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Ecología Humana

Escrito individual de la psicología ambiental a la ecología humana

Nombre

Escuela De Ciencias Sociales Artes y Humanidades

(ECSAH)

Programa: Psicología

Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)

La Ecología y sus beneficios

La ecología ambiental ha venido tomando peso y relieve internacional; desde las iniciales

protestas de ONG ambientalistas se ha pasado a una toma de conciencia más amplia que ha

llevado a que organismos multilaterales incluyan en sus agendas de trabajo la cuestión ambiental

de manera paralela a las primeras reacciones un tanto desarticuladas que se dieron en el

planeta ,más como mecanismo de reacción y rebelde, secuela de las revoluciones de finales de

los años sesenta— empezó a hacer carrera una vertiente más radical que muy pronto se llamó

deep ecology, principalmente postulada como teoría por Arne Naess (1) y George Sessions, y

como movimiento social y también financiero llevada a la práctica por organizaciones como
Greenpeace Sin pretender hacer un estudio amplio sobre el tema, intentaremos ofrecer una

perspectiva analítica y realista sobre cada una de las partes de este binomio clave para la

subsistencia del mundo

La plataforma ideológica de la ecología profunda se puede resumir en los siguientes ocho

postulados

1. El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no humana en la Tierra tienen un valor en

sí mismos Por un lado, bienestar y progreso humanos no son valores de la misma categoría; el

que vayan interrelacionados no los hace ontológicamente equiparables: al progreso humano

se llega antes por el bien ser que por el bien estar creado por el hombre .

2. La afirmación sobre la necesidad de reducir la población humana para garantizar el

progreso se muestra cada vez más inconsistente (5): las enseñanzas que dejan la

biología y la historia; la realidad demográfica de América y del mundo en el siglo XX

(6); el fenómeno de las migraciones; el desempleo en grandes capas sociales; las

consecuencias políticas de la baja natalidad.

3. Es cierto que es necesario incidir en las estructuras económicas, tecnológicas e

ideológicas, pero en un sentido diverso al planteado por la ecología profunda: las

nuevas políticas nacionales e internacionales han de ir paralelas a la verdad encerrada

tanto en el hombre como en el mundo no humano; es decir, lejos de soportarse en

planteamientos relativistas y que ignoren la ley natural deben estar sustentadas en la

ecología humana.
4. En el campo de la ecología general: ahora el hombre busca cambiar también su propia

naturaleza, su biología, su potencial hereditario, su organización social desde el

mismo núcleo familiar, constituyéndose a sí mismo en sujeto manipulable de

experimentación.

5. la ecología general se estudian las relaciones entre los ecosistemas vivientes, mientras

que la ecología humana tiene también la perspectiva de las relaciones interpersonales

y culturales. Si con el descuido de la primera ecología se producen crisis ambientales,

con la negligencia en la ecología humana se llega a trances mucho más graves: crisis

humanas y desastres culturales.

6. En este terreno se muestra más urgente la necesidad de desarrollar la ecología

humana transformación debe incluir un cambio de mentalidad, con nuevos estilos de

vida que lleven a una auténtica solidaridad de alcance mundial, inspirada en los

valores de la caridad, la justicia y el bien común.

7. El hombre como en el mundo no humano; es decir, lejos de soportarse en

planteamientos relativistas y que ignoren la ley natural deben estar sustentadas en la

ecología humana.

8. La ecología general de la ecología humana es su proyección divergente: la primera

mira más al origen de las especies y a las consecuencias derivadas de él, mientras que

la segunda está más orientada al futuro del hombre, a su porvenir.

La psicología ambiental a la ecología humana


La psicología ambiental parte de la necesidad de mirar el medioambiente desde todas las

perspectivas que el ser humano pueda alcanzar a ver y analizar, una interdisciplinariedad en los

estudios profesionales y culturales, desde la psicología cognitiva, la sociología, la antropología,

la filosofía, las ciencias administrativas, económicas, tecnológicas, cibernéticas, siendo una de

las áreas de la ciencia más nombradas últimamente por como nuestro planeta nos habla en sus

dimensiones climática, orgánica, sistémica y evolutiva, moviendo la brújula del tiempo y espacio

hacia un mismo sentir y consentir para que el ser humano haga la parte que le corresponde desde

todas las áreas de su vida, vinculando el cuidado, prevención, confirmación de situaciones que

lleven a un medioambiente seguro e ideal desde lo singular a lo particular y global y el problema

es de complicado discernimiento pese a los alentadores discursos de los partidarios de los

modelos biologicistas y mecanicistas en psicología, las barreras entre la estricta percepción

fisiológica y la percepción social se difuminan, en el ser humano, junto con su constitución

orgánica y las posibles influencias del medio sobre ella, existe un patrón de carácter

cognoscitivo, interpretativo que implica, sobre todo, que no existe pasividad ante el entorno se

elimina con ello la posibilidad de una respuesta basada exclusivamente en los estímulos del

mundo circundante pensemos ahora en la vida urbana, junto al medio geométrico que define la

estructura de toda ciudad y que prefigura cierta forma de entender la realidad física, deben darse

otros focos perceptivos


Elementos centrales de aporte psicológico

 En el actual contexto de crisis ambiental se instala la necesidad de discutir el modelo de

sociedad, repensando el lugar del ciudadano en la construcción de un entorno sustentable

la Psicología Ambiental

 consistencia internas de dos escalas tendientes a conocer las actitudes que tiene el ser

humano en la escalas en la escala ambiental


 Las frecuentes referencias al deterioro ambiental sugieren la existencia de una situación

alarmante que interpela el lugar del ciudadano en la construcción de un entorno

sustentable y en la adopción de actitudes, valores y conductas pro ambientales

En la interacción social La vida en una ciudad parece realmente simple si se contempla desde el

sentido común, y esa impresión se debe básicamente a su aspecto rutinario el ciudadano

encuentra que su vida está organizada prácticamente hasta el más nimio detalle incluso se

disfruta del tiempo libre de una forma masificada, repetida mil y una veces en otros tantos

sujetos, lo que esa uniformización de la dinámica vital nos lleva a comprender es que la ciudad

ofrece a todos y cada uno de sus habitantes una idéntica gama de ofertas. cierto que podríamos

entrar en una discusión inacabable sobre este detalle si consideramos, por ejemplo, que no todos

los individuos poseen el mismo nivel económico pero esa dinámica no tendría sentido y, por lo

demás, siempre podría demostrarse que dentro de cualquier nivel imaginable, las opciones

posibles son las mismas, pero despachar el asunto tan fácilmente no es útil de cara a una

explicación profunda del problema que nos ocupa, Bajo ese barniz de lo rutinario subyace una

compleja e intrincada red de fenómenos externos al individuo que van a generar en él multitud de

procesos y estados internos las explicaciones sociológicas y antropológicas (Boas, 1911; Morris,

1969; Inglehart, 1991) nos dicen desde hace decenios que toda forma de vida en grupo impone

esquemas o modelos rígidos de conducta admisible o socialmente aceptada por la comunidad no

es esa clase de esquemas, sin embargo, la que nos compete aquí. nos interesa conocer, ante todo,

lo que el sujeto sometido a ellos realiza para adaptarse a ellos y desarrollarlos con la habilidad

que las exigencia ambientales requieren esto es así porque bajo la vida aparentemente rutinaria
de la ciudad subyace una enrevesada estructura de esquemas que sólo ofrecen flexibilidad a

medio o largo plazo puesto que cambian en la medida del tiempo histórico, bien por el

surgimiento de nuevos movimientos sociales, bien por nuevos designios administrativos esta

estructura consta de dos tipos de elementos físicos y sociales.

Referencias bibliográfica

 Gamboa-Bernal, Gilberto A. (2011). Ecología humana y ecología ambiental: binomio

clave. Persona y Bioética, 15(1),5-9. ISSN: 0123-

3122. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83221409001
 Vidal, T. (2015). Psicología Ambiental ¿Disciplina de la Psicología u objeto

interdisciplinario? (Spanish). On the W@terfront, Vol. 34(3). (pp. 5-26).

 https://www.raco.cat/index.php/Waterfront/article/view/288564/376847

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