Corpus Paulino – 38- (jueves 8 de octubre de 2020).

2ª hora

4to curso de Teología

1.4. Apología de Pablo por la demora de su regreso (2,17—3,13)

Pablo vuelve ahora de la acción de gracias a la apología que, en este caso,
abarca desde su proclamación inicial del evangelio a los tesalonicenses
(2,1-12), hasta lo que sucedió después de que se vio forzado a
abandonarlos.

Impedido en su deseo de visitar a sus conversos tesalonicenses por varias

razones que no especifica, detrás de los cuales ve la acción de un poder
sobrenatural, Satanás (2,17-20), Pablo envía a Timoteo para fortalecerlos
en sus tribulaciones (3,1-5).

Dos noticias paralelas del envío de Timoteo (vv. 1-3ª y v. 5) enmarcan una
breve digresión, típicamente paulina, acerca de la necesidad de la
persecución en la vida cristiana (vv. 3b-4).

Pablo no desarrolla este tema aquí, pero en otros lugares de sus cartas
demuestra que para él tal persecución era, al mismo tiempo, expresión del
sufrimiento de los justos, que la teología apocalíptica esperaba en los
últimos días (Mt 24,9ª; 10,17-20/Mc 13,9-13/Lc 21,12-15).

El regreso de Timoteo (3,6-8) pone de relieve la notable reciprocidad

entre la actitud de Pablo respecto a sus conversos y la de éstos respecto a
él.

Los tesalonicenses guardan buen recuerdo de Pablo (3,6), lo mismo que

Pablo de ellos (1,3); también desean ver a Pablo (3,6), como Pablo quiere
verlos a ellos (2,17); el regreso de Timoteo conforta a Pablo en sus
aflicciones (3,7) tanto como él había esperado que su envío de Timoteo los
confortara en las suyas (3,2-3).

Las noticias que trae Timoteo provocan en Pablo acción de gracias y

súplica (3,9-13). Da gracias a Dios por la alegría que ha recibido de los
tesalonicenses (v. 9) y ora, tanto por su crecimiento espiritual (vv. 12-13),
como por el cumplimiento de su gran deseo de verlos de nuevo (vv. 10-11)-
 Lo que unifica el conjunto de esta primera parte de la carta (1,2—3,13)
es el deseo de Pablo de estar con sus muy amados (2,8; 3,12) y
perseguidos (1,6; 3,3) tesalonicenses como una presencia que apoye y
anime.

Este deseo le lleva a enviarles una carta mediante un emisario, Timoteo,

con la promesa implícita de una visita personal. Se cree comúnmente que
estos tres elementos son los componentes de una forma literaria a la que se
ha dado el nombre de “parusía apostólica” y que Pablo utiliza en otros
lugares de sus cartas (Rom 15,14-33; 1 Cor 4,14-21; Flp 2,19-24) para
afirmar su autoridad apostólica.

Es posible que estos temas, usados por primera vez en 1 Tes, fueran más
tarde transformados por Pablo en una forma fija, para la afirmación de su
autoridad apostólica.

Pero no es así como se utilizan aquí. La conciencia de autoridad apostólica

no desempeña ningún papel en 1 Tes, como indica la dirección del
encabezamiento de la carta.

Si Pablo escribe con tanta vehemencia y de forma tan extensa acerca de su

deseo de estar con sus tesalonicenses, no es para afirmar su autoridad, sino
para renovar su estrecha y afectuosa relación pastoral con ellos.