Está en la página 1de 21

Las Brujas

La niña – Almudena Úrsula – Leire Medea – Gala

La abuela – Laura Beatriz – Naiara

Bruno – Álvaro Yzma – María

Ranghild – Clara Cordero Agnes – Sara

La Gran Bruja – Irene Cassandra – Ayla

Sr. Jenkins/Minerva – Diego Glinda – Vera

Sra. Jenkins/Rita – Elvira Mary – Clara Carballés

Escena 1 - Contexto

(Escena vacía. Cada vez que un niño/a tiene una intervención sale a escena y
se coloca en el lugar establecido).

NAIARA: Lo más importante que debes aprender sobre las brujas de


verdad es lo siguiente. Las brujas de verdad visten ropa normal y tienen un
aspecto muy parecido al de las mujeres normales. Viven en casas normales y
hacen trabajos normales. Por eso son tan difíciles de atrapar.

ELVIRA: Una bruja de verdad odia a los niños con un odio candente e
hirviente, más hirviente y candente que ningún odio que te puedas imaginar.
Una bruja de verdad se pasa todo el tiempo tramando planes para
deshacerse de los niños de su territorio. Esa es la única cosa en la que
piensa durante todo el día.

LEIRE: Aunque esté trabajando de cajera en un supermercado, o mirando


videos en TikTok, o conduciendo un autobús escolar, su mente estará
siempre tramando y maquinando, bullendo y rebullendo, silbando y
zumbando, llena de sanguinarias ideas criminales.

IRENE: «¿A qué niño», se dice a sí misma durante todo el día, «¿a qué niño
escogeré para mi próximo golpe?». Cada bruja cuenta con eliminar a un niño
por semana. Si no lo consigue, se pone de mal humor. Vamos a hacer las
cuentas: si su objetivo es eliminar un niño por semana, y si tenemos en
cuenta que cada año tiene 52 semanas, eso quiere decir …(Hace cuentas con
los dedos) ¡Que cada bruja mata una media de 52 niños al año!
TOD@S: ¡Espachúrralos, machácalos y hazlos desaparecer!

DIEGO: Ese es el lema de todas las brujas. ¿Estás pensando en llamar a la


policía? No te molestes, las brujas no cometen crímenes comunes, no
existen castigos para las atrocidades que llevan a cabo. Las brujas tienen
magia en los dedos y un poder diabólico en la sangre. Pueden hacer que las
piedras salten como ranas y que llamas de fuego pasen sobre la superficie
del agua. Estos poderes mágicos son terroríficos.

GALA: ¡A mí una bruja me convirtió en gallina!

AYLA: ¡A mí en un delfín!

CLARA CARBALLÉS: ¡A mí en una estatua de piedra!

CLARA CORDERO: Lo que hace doblemente peligrosas a las brujas es el


hecho de que no parecen peligrosas. Incluso cuando sepáis todos los
secretos, que os contaremos dentro de un minuto, nunca podréis estar
completamente seguros de si lo que estáis viendo es una bruja o una
simpática señora.

ÁLVARO: Afortunadamente, hoy en día no hay un gran número de brujas en


el mundo. Pero todavía hay suficientes como para asustarte. Por ejemplo, en
España es probable que haya unas cien en total. En algunos países tienen
más, en otros tienen menos. Pero ningún país está enteramente libre de
brujas.

ELVIRA: Aunque tú no lo sepas, puede que tu vecina sea una bruja. O quizá
fuera una bruja la mujer de los ojos brillantes que se sentó enfrente de ti
en el autobús esta mañana. Hasta podría serlo nuestra encantadora
profesora. Naturalmente, no la estoy acusando de que sea una bruja. Para
nada, eso sería una locura. Lo único que digo es que podría serlo. Que es muy
improbable eh, pero no es imposible.

(Mientras Laura dice su texto, el resto forman un semicírculo alrededor


suyo).

LAURA: Por suerte, hay formas de reconocer una posible bruja a simple
vista, sobre todo por su forma de vestir y de actuar. Pero eso sí, tienes que
estar muy, muy atento para asegurarte de que realmente estás delante de
una bruja y no de una señora corriente y moliente.

(María sale al centro del semicírculo mientras los demás la escuchan


atentamente y toman notas. Lo mismo con Sara, Vera, Ayla y Almudena).
MARÍA: Primero, una bruja siempre lleva GUANTES para tapar sus afiladas
garras. Los llevan incluso en verano.

SARA: Segundo, las brujas son CALVAS, y llevan una peluca para
disimularlo. Siempre están rascándose la cabeza.

VERA: Tercero, las brujas tienen la NARIZ muy grande, para oler mejor a
sus víctimas.

ÁLVARO: ¡Pero si no te bañas no te pueden oler!

(TOD@S le miran con asco).

ÁLVARO: ¿Qué pasa? Es la verdad. Para ellas, cuando estamos limpios,


olemos a caca de perro.

MARÍA: ¡Yo no huelo a caca de perro!

SARA: ¡Ni yo!

TOD@S: ¡Yo tampoco! ¡Qué asco!

ÁLVARO: Para las brujas sí…

LAURA: Vamos a dejarlo.

AYLA: Cuarto, su SALIVA es azul como la tinta de un bolígrafo. La usan


para escribir cartas.

ALMUDENA: Quinto, las brujas tienen fuego en sus OJOS. Si te acercas lo


suficiente, verás que tienen las pupilas rojas.

NAIARA: Pero no todas las brujas son iguales. Hay una que dicen que es
diferente a las demás, destacablemente horrenda, pero ningún mortal ha
llegado a ver su verdadero rostro. Se trata de la Gran Bruja, jefa de todas
las brujas del mundo.

DIEGO: Una vez al año, la Gran Bruja viaja por todo el mundo, haciendo
reuniones con todas las brujas de cada país. Allí, da órdenes a las demás
sobre cómo tienen que actuar y les revela nuevas técnicas para seguir
exterminando a los niños.

TOD@S: ¡Espachúrralos, machácalos y hazlos desaparecer!

LEIRE: Pero, aunque parezcan indestructibles, las brujas no son los seres
más inteligentes del planeta. Cuenta la leyenda que vez una niña huérfana y
su anciana abuela consiguieron acabar con todas las brujas de España en una
sola noche. ¿Que cómo lo consiguieron? Pues veréis…

Todos abandonan la escena menos LA NIÑA y LA ABUELA.

Escena 2 – La niña y la abuela

NIÑA: ¿Podemos ir a la piscina, abuela?

ABUELA: Lo siento cariño, pero tengo la cadera reventada por la clase de


Zumba. Necesito descansar un poco, ¿te importa?

NIÑA: Entonces, ¿puedo ir yo sola a dar una vuelta por el hotel?

ABUELA: Bueno, pero ten mucho cuidado, recuerda de lo que hablamos.

NIÑA: Sí, tendré cuidado con las mujeres con guantes y nariz grande.

ABUELA: Y si ves que se rascan la cabeza sal corriendo.

NIÑA: Lo haré. ¡Adiós!

Escena 3 – Metamorfosis

(La abuela desaparece y la niña se sienta en el suelo a leer un libro de Roald


Dahl. De repente escucha a un grupo de mujeres a lo lejos. Vienen cantando
una canción (Terra – Tanxugueiras). La niña se asusta y se esconde detrás
de unas cajas de cartón. En la sala, el grupo de mujeres sigue cantando y
bailando, hasta que aparece LA GRAN BRUJA.)

LA GRAN BRUJA: ¡Silencio! ¡Basta ya! Sentarrrros todas. Vamos a darrr


comienzo a la rrreunión. ¿Habéis cerrrrado las puertas con cadena?

MEDEA: Sí, señora, nadie puede entrar ni salir.

LA GRAN BRUJA: ¿Habéis comprrrrrobado que nadie nos ha seguido?

MEDEA: Nadie nos ha seguido, Gran Bruja.

LA GRAN BRUJA: Bien. ¿Tenéis todas prrrreparadas vuestras libretas?


Vais a tenerrr mucho que apuntarrrr.

YZMA: Sí, señorrrrrra…digo…señora. Todas hemos traído nuestra libreta.

BEATRIZ: (Susurrando a RITA) A mí se me ha olvidado… ¿tienes una de


sobra?
RITA: ¿Otra vez? Pues hoy no tengo, sólo he traído la mía. Sorry.

BEATRIZ: Pues estoy apañada.

LA GRAN BRUJA: (Muy enfadada) ¿Qué cuchicheáis?

BEATRIZ: Nada, su grandiosidad.

LA GRAN BRUJA: No me gusta que me interrumpan.

BEATRIZ: Discúlpeme, enormísima señora, basta dama, colosal matrona,


espectacular bruja, portentosa mujer…

LA GRAN BRUJA: ¿Has terminado?

BEATRIZ: Eh, sí.

LA GRAN BRUJA: Bien, no tenemos mucho tiempo, así que quierrrro que
escribáis ingrrrredientes parrra una nueva fórrrmula que he crrrreado. Se
llama Transformador de acción rretardada. Los ingredientes son: un
despertadorr, rratones asados, un huevo de pejarrro grruñon, una pata de
garrraallo y una trompa de elefrreente. Muy sencillo. (Se fija en una bruja
que levanta la mano nerviosa) ¿Sí Úrsula?

ÚRSULA: ¿Y por qué no les lanzamos un conjuro y ya está? No me gusta


hacer pócimas.

LA GRAN BRUJA: Esto no es cuestión de gustos. Es lo que yo mande y


punto.

ÚRSULA: Pero ahorraríamos mucho tiempo…

LA GRAN BRUJA: No te enterrrras de nada, ¿verrdad? ¿Alguien que


razone le puede explicarrr porrrr qué no podemos lanzar conjuros?

YZMA: ¿Porque nos duelen los dedos?

LA GRAN BRUJA: No.

MARY: ¿Porque contaminan mucho?

LA GRAN BRUJA: No.

MEDEA: ¿Porque es miércoles?

LA GRAN BRUJA: No.


GLINDA: ¿Porque a mi perro no le gustan?

LA GRAN BRUJA: ¡No!

BEATRIZ: ¿Porque el Pucela ha bajado a segunda divisón?

LA GRAN BRUJA: ¿Quién?

CASSANDRA: ¿Porque llevamos peluca?

LA GRAN BRUJA: ¡Casi! Perrrro no.

AGNES: ¿Porque nos descubrirían?

LA GRAN BRUJA: ¡Bingo! Los conjurrrros son algo inmediato y llaman


mucho la atención. Esta nueva pócima tarda en hacer su efecto, lo suficiente
para que nadie sospeche de nosotras.

ÚRSULA: ¡Oh Gran Bruja! ¡Es usted una genia! Disculpe mi ignorancia.

LA GRAN BRUJA: Me conformo con que no vuelvas a cuestionarrrme.


¿Alguna pregunta más? (Se vuelve hacia ÚRSULA, que levanta la mano
nerviosa) ¿Sí, ÚRSULA?

ÚRSULA: ¿Y cómo vamos a conseguir el huevo de pejarro?

LA GRAN BRUJA: ¿A qué te rrrefierres?

AGNES: Es verdad, están casi extintos. Hace por lo menos 10 años que no
veo ni uno.

YZMA: Y aunque los hubiera, yo estoy muy vieja para subirme a los árboles.

GLINDA: Tranquilas, yo tengo uno en casa y es hembra, pone huevos todos


los lunes.

AGNES: ¿En serio? ¿Podrías prestarme alguno?

MARY: Yo también necesito uno.

CASSANDRA: ¿Me darías uno a mí?

TODAS: ¡Y a mí! ¡Y a mí!

LA GRAN BRUJA: ¡Silencio! Glinda, mándame mañana doce docenas, yo me


ocupo del rrresto.
GLINDA: Sí, señora, gran señora.

LA GRAN BRUJA: ¿Alguna cuestión más? (ÚRSULA vuelve a levantar la


mano. La GRAN BRUJA la ignora) Genial. ¡Hacedles pasar!

(Entran en la sala Bruno y Ranghild y se ponen al lado de la gran bruja.)

LA GRAN BRUJA: Hola, niños.

(Bruno y Ranghild no contestan, se la quedan mirando embobados)

LA GRAN BRUJA: ¿Cómo estáis?

(Siguen sin contestar)

RANGHILD: (A Bruno) ¿Quién narices es esta vieja fea?

BRUNO: Es la que me dio esa tableta de chocolate.

RANGHILD: Me dijiste que veníamos a por chuches, no a una reunión de


abuelas.

LA GRAN BRUJA: Niños…

BRUNO: (A Ranghild) Tranquila, merecerá la pena, tú hazme caso.

RANGHILD: Más te vale, me estoy jugando el culo por estar aquí.

BRUNO: (A la GRAN BRUJA) Eh, quiero las 20 tabletas de chocolate que


me prometiste.

LA GRAN BRUJA: Claro, clarrro. (Saca una tableta de chocolate del


bolsillo) Pero primero prefiero que las prrrrobéis, por si acaso no os gustan.
Están hechas con una forrrmula muy muy especial.

(TODAS LAS BRUJAS ríen)

RANGHILD: ¿De qué os reís?

LA GRAN BRUJA: Nada, nada, cosas nuestras.

(TODAS LAS BRUJAS siguen riendo)

RANGHILD: (Comiendo el chocolate. A BRUNO) Qué señoras más raras.


Tenemos que irnos de aquí pitando.

BRUNO: (Masticando el chocolate) ¿Qué?


RANGHILD: Nada. (A LA GRAN BRUJA) Está bastante bueno el chocolate.
¿Nos das más?

LA GRAN BRUJA: Claro…(Saca más tabletas de chocolate del bolso)

RANGHILD: Pero qué pasa, ¿trabajas para Willy Wonka o algo así?

LA GRAN BRUJA: Algo así…

RANGHILD: Venga Bruno, vámonos.

BRUNO: Espera…No me encuentro muy bien…

LA GRAN BRUJA: ¡Está empezando!

RANGHILD: ¿Qué dices? ¡Bruno! Ah…¿qué me está pasando?

(BRUNO y RANGHILD empiezan a retorcerse de dolor. Se transforman y


quedan inconscientes.)

LA GRAN BRUJA: La poción ha funcionado…son…son… (Cogiendo a los dos


ratones) ¡RATONES!

(TODAS LAS BRUJAS ríen y vitoréan).

LA GRAN BRUJA: Pronto, todos los niños del mundo serán sucios
rrroedores, y todo el mundo los odiará tanto como nosotrrras. Porrr fin
podrremos vivir en un mundo perrrfecto. Nuestra propia utopía. Nuestra
paz. Nuestra…

BEATRIZ: (Interrumpiendo) ¿Qué es ese olor?

MEDEA: ¿Qué olor?

GLINDA: ¡Yo también lo huelo! Huele a…

MINERVA: Juraría que es…No es posible…

YZMA: ¡Es inaguantable!

CASSANDRA: ¡Intolerable!

MARY: ¡Huele a caca de perro!

LA GRAN BRUJA: Será un rrrrastro que han dejado los niños al entrar.
BEATRIZ: Huele muy fuerte, muy cerca. A niño…¡No, espera! (olfatea) ¡A
niña!

LA GRAN BRUJA: ¿Cómo? ¡Todas a buscar! ¡Ahorrrra mismo!

(Todas comienzan a olfatear la sala).

CASSANDRA: ¡Aquí está! (Agarra a LA NIÑA por la camiseta y se tapa la


nariz)

LA NIÑA: ¡No! ¡Suéltame!

LA GRAN BRUJA: ¡Tráela aquí ahora mismo! (ÚRSULA lleva a LA NIÑA


ante LA GRAN BRUJA) ¡Vaya, vaya! Un 3x2. Ni que esto fuera el Carrefour.

LA NIÑA: ¡Brujas asquerosas! He escuchado todo. ¡No os saldréis con la


vuestra! (Echa a correr y esquiva a las brujas)

LA GRAN BRUJA: ¡Traedla aquí inmediatamente! (Vuelven a atrapar a LA


NIÑA. LA GRAN BRUJA la coge de la camiseta). Después de correr tanto
tendrás sed. Toma, prueba esto. (Le echa la pócima en la boca)

LA NIÑA: ¡Noooo! ¡Socorro! ¡Abuela!

(La niña se transforma en ratón. La Gran Bruja coge a los tres ratones
inconscientes por la cola y los muestra).

LA GRAN BRUJA: ¡He aquí nuestro próximo gran golpe! ¡Todos los niños del
mundo transformados en ratones!

(Todas aplauden y vitorean)

TODAS: ¡Sí! ¡Viva la Gran Bruja!

LA GRAN BRUJA: Este año va a ser grrrandioso. ¡Este año por fin
exterrminarrrremos a esas criaturas rrrepugnantes!

TODAS: ¡Espachúrralos, machácalos y hazlos desaparecer!

Escena 4 - Descubrimiento

(Los tres ratones despiertan dentro de una caja de cartón oscura).

LA NIÑA: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? No veo nada.

RANGHILD: ¿Quién habla?


LA NIÑA: ¡Eso digo yo! ¿Quién eres?

RANGHILD: Soy…

LA NIÑA: ¿Abuela?

RANGHILD: Sí, esa misma.

LA NIÑA: Oh, abuela (La abraza. Ranghlid se arrepiente de su broma)


Menos mal que estás aquí. Tenías razón, las brujas vienen a por nosotros.
¡Las he visto con mis propios ojos, abuela! ¡Son como me dijiste!
(Acariciando el brazo de Ranghild) Huy, abuela, estás muy peluda.

RANGHILD: ¿Peluda? (Silencio. Se toca los brazos. Se toca la cabeza.


Nota sus orejas. Grita.) ¿Por qué tengo pelo por todo el cuerpo? ¿Y orejas?
¿Qué me ha pasado?

LA NIÑA: Un momento…¡tú no eres mi abuela!

RANGHILD: ¡Qué lista! Claro que no soy tu abuela. Pero tampoco sé lo que
soy. ¿Qué me han hecho?

LA NIÑA: Espera, que no veo nada. (Camina un poco y choca contra una de
las paredes de la caja) Vale, esto parece cartón, voy a ver si… (Comienza a
rascar la pared hasta que abre un agujero por el que entra luz) Mejor.
Espera, ¿eres la niña que estaba con Bruno?

RANGHILD: Sí…

LA NIÑA: Ah, pues eres un ratón.

RANGHILD: ¿Qué? No, eso no es posible…Soy una persona…

LA NIÑA: Eso era antes, ahora eres un ratón.

RANGHILD: Como vuelvas a repetir eso te voy a…¡AAAAA! Qué narices.

BRUNO: ¿Por qué tantos gritos?

RANGHILD: ¡Me has mordido la…cola! Ay, dios mío, tengo cola…

BRUNO: Anda, perdón, pensaba que era un espagueti.

RANGHILD: Yo sí que te voy a dar espagueti…¡nos han convertido en


ratones por tu culpa!
BRUNO: Eh, eh, que yo nunca te obligué a venir. ¿Y dices que ahora somos
ratones? (Se mira los brazos) ¡Mola! Se acabó ir al cole. Me dedicaré a
comer y dormir durante el resto de mi vida. (Se tumba y se relaja)

RANGHILD: ¡Qué vamos a hacer!

LA NIÑA: A ver, tranquilos, tengo un plan. Mi abuela sabe mucho sobre las
brujas y su magia. Tenemos que encontrarla, ella nos ayudará.

BRUNO: ¿Podéis ir vosotras? Después de tanto chocolate me ha entrado


sueño.

LA NIÑA: Mi abuela tiene sándwiches de jamón en la habitación.

BRUNO: (Se reactiva de repente) ¡Venga, venga! ¿A qué estáis esperando?


¡Qué lentas sois!

(Bruno sale corriendo. La niña y Ranghild se miran y se encogen de hombros.


Salen)

Escena 5 - El plan

(La abuela está sola en la habitación, hablando sola).

ABUELA: ¿Dónde estará esta niña? Tendría que haber vuelto ya. La cena se
le va a enfriar. A lo mejor…No, eso es imposible. No hay forma de que eso
pudiera pasar. La niña está a salvo. El sacrificio de mi hija no fue en vano.
Helena, ¿me oyes? ¡Tu sacrificio no fue en vano! Nunca te perdonaré el
haberte ido, pero gracias a ti la niña no ha heredado nuestra mala sangre,
nuestra magia negra, nuestro don maldito. ¿Dónde se habrá metido? Tendré
que ir a buscarla o no podré comer de la preocupación. (Hace amago de salir
por la puerta. Según la abre, entran LA NIÑA, BRUNO y RANGHILD)
¡Ratones!

LA NIÑA: ¡No abuela! ¡Soy yo!

ABUELA: ¿Yo?

LA NIÑA: ¡Tu nieta!

ABUELA: (Aliviada) ¡Aaaah! Mi nieta…(Asustada) ¡Ah, mi nieta!

BRUNO: Eeeeh, qué pasaaa abuuu. A ver, ¿dónde están esos sándwiches?

RANGHILD: Señora, se lo suplico, ayúdenos. No me gusta ser tan bajita, me


siento vulnerable.
ABUELA: ¿Y vosotros quiénes sois?

LA NIÑA: Este es Bruno, el de mi clase.

ABUELA: ¿El que siempre se come tu almuerzo?

BRUNO: El mismo, señora, encantado.

LA NIÑA: Y esta es…(A Ranghild) ¿Cómo te llamas?

RANGHILD: Ranghild, ¿y tú?

LA NIÑA: La niña.

RANGHILD: Ah…

ABUELA: Pero ¿quién os ha hecho esto? Espera…han sido las brujas a que
sí.

BRUNO: Esas.

ABUELA: ¿Y os han transformado a los tres a la vez? ¿Cómo?

RANGHILD: Con una pócima que echaron en una tableta de chocolate.

ABUELA: Entiendo…

BRUNO: Hablando de chocolate, ¿dónde están esos sándwiches?

LA NIÑA: Las brujas están en el hotel abuela, cenarán aquí esta noche.

ABUELA: ¿Está la Gran Bruja?

RANGHILD: ¿Es una que habla muy rrrrrarro?

ABUELA: Esa misma.

RANGHILD: Sí, sí que está.

ABUELA: Bien, entonces no hay tiempo que perder. Si acabamos con ella, la
pócima dejará de tener efecto.

BRUNO: ¡Me muero de hambre!

RANGHILD: Oye, ¿y usted cómo sabe tanto sobre brujas? ¿No será una de
ellas?
ABUELA: Qué niña tan descarada. Sé mucho sobre brujas porque cuando
era joven me dedicaba a estudiarlas para descubrir cómo acabar con ellas.

LA NIÑA: ¿Tienes algún plan, abuela?

ABUELA: Tengo varios, pero creo que lo mejor va a ser actuar cuanto
antes. Meteros en mi bolso, nos vamos todos a cenar.

BRUNO: ¡Esa es la actitud! ¡Vamos!

Escena 6 - El Sr. y la Sra. Jenkins

(La abuela está sentada en una mesa con su bolso al lado).

ABUELA: (Hablando con su bolso) ¿Cómo estáis por ahí?

LA NIÑA: ¡Bien!

RANGHILD: No nos des más comida Abuela, Bruno se vuelve loco y no nos
deja ni probar bocado.

BRUNO: Es que estoy creciendo, necesito alimentarme bien.

ABUELA: Tranquilas, las brujas estarán al llegar. Mientras tanto os voy a


contar el plan. Tengo en el bolso 4 frascos. Son…muestras que tomé cuando
estudiaba a las brujas. El frasco azul es una pócima de invisibilidad. Tenéis
que beber 1/3 cada uno. Los otros tres frascos, los del líquido transparente,
son para que los echéis en la comida de las brujas. Es una fórmula parecida a
la que os dieron a vosotros, las convertirá en ratones casi al instante. Es
muy importante que lo tomen todas a la vez, porque si una de ellas se
convierte en ratón antes de que el resto haya probado la comida, nuestro
plan habrá fracasado.

LA NIÑA: ¡Qué nervios!

RANGHILD: ¿Y tenemos que ir los tres? Porque no sé si Bruno lo ha pillado.

ABUELA: ¡Shhhh! No hables de Bruno, sus padres están aquí al lado.

BRUNO: ¿Qué están cenando mis padres?

ABUELA: Una pizza, parece.

BRUNO: ¿¿¿Sin mí??? Oh, no, no, eso sí que no lo tolero.

ABUELA: ¡Shhhhh! ¡Quieto ahí!


(Entran Sr. y Sra. Jenkins, con aire altivo y cara de pocos amigos)

SR. JENKINS: (A la ABUELA) Buenas noches, Abuela.

ABUELA: ¡Buenas noches! Qué casualidad encontrarnos por aquí.

SRA. JENKINS: Desde luego. Hemos venido con nuestro hijito a pasar las
vacaciones.

ABUELA: Lo mismo he hecho yo con mi nieta.

SR. JENKINS: De eso queríamos hablarte, hace horas que no vemos a


Bruno y nos preguntábamos si estaba con La Niña.

ABUELA: No…no creo. Mi nieta lleva todo el día en la habitación con mucho
dolor de tripa.

SR. JENKINS: El caso es que hemos oído que mencionabas el nombre de


Bruno, y por eso nos hemos acercado.

ABUELA: Ah, ¿eso? No, no estaba hablando de su hijo. Estaba cantando una
canción…No se habla de Bruno, no, no, no, no se habla de Bruno…
nananannaaaa.

SRA. JENKINS: Bueno. Por favor, si lo ves dile que tenemos pizza mil
delicias para cenar, su favorita.

SR. JENKINS: Y que como no vuelva antes de las 12 no volverá a comerla


en su vida.

BRUNO: (Pega un grito ahogado)

SR. JENKINS: ¿Qué ha sido eso?

ABUELA: Nada, el juguete de mi perro que a veces parece que tiene vida
propia.

SRA. JENKINS: ¿Tienes un perro? ¡Me encantan! ¿De qué raza?

ABUELA: Un ratonero.

SR. JENKINS: Bueno, te dejamos cenar tranquila. Si te enteras de algo ya


sabes.

ABUELA: ¡Eso está hecho, majos! (Se van). Qué poco ha faltado.
(Desde dentro del bolso).

RANGHILD: ¡Bruno no te bebas la pócima!

BRUNO: ¡Tengo mucha sed! Ese solomillo estaba saladísimo.

RANGHILD: ¡Vas a cargarte el plan!

ABUELA: ¡Sr. y Sra. Jekins esperad! Ya sé dónde está Bruno.

SR. JENKINS: ¿Sí? ¿Dónde?

ABUELA: Os lo digo si me prometéis que mantendréis la calma.

SRA. JENKINS: ¿Qué ha pasado?

ABUELA: Mirad dentro de mi bolso.

(SR. y SRA. JENKINS miran dentro del bolso. SR. JENKINS pega un grito
y se esconde detrás de la SRA. JENKINS)

SRA. JENKINS: ¿Pero qué broma de mal gusto es esta? ¡Se lo voy a contar
a mi abogado!

SR. JENKINS: Bromear con nuestro hijo desaparecido…¡y además con esos
asquerosos ratones! Debería darle vergüenza.

ABUELA: Ahora Bruno es un ratón y les ruego que se lo lleven, por el bien
de todos.

SR. JENKINS: Tú no estás bien de la cabeza, háztelo mirar. Vamos


querido.

SRA. JENKINS: Adiós. (Salen)

ABUELA: (Al bolso) He hecho lo que he podido. Dónde estarán estas


arpías…

LA NIÑA: ¡Abuela! ¡Las brujas! ¡Ahí están!

ABUELA: Antes lo digo… ¡Rápido! ¡Tomaos la pócima de invisibilidad!


Tenemos que actuar con precisión.

RANGHILD: Abuela…Bruno se ha dormido.


Escena 7 – La batalla final

(Las Brujas están sentadas en la mesa hablando de sus cosas mientras


comen el primer plato. Mientras tanto, LA NIÑA, RANGHILD Y BRUNO
están echando en su comida la pócima).

BEATRIZ: Pues el otro día vi a Matilda y está muy desmejorada.

ÚRSULA: Normal, con la de niños que tiene que aguantar la pobre…

BEATRIZ: Eh, que me dijo que el otro día le pararon dos mocosos por la
calle, y claro, para disimular se hizo hasta una foto con ellos.

ÚRSULA: Y las charlas en los colegios…no sé cómo lo aguanta.

YZMA: A mi me han dicho que se operó la nariz para no poder oler nada.

GLINDA: Yo también lo he oído.

BEATRIZ: En fin…

ÚRSULA: Pues, ¿a que no sabéis a quién vi yo el otro día? A Remus.

(Todas contienen la respiración)

AGNES: ¿Lupin?

ÚRSULA: Eso es.

BEATRIZ: ¿Te dijo algo?

ÚRSULA: Me volvió a sacar el tema de la custodia del gato. Yo le he dicho


que haberlo pensando antes de liarse con Sabrina.

BEATRIZ: Es que eso es caer muy bajo ehh.

(LA NIÑA, BRUNO Y RANGHILD terminan de echar la pócima. Entra LA


GRAN BRUJA)

LA GRAN BRUJA: Ya he vuelto, ¿me he perrrdido algo?

BEATRIZ: Hablábamos de Lupin y Sabrina.

LA GRAN BRUJA: Ahhhh, sí, a los dos los conozco bien, y los dos me caen
igual de mal.

(Todas se ríen. Siguen hablando de fondo).


RANGHILD: ¿Se lo habéis echado a todas?

LA NIÑA: A todas, todas.

BRUNO: Misión cumplida.

RANGHILD: Muy bien, ahora sólo queda esperar…

(Las brujas comienzan a retorcerse).

MARY: Huy, me encuentro rara.

CASSANDRA: De repente me duele todo el cuerpo.

AGNES: ¿Qué me está pasando?

MEDEA: ¡Socorro! ¡Estoy encogiendo!

GLINDA: No siento los brazos.

ÚRSULA: ¡Gran Bruja, ayúdanos!

LA GRAN BRUJA: Yo me encuentrrrro bien…Qué extraño.

YZMA: ¡La sopa!

TODAS LAS BRUJAS: (Mientras encojen, hablando cada vez más agudo)
La sopa, la sopa, la sopa…

LA GRAN BRUJA: Aún no la he probado, estaba en el baño.

LA NIÑA, BRUNO Y RANGHILD: ¿¿¿¿Qué?????

LA GRAN BRUJA: ¡Que estaba en el baño! Espera…¿quién ha dicho eso?


(Olfatea) ¿Sois vosotros a que sí?

LA NIÑA: ¡Nos ha pillado!

BRUNO: ¡Corred!

LA GRAN BRUJA: ¡No escaparéis!

ABUELA: (Entra) Sí lo harán.

LA GRAN BRUJA: ¿Hermana?

LA NIÑA, BRUNO Y RANGHILD: ¿¿¿¿Hermana???


ABUELA: Virginia…

LA GRAN BRUJA: ¡No me llames así! ¿Qué haces aquí?

ABUELA: Pararte los pies de una vez.

LA GRAN BRUJA: ¿Ya estamos otrrrra vez con esas? ¿Cuándo vas a dejar
de ponerte en rrrridículo?

ABUELA: Cuando dejes de tener tan mala sangre.

LA GRAN BRUJA: Eres tú la que niega su propia naturaleza. Una brrruja


buena…eres un disparate andante.

LA NIÑA: Abuela, ¿de qué habláis?

RANGHILD: ¡Sabía que era una bruja!

BRUNO: Se me ha cerrado el estómago.

ABUELA: (A LA NIÑA) No quería que te enterases así.

LA NIÑA: ¿Yo también soy una bruja?

ABUELA: No, cariño, tu madre sacrificó su alma para quitarte la maldición


de la magia negra.

LA NIÑA: Jo, yo quería ser una bruja.

LA GRAN BRUJA: ¡Basta de chácharra! Habéis sido vosotros los que habéis
convertido a mis amigas en ratones, ¿verrrdad?

ABUELA: Sí, ¿quieres unirte a ellas?

LA GRAN BRUJA: Iba a hacerrrte la misma prrregunta.

(Ambas sacan sus varitas y comienza una batalla de magia invisible).

ABUELA: ¡No volverás a hacer daño a ningún ser vivo!

LA GRAN BRUJA: ¡Tu magia ya no es nada contra mí! ¡Estás oxidada!

BRUNO: ¿Quién va ganando?

RANGHILD: No sé, no se ve nada.


(La ABUELA comienza a sentirse más débil, LA GRAN BRUJA está
ganando).

LA NIÑA: ¡No! Abuela, ¡tú puedes! ¡Vamos! ¡Abuela! ¡Abuela! ¡Abuela!


(BRUNO y RANGHILD la siguen) ¡Abuela! ¡Abuela! ¡Abuela!

(La ABUELA va poco a poco ganando terreno y LA GRAN BRUJA empieza a


debilitarse)

LA GRAN BRUJA: ¿Cómo es posible? Llevas décadas sin usar tu magia.

ABUELA: Tengo que luchar por mi nieta.

LA GRAN BRUJA: ¡No! ¡Nooooo! (Cae inconsciente al suelo) Por favorrrr,


podemos llegar a un acuerrrdo.

ABUELA: ¿Qué acuerdo?

LA GRAN BRUJA: Puedo devolver a los niños su forma humana.

ABUELA: ¿A todos los del mundo?

LA GRAN BRUJA: ¿Qué?

ABUELA: A todos los del mundo o no hay trato.

LA GRAN BRUJA: Venga, acaba conmigo entonces, me niego a deshacer


todo mi trabajo.

BRUNO: ¡Esperad! Yo quiero seguir siendo un ratón.

ABUELA y LA GRAN BRUJA: ¿Qué?

BRUNO: No quiero ser un niño, me gusta ser un ratón y pasarme el día


comiendo y durmiendo. Por favor, dejadme ser un ratón.

ABUELA: Bueno…

RANGHILD: Yo también. Paso de ir al cole. Además así puedo gastar


bromas a la gente y reírme de ellos.

LA NIÑA: Yo NO quiero seguir siendo un ratón.

LA GRAN BRUJA: Vale hermana, a ver qué te parece esto: devolveré a su


forma humana sólo a los niños que me lo pidan, así desharé el mal que he
hecho y haré el bien.
ABUELA: Bueno, supongo que eso es una manera de arreglarlo.

RANGHILD y BRUNO: ¡Bien!

LA GRAN BRUJA: ¿Y qué pasa con mis amigas?

ABUELA: Seguro que agradecen no tener que seguir odiando a los niños.
Tiene que ser agotador.

LA GRAN BRUJA: Sí, la verrrdad es que lo es…creo que me operrrrarré la


nariz y volverrré a luchar por mi verrrdadero sueño, ¡montarrr una
discoteca silenciosa de techno nórdico!

ABUELA: ¡Así se habla hermana!

LA NIÑA: Bueno…¿puedo volver a ser humana ya?

LA GRAN BRUJA: Sí, sí, perrrdón. (Hace un gesto con las manos y LA
NIÑA vuelve a ser humana)

LA NIÑA: Yujuuuu. ¡Abuela! (La abraza) ¡Ya no tengo pelo en la tripa!

BRUNO: Yo me voy a la cocina ¿vienes Ranghild?

RANGHILD: Venga, sí, que me has contagiado el hambre.

(Salen).

LA GRAN BRUJA: Bueno, yo también me voy, tengo muchos niños que


rrreeetransformar. ¡Nos vemos pronto familia!

(Sale).

ABUELA: (A la GRAN BRUJA mientras se aleja) Pero sin ratones, eh.

LA NIÑA: Abuela, ¿y ahora podemos ir a la piscina?

ABUELA: Claro, pero primero deja que me siente un momento, esto de


salvar al mundo agota.

LA NIÑA: Puedo ir yo sola, si quieres.

ABUELA: ¿Sabes qué? Y estoy recuperada. Vamos cariño.

LA NIÑA: Oleee, ¡a nadar!


FIN

También podría gustarte