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FACULTAD DE DERECHO
DERECHO ROMANO 1
SÍNTESIS CRÍTICA
GRUPO: 8201D
La monarquía barca desde la fundación de Roma (754 a.C.) hasta la expulsión de Tarquino
el soberbio, el último rey etrusco (509 a.C.), las instituciones existentes fueron las
siguientes:
El rey, era el jefe estable, vitalicio y titular de un poder unitario dentro de una comunidad
de ciudadanos.
El senado, los senadores eran los jefes de las gens (patres), los miembros más ancianos y
poderosos que formaban el consilium regis y a los que retornaba el poder en cada
interregnum. El nombramiento de los senadores era competencia del rey, aunque no en
forma arbitraria, sino que era basado en ciertas tradiciones consuetudinarias.
Los comicios por curias, la primera organización social de los ciudadanos romanos fue por
curias, que en latín arcaico curia significó lugar de reunión. Su origen se debe a una
división de la población romana, probablemente con fines religiosos y militares, aunque en
realidad cada curia tenía sus propios jefes militares (decurión) y sus propios cultos.
Los comicios por centurias, organización del pueblo romano surgida a partir de una reforma
política de Servio Tulio, basada en un censo económico dio origen a la formación de 193
centurias divididas en cinco clases y la determinación de cada clase de las centurias de
jóvenes y ancianos, con las centurias de caballeros y las demás siguiendo el criterio de la
estructura militar de origen etrusco.
En los primeros tiempos, únicamente los “quirites o patricios” integraban los cuerpos
cívicos de Roma. Los otros hombres libres, los plebeyos, fueron logrando su paulatina
insertación al actuar en el ejército y participar en los comicios centuriados, se añadirán
después contingentes latinos que Roma anexaría.
El rey fue sustituido por dos magistrados entre ambos se repartió la autoridad suprema del
Estado, cada uno gozó del imperium, en un principio hubo una división de atribuciones,
encargándose uno del mando militar y el otro de la administración de justicia.
Los comicios por centurias ocuparon un papel decisivo en el orden político romano al haber
apoyado a los patricios para expulsar a los etruscos de la Península. Es así como durante los
primeros siglos de la República, los órganos políticos más importantes: senado, comicios y
magistraturas estuvieron integrados únicamente por patricios, quedando, por tanto,
excluidos de esta organización los plebeyos. Esta situación provocó que los plebeyos
decidieran coaligar sus fuerzas para obtener un lugar en la política, creando el tribuno de la
plebe y de los consiliaplebis.
La economía romana de los primeros siglos de la República era de corte agrario, tras la
derrota de los enemigos, sus tierras formaban parte del ager publicus, al cual sólo tenían
acceso los patricios. Esta diferencia económica sitúo a los plebeyos en una posición
clientelar frente a los patricios.
Con el fin de equipar sus derechos políticos y económicos, los plebeyos decidieron
abandonar la ciudad de Roma e ir al Monte Sacro en donde se nombró por primera vez a un
magistrado, al tribuno de la plebe, elegido en asamblea plebeya denominada consilia plebis,
sus poderes residían en la defensa de los intereses de los plebeyos en contra de leyes,
órdenes del senado, elecciones o convocatorias a comicios manejados por los patricios, en
busca de la igualdad se dio en el año 367 a. C. cuando las leges liciniae sextiae señalaron la
obligación que uno de los dos cónsules debía ser de origen plebeyo.
Los elementos integrantes del ordenamiento político republicano fueron tres: las
magistraturas, el senado y las asambleas populares. Las magistraturas era el cargo político
en virtud del cual su titular tenía la facultad de ejercer en nombre de la res publica romana
una serie de atribuciones a favor de los ciudadanos.
Las diversas tareas que requería la res publica fueron confiadas a diversos individuos a fin
de llevar a cabo especiales y concretas tareas. Había dos términos que definían su poder:
Imperium, concebido bajo dos aspectos distintos, según se ejerciera dentro del recinto de la
ciudad (imperium domi) o fuera de él (imperium milite); este último no sólo era referente a
la guerra, sino que respondía a funciones administrativas o jurisdiccionales que se ejercían
también en los territorios sojuzgados al poder de Roma.
Potestas, designaba el poder de todas las magistraturas y se ceñía a la facultad que tenía el
magistrado de expresar su voluntad en forma de edictos, de acuerdo a su jurisdicción y a un
determinado poder de imposición posibles candidatos y éstos votaban de acuerdo a la
investidura del magistrado.
Los magistrados eran responsables de sus actos; debían rendir cuentas de su actividad al
finalizar el desempeño del cargo, pudiendo ser llamados a comparecer en un proceso
criminal público; asimismo, el cargo era gratuito, máxime porque se trataba de un honor
para un ciudadano romano ocupar un cargo público. El senado.
El senado Estaba integrado por las personas políticamente más destacadas, la distinción
entre patricios y plebeyos se reflejó en la frase de patres et conscripti. En el 339 a. C. la Lex
Publilia Philonis abolió la diferencia entre ambos grupos senatoriales. Asambleas
populares.
El sentido conservador de los romanos les hizo hacer coexistir hasta cuatro tipos de reunión
(comdtium) de la ciudadanía, originados en distintas circunstancias y con distintos
presupuestos y finalidades.
El comicio tribado, organizado sobre la misma base del concilio de la plebe (la distribución
de la ciudadanía según la ubicación de sus fundos en las tribus territoriales).
Atribuciones. — Los tres últimos tipos de asamblea popular suelen tener promiscuamente
atribuciones legislativas, electorales y judiciales, aunque haya especificidad o graduación
en cuanto a qué magistrados elige o qué clase de juicio penal resuelve cada asamblea.
En el periodo republicano, las leges emanadas de los comicios se convirtieron en fuente del
derecho. La lex era una disposición presentada por un magistrado (rogatio) a fin de que
fuera aprobada por el populus. Estas leges rogatae se distinguían de las leges datae porque
éstas eran dictadas directamente por el magistrado sin la intervención de ninguna asamblea
popular. Los plebiscitos en cambio eran las disposiciones que establecían los consilia plebis
previa consulta por parte del tribuno de la plebe. A partir de la expedición de la Lex
Hortensia del 286 a. C. los plebiscitos fueron equiparados a las leges.
En los primeros años de la República y dentro del conflicto surgido entre la clase patricia y
plebeya fue aprobado en el año 451-450 a. C. un conjunto de normas conocidas con el
nombre de la Ley de las XII Tablas. Redactado por una comisión integrada por diez
magistrados (decemviri legibus scribundis), razón por la que también se le conoce como la
ley decenviral que contenía reglas jurídicas relativas a procedimientos judiciales, al derecho
criminal y al derecho sucesorio.
El Imperio El imperio refiere a una época de gran importancia de Roma, fue considerada de
los años 27 a. C. a 476 d. C, en su tiempo fue considerado la civilización más grande y
poderosa de la historia Se dividía principalmente en dos territorios: el de Oriente y
Occidente.
Imperio Principado El Principado estaba constituido como diarquía, un gobierno con dos
representantes, por un lado, se encontraba el príncipe de Roma y por otro el Senado y las
Magistraturas. Su sistema político aparece en un principio como un compromiso entre las
tradicionales instituciones de la res publica y la realidad y necesidad de un poder
autocrático.
Cuando Octavio regresó a Roma (27 a. C.), le fueron conferidos varios títulos y honores,
entre ellos el juramento de fidelidad que le confirmaba como jefe del ejército, tanto en Italia
como en las provincias, logrando tener al Estado bajo su potestas. También se le designó
con el apelativo de princeps, término aplicado a aquellos que ocupaban el primer puesto
entre los senadores (princeps senatus). También se le otorgó el imperium proconsulare sin
límites cronológicos de duración, ni territoriales de extensión, Tal imperium aparte de
confirmarle en el gobierno directo de las provincias, era infinitum, extendiéndose por tanto
a Roma y a Italia y, como también era maius, se encontraba investido de un imperium
superior frente a todos los demás órganos del Estado.
De esta manera, Octavio fue llamado a regir al Estado romano, a restaurar los valores
religiosos y nacionales, a restablecer la paz. Así el título oficial de princeps se convertiría
en el usual para designar a aquél cuya voluntad predominaba en toda la vida del Estado.
Las instituciones políticas que funcionaron durante el periodo del Principado fueron: el
príncipe, el senado, los comicios por tribus y los comicios por centurias.
PRINCIPE Augusto no tuvo una designación única, su poder se fue componiendo con
potestades, atribuciones y misiones que se le fueron concediendo sucesivamente. Todas
ellas tenían un origen republicano: Los poderes más importantes fueron el imperium
proconsulare maius et infinitum y la potestad tribunicia.
Aparte de muchas otras potestades, cargos, prerrogativas y títulos, buena parte del poder de
Augusto consistía en su auctoritas y en la amplia e indefinida cura et tutela reipublicae
(cuidado y protección del estado) que le había encomendado el Senado.
Los cuidados, funciones y misiones que el Senado le iba confiando, hacían necesario que el
Príncipe nombrara, de entre sus amigos y auxiliares, delegados o colaboradores fueron
sustituyendo a magistrados y pro magistrados en el manejo de los intereses públicos.
Las magistraturas
La dictadura y el tribunado fueron dos de las magistraturas que hubieron de desaparecer
cuando fueron integradas a los títulos del princeps. Continuaron durante el Principado el
consulado, la censura, la pretura, la edilidad y la cuestura. El consulado fue la magistratura
que se resistió al Principado, perdiendo en provecho del príncipe todo poder de dirección
política; se le privó del imperium militi y se le limitó en el domi. Para compensar la pérdida
de su poder político Augusto les atribuyó competencia en asuntos judiciales, ya en la esfera
de la jurisdicción voluntaria o en la contenciosa.
Comicios
La época de Augusto, se destacó por el gran número de leyes, sobre todo en materia
procedimental y de derecho privado. Las últimas leyes rogadas que se conocen son de la
época de Nerva (96-98 d. C.). Su función electoral la mantuvieron de forma muy limitada,
convirtiendo su intervención en una simple formalidad. A partir de Tiberio (14 a. C.–37 d.
C.) se facultó al senado para elaborar la lista única de candidatos, de modo a que los
comicios sólo les quedó aprobarla.
Instituciones imperiales:
En la nueva organización política, fue muy importante la producción de un nuevo derecho
con la participación del príncipe. Las normas emanadas directamente del emperador
recibieron el nombre de constitutiones prínceps; Cuatro fueron las formas que podían
revestir dichas normas de acuerdo a su contenido: edicta, decreta, mandata y rescripta.
Edicta
Normas en las que el emperador daba directrices, incluso a los gobernadores de las
provincias senatoriales, estableciendo principios y normas que los magistrados,
funcionarios y súbditos debían seguir.
Decreta
Manifestación concreta del poder jurisdiccional que había asumido el emperador, pudiendo
juzgar en primera y única instancia, bien por el recurso de las partes o magistrados, bien por
propia iniciativa
Rescripta
Respuestas escritas dadas por el emperador a preguntas que le dirigían por escrito los
magistrados y los particulares.
Mandata
Instrucciones impartidas a los funcionarios imperiales y a los gobernadores de las
provincias.
Jurisprudencia.
El derecho que se desarrolló durante el Principado fue denominado clásico, La antigua
función de los jurisconsultos de emitir responsas a los requerimientos de los particulares en
las formas de cavere (intervención en la formulación y redacción de negocios jurídicos),
agere (intervención en la esfera procesal) y respondere (parecer de un asunto cuestionado)
continuaron como típicas. Sólo la actividad de respondere del ordenamiento se mantuvo
durante el Principado gracias a la tendencia del príncipe de subordinar a los juristas
regulando su actividad a través del otorgamiento del ius publicae respondendi ex auctoritas
principis.
Senado consultos.
Aun y cuando el senado sufrió una pérdida sustancial de autoridad en favor del predominio
político del príncipe, se vio formalmente ampliado en el ámbito de sus competencias. Se
permitió que dictase normas jurídicas para que sustituyese la casi agotada legislación
comicial a través de los senadoconsultos. Con el tiempo, el senado quedó sometido al poder
del emperador, perdiendo su facultad de emitir iniciativas de normas por sí mismo, su
actividad se ciñó a aclamar formalmente las iniciativas presentadas por el emperador.
Edicto de magistrados:
Algunos magistrados, entre ellos los pretores, continuaron expidiendo su edicto anual, pero
en el año 130 a. C. el edicto del pretor encontró una formulación definitiva por órdenes del
emperador Adriano (117-138 d. C.) y sus colaboradores, entre ellos el jurista Salvio
Juliano, quien estableció que el edicto se publicaría en adelante sin modificación alguna, a
no ser que éstos fueran introducidas por el emperador.
Leyes.
Si bien desde finales de la República los comicios habían perdido paulatinamente sus
funciones legislativas, fue Augusto quien intentó revitalizar esta función popular, para lo
cual, él mismo presentó a los comicios entre los años 18 y 17 a. C. una serie de iniciativas
de leyes de carácter público y privado.
El emperador
Tras las reformas de Diocleciano y de Constantino, el Imperio asumió la estructura de una
monarquía de corte absolutista. Cesó el aparente gobierno entre el emperador y el senado y
se liberó al emperador de la tiranía de las milicias. El nombre de imperator o mejor dicho
dominatus remplazó definitivamente el título de princeps; los epítetos de Augusto y César
se convirtieron en títulos oficiales de los monarcas. Se concentró todo el poder en el
emperador, Con poderes omnímodos, extendió su campo de acción a toda la política
exterior, a la financiera, abarcaba todos los aspectos de la administración pública e incluso
el de la legislación.
El comitatus
El carácter absolutista del Dominado originó la distinción entre oficiales encargados de
servicios públicos de la administración central y de personas al servicio de la persona del
emperador y de su familia.
En el régimen del Dominado reapareció una institución análoga a la que se le dio el nombre
de sacrum consistorium (consistorio) y a él pertenecían los altos cargos de la
administración central con funciones heterogéneas. La dirección suprema del consistorio
correspondió al emperador y, por ende, las decisiones.
La burocracia imperial Una de las características más importantes del Dominado fue la
burocracia creada en época de Diocleciano y Constantino, estuvo compuesta en sus cuadros
más generales y de acuerdo a los escalones administrativos por una burocracia central
(prefecto del pretorio, jefes de milicia, cuestor de palacio, notarios, jefes de las oficinas de
la cancillería imperial, etc.) y por una burocracia regional (prefectos de la ciudad de Roma
y de Constantinopla, vicarios, procónsules, cónsules civiles o militares, correctores, etc.
Las antiguas magistraturas y el senado La cuestura y la pretura se convirtieron en dos
cargos municipales para las dos capitales, Roma y Constantinopla, sus titulares eran electos
por el senado y confirmados por el emperador; su misión consistió en organizar los juegos
públicos. Los ediles y el tribunado desaparecieron; solamente el consulado conservó cierto
prestigio, debido a que el emperador cada año nombraba dos cónsules, uno para el Oriente
y otro para el Occidente.
Durante el Dominado, los emperadores rara vez residieron en Roma y su contacto con el
senado fue mínimo. Por otra parte, el senado creado en Constantinopla no heredó ni la
tradición, ni el poder que había gozado el romano y se contentó con la modesta
intervención en la vida pública que le concedía el emperador.
El derecho creado por el emperador dirigido a todos los súbditos del Imperio fue
denominado en su conjunto como generales constitutiones o leges. Estas nuevas
disposiciones jurídicas podían ir dirigidas a uno de los senados imperiales, a altos
funcionarios del Estado o a todos los habitantes del Imperio. Las constituciones imperiales
en este periodo evolucionaron hacia nuevas formas de crear el derecho. Los principales
tipos de leges fueron:
Edicta:
Leyes publicadas directamente ad populum o dirigidas a la población de una determinada
región, provincia o ciudad, o bien, se dirigían a los más elevados funcionarios del Imperio,
a quienes se les confiaba la misión de darles publicidad.
Orationes:
Fueron una derivación de aquéllas que promovían los senadoconsultos durante el
Principado, pero a partir del Dominado se equipararon a una ley imperial, que para obtener
vigencia se requería su promulgación por el senado de Roma o Constantinopla.
Mandata:
Decisiones administrativas que durante el Dominado perdieron su carácter de fuente formal
de Derecho, ya que las instrucciones dadas a los funcionarios en particular se daban
mediante leyes generales.
Sanctiones pragmaticae:
Disposiciones relativas a provincias concretas o a determinado grupo de personas,
destinadas a resolver problemas transitorios, pero emitidas por razones de urgencia y casi
siempre a petición de autoridades o entidades públicas.
De iura
Los juristas se dieron a la tarea de producir breves manuales de escritos de los juristas
clásicos a fin de responder a las necesidades de uso diario. Los escritos más importantes
fueron, entre otros, el Libro de Reglas de Ulpiano, cinco libros de Sententiae de Paulo, el
epitome de Gayo, los Libri Excusationum de Modestino, las Notas de Trifonio y de Paulo,
etc.
De leges
Papirio Justo realizo una colección de veinte libros de las constituciones de la época de
Marco Aurelio (161-180 d. C.) y de su coemperador Lucio Vero (161-19 d. C.). En el
reinado de Diocleciano se publicaron dos colecciones privadas de constituciones realizadas
por dos juristas Gregorio y Hermógenes, denominados Codex Gregorianus y Codex
Hermogenianus, respectivamente. Con la caída del último emperador romano de Occidente
en al año 476 d. C. culmina la Edad Antigua y da inicio la Edad Media.
Bibliografía.