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INTRODUCCIÓN
1
No se ha definido la fecha de la fundación de la villa de Trujillo debido a la pérdida del primer libro de
cabildo de Trujillo. Zevallos Quiñones propone esa fecha a partir de la fecha de salida de Diego de
Almagro y Pedro de Alvarado de Piura en dirección a Pachacámac, fundando la villa de Trujillo en el
camino.
el pueblo de Sacop2 a la recién fundada villa de Trujillo para bautizarlos y a que
sirvieran de mano de obra de la nueva población 3. Cuando Francisco Pizarro llegó a
Trujillo en marzo del año siguiente se concertó con el clérigo Diego Fernández “para
que celebre los oficios divinos”. Tempranamente se dio inicio a la construcción de la
iglesia mayor, fundándose además la cofradía de la Inmaculada Concepción.
2
Este pueblo se ubicaba a dos leguas de Trujillo, aunque el documento que hemos consultado no precisa
la ubicación exacta.
3
Jorge Zevallos Quiñones (1996) Los fundadores y primeros pobladores de Trujillo, Ediciones de la
Fundación Pinillos.
convirtieron a Trujillo en un foco de irradiación cultural del norte de la Audiencia de
Lima.
El segundo edificio se construyó después del terremoto de 1619, las actas del
cabildo citadas por Morales refieren que se hizo la iglesia de cañas, a prisa para celebrar
los oficios divinos. En julio de ese año el cabildo civil acordó se levante una nueva
catedral con tres naves. El techo de la primera nave debía de ser a dos aguas, mientras
que el de las naves laterales sería a media agua. Se debía de alargar la estructura a fin
que tuviera mas capacidad. Las obras estuvieron a cargo de Bartolomé de Cueva. El
nuevo Obispo D. Carlos Marcelo Corne dispuso que para ampliar la obra de la catedral
y casa episcopal se comprara la casa del mercader Rafael Juan Olivito, que estaba
destruida por el terremoto. En 1635 un sismo, aunque de menor magnitud que el de
1619, causó daños en la capilla mayor, colapsando su techo, razón por la cual los oficios
se trasladaron a la iglesia de Santa Ana.
La necesidad de contar una catedral sólida que resistiese a los sismos motivó al
cabildo catedralicio a que solicitara a Diego Maroto, maestro de albañilería y alarife, un
proyecto para el nuevo edificio. Aunque se conoce que la planta de la catedral la hizo
Francisco de Soto Ríos, quien lo hizo por orden del Obispo D. Pedro de Ortega y
Sotomayor en 1647. Esta vez la curia deseaba un edificio superior en tamaño y volumen
a las otras iglesias de la ciudad. De esta manera el contrato señalaba que las torres sean
mejores que las de San Agustín, y el crucero y media naranja mejores que de la
Compañía de Jesús. El diseño de Soto Ríos corresponde con el edificio actual. Las obras
se prolongaron hasta que 1666 la catedral fue consagrada por el Obispo D. Fray Juan de
la Calle Heredia. El terremoto de Lima de 1687, conocido como el “terremoto grande”,
afectó la obras que se venían realizando y tuvieron que hacerse reparos en la media
naranja y las cupulillas de las torres. Las lluvias del Niño de 1701 ocasionaron daños en
la cubierta por lo que el cabildo catedralicio dispuso que se arreglara junto con el los
arcos y bóvedas que presentaran rajaduras. Ese mismo año se ampliaron obras fuera de
la iglesia, techándose dos salas para el cabildo catedralicio. Los sismos de 1725 y 1759
ocasionaron daños en su estructura, cayéndose los techos que eran de madera. Según
Feijoó de Sosa los trabajos la reparación debía de costar 84,900 pesos. En 1766 se
iniciaron las obras se cambió la techumbre de madera por bóvedas de cal y ladrillo. En
1803 otro sismo ocasionó leves daños en la cúpula, que fueron reparados por el alarife
zambo Evaristo Noriega. El mismo reparó los pedestales de la portada que se hallaban
carcomidos por el salitre, recomendó que la cal que se utilize sea del río, porque la que
provenía de la caleras de Simbal contenían sales. En 1818 se le agregó un reloj a la
torre.
Capilla menores.
Para evangelizar a los indígenas se creó la parroquia de Santa Ana y mas tarde la
de San Sebastián. Es de suponer que antes que se crearan las reducciones (1566), los
indígenas del valle de Chimo acudían esta parroquia para escuchar la doctrina
6
Adolfo Vega Cárdenas (ms. 1987) La capilla de Santa Rosa de Santa María. Informe de Investigación.
7
Feijoó de Sosa (1984) Relación Descriptiva de la provincia de Truxillo, p.142
dominical. Allí fue enterrado Don Martín, último rey Chimú, cuyo cadáver fue sacado
esa misma noche por sus súbditos quienes lo enterraron en lugar desconocido de
acuerdo al rito de sus antepasados. En 1553 se creó la parroquia de San Sebastián,
suponemos que fue en este año, porque el hospital se trasladó al lugar que hoy ocupa y
va tomar ese nombre. En esta parroquia tenía una cofradía de indígenas bajo la
advocación del Santísimo Sacramento. Ambas parroquias teniendo como límite el actual
jirón independencia tuvieron bajo su jurisdicción a los indígenas que vivían en sendas
áreas de la ciudad.
9
ART, PN Diego Muñoz Ternero, leg. 34, f. 206v., mayo de 1566.
ocho arco por dentro de dentro de la dha capilla que tengan al remate de ellos sobre que
carguen unos remates bien hechos y que queden conforme a buena obra”10.
10
ART, PN Antonio de Vega, leg. 79, f. 119, 31-12-1567.
11
Castro Domonte, Op. cit., p. 229.
12
ART, PN Casimiro de Aguilar, leg. 263, f. 255, 1719.
13
Juan Castañeda Murga (ms.) La epidemia general de agua. Documentos sobre El Niño en los valles de
Trujillo, 1578-1925.
14
AAT, UU religiosos, leg. 1.
15
ART, Co., CO, leg. 161, exp. 403.
Los dominicos tuvieron a su cargo el servicio espiritual de los indígenas del
valle de Chicama donde tuvieron un convento desde 1548 gracias a la ayuda del capitán
Diego de Mora y fue su primer prior Fray Domingo de Santo Tomás. Desconocemos la
llegada de los dominicos a Trujillo, pero en 1561 aún no habían edificado su iglesia 16.
A principios de la década de 1590 los hermanos Juan Roldán Dávila y Gabriel de la
Reguera construyeron una capilla para sepultar alli a sus familias, se ubicaban a donde
mas tarde se levantaría la capilla mayor. La de Juan Roldán tenía 24 pies en cuadro, con
su portada y arco y “un altar de busto o de pinzel” en medio de ella estaría la bóveda de
enterramiento. Al hacer la escritura acordaron con el prior del convento Fr. Sebastián
Ayllón en levantarla “juntamente cuando se haga la capilla principal y mayor de dho.
convento”, acordaron ademas cubrir la capilla con madera de Guayaquil, “enluzida y
adornada como conviene”17. Los Roldán pidieron que en ese lado de la iglesia no se
hiciere otra capilla mas preeminente que esta. A cambio pedirían 20 misas anuales que
se financiarían con con lo que redituaban unas chacras que habían heredado de su padre
el conquistador, que estaban junto al camino real a Lima.
16
En un codicilo Pedro de Segura dice “si se edificare en la ciudad de Truxillo el monasterio de Santo
Domingo que se den de mis bienes cien pesos de oro”, ART, PN Juan López de Córdova, leg. 4, f. 178v.,
02-02-1561.
17
Zevallos Quiñones Op. cit., p. 321, el autor recoge estos datos del Archivo de los Marqueses de Herrera
y Vallehermoso que era de su propiedad.
18
ART, PN Manuel Jiménez, leg. 02, f. 54v., 20-01-1597.
19
El documento especifica que las misas se debían oficiar en las fiestas de Natividad, Resurrección,
Espíritu Santo (Pentecostés), las fiestas dedicadas a la Virgen: Purificación, Visitación, Asunción,
Natividad y Concepción. Además de los santos, San Pedro, Santo Domingo, San Jacinto, Todos los
Santos, Santa Ana, Santa Catalina de Sena; y a las Ánimas del Purgatorio.
20
ART, Co., CO, leg. 161, exp. 403, 22-08-1607.
21
Comunición personal de Ricardo Morales Gamarra.
Señora del Rosario “de cedro dorado, cuya obra es nueva maravilla” 22. La cerca del
convento en varias ocasiones sufrio daño por los desbordes de la acequia contigua23.
El siglo XIX, al declararse el convento supreso por orden del Gral. Simón
Bolívar, y su claustro fue destinado a servir de cárcel pública en 1892.
22
Op. cit., p. 228.
23
Estos desbordes ocurrieron en 1724, 1726, 1727, 1728, 1730, 1744, 1809, 1810, 1819, Véase al
respecto ART, Ca., CA, leg. 111, exp. 2102, 15-06-1726., también ART, Ca., AG, leg. 107, 1932, 22-10-
1744.
24
AGI, Lima 425, 19-09-1700
herramientas necesarias25. En 1593 los franciscanos se concertaron con Diego
Hernández, carpintero, para hacer la reja de la capilla mayor. Esta debía de ser de
balaustres torneados similar a la que existía en la iglesia de San Agustín. Acaso la obra
fue financiada por el mercader sevillano Luis Martín de Cáceres, quien debía de pagar
al carpintero y a su vez dar de comer al maestro y sus oficiales mientras durara la obra26.
En 1610 el pintor Juan de Medina fue contratado para pintar y dorar el retablo
del Santo Cristo27. En 1615 el retablo mayor de la iglesia de estaba terminando y los
franciscanos encargaron al maestro Juan de Medina, pintar y dorar el retablo. En el
contrato de destaca que Medina habría de pintar, dorar, estofar y encarnar las estatuas de
Santa Clara y Santa Isabel, un Cristo y siete mártires. Dado el mal estado del documento
que hemos consultado, nos impide conocer el resto de las imágenes que llenaban las
hornacinas del altar. Suponemos que San Francisco de Asís tendría un lugar
privilegiado allí28.
25
ART, PN Antonio de Vega, leg. 81, 24-09-1589.
26
ART, PN Andrés de Obregón, leg. 40, ff. 327r.-327v., 09-08-1593.
27
ART, PN Cristóbal de Morales, leg. 181, ff. 21v.-23r., 05-03-1610.
28
ART, PN Juan Martínez de Escobar, leg. 175, ff. 217v.-219v., 06-05-1615.
29
Castro Domonte Op. cit., 228.
30
AAT, UU Religiosos, leg. 3.
Los agustinos llegaron a Trujillo en 1558 y fueron sus benefactores el capitan
Juan de Sandoval y su esposa Da. Florencia de Mora, quienes costearon la edificación
de la iglesia y convento. En 1572 se hizo la carpintería de la capilla mayor, obra que
estuco a cargo del carpintero Clemente Rodríguez. Tenía un Mas adelante en 1595 se
hizo el muro testero, obra que estuvo a cargo del bachiller Hernando de la Cueva quien
manifestó “me obo de haçer el testero de la yglesia deste dho. convento abraçado con las
paredes colaterales del cuerpo de la yglesia de manera que asan y abraçen la dha. pared
una bara dentro en ella [tarjado: hasta] de cal y canto y ladrillo el cal y canto y ladrillo
entre t.. [roto] hasta el suelo del corro sin que [roto] tenga adobe ning o y lo demas [roto]
dha. pared hasta ser acabado y rematado el dho. testero …”. De la lectura del contrato
podemos inferir que esta fábrica tuvo un techo artesonado, pues se conprometía a
colocar los artesones que fueren menester y precisa que de le debían de dar tallados.
También se puede advertir que la cabecera de los muros estaba almenada31.
32
Jorge Zevallos Quiñones (1996): 142.
33
ART, PN Diego Muñoz Ternero, leg. 34, f. 220v.
34
Zevallos Quiñones Op. Cit., 308.
35
ART, PN Diego Muñoz Ternero, leg. 34, ff. 237r.-237v., 12-05-1576.
36
José de Castro Domonte (1978 [1706]) “Vida de Don García de Toledo”, Revista del Museo Nacional.
37
Miguel Feijoó de Sosa (1763) Relación Descriptiva de la provincia de Truxillo, p. 68.
Las hijas de Santa Clara, llegaron a Trujillo el 25 de marzo de 1587, procedentes
del convento de Huamanga. La edificación no se había concluido aún y se hospedaron
en casa de Da. Florencia de Mora38 hasta el 12 de agosto de ese año, fiesta de su patrona
Santa Clara, fecha en la cual se trasladaron a su nueva casa, que estaba ubicada
probablemente en la cuadra 3 del jirón San Martín frente al local central de la
universidad. Pero el sitio escogido era húmedo, malsano y por otra parte falto de agua
de manera que con licencia del Rey y una provisión del virrey D. García Hurtado de
Mendoza, marqués de Cañete, se trasladaron a otro espacio de las ciudad adonde se
mudaron en 159539.
El terremoto de 1619 trajo por los suelos la nueva fábrica del convento, cuenta el
cronista “Cayóseles a las pobres monjas, la iglesia, cerca, dormitorios y oficinas y todas
las casas en que tenían impuestas sus rentas y censos para sustentarse …” 42. La abadesa
38
La referida casa estaba ubicada en el ex-Asilo de Ancianos, cuadra 4 del jirón Independencia.
39
Es la cuadra que actualmente ocupan. Fray Buenaventura Córdova y Salinas (1957) Crónica
Franciscana de las Provincias del Perú. Academy of American Franciscan History, Washington, p. 873.
40
ART, PN Juan de Mata, leg. 24, ff. 146v.-148v., 28-04-1595.
41
ART, PN Juan Martínez de Escobar, leg. 169, ff. 425v.-428v., 09-11-1604.
42
Op. cit., íbid.
de entonces Mariana de Jesús Mejía tuvo un sueño premonitorio del terremoto en la cual
se le aparecía un clérigo, y le decía que ninguna de las monjas había caído. Esa misma
mañana ocurría el sismo y el sacerdote se volvió a aparecer esta vez en medio del
desastre y le dijo que no tuviera pena porque ninguna de sus hijas había peligrado. Una
vez calmada la tierra fue en busca del sacerdote y no lo encontró, entonces “se
persuadió que había sido el glorioso martir San Valentín, clérigo presbítero”43. Fue
Mariana de Jesús, con el apoyo de los prelados de las órdenes religiosas, quien
terminantemente se opuso al traslado de la ciudad a otro lugar, ello hubiera significado
la pérdida total de las rentas sobre los inmuebles que poseían.
El monasterio de Santa Clara tuvo el título de “Real” y por lo tanto la corona les
dio la renta de 300 pesos anuales provenientes de los tributos de la encomienda de
Jequetepeque que en ese entonces estaba vacos por muerte de su encomendero. En 1595
la renta fue aumentada por el virrey D. Fernando de Portugal a 1000 pesos del mismo
repartimiento por fallecimiento de Pedro González de Ayala. Sin embargo la Real
Hacienda se retrasó por muchos años en el pago de la renta al monasterio. En 1609 las
monjas reclamaron a través de su procurador Fray Miguel de Oca, se hagan efectivas las
donaciones hechas por los anteriores virreyes, alegando que “… las monjas estan pobres
y no tienen con que sustentarse, ni con que labrar no hacer monasterio”. El virrey
accedió a la petición y mediante una provisión ordenó al corregidor de Trujillo se
pagara a las monjas lo adeudado.
En 1687 se realizó una inspección ocular del estado del convento y estuvo a
cargo del corregidor Mre. de Campo D. Antonio Merodio Posada, acompañado de los
regidores del cabildo y el MRP Fr. Francisco Mejía, guardián del convento y el
predicador MRP Fr. Tomas de Aroqui, vicario del monasterio, así como de Abadesa Da.
43
Op. cit. p. 886.
Francisca de San José y Daza a su vez acompañada por las Madres Definoras 44. La
visita se realizaba en atención al mal estado en que se encontraba el monasterio, el
claustro “no existía”, por estar todo destechado, por donde se colaban “los soles” en
verano y el frío en el invierno provocando enfermedades en las monjas. El antecoro
estaba a punto de venirse abajo para evitar algun accidente lo habían apuntalado.
Asimismo el coro bajo había quedado pequeño, dada la cantidad de “mas de ciento
veinte religiosas,sin otras muchas seglares doncellas honestas y recogidas, para que
pudiesen acomodarse a las asistencias del culto divino”45. Además el techo de la iglesia
estaba podrido y lo mismo sucedía en el techo del dormitorio general.
Las lluvias de 1728 afectaron su estructura, especialmente el área de las celdas 47.
Santa Clara fue quizá uno de los más grandes conventos del virreinato, puesto que
abarcaba casi dos cuadras de extensión, extendiéndose desde la la actual cuadra 4 del
jirón Junín hasta un poco antes de la cuadra 4 del jirón Estete. En su máximo apogeo
llegó a tener 200 habitantes entre monjas de velo negro, velo blanco, novicias, donadas
y esclavas48. Avanzando el siglo XIX, la huerta del convento fue recortada dando
continuidad a la calle Colón.
La Compañía de Jesús
44
En la jerarquía al interior del convento las definidoras eran las madres miembros del consejo.
45
AAT, UU Religiosos, 1687.
46
ART, Co., JA, leg. 270, exp. 3341, 04-03-1723.
47
ART, PN Gerónimo de Espino Alvarado, leg. 337, ff. 250r., Venta de una celda por hallarse “arruinada
con los aguaceros”.
48
Córdova y Salinas, Op. cit.
No era desconocido para los trujillanos y los norteños el apostolado ignaciano,
pues antes que se fundara el colegio, había llegado en misión el P. Antonio Pardo a las
ciudades de Trujillo, Saña y Chachapoyas. Las misiones jesuíticas en las ciudades eran
en cierta forma una divulgación de los ejercicios espirituales, mediante la cual se
pretendía el arrepentimiento de los pecadores, el respeto a la autoridad, el fomento del
amor al trabajo y la práctica de obras pías. Se realizaba una procesión nocturna en
silencio, en la que el sacerdote encabezaba llevando una cruz, y los fieles portaban teas.
A lo largo del recorrido se iba agregando más feligreses, deteniéndose en estaciones
señaladas y el sacerdote predicaba sobre la muerte, el juicio final y el infierno. Después
de las exhortaciones a vivir según los preceptos de la iglesia venía el sacramento de la
confesión49.
49
Pilar Gonzalbo Aizpuru (1989): La educación popular de los jesuitas. Universidad Iberoamericana,
México DF, pp. 48-49.
50
AGI, Lima 38, Carta del Obispo de Trujillo al Provincial de la Compañía de Jesús, 1618. Frase que no
gustó a los jesuitas de la casa de Lima, quienes en Capítulo “oyeron esta palabra tan azeda con la
paciencia que debían pues la escreuia un príncipe de la iglesia y a quien reconocemos por padre y los
hijos deben sufrir a sus padres aunque algunas veces excedan en la reprehension y se exasperan sin causa
yo se cierto señor que no nos muebe la codizia sino el deseo del bien del obispado de Va. Señoría …”.
51
AGI, Lima 38, f. 414. Carta fechada el 4 de febrero de 1618.
El asunto quedó en suspenso y el 14 de de febrero de 1619 acaeció un violento
terremoto que trajo por los suelos a la ciudad de Trujillo. A revientasinchas la noticia
llegó a Lima y el 23 de Febrero, el Virrey despachó una provisión ordenando que el
Obispo, el corregidor y dos vecinos encomenderos decidieran si la ciudad debía de
mudarse a otro sitio. Pero el 25 de febrero envió otra provisión disponiendo esta vez que
definitivamente la ciudad se mude a otro lugar52. Entre dilaciones de los vecinos y las
órdenes religiosas, pues estas últimas no querían el traslado de la ciudad porque ello
significaba el perder la renta de muchos inmuebles gravados con censos, Cabrera
decidió mudar la catedral de su obispado a Lambayeque. Alegaba el Obispo que el
pueblo de Lambayeque era “capaz de sustentar en tal manera que otro ninguno no hay
en todo el obispado que lo pueda hazer”, nombró para ello un nuevo cabildo
catedralicio, dándoles de plazo seis días para su traslado a Lambayeque advirtiendo a
sus miembros pena de excomunión en caso de inobediencia 53. El trasfondo del asunto
era impedir de cualquier modo la entrada de los jesuitas a la doctrina de Lambayeque.
La actitud de abierta rebeldía de parte del Obispo, mereció una respuesta dura de
parte del Virrey, quien inmediatamente le ordenó “… q. al punto se volviese a
Truxillo”, aclarándole que en virtud del Real Patronato, no podía “erigir, ni mudar
iglesia Cathedral ni parrochial sin que haya precedido licenzia de Su Magestad …” 54.
Dos días después, el 14 de abril, el Príncipe de Esquilache, escribía al Rey, acusando al
Obispo de proteger a sacerdotes de vida escandalosa, a quienes supuestamente pretendía
beneficiar con los curatos de Lambayeque, de aceptar sobornos, de haber ordenado
trasquilar a los indios que pedían la entrada de los jesuitas, de excomulgar a un vecino
importante de Lambayeque por lo mismo. Todas estas pesadumbres debieron de minar
la salud del anciano obispo quien falleció el 25 de abril de 161955. Hubo entonces que
esperar la llegada del nuevo mitrado.
52
Archivo Regional de Trujillo (en adelante ART) , Cabildo, Libros de Actas, leg. 6, f. 368.
53
AAT, Cabildo Eclesiástico, leg. 1, ff. 17-18. Agradezco la referencia documental al Dr. Juan Díaz
Plasencia. La amenaza del Obispo nos señala que no todos los miembros del cabildo estaban de acuerdo
con la decisión adoptada.
54
AGI, Lima 38, f. 423, Carta del Virrey al Obispo de Trujillo, 12 de abril de 1619.
55
ART, Corregimiento, Causas Ordinarias, leg. 169, exp. 573.
Ello sucedería años más tarde, el 22 de marzo de 1622, hacía entrada en Trujillo
Don Carlos Marcelo Corne. Encontró una ciudad ruinas. El área en donde se levantaba
la catedral era un promontorio de escombros, por lo que debió oficiar en una ramada en
la plaza mayor. Corne era trujillano hijo del Bachiller Diego del Canto Corne, personaje
que residió 16 años en Trujillo, en los que aparte de enseñar primeras letras y gramática
en el estudio de Trujillo, anduvo comerciando “ropa de la tierra” 56. Corne estudió en la
Universidad de San Marcos, graduándose como maestro en artes y doctor en teología y
llegó a ser catedrático de ella57.
Por esta misma época el Obispo estaba empeñado en fundar un Seminario, para
lo cual el 2 de noviembre de 1624 dispuso que una comisión conformada por el Deán
Julián de la Torre Escobar y los canónigos Juan de Solis San Martín y Juan de Pedrosa,
examinase las constituciones del Seminario de Santo Toribio de Lima y las adecuasen
para el que se iba a fundar en Trujillo. El primero de enero de 1625 la comisión presentó
el proyecto de estatutos, pero Corne recién dio su aprobación el 20 de noviembre de
1628, siendo su primer Rector el P. Antonio Carrera61, a quien Corne hizo venir desde
56
Jorge Zevallos Quiñones (1981): “La instrucción de niños criollos y mestizos en Trujillo durante el
virreynato: el siglo XVI”. Amauta, Vol. 7, No. 2, Facultad de Educación, UNT, pp. 33-36.
57
AGI, Lima 209, N.9, 1
58
Rubén Vargas Ugarte S.J. (1959): La historia de la Iglesia en el Perú, Tomo II, p. 400.
59
Natural de San Vicente de Obando, villa de Bilbao, fue hijo del General D. Martín de Avendaño y
Gamboa y Da. Margarita de Lorroeta Elvieda. Jorge Zevallos Quiñones (1996): Los fundadores y
primeros pobladores de Trujillo. Vol. I, Ediciones de la Fundación Alfredo Pinillos Goicochea.
60
Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Temporalidades, leg. 178, cuad. 11, Copia de carta
de donación de la huerta y tierras de Miraflores “… con sus arboles frutales de Castilla y de la Tierra que
son doce fanegadas de tierras que tengo en esta ciudad a la salida de ella que ube y compre ahora quinze
años poco mas o menos en la almoneda que en esta ciudad de hizo de los bienes de Juan Daza Carbajal
difunto …”, la huerta tenía un ramo de agua continuo de la acequia La Mochica. Sus linderos eran hacia
la ciudad con el solar de los indios huamachucos y por otra parte con el molino y hacienda de Francisco
de Ayasti. Hecho ante Juan de Toledo, 19-12-1623.
61
[Carlos García Irigoyen] (1930): Monografía de la Diócesis de Trujillo, Vol. I, p.,229
Lima. El Obispo tardó en dar su aprobación porque esperaba que los jesuitas fundaran
primero un colegio en Trujillo, pues Corne siguió el plan del Obispo de Cuzco Antonio
de Raya, en el cual los seminaristas recibían clases de los padres de la Compañía.
Corne había iniciado las gestiones ante el Rey para que autorice la fundación de
un Colegio jesuítico en Trujillo. Una real Cédula con fecha del 20 de setiembre de 1624
mandaba al Virrey y a la Audiencia de Lima informasen del estado eclesiástico de la
ciudad de Trujillo. Dicho documento fue leído en sesión del Cabildo Eclesiástico en el
cual por unanimidad manifestaron “... que se vuelva a hacer instancia suplicando a su
Majestad se sirva de dar licencia para que la Compañía de Jesús funde el dicho Colegio
en esta ciudad atento la mucha utilidad y fruto espiritual notorio que los Padres de la
Compañía hacen doquiera que están y por no haber en este Obispado otro Colegio
habiéndolos en todos los demás obispados deste Reyno ...”62.
El Colegio de El Salvador abrió sus puertas en 1627, una Real Cédula del 8 de
abril63, otorgó la licencia y en setiembre el Virrey Marqués de Guadalcázar dio el
cúmplase64 . A fin de que esta institución educativa tuviera las rentas suficientes para su
manutención, Corne compró del Tesorero General de la Bula de la Santa Cruzada, Juan
Martínez de Escobar, el ingenio de Gazñape, ubicado en el valle de Chicama, inmueble
valorado en 42000 pesos de los que pagó 38000 al contado, y el resto quedo gravado a
censo65. Gazñape era un ingenio azucarero, con 37 piezas de esclavos. La carta de
donación realizada por el Obispo refleja el afecto y admiración que sentía por la
Compañía de Jesús66, pero también el amor a la tierra que lo vio nacer, a la que quiso
dejarle el mejor legado: un colegio para la formación de sus hijos. Un detalle en esta
carta de donación es que de la ganancia líquida de las rentas de la hacienda, la mitad
62
AAT), Cabildo Eclesiástico, Sesión del 02-09-1625 leg. 1, f. 90r.,
63
Miguel Feijoo de Sosa (1984[1763]) Relación descriptiva de la ciudad y provincia de Truxillo del Perú.
64
Armando Nieto Vélez, S.J. (ms.) Breves datos sobre la Compañía de Jesús en Trujillo.
65
ART, a. Andrés de Obregón, leg. 56, # 282, ff. 406r.-415r., 14-09-1629.
66
”... pretendiendo su señoría la mayor onrra de Dios Nro. Señor y el bien espiritual de las ouejas que le a
encomendado en su obispado y ansimesmo el aumento del culto divino de su yglesia y pretendiendo
ansimesmo socorrer las almas de los difuntos que estuvieren en el purgatorio atendiendo a el gran fruto
que la sagrada religión de la Compañia de Jesus haze y ha de hazer en las almas enseñando a todo genero
de gente el camino del cielo con exemplo de vida y sana doctrina y conociendo ansimismo su gran
verdad, puntualidad y fidelidad en cumpliri con sus obligaciones y por el singular amor que siempre a
tenido a esta santa religión con el qual la trajo y ayudo a su fundacion por las cuales causas haze al dho.
colegio de la Compañia ... del yngenio y tierras de Gasñape ...”, vide, ART, a. Andrés de Obregón, leg.
56, # 287, ff. 419r.-433r., 28-09-1629.
serviría para la edificación de la iglesia del colegio. En una de las claúsulas de esta
carta, el Obispo pedía que se le reservase entierro y sepulcro al lado del evangelio, junto
al altar mayor “... haciendo su arco el espacio para esto con el escudo de armas de su
señoría arriba según la autoridad que a tal principal se deue ...”67. Además de ello para la
construcción del colegio, Corne compró el solar donde antes del terremoto de 1619 se
levantaba la casa episcopal68. Tenía una estratégica ubicación, pues daba hacia un
ángulo de la plaza mayor.
Tiene una planta en cruz latina, con dos portadas una a los pies y otra al costado,
decoradas con trazo fino hechas por un arquitecto que conocía de los tratados
renacentistas . En el interior la decoración arquitectónica presenta almohadillado en los
arcos Aún se conserva la pintural mural de los cuatro evangelistas en las pechinas, obra
del pintor flamenco Diego Puente71.
Conforme pasaron los años el colegio fue aumentando sus rentas a base de
donaciones que hacían los vecinos. Así, Doña Juana de Carbajal y Collazos, viuda del
Capitán Melchor de Osorno concertándose para ello con el Rector del Colegio P.
67
ART, Doc. cit. f. 420v.
68
AAT, Cabildo Eclesiástico, Sesión del 24-09-1627, leg. 1, f. 100r. Hoy es la sede de la Universidad
Nacional de Trujillo.
69
Miguel Adolfo Vega Cárdenas (1985): “Alonso de las Nieves: Arquitecto de la Iglesia de la Compañía
de Jesús”. Plaza Mayor, No. 20, pp. 32-34.
70
ART, a. Luis de Escobar, leg. 141, ff. 149v.-154v., 10-04-1639.
71
José de Mesa y José Correa (1985) “La Compañía de Trujillo”. Arquitectura Andina [José de Mesa y
Teresa Gisbert], pp. 74-86.
Cristóbal de Araindia, su primo, hizo carta de donación de unas casas de su propiedad y
de una chacra ubicada en el valle de Moche junto con tres esclavos. Pero, lo más
importante, les regaló la estancia de Picsi, ubicada en la provincia de Saña, con casas de
vivienda, capilla, bodegas, galpones y 11000 cabezas de ganado cabrío y ovejuno. Tenía
además una tina en donde se fabricaba jabón. Esta obra piadosa la hizo en “... atencion a
la mayor gloria de Dios nuestro Señor y bien y utilidad de esta república assi de
españoles como de naturales de la tierra, los yndios a que tan dedicada se halla la
Compañía de JHS y el colegio que esta fundada en ella ...”72. Tres meses después, Da.
Juana hizo testamento y en el pedía se le sepultase en el presbiterio, en el lado de la
Epístola, adonde “… después de tiempo competente se ha de poner los huesos de mi
marido ... y los de mis padres y hermanos ...” 73 y se le admita por co-fundadora del
colegio.
77
Vide carta de donación del Capitán Juan González de Bohordo y Carranza, a favor de la gongregación
de Nra. Sra. de la Asunción, ART, a. Vicente de Salinas, leg. 234, fol. 168r., 15-03-1675. Andres de los
Reyes dejó a la Congregación de Nra. Sra. de Loreto una casa, ART, Corregimiento, Causas Ordinarias,
leg. 200, exp. 1365, 13-01-1671.
78
AAT, Cabildo Eclesiástico, Sesión del 30-07-1630, leg. 1, ff. 123r.-123v.
79
ART, Cabildo, Libros de Actas, leg. 9, f. 130, sesión del 26 de junio de 1666.
80
ART, Protocolo Hilario de Aguilar, leg. 278. Este inventario lo hemos ubicado recientemente pero no
es el que hemos utilizado para comentar la biblioteca del Colegio de El Salvador.
81
Luis Martín (2001) La conquista intelectual del Perú. El colegio jesuita de San Pablo (1568-1767).
Editorial Casiopea, Barcelona, p. 104.
El inventario realizado por la Junta de Temporalidades para entregar el
colegio al Obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón permite conocer en detalle
la biblioteca82. Se inició el 29 de abril de 1785 y finalizó el 23 de julio del mismo
año. gran parte de los libros se hallaban deteriorados, cubiertos por una gruesa
capa de polvo, picados por la polilla, humedecidos por las goteras. Los libros en
buen estado de conservación fueron separados y pasaron a la biblioteca del
Seminario de San Carlos y San Marcelo. A partir del sexto inventario se enumeran
los libros de la biblioteca la cual llegó a tener 2000 volúmenes, que habían de pasar
al Seminario. De ellos se habían separado los libros “relajados y sospechosos en sus
doctrinas y tratados” (f. 270v.), en este index se incluyeron los libros de autores
jesuitas o relativos a la Compañía de Jesús. Habían pasado 18 años de la expulsión
de la Compañía; la falta de mantenimiento y limpieza hizo mella tanto en la
arquitectura como en los bienes muebles. Los techos y cubiertas del colegio que
eran de madera se hallaban en mal estado. Muchos de los libros estaban picados y
en estado casi inservibles, algunas imágenes estaban carcomidos por la polilla.
82
ART, Protocolo Andrés de Ortega, leg. 375, ff. 192-320.
83
Al respecto véase Archer Taylor (1957) Book catalogues: their varieties and uses. Newberry Library,
Chicago. Consúltese tambien a Teodoro Hampe Martínez (1996) Bibliotecas privadas en el mundo
colonial. La difusión de libros e ideas en el virreinato del Perú. Siglos XVI-XVII . Muchnik, Frankfurt am
Main.
La obra realizada por esta orden religiosa se echó a perder con la
expatriación de los hijos de Loyola. De esta manera, una Pragmática Sanción del
27 de febrero de 1767, ordenaba expulsar a los jesuitas de todo el imperio español.
La ejecución de la ordenanza se llevó a cabo el 8 setiembre y al momento de
expulsión se hallaban en Trujillo 12 socios, el Vice-Rector P. Julián Cáceda, P. José
Honorio de Aguirre, P. José Antonio González, P. Lorenzo de Herrera, P. José
Iturri, P. Ignacio Masala, P. Esteban Rivas, P. Cayetano Vergara; y los Hermanos
José Gaspar Bardales, Joaquín Larrea, Natal Michi, Diego de Rojas y Mateo
Trillo84. El día 02 de octubre a las 5 de la mañana, hora escogida por el corregidor
a fin evitar tumultos, abandonaban la ciudad de Trujillo escoltados por 20
hombres, más 6 de la guardia del virrey que habían sido enviados para tal fin85.
El acto de posesión tuvo lugar el 17 del mismo mes, y entre los bienes
recibidos figuraban: diez cujas (léase catres de madera) para españoles y cuatro
esclavos, pero no les señalaron bienes de iglesia. Años después el cabildo se opuso a
que los juandedianos siguieran administrando el hospital al parecer por un
deficiente servicio.
Para edificar el convento fue necesario en el lugar donde está fue necesario
adquirir varias propiedades. En 1714 el lic. Bartolomé de Orbegoso donaba para el
futuro convento un extenso solar que iba desde calle a calle, que lindaba con casa
del lic. Jerónimo Gonzáles Carrillo. Posteriormente Gonzáles Carrillo, el 20 de
diciembre de 1720, hizo donación de una casa que había pertenecido
anteriormente al Alferez García de Melgar 93. Una vez instaladas la monjas hubo
necesidad de expandir la estructura del convento, porque la que había era pequeña
e incómoda y pidieron al capitán Francisco López Collado, escribano público, les
91
Jorge Zevallos Quiñones 1996, Op. cit.
92
ART, PN Casimiro de Aguilar, leg. 262, f. 18, 18-09-1715.
93
Jorge Zevallos Quiñones (ms.) Introducción a la historia del Convento en Carmen.
vendiese su casa que lindaba con el convento. El límite era una simple pared de
quincha que estaba agujereada y una pared mediana de adobes. La servidumbre
de esta casa hostigaba la monjas observándolas, dando serenatas con canciones
profanas “que pueden distraer de la oración y contemplación y causar no buenos
efectos en los oidos castos de las vírgenes esposas de Jesucristo” 94. Lopez Collado
no vio con buenos ojos el pedido, a pesar que las monjas le ofrecieron 2500 pesos
por la casa, pero al final cedió.
Esta última fábrica es la que ha llegado hasta nuestros días y fue afectada
por el terremoto de 1970.
94
Fr. Juan de la Cruz (1924) Monografía del Convento de las Rdas. Madres Carmelitas Descalzas de
Trujillo, p. 39.
95
Libro II de manuscritos del convento del Carmen, citado por Fray Juan de la Cruz, Op. cit., p. 45.
96
Fray Juan de la Cruz, Op. cit., p. 46.
ANEXO I
GLOSARIO
Artesón Adorno rehundido troncopiramidal, que se pone en los techos y
bóvedas o en la parte cóncava de los arcos; se usa también para
indicar la forma de arte de una techumbre de madera.
Blasón Escudo
Capellanía Fundación en la que ciertos bienes quedan sujetos a financiar,
mediante una renta, misas u otras cargas pías.
Cenobio Monasterio
Coro alto Espacio en una iglesia para entonar los cantos litúrgicos. Está
ubicado a los pies de las iglesias conventuales.
Coro bajo El coro bajo lo tienen los conventos de monjas, y se ubica a un
costado del presbiterio.
Chantre Dignidad de una catedral a cuyo cargo estaba el gobierno del
coro.
Definidora Religiosa que en la jerarquía del convento pertenece al consejo.
Encarnar Dar color carne a las esculturas.
Estofar Entre doradores, raer con la punta del grafio el color dado sobre
el dorado de la madera, formando rayas o líneas para que se
descubra el oro y haga visos entre los colores con que se pintó.
Florón Ornamento aislado en forma de flor con sentido decorativo,
usualmente de colocaba en el centro del techo.
Pechina Cada uno de los triángulos esféricos que ligan los arcos torales y
la cúpula, pasando de la planta cuadrada a la circular.
Ramada Cobertizo de ramas o esteras en las que temporalmente se hacían
los oficios divinos.
Rédito Renta que rinde un capital.
Sedevacancia Periodo que sigue a la salida o muerte de un obispo hasta que
llegue el sucesor.
Serafín Ángeles de tres pares de alas. Son motivo ornamental en los
retablos barrocos.
Sínodo Salario de un sacerdote otorgado por la Corona
Vaco Vacante
Venera Adorno arquitectónico que reproduce la valva convexa de la
concha.
Año Evento catastrófico
1578 Lluvias torrenciales e inundaciones.
1607 Lluvias torrenciales e inundaciones.
1618 Lluvias extraordinarias, plaga de grillos.
1619 Terremoto de San valentín.
1634 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1635 Sismo
1687 Terremoto grande de Lima
1689 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1680-
Epidemia del trigo
1695
1701 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1720 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1725 Terremoto
1728 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1759 Terremoto
1791 Lluvias extraordinarias e inundaciones
1814 Lluvias extraordinarias e inundaciones
ANEXO II