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Agua: recurso entre escasez y corrupción

El agua es una abundante sustancia de la Tierra que está en constante


movimiento y todas las formas de vida conocidas la necesitan para vivir, sin
embargo la crisis por la escasez de este importante elemento es evidente. Si bien
el planeta tierra cuenta con 1.386 millones de km3 de este líquido sólo el 2.5% es
dulce y de éste, únicamente el 30.5% puede ser utilizada por el hombre, ya que el
otro 69.5% se encuentra en los glaciares, en forma de hielo y en el permafrost, por
tanto, únicamente hay 10.53 millones de km3 disponibles para su
aprovechamiento.

Resulta importante tener en cuenta que la distribución de este liquito no es igual


en todos los continentes, ya que en América se encuentra la mayor cantidad (47%
aproximadamente) mientras que en el continente europeo solo está el 9% y en
África el 7%.

Si bien los últimos dos continentes tienen un porcentaje similar, es necesario


analizar cómo es el proceso llevado a cabo en la potabilización y distribución de
este recurso en cada uno de estos espacios geográficos con el fin de tener mayor
claridad sobre la crisis antes mencionada y que afecta a más de 750 millones de
personas que no tienen acceso a agua potable.

En el caso de Europa, los gobiernos se han preocupado por definir las normas de
calidad básicas que deben cumplir las aguas destinadas al consumo humano,
ejercer constantes controles de calidad e implementar medidas correctivas y
restricciones de utilización. Hoy día se están aplicando en la Unión Europea
diversos enfoques para preservar las aguas de Europa. A ello puede contribuir
positivamente tanto el establecimiento de normas como la utilización de los
instrumentos de mercado y la realización de actividades de seguimiento, de
proyectos de investigación y de campañas de sensibilización. La Unión adoptó el
año 2000 la Directiva marco sobre el agua, que es el acto normativo de la Unión
más ambicioso y completo jamás aprobado en el ámbito de la política de aguas.
Haciendo suyo un enfoque genuinamente europeo, la Directiva establece un
sistema de gestión que se basa en las demarcaciones hidrográficas naturales más
que en las fronteras regionales y nacionales. Se trata de reunir en el esfuerzo por
un objetivo común a todos quienes gestionan el aguan (desde los gobiernos hasta
las comunidades locales), así como a los ciudadanos y a la totalidad de los
sectores afectados. El objetivo es salvaguardar las aguas subterráneas y de
superficie y alcanzar así antes de que finalice 2015 un buen estado ecológico.
La Unión, además, publicó en 2007 una Comunicación titulada «Afrontar el desafío
de la escasez de agua y la sequía en la Unión Europea». Esta Comunicación
apuntaba siete iniciativas que debían emprenderse para que Europa pudiera
avanzar hacia una economía caracterizada por la eficiencia hídrica y el ahorro de
agua. Cada año se presenta un informe sobre los avances registrados en la
aplicación de las orientaciones establecidas. Todas estas iniciativas, han traído
como resultado que a pesar de la escasez del recurso en este continente los
ciudadanos lo tienen disponible para las actividades de su vida cotidiana; caso
contrario se presenta en África, donde unos 300 millones de personas carecen de
acceso a agua potable y al menos catorce países del continente sufren un déficit
permanente de agua. De los cincuenta y cinco países cuyo consumo de agua
potable por persona y día está por debajo del mínimo de cincuenta litros
establecido por la Organización Mundial de la Salud, treinta y cinco de ellos están
en África. Según la OMS, la mitad de los africanos sufrirá en algún momento de su
vida problemas de salud por consumo de agua contaminada, la población más
vulnerable son los niños, para hacerse una idea de la magnitud del problema
basta indicar que en Etiopía la mortalidad infantil (menores de cinco años) es del
16.4%. Frente a esta problemática, la corrupción es una de las causas más
preocupantes, un reciente estudio publicado por revelo que para el caso africano,
existe una amplia correlación entre la corrupción y el acceso al agua potable.
Cuanto más corrupto el país, más pequeña es la fracción de su población que
goza de acceso a agua potable. En el África el 44% de los países probablemente
no lograra la meta de la ODM con respecto al agua potable antes del 2015.

La corrupción en el sector del agua afecta al desarrollo de la sociedad en conjunto.


Contribuye a un desarrollo insostenible al desalentar la inversión, obstaculizar la
gestión eficiente de recursos hídricos, la prestación de servicios y a degenerar las
instituciones públicas. Por lo tanto, resulta necesario no solo el correcto
aprovechamiento del recurso hídrico sino trabajar en conjunto para erradicar la
corrupción en el sector del agua que ha sido la causante de la muerte de millones
de personas por enfermedades causadas por falta de acceso a agua potable y
saneamiento.

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