones ya casados (catequistas) en
África y otras naciones donde el celibato no tiene ningún valor o incluso es una aberración. 2)
Existen muchísimos diáconos casados que desearían ordenarse sacerdotes. Ha de
aprovechar también pronto esta coyuntura 3) Reintegración de los secularizados casados que
lo soliciten después de llevar algunos años de matrimonio. 4) Ordenación de hombres
casados (" los viri probati") como sacerdotes sobre todo en los pueblos que no haya sacerdote
o en las ciudades con gran escasez. 5) Los sacerdotes célibes que opten por contraer
matrimonio habrían de conseguir un trabajo civil, como lo tienen hoy los diáconos y vivir algún
año su matrimonio sin ejercer el ministerio. Después reingresarían.
Siempre habrá curas célibes, liberados de todo trabajo civil. Es del todo necesario en la
Iglesia. Los obispos siempre serán célibes porque necesitan una dedicación completa y
exclusiva; y si quieren casarse pasarían a ejercer no de obispos, sino de sacerdotes
normales.
Querido Josemari: Sintonizo con tu artículo: "¿Qué hará el papa Francisco con los sacerdotes
secularizados?" Soy como tú amigo de Pedro-Miguel Lamet y de otros muchos jesuitas. He
sido igualmente colaborador científico del padre José Gómez Caffarena, catedrático de la
Universidad Comillas de Madrid, desde que fui su discípulo en Alcalá de Henares y hasta el
final de su vida. También soy profesor universitario emérito, escritor, defensor de los derechos
de la mujer y promotor de la Amistad Europea Universitaria para la Amistad Mundial.
Juntos podemos contribuir a restaurar la confianza de la Humanidad, para poner fin a las
crisis mundiales actuales. Necesitamos a nuestras hermanas las mujeres, para reforzar la
verdad de nuestra democracia y de nuestra Iglesia, con una representatividad más justa.
Como profesor de Ética siempre intenté superar las deficiencias radicales de la antropología
andro-lógica mediante una antropología conyugal, cuya vertiente ginecológica es
esencialmente complementaria e inseparable de la andro-lógica.
Un abrazo cordial y solidario desde Bruselas.
No sé qué puede importar mi opinión, pero me encuentro en sintonía con lo que dejaría
entreverse en las declaraciones del papa Francisco: hacen falta propuestas valientes, no en
favor de un supuesto progresismo o ideología, sino de la misión, como servicio al pueblo de
Dios.
Por ejemplo, por seguir hablando de la Prelatura de Xingú, en la Amazonia brasileña, hay 800
comunidades con 27 sacerdotes célibes. El 90% de ellas no tienen celebración eucarística los
domingos. Esto es una situación muy generalizada, sobre todo en lugares de misión. Resulta
algo llamativo, incluso intolerable, privar a cientos de comunidades cristianas del sacramento
"fuente y culmen de la vida cristiana" que es la eucaristía. Y no parece que esta pueda ser
sustituida sin más por celebraciones de la Palabra en la que ministros de la eucaristía
repartan la comunión. La eucaristía ha de ser celebrada.
Por tanto, pienso que seglares preparados y testimoniales, que ya son delegados de la
palabra o ministros de la comunión, podrían perfectamente ser ordenados sacerdotes,
retomando la venerable tradición de las primeras comunidades cristianas. De un modo
concreto, podría comenzarse por lugares de misión donde no se tiene celebración eucarística
y ampliarse después progresivamente hacia la vieja Europa, tras un diálogo sincero y
profundo en el que participen obispos, sacerdotes y seglares. Así, no imagino sin más una
disposición universal por parte del Papa (lo que comúnmente se llamaría un 'puñetazo en la
mesa'), sino decisiones colegiales, en la que se ponga en juego la sinodalidad, teniendo en
cuenta la opinión de las conferencias regionales, obispos, etc., tal como sugieren las palabras
del propio Papa. Y todo ello atendiendo a circunstancias concretas.
¿QUÉ VENTAJAS TENDRÍA EL CELIBATO OPCIONAL?
1) Posiblemente habría grupos eclesiales que se opondrían a tal medida y rechazarían a los
sacerdotes casados. Es posible que muchas comunidades cristianas se escindan o prefieran
sacerdotes célibes (parece ser que en el oriente prefieren a los célibes antes que, a los
casados, dado el prestigio del que aún gozan los monjes-religiosos; lo cierto es que no
sabemos cómo reaccionaría el pueblo de Dios en otras culturas: seguramente no harían
mayor problema).
2) No cabe duda de que supondría un mayor peso económico para los fieles y un
replanteamiento administrativo. ¿Quién tendría que mantener al sacerdote, su mujer y sus
hijos? ¿Dónde vivirían? Para comenzar, no sería bueno incrementar el sueldo de un
sacerdote para su propia manutención y la de su familia, con lo que se evitaría que hubiera
intereses demasiado materiales. Habrían de compatibilizar su trabajo con las tareas
pastorales asignadas. Seguiría siendo, por tanto, un acto de generosidad y entrega.
3) Es posible que se multiplicaran los escándalos, ya no solo por parte de sacerdotes, sino por
parte de su familia (uso del dinero, ritmo de vida inadecuado, alejamiento de la fe de algunos
de sus hijos, etc.).
4) ¿Será fácil que un futuro sacerdote encuentre mujer que quiera compartir el peso de
semejante modo de vida? (en el caso de seminaristas que, tras su formación, quieran
ordenarse casados). ¿No se darían muchos casos de sacerdotes casados que descuidarían,
por exigencias pastorales, sus obligaciones como padre?
5) Otro problema sería lo que se llama 'pendiente resbaladiza': si se permite ordenar a
casados, ¿cómo negar que los sacerdotes ya ordenados no se casen, si no se les dio la
opción de elegir su celibato? Es fácil que sacerdotes con doble vida o que quisieran casarse
pidieran ser regularizados, así como todos los sacerdotes que hace años se secularizaron
(más de 5.000 solo en España) y que no se les permite ejercer ningún tipo de ministerio,
aunque por la misma idiosincrasia del sacramento sigan siendo sacerdotes.
6) Si se permitiera que los ya ordenados célibes pudiesen casarse (parece difícil, porque la
práctica oriental no lo tolera), ¿no resultaría raro, por no decir escandaloso, ver a un cura
tanteando, 'buscando novia'?
7) Es posible que la presencia de sacerdotes casados en las comunidades traiga de nuevo la
tentación de ‘clericalizar’ la pastoral, así como copar el protagonismo de las comunidades. En
muchos lugares la ausencia de sacerdotes ha motivado un desarrollo extraordinario del papel
de los seglares en la evangelización, una verdadera recuperación de la dimensión misionera
de todo bautizado: esto no debería tener vuelta atrás.
8) ¿Qué pasaría con los sacerdotes que se separaran o divorciaran?
Yo, con la ayuda de Dios y rogándole que me conceda el don de la perseverancia (algo que
pido de un modo especial a Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro), seguiré siendo redentorista con
mis votos de castidad, pobreza y obediencia. Quiero responder a mi vocación personal de
consagrarme a Él por el Reino, por lo que –aunque se abriera la puerta del celibato opcional –
yo seguiría siendo célibe.
Editorial
He escrito esta carta al Papa Francisco, a ver si algo mueve.
Vitoria – España, 26 de agosto 2014
Sua Santità Francesco,
Casa Santa Marta, 00120
Città del Vaticano Roma
Santidad: Soy un sacerdote secularizado. Cincuenta y seis años después de haber sido
ordenado, continúo con la misma vocación e ilusión sacerdotal que en el primer año de mi
ordenación.
Salí del clero en el año 1971, después de haber intentado por todos los medios seguir, pero
caí en profunda depresión. Quisieron curarme incluso con el procedimiento, hoy salvaje, del
electro shock. Cuando firmé el rescripto de secularización incluí, en folio aparte, esta
anotación: "Al firmar el rescripto, no renuncio al sacerdocio que imprimió carácter en mi alma.
En el momento en que me necesiten pueden llamarme". Pero nadie me ha llamado, a pesar
de la enorme carencia de "operarios de la mies". Hoy ya de poco serviría mi ayuda, dada mi
ancianidad: con ochenta años no puedo hacer mucho, pero sí algo.
He ejercido mi sacerdocio dentro de la disciplina eclesiástica, sobre todo dando catequesis a
niños que nunca iban a la iglesia y modernamente a través de Internet. Por la misericordia de
Dios me mantengo con mayor fervor espiritual cada día
Santidad, no pido nada para mí, aunque aquí sigo disponible en lo poco que pueda hacer.
Pero hay varios miles de secularizados que son más jóvenes y tienen mucha fe, y también
lucharon mucho para perseverar. Existe mucha necesidad de sacerdotes. Le sugiero que
vaya abriendo la puerta.
Urge, por otra parte, que se tracen nuevos cauces para el Sagrado Ministerio, y puedan
acceder hombres casados. Muchos pueblos privados de la Misa durante la mayor parte del
año, podrían disfrutar de un sacerdote bueno, que los habría, dentro del ámbito sobre todo
rural.
Espero que el próximo Sínodo sobre la familia sugiera algo de esto a los obispos. Sé que si
usted lo hace, el consenso tendrá lugar.
Un abrazo y estamos muy unidos en la fe y en el amor a Jesús Eucaristía.
José María Lorenzo Amelibia
Nota de la transcripción, en el año 2017. Nada se recibió como contestación. Y se sigue sin
esperanza en una reintegración.
El Obispo de Roma también se refirió al celibato entre los miembros del clero y aseguró que,
a este respecto, hay soluciones y las encontrará.
"El celibato fue establecido en el siglo X, es decir, 900 años después de la muerte de Jesús.
La Iglesia católica oriental permite que sus sacerdotes se casen. El problema ciertamente
existe, aunque no es de gran dimensión. Se requiere tiempo, aunque hay soluciones y las
encontraré", señaló.
El papa Francisco concedió una extensa conferencia de prensa en el avión que lo conducía
este lunes de Jerusalén a Roma: aseguró que la puerta "está abierta" para la revisión del
celibato obligatorio, que no "mediará" entre palestinos e israelíes, que celebrará una misa
con víctimas de sacerdotes pederastas y que quiere que "la reforma de Iglesia continúe".
El papa no esquivó ninguna cuestión en la conferencia de prensa del avión. Así, anunció que
el próximo mes se reunirá en el Vaticano con un grupo de víctimas de abuso sexual y declaró
"cero tolerancia" con cualquier miembro del clero que viole a un menor. "El abuso sexual es
un crimen tan horrendo (...) porque un sacerdote que hace esto traiciona el cuerpo de
Dios. Es como una misa satánica".
El Obispado de Canarias expulsa a un profesor gay casado
Editorial
¿Cuándo llegaremos al celibato opcional?
Muy tarde, no sé cuándo. Al parecer nuestro papa Francisco, como Juan XXIII podría
solucionarlo de un plumazo. Pero Francisco quiere hacerlo todo a una con el colegio
episcopal. Por este camino va a costar mucho. Por supuesto que, durante su pontificado,
nada. Porque la mayoría de los obispos son hechura de Juan Pablo II y de Benedicto. No va a
lograr mayoría, como no la ha conseguido en el Sínodo de la familia y por eso lo va a repetir.
Es fácil que durante su corto pontificado todavía habrá mayoría de obispos muy
conservadores. Y cuando puedan estar equilibrados, Francisco se habrá ido. El siguiente
pontífice, si sale como Francisco, lo realizará. Pero si el talante del sucesor es parecido al de
Paulo VI, dará el cerrojazo, y de nuevo a empezar. Así que los curas que tienen problemas y
esperan casarse y seguir en el ministerio… que aguarden sentados. O tendrán que seguir
nuestros pasos si desean crear familia.
El 'George Clooney del Vaticano' admite que su 'celibato no fue
fácil'
El Mundo 8-10-14
El secretario del Papa emérito Benedicto XVI y Prefecto de la Casa Pontificia, el alemán
Georg Gaenswein, más conocido como el 'George Clooney', confesó en una entrevista a la
revista semanal 'Chi' que su celibato en los primeros años "no fue fácil".
El padre Georg, a quien incluso la edición italiana de 'Vanity Fair' le dedicó su portada, explicó
que al entrar en el seminario tuvo "luchas interiores" sobre el celibato.
"Cuando entré en el seminario para ser sacerdote lo hice totalmente convencido respecto al
desafío del celibato. No faltaron, lo digo sinceramente y sin vergüenza las luchas interiores.
No fue fácil, pero todo el vida tiene un precio", explicó en la entrevista, de la que la revista ha
adelantado algunos fragmentos.
Para Gaenswein, al que Papa Francisco nombró Prefecto de la Casa Pontificia, "un sacerdote
que vive el celibato lo debe hacer de manera sincera y no puede existir una doble vida".
"El celibato no es una vida sin amor. Es la vida de un amor que es más grande que el carnal.
Tienes que renunciar a algo que es grande, lo sé, pero lo haces porque hay algo aún más
grande que es el reino de los cielos".
Gaenswein también participa en el Sínodo de los obispos, que se celebra estos días en el
Vaticano, y que tiene como uno de los temas centrales el del divorcio, reafirmando que "el
matrimonio es indisoluble".
"Quien comienza una nueva unión contradice lo indicado por el Señor", opina.
Mientras que sobre la homosexualidad, Gaenswein, dice que los "gays tiene que ser acogidos
con respeto", pero matiza que "sus actos son contrarios a la ley natural".
26 amantes de sacerdotes piden audiencia con Francisco, según La Stampa
Un grupo de amantes de sacerdotes escriben al Papa para pedir el fin del celibato
"Un sacerdote que no tiene que renunciar a su vocación para vivir el amor como hombre
casado"
Redacción, 18 de mayo de 2014
Nosotras todas tenemos, hemos tenido o quisiéramos tener una aventura amorosa con un
sacerdote del que nos hemos enamorado
Un grupo de 26 amantes secretas de sacerdotes católicos ha solicitado al papa Francisco que
ponga fin al celibato impuesto al clero, según informa el periódico italiano La Stampa. En una
carta enviada a Francisco, las mujeres también piden una audiencia con el jefe de la Iglesia
Católica.
«Nosotras todas tenemos, hemos tenido o quisiéramos tener una aventura amorosa con un
sacerdote del que nos hemos enamorado», señalan en la misiva.
Según «La Stampa», las mujeres dijeron ser víctimas de «sufrimientos devastadores» a causa
del carácter secreto de tales relaciones amorosas y afirmaron que «algo podría cambiar, no
sólo para nosotras, sino también por el bien de toda la Iglesia».
Las mujeres argumentaron que «un sacerdote que no tiene que renunciar a su vocación para
vivir el amor como hombre casado (...) y que cuenta con el apoyo de su esposa y sus hijos»
podría servir mejor a «Jesús y a la comunidad».
(Rd /Agencias) Tomado de Religión Digital
Editorial
Al menos ya no es un tabú:
Un sacerdote cuelga el hábito ovacionado por los parroquianos porque va a ser padre
Anna Perry (Essex, Gran Bretaña, 1947) halló a Vicente Ferrer en la India siendo una
jovencita y nunca más se separó de él. La hasta entonces periodista unió su destino a una de
las personas más admiradas dentro y fuera de la India. La figura de Vicente Ferrer, que
abandonó este mundo en junio del año pasado, se engrandece cada día que pasa, debido a
que su lucha contra la pobreza en la región de Anantapur le sobrevive gracias a la fundación
que lleva su nombre. Vigía de su memoria y presidenta de la Fundación Vicente Ferrer, Anna
sigue hablando en presente de quien fuera su marido. Incansable, visitó ayer Bilbao para
acudir a una gala musical con el fin de recaudar fondos para continuar el trabajo con los
intocables. Más de 1.600 personas solidarias llenaron anoche el Palacio Euskalduna. Esta
tarde llegará a Pamplona donde será recibida por el presidente del Gobierno foral Miguel
Sanz y presentará los proyectos que promueve la fundación con financiación navarra.
¿Qué le ha traído a Bilbao y Pamplona?
Tenía muchas ganas de visitar la ciudad de Bilbao en la que ya estuvieron Vicente y mi
hijo Moncho. Me siento muy feliz de haber recibido la invitación de la Diputación de Vizcaya y
del Ayuntamiento de Bilbao para asistir a la gala de música que va a beneficiar los proyectos
de la Fundación Vicente Ferrer, especialmente un proyecto que tiene un interés muy especial
para mí. Es un plan sanitario para formar comadronas y trabajadoras de salud. Me interesa
mucho porque, hace muchísimos años, cuando no había enfermeras en los pueblos, yo era la
persona que tuvo la iniciativa de dar formación para estas mujeres. En aquellos años todos
los partos tenían lugar en las casas, y muchas mujeres y bebés morían durante el embarazo y
al dar a luz.
¿Por qué es tan importante ese proyecto?
La labor de estas mujeres es muy trascendente. Acompañan a otras mujeres a los
hospitales de la Fundación. No sólo cuidan a la mujer durante el embarazo, en el parto y
también a sus niños. Es que desde hace unos años tienen mucha capacitación sobre la salud
de las familias. Son mujeres de referencia para todos los profesionales sanitarios. De hecho,
antes de ir a ver a las familias, los médicos acuden a consultarlas.
Usted siempre ha apostado por la formación y la autonomía de las mujeres. ¿Por qué?
Las mujeres indias son personas con mucha fuerza, tienen muchísima personalidad y
carácter. Y son personas de confianza tanto para el Gobierno como para las diferentes ONG.
Todos los proyectos, incluidos los microcréditos, se realizan a través de las mujeres, porque
todos están persuadidos de que ellas van a utilizar el dinero para ayudar a sus familias.
Todavía hay mucha discriminación contra las mujeres pero en los últimos cuarenta años su
situación ha mejorado muchísimo en los pueblos donde trabaja la Fundación.
Antes ni siquiera salían fuera de casa, ahora están organizadas y actúan en grupo. Así
es como trabajamos, en contacto con grupos determinados como mujeres, discapacitados,
ancianos... Esta pertenencia a una organización les da más valor en el seno de su familia,
porque antes no tenían su propio dinero ni cuentas corrientes. Cuando no tienes dinero
propio, no tienes poder. Aunque la situación de la mujer ha mejorado muchísimo, aún hay
mucho que hacer. Este año la Fundación ha organizado un equipo especial para luchar contra
la violencia de género. En la India, que es una sociedad patriarcal, hay mucha discriminación
y maltrato en las casas de los maridos. Personalmente no creo que sea sólo un proyecto, sino
un movimiento en el que tiene que participar la Fundación durante los próximos años porque
tenemos una buena relación tanto con hombres como con mujeres y con las autoridades y la
policía, que son muy importantes en la lucha contra la violencia de género.
En los países desarrollados como el nuestro, el espíritu de la Navidad cada vez está
más desdibujado y más ligado a las compras compulsivas. ¿Qué les llega a los "intocables"
de Anantapur de nuestra Navidad?
Cuando yo comento las dificultades que tienen nuestros socios en Europa, en España,
en la Comunidad Autónoma Vasca, para apoyar a la fundación, en nuestros pueblos de
Anantapur la gente aplaude muchísimo porque cree que vuestra cultura piensa en el
sufrimiento de los demás y en cómo ayudarlos.
Sorprende, porque es un hecho que sólo una minoría de la gente de los países
desarrollados es solidaria.
No estoy de acuerdo. Son miles de personas en España las que nos ayudan. Vicente
motivó a miles de personas sobre su responsabilidad para contribuir con lo que sea posible,
aunque se trate de una aportación pequeña. La Fundación cuenta con más de 145.000 socios
que creen en esto. Es un hecho.
¿Qué opina la periodista que hay en usted del tratamiento que dan los medios de
comunicación de la pobreza en el mundo?
Después de una emergencia los medios hacen su trabajo, van y hacen relatan lo que
ven. Pero, después, se olvidan. Creo que deberían hacer más pedagogía de lo que hay que
hacer después de la emergencia. Lo hemos visto en Haití. Un año después necesitan mucha
ayuda. Los medios también se empeñan cuando aparece alguna noticia desagradable
procedente de una ONG y dan un mal nombre a todos los que están trabajando bien. Creo
que, además, deberían dar importancia al hecho de que es posible erradicar la pobreza en el
mundo. Normalmente, muestran muchas dudas, pero yo he visto personalmente que es
posible erradicar la pobreza. Cuando llegamos a Anantapur dijimos que estábamos allí para
siempre con el objetivo de erradicar la pobreza.
¿Cree que usted va a llegar a ver la desaparición de la pobreza extrema de Anantapur?
Sí, hay sitios en los que veo que ya está desapareciendo la pobreza y que hay mucha más
igualdad.
¿Qué ha puesto usted de su personalidad en la Fundación? Decía
Vicente que éramos el latino y la sajona. Él era el visionario, el que quería hacer más cosas,
ayudar a más gente, y yo era la que quería establecer bien las cosas. Pero Vicente y yo
hicimos muy buen equipo.
¿Cree que algún día a Vicente le harán santo o recibirá el Nobel de la Paz?
No, no. A Vicente no le gustaría ser venerado como un santo aunque en la India se le
considera como un dios, porque allí hay muchos dioses y para los dalits (intocables) es como
una deidad. En España también dicen que es como un santo, pero lo dicen porque es una
persona muy excepcional, porque ha vivido toda su vida para los demás, con tanto cariño y
tanta compasión y tanta inteligencia, y que ha hecho todo lo posible para mejorar la vida de
miles de familias. Pero no creo que a Vicente le gustaría eso de ser santo. DIARIO DE
NOTICIAS
"Dios quiere a todos sus hijos, estén como estén, y tú eres hijo de Dios y por eso la
Iglesia te quiere y te acepta como eres". Son palabras del Papa Francisco, cuando telefoneó
en persona a Diego Neria Lejárraga, un transexual español de 48 años, católico y practicante,
para citarle a él y a su novia Macarena a un encuentro privado en el Vaticano el pasado
sábado. "¡Claro que eres hijo de la Iglesia!".
Durante años, Diego (antes Cuca) había sufrido en lo más hondo de su corazón la desazón
de no ser aceptado por parte de la Iglesia, o al menos "por la parte más conservadora", en su
ciudad natal, Plasencia (Cáceres).
Había tomado la firme decisión de operarse y cambiarse de sexo muchos años atrás
("Siempre me sentí hombre, desde bien pequeño"), pero entró en quirófano un año después
de morir su madre para evitar el sufrimiento familiar en una ciudad pequeña (unos 40.000
habitantes).
Fue hace ocho años. Entonces sufrió la transformación total física y comenzó también
a tener algunas novias en el pueblo. Auxiliar administrativo, a Diego siempre le ha gustado el
mundo de la música y el teatro. Y hace unos meses, viendo al nuevo Papa, decidió escribirle
una conmovedora carta, donde relataba su caso, con ejemplos cotidianos de cómo se sentía
muchas veces rechazado, de las falsas miradas, de las críticas...
Un impulso le llevó a descolgar el teléfono móvil cuando apareció una llamada oculta el
20 de diciembre. Él estaba en Sevilla (donde vive su prometida) y entró en un comercio para
evitar el ruido y escuchar mejor la llamada. "Soy el Santo Padre", escuchó al otro lado del
aparato. Era la segunda vez que el Papa se ponía en contacto con él.
Semanas antes, le había llamado en persona para interesarse por su caso. Era el 8 de
diciembre, Festividad de la Inmaculada. Fue una charla breve, donde le aseguró que le
volvería a llamar para cerrar definitivamente la fecha del viaje. "¿Os vendrá mejor en fin de
semana, verdad?", le preguntó el Papa a Diego. "Cuando usted quiera", respondió.
El Papa insistió en que el encuentro privado se desarrollara un sábado "porque durante
la semana estaréis trabajando; espera un momento que vea mi agenda y ya lo cerramos".
"Tengo un hueco el día 24 de enero a las cinco de la tarde. ¿Podéis venir?".
"Pero ¿adónde vamos? ¿Por quién preguntamos? ¿Cómo lo hacemos?", le preguntó, aún
atónito Diego. Al otro lado del teléfono, se escucha: "Por el dinero, no os preocupéis. Si no
tenéis, cuando vengáis acá yo os tengo preparado un sobre para los gastos, así que eso no
es problema. Ya sabéis que yo ya vivo junto a otros sacerdotes en la residencia de Santa
Marta. Vosotros llegad allí y decirle a los guardias suizos que venís a ver al Papa, y ya está".
No sería luego tan fácil. Hubo llamadas cruzadas del Nuncio al Obispado de Plasencia
durante las siguientes semanas para preparar el viaje, incluidos los gastos del viaje a cargo
del obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro, que ha apoyado la causa de Diego y su
pareja, enfermera.
"De la reunión no voy a contar nada, es un secreto entre nosotros que jamás voy a
desvelar", aseguró ayer Diego a EL MUNDO. Eso sí, estaba muy satisfecho del encuentro:
"Es una experiencia única".
Sobre su condición de creyente, católico y practicante, aclara: "No es que estuviera
enfadado con la Iglesia antes, pero hubo actitudes durante mucho tiempo que no me
gustaron. Pero no de todos, porque el obispo se ha portado siempre muy bien conmigo, me
ha apoyado mucho en él, pero lo he pasado muy mal en ocasiones. Esto es un pueblo
pequeño y, además, yo me movía en círculos muy conservadores, que de frente no me
decían nada, pero por la espalda me criticaban. No aceptaban mi situación en una historia
que lleva siempre a los prejuicios y al morbo, y a mí eso me ha hecho mucho daño".
"No es cierto que la transexualidad sea una cosa normal en España, que estemos como en
Europa. Eso no es así, es un tema que no está aún aceptado, aunque ojalá que mi caso, que
ahora ha visto la luz, sirva para que lo que yo he pasado no lo pasen otras personas que
están en mi situación", añade. El Mundo 27-1-15
Editorial
El Papa Francisco nos sorprende cada día. Dice que cree no pasará de cinco años lo que
permanezca como Sumo Pontífice. Está dando nueva imagen al papado: sinceridad, bondad,
cercanía, lozanía. Una brisa de aire fresco corre por nuestra Iglesia gracias a él. En estos dos
años ha sembrado mucho, ha lavado la cara a la Iglesia, tiene muchos proyectos para
realizarlos colegialmente. Por eso tarda, porque no trabaja por decretos. Eso sí, cuando el
año que viene nombre nuevos cardenales, ya serán mayoría los de su cuerda y podrá actuar.
Mientras tanto nosotros hemos de empujar un poco más, rezar y esperar.
Francisco, sobre los curas casados: "Está presente en mi agenda"
El debate sobre los sacerdotes que se casan y no pueden celebrar misa "está en la atención
del Papa", según aseguró en un encuentro con sacerdotes de Roma
Francisco, sobre los curas casados: "Está presente en mi agenda". Foto: Archivo
CIUDAD DEL VATICANO.- Desde la asunción del Papa en marzo del 2013, especialistas y
religiosos interpretaron las medidas de Francisco como vientos de cambio desde el Vaticano.
Esta vez, el Sumo Pontífice hizo referencia al debate sobre el celibato en los curas.
El problema de los sacerdotes católicos de rito latino que se casaron y no pueden celebrar
misa, mientras que los curas de rito oriental pueden contraer matrimonio y la celebran
normalmente "está en la atención del Papa", según publica la agencia de noticias ANSA.
"Está presente en mi agenda", dijo Francisco ante una solicitud en tal sentido hecha hoy
durante un encuentro con sacerdotes de Roma, a un día de la misa por el miércoles de
ceniza.
Durante el encuentro, según dijeron algunos presentes, el Papa contó que, en la misa del 10
de febrero en Santa Marta, con siete curas que celebraban sus 50 años de sacerdocio,
estuvieron presentes cinco sacerdotes casados.
En el 2013, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, se había atrevido a cuestionar la
vigencia del celibato. "No es un dogma de la Iglesia y se puede discutir porque es una
tradición eclesiástica", había dicho.
El Mundo 18-2-15
Unas cartas de Juan Díaz Parroquín, caso distinto al nuestro
Estimado en Xto Jesús: Mi caso es diferente al tuyo y todos aquellos miles de sacerdotes que
dejaron el ministerio para casarse o por otra causa. Yo estudié en Humanidades o Latinado y
Filosofía. Era un buen estudiante y buen seminarista. Me salí por deficiencia auditiva. Estudié
administración de Empresas. Llega el momento en que empiezo a defender, por una carta
que repartía a la salida de los templos los domingos, el celibato opcional. Encuentro en
Guadalajara Jalisco a un sacerdote casado y él me invita a las reuniones que celebraban en
esa ciudad. Y allí supe que mi lucha no era estéril ni que estaba yo solo. No. Había muchos
que estaban luchando por un celibato opcional. Conocí a Mons. Jerónimo Podestá. Supe de
MOCEOP. En fin. Mons. Podestá consagró obispo a uno de los sacerdotes casados de
México y éste a otro más. Actualmente hay dos de esa rama. A mí me ofrecieron el
sacerdocio, pero no me llegó por ellos sino por un Arzobispo ortodoxo norteamericano con
sucesión apostólica es decir con validez y legalidad. Tenemos varios grupos en la República
Mexicana, en varios Estados, celebramos la Santa Misa a grupos discriminados. A veces he
celebrado la Eucaristía en Iglesias católicas romanas pero rara vez. Las Arzobispos de las
Arquidiócesis respectivas han respingado, pero los hemos puesto en su lugar. Aquí las Leyes
defienden la libertad de Cultos y nosotros estamos luchando para que nuestros sacerdotes
comprueben que fueron válida y legítimamente ordenados.
He estado promoviendo que el señor cura de mi barrio venga a celebrar la Misa, pero él
todavía no sabe quién soy yo porque yo salgo a celebrar a lugares bien lejos de donde vivo.
¿Cómo la ve? Pero de todas maneras no estoy oculto. Yo he salido en las dos principales
televisoras del País. No tengo tanta actividad como usted, pero le echamos ganas a los que
podemos.
Me conocen como Parroquín.
Otro mensaje de Parroquín
Estimado Josemari:
Te recuerdo que, hasta el Cisma, provocado por los Legados del Papa, en 1054, toda la
cristiandad se llamaba católica. El cristianismo fue decayendo en oriente a raíz de la invasión
musulmana y en el 800 con la coronación de Carlos Magno el Papado fue fortaleciéndose. Y
el punto es que todo lo quiere ver bajo el punto de vista de: no obedece al Papa, no depende
del Papa, no lo nombró el Papa. y cosas por el estilo. A partir de 1980 se formaron comisiones
de Roma y de todas las Iglesias ortodoxas y las iglesias orientales católicas incluidas las
uniatas para el diálogo de la caridad. Buscaban dialogar en los puntos que nos unen y dejar
los que nos separan. Pero descubrieron que desde el mismo bautismo había discrepancias
fundamentales. Sin embargo, siguieron por varios años hasta 1997. Por parte de Roma
estuvo como Presidente el Cardenal Josef Ratzinger. Allí aceptaron que los católicos podían
llamarse ortodoxos porque de lo contrario no estarían enseñando la doctrina correcta o no
vivirían en la doctrina correcta. Y que los ortodoxos podrían y se llaman católicos, universales,
porque así se venían llamando antes de 1054.
Durante todo ese tiempo del diálogo los ortodoxos no aceptaron la supremacía petrina y no la
aceptarán. Ellos siguen manteniendo la igualdad entre iguales: Primus inter pares. IGLESIAS
ORIENTALES, Mons. Adolfo González Montes, Bibliotecas de Autores Cristianos. Madrid.
MM.
Sí, Mons. Jerónimo Podestá consagró un Obispo con la consigna que consagrara a otro. Yo
conozco a ambos consagrados. Y ellos me ofrecieron el sacerdocio. Sí, vienen ordenando
sacerdotes a un ritmo muy lento, por cierto. No se asuste por eso del cisma. Acuérdese
aquello de lo que le dijo Juan al Señor Jesús: Señor vimos a uno que curaba y echaba
demonios en tu nombre, pero se lo prohibimos porque no anda con nosotros...No se lo
prohíban... Tengo la sospecha que Mons. Podestá consagró en Sudamérica y si lo hizo tan
calladito como en México, pues ya se imaginará cuantos obispos andan por allí.
Yo pienso que dentro de los que nos llamamos ortodoxos hay dos tendencias: los que
queremos servir y los que se aprovechan para lucrar. A mí, más que discriminarme la
Jerarquía Romana, me discriminaron los curas casados. Es que ellos dejaron el ministerio
para casarse. Y yo, casado, me ordenaron y tengo los dos estados. Y además soy un
descarado y no le hago caso a los anatemas. Además, que me acojo a lo que dice en 2467, y
yo actúo de acuerdo a mi conciencia.
Nota de la redacción:
Publico estos mensajes de Parroquín, que me los envió hace varios años. Entre los cristianos
hay muchas ideas y formas de pastoral. Creo que pasó el tiempo de las excomuniones. Me
parece que, así como ha habido acercamiento hacia los LEFEBVRISTAS por parte de nuestra
jerarquía, convendría también un acercamiento hacia otras tendencias como esta.
Editorial
Dos líneas: El Papa Francisco tiene en su agenda el problema. Creemos que ahora, sí,
estamos en la recta final. Lo cual no quiere decir que se solucionará en un año. Pero ahí está.
Pero… también es verdad que todo lo humano se puede torcer en la recta final.
Dijo Francisco
Un ex cura le cuestionó si podía volver a ejercer pese a tener mujer.
Señaló que la Congregación para el Clero estudia la situación. (
Los sacerdotes casados "están en mi agenda", dijo el papa Francisco en un encuentro con
miembros del clero de Roma en El Vaticano, aunque no explicó en qué sentido intervendrá y
admitió que se trata de una "situación difícil".
En su encuentro anual con los sacerdotes de la capital italiana, en el Aula Pablo VI, el líder
católico respondió una serie de preguntas, entre ellas una que le dirigió Giovanni Cereti, quien
dejó el sacerdocio para casarse.
Cereti le cuestionó si podría ser readmitido en el sacerdocio pese a tener mujer. El pontífice
explicó que se trata de un problema que no tiene una solución fácil, que es importante para la
Iglesia y que la Congregación para el Clero del Vaticano lo está estudiando.
Reveló que el martes 10 de febrero, en su misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta,
estuvieron presentes siete sacerdotes que festejaban 50 años de ministerio y otros cinco que
dejaron el sacerdocio porque están casados.
Luego se dirigió a Cereti, que hizo referencia a la praxis de los sacerdotes católicos del rito
oriental (los cuales pueden conducir su ministerio pese a ser casados), y contestó: "El
problema está presente en mi agenda".
Actualmente la Iglesia católica mantiene el requisito del celibato sacerdotal para el rito latino,
es decir la mayoría de los curas del mundo, pero se trata de una norma disciplinar y no de un
dogma, por lo tanto, la doctrina no impediría una modificación.
Desde la elección del Papa y a causa de la percepción de que impulsará cambios drásticos,
comenzaron a llegar al Vaticano decenas de cartas de sacerdotes casados pidiendo ser
readmitidos en el ministerio.
Sacerdotes que "abandonan", sacerdotes que "regresan" . por GianPaolo Salvini S.I.
¿Cuál es hoy la situación de aquellos que, después de haber abandonado el sacerdocio –
cosa que usualmente ocurre con mucho sufrimiento –, piden ser reintegrados en el ministerio
sacerdotal? ¿Quiénes son y cuántos son?
No existe una estadística precisa que permita conocer el número actual de los sacerdotes
que, habiendo abandonado el ministerio, se han casado. Sobre la base de las indicaciones
llegadas al Vaticano de las diócesis, desde 1964 al 2004, han dejado el ministerio 69.063
sacerdotes. Desde 1970 al 2004, 11.213 sacerdotes han retomado el ministerio. Ello significa
que los sacerdotes casados no pueden ser hoy más de 57.000. Probablemente son bastante
menos, porque en 40 años un cierto número de ellos ha fallecido. Las cifras indicadas por la
prensa y por las asociaciones de sacerdotes casados, que hablan de 80.000 a 100.000 ex
sacerdotes, no tienen por tanto fundamento.
Generalmente, observando los casos de las solicitudes de dispensa enviadas a partir del año
2000, se puede decir que la mayor parte de los sacerdotes que han dejado el ministerio han
encontrado un arreglo digno en los sectores más diversos. Casi todos tienen un empleo o una
actividad profesional y no están necesitados de ayuda. Varios de ellos han sido acogidos por
obispos para desarrollar encargos eclesiales y, una vez obtenida la dispensa, para enseñar
religión o para trabajar en instituciones dependientes de la autoridad eclesiástica.
Finalmente, existe un discreto grupo de sacerdotes que después de haber abandonado el
ministerio, trascurrido un cierto tiempo, manifiestan una evidente nostalgia y un fuerte deseo
de retomar el ministerio sacerdotal, al que estaban llamados y para el cual se habían
preparado. Muchos de ellos presionan para ser readmitidos al sacerdocio, pero sin abandonar
la vida de sacerdotes casados, cosa que la Iglesia no puede conceder sin modificar la ley
sobre el celibato. No pocos de ellos buscan ejercitar un ministerio sacerdotal en las
confesiones de los protestantes o en las sectas. Ante todo, existe el caso de los ex ministros
anglicanos o luteranos casados, que, convertidos a la Iglesia católica, piden ser sacerdotes y
a los cuales desde los tiempos de Pío XII les fue concedido el poder continuar la propia vida
conyugal en familia.
De los casos individuales se pasó al de algunos cientos de pastores anglicanos, en su gran
mayoría casados. Están también los sacerdotes que han dejado el ministerio sacerdotal y se
han casado, pero una vez libres del vínculo matrimonial, piden ser reintegrados al ejercicio del
ministerio. Han sido establecidos nuevos procedimientos, que ofrecen a los obispos
"benévolos" (como se dice en el lenguaje canónico) una guía, y en la mayoría de los casos se
concluye con la concesión de la gracia pontificia. ---
Las solicitudes de reintegración en los años 1967 – 2006, por lo tanto, tratadas todavía por la
congregación para la doctrina de la fe, han sido 438. Fueron concedidas 220, no concedidas
104, mientras otras 114 estaban a la espera de documentación suplementaria.
En este sentido es bastante significativo el hecho de que en cerca de 30 años hayan sido
readmitidos al ejercicio del ministerio sacerdotal 11.213 sacerdotes que por diferentes motivos
lo habían abandonado. […] Aunque en pleno respeto por cuantos deciden servir mejor al
Señor en un estado de vida diferente abrazado después de haber percibido el no ser
adecuados para la vida sacerdotal, cada retorno al ministerio sacerdotal no puede no alegrar
a la Iglesia entera, que reencuentra una persona disponible a servir con todo su ser a la
comunidad eclesial y a la causa del Evangelio.
Miles de sacerdotes optaron por su realización como seres humanos y renunciaron al celibato.
En su mayoría, continúan con el compromiso comunitario que los llevó a ser curas.
Muchos miles de curas en todo el mundo se casaron, tienen pareja y formaron familia, lo que
demuestra que la búsqueda de la plena realización de las personas desbordó hace tiempo la
prohibición de la iglesia católica, que apenas consiguió clausurar el debate formal sobre el
celibato, coincidieron especialistas.
No es fácil encontrarlos a simple vista porque son maestros, delegados de trabajadores,
integrantes de colectivos sociales, profesores universitarios o investigadores que, en su
mayoría, continúan con el compromiso comunitario que los llevó a ser curas.
"Yo no me fui para casarme. Dejé la iglesia porque fui fiel al proyecto de Jesús, lo que me
llevó a trabajar por la plena realización del ser humano. En ese camino, opté por tener una
pareja", dijo a Télam Ruben Dri, quien fue cura del movimiento para el tercer mundo en Chaco
y cuando se alejó de la iglesia en 1976 eligió compartir su vida con una compañera.
La opción por los pobres nace de la búsqueda "de esa realización plena del hombre, en la que
tener una pareja y formar una familia es parte de esa libertad, que no solo no desmerece la
función sacerdotal, sino que la engrandece", dijo Dri, docente universitario, escritor y filósofo
que hoy integra el colectivo Teología de la Liberación "Pichi Meisegeier".
"Estoy en desacuerdo con la jerarquía católica, de que a los sacerdotes que forman una
familia les niega la administración de los sacramentos, al tiempo que acepta en sus filas a un
Christian Federico von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad", sostuvo Dri.
Para el ex cura, "formar una familia, optar por tener una pareja, no es para nada incongruente
con la vida de servicio a la comunidad. Lo han demostrado tantos religiosos que, separados
de la iglesia, han seguido trabajando con un compromiso mayúsculo", dijo.
También para la brasileña María Das Dores Campos Machado, socióloga y catedrática de la
Universidad Federal de Rio de Janerio, "gran parte de los curas que se agrupan ‘por el fin del
celibato’ han seguido trabajando en torno a la ‘Santa Madre Iglesia’".
"Están muy poco visibilizados pero se han integrado a los movimientos eclesiales de base,
muchos de ellos con destacada responsabilidad en el campo editorial de las comunidades de
Brasil", señaló en diálogo con la agencia Télam cuando participó hace dos semanas de las
jornadas "Modernidad, Secularización y Religión" en el centro cultural Haroldo Conti, en la Ex
ESMA.
El argumento que esgrime la iglesia católica, "que bajo este papado se niega a hacer del
celibato una opción", se basa en "la exclusividad del cura para ejercer su función sacerdotal",
postura que para Dri no hace más que esconder la concepción "dualista" de Platón asumida
por la teología católica.
Para Eduardo de la Serna, integrante del movimiento "Opción por los pobres" (OPP), "hoy por
hoy no creo que la jerarquía católica defienda el celibato por una motivación económica, ya
que los bienes de los sacerdotes no pasan a ser patrimonio de la institución", y atribuyó más
esa posición conservadora a "una actitud rígida frente al sexo, al que sigue asociándose al
miedo, a la represión, a la sensación de pecado o, al menos, a la sensación de que mancha".
"Si el celibato fuera optativo -opinó De la Serna en diálogo con Télam-, sería distinto desde el
punto de vista del ‘signo’ porque mostraría al sacerdote célibe como quien ‘eligió no casarse’,
lo cual fortalecería el signo".
De la Serna se preguntó si en términos de la "tan mentada exclusividad, los rabinos, los
imanes, los pastores evangélicos de las más diversas confesiones no están plenamente
dedicados a Dios y al pueblo".
En muchos pueblos de Italia, Alemania, Bolivia, y Perú, entre otros países, se conoce a la
mujer del cura y nadie objeta sobre el tema, ni los obispos, siempre que no se "ventile
demasiado", sostuvo De la Serna.
Revisar el celibato, afirmó, "aceleraría otro debate que no se quiere dar: el rol del cura en la
comunidad, un sacerdote sin poder, que trabaje para mantenerse; un ministerio abierto a
todos también necesitaría un cambio de mentalidad en el pueblo de Dios".
Por Cecilia Aldini - Télam
JML. Mi correo electrónico: josemarilorenzo092@gmail.com
Seguramente para evitar divisiones y polémicas. El propio San Juan Pablo II zanjó la cuestión
e incluso se dice que prohibió formalmente tratar esta cuestión, por lo cual el debate fue
silenciado. Tratar esta cuestión de un modo abierto en un centro teológico o en artículos de
revistas cristianas era una cuestión grave, que parecía relegar a los disidentes a la
clandestinidad.
No por lo que afirman en sí (ya sabemos que hay sacerdotes casados y que el celibato no es
un dogma) sino por el tono: "siempre está la puerta abierta". De haber sido el Papa más
reacio a la cuestión, debería haber evitado la palabra 'siempre', así como haber utilizado
incondicionales y matizaciones. Un reacio hubiera dicho algo así como: "... no es un dogma
de fe, así que podría –en principio y de verse conveniente– revisarse en el futuro, aunque de
momento no se halla entre las cuestiones más urgentes".
¿EL PAPA ESTÁ A FAVOR DE REVISAR EL CELIBATO OBLIGATORIO?
No lo sabemos. Lo que está claro es que él valora mucho el celibato y lo considera un don
para la Iglesia, pero eso no supone de ningún modo que haya de imponerse obligatoriamente.
Por otro lado, por poner ejemplos, el obispo de Xingú (Amazonia brasileña), en visita ad limina
el pasado mes de abril, le planteó la cuestión al Papa y este le contestó: “los obispos, las
conferencias episcopales regionales, deben hacer propuestas valientes”. ¿Qué quiere decir
aquí ‘valientes’ sino solicitar algunos cambios? Porque valiente no es dejar las cosas como
están.
Hay que tener presente, en primer lugar, el gran prestigio de esos hombres que en el siglo III
y IV se retiran al desierto para 'morir al mundo' (monjes) y viven sin casarse, mayor aún
cuando el cristianismo se convierte en religión oficial del Imperio y las exigencias evangélicas
decaen. Son los iniciadores de la actual vida religiosa o consagrada.
En segundo lugar están las cuestiones de pureza ritual: es común en distintas religiones que
quien ofrece sacrificios ha de ser puro; las 'relaciones conyugales' vendrían a suponer una
impureza. Ello viene avivado por filosofías que despreciarían el cuerpo, algo que simplemente
es contrario a la teología católica.
En tercer lugar, la cuestión administrativa y de disponibilidad, aparte de razones pastorales:
parece que quien es célibe, vive absolutamente entregado al Señor, con un 'corazón indiviso',
tanto en lo que se refiere a la espiritualidad como a la disponibilidad de tiempo; su altruismo,
por otra parte, parece más garantizado que el de un casado, que podría verse tentado a
favorecer (económicamente) a su propia familia.
Todo ello hace posible que progresivamente se vaya prefiriendo y exigiendo que los
sacerdotes sean célibes o guarden continencia.
Aunque distintos concilios marginales (Elvira, s. IV; Aquisgrán, s. IX) piden continencia a los
sacerdotes (donde queda claro que el problema no es el matrimonio sino la pureza), parece
que cuando realmente se exige es en el II Concilio de Letrán (s. XII), sin que hayamos de
suponer una aceptación masiva de esta medida, que vendría más bien a realizarse y
favorecerse en el Concilio de Trento (s. XVI) por la instauración de nuevas medidas para la
formación y vida sacerdotal, la institución de los seminarios, etc. El Concilio Vaticano II (1962-
1965) no trató este asunto, por expreso deseo del papa Pablo VI, que dos años después
publicó una encíclica en la que mantenía la obligatoriedad del celibato.
No. Se trata de una cuestión disciplinar o, como dice el papa Francisco, de una 'regla de vida'.
Aunque no sea un dogma, ciertamente obliga a los sacerdotes y faltar a ella supone
infidelidad y escándalo.
Vamos a dedicar unos números a Juan Díaz Parroquín, obispo que al parecer no está
en comunión con Roma, pero su pensamiento puede ayudar a un sano ecumenismo,
por ser muy razonable.
Situación de una persona adulta, hombre o mujer, que permanece sin casarse. A los tales se
les llama “célibe”. Célibe no quiere decir casto.
¿En qué se basa la Jerarquía Vaticana para imponer el celibato? Principalmente en Mateo 19,
12. Esgrimen tres argumentos: que Jesús lo dijo, segundo que de este modo se entregarían
mejor al Reino de Dios y tercero que la Jerarquía Romana tiene autoridad para establecer tal
obligación.
¿Es cierto que Jesús lo mandó en Mateo 19, 12? NO, NO, NO.
Mateo 19.12. Este pasaje del Evangelio es el platillo principal, el argumento más fuerte de la
Jerarquía Católica para defender su punto de vista para que no se casen los sacerdotes.
Para analizar Mateo 19. 12 primero debemos analizar lo que dice Jesús en Mateo 19 del 3 al
11 Recordemos que en la época de Jesús los hombres se podían casar con tres o cuatro
mujeres y además las podían rechazar con suma facilidad. Deuteronomio 24.1. Si un hombre
se casa con una mujer y después resulta que no le agrada por algún defecto notable que
descubre en ella, hará un certificado de divorcio, se lo dará a la mujer, y la despedirá de su
casa. Los Apóstoles y discípulos no entendían las palabras de Jesús, cosa que también les
puedo probar. Mateo 19. 3. Se le acercaron unos fariseos, con ánimo de probarlo, y le
preguntaron: ¿Está permitido al hombre despedir a su esposa por cualquier motivo?
Mateo 19. 4 al 9 es una aparente defensa de Jesús a favor de la mujer.
Jesús defiende a las mujeres pero no las libera. En Mateo 19.10.Los discípulos dijeron: Si
ésa es la condición del hombre con la mujer, más vale no casarse. Él les contestó: No todos
entienden lo que acaban de decir, sino solamente los que reciben este don. El don de
entender, no el don del celibato. Vean que los discípulos reaccionan como niños malcriados:
Si no me das todos los dulces mejor no quiero nada. Pero noten que Jesús les dice que no
entienden. Sólo entienden los que reciben el don de entender, no el don del celibato.
Además, en ningún momento les dice que deben ser monógamos ni que no pueden casarse.
Sólo les prohíbe deshacerse de sus mujeres así nada más porque sí.
¿Curas casados? II
Por Juan Díaz Parroquín.
Pasemos a la trillada parte de Mateo 19.12. Hay hombres que nacen eunucos. Hay otros que
fueron mutilados por los hombres. Hay otros que se hacen eunucos por el Reino de
los Cielos. Entienda el que pueda. Sabemos que sí, hay hombres que nacen sin testículos
o sin capacidad para procrear.
En la época de Jesús, hacían prisioneros a ciertos hombres, especialmente en las guerras, y
los castraban sus dueños para que, mansamente, sirvieran de criados. Pero veamos lo que
dice Deuteronomio 23.El hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado no
será admitido en la asamblea de Yahvé.
El no poder participar en las asambleas de Yahvé era muy vergonzoso y humillante. Así que
los que pudieran haberse mutilado serían muy, muy pocos. Jesús habla en pasado no en
futuro.
Y en todo caso los que quisieran practicar lo que se dice en Mateo 19. 12., tendrían que
castrarse en forma real como lo hizo Orígenes y otros cristianos que quisieron seguir al pie de
la letra tal interpretación.
Por el Reino de los Cielos. El concepto del Reino de los Cielos no tenía valor para los Doce
ni para los demás discípulos. Los que rodeaban a Jesús pensaban en el Reino de Israel con
Jesús a la cabeza, no en el Reino de los Cielos. Sacerdotes, monjas. Tampoco en el
tiempo de Jesús éste no podía estarse refiriendo a los Sacerdotes y a las Monjas y Monjes
porque tales conceptos fueron acuñados siglos después. Por lo tanto tomar Mateo 19.12
como orden o consejo para que no se casen los Sacerdotes no tiene ninguna validez. Así lo
ven los católicos de Oriente es decir los Ortodoxos de Constantinopla, Grecia, Ucrania, Rusia,
y así lo ven los Católicos Anglicanos, los Católicos Reformados, Católicos Tradicionalistas,
metodistas, Bautistas, los de la Luz del Mundo y todos los demás cristianos. Y por si fuera
poco tenemos que reconocer que en la República Mexicana existen, año 2009, 19,906
ministros de Culto Católicos contra 34,000 de las Iglesias Cristianas no Católicas. Por favor,
señores Obispos Romanos, no engañen a sus feligreses con el pasaje de Mateo 19. 12
porque no aplica para el celibato.
Pero hay un argumento bien preciso para mostrarle a la Jerarquía Católica que Jesús en
ningún momento quiso exclusividad elitista ni para meter a hombres y mujeres en los
conventos, apartándolos de la vida misma. Juan 17, 15. No te pido que los saques del mundo,
pero sí que los defiendas del Maligno.
¿Curas casados?III
Por Juan Díaz Parroquín.
Catecismo 1580. En las Iglesias orientales, desde hace siglo está en vigor una disciplina
distinta: mientras los obispos son elegidos únicamente entre los célibes, hombres casados
pueden ser ordenados diáconos y presbíteros.
Esta práctica es considerada como legítima desde tiempos remotos; estos presbíteros ejercen
un ministerio fructuoso en el seno de sus comunidades. Por otra parte el celibato de los
presbíteros goza de gran honor en las iglesias orientales y son numerosos los presbíteros que
lo escogen libremente por el Reino de Dios. En oriente como en occidente quien recibe el
sacramento del orden no puede contraer matrimonio.
Son dos versiones de la Jerarquía Católica sobre el mismo asunto. Aceptan que en oriente
hay sacerdotes casados que ejercen un ministerio fructuoso pero ponen todo su empeño para
que los sacerdotes célibes no se casen. El presbiterado de oriente tiene dos mil siete años
teniendo sacerdotes, ministros o pastores casados. Igual los Anglicanos, los Metodistas, los
Bautistas, los Evangélicos, los Luteranos y los de la Luz del Mundo. Todos aceptan
sacerdotes casados menos los Obispos Católicos Latinos que tienen el síndrome de Rick Van
Wrinkle
Nota: El obispo Parroquín pensamos que no está dentro de la jerarquía católica, o sea
hermano separado
¿Curas casados? IV
Por Juan Díaz Parroquín.
En la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, México, existen, según palabras
del Obispo Felipe Arizmendi 344 Diáconos casados indígenas contra 9 sacerdotes célibes
indígenas.
Y la Curia Romana le prohibió al Obispo ordenar más Diáconos. ¿Por qué son indígenas?
No. Porque son casados.
Si el Obispo Felipe Arizmendi ordenara sacerdotes, por lo menos, cien de los diáconos
casados, jóvenes y con ciertas cualidades propias para el puesto, no carecerían de
Sacerdotes los católicos de esa región. Lo que quiere decir y confirma que la Jerarquía está
incumpliendo y siendo injusta al no contar con suficientes sacerdotes porque los seminaristas
abandonan los estudios pues se dan cuenta que no pueden casarse.
En Paraguay, desde hace años están utilizando los servicios de las así llamadas “mujeres
párrocos” mismas que bautizan, presiden los casamientos, llevan el viático, imparten la
Eucaristía sólo les falta celebrar y confesar.
Esta última información acerca de los Diáconos/casados la escribí en el año del 2004, y ahora
el 19 de marzo del 2006, en el Semanario KOINONIA, órgano informativo y formativo de la
Arquidiócesis de Puebla, en su página 13 dice lo siguiente: Santa Sede dice no al proyecto
Iglesia Indígena y sacerdocio casado. Mediante una carta dirigida al Obispo de San Cristóbal
de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, la Santa Sede puso punto final al proyecto de
la “iglesia indígena”, vinculada a la “teología india”, con fuerte influencia en el sureste de
México y América Latina.
La carta firmada por el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos, lamenta la influencia de la ideología llamada
“iglesia autóctona” heredada por Mons. Arizmendi de su predecesor, el Obispo Samuel Ruiz
García, y señala que la nueva política debe suprimir la ordenación de diáconos permanentes.
Nota: El obispo Parroquín pensamos que no está dentro de la jerarquía católica, o sea
hermano separado
Editorial
¿Curas casados? V
Mons. Ruiz prohibió a diversos movimientos y congregaciones religiosas actuar en la diócesis,
desalentó seriamente las vocaciones al sacerdocio célibe, y sobre todo, promovió la
ordenación masiva de diáconos permanentes casados, asegurando que en poco tiempo la
Iglesia terminaría por aceptar la práctica del sacerdocio casado, que según decía, respondía
más a una visión de “iglesia autóctona” o “indígena”.... Le digo, desde ahora, que el Magisterio
se ha equivocado y se equivoca en materia de sacerdotes célibes. Y la famosa y trillada
Tradición Jesús la reprueba porque antes la utilizaban los Sacerdotes y Jefes de Israel para
acallar sus conciencias.
Por Juan Díaz Parroquín.
¿Curas casados? VI
Malgastan los Obispos, en la persona de sus Rectores de Seminarios, los recursos que aporta
la feligresía para el sustento de los Seminaristas ya que se salen “por no tener vocación”.
Se comete, pues, un auténtico acto de injusticia contra Dios y contra el pueblo de Dios.
La gravedad de la mentira…según las circunstancias. La Jerarquía Católica utiliza sutilmente
las omisiones para hacer resaltar el celibato como algo magnífico, divino o mandado por
Jesús. Años tras años omiten mencionar en las homilías dominicales aquellos puntos que
pudieran mencionar que el Sacerdote y el Obispo pueden ser casados. Cuando la Sociedad
Nacional de Curas Casados quiere realizar contacto con los Obispos, éstos nunca contestan
la comunicación.
Si la Jerarquía Católica tuviera la razón contestarían poniendo sus irrebatibles argumentos.
Pero como sus argumentos no tienen validez por eso no contestan.
Para refutar aquello de que “no deben casarse para dedicarse de lleno al Apostolado” les
platicaré lo que narra el Obispo Ortodoxo Ucraniano Mons. Alejo Pelypenko en su libro
ORIENTE Y EL ECUMENISMO, Buenos Aires, 1969. Página 87: Vladimiro empezó a llevar a
la fuerza a los niños de sus padres, y los entregaba a los popes, para la enseñanza. Lo mismo
hizo el Rey Iaroslav hijo de Vladimiro. Reclutaba niños para el Sacerdocio principalmente los
hijos de los Administradores Parroquiales y a los hijos de los sacerdotes. Página 88. Desde
entonces, y al ver el progreso de la Iglesia, los comerciantes y hasta los nobles comenzaron a
enviar a sus hijos voluntariamente para el sacerdocio. Página 89. La vocación por el
sacerdocio se trasmitía normalmente de padres a hijos. Este orden imperó durante toda la
época de los zares rusos. Es decir hasta 1917. Y nunca tuvieron escasez de Sacerdotes.
Nunca.
No quiero decir que se siga al pie de la letra como hizo el Rey San Vladimiro sino que este
relato es un ejemplo de como los sacerdotes casados pueden, incluso escogidos de entre los
habitantes de cada colonia, atender o ministrar sacramentalmente al pueblo de Dios.
La arquidiócesis de Guadalajara edita el SEMANARIO y el número salido el 22 de julio del
2001 describe la vida de san Gregorio, que su abuelo era un gran cristiano, que su madre,
hermanas y hermanos eras excelentes cristianos y todos fueron declarados santos, pero no
habla nada del papá. Y el papá de toda esta familia era el Obispo san Gregorio.
Los directivos de la revista LA FAMILIA CRISTIANA en su número del mes de abril del 2001
“refutan” una segunda carta que yo les envié, y que debieron sacar en su revista, pero mi
carta no aparece en la revista por lo tanto la pseudo refutación sólo es benéfica para los
puntos de vista que ellos defienden es decir el celibato.
Si ustedes revisan los Misales de cada año verán que no aparece en las “lecturas” ni en los
“evangelios” de ningún domingo, ningún capítulo ni ningún versículo donde se mencione que
el Presbítero o el Obispo deben ser casados.
Catecismo 1590. San Pablo dice a su discípulo Timoteo: “Te recomiendo que reavives el
carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”(2 Timoteo 1,6) y si alguno
aspira al cargo de obispo, desea una noble función.(1Tm.3, 1) A Tito decía: “El motivo de
haberte dejado en Creta, es para que terminaras de organizar lo que faltaba y establecieras
presbíteros en cada ciudad, como yo te lo ordené” Tt. 1,5. Ojo, omiten decir que el presbítero
y el obispo deben ser casados.
Para comenzar la Jerarquía Católica mañosamente oculta los textos bíblicos y los cambia.
El Catecismo dice desea una noble función. Falso, el texto bíblico dice su ambición en buena.
Es decir, cualquier cristiano, célibe o casado, puede desear ser Obispo y Dios lo permite a
través de san Pablo. Me adelanto para mencionarles lo que dice el Catecismo en el número
1578. Nadie tiene derecho a recibir el sacramento del Orden. Falso, si cualquiera
puede desear legítimamente ser Obispo, con mayor razón podrá desear legítimamente ser
Sacerdote. Además, si cualquier cristiano es raza de reyes, sacerdotes y profetas, ¿Qué
humano le puede negar el querer ser Sacerdote?
(1) Juan Parroquín es obispo, al parecer no unido con Roma. Las ideas expuestas las
considere cada uno…
¿Curas casados? VIII
Por Juan Díaz Parroquín.
Pero para que las personas timoratas no me vengan con el cuento de que estoy atacando a la
Iglesia Católica, les diré que yo también soy Iglesia. Pero además les recuerdo que el Papa
Paulo VI en su escrito del día 21 de noviembre de l964, de los Documentos Completos del
Concilio Vaticano II, página 43, de la Constitución dogmática de la Iglesia, dice lo siguiente:
Cuando el Romano Pontífice o con él el cuerpo episcopal definen una doctrina, lo hacen de
acuerdo con la Revelación, a la cual deben sujetarse y conformarse todos… Roma, en San
Pedro, día 21 de noviembre de l964. Lo que quiere decir es que, ni los Obispos ni el Papa
pueden ir a favor de un sacerdocio celibatario cuando el mismo Dios está manifestando lo
contrario en la Revelación.
Además estoy ejerciendo el derecho que se menciona en el Catecismo…# 907 y en el
Derecho Canónico en su número 204. 3°.... Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en
razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los pastores
sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarla a los
demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres y la reverencia hacia
los pastores, habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas. Esto se
refiere a los cristianos, y yo soy un cristiano de Cristo.
VEAMOS:
1.- Génesis 2. 18. Después dijo Yahvé: ·”No es bueno que el hombre esté solo.¨
¿Qué quiere decir esto? Que es malo que el hombre esté solo. ¿Le dio a otro varón? NO.
Le dio una mujer.
Gen. 2.22. De la costilla que Yahvé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante
el hombre. ¿Qué dice la Jerarquía?: Presbiterorum Ordinis:
8. 49…..Además, a fin de que los presbíteros encuentren mutua ayuda en el cultivo de la vida
espiritual e intelectual, pueden cooperar mejor en el ministerio y se libren de los peligros que
pueden sobrevenir por la soledad, foméntese alguna especie de vida común o alguna
conexión de vida entre ellos…… Además de ir en contra del sentido común, ya ven como la
Jerarquía le lleva la contra a Dios. Vean como la Jerarquía acepta que existe la soledad del
sacerdote. Dios está soledad la resolvió dándole una mujer a Adán no otro compañero.
2.- Gen. 2. 25.Por eso deja el hombre a sus padres para unirse a una mujer, y son los dos
una sola carne. Primero fue el matrimonio, el sacerdocio vino después, pero mucho después.
Es más, los judíos de la época de Jesús le daban mucha importancia al matrimonio de tal
manera que las mujeres se podían casar al cumplir doce años más un día. Y los varones
tenían que casarse entre los 17 y 18 años. Y si estaban estudiando el Talmud tenían que
dejar los estudios para casarse.
3.- Éxodo 28. 1. Además que se acerque a ti tu hermano Aarón con sus hijos, separándolos
de los otros hijos de Israel para que sean mis Sacerdotes. Dios Yahvé en ningún momento
quiere Sacerdotes célibes.
4.- Mateo 8. 14. Habiendo ido Jesús a la casa de Pedro, encontró a la suegra de éste en
cama, con fiebre. No dice excasa, ni exsuegra. Sería absurdo pensar que tenía suegra
sin tener esposa.
5.- Lucas 8. 2. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres. Jesús no rehuía a las
mujeres.
6.- 1.Cor. 7. 25. En cuanto a los que se mantienen vírgenes, no tengo ningún mandato
especial del Señor. Esta aseveración es muy importante ya que san Pablo en otras dos o tres
ocasiones afirma algo basándose en lo que Jesús dijo o hizo, o en lo que escuchó o leyó que
Jesús dijo. Si tuviéramos que aceptar lo que se dice en Mateo 19.12 aquí lo estaría
defendiendo san Pablo, pero como Jesús no ordena ni aconseja el celibato por eso es que
san Pablo es categórico al decir que no ha recibido ningún mandato del Señor. ¿Qué dice la
Jerarquía?: Catecismo 1618. Aquí se defiende la virginidad como algo querido por Dios.
Pura falsedad.
7.- 1.Cor. 9. 5. ¿Acaso no tenemos derecho de llevar con nosotros, en nuestros viajes,
alguna esposa creyente, como lo hacen los demás Apóstoles y los hermanos del Señor, y
Cefas?.
Recuerden que san Pablo nunca pide nada para sí. Grave es pues esta defensa que hace
de su derecho de llevar a su esposa creyente durante sus viajes. Esto abre la posibilidad de
pensar que tendrían varias esposas, simultáneamente, creyentes y no creyentes
(1) Juan Parroquín es obispo, al parecer no unido con Roma. Las ideas expuestas las
considere cada uno…
¿Curas casados? IX
Por Juan Díaz Parroquín.
Editorial
Un testimonio: Tonsura y primeras órdenes
¿Curas casados? X
Por Juan Díaz Parroquín.
¿Es el celibato un don de Dios? Ya vimos en líneas anteriores que no, sino que es una
imposición.
Pero supongamos, sin conceder, que es un “don” según el 234. 3° del Derecho Canónico.
Celibato.- Prepárense para guardar el estado del celibato, y aprendan a honrarlo, teniéndolo
como un don especial de Dios. ¿Qué efectos tendría este don?. Convertiría al neo-
sacerdote en un cuasi-ángel. Digo cuasi porque el mismo Jesús dijo que seríamos como
ángeles en la resurrección. Así que serían cuasi-Ángeles que no podrían sucumbir ante la
tentación sexual por el don recibido. ¿Y, en la práctica es así? NO. Si analizamos la
Historia de la Iglesia, sin hipocresías, veremos que el tal “don” ha venido fallando a través de
los siglos. Y como ha fallado tanto el dichoso “don” la Jerarquía Católica creó unas leyes para
castigar a quienes les había fallado el don. Canon 1,187. 10°.-Solicitación en confesión.- El
sacerdote que, en el acto de la confesión, o con ocasión, o pretexto de ella, solicita al
penitente a un pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo, según la gravedad del
delito, PRE.SUSP…. Pero resulta que hay otros sacerdotes, no todos, que teniendo su mujer
quieren casarse, por lo menos, por lo civil., veamos que es lo que le podría pasar. Canon
1,194.3°.-Atentado de matrimonio. 1) Clérigo: El clérigo que atenta matrimonio,
aunque sólo sea civilmente, automáticamente es removido del oficio eclesiástico; además
incurre en SUSP. AUTOM. 2).Religioso: El religioso de votos perpetuos, no clérigo, que
atenta matrimonio, aunque sólo sea civilmente, incurre en ENTREDICHO
AUTOMATICAMENTE. ¿Cómo, un religioso que se ha pasado toda la vida en castidad
también le puede fallar el don?
Veamos el Canon 1,195. 4°. Clérigo en sexto mandamiento. 1).Concubinato o escándalo.
El clérigo concubinario, aparte del caso de atentado de matrimonio, así como el clérigo que
permanezca dando escándalo en otro pecado externo contra el sexto mandamiento del
Decálogo…. 2).Otro delitos sexuales: El clérigo que faltase otro modo contra el sexto
mandamiento del Decálogo, si cometió el delito por la fuerza, por amenazas, o públicamente,
o con un menor de 16 años, ….Contra facta, nulla sunt argumenta.
Los delitos sexuales de los Sacerdotes no es algo del año 2006, sino de siglos.
18.- ¿Ustedes creen que los candidatos a Sacerdotes aceptan libremente el celibato?
Veamos lo que dice la Jerarquía Católica en el libro titulado NORMAS BASICAS PARA LA
FORMACIÓN SACERDOTAL EN MEXICO, 1986, página 64, #150 “No deben ser admitidos al
diaconado antes de que hayan asumido públicamente, ante Dios y ante la Iglesia, la
obligación del celibato según la ceremonia prescrita”: quede constancia escrita y firmada por
cada candidato. Independientemente que se nos va dando un “lavado de coco” acerca de la
castidad, todavía nos mienten ocultándonos datos bíblicos, como ya les comprobé, y todavía
obligan al candidato o firmas o no te ordeno. Muchos sabemos que en ciertas empresas,
algunos Jefes les dicen a ciertas muchachas: te doy chamba pero ya sabes que es lo que
tienes que dar. Tales muchachas ordinariamente son mujeres que necesitan su trabajo y
acceden por necesidad. Igualmente pasa con la Jerarquía Católica, después de muchas
trampas lo inducen a que firme “feliz y voluntariamente” la obligación no el carisma ni don del
celibato ante Dios y ante la Iglesia. Lo peor es que este compromiso que no se lleva más
que unas horas ceremoniales, cuando el Sacerdote se quiere salir, voluntariamente, le dan
vueltas y vueltas al asunto. ¿Pruebas?
¿Curas casados? XI
Por Juan Díaz Parroquín.
1.- La resistencia al cambio. La innata predisposición del ser humano, todos, al cambio.
2.- La soberbia de los Obispos. En el seminario se nos enseñaba que los seminaristas
éramos escogidos por Dios, en forma súper especial para entrar al Seminario. Ya dentro
del Seminario, los directivos escogen por su conducta y capacidad de estudios a aquellos
seminaristas que en Filosofía o Teología son enviados a estudiar a Europa, especialmente
Italia y muy particularmente a Roma en el Colegio Pío Latino Americano asistiendo a clases
en el Seminario Gregoriano. Allí, además de obtener Doctorados, realizan amistades con
seminarista “elitistas” de todo el mundo. Lo más raro, o lo más natural es que también se
encuentran con seminaristas orientales, de los que sí se casan, y descubren que estos
seminaristas orientales primero tienen que casarse, continúan sus estudios de Teología y
después son ordenados. Los seminaristas celibatarios que estudiaron en Roma son
ordenados sacerdotes y, ordinariamente, enviados a los Seminarios como Catedráticos de
materias diversas. Son pues Catedráticos, Directores Espirituales, Prefectos, finalmente
Rectores.
Por una razón de afinidad los Obispos, generalmente son escogidos de entre los Rectores de
los Seminarios. Ya lo dice el dicho latino: Pares cum paribus facilliter congregantur.
Recordemos que san Pablo dice que cualquiera puede ambicionar ser obispo, siempre y
cuando que sea casado, que sepa gobernar su familia, que sea intachable. Sin embargo en
la práctica los Obispos hacen caso omiso de estos mandatos y escogen a los célibes, más
apegados al servilismo Jerárquico que al Pueblo de Dios. Y por si eso fuera poco se llenan
de títulos, vestimentas y honores.
Vos autem non sic. Y lo peor de todo es que los obispos son escogidos “en diálogo secreto”
según el Canon 370. 3°. 2).-
Es tanta la soberbia episcopal sobreestimando su situación celibataria en contra del
matrimonio que el obispo José María Escrivá de Balaguer en su libro CAMINO escribe lo
siguiente en el número 28: El matrimonio es para la clase de tropa y no para estado mayor de
Cristo. Es decir para la plebe. Grande es el desprecio de la Jerarquía para el matrimonio.
Y tal libro se sigue vendiendo en algunas librerías parroquiales en este año del 2007.
3.- El poder. Ser Obispos les da poder. Siendo Obispos tienen el poder de mandar, de
prohibir, de legislar sin ser ese su cargo, de castigar sin ser jueces, de tener Monjitas como
criadas, de ocupar los primeros lugares, de revestirse con ornamentos pomposos. Pero eso
no es lo que Jesús quería cuando les dio poder. Vos autem non sic.
4.- El miedo de ser vistos cuales son. Tarde o temprano podemos quitar a los Presidente
Municipales, los Diputados, los Senadores, los Gobernadores y hasta los Presidentes de la
República, pero la Jerarquía Católica se las ha ido arreglando para que los fieles no tengan
ingerencia en el nombramiento de un Obispo ni mucho menos en poder quitarlo si su
desempeño no es satisfactorio. Aunque hubo épocas en que los Obispos eran elegidos por
el pueblo y los presbíteros. Es más, eran elegidos Obispos sin siquiera ser sacerdotes. Hubo
Papas que fueron elegidos tales siendo sólo Diáconos. Instrúyete católico.
Si los sacerdotes se casaran y siguieran ejerciendo, tarde o temprano, se formaría otra
mentalidad, no servicial a la Jerarquía, y el desempeño de los Obispos podría ser cuestionado
y juzgado. Cada cinco años van a Roma a platicarle al Papa “sus logros”.
Este mismo miedo es el que ha determinado que el Papa Juan Pablo II quiera juzgar a los
sacerdotes y obispos pederastas en secreto. N.B. El Papa Juan Pablo II ya dio marcha atrás
y ahora dice que “cero tolerancia” para los pederastas.
El Derecho Canónico le pone mucho énfasis al sigilo, complicidad, cuando se trata de la
conducta mala de algunos de sus clérigos. Canon 1,242. 4° El ilustrísimo Canonista
José M... Piñero Carrión al escribir acerca de quiénes pueden ser NOTARIOS en los asuntos
legales de la Iglesia menciona que puede ser sacerdote o laico, hombre o mujer. Pero en:
Las causas en que puede estar en peligro la fama de un sacerdote, ha de ser Sacerdote.(el
Notario).
La Jerarquía Católica le pone mucho énfasis a que se cubra la mala fama de los Sacerdotes y
por ello es que cuando iban a pasar la película El crimen del Padre Amaro pusieron el grito en
el cielo para que no la fuera a ver el común de la gente porque allí se pone de manifiesto que,
en la práctica, el celibato no se cumple.
Ya lo dijo el sacerdote Conrado Ulloa Cárdenas de Guadalajara Jal, que son contados con los
dedos de las manos los sacerdotes que no tienen o hayan tenido su muy comprensible affaire
amoroso. Otro sacerdote casado, Gabriel Núñez Chávez, en la entrevista que le hizo el
reportero de la revista Semanal MILENIO, marzo 18 del 2002, menciona que el 80% de los
sacerdotes no guarda la castidad. El escritor español Pepe Rodríguez, en su libro titulado
Vida sexual del clero dice que 95% de los sacerdotes no guarda la castidad y que el 7% son
pederastas.
5.-La vejez y la venganza. Muchos, la mayoría de los Obispos, ya son viejos, sus impulsos
sexuales ya han disminuido grandemente y como ellos ya soportaron la abstinencia y la
soledad están más que indispuestos contra todo aquel sacerdote que quiera manifestar su
legítimo amor a una mujer.
Y dicen si yo me fregué que se frieguen otros. Si algunos hemos podido ser célibes pues
todos pueden.
6.-Ceremonialismo. Saben que el hecho de que los católicos sean católicos ceremoniales,
(bautizos, primeras comuniones, quince años, bodas) y no católicos comprometidos les cae
de maravilla para tener un control, sin importarles que la escasez de sacerdotes sea uno de
los motivos por los que muchos se van a otras religiones.
7.- El temor a reconocer que se han equivocado, en materia de pastoral, en eso del celibato
“aceptado con alegría” por el Reino de los Cielos. En México actúan en forma sistemática y
efectiva tres grandes grupos de sectas. Los mormones, los Testigos de Jehová y los
evangélicos-cristianos. Todos estos tres grandes grupos también trabajan por el Reino de
los Cielos, principalmente los Evangélicos, y todos sus dirigentes son casados y con un
trabajo diferente al Ministerio Pastoral. En los seminarios católicos se estudia Filosofía,
durante tres años, además de Humanidades y Teología. En Filosofía se les enseña a los
seminaristas a razonar y ser duchos en el arte de rebatir a los demás. Es por eso que cuando
pudieran tener un diálogo con los fieles el sacerdote o el obispo siempre van preparados a
rebatir no a escuchar. Temen ser encontrados en error.
8.- Pero muchas veces los Obispos, los Sacerdotes célibes y a la mayor parte de los católicos
son afectados del síndrome del elefante. Una joven se puso a investigar por qué los elefantes
de los circos y los domados para tareas de trabajo no arrancan la estaca a la que están
encadenados siendo que los paquidermos pueden arrancar árboles desde sus raíces.
Alguien le explicó a esta joven que cuando son pequeños los elefantes los encadenan de tal
modo que se vayan acostumbrando al cautiverio y como su mamá elefante está encadenada
pues el acondicionamiento de encadenados es completo. Cuando son grandes es lo más
natural del mundo permanecer así. De la misma forma pasa con los católicos.
La Jerarquía los va condicionando para que crean que el celibato es mandato de Dios y
después nadie investiga y el que descubre algo se calla o lo callan.
9.-El vaticanismo. El Estado del Vaticano es en realidad un mini-reino herencia de siglos del
Poder Terrenal de los Papas. Allí, en el Vaticano, el Papa reina, en forma absoluta, como
ejecutivo, legislativo y judicial. Y tal forma de reinar lo quiere hacer extensivo y de hecho lo
hace a toda la cristiandad católica. El Vaticano se nutre de empleados-clérigos traídos de
todas partes del mundo, especialmente europeos. Fíjense bien, los que allí viven no son
propagadores de las enseñanzas de Jesús en los Evangelios sino conservadores del
esplendor romano. Necesario y conveniente sería que la Iglesia católica se rigiera por los
tres poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Pero el Poder Legislativo recaería en auténticos
representantes de los católicos no en los Obispos o Cardenales.
Se pediría que todas las Leyes que emitiera el Poder Legislativo estuvieran acordes con el
bien de los fieles no para su daño. Es más, los Obispos deben ser elegidos por el pueblo
entre los más aptos no desde Roma por burócratas.
Que quede claro que todavía no hemos tomado los aspectos históricos y las presiones que ha
ejercido la Jerarquía Católica para imponer el celibato, como el caso de Mons. Emanuel
Milingo a quien le dicen o dejas a tu esposa o te excomulgamos. Y con la excomunión perdía
su derecho a la pensión. Y pensión significa dinero mensual.
No hemos analizado la vida de algunos Papas antes, durante y después del Concilio de
Trento.
10.-El monaquismo. Si se permitiera que se casaran los sacerdotes seculares, los
sacerdotes regulares también querrían lo mismo, con todo derecho, y por consiguiente
disminuirían las vocaciones monacales, de por sí ya muy escasas hoy en día. Porque los
monjes o las monjas, al casarse, tendrían que vivir aparte. Además, de los monjes han salido
los grandes enemigos del matrimonio.
11.-Los mismos sacerdotes concubinarios. Es decir, si la mayoría tiene “mujer” que le
satisfaga su apetito sexual, sin la carga de la esposa y los hijos, poco le puede importar a
estos sacerdotes casarse o no.
12.-El Cardenalato. Es conocido en la Historia de los Papas que los Cardenales eran
escogidos aún niños de dos años y que se podían pasar toda su vida siendo Cardenales sin
recibir las Ordenes Sagradas y por lo tanto podían tener concubinas e hijos. Y que hubo
Papas, por lo menos hasta el año 1870, que nombraban Cardenales a sus sobrinos, nepotes.
Y lo que principalmente le preocupaba a estos Sobrinos-Cardenales eran las riquezas para sí
y su familias.
Editorial
¿VIDA SIN FE?
La vida sin fe es un engaño. Ofrece algún pequeño placer, algunas satisfacciones en
medio de mil dificultades, rutinas, aburrimientos. Las comidas agradables, pasan luego. Y si
abusamos de este placer, engordamos y la salud se va quebrantando. El gozo conyugal va
acompañado de mil preocupaciones diarias: hijos, trabajo. Palia un poco la soledad de la
persona, pero no la soluciona. El hijo parece en un principio una fuente de gozo. Poco a poco
se experimentan como manantial de preocupaciones, gastos. Y contentos no se lancen por
los malos caminos, como muchos. El ansia de mando y de poder tampoco compensa. Mil
intrigas y maniobras para alcanzarlo y conservarlo. Y una vez en él, nos damos cuenta de que
no era para tanto. ¡Pero abandonarlo, cuánto cuesta incluso cuando las fuerzas disminuyen
con la ancianidad!
El dinero ilusiona. Comprando pequeños caprichos, parece se reducen las penas. Parece se
palia con él un poco el ansia íntima. Pero a la larga se nota un vacío.
La madurez puede ser un momento crucial de desesperación y angustia o de
esperanza en la fe. Es necesario agarrarse a la fe. Y si se ha perdido, ponerse con humildad
en la presencia de Dios y suplicarle que nos dé su luz. Dios existe. Y si existe no puede ser
malo. Luego tiene que existir otra vida. Esta no merece la pena. Esta sólo, no sería digna de
un Dios Omnipotente. Dios es bueno. Tiene que ser bueno. Y entonces, me entrego a Dios
Padre, me entrego a Dios Hijo, me entrego a Dios Espíritu Santo.
¿Curas casados? XV
Por Juan Díaz Parroquín.
Pero veamos que absurdos. En el mismo Concilio Ecuménico por medio del Canon 48 se
manda que a los sacerdotes que fueren elevados a la dignidad del obispado, la esposa sea
recluida en un Monasterio de buena distancia de su esposo-obispo. Lo que Dios ha unido no
lo separe el Concilio. Además atentaron contra la libertad de tales esposas.
Estos Cánones que establecen que los Sacerdotes si pueden ser casados y los obispos no,
son los Cánones que todavía prevalecen en las Iglesias Ortodoxas Bizantinas, Rusas,
Ucranianas, Griegas y otras más.
El así llamado Papa, Gregorio VII realizó muchos esfuerzos para imponer el celibato a los
sacerdotes y diáconos y así en un Sínodo celebrado en Roma en el 1074 se decretó que
ningún sacerdote se casara de allí en adelante. Muchos sacerdotes no hicieron caso de tales
mandatos y siguieron teniendo concubinas en vez de esposas y otros de plano dejaron el
ministerio. Y el clero alemán decía: Vean, los que desprecian a los hombres, dónde van a
encontrar ángeles para atender los templos.
Les recomiendo que lean y analicen el libro titulado: La vida sexual de los Papas, del escritor
Nigel Cawthorne, Grupo Editorial Tomo. S.A., 350 páginas.
1.- Que se permita públicamente que se puedan casar, desde jóvenes, los Sacerdotes y que
puedan seguir ejerciendo.
2.- Que aquellos Sacerdotes que quieran permanecer célibes así lo hagan.
3.- Que sean reivindicados todos los Sacerdotes, Monjas y Monjes que se salieron. Que se
les pida perdón ahora no de aquí a cinco siglos.
4.- Que se les dé un lugar normal a las esposas e hijos de Sacerdotes.
5.- Que las mujeres que tuvieron hijos con Sacerdotes se les pague la pensión alimenticia y
se les reivindique.
6.- Que puedan ser ordenados Sacerdotes aquellos hombres casados que cubran las
características mencionadas en los libros sagrados. Y que sean verdaderos promotores del
bien comunitario, no políticos partidistas.
Este escrito fue preparado y distribuido para despertar conciencias no para agradar a alguien.
Editorial
MI FE
Jamás me separaría de mi fe. Cada vez estoy más convencido de la verdad católica
que profesé, estudié y he intentado propagar.
Pero no todo ha sido tan fácil. Aquella fe recibida de mi madre y las catequistas en mi
infancia fue el comienzo. Con el correr de los años han venido dudas, dificultades
afortunadamente solucionadas.
Durante una larga temporada me venía el pensamiento: Y si todo esto de la vida eterna
fuese mentira... Y si la muerte fuese el final de todo... Reducidos a la nada... Veía personas
honradas, buenas y serviciales y no creían en la otra vida. Otros pasaban del tema y se
limitaban a vivir. Todo esto me afectaba. Yo seguía con mi fe. Y me preguntaba: Si de verdad
no hubiese vida eterna ¿cambiaría mi comportamiento? Mi respuesta fue: seguiría amando
a Dios, creyendo en Dios y llevando una vida honrada de amor a mis semejantes. Me di
cuenta entonces de que había aprendido a amar a Dios algo. Porque en mi oración le decía:
Señor, aunque no hubiese cielo te seguiría queriendo, igual que ahora. Y aunque no hubiera
infierno, tu ser divino me daría el mismo respeto y temor que ahora. Pero lo más atrayente es
el amor.
Un día con estos pensamientos subí a un monte alto. El paisaje era impresionante.
Cualquier persona normal al contemplar aquello hubiese quedado sobrecogida: belleza,
inmensidad, derroche de color, vegetación, sol y serenidad. Si no hubiese conocido al Dios
creador, aquello me hubiera dado el primer rayo de fe. Yo creía en Dios, pero el problema de
la vida eterna seguía en mi subconsciente. Y comencé a pensar: Dios existe. Tiene que ser
bueno. Un ser poderoso y sin rivales ha de ser bueno. Él es creador y dueño de la creación.
Él nos ha infundido un instinto total a la vida feliz y que no tenga fin. Sería cruel si nos hubiese
dado estas tendencias y nos redujera después de la muerte al polvo. Imposible. Tiene que
existir otra vida sin dolor, sin fin, sin angustias, sin antipatías.
Entonces me vino a la mente todo lo de la teología: Jesucristo dijo: "Yo soy la
resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque hubiese muerto vivirá...no morirá para
siempre". Una gran paz inundó mi alma. Mi fe quedó robustecida. Creí con más fuerza que
antes.
El obispo Taltavull defiende que la Iglesia "repiense" la cuestión del
celibato obligatorio y el diaconado femenino
Editorial
Unos pocos días de Cielo. Testimonio
Días más tarde, cojeo mucho; y no se me cura la lesión infectada del pie producida por
el calor. Celebro la Misa con mucho fervor y me parece increíble que ya sea sacerdote de
Jesucristo. Tranquilo, en una sombra, esta mañana repasaba nominalmente a cada uno de
mis superiores y profesores. Malos, ninguno. El mejor, Don José María Pérez Lerendegui,
porque demostró siempre y hacia todos los compañeros mucho amor, se preocupaba de
todos, e incluso a veces hasta se anticipaba a nuestras necesidades. Sus consejos, siempre
sabios y prudentes; la formación impartida era transmisión de cuanto ellos habían recibido de
otros jerarcas más altos.
Recuerdo unas declaraciones del cardenal Bertone, en l' Osservatore del 28 de agosto de
2009, “Año Sacerdotal”: “este año busca también una reanudación del contacto, de la ayuda
fraterna y, si es posible, volver a unirse con los sacerdotes que por diferentes motivos han
abandonado el ejercicio del ministerio”. Todo quedó en aguas de borrajas. Los sacerdotes
casados han necesitado mucha fortaleza del Espíritu para superar presiones personales y
sociales. La Iglesia, sus dirigentes, se limita a aplicarles la ley. No reconoce al Espíritu Santo
que actúa en ellos. Cuando la ley es carga insoportable, desequilibra la personalidad, violenta
sentimientos limpios y derechos humanos claros como cuidar los hijos habidos o respetar a la
mujer... hay que acudir al Cristo de la Misericordia y preguntarle qué hacer. El Espíritu quiere y
bendice la libertad. Jesús no impide ejercer el don del Espíritu, otorgado en la sagrada
ordenación sacerdotal, a quien no puede con el celibato. “Misericordia: es la ley fundamental
que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que
encuentra en el camino de la vida” (Mv. 2).
Pidamos al Espíritu Santo que Obispos y Presbíteros “miren con ojos sinceros al hermano”
obispo o presbítero que pide ser liberado del celibato, pero no del ministerio. Y hagan lo que
hizo y haría Jesús: “No se los impidáis, pues nadie que actúa con fuerza como si fuera yo
mismo puede al momento hablar mal de mí. O sea, que quien no está contra nosotros, está a
favor nuestro” (Mc 9, 38-40; Lc 9, 49-50). Lo importante no estar casado o soltero, sino reflejar
la persona de Jesús en el trato a la gente, transmitiendo su Espíritu y liberando del mal como
hacía Jesús.
Rufo González
b) La “compasión de tu compañero”:
“¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?” (Mt
18, 33). Y Jesús concluye: “Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no
perdonan de corazón a sus hermanos” (Mt 18, 35).
- “Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna
por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de
iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del
matrimonio”. (Declaración universal de Derechos Humanos: artículo 16. 1; Naciones Unidas,
10 dic. 1948).
- “Crece la conciencia de la eximia dignidad que compete a la persona humana, cómo ella
está por encima de todas las cosas, y sus derechos y deberes son universales e inviolables.
Es necesario, por tanto, que se facilite al hombre todo lo que necesita para llevar una vida
verdaderamente humana, como son el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a elegir
libremente un estado de vida y a fundar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena
fama, al respeto, a la información correcta, a obrar según la recta norma de su conciencia, a
la protección de la vida privada, a la justa libertad también materia religiosa” (Vaticano II,
Constitución “sobre la Iglesia en el mundo actual” GS 26).
“Guías ciegos y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de Dios”
Editorial
Urge la readmisión de los sacerdotes casados
En estos días estoy ayudando a dar los pasos a un sacerdote secularizado para ser
admitido de nuevo en el ejercicio ministerial. Él estuvo casado civilmente y se divorció. Se ha
dado cuenta de que su vida no es el matrimonio y lleva varios años pensándolo, enfrascado
en la oración, en la vida interior y en su trabajo civil. Le va costando muchísimo ser
readmitido, espero que lo consiga, pero… ¿cuándo de una vez va a readmitir a los sacerdotes
casados dentro del ministerio?
A lo largo de cuarenta años hemos mantenido contacto con varios centenares de
sacerdotes dispensados y que contrajeron matrimonio canónico. Hemos deducido de este
trato y estudio algunas consecuencias:
“Por mucho tiempo nos hemos olvidado... de andar por la vía de la misericordia” (Mv.
10)
En cuanto al celibato, el tiempo ha sido excesivo. Siglos imponiendo. A pesar de la práctica
secular de la Iglesia Oriental que conservó en parte la libertad evangélica. En Occidente
causa sonrojo leer la historia que no se ha podido ocultar. La ley, que vincula celibato y
sacerdocio, no existió en el primer milenio. En el siglo IV surgió la ley de “continencia”,
promulgada por el Papa Siricio (384-399). Prohíbe a los clérigos el uso sexual del matrimonio,
y les “cierra todo camino de indulgencia”. Conviene reparar en la razón de la ley: “los que
están en la carne, no pueden agradar a Dios (Rm. 8, 8). Confundiendo “carne” con “sexo”, el
uso del matrimonio “no puede agradar a Dios”. Esta aberrante teología de la sexualidad y la
no menos aberrante interpretación del texto de Pablo (Rm 8, 8) son la base originaria de la ley
del celibato ministerial:
“Todos los levitas y sacerdotes estamos obligados por la indisoluble ley de estas sanciones,
es decir que desde el día de nuestra ordenación, consagramos nuestros corazones y cuerpos
a la sobriedad y castidad, para agradar en todo a nuestro Dios en los sacrificios que
diariamente le ofrecemos. Mas los que están en la carne, dice el vaso de elección, no pueden
agradar a Dios [Rom. 8, 8].
... En cuanto aquellos que se apoyan en la excusa de un ilícito privilegio, para afirmar que
esto les está concedido por la ley antigua, sepan que por autoridad de la Sede Apostólica
están depuestos de todo honor eclesiástico, del que han usado indignamente, y que nunca
podrán tocar los venerandos misterios, de los que a sí mismos se privaron al anhelar
obscenos placeres; y puesto que los ejemplos presentes nos enseñan a precavernos para lo
futuro, en adelante, cualquier obispo, presbítero o diácono que —cosa que no deseamos—
fuere hallado tal, sepa que ya desde ahora le queda por Nos cerrado todo camino de
indulgencia; porque hay que cortar a hierro las heridas que no sienten la medicina de los
fomentos” (H. Denzinger 185: Sobre el celibato de los clérigos).
“La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (Mv. 10)
Si esta “viga” fuera la base de la Iglesia, el derecho a elegir el estado de vida estaría vigente
entre los clérigos. Es un derecho fundamental humano. Es de justicia. La misericordia
colabora con la justicia para que las personas experimenten que nuestro Dios “se siente
responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y
serenos” (Mv. 9). Aunque en una época de su vida prometiera no casarse nunca, la evolución
personal puede llegar a convencerle de que esa promesa fue equivocada. “Crece la
conciencia de la dignidad de persona..., de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos
y deberes universales e inviolables... El Espíritu de Dios está presente a esta evolución. El
fermento evangélico en el corazón del hombre excitó y excita una irrefrenable exigencia de
dignidad” (GS 26). El texto conciliar reconoce la historicidad, la construcción personal durante
la vida, la evolución, el cambio responsable, máxime cuando cambiamos a otras decisiones
buenas y mejor adaptadas a nuestra personalidad. Cualquier promesa es hija del momento
cultural y psicológico personal. Darle carácter de inmutabilidad es inhumano. Sobre todo
cuando la promesa no es necesaria para la salvación definitiva. Lo importante es la conciencia
personal responsable.
De Rufo González
259.- Mayo – junio Informa ASCE 2017
Se fundó en 1977
Editorial
Del seminario salí sin criterio propio
Testimonio de un secularizado
Mi modo de pensar se adecuaba al de los superiores. Al menos los escrúpulos de
conciencia no volverían a anidar en mi alma. Aplicaba la teología moral en el confesonario sin
ningún quebradero de cabeza. Por supuesto que nunca opinaba por mí mismo, sino imbuido
por ideas ajenas tomadas de libros. Pasarían dos largos años hasta desasirme de las muletas
del entendimiento, y comenzar a pensar por mi cuenta. Yo era un sacerdote estándar. El
seminario resultó una máquina de hacer curas. La vida nos fue transformando en personas.
Dejé los muros de la cárcel dorada, ansiando volar libre. Una vez en el aire, tenía
cortadas las alas. Abandoné el seminario sin madurez psicosexual. En teoría sabía todo. En la
práctica todo lo ignoraba.
Ahora no había remedio: las naves estaban quemadas. Pasaba horas enteras en
oración ante el Sagrario de mi parroquia. Allí estaba Él. Sé que me comprendía. La postura de
mi plegaria era como la de Cristo en el Huerto: postrado en tierra; tumbado. Le pedía amor
a Él solamente; vivir en virginidad, alegría en mi entrega. Procuraba acompañar mi oración
con sacrificios. Luego, en casa, me encontraba con Rubí. Pero siempre huía yo de la ocasión
de verme a solas con ella, porque tal vez...
Relean este texto papal (Mv 12) mirando a los miles de sacerdotes “desaparecidos”:
“La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del
Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La Esposa
de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin
excluir ninguno... Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella
viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben
transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar
el camino de vuelta al Padre. La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo... Donde la
Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre... Cualquiera debería
poder encontrar un oasis de misericordia”.
De Rufo González
Más aún, la inspiración bíblica lo contradice. Es la pareja quien refleja la imagen del Dios-
Amor: “Dios creó al hombre, varón y mujer, a imagen suya” (Gn 1, 27). “No es bueno que el
hombre esté solo; voy hacerle una compañera” (Gn 2, 18). En este sentido humano de la
Biblia, se inspiró Jesús para no exigir a sus apóstoles, ni siquiera recomendar la soltería o
celibato. Jesús constata el hecho de diversas clases de solterías, entre las cuales aparecen
los “que se hacen eunucos por el reino de Dios” (Mt 19,11-12). Ni lo alaba ni lo denigra. Es
una posibilidad que algunas personas pueden elegir, pero que no es exigida para ningún
servicio eclesial. Se trata de cristianos que encuentran su realización trabajando por el Reino
de Dios, y por propia voluntad deciden no casarse. No está en la mente de Jesús exigir
celibato para tarea alguna por el Reino. Los apóstoles estarían casados. De Pedro consta por
casualidad. Para los judíos casarse y tener hijos era voluntad de Dios creador: “creced y
multiplicaos” (Gn 1, 28). El clan familiar se ocupaba de dar en matrimonio a sus hijos.
De Rufo González
“Sobre las vírgenes no tengo precepto del Señor” (1 Cor 7,25). Más aún, el autor de las
Cartas Pastorales, atribuidas a Pablo, da un criterio para elegir supervisor (epíscopo, obispo)
de las comunidades cristianas, perdido con esta ley: “que gobierne bien su propia familia”
(1Tim 3, 4). Para quien decide no casarse, Pablo les aconseja: “si no se pueden contener, que
se casen, pues es mejor casarse que abrasarse” (1Cor 7, 8-9). Esto es orientación bíblica. Por
tanto, más valiosa que la norma eclesial. Dios no quiere que el ser humano esté “reprimiendo”
su naturaleza habitualmente. La represión no produce “alegría ni serenidad”.
El programa del Jubileo debió vivirse con los obispos y presbíteros casados en los
años 2015 - 16
“En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en
las más contradictorias periferias existenciales... ¡Cuántas situaciones de precariedad y
sufrimiento existen en el mundo hoy!... En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún
más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y
a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla,
en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que
destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias.., las heridas de tantos hermanos..
privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras
manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de
nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y
juntos podamos romper la barrera de la indiferencia...” (Mv. 15).
(Pero en aquel jubileo dichoso, ni hubo misericordia ni justicia sacramental para los
sacerdotes secularizados. Solo un atisbo raro de comprensión en una visita que el papa
Francisco concedió a unas familias de sacerdotes casados)
De Rufo González
Editorial
La crisis y angustia más profundas
Testimonio de un sacerdote secularizado
Tuve que hacer un viaje a San Sebastián. Recuerdo que allí desahogué mi angustia
con un confesor capuchino. - No podré ya ser jamás feliz, le decía. Estoy enamorado y me
resulta imposible el matrimonio. Pongo todos los medios para desasirme: atiendo a mis fieles
con celo, practico la oración. ¡Nada!
- ¿Te distraes con los compañeros?
- Sí.
- Tal vez te convenga cambiar de pueblo. Verás cómo entonces pasa todo.
- Creo que no es solución. Allí también habrá chicas. Si me olvidase de ésta, otra
cubriría su lugar. Es mi experiencia. Hace un año cambié de parroquia por esta causa. El
problema, mi persona.
- ¿Ya practicas la oración, el estudio, el trabajo, la penitencia, la lectura?
- No sólo realizo con celo mis deberes, lucho indirectamente por todos los medios. No
es cuestión de olvidarme de ella, mi problema es más profundo. Necesito el matrimonio, y
jamás me podré casar. Esto me hunde. Si no creyera en Dios... me desesperaría.
- ¿Por qué no pasas al rito oriental? Ya sabes que allí los curas se pueden casar.
- Ya se me había ocurrido, pero todo está atado y bien atado. Allí contraen matrimonio
antes de la ordenación. Por otra parte, el clérigo o seminarista que cambia de rito, deberá
seguir sometido a la ley del celibato.
Por la Asunción, fiestas de Rumos, bajaba Florita al baile. Comencé a sentir celos. ¿Y
si se echa novio? No me consolaba el refrán de "agua que no has de beber, déjala correr".
Esa filosofía parecía ignorar las reglas del corazón. Lo que pedía al Señor días atrás me
repugnaba. Y sufrí mucho en aquellas fiestas. Jamás podré casarme con ella. ¡Ni con
ninguna! ¿No pensarán los jerarcas eclesiásticos en estos dramas sangrientos que provoca la
ley?
Trato vejatorio
“El trato recibido es vejatorio empezando por los procedimientos humillantes... en los trámites
para obtener la secularización... Nada importa la experiencia, la preparación, los años de
dedicación, ni siquiera la disponibilidad explícita. ¿Sabes, en términos económicos, la
cantidad de horas, de recursos humanos de los que se prescinde tan ligeramente? Si
obtienen la secularización, se los tolera en la comunidad, pero según la práctica vigente, y lo
sabes tanto como yo, se los discrimina. Son sospechosos de por vida. No podrán, si no es por
la benevolencia de algún obispo, ni dar clases de religión... Traidores, renegados, otros Judas
son las expresiones al uso ... y hay que oírlas cuando caen sobre uno para darse cuenta del
peso brutal de cada una de ellas. Como pecadores públicos se les trata para público
escarmiento. No podrán ni celebrar su boda en público”.
De Rufo González
Silencio clamoroso
“Con todo y con ser tantos -ahí están las cifras- el silencio es clamoroso. Compañeros con los
que habíamos trabajado toda la vida, ¿qué digo?, hermanos con los que habíamos convivido
durante tantos años. No existen. Sin más. Son una vergüenza pública de la que no se habla
para que no cunda el (mal) ejemplo. Para mí este silencio es el auténtico escándalo”.
“Son miles los que han dado el paso. Y muchos son también los que han quedado atrapados
en situaciones donde no les es posible ni retroceder ni avanzar. No quiero hurgar en esa otra
herida escondida, aunque sangrante, de tantos dramas humanos en tantas historias ocultas o
semiocultas, pero callarlo ahora sería igualmente hipocresía. Esas historias no quitan el sueño
a nadie, al parecer, porque todo sigue igual en la fachada... Da la impresión de que no
interesan los dramas personales ni la verdad que nos hace libres, sino la aparente blancura
del muro que esconde tantas miserias. No hablo de perversiones ni de pecados, sino de
sufrimientos ocasionados por situaciones insostenibles y del envilecimiento consiguiente de
los dones de la vida que son los dones de Dios”.
De Rufo González
“Se necesita la confesión ante notario del propio reo para que quede constancia de que no es
la ley, sino la fragilidad humana de cada una de las personas responsables de la situación.
Con la confesión de la culpa va pareja la asunción de la pena. Y todos tan tranquilos... Se ha
excluido del ministerio a un veinticinco por ciento..., se los ha condenado al ostracismo
eclesial, y, si algún reticente vacila en firmar, se lo empuja fuera para que no enturbie la
conciencia. Con admirable imperturbabilidad organizamos semanas de oración por los
hermanos separados, semanas de fe y cultura para captar creyentes, semanas por las
vocaciones... y no nos cansamos de advertir -siempre a “los otros”- que hasta las prostitutas
los precederán en el Reino de los cielos. Nos hemos lavado bien las manos...”.
De Rufo González
Editorial
¿Por qué harán tan poco caso, Señor?
Testimonio de un sacerdote secularizado
En parte podía servir de explicación el diálogo que sostuve con don Narciso, maestro
que ejercía en un pueblo de la Rioja.
- Encuentro fría en el aspecto religioso a la gente de este valle. Me esfuerzo. Apenas
consigo nada.
- Demasiado buenos son. Conservan todavía la fe.
- ¿Sabe usted algo? Parece que conoce la causa.
- No sé qué pasa. Mandan aquí curas castigados. Han pasado varios homosexuales.
(Así me lo afirmaba con seriedad un viejo maestro).
- ¿No serán habladurías y calumnias? – le decía yo.
- No. No. ¡Conmigo, conmigo...! Siempre me ha gustado charlar con los sacerdotes. Un día,
estaba sentado, hablando con uno a la orilla del río, y observo que comenzaba a tocarme. ¡A
patadas tuve que desasirme de él!
- Y no se trata de un solo caso, añade. ¡Si yo le contara! ¿Tendré algo yo cuando
tantos se meten conmigo?
Siguió narrándome casos de clérigos de allí y de otros lugares.
- La gente sabe todo esto y ¿cómo quiere que aprecie al sacerdote y acuda
indistintamente a todas las reuniones?
El texto conciliar dice “satagit”: trabaja, lucha, se esfuerza, procura... Quienes han estado
quietos han sido los dirigentes máximos del Pueblo de Dios. Los papas, especialmente los
últimos (Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI), como contradecía sus deseos y opinión, no
ven estos “hechos, exigencias, deseos” como signos de presencia o voluntad divina. Aunque
son conformes con el Evangelio y con la ética, no han querido cambiar la ley. ¿Interés clerical,
comodidad administrativa, razones económicas, complicaciones pastorales...?. Han preferido
quedarse sin pastores, birlar la celebración eucarística en muchas comunidades, abandonar
parroquias... No preguntan al Pueblo de Dios: ni a los sencillos, ni a los ministros, ni a los
interesados. Como si el Pueblo de Dios no fuera responsable, niegan en la práctica el
principio tradicional de “lo que afecta a todos ha de ser tratado y decidido por todos”. “Para mí
el gran pecado de la jerarquía es el hacerse dueña de la Iglesia y no dar responsabilidades al
pueblo cristiano”, dice un comentarista.
“¡Adelante, Rufo, con tus valientes artículos sobre la opcionalidad del celibato! Si el Papa
Francisco tiene a bien conceder la opción, tú y unos cuantos más tenéis un gran mérito.
¡Pidamos por que el Papa cierre el Año de la Misericordia con ese gran gesto! Desde luego,
como no lo conceda este Papa, lo verán nuestros tataranietos; pero lo verán!” (Comentario de
un secularizado IP: 2.137.150.130, 130.red-2-137-150.dynamicip.rima-tde.net).
“Digan lo que muchos pensamos, pero que nadie nos atrevemos a decir”
“Gracias por compartir su reflexión acerca de la Misericordia a los curas y obispos casados.
Cuánta falta hacen a la Iglesia hermanos valientes como tú, que hablen y digan lo que
muchos pensamos, pero que nadie nos atrevemos a decir. Que siga abierto ese camino de
reflexión y Dios nos haga entender qué es efectivamente la Misericordia. Que el Espíritu
Santo te siga iluminando...
Un saludo fraterno. P. Fr. A. A., OFM Cap.”.
Rufo González
Editorial
En medio de mis pruebas le digo a Jesús junto al Sagrario: Jesús, me miras desde la
Eucaristía; tu mirada es como en los tiempos de tu estancia en la Tierra: compasiva, de
descanso, de posesión. Ten misericordia de mí y perdona mis pecados. Jesús, te adoro y
amo hoy aquí y en todos los Sagrarios del mundo. Enfermedades, contrariedades,
desengaños, no me quitaréis la paz, porque sé muy bien de quién me he fiado. Señor, que
todo me eleve hacia Ti. Sensibilizar la presencia real en la Eucaristía con toda la fuerza de mi
imaginación: que todo el día esté pendiente de tu amor, como los santos. Sagrario, amor
encerrado e inmolado por nosotros, que siempre estemos con Espíritu de contemplación.
Pero la depresión me dejaba pocos ratos de paz interior.
El Dr. Lagos que me atendía, calificó mi mal como depresión reactiva. Me impuso un
tratamiento duro. Me excitaba más aún con aquella terapia. En una crisis hubo de asistirme el
médico del pueblo. Entonces suspendieron aquel método y me aplicaron otro más relajante.
¡Drogas y más drogas! Los médicos mismos comprendían que la única solución era el
matrimonio.
He estado un par de días en Santurce en casa del tío Luis. He contado a mi prima el
problema que me acucia con la profunda tristeza que me acompaña. Le digo que me he
metido en un callejón sin salida. Mi prima me consuela como puede. Ella tiene novio y se
casará. Yo siempre solo, siempre soltero.
“Desde pequeños aprendemos que la expresión de la tristeza no está muy bien aceptada y
afirma la psicóloga Sánchez Lebrato, “las personas tienen la sensación de que si se muestran
tristes ante los demás no les van a aceptar”.
Pero negar la tristeza no acaba con ella, de igual modo que construir un dique no hace que
se evapore el agua. Esas personas acaban reconociendo, por ejemplo, que cuando murió su
padre no fueron capaces de llorar, o que cuando su hijo sufrió un accidente tuvieron que
hacerse fuertes para asumir todo lo que se le venía encima a la familia.
Observar la expresión de las emociones en los demás nos permite anticipar sus
reacciones y adaptar nuestra conducta. Negando la tristeza, además de empeorar las
cosas, también nos estamos perdiendo la ocasión de recibir un abrazo largo y
cariñoso que nos recuerde, en un momento vulnerable, que no estamos solos en el mundo.
Reflexiona Narcís. “Debemos aprender a aceptar que no siempre vamos a conseguir lo que
queremos y que, además, vamos a sufrir pérdidas”.
Fui a pedirle permiso para celebrar en una iglesia las bodas de oro sacerdotales:
Escribió en su agenda las 4 cosas a las que yo me comprometería, según él sugirió: 1.-misa
diaria. 2,-sostener el celibato.-3,- vivir en comunidad con otro sacerdote.-4,-aceptar donde el
obispo me mandare. Aunque quedó claro que prefería Parroquia Universitaria.
A su vuelta del viaje a Italia se lo comunicaría al obispo. Pasó todo junio. El 14 de julio me
llamó el secretario n que tenía la respuesta del obispo en un sobre, en la Curia. Voy el 15 de
julio. ¡ Hacía 15 días que el sobre estaba ahí.! Membrete del obispado
dirigido al "Dr. Psic...." Máxima formalidad. En una frase liquida el asunto:
"Por la presente......; habiendo estudiado su caso, y consultado acerca de su planteo.
no vemos viable tramitar su readmisión.
- ¡Pero si yo solo pedía celebra en una iglesia mis bodas de oro sacerdotales!
Responde el secretario:
- Si Uv. de todos modos lo considera pertinente puede dirigirse directamente a la
Santa Sede, explicando su situación concreta."
Si bien, esperanzado y todo, iba preparado para una respuesta no positiva, pero nunca
imaginé que iba a ser en estos términos. 1°) Si "estudió el caso y consultó" ¿qué cosas hacen
"inviable" el pedido? 2°) Que "si considero pertinente" puedo dirigirme a la Santa Sede--- Por
supuesto, no es él, quien revoca el Reescrito de Dispensa---!
Menudo lío, digo yo: me recuerda el refrán “De dónde vienes? Manzanas traigo.
Me marché triste y pensativo. No lo entiendo.
De la carta de un compañero, cuyo nombre omito.
o
Editorial.
Existe mucha experiencia de que el nuevo papa Francisco dé una solución válida al problema
del celibato clerical. Al menos que comience por conferir el orden sacerdotal a hombres
casados, los viri probati. Barruntamos que comenzará por las regiones de mayor carencia de
sacerdotes, por etnias donde el celibato no se llega a entender... que a continuación permita a
los sacerdotes dispensados que lo soliciten regresar al ministerio. La gente ya está preparada
para ello. Tal vez incluso diáconos permanentes, a pesar de que su vocación (en principio) es
distinta de la sacerdotal, se les autorice para el ministerio total del sacerdocio. Algo
esperamos. El talante de este papa parece abierto, razonable... Lo malo si nos hace consentir
y luego a nada se llega por presiones distintas.
Editorial.
La vida interior
En mi vida espiritual siento dentro de mi alma compunción de corazón. Y le digo al
Señor: "Señor, si Tú quieres puedes limpiarme". Y me parece escuchar su voz que me dice:
"Quiero, queda limpio". Con estos sentimientos acudo al sacramento de la Penitencia, porque
este sacramento perdona cualquier sombra de pecado que hubiere y da fuerza y alegría en
las dificultades.
Pienso mucho en Jesús: tiene misericordia de tantas personas sin fe, de los pecadores,
de cuantos han abandonado la práctica religiosa, de los apóstatas. Haz que siempre sea fiel a
tus mandatos y no permitas que me aparte de Ti.
El Nuevo Testamento es fuente principal de mis lecturas y oración. Lo tengo cerca de
mí. También disfruto con el breviario que procuro rezar con atención. Los himnos son difíciles
pero en ratos libres los traduzco para gustar de ellos. Me viene muy bien además “La vida
devota” de S. Francisco Sales.
Y sigo con mi costumbre buena: todos los días media hora antes de misa me siento en
el confesonario, para hacer la meditación y la lectura espiritual, fuentes de oración para mí. Si
viene alguien a confesarse, le atiendo. Les he dicho en mis homilías que les aguardo. Algunas
mujeres y niños ya vienen. Pero no muchos. ¡Quién pudiera ser como el cura de Ars!
José María Lorenzo Amelibia
¿Tiene autoridad el Papa y la Jerarquía Católica para imponer el celibato? No. No. No.
Porque Jesús les ordenó servir. Y con tal sistema no están sirviendo a la feligresía. Es más en
el Derecho Canónico, inmediatamente después del Canon 8, 1º… toma José María Piñero
Carrión palabras de Santo Tomás de Aquino refiriéndose al fin de la Ley: “La ordenación de la
razón al bien común, por quien tiene el cuidado de la comunidad”. Y como veremos más
adelante, considerando la gran escasez de sacerdotes y lo múltiples males que ha
ocasionado el celibato clerical forzado, el celibato impuesto por la Jerarquía Católica Romana
no está cumpliendo con el fin que debe perseguir que es el “bien común” de los fieles.
En otras palabras, la Jerarquía Católica no puede decir: si quieres acepta mis
ordenanzas o vete. Si la Iglesia fuera propiedad de la Jerarquía podría decir así pero como la
Jerarquía está puesta para servir y buscar el bien de los fieles tiene aquella que buscar lo
mejor para los laicos.
Maxima lex, salus animarum.
Nota: El obispo Parroquín pensamos que no está dentro de la jerarquía católica, o sea
hermano separado
266.- Octubre – diciembre 2018 Informa ASCE
Se fundó en 1977
Editorial.
También retiros
Celebramos los retiros en Villar de Anc. Nos juntamos entre quince y veinte curas del
arciprestazgo de Los Parrales. En aquel arciprestazgo estábamos veintisiete sacerdotes: hoy,
solo tres curas: ¡menudo bajón de vocaciones. El arcipreste es don Ramón a quien conozco
desde Estella cuando estuvo de capellán. Este acto lo practico con fervor y me influye;
procuro reducir mis distracciones al mínimo para más orar y más dedicarme al servicio del
Señor en mis hermanos. Fomentar el espíritu de oración: Señor, dadme el don de oración, el
don de abnegación y la perseverancia final; dadme también celo para la salvación de las
almas. "Nada soy, pero todo lo puedo en Aquél que me conforta"; confío y me entrego.
Aumenta mi afición a escribir; tengo que redactar un artículo para Incunable sobre el
clero rural que se atrofia por falta de trabajo. El clero rural palidece por falta de ilusión. Es
necesario abrir nuevas perspectivas. Es necesario dar algo al sacerdote de pueblo. La
hermandad de san Vicente de Paúl, solución parcial. Es una salida para quien se siente con
cualidades de misionero popular. Es lo único que conozco, organizado a escala nacional.
Puede ayudar a ampliar horizontes al cura de aldea. Se admite a todo sacerdote que se
sienta con facultades para la predicación. También es bueno ser director de Ejercicios
Espirituales; escritor, investigador, visitador de enfermos, anacoreta... Cada obispo debe
atender y respetar en lo posible esta segunda vocación de su clero.
Editorial.
Celebraba yo misa todos los días en el coro de la capilla, como mis compañeros, cada
uno en su altarcito; eran tiempos preconciliares. Me unía fuertemente a Cristo que tenía en
mis manos. Le hablaba con lágrimas en los ojos: "No permitas que jamás me aparte de ti".
Hubiese querido detenerme en aquellas Eucaristías; que no transcurriera el tiempo;
permanecer junto a Jesús todos los días de mi vida. Pocas épocas he pasado con mayor
fervor. Quería vivir tan penetrado con Jesús como la lámpara del Sagrario con el aceite.
Siempre unido a mis compañeros en íntima amistad, pero sin aprisionar mi corazón en el
amor humano.
ABC 14-11-16
Un viernes al mes durante este Jubileo de la Misericordia, el Papa ha salido discretamente del
Vaticano para realizar una obra de caridad concreta. La última ha sido este viernes y ha
consistido en un encuentro con ex sacerdotes casados y con sus hijos. Entre ellos había un
español de Madrid.
El Papa ha abandonado el Vaticano a primera hora de la tarde rumbo a un apartamento en la
periferia de Roma, en un barrio conocido como Porta Nona. Allí le esperaban siete hombres
que abandonaron recientemente el sacerdocio para casarse y formar una nueva familia.
Francisco no quería ni juzgarles ni justificarles, sólo acompañarles. «El Papa ha pretendido
ofrecer una señal de cercanía y de cariño a estos jóvenes que han tomado una decisión a
menudo contra la opinión de sus compañeros sacerdotes y de sus familiares”, ha explicado el
Vaticano en un detallado comunicado.
Es fácil imaginar la incertidumbre con la que todos llegaron al encuentro. Cuando Francisco
entró en el apartamento, que era un piso de una zona muy desfavorecida de Roma, los niños
se le acercaron corriendo para abrazarle y con sus sonrisas marcaron el tono del encuentro.
Luego el Papa saludó una a una a todas las familias: lágrimas, apretones de manos, abrazos
y sonrisas. Cada uno le decía unas palabras en voz baja, pero las miradas emocionadas eran
mucho más expresivas.
Según el portavoz del Vaticano, «los participantes no han percibido el juicio del Papa sobre su
decisión, sino la cercanía y el cariño de su presencia».
El encuentro ha consistido en una merienda en una sala de estar durante la que han hablado
con calma de su situación y del camino que han recorrido. «Tras varios años dedicados al
ministerio sacerdotal en parroquias, sucedió que la soledad, la incomprensión, el cansancio
por la responsabilidad pastoral, pusieron en crisis su decisión de hacerse sacerdotes»,
describe la oficina de prensa.
«El tiempo ha pasado muy rápido»
«El tiempo ha pasado muy rápido, el Papa ha escuchado sus historias y sus consideraciones
sobre cómo vivieron el proceso judicial», describe un testigo de la reunión. «Por el modo de
hablarles se veía un tono de amistad y se daba a entender que se ocupará de su situación»,
añade.
Con esta visita, el Papa ha querido dar una «señal de misericordia a quienes atraviesan una
situación de malestar espiritual o material, y ha subrayado que ninguno puede sentirse
privado del cariño y de la solidaridad de los pastores de la Iglesia».
Antes de irse, el Papa se hizo una foto con cada familia, recibió regalos y firmó algunos
recuerdos. Luego el dueño de la casa le acompañó hasta el ascensor.
Francisco no imaginaba que muchos en el edificio se habían dado cuenta de que estaba allí y
lo esperaban en el portal y por la calle. Tantos, que al Papa le costó llegar hasta su coche. Y
mientras los rostros de sus guardaespaldas miraban tensos a su alrededor, el único que
parecía tranquilo y sereno era el Papa Francisco. También saludar a estas personas era parte
de su obra de caridad.
Editorial.
Lloraba y gemía horas enteras cuando nadie me veía. Mi depresión era total.
Y así terminé el cursillo de Vitoria. A pesar de mis tormentos, trabajé con interés. Hasta fui
capaz de redactar una tesina sobre el "Principio y fundamento" y el libro de Tissot "La vida
interior".
El título que me otorgaron me capacitaba para dirigir ejercicios espirituales. Otro título
logrado por mi sufrimiento interior me descubría la grandeza y miseria del corazón humano.
Editorial.
Editorial.
“Estamos seguros, venerables hermanos, de que no dejaréis de tentar nada por cultivar
asiduamente en vuestro clero, con vuestra doctrina y prudencia, con vuestro fervor pastoral, el
ideal sagrado del celibato; y que no perderéis jamás de vista a los sacerdotes que han
abandonado la casa de Dios, que es su verdadera casa, sea cual sea el éxito de su dolorosa
aventura, porque ellos siguen siendo por siempre hijos vuestros” (Sacerd. Caelib. n. 95).
Fatua seguridad tiene el autor de la encíclica en que los obispos “no perderéis jamás de vista
a los sacerdotes que han abandonado la casa de Dios, que es su verdadera casa, sea cual
sea el éxito de su dolorosa aventura, porque ellos siguen siendo por siempre hijos vuestros”.
Resulta chocante, por falsa, la teoría de que los sacerdotes casados “han abandonado la casa
de Dios, que es su verdadera casa...”. Por lo demás, poco caso hacen los obispos al
requerimiento papal. No sólo los pierden de vista, sino que los ignoran totalmente, no quieren
comunicación con ellos, los tratan peor que a los no cristianos... Quizá piensan que en el
fondo los presbíteros y obispos casados tienen razón y son víctimas de la estructura eclesial
injusta. El cardenal Tarancón, espíritu bastante libre, ante la pregunta sobre qué pensaba del
celibato opcional,contestó: “si digo lo que pienso, no podría seguir de obispo”. Fui testigo.
¡Qué Iglesia de Jesús más extraña donde no puede decirse lo que se piensa! Sobre todo
cuando lo que se piensa está de acuerdo con el Evangelio, “la verdad que nos hace libres” (Jn
8,32). Rufo González
Editorial.
Ya estoy en mis nuevas parroquias: Almarro y Murrilade como anejo. Vine el sábado, y
ayer domingo me presenté. Llego con ilusión, yo solo, nadie me acompañó. Llamé en una
puerta de Rumos, y apareció un hombre tullido a causa de los años y de la enfermedad.
Sonrió sincero y me mostró la casa del cura del pueblo, Don Luciano, que debe de andar
pescando.
Me informa hoy mismo don Luciano, el párroco de Rumos, sobre el Valle que poseía
mala fama. Decían que enviaban a él a curas castigados. Pero este cura es ecuánime y me
dice: - Almarro es frío en la práctica religiosa. A Misa, sí, acudirán. Celébrala muy temprano.
La mayoría son carboneros, y han de subir al monte de madrugada. - ¿Hay problemas de
odios y enemistades? – le digo yo. - Como en todos los pueblos. Pero aquí en la guerra a
nadie se fusiló. Tú prepara bien la predicación y te escucharán con gusto. La gente es distinta
de la de los pueblos en que has estrenado tu sacerdocio. Viven del monte. Su temperamento
resulta bastante cerrado pero muy buena gente.
Hubo una gran variedad en las motivaciones de los sacerdotes que salían del clero:
desde contraer matrimonio hasta una pérdida de fe en la Iglesia institución. Pero en la
mayoría de los casos que conozco se realizó en secularización en un contexto de humanidad
y comprensión por parte de obispos, y con gran dignidad por aquellos que solicitaban la
dispensa.
El éxodo fue masivo entre los años 68 al 78. Encuestas previas pronosticaban que iban
a salir el 1,5%. No era motivo de inquietud. Pero el asombro fue mayúsculo cuando se
constató que el 16% había colgado la sotana; así en diez años, 8000 secularizaciones.
Después, a lo largo de la década de los 80 había ya subido al 23%. Ya se hablaba que
pasaban de 11000. Casi la cuarta parte del clero español se había secularizado. Y muchos de
cuantos abandonaron es sacerdocio eran considerados como de lo más selecto del clero. No
era escoria.
Nuestros obispos – que yo sepa – nunca han dado números en esta delicada materia.
Alrededor de cien mil fueron los servidores del altar que se calculaba en el mundo, durante la
década de los noventa, se calculaba habían dejado el ministerio.
La alarma cundió en tiempos de Paulo VI. Dicen que se arrepintió de haber abierto la
puerta. Después Juan Pablo II dio el cerrojazo. A partir de su llegad fueron escasísimas las
dispensas concedidas. Un vecino mío – hombre de fe y buenas costumbres – hubo de
aguardar, casado ya por lo civil, más de diez años a que le llegara la dispensa concedida.
Acudía a Misa, pero no se acercaba a la Sagrada Comunión por ser irregular su situación
canónica.
El principio en que se apoyaba Juan Pablo II era éste: “Si Dios ha dado la vocación en
un momento determinado, no la negará en lo sucesivo. Por consiguiente, nadie debe salir. Y,
claro, nadie salía por la puerta grande, todos por la gatera civil. Aquel pontífice carismático –
algunos le llaman “El Magno” – parecía no parar mientes en la psicología evolutiva de las
personas, en la inmadurez psico sexual con que la casi totalidad nos ordenamos, ni en la
posibilidad de que alguien pudiera tener vocación para el sacerdocio, pero no para el celibato.
¡Nada! Había que acatar su principio. Todas estas sutilezas las juzgaba – al parecer – como
sofismas de la vida espiritual.
Editorial.
El templo parroquial lo preside una bellísima imagen de San Lucas; nos recuerda al
Moisés de Miguel Ángel. En el sagrario de mi nueva parroquia paso muchas horas. Tengo
mucha confianza en que me Jesús ayudará. He huido del peligro y Él está muy cerca de mí.
Gloriarme también como el Apóstol en mis debilidades, para que habite en mí la fuerza de
Cristo. Estoy repasando como lectura espiritual un libro que leía mucho en el Seminario
sobre las órdenes. Me da ilusión.
Todos los meses hablaba a las hijas de María; asistían con fidelidad. Durante la
cuaresma, yo mismo daba conferencias sobre el matrimonio y educación a personas casadas.
En todos los pueblos asistían la totalidad y agradecían este detalle espiritual y formativo.
Organicé tandas de ejercicios. ¡Gente curiosa! No decían ni sí, ni no. Se intuía un poco
la afirmación. Cuando llegaba la fecha, se volvía atrás.
- No me va bien ir. Nada le había prometido.
Con los mozos he comenzado en la escuela nocturna a impartir charlas sobre religión y
razonar nuestra fe. Hacen pocas preguntas, pero más que en Rual. Hablo con ellos pero no
acudo al bar. Intenté laborar en la parcela de la juventud masculina, siempre difícil. Les trato
con simpatía y en particular les saco conversaciones de temas formativos, humanos y
religiosos. Pronto se cansaron de acudir a las charlas.
Hubo una gran variedad en las motivaciones de los sacerdotes que salían del clero:
desde contraer matrimonio hasta una pérdida de fe en la Iglesia institución. Pero en la
mayoría de los casos que conozco se realizó la secularización en un contexto de humanidad y
comprensión por parte de obispos, y con gran dignidad por aquellos que solicitaban la
dispensa.
El éxodo fue masivo entre los años 68 al 78. Encuestas previas pronosticaban que iban
a salir el 1,5%. No era motivo de inquietud. Pero el asombro fue mayúsculo cuando se
constató que el 16% había colgado la sotana; así en diez años, más de 7000 secularizaciones
en España. Después, a lo largo de la década de los 80 había ya subido ya al 23%. Ya se
hablaba que pasaban de 11000. Casi la cuarta parte del clero español se había secularizado.
Y muchos de cuantos abandonaron es sacerdocio eran considerados como de lo más selecto
del clero. No era escoria.
Nuestros obispos – que yo sepa – nunca han dado números en esta delicada materia.
Alrededor de cien mil fueron los servidores del altar que se calculaba en el mundo que,
durante la década de los noventa, habían dejado el ministerio.
La alarma cundió en tiempos de Paulo VI. Dicen que se arrepintió de haber abierto la
puerta. Después Juan Pablo II dio el cerrojazo. A partir de su llegada fueron escasísimas las
dispensas concedidas. Un vecino mío – hombre de fe y buenas costumbres – hubo de
aguardar, casado ya por lo civil más de diez años, a que le llegara la dispensa solicitada.
Acudía a Misa, pero no se acercaba a la Sagrada Comunión por ser irregular su situación
canónica.
El principio en que parece que se apoyaba Juan Pablo II era éste: “Si Dios ha dado la
vocación en un momento determinado, no la negará en lo sucesivo. Por consiguiente, nadie
debe salir”. Y, claro, nadie salía por la puerta grande, todos por la gatera civil. Aquel pontífice
carismático en algunas cosas – algunos le llaman “El Magno” – parecía no parar mientes en la
psicología evolutiva de las personas, en la inmadurez psicosexual con que la casi totalidad
nos ordenamos llegaban al altar, ni en la posibilidad de que alguien pudiera tener vocación
para el sacerdocio, pero no para el celibato. ¡Nada! Había que acatar su principio. Todas
estas sutilezas que menciono las juzgaba – al parecer – como sofismas de la vida espiritual.
Hoy se respira en el Vaticano otro clima más realista y más humano, pero el terreno de
avanzada todavía está lejos del celibato opcional. Incluso la ordenación de los casados se
encuentra en mantilla. Y las vocaciones siguen escaseando.
Editorial
Procuro vivir junto a Jesús y le digo: irradiabas en Nazaret y ahora irradias en la
Eucaristía. Haz mi corazón semejante al tuyo de tal manera que obre el amor y caridad hacia
mis feligreses, que no me contente con ser orante, sino amigo de los hombres, buen cristiano
Los niños y niñas acuden muy bien a las filminas de los domingos y escuchamos
música con la gramola (de cuerda) que nos prestaron.
En la Noche Buena hemos cantado con los niños villancicos. La cena en casa de la
patrona, un poco seria; y pronto se han retirado todos a dormir. Antes de las doce; yo
también. Estoy viviendo este adviento y navidad con mucho fervor espiritual. A la gente les
hablo del sentido de la Navidad y creo que lo asimilan. Las mujeres comulgan más que
cuando vine. Los hombres van a Misa todos, pero son muy pocos los que comulgan los
domingos, normalmente uno que se llama José.
Y así, con ilusión y cierta melancolía por mi angustiosa soledad, está terminando el
año. Mi balance es positivo: he salido de Rual por voluntad propia al haberme enamorado de
una chica. Estoy con mucha ilusión en el segundo nombramiento. Practico oración abundante
y visito largos ratos a Señor en la Eucaristía.
Leí varias veces, la primera en el Seminario, el libro “Cómo ganar amigos” de Dale
Carnegí. Libro americano que hizo furor y para mí siempre tiene valor. Ayuda a saber tratar a
la gente. Lo estoy leyendo de nuevo. Saber pasar ratos con la gente a gusto, y siempre con el
deseo de serles útil, de ayudarles a ser mejores, de quererlos.
El Papa Francisco y los Sacerdotes "secularizados".
Vaya por delante que esa palabra “secularizados” no nos gusta absolutamente nada para
designar a los sacerdotes dispensados del Ministerio. Solo la empleamos para empezar a
entendernos pero nada más. Y mucho menos aún nos gusta lo de “reducidos al estado laical”.
Dos expresiones horribles para designar a muchos sacerdotes que fueron grandes servidores
de Dios a través del servicio a muchas Comunidades Cristianas.
Así que no emplearemos más ni una ni otra. Hablaremos simplemente de “dispensados”, por
sugerencia de un gran amigo y admirable periodista, José Manuel Vidal, director de Religión
Digital.
Hermano Francisco: Desde los primeros signos que diste desde el momento de tu elección
como Obispo de Roma, y por tanto Papa de la Iglesia Universal, muchos creyentes hemos
depositado en ti unas grandes esperanzas.
Hay en ti gestos muy significativos de que contigo se abre una nueva aurora para la Iglesia,
pero hay tres bien elocuentes de tu deseo de acercarte a la comprensión de grupos de
personas muy concretos: uno tuvo lugar en el avión de regreso a Roma desde Brasil cuando
dijiste: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para
criticarlo?”. El segundo es cuando recientemente afirmaste: “Los divorciados vueltos a casar
no están excomulgados y forman parte de la Iglesia”. Y también, adelantándote al Sínodo,
acabas de tocar al timbre de su puerta cambiando varios artículos del Código de Derecho
Canónico para agilizar las nulidades matrimoniales y hacerlas gratuitas, lo que es a su vez
una importante llamada de atención al aparato económico correspondiente, sobre el que
había muchas quejas.
No vamos a tratar aquí de esos tres temas, sino del trato, de la situación y la comprensión
misericordiosa con los sacerdotes dispensados de su ministerio sacerdotal, pues creemos que
la Iglesia ha sido muy poco justa y en muchos casos nada misericordiosa con ellos e incluso
se les ha causado un daño grave.
Pero, añadimos, no basta con un talante abierto y comprensivo en este caso nuestro. Es
preciso, de una vez ser consecuente con la doctrina del sacramento que imprime carácter.
“El corazón del obispo” debía ser el corazón de Jesús, libre de la Ley
“La soledad humana del sacerdote, origen no último de desaliento y de tentaciones, sea
atendida ante todo con vuestra fraterna y amigable presencia y acción [47] Antes de ser
superiores y jueces, sed para vuestros sacerdotes maestros, padres, amigos y hermanos
buenos y misericordiosos, prontos a comprender, a compadecer, a ayudar. Animad por todos
los modos a vuestros sacerdotes a una amistad personal y a que se os abran confiadamente,
que no suprima, sino que supere con la caridad pastoral el deber de obediencia jurídica, a fin
de que la misma obediencia sea más voluntaria, leal y segura. Una devota amistad y una filial
confianza con vosotros permitirá a los sacerdotes abriros sus almas a tiempo, confiaros sus
dificultades en la certeza de poder disponer siempre de vuestro corazón para confiaros
también las eventuales derrotas, sin el servil temor del castigo, sino en la espera filial de
corrección, de perdón y de socorro, que les animará a emprender con nueva confianza su
arduo camino” (Sacerd. Caelib. n. 93).
“La propia vocación, la paz interior y la salvación” no incluyen celibato. “En verdad no es
exigido para el sacerdocio por su misma naturaleza, como aparece por la praxis de la Iglesia
primitiva, y por la tradición de las Iglesias Orientales, donde, además de aquellos que con
todos los obispos eligen guardar el celibato como don de gracia, hay presbíteros casados muy
meritorios” (PO 16). Los escándalos los propicia la ley no necesaria. El Pueblo de Dios
mayoritariamente quiere que tal ley sea eliminada. Máxime cuando mantenerla priva a
muchos presbíteros y obispos de ejercer y a las comunidades de tener pastores buenos. Hoy
resulta más escandaloso el comportamiento eclesial de mantener la ley que los casamientos
clericales, vistos como actos de libertad justa, humana.
Rufo González
Editorial
En este mes de mayo procuro vivir muy unido a la Virgen María; hago con piedad y
devoción el mes de las Flores. Y le digo a mi madre: Virgen María, Tú fuiste llena de amor a
Dios y a los hombres. Ayúdame a alcanzar del Padre, por medio de tu Hijo, la gracia de amar
y de despojarme de toda tendencia al mal y a los placeres no lícitos o inútiles
Practicamos con gran fervor en la parroquia el mes de las flores. Me dicen que asiste
más gente que en años anteriores. Yo me alegro mucho. Las Hijas de María cantan bien pero
muy estilo pueblo. Seguimos con las catequesis y las charlas mensuales a las chicas. Los
chicos ya han terminado hace días la escuela nocturna y mis charlas semanales. Yo, con la
ayuda de Dios, seguiré en la brecha.
Mi piedad se intensifica. Siento dentro de mi alma compunción de corazón. Y le digo al
Señor: "Señor, si Tú quieres puedes limpiarme". Y escucho tu voz que me dice: "Quiero,
queda limpio". Con estos sentimientos acudo al sacramento de la Penitencia cada quince o
veinte días.
Romería a Santa Elena. Es tradicional en Almarro. El concejo pone pan y vino para
todos. El alcalde, alguacil y el cura tienen la comida completa, hecha allí mismo.
Hemos partido del pueblo temprano. Al salir de la iglesia cantando las letanías, y yo
con roquete y estola. Arriba, ya en la ermita, Misa con pequeño sermón. Nos ha costado
llegar entre una y dos horas. Me han ofrecido subir en carro, y después, al bajarme, cosa
curiosa, me sentía mareado, por tanto bote de las ruedas con las piedras…
Celebro con devoción y amor, junto a mis feligreses el mes del Corazón de Jesús. Y
medito en estas frases que he copiado: Como la rosa exhala perfume, aunque nadie se
acerque a ella, así el Corazón de Jesús en el Sagrario exhala virtud. Jesús en la Eucaristía
estás amando, perdonando, alimentando siempre.
Cuando me encargan celebro Misa en la ermita de la Virgen del Sol, que está en el
mismo pueblo. La gente le tiene devoción y el pequeño templo fue restaurado hace pocos
años.
José María Lorenzo Amelibia
Nicolás Puente Carta al papa de un sacerdote secularizado.
7-10-15 de Nicolás Puente
Hace un par de días en un reportaje de la tele, la hija menor de un sacerdote confesaba que
estaba esperando cumplir los 18 años para abdicar de la fe. Entiendo, por lo que decía, que
no quiere dejar de creer en Jesús como su Salvador, intenta no tener nada que ver con la la
institución, la cual percibe como injusta, y para ello apostata, de esa forma deja de pagar los
impuestos que, aquí en Alemania, se recaudan para la Iglesia y se siente libre de una
institución a la que no quiere pertenecer.
No son raros los casos de chicos y chicas que se enteran que fueron bautizados poco antes
de la comunión, porque el párroco de turno puso impedimentos para la celebración
bautismal al conocer que el padre del niño o niña había sido sacerdote (Priesterkinder).
No debo extenderme más en los preámbulos y, por favor, permítame que le haga las
mismas preguntas que me hago a mí mismo en repetidas ocasiones:
• ¿Es el celibato un obstáculo para que las comunidades celebren la cena del Señor y la fe?
Si lo es ¿Dónde radica lo fundamental? ¿En el celibato? ¿En las necesidades del Pueblo de
Dios?
• Qué primamos: ¿el cumplimiento de la misión, el anuncio evangélico? ¿o el carisma del
celibato?
• ¿Es el celibato el responsable de convertir a los sacerdotes en meros administradores de la
misa, al tener que celebrar los domingos una detrás de otra dejándoles poco margen para
vivir lo que celebran obligados por la falta de vocaciones y de presbíteros? ¿Y si lo es dónde
está su ayuda al crecimiento personal? ¿No escucha esas voces que proclaman, hartas de
soledad, decepción y tristeza, que ya no se sienten sacerdotes, sino directores de la filial de
un supermercado?
• ¿Es el celibato el responsable de la reestructuración de la atención a las parroquias (reforma
administrativa), obligada por la falta de vocaciones? Si lo es ¿porqué los obispos exigen a
sus sacerdotes que atiendan cada vez más parroquias?
• La Gaudium et Spes, en el número 19,3 afirma que "en esta génesis del ateísmo pueden
tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que, con el descuido de la educación
religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida
religiosa, moral y social, han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la
religión".
Me pregunto ¿Si con la legislación actual no estaremos cerrando el paso a personas que, de
no existir el celibato obligatorio, desearían incorporarse a al servicio ministerial del
Evangelio para ofrecer abiertamente el rostro amoroso de Dios a los hombres y mujeres de
nuestro tiempo? ¿Es el celibato un motivo de ocultamiento del rostro de Dios, al ser condición
indispensable para el ministerio de la celebración eucarística, a la que no pueden acceder
millones de cristianos?
• ¿El carisma del celibato favorece de forma clara la presidencia eficaz y evangélica de la
comunidad? ¿La ausencia de este carisma perjudica la presidencia? Se preguntaba Ch.
Duquoc y me pregunto yo también.
• El celibato es un signo de la entrega incondicional a Dios ¿Signo para quién? ¿Para la
gente de la calle? ¿No es la entrega incondicional a Dios una exigencia para todo cristiano
sea o no sea célibe?
• ¿Si el celibato es un carisma, y lo es, por qué imponérselo a los que no lo tengan? ¿Puede
un don imponerse por ley?
• Basarse en que el sacerdote es un representante de Cristo ("alter Christus") y en queCristo
permaneció célibe, no conduce a la conclusión de que el celibato es algo a exigir a los
sacerdotes. Como mucho podría llevar a la absurda afirmación de que ningún cristiano debe
casarse ya que transparentar a Cristo, en el mismo sentido, es una exigencia para cada
cristiano.
• Peor aún es esa concepción, por desgracia aún presente, del sacerdote como mediador,
algo que se rechaza desde el punto de vista teológico y bíblico. Ya la primera comunidad
cristiana huyó de la tentación de reinterpretar el sacerdocio de la religión judía y, convencida
de que solo existía un sacerdote, Cristo, que además era laico, instituye nuevos servicios:
"apóstoles", "presbíteros", "obispos" y "diáconos", pero no sacerdotes en el sentido de
mediadores.
• El celibato no mantiene el corazón indiviso al igual que el casado no tiene el corazón
dividido ¿Amar a Dios y a mar al otro no es la única forma aceptable de amar? ¿Se puede
amar a Dios sin amar al otro? ¿Se puede pensar hoy que el amor a una mujer dificulta el amor
a Dios? ¿Como pensar que el matrimonio es una práctica inconveniente para la vida espiritual
si Dios mismo escogió la imagen del matrimonio para explicar su relación con los creyentes?
(Ef. 5, 22-23).
• ¿No le resulta, cuando menos cómico, que se ponga al frente de una parroquia a un
sacerdote evangélico casado y con familia, convertido al catolicismo, mientras el presbítero de
la parroquia vecina abandona por haberse enamorado? Espero que no se esté tratando de
enviar el mensaje de que los secularizados deben hacerse calvinistas o zwinglianos para
acceder de nuevo al ministerio. Pero, mucho más trágico es aún, que se ordene diácono a un
varón casado y se separe del ministerio a un diácono ordenado que decide casarse.
• ¿Eliminar la obligatoriedad del celibato no evitaría el sufrimiento por el que tienen que
pasar los sacerdotes y las mujeres de las que están enamorados? ¿No evitaría dobles vidas?
• Por último, no parece teológicamente achacable a Jesús el celibato cuando las primera
comunidad cristiana no lo exige a sus dirigentes, es más, al obispo se les exige que "sea
intachable, fiel a su esposa, sobrio, modesto, cortés, hospitalario, buen maestro, no bebedor
ni pendenciero, sino amable, pacífico, desinteresado, ha de regir su familia con acierto,
hacerse obedecer por sus hijos con dignidad" (1. Tm. 3, 2-4).
Pablo, en la primera Carta a los Corintios se pregunta "¿Acaso no tenemos derecho a comer
a beber, a viajar en compañía de una mujer creyente como lo hacen los demás apóstoles, los
hermanos del Señor y el mismo Céfas?" (1. Cor. 9, 4-5). El texto parece indicar, que los
apóstoles estaban casados e incluso que sus esposas les acompañaban en la tarea de la
evangelización y, sin lugar a dudas, deja sin fundamento la justificación de que Pedro fuera
viudo.
• El hecho de tratarse de una cuestión que en sí misma no es dogma da más oportunidades
para enfrentarse al problema y analizarlo. Hoy, la comunidad creyente, entendería el cambio
de la norma sin demasiados problemas. Que el celibato dejase de ser obligatorio, sería menos
dramático de lo que fue en los 60 el quitar la obligatoriedad de la sotana.
• No es el celibato la única razón que explica la falta de sacerdotes, existen muchas otras
causas. Pero si el celibato es una de las razones, ─y la mayoría de los teólogos están
convencidos de que lo es─, entonces estamos en el momento oportuno para revisar la
norma y sería un error grave empecinarse en no hacerlo.
El futuro que está frente a nosotros, exige que demos soluciones a los problemas por los que
están pasando las comunidades cristinas hoy, en este momento. No podemos cerrar los
ojos y esperar que se solucionen solos. Son muchos los que piensan que el sacerdote tal y
como lo conocemos irá dando paso a otra forma de servicio a la comunidad eclesial: Grupos
de hombres y mujeres que usarán su tiempo libre para ofrecer a la comunidad los
sacramentos, la catequesis.
Hombres y mujeres formados en seminarios y universidades que trabajarán a tiempo
completo en la extensión del evangelio y otros que, con una formación adquirida por otros
caminos, intentarán hacer visible el mensaje de Jesús y llegar a todos los hombres
anunciándoles la Buena Nueva.
No hace falta ser matemático para darse cuenta que la Iglesia de Cristo que subsiste en
muchos países de la vieja Europa verá con tristeza como muchas diócesis desaparecerán o
quedarán reducidas a una estructura insignificante. Deseo de todo corazón que antes de que
esto ocurra, hayamos abierto nuevos senderos, nuevas formas o nuevos ministerios para
acompañar a los hombres y mujeres con los que vamos de camino y de los que somos
deudores de anunciar el Evangelio.
Intentando mirar a ese futuro que ya está llegando, permítame que ponga por escrito otras
preguntas que considero deben tenerse en cuenta:
• ¿Si se quitase la obligatoriedad del celibato no había muchos sacerdotes secularizados que
estarían dispuestos a servir de nuevo a la comunidad? ¿Podemos desperdiciar, en las
circunstancias actuales esta riqueza?
• ¿No habría más jóvenes que, no teniendo el carisma de la virginidad, estarían dispuestos
a acceder al sacerdocio?
• ¿No habría hombres cristianos casados de probada virtud que accederían al sacerdocio, al
igual que está pasando con los diáconos casados? Pablo VI estaba convencido de que así
podría ser: "El Sínodo que está a punto de comenzar, ─decía en septiembre de 1971─,
debatirá sobre el celibato del clero. Por mi parte, estoy dispuesto a que varones cristianos
casados puedan acceder al sacerdocio, siempre que el Sínodo así lo acuerde" (Alocución
dominical poco antes del sínodo de 1971).
Pablo VI, decepcionado por las conclusiones del sínodo vuelve a pedir un estudio de las
circunstancias especiales de Vietnam y Corea. Una vez más, lo dejan sólo con su
responsabilidad y, una vez más, accedió a los deseos de los cardenales: no cambiar nada.
Estoy convencido que Pablo VI deseaba de corazón la abolición del celibato, de no ser así
¿por qué insistir una y otra vez en estudiar el problema?
Se considera que el celibato es un bien y lo es. Pero no tengo tan claro que sea un
testimonio indiscutible de entrega ¿Como puede serlo para un padre que se levanta a las seis
de la mañana para ir a trabajar con los ojos totalmente cerrados, tras una noche de
acompañar a su hijo o a su mujer enferma? ¿Cómo serlo para una madre que acompaña a su
hijo o hija por los derroteros de la adolescencia? ¿Cómo serlo para una familia que lucha cada
día por llegar con los sueldos a fin de mes? ¿Qué sabe él de educar a unos hijos para que
sean hombres de provecho y los sinsabores que todo eso deja?
Y desde otro punto de vista ¿Es peor el testimonio de un cura casado que muestra al mundo
que el amor definitivo es posible si se riega y se trabaja? ¿Es peor el testimonio de un cura
que muestra que el amor construye la familia y la sociedad? ¿De verdad no es éste un valor
tan grande y tan simbólico como el del celibato?
Las ciencias sociales se han encargado de eliminar muchos de los presupuestos que dieron
lugar a poner el celibato como obligatorio ¿Quién diría hoy que la vida sexual y corporal es
una forma indigna de relación? (Desde luego San Pablo no: "El marido cumpla con la mujer el
deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su
propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para
que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia", 1 Corintios 7:3-5)
¿Quién diría hoy que la mujer es un ser más débil y debe ser tutelado por el varón? ¿Quién
afirmaría hoy con Tertuliano que "la mujer es la puerta de Satanás", la parte débil por la que el
varón fue tentado? ¿Quién diría hoy que el orden sacerdotal es superior al matrimonio o que
el matrimonio está marcado por la impureza debido a las relaciones sexuales, cosa que no
ocurre en el el sacerdocio?
No es aceptable esa mentalidad en la que "el matrimonio es para gente de tropa, no para los
oficiales de la Iglesia" (Escrivá de Balaguer: Camino, máxima 28). Quizá, no estaría mal que
─solo es una sugerencia─, reconociendo el papel activo de la Iglesia en el menosprecio de
las mujeres a los largo de los siglos que se pidiera por ello públicamente perdón.
¿No será que tras ese afán de mantener el celibato se esconde el interés de dominio y poder,
como demuestran las dificultades evidentes de una jerarquía que no encuentra su sitio en la
Iglesia? ¿Cuánto costó, en su momento, colocar el capítulo de "el Pueblo de Dios" por delante
del de "Constitución jerárquica de la Iglesia y particularmente del episcopado" en el Vaticano II
(Lumen Gentium II y III)? ¿Y cuánto costará todavía que ese deseo de los padres conciliares
se haga realidad en una Iglesia de todo para el pueblo pero sin el pueblo?
De momento, es mi opinión, seguimos estado ante un ministerio ordenado que revolotea por
encima del pueblo de Dios sin romperlo ni mancharlo, al igual que el Espíritu Santo
revoloteaba sobre las aguas primigenias.
De todas formas sigue sonando en el aire aquella interpelación del obispo asiático a Pablo
VI: "Yo lo que necesito son sacerdotes, no símbolos".
No sé si en un futuro cambiarán las cosas, pero en la encuesta para la preparación delsínodo
sobre la familia, miles de hogares quedaron olvidados. De ellos no se habló y por lo que se
ve no se hablará ¡Mal asunto cuando los más cercanos sólo te merecen el olvido!
De todas formas, le rogaría que, en este camino por el que viajamos de Jerusalén a Jericó, no
permita que se pase de largo dejando a su suerte, abandonados en el sendero, a miles de
caídos con la llaga abierta del amor por seguir anunciando el Evangelio.
Reciba un fuerte abrazo y cuente con mi oración.
Nicolás Puente
Editorial
Perfectamente. Hoy tenemos claro que una cosa es la verdad de un celibato evangélico,
abrazado libremente, y otra el celibato obligatorio impuesto por ley.
El celibato, como opción personal para anunciar y vivir el Evangelio en la línea del
seguimiento de Jesús de Nazaret, puede representar una forma de vida no sólo legítima, sino
humanizante, comprometida y liberadora. Pero, ésta es una opción libre, absolutamente
voluntaria, que no parte de ninguna carencia, coacción o impotencia física, sino de una
decisión moral, consciente y libre, en vistas a proseguir e implantar en este mundo el Reino
de Dios. Esta forma de vida ha existido siempre en la Iglesia, ha sido asumida por unos u
otros cristianos y puede ir asociada al ministerio sacerdotal.
Pero, lo que no parece aceptable es que a esta decisión se la quiera incrementar y asegurar a
través de una ley y, sobre todo, hacerla imperativa y obligatoria para cuantos decidan hacerse
sacerdotes. Con ella, se cerraría el camino para cuantos desean hacerse sacerdotes, pero sin
renunciar al matrimonio. Benjamín Forcano
276.- Julio – agosto 2020. Informa ASCE
Se fundó en 1977
Editorial
Durante varios días, a la luz de la única lámpara que para su cocina conseguí, al
abrigo de unos troncos que chisporroteaban en el fogón, fui hablándole de modo sencillo.
A ratos "Catachi" escuchaba. Cuando notaba que le llegaba la fatiga, me despedía.
Cayó más tarde enfermo. Le acompañé al hospital. Un mes más tarde regresó.
- ¿Por qué no viene a visitar la parroquia? Verá qué bonita ha quedado después de
la restauración.
Entramos juntos los dos.
- ¡Cuántos años hace que no piso esta iglesia! ¡Ni ninguna!
Yo le decía al Señor del Sagrario: - Tú lo puedes todo. Este es un hombre naturalmente
bueno. Dale luz y fuerza para amarte.
No conseguí que regresara al redil. Serios motivos tendría. Nadie, ni él me los dijo.
Años más tarde moría en el Hospital de Navarra. Pidió un sacerdote que le
administrara los sacramentos. Espero que Dios lo tenga en su gloria. La pobreza es uno de
los mejores billetes para entrar en el cielo.
Un error de la jerarquía.
"Secularizaciones" o reducciones al estado laical
"Juan Pablo II quiso y logró cortar la hemorragia"
Celso Alcaina, 30 de junio de 2016 a las 10:49
di) La secularización, la crisis, las sectas y el nihilismo, claves para la nueva evangelización
dii) "La espiritualidad es una necesidad que se palpa a pesar de la secularización"
diii) Un informe revela que la secularización continuará avanzando en Europa
(Celso Alcaina).- Sólo a partir del Concilio Tridentino, siglo XVI, el celibato fue
obligatorio para todos los sacerdotes católicos. Con anterioridad, ya desde el siglo IV, se
produjeron amagos de imponer el celibato en algunas regiones.
La historia nos evidencia la acentuada disolución de costumbres en el clero de la Baja Edad
Media y Renacimiento. Se narra, por ejemplo, que al Concilio de Constanza(1414-1418)
acudieron 700 mujeres públicas para satisfacer las necesidades sexuales de los obispos y su
séquito. Y por doquier se encontraban hijos bastardos de clérigos, también de obispos y
papas. Puede que a esta escandalosa situación intentara responder el Concilio Tridentino.
Pienso que es más convincente la motivación de "contra-reforma". Era preciso oponerse a la
normativa liberatoria protestante, incluida la sexual. La Reforma había suprimido los institutos
con votos de castidad y aconsejaba el matrimonio de los clérigos.
Así, pues, desde final del siglo XVI, a ningún clérigo ordenado "in sacris" le estaba permitido
contraer matrimonio. El intentarlo se llamaba "atentar" matrimonio. Por supuesto, sería
inválido. Para quien deseara dejar el sacerdocio y casarse válidamente sólo le quedaba una
vía: probar que su ordenación había sido nula. Eso fue lo que pudo probar nuestro
filósofo Xavier Zubiri cuando en 1935 demostró ante el Vaticano su carencia de válido
consentimiento para ser ordenado sacerdote. Al año siguiente se casó canónicamente con
Carmen Castro.
La película francesa "El Renegado", de Leo Joannon, plasma la situación del sacerdote
católico en los años 50, de cara al matrimonio y a la sociedad.
Juan XXIII se encontró con que en el Santo Oficio estaban abiertos y archivados varios
cientos de casos de sacerdotes que habían "atentado"
Entresijos de secularizaciones
Una vez que yo comencé a encargarme de estos casos, pretendí buscar la vía para acelerar
las tramitaciones. Aunque la lentitud era menor, la tramitación no bajaba de un año.
Obispos y cardenales españoles se ponían en contacto conmigo por carta o personalmente
en Roma. Un día el cardenal Enrique Tarancón me visitó interesándose por un caso
especialísimo de Madrid que quería se acelerase. Sólo llevaba un mes en nuestro dicasterio.
Le defraudé con mi respuesta negativa. Pero se me ocurrió algo inusual. Le aconsejé que
fuera a hablar con el Papa sobre el caso y que le expusiera la angustia de los sacerdotes en
semejante trámite. Era preciso conmover a Montini. Que comprendiera que la lentitud nada
solucionaba y que creaba nuevos problemas. No sólo a los interesados, también a los
obispos. Que, de existir escándalo, se acrecentaba con la demora.
Desaconsejé a Tarancón el acudir al Prefecto del Santo Oficio. A diferencia de cuanto sucedía
con Ottaviani - quien se enternecía con los bebés natos o sólo concebidos -, el cardenal
Seper era insensible a las angustias de los sacerdotes en crisis vocacional. Consideraba que
debían sufrir y apechugar, ya que habían sido infieles a su vocación. Era una sádica
reacción que no mitigaba en casos de criaturas en curso o que esperaban su legitimación.
Para Seper el escabullirse del celibato era un lujo de ricos occidentales. En los países del
Este (de donde él procedía) los curas luchaban por lograr un mínimo de libertad y de bienes
de consumo. De hecho, poquísimos sacerdotes de los países del Este habían solicitado la
reducción al estado laical. Tarancón se fue dispuesto a hablar con el Papa.
Apenas una semana después, la Secretaría de Estado hacía llegar a nuestro departamento
una carta con firma del sostituto Mons. Benelli. Era voluntad del Santo Padre que los
expedientes de reducción al estado laical fueran tramitados y resueltos en tres meses,
salvo especiales complicaciones. Estamos en 1972. Desde entonces, las "secularizaciones"
salían a docenas cada semana. También las causas en que fundábamos la concesión de la
"gratia" eran cada día más lábiles. Prácticamente bastaba que el solicitante confesara que
había accedido al sacerdocio sin la madurez suficiente. A final de 1974, se estimaba en
100.000 el total de "secularizaciones" concedidas por Roma. Una cifra importante si la
totalidad de los sacerdotes en la Iglesia podía alcanzar el medio millón.
Juan Pablo II quiso y logró cortar la hemorragia. Endureció el procedimiento en las
curias diocesanas y en el Vaticano. Disminuyeron notablemente las solicitudes y
consecuentemente los rescriptos de secularización. Pero es que la base numérica clerical
había disminuído con las precedentes seculaciones. Por lo demás, muchos clérigos se
secularizaron y siguen haciéndolo prescindiendo de las instancias eclesiásticas.
Editorial
Los seminaristas, mis amigos
Ciertos enigmas.
Otra cuestión específica en la materia. Algunos diplomáticos del Vaticano solicitaban lar
educción al estado laical con posibilidad de contraer matrimonio. A diferencia de todos
los demás, esos casos nunca pasaron por el Santo Oficio. Se los reservaba el Papa
personalmente, o bien el Secretario de Estado. Alguna vez aparecían - creo que por error -
decretos firmados por el cardenal Villota relativos a algún nuncio o persona adscrita al Cuerpo
Diplomático con la concesión de la "gratia" de la "secularización".
---------------------------------------------------------------------------
Ya he escrito que los peticionarios de laicización eran de diversa edad y de diversos niveles
dentro del clero. Sin embargo, en el Santo Oficio hemos podido constatar que la inmensa
mayoría de los solicitantes tenían, o estaban adquiriendo, grados universitarios civiles. Es
normal. Los estudios académicos de los seminarios no les habían dado título alguno
universitario. Más aún, ni siquiera el bachillerato válido. Se enfrentaban a una vida muy
distinta en la sociedad. Ello nos indicaba igualmente que, sin duda, muchos de los que
permanecían en el estado clerical no daban el paso de salirse por razones espurias, tales
como miedo o incompetencia para abrirse camino fuera de su estatus. No precisamente por
vocación o convicción.
Los fieles saben que el celibato es una condición que la Iglesia impone a los curas para poder
ejercer su cargo. En las décadas de 70 a 90 del pasado siglo el escándalo estaba servido
cada vez que un sacerdote desertaba. Eso ocasionó que el Vaticano estremara los cuidados
para minimizar el escándalo. El Santo Oficio encargaba a los obispos que las ejecuciones de
laicización se realizaran con el mayor secretismo y que el clérigo secularizado cambiara de
domicilio y posiblemente de residencia. Estas condiciones o prescripciones raramente se
cumplían.
Pero esto no es todo. Al clérigo laicizado no sólo se prohibían las actividades propiamente
sacerdotales, tales como administración de sacramentos y predicación dentro de los
templos. Se les aplicaban otras restricciones a modo de castigo. A los profesores de
Religión en cualquier colegio o universidad, se les retiraba la "missio" o autorización
para enseñar. Además, en los colegios y universidades dependientes de la Iglesia, debían ser
cesados los profesores de cualquiera de las materias, inclusive profanas, tales como
matemáticas o historia. En una palabra, los sacerdotes secularizados eran considerados
apestados por la Jerarquía.
No fueron pocos los obispos que obviaron estas rígidas normas por considerarlas inhumanas
y discriminatorias. Traigo a colación sólo dos ejemplos. El cardenal Tarancón desoyó
silenciosamente esa norma romana permitiendo a varios curas secularizados continuar en sus
cátedras. No respondió a las reprimendas de Roma por ese asunto. Y el Padre Arrupe,
Prepósito de la Compañía de Jesús, se hizo poco menos que el sordo durante
años, hasta que legalizó civilmente la situación de los ex jesuitas profesores. Me explico.
Los jesuitas regentan numerosos colegios y universidades en todo el mundo. Sólo en Estados
Unidos de América tienen una treintena de universidades o centros asimilados. Varios nuncios
apostólicos y elementos reaccionarios católicos insistían ante la Curia para que los superiores
jesuitas cumplirán la normativa. Los jesuitas secularizados continuaban en sus cátedras o en
sus puestos de enseñantes. A veces seguían siendo dirigentes responsables en
universidades y en colegios.
Yo fui encargado de redactar cartas con llamadas de atención al Padre Arrupe. Lo hice
repetidamente, a veces reiterativamente y sin respuestas de la curia jesuítica. Las cartas del
Santo Oficio eran medianamente largas, explicativas de los hechos denunciados y con
invitación a cumplir lo establecido. Al menos, seis cartas en dos años, con sólo dos o tres
respuestas de cuatro líneas. Arrupe decía que había dado órdenes a sus provinciales para
que cumplieran las normas de la Santa Sede. Y nada más.
Editorial
Desi a todos nos dio un ejemplo sencillo y constante de vida de piedad bien llevada.
Ayudaba a su padre, enfermo crónico, en el pastoreo del rebaño. Había de salir de casa muy
temprano y regresar tarde. Él tenía las llaves de la iglesia, y podíamos observar a las 11 de la
noche la luz encendida del templo.
Y este joven levita se ordenó en su misma parroquia, el último de los cuatro. La gente
no cabía, porque además de los vecinos estábamos la familia, los amigos de siempre y los
allegados. El Obispo consagrante era Monseñor Ángel Riesco Carbajo, auxiliar del Arzobispo
de Pamplona, un hombre sencillo y santo, verdadero ejemplo de obispo. Fue un día gozoso,
la única vez en que me ha correspondido imponer, después del obispo, las manos en una
ordenación sacerdotal. Jamás lo olvidaré.
De un sacerdote homosexual
Nota previa:
Estamos en contra del matrimonio de homosexuales, por supuesto. Pero publicamos esta
entrevista al cura homosexual. Tiene su interés
Nota: Cualquier persona que desee la tesina sobre la misa en el sacerdote secularizado
me la puede pedir a josemarilorenzo092@gmail.com
La enviaré gratis
“Los medios sobrenaturales” ¿al servicio de la ideología
celibataria?
Editorial
Fervor en amistad
Mantengo la amistad con los compañeros de Seminario. Paco, Job, Jesús, Joaquín
y Urbano han sido durante decenas de años mis mejores amigos.
Me va tocando tratar con varios seminaristas. En los años que llevo secularizado he
conocido muchos y encantadores; incluso con algunos de ellos he trabajado en algún
momento, pero desgraciadamente en cuanto se ordenan, a bastantes se les acaba el
encanto. Parece que la ordenación les transforma en “señoritos” y todo el mundo tiene que
estar “a sus pies”. Incluso te hablan y te miran de otra manera.
Editorial
Lectura y espiritualidad
Cada vez tomo más afición e ilusión a la lectura espiritual. Me ayuda a vivir a fondo,
según mis límites nada heroicos, mi vida interior y de oración. Voy creando una biblioteca de
espiritualidad que leo constantemente. Sigue también mi interés por los libros literarios y
novelas, pero más me interesa lo espiritual. Dios me da esa gracia tan grande de disfrutar con
ello.
Poco a poco, durante varios años, sigo con “El Camino de la libertad”, los seis tomos.
Aunque leo mucho cada día, lo vuelvo a repetir, va haciendo mella en mí. Ahora estoy con
el cuarto volumen, sobre la “Oración”. Lo grabo en un casete así puedo repetirlo mientras
practico algún trabajo manual. Van penetrando estas ideas en mi vida diaria. Confío en Dios.
Y que la Virgen María esté junto a mí.
Durante todo el curso he estado con el grueso libro “Ser cristiano” de Han Küng. Es
un teólogo de mucha fama y me interesaba leerlo. He ido despacio. Sí, tiene interés porque
abre nuevos. Es uno de los teólogos del Vaticano II, consultor, lo mismo que Oñatibia a quien
conozco, Ratzinger y otros muchos que están en boga, pero él es tal vez el de más renombre.
Escribe mucho en la revista Concilium que leo de vez en cuando.
Editorial
Testimonio. Intento vivir según mi lectura y meditación
Lo que de verdad intento vivir es la presencia de Dios en mí, la Eucaristía, todo poco a
poco me va llevando a Dios. Me gusta mucho esta jaculatoria y la repito con frecuencia:
“Corazón de mi amable Salvador, haz que arda y crezca siempre en mí tu amor”. Deseo ser
incienso puro, repleto de tu aroma, y Tú el fuego abrasador que me consume en olor de
suavidad. Canto con frecuencia el “Sacerdos et Pontifex”. Deseo, Jesús, servirte en la
Eucaristía y en mi prójimo; y te pido fuerza para ello.
Me confieso con devoción. Lo suelo hacer cada mes. En el libro que siempre tengo
cerca, “La alegría de la fe”, me gusta leer, cuando se acerca el día de recibir la reconciliación,
“La alegría del perdón de Dios”.
Jesús Eucaristía es cada vez con más fuerza el centro de mi vida. Tú eres la fuente de
agua viva, manantial de gracia, de amor y de consuelo: mi alma está vacía, como jarra
agrietada. ¿Cómo se podrá llenar? Jesús, Eucaristía, aquí estoy. Cubre las rendijas de mi
vasija, porque deseo recibir tu gracia, tu amor y tu consuelo.
Doy gracias a Dios porque me asiste, porque mantengo el fervor, a pesar de mis
circunstancias. Tuve tentaciones de que la oración era ineficaz porque le pedí con gran fervor
al Señor la alegría y paz en el celibato y no me la concedió a pesar de hacerlo con fe y
confianza y creo que con humildad. Pero lo principal es que me mantiene en el fervor y en la
constancia de mi vocación sacerdotal. Doy gracias a Dios en este primer día del año porque
escuchó mi plegaria.
1 Tim.4.3. “Vendrán maestros que traerán las doctrinas del diablo y prohibirán casarse”.
En este punto el Fraile Agustino Marín Lutero era bien enfático y se fundamentaba en
1 Tim, 4.3 para atacar a quienes defendían el celibato forzoso. Y Lutero también
menciona en el año l520 que el celibato forzoso sólo ha servido para “aumentar el peligro, el
pecado y la malicia”. Es muy importante que enfaticemos que esto lo dice desde 1520 porque
hay algunos Obispos de esta época que dicen que los curas lujuriosos y el abuso de menores
por Sacerdotes se debe al ambiente actual de pan sexualismo. Esos peligros, pecados y
malicia ya los denunciaba Martín Lutero desde hace 484 años. Pero aún hay más y desde
mucho antes que Martín Lutero: San Pedro Damián (1007-1072), doctor de la Iglesia. Nacido
en Ravena, fue prior de una ermita cerca de Gubbio hacia el año 1043. En años posteriores
se relacionó con Enrique III (emperador del Sacro Imperio romano) y con el papa León IX,
atacando los abusos cometidos por el clero, en concreto la simonía y la violación del voto de
celibato, y pidiendo de manera insistente ciertas reformas.
Editorial
Insistimos y hemos de insistir: El primer paso que convendría dar: ordenar de sacerdote
a los viri probati de las regiones con muy poco clero; algo que se dejó escapar nuestro papa
Francisco después del Sínodo de la Amazonia. Segundo paso, readmitir en el ejercicio
ministerial a quienes lo deseen, y que pidieron dispensa para contraer matrimonio, después
de que hayan permanecido desposados durante al menos cinco años. Tercer paso: ofrecer a
los diáconos permanentes, casados, el acceso al sacerdocio. Muchos optarían por esta
promoción. Habría que suprimir, por supuesto, la cláusula prohibitiva de contraer nuevas
nupcias para los viudos. El cuarto hito a conseguir sería dentro del clero célibe. No es
cuestión de abolir la ley de golpe. Habría que exhortar, sí, a vivir el compromiso adquirido.
Pero a quienes, después de maduro examen, decidan contraer matrimonio, permitirles hacerlo
sin ninguna marginación, insulto ni vituperio. Habrían de dejar el estado clerical. Después de
cinco años de matrimonio, podrían integrarse de nuevo en el sagrado ministerio, no clerical.
Pertenecerían al grupo de los sacerdotes o diáconos casados, no clérigos, y con un trabajo
para el sustento propio y de su familia. Estos serían los caminos a recorrer.
Conservador y liberal
Me considero conservador liberal y crítico. Ni progresista de “rompe y rasga”, ni
conservador meapilas que a todo dice “amén”. A mi manera de ver un católico no debiera ser
nunca conservador a ultranza, ni mero repetidor de cuanto escucha. Es preciso pasar toda
información por el tamiz de la propia mente; para algo llevamos la cabeza encima de los
hombros. Después juzgar, acoger del todo o en parte; rechazar si es preciso. Siempre con
respeto y responsabilidad moral.
Me espantan los ultraconservadores, mal llamados católicos. Y por desgracia, los hay.
Del mismo modo me inquietan los católicos que construyen una moral a su gusto, no me van;
y también los hay, por desgracia. De los dos grupos, me quedo sin ninguno. Los sucesores
de la santa inquisición: denuncian ante la Iglesia cualquier asunto novedoso. No dejan vivir a
nadie. Se hallan en todas las confesiones religiosas; no solo entre los islamistas.
El cardenal O'Brien lo pedía ya el año 2013 que los curas puedan casarse
si así lo desean.
Es una opinión que hasta el presente nadie le ha hecho caso. Y esta nota es nada
menos que del año 2013. "Me alegraría que otros pudieran tener la oportunidad de considerar
si pueden casarse"
Y dice el cardenal: Sin embargo, consideró que temas como el aborto y la eutanasia
constituyen "creencias dogmáticas básicas" de "origen divino" que la Iglesia jamás podría
aceptar
El histórico -e inédito- cambio de Pontificado que estamos viviendo sirve -además de
para elegir nuevo Papa- para que algunos sectores saquen a la luz nuevas y antiguas
reivindicaciones. En ocasiones, son los propios cardenales electores quienes lo hacen.
Primero fue el cardenal Lehmann, quien reclamó públicamente el acceso de la mujer al
sacerdocio. Ahora es el británico Keith O'Brien quien se ha mostrado a favor de que los
curas puedan casarse si así lo desean.
En declaraciones a la cadena de televisión BBC en Escocia, O'Brien, que participará en
el cónclave para escoger al nuevo papa tras la reciente renuncia de Benedicto XVI, afirmó que
muchos sacerdotes encuentran "dificultades" hoy en día a la hora de convivir con el
voto del celibato y se mostró partidario de que los religiosos puedan contraer matrimonio y
tener hijos. "Me alegraría que otros pudieran tener la oportunidad de considerar si
pueden casarse", dijo.
Así lo decía Keith O'Brien... y seguimos... seguimos... el Papa Francisco ha podido
con la Curia, o lo han convencido.
Editorial
Dos décadas de fervor
Los veinte años finales del siglo XX han sido para mí una bendición de Dios. Una
serie de gracias actuales me han estimulado para servir mejor al Señor con agradecimiento.
Madrugo mucho. Hoy a las 5,15: he de hacer oración, preparo el desayuno a Irene que
marcha a la Universidad de Deusto, gimnasia. También me suelo acostar pronto, para las 10,
30. Desde enero del 93 escribo en “La Verdad” un artículo semanal para enfermos
“Reflexiones desde la debilidad”. Esta columna me la han mantenido durante veinte años. Lo
único que me interesa en este mundo es hacer el bien, ayudar a cuantos pueda a ser
mejores; ser útil; cumplir la voluntad de Dios cada día mejor.
Pido al Señor tenga piedad de mí y me ayude a cumplir lo que Él nos manda: "Sed
compasivos como vuestro Padre celestial es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados;
perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, rebosante,
será derramada en vuestro regazo".
Mi vida entera sigue muy normal: con paz, alegría serena y fervor. Este va en aumento,
me ayuda mucho la lectura espiritual y cada día me entusiasma más. Cuando marcho a otras
ciudades siempre miro la librería religiosa y compro obras que me interesan. Practico al
menos durante una hora la oración y otro tanto la lectura de libros espirituales.
Todos los días practico media hora de gimnasia y mientras tanto escucho cintas audio
de espiritualidad. Repito muchas veces las de Nicolás Caballero, sobre el “Camino de la
Libertad”. Son cintas prácticas, y me ayudan. Para mí es algo nuevo sobre todo el ejercicio de
relajación y respiración, buen preámbulo para unirme con Dios en la oración. Mi vida es cada
vez más serena. Creo que se notará también en mi obrar.
Hace varios meses llevo en mi bolsillo un librito muy enjundioso; en ratos libres lo leo.
Se titula “In Corde Jesu”, escrito por el padre Luis María Mendizábal. Cuando ando en bici los
días de asueto, me paro un rato en cualquier lugar y gozo con su lectura. Hoy lo he terminado
junto al lavadero de Lopidana en una parada, cuando doy la vuelta corta a Foronda en bici.
Solo copio dos ideas de las que más me han gustado: “Ponerse totalmente a disposición de
Cristo”. “Dedicarse para siempre al oficio de cumplir su voluntad”.
El mismo cardenal Tarancón nos daba aliento. Se comprometió a llevar al papa Juan
Pablo II una carta firmada por más de doscientos sacerdotes secularizados. Nos llegó a decir,
cuando la vida de Paulo VI declinaba. “Con este papa no podemos hacer nada. Tiene fobia a
todo lo relacionado con el sexo, cuando llegue otro pontífice intentaremos convencerle. Y
llegó Juan Pablo, y le entregamos la carta, y nos prometió dejársela en propias manos, y si no
lo veía accesible, disimuladamente lo depositaría en la mesa al marcharse. Nada supimos de
aquella carta. Tarancón tenía la virtud (más podíamos decir el defecto) de ser un “bienqueda”
con todos, iguales, superiores y subiditos.
El Mundo
El nuevo secretario de Estado vaticano dice que no se trata de «un dogma de fe».
Signos de apertura en el Vaticano ante el celibato. Y los ha dado nada menos que Piero
Parolin, el hombre elegido por Francisco para ocupar el cargo de secretario de Estado, el
segundo en importancia después del Papa en el organigrama de la Santa Sede. Parolin, que
tomará posesión como secretario de Estado vaticano el próximo 15 de octubre, ha asegurado
que la prohibición por la cual los sacerdotes católicos no pueden tener parejas «no es un
dogma de la Iglesia y se puede discutir». Es la primera vez que un altísimo miembro de la
cúpula vaticana abre las puertas a un debate sobre el posible fin de esta tradición.
El todavía nuncio en Caracas, que a finales de este mes se trasladará a Roma, dejó
claro en una entrevista al periódico venezolano El Universal que, en su opinión, el celibato no
es un dogma sino un tradición eclesiástica. Y aclaró que mientras los dogmas son «definidos
e intocables» al haber sido instituidos por Jesús, las tradiciones sí son susceptibles de ser
revisadas. El arzobispo italiano, de 58 años, se alinea de ese modo con la mayor parte de los
teólogos, que consideran que el celibato no es norma intocable. Sin embargo, hasta ahora en
el Vaticano la posición imperante era otra. El cardenal Mauro Piacenza, prefecto de la
Congregación del clero, defendió con fuerza hace unos meses en un sínodo el «sacro»
celibato sacerdotal. Por su parte, el cardenal brasileño Claudio Hummes, su predecesor en el
cargo y conocido por su proximidad a Francisco, pensaba de otro modo. Y ahora la posición
en las altas esferas de la Santa Sede es que el celibato es una tradición y no un dogma.
Hasta el punto de que monseñor Parolin sostiene que «no se puede decir, sencillamente, que
pertenece al pasado».
Parolin asegura en la entrevista con el periodista Roberto Giusti que el origen de la
tradición del celibato se remonta «a los primeros siglos». Y, por supuesto, deja en manos de
Francisco la posibilidad de abrir un debate para revisarlo. «Es un gran desafío para el Papa
porque él posee el ministerio de la unidad y todas esas decisiones deben asumirse como una
forma de unir a la Iglesia, no de dividirla. Entonces se puede hablar, reflexionar y profundizar
sobre estos temas que no son de fe definida y pensar en algunas modificaciones, pero
siempre al servicio de la unidad y todo según la voluntad de Dios. No se trata de lo que me
plazca sino de ser fieles a lo que Dios quiere para su Iglesia», afirma el sucesor de Tarcisio
Bertone.
Parolin también habla en ese sentido de la «resistencia» a los cambios dentro de la
Iglesia. «Esos cambios no pueden poner en peligro la esencia de la Iglesia, que tiene una
continuidad en la historia proveniente de su fundación por Jesucristo. Se debe ser fiel. La
Iglesia nunca podrá cambiar al punto de adaptarse completamente al mundo. Si lo hiciera y se
perdiera en él, ya no cumpliría su misión de ser sal y luz para todos», dijo el arzobispo,
destacando que aunque «a veces parece que el Papa va a revolucionarlo todo, a cambiarlo
todo», en realidad la Iglesia se basa en la continuidad.
Fin diciembre 2021 Y seguiremos... mientras podamos, porque lo que necesita la
Iglesia es sacerdotes santos: sean célibes o casados.