Está en la página 1de 15

El futuro de la filosofía de la mente

Ricardo Braun

El artículo presenta y discute los temas más relevantes de la filosofía de la mente


que ocupan el interés de la filosofía contemporánea y que señalan el camino del
futuro de la especialidad en los siguientes años. Adicionalmente, se trata de poner
en relieve la función de la filosofía de la mente en la aclaración y avance del
conocimiento de los fenómenos mentales. Se abordan los siguientes temas: la
importancia de la filosofía en los estudios psicológicos; el dualismo en la
actualidad y sus repercusiones en la concepción de lo mental desde una
perspectiva fisicalista; el reduccionismo y eliminativismo contemporáneos; el
individualismo y la constricción sobre la ciencia de la psicología; y, finalmente, la
relación de la conciencia y el cerebro.
Dualismo / Reduccionismo / Individualismo / Conciencia

The future of philosophy of mind


In this essay the main topics in contemporary philosophy of mind are presented
and discussed. They show the current mainstream in the philosophy of mind and
the projection for the years to come. In addition, the function of philosophy of
mind in the advancement in the understanding of mental phenomena is
highlighted. The following topics are addressed: The importance of philosophy in
psychology; contemporary dualism and its repercussions on the physicalist
conception of the mental is addressed; reductionism and eliminativism are
discussed; individualism and the constriction on the science of psychology; and
lastly, the relationship between brain and consciousness
Dualism / Reduccionism / Individualism / Consciousness

Persona 10, 2007, 109-123


Braun

Existen acontecimientos que son fáci- cambiando constantemente de direc-


les de predecir, como la frecuencia de ciones” (Wittgenstein, 1980: 31).
un péndulo simple dada su longitud y En este artículo quiero explorar algu-
aceleración gravitatoria. Muchos suce- nos de los temas más trabajados en los
sos estudiados en la física tienen un últimos diez años en la filosofía de la
comportamiento esperable similar y mente para argumentar las razones por
por ello los físicos suelen ser en- las cuales estos tópicos nos ocuparán el
vidiados en su capacidad predictiva de interés y esfuerzo en los siguientes años.
los fenómenos. En las disciplinas que Empezaré discutiendo brevemente los
estudian al ser humano nos encontra- temas que están indirectamente relacio-
mos con dificultades para hacer predic- nados con la filosofía de la mente, para
ciones casi por definición, particular- luego abordar los siguientes: problema
mente con las conductas complejas. La mente-cuerpo, el reduccionismo, el
filosofía no es excepción. Cuando se individualismo, la neurología; y, final-
estudia la historia de la filosofía nos mente, la conciencia. La orientación del
encontramos con pensadores notables, artículo estará restringida a la denomi-
cuya aparición no hubiera podido ser nada filosofía analítica, que predomi-
predicha sino solo explicada a partir nantemente caracteriza a la filosofía
del contexto en el que se situó. Por ello, anglosajona, y en consecuencia a los
no es posible hacer pronósticos sobre el autores que examino.
tipo de pensador con el que nos encon-
EL FUTURO Y VALOR DE LA FILOSOFÍA EN
traremos en el futuro ni con la direc-
EL ESTUDIO DE LA MENTE
ción temática que abordará.
Sin embargo, una forma de visuali-
zar el futuro filosófico, pero no garan- Tanto los filósofos como los no filóso-
tizarlo, es estudiar el curso de las fos suelen preguntarse si el trabajo
acciones presentes –o las más recien- filosófico tiene realmente alguna signi-
tes– con el que podríamos hacer infe- ficación en el progreso del conoci-
rencias sobre un cierto patrón de con- miento de las diversas disciplinas. Dos
ductas futuras. Esta metodología es preguntas surgen, entonces: ¿cuál es la
consonante con la concepción witt- función que la filosofía desempeña en
gensteiniana acerca de nuestros pro- una disciplina?, y ¿cuál es el propósito
nósticos: “Cuando pensamos en el que la filosofía tiene en el contexto de
futuro del mundo queremos siempre las investigaciones académicas de la
decir el destino que llegará si sigue disciplina?
yendo en la dirección que vemos en la Existe una actitud adversa a la filo-
actualidad; no se nos ocurre pensar que sofía que se traduce en considerarla
ese trayecto no es recto sino curvo, como suntuaria, superflua o, peor, inú-

110
El futuro de la filosofía de la mente

til. La filósofa norteamericana Martha en su quehacer profesional, tendrán


Nussbaum resume esta actitud así: poca o nula importancia. Por ejemplo,
Se nos representa como flojos y oscu- una clase introductoria puede presentar
ros: cuando no nos escapamos de tareas el tradicional problema del escepticis-
significativas, producimos trabajos que mo en las respuestas de Descartes y
no interesan a nadie salvo a uno u otro,
y en la mayoría de veces, ni siquiera a Hume, representando antagonismos
uno u otro. Las revistas académicas son irreconciliables. El estudio de la duda
vistas como depósitos sin valor de pro- universal e hiperbólica emprendida por
ductos sin inspiración, fruto de la lucha
Descartes parece un ejercicio pro-
por la permanencia en la carrera docen-
te, la vida intelectual como una vida pedéutico, con miras a analizar las
mecanizada… Se diría que sostener a fuentes justificatorias del conocimien-
tales oscuros personajes irresponsables to. Pero no parece psicológicamente
es un desperdicio de los fondos públicos
y privados (Nussbaum, 1995: 144).
necesario que una persona esté buscan-
do realmente emprender una justifi-
Esta caricatura con que se presenta cación tipo cartesiana en vista de la
a la filosofía se debe, en parte, al des- cantidad de conocimientos que tene-
conocimiento de la conexión entre esta mos acerca del mundo y de nosotros
y las diferentes disciplinas en la resolu- mismos. De ahí que se considere que la
ción de problemas teóricos y la aparen- era de la epistemología escéptica (o su
te indiferencia que suele tener la activi- combate) estén superadas. Como dice
dad filosófica con la vida práctica, al Searle, en referencia a la duda de la
dedicarse a asuntos que no tienen posibilidad de justificación del conoci-
impacto sobre los problemas de las miento:
ciencias. Por otro lado, hay un desco- Hay algo absurdo en el pensador pos-
nocimiento de los temas que preocupan moderno cuando compra un boleto de
avión por internet, sube al avión, trabaja
hoy en día a la filosofía profesional.
con su computadora laptop en el curso
Generalmente se recuerdan las cla- del vuelo, baja del avión al llegar a su
ses de filosofía recibidas en pregrado, destino, toma un taxi que lo lleva a la
sala donde ofrececerá una conferencia,
que suelen ser introductorias o abordan
en la que sostiene que, de una forma u
temas que fueron históricamente rele- otra, no hay conocimiento verdadero,
vantes. Este recuerdo muchas veces no que la objetividad es cuestionada y que
presenta la dinámica e importante acti- toda aspiración a la verdad y al conoci-
miento son en realidad formas encu-
vidad del pensamiento actual, que pro- biertas de aprovechamiento de poder
porcionaría otra visión de la filosofía. (Searle, 1999: 2071).
El estudiante puede llevarse la impre-
sión de que son temas llamativos El recuerdo que se tiene de la tarea
quizás para las personas de la especia- filosófica como solución o reafirma-
lidad, pero que en su quehacer diario o ción del escepticismo, entre otros

111
Braun

temas, es más bien de orden histórico. lismo de descripción” de los eventos


La filosofía tiene asuntos pendientes mentales, manteniendo, en ese sentido,
que sí pueden concitar el interés de las la autonomía de la psicología, su voca-
disciplinas científicas. En particular, en bulario y metodología. Es conocida la
la psicología, como veremos, la filo- analogía de la mente como software y
sofía actual y la que probablemente el cerebro como un hardware, entre
siga en los siguientes años puede apor- otros posibles realizadores del pro-
tar en el esclarecimiento conceptual y grama. Básicamente, lo que se sostiene
en la normatividad de la actividad psi- es que existe un isomorfismo funcional
cológica en aquellos dominios tanto entre una persona que se encuentra en
tradicionales como más novedosos. un estado mental E y una computadora
digital en el mismo estado. Aun cuando
EL DUALISMO
tienen materiales físicos distintos –y
por lo tanto con diferentes especifica-
Así como la era de la epistemología ciones físicas– tendrían la misma fun-
escéptica tuvo su tiempo, el dualismo ción, que es descrita en forma abstrac-
de sustancias entre mente y cuerpo, o ta. El funcionalismo sigue teniendo vi-
mente y cerebro tuvo el suyo, y no gencia, aunque notablemente modifica-
parece tener un lugar en la filosofía de do de la versión inicial sugerida por
la mente contemporánea y la futura. Putnam (1990).
Sin embargo, otras formas de dualismo
Por ejemplo, nos encontramos con
han aparecido en el siglo XX y con- Dennett (1990), que sostiene que para
tinúan teniendo vigencia. Son formas explicar óptimamente la conducta hu-
de dualismo de atributos o también mana debemos escoger entre tres posi-
dualismos metodológicos (Margolis, bles perspectivas o posturas: la postura
1984). física, la postura de diseño y la postura
Hasta la década de 1960 reinaron en intencional. La primera asemeja la idea
la filosofía de la mente formas de con- del hardware mencionado, la segunda
ductismo lógico (Carnap, 1986) o tiene una connotación más bien teleo-
metodológico (Ryle, 2005) y teorías de lógica: se analiza el comportamiento
la identidad mente-cerebro (Smart, de acuerdo a cómo fue pensado que
1991). Sin embargo, el advenimiento actuara, independientemente de su rea-
del modelo funcionalista computacio- lización física. Sin embargo, para
nal, que se originó con el desarrollo de explicar la compleja conducta humana,
la inteligencia artificial, marcó un claro debemos adoptar la postura intencio-
distanciamiento con los dos modelos nal, en la que suponemos que los seres
predecesores. En efecto, el funcionalis- humanos se comportan siguiendo sus
mo computacional proponía un “dua- deseos y creencias, bajo una normativi-

112
El futuro de la filosofía de la mente

dad racional. Por ejemplo, cuando nas y de la psicología científica no


quiero explicar por qué fui a la refrige- puede ser reducida a descripciones no
radora, se recurriría a una historia de intencionales. Nuestra interacción con
interacción causal entre mi deseo de otros seres humanos requiere que nos
tomar cerveza y mi creencia de que en veamos como seres racionales que uti-
la refrigeradora están las cervezas. En lizan el aparato conceptual típico de la
esta postura no se ha mencionado ni la psicología popular, las creencias y los
configuración física ni el diseño del deseos y otras actitudes proposiciona-
agente que está actuando. les. Para explicar la conducta humana
Como se podrá reconocer, la postu- –y algunas veces predecirla– atribui-
ra de Dennett no desconoce la fisicali- mos creencias y deseos a otras perso-
dad de los eventos mentales, pero atri- nas, utilizando el denominado “princi-
buye un lenguaje y conexión causal pio de caridad”, que es una presuposi-
típicos de explicaciones cartesianas. ción que los seres humanos son racio-
Por ello llama a nuestra actividad men- nales, consistentes y coherentes con
tal un tipo de “teatro cartesiano” respecto a sus actitudes.
(Dennett, 1990). La vena fisicalista de Como se dijo, Davidson es monista,
Dennett se entiende cuando sugiere de manera que ontológicamente los
que las descripciones que hacemos seres humanos, en principio, están
desde la postura intencional podrían hechos de lo mismo que toda la natura-
ser eventualmente reducidas a descrip- leza física. Sin embargo, no debiéra-
ciones de las otras posturas, pero que mos reducir el lenguaje de la psicología
por razones metodológicas no es con- –mayormente intencional– a una des-
veniente realizarlas. Precisamente, esta cripción en un lenguaje físico, por
posibilidad de hacer una reducción a ejemplo la descripción de los procesos
nivel ontológico, pero que por razones cerebrales. La justificación para ello es
de conveniencia se prefiere mantenerla que en el lenguaje de la física no hay
en la autonomía de la postura intencio- lugar para los aspectos normativos de
nal, ha provocado que Dennett sea con- nuestras descripciones intencionales y,
siderado un instrumentalista de la psi- además, la característica de lo mental
cología popular. es tal que evade cualquier representa-
Otro dualismo contemporáneo muy ción vía leyes estrictas como encon-
influyente es el de Davidson y su doc- traríamos en la física. De ahí la deno-
trina del monismo anómalo (Davidson, minación de monismo anómalo. El
1980). Como se advierte fácilmente, problema, sin embargo, es que con esta
Davidson rechaza el dualismo substan- postura Davidson condena a la psico-
cial, pero argumenta que la intenciona- logía a una discontinuidad con las
lidad de nuestras descripciones cotidia- demás ciencias, por incapacidad para

113
Braun

adecuarse al modelo de explicación continuación, parece ser que o bien por


científica basado en el uso de leyes de razones instrumentales, o por razones
cobertura. esenciales, lo mental elude la factibili-
Searle ha propuesto también otra dad de ser descrito, explicado y predi-
forma de dualismo metodológico, al cho con las herramientas proporciona-
que llama dualismo de propiedades das por el vocabulario y la metodología
físicas o dualismo de lo biológico de las ciencias físicas. Si, como sostie-
(Searle, 1984). Sostiene que así como ne Searle, lo mental resulta ser un con-
en el caso del agua, que tiene la propie- junto de propiedades emergentes, la
dad del estado líquido que no encontra- tarea será explicar cómo pueden apare-
mos en sus componentes, hidrógeno y cer dichas propiedades a partir de pro-
oxígeno, en el caso de los eventos men- piedades físicas del supuesto sustrato
tales, estos últimos surgen como una físico.
propiedad emergente a partir de los Sin embargo, puede ser que si en los
procesos cerebrales. Para Searle, la siguientes años, la filosofía analítica
propiedad de lo mental surge solo en mantiene una postura monista, como la
los seres biológicos, como los seres hu- viene defendiendo por décadas, deberá
manos y otros animales superiores y producir una reconceptualización del
no, por ejemplo, a partir de máquinas, concepto de lo físico, ya sea a través de
por más sofisticadas que sean. Este un concepto de “modos fìsicos” –como
concepto de emergentismo biológico lo son la masa y la energía– o una
aparece como una crítica al funciona- forma de pluralismo ontológico de lo
lismo computacional, al que Searle físico.
anteriormente había objetado con su
conocido argumento del “cuarto REDUCCIONISMO Y ELIMINATIVISMO
chino”, que intenta demostrar la di-
Siguiendo la metodología de la llama-
ferencia entre una máquina sintáctica
da “navaja de Ockam” (Entia non sunt
como las computadoras y una máquina
multiplicanda praeter necessitatem,
semántica como las mentes humanas
que quiere decir “Las entidades no
(Searle, 1984).
deben ser multiplicadas más allá de lo
Las posiciones dualistas descritas necesario”), muchos filósofos abrazan
son una muestra del debate contem- el reduccionismo metodológico como
poráneo en la filosofía de la mente, que receta para una economía ontológica y
explícitamente reconoce la incapacidad limpieza conceptual. El reduccionismo
de las descripciones y explicaciones en lo mental se refiere a la necesidad de
físicas de dar cuenta del fenómeno traducir, reemplazar o eliminar el len-
mental. Independientemente de la posi- guaje y metodología de la psicología
bilidad de reducción que veremos a

114
El futuro de la filosofía de la mente

popular hacia un lenguaje neurofisioló- totélica cuando empezaba a articularse


gico, como un primer paso, para even- la mecánica clásica, o como la concep-
ción vitalista de la vida, cuando tomaba
tualmente reducirlo a un lenguaje de cuerpo la química orgánica (1991: 604).
las ciencias físicas. En cierto sentido, el
conductismo lógico –la traducción del El pronóstico para la psicología tal
lenguaje mentalista a lenguaje conduc- como la conocemos es sombrío según
tual– fue una estrategia reduccionista Paul Churchland: “A la larga, en la
de principios del siglo XX. ciencia, en los laboratorios, dejaremos
Pero la forma radical de reduccio- de usar ese vocabulario de creencias y
nismo es el eliminativismo, que aboga deseos. Podemos seguir usándolo en el
por la desaparición del lenguaje de la mercado y en la mesa del comedor”
psicología popular, y también de la (Churchland, 1995: 42).
científica de nuestros días, por el len- Sin embargo, la oferta y pronóstico
guaje neurológico. Los eliminativistas eliminativistas distan mucho de haber-
más conocidos en la filosofía contem- se hecho realidad. Y parte de la razón
poránea son Paul y Patricia para que no se cumpla el pronóstico es
Churchland. Para los Churchland, la que el lenguaje psicológico sigue sien-
psicología popular ofrece un terrible- do esencial en nuestras explicaciones
mente inadecuado programa para la en la psicología, tanto la cotidiana
investigación, explicación y predicción como la científica. Y no por razones de
del comportamiento humano y la vida incapacidad de ver el mundo en forma
mental. Por ello vislumbran una even- material, o por impedimentos técnicos,
tual eliminación, tanto del lenguaje sino más bien porque el lenguaje no
como de la ontología acompañante de reduccionista permite explicar mejor
la psicología popular en vista del pro- nuestra complicada vida mental, inclu-
greso de las neurociencias. Dice Paul yendo nuestra racionalidad y nuestra
Churchland: conciencia. Querer reducir estas dos
La psicología popular no es parte de realidades a explicaciones neurológi-
esta creciente síntesis. Sus categorías
cas y de ahí a las físicas sería equiva-
intencionales se erigen magníficamente
solitarias, sin ninguna perspectiva de lente a pedir a un economista que
reducción en un corpus más extenso… explique el flujo de capitales o la infla-
La impotencia explicativa de la psico- ción o nivel de empleo mediante una
logía popular y su largo estancamiento
nos inspiran poca fe en que sus cate-
teoría basada en la física de partículas.
gorías puedan encontrarse claramente Como dicen Wilson y Keil, haciendo
reflejadas en el marco conceptual de la eco de las diferencias en los objetivos y
neurociencia. Al contrario, se nos profundidad de una explicación: “Tu
recuerda cómo la alquimia debe de
haberse parecido, con el comienzo de la explicación de por qué llegaste tarde a
química elemental, a la cosmología aris- la casa para comer y la prueba matemá-

115
Braun

tica de un teorema tienen poco en mental, la viabilidad de la psicología


común” (1999: 140). popular y la forma como se conciben
Los siguientes años nos dejarán ver las ciencias cognitivas.
cuál será el estatus que tendrá la llama- El concepto de individualismo apli-
da psicología popular frente a la psico- cado a la psicología se refiere a la ma-
logía neurológica. Pero todo hace pen- nera como los estados mentales deben
sar que las posiciones reduccionistas y ser individuados, clasificados o taxo-
eliminativistas continuarán dentro de la nomizados. Según Burge, el individua-
filosofía de la mente futura, pero ten- lismo sostiene que los estados mentales
drán que elaborar nuevas propuestas son “tales que no hay una relación indi-
porque las actuales no parecen superar viduativa fundamental entre el que un
el escollo tal como lo presenta Fodor: individuo se encuentre en estos estados
Aun si pudiéramos prescindir de ella [la y la naturaleza del entorno físico o
psicología popular] en principio, esto no social del individuo” (1986: 3). De
sería ningún argumento para prescindir acuerdo con esta definición, la forma
de ella… Lo relevante es si vale la pena
en que los estados mentales son taxo-
defender su eliminación de hecho. Y
aquí la situación es absolutamente clara. nomizados no están afectados por los
No tenemos ninguna idea de cómo factores externos al individuo. Esta te-
explicarnos nosotros a nosotros mis- sis también es llamada solipsismo me-
mos, a excepción de un vocabulario que
está saturado de psicología de la creen-
todológico (Fodor, 1980). Por lo tanto,
cia y deseo. Uno está tentado de usar un dos sujetos que comparten todas las
argumento trascendental: lo que Kant propiedades físicas intrínsecas deben
dijo a Hume acerca de los objetos fisi- ser taxonomizados bajo las mismas
cos funciona, mutatis mutandis, para las
actitudes proposicionales; no las pode-
clases naturales. Para que los estados
mos dejar ir porque no sabemos cómo mentales sean de diferente clase, deben
(1985: 9-10). supervenir sobre diferentes propieda-
des físicas intrínsecas. O sea, la identi-

EL
dad física intrínseca supone identidad
INDIVIDUALISMO Y LA PSICOLOGÍA psicológica.
El individualismo en la filosofía de la Esto significa que para propósitos de
mente es una visión que ocupa un espa- la explicación psicológica, la individua-
cio importante en la discusión filosófi- ción de los estados mentales no presu-
ca contemporánea acerca de la psico- pone nada en particular acerca del
logía, porque tiene diversas implican- mundo externo del individuo que tiene
cias en la naturalización de la intencio- esos estados. Para el individuo que
nalidad, la autonomía de la psicología, puede ser engañado constantemente por
la superveniencia de lo mental sobre lo el genio maligno cartesiano, en el fondo,
físico, la naturaleza de la causación no habría diferencia si el mundo externo

116
El futuro de la filosofía de la mente

no existiera porque siempre tendría esta- (D1) en nuestra Tierra (T). Como son
dos mentales causalmente eficaces, tierras gemelas, las dos tienen las mis-
puesto que lo que explica el compor- mas características fenoménicas, es
tamiento de una persona no es cómo es decir, cuando D1 y D2 perciben su
el mundo externo realmente, sino cómo entorno, las propiedades fenoménicas
lo concibe la persona. Esta forma de son las mismas, en consecuencia, pue-
concebir la clasificación de los estados den tener las mismas representaciones
mentales tiene mucha repercusión en el de lo externo. Sin embargo, hay un
desarrollo de las ciencias cognitivas. El detalle: como sabemos, el agua en T es
individualismo, como vemos, propor- H2O, pero en Tg el agua es más bien
ciona pautas para la investigación psi- XYZ. Como se dijo, las propiedades
cológica teórica. Como dice Stich: fenoménicas son idénticas, las dos
“Cualquier diferencia entre los organis- aguas comparten sus propiedades per-
mos que no se manifieste como diferen- ceptibles, pero su fórmula química es
cia en los estados físicos internos, de- distinta. Según Putnam, y en contra del
biera ser ignorada por una teoría psi- individualismo, por más que D1 y D2
cológica... Los acontecimientos históri- tengan las mismas propiedades físicas
cos y ambientales serán psicológica- intrínsecas, el contenido (significado
mente relevantes en tanto influyan en el semántico) y la referencia de las pala-
estado físico interno actual del organis- bras y proposiciones no dependen de lo
mo” (1983: 164-165). que está “dentro de la cabeza” sino más
Una forma de entender el problema bien “fuera de ella”. Cuando D1 usa la
del individualismo es apelar a la clasi- palabra “agua” se estará refiriendo a
ficación de internalismo/externalismo. H2O y no XYZ. D1 puede desconocer
Los individualistas serían internalistas el contenido químico del agua, pero, de
con respecto a los contenidos mentales, acuerdo con el externalismo, eso no le
considerando que los significados se previene que cuando usa el término
encuentran dentro de la cabeza. Los no “agua” se está refiriendo a H2O. Si
individualistas, también llamados hubiera indicado al XYZ y dicho “Eso
externalistas, afirman que los signifi- es agua” hubiera dicho algo falso con
cados se encuentran en el exterior y no relación al contenido referido. De
“dentro de la cabeza”. El famoso ejem- forma similar, si D2 usa el término
plo de Putnam (1990) de los gemelos o “agua” se estaría refiriendo correcta-
Doppelgängers nos invita a cuestionar mente a XYZ y no a H2O.
el internalismo. Supongamos que en Las ciencias cognitivas trabajan
una Tierra gemela (Tg) existe un sujeto bajo el paradigma informativo de la
(D2) que comparte todas las propieda- psicología y conciben por lo tanto que
des físicas intrínsecas con otro sujeto toda información es representable y, en

117
Braun

consecuencia, manipulable en el nivel es en realidad. Como respuesta al expe-


cerebral. Una posición como el indivi- rimento mental de los Doppelgängers,
dualismo establece restricciones taxo- los individualistas sostendrán que lo
nómicas. Entonces, en la taxonomía que importa es cómo los Doppel-
utilizada en las ciencias cognitivas, los gängers hayan representado del agua,
individualistas considerarían que es que es líquida, que es medio azul, que
innecesario tomar en cuenta el entorno hace lagos y ríos, etcétera. El saber si
al momento de clasificar las clases es H2O o XYZ no influye en su psico-
naturales psicológicas. Los estados logía particular. La psicología del indi-
mentales, como dicen algunos, están vidualista se centra y culmina en lo
“en la cabeza” y no “fuera de ella”. En interno.
consecuencia, los valores de verdad o Puesto que para la explicación
falsedad en el significado de las cosas científica los roles causales son im-
no requieren ser independientes de lo prescindibles, el individualista sostiene
que está “fuera o dentro de la cabeza”, que solo los estados internos físicos
como, por contraste, sostienen los –estados cerebrales presumiblemente–
adversarios. podrían tener un rol explicativo incluso
Las restricciones de las que estamos entre los inputs y outputs periféricos
hablando son referidas a la categoriza- (Devitt, 1990: 377). Los externalistas,
ción de los estados y procesos mentales por su lado, sostienen que para la cien-
en la explicación psicológica. El indi- cia cognitiva, los aspectos externos son
vidualismo especifica un conjunto de decisivos en la elaboración de las
condiciones necesarias mínimas para representaciones internas, particular-
las explicaciones adecuadas. Por ejem- mente las representaciones que involu-
plo, con respecto a los contenidos, los cran la sensación y la percepción, pues-
individualistas, como hemos visto, to que tienen un rol imprescindible en
consideran que lo que está fuera de la la información sobre el entorno:
mente de la persona es irrelevante para tendría que haber un isomorfismo fun-
la psicología. Independientemente de cional entre un aspecto del ambiente y
cómo es el mundo en comparación con el proceso que el cerebro elabora de
la forma como es representado por el este, de lo contrario no nos explicaría-
individuo, la psicología debe categori- mos las conductas adaptativas a entor-
zar los contenidos tal como los repre- nos desconocidos. Por otro lado, es
senta el individuo y no por las relacio- parte de la ciencia cognitiva el estudio
nes del sujeto con el mundo externo. de la competencia lingüística semánti-
Lo que importa es cómo el sujeto re- ca. Si el externalismo es correcto,
presenta el mundo, no cómo el mundo entonces los significados de las pala-

118
El futuro de la filosofía de la mente

bras usadas por un hablante depen- MENTE, CONCIENCIA Y CEREBRO


derán, al menos parcialmente, de sus
Un último tópico que quiero resaltar es
relaciones con el ambiente físico y
la investigación filosófica de la mente
social. En ese sentido, la tesis de
contemporánea con respecto al cere-
Putnam sería reivindicada y el conoci-
bro. El interés de los filósofos por el
miento semántico del hablante reba-
cerebro no es nuevo. Podemos recordar
saría el estudio de los estados físicos los esquemas del cerebro hechos por
intrínsecos. Descartes para defender su dualismo
Lo interesante que resulta la discu- sustancial. Pero con los avances impre-
sión internalismo/externalismo en sionantes de las neurociencias, los filó-
nuestros días no se restringe al campo sofos siguen encontrando cuestiones
de lo mental, y esto es relevante, por- que requieren una aclaración concep-
que demuestra la importancia que algu- tual, actividad típica de la filosofía.
nos temas filosóficos pueden tener en Resolver preguntas empíricas acer-
la investigación científica de diferentes ca del cerebro corresponde a la neuro-
disciplinas, y que cuestionaría la supo- ciencia. Es tarea de la neurociencia, por
sición de que la filosofía es una tarea ejemplo, explicar las condiciones neu-
aislada y solipsista. En las ciencias rales que permiten la función percepti-
sociales se ha utilizado tradicionalmen- va, cognitiva y volitiva. Se confir-
te el nombre de “individualismo meto- marán las teorías explicativas de esas
dológico” para referirse a metodo- funciones por medio de investigacio-
logías como la teoría de la elección ra- nes experimentales. Pero existen pre-
cional, que es típicamente individualis- guntas conceptuales, por ejemplo el
ta; es decir, se privilegia el rol de los concepto de lo mental, de la memoria o
individuos y lo que les es intrínseco del pensamiento y su relación con otros
para las explicaciones de fenómenos conceptos, como la relación entre lo
sociales. En la biología vemos cómo el psicológico y lo neural, entre lo mental
individualismo es un tema que aparece y lo conductual que podrían ser mejor
en el debate sobre los niveles o unida- abordadas por la filosofía.
des de la selección natural. El indivi- El cerebro se nos presenta como
dualismo considera que el organismo una de las fronteras más difíciles de
es la unidad más grande en la que opera conceptualizar con relación a lo men-
la selección natural. Como vimos ante- tal, puesto que, como tradicionalmente
riormente, las posiciones individualis- se ha concebido, los términos y con-
tas normarán las restricciones en la ceptos utilizados –tanto para el cerebro
tarea explicativa y predictiva de sus como para lo mental– aparecen como
respectivas disciplinas (Wilson, 2004). irreconciliables. Felizmente, con el fin

119
Braun

del dualismo, hemos podido aceptar los hechos cerebrales con los hechos
que los fenómenos mentales son fenó- mentales, porque uno es objetivo y el
menos naturales más emparentados otro es subjetivo.
con lo biológico y no una esfera meta- Para Searle (1999), el problema de
físicamente distinta que hace inaccesi- la dicotomía radica en que las ca-
ble cualquier tipo de comprensión tegorías que se usan son obsoletas.
cerebral de los acontecimientos menta- Hablar de objetividad y subjetividad
les, en especial el de la conciencia. Es como categorías excluyentes cierra a
decir, ¿cómo llegamos a tener concien- priori la posibilidad de estudiar la con-
cia del complejo neuronal? ciencia desde el cerebro. Para Searle, la
Uno de los primeros problemas por conciencia es, por definición, subjeti-
resolver, y que nos servirá como ilus- va, en el sentido de que para que exista
tración de esta sección, es el de la tra- un estado de conciencia tiene que ser
dicional dicotomía entre lo “objetivo” experimentado por algún sujeto cons-
y lo “subjetivo” que subyace a la rela- ciente. Concibe la conciencia como
ción cerebro y conciencia. General- una ontología de primera persona que
mente, cuando hablamos de “objetivi- existe solo para el punto de vista hu-
dad” nos referimos al conocimiento en mano, un “yo” que puede tener esa
tercera persona, típico de las ciencias experiencia. Sin embargo, esta distin-
físicas y que permite hacer observacio- ción ha alimentado la convicción de
nes empíricas, públicas y replicables. que las ciencias solo deben estudiar lo
Pero la conciencia se nos aparece como objetivo y que la conciencia, por ser
fenoménica, en el sentido de que tene- subjetiva, no tiene lugar en el conjunto
mos acceso privilegiado a los con- de conocimientos científicos.
tenidos, experimentamos en primera Sin embargo, la subjetividad es un
persona nuestros actos mentales y tene- modo de existencia, que si bien es cier-
mos una suerte de incorregibilidad to que puede ser distinguible de otros
acerca de nuestra experiencia cons- modos de existencia, no elude su estu-
ciente. Este problema lo resume Nagel dio científico. La denominada objetivi-
en su conocido y sugerente título dad epistémica, valorada tradicional-
“¿Qué se siente ser un murciélago?” mente, significa un esfuerzo por cono-
(1974). Según Nagel, para sentir como cer las cosas, estableciendo proposicio-
murciélago hay que ser murciélagos y nes que sean potencialmente ver-
tener la experiencia fenoménica que daderas. Pero esta objetividad episté-
solo un murciélago podría tener. mica no negaría la posibilidad de estu-
Análogamente, solo puedo tener la dio de la subjetividad ontológica de la
experiencia de sentir como yo, siendo subjetividad. Eso supondría que la
yo, entonces no es posible identificar “privacidad” de la conciencia no hace

120
El futuro de la filosofía de la mente

imposible una ciencia de la conciencia. tiene que nuestros cerebros “son capa-
Precisamente esa parece ser la tarea en ces de representar información”, o
los siguientes años en el campo de la Crack, cuando afirma que el “cerebro
conciencia. O al menos eso espera cree y hace la mejor interpretación de
Searle. acuerdo con su experiencia previa
Finalmente, en su libro Philoso- (Bennett y Hacker, 2003, cap. 3). En
phical Foundations of Neuroscience cambio, Bennett y Hacker afirman que
(2003), el neurocientífico M. Bennett y adscribir predicados psicológicos al
el filósofo Peter Hacker han cuestio- cerebro conduce a acrecentar la confu-
nado severamente algunas de las presu- sión. Y si lo hacen los neurólogos y
posiciones de las neurociencias con científicos es por una incorrecta extra-
respecto a lo mental. El argumento polación de sus métodos y vocabulario.
central es una crítica a la concepción Lo que los neurólogos pueden hacer es
del cerebro como responsable de los descubrir las condiciones neurales, y la
atributos psicológicos, a lo que llaman posibilidad del ejercicio de los poderes
una “falacia mereológica”. La me- distinguiblemente humanos del pensa-
reología es el estudio lógico del todo y miento y el razonamiento. Esto lo
sus partes. Se comete esta falacia cuan- hacen por correlación entre los fenó-
do se cree que el cerebro, parte del menos neurales y las capacidades psi-
cuerpo humano, es responsable de la cológicas. Pero, advierten, lo que no se
actividad mental: los predicados psi- puede hacer es volver a emplear nues-
cológicos, que solo pueden ser aplica- tras explicaciones psicológicas en tér-
bles a los seres humanos (u otros ani- minos de razones, intenciones, propó-
males) como un todo, no pueden ser sitos, valores, reglas y convenciones
aplicados inteligiblemente a sus partes, por explicaciones neurológicas. Por
como el cerebro. ejemplo, no se puede pretender expli-
Bennett y Hacker sostienen que la car cómo una persona piensa por refe-
atribución de predicados psicológicos rencia única al cerebro o a alguna parte
al cerebro es una cuestión, en primer del cerebro. En suma, no se pueden
lugar, filosófica y no tanto neurológica, adscribir atributos psicológicos a nada
puesto que es una pregunta conceptual. menos, que a una persona como un
La convicción que comparten es que el todo y no sus partes. Es una persona la
cerebro, como tal, no es el sujeto apro- que percibe, y no parte de su cerebro:
piado para los predicados psicológicos. es una persona la que piensa y razona,
Esta posición contradice frontalmente no su cerebro.
la posición de autores como Damasio, Como se advertirá, esta última
quien sostiene que el cerebro puede publicación está en espera de las reac-
“decidir” en segundos; Marr, que sos- ciones de los implicados, particular-

121
Braun

mente los neurocientíficos aludidos tema de la conciencia humana, una


expresamente en la obra de Bennett y tarea pendiente, que ya está siendo
Hacker. Lo que nos demuestra, una vez pensada, es la disolución de la dico-
más, la intensa actividad que nos tomía objetivo-subjetivo, que se pensó
tendrá ocupados en los siguientes años que era válida para relacionarla con el
con respecto a la aclaración conceptual cerebro y la conciencia. Nuevas inves-
en el campo de las neurociencias. tigaciones en filosofía y en neurología
nos permitirán resolver parte de ese
CONCLUSIONES
tema, como el de la aplicación de los
conceptos mentales o psicológicos en
Se puede ver que la filosofía está muy la neurociencia.
activa en el tratamiento del problema
de lo mental y la tendencia a continuar REFERENCIAS
de esa forma se evidencia con las
investigaciones actuales. El fin del Bennett, M. R. & Hacker, P. M. S.
dualismo de sustancia no ha significa- (2003). Philosophical Foundations
of Neuroscience. Malden, MA.:
do el fin del dualismo como un todo.
Blackwell.
Nuevas formas de dualismo han cobra-
do importancia como resultado de la Burge, T. (1986). Individualism and
incapacidad de los modelos monistas psychology. Philosophical Review,
de dar cuenta de la complejidad de la 95, 3-45.
actividad mental humana, siendo las Carnap, R. (1986). Psicología en len-
más representativas el emergentismo guaje fisicalista. En: A. J. Ayer
de Searle, el monismo anómalo de (Ed.). El positivismo lógico. Mé-
Davidson y la perspectiva intencional xico: Fondo de Cultura Económica.
de Dennett. El reduccionismo y elimi-
Churchland, P. (1991). Eliminative
nativismo, aun cuando tienen defenso-
materialism and the propositional
res, todavía no nos dan una historia
attitudes. En: Rosental, D. (Ed.).
más o menos creíble para pensar en la
The nature of mind. Nueva York:
posibilidad de dejar nuestras categorías
Oxford University Press.
psicológicas por las categorías neuro-
lógicas o físicas. El individualismo, Churchland, (1995). Neural Networks
que es compartido con otras disciplinas and Commonsense. En: Baum-
científicas, en particular la biología, gartner, P. & Payr, S. (Eds.).
determinará en los siguientes años los Speaking Minds: Interviews with
límites de las formas de explicación en Twenty Eminent Cognitive Scien-
la psicología y en la ciencia cognitiva. tists. Princeton: Princeton Univer-
Finalmente, aunque siempre se elude el sity Press.

122
El futuro de la filosofía de la mente

Davidson, D. (1980). Essays on Searle, J. (1984). Minds, brains and


Actions and Events. Oxford: Oxford science. Cambridge, MA.: Harvard
University Press. University Press.
Dennett, D. (1990). The Intentional Searle, J. (1992). The rediscovery of
Stance. Cambridge, MA.: MIT the mind. Cambridge, MA.: MIT
Press. Press.
Devitt, M.(1990). A Narrow Represen- Searle, J. (1999). The future of philo-
tational Theory of the Mind. En: sophy. Philosophical Transactions
Lycan, W. (Ed.). Mind and of the Royal.Society B: Biological
Cognition. Cambridge, MA.: Basil Sciences, 29, 2069–2080.
Blackwell. Smart, J.J.C. (1963/1991). Sensations
Fodor, J. (1980). Representations. and brain processes. En R.
Cambridge, MA.: MIT Press. Rosenthal (Ed.). The nature of
mind. Nueva York: Oxford
Fodor, J. (1985). Fodor´s guide to men- University Press.
tal representations. Mind, 94, 77-
110. Stich, S. (1983). From folk psychology
to cognitive science. Cambridge,
Margolis, J. (1984). Philosophy of MA.: MIT Press.
Psychology. Nueva Jersey: Pren-
tice-Hall. Wilson, R. (1995). Cartesian
Psychology and Physical Minds:
Nagel, T. (1974). What Is it Like to Be Individualism and the Sciences of
a Bat? Philosophical Review, 4, the Mind. Cambridge: Cambridge
435-50. University Press.
Nussbaum, M. (1995). Proceedings Wilson, R. (2004). Recent Work in
and Addresses of the American Individualism in the Social,
Philosophical Association, 69(2). Behavioral and Biological
Place, U.T. (1956). Is Consciousness a Sciences. Biology and Philosophy,
brain process? British Journal of 19, 397-423.
Psychology, 47: 44-50. Wilson, R. & Keil, F. (1999). The MIT
Putnam, H. (1990). The nature of men- Encyclopedia of the Cognitive
tal states. En: Lycan, W. (Ed.), Mind Sciences. Cambridge, MA.: MIT
and cognition. Oxford: Blackwell. Press.

Ryle, G. (2005). El concepto de lo men- Wittgenstein, L. (1980). Culture and


tal. Barcelona: Paidós. value. Oxford: Basil Blackwell.

123

También podría gustarte