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¿Qué facultades tienen las

partes en el proceso penal?


POR  LEO AARÓN BALDERA SOTELO 17 FEBRERO, 2022

Sumario: 1. Introducción; 2. El Ministerio público;  3. El abogado defensor; 4. El


actor civil.

1. Introducción

Debido a los principios que componen el proceso penal como el principio


acusatorio, el principio de dualidad, contradicción, entre otros, es
innegable la presencia de partes procesales que naturalmente van a
litigar. En el presente artículo no ocuparemos principalmente de tres
sujetos, el fiscal, el abogado defensor y el actor civil, que de primera
mano se entiende que las facultades de este último son pecuniarias, sin
embargo, jurisprudencialmente en el Perú han causado uno que otro
conflicto haciendo necesario el pronunciamiento de la corte suprema.

 Lea también: Terminación anticipada del proceso penal


Según los expresado líneas arriba, a excepción del actor civil estamos
concentrando el estudio en aquellos sujetos que son estrictamente
necesarios para el desarrollo del proceso (respecto al imputado y la
víctima, serán objeto de estudio en el próximo articulo), debido a que, sin
ellos no podría desarrollarse el proceso penal, sin prejuicio de reconocer
la presencia de terceros o voluntarios cuya participación aporta, pero no
es insoslayable.

2. El Ministerio Público

Dentro de la separación de quien decide, acusa y se defiende, tenemos al


fiscal como la parte acusadora en el proceso penal, quien goza de
reconocimiento constitucional en el art. 58 y que en virtud del debido
proceso tendrá que demostrar imparcialidad, objetividad e independencia
en todas las instancias.

 Lea también: El control de plazo en el proceso penal. Bien explicado


El ministerio púbico como ente autónomo deberá velar por el interés
publicó de hacer prevalecer la ley mas no influirse por intereses privados
evitándose convertir en el abogado de la víctima, puesto que, pese a estar
revestido del principio acusatorio y en virtud del mismo tiene el deber de
investigar el delito no está obligado a presentar acusación en todos los
casos. Se entiende que lo antes mencionado no es aplicable en los
llamados delitos privados en donde el fiscal carece de legitimidad por
tratarse de casos especiales que regula el Nuevo Código Procesal Penal.

Cabe destacar que, según su composición el ministerio público es una


entidad jerarquizada teniendo como máximo representante al Fiscal de la
Nación, siguiéndoles los Fiscales Supremos, los Fiscales Superiores y
Provinciales, sin embargo, todos gozan de una autonomía funcional, lo
cual implica que esta jerarquía no llegue a afectar aspectos específicos
de los casos que los fiscales estén asumiendo, decidir sobre aspectos
particulares del mismo o abusar de esta superioridad para ordenar a
diestra y siniestra. Por el contrario, esta jerarquía debe servir para ayudar
a aspectos funcionales de la misma institución y así mejorar su
rendimiento.

Cesar San Martin, sostiene que «Desde esta perspectiva, las directivas o
instrucciones están en función a la regulación de la actuación de los
fiscales en los aspectos estrictamente funcionales vinculados al mejor
desenvolvimiento de la función persecutoria constitucionalmente
asignada».[1]

La investigación se puede promover de oficio, a instancia del agraviado u


otra persona que haya presenciado algún delito y el fiscal luego de
tomado conocimiento de la noticia criminal deberá conducir la
investigación ostentando la carga de la prueba, lo que significa que
deberá reunir todos los elementos que sirvan como prueba para
demostrar la existencia de un delito o en su defeco su ausencia. Para
esta labor el fiscal puede solicitar el apoyo de la policía y durante el
proceso se comunicara a través de disposiciones, providencias,
requerimientos y conclusiones, por ende, como principales facultades
menciona Cesar San Martin podemos señalar las siguientes:

1. Recibir las denuncias por la comisión de delitos públicos

2. Disponer la actuación de actos urgentes e inaplazables

3. Estar presente en todos los actos de investigación

4. Proponer la prueba pertinente

5. Interponer los recursos que correspondan

6. Garantizar el derecho de defensa del imputado y sus demás derechos

7. Solicitar al juez las medidas limitativas de derechos necesarias para el


esclarecimiento de los hechos y aseguramiento de las fuentes de prueba

Sobre este último punto es entendible que para salvaguardar la


investigación y el proceso en general el fiscal tiene la facultad de solicitar
al juez estas medidas limitativas de derechos siempre y cuando estén
bien motivadas y sean estrictamente necesarias, las cuales tienen como
único fin cautelar el buen desenvolvimiento del mismo, estas medidas
pueden aumentar su intensidad coercitiva dependiendo del caso y lo que
se pretenda proteger siendo la más gravosa la prisión preventiva, pero
antes de ella existe un amplio catálogo de medidas como, por ejemplo:
videovigilancia, incautaciones, aseguramiento de documentos privados,
impedimento de salida del país, arresto domiciliario, comparecencia
simple y restringida, etc.

3. El abogado defensor

En el derecho nacional e internacional, a la asistencia letrada se le


reconoce como un derecho fundamental que le sirve al imputado para
hacer valer sus derechos mediante una defensa eficaz, que no es lo
mismo que una mera defensa o una defensa ineficaz, así lo estableció
el Recurso de Nulidad 1432-2018, Lima de la Corte suprema cuando
indico 6 supuestos de defensa ineficaz:

a) no desplegar una mínima actividad probatoria;

b) inactividad argumentativa a favor de los intereses del imputado;

c) carencia de conocimiento técnico jurídico del proceso penal;

d) falta de interposición de recursos en detrimento de los derechos del


imputado;

e) indebida fundamentación de los recursos interpuestos; y

f) abandono de la defensa.

Por su parte Montero Aroca indica que «El derecho de defensa debe ser
garantizado a partir del momento en que pueda entenderse que exista
imputación contra una persona determinada; esto es, no cabra esperar a
que en el proceso se haya formulado acusación formal»[2]. La defensa
además de ser eficaz deberá ser gratuita, interviniendo el abogado de
oficio en la ausencia de uno particular, así lo establece el art. 80
del NCPP, en este orden de ideas, posterior a la designación del abogado,
la norma citada le confiere varias facultades para que éste pueda
desenvolverse de la manera más apropiada, según el art. 84 estas
facultades son:
1. Prestar asesoramiento desde que su patrocinado fuere citado o
detenido por la autoridad policial.

2. Interrogar directamente a su defendido, así como a los demás


procesados, testigos y peritos.

3. Recurrir a la asistencia reservada de un experto en ciencia, técnica o


arte durante el desarrollo de una diligencia, siempre que sus
conocimientos sean requeridos para mejor defender. El asistente deberá
abstenerse de intervenir de manera directa.

4. Participar en todas las diligencias, excepto en la declaración prestada


durante la etapa de investigación por el imputado que no defienda.

5. Aportar los medios de investigación y de prueba que estime


pertinentes.

6. Presentar peticiones orales o escritas para asuntos de simple trámite.

7. Tener acceso a los expedientes fiscal y judicial para informarse del


proceso, sin más limitación que la prevista en la ley, así como a obtener
copia simple de las actuaciones en cualquier estado o grado del
procedimiento.

8. Ingresar a los establecimientos penales y dependencias policiales,


previa identificación, para entrevistarse con su patrocinado.

9. Expresarse con amplia libertad en el curso de la defensa, oralmente y


por escrito, siempre que no se ofenda el honor de las personas, ya sean
naturales o jurídicas.

10. Interponer cuestiones previas, cuestiones prejudiciales, excepciones,


recursos impugnatorios y los demás medios de defensa permitidos por la
ley.
Esta defensa estará presente en todas las etapas del proceso penal,
indica Cesar San Martin que, en la etapa de investigación el defensor
debe procurar:

a) que se elimine la imputación contra su patrocinado y en el más breve


plazo;

b) que no se promueva la acción penal y, en su caso, que no se dicte el


auto de apertura de la investigación preparatoria;

c) que no se adopten contra él medias cautelares; y

d) que se sobresea el procedimiento.

En la etapa intermedia deberá:

a) proponer la práctica de actos de prueba de descargo;

b) deducir los medios de defensa permitidos por la ley; y,

c) interponer los recursos que procedan contra las resoluciones


perjudiciales para su defendido.

En la etapa de enjuiciamiento debe:

a) asistir a las sesiones del juicio;

b) intervenir en la práctica de pruebas;

c) alegar oralmente en favor de su defendido; y,

d) interponer los recursos que correspondan.

4. El actor civil

El actor civil se define como el interesado en la restitución, reparación e


indemnización que ha originado los prejuicios patrimoniales de un delito,
sin ser el sujeto pasivo como tal es el que de una forma se le ha
lesionado un bien patrimonial o extrapatrimonial a causa del hecho
delictivo. Se puede afirmar que su participación dentro del proceso penal
es secundaria puesto que el Nuevo Código Procesal Penal le confiere las
mismas facultades al fiscal, realizando así una acumulación heterogénea
puesto que se estaría incluyendo una pretensión punitiva y una
pretensión civil en un mismo proceso, esto se justifica por un tema de
economía y celeridad procesal ya que evita la dilatación excesiva al tener
que tramitar esta pretensión en un proceso aparte, uniéndola en uno
mismo sin prejuicio que se descuiden. Desde luego que, dependiendo de
la complejidad patrimonial de cada caso, sería una mejor opción ser
representado por un actor civil particular debido a que es natural que los
esfuerzos del fiscal se concentren en la pretensión punitiva.

Menciona Ore Guardia, «Actor civil es la persona física o jurídica


(agraviado o perjudicado por la comisión del hecho delictivo) que se
encuentra facultado para ejercer la acción civil dentro del proceso
penal»[3]. Su constitución para el proceso penal no dista mucho de la
civil, ya que se ha de tener en cuenta su oportunidad y legitimación
teniendo que constituirse antes de la culminación de la investigación
preparatoria con los debidos requisitos de forma y de fondo, en cuanto a
sus facultades el NCPP lo establece en sus artículos 104 y 105:

1. deducir nulidad de actuados

2. ofrecer medios de investigación y de prueba

3. participar en los actos de investigación y de prueba

4. intervenir en el juicio oral

5. interponer los recursos impugnatorios que la Ley prevé

6. intervenir -cuando corresponda- en el procedimiento para la imposición


de medidas limitativas de derechos

7. y formular solicitudes en salvaguarda de su derecho


8. la colaboración con el esclarecimiento del hecho delictivo y la
intervención de su autor o participe

9. acreditar la reparación civil que pretende. No le está permitido pedir


sanción.

Como se puede apreciar en el punto 9 el código hace hincapié en que al


actor civil no le está permitido pedir sanción, efectivamente, en ningún
caso el actor civil podrá pronunciarse respecto a la sanción que acarrea
el delito, sobre este tema que ha originado debate, hay 2 casaciones que
se encargan de dilucidar estas dudas, tenemos la Casación 353-2011,
Arequipa y la Casación 413-2014.

[1]San Martin, Cesar. Derecho Procesal Penal. Lima, Grijley, 2014, p. 215.

[2] Montero, Juan. Derecho Jurisdiccional Tomo III, Barcelona, Tirant lo


Blanch, 1995, p. 36.

[3] Ore, Arsenio. Manual de Derecho procesal penal. Lima, Editorial


Reforma, 2011, pp. 337 y 338.

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