Está en la página 1de 4164

La traducción fue hecha por fans,

dedicada a los fans, sin el propósito de


ganar dinero por medio de dicho libro.
Esta traducción no es oficial.
Si este libro llega a tus manos, te
pedimos que apoyes al autor, ya sea
comprando sus libros, compartiendo sus
obras, o siguiéndolo por redes sociales.
Por favor no re-subir a ninguna plataforma.

Traducción al inglés por ★suika


@yummysuika/twitter y ★ryuu
@RyuuseiKuma/twitter
Traducción al español por AlekMma
Wattpad (@1997alafecha)

POR FAVOR, APOYA AL AUTOR


http://www.jjwxc.net/onebook.php?novelid=3200611

1
Tiān Guān Cì Fú

2
Sinopsis
Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe
Heredero del reino XianLe; uno que fue amado
por sus ciudadanos y recibió el amor del mundo.
Como era de esperar, ascendió a los cielos a una
edad muy temprana. Ahora, ochocientos años
después, Xie Lian asciende a los cielos por
tercera vez como el hazmerreír de los tres reinos.
En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso fantasma demoníaco que gobierna
el purgatorio y aterroriza a los cielos... pero sin
que Xie Lian lo sepa, este Rey Fantasma le ha
estado prestando atención hace mucho, mucho
tiempo.

Otros nombres: Heaven Official’s Blessing, La


Bendición del Oficial Celestial.
Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2017.
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama,
Misterio, Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.

3
volumen uno:

Lluvia Sangrienta Llegando a una Flor

4
1: PRÓLOGO
La Bendición del Oficial Celestial

E
ntre los dioses de los cielos, había un
famoso hazmerreír conocido en los tres
reinos.
La leyenda decía que hace ochocientos años,
había un país antiguo dentro de las llanuras
centrales llamado XianLe.
La antigua nación de XianLe tenía un vasto
territorio, abundantes recursos y ciudadanos
contentos. El país tenía cuatro tesoros: bellezas
delicadas en abundancia, prósperas artes y
literatura, tesoros de oro y joyas y por último, pero
no menos importante, el reconocido Taizi
Dianxia.1
Esta persona, Taizi Dianxia... se podría decir
que era un hombre extraño.
El emperador y la emperatriz lo consideraban
el niño de sus ojos. Lo adoraban inmensamente
y con frecuencia proclamaban con orgullo: —En

1Su alteza real el Príncipe Heredero. Título otorgado al heredero legítimo, el príncipe
heredero del emperador.

5
el futuro, mi hijo seguramente se convertirá en un
sabio monarca, dejando una impresión de buena
reputación para las generaciones futuras.
Sin embargo, con respecto a lo que venía con
la realeza, la riqueza, el poder y el honor, Taizi
Dianxia no tenía interés en ninguno de ellos.
Lo que le interesaba, citando las mismas
palabras que a menudo se decía a sí mismo,
era...
—¡Quiero salvar a la gente común!
El joven príncipe se cultivó en serio. Durante
este tiempo, dos historias cortas se hicieron
circular ampliamente.
La primera historia ocurrió cuando tenía
diecisiete años.
Ese año, el reino de XianLe realizó una
magnífica ofrenda a los dioses.
Aunque esta tradición ya se había abandonado
durante numerosos siglos, uno podría imaginar la
grandeza del evento a través de los textos
antiguos sobrevivientes y las historias verbales.

Ofrenda al Día de los dioses, calle mayor del


Dios Marcial.
Ambos lados de la calle principal rebosaban de
un mar de personas. Los aristócratas estaban
sentados en la cima de los edificios altos mientras
intercambiaban conversaciones amistosas,
mientras que los guardias imperiales despejaron
el camino con su impresionante tintineo de

6
armadura. Las chicas jóvenes bailaban con
gracia mientras sus manos blancas como la nieve
esparcían pétalos de flores como lluvia, llenando
el cielo hasta donde alcanzaba la vista. Hacía que
la gente se preguntara si las doncellas bailarinas
eran más hermosas o las flores en sí. Notas
melodiosas sonaron desde dentro de carruajes
dorados y flotaban por toda la Ciudad Imperial.
Detrás de honorables guardias, dieciséis caballos
blancos con bridas doradas caminaban uno al
lado del otro mientras avanzaban por una
magnífica plataforma.
Ubicado en la cima de la plataforma alta y
magnífica, era el centro de atención de todos. Allí
estaba el artista marcial que realizaría un
espectáculo para agradar a los dioses.
Durante el festivo desfile celestial, el artista
marcial adornaba una máscara dorada, se vestía
con espléndidas prendas y empuñaba una
espada en una mano. Él desempeñaría el papel
de la primera deidad militar en un milenio en
someter a las bestias demoníacas: El Dios
Marcial emperador de los cielos, Jun Wu.
Ser seleccionado como el artista marcial que
realizaría tal espectáculo podría considerarse
como recibir el mayor honor y por lo tanto, el
criterio de selección era extremadamente
estricto. Este año, el elegido no fue otro que Taizi
Dianxia. Todo el reino de XianLe estaba
convencido de que se convertiría en el artista
marcial más maravilloso que realizó tal actuación
desde el principio de los tiempos.
Sin embargo, ese día, ocurrió algo inesperado.

7
El guardia de honor hizo su tercera vuelta
alrededor de las murallas de la ciudad, pasando
por un lado con una docena o más de murallas
altas.
Durante ese tiempo, el dios marcial en el
magnífico escenario estaba a punto de asestar un
golpe mortal a un demonio.
Esta era la escena más emocionante y, por lo
tanto, la gente de ambos lados de la calle
principal estaba entusiasmada. Las personas en
las murallas de la ciudad también se estaban
volviendo más ruidosas cuando comenzaron a
superarse mutuamente al asomar la cabeza para
ver, luchando y empujando.
En este preciso momento, un niño pequeño
cayó desde lo alto de la torre de la puerta de la
ciudad.
Unos gritos agudos perforaron los cielos. Justo
cuando todos pensaban que el niño estaba a
punto de derramar sangre en la calle principal del
Dios Marcial, el joven príncipe levantó la cabeza
ligeramente antes de saltar y atraparlo.
La gente solo tuvo tiempo suficiente para
vislumbrar una figura blanca como un pájaro que
revoloteó por el cielo vacío antes de que Taizi
Dianxia aterrizara a salvo con el niño. Su
máscara dorada se había caído, revelando la
cara joven y hermosa que antes estaba oculta
detrás de ella.
En el momento siguiente, una multitud de diez
mil comenzó a animar.

8
La gente común estaba encantada, pero los
consejeros taoístas de la Casa Imperial tenían
algunos dolores de cabeza.
No hubieran pensado en un millón de años que
se habría producido un error tan gigantesco.
¡Era siniestro, demasiado siniestro!
Cada vuelta que hacía la magnífica plataforma
alrededor de la Ciudad Imperial representa una
oración por un año de paz y prosperidad en el
país. Ahora que se había interrumpido, ¿no era lo
mismo que incurrir en un desastre?
Los consejeros estaban preocupados hasta el
punto de perder el cabello como la lluvia.
Después de reflexionar sobre el pasado y los
eventos ahora probables que podrían ocurrir en
el futuro, invitaron al joven príncipe y con tacto
sugirieron: —Dianxia,2 ¿puede enfrentarse al
muro durante un mes para mostrar su
arrepentimiento? No tienes que hacerlo, solo el
gesto para mostrar tu intención sería suficiente.
Taizi Dianxia sonrió antes de responder: —No
es necesario. —Explicó sus pensamientos—.
Salvar a la gente no es algo malo. ¿Cómo podrían
los cielos culparme porque hice lo correcto?
—¿Y si por casualidad los cielos deciden
culparte?
—Entonces los cielos serían los que están
equivocados. ¿Por qué las personas que tienen
razón se disculpan con las que están
equivocadas?
Los consejeros se quedaron sin palabras.

2
Su alteza.

9
Taizi Dianxia era exactamente este tipo de
persona.
Nunca se había encontrado con algo que no
fuera capaz de lograr y tampoco había conocido
a nadie que no lo amara. Siempre tenía razón y
era el corazón del mundo. Por lo tanto, los
consejeros sintieron un gran dolor en sus
corazones mientras pensaban.
—¿Qué demonios sabes?
Sin embargo, no era conveniente para ellos
decir más y tampoco se atrevieron a hacerlo.
Taizi Dianxia no los escucharía de todos modos.

La segunda historia también tuvo lugar en el


año en que el joven príncipe tenía diecisiete años.
Según las leyendas, en el lado sur del río
Amarillo existía un puente llamado Puente Yi
Nian, donde un famoso fantasma vagó por
muchos años.
Este fantasma era completamente aterrador:
vestido con una armadura en ruinas con llamas
del infierno siguiendo sus pasos. Todo su cuerpo
también estaba cubierto de sangre y perforado
por numerosas cuchillas y flechas. Cada paso
que daba dejaba rastros de sangre y fuego. Cada
pocos años, aparecería repentinamente durante
la noche. Vagaría al pie del puente y detendría a
los viajeros para hacerles tres preguntas:
—¿Dónde es esto?
—¿Quién soy?
10
—¿Qué harás ahora?
Si uno no respondía correctamente, el
fantasma los tragaría por completo de un solo
bocado. Sin embargo, nadie sabía cuáles debían
ser las respuestas correctas. Así que, después de
varios años, este fantasma se tragó innumerables
peatones.
Taizi Dianxia se enteró de este asunto un día
mientras deambulaba. Después de encontrar el
puente Yi Nian, comenzó a proteger el pie del
puente continuamente hasta que finalmente se
encontró con el fantasma que lo rondaba una
noche.
El fantasma apareció en un instante y
efectivamente, era tan misterioso y aterrador
como lo habían afirmado los rumores. Abrió la
boca para hacerle a Taizi Dianxia la primera
pregunta, que el joven príncipe respondió con
una sonrisa.
—Este es el reino humano.
Sin embargo, el fantasma respondió: —Este es
el abismo.
Suerte de principiante; era solo la primera
pregunta, pero ya se había equivocado.
Taizi Dianxia pensó para sí mismo que iba a
responder mal las preguntas de todos modos, así
que ¿por qué esperar a que el fantasma
terminara de preguntar? Por lo tanto, sacó su
arma y comenzó a luchar.
Esta batalla duró hasta que el cielo se convirtió
en el crepúsculo y la tierra quedó cubierta de
oscuridad. El Príncipe Heredero era muy hábil en
artes marciales, mientras que el fantasma se

11
volvió aún más desalentador y terrible. Un
hombre y un fantasma lucharon en ese puente
hasta que las posiciones del sol y la luna
prácticamente cambiaron, antes de que
finalmente el fantasma fuera derrotado.
Después de que el fantasma desapareció, el
joven príncipe plantó un árbol floreciente al pie
del puente. En ese momento, un taoísta que
pasaba lo vio esparcir un puñado de tierra dorada
para ayudar a escoltar al fantasma a su próxima
vida. Él preguntó: —¿Qué estás haciendo?
Taizi Dianxia pronunció sus famosas ocho
palabras.
—Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso.
Cuando el taoísta escuchó eso, sonrió
levemente antes de transformarse en una deidad
general vestida con una armadura blanca. Se
subió a una nube mágica, convocó a un fuerte
viento y luego salió volando a la luz del sol. El
Príncipe Heredero se dio cuenta de que, por una
afortunada coincidencia, se había encontrado
inesperadamente con el mismo Dios Marcial
emperador de los cielos que había descendido al
reino humano para someter a las bestias
demoníacas.
Todos los dioses ya estaban prestando
atención a este príncipe heredero
extremadamente sobresaliente después de su
actuación el día de la Ofrenda al Desfile de los
Dioses.
Después de encontrarse con él al pie del
Puente Yi Nian, los inmortales comenzaron a

12
preguntarle al Emperador: —¿Qué piensas de
Taizi Dianxia?
El emperador Jun Wu también respondió con
ocho palabras: —Su futuro es ilimitado, es
imposible de medir.
Esa misma tarde, el cielo sobre el Palacio Real
se volvió antinatural cuando el viento y la lluvia
causaron estragos.
Y en medio de los relámpagos y los truenos,
Taizi Dianxia ascendió a la divinidad.
Cuando alguien asciende, los cielos siempre
temblarían una vez. Cuando Taizi Dianxia
ascendió, inmediatamente hizo temblar todos los
cielos tres veces.
Lograr la inmortalidad a través de los esfuerzos
e ideas de uno era realmente difícil.
Se requiere talento innato, alto cultivo y la
oportunidad adecuada.
Renacer como un dios respetado, la mayoría
de las veces, era un viaje interminable de por
vida.
Un joven que ascendía a la divinidad y se
convertía en un mocoso arrogante en los cielos
no era algo que no hubiera sucedido antes, pero
también había muchas personas que agotaron
amargamente toda su vida cultivándose, pero
aun así no lograron la inmortalidad. Incluso si se
encontraran con una oportunidad del cielo, si no
superaban la calamidad celestial, morirían o se
convertirían en un desperdicio. Innumerables
humanos, como los granos de arena en un
desierto, vivieron una vida de mediocridad de

13
principio a fin, incapaces de encontrar el camino
correcto debido a su ignorancia.
Y así, Taizi Dianxia, fue sin duda el querido de
los cielos. Las cosas que quería, no había algo
que no pudiera obtener. Las cosas que quería
hacer, no había nada que le fuera imposible
lograr. Y cuando quiso ascender a la divinidad,
realmente ascendió a la divinidad a los diecisiete
años.
Originalmente, el Príncipe Heredero ya era
popular entre su gente. Junto con el hecho de
que era el hijo amado y muy querido del
Emperador y la Emperatriz, ordenaron que los
templos en nombre del Príncipe Heredero se
construyeran vigorosamente en muchas partes
del reino. Se erigieron estatuas y todos se
reunieron para presentar sus respetos. Cuantos
más creyentes tenía, más santuarios se
construyeron y así vivió más tiempo y se hizo más
poderoso. Como resultado, en solo un par de
años, Taizi Dianxia del reino de XianLe floreció y
alcanzó la cima de su poder.

...Hasta tres años después, cuando XianLe


cayó en el caos.
La razón del caos se debió al cruel gobierno del
Emperador, que llevó a un ejército rebelde a
alzarse por la justicia. Sin embargo, aunque el
fuego de la guerra ya había comenzado a arder

14
en el reino humano, los Oficiales Celestiales de
los cielos no podían entrometerse según sus
deseos. A menos que fuera el resultado de
demonios y ghoul´s sobrepasando o violando sus
límites, se debía permitir que aconteciera lo
sucedido. Las disputas ocurrieron en todas partes
del mundo y cada persona creía que sus propias
acciones estaban justificadas. Si cada deidad
interfiriera, hoy ayudarás y apoyarás a tu país,
mientras que mañana ayudará a sus
descendientes a vengarse. ¿Eso no resultaría en
que los inmortales fueran golpeados con
frecuencia, algo que eventualmente podría
causar la destrucción de toda la vida? En el caso
de Taizi Dianxia, era algo de lo que debía
mantenerse alejado aún más.
Pero a él no le importaba eso. Le dijo al
emperador Jun Wu: —Quiero salvar a la gente
común.
Aunque el emperador Jun Wu había acumulado
poder espiritual divino durante miles de años,
incluso él no se atrevió a decir esas palabras en
voz alta. Cuando escuchó al Príncipe Heredero,
su estado de ánimo se podía imaginar fácilmente.
Sin embargo, el emperador Jun Wu no podía
hacer nada al respecto y solo podía decir
inútilmente: —No se puede salvar a todos.
El Príncipe Heredero respondió: —Yo puedo.
Por lo tanto, descendió al reino humano sin
pensarlo dos veces.
La gente de todo el reino de XianLe celebró
naturalmente. Sin embargo, desde la antigüedad,
los cuentos populares siempre habían tratado de

15
advertir a la gente de una verdad: el evento de un
inmortal no autorizado que descendiera al reino
humano no tendría un buen resultado.
Por lo tanto, los fuegos de la guerra no se
extinguieron y en cambio comenzaron a arder
aún más salvajemente.
No era que Taizi Dianxia no hiciera su mejor
esfuerzo, pero hubiera sido mejor si no hubiera
hecho lo mejor. Cuanto más luchaba, más
complicada se hacía la guerra. La gente de
XianLe fue golpeada hasta que sus cabezas
cayeron y su sangre fluyó, sufriendo desastrosas
bajas. Finalmente, una plaga se extendió por toda
la Ciudad Imperial y los rebeldes irrumpieron en
el palacio, terminando la guerra.
Se podría decir que cuando el reino de XianLe
había estado luchando mientras estaba a las
puertas de la muerte, Taizi Dianxia había sido
quien los asfixió directamente.
Después de que el reino fue aniquilado, la
gente de repente se dio cuenta de algo:
—Entonces, resulta que su deidad Taizi
Dianxia no es tan formidable o perfecto como
imaginamos.
Para decirlo de manera más vulgar, ¿no era
solo una figura inútil que no podía lograr nada,
sino que era capaz de estropear todo lo demás?
Incapaces de desahogar el sufrimiento que
habían sentido después de perder tanto sus
hogares como a sus seres queridos, personas
enojadas cubiertas de heridas se apresuraron en
los pasillos del palacio del Príncipe Heredero.

16
Empujaron su estatua divina y quemaron sus
santuarios.
Ocho mil templos ardieron durante siete días y
siete noches, ardiendo hasta que desaparecieron
por completo.
A partir de entonces, un dios marcial conocido
por su protección y paz se desvaneció y nació un
dios demoníaco que atrajo desastres.
Cuando la gente decía que eras un dios,
entonces eras un dios. Si decían que eras una
mierda, entonces eras una mierda. Lo que la
gente decía que eras, eso era en lo que te
convertías. Siempre había sido así.
No importaba qué, Taizi Dianxia no podía
aceptar este hecho. Lo que no pudo aceptar aún
más fue el castigo que se le dio: el destierro.
Su cultivo fue destruido y debía ser arrojado al
reino humano.
Desde la infancia, había sido mimado de mil
maneras a medida que crecía, por lo que nunca
sufrió los dolores y las dificultades de las
personas normales. Por lo tanto, este castigo lo
hizo caer desde lo alto de las nubes hasta el lodo.
Y en este barro, fue la primera vez que
experimentó hambre, pobreza y la sensación de
inmundicia. También fue la primera vez que hizo
cosas que nunca se había imaginado: robar,
maldecir violentamente y abandonarse a la
desesperación. Prestigio completamente
perdido, autoestima completamente
desaparecida, se volvió tan feo como uno quería
que fuera. Incluso los asistentes más devotos no

17
pudieron aceptar que cambiara de esta manera,
por lo que decidieron irse.
Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso.
Estas ocho palabras fueron talladas en casi todas
partes en las tablas de piedra de XianLe. Si no se
hubieran quemado casi por completo en la
guerra, si Taizi Dianxia los volviera a ver, él sería
el primero en apresurarse a destruirlos.
Porque quien dijo la frase personalmente ya
había demostrado que cuando su cuerpo estaba
en el abismo, su corazón no estaba en el paraíso.
Ascendió rápidamente y descendió aún más
rápido. Las palabras del Dios Marcial y su
elegante mirada, habiéndose encontrado por
casualidad con demonio y dios en el Puente Yi
Nian. Parecían como si fueran cosas que habían
sucedido ayer. Los cielos suspiraron un poco,
porque las cosas que sucedieron en el pasado
permanecieron en el pasado.
Pasaron muchos años cuando un día, un fuerte
sonido sacudió los cielos. Taizi Dianxia ascendió
a la divinidad por segunda vez.
Desde la antigüedad, los dioses que habían
sido desterrados lo trataban como un revés que
conducía a un colapso total, antes de degenerar
en un fantasma o un demonio. Hubo muy poca
gente que pudo revertir sus fortunas y regresar
después de ser desterrados. Este evento de
ascender por segunda vez era algo
completamente digno de solo los vigorosos y los
fuertes.
Lo que fue aún más asombroso fue que justo
después de ascender, cargó contra los cielos

18
para golpear y asesinar a todos en las cuatro
direcciones. Por lo tanto, el Príncipe Heredero
solo había ascendido durante el tiempo que se
tardó en quemar una varita de incienso antes de
ser derribado nuevamente.
Una varita de incienso. Se podría decir que fue
la ascensión más rápida y violenta, pero breve de
la historia.
Si uno dijera que su primera ascensión fue algo
para alabar, entonces su segunda ascensión solo
podría llamarse una farsa.
Después de estas dos veces, todos en el cielo
dieron la espalda a este Príncipe Heredero. Pero
aunque lo abandonaron, todavía se sentían un
poco en guardia. Después de todo, después de
ser degradado una vez, fue llevado a tal estado
de desesperación. Ahora que fue desterrado dos
veces, ¿se convertiría en un demonio y tomaría
represalias abusando de la gente común?
Quién hubiera sabido que después de ser
degradado de nuevo, no se convirtió en un
demonio, sino que se adaptó sinceramente a su
estilo de vida desterrado. No hubo problemas en
absoluto y el único problema era que él era
realmente demasiado serio.
A veces actuaba en las calles, cantando o
tocando magistralmente instrumentos de viento y
arco de todo tipo. Incluso romper una piedra
gigante en su pecho no era nada difícil para él.
Aunque habían escuchado durante mucho
tiempo que Taizi Dianxia podía cantar y bailar y
tenía múltiples talentos, verlo en una situación
como esta realmente hizo que el estado de ánimo

19
se complicara. A veces, incluso aceptaba
laboriosa y concienzudamente la basura.
Todos los dioses estaban asombrados.
Que las cosas se volvieran así, era realmente
inimaginable. Fue en la medida en que hoy en
día, si alguien le dijera a la otra, usted dio a luz a
un hijo que es el Príncipe Heredero de XianLe,
eso sería mucho más malicioso que maldecir a
los descendientes de la otra parte.
En cualquier caso, una vez fue la belleza sin
igual Taizi Dianxia, que había sido calificado
como Oficial Celestial. Llegar a este estado…
realmente no había nadie más como él. El apodo,
hazmerreir de los tres reinos, se debió
exactamente a esta razón.
Después de reír, los que eran más
sentimentales tal vez suspirarían. El orgulloso y
distante hijo de los cielos del pasado realmente
desapareció.
Sus estatuas divinas se derrumbaron y su
antigua nación fue destruida sin dejar un solo
creyente. Poco a poco, se convirtió en alguien
gradualmente olvidado por el mundo. Por lo tanto,
nadie sabía a dónde se había alejado.
Ser desterrado una vez ya era una vergüenza
y humillación extraordinarias. Ser desterrado dos
veces, nadie podría volver a subir.
Después de muchos años más,
repentinamente hubo un día en que los cielos se
vieron nuevamente perturbados por un fuerte
ruido.
Fue extremadamente violento cuando el suelo
tembló y las montañas temblaron.

20
Las lámparas del altar que ardían día y noche
temblaron mientras sus llamas bailaban
violentamente. Funcionarios piadosos que fueron
despertados partieron de los salones de sus
propios palacios, apresurándose mientras
preguntaban: —¿Quién es el advenedizo que
ascendió? ¡Este lugar está temblando mucho!
Quién hubiera sabido, que justo después de
suspirar, qué asombroso, qué asombroso, a la
siguiente mirada, todos los dioses del cielo se
sintieron como si fueran golpeados por un rayo
una y otra vez.
¿Todavía no había terminado?
Ese famoso bicho raro, el hazmerreír de los tres
reinos, Taizi Dianxia de las leyendas, él, él, él, ¡él
ascendió a la divinidad de nuevo.

21
ARCO DEL MONTE YU JUN

22
CAPÍTULO 2
Inmortal recolector de chatarra; tercera
ascensión a la divinidad (parte uno)

—Felicitaciones, Taizi Dianxia.


Al escuchar esas palabras, Xie Lian levantó la
cabeza y sonrió antes de hablar: —Gracias. Pero,
¿puedo preguntar por qué me felicitas
exactamente?
Ling Wen ZhenJun se paró con los brazos
cruzados mientras decía: —Felicitaciones por
colocarse en primer lugar en la lista de Oficiales
Celestiales más esperados para ser degradados
y desterrados al reino de los mortales.
Xie Lian respondió: —No importa cómo lo
digas, sigue siendo el primer lugar. Pero aunque
me felicites, ¿debería ser un puesto por el que
valga la pena estar feliz?
Ling Wen declaró: —Sí, si eres el primero,
puedes obtener cien méritos.
Xie Lian respondió de inmediato: —La próxima
vez, si hay otra lista como esta, por supuesto,
ponme en ella.
Ling Wen preguntó: —¿Sabes quién está en
segundo lugar?

23
Xie Lian pensó por un momento antes de
responder: —Eso no es demasiado difícil de
adivinar. Después de todo, solo con base en la
fuerza, solo yo debería ser capaz de tomar los
tres primeros lugares.
Ling Wen respondió: —Eso es más o menos
correcto. No hay un segundo lugar. En el
momento en que comenzaste, otros solo podían
ver tu polvo sin esperanzas de ponerse al día.
Xie Lian dijo: —No me atrevo a aceptar el
honor. ¿Quién fue el ganador del primer lugar de
los años anteriores?
Ling Wen declaró: —No había uno porque esta
lista se creó este año. Más exactamente, se creó
hoy.
—Eh —Xie Lian se quedó en blanco por un
momento antes de preguntar—: Según lo que
dijiste, esta lista no fue creada específicamente
para mí, ¿verdad?
Ling Wen respondió: —Se puede pensar que
afortunadamente ganó simplemente porque
casualmente llegó a tiempo para ello.
Xie Lian dijo con una cara llena de sonrisas:
—Muy bien, si lo pienso así, seré un poco más
feliz.
Ling Wen continuó diciendo: —¿Sabes por qué
tomarías el primer lugar?
Xie Lian respondió: —Todos lo esperan.
Ling Wen explicó: —Déjame decirte la razón.
Por favor, mira ese reloj.
Levantó el dedo para señalar y Xie Lian se dio
la vuelta para mirar en esa dirección. Lo que se
podía ver allí era extremadamente hermoso.

24
Mirando a lo lejos, se podía ver un palacio hecho
de jade blanco, pabellones y quioscos, nubes
inmortales que se enroscaban con corrientes y
pájaros voladores.
Xie Lian miró durante mucho tiempo antes de
preguntar: —¿Quizás apuntaste en la dirección
equivocada? ¿Dónde está el reloj?
Ling Wen respondió: —No señalé en la
dirección equivocada. Está allí, ¿lo has visto ya?
Xie Lian miró cuidadosamente de nuevo antes
de decir sinceramente: —No lo veo.
Ling Wen respondió: —Es correcto que no lo
veas. Originalmente, había un reloj allí, pero se
sacudió cuando ascendiste.
—…
—Ese reloj era incluso más antiguo que tú. Sin
embargo, tenía un carácter vivo y tenaz. Cada
vez que alguien ascendía, sonaba un par de
veces para animarlos. Pero el día que ascendiste,
sonó como si se hubiera vuelto loco, incapaz de
detenerse. Solo cuando cayó de la torre del reloj
se calmó. Sin embargo, cuando se cayó, se
estrelló contra un Oficial Celestial que pasaba.
Xie Lian preguntó: —Esto... Entonces, ¿está
bien ahora?
—No, todavía está siendo reparado....
—Me refiero al Oficial Celestial que fue
golpeado.
Ling Wen respondió: —El que fue golpeado fue
un dios marcial. Dio la vuelta a su mano en el acto
y dividió el reloj en dos mitades. Pero ahora, por
favor mire hacia allí en el salón dorado del
palacio. ¿Lo ves?

25
Señaló de nuevo y la mirada de Xie Lian siguió
su dedo una vez más. Vio una vasta área cubierta
de niebla y nubes, antes de ver la parte superior
de un resplandeciente techo de palacio hecho de
vidrio dorado. Xie Lian dijo: —Ah, lo veo esta vez.
Ling Wen respondió: —Si ves algo, eso
significa que hay algo mal. Originalmente no
había habido nada allí.
—…
—Cuando ascendiste, los palacios dorados de
muchos Oficiales Celestiales se sacudieron hasta
el punto de que sus pilares dorados se cayeron y
sus techos vidriados se hicieron añicos. Algunos
palacios no pudieron repararse en un corto
período de tiempo. Sin mejores opciones,
muchas personas improvisaron y construyeron
lugares nuevos y temporales.
—¿Yo soy el culpable?
—Eres responsable de ello.
—Uh... —Xie Lian pidió confirmar—, ¿acaso
ofendí a muchos Oficiales Celestiales en el
momento en que subí?
Ling Wen respondió: —Si puedes redimirte,
entonces quizás no.
—¿Qué puedo hacer para redimirme?
—Eso es fácil de responder. Ocho millones,
ochocientos ochenta mil méritos.
Xie Lian sonrió de nuevo.
Ling Wen dijo: —Por supuesto, sé que incluso
una décima parte de eso es algo que no puedes
sacar.
Xie Lian respondió de manera franca y genuina:
—¿Cómo digo esto? Aunque realmente lamento

26
los inconvenientes, incluso si solicitó una décima
parte de eso, todavía no podré saldarlo.
La convicción de los creyentes en el mundo
secular podría convertirse en el poder espiritual
de un Funcionario Celestial. Cada varilla de
incienso que quemaban como ofrendas se
llamaba méritos.
Con su sonrisa desapareciendo, Xie Lian
preguntó seriamente: —¿Estarías dispuesto a
derribarme de aquí con una patada y luego darme
ocho millones, ochocientos ochenta mil méritos?
Ling Wen declaró: —Soy un dios de la
literatura. Si quieres que alguien te eche,
deberías encontrar un dios marcial. Cuanto más
te pateen, más méritos recibirás.
Xie Lian lanzó un profundo suspiro.
—Permíteme pensar qué hacer.
Ling Wen le dio unas palmaditas en el hombro
y dijo: —No pierdas la cabeza. Cuando te
encuentras con una montaña, siempre habrá un
camino para atravesarla.
Xie Lian respondió: —En mi caso, cuando el
bote llegue a la cabeza del muelle, se hundirá
naturalmente.
Si fuera hace ochocientos años, durante el
tiempo más próspero de XianLe, ocho millones,
ochocientos ochenta mil méritos no hubieran sido
un gran problema. Taizi Dianxia agitaría su mano
y se los daba, sin siquiera parpadear ante tal
pérdida. Pero el presente ahora era diferente de
los viejos tiempos. En el mundo secular, todos
sus templos ya se habían quemado hace mucho

27
tiempo y no quedaba ninguno. No tenía
creyentes, ni incienso, ni adoración.
No hacía falta decir más. ¡Simplemente no
tenía nada, nada, ni una sola cosa!
Una persona se puso en cuclillas al borde de la
calle principal de la Ciudad Inmortal mientras
tenía dolor de cabeza durante bastante tiempo,
antes de que repentinamente recordara algo. Ya
habían pasado casi tres días desde que había
ascendido, pero Xie Lian no había entrado en la
matriz de comunicación espiritual. En ese
momento, también se había olvidado de pedirle a
Ling Wen la contraseña.
Los Oficiales Celestiales que habían ascendido
se unían para crear un conjunto de comunicación
espiritual. Les era posible usar su sentido divino
e inmediatamente comunicarse entre ellos dentro
de la matriz; y después de ascender, era
imperativo que los nuevos dioses entraran. Sin
embargo, uno debía conocer la contraseña para
poder localizar la matriz particular. Ya habían
pasado ochocientos años desde que Xie Lian
había entrado por última vez en la matriz de
comunicación espiritual, por lo que ciertamente
no recordaba la contraseña. Entonces, liberó su
sentido divino para mirar a su alrededor antes de
encontrar una matriz que parecía parecerse a
ella. Pero cuando entró casualmente, fue
golpeado de inmediato en todas las direcciones
por voces violentas y emocionadas tan
poderosas que se volvió un poco inestable.
—¡Haz tus apuestas, sin devoluciones! ¡Ven a
apostar cuánto tiempo nuestro Taizi Dianxia

28
puede perseverar antes de que tenga que
descender una vez más!
—¡Apuesto un año!
—Un año es demasiado, la última vez solo duró
el lapso de tiempo de una varita de incienso.
¿Quizás esta vez persistirá durante tres días?
¡Apostaré durante tres días, tres días!
—¡No, ah, tonto! Ya casi han pasado tres días.
¿Vas a estar bien?
Xie Lian dejó en silencio la matriz.
Lugar equivocado. Definitivamente no podría
ser este.
Las deidades en el cielo eran todas las grandes
autoridades celestiales que supervisaban su
propia región y cada una de ellas era un nombre
familiar entre un gran número de personas. Como
todos eran Oficiales Celestiales que se habían
cultivado seriamente para ascender, eran dignos
y, por lo general, bastante reservados. La
mayoría de las veces, su discurso y
comportamiento tenían un aire de arrogancia.
Solo sería él quien, porque había estado
demasiado emocionado la primera vez que
ascendió, fue y agarró a todos los Oficiales
Celestiales en la matriz de comunicación
espiritual para saludarlos. Xie Lian había sido
incomparablemente serio mientras se presentaba
y su introducción completamente detallada no
tenía paralelo.
Después de retirarse de la matriz anterior,
comenzó a buscar al azar una vez más.
Finalmente, casualmente ingresó a otra matriz
nuevamente. Después de entrar en este

29
momento, Xie Lian se relajó un poco mientras
pensaba mentalmente: —Aquí está tan tranquilo.
Este es probablemente el indicado.
En ese momento, escuchó una voz que decía:
—¿Taizi Dianxia ha regresado otra vez?
Al principio, este sonido era extremadamente
cómodo de escuchar. La voz era suave y el tono
suave. Sin embargo, si uno lo escuchaba
atentamente, se daría cuenta de que la voz
sonaba extremadamente fría y el tono del
hablante también parecía muy indiferente. Por lo
tanto, hacía que esa gentileza pareciera albergar
algunas malas intenciones.
Originalmente, Xie Lian había querido ingresar
a la matriz de una manera moderada y de buen
comportamiento. Al acecho en silencio sería
suficiente. Sin embargo, dado que alguien ya lo
estaba buscando para conversar, no podía
pretender estar mudo y sordo. También estaba
extremadamente feliz de que un Oficial Celestial
en los cielos aún estuviera dispuesto a tomar la
iniciativa de hablar con él, una peste que
personifica a un dios. Por lo tanto, rápidamente
respondió: —Así es, ¡ah! ¡Hola a todos! Regresé
de nuevo.
¿Cómo iba a saber eso después de esta única
pregunta y respuesta? Todos los Oficiales
Celestiales en la matriz de comunicación
espiritual en ese momento aguzaron sus oídos.
Ese Oficial Celestial continuó hablando de
manera pausada: —Esta vez, la ascensión de
Taizi Dianxia causó una gran conmoción, ah.

30
Dentro de los cielos, incluso se podría decir que
los monarcas caminaban por todas partes,
mientras que los héroes eran tan comunes como
el agua que fluye en los ríos.
Si uno desea convertirse en un dios inmortal,
primero debe convertirse en un individuo
sobresaliente. En el reino de los mortales, las
personas lograron muchos objetivos o las
personas que tenían mucho talento, por
supuesto, tuvieron una mayor oportunidad de
ascender. Como resultado, no era exagerado
decir que las princesas, los príncipes y los
generales no eran algo raro de ver aquí. ¿Quién
no era un niño orgulloso de los cielos? Sin
embargo, todos seguían siendo extremadamente
educados y corteses entre sí, llamándose unos a
otros Su Majestad o Su Alteza o Señor General.
Dirían lo que pareciera más grato. Pero por las
palabras anteriores pronunciadas por el
Funcionario celestial, ese título que usó ya no
sonaba como un gesto cortés.
Aunque Xie Lian había sido un Príncipe
Heredero y el otro lo había saludado así, su tono
no tenía ni un poco de respeto. Parecía más bien
como si estuviera tratando de usar una aguja
para apuñalar a alguien. Hubo muchos otros
funcionarios celestiales que habían sido
auténticos príncipes de la corona dentro del
grupo de comunicación espiritual y esos pocos
saludos simplemente hicieron que se les pusiera
la piel de gallina en la espalda, ya que se sentían
incómodos de pies a cabeza. Xie Lian también
escuchó las malas intenciones en la voz del otro,

31
pero no quería hacer una escena. Pensando para
sí mismo que iba a escapar, respondió con una
sonrisa: —Estuvo bien.
Sin embargo, el Oficial Celestial no le dio la
oportunidad de escapar. Habló con una voz que
no era cálida ni fría: —Huh, ¿Taizi Dianxia está
bien? Mi suerte no fue tan buena.
De repente, Xie Lian escuchó un susurro de
Ling Wen.
Dijo una sola palabra: —Reloj.
Xie Lian entendió al instante. ¡Entonces, este
había sido el dios marcial que fue aplastado por
ese reloj!
Si esa era la situación, entonces para el
Funcionario celestial estar enojado no era algo
sin razón. Xie Lian siempre había sido
extremadamente bueno disculpándose y, por lo
tanto, dijo de inmediato: —He oído sobre el
incidente con el reloj. Lo siento mucho,
perdóname.
El otro resopló una vez, haciendo imposible que
alguien supiera a qué se refería.
Había muchos dioses marciales dentro de los
cielos y entre ellos, bastantes nuevos
advenedizos que habían ascendido después de
que Xie Lian se fue. Esta fue la razón por la que
no pudo determinar qué dios era solo
escuchando su voz. Sin embargo, uno no podía
disculparse sin siquiera saber el nombre del otro.
Por lo tanto, Xie Lian fue al centro del asunto y
preguntó: —Disculpe, ¿puedo preguntar cómo
debo dirigirme a usted, distinguido?

32
En el momento en que dijo esas palabras, la
otra parte guardó silencio.
No fue solo el otro dios quien guardó silencio.
Todo el conjunto de comunicación espiritual
pareció congelarse, como si una bocanada de
aire estancado abofeteara a todos en la cara.
Por otro lado, Ling Wen le susurró una vez más:
—Dianxia, aunque no creo que no haya
reconocido a la otra persona después de hablar
con él durante tanto tiempo, todavía quiero
recordarle. Ese es Xuan Zhen.
Xie Lian preguntó: —¿Xuan Zhen?
Se ahogó en un instante antes de reaccionar
finalmente cuando envió un mensaje de vuelta en
shock
—¿Este es Mu Qing?
Xuan Zhen Jun era un dios marcial que vigilaba
el suroeste. Tenía siete mil templos y en el reino
de los mortales, su reputación era ilustre.
Este Xuan Zhen Jun, que tenía el nombre
personal Mu Qing, solía ser un general en los
Salones del Palacio del Príncipe Heredero del
país de XianLe hace ochocientos años.
Ling Wen también estaba muy sorprendida.
—¿No podría ser que realmente no lo
reconociste?
Xie Lian respondió: —Realmente no lo
reconocí. En aquel entonces, no me habló de
esta manera. Además, ni siquiera recuerdo
cuándo fue la última vez que lo conocí. Si no
fueron quinientos años, entonces fue hace
seiscientos años. He olvidado casi por completo

33
cómo era, así que, ¿cómo podría reconocer su
voz?
La matriz de comunicación espiritual
permaneció en silencio y Mu Qing no hizo un solo
pío. En cuanto a los otros Oficiales celestiales,
por un lado, fingieron que no estaban
escuchando, mientras que por otro lado,
esperaban que alguien continuara hablando con
ferviente anticipación.
Cuando se trataba de estos dos, era
relativamente incómodo. Después de tantos
años, se habían transmitido muchos rumores, por
lo que todos ya entendían casi todo. En aquellos
días en que Xie Lian había sido el precioso
Príncipe Heredero XianLe, se cultivó en el
Templo Huang Ji. Ese Templo Huang Ji era el
Templo Taoísta Imperial del país XianLe. Sus
estándares de selección para discípulos eran
extremadamente estrictos. Mu Qing provenía de
un entorno pobre y su padre era un pecador que
había sido decapitado. Una persona así
simplemente no tenía los requisitos para ingresar
al Templo Huang Ji como discípulo. Como
resultado, no tuvo más remedio que convertirse
en alguien que hizo trabajos extraños. En el
templo, se encargaba principalmente de barrer el
piso para Taizi Dianxia, o de entregarle té y agua.
Pero Xie Lian vio que era asiduo y así les pidió a
los consejeros taoístas que hicieran una
excepción y lo recibieran como discípulo. Las
palabras de Taizi Dianxia tenían gran peso.
Debido a la voluntad del Príncipe Heredero, solo
entonces Mu Qing pudo ingresar al templo para

34
cultivarse. Y después de que Xie Lian ascendió,
lo designó como su general y llevó a Mu Qing con
él a la Ciudad Inmortal.
Sin embargo, cuando el reino de XianLe fue
aniquilada y Xie Lian fue degradado para
descender al reino mortal, Mu Qing no lo siguió.
No solo no siguió a Xie Lian, sino que Mu Qing ni
siquiera dijo una sola palabra en defensa de él. El
Príncipe Heredero se había ido de todos modos,
así que era libre. Encontró un lugar bendito y
comenzó a cultivarse minuciosamente como un
loco. No muchos años después, resistió las
tribulaciones celestiales y ascendió él mismo.
En aquel entonces, uno estaba en el cielo
mientras otro estaba en el suelo. Ahora, todavía
había uno en los cielos y uno en el suelo, era solo
que las circunstancias de las dos personas
estaban completamente invertidas.
En el otro extremo, Ling Wen dijo: —Está
realmente enojado.
Xie Lian respondió: —También lo adiviné.
Ling Wen respondió: —Iré a decir algunas otras
cosas. Aproveche rápidamente la oportunidad de
irse.
Xie Lian dijo: —No hay necesidad. Si
pretendemos que no pasó nada, entonces todo
estaría bien.
Ling Wen preguntó: —¿Es necesario? Solo
mirarlos me hace sentir incómoda.
Xie Lian respondió: —Todavía estoy bien, ¡ah!
Para Xie Lian, cualquier situación estaba bien
mientras no muriera. No tenía mucho, pero
definitivamente aún podía perder mucha cara. Ya

35
había hecho muchas cosas que eran muchas
veces más incómodas que esto, así que
realmente se sintió bien en su corazón. Pero
quién hubiera pensado que no debería haber
dicho eso tan temprano; Xie Lian acababa de
decir las palabras todavía está bien cuando
escuchó un rugido de voz.
—¡¿Quién demonios desmanteló mi palacio de
oro?! ¡Salga!
Este rugido hizo que los dioses que
escuchaban dentro de la matriz de comunicación
espiritual sintieran como si sus cueros cabelludos
explotaran.
Aunque sus estómagos ya se revolvían, todos
contuvieron la respiración mientras escuchaban
con gran atención. No hicieron un solo pío
mientras esperaban para ver cómo Xie Lian
respondería a las fuertes maldiciones. Pero nadie
esperaba eso en lugar de algo emocionante:
escucharían algo aún más emocionante. Xie Lian
ni siquiera había comenzado a hablar antes de
que Mu Qing hablara primero.
Mu Qing se rió dos veces.
—Jaja.
La persona que vino fríamente dijo: —¿Tú
fuiste quien lo derribó? Muy bien, espéralo.
Mu Qing respondió débilmente: —No dije que
fuera yo. No rocíe sangre al azar a las personas.
La otra persona preguntó: —Entonces, ¿por
qué te estás riendo? ¿Estás mentalmente
enfermo?
Mu Qing respondió: —No es así. Lo que acabas
de decir fue divertido, eso es todo. La persona

36
que destruyó tu palacio dorado está actualmente
en la matriz de comunicación espiritual, puedes ir
y preguntarle tú mismo.
Con las cosas evolucionando a este grado, no
importa qué, Xie Lian se sentía demasiado
avergonzado para escapar ahora.
Él tosió secamente antes de decir: —Fui yo. Lo
siento.
En el momento en que habló, la persona que
vino más tarde también se quedó en silencio.
Al oído, Ling Wen volvió a transmitir un
mensaje.
—Taizi Dianxia, ese es Nan Yang.
Xie Lian respondió: —Esta vez, lo reconocí. Sin
embargo, creo que no me ha reconocido.
Ling Wen respondió: —No. Es solo que pasa la
mayor parte de su tiempo en el Reino Mortal y
menos tiempo en la Ciudad Inmortal. Por lo tanto,
simplemente no sabía que había ascendido de
nuevo.
Nan Yang ZhenJun era el dios marcial que
supervisó el sudeste. Era popular y tenía casi
ocho mil templos, recibiendo el amor y el respeto
de la gente común.
Además, su nombre personal era Feng Xin.
Hace ochocientos años, fue el primer general del
Salón del Palacio del Príncipe Heredero de
XianLe.
Feng Xin era una persona devota y leal. Era el
guardaespaldas imperial de Xie Lian desde que
el otro tenía catorce años. Feng Xin creció con el
Príncipe Heredero, ingresó a los cielos con él, fue
degradado con él y fue desterrado con él.

37
Desafortunadamente, no pudo soportar esos
ochocientos años con Xie Lian. Al final, se
separaron en malos términos y se alejaron, para
nunca volver a verse.

38
CAPÍTULO 3
Inmortal recolector de chatarra; tercera
ascensión a la divinidad (parte dos)

U
n antiguo señor superior fue reducido a
un hazmerreír en los tres reinos; alguien que
no tenía ofrendas de incienso, templos o
creyentes. Los dos asistentes que una vez se
sentaron debajo de él pasaron las tribulaciones
de los cielos, ascendiendo y convirtiéndose en
fuertes dioses marciales que supervisaban cada
uno una región entera. En circunstancias como
esta, era imposible que la gente no se hiciera
preguntas. Si le pidieras a Xie Lian que eligiera si
Feng Xin o Mu Qing lo hacía sentir más
incómodo, él diría: —¡Cualquiera es igual, ah!
Sin embargo, si le preguntaras a los
espectadores si querían ver a Xie Lian pelear
contra Feng Xin o si querían ver a Xie Lian pelear
contra Mu Qing, entonces todos tomarían
diferentes decisiones según sus gustos. Después
de todo, había muchas razones para que ambos
pares pelearan, por lo que era difícil elegir cuál
era la opción más interesante.
Por lo tanto, cuando no hubo respuesta del lado
de Feng Xin durante mucho tiempo porque había
39
dejado de hablar inesperadamente y en su lugar
se escondió de inmediato, todos se sintieron
completamente decepcionados. Mientras tanto,
Xie Lian golpeó su cabeza un poco mientras
decía: —Tampoco anticipé hacer una conmoción
como esta. No fue deliberado, he incomodado a
todos.
Mu Qing respondió de una manera imperiosa.
—Oh, eso fue realmente una coincidencia.
¿Coincidencia? Xie Lian también pensó que
era realmente una coincidencia. ¿Cómo podría
caer el reloj sobre Mu Qing, mientras que su
ascensión también destruyó el palacio de Feng
Xin? Para los espectadores, era como si
deliberadamente se estuviera vengando. Sin
embargo, Xie Lian era el tipo de persona que, si
hubiera mil copas de vino con una sola
envenenada, Xie Lian siempre se las arreglaba
para elegir la envenenada. Pero no había forma
de controlar lo que otras personas creían, por lo
que Xie Lian solo pudo decir: —Haré todo lo
posible para compensar los palacios dorados de
todos y otras pérdidas. También espero que me
den algo de tiempo.
Uno no necesitaba un cerebro para
comprender que Mu Qing definitivamente quería
continuar con sus comentarios sarcásticos.
Sin embargo, dado que el palacio dorado de Mu
Qing no sufrió ninguna pérdida e incluso el reloj
que cayó sobre él fue cortado en dos mitades,
continuar siendo dominante parecería
desagradable y algo debajo de su identidad. Por
lo tanto, Mu Qing también se ocultó antes de

40
quedarse en silencio. Cuando Xie Lian vio que los
terribles problemas se habían ido solos, también
huyó rápidamente.
Todavía estaba reflexionando genuinamente
sobre dónde se suponía que debía obtener esos
ocho millones, ochocientos ochenta mil méritos al
día siguiente, cuando Ling Wen lo invitó a ir al
Salón del Palacio Ling Wen.
Ling Wen era el Oficial Celestial a cargo de
administrar el personal del cielo. Cuando los
mortales deseaban dar un paso adelante en sus
carreras, la adoraban. Desde el suelo hasta la
cima, todo el Salón del Palacio se llenó hasta el
borde con documentos oficiales y pergaminos.
Este tipo de escena era completamente
impactante, una que haría temblar de miedo a
cualquiera. Mientras Xie Lian caminaba hacia
adelante, vio que todos los Oficiales Celestiales
que salían Palacio de Ling Wen arrastraban una
pila de papeles excepcionalmente alta. Sus caras
estaban pálidas; y si no tenían una expresión que
parecía que estaban a punto de colapsar,
entonces tenían una expresión de
entumecimiento. Cuando los dos finalmente
entraron al Salón del Palacio, Ling Wen se dio la
vuelta y fue directo al grano.
—Dianxia, hay un asunto en el que al
Emperador le gustaría solicitar su ayuda.
En el cielo, había muchas personas que tenían
los títulos ZhenJun o YuanJun. Sin embargo, solo
una persona podría llamarse Emperador. Pero si
esa persona quisiera hacer algo, entonces nunca
sería necesario que suplicara a otras personas.

41
Esta era la razón por la cual Xie Lian miró un
momento sin comprender antes de responder:
—¿Qué sucede?
Ling Wen le entregó un pergamino antes de
explicar: —Recientemente, el norte tiene una
gran cantidad de fieles entusiastas que rezan
repetidamente por bendiciones. Se puede
suponer que no pasan sus días pacíficamente.
Estos llamados adoradores celosos
generalmente se referían a tres tipos de
personas. Primero, los ricos: pagaban dinero
para quemar incienso y construir templos para los
dioses. La segunda categoría consistía en
aquellos misioneros que predicarían a los
transeúntes. Y por último pero no menos
importante, el tercer tipo de adoradores celosos
eran personas cuyo cuerpo y mente estaban
completamente empapados en fe y creencia.
Entre ellos, la mayoría de estos adoradores
pertenecían a la primera categoría, ya que en
este mundo, los ricos eran como carpas que
pasaban por los ríos. La tercera categoría tenía
menos personas, porque si uno era realmente
capaz de llegar a ese nivel de fe, entonces su
grado de competencia seguramente era bastante
alto y no estarían lejos de ascender. La gente que
Ling Wen mencionó era claramente de la primera
categoría.
Ling Wen continuó hablando: —En la
actualidad, el Emperador no puede atender al
norte. Si está dispuesto a tomar su lugar y hacer
el viaje, cuando llegue el momento,
independientemente de la cantidad de ofrendas

42
que hagan estos celosos adoradores, todo se
asignará a su altar. ¿Qué piensas?
Xie Lian recibió el pergamino con ambas
manos mientras decía: —Muchas gracias.
Evidentemente, esto era Jun Wu ayudándolo,
pero en cambio lo giró y lo hizo sonar como si le
estuviera pidiendo ayuda a Xie Lian. ¿Cómo
podría Xie Lian no ver a través de eso? Sin
embargo, no pudo encontrar palabras más
adecuadas para expresar lo que pensaba en
lugar de las dos palabras que acababa de decir.
Ling Wen respondió: —Solo soy responsable de
manejar estos asuntos. Si quieres agradecer a
alguien, debes esperar a que vuelva el
Emperador antes de agradecerle personalmente.
Oh, ¿necesitas mi ayuda para tomar prestadas
armas espirituales?
Xie Lian respondió: —No hay necesidad.
Incluso si me das un arma espiritual, una vez que
baje no tendré ningún poder espiritual, por lo que
no podré usarlo.
Xie Lian había sido golpeado dos veces, por lo
que perdió su poder espiritual. Era más fácil
hacer frente a los cielos, el lugar donde todos los
inmortales se reunieron. Después de todo, el
poder espiritual era abundante y la fuente no se
secaría, por lo que podría tomar algo para usar.
Sin embargo, una vez que regresara al reino de
los mortales, no tendría poder. Si Xie Lian quería
pelear con magia, entonces solo podía
arreglárselas encontrando a alguien a quien le
pudiera prestar energía espiritual, algo
extremadamente inconveniente.

43
Ling Wen reflexionó por un momento antes de
decir: —Entonces sería mejor pedir prestados
algunos dioses marciales para que te ayuden.
Los dioses marciales actuales no lo
reconocieron o no les habia caído bien.
Xie Lian entendió eso a fondo, por lo que
respondió: —Tampoco hay necesidad de eso. No
podrás pedir prestado a nadie.
Sin embargo, Ling Wen parecía haberlo
tomado en serio y solo dijo: —Lo intentaré.
No habría diferencia si lo intentara o no, por lo
tanto, Xie Lian no aprobó ni se opuso a sus
palabras y permitió que Ling Wen lo intentara.
Como resultado, Ling Wen entró en la matriz de
comunicación espiritual antes de anunciar en un
tono brillante: —Todos, el Emperador tiene una
tarea importante que manejar en el norte y
necesita urgentemente personas. ¿Qué dios
marcial puede prestar a dos oficiales marciales
de sus palacios para ayudar?
En el momento en que su voz se desvaneció,
la voz flotante de Mu Qing surgió.
—He oído que el Emperador no está en el norte
en este momento, así que me temo que estás
prestando gente para Taizi Dianxia, ¿verdad?
Xie Lian pensó mentalmente: —¿Estás
guardando guardia en la matriz de comunicación
espiritual durante todo el día...?
Ling Wen estaba en la misma onda que él.
Aunque solo quería abofetear a Mu Qing que
estaba obstaculizando su trabajo directamente,
comenzó a hablar con una sonrisa.

44
—Xuan Zhen, ¿por qué siempre te veo aquí
estos dos días? Parece que has estado robando
tiempo para relajarte y ahora estás bastante
inactivo. Felicidades.
Mu Qing respondió en un tono ligero: —Mi
mano está herida, así que me estoy recuperando.
Todos los funcionarios celestiales allí pensaban
mentalmente: —En el pasado, no sería nada
difícil para esa mano tuya dividir una montaña por
la mitad. Entonces, ¿qué podría ser para usted
romper un tonto reloj en pedazos?
Originalmente, Ling Wen había querido
engañar a dos personas para que vinieran a
trabajar antes de explicar los detalles. Pero no
solo Mu Qing adivinó esos detalles en un intento,
sino que incluso los dijo en voz alta. Con las
circunstancias ahora, era seguro que no podría
encontrar a nadie. Efectivamente, nadie más
respondió a su consulta durante bastante tiempo.
Xie Lian tampoco creía que alguien se
presentaría y, por lo tanto, le dijo: —Verá, le dije
que no podría pedir prestado a nadie.
Ling Wen respondió: —Si Xuan Zhen no
hubiera dicho nada, de hecho habría podido.
Xie Lian sonrió.
—Esas palabras tuyas habían sido como si
llevaras una pipa, pero ocultando la mitad de su
cara, borrando bellamente la escena hasta cierto
punto. La gente hubiera pensado que iban a
ayudar al Emperador con algo de trabajo, por lo
que vendrían. Pero cuando vinieran y se dieran
cuenta de que iban a tener que trabajar conmigo,
me temo que habría problemas. ¿Cómo

45
podríamos trabajar juntos así? En cualquier caso,
estoy acostumbrado a estar solo y no me falta un
brazo o una pierna, así que vamos con esto ah...
Perdón por los problemas, me iré ahora.
Ling Wen también era incapaz. Por lo tanto, ella
ahuecó sus manos en un saludo antes de decir:
—Está bien. Deseo que el viaje de Dianxia
transcurra sin problemas y que las bendiciones
de los Oficiales Celestiales sean con ustedes.
Xie Lian respondió: —¡Sin obstáculos en
nuestro camino!
Agitando su mano, se fue de una manera
segura y despreocupada.

…Tres días después, reino mortal, el norte.


Al lado de una carretera principal, había una
pequeña casa de té. La tienda no era grande y
los comerciantes eran gente sencilla, pero los
productos eran caros porque el paisaje era
bueno. Había montañas y cuerpos de agua,
había gente y una ciudad. Tenían todo, no mucho
de todo, no mucho, pero justo. Ubicado en medio
de tal paisaje, si uno se topara con la casa de té
por casualidad, sin duda crearía un recuerdo
maravilloso. El sumiller de La Casa de Té estaba
extremadamente inactivo, ya que actualmente no
tenía ningún cliente. Por lo tanto, movió un
pequeño taburete a la puerta de la tienda y
comenzó a mirar la montaña, el agua, la gente y
la ciudad. Estaba contento mirando cuando,
46
desde lejos, vio a un taoísta vestido de blanco
caminando. El taoísta estaba cubierto de polvo,
como si hubiera estado caminando durante
mucho tiempo. Cuando se acercó, pasó junto a la
pequeña casa de té, antes de detenerse
repentinamente y volver lentamente sobre sus
pasos. El taoísta se alzó el sombrero de bambú
con la mano antes de levantar la cabeza. Solo
echó un vistazo a la tienda antes de comenzar a
hablar con una sonrisa.
—Casa de té, Encuentro Casual, el nombre es
interesante.
Aunque esta persona tenía una apariencia
cansada, también tenía una cara llena de
sonrisas. Esto hacía que las personas que lo
miraban no pudieran evitar que las comisuras de
sus propias bocas se curvaran. El taoísta luego
preguntó: —Disculpe, ¿puedo preguntar si el
monte Yu Jun está cerca?
El sumiller del té le indicó una dirección antes
de responder: —Está en esta región.
Esa persona exhaló y por una vez no escupió
su alma con ese aliento.
En su mente, pensó: —Finalmente he llegado.
Esta persona era precisamente Xie Lian.
Abandonó la Ciudad Inmortal ese día.
Originalmente, ya había decidido el lugar al que
descendería; Xie Lian había querido caer cerca
del monte Yu Jun. Quién hubiera pensado que
cuando se fuera sin cuidado y saltara sin cuidado,
su manga quedaría atrapada en una nube
despreocupada. Sí, quedó atrapado en una nube.
Incluso Xie Lian no sabía cómo su manga quedó

47
atrapada en una nube. En cualquier caso, se dio
la vuelta a una altura elevada y alta y cuando
rodó, no tenía idea de dónde estaba. Después de
tres días a pie, finalmente llegó a su lugar de
llegada originalmente planeado. Por lo tanto, por
un corto tiempo, se sintió extremadamente
confundido.
Al entrar en la casa de té, Xie Lian tomó una
mesa junto a la ventana antes de pedir un poco
de té y bocadillos. Finalmente se sentó después
de sus dificultades anteriores, cuando de repente
escuchó gemidos interminables y el sonido de
tambores desde fuera de la habitación.
Xie Lian volvió la mirada hacia la calle antes de
ver a un grupo de personas de todas las edades
escoltar un sedán de matrimonio rojo carmesí al
pasar por la casa de té.
Esta procesión estaba rodeada por un aire
extremadamente extraño. A primera vista,
parecían ser los parientes que entregaban a la
novia. Pero si uno mirara de cerca, notarían cómo
los rostros de estas personas tenían expresiones
solemnes: expresiones de dolor, ira, temor, pero
la única emoción que no estaba presente era la
alegría. En cualquier caso, no tenía la apariencia
de una boda. Sin embargo, al contrario de lo que
pensaban, todos llevaban flores rojas mientras
tocaban instrumentos de viento y tocaban la
batería. Esta situación era realmente demasiado
extraña. Ese sumiller del té llevaba una tetera de
cobre en la mano y la levantó en alto para servir
un poco de té. También había visto esta escena,
pero solo sacudió la cabeza antes de irse.

48
Xie Lian siguió esa extraña procesión con sus
ojos, antes de reflexionar por un breve momento.
Estaba a punto de sacar el pergamino que Ling
Wen le había dado para mirar una vez más,
cuando de repente sintió que algo deslumbrante
pasaba rápidamente.
En el momento en que Xie Lian levantó la
cabeza, una mariposa plateada pasó volando por
encima de sus ojos.
Esa mariposa plateada era brillante y
translúcida, parecía pura y límpida. Mientras
volaba en el aire, dejó rastros brillantes. Xie Lian
no pudo evitar extender una mano hacia ella.
Esta mariposa era extremadamente inteligente.
No solo no estaba asustada, sino que incluso se
detuvo temporalmente en la punta de sus dedos,
ambas alas relucientes y hermosas al máximo.
Bajo la luz del sol, parecía como si fuera un
fragmento de una ilusión. Después de un
momento, sin embargo, se fue volando.
Xie Lian saludó con la mano, algo que podría
considerarse como su adiós. Pero cuando se
volvió, su mesa tenía dos personas más sentadas
allí.
Esta mesa tenía cuatro lados. Una persona se
sentó a la izquierda y otra a la derecha, cada una
de las cuales se puso a un lado. Ambas personas
eran jóvenes que tenían alrededor de dieciocho o
diecinueve años. El de la izquierda era más alto,
con expresiones faciales que parecían bastante
definidas y brillantemente hermosas. Dentro de
su mirada había una luz arrogante y obstinada. El
lado derecho tenía la piel muy clara. Parecía

49
delicado y bonito, pero también refinado. Sin
embargo, su expresión parecía algo fría y
apática, una apariencia que hacía que pareciera
que no estaba muy feliz. De hecho, el color de las
caras de ambas personas no se veía tan bien.
Xie Lian parpadeó antes de preguntar:
—¿Ustedes dos son...?
La persona de la izquierda respondió: —Nan
Feng.
La persona de la derecha respondió: —Fu Yao.
Xie Lian pensó mentalmente: —No es que haya
preguntado sus nombres.
En ese momento, Ling Wen de repente
transmitió su voz. Dijo: Dianxia, hay dos
pequeños dioses marciales de la Corte
Intermedia que están dispuestos a ayudar. Ya
han bajado a buscarte, así que ya deberían haber
llegado.
La llamada Corte Intermedia era naturalmente
relativo a la Corte Superior. Los Oficiales
Celestiales de los cielos podrían dividirse simple
y aproximadamente en dos categorías: los que
ascendieron y los que no. Los Oficiales
Celestiales de la Corte Superior habían
ascendido confiando en sí mismos. Había solo
alrededor de cien en todo el Cielo y cada uno era
extremadamente precioso. Pero dentro de la
Corte Intermedia, las deidades eran las que
fueron criadas al nombrarlas como diputadas.
Estrictamente hablando, sus nombres completos
deberían llamarse Compañeros Oficiales
Celestiales. Sin embargo, cuando la gente los

50
llamaba, la mayoría de las veces dejaban de lado
esa palabra de compañero.
Ya que había una Corte Superior y una Corte
Intermedia, ¿había una Corte Inferior?
No lo había.
En realidad, cuando Xie Lian ascendió por
primera vez, realmente había un Cielo Inferior. En
ese momento, los cielos todavía estaban
divididos como la Corte Superior y la Corte
Inferior. Pero luego, todos encontraron un
problema. Cuando se presentaron y abrieron la
boca para decir: soy de tal y tal, sonaba
realmente desagradable. Con la palabra 'inferior'
existente, los hizo sentir especialmente inferiores.
Entre las deidades de la Corte Intermedia,
definitivamente no faltaron personas con talento.
Su poder espiritual era rico y fuerte y cada uno de
ellos eran figuras excelentes y bien conocidas. La
única diferencia entre ellos y los Oficiales
Celestiales reales era simplemente cómo les
faltaba experimentar una calamidad celestial.
Pero quién hubiera sabido cuándo llegaría el día
de la calamidad celestial que estaban esperando.
Por lo tanto, algunas personas propusieron
cambiar una sola palabra, convirtiendo las
introducciones en soy de tal y tal de la Corte
Intermedia. Esto era mucho más placentero de
escuchar, aunque ambos tenían el mismo
significado. En resumen, después del cambio, Xie
Lian no se había acostumbrado ni siquiera
después de un tiempo.
Xie Lian miró a estos dos pequeños dioses
marciales. Con una cara un poco más

51
desagradable que la otra, era poco probable que
estuviesen dispuestos a presentarse y ayudar.
Por lo tanto, no pudo evitar preguntar: —Ling
Wen, ah, creo que no parecen haber venido a
ayudarme y en cambio parece que quieren
recuperar mi cabeza. ¿Los engañaste para que
vinieran?
Desafortunadamente, parecía que esta
pregunta suya no se transmitió. Ahora tampoco
podía escuchar la voz de Ling Wen cerca de su
oído. Probablemente fue porque estaba muy lejos
de la Ciudad Inmortal y había pasado tanto
tiempo desde que descendió, por lo que su poder
espiritual se había agotado.
Xie Lian era incapaz de hacer otra cosa, así que
primero sonrió a los pequeños dioses marciales
antes de decir: —¿Nan Feng y Fu Yao? Al estar
dispuestos a venir y ayudarme, permítanme
agradecerles de antemano.
Los dos solo asintieron con la cabeza, ambos
parecían tener una actitud algo elevada. Parecía
que los dioses marciales bajo los que estaban
tenían una reputación bastante ilustrada. Xie Lian
hizo que el sumiller del té trajera dos tazas más
de té. Tomando su taza, raspó las hojas de té
antes de preguntar casualmente: —¿En qué
Palacio de la Alteza están?
Nan Feng respondió: —Salón del Palacio Nan
Yang.
Fu Yao dijo: —Salón del Palacio Xuan Zhen.
Esto realmente hacía que uno se sintiera
asustado.

52
Xie Lian tragó un bocado de té antes de
preguntar: —¿Los generales de sus palacios les
permitieron venir?
Ambos respondieron: —El general de mi
palacio no sabía que había venido.
Xie Lian pensó por un momento antes de
preguntar nuevamente: —Entonces, ¿saben
quién soy?
Si estos dos pequeños dioses marciales
vinieran aquí porque estaban confundidos y, por
lo tanto, engañados por Ling Wen, entonces,
después de ayudarlo, regresarían para ser
regañados por el General de su Palacio. Algo así
ciertamente no valdría la pena.
Nan Feng respondió: —Eres Taizi Dianxia.
Fu Yao dijo: —Eres el camino correcto para el
mundo humano, eres el corazón del universo.
Xie Lian se atragantó una vez, antes de
preguntarle a Nan Feng de manera incierta.
—Justo ahora, ¿puso los ojos en blanco?
Nan Feng respondió: —Lo hizo, déjalo ser.
La relación de Nan Yang con Xuan Zhen no era
buena. Esto no era un secreto. Entonces, cuando
Xie Lian se enteró de ese asunto, realmente no
se sintió sorprendido. Esto fue porque, incluso en
aquel entonces, la relación de Feng Xin y Mu
Qing no había sido tan buena. Solo que, en
aquellos días, él había sido el Señor y ellos eran
los asistentes. El Príncipe Heredero dijo que no
discutan ah, ustedes tienen que convertirse en
buenos amigos, por lo que los dos aguantaron y
se abstuvieron de ser hostiles entre sí. Cuando
se volvían extremadamente infelices, a lo sumo,

53
simplemente usaban palabras para apuñalar al
lado opuesto. Pero ahora, ya no era necesario ser
tan cortésmente sincero. Por lo tanto, incluso los
fieles del sudeste y sudoeste no se miraban de
manera positiva, mientras que el Palacio Nan
Yang y el Palacio Xuan Zhen tenían aún más odio
mutuo. Los dos ante él fueron un excelente
ejemplo. Fu Yao sonrió sarcásticamente cuando
dijo: —Ling Wen ZhenJun dijo que si estuvieras
dispuesto, podrías venir. Entonces, ¿por qué
motivo me escabulliría para venir?
La palabra voluntario, al decirlo con su
expresión, no parecía convincente. Así, Xie Lian
dijo: —Déjame confirmar una vez. ¿Ustedes dos
realmente están haciendo esto voluntariamente?
Si no es así, por supuesto, no se fuercen.
Los dos dijeron: —Me ofrecí voluntariamente.
Al mirar esas dos caras profundamente
lúgubres, pensó mentalmente Xie Lian, las
palabras que ustedes dos realmente quisieron
decir fueron: —Quiero suicidarme, ¿verdad?
—En breve- —Xie Lian comenzó—. Primero
discutamos el trabajo real. Ustedes ya saben por
qué vinimos al norte esta vez, así que no
comenzaré a explicar desde el principio...
Los dos dijeron: —No sé por qué.
Xie Lian era incapaz de hacer nada y solo podía
sacar el pergamino antes de decir: —Entonces
sería mejor si explicara todo desde el principio…
…Se dice que hace muchos años en el monte
Yu Jun, había una novia y un novio que estaban
a punto de casarse.

54
La pareja se amaba mucho. El novio esperó la
procesión que entregó a la novia, pero incluso
después de esperar mucho tiempo, no vio llegar
a la novia. El novio comenzó a sentirse ansioso y
así comenzó a buscar a la familia de la novia. El
resultado fue que su suegro y su suegra le
informaron que su novia había partido mucho
tiempo. Los dos hogares informaron esto a los
funcionarios antes de que comenzaran a mirar en
todas las direcciones. Sin embargo, de principio
a fin, nunca la encontraron. Pero incluso si una
bestia feroz la hubiera comido en las montañas,
debería haber quedado restos de un brazo o una
pierna o lo que no. ¿Cuál fue la justificación
detrás de su desaparición en el aire? Por lo tanto,
era inevitable que la gente albergara sospechas
de que la propia novia no deseaba casarse,
resultando en su confabulación con la procesión
antes de escapar. Pero quién habría sabido que
después de unos años, otra pareja se casó y la
pesadilla se repitió.
La novia desapareció de nuevo. Sin embargo,
esta vez no se fue sin dejar rastro. En un camino
pequeño, la gente encontró un pie que algo no
había terminado de comer.

55
CAPÍTULO 4
Discusión entre tres tontos en el templo
de Ju Yang en la noche (parte uno)

L
as cosas comenzaron a salir de control
desde entonces. En los cien años posteriores,
un total de diecisiete novias desaparecieron
en la región del Monte Yu Jun. A veces habría
una docena de años de paz. Otras veces, dos
novias desaparecerían en el lapso de un corto
mes. En poco tiempo, una leyenda aterradora se
extendió rápidamente: dentro del Monte Yu Jun
vivía un novio fantasma. Si le gustaba una mujer,
la secuestraría durante la procesión de su boda
antes de devorar la fiesta de familiares que la
estaban enviando.
Originalmente, esta situación no se
comunicaría a los cielos. Aunque había diecisiete
novias desaparecidas, cientos de miles de otras
novias en el mundo habían pasado sanas y
salvas. En cualquier caso, era imposible
encontrar a esas novias o protegerlas ahora, por
lo que las personas no tenían otra opción más
que pagar en este tipo de eventos. Las familias

56
que se atrevieron a casar a sus hijas en esta
región simplemente disminuyeron un poco y los
recién casados locales no se atrevieron a hacer
de sus bodas un gran evento. Sin embargo, fue
precisamente la decimoséptima novia la que tuvo
un gran oficial para un padre. Este padre adoraba
a su hija; y cuando se enteró de esta leyenda,
seleccionó meticulosamente cuarenta oficiales
militares valientes y sobresalientes para escoltar
a su hija hasta su novio. Sin embargo, a pesar de
todos sus preparativos, su hija todavía
desapareció.
Esta vez, el novio fantasma realmente apuñaló
un nido de avispas. Este hombre no pudo
encontrar a nadie en el reino humano que pudiera
hacer algo para ayudar. Como resultado, hizo
una alianza furiosa con sus amigos oficiales del
gobierno y luego realizó un ritual loco. Este
funcionario incluso siguió el consejo de un
experto y abrió el granero para ayudar a los
pobres. Después de hacer un alboroto,
finalmente logró sobresaltar a un Oficial Celestial.
De lo contrario, habría sido casi imposible para
esas pequeñas voces mortales llegar al oído de
un Oficial Celestial.
Xie Lian dijo: —Ese es más o menos el
panorama general.
Como las expresiones de los dos dioses
marciales parecían muy poco cooperativas, no
estaba seguro de si estaban escuchando o no. Si
no hubieran estado escuchando, Xie Lian no
57
tenía más remedio que explicar la situación una
vez más. Sin embargo, al contrario de lo que
esperaba, Nan Feng levantó la cabeza antes de
arrugar la frente. Él preguntó: —¿Las novias
desaparecidas tienen algo en común entre sí?
Xie Lian respondió: —Hubo algunas novias
ricas y algunas pobres. Había hermosas y feas.
Algunas eran esposas y otras concubinas. En
resumen, las desapariciones carecen por
completo de un patrón. Uno simplemente no
puede determinar las preferencias de este novio
fantasma.
—Hum —gruñó Nan Feng una vez, antes de
levantar su taza de té y tomar un sorbo. Parecía
haber comenzado a reflexionar sobre su
problema.
Por otro lado, Fu Yao ni siquiera se molestó en
tocar la taza de té que Xie Lian empujó hacia él.
Simplemente se limpió los dedos pausada y
continuamente con un pañuelo blanco antes de
preguntar indiferentemente.
—Taizi Dianxia, ¿cómo decidió que el fantasma
es un novio? Eso no puede ser seguro. Nadie lo
ha visto antes. ¿Cómo puedes saber si es un
hombre o una mujer, si es viejo o joven? ¿Estás
pensando en cosas demasiado simples?
Xie Lian sonrió antes de responder: —La
conclusión escrita en este pergamino fue un
resumen de los Oficiales Celestiales del Salón del
Palacio de Ling Wen. El novio fantasma es solo
el nombre popular utilizado entre la gente. Sin
58
embargo, lo que has dicho realmente tiene
sentido.
Después de estos intercambios, Xie Lian se dio
cuenta de que los procesos de pensamiento de
estos dos dioses marciales eran bastante
agudos. Aunque sus expresiones no se veían
bien, no les importaban sus asuntos laborales.
Esto hizo que Xie Lian se sintiera
considerablemente satisfecho. Como el cielo
fuera de la ventana se estaba oscureciendo, los
tres abandonaron temporalmente la pequeña
casa de té. Xie Lian se puso su sombrero de
bambú antes de comenzar a caminar. Después
de caminar un poco, de repente se dio cuenta de
que las dos personas detrás de él no lo habían
seguido. Desconcertado, Xie Lian se dio la vuelta
para echar un vistazo, antes de darse cuenta de
que esos dos también lo miraban
desconcertados.
Nan Feng preguntó: —¿A dónde vas?
Xie Lian respondió: —Voy a buscar un lugar
para quedarme. Fu Yao, ¿por qué vuelves a
poner los ojos en blanco?
Nan Feng volvió a preguntar con desconcierto:
—Entonces, ¿por qué caminas hacia las
montañas y la naturaleza?
Xie Lian estaba acostumbrado a comer y dormir
con frecuencia en las calles. Mientras pudiera
encontrar un trozo de tela para esparcirse por el
suelo, podría permanecer allí acostado una
noche. Naturalmente, se estaba preparando para
59
encontrar una cueva y encender un fuego, algo
que solía hacer. Fue solo después de este
recordatorio que recordó; Nan Feng y Fu Yao
eran dioses marciales bajo sus respectivos
salones del palacio. Si hubiera un templo Nan
Yang o Xuan Zhen en las cercanías, podrían
ingresar directamente. ¿Por qué sería necesario
para ellos dormir al aire libre en el desierto?
En poco tiempo, los tres encontraron un
santuario local desgastado y dañado en un rincón
insignificante y pequeño. El plato que contenía el
incienso estaba roto y todo el lugar daba la
sensación de que rara vez se frecuentaba. El
nombre de Dios de la Tierra estaba grabado en
una pequeña placa de piedra redonda. Xie Lian
lo llamó varias veces. Habían pasado muchos
años desde que alguien había llamado o hecho
una ofrenda a este Dios de la Tierra local. Cuando
de repente escuchó que alguien lo llamaba, sus
ojos se abrieron. Los vio a los tres parados frente
a él. Incluso el área alrededor de sus cuerpos
estaba cubierta con una rica capa de luz divina.
Era simplemente imposible ver sus caras con
claridad. Saltando con gran alarma, el Dios de la
Tierra tembló y se estremeció antes de preguntar:
—¿Tienen los tres Oficiales Celestiales alguna
orden para el humilde yo?
Xie Lian asintió con la cabeza en saludo antes
de hablar.

60
—No hay órdenes. ¿Simplemente queríamos
preguntar si hay algún templo del general Nan
Yang o del general Xuan Zhen en las cercanías?
El Dios de la Tierra no se atrevió a
menospreciarlos y por lo tanto respondió: —Esto,
esto, esto... —Calculó con los dedos antes de
decir: —Alrededor de cinco li3 de aquí, hay un
templo para ofrecer ofrendas para… al general
Nan Yang.
Xie Lian apretó ambas manos antes de
responder.
—Muchas gracias.
Sin embargo, ese Dios de la Tierra sintió como
si estuviera siendo cegado por esos dos
deslumbrantes trozos de luz divina que estaban
junto a Xie Lian. Por lo tanto, rápidamente se
ocultó de nuevo. Mientras tanto, Xie Lian buscó
antes de encontrar algunas monedas para usar
como una ofrenda al santuario del Dios de la
Tierra. Luego, al ver las varitas de incienso
esparcidas a un lado, las enderezó antes de
encenderlas. Durante este proceso, Fu Yao había
puesto los ojos en blanco tantas veces que Xie
Lian prácticamente quería preguntarle si tenía los
ojos cansados.
Como se esperaba, cinco li más tarde,
realmente vieron un templo. Fue erigido junto a la
carretera y parecía ser popular y próspero.
Aunque el templo era bastante pequeño, todo lo
que uno necesitaría estaba allí. Aun así, el lugar
3
Unidad de medida (área) China estandarizado a 500 metros.

61
bullía de excitación y ruido inusuales cuando la
gente entraba y salía. Los tres se escondieron
antes de entrar al templo. Y efectivamente, una
estatua divina de un Dios Marcial blindado Nan
Yang con un arco era precisamente lo que se
encontraba en el altar para las ofrendas.
En el momento en que Xie Lian vio esta estatua
divina, dijo, Uh huh... una vez en su corazón.
Para un pequeño templo en el campo, la
estatua piadosa y la pintura fueron creadas de
manera bastante cruda. En general, el aspecto de
esta estatua contrasta enormemente con la
impresión de Xie Lian del propio Feng Xin.
Sin embargo, la mayoría de los funcionarios
celestiales estaban acostumbrados a cómo sus
estatuas divinas se representaban de manera
incorrecta. No menciones cómo sus propias
madres no los reconocerían, había algunos
funcionarios celestiales que ni siquiera podían
reconocer sus propias estatuas divinas. Después
de todo, no había muchos artistas que hubieran
conocido personalmente a los Oficiales
celestiales. Por lo tanto, estas estatuas eran
hermosas hasta el extremo, o inmensamente
feas. Uno solo podía confiar en la postura
específica de la estatua, su arma y sus
vestimentas, para reconocer a qué Oficial
Celestial representaba la estatua.
En términos generales, cuanto más rica sea el
área en la que se construyó, más cercanas se
verían las estatuas divinas en comparación con
62
los Oficiales Celestiales mismos. Cuanto más
pobre es el lugar, más inferior es el gusto del
artista, lo que resultaría en que la estatua divina
se convierta en una vista verdaderamente
trágica. Hasta ahora, solo las estatuas divinas del
general Xuan Zhen eran bastante bonitas en su
conjunto. ¿Por qué? Fue porque a la mayoría de
los Oficiales celestiales realmente no les
importaba si se hicieran estatuas feas de Dios.
Sin embargo, cada vez que Xuan Zhen veía a
alguien hacer una fea estatua divina, él la rompía
sigilosamente para que el artista la remodelara. A
veces, incluso creaba un vago sueño para
expresar su insatisfacción al artista. ¡Así que
después de un tiempo, todos los creyentes ahora
sabían que tenían que crear una estatua bonita
de su Señor!
Los miembros del Salón del Palacio Xuan Zhen
tenían una personalidad similar a la de sus
Generales. A todos les gustaba prestar atención
a los detalles. Después de un tiempo de entrar al
templo de Nan Yang, Fu Yao continuamente
encontró fallas en los detalles de la estatua
divina. Era la forma estaba distorsionada, o los
colores de la pintura eran vulgares, o la técnica
que utilizaba el artista era de calidad inferior.
Incluso comentó sobre cómo los gustos del artista
eran demasiado extraños. Cuando Xie Lian vio
cómo las venas de la frente de Nan Feng se
abultaban lentamente, comenzó a pensar en
cómo debería encontrar rápidamente otro tema
63
para desviar su atención. Casualmente, Xie Lian
vio a otra joven entrar para rendir homenaje a
Nan Yang. Cuando ella se arrodilló
piadosamente, él comenzó a hablar cálidamente.
—A fin de cuentas, la tierra natal de Nan Yang
ZhenJun se encuentra en el sureste. No
esperaba que el incienso encendido para Nan
Yang fuera tan fuerte en el Norte también.
Cuando los mortales construyeron templos, en
realidad estaban tratando de imitar los Salones
del Palacio en los Cielos. Se suponía que las
estatuas divinas, por otro lado, eran un reflejo de
los Oficiales Celestiales mismos. Los creyentes
reunidos en un templo y el incienso que
quemaron se convirtieron en una importante
fuente de poder espiritual del Oficial Celestial.
Además, como resultado de la ubicación
geográfica, la historia, las costumbres sociales, la
clase y muchas otras razones de cada individuo,
las personas que viven en diferentes áreas
normalmente adoraban a diferentes funcionarios
celestiales. El poder espiritual de cada Oficial
Celestial era el más fuerte en su propio territorio,
lo que también se conocía como la ventaja del
campo local. Solo una deidad como el Emperador
Celestial podría tener creyentes en cada rincón y
grieta bajo el cielo. Era un Oficial Celestial con
templos erigidos en todas las direcciones, así que
si Jun Wu estaba o no en su hogar no tenía
ningún significado. Nan Feng debería haberse
sentido orgulloso de que el incienso ardiera tan
64
vigorosamente en un templo que no estaba en el
dominio de su general. Sin embargo, mirando la
tez de su rostro, no parecía que fuera algo bueno
para él. Fu Yao se hizo a un lado y sonrió
levemente antes de decir: —No está mal, no está
mal. El general Nan Yang no recibe una pequeña
medida de amor y respeto.
Xie Lian respondió: —Aunque tengo una
pregunta. No sé…
Nan Feng lo interrumpió.
—Si desea decir; no sé si es algo adecuado
para preguntar, entonces no lo diga.
Xie Lian pensó mentalmente: —No, quería
decir: No sé si alguien podría responderlo.
Sin embargo, Xie Lian tuvo la premonición de
que la respuesta a su pregunta estaría lejos de
ser buena. Por lo tanto, decidió que aún era mejor
para él cambiar su tema de conversación una vez
más. Desafortunadamente, ¿quién hubiera
pensado que Fu Yao elegiría hablar
tranquilamente ahora?
—Sé lo que querías preguntar. Debes haber
estado preguntándote, de tantos creyentes que
habían venido aquí hoy, ¿por qué había tanta
cantidad de mujeres, verdad?
Esa fue precisamente la pregunta que Xie Lian
había querido hacer.
Las mujeres creyentes de un dios marcial
siempre fueron menos que los hombres
creyentes. Solo él había sido una excepción hace
ochocientos años y la explicación detrás de esta
65
excepción era muy simple. Consistía solo en
unas pocas palabras: era guapo.
Xie Lian entendió este hecho con claridad y
claridad. No había sido porque era una persona
de virtud y prestigio, ni porque era
extraordinariamente talentoso. Solo había sido
porque sus estatuas divinas se veían bien y sus
templos también se veían bien. Casi todos sus
templos fueron construidos por la casa imperial y
sus estatuas divinas fueron hechas por los
mejores artistas de todo el país. Sus estatuas
también habían sido esculpidas cuidadosamente
de acuerdo con su rostro real. Además, debido a
su frase, cuerpo en el abismo, pero corazón en el
paraíso a los artistas generalmente les gustaba
agregar flores a sus estatuas divinas. Además,
también les gustaba convertir sus templos en un
mar de árboles en flor. Como resultado, en aquel
entonces, él tenía otro nombre. Xie Lian también
era conocido como el Dios Marcial Coronado de
Flores. Por lo tanto, a las mujeres les encantaba
que sus estatuas divinas fueran bonitas y también
les gustó cómo sus templos estaban llenos de
flores. Eso fue suficiente para que se
precipitaran. Afortunadamente, también estaban
convenientemente dispuestos a entrar y
presentarle sus respetos.
Sin embargo, los dioses marciales normales
generalmente estaban rodeados de fuertes
intenciones de matar. Por lo tanto, la mayoría de
las veces, las apariencias de sus estatuas divinas
66
eran solemnes, feroces o insensibles. Para las
mujeres creyentes, preferirían adorar a la Diosa
de la Misericordia, Guanyin, en lugar de mirar
estatuas como esa. Y aunque esta estatua divina
de Nan Yang estaba lejos de liberar la intención
de matar debido a su apariencia, todavía estaba
lejos de ser algo que se consideraba atractivo.
Aun así, había casi más mujeres creyentes que
vinieron a rendir homenaje a Nan Yang que
hombres creyentes. Además, estaba claro que
Nan Feng inesperadamente no quería responder
a esta pregunta. Por lo tanto, Xie Lian encontró
las cosas bastante raras. En ese momento, esa
joven terminó de rendir homenaje y se levantó
para encender un poco de incienso. Ella también
se dio la vuelta.
Cuando Xie Lian la vio darse la vuelta, empujó
ligeramente a las otras dos personas.
Originalmente, ninguno de ellos era resistente a
la apariencia. Al ser empujados así, casualmente
siguieron su mirada. Sin embargo, este aspecto
hizo que ambas expresiones cambiaran
repentinamente.
Fu Yao gritó: —¡Demasiado feo!
Xie Lian se atragantó por un momento antes de
que pudiera hablar.
—Fu Yao, no puedes decir algo así sobre una
chica.
Para ser justos, lo que dijo Fu Yao era la
verdad. El rostro de esa joven era
incomparablemente plano, como si alguien lo
67
hubiera aplanado dándole una fuerte bofetada.
Además, si uno dijera que sus rasgos faciales
eran mediocres, causaría que la palabra
mediocre se sintiera perjudicada. Si alguien tenía
que darle una descripción a su apariencia, Xie
Lian temía que solo pudieran usar la frase nariz
torcida y ojos rasgados.
Sin embargo, Xie Lian no distinguió
absolutamente si era hermosa o fea. La razón
principal fue que, cuando se dio la vuelta, se
podía ver un agujero gigantesco en la parte
posterior de su falda. Era realmente imposible
fingir que no lo habían visto.
Fu Yao se sorprendió al principio, pero
rápidamente se calmó. Por otro lado, las venas
pulsantes en la frente de Nan Feng
desaparecieron sin dejar rastro.
Cuando vio cómo cambiaba su tez, Xie Lian dijo
apresuradamente: —No te preocupes, no te
preocupes.
Después de eso, la joven recuperó su incienso
y se arrodilló una vez más. Luego comenzó a
presentar sus respetos y comenzó a hablar.
—Protégenos, general Nan Yang. La pequeña
creyente Xiao Ying reza para que el novio
fantasma sea capturado lo antes posible. No
dejes que personas inocentes sufran su maldad...
Ella adoraba de una manera verdaderamente
devota, totalmente ajena al agujero de su falda.
Tampoco estaba completamente consciente de
las tres personas agazapadas al pie de la estatua
68
divina a la que le estaba presentando sus
respetos. Xie Lian sintió dolor de cabeza cuando
preguntó: —¿Qué debemos hacer? No podemos
dejar que se vaya así, ¿verdad? Todos la verán
de camino a casa.
Además, la rasgadura de su falda parecía
haber sido creada deliberadamente por alguien
con un objeto afilado. Xie Lian temía que no solo
habría gente que vendría a mirar, sino que
también habría gente que la ridiculizaría sin
motivo, creando un espectáculo público. Algo así
sería realmente humillante.
Fu Yao respondió con indiferencia: —No me
preguntes. A quien adora no es a mi general Xuan
Zhen. No hubo acoso, no vi nada.
Por otro lado, la hermosa cara de Nan Yang
simplemente alternaba entre verde y blanco. Solo
podía mover su mano, pero no podía decir nada.
Un señor apropiado y orgulloso se vio obligado a
mudarse. Estaba claro que ya no podías contar
con él.
Por lo tanto, Xie Lian no tenía otra alternativa
que hacer algo él mismo. Después de pensar un
poco, se quitó la túnica exterior y la dejó caer.
Después de una brisa, esa bata flotó hacia el
cuerpo de la joven antes de bloquear ese agujero
indecente en su falda. Una vez hecho esto, los
tres lanzaron un suspiro de alivio.
Sin embargo, esa ráfaga de viento era
realmente demasiado perceptible. Asustó a la
joven y la hizo mirar a su alrededor en todas las
69
direcciones. Luego se quitó la túnica, dudó por un
momento, antes de colocarla en el escenario de
la estatua. Seguía sin darse cuenta de su propia
situación. Cuando su incienso había terminado
de arder, comenzó a prepararse para irse. Si
realmente le permitían salir, Xie Lian temía que
esta joven ya no se atreviera a enfrentar a la
gente por su vergüenza. Cuando Xie Lian vio que
las dos personas a su lado eran rígidas y rígidas,
ambas parecían completamente inútiles, suspiró
un poco. Nan Feng y Fu Yao solo sintieron que el
espacio a su lado estaba vacío antes de darse
cuenta de que Xie Lian ya había tomado una
forma que los mortales podían ver y saltaron.
Las luces en el templo no estaban oscuras,
pero hicieron que las cosas parecieran poco
claras. El salto de Xie Lian provocó otra ráfaga de
viento, haciendo que las llamas de las velas
parpadearan. La joven, Xiao Ying, solo sintió
como si su vista brillara antes de ver a un hombre
emerger abruptamente de esa oscuridad. La
parte superior de su cuerpo estaba desnuda. Por
lo tanto, cuando extendió una mano hacia ella, el
alma de Xiao Ying básicamente se fue volando y
esparcida por el miedo.
Como era de esperar, la niña chilló. Xie Lian
estaba a punto de hablar, cuando la niña arrojó
una bofetada por reflejo y gritó: —¡Ah, acosador!
¡Pa!
Xie Lian se ganó una bofetada en la cara.

70
El sonido de la bofetada fue agudo y claro.
Cuando lo escucharon, los rostros de las dos
personas que todavía estaban agachadas junto a
la estatua divina comenzaron a temblar
rápidamente de la misma manera.
Aunque sufrió una bofetada, Xie Lian no estaba
molesto ni enojado. Solo pasó resueltamente su
túnica exterior, antes de decir rápidamente
algunas palabras en un tono tranquilo. Al
escucharlo, esa chica se sorprendió. En el
momento en que tocó la parte de atrás de su
falda, su rostro se puso rojo inmediatamente y
sus ojos se llenaron de lágrimas en menos de una
fracción de segundo. Uno no podía decir si
estaba enojada hasta las lágrimas o avergonzada
hasta las lágrimas, pero ella agarró firmemente la
túnica que Xie Lian le dio, antes de salir corriendo
del templo y salir. Solo la figura de aspecto frágil
de Xie Lian quedó en ese templo vacío. Cuando
pasó una brisa fresca, de repente sintió un poco
de frío.
Xie Lian se frotó la cara antes de darse la
vuelta. Con una huella roja en una mejilla,
comenzó a hablar con los otros dos pequeños
dioses.
—Bien. Todo está bien ahora.
En el momento en que su voz se desvaneció,
Nan Feng lo señaló antes de preguntar: —Tú...
¿Tu herida se abrió?
Xie Lian miró hacia abajo antes de pronunciar
un Oh.
71
Lo que se reveló después de quitarse la túnica
exterior era una piel bonita tan blanca como el
jade. Sin embargo, su pecho estaba cubierto
completamente con una capa tras otra de tela
blanca, muy apretada. Incluso su cuello y ambas
muñecas estaban envueltas con vendas, con
innumerables pequeñas heridas que se
arrastraban por debajo de los bordes de la tela
blanca. Fue realmente una vista impactante.
Después de pensarlo, Xie Lian determinó que
su esguince de cuello ya debería estar bien. Por
lo tanto, comenzó a desatar sus vendajes. Fu Yao
le dio dos miradas antes de preguntar: —¿Quién
fue?
Xie Lian respondió: —¿Qué?
Fu Yao explicó: —¿Quién fue el que luchó
contra ti?
—¿Luchó? Ah, nadie...
—Entonces estas heridas en tu cuerpo...
Xie Lian explicó apresuradamente.
—Me caí solo.
Eran las heridas que había acumulado mientras
bajaba de los cielos. Si realmente hubiera
luchado contra alguien, sería difícil decir si podría
ser herido hasta este punto.
Fu Yao murmuró algo por lo bajo. Xie Lian no
pudo entender lo que había dicho, pero como
ciertamente no era un elogio para él tratando de
ser fuerte, Xie Lian lo ignoró. Se concentró en
desenvolver la tela alrededor de su cuello. Sin
embargo, en el momento en que terminó, las
72
miradas de Nan Feng y Fu Yao se concentraron
tanto que prácticamente se solidificaron en su
cuello.
Un collar negro rodeaba su cuello blanco como
la nieve.

73
CAPÍTULO 5
Discusión entre tres tontos en el templo
de Ju Yang en la noche (parte dos)

S
intiendo su mirada, Xie Lian sonrió
levemente antes de darse la vuelta. Él
preguntó: —¿Es la primera que ven un collar
maldito genuino?
El collar maldito, como su nombre lo indicaba,
era una maldición que tomó la forma de un
grillete.
Los Oficiales Celestiales que fueron
degradados y desterrados de los cielos recibirían
un castigo por sus pecados en su cuerpo, algo
que podría considerarse como la acumulación de
la ira de los cielos.
Este castigo tomaba la forma de un grillete, uno
que bloqueaba el poder espiritual del Oficial
Celestial. Era algo de lo que uno nunca podría
separarse o perder. Era lo mismo que estampar
un tatuaje en la cara o atar las manos y los pies
con cadenas. Era un tipo de castigo y también un
tipo de advertencia, uno que hacía que la persona
en cuestión sintiera tanto miedo como vergüenza.
Como el hazmerreír de los tres reinos y uno que
había sido desterrado de los cielos dos veces, Xie
Lian naturalmente tenía este tipo de collar maldito
74
impreso en su cuerpo. Era imposible para estos
dos pequeños dioses marciales no haber oído
hablar de este hecho. Sin embargo, todavía había
una diferencia entre escuchar a alguien decirlo de
pasada y verlo personalmente con sus propios
ojos. Por lo tanto, Xie Lian podía entender por qué
los dos dioses marciales tendrían ese tipo de
expresión en sus caras.
Supuso que este collar maldito suyo
probablemente los hizo sentir un poco asustados
e inquietos. Después de todo, esto no era señal
de algo bueno.
Usando la excusa de que necesitaba una
nueva túnica, Xie Lian originalmente quería
escabullirse y caminar. Sin embargo, eso no
sucedió porque Fu Yao puso los ojos en blanco y
dijo: —Sería completamente obsceno de tu parte,
si salieras a pasear por la calle principal con tu
aspecto actual.
Al final, fue Nan Feng quien casualmente
agarró algo de ropa del templo para Xie Lian,
evitando que continuara con su plan obsceno.
Pero después de que Xie Lian se arregló y volvió
a sentarse, sintió que después de los eventos
anteriores, la atmósfera se había vuelto algo
incómoda.
Por lo tanto, Xie Lian sacó el pergamino que el
Palacio Ling Wen había preparado para él antes
de preguntar: —¿Quieren echar otro vistazo a
esto?
Nan Feng levantó la cabeza para mirarlo antes
de responder: —Ya lo he visto. Creo que él es el
que necesita una mejor vista.

75
Fu Yao replicó: —¿Qué quieres decir con que
debería ser yo quien mire? Ese pergamino ni
siquiera tenía ningún detalle, es completamente
inútil. ¿Merece alguien seguir leyéndolo?
Cuando escuchó cómo Fu Yao dijo que el
pergamino no tenía ningún valor, Xie Lian no
pudo evitar sentir un poco de pena por los dioses
literarios del Palacio Ling Wen. Esos dioses
escribieron tantos pergaminos, sus rostros
incluso se volvieron de color ceniciento.
Entonces, Xie Lian escuchó a Fu Yao continuar
diciendo: —Ah, ¿dónde lo dejamos? Oh sí, la
razón detrás de por qué Nan Yang tiene tantas
mujeres adoradoras, ¿verdad?
Bien entonces. Xie Lian guardó el pergamino
antes de frotar ese punto pulsante entre sus ojos.
En su mente, sabía que no podrían leer nada esta
noche.
Si no se pudiera hacer un trabajo adecuado,
entonces al menos esta situación podría
aclararse. Resultó que, aparte de Taizi Dianxia
que pasó cientos de años recolectando basura en
el reino humano, hoy en día todos los demás
dioses sabían la razón. Nan Yang ZhenJun, Feng
Xin, una vez había sido llamado el Ju Yang
(masculinidad tremenda) ZhenJun durante
algunos años. La persona misma había
aborrecido este nombre. Hacia lo que Feng Xin
había experimentado, otras personas solo podían
resumir sus sentimientos con las palabras:
—¡Qué injusticia!
Esto se debía a que la forma original y correcta
de deletrear su nombre era Ju Yang (conjunto

76
brillante), pero con un carácter chino diferente
para Ju. La razón por la que su nombre había sido
malinterpretado había sido por un pequeño
accidente.
Hace muchos años, un monarca quería renovar
sus templos. Para mostrar su sinceridad,
personalmente escribió las palabras en una placa
para cada sala del templo. Sin embargo, cuando
escribió la inscripción en la placa para el Palacio
del Palacio Ju Yang, de alguna manera escribió
mal la primera palabra.
Esta vez, el funcionario responsable de los
asuntos de renovación del templo casi se
preocupó hasta la muerte. No podía entenderlo.
Al final, ¿Su Majestad estaba cambiando
deliberadamente el nombre? ¿O no había tenido
cuidado y se había equivocado? Si fue
deliberado, ¿por qué no había hecho un decreto
y afirmaba que quería cambiarlo por esto? Pero
si no fue a propósito, ¿cómo podría cometer este
tipo de error de bajo nivel? No era como si
pudiera ir y decir: —Su Majestad, está
equivocado. ¿Quién sabría si Su Majestad
pensaría que se estaba burlando de su descuido?
¡Quizás Su Majestad incluso pensaría que estaba
sugiriendo que su conocimiento era superficial y
que su corazón no era sincero! Además, esto se
hizo con el tesoro de tinta de su Majestad. ¿Se
iba a quedar vacío?
Lo más difícil de adivinar en este mundo eran
las intenciones de un Emperador. Ese funcionario
estaba extremadamente en conflicto. Sin
embargo, después de pensarlo detenidamente,

77
decidió que era mejor causarle algo de pena a Ju
Yang ZhenJun en lugar de hacer que Su
Majestad se sintiera perjudicado.
Había que admitir que el funcionario tomó la
decisión correcta. Cuando Su Majestad descubrió
que Ju Yang (totalmente brillante) se había
convertido en Ju Yang (masculinidad tremenda),
no dijo nada. En cambio, invitó a toda una
bandada de eruditos, antes de hojear
vigorosamente los libros antiguos. Después de
encontrar innumerables detalles menores para
justificar el motivo del cambio, escribieron
muchos artículos, haciendo todo lo posible para
demostrar que la ortografía original era Ju Yang
(masculinidad tremenda) y que Ju Yang
(totalmente brillante) había sido la forma
incorrecta de escribir eso. En resumen, una
noche después de este evento, los templos de Ju
Yang (totalmente brillante) se convirtieron en
templos de Ju Yang (masculinidad tremenda).
Feng Xin, que de repente obtuvo un cambio de
título divino no se enteró de este asunto hasta
que pasaron diez años. Nunca antes había
mirado cuidadosamente los signos de sus
propias sienes. Un día, de repente se sintió muy
sombrío. ¿Por qué había tantas mujeres que
vinieron a adorarlo en sus templos? Además,
¿por qué cada uno de ellos era tan tímido cuando
rezaban con caras completamente rojas? ¿Por
qué tipo de cosas estaban suplicando cuando
encendían el incienso?
Después de enterarse de lo que sucedió, Feng
Xin se precipitó hacia la cumbre del firmamento,

78
se enfrentó al sol abrasador y al vasto cielo, antes
de proferir una ronda de maldiciones.
Como era de esperar, sorprendió a todos los
Oficiales Celestiales allí.
Después de que terminó de maldecir, no había
nada que pudiera hacer. Si querían adorarlo,
entonces solo podía dejarlos adorar. No era como
si pudiera hacerle la vida difícil a estas mujeres
piadosas y orantes. Por lo tanto, se preparó antes
de escuchar sus oraciones durante numerosos
años. Esto continuó hasta que un monarca
honorable sintió que este título Ju Yang
(masculinidad tremenda) era simplemente
escandaloso y por lo tanto, lo cambió a Nan Yang.
Sin embargo, la gente no había olvidado que,
aparte de ser un dios marcial, Nan Yang también
era un dios que podía ofrecer bendiciones y
protección. Simplemente, todos entendieron
tácitamente que nunca usarían esas dos palabras
para dirigirse a Nan Yang. Al mismo tiempo, los
otros dioses sabían mutuamente cómo evaluar a
Nan Yang ZhenJun. Solo necesitabas unas
pocas palabras: ¡era bueno!
Mientras no lo hicieras maldecir a la gente,
¡todo estaba bien!
En ese lado, la cara de Nan Feng se había
ennegrecido tanto que podría compararse con
una olla vieja. Pero por aquí, Fu Yao estaba muy
emocionado mientras hablaba de manera culta.
—La amiga de una dama, la más efectiva
cuando reza por un hijo. El refuerzo secreto para
la virilidad de los hombres, Nan Yang, repartidor
de niños. Ah, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja….

79
Xie Lian resistió benevolentemente el impulso
de sonreír, un intento de dejar un poco de honor
a la estatua piadosa de Nan Yang frente a ellos.
De repente, Nan Feng habló en un tono enojado:
—Deja de actuar tan raro aquí. Si te sientes
demasiado ocioso, no entres en pánico, puedes
ir a barrer el piso.
En el momento en que dijo esas palabras, la
cara de Fu Yao también se volvió tan negra como
una olla. Si uno decía que lo que el Palacio del
Palacio Nan Yang no podía tolerar escuchar era
su título anterior, entonces lo que el Palacio del
Palacio Xuan Zhen no podía soportar oír era
barrer el piso, ese tipo de cosas. Esto se debió a
que, cuando Mu Qing había estado haciendo
trabajos extraños en el Templo Huang Ji, lo que
hizo todo el día fue entregarle té a Taizi Dianxia
Xie Lian, darle agua, barrer el piso o hacer su
cama. Un día, Xie Lian vio cómo recitaba cánticos
de cultivo mientras barría el suelo y se conmovió
vigorosamente sobre cómo Mu Qing se esforzaba
tanto y luchaba contra la adversidad para
estudiar. Esto fue lo que le hizo pedir un favor a
los ministros taoístas, para recibir a Mu Qing
como su discípulo.
Este asunto... ¿cómo decirlo? Era algo que
podría considerarse importante, o podría
considerarse como algo insignificante. Podría ser
vergonzoso para la persona en cuestión, o podría
no importarle. Sin embargo, por lo que pensaba
esa persona, evidentemente creían que este
asunto era lo más humillante que habían
experimentado en toda su vida. Esto se debió a

80
que tanto Mu Qing como todos los dioses
marciales en su Palacio tendrían una pelea con
alguien si mencionaran ese momento.
Efectivamente, Fu Yao se detuvo un poco antes
de mirar a la muy inocente Xie Lian, que agitaba
las manos y se hacía a un lado. Fu Yao sonrió
sarcásticamente antes de decir: —Al decir algo
así, las personas que no sabían habrían pensado
que ustedes dioses en el Palacio Nan Yang
habrían ayudado a Taizi Dianxia.
Nan Feng también sonrió sarcásticamente.
—Tu General es alguien que patearía a su
benefactor entre dientes, ¿qué más puedes
decir?
—Uh... —Xie Lian solo quería interferir en su
discusión, cuando Fu Yao comenzó a hablar con
una sonrisa.
—Ah, ja, ja, tu General es solo una olla que
llama a la tetera negra. ¿Qué calificaciones tienes
para decir estas palabras?
Xie Lian no pudo soportarlo más mientras los
veía a los dos usarlo como un gran palo que
golpeaba las dos espaldas de su General. Él
interrumpió: —¡Esperen, esperen! Basta, paren.
Naturalmente, nadie le prestó atención.
Además, en realidad comenzaron a pelear. Xie
Lian no sabía quién atacó al otro primero; pero en
cualquier caso, la mesa para las ofrendas de
sacrificio se partió en dos mitades. El tazón con
las frutas cayó y esas frutas rodaron por todas
partes en el piso. Al ver esto, Xie Lian pensó que
probablemente era imposible evitar que pelearan.

81
Por lo tanto, se sentó en una esquina antes de
suspirar: —Ah, qué mala suerte.
Levantó el pequeño bollo al vapor que había
rodado a su lado. Luego, lo frotó y le quitó la piel
antes de prepararse para comer.
Sin embargo, cuando Nan Feng vislumbró esto
por el rabillo del ojo, inmediatamente extendió la
palma de su mano para golpear ese bollo.
—¡No te lo comas!
Fu Yao también se detuvo, antes de hablar de
manera conmocionada y desdeñosa: —Incluso
cayó en las cenizas. ¿Todavía puedes soportar
eso?
Xie Lian aprovechó la oportunidad para agitar
sus manos nuevamente. Él dijo: —Alto, alto, alto.
Tengo algo que decir. —Después de separar a
los dos dioses marciales, Xie Lian comenzó de
manera amistosa—. Primero, ese Príncipe
Heredero al que te refieres soy precisamente yo.
Este príncipe ni siquiera ha dicho nada, así que
no me usen como arma para atacarse unos a
otros. —Se detuvo por un momento antes de
agregar otra oración—. Creo que ambos
generales no harían algo como esto. El que
carezcan de propiedad como esta, ¿cómo
sobreviviría su prestigio?
En el momento en que dijo esas palabras, las
expresiones de los dos dioses marciales se
volvieron un poco extrañas. Xie Lian continuó y
dijo: —Segundo, están aquí para ayudarme,
¿verdad? Entonces, ¿se supone que me
escuchen, o se supone que yo los escuche?

82
Después de bastante tiempo, los dos
finalmente dijeron: —Se supone que debemos
escucharte.
A pesar de que dijeron eso, sus caras parecían
estar diciendo, sueña, para que te escuchemos.
Sin embargo, Xie Lian ya estaba muy satisfecho
con esa respuesta. Por lo tanto, aplaudió y dijo:
—Está bien. Por último, el tercer y más
importante punto: si es necesario abandonar
algo, entonces, por favor, simplemente
deséchenme. No tiren nunca la comida.
Mientras tanto, Nan Feng finalmente sacó el
bollo al vapor que Xie Lian había recogido otra
vez y que tenía en sus manos, el que Xie Lian
planeaba comer más tarde cuando encontrara
una oportunidad. Al final de su paciencia, Nan
Feng gritó: —¡Si cayó al suelo, no lo comas más!

Al día siguiente, en la pequeña tienda


Encuentro Casual.
El sumiller del té estaba nuevamente sentado
en la puerta, cruzando las piernas mientras se
relajaba. Desde muy lejos, vio tres figuras que se
acercaban lentamente. El taoísta que vestía
prendas blancas y sencillas y llevaba un
sombrero de bambú caminó delante, mientras
que dos jóvenes altos que vestían ropa negra lo
siguieron.

83
Ese taoísta llegó ocioso con los brazos
cruzados antes de hablar ociosamente, luciendo
aún más como una persona ociosa que el propio
sumiller del té.
El taoísta dijo: —Señor, disculpe las molestias,
pero ¿puedo tomar tres tazas de té?
El sumiller del té respondió con una sonrisa.
—¡Ya voy!
Sin embargo, en su corazón, el sumiller del té
pensó: —¡Estos tres hermanos tontos están aquí
otra vez! Qué pena. Cada uno de ellos parecía
más respetable que el otro, sin embargo, ¡cada
uno de sus cerebros también está más enfermo!
Siempre hablando de este dios o ese inmortal,
este fantasma o ese cielo. Estas personas son
todos enfermos mentales. No importa cuán
dignos se vieran, ¿de qué servían cuando eran
así?
Una vez más, Xie Lian escogió una mesa junto
a la ventana. Después de que todos se sentaron,
Nan Feng habló: —¿Por qué quieres venir aquí
para hablar sobre esto? ¿Pueden asegurarse de
que otros no nos escuchen?
Xie Lian respondió en un tono cálido: —No
importa. Incluso si otros nos escuchan, no harían
nada. Solo pensarían que estamos locos.
Xie Lian continuó hablando: —Para evitar que
los tres malgastemos nuestro tiempo como antes,
vayamos directamente al grano. Después de
calmarse, ¿pensaron en algún plan?
Los ojos de Fu Yao se iluminaron cuando
respondió en tono frío: —¡Vamos a matarlo!
Nan Feng resopló.

84
—¡No, mierda!
Xie Lian dijo: —Nan Feng, no tienes que ser tan
feroz. Fu Yao no dijo nada malo. La forma
fundamental de resolver este problema es
precisamente matarlo. El problema es, ¿dónde lo
matamos? ¿A quién debemos matar? ¿Cómo lo
matamos? Yo sugiero…
En este momento, el sonido de tambores y
fanfarrias una vez más se desvió de la calle. Por
lo tanto, los tres miraron por la ventana.
Una vez más, fue ese grupo de familiares los
que entregaron a la novia. La procesión de
personas y caballos tamborileaba con sus
instrumentos mientras gritaban. Incluso sus gritos
tenían indicios de rugido, como si temieran que
otros no pudieran escucharlos. Al ver esta
escena, Nan Feng frunció el ceño antes de
preguntar: —¿No decían que los nativos que
viven en los alrededores de la región del Monte
Yu Jun nunca se atrevieron a hacer un alboroto o
celebrar una gran celebración cuando se
casaban?
En las filas de esta procesión, todas las
personas eran hombres bronceados fuertes y
robustos. Sus expresiones y sus músculos
estaban todos tensos mientras sus frentes
estaban cubiertas de sudor frío. Era como si lo
que llevaban no fuera un gran sedán matrimonial
lleno de alegría, sino una guillotina que se
apoderaría de sus almas y les cortaría la cabeza,
obligándolos a morir. Xie Lian se preguntó qué
tipo de persona estaba sentada en ese sedán
matrimonial.

85
Reflexionando por un momento, Xie Lian
estaba a punto de salir a echar un vistazo cuando
una ráfaga de viento frío soplaba. La cortina a un
lado del sedán siguió el flujo de aire y revoloteó
hacia arriba.
La persona detrás de la cortina estaba usando
una postura muy extraña para acostarse
torcidamente en el sedán. Su cabeza también
estaba torcida y lo que se reveló bajo su velo fue
una boca pintada de rojo escarlata. Sin embargo,
las esquinas de su sonrisa eran demasiado
exageradas. El sedán se sacudió y el velo se
deslizó hacia abajo, dejando al descubierto un
par de ojos redondos. Ojos que miraban
firmemente en su dirección.
Esto claramente parecía una mujer que se
había roto el cuello y actualmente se reía
silenciosamente de ellos.
Xie Lian no sabía si era porque las manos de
las personas que llevaban el sedán temblaban
demasiado, porque ese sedán no era muy
estable. La cabeza de esa mujer también siguió
los movimientos del sedán y se balanceó. Se
balanceó y se balanceó... ¡hasta…! Una cabeza
cayó y rodó hacia la calle.
Y ese cuerpo sin cabeza también cayó hacia
adelante. Con una fuerte explosión, toda la
persona cayó por la puerta del sedán.

86
CAPÍTULO 6
El fantasma celebra una boda; el Príncipe
Heredero se sube al sedán matrimonial
(parte uno)

U
na de las personas que transportaba el
sedán no había sido lo suficientemente
cuidadosa y se subió a un brazo. Por lo tanto,
tomaron la delantera y comenzaron a gritar
primero. En respuesta, la multitud responsable de
entregar a la esposa explotó de inmediato. Un
transeúnte de quién sabe dónde sacó una
espada blanca brillante antes de gritar: —¡¿Qué
pasa?! ¡¿Está aquí?!
Lo que sucedió después fue básicamente que
las calles se volvieron un completo desastre.
Cuando Xie Lian volvió a enfocar su mirada en lo
que había caído del sedán, de repente se dio
cuenta de que la cabeza separada no era de una
persona viva real. De hecho, era la cabeza de una
muñeca de madera.
Fu Yao una vez más comentó: —¡Demasiado
feo!
Casualmente en este momento, el sumiller del
té se les acercó con una tetera de cobre. Xie Lian

87
recordó la expresión del sumiller del té de ayer y
preguntó: —Señor, ayer vi a estas personas
haciendo escándalo en las calles y hoy están
aquí nuevamente. ¿Qué están haciendo?
El sumiller del té respondió: —Están tratando
de morir.
—Jajaja…
Xie Lian no se sorprendió de su respuesta y,
por lo tanto, hizo otra pregunta.
—¿Están tratando de engañar al novio
fantasma para que salga?
El sumiller del té respondió: —¿Qué más crees
que están tratando de hacer? El padre de una
novia desaparecida ofreció una recompensa
monetaria extremadamente grande para
cualquiera que logre atrapar al novio fantasma y
ayudar a encontrar a su hija. Esta es la razón por
la cual esta multitud de personas crearía esta
perturbación y atmósfera asquerosa durante todo
el día.
El padre que había ofrecido esa recompensa
era probablemente ese funcionario que habían
discutido previamente. Xie Lian echó otro vistazo
a la cabeza de mujer que yacía en el suelo e
inmediatamente comprendió que estas personas
habían querido disfrazar a la muñeca como una
nueva novia.
Luego, escuchó a Fu Yao hablar de manera
repugnante: —Si yo fuera el novio fantasma y
alguien me regalara una cosa fea como esta,
simplemente acabaría con esta ciudad.
Al escuchar eso, Xie Lian lo reprendió: —Fu
Yao, esas palabras no son algo tan simple que

88
deberías decir. Además, ¿puedes corregir ese
hábito tuyo de ojos rodantes? Sería mejor si
pudieras establecer algunas metas pequeñas
para ti primero, como poner los ojos en blanco
cinco veces al día y así sucesivamente.
Nan Feng también habló: —¡Incluso si le das el
objetivo de poner los ojos en blanco solo
cincuenta veces al día, todavía no podrá lograrlo!
En ese momento, un joven salió
repentinamente de la multitud afuera. Temblando
de entusiasmo, parecía que era uno de sus
líderes. Ese joven agitó los brazos antes de gritar
en voz alta: —¡Escúchenme, escúchenme!
¡Continuar así es completamente inútil! ¿Cuántas
rondas hicimos estos últimos días? ¿Y logramos
engañar al novio fantasma?
Uno tras otro, los hombres aficionados
comenzaron a quejarse y estar de acuerdo con
él. Al ver eso, el joven continuó hablando: —En
mi opinión, ya que comenzamos esto, debemos
seguir adelante sin importar lo que pase. Sería
mejor precipitarse directamente al Monte Yu Jun.
¡Todos pueden buscar en la montaña antes de
atrapar y matar a esa fea criatura! Yo tomaré la
delantera; Cualquier hombre valiente y apropiado
puede seguirme. ¡Después de matar a esa fea
criatura, podemos compartir la recompensa!
Al principio, solo unos pocos hombres escasos
gritaban de acuerdo. Poco a poco, sin embargo,
las voces de acuerdo crecieron hasta que todos
respondieron en un tono afirmativo. Sonaron
inesperadamente bastante poderosos. Por otro
lado, Xie Lian preguntó: —¿Criatura fea? Señor,

89
¿cuál es el problema detrás de esta criatura fea
de la que están hablando?
El sumiller del té respondió: —Los rumores
dicen que el novio fantasma es una criatura fea
que vive en el monte Yu Jun. Debido a que nació
demasiado feo, a ninguna mujer le gustaría. Es
por eso que su corazón dio a luz al resentimiento
y por qué arrebataría a las novias de otros
hombres para evitar que las parejas
experimentaran una ocasión feliz.
No había registros de esto en el pergamino que
le dio el Palacio del Palacio de Ling Wen. Xie Lian
preguntó de nuevo: —¿La gente realmente dice
esto? ¿No es esto solo especulación?
El sumiller del té respondió: —¿Quién sabe?
Pero se dice que muchas personas han visto al
novio fantasma antes. Algo acerca de cómo toda
su cara está envuelta en vendajes dejando solo
sus ojos feroces descubiertos y que no puede
hablar, sino que ruge como una bestia.
Actualmente, estos rumores circulan por todas
partes.
Fu Yao replicó: —Cubrirse la cara con vendas
no necesariamente significa que sea feo.
También puede ser porque es demasiado
hermoso, por lo que no quiere que otras personas
lo vean.
El sumiller del té se quedó sin palabras por un
momento antes de decir: —Entonces, ¿quién
sabe? En cualquier caso, no lo he visto.
En ese momento, la voz de una joven surgió en
las calles. Ella dijo: —Ustedes... ustedes, no lo

90
escuchen. No vayan, el monte Yu Jun es muy
peligroso...
La que había hablado era la niña que se
escondía en la esquina de la calle. También era
la niña que había estado rezando en el templo de
Feng Xin ayer por la noche, Xiao Ying.
En el momento en que Xie Lian la vio, su rostro
comenzó a doler. Inconscientemente, levantó la
mano y se frotó la mejilla.
Cuando el joven la vio, su rostro se puso un
poco feo. Él la empujó fuera del camino antes de
decir: —Nosotros, los hombres, estamos
hablando, así que, ¿por qué se está metiendo
una niña como tú?
Xiao Ying se encogió y retrocedió un poco
después de ser empujada. Sin embargo, ella
pareció reunir todo su coraje antes de hablar
suavemente de nuevo: —No lo escuches. Ya sea
que se trate de celebrar una boda falsa o buscar
en la montaña, estas tareas son muy peligrosas.
¿No están buscando la muerte?
El joven respondió: —Solo sabes decir estas
palabras desagradables. Todos estamos
trabajando juntos y arriesgando nuestras vidas
para ayudar a las personas a eliminar un mal. ¿Y
tú? Eres solo una chica egoísta, una que se negó
a disfrazarse de novia y sentarse en la silla de
manos. Ni siquiera puedes reunir ese coraje
incluso si podría ayudar a todos. Y ahora, estás
corriendo por aquí para obstaculizarnos
nuevamente. ¿Qué es lo que quieres?
Ese joven empujó a la niña una vez por cada
oración que dijo. Al ver esto, la gente en la casa

91
de té no pudo evitar fruncir el ceño. Xie Lian bajó
la cabeza y se concentró en quitarse las vendas
de la muñeca. Mientras hacía esto, escuchó al
sumiller del té explicar: —Ese joven líder
previamente quería convencer a esa chica para
que se disfrazara de novia. En ese momento, dijo
tantas palabras dulces que fue como si le
hubieran frotado la boca con miel. Pero después
de que la niña se negó, él volteó la cara y se
volvió así.
En la calle, el grupo de hombres aficionados
también gritó: —Deja de pararte aquí bloqueando
el camino. ¡Vete a un lado, ve a un lado!
Cuando Xiao Ying vio esto, su cara plana se
volvió completamente roja cuando las lágrimas
comenzaron a arremolinarse en sus ojos. Ella
preguntó: —Tú... ¿por qué tienes que decirlo así?
Ese joven volvió a hablar: —Todo lo que dije
era verdad, ¿no? Te pregunté si podía
disfrazarse de una novia falsa y dijiste que no lo
harías sin importar qué.
Xiao Ying respondió: —Sí, no me atrevo. Sin
embargo, no tenías que... tener que romper mi
vestido...
En el momento en que mencionó esto, fue
como si hubiera pinchado el punto dolorido del
joven. Inmediatamente se levantó de un salto y
refutó: —¡Una persona fea como tú no debería
rociar sangre al azar a las personas y acusarlas!
¿Te rasgué el vestido? ¿Crees que soy ciego?
Quién sabe, tal vez solo querías mostrarte a otras
personas, ¡así que lo rompiste tú misma! Quién
sabe, tu cara es tan fea, incluso si tu vestido está

92
roto, ¡tal vez nadie quiera mirarte! ¡No trates de
echarme la culpa a la cabeza!
Nan Feng realmente no pudo seguir
escuchando esto. Con un crack, la taza de té en
sus manos se agrietó y se rompió en pedazos.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de
levantarse, una sombra blanca flotaba junto a él.
Y ese joven que se había estado sosteniendo por
encima de la niña gritó de repente. Se plantó en
la cara antes de caer sobre su trasero cuando la
sangre comenzó a gotear de sus dedos.
Nadie tuvo tiempo suficiente para darse cuenta
de lo que había sucedido, porque ya estaba
sentado en el suelo. Por lo tanto, la gente pensó
que Xiao Ying había sido quien lo había herido.
Sin embargo, quién hubiera sabido que cuando
volvieron la mirada hacia Xiao Ying, ya no podían
verla. En cambio, un taoísta vestido de blanco se
paró frente a ella.
Las dos manos de Xie Lian estaban metidas en
sus mangas. Ni siquiera se dio la vuelta para
mirar al chico y solo miró a Xiao Ying con una
sonrisa. Agachándose ligeramente para que él
estuviera al mismo nivel que ella, Xie Lian
preguntó: —Jovencita, me pregunto si podría
invitarla a tomar una taza de té conmigo.
El joven sentado en el suelo sintió que le dolían
mucho la nariz y la boca. En realidad, todo su
rostro le dolía tanto, que se sintió como si hubiera
sido golpeado con un látigo de acero. Sin
embargo, el taoísta frente a él claramente no
tenía armas. Además, no vio cuándo el taoísta
había hecho su movimiento, o cómo lo había

93
hecho. Por lo tanto, el joven tropezó y logró
ponerse de pie antes de apuntar con su espada
al hombre.
—¡Esta persona usó un arte demoníaco!
En el momento en que el grupo de hombres
detrás del joven escuchó las palabras arte
demoníaco, todos levantaron sus espadas contra
Xie Lian. Sin embargo, nunca hubieran esperado
que Nan Feng, que estaba detrás de Xie Lian,
empujara su palma de repente. Tras otro sonido
de crack, el pilar junto a ellos se derrumbó por
completo.
Cuando vieron esa muestra de poder divino, la
tez de todos los hombres aficionados cambió
simultáneamente. Ese joven también comenzó a
encogerse mentalmente en su corazón, pero aún
era reacio a admitir su culpa. En cambio, cargó
hacia ellos mientras gritaba en voz alta: —Hoy
admitiré la derrota aquí. ¿De qué camino taoísta
eres? Deje su nombre y en el futuro podemos
reunirnos nuevamente para saldar esta cuenta...
Nan Feng no se molestó en responder por
completo, pero Fu Yao a su lado dijo: —No hay
problema, no hay problema. Esta persona es de
Ju...
Nan Feng empujó otra palma hacia Fu Yao y
una vez más los dos comenzaron a pelear. Por
otro lado, Xie Lian originalmente quería invitar a
la niña dentro de la casa de té a sentarse un rato
y luego ayudarla a pedir un té de frutas y otros
bocadillos. Sin embargo, Xiao Ying se secó las
lágrimas antes de irse. Por lo tanto, Xie Lian solo
podía suspirar y verla irse antes de entrar en la

94
casa de té. Cuando entró, el sumiller del té le
recordó: —Recuerde pagar por el pilar.
Por lo tanto, cuando Xie Lian volvió a sentarse,
se enfrentó a Nan Feng y dijo: —Recuerde pagar
por el pilar. —Xie Lian continuó—: Antes de eso,
sin embargo, debemos administrar nuestro
trabajo adecuado. ¿Podría alguien prestarme
algo de poder espiritual? Necesito ingresar a la
matriz de comunicación espiritual para verificar
cierta información.
Nan Feng levantó la mano. Los dos
aplaudieron, estableciendo lo que se consideraba
un contrato extremadamente simple. Con esto,
Xie Lian finalmente pudo ingresar nuevamente a
la matriz de comunicación espiritual.
En el momento en que entró en la matriz,
escuchó a Ling Wen hablar: —¿Dianxia
finalmente logró tomar prestado algún poder
espiritual? ¿Está todo en el Norte avanzando sin
problemas? ¿Cómo están los dos pequeños
dioses marciales que voluntariamente ofrecieron
una mano amiga?
Xie Lian levantó la cabeza. Echó un vistazo al
pilar que se había derrumbado debido a Nan
Feng, antes de volver a mirar al indiferente Fu
Yao que estaba cerrando los ojos y meditando.
Entonces, Xie Lian respondió: —Cada uno de los
dos pequeños dioses marciales tiene sus propios
méritos y ambos son individuos capaces.
Se escuchó un indicio de sonrisa cuando Ling
Wen volvió a hablar: —Entonces realmente
tenemos que felicitar al General Nan Yang y al
General Xuan Zhen. Según las palabras de

95
Dianxia, estos dos pequeños dioses marciales
tienen perspectivas ilimitadas. Ascender puede
ser incluso un evento inminente.
Sin embargo, un momento rápido después de
que Ling Wen terminó de hablar, la voz fría de Mu
Qing flotó.
—No me informó sobre esta aventura suya y se
fue así como así. Yo no sabía realmente nada
sobre esto.
Al escuchar eso, Xie Lian pensó para sí mismo:
—Realmente estás protegiendo la matriz de
comunicación espiritual todo el día...
Ignorando a Mu Qing, Ling Wen continuó
hablando: —Dianxia, ¿dónde está ahora? El
General Pei es la deidad que vigila el norte y su
incienso allí arde de forma bastante próspera. Si
Dianxia lo necesita, podría quedarse
temporalmente en uno de sus templos de Ming
Guang.
Xie Lian respondió: —No hay necesidad de
molestarlo. No encontramos un templo de Ming
Guang en las cercanías y, por lo tanto, nos
instalamos en un templo de Nan Yang. Pero
tengo una pregunta rápida, Ling Wen, sobre el
novio fantasma. ¿Tiene más información sobre
este caso?
Ling Wen respondió: —Lo tenemos. Hace un
momento, mi Palacio midió la calificación del
novio fantasma. Debería ser del rango Ira.
¡Ira!
Para los demonios y fantasmas que causaron
estragos en el reino de los mortales, el Palacio
Ling Wen los clasificó en cuatro rangos según sus

96
habilidades. Estos cuatro rangos fueron Feroz,
Severo, Ira y Devastación.
Los fantasmas del rango Feroz tenían la
capacidad de matar objetivos individuales. Los
monstruos clasificados como severos podrían
acabar con una casa, mientras que los fantasmas
clasificados como Ira podrían masacrar a toda
una ciudad. Y el más aterrador de todos fue el
rango de Devastación. Cada vez que uno nacía,
podía destruir un país y causar sufrimiento a la
gente, convirtiendo todo el reino mortal en un
desastre.
El novio fantasma que se escondía en el monte
Yu Jun era en realidad del rango Ira, solo
superado por el aterrador rango Devastación.
Como ese era el caso, cualquiera que lograra
echarle un vistazo no debería haber escapado
ileso.
Por lo tanto, cuando Xie Lian se retiró de la
matriz de comunicación espiritual e informó a los
otros dos dioses marciales de lo que había
aprendido, Nan Feng comentó: —Si eso es cierto,
entonces la información sobre la criatura fea o el
hombre cubierto de vendajes eran solo rumores
completos. Es eso, o las personas que afirmaron
haber visto esas cosas vieron algo más, no el
novio fantasma.
Xie Lian mencionó su propia teoría: —Hay otra
posibilidad. Tal vez el novio fantasma no podría,
lastimar a las personas bajo ciertas
circunstancias.
Por otro lado, Fu Yao no agregó sus ideas y, en
cambio, criticó: —¡El Palacio Ling Wen tiene una

97
eficiencia realmente baja! Les tomó tanto tiempo
darnos una clasificación del novio fantasma, ¿de
qué sirve decirnos ahora?
Xie Lian respondió: —Por lo menos, ahora
sabemos la fuerza de nuestro enemigo. Sin
embargo, dado que estamos tratando con un
rango de Ira, la fuerza espiritual de este novio
fantasma debe ser bastante alta. Sería imposible
engañarlo con una persona falsa. Si queremos
engañarlo, entonces no podemos usar la táctica
de diversión donde las personas que entregan a
la novia a la boda falsa son títeres disfrazados.
Además, no pueden estar sosteniendo ninguna
arma. Sin embargo, el aspecto más importante es
que la novia debe ser una persona viva.
Fu Yao habló: —Podemos salir a la calle a
buscar a una mujer y lograr que sea nuestro cebo.
Sin embargo, Nan Feng rechazó
inmediatamente su idea.
—No podemos hacer eso.
Fu Yao preguntó: —¿Por qué? Si no está
dispuesta, podemos darle algo de dinero y ella
estará dispuesta.
Al escuchar eso, Xie Lian interrumpió su
discusión.
—Fu Yao, incluso si hay una mujer que está
dispuesta a hacer eso, es mejor si no usamos ese
plan. Este novio fantasma es del rango Ira. Si nos
equivocamos, estaríamos bien. Sin embargo, si
se lleva a la novia, una niña mortal frágil no podría
escapar o resistir. Si eso realmente sucede, solo
tendrá muerte esperándola.

98
Fu Yao declaró: —Si no podemos encontrar
una mujer, entonces solo podemos encontrar un
hombre.
Nan Feng preguntó: —¿Dónde vamos a
encontrar a un hombre que esté dispuesto a
disfrazarse de...?
Ni siquiera había terminado de hablar cuando
su línea de visión y la de Fu Yao comenzaron a
cambiar.
Xie Lian seguía sonriendo suavemente.

Por la noche, en el templo de Nan Yang.


Xie Lian salió del templo con el cabello
completamente despeinado.
En el momento en que los dos pequeños dioses
marciales que custodiaban la puerta del templo lo
vieron, Nan Feng inmediatamente comenzó a
gritar maldiciones. Con un ¡Mierda! Salió
corriendo.
Xie Lian se quedó sin palabras por un momento
antes de preguntar: —¿Qué fue esa reacción?
Si le pidieras a alguien que viniera a ver,
podrían decir con una mirada que se trataba de
un joven con una cara amable y hermosa.
Sin embargo, esa fue exactamente la razón de
la reacción de Nan Feng. El que un chico
apropiado y guapo usara el vestido de novia de
una mujer, esa imagen era una en la que muchas
personas no podían mirar directamente. Un
ejemplo sería Nan Feng. Probablemente no
99
podía aceptarlo y por lo tanto su respuesta fue tan
intensa.
Xie Lian vio que Fu Yao lo miraba con una
mirada complicada. Mientras Fu Yao le daba una
vuelta, Xie Lian preguntó: —¿Tienes algo que
decir?
Fu Yao asintió antes de decir: —Si yo fuera el
novio fantasma y alguien quisiera regalarme este
tipo de mujer...
Xie Lian terminó su oración: —¿Vas a acabar
con esta ciudad?
Fu Yao lo corrigió fríamente: —No, mataría a
esta mujer.
Xie Lian sonrió.
—Entonces solo puedo decir que es una suerte
que no sea una chica real.
Fu Yao sugirió: —Creo que deberías intentar
entrar en el conjunto de comunicación espiritual y
ver si hay algún Oficial Celestial que esté
dispuesto a enseñarte un hechizo que pueda
ayudarte a transformar tu cuerpo. Sería más
práctico de esa manera.
De hecho, había funcionarios Celestiales en el
cielo que, debido a sus necesidades particulares,
eran expertos en hechizos que transformaban
sus cuerpos. Sin embargo, Xie Lian temía que
con el tiempo restante, ya era demasiado tarde
para que él aprendiera un nuevo hechizo. En el
otro extremo, Nan Feng regresó al templo con
una cara verde. Después de que terminó de
maldecir, se había enfriado una cantidad
considerable, un hábito que era casi exactamente
el mismo del General al que servía.

100
Xie Lian echó un vistazo al ya nocturno cielo
antes de decir: —No importa. Después de cubrir
mi cabeza con un velo, todo se verá igual.
Cuando terminó de hablar, comenzó a cubrirse
realmente con su velo.
Sin embargo, Fu Yao levantó la mano para
detenerlo y dijo: —Espera un momento. No
sabes cómo ese novio fantasma dañaría a las
personas. Si él quita el velo y se da cuenta de
que fue engañado, algo inesperado podría ocurrir
cuando si enfurece. ¿No sería eso solo crear
más problemas?
Cuando Xie Lian escuchó sus palabras, pensó
que eran bastante razonables. Sin embargo, en
el momento en que dio un paso adelante,
escuchó un ruido desgarrador.
El vestido de novia rojo que Fu Yao había
encontrado para él realmente no le quedaba a Xie
Lian.
La mujer a la que se destinaba este vestido
había sido bastante pequeña. Cuando Xie Lian lo
usó, aunque inesperadamente el área de la
cintura le quedaba bastante ajustada, levantar las
mangas o levantar los pies fueron acciones que
se sintieron extremadamente restrictivas.
Además, en el momento en que hizo un
movimiento más grande, el vestido se
desgarraría. Justo cuando Xie Lian comenzó a
mirar por todas partes para tratar de encontrar lo
que se había desgarrado, una voz flotó desde las
puertas del templo.
—Disculpe, ¿puedo preguntar...?

101
Los tres se giraron hacia el sonido. Sin
embargo, lo que vieron fue a Xiao Ying
sosteniendo algunas ropas blancas dobladas
mientras las miraba cobardemente.
Ella explicó: —Recordé que te encontré aquí
ayer, así que decidí venir a ver si podía volver a
verte. Ya lavé esta ropa. Las colocaré aquí.
Tanto ayer como hoy, muchas gracias. Xie Lian
estaba a punto de darle una sonrisa cuando de
repente se dio cuenta de cómo era actualmente.
Por lo tanto, decidió hablar menos para no
asustar a la gente.
¿Quién hubiera pensado que no solo Xiao Ying
no le tenía miedo, sino que incluso dio un paso
adelante y preguntó: —Esto es... si te gusta,
¿puedo ayudarte?
Xie Lian respondió: —No, señorita, por favor no
me malentienda. No tengo este tipo de
pasatiempo.
Xiao Ying apresuradamente explicó una vez
más.
—Lo sé, lo sé. Lo que quise decir es que, si no
te molesta, puedo ayudarte. Ustedes... ustedes
quieren atrapar al novio fantasma, ¿verdad?
—Tanto su tono como su cabeza se elevaron un
poco mientras Xiao Ying continuaba—. Sé cómo
alterar la ropa. Siempre llevo algo de aguja e hilo
sobre mí también. Lo que no encaja, puedo
arreglarlo. También sé cómo maquillar. ¡Deja que
te ayude!
Después del tiempo que tardó en quemar dos
varitas de incienso, Xie Lian salió una vez más
del templo mientras inclinaba la cabeza.

102
Esta vez, el velo de la novia ya cubría su
cabeza. Nan Feng y Fu Yao parecían querer
echar un vistazo, pero al final, decidieron que era
mejor apartar sus ojos. La silla de manos que
encontraron estaba en la parte delantera del
templo y las personas cuidadosamente
seleccionadas que se suponía que llevaban la
silla llevaban mucho tiempo esperando allí. La
luna ya estaba en lo alto de los cielos nocturno.
Por lo tanto, Taizi Dianxia se sentó en la gran silla
de sedán roja, vestido con un vestido de novia.

103
CAPÍTULO 7
El fantasma celebra una boda; el
Príncipe Heredero se sube al sedán
matrimonial (parte dos)

T
odo el sedán matrimonial estaba cubierto
de satén carmesí. Se cosieron hermosas
flores, la luna, los dragones y los fénix con
hilos de colores brillantes. Nan Feng y Fu Yao se
pararon a un lado del sedán, evitando que se
inclinara hacia un lado. Xie Lian se sentó en el
medio del sedán, balanceándose con el ritmo de
caminar de los que lo llevaban.
En realidad, las ocho personas que llevaban el
sedán eran todos oficiales militares
sobresalientes que eran expertos en artes
marciales. Con el fin de encontrar personas
altamente calificadas en artes marciales que
pudieran disfrazarse de transportistas de sedán,
Nan Feng y Fu Yao fueron directamente a la
residencia de ese oficial y revelaron sus planes.
Explicaron claramente cómo querían ir y explorar
el Monte Yu Jun. Por lo tanto, sin preguntar más,
ese oficial inmediatamente retiró una hilera de
artistas marciales altos y fuertes. Sin embargo, la

104
razón por la que Nan Feng y Fu Yao querían
luchadores fuertes no era porque esperaban
poder ayudarlos. En cambio, simplemente
querían que pudieran defenderse y huir cuando
el feroz fantasma comenzara a defenderse.
Por el contrario, esos ocho oficiales militares
realmente no los apreciaban demasiado. Dentro
del gobierno, todos eran expertos de primera
clase. ¿Cuándo no fueron los líderes o las
estrellas del espectáculo? A pesar de eso, en el
momento en que llegaron estos dos niños lindos,
comenzaron a pisarles la cabeza y los obligaron
a convertirse en vehículos del sedán. Se podría
decir que ya estaban extremadamente infelices.
Sin embargo, las órdenes de su amo tenían que
seguirse y por lo tanto solo podían contener el
desdén en sus corazones. Pero como eran
infelices, era difícil evitar que su ira se
encendiera. Por eso, de vez en cuando,
deliberadamente se resbalaban y sacudían el
sedán, lo que lo sacudía terriblemente. Los
forasteros no podrían decir eso, mientras la
persona sentada en la silla de manos fuera algo
delicada…
La silla de manos se inclinó y se sacudió.
Efectivamente, escucharon al Xie Lian adentro
suspirar suavemente. Algunos de esos oficiales
militares no pudieron evitar secretamente
sentirse complacidos.
Afuera, Fu Yao preguntó en un tono frío:
—Jovencita, ¿qué pasa? Casarse a una edad
tan avanzada, ¿estás feliz hasta las lágrimas?

105
De hecho, cuando las novias se casaron,
muchas de ellas no pudieron evitar secarse las
lágrimas y llorar en su sedán matrimonial. En
cuanto a sí mismo, cuando Xie Lian escuchó eso,
no supo si reír o llorar. Sin embargo, cuando
comenzó a hablar, su tono era gentil y suave.
Inesperadamente, ni siquiera había un rastro de
incomodidad cuando dijo: —No es eso.
Simplemente me di cuenta de que esta procesión
de bodas carece de algo muy importante.
Nan Feng preguntó: —¿Qué nos estamos
perdiendo? Ya deberíamos haber preparado
todas las cosas que deberíamos tener.
Xie Lian respondió con una sonrisa.
—Criadas que acompañan el matrimonio.
Los dos pequeños dioses marciales de pie
afuera se miraron espontáneamente. Uno no
podía decir qué tipo de escena habían imaginado,
pero ambos temblaron violentamente. Fu Yao
habló y dijo: —Solo finja que su familia está
empobrecida para que no haya suficiente dinero
para comprar sirvientas. Por lo tanto, decidiste
hacerlo de esta forma.
Xie Lian respondió: —Está bien.
Los oficiales militares escucharon su
improvisada comedia en vivo y no pudieron evitar
sonreír. La insatisfacción en sus corazones se
había disipado mucho y se sentían un poco más
cerca de los otros tres. Esto dio como resultado
que la silla de manos se volviera mucho más
estable.

106
Xie Lian se echó hacia atrás una vez más.
Aunque todavía estaba sentado derecho, cerró
los ojos para descansar.
Después de un rato, la risa de un niño sonó
cerca de sus oídos.
Carcajadas y crueles, risueñas y alegres.
El sonido de la risa fue como una onda que se
extendió por las montañas y los campos. Sonaba
bastante etéreo, pero también muy extraño. Sin
embargo, la silla de manos no se había detenido
y seguía avanzando de manera constante como
antes. Incluso Nan Feng y Fu Yao no dijeron
nada, como si no hubieran notado ninguna
anormalidad.
Xie Lian abrió los ojos antes de hablar en voz
baja: —Nan Feng, Fu Yao.
Nan Feng caminaba por el lado izquierdo del
sedán. Él preguntó: —¿Qué pasa?
Xie Lian respondió: —Algo vino.
En este momento, su procesión de matrimonio
ya había entrado en las profundidades del Monte
Yu Jun.
Estaba completamente en silencio. Incluso los
crujidos que hacía la silla de madera del sedán,
los crujidos de las hojas y ramas secas debajo de
sus pies y el sonido de la respiración de los
vehículos sedán parecía demasiado ruidoso en
este silencio.
Y la risa del niño aún no había desaparecido. A
veces sonaba muy lejos, como si estuvieran en
las profundidades de la montaña. Otras veces,
sonaba muy cerca, como si estuvieran gateando
al lado del sedán.

107
La expresión de Nan Feng se volvió más
solemne cuando dijo: —No escucho nada.
Fu Yao también habló fríamente: —Yo
tampoco.
En cuanto a los otros vehículos del sedán, era
aún más improbable que hubieran escuchado
algo.
En respuesta, Xie Lian dijo: —Si ese es el caso,
entonces deliberadamente solo me dejan
escuchar a mí.
Originalmente, los ocho oficiales militares
estaban demasiado confiados debido a sus altas
habilidades en artes marciales. Además, creían
que debido a que el novio fantasma elegía novias
al azar, tenían que regresar a casa esa noche sin
ningún logro. Por lo tanto, no habían tenido miedo
en absoluto. Ahora, por alguna razón, no podían
evitar pensar en esos cuarenta oficiales militares
en esa procesión de bodas, los que habían
desaparecido misteriosamente. De repente, el
sudor frío comenzó a aparecer en algunas de las
frentes de los portadores de un sedán.
Xie Lian notó los pasos de alguien estancados
y dijo: —No paren. Finjan que no pasó nada.
Nan Feng agitó su mano, señalando a esos
oficiales militares que siguieran caminando. Xie
Lian habló de nuevo y dijo: —Está cantando.
Fu Yao preguntó: —¿Qué está cantando?
Después de escuchar atentamente la voz de
ese niño, Xie Lian comenzó a repetir las palabras
frase por frase.
—Nueva novia, nueva novia, nueva novia en el
sedán rojo del matrimonio...

108
En medio de esta noche silenciosa, la voz
ligeramente lenta de Xie Lian salió muy nítida.
Claramente, él solo había estado diciendo esas
palabras. Sin embargo, esos ocho oficiales
militares sintieron como si pudieran escuchar la
voz de un niño cantando esa extraña canción con
él. Realmente hacía que la sangre de uno se
enfriara.
Xie Lian continuó hablando: —Los ojos llenos
de lágrimas, pasando el montículo de la montaña,
bajo el velo no... sostienen la sonrisa creciente...
novia fantasma... ¿se refieren al novio fantasma?
¿O algo más?
Se detuvo un momento antes de decir: —Esto
no funcionará. Ahora sigue riéndose, por lo que
las palabras no son claras.
Nan Feng frunció el ceño.
—¿Que significa todo eso?
Xie Lian respondió: —El significado literal: Le
está diciendo a la nueva novia en la silla de
manos que solo debe llorar y que no debe sonreír.
Nan Feng corrigió su pregunta anterior.
—Quiero decir, ¿cuál es el significado detrás de
esta cosa corriendo por aquí para recordarte
eso?
Por otro lado, Fu Yao tendría eternamente una
idea opuesta.
—Puede que no necesariamente solo nos lo
esté recordando. Podría ser posible que
deliberadamente intente hacerte hacer lo
incorrecto. Quizás, sonreír es la forma real de
salir ileso. Sin embargo, su objetivo es engañar a

109
otros para que lloren. Es difícil decir si, en el
pasado, las otras novias cayeron en sus planes.
En respuesta a eso, Xie Lian dijo: —Fu Yao. Si
una novia común oye este tipo de voz en el medio
del camino, me temo que solo tendrá miedo a la
muerte. ¿Cómo podría sonreír? Además, si lloro
o sonrío, ¿cuál sería el peor resultado?
Fu Yao respondió: —Serás secuestrado.
Por lo tanto, Xie Lian le recordó: —¿No es
exactamente el propósito de nuestro viaje de esta
noche?
Fu Yao resopló, aunque no continuó
discutiendo. Por el contrario, Xie Lian habló de
nuevo y dijo: —Además, hay algo que creo que
debería decirles.
Nan Feng preguntó: —¿Qué es?
Xie Lian respondió: —Desde que me senté en
el sedán, nunca dejé de sonreír.
¡Acababa de decir esto cuando, de repente, el
sedán matrimonial se hundió fuertemente!
Los ocho oficiales militares comenzaron a
alborotarse inmediatamente, haciendo que el
sedán matrimonial se detuviera por completo.
Nan Feng gritó: —¡Todos, no se asusten!
Xie Lian levantó la mano un poco antes de
preguntar: —¿Qué pasó?
Fu Yao respondió en un tono ligero.
—Nada. Nada más que conocer algunas
bestias.
Acababa de responder, cuando Xie Lian
escuchó un aullido de lobo triste que interrumpió
el silencio de la noche.

110
¡Una manada de lobos les estaba bloqueando
el camino!
No importaba qué, Xie Lian pensó que esto no
era muy normal. Por lo tanto, preguntó: —¿Puedo
preguntar, las manadas de lobos vagan
frecuentemente por el monte Yu Jun?
Uno de los oficiales militares que sostenían el
carruaje respondió: —¡Nunca antes había
escuchado que esto sucediera! ¿Cómo podrían
estar en el monte Yu Jun?
Xie Lian levantó una ceja antes de decir: —Sí,
entonces hemos venido al lugar correcto.
No era más que una manada de lobos en una
montaña. No eran algo difícil de tratar para Nan
Feng y Fu Yao y no eran algo aterrador para
aquellos oficiales militares que regularmente
daban vueltas y luchaban contra otros. Pero justo
entonces, habían estado reflexionando sobre la
espeluznante canción del novio fantasma. Esa
había sido la única razón por la que estaban tan
desprevenidos y asustados.
Desde la oscuridad del bosque, muchos pares
de ojos de lobo débilmente verdes se iluminaron
cuando los lobos comenzaron a salir lentamente.
Rápidamente, comenzaron a rodearlos.
Sin embargo, cuando uno comparaba una
manada de bestias que felizmente encontraron
una comida junto con esa cosa que no podían
escuchar ni tocar, lo extraño era, por supuesto,
más aterrador. Por lo tanto, uno por uno, todos
comenzaron a arremangarse para la batalla,
preparándose para mostrar sus talentos y
emprender una matanza.

111
Desafortunadamente, la mejor parte del
espectáculo aún estaba por llegar. Siguiendo
firmemente sus pasos, apareció un susurro,
seguido de una voz extraña que no sonó humana
ni como una bestia.
Un oficial militar exclamó alarmado.
—Esto... ¿Qué es esto? ¡¿Qué es esta cosa?!
Nan Feng también comenzó a maldecir.
Xie Lian sabía que algo había cambiado
rápidamente y por eso quería ponerse de pie. Él
preguntó: —¿Qué pasó ahora?
Sin embargo, Nan Feng inmediatamente gritó:
—¡No salgas!
Xie Lian levantó la mano, cuando de repente, la
silla de manos comenzó a temblar. Parecía que
había algo apoyado contra la puerta del sedán.
Xie Lian no había estado bajando tanto la cabeza.
Dirigió su mirada hacia abajo, antes de ver la
parte posterior de una cabeza de algún tipo de
cosa desde la grieta entre su velo.
¡En realidad se subió al sedán matrimonial!
Esa cosa había metido la cabeza en el sedán
matrimonial, pero fue arrastrada por alguien
afuera. Nan Feng se paró frente al sedán y
maldijo: —¡Mierda, es un esclavo base!
Tan pronto como escuchó que era un esclavo
base, Xie Lian supo que las cosas ahora se
volverían problemáticas.
Según el juicio del Palacio Ling Wen, un
esclavo base era algo que ni siquiera podía
obtener el rango Feroz.
Se decía que originalmente, los esclavos de
base eran humanos. Sin embargo, si uno los

112
mirara ahora, incluso si fueran personas, solo se
podría decir que fueron humanos deformados.
Tenía una cabeza y una cara, pero parecían
vagos y poco claros. Tenían piernas y brazos,
pero estaban demasiado débiles para caminar.
Tenían boca y dientes, pero les llevaría una
eternidad morder a alguien. Sin embargo, si
dejaban que las personas elijan, la mayoría de las
personas preferirían encontrarse con los
monstruos más temibles Feroces o Severo que
conocer a un esclavo de base.
Esto se debía a que, en la mayoría de los
casos, aparecieron esclavos de base y se
coordinaron con otros fantasmas y monstruos.
Cuando su presa luchaba contra sus enemigos,
aparecían de repente. Luego, usarían sus brazos
y piernas infinitamente enredados para adherirse
a su presa. También tenían innumerables
compañeros que avanzaban incansablemente,
todos rodeando a sus presas como dulces
pegajosos.
A pesar de que su fuerza de combate era
extremadamente baja, eran muy tenaces y
difíciles de matar. Además, generalmente surgían
en un gran grupo. Era bastante difícil sacudirlos y
era aún más difícil matarlos rápidamente a todos.
Gradualmente, uno desperdiciaría demasiada
fuerza luchando contra ellos, o terminarían
tropezando. Como resultado, inevitablemente
habría un breve momento de descuido, uno que
permitiría al enemigo que había estado
esperando una oportunidad para tener éxito.

113
Después de que los demás fantasmas y
monstruos mataran a la presa, los esclavos de la
base recogerían los restos de la presa, esos
brazos y piernas rotos, antes de comerlos con
gusto.
Roerían y mordisquearían hasta que estuvieran
llenos de agujeros.
Los esclavos de base eran realmente una
existencia muy desagradable. Para un Oficial
Celestial de los cielos Superior, dejar salir la luz
divina y sacar sus armas era lo suficientemente
natural como para asustar a los esclavos de base
para que se retiraran. Sin embargo, para los
pequeños dioses marciales de los cielos Medio,
estas cosas eran realmente difíciles de tratar.
Desde lo que parecía ser un lugar distante, Fu
Yao dijo en un tono lleno de repulsión: —¡Yo odio
estas cosas, son las más…! ¿El Palacio Ling
Wen mencionó estas cosas?
Xie Lian respondió: —No lo hicieron.
Fu Yao inmediatamente respondió: —¿Qué
uso tienen esos tipos?
Ignorándolo, Xie Lian preguntó: —¿Cuántos de
ellos vinieron?
Esta vez fue Nan Feng quien respondió.
¡Alrededor de cien, probablemente un poco más!
¡No salgas!
Para cosas como esclavos de base, cuanto
más había, más fuertes se volvían. Cuando
había más de diez de ellos, ya sería
extremadamente difícil de tratar. ¿Más de cien
de ellos? Habría esclavos de base más que
suficientes para arrastrarlos hasta la muerte. A

114
los esclavos de base generalmente les gustaba
vivir en lugares donde había mucha gente. Por lo
tanto, Xie Lian nunca hubiera esperado que
hubiera tantos viviendo en el desierto
Monte Yu Jun. Xie Lian pensó por un momento
antes de levantar ligeramente el brazo, revelando
una muñeca que estaba medio vendada.
Él dijo: —Adelante.
En el momento en que dijo esas palabras, esas
vendas blancas comenzaron a deslizarse
automáticamente de su brazo. Como si estuviera
vivo, voló afuera pasando las cortinas del sedán.
Xie Lian se sentó en el sedán antes de ordenar
suavemente: —Estrangúlalos hasta la muerte.
En medio de la noche, una víbora blanca
repentinamente nadó.
Cuando esa seda blanca y delgada fue
vendada alrededor de la muñeca de Xie Lian,
parecía tener solo unos pocos chi4 de longitud.
Sin embargo, cuando voló tan rápido como un
rayo en la pelea, parecía que era infinitamente
largo. Con un crack crack crack crack una
sucesión de chasquidos resonó en el aire. En un
abrir y cerrar de ojos, ¡a docenas de lobos
salvajes y esclavos de base les rompió el cuello
la seda blanca!
Los seis esclavos de base que molestaban a
Nan Feng encontraron instantáneamente una
muerte violenta y cayeron al suelo. Extendió la
palma de su mano y envió al último lobo a volar.
Sin embargo, aunque Nan Feng había escapado

4
Unidad de longitud china.

115
del peligro, no se relajó ni un poco. En cambio,
corrió hacia el sedán y gritó con incredulidad.
—¡¿Qué es esa cosa?! ¡¿No era que no tenías
ningún poder espiritual y no puedes activar armas
espirituales?!
Xie Lian respondió: —Inevitablemente habrá
excepciones para todo...
Nan Feng estaba furioso. Golpeó un lado del
carruaje de sedán y rugió: —¡Xie Lian! Dilo
claramente, ¿qué es esa cosa? Es…
Esa bofetada suya casi hizo que todo el sedán
se derrumbara. Por lo tanto, Xie Lian no tuvo más
remedio que levantar la mano y apoyar la puerta.
Pero por primera vez, estaba un poco
sorprendido. Cuando Nan Feng dijo esas
palabras, su tono inesperadamente lo hizo
recordar la apariencia de Feng Xin cuando se
enojaba en el pasado.
Nan Feng todavía estaba esperando una
respuesta cuando, de repente, los gritos distantes
de los oficiales militares resonaron en el aire. Fu
Yao dijo fríamente: —¡Si quieren hablar, venzan
a esta ola de enemigos antes de hacerlo!
Nan Feng no tuvo más remedio que volver y
salvar el espectáculo. Sin embargo, Xie Lian salió
rápidamente de su aturdimiento y dijo: —Nan
Feng, Fu Yao, ustedes se van primero.
Nan Feng miró hacia atrás.
—¿Qué?
Xie Lian explicó: —Si ustedes se quedan cerca
de la silla de manos, vendrán más cosas. No
podrán terminar de pelear. En ese caso, tomen a

116
las otras personas y vayan. Me quedaré y
conoceré al novio fantasma.
Nan Feng quería comenzar a maldecir de
nuevo.
—Solo tú…
Sin embargo, por otro lado, Fu Yao habló
fríamente.
—Como puede usar esa tela de seda, por un
corto tiempo no pasará nada. Si tienes tiempo
para discutir con él, ¿no sería mejor dedicarlo a
sacar ese grupo de aquí antes de volver a
ayudarlo? Me voy.
Fu Yao estaba bastante confiado y a gusto.
También era sencillo; cuando dijo que se iba, se
fue de inmediato, sin siquiera disminuir la
velocidad por un momento. Nan Feng apretó los
dientes, sabiendo en su corazón que el otro
pequeño dios marcial no estaba equivocado. Por
lo tanto, se volvió para enfrentar a los oficiales
militares restantes y dijo: —¡Síganme!
Efectivamente, cuando estaban más lejos del
sedán, aunque los esclavos y lobos base
anteriores todavía estaban allí, no se unieron más
nuevos a la lucha. Los dos pequeños dioses
marciales protegieron a cuatro oficiales militares.
Mientras peleaban, Fu Yao comenzó a hablar con
un tono de odio: —Ridículo. Si no fuera por mí...
Él dejó de hablar. Los dos se miraron, sus
miradas eran completamente extrañas. Fu Yao
se tragó el resto de sus palabras antes de girar la
cabeza. Por el momento, los dos dejaron de lado
este tema y no lo volvieron a mencionar. En
cambio, solo continuaron apresurándose.

117
Alrededor del sedán matrimonial, los cadáveres
cubrían el suelo.
El pedazo de tela de seda ya había
estrangulado a todos los esclavos y lobos
sobrantes que habían intentado saltar sobre el
sedán. Voló hacia atrás y comenzó a envolverse
automática y suavemente en la muñeca de Xie
Lian una vez más. Xie Lian se sentó tranquilo y
silenciosamente en el sedán matrimonial,
rodeado por la completa oscuridad y el susurro
de los árboles.
De repente, todo se volvió completamente
silencioso.
El sonido del viento, el sonido de los árboles
susurrantes, los gritos de los monstruos. En una
fracción de segundo, todo eso se volvió
mortalmente silencioso, como si temieran algo.
Después de eso, escuchó dos risas ligeras.
Sonaba como la voz de un hombre joven, pero
también sonaba como la voz de un joven.
Xie Lian se sentó allí y no habló.
Ruoye,5 el pedazo de seda se envolvió
alrededor de su muñeca, listo para actuar.
Mientras la persona que vino tuviera el más
mínimo rastro de intención de matar,
inmediatamente y frenéticamente devolvería el
golpe con diez veces más poder.
Imprevisiblemente, Xie Lian no se encontró con
un ataque abrupto o una explosión de intención
asesina, sino algo completamente diferente.

5
[若 邪] pronunciado como Ruoxie, pero el autor ha tomado nota de que
deberíamos referirnos a él como Ruoye . Este es el nombre de la seda. Significa, ruo =
como si, como, xie = demoníaco, malvado.

118
El telón del sedán matrimonial se levantó
ligeramente. Mirando a través de la grieta del velo
rojo, Xie Lian vio a la persona extender una mano
hacia él.
Los dedos y las articulaciones de esa mano
estaban bien definidos. Un hilo rojo estaba atado
alrededor del tercer dedo. En esa mano delgada
y de color blanco pálido, parecía un nudo del
destino colorido y brillante.

119
CAPÍTULO 8
El fantasma celebra una boda; el Príncipe
Heredero se sube al sedán matrimonial
(parte tres)
¿Debería acercarse o no?
Xie Lian permaneció tranquilo y sereno.
Después de todo, aún no había terminado de
pensar las cosas. ¿Debería continuar actuando
con fuerza e inamovible a pesar de encontrarse
con dificultades? ¿O debería fingir ser una nueva
novia que actualmente estaba asustada de su
ingenio, una que se movería cobardemente hacia
atrás en un intento de esconderse?
El dueño de esa mano fue bastante paciente y
elegante. Xie Lian no se movió, por lo que esa
mano tampoco se movió, como si el dueño de la
mano estuviera esperando su respuesta.
Después de bastante tiempo, como si hubiera
sido poseído por un demonio, Xie Lian realmente
extendió su mano.
Se puso de pie y estaba a punto de apartar la
cortina que bloqueaba la puerta para poder bajar
del sedán. Sin embargo, la persona afuera ya
estaba un paso por delante de él y ya había
levantado la cortina roja. La persona que vino
tomó la mano de Xie Lian, aunque no la apretó
120
con demasiada fuerza, como si tuviera miedo de
lastimarlo accidentalmente. Esto resultó en la
creación de la ilusión de que la persona era
bastante cautelosa y cuidadosa.
Xie Lian bajó la cabeza. Permitió que la otra
persona lo guiara antes de abandonar lentamente
el sedán. Cuando miró hacia abajo, vislumbró un
montón de cadáveres de lobos y esclavos a sus
pies. Parecían haber sido estrangulados por la
tela de seda Ruoye.
Los pensamientos de Xie Lian dieron un
pequeño giro antes de tropezar un poco. Con un
jadeo sobresaltado, comenzó a caer hacia
adelante.
La persona que vino inmediatamente colocó su
mano sobre la espalda de Xie Lian para apoyarlo.
Por lo tanto, logró atraparlo antes de que cayera.
Cuando lo sostuvo, Xie Lian aprovechó la
oportunidad para agarrar fácilmente su muñeca.
Sin embargo, solo sintió algo frío y duro. Resultó
que la persona que había venido llevaba un par
de brazaletes plateados.
Estos brazaletes eran preciosos y exquisitos.
Había patrones antiguos que los decoraban.
Hojas de arce, mariposas y bestias feroces y
siniestras también estaban grabadas en ellas.
Parecían bastante misteriosos, a diferencia de
algo de las llanuras centrales. Más bien, parecía
como si fueran una antigüedad de una tribu
exótica menor. Cerraron perfectamente las
muñecas de esta persona, haciéndole parecer
refinado y ágil.

121
122
Plata helada, manos mortalmente pálidas.
Parecían sin vida, sin embargo, también parecían
contener un espíritu asesino y malas intenciones.
Xie Lian había fingido esa caída suya, con la
intención de sentir a la otra persona fuera. Incluso
ahora, Ruoye todavía estaba escondido en sus
amplias mangas mientras se retorcía lentamente
alrededor de sus muñecas, esperando el
momento de saltar. Sin embargo, la persona que
vino solo sostuvo su mano una vez más antes de
llevarlo hacia adelante.
Por un lado, la cabeza de Xie Lian todavía
estaba cubierta con ese velo, por lo que no podía
ver con claridad. Por otro lado, quería perder el
tiempo. Por eso Xie Lian caminó deliberadamente
muy lentamente. Sin embargo, inesperadamente,
la otra persona realmente cooperó con su ritmo y
también caminó extremadamente lento. De vez
en cuando, la otra mano de esta persona lo
apoyaría y lo empujaría, como si temiera que Xie
Lian volviera a caer.
Aunque Xie Lian estaba extremadamente
vigilante y en guardia, cuando vio cómo la otra
persona lo trataba, no pudo evitar pensar: —Si
esta persona realmente era el novio fantasma,
realmente estaba siendo gentil y considerado al
extremo.
En este momento, Xie Lian de repente escuchó
un ruido extremadamente claro y tintineante.
Cada vez que los dos daban un paso, ese ruido
claro sonaba una vez. Justo cuando estaba
reflexionando sobre qué era este ruido, los

123
rugidos reprimidos de las bestias salvajes
aparecieron abruptamente desde todas las
direcciones.
¡Lobos salvajes!
La figura de Xie Lian se movió ligeramente
cuando Ruoye en su muñeca se tensó de
repente.
Quién hubiera sabido que, antes de que
pudiera hacer algo, la persona que sostenía su
mano le dio unas palmaditas en la mano dos
veces como si lo estuviera consolando y
diciéndole que no se preocupara. Estas dos
palmaditas eran lo suficientemente ligeras como
para ser consideradas como un movimiento
extremadamente suave. Xie Lian se sorprendió
un poco antes de darse cuenta de que esos
rugidos bajos ya estaban desapareciendo.
Cuando intentó escuchar atentamente de nuevo,
Xie Lian descubrió de repente que estos lobos no
estaban rugiendo o gruñendo. En cambio,
estaban gimiendo.
Estos ruidos eran claramente los sonidos que
una bestia salvaje hacía cuando se asustaban al
extremo. Eran los gemidos de las bestias cuando
no podían dar un solo paso, los sollozos durante
su lucha final antes de la muerte.
La curiosidad de Xie Lian con respecto a la
persona se hizo aún más fuerte. En este
momento, solo quería quitarse el velo y mirarlo
antes de hacer otra cosa. Sin embargo, sabía que
esta acción no era algo apropiado. Por lo tanto,
Xie Lian solo podía mirar a través de la pequeña
grieta en el velo antes de tratar de armar una

124
imagen, a pesar de perderse el panorama
general.
Con esta visión, Xie Lian vio el borde de una
túnica roja. Y debajo de esa túnica roja había un
par de botas de cuero negro. Actualmente
caminaban a un ritmo pausado.
El ritmo de esta persona era un poco
descuidado, mezclado con un ligero y rápido salto
en sus pasos. Lo hizo parecer como un joven
animado. Sin embargo, caminó como si tuviera
una meta o un destino firmemente en mente,
haciendo que pareciera que nadie podría
detenerlo. Quien se atreviera a bloquear su
camino solo sería aplastado por el polvo. Esto
hizo que Xie Lian no pudiera determinar con
precisión qué tipo de persona era este tipo.
Mientras todavía estaba dando vueltas a las
suposiciones en su mente, una cosa blanca y
horrible apareció repentinamente en su vista.
Eso era una calavera.
El ritmo de Xie Lian se estancó por un
momento.
Con solo una mirada, Xie Lian pudo decir que
había algo mal con la posición de este cráneo.
Este era claramente el rincón de algún tipo de
disposición espiritual. Si uno lo tocaba, Xie Lian
temía que toda la matriz lanzaría un ataque en
ese punto. Sin embargo, con el ritmo actual del
joven, parecía que no se había dado cuenta de
que había algo allí. Xie Lian solo estaba
reflexionando sobre si debía avisarle al joven
cuando escuchó un ruido de crack. Con este
trágico crujido, Xie Lian vio inexpresivamente el

125
pie de esa persona pisar el cráneo y romperlo en
polvo.
Luego, como si no hubiera sentido o notado
nada, esta persona pisó con indiferencia el polvo
del cráneo y siguió caminando.
Este tipo en realidad... con un solo paso...
aplastó todo este conjunto... en polvo inútil...
En ese momento, el ritmo del joven se detuvo
de repente. El corazón de Xie Lian se movió,
pensando que era porque el otro chico estaba a
punto de hacer algo. Sin embargo, ese joven solo
se detuvo por un segundo antes de continuar
conduciéndolo hacia adelante. Después de dos
pasos, algunos ruidos sordos resonaban por
encima de sus cabezas, como el sonido de la
lluvia golpeando un paraguas. Resultaba que
hace un momento, el joven había abierto un
paraguas antes de sostenerlo sobre sus dos
cabezas.
Aunque no era el momento de pensar esto, Xie
Lian no pudo evitar elogiar al joven por ser tan
considerado. Sin embargo, sintió que esto era
bastante extraño. ¿Estaba lloviendo?
Dentro de las montañas tranquilas y oscuras,
dentro del bosque lleno de espesas hierbas, en
las profundidades distantes de la cordillera, un
grupo de lobos salvajes se enfrentaron a la luna
y aullaron. Xie Lian no sabía si era porque
acababa de ocurrir un festival de matanzas, pero
en el aire frío, el ligero olor a sangre emergió
lentamente.
Esta situación y este escenario eran
demoníacamente atractivos. Sin embargo, este

126
joven sostuvo su mano con una mano y levantó
un paraguas con la otra mientras lo conducía
lentamente hacia adelante. Sin ninguna razón,
esto hizo que su paseo pareciera romántico y
coqueto, como si estuvieran sinceramente
enamorados y fueran inseparables.
Ese extraño episodio de lluvia llegó de una
manera extraña y también se fue de una manera
extraña. No pasó mucho tiempo antes de que el
sonido de las gotas de lluvia golpeando el
paraguas desapareciera. Y ese joven también se
detuvo. Parecía que había guardado su
paraguas. Simultáneamente, finalmente soltó la
mano de Xie Lian antes de caminar un paso más
cerca de él.
La mano que había sostenido la suya y lo
condujo hasta aquí tocó ligeramente su velo
antes de levantarlo lentamente.
Xie Lian había estado esperando este
momento durante toda su caminata aquí. No se
movió en absoluto mientras veía desaparecer
lentamente la persistente cortina roja frente a sus
ojos...
¡La tela de seda Ruoye se movió!
No fue porque este joven había revelado
ninguna intención de matar. Más bien, Xie Lian
tenía la intención de tomar la iniciativa y atacar
primero. Podrían tener una buena conversación
después de que la otra persona no pudiera
moverse.
¿Quién hubiera pensado que después de que
la tela de seda Ruoye voló, trajo consigo una
ráfaga de viento áspero? El velo escarlata salió

127
de la mano del joven, volando hacia arriba antes
de caer una vez más. Xie Lian solo tuvo tiempo
de ver la imagen posterior de un joven vestido de
rojo antes de que Ruoye se apresurara.
Inesperadamente, ese joven de repente se hizo
añicos en mil mariposas plateadas. Se
dispersaron en una explosión de luz plateada,
que parecía un viento estelar brillante y
deslumbrante.
Aunque este realmente no era el momento ni el
lugar, Xie Lian no pudo evitar maravillarse con
esta escena después de que retrocediera dos
pasos.
Esta vista era realmente demasiado hermosa,
como si fuera una escena de fantasía que solo se
ve en los sueños.
En ese momento, una mariposa plateada
comenzó a volar tranquilamente frente a él. Xie
Lian no logró examinarlo cuidadosamente antes
de que la mariposa volara alrededor de él dos
veces. Después de eso, se integró nuevamente
en el viento brillante, transformándose en parte
de la luz plateada que llenaba el cielo. Con un
aleteo de sus alas, las mariposas volaron hacia
arriba.
Después de bastante tiempo, Xie Lian
finalmente salió de su aturdimiento. En su
corazón, se preguntó mentalmente: —Al final,
¿era este joven el novio fantasma o no?
En su opinión, seguía sintiendo como si este
joven no lo fuera. Si él era el novio fantasma,
entonces los lobos salvajes en el monte Yu Jun
deberían haber sido sus subordinados. Pero si

128
ese fuera el caso, ¿por qué esos lobos estarían
tan asustados cuando lo vieron? Además, ese
conjunto espiritual que vieron en el camino aquí
debería haber sido creado por el novio fantasma.
Sin embargo, ese joven había casualmente...
triturado la matriz en polvo.
Por otro lado, si ese joven no era el novio
fantasma, ¿por qué vendría a robar a la novia de
su sedán?
Cuanto más pensaba Xie Lian, más extraña
creía que era esta situación. Xie Lian arrojó la tela
de seda Ruoye sobre sus hombros mientras
pensaba mentalmente: —Olvidémoslo. También
existe la probabilidad de que él haya sido alguien
que casualmente había estado pasando. Por
ahora, pongámoslo a un lado. La razón por la que
estoy aquí es lo que es más importante.
Xie Lian miró a su alrededor antes de dejar
escapar un sonido de sorpresa. Resultó que en la
distancia, en realidad había un edificio. Parecía
bastante pesado y castigado mientras estaba allí.
Desde que el joven lo trajo aquí y dado que este
edificio se había ocultado minuciosamente en
este conjunto desconcertante, se hizo
imprescindible que Xie Lian entrara y echara un
vistazo.
Xie Lian dio unos pasos hacia adelante antes
de detenerse de repente. Pensó por un momento
antes de regresar y recoger el velo de novia que
estaba en el piso. Mientras le quitaba el polvo, lo
sostuvo en la mano antes de caminar hacia el
edificio nuevamente.

129
Las paredes rojas de este edificio parecían
bastante altas, con ladrillos que parecían
notablemente moteados. En realidad, se parecía
a un antiguo templo para el dios de la ciudad.
Además, según la experiencia de Xie Lian, la
estructura de este edificio hizo probable que fuera
un templo de un dios marcial. Efectivamente, Xie
Lian levantó la cabeza y vio tres grandes palabras
grabadas en el metal en la parte superior de la
puerta principal. Las palabras decían:
¡Templo Ming Guang!
El dios marcial del norte, General Ming Guang.
Era precisamente el dios que Ling Wen había
mencionado la última vez en el conjunto de
comunicación espiritual; el General Pei, cuyas
varitas de incienso ardieron prósperamente en el
norte. No era de extrañar que no hubieran
encontrado un Templo Ming Guang en las
cercanías y en su lugar hayan encontrado un
Santuario Nan Yang. Resultó que el Templo Ming
Guang en esta área estaba dentro del Monte Yu
Jun. Sin embargo, este templo había sido sellado
durante mucho tiempo por una serie
desconcertante. ¿Podría ser... tal vez hubo
alguna conexión entre el novio fantasma y el
General Ming Guang?
Sin embargo, hacia este General Ming Guang,
se podría decir que era alguien orgulloso de su
éxito y arrogante en su poder. Además, su
posición en el norte también era muy estable. Xie
Lian personalmente no creía que este tipo de dios
marcial estaría dispuesto a involucrarse con algo
tan cruel como el novio fantasma. Por otro lado,

130
algo como desafortunadamente permitir que una
cosa viciosa ocupe su lugar cuando no estaban
conscientes de nada no era algo extraño. En
cuanto a cuál era la verdad detrás de todo, era
mejor sacar conclusiones después de analizar las
cosas más.
Xie Lian se acercó. La puerta del templo estaba
cerrada pero no había sido cerrada. Por lo tanto,
se abrió después de un solo empujón. Después
de abrir la puerta, un olor extraño asaltó sus
sentidos.
No era el olor a polvo encontrado en un lugar
que había estado deshabitado durante mucho
tiempo. No, era un hedor débil y podrido.
Xie Lian entró y cerró la puerta principal,
haciendo que pareciera que nadie había entrado
al templo en primer lugar. En el centro de la sala
principal, una estatua piadosa se encontraba en
el altar para las ofrendas. Naturalmente, esta
estatua divina representaba a ese dios marcial
del norte, el General Ming Guang.
Muchos objetos humanoides, por ejemplo,
esculturas, títeres y retratos, eran todas cosas
que se infectaban fácilmente por las malas
influencias. Por lo tanto, lo primero que hizo Xie
Lian fue caminar hacia adelante y examinar
cuidadosamente esta estatua divina.
Después de mirar detenidamente, la conclusión
de Xie Lian fue: esta estatua piadosa fue
modelada de manera excelente. Sostenía una
espada de doble filo ya que llevaba un cinturón
hecho de jade en la cintura. Además, tenía una
cara hermosa y se veía imponente e

131
impresionante. No había problema con esta
estatua divina. Además, ese olor a podrido
tampoco provenía de esta estatua. Por lo tanto,
Xie Lian dejó de preocuparse por eso y se dio la
vuelta. Decidió dirigirse hacia la parte trasera del
salón principal para echar un vistazo.
Sin embargo, en el momento en que Xie Lian
se dio la vuelta, se congeló en su lugar mientras
sus pupilas se encogían.
Un grupo de mujeres vestidas con vestidos de
novia carmesí y cubiertas con velos estaban
rígidas frente a él.
Además, ese leve olor a podredumbre se
desprendía de los cuerpos de estas mujeres.
Xie Lian se calmó rápidamente antes de contar
a esas mujeres. Uno, dos, tres, cuatro... contó
hasta diecisiete.
¡Eran realmente las diecisiete novias que
habían desaparecido en la región del Monte Yu
Jun!
El color rojo en algunos de los vestidos de novia
de esas novias parecía un poco desvaído y las
ropas parecían raídas y viejas. Estas novias
deberían haber sido las que desaparecieron
primero. Por otro lado, algunos de los vestidos de
novia de las novias parecían nuevos. El estilo de
los vestidos también era popular actualmente.
Además, el olor de un cadáver podrido que
provenía de estas novias también era bastante
ligero. Estas novias deberían haber sido las que
desaparecieron recientemente. Xie Lian pensó
por un momento antes de descubrir los velos de
una de las novias.

132
La cara revelada bajo el velo escarlata estaba
extremadamente pálida. El tono de la piel era tan
blanco que en realidad parecía un poco verde.
Iluminada por la tenue luz de la luna, parecía
terriblemente aterradora. Sin embargo, lo más
aterrador de ella era que, aunque los músculos
de esta mujer se habían torcido después de la
muerte, en esa cara retorcida, todavía tenía una
sonrisa rígida.
Xie Lian quitó el velo de la chica a su lado. Una
vez más, la boca de esta chica se curvaba en la
misma sonrisa.
De hecho, todas las personas muertas en esta
habitación usaban prendas de boda mientras
sonreían incluso en la muerte.
Al lado de su oído, Xie Lian aparentemente
comenzó a escuchar la voz de ese niño mientras
cantaban esa extraña canción.
—Nueva novia, nueva novia, nueva novia en el
sedán rojo del matrimonio... Los ojos llenos de
lágrimas, pasando el montículo de la montaña,
bajo el velo no tienen una sonrisa creciente...
De repente, escuchó un ruido extraño que
parecía originarse fuera del templo.
Fue realmente un sonido extraño. Era tan
extraño, era difícil describir cómo sonaba. De
hecho, sonaba como dos palos que golpeaban el
piso mientras estaban enrollados en una tela
gruesa. También parecía que había algo pesado
unido a la cosa en movimiento, por lo que lo
arrastraban por el piso con dificultad.
Este ruido comenzó desde muy lejos, pero se
movió extremadamente rápido. En un instante,

133
sonó como si estuviera fuera de la puerta
principal del templo. Con un largo arroyo, la
puerta del templo se abrió.
Independientemente de si fue una persona que
vino o algún otro tipo de cosas, lo más probable
era que fuera el novio fantasma. ¡Y ahora mismo,
ya había regresado a casa!
No había salida al final de la sala principal y
tampoco había dónde esconderse. Xie Lian solo
pensó por un momento antes de ver a las novias
de pie junto a él. Inmediatamente, se cubrió la
cabeza con su velo de novia nuevamente antes
de pararse dentro del grupo de novias, quedando
en silencio e inmóvil.
Si solo hubiera entre tres y seis cuerpos aquí,
entonces, por supuesto, sería fácil para otros
notar algo malo con una sola mirada. Sin
embargo, en este momento había diecisiete
cadáveres aquí. A menos que alguien los contó
uno por uno como lo hizo Xie Lian, sería muy
difícil para ellos darse cuenta de inmediato de
que alguien se estaba escondiendo allí.
Acababa de colocarse en la multitud de novias
cuando escuchó que algo entraba en la
habitación.
Mientras Xie Lian permanecía inmóvil,
comenzó a reflexionar sobre qué era este sonido.
Al final, ¿qué era esto? Con las pausas entre
cada ruido, sonaba como los pasos de una
persona. Sin embargo, ¿qué tipo de cosa tendría
este tipo de paso? Este definitivamente no era el
joven que me trajo aquí. Ese tipo caminaba de

134
una manera muy tranquila y agradable y el sonido
de las campanas acompañaba sus pasos.
De repente, Xie Lian pensó en algo. Su
corazón se apretó de inmediato. ¡Esto era malo!
¡La altura estaba mal!
Después de todo, todos estos cadáveres eran
cuerpos de mujeres. ¡Pero él era un hombre
genuino! Era, naturalmente, mucho más alto que
estos cadáveres. Aunque nadie podía decir que
había una persona adicional en esta multitud a
primera vista, sería fácil para ellos darse cuenta
de que había alguien que parecía particularmente
alto.
Pero después de pensar un poco más, Xie Lian
se calmó de inmediato. Era de hecho bastante
alto. Sin embargo, esa jovencita Xiao Ying solo
le peinó en un peinado simple. Ella no hizo
mucho con eso.
Por otro lado, estas novias estaban todas
vestidas. Su cabello estaba peinado tan alto que
esos mechones prácticamente se elevaban hacia
el cielo. Además, gracias a las coronas de fénix
que llevaban, la parte superior de sus cabezas se
volvió un trozo enorme más alto. Si sumaran
todo, algunas de estas novias probablemente no
serían más bajas que él. Incluso si fuera alto, no
sería demasiado llamativo.
Justo cuando pensaba eso, Xie Lian una vez
más escuchó el ruido de los golpes de antes. Esta
vez, sonó como si fueran solo dos zhang6 de
distancia.

6
Unidad de longitud que equivale a 3,8 metros.

135
Después de un momento, volvió a escuchar el
ruido de los golpes. Parecía que ahora estaba
aún más cerca de él.
Xie Lian finalmente se dio cuenta de lo que este
novio fantasma estaba haciendo.
¡Estaba levantando el velo de cada novia
mientras revisaba las caras de los cadáveres uno
por uno!
¡Explosión!
Si no se moviera ahora, ¿cuándo habría sido
un mejor momento? La tela de seda Ruoye voló
antes de estrellarse contra el novio fantasma.
Luego escuchó un fuerte ruido antes de que
una niebla negra comenzara a llenar la
habitación. Xie Lian no sabía si esta niebla era
venenosa o no. Como no tenía ninguna energía
espiritual que protegiera su cuerpo, dejó de
respirar inmediatamente mientras se tapaba la
nariz y la boca con la mano. Al mismo tiempo,
instó a la tela de seda Ruoye a bailar y crear
viento, en un intento de dispersar rápidamente la
niebla.
De repente, escuchó los ruidos de golpe
nuevamente. Xie Lian entrecerró los ojos antes
de ver una pequeña y pequeña sombra pasar por
la puerta principal del templo. Con la puerta del
templo abierta de par en par, un trozo de niebla
negra comenzó a extenderse mientras se dirigía
hacia el bosque.
Xie Lian tomó una decisión rápida antes de
perseguirlo inmediatamente. Inesperadamente,
no había dado muchos pasos afuera cuando,
dentro del bosque, un resplandor de fuego se

136
elevó en el cielo. A la distancia, un grupo de
gritos llenos de intenciones asesinas se acercó.
—Vamos, ¡ah!
La voz de un joven sonaba especialmente
resonante. ¡Atrapa a la fea criatura y ayuda a
nuestra gente a deshacerse de un mal! ¡Atrapa a
la fea criatura y ayuda a nuestra gente a
deshacerse de un mal! ¡En cuanto a la
recompensa, podemos dividirla equitativamente
entre nosotros!
Este era precisamente ese joven líder. Xie Lian
comenzó a quejarse en su corazón. Este grupo
de personas había dicho antes que iban a buscar
en la montaña. Inesperadamente, ¡en realidad
vinieron! Originalmente, habría estado bien ya
que había una matriz desconcertante que lo
cubría todo. ¡Sin embargo, ese conjunto ya había
sido destruido por ese joven! Estos gatos ciegos
realmente encontraron un ratón muerto; por lo
tanto, ¡realmente encontraron al novio de la novia
fantasma!
Xie Lian echó otro vistazo. La dirección en la
que habían estado esas personas... ¡parecía ser
la dirección a la que el novio de la novia fantasma
había estado escapando!
Xie Lian agarró la tela de seda Ruoye y corrió
hacia allí. Él comenzó a gritar: —¡Quédense ahí
y no se muevan!
Todos se detuvieron un poco por sorpresa.
Xie Lian quería seguir hablando cuando el
joven comenzó a preguntar fervientemente:
—Jovencita, la novia fantasma la capturó y la
obligó a ir al monte Yu Jun, ¿verdad? ¿Cuál es tu

137
nombre? ¡Vinimos aquí para salvarte, puedes
estar tranquila ahora!
Xie Lian se sorprendió por un momento por
esas palabras ridículas. Entonces, finalmente
recordó que llevaba un vestido de novia. No
había habido un espejo en el templo de Nan
Yang, por lo que no sabía cuál era su apariencia
actual. Sin embargo, en base a esta reacción, esa
jovencita Xiao Ying fue bastante buena en lo que
hizo. Esto era porque, después de que estas
personas se sorprendieron, comenzaron a
tratarlo como una verdadera novia. Además, este
joven probablemente esperaba que él fuera la
decimoséptima novia, por lo que sería más fácil
para él recibir la recompensa.
Sin importar qué, sin embargo, no podía
permitir que estos aldeanos corrieran por todas
partes en estas circunstancias. Pero tampoco
podía garantizar que el novio fantasma aún no se
estuviera escapando. Afortunadamente, en este
momento, dos jóvenes vestidos de negro
finalmente lograron correr. Al ver esto, Xie Lian
inmediatamente gritó.
—Nan Feng, Fu Yao, ¡vengan rápidamente y
ayúdenme!
Inesperadamente, después de que estos dos
pequeños dioses marciales lo miraran siguiendo
el sonido, ambos comenzaron a mirarlo
inexpresivamente. Luego, simultáneamente
retrocedieron dos pasos. Xie Lian tuvo que
llamarlos varias veces más antes de que
finalmente reaccionaran.

138
Al ver esto, Xie Lian preguntó: —Ustedes
vinieron desde allí, ¿verdad? ¿Encontraron algo
en el camino aquí?
Nan Feng respondió: —¡No lo hicimos!
Al escuchar eso, Xie Lian dijo: —Eso es bueno.
Fu Yao, ve por este camino y haz una búsqueda.
Mira a tu alrededor en todas las direcciones y
asegúrate de que el novio de la novia fantasma
no haya escapado.
Después de que Fu Yao escuchó esto,
inmediatamente se dio la vuelta y se fue. Xie Lian
continuó hablando: —Nan Feng, guarda este
lugar y asegúrate de que ni una sola persona
pueda irse. ¡Si Fu Yao no puede encontrar al
novio de la novia fantasma en las montañas,
entonces el novio de la novia fantasma debe
estar oculto entre este grupo de personas!
Cuando oyeron esto, todos los hombres
corpulentos quedaron atónitos. Ese joven ya se
dio cuenta de que no era una mujer y por eso fue
el primero en saltar.
—¿Nadie puede irse? ¿Por qué deberíamos
escucharte? ¿No hay leyes en esta tierra?
Todos, no los escuchen...
El joven ni siquiera se había levantado
correctamente cuando Nan Feng extendió su
palma. De repente, un árbol alto con un tronco
grueso se partió por la mitad y cayó al suelo.
Todos allí inmediatamente recordaron que este
joven golpearía las cosas antes de completar una
oración completa. Si se cortaran por la mitad
como el pilar que había roto antes, incluso

139
pagarles dinero perdería cualquier significado.
Por lo tanto, todos callaron.
Ese joven habló de nuevo.
—¿Dices que el novio fantasma está dentro de
este grupo, entonces tiene que estar en este
grupo? ¡Todos aquí tienen un nombre y un
apellido! ¡Si no me crees, ven aquí y usa el fuego
para iluminar nuestras caras! ¡Revísanos uno por
uno!
Xie Lian dijo: —Nan Feng.
Nan Feng tomó la antorcha del joven y
comenzó a revisar a las personas una por una.
Las cejas de todos estaban cubiertas de sudor.
Algunas personas parecían tensas, algunas
personas parecían perdidas. Algunos parecían
emocionados, otros parecían extremadamente
animados.
Xie Lian no pudo ver la causa. Por lo tanto,
caminó hacia el frente del grupo y dijo: —Todos.
Por favor, disculpen mi ofensa anterior. Sin
embargo, herí a la novia fantasma del novio y
escapó. Pero definitivamente no podría haber ido
muy lejos. Estos dos jóvenes amigos míos no lo
encontraron en el camino cuando llegaron aquí,
así que me temo que podría haberse escondido
en este grupo de personas. Tendré que molestar
a todos para que se miren de cerca. Verifiquen
claramente la cara de todos y asegúrense de que
no haya nadie que no conozca aquí.
Cuando escucharon que el novio fantasma
probablemente estaba dentro de su grupo, todos
inmediatamente sintieron que se les heló la
sangre. No se atrevieron a ser descuidados

140
cuando comenzaron a mirarse con
consternación. Luego, comenzaron a jugar el
juego: Me miras, yo te miraré. Después de que
se miraron durante un buen rato, de repente,
alguien gritó en un tono extraño.
—¿Cómo es que estás aquí?
El corazón de Xie Lian dio un vuelco cuando se
apresuró y preguntó: —¿Quién es?
El joven agarró la antorcha de otra persona
antes de encender una esquina. Él gritó: —¡Esta
niña fea!
La persona a la que estaba apuntando era en
realidad... Xiao Ying. Bajo la luz, la cara de Xiao
Ying con su nariz torcida y ojos sesgados parecía
un poco retorcida. Como si no pudiera soportar
ser expuesta tan prominentemente, levantó una
mano para bloquear su rostro de la vista de todos.
Luego, ella comenzó a hablar: —Yo... No podía
sentirme a gusto, así que decidí venir y echar un
vistazo...
Al ver cómo estaba convulsionando de miedo,
Xie Lian le quitó la antorcha en la mano a ese
joven antes de preguntarle a la multitud.
—¿Cómo estuvo?
Todos comenzaron a sacudir la cabeza.
—No hay nadie que no reconozcamos.
—Hemos visto a todos aquí antes.
Nan Feng preguntó: —¿Podría haberse
adherido al cuerpo de alguien?
Xie Lian pensó por un momento antes de
responder.
—Eso sería poco probable. Esa cosa había
sido sólida.

141
Nan Feng le recordó.
—Sin embargo, esa cosa ya está en el rango
de Ir'. Es difícil decir si podría o no cambiar su
forma.
Mientras los dos dudaban por aquí, ese joven
fue el primero en comenzar a gritar. ¡El novio
fantasma no es uno de nosotros! Lo viste
claramente también, ¿verdad? Si viste
claramente, ¡déjanos ir!
Voces dispersas comenzaron a hacer eco de
sus palabras.
Xie Lian los miró antes de decir: —Todos, por
favor, quédense frente al Templo Ming Guang, no
se vayan.
Sin embargo, todos querían quejarse, pero
cuando vieron la expresión grave y severa de
Nan Feng, nadie se atrevió a hacerlo. En este
momento, Fu Yao regresó e informó: —No está
cerca.
Al escuchar eso, Xie Lian miró a la densa
multitud frente al templo de Ming Guang. Luego,
comenzó a declarar lentamente: —En ese caso,
el novio de la novia fantasma debe estar dentro
de esta multitud.

142
143
CAPÍTULO 9
El antiguo templo cerrado de la montaña;
el bosque de los cadáveres colgantes (parte
uno)

F
u Yao notó que Xiao Ying se escondía entre
la multitud de personas. Frunciendo el ceño,
preguntó: —¿Por qué hay una mujer aquí?
Aunque su tono no era agresivo, tampoco
contenía buena voluntad. Por lo tanto, cuando
Xiao Ying lo escuchó, ella inclinó la cabeza. Xie
Lian fue quien respondió por ella y dijo: —Tenía
miedo de que nos encontremos con un
contratiempo, así que vino aquí para echar un
vistazo.
Fu Yao se volvió para hacerles a los
transeúntes otra pregunta: —¿Han venido aquí
con ella?
Al principio, la gente de la multitud dudó un
poco antes de responder.
—Ya no me acuerdo.
—Es difícil de decir.
—Eso está mal. Cuando llegamos, ella no
estaba con nosotros, ¿verdad?
—En cualquier caso, no la vi.
—Yo tampoco la vi.
144
Xiao Ying habló apresuradamente.
—Es porque los seguí en secreto, muchachos.
El joven inmediatamente preguntó: —¿Por qué
nos seguiste en secreto? ¿Tienes una conciencia
culpable? ¿Quizás eres el novio fantasma
disfrazado?
En el momento en que dijo esto, la gente de pie
alrededor de Xiao Ying huyó abruptamente,
creando un espacio vasto y vacío. Xiao Ying
comenzó a agitar las manos nerviosamente antes
de decir: —No... ¡No, soy Xiao Ying! ¡Soy
realmente ella! —Luego, se volvió hacia Xie Lian
y dijo—: Daozhang,7 ¡nos acabamos de conocer!
Te ayudé a maquillarte y te ayudé a vestirte y
arreglarte...
Cuando escucharon esto, todos comenzaron a
mirar para mirarlo. Incluso hubo algunas
personas que comenzaron a susurrar cosas. En
partes, Xie Lian escuchó frases como retorcido,
diferente de la gente común, no puedo creerlo.
Tosiendo dos veces, Xie Lian explicó: —Esto...
es solo un requisito de la misión. Un requisito de
la misión. Nan Feng, Fu Yao, ustedes...
Fue solo después de que giró la cabeza que Xie
Lian se dio cuenta de que Nan Feng y Fu Yao lo
miraban de manera extraña. Además,
comenzaron a alejarse lentamente de él de
manera moderada.
Ser visto con miradas como esa hizo que Xie
Lian sintiera la piel de gallina por todo el cuerpo.
Él les preguntó: —... ¿Ustedes tienen algo que
quieren decir?
7
Joven Maestro.

145
¿Cómo podría Xie Lian haber sabido que la
habilidad de una niña en el maquillaje creó
resultados legendarios y desconcertantes? Xiao
Ying solo le había enseñado cómo arreglarse las
cejas dibujándolas con elegancia, cómo
empolvarse la cara con un poco de polvo blanco
y cómo salpicar sus labios con un rojo intenso.
Sin embargo, si no hablaba, Xie Lian se veía
exactamente como una joven gentil, suave y
hermosa.
Por lo tanto, cuando esos dos lo miraron, sus
corazones temblaron tremendamente.
Encontraron esta escena difícil de creer; los hizo
sentir incómodos de pies a cabeza cuando
comenzaron a dudar de la vida misma. La cara
de Xie Lian todavía se parecía a la suya, pero
tanto Fu Yao como Nan Feng sintieron que no
sabían con quién estaban hablando cuando se
enfrentaron a su apariencia actual.
Fu Yao le preguntó a Nan Feng: —¿Tienes algo
que quieras decir?
Nan Feng inmediatamente sacudió la cabeza.
—No tengo nada que quiera decir.
Xie Lian respondió: —Quizás sea mejor si
ustedes dijeran algo.
En este momento, la gente de la multitud
comenzó a hablar.
—¿Eh? ¿Este es un Templo Ming Guang?
—¿El bosque de esta montaña en realidad
tenía un Templo Ming Guang? Extraño, nunca lo
había visto antes.

146
Uno tras otro, todos comenzaron a mirar la
extraña vista. Sin embargo, Xie Lian dijo de
repente: —Sí, es un Templo Ming Guang.
Nan Feng notó que su tono era un poco
extraño. Él preguntó: —¿Qué pasa?
Xie Lian respondió: —El norte es claramente el
territorio del General Ming Guang. No es como si
el incienso que le ardía no floreciera y no es que
su poder espiritual sea débil. Sin embargo, ¿por
qué había solo un Templo Nan Yang debajo del
Monte Yu Jun?
Era bastante fácil entender por qué ese Oficial
enviaba sus oraciones al Emperador Celestial.
Después de todo, él había sido el Dios Marcial
número uno durante el último milenio y su estatus
excedía por mucho al del General Ming Guang.
Naturalmente, cuanto más alto e influyente seas,
más asegurado y seguro estarás.
Sin embargo, la posición del General Ming
Guang era igual a la posición del General Nan
Yang y casi no había diferencia entre los dos. Si
realmente tuvieras que diferenciarlos, entonces el
General Ming Guang tenía nueve mil templos, mil
más que el General Nan Yang. Xie Lian
realmente no podía entender por qué el General
Ming Guang renunciaría a algo cercano y en
cambio, buscaría algo lejano.
Continuó hablando y dijo: —Normalmente,
incluso si el Templo Ming Guang en el Monte Yu
Jun es tomado por el novio fantasma, lo que
resulta en que otras personas no puedan
encontrarlo, uno siempre podría construir otro
Templo Ming Guang en otro lugar. Sin embargo,

147
¿por qué razón se construiría otro templo de un
dios marcial aquí?
Fu Yao inmediatamente entendió y dijo:
—Tiene que haber otra razón.
Xie Lian respondió: —Sí, tiene que haber otra
razón para que la gente de la región del Monte Yu
Jun deje de construir los Templos de Ming
Guang. Chicos, por favor, denme algo de energía
espiritual nuevamente. Me temo que tengo que ir
y preguntar...
En este momento, alguien gritó de repente.
—Tantas novias, ¡ah!
Cuando se dio cuenta de que la voz provenía
del interior del templo, Xie Lian se dio la vuelta de
inmediato. Él les había dicho a estas personas
que se quedaran en el espacio abierto fuera del
templo, ¡pero en realidad hicieron caso omiso a
sus instrucciones y entraron corriendo!
Nan Feng gritó: —¡La situación es peligrosa, no
corran!
Sin embargo, ese joven dijo: —¡Todos, no los
escuchen! ¡No se atreverán a tocarnos! Todos
somos buenas personas, ¿realmente se
atreverían a matarnos? ¡Todos, levántense!
¡Levántense, levántense!
Este joven realmente se dio cuenta de que los
tres no se sujetarían la cintura y les darían una
paliza. Por lo tanto, comenzó a ser
absolutamente desenfrenado.
Al ver esto, los nudillos de Nan Feng
comenzaron a crujir y parecía que estaba
tratando de contenerse. Sin embargo, como dios
marcial bajo el Palacio Nan Yang, realmente no

148
podía golpear a una persona común solo porque
quisiera. Si un Oficial Celestial supervisor se
enterara de ello y lo denunciara, entonces las
consecuencias realmente no serían divertidas.
El joven se rió con picardía antes de burlarse.
—No piensen que no puedo decir lo que
ustedes están tratando de hacer. ¡Solo quieren
engañarnos y hacer que nos quedemos, para que
puedan resolver este caso por sí mismos y luego
recoger la recompensa!
Con esas palabras instigadoras, al menos la
mitad de la gente de la multitud se puso inquieta.
Por lo tanto, siguieron al joven y comenzaron a
correr hacia el templo. Fu Yao se cepilló las
mangas con apatía y dijo: —Que hagan lo que
quieran. Este grupo de malvados plebeyos.
Su tono sonaba extremadamente odioso, como
si ya no quisiera preocuparse por lo que les
sucediera.
Luego, dentro del Templo Ming Guang llegó
otro fuerte grito: —¡Estas son todas personas
muertas, ¡ah!
El joven también se sorprendió mucho cuando
preguntó: —¿Todos muertos?
—¡Todos muertos!
—¡Qué rituales malvados! Algunas de estas
novias murieron hace décadas, entonces, ¿cómo
podría su piel no haberse podrido todavía?
Sin embargo, el joven no tardó mucho en
superar su sorpresa.
—Está bien si están muertos. Llevemos los
cadáveres de las novias muertas por la montaña.

149
Después de todo, ¿cómo podrían las personas de
sus familias no volver a comprarlas?
Cuando escuchó eso, la mirada de Xie Lian se
hundió gradualmente. Y después de que el grupo
de personas lo pensó, comenzaron a pensar que
esto era razonable. Algunas personas suspiraron,
otras murmuraron por lo bajo y otras se pusieron
más alegres.
Xie Lian se paró cerca de la puerta del templo
y dijo: —Es mejor si todos salen primero. Durante
muchos años, una brisa no había pasado por este
templo y, por lo tanto, la energía qi se había
asentado. Si la gente común lo respira, no será
bueno para ellos.
Sus palabras tenían mucho sentido y todos no
sabían si debían escucharlo o no. Luego, Xiao
Ying habló en voz baja: —Todos, dejen de ser
así. Aquí es peligroso, ¿no sería mejor si
escuchamos a este Daozhang? Salgan y
siéntense, ah.
Sin embargo, esta multitud de personas ni
siquiera escuchó a Xie Lian y su equipo,
entonces, ¿cómo podrían escucharla? Nadie le
prestó atención alguna. Pero Xiao Ying no se
desanimó y repitió sus palabras un par de veces
más.
Ignorándola, el joven comenzó a instruir a la
multitud.
—Todos, debemos elegir los cadáveres más
frescos. Si el cadáver es demasiado viejo, quién
sabe si los miembros de su familia todavía viven
en este mundo. De esta manera, no tendremos

150
que desperdiciar nuestra fuerza llevando los
cadáveres cuesta abajo.
Inesperadamente, en realidad hubo personas
que elogiaron al joven por ser inteligente y
eficiente. Cuando escuchó eso, Xie Lian no sabía
si debía llorar o reír.
Entonces, Xie Lian vio a alguien comenzar a
moverse e inmediatamente advirtió: —¡No quiten
los velos! Esos velos pueden bloquear la energía
qi y el yang qi. El yang qi en sus cuerpos es
demasiado fuerte. Si los cadáveres lo absorben,
no puedo garantizar que no suceda nada.
Sin embargo, debido a que este grupo de
personas quería elegir los cadáveres más
frescos, ya se habían quitado casi todos los
velos. Xie Lian intercambió una mirada con Nan
Feng, que acababa de caminar hacia la puerta,
antes de sacudir la cabeza. Sabía que no sería
capaz de detener a esta multitud de personas.
Después de todo, no era como si pudiera darles
una paliza hasta que vomitaran sangre y no
pudieran moverse más.
Si hicieran eso y sucediera algo más tarde,
¿sus heridas no evitarían que la multitud de
personas tratara de escapar? Xie Lian realmente
se sintió bastante indefenso.
En este momento, un tipo aficionado quitó uno
de los velos de la novia y exclamó: —¡Joder!
¡Esta joven es realmente lo suficientemente
hermosa como para poder ascender al cielo!
Todos comenzaron a reunirse a su alrededor
cuando la gente comenzó a discutir sobre ella.

151
—Probablemente ni siquiera había cruzado la
puerta de su esposo todavía, ¿verdad? Morir así
es realmente muy desafortunado.
—Su ropa está un poco gastada, ¡pero esta
chica es realmente la más hermosa!
Esta novia probablemente acababa de morir
recientemente, porque la piel de su rostro todavía
era bastante flexible. Alguien preguntó
provocativamente: —¿Alguien se atreve a tocar
su rostro?
El joven respondió de inmediato: —¿Por qué no
nos atrevemos a hacerlo?
En el momento en que terminó de decir eso,
pellizcó la cara de ese cadáver dos veces. El
joven solo sintió que la piel debajo de sus manos
se sentía suave como el tofu, haciendo que los
corazones de las personas sintieran picazón.
Incluso quería tocar a esta chica unas cuantas
veces más.
Xie Lian realmente ya no podía seguir viendo
esta escena y estaba a punto de ir allí para
detener al joven. Sin embargo, Xiao Ying ya se
había apresurado y dijo: —¡No seas así!
El joven fácilmente le dio un empujón y le dijo:
—¡No nos impidas que los hombres mayores
hagan cosas!
Sin embargo, Xiao Ying volvió a gatear y dijo:
—¡Al hacer algo como esto, ustedes realmente
están cortejando la ira de los cielos!
Esta vez, el joven se enojó.
—¡Mierda! ¡Eres una persona fea! ¡No solo
eres fea, sino que también eres molesta!

152
Mientras la maldecía, el joven comenzó a
patearla también. Xie Lian extendió la mano para
agarrar la parte posterior del collar de Xiao Ying
y la levantó ligeramente lejos de él. Quién hubiera
pensado que después de haber hecho eso, de
repente escuchó un ruido bam, antes de que el
joven gritara: —¿Quién me golpeó?
Xie Lian se dio la vuelta para echar un vistazo.
La cabeza de ese joven estaba inesperadamente
gravemente magullada, e incluso tenía un gran
agujero. Una piedra cubierta de sangre cayó al
suelo. Xiao Ying lo miró sin comprender por un
momento antes de decir apresuradamente: —Lo
siento, lo siento. Yo... Estaba asustado y
accidentalmente lo tiré...
Sin embargo, incluso si Xiao Ying se
apresurara a admitir sus errores, nadie la creería.
Esto se debió a que la dirección de donde había
venido la roca era completamente incorrecta. Esa
piedra había sido arrojada a la ventana que
estaba detrás del joven.
Por lo tanto, en el momento en que el joven
había gritado de dolor, todos habían mirado en
esa dirección. Habían llegado justo a tiempo para
ver la sombra de la figura de una persona pasar
por la ventana.
El joven gritó de manera extraña: —¡Era él! ¡Es
esa criatura fea con los vendajes envueltos
alrededor de su cara!
Xie Lian metió a Xiao Ying en las manos de Nan
Feng antes de dar dos pasos hacia allí. Luego,
apoyándose suavemente colocando su mano
derecha en el marco de la ventana, salió de la

153
habitación y comenzó a perseguir a la criatura
hacia el bosque. Algunas personas más valientes
que querían obtener la recompensa también lo
siguieron y saltaron por la ventana.
Sin embargo, cuando llegó al borde del bosque,
Xie Lian olió de repente el olor a sangre que
apestaba. Siendo extremadamente vigilante,
sintió que algo andaba mal e inmediatamente
detuvo sus pasos.
—¡No entren!
Xie Lian ya había hablado para advertirles, pero
esas personas pensaron para sí mismas que era
genial que no estuviera persiguiéndolo, porque
ahora podían hacerlo. Sus pasos no se
detuvieron y en su lugar cargaron directamente
en el bosque. El resto de la multitud que había
estado originalmente en el templo también
comenzó a salir corriendo. Cuando vieron a Xie
Lian de pie al borde del bosque, aquellos que no
eran demasiado valientes comenzaron a reunirse
a su alrededor para mirar.
No pasó mucho tiempo antes de que
comenzaran a escuchar algunos gritos
espeluznantes. Algunas sombras negras
comenzaron a salir del bosque. Eran
exactamente las personas que habían tomado la
iniciativa al atacar el bosque. Al tambalearse,
estas sombras negras se balancearon hasta que
llegaron a un lugar donde la luz de la luna brillaba
y los iluminaba. Y en el momento en que todos
vieron claramente sus apariencias, se vieron
inmediatamente aterrorizados por la vista.

154
Cuando estas personas entraron al bosque,
todavía eran humanos. Entonces, ¿por qué
cuando salieron, se convirtieron en personas
empapadas de sangre?
Desde sus rostros hasta su ropa, todas estas
personas estaban cubiertas de manchas de
sangre. Parecía que la sangre brotaba de sus
cuerpos. Si una persona normal había sangrado
tanta sangre, entonces era imposible para ellos
seguir viviendo.
Sin embargo, paso a paso, estas personas
seguían caminando hacia ellos. Todos se
asustaron tanto que comenzaron a revolverse
uniformemente hacia atrás hasta que se
escondieron detrás de Xie Lian.
Xie Lian levantó la mano y dijo: —Cálmense. La
sangre no es de ellos.
Efectivamente, esas personas dijeron: —Así
es, ¡ah! La sangre no es nuestra, es... es...
A pesar de que sus rostros estaban cubiertos
de sangre, aún no era capaz de ocultar sus
aspectos completamente asustados.
Siguiendo sus miradas, el resto de la multitud
desvió la vista hacia el bosque. Estaba bastante
oscuro, así que era difícil saber qué estaba
pasando exactamente dentro del bosque. Xie
Lian agarró una antorcha y avanzó unos pasos
mientras sostenía la antorcha para iluminar el
bosque.
Dentro del bosque, algo goteó sobre su
antorcha, haciendo un sonido chisporroteante.
Xie Lian miró su antorcha antes de mover su
mirada hacia arriba. Después de contemplarlo

155
por un momento, levantó la mano y arrojó la
antorcha.
A pesar de que la antorcha solo iluminó el cielo
por un breve momento, todos vieron claramente
lo que estaba encima de los árboles.
Pelo negro muy largo, una cara mortalmente
pálida, una túnica oficial militar hecha jirones y un
brazo que se balanceaba de un lado a otro en el
aire...
Más de cuarenta cadáveres de hombres se
mecían en el aire, colgados boca abajo a varias
alturas en los árboles. Xie Lian no sabía cuánto
tiempo había estado fluyendo la sangre fresca,
pero aún no se había secado.
Gota goteo. Gota goteo.
Esto creó la escena aterradora de un bosque
lleno de cadáveres mientras la sangre llovía
desde arriba.
La multitud de personas afuera eran todos
hombres fuertes y aficionados. Sin embargo,
¿cuándo habrían visto una vista horrible como
esta? Todos estaban tan asustados que se
quedaron completamente en blanco porque no se
oía una sola voz. Y cuando Nan Feng y Fu Yao
se acercaron y vieron esta vista, ambas miradas
se enfocaron.
Después de un momento, Nan Feng dijo:
—Goblin verde.
Fu Yao respondió: —De hecho, este es su truco
favorito.
Nan Feng le dijo a Xie Lian: —No vayas. Si
realmente es él, entonces esto se volverá un
poco problemático.

156
Xie Lian se volvió para preguntar: —¿De quién
están hablando?
Nan Feng respondió: —Una Casi Devastación.
Confundido, Xie Lian preguntó: —¿Qué es una
Casi Devastación? ¿Algo cercano al rango de
devastación?
Fu Yao respondió: —No está mal. El Goblin
Verde está cerca de la devastación.
Precisamente es una Ira que había sido evaluada
por el Palacio Ling Wen y afirmaron que su reino
estaba realmente muy cerca del rango de
Devastación. Es extremadamente aficionado a
ensartar cadáveres en los árboles y hacer un
bosque de cadáveres, este tipo de juego. Incluso
se podría decir que es parte de su famosa
reputación.
Cuando escuchó la explicación de Fu Yao, Xie
Lian pensó en su corazón: Este nombre era
realmente innecesario. Si era una devastación,
entonces fue una 'devastación'. Si no era así,
entonces no fue así. Al igual que solo había
frases, ascendió y aún no ha ascendido. No
existían cosas como casi ascendente o próximo
a ascendente. Por el contrario, agregar una
palabra cercana hacía que la gente se sintiera
incómoda.
De repente, Xie Lian recordó cómo ese joven
que había robado su sedán le había tomado la
mano y lo había llevado hasta allí. En aquel
entonces, realmente había habido un momento
en que el sonido de la lluvia golpeó el paraguas
que el joven había abierto. ¿Podría ser que la
razón por la que el joven abrió un paraguas fue

157
porque había querido impedir que esta lluvia de
sangre lo empapara?
—Ah —Xie Lian dejó escapar un ruido en
silencio.
Los dos pequeños dioses marciales a su lado
inmediatamente preguntaron: —¿Qué pasa?
Xie Lian dio una breve explicación de cómo
había conocido a un joven en el sedán y cómo
ese joven lo trajo aquí.
Cuando terminó, Fu Yao dijo con escepticismo:
—Cuando llegamos aquí, había sentido ese
conjunto desconcertante. Había sido
extremadamente traicionero. Sin embargo,
¿dices que ese tipo lo acababa de destruir sin
ningún problema adicional?
En su corazón, Xie Lian pensó: No fue sin
ningún problema adicional ¡ese tipo lo había
pisado casualmente! No le importaba en
absoluto.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —Eso es correcto.
Por lo tanto, ¿piensan ustedes que este Goblin
Verde Casi Devastación es él?
Nan Feng pensó por un momento antes de
responder: —No he visto al Goblin Verde antes,
así que es difícil para mí decirlo. ¿Ese joven tenía
alguna característica especial?
Xie Lian dijo: —Mariposas plateadas.
Justo ahora, cuando Nan Feng y Fu Yao vieron
el bosque de cadáveres, sus expresiones podrían
haberse considerado completamente tranquilas.
Sin embargo, en el momento en que dijo eso, Xie
Lian vio claramente que las expresiones en sus
caras cambiaban de inmediato.

158
Fu Yao preguntó en un tono incrédulo: —¿Qué
dijiste? ¿Mariposas de plata? ¿Qué tipo de
mariposas plateadas?
Xie Lian sintió que probablemente había dicho
algo bastante importante. Él respondió: —Eran
plateadas, pero también parecían hechos de
cristal. No estaban vivas, aunque se veían
extremadamente hermosas.
Entonces, vio a Nan Feng y Fu Yao
intercambiar miradas. Sus dos cutis se volvieron
extremadamente feos, palideciendo hasta que se
volvieron blancos como la muerte.
Después de un rato, Fu Yao habló con voz
profunda: —Vámonos. Vámonos de inmediato.
Xie Lian preguntó: —El caso del novio
fantasma aún no se ha resuelto, ¿cómo nos
podemos ir?
Fu Yao respondió: —¿Resuelto?
Fu Yao se dio la vuelta y sonrió sombríamente.
—Parece que realmente te has quedado en el
reino de los mortales durante demasiado tiempo.
Este novio fantasma no es más que una Ira. E
incluso si el Goblin Verde fuera responsable de
este bosque de cadáveres, él es solo una Casi
Devastación y solo nos causaría dolor de cabeza.
Después de detenerse nuevamente, el tono de
Fu Yao se volvió inesperadamente severo.
—Sin embargo, ¿sabes quién es el señor de
esas mariposas plateadas?
Xie Lian respondió honestamente: —No lo sé.
Fu Yao dijo rígidamente, —Incluso si no lo
sabes, actualmente no tenemos tiempo suficiente
para explicártelo. En resumen, no es alguien

159
contra quien puedas ir. Deberías apresurarte a
regresar a los cielos y enviar a algunos soldados
del escuadrón de rescate.
Xie Lian respondió: —Entonces, regresa
primero.
—Usted……
Xie Lian explicó: —El dueño de esas mariposas
plateadas no reveló ninguna malicia. Y si él había
estado ocultando sus intenciones malvadas y es
realmente tan aterrador como lo haces ver,
entonces me temo que será difícil para nosotros
escapar de él cuando estemos dentro del rango
del Monte Yu Jun. En este momento, es mejor si
alguien se queda atrás y vigila este lugar. Por
eso, es mejor que regreses primero y veas si
puedes ayudarme enviando un escuadrón de
rescate.
Se dio cuenta de que Fu Yao no quería
quedarse aquí y lidiar con todas estas cosas
problemáticas. Como no quería quedarse, Xie
Lian definitivamente no lo obligaría a quedarse a
regañadientes aquí.
Fu Yao era precisamente un tipo de persona
directa. Sin otra palabra, se cepilló las mangas y
se fue.
Xie Lian se volvió hacia Nan Feng. Estaba a
punto de hablar y cuestionar a fondo al pequeño
dios marcial sobre ese joven, sin embargo, la
multitud de personas repentinamente se alborotó.
Alguien exclamó: —¡Lo atrapamos, lo
atrapamos!

160
Con esto, Xie Lian no tuvo tiempo de hacerle
más preguntas a Nan Feng. Inmediatamente
preguntó: —¿Qué atrapaste?
Dos figuras sangrientas comenzaron a salir del
bosque. Uno era un hombre fuerte y aficionado.
Había sido una de las personas que había
tomado la delantera al precipitarse en el bosque.
Sorprendentemente, no había tenido miedo de
retirarse debido a la lluvia de sangre del bosque
de cadáveres. Realmente podría ser considerado
como alguien atrevido y valiente.
La otra figura era el niño que había estado
arrastrando con la mano en un apretón mortal.
Este joven tenía vendajes envueltos alrededor de
su cabeza y cara de una manera desordenada.
Xie Lian todavía recordaba lo que había dicho
el sumiller de té de la pequeña tienda Encuentro
Casual.
—Los rumores dicen que el novio fantasma es
una criatura fea que vive en el Monte Yu Jun.
Debido a que nació demasiado feo, a ninguna
mujer le gustaría. Es por eso que su corazón dio
a luz al resentimiento y por qué arrebataría a las
novias de otros hombres para evitar que la pareja
experimentara una ocasión feliz.
En ese momento, Xie Lian y su equipo habían
pensado que era solo un rumor.
Inesperadamente, realmente había una persona
como esta.
Pero el existente era solo este. Si era o no el
novio fantasma era algo completamente distinto.
Xie Lian estaba a punto de mirar cuidadosamente
a este joven vendado cuando, de repente, Xiao

161
Ying se apresuró y exclamó: —¡Están
equivocados! ¡Este no es el novio fantasma, él no
lo es!
El joven replicó: —¿Lo atraparon con las
manos en la masa en la escena y todavía dices
que no? YO… —De repente dejó de hablar antes
de parecer que se había dado cuenta de algo—.
Oh, seguí preguntándome por qué eras tan rara,
siempre continuamente diciendo no es, no es.
¡Resulta que estabas coludiendo con el novio
fantasma!
Xiao Ying se sorprendió por su acusación y
comenzó a agitar repetidamente sus manos.
—No, no. No estoy involucrada y él tampoco.
Realmente no ha hecho nada antes. Es solo un
ordinario... ordinario...
El joven preguntó agresivamente: —¿Qué
ordinario qué? ¿Una criatura fea ordinaria?
Descuidadamente agarró la parte superior de la
cabeza de ese joven vendado dos veces.
—Entonces echemos un vistazo a cómo se ve
este novio fantasma ordinario, para ser tan
aficionado a robar a otros hombres sus esposas.
Sus dos movimientos causaron que algunas
vendas del niño se aflojaran. Eso indujo al joven
a abrazarse la cabeza antes de gritar. Su voz
estaba llena de miedo, sonaba extremadamente
triste, pero también extremadamente lamentable.
Xie Lian agarró el codo del joven y dijo:
—Suficiente.
Al escuchar los gritos miserables del niño, las
lágrimas de Xiao Ying comenzaron a rodar por su

162
rostro. Sin embargo, cuando vio a Xie Lian entrar,
parecía como si viera su luz de esperanza.
Inmediatamente, ella agarró su manga y le
rogó: —Dao... Daozhang, ayúdame. Ayúdalo…
Xie Lian la miró. Xiao Ying se soltó la manga de
inmediato, avergonzado. Parecía que temía que
a él no le gustara porque lo había tocado y, por lo
tanto, ya no la ayudaría.
Xie Lian la consoló: —Está bien.
Luego, echó otro vistazo a ese joven vendado
cubierto de sangre. De repente, notó que el niño
lo estaba mirando con un par de ojos inyectados
en sangre. De hecho, lo había estado mirando a
través del espacio entre las vendas que colgaban
de sus brazos. El joven solo había robado una
sola mirada antes de que inmediatamente
volviera a inclinar la cabeza para rehacerse los
vendajes.
Aunque no había expuesto su rostro, la
pequeña piel que había sido revelada ya era
extremadamente aterradora. Parecía que su piel
hubiera sido quemada por un fuego feroz. No era
difícil imaginar qué tipo de cara horrible tendría
bajo sus vendajes. Hizo que otras personas
aspiraran una bocanada de aire frío y esa
reacción hizo que el joven se encogiera aún más.
Xie Lian notó que inesperadamente, Xiao Ying
y este joven se encogieron de la misma manera,
como si no vieran la luz durante todo el año y
como si tampoco se atrevieran a conocer gente.
Cuando Xie Lian suspiró en su corazón, el joven
a su lado se puso en guardia.

163
—¿Qué quieres hacer? ¡El novio fantasma fue
atrapado por nosotros!
Xie Lian lo dejó ir y le explicó: —Me temo que
no sería tan simple para ustedes capturar al novio
fantasma. Justo ahora, mi amigo lo había
buscado en las cercanías y no lo encontró. Este
chico probablemente solo vino después. El
verdadero novio fantasma aún debería estar
escondido en algún lugar aquí.
Xiao Ying reunió su coraje y dijo: —¡Quieres la
recompensa... pero no puedes agarrar al azar a
las personas y decir que son culpables!
Cuando el joven escuchó eso, una vez más
quiso hacer un movimiento. Desde que comenzó
este caso, este tipo siguió causando problemas a
Xie Lian. Al final de su paciencia, Xie Lian agitó la
mano. La seda Ruoye se disparó abruptamente y
abofeteó al joven, causándole una caída. Y
parecía que Nan Feng también había alcanzado
su límite, ya que rápidamente le dio otra patada
al joven. Finalmente, el joven cayó al suelo y no
volvió a levantarse.
Ese joven era un especialista en provocar
problemas. Una vez que dejó de moverse, la
multitud no sabía a quién debían seguir. Por lo
tanto, se comportaron bastante bien. De hecho,
incluso después de algunos gritos dispersos, no
pudieron crear una perturbación.
En su corazón, Xie Lian pensó: —Finalmente
puedo comenzar a manejar los asuntos.
Después de evaluar al joven en el suelo por un
momento, Xie Lian preguntó: —¿Eras la persona
que arrojó esa piedra por la ventana?

164
Aunque su voz sonaba amable, ese joven
todavía temblaba como un tamiz de bambú. Una
vez más, echó un vistazo secreto a Xie Lian antes
de asentir con la cabeza. Xiao Ying respondió en
su lugar y dijo: —No quiere lastimar a nadie. Solo
vio cómo el joven parecía que iba a pegarme, así
que quería ayudarme...
Xie Lian le preguntó a ese joven otra vez:
—Esos cadáveres colgando de los árboles,
¿sabes lo que está pasando allí?
Xiao Ying respondió: —No sé lo que está
pasando, pero definitivamente sé que los
cadáveres no fueron colgados por él...
Ese joven seguía temblando, pero aun así
comenzó a asentir continuamente con la cabeza.
Nan Feng, que lo había estado mirando
fijamente, preguntó de repente: —¿Sabes quién
es el Goblin Verde Qi Rong?
Cuando escuchó ese nombre, Xie Lian se
sorprendió un poco. Por otro lado, ese joven
obviamente parecía perdido. No había
reaccionado en absoluto ante ese nombre y
tampoco se atrevió a responderle a Nan Feng.
Xiao Ying dijo: —Él... está asustado y no se
atreve a hablar...
Ella seguía tratando de proteger a este extraño
joven a toda costa. Por lo tanto, Xie Lian preguntó
en un tono cálido: —Jovencita Xiao Ying, ¿qué le
pasa a este niño? Lo que sea que sepas, déjame
escucharlo primero.
Cuando vio a Xie Lian, parecía que Xiao Ying
logró reunir un poco de coraje. Incluso cuando la
llama del fuego iluminó su rostro, no se escondió.

165
En cambio, se retorció las manos y dijo:
—Realmente no ha cometido ningún delito.
Este niño solo vive en el monte Yu Jun. Cuando
tiene mucha hambre, bajaba la montaña y robaba
algo de comer. Una vez, terminó en mi casa... Vi
que realmente no sabía hablar y que, además,
tenía heridas en la cara. Entonces, encontré
algunas vendas de tela para envolver su rostro y,
a veces, le enviaba algo de comida para comer...
Originalmente, Xie Lian pensó que estos dos
eran quizás una pareja. Sin embargo, ahora
parecía que la protección de Xiao Ying para este
joven era más como la protección de una
hermana mayor para su hermano menor, tanto
que se parecía a una persona mayor que cuidaba
a sus hijos menores.
Xiao Ying continuó hablando: —Después, hubo
muchas personas que comenzaron a creer que él
era el novio fantasma. No podía hacer nada al
respecto y solo podía esperar que alguien
atrapara rápidamente a ese malvado genuino...
Pensé que ya que Daozhang y sus compañeros
son tan poderosos, incluso si se disfrazaba de
novia para atrapar al novio fantasma, por lo
menos definitivamente no atraparías a la persona
equivocada. Esto es porque él absolutamente,
absolutamente no iría a robar tu sedán
matrimonial. Sin embargo, ¿quién habría sabido
que después de que me fuera, escuché que el
joven y su equipo también tenían la intención de
subir y buscar la montaña? Estaba realmente
demasiado preocupada, así que los seguí en
secreto para echar un vistazo.

166
Se paró frente al joven para protegerlo, como si
temiera que alguien lo golpeara nuevamente.
Luego, ella comenzó a defender al joven una vez
más.
—Él realmente no es el novio fantasma. Míralo,
solo unas pocas personas pudieron golpearlo en
este estado. ¿Cómo habría podido vencer a
todos esos oficiales militares que habían
acompañado al sedán de la novia…?
Xie Lian intercambió miradas con Nan Feng,
ambos sintieron un dolor de cabeza extremo.
Si lo que Xiao Ying había dicho era verdad, ¿no
era este joven completamente ajeno a su
situación actual?
El joven vendado, el novio fantasma, el Goblin
Verde casi devastación. Ah y no podían olvidar al
poderoso señor de esas mariposas plateadas,
alguien que incluso podía hacer que la tez de un
Oficial Celestial cambiara cuando era
mencionado en una conversación.
El pequeño Monte Yu Jun en realidad tenía
tantos invitados que seguían visitándolo.
Realmente hacía imposible que la gente lidiara
con esto. Quién era quién ¿Quién tenía una
relación con quién? Xie Lian sintió que le daba
vueltas la cabeza.
Xie Lian se frotó el lugar entre las cejas. Por el
momento, no reflexionó sobre cuánto de las
palabras de Xiao Ying eran genuinas o falsas. En
cambio, de repente recordó la pregunta que
siempre había querido hacer.
—Jovencita A-Ying, ¿siempre has vivido en el
área del Monte Yu Jun?

167
Xiao Ying respondió: —Eso es correcto.
Siempre he estado viviendo aquí, así que puedo
garantizar que nunca ha hecho nada malo.
En respuesta a eso, Xie Lian dijo: —No, quería
hacerte otra pregunta. En la región del Monte Yu
Jun, aparte del templo aquí, ¿se han construido
otros templos de Ming Guang?
Xiao Ying lo miró sin comprender por un
momento.
—Esta… —Después de pensarlo
detenidamente, continuó hablando—. Sí,
deberían haber sido construidos.
Cuando escuchó su respuesta de esta manera,
Xie Lian de repente tuvo la leve sensación de que
había tropezado con algo bastante importante.
Preguntó: —Entonces, ¿por qué debajo de la
montaña solo se construyeron los templos de
Nan Yang y no los de Ming Guang?
Xiao Ying se rascó la cabeza antes de
responder: —De hecho, se ha construido antes.
Sin embargo, he oído que cada vez que toman la
decisión de construir un Templo Ming Guang, el
templo siempre se incendiará sin ningún motivo
antes de que se complete. Luego, alguien dijo
que temían que el General Ming Guang tuviera
una razón para no poder proteger este lugar. Por
lo tanto, optaron por construir un Templo Nan
Yang en su lugar...
Nan Feng notó que la mirada de Xie Lian se
había enfocado. Él preguntó: —¿Qué pasa?
Xie Lian de repente se dio cuenta de que todo
era demasiado simple.

168
Las novias que no podían sonreír, el templo
que se incendió sin ninguna razón, el Templo
Ming Guang encerrado por la confusa matriz, la
estatua divina de aspecto impresionante del
General Pei y el novio fantasma que había
desaparecido después de ser golpeado por
Ruoye
¡Era muy simple!
Sin embargo, algo había estado bloqueando
continuamente su línea de visión, ¡haciendo que
Xie Lian no se enterara de este simple hecho
desde el principio!
De repente se agarró a Nan Feng y exclamó:
—¡Préstame algo de energía espiritual!
Al ser agarrado así, Nan Feng lo miró sin
comprender por un momento antes de golpear
rápidamente su palma de nuevo con la mano de
Xie Lian. Una vez más preguntó: —¿Qué está
pasando?
Xie Lian lo arrastró mientras comenzaba a
correr. ¡Te lo explicaré más tarde! ¡Por ahora,
piensa en una forma de someter a los cadáveres
de esas dieciocho novias!
Nan Feng preguntó: —¿Estás confundido?
¡Solo hay diecisiete novias, a menos que te
agreguemos para hacer dieciocho!
Xie Lian respondió: —¡No, no, no! Antes, solo
había diecisiete cadáveres, ¡pero ahora hay
dieciocho! Dentro de los cadáveres de esas
dieciocho novias, hay una que es falsa: ¡el novio
fantasma se ha mezclado!

169
170
CAPÍTULO 10
El antiguo templo cerrado de la
montaña; el bosque de los cadáveres
colgantes (parte dos)

L
os dos corrieron de regreso al Templo
Ming Guang. Sin embargo, la sala principal
ahora estaba completamente vacía. Lo único
que quedaba en el lugar de las novias de antes
era un horrible desastre de velos rojos.
Al ver esto, Xie Lian pensó en su corazón:
—Esto es malo, muy malo. ¡Morirán, morirán
totalmente!
Comenzó a recoger rápidamente los velos en
el suelo. En el momento en que terminó, escuchó
una ola de gritos de alarma desde fuera del
templo. Nan Feng y Xie Lian miraron por la
ventana, solo para ver una docena de mujeres
vestidas con ropas de boda escarlata que
rodeaban a los aldeanos. En este momento, se
estaban acercando lentamente a ellos.
Cada una de las caras de estas mujeres estaba
mortalmente pálida y estaban decoradas con una
sonrisa. Sus manos estaban estiradas frente a
ellos, perpendicularmente a sus cuerpos. ¡Éstos
eran exactamente los cadáveres de esas novias
en el templo!
Ninguno de los aldeanos pudo mantener la
calma mientras miraban impotentes a las novias
171
acercarse a ellos. Ya nadie tuvo tiempo de lidiar
con ese joven vendado e inmediatamente echó a
correr. Xiao Ying se acercó rápidamente para
apoyar al joven cuando Xie Lian dijo impotente:
—¡No corras!
¿Quién lo hubiera sabido? Ya había dicho esa
frase esta noche. Cada vez que pasaba algo, Xie
Lian tenía que decirlo al menos treinta o cuarenta
veces. Sin embargo, siempre había personas
que hicieron oídos sordos a sus advertencias. Se
consideró realmente inútil.
Xie Lian agitó su mano y Ruoye comenzó a
volar hacia el cielo. Después de casualmente
hacer una señal con la mano, Ruoye comenzó a
girar en el aire sola. Parecía como si fuera una
mujer celestial bailando al azar, una vista que era
extremadamente llamativa.
Y cuando ese grupo de novias vio que había
algo animado dando vueltas alegremente, algo
cuya cola las azotaba de vez en cuando, muchas
de esas novias fueron atraídas hacia Ruoye.
Sin embargo, había siete novias más que se
sintieron atraídas por el fuerte olor a sangre en
las profundidades del bosque. Actualmente
estaban saltando lentamente por allí. Xie Lian
dijo de inmediato: —Nan Feng, ponte al día con
ellos. ¡No los dejes bajar la montaña!
No había necesidad de decir nada más, porque
Nan Feng ya había comenzado a perseguirlos.
Por otro lado, dos novias comenzaron a atacar a
Xie Lian. Sus diez dedos eran de color rojo
escarlata y sus uñas eran extremadamente
afiladas cuando se acercaron.

172
En respuesta, Xie Lian sacó dos velos que
acababa de levantar del suelo antes de
arrepentirse de arrojarlos. Los velos volaron
mientras giraban en el aire antes de cubrir las
cabezas de las dos novias. Inmediatamente, sus
acciones se volvieron lentas.
Efectivamente, en el momento en que estaban
cubiertas con los velos, sus movimientos y ojos
estaban bloqueados por una gruesa capa de tela.
Las novias tenían problemas para ver las
sombras de las personas y el aroma de los vivos.
Y debido a que sus cuerpos eran cadáveres
rígidos, les era imposible doblar los brazos y
quitarse esos velos por sí mismos. Solo podrían
ser las manos y arañar al azar frenéticamente en
todas las direcciones, como si estuvieran jugando
un juego de escondite.
Esta escena fue realmente aterradora pero
cómica al mismo tiempo. Xie Lian se paró frente
a las dos novias y agitó sus manos frente a sus
rostros cubiertos de una manera inquisitiva.
Cuando vio que desconocían su presencia y
comenzaron a pensar en las manos en la
dirección opuesta, Xie Lian comenzó a pensar.
Después de un momento, finalmente no pudo
contenerse y dijo: —Disculpe por esto.
Xie Lian perderá una mano de cada novia antes
de colocarlas en el cuello del otro. Las dos novias
de repente tocaron algo y se sorprendieron
mucho. Como no pudieron ver nada,
posiblemente a destruirse ferozmente. Xie Lian
se escapó rápidamente antes de levantar otra
mano. Ruoye lo siguió en un destello de tenue luz

173
del arco iris antes de caer silenciosamente al
suelo, creando un enorme lazo blanco. Xie Lian
gritó a los aldeanos que todavía corrían en todas
las direcciones.
—¡Todos, entrenar al anillo!
El grupo de personas dudó mientras corrían por
todas las partes, pero Xiao Ying rápidamente
apoyó a ese joven vendado y se paró dentro del
círculo. Después de pensar por un momento,
Xiao Ying volvió a salir corriendo y arrastró al
pequeño niño que se había desmayado y que
actualmente estaba tirado en el suelo.
En este momento, otra novia había saltado al
borde del lazo blanco. Estiró las manos para
arañarlos, pero era como si estuviera separado
del interior del bucle por una pared invisible. Xiao
Ying se dio cuenta de que las novias no podrían
entrar en el circuito sin importar lo que hicieran y
gritó apresuradamente: —¡Todos, entren
rápidamente! ¡No pueden entrar en el bucle
blanco!
Al ver esto, todos los aldeanos rápidamente
pueden correr como un enjambre de abejas. Fue
una suerte que Xie Lian hiciera que Ruoye se
volviera varias veces más largo que su longitud
original para el lazo fuera de lo suficientemente
grande. De lo contrario, podría preocuparse por
si las personas afectadas expulsadas o no.
Las novias no podían saltar al círculo y sabían
que no podrían tocar nada adentro.
Simultáneamente dándose la vuelta, le sonrieron
bruscamente a Xie Lian y comenzaron a correr
hacia él.

174
Sin embargo, Xie Lian los había estado
esperando durante mucho tiempo. Sacando
muchos velos del interior de sus mangas, cuatro
o cinco piezas de tela roja comenzaron a girar en
sus palmas. Sus pies se movían sin cesar y sus
manos no descansaban. En el momento en que
una novia cargara contra él, él la cubriría con
precisión con un velo. Después de cubrir la
cabeza de una novia, ella comenzaría a andar a
tientas de una manera ciega y lenta. Esos velos
que giraban en el cielo realmente deslumbraron
los ojos de las personas. Xie Lian arrojó y arrojó
las telas rojas de una manera hábil y fácil, con
esos velos volando en el aire como sombras
rojas.
La gente en el círculo blanco en realidad no
pudo evitar gritar y aplaudir en esta escena.
—¡Excelente!
—¡Increíble, increíble, realmente demasiado
increíble!
—Esta habilidad se había practicado antes,
¿verdad?
Cuando Xie Lian escuchó esto, habitualmente
soltó: —No está mal, no está mal. Aquellos que
tienen dinero, por favor, denme propina, aquellos
que no lo tienen, por favor miren y apóyenme con
su entusiasmo... ¿ah?
Solo después de decir esas palabras se dio
cuenta de que algo andaba mal. Las palabras
que solía decir a su audiencia después de una
actuación realmente se le escaparon de la boca.
Por lo tanto, las palabras de Xie Lian se
detuvieron rápidamente.

175
Mientras hablaba, algunas novias más
comenzaron a saltar. Cada salto de ellos tenía al
menos siete chi de altura y los llevó a tres zhang
lejos. En un instante, llegaron frente a Xie Lian
con una bocanada de hedor podrido.
Xie Lian se levantó y también se impulsó hacia
el cielo. En el aire, pronunció rápidamente la
contraseña de la matriz de comunicación
espiritual tres veces antes de decir: —¡Ling Wen,
Ling Wen, que todo lo sabe! Tengo una pregunta.
¿Sabes si el dios marcial del norte, el General
Ming Guang, tiene una amiga íntima?
La voz de Ling Wen resonó junto a su oído.
—Dianxia, ¿por qué está pidiendo esto?
Xie Lian respondió: —En este momento mi
situación es un poco crítica. A decir verdad,
actualmente hay alrededor de diez personas
muertas persiguiéndome.
Ling Wen dijo: —¿Ah? ¿Terrible?
—No es tan malo. En cualquier caso, ¿tiene
alguna? Sé que esta pregunta es bastante
personal y difícil de responder, así que no
pregunté dentro de la matriz de comunicación
espiritual. Sin embargo, es necesario para mi
misión y definitivamente no divulgar la
información.
Ling Wen respondió: —Dianxia, ha entendido
mal. No es que esta pregunta sea difícil de
responder. No, es porque el viejo Pei tiene
demasiadas confidentes femeninas. Cuando me
hiciste esa pregunta tan repentinamente, por un
tiempo no supe qué me preguntabas.

176
Cuando escuchó eso, Xie Lian casi se torció el
tobillo.
—Bien. Entonces, dentro de las amigas íntimas
del General Pei, ¿hay alguien que sea muy
posesivo, extremadamente propenso a los celos
y que tenga una discapacidad en algún lugar de
su cuerpo?
Ling Wen dijo: —Cuando lo dices así, en
realidad puedo pensar en alguien.
Xie Lian una vez más envió dos velos rojos,
atrayendo otra ola de vítores. Dándose la vuelta,
ahuecó sus manos en un saludo antes de decir:
—¡Por favor explícame!
Ling Wen respondió: —Antes de que el viejo
Pei ascendiera, había sido un General. En el
campo de batalla, se encontró con una mujer
General de un país enemigo. Era
extremadamente hermosa y atractiva y su
temperamento era heroico y feroz. Se llamaba
Xuan Ji.
Xie Lian hizo eco: —Ah, ¿Xuan Ji?
Ling Wen podría hablar: —El General Pei, esta
persona... cada vez que conoce a una mujer
hermosa, incluso si ella tiene un cuchillo en la
garganta, aún buscaría su compañía. Esta mujer
lideró tropas y cruzó espadas con él, pero al final,
fue derrotada.
Xuan Ji se volvió precavida y fue enviada a un
campamento enemigo. Aprovechando que sus
escoltas no estaban preparadas, planeó
suicidarse en el acto. Sin embargo, su intento
suicida no había tenido éxito. Un General había
cortado su larga espada por la mitad con un solo

177
golpe de su propia espada, salvándola. El
distinguido y elegante enemigo General Pei,
luego ascendió y se convirtió en General Ming
Guang.
Este General Pei, por un lado, era alguien que
siempre tenía sentimientos tiernos y protectores
por el sexo más justo. Y en segundo lugar, el
resultado de la guerra ya había sido determinado.
Incluso si los dos países continúan discutiendo de
un lado a otro, era imposible que el país enemigo
regresara. Por lo tanto, soportó a Xuan Ji. Bueno,
durante un período de tiempo, quirúrgico una
situación determinada. Y lo que sucedió después
fue extremadamente fácil de imaginar.
En este momento, una novia agarró la pierna
derecha de Xie Lian. Sus cinco dedos se
apretaron hasta que casi se clavaron en su piel.
Xie Lian estaba a punto de patearla cuando de
repente se dio cuenta de que en este ángulo, sin
obstáculos más remedio que patearle la cara. En
su corazón, Xie Lian pensó que no era bueno
golpear la cara de una niña. Por lo tanto, cambia
su posición y pateó su hombro antes de lanzar
otro velo. Luego respondió: —Eso suena como
una historia hermosa y admirable.
Ling Wen dijo: —Originalmente fue una historia
hermosa. Sin embargo, lo que salió mal fue que
Xuan Ji se puso firme en convertirse en el único
amante del General Pei por el resto de sus vidas.
En dos pasos, Xie Lian saltó y se subió al techo.
Mientras miraba a las cinco o seis novias que
seguían acercándose a él, se secó un poco de
sudor y dijo: —En primer lugar, no está mal que

178
una mujer quiera que su amante solo la ame por
el resto de su vida.
Ling Wen respondió: —De hecho, no está mal.
Sin embargo, los dos países estaban en estado
de guerra. En el campo de batalla, todos son
despiadados. Originalmente, Xuan Ji y el General
Pei llegaron a un acuerdo de tener una relación
de corta duración. Estaban completamente
dispuestos a tener el presente sin la mañana
siguiente, donde hablarían de romance y no
hablarían sobre la guerra. Además, para el viejo
Pei, si hablo con franqueza... si no te conduce con
otra mujer, no está tan mal.
—...
—Sin embargo, esa Xuan Ji era una mujer
noble de una familia, General. Su personalidad
era extremadamente feroz. Las cosas que quería,
no las dejaría ir incluso si tuviera que matarlas.
—¡Espera un momento, espera un momento!
—Xie Lian rápidamente cortó a Ling Wen—. Dime
primero, ¿Xuan Ji está discapacitada o no?
¿Dónde está su discapacidad?
—Ella... —Cuando Ling Wen dijo esas
palabras, su voz se detuvo abruptamente.
Era realmente demasiado molesto. Cada vez
que Xie Lian estaba a punto de escuchar los
puntos cruciales, la poca energía espiritual que le
había prestado se agotaba por completo. La
próxima vez, parecía que tenía que pedirle a su
informante que dijera primero los puntos
principales.
En medio de un salto, Xie Lian rápidamente
arregló sus pensamientos una vez más. Si el niño

179
vendado no era el novio fantasma y si todos los
aldeanos ya habían confirmado entre sí que el
novio fantasma no se había mezclado en su
grupo, ¡entonces el único lugar restante en el que
podría esconderse era dentro del montón de
novias!
Cuando se había escondido en el grupo de
novias, el novio fantasma no había logrado darse
cuenta de que algo andaba mal. A cambio,
cuando el novio fantasma se había mezclado con
los cadáveres, no logró decir a primera vista que
había un cuerpo extra.
Si pensaba cuidadosamente las cosas,
después de que Ruoye hiriera al novio fantasma,
solo vio una nube de niebla negra rodar por el
bosque. No había garantía de que alguien se
hubiera escondido dentro de esa nube de niebla
negra. De hecho, Xie Lian temía que, cuando se
hubiera apresurado hacia el bosque, el novio
fantasma permaneciera dentro de la niebla
oscura y lo pasara por alto antes de regresar al
templo. Al esconderse dentro de las hojas del
bosque, se coló en el grupo de cadáveres.
En ese caso, el novio fantasma no era un novio
y, en cambio, era solo una novia de hecho, ¡era
una mujer que llevaba un vestido de novia!
Como era mujer, se podían explicar muchos
misterios. Por ejemplo, por qué la región del
Monte Yu Jun no tenía ningún otro Templo Ming
Guang. No fue porque la gente no quería
construir uno. No, fue porque no pudieron
construir uno. Xiao Ying había dicho: —Cada vez
que tomaban la decisión de construir un Templo

180
Ming Guang, el templo siempre se incendiaba sin
ningún motivo antes de que se completara.
Eso no sonó muy casual, por lo que la única
explicación fue que alguien había incendiado
deliberadamente esos templos. ¿Y por qué
alguien prendería fuego a los templos
inacabados? En circunstancias normales, sería
por odio.
Sin embargo, dentro del Monte Yu Jun, había
un Templo Ming Guang bloqueado del mundo
exterior por una serie desconcertante. Nadie
podía entrar, sin embargo, la mano de obra de la
estatua divina en el interior era muy soberbia.
Además, la preservación de la estatua también
fue muy buena. ¿Por qué era así?
El novio fantasma llevaba un vestido de novia,
pero no podía soportar ver novias sonrientes
dentro de la región del Monte Yu Jun. De nuevo,
¿por qué fue ese el caso?
Después de conectar todas estas pistas, aparte
del deseo de monopolizar a alguien y los celos
extremos, Xie Lian no pudo pensar en ninguna
otra respuesta.
Y por ese ruido extraño que sonaba como si
algo pesado estuviera siendo arrastrado por el
piso con un palo de madera envuelto en tela
gruesa, si realmente fueran el sonido de pasos...
¡Xie Lian solo podía pensar en una posibilidad!
Ya había cubierto todas las novias que lo
perseguían con un velo. Por lo tanto, Xie Lian
finalmente pudo caer al suelo mientras soltaba un
suspiro. Luego, concentrando su atención, Xie
Lian se convirtió para contar esas novias.

181
Uno, dos, tres, cuatro... diez.
Siete novias habían saltado al bosque, con Nan
Feng persiguiéndolas. Diez novias tuvieron sus
cabezas cubiertas por velos nuevamente por su
culpa y todas estaban aquí. En ese caso, todavía
había una novia más que aún no había
aparecido.
Justo en ese momento, detrás de él, Xie Lian
escuchó los ruidos familiares y extraños de
nuevo.
Lentamente girando, Xie Lian vio una figura
muy pequeña apareciendo ante su vista. Respiró
ligeramente y tuvo problemas en su corazón.
—Efectivamente, es así.
La mujer baja y pequeña frente a él estaba
vestida toda de rojo. No había un ambiente feliz
rodeándola y en cambio solo se parecía triste.
Sin embargo, la razón por la que era pequeña
y baja no era porque tenía una figura pequeña.
No, fue porque estaba arrodillada en el suelo.
Sus dos piernas estaban rotas, pero sus
piernas no habían estado rotas. En cambio, ella
había estado caminando todo este tiempo
usando sus rodillas.
De hecho, los ruidos extraños que Xie Lian
había escuchado fueron causados recientemente
por las piernas de esta novia mientras saltaba y
se movía.

182
183
CAPÍTULO 11
El antiguo templo cerrado de la
montaña; el bosque de los cadáveres
colgantes (parte tres)

L
a mujer fantasma tenía una cara ovalada
con un par de cejas arqueadas. Ella
realmente era extremadamente hermosa.
Aunque su belleza puede haber aludido a toques
de heroísmo antes, ahora solo desangraba el
resentimiento oculto, como si todo su odio se
hubiera concentrado en un espacio confinado
donde no podría arrojar luz. Cuando se arrodilló
en el suelo, la parte de su vestido de novia debajo
de la rodilla aparentemente gastada y desigual.
Ahora era obvio cómo habían perdido los
rumores.
Los dos miraron en silencio por un momento
antes de que Xie Lian finalmente hablara.
—¿Xuan Ji?
Parecía que habían pasado muchos años
desde que alguien la había llamado por este
nombre. Tomó un tiempo para que el
resentimiento reflejado en la cara del fantasma
femenino se dispersara levemente; reemplazado
por una luz que brilla en sus ojos
Ella dijo: —Él te envió a buscarme, ¿no?
Este él.... Xie Lian supuso, al parecer debe
estar refiriéndose a ese General Pei.
184
Xuan Ji luego procedió a preguntar: —¿Qué
hay de él? ¿Por qué no vino a verme él mismo?
Cuando tuvo, su rostro tuvo una expresión tan
ferviente, esperanzada y anticipatoria que hizo
que Xie Lian sintiera que era mejor no responder
con un no, ese no es el caso. Al ver el silencio de
Xie Lian, Xuan Ji de repente se derrumbó y se
envió en el suelo.
Se apoyó contra la estatua del hermoso y alto
dios marcial, mientras que su atuendo nupcial
carmesí se extendía por la tierra no muy diferente
al de una enorme flor manchada de sangre. Con
el pelo desordenado, la cara retorcida por el
dolor, era como si alguna vez hubiera un gran
tormento.
Xuan Ji respondió: —¿Por qué no viene a
verme?
Esta era otra pregunta que Xie Lian no podría
responder, por lo que solo podría permanecer
solemne. Xuan Ji consideró la cabeza y miró a la
Estatua divina, antes de llorar tristemente.
—PeiLang... oh, PeiLang. Traicioné mi reino
por ti, abandoné mi todo y me convertí en esto.
¿Por qué no vienes a verme?
Con ambas manos, Xuan Ji tiró de su propio
cabello y respondió preguntando: —PeiLang, ¿tu
corazón está hecho de hierro?
Xie Lian esperó en silencio. Al escuchar estas
líneas, reflexionó internamente: —Xuan Ji dijo
que traicionó su reino por el General Pei...
¿podría ser que este General Pei aprovechara su
intimidad para participar con inteligencia militar

185
secreta, lo que llevó a la derrota del reino de Xuan
Ji en la guerra?
También dijo que fue solo por el General Pei
que se cambió de esta manera. Por, de esta
manera solo podría referirse a su horrible estado
miserable de piernas rotas. Xuan Ji era una
mujer General, para estar en el campo de batalla,
no había sido posible para ella ser discapacitada,
lo que solo puede significar que sus piernas se
rompieron después del hecho. ¿Podría esto
tener algo que ver con el General Pei también?
¿Podría ser que cuando el General Pei ya no
encontrara útil y la arrojó a un lado, esta fue la
razón por la que su resentimiento fue tan
profundo?
Aunque Xie Lian tuvo problemas para tener
estos pensamientos era bastante insípido, sin
embargo, con el resentimiento de Xuan Ji tan
profundo hasta el punto de daño dañado vidas
inocentes... sus pensamientos pueden ser
vulgares, pero solo pueden obligar a seguir
pensando en esta manera por el momento.
De repente, el grito de una mujer vino desde
afuera del templo.
—¡Ayuda! ¡Ayuda!
Xie Lian y Xuan Ji miraron por la ventana al
mismo tiempo. Lo que vieron fue que dentro del
círculo blanco en el que Ruoye había caído, una
persona arrastraba a ese joven vendado hacia
afuera. Xiao Ying se aferró firmemente a la pierna
de esa persona sin soltarlo, lo que provocó que
esa persona comenzó a llover maldiciones.
De hecho, era ese joven de antes.

186
—¡Lárgate! Basura idiota, ¿y si tus gritos atraen
a esa fantasma?
Xiao Ying continuó en voz alta: —¡Si grito, que
así sea! ¡Eres mucho peor que ese fantasma!
¡Yo... prefiero enfrentarme a esa mujer fantasma
que a ti!
Al final resultó que, el joven que Xie Lian había
dejado inconsciente con su seda se había
despertado. Al ver cómo sus alrededores
estaban llenos de torpes novias fallecidas, lo
había asustado al principio, sin embargo,
rápidamente se dio cuenta de que todos eran
incapaces de ver. Envalentonado y siendo todo
musculoso y sin cerebro, había pensado que si
bien los demás estaban demasiado asustados
para moverse, arrastrar al joven vendado por la
montaña y recuperar la recompensa.
No le importaba si el chico vendado era en
realidad el novio de la novia fantasma. Como
todos debajo de la montaña pensaban que él era,
entonces lo es. ¿Quién hubiera sabido que Xiao
Ying se arrojaría sobre él, gruñendo y gritando,
asustando a todas las novias que deambulan, así
como a Xuan Ji desde el interior del templo de
Ming Guang?
Cuando Xie Lian vio y dio cuenta de que era el
joven nuevamente, lamentó no ser más
despiadado. Debería haber sido más despiadado
y noquearlo para que no se despertara por otros
tres días y tres noches.
Xie Lian gritó: —¡Date prisa y vuelve al círculo!

187
Cuando el joven de repente vio una niebla
negra que se dirigió hacia él, se retiró
frenéticamente.
Pero, estaba arrastrando a un joven vendado y
Xiao Ying se aferraba a su pierna. Por lo tanto,
siendo un paso demasiado lento, la niebla negra
lo tragó instantáneamente y lo llevó de vuelta a
las manos de Xuan Ji.
Cuando se dio la vuelta para mirar, tuvieron:
Esta mujer desordenada, de cabello largo y
sombrío, ¿no era una de las novias de cadáveres
que yacían entre el grupo de antes? ¿El hermoso
cadáver que había tocado y manoseado?
Tal como están las cosas, el joven finalmente
supo que tenía miedo y comenzó a gritar. Xuan
Ji dobló sus cinco dedos, atravesándolo e
instantáneamente arreglando su cráneo de su
grueso cuero cabelludo.
El cráneo desnudo estaba muy caliente, su
boca aún abierta en un grito.
—AHHHHHHH
Dentro del círculo blanco protector, los
espectadores aterrorizados que casi tenían sus
almas asustadas de sus pieles también tenían
que gritar.
—¡AHHHHH -!
Xiao Ying también estaba aterrorizada, gritando
mientras arrastraba al joven vendaje al círculo.
Xuan Ji extendió la mano hacia ellos con cinco
dedos extendidos nuevamente, pero esta vez,
Xie Lian se enfrentó a ella para bloquear antes de
decir: —General, deje de matar.

188
General, originalmente tenía la intención de
recordar que ella fue una vez una heroína que
atacó en el frente de batalla en el campo de
batalla para proteger y defender en nombre de su
reino. Sea como fuere, Xuan Ji
instantáneamente aplastó el cráneo que aún
gritaba en su mano en pedazos; con su hermoso
rostro en ese momento parecía bastante
deformado.
Ella se burló: —¿Tiene miedo de venir a
verme? —Xie Lian estaba perdido. Pensó para sí
mismo que bien podría ser un enviado por el
General Pei primero... pero Xuan Ji no había
necesitado una respuesta. Ella se rió en voz alta
varias veces antes de darse la vuelta de
arrepentirse y apuntar a la estatua divina—. ¡Me
quemé las sienes y agité problemas en tu
dominio! ¡Todo con la esperanza de que vengas
a echarme un vistazo! ¡Te esperé durante tantos
años!
Ella miró fijamente esa estatua divina aturdida
por un largo tiempo, antes de que arrepentirse se
levantara de un salto, estrangulando su cuello y
temblando violentamente mientras gritaba.
—AÚN TODAVÍA TE NIEGAS A VENIR A
VERME, ¿ES PORQUE TE SIENTES
CULPABLE HACIA MÍ? ¡MIRA MIS PIERNAS!
¡MIRA MI APARIENCIA AHORA! ¡Fue todo por
ti, todo por ti! ¡¿ESTÁ TU CORAZÓN HECHO
DE HIERRO?!
Como extraño, Xie Lian no creía que tuviera
derecho a comentar. Sin embargo, según sus
propios sentimientos, no pudo evitar pensar para

189
sí mismo: —Si quisieras verlo, ¿no podrías
haberlo hecho de una manera más normal? Si
hubiera alguien que quisiera verme usando tus
métodos, no quisiera venir en absoluto.
En el otro extremo, Xiao Ying y el joven
vendado finalmente regresaron al círculo y
miraron hacia su dirección.
Xiao Ying susurró ansiosamente.
—Daozhang...
Al escucharla, Xie Lian sonrió, indicando que
no necesitaba preocuparse. Pero quién habría
sabido que esta sonrisa suya haría que la cara de
Xuan Ji se contorsionara instantáneamente.
Saltando repentinamente de la estatua divina, se
dio la vuelta y dijo: —Ya que no me miras, sino
que te gusta mirar a otras mujeres a las que les
gusta sonreír, ¡lentamente te dejaré hartarte!
Aunque la persona que comenzó a estrangular
fue Xie Lian, sus palabras fueron dirigidas al
General Pei. Xie Lian originalmente pensó que
era porque Xuan Ji no podía casarse con la
persona que amaba y, por lo tanto, al ver a esas
novias en los sedanes matrimoniales, sonriendo
alegremente, su corazón se llenó de celos.
Pero nunca pensó que sería porque a este
General Pei le gustaban las mujeres a las que les
gusta sonreír. En el estado trastornado de Xuan
Ji, logró distorsionar a las novias sonrientes para
que se casaran con su amada.
No era de extrañar que hubiera quemado todos
los templos de Ming Guang debajo de la
montaña. Debía ser porque ya no podía soportar
ver a todas estas mujeres yendo y viniendo,

190
entrando y saliendo del templo del General Pei
todo el día, mientras compartían la misma estatua
divina que ella. Esta mujer fantasma era digna
de ser clasificada como Ira.
A pesar de sus piernas rotas, su velocidad
seguía siendo demoníacamente rápida. Incluso
después de haber sido golpeada por Ruoye,
seguía siendo increíblemente fuerte. Xie Lian y
ella se quedaron atrapadas en un callejón sin
salida mientras lo estrangulaba. Estaba a punto
de llamar a Ruoye cuando de repente escuchó un
fuerte grito.
—Ahhhhhhhhhhh
Cuando esa jovencita, Xiao Ying, vio su
situación actual con la mujer fantasma,
rápidamente recogió una rama del suelo y cargó.
Mientras corría, comenzó a gritar en voz alta,
como si esto le diera más coraje en el proceso.
Xuan Ji no tenía necesidad de siquiera hacer
un movimiento contra Xiao Ying. Solo se giró
para mirarla y al momento siguiente, Xiao Ying
fue arrojada hacia atrás antes de que pudiera
acercarse. Ella voló varios metros de distancia
con la cabeza hacia abajo y el cuerpo hacia
arriba, antes de estrellarse contra el suelo.
Ese niño vendado gritó roncamente Ahhh
mientras se apresuraba. Xie Lian también se
sorprendió antes de sentarse. Sin embargo, de
repente sintió un escalofrío detrás de la cabeza.
Los cinco dedos de Xuan Ji ya estaban sobre
su cabeza, como si estuviera a punto de
arrancarle el cráneo del cuero cabelludo como lo
había hecho con el joven de antes. En un

191
momento de desesperación, la mano derecha de
Xie Lian la agarró de la muñeca antes de gritar:
—¡Ve!
Solo el sonido shua shua estalló en el aire
cuando una franja blanca de seda apareció de
inmediato. Ruoye se enroscó alrededor de Xuan
Ji, atando la parte superior de su cuerpo, con los
brazos atados a la espalda. Como las piernas de
Xuan Ji ya estaban rotas, no pudo esquivar a
tiempo.
Cayó pesadamente sobre sus rodillas con un
golpe, luego procedió a rodar por el suelo en un
intento de romper la seda blanca. Sin embargo,
sus acciones solo hicieron que Ruoye la rodeara
aún más fuerte. Apenas escapó de esta crisis,
Xie Lian ni siquiera contuvo el aliento antes de
levantarse de inmediato y correr hacia donde
había caído Xiao Ying.
Con Ruoye llamada por Xie Lian, todavía había
gente demasiado cautelosa para moverse al
azar. Pero también hubo algunos aldeanos lo
suficientemente valientes como para
acostumbrarse a esas torpes novias y fueron a
rodear a Xie Lian y Xiao Ying.
Ese niño vendado se arrodilló al lado de Xiao
Ying, sin saber qué hacer. Estaba tan ansioso
como si fuera como un pequeño insecto en una
olla caliente. Nadie se atrevió a moverla, porque
todos estaban preocupados de que ella haya roto
algo importante. Si la trasladaran ahora, tal vez
podría empeorar su situación.
Xie Lian revisó rápidamente su condición a
pesar de saber en su corazón que no importa

192
cuán cuidadosos fueran con ella, sería inútil. Con
una caída como esa, era obvio que ella no
sobrevivirá.
A pesar de que el tiempo que pasó con esta
chica, Xiao Ying, no fue largo, por no mencionar,
tampoco conversaron tanto, pero sabía que a
pesar de que su apariencia era fea, su corazón
era amable. Para ella tener un final así, pesaba
mucho en el corazón de uno.
Del otro lado, Xuan Ji no debería poder
separarse de Ruoye por un tiempo más. Dentro
de su corazón, Xie Lian pensó: —Incluso si es
inútil, no podemos dejar que muera en esta
posición. Entonces, con mucho cuidado la volteó.
La cara de Xiao Ying estaba empapada en
sangre, haciendo que todos suspiraran y
chasquearan la lengua al verlo. Sin embargo,
todavía tenía un respiro a la izquierda, por lo que
murmuró en voz baja: —Daozhang, resulté ser
más un obstáculo que una ayuda, ¿no...?
Aunque no lo había obstaculizado, tampoco era
de ninguna ayuda real. En ese momento, Xie Lian
ya estaba a punto de llamar a Ruoye, por lo que
no habría necesitado ninguna ayuda. Y en cuanto
a esa rama suya, incluso si de alguna manera
lograra golpear a Xuan Ji, no habría resultado en
nada. Además, habría sido imposible para ella
haberse acercado a ese fantasma femenino en
primer lugar. Entonces, a decir verdad, ella había
tirado su vida en vano.
Xie Lian dijo: —No lo hiciste. Tú ayudaste
mucho. Mira, solo después de que viniste y
alejaste la atención del fantasma femenino, tuve

193
tiempo de someterla. Fue todo gracias a ti. Sin
embargo, la próxima vez, no puedes ser así. Si
quieres ayudar, tienes que decirme primero. De
lo contrario, si no reacciono a tiempo, puede
resultar desastroso.
Xiao Ying sonrió y dijo con un suspiro:
—Daozhang, no es necesario que me subas el
humor. Sé que no ayudé en absoluto, ni habrá
una próxima vez.
Sus palabras se amortiguaron mientras tosía
más sangre. Dentro de las gotas rojas había un
par de dientes que se habían roto. El joven
vendado estaba ansioso hasta el punto de
temblar y solo podía llorar, incapaz de pensar en
nada que decir.
Xiao Ying le dijo: —En el futuro, no bajes la
montaña para volver a robar comida. Si te
encuentran y te matan a golpes, habrás
terminado.
Xie Lian habló: —Si tiene hambre, puede venir
a buscarme para comer.
Al escuchar sus palabras, los ojos de Xiao Ying
se iluminaron de inmediato.
—¿En serio? Entonces, muchas gracias...
—Mientras sonreía, las lágrimas cayeron
lentamente de sus pequeños ojos. Suavemente,
dijo: —Siento que toda mi vida, no hubo muchos
días en los que viví feliz.
Xie Lian tampoco sabía qué decir y le acarició
suavemente la mano.
Xiao Ying dudó: —Bueno, olvídalo. Podría ser
alguien... que nació desafortunada.

194
Sus palabras sonaron un poco risibles.
Además, debido a su nariz torcida y ojos
sesgados, era tan fea que era realmente un poco
cómica. Con sangre y lágrimas corriendo por sus
mejillas, también parecía bastante gracioso.
Mientras las lágrimas caían, Xiao Ying
difícilmente hablaba.
—Pero aún así, aún así... Todavía...
Dicho esto, la joven perdió su último aliento y
falleció. Ese niño vendado vio lo que había
muerto, por lo que abrazó su cadáver y comenzó
a sollozar en silencio. Su cabeza se enterró en
su estómago, como si hubiera perdido su único
apoyo, negándose a levantar la cabeza nunca
más.
Xie Lian extendió la mano y cerró los ojos,
antes de decirle en silencio desde su corazón.
—Eres mucho más fuerte que yo.
Justo en este momento, se podía escuchar el
extraño sonido de un reloj.
¡Dong! ¡Dong! ¡Dong!
Tres campanadas resonaron ruidosamente.
Xie Lian fue superado instantáneamente con un
mareo. Él preguntó: —¿Qué está pasando?
Cuando examinó su entorno nuevamente,
todas las novias se balancearon antes de caer al
suelo. Solo sus brazos aún estaban levantados,
apuntando al cielo. Los aldeanos también
cayeron y no volvieron a levantarse. Era como si
todos hubieran perdido el conocimiento por el
temblor de las campanillas de los relojes.
Xie Lian también se sintió un poco mareado.
Con una mano en la frente, se esforzó por

195
ponerse de pie, solo para que sus piernas se
debilitaran antes de arrodillarse en el suelo. Por
suerte, alguien lo apoyó. Cuando levantó la
cabeza para ver quién, descubrió que era Nan
Feng.
Al final resultó que, después de que las siete
novias entraron al bosque, se habían dispersado
en direcciones separadas. Nan Feng
básicamente tuvo que recorrer toda la montaña
para atraparlos a todos y acababa de regresar.
Al ver su comportamiento tranquilo, Xie Lian
inmediatamente preguntó: —¿Qué pasa con la
campana?
Nan Feng le dijo: —No te preocupes, son
refuerzos.
Siguiendo su línea de visión, Xie Lian descubrió
de repente que una fila de soldados había
aparecido frente al Templo Ming Guang.
Esta fila de soldados vestía armadura, brillando
en poder divino mientras la poderosa aura
irradiaba débilmente de ellos. En el frente se
encontraba un joven General alto y guapo.
Estaba claro que no era una persona común. Ese
General se acercó con las manos entrelazadas a
la espalda. Una vez que estuvo frente a Xie Lian,
se inclinó ligeramente y dijo: —Taizi Dianxia.
Antes de que Xie Lian pudiera abrir la boca para
preguntar, Nan Feng dijo en voz baja: —Este es
el General Pei.
Xie Lian inmediatamente miró a Xuan Ji que
estaba en el suelo y repitió: —¿General Pei?
Este General Pei no era exactamente lo que
imaginaba, ni era similar a la estatua divina en

196
absoluto. Esa estatua divina estaba floreciendo
con heroísmo, mientras su semblante rebosaba
de arrogancia. Era un tipo de belleza invasivo y
poderoso. Mientras tanto, aunque este joven
General también era bastante guapo, su
apariencia era justa, mientras que su semblante
parecía tranquilo como un jade frío. Vacío de
cualquier intento de matar y lleno de calma
ininterrumpida. Se podría decir que era un
General, pero no sería extraño si de alguna
manera afirmara que era un ministro de
estrategias.
El General Pei vio a Xuan Ji en el suelo y habló:
—El Palacio Ling Wen nos notificó que la
situación del Monte Yu Jun tiene mucho que ver
con el Palacio Ming Guang, por lo que este
subordinado se apresuró. No esperaba que
realmente tuviera una relación bastante profunda
con nosotros. Por tu molestia, tienes mi gratitud,
Taizi Dianxia.
Xie Lian agradeció a Ling Wen en su corazón.
¿De qué manera había disminuido la eficiencia
del Palacio Ling Wen?
—También le pido perdón por los problemas,
General Pei.
Pero cuando Xuan Ji, en su lucha, escuchó
vagamente las palabras; General Pei de repente
levantó la cabeza y gritó fervientemente.
—¡PeiLang, PeiLang! ¿Eres tú, has venido?
¿Finalmente has venido?
Habiendo sido atada por Ruoye, no importa
cuán salvaje estuviera con alegría, solo podía
arrodillarse. Sin embargo, ¿quién hubiera

197
esperado que ella viera al General, solo para
palidecer?
—¡¿Quién eres tú?!
Por parte de Xie Lian, le estaba dando a Nan
Feng un resumen de cuál era la situación con el
novio fantasma. Cuando escuchó su pregunta,
preguntó: —¿No es este General Pei? ¿Ha
esperado tanto que ya no puede reconocerlo?
Nan Feng respondió: —Él es el General Pei.
Pero no el que ella había estado esperando.
Xie Lian lo encontró extraño.
—¿No me digas que hay dos Generales Pei?
Pero Nan Feng respondió: —Así es, ¡de hecho
hay dos!
Al final resultó que, el General Pei que esta
mujer fantasma Xuan Ji estaba esperando era el
dios principal del Templo Ming Guang, mientras
que el que estaba delante de ellos era el dios
adjunto. También era alguien del sucesor de la
familia del General Pei. Para diferenciarlos
cuando fueron llamados, todos llamaron a este
Pequeño General Pei. En un Templo de Ming
Guang adecuado, era necesario honrarlos con
bloques lunares positivos e invertidos.
El General Pei era el dios principal del templo,
por lo que sus estatuas de dios miraban hacia las
puertas del templo. Las estatuas de dios del
Pequeño General Pei se colocaron detrás de las
suyas. Sin embargo, aunque uno era de una
generación anterior y el otro de una generación
posterior, parecían hermanos. Pero para dos
personas de la misma familia ascendente, podría

198
considerarse como una historia muy extraña que
capturó la imaginación de uno.
Xuan Ji miró a su alrededor, pero aún no
encontró a la persona que quería ver entre los
soldados.
Ella preguntó sombríamente: —¿Dónde está
Pei Ming? ¿Por qué no vino? ¿Por qué no vino
a verme?
El Pequeño General Pei asintió levemente con
la cabeza y respondió: —El General Pei está
ocupado con un asunto importante.
Xuan Ji murmuró: —¿Un asunto importante?
Debajo de su largo cabello, sus lágrimas
comenzaron a caer cuando dijo: —Lo he
esperado por siglos, ¿qué asunto importante
tiene? En aquel entonces, para verme, cruzaría
la mitad de la frontera en una sola noche,
entonces, ¿qué asunto importante podría tener
ahora? ¿Tan importante que ni siquiera estaría
dispuesto a verme una vez? ¿Un asunto
importante? En realidad no tiene uno, ¿verdad?
El Pequeño General Pei dijo: —General Xuan
Ji, por favor, siga su camino.
Dos soldados del Templo Ming Guang
rompieron la formación y se acercaron. Ruoye
saltó rápidamente de Xuan Ji y se enroscó
cariñosamente en la muñeca de Xie Lian. Xie
Lian lo palmeó suavemente dos veces para
consolarlo.
Xuan Ji permitió que esos dos soldados la
agarraran mientras ella se arrodillaba aturdida.
Luego, abruptamente, comenzó a luchar,
señalando hacia el cielo mientras maldecía.

199
—¡Pei Ming! ¡Te maldigo!
Su grito fue muy agudo. Xie Lian miró
inexpresivamente antes de pensar para sí mismo:
—¿No es esto maldecir al predecesor frente a
su sucesor?
Pero el Pequeño General Pei mantuvo la cara
seria y dijo: —Por favor, disculpe esta escena.
Xuan Ji continuó gritándose a sí misma ronca.
—Te maldigo, es mejor que nunca te enamores
de nadie. De lo contrario, si llega ese día, te
maldigo para que seas como yo, para siempre y
para toda la eternidad, ¡que te quemes sin cesar!
¡Deja que el fuego atraviese todo tu cuerpo y tu
mismo ser!
En este momento, el Pequeño General Pei les
dijo a Xie Lian y a los demás: —Disculpen mi
grosería y esperen un momento.
Levantó dos dedos y los presionó ligeramente
contra su sien. Este gesto fue lo que activó la
matriz de comunicación espiritual, por lo que
debió estar comunicándose con alguien.
Después de un momento, dejó escapar un
hmmm bajó la mano y las devolvió abrochadas a
la espalda.
Se volvió hacia Xuan Ji y dijo: —Al General Pei
le gustaría que le pasara un mensaje: Eso es
imposible.
Xuan Ji gritó: —¡Te maldigo -!
El Pequeño General Pei levantó levemente la
mano y ordenó: —Llévatela.
Dos soldados recogieron a la locamente
luchadora Xuan Ji y la arrastraron lejos. Xie Lian

200
preguntó: —Pequeño General Pei, ¿puedo
preguntar cómo se tratará a Xuan Ji?
El Pequeño General Pei respondió: —Ella será
contenida debajo de una montaña.
Encontrar una montaña para contenerla, este
era de hecho el método utilizado a menudo por
los cielos para tratar con demonios y fantasmas.
Después de murmurar para sí mismo por un
momento, Xie Lian aún dijo: —Este resentimiento
de la General Xuan Ji es bastante pesado. Dado
que ella está constantemente pensando en el
odio de cometer traición contra su reino y en
cómo sus piernas se rompieron debido al General
Pei, me temo que reprimirla no durará mucho.
El Pequeño General Pei movió su cabeza y
dijo: —¿Dijo que cometió traición y se rompió las
piernas debido al General Pei?
Xie Lian respondió: —De hecho, ella dijo antes,
que fue por el General Pei que terminó en su
estado actual. En cuanto a cuál es la verdad, no
lo sé.
El Pequeño General Pei habló: —Si se debe
decir de esa manera, entonces lo es. Es cierto
que ella cometió traición por General Pei. Pero
los detalles pueden diferir de lo que otras
personas puedan pensar. Después de que ella y
el General Pei se separaron, para instarlo a
quedarse, La General Xuan Ji no dudó en ofrecer
inteligencia militar. Sin embargo, el General Pei
no estaba dispuesto a aceptar esta ventaja
injusta y no aceptó su oferta.
—... —Xie Lian nunca hubiera pensado que el
traicioné a mi país por ti en realidad era así. Él

201
preguntó—: Entonces, cuando ella dijo que sus
piernas estaban rotas a causa del General Pei...
El Pequeño General Pei respondió: —Ella
misma se rompió las piernas.
—¿Ella… los rompió ella misma?
El Pequeño General Pei respondió, plano e
inquebrantable: —Al General Pei no le gustan las
mujeres de mente fuerte y la disposición natural
de Xuan Ji es decidida. Es por eso que no
pudieron permanecer juntos por mucho tiempo.
La General Xuan Ji no estaba dispuesta a dejarlo
ir, por lo que le dijo al General Pei que estaba
dispuesta a hacer sacrificios y cambiarse a sí
misma. Por lo tanto, voluntariamente abolió sus
artes marciales y se rompió sus dos piernas. De
esta manera, ella hizo el equivalente de romper
ambas alas y atarse al General Pei. A pesar de
todo esto, el General Pei no la abandonó. La
acogió y la cuidó, sin embargo, todavía no la
tomaría como su esposa. Debido a que el
anhelado deseo de la General Xuan Ji no se pudo
cumplir, se suicidó con odio. No por ninguna otra
razón, sino solo para hacer que el General Pei se
sintiera triste y afligido. Pero, perdóname por
hablar tan sin rodeos... —El discurso del
Pequeño General Pei había sido refinado y cortés
de principio a fin. Con una expresión demasiado
tranquila, dijo—: Pero eso no sucedería.
Xie Lian se frotó la frente. No habló en voz alta,
pero pensó para sí mismo: —¿Qué clase de
personas son?
El Pequeño General Pei volvió a hablar: —Pero
quién estaba en lo correcto o incorrecto, no lo sé.

202
Solo sé que si la General Xuan Ji hubiera estado
dispuesto a dejarlo ir, no habría terminado así.
Taizi Dianxia, este subordinado se despedirá.
Xie Lian le devolvió el saludo con la palma y los
despidió. Nan Feng dio su evaluación personal.
—Bichos raros.
Xie Lian pensó para sí mismo, él mismo
también era un hazmerreír en los tres reinos, un
famoso bicho raro; no era su lugar criticar a otras
personas. En cuanto al asunto entre el General
Pei y Xuan Ji, a menos que uno estuviera
directamente involucrado, era mejor no comentar
quién tenía razón o no. Solo podía compadecer a
esas diecisiete novias inocentes, los oficiales
militares y los conductores que las habían
escoltado. Realmente fue un desastre
inesperado.
Hablando de las novias, inmediatamente se dio
la vuelta para echar un vistazo, solo para ver que
los cadáveres de las diecisiete novias mostraban
diferentes etapas de cambio. Mientras que
algunos se convirtieron en huesos blancos, otros
comenzaron a pudrirse y emitir un fuerte hedor.
El olor despertó a todos en el suelo. Cuando los
aldeanos volvieron lentamente a sus sentidos y
asimilaron la situación, fue otra ronda de gran
alarma y conmoción.
Xie Lian aprovechó esta oportunidad para
divagar sobre ellos y dispersar alguna doctrina
sobre la retribución del karma bueno y malo. Les
dijo a todos que una vez que bajaran la montaña,
debían rezar mucho por las novias. Además,
deberían tratar de pensar en formas de notificar a

203
la familia de las novias para poder reclamar sus
cadáveres. Definitivamente no deberían hacer
nada sospechoso como vender los cadáveres o
cualquier otro acto vergonzoso.
Después de experimentar una noche tan
estremecedora y sin un líder que genere
problemas, ¿cómo podría alguien escuchar y
decir lo contrario? Uno tras otro, todos estuvieron
de acuerdo mientras temblaban de miedo. Todos
sintieron que todos habían sufrido una pesadilla.
Solo entonces se dieron cuenta de cómo habían
actuado todos como si estuvieran poseídos
anoche. Con tantos muertos, ¿cómo podrían
seguir teniendo pensamientos llenos de ganar
dinero?
Pensando en el pasado, todos se sintieron
aterrorizados de sí mismos. Anoche, ya que
todos lo hicieron, confiaron en el hecho de que
eran grandes en números y que había alguien
tomando la delantera. Por lo tanto, sus seres con
cabeza confusa se apresuraron junto con la
corriente. Ahora, aún con un miedo persistente
en sus corazones, era mejor arrepentirse
obedientemente y orar por bendiciones.
El amanecer aún no se había levantado.
Dentro de la montaña, todavía había manadas de
lobos esperando para causar problemas. Nan
Feng acababa de dar una vuelta alrededor de la
montaña, pero ya tenía la tarea de sacar a un
gran grupo de personas de la montaña. A pesar
de eso, no se quejó y estuvo de acuerdo con Xie
Lian para discutir ese bosque de cadáveres

204
colgantes y sus arreglos de seguimiento juntos
más tarde.
Después de que ese niño vendado se
despertara, se sentó una vez más junto al
cadáver de Xiao Ying, abrazándola. Sin decir
nada, Xie Lian también fue a sentarse a su lado.
Después de hurgar su cerebro por un momento y
justo cuando estaba a punto de decir algo
reconfortante, de repente notó que la cabeza del
joven vendado estaba sangrando.
Si era la sangre del bosque de cadáveres, ya
debería haberse secado. Pero esta sangre
seguía fluyendo sin pausa, por lo que solo podía
ser que estaba herido. Inmediatamente, Xie Lian
le dijo: —Tu cabeza está herida, quítate los
vendajes y déjame ayudarte a echar un vistazo.
Ese niño levantó lentamente la cabeza, sus dos
ojos inyectados en sangre lo miraron mientras
vacilaba tímidamente. Xie Lian esbozó una
pequeña sonrisa y le dijo: —No tengas miedo. Si
estás lesionado, debes ser tratado. Prometo que
no me asustaré
Ese joven dudó por un momento, luego se dio
la vuelta y lentamente desenvolvió las vendas en
su cabeza. Sus movimientos eran muy lentos y
Xie Lian lo esperaba pacientemente. Ya estaba
pensando en lo que debería preguntar a
continuación.
Este niño definitivamente no podía quedarse en
el Monte Yu Jun, pero ¿a dónde podría ir? No
era como si pudiera regresar al cielo conmigo. Ni
siquiera sé cuándo aparecerá mi próxima comida,
así que necesito pensar en un arreglo confiable

205
para asentarlo en algún lugar. Además, está el
Goblin Verde Qi Rong…
En este punto, ese niño había terminado de
quitarse las vendas y se dio la vuelta.
Y cuando Xie Lian claramente vio esa cara,
sintió como si en esa fracción de segundo, toda
la sangre en su cuerpo fuera drenada.

206
CAPÍTULO 12
Un fantasma en rojo incendia los templos
marciales y civiles

C
omo había sospechado, en la cara del niño
había una cicatriz de quemaduras grave. Sin
embargo, debajo de la extensión de la
cicatriz roja sangre, uno podía distinguir
vagamente tres o cuatro rostros humanos muy
pequeños.
Esos rostros humanos eran del tamaño de la
palma de un bebé, esparcidos torcidamente por
sus mejillas y frente. Debido a que se habían
quemado antes, cada cara estaba severamente
arrugada y parecía que estaba gritando de dolor.
Con estos extraños y chirriantes rostros humanos
en miniatura apretados sobre un rostro humano
originalmente normal, ¡realmente era más
aterrador que cualquier fantasma!
En ese instante, al ver esa cara, Xie Lian sintió
como si estuviera sumido en una pesadilla. Un
miedo inmenso adormeció todo su ser, en la
medida en que no se dio cuenta cuando se puso
de pie. Tampoco sabía qué tipo de expresión
aparecía en su rostro, pero debía haber sido
extremadamente aterrador.
El joven se quitaba el vendaje lenta y vacilante,
sintiéndose ya incómodo. Al ver su reacción,
también retrocedió dos pasos, aparentemente

207
consciente de que Xie Lian no podía aceptar una
cara como esta. Como para protegerse, de
repente cubrió esa cara aterradora, saltó del
suelo, antes de gritar y huir hacia las
profundidades del bosque.
Lo persiguió y le gritó: —¡Espera! ¡Vuelve!
Pero debido a que se había quedado quieto
durante bastante tiempo antes de reaccionar
finalmente y con la forma en que ese joven estaba
más familiarizado con las rutas de la montaña
(habiéndose acostumbrado a esconderse y
escapar en la oscuridad), era evidente que el niño
desaparecería sin rastro. No importaba cuánto
gritara Xie Lian, él no saldría. Sin nadie cerca
para ayudar a buscar y sin poder espiritual, lo que
lo hacía incapaz de usar la matriz de
comunicación espiritual, corrió por la montaña y
buscó durante una hora sin resultados.
A medida que soplaba el viento frío, Xie Lian se
volvió más lúcido y supo que revolotear al azar
como una mosca doméstica sin cabeza no
resultaría en nada. Se reunió y pensó: —Quizás
vendrá por el cadáver de Xiao Ying.
Volvió al templo de Ming Guang, pero se
sobresaltó.
Fue recibido con una masa de personas
vestidas de negro, todas reunidas en el bosque
detrás del templo. Con caras solemnes,
derribaron cuidadosamente los cuarenta
cadáveres de sus posiciones colgadas arriba. Al
frente del bosque se encontraba una figura alta
con los brazos cruzados, actualmente
supervisando al grupo de personas. La cabeza se

208
volvió, revelando una cara elegante pero fría que
pertenecía a la de un joven, que resultó ser Fu
Yao. Parecía que había hecho un viaje de
regreso a los cielos, antes de traer de vuelta a un
grupo de funcionarios del Palacio Xuan Zhen
para que lo ayudaran.
Xie Lian estaba a punto de hablar cuando el
sonido de pasos vino desde atrás. Fue Nan Feng
quien también había terminado de enviar a los
aldeanos y acababa de regresar. Cuando vio
esta escena, echó un vistazo a Fu Yao y
preguntó: —¿No huiste solo?
La forma en que dijo que era muy
desagradable, hizo que Fu Yao levantara una
ceja para mostrar su disgusto. Xie Lian no quería
que comenzaran a discutir en un momento tan
crítico y, por lo tanto, intervino: —Yo fui quien lo
hizo ir para traer refuerzos.
Nan Feng se burló.
—Entonces, ¿dónde están nuestros refuerzos?
Al menos pensé que conseguirías que el General
de tu Palacio viniera personalmente.
Fu Yao respondió con indiferencia.
—Cuando regresé, escuché que el Pequeño
General Pei ya había llegado hasta aquí. Por lo
tanto, no pasé mi tiempo buscando a nuestro
General. Además, incluso si tratara de
encontrarlo, con lo ocupado que está, no
necesariamente tendría el tiempo para venir.
Francamente, de acuerdo con la comprensión
de Xie Lian hacia Mu Qing, incluso si el general
tuviera el tiempo, todavía no habría venido
personalmente. Pero Xie Lian actualmente no

209
tenía tiempo para pensar más sobre el tema y dijo
con cansancio: —Ustedes no deberían discutir
ahora, ayúdenme a encontrar al niño vendado
primero.
Nan Feng frunció el ceño y preguntó: —¿No
estaba él contigo justo ahora, vigilando el cadáver
de esa chica?
Xie Lian respondió: —Hice que se quitara las
vendas y se asustara.
Los labios de Fu Yao se arquearon.
—Eso es poco probable. Tu travestismo no ha
alcanzado el punto de miedo.
Xie Lian suspiró.
—Cúlpame por estar tan perturbado que
reaccioné mal. Xiao Ying acababa de morir, por
lo que ya estaba sensible. Entonces, pensó que
estaba asustado por su rostro. Tal vez no pudo
soportar este tipo de golpe, así que salió
corriendo…
Fu Yao arrugó la nariz y preguntó: —¿Era
realmente tan feo hasta ese punto?
Xie Lian respondió: —No se trata de si era feo
o no. Él... tiene la plaga del rostro humano.
Al escuchar esas tres palabras, los
movimientos y la expresión de Nan Feng y Fu
Yao se tensaron de inmediato.
Finalmente entendieron por qué Xie Lian
estaría tan nervioso.
Hace ochocientos años, la capital imperial del
reino de XianLe había sido barrida por una
epidemia. Al final, todo el reino fue aniquilado.
Esa plaga, cuando la gente enfermaba,
aparecían pequeñas hinchazones en su cuerpo.

210
La hinchazón crecería cada vez más y más y
comenzaría a doler. Poco después, comenzarían
a notar que la hinchazón comenzaría a volverse
desigual, tres lugares hundidos y convexos, con
aspecto de... ojos, boca y nariz.
Después de eso, las características se
volverían más claras hasta que, finalmente, se
parecería a algo similar a un rostro humano.
Y si se deja ignorar, más rostros humanos
crecerían en su cuerpo. Según los informes, se
dijo que algunas caras crecieron durante tanto
tiempo que habían desarrollado sus propias
características e incluso podían abrir la boca para
hablar o gritar.
¡Y el nombre de esta epidemia, se llamaba la
plaga del rostro humano!
La cara de Fu Yao experimentó varios cambios
antes de que se cruzara de brazos y dijera:
—¡Cómo es eso posible! Eso ya fue erradicado
hace siglos. No es posible que vuelva a aparecer.
En respuesta, Xie Lian solo habló una línea.
—No confundí lo que vi.
Nan Feng y Fu Yao se encontraron
completamente incapaces de refutarlo. Lo que
dijo Xie Lian, nadie podría haberlo refutado.
Xie Lian agregó.
—Su rostro tenía rastros de quemaduras antes,
podría haber sido por tratar de quemar esas
caras.
Para aquellos que sufrieron la plaga del rostro
humano, para muchos de ellos, su primera
reacción habría sido tomar un cuchillo y cortar la
cosa horrible, o usar fuego para quemarlo hasta

211
la muerte. No habrían dudado en cortar una
extremidad o romperse los huesos si se tratara
de eso.
Nan Feng habló murmurando: —Entonces, es
probable que no sea una persona común. Incluso
podría haber vivido en esta tierra durante varios
siglos. Pero lo más importante, ¿es contagiosa
la plaga en él?
A pesar de ser un dolor de cabeza importante,
este problema seguía siendo algo que Xie Lian
había contemplado con calma. Él respondió con
certeza: —No. La plaga del rostro humano es
muy contagiosa. Si la enfermedad en ese niño
fuera contagiosa, entonces todos en el Monte Yu
Jun habrían sido infectados por él ahora
considerando cuánto tiempo ha estado escondido
allí. Debería haber estado... curado ya. Es solo
eso, no puede deshacerse de las cicatrices que
quedaron atrás.
Los tres no podían arriesgarse a ser
descuidados. Fu Yao parecía tener una posición
bastante alta en el Palacio Xuan Zhen y por eso
llamó a los Oficiales Celestiales para que
recorrieran cada centímetro del Monte Yu Jun. A
pesar de eso, todavía no podían localizar a ese
niño. Desafortunadamente, debía haber
escapado de la montaña y desaparecido entre las
multitudes ocupadas.
Por el momento, solo podrían regresar al reino
de los cielos y buscar el Palacio Ling Wen para
recibir ayuda sobre este asunto antes de esperar
nuevas noticias. La cosa en el cuerpo del niño no
era contagiosa. Al menos este hecho fue algo

212
para alegrarse. Pero Xie Lian pensó en su
aterradora apariencia. Si se descubría su
apariencia después de abandonar la montaña,
temía que el niño fuera visto y llamado monstruo,
maldecido, golpeado e incluso asesinado. Sería
mejor encontrarlo lo antes posible.
Sin querer retrasarse más en el Monte Yu Jun,
recogió el cadáver de Xiao Ying y comenzó a
descender la montaña. Como estaba tan
distraído, solo cuando el sumiller del té le gritó, se
dio cuenta de que casi había entrado en la
pequeña tienda Encuentro Casual mientras
sostenía el cadáver. Se disculpó repetidamente y
fue a buscar a alguien para ayudar a enterrar el
cuerpo antes de regresar. Después de que
finalmente se ocupó de todo y se sentó, Xie Lian
suspiró en silencio.
Un asunto finalmente llegó a su fin; sin
embargo, sintió como si estos últimos días
después de su ascensión hubieran sido más
agotadores que recolectar restos durante un año
entero en el reino humano. Subiendo y bajando,
saltando sobre techos y saltando sobre paredes,
rodando, gritando e incluso haciendo cambios de
vestuario y entretenimiento de travestismo.
Todos los huesos de su cuerpo eran como si
fueran a colapsar y desmoronarse, pero aún
había muchos acertijos sin resolver y cabos
sueltos con los que lidiar. Realmente quería
colgar un letrero en la espalda que dijera: La
ascensión no es tan buena como recolectar
restos y promoverla en el mundo mortal.

213
Fu Yao volteó el dobladillo delantero de su
túnica y se sentó junto a Xie Lian. Incapaz de
sostenerlo por más tiempo, rodó los ojos y le
preguntó: —¿Por qué sigues con esa ropa?
Al ver su mirada en blanco, Xie Lian se sintió
abrumado por una inexplicable sensación de
familiaridad. Solo entonces finalmente se quitó el
vestido de novia que había estado usando todo
este tiempo. Cuando se limpió el colorete y el
polvo para la cara, se sintió un poco triste.
—Entonces, ¿no significa esto que estaba
vestido así todo el tiempo que estaba hablando
con el Pequeño General Pei? Nan Feng, ah, si
tan solo me hubieras recordado esto en ese
entonces.
Fu Yao dijo: —Puede ser porque claramente te
veías demasiado feliz mientras lo usabas.
Nan Feng corrió todo el día, pero ahora también
finalmente tuvo la oportunidad de sentarse y
descansar. Él dijo: —No había necesidad de un
recordatorio. Al Pequeño General Pei no le
importaría lo que vistes. Incluso si te vistes diez
veces más raro que tu atuendo actual, él no diría
una sola palabra cuando regrese.
Xie Lian sintió que esta noche, realmente había
cargado a estos funcionarios de los cielos con
mucho trabajo, por lo que les sirvió una taza de
té. Después de pensar en la fría expresión del
Pequeño General Pei y compararla con la loca de
Xuan Ji, dijo: —El Pequeño General Pei es
realmente tranquilo y sereno. Qué gran
ecuanimidad.

214
Nan Feng bebió esa taza de té y objetó: —No
deberías juzgarlo por su apariencia cortés y
refinada exteriormente. Al igual que su
predecesor, ambos son difíciles de tratar.
Esto lo sabía Xie Lian y respecto a este asunto,
Fu Yao también estuvo de acuerdo y dijo: —Pei
Su es un advenedizo que ascendió hace unos
doscientos años, pero su poder es terriblemente
feroz y subió de rango muy rápido. Cuando fue
nombrado por el General Pei, apenas había
alcanzado la mayoría de edad. ¿Sabes lo que
hizo entonces?
Xie Lian preguntó: —¿Qué?
Fu Yao escupió fríamente una línea: —Masacró
a todos en una ciudad capturada.
Cuando Xie Lian escuchó esto, estaba
pensativo, pero no sorprendido. En la Corte
Celestial, emperadores, reyes y generales
estaban en todas partes. El dicho: Un logro militar
resultó en diez mil huesos marchitos, se usaba
para describir el asunto de conquistar y defender
un reino. Si se tenía el deseo de convertirse en
un inmortal, primero se debía convertir en un
individuo ilustre. Y debajo de nuestros pies,
caminar por un camino sangriento.
Fu Yao lo resumió: —En la Corte Celestial, hay
pocos que sean fáciles de llevar y no se puede
confiar en nadie.
Xie Lian escuchó su tono, que sonaba como si
viniera de una persona experimentada
advirtiéndole a un niño y tuvo ganas de reír.
Sospechaba que quizás Fu Yao había pasado
por muchas cosas en la Corte Celestial, ya que

215
debió haberse sentido profundamente en este
tema para que él pudiera hablar de esa manera.
Pero también sabía que a pesar de ascender tres
veces, el tiempo que pasó en el cielo en cada
ascensión fue efímero y fugaz, al igual que la vida
útil de un cactus que florece de noche,
desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Si uno
discutiera el tema de la comprensión de estos
inmortales que lo rodean, realmente no sería rival
contra estos dos pequeños Oficiales Celestiales.
Pareciendo estar en desacuerdo con las
palabras de Fu Yao, Nan Feng dijo: —No seas
alarmista. Hay cosas buenas y malas en todas
partes y todavía hay bastantes Oficiales
Celestiales confiables en la corte celestial.
Sin embargo, Fu Yao respondió: —Jaja,
confiable Oficial Celestial, ¿te refieres al General
de tu Palacio?
Nan Feng respondió: —No sé si es el General
de mi Palacio o no. Pero definitivamente no es el
General del tuyo.
Frente a este tipo de situación, Xie Lian estaba
acostumbrado, ya no era fuera de lo común.
Además, todavía había algo en su mente, por lo
que ni siquiera tenía la energía para tratar de
desviar el tema.

Con las cosas envueltas en el norte, regresó al


cielo. Primero fue al Palacio Ling Wen para
contarle sobre la situación con el niño vendado,

216
encomendándole que lo buscara en el reino
humano. Al escuchar sus noticias, el rostro de
Ling Wen se puso serio y aceptó su solicitud. Ella
agregó: —El Palacio Ling Wen hará todo lo que
esté a nuestro alcance para buscar. Pero, ¿quién
hubiera pensado esperar que una visita al Norte
podría haber unificado tantas cosas? Realmente
te agitamos, Dianxia.
Xie Lian respondió: —Debo agradecer a esos
dos pequeños funcionarios de los cielos por
ofrecerse como voluntarios para ayudar y al
Pequeño General Pei del Palacio de Ming Guang.
Realmente no sé cómo agradecerles.
Ling Wen habló: —Dado que el problema fue
causado por una relación desafortunada con el
viejo Pei, entonces, naturalmente, el pequeño Pei
lo resolvería. Ya está acostumbrado a limpiar los
desórdenes, así que no hay necesidad de
agradecerle. Si Dianxia no está haciendo nada
más cuando regrese, ¿podría molestarlo para
que entre en la matriz de comunicación
espiritual? Todos todavía necesitan reunirse y
discutir este asunto.
Xie Lian también tenía muchas preguntas que
quedaron sin respuesta. Después de abandonar
el Palacio Ling Wen, dio vueltas y vueltas sin
rumbo, antes de encontrarse en un pequeño
puente de piedra.
El puente de piedra cruzaba sobre un río que
corría. El agua del río era extremadamente clara,
ya que podías distinguir el movimiento de las
nubes debajo. Más allá de la corriente de agua y
las nubes, incluso podías ver las montañas

217
ondulantes y los grandes tramos de ciudades de
forma cuadrada del mundo de abajo. Pensó para
sí mismo: —Este es un buen lugar.
Y por lo tanto, se sentó en la cabeza del puente,
antes de recitar en silencio la contraseña y unirse
a la matriz de comunicación.
En el momento en que ingresó, se encontró con
un caso tan raro de emoción bulliciosa dentro del
conjunto de comunicación espiritual. Numerosas
voces hablaban entre sí, todo estaba en completo
caos.
Lo primero que escuchó fueron las maldiciones
de Feng Xin.
—¡Mierda! ¿Ya han elegido bajo qué montaña
reprimirla? ¡Esa fantasma femenina Xuan Ji es
una lunática, no importa cuánto la interroguemos,
ella solo clamaría por ver al General Pei mientras
se niega a decirnos el paradero del Goblin Verde
Qi Rong!
El Pequeño General Pei dijo: —La General
Xuan Ji siempre fue una persona terca y
vehemente.
La voz de Feng Xin se puso aún más furiosa.
—Pequeño General Pei, ¿ha regresado su
General Pei? ¡Date prisa y deja que lo vea y
averigua el paradero del Goblin Verde Qi Rong
para que podamos deshacernos de ella antes!
Feng Xin no estaba acostumbrado a tratar con
mujeres. El tratar de interrogarla, Xie Lian no
pudo evitar simpatizar.
El Pequeño General Pei respondió: —Es inútil
incluso si ella lo ve. Ella estará aún más loca
después de verlo.

218
Otra voz dijo: —El Bosque de los Cadáveres
Colgantes otra vez...
—El gusto de Qi Rong siempre es de clase
baja, es desagradable.
—Incluso el Reino Fantasma lo desprecia por
tener un gusto horrible, por lo que está claro para
todos que su gusto es realmente de clase muy
baja.
Todos los Oficiales Celestiales interactuaron
amigablemente.
Estaba claro que todos estaban muy
familiarizados entre sí. Como recién llegado que
había ascendido ochocientos años antes, Xie
Lian debería haberse quedado en silencio donde
estaba sin hablar. Pero después de que escuchó
por un momento, no pudo evitar interrumpir.
—Disculpe, ¿qué fue eso del Bosque de los
Cadáveres Colgantes en el monte Yu Jun? ¿El
Goblin Verde Qi Rong también está en esa área?
Debido a que no hablaba a menudo en la matriz
de comunicación espiritual, su voz no era familiar
para todos. Mientras los Oficiales Celestiales
contemplaban si debían responder o no, el
primero en responderle fue inesperadamente
Feng Xin.
Él respondió: —El Goblin Verde Qi Rong no
está en el Monte Yu Jun. Pero lo que la mujer
fantasma Xuan Ji hizo en el Bosque de los
Cadáveres Colgantes sucedió porque él lo pidió
y lo que ella le ofreció.
Xie Lian continuó preguntando: —¿Es Xuan Ji
subordinada del Goblin Verde?
El Pequeño General Pei respondió esta vez.

219
—Sí. La General Xuan Ji murió hace varios
cientos de años, aunque tenía algo de
resentimiento, siempre fue impotente cuando se
trataba de causar problemas. Pero eso solo duró
hasta hace unos cientos de años. El Goblin Verde
Qi Rong la encontró a su gusto y la apreció
mucho. Él la acogió y la convirtió en una de sus
subordinadas, haciendo que su poder espiritual
aumentara significativamente.
El significado detrás de sus palabras era,
básicamente, que el fantasma femenino Xuan Ji
que causaba problemas no podía ser atribuido al
General Pei, porque originalmente no tenía la
capacidad de causarlo. Si querían echarle la
culpa a alguien, entonces deberían echarle la
culpa al Goblin Verde Qi Rong, ya que fue él
quien acogió a Xuan Ji y le dio la capacidad de
dañar a las personas. Originalmente, los
Oficiales Celestiales presentes habían pensado
que todo esto era un desastre causado por el
karma del General Pei. Simplemente no
expresaron sus opiniones en voz alta, pero el
Pequeño General Pei aún lo había percibido.
Con este recordatorio ni amable ni pesado
dirigido a todos ellos, inmediatamente ocultaron
sus pensamientos más profundamente en sus
corazones.
Xie Lian preguntó un poco más: —Entonces,
¿se ha investigado a fondo el monte Yu Jun?
Debería haber otro espíritu infantil.
Esta vez, fue la voz de Mu Qing la que salió a
la superficie, no sonando fría ni cálida cuando

220
preguntó: —¿Espíritu infantil? ¿Qué espíritu
infantil?
Xie Lian pensó para sí mismo: —Fu Yao
probablemente no le contó los detalles. Quizás
incluso él que saliera a ayudarlo se mantuvo en
secreto, por lo que no lo mencionó a Fu Yao en
caso de que pudiera causarle más problemas. Él
respondió: —En la silla del sedán, escuché la risa
de un niño que hablaba en rimas infantiles como
advertencia. En ese momento, había otros dos
pequeños funcionarios celestiales presentes,
pero ninguno de ellos lo escucho, por lo que el
poder espiritual de este espíritu infantil también
debe ser bastante excepcional.
Mu Qing dijo: —No se encontró ningún espíritu
infantil en la búsqueda en el Monte Yu Jun.
Xie Lian encontró esto muy extraño, ¿no podría
haber sido que el espíritu infantil había venido
específicamente a advertirle?
Cuando pensó en eso, de repente recordó algo
más y preguntó: —Hablando de eso, también
conocí a un joven que podía comandar mariposas
plateadas en el monte Yu Jun. ¿Alguien sabe
quién era?
La caótica, animada y bulliciosa matriz de
comunicación espiritual de repente se quedó en
silencio en el momento en que esas palabras
salieron.
Este tipo de reacción, Xie Lian lo había visto
venir, por lo que solo esperó pacientemente.
Después de un tiempo, Ling Wen finalmente
preguntó: —Taizi Dianxia, ¿qué acaba de decir?

221
Mu Qing respondió fríamente por él: —Él acaba
de decir que conoció a Hua Cheng.
Finalmente obteniendo el nombre de ese joven
vestido de rojo, Xie Lian estaba inefablemente de
buen humor. Él sonrió y dijo: —¿Entonces se
llama Hua Cheng? Hum, este nombre le queda
bastante bien.
Al escuchar su tono y palabras, todos los
Oficiales Celestiales en escena quedaron sin
palabras.
Un momento después, Ling Wen tosió
suavemente y preguntó: —Este... Taizi Dianxia,
¿ha oído hablar de las llamadas Cuatro Grandes
Calamidades?
Xie Lian pensó para sí mismo: —Es una pena,
pero solo conozco los Cuatro Cuentos Famosos.
Los Cuatro Cuentos Famosos antes
mencionados fueron anécdotas muy elogiadas de
la época de cuatro Oficiales Celestiales antes de
que ascendieran a la corte celestial:
El Joven Señor que vertió el vino.
El Príncipe Heredero que agradó a Dios.
El General que rompió su espada.
La Princesa que cortó su garganta.
De los cuatro cuentos, El Príncipe Heredero
que agradó a Dios se refería de hecho a la
repentina aparición del Príncipe Heredero de
XianLe durante su actuación marcial. La forma en
que surgieron las cuatro historias no se debió
particularmente a qué funcionarios de los cielos
tenían más poder, sino que, cuál de sus historias
era más profunda, se extendió más entre los

222
mortales que compartieron sus historias con
entusiasmo.
Las noticias de fuera del reino siempre fueron
algo en lo que Xie Lian era malo para mantenerse
al día. Decir que estaba mal informado e
ignorante no podría estar más cerca de la verdad.
La única razón por la que se enteró de los Cuatro
Cuentos Famosos era porque él mismo era uno
de los cuatro cuentos. La frase Cuatro Grandes
Calamidades era probablemente el nuevo
término popular que surgió después de los cuatro
cuentos, pero Xie Lian nunca había oído hablar
de él. Sin embargo, dado que contenía la palabra
calamidad no podía ser nada bueno.
Él dijo: —Lo siento por decir esto, pero no he
oído hablar de eso antes. ¿Puedo preguntar
cuáles son las Cuatro Grandes Calamidades?
Mu Qing respondió con frialdad: —Taizi
Dianxia, entrenado en el reino de los mortales
durante siglos, y aún ignora tales noticias.
Realmente da curiosidad por saber lo que ha
estado haciendo todo este tiempo allí abajo.
Naturalmente, era comer, dormir, vender
habilidades y recolectar sobras.
Xie Lian se echó a reír cuando dijo: —Como
persona normal, hay muchas cosas con las que
podrías estar ocupado y podría ser bastante
agitado. No es más fácil que ser un Oficial
Celestial.
Ling Wen respondió: —Las Cuatro Grandes
Calamidades y por favor tome nota, Dianxia.
Son; Barcos sumergidos en Agua Negra,8
8
En el pinyin original; (黑水 沉 舟, Hēi Shuǐ Chén Zhōu)

223
Noches Errantes de Luz Verde, La Calamidad
vestida de Blanco y Lluvia Sangrienta Llegando a
una flor. Esos se refieren a los Cuatro Señores
Demoníacos del Reino Fantasma que han
causado a las Cortes Celestiales una gran
cantidad de dolores de cabeza.
Los mortales, cuando caminaban hacia arriba,
se convertían en un dios; cuando caminaban
hacia abajo, se convertían en un fantasma.
Los dioses inmortales establecieron los cielos
como su residencia, separándose del Reino
Mortal y viviendo en lo alto mientras pasaban por
alto el mundo mortal y todos los seres vivos. En
cuanto al Reino Fantasma, aún no se había
separado del Reino Mortal. Los demonios y los
fantasmas compartían el mismo reino que los
humanos. Mientras que algunos se escondían en
las sombras, otros tomaban formas humanas y se
mezclaban entre las multitudes humanas,
deambulando entre ellos.
Ling Wen continuó: —Heishui Chenzhou9 es un
poderoso demonio de agua. A pesar de alcanzar
el nivel de devastación, rara vez sale a causar
problemas y mantiene un perfil bajo. Muy pocas
personas lo han visto antes, por lo tanto, no es
tan preocupante.
»Noches errantes de Luz Verde es
precisamente el fantasma con su bajo gusto de
clase y a quien le gusta colgar cadáveres
sangrientos boca abajo en los bosques, el Goblin
Verde Qi Rong. Sin embargo, es el único de las
cuatro calamidades que no ha alcanzado el nivel
9
Barcos sumergidos en Agua Negra.

224
de Devastación. ¿Por qué sería él parte de eso?
Puede deberse a su amor por causar problemas
durante todo el año, siendo una gran molestia.
También podría ser porque con la adición de él,
hace las cuatro calamidades, un número más
fácil de recordar. Entonces, nadie se molestó en
cuestionarlo.
»En cuanto a la Calamidad vestida de Blanco,
Dianxia podría estar más familiarizado con este.
Se llama Bai Wuxiang.
Sentado sobre la cabeza de piedra del puente,
Xie Lian sintió de repente un agudo dolor
punzante en su corazón que se extendió
lentamente por sus extremidades al escuchar
este nombre. Sus manos temblaron un poco
antes de que las tomara inconscientemente.
Naturalmente, le era familiar.
Se decía que cuando una Devastación nacía en
el mundo, ellos serían los que destruirían los
reinos y arrojarían al mundo al caos. Cuando Bai
Wuxiang nació, el primer reino que eliminó fue
XianLe.
Xie Lian permaneció en silencio. Ling Wen
continuó: —No obstante, Bai Wuxiang ya se ha
extinguido. No lo volveremos a mencionar, e
incluso si todavía existe en este mundo, no sería
el centro de atención ahora.
»Taizi Dianxia, las mariposas plateadas que
vio en el Monte Yu Jun también se llaman
Mariposas del Espíritu Mortal. Su Señor es el
último miembro de las cuatro calamidades y el

225
que la Corte Celestial de hoy menos quiere
provocar, Xueyu Tanhua,10 Hua Cheng.
Dentro del Reino Celestial, el convertirse en los
únicos capaces de asumir el título de renombre
eran el Dios Marcial emperador de los cielos y el
Príncipe Heredero de XianLe. Aunque se podría
decir que la importancia de los dos es lo opuesto
el uno del otro, su fama estaba relativamente en
el mismo nivel. En el Reino Fantasma, el que
podría decirse que era el equivalente en
reputación contra los dos dioses, no era otro que
Hua Cheng. Aparte de él, no había nadie más.
Si uno quisiera conocer a un Oficial Celestial,
solo necesitaría caminar, encontrar un templo
para visitar, examinar la estatua divina del dios,
estudiar cómo se vestían y qué tipo de
armamento encantado llevaban. Con eso, uno
podría entenderlos hasta cierto punto. Si uno
quisiera entenderlos aún más, solo necesitaría
escuchar algunas de sus leyendas transmitidas
de persona a persona y ver obras teatrales sobre
sus epopeyas. Qué tipo de persona eran antes
de su ascensión, qué habían hecho en el pasado,
toda esta información habría sido desenterrada y
puesta al descubierto para aquellos interesados.
Pero cuando se trataba de demonios y
fantasmas, eran diferentes. Qué tipo de persona
eran antes y cómo se veían ahora, toda esta
información estaba envuelta en misterio.
El nombre de Hua Cheng definitivamente tenía
que ser falso y su apariencia también debía ser
falsa. Esto se debía a que él en los rumores era
10
血雨 探花 - Lluvia Sangrienta Llegando a una Flor.

226
a veces un joven temperamental y desagradable,
a veces un hombre hermoso, amable y elegante,
o a veces una hermosa fantasma con un corazón
venenoso. No había fin a lo que se decía sobre
él. Sobre su apariencia real, lo único definitivo
era que estaba vestido completamente de rojo y
que a menudo aparecía con una lluvia de sangre
y vientos desagradables mientras las mariposas
plateadas perseguían su solapa y mangas.
En cuanto a su nacimiento, había incluso más
versiones de él. Algunos decían que era un niño
deformado nacido sin un ojo derecho que había
sido intimidado y humillado desde la infancia y
por lo tanto odiaba al mundo. Algunos decían que
era un joven soldado que había muerto luchando
por su antiguo reino y que su alma no había
renunciado a tal destino. También hubo uno que
dijo que se convirtió en un tonto sentimental
debido al dolor de su persona amada fallecida;
otro más que decía que era un monstruo.
La versión más extraña, decía esto y realmente
era solo un rumor. Pero se decía que Hua Cheng
era en realidad un Oficial Celestial que había
ascendido. Sin embargo, después de haber
ascendido, saltó y se degradó hasta convertirse
en un fantasma. Pero esa era solo una leyenda
que no circulaba mucho, así que si era cierto o no
era desconocido y pocos realmente lo creían.
Sin embargo, incluso si era cierto, todavía tenía
que ser falso. Porque era una humillación para
los cielos que hubiera alguien en este mundo que
realmente estuviera dispuesto a renunciar a ser
un dios y prefería saltar hacia abajo y ser un

227
fantasma. En resumen, mientras más personas
discutían sobre él, más ambiguo y confuso se
volvía y más misterioso se volvía todo.
En cuanto a por qué todos los Oficiales
Celestiales le tenían especialmente miedo a Hua
Cheng, había muchas razones. Por ejemplo, su
naturaleza oscura o clara era indeterminada. A
veces era cruel y le gustaba matar, a veces
extrañamente cometía actos benévolos. Otra
razón era cuán enorme era su poder en el reino
de los mortales y cuántos adoradores tenía.
Así, la gente rezaba a los dioses, rezando por
sus bendiciones y protección para estar lejos del
ataque de demonios y fantasmas, por lo que los
Oficiales Celestiales tenían muchos adoradores.
Sin embargo, Hua Cheng, un fantasma, en
realidad también tenía una gran cantidad de
fieles. Era casi hasta el punto donde tenía
suficiente poder para cubrir los cielos con una
sola mano.
Pero ahora, se requería una explicación.
Cuando Hua Cheng apareció por primera vez,
hizo algo extremadamente notorio.
Invitó abiertamente a treinta y cinco Oficiales
Celestiales a una pelea. El contenido de la
invitación era que lucharía contra los Dioses
Marciales en las artes marciales y los Dioses de
la Literatura en el debate.
Dentro de esos treinta y cinco Oficiales
Celestiales, había treinta y tres de ellos que
sentían que era ridículo, pero todos habían
estado enfurecidos por su provocación y

228
aceptaron el desafío. Se prepararon para unir
sus manos y enseñarle al fantasma una lección.
Los primeros en competir con él habían sido los
Dioses Marciales.
Los dioses marciales eran los dioses más
fuertes de los cielos, cada uno de ellos tenía un
gran número de adoradores y su poder espiritual
era sobresaliente. Luchar contra un fantasma
novato insignificante era algo que estaba a un
alcance de la victoria. Pero, ¿quién hubiera
esperado que la batalla terminara en un completo
aniquilamiento? Incluso sus armas piadosas
fueron totalmente aplastadas por la espada curva
extremadamente extraña de Hua Cheng.
Solo después de la pelea descubrieron que
Hua Cheng había salido del Monte Tonglu.
El Monte Tonglu11 era un volcán, pero ese no
era el punto importante. El punto importante era
que había una ciudad dentro de ella, llamada
Gu.12 ¿Qué tipo de lugar era la ciudad Gu? No
era una ciudad donde se engendraran todos los
fantasmas, aunque esa ciudad en sí era un
generador de demonios a gran escala.
Cada cien años, diez mil fantasmas se reunían
y se mataban unos a otros, matando hasta que
solo quedaba uno de ellos. Aunque, muchas
veces, el resultado sería que no quedaba
ninguno. Sin embargo, mientras uno solo
sobreviviera hasta el final, entonces sería la
encarnación del diablo. En los últimos cientos de
años, la ciudad Gu solo tuvo dos fantasmas que
11
Tonglu significa "Horno de cobre", por lo que el monte Tonglu es básicamente un
horno gigante.
12
Gu significa veneno.

229
permanecieron al final de la pelea. Y esos dos
como se esperaba, ambos se convierten en
Reyes Fantasmas conocidos por todos en el
reino de los mortales.
Hua Cheng fue uno de los dos.
Los dioses marciales habían sido
completamente derrotados. Ahora era el turno de
los dioses de la literatura.
Si no podían vencerlo en una pelea, al menos
deberían poder vencerlo en el debate, ¿verdad?
Desafortunadamente para ellos, tampoco
pudieron ganar eso.
Que Hua Cheng hubiera atravesado el cielo y
la tierra y pudiera hablar del pasado y debatir la
corriente. De vez en cuando los educaba,
ocasionalmente era malicioso, ocasionalmente
inflexible, ocasionalmente astuto,
ocasionalmente perspicaz, ocasionalmente
sofisticado y ocasionalmente colocaba trampas.
Realmente fue un debate estanco, agudo y
elocuente. Citó evidencia como respaldo,
engañó a las personas con mentiras y atacó
donde quisiera. Varios dioses de la literatura
fueron regañados por él desde los cielos a la
tierra, desde la antigüedad hasta el presente.
Estaban tan enojados que podían toser sangre y
hacer que alcanzara el firmamento nublado.
Hua Cheng se hizo famoso en una sola batalla.
Sin embargo, si hubiera sido solo eso, eso no
habría sido suficiente para llamarlo aterrador. Lo
que fue aterrador fue que después de esa victoria
abrumadora, había pedido a los treinta y tres
Oficiales Celestiales que cumplieran su promesa.

230
Antes del desafío, ambas partes habían llegado
a un acuerdo: si Hua Cheng perdía, ofrecería sus
cenizas. Si los Oficiales Celestiales perdieran,
todos saldrían voluntariamente de los Cielos y se
convertirían en personas comunes a partir de
ahora. Si Hua Cheng no hubiera actuado con
tanta arrogancia, con apuestas tan severas y con
la forma en que los treinta y tres Oficiales
Celestiales creían que no había forma de ser
derrotados, no hubieran aceptado pelear y
debatir con él.
Sin embargo, no hubo un solo Oficial Celestial
que cumplió su promesa. Aunque regresar a su
promesa fue humillante, piénselo, había treinta y
tres de ellos que habían perdido. Si solo uno de
ellos hubiera perdido, entonces, naturalmente,
sería muy humillante. Pero cuando muchos de
ellos perdieron juntos, no fue humillante en
absoluto. Incluso podrían burlarse unos de otros
al respecto. Como tal, llegaron a un
entendimiento tácito; todos fingirían que esto
nunca había sucedido en absoluto. En cualquier
caso, las personas eran muy olvidadizas, en otros
cincuenta años, tal vez nadie lo recordaría.
Calcularon ese punto bastante bien, pero lo que
no tomaron en cuenta fue que Hua Cheng no era
tan fácil de tratar.
¿No estás cumpliendo tu promesa? De
acuerdo, él podría ayudar.
Como tal, quemó todos los templos de estos
treinta y tres Oficiales Celestiales en el reino
humano.

231
Esta era la pesadilla de la que ahora hablaban
los dioses inmortales con caras pálidas: un
fantasma en rojo incendiando treinta y tres
templos militares y civiles.
El templo y los fieles eran la mayor fuente de
poder espiritual de un Oficial Celestial. Con los
salones de sus palacios desaparecidos, ¿a
dónde irían sus fieles a rezarle a su dios? ¿Y de
dónde vendría su incienso? Con su fuerza
gravemente herida, para reconstruir sus templos,
necesitarían un mínimo de cien años para
recuperarse, e incluso entonces, podrían no
recuperar su fuerza anterior. Para los Oficiales
Celestiales, este fue realmente un desastre
devastador que fue aún más aterrador que una
calamidad celestial.13
El más fuerte de los treinta y tres oficiales
Celestiales tenía un par de miles de templos, los
más débiles también tenían un par de cientos. Si
uno los sumara a todos, habría más de diez mil
templos. Pero Hua Cheng en realidad quemó
todo en una sola noche. Nadie sabía cómo lo
había hecho, pero lo había logrado.
Era simplemente una locura.
Los Oficiales Celestiales se quejaron entre
lágrimas a Jun Wu, pero él también estaba
indefenso y no había nada que pudiera hacer. El
desafío había sido algo que los Oficiales
Celestiales habían acordado para sí mismos y las
promesas también habían sido hechas por ellos
mismos. Hua Cheng también había sido muy
13
Los dioses tienen desgracias u obstáculos predeterminados que deben soportar y
superar cada tanto si quieren subir de nivel. Por lo general, implica descender al
reino mortal para vivir una vida como mortal, pero puede variar.

232
astuto, solo destruyó los templos y no lastimó a
nadie. Así que todo esto era igual a él cavando
un hoyo, preguntando si los dioses saltarían a él.
Entonces, los dioses decidieron cavar el agujero
aún más profundo antes de sumergirse en él.
Entonces, tal como están las cosas, ¿qué se
puede hacer?
Originalmente, esos treinta y tres Oficiales
Celestiales habían querido derrotar a ese
pequeño fantasma arrogante frente al mundo
entero, por lo que habían elegido celebrar la
competencia marcial y literaria en los sueños de
muchos señores y nobles del reino de los
mortales. El propósito había sido mostrar sus
poderes divinos frente a sus adoradores. ¿Quién
hubiera esperado que lo que mostrarían a los
nobles y señores fueran sus apariencias
totalmente derrotadas? Como tal, después de
ese sueño, muchos señores decidieron dejar de
rezar a los Oficiales Celestiales y cambiaron a
rezar a los fantasmas. Estos treinta y tres
Oficiales Celestiales perdieron a sus adoradores
y templos y desaparecieron gradualmente sin
dejar rastro. Las numerosas vacantes se llenaron
finalmente cuando una nueva generación de
Oficiales Celestiales ascendió.
A partir de entonces, cada vez que se
mencionaba el nombre Hua Cheng en el reino de
los mortales, muchos Oficiales Celestiales
temblaban de miedo. Incluso escuchar solo ropas
rojas y mariposas plateadas les pondría el pelo
de punta. Algunos tenían miedo de irritarlo o
hacerlo infeliz, porque entonces él vendría a

233
desafiarlos y luego quemaría sus sienes.
Algunos tenían miedo porque los había
chantajeado, por lo que no pudieron moverse
contra él. Algunos tenían miedo porque Hua
Cheng tenía el poder de cubrir el cielo con su
mano en el mundo mortal, por lo que a veces,
cuando los Oficiales Celestiales tenían algo que
hacer allí, no tenían más remedio que encontrarlo
y pedirle que los guiara. Después de que esto
continuó por un tiempo, una parte de los Oficiales
Celestiales también se convirtió en sus
adoradores debido a una mentalidad extraña.
Como tal, la actitud de los cielos hacia esta
persona era odio, miedo y respeto al mismo
tiempo.
Y dentro de esos treinta y cinco Oficiales
Celestiales, los dos que no habían aceptado el
desafío eran el General de dios marcial Mu Qing
de Xuan Zhen y el General Feng Xin de Nan
Yang.
No habían aceptado el desafío, pero no había
sido por miedo a Hua Cheng. Simplemente no le
habían prestado atención y habían sentido que
era innecesario prestarle atención y por lo tanto
no habían aceptado la pelea. ¿Quién hubiera
esperado que esta fuera una decisión afortunada
e incomparablemente sabia?
Sin embargo, solo porque no lucharon contra
él, no significaba que Hua Cheng se había
olvidado de ellos. Mientras estaban en el Festival
ShangYuan14 haciendo una gira de inspección,

14
El festival de ShangYuan es a mediados de julio en el calendario lunar y celebra al
inframundo. Se hacen ofrendas a los muertos para apaciguar a sus espíritus y

234
se encontraron y pelearon muchas veces. Por lo
tanto, Feng Xin y Mu Qing tuvieron una sombra
fisiológica en sus corazones debido a la
devastación frenética de esas mariposas
plateadas.
A pesar de escuchar todo eso, el cerebro de Xie
Lian todavía estaba repleto de esas mariposas
plateadas, brillantes y translúcidas mientras
volaban linda y alegremente a su alrededor. No
importaba cuánto lo hubiera pensado, no podía
conectarlos con los de los rumores. No pudo
evitar pensar: —¿Son esas pequeñas mariposas
plateadas tan aterradoras? No son tan malas...
son muy… hermosas.

ayudarlos a seguir adelante. Julio es el mes fantasma cuando las puertas del
inframundo están abiertas, por lo que los dioses patrullan con mayor diligencia.

235
236
ARCO DEL PASO BANYUE

237
CAPÍTULO 13
Ropa más roja que el arce; piel blanca
como la nieve (parte uno)

P
or supuesto, esto era algo que nunca diría
en voz alta. Sin embargo, no era de extrañar
que la tez de Nan Feng y Fu Yao cambiara
en el momento en que lo escucharon mencionar
a esas mariposas plateadas. Se podría suponer
que también habían sufrido a manos del Señor de
las mariposas de plata junto con los dos
Generales a los que servían.
Un Oficial Celestial preguntó: —Taizi Dianxia,
se encontró con Hua Cheng. Él, él, él... ¿qué te
hizo?
Este tipo de tono, sonaba más como si
estuviera preguntando: —¿Perdiste un brazo o
perdiste una pierna?
Xie Lian dijo: —No hizo nada, solo...
Cuando habló hasta ese punto, en realidad
estaba sin palabras. Xie Lian comenzó a
reflexionar en su cabeza. Solo qué… No era
como si pudiera decir, solo, me robó del sedán y
luego me tomó de la mano y me guió durante todo
el camino.

238
Después de quedarse en silencio por un
momento, solo pudo decir: —Solo destruyó la
formación espiritual que la fantasma femenina
Xuan Ji dejó en el monte Yu Jun y luego me llevó
adentro.
La mayoría de los Oficiales Celestiales
comenzaron a reflexionar sobre sus palabras,
murmurando para sí mismos o en silencio.
Solo después de un tiempo, un Oficial Celestial
preguntó: —Todos, ¿qué piensan?
Solo escuchando sus voces, Xie Lian ya podía
imaginar las apariencias de todos los Oficiales
Celestiales mientras sacudían repetidamente la
cabeza con las manos extendidas.
—¡Sin opinión, no tengo una opinión completa!
—No sé qué quiere hacer, es bastante horrible.
—Como siempre, nadie puede entender lo que
Hua Cheng quiere hacer...
Aunque a Xie Lian se le acababa de dar un
resumen de la reputación de Hua Cheng como el
demonio encarnado, sin embargo, hacia esta
persona, Xie Lian realmente no creía que fuera
tan aterrador. Si realmente tuviera que decir
algo, pensó que esta vez, incluso podría
considerarse que Hua Cheng lo había ayudado.
En resumen, la primera plegaria que recibió
después de ascender y regresar a los cielos
debería considerarse finalmente terminada de
esta manera.
Ya se había acordado durante mucho tiempo
que todos los méritos del caso del Monte Yu Jun
serían considerados como los de Xie Lian. A
pesar de que había pasado un tiempo antes de

239
que el hombre recordara redimir su voto debido a
la muerte de su hija, aún cumplió su promesa con
el corazón roto, aunque inevitablemente, terminó
pagando menos. Sin embargo, después de
moverse de aquí a allá, los ocho millones,
ochocientos ochenta mil méritos se consideraron
más o menos recompensados.
Sin deudas, el cuerpo de Xie Lian se sintió
ligero y libre, su corazón prácticamente un cielo
despejado e ilimitado. De buen humor, estaba
completamente libre de preocupaciones y muy
feliz. Xie Lian decidió ser un dios y sería aún
mejor si pudiera convertirse en al menos medio
amigo de los otros Oficiales Celestiales.
Aunque generalmente era pacífico dentro de la
matriz de comunicación espiritual de los cielos,
cuando se llenaba, los gritos en el interior podían
durar días y días. Además, cuando el estado de
ánimo de los Oficiales Celestiales era bueno y tal
vez cuando veían algo interesante, hablaban de
ello dentro de la matriz. Cuando llegara ese
momento, se reirían entre dientes por un
momento.
Aunque Xie Lian no podía decir quién era
quién, todavía escuchaba en silencio a todos
hablar. Sin embargo, no podía seguir callado
para siempre. Por lo tanto, después de haber
escuchado durante un tiempo, a veces parecía
decir algo cálido, como:
—Realmente es bastante interesante. Leí un
pequeño poema muy hermoso, déjenme
compartirlo con todos.

240
—Existe este pequeño conocimiento secreto
que es muy efectivo para tratar el dolor de cintura
y piernas, permítanme compartirlo con todos.
Sin embargo, lamentablemente, cada vez que
enviaba estas cosas cuidadosamente
seleccionadas que eran bastante beneficiosas
para el cuerpo y la mente, la matriz de
comunicación espiritual se callaba. Después de
un tiempo, Ling Wen realmente no pudo
soportarlo más y en privado le dijo: —Dianxia, ah,
las cosas que envía en la matriz de comunicación
espiritual son muy buenas, sin embargo, me temo
que incluso un Oficial Celestial cien años mayor
que usted que no lo enviaría.
Xie Lian comenzó a sentirse un poco
deprimido. En realidad, claramente no era el
mayor. Sin embargo, cuando estaba con los
otros Oficiales Celestiales, ¿por qué era
prácticamente como una persona mayor que no
podía mantenerse al día con el tema de los
jóvenes?
Probablemente se mantuvo alejado de los
Cielos por mucho tiempo. Además, siempre fue
ignorante y mal informado y nunca le importaron
mucho las cosas del mundo exterior.
Como no podía arreglar esto, era mejor
olvidarlo. Xie Lian renunció a este problema y,
como resultado, también dejó de estar triste.
Sin embargo, todavía le quedaba un problema:
incluso hasta ahora, no había habido nadie en el
reino de los mortales que le hubiera construido un
nuevo templo. No, tal vez sí, pero en cualquier
caso, los cielos no encontraron ninguno cuando

241
buscaron y, por lo tanto, no hubo ningún registro
de ello.
Hay que tener en cuenta que incluso un dios de
la tierra local tenía algún tipo de santuario. Pero
incluso hasta hoy, Xie Lian, alguien que ascendió
solemnemente para convertirse en un Oficial
Celestial e incluso lo hizo tres veces, no tenía un
solo templo o un solo creyente que le consagrara
incienso. Esto fue realmente extremadamente
incómodo.
Aunque, solo otros Oficiales Celestiales se
sentían incómodos por él. El propio Xie Lian
todavía pensaba que las cosas estaban bien.
Además, un día, de repente se dejó llevar por un
capricho y de repente se sintió inspirado.
—Si nadie quiere ofrecerme ofrendas,
entonces estaría bien si lo hago yo mismo,
¿verdad?
Ningún Oficial Celestial sabía cómo responder
a eso.
¿Quién demonios había oído hablar de un
Oficial Celestial que se ofrecía ofrendas a sí
mismo?
Siendo miserable en este grado como un dios,
¿qué tipo de sentimiento quedaría?
En cuanto a Xie Lian, estaba acostumbrado al
silencio incómodo cada vez que hablaba. Pensó
que divertirse y reírse también podría
considerarse algo interesante. Por lo tanto,
después de tomar su decisión, una vez más saltó
al reino de los mortales.

242
Esta vez, cuando llegó al suelo, su ubicación
era la de un pequeño pueblo de montaña llamado
Villa PuJi.15
Aunque uno dijo que era un pueblo de
montaña, en realidad, era solo una pequeña
pendiente de tierra. Xie Lian vio que este lugar
tenía un paisaje elegante, con colinas verdes,
aguas cristalinas y arrozales que se extendían
hacia el horizonte.
En su corazón, pensó: —Esta vez, realmente
aterricé en un lugar agradable.
Xie Lian miró a su alrededor otra vez y notó una
cabaña rota y torcida sobre la pequeña pendiente
de tierra. Cuando le preguntó a la gente al
respecto, todos los aldeanos dijeron: —Esa
choza rota ha sido abandonada y no tiene dueño.
De vez en cuando hay vagabundos que van a
dormir allí por una noche. Vive allí si lo deseas.
¿No era esto exactamente lo que Xie Lian
había estado deseando? Inmediatamente
caminó hacia él.
Solo después de caminar más cerca se dio
cuenta de que, aunque esta pequeña cabaña
parecía bastante deteriorada desde lejos, en
realidad se veía aún más deteriorada de cerca.
Dos de los cuatro pilares en las esquinas de la
cabaña ya estaban podridos y en
descomposición. Tan pronto como soplara el
15
Significa “Castaña de agua”

243
viento, toda la cabaña comenzaría a emitir
crujidos, lo que hacía dudar de si caería o no en
todo momento.
Sin embargo, este grado de destrucción
todavía estaba dentro de un rango que Xie Lian
podía aceptar. Después de entrar a la cabaña y
mirar a su alrededor, comenzó a comenzar a
limpiar las cosas.
Cuando los aldeanos vieron esto, se
sorprendieron mucho. ¿Alguien realmente iba a
vivir allí? Por lo tanto, todos se reunieron allí para
disfrutar de verlo agitarse.
Al contrario de lo que cabría esperar, los
aldeanos aquí estaban muy entusiasmados. No
solo le regalaron una escoba, después de ver su
aspecto sucio después de su limpieza, también le
regalaron unas castañas de agua recién
cortadas. La piel de las castañas de agua ya
estaba despegada y, por lo tanto, eran blancas y
tiernas, dulces y jugosas.
Xie Lian se puso en cuclillas frente a su choza
rota y terminó de comer las castañas de agua.
Felizmente presionando sus manos juntas,
decidió en ese momento en su corazón llamar a
este lugar el Santuario PuJi.
Originalmente había una pequeña mesa dentro
del Santuario PuJi. Después de frotarlo dos
veces, podría usarse como una mesa de
ofrendas. Mientras Xie Lian seguía ocupado, los
aldeanos que lo rodeaban para observar se
dieron cuenta de que este joven realmente quería
hacer espacio para crear un pequeño santuario
taoísta.

244
Todos encontraron esto aún más raro y extraño
y por eso vinieron a preguntarse uno tras otro.
—Este templo, ¿a quién se lo ofreces?
Xie Lian tosió ligeramente una vez antes de
decir: —Ah, este santuario es para el Príncipe
Heredero de XianLe.
Todos estaban molestos.
—¿Quién es ese?
Xie Lian dijo: —Yo... Yo tampoco lo sé. Creo
que es un príncipe heredero.
—Oh, ¿qué hace él?
—Probablemente sea alguien que garantice la
paz. Y recoge basura en el camino.
Todos comenzaron a preguntar
fervientemente: —Entonces, esta Alteza, el
Príncipe Heredero, ¿se ocupa de marcar el
comienzo de la riqueza y la prosperidad?
Xie Lian pensó en su corazón, que no le debía
dinero ya era bastante bueno. Luego, dijo con
voz cálida: —Es lamentable, pero parece que eso
no es posible.
Uno tras otro, la gente comenzó a darle
sugerencias.
—¡Oh, en cambio ofrécelo al Señor del Agua,
que invitará a la riqueza! El incienso que arde
aquí definitivamente sería próspero.
—¡O tal vez puedas ofrecérselo a Ling Wen
ZhenJun! ¡Quién sabe, tal vez alguien de nuestra
aldea se convertirá en un erudito!
Una mujer temerosa tímidamente dijo: —Eso...
has... has considerado eso...
Xie Lian mantuvo su sonrisa y dijo: —¿Eso?
—General Ju Yang.

245
¡Si realmente abría un Santuario Ju Yang,
temía que Feng Xin disparara inmediatamente
una flecha desde los cielos para herirlo!

Después de limpiar más o menos el Santuario


PuJi, todavía le faltaban algunos quemadores de
incienso, qiantong y otras cosas diferentes. Sin
embargo, Xie Lian se había olvidado por
completo de lo más importante: la estatua divina.
Él llevó su sombrero de bambú y salió por la
puerta, oh cierto, tampoco había puerta.
Después de pensar un poco, Xie Lian decidió
que esta cabaña definitivamente necesitaba ser
reconstruida. Por lo tanto, escribió un letrero y lo
colocó en el frente de la puerta. Decía: Este
santuario está en ruinas. Sinceramente
buscando personas benevolentes, para donar
con el fin de renovarlo. Acumula méritos y virtud.
Después de salir de la cabaña y caminar
durante siete u ocho horas, llegó a un pueblo.
¿Por qué razón iría al pueblo? Bueno,
naturalmente fue para confundirse y encontrar
algo de comida para comer. Por lo tanto, una vez
más retomó su antigua profesión.
En leyendas las y el folklore decían que los
inmortales ya no necesitaban comer. En
realidad, esto era realmente difícil de decir.
Aunque aquellos con poder todopoderoso
realmente podrían absorber la energía espiritual
necesaria del sol y la lluvia y el rocío. Pero el
246
problema era..., aunque podían hacerlo, si no lo
necesitaban, ¿a quién le gustaría hacerlo? ¿Por
qué querrían hacer algo así?
Pero algunos de los Oficiales Celestiales
exigieron que las cinco vísceras fueran limpias y
puras porque practicaban el camino del budismo.
De hecho, esas personas no podían soportar la
carne y el pescado grasiento del mortal. Si se
ensuciaran con esas cosas, sería lo mismo que si
un mortal comiera insectos venenosos crudos,
sucios o lodo, ya que comenzaría a vomitar y
tener diarrea. Siendo ese el caso, no fue que no
comieron comida, simplemente comieron cosas
que nacieron en un lugar limpio y puro, cosas que
prometían longevidad. Estas eran frutas
inmortales y animales espirituales que
aumentarían la eficacia de la energía espiritual.
Sin embargo, este tipo de problema no existía
para Xie Lian. Con la maldición sobre él, no era
diferente en comparación con los mortales y por
lo tanto podía comer de todo. Y como era un
veterano experimentado de cien batallas, no
importaba lo que comiera, no moriría. Ya sea que
se tratara de un bollo al vapor que había estado
guardado por un mes o pasteles que ya habían
germinado un poco de moho verde,
definitivamente estaría bien después de comer
esas cosas. Como tenía una constitución como
esta que desafiaba los cielos, en realidad se las
arregló bien durante el período en que recolectó
restos. Por el contrario: abrir un santuario
significaba perder dinero, recoger basura

247
significaba ganar dinero, por lo que recoger
basura era realmente mejor que ascender.
Parecía tan elegante como el jade chino con el
aire de un inmortal, por lo que tenía una ventaja
al recoger restos. No pasó mucho tiempo antes
de que Xie Lian recogiera el valor de una gran
bolsa.
En su camino de regreso, vio a un viejo buey
tirando de una carretilla de mano con pajitas de
arroz amontonadas a gran altura. Xie Lian
recordó que parecía haber visto esta carretilla de
mano en la aldea PuJi antes, por lo que debían
estar yendo por el mismo camino. Preguntó si
podía regresar o no y el dueño de la carretilla
levantó la barbilla, indicando que podía subir.
Por lo tanto, Xie Lian se sentó en el carro con
su gran bolsa de desechos. Solo después de
subirse se dio cuenta de que detrás de un montón
de paja, hacía tiempo que había alguien acostado
allí.
La parte superior del cuerpo de esta persona
estaba oculta por la pila de paja. Su pierna
izquierda estaba doblada por la rodilla y apoyaba
su pierna derecha y parecía que estaba usando
sus brazos como almohada para descansar.
Parecía extremadamente tranquilo y contento.
La actitud satisfecha de esta persona era en
realidad una que Xie Lian envidiaba bastante.
Ese par de botas negras eran ajustadas, se
ajustaban cómodamente a sus esbeltas y rectas
piernas y parecían bastante fáciles de ver.
Xie Lian recordó lo que había visto bajo su velo
esa noche en el monte Yu Jun y no pudo evitar

248
echar un vistazo más a esas botas. Después de
confirmar que no había cadenas de plata
colgando de estas botas hechas de quién sabe
qué tipo de piel de animal, pensó para sí mismo:
—Este tiene que ser Joven Señor de una familia
que salió corriendo a jugar, ¿verdad?
La carretilla de mano se balanceaba
lentamente en el camino. Todavía con su
sombrero de bambú en la espalda, Xie Lian sacó
un pergamino y se preparó para leer. En el
pasado, nunca había estado tan atento a todas
las noticias que circulaban en el mundo exterior.
Sin embargo, debido a los muchos incómodos
silencios que causó, decidió que probablemente
sería mejor si se acoplaba un poco.
Después de que el carro de bueyes se
balanceó por quién sabe cuánto tiempo, pasó a
través de un bosque. Xie Lian levantó la cabeza
para mirar a su alrededor en las cuatro
direcciones, solo para ver campos verdes
ondulantes y arces espléndidos que se
asemejaban al fuego, produciendo una vista
llamativa entre los espacios de las montañas en
el desierto. Tal escena era extremadamente
intoxicante, penetrando el corazón de uno con su
ambiente libre y fresco. Xie Lian no pudo evitar
mirar un poco en blanco.
Cuando era joven y todavía cultivaba dentro del
Templo Huang Ji, el Templo Huang Ji fue
construido en una montaña. Cubriendo las
montañas y las llanuras había bosques de arce,
tan brillantes como el oro e intensos como el
fuego. Esta situación y este escenario hicieron

249
difícil que Xie Lian no recordara el pasado. Miró
a lo lejos por un momento antes de bajar la
cabeza para seguir mirando su pergamino.
Después de abrir el pergamino, vio una fila de
palabras en la primera mirada que decía:
El Príncipe Heredero de XianLe, quien
ascendió tres veces. Un dios marcial, un
demonio que personifica la peste, un dios de la
chatarra.
—... —Xie Lian dijo: —Muy bien, si lo piensas
cuidadosamente, en lo que respecta a un dios
marcial y un dios de la chatarra, en realidad no
hay mucha diferencia entre los dos. Todos los
dioses son iguales, todos los seres vivos son
iguales.
En ese momento, una leve risa sonó detrás de
él cuando una voz dijo: —¿Es eso cierto? —Ese
joven habló en un tono vago—. A la gente
siempre le gusta decir que todos los dioses son
iguales, todos los seres vivos son iguales. Pero
si ese fuera realmente el caso, todos esos
inmortales y dioses simplemente no existirían.
Esta voz vino de detrás del montón de paja en
el carro. Xie Lian se dio la vuelta para mirar y vio
que el joven todavía estaba acostado allí de
manera lánguida. No parecía que quisiera
levantarse, por lo que probablemente acababa de
pronunciar esa oración sin pensar demasiado en
ella. Por lo tanto, Xie Lian respondió con una
sonrisa: —Lo que dijiste también tiene sentido.
Se dio la vuelta y continuó mirando su
pergamino, que decía: Muchas personas creían
que, como demonio que representaba la peste,

250
cualquier cosa con la escritura y los retratos
personales del Príncipe Heredero de XianLe
tenían la capacidad de maldecir a las personas.
Si los pegaban en la espalda de alguien o tal vez
en la entrada principal de la familia de alguien,
causará desgracia a la familia o persona en
cuestión.
—...
Este tipo de comentario dificultaba que alguien
supiera si estaban hablando de un dios o un
demonio.
Xie Lian sacudió la cabeza y no tuvo el corazón
para seguir mirando los comentarios
relacionados con él. Decidió que sería mejor si
conociera de una vez a todos los Oficiales
Celestiales actualmente presentes en el cielo. De
esta manera, podría evitar siempre no tener claro
quién era quién, lo que era bastante carente de
modales. Recordó cómo el aldeano acababa de
mencionar al Señor del Agua y, por lo tanto,
comenzó a hurgar en el pergamino para obtener
comentarios sobre el Señor del Agua. Pasó a una
oración que decía:
Señor del agua Shi Wu Du. Maneja agua y
riqueza. Por lo tanto, dentro de las tiendas y
casas de muchos comerciantes, todos tendrían
una estatua del Señor del Agua para asegurar su
riqueza y fortuna.
Xie Lian se sintió un poco desconcertado.
—Dado que es un dios del agua, ¿por qué
también ejercería poder sobre la riqueza y la
fortuna?

251
En este momento, el joven que yacía detrás de
la pila de pajitas volvió a hablar: —Cuando el
vendedor ambulante de caravanas transporta
mercancías, primero debe enviarlas por la vía
fluvial. Por lo tanto, cada vez antes de emprender
su viaje, iban al templo del Señor del Agua y
quemaban una alta vela de incienso. Rezarían
para tener un buen viaje y prometen hacer esto y
aquello una vez que regresen. Debido a que ha
sido así durante mucho tiempo, el Señor del Agua
también comenzó a ejercer gradualmente poder
sobre la riqueza y la fortuna.
En realidad estaba aclarando específicamente
su confusión.
Xie Lian se dio la vuelta y dijo: —¿Es ese el
caso? Interesante. Presumiblemente, este
Señor del Agua es un gran Oficial Celestial
terriblemente poderoso.
Ese joven se burló y dijo: —Sí, el agua
tiranizando los cielos.
Este tono suyo hizo que pareciera que no le
importaba mucho este Oficial Celestial. Tampoco
parecía que estuviera diciendo algo bueno. Xie
Lian preguntó: —¿Qué es el agua tiranizando los
cielos?
Ese joven dijo tranquilamente: —Cuando un
bote pasa a través de un gran río, si se mueve o
se queda todo depende de su palabra. Si uno no
le hace ofrendas, su bote se volcaría… bastante
tiránico. Es por eso que recibió un apodo, que es
precisamente: Agua tiranizando los cielos. Tiene
más o menos la misma idea que Ju Yang:

252
General tremendamente masculino y General
que barre el piso.
Para los famosos Oficiales Celestiales con
títulos rotundos, generalmente todos tenían
algunos apodos en el reino mortal y el cielo.
Cosas similares; hazmerreir de los tres reinos,
famoso bicho raro, portador de mala suerte, perro
callejero, cof, etc. Por lo General, usar un apodo
para dirigirse a un Oficial Celestial era algo
extremadamente carente de modales. Por
ejemplo, si alguien se atreviera a llamar a Mu
Qing General barredor de pisos frente a su cara,
Mu Qing ciertamente se enojaría mucho. Xie Lian
anotó que no podía usar ese apodo antes de
decir: —Este amigo, eres muy joven, pero resulta
que hay muchas cosas que sabes.
Ese joven dijo: —No sé mucho. Solo soy
ocioso. Cuando tengo tiempo libre, echo un
vistazo, eso es todo.
En el reino de los mortales, uno podría
encontrar una gran cantidad de folletos sobre
mitología donde quiera que mirara, todos
hablando de las historias de estos dioses y
fantasmas. Esas historias iban desde las más
importantes sobre la bondad y la enemistad,
hasta pequeños asuntos insignificantes. Algunas
historias eran falsas y algunas eran ciertas. Por
lo tanto, aunque este joven sabía bastante, no
podría considerarse demasiado extraño. Xie Lian
dejó su pergamino y dijo: —Entonces, este
amigo, sabes mucho sobre dioses. Sin embargo,
¿también sabes acerca de los fantasmas?
Ese joven preguntó: —¿Qué fantasma?

253
Xie Lian dijo: —Xueyu Tanhua, Hua Cheng.
Cuando escuchó eso, el joven se rió en voz
baja dos veces antes de finalmente sentarse.
Cuando se dio la vuelta, la mirada de Xie Lian se
desvaneció de repente.
Vio que este joven tenía alrededor de dieciséis
o diecisiete años. El rojo de su ropa superó a los
arces y su piel era blanca como la nieve. Ese par
de ojos brillaban como estrellas, conteniendo una
sonrisa mientras lo miraba con recelo. El joven
era excepcionalmente guapo; sin embargo, su
expresión contenía inefablemente un toque de
locura. Su cabello negro estaba suelto y hasta
estaba ligeramente torcido. Parecía
extremadamente casual, como si hiciera lo que
quisiera.
Los dos estaban pasando por el ardiente y
espléndido bosque de arce. Las hojas de arce
bailaron mientras caían, una por una, e incluso
hubo una hoja que cayó sobre los hombros del
joven. Quien lo sopló ligeramente, haciendo caer
la hoja y solo entonces levantó la cabeza para
mirarlo. Con una sonrisa que no parecía una
sonrisa, dijo: —¿Qué quieres saber? No dudes
en preguntar.

254
255
CAPÍTULO 14
Ropa más roja que el arce; piel blanca
como la nieve (parte dos)

S
u rostro tenía una expresión de ridículo,
pero tenía una compostura inexplicable y
omnisciente. Aunque tenía la voz de un
joven, era un poco más profundo en comparación
con otros niños de su edad y era
extremadamente agradable de escuchar. Xie
Lian se sentó en el carro de bueyes, quieto, con
seria concentración. Reflexionó por un momento
antes de decir: —Xueyu Tanhua… esta escena
suena bastante impresionante. Amigo, ¿podrías
decirme cómo sucedió?
Como muestra de respeto, Xie Lian decidió no
agregar la palabra joven delante de amigo. El
joven se sentó casualmente, con el brazo
apoyado sobre una rodilla elevada. Se arregló
los puños de las mangas antes de decir con
indiferencia: —La historia de fondo no es tan
impresionante. Es solo porque Hua Cheng
erradicó una vez el nido de otro fantasma y justo
cuando lo hizo, comenzó a llover sangre por toda
la montaña. Cuando se fue, vio una flor al
costado del camino golpeada lastimosamente por
256
la lluvia de sangre, así que inclinó su paraguas y
la cubrió un poco.
Xie Lian imaginó la escena y solo sintió que, en
medio de la lluvia de sangre y el viento, había
algo de elegancia y sentimiento profundamente
entrelazados. Recordó de nuevo, la leyenda de
cómo el fantasma vestido de rojo había prendido
fuego a treinta y tres templos, antes de decir con
una sonrisa: —¿Hua Cheng con frecuencia elige
peleas donde quiera que vaya?
Ese joven respondió: —No diría con frecuencia,
supongo que depende de su estado de ánimo.
Xie Lian preguntó: —¿Qué clase de persona
era antes de morir?
El joven respondió: —Definitivamente no podría
haber sido una buena persona.
Xie Lian preguntó: —¿Cómo es él?
En el momento en que se hizo esta pregunta,
el joven levantó los ojos para mirarlo. Ladeó la
cabeza de lado a lado antes de levantarse para
caminar hacia Xie Lian, luego se sentó a su lado.
El joven respondió con una pregunta: —¿Qué te
parece? ¿Cómo debería verse?
Al mirarlo mucho más de cerca, Xie Lian sintió
que este joven era aún más cercano. Además,
era el tipo de guapo que provocaba una leve
sensación de ser atacado, como una espada
afilada desenvainada. Era una imagen tan
deslumbrante que no se podía mirar
directamente; haciendo que la gente no se atreva
a mirarlo a los ojos.
Su mirada solo se había encontrado
brevemente y Xie Lian ya no podía soportarlo

257
más. Después de inclinar ligeramente la cabeza
hacia un lado, dijo: —Siendo un Señor Fantasma
tan famoso, se puede suponer que cambia
mucho de forma, por lo que debe tener muchas
apariencias.
Cuando vio cómo giró la cabeza, el joven
levantó una ceja y dijo: —Así es. Pero a veces
todavía usa su apariencia real. La apariencia de
la que estamos hablando es, naturalmente, su yo
original.
Xie Lian no estaba seguro de si estaba
sintiendo mal, pero sentía que la distancia entre
los dos se había acortado aún más. Por lo tanto,
una vez más volvió la cabeza hacia atrás antes
de decir: —Entonces, siento que su yo original
definitivamente podría ser un joven como tú.
Al escuchar esto, la boca del joven se curvó
hacia arriba antes de decir: —¿Por qué?
Xie Lian dijo: —No por qué. Ya que puedes
decir lo que sea, entonces puedo pensar lo que
sea. Todo puede ser lo que queramos.
Ese joven se rió dos veces antes de decir:
—Tal vez... Aunque, él es ciego de un ojo
—Golpeó el lugar debajo de su ojo derecho y
dijo—. Este.
Esa declaración no era desconocida.
Anteriormente, Xie Lian también había
escuchado algo sobre esto. En ciertas versiones
de las leyendas, Hua Cheng llevaba un parche
negro en el ojo derecho, cubriendo el ojo que
había perdido. Xie Lian dijo: —Entonces, ¿sabes
qué pasa con ese ojo suyo?

258
El joven respondió: —Mm, esta pregunta,
mucha gente quiere resolverlo también.
Cuando otras personas querían saber qué
había hecho que Hua Cheng perdiera su ojo
derecho, en realidad solo querían saber cuál era
su debilidad. Pero Xie Lian en realidad
preguntaba solo porque quería saberlo. Xie Lian
no había pronunciado sus siguientes palabras
antes de que el joven dijera: —Lo sacó él mismo.
Sorprendido, Xie Lian preguntó: —¿Por qué?
El joven respondió: —Se volvió loco.
Después de volverse loco, incluso abriría su
propio ojo. La curiosidad de Xie Lian hacia este
Xueyu Tanhua, el Rey Fantasma vestido de rojo,
continuó aumentando. Calculó que no podría ser
tan simple como haberse vuelto loco, pero como
el joven ya lo dijo así, presumiblemente no habría
una explicación más detallada. Xie Lian continuó
preguntando: —Entonces, ¿Hua Cheng tiene una
debilidad?
Xie Lian no esperaba una respuesta del joven
para esta pregunta, pero pensó que de todos
modos se quedaría con lo que le diera. Si la
debilidad de Hua Cheng pudiera ser descubierta
tan fácilmente por otro, entonces el tema en
cuestión no sería Hua Cheng. Sin embargo, quién
hubiera sabido que el joven respondería sin
dudar: —Sus cenizas.
Si se pudieran obtener las cenizas de un
fantasma, tendrían el poder de comandar al
fantasma. Si el fantasma no cumpliera con sus
órdenes, uno podría destruir sus cenizas, lo que
extinguiría su forma y haría que su alma se

259
destrozara y se dispersara. Esto era de
conocimiento común. Sin embargo, cuando se
trataba de Hua Cheng, incluso este conocimiento
común no tendría mucha importancia. Xie Lian
se rió y dijo: —Me temo que nadie podrá obtener
sus cenizas. Por lo tanto, esta debilidad es
equivalente a no tener una.
Y sin embargo, el joven respondió: —No
necesariamente. Hay un tipo de situación en la
que el fantasma tomaría la iniciativa de regalar
sus cenizas.
Xie Lian dijo: —¿Como desafiar a esos treinta
y tres Oficiales Celestiales a una lucha,
apostando sus propias cenizas como
recompensa?
Burlándose, el joven dijo: —No es posible.
Aunque no lo dijo completamente, Xie Lian aún
pudo escuchar el significado detrás de sus
palabras. Probablemente había querido decir:
¿Cómo podría perder Hua Cheng?
El joven continuó: —Hay una tradición en el
Reino Fantasma. En el caso de que un fantasma
haya elegido a su persona, confiarían sus cenizas
en las manos de esa persona.
En realidad, eso sería lo mismo que entregar la
propia vida a las manos de otra persona. Para tal
dedicación, ¿qué tipo de historia conmovedora
que capturó la imaginación de uno sería?
Absorto en el tema, Xie Lian dijo: —Entonces
resulta que el Reino Fantasma tiene una
costumbre tan sentimental.
El joven dijo: —Lo tienen. Pero no muchos
fantasmas se atreverían a hacerlo.

260
Xie Lian pensó que ese era el caso. Si hubiera
demonios en este mundo que estafarían o
atraerían los corazones de las personas,
entonces también habría humanos que
engañarían a los demonios. Existiría mucha
explotación y traición en curso. Él dijo: —Si fue
entregado en enamoramiento, pero solo da como
resultado huesos rotos y cenizas dispersas, de
hecho, haría que el corazón de uno se sintiera
agraviado.
Sin embargo, ese joven se echó a reír antes de
decir: —¿De qué hay que tener miedo? Si fuera
yo, después de regalar mis cenizas, no me
importaría si esa persona quisiera romper
huesos, esparcir cenizas o simplemente tirarlo
por diversión.
Xie Lian sonrió antes de recordar de repente
que, a pesar de que los dos habían conversado
durante tanto tiempo, todavía no había aprendido
el nombre del otro chico. Él dijo: —Este, amigo,
¿cómo debo dirigirme a ti?
El joven levantó una mano para colocarla sobre
su ceja, cubriendo sus ojos del resplandor del sol
poniente de color rojo vino. Entornó los ojos,
haciendo que pareciera que no le gustaba
demasiado la luz del sol. Él dijo: —En mi familia,
estoy en tercer lugar. Todos me llaman San
Lang.16
No tomó la iniciativa de decirle su nombre real,
por lo que Xie Lian no continuó preguntando. Él
respondió: —Mi apellido es Xie y mi nombre de

16
San Lang significa tercer niño, en realidad no le está diciendo su verdadero
nombre.

261
pila es el personaje único Lian. Al ver que te
diriges en esta dirección, ¿también vas a la aldea
de PuJi?
San Lang se recostó contra la pila de heno.
Metió ambas manos debajo de la cabeza como
una almohada y cruzó las piernas antes de decir:
—No lo sé. Elegí el camino al azar.
Parecía haber una historia interna de lo que
había dicho. Xie Lian dijo: —¿Qué pasó?
San Lang lanzó un suspiro antes de decir
casualmente.
—Hubo una pelea en casa y me expulsaron.
Caminé por un tiempo, pero no había a dónde ir.
Hoy, tuve tanta hambre que casi me desmayo al
final de la calle principal y solo entonces encontré
al azar un lugar para acostarme.
Si bien la ropa de este chico parecía ser
bastante informal, la calidad era de excelente
material. Además, con su refinada forma de
hablar y cómo parecía estar muy ocioso, teniendo
tiempo para leer esto y aquello, que siempre lo
sabía, Xie Lian siempre había sospechado que
era el Joven Señor de una familia rica que había
salido a jugar. Un niño mimado que había
andado solo por mucho tiempo, debió haber
encontrado muchas dificultades a lo largo del
camino. Esto era algo con lo que Xie Lian podía
relacionarse profundamente. Al escuchar que
tenía hambre, Xie Lian comenzó a hurgar en su
bolso, pero solo pudo encontrar un solo bollo al
vapor. Cuando se dio cuenta de que este bollo
aún no se había endurecido, se regocijó
internamente antes de decirle al joven.

262
—¿Quieres comerlo?
El joven asintió, por lo que Xie Lian le dio el
bollo al vapor.
San Lang lo miró y le preguntó: —¿No tienes
más?
Xie Lian dijo: —Estoy bien, no tengo tanta
hambre.
San Lang empujó el bollo al vapor y le dijo:
—Yo también estoy bien.
Al ver esto, Xie Lian retiró el bollo al vapor y lo
rompió, dividiéndolo en dos mitades. Luego, una
vez más le dio la mitad al joven y le dijo:
—Entonces toma la mitad y yo tomaré la mitad.
Solo entonces el joven tomó el bollo al vapor y
lo mordisqueó mientras se sentaban uno al lado
del otro. Al ver cómo se sentó a su lado y le dio
un mordisco a ese bollo mientras lucía
inefablemente un poco bien educado, Xie Lian no
pudo evitar sentir que lo había herido en alguna
parte.
El carro de bueyes se movía hacia arriba y
hacia abajo a lo largo del camino de montaña
lleno de baches, siendo arrastrado lentamente a
medida que el sol comenzaba a ponerse
gradualmente en el oeste. Los dos se sentaron
en el carro y conversaron continuamente. Cuanto
más hablaban, más sentía Xie Lian lo peculiar
que era este chico. A pesar de su corta edad,
cada palabra y acción tenía un aire sobre él.
Siempre estaba tranquilo, como si entre los
vastos gastos de los cielos y la tierra, no hubiera
nada en este mundo que no pudiera conocer o
que pudiera confundirlo. Le hizo creer a Xie Lian

263
que entendía mucho y que era bastante maduro
a pesar de ser tan joven. Y, sin embargo, a
veces, también revelaba el entusiasmo de un
joven. Cuando Xie Lian dijo que era el Señor del
Santuario PuJi, el joven dijo: —¿Santuario PuJi?
Parece que habría muchas castañas de agua
para comer, me gusta. ¿A quién está dedicado
el santuario?
Después de que una vez más se le hizo esta
pregunta inductora de dolor de cabeza, Xie Lian
tosió ligeramente y dijo: —El Príncipe Heredero
de XianLe. Probablemente no sepas sobre él.
Una sonrisa perezosa apareció en el rostro del
joven, pero antes de que él pudiera responder, el
carro de bueyes se sacudió repentinamente en
un sismo repentino.
Los dos se balancearon de dos en dos. Xie
Lian estaba preocupado de que el chico pudiera
caerse y extendió la mano para agarrarlo. Pero
hubiera sabido sabría que en el momento en que
tocó a San Lang, ese joven actuó como si algo
ardiera y retiró la mano con fuerza.
Aunque su expresión cambió ligeramente, Xie
Lian aún lo percibió. Pensó para sí mismo, ¿tal
vez este chico realmente lo odiaba? Sin embargo,
durante este viaje, estaba claro que se divirtieron
conversando. Sin embargo, en este momento, no
había tiempo para pensar más sobre el tema.
Poniéndose de pie, preguntó: —¿Qué está
pasando?
El anciano que conducía el carro de bueyes
dijo: —¡Yo tampoco sé lo que está pasando!

264
Viejo Huang,17 ¿por qué has dejado de moverte?
¡Vamos, muévete!
En este momento, el sol ya se había puesto con
el crepúsculo acercándose. Sin embargo, el
carro de bueyes todavía estaba dentro del
bosque de la montaña; donde se veía sombrío y
oscuro a su alrededor. El viejo buey se puso
tercamente en su lugar, negándose a moverse y
siendo temperamental. Todas las urgencias que
hizo el viejo se volvieron inútiles con el buey,
porque actuaba como si quisiera enterrar su
propia cabeza en el suelo. Su cola se agitó
vigorosamente como un látigo mientras
continuaba muuuuuuuuuuuuuuu, Xie Lian se dio
cuenta de que algo estaba mal y estaba a punto
de saltar del carro, cuando de repente, ese viejo
señaló algo más adelante y comenzó a gritar.
Xie Lian se volvió, solo para ver al frente del
camino de la montaña, muchos grupos de fuegos
verdes en el este y el oeste que ardían
débilmente. Un grupo de personas vestidas de
blanco sostenían sus cabezas mientras
caminaban lentamente hacia ellos.
Al ver esto, Xie Lian pronunció de inmediato.
—¡Protege!
Ruoye se separó de su muñeca antes de
rodear el carro de bueyes una vez, creando un
anillo flotando en el aire que los protegió a los tres
y al animal.
Xie Lian volvió la cabeza y dijo: —¿Qué día es
hoy?

17
Nombre del buey.

265
El viejo aún no había respondido cuando el
joven detrás de él dijo: —El Festival Fantasma.
A mediados del séptimo mes, se abre la Puerta
Fantasma. No había mirado la fecha cuando se
fue, ¡pero hoy resultó ser el Festival Fantasma!
Xie Lian bajó la voz y dijo: —No camines al
azar. Nos hemos topado con el mal hoy. Si
caminamos por el camino equivocado en la
bifurcación,18 no podremos regresar.

18
Significa un lugar donde se produce la división de dos caminos.

266
CAPÍTULO 15
Ropa más roja que el arce; piel blanca
como la nieve (parte tres)

L
a multitud de personas vestidas de blanco
no tenía cabeza sobre sus cuellos, vistiendo
solo prendas de prisión, ya que cada uno
llevaba una sola calavera. Parecían ser un grupo
de convictos decapitados, que avanzaban
lentamente hacia el carro de bueyes mientras las
cabezas dentro de los recovecos de sus brazos
charlaban sin cesar.
Xie Lian bajó la voz y dijo a los otros dos: —En
un momento, cuando se acerquen, no hagan
ningún ruido.
San Lang inclinó la cabeza hacia un lado y
preguntó: —Parece que Gēge,19 es una persona
de extraordinario talento y un Señor de las cosas
extrañas.
Con él sonando tan intrigado, Xie Lian
respondió: —No diría una persona de
extraordinario talento y señor de cosas extrañas.
Solo se un poco. No pueden vernos en este

哥哥 (gēge): significa hermano mayor, en chino, este término no es solo para


19

personas realmente relacionadas entre sí, y un niño o niña más joven puede usarlo
como cariño o apodo para dirigirse a un niño mayor.

267
momento, pero en el momento en que se
acerquen, será más difícil decirlo.
Al ver que la seda blanca se disparaba por el
aire por sí sola, el viejo conductor del carro quedó
estupefacto. Además de cómo estaba viendo
personas sin cabeza y además esto, estaba a
punto de caer de miedo. Sacudió la cabeza con
gran alarma: —¡No, no, no, no puedo! ¡No podré
guardar silencio! Daozhang, ¿qué hago?
—... —Xie Lian respondió: —Bueno, hay otra
manera. Perdóname.
Habiendo dicho eso, golpeó rápidamente al
hombre en la espalda. El viejo se desplomó de
inmediato sobre el carro, noqueado. Xie Lian lo
atrapó suavemente y lo acomodó en una posición
para dormir, luego se sentó en el asiento del
conductor.
De repente, sintió movimiento detrás de él.
Girando la cabeza para mirar, Xie Lian vio que el
joven había seguido su ejemplo y también se
había sentado detrás de él, por lo que preguntó:
—¿Estás bien?
San Lang levantó la barbilla con una mano.
—Por supuesto que no. Estoy asustado.
A pesar de que ni siquiera había una pizca de
miedo en su voz, Xie Lian todavía lo consoló.
—No hay necesidad de tener miedo. Si te
quedas detrás de mí, no habrá nada que pueda
lastimarte.
El joven sonrió y guardó silencio. Xie Lian de
repente notó que lo estaba mirando fijamente.
Más específicamente, estaba mirando el collar
maldito en su cuello.

268
Este collar maldito apareció como un collar
negro alrededor de su cuello. Era casi imposible
de esconderse e induciría fácilmente a otros a
hacer malas suposiciones al respecto. Xie Lian
tiró suavemente de su cuello a pesar de que no
ocultaría nada.
Con el cielo oscuro, ya no podía ver la
expresión del joven. Xie Lian tomó las riendas y
trató de empujar silenciosamente al buey hacia
adelante. La multitud de fantasmas vestidos con
ropa de prisionero se acercó, queriendo pasar,
antes de darse cuenta de que había algo en el
medio del camino que les bloqueaba el paso.
—¡Eso es extraño! ¿Por qué no podemos
pasar?
—¡¿De verdad?! ¿Está bloqueado? ¡Qué
demonios! ¡¿Es este el trabajo de un fantasma?!
—Mierda, ¿no somos nosotros los fantasmas?
Entonces, ¿cómo funciona eso?
Xie Lian finalmente consiguió que el buey se
moviera y acababa de empujar a estos convictos
fantasmas sin cabeza. Lo encontró todo bastante
divertido mientras los escuchaba discutir
mientras sostenían sus cabezas. La multitud de
fantasmas todavía tenía mucho de qué quejarse.
—Oye, ¿no te estás equivocando? ¿Por qué
parece que el que sostiene tu cabeza es mi
cuerpo?
—¡Debe ser tu cuerpo el que agarró la cabeza
equivocada!
—Chicos, apúrense y regresen...
—¿Por qué el corte de la herida en tu cabeza
es tan irregular?

269
Suspirando, el fantasma dijo: —Hah ~Mi
verdugo era un novato. Les tomó cinco o seis
intentos cortarme la cabeza. Incluso comenzaba
a sospechar que lo hacían a propósito.
—Tu familia no les ofreció dinero, ¿verdad?
¡La próxima vez, recuerda sobornarlos de
antemano para un corte rápido y limpio!
—¡La próxima vez mi trasero!
El decimoquinto día del séptimo mes, el
Festival Fantasma, era la fiesta más grande y
celebrada del Reino Fantasma. En este día, las
puertas del reino de los fantasmas se abrirían,
permitiendo que los fantasmas que generalmente
acechaban en las sombras salieran libremente y
celebraran sin restricciones. Los vivos deberían
retirarse, especialmente en esta noche y el mejor
curso de acción sería cerrar firmemente la puerta
y quedarse en casa. Si uno saliera, las
posibilidades de encontrar algo desagradable
serían mucho mayores de lo habitual.
Xie Lian, una persona perseguida por la
desgracia, era alguien que incluso se toparía con
fantasmas mientras usaba su túnica taoísta; De
hecho, esto acababa de suceder. Sus
alrededores estaban llenos de fuego fantasma
verde flotante, junto con una gran cantidad de
espíritus fallecidos que perseguían las
flameantes llamas. Algunos vestidos con sus
ropas funerarias murmuraban sin expresión para
sí mismos, todos arrodillados frente a un círculo
mientras extendían la mano para recibir el papel

270
moneda,20 lingotes de plata y oro que sus
descendientes habían quemado para ellos.
Esta escena podría describirse como una
juerga desenfrenada de los muertos. Xie Lian
pasó por el medio, pensando que a partir de hoy
debía recordar revisar el calendario antes de
viajar, cuando un chillido similar al de un pollo
moribundo gritó.
—¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Los
fantasmas están siendo asesinados!
La advertencia envió a la multitud de fantasmas
a un frenesí.
—¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde está el
asesinato?
El fantasma que había gritado primero dijo:
—¡Me asustó de muerte! Estaba allí cuando
descubrí muchos fuegos de fantasmas dispersos;
¡todos fueron brutalmente destrozados! ¡Es tan
cruel!
—¿Todo destrozado? ¡Esto es
desmembramiento! ¡Absolutamente atroz!
—¿Quién lo hizo? ¡No puede ser que... haya
Señores de encantamiento o monjes escondidos
entre nosotros!
Los convictos sin cabeza de antes también
gritaron: —¡Ah! Ahora que lo mencionas,
anteriormente en el camino, también había algo
bloqueándonos para que no pudiéramos pasar.
No podría haber sido...
—¿Dónde, dónde?
—¡Justo allí!

20
Es una tradición quemar papel de moneda para los muertos en China.

271
Xie Lian gritó internamente, esto no es bueno.
En un instante, un enjambre de fantasmas y
demonios rodeó el carro de bueyes, cada uno de
los cuales reveló sus rostros feroces, llenos de
intenciones maliciosas.
—Huelo los aromas calientes de la energía
yang...
¡Ya no podían esconderse!
Durante el festival de los fantasmas, se
consideraría irrazonable en el frente de los
mortales que un mortal vivo se topara con los
muertos.21 Xie Lian no tenía intención de
comenzar una pelea con todos estos fantasmas,
por lo que solo podía apresurar el carro.
—¡Vamos!
El buey ya estaba increíblemente asustado. Se
movió incómodamente en su lugar mientras
pateaba el suelo con su casco, por lo que al
escuchar su orden, salió disparado con
impaciencia. Xie Lian no olvidó agarrar al joven
detrás de él.
—¡Espere!
Recuperando a Ruoye mientras abría
convenientemente un camino de escape, salieron
del cerco, iluminados por el anillo de fuego
fantasma. El fantasma que perdió un brazo y una
pierna se enfureció y gritó: —¡¡Realmente había
un DaoShi!!! 22 ¡¡¡Este maldito DaoShi debe estar
demasiado impaciente por morir!!!

21
El punto aquí es que es muy poco probable que un Daozhang con túnicas taoístas
se encuentre con fantasmas, pero con la suerte de Xie Lian, todavía sucedió.
22
Sacerdote taoísta. Maestro de los ritos.

272
—Dado que los vivos se atreven a molestar
nuestro Festival Fantasma, ¡entonces no pueden
culparnos si sucede algo!
—¡Después de ellos!
Xie Lian agarró las riendas con una mano y usó
la otra para sacar un puñado de talismanes.
Arrojándolos hacia el suelo, gritó: —¡Protege!
Lo que les ayudó a escapar fue el Talismán de
Protección. Sonó una serie de ruidos
consecutivos en auge, donde cada uno enviaría
un obstáculo hacia los fantasmas, obstaculizando
sus movimientos, pero solo por un corto tiempo.
Sin embargo, aunque fue solo por un corto
período de tiempo, con el uso de tantos
talismanes, tomaría aproximadamente la mitad
de una varita de incienso equivalente de tiempo
antes de que los fantasmas pudieran alcanzarlos.
Como si le ardiera el fuego en el trasero, Xie Lian
condujo el carro y escapó por un tramo de la
carretera de montaña, antes de decir de repente:
—¡Detente... -!
Como resultado, el viejo buey había tirado del
carro a una bifurcación en el camino y al ver que
había dos rutas de montaña oscuras por delante,
Xie Lian inmediatamente tiró de las riendas.
¡Aquí era donde tenían que ser
extremadamente cautelosos!
El día del festival de los fantasmas, a veces los
mortales se encontraban caminando por un
camino solo para encontrarse repentinamente
con otro camino que no había existido antes.
Este tipo de camino no debía ser recorrido por
mortales. Una vez que uno tomaba el camino

273
equivocado y entraba en el Reino Fantasma,
¡resultará bastante difícil e improbable si desean
regresar!
Xie Lian era un recién llegado y no estaba
seguro de qué camino de montaña tomar. Luego
recordó lo que había comprado en la ciudad.
Además de la gran bolsa de desechos recogidos,
entre los diversos artículos que había comprado,
había un contenedor cilíndrico de palos de
adivinación. Decidió dibujar palos para elegir un
camino, así que sacó el contenedor, lo sostuvo
en su mano y lo sacudió mientras rezaba: —¡Los
Oficiales Celestiales me otorgan sus bendiciones!
¡Guíame por el camino correcto! ¡El primer palo
para la izquierda, el segundo para la derecha! ¡El
camino que tenga mejor fortuna es el que tomaré!
Después de decir esto, dos palos golpearon su
mano, pero, mirando los resultados, Xie Lian no
tuvo palabras.
Fichas desafortunadas; ¡gran desgracia!
Ambos palos fueron desafortunados, ambos
caminos tuvieron mala suerte. ¿No significaba
eso que el camino que tomaran conduciría a la
muerte?
Sintiéndose impotente, Xie Lian agarró el
recipiente con las dos manos y lo sacudió
vigorosamente.
—Contenedor oh contenedor, nos acabamos
de conocer hoy, ¡así que no seas tan despiadado!
Voy a intentarlo de nuevo, así que ¿no me
salvarás un poco la cara? Cuando terminó de
decir esto, el sonido de dos palos más se cayó.
De nuevo, ¡ambos fueron mala suerte!

274
En este momento, el San Lang que estaba a su
lado, de repente dijo: —¿Me deja intentarlo?
No era como si pudiera tener algo peor que él,
así que Xie Lian se lo pasó. San Lang lo tomó
con una mano y casualmente lo sacudió. Dejó
caer dos palos. Los recogió y se los entregó sin
siquiera mirar los resultados. Xie Lian los tomó y
vio que ambos eran palos de buena fortuna, no
pudo evitar sorprenderse. Debido a su inmensa
mala suerte, también tendía a afectar
negativamente la suerte de las personas que lo
rodeaban. No estaba seguro de si esto era
realmente cierto, pero a menudo, las quejas que
recibía siempre lo dirían. Sin embargo, este
joven no se vio afectado en absoluto, ¡e incluso
recibió dos rondas de buena fortuna!
Como ambas fichas fueron afortunadas,
seleccionó descuidadamente una. Mientras el
carro golpeaba y se balanceaba, Xie Lian
exclamó con admiración: —Mi amigo, tu suerte
no es tan lamentable.
San Lang arrojó el contenedor de adivinación y
dijo con una sonrisa: —¿En serio? También creo
que mi suerte no está mal. Siempre ha sido así.
Al escucharlo decir, siempre ha sido así, Xie
Lian pensó que la diferencia entre dos personas
no podría ser más diferente que el cielo y la tierra.
De la nada, volvieron a escuchar los lamentos
de los fantasmas: —¡Los hemos encontrado!
¡Ellos están aquí!
—¡Todos por aquí! ¡Ese maldito DaoShi está
aquí!

275
Cuando las cabezas de los fantasmas
aparecieron una por una, Xie Lian comentó:
—Ah, parece que todavía elegimos el camino
equivocado.
Los efectos del Talismán de Protección
expiraron hace mucho tiempo, ¡así que una vez
más fueron rodeados!
La multitud de fantasmas y demonios tenía que
tener al menos un centenar de miembros. Los
encerraron y esta barrera tenía varias capas de
espesor y su número aumentaba continuamente.
No estaba seguro de por qué habría tantas
criaturas inhumanas reunidas aquí, pero no había
tiempo para pensar en eso ahora. Xie Lian dijo
suavemente: —A los que he ofendido por mis
acciones, les pido humildemente su generosidad
y perdón.
Un fantasma sin cabeza escupió: —¡Ja!
DaoShi, ¡deberías haber sido generoso primero!
Allá por allá, ¿no fueron ustedes los que
dispersaron los fuegos fantasmas?
Xie Lian inocentemente dijo: —A decir verdad,
no fuimos nosotros. No soy más que un simple
recolector de chatarra.
—¡Deja de mentir ya! ¿Cómo puedes ser un
recolector de chatarra? ¡Claramente eres un
DaoShi! Y además de ti, ¿hay otro DaoShi
alrededor que haría algo así?
—Los DaoShi no son los únicos que pueden
dispersar fuegos fantasmas —dijo Xie Lian en
respuesta.
—Entonces, ¿qué más podría haber sido? ¿Un
fantasma?

276
Xie Lian silenciosamente deslizó su mano en su
manga.
—No es imposible.
—¡Jajajajajajaja, maldito DaoShi! Tú tú tú…
El fantasma que había emitido risas lo
suficientemente fuerte como para sacudir los
cielos tartamudeó de repente, incapaz de
continuar.
Xie Lian le preguntó: —¿Qué hay conmigo...?
Justo cuando preguntó, los fantasmas parecían
haber perdido toda capacidad de hablar, e incluso
se detuvo el tartamudeo.
Miraron boquiabiertos a Xie Lian, ya fuera con
la boca abierta o los labios herméticamente
cerrados, como si hubieran visto algo
profundamente aterrador. Muchos de los
fantasmas prisioneros sin cabeza habían tenido
miedo hasta el punto de dejar caer la cabeza.
Xie Lian preguntó de manera inquisitiva.
—¿Ustedes...?
Inesperadamente, antes de que terminara de
preguntar, la multitud de fantasmas se dispersó
como pájaros nerviosos que huían en todas
direcciones, como si un torbellino se hubiera
precipitado a través de nubes dispersas.
—De ninguna manera —Dijo Xie Lian, atónito.
Ni siquiera había sacado el puñado de
talismanes que sostenía, escondido en su
manga. ¿Podrían haber descubierto los
talismanes? ¿Eran tan astutos? Además, los
talismanes ni siquiera eran tan poderosos. Xie
Lian estaba completamente perplejo. ¿Por qué
estaban asustados? ¿Era realmente él?

277
¿O era algo detrás de él?
Con eso en mente, se dio la vuelta para ver qué
había detrás de él.
Solo estaba el dueño del carro desmayado
detrás de él, así como ese joven de rojo, todavía
sentado tranquilamente con la barbilla apoyada
en la mano.
Al verlo mirar hacia atrás, San Lang volvió a
sonreír levemente.
Bajó la mano y dijo: —Daozhang es tan valiente
y formidable que todos los fantasmas se
asustaron.
—... —Xie Lian también le devolvió la
sonrisa—. ¿Es eso así? Nunca me di cuenta de
que podía ser tan formidable.
Después de eso, tiró de las riendas un par de
veces y las ruedas del carro comenzaron a rodar
una vez más. El resto del viaje transcurrió sin
problemas. En menos de una hora, el carro de
bueyes salió lentamente del bosque, hacia un
camino ancho y parejo en las colinas. La villa Pu
Ji descansaba en la base de la ladera, cálida y
radiante.
De hecho, era un camino de buena fortuna
equipado con sorpresas, pero sin peligro.
El viento de la noche sopló cuando Xie Lian
volvió a mirar. San Lang parecía estar
particularmente de buen humor. Se acostó y
ajustó sus brazos para amortiguar su cabeza
entre sus manos mientras observaba el giro de la
luna. Bajo la suave luz de la luna, la apariencia
de ese joven parecía casi surrealista.

278
Después de un momento de vacilación, Xie
Lian estalló en una sonrisa y gritó: —Mi amigo.
—¿Qué? —Preguntó San Lang.
—¿Te han dicho tu fortuna antes?
San Lang volvió la cabeza.
—No, no lo han hecho.
—Entonces —preguntó Xie Lian—, ¿quieres
que te cuente la tuya?
Mientras lo miraba, San Lang sonrió y dijo:
—¿Quieres ver mi fortuna?
—Sí... un poco —admitió.
San Lan asintió levemente.
—Está bien.
Se sentó, inclinando ligeramente su cuerpo
hacia Xie Lian.
—¿Cómo vas a hacerlo?
Xie Lian respondió: —Lectura de palma. ¿Está
eso bien?
Al escuchar su respuesta, los labios de San
Lang se curvaron hacia arriba en una sonrisa, el
significado detrás de esto era imperceptible.
—Claro —estuvo de acuerdo, extendiendo su
mano izquierda.
Los dedos en su mano izquierda eran largos y
delgados con nudillos definidos, bastante
hermosos a la vista. No era hermoso en un
sentido frágil, sino atractivo en cuanto a fuerza
oculta. Nadie desearía tener este par de manos
ahogándolos hasta la muerte. Xie Lian recordó la
forma en que San Lang había reaccionado a su
toque de antes, e hizo una nota mental para no
hacer ningún contacto directo con su persona.

279
Por lo tanto, no tocó directamente su mano, sino
que solo miró hacia abajo en observación.
La luz blanca de la luna no era tenue ni brillante.
Xie Lian examinó la mano durante un rato,
mientras el carro de bueyes avanzaba
lentamente por el camino de la montaña con las
ruedas y los ejes de madera crujiendo. San Lang
preguntó: —¿Cómo es?
Después de una breve pausa, Xie Lian
respondió lentamente: —Tienes una muy buena
vida.
San Lang dijo: —¿Oh? ¿De qué manera es
bueno?
Xie Lian levantó la cabeza y dijo suavemente:
—Eres tenaz, extremadamente dedicado y, a
pesar de muchos encuentros amargos con
frustraciones y esperanzas frustradas, te has
mantenido fiel a tu corazón. La mayoría de las
veces, sus desgracias se convertirán en
bendiciones, calamidades en prosperidad.
Seguirás teniendo buena fortuna, amigo mío, tu
futuro es radiante y florecerá espectacularmente.
Todas las cosas que dijo fueron inventadas en
el acto, por lo que no tenían sentido. Xie Lian no
sabía leer palmas. Anteriormente, cuando había
caído, hubo un período de tiempo en el que con
frecuencia se arrepintió de no haber aprendido
quiromancia y fisonomía de los consejeros en el
palacio. Si lo hubiera hecho, entonces no habría
tenido que competir con los otros artistas
callejeros como aquellos que rompieron rocas
contra sus pechos desnudos durante los

280
momentos en que luchaba por sobrevivir en el
reino de los mortales.
La única razón por la que había pedido ver la
palma de San Lang no era para decirle a su
destino, sino para confirmar si tenía líneas de
palma y huellas digitales.
Los fantasmas comunes podrían crear un
cuerpo de carne para hacerse pasar por un ser
humano, pero los detalles más finos del cuerpo
humano, como las líneas de la palma, las huellas
digitales y las puntas del cabello, no se pudieron
replicar con ese grado de detalle. Y, sin embargo,
el cuerpo del joven no solo no tenía signos de
encanto, sino que no había más pistas que
pudieran detectarse. Además, sus líneas de
palma también eran muy distintas.
Si él fuera un fantasma o un ghoul disfrazado,
entonces tendría que tener al menos el rango Ira
para haber sido capaz de crear un disfraz tan
perfecto. Pero si fueran un Rey Demonio de ese
calibre, ¿por qué elegirían montar un carro de
bueyes con él en un pequeño pueblo de montaña
para matar el tiempo? Al igual que los
funcionarios Celestiales en el cielo estaban
ocupados con tantos asuntos importantes y se
veían obligados a trabajar día tras día sin
descansar hasta el punto de que podría decirse
que sus pies nunca tocaron el suelo con la
cantidad que corrían; ¡Los Reyes Fantasma
estarían igual de ocupados!
Xie Lian fingió estar muy seguro y seguro con
sus mentiras, forzándose a sí mismo a continuar
con más, hasta que finalmente ya no pudo mentir

281
más. Durante todo el tiempo, San Lang lo
observó constantemente, escuchando toda su
basura mientras se reía en silencio. Su risa era
suficiente para hacer que uno se maravillara.
—¿Algo más? ¿Hum? —Preguntó San Lang.
Xie Lian temía la idea de tener que continuar su
tontería.
—¿Hay algo más que quieras que lea?
San Lang respondió: —Ya que es adivinación,
¿no deberías contarme sobre mi alma gemela
predestinada?
Xie Lian tosió ligeramente y dijo solemnemente:
—Mi conocimiento es limitado, no sé leer sobre
almas gemelas predestinadas. Pero en mi
opinión, no tienes que preocuparte.
San Lang levantó una ceja.
—¿Por qué crees que no tengo que
preocuparme por esto?
Xie Lian sonrió.
—Seguramente debe haber muchas chicas a
las que les gustas.
San Lan respondió: —Entonces, ¿por qué
crees que debe haber muchas chicas a las que
les gustaría?
Xie Lian estaba a punto de seguir el ritmo de la
conversación y responder, cuando de repente se
dio cuenta. Este chico planeaba que Xie Lian lo
adulara voluntariamente. Xie Lian se sintió
bastante indefenso, pero lo encontró bastante
divertido. Inseguro de qué decir, se pellizcó la
frente, antes de pronunciar en un tono derrotado.
—San Lang-ah.

282
Era la primera vez que Xie Lian lo llamaba San
Lang. Cuando el joven lo escuchó, se rió en voz
alta y finalmente dejó de molestarlo. En este
momento, el buey, jadeando, entró en el pueblo.
Dándose la vuelta, Xie Lian se sostuvo y
rápidamente se bajó del carrito. San Lang
también saltó también. Cuando Xie Lian levantó
la cabeza, se dio cuenta de que antes, San Lang
había estado recostado perezosamente en el
carro durante todo el viaje. Pero ahora, de pie
junto a él, notó que el joven era en realidad
mucho más alto que él y su línea de visión ni
siquiera estaba cerca de ser pareja. San Lang se
paró frente al carro y se estiró.
Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿hacia dónde
te dirigirás?
San Lang suspiró.
—No lo sé. Probablemente dormiré en las
calles, o encontraré alguna cueva de montaña y
me las arreglaré.
Xie Lian respondió: —Eso no servirá.
San Lang estiró los brazos.
—No hay nada más que pueda hacer y no
tengo a dónde ir. —Miró y se rió de nuevo—.
Gracias por contar mi fortuna. Recibo
humildemente las bendiciones que me has dicho
y espero que se haga realidad. Que nos veamos
de nuevo.
Al escucharlo mencionar su adivinación, la cara
de Xie Lian se enrojeció de vergüenza. Cuando
San Lang se dio vuelta para irse, Xie Lian dijo
apresuradamente: —Espera, si no te importa, ¿te
gustaría quedarte en mi santuario?

283
Los pasos de San Lang se detuvieron cuando
dio media vuelta sobre su cuerpo.
—¿Puedo?
Xie Lian dijo: —Para empezar, esa casa no era
originalmente mía. También he oído que
anteriormente, los transeúntes lo usarían como
refugio para la noche. Es solo que, el estado
podría ser peor de lo que podrías imaginar, por lo
que es posible que no puedas soportarlo.
Si este joven era realmente un Daozhang rico
que se había escapado de su casa, no podía
dejarlo sin supervisión. Xie Lian se sintió bastante
escéptico sobre cómo solo comió medio bollo
durante todo el día. Si los jóvenes aprovecharan
su buena salud de esta manera, tarde o temprano
terminarían desmayándose en las calles. Al
escucharlo hablar, San Lang se dio la vuelta sin
responder y se acercó a él antes de inclinarse
hacia adelante. Xie Lian aún no había
descubierto lo que quería y solo sintió que la
distancia entre los dos se había reducido. Estaba
un poco abrumado, incapaz de hacer nada para
evitarlo.
Entonces, ese joven dio unos pasos hacia
atrás, revelando que solo había tomado la gran
bolsa de desechos que Xie Lian había estado
cargando en su espalda.
—Bueno, entonces, vámonos —dijo.

284
CAPÍTULO 16
Ropa más roja que el arce; piel blanca
como la nieve (parte cuatro)

X
ie Lian se sorprendió al descubrir que el
joven, aunque delgado, lo ayudó a llevar su
enorme bolsa de desechos con calma y
tranquilidad. No pudo evitar sentir una punzada
de culpa. San Lang se adelantó, ya unos pasos
por delante de él. Xie Lian hizo lo siguiente, pero
de repente recordó que el viejo conductor del
carro todavía estaba inconsciente en el carro. Se
dobló hacia atrás y lo devolvió a la conciencia y
repetidamente le advirtió que no hablara de nada
de lo que le había sucedido esta noche a nadie.
Habiendo presenciado sus habilidades, ¿cómo
podría el viejo atreverse a estar en desacuerdo
con él? Asintiendo vigorosamente con la cabeza,
dijo que no lo soñaría. El viejo tiró de las riendas
del viejo Huang y corrió a su casa.
Lo que quedaba en el carro ahora era una
estera de bambú enrollada, que Xie Lian llevaba
en su espalda. Cuando volvió a mirar hacia atrás,
San Lang ya estaba subiendo lentamente la
colina, con una sola mano sosteniendo la bolsa
de restos que colgaba de su hombro.

285
A su llegada, se pararon frente al Santuario
PuJi, que se alzaba torcidamente. San Lang bajó
la cabeza en un ataque de risa, como si hubiera
visto algo divertido. Cuando Xie Lian se acercó,
descubrió que estaba mirando el letrero de casa
decrépita, por favor donar.
Tosió ligeramente y dijo: —¿Ves? Esto es todo
y por qué dije que tal vez no estés acostumbrado
a esto.
San Lang respondió: —Esto está bastante bien.
Anteriormente, siempre había sido Xie Lian
diciéndole a otras personas está bien, está bien.
Hoy fue la primera vez que escuchó esas
palabras respondiéndole, dejándolo con un
sentimiento indescriptible. La puerta original del
Santuario PuJi se había podrido por mucho
tiempo, así que Xie Lian la bajó y la reemplazó
con una cortina. Levantando una esquina, dio un
paso adelante y dijo: —Adelante.
San Lang lo siguió de cerca y entró.
Los muebles de esta pequeña casa de madera
se podían ver con una sola mirada. Solo había
una mesa de ofrendas larga y rectangular, dos
pequeños taburetes de madera, una pequeña
alfombra de oración y una caja de donación.
Tomando las cosas que San Lang había estado
sosteniendo, Xie Lian comenzó a descargar las
cosas que compró: el contenedor de adivinación,
un quemador de incienso, un pincel de caligrafía,
papel y otros artículos diversos, antes de
colocarlos en sus lugares apropiados en la mesa
de ofrendas. Encendiendo una vela roja que
alguien le había arrojado sin querer mientras

286
recogía restos, la habitación se iluminó de
inmediato. San Lang recogió casualmente el
contenedor de adivinación y lo sacudió antes de
dejarlo.
Él preguntó: —Entonces, ¿hay una cama?
Xie Lian se dio la vuelta. Se quedó sin palabras
con la estera de bambú que llevaba en la espalda
y se la enseñó.
San Lang levantó una ceja.
—¿Hay solo uno?
Xie Lian solo se había encontrado con el joven
cuando regresaba de la ciudad, así que,
naturalmente, no había pensado en comprar otra
estera.
—Si no te importa acostarte conmigo esta
noche, ¿podemos compartir? —Sugirió.
San Lang dijo: —Eso funcionará.
Xie Lian tomó la escoba y barrió el piso
nuevamente mientras San Lang deambulaba por
el santuario.
—Daozhang Gēge, ¿no te estás olvidando de
algo en este templo tuyo?
Xie Lian había terminado de barrer y estaba
agachado en el suelo para poder colocar la estera
de bambú. Al escuchar esto, preguntó mientras
extendía la alfombra: —Creo que además de los
seguidores, no debería haber nada más que falte.
San Lang también se agachó, con una mano
apoyando su barbilla mientras preguntaba.
—¿Qué pasa con la imagen del dios?
Fue solo por su recordatorio que Xie Lian
recordó abruptamente que realmente había

287
olvidado el elemento más importante: ¡la imagen
del dios!
Un santuario sin la imagen del dios no sería un
santuario en absoluto. Aunque él mismo era el
dios aquí, no se podía esperar que se sentara en
la mesa de ofrendas todos los días.
Después de pensarlo, Xie Lian encontró la
solución.
—Antes, había comprado un pincel de
caligrafía y papel. Dibujaré un retrato para colgar
mañana.
Dibujar un retrato de sí mismo, solo, para
colgarlo en su propio templo, si se corriera la voz
de esto a los cielos, calculó que probablemente
se burlarían de él durante otra década más o
menos. Pero tener una estatua precisa tallada,
desperdiciaría preciosos recursos y tiempo.
Entonces, entre eso y ser ridiculizado, Xie Lian
preferiría burlarse de él durante diez años.
Inesperadamente, San Lang habló.
—¿Dibujo? Sé cómo, ¿quieres ayuda?
Sorprendido, Xie Lian se rió y dijo: —Entonces
primero debo agradecerte. Pero, me temo que es
posible que no sepas cómo dibujar al Príncipe
Heredero de XianLe. Después de todo, casi
todas sus estatuas y retratos habían sido
quemados hace ochocientos años.
Independientemente de los pocos que aún
quedan, no muchas personas los habrían visto.
Sin embargo, San Lang respondió: —Por
supuesto que lo sé. Cuando estábamos sentados
en el carro antes, ¿no mencionamos a Taizi
Dianxia?

288
Xie Lian recordó tal evento. De hecho, mientras
estaba en el camino aquí, había dicho
probablemente no hayas oído hablar de él, pero
San Lang no respondió. Ahora, al escucharlo
decir esto, fue un poco sorprendente. Xie Lian
terminó de extender el tapete. Enderezándose,
dijo: —¿Podría ser que San Lang, realmente lo
conoce?
San Lang se sentó encima de la esterilla.
—Lo hago.
La apariencia y el tono de este joven al hablar
fueron muy interesantes. A menudo sonreía,
pero era difícil saber si esas sonrisas eran
genuinas y sinceras o en burla de la discapacidad
intelectual de la otra parte. A lo largo de su viaje
en el camino, Xie Lian lo había escuchado hablar
sobre todo bajo el sol, por lo que estaba bastante
interesado en conocer la valoración del otro.
Se sentó junto al joven y preguntó: —Hacia
este Príncipe Heredero de XianLe, San Lang,
¿qué piensas de él?
Los dos se sentaron cara a cara bajo la llama
parpadeante de las velas rojas. Con la espalda
de San Lang hacia la luz, sus ojos negros se
proyectaban en las sombras, lo que hacía que su
expresión facial fuera imperceptible. Después de
un rato, respondió: —Creo que a Jun Wu
realmente no le gustó.
Xie Lian no pensó que sería este tipo de
respuesta.
Un poco desconcertado, preguntó: —¿Por qué
piensas eso?

289
San Lang respondió: —¿Por qué otra razón
sería arrojado dos veces desde los cielos?
Al escuchar esto, Xie Lian sonrió levemente,
pensando: —De hecho, el razonamiento de la
juventud.
Bajó la cabeza, desabrochó lentamente el fajín
mientras decía: —Esto, gustar u odiar no tiene
nada que ver el uno con el otro.
En este mundo, hay muchos asuntos a los que
no se puede explicar simplemente con un me
gusta o no me gusta.
San Lang dijo: —Oh.
Xie Lian se dio la vuelta y se quitó las botas
blancas antes de hablar de nuevo: —Además, si
alguien hizo algo mal, entonces uno debe ser
castigado por ello; el Emperador celestial solo
estaba cumpliendo con su deber las dos veces.
Con un respeto no comprometido, San Lang
dijo: —Quizás.
Por su parte, Xie Lian se quitó la ropa exterior
y apiló cuidadosamente la ropa doblada,
preparándose para colocarla en la mesa de
ofrendas. Xie Lian había querido hablar más
sobre el tema, cuando giró la cabeza y descubrió
cómo la mirada de San Lang estaba clavada en
su pie.
Esa mirada parecía extraña. Podría describirse
como helado, pero también podría describirse
como aguda y penetrante.
Se podría decir que ardía, pero también emitía
una intención fría. Xie Lian inclinó la cabeza hacia
abajo para mirar e inmediatamente entendió. El

290
joven miraba las esposas negras y malditas que
le rodeaban el tobillo derecho.
El primer grillete maldito estaba firmemente
envuelto alrededor de su cuello, mientras que el
segundo grillete ataba fuertemente su tobillo. Las
dos esposas se colocaron en áreas
inconvenientes, sin forma de ocultarlas. En el
pasado, si otros preguntaban por ellos, Xie Lian
inventaba una respuesta al azar y decía que eran
necesarios para practicar su arte. Pero si ra San
Lang quien preguntaba, era posible que el joven
no se dejara engañar tan fácilmente.
Sin embargo, San Lang solo se miró el tobillo
por un momento e hizo más comentarios. Xie
Lian tampoco quiso enredarse en el tema y
procedió a acostarse. El joven también se acostó
obedientemente a su lado con la ropa puesta.
Adivinando que probablemente no estaba
acostumbrado a dormir desnudo en el suelo, Xie
Lian pensó para sí mismo que realmente debería
conseguir una cama.
—Descansemos —dijo.
Con un ligero golpe, la llama de la vela roja se
apagó.
A la mañana siguiente, cuando Xie Lian abrió
los ojos, notó que San Lang no estaba acostado
a su lado. Levantando la cabeza para mirar
alrededor, su corazón se sacudió de repente.
Inesperadamente, encima de la mesa de
ofrendas había un retrato.

291
292
El retrato era de un hombre vestido con ropa
espléndida y una máscara dorada, empuñando
una espada en una mano y sosteniendo una flor
en la otra.
El vigor en cada pincelada fue excelente y los
colores utilizados fueron exquisitos. De hecho,
este era un retrato de El Príncipe Heredero de
XianLe que agradó a los Dioses.
Habían pasado muchos años desde que Xie
Lian había visto esta pintura por última vez, así
que la miró sin comprender por un momento
antes de finalmente levantarse. Después de
vestirse, abrió la cortina. San Lang estaba afuera
del santuario, descansando en una mancha de
sombra. El joven giró un palo de escoba entre
sus manos para divertirse mientras miraba al
cielo y parecía infinitamente aburrido.
El joven no parecía muy aficionado a la luz del
sol. Por la forma en que miraba hacia el cielo,
parecía que estaba contemplando cómo tirar del
sol y pisotearlo para hacerla papilla. Afuera de la
puerta yacía un montón de hojas caídas,
cuidadosamente barridas en un montón. Xie Lian
salió por la puerta y preguntó: —¿Descansaste
bien anoche?
Todavía apoyado contra la pared, San Lang
volvió la cabeza y respondió: —No estuvo mal.
Xie Lian se acercó y le quitó la escoba de la
mano.
—San Lang, ¿fue el retrato en el santuario
dibujado por ti?
—Mmn.
—Lo dibujaste muy bien —dijo Xie Lian.

293
Aunque no habló, las comisuras de la boca de
San Lang se arquearon hacia arriba. Inseguro de
si se debió a la forma en que había dormido la
noche anterior, su cabello parecía más
desordenado y despeinado que ayer, completo
con hebras sueltas aquí y allá; descuidadamente
desordenado. Pero en realidad, también era muy
guapo. Descuidadamente desaliñado, pero no
desordenado, tenía un toque de encanto. Xie
Lian señaló su cabello.
—¿Quieres que te ayude?
San Lang asintió y volvió al interior del
santuario con Xie Lian. Cuando se sentó, Xie
Lian desató el cabello y lo sostuvo en su mano,
examinándolo con calma y cuidado.
Incluso si las líneas de las palmas y las huellas
dactilares se recrearan perfectamente, los
fantasmas y los demonios siempre se expondrían
por alguna parte. El cabello de una persona viva
era numeroso y bastante incontable, ya que cada
mechón era muy fino y distintivo. En
consecuencia, la piel falsa de muchos fantasmas
y demonios terminó teniendo un cabello que
parecía una nube negra, o con hebras pegadas
como tiras de tela. O, simplemente,
simplemente... lo abandonarían por completo y
solo parecerían calvos.
Anoche, Xie Lian pudo confirmar que las
huellas dactilares y las líneas de palma de San
Lang existían y, por lo tanto, inicialmente había
bajado la guardia. Sin embargo, cuando vio el
retrato esta mañana, no pudo evitar sentirse un
poco intrigado de nuevo.

294
¿Cómo podría una persona normal saber cómo
dibujar esta pintura?
Pero cuando sus dedos acariciaron
suavemente el cabello de San Lang,
examinándolo sutilmente, descubrió que el
cabello negro del joven era liso y largo sin
ninguna anormalidad. Después de un tiempo, tal
vez porque sus acciones fueron delicadas, San
Lang se rió una vez. Él inclinó levemente la
cabeza y lo miró por el rabillo del ojo antes de
decir: —Gēge, ¿estás tratando de ayudarme a
atarme el pelo o tienes algo más en mente que
preferirías hacer?
Con su largo cabello suelto, no le quitaba
belleza a San Lang y en su lugar agregaba un
aura diabólica. La pregunta parecía ser burlona.
Sonriendo, Xie Lian dijo: —Está bien, está bien
—antes de que él rápidamente le atara el cabello.
Después de que terminó de arreglarse el
cabello, San Lang miró su reflejo en el depósito
de agua cercano antes de volverse y alzar una
ceja a Xie Lian. Al ver su reacción, Xie Lian tosió
suavemente de nuevo.
Antes, su cabello estaba torcido. Después de
volver a peinarlo y ajustarlo, todavía estaba
torcido.
Aunque San Lang no había dicho una palabra
y solo lo miraba de esta manera, Xie Lian todavía
sentía que habían pasado al menos unos cientos
de años desde que se sintió avergonzado.
Bajando las manos, estaba a punto de decirle a
San Lang: Ven aquí, intentemos de nuevo,
cuando de repente, escuchó un fuerte estallido de

295
ruido proveniente del exterior. Se escucharon
pasos de todas las direcciones, junto con algunos
gritos de ¡Gran Inmortal!
Xie Lian se sorprendió al escuchar esto y salió
corriendo, solo para ver a muchas personas
bloqueando la entrada principal de su santuario.
Cada uno de ellos estaba rojo de emoción. El jefe
de la aldea se adelantó y tomó su mano antes de
decir: —Gran Inmortal, ¡que un dios vivo venga a
nuestra aldea es realmente maravilloso!
—¿…?
El resto de los aldeanos ya lo habían rodeado.
—Gran Inmortal, ¡bienvenido a nuestra aldea
PuJi y por establecerse aquí!
—¡Gran inmortal! ¡¿Podrías bendecirme y
dejarme encontrar una esposa?!
—¡Gran inmortal! ¡Puedes bendecir a ese
miembro de mi familia para que se apure y dé a
luz a un niño!
—¡Gran inmortal! ¡Tengo castañas de agua
dulce aquí! ¿Quieres comerlos? Mientras los
comes, ¿podrías bendecirme también con una
buena cosecha este año?
Los aldeanos estaban demasiado
entusiasmados, arrinconándolo por todos lados
mientras obligaban a Xie Lian a retirarse
continuamente. Su corazón estaba llorando
amargamente. El viejo de la noche anterior
estaba seguro de tener la boca grande. A pesar
de subrayar claramente la importancia de no
pronunciar una palabra, ¡al amanecer ya todo el
pueblo lo sabía!

296
Los aldeanos no sabían a qué dios se dedicó el
santuario al principio, pero todos solicitaron
firmemente quemar una varita de incienso. En
cualquier caso, no importa qué dios sea, un dios
sigue siendo un dios de todos modos y rezarles
no haría ningún daño. Lo que Xie Lian había
esperado originalmente era que el santuario
estuviera completamente desierto sin una sola
alma a la vista y que durante todo el año, ni
siquiera habría un puñado de personas que se
acercaran a su puerta. Por lo tanto, solo había
preparado un pequeño paquete de incienso en
carrete como un gesto de buena voluntad.
¿Quién esperaría que este evento pudiera barrer
instantáneamente todo su stock? El pequeño
incensario estaba repleto, densamente lleno de
incienso pegado al azar en todas las direcciones.
El olor a incienso impregnaba el aire y debido a
cuánto tiempo había pasado desde que había
inhalado ese olor, Xie Lian se atragantó varias
veces.
Mientras se ahogaba con algunos bocados,
dijo: —Cof, compatriota, realmente no puedo
bendecirte con riqueza y tesoros, de verdad. Cof,
por favor, ¡no reces por la riqueza aquí! Puede
haber consecuencias imprevistas... lo siento, por
favor no pregunte sobre el matrimonio tampoco...
No, no, tampoco puedo bendecirte con respecto
a tener y criar hijos.
San Lang también había dejado de
preocuparse por su cabello recogido
torcidamente y se sentó justo al lado de la caja de
donaciones, con una mano apoyando su barbilla

297
y con la otra perezosamente arrojando castañas
a la boca mientras comía. Varias mujeres de la
aldea lo vieron, sus rostros sonrojándose como
nubes carmesíes antes de preguntarle a Xie Lian.
—Hum... eso, ¿tú...?
Aunque no sabía lo que estaban a punto de
preguntar, la intuición de Xie Lian le dijo que tenía
que detenerlos de inmediato, por lo que dijo:
—¡No!
Con gran dificultad, la multitud finalmente se
dispersó, dejando la mesa de ofrendas ahora
llena de frutas, verduras e incluso arroz blanco,
fideos y otros artículos. Para bien o para mal, por
fin había recibido una ola de ofrendas. Xie Lian
barrió la basura que los aldeanos habían dejado
afuera.
San Lang lo siguió, diciendo: —El incienso es
bastante agradable.
Xie Lian barrió mientras sacudía la cabeza.
—En circunstancias normales, pasarían de diez
días a medio mes sin que una sola persona
viniera a recibir una bendición.
—¿Cómo puede ser esto? —Preguntó San
Lang.
Xie Lian lo miró, sonriendo: —Ahora que lo
pienso, tal vez la suerte de San Lang se me ha
contagiado un poco.
Mientras decía esto, recordó que había querido
cambiar la cortina de la puerta. Por lo tanto,
sacando una nueva cortina de su manga, la colgó
encima de la puerta. Dio dos pasos hacia atrás
para mirarlo, cuando de repente, notó que San

298
Lang se había detenido en seco. Xie Lian giró la
cabeza y preguntó: —¿Qué pasa?
Solo para ver a San Lang mirando la cortina,
con una expresión pensativa en su rostro.
Siguiendo su línea de visión, Xie Lian vio que
estaba mirando los hechizos escritos en la
cortina.
Este talismán era algo que había dibujado
casualmente hace algún tiempo y en él había
hechizos sobre hechizos, superpuestos uno
sobre otro. Su defensa era muy fuerte.
Originalmente, su propósito era alejar el mal y
podría repeler los avances de cualquier mal
exterior, evitando que ingresen.
Sin embargo, dado que esto fue escrito por el
propio Xie Lian, ¿esto también funcionaría para
atraer la desgracia al mismo tiempo? No había
forma de saberlo. Sin embargo, dado que el
santuario ni siquiera tenía una puerta de entrada,
sería más seguro tener una fila de hechizos
dibujados en la cortina.
Al ver cómo el joven estaba parado frente a la
cortina, inmóvil, algo se agitó dentro de Xie Lian.
—¿San Lang?
¿Qué pasaría si, al dibujar este talismán, el
joven fuera restringido en la puerta y no pudiera
entrar?

299
300
CAPÍTULO 17
Dentro del Santuario PuJi; extraños
cuentos del Paso BanYue (parte uno)

S
an Lang lo miró y se rió entre dientes
mientras decía: —Me voy por un momento.
Después de dejar caer esta línea
casualmente, giró sobre sus talones y se fue.
Hablando lógicamente, Xie Lian debería haberlo
perseguido para preguntarle al respecto, pero
tenía la extraña sensación de que, dado que el
joven ya había dicho que solo se iría por un
tiempo, no se iría por mucho tiempo.
Definitivamente regresaría. Entonces, Xie Lian
tomó la iniciativa y volvió al interior del santuario.
Xie Lian rebuscó en las cosas que había
recogido anoche mientras deambulaba por los
callejones de la ciudad; su mano izquierda agarró
una olla de metal, mientras que la derecha
encontró un cuchillo de cocina. Miró la pila de
frutas y verduras en la mesa de ofrendas y se
levantó de su asiento.
Después de aproximadamente una varita de
incienso más tarde, el sonido de pasos sonó
desde fuera del Santuario PuJi. Estos pasos no
sonaban suaves ni apresurados y al escucharlos,

301
uno podía imaginar fácilmente a un joven
entrando con un comportamiento casual.
En este punto, los artículos que Xie Lian había
estado sosteniendo en sus manos ya se habían
transformado en dos platos. Miró de izquierda a
derecha las cosas en los platos, antes de dejar
escapar un largo suspiro. Sin querer mirarlo más,
miró hacia afuera y, como había esperado, volvió
a ver a San Lang.
El joven estaba parado afuera del santuario.
Tal vez se debió al resplandor del fuerte sol, se
había quitado la camisa exterior roja y se la había
atado casualmente a la cintura. Solo llevaba una
camisa delgada y blanca para la parte superior,
con las mangas enrolladas, haciéndolo parecer
bastante limpio y hábil. Su pie derecho pisó una
pieza rectangular de madera y su mano izquierda
giró un machete de gancho.
El machete probablemente fue prestado de uno
de los aldeanos. Parecía opaco y pesado, pero
en sus manos, parecía ligero y extremadamente
afilado. De vez en cuando, San Lang lijaba unas
pocas astillas de madera de la tabla de madera,
al igual que la corteza.
Cuando levantó los ojos y vio salir a Xie Lian,
dijo: —Estoy haciendo algo.
Caminando para echar un vistazo, Xie Lian se
dio cuenta de que estaba haciendo una puerta.
El tamaño fue justo. Con excelente artesanía, la
puerta era bellamente elegante y tenía un
acabado liso. Debido a que el joven parecía
provenir de un entorno rico, Xie Lian había
pensado que él sería el tipo de persona que no

302
podría hacer trabajo físico ni distinguir el arroz del
trigo. ¿Quién hubiera sabido que era tan rápido
con sus manos?
—Te he molestado, San Lang —dijo Xie Lian.
San Lang sonrió, sin agregar más comentarios.
Tirando rápidamente el machete a un lado, fue
inmediatamente a instalar la puerta. Luego, lo
llamó varias veces antes de decirle: —Ya que vas
a dibujar un talismán, ¿por qué no lo dibujas en
la puerta? ¿No sería eso mejor?
Dicho esto, levantó la cortina con indiferencia y
entró.
Parecía que el talismán de barrera en la cortina
realmente no actuaba como disuasivo para él y a
San Lang parecía no importarle en absoluto.
Xie Lian cerró la puerta recién hecha, pero
luego no pudo resistirse a abrirla nuevamente,
solo para cerrarla, abrirla y luego cerrarla
nuevamente. Admirando cuán bien hecha estaba
la puerta después de abrirla y cerrarla varias
veces, de repente se sorprendió por lo insensato
que estaba actuando. En el otro extremo, San
Lang ya se había sentado en la casa. Xie Lian
dejó la puerta sola y sacó un plato de bollos al
vapor que eran las ofrendas de los aldeanos de
esta mañana antes de colocarlos en la mesa de
ofrendas.
San Lang echó un vistazo a los bollos. No dijo
una palabra, pero en silencio comenzó a reír de
nuevo, como si hubiera visto algo. Xie Lian actuó
como si nada hubiera pasado y vertió otros dos
cuencos de agua. Justo cuando estaba a punto
de sentarse, vio lo que había debajo de la manga

303
enrollada de San Lang. Su antebrazo tenía una
hilera de pequeños tatuajes y los personajes
tatuados eran bastante extraños. Al darse cuenta
de su mirada, San Lang se bajó las mangas y se
rió entre dientes mientras decía: —Los recibí
cuando era joven.
Como se había bajado las mangas, eso
significaba que no quería discutir más el tema.
Xie Lian entendió.
Se sentó antes de levantar la cabeza para mirar
de nuevo el retrato y dijo: —San Lang, dibujas tan
bien, ¿alguien te enseñó en casa?
San Lang pinchó algunos bollos con sus
palillos.
—Nadie me enseñó. Simplemente dibujé para
mi propia diversión.
Xie Lian preguntó: —¿Cómo supiste cómo
dibujar el retrato del Príncipe Heredero de XianLe
que agradó a los Dioses?
San Lang se rió y dijo: —¿No dijiste antes que
lo sabía todo? Por supuesto que sabría cómo
dibujarlo.
A pesar de que esta fue una respuesta bastante
descarada, su actitud fue magnánima, como si no
estuviera preocupado por hacer sospechar a Xie
Lian, ni temía que lo interrogaran más. Xie Lian
sonrió y dejó caer el tema. Y en ese preciso
momento, un clamor surgió del exterior. Los dos
levantaron la cabeza en sincronía y se miraron el
uno al otro.
Solo para escuchar a alguien de afuera golpear
ferozmente la puerta y gritar: —¡Gran inmortal!
¡Dios mío, es terrible! ¡Gran inmortal, sálvanos!

304
Xie Lian abrió la puerta y vio una multitud de
personas de pie al frente, rodeando la entrada. Al
verlo abrir la puerta, el jefe de la aldea gritó
exultante.
—¡Gran Inmortal! ¡Parece que esta persona
está a punto de morir! ¡Por favor, sálvalo
rápidamente!
Tan pronto como escuchó que alguien estaba a
punto de morir, Xie Lian se apresuró a mirar, solo
para ver que la persona que los aldeanos habían
rodeado era un taoísta. Tenía el pelo despeinado
y la cara sucia. Su ropa y zapatos estaban
rasgados y hechos jirones, como si hubiera
estado huyendo durante muchos días. Parecía
como si acabara de colapsar y desmayarse aquí
antes de que lo trajeran. Xie Lian dijo: —No se
asuste. No está muerto.
Se inclinó para revisar el cuerpo de la persona.
Durante este proceso, se dio cuenta de que la
persona había llevado algunos objetos, como los
ocho trigramas23 y una espada de hierro, que
eran herramientas de encantamiento efectivas.
Parecía que esta persona era un cultivador
ordinario. El corazón de Xie Lian no pudo evitar
hundirse ante el hecho.
No mucho después, el taoísta se despertó
antes de preguntar con voz ronca: —... ¿dónde
es esto?
El jefe de la aldea respondió: —¡Esta es la
aldea de PuJi!

23
Un símbolo de origen chino compuesto por ocho trigramas (agrupaciones de tres
líneas, unas sobre otras, algunas enteras y otras cortadas) ordenados de una manera
determinada alrededor de un centro, el yin-yang.

305
Esa persona murmuró: —... Fuera. Estoy fuera,
finalmente he escapado...
Él miró a su alrededor. De repente, sus ojos se
abrieron antes de decir con miedo: —¡A-ayuda,
ayuda! ¡Por favor ayuda!
Xie Lian había anticipado este tipo de reacción.
Él dijo: —Compañero taoísta, ¿cuál es el
problema? ¿A quién debo ayudar? ¿Qué pasa?
No se apresure, tómese su tiempo y dígame
claramente.
Los aldeanos también dijeron: —Así es, no
tengas miedo. Tenemos un gran inmortal aquí,
¡definitivamente resolverá todos tus asuntos!
—¿…?
En realidad, estos aldeanos nunca lo habían
visto realizar hazañas piadosas, pero todos
creían seriamente que era un dios vivo. Xie Lian
tampoco sabía qué decir, ya que pensaba,
resolver todos sus asuntos es algo imposible de
garantizar.
A esa persona, le preguntó: —¿De dónde
vienes?
El devoto taoísta dijo: —Yo... Vine del Paso
BanYue.24
Al escuchar esto, todos los presentes se
volvieron para mirarse.
—¿Dónde está el Paso BanYue?
—¡Nunca lo oí!
Xie Lian dijo: —El Paso BanYue está en la
región noroeste. Está extremadamente lejos de
aquí. ¿Cómo has llegado hasta aquí?

半月”, BanYue significa media luna.


24

306
Esa persona dijo: —Yo... Fue a través de una
gran dificultad que pude escapar aquí.
Hablaba incoherentemente y sus emociones
eran extremadamente inestables. En esta
situación, cuanta más gente alrededor, más difícil
era hablar. Con todos hablando a la vez, no
podrá hablar con claridad ni podrá escuchar con
claridad. Xie Lian dijo: —Hablemos después de
entrar.
Gentilmente ayudó al hombre adentro, luego se
dio la vuelta para hablar con los aldeanos.
—¿Podrían todos ir a casa y dejar de mirar?
Los aldeanos, sin embargo, estaban muy
entusiasmados cuando preguntaron: —Gran
Inmortal, ¿qué le ha pasado?
—Sí, ¿qué pasó?
—Si hay dificultades, ¡todos ayudaremos!
Lamentablemente, cuanto más entusiastas
fueran, más serían incapaces de ayudar.
Sintiéndose impotente, Xie Lian bajó la voz y dijo
solemnemente: —Esto... podría ser posesión.
Los aldeanos quedaron horrorizados al
escuchar esas palabras. La posesión no era para
bromear. No les serviría seguir mirando, por lo
que todos se dispersaron rápidamente. Xie Lian,
inseguro de si reír o llorar, cerró la puerta. San
Lang todavía estaba sentado al lado de la mesa
de ofrendas, sus manos giraban un par de palillos
para divertirse. Estaba entrecerrando los ojos a
ese hombre, su mirada más bien escrutando. Xie
Lian le dijo: —No es nada. Puedes seguir
comiendo.

307
Dejó que ese hombre se sentara, pero se
quedó de pie.
—Amigo taoísta, soy el señor de este santuario
y también puedo ser considerado como un
cultivador. No se preocupe, si algo ha sucedido,
puede decirlo. Y, si hubiera algo en lo que pueda
ayudarlo, quizás pueda prestar la poca fuerza
que tengo. Con respecto a lo que mencionaste
antes, ¿qué le pasó a BanYue?
El hombre jadeó. Parecía que, después de
entrar en un espacio menos concurrido y
escuchar las reconfortantes palabras de Xie Lian,
finalmente pudo calmarse. Él dijo: —¿Nunca has
oído hablar de este lugar?
Sin embargo, Xie Lian respondió: —He oído
hablar de eso. El Paso BanYue es un oasis
dentro del desierto de Gobi. El paisaje nocturno
de BanYue es extremadamente hermoso y puede
describirse como una vista panorámica.
Ese hombre dijo: —¿Oasis? ¿Escénico? Eran
tiempos de hace dos siglos. ¡Ahora, llamarlo
paso Ban Ming sería más preciso!
Ligeramente perplejo, Xie Lian preguntó:
—¿Qué quieres decir?
La tez del hombre se puso pálida hasta el punto
de que era aterradora. Él dijo: —Debido a que no
importa de dónde venía uno, al menos la mitad
de los que viajaron allí desaparecerán sin dejar
rastro. ¿No sería más apropiado que se llamara
Paso Ban Ming? 25
Esto era realmente inaudito.
Xie Lian dijo: —¿De quién escuchaste esto?
25
Ban Ming significa; media muerte.

308
—No escuché esto de nadie. ¡Esto es lo que
presencié con mis propios ojos! —Sentándose, el
hombre continuó—: Había una caravana que
quería viajar por ese lugar. Sabían de los males
que estaban sucediendo allí y habían pedido a
toda nuestra división que los escoltara en su
viaje. En el final… —Su voz se llenó de dolor
cuando dijo: —Al final, soy el único que queda.
Xie Lian levantó la mano y le indicó que se
sentara bien y que no se agitara demasiado.
—¿Cuántas personas había en tu fiesta?
—¡Toda mi secta, más la caravana, tenía
alrededor de sesenta personas!
Alrededor de sesenta personas. Cuando esa
mujer fantasma, Xuan Ji, causó estragos en el
transcurso de un siglo, lo que el Palacio Ling Wen
finalmente calculó fue que el número total de
personas asesinadas no había superado los
doscientos. Pero escuchando lo que había dicho
el taoísta, este tipo de evento parecía haber
estado sucediendo durante más de un siglo. Si
tantas personas desaparecieran cada vez,
entonces sumar los números por completo haría
que esto ya no sea un problema menor. Xie Lian
preguntó: —¿Cuándo se convirtió el Paso
BanYue en Paso Ban Ming?
El hombre dijo: —Hace unos ciento cincuenta
años probablemente fue cuando comenzó;
cuando ese lugar se convirtió en el dominio del
mal.
Xie Lian había querido preguntar en detalle
sobre los asesinatos de su grupo y sobre este
dominio del mal. Pero, desde el principio hasta

309
este momento, no pudo evitar sentir que algo
estaba mal. Hasta este punto, Xie Lian no tenía
forma de suprimir este sentimiento de sospecha
en su pecho. Por lo tanto, terminó el tema y
comenzó a fruncir ligeramente el ceño.
En ese momento, San Lang de repente habló.
Él dijo: —¿Escapaste y caminaste desde el
Paso BanYue?
El hombre dijo: —¡Sí! ¡Agh, fue un escape
estrecho!
San Lang emitió un sonido de oh de
comprensión y luego no dijo nada más. Sin
embargo, solo tomó esta sola pregunta para que
Xie Lian percibiera exactamente qué era lo que
se sentía tan mal.
Dándose la vuelta, dijo calurosamente:
—Entonces, después de escapar de un camino
tan largo, debes tener sed.
El hombre se sobresaltó, pero Xie Lian ya había
colocado un cuenco de agua frente a él, diciendo:
—Aquí hay un poco de agua, mi amigo taoísta.
¿Por qué no bebes un poco?
Frente a esta taza de agua, una expresión
incómoda apareció en la cara del hombre. Xie
Lian estaba a un lado, ambas manos escondidas
dentro de sus mangas, esperando en silencio. Si
este hombre taoísta realmente vino del Noroeste,
mientras huía a toda prisa, seguramente estaría
reseco y hambriento. Y mirando su apariencia,
no parecía que tuviera el tiempo libre en el
camino para comer o beber.
Sin embargo, después de despertarse, había
hablado mucho y, sin embargo, no había

310
presentado ninguna solicitud de comida o bebida
durante todo ese tiempo. A pesar de enfrentar
todos los alimentos y bebidas en la mesa de
ofrendas después de entrar al edificio, no había
mostrado un solo deseo hacia ellos. Ni siquiera
les lanzó una sola mirada.
Esto realmente no parecía ser una persona
viva.

311
CAPÍTULO 18
Dentro del Santuario PuJi; extraños
cuentos del Paso BanYue (parte dos)

B
ajo la mirada de los otros dos en la
habitación, el hombre taoísta recogió el
cuenco de agua. Con la espalda encorvada,
comenzó a beberlo lentamente. A través de su
lenguaje corporal, no parecía que fuera un
hombre que se topó con la lluvia en medio de una
larga sequía, sino un hombre que dudaba y
estaba en guardia.
Al mismo tiempo, mientras bebía el agua, Xie
Lian escuchó claramente los sonidos de plop,
plop, plop, como si se vertiera agua en un frasco
vacío.
Al instante, se dio cuenta de algo. Agarrando
la mano del otro, dijo: —Deja de beber.
Las manos de ese taoísta temblaron mientras
lo miraba desconcertado.
Xie Lian sonrió y dijo: —Es inútil incluso si
bebes. ¿No es así?
Después de escuchar lo que había dicho, la tez
del taoísta cambió de repente. Con su otra mano,
desenvainó la espada de hierro por la cintura y

312
apuñaló a Xie Lian. Xie Lian permaneció en su
lugar, inmóvil, antes de levantar una mano para
bloquearlo. Con un sonido metálico bloqueó
rápidamente el filo de la espada.
Cuando ese hombre taoísta vio que todavía
sostenía firmemente su mano, apretó los dientes
y se apartó. Xie Lian solo sintió que el brazo se
desinflaba repentinamente, como si fuera una
bola que goteaba aire, marchitándose por
completo antes de que se soltara.
Tan pronto como el hombre taoísta se liberó,
huyó hacia la puerta. Xie Lian no estaba
preocupado porque en este tipo de lugar donde
no había fuerzas externas que pudieran
obstruirlo, incluso si el hombre taoísta intentara
correr diez pies, Ruoye aún podría arrastrarlo
hacia atrás.
Sin embargo, justo cuando levantaba la
muñeca, un agudo zumbido pasó junto a él.
Ese ruido sonó como si alguien hubiera
disparado una flecha afilada desde atrás.
Inmediatamente atravesó el estómago del
hombre taoísta y lo clavó en la puerta. Xie Lian
fijó su mirada en él antes de darse cuenta de que
en realidad era un solo palillo de bambú.
Se giró para mirar y vio que San Lan se había
levantado de la mesa, su actitud serena y
tranquila. Pasando junto a él, San Lang sacó el
palillo de bambú. Lo balanceó dos veces frente a
él antes de decir:
—Se ensució. Lo tiraré más tarde.
En cuanto a ese hombre taoísta, a pesar de
sufrir graves heridas, ni una sola vez lanzó un

313
solo grito de dolor. En cambio, se apoyó en
silencio contra la puerta y lentamente se deslizó
hacia abajo. Lo que gorgoteaba y fluía de su
estómago no era sangre, sino agua limpia.
De hecho, era la misma agua del cuenco del
que acababa de beber.
Los dos se pusieron en cuclillas al lado del
hombre taoísta. Xie Lian presionó su herida un
par de veces y sintió como si esta herida fuera
similar a la de un agujero perforado en un globo
con aire saliendo del todo. Además, el cadáver
de este taoísta también comenzó a cambiar. Su
apariencia anterior era evidentemente la de un
hombre robusto. Ahora, parecía que esta
persona se encogió y se deshizo de toda una
capa de grasa. Su rostro y sus extremidades se
marchitaron un poco mientras se encogía de
tamaño, por lo que su apariencia ahora era
similar a la de un anciano.
Xie Lian dijo: —Es un cascarón vacío.
Algunos demonios y fantasmas no fueron
capaces de transformarse en formas humanas
perfectas. Por lo tanto, pensarían en otras
formas: creando conchas vacías.
Utilizarían algunos materiales extremadamente
realistas para crear meticulosamente la piel de
una persona falsa. Más a menudo que ahora, las
máscaras como estas serían referenciadas por
personas reales. A veces, incluso usarían
directamente la piel de una persona. En ese
caso, las líneas de la palma, las huellas dactilares
y el cabello se verían naturalmente impecables.

314
Además, para un caparazón vacío como este,
siempre que no llevaran la piel, el caparazón no
estaría contaminado con aura fantasma, por lo
que no tendrían miedo de esos talismanes que
alejan el mal. Esto también explicaría por qué el
talismán en la puerta no impidió que el hombre
taoísta entrara.
Sin embargo, un cascarón vacío como esta
también podría verse fácilmente, porque después
de todo, solo eran muñecos huecos. Si nadie
usara la piel, entonces solo podría moverse de
acuerdo con los comandos que recibió.
Además, estas órdenes no podían ser
demasiado complicadas y tenían que ser simples,
como movimientos repetidos o previamente
configurados. Por lo tanto, la apariencia de estos
títeres generalmente parecería relativamente
aburrida y sin vida, a diferencia de una persona
real y viva.
Por ejemplo, repetirían una o dos frases, harían
lo mismo una y otra vez, responderían sus
propias preguntas o responderían evasivamente.
Si tuvieran que mantener una conversación con
la gente, se expondrían rápidamente.
Sin embargo, en lo que respecta a discernir
conchas vacías de personas reales, Xie Lian
tenía un método aún más práctico. Hacerles
beber un tazón de agua o comer algunas cosas
sería suficiente. Después de todo, las conchas
eran huecas, por lo que no tendrían las cinco
vísceras y los seis intestinos. Cuando comían
algo o bebían agua, los resultados serían
similares a los de arrojar algo o verter agua en un

315
frasco vacío. Sería capaz de escuchar un eco
claro, algo completamente diferente a una
persona viva cuando come o bebe agua.
El cuerpo de ese taoísta se había desinflado
por completo. Por ahora, era más o menos un
charco de piel suave. San Lang usó sus palillos
para tocar la piel un par de veces, antes de
arrojarlos a un lado y decir: —Este cascarón
vacío es un poco interesante.
Xie Lian sabía a qué se refería este joven.
Todos habían observado las expresiones y el
comportamiento de este hombre taoísta y los
habían tenido en cuenta. No solo se comportó de
manera realista, sino que era prácticamente una
persona viva. Cuando estaba hablando con él,
pudo responder con rapidez y fluidez. Se podría
decir que la persona que lo controlaba poseía una
asombrosa cantidad de energía espiritual.
Xie Lian le echó una mirada a San Lang y dijo:
—Parece que San Lang también tiene algún
conocimiento de esto.
San Lang sonrió.
—No mucho.
Este cascarón vacío se había enviado
especialmente a su puerta para informarle sobre
el asunto con el Paso BanYue.
Independientemente de si la información era real
o falsa, su objetivo era atraerlo al Paso BanYue.
Solo para estar seguro, él debería entrar en la
matriz de comunicación espiritual y preguntar.
Xie Lian se pellizcó los dedos y calculó que la
energía espiritual que le quedaba era suficiente
para aguantar con algunos usos más. Con eso,

316
lanzó un arte secreto y entró en la matriz de
comunicación espiritual.
Una vez que ingresó a la matriz, se encontró
con la rara ocurrencia de que se llenara de
emoción bulliciosa. Además, no era el tipo de
vivacidad acompañado de ocupados asuntos
oficiales, sino uno como si todos estuvieran
jugando algún juego, donde felizmente se
sonreían y reían juntos. Xie Lian se sintió
realmente asombrado antes de escuchar a Ling
Wen decir: —¿Dianxia ha regresado? ¿Cómo
fueron tus días en el reino de los mortales?
Xie Lian dijo: —No está mal, no está mal. ¿Qué
están haciendo todos? Están muy alegres.
Ling Wen dijo: —El Señor del Viento ha
regresado y está dispersando sus méritos.
¿Dianxia irá a arrebatar algunos también?
Efectivamente, Xie Lian escuchó a numerosos
Oficiales Celestiales dentro del grupo de
comunicación espiritual gritarse roncos.
—¡Cien méritos! ¡Lo he arrebatado!
—¿Por qué solo obtuve un mérito...?
—¡Mil! ¡Mil! Ah! ¡Gracias, Señor del Viento!
Jajajaja...
Xie Lian pensó para sí mismo, ¿podrían ser
monedas que caen de los cielos mientras todos
se apresuran a recogerlas?
Por un lado, a pesar de que su cofre de méritos
estaba completamente desprovisto, Xie Lian no
sabía cómo haría para arrebatarle algunos. Por
otro lado, todos los Oficiales Celestiales aquí
estaban extremadamente familiarizados entre sí.
Arrebatar méritos el uno del otro por diversión

317
mientras bromeaban no importaría mucho. Sería
extraño si de repente participara en esto.
Acto seguido, dejó de preocuparse y se
encargó de preguntar: —¿Alguien sabe sobre el
lugar llamado Paso BanYue?
En el momento en que salieron las palabras, el
conjunto de comunicación espiritual feliz y
emocionado antes mencionado que aún luchaba
por los méritos se quedó instantáneamente en
silencio.
Una vez más, Xie Lian se sintió un poco
deprimido.
Anteriormente, cuando les enviaba pequeños
poemas o recetas secretas, no importaría si los
otros Oficiales Celestiales no respondían porque
tampoco enviaban cosas así. Por lo tanto, ya que
Xie Lian los había enviado, era como una clavija
cuadrada en un agujero redondo.
Pero, dentro de la matriz de comunicación
espiritual, a menudo habría funcionarios
Celestiales haciendo preguntas con respecto a
los asuntos oficiales. Por ejemplo, ¿Alguien
conoce este fantasma en particular? ¿Son fáciles
de manejar? O ¿Hay alguien cerca de aquí y
podría echar una mano?
En momentos como estos, todos darían sus
propias opiniones. Los que tienen sugerencias
ofrecerían sus sugerencias, el que no dijo que
preguntaría si tendrían la oportunidad a su
regreso.
Entonces, cuando Xie Lian preguntó sobre el
Paso BanYue, podría considerarse como un
asunto oficial. No debería haber ninguna razón

318
para que todos se callaran mortalmente en el
momento en que abrió la boca, como lo que solía
suceder en el pasado.
Después de un tiempo, alguien gritó de
repente: —¡¡¡El Señor del Viento arrojó otros cien
mil méritos!!!
La matriz de comunicación espiritual
instantáneamente se volvió viva nuevamente.
Uno por uno, los Oficiales Celestiales
comenzaron a luchar por los méritos, lo que
también significaba que a nadie le importaba la
pregunta que acababa de formular. Xie Lian
sabía que el asunto en cuestión probablemente
no era fácil, por lo que probablemente no podría
investigar más dentro de la matriz.
En su corazón, pensó que el Señor del Viento
era realmente generoso, porque cien mil méritos
en un solo lanzamiento era bastante
sorprendente. Xie Lian estaba a punto de
retirarse de la matriz cuando, de repente, Ling
Wen le envió un mensaje en privado.
Ling Wen preguntó: —Dianxia, ¿por qué está
preguntando de repente sobre el Paso BanYue?
Por lo tanto, Xie Lian le contó cómo un
cascarón vacío había sido enviado a su puerta.
Continuó: —Ese señuelo fingió ser un
sobreviviente que había escapado del Paso
BanYue, por lo que es inevitable que haya venido
con un propósito. No sabía si las cosas que me
dijo eran verdaderas o falsas, así que vine a
preguntar. ¿Qué pasó con ese lugar?

319
Por su parte, Ling Wen reflexionó por un
momento antes de decir: —Dianxia, con respecto
a este asunto, le aconsejo que no participe.
Xie Lian había esperado más o menos que le
dijeran algo como esto. De lo contrario, era poco
probable que esto hubiera persistido durante
ciento cincuenta años sin que nadie lo hubiera
preguntado. Además, en el momento en que
preguntó sobre esto, toda la corte quedó en
silencio. Xie Lian dijo: —Cada vez que una fiesta
viaja a través del Paso, más de la mitad de las
personas desaparecen. ¿Es esto cierto?
Después de una pausa, Ling Wen respondió:
—Es difícil hablar más sobre este asunto.
Xie Lian pudo escuchar la deliberación ganar el
tono de Ling Wen. Una cosa de la que podía estar
seguro era que ella debía estar en una situación
difícil. Él dijo: —Está bien, lo entiendo. Dado que
esto es inconveniente para usted, no es
necesario que diga más. Además, nosotros dos
nunca tuvimos esta conversación en privado.
Después de recuperarse, Xie Lian dejó el grupo
de comunicación espiritual. Se puso de pie y con
su escoba, apartó el charco de piel falsa mientras
murmuraba para sí mismo. Luego, levantando la
cabeza, dijo: —San Lang, me temo que viajaré a
un lugar lejano.
A través de la actitud de Ling Wen, uno podría
decir que esto no fue un asunto menor. Dado que
este caparazón vacío se había enviado a su
puerta, entonces debió haber querido atraerlo
para que se fuera, por lo que este lugar no podría
ser un lugar agradable. Sin embargo, San Lang

320
dijo: —Muy bien, Gēge. Si no te importa, llévame
contigo.
Al encontrar esto extraño, Xie Lian preguntó:
—El viaje será largo con arduos vientos de
arena, ¿por qué quieres venir?
San Lang se rió y dijo: —¿Quieres saber qué
está pasando con el Paso BanYue?
Xie Lian hizo una pausa antes de decir:
—¿Incluso sabes sobre esto?
San Lang se cruzó de brazos y dijo en tono
pausado: —El paso de montaña BanYue no se
llamaba originalmente paso de montaña BanYue.
Hace doscientos años, esa era la ubicación del
antiguo país BanYue. —Se sentó un poco más
erguido y, con los ojos tan brillantes como las
estrellas, continuó—: El cultivador demoníaco de
Ban Yue es, de hecho...
Xie Lian colocó la escoba contra la pared y
estaba a punto de sentarse y escuchar. Sin
embargo, al mismo tiempo, un ruido de golpes
sonó desde afuera de la puerta.
A esta hora, ya era de noche. Todos los
aldeanos volvieron a sus hogares asustados,
temerosos de volver por las palabras de Xie Lian
sobre el hombre taoísta poseído. Entonces,
¿quién podría haber llamado a su puerta?
Xie Lian se paró junto a la puerta y contuvo el
aliento por un momento, pero no sintió nada
inusual proveniente del talismán de su puerta.
Después de eso, una vez más escuchó otros dos
golpes. Por el sonido de estos golpes, parecía
que había dos personas tocando
simultáneamente la puerta.

321
Reflexionó un momento antes de abrir.
Efectivamente, dos jóvenes vestidos de negro
estaban parados afuera de su puerta. Uno se
veía brillante y guapo, el otro elegante y refinado.
Eran precisamente Nan Feng y Fu Yao. Xie Lian
habló: —Ustedes dos...
Fu Yao tomó la iniciativa y puso los ojos en
blanco. De buenas a primeras, Nan Feng
preguntó: —¿Vas a ir al Paso BanYue?
Xie Lian dijo: —¿De dónde escucharon eso?
Nan Feng respondió: —Algunos Oficiales
Celestiales estaban hablando de eso en el
camino. Escuché que hoy preguntabas sobre el
Paso BanYue en la matriz de comunicación
espiritual.
Xie Lian entendió de inmediato.
Con ambas manos cubiertas por sus mangas,
dijo: —Entiendo. Me ofrecí voluntario ¿verdad?
Ambos mostraron expresiones distorsionadas,
como si fuera causado por un dolor de muelas.
—……Sí.
Xie Lian no pudo evitar reírse.
—Lo entiendo, lo entiendo. Pero pongámonos
de acuerdo en esto primero, si encontramos algo
más allá de lo que somos capaces de manejar,
siéntanse libres de huir en cualquier momento.
De inmediato, movió su cuerpo hacia un lado y
luego los invitó a entrar para que los llenaran con
los detalles. Pero quién hubiera sabido que en el
momento en que los dos vieron al joven sentado
torcido detrás de él, sus complexiones
originalmente oscuras se volvieron
instantáneamente cenicientas.

322
Nan Feng apareció dentro, luchando por
colocarse frente a Xie Lian antes de gritar:
—¡Aléjate!

323
CAPÍTULO 19
Dentro del Santuario PuJi; extraños
cuentos del Paso BanYue (parte tres)

—¿Qué pasa? —Preguntó Xie Lian.


Sentado, San Lang extendió las manos y
también preguntó: —¿Qué pasa?
Fu Yao frunció el ceño.
—¿Quién eres tú?
Xie Lian respondió: —Este es un amigo mío.
¿Ustedes lo conocen?
Con una cara llena de inocencia, San Lang dijo:
—Gēge, ¿quiénes son estas dos personas?
El escuchar llamar a Xie Lian Gēge, hizo que la
esquina de la boca de Nan Feng se contrajera
cuando las cejas de Fu Yao se torcieron. Xie Lian
hizo un gesto con la mano a San Lang.
—No es nada. No te preocupes.
Solo para que Nan Feng lo interrumpiera con
un grito.
—¡No hables con él!
—¿Qué, ustedes lo conocen? —Dijo Xie Lian.
—...
Fu Yao respondió fríamente: —No, no lo
hacemos.

324
—Si no lo conocen, entonces, ¿por qué
ustedes dos son tan...?
Xie Lian no había terminado su oración cuando
de repente sintió que algo brillaba en ambos
lados. Cuando miró hacia atrás, descubrió que
los dos estaban acumulando simultáneamente
esferas de luz blanca en sus manos derechas.
Xie Lian sintió una premonición y rápidamente
intervino.
—¡Paren, paren! ¡No sean tan imprudente!
Las dos esferas de luz blanca que habían
surgido del aire chispearon y parecían
increíblemente peligrosas. Definitivamente no
era algo que la gente normal pudiera hacer. San
Lang aplaudió, como por cortesía.
—Increíble, increíble.
Estas palabras de elogio carecían por completo
de sinceridad.
Con gran dificultad, Xie Lian finalmente contuvo
ambos brazos. Nan Feng se dio vuelta y enojado
le preguntó: —¿Dónde conociste a esta persona?
¿Cuál es su apellido?26 ¿Dónde vive su familia?
¿De dónde vino él? ¿Por qué está él contigo?
Xie Lian respondió: —Nos conocimos en el
camino, su nombre es San Lang y no sé el resto.
Como no tenía a dónde ir, le pedí que viniera
conmigo. No seamos tan temerarios ahora, ¿de
acuerdo?
—Tú... —Nan Feng contuvo el aliento y parecía
querer regañarlo, pero luego se reprimió a la
fuerza. Él preguntó: —¿No sabes nada de él y,

26
Por lo general, saber el apellido de alguien es cómo la gente sabe quién es de qué familia.

325
sin embargo, lo dejaste entrar? ¿Qué pasaría si
tuviera alguna mala intención?
Xie Lian se preguntó por qué el tono de Nan
Feng sonaba como si fuera su padre. Si hubiera
sido intercambiado con un Oficial Celestial
diferente, o incluso con una persona diferente,
escuchar a alguien más joven que tú hablarte de
esta manera ya les habría causado infelicidad.
Pero Xie Lian ya había llegado a un punto en el
que se había sentido completamente
descontento por cualquier reprimenda y ridículo
lanzado en su dirección. También sabía que los
dos tenían buenas intenciones, así que no le
importó. Justo en este momento, San Lang
preguntó: —Gēge, ¿son estos tus sirvientes?
Xie Lian dijo calurosamente: —El término
sirviente está mal. Para ser más precisos, serían
ayudantes.
San Lang se rió y dijo: —¿En serio?
Él se paró. Convenientemente agarrando algo,
se lo arrojó a Fu
Yao. —Entonces, ¿por qué no ayudas un
poco?
Fu Yao lo atrapó sin siquiera mirar.
Sosteniéndolo en sus manos, inclinó su cabeza
hacia abajo para mirar cuando de repente, un
aura oscura surgió de él.
¡Ese joven le había arrojado una escoba!
Su expresión parecía como si estuviera listo
para aplastar tanto al joven como a la escoba en
polvo en ese mismo momento. Xie Lian se
precipitó hacia adelante y rápidamente se llevó la
escoba.

326
—Cálmate, cálmate. Solo tengo esta escoba.
Quién hubiera sabido que justo cuando dijo
esto, Fu Yao lanzó la esfera blanca de luz en su
palma. Él gritó: —¡Inmediatamente revela tu
verdadera forma!
San Lang no hizo ningún esfuerzo por esquivar.
Permaneció sentado con los brazos cruzados y
solo se inclinó ligeramente hacia un lado. Esa
deslumbrante luz blanca golpeó una de las patas
de la mesa de ofrendas. Cuando la mesa se
inclinó, la vajilla se deslizó y cayó al suelo. Xie
Lian puso una mano sobre su frente, sintiendo
que esto no podía continuar. Con un gesto de su
mano, Ruoye voló abruptamente y ató los brazos
de Nan Feng y Fu Yao. Los dos lucharon por
liberarse, pero no tuvieron éxito.
Nan Feng se enfureció.
—¿Qué estás haciendo?
Xie Lian hizo el gesto de tiempo muerto y dijo:
—Hablemos afuera. Habla afuera.
Con otro movimiento de su mano, Ruoye
comenzó a arrastrar a los dos afuera. Xie Lian
giró la cabeza para decirle a San Lang: —Ya
vuelvo.
Cerró la puerta detrás de él y se paró frente al
santuario. Luego soltó a Ruoye, agarró el letrero
frente a la puerta, antes de colocarlo frente a los
dos.
—Por favor, lee esto y dime lo que dice.
Fu Yao, frente al letrero, leyó: —Este santuario
está en ruinas. Sinceramente buscando personas
benévolas para donar para renovarlo. Acumula
méritos y virtudes. —Levantó la cabeza—. ¿Una

327
casa en ruinas buscando donaciones?
¿Escribiste esto? No importa qué, sigues siendo
un Oficial Celestial ascendido. ¿Cómo puedes
escribir este tipo de cosas? ¿Dónde está tu
dignidad?
Xie Lian asintió con la cabeza.
—Está bien. Yo lo escribí. Si ustedes
continuaran peleando allí, estaría abogando por
la reconstrucción en lugar de la renovación.
Entonces, realmente no me quedaría dignidad.
Nan Feng señaló el Santuario PuJi y dijo:
—¿No crees que el joven es extraño?
Xie Lian respondió: —Por supuesto que sí.
—Si sabes claramente que es peligroso, ¿por
qué te atreves a mantenerlo a tu lado?
Xie Lian vio que no tenían intención de donar
fondos, así que fue a colocar el letrero
nuevamente y dijo: —Nan Feng, tus palabras en
este momento no son correctas. En el mundo,
las disposiciones y los encuentros extraños de
una persona son innumerables. Extraño no
necesariamente equivale a peligroso. Uno sabría
que a los ojos de otro, debo parecer extraño
también. Pero, ¿alguno de ustedes siente que
soy peligroso?
—...
Esto en realidad no podía ser refutado. Esta
persona claramente tenía una estructura ósea
fina y la apariencia refrescante de un inmortal,
pero, por el contrario, recolectaba basura todo el
día. ¡Definitivamente era raro!
Fu Yao dijo: —¿No tienes miedo de que esté
tramando contra ti?

328
Xie Lian preguntó: —¿Crees que tengo algo por
lo que valga la pena tramar?
Tan pronto como dijo eso, Nan Feng y Fu Yao
quedaron sin palabras.
Esta pregunta fue realmente muy razonable. Si
una persona estaba siendo atacada en un
esquema, Generalmente era por su riqueza.
Pero lo triste era que, si uno realmente pensaba
en ello, no había nada valioso por lo que valiera
la pena planear de lo que el Xie Lian actual fuera
propietario. Si uno quería dinero, no tenía dinero.
Si uno quería tesoros, no tenía tesoros. ¿A
menos que alguien recurriera a codiciar las
sobras que recolectaba todos los días?
Xie Lian agregó: —Además, no es que no lo
haya inspeccionado ya.
Los dos centraron su atención en él.
—¿Cómo lo inspeccionaste?
—¿Cuál fue el resultado?
Xie Lian transmitió las pocas veces que lo
había inspeccionado a los dos y dijo: —No hubo
resultados. Ya lo he examinado hasta este punto.
Si él no es un humano ordinario, entonces solo
puede haber una posibilidad…
¡Un supremo!
Fu Yao se burló.
—¿Y si realmente es un supremo?
Xie Lian dijo: —¿De verdad crees que un
fantasma de gran calado como una calamidad
estaría tan ocioso como nosotros? Viniendo a un
pueblo a recoger basura conmigo.
—¡No estamos ociosos en absoluto!
—Sí, sí, sí…

329
Arriba en la pequeña colina fuera del Santuario
PuJi, los tres podían escuchar el sonido de los
pasos pausados de ese joven mientras caminaba
por el edificio. Sonaban como si él estuviera
contento y sin ninguna preocupación en el
mundo. Nan Feng bajó el tono y dijo: —Esto no
servirá. Todavía tenemos que pensar en una
forma de probar si realmente es un supremo o no.
Xie Lian amasó el espacio entre sus cejas y
dijo: —Entonces ve a probarlo. Simplemente no
te pases de la raya. ¿Qué pasa si él realmente
es solo un niño mimado que se ha escapado de
casa? Me llevo bastante bien con este chico. Sé
amable, no lo intimides
Al escuchar la frase; no lo intimides, la
expresión de Nan Feng se volvió difícil de explicar
con solo unas pocas palabras, mientras que los
ojos de Fu Yao casi giraron hacia la parte
posterior de su cabeza. Xie Lian les advirtió
nuevamente, antes de que abriera la puerta. San
Lang bajó la cabeza, como si estuviera
inspeccionando la pata de la mesa de ofrendas.
Xie Lian llamó suavemente: —No estás herido,
¿verdad?
San Lang se echó a reír y dijo: —Estoy bien.
Simplemente comprobando si esta tabla es
reparable o no.
Xie Lian dijo calurosamente: —Lo que sucedió
antes fue solo un malentendido, por favor no te
ofendas.
San Lang se echó a reír y dijo: —Como ya lo
ha dicho, ¿cómo puedo ofenderme? Tal vez
pensaron que les parecía familiar.

330
Fu Yao dijo en un tono helado: —Precisamente.
Un poco familiar. Así que anteriormente,
probablemente me equivoqué.
San Lang sonrió brillantemente antes de
responder: —Oh. Qué casualidad. También
pensé que ustedes dos parecían un poco
familiares.
—... —Aunque los dos seguían vigilantes, no
hicieron más acciones drásticas. Nan Feng
murmuró: —Despeja un espacio para que dibuje
el Conjuro de Acortamiento de Distancia.
Acortamiento de distancia, era un
encantamiento de transporte. Como su nombre
lo indicaba, podría convertir la distancia de mil
millas, de montañas y ríos, en la de un solo paso.
Aparte del hecho de que cada uso gastaría una
gran cantidad de energía espiritual, nada podría
ser más útil. Xie Lian recuperó la estera de
bambú del suelo y dijo: —Dibújala aquí.
Antes, cuando Fu Yao había entrado, no había
llegado a examinar el mobiliario interior. Ahora,
después de estar parado en esta casa torcida y
destartalada durante bastante tiempo, pudo verlo
todo. Como si todo su cuerpo, de pies a cabeza,
fuera incómodo, preguntó: —¿Vives en un lugar
como este?
Xie Lian le entregó una silla y dijo: —Siempre
he vivido en este tipo de lugares.
Al escuchar esto, los movimientos de Nan Feng
vacilaron por una fracción de segundo antes de
que reanudara su dibujo de la matriz. Fu Yao no
se sentó, su expresión también se puso rígida por
un segundo. Era difícil saber cuál era la expresión

331
de su rostro. Parecía nueve partes de shock en
blanco y una parte de expresión oscura.
Pero rápidamente ocultó esta expresión
insondable y dijo: —¿La cama?
Xie Lian abrazó el tapete y dijo: —Esto es todo.
Nan Feng levantó la cabeza, miró esa alfombra,
antes de bajar la cabeza nuevamente. Fu Yao
miró a San Lang a un lado y dijo: —¿Dormiste
junto con él?
Xie Lian preguntó: —¿Hay algún problema?
Durante mucho tiempo, ninguno de los dos
pronunció otra palabra, por lo que Xie Lian
asumió que no había más problemas.
Xie Lian volvió la cabeza hacia San Lang y
preguntó: —San Lang. Ah… Estabas a medio
camino de explicarlo de que te cortaran antes.
¿Qué le pasó a ese cultivador demoníaco de
BanYue? ¿Por favor puedes continuar?
San Lang los había estado mirando con una
mirada de contemplación pensativa, su mirada
oscura. Después de escuchar a Xie Lian
llamarlo, salió de su aturdimiento y sonrió
levemente.
—Bien —Después de organizar sus
pensamientos, dijo: —El cultivador demoníaco
Ban Yue es en realidad uno de los Grandes
Guoshi´s del antiguo reino BanYue. A saber, uno
de los dos cultivadores demoníacos.27
—Si hay dos cultivadores demoníacos,
entonces obviamente involucra a dos personas.
¿Quién es el otro?

27
Guoshi (sacerdote). Como Guoshis, recomiendan a líder del país en temas
espirituales y de asuntos Celestiales a nivel nacional.

332
San Lang tenía una respuesta para cada
pregunta.
—No relacionado con el reino de BanYue. Un
Señor demoníaco de las llanuras centrales,
llamado Gran Guoshi Fang Xin.
Los ojos de Xie Lian se abrieron lentamente
una fracción antes de continuar escuchando.
»Al final resultó que, la gente de BanYue era
extraordinariamente fuerte y parcial a la violencia
y la guerra y ejercían una gran influencia.
Capturaron un importante punto de control en las
regiones occidentales de las llanuras centrales, lo
que provocó que las dos naciones se
entrometieran con frecuencia en las fronteras del
otro, sin cesar en conflictos. Las batallas grandes
y pequeñas estallaron con frecuencia. Su Guoshi
era experto en hechicería y las tropas tenían la
mayor fe hacia ellos, dispuestos a seguirlos hasta
la muerte.
»Sin embargo, hace doscientos años, el rey
de las llanuras centrales finalmente organizó un
ejército para atacar, aplastando por completo el
reino de BanYue.
»Aunque el reino de BanYue se extinguió, el
Guoshi y el odio y el resentimiento de las tropas
no se dispersaron. Se quedaron para atormentar
el lugar. El reino BanYue solía ser un estado lleno
de vegetación, pero después de convertirse en el
Paso BanYue, parecía que la energía maligna
había corroído el paisaje una vez exuberante y
lentamente fue consumido por el desierto de Gobi
circundante. Se decía que por la noche, la gente
todavía podía ver las elevadas siluetas de los

333
soldados de BanYue, agarrando un garrote de
dientes de lobo, mientras deambulaban por el
Gobi en busca de presas desde lejos.
»Originalmente, este lugar tenía decenas de
miles de habitantes. Sin embargo, todos
gradualmente se volvieron incapaces de
sobrevivir, por lo que emigraron y se fueron. Al
mismo tiempo, la leyenda, cada vez que alguien
cruza este paso más del cincuenta por ciento
desaparecería, comenzó a extenderse. Mientras
fueran personas de las llanuras centrales que
pasaban por este lugar, todos tenían que dejar
atrás la mitad como su peaje ilegal: ¡vidas
humanas!
Fu Yao puso una sonrisa falsa.
—Este Daozhang sabe mucho.
San Lang dijo sonriendo: —En absoluto, en
absoluto. Es solo que lo que sabes es muy
poco—. Xie Lian no pudo contener una sonrisa,
pensando que este chico seguramente tenía una
lengua afilada. Luego escuchó a San Lang
agregar perezosamente: —Sin embargo, esto es
simplemente una historia no oficial y algunos
cuentos y rumores antiguos.
¿Quién sabe si realmente existe este Guoshi?
¿O si el reino de BanYue realmente existe?

334
CAPÍTULO 20
Mil millas en un paso; perdido dentro de
una tormenta de arena (parte uno)

S
in embargo, Xie Lian dijo: —Aunque lo que
has visto es historia y rumores no oficiales, el
reino de BanYue sí existe.
—¿Oh? —Dijo San Lang.
En este momento, Nan Feng finalmente había
terminado de dibujar capa sobre capa de la matriz
en el suelo. Se puso de pie y dijo: —Está hecho.
¿Cuándo deberíamos partir?
Xie Lian rápidamente empacó un bulto antes
de dirigirse hacia el frente de la puerta.
—Vamos ahora.
Colocando su mano sobre la puerta, dijo:
—¡Que los Oficiales Celestiales nos otorguen
sus bendiciones, sin obstáculos en nuestro
camino! —Luego empujó ligeramente.
En el momento en que la puerta se abrió, la
pequeña ladera y el pueblo desaparecieron. Lo
que estaba en su lugar era una calle principal
vacía.
A pesar de que la carretera principal es ancha,
de hecho había muy poca gente alrededor.
Podría pasar medio día y uno solo vería un
peatón o dos. Esto no fue porque el cielo se
había oscurecido, sino porque estaba menos

335
poblado en el noroeste para empezar. Además,
dado que estaba cerca del desierto de Gobi,
incluso si fuera durante el día, todavía no habría
muchos peatones en el camino.
Xie Lian salió del edificio y buscó detrás de él
para cerrar la puerta. Volvió a mirar hacia atrás y
se preguntó, ¿cómo podría haber salido del
Santuario PuJi? Lo que estaba sentado detrás
de él en este momento era claramente una
pequeña posada.
Con un solo paso, había recorrido mil millas.
Este fue precisamente el aspecto místico de una
técnica de reducción de distancia.
Unos pocos transeúntes pasaron, murmurando
entre ellos mientras los miraban con mirada
cautelosa. En este momento, escuchó a San
Lang hablar detrás de él: —Según los textos
antiguos, cuando la luna se hunda desde el cielo,
sigue a la Estrella del Norte y terminarías viendo
el Reino de Ban Yue. Gēge, mira —señaló hacia
el cielo y dijo: — Ahí está Polaris.28
Xie Lian levantó la cabeza para echar un
vistazo y luego dijo con una sonrisa: —Polaris, es
tan brillante.
San Lang se puso a su lado y se colocó hombro
con hombro junto a él. Le dio una mirada a Xie
Lian antes de que él también levantara la cabeza
y sonriera.
—Está bien. Por alguna razón desconocida, el
cielo nocturno en el noroeste parece ser un poco

28
Polaris es la estrella más brillante de la constelación Osa Menor. Es muy usada para
la navegación porque esta fija en el cielo, y señala la dirección del norte. En china
antigua se la conocía como “El Gran Gobernante Imperial de los cielos".

336
más brillante y claro que el cielo de las llanuras
centrales.
Xie Lian expresó su acuerdo con esas
palabras. Por su parte, San Lang y él estaban
conversando profundamente sobre el cielo
nocturno y las estrellas, mientras que los dos
jóvenes dioses marciales detrás de ellos
encontraron que ambos eran absolutamente
indignantes. Nan Feng preguntó: —¿Por qué él
también está aquí?
San Lang dijo inocentemente: —Oh, la puerta
que creaste se veía tan mágica, así que la seguí
para echarle un vistazo.
Nan Feng enojado dijo: —¿Vistazo? ¡¿Creíste
que estamos aquí para hacer turismo?!
Xie Lian masajeó el espacio entre sus cejas y
dijo: —Olvídalo. Si nos siguió, entonces nos
siguió. No es como si estuviera comiendo tu
comida empacada; debería haber traído
suficiente. San Lang, sígueme de cerca. No te
vayas.
De una manera bastante obediente, San Lang
respondió: —Está bien.
—¡¿El problema es incluso sobre quién está
comiendo qué comida empacada?!
Xie Lian suspiró.
—Nan Feng, es la mitad de la noche y todos
están dormidos. Centrémonos solo en nuestro
propio asunto. No te preocupes tanto por las
otras cosas. Vamos, vamos.
Guiados por el Polaris, los cuatro siguieron el
camino establecido hacia el norte. Habiendo
viajado durante la noche, las ciudades y el verdor

337
se hicieron cada vez más escasos, mientras que
la arena y las rocas en el camino aumentaron
gradualmente. Una vez que la tierra bajo sus pies
dejó de ser tierra, fue cuando ingresaron
oficialmente al desierto de Gobi.
Aunque el uso de la técnica de reducción de
distancia podría ahorrarles muchas millas, cuanto
más lejos la distancia, más energía espiritual
drenaba. Con Nan Feng habiendo usado la
técnica una vez, tomaría muchas horas antes de
que pudiera usarla nuevamente.
Y dado que Nan Feng ya había usado tanta
energía espiritual, en consideración de la
necesidad de almacenar algunas para posibles
batallas, Xie Lian no le pediría a Fu Yao que
volviera a usar esta técnica para protegerse de lo
inesperado. Al menos debería haber alguien con
su energía espiritual a plena capacidad.
En el desierto, la diferencia de temperatura
entre la noche y el día era drástica. Durante la
noche, la temperatura de congelación era lo
suficientemente fría como para filtrarse en los
huesos, pero aún era tolerable. Pero cuando
llegaba el día, fue una experiencia
completamente diferente. El cielo aquí era
increíblemente claro y expansivo con rayas
blancas, pero del mismo modo, el sol ardiente era
igual de feroz.
El grupo continuó caminando, pero cuanto más
caminaban, más se sentía como si estuvieran
entrando en una enorme cesta de vapor. El aire
caliente emitido desde las profundidades de la

338
tierra se sentía como si caminar un día pudiera
vaporizar a una persona con vida.
Xie Lian se basó en la dirección del viento y la
vegetación se agrupó en la base de las rocas
para determinar la dirección hacia la que debían
dirigirse. Preocupado de que algunas personas
no pudieran seguirle el ritmo, él miraba hacia
atrás de vez en cuando. Nan Feng y Fu Yao no
eran personas comunes, por lo que no había
necesidad de mencionar cómo estaban. La vista
de San Lang, sin embargo, lo hizo reír.
Con el sol abrasador sobre sus cabezas, el
joven se quitó la túnica exterior y se la cubrió
perezosamente para bloquear la luz del sol. Su
expresión lánguida provocaba un toque de
cansancio. Con su piel clara, su cabello negro y
la forma en que la túnica roja le cubría la cara, su
semblante parecía aún más impresionante.
Xie Lian se quitó el sombrero de paja y levantó
la mano para sujetarlo a la cabeza de San Lang.
Él dijo: —Te prestaré esto.
San Lang quedó atónito por un momento, antes
de sonreír y decir: —No hay necesidad.
Le devolvió el sombrero de paja. Xie Lian no
quería avanzar y retroceder en este asunto, por
lo que si San Lang no lo necesitara, no insistiría.
—Si lo necesitas, solo pregúntame.
Luego sostuvo su sombrero y continuó
caminando.
Después de haber caminado un poco, el grupo
vio un pequeño edificio gris en medio de la arena
amarilla más adelante. Se acercaron para verlo
más de cerca y vieron que la posada parecía

339
haber sido abandonada durante muchos años.
Xie Lian levantó la cabeza para examinar el cielo
antes de calcular que ya había pasado el
mediodía. Temía que se acercaran a las horas
más calurosas y difíciles del día una vez que
fuera la tarde. Además, habían caminado toda la
noche. Ya era hora de un descanso y, por lo
tanto, los condujo a los tres a la posada.
En el interior, vieron una mesa cuadrada, así
que se sentaron a su alrededor. Xie Lian sacó
una botella de agua de la simple bolsa de viaje en
su espalda. Se lo entregó a San Lang y preguntó.
—¿Quieres un poco?
San Lang asintió con la cabeza. Al recibir la
botella, bebió un trago de agua. Solo entonces
Xie Lian lo tomó para beber.
Xie Lian echó la cabeza hacia atrás y tragó
varias veces con la manzana de Adán rodando
hacia arriba y hacia abajo. El líquido frío se
deslizó por su garganta y se sintió
extremadamente refrescante. A un lado, San
Lang había apoyado la barbilla en la mano y
parecía estar mirando la escena, pero no al
mismo tiempo. Después de un tiempo, de
repente preguntó: —¿Queda algo?
Xie Lian se limpió el borde de la boca, donde
aún quedaba un poco de agua. Sus labios
estaban ligeramente húmedos. Asintiendo, volvió
a pasarle la botella a San Lang. San Lang estaba
a punto de tomarlo cuando una mano bloqueó la
mano de Xie Lian, la que sostenía la botella.
Fu Yao intervino.

340
—Espera un segundo. —Mientras los demás
observaban, Fu Yao sacó lentamente una botella
de agua de su manga, antes de colocarla sobre
la mesa. Luego lo empujó hacia San Lang—.
También tengo algunos aquí. Por favor, toma.
A primera vista, Xie Lian supo de inmediato lo
que estaba haciendo.
Con la personalidad de Fu Yao, ¿cómo podría
estar dispuesto a compartir una botella con otra
persona? Xie Lian también recordó cómo anoche,
estos dos habían querido investigar más a San
Lang. Por lo tanto, lo que había en esa botella
definitivamente no era agua común, sino agua
reveladora.
Este líquido medicinal secreto, si una persona
normal lo bebiera, no habría ningún efecto. Pero,
si no fueran humanos y lo hubieran consumido,
entonces, bajo los efectos de la medicina, se
verían obligados a revelar su verdadera forma.
Dado que los otros dos habían querido saber si
este joven era realmente una devastación o no,
esta botella de agua reveladora tenía un poder
formidable.
Sin embargo, San Lang solo se rió antes de
decir: —Gēge y yo podemos compartir esta
botella de agua.
Nan Feng y Fu Yao miraron a Xie Lian que
estaba sentado a un lado.
Xie Lian pensó: —¿Por qué me están mirando?
Con tono fresco, Fu Yao dijo: —Su agua casi
se ha acabado, por favor toma esta.
San Lang dijo: —¿En serio? Entonces, ustedes
dos primero.

341
—...
Los dos dejaron de hablar. Después de un rato,
Fu Yao volvió a hablar: —Tú eres el invitado, tú
primero.
Aunque todavía hablaba con esa manera
refinada y culta, Xie Lian sintió como si esas
palabras fueran forzadas a salir de sus dientes.
San Lang también hizo un gesto con la mano
usted primero, diciendo: —Ustedes son los
asistentes. Tú primero, o me sentiré mal.
Xie Lian los vio ponerse presuntuosos. Pero
cuando se descartaron tales aires, finalmente se
volvieron serios. Separados por el espacio de la
mesa, los tres lucharon con la pobre botella de
agua, empujándola de un lado a otro.
Xie Lian sintió que la mesa temblaba
débilmente por debajo de sus manos. Pensando
que la pobre mesa iba a llegar a su fin, sacudió la
cabeza con pesar. Sus compañeros pelearon
algunas batallas más silenciosas.
Finalmente, incapaz de contenerse más, Fu
Yao se burló.
—Ya que no estás dispuesto a beber esta
agua, entonces debe significar que tienes una
conciencia culpable.
San Lang se echó a reír.
—Ustedes dos están siendo tan hostiles y
ninguno de ustedes estuvo de acuerdo en
beberlo primero. ¿No es más como si fueran
ustedes los que tienen la conciencia culpable?
¿Podría ser que has envenenado el agua?
Fu Yao dijo: —Puedes preguntarle al que está
sentado a tu lado si el agua contiene o no veneno.

342
Por lo tanto, San Lang le preguntó a Xie Lian:
—Gēge, ¿está envenenada el agua?
La pregunta de Fu Yao fue realmente astuta.
Naturalmente, El Agua Reveladora de Forma no
era venenosa. Cuando una persona común lo
bebía, no era diferente a beber agua normal. Xie
Lian solo podía decir: —No hay veneno, pero...
Aún no había terminado su oración cuando Nan
Feng y Fu Yao lo miraron. San Lang, sin
embargo, inmediatamente soltó su mano y dijo:
—Está bien.
Levantó la botella de agua y la sacudió varias
veces.
—Como dijiste que no hay veneno, entonces lo
beberé.
Habiendo dicho eso, el joven sonrió antes de
beber toda la botella.
Xie Lian no esperaba que fuera tan claro y se
sorprendió un poco por sus acciones. Nan Feng
y Fu Yao también estaban aturdidos, ambos en
guardia. Pero quién hubiera sabido que después
de que San Lang terminara de beber esa Agua
Reveladora de Forma, solo agitó la botella un par
de veces antes de decir: —No hay nada
demasiado bueno en el sabor.
Luego, rápidamente arrojó la botella a un lado,
donde emitió un sonido metálico al golpear el
suelo y estallar.
Al ver cómo había bebido el Agua Reveladora
de Forma, pero aún parecía completamente bien
sin anormalidades, una mirada de desconcierto
apareció en la cara de Fu Yao. Pero
inmediatamente, respondió fríamente: —Es solo

343
agua. ¿No saben todos igual? ¿Qué tipo de
diferencia podría tener?
San Lang tomó la botella de agua de la mano
de Xie Lian antes de decir: —Por supuesto que
es diferente. El agua aquí sabe mucho mejor.
Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar soltar una
sonrisa. Realmente no le habían importado los
resultados de esta prueba.
Independientemente de los resultados, no le
habría importado la identidad de San Lang ni sus
motivos. Por lo tanto, para el caos que había
sucedido frente a él, además de ser divertido, no
había mucho más.
Xie Lian pensó que las cosas habrían
terminado aquí, pero quién hubiera sabido que
con un fuerte ruido metálico Nan Feng había
puesto una espada sobre la mesa.
Con ese tipo de manera imponente, a primera
vista, habría parecido como si estuviera a punto
de matar a todos en la escena.
Xie Lian se quedó sin palabras por un momento
antes de preguntar: —¿Qué es lo que estás
haciendo?
Nan Feng murmuró oscuramente.
—Nuestro destino es peligroso. Por lo tanto, le
regalo una espada a este hermano menor para
que pueda defenderse.
Xie Lian bajó la cabeza para echar un vistazo.
La vaina de la espada era simple y llana, aunque
la espada en sí parecía haber sido afilada
cuidadosamente a lo largo de los años.

344
Esto no era un bien común. Su corazón tembló.
Alzando las cejas, Xie Lian se volvió hacia un
lado.
—En realidad es Hong Jing29 —pensó
El nombre de esta espada era de hecho Hong
Jing se sabía que era una espada atesorada.
Aunque no podría exorcizar fantasmas o matar
demonios, ningún demonio y fantasma podría
escapar de su espejo encantado. Mientras no
fueran humanos, una vez que se desenvainara la
espada, la hoja gradualmente se volvería roja,
como infundida por la sangre. Además, la
cuchilla roja como la sangre reflejaría la
verdadera apariencia de quien había
desenvainado la espada. Si eran feroces o
devastadores, ¡nadie podía escapar!
Los jóvenes siempre tenían ojos para espadas
y caballos preciosos y lo miraban con especial
interés. San Lang dejó escapar un ¿Oh?
Aparentemente muy fascinado, dijo: —Déjame
ver.
Sostuvo la espada con una mano y agarró la
empuñadura con la otra, luego lentamente hizo
que la sacara. Tanto los ojos de Nan Feng como
de Fu Yao estaban pegados intensamente a sus
movimientos. La espada que había sido
desenvainada tres pulgadas era deslumbrante y
tan brillante como la nieve. Un momento
después, San Lang soltó una risita y dijo: —Gēge,
estos dos sirvientes tuyos, ¿están bromeando
conmigo?
Xie Lian tosió ligeramente y se volvió hacia él.
29
Significa espejo de escarlata.

345
—San Lang ah, ya lo dije antes. No son mis
sirvientes.
Habiendo dicho eso, se volvió de nuevo. Nan
Feng luego habló en su tono frío habitual.
—¿Quién crees que está bromeando contigo?
San Lang se rió y dijo: —Con una espada rota,
¿cómo se supone que debo defenderme?
Con eso, volvió a enfundar la espada y la arrojó
sobre la mesa.
Al escuchar esto, la ceja de Nan Feng se
levantó sorprendido. Abruptamente agarró la
espada y la arrancó de su vaina, solo para
escuchar un sonido metálico. Dentro de sus
manos, con un filo extra afilado había... una
espada rota.
¡La cuchilla de Hong Jing estaba rota tres
pulgadas por debajo de la empuñadura!
La expresión de Nan Feng cambió ligeramente,
antes de tomar la vaina y verter los restos,
provocando una serie de ruidos metálicos. Lo
que quedó dentro de la vaina fueron los restos de
la espada, todos destrozados en innumerables
fragmentos pequeños.
Hong Jing podía distinguir todo tipo de
demonios y fantasmas, esto era cierto. Nunca se
supo de algo que pudiera escapar de su ojo, ¡pero
tampoco se sabía que algo podría hacer que se
rompiera en numerosas piezas dentro de la
vaina!
Nan Feng y Fu Yao señalaron a San Lang.
—Usted…
San Lang se rió a carcajadas antes de
inclinarse hacia atrás con sus botas negras

346
apoyadas en la mesa. Tomando un fragmento de
Hong Jing, lo arrojó en sus manos por diversión
antes de decir: —Asumo que ustedes no me
dieron intencionalmente una espada rota para
protegerme. Debe haberse roto en el camino
aquí. Pero no se preocupen, puedo defenderme
sin una espada. En cuanto a la espada o
cualquier otra cosa, deben guardarla para
ustedes mismos.
Xie Lian fue completamente incapaz de mirar
directamente la espada. Para hablar de ello, esta
espada atesorada, Hong Jing fue originalmente
parte de la colección de Jun Wu. Después de su
primera ascensión, Xie Lian había ido una vez al
salón del Dios Marcial para jugar y había visto la
espada allí. Sintió que aunque la espada no era
muy práctica de usar, todavía tenía sus encantos.
Jun Wu le había regalado la espada.
Después, había caído y hubo un momento en
que fue realmente demasiado difícil. No podía
seguir confundiéndose en ese momento, por lo
que Feng Xin lo empeñó.
¡Así es, empeñado!
El dinero recibido por empeñarlo había sido
suficiente para que los dos tuvieran un par de
buenas comidas y luego... bueno, no había nada
más que agregar. Durante ese tiempo, Xie Lian
había empeñado demasiadas cosas, por lo que
decidió que era simplemente mejor olvidarlo todo,
para no comenzar a recordar de vez en cuando y
hacer que su corazón sangrara.
Pensando en el pasado, Feng Xin, después de
su ascensión, probablemente había recordado

347
esta espada y no podía soportar la idea de que
esta rareza quedara vagando por el reino de los
mortales. Lo que lo llevó a volver a buscarlo antes
de traerlo de vuelta. Lo afiló, lo pulió y lo colocó
en el Palacio Nan Yang, donde Nan Feng la volvió
a usar.
Con todo, al ver la espada, Xie Lian solo podía
sentir un dolor sordo y tuvo que evitar su línea de
visión. Sintió cómo los otros tres comenzaban a
pelear de nuevo y, por lo tanto, sacudió la cabeza
antes de concentrarse en observar el clima
afuera. Pensó para sí mismo: —Mirando el
viento, me temo que habrá una tormenta de
arena más tarde. Si hoy volviéramos a la
carretera, se desconoce si podremos encontrar
refugio del viento.
En ese mismo momento, fuera del edificio y
sobre la brillante arena dorada, las sombras de
dos personas pasaron repentinamente.
Xie Lian se sentó de inmediato.
Las dos siluetas, una vestida de blanco y otra
de negro, parecían no tener prisa, e incluso se
podía decir que parecían bastante relajadas. Sin
embargo, las nubes se hincharon bajo sus pies,
lo que indicaba su velocidad. La de negro era alta
y delgada, mientras que la de blanco era una
mujer con una espada larga en la espalda y un
hossu descansando en el hueco de su brazo. El
hombre de negro no se dio la vuelta, pero la mujer
de blanco se volvió para darles una sonrisa
cuando pasaron por el pequeño edificio. La
sonrisa era tan fugaz como sus siluetas. Sin

348
ninguna razón, se desbordó con un sentimiento
traicionero y extraño.
Xie Lian mantuvo su mirada fija afuera, así fue
como fue testigo de dicha escena en particular.
Dentro del pequeño edificio, los otros tres solo
pudieron vislumbrar las siluetas. En cuanto a
todo lo demás, no podían darse el lujo de tomar
nota de los detalles por el momento. Nan Feng
se levantó de repente y dijo: —¿Quiénes son
esas personas?
Xie Lian también se levantó y dijo: —No lo sé,
pero no pueden ser personas comunes.
—Murmuró para sí mismo por unos momentos
antes de decir: —Ustedes deberían dejar de
jugar, parece que el viento se está poniendo
fuerte. Apurémonos y volvamos a la carretera.
Dejen de perder tiempo y vayamos tan lejos como
podamos.
Afortunadamente, aunque estas personas eran
a veces como gallinas voladoras desconcertadas
o perros saltarines asustados, cuando se trataba
de asuntos reales, todos podían recuperarse y
hacer las cosas rápidamente. Luego, dejaron de
chocar entre sí, limpiaron los fragmentos de Hong
Jing y luego abandonaron el pequeño edificio.
Durante algún tiempo, los cuatro caminaron de
frente contra el viento. Y durante este tiempo,
caminaron durante aproximadamente cuatro
horas. Pero la distancia que cubrieron esta vez
no se pudo comparar con las cuatro horas que
habían cubierto antes. La tormenta de arena fue
mucho más fuerte que antes. Los vendavales,
agrupados con arena, se arrojaron sobre ellos,

349
causando que la piel expuesta en sus caras y
brazos les doliera. Cuanto más caminaban, más
arduo se sentía. Con el sonido del viento
corriendo por sus oídos y la siempre
omnipresente arena amarilla haciendo que su
vista fuera poco clara, Xie Lian sostuvo su
sombrero de bambú y dijo: —Esta tormenta de
arena se produjo de manera muy extraña.
Cuando no hubo respuesta de nadie después
de un tiempo, Xie Lian se preguntó si se habían
quedado atrás. Volvió la cabeza para mirar, pero
vio que los tres lo seguían de cerca. Parecía que
simplemente no lo habían escuchado hablar. Al
final resultó que, la tormenta de arena era
demasiado fuerte. En el momento en que uno
abriera la boca para hablar, el sonido sería
eliminado.
Naturalmente, Nan Feng y Fu Yao no
necesitarían su preocupación. Caminaron
constantemente contra la turbulencia, luciendo
asesinos. Pero San Lang siempre estaba a unos
cinco pasos detrás de él, caminando ni
demasiado cerca ni demasiado lento.
En medio de los cielos amarillo lleno de arena,
la expresión del joven permaneció intacta, sin una
sola oleada de emoción mientras caminaba con
las manos cruzadas detrás de la espalda.
Vestido de rojo de la cabeza a los pies, con el
pelo en una danza oblicua y desordenada,
parecía que no sentía ningún efecto por el ataque
de la tormenta de arena. Él permaneció
completamente impasible, además, ni siquiera
sus ojos parpadearon una vez. Xie Lian ya había

350
sido golpeado por la arena tanto que le dolía la
cara. Viendo a San Lang de esta manera, con
tanto desprecio por sí mismo, realmente lo
preocupaba. Él dijo: —Cuidado con la arena que
se te mete en los ojos y la ropa.
Volvió a pensarlo y se dio cuenta de que ni él
mismo podía distinguir lo que acababa de decir.
Xie Lian fue directamente a San Lang y lo ayudó
a asegurarse su ropa y su cuello. Lo envolvió con
fuerza, evitando que el viento y la arena entraran.
San Lang estaba sorprendido. Durante este
tiempo, los otros dos los alcanzaron. Con los
cuatro más cerca, finalmente pudieron
escucharse. Xie Lian dijo: —Todos, tengan
cuidado. Esta tormenta de arena llegó demasiado
repentinamente, algo no parece correcto. Me
temo que podría ser algo malvado.
Fu Yao dijo: —El viento y la arena son más
fuertes de lo habitual. Aparte de eso, ¿qué más
podría ser?
Xie Lian sacudió la cabeza y dijo: —El viento y
la arena están bien. Lo que temo es si se agregó
algo más en la arena.
Justo en este momento, una tormenta
repentina sopló el sombrero de bambú de Xie
Lian. Una vez que estuvo en el aire, el sombrero
de bambú estaba a punto de desaparecer por
completo dentro de la infinita arena amarilla. Sin
embargo, San Lang fue hábil y rápido en
reaccionar. Extendiendo su mano, atrapó el
sombrero de bambú que estaba a punto de volar
hacia el cielo. Luego, una vez más, le devolvió el
sombrero a Xie Lian. Xie Lian le agradeció y

351
volvió a abrocharse el sombrero de bambú
mientras decía: —Sería mejor si pudiéramos
encontrar un lugar para evitar la tormenta.
Sin embargo, Fu Yao no estuvo de acuerdo.
—Si realmente hay algo malo con esta
tormenta de arena, entonces su motivo solo
podría ser impedirnos avanzar. Si ese es el caso,
entonces tenemos aún más razones para
continuar.
Al escuchar esto, Xie Lian ni siquiera pronunció
una palabra cuando San Lang comenzó a reír a
carcajadas. Fu Yao levantó la cabeza y dijo
fríamente: —¿De qué te ríes?
San Lang se cruzó de brazos y soltó una risita.
—Ir deliberadamente contra la gente, ¿te
satisface ser tan poco convencional?
Incluso antes, Xie Lian siempre había pensado
que, aunque este joven siempre sonreía, su
sonrisa a menudo dificultaba que la gente
distinguiera si era realmente genuina o si era una
burla en forma de cumplidos. Sin embargo, esta
vez, cualquiera podría decir que no había ni
media onza de buena voluntad en su sonrisa.
La expresión de Fu Yao se volvió abruptamente
fría cuando Xie Lian levantó una mano y dijo:
—Ustedes deberían detenerse por ahora. Si
tienen algo que decir, guárdenlo para más tarde.
Cuando el viento se pone fuerte, también puede
volverse bastante aterrador.
Fu Yao dijo: —¿Como si realmente pudiera
volar a la gente al cielo?
Xie Lian respondió: —Mmn, lo que dijiste es
muy posible...

352
Antes de que terminara de hablar, las pocas
personas frente a él desaparecieron
repentinamente.
En realidad, los que había desaparecido no
eran ellos. Era él... Esta tormenta de arena
realmente lo había envuelto y lo había llevado al
cielo.
¡Era un tornado!
Xie Lian giró violentamente en el aire. Con un
gesto de su mano, dijo: —¡Ruoye! ¡Agarra algo
firme y confiable!
Con un silbido, Ruoye salió volando. Un
momento después, Xie Lian sintió el otro extremo
de la seda blanca caer, como si hubiera envuelto
algo. Agarrándolo, Xie Lian finalmente se
estabilizó en el aire con gran dificultad. Cuando
bajó la cabeza para mirar, se dio cuenta de que
lo habían llevado a un lugar que estaba al menos
a diez zhang del suelo.
Actualmente, él era como una cometa, uno solo
arrastrado por una cuerda con su centro atado al
suelo. Dentro del ataque de arena amarilla, Xie
Lian agarró a Ruoye mientras simultáneamente
se esforzaba por distinguir lo que Ruoye había
agarrado. Miró detenidamente antes de que
finalmente distinguiera un tono rojo. El otro
extremo de Ruoye parecía estar envuelto
alrededor de la muñeca de un joven vestido de
rojo.
Hizo que Ruoye agarrara algo confiable y
estable, ¡pero Ruoye terminó agarrando a San
Lang!

353
354
CAPÍTULO 21
Mil millas en un paso; perdido dentro de
una tormenta de arena (parte dos)

X
ie Lian no sabía si reír o llorar. Estaba a
punto de hacer que Ruoye lo intentara de
nuevo y agarrara algo más, cuando de
repente sintió que la seda blanca se aflojaba
alrededor de su muñeca. Inmediatamente, Xie
Lian fue superado por una sensación de temor.
Este sentimiento brusco no fue porque Ruoye
había aflojado su agarre en el otro extremo, sino
porque algo peor había sucedido.
Efectivamente, ese tono rojo del suelo de
repente se acercó mucho más. No pasó mucho
tiempo antes de que estuviera al alcance de la
mano.
¡San Lang también se vio envuelto en la
tormenta de arena!
Xie Lian le gritó: —¡No te asustes!
En el momento en que abrió la boca, se comió
otro bocado de arena. Tal como estaban las
cosas en este momento, hacía tiempo que se
había acostumbrado a comer un bocado de arena
aquí y allá.

355
Aunque le había gritado a San Lang que no
entrara en pánico, en realidad, incluso él había
sentido que San Lang no habría entrado en
pánico en absoluto. Efectivamente, después de
que el joven había sido atrapado en el aire, Ruoye
se retiró rápidamente y los juntó más cerca.
Xie Lian miró bien la cara de San Lang. La
expresión en la cara del joven no tenía ni media
onza de pánico. Casi como si fuera capaz de leer
un libro serenamente incluso en medio de la
tormenta de arena, siempre y cuando le dieran
uno. De hecho, Xie Lian comenzó a sospechar si
San Lang había tenido la intención deliberada de
que él mismo fuera lanzado al aire.
Ruoye fue ajustando alrededor de sus cinturas
un par de veces, atándolos juntos. Xie Lian
abrazó a San Lang antes de decir: —¡Ve de
nuevo! ¡Esta vez, no agarres a otro ser humano!
Por lo tanto, Ruoye voló de nuevo. Esta vez, lo
que Ruoye había agarrado era... ¡Nan Feng y Fu
Yao!
Xie Lian se sintió agotado tanto mental como
físicamente cuando le dijo a Ruoye: —Cuando te
dije que no agarraras a un humano, no quise decir
que fuera tan literal... bueno, está bien
entonces... —Gritó hacia abajo, en su dirección:
—¡Nan Feng, Fu Yao! ¡Agárrense fuerte! ¡Pase
lo que pase, debemos apoyarnos!
Nan Feng y Fu Yao, que todavía estaban en el
piso de abajo, naturalmente querían apoyarlos.
Los dos se mantuvieron firmes, pero fue en vano.
La tormenta de arena era demasiado salvaje y
feroz. No mucho después y para sorpresa de

356
nadie, otras dos sombras se enrollaron en el
tornado.
Ahora, los cuatro giraban violentamente en el
aire. Entre el cielo amarillo oscuro y la tierra
amarilla oscura, el tornado era muy parecido a
una columna de arena torcida que sostenía los
cielos. Además, una tira de seda blanca ahora
conectaba cuatro figuras dentro de este pilar de
arena, todas las cuales giraban sin descansar.
Cuanto más giraban, más rápido iban y más alto
volaban. A un lado, Xie Lian comió arena como
un loco, pero por el otro gritó: —¿Cómo es que
ustedes también están aquí?
Lo que vieron aparte de la arena todavía era
arena y lo que escucharon además del viento fue
viento. Sin otra opción, tuvieron que gritarse el
uno al otro en la parte superior de sus pulmones.
Mientras comía arena, Fu Yao escupió con
desprecio: —¡Tendrás que preguntarle a ese
pedazo de estúpida seda blanca! ¡¿Qué tiene de
malo?!
Xie Lian agarró la estúpida seda blanca con
ambas manos y dijo impotente: —Ruoye, ah
Ruoye, los cuatro contamos contigo ahora. Esta
vez, no debes agarrarte de nuevo a lo incorrecto.
¡Ve!
Llevando sentimientos de desesperada
esperanza con él, Xie Lian una vez más dejó ir a
un extremo de Ruoye.
Nan Feng gritó: —¡No cuentes más con eso!
¡Piensa en otro plan!
Pero en este mismo momento, Xie Lian sintió
que el final que estaba sosteniendo se apretaba

357
de repente. Su espíritu se levantó de inmediato
cuando dijo: —¡Espera, dale otra oportunidad!
¡Se aferró a algo!
Fu Yao también gritó: —¡Es mejor que no se
haya envuelto alrededor de un transeúnte! ¡Mejor
déjalos ir si es así!
Xie Lian no tuvo que decir que también estaba
preocupado por esto. Tiró de Ruoye un par de
veces, pero descubrió que el otro extremo no se
movía ni un poco. Solo entonces el corazón de
Xie Lian se relajó cuando dijo: —¡No! ¡No esta
vez! ¡El otro extremo se siente muy pesado y
estable! —Luego dijo: —¡Retráctate!
Yendo contra el tornado frenético, Ruoye se
retrajo con gran velocidad. Las cuatro figuras se
alejaron rápidamente de la columna de viento.
Poco a poco, en medio de la arena amarilla en el
cielo, Xie Lian pudo percibir el contorno negro de
un semicírculo debajo de ellos.
Este bosquejo era enorme y era
aproximadamente del tamaño de un pequeño
templo. De hecho, el otro extremo de Ruoye
estaba enrollado precisamente alrededor de tal
cosa. Y solo después de acercarse al suelo,
finalmente lo vio más claramente; esa cosa era
una piedra gigante.
Dentro de una tormenta de arena de este
grado, este pedazo de piedra era como una
fortaleza firme y silenciosa. Sin duda fue un
excelente refugio contra los fuertes vientos.
Durante todo su viaje allí, definitivamente no
habían visto una roca gigante como esta. Por lo
tanto, realmente no podían decir exactamente

358
qué tan lejos los había llevado ese extraño
tornado. En el momento en que los cuatro
llegaron al suelo, inmediatamente se dirigieron al
otro lado de la roca que estaba bloqueando el
viento. Sintiéndose encantado cuando se
refugiaron, Xie Lian dijo: —Esto es realmente una
bendición de los cielos.
Resultó que el lado de la roca que estaba
protegido del viento tenía un agujero. El agujero
tenía aproximadamente dos puertas de ancho,
mientras que la altura era ligeramente más
pequeña que uno. Pero era lo suficientemente
grande como para que entrara un adulto, siempre
que se agacharan e inclinaran la cabeza. La
entrada no estaba bien hecha y estaba más bien
torcida. Sin embargo, no parecía que se formara
naturalmente, por lo que era más probable que
alguien hubiera tallado casualmente esta entrada
artificial.
Una vez que Xie Lian entró, descubrió que la
roca estaba tallada para ser casi completamente
hueca. El espacio dentro de la cueva no parecía
ser pequeño, pero estaba relativamente oscuro.
Xie Lian no exploró de inmediato todo el lugar,
sino que se sentó en un área que estaba
iluminada por la luz que entraba desde el exterior.
Sacudió la arena amarilla en Ruoye antes de
envolverla alrededor de su muñeca.
Nan Feng y Fu Yao escupían arena. Se les
había metido arena en la boca, los ojos y las
orejas, por lo que no era necesario mencionar los
pliegues dentro de la ropa. Despojarse de su

359
ropa y darle una buena sacudida había resultado
en una fuerte corriente de arena y piedra.
Entre los cuatro, el que parecía menos afectado
seguía siendo San Lang. Después de inclinarse
y entrar en la cueva, desempolvó algunas partes
con polvo en su atuendo rojo, pero nada más.
Esto se hizo más para mostrar y por cortesía.
Con la excepción de que su cabello estaba
ligeramente despeinado y su cola de caballo
estaba peinada, su actitud feliz no parecía
haberse visto afectada en absoluto. Además, ese
peinado lacio de él fue originalmente peinado
torcido por Xie Lian. Por lo tanto, incluso si se
torció más, no importaba en lo más mínimo.
Nan Feng se limpió la cara dos veces antes de
estallar en maldiciones. Xie Lian arrojó la arena
de su sombrero de bambú antes de suspirar.
—Ah ~Realmente no había esperado que
ustedes también fueran lanzados al aire. ¿Por
qué no usaron el hechizo de las mil libras?
Mientras escupía arena, Nan Feng respondió:
—¡Lo hicimos! Pero fue ineficaz.
Por un lado, Fu Yao sacudió brutalmente su
túnica exterior, mientras que por el otro escupió:
—¿Dónde crees que es esto? Este es un desierto
árido en el extremo noroeste. No es como si
fuera el dominio de mi General. Al norte se
encuentra el territorio perteneciente al segundo
General de la casa Pei. Hacia el oeste está el
territorio de Quan Yi Zhen. Dentro de estos
cientos de millas, no hay forma de encontrar un
solo Templo Xuan Zhen.

360
Cabía señalar que había un dicho común
dentro del reino de los mortales: un poderoso
dragón no puede aplastar a una serpiente en sus
antiguas guaridas. Por lo tanto, dado que uno de
ellos era un oficial bajo el mando del general del
dios marcial del sudeste, mientras que el otro era
un oficial bajo el mando del general del dios
marcial del sudoeste, usar las artes espirituales
en un territorio que no les pertenecía
inevitablemente significaba que el encantamiento
en juego estaría sujeto a restricciones. Con sus
apariencias actuales, Xie Lian creía que los dos
estaban bastante molestos. Se podría suponer
que era la primera vez que una ráfaga de viento
fuerte los impulsaba hacia el cielo, solo para dar
vueltas en círculos y ser incapaces de volver al
suelo.
Xie Lian dijo: —Ambos realmente trabajaron
duro.
San Lang se sentó en el suelo junto a él. Con
una mano apoyada contra su mejilla, dijo:
—Quedémonos aquí y esperemos a que la
tormenta de arena disminuya.
Xie Lian se volvió hacia él y dijo: —Parece que
esa es nuestra única opción por ahora. Por
poderoso que pueda ser este tornado, es poco
probable que también arrastre una roca tan
grande hacia el cielo.
San Lang dijo: —Pero es como dijiste antes,
esta tormenta de arena es realmente muy
extraña.
Xie Lian de repente pensó en algo y dijo:
—San Lang, tengo una pregunta.

361
San Lang respondió: —Adelante.
Xie Lian dijo: —Ese Guoshi Ban Yue, ¿es
hombre o mujer?
San Lang respondió: —¿No he mencionado
esto todavía? Mujer.
Xie Lian pensó, como esperaba y dijo:
—Cuando estábamos descansando en esa
pequeña posada abandonada, ¿no vimos dos
figuras caminando por el frente? Sus pasos
fueron elegantes pero extraños. Definitivamente
no podrían haber sido mortales. Además, la de
blanco había sido una guerrera.
Fu Yao se mostró escéptico y dijo: —Es difícil
distinguir si eran hombres o mujeres con solo
mirar su túnica. Su figura también era más alta
que la de una mujer promedio. ¿Realmente lo
viste claramente?
Xie Lian dijo: —Lo vi claramente, no hay error.
Así que he estado pensando, ¿podría haber sido
la Guoshi Principal Ban Yue?
Entonces Nan Feng dijo: —Es posible, pero
había una persona vestida de negro a su lado.
¿Quién puede haber sido?
Xie Lian dijo: —Eso es difícil de decir. Sin
embargo, esa persona caminaba más rápido que
ella, por lo que sus habilidades definitivamente no
estarían por debajo de las de ella.
Fu Yao dijo: —¿Existe la posibilidad de que
fuera el otro miembro de los Dos Cultivadores
Demoníacos, el gran Guoshi Fang Xin?
Xie Lian dijo: —En cuanto a esto, creo que la
razón por la que se llaman los Dos Cultivadores
Demoníacos es probablemente porque los

362
números pares son más fáciles de recordar. Al
igual que en el Reino Fantasma, están las Cuatro
Calamidades. Aunque en realidad no hay cuatro,
la gente hizo todo lo posible por reunir cuatro de
todos modos.
Al escuchar esto, San Lang volvió a reír a
carcajadas. Cuando Xie Lian lo miró, San Lang
dijo: —No es nada, solo pensé que lo que dijiste
es muy razonable. Después de todo, una de las
Cuatro Calamidades está allí para convertirlas en
un número par.
Por lo tanto, Xie Lian continuó hablando: —De
hecho, probablemente no tengan nada que ver el
uno con el otro. He escuchado un poco sobre
este Guoshi Fang Xin. Era el Guoshi Principal del
Reino de YongAn. Hay un intervalo de al menos
cien años entre su aparición y la llegada del gran
Guoshi Ban Yue.
Fu Yao descubrió que esto no era razonable y
dijo: —No conocías las Cuatro Calamidades del
Reino Fantasma, pero ¿conoces al Gran Guoshi
Fang Xin del Reino YongAn en el Reino Mortal?
Xie Lian dijo: —A veces, cuando paso por
lugares mientras recojo chatarra, aprendo
algunas cosas. Y no es como si recogiera restos
en el Reino Fantasma, así que, por supuesto, no
habría sabido nada de ellos.
En este momento, el sonido del viento desde el
exterior de la cueva se había debilitado un poco.
De pie un poco afuera, Nan Feng golpeó la roca
un par de veces para examinar el material.
Después de concentrarse por un momento,

363
inclinó la cabeza y dijo: —¿Por qué esta roca
tendría un agujero de este tamaño?
Probablemente pensó que era sospechoso ver
una roca como esta aquí. Sin embargo, esto no
le pareció demasiado extraño a Xie Lian, por lo
que dijo: —Un agujero excavado en una roca
como esta no es infrecuente. La gente pasada
del reino de BanYue, como aquellos que
necesitaban un refugio de la tormenta de arena,
como aquellos que habían estado pastoreando
ganado y, por lo tanto, no podían llegar a casa a
tiempo, o aquellos que necesitaban un lugar
temporal para quedarse en la noche,
ocasionalmente cavarían un agujero en una roca
como esta. Algunos de estos agujeros no fueron
tallados, sino que fueron explotados con
explosivos.
Poco convencido, Nan Feng dijo: —¿Cómo
podrías siquiera pastorear ganado en el desierto?
Xie Lian dijo: —Hace doscientos años, esto no
era un desierto. En cambio, este lugar también
tenía un oasis.
En este momento, San Lang dijo: —Gēge.
Xie Lian volvió la cabeza para preguntar:
—¿Qué pasa?
San Lang señaló con el dedo y dijo: —La roca
en la que estás sentado parece tener algo escrito.
—¿Qué? —Xie Lian bajó la cabeza antes de
levantarse. Solo entonces descubrió que el lugar
en el que estaba sentado era una lápida de
piedra.
Efectivamente, después de limpiar el polvo,
había palabras escritas en la lápida. Sin

364
embargo, estaban grabados relativamente
débilmente, por lo que las palabras no eran muy
visibles. La mitad de la lápida aún estaba
enterrada en la arena. La escritura se extendía
hacia arriba desde el suelo, mientras se
desvanecía en la oscuridad.
Como había personajes escritos allí,
definitivamente tuvieron que echar un vistazo.
Xie Lian dijo: —Tengo poco poder espiritual.
¿Podría alguno de ustedes lanzar una Palma de
Luz y ayudarme a iluminar esta área? ¡Muchas
gracias!
Nan Feng chasqueó los dedos. Al instante, una
llama apareció sobre su palma. Xie Lian miró
involuntariamente a San Lang, que no pareció
sorprenderse al verlo. Después de todo, el joven
ya había sido testigo del encantamiento de
acortamiento de distancia. Xie Lian sintió que, sin
importar lo que se revelara en el futuro, ninguno
se sorprendería.
Nan Feng movió su mano al lugar que Xie Lian
señaló y el fuego iluminó las palabras grabadas
en la lápida. Las palabras eran muy extrañas,
como si fueran dibujos al azar y garabatos
casualmente hechos por niños. Incluso estaban
ligeramente inclinados.
Nan Feng preguntó: —¿Qué está escrito aquí?
San Lang dijo: —Naturalmente, escritura del
reino BanYue.
Xie Lian respondió: —Me temo que Nan Feng
estaba preguntando sobre el significado detrás
de las palabras. Déjame ver.

365
Limpiando la arena de la lápida, Xie Lian llegó
a la fila superior. Varios de los personajes aquí
eran especialmente grandes y parecían ser el
título o el tema. Además, los símbolos allí
parecían repetirse muchas veces en el resto del
texto.
Junto a ellos, Fu Yao también invocó algo de
luz en su palma antes de preguntar: —¿Puedes
leer el texto de BanYue?
Xie Lian dijo: —Con toda honestidad, antes de
que apareciera el cultivador demoníaco de
BanYue, recogí restos en el reino BanYue.
—…
—¿Pasa algo?
—Nada, tenía curiosidad por saber de cuántos
otros lugares has recogido restos.
Xie Lian sonrió, antes de inclinar la cabeza para
seguir leyendo. De repente, dijo una sola
palabra: —General.
Nan Feng y Fu Yao hablaron al mismo tiempo.
—¿Qué?
Xie Lian levantó la cabeza y dijo: —Dije, lo que
está escrito en la parte superior de esta lápida es
la palabra General. —Hizo una pausa antes de
continuar: —Hay otro personaje escrito después
de General. Sin embargo, no estoy muy seguro
de lo que significa este último personaje.
Nan Feng parecía haber dejado escapar un
suspiro antes de decir: —Continúa
examinándolos entonces.
En el momento en que Xie Lian asintió con la
cabeza, Nan Feng levantó esa bola de Palma de
Luz. Una vez más, su mano se movió ligeramente

366
hacia adelante. Pero con este ajuste, Xie Lian de
repente sintió que había algo fuera de lugar. En
su visión periférica, parecía haber algo que no
había estado allí antes.
Xie Lian presionó ambas manos sobre la lápida
llena de caracteres grabados, antes de levantar
lentamente la cabeza.
Solo para ver, en medio de la oscuridad y por
encima de la lápida, un rostro humano rígido
iluminado por la tenue luz de la llama. Esta cara,
con ambos globos oculares mirando hacia abajo,
lo estaba mirando directamente.
—¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!
El que gritó no fue Xie Lian, sino el rostro
humano rígido.
Otra Palma de Luz se encendió en la otra mano
de Nan Feng. Luego, las llamas sobre sus dos
palmas saltaron abruptamente hacia arriba,
alcanzando grandes alturas. Esto finalmente
iluminó el interior de la cueva en su totalidad.
Justo ahora, lo que la luz de la llama había
revelado era alguien que siempre había estado
escondido en la oscuridad. En este momento, se
arrastraron frenéticamente a un lado en retirada,
huyendo a los bordes de las profundidades de la
cueva. Inesperadamente, ya había un grupo de
siete u ocho personas, todos acurrucados en un
grupo, temblando.
Nan Feng gritó en voz alta: —¿Quiénes son
ustedes?
El grito reverberó por toda la cueva, haciendo
vibrar todo el lugar. Las dos orejas de Xie Lian
ya estaban levemente doloridas por el zumbido

367
causado por el grito anterior. En este punto, no
tuvo más remedio que taparse los oídos.
La tormenta de arena de antes había sido
demasiado fuerte y la contaminación acústica
había sofocado sus oídos. Ahora, luchaban por
escucharse incluso cuando hablaban a un
volumen un poco más bajo de lo habitual.
Además, después de entrar en la cueva, habían
comenzado su acalorada discusión sobre el tema
de la gran Guoshi Ban Yue. Más tarde, se
centraron mucho en descifrar el texto en la lápida
de piedra. Como resultado, no sintieron que
había otras personas escondidas en la cueva
todo el tiempo, personas que no habían hecho un
solo ruido.
Las siete u ocho personas estaban temblando.
Después de bastante tiempo, un anciano de unos
cincuenta años más o menos dijo: —Somos un
grupo de comerciantes comunes que pasan por
esta área. La tormenta de arena era demasiado
fuerte y no podíamos continuar, así que
terminamos refugiándonos aquí.
Dentro del grupo de personas, él parecía ser el
más compuesto y parecía ser su líder. Entonces,
Nan Feng dijo: —Como mercaderes comunes y
corrientes que pasaban, ¿por qué estaban
actuando tan furtivos y se escondieron aquí?
Ese viejo estaba a punto de decir algo cuando
el joven, que parecía tener unos diecisiete o
dieciocho años, parado a su lado exclamó en voz
alta: —Originalmente no estábamos actuando de
manera furtiva, hasta que ustedes
repentinamente entraron. ¿Quién sabe si

368
ustedes son buenos o malos? Después, le oímos
débilmente mencionar algo sobre una gran
Guoshi Ban Yue y algo sobre un Reino
Fantasma. ¡Tu palma también fue capaz de
encender fuego desde el aire! Todos pensamos
que ustedes eran esos soldados de BanYue que
habían salido a patrullar y atrapar gente para
comer. ¿Cómo podríamos habernos atrevido a
hacer un sonido?
El viejo parecía tener miedo de que las
palabras de este joven resultaran demasiado
provocativas y enojarían a la otra parte.
Él dijo: —TianShen, deja de decir tonterías.
Ese joven tenía cejas gruesas y ojos grandes y
nació con una apariencia fuerte y digna. Cuando
su anciano le regañó, inmediatamente dejó de
hablar. Las orejas de Xie Lian finalmente dejaron
de doler, así que bajó las manos.
De manera amistosa, dijo: —Un malentendido,
este es un malentendido. Todos, no hay
necesidad de estar nerviosos. Todos pueden
relajarse un poco. —Después de detenerse por
un momento, continuó—: Naturalmente, no
somos soldados de BanYue. Mi humilde yo es el
dueño de un santuario y mis compañeros son...
personas de mi santuario. Estudian las artes de
la adivinación. Todos ustedes son comerciantes
comunes, pero nosotros solo somos taoístas
comunes. No queremos hacer daño. Del mismo
modo, queríamos refugiarnos del viento y
acabamos de entrar en la misma cueva. Eso es
todo.

369
Su tono era cálido y gentil, mientras que su
forma de hablar era lenta. Por lo tanto, pudo
tranquilizar las emociones de todos. Después de
explicar repetidamente y hacer garantías, las
expresiones del grupo de comerciantes
finalmente se relajaron.
Pero, quién hubiera pensado que San Lang se
reiría de repente antes de decir: —¿Cómo? Por
lo que veo, estos comerciantes no pueden ser
personas comunes. Solo están siendo modestos.
Perplejos, todos miraron en su dirección.
San Lang continuó: —¿No desaparece al
menos la mitad de los viajeros cuando pasan por
el Paso BanYue? A pesar de ser plenamente
consciente de este rumor, aún se atrevieron a
pasar por aquí. Esto puede considerarse como
algo valiente. ¿Cómo pueden presentarse como
ordinarios?
Habiendo escuchado esto, ese viejo respondió:
—Joven, ese no es siempre el caso. En realidad,
los rumores tienden a ser exagerados y ha habido
muchos comerciantes que pasaron por aquí en
paz.
San Lang dijo: —¿Oh, en serio?
El anciano dijo: —Está bien siempre y cuando
encuentres a la persona adecuada para liderar el
camino y no termines desviándote
accidentalmente en el territorio del antiguo reino
de BanYue. Por lo tanto, esta vez, para pasar por
aquí, encontramos específicamente un local para
liderar el camino.
El joven llamado TianShen dijo: —¡Eso es
correcto! Todo depende del líder. Llegar a este

370
punto es todo gracias a A-Zhao ge. Nos ayudó a
evitar tantas arenas movedizas. Además, había
visto levantarse el viento antes e inmediatamente
nos llevó a buscar un refugio. De lo contrario,
podríamos haber sido enterrados vivos por toda
la arena por ahora.
Xie Lian echó un vistazo. El llamado A-Zhao,
que había dirigido su grupo, parecía
extremadamente joven. Parecía tener
veintitantos años y nació con un rostro sincero,
honesto y guapo.
Parecía alguien callado y lento para hablar, no
reaccionó mucho cuando todos lo elogiaron y
solo habló en tono taciturno: —Esto no es nada,
es parte de mis responsabilidades. Espero que
cuando el viento se calme, los camellos y los
bienes de todos también permanecerán ilesos.
—¡Definitivamente estarán bien!
Las actitudes de estos comerciantes parecían
muy optimistas. Sin embargo, Xie Lian no pudo
evitar sentir que las cosas no eran tan simples
como habían pensado.
—Si uno no se extravía en el territorio del reino
de BanYue, entonces no habría problemas. Si
ese fuera el caso, ¿las caravanas de la mitad de
la fiesta que se perdieron en el pasado se referían
a las personas que no lo hicieron? ¿No crees en
esta artimaña demoníaca y estás decidido a
correr a morir?
Pensó por un momento, antes de susurrar a
Nan Feng y Fu Yao: —Esta situación ocurrió de
repente. Sin embargo, cuando pase la tormenta
de arena, primero asegurémonos de que estas

371
personas se vayan de manera segura antes de
que nos dirijamos a los antiguos territorios de
BanYue para investigar.
Luego, Xie Lian volvió a bajar la cabeza y
continuó examinando las palabras grabadas en la
lápida de piedra. Anteriormente había reconocido
los caracteres para general, pero eso fue solo
porque esta palabra podría considerarse como
una de uso común. Sin embargo, su estancia en
el reino de BanYue fue un evento que sucedió
hace doscientos años. Incluso si hubiera tenido
fluidez en el idioma en ese entonces, después de
doscientos años, todo se habría olvidado por
completo. Ahora, al tener que volver a usarlo de
repente, realmente necesitaba algo de tiempo y
paciencia. En este momento, San Lang, que
estaba de pie junto a él, dijo: —Montículo del
General.
Tan pronto como dijo esto, Xie Lian lo recordó.
Este último personaje, ¿no tenía el significado de
montículo, tumba o sepultura?
Girando la cabeza, Xie Lian preguntó con
sorpresa: —San Lang, ¿podría ser que también
entiendes el antiguo texto de BanYue?
San Lang se rió entre dientes y dijo: —No
mucho. Era solo un pasatiempo, así que solo sé
unas pocas palabras.
Xie Lian ya estaba acostumbrado a que él
respondiera de esta manera. Los textos de
BanYue eran bastante limitados y aquellos que lo
entendían eran difíciles de encontrar. La palabra
montículo tampoco era una palabra de uso
común. Si fue realmente como San Lang afirmó

372
y él solo sabía algunas palabras entonces,
¿cómo podría ser coincidencia precisamente esta
palabra? Él dijo, no mucho, pero Xie Lian temía
que el significado de sus palabras fuera más
equivalente a preguntar todo lo que quiera, no me
intimidará.
Inmediatamente, Xie Lian respondió con una
sonrisa. —Esto es muy bueno. Tal vez las pocas
palabras que sabes son las que no sé. Ven aquí,
veamos esto juntos.
Le hizo señas gentilmente, así que San Lang
se acercó. Nan Feng y Fu Yao se pararon a un
lado mientras sostenían sus Palmas de Luz para
iluminar el área para ellos. El dedo de Xie Lian
rozó lentamente cada personaje en la lápida.
Junto con San Lang, discutieron en voz baja
mientras continuaban leyendo en silencio.
Mientras leían, sus miradas se volvieron cada vez
más peculiares, hasta que finalmente se
volvieron solemnes.
El joven llamado TianShen del grupo de
comerciantes era relativamente joven y los
jóvenes siempre estaban llenos de curiosidad.
Además, después de haber intercambiado
algunas líneas con la otra parte, a partir de
entonces consideró que estaban familiarizados
entre sí. Por lo tanto, TianShen preguntó:
—Compañeros hermanos mayores, ¿qué está
escrito exactamente en esta lápida?
Xie Lian volvió a sus sentidos y respondió:
—Esta piedra es un memorial y lo que está
escrito en este monumento es la historia de vida
de un General.

373
TianShen dijo: —¿Es un General del reino de
BanYue?
San Lang respondió: —No, él es un General de
las llanuras centrales.
Sospechoso, Nan Feng respondió: —¿Un
General de las llanuras centrales? Entonces,
¿por qué la gente del reino BanYue le daría un
montículo adecuado? ¿No están los dos reinos
constantemente en guerra unos con otros?
San Lang dijo: —Este General en particular fue
muy peculiar. Aunque el memorial lo llamaba
General, en realidad, era simplemente un
pequeño oficial militar famoso.
—Entonces, ¿fue ascendido a General
después?
—De ningún modo. De hecho, comenzó
mandando a cien personas. Después, dirigió a
setenta personas y luego, solo lideró a cincuenta
personas.
—...
—En resumen, siguió siendo degradado.
Ser degradado una y otra vez, hasta el punto
de que no se podría degradar más... este tipo de
experiencia honestamente se sentía demasiado
familiar. Xie Lian sintió que dos miradas caían
colectivamente sobre su cuerpo, pero fingió no
darse cuenta y continuó leyendo el texto en la
lápida de piedra.
En este momento, escuchó a TianShen
preguntar con incomprensión: —¿Cómo puede
haber un oficial que sea degradado cada vez más
abajo? Mientras no cometas grandes errores,
incluso si no te ascienden, tampoco te

374
degradarán. ¿Cuánto tienes que fallar para llegar
a este punto?
—...
Apretando su mano derecha en un puño, Xie
Lian la levantó hacia el frente de su boca y tosió
suavemente. Luego, dijo seriamente: —Joven
amigo, un oficial que continúa siendo degradado
no es algo inusual.
—¿Ah?
San Lang se rió y dijo: —Así es, es bastante
común. Después de una pausa, continuó—: La
razón por la cual este oficial militar en particular
siguió siendo degradado no fue porque era
incompetente e inadecuado para sus deberes,
sino porque la relación entre los dos reinos era
muy mala. Sin embargo, cuando estaba en el
campo de batalla, no solo no devolvió ningún
logro, sino que también se convirtió en un
obstáculo en repetidas ocasiones.
Nan Feng dijo: —¿Qué quieres decir con un
obstáculo?
San Lang respondió: —No solo trató de evitar
que los soldados de BanYue mataran a personas
inocentes de su propio país, sino que también
evitó que sus propios soldados mataran a los
inocentes del reino de BanYue. Cada vez que
actuaba para evitar que los inocentes eran
asesinados, lo degradaban una vez.
Su actitud relajada hizo que los siete u ocho
comerciantes se acurrucaran lentamente, como
si lo estuvieran escuchando contar una historia.
Parecían bastante interesados y también
expresaron sus opiniones mientras escuchaban.

375
TianShen dijo: —Siento que este oficial militar no
está equivocado. Es lo que es cuando los
soldados luchan entre sí en la batalla. Pero no
dejar que maten inocentes al azar, ¿eso no está
bien?
—Aunque esto es algo tontamente amable para
un soldado de su reino y no es exactamente
adecuado, en general, no hay nada malo.
—Sí. Después de todo, está salvando
personas, no perjudicándolas.
Xie Lian escuchó esto y sonrió levemente.
El grupo de comerciantes frente a él no eran las
personas que vivían en la frontera, ni eran las
personas de hace doscientos años. Hoy en día,
dado que el reino de BanYue ya había sido
aniquilado, la gente naturalmente minimizaría el
asunto cuando lo mencionaran. Serían
compasivos e incluso darían algunas palabras de
elogio. E incluso si uno no estuviera de acuerdo
con algo que había sucedido, probablemente
entenderían por qué se hizo.
Pero cuando había pasado cien años, con
ambos bandos en las llamas de la guerra y
cuando el odio no se interrumpía, las
consecuencias del comportamiento antes
mencionado definitivamente no serían evaluadas
a la ligera como tontamente amables.
Dentro del grupo, solo A-Zhao era un local.
Probablemente fue por esto que pudo entenderlo
mejor. Él dijo: —Hoy en día es hoy en día, hace
doscientos años es hace doscientos años. El
hecho de que este oficial militar simplemente

376
haya sido degradado ya significaba que tuvo
mucha suerte.
Fu Yao solo se burló antes de decir: —Qué
ridículo.
Xie Lian podía adivinar lo que estaba a punto
de decir. Por lo tanto, masajeó suavemente el
espacio entre sus cejas.
Efectivamente, bajo la llama que iluminó la
sombría apariencia de Fu Yao, dijo: —Alguien en
su posición debería tratar de cumplir con su
deber. Como esta persona se convirtió en
soldado, siempre debe recordar defender su
propio reino. Cuando luchas sin miedo contra
enemigos en la línea del frente y con dos reinos
en guerra, es inevitable matar. Ser tan suave de
corazón solo haría que sus camaradas lo
detestaran. Además, los soldados enemigos lo
encontrarían cómico y ridículo. No habría nadie
que se sintiera agradecido.
Sus palabras también fueron muy razonables,
por lo que la cueva quedó en silencio. Entonces,
Fu Yao dijo en un tono débil: —Al final, solo hay
un final para personas así: la muerte. Y muy
probablemente, estaría en manos de su propia
gente.
Después de permanecer en silencio durante un
tiempo, Xie Lian rompió el silencio y dijo: —Sí,
tienes toda la razón. Él murió.
Sorprendido, TianShen exclamó: —¡Ah!
¿Cómo murió? ¿Realmente fue asesinado por su
propia gente?
Xie Lian reflexionó sobre esto por un momento,
pero aun así decidió decirlo.

377
—Eso no es todo... En el memorial, dice que
durante una batalla, mientras ambas partes
estaban ocupadas luchando entre sí, este
hombre no se había atado bien los cordones de
las botas y había pisado sus propios cordones.
Se tropezó y cayó, luego...
Todos en la cueva habían pensado
originalmente que este General debía haber
muerto de una manera incomparablemente
trágica pero conmovedora. Por lo tanto,
habiendo escuchado lo que se dijo, todos se
sorprendieron. Todos pensaron para sí mismos:
¿Qué tipo de muerte es esta? Antes de que la risa
estallara entre ellos.
—Jajajajaja...
—… y así fue pisoteado y asesinado a tiros por
el enemigo y amigos, cuyos ojos estaban
nublados por el asesinato.
—Jajajajajajaja...
San Lang levantó una ceja y dijo: —¿Es tan
gracioso?
Xie Lian tosió y también agregó: —Así es, es
bastante trágico. Todos, demostremos algo de
simpatía y no riamos. Especialmente porque
estamos frente a su lápida, debemos darle
respeto.
TianShen apresuradamente dijo: —No
pretendo ser malicioso al reír, pero esto sigue
siendo... un poco... jajajajaja...
Xie Lian se sintió impotente porque cuando leyó
esta parte, también quiso reírse un poco. Sin
embargo, decidió no mencionar eso. En cambio,
continuó traduciendo y leyendo en voz alta.

378
Xie Lian dijo: —En resumen, aunque este oficial
militar tenía una mala reputación dentro del
ejército, los ciudadanos cerca de la frontera del
reino de BanYue y la gente de las llanuras
centrales que habían estado bajo su cuidado
comenzaron a llamarlo General. Luego, le
construyeron un montículo simple aquí y
levantaron una lápida para conmemorarlo.
San Lang agregó: —Luego, la gente del reino
de BanYue descubrió una parte milagrosa de
esta lápida: mientras te arrodilles frente a esta
lápida de piedra tres veces, podrás convertir un
comienzo desfavorable en buena fortuna en el
desierto de Gobi.
Su tono era realmente demasiado enigmático e
insondable, lo que fácilmente llevó a la gente a
creerle. La expresión de su rostro también era
mortal. Cuando la gente escuchó esto, bastantes
comenzaron inmediatamente a arrodillarse. Era
mejor creer que existía que no existir. Sin
embargo, Xie Lian encontró esto bastante
desconcertante y dijo: —¿Ah? ¿Existe realmente
una oración que diga eso? Qué maravilloso.
San Lang sonrió levemente antes de susurrar:
—No, lo inventé. Dado que se rieron de él antes,
hacer que se arrodillaran ante él ahora no sería
pedir demasiado, ¿verdad?
Xie Lian miró y vio que era realmente cierto. Ya
no quedaba más texto para traducir en la lápida
de piedra. Originalmente había querido suspirar,
pero ahora lo encontró divertido. Por lo tanto,
también susurró: —¿Por qué eres tan
descarado?

379
San Lang le sacó la lengua.
Los dos se reían cuando de repente, alguien
gritó: —¿Qué es esto?
Este grito resonó extremadamente fuerte
dentro de la cueva. Ruido vibrante, hizo que la
gente sintiera que su cabello se erizaba. Xie Lian
miró hacia la dirección de donde había venido el
grito y preguntó: —¡¿Qué pasa?!
Los que se habían arrodillado frente a la
antigua lápida se levantaron frenéticamente y
huyeron. Convulsivos de miedo, exclamaron:
—¡Serpiente!
Nan Feng y Fu Yao movieron sus manos en esa
dirección. Las dos Palmas de Luz iluminaron ese
punto del suelo desde lejos.
¡Sorprendentemente, una serpiente larga y de
colores magníficos se deslizó sobre el suelo
arenoso!
Todos entraron en pánico.
—¿Cómo podría haber serpientes?
—¿Por qué esta serpiente no hace el más
mínimo sonido? ¡Es completamente imposible
saber cuándo se mueve!
Cuando la serpiente fue iluminada por las
llamas, su cuerpo se levantó. Parecía estar
extremadamente vigilante y parecía estar listo
para atacar en cualquier momento. Nan Feng
estaba a punto de golpearlo con una Palma de
Luz cuando notó que alguien se dirigía
lentamente hacia él.
La persona lo atrapó casualmente y pronto tuvo
las siete pulgadas enteras del cuerpo de la
serpiente pellizcadas a su alcance. Levantando

380
su mano izquierda, la llevó al frente de sus ojos y
la observó cuidadosamente mientras decía:
—¿No son las serpientes en el desierto algo
común?
Alguien tan inescrupuloso y valiente era, por
supuesto, San Lang. Dicen que, para luchar
contra una serpiente, debes agarrar el corazón, y
si lo presionas lo suficiente, no importa lo
venenosos que sean sus colmillos, serían
inútiles.
La cola de la serpiente se envolvió débilmente
alrededor del brazo izquierdo de San Lang varias
veces. En este momento, la distancia entre San
Lang y Xie Lian se acortó y así Xie Lian pudo ver
bien a la serpiente. Su piel parecía ser medio
translúcida y uno podía ver mechones de negro
mezclado en un color rojo violáceo brillante. Este
color hacía que las personas lo asociaran con el
de los órganos internos, lo que generó
sentimientos de inquietud. Además, la cola de la
serpiente era en realidad del color de la carne y
se cortaba como si tuviera capas de caparazón
duro. De hecho, la cola no se parecía a la de una
serpiente, sino más bien a la de un escorpión.
Habiendo visto esa parte más claramente, la
expresión de Xie Lian cambió abruptamente
antes de exclamar: —¡Cuidado con su cola!
Apenas había terminado de hablar cuando la
cola que rodeaba el brazo de San Lang se aflojó
de repente. La punta de la cola parecía haberse
convertido en otra cabeza de serpiente. Después
de saltar hacia atrás, ¡de repente salió!

381
La punzada de la cola llegó abruptamente, pero
San Lang casualmente extendió su brazo
derecho y atrapó esa cola con facilidad. Pellizcó
la cola como si estuviera sosteniendo algo
entretenido, antes de mostrárselo a Xie Lian.
Riendo, San Lang dijo: —Esta cola es bastante
divertida.
Xie Lian vio que el extremo puntiagudo de la
cola de la serpiente en realidad brotaba de una
espina roja afilada y carnosa. Soltando un
suspiro, dijo: —Qué bueno que no te apuñaló.
Como era de esperar, esta es una Serpiente Cola
de Escorpión.
Nan Feng y Fu Yao también vinieron a echar un
vistazo a la serpiente. Preguntaron: —¿Serpiente
Cola de Escorpión?
Xie Lian respondió: —Eso es correcto. Este es
un animal único y venenoso exclusivo del reino
BanYue y son bastante raros en número. Nunca
había visto uno antes, pero he oído hablar de él.
Con un cuerpo de serpiente y una cola como un
escorpión, el veneno es más tóxico que los dos
combinados. Independientemente de si uno fue
mordido por sus colmillos venenosos o
apuñalado por la cola venenosa, todos...
Después de hablar hasta ese punto, Xie Lian
vio a San Lang comenzar a atormentar a la
serpiente envuelta alrededor de su mano
girándola repetidamente. A veces lo estiraba, a
veces lo aplastaba y a veces incluso lo retorcía
como una toalla. Por ahora, San Lang estaba a
solo un paso de atarlo a un arco. Después de un
momento de falta de palabras, Xie Lian

382
suavemente persuadió: —San Lang, deja de
jugar con eso. Es muy peligroso.
Sin embargo, San Lang se rió y dijo: —Está
bien. No hay necesidad de que Gēge se
preocupe. Estas Serpientes Cola de Escorpión
son el símbolo de la Guoshi Ban Yue. Las
oportunidades como estas son raras, por lo que,
por supuesto, tengo que examinarlas
detenidamente.
Xie Lian dio un ligero sobresalto y dijo: —¿El
símbolo de la gran Guoshi Ban Yue?
San Lang respondió: —Eso es correcto. Se dijo
que era precisamente porque la gran Guoshi Ban
Yue podía controlar estas Serpientes Cola de
Escorpión hizo que la gente de BanYue pensara
que sus poderes no tenían límites. Por eso la
adoraron como la gran Guoshi.
En el momento en que escuchó la palabra
control Xie Lian sintió que algo estaba mal.
Pensó para sí mismo, hablando de control, las
Serpientes Cola de Escorpión siempre se habían
movido en una manada, una que cubriría una
gran extensión de tierra. Inmediatamente, Xie
Lian dijo: —Todos deben apresurarse y salir de
aquí primero. Me temo que no hay una sola
Serpiente Cola de Escorpión aquí...
Ni siquiera había terminado su oración cuando
escuchó un grito.
—AAAAAAAH
Una tras otra, varias personas comenzaron a
gritar de miedo.
—¡Serpientes!
—¡Tantas serpientes!

383
—¡Por aquí también!
En medio de la oscuridad, siete u ocho
serpientes de cola de escorpión rojo púrpura
salieron silenciosamente. Surgieron de manera
extremadamente abrupta, por lo que era
absolutamente imposible saber de qué agujero
habían salido. Además, no atacaron y, en
cambio, solo miraron en silencio al grupo de
personas, como si estuvieran examinando lo que
eran. El deslizamiento y los ataques de estas
serpientes no tenían sonido y ni siquiera tenían
los sonidos sibilantes que una serpiente normal
hacía cuando movía su lengua. Eran realmente
extremadamente peligrosas.
Las Palmas de Luz de Nan Feng y Fu Yao se
dispararon al mismo tiempo, causando que una
enorme bola de fuego explotara dentro de la
cueva. Xie Lian gritó: —¡Fuera!
Nadie se atrevió a quedarse en la cueva por
más tiempo y todos huyeron frenéticamente
afuera. Afortunadamente, el cielo reflejaba el
comienzo de una puesta de sol y ese tornado
había desaparecido hace mucho tiempo. La
tormenta de arena también se había calmado
significativamente.
El grupo de personas evacuó hacia un área
abierta. Mientras corrían y corrían, alguien dijo:
—¡Esa lápida es realmente aterradora! ¡Cómo
es que nos arrodillamos tres veces delante de él
y aun así encontramos algo como esto a pesar de
todo eso!
Xie Lian pensó que era bueno que no supieran
que la última parte había sido inventada por San

384
Lang. Pero luego también escuchó a alguien más
decir: —¡Sí! ¡Los resultados son relativamente
los mismos que adorar esa basura inmortal!
¡Cuanto más adoras, más desafortunado te
vuelves!
—...
Para que una flecha golpeara la diana a pesar
de estar en un lugar tan distante y sin relación,
Xie Lian se quedó sin palabras. De repente,
TianShen gritó de miedo: —¡Tío Zheng!
El anciano que había estado apoyando se
derrumbó.
Xie Lian se apresuró y preguntó: —¿Qué pasó?
La expresión en la cara del tío Zheng estaba
llena de dolor y sufrimiento. Levantó una mano
temblorosa, que Xie Lian atrapó para echar un
vistazo. Inmediatamente, su corazón se hundió
cuando vio un color rojo violáceo aparecer entre
el pulgar y el índice del anciano, e incluso la
protuberancia de la hinchazón ya era muy
grande.
Alrededor del área inflamada, uno podría, con
cierta dificultad, distinguir un pequeño agujero.
Una herida tan pequeña, uno podría suponer que
no se notaría en un corto período de tiempo. Xie
Lian dijo de inmediato: —Todos, verifiquen si hay
heridas en su cuerpo. ¡Si los hay, aten
rápidamente la parte con un poco de cuerda para
evitar que el veneno se propague!
Volteó la muñeca del hombre para revisarlo,
pero vio una franja rojo violácea visible a simple
vista que se arrastraba por el brazo del tío Zheng.
Xie Lian pensó mentalmente que el veneno de

385
esta serpiente era increíblemente potente y
estaba a punto de desatar a Ruoye, solo para ver
a A-Zhao arrancar un trozo de tela y atarlo a la
mitad del antebrazo del anciano. Estaba atado
extremadamente fuerte, evitando que la sangre
envenenada fluya de regreso al corazón. Sus
movimientos también fueron incomparablemente
rápidos, algo que Xie Lian elogió internamente.
Xie Lian levantó la cabeza. Sin tener que decir
nada, Nan Feng ya había sacado una botella
medicinal y vertió una sola píldora. Después de
que Xie Lian hizo que el viejo se tragara la
píldora, TianShen gritó frenéticamente: —Tío,
¿estás bien? A-Zhao ge, tío no morirá, ¿verdad?
A-Zhao sacudió la cabeza y dijo: —Si te mordió
la serpiente de cola de escorpión, en cuatro
horas, la muerte es inevitable.
Aturdido, TianShen dijo: —Entonces... ¿qué
podemos hacer?
El tío Zheng era el líder de la caravana
mercante. Por lo tanto, muchos de los
comerciantes también estaban ansiosos y
preguntaron: —¿No le dio este joven amigo un
poco de medicina?
Nan Feng dijo: —Lo que le di no fue el antídoto
y solo prolongará temporalmente su vida.
Ayudaría a mantenerlo con vida y prolongaría las
cuatro horas hasta las veinticuatro.
Todos los comerciantes se sintieron agitados y
perdidos.
—¿Solo veinticuatro horas?
—Si lo dices así, ¿no significa eso que no tiene
otra opción que esperar a la muerte?

386
—¿Es este veneno incurable?
En este momento, San Lang se acercó
lentamente y dijo: —Hay esperanza.
Uno tras otro, todos lo miraron.
Superado de felicidad, TianShen volvió la
cabeza para decir: —Zhao-ge, si puede salvarse,
¿por qué no dijiste nada antes? ¡Me has
asustado hasta la muerte!
Sin embargo, A-Zhao no respondió y solo
sacudió la cabeza en silencio.
San Lang dijo: —Por supuesto que sería difícil
para él decirlo. Si los que fueron envenenados
podrían salvarse, pero otros podrían perder la
vida como resultado, ¿cómo podría uno explicar
esto?
Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿qué quieres
decir?
San Lang respondió: —Gēge, ¿conoces la
leyenda de la Serpiente Cola de Escorpión?
Resultó, la leyenda decía que hace cientos de
años en el reino de BanYue, había habido un
emperador. Se adentró en las montañas para
cazar y sin darse cuenta atrapó a dos espíritus
siniestros cuyas verdaderas formas eran las de
criaturas venenosas. Uno era un espíritu de
víbora venenosa, mientras que el otro era un
espíritu de escorpión.
Estos dos seres venenosos cultivados en lo
profundo de las montañas. No prestaron atención
a los asuntos del mundo y nunca habían dañado
a nadie. Sin embargo, el reino del Emperador de
BanYue los quería muertos por porque eran
criaturas venenosas y, por lo tanto, tendrían que

387
dañar a otra tarde o temprano. Entonces, el
Emperador quería matarlos antes.
Los dos espíritus suplicaron al Emperador que
les perdonara una sola forma de sobrevivir, pero
el Emperador era un hombre despiadado.
Durante un banquete, obligó a los dos espíritus a
aparearse frente a una audiencia de ministros
como un medio de entretenimiento, mientras que
el propio Emperador y sus ministros bebieron a
sus anchas.
Y después de que terminó el banquete, el
Emperador todavía tenía los dos espíritus
venenosos asesinados. Solo la Emperatriz no
podía soportar que esto sucediera, pero tampoco
se atrevió a desobedecer al Emperador. Al final,
ella solo tomó una hoja perfumada y la arrojó,
cubriendo los cadáveres de los dos espíritus.
La víbora y el escorpión venenosos se
convirtieron en espíritus malignos, llenos de
resentimiento. Maldijeron a sus descendientes
nacidos después de su relación sexual forzada
para permanecer allí para siempre y matar a la
gente del reino de BanYue. Por lo tanto, las
serpientes de cola de escorpión aparecieron
exclusivamente dentro del reino de BanYue. Una
vez mordido o picado, el veneno se movía rápida
y violentamente y la muerte de uno sería
miserable. Sin embargo, debido a la acción
benevolente de la Emperatriz esa noche, la hoja
perfumada que había arrojado para cubrir sus
cadáveres se convirtió en el antídoto para su
veneno.

388
Después de que terminó de explicar, San Lang
dijo: —Esa hoja perfumada en particular es de
una planta llamada Hierba de Luna de los
Vástagos. Solo crece dentro de las fronteras del
pasado reino BanYue.
Después de escuchar esto, los comerciantes
comenzaron a hablar uno tras otro.
—Esto... Este tipo de leyenda, ¿realmente se
puede confiar?
—Joven amigo, la vida de alguien está en
juego, ¡no deberías estar bromeando con
nosotros ahora!
Sin embargo, San Lang solo sonrió y no dijo
nada. Después de decirle esto a Xie Lian, no dijo
mucho después.
Buscando pruebas, TianShen se volvió para
mirar a A-Zhao y preguntó: —Zhao-ge, ¿son
ciertas las cosas que dijo el Gēge vestido de rojo?
Después de murmurar para sí mismo por un
momento, A-Zhao dijo: —No está claro si las
leyendas y los mitos son genuinos o falsos. Sin
embargo, dentro del reino de BanYue, la Hierba
de Luna realmente existe y esta planta de hecho
puede curar el veneno de las Serpientes Cola de
Escorpión.
Xie Lian dijo: —En otras palabras, solo hay una
única forma de sobrevivir para aquellos que son
mordidos por las Serpientes Cola de Escorpión.
Sin embargo, este atisbo de esperanza solo se
puede obtener dentro del antiguo reino de
BanYue.
No es de extrañar que haya tantas caravanas y
viajeros mercantes que pasaban que eran

389
plenamente conscientes del dicho: Con cada
paso, la mitad de la caravana se pierde, pero aún
entrarían en el antiguo reino de BanYue. No fue
porque estaban decididos a correr hacia la
muerte. Más bien, tal vez si no ingresaran al
reino, simplemente se encontrarían con una
muerte segura.
Las Serpientes Cola de Escorpión eran el tótem
del Cultivador Demoníaco Ban Yue y, por lo tanto,
podían ser controladas por ella. En ese caso, la
aparición de estas serpientes definitivamente no
podría ser una coincidencia. Solo confiar en los
pocos Oficiales Celestiales aquí no garantizaría
la seguridad de todas las personas actualmente
presentes. Tampoco sabían si aparecerían más
Serpientes Cola de Escorpión.
Por lo tanto, Xie Lian levantó dos dedos hacia
su sien e intentó ingresar a la matriz de
comunicación espiritual. Quería ver si era posible
engrosar su piel y pedir prestados algunos
pequeños funcionarios más.
Pero quién hubiera sabido que su intento de
ingresar a la matriz fue completamente
infructuoso. Bajó la mano y sintió que era extraño.
Xie Lian pensó para sí mismo: —¿Debería
haberse gastado toda mi energía espiritual tan
rápido? Lo calculé esta mañana y todavía me
quedaría algo.
Inmediatamente se volvió hacia Nan Feng y Fu
Yao antes de decir: —¿Podría alguno de ustedes
intentar entrar en la matriz de comunicación
espiritual? No puedo ingresar desde la mía.

390
Después de un momento, las expresiones de
los dos dioses marciales se volvieron solemnes.
Nan Feng dijo: —Yo tampoco puedo entrar.
En lugares con auras malignas
extremadamente fuertes, parte de la energía
espiritual de un Oficial Celestial podría verse
afectada; temporalmente debilitado o tal vez
incluso bloqueado. Xie Lian temía que, en este
momento, se habían encontrado con una
situación que era precisamente eso.
Xie Lian caminó de un lado a otro por un
momento, antes de levantar la cabeza y decir:
—Puede ser porque este lugar está demasiado
cerca del antiguo reino de BanYue, por lo que la
matriz de comunicación espiritual se bloqueó...
En este momento, de repente vislumbró una
mancha de rojo excepcionalmente deslumbrante
por el rabillo del ojo.
Por un lado, Nan Feng y Fu Yao todavía
estaban tratando de ingresar al grupo de
comunicación espiritual, mientras que los otros
comerciantes estaban ocupados revisando sus
cuerpos en busca de pequeñas heridas. Solo ese
joven TianShen estaba preocupado únicamente
por aferrarse al viejo Zheng y preocuparse. No
se dio cuenta por completo de la Serpiente Cola
Escorpión de color rojo violáceo que
silenciosamente se había arrastrado por su
espalda.
Y, sin embargo, cuando la Serpiente Cola de
Escorpión se enroscó en el hombro de TianShen,
a lo que apuntaban sus colmillos no era al cuello

391
del joven, sino al brazo del despreocupado San
Lang parado a un lado.
¡La serpiente se echó hacia atrás y luego se
disparó hacia adelante!
Justo antes de que los colmillos perforaran el
brazo de San Lang, Xie Lian extendió su mano,
antes de agarrar con precisión incomparable las
siete pulgadas de la Serpiente Cola de Escorpión.
Con la fuerza de su mano sola, podría haber
asfixiado a la serpiente de cola de escorpión
hasta el punto de que todos sus órganos
explotarían, estallando en una salpicadura de
tripas y cerebro. Sin embargo, Xie Lian no estaba
seguro de si la sangre y la carne de la serpiente
de cola de escorpión también eran tóxicas, por lo
que no quería arriesgarse a hacer el movimiento
equivocado.
Estaba a punto de agarrarlo por la cola, pero
quién hubiera sabido que el cuerpo de la
serpiente sería tan resbaladizo, por lo que era
muy difícil agarrarlo. Aunque Xie Lian fue a
apresarlo, sintió algo helado, redondo y suave
deslizarse entre sus dedos.
Y al momento siguiente, Xie Lian sintió un dolor
agudo, como el pinchazo de una aguja, en el
dorso de su mano.

392
CAPÍTULO 22
Mil millas en un paso; perdido dentro de
una tormenta de arena (parte tres)

¡La cola del escorpión!


Sin embargo, justo después de ser picado, Xie
Lian también se había agarrado a su cola. De
hecho, había agarrado con seguridad a toda la
serpiente de cola de escorpión en su totalidad.
Después de eso, Xie Lian apretó su agarre hasta
que la serpiente se desmayó por completo.
A pesar de haber sido picado, su expresión no
cambió en lo más mínimo. Solo arrojó la serpiente
inconsciente al suelo y dijo: —Todos deberían
seguir teniendo cuidado, puede haber más
serpientes cerca...
Xie Lian no había terminado de hablar cuando
sintió algo apretarse alrededor de su muñeca.
Cuando levantó la cabeza para mirar, descubrió
que era San Lang quien lo había agarrado.
Ligeramente sorprendido, Xie Lian preguntó:
—¿San Lang?
La razón por la que había preguntado esto era
porque la expresión actualmente presente en el
rostro del joven no era del todo correcta. Era
difícil usar palabras para describirlo, pero

393
básicamente hacía que otros temblaran de
miedo.
San Lang miró atentamente la herida minúscula
en la mano de Xie Lian. Esta herida originalmente
tenía aproximadamente el mismo tamaño que un
pinchazo. Sin embargo, el veneno se había
extendido rápidamente y, por lo tanto, el dorso de
su mano se había hinchado en un bulto duro
masivo, rojo púrpura. Esa pequeña herida del
tamaño de un alfiler también se había estirado
hasta que se parecía al corte de un cuchillo.
San Lang se mantuvo sereno. Completamente
silencioso, agarró a Ruoye y lo usó para atar un
nudo apretado alrededor de la muñeca de Xie
Lian, lo que evitó que la sangre envenenada se
extendiera aún más. Aunque a Ruoye le gustaba
actuar como un niño consentido y mimado
alrededor de Xie Lian y no siempre se portaba tan
bien, era increíblemente dócil en las manos de
San Lang, hasta el punto de que parecía que
estaba muerto.
Desde que los dos se conocieron, Xie Lian
nunca había visto esta expresión en él antes.
Justo cuando estaba a punto de hablar, San Lang
sacó la daga que colgaba de la cintura de uno de
los comerciantes. Al ver esto, Nan Feng entendió
al instante lo que estaba a punto de hacer y lanzó
una Palma de Luz en su mano derecha.
San Lang ni siquiera miró en su dirección. En
cambio, simplemente colocó la punta del cuchillo
en el fuego. Después de esterilizarlo, giró la
cabeza, antes de cortar suavemente pero

394
rápidamente una cruz en la herida ubicada en el
dorso de la mano de Xie Lian.
San Lang estaba a punto de agacharse cuando
Xie Lian dijo rápidamente: —No hay necesidad.
El veneno de la serpiente de cola de escorpión es
demasiado tóxico, por lo que es inútil incluso si lo
absorbes. Deberías estar más preocupado por
envenenarte...
Sin embargo, el joven no le permitió explicar.
Solo sostuvo su mano con fuerza antes de
presionar sus labios contra ella. Inseguro de la
razón, Xie Lian sintió que su brazo, el que
sostenía San Lang, temblaba ligeramente.
Por otro lado, Fu Yao dijo: —¿Cómo puedes
ser picado de esta manera? Tu suerte es
realmente otra cosa. Es posible que no haya sido
mordido en absoluto, entonces, ¿por qué irías a
agarrarlo? Simplemente nos estás causando
más problemas.
Estas palabras eran en realidad la verdad. De
hecho, ahora que Xie Lian recordó la actitud
despreocupada de San Lang mientras intentaba
atar la serpiente en un nudo, incluso sintió que
San Lang no habría sido mordido. Y tal vez,
incluso si hubiera sido mordido, a San Lang
podría no haberle importado en absoluto.
Sin embargo, era mejor prevenir que curar. Si
el joven realmente no hubiera notado la serpiente
y hubiera sido mordido, ¿no sería inútil
arrepentirse entonces?
Agitó su otra mano no herida y dijo: —No te
preocupes. No es como que duela, y no moriré
por ello.

395
396
Fu Yao preguntó: —¿Realmente no duele?
Xie Lian respondió honestamente: —Sí. Ya no
lo siento.
Esto era cierto. Xie Lian, siendo él mismo, era
extremadamente desafortunado. Cuando
atravesaba montañas, ocho de cada diez veces
pisaría serpientes venenosas, sobresaltaba
insectos venenosos, etc. Ya había sido mordido
por una variedad de criaturas venenosas miles de
veces, pero su tenacidad hizo que no muriera. A
lo sumo, tendría fiebre durante tres días y noches
y, al despertar, estaría completamente bien.
Además, Xie Lian era realmente insensible al
dolor. No importaba qué tipo de dolor fuera,
simplemente lo dejaría doler hasta que se
acostumbrara.
Cuando terminó de hablar, San Lang
finalmente levantó la cabeza. La hinchazón en el
dorso de la mano de Xie Lian había disminuido.
Desde la esquina de los labios de San Lang, un
hilo de sangre goteó. Con la mirada
extremadamente fría, movió sus ojos hacia la
Serpiente Cola de Escorpión que yacía en el
suelo.
De repente, un sonido de explosión sonó
tristemente. Esa serpiente de color rojo violáceo
había estallado en un charco de carne picada de
color rojo violáceo.
Cuando todos vieron cómo había explotado la
serpiente, todos se sorprendieron. Sin embargo,
nadie sabía quién lo hizo. Aunque nada de la
sangre se había derramado sobre ellos, todavía
estaban aterrorizados.

397
TianShen todavía recordaba que Xie Lian
también había sido picado. Él ansiosamente dijo:
—Este Gēge, ¿también fuiste picado? ¿Qué vas
a hacer?
Xie Lian apretó el vendaje alrededor de su
muñeca. Con una sonrisa, dijo: —Eres un buen
niño. Estoy bien. Seguiremos el plan original. A
continuación, ingresaremos a la ciudad para
buscar la Hierba de Luna.
Un comerciante apresuradamente dijo: —Si
ustedes van a ir, ¿qué pasa con nosotros?
¿Deberíamos enviar a alguien también?
Xie Lian respondió: —No hay necesidad de que
ustedes vayan. La antigua tierra del reino de
BanYue es muy peligrosa. Una persona adicional
es simplemente otro accidente a la espera de
suceder. Después de encontrar la Hierba de
Luna de los Vástagos, la traeremos y se la
daremos antes de que terminen las veinticuatro
horas.
Varios comerciantes exclamaron
sucesivamente,
—Re... ¿En serio? Estaríamos muy
agradecidos...
—¿Cómo podríamos tener el coraje...?
Sin embargo, en el momento en que Xie Lian
habló su siguiente línea, las expresiones de los
comerciantes cambiaron de inmediato.
Él dijo: —Para encontrar el antiguo reino de
BanYue lo más rápido posible, tendría que
molestarlos a todos para que nos presten
temporalmente a este hermano para que nos
muestre el camino.

398
El que quería pedir prestado era, naturalmente,
A-Zhao. Si uno decía que las expresiones
presentes en la cara de los comerciantes antes
eran gratitud y alegría, ahora la mayoría tenía una
mirada de vacilación.
Xie Lian también entendió por qué. Los
comerciantes estaban preocupados de que una
vez que tomaran su guía y encontraran la Hierba
de Luna, huirían solos. Incluso si A-Zhao tuviera
una conciencia y decidiera no huir con ellos
mientras estaba dispuesto a regresar, se
retrasaría mucho tiempo.
Sin embargo, los comerciantes no estaban
dispuestos a ir al lugar condenable. Con cada
paso, la mitad de la caravana se perdía. Esto los
hizo dividir entre las dos opciones.
Esta era la naturaleza humana y por lo tanto era
comprensible.
Xie Lian agregó de inmediato: —Pero me temo
que puede haber otras cosas que podrían
atacarlos a todos. Entonces, Fu Yao, quédate y
cuídalos.
Como dejarían a alguien aquí, la mayoría de los
comerciantes finalmente asintieron y dijeron:
—Muy bien, siempre y cuando A-Zhao esté
dispuesto a ir contigo.
Por lo tanto, Xie Lian se volvió hacia A-Zhao y
dijo: —Joven amigo, ¿estás dispuesto a
ayudarnos? Está bien incluso si no lo estás.
A-Zhao asintió y respondió: —Puedo. Aunque,
el antiguo reino de BanYue es bastante fácil de
encontrar. Si sigues y caminas por esta dirección,
podrás encontrarlo.

399
Después de despedirse de los comerciantes, A-
Zhao caminó al frente para liderar al grupo. Xie
Lian, San Lang y con Nan Feng lo siguieron de
cerca.
Después de caminar por un tiempo, Xie Lian
abrió la boca para preguntar: —A-Zhao, ¿las
serpientes de cola de escorpión aparecen con
frecuencia en esta área?
A-Zhao respondió: —Las serpientes de cola de
escorpión no aparecen con frecuencia. Esta es
también la primera vez que los veo.
Xie Lian asintió y no preguntó más. En
realidad, había vivido cerca del reino de BanYue
durante un período de tiempo en el pasado, pero
esta fue también la primera vez que se encontró
con una serpiente de cola de escorpión. Por lo
tanto, no había nada malo con la respuesta de A-
Zhao.
Nan Feng había sentido algo hasta cierto
punto. En voz baja le preguntó: —¿Sospechas
de A-Zhao?
Xie Lian también bajó la voz y dijo: —En
cualquier caso, ya lo sacamos, así que solo
vigílalo.
Si fuera el pasado, el primero en hablar con él
sería inevitablemente San Lang. Pero en este
momento, aunque Xie Lian no estaba seguro de
si era por lo que había sucedido antes, la
expresión del joven seguía siendo desagradable.

400
San Lang no pronunciaba una sola palabra. Xie
Lian tampoco sabía qué estaba mal. Como no
podía hablar con él, solo podía seguir caminando.
Los cuatro caminaron en el vasto Gobi por
menos de una hora. La tormenta había
desaparecido hace mucho tiempo, por lo que sin
viento ni arena bloqueando su camino, su
velocidad de viaje se volvió terriblemente rápida.
Poco a poco, pudieron distinguir algunas
malezas resistentes que crecían dentro de las
grietas entre la arena y las rocas. Fue hasta que
el sol casi se había puesto cuando Xie Lian
finalmente vio la antigua ciudad emergiendo del
horizonte.
Esta antigua ciudad era difícil de detectar
porque era de color caqui, que se mezclaba con
la vasta arena amarilla que la rodeaba. La
muralla de la ciudad se había derrumbado y
había algunas secciones enterradas en medio de
la arena amarilla.
Fue solo después de que se acercaron que
descubrieron que la muralla de la ciudad era
extremadamente alta. De hecho, las partes más
altas tenían más de treinta metros de altura, así
que no era difícil imaginar la pared en su antigua
grandeza.
Después de que entraron por las puertas de la
ciudad, los cuatro entraron oficialmente en la
tierra del antiguo reino de BanYue.
Como siempre, la calle principal más allá de las
puertas era ancha y vacía. Ambos lados de la
calle estaban llenos de paredes rotas, casas en
ruinas y rocas y madera desgastadas.

401
Quizás advertir repetidamente a otros ya se
había convertido en un hábito, porque A-Zhao
dijo: —Todos, tengan cuidado. No deambulen.
Sin embargo, los otros tres, naturalmente, no
necesitaban que él les recordara esto.
Probablemente debido al inmenso contraste
entre la antigua ciudad de BanYue y la que él
había imaginado, Nan Feng preguntó con
incredulidad: —¿Esto es el reino BanYue?
¿Cómo podría ser tan pequeño? Ni siquiera se
puede comparar con una ciudad.
Xie Lian respondió: —Como un pequeño reino
del desierto, cuanto más grande es el oasis, más
grande es el reino. Incluso durante su floreciente
período, el reino BanYue consistía solo de unas
diez mil personas. Realmente es solo así de
grande. Había estado bien cuando había mucha
gente alrededor, e incluso era muy animado.
Nan Feng examinó el área y dijo: —La derrota
de este reino probablemente fue un asunto que
solo tomó un par de días.
Xie Lian sacudió la cabeza. —Eso es difícil de
decir. Nan Feng, no subestimes a la gente de
BanYue. Aunque su población solo había sido de
alrededor de diez mil personas, siempre había al
menos cuatro mil personas en su ejército durante
todo el año. Había más hombres que mujeres.
Aparte de los viejos y los enfermos y sin contar a
los granjeros, prácticamente todos los hombres
restantes se unieron al ejército. Además, todos
los soldados de BanYue tenían al menos nueve
pies de altura. Sus personalidades también eran
valientes, feroces y agresivas. Mientras

402
sostenían un garrote con dientes de lobo, aún se
atrevían a atacar incluso con una espada clavada
en el pecho. Los soldados de BanYue eran
extremadamente difíciles de combatir.
A-Zhao parecía estar un poco sorprendido.
Miró a Xie Lian y dijo: —Este Daozhang parece
saber bastante.
Xie Lian seguía sonriendo. Justo cuando
estaba a punto de arrojar casualmente algunas
tonterías, Nan Feng volvió a hablar: —¿Qué es
ese muro?
A lo que se refería era a un enorme edificio de
tierra amarilla a lo lejos.
No parecía correcto describirlo como un
edificio, porque estrictamente hablando, solo
podía describirse como cuatro paredes gigantes
de tierra que rodeaban algo. No había puerta ni
techo, solo cuatro paredes y cada una tenía más
de treinta metros de altura. Pegado en la parte
superior de las paredes había un poste con algo
pegado y estaba tan maltratado que no estaba
claro si era una bandera o alguna otra cosa que
ondeara en el viento. Por una razón
desconocida, la vista envió escalofríos al corazón
de uno.
Xie Lian se dio la vuelta, echó un vistazo y dijo:
—Ese es el Pozo de los Pecadores.
Solo el nombre dejaba en claro que no iba a ser
nada bueno. Nan Feng frunció el ceño.
—¿El Pozo de los Pecadores?
Después de murmurar para sí mismo por un
momento, Xie Lian respondió: —Puedes pensarlo

403
como una prisión. Es un lugar específicamente
para encarcelar criminales.
Nan Feng dijo: —Ni siquiera tiene una puerta,
¿cómo están encarcelados? ¿No me digas que
los arrojaron desde la cima?
Xie Lian había estado considerando si
responder o no cuando San Lang dijo de repente:
—Son arrojados. Además, lo que les espera en el
fondo son serpientes venenosas y escorpiones,
así como bestias hambrientas.
Xie Lian sintió que se relajaba cuando
finalmente escuchó hablar a San Lang. Lo miró,
pero la mirada de San Lang solo se encontró con
la suya por un momento antes de que el chico
desviara rápidamente la mirada.
Nan Feng maldijo: —¡Cómo demonios es esta
una prisión, esto es prácticamente una tortura!
¡Es demasiado cruel! Si la gente de BanYue no
está enferma en la cabeza, ¡entonces deben ser
salvajes!
Xie Lian masajeó el espacio entre sus cejas.
—No completamente. Algunas de las personas
de BanYue habían sido bastante amables —En
este momento, Xie Lian de repente dejó de
hablar. Mientras fruncía las cejas, dijo: —Espera.
—Los otros tres dejaron de caminar. Xie Lian
levantó una mano y señaló—. ¿Todos ustedes
ven el poste en la parte superior del pozo? ¿Es
esa una persona que cuelga de él?
El sol se había puesto y la noche había caído.
Como también estaban muy lejos, había sido
difícil saber qué colgaba exactamente del poste.
Sin embargo, después de haber caminado un

404
poco más cerca y haber visto la silueta del objeto
colgante, era obvio que era una persona
escuálida vestida de negro, con la ropa raída y
hecha jirones. Estaba colgado sobre el Pozo de
los Pecadores, pareciendo más bien como una
muñeca desgastada que fuera arrastrada por el
viento.
San Lang dijo: —Lo es.
Tan pronto como A-Zhao vio que era una
persona colgada allí, su rostro se puso
ligeramente pálido. Esta escena parecía
extremadamente triste y extraña. Incluso alguien
tan tranquilo como A-Zhao no podría soportarlo.
En ese momento, San Lang inclinó un poco la
cabeza y dijo en voz baja: —Alguien está aquí.
No fue el único que se dio cuenta. Xie Lian
también había escuchado el sonido de pasos
muy débiles. Ambos lados de la calle tenían
casas en ruinas, por lo que los cuatro se
dispersaron inmediatamente para esconderse
dentro de ellos.
Xie Lian y San Lang se metieron en la misma
casa, mientras que Nan Feng y A-Zhao se
escondieron en la casa frente a ellos. Después de
un rato, una mujer oficial vestida de blanco
apareció al final del camino trillado.
La mujer vestía ropas ligeras y fluidas que eran
tan blancas como la nieve, mientras que un hossu
descansaba en la curva de su brazo. Mientras
caminaba por la calle, miró de izquierda a
derecha con sus ojos muy brillantes.
Su expresión hacía parecer que este lugar no
era una ciudad antigua abandonada por mucho

405
tiempo, sino un pequeño jardín que podía visitar
cuando quisiera. No muy lejos de ella había una
joven vestida de negro. Con las manos
entrelazadas a la espalda, siguió lentamente a la
mujer vestida de blanco.
La joven vestida de negro tenía rasgos faciales
que parecían bastante fríos. Su mirada no era
diferente a la de una daga desenvainada,
mientras que su largo cabello le cubría la
espalda. De hecho, la mujer misma parecía emitir
un aura fría. Y aunque había estado caminando
detrás de la mujer vestida de blanco, nadie la
confundiría con una subordinada.
Estos dos eran precisamente las personas que
Xie Lian y su grupo habían visto fuera del
pequeño edificio al mediodía.
En ese momento, estos dos habían pasado de
largo. La figura del que vestía de negro había
sido muy alta, por lo tanto, Xie Lian no había
podido discernir si eran hombres o mujeres. Solo
ahora se dio cuenta de que las dos eran mujeres.
El que vestía de blanco solo podía ser la gran
Guoshi Ban Yue, pero la que vestía de negro...
¿quién podría ser?
Esa gran Guoshi Ban Yue balanceó el hossu de
manera pausada.
—¿A dónde huyeron esas personas ahora?
Tan pronto como nuestra atención se
desvaneció, desaparecieron. ¿Realmente tengo
que arrastrarlos uno por uno para matarlos?
Xie Lian pensó para sí mismo:

406
—Efectivamente, tan pronto como entramos en
la ciudad, alguien inmediatamente comenzó a
observarnos.
La mujer de negro caminó hacia adelante. Con
una cara inexpresiva, pasó junto a la mujer
vestida de blanco y dijo: —Puedes llamar a tus
amigos para que te ayuden a matarlos.
Por amigos solo podía referirse a los
extremadamente letales soldados de BanYue. La
gran Guoshi Ban Yue se rió y dijo: —¡Ja, ja, ja!
No me gusta llamar a otras personas, solo a ti.
¿Eso no te hace feliz?
Sin embargo, la mujer de negro no la dejó con
ninguna cara. Ella dijo fríamente: —Que te pidan
que vengas aquí y hagas este tipo de cosas no
es nada de lo que estar feliz. Date prisa,
vámonos.
La gran Guoshi Ban Yue levantó una ceja,
aunque de hecho comenzó a caminar más
rápido. La conversación entre las dos mujeres
hacía que pareciera que su relación era la de
buenos y viejos amigos.
Estos dos definitivamente no podrían ser
personas comunes y el vestido de negro
definitivamente no podría ser alguien con una
reputación oscura. Como alguien que estaba
familiarizado con la gran Guoshi Ban Yue, ¿quién
podría ser? ¿Una persona misteriosa de la
misma secta? ¿O tal vez, había habido una reina
destacada o una General en el reino de BanYue?
Mientras analizaba esto rápidamente, Xie Lian
también contuvo el aliento. Definitivamente no
quería ser descubierto en este momento. En la

407
actualidad, parecía que el temperamento de la
Gran Guoshi Ban Yue era muy impredecible.
¿Qué pasaría si los viera y, en un momento de
emoción, convocara a una horda de los
legendarios soldados de BanYue que se
rumoreaba que tenían nueve pies de altura y
empuñaban palos de dientes de lobo? Si eso
sucediera, tendrían que luchar durante bastante
tiempo. Y con solo un plazo de veinticuatro horas,
perder incluso dos horas solo significaba un
aumento del peligro.
Pero quién hubiera pensado que con la suerte
de Xie Lian, cuanto más no quisiera que
sucediera algo, más probable sería que
sucediera. Cuando la mujer de negro pasó frente
a él, se detuvo de repente. Después de eso, su
mirada perceptiva se dirigió hacia ellos.
La gran Guoshi Ban Yue ya había avanzado
unos pasos. Sin embargo, al ver a su compañero
detenerse, su cuerpo comenzó a inclinarse hacia
atrás.
—Hey, ¿vamos o no?
La mujer de negro dijo: —Tú, retrocede.
La gran Guoshi Ban Yue dijo: —Oh —antes de
retirarse. ¡La mujer de negro estaba a punto de
levantar la mano, cuando de repente, un ruido
explosivo estalló desde el otro lado de la calle!
Por otro lado, la casa en la que se habían
escondido Nan Feng y A-Zhao se derrumbó de
repente. Cuando la casa se derrumbó, los
edificios a su lado la siguieron. En una fracción
de segundo, la arena y el polvo salieron a la calle.

408
Una sombra negra saltó repentinamente de la
arena y luego expulsó una corriente de
poderosas llamas hacia la gran Guoshi Ban Yue.
Y, sin embargo, la mujer vestida de negro ya se
había dado la vuelta y se encontraba protectora
frente a la gran Guoshi. Su mano izquierda
todavía permanecía detrás de su espalda,
mientras que la derecha contenía fácilmente la
corriente de llamas en su palma con un agarre.
Entonces, ella inmediatamente disparó las llamas
hacia atrás.
Esa sombra también era incomparablemente
rápida y ágil como un conejo. Después de
esquivar el ataque por un pelo, dejó una nube de
polvo mientras escapaba a la distancia. La gran
Guoshi Ban Yue lo persiguió, pero la de negro
miró hacia Xie Lian y San Lang una vez antes de
que ella la siguiera.
Todo este evento sucedió en un solo instante.
Xie Lian dijo interiormente: —¡Buen trabajo, Nan
Feng!
Sabía que el Nan Feng que había estado
escondido al otro lado de la calle debió haber
visto que estaban a punto de ser descubiertos.
Por lo tanto, creó una diversión y ayudó a alejar a
los enemigos. Y como Nan Feng había sido el
único que saltó, A-Zhao todavía debía estar en la
casa.
Después de confirmar que los tres estaban lo
suficientemente lejos, Xie Lian sacó a San Lang
y llamó: —A-Zhao, todavía estás vivo, ¿verdad?
¿Estás herido?

409
Al instante, un sonido amortiguado provino de
debajo de la casa derrumbada.
—…Estoy bien.
Tranquilizado, Xie Lian respondió: —Mientras
estés bien.
Aunque confiaba en que Nan Feng había usado
la máxima precisión y control cuando colapsó la
casa y, por lo tanto, había dejado suficiente
espacio para una persona viva, al final, Xie Lian
aún necesitaba confirmar esto para calmar sus
preocupaciones.
Con una sola mano, Xie Lian levantó una viga
podrida del techo. Después de un tiempo, A-Zhao
salió de debajo de la casa con cierta dificultad.
Toda su cabeza y rostro estaban cubiertos de
polvo, pero después de darse una palmadita,
recuperó su habitual expresión tranquila.
Xie Lian dijo: —Ahora solo nos quedan tres.
Nan Feng está siendo perseguido, por lo que
debemos actuar aún más rápido. A-Zhao, ¿sabes
dónde se encuentra la Hierba de Luna?
A-Zhao solo sacudió la cabeza y dijo: —Mis
disculpas. Solo sé la ubicación de la ciudad
antigua. En realidad, no he venido aquí antes, así
que no estoy seguro de dónde crece la Hierba de
Luna de los Vástagos.
A un lado, San Lang dijo: —Se dice que a la
Hierba de Luna le gusta la sombra. Es una planta
pequeña con raíces increíblemente delicadas,
pero sus hojas son relativamente grandes. Su
forma es similar a un melocotón puntiagudo.
También podrías buscarlo alrededor de un
edificio alto.

410
Xie Lian lo pensó.
—¿Un edificio alto?
Sobre el tema de los edificios altos, dentro de
un reino, ¿qué tipo de edificio podría ser más
grande y más magnífico que el palacio imperial?
Además, la leyenda dice que después del
banquete, la reina había arrancado una hoja de
Hierba de Luna de los Vástagos. Esto también
podría servir como evidencia de que la Hierba de
Luna de los Vástagos realmente creció dentro del
palacio.
Los tres inspeccionaron el área. Efectivamente,
en el centro de la ciudad, vieron un palacio
construido de piedra, tierra y madera.
Desde lejos, el palacio parecía bastante
imponente. Sin embargo, de cerca, el declive del
edificio fue solo un poco mejor que las casas en
las calles. Después de pasar por las puertas
principales del palacio, había un gran jardín.
Quizás no había sido un jardín sino una plaza o
algo similar en el pasado. Pero ahora, después
de años de abandono, solo quedaba un pedazo
de tierra, uno lleno de todo tipo de vegetación.
Eso estaba bien. Lo que pisaron actualmente
no era arena, sino barro. Probablemente eran los
últimos vestigios del oasis.
De hecho, la Hierba de Luna de los Vástagos
de probablemente se escondía entre la rica
vegetación. Xie Lian dijo: —Seamos eficientes.
Solo tenemos veinticuatro horas. Sin embargo,
deben tener mucho cuidado con las Serpientes
Cola de Escorpión.

411
A-Zhao estuvo de acuerdo, mientras que San
Lang también dio su consentimiento con un
zumbido. Por lo tanto, los tres bajaron la cabeza
para buscar.
Sin embargo, Xie Lian recordó de repente que
la gran Guoshi Ban Yue podía controlar las
Serpientes Cola de Escorpión. Por lo tanto,
después de atravesar su territorio natal, las
serpientes de cola de escorpión deberían haber
hecho más apariciones. Sin embargo, después
de entrar en el antiguo reino de BanYue, no
habían visto otra serpiente de cola de escorpión.
Enderezó la espalda y estaba a punto de
hablar. Sin embargo, en este momento, su mano
de repente tocó algo cilíndrico.
Xie Lian inclinó la cabeza para echar un
vistazo. Era una pierna humana.

412
413
CAPÍTULO 23
Mil millas en un paso; perdido dentro de
una tormenta de arena (parte cuatro)

—AHHHHHHHHH!!!
Xie Lian retiró la mano, momentáneamente sin
palabras. Había descubierto que cada vez que
veía o tropezaba con algo en la oscuridad, la
mayoría de las veces era él quien no reaccionaba
por completo a la escena aterradora, mientras
que la otra parte ya había comenzado a gritar.
Sin embargo, ¿no era él el que debería tener más
miedo?
Los arbustos y la hierba en el jardín se habían
vuelto muy altos y densos. Justo ahora, había
alguien que se escondía sigilosamente entre las
plantas, antes de que Xie Lian terminara
tocándose la pantorrilla.
Esa pierna se retrajo a la velocidad del rayo. Se
escucharon ruidos susurrantes antes de que
alguien gritara: —¡No ataquen, no ataquen! ¡Soy
yo, hermano mayor!
Xie Lian lo miró fijamente. De hecho, realmente
no había esperado que el que gritaba; no ataque,
no ataque, en realidad sería el joven de cejas
gruesas y ojos grandes: TianShen. Cuando

414
TianShen vio que Xie Lian lo había reconocido,
dejó escapar un suspiro de alivio.
Sin embargo, Xie Lian no soltó un suspiro de
alivio y, en cambio, se volvió aún más vigilante
después de darse cuenta de quién era el joven.
Después de levantar un brazo, lo sostuvo
protectoramente frente a sí mismo antes de decir:
—¿No te quedaste con los demás en el lugar
anterior para vigilar a las personas heridas? ¿Por
qué estás aquí? ¿Eres realmente TianShen?
Para él aparecer en estas circunstancias, era
más probable que esto fuera otra cosa; una
falsificación haciéndose pasar por TianShen.
Sin embargo, TianShen apresuradamente dijo:
—¡Soy yo! Realmente soy yo y no soy el único
aquí. ¡Tres tíos también vinieron aquí conmigo!
Están justo adentro, si no me crees, ¡solo échale
un vistazo!
Señaló hacia el interior del palacio. De hecho,
no había pasado mucho tiempo antes de que tres
personas salieran corriendo del destartalado
palacio. Estos tipos eran precisamente algunas
de las personas del grupo de comerciantes.
Cuando vieron a Xie Lian, los tres parecieron
sorprenderse colectivamente antes de parecer
avergonzados.
Xie Lian suspiró y solo entonces se levantó.
Mientras se sacudía el dobladillo de su ropa
blanca, preguntó: —¿Qué está pasando, chicos?
Cuando preguntó esto, todos los comerciantes
avergonzados permanecieron en silencio.
Después de bastante tiempo, TianShen
murmuró: —No mucho después de que sus

415
hermanos mayores se fueron, el veneno del tío
Zheng volvió a estallar. Fue realmente serio y
nosotros... no sabíamos cuándo regresarías.
Nos preocupaba que no pudieras encontrarlo o
que volvieras demasiado tarde. A-Zhao ge había
dicho antes que podríamos encontrar el reino de
BanYue si seguimos ese camino. Pensamos que
sería posible encontrarlo más rápido si hubiera
más personas ayudando, así que también
vinimos...
No importaba cómo lo explicaron, la idea
principal era que se habían arrepentido. Tal vez
temían que después de que Xie Lian y sus
compañeros encontraran la Hierba de Luna de
los Vástagos, se llevarían a A-Zhao y se irían. O
tal vez, simplemente no se sintieron tranquilos y
terminaron persiguiéndolos.
Xie Lian también era completamente capaz de
imaginar cómo Fu Yao se volvería demasiado
vago para detenerlos si no hubiera podido
convencerlos de que se quedaran. Simplemente
no fue posible detener a las personas obstinadas
que se negaron a escuchar los consejos y se
apresuraron hacia su propia muerte.
Xie Lian dijo impotente: —Ustedes son
realmente demasiado valientes. No es como si
no supieran lo que podría haber en esta ciudad,
o lo que podría pasar aquí, ¿pero ustedes todavía
se atrevieron a venir?
Se podría suponer que incluso TianShen sabía
que sus acciones claramente significaban que no
confiaban en Xie Lian, por lo que se sintió un poco
culpable. Anteriormente, la razón por la que no se

416
había atrevido a hacer ruido cuando estaba
acostado en el arbusto probablemente era
porque se sentía avergonzado.
TianShen dijo: —Lo siento. El valor de la vida
de alguien está más allá de la valentía. Una vez
que entramos en pánico, simplemente...
Uno no podría hacer nada al respecto. Cuando
se trataba de asuntos de vida o muerte, hacer
crecer otro corazón también era la naturaleza
humana. Además, estar dispuesto a arriesgar sus
vidas para encontrar la hierba para otra persona
también se consideraba buena camaradería.
No fue bueno para Xie Lian decir algo más
sobre esto.
Por lo tanto, se frotó la frente y dijo: —Ustedes
son realmente afortunados de no encontrar nada
en su camino hacia esta antigua ciudad. Dicho
esto, ¿cómo sabías que necesitabas buscar la
Hierba de Luna de los Vástagos cerca del
palacio?
TianShen se rascó la cabeza y dijo: —No
sabíamos dónde mirar. Sin embargo, en la
historia del vestido rojo, ¿la Emperatriz no eligió
la Hierba de Luna de los Vástagos? Las
emperatrices no son capaces de abandonar
casualmente el palacio imperial, así que pensé
que deberíamos probar suerte en el palacio.
Xie Lian pensó que el cerebro de este niño
funcionaba bastante bien, ya que realmente lo
hizo bien.
En ese mismo momento, San Lang, que había
estado a su lado, de repente habló: —Lo
encontré.

417
Cuando Xie Lian se dio vuelta para mirar, San
Lang levantó la mano. Lo que sostenía en la
mano era una hoja verde azulada que todavía
tenía algunas raíces unidas a su parte inferior.
La hoja tenía aproximadamente el tamaño de la
palma de un bebé y las raíces eran
increíblemente delgadas. Tenía forma de
durazno y el extremo de la hoja era puntiagudo.
Simplemente no había necesidad de pedirle
confirmación a A-Zhao: Xie Lian intuitivamente
pensó que tenía que ser la Hierba de Luna de las
leyendas.
Pero antes de que Xie Lian lograra hablar, San
Lang ya había agarrado su mano herida.
Cuando lo picaron, esa mano se hinchó hasta
asustar a la gente.
Pero después de que San Lang lo ayudó a
aspirar el veneno, aunque el veneno no había
sido neutralizado, la hinchazón se redujo mucho.
En este momento, San Lang apoyó la mano
herida de Xie Lian con una mano y sostuvo la
Hierba de Luna de los Vástagos con la otra.
Cerró sus cinco dedos alrededor de la hierba. Si
bien parecía no haber ejercido ninguna fuerza,
cuando abrió el puño, la hoja se había roto en una
pila de polvo verde.
San Lang tomó la pila de polvo verde y la
extendió sobre el dorso de la mano de Xie Lian.
Inmediatamente, una sensación suave y
ligeramente fría se expandió lentamente desde el
sitio de la herida. Xie Lian dijo: —San Lang,
muchas gracias.

418
Sin embargo, San Lang no respondió.
Después de que terminó de aplicar la hierba
medicinal, soltó la mano de Xie Lian.
Xie Lian seguía sintiendo como si hubiera algo
extraño sobre el estado de ánimo existente entre
los dos, pero tampoco sabía cómo preguntar al
respecto. No importaba cómo Xie Lian haya
intentado redactar sus palabras, nunca
parecieron adecuadas.
Sin embargo, las otras personas no podían
sentir el humor sutil. TianShen ansiosamente
dijo: —Hermano mayor, ¿te sientes un poco
mejor? ¿Funciona esta medicina herbal?
Xie Lian salió de su aturdimiento y dijo: —Me
siento mucho mejor, así que esta debería ser la
planta correcta.
Cuando escucharon sus palabras, todos los
comerciantes se emocionaron mucho. Todos
dijeron: —Date prisa, sigamos buscando.
En poco tiempo, A-Zhao también levantó la
mano mientras sostenía un montón de hojas
verdes. Él dijo: —También lo encontré.
Las hojas de Hierba de Luna de los Vástagos
que sostenía eran mucho más grandes en
comparación con la pequeña y lamentable hoja
que San Lang acababa de encontrar. Cuando los
comerciantes miraron y vieron que la forma y las
características eran correctas, se apresuraron.
Uno tras otro, exclamaron con agradable
sorpresa: —Hay un gran parche de Hierbas de
Luna aquí, ¡ah!
—¡Hay tanto!
—¡Rápido, elige algo extra!

419
—Si elegimos mucho, ¿podemos venderlos
después de que regresemos?
Mientras los comerciantes se ocupaban de
recoger las hierbas, Xie Lian se dio la vuelta y
miró el dorso de su propia mano. A pesar de no
tener nada que decir, encontró un tema a la
fuerza y le preguntó a San Lang: —El campo que
encontraron, ¿no estabas buscando allí antes?
¿No lo descubriste en ese momento?
Después de hablar, incluso el propio Xie Lian
sintió que la pregunta que hizo no tenía sentido.
Sin embargo, San Lang sacudió la cabeza y dijo:
—No debes usar las hierbas de allí.
Al encontrarlo extraño, Xie Lian preguntó:
—¿Por qué?
Quién hubiera pensado que antes de que San
Lang lograra responder, de repente escucharían
un grito miserable.
—¡Vete!
Todos quedaron atónitos. Al pausar las
acciones, preguntaron uno tras otro:
—¿Quién es el que grita?
—Yo no era el único, ¡ah!
—No fui yo tampoco...
Una vez más, escucharon esa voz tristemente
decir: —Vete, me pisas...
Esta vez, todos finalmente se dieron cuenta: ¡la
voz venía de debajo de sus pies!
En el lapso de una fracción de segundo, las
personas reunidas en el parche de Hierba de
Luna de los Vástagos se dispersaron. Xie Lian ya
se había acostumbrado a tomar la delantera en
momentos como este: cuando otras personas se

420
retiraban, él avanzaba. Por lo tanto, caminó hacia
donde se había originado el grito. Después de
extender la mano, empujó lentamente las densas
ramas de los arbustos.
En el momento en que apartó esas ramas,
todos dejaron de respirar.
Lo que había sido enterrado debajo de los
arbustos y dentro del lodo, era
sorprendentemente la cara de un hombre.
¡En realidad había una persona viva enterrada
en el terreno aquí y fue enterrado hasta el punto
de que lo único que quedaba fuera era su rostro!
Esta escena realmente parecía
incomparablemente extraña. Inmediatamente,
los pocos comerciantes se asustaron hasta el
punto de que comenzaron a acurrucarse juntos y
gritar.
Una vez más, Xie Lian comenzó a consolarlos
de una manera extremadamente hábil.
—No se asusten. Todos, cálmense. Es solo
una cara, no es nada alarmante. Después de
todo, ¿no todos tienen cara?
Esa cara se rio.
—¿Los asusté chicos? Suspiro... También a
menudo me asusto.
Xie Lian se puso en cuclillas antes de comenzar
a escudriñar cuidadosamente la cara enterrada
en el barro.
Esta era la cara de un hombre. Cuando no
estaba sonriendo, parecía muy plano y cuando
sonreía, había muchas arrugas. Uno no podría
decir si era viejo o joven y uno no podría decir si
era feo o hermoso.

421
Xie Lian se quedó mirando la cara por un buen
rato, pero aún no podía distinguir qué era esa
cara. Sin una mejor opción, no tuvo más remedio
que preguntar directamente.
—¿Quién eres?
La cara enterrada en el barro preguntó:
—¿Quiénes son ustedes?
Xie Lian dijo: —Una caravana que acaba de
pasar.
La cara enterrada en el barro suspiró antes de
decir. ¿Una caravana de paso? Una vez, yo
también era de una caravana que acababa de
pasar. Aunque, eso es un asunto de hace
cincuenta o sesenta años.
Después de decir esto, todo el asunto parecía
aún más anormal.
Esta persona había sido enterrada en las
tierras de una antigua ciudad abandonada
durante cincuenta o sesenta años. ¿Podría
seguir siendo considerado un humano?
Temblando de miedo y temor, un comerciante
preguntó: —Entonces... ¿Entonces por qué un
señor... ¿Por qué un señor estaría aquí... ah?
La cara enterrada en el barro tosió un par de
veces, antes de arrugar la cara y dijo: —Yo... Fui
capturado y traído aquí por un soldado de
BanYue. No tuve cuidado y accidentalmente
entré en la ciudad y fui capturado. Terminaron
enterrándome aquí, así que me convertiría en
fertilizante para estas Hierbas de Luna de los
Vástagos...
Resultó que estas Hierbas de Luna habían
crecido utilizando personas vivas como

422
fertilizante. ¡No era de extrañar que se vieran tan
gordos y saludables!
Algunos comerciantes inmediatamente tiraron
las Hierbas de Luna de los Vástagos que habían
estado sosteniendo. Sintieron que sostener esas
hierbas era lo mismo que tocar cadáveres.
Incluso Xie Lian no pudo evitar bajar la cabeza
para mirar el dorso de su mano herida. Sin
embargo, San Lang dijo: —No hay problemas con
esa hierba.
No era de extrañar que San Lang no hubiera
elegido ninguna de esas Hierbas de Luna gordas
y sanas, incluso cuando había buscado
claramente en este pedazo de tierra. Xie Lian
imaginó que San Lang vio hace mucho tiempo la
cara enterrada en el barro y supuso que todas
estas hierbas se cultivaron con este tipo de
fertilizante.
Por lo tanto, San Lang había ignorado por
completo estas cosas antes de darse la vuelta y
marcharse. Después de eso, ayudó a Xie Lian a
aplicar la medicina solo después de haber
encontrado una hierba limpia que había crecido
normalmente en un rincón remoto.
Xie Lian dijo: —San Lang es muy considerado.
Realmente te lo agradezco.
San Lang sacudió la cabeza. Todavía parecía
tranquilo y sereno.
Desde que Xie Lian había sido envenenado por
la Serpiente Cola de Escorpión antes de entrar en
el antiguo reino de BanYue, la actitud de San
Lang había seguido siendo así. Hace un par de

423
días todo era “Gēge esto, Gēge aquello”, pero
ahora ya casi no lo llamaba Gēge.
Aparte de las veces que San Lang había
ayudado a Xie Lian a extraer el veneno y aplicar
el polvo medicinal, parecía que San Lang estaba
evitando el contacto con el cuerpo de Xie Lian
tanto como era posible. Realmente hizo que Xie
Lian se sintiera extremadamente desconcertado.
Como no podía entender la actitud de San Lang,
incluso él se sintió un poco incómodo.
En este momento, la cara enterrada en el barro
comenzó a hablar de nuevo.
—Ya han pasado muchos años desde que vi
personas vivas. Chicos... chicos, acérquense y
déjenme ver mejor, ¿de acuerdo?
Todos se miraron con consternación. Por
unanimidad pensaron que sería mejor si no
hacían lo que les había pedido. Después de un
rato, cuando la cara enterrada en el barro vio
cómo nadie había respondido, murmuró: —¿Qué,
nadie está dispuesto a hacerlo? Suspiro... qué
pena...
Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: —¿Por
qué es una pena?
La cara enterrada en el barro dijo: —Desde que
entraron, hay un asunto que me importa mucho.
Quiero usar mis propios ojos para confirmar este
asunto antes de decirles chicos. Es por eso que
les dije que se acercaran y me dejaran mirar
mejor, porque quiero verlos cuidadosamente a
cada uno de ustedes.
Xie Lian preguntó: —¿Por qué?

424
La cara enterrada en el barro sonrió
extrañamente.
—Chicos, no tengan miedo si lo digo... vi a
alguien entre ustedes hace cincuenta años.
En el momento en que dijo esto, el pelo en la
espalda de todos comenzó a ponerse de punta.
Si era alguien a quien la cara enterrada en el
barro había visto hace cincuenta años, hoy en día
tenían que tener al menos sesenta o setenta
años. Sin embargo, entre las pocas personas
aquí, incluso los mayores no tenían más de
cuarenta años. ¿Cómo puede ser esto posible?
¡A menos que... esa persona no fuera humana!
La mirada de Xie Lian comenzó a barrer la cara
de todos. Comenzando desde A-Zhao y
terminando con TianShen, vio caras ligeramente
asustadas, caras asustadas, desconcertadas y
estupefactas. Las reacciones de todos se
conformaron a la razón. Si tuviera que señalar a
alguien que no había reaccionado de acuerdo
con el sentido común, entonces solo podría ser
San Lang, que no había respondido en absoluto.
Sin embargo, cuando se trataba de este joven,
probablemente ninguna reacción era la normal
para él.
Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: —¿De
quién estás hablando?
Los músculos de la cara enterrados en el barro
se retorcieron varias veces, antes de que revelara
una sonrisa incomparablemente misteriosa.
Parecía como si estuviera haciendo todo lo
posible para hacerse ver incluso un poco más
confiable, pero aún así no podía ocultar la sonrisa

425
siniestra que se filtraba desde el fondo de su
corazón. Dijo de una manera misteriosa: —Tú...
Tú, acércate un poco y te lo diré.
Cuando la cara hizo su primer reclamo, Xie Lian
lo consideró confiable en un ochenta por ciento.
Sin embargo, después de esta línea, lo
consideraba solo un cincuenta por ciento
confiable. ¿Cómo se podría saber si este
monstruo no solo estaba tratando de convencer a
alguien cercano, antes de rebelarse
repentinamente?
Xie Lian, naturalmente, no escucharía la cara.
Después de levantarse, se retiró.
La cara enterrada en el barro dijo
apresuradamente: —¿Ustedes realmente no
quieren saber quién es esa persona? ¡Terminará
matándolos a todos, tal como terminó
matándonos a nosotros!

426
CAPÍTULO 24
HuaLian tonteando;30 la oscuridad cae en
el Pozo de los Pecadores (parte uno)

C
uanto más actuaba así, más pensaba Xie
Lian que era peligroso. Él dijo: —Todos,
retírense. No se acerquen y no presten
atención a lo que dice.
Todos se apresuraron a seguir sus palabras y
se dispersaron apresuradamente. La cara
enterrada en el barro dio una risa forzada cuando
dijo: —No se vayan. ¿Por qué actúan así? Yo
también soy humano; ¡No les haré daño a
ninguno de ustedes!
Xie Lian pensó para sí mismo: —Lo estás
pensando demasiado. ¡En esta condición, no te
pareces a un humano en absoluto!
¿Quién hubiera pensado que en este momento
ocurriría un cambio repentino? Un comerciante
probablemente pensó que sin importar qué,
todavía tenían que traer algunas hierbas
medicinales para salvar a las personas. Por lo
tanto, ese comerciante dio unos pasos furtivos

30
En chino significa “relación dudosa”, como cuando no sabes si una pareja está
saliendo en serio. La traducción en inglés es “dallying”, que significa perder el
tiempo. También se refiere a lo que se hace en una relación que aún no es oficial o
que no está confirmada. HuaLian es la unión de Hua Cheng y Xie Lian.

427
hacia adelante antes de agacharse para recoger
las Hierbas de Luna de los Vástagos que
acababa de tirar por el susto.
Los globos oculares de la cara enterrada en el
barro rodaron antes de fijarse en el comerciante.
Después de eso, una luz brillante brilló a través
de los ojos de la cara medio enterrada.
Xie Lian pensó mentalmente; qué mala suerte,
cuando se apresuró y gritó: —¡No los recojan!
¡Vuelvan!
Sin embargo, ya era demasiado tarde. La cara
enterrada en el barro de repente abrió la boca,
antes de que una tira de escarlata se escapara.
¡Era una lengua extremadamente larga!
Xie Lian agarró la parte posterior del collar de
ese comerciante antes de retirarse rápidamente.
Desafortunadamente, lo que salió de la boca de
la cara medio enterrada fue algo
incomparablemente largo. ¡Acompañado por
silbido, se deslizó en el oído del comerciante!
Xie Lian sintió que el cuerpo que sostenía sufría
un violento temblor. Ese comerciante lanzó un
grito corto y espeluznante cuando sus cuatro
extremidades se inmovilizaron sin cesar antes de
que sus rodillas golpearan el suelo.
Rápidamente, la larga lengua sacó un enorme y
sangriento bulto del interior de la oreja del
comerciante, antes de que se retirara de nuevo a
la boca de la cara medio enterrada.
El rostro medio enterrado se rió mientras
masticaba. Masticó hasta que toda su boca
prácticamente goteó sangre, mientras se reía
hasta que su voz ensordecedora casi volcó el

428
techo del palacio imperial en ruinas. En un
chillido, la cara dijo: —¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!
¡Delicioso, delicioso, delicioso! ¡¡Delicioso,
delicioso!! ¡Me muero de hambre, me muero de
hambre!
Esta voz ya sonaba bastante aguda, mientras
que los ojos de la cara estaban completamente
inyectados de sangre. ¡Realmente se veía
extremadamente asqueroso!
Esta persona había sido enterrada aquí por
más de cincuenta años. Durante mucho tiempo
habían sido asimilados por este reino demoníaco
y se había convertido en algo completamente
inhumano.
Xie Lian soltó el collar del comerciante que
había estado sosteniendo con su mano derecha.
Estaba a punto de cortar esta cosa repugnante
por la mitad, cuando de repente escuchó que la
cara medio enterrada gritaba de nuevo.
—¡General! ¡General! ¡Ellos están aquí! ¡Ellos
están aquí!
Después de eso, todos escucharon un aullido
que fue aún más feroz que el de una bestia
salvaje. Una sombra negra cayó de los cielos,
antes de aterrizar pesadamente frente a Xie Lian.
En el momento en que esta sombra negra cayó
al suelo, casi parecía como si el suelo hubiera
temblado desde su aterrizaje. Y cuando se
levantó lentamente, todos quedaron envueltos en
la inmensa sombra proyectada por su figura.
Esta persona era realmente demasiado alta.
Su tez era tan oscura como el hierro, mientras
que sus rasgos faciales parecían viciosos y

429
agresivos. De hecho, su cara parecía similar a la
de una bestia. La armadura le cubría el estómago
y también le cubría los hombros. Como tenía más
de nueve chi de altura, en lugar de decir que era
humano, era mejor describirlo como un lobo
gigantesco que podía caminar erguido. Y detrás
de él, era seguido por uno, dos, tres... más de
diez personas saltaron del techo del palacio
imperial.
Todas y cada una de estas personas eran altas
y fuertes. La construcción de sus cuerpos era
similar y sobre sus hombros, todos llevaban
garrotes cubiertos densamente con afilados
dientes de lobo. Creaba la ilusión de que una
manada de lobos se había transformado en
personas. Después de aterrizar en el suelo,
rodearon completamente a todos en el jardín y los
hicieron sentir como si estuvieran rodeados por
inmensas torres de hierro.
¡Eran los soldados de BanYue!
Ondas de energía espiritual negra emanaron
de estos soldados. Sin duda, habían muerto hace
mucho tiempo.
Todo el cuerpo de Xie Lian estaba tenso. Si las
cosas empeoraran, Ruoye estaría
inmediatamente listo para moverse.
Sin embargo, cuando esos soldados de
BanYue los vieron, no se lanzaron sobre ellos y
atacaron de inmediato. En cambio, soltaron una
carcajada que sacudió los cielos. Luego,
comenzaron a usar un idioma tribal para
conversar en voz alta entre ellos.

430
Ese lenguaje sonaba bastante extraño. El
sonido de sus palabras era espantoso, gutural y
pesado en su lengua. Era precisamente el idioma
del reino de BanYue.
Aunque habían pasado doscientos años y Xie
Lian ya había olvidado casi todo su vocabulario
de BanYue, podría considerarse que acababa de
revisarlo con San Lang en el túmulo del General.
Además, con cómo las voces de estos soldados
eran tan fuertes como una gran campana y cómo
su enunciación era cruda mientras su vocabulario
era simple, a Xie Lian no le resultó difícil
entenderlas.
Escuchó a todos los soldados de BanYue
llamar al primer soldado; General. Mientras
conversaban entre ellos, Xie Lian también
escuchó palabras como arrastrarlos lejos y no los
mates por ahora.
Respiró profundamente, antes de decir
suavemente: —Todos, no se asusten. Por ahora,
estos soldados de BanYue no matarán a nadie.
Parece que quieren llevarnos a otro lugar. Por
supuesto, no actúen a ciegas sin pensar. No
puedo garantizar que pueda vencerlos, así que
actuemos de acuerdo con las circunstancias.
Xie Lian solo necesitaba una simple mirada a
estos soldados para saber que serían difíciles de
tratar. Cada uno de ellos era de piel gruesa y
carne gruesa. Incluso si tuviera a Ruoye a mano,
Xie Lian temía que estrangular a uno de ellos
tomaría una cantidad de tiempo decente. Como
una docena había llegado simultáneamente, no
serían fáciles de manejar. Además, varias

431
personas comunes y corrientes también estaban
presentes en la escena. Sin una mejor opción, lo
mejor que podrían hacer sería observar
silenciosamente los cambios.
San Lang no dijo nada y todos los demás
realmente no tenían una opinión. Incluso si
quisieran actuar ciegamente sin pensar, no
sabían cómo actuar ciegamente sin pensar, por
lo que solo podían asentir con lágrimas en los
ojos. Solo la cara medio enterrada seguía
gritando: —¡General! ¡General! ¡Déjame ir! Te
ayudé a detener a los enemigos aquí, ¡así que
déjame volver a casa! ¡Quiero volver a casa!
Desde que vio a este grupo de soldados de
BanYue, la cara se puso extremadamente
excitada. Siguió gritando mientras sollozaba y
había un vocabulario de BanYue torpemente
pronunciado mezclado con sus gritos. La cara
debería haberlos aprendido casualmente durante
los cincuenta o sesenta años que permaneció allí
como fertilizante.
Cuando el hombre de nueve chi de altura que
se llamaba general vio cómo había algo en el
suelo que se retorcía y gritaba, parecía que
también pensaba que la cara era muy
desagradable. El General golpeó su garrote
incrustado con dientes de lobo y los numerosos
dientes afilados y puntiagudos perforaron la
cabeza de la cara medio enterrada.
La cara medio enterrada gritó una vez. Como
los afilados dientes ya estaban alojados en la
parte frontal de la cabeza, cuando el General
levantó su garrote, terminó desarraigando por

432
completo la cara medio enterrada. Irónicamente,
el General sacó la cara de la tierra, dándose
cuenta del deseo de; déjame ir, de la cara.
Sin embargo, lo que estaba conectado al cuello
de la cara después de que se abrió paso por el
suelo no era el cuerpo de una persona en
absoluto. En cambio, ¡era un esqueleto de
huesos gruesos!
Algunos de los comerciantes que vieron esta
escena aterradora tuvieron miedo de gritar. La
cara que estaba medio enterrada en el barro se
desprendió del garrote y estaba completamente
cubierta de sangre.; Cuando la cara vio su propio
cuerpo, parecía que él también estaba asustado.
Jadeó y preguntó: —¿Qué es esto? ¡¿Qué es
esto?!
Xie Lian le recordó: —Este es tu cuerpo.
Fue fácil de comprender después de pensarlo.
Esta persona había estado enterrada en la arena
del desierto durante cincuenta a sesenta años.
La carne de su cuerpo se había transformado
durante mucho tiempo en nutrientes para esas
Hierbas de Luna de los Vástagos. Había estado
completamente consumido hasta que lo único
que quedaba era un simple esqueleto.
La cara que había sido enterrada todavía no
estaba dispuesta a aceptar la verdad. Él
preguntó: —¿Cómo podría ser esto posible? Mi
cuerpo no es así. ¡Este no es mi cuerpo!
Su voz sonaba incomparablemente triste. La
escena parecía espantosa pero lamentable, lo
que provocó que Xie Lian sacudiera la cabeza.
Sin embargo, San Lang se burló antes de decir:

433
—¿No puedes soportar ver tu propio cuerpo
ahora? Si ese es el caso, ¿qué fue lo que salió
de tu boca? ¿Crees que no tenía nada de malo?
La cara que había sido enterrada en el barro
inmediatamente replicó.
—¡¿Qué tiene de malo?! Es solo... ¡Es solo un
poco más largo que la lengua de una persona
común, eso es todo!
Tanto las esquinas de los ojos de San Lang
como las puntas de sus cejas expresaron su
burla.
Él dijo: —Mmm, no está mal. Solo un poquito
más. Jaja.
La cara que había sido enterrada en el barro
dijo: —¡Eso es correcto! ¡Solo es un poco más!
Y solo es así porque durante estos últimos años,
por el bien de sobrevivir comiendo insectos
voladores y rastreros, lentamente se hizo más y
más largo. ¡Por eso se volvió así!
Cuando la cara fue enterrada por primera vez
en el suelo, tal vez todavía estaba vivo. Y para
seguir viviendo, sacaba la lengua
desesperadamente para comer todo tipo de
insectos. Poco a poco, la cara dejó de ser
humana, por lo que la lengua se hizo más y más
larga. Y la comida que comió también cambió de
insectos voladores y rastreros a cosas que eran
aún más espantosas.
Sin embargo, debido a que siempre había
estado enterrado en el suelo, la cara no había
podido ver el estado de su cuerpo durante todos
estos años. Simplemente era incapaz de
aceptar, ni estaba dispuesto a creer, que ya no

434
era humano. La cara que había sido enterrada
en el barro se esforzó por explicar: —¡También
hay personas cuyas lenguas son relativamente
largas!
San Lang sonrió. Cuando Xie Lian vio esto,
sintió un escalofrío indescriptible. La cara
sonriente de este joven daba a la gente un
sentimiento sombrío, como si estuviera a punto
de despegar la cara de alguien.
San Lang preguntó: —¿Crees que todavía eres
humano?
Después de que se le hizo esta pregunta,
parecía que la cara que había sido enterrada en
el barro sentía una sensación de peligro. De
repente se puso nervioso y dijo: —Por supuesto
que soy humano. ¡Soy humano!
Cuando la cara gritó esto, hizo un gran esfuerzo
en un intento de mover las manos y los pies que
ya se habían convertido en hueso blanco.
Parecía que quería arrastrarse por el suelo.
Tal vez fue porque finalmente había emergido
de la tierra, pero la cara sintió una verdadera
felicidad. Aullando de risa, dijo: —¡Puedo
regresar, puedo regresar ahora! Ja, ja, ja, ja, ja,
ja...
¡Crack!
Su risa había sido demasiado penetrante, por
lo que finalmente irritó al General de BanYue. De
un solo golpe, el cráneo de la cara que había sido
enterrado en el barro se hizo añicos
instantáneamente. Sus agudos gritos de soy
humano tampoco volverían a ocurrir.

435
Después de que el General aplastó la cara
molesta que había sido enterrada en el barro,
gritó algo a los soldados en voz alta. En
respuesta, la multitud de soldados blandió sus
garrotes incrustados con dientes de lobo y rugió
algunas veces al grupo de personas. Luego, los
soldados comenzaron a conducir a la gente hacia
la salida del palacio imperial.
Xie Lian estaba al frente y, como siempre, San
Lang lo siguió justo detrás de él. A pesar de que
estaban siendo escoltados a la fuerza por un
grupo de soldados diabólicos de BanYue, los
pasos del joven fueron tan medidos como
siempre, como si simplemente estuviera dando
un paseo.
Desde antes, Xie Lian había estado tratando de
encontrar una oportunidad para hablar con él.
Después de caminar un rato, notó cómo los
soldados de BanYue comenzaron a conversar
una vez más.
Como no parecían prestarles demasiada
atención, Xie Lian dijo en voz baja: —Llaman al
principal soldado de BanYue; General, me
pregunto de qué tipo.
Efectivamente, San Lang todavía le respondió
en el momento en que Xie Lian hizo una
pregunta. Él dijo: —Cuando el reino BanYue fue
destruido, solo había un General. Su nombre es
Ke Mo.
Xie Lian repitió: —¿Ke Mo?
Este nombre era realmente bastante extraño.
San Lang dijo: —Eso es correcto. Según se
informa, su cuerpo había sido delicado y frágil

436
cuando era joven, por lo que fue acosado con
frecuencia. Como resultado, prometió volverse
fuerte. Desarrolló su fuerza al moler una roca, por
lo que se ganó un nombre como este.
Xie Lian no pudo resistirse a pensar: —Así que
era una persona grande…
San Lang volvió a hablar.
—Las leyendas proclaman a Ke Mo como el
General más valiente y feroz del reino BanYue en
toda la historia. Con una altura de nueve chi y
una fuerza extraordinaria, había sido el fiel
seguidor de la gran Guoshi Ban Yue.
Xie Lian preguntó: —¿Y él sigue siendo un
seguidor después de su muerte? ¿No es
seguidor de la gran Guoshi Ban Yue ahora
mismo?
San Lang respondió: —Quizás.
Si hubiera aún más soldados de BanYue allí,
¿cómo escaparían? Además, ¿cómo estaba Nan
Feng después de haber distraído a esas dos?
También habían conseguido la Hierba de Luna de
los Vástagos, pero ¿cómo se suponía que debían
entregarla en manos de los envenenados dentro
de las veinticuatro horas?
Xie Lian contempló estas preguntas mientras
caminaba. También notó que el General Ke Mo
los estaba llevando a un lugar cada vez más
remoto. Al final, los llevó a un lugar que estaba
al borde del reino de BanYue y solo entonces el
General Ke Mo se detuvo.
Xie Lian dejó de caminar y levantó la cabeza
para mirar hacia arriba. Una pared
incomparablemente alta y amarilla se encontraba

437
frente a él, con un parecido al de una persona
gigante.
Su destino era inesperadamente el Pozo de los
Pecadores.
Aunque alguna vez había vivido cerca del reino
de BanYue por un período de tiempo, Xie Lian no
había entrado tanto en la ciudad de BanYue. Por
supuesto, nunca se había acercado al Pozo de
los Pecadores. Ahora que veía de cerca el Pozo
de los Pecadores, su corazón se había acelerado
inexplicablemente.
Había una escalera en el exterior de la pared
amarilla. Mientras subían lentamente la escalera
simple y tosca, Xie Lian miró hacia abajo.
Mientras inspeccionaba constantemente su
entorno con los ojos, finalmente entendió por qué
su corazón se había acelerado.
No estaba temblando de miedo porque
asociaba este lugar con uno que usaba tortura.
Tampoco fue porque estaba preocupado de que
los soldados los empujaran al pozo. En cambio,
las palpitaciones de su corazón fueron puramente
una respuesta a él al sentir la presencia de una
matriz espiritual.
Alguien había establecido deliberadamente
una matriz espiritual extremadamente poderosa
usando el terreno y el diseño del Pozo de los
Pecadores.
¡Y este conjunto espiritual solo tenía un
propósito: hacer que las personas que caigan en
el pozo, fueran eternamente incapaces de volver
a subir!

438
Lo que el llamado; incapaz de volver a subir de
nuevo, significaba, que incluso si alguien tiraba
una soga o subía una escalera y la persona en la
parte inferior aprovechaba esta oportunidad de
vivir para subir, cuando consiguieron a mitad de
camino hacia arriba, la matriz se activaría y
golpearía a esa persona nuevamente.
Sin pestañear, Xie Lian colocó una mano en la
pared. Pasó la mano por una pequeña sección de
la pared y vio a grandes rasgos de qué estaba
compuesta la pared. Xie Lian descubrió que,
aunque esta pared parecía estar hecha de tierra
o arcilla desde lejos, en realidad estaba hecha de
piedra incomparablemente dura. Además,
probablemente se usó algún tipo de
encantamiento espiritual para fortificar el muro, lo
que inevitablemente hacía difícil romperlo.
Cuando llegaron a la parte superior de la
escalera, llegaron al techo del pozo de los
pecadores. Lo que estaba ubicado sobre el
borde de la pared amarilla era un espectáculo
para los ojos a primera vista. Uno solo podría
usar la palabra impactante para describir la
escena.
Toda el Pozo de los Pecadores fue creado
precisamente por el recinto de cuatro paredes
altas. Cada una de esas paredes altas tenía más
de treinta zhang de largo y veinte zhang de alto y
cada pared tenía cuatro chi de espesor.
Elevándose, sobre todo, se veían
extremadamente impresionantes.
Lo que rodeaban las cuatro paredes era una
enorme habitación de cuatro lados. Sin embargo,

439
no había ninguna plataforma para pararse en la
parte superior del Pozo de los Pecadores, ni
siquiera una viga horizontal.
Ya era de noche y uno no podía ver
completamente el fondo del inmenso pozo
oscuro. De vez en cuando, solo olas de aire frío
y el olor a sangre flotaban desde la oscuridad sin
fondo.
Todos caminaban sobre la repisa de una pared
alta y no tenía ningún cerco protector. Como
caminaban a gran altitud donde el suelo estaba al
menos a diez zhang de distancia, no mucha
gente se atrevió a mirar hacia abajo.
Después de caminar un rato, la gente en el
frente se topó con un poste alto erigido. Un
cadáver estaba colgado en el poste y era
precisamente el cadáver que habían visto
previamente desde el suelo. Ese cadáver
parecía bastante pequeño y era el cuerpo de una
joven vestida de negro. Su ropa estaba gastada
y hecha jirones, mientras que su cabeza colgaba
baja.
Xie Lian sabía que el poste se usaba
específicamente para colgar a los pecadores que
los soldados querían humillar. Por lo general, los
carceleros arrancaban la ropa del pecador, antes
de colgarlos completamente desnudos. Luego,
dejarían que el convicto muriera de hambre o se
deshidratara hasta la muerte.
Después de la muerte del pecador, su cadáver
se balancearía con el viento, quedaría expuesto
tanto al sol como a la lluvia y finalmente se
secaría al aire. Mientras sus extremidades y

440
cuerpo se pudrían, su carne también se caería.
La apariencia de su cadáver sería
extremadamente desagradable.
Dado que el cadáver de esta joven todavía no
se había podrido, no debería haber pasado
mucho tiempo desde su muerte. Quizás ella
había sido una residente que vivía en los
alrededores. Pero estos soldados en realidad
colgaron el cuerpo de una niña en un lugar como
este. Eran realmente extremadamente salvajes y
crueles.
Cuando A-Zhao, TianShen y los demás vieron
esta escena, sus teces palidecieron. Se
detuvieron de inmediato y no se atrevieron a
seguir adelante. Afortunadamente, Ke Mo
también había dejado de caminar. Se dio la vuelta
y se enfrentó al Pozo de los Pecadores, antes de
lanzar un largo y fuerte grito.
Xie Lian pensó que era extraño.
—¿Por qué necesitaba gritar así?
Al momento siguiente, recibió la respuesta a su
pregunta.
Pareciendo ser la respuesta al fuerte grito de
Ke Mo, un gruñido vino desde el fondo del pozo
oscuro. Sonaba como el rugido de un tigre, un
lobo, un monstruo o incluso un tsunami, pero el
sonido se multiplicó por cien y fue ensordecedor.
Todos en el borde de la pared prácticamente se
sacudieron por este rugido hasta que apenas
pudieron permanecer de pie. Muy claramente,
Xie Lian escuchó el leve susurro de los
escombros y piedras que habían sido
desprendidos por las vibraciones del gruñido.

441
Solo los delincuentes eran arrojados al pozo de
los pecadores. ¿Podría ser? ¿Estaba
respondiendo la cosa a Ke Mo las almas de los
pecadores fallecidos?
En este momento, Ke Mo una vez más gritó en
el pozo. Xie Lian escuchó atentamente. Esta
vez, Ke Mo no había rugido algo incomprensible
y tampoco había sido una maldición. Por el
contrario, debería haber sido un estímulo.
De hecho, Xie Lian estaba muy seguro de
haber escuchado las palabras, hermanos.
Después de que Ke Mo terminó de rugir, les
gritó algo a los soldados que detenían a Xie Lian
y a los demás. Esta vez, Xie Lian entendió
completamente lo que Ke Mo había ordenado.
El General dijo: —Solo deja caer a dos
personas allí.
Aunque todos los demás no entendieron lo que
Ke Mo había dicho, probablemente podrían
adivinar lo que los soldados tenían la intención de
hacer. Como resultado, su tez simultáneamente
se volvió blanca.
Cuando Xie Lian vio que todos estaban
asustados hasta el punto de que apenas podían
permanecer de pie, dio un paso adelante y dijo
suavemente: —No se pongan nerviosos. Si algo
sucede, lo enfrentaré primero.
Si por casualidad, alguien tuviera que ser
arrojado más tarde, entonces Xie Lian
simplemente se prepararía y bajaría para echar
un vistazo primero. En cualquier caso, solo las
víboras estereotípicas, las bestias feroces, los
espíritus maliciosos o los demonios estarían en el

442
fondo del pozo. Dado que Xie Lian no moriría por
la caída, o moriría por ser golpeado, o moriría por
ser mordido o envenenado, mientras no hubiera
lava ni llamas furiosas, ni agua envenenada
transformada por cadáveres, entonces no se
quedaría tan mal incluso si saltaba.
Además, Xie Lian todavía tenía a Ruoye.
Incluso si el conjunto espiritual le impedía usar a
Ruoye para volver a subir, si estos soldados de
BanYue arrojaban a alguien más, aún podría
atraparlos.
Ke Mo había dicho, lleva a los demás lejos y
vigílalos. Eso significaba que las otras personas
estarían relativamente seguras por el momento.
Después de todo, atrapar personas vivas en el
desierto de Gobi no era algo fácil de conseguir.
No podían dejar que se los comieran todos a la
vez, por lo que los soldados probablemente
querían atesorarlos y dejar que se los comieran
uno a la vez.31
Xie Lian había pensado las cosas
detenidamente. Sin embargo, quién hubiera
pensado que habría alguien en su grupo que no
podría mantener la calma.
Aparte de Xie Lian y San Lang cuyas
expresiones no habían cambiado, todos los
demás temblaban de miedo desde que habían
subido a la cima del Pozo de los Pecadores,
especialmente A-Zhao.
Tal vez porque pensó que la muerte era segura
y que sería mejor intentar luchar
31
Lo que quiere decir es que los guerreros de BanYue atrapan personas para darles
como alimento a los seres que están en el pozo, y el resto para comérselas ellos
mismos.

443
desesperadamente, A-Zhao empuñó sus manos
y de repente se rebeló. Con la cabeza baja,
¡cargó contra Ke Mo!
Parecía que A-Zhao tenía la determinación de
matar a Ke Mo con él. En otras palabras, estaba
cargando contra él con la esperanza de derribar
a Ke Mo en el pozo consigo mismo. Y a pesar de
la alta estatura de Ke Mo que podría compararse
con una torre de hierro, incluso él retrocedió tres
pasos ante una colisión que abarcó la última
resolución antes de la muerte.
Como Ke Mo casi perdió el equilibrio, se enojó
de inmediato. Después de rugir una vez, giró una
mano y empujó a A-Zhao hacia abajo.
Cuando vieron al joven caer en el pozo oscuro
y profundo, todos gritaron.
Xie Lian también gritó: —¡A-Zhao!
En este momento, un estallido de vítores
resonó distantemente desde el fondo del pozo
oscuro, junto con algunos ruidos desgarradores
extremadamente crueles. Esos sonidos podrían
compararse con el resultado de espíritus
malignos que caen unos sobre otros en su afán
de alimentarse salvajemente. Al escuchar esto,
uno sabía que el joven llamado A-Zhao no tenía
la oportunidad de regresar con vida.
Incluso Xie Lian no esperaba que las cosas se
desarrollaran así. Estaba extremadamente
aturdido.
Originalmente, había sospechado que A-Zhao
era precisamente el subordinado de la gran
Guoshi Ban Yue y que estaba incitando
específicamente a los transeúntes a ingresar al

444
antiguo reino de BanYue. También había
albergado sospechas de que el que la cara medio
enterrada había mencionado cuando afirmó
haber visto a alguien entre ellos hace cincuenta
años también era A-Zhao. Sin embargo, Xie Lian
no había anticipado que este joven sería el
primero en ser asesinado. Después de saltar así,
¿cómo podría existir la posibilidad de que A-Zhao
sobreviviera?
¿Era posible que solo fingiera su muerte? Sin
embargo, Xie Lian y los demás ya eran cautivos
de los soldados de BanYue. Si A-Zhao realmente
hubiera sido el subordinado de la Gran Guoshi
Ban Yue, sería completamente capaz de derribar
su disfraz ahora que tenían la ventaja. A-Zhao
podría haber actuado alto y poderoso, entonces,
¿por qué tendría que hacer algo tan superfluo
como fingir su muerte frente a ellos? No tendría
absolutamente ningún sentido hacer algo así.
Pero, ¿por qué A-Zhao cargó contra Ke Mo?
¿No era esto lo mismo que él desperdiciando su
vida sin sentido?
Mientras Xie Lian reflexionaba sobre estas
teorías, una tras otra en confusión, los soldados
de BanYue comenzaron una vez más a buscar a
la siguiente persona viva que empujar. Ke Mo
levantó una mano y señaló a TianShen.
Un soldado de BanYue extendió su gran palma
cuando salió a agarrarlo. TianShen
inmediatamente tuvo miedo de gritar: —¡AH!
¡SÁLVAME! ¡No me agarres! Soy…

445
Xie Lian no tuvo tiempo de seguir pensando.
Dio un paso adelante y dijo: —General, espere un
momento.
Cuando escuchó a Xie Lian abrir la boca y
hablar el idioma de BanYue, una expresión de
sorpresa apareció en el rostro oscuro de Ke Mo.
Agitó la mano y detuvo a ese soldado antes de
preguntar: —¿Sabes cómo hablar nuestro
idioma? ¿De dónde eres?
Xie Lian respondió suavemente: —Vengo de
las llanuras centrales.
En realidad, no le importaba mentir y decir que
era del reino BanYue, pero esta mentira no sería
tan factible. Xie Lian no estaba seguro de cuán
fluido era su idioma Banyunese o cuánto había
recordado, por lo que inevitablemente expondría
su secreto mientras conversaba con Ke Mo.
Además, su apariencia hizo evidente dónde
había venido. A la gente de BanYue no le
gustaban demasiado aquellos que mentían y
engañaban a otros. Si vieran a través de su
mentira, las consecuencias serían aún más
severas.
Ke Mo dijo: —¿Las Llanuras Centrales? ¿Eres
descendiente de YongAn?
Xie Lian respondió: —No. El reino de YongAn
ha sido aniquilado hace mucho tiempo. Ya no
hay más gente de YongAn.
Sin embargo, a los ojos de la gente del reino de
BanYue, mientras alguien fuera de las Llanuras
Centrales, eran más o menos los familiares o
descendientes del pueblo de YongAn.

446
BanYue había sido destruido por el ejército del
reino de YongAn. En el momento en que le
dijeron de dónde venía Xie Lian, la cara oscura
de Ke Mo se puso furiosa al instante. La multitud
de soldados también comenzó a clamar. Sus
gritos estaban completamente compuestos de
maldiciones y palabras despreciativas.
Xie Lian los escuchó. Solo decían cosas como;
despreciable, mentiroso, tirarlo, cosas
superficiales que no dañaban ni hacían
cosquillas. Pero también escuchó perra, y se
detuvo. No logró captar lo que se dijo antes de
eso pero aún así se sintió un poco triste.
—Los primeros insultos los puedo entender,
pero el último fue un poco inesperado... ¿Están
seguros de que no se equivocaron? —Pensó Xie
Lian abatido.
Ke Mo dijo: —Nuestro reino ya se ha
desvanecido hace doscientos años en el desierto
de Gobi. No eres de nuestro reino, pero conoces
nuestro idioma. ¿Quién diablos eres tú?
Xie Lian no pudo evitar mirar al joven tranquilo
y sereno que estaba de pie junto a él. Pensó que
si lo peor llegaba a pasar y no podía seguir
explicando, simplemente tendría que prepararse
y gritar: —San Lang, sálvame.
Xie Lian se preparó para comenzar a hablar
tonterías. Sin embargo, en ese mismo momento,
otro rugido devastador vino desde el fondo del
pozo oscuro.
Parecía que todo lo que había allí abajo ya
había terminado de alimentarse del cadáver de A-
Zhao. Sin embargo, todavía tenían hambre y, por

447
lo tanto, usaron este sonido para transmitir su
ansia de carne fresca. Ke Mo agitó la mano,
como si estuviera a punto de agarrar a TianShen
nuevamente. Xie Lian dijo: —General, déjame ir
primero.
Ke Mo definitivamente nunca había escuchado
a alguien pedir ir primero en este lugar. Sus ojos
se abrieron y parecían campanas cuando
preguntó con asombro: —¿Quieres ir primero?
¿¿Por qué razón??
Xie Lian, naturalmente, no pudo responder y
decir que fue porque no estaba asustado. Por lo
tanto, eligió una respuesta que se ajustara a las
normas de la sociedad.
—General, estos son simplemente
comerciantes inocentes que están de paso.
Incluso tienen un hijo entre ellos.
Cuando Ke Mo escuchó esto, se burló y dijo:
—Cuando tu ejército de YongAn masacró mi
reino, ¿nunca pensaste en cómo había muchos
comerciantes y niños inocentes aquí?
Ya habían pasado doscientos años desde que
BanYue fue destruido. Hoy en día, ambas partes
habían pasado por mucho tiempo a una nueva
dinastía. Sin embargo, estos soldados eran los
muertos cuyo tiempo se había detenido por
mucho tiempo. Su odio no se debilitaría tras el
inicio de un nuevo régimen.
Ke Mo volvió a hablar: —Eres muy sospechoso.
Quiero hacerte algunas preguntas, no puedas
bajar. ¡Tira a alguien más!
En ese caso, no había nada que hacer. Xie
Lian estaba preparado para ver las cosas hasta

448
el final y hacer de su prioridad saltar primero,
cuando vio a San Lang caminar un paso
adelante. Con el corazón saltando, giró la
cabeza.
Ese joven se había cruzado de brazos. Con
una mirada indiferente, consideró
cuidadosamente el profundo Pozo de los
pecadores.
Una mala premonición surgió sin querer en el
corazón de Xie Lian.
—¿San Lang?
Cuando escuchó a Xie Lian llamarlo, San Lang
volvió la cabeza.
Él sonrió levemente y dijo: —Todo está bien.
Una vez más, el joven dio otro paso adelante.
Él ya estaba parado en un lugar extremadamente
peligroso. Tanto el corazón de Xie Lian como sus
párpados saltaban salvajemente.
—Espera. San Lang, deja de moverte.
En el borde mismo del Pozo de los Pecadores,
el dobladillo de la ropa roja del joven volaba
vigorosamente por el viento. San Lang miró a Xie
Lian antes de sonreír una vez. Él dijo: —No
tengas miedo.
Xie Lian dijo: —Tú... retírate primero y vuelve.
Si vuelves, dejaré de tener miedo.
San Lang respondió: —No hay necesidad de
preocuparse. Me iré un momento. Podremos
volver a vernos muy pronto.
Xie Lian dijo: —No...
Todavía no había terminado de hablar cuando
ese joven una vez más dio un paso adelante.
Mientras mantenía su postura con los brazos

449
cruzados, dio un salto suave e instantáneamente
desapareció en las profundidades insondables de
la oscuridad.
La fracción de segundo que San Lang había
saltado, Ruoye había volado de la muñeca de Xie
Lian. Se convirtió en una raya de blanco con la
esperanza de enrollar la figura de ese joven. Sin
embargo, la velocidad de la caída de San Lang
fue demasiado rápida, tanto que la seda blanca
ni siquiera había podido agarrar un rincón de la
ropa de San Lang antes de encogerse y regresar
a Xie Lian.
Xie Lian inmediatamente se arrodilló junto a las
altas paredes y gritó en el Pozo de los Pecadores.
—¡SAN LANG!
No se escuchó ninguna respuesta.
Después de que ese joven saltó, ¡no se
escuchó nada!
En la pared alta a su lado, muchos soldados de
BanYue comenzaron a gritar uno tras otro. Todos
ellos parecían extremadamente conmocionados.
¿Qué estaba pasando hoy?
En el pasado, uno tenía que capturar a alguien
y tirarlo para que se cayera. Pero hoy, todos se
turnaban y peleaban por la oportunidad de saltar.
¿Y si no los dejaras saltar, en realidad saltarían
ellos mismos?
El General Ke Mo gritó en voz alta a sus
soldados y les dijo que se calmaran. En cuanto a
Xie Lian, cuando vio que Ruoye no atrapó a San
Lang, no se tomó el tiempo para pensar antes de
dar un salto desde la pared.

450
Pero, ¿quién hubiera pensado que aunque su
cuerpo ya volaba por el aire, la parte posterior de
su collar se apretaría repentinamente? Xie Lian
terminó suspendido en el aire.
Giró la cabeza para echar un vistazo. Resultó
que cuando el General Ke Mo vio que también
había querido saltar, ¡el General se acercó
inesperadamente y agarró a Xie Lian para evitar
que se cayera!
Xie Lian pensó para sí mismo: —Está bien si
quieres venir. De hecho, es mejor si bajamos
juntos.
Esta idea lo llevó a la acción. Como una
serpiente blanca, Ruoye de repente se enroscó
alrededor del brazo de Ke Mo y subió. Con un
swish se envolvió alrededor del cuerpo del
General.
Ke Mo vio cómo esta delgada seda blanca era
extraña e insondable, e incluso parecía haber
cultivado su propia conciencia. En respuesta, las
venas negras en su frente se hincharon, mientras
que la carne de sus músculos también se hizo un
poco más grande. Parecía como si hubiera
querido romper a la fuerza a Ruoye, que estaba
enrollado a su alrededor.
Xie Lian estaba atrapado en este callejón sin
salida con Ke Mo cuando, de repente, vio algo
extremadamente extraño por el rabillo del ojo.
El cadáver que había estado colgando de ese
largo poste de repente se movió y levantó
ligeramente la cabeza.
La multitud de soldados de BanYue también
notó cómo se había movido el cadáver. Uno tras

451
otro, comenzaron a gritar antes de agitar los
dientes cargados de dientes para golpear el
cadáver.
Pero después de que esa chica vestida de
negro se movió, de alguna manera logró desatar
la cuerda que la había colgado del poste. De
repente, saltó del poste y rápidamente se
apresuró.
Ella podría compararse con una brisa negra
que soplaba desde lo alto de la pared alta.
Ambos rápidos, pero demoníacos, todos vientos
nefastos hasta que se balancearon de lado a
lado. Acompañados de gritos miserables,
muchos soldados cayeron del alto muro.
Cuando vio cómo arrastraban a sus soldados
desde la pared hasta el Pozo de los Pecadores,
Ke Mo comenzó a maldecir furiosamente. Sus
maldiciones eran extremadamente vulgares y
probablemente usaban una buena cantidad de
jerga callejera. Xie Lian no había entendido todo
lo que dijo, pero sí entendió una oración.
Lo que Ke Mo había estado maldiciendo era:
—¡Es esa perra otra vez!
Al momento siguiente, Ke Mo no pudo
continuar maldiciendo, porque Xie Lian había
ejercido de repente algo de fuerza para arrastrar
al General al Pozo de los Pecadores con él.
El Pozo de los Pecadores: ¡del que nunca
podrás salir después de caer en él!
Cuando cayeron, Ke Mo lanzó un bramido que
casi destrozó los tímpanos de Xie Lian. Xie Lian
no tuvo más remedio que llamar a Ruoye, antes
de darle una patada a Ke Mo casualmente para

452
que la distancia entre ellos fuera un poco mayor
y sus oídos pudieran protegerse.
Después de eso, obligó a Ruoye a deslizarse,
con la esperanza de que pudiera agarrar algo que
Xie Lian podría usar como cojín.
Al menos entonces, no aterrizaría de una
manera extremadamente miserable.
Sin embargo, este Pozo de los Pecadores se
construyó de una manera que era difícil de
manejar y ese matriz espiritual también era muy
poderosa. Ruoye no solo no pudo trepar a un
lugar alto, sino que tampoco había nada a lo que
pudiera agarrarse dentro de las cuatro paredes
altas. Justo cuando Xie Lian pensó que una vez
más se convertiría en un panqueque humano, del
tipo que no se despegaría del suelo durante al
menos un par de días, como lo hizo innumerables
veces en el pasado, de repente, en medio de la
oscuridad, hubo un destello de luz plateada.
Al momento siguiente, un par de manos lo
atraparon suavemente.
Con una precisión incomparable, esa persona
lo había pillado de frente. Era prácticamente
como si esta persona hubiera estado vigilando
este lugar y estuviera esperando específicamente
allí para atraparlo. Una mano había enrollado la
espalda de Xie Lian, abrazando sus hombros,
mientras que la otra mano de la persona apoyaba
sus rodillas. De una manera relajada y fácil, la
persona había logrado dispersar por completo el
ímpetu feroz que se había creado durante la
caída de Xie Lian.

453
Xie Lian acababa de caer desde una gran altura
antes de detenerse repentinamente, por lo que
todavía se sentía un poco mareado y un poco
mareado. Subconscientemente levantó la mano y
luego abrazó con fuerza los hombros de la otra
persona.
—¿San Lang?
La oscuridad los rodeaba y era imposible ver
nada. Entonces, por supuesto, tampoco había
forma de que él viera quién era esta persona. Sin
embargo, Xie Lian todavía soltó esas dos
palabras.
La otra persona no respondió. Xie Lian tocó los
hombros y el pecho de esa persona varias veces.
Queriendo verificar la identidad de esta persona,
volvió a preguntar: —San Lang, ¿eres tú?
No sabía si era porque habían llegado al fondo
del pozo, pero el olor a sangre en el aire era lo
suficientemente fuerte como para hacer que la
gente se desmayara. Xie Lian tampoco sabía lo
que lo poseía, continuó sintiendo a la persona
que lo sostenía. Fue solo hasta que tocó la dura
manzana de Adán de la persona que
repentinamente salió de su aturdimiento.
Xie Lian pensó: —He pecado, he pecado, ¿qué
estoy haciendo?
Inmediatamente retiró la mano antes de
preguntar: —Es San Lang, ¿verdad? ¿Estás
bien? ¿Fuiste herido?
Después de bastante tiempo, finalmente
escuchó la respuesta de ese joven. Desde un
lugar extremadamente cercano a él, la voz
profunda del joven resonó.

454
—Estoy bien. —Xie Lian no sabía por qué, pero
sintió que, en comparación con el tono habitual
de San Lang, había una sutil diferencia en su voz
actual.

455
456
457
458
CAPÍTULO 25
HuaLian tonteando; la oscuridad cae en el
Pozo de los Pecadores (parte dos)

—San Lang, ¿estás realmente bien?


Bájame. —Dijo Xie Lian.
—No bajes —respondió San Lang.
Xie Lian se sorprendió por la respuesta. ¿Qué
estaba pasando? ¿Había algo en el suelo?
Ese par de brazos todavía lo sostenían con
fuerza sin ninguna intención de dejarlo ir. Xie
Lian iba a levantar la mano y alejarse
suavemente, pero justo cuando puso su mano
sobre el pecho de San Lang, recordó
abruptamente cómo lo estaba tocando al azar por
todos lados, incluso sintiendo la manzana de
Adán y retiró en silencio su mano otra vez. Había
pasado cientos de años desde la última vez que
Xie Lian se preocupó por saber qué significaba;
incómodo, pero ahora había una voz en su
cabeza que le decía que era mejor quedarse
quieto y actuar decentemente.
Justo en ese momento, un gemido enfurecido y
triste rugió desde el otro lado del pozo y una voz
gritó: —¿QUÉ LES PASÓ?

459
Esas palabras fueron gritadas en Banyunese y
al escuchar la voz, fue el General Ke Mo el que
Xie Lian había arrastrado con él. Como ya estaba
muerto, la caída no lo habría matado, solo estalló
un cráter humano en el suelo cuando se estrelló.
Pero cuando salió de su agujero, comenzó a
gritar: —¿Qué está pasando? Mis hermanos,
¡¿QUÉ LES PASÓ?!
Cuando aulló en el pozo antes desde la parte
superior de la pared, hubo cientos y miles de
voces que respondieron a su llamada, como si el
pozo estuviera lleno hasta el borde con
fantasmas enojados y amenazantes. Pero en
ese mismo momento, aparte de los gritos de Ke
Mo, Xie Lian solo podía escuchar un silencio
mortal. Ni siquiera hubo ningún sonido de
respiración o latido de San Lang que estaba a su
lado.
A pesar de que Xie Lian estaba presionado
contra San Lang, ¡no pudo detectar ningún
sonido de su corazón latiendo o su respiración!
Ke Mo rugió.
—¿QUIÉN LOS MATÓ? ¡QUIÉN LOS MATÓ
A TODOS!
Cuando A-Zhao cayó por primera vez, todavía
había sonidos horribles de carne desgarrada,
pero después de que San Lang saltó, no hubo
más sonidos. ¿Quién más podría ser?
Ke Mo mismo debió haberse dado cuenta de
esto y gritó hacia ellos: —Viajeros, ¡están
muertos! ¡Los voy a matar!

460
Aunque no podía ver, Xie Lian aún podía sentir
el peligro que se acercaba rápidamente y sacudió
su cuerpo.
—¡San Lang, ten cuidado!
—No te preocupes por él —dijo San Lang, aun
abrazándolo. Dio un pequeño paso a un lado y
se dio la vuelta.
En la oscuridad, Xie Lian escuchó una serie de
sonidos de tintineo rotos, claros e intensos, que
oscilaban aquí y allá. Ke Mo se apresuró a
bloquearlos, pero falló la primera vez y se dio la
vuelta para atacar nuevamente, pero San Lang
también dio un paso a un lado y lo evitó. Los
brazos de Xie Lian subieron involuntariamente el
pecho de San Lang nuevamente y se aferraron a
sus hombros, agarrando inconscientemente su
ropa.
Pero los brazos que lo llevaban eran estables,
incluso con todos los giros y pasos laterales, el
agarre seguía siendo fuerte y seguro.
Simplemente, Xie Lian podía sentir algo frío y
duro en esos brazos que lo golpeaban de vez en
cuando y estaba un poco confundido.
En la infinita negrura, rayas de destellos
plateados destellaron por todas partes y el sonido
de un metal afilado que inflige heridas fue
acompañado por los furiosos rugidos de Ke Mo.
Era obvio que el General de BanYue está
gravemente herido por ahora, pero tan duro como
era, se negó a admitir la derrota y una vez más
corrió hacia ellos. Xie Lian sintió que ya no podía
seguir sentado allí y gritó: —¡Ruoye!

461
La banda de seda respondió a su llamada y
salió disparada, un gran chasquido sonó en el
aire y Ke Mo parecía haberse caído al ser
golpeado por Ruoye. Ke Mo gritó desde el suelo.
—¡Tú! ¡Ustedes dos! ¡Dos contra uno!
¡Injusto!
—Nos ibas a matar, ¿a quién le importa si son
dos contra dos contra uno, o si es justo o injusto?
Entonces primero te mataré yo —pensó Xie Lian.
San Lang, por otro lado, solo se burló.
—Incluso en uno contra uno no ganarás. No
tienes que pelear.
La última línea era para Xie Lian y las palabras
no tenían ninguno de los matices.
—Está bien. —Xie Lian respondió, pero
también le preguntó: —San Lang, ¿por qué no
me bajas? Estorbaré camino de esta manera.
—No estorbas. No bajes —dijo San Lang.
—¿Por qué no puedo bajar? —Preguntó Xie
Lian con curiosidad. Esta persona no podía
disfrutar pelear mientras llevaba a alguien,
¿verdad?
La respuesta de San Lang solo tenía dos
palabras.
—Está sucio.
—... —Xie Lian nunca imaginó que esa fuera la
respuesta y además, que lo dijera con toda
seriedad, pensó que era algo gracioso, pero
también lo hacía sentir extraño, un sentimiento
difícil de describir, hacía que su corazón se
sintiera cálido.
—No es posible que me sigas sosteniendo así.
—Podría —respondió San Lang.

462
Xie Lian solo bromeaba, pero las palabras de
San Lang no tenían rastro de falta de entusiasmo
y de repente Xie Lian no sabía qué decir.
Mientras hablaban, Ke Mo nunca había dejado de
atacar. Las dos manos de San Lang lo sostenían
firmemente, pero algo más mantenía a Ke Mo a
raya, azotándolo para derrotarlo. Gritó mientras
retrocedía lentamente.
—Esa perra hizo que ustedes...
No había terminado sus palabras antes de que
sonara un gran estallido y el hombre masivo cayó
al suelo, ya no podía pararse. Xie Lian dijo
apresuradamente: —¡San Lang, no lo mates!
Todavía tendremos que interrogarlo si queremos
salir de aquí.
San Lang hizo caso a sus palabras y se detuvo.
—No estaba planeando matarlo de todos
modos, de lo contrario no habría durado hasta
ahora.
Un silencio mortal se produjo nuevamente en el
Pozo de los Pecadores.
Después de un momento, Xie Lian preguntó:
—San Lang, ¿hiciste todo esto?
Incluso si nada era visible en la oscuridad, con
un hedor abrumador de sangre y sed de sangre
cubriendo el pozo, más la furia de Ke Mo, era
obvio lo que había sucedido aquí abajo. Hubo
otro silencio momentáneo antes de que Xie Lian
escuchara la respuesta de San Lang.
—Sí —dijo.
Era una respuesta esperada. Xie Lian suspiró.
—¿Cómo digo esto...? —Xie Lian masticó sus
palabras y organizó sus pensamientos antes de

463
hablar en un tono serio—. San Lang, la próxima
vez que veas un pozo como este, no saltes al
azar. Ni siquiera pude detenerte. Realmente, no
sabía qué hacer.
San Lang no parecía esperar este tipo de
respuesta y dejó escapar un confuso: —¿Eh?
—Cuando volvió a hablar, sonó un poco
extraño—. ¿No quieres preguntar nada más?
—¿Qué más quieres que pregunte? —Dijo Xie
Lian.
—Por ejemplo, si soy humano —respondió San
Lang.
Xie Lian se frotó la frente.
—Humm. No creo que sea necesario.
—¿No lo es?
—¿Lo es? No es importante si eres humano o
no —dijo Xie Lian.
—Oh…
Xie Lian se cruzó de brazos y dijo: —Las
relaciones deberían depender del azar y de si
estamos en la misma sintonía, no del estatus
social. Si me gustas, puedes ser un mendigo y
todavía me gustarás. Si no me gustas, puedes
ser el emperador y todavía no me gustarás. ¿No
debería ser así? Es una lógica simple. Entonces,
si eres humano o no es irrelevante.
San Lang se rió a carcajadas.
—Sí. Tienes mucha razón.
—¿Verdad? —Dijo Xie Lian, riéndose también.
Pero cuanto más se reía, más sentía que algo
estaba mal y de repente se le ocurrió.
¡Todavía estaba dejando que San Lang lo
llevara y lo aterrador era que se había

464
acostumbrado a estar en esta posición sin darse
cuenta!
¿Qué tipo de situación era esta? Xie Lian se
aclaró la garganta en voz baja y dijo: —Hum, San
Lang. Podemos hablar de eso más tarde. ¿Qué
tal si me bajas primero?
San Lang parecía haberse reído y dijo:
—Espera.
Cargó a Xie Lian y siguió caminando un poco
antes de bajarlo suavemente. Al tocar el suelo,
Xie Lian pudo sentir el suelo duro y plano.
—¡Gracias!
San Lang no hizo ningún gesto en respuesta y
después de agradecerle, Xie Lian miró al cielo.
Sobre ellos, el cielo azul marino colgaba de una
luna creciente, brillante y hermosa. Solo que
mirar la vista desde un marco cuadrado lo hacía
sentir como una rana en un pozo.
Xie Lian le ordenó a Ruoye que intentara
alcanzar la cima, pero se esperaba que se
detuviera a medio camino como si chocara contra
una pared invisible y Ruoye se recuperó sin poder
subir más.
—Hay una matriz dibujada alrededor del Pozo
de los Pecadores —dijo San Lang.
—Lo sé, pero quería intentarlo de todos modos.
—dijo Xie Lian—. No podía rendirme hasta que lo
intentara, ¿sabes? Me pregunto cómo están los
demás allí arriba. ¿La chica de negro también los
arrastró?
Volvió a contar cómo la chica que colgaba del
poste cobró vida de repente y arrastró a todos los
soldados de BanYue hacia el Pozo de los

465
Pecadores y mientras hablaba pisó algo en el
suelo, parecía ser un brazo y Xie Lian casi
tropezó. Se estabilizó de inmediato, pero San
Lang todavía extendió la mano y ayudó a
apoyarlo, reprendiendo: —Ten cuidado.
—Te dije que el suelo estaba sucio —agregó
San Lang con indiferencia.
Xie Lian ahora entendió lo que significaba sucio
y dijo: —No te preocupes. Quiero encender una
Palma de Luz; mirar lo que pasó aquí abajo y
comenzar desde allí.
San Lang no dijo nada. Justo en ese momento,
desde lejos, la fría voz de Ke Mo volvió a llorar:
—Ustedes dos haciendo los actos de esa perra,
todas las miles de almas muertas de este reino
los maldecirán. ¡TE MALDIGO!
Xie Lian se volvió hacia Ke Mo y preguntó
usando Banyunese: —General Ke Mo, ¿quién es
esa... esa persona de la que habla?
Ke Mo respondió con odio.
—¿Por qué preguntar? ¡Esa malvada bruja!
—¿Es la mujer cultivadora vagando por las
calles de la ciudad?
Ke Mo escupió enojado en el suelo y Xie Lian
lo tomó como un sí.
Continuó preguntando: —¿No fue usted un fiel
apoyo de la Guoshi Ban Yue?
Ke Mo se enojó más al escuchar esto y gritó:
—¡YO, KE MO, NUNCA MÁS SERÉ LEAL A
ELLA! ¡NUNCA PERDONARÉ A ESA PERRA!
Luego comenzó a pronunciar una serie de
maldiciones, inflamadas e histéricas, sus
palabras rápidas e incomprensibles y Xie Lian se

466
quedó en blanco, incapaz de seguirlo. Miró a San
Lang y en voz baja llamó: —San Lang, San Lang.
San Lang tradujo: —Está maldiciendo. Dijo que
la mujer traicionó a su país, abrió las puertas de
la fortaleza y dejó que el ejército de las Llanuras
Centrales matara a la ciudad. Ella tiene la sangre
de su gente en sus manos y sus hermanos a
quienes empujó en este pozo. La ahorcará mil
veces. Diez mil veces.
Al escuchar esto, Xie Lian de repente pensó
que debía haber algún error en alguna parte.
Anteriormente preguntó sobre la mujer
cultivadora que deambula por las calles de la
ciudad y se refería a la dama de blanco. Pero
ahora, Ke Mo continuamente llamaba a la Guoshi
Ban Yue, perra y decía que empujaba a sus
hermanos al Pozo de los Pecadores. Antes,
cuando la chica vestida de negro barrió a los
soldados en el pozo, Ke Mo también juró y dijo:
—No esa perra otra vez.
La última parte, colgarla muerta mil veces: Xie
Lian se dio cuenta de que no estaban hablando
de la misma persona.
Xie Lian interrumpió las maldiciones de Ke Mo
y preguntó: —General, la Guoshi Ban Yue de la
que habla, ¿era la chica de negro colgada del
poste del Pozo de los Pecadores?
—¿QUIÉN MÁS SERÍA? —Gritó Ke Mo.
—…
¡El cadáver escuálido como una niña vestida de
negro era la verdadera Guoshi Principal de Ban
Yue! Pero si ese era el caso, ¿quién era la mujer

467
cultivadora y su compañera vestida de negro,
paseando por las calles buscando matarlos?
La chica de negro obviamente tenía poderes
inconmensurables y fácilmente podía barrer a
docenas de soldados hostiles de BanYue fuera
de la pared, entonces ¿por qué estaba colgada
sobre el Pozo de los Pecadores?

468
469
CAPÍTULO 26
HuaLian tonteando; la oscuridad cae en el
Pozo de los Pecadores (parte tres)

L
a historia se estaba volviendo más
compleja y enrevesada, pensó Xie Lian y
preguntó: —General, ¿por qué la Guoshi Ban
Yue abrió las puertas de la fortaleza al enemigo?
En lugar de responder, Ke Mo dijo: —¡Mataste
a mis hermanos, no responderé tus preguntas!
¡Pelearé contigo en su lugar!
—Yo los maté. Él no hizo nada —dijo San
Lang—. Puedes responder a sus preguntas y
pelear conmigo.
Bueno, esa era una lógica irrefutable, pensó
Xie Lian. Ke Mo gritó enojado.
—¡Ambos están tomando órdenes de esa
perra, no hay diferencia!
Xie Lian dijo de inmediato: —General Ke Mo,
creo que ha confundido algo. Hemos viajado por
el desierto de Gobi para deshacernos de la
Guoshi Ban Yue, ¿cómo podemos ser sus
subordinados?
Al escuchar que Xie Lian estaba allí para
destruir a la Guoshi, Ke Mo se quedó en silencio.
Luego preguntó: —Si no la estabas ayudando,

470
¿por qué mataste a mis hermanos? ¡Solo ella
haría tal cosa!
Xie Lian explicó lógicamente: —¿No es porque
nos arrojaste al pozo y tuvimos que defendernos?
Ke Mo gritó enojado.
—¡Tonterías! ¡No los tiré a ninguno de ustedes!
¡Incluso quise detenerlos! ¡¡Todos ustedes
saltaron por su cuenta!!
—…
Ahora Xie Lian realmente no sabía cómo
continuar la conversación, realmente había
pensado en lo que sucedió. Entonces dijo:
—Hum, ejem, incluso si no nos arrojaran, habría
otros que serían arrojados, así que no había
forma de que pudiéramos sentarnos y ver cómo
sucedía todo. ¡Estás comiendo gente, por el
amor de Dios!
Solo mencionarlo pareció hacer que Ke Mo
hirviera de odio: —¡Comer humanos fue culpa de
esa perra!
Parecía que este odio era profundo.
Xie Lian dijo: —General, ahora estamos
atrapados en el fondo de este pozo. Deja de
maldecir y pensemos en una salida. ¿Cuál es la
verdadera historia detrás de la Guoshi Principal
Ban Yue?
Ke Mo dijo con frialdad: —Ustedes dos son
astutos e injustos, peleando conmigo dos contra
uno. No puedo ganar, pero no responderé más
de sus preguntas.
Xie Lian se sintió un poco exasperado y se frotó
la frente.
—Solo te golpeé una vez. Solo una vez.

471
No le importaba que lo llamaran astuto o
injusto. Si la situación lo requería, no importaba
dos contra uno, podría traer cien para vencer a
uno, a quien le importaba uno contra uno. Pero
antes, San Lang obviamente tenía la ventaja
incluso mientras lo cargaba y le dijo a Xie Lian
que no peleara también. Ke Mo parecía pensar
que podría haber ganado si hubieran sido solo él
y San Lang y Xie Lian se sintió mal por él.
Sin embargo, San Lang no se sentía mal en
absoluto y felizmente dijo: —Sí, soy yo quien te
golpeó. ¿Algún problema?
Aún tratando de actuar con dureza, Ke Mo dijo:
—Atacándome juntos, ahora hablando contra mí.
¡Demasiado astuto! ¡No responderé nada!
Ke Mo fue increíblemente poco cooperativo,
pero Xie Lian no estaba preocupado. Ke Mo
parecía ser del tipo que se podía hacer fácilmente
para derramar sus palabras y tienen tiempo, no
es un problema. San Lang, por otro lado, no tenía
la misma paciencia y perezosamente dijo: —Será
mejor que respondas sus preguntas, por el bien
de tus hermanos.
—Ya los mataste —dijo Ke Mo—. ¡No creas
que puedes usarlos para amenazarme!
—Están muertos, pero sus cadáveres todavía
están alrededor —respondió San Lang.
Ke Mo se alarmó.
—¿Qué vas a hacer?
San Lang sonrió.
—Eso depende de lo que quieras hacer. —Solo
por su voz, Xie Lian podía imaginar a San Lang
levantando la mirada—. ¿Quieres que sus

472
próximas vidas sean fortuitas o renazcan como
un charco de sangre?
Ke Mo se detuvo, pero pronto entendió lo que
San Lang quería decir y explotó: —¡¿TÚ?!
La gente de BanYue se tomaba la muerte y los
funerales muy en serio. Creían que, como el
difunto encontraba su muerte sería cómo
renacerían. Por ejemplo, si al fallecido le faltaba
un brazo, volverían a renacer discapacitados. Si
los cadáveres en este pozo fueran destruidos,
¿cómo serían sus renacimientos?
Por su actitud y sus acciones, quedó claro que
el General Ke Mo era un Banyunese de pura raza
y guardaría esas creencias en su corazón. Usar
a sus atesorados hermanos para amenazarlo no
fue una mala idea. Como era de esperar, al otro
lado del pozo oscuro, Ke Mo contuvo la
respiración con rabia, pero finalmente cedió
impotente: —No toques los cuerpos de mis
hermanos. Eran buenos soldados valientes. Ya
fue una tragedia estar atrapado en el pozo
durante tantos años. No sé si ser asesinado por
ti es una bendición o no, pero no haré que
destruyan sus cadáveres.
Hizo una pausa y preguntó: —¿De verdad
estás aquí para matar a esa perra?
Xie Lian respondió calurosamente: —Sin
mentiras. Cuanto más sepamos, más
posibilidades tendremos de ganar. No se sabe
mucho sobre la Guoshi Principal Ban Yue en el
exterior, no tenemos idea de cómo luchar contra
ella. Pero has trabajado con ella antes en el

473
pasado, ¿tal vez puedas aclarar algunas cosas
para nosotros?
Tal vez fue debido a que compartían el mismo
enemigo, la Guoshi Principal Ban Yue, que se
desarrolló una especie de vínculo, o tal vez en un
abismo ineludible, sobre los cadáveres de sus
soldados, Ke Mo se desanimó, pero fuera lo que
fuera, el General cesó la voluntad de atacarlos.
—¿No sabes por qué abrió las puertas?
¡Porque ella está en contra de nosotros! ¡Ella nos
odia! ¡Odia el reino de BanYue!
Xie Lian preguntó: —¿Cómo hizo la Guoshi
Principal Ban Yue...?
—¡Esa bruja malvada! —Corrigió Ke Mo.
Parecía que ya no deseaba reconocer a la
chica vestida de negro como la Guoshi Principal.
—Muy bien, la bruja malvada. —Xie Lian dijo—.
¿Qué quieres decir con que te odia? ¿Cómo se
convirtió en la Guoshi Principal?
Leyendo entre líneas de maldiciones
interminables, Xie Lian finalmente entendió la
historia General contada por Ke Mo.
La Guoshi Principal Ban Yue nació de una
mujer BanYue y un hombre de las Llanuras
Centrales. Viviendo en la frontera con un odio y
escaramuzas interminables, las cosas eran
difíciles y el hombre de Las Llanuras Centrales
finalmente tuvo suficiente y se mudó de la
frontera a las Llanuras Centrales. Aunque fue un
divorcio amistoso, la mujer BanYue pronto
falleció de angustia.
Dejaron a una niña de seis a siete años; sin
guardianes, la niña deambulaba por las calles,

474
hambrienta y desesperada. La pareja había
recibido hombros fríos en todas partes cuando
estaban cerca y ahora su hija también recibió
desprecio donde quiera que fuera. La gente de
BanYue era alta y musculosa y veía belleza en
fuerza y vivacidad, pero esta niña nació de
sangre mezclada y parecía pequeña y escuálida
entre los niños de BanYue. Ella creció siendo
intimidada y se volvió cada vez más huraña. Los
niños de BanYue no jugarían con ella, pero
algunos niños de Las Llanuras Centrales le
prestaron atención.
Cuando esta niña tenía doce años, estalló una
batalla entre los dos ejércitos y después de esta
pelea, la niña desapareció. Ella no tenía amigos
ni familiares en BanYue, por lo que nadie se dio
cuenta o le importó cuando desapareció. La
próxima vez que apareció fue una historia
diferente. Resultaba que, en los pocos años que
se fue, caminó miles de millas y cruzó el desierto
de Gobi hacia las Llanuras Centrales.
Nadie sabía qué tipo de encuentros había
tenido, pero regresó después de haber aprendido
magia negra y podía controlar a la criatura
venenosa más temida por la gente de BanYue:
las Serpientes Cola de Escorpión.
A su regreso, además de estar impresionados,
muchos también tenían miedo. Eso fue porque la
personalidad de la niña no cambió, todavía era
sombría e insociable. También hubo muchos que
la acosaron en el pasado; si ella entrara al palacio
y se convirtiera en una oficial de alto rango, ¿no
buscaría venganza algún día contra ellos? Por lo

475
tanto, la denunciaron ante la monarquía como
una malvada manipuladora de las Serpientes
Cola de Escorpión que traerían la caída al reino y
debía ser colgada.
En ese momento, Ke Mo ya era un guerrero
distinguido y feroz. Después de haber trabajado
con ella varias veces, Ke Mo encontró a su
ciudadana agradable, capaz, estable y
respetuosa de la ley sin ninguna intención
maliciosa de dañar el reino. Él se convirtió en su
garante y la ayudó a rechazar los rumores.
Además, el propio Ke Mo creció intimidado y
pudo entender su lucha, por lo que, naturalmente,
le prestó más atención. Cuanta más atención
prestó, más se dio cuenta de lo poderosa que era
esta chica y así la apoyó todo el camino,
ayudándola a alcanzar el puesto de Guoshi,
convirtiéndose en lo que más tarde se registró
como el seguidor más leal de la Guoshi Ban Yue.
Pero quién hubiera sabido que la Guoshi
Principal tenía rencor profundo en su corazón y
era experta en disfrazar sus verdaderas
intenciones. Odiaba el reino de BanYue hasta la
médula y solo aprendió magia negra para
vengarse del país y la forma en que lo hizo fue
abrir las puertas de la fortaleza en medio de la
batalla más grande.
Ke Mo, que estaba luchando duro contra los
enemigos, se volvió loco de ira cuando escuchó
que la Guoshi Principal había abierto las puertas.
No importaba lo fuerte que fuera, uno no podía
ganar solo contra tantos. Pero si estaba

476
destinado a morir en el campo de batalla, ¡la
derribaría con él!
Entonces, dirigió una pequeña tropa de
soldados y corrió hacia la torre de la fortaleza,
detuvo a la Guoshi Principal, la arrastró al Pozo
de los Pecadores y la colgó de la cabeza.
Después de que las tropas enemigas pasaron,
el reino de BanYue se convirtió en un reino de la
muerte. La Guoshi Principal y el General que
murieron en esta batalla también quedaron
atrapados dentro, transformándose en
amenazas.
Ninguno de los dos podía abandonar las ruinas,
pero ambos se odiaban mutuamente. Ke Mo y
sus soldados fueron maldecidos para siempre
perseguir a la Guoshi Principal y cada vez que la
capturaban la colgaban muerta sobre el Pozo de
los Pecadores una vez más. Ella a su vez dibujó
una matriz espiritual alrededor de los perímetros
del pozo, haciéndola ineludible y derribaría a los
soldados. Los soldados, cargados de rencor, solo
podían comer carne fresca para aliviar su odio,
de lo contrario aullarían las noches sin descanso
ni apaciguamiento.
Al ver a sus soldados una vez valientes
transformados así, el corazón de Ke Mo estaba
lleno de agonía. Lo bueno es que las serpientes
escorpión de la Guoshi Principal eran agresivas y
solían abandonar las ruinas para cazar. Las
caravanas heridas por las Serpientes Cola de
Escorpión entrarían en la fortaleza caída en
busca de la Hierba de Luna de los Vástagos y
serían capturadas por Ke Mo y arrojados al Pozo

477
de los Pecadores para aliviar a sus soldados
atrapados.
Xie Lian quedó embelesado por la historia
mientras continuaba y solo cuando Ke Mo se
detuvo por un largo rato, se acercó y preguntó:
—El campo de helechos de Hierba de Luna de
los Vástagos en los terrenos del palacio, ¿fue
cultivado por ti? ¿Esa cara de barro fue enterrada
por ti?
—Así es —respondió Ke Mo—. Ese hombre
enterrado en el barro era un ladrón que quería
robar los tesoros reales. Pero nuestro reino fue
limpiado hace más de doscientos años, por lo que
se convirtió en fertilizante.
Al escuchar esto, Xie Lian se quedó en silencio.
Pensó que Ke Mo estaba mintiendo.
O, al menos, Ke Mo estaba ocultando algo.
Esta banda de soldados de BanYue tuvo la
conciencia de cultivar las Hierbas de Luna,
incluso hasta el punto de usar humanos vivos
como fertilizantes, lo que significaba que incluso
si ya no eran humanos, su miedo por las
serpientes de escorpión no disminuía. Por lo
tanto, este miedo debe ser más fuerte cuando
todavía estaban vivos.
Sin embargo, si la Guoshi Principal podía
controlar a sus Serpientes Cola de Escorpión
más temidas, ¿cómo podría ser arrastrada tan
fácilmente desde la torre para colgar sobre el
Pozo de los Pecadores? Según Ke Mo, en los
últimos doscientos años, había capturado a la
Guoshi Principal una y otra vez y la había colgado
muerta repetidamente.

478
Y las serpientes que dejarían la fortaleza para
cazar también fueron de interés. ¿Un accidente?
¿Hubo realmente accidentes tan convenientes?
¿O fueron despedidos intencionalmente por la
Guoshi Principal? Si ese es el caso, ¿no sería
ayudar a Ke Mo a atrapar humanos vivos para
alimentar a sus soldados? Eso no podría
describirse como odio mutuo.
La matriz alrededor del Pozo de los Pecadores
fue dibujada por la Guoshi; si ella pudiera
activarlo, también podría desactivarlo. Es decir,
incluso si fuera a endulzar a los soldados en el
pozo, también podría dejarlos salir. Pero
entonces, ¿por qué lucharían implacablemente
entre ellos, fingiendo ser enemigos?
Y en todo este desastre, también estaba la
misteriosa dama de blanco y su compañera.
Después de pensarlo mucho, Xie Lian decidió
hacer más preguntas y averiguar cuánto de las
palabras de Ke Mo eran creíbles.
—General Ke Mo, cuando entramos por
primera vez en la fortaleza, vimos a dos damas,
una de blanco y la otra de negro...
—Shhh. —San Lang susurró y lo detuvo.
Xie Lian no sabía lo que estaba pasando, pero
cerró la boca de inmediato. Una extraña
corazonada lo hizo mirar hacia arriba.
Era el mismo cielo azul marino enmarcado con
una luna creciente. Pero, al lado de la luna, vio a
una persona; Una pequeña silueta vestida de
negro se asomaba por el borde y miraba hacia
abajo.

479
Después de mirarlos por un momento, la
pequeña forma repentinamente se hizo más
grande, había saltado.
Cuando cayó la figura, Xie Lian pudo ver
claramente que estaba demacrada con el pelo
largo y suelto. Era la Guoshi Principal que
colgaba del poste.

480
481
CAPÍTULO 27
HuaLian tonteando; la oscuridad cae en el
Pozo de los Pecadores (parte cuatro)

—Ke Mo, ¿qué está pasando? —Preguntó la


Guoshi Principal mientras aterrizaba.
En el momento en que habló, Xie Lian pensó
que su voz era muy diferente de lo que él había
imaginado. Aunque todavía fría, su voz era
pequeña, como los gruñidos de un niño
malhumorado, no uno que sea genial y poderoso.
Si no fuera por su buena audición, tal vez ni
siquiera la escucharía correctamente.
—¿Qué está pasando? ¡Todos están muertos!
—Gritó Ke Mo.
—¿Cómo murieron todos? —Preguntó la
Guoshi.
—¡No es porque los empujaste a todos y los
atrapaste en este infierno abandonado!
—¿Quién está aquí? Hay otra persona —dijo
la Guoshi.
En el fondo del pozo debería haber otras dos
personas, pero San Lang no tenía aliento ni
latidos, por lo que la Guoshi no detectó su
presencia. También fue un completo caos en la
cima de las paredes antes y nadie hizo un

482
seguimiento de quién cayó y quién se escapó, por
lo que pensó que solo Xie Lian estaba allí.
—Fueron ellos quienes mataron a todos mis
soldados, ¿estás feliz ahora? ¡Todos los que
querías matar están finalmente muertos!
La Guoshi Principal estaba en silencio y de
repente un pequeño estallido de luz explotó,
iluminando a una pequeña niña vestida de negro
con una antorcha de palma.
La niña parecía tener quince o dieciséis años,
ambos ojos ennegrecidos, no hermosos, pero
simplemente infelices, con la frente y las mejillas
llenas de moretones, claros y distintos bajo la luz.
La mano que controlaba la antorcha de la palma
temblaba y las llamas parpadeaban. Si no se
hubiera confirmado antes, nadie pensaría que
esta niña pálida era la Guoshi Ban Yue.
Las llamas en su mano se iluminaron a sí
misma y a su entorno. Junto a sus pies estaba
apilada con cadáveres blindados de soldados
BanYue.
Xie Lian no pudo evitar echar un vistazo a su
lado.
Esa Palma de Luz en la mano de la Guoshi
Principal era muy pequeña y no iluminaba todo el
hoyo, por lo que todavía estaban inmersos en la
oscuridad. Pero usando la pequeña luz, Xie Lian
aún podía ver débilmente que el que estaba a su
lado estaba vestido de rojo. No estaba claro y no
estaba seguro, pero aún podía distinguir algo de
lo que estaba cerca de él. San Lang ya era más
alto que él, pero ahora, tal vez, parecía más alto
que antes.

483
Xie Lian movió los ojos hacia arriba, se detuvo
en el cuello, luego continuó hacia arriba,
deteniéndose en una barbilla de forma elegante.
La cara superior de San Lang todavía estaba
oculta en las sombras, pero Xie Lian pensó que
la mitad inferior era claramente diferente a la
anterior. Todavía guapo, pero las líneas estaban
mucho más definidas.
Sintiendo que estaba siendo observado, San
Lang inclinó la cabeza y sus labios se movieron
ligeramente hacia arriba.
El ligero cambio fue extrañamente fascinante.
Los dos ya estaban parados uno al lado del otro,
pero si Xie Lian quería mirar bien la cara de San
Lang, tendría que estar más cerca y sin darse
cuenta, Xie Lian dio otro paso más cuando de
repente Ke Mo gimió en la distancia, pareciendo
estar en estado de shock después de ver la
sangrienta tragedia ante él.
Xie Lian volvió la cabeza hacia ellos y, a pesar
de los gritos del General, la expresión de la
Guoshi Principal permaneció de madera y dijo
simplemente: —Bien. Finalmente son liberados.
En medio del luto, escuchar esas palabras hizo
que Ke Mo se enfureciera una vez más.
—¿Bien? ¿¿Qué es bueno?? ¡¿A qué te
refieres?!
La ira no parecía falsa, por lo que realmente
debía odiar a la Guoshi Principal.
—Todos han sido liberados. —Dijo y se volvió
hacia Xie Lian, quien todavía estaba envuelto en
la oscuridad—¿Fuiste tú quien los mató?

484
Sus palabras estaban en perfecto dialecto Han
y en absoluto en un tono irrespetuoso.
—Esto... fue un accidente —dijo Xie Lian.
—¿Quién eres? —Preguntó la Guoshi.
—Soy un Oficial Celestial. Este de aquí es mi
amigo. —Respondió Xie Lian.
Ke Mo no podía entender sus palabras, pero
aún podía decir que no estaban peleando y
preguntó: —¿Qué están diciendo ustedes dos?
La Guoshi Principal miró a Xie Lian, miró a San
Lang por un momento antes de apartar la mirada
rápidamente y dijo: —Nunca antes habíamos
recibido visitas de Oficiales Celestiales. Pensé
que todos ustedes ya habían abandonado este
lugar.
Xie Lian había pensado que tendrían que
luchar contra la Guoshi Ban Yue, pero se
sorprendió al descubrir que estaba tan abatida,
sin ninguna voluntad de luchar. Ella habló de
nuevo.
—¿Ustedes dos quieren irse?
Esta fue una conversación extraña, pero Xie
Lian continuó hablando amigablemente.
—Sí, pero hay una matriz en este pozo, por lo
que no podemos.
Al escuchar esto, la Guoshi se dirigió hacia una
de las paredes, levantó la mano y dibujó algo,
luego se dio la vuelta y dijo: —Ya está. Lo liberé.
—...
Esto era demasiado fácil.
Xie Lian realmente no sabía qué decir ahora.
En ese momento llegó una voz que gritaba desde
arriba: —¿HAY ALGUIEN ABAJO?

485
Era la voz de Fu Yao.
Xie Lian escuchó a San Lang chasquear a su
lado e inmediatamente levantó la vista. Había una
sombra de un hombre mirando hacia el pozo y Xie
Lian gritó: —¡FU YAO! ¡Estoy aquí abajo!
Xie Lian saludó con la mano y Fu Yao le gritó
desde arriba: —¿En realidad estás ahí abajo?
¿Qué hay debajo?
—Um... muchas cosas. ¿Por qué no vienes y
lo ves por ti mismo? —Dijo Xie Lian.
Fu Yao probablemente pensó lo mismo y lanzó
una gran bola de fuego al hoyo. En un instante,
todo el Pozo de los Pecadores se iluminó,
brillante como el día y Xie Lian finalmente vio
claramente el tipo de lugar en el que había estado
parado.
A su alrededor había montañas de cadáveres
ensangrentados amontonados; innumerables
cuerpos de los soldados BanYue apilados uno
encima del otro, rostros y extremidades
ennegrecidas, sangre oscura manchando las
brillantes armaduras. La esquina en la que
estaba parado Xie Lian era el único lugar en todo
el Pozo de los Pecadores que no tenía un
cadáver.
Todo esto fue hecho en un instante, en la
oscuridad, por San Lang, después de que él
saltara.
Xie Lian se volvió para mirar al chico a su lado
otra vez.
Antes en la oscuridad, pensaba que San Lang
parecía más alto y era claramente diferente en
varios lugares, pero ahora, bajo la brillante luz del

486
fuego, el que estaba a su lado era el mismo
guapo joven que había conocido. Cuando vio a
Xie Lian mirar, sonrió. Xie Lian miró hacia abajo
para revisar sus muñecas y botas y ambas
también eran las mismas que antes, nada fuera
de lugar, pero entendió. Con la llegada de Fu
Yao, era mejor esconderse de todos modos para
que no hubiera más problemas. Justo cuando
estaba pensando esto, Fu Yao aterrizó en el pozo
habiendo saltado también.
—¿No estabas cuidando a los comerciantes?
—Preguntó Xie Lian.
Recién entrado en el pozo, Fu Yao aún no
estaba acostumbrado al hedor de sangre y agitó
su mano y dijo con indiferencia: —Esperamos
durante más de seis horas y todavía no volvían,
así que pensamos que algo había sucedido.
Dibujé un círculo para que esperaran y vine a
revisar las cosas yo mismo.
—Un círculo —significaba naturalmente una
matriz de protección, pero Xie Lian frunció el
ceño—. El círculo no durará mucho. Una vez que
te hayas ido, ¿qué pasaría si dejan el círculo
pensando que los has dejado atrás?
Fu Yao se encogió de hombros.
—Ocho caballos no pueden detener a un
hombre que realmente quiere buscar la muerte;
No puedo detener a las personas tercas, así que
nada. ¿Qué pasa con esos dos allá? ¿Quién es
quién?
Fu Yao estaba tenso, listo para defenderse de
los dos desconocidos, pero pronto descubrió
asombrosamente que Ke Mo ya estaba

487
gravemente herido en el suelo, apenas podía
pararse y la Guoshi Ban Yue tenía la cabeza baja
y en silencio.
—Ese es el General de BanYue y el otro es la
Guoshi Ban Yue, ellos...
Ke Mo se levantó de repente antes de que Xie
Lian pudiera terminar.
Había estado tendido en el suelo reuniendo
fuerzas y finalmente pudo saltar en un grito,
apuntando con los puños a la Guoshi Ban Yue.
Un guerrero grande y musculoso atacando a
una niña, en el pasado Xie Lian nunca permitiría
que este tipo de cosas sucedieran antes él. Pero
Ke Mo tenía todas las razones para odiar a la
Guoshi Principal y ella podía defenderse muy
bien, por lo que no era el lugar de Xie Lian
involucrarse en los rencores personales de los
demás.
Ke Mo le gritó a la Guoshi Principal: —¿Dónde
están tus serpientes escorpión? ¡Venga! ¡Deja
que me muerdan hasta la muerte también!
¡Dame esa liberación!
La Guoshi Principal fue arrojada como una
muñeca de trapo y con tristeza respondió: —Ke
Mo, mis serpientes ya no me escuchan.
—Entonces, ¿por qué no te matan?
—Lo siento, Ke Mo. —La Guoshi Principal
susurró.
—¿Realmente nos odias tanto? —La Guoshi
Principal sacudió la cabeza y Ke Mo se enojó
más—. Entonces, ¿por qué no buscas venganza
contra los que odias? Eras la Guoshi Principal, si

488
quisieras matar, ¡lo hubiéramos hecho por ti!
¿Por qué nos traicionaste?
Mientras más hablaba Ke Mo, más profundo en
el odio se hundía y agarraba un puñado de su
cabello. Fu Yao lo vio golpear más y más fuerte
y los golpes fueron todos de un solo lado y frunció
el ceño.
—¿Qué están diciendo? ¿No deberíamos ir a
detenerlos?
Xie Lian tampoco pudo mirar más y se apresuró
a detener a Ke Mo.
—General, creo que todavía hay cosas que no
se entienden entre ustedes, ¡por favor, cálmense!
—¿Qué hay más que decir? ¡Todo está claro
como el día! —Dijo Ke Mo.
Xie Lian tampoco podía decir dónde no se
sentía bien, solo que faltaba una pieza importante
en todo esto. De repente, la Guoshi Principal lo
agarró de la muñeca.
El agarre fue duro y se produjo
inesperadamente y el corazón de Xie Lian dio un
vuelco, pensando que iba a emboscarlo, pero
cuando la miró, la Guoshi Principal estaba en el
suelo, con la cabeza levantada, mirándolo
atentamente. Sus ojos oscuros eran intensos, un
pequeño moretón en la esquina de su boca, sus
labios temblaban. Ella no dijo una sola palabra,
pero parecía que tenía un millón de cosas que
decir. Este comportamiento se superpuso con
una imagen de un recuerdo lejano.
Después de una pausa, Xie Lian espetó:
—¿Eres tú?
La voz de la Guoshi también tembló.

489
—¿General Hua?
Esto de ida y vuelta sorprendió a todos en el
pozo.
Fu Yao se adelantó, golpeó a Ke Mo con un
puñetazo y preguntó: —¿Ustedes dos se
conocen?
Xie Lian no le respondió. Se arrodilló, agarró los
hombros de la Guoshi Principal y examinó su
rostro.
Anteriormente estaban demasiado separados y
él no podía ver con claridad. Además, habían
pasado más de doscientos años, esta chica había
crecido desde ese momento y, por muchas
razones, no la reconoció la primera vez. Pero
ahora que volvió a mirar correctamente, era la
misma cara de sus recuerdos.
Xie Lian no podía creerlo y no pudo hablar por
mucho tiempo. Luego suspiró.
—¿Ban Yue?
La Guoshi Principal se agarró las mangas y la
cara sombría de repente cobró vida y emoción:
—Soy yo. General Hua, ¿todavía se acuerda
de mí?
—Por supuesto que te recuerdo. Pero... —Xie
Lian la miró por un momento y suspiró—. ¿Pero
qué te has hecho?
Al escuchar sus palabras, sus ojos de repente
se llenaron de lágrimas.
—Lo siento, Capitán. —Murmuró, e
inmediatamente se arrodilló ante él y se inclinó
hacia adelante, su frente tocando el suelo,
negándose a levantarse de nuevo.

490
Xie Lian intentó levantarla, pero no pudo y con
tantas emociones mezcladas arremolinándose
en su pecho, finalmente se frotó la frente en señal
de derrota, sintiendo su cabeza palpitar, no
queriendo decir una palabra más. Pero en ese
intercambio, hubo; General esto; Capitán aquello,
lo que lo hizo evidente para los transeúntes.
Fu Yao estaba en shock.
—¿Capitán? ¿General? ¿TÚ? ¿Cómo pasó
esto?
—... También quiero saber cómo sucedió todo
esto —dijo Xie Lian.
Xie Lian no respondió directamente, pero San
Lang solo se quedó allí solemnemente y no
presionó.
—¿Entonces la tumba del General es…?
—Empujó Fu Yao.
—Mi tumba. —Respondió Xie Lian.
—¿No dijiste que solo viniste a recoger basura
hace doscientos años? —Cuestionó Fu Yao.
Xie Lian suspiró nuevamente, mirando a la
chica vestida de negro postrarse en el suelo.
—Esta... es una larga historia.
Hace unos doscientos años, un día, Xie Lian
planeó cruzar la cresta Qing para vivir en el sur
durante algún tiempo, así que tomó su brújula y
caminó hacia el sur. Pero cuanto más caminaba,
más pensaba que algo estaba mal, ¡ya que los
paisajes estaban mal! Debería haber una
abundancia de árboles y zonas verdes, ciudades
y multitudes, entonces, ¿cómo es que su camino
se estaba volviendo más desolado? Pero dejando
a un lado las sospechas, Xie Lian continuó

491
obstinadamente y pronto llegó al desierto de
Gobi. Le tomó una ráfaga de viento que soplaba
un puñado de arena en su rostro antes de que Xie
Lian finalmente se diera cuenta de que su brújula
estaba rota, ¡y había estado viajando en la
dirección opuesta!
Como no había nada que él pudiera hacer al
respecto, podría aprovechar esta oportunidad
para visitar los paisajes del desierto y seguir
caminando. Solo que cambió ligeramente de
rumbo y viajó hacia el noroeste y finalmente llegó
a la frontera donde se estableció cerca del reino
de BanYue.
Xie Lian dijo lentamente: —Al principio, solo
estaba recogiendo basura. Pero la frontera
estaba en problemas y con tantas escaramuzas,
a menudo había soldados fugitivos, por lo que el
ejército arrastraría a cualquiera a reclutar para
aumentar los números.
—¿Entonces te arrastraron al ejército?
—Preguntó San Lang.
—Sí —respondió Xie Lian—, pero hacer
cualquier cosa era más o menos lo mismo, así
que no me importó. Y luego, después de
ahuyentar a algunos bandidos un par de veces,
de alguna manera me ascendieron a Capitán. La
gente pensaba muy bien de mí y también me
llamaba General.
—¿Por qué te llamó General Hua? —Preguntó
Fu Yao.
Xie Lian agitó la mano y dijo despectivamente:
—Eso no importa. Estaba usando un nombre
falso en ese momento. Creo que era Hua Xie.

492
—Al escuchar el nombre, la expresión de San
Lang cambió ligeramente, sus labios temblaron,
pero aún no se podían leer. Xie Lian no prestó
atención y continuó—: Con una frontera rasgada
por la batalla llegaron muchos huérfanos.
Cuando estaba libre jugaba con ellos a veces.
Uno de ellos... se llamaba Ban Yue.
Xie Lian negó con la cabeza: —Pensé que el
título de Ban Yue en la Guoshi Principal era el
país, no me di cuenta de que en realidad era el
nombre de la Guoshi Principal.
En sus recuerdos, la pequeña Ban Yue siempre
estaba triste, con el cuerpo y la cara llenos de
moretones y cuando lo miraba lo miraba desde
abajo. Hablaba con fluidez el dialecto Han32 y
jugaba con niños de la región central de edad
similar. Xie Lian no sabía de dónde venía, pero
era una niña errante al azar, por lo que la acogió
al azar. Cuando estaba libre a veces les
enseñaba canciones, a veces luchaba, a veces
presumía su movimiento de músico callejero
'Rompiendo piedras en el pecho', o algo así.
Como esta niña era más pequeña que otras, la
cuidó mucho y le dio raciones adicionales si
estaban disponibles y los dos tenían una buena
relación.
—¿Y entonces? —Preguntó Fu Yao.
—Y luego... es más o menos lo mismo que
escribió el memorial —dijo Xie Lian.
—El monumento decía que moriste —dijo San
Lang después de un silencio.

32
Es el dialecto de los pobladores de las llanuras centrales.

493
Sobre el tema de ese monumento, Xie Lian se
sintió bastante desanimado.

¿Por lo general, los monumentos no elogian a


los fallecidos y exageran las buenas acciones?
Dejando a un lado todas esas menciones de las
degradaciones, ¿por qué tuvo que registrar
sinceramente la vergonzosa forma en que murió?
Mientras se escondía de la tormenta de arena
y traducía el epitafio, cuando leyó la parte de su
muerte, estaba tan incómodo que, si no fuera
porque San Lang leyó lo mismo, fingiría que ese
segmento nunca existió. Al tener algo así escrito,
incluso él quería reír, ¿no le importaba a otras
personas? El hecho de que tuviera el descaro de
pedirles a los que buscaban refugio en su
memorial que no se rieran mientras comentaban
y se reían de su epitafio, lo hizo sentir realmente
desanimado.
La frente de Xie Lian se estaba poniendo roja
por todo el roce.
—Oh eso. Hum. Por supuesto que no morí. Lo
fingí —San Lang no dijo nada y Fu Yao tenía la
cara llena de incredulidad—. Después de
pretender morir, mi cadáver fue arrojado.
Regresé a la región central y me curé después de
cinco a seis años —dijo Xie Lian.
A decir verdad, Xie Lian no podía recordar
exactamente cómo murió, ni por qué esa batalla
estalló en primer lugar, solo que fue por algo
insignificante. Realmente no quería pelear;
victoria o derrota no tenía sentido. Pero para
entonces su rango no podía ser más bajo y nadie

494
lo escucharía. En medio de la batalla, todos
vieron rojo, así que cuando salió corriendo,
fueron cuchillas y espadas que venían hacia él
desde ambos lados y lo derribaron. Incluso si no
pudiera morir, no podría soportar ese tipo de
carnicería. Gritando ¡oh, no! En su cabeza, Xie
Lian cayó al suelo para fingir su muerte, pero
incluso en su muerte fue pisoteado hasta el punto
de desmayarse. Fue el agua que asfixió lo que lo
despertó, porque los cadáveres solían arrojarse a
los ríos después de las batallas. Xie Lian siguió la
corriente del río y flotó de regreso a la región
central como un montón de basura. Después de
sanar, finalmente llegó a su destino original en el
sur y dejó de preocuparse por lo que sucedió en
el reino de BanYue.
—Lo siento. —Ban Yue murmuró de nuevo.

495
496
CAPÍTULO 28
HuaLian tonteando; la oscuridad cae en el
Pozo de los Pecadores (parte cinco)

F
u Yao frunció el ceño.
—¿Por qué ella sigue disculpándose contigo?
¿Paso algo?
San Lang también planteó una pregunta, una
que era mucho más específica.
—Ke Mo dijo que la Guoshi se fue a Las
Llanuras Centrales después de un
enfrentamiento entre los dos ejércitos.
¿Estuviste involucrada en eso?
Después de ese recordatorio y recordando lo
que estaba escrito en el memorial, algunas cosas
volvían a Xie Lian, pero solo un poco.
—Hum...
—Fue para salvarme —dijo Ban Yue, quien
todavía estaba postrado en el suelo.
Todos se giraron para mirarla y ella murmuró:
—El General Hua entró en la refriega para
salvarme y lo aplastaron.
El escucharla decir aplastar trajo a Xie Lian de
regreso y recordó la agonía de ser pisoteado por
miles, pero con otros dos observando su

497
reacción, se echó hacia atrás a toda prisa y dijo:
No demasiado aplastado.
Fu Yao ya no parecía tan presumido y dijo
incómodamente: —Bueno, ¿acaso eres un
santo?
Xie Lian saludó de inmediato: —Oh no, oh no.
¡No es así en absoluto! —Se frotó la sien y dijo:
—No recuerdo exactamente, pero creo que
podría haber niños jugando, e iba a llevármelos y
escapar. Pero no fuimos lo suficientemente
rápidos y quedamos atrapados entre los dos
ejércitos.
—Si ese es el caso —dijo Fu Yao—. ¿Cómo
puedes no recordar algo así?
Xie Lian lo miró solemnemente: —¿No sabes
cuántos cientos de años tengo? Tanto puede
pasar en solo una década, no hay forma de
recordar todo en detalle. Además, algunas cosas
son mejor olvidarlas. En lugar de recordar cómo
fui masacrado y pisoteado hace cientos de años,
preferiría recordar que ayer comí un delicioso pan
de carne, ¿no?
—Lo siento, todo es mi culpa —dijo Ban Yue.
Xie Lian se volvió hacia ella y dejó escapar un
largo suspiro.
—Mi querida Ban Yue. —Él no sabía qué tipo
de tono debería tomar con ella y mordió sus
palabras por un momento antes de hablar
gentilmente—. Si quieres disculparte por lo que
sucedió, no hay necesidad. Salvarte fue mi
elección, así que no es tu culpa. Si debes
disculparse, entonces debe ser con otros.
Ban Yue se calló.

498
—No sé por qué abriste las puertas de la
fortaleza para dejar que el enemigo matara y no
sé por qué liberaste a las serpientes escorpión
para atacar a la gente, pero... —Xie Lian hizo una
pausa, luego continuó—: Tal vez sea porque mi
impresión de ti es de hace doscientos años, pero
no creo que seas el tipo de persona que podría
hacer tales cosas. Entonces, ¿me dirás qué está
pasando exactamente?
Al escuchar esas palabras, Ban Yue se inclinó
un par de veces ante él y finalmente se enderezó.
Perlas de lágrimas comenzaron a rodar por sus
mejillas.
—Abrir las puertas fue mi culpa, pero, General
Hua, no liberé a las serpientes a propósito.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Qué?
—Mis poderes se han debilitado —dijo Ban
Yue—, las serpientes ya no me escuchan.
Al escuchar esto, Fu Yao se impacientó y puso
los ojos en blanco: —He escuchado demasiadas
mentiras como esta antes. ¿Quién no diría esas
cosas una vez que sean capturados? No te hará
ningún favor decir que no fue intencional.
Ban Yue se secó la cara rápidamente,
secándose las lágrimas.
—Es verdad, General Hua. No estoy
mintiendo. Pero los que resultaron heridos al
cruzar el Paso fueron atacados por serpientes
escorpión, así que eso depende de mí. Puedes
capturarme.
Sin dudarlo, extendió ambos brazos para estar
atado, haciendo un gesto de rendición. Fu Yao

499
inmediatamente sacó una soga para atar a Dios
y detuvo a Ban Yue y Ke Mo y luego dijo: —Está
bien. Hemos logrado nuestro objetivo para este
viaje. Todo está terminado ahora.
Pero Xie Lian todavía no creía que esto hubiera
terminado y bajó la cabeza, sumido en sus
pensamientos. Junto a él, San Lang habló: —Ella
no tiene motivos para mentir.
Xie Lian asintió, de acuerdo con su opinión y
miró a Ban Yue.
—¿No puedes controlar a ninguna de tus
serpientes?
Ban Yue negó con la cabeza: —Puedo
controlarlos y obedecerán la mayor parte del
tiempo. Pero hay momentos en que no lo harán.
No sé por qué.
Después de pensarlo un poco, Xie Lian dijo:
—¿Por qué no los llamas y nos lo muestras?
Ban Yue se levantó y asintió. Pronto, una
serpiente de escorpión rojo vino salió de debajo
de un cadáver, levantó la cabeza y se acurrucó
sobre una pila de cadáveres y silenciosamente
movió su lengua hacia el grupo.
Xie Lian estaba a punto de mirar más de cerca
a la serpiente, pero vio que Ban Yue abría mucho
los ojos, con el rostro extraño. El corazón de Xie
Lian cayó y pensó: —Oh, no.
Mientras pensaba, después de chasquear la
lengua, la serpiente abrió la boca y se lanzó hacia
él en ataque.
Fue una carga repentina, pero Xie Lian estaba
listo, ¡y estaba a punto de agarrarla cuando
boom! Algo explotó. Cuando volvió a abrir los

500
ojos para ver, la serpiente ya era una salpicadura
de tripas en el suelo, que se había volado
completamente. También fue una explosión
calculada; ninguno de los venenos se derramó.
Xie Lian recordó de inmediato otra instancia en la
que una serpiente murió así antes de entrar en
las ruinas de BanYue, pero no había necesidad
de decir quién lo hizo en este momento. Ni
siquiera había tenido la oportunidad de mirar a
San Lang antes de que una manga roja
apareciera ante él, excluyéndolo y separándolo
de Ban Yue.
Por otro lado, Fu Yao también dijo fríamente:
—Sabía que ella mintió.
Al ver a la serpiente, el rostro de Ban Yue se
puso pálido y gritó desesperadamente: —¡No lo
hice! ¡Dije que había algunos que no obedecían
y ese era uno de ellos!
Fu Yao no creyó una sola palabra.
—¿No obedecen tu orden?
—Ese ni siquiera fue invocado por mí —dijo
Ban Yue.
Xie Lian estaba a punto de hablar cuando otras
dos serpientes escorpión rojo vino se asomaron
por debajo de un cadáver diferente, moviendo la
lengua y mirándolos atentamente. Luego, un
tercero, un cuarto, un quinto... de las montañas
de cadáveres y de todos los rincones del pozo,
¡llegaron innumerables serpientes escorpión!
Todos miraron a Ban Yue, que estaba
arrodillada sobre una pila de cadáveres y Fu Yao
comenzó a girar una bola de energía espiritual en
su palma, gritando hacia ella.

501
—¡Haz que se vayan! ¡No todos pueden
desobedecer!
Ban Yue cerró los ojos y comenzó a cantar,
como si tratara de expulsarlos. Pero aparecieron
más y más serpientes de escorpión, rizándose y
arrastrándose, deslizándose cada vez más cerca.
Las mordeduras de una o dos serpientes podrían
no matarlos, pero cientos y miles eran más
difíciles de decir. Incluso si no murieran, no sería
bonito.
Xie Lian levantó la muñeca para llamar a
Ruoye, pero vio que cuando las serpientes se
deslizaban a cierta distancia, se detendrían y
dudarían, formando un círculo extraño alrededor
de él y San Lang. Xie Lian se dio cuenta y miró
al joven a su lado. Estaba mirando a las
serpientes condescendientemente con inmenso
desprecio. Las Serpientes Cola de Escorpión
parecían poder leer sus ojos y no se atrevieron a
acercarse. Retrocedieron poco a poco, con la
cabeza baja mientras lo hacían y presionaron
contra el suelo como sirvientes. Pero parecía
haber otro poder que los controlaba, haciéndolos
incapaces de abandonar los ataques y marcharse
por completo. Por lo tanto, muchas de las
serpientes se dieron la vuelta y se deslizaron
hacia Fu Yao.
Fu Yao balanceó su mano y una explosión de
llamas estalló en su manga, matando a un círculo
de serpientes. Sin embargo, eso no duraría
mucho y Xie Lian dijo: —¡Subamos y salgamos
de aquí primero!

502
Ruoye salió disparado del brazo de Xie Lian y
voló hacia arriba. Pero pronto, otro silbido y volvió
a estar en el brazo de Xie Lian. Xie Lian se
sorprendió y levantó la muñeca, amonestando a
la banda de seda.
—¿Qué estás haciendo aquí? El conjunto fue
liberado, ¡date prisa y ve!
Pero Ruoye permaneció envuelto en su brazo,
temblando, como si chocara con algo aterrador
en la parte superior. Xie Lian todavía lo reprendía
cuando de repente, una larga cuerda de algo
cayó sobre el hombro de Fu Yao. Fu Yao fue a
buscarlo y su rostro cambió en el momento en
que lo trajo ante sus ojos: ¡fue otra serpiente cola
de escorpión que cayó de los cielos!
Esto tomó a Fu Yao por sorpresa y después de
ser mordido, arrojó la serpiente hacia Ban Yue.
Incluso con las manos atadas, todavía
inconscientemente trató de atrapar a la serpiente
y al atraparla, la serpiente de color rojo oscuro se
enroscó alrededor de su brazo y no atacó. En
ese momento, otro 'plop' y una segunda
Serpiente Cola de Escorpión aterrizaron en el
suelo.
Xie Lian podría adivinar por qué Ruoye se negó
a subir ahora.
Tomando prestada la tenue luz de la luna, Xie
Lian levantó la cabeza y apenas vio esta vista:
cientos de pequeños puntos rojos vino caían
rápidamente en el Pozo de los Pecadores.
¡Un diluvio de serpientes!

503
Los puntos rojos se acercaban y Xie Lian gritó:
—¡Fu Yao! ¡Fuego! ¡Dispara una línea de fuego
hacia arriba y deshazte de ellos hasta la mitad!
Fu Yao se mordió la palma de la mano para
romper la piel, balanceó la mano y una serie de
gotas de sangre salieron disparadas,
transformándose en una cortina de fuego, que se
elevó por el pozo. Esas llamativas llamas se
elevaron a más de diez pies y colgaron en el aire,
desintegrando todas las serpientes de escorpión
que lo tocaban, convirtiéndolas en cenizas,
disolviendo el diluvio de serpientes.
Temporalmente seguro, Xie Lian dejó escapar
un suspiro de alivio.
—¡Eso estuvo bien, Fu Yao! Gracias a Dios por
ti.
Sin embargo, ese hechizo consumió poderes
inmensos y después de una ronda, la cara de Fu
Yao estaba pálida. Se dio la vuelta y encendió un
anillo de fuego, disipando las serpientes en el
suelo y le gritó a Ban Yue: —¿Y dices que esas
serpientes no te obedecen? Si no los estuvieras
controlando, ¿por qué no te atacarían?
San Lang se echó a reír.
—¿Quizás es por tu mala suerte? Tampoco
nos atacaron.
Fu Yao se volvió para mirarlo, sus ojos se
estrecharon mientras miraba a los dos.
Xie Lian podía sentir problemas. Con las
amplias pistas que había recibido de que no
había tenido tiempo de digerir en su cabeza, no
quería ver a los dos comenzar a pelear y dijo:

504
—Primero averigüemos qué está pasando con
esas serpientes.
Fu Yao se burló.
—¿Qué está pasando? O la Guoshi Principal
Ban Yue está mintiendo, o el que está a tu lado
está revolviendo esta mierda.
Xie Lian miró a Ban Yue, luego miró a San Lang
y dijo: —No creo que sea ninguno de ellos.
Su tono era gentil pero firme. Era la conclusión
a la que había llegado después de mucho pensar.
Sin embargo, Fu Yao debió haber pensado que
los estaba protegiendo intencionalmente; la cara
iluminada por las llamas era cruel, Xie Lian no
podía decir si estaba enojado o riéndose.
—Taizi Dianxia —dijo Fu Yao—, no juegue a
fingir cuando sabe la verdad. Estoy seguro de
que ya eres muy consciente de quién es
exactamente esa mierda a tu lado. ¡No creeré
que no te hayas dado cuenta en absoluto!

505
CAPÍTULO 29
Señora del Viento en blanco; bramando
tormentas de arena de la nada

L
as palabras de Fu Yao fueron
extremadamente groseras y Xie Lian
inconscientemente dio un paso adelante para
pararse frente a San Lang. Al ver esto, el rostro
de Fu Yao se volvió aún más severo.
—¡¿Taizi Dianxia, no recuerdas tu lugar?!
—Sé exactamente dónde está mi lugar. —Xie
Lian respondió lentamente.
—Entonces, ¿cómo te atreves a pararte junto a
él? —Gritó Fu Yao.
—Porque... si me paro junto a él, las serpientes
no vendrán. —Xie Lian respondió con seriedad.
Al escuchar la respuesta, San Lang soltó un
puff y se echó a reír a carcajadas.
—… —Fu Yao se volvió más sombrío—. TÚ
Más oscuro y sombrío, su rostro de repente se
volvió completamente negro y no era solo su
rostro, sino que toda la línea de visión de Xie Lian
se oscureció en la oscuridad.
¡La cortina de llamas y el anillo de fuego
creado por Fu Yao se extinguieron por completo!

506
Xie Lian escuchó a San Lang reírse y decir
¡Inútil! Antes de agarrarlo por los hombros para
acercarlo. Poco después, Xie Lian escuchó una
lluvia repentina de golpes interminables sobre
ellos, como una tormenta eléctrica golpeando un
paraguas.
No hacía falta decir que fue el diluvio de la
serpiente que se derramó locamente ahora que
la barrera de defensa había desaparecido. El
paraguas abierto estaba bloqueando el aguacero
y Xie Lian podía oler el espeso olor a sangre.
Estaba a punto de pelear, pero San Lang lo
detuvo.
—No te muevas. Ninguna pobre vida se
atreverá a acercarse.
Su tono era confiado; la primera oración fue
suave y gentil, la última tenía una capa de
arrogancia. Xie Lian no estaba preocupado, pero
al escuchar los rugidos enojados de Fu Yao en el
otro extremo, sonando como si estuviera cubierto
de serpientes, gritó: —¡San Lang!
San Lang respondió al instante: —No.
Xie Lian no sabía si reír o llorar.
—¿Cómo sabías lo que iba a decir?
—No te preocupes tanto, no puede morir —dijo
San Lang.
Justo entonces, otro rugido vino de una parte
diferente del pozo.
—¡Qué vileza! ¡Si quieres que muera, haz que
muerdan y me maten de una vez! ¿¿Qué
demonios es esto??
—¡No soy yo! —Gritó Ban Yue. Parecía que
Ke Mo se había despertado de todos los golpes,

507
se descubrió cubierto por innumerables
serpientes y creía que era cosa de Ban Yue.
—Fu Yao, ¿puedes encender otro fuego?
¡Hazlo de nuevo! —Xie Lian gritó.
Fu Yao dijo apretando los dientes: —¡Esa
mierda a tu lado está restringiendo mis poderes,
no puedo encender nada!
Xie Lian sintió temor y San Lang dijo: —No soy
yo.
—Sé que no eres tú —dijo Xie Lian—, pero eso
es precisamente lo que está mal. Tanto Ban Yue
como Ke Mo están atados por la cuerda que ata
a Dios; no pueden usar sus poderes. ¡Mis
poderes están agotados y no estás restringiendo
a nadie, lo que significa que hay una sexta
persona en este pozo!
—¿Qué sexta persona? —Preguntó Fu Yao—,
¡Nadie ha venido detrás de mí! Creo que te están
engañando...
—¿Quién está allí? —Dijo Ban Yue de repente.
—Ban Yue, ¿qué está pasando? ¿Hay alguien
allí? —Preguntó Xie Lian.
—Alguien… —la voz de Ban Yue desapareció
a medias; no se sabía si tenía la boca cerrada o
si perdió el conocimiento.
Xie Lian volvió a llamar: —Ban Yue, ¿estás
bien?
Fu Yao todavía estaba luchando contra las
serpientes y estaba arrojando energía espiritual a
todas partes, parpadeando aquí y allá en la
oscuridad.
—¡Ten cuidado! ¡Puede que te esté
engañando!

508
Bajo cualquier otra circunstancia, Xie Lian
también sospecharía de un juego sucio, pero
dado que toda la terrible experiencia con el Paso
BanYue fue un secreto entre los Oficiales
Celestiales y con las repetidas advertencias de
Ling Wen, las cosas definitivamente no eran tan
simples. Esos problemas debieron surgir ahora,
significaba que si realmente había una persona
extra en el pozo, Xie Lian temía que estuviera allí
para silenciar las bocas.
—No necesariamente. —Xie Lian gritó: —¡Voy
a salvarla primero!
Xie Lian estaba a punto de toparse con el
diluvio de serpientes cuando escuchó la voz de
San Lang junto a su oído.
—Muy bien.
Xie Lian sintió que la mano que agarraba sus
hombros se tensaba y en un instante estaban
avanzando. Xie Lian se dio cuenta con asombro
de que el joven estaba avanzando y atacando,
pero con un paraguas en una mano y él en la otra.
En la oscuridad, destellos plateados brillaron una
vez más, sonando y tintineando, cuando de
repente, un sonido agudo de dos espadas
chocando resonó en los oídos de todos.
—¿Oh? —Dijo San Lang—. Realmente hay
una sexta persona. Interesante.
Xie Lian no tenía idea de cómo San Lang
estaba controlando el arma, o qué tipo de arma
era, pero sea lo que sea, ¡ciertamente se
encontró cara a cara con otro!
La otra parte permaneció en silencio y Xie Lian
solo podía escuchar sonidos de metal raspando

509
metal mientras la lucha se intensificaba. De vez
en cuando habría chispas en la oscuridad, pero
cada vez que duraba tan poco era difícil ver la
cara del otro. Al escuchar la pelea, Xie Lian pudo
sentir que Ruoye se apretaba cada vez más
fuerte y tuvo que murmurar tranquilizador: —No
te asustes, relájate. Relájate un poco. —Ruoye
se relajó y Xie Lian volvió a llamar: — Ban Yue,
¿estás consciente? ¿Puedes responder?
Nadie respondió y Fu Yao dijo: —Tal vez la que
lucha ahora es ella.
—No. ¡Quien lucha no es Ban Yue! —Dijo Xie
Lian.
Cuando San Lang peleó contra Ke Mo en la
oscuridad, tenía los pies ligeros y estaba jugando,
jugando con él. Esta pelea también estaba en la
oscuridad, pero Xie Lian podía decir que San
Lang se lo estaba tomando más en serio. La otra
parte era extremadamente hábil en artes
marciales y armamento; Ban Yue era pequeña y
débil, solo mirando sus brazos era un poder obvio
y los brazos no eran su fuerte, por lo que era
imposible para ella luchar contra San Lang.
Fu Yao chasqueó la lengua.
—Alguien que traicionaría a su propio país no
es diferente a Xuan Ji, ¿por qué demonios
todavía creerías en ella?
—Fu Yao, ¿no puedes estar tan irritado? —Xie
Lian dijo: —Tú... espera. ¿Que acabas de decir?
Fu Yao golpeó otro puño y sopló un montón de
serpientes.

510
—Dije, ¡¿por qué demonios creerías en ella de
la misma manera que crees en esa mierda a tu
lado?!
—No, eso no. Mencionaste a Xuan Ji. ¡Dijiste
el nombre de Xuan Ji! —Dijo Xie Lian.
¡Estúpido, estúpido, estúpido!
¡Xie Lian no podía creer que le tomó tanto
tiempo conectar todos los puntos!
—Deja de pelear —gritó Xie Lian—, ya no hay
necesidad de esconderse. ¡Sé quién eres!
Ante sus palabras, las espadas se detuvieron
por un momento, pero continuaron de nuevo. Xie
Lian dijo pacientemente: —¿Cree que estoy
mintiendo, Pequeño General Pei?33
—¿Con quién estás hablando? —Fu Yao dijo
con incredulidad—, ¿Pequeño General Pei? No
te vuelvas loco. ¿Quién crees que es él? ¡Si él
descendiera, todos lo sabrían!
—Tienes mucha razón —dijo Xie Lian—.
¿Pero si no fue su verdadero yo el que
descendió?
En la oscuridad, las espadas de combate se
detuvieron.
Xie Lian respiró y dijo con sobriedad: —Me
tomó demasiado tiempo entender esto. Debería
haberlo sabido desde el principio.
Sabía que durante casi doscientos años hubo
algo que causó estragos, pero a ninguno de los
funcionarios Celestiales le importó y nadie se
atrevió a hablar de ello, por lo que debe haber uno
o varios funcionarios que mantengan el secreto

33
El Pequeño General Pei está apoyado por el General Pei, un dios muy conocido y
poderoso en el norte.

511
de este escándalo. Pero no estaba familiarizado
con muchos de los funcionarios, por lo que no se
atrevió a acusar con valentía a nadie.
Justo ahora, cuando Fu Yao mencionó a Xuan
Ji, le recordó. Cuando se trataba de Xuan Ji, no
era difícil relacionarla con los dos Generales Pei
y el norte era su territorio. Fu Yao dijo una vez de
pasada que antes de su ascensión, el Pequeño
General Pei destruyó una ciudad.
¿Qué ciudad?
¡Bien podría ser el reino de BanYue!
La corte celestial no pestañearía en algo como
esto; todos necesitaban derramar algo de sangre
si querían hacer grandes cosas. Pero destruir
una ciudad no era nada glorioso después de todo
y si la historia se extendía demasiado, afectaría
el número de nuevos creyentes, por lo que, por
supuesto, habría algunos encubrimientos
después de la ascensión. Por lo tanto, incluso si
todos supieran que algo así sucedió,
probablemente no sabían los detalles o no les
importaba saber los detalles. Además, si no fuera
por rencores profundos, ¿quién habría tenido
tiempo de preocuparse por cavar su pasado y
ofender el apoyo a sus espaldas?
Xie Lian habló lentamente: —Esa cara de barro
había dicho que había alguien entre nosotros que
ya visitó la fortaleza hace cincuenta o sesenta
años. Al principio pensé que mentía para
engañarnos y que nos acercáramos, pero sus
palabras pueden muy bien contener la verdad.
—En ese grupo de personas, de quien
sospechaba era de ti. La caravana te seguía y

512
podrías llevarlos a cualquier parte. Nunca he visto
una sola serpiente escorpión en los años que viví
cerca de BanYue y de solo buscar un refugio al
azar de la tormenta de arena, ¿aparecen? Te
pedí que vinieras a buscar la Hierba de Luna de
los Vástagos de los Vástagos con nosotros, pero
justo antes de que nos fuéramos, les diste las
instrucciones de las ruinas a los demás para que
pudieran seguir nuestros pasos si ya no podían
quedarse quietos. Anteriormente en la cima de
las paredes, ya había dicho que si algo sucedía,
avanzaría primero; usted, que siempre está
tranquilo, saltó repentinamente, muriendo una
muerte sin sentido.
Xie Lian continuó después de una pausa: —Tus
acciones fueron extrañas e ilógicas y me llevó
hasta ahora darme cuenta de quién eres. ¿No es
así, Pequeño General Pei? ¡O debería decir, A-
Zhao!
Fue después de un largo silencio mortal cuando
una voz dijo fríamente: —¿No habías
sospechado que la cara de barro podría estar
hablando del chico vestido de rojo a tu lado?
Una corriente de llamas repentinamente se
encendió a través del Pozo de los Pecadores.
Bajo la luz, se revelaron dos siluetas
sangrientas. Uno era San Lang, vestido de rojo,
apropiado y de pie con su arma ya escondida. El
otro era un joven claramente vestido con una
espada en la mano, todavía lista.
El joven vestido de civil estaba cubierto de
sangre, como si también estuviera vestido de

513
rojo. Su expresión era fría y reservada, llevando
a alguien sobre sus hombros: era A-Zhao.
Para ser justos, ya fuera el Pequeño General
Pei, su verdadero yo o A-Zhao, esa compostura,
calma y tranquilidad nunca cambiaron; solo que
Xie Lian nunca había bajado ese tren de
pensamiento, por lo que no conectó los dos.
Lo que llevaba sobre sus hombros era Ban
Yue. Parecía que había llamado a las serpientes
para robarla durante el caos. Ahora que se reveló
su identidad, ya no tenía necesidad de crear
estragos y el diluvio de la serpiente dejó de
bombardear. Envainó su espada y suavemente
dejó a Ban Yue en el suelo. A un lado, Ke Mo se
sorprendió.
—¿Quién eres? ¿No moriste en la caída?
A-Zhao no miró de reojo a Ke Mo, sino que miró
a San Lang con vigilancia.
—Ke Mo, realmente no has cambiado en estos
cientos de años —dijo en Banyunese.
Tal vez el tono de esta calma enloquecedora
era demasiado familiar, la cara de Ke Mo se
arrugó de rabia de inmediato.
—¡ES USTED! ¡PEI SU! ¡ESE VIAJERO DE
LAS LLANURAS CENTRALES!
Si no fuera por la cuerda de unión a Dios que lo
ataba firmemente, Ke Mo lo habría apresurado a
pelear.
No era de extrañar que cuando los soldados de
Ban Yue maldecían antes, 'perra' se mezcló. No
porque apuntaran a Xie Lian, sino porque era un
viajero de las llanuras centrales y les recordó a

514
Pei Su, que a su vez estaba conectado a Ban
Yue, así que también la estaban maldiciendo.
—¿Ban Yue te enseñó cómo controlar las
serpientes escorpión? —Preguntó Xie Lian.
Sospechaba que si Ban Yue realmente no
controlaba las serpientes escorpión que atacaban
a los transeúntes y no había una razón real por la
que ya no obedecían, entonces la única otra
explicación era que había alguien más que podía
controlarlas.
Cuando hay dos personas que controlan el
mismo grupo de serpientes, entonces, por
supuesto, la mitad de ellas no escuchará las
órdenes de Ban Yue. Es una lógica simple.
—No lo hizo —dijo Pei Su—, pero cómo lo
hace, podría muy bien aprender por mí mismo.
Xie Lian asintió y dijo: —El Pequeño General
Pei es extremadamente inteligente. Si acerté,
ustedes dos se conocen desde hace muchos
años, ¿verdad?
Ban Yue fue intimidada e ignorada por otros
niños de BanYue cuando era más joven y solo los
niños de las Llanuras Centrales jugaban con ella.
Aunque Xie Lian no recordaba a cada uno de
ellos, sí recordó que muchos eran de familias
militares y muchos también se alistaron en el
ejército cuando crecieron. Quizás Pei Su era uno
de esos niños. De lo contrario, sería difícil
explicar cómo un joven introvertido y sombrío
como Ban Yue pudo hacer amigos y cooperar con
un General enemigo. Era solo una suposición,
pero por la reacción de Pei Su, no adivinó mal.

515
—¿Ban Yue realmente te pasó información, se
coludió contigo y abrió las puertas de la fortaleza?
—Preguntó Xie Lian.
—Es verdad —respondió Pei Su.
Por otro lado, Ke Mo chasqueó la lengua y gritó:
—Tramposo Pei Su. ¡Desata las cuerdas,
déjame luchar contra él hasta la muerte!
Pei Su dijo fríamente: —Antes que nada, ya
tuvimos una batalla a muerte hace doscientos
años y tú perdiste; segundo, ¿cómo soy
tramposo?
Ke Mo gritó: —SI USTEDES NO SE
HUBIERAN PUESTO DE ACUERDO, ¿CÓMO
PODRÍAMOS PERDER?
—Ke Mo, no lo niegues. —Pei Su dijo: —Solo
tenía una tropa de dos mil conmigo en ese
momento, pero esos dos mil eran muy superiores
a los cuatro mil. Si las puertas se abrían, estabas
condenado a ser derrotado.
Xie Lian no pudo evitar simpatizar y pensar:
¿Invadir un país con una tropa de dos mil?
¿Estaba el Pequeño General Pei acosado más
que yo cuando estaba en el ejército?
No creía que Pei Su estuviera mintiendo, pero
pensó que era extraño de todos modos y
preguntó: —Si fue una victoria segura, ¿por qué
coludir con Ban Yue?
Pei Su dejó de preocuparse por Ke Mo y volvió
a usar el dialecto Han.
—Para permitirme aniquilar el reino.
Todos, excepto Ke Mo, quedaron atónitos.
Xie Lian pensó que todo el calvario era extraño,
pero aun así continuó con calma sus preguntas:

516
—¿Qué quieres decir? ¿Por qué debías aniquilar
el reino si la victoria está cerca?
—Fue porque la victoria estaba cerca, que
tuvimos que destruir la ciudad. —Pei Su dijo—.
Porque la noche antes de la invasión, hubo una
reunión secreta entre muchas de las principales
familias de BanYue que decidieron un complot.
Cualquiera sea la razón por la que iba a ser
impactante e inquietante y Xie Lian frunció el
ceño.
—¿Qué complot?
Pei Su continuó lentamente: —La gente de
BanYue es de naturaleza violenta y odiaba a los
habitantes de las llanuras centrales hasta los
huesos. Incluso sabiendo que estaban a punto
de ser derrotados, no lo admitirían. Así que toda
la población del reino, los jóvenes, los viejos, las
mujeres y los hombres, todos se unieron para
armar esta cosa.
—¿Qué cosa? —Xie Lian podía adivinar, pero
no estaba seguro y la palabra que salió de la boca
de Pei Su confirmó sus sospechas.
—Explosivos.
Pei Su pronunció lentamente cada palabra.
—Decidieron que, si el reino iba a caer, los
ciudadanos llevarían explosivos en sus cuerpos,
escaparían a las llanuras centrales, se
mezclarían en grandes áreas abarrotadas y
bombas suicidas. Es decir, si debían morir,
arrastrarían tantos como puedan con ellos. ¡Si el
reino cayera, entonces aterrorizarían al país que
provocó su caída!

517
Xie Lian se volvió instantáneamente hacia Ke
Mo, resumido para él en Banyunese y le
preguntó: —¿Es esto cierto?
Ke Mo parecía intrépido y probablemente
pensó que eso no tenía nada de malo y dijo con
la cabeza en alto: —¡Es verdad!
San Lang levantó las cejas y comentó: —Qué
vil.
Dijo esas palabras en Banyunese,
probablemente intencionalmente. Ke Mo
respondió enojado: —¿Vil? ¿Qué derecho tienes
para llamarnos viles? Si no fuera por sus asaltos,
no estaríamos obligados a hacer ese movimiento.
Nos arruinó, así que buscamos venganza.
¡¿Cómo está mal eso?!
Pei Su respondió fríamente: —Realmente
ahora… ¿Qué tal si ponemos todo a la
intemperie entonces?
Ladeó la cabeza y dijo: —¿Cuántas veces
BanYue comenzó disturbios cerca de la frontera?
¿Cuántas caravanas y viajeros que viajaban
desde Las Llanuras Centrales fueron
emboscados por BanYue? Pusiste al abrigo a los
bandidos que aterrorizaron a Las Llanuras
Centrales y mataste a nuestros soldados que
fueron a aniquilarlos bajo el pretexto de cruzar la
frontera ilegalmente. ¿Cómo es que eso no es
vil?
Pei Su habló sin prisa y su tono era tranquilo,
pero cada palabra era aguda como cuchillos. Ke
Mo argumentó: —¿Y tú? ¿Por qué no decir que
primero ocupó por la fuerza nuestra tierra?

518
—La frontera siempre había sido ambigua,
entonces, ¿cómo puedes decir que ocupamos tu
tierra por la fuerza? —Respondió Pei Su.
—¡Las líneas estaban claramente dibujadas!
¡Fueron ustedes quienes no se guardaron para
ustedes mismos!
—Las líneas fueron trazadas por BanYue, Las
Llanuras Centrales nunca lo aceptaron. Y su
frontera tenía el oasis para ustedes, dejándonos
solo tierra del desierto, qué tontería.
Ke Mo tenía la cara roja.
—¡El oasis era nuestro! ¡Siempre ha sido
nuestro!
Ambas partes tenían sus historias; solo
escucharlos discutir hizo que Xie Lian se
confundiera. Esta hostilidad le hacía recordar lo
mal que lo golpearon en medio de ambos lados y
podía sentir el dolor en su rostro resurgir. Pei Su
parecía haber tenido suficiente de pelear con Ke
Mo y lo derribó una vez más con un golpe. Luego
se volvió hacia Xie Lian.
—Así que ya ves. —Pei Su respiró hondo—.
Hay muchas cosas en el mundo que simplemente
no se pueden definir o resolver con claridad. Solo
puedes pelear.
Xie Lian suspiró.
—Estaré de acuerdo con la primera parte.
San Lang por otro lado dijo: —Hm. Estaré de
acuerdo con la última parte.
Xie Lian observó a Ban Yue, que estaba
tendida en el suelo con la cabeza gacha por un
momento y dijo: —No puedo decir quién tiene
razón o no, así que no diré nada. No importa la

519
razón por la que Ban Yue abrió las puertas, ella
las abrió, por lo que debe asumir la
responsabilidad. ¿Entonces por eso fue colgada
por encima del Pozo de los Pecadores por esos
soldados? Una vez que están muertos, todo ha
terminado.
Pei Su volvió a su expresión tranquila.
—Sí.
—Cualquier deuda adeudada mientras viva
debe pagarse mientras viva. Si todavía hay caos
después de la muerte, entonces esa es una
historia completamente diferente —afirmó Xie
Lian.
—Ban Yue no causó estragos —dijo Pei Su en
voz baja.
—Pequeño General Pei, ¿eso significa que
admite atraer a los transeúntes del Paso BanYue
a las ruinas?
Pei Su guardó silencio por un momento antes
de decir en voz baja: —Sí.
—¿Por qué? —Preguntó Xie Lian. Esta vez, Pei
Su no respondió. Xie Lian insistió: —Han pasado
casi doscientos años. Debes dar una razón
adecuada, una respuesta para las personas que
fueron atraídas.
Pei Su aún permaneció en silencio y sin
expresión. Él respondió a todas las preguntas
antes, pero ahora parecía que había tomado una
decisión y dejó de responder por completo. Xie
Lian quería seguir interrogando cuando justo
entonces, hubo un sonido extraño.
Venía de encima de sus cabezas, aullando y
gimiendo como vientos enloquecidos. Cuando el

520
sonido se acercó, Xie Lian pudo confirmar: ¡en
realidad eran vientos locos que gritaban!
Las ráfagas llegaron demasiado
repentinamente, demasiado agresivamente y
antes de que Xie Lian lo supiera, ¡todo su cuerpo
estaba inclinado y comenzó a flotar!
¡Este vendaval abrupto entró en el Pozo de los
Pecadores desde arriba, se extendió hasta el
fondo y lanzó a todos al aire!
Xie Lian inmediatamente agarró a San Lang,
que era el más cercano a él y gritó: —¡Ten
cuidado!
San Lang también lo atrapó con la cara
inmutable. Giraron en el aire, sus cuerpos se
elevaron rápidamente y una vez que salieron del
pozo, se detuvieron y pronto comenzaron a caer.
Xie Lian tiró a Ruoye y lo persuadió en medio de
este caos: —Está bien, está bien, todo terminó.
¡Date prisa, mi buen Ruoye, ven y danos una
mano!
Después de dos llamados, Ruoye finalmente
reaccionó. Sin embargo, sin nada en el aire para
agarrar que no fuera un foso gigante de los
pecadores debajo, Ruoye voló una vez y
retrocedió. Sintiéndose impotente, Xie Lian solo
pudo ajustar su forma para aterrizar en el aire. Si
fuera como las veces anteriores, habría golpeado
con la cabeza los primeros tres pies en el suelo,
pero esta vez, justo antes de tocar el suelo, San
Lang extendió la mano y le dio un tirón y en
realidad aterrizó con los pies planos el suelo.
Cuando sus botas tocaron firmemente el suelo,
incluso estaba un poco incrédulo. Pero ese

521
sentimiento desapareció muy rápido cuando una
silueta vestida de negro apareció tropezando
ante él.
Xie Lian vio quién era y llamó placenteramente.
—¡Nan Feng!
Era Nan Feng de hecho, pero un Nan Feng
desaliñado. Parecía como si hubiera sido rodado
en mugre diez veces antes de ser arrojado a una
frenética guarida de bestias para pasar la noche.
Su ropa estaba hecha jirones y desgarrada al
máximo; Al escuchar la llamada de Xie Lian, solo
agitó la mano y se limpió la cara en silencio,
incapaz de hablar.
Xie Lian lo levantó.
—¿Qué pasó? ¿Te golpearon esas dos
damas?
En ese momento, dos figuras aparecieron
detrás de Nan Feng y se acercaron. Una de ellas
era la mujer cultivadora vestida de blanco con un
abanico en los brazos y saludó alegremente a Xie
Lian.
—¿Cómo estás, Dianxia?
Aunque Xie Lian no sabía quién era, todavía se
debe mantener la etiqueta adecuada; pero él no
sabía cómo dirigirse a ella, por lo que solo pudo
devolverle la sonrisa y saludarla.
—Saludos, compañera cultivadora.
La mujer de negro a un lado miró a Xie Lian con
frialdad, pero no parecía preocuparse por él. Sin
embargo, cuando sus ojos se movieron hacia San
Lang, se detuvo, pareciendo pensar que era una
figura dudosa y lo miró.

522
Las ráfagas anteriores habían arrojado a todos
fuera del pozo y las dos damas pasaron junto a
Xie Lian, dirigiéndose directamente a Pei Su. Los
vio acercarse y no pareció sorprendido; después
de todo, ya los había visto en la ciudad cuando
todavía estaba interpretando el papel de A-Zhao.
Se arrodilló donde estaba, inclinó la cabeza hacia
la mujer cultivadora de blanco y llamó en voz
baja: —Gran Señora del Viento.
Xie Lian se sorprendió al escuchar esas
palabras.
Y aquí pensó que era un demonio o monstruo
amenazante, ¿quién hubiera sabido que en
realidad era un Oficial Celestial? ¡Y era la Señora
del Viento, quien estaba arrojando diez mil
méritos de una vez en la matriz de comunicación!
Pero ahora que lo está pensando en detalle, no
había nada fuera de lugar. En ese momento ella
estaba diciendo algo como; ¿A dónde fueron
todos? ¿Tengo que desenterrarlos y matarlos
uno por uno? Y le hizo pensar que ella los
perseguía. En realidad, este; ellos, podría no
haberlos significado; podría significar los
soldados de BanYue. Solo que Xie Lian pensó
que estaba solo en esta investigación y,
naturalmente, pensó que las cultivadoras eran
extrañas y malvadas.
Para un Oficial Celestial que podría entregar
fácilmente diez mil méritos, Xie Lian no pudo
evitar sentir una reverencia sin nombre. Le dio
un codazo a Nan Feng.
—¿Por qué no me dijiste que esta era la Señora
del Viento antes? Y aquí pensé que podría ser

523
una especie de espíritu de serpiente o espíritu de
escorpión. ¡Qué desgracia!
La expresión de Nan Feng se oscureció.
—No sabía que era la Señor-a del Viento.
Nunca antes había visto a la Señor-a del Viento
así. La Señora del Viento siempre había sido... no
importa.
Sonaba como si la Señora del Viento no tuviera
la misma apariencia mientras estaba en la Corte
Celestial, no era de extrañar.
Xie Lian entendió. Él preguntó: —¿Cómo llegó
la Señora del Viento al Paso BanYue?
—Para ayudar —dijo Nan Feng—. Cuando los
vimos pasear por las calles antes, en realidad
estaban buscando a esos soldados de BanYue.
Xie Lian recordó ahora que la primera vez que
preguntó sobre el Paso BanYue en la matriz de
comunicación, en medio de una torpeza
silenciosa, fue la liberación repentina de diez mil
méritos de la Señora del Viento lo que distrajo a
todos. La Señora del Viento probablemente ya se
había dado cuenta de su consulta entonces.
Mientras Xie Lian reflexionaba, la Señora del
Viento se inclinó frente a Pei Su.
—Pequeño General Pei, lo que has hecho esta
vez puede haber cruzado la línea.
Como Oficial Celestial, que liberó a un clon
para causar estragos en el Paso BanYue durante
casi doscientos años, atrayendo a innumerables
transeúntes por el camino equivocado y hacia las
ruinas y para morir en la boca de los soldados de
BanYue, sin importar cómo pudiera
argumentarlo, no era un pequeño asunto. Pei Su

524
no discutió, solo bajó la cabeza y dijo: —Este
joven lo sabe.
La Señora del Viento movió el abanico.
—Mientras lo entiendas. Reflexiona sobre ti
mismo y piensa en ello. Hablaremos en los cielos.
—Entiendo —dijo Pei Su en voz baja.
Terminada la conversación con Pei Su, la
Señora del Viento metió el abanico en el cuello
de su túnica, se levantó y sonrió a Xie Lian.
—Taizi Dianxia. He oído mucho sobre ti.
Para Xie Lian; escuché mucho sobre ti,
realmente no era un cumplido, pero sin embargo
eran cortesías sin sentido, por lo que le devolvió
la sonrisa: —Estoy seguro de que no es nada.
También he oído mucho sobre usted, Gran
Señora del Viento.
—Perdón por lo de antes, por cierto. — Dijo la
Señora del Viento.
Xie Lian hizo una pausa.
—¿Antes? ¿Qué pasó antes?
—¿No se toparon con una tormenta de viento
en el desierto?
Xie Lian pudo recordar los bocados de arena y
respondió: —¿Sí?
—Empecé eso —dijo la Señora del Viento.
—…
La Señora del Viento continuó casualmente:
—Esa tormenta de viento estaba destinada a
evitar que se acercaran al reino de BanYue, pero
no se quedaron impresionados y terminaron en
BanYue de todos modos.
Algo no sonaba bien.

525
La Señora del Viento comenzó una tormenta de
viento para impedirles ir al Paso BanYue, pero de
repente aparecieron de nuevo en medio de todo.
¿Qué significaba esto? Pero Xie Lian no
respondió, esperando ver qué diría el otro.
Después de una pausa, la Señora del Viento
continuó: —Pero, en lo que respecta a toda esta
terrible experiencia, recomendaría a Dianxia que
se ocupe de sus propios asuntos y deje de poner
sus manos donde no pertenecen.
Xie Lian miró a Ban Yue, que estaba
acurrucada en el suelo y temió.
Ya estaba preocupado de que si este
escándalo llegara a la corte celestial, los
funcionarios podrían desentrañar fácilmente la
verdad, agregar trazos a donde no había y hacer
que Ban Yue se responsabilizara mientras el
Pequeño Pei escapaba. Con la repentina
aparición de la Señora del Viento, diciéndole que
no se preocupara por este asunto, ¿no era esto
el indicio de que protegerían al Pequeño Pei?
Sin cambiar su expresión, Xie Lian se adelantó
para pararse frente a Ban Yue, escondiéndola
detrás de él y dijo calurosamente: —Pero ya he
puesto mis manos en este asunto, no puedo
dejarlo ahora. Además, todavía hay mucho que
el Pequeño General Pei aún tiene que explicar.
La Señora del Viento notó su gesto y sonrió.
—No te preocupes. Puedes llevarte a la Guoshi
Ban Yue contigo. —Eso fue inesperado. Xie Lian
quedó atónito y la Señora del Viento continuó—:
Mientras estaban todos en el pozo, hemos
escuchado todo desde aquí. Aunque la Guoshi

526
se ha convertido en una amenaza cuando
deambulaba por la ciudad vi que había dibujado
la matriz para atrapar a los soldados BanYue y
había liberado a todos los mortales capturados.
Ella no lastimó a nadie, e incluso estaba salvando
personas. Los únicos que voy a tomar son el
Pequeño General Pei y Ke Mo, no tienes que
preocuparte de que culpe a nadie.
Como la otra parte era tan directa, Xie Lian dejó
de preocuparse y se disculpó, pero la Señora del
Viento dijo: —No, es normal preocuparse.
La mujer vestida de negro parecía no poder
quedarse ni un momento más y dijo:
—¿Terminaste? Si has terminado, entonces
vamos.
El Señor del Viento refutó: —¡Tsk! ¿Cuál es la
prisa? ¡Cuánto más me apresures, más quiero
hablar! —Sin embargo, ella volvió la cabeza y
sonrió, sacando un abanico plegable de su
cintura y dijo: — Taizi Dianxia, si no hay nada
más, ¿nos vemos en la corte celestial?
Xie Lian asintió y la Señora del Viento abrió su
abanico. En el abanico estaba la palabra viento
Feng inclinado y tres líneas inclinadas como el
viento en la parte posterior. Este debía ser el
dispositivo espiritual de la Señora del Viento. Se
movió tres veces hacia adelante y hacia atrás tres
veces. De repente, una ráfaga de viento sopló
desde un terreno plano.
El viento arrastraba polvo y arena y Xie Lian
usó su manga para bloquear los escombros.
Cuando el viento se calmó, las dos damas, Pei
Su y Ke Mo habían desaparecido, dejando solo a

527
Xie Lian, San Lang, Nan Feng y a la
profundamente dormida Ban Yue.
Xie Lian dejó caer su manga, todavía un poco
aturdido.
—¿Qué acaba de pasar?
San Lang se acercó casualmente.
—Una cosa bastante buena.
Xie Lian lo miró.
—¿Lo es?
—Sí. La Señora del Viento estaba tratando de
ayudarte diciéndote que no te involucres.
Nan Feng también se acercó.
—Eso es correcto. Ya has profundizado
demasiado en este asunto. Lo único que queda
por hacer es presentar una queja al Emperador
Marcial Celestial. No te involucres más.
Xie Lian lo entendió: —¿Es por el General Pei?
—Correcto —dijo Nan Feng—. Esta vez lo has
ofendido por completo.
Xie Lian se rió.
—Sabía que iba a ofender a alguien uno de
estos días, supongo que no importa quién.
Nan Feng frunció el ceño.
—No creas que estoy bromeando. Además del
Gran Salón Marcial, el siguiente palacio marcial
más poderoso es Ming Guang. El General Pei
piensa muy bien del Pequeño Pei y siempre ha
tratado de remover a Quan Yi Zhen. Él vendrá
buscando problemas.
—Quan Yi Zhen es el dios marcial que gobierna
el oeste, ¿verdad? —Preguntó Xie Lian.
—Sí. —Nan Feng respondió—. Quan Yi Zhen
también es un nuevo funcionario. Ascendió al

528
mismo tiempo que Pei Su. Es joven y un poco...
Pero muy poderoso. El General Pei quería que
Pei Su se llevara a todos los devotos del oeste y
lo ha hecho bien por sí mismo, especialmente en
los últimos años. Ahora, al arrastrar este
escándalo a la intemperie, no se ve bien para Pei
Su, tal vez incluso sea desterrado. Si es
desterrado, tampoco te va a ir bien.
Xie Lian se frotó la frente, notando
mentalmente que a partir de ahora tendría que
estar más atento al comer, beber y caminar. Sin
embargo, San Lang no pensó que fuera un gran
problema.
—No te preocupes. Pei Ming es muy orgulloso.
Él no hará nada turbio.
Nan Feng miró a San Lang y dijo: —Sí. El
General Pei no hará nada sospechoso, pero aún
así. Cuídate.
—¿Qué pasa con la Señora del Viento?
—Preguntó Xie Lian—. Ella me dijo que no me
involucrara, ¿entonces ella es quien presentará
la queja? ¿No significa eso que ella será la que
ofende al General Pei? No puedo permitir eso.
Volvamos a llamarla. Nan Feng, ¿sabes la
contraseña de su conjunto de comunicación
personal?
—No debes preocuparte por la Señora del
Viento —dijo Nan Feng—, el General Pei puede
lastimarte, pero no la tocará. Puede que sea más
joven que tú, pero tiene mucho más éxito en los
cielos.
—...

529
Xie Lian no se sorprendió en el silencio, sino
que pensó: —¿Quién en el cielo es más un
fracaso que yo? No creo que haya nadie.
San Lang se echó a reír: —Con ese respaldo,
por supuesto que tendrá éxito.
—¿Estás hablando de la dama de negro?
—Preguntó Xie Lian.
—No —respondió San Lang—, pero ella
también debería ser una de las cinco maestras
elementales que componen: Viento, Agua, Lluvia,
Tierra, Trueno. Probablemente tampoco debería
ofenderla.
La Señora del Viento podría comenzar un
tornado de la nada, obviamente poderoso. Pero
la dama de negro parecía más fuerte. Xie Lian
recordó la forma en que miraba a San Lang como
si hubiera descubierto algo y se sintió bastante
preocupado.
—Estoy de acuerdo.
Pero aún así, había palabras que Xie Lian se
tragó. Pensó: Incluso con un fuerte respaldo
puede que no tenga éxito. En el pasado, el
Príncipe de XianLe contó con el apoyo del
Emperador Marcial Celestial que gobernó los tres
reinos durante miles de años. Igual fracasó.
Xie Lian recogió su sombrero de bambú caído,
sacudió el polvo, al ver que no estaba aplanado y
respiró aliviado. Se lo ató al cuello y realmente
miró a Nan Feng.
—¿Estuviste peleando con las dos damas todo
este tiempo?
—Sí. Luchamos todo el camino. —Respondió
Nan Feng, con la cara oscura.

530
Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros.
—Gracias por tu arduo trabajo. —De repente,
recordó que había otro que trabajó duro y se dio
la vuelta.
—¿Dónde está Fu Yao?
—¿No estaba mirando a los heridos?
—Respondió Nan Feng.
Xie Lian no recordaba haber visto a Fu Yao
después de ser expulsado del Pozo del Pecador.
En realidad, desde que A-Zhao se reveló a sí
mismo, no había habido más sonidos de él. Si no
se fue en ese entonces, debió haberse ido
cuando soplaba el viento.
Fu Yao podía cuidarse solo, Xie Lian no estaba
preocupado, pero al escuchar a Nan Feng decir
herido se sorprendió y ambos lloraron al mismo
tiempo: —¡La Hierba de Luna de los Vástagos de
los Vástagos!
—El cielo recién se aclara, no hay prisa —dijo
San Lang.
No hay tal cosa como no hay prisa cuando se
trata de salvar vidas. Incluso si estuvo lejos de
ser veinticuatro horas, ¿quién sabría si algo
debería pasar en todo ese tiempo? Xie Lian no
tuvo tiempo de pensar en Fu Yao.
Apresuradamente llevó a Ban Yue a la espalda y
corrió hacia los terrenos del palacio.
Una vez en el palacio, Xie Lian dejó a Ban Yue
en el suelo e inmediatamente recogió algunas
grandes fanegas de la Hierba de Luna de los
Vástagos de los Vástagos. Esa cara de barro aún
estaba en el suelo, su cara era un desastre
sangriento entre sus huesos blancos. En el

531
pasado, Xie Lian lo habría enterrado, pero
primero, tenía prisa por salvar a la gente y
segundo, ese hombre fue enterrado en el suelo
durante cincuenta a sesenta años, no debía
querer regresar. Pero faltaba el cadáver del
comerciante muerto y Xie Lian se detuvo, curioso.
Justo entonces San Lang salió del palacio con
una pequeña olla de barro.
Xie Lian lo vio y sonrió: —Bendito seas, San
Lang.
Las criaturas inhumanas podrían mantenerse
en ollas de barro. Ban Yue estaba débil y no se
despertaba, así que Xie Lian la encogió y la metió
en la olla. El grupo de ellos continuó recogiendo
los helechos y se apresuró a regresar. Habían
pasado aproximadamente ocho horas desde que
se fueron.
Al regresar a donde Fu Yao había dibujado el
círculo, Xie Lian vio que muchos todavía estaban
dentro de él, temerosos de aventurarse a salir. El
anciano que había tomado la píldora de Nan
Feng estaba bien y después de aplicar la hierba
en su herida, pudo ponerse de pie y caminar
después de descansar un rato. Solo que Xie Lian
no creía que fuera necesario decirles en qué solía
crecer la hierba.
Después de un tiempo, todos los comerciantes
se tranquilizaron y comenzaron a preguntarse a
dónde se había ido el grupo de TianShen y por
qué no habían regresado. Xie Lian estaba
demasiado ocupado recogiendo hierbas antes y
no se molestó con TianShen y los demás. Estaba
pensando en regresar a las ruinas para buscarlos

532
cuando escuchó la voz de un niño gritando Gēge
y tíos acercándose. Xie Lian volvió la cabeza y,
efectivamente, era TianShen. El niño tenía en
sus brazos un gran bushel del helecho de Hierba
de Luna y detrás de él había otros dos
comerciantes, todos resoplando.
Resultaba que, mientras que en lo alto de las
paredes del Pozo de los Pecadores, Ban Yue
derribó a los soldados y capturó a TianShen y a
los comerciantes. Estaban aterrorizados, pero
Ban Yue solo los condujo hacia abajo del pozo y
les indicó a dónde ir antes de guiarlos en su
camino. Se escaparon, recogieron las hierbas,
enterraron el cuerpo del comerciante muerto y
volvieron corriendo, aunque de alguna manera
aún era más lento que Xie Lian.
En cualquier caso, Xie Lian escoltó a la
caravana fuera del desierto de Gobi y terminó
este viaje.
Antes de despedirse, TianShen se escapó para
encontrarlo y susurró misteriosamente: —Ge,
tengo una pregunta para ti.
—Pregunta — dijo Xie Lian.
—Eres un dios, ¿verdad?
Xie Lian estaba asombrado.
En el pasado, hubo un momento en que gritaba
y anunciaba al mundo: —¡Soy un dios! ¡Soy Taizi
Dianxia!
Y nadie le creería. Esta vez, ni siquiera había
dicho nada y la otra parte le preguntó si era un
dios, lo que lo sorprendió profundamente.
TianShen agregó inmediatamente: —¡Te vi
usar hechizos! No te preocupes, no lo diré.

533
—¿Cómo lo dirías? Nadie te creería... —pensó
Xie Lian.
TianShen continuó: —Si no fuera por ti, me
habrían arrojado a ese pozo por esos feos
soldados demoniacos. Cuando llegue a casa, te
construiré un templo y te adoraré.
Xie Lian lo observó acariciar su pecho y hacer
gestos con las manos; muy grandes, muy
grandes y no pudo evitar soltar una carcajada y
sonrió.
—Entonces, gracias.
Aunque los niños no tenían idea de cuánto
trabajo se llevaba a cabo para construir un
templo, sin embargo, recibir tal promesa,
cumplida o no, fue una ocasión feliz. Xie Lian
saludó y caminó en la dirección opuesta.

Nan Feng dibujó otro Conjuro de Acortamiento


de Distancia y los envió a todos de regreso al
Santuario PuJi. Al abrir la puerta, Xie Lian sacó
la estera de paja, la dejó abierta en el suelo y se
desplomó sobre ella como un cadáver. Esto se
hizo todo de una vez. San Lang se sentó a su
lado, con la mano apoyada en la barbilla y lo miró.
Xie Lian suspiró.
—¿Cuánto tiempo nos hemos ido?
—Alrededor de tres, cuatro días —respondió
San Lang.
Xie Lian volvió a suspirar.

534
—Solo tres, cuatro días, ¿por qué estoy tan
cansado?
Desde que ascendió, siempre fue trabajado
hasta los huesos como un perro, no era mentira.
Después de que terminó de suspirar, Xie Lian
levantó la vista.
—¿Eh? ¿Nan Feng? ¿Por qué no has
informado todavía?
—¿Informar dónde? —Preguntó Nan Feng.
—¿No eres el funcionario menor del palacio de
Nan Yang? ¿No te extrañará tu General después
de tres o cuatro días?
—Mi General no está en el palacio en este
momento, por lo que no me extrañará
—respondió Nan Feng.
Xie Lian se dio la vuelta y se levantó.
—Será bueno si te quedas.
—¿Qué vas a hacer? —Preguntó Nan Feng.
Xie Lian lo miró alegremente.
—Voy a prepararte una comida. Como
recompensa por tu arduo trabajo.
La cara de Nan Feng cambió de inmediato.
Levantó la mano, presionó dos dedos y tocó su
sien, como si recibiera la comunicación privada
de alguien. Se levantó y se volvió: —Hay una
emergencia en el palacio, nos vemos más tarde.
Xie Lian agitó su mano.
—¿Qué? Nan Feng, ¡no te vayas! ¿Cómo
puede haber una emergencia de repente?
Realmente quiero agradecerte por todo...
—¡HAY UNA EMERGENCIA! —Rugió Nan
Feng y salió corriendo por la puerta.

535
Xie Lian volvió a sentarse en la colchoneta y
miró a San Lang.
—Creo que no tiene hambre.
Hubo un fuerte golpe antes de que San Lang
pudiera responder y fue Nan Feng quien regresó,
abriendo la puerta de golpe.
—¡USTEDES DOS…!
Xie Lian y San Lang estaban sentados juntos
en el tapete y ambos levantaron la cabeza para
mirarlo.
—¿Nosotros dos?
Nan Feng señaló con el dedo a San Lang, luego
a Xie Lian, con las palabras atrapadas en la
garganta, incapaz de hablar. Entonces,
finalmente: —¡Volveré!
—Claro —dijo Xie Lian.
Nan Feng miró a San Lang por última vez antes
de irse. Xie Lian se cruzó de brazos, inclinó la
cabeza como San Lang y dijo: —Parece que
realmente hubo una emergencia.
Se giró para mirar al chico a su lado y sonrió
alegremente: —No tiene hambre, ¿y tú?
San Lang le devolvió la sonrisa alegremente.
—Me muero de hambre.
Xie Lian se levantó de nuevo, se dio la vuelta
para limpiar la mesa del altar y dijo: —Está bien,
entonces. ¿Qué quieres comer, Hua Cheng?
Detrás de él, se hizo el silencio. Luego riéndose
entre dientes: —Todavía prefiero el nombre San
Lang.

536
ARCO DE LA CIUDAD FANTASMA

537
CAPÍTULO 30
Presionando al Rey Fantasma; el Príncipe
Heredero busca la verdad (parte uno)

D
e vuelta, aún frente a San Lang, Xie Lian
dijo: —¿Xueyu Tanhua?
—Taizi Dianxia —respondió San Lang.
Xie Lian finalmente se dio la vuelta con una
sonrisa.
—Es la primera vez que te escucho dirigirte a
mí de esa manera.
El joven vestido de rojo se sentó en la esterilla
y ajustó sus piernas.
—¿Cómo se siente?
Xie Lian lo pensó, pero decidió no preguntar;
¿Cómo es que dejaste de llamarme Gēge? Y en
cambio dijo: —Está bien. No está mal. —Él
continuó—: Esa noche en el monte Yu Jun, el
novio que me llevó fuiste tú, ¿verdad?
Al ver a Hua Cheng sonreír, Xie Lian se dio
cuenta de que sus palabras podrían haber
significado otra cosa y se corrigió en un tono
serio.
—Quiero decir, el novio disfrazado que me llevó
lejos fuiste tú, ¿verdad?

538
—No estaba disfrazado —respondió Hua
Cheng.
Si debían entrar en detalles, Hua Cheng no se
equivocaba. El joven de aquella vez nunca dijo
que él era el novio; solo se detuvo frente al sedán
y extendió la mano. Fue Xie Lian quien lo
acompañó voluntariamente.
—Bien. Entonces, ¿por qué apareciste?
—Esta pregunta solo tiene dos respuestas
—dijo Hua Cheng—. Primero, vine especialmente
por Taizi Dianxia; segundo, pasaba por ahí y
estaba libre. ¿Cuál cree que es más creíble?
Xie Lian contó la cantidad de días que Hua
Cheng había pasado con él y respondió con
seriedad: —Lo que es más creíble, no puedo
decirlo, pero realmente parece que tienes mucho
tiempo libre. —Con el brazo izquierdo
sosteniendo el codo derecho y la mano derecha
apoyando la barbilla, Xie Lian le dio una vuelta a
Hua Cheng y asintió—. Eres bastante diferente
de lo que dicen los rumores.
Hua Cheng cambió su posición de sentado,
pero aún con una mano apoyando su mejilla,
observó a Xie Lian y dijo: —¿Oh? ¿Y cómo
descubriste que era yo?
Las imágenes de ese paraguas que goteaba
sangre, esa suave cadena de plata tintineante y
ese frágil brazalete plateado llenaron la mente de
Xie Lian y pensó: —No es como si te estuvieras
esforzando mucho por esconderte.
Pero cuando las palabras cayeron de sus
labios, se convirtieron en otra cosa.

539
Dijo con voz seria: —Estás vestido todo de rojo,
conocedor de todo, capaz de todo y no conocías
el miedo. Incluso después de toda la búsqueda,
no temiste nada, por lo que debes ser un supremo
o algo más grande. Aparte de este Xueyu
Tanhua, que incluso todos temen en los cielos,
no parece haber ningún otro candidato.
Hua Cheng se rió.
—¿Debo tomar esas palabras como un
cumplido?
—No puedes decir que son cumplidos —Pensó
Xie Lian.
—Después de tantas palabras, ¿cómo es que
Taizi Dianxia no cuestiona mis motivos para
acercarme a usted? —Preguntó Hua Cheng.
—Si no quieres decir nada, si te lo preguntara,
¿me lo dirías?
—Siempre puedes echarme.
Xie Lian se echó a reír.
—Eres tan poderoso; si te expulsara ahora, si
realmente quisieras hacer algo, ¿no cambiarías
de piel y volverías?
Los dos se miraron sonriendo cuando justo
entonces, un pequeño ruido rompió el silencio
temporal en el santuario. Miraron hacia dónde
venía el sonido y no había nadie, solo esa
pequeña olla de arcilla negra rodando por el
suelo.
Era la misma olla en la que estaba metida Ban
Yue. Xie Lian la había colocado al lado de la
estera, pero de alguna manera se había volcado
y rodó hacia la puerta. Bloqueado por la puerta

540
de madera construida por Hua Cheng, comenzó
a golpear la puerta rodando hacia ella
repetidamente. A Xie Lian le preocupaba que
pudiera romperse, así que abrió la puerta y la
pequeña olla de barro rodó hacia el campo de
hierba afuera.
Xie Lian lo siguió y vio que una vez que la olla
de barro llegaba al campo de hierba, se
levantaba. Incluso si era solo una olla, daba la
ilusión de que estaba mirando el cielo nocturno.
Hua Cheng también salió del santuario y Xie Lian
llamó a la olla.
—Ban Yue, ¿estás despierta?
Lo bueno era que cuando regresaron del
desierto de Gobi ya era muy de noche, de lo
contrario, si alguien veía a Xie Lian preguntando
qué le decía a una olla, probablemente lanzarían
un ataque.
Un momento después, la voz malhumorada de
una joven vino de la olla.
—General Hua.
Xie Lian se sentó a su lado y la tranquilizó.
—Ban Yue, ¿saldrás a mirar las estrellas?
¿Por qué no sales?
Hua Cheng estaba apoyado contra un árbol
junto a ellos y dijo: —Ella acaba de dejar las
ruinas de BanYue. Probablemente sea mejor si
se queda allí un rato más.
Xie Lian pensó que ese consejo era sólido.
Después de todo, Ban Yue había estado
atrapado en BanYue durante doscientos años;

541
cambiar repentinamente el ritmo podía ser difícil
de ajustar.
—Entonces será mejor que te quedes allí y
sanes. Aquí es donde me cultivo, no tienes que
preocuparte por nada. No pienses más en esos
soldados y ese General.
La olla se sacudió dos veces como si tratara
de decir algo. Después de una pausa, Xie Lian
sintió que aún necesitaba informarle sobre lo que
había sucedido y masticó sus palabras.
—Ban Yue, en realidad no era que tus
serpientes ya no te escucharan. El Pequeño
General Pei aprendió en secreto tu técnica de
control de serpientes. Todas esas personas no
fueron lastimadas por tus serpientes.
—General Hua, no pude moverme en ese
momento, pero escuché todo —dijo Ban Yue
sombríamente.
Xie Lian se detuvo. Entonces, Pei Su solo selló
el movimiento de Ban Yue, pero no su mente.
—Igual de bien —Después de pensarlo un
poco, Xie Lian continuó—: Tal vez el Pequeño
General Pei lo hizo porque no podía soportar ver
sufrir a los soldados de BanYue y quería darles
alivio, pero desafortunadamente empleó el
método equivocado.
La olla de barro se sacudió y dijo: —General
Hua, ¿qué pasará con Pei Su Gēge?
Xie Lian cruzó los brazos en sus mangas.
—No lo sé. Pero los errores siempre serán
castigados.

542
Otro momento de silencio y la olla se sacudió
dos veces y Xie Lian finalmente entendió que
asentía de acuerdo.
—Aunque Ke Mo siempre lo maldijo, Pei Su
Gēge no es una mala persona —dijo Ban Yue.
—¿De verdad?
—Sí.
Ban Yue siempre había sido una niña
introvertida y sufría acoso por parte de niños de
su misma edad. Ella solo estaba en buenos
términos con algunos niños de las llanuras
centrales. Que Pei Su invadiera un país con solo
una tropa de dos mil, probablemente tampoco fue
bien recibido en el ejército. Los dos eran
distantes, fríos y sombríos, por lo que debían
haber compartido muchos pasados similares. Xie
Lian no sabía qué más decir.
—Oh, es cierto. Ban Yue, el nombre de Hua
Xie es falso y no he sido general en mucho
tiempo. No tienes que seguir llamándome
General Hua —dijo Xie Lian después de una
pausa.
—Entonces, ¿cómo debo dirigirme a ti?
—Preguntó Ban Yue.
Esa era en realidad una buena pregunta. Si
Ban Yue también lo llamara Dianxia en serio, se
sentiría extraño. A Xie Lian tampoco le importaba
su dirección, solo quería cambiar de tema.
—Eso depende de usted. Supongo que está
bien si sigues llamándome General Hua. Solo
que aquí hay otro llamado Hua, así que eso
podría causar cierta confusión.

543
Pero luego pensó: Hua Xie era un nombre falso
que tomó de la primera palabra del título; Dios
Marcial Coronado de Flores, por lo que Hua
Cheng también podría ser un nombre falso. Que
ambos eligieran casualmente el mismo apellido
era bastante divertido.
—Lo siento, General Hua —dijo Ban Yue
nuevamente.
Xie Lian se volvió para mirarla y dijo con
tristeza: —Ban Yue, ¿por qué siempre te
disculpas conmigo? ¿Realmente parecía tan
lamentable para la gente?
Desde dentro de la olla, Ban Yue declaró: —Yo
quiero salvar el mundo. El General Hua, dijo eso
una vez—dijo Ban Yue.
Llamó con urgencia: —¡Espera, espera!
Al escucharlo gritar, Ban Yue se congeló.
—¿Qué?
Xie Lian echó un vistazo a Hua Cheng, que
todavía estaba apoyado contra el árbol con los
brazos cruzados y dijo en voz baja.
—¿Realmente dije eso?
Esas palabras fueron su dicho favorito cuando
solo tenía diez años. En los muchos cientos de
años posteriores, no debería haberlas
pronunciado en absoluto; No podía creerlo. Pero
Ban Yue fue firme.
—General, esas fueron sus palabras.
Xie Lian todavía estaba luchando.
—No lo creo...
Ban Yue le dijo con seriedad: —Sí lo dijiste.
Hubo una vez, nos preguntaste a todos qué
544
queríamos hacer cuando fuéramos mayores.
Todos respondieron y después de tú también
dijiste: Mi sueño era salvar el mundo; la gente
común.
Así que eso era todo. Xie Lian usó su mano
para cubrir toda su frente.
—Hum. Ban Yue. ¿Por qué recordarías tan
claramente algo que dije tan al azar?
Ban Yue estaba confundida.
—¿Al azar? Pero General Hua, pensé que
esas palabras las decía con mucha seriedad.
Xie Lian levantó la cabeza para mirar el cielo
nocturno, sintiéndose impotente.
—¿Jajaja de verdad? Tal vez. No recuerdo
nada más que pueda haber dicho
—También dijiste: ¡Haz lo que creas que es
correcto! —Le dijo Ban Yue.
—.... ¡Qué absurdo!... ¿Por qué seguí diciendo
ese tipo de cosas?... No soy nada así... ¿verdad?
—Pensó Xie Lian.
—Pero ya no sé qué es lo correcto —dijo Ban
Yue.
Xie Lian se congeló.
La voz malhumorada de Ban Yue sonó desde
la olla: —Pensé que estaba haciendo lo correcto,
pero al final fui yo quien abrió las puertas que
permitieron la entrada del enemigo que mató a mi
gente. Mi país se fue. Pero si no abriera las
puertas, la gente de BanYue aterrorizaría las
Llanuras Centrales y lastimaría a más personas.
El General Hua fue bueno conmigo y cuando
deambulaba por las calles de las llanuras

545
centrales, había mucha gente amable que me
daba de comer. Pero Ke Mo también fue bueno
conmigo y todos los soldados obedecieron mi
orden. Cuando regresé a BanYue, realmente
quería hacerlo bien como la Guoshi Principal.
Pero, no solo abrí las puertas, sino que los maté
y les rechacé la carne humana. Si no se
alimentaran de carne humana, sufrirían y no
podría aliviarse de ese sufrimiento.
Ella divagó y dijo muchas cosas, sonando cada
vez más nerviosa: —Es como si no importara lo
que hiciera, el resultado sería malo.
General Hua, sé que no hice las cosas bien,
pero ¿puede decirme dónde me equivoqué?
Al escuchar su pregunta, Xie Lian se frotó la
nuca y dijo lentamente: —Lo siento, Ban Yue. La
respuesta a esa pregunta, no la conocía en ese
entonces y ahora... tampoco creo que sepa la
respuesta ahora.
Ban Yue dijo abatida: —General Hua, parece
que en los últimos doscientos años, no tengo idea
de lo que he estado haciendo.
Xie Lian se deprimió más: —¿No significa eso
que he vivido ochocientos años por nada?
Xie Lian dejó a Ban Yue, el pequeño demonio
en la olla para mirar las estrellas solo para
calmarse y volvió al santuario PuJi con Hua
Cheng. Después de cerrar la puerta, Hua Cheng
dijo: —Pei Su odia a la gente BanYue, ¿haría lo
que hizo porque sintió pena por el sufrimiento de
los soldados?

546
Xie Lian suspiró: —Todo es solo una conjetura.
Es mejor si Ban Yue escucha más palabras
positivas.
Después de pensarlo un poco, Xie Lian sacudió
la cabeza: —Si Pei Su realmente quisiera liberar
a Ban Yue de las ruinas, podría haber elegido
limpiar el Paso BanYue en lugar de elegir
alimentar a los soldados con carne humana.
Tiene mucho ímpetu.
—No pudo —dijo Hua Cheng—, para limpiarse,
debía pasar por el Reino Celestial.
—¿Y? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng explicó tranquilamente.
—No es lo ideal. El Reino Celestial registra con
precisión dónde va y hace cada funcionario. Si los
cielos iban a enviar funcionarios, entonces
debían limpiar a fondo el Paso BanYue, incluida
la pequeña Ban Yue. Por supuesto, Pei Su
preferiría lidiar con esto él mismo y para él, solo
era alimentar a algunos fantasmas hambrientos
con humanos cuando tiene tiempo.
Él resopló: —Para un dios ascendido, una vida
mortal es naturalmente insignificante como las
hormigas.
Xie Lian no hizo ningún comentario sobre la
última parte y solo dijo: —Él podría enviar a su
clon para tratar con esos soldados de BanYue.
—Los clones no tienen la misma cantidad de
poder —dijo Hua Cheng—. ¿Viste cómo era el
clon A-Zhao de Pei Su? No podía cuidar a tantos
soldados de BanYue y solo podía morir en sus

547
manos para aliviar temporalmente una ola de
odio.
Xie Lian lo miró y recordó que cuando San
Lang saltó al Pozo del Pecador, aniquiló a todos
los soldados de BanYue en un instante. Se volvió
hacia él y le dijo: —Tu clon es bastante poderoso.
Hua Cheng levantó las cejas.
—Por supuesto. Pero yo soy el verdadero.
Xie Lian dejó de pensar en todo lo demás y lo
miró sorprendido,
—¿Eh? ¿Esta es tu verdadera forma?
—Cien por ciento auténtico —dijo Hua Cheng.
Si se debía culpar a algo, tendría que ser a
cómo Hua Cheng parecía estar dando la
bienvenida a Xie Lian para probarlo él mismo y
sin pensarlo, Xie Lian levantó un dedo y tocó la
cara de Hua Cheng.
Después de palpar, Xie Lian se sorprendió y
gritó ¡oh no! En su cabeza. Solo tenía curiosidad
por ver cómo se sentiría la piel falsa de un Rey
Fantasma supremo, ¡pero aparentemente su
cuerpo se movió más rápido que su mente y lo
tocó! ¡Qué desgracia!
Que alguien lo tocara de repente, Hua Cheng
también parecía algo sorprendido, pero siempre
estaba tranquilo y sereno, por lo que su expresión
se aclaró al instante. No dijo nada, pero sus cejas
arqueadas se elevaron aún más, como si
esperara a que Xie Lian se lo explicara y la risa
en sus ojos permaneció. Xie Lian no pudo
explicarse; miró su propio dedo, lo escondió y
casualmente dijo: —No está mal. No está mal.

548
Hua Cheng finalmente se echó a reír y cruzó
los brazos con la cabeza inclinada.
—¿Qué opinas de esta piel falsa?
—Está muy bien hecho —dijo sinceramente
Xie Lian. Pero...
—¿Pero qué? —Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian lo miró a la cara y lo estudió por un
momento. Entonces, finalmente: —Pero, ¿puedo
ver tu verdadera cara?
Si Hua Cheng había dicho piel falsa eso
significaba que incluso si este cuerpo delante de
él era el verdadero, la cara no lo era. La
apariencia de este joven no era la verdadera
apariencia de Hua Cheng.
Esta vez, Hua Cheng no respondió de
inmediato y dejó caer los brazos. Tal vez todo
estaba en la cabeza de Xie Lian, pero los ojos
de Hua Cheng se oscurecieron ligeramente y su
corazón se tensó.

549
CAPÍTULO 31
Cuestionando al Rey Fantasma; el Príncipe
Heredero busca la verdad (parte dos)

U
na vez que el aire se congeló, Xie Lian
supo que su pregunta podría haber cruzado
la raya.
Aunque los últimos días los dos se habían
llevado bien, si Hua Cheng nunca reveló su
verdadera cara, y no volvió a cambiar incluso
después de que su identidad fuera revelada,
entonces él tenía sus razones y Xie Lian no
estaba en ningún lugar para presionar. Sin
esperar su respuesta, Xie Lian amplió su sonrisa.
—Solo estaba preguntando, no te lo tomes en
serio.
Hua Cheng cerró los ojos y, después de un
momento, sonrió suavemente.
—Te dejaré verlo algún día, si hay una
oportunidad.
Si alguien más dijera eso, entonces sería
naturalmente superficial; Algún día generalmente
significa por favor, olvídalo. Pero fue Hua Cheng
quien dijo esas palabras, por lo que Xie Lian sintió
que algún día significaba algún día, y eso seguro

550
que sucedería. Esto lo hizo sentir aún más
curioso, y sonrió.
—Entonces, esperaré hasta el día en que
puedas mostrarme. Descansemos por ahora.
Después de perder el tiempo durante la mitad
de la noche, Xie Lian se había rendido en cocinar
algo y había regresado a la estera de paja. Hua
Cheng también se acostó a su lado. Nadie se
molestó en preguntarse por qué después de
revelarse las identidades de cada uno de ellos,
ese dios y ese fantasma todavía podían estar
juntos en una estera arrugada, riendo y
charlando, y simplemente pasando el rato.
La estera de paja no tenía almohadas, por lo
que Hua Cheng usó su propio brazo y Xie Lian lo
imitó usando su propio brazo también. Charló
casualmente: —El reino de los fantasmas parece
tan ocioso. ¿Nunca necesitan reportar de algo?
Hua Cheng no solo tenía su brazo como
almohada, sino que también cruzó las piernas y
respondió: —¿Reportar a quién? Nos importa
nuestros propios asuntos, nadie se molesta con
nadie.
El reino de los fantasmas estaba formado por
muchas bandas desorganizadas de almas
perdidas y demonios salvajes, por lo que Xie Lian
no se sorprendió.
—¿Es eso así? Pensé que sería como la Corte
Celestial donde hay un gobierno central.
Entonces, si ese es el caso, ¿has conocido a
algún otro Rey Fantasma antes?
—Lo he hecho —dijo Hua Cheng.
—¿Incluso el Goblin verde Qi Rong?
551
—¿Te refieres a esa inferior basura vulgar?
—Bueno, ¿qué le digo a eso? —Pensó Xie
Lian, pero no tuvo que decir nada mientras Hua
Cheng continuaba—: Lo saludé y él se escapó.
Xie Lian sintió que este saludo no podía ser el
tipo de saludo habitual, y por supuesto, Hua
Cheng dijo casualmente: —Y luego recibí el título
de Xueyu Tanhua.
—...
Así que cuando mencionó la eliminación del
nido de otro demonio, estaba hablando del Goblin
Verde Qi Rong, y este saludo fue una
aniquilación.
—Qué saludo tan extraordinario —pensó Xie
Lian. Se frotó la barbilla y dijo: —¿Tienes algo
contra el Goblin verde Qi Rong?
—Sí. No me gusta su cara —respondió Hua
Cheng.
Xie Lian no sabía si reír o llorar, pensando que
Hua Cheng desafió a esos treinta y tres Oficiales
Celestiales porque no le gustaban sus caras.
Aunque, por desgracia, no hizo esa pregunta y
solo dijo: —Todos los cielos lo llaman vulgar, e
incluso el reino de los fantasmas lo rechaza. ¿Es
eso cierto?
—Es verdad. Incluso Agua Negra34 está
disgustado con él. —Respondió Hua Cheng.
—¿Quién Agua Negra? —Preguntó Xie Lian, y
luego recordó—. Oh, ¿ese es el que se llama
Heishui Chenzhou?

34
En el pinyin original es [黑水] Hēi Shuǐ, pero no me convencía y decidí dejarlo como
Agua Negra.

552
—Correcto. También es conocido como
Demonio Agua Negra Xuan.
Xie Lian recordó que este Demonio Agua Negra
Xuan también era un supremo, pero el Goblin
Verde Qi Rong era casi casi un supremo.
Preguntó, interesado: —¿Eres cercano con
este Demonio Xuan?
—No —Hua Cheng respondió
perezosamente—, no hay muchos en el reino de
los fantasmas con los que sea cercano.
Ahora Xie Lian tenía curiosidad.
—¿Es eso así? Pensé que tendrías muchos
subordinados. ¿Tal vez nuestra definición de
cercano es diferente?
Hua Cheng levantó las cejas.
—Sí. En el reino de los fantasmas, los inferiores
a supremo no tienen derecho a hablar conmigo.
Fue una declaración sumamente arrogante,
pero Hua Cheng hizo que sonara tan indiscutible
y evidente.
Xie Lian sonrió suavemente,
—Aunque no sean cercanos, todavía sabes de
ellos. Lo tienes bastante bien en el reino de los
fantasmas, solo hay unos tantos grandes
nombres, no como los cielos. Ya hay muchos
oficiales para recordar en la Corte Superior, y
más esperan ascender en la Corte Intermedia;
son como un océano de nombres y corres el
riesgo de ofenderlos si no recuerdas sus
nombres.
Después de conversar un rato, Xie Lian no
quería profundizar demasiado en el tema para no

553
tocar algo sensible, por lo que cambió el tema de
la diferencia entre los dos reinos. Miró hacia la
puerta de madera cerrada y se preguntó: —Ban
Yue, esa niña, me pregunto cuándo volverá a
entrar.
Las audaces palabras: Quiero salvar el mundo
regresaron y retumbaron en su cabeza, vertiendo
un millón de imágenes caóticas en su mente, y
Xie Lian tuvo que empujarlas por la fuerza. En
ese momento, Hua Cheng dijo: —Esas fueron
buenas palabras.
—¿Cuáles? —Xie Lian preguntó.
—Quiero salvar al mundo, la gente común.
—Hua Cheng respondió tranquilamente.
—...
Xie Lian estaba atónito.
Se dio la vuelta y se acurrucó en un camarón,
deseando otro par de brazos para poder cubrir su
rostro y sus orejas, y gimió: —San Lang...
Hua Cheng parecía haberse acercado un poco
más y dijo en tono serio justo detrás de él:
—¿Hum? ¿Qué hay de malo con esas palabras?
Hua Cheng no se echaría atrás y Xie Lian no
podría ganar contra él, por lo que se volvió y dijo
con impotencia: —Es una tontería.
—¿A qué hay que temer? —Dijo Hua Cheng—.
Al atreverse a hablar del mundo, salvar o destruir
es admirable. El primero es más difícil que el
segundo, por lo que es aún más respetable.
Xie Lian soltó una carcajada y negó con la
cabeza.

554
—Para atreverte a hablar tienes que ser capaz
de seguir adelante y tienes que lograrlo
realmente.
Se cubrió los dos ojos y se recostó.
—Oh, está bien. Supongo que eso no es nada.
Lo que dijo Ban Yue ya es bastante bueno. Dije
cosas más tontas cuando era aún más joven.
Hua Cheng se rió.
—¿Oh? ¿Como qué? Vamos a oírlo.
Xie Lian estuvo pensativo por un momento y
sonrió suavemente mientras perseguía sus
recuerdos: —Hace muchos, muchos años,
alguien me dijo que ya no podía seguir viviendo.
Me preguntó para qué vivía y qué significaba su
vida. —Miró a Hua Cheng—. ¿Sabes cómo
respondí?
Puede que solo fuera la imaginación de Xie
Lian, pero parecía que había luz en los ojos de
Hua Cheng. Le preguntó con suavidad: —¿Cómo
respondiste?
Xie Lian dijo: —Le dije: Si ya no sabes cómo
seguir viviendo, ¡entonces vive por mí! Si no
sabes el significado de tu vida, entonces hazme
ese significado y úsame como la razón para vivir.
Jaja... —Xie Lian no pudo evitar soltar una
pequeña risa y negó con la cabeza—. Incluso
ahora no entiendo lo que estaba pensando en
ese entonces. ¿Cómo tuve el coraje de decirle a
alguien que me haga el significado de su vida?
Hua Cheng se quedó en silencio y Xie Lian
continuó.

555
—Realmente era algo que solo podía decir en
ese entonces. Hace mucho tiempo, realmente
pensé que era invencible y valiente. Si me pides
que diga las mismas palabras ahora, no hay
forma de que alguna vez vuelvan a salir de mis
labios.
Xie Lian continuó lentamente: —No sé qué
pasó con esa persona después. Pero convertirme
en la razón para vivir de alguien ya es una gran
responsabilidad, ¿cómo me atrevo a hablar del
mundo?
El silencio cubrió el santuario de PuJi, y
después de un rato, San Lang dijo en voz baja:
—Algo así como salvar al mundo, realmente no
importa cómo lo hagas, aunque valiente, es tonto.
—Ajá. —Xie Lian estuvo de acuerdo.
Hua Cheng continuó: —Aunque es tonto, es
valiente.
Xie Lian sonrió ante esas palabras.
—Gracias.
—De nada —dijo Hua Cheng.
Los dos miraron el amistoso techo del santuario
de PuJi en un amistoso silencio, y Hua Cheng
habló de nuevo.
—Sabes, solo nos conocemos hace pocos
días. ¿Está bien que me digas tanto?
Xie Lian resopló de nuevo y agitó su mano.
—¿Cuál es el problema? Lo que sea. Los que
se conocen desde hace décadas pueden
convertirse en extraños en un día. Nos hemos
encontrado por casualidad, y podemos
separarnos por casualidad. Si nos gustamos,

556
continuaremos encontrándonos; Si no lo
hacemos, nos separaremos. Vayamos más con
lo que fluya, y voy a decir lo que quiera decir.
Hua Cheng se rió por un momento, y de repente
dijo: —Sí.
Xie Lian volvió la cabeza para mirarlo.
—¿Si?
Hua Cheng no se dio la vuelta, sino que siguió
mirando el techo en ruinas del santuario, y Xie
Lian observó la cara lateral izquierda del apuesto
joven.
Hua Cheng dijo suavemente: —Si yo fuera
feo…
—¿Eh? —Xie Lian se quedó boquiabierto.
Hua Cheng finalmente volvió la cabeza
ligeramente.
—Si mi verdadera cara es fea, ¿todavía
querrías verla?
Xie Lian se sorprendió.
—¿Lo es? Aunque no hay una razón real, pero
creo que tu verdadera cara no debe ser tan mala.
—Quién sabe —dijo Hua Cheng medio en
broma—. ¿Qué pasa si estoy descolorido,
desfigurado, feo, monstruoso y horrible? ¿Qué
harás?
Al principio, Xie Lian pensó que esta línea de
preguntas era bastante fascinante. Entonces, ¿el
rey demonio número uno de estos tiempos,
temido por los cielos, se preocupaba por su
apariencia? Pero cuando lo pensó
profundamente, ya no le pareció muy divertido.

557
Si recordaba correctamente, en las muchas
historias de fondo sobre Hua Cheng, uno había
dicho que era un niño desfigurado desde su
nacimiento, o algo así. Si ese fue el caso,
entonces él debía haber crecido discriminado por
otros. Tal vez fue por esta razón que era sensible
con su apariencia.
Por lo tanto, Xie Lian masticó sus palabras y
dijo: —Sobre eso... —Usó su tono más cálido y
sincero—. Para ser honesto, la razón por la que
quiero ver tu verdadera cara es solo porque ahora
somos una especie de amigos, ¿no? Mira,
incluso ahora estamos aquí así... Entonces, si
somos amigos, deberíamos ser honestos el uno
con el otro. Así que querer ver tu cara real no
tiene nada que ver con cómo te ves. Por supuesto
que no me importaría si... ¿por qué te ríes? Estoy
siendo serio.
Cuando Xie Lian llegó al último fragmento de
sus palabras, pudo sentir que el chico a su lado
temblaba. Al principio, por un momento, había
pensado ¿son mis palabras tan conmovedoras
para que se haya sentido así? Y estaba
demasiado avergonzado como para darse la
vuelta para ver. Pero después de un tiempo, la
risa suave de su lado muy obviamente se filtró.
Xie Lian estaba desanimado.
—San Lang... ¿por qué te ríes tanto?
Hua Cheng inmediatamente dejó de temblar y
se dio la vuelta.
—Nada, tiene razón.
Xie Lian se sintió aún más molesto por esas
palabras.
558
—Eres tan insincero...
—Lo prometo, no encontrarás otra persona
más sincera que yo en este mundo —respondió
Hua Cheng.
Xie Lian no quería hablar más y tiró a Ruoye.
La banda de seda blanca revoloteaba y aterrizó
sobre ellos, y él se dio la vuelta de espaldas a
Hua Cheng.
—No importa. Hora de dormir. Duerme y no
hables.
Hua Cheng se rió de nuevo y dijo: —La próxima
vez.
A pesar de que estaba decidido a dormir, al
escuchar hablar a Hua Cheng, Xie Lian no pudo
evitar responder.
—¿La próxima vez qué?
Hua Cheng susurró: —La próxima vez que nos
veamos, usaré mi apariencia real para saludarte.
Había mucho que reflexionar sobre esas
palabras, y Xie Lian debería haberlo seguido
interrogándolo, pero después de una larga noche,
una incontenible somnolencia lo alcanzó, no
podía aguantar y se quedó profundamente
dormido.

A la mañana siguiente, cuando Xie Lian se


despertó, el lugar a su lado estaba vacío.
Tal vez las tormentas de viento lo habían
sacado de su agudeza; Xie Lian sintió un ligero
559
dolor de cabeza. Tropezó para levantarse y
caminó aturdido alrededor del santuario. Cuando
abrió la puerta, no se veían siluetas afuera. El
chico en verdad se había ido.
Las hojas caídas habían sido barridas en una
pila, y junto a ella había una pequeña olla de
barro. Xie Lian tomó la olla dentro y la colocó
sobre el altar. Había algo de arena que caía sobre
la mesa; debe haber sido arena que trajo del
desierto de Gobi. Xie Lian cerró la puerta, se
desnudó y estaba listo para cambiarse. A medida
que se aflojaba el cinturón, de repente descubrió
que parecía haber algo extra en su pecho. Xie
Lian levantó la mano para tocarlo y, justo debajo
de su collar maldito, había una cadena muy
delgada.
La cadena colgaba sin apretar, y Xie Lian la
sacó de su cuello. Era una cadena de plata,
delgada y liviana, por lo que no sentía que había
algo en su cuerpo antes. Y colgando de la cadena
había un anillo cristalino.

560
561
CAPÍTULO 32
En el Gran Salón Marcial; el príncipe heredero
se encuentra con el príncipe heredero (parte
uno)

X
ie Lian sabía, este anillo debía ser algo
que Hua Cheng dejó atrás. Lo sostuvo en su
mano y lo miró, preguntándose qué podría
ser.
Cuando Xie Lian aún era un príncipe heredero,
creció en el palacio de XianLe. El reino de XianLe
siempre se había deleitado con hermosos y
preciosos objetos; los coleccionistas eran
abundantes, y el palacio mismo era, por
supuesto, glorioso y deslumbrante. Columnas
doradas, escalones hastiados, tesoros
innumerables y joyas preciosas, incluso los niños
nobles jugaban con gemas de varios colores
como juguetes. Xie Lian estaba acostumbrado a
ver un tesoro, y revisando el anillo, parecía estar
hecho de diamante. Sin embargo, su forma era
exquisita; tal vez incluso el joyero más hábil no
podría elaborar la belleza natural etérea que
emanaba. Además, de todos los diamantes que
había visto, esta piedra era extraordinariamente
clara, reluciente como un cristal, fascinante y

562
sublime, lo que se le dificultaba determinar
exactamente de qué podría estar hecho.
Sin embargo, incluso si no podía decir de qué
estaba hecho el anillo, era sin duda un elemento
de extrema importancia. Además, si fue
encontrado alrededor de su cuello, entonces esto
no fue algo que se cayó accidentalmente, y más
que probablemente era un regalo de Hua Cheng
como recuerdo. Xie Lian se sorprendió un poco al
recibir un recuerdo como este. Sonrió
suavemente, decidió cuidarlo bien y la próxima
vez que se encontraran le preguntaría al joven
qué significaba el regalo. El único lugar que
poseía era el santuario roto; no había ningún
lugar apropiado para que escondiera un tesoro,
así que, después de pensarlo, el mejor lugar era
su persona, y Xie Lian se puso la cadena de plata
alrededor del cuello una vez más.
Después de regresar de recorrer todo el Monte
Yu Jun y del Paso BanYue ida y vuelta, Xie Lian
quedó en el Santuario PuJi paralizado durante
unos días. Si no fuera por algunos de los muy
apasionados aldeanos que habían venido a
ofrecer bollos o gachas de avena, probablemente
se quedaría incapacitado por muchos días más.
Fue solo hasta que se sintió bien de nuevo que
Xie Lian volvió a trabajar y hacer recados. Pasó
sus días así hasta que un día, Ling Wen de
repente le envió un aviso: —Regrese a los cielos
ahora.
A juzgar por su tono, algo malo estaba por caer.
Xie Lian podría adivinar lo que podría ser y
prepararse mentalmente.

563
—¿Qué está pasando? —Preguntó—. ¿Se
trata del Paso BanYue?
—Eso es correcto. —Ling Wen respondió—.
Cuando regreses a los cielos, ven directamente
al Gran Salón Marcial.
Al escuchar; El Gran Salón Marcial, Xie Lian se
congeló. Jun Wu estaba de vuelta.
Después de su tercera ascensión, todavía no
había saludado a Jun Wu. Como el número uno
de los dioses marciales, Jun Wu dedicaba sus
días a cultivar a gran profundidad a puertas
cerradas o a patrullar los reinos, haciendo el
mundo seguro y, por lo tanto, difícil de encontrar.
Ahora que Jun Wu había regresado, Xie Lian
debía hacer este viaje a los cielos, y así ascendió
una vez más después de tantos días de
descanso.

El Reino Celestial tenía un camino principal: la


Avenida de la Deidad Marcial. Aunque hubo
muchos de estos caminos construidos en
memoria de Jun Wu en el Reino Mortal, no eran
más que meras sombras y copias del real en los
cielos. Xie Lian caminó por el extenso camino y
se dirigió hacia el Reino Celestial. En el camino,
los numerosos templos de varios dioses llenaron
los jardines del palacio celestial, formando la gran
ciudad, cada uno diferente en estilo y diseño,
arquitectura exquisita, jardines, esculturas y

564
murales. Las auras espirituales se movían
alrededor y, en el suelo, las nubes suaves se
difundían con cada paso. En el camino, había
muchos Oficiales Celestiales apresurados, y
ninguno se atrevió a saludarlo.
A decir verdad, generalmente no había muchos
que lo saludaran cuando visitaba el Reino
Celestial. Sin embargo, no saludar significaba
que ningún funcionario le abordaría o iniciaría
alguna conversación; pero todavía asentirían en
reconocimiento como era apropiado. En este
momento, todo el mundo estaba fingiendo que no
estaba allí, como si con solo mirarlo se metieran
en problemas. Si estaban frente a él, se
apresurarían; si estaban detrás de él,
disminuirían su ritmo, dejándose una gran
distancia, temerosos de acercarse. Xie Lian ya
estaba acostumbrado a este tratamiento y no
pensó en nada; después de todo, él solo arrastró
hacia abajo al popular y recién ascendido
Pequeño General Pei. Por supuesto todos se
mantendrían alejados de él.
Mientras caminaba, una voz de repente gritó
detrás de él.
—¡Dianxia!
Xie Lian se sorprendió al escuchar su nombre,
curioso que todavía sería lo suficientemente
valiente como para dirigirse a él en un momento
como este. Pero cuando volvió la cabeza hacia
atrás, el oficial subalterno que reclamaba la
alteza real se precipitó hacia él y corrió hacia
alguien que caminaba más delante de él. Llamó
mientras corría: —¡Dios mío, Dianxia! ¿Cómo
565
puedes olvidar tu pase de travesía yendo al Gran
Salón Marcial? ¿Cómo podrías siquiera entrar?
Así que eso fue todo. Por supuesto, el título;
Dianxia, no estaba dirigido a él. Hay varios
príncipes de la corona en el cielo, por lo que una
confusión no era nada extraordinario.
Sin embargo, cuando echó un vistazo y vio al
otro príncipe heredero, se detuvo.
Ese joven tenía cejas gruesas y ojos brillantes
con una amplia sonrisa. Esta sonrisa era muy
diferente a la de muchos otros Oficiales
Celestiales; Era una que era pura y genuina sin
nada detrás de ella. Añadía un aire de juventud a
su hermoso rostro. Sin embargo, si un oficial más
severo, como Mu Qing, comentara,
probablemente lo llamaría un aire de insensatez.
El joven estaba ataviado con una armadura,
orgulloso y heroico; pero esta no le daba un aire
de sangre y batalla, sino que le daba un aire de
nobleza real, franco y brillante.
Xie Lian se detuvo en su paso y miró al joven.
Los dos en el frente sintieron su mirada y se
giraron para enfrentarlo. Cuando el oficial
subalterno vio quién era, su expresión cambió de
inmediato. Xie Lian asintió levemente con la
cabeza y le sonrió.
—Saludos, Dianxia.
El otro príncipe heredero obviamente era
alguien a quien no le importaban los detalles
cotidianos y no reconocía su rostro, así que
cuando vio que alguien lo saludaba,
inmediatamente lo devolvió con una sonrisa
brillante y gritó: —¡Saludos!
566
El oficial subalterno que estaba a su lado le dio
un pequeño empujón y se apresuró a decir:
—Vamos, Dianxia. Todavía tenemos que ir al
Gran Salón Marcial.
El joven, todavía sin darse cuenta e
inconsciente, se sorprendió por el repentino
impulso: —¿Por qué me empujas?
Xie Lian soltó una carcajada e inmediatamente
cambió su expresión. El oficial subalterno parecía
tener más prisa y urgió: —¡El Gran Señor
probablemente ya nos está esperando, por favor
vámonos, Dianxia! El otro príncipe heredero solo
pudo darle a Xie Lian una mirada confusa antes
de girarse para irse.
Mientras se alejaban, Xie Lian se quedó donde
estaba. Y pronto, los susurros de funcionarios de
un rango inferior flotaron en sus oídos desde
lejos.
—Bueno, eso fue incómodo. El mundo es un
lugar tan pequeño. Pero ambos son Oficiales
Celestiales, era solo una cuestión de tiempo. Si
me preguntas, el General Nan Yang topándose
con el General Xuan Zhen es un asunto más
emocionante
—Jajaja, ¿cuál es la prisa? ¡Estarán chocando
entre sí muy pronto! Todos lo están esperando en
el Gran Salón Marcial, ¿verdad?
Entonces, alguien comentó: —No importa si el
mundo es pequeño, en realidad son las personas
que se comparan entre sí lo más emocionante.
Las personas realmente son tan diferentes unas
de otras; ambos son príncipes de la corona, pero
TaiHua Dianxia es verdaderamente noble, y si
567
fuera él, no haría nada vergonzoso, incluso
cuando cayera en desgracia.
—El reino de YongAn es más próspero que el
reino de XianLe, después de todo, así que, por
supuesto, el Príncipe Heredero de YongAn sería
más fuerte que el de XianLe. Cómo crece la
hierba depende de la tierra en la que creció.
Lógica simple.
El territorio del norte le pertenecía al Palacio de
Ming Guan, el dios marcial Pei Ming; el Palacio Qi
Ying del oeste a Quan Yi Zhen; El palacio del
sudeste de Nan Yang a Feng Xin; el palacio del
sudoeste de Xuan Zhen a Mu Qing; y al que
pertenece el territorio oriente es al Palacio de
TaiHua, el dios marcial Lang Qian Qiu.
Lang Qian Qiu, cuando era un mortal, era un
príncipe heredero como Xie Lian. Sin embargo,
fue el príncipe heredero de YongAn. El reino de
YongAn fue el país que se construyó durante la
caída de XianLe, y el fundador de YongAn fue el
General rebelde que asedió con éxito la capital
real de XianLe.
Cuando Xie Lian vagaba en el reino de los
mortales, también había visitado el este y,
naturalmente, sabía que el Príncipe Heredero de
YongAn había ascendido. Como funcionarios
Celestiales, sería inevitable que se encontraran,
por lo que no pensó mucho en ello. Tal vez para
alguien más, los susurros murmurados, aunque
no realmente susurros, probablemente nunca se
escucharían por temor a represalias.

568
569
Pero esas palabras fueron pronunciadas sin
temor a que Xie Lian escuchara, tal vez incluso
esperando que sucediera algo emocionante si lo
escuchara, por lo que Xie Lian fingió no haber
oído nada, y se marchó casualmente.
En ese momento, otra voz vino desde atrás y
dijo: —¡Dianxia!
—¿Otra vez no? —Pensó Xie Lian, pero esta
vez cuando se dio la vuelta, fue alguien que se
estaba dirigiendo a él de verdad. Ling Wen, con
sus dos ojos oscuros ojerosos y brazos llenos de
pergaminos, se acercó a él: —Todos han ido al
Gran Salón Marcial para la conferencia. Sea más
cuidadoso una vez que haya llegado al pasillo.
Xie Lian entendió.
—¿Cuál fue la sentencia del Pequeño General
Pei?
—Exilio —respondió Ling Wen.
—En realidad no está tan mal. No demasiado
severo —pensó Xie Lian.
El exilio era considerado un destierro temporal
para los funcionarios que cometieron delitos, lo
que significaba que el término del castigo era
negociable y aún podía haber oportunidades para
reanudar los deberes. Si un día se descubría que
tenía un mejor comportamiento, era posible que
fueran perdonados; Tal vez en treinta o cincuenta
años, tal vez en cien o doscientos años. Pero
para Xie Lian; no está tan mal era, por supuesto,
para sus estándares. Para el General Pei sería
una historia completamente diferente.

570
Xie Lian recordó otra cosa y dijo: —Oh sí. Ling
Wen, ¿cómo va la búsqueda del niño con la
enfermedad de rostro humano del Monte Yu Jun?
¿Tienes alguna noticia?
—Lo siento mucho, Dianxia. No tengo nada por
el momento. Estamos trabajando en ello
—respondió Ling Wen.
Incluso para un Oficial Celestial, encontrar una
persona en un mundo tan vasto no era una tarea
fácil. Aunque los cielos pueden ser más rápidos,
todavía era solo una diferencia entre diez años en
el reino de los mortales por dos años en los
cielos. Xie Lian solo pudo expresar gratitud.
—Gracias por su arduo trabajo.
En ese momento, llegaron al final de la avenida,
y un majestuoso palacio apareció ante él.
El palacio había permanecido a través de los
siglos, sin embargo, seguía mostrando una
excelencia duradera, y nada de su antigüedad;
capas de tejas de oro vidriadas apiramidadas
cegaban con su centelleo. Xie Lian levantó la
cabeza y miró el Gran Salón Marcial debajo del
techo dorado, las palabras escritas con poder y
vigor eran exactamente las mismas que hace
unos cientos de años, sin cambios. Bajó la
cabeza y entró en el vestíbulo. Dentro,
numerosos Oficiales Celestiales ya se habían
reunido, en sus propios grupos de dos o tres, de
pie en silencio.
Los únicos que podía entrar en la sala eran los
Oficiales Celestiales que habían ascendido
definitivamente, todos los hijos de los cielos
imperiales o señores indómitos, cada uno de ellos
571
lleno de poder espiritual. Se miraban el uno al otro
en silencioso orgullo y juicio, su esplendor
abrumador. Pero en ese momento y lugar, todos
contuvieron la respiración, sin atreverse a hacer
un sonido. En el trono, al final del salón, había un
dios marcial con una armadura blanca pura.
Este dios marcial era refinado y digno, sus ojos
se cerraron y sus labios no hablaron, pero
estaban listos y solemnes. Detrás de él estaba el
magnífico Gran Salón Marcial, pero debajo de
sus pies había un pico nevado blanco puro. Como
si sintiera que Xie Lian entraba en el pasillo, abrió
los ojos.
Ese par de ojos eran negros obsidiana, pero
brillantes y claros, como si estuvieran formados
por la nieve derretida de un lago congelado
durante millones de años. Cuando abrió los ojos,
este dios marcial sonrió suavemente.
—Xian Le, has venido.
Xie Lian bajó la cabeza en una reverencia y no
dijo nada.
Cuando Jun Wu abrió la boca, no hizo mucho
ruido, pero su profunda voz hizo eco a través de
todo el Gran Salón Marcial. Entonces, todos los
ojos de los funcionarios se centraron en Xie Lian
y él lo supo.
Parecía que esta conferencia no era para
discutir sobre el Pequeño General Pei y el
escándalo del Paso BanYue.

572
573
CAPÍTULO 33
En el Gran Salón Marcial; el príncipe heredero
se encuentra con el príncipe heredero (parte
dos)

L
ing Wen se acercó al trono, vestida de
negro y sin una palabra ni una sonrisa, dibujó
una línea a través de una oración en su
memorándum.
—Mi Señor, hay algunos Oficiales Celestiales
patrullando en el Reino Mortal, incapaces de
regresar.
Jun Wu asintió con la cabeza.
—Ya me han informado.
Ling Wen reconoció la respuesta, y Jun Wu se
dirigió a Xie Lian.
—XianLe, estoy seguro de que sientes
curiosidad por saber por qué has sido convocado
aquí hoy.
Xie Lian todavía tenía la cabeza inclinada.
—Puedo adivinar. Sin embargo, había asumido
que el asunto con el Pequeño General Pei ya
estaba resuelto.
En ese momento, sonó la voz de un hombre.
—Si es un asunto resuelto, es difícil de decir.

574
La voz que vino detrás era lírica, y cuando Xie
Lian giró la cabeza para mirar, un dios marcial
entró en el gran salón, con la mano en la
empuñadura de su espada, y caminó hacia el
frente. Cuando pasó junto a Xie Lian, se detuvo
en sus pasos y abrió los labios.
—Taizi Dianxia. He oído mucho sobre usted
—Este dios marcial parecía tener entre veintiséis
y veintisiete años, con gracia y confianza en sus
acciones. Mirando su rostro, Xie Lian pensó que
se veía aún más guapo que la estatua que vio en
el Monte Yu Jun, y que era el tipo de guapo que
definitivamente podría robar corazones. Muy del
tipo encantador. Xie Lian no respondió y
continuó—: Nuestro pequeño Pei ya lo conoció.
—Definitivamente lo he ofendido —pensó Xie
Lian, y le devolvió el saludo: —Por favor, no se
preocupe por eso. También he oído mucho sobre
usted.
Las palabras: He escuchado mucho sobre
usted, ciertamente no eran una mentira. En los
últimos días, Xie Lian hojeó su pergamino y leyó
brevemente las leyendas de algunos de los
Oficiales Celestiales más famosos, y uno de ellos
era el General de Ming Guang, Pei Ming. Este
dios marcial del norte era hábil en la batalla, pero
lo más comentado entre los mortales eran
historias de sus muchos amoríos, buenos y
malos, dentro de su vida desenfrenada. Los
buenos, tenían historias en donde Pei Ming
usaba grandes cantidades de oro para ayudar a
salvar a una pobre prostituta de los burdeles, se
enamoró de él y se mantuvo pura y fiel para

575
esperar su regreso. Los malos tenían historias
como Pei Ming cruzando miles de millas para
pasar una noche con una mujer casada. Etc., etc.
En algún nivel, Pei Ming era un hombre poderoso.
Después de leer sus historias, Xie Lian pensó que
era increíble que después de tantos años, solo
hubiera solo una Xuan Ji que saliera de esa forma
de vida.
Debido a que Pei Ming era hábil tanto en la
batalla como en el amor, a muchos de sus rivales
y compañeros les encantaba maldecirlo a morir,
e incluso mejor si moría de sífilis. Pero, su fuerza
vital era dura, y nunca se infectó con nada,
incluso después de las muchas flores que había
recogido; él no moriría, ¡e incluso viviría más
tiempo que la mayoría de sus compañeros! Hasta
que finalmente, un día perdió una batalla, ¡y todos
se rieron pensando que al fin había llegado a su
fin! Pero luego la iluminación se estrelló y el
trueno rugió: en ese momento de peligro,
ascendió a los cielos.
Los que no murieron en sus manos
probablemente murieron de indignación.
Después de la ascensión, Pei Ming no cambió
su estilo de vida y la escala de sus relatos de
promiscuidad se expandió enormemente. Desde
hadas y mujeres oficiales hasta fantasmas y
demonios, siempre que fueran hermosas, las
tendría. Sin embargo, su tipo favorito seguía
siendo las encantadoras damas del reino mortal.
Muchas historias de amor indecentes lo tenían
como el protagonista masculino principal, y si no
fuera por el método de cultivo de Xie Lian que

576
exigía pureza de cuerpo y mente, probablemente
hubiera leído un par de esos libros solo por
curiosidad.
Por lo tanto, aparte de ser el dios marcial que
gobernaba el norte, el reino mortal también lo
adoraba como el Dios del amor. Incluso algunos
funcionarios le rezarían secretamente si se
topaban con él en los cielos, esperando alguna
fortuna en el amor. Debía decirse que, aunque
similar, ese título era definitivamente mejor que el
título injustificado de Feng Xin, Ju Yang.
Todos los Oficiales Celestiales presentes en el
salón sabían en sus corazones lo que significaba
cada uno de los: He escuchado mucho sobre
usted, y muchos rugieron de risa en sus cabezas.
Después de las bromas, Xie Lian dijo: —¿Qué
quiere decir el General Pei con: No
necesariamente resuelto?
Pei Ming chasqueó los dedos y un cadáver
flotando en el aire apareció de repente en medio
del gran salón.
Estrictamente hablando, este cuerpo flotante
era un cascarón vacío. No tenía alma, estaba
completamente vacío por dentro y cubierto de
sangre de pies a cabeza, por lo que no era
diferente a un cadáver. Que algo así apareciera
ante una multitud elegante como los Oficiales
Celestiales fue un shock. Jun Wu no comentó y
solo miró. Su trono podía ser alto, pero cuando
miró a los oficiales, no emitió un aire de
condescendencia. Majestuoso y digno, pero no
por encima de todo.

577
—General Pei, ¿cuál es el significado de esto?
—Preguntó Xie Lian.
—Hace unos días fui a visitar al pequeño Pei, y
él mencionó algo interesante. —Pei Ming
respondió.
En el momento en que abrió la boca, Xie Lian
pudo adivinar lo que iba a decir.
Pei Ming caminó alrededor de Xie Lian y sonrió.
—Estoy bastante familiarizado con las
habilidades del Pequeño Pei… Incluso si los
poderes de su clon se reducen y no se parecen
en nada a su verdadero yo, todavía es bastante
competente. Todavía es capaz de luchar de
manera uniforme con una amenaza. Sin
embargo, me dijo que había un mortal que fue
capaz de golpearlo hasta el punto en que tuvo
que ceder. Ahora, ¿no es eso interesante?
Pei Ming continuó: —Le pregunté, y él me dijo
más. Aparentemente, en ese momento, había un
joven vestido de rojo junto a Taizi Dianxia
mientras estaba en el Paso BanYue —Al
escuchar las palabras, vestido de rojo, todos los
oficiales presentes cambiaron de cara. Y las
siguientes palabras de Pei Ming los inquietaron a
todos. Él dijo: —Y este joven, en la oscuridad, fue
capaz de erradicar a todos los amenazantes
soldados BanYue en un instante. Ahora, Taizi
Dianxia. ¿Podría aclararnos quién podría ser este
joven vestido de rojo?
Si no era una amenaza, entonces debía ser un
supremo. Y uno que podría matar a cientos de
amenaza en un instante; Un joven vestido de rojo.

578
Al descartar tantos indicios, cualquiera podría
adivinar a dónde iba esto y quién era ese joven.
Sin embargo, nadie quería ser el primero en decir
el nombre.
Xie Lian se frotó la frente, pensó en sus
palabras y dijo antinaturalmente: —¿En serio?
Sobre eso. Realmente no lo recuerdo bien.
También había una caravana que estaba
atrapada en el Paso BanYue, y pasamos unos
días juntos, así que tal vez fue alguien de la
caravana.
Pei Ming sonrió: —Dianxia, sus palabras son
muy diferentes a las de Pei Su. Según el Pequeño
Pei, tú y ese joven eran anormalmente cercanos,
no como alguien a quien solo has conocido
durante unos pocos días. ¿Cómo no se acuerda?
No, tú estás equivocado. Eso era verdad.
Realmente solo fueron unos pocos días —pensó
Xie Lian. Sin embargo, su expresión no decía
nada.
Justo en ese momento, un cultivador vestido de
blanco agitó casualmente su escobillón de cola
de caballo y dijo: —General Pei, solo ha
escuchado el lado de la historia del Pequeño Pei.
Él ha cometido un crimen; actualmente se
encuentra detenido y pronto será exiliado. Si sus
palabras van a ser creídas, primero necesitan ser
contrastadas, ¿no?
—Entonces veremos si el General Nan Yang y
el General Xuan Zhen pueden ayudarnos
—respondió Pei Ming.

579
Siguiendo su línea de visión, Xie Lian encontró
a Feng Xin y Mu Qing, parados por separado en
las esquinas suroeste y sureste de la sala.
Feng Xin todavía se veía igual que en sus
recuerdos; parado alto y recto, sus ojos
decididos, y las cejas siempre ligeramente
fruncidas, como si siempre hubiera algo que lo
molestara, pero en realidad no estaba molesto en
absoluto. Mu Qing por otro lado, era algo
diferente de lo que recordaba. Su rostro todavía
estaba pálido como la tiza sin mucha sangre, con
sus finos labios fruncidos, y sus ojos entornados,
sin embargo, había un aire fresco de no me
hables rodeándolo. Se quedó de pie con los
brazos cruzados, un dedo en la mano derecha
golpeó suavemente su codo izquierdo, viéndose
como si estuviera a gusto, o más bien como si
estuviera tramando algo. Los dos eran
definitivamente hombres guapos, pero cada uno
tenía sus propios defectos. Al escuchar que Pei
Ming los llamaba, ambos miraron hacia Jun Wu
al mismo tiempo. Solo después que Jun Wu
asintió levemente con la cabeza, avanzaron
lentamente.
Esta era la primera vez desde la tercera
ascensión de Xie Lian que se había encontrado
cara a cara con ellos dos. Podía sentir las
miradas sobre ellos volviéndose más salvajes.
Lo salvaje era inevitable. El Gran Salón Marcial
era el palacio marcial número uno de los cielos;
Los oficiales no Celestiales no tenían derechos
de entrada para discutir asuntos. La primera vez
que el príncipe heredero de XianLe ascendió,

580
Feng Xin y Mu Qing fueron sus Generales. En ese
momento, solo eran funcionarios de bajo rango
de la Corte Intermedia sin el derecho de hacer
recados dentro del Gran Salón Marcial. Y ahora,
los oficiales subalternos no solo podían estar en
el salón, sino que su clasificación era incluso más
alta que la de su antiguo señor, ¡un verdadero
cambio de suerte! No había manera de que esto
no fuera un espectáculo emocionante. Los tres se
miraron entre sí, los ojos recorrían ciegamente
todo el lugar, mirándose el uno al otro pero
fingiendo que no les importaba, sin saber qué
pensaba el otro. Sin embargo, Xie Lian casi podía
adivinar por qué Pei Ming los había pedido ayuda.
Como se sospechaba, Pei Ming dijo: —El
General Nan Yang y el General Xuan Zhen han
peleado con Hua Cheng antes. Estoy seguro de
que tienen la autoridad para hablar sobre el arma
de esa persona.
Así que el punto de traer el cascarón vacío de
A-Zhao era que todos inspeccionaran sus
heridas. Feng Xin y Mu Qing se acercaron
lentamente al cuerpo flotante. El mismo Xie Lian
dio unos pasos hacia adelante para echar un
vistazo, pero había tanta sangre oscureciendo los
puntos negros que era difícil decir algo. Los otros
dos, con cara austera, se tomaron su tiempo en
su inspección. Finalmente, levantaron la cabeza
y se miraron, ninguno de los dos quería hablar
primero.
Ling Wen los vio pelear entre sí mismos con sus
ojos, pero negándose a hablar, y no pudo más.
Se aclaró la garganta desde al lado del trono.

581
—Generales. ¿Conclusión?
Finalmente, fue Feng Xin quien habló primero.
Con voz baja, dijo: —Es él.
—La cimitarra E-Ming —agregó Mu Qing.
La cimitarra E-Ming era la misma arma
monstruosa que Hua Cheng había usado cuando
desafió y destruyó singularmente a los treinta y
tres funcionarios, destruyendo su alma y su
dignidad.
Dentro del Gran Salón Marcial, los Oficiales
Celestiales comenzaron a hablar entre ellos en
voz baja, los ojos mirando a Xie Lian eran
ilegibles.
Pei Ming había logrado su objetivo.
—Si el joven vestido de rojo que viajaba junto a
Taizi Dianxia era el mismo que esa persona,
entonces todo este asunto debe ser
reexaminado.
El cultivador vestido de blanco de antes habló
otra vez.
—General Pei, está diciendo que Dianxia, el
Príncipe Heredero de XianLe, ¿colaboró con un
Rey Fantasma Supremo específicamente para
destruir al Pequeño General Pei?
En las dos ocasiones en que el cultivador
habló, él estaba del lado de Xie Lian, así que tuvo
que echar un vistazo quién era exactamente este
curioso compañero cultivador. Lo que vio fue un
cultivador con ojos claros y brillantes; Tenía un
escobillón de cola de caballo entre los brazos,
una espada larga que llevaba en la espalda y un
abanico plegable en su cinturón blanco

582
desgastado. Su forma era graciosa y elegante, su
expresión alegre. Parecía familiar, pero Xie Lian
no podía recordar cuándo había conocido a
alguien así.
Pei Ming lo miró también y sonrió.
—Qing Xuan, no pelee conmigo por esto, esta
vez.
El cultivador vestido de blanco hizo una
reverencia y dijo: —Oh, ¿entendí mal? Lo siento,
General Pei, no se lo tome en serio. Mi error, mi
error.
El gesto fue muy falso, obviamente. La sonrisa
de Pei Ming era una que un anciano usaría
cuando no quería tratar con niños; sacudió la
cabeza y saludó, retirando el cascarón vacío
flotante que era A-Zhao. Se dio la vuelta y
continuó su argumento.
—Puede que no sea colusión. Solo que esa
persona es poderosa y malvada, quién sabe si
podría haber usado trucos engañosos para cegar
a Dianxia. Por lo tanto, me temo que este asunto
necesita ser resuelto. Sería genial si Dianxia
pudiera traer a la Guoshi Principal Ban Yue que
ha escondido para hacer más preguntas.
La intención detrás de la solicitud era hacer que
Hua Cheng fuera el verdadero autor del caos de
BanYue. Si trajeran a Ban Yue ante la Corte
celestial para interrogarla, entonces los
resultados finales serían muy diferentes.
Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa.

583
—General Pei, aunque no me crea, aún debe
creer en la Señora del Viento.35 De vuelta en el
Pozo de los Pecadores, el Pequeño General Pei
admitió el delito de atraer a los transeúntes al
Paso BanYue con su clon, y la Señora del Viento
lo escuchó todo.
Pei Ming miró al cultivador vestido de blanco.
Xie Lian continuó: —Además, ya que los dos
estamos aquí en el Gran Salón Marcial, puede
muy bien preguntarle a Su Majestad si tengo
rastros de algún hechizo engañoso.
Todos los oficiales miraron a Jun Wu. La
expresión del Gran Dios permaneció calmada y
sin cambiar, lo que significaba que Xie Lian podía
continuar. Así, los funcionarios volvieron a mirar
a los dos.
Xie Lian continuó: —General Pei,
mantengamos las cosas claras y separadas. No
hablemos de si el joven con el que viajé era Hua
Cheng o no, e incluso si se confirmó que era Hua
Cheng, no tiene nada que ver con lo que el
Pequeño General Pei ha hecho.
Su expresión era compuesta y neutral cuando
se pronunció el nombre, pero muchos en el
pasillo tenían escalofríos que les corrían por la
espalda. Pei Ming lo miró fijamente y de repente
sonrió. Estaba a punto de discutir y Xie Lian
estaba listo para responder cuando Jun Wu
habló: —Esto es suficiente. —En el momento en
que habló, Pei Ming detuvo su disputa y se
inclinó. Jun Wu habló lánguidamente: —Como
35
En chino este título no tiene género, en español, como sabemos todo es o
femenino o masculino.

584
Pei Su ha admitido sus crímenes y no difieren de
la confesión de Ke Mo, entonces el asunto del
Paso BanYue está resuelto.
Después de un poco de silencio, Pei Ming
reconoció: —Sí, Mi Señor. —Xie Lian respiró
aliviado, pero Pei Ming continuó—: Pero Nan
Yang y Xuan Zhen han demostrado que las
heridas en ese cascarón vacío fueron infligidas
por la cimitarra E-Ming.
—Ese es otro asunto —respondió Jun Wu.
—Oremos, Su Majestad investigará este
asunto —dijo Pei Ming.
—Obviamente voy a investigar. Ming Guang y
sus otras deidades no tienen por qué
preocuparse. —Después de una pausa, Jun Wu
continuó—: Todos pueden retirarse por hoy. Xian
Le, quédese.
Parecía que Xie Lian sería interrogado
personalmente. Si ese era el caso, Pei Ming no
tenía nada más que decir. Xie Lian tampoco tuvo
nada más que decir, e inclinó la cabeza.
—Sí, Mi Señor.
Despedidos, los otros Oficiales Celestiales
salieron en sus grupos de dos o tres. Cuando
Feng Xin pasó, miró a Xie Lian como si tuviera
algo que decir, pero se contuvo. Xie Lian le sonrió
y se sobresaltó antes de apresurarse. Mu Qing,
sin embargo, pasó caminando sin escatimar una
mirada, como si Xie Lian nunca hubiera existido.
El cultivador vestido de blanco se acercó con su
escobillón en la mano y con una gran sonrisa listo
para hablar cuando Pei Ming, con una mano en
su empuñadura y otra frotándose la nariz,
585
también se acercó y dijo impotente: —Qing Xuan,
por el bien de su hermano, ¿puede no generar
problemas?
La sonrisa desapareció de la cara del cultivador
vestido de blanco.
—General Pei, no hay necesidad de usar a mi
hermano contra mí, no le tengo miedo.
—Tú... —Pei Ming estaba furioso, pero no
podía hacer nada. Finalmente, lo señaló: —Tú...
Realmente has destruido al pequeño Pei ahora.
El cultivador vestido de blanco agitó su
escobillón salvajemente.
—Eso es algo que hizo el Pequeño Pei, ¡no
tiene nada que ver conmigo!
Mirando como si no quisiera seguir discutiendo
con Pei Ming, el cultivador vestido de blanco salió
corriendo. Xie Lian pensó que Pei Ming iba a
quedarse para burlarse más de él, pero no lo hizo
y salió del salón voluntariamente. En realidad, fue
el príncipe heredero de YongAn el que se quedó.
Xie Lian tenía curiosidad, ¿por qué se quedó?
Cuando Xie Lian se acercó, vio que este tipo tenía
los ojos cerrados, ¡se quedó dormido
rápidamente mientras estaba de pie!
Xie Lian no sabía si reír o llorar, y tocó
suavemente los hombros del joven.
—Dianxia. ¿Dianxia?
Lang Qian Qiu se despertó con una sacudida.
—¡¿Qué ha pasado?!
—No ha pasado nada. La conferencia ha
terminado —explicó Xie Lian.

586
Acabando de despertarse, Lang Qian Qiu
todavía estaba un poco aturdido y preguntó
confundido: —¿Se acabó? ¿Así? ¿Qué
discutimos todos? No escuché nada.
—Si no escuchó nada, entonces no se
preocupe —dijo Xie Lian—. No fue nada
importante de todos modos. Vamos, hora de irse.
—Oh.
Lang Qian Qiu se fue, pero cuando llegó a las
puertas miró hacia atrás, todavía confundido. Xie
Lian lo saludó con una sonrisa.
Cuando finalmente todos se fueron, Xie Lian se
dio vuelta lentamente. Jun Wu tenía las manos
detrás de la espalda y descendía del trono.
—La cimitarra E-Ming. —Xie Lian se
enderezó—. Asi que. ¿Qué está pasando?
—Preguntó Jun Wu.
Xie Lian lo miró y se arrodilló.

587
Notas de la autora MXTX:

En este texto, para convertirse en un dios,


primero hay que convertirse en un héroe, que es
uno que es especial entre los mortales. Solo un
mortal correctamente ascendido puede
convertirse en un Oficial Celestial. ¿Cómo se
convierten sus sirvientes en funcionarios
propios? Tienen dos opciones: primero tienen
que ser adeptos a una habilidad particular, y
entrar en el rango de Marcial o Literatura. En
segundo lugar tienen que tener la suerte. Si
tienen buena suerte, entonces hay una buena
posibilidad. Si encuentran al azar alguna poción
espiritual al lado del camino, eso también
funciona.
Los oficiales en la Corte Intermedia son los que
la Corte Superior impuso como generales o
sirvientes. Básicamente, si estás en buenos
términos con las grandes armas, te pueden
ayudar. Aunque no es un oficial de pleno
derecho, todavía eres parte de los cielos. Así que
hay todo tipo de personas. Entonces, digamos
que un Oficial Celestial tuvo una relación cercana
contigo o si pensaron que tienes un futuro
brillante, te promoverán primero. Mientras tengas
la habilidad y la oportunidad, ¡tú también puedes
convertirte en una gran deidad!

588
CAPÍTULO 34
En el Gran Salón Marcial; el príncipe heredero
se encuentra con el príncipe heredero (parte
tres)

A
ntes de que las rodillas de Xie Lian tocaran
el suelo, Jun Wu extendió una mano y
sostuvo su codo, evitando que se arrodillara.
Suspiró: —Xian Le.
Xie Lian se enderezó una vez más y bajó la
cabeza.
—Lo siento.
Jun Wu lo miró.
—Entonces, ¿admites que tienes la culpa?
—Lo hago —respondió Xie Lian.
—Entonces, ¿por qué no me dices dónde está
la falla? —Dijo Jun Wu. Xie Lian se quedó en
silencio y Jun Wu sacudió la cabeza—. No pensé
que lo sabrías.
El Gran Dios inclinó la cabeza, haciendo un
gesto a Xie Lian para que lo siguiera, y los dos
caminaron lentamente hacia las cámaras detrás
del pasillo. Mientras caminaban, Jun Wu, con las
manos acunadas en el frente, comentó: —Xian
Le ya ha crecido.

589
Xie Lian no se atrevió a hablar sobre ese
comentario.
Jun Wu continuó: —Has ascendido desde hace
algún tiempo, pero ni una sola vez te has
reportado en el Gran Salón Marcial. Si alguien
más fuera tan impertinente, el palacio de Ling
Wen los habría perseguido directamente.
Después de su tercera ascensión, Xie Lian no
se había atrevido a ver a Jun Wu en el Gran Salón
Marcial ya que no sabía cómo enfrentarse al Gran
Señor, así que postergó y se tomó su tiempo. Por
supuesto, el; Lo siento, anteriormente no estaba
dirigido a este asunto, y Jun Wu estaba al tanto.
—Si tu disculpa fue por lo que sucedió en el
pasado, entonces déjalo ir, lo rechazo. Tú mismo
lo has dicho: el pasado es el pasado, y
deberíamos olvidar lo que deberíamos dejar
atrás.
Xie Lian hizo una mueca.
—¿Cómo podría olvidar?
—Entonces mira hacia el futuro. Todavía hay
mucho para lo que te necesitamos.
Xie Lian se frotó la frente.
—Xian Le no es más que un humilde dios de la
basura sin poder. Nadie me necesita. Solo pido
no ser una carga.
—¿Por qué te desprecias? ¿No te
desempeñaste espléndidamente en los últimos
dos casos? —Dijo Jun Wu.
—Pero he ofendido al General Pei.
—Ming Guang está bien, no tienes que
preocuparte por él —respondió Jun Wu—. Pero

590
hablando del General Pei, ahora debemos
conversar sobre el tema de Hua Cheng. La
cimitarra E-ming. Xueyu Tanhua. Dime, ¿con
quién te involucraste cuando descendiste esta
vez?
Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.
—Mi señor, le juro que no hice nada. Solo, un
día por casualidad me encontré con un joven
interesante en el camino y pasamos un tiempo
juntos. No pensé mucho en eso.
Jun Wu asintió.
—Encuentro casual, joven, Rey Fantasma
Supremo. Xian Le, si Ming Guang te cuestionara
más y confesaras esto frente a los otros oficiales,
¿sabes cuáles serían las consecuencias?
—Xian Le lo sabe. —Xie Lian respondió
tristemente—. Pero la verdad es así. Si otros no
creen en mis palabras honestas, no hay nada que
pueda hacer. No me atreví a ser sincero delante
de ellos, así que estoy agradecido por la
intervención de Mi Señor.
—Naturalmente, sé que no te coludirías
intencionalmente con el Reino Fantasma —dijo
Jun Wu.
—Estoy agradecido por la confianza de Mi
Señor —respondió Xie Lian.
—Sin embargo, con las cosas así, puede que
ya no sea apropiado enviarte a investigar un
asunto importante que ha surgido.
—¿Qué pasó? —Xie Lian preguntó.
En ese momento, los dos habían llegado a la
cámara detrás del gran salón. El gran salón y la

591
cámara trasera estaban separados por un gran
mural, el frente representaba el palacio dorado
que se alzaba a través de un mar de nubes,
radiante y brillante. La parte posterior del mural
era otra que mostraba montañas y valles de más
de diez mil millas.
Xie Lian miró el mural. En el mapa había
muchas perlas pequeñas como estrellas, y cada
una marcaba un Gran Templo Marcial en el reino
mortal. Una perla incrustada en el mapa
significaba que allí se construyó un Gran Templo
Marcial. Hace ochocientos años, cuando Jun Wu
llevó al Xie Lian que había ascendido por primera
vez a la cámara trasera, las estrellas perlas en el
mural no eran tan densas, pero ahora, las
brillantes joyas parecían abundantemente
engendradas, abrumadoras en su resplandor.
Jun Wu se paró frente al mural y dijo: —Hace
siete días, muchos vieron con sus propios ojos,
un dragón de fuego que se elevó abruptamente
hacia el cielo desde un bosque en el este.
La cara de Xie Lian cambió al escuchar esas
palabras.
Jun Wu, con una mano detrás de su espalda,
usó la otra y golpeó suavemente el mural una vez.
—El dragón de fuego duró dos inciensos antes
de quemarse. ¿Sabes lo que eso significa?
—El hechizo para el Dragón de Fuego
Ascendente emite llamas intensas que no dañan.
Es una llamada de ayuda —respondió Xie Lian.
—Eso es correcto. Fue un llamado de ayuda, y
vino de un Oficial Celestial —dijo Jun Wu.

592
—No es una llamada ordinaria de ayuda, es de
desesperación —agregó Xie Lian.
Este hechizo del Dragón de Fuego Ascendente,
con sus llamas intensas que no harían daño,
tomaba una inmensa cantidad de poder, y si el
Oficial que lo lanzaba no tenía cuidado, muy bien
podría explotar y destruir su núcleo espiritual. Por
lo tanto, si no fuera por desesperación, muy
pocos irían por este camino. Ahora que había
sucedido, significaba que un Oficial Celestial
había caído en grave peligro.
—¿Hay algún oficial que haya desaparecido
recientemente? —Preguntó Xie Lian.
—El asunto con el Paso BanYue no fue la única
razón por la que todos los oficiales fueron
convocados nuevamente al tribunal esta vez. El
propósito principal era aprovechar esta
oportunidad para investigar el paradero de todos.
Aparte de aquellos que usualmente no se
muestran como el Señor de la lluvia y el Señor de
la Tierra, incluso aquellos que no pudieron
regresar se reportaron.
Después de pensarlo un poco, Xie Lian
especuló.
—¿Tal vez no fue ninguno de los Oficiales de
esta era? ¿Podría ser alguno de los retirados?
—Si ese es el caso, entonces me temo que
nuestros perímetros se expandirán en gran
medida. Muchos de los Oficiales retirados han
perdido el contacto con los cielos. Sería difícil
determinar quién está en peligro —dijo Jun Wu.
Entonces, probablemente esta fue la razón por
la que Ling Wen y muchos de los Oficiales de
593
literatura tenían ojeras bajo sus ojos; estaban
ocupados trabajando en este caso, y ciertamente
no tendrían tiempo para investigar a ese chico
con la enfermedad de rostro humano del Monte
Yu Jun.
—Para arrinconar a un Oficial Celestial hasta el
punto de usar un hechizo tan autodestructivo,
debe ser el producto de un gran mal. ¿Hay
reuniones demoníacas o guaridas en esa área?
—Lo hay —respondió Jun Wu. Se volvió hacia
Xie Lian—. ¿Sabes de la Ciudad Fantasma?
Xie Lian lo pensó y respondió: —Sí.
La Ciudad Fantasma era el lugar más próspero
dentro del reino de los fantasmas, situado justo
en la encrucijada de los reinos de los mortales y
los fantasmas. Era donde todos los tipos de
espíritus, fantasmas, demonios y monstruos se
reunían como enjambres para realizar comercio
e intercambios. Los cultivadores de ciertos
niveles también irían a hacer negocios o
buscarían información. A veces, también habría
Oficiales Celestiales disfrazados, mezclados por
razones de curiosidad u otras razones
desconocidas. Por supuesto, también estaban
aquellos que entrarían por error y serían
devorados vivos o asustados.
Siempre ha habido muchos cuentos de la
Ciudad Fantasma en el reino mortal desde
tiempos históricos. Xie Lian recordó que una de
las historias tenía a un hombre que viajaba por la
noche y veía un mercado lleno de gente con
grandes linternas rojas y letreros coloridos. Entró
en el mercado con gran ánimo, pero descubrió
594
que todos los que lo rodeaban tenían una
máscara, y si no estaban con capucha, eran
extremadamente feos, muy curiosos. No lo pensó
mucho, compró un tazón de fideos y se sentó a
comer, pero mientras comía, la comida no se
sentía bien, y cuando miró de cerca, ¡los fideos
en realidad estaban retorciéndose en mechones
de cabello!
Xie Lian regresó al presente y Jun Wu continuó:
—Después de ver esa columna de fuego, envié a
Oficiales a investigar ese bosque de inmediato.
Sin embargo, lo que haya allí debe haberse
movido rápido, y cuando llegaron no había rastro
de nada sospechoso. Me preocupa que la otra
parte esté aún más protegida, así que esta vez,
necesito a alguien que descienda en secreto y
explore la Ciudad Fantasma.
—No podemos alertar al enemigo y hacer que
se mueva de nuevo. ¿Es por eso que esto no se
puede discutir abiertamente en el gran salón con
todo el mundo y dejar que muchos se enteren?
—Dijo Xie Lian.
—Eso es correcto —respondió Jun Wu.
—Entonces, Mi Señor, por favor, dale a Xian Le
el mando.
—El primer candidato que tenía en mente era
originalmente tú —dijo Jun Wu—, pero por esto,
puede ser un inconveniente para ti ir.
—¿Cómo sería inconveniente? —Preguntó Xie
Lian.
—Primero, el este está gobernado por Lang
Qian Qiu. Si debes ir, debes cooperar con él
—dijo Jun Wu.
595
—¿Era solo eso? —Xie Lian respondió—. Eso
no será un problema, por favor, no se preocupe.
—Segundo —continuó Jun Wu—. ¿Sabes de
quién es el territorio sobre el cual la Ciudad
Fantasma se ubica?
Sorprendido, Xie Lian dijo, inseguro: —¿Es
Hua Cheng?
Jun Wu asintió levemente con la cabeza. Xie
Lian de repente se sintió cómodo y se frotó la
frente, pero algo más le vino a la mente.
Esa columna de fuego en el bosque oriental
ardió hace siete días. Casualmente, fue hace
siete días cuando Hua Cheng abandonó el
santuario PuJi. El momento fue exacto. ¿Había
una conexión entre los dos eventos?
—Parece que tu relación con él no es mala.
Jun Wu dijo: —Si te topas con él
accidentalmente, todo puede estar bien. Sin
embargo, si él tiene alguna conexión con este
caso, si te sientes incómodo no te fuerces. Si
tienes alguna otra sugerencia, házmelo saber.
Después de un momento de silencio, Xie Lian
dijo: —Iré.
Jun Wu lo miró.
—Xian Le, sé que eres muy capaz y sabes lo
que estás haciendo. Sin embargo, también sé
que siempre piensas lo mejor de todos.
Al escuchar sus palabras, Xie Lian le dio una
pequeña sonrisa: —Por favor, no lo diga como si
fuera una princesa que nunca se ha ido de casa.
Esas palabras realmente ya no me calzan.

596
Jun Wu todavía negó con la cabeza: —No
debería comentar sobre los amigos que haces,
pero aun así te diré esto: ten cuidado con Hua
Cheng.
Xie Lian bajó la cabeza en una reverencia y no
dijo nada. Él debería haber respondido con: Sí,
Mi Señor; después de todo, todo es un hábito por
ahora. Sin embargo, de alguna manera, él
realmente no quería decir ese: Sí.
—Especialmente de esa cimitarra malvada E-
Ming. No dejes que te inflija ninguna herida.
—Jun Wu continuó.
—¿Qué pasa con la cimitarra? —Preguntó Xie
Lian, curioso.
—Las heridas infligidas por la cimitarra
malvada E-Ming están todas malditas. Incluso
cuando esté curado, si Hua Cheng lo deseara,
sangrarán una vez más —respondió Jun Wu.
Xie Lian no podía decir de dónde venía su
repentina oleada de confianza, pero no creía que
Hua Cheng lo fuera a lastimar en absoluto. Aun
así, respondió: —Xian Le entiende.
Jun Wu asintió de nuevo: —Una vez que tomes
este caso, naturalmente estaré tranquilo. Si no te
sientes incómodo, incluso mejor. Pero aun así, ir
solo a esta misión puede ser demasiado. ¿Hay
otros oficiales que quisieras que yo designara
para este caso?
—Realmente no importa. —Xie Lian dijo
después de pensar un poco—. Pero
preferiblemente alguien con quién sea fácil
llevarse bien. Sería bueno si es poderoso para

597
que puedan prestarme algo de poder espiritual de
vez en cuando.
Jun Wu sonrió.
—Tachaste a Nan Yang y Xuan Zhen con la
primera condición.
En verdad, nadie podía decir que el Feng Xin y
Mu Qing ahora eran personalidades con las que
era fácil llevarse bien, y Xie Lian también sonrió.
—¿Cómo va entre ustedes tres? ¿Ya has
hablado con ellos? —Preguntó Jun Wu.
El Gran Dios mismo nunca entraba en la red de
comunicación y por lo tanto, naturalmente, no se
percató de las animadas charlas entre los
oficiales.
—Hablamos unas pocas palabras —respondió
Xie Lian.
—Han pasado tantos años y sin embargo,
¿solo han hablado unas pocas palabras? —Jun
Wu preguntó—. Oh, eso es correcto. Escuché
que cuando ascendiste esta vez, destruiste
muchos de los palacios y propiedades de tus
colegas oficiales, y uno de ellos fue Nan Feng.
Xie Lian se aclaró la garganta y aprovechó esta
oportunidad para explicarse.
—¡Yo pagué esa deuda! ¡Los ocho millones
ochocientos ochenta mil méritos! Y por esto,
necesito agradecer a Mi Señor por darme la
oportunidad de ir al Monte Yu Jun.
—Gracias a Nan Feng —respondió Jun Wu—,
escuché a Ling Wen decir que fue él quien se
acercó a ella en privado para limpiar su deuda del
costo de su reconstrucción.

598
Xie Lian estaba aturdido.
—Esto... no sabía nada de esto en absoluto.
No era de extrañar que esos ochocientos
ochenta mil méritos fueran tan fácilmente
devueltos; Mucho de eso ya había sido
perdonado. Sin embargo, en ese momento, era el
palacio de Nan Yang el que estaba más dañado;
dicen que la mitad del techo dorado se había
derrumbado.
—Nan Yang se aseguró de que Ling Wen no te
lo dijera, así que naturalmente no lo sabías.
Como él no quería que lo supieras, entonces
sería mejor seguir fingiendo ser ignorante —dijo
Jun Wu.
Xie Lian no sabía cómo sentirse al respecto.
Complicado y agridulce, su mente estaba
nublada por todas partes. Por fin, suspiró
silenciosamente y pensó: —Verdaderamente, en
este mundo, las palabras; no se lo digas a nadie,
están vacías.
Jun Wu contempló y luego dijo: —Si Nan Yang
y Xuan Zhen no son candidatos, ¿qué tal el Señor
del Viento?
Xie Lian reflexionó sobre la opción.
—La Señora del Viento es buena, pero no sé si
ella querría ir a esta misión conmigo.
—La Señora del Viento es poderosa —dijo Jun
Wu—. Una persona alegre que disfruta hacer
amigos y por lo tanto, cumple con su primera
condición de fácil de tratar. Después del asunto
con BanYue, la Señora del Viento también tuvo
una buena impresión de ti. Creo que ustedes dos

599
estarán bien. Si no tienes más preguntas,
desciende con la Señora del Viento e investiga la
Ciudad Fantasma. También…
—¿Sí?
Jun Wu dijo lánguidamente: —Trabaja duro,
pero no te fuerces.
Xie Lian se sobresaltó con esas palabras y
sonrió.
—¿Qué está diciendo Mi Señor? No me estoy
forzando.
Jun Wu palmeó los hombros de Xie Lian y no
dijo otra palabra.
Los dos pasaron otros momentos discutiendo
otros asuntos administrativos antes de que Jun
Wu convocara a la Señora del Viento y despidiera
a Xie Lian. Dejando el Gran Salón Marcial, Xie
Lian estuvo un buen momento junto a las puertas,
mirando alrededor, antes de que finalmente
siguiera la Avenida de la Deidad Marcial para salir
del Reino Celestial.

Después de llegar a la escalera celestial que


conducía al Reino Mortal, vagó por esperar a la
Señora del Viento. Pero después de un tiempo, la
que apareció no era la cultivadora de dama
vestida de blanco, sino otro cultivador vestido de
blanco.
El cultivador brillaba, con un aura espiritual en
abundancia que lo rodeaba, era el de la
600
conferencia en el Gran Salón Marcial, Qing Xuan.
Agitó su escobillón y sonrió,
—¡Saludos, Dianxia!
Xie Lian le devolvió la sonrisa.
—Saludos, compañero cultivador.
A decir verdad, realmente quería preguntarle
cuál era su título, pero pensó que sería grosero
hacerlo. Estaba a punto de echar un vistazo a su
pergamino para ver a qué Oficial Celestial se
llamaba Qing Xuan cuando la persona en
cuestión se acercó a él y exclamó: —¡Vamos!
Vamos a echar un vistazo al inframundo.
Xie Lian se sorprendió.
—Mi amigo, estoy esperando a alguien.
Al escuchar esto, el cultivador colocó su
abanico en el cuello de su túnica exterior y se dio
la vuelta con asombro.
—¿A quién estás esperando?
—Estoy esperando a la Señora del Viento
—respondió Xie Lian.
El cultivador vestido de blanco parecía aún más
confundido.
—¿Estoy aquí?
—... —Las cejas de Xie Lian saltaron—. ¿Eres
la Señora del Viento?
El otro abrió de golpe su abanico y comenzó a
ventilar.
—Soy el Señor del Viento, ¿qué hay que
sospechar? ¿No sabías quién era yo? ¿Nunca
has oído hablar de mi nombre? ¿El Señor del
Viento Qing Xuan?

601
Su tono era irrefutable y absoluto, como si el
que Xie Lian no supiera que su nombre era algo
imposible de suceder. El abanico plegable tenía
la palabra para el viento Feng escrita de manera
sesgada en el frente, la parte trasera tenía tres
líneas inclinadas dibujadas: ¡exactamente el
mismo abanico que tenía la dama cultivadora de
blanco en la mano!
Xie Lian recordó de repente; Fu Yao había
mencionado que algunos Oficiales Celestiales de
la Corte Superior, en circunstancias especiales,
tenían la capacidad de transformar su apariencia.
Mientras estaba en BanYue, Nan Feng también
había pronunciado una oración incompleta: —La
Señora del Viento siempre había sido...
¿Siempre había sido? ¿Había sido qué?
¡¿Un hombre?!
Después de ser arrastrado por unos pocos
pasos, Xie Lian aún no pudo procesar
completamente esta información.
—Um... Señor del Viento, usted, usted, ¿por
qué se disfrazó de mujer la última vez?
—¿Qué? ¿No era hermosa? —Preguntó el
Señor del Viento.
—¿Sí? Pero... —Xie Lian todavía estaba
confundido.
—Si yo era bella entonces no hay peros
¡Mientras me viera bien! —El Señor del Viento
sonrió alegremente—. ¡Por supuesto que es
porque me vería bien que me disfracé!
Habiendo dicho eso, parecía que
repentinamente había tenido una idea, y cerró su

602
abanico. Le dio a Xie Lian una vez más una
mirada calculadora, y habló después de un
momento.
—Hablando de eso, ¿no tenemos que estar
encubiertos para esta misión a la Ciudad
Fantasma?
—¿…?

603
604
CAPÍTULO 35
¡Entra a la Ciudad Fantasma! Encuentro
con el Rey Fantasma

M
uy avergonzado, no fue hasta cuatro
horas más tarde que Xie Lian tuvo tiempo
de echar un vistazo a su pergamino y
finalmente aprendió la historia detrás de este
Señor del Viento.
Los Señores de los Cinco Elementos de los
cielos usaron sus títulos para reemplazar sus
apellidos. Por ejemplo, antes de que el Señor de
la Tierra ascendiera, su nombre mortal era Ming
Yi. Después de la ascensión, iba a ser llamado:
El Señor de la Tierra Yi. En cuanto al Señor del
Viento, su antiguo nombre era Shi Qing Xuan, y
después de la ascensión fue llamado: El Señor
del Viento Qing Xuan. Muy apropiado para su
título, su personalidad era como el viento; era
sociable y generoso, sin pensar en detalle
mezquino y muy popular en el cielo, ya que
aparentemente para él era fácil regalar diez mil
méritos en la matriz de comunicación. Pero al
final del día, como su hermano mayor era el dios
que controlaba la riqueza mortal, por supuesto, el

605
Señor del Viento era generoso y carecía de
detalles mezquinos.
De hecho, el hermano mayor del Señor del
Viento Qing Xuan fue el llamado: El Agua
Tiránica, el Señor del Agua Wu Du.
Bajando juntos al inframundo, los dos dioses
caminaban lado a lado, charlando mientras
viajaban. Xie Lian cruzó los brazos y dijo
asombrado: —La familia Pei que produjo dos
Generales ascendidos bajo un mismo nombre ya
eran una leyenda, pero usted y su hermano, uno
viento y uno agua, ascendiendo al mismo tiempo,
son verdaderamente una historia de maravillas.
Se debía saber que incluso en un millón de
personas puede que no haya alguien que tenga
la capacidad de ascender. Pei Ming y Pei Su
estuvieron separados por unos pocos cientos de
años, y Pei Su ni siquiera era el descendiente
directo; era de la rama de la familia de los
hermanos de Pei Ming que era quién sabe
cuántas veces removida a través de las
generaciones. El Señor del Agua Wu Du y el
Señor del Viento Qing Xuan eran hermanos
relacionados con la sangre real, un par real de
oficiales ascendidos de la misma casa, por lo
tanto, verdaderamente increíble.
Shi Qing Xuan se echó a reír.
—No es nada. Mi hermano y yo nacimos de la
misma madre, crecimos juntos, fuimos a la
escuela juntos, nos cultivamos juntos, así que
naturalmente ascenderíamos juntos.
Xie Lian también se enteró de esto cuando
estaba leyendo su pergamino más temprano. Shi
606
Wu Du ascendió primero, pero después de solo
unos pocos años, su hermano Shi Qing Xuan
también pasó con éxito una calamidad celestial.
Los mortales a menudo adoran a los dos Oficiales
Celestiales juntos en el mismo templo y los
elogian como iguales. Era obvio que los dos
hermanos disfrutaban de una buena relación.
Como lo mencionaron San Lang y Nan Feng, el
Señor del agua debía ser la razón por la que Pei
Ming no tocaba al Señor del Viento. Después de
todo, el hermano del Agua Tiránica no era fácil de
tratar.
Llegando a este punto, Xie Lian pensó en otro
detalle y lo consideró antes de preguntar: —Gran
Señor del Viento, en el Gran Salón Marcial antes,
la forma en que le habló el General Pei sonaba
como si compartiera una amistad con su
hermano. La acusación que presentó contra el
Pequeño General Pei ¿no afectaría la relación...?
—Nah. —Shi Qing Xuan respondió—. Mi
hermano ya sabe que no soporto a Pei Ming.
—Saber es una cosa, la acción es otra —dijo
Xie Lian—. ¿No causaría todo esto una ruptura
entre el Señor del Agua y el General Pei?
—¡Si eso causara una ruptura, aún mejor!
Desearía que mi hermano dejara de salir con él y
dejara el apodo de Los Tres Tumores detrás un
día —dijo Shi Qing Xuan.
Xie Lian se detuvo.
—¿Qué Tres Tumores?
Shi Qing Xuan dijo asombrado: —¡Qué! ¿Usted
tampoco sabe acerca de esto? Está bien, lo que
sea. Ahora sé que no está al día con nada. Puede
607
escuchar para que se ría. Los Tres Tumores es
el apodo que reciben los tres Oficiales Celestiales
que no tienen una buena reputación pero que
tienen una buena relación entre ellos, y son Ming
Guang, Ling Wen y mi hermano.
—No puedo creer que no sean Xie Lian, Xie
Lian y Xie Lian —pensó Xie Lian.
Shi Qing Xuan agitó su abanico y continuó:
—Incluso si no puedo soportarlo, todo el asunto
esta vez fue iniciado por el pequeño Pei. No había
manera de que yo deje que Pei Ming culpe de
esto a la Guoshi Principal Ban Yue y proteja al
Pequeño Pei. No importa si eres mortal, un dios
o un demonio, tienes que ser responsable de tus
propias acciones. Intimidar a una niña es bajo.
La última línea fue pronunciada con desprecio,
y Xie Lian sonrió.
—El Señor del Viento es un defensor de la
justicia.
Shi Qing Xuan se rió.
—¡Usted tampoco está mal! He escuchado
rumores sobre el Paso BanYue aquí y allá, pero
nunca tuve tiempo para investigar; Además, mi
hermano me gritaría sobre eso. Con tanto en mi
plato, lo había olvidado. Cuando lo oí preguntar
sobre esto en la matriz de comunicación el otro
día, me recordó que había un caso así, y fui a
comprobarlo. Resulta que no solo lo preguntó,
¡sino que también fue! Así que pensé, ¡vaya, qué
chico!
Este Señor del Viento ciertamente tenía una
personalidad extremadamente directa e
interesante, y Xie Lian podía entender por qué
608
era tan popular en el cielo. No había pensado que
después de la ascensión podría ser capaz de
entablar una amistad con un Oficial Celestial
como este, y no pudo evitar sonreír alegremente.
Pero justo cuando giraba la cabeza para
enfrentarlo, el cultivador vestido de blanco a su
lado se transformó en una dama de blanco. Fue
tan repentino que Xie Lian casi tropezó en su
paso.
—Gran Señor del Viento, ¿por qué la repentina
transformación?
—Oh. A decir verdad, en realidad soy más
poderoso en esta forma —respondió Shi Qing
Xuan.
Como se mencionó anteriormente, el Señor del
Viento y el Señor del Agua a menudo fueron
adorados juntos. Sin embargo, esto también
produjo un extraño accidente. Quizás la gente
pensó que adorar a dos dioses masculinos juntos
en un templo era extraño. Hombres y mujeres van
de la mano, guapo y hermosa hacen una pareja,
así debería ser. Así, después de un tiempo,
alguien en algún lugar esculpió al Señor del
Viento como una diosa.
No importaba la estatua de la diosa, tenían que
inventar historias para acompañarla, algo así
como los dioses del viento y el agua solían ser
hermanos y hermanas; Incluso había una versión
en la que eran marido y mujer. Después de unos
pocos cientos de años, las historias se
difundieron y de ellas surgieron leyendas aún
más extravagantes. De vez en cuando, los dos

609
oficiales leían los cuentos por curiosidad, pero
cada vez se quejarían y les daría la piel de gallina.
No obstante, hubo más que muchos que
creyeron en esas historias escandalosas, y el
género del Señor del Viento comenzó a
confundirse; Mi Señora, cuida de mí, se podía
escuchar por todo el lugar. Así, Shi Qing Xuan
ganó el apodo de Señora del Viento.
Aunque era una tontería, en realidad no era tan
raro que ocurriera. Ling Wen, por ejemplo,
también tuvo una experiencia similar. Ling Wen
era una dama oficial, pero no se vestía de forma
colorida y elegante como las otras deidades
mujeres. Estaba a menudo de negro, seria y
competente, y pasaba sus días trabajando
locamente a través de pilas y montones de
pergaminos administrativos en su palacio.
Aunque su personalidad era en parte culpable,
pero en gran parte se debía a otra razón. Si uno
debía preguntar a algún mortal: ¿Es Ling Wen un
hombre o una mujer? Cualquiera respondería con
confianza: Un hombre. Un Dios de la literatura es,
por supuesto, un hombre. Solo por esto, cuando
Ling Wen ascendió, sufrió desventajas. Era una
diosa de la literatura, pero muchos en el mundo
mortal pensaban: ¿cómo pueden las mujeres
estar en esa posición? ¿Cómo podrían las damas
asegurar la buena fortuna en la competencia
literaria? ¡No debe ser efectivo! Por lo tanto,
aunque trabajó mucho, todavía tenía muy pocos
devotos. Más tarde, algunos de los devotos no
pudieron superarlo, y reconstruyeron sus
estatuas en dioses masculinos, transformándola

610
de la Diosa Ling Wen a Dios Ling Wen, e incluso
inventaron un conjunto completo de historias
extravagantes. Después de este cambio, sus
templos se volvieron prósperos y todos elogiaron
la eficacia del Dios Ling Wen. Pero la verdad era
que un oficial era un oficial, los poderes
espirituales eran todos iguales y las leyendas
eran todas falsas. Pero la gente se los creyó.
Desde entonces, cuando Ling Wen necesitaba
aparecer en sueños, solo podía hacerlo en forma
masculina.
Por la misma lógica, la gente creía que era más
apropiado adorar a un hombre y una mujer como
pareja en los templos del viento y el agua. ¿A
quién le importaba si fueras un dios o un
demonio? Debías aparecer como la gente creía.
Las apariencias podrían ser diferentes por un
millón de millas y la gente todavía vería lo que
querían ver. Los Oficiales Celestiales de la Corte
Superior ya no se preocupaban por este tipo de
cosas.
En cuanto al propio Shi Qing Xuan, por las
propias observaciones de Xie Lian, no parecía
importarle en absoluto. De hecho, estaba
completamente inmerso y divirtiéndose, e incluso
engañaba apasionadamente a otros, haciendo
que Xie Lian se preguntara acerca de la
verdadera identidad de la dama de negro que
estuvo con el Señor del Viento la última vez. En
las cuatro horas que pasaron viajando juntos al
inframundo, Shi Qing Xuan había intentado
incansablemente persuadir a Xie Lian para que
se disfrazara de mujer, con razones muy

611
convincentes como Las mujeres tienen auras
más fuertes de yin,36 por lo tanto, mucho más
fáciles de ocultar en las multitudes de la Ciudad
Fantasma.
Xie Lian lo pensó y rechazó la idea: —No tengo
suficientes poderes para transformarme.
—¡Le prestaré mis poderes! —Shi Qing Xuan
respondió emocionado: —Esa es la razón por la
que el Gran Señor me designó para esta misión,
¿no?
—Mi Señor, por favor, guarde sus poderes para
cuando estemos realmente luchando contra el
enemigo...
Shi Qing Xuan no pudo persuadir a Xie Lian, y
dejó de presionar. En ese momento, los dos
habían llegado a un campo salvaje en medio de
la nada. La noche había finalizado y los cuervos
lloraban enloquecidos en la oscuridad, creando
una atmósfera espeluznante. Xie Lian miró a su
alrededor y dijo: —Debe estar aquí. Hay muchas
auras malvadas en el aire y un gran cementerio
cerca, seguro que atraparemos una o dos que
van al mercado. Vamos a seguir cuando llegue el
momento.
Así, los dos se pusieron en cuclillas sobre una
tumba y esperaron.
Un momento después, Shi Qing Xuan puso una
mano en una manga para hurgar y sacó una
pequeña jarra de alcohol.
—¿Quieres un poco?

36 Yin de Yin Yang - Yin representa las sombras y la feminidad.

612
Xie Lian alcanzó la jarra y tomó un pequeño
sorbo, sintiendo que le ardía la garganta, y le
devolvió la jarra.
—Gracias.
Shi Qing Xuan tomó la jarra y tragó dos veces:
—¿No puedes beber?
—Puedo —respondió Xie Lian—, pero beber
causa locura, así que solo un gusto es suficiente.
¿Qué hora es?
Shi Qing Xuan zumbó y respondió: —Es
medianoche.
—Debe ser pronto entonces —dijo Xie Lian.
Justo cuando terminó su oración, una débil fila
de luz apareció en lo profundo del bosque a lo
lejos.
Esa débil fila de luz se acercó lentamente,
hasta que finalmente los dos pudieron ver que era
un grupo de mujeres sin expresión vestidas de
blanco, caminando en una línea. Algunos eran
viejos, otros jóvenes, otros hermosos, algunos
feos, cada uno con el traje de funeral, una linterna
blanca en la mano, caminando a un ritmo fácil.
Debían ser los fantasmas femeninos que se
dirigen a los mercados en la noche profunda.
—Vamos a seguirlas —dijo Xie Lian en voz
baja.
Shi Qing Xuan asintió, tomó un último trago de
la jarra y lo tiró a un lado. Los dos se levantaron
y se arrastraron casualmente detrás del grupo de
fantasmas.
Los dos ya se habían preparado de antemano
y borraron toda su aura espiritual; cuando

613
caminaban eran como personas con forma de
troncos sin olor a vida. La banda de fantasmas
femeninas que tenían ante ellos sostenían sus
linternas blancas y seguían un camino
desconocido en el bosque oscuro, paseando
mientras charlaban en voz alta y delicada.
—¡Estoy tan contenta de que el mercado
fantasma haya abierto de nuevo! ¡Necesito un
facial! —Dijo una.
—¿Qué le pasó a tu cara? ¿No acabas de
recibirte un tratamiento facial? —Respondió otra.
El primero respondió: —¡Se pudrió de nuevo!
¡Ah, el que me atendió la última vez dijo que
estaba garantizada la frescura por un año! Ni
siquiera ha pasado medio año.
Xie Lian y Shi Qing Xuan las siguieron,
escucharon sus conversaciones y no dijeron una
sola palabra. Cuando escuchaban algo gracioso,
solo levantaban sus labios y se miraban.
Después de aproximadamente una hora, el grupo
llegó a un valle.
Vieron una luz roja emitida desde lo profundo
del valle, y flotando en la noche etérea parecía
haber música. Xie Lian se volvió cada vez más
curioso por finalmente ver por sí mismo cómo era
la Ciudad Fantasma. Sin embargo, cuando
entraban en el valle, la última en la línea de
fantasmas de repente volvió la cabeza y los
descubrió.
Confundida, ella preguntó: —¿Quiénes son
ustedes dos?

614
La pregunta hizo que todas las cabezas de
rostro pálido giraran, y las mujeres los rodeaban,
curiosas.
—¿Cuándo empezaron a seguirnos? Esos dos
no formaban parte del grupo cuando dejamos el
cementerio.
—¿De qué cementerio vienen? ¿Cómo es que
nunca hemos visto sus caras antes?
Xie Lian se aclaró la garganta.
—Nosotros... venimos de un cementerio mucho
más lejos, así que, por supuesto, nunca nos has
visto.
Shi Qing Xuan también sonrió.
—¡Eso es correcto! Venimos de miles de
kilómetros, especialmente para el mercado
fantasma.
El grupo de mujeres fantasmas vestidas de
blanco estaban en silencio, y los miraron
inexpresivamente. Si fueran alguien más,
probablemente caerían al suelo temblando de
miedo. Xie Lian no temía que sus identidades
fueran expuestas; estos débiles fantasmas
salvajes no tenían poder sobre ellos. Sin
embargo, la Ciudad Fantasma estaba justo ante
sus ojos, no sería prudente comenzar algo tan
cerca del objetivo para que no alertaran a su
enemigo.
En ese momento, una de las mujeres que
miraba a Shi Qing Xuan movió lentamente sus
labios.

615
—Mei mei,37 su cara está muy bien mantenida
—dijo.
Xie Lian y Shi Qing Xuan se detuvieron.
Inmediatamente, los dos asintieron unas
cuantas veces.
Xie Lian respondió: —Está bien, no está mal.
Y Shi Qing Xuan copió su tono y dijo:
—Bastante bien, ¿verdad?
Todos los fantasmas femeninos se acercaron y
comenzaron una discusión.
—Sí, nada de podridos.
—Mei mei, ¿dónde te hiciste tus faciales?
—¿Tienes algún truco?
—¿Puedes recomendar un lugar?
Shi Qing Xuan no sabía cómo responder, y solo
se rió torpemente para retrasar la respuesta. En
ese momento, el grupo se dio la vuelta y un
repentino brillo carmesí brilló en sus ojos.
Un mundo misterioso y embrujado se abrió ante
ellos.
Apareció una calle larga. Era tan larga que no
había un final a la vista. A lo largo de la calle
había todo tipo de tiendas bulliciosas y puestos;
se colgaron coloridos carteles en lo alto y
linternas rojas gigantes. Los peatones llenaron la
calle, usaban máscaras con el rostro llorando,
riendo, enojados; Algunos humanos, otros no
humanos. Aquellos sin máscaras solo podrían ser
descritos como extraños. Algunos tienen cabezas
grandes y cuerpos pequeños, algunos delgados

37
Mei mei es una dirección familiar para la hermana pequeña

616
como una vara de bambú, otros planos como un
panqueque presionado en el suelo, permitiendo
que los peatones caminaran sobre ellos mientras
se quejaban.
Xie Lian tuvo cuidado de no pisar nada extraño.
Cuando pasó por un puesto de comida, vio que el
dueño del puesto usaba un hueso gigante para
revolver una olla gigante de sopa, y mientras lo
agitaba, salpicaba saliva entre los dientes, esta
goteaba en la sopa, y en esa sopa llena de
extraños colores flotaban muchos en un globo
ocular. Xie Lian miró y de repente ganó
confianza.
En el otro lado, había músicos callejeros
extraños actuando: un hombre corpulento tenía
un pequeño fantasma, débil como un polluelo en
su agarre, y el hombre abrió la boca para soplar
llamas masivas para asar al pequeño fantasma
mientras chillaba como un cerdo moribundo,
retorciéndose. La multitud aplaudió y chilló,
gritando; otra vez. Incluso había locos individuos
que lanzaban dinero al aire al azar, y cuando un
puñado voló delante de Xie Lian, él tomó uno y lo
volteó, era dinero de los muertos, como pensó.
Mientras caminaba, había un puesto de
carnicero con una fila de cabezas humanas
decapitadas y colgadas, fueron colgadas por
orden de edad, como se indicaba en sus
etiquetas de precio; la cabeza de un niño era
tanto, la carne de un joven era otro tanto, la carne
de un hombre adulto costaba tanta cantidad, los
tendones de una mujer madura costaban mucho,
etc. El que vestía un delantal con un cuchillo de

617
carnicero en la mano era un jabalí con negro
cabello grueso; y debajo de su cuchillo, siendo
masacrada, estaba una pierna humana
musculosa, todavía temblando.
Esto era verdaderamente un enjambre de
maldad, el caos del infierno.
Los seres humanos matando a los cerdos eran
algo común, pero cerdos mutilando humanos no,
por lo que Xie Lian no podía evitar echar un
vistazo adicional. El jabalí notó que miraba y
reaccionó de inmediato.
—¿Qué estás mirando? ¿Vas a comprar?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No.
El jabalí carnicero continuó picando
violentamente sobre la tabla de cortar, salpicando
sangre por todas partes.
Gritó, con voz áspera: —¡Si no vas a comprar,
entonces no mires! ¿Estás jodidamente tratando
de crear problemas? ¡Sal de aquí!
Xie Lian salió de allí. Pero justo cuando sus
pasos se aceleraron, de repente se dio cuenta de
que algo estaba muy mal.
Ese grupo de mujeres fantasmas y Shi Qing
Xuan había desaparecido.
En shock, Xie Lian quería conectarse con el
Señor del Viento inmediatamente en la matriz de
comunicación, temiendo que los fantasmas lo
hubieran arrastrado para hacer tratamientos
faciales. Sin embargo, esta era la Ciudad
Fantasma, y los hechizos utilizados por el cielo
estaban fuertemente restringidos. La conexión a

618
la matriz no funcionó, por lo que tuvo que vagar
por las calles en busca del perdido Señor del
Viento. Mientras caminaba, alguien lo agarró de
repente. Ya alerta y tenso, Xie Lian reaccionó
instantáneamente.
—¿Quién es?
La que lo detuvo fue una mujer, y se sorprendió
por la reacción de Xie Lian. Pero después de ver
su rostro con claridad, ella comenzó a reírse,
tímidamente.
—Oye, pequeño Gēge. Usted se ve bastante
apuesto.
Esta mujer estaba en un vestido sumamente
revelador, su maquillaje terriblemente exagerado,
la base blanca desigual, y cuando abría la boca,
se le caían grumos de la cara. Sus senos estaban
llenos como si algo estuviera rellenándolos.
Verdaderamente, una vista impactante.
Xie Lian apartó suavemente sus delgados
dedos como garras y dijo: —Mi señora dama, no
hay necesidad de hablar así.
La mujer se sorprendió y se echó a reír.
—¡Querido señor! ¿Mi señora dama? ¿Quién
diablos todavía me llama dama en esta época?
¡Jajajajajaja!
Todos los transeúntes parecían pensar que
también era gracioso y se echaron a reír. Xie Lian
negó con la cabeza, pero antes de que pudiera
hablar, la mujer se abalanzó sobre él.
—¡No te vayas! Pequeño Gēge, me gustas.
Ven y diviértete conmigo toda la noche, ¡no

619
pediré un pago! —Hizo un puchero y le guiñó un
ojo—. Pero voy a cobrar Jejejejeje...
Xie Lian suspiró y oró interiormente, y gentil
pero firmemente la empujó.
Dijo amablemente: —Mi señora dama, por
favor.
La mujer parecía molesta ahora y gritó: —Deja
de llamarme 'dama', ¡a nadie le importa! Deja de
perder mi tiempo, ¿vienes o no?
Para tentar a Xie Lian aún más, la mujer de
repente desató su camisa ya reveladora. Xie Lian
no estaba preparado para enfrentar un
movimiento tan atrevido y suspiró de nuevo antes
de darse la vuelta y continuar su camino. La
fantasma femenina lo persiguió y continuó su
seducción: —¿Te gusta lo que ves?
Lo que ella no sabía era que Xie Lian había
crecido en el Sagrado Pabellón Real, practicando
la abstinencia durante la mayor parte de su vida
mortal, y su cuerpo y mente siempre habían
estado tan firmes como las montañas. No
importaba lo que viera, su corazón era como
agua sin gas; cualquier cosa impropia lo haría
cantar sutras38 automáticamente en su mente,
calmando su espíritu. Sin éxito en su tentación, la
expresión de la fantasma femenina cambió, y ella
comenzó a gritar: —¿No quieres nada de esto?
¿Eres siquiera un hombre?
Xie Lian continuó apartando la vista de ella y
respondió: —Lo soy.

38A todos los sutras, incluso aquellos que no salieron de boca de Buda, se les considera
buddha vachana (‘palabra de Buda’)

620
—¡Entonces demuéstralo! —Gritó la mujer
fantasma.
Desde el costado, un transeúnte se burló.
—¡Puta! Él piensa que eres vieja y fea, y que
no quiere nada contigo. ¿Por qué eres tan
pegajosa?
Al escuchar esas palabras, Xie Lian respondió
con una cara seria: —No es eso. Es porque tengo
un problema. No puedo ponerme erecto.
Todos se callaron.
Entonces, en un instante, todos se rieron a
carcajadas: —JAJAJAJAJAAJAJAJAJA
Esta vez, Xie Lian se convirtió en víctima del
ridículo. Nadie había conocido a un hombre que
fuera lo suficientemente valiente como para
anunciar al mundo que tuviera ese problema. Sin
embargo, para alguien como Xie Lian, no
importaba si su miembro privado era funcional o
no, por lo que ya desarrolló el hábito de usar eso
como una excusa para salir de este tipo de
situaciones. Y era un método que funcionaba
cada vez. Efectivamente, la mujer fantasma
volvió a ponerse la camisa y dejó de aferrarse a
él.
—No es de extrañar que seas así. Qué cerdo.
Si tenías un problema, ¿por qué no lo dijiste
antes? ¡Pufft!
No muy lejos detrás de ellos, el carnicero de
jabalí tiró su cuchillo de nuevo y gritó: —¡Maldita
puta! ¿Qué es lo que dices? ¿Qué pasa con los
cerdos?

621
La fantasma femenina no estaba asustada y
gritó de vuelta: —¿Qué pasa con los cerdos?
¡Malditos animales!
Pronto la calle larga se llenó de gritos y
graznidos, la gente gritaba: —¡Esa fantasma
femenina Lan Chang está empezando a joder de
nuevo!
—¡El carnicero Zhu es un fantasma degollador!
Los dos lados zumbaban de un lado a otro,
ruidosos y caóticos, y en medio de ese
pandemónium, Xie Lian escapó. Después de
caminar un poco, miró hacia donde estaba la
multitud y suspiró.
Xie Lian siguió caminando y pronto se encontró
con otra multitud ruidosa por delante, y se detuvo
frente a un gigantesco edificio rojo.
Este edificio era extraordinariamente grandioso
e imponente; Sus columnas, techos, paredes,
todo estaba en un magnífico rojo brillante, y los
pisos estaban cubiertos por una alfombra gruesa
y exquisita. Si debía compararse, este edificio
estaba a la par con los Palacios Celestiales. La
única diferencia era que era más deslumbrante
que digno. Las grandes multitudes entraban y
salían por la puerta, y adentro, estaba bastante
animado, lleno de voces altas y excitadas. En una
mirada más meticulosa, Xie Lian descubrió que
este lugar era la Guarida del Apostador.
Xie Lian caminó hacia la puerta, y en dos
columnas en la entrada había un juego de versos.
La izquierda decía: Dinero sobre la vida, y la
derecha: Ganancia sobre dignidad. En la
columna superior horizontal decía: JAJAJAJAJA.
622
—…
Eran feos y rudos, no era dignos de ser versos
de entrada.39 La caligrafía también era salvaje,
torpe y frenética; Una desgracia para llamarlo
caligrafía en absoluto. Era como si alguien
tomara un cepillo mientras estaba ebrio, y
garabateara con mala intención, y las palabras
fueran atacadas por un aura maligna antes de
que se formaran así. Xie Lian fue una vez
heredero del trono, y su caligrafía fue enseñada
por los mejores señores en la tierra. Los
caracteres que vio ante él ahora eran una
verdadera tragedia. De hecho, los personajes
eran tan infernales que Xie Lian empezaba a
pensar que eran algo graciosos y negó con la
cabeza.
El Señor del Viento no estaría jugando por aquí;
él tendría una mejor oportunidad buscando en los
salones de belleza para los fantasmas
femeninos.
Iba a pasar de la Guarida del Apostador, pero
algo lo hizo reconsiderar, y después de unos
pocos pasos, se dio la vuelta y entró en el edificio
rojo.
En la sala principal de la Sala de los Jugadores,
las multitudes estaban llenos hasta el borde;
innumerables cabezas moviéndose, risas y gritos
desesperados abarrotaban el aire. Xie Lian
descendió unos pocos pasos cuando de repente
oyó gritos, y cuando miró hacia dónde venían,

39Los versos de entrada son tres líneas de poesía que expresan el significado / tema del establecimiento, o
simplemente para la buena suerte. Una línea a cada lado de la puerta y una sobre la parte superior.

623
cuatro guardias enmascarados se acercaban
cargando a otro.
Ese hombre sufría, se retorcía y aullaba
mientras lo cargaban, y le seguía un rastro de
sangre. Resultaba que, sus dos piernas estaban
cortadas limpiamente de las rodillas, y la sangre
brotaba de los restos. Un pequeño fantasma lo
siguió de cerca, y lamió con avidez toda la sangre
en el suelo a medida que avanzaban.
Era una visión aterradora, pero nadie en la
Guarida del Apostador echó un vistazo, y
siguieron gritando y animando, dando vueltas.
Aunque, por supuesto, muchos de los que
jugaban aquí no eran personas, y si lo fueran,
entonces no eran humanos ordinarios.
Xie Lian deslizó su cuerpo para dejar pasar a
los cuatro guardias que llevaban al hombre, y
luego continuó avanzando. Una pequeña
asistente con una máscara burlona se le acercó
y le dio la bienvenida.
—Señor, ¿está aquí para jugar?
Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa: —No
tengo dinero conmigo. ¿Te importa si solo miro?
Según su experiencia, por lo general, si
pronunciaba esas palabras en cualquier
establecimiento, lo botarían. ¿Por qué entrarías
sin dinero? Sin embargo, la pequeña asistente
seguía riendo.
—No tener dinero no es un problema. Aquellos
que juegan aquí realmente no usan el dinero para
apostar.
—¿En serio? —Xie Lian preguntó.

624
La pequeña asistente se tapó la boca.
—De verdad. Señor, ¿por qué no vienes
conmigo?
Ella le hizo señas a Xie Lian, y se marchó. Xie
Lian la siguió sin decir una palabra, pero observó
cuidadosamente alrededor.
La Guarida del Apostador desde adentro hacia
afuera era extremadamente extravagante y
elegante, pero no huachafo; Era un edificio lleno
de buen gusto. La pequeña asistenta llevó a Xie
Lian a la parte trasera de la sala principal, allí
había una mesa larga que estaba llena como
sardinas. Xie Lian solo se acercó y escuchó a un
hombre gritar: —¡Apuesto mi brazo!
Había demasiados espectadores, Xie Lian no
podía atravesar, y solo podía escuchar desde
fuera de la multitud. De repente, otra voz sonó,
respondiendo perezosamente.
—No es necesario. No importa tu brazo. Incluso
tu vida de mierda no vale nada aquí.
Al escuchar la voz, el corazón de Xie Lian saltó.
En silencio dijo el nombre: —San Lang.
Lo que escuchó era en verdad la voz de ese
joven. Sin embargo, era un poco más profunda
de lo que recordaba.
Sin embargo, fue por esto que sonó aún más
agradable para los oídos. Aunque estaba
rodeado de bulliciosos ruidos, la voz aún sonaba
fuerte y clara a través del ruido de la Guarida del
Apostador y en sus oídos.
Xie Lian levantó la cabeza y descubrió que
detrás de la mesa larga había una cortina. Y

625
detrás de la cortina, podía ver una débil silueta
roja, recostado tranquilamente en una silla larga.

626
627
CAPÍTULO 36
Admirando a la Flor a través de nubes
rojas; un corazón lleno de simpatía (parte
uno)

L
as palabras que salieron de la boca de Hua
Cheng fueron extremadamente
condescendientes y descorteses. Pero en el
momento en que habló, el hombre en cuestión
permitió la burla de todos y no se atrevió a
responder. La asistente que llevó a Xie Lian a la
larga mesa sonrió.
—Daozhang, tienes mucha suerte hoy.
Xie Lian nunca apartó su mirada de la larga
mesa.
—¿Por qué lo dice?
—Nuestro señor está aquí para jugar —la
asistente respondió—. Es solo en los últimos días
que tuvo ganas de venir, así que ¿no es esto
buena suerte?
Por su tono, Xie Lian pudo decir que la
asistente tenía un gran respeto por el señor y lo
idolizaba, como si solo verlo fuera el mayor
honor. Xie Lian no pudo evitar sonreír.

628
La cortina era ligera y ondulante, la silueta roja
cautivadora. Frente a la cortina roja había un par
de mujeres encantadoras que miraban la mesa
de juego, componiendo una imagen de glamour y
sensualidad. Al principio, Xie Lian se contentó
con solo mirar desde el fondo, pero en el
momento en que escuchó la voz de Hua Cheng,
comenzó a empujarse entre la multitud
sigilosamente. Finalmente, llegó a la mesa y vio
al hombre que estaba apostando.
Era un humano real. Xie Lian no se sorprendió,
ya que se sabía que dentro de la Ciudad
Fantasma no solo había fantasmas, sino que
también había muchos cultivadores con una
habilidad considerable y, a veces, simples
mortales que buscaban su propia muerte. El
hombre que apostaba llevaba puesta una
máscara, pero sus dos ojos eran visibles, estaban
abultados y cubiertos de rojo como si estuvieran
sangrando, sus labios estaban pálidos como si no
hubiera visto el sol en días. Era la imagen de un
fantasma como cualquier otro fantasma presente.
Sus dos manos estaban apretadas con fuerza
sobre una taza de dados de madera negra sobre
la mesa, y después de contenerse por un
momento, gritó desesperado: —Pero... ¿por qué
el otro hombre pudo apostar ambas piernas?
Uno de los croupiers40 detrás de la cortina roja
sonrió.
—Él solía ser un bandido aclamado, conocido
por su ligero trabajo de pies y su capacidad para

40 Es la persona que controla las actividades que suceden en la apuesta

629
volar a donde quiera que iba. Era el punto crucial
de su vida, por lo que sus piernas eran tan dignas
como una apuesta. No eres ni un artesano ni un
médico; ¿qué valor tiene tu brazo?
El hombre apretó los dientes.
—Entonces... ¡apuesto los diez años de vida de
mi única hija!
Xie Lian se sorprendió al escuchar esas
palabras y pensó: —¿Dónde diablos hay un
padre que esté dispuesto a apostar por la vida de
sus hijos? ¿Es eso posible?
Detrás de la cortina, Hua Cheng solo resopló.
—Muy bien.
Por esa respuesta, Xie Lian no podía decir si
era su imaginación, pero podía sentir la frialdad
de esas palabras. Pero luego agregó
mentalmente: —San Lang siempre había dicho
que su fortuna era buena y que todos sus palos
de fortuna le daban la mejor suerte. Si él apuesta
con este hombre, ¿no ganaría y le quitaría diez
años de vida a la hija de ese hombre?
Estaba pensando en esos pensamientos
cuando el croupier anunció dulcemente: —Par,
será una pérdida; las impar, serán una victoria.
Una vez que la copa esté abierta, no habrá vuelta
atrás. Ahora, por favor.
Así que el propio Hua Cheng no apostaría. Ese
hombre sacudió la taza de juego al azar, con
ambas manos agarrándola con fuerza, y la sala
se cayó. Los sonidos del ruido de los dados se
podían escuchar fuerte y claro. Luego, su

630
movimiento bajó de velocidad hasta detenerse.
Se hizo silencio.
Pasó un largo rato antes de que el hombre
lentamente, muy lentamente, levantara una
esquina de la taza de juego y se asomara por el
hueco. Sus ojos rojos se ensancharon de
repente.
Abrió la taza y gritó con loca alegría.
—¡IMPAR! ¡IMPAR! ¡IMPAR! ¡GANÉ! ¡HE
GANADO! JAJAJAJAJAJA ¡HE GANADO! ¡¡¡HE
GANADO!!!!!
Este no fue el resultado que la multitud de
humanos y fantasmas que rodeaban la larga
mesa querían ver y comenzaron a abuchear al
hombre, abofeteando la mesa y gritando su
descontento. Uno de los croupiers sonrió y dijo:
—Felicidades. El destino de su negocio pronto
cambiará.
El hombre se rió a carcajadas y gritó:
—¡Espera! ¡Quiero apostar otra vez!
El croupier sonrió.
—Es bienvenido a. ¿Qué quiere esta vez?
La cara del hombre cayó y dijo: —Quiero,
quiero que todos los que compiten conmigo en mi
negocio se mueran.
La multitud comenzó a murmurar y hacer clic en
sus lenguas. El croupier levantó una mano para
cubrir su sonrisa: —Si ese es tu deseo, es mucho
más difícil de cumplir que tu deseo anterior. ¿No
consideras un deseo diferente como pedir que tu
negocio sea un éxito?

631
Sin embargo, el hombre respondió con los ojos
rojos: —¡No! ¡Solo quiero eso! ¡Para eso estoy
apostando!
—Entonces, si ese es su deseo, diez años de
la vida de su hija pueden no ser suficientes —dijo
el crupier.
—¡Si eso no es suficiente, apostaré veinte años
de su vida! Y... ¡Y el destino de su matrimonio
además de eso!
La multitud se quedó atónita y se echó a reír.
—¡Ese padre perdió la razón! ¡¡Está vendiendo
a su hija!!
—¡Increíble, increíble!
El croupier anunció una vez más: —Par será
una derrota, impar será una victoria. Una vez que
la copa esté abierta, no habrá vuelta atrás. Ahora,
por favor.
Ese hombre tomó la taza de juego una vez más,
con las manos temblorosas. Si perdía, su hija
perdería veinte años de su vida y un buen
matrimonio, obviamente no es lo ideal; pero si
ganaba, todos sus competidores morirían. Xie
Lian pensó que Hua Cheng nunca permitiría que
algo así sucediera, después de muchas dudas,
todavía dio un paso adelante. Estaba pensando
si debería unirse con un pequeño truco cuando
de repente, alguien lo agarró. Volteó la cabeza
para ver y era Shi Qing Xuan.
Shi Qing Xuan había regresado a su forma
masculina y susurró: —No se apresure.
Xie Lian le susurró de vuelta: —Gran Señor del
Viento, ¿por qué se transformó de nuevo?

632
—Es una larga historia —suspiró Shi Qing
Xuan—. Ese grupo de mujeres me arrastró y me
dijo que me iban a llevar a buenos salones de
belleza. Finalmente escapé, pero me volvieron a
atrapar, así que tuve que volver a cambiar. Me
llevaron a un lugar donde me echaron tantas
cosas en mi cara; me jalaron, me estiraron, me
abofetearon, me golpearon… ¡rápido, revise mi
cara! ¿Qué tal? ¿Algo malo? ¿Ves algo raro en
mi cara?
Puso su rostro hacia Xie Lian para ser
inspeccionado, y Xie Lian le dio una mirada
detallada antes de responder con sinceridad.
—Creo que se ve aún más suave y blanco que
antes.
Shi Qing Xuan se iluminó de inmediato.
—¿En serio? ¡Oh, bien! ¡Eso es maravilloso!
¡Jajajaja! ¿Hay un espejo? ¿Dónde hay un
espejo? ¡Quiero ver!
—Mire más tarde —dijo Xie Lian—. La Ciudad
Fantasma está bloqueando nuestra
comunicación espiritual, así que no nos
perdamos el uno al otro nuevamente. Por cierto,
¿cómo supiste que estaba aquí, Gran Señor del
Viento?
—¡No lo sabía! —Respondió Shi Qing Xuan—.
Vine porque Qian Qiu y yo ya habíamos acordado
encontrarnos aquí. Cuando nos perdimos el uno
al otro antes, vine aquí, pero cuando entré,
resultó que usted estaba aquí también.
—¿Qian Qiu? —Xie Lian preguntó—. ¿Nos
reuniremos aquí?

633
—Sí. —Shi Qing Xuan respondió: —Qian Qiu
es ese Lang Qian Qiu, TaiHua Dianxia.41 Usted
sabe al menos eso, ¿verdad? Él es el dios marcial
del este. Ya que estamos aquí, es mejor si viene
también. La Guarida del Apostador es uno de los
lugares más bulliciosos y caóticos de la Ciudad
Fantasma. Es un hito famoso. Muchas personas
y fantasmas entran y salen por igual, es mucho
menos llamativo para nosotros, así que le dije
que se reuniera con nosotros aquí.
Xie Lian asintió. Cuando se volvió hacia la larga
mesa, ese hombre todavía no había abierto la
copa; sus ojos se pusieron en blanco y murmuró,
no distinto a muchos de los fantasmas que
estaban allí. Xie Lian suspiró: —Este hombre...
Shi Qing Xuan dijo al ver su rostro: —Sé lo que
quiere decir, y estoy de acuerdo. Pero, la Ciudad
Fantasma es el territorio de Hua Cheng, y las
reglas aquí son puestas a voluntad de uno. Si uno
se atreve a apostar, entonces puede jugar. Los
cielos no pueden hacer nada. Solo observemos,
y luego se nos ocurrirá algo, si esto se sale de
control.
—Hum —dijo Xie Lian, pensando que no había
forma de que San Lang permitiera que algo se le
saliera de control, por lo que sería mejor
observar.
El hombre que estaba apostando parecía
finalmente reunir el coraje suficiente y abrió solo
una parte de la copa para revelar el resultado.
Justo en ese momento, otra persona interrumpió,

41
Su Alteza, el Príncipe Heredero de YongAn

634
cerró la taza de juego con un golpe y la rompió en
pedazos.
Este golpe no solo aplastó la taza de juego, sino
también la mano que estaba encima de ella, y
toda la mesa se astilló con una profunda fisura.
El hombre enmascarado acunó su aplastada
mano y rodó por todo el suelo gritando. La
multitud de fantasmas también comenzó a gritar,
algunos alegres y otros llorando en shock.
La persona que sobresaltó gritó: —¡Tú! ¡Qué
malvado corazón! Si quisieras riqueza y fortuna,
entonces no importa, ¿pero deseabas que otros
murieran? Si querías apostar, entonces ten las
agallas para apostar tu propia vida, y no la vida y
el matrimonio de tu hija. No eres digno de ser un
hombre. ¡No eres digno para ser padre!
El joven tenía las cejas como espadas, ojos
como estrellas y una rebosante aura heroica.
Aunque su ropa era simple y ni un poco
glamorosa, su aire de nobleza no podía ocultarse.
No era otro que Lang Qian Qiu, TaiHua Dianxia.
Al verlo, Xie Lian y Shi Qing Xuan se cubrieron
la cara al mismo tiempo en la multitud.
Xie Lian gimió: —Gran Señor del Viento, ¿no...
le dijo... que tenga un poco más de cuidado
cuando venga aquí y que sea discreto...?
Shi Qing Xuan se quejó.
—Yo...yo le dije, pero... él siempre es así...
¿qué puedo hacer...? si lo hubiera sabido antes...
hubiera planeado que los dos bajemos juntos....
Xie Lian simpatizó.
—Lo entiendo... entiendo...

635
En ese momento, Hua Cheng soltó una risa
detrás de las cortinas.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco.
El chico siempre había reído cuando estaba
con Xie Lian, por lo que ahora podía decir más o
menos si la risa era una felicidad genuina, una
burla o con un intento de asesinato.
Una voz dijo perezosamente: —Debes tener
agallas de acero para comenzar problemas aquí
en mi territorio.
Lang Qian Qiu se volvió hacia la dirección de la
voz, había fuego en sus ojos.
—¿Eres el dueño de esta Guarida de
Apostadores?
La multitud se burló.
—Bastardo tonto, ¿sabes siquiera con quién
estás hablando? Este es nuestro señor.
Algunos se burlaron con frialdad.
—¡No solo es el dueño de esta Guarida de
Apostadores, sino de toda esta Ciudad
Fantasma!
Lang Qian Qiu apenas mostró reacción, pero
Shi Qing Xuan, por otro lado, se sorprendió por
completo.
—Mi querido dios, ¿es ese que está detrás de
la cortina quien creo que es?
Xie Lian respondió: —Sí... es él.
Shi Qing Xuan preguntó de nuevo: —¡¿Estás
seguro?!
Xie Lian respondió: —Estoy seguro.
Shi Qing Xuan entró en pánico.

636
—Estamos muertos, estamos muertos. ¡¿Qué
hacemos con Qian Qiu ahora?!
Xie Lian dijo después de un rato.
—Esperemos que no se exponga...
Sin embargo, cuanto más Lang Qian Qiu
miraba a su alrededor, más enojado se ponía y
exigió: —Este lugar infernal apesta a humo y
corrupción, y está lleno hasta el borde con un
caos demoníaco. ¿Qué clase de escoria eres?
¿Qué crees que estás haciendo aquí? Dirigiendo
un lugar como este, realmente no tienen un solo
rastro de humanidad en ustedes.
La multitud abucheaba al unísono.
—De todos modos, no somos humanos, ¿para
qué necesitamos a la humanidad? Ese tipo de
noción inútil, ¡quien la quiera puede tomarla!
—¿Quién te crees que eres, viniendo hasta
aquí para juzgarnos a nosotros?
Hua Cheng dijo divertido: —Esta guarida mía
siempre ha sido un lugar infernal y loco para
empezar. Hay un camino para usted en los cielos,
pero se niega a tomarlo y, en cambio, elige venir
al infierno. ¿Qué haremos con usted?
Después de escuchar la palabra cielo Xie Lian
y Shi Qing Xuan lo supieron de inmediato.
Hua Cheng ya había visto a través de Lang
Qian Qiu y sabía exactamente de dónde había
venido.
Sin embargo, Lang Qian Qiu ignoró por
completo el significado detrás de sus palabras y
golpeó su mano sobre la mesa una vez más.
Estaba de pie al final de la mesa, y con este único

637
golpe, envió a toda la mesa volando hacia la
sombra roja detrás de la cortina. Los que
originalmente estaban alrededor de la mesa
esquivaron hacia los lados. Sin embargo, la
silueta sentada detrás de la cortina no se movió.
Con un gesto de la mano, la mesa larga fue
arrojada hacia atrás en dirección opuesta, hacia
Lang Qian Qiu.
Al ver el objeto volador entrante, Lang Qian Qiu
usó una mano para empujarlo hacia atrás, pero
luego se dio cuenta de que no era suficiente y
cambió a ambas manos. Los segundos pasaron
y las venas azules emergieron gradualmente en
su frente. La sala una vez bulliciosa ahora tenía
gente huyendo y escondiéndose. Xie Lian y Shi
Qing Xuan debatieron si deberían intervenir para
ayudar. Ya que aún no habían sido expuestos,
podrían ayudar mientras se ocultaban, pero si
iban a entrar abiertamente, se arriesgarían a ser
atrapados juntos.
En el otro lado, Lang Qian Qiu exhaló con
fuerza y finalmente empujó la pesada y larga
mesa de nuevo. Detrás de las cortinas rojas, la
figura de Hua Cheng todavía estaba apoyada en
la silla. Curvó sus cinco dedos en un puño y luego
los soltó ligeramente. Al instante, la mesa explotó
en aserrín y voló hacia Lang Qian Qiu.
La fuerza de esta ráfaga llena de astillas era tan
aguda como los cuchillos, más temerosa que
cualquier tipo de arma. Si Lang Qian Qiu
mantuviera sus poderes ocultos y permaneciera
en su forma mortal, no sería capaz de evadir el
ataque no importaba qué. Así, momentos

638
después, cuando su cuerpo comenzó a emitir una
tenue luz, Xie Lian y Shi Qing Xuan entendieron
de inmediato y se asustaron: —¡Oh no, va a
revelar su verdadera forma!
Pero esta capa de luz desapareció
repentinamente tan pronto como apareció. Lang
Qian Qiu probablemente recordó que no debía
revelar su identidad durante este viaje y se
contuvo en el último segundo antes de que
retirara su poder rápidamente. Dando un paso
atrás, Hua Cheng, por otro lado, no. La figura
carmesí sentada tranquilamente detrás de la
cortina roja hizo otro gesto con la mano. Esta vez,
apretó los dedos y los levantó levemente.
Con este único movimiento, el cuerpo de Lang
Qian Qiu se levantó del suelo. Como una estrella
de mar, su cuerpo estaba suspendido en el techo
de la sala de juego.
Sin darse cuenta de lo que acababa de
suceder, Lang Qian Qiu todavía estaba
increíblemente confundido en cuanto a cómo
repentinamente comenzó a flotar y luchó por
liberarse. Xie Lian suspiró derrotado.
—Ahora que su poder ha sido sellado, incluso
si quisiera usarlo, sería imposible.
Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo.
—Dado que la Ciudad Fantasma es el territorio
de Hua Cheng, si quisiera sellarlo, podría.
A pesar de que Lang Qian Qiu había estado
antes ante la multitud, al menos había un mérito
que podía obtener de ello, que era el hecho de
que su identidad estaría protegida. Si él hubiera
continuado la pelea en ese entonces y liberado
639
sus poderes, sería difícil explicar por qué TaiHua
ZhenJun, el dios marcial de oriente, vendría a la
Ciudad Fantasma para causar estragos. Después
de todo, a lo largo de los años, a menos que fuera
algo extraordinario, los cielos y el Infierno se
preocuparon por sus propios asuntos.
Al ver que el ruidoso invitado que irrumpió en la
Guarida del Apostador había sido detenido, la
multitud que huía regresó y se reunió en el salón
una vez más. Señalaron al suspendido Lang Qian
Qiu y se rieron. Lang Qian Qiu nunca había
experimentado este tipo de humillación antes, y
su rostro enrojeció mientras luchaba sin palabras
contra las ataduras invisibles. De vez en cuando,
un demonio desde abajo saltaba en un intento de
acariciar su cabeza. Afortunadamente, Hua
Cheng lo había colgado bastante alto, lejos del
alcance, o de lo contrario, terminaría
convirtiéndose en la vergüenza del siglo. Hua
Cheng se rió entre dientes detrás de las cortinas.
—Qué captura tan interesante hoy, los dejaré
jugar entre ustedes. Quien tenga suerte y gane
en grande, puede llevarlo a casa para asarlo.
Los vítores que estallaron en la sala fueron
interminables.
—¡Apueste en los dados! ¡Apueste en los
dados! ¡La mayor puntuación puede llevarlo a
casa para asar!
—Aiyaya, este pequeño Gēge se ve muy
delicioso, jejejeje...
—¡Jajajajajaja, quien es el tonto ahora! ¡Eso le
enseñará a causar problemas por aquí!

640
Los cuatro guardaespaldas enmascarados
llevaron una nueva mesa larga y la multitud
acudió al área una vez más para comenzar la
siguiente ronda de apuestas. El hombre
enmascarado que estaba agarrando su mano y
aullando en el suelo fue olvidado hace tiempo. La
apuesta en esta ocasión era no otra que Lang
Qiang Qiu, quien estaba suspendido en el aire. Al
ver que la gente en el otro extremo estaba
irritada, Shi Qing Xuan caminaba ansiosamente
de un lado a otro, agitando las manos sin rumbo
fijo.
—¿Qué hacemos? ¿Deberíamos subir? ¿Y
salvarlo? ¿O es mejor simplemente pelear?
Xie Lian preguntó: —Gran Señor del Viento,
¿cómo está su suerte?
Shi Qing Xuan respondió: —A veces es buena,
a veces mala. No hay certeza en algo como
suerte.
Xie Lian dijo: —Sí la hay. Por ejemplo, míreme,
nunca he tenido buena suerte.
Shi Qing Xuan se quedó boquiabierto.
—¿Es tan mala?
Xie Lian asintió con tristeza.
—Cada vez que ruedo un dado, lo más que
obtendré es ojos de serpiente42.
Shi Qing Xuan frunció el ceño, pero se le
ocurrió una idea en el instante y le dio una
palmada en el muslo.

42
Significa que tendrá dos unos

641
—¿Qué le parece esto? Ya que lo máximo que
puede obtener son los ojos de serpiente,
entonces debe apostar por el número más bajo.
No puede haber alguien que ruede más bajo que
usted.
Después de un momento de consideración, Xie
Lian estuvo de acuerdo.
—Tiene un buen punto. Déjeme intentarlo.
Entonces, encontró un lugar cerca de la mesa
y lanzó una sugerencia.
—¿Por qué no cambiar un poco las reglas y ver
quién puede rodar la cantidad más pequeña? El
número más bajo gana, ¿qué les parece eso?
La multitud alrededor de la mesa era caótica,
algunos estaban de acuerdo, algunos no estaban
de acuerdo. Xie Lian decidió tomar dos dados y
probarlo primero.
Antes de rodar, cantó mentalmente.
—Pequeño, pequeño, pequeño.
Se lanzaron los dados y los dos se inclinaron
para echar un vistazo.
¡Dos seises!
Xie Lian: —…
Shi Qing Xuan: —…
Xie Lian se frotó la frente en señal de derrota.
—Parece que ni siquiera un cambio de reglas
podría cambiar mi suerte.
Shi Qing Xuan reflejó sus gestos.
—Tal vez sea mejor si solo peleamos.
En ese momento, un croupier caminó hacia las
cortinas rojas y se inclinó como si tratara de

642
escuchar lo que la figura detrás estaba diciendo.
Ella asintió, levantó la cabeza y anunció:
—Todos, ¿pueden darme su atención, por
favor? El señor tiene un anuncio para hacer.
Al oír que el señor tenía algo que decir, la
multitud inmediatamente dejó caer todo y se
quedó en silencio.
La croupier continuó: —El señor dice que
cambiará las reglas.
La bulla estalló entre la multitud.
—¡El señor es la ley!
—¡La ley es lo que dicte el señor!
—¿Qué va a cambiar?
La croupier respondió: —El señor dice que está
de buen humor hoy y quiere jugar un par de
rondas con todos. Cualquiera es libre de apostar
contra él. El que gane puede llevarse a casa la
cosa que está arriba, hervirlo, freírlo o encurtirlo,
todo depende de ustedes.
Al enterarse de que apostarían contra el señor,
todos los fantasmas y demonios empezaron a
dudar. Parecía que Hua Cheng nunca intervino
para apostar. De todos los valientes, nadie se
atrevería a ofrecerse primero. Por encima de
ellos, Lang Qian Qiu luchó con una determinación
infinita. Él ladró: —¿Qué quieres decir con cosa?
¡No soy una cosa! ¿Te atreves a usarme como
una apuesta?
Su proclamación de no ser una cosa fue
escuchada por los muchos demonios femeninos
en la multitud. Riéndose, le lanzaron miradas
lujuriosas mientras pasaban sus sangrientas

643
lenguas afiladas a través de sus labios como si
quisieran tragarlo por completo.
Xie Lian pensó: —Ugh... este niño. Es mejor si
hablaras menos.
Suspiró, dio un paso adelante y dijo
suavemente: —Si ese es el caso, entonces, por
favor, déjeme intentarlo.
Al escuchar su voz, la sombra detrás de las
cortinas rojas se detuvo antes de levantarse
lentamente.
La croupier frente a las cortinas sonrió.
—Entonces, venga, Daozhang. —Dentro de la
sala, los demonios y los fantasmas se separaron
automáticamente para este valiente guerrero.
Cuando Xie Lian llegó al final del camino, la
croupier le presentó la pulida taza de juego negra
en sus manos: —Por favor, adelante.
Para todos los jugadores anteriores, ella
siempre había usado una manera informal de
hablar. A pesar de las palabras comunes que se
pronunciaban, su tono no era educado en lo más
mínimo. Sin embargo, ahora, para Xie Lian, no
solo había cambiado a usar honoríficos, sino que
el tono fue extremadamente educada y
respetuosa. Xie Lian recibió la taza de juego
negra de ella con una palabra de agradecimiento
y se aclaró ligeramente la garganta.
Como nunca tuvo experiencia con algo como
apostar, sacudió la taza al azar por un buen rato
y fingió que sabía una o dos cosas. Mientras
movía las manos, levantó la cabeza y miró a Lang
Qian Qiu, que estaba colgado arriba. Los ojos de
Lang Qian Qiu estaban bien abiertos, mirándolo
644
y afortunadamente no hizo ningún ruido. Su
expresión de alguna manera hizo que Xie Lian
quisiera reírse, pero lo contuvo. Después de una
larga sacudida, finalmente se detuvo.
Innumerables pares de ojos enfocaron la taza
en sus manos y Xie Lian sintió que de alguna
manera, esta pequeña taza de juego se había
vuelto más pesada. No sabía si había una
manera correcta de voltearla. Sin embargo, justo
cuando estaba a punto de revelar el resultado, la
croupier lo detuvo.
—Espere.
—¿Sucede algo? —Preguntó Xie Lian.
La croupier respondió: —El señor dice que su
postura de sacudida de la taza no está del todo
bien.
Xie Lian pensó para sí mismo: —¿Había
realmente una forma correcta de hacer esto?
¿Fue toda mi mala suerte antes debido a mi mala
postura?
Preguntó modestamente: —¿Puedo preguntar
cuál es la postura correcta?
La croupier respondió: —El señor lo ha invitado
a subir porque está dispuesto a enseñarle.
Al escuchar eso, la multitud de fantasmas y
demonios dentro de la guarida expresaron su
descontento
Xie Lian escuchó un murmullo de un demonio.
—Pensar que el señor le enseñaría, ¿significa
eso que va a morir?
—¿El señor quiere hacer qué? ¿Quién es este?
¿Por qué enseñarle?

645
—¿No es así como todos sacudimos las tazas?
¿Cómo hay siquiera una forma correcta de hacer
esto?
Xie Lian también quiso hacer la misma
pregunta, pero la croupier le indicó hacia las
cortinas rojas.
—Por favor, adelante.
Así, Xie Lian llegó frente a las cortinas rojas con
la taza de juego de madera negra agarrada en
sus manos.
La cortina de seda se balanceó suavemente,
casi dando vida a la silueta de color rojo. La
persona detrás de las cortinas estaba de pie
directamente delante de él con solo la mitad de la
distancia de un brazo entre los dos. Xie Lian
contuvo el aliento, mientras una mano apartó las
pesadas cortinas rojas y aterrizó perfectamente
bajo la suya, apoyando la copa de juego.
Esta era una mano derecha, blanca y elegante,
los dedos delgados tenían un hilo rojo atado
alrededor del tercer dedo.
Contra la taza de madera negra, el blanco
parecía aún más pálido y el rojo más intenso.
Poco a poco, Xie Lian, alzó los ojos. Un joven
más o menos alrededor de la edad de dieciocho
o diecinueve estaba en silencio de pie detrás de
las cortinas de seda que parecían nubes rojas.
Era San Lang.
Sus ropas seguían siendo de rojo arce, su piel
blanca como la nieve. Ese mismo bello rostro con
una incomparable expresión jovial estaba ahora
un poco más definido. Esa timidez de la juventud

646
había cambiado a una de calma. Llevaba un aire
de alegría salvaje que no podía ser domada. El
mismo ojo que brillaba como las estrellas nunca
se alejó de Xie Lian.
Aunque tan brillante como las estrellas, solo
había un ojo izquierdo.
El otro estaba escondido detrás de un parche
negro.

647
648
CAPÍTULO 37
Admirando a la Flor a través de nubes
rojas; un corazón lleno de simpatía (parte
dos)

S
olo había una pequeña brecha entre las
cortinas, pero desde su posición, Xie Lian era
el único que podía distinguir a la persona
detrás de ella. Ya que él había bloqueado la
visión de todos los demás en el pasillo, no podían
ver nada. No es que se atreverían a echar un
vistazo de todos modos. Ese ojo izquierdo
observó a Xie Lian, y Xie Lian le devolvió la
mirada, inconscientemente atraído hacia él.
La apariencia de Hua Cheng esta vez no solo
parecía tener un par de años más, sino que
también había crecido. Antes, cuando Xie Lian lo
miraba, todavía podía mantener el mismo nivel de
contacto visual, pero ahora tenía que estirar el
cuello para mirar hacia arriba.
Después de mirarse el uno al otro por un buen
rato, Hua Cheng finalmente rompió el silencio.
Su voz era más profunda.
—¿Le gustaría apostar a lo más alto o lo más
bajo?

649
Fue este tipo de voz profunda, agradable para
el oído, lo que hizo que Xie Lian volviera a la
realidad. Si estaba apostando por el número más
alto o el más bajo, no había diferencia. Así que
respondió de inmediato: —El más alto.
Hua Cheng respondió: —Bien. Entonces iré
primero.
La mano izquierda de Xie Lian apoyaba la base
de la taza de juego negra. Su mano derecha
cubría la tapa circular. Hua Cheng se paró frente
a él, con su mano derecha cubriendo la izquierda
de Xie Lian. Lo guió para que sacudiera
ligeramente antes de levantar la tapa. Había dos
dados en el fondo de la taza, un seis y un cinco.
Desde arriba, Lang Qian Qiu, con su visión de
un halcón, vio con qué facilidad se produjo la
buena racha y sus ojos se agrandaron.
—¿Cómo sucedió eso?
Hua Cheng movió suavemente su mano e hizo
un gesto a Xie Lian para que le diera otra
oportunidad: —Agítelo así. Ahora inténtelo.
Xie Lian reflejó sus acciones y sacudió la taza
dos veces, pero Hua Cheng dijo: —No así.
A pesar de que estaba reprendiendo a Xie Lian,
su tono era excepcionalmente amable y paciente.
Como explicó, Hua Cheng apoyó la mano de Xie
Lian con la suya otra vez, pero esta vez, su mano
izquierda encontró su camino hacia la mano
derecha de Xie Lian, la que cubría la tapa.
Él instruyó suavemente.
—Así.

650
651
Y así, la parte posterior de las manos de Xie
Lian estaban envueltas en las palmas de Hua
Cheng.
Cuando sus manos rozaban, las de Hua Cheng
se sentían templadas como el jade. Los
exquisitos brazaletes de plata que llevaba Hua
Cheng eran fríos como el hielo, sin embargo, los
fueron cuidadosos y nunca permitieron que
entraran en contacto con la piel de Xie Lian. Sus
manos guiaron a Xie Lian y sacudieron la taza de
juego de madera negra con un ritmo que no era
ni apresurado ni lento.
Una vez. Dos veces. Tres veces.
Clack, clack, clack.
El sonido de los dos dados chocando entre sí
cuando rebotaban dentro de la taza era nítido. A
pesar de que los temblores eran suaves, Xie Lian
podía sentir oleadas de adormecimiento en el
dorso de sus manos, viajando a lo largo de su
brazo, extendiéndose al resto de su cuerpo.
Mientras temblaba, Xie Lian levantó los ojos
para echar un vistazo a la otra persona y se dio
cuenta de que Hua Cheng no estaba mirando la
taza de juego en absoluto.
En cambio, lo observaba atentamente con las
comisuras de su boca curvadas hacia arriba. Xie
Lian no pudo evitar devolverle una cariñosa
sonrisa, pero se controló de inmediato cuando
recordó a la multitud de fantasmas y demonios
que lo observaban desde arriba y desde abajo.
Bajó la cabeza y estudió diligentemente el gesto
que Hua Cheng le mostró.
—¿Qué te parece así? —preguntó.
652
Hua Cheng amplió su sonrisa.
—Hum. Así está bien, justo así. —Al ver que
Xie Lian sacudió la taza unas cuantas veces más
lleno de esperanza, sugirió: —¿Por qué no mira?
Xie Lian levantó la tapa y vio dos dados blancos
en la base. Eran dos treses.
Rodar dos tríos ya era considerado una hazaña
imposible. Era como si un viento suave de
primavera hubiera soplado sobre el corazón de
Xie Lian y pensó: —¿Podría ser que finalmente
he aprendido el truco?
Sin embargo, a pesar de que fue impactante,
seis puntos seguía siendo un poco menos de
once puntos.
Se aclaró la garganta y admitió: —Lo siento,
he perdido.
Pero Hua Cheng respondió: —No se preocupe,
esta ronda no cuenta. Ahora, inténtelo de nuevo.
Al escucharlo decir esto, incluso Lang Qian Qiu
y Shi Qing Xuan se quedaron callados. La
multitud de fantasmas y demonios en el pasillo
miraban con la boca abierta y luego llegaron las
quejas.
—¿Qué le pasó al señor? —Pensé que iba a
mostrarle quién es el jefe, pero en realidad
terminó enseñándole de verdad.
—¿Cómo no puedes contar esta ronda?
¿Todavía llamas a esto jugar?
—Si esto no cuenta, entonces ¿cuándo
contará?
—Parece que el señor está realmente de buen
humor hoy...

653
Hua Cheng levantó la ceja izquierda e
inmediatamente, la croupier que estaba al lado
hizo que se callaran: —Todos, por favor,
cálmense.
En un abrir y cerrar de ojos, el pasillo se había
calmado de nuevo. Aunque nadie se atrevió a
hablar, sus miradas se intensificaron. Hua Cheng
se rió entre dientes y susurró suavemente
palabras de aliento a Xie Lian.
—¿Por qué no lo intenta de nuevo?
Podía deberse a que había demasiados
fantasmas, demonios, humanos agrupados en
esta Sala de juego que Xie Lian sintió que su
rostro comenzó a calentarse.
—Está bien.
Sacudió y sacudió, agitó dos veces más. Esta
vez, cuando reveló la copa: eran dos cuatros.
Hua Cheng reflexionó: —Ve, ¿no es un poco
más alto esta vez?
Aunque sintió que algo estaba mal, Xie Lian
aún asintió con la cabeza.
—Sí... es un poco más alto.
Hua Cheng alentó.
—Lo hizo bien. Continúe.
Con un cumplido tras otro, se escucharon
risitas en todas direcciones del pasillo. A juzgar
por el sonido, parecía que todos provenían de
demonios femeninos. Xie Lian no podía entender
por sí mismo cuál era la postura correcta. Al
principio, prestó mucha atención al estudiar cómo
Hua Cheng colocaba sus manos, cómo lograba
el ritmo y cómo sujetaba la taza, pero ahora

654
estaba dejando que la mano de Hua Cheng lo
guiara y lo sacudiera a ciegas. Mientras
temblaba, se le ocurrió una idea: —¿Qué pasaría
si San Lang estuviera jugando conmigo...?
Lang Qian Qiu, que había estado observando
desde arriba, probablemente sintió lo mismo y no
pudo contenerse más.
—¡Tú! Deja de agitar la copa. Él está
obviamente jugando contigo. No hay tal cosa
como una postura correcta. ¡Debe haber hecho
trampa!
Al escuchar esa voz ruidosa, Shi Qing Xuan
cubrió su rostro de nuevo, avergonzado.
Los murmullos se hicieron más fuertes entre la
multitud, y se lanzó una lluvia de dados a Lang
Qian Qiu.
—¡Estúpido bastardo, cállate!
—Tan ruidoso, ¡estamos llegando a la parte
emocionante!
—A través de la enseñanza de nuestro señor,
ese cultivador ha obtenido resultados cada vez
más altos uno tras otro. Esa es la verdad
innegable.
—¡Está bien! ¡¿Qué sabes?!
Lang Qian Qiu se enfureció: —Saben que estoy
diciendo la verdad... ¡¡Ahhh!!
De repente se detuvo en medio del discurso, y
su rostro se puso rojo brillante. Resultó que un
par de demonios femeninos debajo de él habían
tirado bruscamente de su pretina colgando y
regañaron: —¡Si sigues causando un alboroto y

655
haciendo tonterías, Jie Jie43 te quitará los
pantalones!
Lang Qian Qiu nunca había sido amenazado
así antes, y su ira lo había dejado sin palabras.
—¡Tú... tú!
Podía ser golpeado por una banda de
demonios, pero si le quitaban los pantalones,
entonces con su estado de dios marcial, eso sería
sumamente embarazoso. Así, Lang Qian Qiu no
se atrevió a decir mucho más. Xie Lian levantó la
vista y vio que el otro dios le enviaba señales
visuales. Era divertido y lamentable al mismo
tiempo.
Solo pudo bajar la cabeza, miró a Hua Cheng y
dijo en voz baja: —… San Lang.
Al escuchar su tono de voz, Hua Cheng se rió
entre dientes.
—Déjalo. Continuemos.
—…
Xie Lian se rindió y, una vez más, sostuvo la
taza y la sacudió dos veces. Como era de
esperar, esta vez, consiguió dos cincos.
Al ver el resultado, la multitud se animó aún
más y continuó molestando a Lang Qian Qiu.
—¿Ves eso? ¡Más alto que el anterior!
Pero Xie Lian ya se había dado cuenta de que
Hua Cheng solo estaba jugando con él y no sabía
si reír o llorar. No había tal cosa como una
postura correcta. Cuando se trataba de él,
cualquier postura era incorrecta. A partir de aquí,

43
Jie jie es una dirección familiar para la hermana mayor.

656
podría renunciar a cualquier esperanza de
cambiar su suerte, pero justo cuando estaba a
punto de exponerse en la última sacudida, Hua
Cheng lo detuvo.
—Espere.
Xie Lian pudo sentir las manos que lo cubrían
presionando más fuerte, y detuvo su movimiento
por completo.
—¿Qué pasa?
Con una expresión indescifrable, Hua Cheng
preguntó: —Gēge, no sé qué pasaría si perdiera.
Al escucharlo llamar a Xie Lian Gēge Shi Qing
Xuan y Lang Qian Qiu tenían una expresión
complicada en sus caras. La multitud de
fantasmas y demonios también sintió escalofríos
en sus espinas e incluso algunos se desmayaron
en el lugar.
Era un poco embarazoso decirlo, pero como
antes tenía prisa, Xie Lian no había pensado en
qué apostar.
—Hum...
También había pensado apostar diez años de
su vida, pero la vida útil de un Oficial Celestial era
bastante larga, por lo que diez años realmente no
valían mucho. ¿Dinero y tesoro? Él no tenía
ninguno. ¿Poder espiritual? Él tampoco tenía
mucho de eso. Pasó una buena cantidad de
tiempo, pero Xie Lian aún no podía pensar en
nada para apostar, así que solo pudo volverse y
preguntarle al dueño de la Guarida del Apostador.
—¿Crees que hay algo en mí que vale la pena
apostar?

657
Hua Cheng se echó a reír ante su pregunta.
—Cualquier cosa está bien. ¿Qué tiene sobre
usted?
Xie Lian reflexionó un poco y tosió, podría ser
honesto al respecto: —Yo... solo tengo un bollo a
medio comer conmigo.
Hua Cheng se echó a reír. A pesar de que se
rió, nadie más se atrevió a hacer lo mismo,
incluso si quisieran. Cuando finalmente se calmó,
Hua Cheng asintió con la cabeza.
—Eso está bien. Un bollo servirá.
Al escuchar el acuerdo, no solo la multitud de
fantasmas y demonios se sorprendió, sino
también los croupiers en la mesa de juego.
Desde la apertura de esta Sala de juego, se
habían realizado innumerables apuestas
absurdas; Órganos, vida, emociones, poderes
espirituales... pero ninguno coincidía con el de
hoy: un panecillo a medio comer.
Incluso Lang Qian Qiu no pudo contener su
sorpresa: —¿Qué... cuál es el significado de
esto? ¿Estás diciendo que solo valgo un panecillo
a medio comer?
La multitud se rió, alguien gritó: —¿Qué pasa
con un bollo? ¡Lo estás teniendo fácil, así que
date prisa y cierra la boca!
Xie Lian pudo decir que esta voz derrotada
pertenecía a Shi Qing Xuan, que se escondía
entre la multitud de fantasmas y demonios.
Con una cara llena de sonrisas, Hua Cheng rió.
—Venga. Es la última ronda. No esté nervioso.
Xie Lian argumentó: —No estoy nervioso.

658
Los dos mantuvieron esa postura mano a mano
y se sacudieron unas cuantas veces. A pesar de
que Xie Lian realmente no estaba nervioso, había
un ligero brillo de sudor en la mano que estaba
entre la taza y las manos de Hua Cheng.
Finalmente, el movimiento se detuvo. Aguantó la
respiración para la revelación final.
¡Los dos dados eran dos seises!
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio y miró
a Hua Cheng.
Hua Cheng levantó las cejas.
—Oh, perdí.
A pesar de que admitió su pérdida de manera
seria, no sonó en absoluto sincero. La multitud de
abajo se vio envuelta en silencio.
Antes todavía había gente quejándose: Si esta
ronda no cuenta, entonces cuándo contará, pero
ahora, la respuesta fue clara: cuenta cuando esa
persona gana.
¡Tanta generosidad era casi una locura!
Aun así, nadie se atrevería a comentar. La
croupier de antes levantó la taza de juego de
madera negra.
—Felicitaciones a este Daozhang. Ha ganado
esta ronda.
Todos alabaron educadamente.
—¡El señor nos mostró una pérdida perfecta!
¡Hermoso!
—¿No fue el ganador guiado por el señor?
¡Ganó porque el señor le enseñó bien!
—¡Está bien! ¡Aprender la correcta postura de
rodar los dados hoy realmente amplió mi
659
horizonte! Con una cantidad tan inmensa de
conocimientos, ¡incluso diez años no serán
suficientes para dominarlo!
Hua Cheng seguía mirando a Xie Lian con una
sonrisa en su rostro. Sin desviar la mirada,
levantó el brazo y, con un gesto de la mano, Lang
Qian Qiu cayó como una piedra. Xie Lian se
estremeció ante el fuerte ruido. Shi Qing Xuan no
podía arriesgarse a exponerse precipitándose
hacia adelante, así que en lugar de eso, Xie Lian
fue a revisar al príncipe.
—¿Está bien?
Lang Qian Qiu se levantó y se sacudió el polvo.
—Estoy bien, gracias. Probablemente quería
que subieras para poder engañarte y hacerte
perder, ¡pero gracias a Dios que ganaste!
Xie Lian pensó: —Está completamente
equivocado. Si no me lo hubiera hecho fácil,
incluso si el mundo se hubiera convertido en
cenizas, todavía no podría haberlo recuperado...
Mientras tenía esos pensamientos, se escuchó
un tintineo de campanas, y el sonido fue seguido
por jadeos de sorpresa que venían de todas
direcciones. Xie Lian se dio la vuelta y vio que
Hua Cheng finalmente había salido de detrás de
las cortinas de seda roja.
En su forma anterior, Hua Cheng siempre lucía
una cola de caballo ligeramente torcida, pero
ahora, su pelo suelto cubría la ropa roja vibrante,
y un aura de energía demoníaca se irradiaba
desde la hermosa figura. Solo la delgada trenza
atada con una cuenta de coral rojo traía un toque
de maldad a la mezcla.
660
661
Los brazaletes eran plateados, las correas de
sus botas eran plateadas, la cintura también era
plateada, incluso la cimitarra larga y suave que
colgaba de su cintura era plateada. Al igual que
la hoja era delgada y larga, la persona también
era delgada y alta. Estaba apoyado contra las
cortinas que se habían separado con los brazos
cruzados y una expresión ilegible.
—Gēge, has ganado contra mí.
Xie Lian, obviamente, sabía lo que había
ocurrido y dijo tristemente: —Por favor, no te
burles.
Hua Cheng levantó una ceja.
—No lo hago. ¿Por qué debería?
Abajo, la multitud de fantasmas y demonios
estaban llenos de emoción, tan salvaje como las
olas que ondeaban en el mar, susurraron entre
ellos.
—¿El señor volvió a cambiar su piel hoy?
—¡Me estoy muriendo, su nueva piel me está
matando! ¡Es tan tierna y firme!
—¿Muriendo? Vieja bruja, ¿no estás ya
muerta?!
Parecía que, debido a que Hua Cheng nunca
mostraba su verdadera forma delante de nadie y
cambiaba las pieles con bastante frecuencia,
incluso la banda de fantasmas y demonios en la
Ciudad Fantasma no sabía qué aspecto tenía y
asumieron que este debía ser otro de sus
personajes con piel falsa. Solo Xie Lian sabía que
el que estaba frente a él era el verdadero Xueyu
Tanhua de las leyendas.

662
663
CAPÍTULO 38
Admirando a la Flor a través de nubes
rojas; un corazón lleno de simpatía (parte
tres)

X
ie Lian seguía mirando al hombre de rojo.
—Tú...
Quería decir algo, pero bajo la mirada de
numerosos pares de ojos, y la expresión ilegible
en el rostro de Hua Cheng que no parecía mostrar
signos de reconocerlo, Xie Lian debatió si debía
actuar tan familiarizado con él.
En su lugar, dijo: —Gracias.
Lang Qian Qiu dijo: —¿Por qué agradecerle?
Este lugar es de su propiedad, probablemente
tuvo malas intenciones desde el principio.
—... —Xie Lian respondió en voz baja—.
Dianxia, dejemos de hablar y pongámonos al día.
Si continuaban, realmente no sabía qué saldría
de la boca de Lang Qian Qiu. Especialmente con
la misión en cuestión, Xie Lian no podía darse el
lujo de quedarse mucho tiempo. Miró a Hua
Cheng un par de veces más y empujó a Lang
Qian Qiu hacia la salida.

664
Justo cuando lo hizo, la voz de Hua Cheng
llamó desde detrás de él: —Espere un momento.
Xie Lian detuvo su paso y se dio la vuelta. La
conversación entre la multitud comenzó de
nuevo: —Así es mi señor, ¡no podemos dejar que
se vayan así!
—Ese tipo es sospechoso. Parece ser bastante
poderoso y probablemente esté escondiendo
algo. Si me preguntas, deberíamos mantenerlo
aquí e interrogarlo.
—Exactamente, quién sabe quién lo envió a
causar problemas en nuestro mundo.
Esa última frase casi detuvo su corazón.
Realmente vinieron de los cielos, pero la
intención no era causar problemas, solo pasar
silenciosamente. Xie Lian no estaba seguro de si
Hua Cheng había visto la luz espiritual que Lang
Qian Qiu había liberado antes, y si no estaba cien
por ciento seguro Hua Cheng los dejaría ir una
vez que la viera.
Xie Lian se estaba volviendo cada vez más
ansioso, pero el tono de Hua Cheng en la
conversación fue entrecortado.
—¿No debería dejar el premio?
Xie Lian se perdió.
—¿Premio?
Lang Qian Qiu se puso delante de Xie Lian y
dijo con cautela: —¿Vas a volver en tus palabras
ahora?
Pero Xie Lian pensó: —San Lang nunca
rompería sus promesas. ¿Podría haber querido
decir algo más?

665
Y con eso, salió de detrás de Lang Qian Qiu y
preguntó: —¿Pero no gané la apuesta?
Hua Cheng dijo: —Es cierto que Gēge ha
ganado contra mí justo ahora, pero no lo olvide,
ya había perdido una ronda.
Xie Lian se sorprendió: —Pero dijiste, que no
me preocupe, porque no contaba.
A pesar de que tuvo que tener la cara dura para
decir algo tan embarazoso como: no cuenta
cuando pierdo, y solo cuenta cuando gano, Xie
Lian aún lo dijo.
Hua Cheng respondió: —Por supuesto, los que
apostó en mi contra no contaron. A lo que me
refiero es a la primera ronda que jugó en la mesa
larga.
Fue entonces cuando Xie Lian finalmente
recordó. Hua Cheng estaba hablando de ese
momento en el que quería probar lo más bajo que
podía tirar y terminó tirando un doble seis en su
lugar.
Lang Qian Qiu susurró: —Le dije que no tenía
buenas intenciones y que no nos dejaría salir tan
fácilmente. No volveré a sellarme esta vez.
Al ver que se estaba preparando para otra
pelea y ansioso por aprovechar la oportunidad,
Xie Lian lo detuvo y lo convenció: —No se
preocupe, no necesitamos usar nuestros puños.
En el otro extremo, Hua Cheng inclinó la
cabeza.
—¿Qué le parece? Gēge, ¿admite su pérdida?
Si uno estaba dispuesto a apostar, entonces
también debería admitir su pérdida

666
honestamente, no había otras opciones, por lo
que Xie Lian asintió.
—La admito.
Hua Cheng extendió su mano izquierda con la
palma abierta: —Entonces, deme el premio que
prometió.
¿...el premio que prometió?
Después de algunas dudas, Xie Lian metió la
mano en la manga izquierda con la mano
derecha, palpó y sacó un bollo a medio comer.
Incapaz de mirar a Hua Cheng a los ojos,
endureció su piel y lo presentó.
—Quieres decir... esto... ¿verdad?
A decir verdad, cuando sacó este bollo, Xie
Lian sintió que la gruesa piel que había crecido a
lo largo de sus ochocientos años se desmoronó
un poco, incapaz de sostenerse.
Los fantasmas y los demonios en la sala se
quedaron sin palabras y solo observaron en
silencio. No importaba que fuera la primera vez
que el señor apostaba contra alguien, cuando la
apuesta se convirtió en un bollo a medio comer,
pensaron que era una broma. Pero el pensar, con
toda seriedad, que el señor realmente había
perseguido a la persona para pedirle este bollo.
Sin palabras. Realmente no había nada que
decir. Había algunos demonios que incluso
tenían un pensamiento más absurdo: ¡O hay
algún tipo de secreto enorme escondido dentro
de este bollo o esta persona era en realidad el
hermano mayor del señor!

667
Sin embargo, Hua Cheng sonrió cuando recibió
el bollo, lo miró y lo saludó con la mano: —He
reclamado este premio.
Al ver que realmente lo tomó, Xie Lian no supo
qué decir. Fue solo después de un buen minuto
que respondió: —Está... frío. Y, tal vez, un poco
duro.
Hua Cheng respondió: —Está bien. No importa.
Como respondió así, Xie Lian no tuvo nada más
que decir para continuar la conversación. Ya dijo
todo lo que pudo, así que se dio la vuelta y se
dirigió hacia la salida. La multitud de abajo de la
Guarida del apostador se separó de él cuando se
iba. Cuando avanzó al principio, se separaron
pensando que era un guerrero valiente. Ahora, se
separaron de él con temor y sospecha. Después
de caminar unos pocos pasos, pudo escuchar a
los demonios detrás de él preguntar: —¡Mi señor!
Mi señor, ¿a dónde vas ahora?
Hua Cheng respondió perezosamente: —Me
siento bien hoy. Me dirijo a la Tierra del Paraíso.
Al oír su respuesta, el salón estalló en vítores
como si fuera Año Nuevo. Xie Lian no pudo evitar
mirar otra vez hacia atrás y vio que Hua Cheng
también se había girado. Con ese panecillo a
medio comer aún en su mano, lo acercó a su
boca y casualmente le dio un mordisco, mirando
en dirección a Xie Lian.
Xie Lian se detuvo en seco cuando vio que la
escena se desarrollaba. De repente, por alguna
razón, sintió que no debía quedarse allí por más
tiempo, aceleró el ritmo, agarró a Lang Qian Qiu
y salió corriendo.
668
Los dos dejaron la Guarida del Apostador y
corrieron como locos durante mucho tiempo, casi
golpeando varios puestos de comida en el
camino. Justo cuando finalmente habían llegado
a un pequeño y tranquilo callejón, Shi Qing Xuan
también apareció y se reunió con ellos. Shi Qing
Xuan se abanicó con tal vigor que su cabello voló
salvajemente al viento.
—Eso estuvo tan cerca, tan cerca. Dios mío,
eso me asustó hasta el punto de que mi cara se
volvió casi tan blanca como la de un fantasma.
Tal vez fue porque corrieron demasiado fuerte
por qué el corazón de Xie Lian también latiera
locamente. Lang Qian Qiu dijo: —Sí, Gran Señor
del Viento, creo que su cara todavía está muy
pálida.
Shi Qing Xuan sintió su rostro y sonrió.
—¿Es así? Jajajaja, esto no es por miedo; esto
es con lo que nací- ejem ejem. Qian Qiu, usted
también eres un dios marcial, ¿cómo pudo ser tan
impulsivo? ¡Estamos en medio del territorio del
reino de los fantasmas aquí! Si fuéramos
atrapados y expuestos, y hubieran salido noticias
de Oficiales Celestiales encubiertos en la Ciudad
Fantasma, ¿cómo le explicaríamos esto al Gran
Dios? Destruiría la paz en los tres reinos.
Lang Qian Qiu inclinó la cabeza y admitió su
error:
—Lo siento, me apresuré descuidadamente.
—Luego levantó la cabeza—. Pero esos
jugadores estaban locos. Si ese hombre hubiera
abierto la copa, si había perdido o ganado, el
resultado aún sería malo. O su hija sufriría o él
669
sufriría las consecuencias. Fue en mi momento
de enojo que aplasté la copa.
Shi Qing Xuan respondió: —Aun así, no debió
haber actuado solo.
Lang Qian Qiu se sorprendió: —Entonces,
Gran Señor del Viento, ¿qué debería haber
hecho? Si no entrara, no habría nadie que lo
hiciera.
Su súplica fue tan genuina que Shi Qing Xuan
no supo cómo responder, y golpeó ligeramente
su abanico contra su sien.
—Bueno...
Xie Lian sonrió suavemente.
—Dejémoslo ahí. —Lang Qian Qiu lo miró. Xie
Lian continuó—: Creo que incluso si TaiHua
Dianxia fuera atrapado e interrogado, no revelaría
su identidad. Pero, para evitar que otros recojan
pistas de sus palabras, sería mejor para Dianxia
mantenerse cauteloso y evitar la captura en el
futuro.
Lang Qian Qiu asintió.
—Está bien, entiendo.
Shi Qing Xuan dijo: —Bien, no hablemos más
de esto. Oh cierto, Dianxia...
Al escuchar: Dianxia tanto Xie Lian como Lang
Qian Qiu giraron al mismo tiempo, y Shi Qing
Xuan aclaró: —Oh, me refiero al más viejo.
—…
Xie Lian pensó con tristeza: —Más viejo... es
cierto que soy un poco mayor, pero no tanto. ¿Por
qué cuando se trata de mí, siempre parece que
se están refiriendo a un abuelo?

670
Shi Qing Xuan continuó: —Sus altezas reales,
¿se han encontrado en el Gran Salón Marcial? Si
no, déjenme presentarlos. Este es el Príncipe
Heredero de YongAn, Lang Qian Qiu, dios
marcial del Este. Este es el Príncipe Heredero de
XianLe, Xie Lian, un Oficial Celestial que… es
muy apreciado por El Gran Dios.
A pesar de que Shi Qing Xuan se detuvo y no
dijo las palabras, Xie Lian sabía exactamente lo
que vino después, ¡qué otra cosa podría ser otra
que recoger basura! Dado que las palabras se
intercambiaron bruscamente en la mitad de la
oración, no hubo tiempo para ajustar la gramática
ni la pronunciación.
Lang Qian Qiu miró a Xie Lian y preguntó
asombrado: —¿Así que es usted el príncipe que
ascendió tres veces?
Parecía que Lang Qian Qiu realmente había
dormido durante toda la reunión en el Gran Salón
Marcial la última vez y ni siquiera recordaba quién
era. Si él fuera otra persona y le decía lo mismo
a Xie Lian, entonces, sin duda, sería sarcástico.
Pero, como la pregunta vino de Lang Qian Qiu,
Xie Lian creía sinceramente que este joven
realmente creía que el ascender tres veces era
algo raro. Sus ojos brillaron.
—Sí, ese sería yo.
Lang Qian Qiu respondió: —¡Ese incidente
ahora mismo, gracias por ayudarme! O sino...
—De repente recordó algo y se apresuró a
ponerse el cinturón, el miedo aún persistía en su
expresión. Claramente, no pensó demasiado en
la historia pasada entre el reino de XianLe y el
671
reino de YongAn, y se dirigió a Xie Lian—.
Dianxia, pensé que Xueyu Tanhua lo conocía.
¿Cómo es que actuó como si no estuviera allí?
—Lang Qian Qiu terminó de atarse el cinturón—.
Ese fue el verdadero Xueyu Tanhua, ¿verdad?
¿Era esa su verdadera forma?
Xie Lian ni siquiera tuvo tiempo de abrir la boca
y Shi Qing Xuan ya hablaba: —¿Cómo puede ser
su verdadera forma? Hua Cheng tiene miles de
disfraces, ¿quién sabe cómo se ve su verdadera
forma? La última vez que fui al Paso BanYue, se
veía similar a la apariencia de hoy, pero
probablemente sea un disfraz. Es falso, todo
falso.
Sin embargo, Xie Lian recordó claramente que
Hua Cheng le había dicho: La próxima vez que
nos encontremos, le saludaré en mi verdadera
forma, esa noche en el Santuario PuJi. Pensó
para sí mismo: —Es real.
Pero, por supuesto, no lo dijo en voz alta. Todos
estaban tan seguros de que Hua Cheng debía
llevar una piel falsa y que si él era el único que
sabía que era la verdadera forma de la Xueyu
Tanhua era como enterarse de un extraordinario
secreto. Luego continuó esa línea de
pensamiento. Al ver la apariencia de San Lang,
realmente no se ve muy diferente de antes, solo
un poco más viejo y más alto. Eso significa que
técnicamente, él estaba prácticamente en su
verdadera forma la primera vez que lo conocí.
Curiosamente, Xie Lian se sintió un poco feliz.
Shi Qing Xuan agregó desde el lado: —La
gente dice que Hua Cheng es un personaje
672
extraño, y ese parece ser el caso. Es obvio que
él estaba haciéndolo fácil para ti y, sin embargo,
fingió no conocerte. Quién sabe lo que está
haciendo. ¿Podría ser que él quería atraparnos
con la guardia baja?
Xie Lian se atragantó. Parecía que cualquiera
notó que Hua Cheng se lo había vuelto fácil en la
Guarida del Apostador. Lo estaba haciendo fácil,
era lo que la gente había dicho, pero en realidad,
Hua Cheng le había dejado ganar
unilateralmente. Lang Qian Qiu fue el único que
no pudo notarlo y frunció el ceño.
—¿Fue fácil con él? ¿Por qué?
Los otros dos le dieron una palmada en el
hombro y decidieron que era mejor no
explicárselo. Dejaron a Lang Qian Qiu de pie
solo, preguntándose por qué Hua Cheng estaba
haciéndolo fácil para Xie Lian y si los dos se
conocían o no. Xie Lian y Shi Qing Xuan se dieron
la vuelta y comenzaron a caminar.
—Parece que hemos estado expuestos, ¿qué
debemos hacer ahora? —Xie Lian dijo—.
¿Cambiar nuestros disfraces e intentarlo de
nuevo? Personalmente, no creo que eso cambie
nada. Con la pelea de TaiHua Dianxia, La Ciudad
Fantasma probablemente reforzará su seguridad.
Shi Qing Xuan respondió: —Para ser honesto,
he considerado la posibilidad de que nos
expongamos, pero nunca pensé que sucedería
tan pronto.
Xie Lian suspiró.
—Lo sé, lo sé.

673
—Lo que se ha hecho está hecho —dijo Shi
Qing Xuan—. Ya que nuestros disfraces están
expuestos, también podríamos caminar
confiadamente y hacer esto abiertamente. —Xie
Lian probablemente podría adivinar qué había
querido decir con abiertamente. Como era de
esperar, Shi Qing Xuan explicó: —Si aún
queremos seguir mintiendo, entonces usted es el
único que puede hacerlo: busque a Hua Cheng y
dígale que ha venido aquí especialmente para
verlo. Él sabe que es usted un oficial de los cielos,
¿verdad? Si es así, entonces es bastante creíble
decir que has traído contigo a un par de amigos
de los cielos.

674
675
CAPÍTULO 39
En la Mansión Paraíso; preguntas de XianLe
(parte uno)

A
ntes de que Xie Lian pudiera responder,
Lang Qian Qiu, que había escuchado la
sugerencia, gritó de inmediato: —¡No!
Shi Qing Xuan lo miró.
—¿Por qué no?
Lang Qian Qiu contestó en tono serio.
—Príncipe Xian Le, ¿realmente conoce a
Xueyu Tanhua? Escuché su conversación antes,
parece que ustedes dos son amigos.
Xie Lian asintió.
—¡Entonces, por supuesto, ese plan no es
factible! —Dijo Lang Qian Qiu—. Aunque un Rey
Fantasma no es un santo, el hecho de que lo
haya tratado bien debe significar que lo ve como
un amigo. Si es así, entonces uno no debe
mentirle a un amigo.
Shi Qing Xuan podía sentir un dolor de cabeza
que se aproximaba.
—¡Dios mío, Qian Qiu, tonto!
Sin embargo, Xie Lian se echó a reír y asintió.
—Lo que TaiHua Dianxia, dice es correcto.
676
Lang Qian Qiu sonrió: —Usted también está de
acuerdo, ¿verdad?
Shi Qing Xuan dijo: —¿Cómo es eso correcto?
Somos tres Oficiales Celestiales. Si volviéramos
a informar con las manos vacías, la gente diría
que nuestra tasa de éxito es incluso inferior a la
del Palacio de Ling Wen, y eso sería una
vergüenza absoluta.
Xie Lian sonrió y justo cuando estaba a punto
de hablar, el sonido de gritos y aullidos que
venían de atrás los hizo volverse. Justo afuera del
callejón, un grupo de demonios y fantasmas
pasaron corriendo, gritando: —¿Dónde está ese
mocoso con la cara vendada? ¿Dónde diablos
está?
Al ver la alarma de los otros dos dioses, Xie
Lian aseguró: —No se preocupen, no nos están
persiguiendo.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, sus orejas fueron perforadas por un grito
agudo y ensordecedor.
El grito de desesperación hizo que el corazón
de Xie Lian cayera. Sin pensarlo dos veces, corrió
en esa dirección, y allí, un montón de siluetas de
formas extrañas se reunieron en un círculo fuera
del callejón, gritando uno tras otro.
—¡Lo atrapamos!
—¡Golpéenlo de nuevo!
—¡Mierda! No importa cuánto me robó este
pedazo de escoria, ¡lo voy a cortar parte por
parte!

677
Shi Qing Xuan lo alcanzó: —Dianxia, ¿qué está
pasando?
Xie Lian no respondió, pero caminó hacia el
grupo paso a paso. Su ritmo creció en velocidad,
y pronto comenzó a correr. Empujó a la fuerza a
un par de demonios en el exterior y vio que la
persona que estaba siendo golpeada era un niño
harapiento. Parecía tener quince o dieciséis
años, acurrucado en el suelo, temblando
incontrolablemente. A pesar de que se aferraba
firmemente a su cabeza, todavía se podían ver
las capas de vendajes que estaban envueltos en
su cabeza. Las vendas eran iguales a las de su
cabello, manchadas de tierra.
¿No era este el mismo niño vendado que Xie
Lian había conocido en el Monte Yu Jun y que
había desaparecido y no pudo encontrar?
No era de extrañar que el Palacio de Ling Wen
dijo que no pudieron encontrar ningún rastro de
él hace un par de días. ¿Cómo podría el Palacio
de Ling Wen de los cielos encontrarlo en el Reino
Mortal si el chico hubiera escapado al territorio de
los fantasmas?
En un momento de furia, la pareja de demonios
que Xie Lian hizo a un lado lo sacó una vez más.
Un demonio tiró de las vendas.
—Mira lo desesperadamente que quiere
mantener sus vendas, te apuesto a que este
pequeño mendigo podría ser más feo que yo...
Lang Qian Qiu estaba furioso y gritó: —¡Qué
estás haciendo! —Mientras tiraba unos cuantos
demonios a un lado.

678
Shi Qing Xuan no tuvo tiempo para detenerlo y
solo gritar: —Qian Qiu, ¡pensé que habíamos
acordado no hacer las cosas por impulso!
Esta vez, Qian Qiu había irritado a más
demonios.
Ellos gritaron: —¡¿Y quién crees que eres?!
Y se abalanzaron sobre él.
—Lo siento, Gran Señor del Viento —dijo Lang
Qian Qiu—. ¡Esta será la última vez! —Y se lanzó
a la lucha, golpeando a los demonios.
Shi Qing Xuan dejó escapar un suspiro de
exasperación.
—¡Ugh, nunca más volveré a salir con usted!
Luego se unió a la pelea.
Debido a que no podían exponer su energía
espiritual, solo podían recurrir a pelear con sus
puños y pies. El otro grupo más pequeño que
estaba golpeando al niño fue separado por la
fuerza por Xie Lian. Se arrodilló, queriendo
ayudar al niño a levantarse.
—¿Estás bien?
Al escuchar esa voz, el niño se estremeció y lo
miró desde su posición fetal. Ahora que había
visto mejor, Xie Lian descubrió que los vendajes
que rodeaban la cara del niño estaban
empapados de sangre. Con manchas de negro y
rojo, era una visión aterradora, la apariencia aún
más aterradora que cuando se habían separado
por última vez. Los dos grandes ojos que
emergieron de la brecha entre las vendas eran
claros como el día, el iris negro contra el blanco,

679
pero esos ojos oscuros que reflejaban la silueta
de Xie Lian estaban llenos de miedo.
Xie Lian tomó al niño del brazo.
—Ven, levántate. Va a estar bien.
Para su sorpresa, el chico gritó, empujó a Xie
Lian, y salió disparado.
Como este niño había sido infectado una vez
con la enfermedad de rostro humano, debía estar
conectado con el reino de XianLe. En el momento
en que Xie Lian lo vio, pudo sentir un tirón en su
corazón y su mente se dispersó. Cogido por
sorpresa por la fuerza del empuje, incluso su
sombrero de paja se había caído. Después del
shock inicial, gritó: —¡Espera!
Justo cuando Xie Lian estaba a punto de
perseguirlo, los pocos demonios que había
retirado antes lo habían agarrado. El chico se
dirigió a la calle que estaba más viva que nunca.
A la velocidad que él estaba atravesando sin
esfuerzo los grupos de fantasmas y demonios
con su pequeño cuerpo, el chico desaparecería
pronto. Sería difícil para Ruoye rastrear a una
persona en este tipo de entorno, por lo que en
ese momento de urgencia, Xie Lian gritó: —Mis
señores, dejaré este asunto con ustedes. Vamos
a separarnos por ahora. ¡Vayan a esconderse y
nos reuniremos aquí nuevamente en tres días!
Ruoye se deslizó y envió a esos demonios
volando en dirección a los otros dos oficiales. Se
inclinó ligeramente, recogió su sombrero de paja
y echó a correr en dirección al niño.
Se escurrió entre la multitud con una dificultad
inmensa mientras gritaba: —¡Disculpe! ¡Disculpe!
680
Sin embargo, debido a que el muchacho había
pasado la mayor parte de su vida escondido en el
reino mortal, escapar fue prácticamente una
segunda naturaleza para él. Primero había una
cabeza, luego había una sombra, después de
eso, no había nada; se estaba alejando más y
más. Xie Lian no sabía si era su imaginación,
pero sentía que las multitudes en la calle se
estaban volviendo cada vez más gruesas. Con
humanos y fantasmas por igual presionados unos
contra otros, realmente le hizo difícil atravesarlos.
En medio de todo ese caos, la mente de Xie Lian
era tumultuosa y derribó una serie de puestos, y
gritó: —¡Lo siento! ¡Lo siento! —Mientras seguía
corriendo.
Sin embargo, los fantasmas y los demonios no
eran fáciles de cruzar, y le gritaban: —¡Lo siento,
mierda! ¡Agárrenlo!
Xie Lian sintió una frialdad en su espalda
repentinamente, como si una mano lo hubiera
agarrado, e inmediatamente la rechazó.
—¡¿Quién es?!
Era difícil decir de dónde venía la mano, pero
todos los fantasmas y demonios lo rodeaban, sus
voces chillando y terrible.
—¡Oi! ¡Vamos a enseñarle a esta pequeña cara
pálida una o dos cosas! ¡Cómo se atreve a crear
mierda en nuestra Ciudad Fantasma!
Una gran multitud de monstruos y espíritus se
vertió en la horda, y al ver que estaba a punto de
perder a ese chico en la multitud, Xie Lian hizo
todo lo posible para deshacerse de la mano que
lo atrapó.
681
—¡Todos! Lo siento mucho, no intenté
dañarlos. ¡Déjenme ir a buscar a alguien y
volveré a pagarles a todos!
La horda de fantasmas y demonios era
implacable.
—¡Sí claro!
En medio de todos los empujones, ese chico
había desaparecido por completo. Xie Lian se
detuvo y se quedó donde estaba, aturdido. A
decir verdad, realmente no podía estar seguro de
lo que estaba sintiendo. ¿Era una decepción por
no poder atrapar al otro, o era un alivio que una
pesadilla hubiera pasado?
De repente, hubo una conmoción entre la
multitud de demonios, e inmediatamente se
separaron a los lados, formando un camino,
como si alguien de importancia estuviera por
llegar. Xie Lian se acercó y vio una silueta alta de
una figura vestida de negro que caminaba
directamente hacia él a través del camino creado
por la multitud.
Él gritó: —Cálmense. ¡Déjenlo ir!
La figura vestida de negro, como la mayoría de
los fantasmas y demonios, llevaba una máscara.
Era una máscara graciosa con una cara como si
estuviera sonriendo tristemente. La multitud
murmuró por lo bajo.
—¡Es el oficial de XiaXianYue!44 Y liberaron su
agarre sobre Xie Lian. Parecía que esta figura
vestida de negro era alguien importante en la
Ciudad Fantasma.
44
XiaXianYue se traduce en Luna Creciente Menguante.

682
En el momento en que se acercó a Xie Lian,
hizo una reverencia.
—Saludos, cultivador. El Señor desea verlo.
—Hum. ¿A mí? —Xie Lian se señaló a sí
mismo.
El oficial de XiaXianYue respondió: —Eso es
correcto. El Señor lo ha estado esperando en la
Mansión del Paraíso.
A su alrededor, la muchedumbre contuvo el
aliento.
—¿El Señor quiere verlo? ¿Escuché esto mal?
—¿Mansión Paraíso? Ese es el santuario del
Señor, ¡nunca ha tenido invitados!
Algunos señalaron: —Espera un segundo, ¿no
fue él quien ganó hoy contra el Señor en la
Guarida del Apostador? ¡¿No, el que el Señor
enseñó?!
Todos los ojos ahora estaban enfocados en Xie
Lian, cada par más grande que el siguiente. Xie
Lian no pudo evitar levantar su sombrero de paja
para ocultar su rostro.
El oficial de XiaXianYue hizo un gesto: —Por
aquí, por favor.
Xie Lian asintió y lo siguió.
La multitud se separó una vez más, y el oficial
demoníaco guió a Xie Lian por el camino. Nadie
se atrevió a seguirlo, y después de un tiempo de
incienso, los dos dejaron atrás la bulliciosa calle,
yendo más y más hacia los bosques.
Durante su caminata, los dos no conversaron.
Xie Lian sintió que el oficial de XiaXianYue
caminaba como si fuera a desaparecer en las

683
sombras y lo siguió de cerca. Inconscientemente,
sus ojos pasaron por la muñeca del oficial y
notaron que había un círculo negro.
Era algo con lo que estaba más que
familiarizado.
¿Un grillete maldito?
Abrió los ojos, pero se quedó en silencio ante
su sorpresa. En ese momento, el oficial demonio
habló: —Estamos aquí.
Xie Lian levantó la vista y se dio cuenta de que
lo habían llevado a un lago. Había una serie de
fuegos fatuos flotando sobre las aguas, jugando
y persiguiéndose unas a otras. Junto al lago
había un pabellón imponente.
Tanto los cielos como el reino de los fantasmas
tenían una arquitectura glamorosa. Sin embargo,
los edificios distinguidos de los cielos pusieron
más énfasis en la prominencia y el prestigio,
mientras que los edificios en la Ciudad Fantasma
eran glamurosos en su hechizo y frivolidad.
Incluso las grandes letras de este pabellón;
Mansión Paraíso emanaban un aura malvada.
Después de pensarlo un poco, Xie Lian igual
entró.
Levantando una cortina de cuentas, un aire
cálido y perfumado vino corriendo a su cara. Xie
Lian movió su cabeza ligeramente para evitar que
se envolviera en ese olor. Pronto, llegó a un gran
salón.
El interior de la sala estaba cubierto por una
gruesa alfombra blanco nieve hecha de la piel de
una bestia desconocida. Muchas mujeres

684
hermosas y cautivadoras, descalzas y vestidas
de seda ligera, bailaban y jugaban, sensuales y
seductoras. La música que escuchó vino de ellas.
Las damas giraban seductoramente como
ramos de rosas cubiertas de espinas, floreciendo
en medio de la noche.
Cuando se giraron hacia Xie Lian, bromearon
juguetonamente con sus ojos. Si cualquier
transeúnte de la noche se entrometiera
accidentalmente en esta escena, seguramente se
sentiría aún más asustado o encantado. Sin
embargo, cuando Xie Lian estaba observando el
salón principal, sus ojos no se clavaron en esas
mujeres. Lo primero que vio fue a Hua Cheng,
que estaba sentado en el fondo del salón
principal.
Al final del pasillo había un gran futón hecho de
jade negro, de tamaño expansivo y que podía
acomodar a más de diez personas. Pero solo
había uno sentado sobre él, y era Hua Cheng.
Había una serie de hermosas mujeres
fantasmas bailando delante de él, pero él no les
escatimó ninguna mirada, solo vigiló
perezosamente lo que tenía ante él.
Frente a Hua Cheng había un pequeño palacio
dorado. Desde lejos, parecía un palacio celestial,
pero en una inspección más cercana, ese
pequeño palacio fue construido con láminas
delgadas de oro apiladas unas sobre otras.
Un palacio de láminas de oro. Xie Lian había
jugado este juego a menudo cuando era un niño;
era un juego que no es diferente a los niños del
pueblo apilando piedras para construir casas. Sin
685
embargo, debido a que no le gustaba la
separación por naturaleza cuando era más joven,
no importaba lo que fuera, siempre que los
objetos se colocaran juntos, Xie Lian se negaría
a separarlos. Después de hacer un palacio, le
prohibiría a cualquiera que lo tocara, deseando si
tan solo pudiera pegar las frágiles hojas para que
nunca se derrumbara. Cuando era aún más
joven, si veía que su palacio dorado se
desmoronaba, estaría deprimido hasta el punto
de negarse a comer y dormir hasta que el rey y la
reina lo sacaran de su caparazón. El palacio
dorado que tenía ante él ahora era grande, con
cientos de hojas de papel de aluminio, frágil como
un huevo, como si una suave brisa pudiera
soplarlo. Xie Lian oró mentalmente: —No caigas.
No caigas.
Después de un momento, sin embargo, Hua
Cheng miró su trabajo y le mostró una sonrisa,
levantó un dedo y golpeó la parte superior del
palacio dorado.
Las láminas se agitaron y se derrumbaron en
un montón.
Hojas de oro cayeron al suelo, el palacio de oro
fue destruido. Habiéndolo derribado, Hua Cheng
parecía divertirse por su trabajo, como un niño
que ha empujado sobre una torre de bloques de
construcción.
Sin pensar, tiró una lámina de oro que aún
estaba en su mano y saltó del futón. Las
bailarinas se detuvieron de inmediato en sus
pasos y retrocedieron hacia los lados, silenciando

686
sus canciones. Pisando las hojas de láminas de
oro, Hua Cheng caminó hacia la entrada.
—Ya que Gēge está aquí, ¿por qué no entra?
No sea un extraño después de separarnos por
pocos días.
Al escuchar sus palabras, Xie Lian bajó la
cortina de cuentas.
—Anteriormente en la Guarida del Apostador,
fue San Lang quien fingió no reconocerme.
Hua Cheng se acercó y se detuvo al lado de Xie
Lian.
—Lang Qian Qiu estaba allí, así que si no
actuara, estaría causando problemas a Gēge.
—Esa fue una actuación muy mala... — pensó
Xie Lian.
En cuanto a ver a través de la identidad de Lang
Qian Qiu, Xie Lian no se sorprendió lo más
mínimo. De hecho, Hua Cheng probablemente
sabía que Shi Qing Xuan también estaba
mezclado entre la multitud, por lo que Xie Lian
habló sin dudar: —San Lang está bien informado
como siempre.
Hua Cheng se rió.
—Por supuesto. Entonces, ¿está Gēge aquí
especialmente para visitarme esta vez?
—…
Si Xie Lian tuviera que ser honesto consigo
mismo, si hubiera sabido que Hua Cheng estaba
aquí, habría pedido permiso para poder visitarlo.
Por desgracia, ese no era el caso. Sin embargo,
Hua Cheng no se molestó en esperar la
respuesta de Xie Lian.

687
Él sonrió.
—Ya sea que esté aquí para verme o no, igual
estoy feliz.
Xie Lian se sobresaltó con esas palabras. No
había tenido la oportunidad de responder cuando
las mujeres que estaban de pie a los lados
comenzaron a reírse. Hua Cheng inclinó la
cabeza y todos se detuvieron al mismo tiempo,
con la cabeza gacha, y pronto salieron del pasillo,
dejando solo a los dos en esta cámara expansiva.
—Venga y siéntese aquí, Gēge —dijo Hua
Cheng.
Xie Lian lo siguió y lo observó mientras
caminaba, sonriendo.
—Así que esta es tu verdadera apariencia.
Hua Cheng se detuvo en su paso.

688
689
CAPÍTULO 40
En la Mansión Paraíso; preguntas de
XianLe (parte dos)

T
al vez fue un invento de su imaginación,
pero los hombros de Hua Cheng parecían
haberse congelado por un instante.
El momento no duró, y Hua Cheng respondió
casualmente.
—Dije que la próxima vez que nos encontremos
le saludaría con mi apariencia real.
Xie Lian sonrió. Le dio una palmadita en el
hombro y dijo con seriedad: —No está mal.
El tono de Xie Lian también fue casual, nada
más, nada menos, y muy simple. Hua Cheng le
devolvió la sonrisa, y esta vez, relajado. Dieron
unos pasos más y Xie Lian de repente recordó
algo importante que debía confirmar con Hua
Cheng, y se quitó la cadena de plata del cuello.
—Por cierto —dijo Xie Lian—. ¿Dejaste esto?
Hua Cheng miró el anillo y sonrió: —Es para ti.
—¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.
—No es nada importante. —Hua Cheng
respondió—. Solo mantenlo por diversión.

690
Aunque eso es lo que dijo, Xie Lian sabía que
este objeto no era algo tan insignificante.
—Entonces, gracias, San Lang.
Al ver que Xie Lian colocó el collar anillado
alrededor de su cuello, la mirada de Hua Cheng
brilló intensamente. Xie Lian miró a su alrededor
y dijo: —Antes en la Guarida del Apostador,
dijiste que venías a la Mansión Paraíso y pensé
que era algo así como un burdel o una zona
roja,45 pero ¿esto se parece más a un teatro?
Hua Cheng levantó las cejas.
—Gēge, ¿qué estás diciendo? Nunca voy a la
zona roja.
Xie Lian se sorprendió.
—¿En serio?
—Por supuesto —respondió Hua Cheng. Los
dos se acercaron al futón negro y se sentaron uno
al lado del otro. Hua Cheng continuó—: Este no
es más que un lugar que a veces renuevo, una
especie de residencia. Vengo y me relajo aquí
cuando estoy libre. Si estoy ocupado, entonces lo
dejo.
—Así que es tu hogar —comentó Xie Lian.
—Residencia —corrigió Hua Cheng—. No es
un hogar.
—¿Hay alguna diferencia? —Preguntó Xie
Lian.
—Por supuesto —respondió Hua Cheng—, un
hogar tiene una familia. Un lugar donde alguien
vive solo, no es un hogar.

45
Usualmente un lugar como una avenida donde hay prostitución.

691
Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian se
apretó. Según esa definición, habían pasado más
de ochocientos años desde que tuvo un hogar.
Aunque Hua Cheng no tenía ningún rastro de
soledad en su rostro, Xie Lian pensó que tal vez
eran iguales.
Hua Cheng continuó: —Si hablamos de
hogares, incluso un lugar pequeño como el
Santuario PuJi sería un millón de veces mejor
que mi Mansión Paraíso.
Xie Lian estuvo de acuerdo y sonrió.
—No me di cuenta de que San Lang fuera tan
sentimental. Pero para hacer comparaciones con
mi Santuario PuJi, realmente estás exagerando
aquí.
Hua Cheng se rió.
—¿Qué hay de avergonzarse? A decir verdad,
el Santuario PuJi de Gēge es pequeño, pero es
mucho más cómodo que mi Mansión Paraíso. Es
más como un hogar.
—¿Es eso así? —Xie Lian dijo
calurosamente—. Entonces, si te gusta, en el
futuro, ven cuando quieras. Las puertas del
Santuario PuJi siempre estarán abiertas para ti.
La cara de Hua Cheng se iluminó.
—Ya que Gēge lo dice, con gusto aceptaré su
oferta. No me consideres molesto en el futuro.
—De ninguna manera —dijo Xie Lian—. Por
cierto, San Lang, quiero pedirte un favor, pero no
sé si tendrías tiempo.
—¿Qué es? —Preguntó Hua Cheng—. Este es
mi territorio. Solo pídalo y se lo entregaré.

692
Después de pensar un poco, Xie Lian dijo:
—Antes, cuando estaba tratando con el caso en
el Monte Yu Jun, me encontré con este chico que
podría haberse originado en mi reino.
Hua Cheng parpadeó lentamente ante la
palabra originar y no dijo una palabra.
Xie Lian continuó: —No manejé muy bien el
asunto y lo asusté. Después de eso solicité una
búsqueda sin ningún éxito. Al principio, cuando
corría por los callejones de la Ciudad Fantasma,
pensé que me había topado con él. San Lang,
eres el señor de esta tierra. ¿Hay alguna manera
en que puedas ayudarme a encontrarlo? Su cara
está envuelta en vendas, y solo recién se escapó
cerca de los escalones de la Mansión Paraíso.
Hua Cheng se quedó en silencio y se puso de
pie para decir algo en voz baja, con la cara vuelta,
como si se estuviera comunicando con alguien.
Un momento después se volvió a sentar y sonrió.
—Listo. Solo espere.
Como Hua Cheng era el señor que vigilaba la
Ciudad Fantasma, sería mucho más conveniente
para él actuar.
Xie Lian suspiró de alivio.
—En verdad, gracias de nuevo.
—Esto no es nada —dijo Hua Cheng—. ¿Pero
dejó a Lang Qian Qiu tan fácilmente?
Si Lang Qian Qiu estuviera allí, directo y
obtuso, sería difícil predecir qué otras tonterías
saldrían de su boca y empezar quién sabe qué
tipo de problemas.

693
—Probablemente fuera mejor reunirse más
tarde —pensó Xie Lian.
—TaiHua Dianxia, le causó problemas antes en
la Guarida del Apostador. Lo siento por eso.
Hua Cheng mostró una sonrisa arrogante.
—¿Qué estás diciendo? Eso no contó como un
problema en lo más mínimo.
—Las cosas que rompió...
Xie Lian comenzó y Hua Cheng se echó a reír.
—Por Gēge, perdonaré su deuda. Él puede
hacer lo que quiera mientras no muestre su cara
frente a mí.
Xie Lian ahora tenía curiosidad y preguntó:
—¿No te importa si hay Oficiales Celestiales
que se paseen en tu territorio? ¿Podría Hua
Cheng realmente ser tan intrépido?
Hua Cheng sonrió.
—Por supuesto que no sabrías esto, pero
Gēge, los tres reinos proclaman a la Ciudad
Fantasma un infierno de corrupción, un caos
demoníaco, pero en realidad, todos quieren venir
a ver. Muchos de los Oficiales Celestiales fingen
no preocuparse y hablan mal de este lugar, pero
a espaldas de todos, a menudo se disfrazan y
dirigen negocios indescriptibles. He visto
demasiado. Si no provocan problemas, entonces
no me importa, y si lo hacen, incluso mejor,
porque son los que se entrometieron primero.
—TaiHua Dianxia, es así por naturaleza, por lo
que al ver una serie de apuestas de ese tipo
sucediendo, tuvo que detenerla y no pudo
contenerse —explicó Xie Lian.

694
—Esa es su falta de experiencia —dijo Hua
Cheng claramente—. Elegir entre permitirte vivir
más tiempo durante diez años o cortar la vida de
tu enemigo durante diez años y elegir este último,
es la base del odio humano. —Resopló y cruzó
los brazos—. Que un idiota como Lang Qian Qiu
pueda ascender, los cielos están
verdaderamente ciegos.
—...
Xie Lian se frotó la frente sintiéndose un poco
culpable, pensando: —No puedes decirlo así,
después de todo, alguien que recolecta basura
como yo también ascendió...
Después de algunas dudas, Xie Lian habló de
nuevo: —San Lang, puede que esté fuera de
lugar si digo esto, pero todavía tengo que decirlo.
Esa Guarida del Apostador es peligrosa, ¿no te
estallará en la cara algún día?
Un lugar que permitía apostar a los hijos e hijas
y las vidas de las personas, incluso matar de la
nada, era terriblemente pecaminoso. No importa
una pequeña pelea. Si un día las apuestas se
salen de las manos, los cielos no podrían
sentarse y mantener los ojos cerrados.
Hua Cheng le dio una mirada.
—Dianxia. ¿Alguna vez le preguntó a Lang
Qian Qiu por qué tuvo que entrometerse? —Xie
Lian se sorprendió un poco, sin entender del todo
la intención de la pregunta. Hua Cheng
continuó—: Apuesto a que debe haberle dicho
que si no lo hacía, nadie más lo haría.
—Tienes razón —dijo Xie Lian—, eso es
exactamente lo que dijo.
695
—Yo pienso lo contrario —dijo Hua Cheng—.
Si no controlo un lugar como este, entonces
alguien más tomaría el control de él. Prefiero que
esa persona sea yo.
Xie Lian supo cuándo ceder y asintió.
—Entiendo.
Parecía que, aunque Hua Cheng era alguien
sentimental, también se preocupaba por el
control y el poder de lo que Xie Lian se daba
cuenta. Hua Cheng continuó: —No obstante,
gracias Gēge por preocuparse.
En ese momento, Xie Lian escuchó una voz
que venía de la puerta. Un joven dijo: —Mi señor,
he localizado al niño vendado.
Xie Lian miró hacia la entrada principal y vio al
oficial de XiaXianYue antes de inclinarse más allá
de la cortina de cuentas. Y el que estaba en sus
brazos no era otro que el niño harapiento con
vendas.
Hua Cheng no volvió la cabeza.
—Tráelo.
El joven vestido de negro trajo al niño al interior
y lo puso suavemente en el suelo. Xie Lian no
pudo evitar mirar de nuevo su muñeca para ver si
realmente había un grillete maldito, pero el otro
hizo una reverencia y se retiró rápidamente
después de entregar al niño. Como había asuntos
más importantes a la mano, Xie Lian se agachó
cerca del niño vendado y al instante lo tranquilizó:
—No te asustes. Fue mi culpa la última vez, no lo
volveré a hacer.

696
Los ojos del niño se abrieron con miedo y
confusión, pero después de huir tantas veces, ya
no tenía la energía para escapar de nuevo. Miró
a Xie Lian y luego a la mesa en el futón de jade
negro. Xie Lian siguió su línea de visión y vio que
estaba mirando un plato de deliciosas frutas
encima de la mesa.
El niño debió haber estado escondido por
mucho tiempo y no había comido. Xie Lian se
volvió hacia Hua Cheng y antes de que dijera
algo, Hua Cheng le hizo un gesto: —Haga lo que
quiera, no es necesario que me lo pregunte.
No era hora de ser educado, por lo que Xie Lian
dio las gracias y alcanzó el plato de fruta antes de
dárselo al niño. Ese niño agarró el plato de Xie
Lian y comenzó a meterse las frutas en la boca.
Parecía que había estado muerto de hambre
durante demasiados días, y estaba
desesperadamente hambriento. Incluso cuando
Xie Lian estaba en su peor momento y se moría
de hambre como un perro salvaje, nunca había
metido comida en su boca de esa manera en su
vida. No sabía qué decir, y solo reprendió con
suavidad: —Más lento. —Después de una pausa,
intentó: —¿Cómo te llamas?
El niño musitó y murmuró mientras comía,
como si tratara de decir algo, pero no podía
hacerlo con claridad.
—Puede que no haya hablado en muchos años
y se haya olvidado de cómo hablar —sugirió Hua
Cheng.

697
De hecho, parecía que este chico no hablaba
mucho, ni siquiera con Xiao Ying y había sido así
durante mucho tiempo.
Xie Lian suspiró: —Podemos hacer esto
lentamente.
Para entonces, todas las frutas en el plato
habían sido devoradas. Al ver que sus vendajes
estaban empapados en sangre seca, cubiertos
de manchas negras y rojas por igual, Xie Lian dijo
con suavidad: —Tu cara está herida y parece
grave. Déjame ver.
Al escuchar esas palabras, el miedo envolvió
inmediatamente los ojos del niño. Sin embargo,
después de la incansable calma y aliento de Xie
Lian, se sentó una vez más obedientemente.
Xie Lian se acercó a él y sacó una botella de
polvo medicinal de la manga, listo para quitarle
los vendajes manchados cuando Hua Cheng
interceptó.
—Déjeme hacerlo.
Xie Lian negó con la cabeza y movió las manos
lentamente, desenredando los vendajes al azar.
Como había sospechado, aunque la cara del
niño era un desastre sangriento, todos los
pequeños rostros de humanos aterradores
habían desaparecido, solo grandes manchas de
brillantes cicatrices rojas.
La última vez que se encontraron en el Monte
Yu Jun, hubo quemaduras que cubrían su rostro
pero no tanta sangre. Este chico debió haber
usado un cuchillo para cortar esos rostros

698
humanos de su propia cara y dejar todas esas
cicatrices.
Las manos de Xie Lian temblaron suavemente
cuando frotó el medicamento. Hua Cheng lo
agarró de la muñeca y dijo de nuevo: —Déjeme.
Xie Lian volvió a negar con la cabeza, le soltó
la mano con suavidad y dijo en voz baja: —No.
Déjame hacer esto yo mismo.
Hace ochocientos años en el reino de XianLe,
muchos que contrajeron esta enfermedad, sin
ninguna otra forma, eligieron esta vía de
automutilación. Fue el infierno en la tierra.
Algunos fallarían, cortarían donde no deberían y
morirían por la pérdida de sangre. Algunos,
aunque lograron eliminar los pequeños rostros
humanos, nunca se curaron de esas heridas.
Cuando Xie Lian envolvía vendas nuevas
alrededor de la cabeza del niño, se dio cuenta de
que sus rasgos eran bastante correctos, su nariz
recta y refinada, sus ojos negros y claros; debería
haber sido un joven apuesto si no fuera por esta
enfermedad espantosa. Él era como muchos
otros antes que él; incluso si cortara los rostros
humanos distorsionados, su rostro seguiría
siendo una pesadilla para siempre, incapaz de
recuperarse.
Xie Lian finalmente terminó de envolver los
nuevos vendajes y preguntó con voz temblorosa:
—¿Eres de XianLe? —El chico se volvió para
mirarlo con sus grandes ojos, y Xie Lian repitió su
pregunta varias veces, pero solo negó con la
cabeza. Xie Lian luego preguntó: —Entonces,
¿de dónde eres, exactamente?
699
El niño respondió con mucho esfuerzo.
—Yong... An...
¡Este niño era de YongAn!
Xie Lian sintió que su vista se oscurecía y soltó
un susurro: —¿Alguna vez conociste... a Bai
Wuxiang? 46
Bai Wuxiang. El origen de las plagas. El
símbolo de la desgracia.
Este supremo a menudo se ponía un traje de
funeral blanco como la nieve, una pancarta
llamadora de espíritus en la mano y una máscara
de sonrisa llorosa en su rostro. Esta máscara se
llamaba así porque la mitad de ella sonreía y la
otra mitad lloraba; juntos, era difícil saber si el
portador estaba sonriendo o llorando. Si lo vieran
en algún lugar, significaría que pronto estarían
condenados a la ruina y el mundo caería en el
caos.
Xie Lian pudo recordar claramente la primera
vez que conoció a Bai Wuxiang. Estaba de pie en
la cima de la torre más alta del palacio de XianLe,
con el rostro cubierto de mugre y lágrimas,
perdido y desconcertado mientras miraba hacia
abajo a su reino. Dentro de su visión borrosa,
había una silueta blanca entre los campos de
cadáveres justo fuera de los muros de la
fortaleza, con sus gigantescas mangas blancas
ondeando, claras y distintivas. Xie Lian bajó la
cabeza para mirarlo, esa aparición blanca
también levantó la cabeza para mirar a Xie Lian y
lo saludó directamente.

46
白 无 相 - Blanco sin rostro. AKA / White no-Face

700
Esa máscara de sonrisa llorosa fue la pesadilla
que Xie Lian no pudo evitar, incluso después de
cientos de años.

701
702
CAPÍTULO 41
En la Mansión Paraíso, preguntas de
XianLe (parte tres)

E
se niño no parecía saber quién era Bai
Wuxiang y solo miraba a Xie Lian con una
expresión en blanco. Xie Lian no podía decir
si el chico no entendía o no podía entender, pero
de repente gritó: —¡AH!
Resultaba que fue Xie Lian quien se agarró de
sus hombros y los apretó inconscientemente. No
fue hasta que gritó que Xie Lian se acercó y soltó
sus manos apresuradamente.
—Lo siento.
Hua Cheng habló en voz baja: —Está cansado.
Vaya a descansar.
Tan pronto como dijo esas palabras, una
pequeña puerta en las paredes laterales del
pasillo se abrió, y dos chicas ágiles entraron para
llevarse al niño. Miró de nuevo a Xie Lian
mientras se lo llevaban.
Xie Lian le dijo: —No te preocupes. Iré a
buscarte de nuevo en un momento.
Después de que se llevaron al niño, Hua Cheng
se volvió hacia Xie Lian.

703
—Siéntese y relájese, y no lo vea por ahora. Si
tiene alguna pregunta para él, tengo mis maneras
de abrir sus labios.
Abrir sus labios, sonaba bastante horroroso, y
Xie Lian respondió: —No, está bien. Si él no
podía decir nada, entonces déjalo ir. Vamos a
tomar esto con calma.
Hua Cheng se sentó junto a Xie Lian.
—¿Cuáles son sus planes para el niño?
Xie Lian, con aspecto agotado, pensó en la
pregunta: —Creo que lo mantendré a mi lado y lo
llevaré conmigo primero.
—Es un fantasma, no un humano. —Hua
Cheng dijo—. ¿Por qué no lo dejas aquí en la
Ciudad Fantasma? No tengo problemas para
alimentar otra boca.
Xie Lian lo observó y dijo con seriedad: —San
Lang, en serio, gracias. Pero.... —Suspiró—.
Quiero llevarlo conmigo no solo para criarlo.
La Ciudad Fantasma ciertamente pertenecía a
Hua Cheng; Si estaba dispuesto a proteger al
niño, nadie podría hacerle daño y no pasaría
hambre. Pero, aparte de eso, lo más importante
para el niño era su orientación, para ayudarlo a
organizar su mente y su habla, y volverlo a la
normalidad. La Ciudad Fantasma era un lugar
bullicioso, caótico y salvaje, no ideal para
consejería. Aparte de él, Xie Lian no podía pensar
en nadie más que tuviera la paciencia para
emprender esa tarea.
Xie Lian respondió lentamente: —Ya estoy
inmensamente agradecido de que lo hayas

704
encontrado para mí. No puedo molestarte más
con lo siguiente.
Hua Cheng pareció no estar de acuerdo, pero
no presionó más. Dijo claramente: —Realmente
no es un problema. Cuando esté aquí, si necesita
algo, hágamelo saber; y es libre de ir a donde
quiera.
De repente, Xie Lian notó que la cimitarra en la
cintura de Hua Cheng había cambiado de
repente.
Xie Lian miró hacia abajo y su curiosidad se
despertó instantáneamente. Resultaba que, en la
empuñadura de esa cimitarra, tenía un ojo
plateado hecho a mano. Los patrones del ojo
estaban formados por unos pocos trazos de
plata, pero aunque eran simples, parecían
míticos como si estuvieran vivos. Al principio no
lo vio porque el ojo estaba cerrado en una línea
delgada, pero justo en ese momento, el ojo se
abrió y reveló un globo ocular con forma de gema
carmesí, y dentro del zócalo giró una vez.
Hua Cheng también lo notó, y habló en voz
baja: —Gēge, necesito irme un rato. Enseguida
vuelvo.
—¿Una alarma? —Xie Lian preguntó—.
¿Podría ser que el Gran Señor del Viento y Qian
Qiu mostraron su verdadera identidad aquí en la
Ciudad Fantasma? —Xie Lian también se
levantó—. Iré contigo.
Hua Cheng lo empujó suavemente hacia abajo.
—No se preocupe, no es TaiHua Dianxia. Es
solo una basura inútil que aparece cada mes. No
tiene que ir.
705
Ya que Hua Cheng lo dejó en claro, Xie Lian no
podía seguir presionando para que lo aceptara.
Hua Cheng se volvió y salió de la sala principal,
saludando mientras se alejaba. La cortina de
cuentas se abrió automáticamente cuando se
acercó, y después de salir, la cortina de cuentas
se dejó caer, chasqueando, su sonido era nítido
y claro.
Xie Lian se relajó un poco en el futón negro y
pensó en el chico vendado. Al recordar que le
tenía miedo a los extraños y era emocionalmente
inestable, Xie Lian no podía quedarse quieto y se
levantó de nuevo, decidido a ir a ver al niño. Pasó
por la puerta pequeña de la que habían salido las
chicas y llegó a un pequeño jardín. El jardín era
del color de un bermellón, y atravesándolo había
un pequeño sendero sin vida, y Xie Lian todavía
se preguntaba por dónde debía ir cuando de
repente una sombra negra pasó.
Era la silueta de ese oficial de XiaXianYue.
Xie Lian recordó la marca maldita en su
muñeca y lo tenía en mente. Estaba a punto de
llamar al otro cuando esa silueta desapareció. La
forma en que se comportaba era como si tuviera
miedo de ser descubierto, así que Xie Lian cerró
la boca y lo siguió sin hacer ruido.
Volviéndose a la esquina de un edificio donde
el oficial desapareció, Xie Lian se pegó a la pared
y miró a su alrededor. Ese joven se movió
rápidamente y estaba constantemente vigilando
a su alrededor, extremadamente cauteloso y, por
supuesto, temeroso de ser encontrado. Ese
oficial de XiaXianYue es uno de los subordinados
706
de San Lang, y está trabajando para él en su
territorio, ¿entonces por qué anda así?
Cuanto más pensaba Xie Lian, más
sospechaba que el oficial poseía malicia, por lo
que se escondió y lo siguió. El oficial
enmascarado dio varias vueltas por los pasillos, y
Xie Lian lo siguió de cerca, cincuenta pasos atrás,
aguantando la respiración y observando de
cerca. Finalmente, doblaron en una esquina y
llegaron a un largo pasillo, y al final del pasillo
había un juego de puertas grandes y bellamente
decoradas.
Sin dejar de seguirlo, Xie Lian pensó: —Si
ahora se da la vuelta, no habrá ningún lugar
donde esconderme.
Pero justo cuando el pensamiento cruzó su
mente, el oficial de XiaXianYue se detuvo y volvió
la cabeza.
En el momento en que se detuvo, Xie Lian
estaba alerta y extendió su brazo a toda prisa.
Ruoye salió volando y se envolvió alrededor de la
viga de madera, tirando de Xie Lian hasta el
techo, y se aferró a la viga.
El oficial no vio a nadie detrás de él y no pensó
en mirar hacia arriba, así que se giró de nuevo y
continuó en su camino. Xie Lian, por otro lado, no
se atrevió a soltarse tan pronto y se quedó en el
techo, avanzando silenciosamente hacia
adelante. Pensó que se parecía más a un
gecko47. Menos mal que el otro no fue muy lejos,

47
Una pequeña lagartija.

707
y se detuvo ante ese conjunto de puertas. Xie
Lian se detuvo también para observar.
En frente de esta puerta había una estatua de
una mujer, seductora y hermosa, pero por
supuesto, desde el ángulo de Xie Lian, solo vio
una cabeza circular y un plato hilado, redondo y
poco profundo en sus manos. El joven
enmascarado no se movió de donde estaba y no
se movió para abrir la puerta. En cambio, se
volvió hacia la estatua de la mujer y levantó una
mano, lanzando algo en el plato hastiado. El
sonido de los chasquidos era nítido y Xie Lian vio.
—¿Dados? —pensó para sí mismo.
Era un sonido que había escuchado muchas
veces antes, y no uno que olvidaría en mucho
tiempo. Era el sonido de los dados golpeando el
fondo de una taza de juego. Justo como
sospechaba, cuando el joven enmascarado retiró
su mano y Xie Lian miró, en realidad había dos
dados en el plato, ambos revelando seis puntos
rojos.
Después de lanzar los dados, el joven
enmascarado los sacó del plato y los guardó
antes de abrir la puerta. La puerta ni siquiera
estaba cerrada. Cuando entró por las puertas y
las cerró detrás de él, Xie Lian tampoco escuchó
ningún sonido de cerraduras activándose.
Después de esperar un momento, Xie Lian se
dejó caer suavemente al suelo como un pedazo
de papel y se cruzó de brazos para examinar el
juego de puertas.
Técnicamente, este edificio no parecía tan
grande, y lo que sea que el Oficial de XiaXianYue
708
estaba haciendo adentro debería hacer ruido. Sin
embargo, después de que cerró las puertas
detrás de él, no hubo más sonidos provenientes
del interior. Xie Lian contempló y levantó una
mano para empujar.
Como sospechaba, después de abrir la puerta,
no había nada ni nadie adentro, solo una mesa
pequeña y dos sillas. Parecía ser solo una
habitación normal y lujosa. Por el aspecto de esta
configuración, no había posibilidad de que
hubiera un camino oculto.
Xie Lian cerró la puerta y miró la estatua de la
mujer, y movió su mirada hacia el plato en sus
manos. Sin duda el mecanismo yacía en esa
placa y los dados.
—Así que el edificio todavía está cerrado
—pensó Xie Lian—. Simplemente no con
cerraduras físicas sino con cerraduras mágicas.
Para abrir este bloqueo era necesario que haya
una clave o una contraseña. Los dados debían
rodar dos seises para ver el interior real detrás de
las puertas.
Pero, para Xie Lian lanzar dos seises en ese
momento, era algo que nunca sucedería en este
mundo. Solo podía mirar la puerta y suspirar. Se
paseó frente a las puertas, con los ojos pegados
a ellas, pero aun así al final se dio la vuelta para
irse. Después de caminar un poco, se detuvo
abruptamente. Desde el otro extremo del camino
venía una figura alta, vestida de rojo, una delgada
y larga cimitarra plateada que colgaba de la
cintura. Era Hua Cheng.
Se acercó con los brazos cruzados.
709
—Gēge, lo he estado buscando.
Se veía exactamente igual que cuando se fue,
solo que la cimitarra en su cintura estaba fuera de
su vaina, golpeando contra él junto con la vaina,
haciendo ruido mientras caminaba, pintando un
cuadro de arrogancia. Ese ojo plateado en la
empuñadura de E-Ming estaba cerrado.
Xie Lian se calmó y dijo: —Iba a ver a ese niño,
pero tu casa es demasiado grande y me perdí.
Xie Lian originalmente iba a contarle a Hua
Cheng lo que acababa de suceder, pero cuando
las palabras llegaron a sus labios, se dieron la
vuelta y él se las tragó.
Xie Lian no había olvidado que el objetivo de
esta visita a la Ciudad Fantasma era investigar al
Oficial Celestial desaparecido. Cualquier señal de
pesadez no podía ser ignorada, por lo tanto,
decidió no sonar la alarma y ver si podía
atravesar esas puertas primero. Si Hua Cheng no
tenía nada que ver con eso, entonces Xie Lian
informaría de inmediato de su sospechoso
subordinado, pero si Hua Cheng estaba
involucrado...
Xie Lian estaba muy concentrado en sus
pensamientos, pero Hua Cheng no lo notó y
habló mientras conducía a Xie Lian a la sala
principal.
—Si quisiera ver a ese chico, puedo enviar a
alguien para que se lo traiga, y usted solo
necesita esperar en la Mansión Paraíso.
Probablemente fue porque estaba escondiendo
algo, cuando Xie Lian escuchó el tono de voz de
Hua Cheng, no pudo evitar ser más dócil.
710
—¿Terminaste tu asunto tan rápido?
Hua Cheng resopló, sus labios se curvaron con
desdén.
—Está terminado. Era solo otra banda de
basura inútil que se avergüenzan a sí mismos,
eso es todo.
Al escucharlo decir basura inútil, un tono
familiar, Xie Lian adivinó: —¿Era el Goblin Verde
Qi Rong?
Hua Cheng sonrió.
—Eso es correcto. ¿No le dije que muchos
tienen sus ojos en este lugar mío? Qi Rong quiso
la Ciudad Fantasma para sí mismo durante años,
pero lo máximo que podía hacer era querer y
arder de envidia, por lo que de vez en cuando
envía a otros subordinados igualmente inútiles
para crear problemas. Nada que valga la pena
mencionar. En realidad, tengo un lugar que
quiero mostrar a Gēge, pero no sé si Gēge me
otorgaría el placer.
—Por supuesto. —Xie Lian respondió
alegremente.
Atravesando los largos pasillos, Hua Cheng
llevó a Xie Lian a otro gran salón.
Las puertas de la sala parecían estar hechas
de acero con bestias violentas talladas en ellas,
horribles y aterradoras. En el momento en que
Hua Cheng se acercó a las bestias se separaron
y abrieron las puertas. Una explosión de
intenciones asesinas golpeó a Xie Lian antes de
que incluso pisara el pasillo y se tensó, con las

711
venas reventándose en sus manos, preparado
para enfrentar cualquier cosa.
Sin embargo, después de ver claramente lo que
había dentro del pasillo, parpadeó, y sus
defensas se derritieron en un instante, y sus
piernas se movieron por su cuenta, llevándolo al
pasillo.
Dentro de la sala, todas las formas de armas
estaban colgadas en las cuatro paredes. Había
cimitarras, espadas, lanzas, escudos, látigos,
hachas... ¡era una armería!
Cualquier persona, siempre y cuando sea un
hombre, cuando se encuentre en una armería
como esta, rodeado de todo tipo de armamento,
se sentiría como si estuviera en el cielo y su
sangre herviría de emoción. Xie Lian no fue la
excepción; sus ojos se ensancharon y su rostro
se iluminó. La última vez que mostró tanta
emoción fue en la armería de Jun Wu.
A pesar de que su rostro permanecía
escolarizado, su corazón ya estaba golpeando su
pecho y sus palabras tartamudeaban.
—¿Puedo... puedo tocar?
Hua Cheng sonrió.
—Si gusta.
Las manos de Xie Lian volaron al instante para
sentir los muchos tesoros colgados en las
paredes, acariciándolos como si estuviera
borracho.
—Estas... ¡Todas estas son obras maestras!
¡Esta espada es espléndida, debe ser un

712
espectáculo para contemplar en el campo de
batalla! ¡Este también! Espera, y ese sable...
Hua Cheng estaba apoyado en la pared cerca
de la puerta, observando la cara de Xie Lian
enrojecerse de emoción y obsesión.
—Gēge, ¿qué opinas?
Xie Lian estaba examinando cada pieza tan
atentamente que se mostró reacio a girar la
cabeza.
—¿Qué opino, qué?
—¿Le gusta? —Preguntó Hua Cheng.
—¡Me gusta! —Respondió Xie Lian.
—¿Realmente le gusta? —Preguntó Hua
Cheng de nuevo.
—Realmente me gusta —exclamó Xie Lian.
Hua Cheng parecía haber reído, pero Xie Lian
no se dio cuenta. Su corazón estaba ocupado
corriendo mientras desenfundaba una brillante
hoja verde de cuatro pies, maravillándose
mientras lo hacía.
—¿Alguno de ellos es lo suficientemente bueno
para ti? —Hua Cheng habló de nuevo.
La cara completa de Xie Lian era radiante y
brillante, incapaz de detener su maravilla.
—¡Buenos! ¡Buenos! ¡Todos están bien!
—Originalmente, estaba pensando que Gēge
no tenía armas útiles a mano, así que si hay algo
aquí lo suficientemente bueno, puede elegir algo
para usted —dijo Hua Cheng—, pero como a
Gēge le gustan todas, yo se las daré todas.

713
—No, no, no, no es necesario. —Xie Lian dijo
apresuradamente: —De todos modos, no tengo
uso para ninguna arma manual.
—¿De verdad? —Dijo Hua Cheng—. ¿Pero no
es obvio que a Gēge realmente le gustan las
espadas?
—Gustar no significa que tenga que tener una
—dijo Xie Lian—, no he usado una en años. Solo
mirar me hace feliz. Además, no tendría dónde
ponerlas si me las entregas todas a mí.
—Eso es fácil de resolver. —Hua Cheng
respondió—. Le daré todo este arsenal.
Xie Lian lo tomó como una broma y sonrió.
—No hay manera de que pueda llevarme una
habitación tan grande.
—No hay necesidad de llevársela —dijo Hua
Cheng—, también le daré la propiedad. Solo
venga a visitarlo cuando esté libre.
—No, está bien. —Xie Lian dijo—. Una armería
requiere un mantenimiento constante. Odiaría ver
sufrir a las armas. —Xie Lian colocó la espada
con cuidado de nuevo en su agarre y dijo con
nostalgia—. Érase una vez que poseía una
armería como esta también, pero se quemó.
Todas estas armas son dispositivos preciosos
para ser deseados, tienes que cuidarlos, San
Lang.
—Eso también es fácil —dijo Hua Cheng—, si
estoy libre, puedo ayudar a Gēge a mantener la
armería.
Xie Lian se rió.

714
—Bueno, ciertamente no tengo la cara para
pedirle a su majestad el Rey Fantasma que haga
las tareas por mí.
De repente, Xie Lian recordó la advertencia de
Jun Wu justo antes de irse a la misión: —La
cimitarra malvada E-Ming es una espada maldita
de desgracia. Un arma de tal maldad solo puede
ser forjada por un sacrificio extremadamente
cruel y una voluntad sangrienta. No lo toques, y
no dejes que te toque, o sino las consecuencias
serán inimaginables.
Xie Lian lo contempló, pero aún así decidió
preguntarle al final: —Pero San Lang, todas estas
armas ni siquiera se acercan a tu cimitarra E-
Ming, ¿verdad?
Hua Cheng enarcó su ceja izquierda.
—¿Oh? ¿Gēge también ha oído hablar de mi
cimitarra?
—Solo algunos rumores —respondió Xie Lian.
Hua Cheng se rió.
—Apuesto a que no son buenos rumores.
¿Alguien te dijo que mi cimitarra fue forjada por
un malvado ritual sangriento? ¿Que sacrifiqué
humanos vivos?
Afilado como siempre.
Xie Lian respondió: —No es demasiado
horrible. Todos tienen sus propios malos
rumores, pero no todos los creerían. ¿No sabes
si podría tener el honor de ver la legendaria
cimitarra E-Ming?

715
—En realidad ya la has visto, Gēge —dijo Hua
Cheng. Dio unos pasos más cerca de Xie Lian y
dijo en voz baja: —Mira, Gēge, esta es E-Ming.
El ojo sobre la cimitarra que colgaba de su
cintura giraba en dirección a Xie Lian. Podría ser
la imaginación de Xie Lian, pero pensó que el ojo
plateado comenzó a entrecerrarse en forma de
media luna.

716
CAPÍTULO 42
Tomando prestado el camino subterráneo;
búsqueda nocturna en la Mansión Paraíso (parte
uno)

X
ie Lian se inclinó un poco y saludó.
—Hola allí.
Al escuchar el saludo, ese ojo se entrecerró
más y se convirtió en una forma de media luna
llena, como si estuviera sonriendo. El ojo grande
giraba a la izquierda y a la derecha,
extremadamente animado, como si no fuera solo
un patrón tallado en una empuñadura de
cimitarra, sino un ojo vivo real nacido de un
humano.
Los labios de Hua Cheng se levantaron hacia
arriba.
—Gēge, le gustas.
Xie Lian levantó la cabeza.
—¿En serio?
Hua Cheng levantó las cejas.
—Realmente. Si no fuera así, sería demasiado
perezoso como para siquiera abrir el parpado. De
hecho, hay muy pocas personas que a E-Ming
realmente le gusten.
717
Al escuchar esto, Xie Lian se sintió en paz y le
dijo calurosamente a E-Ming: —Bueno, gracias.
—Luego se volvió hacia Hua Cheng—. También
me gusta.
Ante sus palabras, ese ojo parpadeó con locura
y comenzó a temblar mientras todavía estaba
colgado alrededor de la cintura de Hua Cheng.
Él lo reprendió.
—No.
—¿Qué, no? —Xie Lian preguntó.
—No. —Hua Cheng reiteró.
E-Ming se estremeció más fuerte, pareciendo
desesperado por ser liberada de la vaina.
Xie Lian preguntó con curiosidad: —¿Estás
diciéndole que no?
—Sí. —Hua Cheng explicó en tono serio—.
Quiere que Gēge lo acaricie, pero le digo que no.
Xie Lian sonrió.
—Bueno, ¿qué hay de malo en eso?
Y extendió una mano. E-Ming amplió sus ojos
mirándolo expectante. Xie Lian iba a acariciar el
globo ocular, pero pensó que estaría tocando el
ojo y lastimándolo, así que bajó la mano y acarició
ligeramente la curva de la empuñadura. El ojo se
había entrecerrado en una línea de media luna y
temblaba.
Xie Lian pensó que era increíblemente
intrigante cuanto más acariciaba la cimitarra. El
mismo Xie Lian era el tipo que a le gustaba a los
animales; cuando acariciaba a esos peludos
perros y gatos, se sentían cómodos y a menudo
se lanzaban a su abrazo. ¿Quién sabría que

718
estaría acariciando una cimitarra fría y plateada?
¡La cimitarra legendaria ni más ni menos! ¡Como
si fuera un cachorro! ¿Cómo es que era una
maldita hoja de la desgracia?
Xie Lian no lo creyó antes, pero después de ver
con sus propios ojos, arrojó los horribles rumores
al quemador de atrás, a la pila de basura no
creíble. Un malvado ritual sangriento no forjaría
un espíritu tan inteligente y lindo.
Los dos pasaron una gran cantidad de tiempo
discutiendo y criticando varias espadas y
cuchillas en detalle, y después Xie Lian salió de
la armería con gran ánimo, agarrando las manos
de Hua Cheng para regresar a la Mansión
Paraíso.
Ese niño también había sido traído después de
lavarse y ponerse vendas limpias. Aunque su
rostro aún estaba completamente cubierto,
parecía nuevo y renovado. Al mirarlo de nuevo, el
chico era delgado y delicado, y debería haber
sido una semilla con infinitas posibilidades, pero
lamentablemente ahora él tenía los hombros
caídos y la cintura doblada, una forma arrugada
que no podía mirar a nadie a los ojos. Xie Lian no
pudo evitar sentirse desconsolado por él. Hizo
que el niño se sentara.
—Las últimas palabras que Xiao Ying dijo
tenían la intención de que yo te cuidara, y
técnicamente lo acepté. Pero, sin embargo,
todavía tengo que pedirte tu opinión al respecto.
¿Estarías interesado en seguirme en la
cultivación de ahora en adelante?

719
El chico lo miró sin comprender, como si tuviera
miedo de creer las palabras que escuchaba, de
que alguien realmente estaba dispuesto a
recibirlo y cultivarlo.
Xie Lian continuó: —No puedo decir que las
condiciones en mi lugar sean buenas, pero aun
así puedo prometer que no necesitarás
esconderte más, y no necesitarás robar comida
ni ser golpeado.
Cuando habló, Xie Lian no se dio cuenta de que
junto a él, los ojos de Hua Cheng se estrecharon,
observando al niño con una mirada fría y
juzgadora.
Xie Lian continuó con entusiasmo: —Si no
puedes recordar tu propio nombre, ¿por qué no
pensamos en uno nuevo?
El chico lo pensó y dijo: —Ying.
Xie Lian supuso que el nombre era para
conmemorar a Xiao Ying y asintió.
—Bien. Ese es un buen nombre Eres del reino
de YongAn, y el apellido nacional de YongAn es
Lang, así que ¿por qué no lo usas como tu nuevo
nombre y te llamas Lang Ying?
El niño finalmente asintió. Xie Lian tomó eso
como la aceptación del chico a seguirlo.

Comenzó el banquete. Era un pequeño festín


que Hua Cheng preparó para Xie Lian, pero por
su configuración, es de un tamaño que podría
albergar a más de diez personas. Numerosas
720
mujeres tenían en sus manos un plato de jade, y
sobre los platos había varios tipos de deliciosos
refrescos, platos delicados, frutas frescas y
golosinas. Sus ofrendas eran infinitas, y sus
pasos eran delicados y ligeros mientras
caminaban a lo largo de los lados del pasillo
principal en una línea, cada una presentando su
plato de jade mientras se acercaban al futón
negro. Lang Ying solo observó, pero no se atrevió
a acercarse, y no fue hasta que Xie Lian empujó
algunos de los platos hacia él antes de que
lentamente tomara algunos artículos para comer.
Al observarlo, otra escena apareció en la mente
de Xie Lian. También era otro niño cuyo rostro
estaba envuelto en vendas, sucio y descuidado,
arrodillado en el suelo con un plato de ofrendas,
con la cabeza gacha mientras escondía la cara
en secreto.
En ese momento, una dama de seda púrpura
se acercó y ofreció una jarra de vino. Hua Cheng
extendió la mano y le sirvió un vaso a Xie Lian.
—¿No tendrá uno?
Xie Lian tenía muchas cosas en mente y no
estaba prestando atención, por lo que aceptó
descuidadamente el vaso y bebió. No fue hasta
que el líquido entró en su boca que se dio cuenta
de que era alcohol y apartó la mirada. Pero este
giro le hizo ver lo que estaba detrás de la espalda
de Hua Cheng. La señora que le ofreció el vino le
guiñó un ojo.
Xie Lian escupió en el acto: —PUFFFFffttttt
Menos mal que ya se había tragado ese sorbo
de vino y nada salió de su boca. Solo se
721
atragantó, tosiendo sin parar. Lang Ying se
asustó y casi dejó caer el pastel en su mano. Xie
Lian se tranquilizó mientras tosía.
—No es nada. No es nada.
Hua Cheng le dio una suave palmadita en la
espalda.
—¿Qué pasa? ¿No es el vino de su agrado?
Xie Lian se explicó apresuradamente: —¡Oh
no! Es muy bueno. De repente recordé que mi
método de cultivación prohíbe el alcohol.
—¿Oh? —Dijo Hua Cheng—, entonces esto es
mi culpa por no ser considerado e hice que Gēge
rompiera su mandato.
—No es tu culpa —dijo Xie Lian—. Me acabo
de acordar.
Xie Lian se frotó la frente, se dio la vuelta y
vislumbró sigilosamente el centro de la sala
principal.
Esa señora que le ofreció vino le dio la espalda
mientras se alejaba hacia las puertas, su figura
sensual y seductora. Hua Cheng solo se ocupaba
de sus propios asuntos o se concentraba
completamente en Xie Lian, y no tenía ojo para
esas hermosas mujeres y por lo tanto,
naturalmente, no le importaba ver sus caras. Pero
la cara que vio Xie Lian estaba clara.
¡Esa dama que ofreció vino no era otra que el
Señor del Viento Qing Xuan!
El Gran Señor del Viento se había colado en la
Mansión Paraíso disfrazado de mujer... ese guiño
le dio a Xie Lian la gran sorpresa, y pensó: —Es
mejor que me des más alcohol para aceptar esto.

722
Sin saberlo, Hua Cheng dijo en tono de
conversación: —Siempre pensé que cultivar era
simplemente vivir una vida hedonista y
despreocupada. Si debe prohibir esto y aquello,
entonces ¿cuál es el punto? ¿Qué piensa?
Xie Lian se calmó rápidamente y conversó
casualmente: —Eso depende del camino que
elijas. A algunas sectas no les importan los
placeres terrenales. Pero mi camino elegido de
cultivación siempre me ha prohibido beber y ser
promiscuo. El alcohol puede pasarse por alto de
vez en cuando, pero la abstinencia es absoluta.
Cuando dijo la palabra abstinencia, Hua Cheng
enarcó su ceja derecha y mostró una expresión
ilegible de disgusto o molestia.
Xie Lian continuó: —En realidad, también
prohíbe el odio. Una sala de juego implica una
alegría y una angustia extremas, y puede
producir odio fácilmente, por lo que debe ser un
lugar a evitar. Pero si uno está seguro de
mantener la paz en el corazón, impasible por las
victorias y las pérdidas, entonces evitarlas no es
técnicamente necesario.
Al escuchar esto, Hua Cheng se echó a reír a
carcajadas.
—No es de extrañar que Gēge haya tenido el
placer de entrar en la Guarida del Apostador.
Dando vueltas en círculos, Xie Lian finalmente
trajo el tema de la conversación de forma natural
a los juegos de azar y dijo: —Hablando de eso,
San Lang, tus técnicas de juego son increíbles de
admirar.
Hua Cheng se rió entre dientes.
723
—Es solo buena suerte, nada más.
—... —Al escuchar esto, Xie Lian se comparó a
sí mismo, y se sintió bastante triste. Se aclaró la
garganta suavemente—. Bueno, mírame...
—Agitó la mano y no terminó—. Tengo
curiosidad; ¿Existe realmente una técnica para
tirar dados?
Si no la había, entonces Hua Cheng no podría
simplemente llamar a los números como él quería
en la Guarida del Apostador, y ese oficial
XiaXuanYue no podría haber tirado dos seises
tan fácilmente.
Hua Cheng sonrió: —Naturalmente, hay una
técnica secreta, pero no es algo que se aprende
en un día. —Xie Lian había esperado esa
respuesta. De todos modos, no tenía esperanzas
en esa pregunta y estaba tratando de encontrar
otras ideas cuando Hua Cheng continuó—: Sin
embargo, puedo decirle una manera rápida.
Prometo que Gēge podrá tener éxito como
desee, y ganar cada ronda.
—¿De qué manera? —Xie Lian preguntó.
Hua Cheng levantó su mano derecha. Era la
misma mano derecha con un cordón rojo atado
en el tercer dedo. La cuerda roja estaba atada en
un pequeño lazo en el dorso de la mano, brillante
y vívido.
Extendió la mano y le dijo a Xie Lian: —Dame
tu mano.
Xie Lian no sabía para qué era, pero como Hua
Cheng le pidió la mano, se la dio. Hua Cheng
apretó su mano y la sostuvo por un momento,

724
sonriendo antes de voltearla y poner dos dados
en su mano.
—Pruébelo ahora.
Cantó mentalmente por seis, y tiró los dados.
Deteniéndose, los dados revelaron dos seises
rojos.
—¿Qué truco es este? —Xie Lian preguntó con
curiosidad.
—No hay truco —Hua Cheng respondió—.
Acabo de prestarte un poco de suerte.
—Así que la suerte es como el poder espiritual
y se puede tomar prestada —dijo maravillado Xie
Lian.
Hua Cheng se rió.
—Por supuesto. La próxima vez si Gēge va a
hacer apuestas con cualquiera, venga a verme.
Le prestaré tanta suerte como quiera. Prometo
que tu oponente sufrirá una pérdida tan grande
que no podrá regresar en cien años.
Los dos jugaron durante muchas rondas y Xie
Lian se confirmó a sí mismo que era cierto antes
de detenerse para decir que estaba cansado.
Hua Cheng se levantó de inmediato, hizo que
alguien llevara a Lang Ying para establecerse,
antes de escoltar personalmente a Xie Lian a la
cámara de invitados.
Viendo que su silueta desaparecía por el
pasillo, Xie Lian cerró la puerta, se sentó junto a
la mesa y usó una mano para cubrirse la frente,
apoyando su cabeza baja. Cuanto más atento era
Hua Cheng, más culpable se sentía Xie Lian.

725
—Realmente no hay nada que criticar sobre la
forma en que San Lang me trata. Espero que este
asunto no tenga nada que ver con él, y una vez
que se sepa la verdad, lo explicaré todo y me
disculparé —pensó Xie Lian.
Solo se sentó por un momento cuando escuchó
que alguien lo llamaba desde afuera de la puerta
con una pequeña voz: —Dianxia... Dianxia...
Al reconocer la voz, Xie Lian se levantó de
inmediato para abrir la puerta, y la persona que
estaba afuera entró rápidamente. Era Shi Qing
Xuan en su forma femenina.
Todavía estaba vestido de dama fantasma, un
vestido de seda liviano, con la cintura envuelta y
delicada. En el momento en que saltó, rodó al
suelo en un salto y se transformó de nuevo en
hombre, con la mano sobre su pecho.
—¡No puedo respirar! ¡NO PUEDO
RESPIRAR! ¡Dios mío, esta cosa me va a
ahogar!
Xie Lian cerró la puerta detrás de él y cuando
se dio la vuelta, lo que vio fue un hombre adulto
con un raro vestido de seda púrpura, tendido en
el suelo rasgando con locura las telas de su
pecho y cintura. Xie Lian no pudo mirar y se
cubrió los ojos.
—Gran Señor del Viento... ¡Gran Señor del
Viento! ¿No puede simplemente volver a
cambiarse a sus ropas de cultivación?
—¿Soy tonto? —Shi Qing Xuan respondió—.
Caminando en la oscuridad con una conspicua
túnica blanca, ¡sería una presa fácil!

726
—Pero... en su vestimenta actual, en algún
nivel, es más una presa fácil... —pensó Xie Lian.
Xie Lian se agachó junto a él.
—Gran Señor del Viento, ¿cómo se ha colado?
¿No acordamos reunirnos tres días después?
—Bueno, ¿qué iba a hacer? —Shi Qing Xuan
respondió—. Pregunté por las calles y todos
dijeron que Dianxia fue enviado a la Mansión
Paraíso, y ¿no es la Mansión Paraíso la guarida
del Rey Fantasma? Incluso el nombre del lugar
sonaba mal. Lo observé desde lejos y decidí que
era definitivamente un lugar obsceno e
imprudente, así que estaba preocupado por usted
y me escondí usando todo mi poder. ¡Qué mala
suerte ha sido este viaje! O me arrastran por un
facial las mujeres y niñas, o tengo que tragarme
el honor de vestirme así. Nunca, nunca, he hecho
sacrificios tan grandes.
—¿No está más bien divirtiéndose...? —Pensó
Xie Lian—. ¿Dónde está TaiHua Dianxia? Si lo
dejó esperando afuera, ¿qué pasará si empieza
algo?
Shi Qing Xuan finalmente arrancó todas las
ataduras, respiró hondo y se aplastó en el suelo
como un charco.
—No se preocupe. Usé mi rango y le ordené
que no moviera un músculo, por lo que no debería
haber ningún problema. ¡Pero en serio, Dianxia,
tiene tanta suerte!
—¿Eh? —Xie Lian se quedó boquiabierto.
—¿Yo? ¿Suerte?

727
—¡Sí! —Shi Qing Xuan exclamó—. Mira qué
miserables Lang Qian Qiu y yo somos. O nos
encontramos con la amenaza de que nos saquen
los pantalones, o vagamos por las calles como
perros salvajes sin un lugar para alojarnos. Y aquí
estás, comiendo bien, durmiendo bien, ¡e incluso
un Rey Fantasma te acompaña como un escolta!
....Por esa comparación, de hecho eran
bastante miserables. Shi Qing Xuan finalmente
se levantó del suelo.
—Entonces, Dianxia, ¿todavía recuerda
nuestro objetivo de venir a la Ciudad Fantasma?
Xie Lian volvió a ser serio y respondió: —Por
supuesto que lo recuerdo. Allá en la Mansión
Paraíso, me estaba preparando para nuestra
misión.
Shi Qing Xuan lo miró confundido.
—¿En serio? ¿Qué preparó en la Mansión
Paraíso? Solo recuerdo que jugaba un rato a
lanzar dados con Xueyu Tanhua. Ustedes ni
siquiera estaban jugando correctamente; usted
tocando sus manos y él sintiendo las suyas.
¿Qué tipo de juego era ese?
—... —Xie Lian se explicó a sí mismo: —Gran
Señor del Viento, por favor, no lo haga sonar tan
raro. Solo estábamos intentando algo. He
encontrado algunas pistas aquí en la Mansión
Paraíso y estaba investigando. Para seguir
adelante, necesitaba un poco de suerte.
Xie Lian levantó su mano derecha, con los
dedos apretados como si hubiera agarrado algo,
y frunció el ceño.

728
—Lo he conseguido.
Los dos se escabulleron silenciosamente por la
puerta, y después de dos inciensos, encontraron
con éxito ese pequeño edificio una vez más.
Xie Lian se acercó a la estatua de la mujer y
sacó los dos dados que le habían dado antes.
Hizo una pausa y respiró hondo antes de lanzar
los dados. Los dos pequeños objetos se
sacudieron antes de asentarse y, efectivamente,
había dos seises rojos.
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio, pero
se sintió peor al recordar que esta suerte le fue
prestada antes en la Mansión Paraíso por Hua
Cheng. Al ver su expresión de remordimiento, Shi
Qing Xuan le dio unas palmaditas en los
hombros.
—Ya que hemos llegado hasta aquí, solo déjelo
ir. Pero este Xueyu Tanhua realmente es
bastante sincero y te trata bien. Si yo fuera tú,
habría rechazado esta misión de Jun Wu, no
importaría cómo me suplicara, para yo no ser un
mal amigo.
Xie Lian negó con la cabeza. Al final, Shi Qing
Xuan solo pudo decir esas palabras porque no
conocía muy bien a Jun Wu. Todo este asunto fue
ciertamente incómodo para Xie Lian, y Jun Wu lo
sabía. Por su comprensión del carácter de Jun
Wu, bajo las circunstancias, él nunca lo habría
mencionado y habría designado a otro Oficial
Celestial para la misión. Pero aun sabiendo que
esto sería incómodo para Xie Lian, Jun Wu
todavía solicitó su ayuda, lo que solo podía
significar una cosa: Jun Wu no tenía a nadie más
729
que estuviera mejor preparado para asumir esta
misión, y solo le pidió que lo hiciera por
necesidad. Si ese era el caso, Xie Lian no tenía
otra opción.
Además, el Oficial Celestial desaparecido
estableció la señal de socorro hace siete días, y
Hua Cheng también se fue hace siete días. Esta
fue una coincidencia que no podía ignorar.
Xie Lian suspiró antes de retirar los dados y
empujó la puerta. Detrás de las puertas
glamorosas ya no estaba la pequeña cámara
simple que había visto antes, sino un túnel oscuro
con una larga escalera que se extendía hacia el
abismo y una brisa fría que soplaba desde la
oscuridad.
Xie Lian intercambió miradas con Shi Qing
Xuan y asintió. Uno detrás del otro, los dos
entraron en el túnel y se sumergieron en la
oscuridad. Shi Qing Xuan tomó la delantera;
chasqueó los dedos, encendió una antorcha de
palma y encendió los escalones bajo sus pies.
Xie Lian cerró la puerta con suavidad y lo siguió.
A medida que descendían, Xie Lian preguntó a
Shi Qing Xuan: —Gran Señor del Viento, ¿hubo
algunos Oficiales Celestiales expulsados de la
corte celestial en los últimos años? Quiero decir,
además de mí.
—Los hubo. —Shi Qing Xuan respondió—.
¿Por qué pregunta?
—Porque vi en la muñeca de ese oficial
XiaXuanYue de la Ciudad Fantasma un grillete
maldito. Solo podía venir de los cielos, ¿no?
Shi Qing Xuan se sorprendió.
730
—¿Qué? ¿Grillete maldito? ¿Ese Xueyu
Tanhua está usando a un antiguo Oficial Celestial
como su subordinado? ¡Qué arrogancia!
—No puede ser arrogancia —Xie Lian
respondió—. Si uno ya no pertenece a los cielos,
entonces, donde quiera que uno vaya, es su
elección. Originalmente, realmente no había
necesidad de cuestionar sus motivos, pero ese
oficial ha estado actuando de manera
sospechosa. Es preocupante, así que quería ver
qué opinan los pensamientos del Gran Señor del
Viento sobre su identidad.
Shi Qing Xuan lo pensó un poco y dijo: —De
hecho, hubo un dios marcial del oeste que fue
desterrado hace unos años, y causó un gran
revuelo en ese momento.
¿Dios marcial del oeste? ¿No era ese Quan Yi
Zhen?
Shi Qing Xuan continuó: —¡Pero, no creo que
esta alteza real hubiera descendido al Reino
Fantasma para ser el subordinado de un
demonio! Provenía de una familia tradicional y
establecida y su carácter no era frívolo.
Si ese era el caso, ¿por qué fue desterrado?
Xie Lian estaba a punto de continuar su
interrogatorio cuando los dos llegaron a terreno
llano después de unos sesenta escalones de
piedra.
Ante ellos había un camino de cinco a seis
personas de ancho, yendo en una sola dirección
que estaba envuelta en la oscuridad, y la escalera
estaba justo detrás. En ambos lados había
paredes gruesas y sólidas, por lo que no había
731
necesidad de debatir dónde ir; solo seguir
adelante.
Solo que, después de caminar por el sendero
durante más de doscientos pasos, un muro de
piedra fría apareció ante los dos, bloqueando su
camino.

732
733
CAPÍTULO 43
Tomando prestado el camino subterráneo;
búsqueda nocturna en la Mansión Paraíso (parte
dos)

S
hi Qing Xuan frunció el ceño.
—¿El camino está cortado? No hay manera.
Sostuvo la antorcha de palma en una mano,
y usó la otra para palpar la pared de piedra,
buscando cualquier rastro de mecánicos. Luego
lanzó algunos hechizos para eliminar la
desilusión, pero en vano; la pared permaneció
inamovible. No había más que pudiera hacer.
—¿Tal vez solo perforaré un agujero?
—Eso causaría demasiada conmoción —dijo
Xie Lian—. Toda la Mansión Paraíso se vería
afectada.
Shi Qing Xuan colocó su mano sobre el muro
de piedra y lanzó un breve estallido de energía
espiritual, pero dejó caer su mano después de un
momento: —Incluso si golpeo, sería inútil. Esta
pared es probablemente más de diez pies de
espesor.
Xie Lian vio con sus propios ojos que el joven
enmascarado había entrado aquí, sería tonto
734
pensar que se escabulliría solo para meditar y
reflexionar en un túnel sin salida. Debe haber
algún tipo de mecanismo involucrado, por lo que
los dos continuaron examinando sus alrededores
con mayor detalle.
Pronto, Xie Lian señaló: —Gran Señor del
Viento, mire el suelo, parece que hay algo.
Shi Qing Xuan dejó caer su palma
inmediatamente y los dos se agacharon
alrededor de donde Xie Lian había señalado.
El suelo de este túnel estaba pavimentado con
innumerables ladrillos cuadrados, y cada ladrillo
era del tamaño de una pequeña puerta. El ladrillo
en el que estaban parados justo enfrente del
muro de piedra tenía un dibujo encima. No era
una imagen grande, pero era de una persona
pequeña que tiraba dados.
Shi Qing Xuan levantó la cabeza.
—Entonces, ¿esto significa que es el mismo
método que antes, que tendríamos que lanzar el
número correcto para abrir este muro de piedra?
Xie Lian asintió levemente.
—Ese parece ser el caso, pero no vine aquí con
ese joven enmascarado, así que no sé cuál es el
número correcto.
—Hemos llegado hasta aquí —dijo Shi Qing
Xuan, —no es realista dar marcha atrás solo para
descubrirlo. Solo tiremos un número al azar y
veamos.
Xie Lian estuvo de acuerdo.

735
—Gran Señor del Viento, ¿por qué no lo
intenta? No sé cuánto tiempo duraría mi suerte
prestada.
Shi Qing Xuan no declinó. Cogió los dados y los
arrojó al suelo.
—¿Qué tal eso?
Rodó un dos y un cinco. Los dos esperaron en
silencio, pero el muro de piedra no se movió. Xie
Lian recogió los dados
—Supongo que eso no funcionó.
Shi Qing Xuan de repente gritó: —¡Dianxia,
mire debajo de nuestros pies! ¡La imagen ha
cambiado!
Al escuchar esto, Xie Lian inmediatamente miró
hacia abajo. Efectivamente, la imagen en el
ladrillo cuadrado debajo de sus pies era una
persona pequeña que tiraba dados, pero
mientras observaban, los colores se
desvanecieron y se rellenaron una vez más,
transformándose en una escena diferente,
pareciendo un negro largo, grueso y gordo
rastreador espeluznante.
—¿Qué diablos es esto? —Shi Qing Xuan se
preguntó.
—¿Una lombriz de tierra? ¿Una sanguijuela?
—Xie Lian adivinó. —Eso es lo que parece. Hay
mucho de esto en los campos de arroz, así que
he visto muchas.
Shi Qing Xuan se preguntó un poco más:
—¿Qué tipo de vida llevó para haber visto
muchas de estas cosas...?

736
Antes de que terminaran sus palabras, toda su
persona desapareció.
No era solo él, Xie Lian desapareció también.
Resultaba que, al mismo tiempo que se
pronunciaban las palabras: Qué pasó, ambos se
sentían huecos bajo sus pies al mismo tiempo, y
al momento siguiente comenzaron a caer
libremente en otro túnel.
Resulta que, después de todo, ese muro de
piedra no era una puerta, y era con toda seriedad,
un muro. El ladrillo cuadrado bajo sus pies era la
puerta real. Después de lanzar los dados, las
puertas se abrieron de repente y se cerraron
instantáneamente. Xie Lian y Shi Qing Xuan
cayeron libres por solo un momento antes de
aterrizar pesadamente en el suelo.
Era bueno que el suelo fuera suave, de lo
contrario los dos habrían hecho un cráter
profundo. No pensaron que la caída fue dolorosa
y se estaban levantando cuando sus cabezas se
golpearon entre sí. Ellos se quejaron y cayeron
de nuevo al suelo. Xie Lian, con una mano
cubriendo su frente, la otra sentía lo que le
rodeaba, pero solo hizo contacto con el suelo
blando, húmedo y fangoso.
No había baldosas de piedra. Ese muro de
piedra se había ido hace mucho.
Cuando cayeron antes, la antorcha de palma
que Shi Qing Xuan encendió se había extinguido.
Ahora que lo había encendido una vez más e
iluminado sus alrededores, los dos descubrieron
que estaban en un túnel de barro.

737
El túnel tenía forma redonda con paredes
embarradas y no parecía hecho por el hombre.
Shi Qing Xuan se frotó la frente.
—¿Qué es este lugar? ¿Nos arrojaron aquí
porque lanzamos el número equivocado?
Xie Lian murmuró y dijo: —Es muy posible. Esa
puerta de piedra se ha ido, lo que significa que no
tenemos posibilidad de retroceder. Pensemos en
una manera de escapar primero.
Los dos hablaron y decidieron seguir el camino
del túnel. El túnel tenía innumerables giros y
vueltas, y si un adulto quisiera pararse derecho
en él, tendría problemas. Solo podían doblarse
por la cintura para caminar, o gatear, moviéndose
tanto lentamente como con pesadez. El aire en
este túnel también era cálido y húmedo, el barro
pegajoso y molesto, cada uno de sus pasos se
hundía y arrastraba, acuoso y asqueroso. A
veces, incluso se metían en restos podridos de
plantas o animales. La cara de Xie Lian nunca
cambió, pero Shi Qing Xuan tuvo una piel de
gallina por todas partes. Cuanto más
atravesaban, más sentía Xie Lian que algo
estaba mal.
—Gran Señor del Viento, mejor movernos más
rápido, de lo contrario...
Justo en ese momento, un fuerte y extraño
rugido se escuchó.
El ruido se estrelló, todo el túnel se sacudió, y
pequeñas manchas de lodo saltaron del
estremecimiento. Los dos se miraron, y sin una
palabra, se alejaron en la dirección opuesta al
ruido.
738
Sin embargo, ese sonido fuerte y el enorme
temblor sacudieron violentamente el túnel, y su
velocidad fue mucho más rápida que la de ellos,
acortándose más cerca por segundo. Los dos se
movieron con mucha dificultad, un paso poco
profundo y otro más profundo, atravesando el
túnel sinuoso a la vista, ni siquiera un rayo de luz.
Y no solo eso, sino en la dirección hacia la que
corrían, ¡también reverberaba el mismo ruido y
temblor!
Tanto el frente como la espalda estaban
bloqueados, los dos tuvieron que detenerse.
Junto con los ruidos fuertes, el sonido de un
cuerpo pesado y gigantesco empujando a través
del barro se escuchó, y dos lombrices gigantes se
movieron hacia adentro, apareciendo ante Xie
Lian y Shi Qing Xuan.
Los dos gusanos estaban hinchados y grandes,
sus cuerpos eran morados, su piel ligeramente
translúcida. El cuerpo de los insectos estaba
segmentado, sin cabeza, sin cola, los frentes
eran solo un muñón de carne. Si esos no eran
gusanos entonces, ¿qué eran?
¡La puerta de piedra se abrió y los arrojó a ese
nido de monstruos!
Xie Lian levantó un brazo para protegerse,
Ruoye está listo. Shi Qing Xuan desenganchó su
abanico de Señor del Viento de quién sabe
dónde. Desafortunadamente, en este túnel
estrecho era imposible iniciar ráfagas, y los
golpes solo retrocederían, lo que dificultaría el
uso de ese dispositivo espiritual. Justo en ese
momento, Xie Lian recordó que los gusanos
739
temían la luz y el calor, y gritó: —Gran Señor del
Viento, ¡por favor, deme un poco de poder y haga
en su palma una antorcha!
Shi Qing Xuan siguió su instrucción y golpeó a
Xie Lian con su mano izquierda mientras las
llamas en su palma derecha estallaron unos pies
más arriba. Efectivamente, los dos gusanos
gigantes sintieron el calor y se encogieron hacia
atrás, alejándose unos metros de distancia. Los
dos, usando las llamas, continuaron su camino
lentamente, obligando a las lombrices gigantes a
mantener una distancia, y oraron por una salida.
Sin embargo, el túnel era estrecho, y pronto, no
solo los gusanos sintieron el calor de las llamas,
sino que Xie Lian y Shi Qing Xuan sudaban
profusamente, como si estuvieran en un horno,
miserable y desdichado. Y lo más horroroso fue
que Shi Qing Xuan no pudo seguir usando sus
poderes para mantener las llamas vivas, y el
fuego se hizo cada vez más pequeño. También
notaron que aunque las lombrices gigantes los
estaban evadiendo, no estaban tan nerviosas.
Después de unos pasos más, Xie Lian sintió
que su respiración se dificultaba y dijo: —Gran
Señor del Viento, la antorcha de palma no durará.
El lodo aquí puede estar húmedo y suelto, pero
aún estamos bajo tierra. Pronto el aire ya no
pasará, el fuego morirá y nos desmayaremos.
Shi Qing Xuan apretó los dientes.
—Entonces solo podemos usar el hechizo de
acortamiento de distancia.
Aunque ninguno de los dos tenía una mano
libre para dibujar un hechizo y el entorno actual
740
no era exactamente el ideal, no había otra
manera.
—Déjame encontrar un lugar plano —dijo Xie
Lian.
En ese momento, sintió bajo su pisada un
pequeño plato que no parecía estar húmedo y
esponjoso, sino más bien como una baldosa de
piedra. La mente de Xie Lian se movió e
inmediatamente se agachó para comprobar. Tal
como sospechaba, ¡era otra puerta de piedra!
También había otro dibujo de una persona
pequeña lanzando dados en esta puerta. Shi
Qing Xuan también se subió a la baldosa y se
llenó de alegría: —¡Rápido, rápido, rápido!
¡Lanza los dados y ábrela!
Xie Lian estaba a punto de tirar los dados, pero
de repente pensó: —Pero ¿qué pasa si arrojo
peores resultados y abro un lugar más horrible?
Xie Lian le pasó los dados a Shi Qing Xuan.
—¡Aquí, hazlo!
Sin una palabra, Shi Qing Xuan agarró los
dados y los lanzó. Sonó y sonó. Esta vez era un
tres y un cuatro. Xie Lian recogió los dados
fácilmente y los dos se colocaron juntos sobre la
baldosa. La antorcha de la palma de la mano de
Shi Qing Xuan se hizo más pequeña una pulgada
más, y los dos gusanos gigantes se retorcían y
giraban, luchando por acercarse. Xie Lian
observó de cerca el dibujo en la baldosa mientras
se disolvía lentamente en otra imagen. Era de un
bosque y varias personas vestidas de forma
extraña bailaban en círculos alrededor de otro.

741
En ese momento, los gusanos ya no se
contenían, y corrieron hacia ellos con una
pequeña boca en la cabeza abriéndose,
arrastrando sus cuerpos pesados.
Afortunadamente, justo cuando los gusanos
estaban a pocos pies de ellos, ¡la puerta de
piedra se abrió!
Esta vez, los dos cayeron en otro agujero
estrecho, pero el suelo era duro, estrecho y seco.
La caída fue dolorosa y los dos cayeron y se
golpearon entre sí. Xie Lian estaba acostumbrado
al dolor, así que no hizo ningún sonido, pero Shi
Qing Xuan gritó de dolor. Las orejas de Xie Lian
fueron lastimadas por los fuertes gritos.
Preocupado de que algo hubiera pasado, gritó: —
Gran Señor del Viento, ¿está bien?
La cabeza de Shi Qing Xuan estaba en la parte
inferior y con las piernas en alto.
—No sé si estoy bien. Nunca he caído así
antes. Dianxia, hay demasiada emoción
trabajando con usted.
Al escuchar esto, Xie Lian no pudo evitar soltar
una pequeña risa y se dio cuenta de que los dos
cayeron en un agujero en un árbol.
Salió del hoyo con gran dificultad y extendió
una mano de ayuda a Shi Qing Xuan.
—Gracias por todo su arduo trabajo.
—De nada —respondió Shi Qing Xuan.
Tiró de la mano de Xie Lian y salió del agujero,
embarrado y desaliñado, con su túnica de seda
rasgada y arrugada. Cuando salió, se puso una

742
mano sobre las cejas para bloquear el brillo nítido
del sol.
—¿Dónde es esto?
—Como ve, un bosque en las montañas
profundas —respondió Xie Lian. Miró a su
alrededor y dijo: —Creo que estas puertas de
piedra son un dispositivo espiritual que tienen la
misma función que el hechizo de Acortamiento de
Distancia. Diferentes números lanzados nos
llevarán a diferentes lugares. Me pregunto si
lanzamos algunos números correctos.
Shi Qing Xuan cruzó sus dos brazos ahora
descubiertos y reflexionó seriamente: —Usar el
hechizo de Acortamiento de Distancia solo una
vez requiere una inmensa cantidad de poder
espiritual. Crear estas puertas de piedra para
evitar que otros puedan husmear, ese Xueyu
Tanhua es realmente poderoso y no es ajeno a
los juegos mentales.
Aunque su expresión era solemne, con los
brazos desnudos y una disposición tan
descuidada, no parecía en absoluto serio, más
que todo hilarante. Xie Lian contuvo su risa con
gran dificultad y pensó en la forma en que Hua
Cheng levantaría la esquina de los labios y
negaría con la cabeza.
—Más que juegos mentales, es más... es
travieso —pensó Xie Lian.
Los dos acababan de salir del agujero en el
árbol, y ni siquiera unos pocos pasos después de
que varias personas desnudas de piel roja
brotaran repentinamente de los arbustos

743
cercanos y los rodearan. Comenzaron a saltar,
aullando mientras lo hacían.
—¡OOOooooHHHOooHHooohhhh !!
—...
Los dos se sorprendieron, y Shi Qing Xuan
gritó: —¡¿Qué es esto ahora?!
Xie Lian levantó la mano: —¡No entre en
pánico, no entre en pánico!
Se mantuvo firme para mirar a esos salvajes, y
no estaban realmente desnudos, sino que vestían
pieles y hojas de animales, pareciendo que
estaban listos para beber sangre. Tenían largas
ramas y puntiagudas hachas en la mano, y
cuando sonrieron a los dos, sus dientes estaban
afilados como sierras.
Los dos corrieron sin decir una palabra.
Shi Qing Xuan gritó mientras corría: —¡Mi
hermano solía decirme siempre que en lo
profundo de las montañas del sur hay muchos
caníbales salvajes que viven de la carne humana!
¡Me dijo que no viniera a un lugar así por mi
cuenta! ¡¿Eso es lo que son?!
Xie Lian era experto en el arte de escapar, por
lo que todo su comportamiento y actitud fueron
mucho más serenos que Shi Qing Xuan. Él
respondió con calma: —Hum. ¡Eso es muy
posible! ¡De cualquier manera primero
encontremos la puerta! ¡A ver si hay más puertas
de piedra cerca!
Esos salvajes corrieron tras ellos gritando y
aullando incansablemente. Originalmente, Xie
Lian y Shi Qing Xuan solo podían escapar y no

744
defenderse porque había leyes Celestiales que
dictaban que si los dioses alguna vez descendían
al reino mortal, no usarían sus poderes para
oprimir. Esta ley era para evitar que los Oficiales
Celestiales acosaran a los mortales y crearan
desastres relacionados con el poder. Pero los
caníbales lanzaron incesantemente rocas y
ramas afiladas hacia ellos, y una de esas ramas
raspó la mejilla de Shi Qing Xuan.
Esto era absolutamente inaceptable. Shi Qing
Xuan sintió su rostro y hubo un ligero rasguño
sangriento, y se enfureció en el acto.
Rugió y se detuvo de repente. Dándose la
vuelta, gritó: —¡IGNORANTES SALVAJES DE
LA MONTAÑA! ¡NO SOLO NO SE ACOBARDAN
DE MIEDO ANTE MI, EL SEÑOR DEL VIENTO,
SE ATREVEN A ARRUINAR MI CARA
¡¡¡INCREÍBLE!!!
Después de sus gritos, sacó su abanico de
Señor del Viento, abriéndolo con un poderoso
zumbido y giró con fuerza. Los salvajes fueron
arrancados del suelo y aplastados contra los
árboles cercanos, aullando mientras colgaban de
las ramas. Los dos finalmente pudieron dejar de
correr, y respiraron profundamente tratando de
calmar sus latidos. Ese pensamiento volvió a Xie
Lian, es difícil ser un dios... en los tres reinos,
nadie lo tiene más fácil que...
Shi Qing Xuan resopló y se volvió hacia Xie
Lian: —Dianxia, lo vio, ¿verdad? ¡Ellos
obtuvieron lo que merecían! No estaba usando
mis poderes para oprimir.
—Lo vi, sí —dijo Xie Lian.
745
Shi Qing Xuan sintió su rostro de nuevo y
murmuró por lo bajo.
—Incluso mi hermano no se atrevería...—Se
volvió de nuevo—. Vamos a encontrar esa puerta
de piedra.
Xie Lian asintió en silencio y observó a Shi Qing
Xuan arreglarse la ropa y el cabello, luciendo
despreocupado una vez más.
Desafortunadamente, él estaba vestido con un
desaliñado vestido de seda púrpura, por lo que su
aire de despreocupado tenía un sabor extraño;
Fue una vista inolvidable. Xie Lian no pudo evitar
lamentarse. Recordando cuando se encontraron
por primera vez en el Paso BanYue, el Gran
Señor del Viento era una figura tan deslumbrante,
tanto que Xie Lian lo había considerado un ser
poderoso con una profundidad inconmensurable,
y si no lo era, de un cultivador demoníaco
supremo, y luego un santo supremo. Ahora que
estaban cerca, él entendió que todo era una
ilusión...
Los dos caminaron en círculos en el bosque y
finalmente encontraron un conjunto de puertas de
piedra junto a un agujero de árbol diferente. Esta
vez, Shi Qing Xuan se negó a lanzar los dados y
negó con la cabeza.
—No sé qué está pasando, pero aunque mi
suerte no siempre es la mejor, tampoco es la peor
cada vez. La señora fortuna no parece estar
conmigo hoy; tiré dos veces y la primera vez fue
ese túnel de lombrices de tierra, y esta vez un
patio de caníbales. Quien sabe qué sigue.

746
Xie Lian se aclaró la garganta de forma suave
y culpable y respondió: —Tal vez sea porque
estoy con usted, así que arruiné su suerte
conmigo.
—¡Qué estás diciendo! —Shi Qing Xuan
exclamó—. ¡Es imposible que alguien derribe la
suerte mía, el Gran Señor del Viento! Pero ¿por
qué no le da una oportunidad? Tal vez todavía
queda algo de la suerte que se prestó de su San
Lang.
Xie Lian no sabía por qué, pero se sintió un
poco avergonzado cuando escuchó, su San
Lang. Quería explicar, pero al mismo tiempo,
¿qué había que explicar? Si tenía que explicarlo,
sería un poco extraño, así que al final no dijo
nada. Sintió los dados en sus manos y los arrojó
ligeramente.
Dos 'seises'.
Xie Lian contuvo el aliento mientras observaba
cómo se transformaban los dibujos en la puerta
de piedra, y se preparó mentalmente para
enfrentar lo que viniera después. Pero esta vez,
la imagen no cambió y la puerta de piedra se
abrió.
Detrás de la puerta había otra larga escalera
que descendía en la oscuridad, soplando aire frío.
Los dos se miraron, ambos pensando:
—¿Regresamos al principio después de pasar
por todo eso?
Incluso si estaban al principio, era aún mejor
que los peligros extraños; habían tenido
suficiente. Así, los dos decidieron descender. En
el momento en que entraron, la puerta se cerró
747
detrás de ellos, y cuando se estiraron para
empujar, la puerta se convirtió en un muro de
piedra.
—Parece que nuestro único camino es hacia
abajo —dijo Xie Lian.
—Ugh, está bien. —Shi Qing Xuan suspiró—.
¡Deme un respiro y continuaremos jugando el
juego de ese odioso Xueyu Tanhua!
Los dos descendieron una vez más por el largo
y rectangular camino pedregoso. Después de
doscientos pasos más o menos, Xie Lian se dio
cuenta de algo.
—Buenas noticias, Gran Señor del Viento. Este
no es el mismo camino que tomamos la primera
vez, a pesar de que son similares.
Shi Qing Xuan también lo notó.
—Tiene razón. La primera vez llegamos al
muro de piedra después de doscientos pasos,
pero no esta vez.
Xie Lian dijo suavemente: —Parece que esta
vez estamos en el camino correcto.
Justo cuando terminó sus palabras, los dos se
detuvieron.
No lejos de ellos, en la oscuridad, flotaba el
hedor de la sangre. Acompañando el olor estaba
la respiración pesada de un hombre.
Los dos no movieron un músculo y no dijeron
palabras. Sin luz, sin llamas, sin embargo, el otro
ya había percibido su presencia, porque justo
después de que se detuvieron, una voz fría sonó.
—No tengo nada que decir —dijo la voz
profunda de un hombre.

748
Al escuchar esa voz, Shi Qing Xuan
inmediatamente encendió una antorcha

749
Capítulo 44
Del Paraíso al Polvo; el segundo regreso de
Fang Xin

X
ie Lian no creía que Shi Qing Xuan
prendiera fuego de repente y ni siquiera tuvo
tiempo para detenerlo antes de que fuera
demasiado tarde. Las llamas eran
extremadamente brillantes y revelaban la silueta
de un hombre vestido de negro.
El hombre de negro tenía la cabeza baja contra
la pared de piedra al final del camino, su cara tan
blanca como una sábana, su cabello hecho un
desastre; pero debajo de ese desorden había un
par de ojos que brillaban con determinación,
como el hielo quemado. Aunque estaba sentado
con las piernas cruzadas sin un rastro de
incomodidad, el hedor de la sangre espesa en el
aire indicaba que estaba gravemente herido, y
obviamente estaba preso aquí. Su: No tengo
nada que decir, fue probablemente él
confundiéndolos con sus interrogadores.
Shi Qing Xuan vio su rostro y gritó: —¡Eres tú!
Ese hombre tampoco parecía esperar a otras
personas y se sorprendió, parecía que quería
decir: —¡Eres tú! También, pero, por desgracia,
750
se contuvo. Xie Lian calmó a Ruoye que estaba
listo para atacar.
—¿Así que ustedes dos se conocen?
Después de atravesar tantos obstáculos y
encontrar a alguien, Shi Qing Xuan parecía
aliviado y estaba a punto de responder cuando
ese hombre intervino y dijo en un tono
indiscutible: —No lo conozco.
Shi Qing Xuan se enfureció con esas palabras
y lo señaló con su abanico.
—¿Es tan vergonzoso conocerme? ¡Qué
palabras hirientes, Ming Xiong!48 ¡Soy tu mejor
amigo!
El hombre lo negó resueltamente: —No tengo
amigos que corran con ese tipo de atuendo.
—...
Shi Qing Xuan todavía llevaba su vestido de
seda púrpura desgarrado, en verdad... una
imagen vergonzosa. Xie Lian quería reírse y
pensó que realmente había personas en este
mundo que usarían: el mejor amigo de alguien
para validarse; Definitivamente es el estilo de Shi
Qing Xuan. ¿Pero Ming Xiong? Si recordaba
correctamente, de los cinco señores elementales,
el nombre del Señor de la Tierra era Ming Yi.
Xie Lian dijo: —¿Eres quizás el Señor de la
Tierra?
—Es él. Lo ha conocido antes. —Shi Qing Xuan
respondió.

48
Xiong es una forma más formal de decir: hermano mayor, que Gēge, pero también
se usa de manera informal entre amigos varones que significa hermano.

751
Xie Lian miró a Ming Yi y le dijo: —¿En serio?
No recordaba haber conocido a un personaje así.
—Lo has hecho —dijo Shi Qing Xuan.
—No es cierto —dijo Ming Yi.
—¡Sí, lo has hecho! —Shi Qing Xuan dijo con
exasperación—. ¡La última vez en el Paso
BanYue! Ustedes no olvidan tan rápido, ¿o sí?
—...
¡Al ver la cara de Ming Yi pasar de blanco pálido
a sombrío, Xie Lian finalmente recordó! La última
vez que se encontraron en el Paso BanYue, ¿no
había una dama vestida de negro al lado de Shi
Qing Xuan?
Hua Cheng ya le había dicho en ese momento
que ese no era el Señor del agua, pero que debía
ser uno de los cinco señores elementales. Como
se esperaba, a Shi Qing Xuan no solo le
apasionaba transformarse en su forma femenina,
también le apasionaba arrastrar a otros para que
hicieran lo mismo. No era de extrañar que la
dama vestida de negro en ese momento se viera
extremadamente enojada y disgustada.
Recordando cómo Shi Qing Xuan le rogó que se
uniera a la diversión Xie Lian suspiró pensando
que casi lo hizo, y se alegró de no haber cedido.
—Gran Señor de la Tierra, ¿fue el Dragón de
Fuego Ascendente establecido por usted?
—Preguntó Xie Lian.
—Lo fue. —Respondió Ming Yi.
Encontraron a la persona adecuada. Xie Lian
asintió y dijo: —Gran Señor de la Tierra

752
probablemente esté gravemente herido. Mejor
escapemos ahora y hablemos más tarde.
Sin ningún aviso, Shi Qing Xuan se arrodilló y
cargó a Ming Yi en su espalda.
—Entonces salgamos de aquí.
Los tres volvieron sobre sus pasos y Shi Qing
Xuan habló mientras caminaba.
—Yo digo, Ming Xiong, ¿no eres bueno
luchando? Estuviste perfectamente bien en el
Paso BanYue, así que, ¿cómo pudiste ser tan
maltratado en tan solo unos días? ¿Cómo hiciste
enojar a Xueyu Tanhua?
Su tono era burlón y Xie Lian observó
mentalmente: —Sin miedo de que le peguen en
la cara, esa es definitivamente la manera de
hablar con un buen amigo.
Ming Yi parecía que ya estaba harto de
escuchar a Shi Qing Xuan y solo dijo: —¡Cállate!
Xie Lian también quería saber la respuesta a la
misma pregunta, pero cambió su redacción.
—Gran Señor de la Tierra, ¿por qué querría
provocar a Hua Cheng?
Ming Yi no le dijo que se callara, pero tampoco
respondió. Xie Lian giró ligeramente la cabeza
para mirarlo y vio que tenía los ojos cerrados.
Después de haber sido encarcelado e
interrogado durante días y ser gravemente
herido, Ming Yi finalmente debía haber bajado la
guardia después de haber sido rescatado y al fin
podía relajarse. De todos modos, no era algo
urgente, por lo que Xie Lian no intentó
despertarlo. Los tres corrieron escaleras arriba y

753
Xie Lian tiró sus dados hacia arriba. No sabía qué
número arrojó en la oscuridad, solo que ante ellos
llegó un suave crujido, y apareció un rayo de luz.
Xie Lian empujó la puerta y estaba pensando si
tendría la oportunidad de llevarse a Lang Ying
cuando se dio cuenta de que el primer paso que
tomó fue hueco.
En el momento en que se sintió caer hacia
adelante, gritó: —¡No saltes!
Xie Lian saltó en el aire y cayó sobre algo duro.
Se sintió aliviado de que no se tratara de una
montaña afilada o de un mar de fuego. Hasta que
levantó la cabeza, se dio cuenta de que una
montaña afilada o un mar de fuego podrían haber
sido una mejor alternativa. El rostro
excepcionalmente guapo de Hua Cheng estaba a
centímetros de él, con las cejas levantadas,
mirándolo. ¡Esta vez cuando la puerta de piedra
se abrió, su paso hueco lo hizo caer sobre Hua
Cheng!
¡El lugar de su caída fue la armería! Hua Cheng
estaba sentado en el trono de la armería,
limpiando la cimitarra E-Ming. Incluso cuando
alguien de repente cayó sobre él desde arriba,
solo apartó las manos y detuvo la limpieza sin
ningún tipo de sorpresa. Miró con calma a Xie
Lian, como esperando una explicación. Por
supuesto, Xie Lian no tenía ninguna, y solo podía
recostarse en su regazo y devolverle la mirada
con audacia. De repente, vio a otra persona en la
periferia de su visión, y cuando se dio la vuelta,
vio que era Lang Ying.

754
755
Ese niño vendado estaba sentado en el suelo
con aspecto asustado, sus manos agarrando su
cabeza, mirándolos a los dos. ¿Por qué estaba
Lang Ying aquí también? ¿Parecía que Hua
Cheng lo estaba interrogando? Y cuando los ojos
de Xie Lian se movieron hacia arriba, vio que la
mitad de la bota blanca de Shi Qing Xuan salía.
No había tiempo para pensar, y
apresuradamente, Xie Lian agarró los hombros
de Hua Cheng.
—¡Lo siento! —Gritó Xie Lian, y luego apartó a
Hua Cheng.
Este empuje lanzó a Hua Cheng a un metro de
distancia e incluso cayó un par de veces.
Después de caer, Hua Cheng inmediatamente se
puso de pie y se estabilizó, y para entonces Shi
Qing Xuan, que llevaba a Ming Yi, ya había
saltado y aterrizado con facilidad en el mismo
lugar en el que Hua Cheng estaba sentado. Xie
Lian miró audazmente hacia atrás, y Hua Cheng
todavía lo miraba sin decir una palabra, pero sus
cejas se alzaron más.
Xie Lian se puso de pie de un salto y retrocedió
unos metros, disculpándose mientras lo hacía.
—¡Lo siento! ¡Lo siento!
Lang Ying corrió hacia Xie Lian mientras
observaba a Hua Cheng, todavía con mucho
miedo, y se escondió detrás de él. Xie Lian lo
protegió y dijo: —San Lang, déjame explicarte.
—Estoy esperando —respondió Hua Cheng.
—Espera, ¿no es lo contrario? —Shi Qing Xuan
dijo—. ¡Él debería ser el que te de una
explicación! Él es el responsable del
756
desaparecido Oficial Celestial; ¡Moléstese,
Dianxia!
Esta era exactamente la situación que Xie Lian
no quería enfrentar. Miró a Hua Cheng con
atención.
—San Lang, no sé qué malentendido se
produjo entre ti y el Señor de la Tierra, pero
calmémonos y hablemos de esto.
El mejor escenario sería que Hua Cheng los
dejara ir sin daño. Aunque el Señor de la Tierra
estaba herido, su vida no estaba en juego y no le
faltaba ningún miembro. Si pudiera dejarlo,
entonces todo esto no tendría que pasar al peor
de los casos extremos. Si Hua Cheng los dejara
irse y ellos regresaran a los cielos, entonces
estarían en deuda con él y Xie Lian podría usarlo
como una oportunidad para pedirle a Jun Wu que
descartara todo el asunto.
Sin embargo, Hua Cheng dijo en cambio:
—¿Señor de la Tierra? ¿Qué señor de la tierra?
—Después de una pausa, continuó—: Oh, ¿te
refieres al que está cargando el Señor del Viento?
Él no es más que un subordinado inepto mío.
Al escuchar esto, tanto Xie Lian como Shi Qing
Xuan se sorprendieron.
—Obviamente, es uno de los Oficiales
Celestiales, ¡cómo te atreves a decir lo contrario!
—Dijo Shi Qing Xuan.
Hua Cheng se echó a reír.
—Entonces, me pregunto por qué su honorable
Oficial Celestial ocultaría su identidad, dejaría

757
caer su respetable título y trabajaría como un
oficial bajo mi mando.
Hua Cheng sacó E-Ming en un destello de luna
creciente: —Si ese es realmente el Señor de la
Tierra, entonces qué paciencia aparentar durante
diez años. En los últimos diez años lo había
pensado sospechoso de vez en cuando, pero no
había pruebas. Si no fuera por encontrarme con
él y el Señor del Viento en BanYue, todavía
estaría en las nubes.
En ese momento Xie Lian entendió todo.
¡Así que eso es lo que pasó!
El Señor de la Tierra desapareció y fue
encarcelado, en última instancia, porque había
ocultado su verdadera identidad hace diez años
para pasar como un oficial demonio bajo Hua
Cheng. En otras palabras, él era un espía. Hua
Cheng había pensado que sus acciones eran
sospechosas, pero sin pruebas concretas, solo lo
había mantenido bajo su vigilancia. Y fue solo
recientemente que Hua Cheng finalmente
descubrió su identidad como el Señor de la
Tierra.
Durante ese viaje al Paso BanYue, Hua Cheng
había visto al Señor de la Tierra junto al Señor del
Viento.
Incluso bajo el disfraz de una mujer (gracias al
Señor del Viento), Hua Cheng todavía vio debajo
de esa piel falsa y descubrió que la dama vestida
de negro era el oficial demoníaco del que
sospechaba, y confirmó su identidad como uno
de los cinco Señores elementales.

758
Después de que toda la misión en BanYue
hubo concluido, Hua Cheng probablemente
abandonó el Santuario PuJi para ir a concluir las
cosas con el Señor de la Tierra. Puede que
durante la persecución de Hua Cheng por matar,
mientras se encontraba en circunstancias
extremas, Ming Yi activara la señal de socorro.
Luego, Jun Wu convocó a Xie Lian y le dio la
misión de ejecutar este rescate.
Que a un Oficial Celestial no solo no le
importaran sus deberes, sino que estuviera
encubierto en el reino de los fantasmas durante
más de una década era todo un escándalo. No
importaba la política detrás de esto; si Ming Yi
permaneciera preso y torturado, si él realmente
muriera bajo las manos de Hua Cheng, entonces
todo el cielo se rompería; Sería un caos absoluto
en el mundo. Si ese día llegara, nadie se salvaría.
Después de pensar todo esto, Xie Lian solo
pudo decir: —Entiendo que la culpa es nuestra.
Pero, San Lang, espero que nos dejes ir esta vez.
Hua Cheng lo observó con atención y, después
de un momento, dijo en tono calmado: —Dianxia,
en algunas cosas es mejor no involucrarse
demasiado.
De repente, Shi Qing Xuan gritó desde el
costado: —¡Viento, ven a mí!
En el momento en que salió el abanico, ráfagas
salvajes comenzaron a soplar a través de la
armería. Las muchas armas colgadas en las
paredes y en los estantes empezaron a sonar.
—¡Señor del Viento! No hemos hecho nada
todavía —Dijo Xie Lian, alarmado.
759
—No creo que ninguno de ustedes vaya a
hacer nada —dijo Shi Qing Xuan—, así que esta
vez seré el chico malo. ¡VIENTO! ¡¡¡VIEEEENTO
VEN A MÍ!!!
Se escuchó un enorme crujido, y Xie Lian pudo
sentir capas de polvo cayendo sobre su cabeza
desde arriba. Levantó la cabeza y vio que era el
techo que estaba siendo levantado por las
ráfagas, rompiendo las costuras en una gran
grieta.
La armería no tenía ventanas ni otras salidas
visibles, ¡y Shi Qing Xuan no tenía ninguna
intención de luchar sino de escapar a través de la
grieta del techo!
Dentro de los furiosos vientos, el cabello negro
azabache de Hua Cheng y la ropa roja de arce
volaban salvajemente con los vientos, pero su
persona nunca se movió.
Él sonrió.
—Tienes un abanico, y casualmente, yo
también.
De uno de los muchos estantes, Hua Cheng
recuperó un abanico. Era pequeño e intrincado,
su espina y su hoja estaban hechas de oro puro,
sereno y hermoso. Hua Cheng lo hizo girar en su
mano, abriéndolo de golpe. Sonrió sin palabras,
elegante en medio de su aura asesina. Dio la
vuelta a su mano y la abrió, y una fuerte ráfaga
se disparó hacia ellos con un destello plateado
cegador. Los tres esquivaron y escucharon
detrás de ellos el sonido de granizo como dardos
que golpeaban las paredes y el suelo. Cuando
giraron sus cabezas para ver, eran largas filas
760
sobre filas de láminas doradas clavadas en el
suelo. Cada lámina delgada pero profundamente
incrustada, su nitidez clara y cruel.
Cada arma dentro de esta armería era un
tesoro para contemplar; ¡Un simple movimiento
de mano podría tener tal efecto asesino!
Hua Cheng volvió a voltear su mano y otra
ráfaga de oro sopló. Los vientos provocados por
Shi Qing Xuan eran fuertes, pero cuanto más
fuerte era, más peligrosa era la situación. La
armería era una mera cámara, su habitación
limitada. Una porción de los vientos levantados
por el abanico del Señor del Viento rebotó por el
interior, arrastrando las hojas doradas, bailando
en esta locura. Xie Lian temía que las láminas
doradas dañaran a las personas, protegió a Lan
Ying y gritó: —¡Señor del Viento, por favor,
deténgase por ahora!
Las láminas doradas estaban rozando
estrechamente a Shi Qing Xuan y Ming Yi. Shi
Qing Xuan también quería detenerse, sin
embargo, el techo había sido levantado por sus
vientos, revelando una grieta, y si se detenía
ahora, todos sus esfuerzos se perderían. En ese
momento, las láminas doradas que los rodeaban
de repente volaron uniformemente hacia arriba.
Hubo una cacofonía de crepitantes antes de que
una persona atravesara el techo y saltara a través
de la grieta, los escombros y el polvo cayendo
con él.
En el momento en que aterrizó, esa persona
gritó: —Señor del Viento, me disculpo, ¡pero ya
no pude quedarme quieto!
761
762
Shi Qing Xuan se llenó de alegría.
—Qian Qiu, ha llegado justo a tiempo.
Ese joven llevaba una espada larga, su hoja del
tamaño de la palma de un hombre adulto, era de
hecho Lang Qian Qiu. Su espada larga era un
dorado reluciente, pero mirándola de cerca, no
era porque su espada fuera dorada, sino porque
aspiraba todas las láminas doradas, cubriendo la
hoja completamente, haciendo que pareciera que
era una espada dorada.
La espada larga de Lang Qian Qiu fue forjada
por un curioso metal nacido de una montaña
piedra imán y tenía la capacidad de magnetizar
metales. Mientras el objeto de la succión no
excediera un cierto nivel de poder espiritual, una
vez que tuviera la espada en la mano, podría
liberar mentalmente su habilidad y magnetizar
todos los metales circundantes, fundiéndolos en
su espada. Efectivamente, pronto las
innumerables hojas doradas fueron absorbidas
por la espada y disueltas en la hoja. Al ver esto,
Hua Cheng rió a carcajadas, cerró su abanico y
lo tiró detrás de él.
—¿Son los Oficiales Celestiales tan
patéticamente pobres que no podrían dejar ir un
poco de oro?
Si esas palabras estuvieran dirigidas a Xie Lian,
solo fingiría no haberlas escuchado. Pero
estaban dirigidos a Lang Qian Qiu, un noble
nacido de la realeza. No se había preocupado por
las riquezas durante toda su vida, y aunque sabía
que el enemigo lo estaba provocando
intencionalmente, todavía estaba hirviendo de
763
rabia. Levantó la espada con ambas manos y
golpeó hacia Hua Cheng. Hua Cheng sacó su
cimitarra con una mano, generando destellos
plateados en el aire, calmadamente, listos para
recibir el ataque.
El golpe de Lang Qian Qiu usó todo su poder.
Nació como un toro sin miedo a los tigres, pero
Xie Lian había visto claramente la diferencia entre
sus fortalezas, y si este ataque fuera a aterrizar,
¡seguro que él morirá!
Al margen, incluso Shi Qing Xuan, que no era
un espadachín, observó con alarma y gritó:
—¡Qian Qiu! ¡¡¡No!!!
Pero en esa fracción de segundo, ¿cómo
podría un grito detener la flecha que dejó el arco?
Justo cuando las cuchillas de una espada y una
cimitarra estaban a punto de hacer contacto, una
luz blanca cegadora estalló dentro de la armería.
Era una luz tan inmensa que cubría cada
centímetro de la armería, y todos perdieron la
vista temporalmente. Todo lo que podían ver era
blanco. Xie Lian, sin embargo, estaba preparado,
y podía ver algo. Su mano derecha reunió todos
los poderes que tomó prestados de Shi Qing
Xuan y creó una llama gigante y la encendió en
una dirección aleatoria.
Una esquina de la armería se incendió de
inmediato. Poco después, Xie Lian soltó a Ruoye,
se envolvió a sí mismo, Shi Qing Xuan, Ming Yi,
Lang Qian Qiu y Lang Ying, y gritó: —¡Señor del
Viento, haznos volar hacia arriba!

764
A pesar de que Shi Qing Xuan no podía abrir
los ojos, siguió la orden de Xie Lian. Levantó su
abanico, chasqueó hacia abajo, y un violento
torbellino se formó desde el suelo plano,
soplando hacia el techo y ¡por fin rompió el techo
inestable!
Ruoye tenía a los cinco en un paquete y voló
hacia el cielo. En el aire, la vista finalmente volvió
a muchos de ellos, y Shi Qing Xuan pudo ver
debajo de ellos llamas gigantes ardiendo, humo
negro cargado en el aire; la armería estaba
ardiendo. Tenía miedo de que Hua Cheng los
persiguiera, y agitó su abanico. Ahora realmente
se convirtió en: avivar la llama; el incendio explotó
instantáneamente en tamaño, y las llamas
aterrizaron en todos los edificios cercanos. Ahora
más de la mitad de la Mansión Paraíso estaba en
llamas.
Con gran dificultad, Xie Lian finalmente agarró
a Shi Qing Xuan que estaba abanicando con
todas sus fuerzas.
—Señor del Viento, por favor, deje de
abanicar. ¡Todo el lugar se va a quemar!
Sorprendido, Shi Qing Xuan gritó: —¡De
acuerdo, de acuerdo, me detengo! ¡Déjeme ir,
Dianxia, su agarre es demasiado fuerte!
No fue hasta que el Señor del Viento detuvo sus
vientos que Xie Lian lo soltó. Miró hacia abajo y,
entre las llamas rojas, Xie Lian todavía podía ver
una silueta carmesí. Estaban demasiado lejos en
el cielo y él no podía ver con claridad, pero su
instinto le dijo que en ese momento, Hua Cheng
estaba de pie mirándolo.
765
Él no lo persiguió ni apagó las llamas. Solo se
quedó allí, dejando que los salvajes incendios
devoraran caprichosamente.
Fuera de Mansión Paraíso, gritos y aullidos
rugían desde todas las calles de la Ciudad
Fantasma, y multitudes de fantasmas y demonios
corrían enloquecidos. Xie Lian no podía respirar,
y su voz se quebró, murmurando para sí mismo:
—Yo... solo quería encender un pequeño fuego
para crear una distracción, ¿cómo resultó ser
así...?
Justo antes, Hua Cheng se había apoyado
contra las puertas de esa armería, medio en
broma diciéndole que quería regalarle toda la
armería con cada arma dentro, pero ahora todo
estaba envuelto en un mar de fuego. Si bien
podía haber muchas armas espirituales que no
temían el calor intenso, seguramente también
había muchos que no podían tocar las llamas.
Después de todo este ardor, muchos tesoros se
convertirían en cenizas. Xie Lian no había
esperado que las llamas crecieran tan
violentamente, devorando a toda la Mansión
Paraíso.
Incluso si Hua Cheng no lo consideraba un
hogar ¡seguía siendo su residencia!
Al ver lo mal que estaba Xie Lian, Shi Qing
Xuan también se sintió mal.
—Hum... ¡Lo siento mucho, Dianxia! No pensé
las cosas y solo quería escapar más rápido.
¡Todo esto es mi culpa! Definitivamente, al
principio solo era una pequeña llama... si Xueyu
Tanhua lo contacta para pedir una
766
compensación, ¡simplemente dígale que venga a
mí! No se preocupe, puedo pagar cualquier
cantidad. ¡El dinero nunca es un problema!
Pero el dinero definitivamente no era el
problema. Xie Lian cerró los ojos y no pudo
hablar. Shi Qing Xuan le dio una palmadita en el
hombro para consolarlo, pero de repente sintió
humedad en su palma y un extraño olor a sangre.
Volvió la cabeza para ver y su rostro perdió color.
—¡Dianxia, qué le pasó a su mano!
La mano derecha de Xie Lian estaba cubierta
de sangre. Todo su brazo derecho estaba
completamente teñido de sangre, y su temblor no
fue leve. Sin embargo, sus dos manos aún
sostenían severamente esa banda de seda
blanca para evitar que todos fueran destrozados
por los vientos salvajes.
—¡¿Qué está pasando con usted?! —Shi Qing
Xuan lloró.
Xie Lian parpadeó y se esforzó por calmarse
antes de sacudir la cabeza.
—No es nada... solo una pequeña lesión.
Mejorará una vez que regresemos.
—¿Esa luz blanca era usted? —Shi Qing Xuan
recordó—. Dianxia, ¿usted apartó a esos dos?
—Soy un espadachín después de todo
—respondió Xie Lian.
Shi Qing Xuan había acertado. Justo en ese
momento, cuando las cuchillas de Hua Cheng y
Lang Qian Qiu estaban a punto de hacer
contacto, Xie Lian apareció. Cogió una espada de
la pila de armas en los estantes e hizo dos

767
movimientos entre la espada y la cimitarra. El
primer movimiento, derribó la espada larga de
Lang Qian Qiu. El segundo movimiento, bloqueó
la cimitarra E-Ming.
La fuerza de esos dos movimientos no solo era
poderosa, sino extremadamente bien controlada.
Incluso cuando Xie Lian bloqueó ambas cuchillas,
la fuerza de los golpes no rebotó en los atacantes.
Porque, estando Xie Lian en el medio, usó su
espada y su propio brazo para absorber ambos
ataques completamente.
Con la espada larga de Lang Qian Qiu no había
problemas, pero la cimitarra de Hua Cheng era
una fuerza a tener en cuenta. La espada que Xie
Lian usó era una de la colección de Hua Cheng,
por lo que, naturalmente, también era una hoja
formidable. Cuando las dos cuchillas se
encontraron, sopló esa luz blanca cegadora. Con
los dos movimientos, el primer golpe contra la
espada larga de Lang Qian Qiu creó una grieta, y
el segundo golpe contra la cimitarra E-Ming
rompió la espada en pedazos.
Todo esto se realizó en una fracción de
segundo, más rápido de lo que el ojo podía ver.
Shi Qing Xuan miró el miserable estado de la
mano derecha de Xie Lian, todo el brazo derecho
fue un desastre y comentó: —Dianxia... usted es
demasiado intenso. ¡No puedo creer que los haya
bloqueado sin ayuda!
El Dios Marcial Coronado de Flores; espada en
una mano, flor en la otra. Shi Qing Xuan solo
recordaba la flor, pero había olvidado que Xie
Lian ascendió a causa de su espada.
768
Pensando en lo cerca que estaban a que
sucediera una desgracia, el corazón de Shi Qing
Xuan todavía estaba acelerado.
—Gracias a Dios, Dianxia tenía los
movimientos, de lo contrario, quién sabe en
cuántas piezas sería cortado Lang Qian Qiu por
Hua Cheng.
Lo extraño era que, junto a ellos, Lang Qian Qiu
parecía estar ileso, pero su expresión estaba
congelada, como si su alma hubiera dejado su
cuerpo.
—¿Qian Qiu? —Shi Qing Xuan dijo: —Qian
Qiu, ¿está bien? ¡Despierte! ¿Qué pasa con
usted? ¿Su vista no ha regresado todavía?
Montando en el viento, el grupo finalmente llegó
al Reino Celestial. Arrastrando y cargando,
corrieron más allá de las Puertas de Ascensión y
corrieron directamente hacia el Gran Salón
Marcial. Lang Ying no pudo entrar al salón, por lo
que Xie Lian lo colocó en una pequeña cámara
lateral. Nadie parecía estar de servicio, por lo que
llamó a la matriz de comunicación.
—¿Hay algún funcionario honorable aquí? ¡Por
favores todos, vengan rápidamente al Gran Salón
Marcial! ¡Es una emergencia, tenemos un oficial
herido!
Mientras gritaba, junto a él, Shi Qing Xuan
chasqueó los dedos, volvió a ponerse la túnica
blanca de cultivador y liberó cien mil méritos.
—¡Son dos Oficiales heridos!
Xie Lian dijo apresuradamente: —Señor del
Viento no esté tan emocionado. Solo podríamos

769
hablar, no hay necesidad de liberar ningún
mérito. Todo el mundo vendrá naturalmente.
—No, Dianxia —dijo Shi Qing Xuan—, tiene
que saber, ¡difundir los méritos funciona más
rápido que hablar cien veces!
Muy pronto, una voz vino de lejos.
—¿Quién está herido?
Cuando se pronunció la palabra quién, la voz
aún estaba muy lejos, pero con la última palabra,
la persona apareció, y era Feng Xin. Entró en la
sala y miró a Xie Lian, luego a Lang Qian Qiu, con
el rostro vacilante.
—Estoy bien, pero el Señor de la Tierra parecía
estar gravemente herido —dijo Xie Lian.
—¿Y qué? —Otra voz vino—. Hay tantos
Oficiales Celestiales. ¿Quién alguna vez regresó
ileso después de una ronda de patrullas?
La voz era decorosa y suave, pero las palabras
agudas. Era Mu Qing. Cruzó el Gran Salón y
también miró a Xie Lian y luego a Lang Qian Qiu.
Sin embargo, su expresión era lo opuesto a Feng
Xin, ya que solo había levantado una ceja, como
si estuviera listo para ver un buen espectáculo.
Vio que Feng Xin se movió para revisar el brazo
de Xie Lian, así que se inclinó para revisar a Ming
Yi y dijo: —¿Así que este es el Señor de la Tierra?
Durante ese intercambio, varios Oficiales
Celestiales entraron al salón. El Señor de la
Tierra Yi siempre había sido discreto y se
mantenía fuera de la vista, por lo que para
muchos fue la primera vez que vieron su persona,
y se amontonaron alrededor mirándolo con

770
curiosidad. La mayoría de las masas estaban
confundidas, sin saber la razón por la que fueron
convocadas al Gran Salón Marcial, pero después
de haber recogido los méritos del Señor del
Viento, tuvieron que venir y verificar las cosas.
—Gracias, pero estoy bien. Se mejorará solo
después de un tiempo —dijo Xie Lian a Feng Xin.
Feng Xin no escatimó palabras.
—Cuídese.
Xie Lian lanzó otro agradecimiento en voz baja,
pero cuando se dio la vuelta, Lang Qian Qiu lo
estaba mirando con una expresión congelada.
—TaiHua Dianxia, ¿qué pasa? —Preguntó.
Feng Xin también notó algo extraño sobre Lang
Qian Qiu y preguntó: —¿TaiHua Dianxia, también
resultó herido en alguna parte?
—No lo creo. Déjeme ver. —Xie Lian dijo y
extendió su mano, alcanzando la frente de Lang
Qian Qiu. Sin embargo, en un instante, Lang Qian
Qiu agarró la muñeca de Xie Lian.
Hubo vacilación en el rostro de Lang Qian Qiu,
como si descubriera algo pero no estuviera
seguro, mas un fuego comenzó a arder en sus
ojos. Xie Lian sintió una oleada de rabia
temblando desde el brazo de Lang Qian Qiu
hasta el suyo.
Ahora todos los oficiales espectadores habían
notado esta extraña situación y comenzaron a
susurrar entre ellos.
Shi Qing Xuan y Mu Qing comenzaron a
levantarse y Feng Xin habló: — TaiHua Dianxia,
¿qué está haciendo?

771
Lang Qian Qiu finalmente movió sus labios.
Solo dijo dos palabras, pero el corazón de Xie
Lian se hundió hasta el fondo.
—... ¿Guoshi Principal? —Lang Qian Qiu
apretó los dientes.
La pupila de Xie Lian se encogió ligeramente.
Los oficiales alrededor medio adivinaron, medio
se confundieron, murmurando: —¿Qué Guoshi
Principal? ¿Quién es el Guoshi Principal?
Algunos eran más astutos y lo descubrieron.
Lang Qian Qiu fue el Príncipe Heredero de
YongAn y el Guoshi Principal de YongAn durante
su tiempo fue el segundo de los Dos Cultivadores
Demoniacos: el Guoshi Principal Fang Xin. Nadie
sabía de su origen o de su verdadera identidad.
Sin embargo, aquí, Lang Qian Qiu tenía a Xie
Lian en sus manos y lo llamó: Guoshi Principal, lo
que significa... ¿Xie Lian fue el mal que causó la
ruina de YongAn, el Guoshi Principal Fang Xin?
Sin embargo, Xie Lian fue el príncipe heredero
de XianLe.
El reino de XianLe había caído en manos del
reino de YongAn, entonces, ¿por qué iría y se
convertiría en el Guoshi Principal de YongAn? El
Príncipe TaiHua era conocido por su optimismo y
alegría, nunca había jugado juegos mentales ni
había dificultado las cosas a nadie, y nunca había
exhibido tal expresión; mitad desesperación,
mitad rabia, mitad enemistad, mitad odio.
Lang Qian Qiu tuvo a Xie Lian en un agarre
mortal, su respiración se volvió más áspera y
finalmente dijo con voz tensa: —Tú... te maté con

772
mis propias manos. Te sellé en ese ataúd. Tú...
¡Guoshi Principal, ciertamente eres astuto!
Cielos. Parecía que algo grande estaba por
suceder hoy.

773
CAPÍTULO 45
El Guoshi Principal de corazón oscuro;
banquete dorado lleno de sangre

F
eng Xin era el más cercano a los dos, y
miró a Xie Lian con un sobresalto. Mu Qing,
por otro lado, tenía los ojos brillantes, el
controlado shock tenía una capa oculta de
emoción.
Shi Qing Xuan soltó a Ming Yi y dijo: —Qian
Qiu, ¿entendió mal algo? Si Dianxia fuera el
Guoshi Fang Xin, ¿cómo no lo reconocería hasta
ahora?
Otra voz sonó al margen: —Qing Xuan, ¿no lo
sabes? Las leyendas dicen que el Guoshi
Principal, Fang Xin, era orgulloso, misterioso y
frío. Siempre había usado una máscara de oro
blanco, nunca había mostrado su rostro real a
nadie. TaiHua Dianxia, nunca debe haber
conocido su verdadera identidad.
El que habló tenía los brazos cruzados y se
mantenía a un lado. Era Pei Ming. El solo hecho
de ver su cara hizo que Shi Qing Xuan se enojara,
y balanceó su escobillón.

774
—Si ese es el caso, entonces nadie vio cómo
se veía el Guoshi Fang Xin. ¿Por qué el General
Pei debe hacer que parezca que es una certeza
que Taizi Dianxia es el Guoshi Principal Fang
Xin?
Cuando estaban en acción, Shi Qing Xuan y
Xie Lian eran ridículos e hilarantes, pero una vez
en el Reino Celestial, cambiaron de compostura,
tranquilos y equilibrados, conscientes de su
comportamiento. En ese momento, una silueta
blanca como la nieve apareció de las cámaras
traseras.
En el momento en que llegó todos se calmaron.
Los oficiales parloteando se pararon derechos en
su lugar, silenciando sus chismes y se inclinaron.
—Su Majestad.
Jun Wu levantó su mano ligeramente y todos
se enderezaron una vez más. Caminó
voluntariamente, y al pasar junto a Xie Lian, le
tocó el hombro derecho. La manga que todavía
goteaba con sangre fresca cesó inmediatamente
después del toque.
Después de tomarse un momento para mirar a
Ming Yi, Jun Wu dijo: —No es nada serio.
Coloquen al Señor de la Tierra dentro.
Por lo tanto, cuatro oficiales medicinales
Celestiales famosos se acercaron para levantar a
Ming Yi y se lo llevaron. Shi Qing Xuan parecía
querer seguirlo, pero al ver la tensión actual en el
Gran Salón Marcial, no podía dejar de
preocuparse y decidió no ir después de todo.
Con las manos detrás de la espalda, Jun Wu
regresó al trono antes de volver a hablar.
775
—Entonces, díganme. ¿Qué ha pasado ahora?
¿Por qué TaiHua no deja que Xian Le se vaya, y
por qué Xian Le está inclinando la cabeza?
Lang Qian Qiu miró a Xie Lian y vio que todavía
estaba en silencio. Como estaban rodeados por
Oficiales Celestiales, no había necesidad de
temer su fuga, de modo que Lang Qian Qiu soltó
su mano y se volvió a Jun Wu en una reverencia:
—Mi Señor, hace varios cientos de años, este
hombre cambió su nombre a Fang Xin, mató a mi
clan y trajo la ruina a mi reino. ¡Solicito un duelo
y rezo para que el señor sea nuestro juez!
Dentro del Gran Salón Marcial, incluso aquellos
que nunca habían oído hablar del nombre Fang
Xin corrieron a investigar el nombre dentro de la
matriz de comunicación. Lo que se descubrió fue
una historia asombrosa.
Menos mal que Ling Wen estaba presente para
responder a la pregunta de todos.
—El Guoshi Principal, Fang Xin, fue el salvador
y maestro del Príncipe Heredero de YongAn,
Lang Qian Qiu. Fue nombrado uno de los Dos
Cultivadores Demoniacos por el infame baño de
sangre que inundó el Banquete Dorado de la
monarquía YongAn.
—¿Qué fue el Banquete Dorado? —Preguntó
Shi Qing Xuan.
—Señor del Viento —respondió Ling Wen—.
Este banquete dorado fue primero una tradición
transmitida desde las noblezas de XianLe y se
llamó así porque todos los cubiertos, utensilios,
vasos e instrumentos, eran del más alto grado de
oro, exquisitos y lujosos.
776
»Después de que se estableció el reino de
YongAn, al principio anunciaron al mundo que no
seguirían la cultura del exceso del antiguo reino y
se concentrarían en sus pueblos. Sin embargo,
después de algunas décadas, las viejas formas
fueron reaprendidas, incluida la cultura del
exceso.
Ling Wen continuó: —En la noche del
decimoséptimo cumpleaños del príncipe
heredero de YongAn, el palacio organizó un
banquete dorado. Ese Guoshi Principal Fang
Xin... en esa fiesta, con una espada en la mano,
mató a todos los miembros de la realeza que
asistieron.
»Las copas de oro se derrumbaron, y la
sangre se derramó como el vino.
»Solo el Príncipe Heredero de YongAn
escapó debido a su llegada tardía a la fiesta. De
lo contrario, él también hubiera sido aniquilado.
Este golpe de estado estaba dirigido a la
construcción de YongAn, y si no fuera por Lang
Qian Qiu, quien tenía el corazón de la gente y su
arduo trabajo, no habría duda de que hubiera
habido disturbios. Fue con gran dificultad que se
resolvió el caos, y poco después, la monarquía
YongAn lanzó una recompensa para perseguir al
asesino fugitivo. Finalmente, cuando fue
capturado, Lang Qian Qiu mató al malvado
Guoshi Principal Fang Xin con sus propias
manos, selló el cadáver dentro de un ataúd de
tres capas, antes de sellarlo nuevamente bajo
tierra.

777
Sin embargo, las raíces de la monarquía
habían sido gravemente dañadas, y desde
entonces, inevitablemente declinó antes de ser
superada por otro clan al final.
Lang Qian Qiu miró a Xie Lian.
—Nunca entendí por qué hiciste lo que hiciste.
Dijiste que no podías soportar vernos en el trono,
pero no lo creía, y nunca pensé que querías
derrocar a la monarquía para tomar nuestro lugar.
Pero ahora por fin sé por qué.
Los Oficiales Celestiales estaban muy abiertos
por el shock, murmurando unos a otros.
—¡Esto es venganza!
—¡No podría haber sido otra cosa! El reino de
XianLe había caído, por lo que también tuvo que
arruinar a YongAn. YongAn mató a sus padres
reales, por lo que tuvo que asesinar a los padres
reales del Príncipe Heredero de YongAn. Ojo por
ojo. ¡Es pura venganza!
—Pero los que eliminaron a XianLe no fue la
generación de Lang Qian Qiu, esta ira no era
razonable...
—Y aquí pensé que el hazmerreír de los tres
reinos era un tonto, pero en realidad es un
personaje bastante agresivo. Pasando a la
clandestinidad como Guoshi Principal en estado
enemigo, matando a toda la monarquía de una
sola vez. Increíble…
Xie Lian podía sentir los ojos de Jun Wu en él,
y cerró los suyos.

778
Escuchó a Jun Wu decir: —TaiHua, crees
firmemente que Xian Le es Fang Xin, pero
¿tienes pruebas?
—El Guoshi Principal, Fang Xin, fue el que me
enseñó a pelear con la espada; ¿Cómo puedo no
reconocerlo en el momento en que ataca?
—respondió Lang Qian Qiu.
El cotilleo se vertió como las mareas.
—Olvida hacer un desastre de la situación, ¿no
es enseñarle a usar la espada al príncipe
heredero un poco extra?
—No es de extrañar que después de la tercera
ascensión no lo hemos visto tocar una sola
espada. Tiene miedo de delatarse.
Lang Qian Qiu declaró: —Esta vez fui a la
Ciudad Fantasma y peleé con Xueyu Tanhua...
—En el momento en que mencionó la Ciudad
Fantasma y Hua Cheng, muchos de los
funcionarios se estremecieron de nuevo, pero
Lang Qian Qiu continuó—: Cuando tenía doce
años, una vez me secuestraron durante una
salida. Los secuestradores me arrastraron a las
calles y cuando los guardias los alcanzaron,
comenzaron a pelearse. Un artista callejero fue
involucrado, y tan magullado como estaba,
interceptó la pelea con solo una rama de árbol, y
me rescató fácilmente con solo unos cuantos
giros.
»Los secuestradores y los guardias sufrieron
graves daños, y fue este artista callejero el que
me acompañó hasta el palacio. Por inmensa
gratitud, su majestad, mi padre y la reina, mi
madre trataron fervientemente de retenerlo y
779
descubrieron sus habilidades en el manejo de la
espada, por lo que finalmente fue invitado a
convertirse en el Guoshi Principal. Me enseñó el
camino de las espadas durante cinco años. Estoy
más que familiarizado con su estilo, ¿cómo
puedo estar equivocado?
—TaiHua Dianxia—dijo Mu Qing débilmente—.
Usted está diciendo que lo que vio fue solo una
sombra, y aparte de usted, nadie más lo ha visto.
Así que todo esto es solo por tus palabras.
El argumento de Mu Qing sonaba a favor de Xie
Lian, pero en realidad era más complejo. Ya
había visto que Lang Qian Qiu no lo dejaría pasar,
y cuanto más le cuestionaban, más se probaba a
sí mismo y no era en absoluto útil para la
situación de Xie Lian.
Efectivamente, Lang Qian Qiu exigió: —Bien.
¡Por favor tráiganme una espada!
Había muchos dioses marciales dentro del
salón que portaban una espada, y al escuchar su
llamada, inmediatamente se lanzó una espada
hacia él. Lang Qian Qiu la atrapó y lo puso frente
a Xie Lian.
—Tómala. Ahora tendremos un duelo sin
frenarnos, usaremos todo lo que tenemos y
veremos si tenemos el mismo estilo, ¡y si fui
enseñado por ti!
Todo el mundo pensó que un duelo en el Gran
Salón Marcial era imprudente, pero con el
Banquete Dorado, en el que toda la familia de un
príncipe heredero fue asesinada a sangre fría,
podían entender por qué estaba tan agitado.

780
La lesión de Xie Lian aún estaba en la mente
de Shi Qing Xuan, y dijo: —Qian Qiu, Dianxia
bloqueó el ataque de Hua Cheng para ti, y se
lastimó su brazo derecho de esta manera, así que
¿cómo puede tener un duelo contigo?
Al escuchar esto, Lang Qian Qiu
repentinamente extendió su palma izquierda y
golpeó fuertemente su propio brazo derecho.
Hubo un fuerte chasquido y una niebla de sangre
brotó de todo su brazo derecho desde el hombro,
sangrando profusamente y cayó débilmente. No
hubo necesidad de verificar para comprender que
se trataba de una lesión grave y todos se
sorprendieron. Xie Lian también se sorprendió y
levantó los ojos.
—¿Qué está haciendo?
—El Señor del Viento tiene razón. —Lang Qian
Qiu dijo—. Te lastimaste el brazo salvándome,
por lo que dañé mi brazo por ti. Pero salvarme es
una cosa, matar a mi clan es la verdad innegable.
Sé que eres dextro y puedes usar una espada
con ambos brazos sin disminuir tus habilidades.
Duelo con nuestra izquierda. ¡Levanta la espada
si eres un hombre!
Xie Lian miró la espada, luego lo miró y,
finalmente, sacudió la cabeza lentamente.
—Hace muchos años juré no volver a matar
con la espada.
Con esas palabras, Lang Qian Qiu recordó
aquella noche cuando finalmente llegó al
banquete, la escena de ese hombre de túnica
negra sacando una espada larga de los cuerpos
muertos de sus padres, y sus ojos enrojecidos de
781
locura, la espada en su mano izquierda.
Emitiendo un estremecedor y crepitante sonido
de su mano izquierda. Shi Qing Xuan volvió a
sacar su escobillón y se envolvió alrededor de la
espada para sostenerla.
—Creo que podría haber algún tipo de
malentendido aquí. Si ese Guoshi Principal, Fang
Xin, siempre hubiera usado una máscara,
entonces cualquiera podría haber fingido ser él
para cometer un asesinato. ¿Qué piensa mi
señor?
Todos giraron su mirada hacia el trono.
—Xian Le. —Jun Wu habló.
—Sí, mi señor. —Xie Lian hizo una reverencia.
—¿Acepta las acusaciones de TaiHua?
—Preguntó Jun Wu.
—Las acepto —respondió Xie Lian.
El: las acepto, se pronunció en un tono
congelado, muy diferente a la forma habitual de
hablar de Xie Lian, y las caras de Feng Xin, Mu
Qing y Shi Qing Xuan se cayeron.
Jun Wu asintió y preguntó: —El Guoshi
Principal Fang Xin que derramó sangre sobre el
banquete dorado... ¿era usted?
Después de un momento de silencio, Xie Lian
levantó la cabeza, determinado.
—Eso es correcto. ¡Fui yo!
Palabras de acero sin vuelta atrás.
—Así que lo admites. Muy bien —dijo Lang
Qian Qiu.
Como se mencionó anteriormente, había
innumerables Oficiales Celestiales con sangre
782
mortal en sus manos en la corte superior. Pero a
decir verdad, no había habido muchos que
aumentaran su deuda de sangre hasta este
punto. Podría ser porque esos mortales no tenían
a alguien como Lang Qian Qiu en la familia que
pudiera ascender y exigir justicia de los cielos.
Antes, Pei Su tenía al General Pei como
escudo, pero al final no pudo escapar del exilio.
Xie Lian no tenía a nadie detrás de él, por lo que
ahora todo dependería de si Jun Wu todavía
valoraba los afectos pasados y mantenía el
corazón para protegerlo.
Sin embargo, muchos todavía no podían
comprender qué actitud mantenía Jun Wu hacia
Xie Lian. En la primera ascensión, el príncipe
heredero de XianLe, por supuesto, fue tratado
con el mayor de los favores; en la segunda
ascensión, los dos tuvieron una gran pelea, y Xie
Lian incluso apuñaló a Jun Wu unas cuantas
veces antes de ser derrotado; y en esta tercera
ascensión, los dos habían estado en paz entre sí,
como si se hubieran olvidado los conflictos
pasados, y Jun Wu incluso construyó un palacio
para Xie Lian en la zona más agradable de la
capital celestial.
Era realmente difícil de entender. Ahora, todos
tenían sus oídos atentos, esperando
ansiosamente escuchar cómo el señor
condenaría a Xie Lian.
Sin embargo, antes de que Jun Wu tuviera la
oportunidad de emitir el veredicto, Xie Lian habló
primero.
—Xian Le tiene una petición presuntuosa.
783
—¿Qué es? —Respondió Jun Wu.
—Humildemente le pido al Señor que quite mi
divinidad, y me destierre al Reino Mortal —dijo
Xie Lian.
Algunos de los Oficiales Celestiales estaban sin
palabras, y al mismo tiempo asombrados. Por
supuesto, nadie quería ser desterrado, no era
fácil ascender.
Trabajar tan duro para escalar tan alto solo
para caer, el solo pensarlo los hacía sentir
lamentables. Atreverse a pedir el destierro de Jun
Wu de manera tan directa muchos de ellos no
podían hacerlo. Algunos de los otros Oficiales
Celestiales no pensaron mucho en ello.
Después de todo, en este punto sería mejor
retroceder que luchar hasta morir. Xie Lian ya
había sido desterrado dos veces; una tercera vez
probablemente no significaría nada para él, y tal
vez incluso estuviera acostumbrado.
Lang Qian Qiu, por otro lado, objetó: —No
necesito que te desvanezcas. La ascensión es
porque tienes la habilidad. Solo quiero un duelo.
—No quiero pelear contigo —dijo Xie Lian.
—¿Por qué? —Lang Qian Qiu gritó—. No es
como si nunca hubiéramos luchado antes. Vida o
muerte, el resultado no importa, ¡acabemos con
esto!
Xie Lian dijo claramente: —No hay razón.
Lucha contra mí, y no hay duda de que morirás.

784
ARCO DEL BANQUETE DORADO

785
CAPÍTULO 46
Enfurecido Nan Yang; lucha de puños con
Xuan Zhen

A
unque las palabras eran un eufemismo
dicho a la ligera, causó que todos los que
estaban alrededor respiraran con fuerza.
Muchos tenían en sus mentes: no eres más que
un débil dios de la basura, ¿cómo podrías ser tan
descarado como para decirle al único Lang Qian
Qiu, el dios marcial del Este, que si peleas, sin
duda alguna él morirá? ¡Qué arrogancia!
Era como si la solicitud de destierro fuera
porque la lucha contra Lang Qian Qiu estaba por
debajo de él. Pura mentira. Sin embargo, Lang
Qian Qiu no creía que sus palabras fueran en
absoluto exageradas.
—Dije, la vida y la muerte no importan. ¡No
necesito que me dejes ir fácilmente tampoco!
Xie Lian lo ignoró y le reiteró su solicitud a Jun
Wu: —Ruego que mi señor me destierre al Reino
Mortal.
Shi Qing Xuan de repente levantó su brazo.
—¡Espere! ¡Tengo más que decir!
—Hable, Señor del Viento —dijo Jun Wu.

786
—Todos aquí parecían pensar que Taizi
Dianxia derramó la sangre de YongAn por
venganza. Sin embargo, si fue una venganza,
¿por qué dejó ir a TaiHua Dianxia? Lógicamente,
la persona a la que un vengador quisiera matar
primordialmente sería el príncipe heredero, ¿me
equivoco?
No era que nadie hubiera pensado en este
detalle, sino que nadie había pensado que era
necesario expresarlo. Ahora que el Señor del
Viento tomó la iniciativa, algunos asintieron con
la cabeza en acuerdo.
Shi Qing Xuan continuó: —Dianxia y yo no nos
conocemos hace mucho tiempo, pero lo vi con
mis propios ojos luchando de frente contra la
cimitarra E-Ming para proteger a TaiHua Dianxia.
Qian Qiu, si pensaba en la monarquía YongAn
con odio, ¿por qué lo defendería
innecesariamente contra la cimitarra?
Al escuchar que Xie Lian se enfrentó a E-Ming
de frente, tanto Feng Xin como Mu Qing miraron
a Xie Lian.
Alrededor, hubo susurros que decían: —Tal vez
se estaba sintiendo culpable…
Pero Shi Qing Xuan inmediatamente alzó la voz
para exclamar: —Esa es el arma de la desgracia;
¡La espada maldita! ¡POR LO TANTO! ¡Creo que
todo este asunto es altamente sospechoso!
—Envidio que Taizi Dianxia haya ganado la
amistad del Señor del Viento para defenderlo.
—Pei Ming dijo—. Lástima que nuestro Pequeño
Pei no sea tan afortunado.

787
—General Pei, no enturbie las aguas. —Shi
Qing Xuan dijo—. ¿Se puede comparar el caso
de Pei Su de la misma manera? También lo vi
cometer crímenes con mis propios ojos y escuché
con mis propios oídos su admisión de dichos
crímenes.
—Entonces, ¿no es eso exactamente lo mismo
que hoy? —Pei Ming argumentó—. TaiHua
Dianxia lo vio cometer delitos, y lo escuchó
admitir dichos delitos con sus propios oídos.
¿Cómo es eso diferente?
Shi Qing Xuan se puso furioso y estaba a punto
de responder cuando Xie Lian lo contuvo.
—Señor del Viento, gracias, estoy en deuda
con usted. Pero por favor déjalo ir.
El mismo Shi Qing Xuan no había pensado en
una buena remontada contra Pei Ming todavía,
así que solo lo señaló pero no dijo más.
Finalmente, Jun Wu habló, su tono tranquilo.
—Todos por favor cálmense.
Su voz no era particularmente fuerte, muy
serena en realidad, sin embargo, todos dentro del
Gran Salón Marcial escucharon sus palabras
claramente, y todos retrocedieron a su posición.
Una vez que la sala se calmó, Jun Wu volvió a
hablar.
—TaiHua, tus acciones siempre han sido
impulsivas. Cuando surgen situaciones, uno no
debe ser imprudente; escuche con calma,
entienda y luego evalúe una vez que conozca la
historia completa.

788
Lang Qian Qiu bajó la cabeza en símbolo de
tener en cuenta la lección.
Jun Wu continuó: —Xian Le se niega a darnos
esa historia completa, por lo que se niega su
solicitud de destierro. Lo detendrán en el Palacio
de XianLe, y luego lo interrogaré personalmente.
Antes de eso, ustedes dos no se encontrarán.
Era una conclusión que nadie había esperado.
En realidad, ¡Jun Wu protegió a Xie Lian, el
hazmerreír de los tres reinos que no tenía
templos, ni devotos, ni méritos!
Lang Qian Qiu era el dios marcial que
gobernaba el este; si no estaba contento con el
veredicto, ¡qué pena! Incluso entonces, Jun Wu
eligió proteger a Xie Lian... ¡¿eso no significaba
que él todavía está siendo muy favorecido?!
Muchos de los funcionarios ahora vieron hacia
dónde soplaba el viento, y decidieron
mentalmente que a partir de entonces no
mencionarían públicamente las palabras:
hazmerreír de los tres reinos. Shi Qing Xuan dejó
escapar un suspiro de alivio y elogió en voz alta
a Jun Wu por su sabiduría. Lang Qian Qiu, por su
parte, solo miró fijamente a Xie Lian.
—¡Lo que sea que el señor quiera cuestionar,
adelante y pregunte, pero sea cual sea la
conclusión, igual tendré un duelo con él!
Con eso, Lang Qian Qiu se inclinó ante Jun Wu
antes de girarse y salir del pasillo. Jun Wu agitó
la mano y un par de oficiales marciales se
adelantaron para llevarse a Xie Lian.

789
Mientras pasaban por Shi Qing Xuan, Xie Lian
habló en voz baja: —Señor del Viento, gracias
por todo. Pero si debe ayudarme, no diga nada
más en mi nombre, aun así ¿puedo pedirle que
haga dos cosas por mí?
Shi Qing Xuan todavía se sentía mal por avivar
el fuego que quemó la Mansión Paraíso, y deseó
que Xie Lian le pidiera algo.
—Lo que sea que necesite.
—El niño que puse en las cámaras laterales,
por favor cuídelo —dijo Xie Lian.
—¡Nada que no pueda hacer! ¿Qué es lo
segundo? —Dijo Shi Qing Xuan.
—Si el General Pei todavía quiere dificultar las
cosas para Ban Yue en el futuro, por favor,
ayúdela.
—Por supuesto. —Shi Qing Xuan respondió—.
No dejaré que Pei Ming se salga con la suya.
¿Dónde está ella?
—La he escondido en una pequeña olla en mi
Santuario PuJi. Si tiene tiempo, por favor déjela
salir a veces —dijo Xie Lian.
—...
Después de agradecer al Señor del Viento, dos
Oficiales Celestiales llevaron a Xie Lian ante el
Palacio de XianLe antes de excusarse
cortésmente.
—Gracias por tu trabajo duro. —Xie Lian inclinó
su cabeza ligeramente.
Al pasar por las puertas delanteras, Xie Lian
cerró las puertas detrás de él. Mirando a su
alrededor, como esperaba, no solo en cuanto a

790
apariencia, sino que todas las instalaciones eran
exactamente iguales a las de su palacio anterior.
La última vez que pasó por aquí no entró, nunca
había adivinado que la primera vez que debía
poner un pie aquí sería debido a una detención.
No es la mejor señal.

Pero después de tanta emoción en los últimos


días, su corazón estaba cansado y Xie Lian se
desmayó inmediatamente en el suelo.
Soñaba con muchas cosas.
Parecía estar meditando con los ojos cerrados,
cuando parpadeó, se encontró sentado en la
posición de loto ante un escritorio, con sus
túnicas negras que fluían en el suelo en capas a
su alrededor, y en su rostro había una fría
máscara pesada.
Cuando bajó la cabeza, la visión que tenía ante
él era la de un niño tendido sobre el escritorio. El
niño parecía tener catorce o quince años de
edad, su atuendo era distinguido, su forma emitía
vida, pero estaba profundamente dormido.
Sacudió la cabeza y se acercó. Inclinándose
ligeramente, golpeó el escritorio.
—Dianxia.
Tal vez fue por la máscara fría, incluso su voz
era fresca. El chico finalmente se despertó con un
sobresalto. Cuando levantó los ojos y lo vio, se
incorporó inmediatamente de pie, horrorizado.
—¡¡¡G-G-Guoshi Principal!!

791
Él dijo: —Te quedaste dormido otra vez. Copia
la Escritura de Ética diez veces como castigo.
El príncipe heredero gritó consternado.
—¡Señor, por favor no! ¿Por qué no me hace
correr diez vueltas por el palacio como castigo?
—Copia veinte veces. Hazlo ahora, y escribe
bien.
El príncipe heredero pareció temerle y se
incorporó correctamente para comenzar a
escribir. Luego se reclinó en su posición original
y continuó meditando.
A decir verdad, todos en el palacio le tenían un
poco de miedo. Pero este sentido de la distancia
y el poder opresivo fue creado intencionalmente
por él.
Sin embargo, este príncipe heredero parecía
ser demasiado joven, por lo que nunca podría
tener esa sensación de miedo por mucho tiempo.
No mucho después de que comenzó a copiar la
escritura, gritó: —¡Señor!
Dejó el libro en la mano.
—¿Qué pasa?
—Me he vuelto experto en todas las técnicas
de espada que me enseñó la última vez. ¿No es
hora de una nueva técnica? —Dijo el príncipe
heredero.
—Bien. ¿Qué quieres aprender? —Dijo.
—¡Quiero aprender la técnica que usó para
salvarme! —Exclamó el príncipe heredero.
Contempló un momento y dijo: —¿Esa? No.
—¿Por qué? —Preguntó el príncipe heredero.

792
—Esa técnica no es práctica. Al menos no es
adecuada para uno en tu posición —explicó.
El príncipe heredero no entendió: —¿Pero no
es conveniente? ¡Usando una espada para
disolver el poder de dos! ¡Me ha salvado con esa
técnica!
Era normal que el príncipe heredero no
entendiera.
Él dijo: —Dianxia, permítame hacerle una
pregunta.
—¡Pregunte!
Él dijo: —Una vez había dos personas, con ojos
rojos de hambre, y comenzaron a luchar para
robarse la comida. Llegó una tercera persona, y
él quería detener la pelea. ¿Cree que las
palabras serían efectivas en esta situación?
—…No, sería inútil. Solo quieren comida, ¿no?
—Está bien. Debido a que la raíz del problema
no se resolvió, nadie escucharía su razón. Por lo
tanto, la única forma en que esta tercera persona
puede detener la pelea es proporcionar lo que
quieren. Dar comida de su propio bolso.
El príncipe heredero parecía entender, pero no.
Continuó: —El razonamiento es el mismo.
Debes entender que en el momento en que se
desenvaina una espada, alguien saldrá herido.
Cuando se libera poder, alguien debe recibirlo.
»Por lo tanto, fue incorrecto para ti decir que
disolví la fuerza de dos espadas. Nada fue
disuelto; Absorbí sus ataques. Detener un ataque
haciéndose daño a uno mismo es una técnica

793
tonta, y solo se usa cuando no hay otras
alternativas.
»Eres un muy querido príncipe heredero. No
te serviría de nada esa técnica.
El príncipe heredero continuó copiando sus
escrituras, pero después de un rato, se quedó
hundido en el pensamiento.
Preguntó: —¿Tenía alguna otra pregunta?
Después de un momento de vacilación, el
príncipe heredero dijo: —Una cosa. Señor, si la
tercera persona no tiene suficiente comida, ¿qué
se debe hacer?
—...
El príncipe heredero continuó: —Si los dos
hambrientos han recibido comida, pero quieren
más y luchan más por la codicia y buscan más
alimentos de la tercera persona, ¿qué se debe
hacer?
—¿Qué piensa? —Preguntó.
El príncipe heredero reflexionó y dijo: —No lo
sé... Tal vez, no debería haber intervenido desde
el principio.

El Gran Salón era de oro. Todo era dorado. Sin


embargo, ahora, todo se volvió carmesí.
En cada mesa de banquete de oro tiraba
estaba una persona. Sus gargantas fueron
perforadas, sus muertes trágicas. Su mano que
sostenía la espada no dejaba de temblar. El
majestuoso rey estaba cubierto de sangre, con

794
los ojos rojos llenos de dolor y odio. Junto a sus
pies estaba el cadáver de la reina. Con la espada
en la mano, dio un paso tras otro y se acercó.
Cuando el rey levantó la cabeza y lo vio, se quedó
estupefacto.
—¿Guoshi Principal? ¡¿Tú…?!
Una espada severamente fría y cruel golpeó.
Justo al mismo tiempo, sintió algo y volvió la
cabeza de inmediato. El joven príncipe heredero
estaba justo afuera de la puerta, parado en medio
de los cadáveres de los guardias. Los ojos del
niño estaban en blanco, como si se preguntara si
lo que veía era realidad o un sueño. Dio un paso
y casi tropezó en el umbral, perdió la mente.
Sacó su espada; La sangre salpicó en su túnica
negra.
El príncipe heredero no tropezó en el umbral,
sino que tropezó con los cadáveres en el suelo.
Se apresuró hacia el cuerpo del rey, su voz
finalmente volvió.
—¡Padre!? ¡¿Madre?!
Sin embargo, el rey nunca volvería a hablar. El
príncipe heredero no podía sacudirlo para
despertarlo y giró la cabeza hacia él con los ojos
muy abiertos.
—¡Señor! ¿Qué está haciendo? ¡¿QUÉ HIZO?!
¡¿GUOSHI PRINCIPAL?!
Pasó mucho tiempo antes de que escuchara su
propia voz sin emoción.
—Todos lo merecían.

795
796
Xie Lian no durmió bien y se despertó
sobresaltado.
Se frotó los ojos de forma somnolienta y se dio
cuenta de que en realidad no durmió tanto, y
tampoco soñó nada agradable. Menos mal que
hubo algo en su pecho que lo despertó. Se sentó
por un rato, luego encontró algo en su ropa
después de buscarlo. Abrió su palma y reveló dos
dados, los mismos de la Mansión Paraíso.
Un mar rojo flotó inconscientemente en su
mente. La escena era borrosa pero la silueta
carmesí era clara como el día, viéndolo inmóvil
dentro de ese mar de rojo.
Xie Lian suspiró: —Me pregunto cuánto queda
de la Mansión Paraíso de San Lang. Si me
destierran de nuevo esta vez, quién sabe cuánta
basura tendré que vender o cuánto tiempo me
tomará pagarle... décadas, siglos, en todo caso,
le pagaré con toda mi vida.
Xie Lian miró un poco los dados antes de juntar
sus manos, los sacudió en las palmas y los tiró al
suelo. Los dados resonaron y rodaron por el
suelo antes de detenerse.
Como se esperaba, toda la suerte que tomó
prestada de Hua Cheng se agotó. Esperaba otro
par de seises, pero solo eran ojos de serpiente.
Xie Lian no pudo evitar reírse, sacudió la
cabeza y de repente oyó pasos que venían de

797
atrás. Se calmó de inmediato y guardó los dados
y su sonrisa.
Los pasos no sonaban como Jun Wu. Jun Wu
caminaba con profunda certeza, sin prisas.
Aunque Hua Cheng caminaba con indiferencia, a
menudo perezoso, el aura de confianza y
seguridad era exactamente la misma. Este
conjunto de pasos sin embargo, eran un poco
flotantes. Xie Lian volvió la cabeza y se
sorprendió: —Eres tú.
La persona que tenía delante estaba vestida de
negro, su cara era clara y sus labios delgados. Su
expresión era indiferente, tal vez incluso fría. En
lugar de dios marcial, se parecía más a un dios
de la literatura. ¿Quién más podría ser sino Mu
Qing?
Vio la expresión de sorpresa de Xie Lian y
levantó las cejas.
—¿En quién pensaste? ¿Feng Xin?
Sin esperar respuesta, levantó su túnica negra
y cruzó el umbral de la puerta.
—Feng Xin probablemente no vendrá después
de todo.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Xie Lian
preguntó.
—El Gran Señor te detuvo y no dejará que
TaiHua Dianxia venga. Pero él no dijo que no
podía venir —dijo Mu Qing.
No se molestó en responder la pregunta de Xie
Lian. Como sea. Xie Lian no era realmente
curioso de todos modos, y no le hizo más
preguntas. Mu Qing miró alrededor del palacio

798
recién construido de XianLe, sus ojos terminaron
en Xie Lian. Después de pensarlo un poco, de
repente le arrojó algo. Una sombra azul brilló en
el aire; Xie Lian lo atrapó con su mano izquierda,
y cuando abrió la palma de su mano era una
pequeña botella de porcelana azul.
Era una botella de medicina. Mu Qing dijo
apáticamente: —Arrastrar el brazo derecho con
sangre no se ve bien.
Xie Lian sostuvo la botella, pero no se movió y
lo miró con discernimiento.
Después de su tercera ascensión, solo podía
haber una palabra para describir la forma en que
Mu Qing lo trataba: rara. Siempre se sintió como
si estuviera esperando que Xie Lian fuera
expulsado por tercera vez para que pudiera hacer
comentarios burlones. Sin embargo, ahora que
Xie Lian realmente podría ser expulsado por
tercera vez, de repente se volvió amistoso e
incluso vino a regalarle medicamentos. Este
cambio de actitud de ciento ochenta grados en
realidad hizo que Xie Lian se sintiera un poco
raro.
Al ver que Xie Lian no se estaba moviendo, Mu
Qing sonrió levemente.
—Úsalo si quieres. De cualquier manera, nadie
más vendrá.
No era una sonrisa sin alegría; era obvio que
en realidad se sentía bastante bien. Aunque Xie
Lian no sentía que le doliera el brazo derecho,
tampoco había razón para dejar las lesiones. Esa
palmada de Jun Wu fue una solución rápida, pero
es mejor tener medicamentos. De este modo,
799
abrió la pequeña botella azul y,
descuidadamente, comenzó a verter el contenido
en su brazo. Lo que salió de la botella no era
polvo ni píldora, sino un humo azul claro. El humo
flotaba con fuerza, envolviéndose alrededor de su
brazo, su aroma fresco y refrescante. Era sin
duda un elemento de alto valor.
Mu Qing preguntó de repente: —¿Fue verdad
todo lo que dijo Lang Qian Qiu? ¿Realmente
mataste a toda la realeza de YongAn?
Xie Lian levantó los ojos para mirarlo. Incluso si
Mu Qing lo había estado escondiendo por la
fuerza, Xie Lian todavía podía ver un hilo de
emoción incontrolable en sus ojos. Parecía estar
muy interesado en los detalles de Xie Lian
derramando sangre en el Banquete Dorado y
continuó sus preguntas: —¿Cómo los mataste?
Justo entonces, otro conjunto de pasos vino de
detrás de ellos. Los dos volvieron la cabeza al
mismo tiempo, ¡y el que vino esta vez era Feng
Xin! En el momento en que entró, vio a Mu Qing
en la sala principal, incluso sonriendo al lado de
un Xie Lian agachado, e inmediatamente frunció
el ceño con alarma.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Xie Lian agitó la pequeña botella en su mano.
Mu Qing educó su expresión. Antes estaba
diciendo que Feng Xin no vendría, y Feng Xin
llegó al siguiente segundo; no era divertido en
absoluto.
—Este no es tu Palacio. ¿Qué? Puedes venir,
¿pero yo no puedo? —dijo Mu Qing.
Feng Xin lo ignoró y se volvió hacia Xie Lian.
800
Ni siquiera había abierto la boca y Xie Lian dijo:
—Si ustedes dos vinieron a hacer la misma
pregunta, les daré una respuesta. No hay
necesidad de no creer; cada palabra que dije hoy
en el Gran Salón Marcial era cierta.
Feng Xin palideció. Mu Qing odiaba esa
expresión y dijo con molestia: —Está bien, no
pongas esa cara. Después de todo, ¿por quién
estás sufriendo?
Feng Xin lo miró.
—¡No por ti! ¡Sal!
—¿Y quién eres tú para decirme que salga?
—Dijo Mu Qing—. Hablando como si fueras tan
leal. ¿Cuántos años duraste, ah? ¿No escapaste
también?
Las venas saltaron por toda la cara de Feng
Xin. Xie Lian pudo sentir que este intercambio iba
en la dirección equivocada y levantó la mano.
—Esperen. Esperen.
Como si Mu Qing fuera del tipo que espera. Se
burló: —Todo el mundo dice que fue porque no
podías soportar ver a tu antiguo señor caer en
desgracia. Qué bonita excusa. Al final del día,
simplemente no querías desperdiciar el resto de
tus días siguiendo a un hombre destrozado.
Feng Xin levantó el puño.
—¡¿QUÉ MIERDA SABES?!
¡Bam!
El puño de Feng Xin aterrizó de lleno en la cara
de Mu Qing. Mu Qing era un niño bonito estándar;
un golpe fuerte de Feng Xin era como una piedra
que golpeara su cara, sangriento y miserable. Sin

801
embargo, se mantuvo firme, y sin siquiera un
gemido, dio un puñetazo de vuelta. Cuando los
dos ascendieron, ambos obtuvieron sus propios
dispositivos espirituales, pero a este nivel de ira,
la mejor herramienta para liberar su furia fueron
sus puños.
Cuando Feng Xin y Mu Qing lucharon hace
ochocientos años, sus artes marciales estaban
en el mismo nivel. Después de ochocientos años
todavía no había diferencia. Cada golpe aterrizó;
la pelea era un desorden y una locura, cada uno
dando todo lo que tenía.
Feng Xin gritó enojado: —¡No creas que no
conozco tus desagradables pensamientos!
¡Mientras más crímenes cometa, más feliz te
vuelves!
Mu Qing escupió: —Sé que siempre me
despreciaste, ¡qué broma! ¡Mírate a ti mismo!
¿Qué derecho tienes para despreciarme?
¡Viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el
propio! 49
Lang Qian Qiu y Xie Lian ni siquiera habían
comenzado a hacer un duelo y Feng Xin y Mu
Qing ya habían comenzado a pelearse. Sus
rencores se habían ido acumulando durante
mucho tiempo; La pelea fue incontrolada y
desenfrenada, cada una gritándose una al otro
sin escuchar lo que se le gritaba, y ciertamente
no les importaba escuchar nada de lo que Xie
Lian tenía que decir.

49
Significa que uno critica a los demás sin reconocer que él mismo tiene los mismos
errores.

802
Xie Lian recordó cuando los tres eran más
jóvenes, Mu Qing había sido suave y educado, y
si Feng Xin había golpeado a alguien, todo
estaba bajo el mando de Xie Lian, y se detendría
cuando Xie Lian dijera que se detuviera. Ahora,
ninguno de los dos eran iguales.
Arrastrando su brazo, Xie Lian corrió hacia la
puerta, con la esperanza de pedir ayuda a los
oficiales cercanos, pero, incluso antes de que
saliera del pasillo principal, se escuchó una gran
explosión que sonó desde el frente. Feng Xin y
Mu Qing también se sorprendieron por el gran
ruido y se detuvieron, con los ojos alerta, mirando
hacia donde provenía el sonido.
Alguien abrió las puertas del palacio de XianLe.
Más allá de la puerta no estaba la expansiva Gran
Avenida Marcial del Reino Celestial, sino una
oscuridad profunda y muerta.
Y desde dentro de la oscuridad, innumerables
y frías mariposas plateadas se lanzaron hacia
ellos.

803
804
CAPÍTULO 47
Asaltando un Palacio Celestial; tres líneas
para asustar a los dioses

L
o plateado brilló de manera turbulenta, y
sin pensarlo, la primera reacción de Xie Lian
fue bloquear con su mano, y Ruoye en su
brazo, si la situación lo requería, atacaría
automáticamente. Sin embargo, esas mariposas
plateadas no fueron contra él y en cambio,
volaron alrededor de él para atacar a los dos que
estaban detrás luchando a puños hace un
momento.
Feng Xin y Mu Qing sufrieron antes en manos
de esas mariposas fantasmales, sabían lo
poderosas que eran y no se atrevían a ser
descuidados. Ambos levantaron sus manos al
mismo tiempo y gritaron.
—¡APÁRTATE!
Millones de mariposas plateadas se lanzaron
hacia ellos, batiendo sus alas como vientos
fuertes, pero había un muro invisible que los
bloqueaba, y las mariposas chocaban contra este
como una tormenta eléctrica, granizando y
golpeando. Luces blancas brillaban de la fricción

805
como chispas. Parecía que los dos habían
lanzado un hechizo al escudo, pero incluso contra
un escudo mágico, las mariposas eran poderosas
e interminables, locas como polillas a las llamas.
Incluso con una defensa espiritual, los dos
parecían ser empujados por el implacable diluvio
de mariposas.
Un momento de descuido y el enemigo tomó la
delantera. Si no soltaban el escudo, las
mariposas se acercarían más, si lo hacían,
todavía no tendrían oportunidad de agarrar sus
armas, y tanto Feng Xin como Mu Qing
maldijeron mentalmente, apretando los dientes
para resistir. Feng Xin echó un vistazo y vio que
Xie Lian seguía parado donde estaba, bajó la
cabeza y gritó de inmediato: —Dianxia, no se
pare allí, venga detrás del escudo.
Sin embargo, cuando Xie Lian volvió la cabeza,
ni un solo cabello resultó dañado.
Frunció el ceño: —¿Eh?
Los dos miraron de cerca y casi escupieron
sangre en el lugar de enojo. Xie Lian tenía en su
cabeza una mariposa fantasmal que parecía
bastante confundida. Anteriormente cuando las
mariposas soplaban como vientos salvajes, había
una que era un poco lenta y no podía seguirlas.
Temblaba con dificultad frente a Xie Lian, y él
pensó que había trabajado duro, pero la pobre
pequeña mariposa plateada ya no podía volar,
por lo que inconscientemente extendió su palma
justo debajo de ella. Esa mariposa plateada
aterrizó en su palma, con las alas todavía
batiendo, pero se negó a irse.
806
Tanto Feng Xin como Mu Qing hicieron estallar
sus venas.
—¡NO TOQUES TAL COSA CON SU MANO!
En ese momento, Xie Lian sintió que se le
tensaba la muñeca: alguien lo había agarrado y
había tirado con fuerza. Su persona entera fue
arrastrada a la oscuridad más allá de la puerta.
Sin embargo, aunque estaba envuelto en la
oscuridad, no sentía ninguna alarma o
inseguridad. Esta oscuridad era como una capa
de armadura suave; no solo no sintió el peligro,
sino que en realidad lo calmó.
Incluso si la persona detrás de la oscuridad no
se mostró, con las mariposas plateadas, ¿sería
difícil adivinar quién era?
Mu Qing gritó con incredulidad: —¡Qué
imprudencia venir hasta la corte celestial! ¡Qué
arrogancia!
Una voz se rió.
—Somos todos iguales. ¿No fue la corte
celestial superior imprudente en mi territorio?
Incluso si Xie Lian ya sabía quién era el que lo
había agarrado, al escuchar la voz familiar tan
cerca, todavía estaba un poco sorprendido. Feng
Xin gritó: —Hua Cheng, el Gran Señor está aquí
en la corte celestial. ¡Déjalo ir!
Hua Cheng hizo clic en su lengua.
—Entonces veamos si tienes la habilidad.
Cuando terminó sus palabras, las puertas
gigantes se cerraron pesadamente con un golpe.
Xie Lian podía sentir a Hua Cheng abrazándolo
con fuerza con una mano, yendo a un destino

807
desconocido. Era negro alrededor de ellos, y las
campanas plateadas de las botas negras se
aferraban y resonaban en sus oídos. El suelo
bajo sus pies era desigual; Realmente no eran los
caminos brillantes y gloriosos de los cielos, sino
más bien un valle salvaje.
Hua Cheng debía haber usado el hechizo de
Acortamiento de Distancia para conectar las
puertas delanteras del palacio a XianLe con algún
valle. Pero conectar la corte celestial o en algún
otro lugar utilizando el hechizo de Acortamiento
de Distancia no era una tarea fácil, al menos, solo
un puñado de Oficiales Celestiales podrían
hacerlo, entonces, ¿cómo lo había hecho? Xie
Lian estaba a punto de hablar cuando una voz
explotó en su oído.
—¡DIANXIA! ¡¿DÓNDE ESTÁ?!
El rugido enojado vino de Feng Xin. Su voz
estaba en su oído pero su persona no. Todo fue
gritado dentro de la matriz de comunicación. Los
tímpanos de Xie Lian se lastimaron con el ruido,
y muchos de los Oficiales Celestiales también
fueron afectados con ese grito, preguntando
asustados: —¿Qué está pasando, General Nan
Yang? ¿Paso algo?
Mu Qing también entró en la matriz de
comunicación.
—¡Malas noticias! ¿Dónde está Ling Wen?
Informe al Gran Señor, ¡Xie Lian ha escapado!
Por lo General, hablaba con amabilidad y
cortesía, pero ahora había un lazo de
preocupación y ansiedad. Ling Wen reaccionó de
inmediato.
808
—¿Qué? ¡Iré al palacio de XianLe para echar
un vistazo!
Un funcionario gritó en shock: —El hazme...
¿Dianxia se escapó? ¡¿No fue él detenido en el
palacio de XianLe?!
Shi Qing Xuan también entró a la matriz de
comunicaciones.
—Acabo de ver a un grupo de oficiales de
guerra de la corte central que custodiaban el
palacio, solo puedes entrar pero no puedes irte,
¿cómo pudo escapar?
Feng Xin gritó: —¡ÉL NO HA ESCAPADO, EL
HA SIDO SECUESTRADO! Dianxia, ¿todavía
puede oírnos hablar? ¿¿Dónde está ahora
mismo??
En ese momento, todos hablaron, y en voz alta,
cada uno pidiendo respuestas. El lío del Guoshi
Principal Fang Xin y Lang Qian Qiu aún no se ha
solucionado. Jun Wu detuvo a Xie Lian, ¡pero la
persona en cuestión se había ido! ¿No estaba
esto empezando más problemas y chismes? De
cualquier manera, primero debían encontrar a la
persona, así que Ling Wen se apresuró a verificar
la situación, para ver si podía localizar a Xie Lian.
Feng Xin y Mu Qing estaban gritando dentro de
la matriz de comunicación, buscando dioses
marciales expertos para perseguirlos, y Shi Qing
Xuan lanzó muchas más olas de méritos. La
matriz de comunicación estaba en completo
caos, ruidosa y tumultuosa, hasta el punto en que
Xie Lian ni siquiera podía decir una palabra.
Respiró hondo y estaba a punto de decirles a
todos que se calmaran cuando Hua Cheng se dio
809
la vuelta repentinamente, y dos dedos se
acercaron.
Esos fríos dedos tocaron suavemente su sien,
y Hua Cheng se rió.
—Jaja. Mucho tiempo sin verlos. ¿Cómo están
todos?
Con el suave toque de sus dos dedos, Hua
Cheng entró en la matriz de comunicación
celestial a través de Xie Lian. Su saludo casual
fue escuchado no solo por Xie Lian, sino por
todos los Oficiales Celestiales que se
apresuraban dentro de la matriz de
comunicación, y todos cayeron en un silencio
mortal.
—...
—...
—...
Mentalmente, hubo un alboroto silencioso.
¡¡No era de extrañar!! ¡Tal arrogancia solo
podría venir de esa persona!
Hua Cheng continuó: —No sé si todos ustedes
me extrañaron, pero no pensé en ninguno de
ustedes en absoluto.
—...
De hecho, hubo muchos Oficiales Celestiales
en el cielo que secretamente pensaban en él
todos los días, pero al escuchar que Hua Cheng
no pensaba en ellos en absoluto, todos cantaron
sus bendiciones celestiales; gracias, gracias,
gracias, por favor, continúe sin pensar en
nosotros. Luego, Hua Cheng soltó una risita.

810
—Sin embargo, recientemente he tenido
bastante tiempo libre. Si alguien se siente
aburrido y quiere pelearse conmigo, por todos los
medios es bienvenido.
—...
Bajo las circunstancias, su intención era más
que obvia: —Si alguien es lo suficientemente
valiente como para perseguirnos, lo desafiaré la
próxima vez.
Sería un desafío que seguramente perderían y
tendrían sus caras barriendo el piso. ¿No era esta
una amenaza flagrante?
Antes, cuando oyeron que Xie Lian se había
escapado o fue secuestrado, la matriz de
comunicación cobró vida. Después de todo, era
un disturbio raro, y a todos les importaba
profundamente; algunos dioses marciales
estaban incluso dispuestos a atender la llamada,
preparados para perseguirlos. Sin embargo, con
solo tres líneas de Hua Cheng, toda esa pasión
desapareció. Si Jun Wu diera la orden de enviar
a quienquiera a que los persiguiera, entonces no
había manera de negarse; sería asunto oficial.
Pero esto fue algo que acaba de suceder, todo
seguía siendo un desastre, así que,
naturalmente, nadie quería causarse problemas
así mismos. Nadie quería que Hua Cheng los
recordara. Por lo tanto, todos fingieron que no
estaban presentes, pero sus oídos estaban
atentos al desarrollo de esta situación, y sus
corazones ansiosos y temblorosos. ¡Este Xueyu
Tanhua era demasiado intrépido! Llegar a los
cielos solo para secuestrar, y el secuestrado fue
811
el hazmerreír de los tres reinos: ¿hubo algún
rencor profundamente arraigado o qué?
El silencio invadió la matriz de comunicación;
solo Feng Xin siguió maldiciendo y Hua Cheng se
quitó los dedos después de pronunciar su
discurso.
—No te preocupes por ellos —le dijo a Xie Lian.
—San Lang... — dijo Xie Lian, pero Hua Cheng
soltó su mano.
—Estamos demasiado cerca del Reino
Celestial. Démonos prisa —dijo Hua Cheng.
Su voz era baja, y su tono era difícil de
discernir. Sin embargo, su liberación de la
muñeca de Xie Lian fue rápida, casi como si lo
estuviera sacudiendo. Xie Lian recordó de
inmediato la primera vez que se encontraron y
cómo evadió su toque. Xie Lian se congeló en el
acto.
Originalmente quería preguntarle a Hua Cheng
por qué apareció tan repentinamente. A pesar de
que no lo pensó profundamente, en cierto modo
sintió que tal vez vino a rescatarlo, así que
cuando llamó a San Lang antes, estaba un poco
feliz. Pero con la forma en que Hua Cheng le quitó
la mano, Xie Lian se dio cuenta de repente: ¿por
qué pensaba que Hua Cheng vendría a
rescatarlo? No importaba si a Hua Cheng le
interesaba seguir sus acciones tan de cerca,
acababa de escapar de la Ciudad Fantasma
después de incendiar la Mansión Paraíso. ¿No
era más probable que Hua Cheng viniera para
obtener recompensas, para vengarse?

812
Hua Cheng atrapó, encarceló e interrogó al
Señor de la Tierra, que se ocultó como un espía,
esa era la verdad innegable, pero la culpa se
derivaría naturalmente en el que se ocultó. Sin
embargo, él se coló en la Ciudad Fantasma,
buscó por toda la Mansión Paraíso para
encontrar a dicha persona y la incendió. Incluso
si, al final, la Mansión Paraíso se quemó de la
forma en que lo hizo porque Shi Qing Xuan avivó
las llamas, él inició el primer fuego en la armería.
Es posible que otros ni siquiera hubieran pensado
en incendiar nada, así que no importaba lo que
Xie Lian necesitara para asumir la
responsabilidad.
Los dos caminaron, uno detrás del otro. Cuanto
más pensaba Xie Lian, peor se sentía y más
culpable se volvía.
—San Lang, lo siento —se disculpó.
Hua Cheng de repente se detuvo en su paso.
—¿Por qué se disculpa?
Xie Lian también se detuvo.
—Fui a la Ciudad Fantasma para investigar
sobre la desaparición del Señor de la Tierra. No
te dije la verdad, pero me trataste con la mayor
hospitalidad e incluso quemé tu Mansión Paraíso.
Me siento realmente mal.
Hua Cheng no dijo nada. Xie Lian también
sabía que: Me siento muy mal, realmente no
significaba mucho, y se sentía aún más
avergonzado. Se aclaró ligeramente la garganta:
—Pero creo que pronto seré desterrado.
Después de descender, seguramente pensaré en
una manera de pagarte, veré si puedo...
813
—¿Por qué tienes que pagarme? —Interrumpió
Hua Cheng. Su tono era un poco duro, como si
ya no pudiera escuchar más, y se dio vuelta en
un toque—. ¿Olvidó que mi espada hirió su
brazo? Le lastimé, no al revés. ¿Por qué tiene
que pagarme?
Xie Lian nunca pensó en que le dolía el brazo
derecho, e incluso ahora olvidó por completo que
su mano derecha estaba lesionada. Hizo una
pausa y luego dijo: —¿Mi brazo derecho? Mi
brazo derecho está bien. Estará mejor pronto.
Además, solo terminó así porque fui yo quien
corrió hacia adelante, así que no tienes la culpa.
Hua Cheng lo observó con atención, su ojo
izquierdo inusualmente brillante. Xie Lian de
repente notó que parecía estar temblando.
Después de un momento, Xie Lian se dio
cuenta de que no era Hua Cheng quien temblaba,
sino la cimitarra E-Ming en su cintura.
Esa cimitarra plateada, colgada de una túnica
roja, temblaba sin parar. El ojo contorneado por
una línea de plata también temblaba. Si fuera el
ojo de un niño, entonces este niño, en ese
momento, debía estar llorando con lágrimas
vivas.

814
815
CAPÍTULO 48
Hábil con los dados para la seguridad de
uno solo (parte uno)

A
l ver su estado, Xie Lian se acercó
inconscientemente, queriendo acariciarlo.
—¿Qué pasa...?
Pero Hua Cheng dio un paso hacia atrás y giró
su cuerpo ligeramente, evitando el toque de Xie
Lian, y golpeó con fuerza la empuñadura.
—Nada está mal. No se preocupe.
Después de ser golpeado profundamente, la
espada maldita cimitarra E-Ming, temido por
todos en los cielos, se sacudió aún más fuerte.
En ese momento, Xie Lian escuchó a Feng Xin
de nuevo en la matriz de comunicación.
—¿Cómo Hua Cheng conectó el hechizo de
Acortamiento de Distancia al Reino Celestial?
¡¿Cómo abrimos esta puerta?!
Shi Qing Xuan gritó: —General Nan Yang! ¡Yo,
yo, yo! ¡Creo que sé cómo! Su Majestad y yo
sufrimos este truco de Hua Cheng cuando
estábamos en nuestra misión. Tome dos dados y
tírelos delante de la puerta, luego empuje para
ver si se abrirá.

816
Xie Lian recordó. ¿No estaba casualmente
lanzando los dados anteriormente por diversión
en la sala principal? Él todavía recordaba
claramente haber corrido patéticamente por su
vida en esa cueva de lombriz de tierra y de esos
salvajes caníbales, si ellos realmente abrieran las
puertas, quién sabría qué otras calamidades les
esperan.
Gritó apresuradamente: —¡Deténganse! ¡No!
¡Tengan cuidado!
Sin embargo, su voz nunca llegó a la matriz de
comunicación. Parecía que no tuvo tiempo para
volver a llenar su poder espiritual, casi se había
agotado, y solo podía escuchar sin hablar.
Incluso si pudiera hablar, podría haber sido
demasiado tarde. Feng Xin parecía haber hecho
exactamente lo que dijo Shi Qing Xuan sin
pensarlo dos veces. ¿Cómo lo sabía? Debido a
que el segundo siguiente, Feng Xin gritó de
repente maldiciones en la matriz de la
comunicación. Él maldecía siempre que estaba
agitado, y, cuando lo hacía, a menudo sus
palabras eran demasiado vulgares para el oído, y
por razones de censura no debían ser repetidas.
La mayoría de los oficiales estaban siguiendo
atentamente la situación y preguntaron de
inmediato: —General, ¡qué ha pasado!
La voz de Mu Qing llegó y también sonó
bastante consternada.
—¿Qué es este lugar? Parecía que entró por
las puertas con Feng Xin.
—¡Tengan cuidado, chicos! —Shi Qing Xuan
gritó—. Diferentes números los llevarán a
817
diferentes lugares. ¿Qué número tiraron
ustedes?
—¡Él rodó un cuatro! —Dijo Mu Qing.
Xie Lian pudo escuchar la voz de Feng Xin
también llevaba un rastro de pánico y terror, y
estaba preocupado de que se podría haber
topado con un lugar extremadamente peligroso.
Su voz no se oía en la matriz de la comunicación,
pero recordó que el que lanzó el hechizo estaba
justo al lado suyo, así que sin pensarlo
demasiado, preguntó apresuradamente: —San
Lang, ¿Qué abre un cuatro?
—Depende —respondió Hua Cheng—. La
puerta se abrirá a lo que más teme el que lo tiró.
Justo cuando Hua Cheng respondió, Mu Qing
dijo: —¡Luchaste para lanzar primero y fuimos
lanzados en un baño de mujeres! ¡Dame los
dados, lanzaré yo!
Al escuchar el: baño de mujeres, Xie Lian se
cubrió la cara con las manos.
Feng Xin siempre había mantenido su distancia
de las mujeres, y siempre se mantuvo lejos de
siquiera hablar de ellas, como si el sexo femenino
eran fieras salvajes. Para él, el baño de mujeres,
en realidad era el lugar más temible en la tierra,
peor que las profundidades inconmensurables de
cuevas de tigre o lagos de dragón. Parecía que
Mu Qing había tomado con éxito los dados, y Xie
Lian suspiro de alivio. Sin embargo, ni un
momento más tarde, los dos volvieron a gritar.

818
Shi Qing Xuan lamentando dijo:
—… Generales, ¿frente a qué se encontraron
esta vez?
No hubo respuesta, solo los sonidos
burbujeantes extraños, como si los dos de ellos
se hubieran hundido en el agua. Todos
contuvieron el aliento, y después de un momento,
Feng Xin surgió, tomando grandes bocanadas de
aire, sonando como si acabara de salir de la
superficie del agua y escupiendo algo, gritó:
—¡Cocodrilos de pantano negro!
Resultó que los dos estaban apenas a dos
pasos del baño de mujeres, cuando Mu Qing
tomó los dados por la fuerza y lanzó, y su
siguiente paso los llevó a caer en un pantano
lodoso. Inmediatamente se sumergieron hasta
más arriba de su cintura en el pantano fangoso,
casi por sus bocas, y después de luchar para
salir, más de una docena de monstruosos
cocodrilos curiosamente largos nadaron para
rodearlos. Cada uno de esos monstruos tenía
más de cuatro metros de longitud, se alimentaban
de carne humana y les crecían brazos y piernas
humanas como fruto de esas malvadas prácticas.
Cuando se movieron, la vista era aterradora y
asquerosa, haciendo que los dos se sintieran
extremadamente indignados. Medio hundidos en
el pantano negro, los dos lucharon contra los
cocodrilos con fervor y locura, hasta que Feng Xin
finalmente tuvo suficiente.
—¡Dame los dados, déjame lanzar! ¡Tú
tampoco tiraste nada bueno!

819
Mu Qing nunca admitió la derrota, y disparó una
ráfaga espiritual blanca: —¡Los Monstruos
Cocodrilos son aún más decentes que un baño
de mujeres! ¡Quién sabe qué tirarás después!
¡Dámelos!
—Jodido... —gritó Feng Xin enojado—. ¿No
tomaste ya los dados? ¿Dónde están?
Los dos habían olvidado por completo que su
conciencia todavía estaba conectada a la matriz
de comunicación, y seguían luchando entre sí,
denunciando la suerte del otro en tirar los dados
y el paradero de los dados perdidos y olvidados.
Los Oficiales Celestiales escucharon sus
maldiciones y gritos; un disturbio es mejor si es
más grande, más emocionante. ¡Es tan
emocionante! ¡Los dos Generales finalmente se
rasgaron las máscaras y dejaron de preocuparse
por sus rostros! Los oficiales reprimieron la risa,
algunos incluso cerraron los puños en sus
propios asientos, deseando desesperadamente
mirar esto en vivo y animar la lucha.
Aunque la suerte de Feng Xin y Mu Qing no
parecían ser las mejores, después de todo
seguían siendo dioses marciales, y un pequeño
monstruo, como mucho, era una molestia, por lo
que no había nada demasiado peligroso. Xie Lian
rezó para que se rindieran pronto y sean
liberados de esa situación. Al mismo tiempo,
agradeció que él mismo no haya desplegado un
número que haya provocado algún horror, y, en
cambio, consiguió un Hua Cheng. Habló mientras
caminaba: —Lancé ojos de serpiente antes. ¿Eso

820
significa que cada vez que salen los ojos de
serpiente podré verte?
En el momento en que terminó su oración, se
dio cuenta de que sus palabras sonaban un poco
extrañas, como si realmente quisiera encontrarse
con Hua Cheng, y le pareció inapropiado. Pero
Hua Cheng respondió: —No.
Xie Lian se sintió un poco incómodo y se rascó
la mejilla.
—Oh. Así que ese no es el caso. Lo entendí
mal.
Hua Cheng, caminando frente a él, dijo: —Si
quieres verme, no importa lo que hagas.
Apareceré.
Al oír esto, Xie Lian tragó saliva y olvidó todo lo
que quería decir.
No había tenido la oportunidad de analizar el
significado de esas palabras antes de que otra
voz dijera en tono hundido dentro de la red de
comunicación: —¡Déjame!
No pasó mucho tiempo antes de que esa
persona hablara para que hubiera un destello de
luz blanca que se dibujó a través de los cielos con
un sonido chocante. De repente, el camino de
Hua Cheng y Xie Lian se bloqueó.
Cuando la luz blanca se enfrió y desapareció
lentamente, Xie Lian vio que lo que volaba desde
el cielo y los bloqueaba ahora era una espada.
La espada era larga y esbelta, inclinada medio
enterrada en el suelo, y el propio cuerpo de la
espada todavía temblaba.

821
822
La espada era oscura como el jade negro,
oscura y maligna, más lisa que un espejo, y si
alguien se acercaba, podía ver su propio reflejo
en la hoja. Solo la delgada línea blanca plateada
del corazón de la espada corta a la mitad la hoja.
El nombre de esta espada era Fang Xin.
Justo en el medio del valle, Lang Qian Qiu
bloqueó la única carretera, con su mano que
sostenía esa espada de gran tamaño, y dijo:
—Solo quiero hacer un duelo contigo con todas
mis fuerzas. No importa cómo termine esto.
Incluso si muero en tus manos, no te pediré
ninguna compensación. No necesito que le pidas
al Gran Dios el destierro. Tú me enseñaste el arte
de la esgrima; no es como si no pudieras ganar,
así que, ¿por qué no peleas conmigo?
Xie Lian sabía, incluso sin que Lang Qian Qiu
lo dijera, que lucharía con todo lo que tiene. Pero,
si él no se contenía, entonces Xie Lian también
debía luchar seriamente. Si ese era el caso,
ninguno de los contextos sería lo que Xie Lian
quisiera ver. Pero si no peleaba con él, no
cedería.
Después de un largo rato, Xie Lian finalmente
asintió con la cabeza lentamente.
—Bien. —Dio unos pasos hacia adelante y se
acercó a la espada, la sacó del suelo y dijo
suavemente—. Tú pediste esto.
Después de cientos de años, Fang Xin
finalmente volvió a las manos de su señor.
Gimió suavemente en las manos de Xie Lian.
Cerca de allí, los ojos de Hua Cheng también

823
brillaron al escuchar los gritos eufóricos de esa
espada.
Con la espada en la mano, Xie Lian giró y la
apuntó al suelo antes de decir fríamente: —Como
sea que este duelo termine, no te arrepientas.
—¡NUNCA! —Gritó Lang Qian Qiu.
Lang Qian Qiu sintió que su cabeza se iba a
dividir, ambas manos sujetaban la espada larga
con fuerza, sus ojos enfocados, su respiración
contenida, su vista fija en Fang Xin, la espada que
era negra como el jade, sin atreverse a
descuidarse ni siquiera un momento
Xie Lian sacudió la espada y de repente se
lanzó como una flecha. Los ojos de Lang Qian
Qiu se cementaron, listos para atacar, cuando de
repente su cuerpo se congeló, como si algo lo
hubiera envuelto fuertemente, y cayó
pesadamente al suelo.
Bajó la cabeza para ver y descubrió que
realmente estaba atado. ¡Una banda de seda
blanca como la nieve se envolvió varias veces
alrededor de su cuerpo como una serpiente
venenosa!
A Lang Qian Qiu le enseñó el uso de la espada
el Guoshi Principal Fang Xin desde que era joven,
y sentía temor y reverencia por él, incluso
después de que la sangre se derramara como
ríos en el Banquete Dorado, ese temor nunca
había cesado. En el momento en que Xie Lian
tocó la espada, se concentró por completo en el
movimiento del otro, y nunca se dio cuenta de que
había una banda de seda blanca que se
escabullía detrás para emboscarlo en el
824
momento en que estaba listo para atacar. ¿Cómo
podría haber algo tan descarado?
Al ver que Ruoye tuvo éxito, Xie Lian liberó al
instante su expresión tensa y su corazón.
Dejó a un lado a Fang Xin y respiró
profundamente, pensando: —Menos mal, eso
estuvo cerca.
Lang Qian Qiu estaba tirado en el suelo
sufriendo para liberarse. No sabía cuán cruel
podía ser la banda de seda blanca, y cuanto más
forzaba, más fuerte se atascaba.
Lloró con enojo: —¡Guoshi Principal! ¿Qué es
esto? ¡Vamos y luchemos hasta la muerte!
Xie Lian se secó el sudor de la frente y
respondió: —Ya luchamos hasta la muerte. Lo
que te está atando es uno de mis dispositivos
espirituales. Ya perdiste.
—... ¿Cómo puede esto contar? —Gritó Lang
Qian Qiu—. ¡Cuando dije pelear hasta morir,
obviamente me refería a usar una espada para
pelear! ¡Usa una espada si eres un hombre! ¿Me
emboscas con una cinta blanca? ¡Qué descaro!
Realmente pensaba que la espada era la mejor
de todas las armas y no pensaba mucho en sus
palabras, pero sonaba como si fuera un oficial
masculino que tenía prejuicios contra el uso de
bandas de seda blanca. Pero a Xie Lian no le
importaba si él no actuaba como un hombre.
Incluso antes se había vestido como mujer, y las
palabras: No puedo ponerme erecto, salieron de
sus labios. Nada podía hacerlo sentir mal.
Xie Lian se arrodilló junto a Lang Qian Qiu.

825
—No pensaste las cosas y nunca dijiste que
tenía que usar una espada. Usé tu vacío, ¿con
quién me acusarás? —Después de una pausa,
continuó con tono serio—: Así es, te tendí una
emboscada. ¿Y qué? Tuve éxito. Sí, fui
descarado, pero ¿qué? Gané. Si tu oponente
fuera alguien diferente a mí, ya estarías muerto.
Hua Cheng no estaba lejos de los dos y se rió
sin hacer ruido. Se cruzó de brazos y miró hacia
otro lado. Lang Qian Qiu estaba conmocionado.
Cuando esa persona aún era el Guoshi
Principal de YongAn, todas sus enseñanzas eran
honestas y concienzudas, directas y genuinas.
Nunca pensó que habría un día en el que
escucharía de los labios de su señor una vez algo
como: Sí, te tendí una emboscada, pero ¿y qué?
Lo logré; sí, fui descarado, pero ¿y qué? Gané.
Estaba aturdido.
Después de decir lo que tenía que decir, Xie
Lian se puso de pie.
—Piénsalo por tu cuenta. La próxima vez, no te
metas en el camino de los demás.

826
827
CAPÍTULO 49
Hábil con los dados para la seguridad de
uno solo (parte dos)

A
l ver que estaba a punto de alejarse, Lang
Qian Qiu inmediatamente gritó: —¡Para!
Xie Lian se detuvo. Lang Qian Qiu apretó
los dientes y finalmente dijo: —Tú... me debes
una explicación.
—¿Qué tipo de explicación quieres?
—Preguntó Xie Lian.
—De los rencores pasados, por nuestro reino y
familia. No es que no pueda entender tu odio por
YongAn, pero...
Se atragantó. No fue por un momento más
antes de que continuara con voz tensa y
temblorosa.
—Pero el Guoshi Principal... ¿Mis padres y yo
no tratamos bien a los ciudadanos restantes de
XianLe? Fui amigo de muchos de ellos, e... hice
todo lo posible por protegerlos.
Cada palabra que decía era la verdad.
Después de que el reino de XianLe cayó,
muchos de los ciudadanos restantes no olvidaron
sus raíces, e incluso después de que el reino de

828
YongAn se construyó y comenzó a gobernar,
esas personas y sus descendientes continuaron
viviendo como la gente de XianLe, a menudo
enfrentándose con gente del nuevo reino.
Las primeras generaciones de la monarquía
YongAn gobernaron con fuerza y masacraron
cruelmente a muchos de los habitantes de XianLe
que hacían disturbios. A la inversa, también hubo
alianzas clandestinas formadas por la gente de
XianLe para planear el asesinato de muchos de
los nobles de YongAn, e incluso tuvieron éxito
algunas veces. Esto continuó y el resultado final
fue un odio profundamente sembrado el uno por
el otro en ambos lados.
Sin embargo, con el inicio del gobierno de los
padres de Lang Qian Qiu, el rey adoptó una
actitud diferente y trató a la gente de XianLe con
amabilidad y compasión. Quería unir el país de lo
viejo y lo nuevo contra todas las voces de
disidencia. Incluso si la idea de otorgar títulos
principescos a la realeza pasada de XianLe era
absurda, la usó como una forma de mostrar su
sinceridad, y las consideró con respeto. El mismo
Lang Qian Qiu nunca había sido perjudicado por
el odio pasado; Todo era solo historia.
El Guoshi Principal, Fang Xin entonces era una
figura misteriosa que nunca había revelado su
verdadera identidad, por lo que nadie sabía de
qué lado estaba el cerebro detrás del baño de
sangre del Banquete Dorado. Sin embargo, el
odio entre YongAn y XianLe era demasiado
profundo; ambas partes se acusarían
mutuamente siempre que sucediera algo, y

829
muchos de los nobles supervivientes apuntaron
sus dedos a XianLe, y aprovecharon la
oportunidad para solicitar la aniquilación
completa de las personas restantes de XianLe.
Sin embargo, Lang Qian Qiu había rechazado
todos sus esfuerzos.
Su determinación protegió las vidas de muchos
y les impidió sufrir un genocidio sin nombre. Sin
embargo, ahora que recordaba, cuanto más bien
lo hacía en ese entonces, más mal se sentía
ahora.
No es que sintiera que lo que había hecho no
valía nada, pero se sentía profundamente
agraviado. Siempre valía la pena hacer lo que
crees que es correcto, pero haber demostrado
tanta benevolencia sin reciprocidad, no pudo
evitar sentirse mal.
Los ojos de Lang Qian Qiu se enrojecieron, y
continuaron preguntando: —Guoshi principal,
¿no hice lo suficiente? ¿Mis padres hicieron algo
mal? ¿Por qué me tratas así? —Cuanto más
pensaba, más disgustado se ponía, y luchaba
contra la atadura de RuoYe una vez más,
esforzándose para levantar su parte superior del
cuerpo—. ¿No crees que nos debes una
explicación?
—No te puedo dar una —dijo Xie Lian.
La respuesta fue tan directa que Lang Qian Qiu
reprimió su ira: — Guoshi, has cambiado mucho.
Nunca fuiste así antes.
—... —Xie Lian se frotó la frente y dijo—.
Recuerdo que ya te he dicho hace mucho tiempo,
que no me veneres como una figura santa
830
incorruptible; No soy nada como la persona en tu
mente. Al final solo te decepcionarás a ti mismo.
Lang Qian Qiu se tendió en el suelo y murmuró:
—El pasado usted o el presente, ya no sé cuál
es el verdadero.
—Ellos son todos yo. Pero tenías solo
diecisiete años atrás. Ahora que eres mayor, por
supuesto que te estaría enseñando una lección
diferente —dijo Xie Lian.
Lang Qian Qiu cerró la boca por un momento,
pero luego soltó un gritito: —¿Fue porque tu
decimoséptimo era un juicio, que tuviste que
convertir mi diecisiete en un juicio también?
Xie Lian no respondió.
Al ver que no hablaría, la ira de Lang Qian Qiu
se encendió y respiró hondo. Él gritó: —¡¡SI ESA
ESA TU INTENCIÓN, ENTONCES NO DEJARÉ
QUE SEA A TU MANERA!!
Los ojos de Xie Lian se abrieron ante esas
palabras.
Lang Qian Qiu no podía estar de pie, pero sus
ojos eran brillantes y su tono tenaz, como si una
llama rugiente ardiera dentro de sus ojos.
Continuó, con tono áspero, como si estuviera
enfadado, pero también como si estuviera
declarando la guerra: —Si quieres que llene mi
corazón con odio como tú, ¡seguramente no lo
haré! Si vas a obligarme a abandonar quién soy,
¡me niego! ¡Yo nunca lo haré! ¡NO IMPORTA LO
QUE ME HAGAS, NUNCA SERÉ COMO TÚ!
Era una declaración tan heroica que Xie Lian se
estaba aturdiendo con solo escucharla. Le tomó

831
un momento antes que se estabilizara, y se rió
pufft, estallando en carcajadas.
El rostro de Lang Qian Qiu estaba cubierto de
lágrimas de fuego, su sangre hirviendo de pasión
y estaba en los más alto de sus gritos, pero todo
eso se había desinflado por la risa de Xie Lian, y
se enojó con desconcierto.
Xie Lian, por otro lado, aplaudía mientras reía,
su risa crecía a cada minuto y gritaba.
—¡BIEN! —Xie Lian no podía recordar la última
vez que se había reído con ganas o por qué, y le
tomó un tiempo antes de cesar. Se frotó los ojos
y asintió—. Bien. Recuerda lo que dijiste hoy.
Que nunca llegarás a ser como yo.
Hua Cheng todavía tenía los brazos cruzados y
observaba fríamente. Justo cuando Xie Lian
terminó de hablar, ¡de repente hubo una
explosión de humo rojo ante él!
La explosión llegó demasiado repentinamente
y Xie Lian se sobresaltó, pensando que Lang
Qian Qiu podría haber usado algún truco extraño,
e inmediatamente evadió, con su mirada
vigilante. Sin embargo, la explosión solo tenía un
sonido fuerte y no representaba ningún daño.
Cuando el humo se disipó, Lang Qian Qiu había
desaparecido de donde estaba. Lo que quedó fue
una muñeca daruma, balanceándose a izquierda
y derecha.
La muñeca daruma tenía una cara y un cuerpo
muy redondos como una calabaza gigante. Sus
cejas negras y su expresión como un tigre, mona
y juvenil. En ese momento estaba observando,
llena de ira y llevaba una espada gorda en su
832
espalda, galante en su forma, exactamente como
Lang Qian Qiu, excepto que era un juguete
grande y adorable.
Xie Lian dejó de sonreír y gritó: —¡¿Qian Qiu?!
RuoYe lo soltó y volvió a envolverse alrededor
de la muñeca de Xie Lian. Hua Cheng caminó
tranquilamente y pasó el dedo sobre el cuerpo de
esa muñeca daruma, riendo.
—¿Por qué se ve tan tonto sin importar qué
forma tome?
Xie Lian recogió la muñeca daruma y no sabía
si reír o llorar.
—Esto... esto... San Lang, ¿es este Qian Qiu?
¿Por qué se convirtió en esto? Deja de jugar con
él y vuelve a cambiarlo.
—No. Llévalo con nosotros y vámonos
—respondió Hua Cheng.
—¿Ir a dónde? —Xie Lian preguntó.
En ese momento, los dos habían llegado a una
pequeña cueva pequeña. Hua Cheng no le
respondió. Arrojó un dado y aterrizó en su palma.
Bajó los ojos para mirarlos antes de entrar en la
cueva.

Convertir a alguien en una muñeca daruma era


un hechizo tan travieso y muy parecido al estilo
de Hua Cheng, pero también era difícil
deshacerlo. De cualquier manera, Xie Lian no
podía desentrañarlo y tampoco podía garantizar
833
que otros Oficiales Celestiales pudieran hacerlo,
así que sostuvo la muñeca en sus manos y
estaba a punto de seguir a Hua Cheng cuando de
repente recordó al arrojado Fang Xin y dobló
hacia atrás para recoger la espada. Lo ató a su
espalda y persiguió a Hua Cheng.
Xie Lian quería que Hua Cheng deshiciera el
hechizo, pero el hombre no se comprometió. Los
dos caminaron alrededor de la cueva por un rato,
y poco después se hizo más ancho y más
espacioso que la entrada. Las pisadas resonaron
en la cueva y a una cierta distancia frente a ellas
llegó una débil luz y sonidos de canto.
Cuando Xie Lian fue llevado a la Mansión
Paraíso en la Ciudad Fantasma, también
escuchó el canto, pero las gráciles canciones de
las encantadoras fantasmas femeninas eran
atractivas y hermosas como afrodisíacas,
embriagadoras. Este canto era como el caótico
baile de los demonios, espantoso y horrible. Los
dos no se parecían en nada.
Xie Lian no pudo evitar preguntar: —San Lang,
¿qué es este lugar?
—Shh. —Hua Cheng lo silenció ligeramente.
La pregunta de Xie Lian ya se había expresado
casi en un susurro. Al oír el silencio, contuvo la
respiración. Pronto descubrió por qué la
necesidad de guardar silencio. Justo enfrente de
ellos vinieron racimos de fuegos de fantasmas
verdes flotantes. Y cuando los pequeños manojos
de llamas se acercaron, vio que eran pequeños
fantasmas vestidos de verde.

834
En las cabezas de cada pequeño fantasma
había una pequeña luz de fuego, como si ellos
mismos fueran una vela verde. No había dónde
esconderse en esta cueva y el camino era
estrecho. Xie Lian estaba a punto de alcanzar a
Fang Xin, pero pensó que Ruoye sería más
adecuado en esta situación y volvió a bajar su
mano.
Pero entonces, justo cuando los pequeños
fantasmas pasaban junto a ellos, no aletearon ni
una pestaña antes de seguir adelante,
continuando susurrando entre ellos. No era
porque no los vieran, sino por el hecho de que no
les parecía extraño verlos. Xie Lian miró a Hua
Cheng y el que estaba a su lado ya no era el
excepcionalmente guapo Rey Fantasma vestido
de rojo que conocía, sino que era otro fantasma
pálido con una llama verde en la cabeza.
Así que parecía que Hua Cheng los había
puesto en pieles falsas sin que él supiera cuándo
sucedió. Pensando que él mismo debía estar
sosteniendo una llama verde sobre su cabeza,
Xie Lian no pudo evitar levantar una mano para
comprobarlo.
—¿Por qué debemos...? ¿Por qué deben
transformarse en una apariencia tan extraña?
Aunque se detuvo, obviamente, Hua Cheng
sabía lo que quería decir.
—Ya mencioné que el Goblin Verde Qi Rong es
vulgar y burdo. Todos sus lacayos tienen que
verse así.

835
¡Xie Lian no se había dado cuenta de que Hua
Cheng lo había llevado al territorio del Goblin
Verde Qi Rong!
Antes, cuando los cielos y el reino de los
fantasmas mencionaban al Goblin Verde Qi Ron,
todos tenían que comentar sobre lo grosero que
era y Xie Lian no podía entender por qué. Ahora
que había aprendido que todos sus pequeños
subordinados fantasmas tenían que vestirse así,
podía entender algo. Solo con el título; Noches
errantes de Luz Verde, todavía tenía un rastro de
elegancia sarcástica, pero si era literalmente;
noches errantes de luz verde, entonces
definitivamente había una brecha entre lo que él
tenía en mente.
—¿No destruiste su guarida? —Preguntó Xie
Lian.
—Lo hice, pero él escapó —respondió Hua
Cheng—. Escapó durante cincuenta años, luego
construyó una nueva guarida.
Xie Lian sostuvo la muñeca daruma de Lang
Qian Qiu cerca de su pecho, y susurró después
de asegurarse de que no había nadie alrededor.
—San Lang, ¿estás aquí para encontrar al
Goblin Verde? ¿Por qué no deshaces el hechizo
de Qian Qiu y lo dejas ir primero y luego te
acompañaré?
Hua Cheng se negó obstinadamente.
—No, llévalo contigo. Necesito que se
encuentre con alguien.
Xie Lian tenía curiosidad. Hua Cheng no actuó
como si le importara mucho Lang Qian Qiu,

836
entonces ¿por qué especialmente lo llevaría a
conocer a alguien? Pero todas sus opciones eran
un tanto extrañas, por lo que no habló más sobre
el tema. Cuando los dos finalmente emergieron
de la cueva y el túnel se abrió a un espacio más
amplio, más cuevas aparecieron ante ellos.
Parecía haber cuevas y túneles excavados en
toda esta montaña; cuevas que conectaban
cuevas, túneles que conducían a más túneles.
Cada entrada tenía un número de demonios y
fantasmas con una linterna verde en sus cabezas
entrando y saliendo, como una colmena gigante
o un hormiguero. Si Xie Lian hubiera entrado
solo, no habría manera de que recordara el
camino. Sin embargo, Hua Cheng actuó como si
estuviera en su casa, y atravesó varios túneles y
cuevas sin dudarlo, muy a gusto, como si
conociera los caminos de memoria.
Los dos parecían un pequeño fantasma verde
flameando y nadie los detuvo en sus caminos. Xie
Lian respiró aliviado, pero Hua Cheng pensó que
estaba suspirando y preguntó: —¿Qué pasa?
—Nada —dijo Xie Lian—, pensé que atacarías
la cabeza de la guarida en lugar de colarte. No
soy muy bueno luchando, así que me siento
aliviado.
Lo dijo en serio cuando dijo que no era bueno
luchando. Podía ser hábil, pero no era bueno
para lidiar con las consecuencias. Hua Cheng
parecía haber echado una carcajada.
—Ataqué de frente la primera vez, pero en el
momento en que lo descubrió, se escapó. —Hua
Cheng dijo—. Esta vez estoy aquí por su
837
persona, así que, por supuesto, no puedo dejar
que note que estoy aquí...
—¿Era la persona que Hua Cheng quería que
Qian Qiu conociera el Goblin Verde? —Se
preguntó mentalmente Xie Lian—. ¿Hubo una
relación entre ambos? Bueno, sea lo que sea lo
que quiera hacer, igual lo acompañaré, luego le
pediré que deshaga el hechizo.
Xie Lian todavía tenía en mente la Mansión
Paraíso incendiada y aún se sentía culpable.
Mientras pensaba, Hua Cheng habló: —Esa
basura inútil no puede hacer nada, pero está muy
vigilante. Esos pequeños fantasmas no pueden
acercarse a su persona y no es fácil disfrazarse
de sus secuaces más cercanos. Para acercarse,
solo hay una manera.
En ese momento, cuatro pequeños fantasmas
vinieron riendo y charlando. Hua Cheng
desaceleró sus pasos, y Xie Lian siguió su
ejemplo. Resultó que los pequeños fantasmas
tenían detrás de ellos, un tren de humanos
atados, arrastrados por una larga cuerda.
Entre los humanos, había algunos desaliñados
y descuidados, algunos con ropas extravagantes,
pero todos parecían ser hombres y mujeres
jóvenes menores de treinta años. Incluso había
un niño que estaba agarrando la esquina de la
manga de uno de los jóvenes; probablemente
eran padre e hijo. Sus manos estaban atadas, y
parecían aterrorizados, algunos listos para
desmayarse, mientras caminaban a través de la
guarida demoníaca. Pasaron rozando a Hua
Cheng y sin perder el ritmo, él se dio la vuelta y
838
se unió a la perfección al final de la marcha. Le
dio un codazo a Xie Lian y este repitió las
acciones de Hua Cheng. Cuando miró, Hua
Cheng ya había cambiado de piel otra vez y esta
vez, era un joven de corte limpio. El mismo
probablemente se veía similar.
La pequeña banda hizo giros y vueltas a través
de los túneles y cuevas. Los pequeños fantasmas
que lideraban el grupo parecían estar bastante
contentos en sus deberes, y de vez en cuando,
debían mostrar un poco de autoridad, gritando y
gruñendo a los prisioneros detrás de ellos.
—¡No hagan nada gracioso! ¡No llorar! Con las
caras cubiertas de lágrimas y mocos, si arruinan
el apetito de nuestro gran amigo, ¡les
enseñaremos qué es querer morir!
De las cuatro calamidades, nunca hubo
historias de los otros tres supremos devorando
carne humana, solo el Goblin verde Qi Rong
permanecía como tal; no era de extrañar que sus
iguales y enemigos se burlaran de cualquier
mención de él, descartándolo por desagradable e
ignorante. Anteriormente, Hua Cheng dijo que
solo había una manera de acercarse al Goblin
Verde Qi Rong y parecía que mezclarse con la
comida era la manera. Mientras caminaba, Xie
Lian alcanzó la mano de Hua Cheng. Una vez que
logró agarrarlo, sintió que Hua Cheng se
congelaba, como si quisiera alejarse. No fue que
Xie Lian no se hubiera dado cuenta, pero en esas
circunstancias no había mucho espacio para
pensar. Apretó la mano de Hua Cheng y dibujó
una palabra en su palma: Salvar.

839
Como Xie Lian vio a estas personas, entonces
él debía salvarlos. Este gesto fue él informándole
a Hua Cheng de sus intenciones.
Después de que se escribió la palabra, Hua
Cheng dobló suavemente los dedos y cerró la
palma de la mano. Un momento después, el
grupo salió de un túnel y procedió a entrar en una
cueva extremadamente grande.
En el momento en que entraron en la cueva, un
campo de objetos de sombra entró en su visión.
Xie Lian entrecerró los ojos y no había entendido
bien qué eran esos objetos, cuando sintió que
Hua Cheng lo agarraba de la muñeca y dibujó
algunas palabras en la palma de la mano: Cuida
tu cabeza. No lo toques.
Al principio, Xie Lian pensó que colgaban
muchos trapos desde arriba, pero cuando miró
más de cerca, sus pupilas se encogieron. ¿Qué
trapos? Era un campo de personas ennegrecidas
y apretadas, pies arriba, cabezas colgando bajo,
suspendidas en el aire.
¡El bosque de cadáveres colgantes!
Sin embargo, aunque habían colgado esos
cadáveres volteados, no hubo lluvia sangrienta
porque todos esos cadáveres se secaron sin
dejar una gota de sangre fresca en sus venas.
Las expresiones en esos cuerpos secos parecían
estar doloridas, sus bocas abiertas de par en par,
y había una fina capa de nieve como cristales en
sus cuerpos y caras. Era sal.
En los rincones más profundos de la cueva, las
luces brillaban y había una silla gigante, una
mesa larga, copas de oro y utensilios
840
desgastados. Tal extravagancia hizo que se
pareciera más a un salón de banquetes real que
a una profunda cueva de montaña. Un poco más
lejos de la larga mesa había un enorme caldero
de acero, lo suficientemente grande como para
permitir que más de diez personas nadaran
dentro. El caldero estaba rojo e hirviendo, su
contenido burbujeaba de rabia y si alguien se
caía accidentalmente, ¡solo tendrían que pasar
unos segundos antes de que se cocinara!
Los cuatro pequeños fantasmas llevaron al
grupo de prisioneros hacia el caldero, pero
algunos cayeron al suelo temblando de miedo
cuando vieron lo que les esperaba y en medio de
gritos, golpes y tirones, Xie Lian sintió que
repentinamente a su lado, el brazo de Hua Cheng
se puso rígido y se detuvo en su paso.
Volvió la cabeza para ver y vio que, aunque
Hua Cheng todavía tenía aspecto de un joven de
corte limpio, sus ojos brillaban de rabia.
A pesar de que Hua Cheng siempre estaba
sonriendo, Xie Lian sabía que sus verdaderas
emociones siempre estaban escondidas en lo
profundo. Xie Lian nunca había visto en sus ojos
una furia tan violenta como esta. Siguió la vista
de Hua Cheng y al momento siguiente, sintió que
su propia respiración se detenía. Ante la
extravagante silla gigante se arrodillaba una
persona.
A primera vista, era una persona, pero en una
mirada más cercana, en realidad era una estatua
de piedra del tamaño de una persona real. Era
una estatua bastante interesante esculpida en
841
una posición de rodillas, con la espalda hacia él,
la cabeza hacia abajo. Era la misma forma que
podría describirse como un perro con la cola
entre las patas. Era fácil suponer que el único
propósito de hacer tal estatua era humillar a esta
persona.
Xie Lian no tuvo que voltear la estatua para
saber que su cara debía ser exactamente la
misma que la de él.

842
CAPÍTULO 50
Hábil con los dados para la seguridad de
uno solo (parte tres)

E
n general, las personas no sabrían cómo
se veían sus espaldas, pero con Xie Lian era
diferente. Estaba más que familiarizado con
cómo se veía su espalda.
Cuando el reino de XianLe cayó por primera
vez, para librarse de la ira, la gente quemó su
Templo BaQian Taizi,50 profanó todas sus
estatuas, robó las gemas de su espada y le quitó
su atuendo de oro. Sin embargo, después de todo
eso, la rabia continuó ardiendo y se les ocurrió
una nueva idea y fueron a construir tales estatuas
de rodillas.
El príncipe heredero que era muy venerado y
adorado fue esculpido en la forma de alguien que
se arrodillaba y pedía perdón, se colocó en zonas
concurridas de la ciudad para que todos pudieran
escupirla o patearla cuando pasaban para
deshacerse de la desgracia. O lo que era peor,
algunos incluso lo hicieron esculpieron haciendo
50
El Templo de BaoQian Taizi se traduce en el Templo de los Ocho Mil Príncipes
Coronados.

843
la pose de reverencia, y usaron la estatua
directamente como un escalón, permitiendo que
decenas de miles de personas caminaran encima
de ella. En los primeros diez, veinte años
después de la caída del reino de XianLe, esas
estatuas eran una imagen común en muchas de
las ciudades y pueblos, entonces, ¿cómo podría
el propio Xie Lian no reconocer su propia
espalda?
En ese momento, la voz de un hombre joven
dijo: —Esa pequeña hiena, Pei Su, tuvo que
abrazar las putas piernas de ese mujeriego Peí
antes de que pudiera ascender, ¿quién se cree
que es? No es nada más que un perro salvaje
exiliado. Arruinar mis planes... Una vez que haya
terminado con él, ¡incluso después de que los
vientos hayan secado su cadáver, nadie se
atrevería a ir a recogerlo!
Antes de que apareciera la propia persona, ya
se oían blasfemias. Xie Lian miró y vio a una
figura vestida de verde entrar a la cueva flotando.
Debido a una razón que no valía la pena
mencionar, Xie Lian no pudo evitar mirar primero
a la parte superior de su cabeza y en realidad
estaba un poco decepcionado al ver que la
persona solo tenía puesta una máscara, pero
ninguna luz sobre su cabeza. Un grupo de
pequeños fantasmas vestidos de verde rodeaban
a este hombre también vestido de verde y se
quedaron como si estuviera rodeado por un
círculo de luz verde. Este debía ser uno de las
cuatro calamidades en el reino de los fantasmas,
el Goblin Verde Qi Rong.

844
Desde que Nan Feng mencionó por primera
vez el nombre de Qi Rong, Xie Lian lo tuvo en
mente y se preguntó si este Qi Rong era el mismo
Qi Rong que él conocía. Sin embargo, había una
regla no escrita de que fantasmas o demonios
ocultarían su nombre real y enterrarían sus vidas
pasadas. Debido a esto, no creía que fueran la
misma persona, solo que el nombre falso había
coincidido con el verdadero. Sin embargo, por el
aspecto de las cosas, estaba más que seguro. Si
no fuera ese Qi Rong que él conocía, ¿cómo
podría haber otro Qi Rong que estuviera
obsesionado con la estatua del príncipe heredero
de rodillas? ¿Y por qué sería tan familiar el sonido
de su voz?
Los pequeños fantasmas verdes que rodeaban
a Qi Rong lo aclamaban ruidosamente como rey
y charlaban salvajemente, por lo que Xie Lian se
dio cuenta de lo que había sucedido. Resultó que
cuando Qi Rong envió a algunos de sus secuaces
a la Ciudad Fantasma, fracasaron en causar el
caos y fueron diezmado por Hua Cheng. Luego
se reagrupó y estuvo listo para pelear de nuevo.
Pero antes de que la segunda ronda hubiera
comenzado, los secuaces se encontraron con el
exiliado Pei Su en el camino. Aunque exiliado en
el Reino Mortal, Pei Su fue una vez un Oficial
Celestial y no tenía nada mejor que hacer, por lo
que cuando los secuaces se toparon con él,
también podría eliminarlos, por lo que una vez
más fueron diezmados.

845
Perder a tantos secuaces en un corto período
de tiempo, en el momento en que Qi Rong recibió
la noticia, estaba furioso, y maldijo sin parar.
—Como un descendiente con ese
antepasado… ese maldito mujeriego de Pei Ming
probablemente tiene llagas en toda la
entrepierna. ¡Debería cortar ambas malditas
pollas de él y de Pei Su y colgarlas en sus sienes,
y el que los adore sangrará pus con cada paso!
Xie Lian tuvo que reprimir la necesidad de
taparse los oídos. Las blasfemias eran las
mismas; cuando Feng Xin se enojaba, sus
maldiciones también eran demasiado vulgares
para los oídos, pero por mucho que maldijera, era
obvio que solo eran palabras de ira temporal y no
había una verdadera maldad. Las maldiciones de
Qi Rong eran diferentes. Los destinatarios no
tienen dudas de que realmente quería
maldecirlos para que murieran tan crudamente
como los condenaba, sin miedo de decir
cualquier vulgaridad, completamente groseras y
obscenas.
Ese grupo de pequeños fantasmas verdes
estuvo de acuerdo con Qi Rong en voz alta.
Probablemente se acordó de los subordinados en
los que trabajó muy duro para conseguir y
continuó: —Lástima que la mujer de espíritu
fuerte Xuan Ji fue capturada por esos dos perros
Pei desvergonzados y fue maltratada tan
miserablemente. Ella no podía ser salvada ni
siquiera ahora.
Xie Lian no pudo estar de acuerdo con esas
palabras. De hecho, Xuan Ji tuvo una historia
846
trágica, pero no todo fue culpa del General Pei,
como lo describió Qi Rong. Después de todo,
esas diez novias fueron secuestradas por su
propia persona y fue ella quien las mató a sangre
fría. De espíritu fuerte, por supuesto y de hecho
una buena mujer. Pero decir que el pequeño Pei
solo ascendió porque rogó al General Pei era
algo con lo que Xie Lian no podía estar de
acuerdo. Después de ver a tantos ascender y
descender, había algo que Xie Lian podía decir
con absoluta certeza: los cualificados no siempre
pueden ascender; pero el ascendido siempre es
cualificado. Si uno no tenía poder, no importaba
quién los hubiera apoyado, no podrían superar
las calamidades celestiales y como máximo,
podrían ser un oficial en la Corte Intermedia. Xie
Lian no había interactuado mucho con Pei Su,
pero incluso él podía ver que el poder marcial del
pequeño Pei estaba por encima del de Lang Qian
Qiu. Solo que el poder no era igual al rango; la
política también estaba en juego, de lo contrario,
Pei Su habría conseguido su propio palacio.
Obviamente, esas cosas no eran de
consideración para Qi Rong. Maldijo como si no
hubiera uno en todos los reinos que no quería
maldecir a muerte. Llamó a Pei Ming un
mujeriego, al pequeño Pei un perro abrazador de
piernas, a Jun Wu un farsante, a Ling Wen una
perra, a Lang Qian Qiu un imbécil, a Quan Yi
Zhen una mierda, al Señor del Agua un corazón
negro, al Señor del Viento una mujer puta.
Probablemente no sabía que Shi Qing Xuan era
en realidad un hombre.

847
Si no lo hubiera visto por sí mismo, no sería
capaz de creer que alguien pudiera estar tan
resentido. Finalmente, Qi Rong llegó al punto
principal, que era cómo Hua Cheng y Heishui
Chenzhou de bajo perfil lo miraban desde arriba.
Eran meros supremos, un día seguro que los
tendría arrodillados ante él. Xie Lian debería estar
enojado al escuchar esto, pero como no podía
siquiera imaginar cómo se llevaría a cabo eso, no
pudo evitar encontrarlo divertido y le echó un
vistazo a Hua Cheng. El propio Hua Cheng no
tuvo ninguna reacción, pero en cambio seguía
mirando fijamente la estatua de piedra
arrodillada. Finalmente, afortunadamente, Qi
Rong pareció ser mitigado por todas las
maldiciones y cambió de tema.
—¿Cómo fue lo que les envié a ustedes a
hacer? ¿Quan Yi Zhen y ese mujeriego Pei ya
comenzaron a pelear?
Se sentó mientras hablaba, descansando en su
lujoso trono. Levantó las piernas y apoyó las
botas en los hombros de esa estatua, usándola
como un taburete.
Xie Lian había estado sujetando el brazo de
Hua Cheng y lo detuvo de inmediato cuando lo
sintió moverse ligeramente un paso hacia
adelante. Sintió que el jalón podía no ser
suficiente, así que dibujó otra palabra en la palma
de la mano de Hua Cheng: Gracias.
Hua Cheng reconoció la palabra. Bajó la
cabeza y miró a Xie Lian, que lo observaba con
gratitud en los ojos, agradeciéndole sus buenas
intenciones. Luego, Xie Lian sacudió la cabeza
848
ligeramente y dibujó las palabras: Escucha y
Cielo.
Qi Rong estaba hablando como si enviara a
unos secuaces a hacer algo, y tenía algo que ver
con esos dos Oficiales Celestiales. No podía ser
nada bueno, así que Xie Lian quería seguir
escuchando. En cuanto a la estatua que se usaba
como un taburete, recordando, esta incluso se
había utilizado como un escalón antes, así que
realmente no significó nada para Xie Lian. Era
solo un pedazo de roca, no su persona. Aunque
solo había escrito esas tres simples palabras,
cuando sus ojos se encontraron, Xie Lian supo
que Hua Cheng había entendido lo que quería
decir. Hua Cheng sostuvo su mano lentamente y
giró su cabeza, para que Xie Lian ya no pudiera
ver su cara.
Un pequeño fantasma verde habló.
—Seguimos las instrucciones de nuestro rey y
hace tiempo que difundimos los rumores de que
Pei Ming quiere hacer de Pei Su el dios marcial
del oeste. Ahora se está convirtiendo cada vez
más en un alboroto, por lo que usamos eso como
una excusa y profanamos cientos de templos de
Ming Guang disfrazados de devotos del palacio
de Qi Ying, ¡y nadie era más sabio que el otro!
Jajaja, mi señor puede no saberlo, ¡pero esos
devotos son realmente estúpidos! ¡Nos vieron
destrozando templos y nos ayudaron a
destrozarlo con más entusiasmo aún!
Qi Rong estaba contento.

849
—¡Sigan azuzándolos! Quan Yi Zhen puede
soportarlo, ¡pero no creo que el mujeriego Pei
Ming pueda hacerlo!
Incluso si lo que estaban difundiendo no era
exactamente un rumor, este tipo de fabricación
todavía estaba llena de malas intenciones,
especialmente algo tan inescrupuloso como
disfrazarse de mortales para sabotear templos,
absolutamente atroces, depravados y perversos.
No era de extrañar que cada vez que se
mencionara a Qi Rong, todos en los cielos dirían
que no era hábil sino extremadamente
problemático.
Xie Lian observó mentalmente: —Si hay una
oportunidad, decirle a Jun Wu que vigile cualquier
disputa entre los dos Oficiales Celestiales
causada por otros.
Cuando Qi Rong terminó con su trabajo, se
recostó, su par de piernas largas apoyadas en la
estatua cambiaron de posición. Los pequeños
fantasmas inmediatamente sabían qué hacer y se
dirigieron a la pequeña multitud de personas para
elegir el mejor corte. El único niño en el grupo
probablemente no tenía ni diez años de edad y
no era muy consciente de la situación. Parpadeó
sus grandes ojos y se aferró a la esquina de la
camisa de su padre, tirando de ésta mientras más
asustado estaba. El rostro de su joven padre
estaba pálido, tratando de consolarlo con una voz
temblorosa.
—No te asustes, no te asustes. —Sin
embargo, era obvio que él mismo estaba
aterrorizado.
850
Uno de los pequeños fantasmas verdes vio que
había un niño y estaba encantado, extendiendo
su brazo para agarrarlo. El joven padre gritó y se
sacudió. Xie Lian se movió antes de que supiera
lo que iba a hacer, pero luego sintió el movimiento
de la figura a su lado. Xie Lian volvió la cabeza
para ver y Hua Cheng había salido de entre la
multitud.
Ya que Hua Cheng vino especialmente a
buscar al Goblin Verde, ahora que había visto a
Qi Rong, debería haberse quitado el disfraz. Xie
Lian no tenía dudas de que Hua Cheng era lo
suficientemente poderoso como para destruir
todo lo que estaba a la vista y nadie podría
detenerlo. Sin embargo, Hua Cheng no reveló su
verdadera forma, mantuvo la piel de ese joven de
aspecto normal y avanzó perezosamente.
Varios pequeños fantasmas verdes alzaron sus
armas y gritaron alarmados.
—¡Para! ¡¿Qué estás haciendo?!
Qi Rong preguntó con curiosidad, con los pies
aún levantados.
—¿Qué pasa con ese pequeño hombre?
Derríbenlo.
Hua Cheng se rió.
—¿No mostrará usted un poco de respeto en
presencia de la realeza de XianLe?
Al escuchar sus palabras, no solo Qi Rong, sino
que incluso Xie Lian se sorprendieron.
Después de un momento de congelación, Qi
Rong se puso de pie, resopló debajo de la

851
máscara, como si su furia se convirtiera en una
risa loca.
—¡Qué puta valentía! ¿Atreverte a hacer una
broma como esta delante de mí? Dime, ¿y de qué
rama de la sangre real de XianLe eres? ¿¿Cuál??
Hua Cheng respondió tranquilamente: —El
príncipe An Le.
Xie Lian pudo sentir la muñeca daruma Lang
Qian Qiu en sus brazos moverse una vez.
El Príncipe An Le era el descendiente de la
realeza de XianLe de la misma generación que
Lang Qian Qiu y podría decirse que era amigo de
Lang Qian Qiu.
La risa burlona de Qi Rong se podía escuchar
desde debajo de la máscara.
—¿Príncipe An Le? ¡Creo que estás buscando
tu propia muerte! ¿Quién te dijo que empieces a
decir mierda delante de mí? ¿La persona que te
nombró no te enseñó un poco de historia? El
príncipe An Le era la última sangre real que
quedaba de XianLe, ¡y ya ha muerto! ¿Quién
diablos eres para fingir que eres de la realeza de
XianLe delante de mí?
Hua Cheng levantó una ceja.
—¿Oh? ¿Murió? ¿Cómo murió?
Qi Rong gritó: —¡DERRÍBENLO! ¡DERRIBEN
A ESE PEDAZO RARO DE MIERDA!
Bajo su mando, una gran cantidad de pequeños
fantasmas verdes salieron de todas partes de la
cueva, gritando. En medio de ese caos, Hua
Cheng solo sonrió levemente. Su expresión era
despreocupada antes, pero al momento siguiente

852
fue como si una capa de escarcha hubiera sido
puesta sobre su cara. Su forma repentinamente
se desestabilizó y desapareció, apareciendo el
siguiente parpadeo detrás de Qi Rong.
Él solo agarró la parte posterior de la cabeza de
Qi Rong y la golpeó con fuerza como un niño
jugando con una pelota.
—¿Y quién diablos eres, para ser tan insolente
ante mí?
Un fuerte estruendo y ese lujoso trono de
repente eran escombros, el polvo llenaba el aire.
Xie Lian puso al niño detrás de sí mismo para
protegerlo, y bloqueó algunas pequeñas piedras.
Cuando el polvo se asentó, Qi Rong había
desaparecido. En una mirada más cercana, no
desapareció, pero toda su cabeza estaba
profundamente incrustada en el suelo después
del golpe de Hua Cheng.
Los humanos y los fantasmas por igual gritaron
y huyeron.
—¡No huyan! —Gritó Xie Lian.
Si la gente alertara a todos los fantasmas
dentro de la cueva, ¡serían asesinados con
seguridad! Pero claro, como siempre, nadie lo
escuchó. Xie Lian dejó caer sus manos sin poder
hacer nada.
En estas circunstancias, tampoco tenía tiempo
para preocuparse por los demás. Al otro lado de
la habitación, Hua Cheng se arrodilló lentamente;
usó una mano para agarrar un puñado del cabello
de Qi Rong, sacó una cabeza ensangrentada del
agujero en el suelo y sacó el cuerpo junto con la
cabeza. Después de un breve momento de
853
observación, parecía estar extremadamente
divertido y se echó a reír.
Aunque se reía, sus ojos eran muy oscuros,
misteriosos y aterradores. Ruoye salió volando y
golpeó a algunos de los pequeños fantasmas
verdes que intentaban eliminar a las personas
que escapaban. Xie Lian se dio la vuelta
apresuradamente, sus entrañas le dijeron que
algo estaba mal.
—¿San Lang? ¡San Lang!
La máscara de Qi Rong se agrietó, algunas
piezas estaban cayendo. Levantó una bocanada
de sangre y gritó: —¡ALGUIEN! ¡Deténgalo!
¡¡VENGAN TODOS Y DETÉNGANLO!!
Hua Cheng lo estaba golpeando violentamente
antes, pero ahora parecía estar tranquilo, como si
fueran los mejores amigos y charlaban.
Él se rió: —Oh, ¿no lo sabías? Hay algunas
cosas en este mundo que son imparables. Como
la puesta de sol en el oeste. Además, un elefante
aplastando una hormiga. O por ejemplo, ¡YO
TOMANDO TU DESPRECIABLE VIDA!
Por su última línea, su rostro era salvaje y feroz.
¡Tenía en su agarre el cuerpo entero de Qi Rong,
y lo golpeó contra el suelo de nuevo!
Otro BANG fuerte. El cuerpo de Qi Rong yació
en el suelo y se estrelló contra un suelo peor que
una papilla y esa máscara en su rostro crujió,
rompiéndose en pequeños pedazos revelando la
mitad de una cara.
Si alguien viera esa media cara, descubriría un
hecho impactante: ¡El Goblin Verde Qi Rong y el

854
Príncipe Heredero de XianLe, un fantasma, un
dios, una diferencia entre el cielo y el infierno, se
parecían mucho!

855
856
CAPÍTULO 51
Verdad o engaño; difícil de discernir (parte
uno)

S
in embargo, cuando la otra mitad de la
máscara cayó y se reveló la cara completa
de Qi Rong, se hizo evidente que no se
parecía mucho a Xie Lian después de todo. Sus
narices y labios tenían una forma similar, pero
sus cejas y ojos eran bastante diferentes. Los
ojos de Xie Lian estaban tranquilos y en paz. Las
cejas de Qi Rong eran altas y agudas, sus ojos
también estaban mucho más delgados e
inclinados. Ciertamente, todavía era un joven de
buena apariencia, pero cualquiera podía ver por
su cara que no era alguien con quien meterse.
Después de haber sido golpeado hasta llegar a
una masa sangrienta, finalmente pudo escudriñar
un poco con sus ojos y de repente notó que el que
lo había agarrado había cambiado de forma y se
había vestido de rojo.
Qi Rong nunca había visto el rostro real de Hua
Cheng, pero en el momento en que vio las túnicas
rojas, se sintió sorprendido y furioso.
—Eres tú. ¡ERES TÚ!

857
Hua Cheng había cambiado de nuevo a su
verdadera forma.
—No has respondido a mi pregunta. ¿Cómo
murió el príncipe An Le?
Debido a lo asustados que se veían sus ojos,
Xie Lian corrió hacia adelante y gritó: —¡San
Lang!
Los humanos y los fantasmas por igual ya
habían despejado la cueva y Xie Lian corrió a su
lado.
—¿Estás bien? No te enojes, por favor no te
enojes, todo está bien. Solo cálmate, todo está
bien...
Frotó suavemente los hombros de Hua Cheng
un par de veces y su voz se volvió gradualmente
suave. Cuando Xie Lian era más joven, cada vez
que se enojaba o se ponía triste, sus padres
siempre le acariciaban la espalda de esta manera
y lo consolaban con sus suaves voces y por eso
usaba el mismo método en Hua Cheng. Resultó
que fue bastante eficaz; sus ojos eran turbulentos
antes, pero después de ser calmado, sus labios
temblaron por un segundo y lenta pero finalmente
calmándose, sus ojos se aclararon una vez más.
Al ver esto, Xie Lian dejó escapar un suspiro de
alivio. Pero de repente, incluso antes de que él
terminara su respiración, Hua Cheng extendió
rápidamente su mano y también le dio una
palmadita en el hombro una vez.
Esta palmadita instantáneamente congeló el
cuerpo de Xie Lian y lo paralizó donde estaba.

858
No se había preparado para que Hua Cheng le
hiciera nada, por eso fue tan fácil. No sabía qué
estaba haciendo Hua Cheng, pero no estaba
preocupado por sí mismo, sino que estaba
preocupado por Hua Cheng, temiendo que
pudiera volver a perder el control como antes.
Estaba a punto de abrir la boca para preguntar,
cuando se dio cuenta de que no solo no podía
moverse, sino que tampoco podía hablar y sentía
que podría haberse metido en una situación
bastante difícil.
Ese Qi Rong podía ser débil en las peleas de
puño, pero su boca era ciertamente dura, y
comenzó a maldecir mientras aún estaba cubierto
de sangre.
—¡Maldita serpiente tuerta! ¡¿Te hice enojar
mientras comía en mi propia casa?!
Hua Cheng sonrió, luego golpeó de nuevo su
cabeza contra el suelo antes de levantarlo.
—¿Cómo murió el príncipe An Le?
—¿Qué diablos tiene eso que ver contigo…?
—Gritó Qi Rong y Hua Cheng lo golpeó de
nuevo—. ¿Cómo murió el príncipe An Le?
Esto se repitió por un tiempo y Hua Cheng
mantuvo su sonrisa fría, goteando su cabeza
como una pelota, golpeándola violentamente por
más de diez veces. Aunque era violento, Qi Rong
no podía morir y como él no podía morir, era
insoportable. Incluso una calavera hecha de
acero no podría soportar este tipo de tortura y Qi
Rong finalmente cambió su tono: —Si estás tan
libre, ¿por qué no vas a leer un maldito libro de
historia?
859
Hua Cheng se echó a reír fríamente.
—Si los libros de historia registraran la verdad,
¿por qué le iba a preguntar algo a un inútil como
tú?
Levantó la mano de nuevo y Qi Rong gritó:
—¡ES LANG QIAN QIU! ¡¡¡Fue asesinado por
LANG QIAN QIU!!!
La muñeca daruma en los brazos de Xie Lian
se sacudió y comenzó a temblar vigorosamente.
Temblaba demasiado fuerte y Xie Lian no podía
moverse para mantenerlo presionado, así que,
por desgracia, vio cómo la muñeca daruma Lang
Qian Qiu caía al suelo, girando locamente de un
lado a otro. Hua Cheng no volvió la cabeza, pero
deshizo el hechizo. Una explosión de humo rojo
y la forma de Lang Qian Qiu saltaron desde
dentro.
Era un miembro de la realeza, alto y poderoso,
y nunca había sido acusado de algo malo así toda
su vida. Señaló a Qi Rong con rabia: —¡Cómo
pudo insultarme así y manchar mi nombre! ¡An Le
y yo éramos amigos! ¡¿Quién dijo usted que lo
mató?!
Qi Rong también se sorprendió al verlo saltar.
—¿Eres Lang Qian Qiu? ¡¿Por qué carajos
estás aquí también?!
El mismo Lang Qian Qiu tampoco entendió por
qué lo trajeron a esta guarida, sino que
simplemente se enfureció por las acusaciones de
Qi Rong antes y debía aclarar las cosas.
—El príncipe An Le murió por una enfermedad,
¿por qué me acusaría de matarlo de repente!

860
Hua Cheng observó fríamente pero dejó de
driblar51 la cabeza de Qi Rong, por lo que Qi Rong
se involucró en la pelea.
—Murió de una puta enfermedad, solo tú lo
creerías. Murió poco después del Banquete
Dorado, ¡por lo que debe haber sido asesinado
por ustedes! Si no fuiste tú, entonces esos viejos
putos podridos.
Estaba enturbiando las aguas y arrojando
basura; La cara de Lang Qian Qiu se estaba
volviendo cada vez más sombría.
—No es de extrañar que todos digan que el
Goblin Verde Qi Rong es inferior y burdo. Ahora
que te he conocido, eres realmente vulgar.
Su comentario brusco apuñaló a Qi Rong
exactamente donde dolía. Después de hacerse
famoso, durante tantos cientos de años, todos los
cielos e infiernos se burlaron de él por ser grosero
y crudo y lo odió. Su rostro cambió de inmediato.
—Soy vulgar pero mucho mejor que tu
ignorancia. Amigos esto, amigos eso, qué
relación pacífica. ¿XianLe y YongAn pueden ser
amigos? ¿Convivir en paz? ¡Eres tan falso como
tus padres de mierda, asqueroso!
Al escucharlo insultar a sus padres, Lang Qian
Qiu estaba furioso.
—¡Cállate! ¡Mis estimados padres eran
sinceros y genuinos, no falsos! ¡No te permitiré
escupir en sus nombres!
Qi Rong escupió: —¡Todos ustedes no son más
que los descendientes de algunos rebeldes,

51
En los deportes, rebotar una pelota con las manos o pies.

861
quién les dio el jodido derecho! ¡¿Qué
sinceridad?! ¿Donar títulos y tierras a nosotros,
gente de XianLe? ¡Desvergonzado! Robaste lo
que era nuestro y luego se lo devolviste como si
fuera un regalo. ¡Todo lo que tenías pertenecía a
XianLe!
Lang Qian Qiu no era hábil para discutir, y en
realidad se quedó inmóvil y tartamudeo: —¡Tú!
Tú-
Qi Rong vio cómo tartamudeaba y sintió una
oleada de satisfacción, y decidió agravarlo aún
más.
Él se rió: —Incluso si ustedes mataron a An Le,
fue una muerte provechosa. XianLe perdió solo
uno, pero YongAn pagó todo un Banquete
Dorado. Lástima que no pudiéramos matarte
también, ¡y hacer que todos prueben cómo es
acabar con toda una línea de sangre!
Al escuchar esto, Lang Qian Qiu estaba
desconcertado
—... ¿Qué dijiste?
Xie Lian maldijo mentalmente.
Quería desesperadamente golpear a Qi Rong
en el suelo de la misma manera que lo hizo Hua
Cheng y callarlo. Pero con este hechizo de
petrificación, no podía mover un solo músculo.
—¿Qué quieres decir con que no pudiste
matarme a mí también?
Qi Rong solo quiso vengarse por el comentario
vulgar que Lang Qian Qiu le hizo y se jactó.
—En verdad, la fruta no cae lejos del árbol; la
estupidez de mi señor se extiende por cientos de

862
años, mis ojos están abiertos. Piensa, nosotros,
XianLe, estamos completamente disgustados
con ustedes, YongAn; ¡El que no te odie no es
digno de ser llamado ciudadano de XianLe!
¿Honestamente pensaste que los descendientes
reales de XianLe serían amigables con los
regalos de YongAn? ¡Todo fue para infiltrarse en
tu guardia, facilitar el plan y bañar tu banquete de
cumpleaños dorado con sangre!
Xie Lian luchaba por liberarse, y Lang Qian Qiu
estaba congelado en su lugar. Después de un
momento, tartamudeó: —¿El Príncipe An Le y el
Guoshi Principal estaban en el mismo lado?
Lang Qian Qiu se llenó de angustia, pensando
que su querido maestro y amigo habían
conspirado contra él juntos, sin embargo, al
contrario, Qi Rong dijo: —¿Guoshi Principal?
¿Ese perverso Guoshi Principal, Fang Xin?
¿Quién demonios está del mismo lado que él?
Lang Qian Qiu escuchó su pregunta y quedó
desconcertado: —Tú... bañaste el Banquete
Dorado con sangre, pero el que lo hizo fue… ¿no
fue el Guoshi Principal? ¿No estaban ambos del
mismo lado? Yo... —Él estaba completamente
confundido.
—¿Quién carajos sabe de dónde vino ese
cultivador demoníaco? —Qi Rong respondió—.
¡No tuvo nada que ver con él! Escucha, Lang
Qian Qiu: la sangre derramada en tu Banquete
Dorado de YongAn fue realizada por la gente de
XianLe. An Le ya había planeado matar a cada
jodida sangre rebelde en el banquete, pero ese
jodidamente extraño Guoshi principal tuyo de
863
repente se apareció. An Le había pensado que
los planes fallarían y corrió hacia mí en busca de
ayuda, preguntándome qué hacer si él fuera
descubierto, pero quién sabría que esa misma
noche se anunció que el que lo jodió todo fue ese
Guoshi Principal y él fue buscado en todo el reino.
Lang Qian Qiu tardó un tiempo en procesar esa
información.
—Si ese fue el caso, entonces ¿por qué no
dijiste nada?
Qi Rong chasqueó la lengua.
—¿Eres jodidamente tonto? ¿Por qué iba a
decir algo? ¿Fue algo malo que alguien más se
llevara la culpa? ¿Me puedes elevar a supremo
con esta mentira? —Estaba disfrutando esto
cada vez más mientras más hablaba—. AHHHH,
lo entiendo. No podías creerlo, ¿verdad?
Escuché que clavaste a tu propio maestro en el
ataúd, JAJAJAJAJAjajajajajajaja, ¡qué maldito
idiota! ¡Mataste a la persona equivocada!
Al escuchar esa vil y fuerte risa, Xie Lian cerró
los ojos y volvió a maldecir.
Lang Qian Qiu temblaba de rabia.
—¡ESTÁS EQUIVOCADO! —Luego se dio la
vuelta en un ataque y gritó a Xie Lian—. Si eso
era cierto, aunque no él dijera nada, ¡¿por qué no
lo hiciste tú?!
Qi Rong escupió un diente roto.
—¿Y quién diablos es ese? ¿Qué, están todos
aquí para tener una puta fiesta en mi cueva?

864
Todos lo ignoraron. Lang Qian Qiu exigió: —Si
no lo hiciste, si no los mataste, ¿por qué admitiste
haberlo cometido?
En ese momento, el cuerpo de Xie Lian se
aflojó.
Hua Cheng había deshecho el hechizo de
petrificación. Sin embargo, podría haber sido
demasiado tarde. Lang Qian Qiu estaba
esperando su respuesta y Xie Lian se puso de pie
lentamente, aflojando las torceduras de sus
muñecas y articulaciones.
Después de una pausa, Xie Lian soltó las
palabras: —Completas tonterías.
Lang Qian Qiu había esperado que él dijera: Es
verdad, tal como lo dijo. Sin embargo, las
palabras que Xie Lian pronunció completamente
revocaron su propio alivio de culpa del recuento
de Qi Rong.
Qi Rong estaba enojado.
—¡¿Completas tonterías?! ¿Lo dice quién?
—Lo digo yo —dijo Xie Lian.
Miró a Qi Rong y dijo: —Con todo esto y
palabras vacías, ¿qué pruebas tienes de que los
que derramaron sangre en el Banquete Dorado
fueron los descendientes de XianLe?
A Qi Rong le hizo gracia: —Todos los muertos
están muertos, ¿y qué prueba? Además, han
pasado cientos de años. ¿Qué prueba queda?
—Es por eso que dije que estas son completas
tonterías. —Xie Lian respondió—. XianLe y
YongAn son dinastías del pasado, perdidas hace
mucho tiempo. ¿Hay alguna razón para que

865
generes problemas con nada más que
fragmentos de la historia?
El tono de su voz sobresaltó a Qi Rong y
parecía que estaba recordando algo, entrecerró
los ojos.
Xie Lian se volvió hacia Lang Qian Qiu y dijo
calmadamente: —Maté a tu padre; lo viste con
tus propios ojos. Fue durante un tiempo poco
después de mi segundo destierro. Me llené de
frustración y causé un gran error. Todo esto es mi
culpa. No hay necesidad de arrastrar a nadie más
conmigo. Este hombre está lleno de engaño;
arrastrar el nombre del Príncipe An Le a través
del barro fue solo para vengarse de tu comentario
sobre su vulgaridad.
Si algún espectador escuchara esta
conversación, la encontrarían divertida. Una
pelea por el título del verdadero culpable de un
caso de asesinato; uno pensaría que derramar
sangre en el Banquete Dorado era una especie
de acto glorioso.
Lang Qian Qiu estaba confundido. Sostuvo su
cabeza y pensó por un largo tiempo antes de
hablar.
—Eso es correcto... fuiste tú, y nadie más.
Lo había visto con sus propios ojos. Esa noche,
corrió hacia el Palacio Dorado con entusiasmo,
solo para ver que el Guoshi principal vestido de
negro sacaba una espada delgada y larga del
pecho de su padre, salpicando sangre por todas
partes. Y en ese momento, su padre, el rey de
YongAn, había extendido su mano hacia él,

866
todavía respirando. Fue después de que él se
acercó que esa mano cayó sin fuerzas.
En ese momento, Qi Rong, quien yacía en el
suelo, de repente dijo: —Primo príncipe heredero,
¿eres tú?

867
868
CAPÍTULO 52
Verdad o engaño; difícil de discernir (parte
dos)

L
a mirada de Xie Lian regresó a Qi Rong.
Después de mirarlo por un momento, Xie Lian
dijo: —Qi Rong, parece que has estado
viviendo de manera colorida estos últimos años.
Justo después de que terminó sus palabras,
Hua Cheng quitó la piel falsa. Los ojos de Qi Rong
se agrandaron mientras cada uno de los tres
intrusos reveló su verdadera forma.
Lang Qian Qiu estaba desconcertado.
—¿Primo?
Incluso si antes, cuando escuchó a Qi Rong
decir: Nosotros, XianLe, podía adivinar que la
vida pasada del Goblin Verde era del reino de
XianLe, no había imaginado que él y Xie Lian
estuvieran realmente relacionados en una
relación a nivel personal. Qi Rong miró el rostro
de Xie Lian y lo miró de arriba abajo. Era una
mirada hambrienta de curiosidad y fascinación.
Cuando sus ojos se detuvieron en la espada
Fang Xin en la espalda de Xie Lian, de repente se
echó a reír.

869
—¡ASÍ QUE ASÍ ES! ¡FANG XIN ERAS TÚ! ¡TÚ
ERAS FANG XIN! ¡¡¡JAJAJAJAJAJJAJAJAJA!!!
Aunque no podía entender por qué se estaba
riendo, las agallas de Lang Qian Qiu le dijeron
que no era nada apropiado, y habló con enojo.
—¿Qué es tan divertido?
—Me estoy riendo de mi buen primo, ¿qué te
importa? —Qi Rong le gritó en un ataque—. Justo
ahora dije que la estupidez de mi señor se
extendió por cientos de años. Lo siento. Me
disculpo. La mejor manera de aprender es
aprender de los mejores; mira a tu maestro, ¡no
me extraña que seas tan estúpido! —Se volvió
hacia Xie Lian—. Fuiste a YongAn y te convertiste
en su Guoshi principal y acabaste apuñalado por
tu propio discípulo, ¿no es emocionante? ¿No es
hilarante? Lo merecías; ¡haciendo de ti un
ridículo!
En el momento en que pronunció la palabra
ridículo, Hua Cheng volvió a golpear su cabeza
violentamente. Qi Rong siempre había tenido una
piel dura y por alguna razón, ver a Xie Lian lo
puso diez veces más emocionado que de
costumbre. Incluso con su rostro golpeado en el
suelo, gritó sin cesar: —¡UN RIDÍCULO! ¡UN
RIDÍCULO! ¡UN RIDÍCULO!
Cada vez que lo decía, Hua Cheng golpeaba la
cabeza una vez más. Fue una escena sangrienta
y Xie Lian detuvo la mano que estaba punto de
golpear.
—¡San Lang, déjalo ir!
—¡¿Por qué debería?! —Dijo severamente Hua
Cheng.
870
—No es nada, no dejes que nada te afecte. —
Xie Lian dijo—. Tiene problemas y es
extremadamente problemático. Yo puedo cuidar
de él. Solo siéntate e ignóralo.
Frotó suavemente el hombro de Hua Cheng y
pasó mucho tiempo antes de que Hua Cheng
finalmente respondiera en voz baja: —Bien.
Qi Rong sacó su propia cabeza del suelo y rodó
con dificultades.
Él escupió: —¿Por qué jugar a fingir falsa
bondad? Si realmente no querías que él me
golpeara, ¡entonces deberías haberlo detenido
desde el principio! Fingiendo indiferencia y solo
diciéndole que lo deje pasar, ¡nadie te va a alabar
por tu generosidad!
—Lo detuve porque no quiero que se ensucie
las manos, ¿entendiste mal algo? —Dijo Xie Lian.
Un rastro de ira apareció en el rostro
ensangrentado de Qi Rong, pero luego comenzó
a reírse.
—Ahhh, primo príncipe heredero, te llevas
bastante bien con Hua Cheng. Y aquí solo me
preguntaba por qué ninguno de los subordinados
que este Didi52 tuyo envió para saludarte en el
Festival Fantasma nunca regresó, ¡así que fue
porque se encontraron con Hua Cheng!
Xie Lian no tenía idea de que Qi Rong había
enviado realmente algún subordinado para ir a
buscarlo. Esa noche del Festival Fantasma, fue
una coincidencia haber encontrado a Hua Cheng
y llevarlo de regreso al Santuario PuJi no estaba

52
Hermano menor, hermanito.

871
en los planes. Parecía que todos los
subordinados de Qi Rong habían sido liquidados
por Hua Cheng. Xie Lian no pudo evitar echar un
vistazo a la persona que estaba a su lado.
Qi Rong continuó: —Llamándolo San Lang, tsk
tsk tsk, ¡muy familiar! Primo, eres un gran Oficial
Celestial, ¿cómo puedes salir con Fantasmas y
demonios? ¿No estás preocupado por tu
reputación? Eres tan perfecto después de todo,
tan puro e impecable, tu halo brilla sobre todo en
esta tierra, jajajajajajaja...
Muchos en la corte celestial pensaban más o
menos que la forma en que hablaba Mu Qing era
extraña, pero si escuchaban y comparaban,
aprenderían que esto era lo realmente extraño.
En verdad, habían juzgado mal a Mu Qing.
Qi Rong no solo habló, también actuó. Cruzó
sus manos sobre su corazón y exclamó: —Primo
príncipe heredero, este Didi pensó
constantemente en ti a lo largo de los años. Mira,
incluso esculpí meticulosamente esta estatua
para mantenerte a mi lado, así puedo ver tu forma
heroica en cada momento todos los días. ¿Qué
piensas? Está bastante bien hecho, ¿verdad?
¿Te gusta? No te preocupes, si no te gusta,
incluso mejor, tallaré más, jajajajaja...
En el momento en que mencionó la estatua, la
cara de Hua Cheng se oscureció de inmediato y
si no fuera porque Xie Lian lo estaba reteniendo,
ya habría pisado la cara de Qi Rong. Sin
embargo, Xie Lian sabía perfectamente bien el
tipo de persona que era Qi Rong; estaba un poco
loco de cabeza y cuanto más extrema era la
872
reacción, más emocionado se ponía y más
escandaloso se volvía. La psicología inversa
sería la más efectiva, por lo que Xie Lian solo
sonrió levemente.
—Está bien hecha. Pero lo siento, la técnica es
un poco mala.
Como se esperaba, la cara de Qi Rong cayó
inmediatamente. Dijo fríamente: —Suficiente. Si
no fuera por mis afectos pasados para tallarte un
par de estatuas, ¿quién incluso te adoraría?
Probablemente te sentaste y lloriqueaste a los
pies de Jun Wu y te abrazaste hasta las rodillas
para poder ascender esta vez. Recorre los cielos
y ve por ti mismo, ¿qué oficial no es más digno
que tú? Incluso un ascendido de doscientos años
puede caminar sobre ti. Tienes casi ochocientos
años, pero solo has llegado hasta aquí. Qué
fracaso.
Xie Lian sonrió: —Soy un gran fracaso, no
como mi primo, ya una amenaza después de
ochocientos años.
Xie Lian sabía demasiado bien cómo derribar a
Qi Rong. Junto a él, Hua Cheng resopló, y la cara
de Qi Rong se oscureció. Miró entre todos los
presentes y de repente dijo: —Esta postura... ¿le
rogaste a Hua Cheng que me jodiera hoy para
resolver nuestras diferencias?
Xie Lian se sorprendió y pensó en la imagen
actual y en realidad no pudo responderle.
Qi Rong continuó: —Míralo. En el momento en
que digo algo malo de ti, ¡guau! Mira lo loco que
se puso. ¿Está cegado por esa luz divina de tu

873
halo? ¡Mi maldito dios, lo olvidé! ¿No estaba ya
ciego? Jajaja jajaja...
Antes de que pudiera terminar, sus ojos se
oscurecieron otra vez y su mejilla explotó en
agonía, escupiendo sangre de su boca, ¡recibió
un puñetazo de nuevo! Sin embargo, este golpe
no fue de Hua Cheng sino de Xie Lian.
El puño de Xie Lian fue más rápido de lo que
podía ver el ojo y dijo fríamente: —Solo porque
nunca te haya golpeado antes en el pasado, no
significa que nunca te golpearía.
Ese golpe fue sólido y pasó mucho tiempo
antes de que Qi Rong pudiera hacer algún
sonido. Se tumbó en el suelo como si fuera un
perro viejo, golpeando el suelo con los puños
mientras gritaba: —Primo príncipe heredero, ¡me
pegaste! ¡Realmente me pegaste! ¡Cielos,
nuestro noble, amable, compasivo, caritativo,
príncipe heredero que tiene miedo de pisar
incluso a una pequeña hormiga, en realidad se
enojó y abrió un puño! ¡Está golpeando a la
gente! ¡INCREÍBLE! ¡¡¡INCREÍBLE!!!
Estaba increíblemente emocionado,
volviéndose loco de euforia. Lang Qian Qiu nunca
había visto a nadie cuyas palabras y acciones
fueran tan excéntricas y se sorprendió con
confusión después de presenciar este acto
singular.
Murmuró: —¿Está... está loco?
Xie Lian estaba acostumbrado a ver la locura
de Qi Rong, y no pensó mucho en eso.

874
—Lo has escuchado. Él está loco. Su corazón
y su mente están desequilibrados, por lo que
nada de lo que dijo es creíble.
La risa de Qi Rong se detuvo de repente. Se
enseñó la cara y se burló.
—No se apresure a decirle a la gente que soy
un psicópata. Déjame preguntarte, ¿cómo murió
el príncipe An Le?
Esta era la pregunta que Hua Cheng le había
planteado y ahora se la había pedido a Xie Lian.
La atención de Lang Qian Qiu se centró
repentinamente en ello nuevamente.
El corazón de Xie Lian se arrugó y no pudo
responder de inmediato. Qi Rong, por otro lado,
se levantó lentamente y se sentó mientras se
apoyaba en la estatua arrodillada.
—Después de que murió An Le, abrí su
cadáver para inspeccionarlo y descubrí que todos
sus órganos fueron pulverizados por las
vibraciones de una extremadamente poderosa
espada, que era la razón por la que no tenía
ninguna lesión externa, pero no podía dejar de
toser sangre. Esto era algo que ningún
espadachín regular podía hacer. Al principio
pensé que los matones de YongAn habían traído
a un asesino a sueldo extraño para fingir la
muerte de An Le como enfermedad. Pero ahora
que lo pienso, hay otra persona que puede hacer
esto. y no es otra que mi primo, defensor de la
justicia. Después de todo, nuestro Dios Marcial
Coronado de Flores, Taizi Dianxia, es una flor de
loto blanca como la nieve, santo, puro y único de
las montañas celestiales...
875
Hua Cheng lo pisoteó y Qi Rong soltó un grito
de tristeza. Lang Qian Qiu sintió que su cabeza
iba a explotar; él sostuvo su cabeza, sus ojos se
enroscaron con rojo.
—¡Cállate! ¡Solo dime lo que sabes! ¿Quién es
el verdadero asesino? ¿Qué pasó en el banquete
dorado? ¿Y qué le pasó al príncipe An Le? ¿QUÉ
DIABLOS PASÓ?
—Lang Qian Qiu, ¿por qué sigues confundido?
—Qi Rong dijo—. Incluso yo me di cuenta de lo
que pasó. ¡Parece que realmente no entiendes el
tipo de persona que es tu maestro! Ven, ven, ven,
déjame diseccionar a mi buen primo para ti: este
antiguo Príncipe Heredero de XianLe fue y se
convirtió en el Guoshi principal de YongAn, y te
enseñó la esgrima durante cinco años...
Solo había pronunciado unas pocas palabras y
Xie Lian trató de callarlo, pero antes de que
pudiera apresurarse, la espada larga de Lang
Qian Qiu lo bloqueó.
—¡Déjalo terminar!
—¡Sabes que él está loco y aun así sigues
escuchando sus locas conjeturas!
Fang Xin estaba colgada, y aunque era una
hoja delgada, su onda de choque casi hizo que
Lang Qian Qiu aflojara su agarre sobre su espada
larga. Pero justo en ese momento, una hoja curva
plateada golpeó ligeramente a Fang Xin, la
enganchó y la apartó.
Xie Lian se sobresaltó y gritó: —¡San Lang!
Qi Rong vio lo mucho que Xie Lian no quería
que hablara y lo desesperado que estaba porque

876
no quería que Lang Qian Qiu escuchara, por lo
que Qi Rong tuvo que hacer lo contrario, y
aprovechó esta oportunidad.
—El Príncipe An Le era nuestro buen chico de
XianLe, ¡muy obediente! Él escuchó mis
instrucciones de hacer una amistad falsa contigo,
pero tu maestro se topó con nosotros limpiando
el nido de ratas de YongAn en el Banquete
Dorado, por lo que An Le escapó. Llegaste al
Banquete Dorado, viste lo que sucedió y el
Guoshi Principal, Fang Xin se convirtió en el
hombre más buscado del reino. Esta es la historia
anterior, ni una palabra de mentira...
Xie Lian intentó avanzar hacia adelante y cerrar
su boca varias veces, pero cada vez Hua Cheng
lo detenía. Xie Lian gritó nuevamente.
—¡San Lang! —Sin embargo, Hua Cheng no
dijo una sola palabra y solo siguió bloqueando a
Xie Lian.
Cuanto más quería Xie Lian avanzar, más
rápido se movían los labios de Qi Rong.
—Este primo santo mío, cuando vio con sus
propios ojos que la gente de XianLe había
cometiendo un asesinato, debió haber pensado:
¿Cómo puede ser esto? ¡Eso no está bien!
Entonces fue a buscar al Príncipe An Le para
educarlo un poco, pero cuando lo buscó, Dios
mío, ¿qué descubrió? El gran plan de An Le. ¡No
fue solo asesinar a algunos matones! ¡No había
forma de que el primo pudiera educarlo, así que
endureció su corazón y mató la última sangre de
nuestra casa real con sus propias manos!
Después atrapaste a tu maestro y lo clavaste
877
muerto en ese ataúd y así termina la magnífica
vida de mi primo como Guoshi Principal. Primo,
¿me equivoco?
Escupió una bocanada de sangre junto a los
pies de la estatua: —Te conozco demasiado bien.
Te encanta hacer mierda como esta. Ancestros
arriba, ¡miren qué buen descendiente tienen! No
solo la familia XianLe lo perdió todo, ¡incluso la
línea de sangre está cortada! XIE LIAN! ¡LA
OMINOSA ESTRELLA, DIOS DE LA MISERIA!
¡TU EXISTENCIA ES LA GRAN TRAGEDIA DE
XIANLE! ¿POR QUÉ NO TE MUERES? ¿CÓMO
TIENES LA CARA DE MANTENERTE CON
VIDA?
—¡Pero vi con mis propios ojos que mató a mi
padre con su espada! —Lang Qian Qiu dijo—.
¿Cómo explicas eso?
—Si no había agua corriendo por tus jodidos
ojos y arruinándote la vista, entonces solo puedo
pensar en una razón. —Qi Rong respondió—. An
Le sí apuñaló a tu padre, pero no murió.
—¿Acaso... él le dio el golpe final?
Qi Rong aulló.
—¡Qué estás diciendo! Mi primo bueno es un
alma tan amable, ¿cómo podría dar el golpe
final? Cuando llegó, no habría atacado de
inmediato, tendría que hacer una pequeña
demostración de intentar salvar al pobre hombre
primero. Pero, ja, tu viejo probablemente se
suicidó.
—¿Qué quieres decir con que se suicidó?
—Lang Qian Qiu exigió.

878
—¿Qué es lo primero que hará alguien que se
salvó de estar al borde del asesinato? —Qi Rong
preguntó—. Después de ver a tantos muertos en
el Banquete Dorado, ¿cuál es tu primera
reacción?
Lang Qian Qiu todavía no lo había deducido por
completo.
—Encontrar al asesino.
—¡INCORRECTO! —Qi Rong gritó—. Después
de que mi buen primo salvara a tu padre y este
recuperara el aliento, seguramente habría dicho:
¡Rápido! ¡Guoshi principal! ¡Era el Príncipe An Le
quien lo había hecho! ¡Ve y mata al Príncipe An
Le! No, no, no, no solo eso, debió haber dicho
algo peor, como: ¡Guoshi principal! ¡Traiga Qian
Qiu! ¡Llama a todos! ¡Quiero que toda la
población de XianLe sea eliminada! ¡Quiero
enterrarlos a todos con los muertos!
Su tono imitador de desesperación y furia era
inquietante de escuchar y Lang Qian Qiu se
estaba volviendo cada vez más pálido.
Qi Rong continuó: —Incluso si no fue
asesinado en el lugar, tu vieja bruja tenía un nido
completo de parientes matones que fueron
asesinados antes que él. Tendría que abrir fuego
contra la gente de XianLe, tarde o temprano. Tu
buen maestro se dio cuenta de esto, pensó en
sus opciones y decidió que no, el viejo no podía
ser salvado, por lo que PLORK y el corazón del
anciano se enfría. Ese es el tipo de persona que
es mi buen primo, un santo que no puede tener
arena en sus ojos, siempre haciendo una mierda
que daña a los demás y se lastima a sí mismo;
879
quería complacer a ambas partes, pero no tuvo
éxito con ninguno, jejeje, jajaja Jajaja...

880
881
CAPÍTULO 53
Verdad o engaño; difícil de discernir (parte
tres)

X
ie Lian gritó: —Qi Rong, ¡cierra la boca!
Lang Qian Qiu volvió la cabeza con enojo.
—¿Por qué tiene que callarse? ¿Porque lo
que dijo es la verdad? En ese Banquete Dorado,
tú y An Le se rebelaron; uno mató a toda mi
familia y el otro terminó el golpe a mi padre.
¡¿Todos me están mintiendo?!
Xie Lian respondió apresuradamente.
—No escuches...
Qi Rong interrumpió, —¡POR SUPUESTO
QUE TODO ES UNA MENTIRA! Eres tan
estúpido, si no fueras tú, entonces, ¿a quién más
engañamos? ¡Si no fuera porque alguien arruinó
nuestros planes, XianLe ya habría tomado tu puta
vida a la edad de doce años, en lugar de darte el
lujo de crecer y ascender!
—¿Doce? —Repitió Lang Qian Qiu. Lo más
grande que sucedió cuando él tenía doce años
fue ese secuestro, salvado por Xie Lian. Él exigió:
—Ese año, ¿los ladrones que entraron al palacio
para secuestrarme fueron enviados por la gente
de XianLe?
882
—¡Duh! —Qi Rong chasqueó la lengua—.
¿Pensaste que algún asesino ordinario podía
simplemente secuestrar al príncipe heredero de
cientos de guardias reales? Por favor. Fui yo
quien ayudó a An Le en eso.
Lang Qian Qiu asintió.
—¿Ayudó? Bueno. Entiendo. Así que mis
amigos son todos falsos. La gente de XianLe
nunca se preocupó por nuestra amistad. El
Príncipe An Le nunca tuvo buenas intenciones y
en cambio vino por nuestras vidas.
Se volvió hacia Xie Lian.
—Entonces, todo lo que me dijiste también era
falso.
Qi Rong fingió parecer sorprendido.
—¡Ven, ven, ven, apúrate y déjame escuchar lo
que te dijo mi santo primo!
Lang Qian Qiu lo ignoró y continuó dirigiéndose
a Xie Lian: —Dijiste que YongAn y XianLe eran
una sola nación en sus raíces; los conflictos que
la realeza tenía entre sí no tenían nada que ver
con sus ciudadanos. Ambas partes solían ser una
familia y bajo el gobierno de nuestra generación,
podría haber cambios para mejorar. Mientras la
gente fuera feliz, no importaba cómo se llamara
la casa real, ambas partes podrían dejar de lado
su rencor y unirse a tiempo. Todo lo dijiste era
falso. ¡Todo un disparate, tonterías, mentiras!
Esto era lo que Xie Lian no quería escuchar
más. Él gritó de inmediato: —¡No! ¡No es falso!
Piensa: bajo tu régimen, ¿no hubo cambios
reales? —Lang Qian Qiu cerró la boca,

883
conteniendo el aliento. Xie Lian continuó—: ¿No
te fue muy bien? ¿No se integraron pacíficamente
los ciudadanos de XianLe con la gente de
YongAn? Había cada vez menos conflictos y
disturbios, así que, ¿cómo podría ser falso?
Hubo un momento de silencio y las lágrimas
rodaron por las mejillas de Lang Qian Qiu.
—Pero... pero ¿qué pasa con mis padres?
YongAn y XianLe uniéndose era su mayor deseo,
por eso le otorgaron el título principesco a An Le,
tu última línea de sangre real. Su deseo se hizo
realidad, pero ¿qué hay de su fin?
Qi Rong chasqueó la lengua: —¡Qué llorón,
llorón, como mi primo santo una vez! Viniste
llorando por tu viejo y vieja bruja; ¡Ni siquiera he
acosado a tus ancestros por MI viejo y mi vieja
bruja! ¿Joder, unir a YongAn y XianLe es su
deseo? Que lindas palabras An Le, An Le, se paz
primero, alegría después;53 ¿Crees que no puedo
ver que ustedes los perros YongAn quieren
caminar sobre las cabezas de XianLe por el resto
de nuestras vidas?.
Xie Lian gritó enojado.
—¡QI RONG, PARA CON TU LOCURA!
Lang Qian Qiu, por otro lado, fulminó con la
mirada a Qi Rong, las lágrimas aún caían de sus
ojos.

53
An Le: [安] significa 'seguro', 'paz', 'resolver'; [樂] significa felicidad, alegría:
Qi Rong estaba diseccionando las palabras por su cuenta y extrayendo sus
propios significados

884
—¿Eres el cerebro detrás de la masacre de mi
clan? ¿Y tú también eres de los que estaban
detrás del Banquete Dorado?
Qi Rong se rió.
—Sí, soy parte de eso. An Le era parte de eso
también. ¡Y tu maestro! Nosotros, tres personas
de XianLe fuimos parte. Jajajajaja...
De repente, a mitad de sus risas, la espada
larga de Lang Qian Qiu se balanceó bruscamente
hacia abajo y golpeó. Qi Rong gritó, ¡y su persona
fue cortada en dos!
Era una escena extremadamente sangrienta,
ambas mitades de sus cuerpos rodaban por el
suelo y su parte superior del cuerpo gritaba.
—¡NO DUELE! ¡NO DUELE! ¡NO DUELE NI
UN POCO! EN COMPARACIÓN CON EL PUÑO
DE MI PRIMO EL PRÍNCIPE DE LA CORONA,
¡ERES NADA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Lang Qian Qiu no dijo una palabra, lo agarró
por la cabeza y lo recogió. Qi Rong todavía
soltaba insultos, pero Xie Lian notó algo extraño
con la expresión de Lang Qian Qiu y dijo
apresuradamente: —¡Qi Rong, deja de hablar si
valoras tu vida!
Xie Lian siempre trataba a los demás con
amable respeto, sin embargo, Qi Rong era
alguien a quien no se podía enfrentar
normalmente; él lo sabía, por lo que cada vez que
se enfrenta a él, Xie Lian no quería ser educado
en absoluto, e inconscientemente se volvía
grosero.

885
Lang Qian Qiu arrastró la parte superior del
cuerpo de Qi Rong y llegó al caldero gigante y en
ebullición.
—¿Usas habitualmente este caldero para
cocinar humanos?
Habiendo sido arrastrado alrededor, el cadáver
ensangrentado de Qi Rong dibujó un grueso
rastro de sangre en el suelo.
—Sí, ¿y?
Sin otra palabra, Lang Qian Qiu lo soltó.
—AAAAAAHHHH JAJAJAJAJAJAJAJAJA-
Era difícil discernir si Qi Rong estaba gritando o
riendo y en el momento en que lo dejaron caer en
ese caldero, su carne se quemó
instantáneamente e hirvió. Xie Lian no había
esperado este desarrollo; sus pupilas se
encogieron y gritó.
—¡QIAN QIU!
Lang Qian Qiu respondió bruscamente.
—¿Qué? ¿Cuántas personas ha comido el
Goblin Verde Qi Rong? ¿No podemos enseñarle
lo que se siente estar cocinado? Él es el enemigo
que asesinó a mi clan, ¿no tengo permiso para
hacerle sufrir?
Por supuesto que podía. Entonces, Xie Lian no
podía decir nada y tampoco tenía derecho a decir
nada. Sin embargo, no importa como el príncipe
heredero de un reino mortal, o como el dios
marcial del este del cielo, Lang Qian Qiu nunca
había hecho algo como esto. Siempre había sido
sencillo en las peleas y nunca había usado

886
ninguna crueldad. Estas acciones estaban lejos
del Lang Qian Qiu que Xie Lian conocía.
Después de ser arrojado al agua hirviendo,
después de un rato, cuando Qi Rong fue
levantado, su cuerpo ya no retuvo la forma del ser
humano, y en cambio se parecía a un trozo de
piel y carne, huesos que sobresalían en algunas
áreas, lo que era aterrador. Sin embargo, parecía
bastante complacido y todavía se estaba riendo.
—¡Felicidades, primo! ¡Mira a tu buen discípulo!
¡Sus alas se han endurecido! ¡Es cruel y sabe
cómo torturar ahora!
Lang Qian Qiu soltó nuevamente su agarre y Qi
Rong fue sumergido nuevamente en el caldero
burbujeante. Esta vez, cuando lo dejaron caer,
parecía que incluso sus huesos estaban disueltos
por el líquido hirviendo. Qi Rong no volvió a flotar,
y solo surgieron restos de algunas telas verdes
en la superficie. Después de un tiempo, después
de no haber visto su sombra, Xie Lian no pudo
evitar gritar: —¡Qi Rong!
Su primo más joven, que alguna vez no podía
callarse sobre su primo el príncipe heredero, lo
había idolatrado y alabado por todo lo que hizo.
Sin embargo, después de la caída de XianLe, se
había convertido en un loco por completo. Dirigió
la quema de sus templos, la profanación de sus
palacios y encargó las estatuas del príncipe
heredero arrodillado en todas partes, fijándolas
como umbrales. Para hacer sufrir a Xie Lian, él
podía hacer cualquier cosa. Xie Lian hizo todo lo
posible por aguantar ese comportamiento y, si se
tratara de otros, haría todo lo posible por obstruir;
887
hasta que finalmente, cuando ya no podía
tolerarlo, solo podía mantenerse alejado y
practicar: fuera de la vista, fuera de la mente.
Después, habían perdido el contacto durante
muchos años, Xie Lian pensó que Qi Rong había
fallecido. Quién hubiera sabido que, después de
tanto tiempo, de repente se encontraría con una
figura del pasado y vería esa cara que se parecía
a la suya. Realmente no podía decir si había
algún sentimiento de nostalgia o remordimiento.
Después de todo, los únicos que quedaban de la
casa real de XianLe eran ellos dos. Pero ni
siquiera se habían visto por mucho tiempo antes
de que muriera frente a él, e incluso fue
asesinado por un Lang Qian Qiu que ni siquiera
podía usar varas de madera para castigar. Tanto
sucedió en tan poco tiempo, Xie Lian ni siquiera
había ordenado los pensamientos en su cabeza,
su corazón era un desastre.
Lang Qian Qiu estaba de pie junto al caldero
con la cabeza baja, sin hablar.
En ese momento, Hua Cheng dijo: —No murió.
—Lang Qian Qiu levantó la cabeza para mirarlo.
Hua Cheng continuó—: ¿No crees que esto es
realmente una venganza, no? Solo mataste a uno
de sus muchos clones. Si quieres exterminarlo
por completo, necesitas encontrar sus cenizas.
—Gracias por recordarme —dijo fríamente Lan
Qian Qiu—. Definitivamente lo capturaré con mis
propias manos y usaré sus cenizas para
presentar mis respetos a mi estimado padre y
madre. Cuando eso suceda, vendré y resolveré

888
las cosas contigo. Guoshi principal, ¡no te atrevas
a pensar en huir!
Cuando terminó sus palabras, agarró su
espada larga y golpeó, cortando el caldero y giró
bruscamente para alejarse. El agua hirviendo se
derramó del caldero, y el líquido se llenó con
hileras de huesos vertidos en el suelo. Xie Lian
quería perseguirlo, pero sabía que no sería útil.
Frenó en su paso y se detuvo, parado, incapaz
de hablar. Hua Cheng se le acercó.
—Acaba de descubrir la verdad, por lo que es
mejor dejarlo solo y calmarse.
Xie Lian se quedó estupefacto.
—¿Por qué debe saber la verdad? ¿Era la
verdad tan importante?
—Muy importante. —Hua Cheng respondió—.
Necesitaba saber qué hizo usted y qué no y por
qué tuvo que hacer lo que hizo.
Xie Lian se dio vuelta en un ataque y dijo
fríamente: —¿De qué sirve saber todo tan
claramente? ¿Sería menos culpable si matara a
menos personas? ¿Serían las cosas menos
difíciles?
Hua Cheng no respondió. Una ráfaga de ira
surgió del pecho de Xie Lian, y ni siquiera sabía
con quién estaba enojado. Dejó escapar: —¿Y
qué maldita dificultad he experimentado? Su
majestad el rey padre siempre había querido
integrar los dos clanes, ¿no lo maté? El príncipe
An Le fue el último en la línea de sangre de mi
familia, ¿no lo maté? No importa que sea todo
culpa mía, entonces, si toda la culpa es mía, ¿qué

889
hay de malo en eso? ¿A qué hay que temer? ¡Lo
que sea que venga hacia mí, no puedo morir de
todos modos! Hice esto. Traigo la desgracia. Y
ahora lo he traído al Príncipe An Le, a Qi Rong y
a todos en XianLe. ¿No es mejor odiar a uno en
lugar de a todo? ¿Debe pensar que todo lo que le
enseñé era falso y nada más que una mierda
vacía?
Hua Cheng lo observó en silencio y no discutió.
Los dos se miraron el uno al otro y de repente Xie
Lian se cubrió la cara con las manos.
—Lo siento. Lo siento, San Lang. Me he vuelto
loco. Lo siento.
—No es nada. Es mi culpa —dijo Hua Cheng.
—No, no tienes la culpa. Este es mi problema.
—Xie Lian se dejó caer al suelo y se sentó,
sosteniendo su cabeza—. Qué desastre. Qué
desastre tan desastroso.
Después de un momento, Hua Cheng se sentó
a su lado.
—No te equivocaste.
Xie Lian sostuvo su cabeza y no dijo nada.
Hua Cheng continuó: —El rey de YongAn fue
asesinado para proteger a las personas restantes
de XianLe. El príncipe An Le fue asesinado para
evitar que los dos clanes lucharan. Al final, para
morir en manos de Lang Qian Qiu, el asesino se
enfrentó a la justicia. Tres vidas intercambiadas
por siglos de paz, vale la pena. Si fuera yo, habría
hecho lo mismo. Escúchame. —Su voz era firme,
sin lugar a dudas—. No te equivocaste. Nadie
podría haberlo hecho mejor que tú.

890
Xie Lian estaba callado. Después de un tiempo,
finalmente dijo: —Simplemente no creo que sea
correcto. —Lentamente levantó la cara—.
Simplemente no creo que sea correcto que
alguien haya sido amable pero que haya tenido
un mal final.
»Incluso si es falso, quería que Qian Qiu
recordara que su benevolencia hacia XianLe
sería recíproca. Hacer lo correcto abrirá caminos
interminables. No como ahora, que piensa que
todo lo que le dije, todo lo que creía, eran falso,
mentiras, engaños. ¡Que todo era una mierda! Yo
solo… —Levantó su mano derecha y dijo
mientras la miraba dijo: —No quiero ver a nadie
pasar por lo que he pasado.
Hua Cheng escuchó en silencio. Xie Lian se
sintió cohibido por las palabras vulgares que usó
y se disculpó de nuevo: —Lo siento. Pero mira lo
increíblemente tontas que son las cosas en este
mundo. Las primeras generaciones del gobierno
de YongAn se llenaron de violencia y crueldad,
pero ninguna murió en la tragedia. Cuando se
trató de los padres de Lang Qian Qiu, todo lo que
querían era hacer algo bueno, hacer algo
grandioso, pero terminaron de esa forma.
El rey de YongAn lo honró como el Guoshi
Principal y lo trató con el mayor respeto. Incluso
al final de su vida, falleció sin ninguna señal de
que la confianza se dispersara. Los ojos de Xie
Lian miraron al frente, pero estaban
desenfocados y susurró: —Realmente no puedo
olvidar... la mirada en su rostro cuando mi espada
lo penetró.

891
Hua Cheng dijo suavemente: —Olvídese de
eso. Eso fue culpa de Qi Rong y del Príncipe An
Le.
Xie Lian negó con la cabeza y la enterró entre
sus rodillas, con la voz exhausta.
—Y todo iba tan bien.
Cuando el padre de Lang Qian Qiu ascendió
por primera vez al trono, su primera regla fue
romper la cultura de oprimir a la gente de XianLe.
La gente de XianLe y la gente de YongAn
finalmente experimentaron paz entre sí por
primera vez; finalmente hubo vientos de cambio,
finalmente un signo de integración, finalmente la
esperanza de dejar atrás el conflicto y el Príncipe
An Le tuvo que elegir ese momento para inundar
el Banquete Dorado con sangre.
Esa noche, cuando escapó y encontró al
Príncipe An Le, originalmente iba a advertirle que
nunca volviera a provocar problemas. Sin
embargo, después de que el último descendiente
de su casa real descubriera su verdadera
identidad, lo agarró con entusiasmo y le pidió que
se uniera a su gran plan de venganza y
recuperación de su reino. Sus ojos estaban rojos
de pasión, su voz alta de emoción; primero juró
derramar sangre en el Banquete Dorado, luego
aniquilar a Lang Qian Qiu y causar estragos en
YongAn. Lo harían incluso a costa de destruir la
creciente amistad entre los dos pueblos; a costa
de todas las vidas que quedaban de XianLe; a
costa de arrastrar todo YongAn, la realeza y la
población común, a las profundidades del
infierno.
892
Pero al final, lo que fue asesinado fue
asesinado, lo que estaba muerto estaba muerto.
No importaba la razón, no importaba lo
convincente que fuera la razón, la verdad era que
mató con sus propias manos a un rey honorable
que realmente quería erradicar la discriminación
y al último descendiente de sangre de su familia
en este mundo.
Por lo tanto, se merecía toda la culpa.

893
CAPÍTULO 54
En la guarida del caníbal; el Rey Fantasma se
enfrenta a los Oficiales Celestiales (parte uno)

X
ie Lian giró la cabeza para mirar esa
estatua de rodillas que parecía abatida y dijo:
—Qi Rong tenía razón en una cosa. Soy un
gran fracaso.
—No creas en las palabras de una basura inútil
como él —dijo Hua Cheng con suavidad—.
Aparte de ser bueno en no morir y huir, no tiene
nada más a su favor. Ni siquiera puede subir de
nivel a un supremo después de ochocientos
años. Incluso golpearlo solo ensuciaría las
manos.
Los labios de Xie Lian se alzaron hacia arriba,
pensando ¿no era él también lo mismo? Solo era
bueno para no morir y escapar, incluso después
de ochocientos años, él no había llegado más
lejos que esto, no estaba en ninguna parte.
Al principio, cuando vio a Lang Qian Qiu como
el dios marcial del este, clasificándose como un
alto Oficial Celestial, pero manteniendo su
antiguo carácter, todavía sencillo, aún dormido en
reuniones aburridas, se sintió bastante
reconfortado. Sin embargo, de ahora en adelante,
¿quién sabe cómo cambiaría? Fue en busca de
894
Qi Rong; Una vez hecho esto, ¿cómo terminaría
las cosas con Xie Lian?
Xie Lian se levantó y caminó lentamente hacia
la estatua. Se paró frente de esta; esa cara era
exactamente igual a la suya, solo que estaba
tallada en una expresión triste, con la cara
cubierta de lágrimas, arrugada y fea. Después de
mirarla por un momento, Xie Lian suspiró y puso
su mano en su cabeza, y dio un poderoso golpe.
Cuando quitó la mano, dos grietas largas
subieron a las mejillas de la estatua y poco
después, la cara llorosa se rompió. La estatua se
derrumbó y se deshizo en pequeñas rocas,
cayendo al suelo, para nunca ser restaurada.
Cuando Xie Lian se dio la vuelta otra vez, su
habitual expresión suave y pacífica volvió a su
rostro. Se frotó la frente y dijo: —La guarida de Qi
Rong probablemente todavía tiene muchos
humanos ocultos, déjame encontrarlos y dejarlos
ir.
Hua Cheng se levantó también.
—Vamos.

Durante el alboroto anterior, todos los


pequeños fantasmas linternas verdes en la
guarida de Qi Rong se habían escapado y los que
no lo hacían estaban escondidos en las sombras,
temerosos de salir. Los dos buscaron por todas
partes, atraparon a un par de pequeños

895
fantasmas desafortunados en el camino y los
obligaron a liderar, encontraron muchas cuevas
utilizadas para almacenar alimentos frescos. En
términos aproximados, el número de personas
que Qi Rong capturó para el consumo era en
realidad no menos de trescientas; eran aldeanos
o viajeros cercanos.
Los dos desbloquearon las celdas de la cárcel
mientras vagaban, dejando ir a todos los
detenidos. Con las tareas a la mano, Xie Lian
pudo cambiar el enfoque y calmarse. Ahora que
estaban libres, también tuvo tiempo de conversar
con Hua Cheng, por lo que reflexionó sobre sus
palabras, pero de todos modos preguntó: —Por
cierto, San Lang, quería preguntarte algo.
—¿Qué es? —Preguntó Hua Cheng.
—¿Cómo supiste que Qi Rong era el cerebro
detrás del complot del Banquete Dorado?
—Preguntó Xie Lian.
Incluso si al principio no sabía por qué Hua
Cheng lo llevó a él y a Lang Qian Qiu a la guarida
del Goblin Verde, ahora sí lo sabía. El objetivo de
Hua Cheng era que Lang Qian Qiu escuchara por
sí mismo la confesión de Qi Rong de todo el plan
del Banquete Dorado.
—Qi Rong no sabía que yo era Fang Xin —dijo
Xie Lian—. Si lo hubiera sabido, me habría
acosado desde el principio. En ese momento,
aunque sabía que los antiguos reyes de XianLe
estaban tramando algo malintencionado,
tampoco sabía que Qi Rong estaba detrás de
todo eso. Entonces, ¿cómo te enteraste?
¿Cuánto hace que sabes esto?
896
—No demasiado —Hua Cheng agitó la mano y
caminó a su lado—. Me he encontrado con Qi
Rong varias veces y he aprendido el tipo de
persona que es. Qi Rong era de XianLe cuando
estaba vivo y miró a YongAn con profundo odio.
Era bueno en el arte de la provocación, avivar
incendios y fabricar situaciones. Muchos de los
principales complots de asesinato de los nobles
de YongAn estaban encabezados por él, pero se
escondió muy bien.
Xie Lian negó con la cabeza.
—Así que él ya tenía una historia. Lo bueno es
que es bueno para esconderse, de lo contrario, si
los cielos descubrieran que tenía él que ver en
todos esos conflictos mortales, no le mostrarían
ninguna misericordia.
—Derramar la sangre en el Banquete Dorado
era su estilo —dijo Hua Cheng—. Así que
siempre creí que el autor intelectual era él y el
Guoshi Principal, Fang Xin, era su lacayo. Pero,
en la Corte Superior, Lang Qian Qiu lo identificó
como el Guoshi Principal Fang Xin, entonces no
había forma de que Fang Xin y Qi Rong
estuvieran en el mismo barco.
Los pasos de Xie Lian se desaceleraron.
Parecía que a pesar de que Hua Cheng no estaba
presente en los cielos, todavía estaba muy
informado de lo que sucedía en el Gran Salón
Marcial. Y no solo eso, también estaba muy bien
informado de su relación personal con Qi Rong.
Hua Cheng continuó: —Sin embargo, todavía
me incliné hacia Qi Rong como el cerebro, o al
menos el que comenzó todo. Los habitantes
897
remanentes comunes de XianLe, después de que
el padre de Lang Qian Qiu hubiera ascendido al
trono, habían recibido muchas mejoras en sus
vidas y ya no pensaban en vengarse de su reino
caído. Los únicos que no lo dejarían ir serían la
casa real de XianLe. En ese momento, el único
descendiente restante era el Príncipe An Le. Si Qi
Rong quería pedirle a alguien que empezara
algo, debe ser él. Muy convenientemente, esta
persona murió al azar de una enfermedad
desconocida justo después del Banquete Dorado,
¿no era eso obviamente claro? —Xie Lian asintió
y Hua Cheng concluyó—. Así que lo más
probable es que lo mataran y la razón de su
muerte tuvo algo que ver con el Banquete
Dorado. Mi primera deducción fue que fue obra
de la nobleza de YongAn, pero a la gente restante
de XianLe no le pasó nada, por lo que no
pudieron haber sido ellos. Lo pensé y llegué a mi
conclusión actual.
Xie Lian sonrió y se sorprendió: —Con tan
pocas pistas y aun así puedes deducir con tanta
precisión.
—No es difícil —dijo Hua Cheng—, solo hay
que conocer muy bien a las principales personas
involucradas.
—Eso es cierto, pero en tu deducción, hubo un
preámbulo significativo que no entiendo.
—¿Y eso es? —Preguntó Hua Cheng.
—¿Por qué crees tan firmemente que el que
hizo el primer movimiento debió ser Qi Rong?
—No era que yo creyera que él lo hizo. Solo
creí que usted no lo hizo.
898
Al oír esto, Xie Lian dejó de sonreír.
Se quedó callado por un momento antes de
preguntar: —¿Por qué crees eso?
—Si hubiera admitido que derramó la sangre
en el Banquete Dorado usando cualquier otra
razón, entonces hubiera creído que era usted
—respondió Hua Cheng—. Pero el rey YongAn
fue sincero en su gobierno, amado por la gente y
sin embargo, Lang Qian Qiu dijo que la razón que
usted le dijo fue: no podía soportar verlos en esa
posición.
—Esa era la declaración modelo de alguien
que derribó la corona. Pero si esas palabras
vinieran de usted, entonces sería un mal intento
de empañar su propio nombre.
Al escuchar esto, Xie Lian soltó una carcajada.
—¿Manchar mi propio nombre? ¿No pensaste
que podría haber albergado esos pensamientos
en el fondo? Tal vez tengo algunos
resentimientos escondidos.
—Los pensamientos son pensamientos, usted
no habría actuado sobre ellos —dijo Hua Cheng.
—Tú... —Xie Lian cerró los ojos y sacudió la
cabeza, como si no estuviera decidido a
comentar.
Hua Cheng instó.
—¿Qué? Dígame. No importa.
Xie Lian masticó sus palabras, pero finalmente
dijo: —Creo que es mejor que las personas no
tengan demasiadas esperanzas en el otro.
—¿Oh? —Hua Cheng tarareaba—. ¿Y qué
quiere decir con eso?

899
—No creas que alguien es demasiado perfecto.
—Xie Lian respondió—. Si solo se trata de
observar una sombra desde lejos y nunca tener
que interactuar, entonces no importa. Pero una
vez que la conoces y te acercas, un día acabarás
encontrando que esta persona no era lo que
habías imaginado, tal vez incluso todo lo
contrario. Cuando eso suceda, estarás muy
decepcionado.
Hua Cheng no estuvo de acuerdo.
—Nunca se sabe. No me importa si alguien
más está decepcionado. Para algunos, la
existencia de cierta persona en este mundo es en
sí misma, la esperanza.
A pesar de que no especificó quiénes eran;
algunos y quiénes eran; cierta persona, su tono
sencillo y casual como si fuera un comentario
improvisado, el corazón de Xie Lian se elevó y
hasta se sintió ligero.
Hizo una pausa en su paso y no pudo hablar.
Fue algunos momentos después cuando de
repente pudo decir: —San Lang, ¿quién eres
realmente? —Hua Cheng también se detuvo y
volvió la cabeza para mirarlo. Xie Lian lo miró
directamente a los ojos y le preguntó,
pensativo—. Sabías quién era Qi Rong y sabías
qué tipo de persona era. Sabías quién soy y
sabías cómo pintar al Príncipe Heredero que
agradó a Dios. Parece que sabes todo sobre mí.
Tú sabes mucho. Tal vez incluso más.
Hua Cheng levantó los ojos.
—¿No siempre sé mucho?
Xie Lian negó con la cabeza.
900
—No es lo mismo.
Su mano izquierda sostuvo su codo derecho,
mientras que su mano derecha apoyó su barbilla,
miró a Hua Cheng con asombro.
—Siempre he tenido la sensación de que eres
alguien de mi pasado y debes haberme conocido
desde muy temprano. Tal vez fue durante mi
primera ascensión, no, tal vez incluso antes. Sin
embargo... Realmente no lo recuerdo. ¿Cuándo
he conocido a un personaje como tú?
Alguien como Hua Cheng sería inolvidable
después de la primera reunión. Xie Lian nunca se
golpeó su cabeza y no había perdido sus
recuerdos, así que si se habían encontrado, no
había razón para no recordar.
Xie Lian lo miró fijamente, algo desconcertado.
—¿Quién eres exactamente? ¿Te he conocido
antes?
Hua Cheng no respondió, pero sus labios se
levantaron suavemente. Xie Lian entendió de
inmediato y se dio cuenta de que sus preguntas
eran extremadamente inapropiadas.
El nombre real de un fantasma era
generalmente un secreto, a menos que fuera
alguien anormalmente imposible como Qi Rong,
no había razón para decírselo a nadie.
Xie Lian dijo apresuradamente: —Lo siento, no
me hagas caso. Solo preguntaba. No tienes que
responderme Quienquiera que seas no importa.
En ese momento, los ojos de Hua Cheng se
entrecerraron. Xie Lian se dio cuenta de que
debía haber notado algo y volvió la cabeza hacia

901
atrás. Detrás de ellos, no muy lejos dentro de una
cueva, llegaban ruidosas charlas y una voz clara
y fuerte de una mujer dijo: —Te lo dije, mis
poderes son más fuertes en la forma femenina,
¡incluso mi suerte es mejor! Sin embargo, todavía
no me dejaste. ¿Lo ves ahora? ¡Lo rodamos bien
esta vez!
Era la voz de Shi Qing Xuan.
Xie Lian soltó: —¡Señor del Viento!
Como había adivinado, una cultivadora de
dama vestida de blanco salió corriendo de una
cueva, y sus ojos se iluminaron cuando vio a Xie
Lian.
—¡Lo encontré! ¡Dianxia está aquí!
Sin embargo, luego vio al Hua Cheng de pie
detrás de Xie Lian, y su rostro cayó
inmediatamente. Ella saltó hacia atrás y le mostró
su abanico de Señor del Viento. Antes de que Xie
Lian tuviera la oportunidad de decir algo, otra voz
de un hombre hizo eco desde el interior de la
cueva.
—¿Lo encontraste? ¿Cómo están las cosas?
La voz se acercaba y pronto apareció la sombra
de otra persona, y era Feng Xin. Tenía en la mano
izquierda un arco largo y negro, y en el momento
en que vio a Hua Cheng, retiró la cuerda de plata,
en alerta máxima. Hua Cheng se rió entre dientes
y no hizo ningún comentario.
Xie Lian dijo apresuradamente: —Guarda tus
armas, podemos hablar.
Los cuatro se encontraron en el camino
estrecho de la guarida del Goblin Verde, dos

902
contra dos. Feng Xin hizo que la cuerda del arco
se tensara por completo, una cadena de luz
espiritual se formó en forma de una flecha dentro
de su mano derecha, y la apuntó a Hua Cheng.
Él habló primero, con su voz llena de
advertencia.
—Dianxia, ven aquí.
El arco de Feng Xin fue dado por Jun Wu,
llamado Arco FengShen54, y era un dispositivo
espiritual bastante problemático. Xie Lian tenía
miedo de que disparara de verdad y se apresuró
a pararse frente a Hua Cheng, protegiéndolo.
Pero, inesperadamente, Hua Cheng lo agarró por
detrás y lo tiró hacia atrás.
Ese tirón sobresaltó a los otros dos. Shi Qing
Xuan inmediatamente levantó su mano.
—¡Hua Cheng! ¡Xueyu Tanhua! ¡N-n-n-n-no no
hagas nada precipitado! ¡El incendio de tu
Mansión Paraíso fue un accidente! ¡Si estás
disgustado, podemos hablar! Los cielos pueden
pagarte. Su majestad no es pobre. Deja ir a
Dianxia y hablemos.

54
Significa Dios del Viento.

903
904
CAPÍTULO 55
En la guarida del caníbal; el Rey Fantasma se
enfrenta a los Oficiales Celestiales (parte dos)

X
ie Lian no sabía si reír o llorar, pero
todavía estaba inmensamente agradecido.
—Señor del Viento, está equivocado. En
realidad…
Quería explicarle que Hua Cheng no vino a
buscar recompensas debido a la Mansión
Paraíso, pero Shi Qing Xuan le estaba lanzando
miradas maliciosas, como si le dijera que no diga
ni una palabra.
Hua Cheng tampoco discutió y levantó la voz.
—Ni siquiera he pensado en todo el incidente
con Jun Wu poniendo un espía bajo mis ojos, así
que no hay nada de qué hablar.
Xie Lian finalmente entendió. Shi Qing Xuan ya
podía ver que Hua Cheng no tenía malas
intenciones y todo esto no era más que un acto
por el que Hua Cheng lo secuestraba como su
compensación en busca de venganza, por lo que
los cielos no hablarían y dirían que era Xie Lian
quien se había escapado. Hua Cheng también
entendió la intención de Shi Qing Xuan y cooperó.
Sin embargo, Xie Lian no quería seguir esta ruta.

905
—Está bien, dejen de actuar. Él solo vino a los
cielos para salvarme. San Lang tenía buenas
intenciones, ¿por qué ocultarlo?
—¿Ya no actuemos? —Shi Qing Xuan
respondió—. Ya envié esos dos intercambios a la
matriz de comunicación. No entiendes. No
importa qué tan buena sea la intención, después
de que hayan sido transmitidas, las palabras
siempre terminarán siendo negativas. Así que
podrían ser negativas desde el principio.
—Usted entiende a la gente —comentó Hua
Cheng.
—¡Por supuesto! De lo contrario, ¿cómo podría
yo, el Señor del Viento, ser tan popular en los
cielos? —Shi Qing Xuan se atrevió a decir—.
General Nan Yang, baje su arco.
Sin embargo, Feng Xin todavía tenía el arco
tensado casi al máximo, conteniendo la
respiración y sin decir una palabra.
Shi Qing Xuan lo abofeteó: —Guárdelo, ¿no
puede ver que son cercanos? Nada malo va a
pasar.
Feng Xin dijo en voz baja: —Dianxia, el que
está a su lado es un supremo…
Al ver que su tensión no cedería y el arco no se
relajó, Shi Qing Xuan de repente se estrelló
contra su brazo.
Al instante, el rostro de Feng Xin palideció, peor
que si hubiera visto un fantasma por un millón de
veces y gritó, la cadena del arco espiritual se
disipó impotentemente como las nubes. Abrió la

906
boca y una larga cadena de fuertes maldiciones
salió, angustiado hasta la médula.
—¡¡QUÉ MIERDA!! ¡¡¡QUÉ MIERDA ESTÁS
HACIENDO!!!
Resultaba que Shi Qing Xuan había usado sus
senos para embestir su brazo, el que sostenía la
flecha. Ese golpe había aterrorizado a Feng Xin.
Shi Qing Xuan hizo girar su escobillón hacia
atrás, elegantemente despreocupado, como si no
hubiera hecho nada inapropiado.
—Ni siquiera he preguntado qué está haciendo
USTED. Acabo de decir que Xueyu Tanhua fue a
salvar a Dianxia y todavía lo apunta con su flecha.
Si quieres pelear tanto con él, no le ayudaré.
Feng Xin ya había retrocedido un millón de
millas, pareciendo que nunca se acercaría a ella
nunca más y gritó consternado: —¡NO TE
ATREVAS A HACERLO DE NUEVO!
¡¡¡NUNCA!!! ¡¿ME ESCUCHAS?!
Al verlo evadirla como serpientes, Shi Qing
Xuan, que estaba tan segura de su belleza
etérea, en realidad se sentía bastante deprimida.
—Bien, bien, bien. No lo volveré a hacer. No es
como que sufrió una pérdida, ¿qué hay de esa
reacción? —Como si sintiera que había perdido
la cara, Shi Qing Xuan volvió a ser un hombre y
se dio la vuelta—. ¿Eh? ¿Dónde está Qian Qiu?
Al escuchar sus palabras, Feng Xin finalmente
se calmó un poco y miró a su alrededor también.
Xie Lian suspiró y dijo: —¿No está en la matriz de
comunicación?

907
—No —Shi Qing Xuan respondió—. Después
de que tiró los dados y se fue, no hemos
escuchado ni una sola vez. Le pregunté muchas
veces cuál era la tirada correcta, pero él nunca
respondió. Antes, cuando hablaba con Qian Qiu,
siempre respondía muy rápido y no solo a mí,
sino a todos los demás funcionarios,
independientemente de la clasificación. Tan raro.
Xie Lian dejó escapar un suspiro.
—TaiHua Dianxia salió para perseguir a Qi
Rong.
Los otros dos fueron tomados por sorpresa.
—¿Qi Rong?
—Sí. —Xie Lian respondió—. Este lugar aquí
es la guarida de Qi Rong. Suspiro, en cualquier
caso...
Feng Xin interrumpió: —Espera. ¿Por qué
TaiHua Dianxia fue a perseguir a Qi Rong? ¿No
vino él a perseguirte?
—No hay razón —respondió Hua Cheng por
detrás—. Está persiguiendo al verdadero cerebro
detrás del derramamiento de sangre del
Banquete Dorado, lo único que hizo Taizi Dianxia
fue limpiar el trasero de ese asesino. Lang Qian
Qiu descubrió la verdad y fue a perseguir al
verdadero culpable. Eso es todo.
Feng Xin se sorprendió.
—¿El verdadero culpable? ¡¿Es esta la
verdad?!
Xie Lian sintió que realmente no era el
momento ni el lugar para explicar todos los

908
detalles complejos y negó con la cabeza: —No es
tan simple. Te explicaré más cuando volvamos.
Shi Qing Xuan, aunque ignorante de la historia
interna, estaba feliz: —¡Sabía que había un
malentendido en todo esto! ¡Tengo tales
premoniciones divinas! Ahora, incluso si
regresas, ya no estarías detenido.
—¡Bien! —Dijo también Feng Xin, luciendo
como si estuviera muy aliviado. Guardó su arco y
la tensión que tenía también disminuyó
significativamente.
Hua Cheng por otro lado, solo resopló
fríamente.
—¿Lo sabías? —Xie Lian le dijo a Feng Xin—.
¿Qué ese Qi Rong era ese Qi Rong?
Feng Xin preguntó: —¿Cuál Qi Rong? ¿Quién?
—Entonces se sobresaltó—. ¿El que conocimos?
—¿Entonces, tampoco te diste cuenta de que
era él? —Dijo Xie Lian.
La cara de Feng Xin se oscureció.
—No. Nunca me he encontrado con el Goblin
Verde y siempre asumí que el nombre era solo
una coincidencia. ¿Qué clase de idiota andaría
con su nombre real? ¡Eso es una locura!
Pero en el momento en que las palabras
salieron de su boca, instantáneamente recordó
que Qi Rong estaba realmente loco y sus ojos se
encontraron con los de Xie Lian, ambos
guardando silencio en el entendimiento mutuo.
Mucho antes de que los dos ascendieran, Feng
Xin había despreciado a Qi Rong. Qi Rong era el
hijo de la hermana pequeña de la madre de Xie

909
Lian, la última reina de XianLe. Creció en el
palacio real, pasó sus días aferrándose a Xie Lian
y como guardia personal de Xie Lian, Feng Xin,
por supuesto, veía a Qi Rong con frecuencia. Era
joven, inmaduro, torpe, enérgico, extremo, y lo
peor era que, como reyes, nadie se atrevía a
educarlo o disciplinarlo. Era fácil imaginar cuán
inútil era él.
Solía colgar siempre en sus labios las palabras:
¡Mi primo, el príncipe heredero, es perfecto! Mi
primo algo, mi primo esto. Si alguien fuera
remotamente irrespetuoso a Xie Lian, o le hubiera
causado problemas, no importaría quién fuera, Qi
Rong seguramente embolsaría a esa persona
con un saco de heno y la golpearía a muerte.
Nunca tuvo en cuenta algún cuidado por los
ancianos, los discapacitados o los jóvenes.
Incluso una vez, Xie Lian salvó a un niño menor
de diez años bajo las manos de Qi Rong. El pobre
niño fue golpeado hasta ser una sangrienta
pulpa; miserable hasta el hueso. Sin embargo,
Xie Lian era consciente del linaje de Qi Rong,
además de que estaba genuinamente de su lado,
por lo que nunca lo había disciplinado
físicamente. Pero si solo se tratara de llamadas
de atención por palabras, Qi Rong no cambiaría,
no importaba cuántas veces se le regañaba,
causaría muchos dolores de cabeza.
Feng Xin era una persona mucho más directa,
no tan paciente como Xie Lian, y constantemente
disputaba con Qi Rong, desobedeciendo sus
órdenes. Y así, Qi Rong también lo despreciaba,
y siempre encontraba nuevas formas de meterlo

910
en problemas, lo obligaba a hacer recados
irrazonables. Además, después de que Xie Lian
hubiera ascendido, Qi Rong se volvió aún más
absurdo, por ejemplo, si alguien escupiera ante el
Palacio del Príncipe Heredero, intentaría forzar
quemar carbón en la garganta de esta persona.
Para evitar que vaya demasiado lejos, Feng Xin
tuvo que descender con frecuencia para limpiar
lo que hacía. ¡Realmente molestoso!
Siempre le decía a Xie Lian: —Qi Rong está
loco, ¡e incitará al caos algún día!
—Si realmente fue él, entonces no es de
extrañar que lo haya hecho —dijo Feng Xin.
Shi Qing Xuan tenía curiosidad.
—¿Qué, todos conocen al Goblin Verde?
Xie Lian asintió.
—Él es mi primo menor.
Shi Qing Xuan se sorprendió y se cruzó de
brazos.
—Bueno, ¿no es él alguien singular?
—Él es algo más que singular —dijo Xie Lian.
—No estoy hablando de él —dijo Shi Qing
Xuan—. ¡Estoy hablando de usted! Dianxia,
mírese; los dioses marciales del sudeste y el
sudoeste son sus viejos amigos, el dios marcial
del este es su discípulo, ese Goblin Verde es su
primo menor, Xueyu Tanhua es su hermano
jurado y yo, el Señor del Viento, soy su amigo.
¿No es eso algo singular?
Xie Lian sonrió, pensando que el Señor del
Viento ciertamente tenía un carácter alegre
acorde con su título; en el momento en que sopló

911
el viento, todas las nubes sombrías se
dispersaron. Sin embargo, cuando Hua Cheng y
Feng Xin escucharon que: Xueyu Tanhua era su
hermano jurado, ambos mostraron una expresión
de desacuerdo. Hua Cheng arqueó las cejas y
Feng Xin juntó las suyas.
Después de un momento, Feng Xin se dirigió a
Xie Lian: —Si no hay nada más, es mejor que
regreses al Reino Celestial. Muchos de los
Oficiales Celestiales todavía no tienen idea de lo
que sucedió en ese alboroto y todavía están
esperando arriba. Jun Wu ya debería estar
informado. Tienes que informar y darles una
explicación adecuada.
Al escuchar sus palabras, Hua Cheng rió a
carcajadas.
—¿De qué te ríes? —Feng Xin exigió.
—Y aquí me preguntaba qué tan sencillo sería,
pero resulta que también les gusta hablar de
manera indirecta. —Hua Cheng dijo—.
Simplemente no quieres que Dianxia se asocie
con los demonios y fantasmas, ¿por qué no
decirlo abiertamente? ¿Crees que no es tu lugar
para decirlo?
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.
—San Lang...
—Siempre y cuando sepas que no debería
asociarse con demonios y fantasmas —dijo Feng
Xin con frialdad.
Hua Cheng no hizo ninguna indicación de estar
de acuerdo o en desacuerdo con ese sentimiento,
y Xie Lian lo interceptó, respondiendo a Feng Xin

912
en voz baja: —Informaré y daré una explicación
adecuada, pero en este momento hay cosas más
importantes a la mano. Qi Rong había escondido
en su guarida a más de trescientos humanos para
alimentarse. Gracias a la ayuda de San Lang,
todos fueron salvados. Actualmente hay una
serie de pequeños fantasmas que deben ser
atendidos. Regresaré a los cielos tan pronto
como se haga eso.
—No será bueno que tome demasiado tiempo.
Déjame lidiar con esto —dijo Feng Xin.
Hua Cheng asintió: —Por la eficiencia de los
cielos, probablemente pueda usted terminar esto
el próximo mes.
—Dices eso como si pudieras manejar esto en
un segundo —dijo Feng Xin.
Los dos se miraron el uno al otro.
Shi Qing Xuan le preguntó a Xie Lian con sus
ojos: —¿Ocurrió algo entre los dos? —Pero Xie
Lian solo negó con la cabeza.
Estaba a punto de cambiar de tema cuando
Hua Cheng sacó un paraguas de quién sabe
dónde. El paraguas era rojo carmesí como las
hojas de arce, vivo como el fuego. Hua Cheng lo
levantó con una mano y se cubrió a sí mismo y a
Xie Lian, reflejando un rubor en sus rostros. Este
debió ser el mismo paraguas que usó Hua Cheng
para protegerlos a través del bosque de
cadáveres colgantes en el Monte Yu Jun.
Sin embargo, en este momento no llovía, por lo
que Xie Lian tenía curiosidad.
—San Lang, ¿por qué abriste un paraguas?

913
Hua Cheng lo miró y movió el paraguas más
hacia el lado de Xie Lian, sonriendo.
—Solo espera. El cielo está a punto de
cambiar.
Justo cuando terminó su oración, ¡de repente
algo brotó del cielo!
La lluvia caía, salpicando y mojando. Llegó tan
repentinamente, Xie Lian se sorprendió. Sin
embargo, estaba adecuadamente cubierto por el
paraguas de Hua Cheng y ni una sola gota lo
golpeó. Feng Xin, quien estaba parado al otro
lado, sin embargo, no se había preparado en
absoluto. Estaba empapado de pies a cabeza por
esta lluvia.
Y lo peor fue que esta lluvia era del color de la
sangre. Por lo que parecía, Feng Xin ahora
estaba cubierto de sangre y goteando; solo sus
grandes ojos saltones eran blancos, el resto rojo.
Shi Qing Xuan estaba convenientemente de pie
en el interior de otra cueva para que no se viera
afectado, pero también estaba sorprendido,
incluso olvidando agitar su escobillón.
Esa lluvia torrencial vino repentinamente, se
fue repentinamente y pronto todo quedó en
silencio una vez más. Le tomó un tiempo a Feng
Xin recuperarse. Se limpió la cara, pero aún
estaba manchada de rojo, su intento fue inútil.
—Qu... —Xie Lian estaba boquiabierto.
Hua Cheng cerró el paraguas y se echó a reír.
—¿Qué tal eso para un espectáculo?
En seis breves palabras, ya había tomado una
serie de pasos pausados, bastante lejos. Xie Lian

914
rebuscaba en sus mangas en busca de trapos,
pero en su lugar, Shi Qing Xuan arrancó algunas
hebras blancas de su escobillón y las entregó al
profundamente silenciado Feng Xin. En el
momento en que Hua Cheng se fue, Xie Lian
inmediatamente sintió el vacío detrás de él y se
dio la vuelta, corriendo unos pasos detrás de Hua
Cheng.
—San Lang, ¿volverás a la Ciudad Fantasma?
Hua Cheng volvió la cabeza.
—¿No va a volver al Reino Celestial? —Luego
dijo en tono de broma—. Pero si quieres
seguirme a la Ciudad Fantasma, eres bienvenido.
Xie Lian se rió entre dientes.
—La próxima vez. —Dijo sinceramente—. La
próxima vez, si hay una oportunidad,
definitivamente visitaré la Ciudad Fantasma de
nuevo. Te ayudaré a colocar ladrillos cuando
reconstruyas la Mansión Paraíso.
—No hay necesidad de poner ladrillos. Usted
puede simplemente sentarse y mirar.
—Respondió Hua Cheng.
La sonrisa de Xie Lian se apagó un poco.
—Lo que pasó con Qian Qiu, no importa cómo
haya sido, todavía debería agradecerte. —Hizo
una pausa y continuó—: No sé qué es lo que
debería haber hecho, así que quizá esto no fue
tan malo.
—Piensa demasiado —dijo Hua Cheng a la
ligera. Xie Lian se sorprendió un poco e inclinó la
cabeza—. Solo sigue siendo como eres —dijo
Hua Cheng.

915
Después de eso, se dio la vuelta y agitó la
mano.
Poco después, esa silueta carmesí
gradualmente, desde el interior de las montañas,
bajo la luz de la luna, desapareció
completamente de la vista de Xie Lian.

916
917
CAPÍTULO 56
En busca del pasado; poniendo el pie en
el Monte TaiCang otra vez (parte uno)

S
in saber por qué, Xie Lian se llenó de
coraje de repente.
Después de que Lang Qian Qiu se fue, los
pasos de Xie Lian habían sido vacilantes, sus
hombros caídos. Pero este valor vino de la nada,
y quién sabía a dónde se dirigiría, solo que lo hizo
levantarse una vez más.
Se quedó inmóvil, y Shi Qing Xuan se acercó,
dándole una pequeña palmadita en la espalda.
—Qué tipo. Dianxia, no sé cómo logró hacerse
amigo de él, pero tiene mucha suerte.
Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó a
alguien decirle que tuvo suerte. Miró a Shi Qing
Xuan y sonrió.
—¿En serio? Tal vez. Yo también lo creo.
Detrás de ellos, Feng Xin continuaba
limpiándose la cara. Cuando los dos giraron sus
cabezas, vieron su rostro cubierto de hilos
blancos, miserables y descuidados, y se echaron
a reír.
—Lo siento por eso —dijo Xie Lian.

918
Eso contó como una disculpa en nombre de
Hua Cheng. Feng Xin finalmente quitó todas las
hebras blancas de su cara.
—No soy tan hábil, así que no puedo decir
nada.
Luego, los tres realizaron una búsqueda final
de todas las cuevas, verificando dos veces para
asegurarse de que ya no quedaban más
humanos ni nada más, antes de viajar en una
ráfaga de viento al Reino Celestial.
Una vez que pasaron por las puertas, vieron
que las calles estaban llenas de multitudes de
oficiales subalternos de la Corte Intermedia, que
se movían y revisaban cada rincón de cada
palacio como si estuvieran a punto de enfrentarse
a un enemigo grave. Cuando finalmente llegaron
al Gran Salón Marcial, la sala de audiencias ya
estaba llena de Oficiales Celestiales de la Corte
Superior, e incluso desde lejos podían
escucharlos discutir. Lo primero que escucharon
fue: —Hua Cheng se atrevió a acusar la Corte
Superior de los cielos de enviar un espía, ¡qué
ridículo! ¿Por qué los cielos necesitarían enviar
un espía?
Xie Lian y Shi Qing Xuan aclararon ligeramente
sus gargantas cuando lo escucharon. El envío de
un espía era probablemente la verdad. Aún no se
había resuelto nada y los oficiales ya no podían
esperar para hablar mal. Si el hecho fuera cierto,
¿no sería una bofetada en sus propios rostros?
Los tres entraron en la sala con Shi Qing Xuan
a la cabeza.

919
Cuando la multitud lo vio saludaron: —¡El
Señor del Viento ha regresado! ¡Gracias por su
arduo trabajo!
Pero todos los ojos estaban puestos en Xie
Lian. Estaban a punto de presionar por más, pero
vieron salir de detrás a un Feng Xin que parecía
salido de un estanque con sangre, con el rostro
oscuro. Todos estaban congelados en su lugar e
inmediatamente apartaron la vista. Después de
todo, nadie quería ser insultado en voz alta en el
gran salón. Solo Mu Qing, a quien no solo no le
importaba evitarlo, sino que lo miró a propósito,
su intención más que obvia.
Xie Lian levantó la vista y vio que Jun Wu
estaba sentado arriba en su trono, con una mano
apoyando su cabeza, los dedos apretados contra
su sien, los ojos cerrados, con aspecto agotado.
Xie Lian podía entender exactamente cómo se
sentía.
En el pasado, puede que ni siquiera hubiera
conferencias y reuniones de este tipo durante
meses, pero con todos los incidentes ocurridos
recientemente, el Gran Salón Marcial se llenó
hasta el borde una y otra vez, como si hubiera
una situación diaria y desesperanzadora. Se
encontrarían incluso dos veces al día. Además,
había muchos que querían que sus voces se
escucharan, pero no eran más que ruido.
Uno de los oficiales exclamó: —Vino y se fue
como quería. Asusta pensar que pudo conectar
el Palacio de XianLe a otro lugar. Ahora que
puede secuestrar fácilmente a Dianxia, quien lo
ofendió, quién sabe si va a secuestrar a otros
920
Oficiales Celestiales. ¡No podemos dejar pasar
esto! ¡Tenemos que detenerlo ahora mismo!
Si este fuera el Reino Mortal, esto sería similar
a un rebelde que cava un túnel debajo del palacio
real y se escabulle libremente. Por supuesto la
gente estaba inquieta. No era de extrañar que los
oficiales de la Corte Intermedia estuvieran
ocupados buscando y salvaguardando el
territorio.
Mu Qing, por otro lado, tenía otra cosa en
mente.
—Hua Cheng tiene muchos devotos y señores
sobre la Ciudad Fantasma. Algo minúsculo como
quemar la Mansión Paraíso no es nada para él.
Puede que no haya irrumpido en los cielos solo
porque Dianxia lo ofendió.
Shi Qing Xuan respondió de inmediato.
—General Xuan Zhen, está equivocado. Todos
oyeron a Hua Cheng admitirlo él mismo.
Hablando de eso, ¿qué general es responsable
de la seguridad este mes? Que al Palacio de
XianLe le fuera lanzado un hechizo para
conectarse en otro lugar sin siquiera darse
cuenta, ¿no es eso un descuido de deber?
Pei Ming había estado parado tranquilamente a
un lado, con los brazos cruzados. Cuando
escuchó a Shi Qing Xuan, habló: —Yo. —Shi
Qing Xuan había recordado mal por accidente y
pensó que era Mu Qing quien estaba de guardia,
pero terminó refiriéndose a Pei Ming y ahora las
cosas se pusieron un poco incómodas. Sin
embargo, Pei Ming no se quitó la culpa: —Estoy

921
de servicio este mes. Esta es mi negligencia en
el cumplimiento de deber.
En ese momento, Ling Wen, quien estaba
ubicada al lado del trono, de repente habló.
—Tenemos noticias de TaiHua Dianxia.
Jun Wu finalmente abrió los ojos.
—¿Qué dijo él?
Ling Wen se quedó en silencio por un
momento, luego ella respondió: —Dijo que el
baño de sangre de Banquete Dorado tenía una
historia interna. Él mismo resolverá el conflicto
con Dianxia, que no hay necesidad de que nadie
más interfiera. También que la solicitud de
destierro de Dianxia no debe pasar. Esas son las
dos cosas.
—¿Qué historia interior? —Mu Qing frunció el
ceño.
—Él no dijo nada más. Eso es todo
—respondió Ling Wen.
Ver estallar una batalla, un martillo golpeando
pesadamente, pero que aterrizó ligeramente
como una pluma, los Oficiales Celestiales no
pudieron evitar sentirse decepcionados. Lang
Qian Qiu fue la víctima y la víctima ya no acusaba
al culpable, entonces, ¿qué diversión había para
mirar? Además, Lang Qian Qiu no lo decía y Xie
Lian tampoco parecía que iba a decir nada, por lo
que no había nada más que ver en este asunto.
Tras el informe de Ling Wen, Jun Wu nombró a
Feng Xin y Mu Qing para ayudar a Pei Ming a
fortalecer la seguridad y resolvió algunos otros
asuntos antes de agitar su mano y despedir a

922
todos. Xie Lian se quedó atrás, y pudo escuchar
las débiles conversaciones que pasaban.
—Lo sabía. Cada vez que suscita algo, Jun Wu
dirá que lo interrogará, pero al final no pasará
nada...
—Hemos sido ciegos; En realidad es alguien
importante. Tenemos que vigilar lo que decimos
de ahora en adelante.

Después de que todos se fueron, Xie Lian se


acercó al trono e hizo una reverencia: —He
causado problemas a Su Majestad.
—Esto no cuenta como ningún problema. El
problema real fue que te estabas proclamando el
único responsable del baño de sangre del
Banquete Dorado.
Xie Lian dudó, pero al final igual dio cuenta de
toda la historia.
Después de escuchar la historia, Jun Wu
comentó: —Xian Le, en este asunto, realmente
trabajaste duro por nada y no satisficiste a nadie.
Xie Lian bajó la cabeza.
—Lo sé.
—No importa. Siempre eres así —dijo Jun
Wu—. TaiHua ahora ha cambiado de enfoque
para perseguir al Goblin Verde. Una vez que haya
terminado, sin duda volverá por ti. ¿Has pensado
cómo enfrentarte a él?

923
—Aún no. Pero pensemos en otra cosa que sea
más inmediata —respondió Xie Lian.
Jun Wu se rió entre dientes.
—¿Como qué? ¿Hay algo interesante que
pueda divertirme?
—¿Fue usted quien envió al Señor de la Tierra
a la Ciudad Fantasma como espía? —Preguntó
Xie Lian.
—Sí —respondió Jun Wu tranquilamente.
—¿Por qué?
Jun Wu respondió lentamente: —Porque, fue
Hua Cheng quien plantó un espía en los cielos
primero. —Xie Lian se sorprendió. Jun Wu dijo—.
Estos últimos años, las noticias llegaron a los
oídos de Hua Cheng demasiado rápido. Algunas
cosas que no debería haber sabido, él las sabía
demasiado bien. En cuanto a lo que se puede
hacer y lo que no se puede hacer, dónde está la
línea de fondo y cómo cruzar dicha línea, es
demasiado perceptivo y preciso. El hecho de que
pudiera conectarse directamente a tu Palacio de
XianLe solo demuestra que realmente tiene un
espía aquí en los cielos, de lo contrario no podría
haberlo hecho.
Para ser honesto, Xie Lian también había
notado esto. Hua Cheng realmente sabía
demasiado, y el que Jun Wu lo dijera en voz alta,
no era difícil de creer.
—¿Tiene Su Majestad alguna evidencia? —Xie
Lian preguntó.
Jun Wu sacudió la cabeza lentamente.

924
—Es porque no hay pruebas pero las cosas
eran sospechosas que envié a Ming Yi al reino de
los fantasmas. Quién diría que Ming Yi caería en
sus manos incluso antes de que se encontrara al
espía fantasma. Aunque lo salvaste de las garras
de Hua Cheng, ahora será aún más difícil
encontrar a ese espía.
—¿Es de la Corte Superior o de la Corte
Intermedia el problema? —Preguntó Xie Lian.
—Es difícil de decir —dijo Jun Wu—. Además
de ti, podría ser cualquiera. Tal vez, solo hay uno.
Quizás, más.
No era de extrañar que Jun Wu no designara a
nadie más para investigar la desaparición de
Ming Yi. Si pudiera ser alguien más aparte de él,
Xie Lian no podría evitar pensar: —Así que
¿incluso el Señor del Viento, Feng Xin y todos
podrían ser un posible agente espía?
En ese momento, Jun Wu habló: —Xian Le, sé
que piensas muy bien de Hua Cheng en este
momento. Entiendes tu propia posición y los
demás no deben comentar sobre los amigos que
haces. Sin embargo, cuando sea necesario,
apártate de Hua Cheng. No cedas nada. —Al
escuchar esto, Xie Lian grabó sus
recomendaciones. Jun Wu continuó—: Para
convertirse en un supremo, uno debe haber
experimentado un sufrimiento y dolor
inimaginables. Uno o asciende de tales
calamidades o está condenado a las
profundidades del infierno, para nunca volver.
Los dos Reyes Fantasma Supremos que
surgieron del Monte Tonglu, Agua Negra y Hua
925
Cheng, son mucho más aterradores de lo que
crees. —Xie Lian bajó la cabeza, sin estar de
acuerdo ni en desacuerdo. Jun Wu dijo: —No sé
cuáles son sus objetivos u orientaciones, pero él
conoce los cielos. Eso en sí mismo es
desventajoso.
Cuando escuchó la palabra: desventajoso, Xie
Lian levantó la cabeza y soltó un gritito: —San
Lang, él... —Al ver que Jun Wu giraba la cabeza
hacia él, Xie Lian se detuvo y luego se corrigió—.
Hua Cheng no debería querer hacer nada
demasiado malicioso. Si Su Majestad lo piensa,
con su fuerza, si quisiera causar estragos y
generar el infierno, ya lo habría hecho. Si no lo
hizo antes, entonces sin una razón real, no lo
haría en el futuro.
—Espero que sí. —Jun Wu dijo. Pero sabes
que no puedo ser demasiado cuidadoso.

Después de abandonar el Gran Salón Marcial,


Xie Lian caminaba lentamente por las calles del
Reino Celestial.
Cuando pasó por el palacio de XianLe, se
detuvo en su paso y lo miró.
Este era el palacio que le regaló Jun Wu;
Glamour, nuevo, pero a la vez, extranjero. Las
grandes puertas rojas carmesí eran brillantes y
brillantes, pero ya estaban llenas de talismanes y

926
amuletos, formando una X gigante, que alarmaba
a cualquiera que lo viera.
Cuando Shi Qing Xuan salió del Gran Salón
Marcial, le había dicho a Xie Lian que su palacio
estaba cerrado en este momento ya que está
conectado a otro lugar, por lo que era bienvenido
a descansar en su palacio. Sin embargo, después
de observar este Palacio de XianLe por un
tiempo, Xie Lian se dio la vuelta de repente. No
fue al Palacio del Señor del Viento, dejó de
preocuparse por lo que originalmente iba a hacer,
se dirigió directamente a las Puertas de la
Ascensión y saltó.
Al pasar por el mar de nubes, el punto de su
aterrizaje fue el Monte TaiCang.
En la cima de este Monte TaiCang solía
asentarse el centro de cultivo del antiguo reino de
XianLe, el Sagrado Pabellón Real.
El Sagrado Pabellón Real era un centro de
cultivo impresionantemente expansivo; sus
terrenos de entrenamiento y sus templos cubrían
la totalidad del Monte TaiCang, adorando a
innumerables dioses e inmortales por igual,
centelleantes y gloriosos. El dios principal
adorado era el gran dios marcial y su templo
dorado estaba en la cima más alta de la montaña.
El Templo del Príncipe Heredero que una vez
estuvo en el segundo pico más alto también solía
ser magnífico y grandioso.
Hace ochocientos años, los arces rojos
llameantes que cubrían el monte TaiCang eran
infames; y dentro de los arces carmesí había
interminables multitudes de devotos. Sin
927
embargo, cuando cayó el reino de XianLe, las
multitudes de devotos se convirtieron en
multitudes de turbas enojadas, escalando la
montaña para incendiar el Templo del Príncipe
Heredero, pero terminaron incendiando todo el
Monte TaiCang, quemándolo hasta dejar la tierra
ennegrecida y solo despojos mortales.
La tierra quemada, similar a la tierra enterrada
con los muertos, parecía volverse aún más fértil.
Después, se plantaron nuevas semillas sobre
esta tierra quemada y emergieron nuevos
árboles. Después de unos pocos cientos de años,
la montaña estaba fresca y cubierta una vez más,
pero las hojas rojas ya no estaban y los paisajes
eran muy diferentes a los de ochocientos años.
Al escalar la montaña en el pasado, había un
camino verde ancho y pavimentado. En el camino
a menudo se podía ver a un peregrino o un joven
aprendiz transportando leña o agua. Ahora, este
camino ya se había ido. Rocas y escombros,
ramas y palos marchitos habían cubierto sus
huellas, enterrados en las profundidades
subterráneas. Cuando Xie Lian trepó, solo usó la
fuerza de sus piernas y cuando se topó con
espinas o arbustos, tomó a Fang Xin y los cortó.
Cuando llegó a la mitad de la montaña, Xie Lian
se sintió fatigado y se apoyó contra un árbol
muerto, listo para descansar. De repente, la
sombra negra de un objeto se derrumbó desde
arriba de las ramas, produciendo extraños
sonidos crepitantes cuando se acercaba a él.

928
CAPÍTULO 57
En busca del pasado; poniendo el pie en
el Monte TaiCang otra vez (parte dos)

X
ie Lian movió su cuerpo y evadió el objeto.
Al principio pensó que era una rama rota o un
nido, pero cuando miró más de cerca, era
una tabla tan podrida y oxidada que su forma
original se volvió indiscernible, tenía dos cadenas
de acero conectadas a cada lado. Si se tratara de
alguien más, era posible que no pudieran decir
qué era, pero Xie Lian supo de inmediato que era
un columpio.
En el pasado, el Monte TaiCang tenía
columpios instalados en todas partes, tanto por
diversión como para entrenamiento. Cuando Xie
Lian comenzó a tener memoria, hubo una vez en
que acompañó a sus padres a visitar el Sagrado
Pabellón Real para orar por bendiciones y vio a
un grupo de jóvenes aprendices entrenando,
girando y saltando en los columpios. Fue una
escena emocionante; el rey y la reina lo
disfrutaron y Xie Lian aplaudió y gritó su
agradecimiento. El rey y la reina estaban tan
contentos que recompensaron en gran medida a

929
los jóvenes aprendices y desde entonces la
impresión de que el cultivo era algo asombroso y
divertido quedó en lo profundo del corazón de Xie
Lian. Sin embargo, cuanto él ingresara
formalmente a la secta para cultivar en sus
últimos años, la razón ya no era porque parecía
divertido.
Después de un descanso, Xie Lian continuó
caminando. Cuanto más alto subía, más gruesos
se volvían los arbustos y de vez en cuando una
criatura cruzaba rápidamente, dejando atrás la
sombra espesa de una cola. También había una
serie de ardillas acurrucadas en los árboles,
comiendo piñas, asomándose a este forastero no
invitado.
Espinas le bloquearon el camino, rasgándole la
ropa y las extremidades, pero Xie Lian no se dio
cuenta en absoluto. Finalmente, llegó a la cima
de la Cumbre del Príncipe Heredero.
Por supuesto, la Cumbre del Príncipe Heredero
no se llamó originalmente la Cumbre del Príncipe
Heredero, sino que cambió su nombre después
de que se construyó el Templo del Príncipe
Heredero. En medio de los arbustos y las malas
hierbas, todavía quedaban restos de terrenos
pavimentados con guijarros, rastros de una gran
base quemada oculta. Esa fue una vez la base
del templo. Al atravesarlo, a través de los
escombros y las ruinas, a través de escombros
de vidrio, había un viejo pozo fracturado.
Mirando desde arriba a su fondo, era fácil decir
que el viejo pozo se había secado hace mucho
tiempo; la distancia al fondo, era solo de unos
930
pocos pies, solo lodo era visible en el suelo. Sin
dudarlo, Xie Lian cruzó las piernas y saltó.
No cayó sobre el suelo fangoso, sino que
atravesó esa ilusión y descendió durante varios
metros antes de que sus pies tocaran tierra firme.
Los alrededores eran tan oscuros que si alzara
los brazos no pudiera ver sus manos. Levantó la
cabeza para mirar hacia arriba y tampoco había
luz solar, como si un trozo de tela pesada lo
hubiera bloqueado. Xie Lian palpó el fondo del
pozo, palpó varios ladrillos y los presionó en un
cierto orden. Con un ruido sordo, una angosta y
pequeña puerta se abrió hacia un lado. Xie Lian
se dejó caer a cuatro patas y se arrastró
lentamente por el camino abierto por la pequeña
puerta. En el momento en que entró, pudo
escuchar otro ruido sordo detrás, cerrando la
abertura. Después de medio tiempo de incienso,
finalmente se arrastró hasta el final del túnel. Xie
Lian se puso de pie y enderezó la espalda,
chasqueó los dedos y levantó un pequeño
parpadeo de llamas.
Después de que esa pequeña bola de llamas
se encendió, como respuesta, no muy lejos, otra
luz tenue apareció como una perla,
despertándose de su profundo sueño,
parpadeando para abrir sus brillantes ojos.
Poco después, más y más perlas se
encendieron, extendiéndose e iluminando los
alrededores que parecían más y más claros para
ser el Gran Salón de un palacio subterráneo. Por
encima del gran salón. Miles de estrellas
brillantes estaban incrustadas.
931
Debía ser difícil imaginar que la Tumba Imperial
del antiguo Reino de XianLe estaba escondida
debajo de la tierra quemada del Monte TaiCang.
Esas estrellas brillantes eran perlas de noche55 y
diamantes implantados en el techo; las perlas de
noche se iluminaban con la luz y los diamantes
reflejaban el resplandor. Cuando se cruzan, el
resultado es un resplandor deslumbrante como
un sueño. Era como una minúscula vía láctea
oculta bajo tierra.
Cada uno de los diamantes y las perlas de
noche no tenían precio; cada uno valía una vida
entera de infinitas riquezas. Sin embargo, Xie
Lian no les escatimó ninguna mirada y caminó
directamente a través del Gran Comedor,
entrando a la cripta en la parte posterior.
En comparación con el Gran Salón, esta cripta
era extremadamente simple, solo porque la
cámara no estaba completamente terminada, por
lo que no había una decoración glamorosa, solo
dos ataúdes. Entre los ataúdes había una
persona, vestida con ropa exquisita, una máscara
dorada en la cara y una espada extendida, afilada
y deslumbrante, apuntada hacia él.
Sin embargo, esta persona solo mantuvo esa
posición y no hizo ningún movimiento. Xie Lian se
acercó, ocupándose de sus propios asuntos, sin
un solo cuidado por esa persona. Sin embargo,
eso fue porque Xie Lian sabía, que detrás de esa
máscara dorada no había ninguna cara y debajo
de esas ropas exquisitas no había persona. Lo

55
Las perlas nocturnas están hechas de cristales de fluorita.

932
único en pie era una pila vacía unida por
paquetes de heno seco.
Durante mucho tiempo, este conjunto de
elegante vestido y esta máscara se colocaron a
los lados de esos dos ataúdes solitarios. Encima
de cada ataúd había un pequeño plato dorado,
pero las cosas en esos platos eran
tremendamente dispares: frutas secas de algún
tipo y arrugadas, y bloques ennegrecidos,
podridos y duros de quién sabe qué. Después de
que Xie Lian entró en la cámara, limpió esas
cosas y las tiró por la esquina de la cripta. Buscó
alrededor de sus mangas y pliegues.
Originalmente tenía un panecillo a medio comer,
pero ese pan fue dado a Hua Cheng, así que
ahora no tenía nada. Así, él dijo: —Padre, madre,
me disculpo profundamente. Me he olvidado de
traer algo para esta visita.
Naturalmente, nadie le respondió. Así, Xie Lian
se sentó lentamente y se apoyó contra uno de los
ataúdes.
Después de separarse por un tiempo,
finalmente habló otra vez: —Madre, vi a Qi Rong.
»Qi Rong no murió, se convirtió en un
fantasma. Realmente no sé cómo vivió durante
los últimos cientos de años.
Xie Lian negó con la cabeza: —Él... mató a
muchas personas, y ahora hay personas que
intentan matarlo. Los cielos probablemente
tampoco lo perdonarán. Ah, realmente no sé qué
hacer con él…

933
Iba a decir más cuando de repente, desde
algún lugar muy cerca, llegó una cadena de
suaves lamentos.
Xie Lian se congeló, su rostro cambió
drásticamente.
Él escuchó atentamente; No fue un engaño.
Realmente era el sonido de llanto. El grito era
bajo, suave y se habría perdido fácilmente si no
le prestaba mucha atención. El sonido también
era agudo; Si no era un niño, entonces debía ser
una mujer.
Los gritos estaban cerca, como si solo
estuvieran separados por una pared delgada, el
sonido se aferraba a él. Xie Lian giró la cabeza y
finalmente, confirmó: ¡el sonido venía del ataúd
en el que estaba apoyado!
En medio de su conmoción, las primeras
palabras que salieron a la luz fueron
inconscientemente felices.
—Madre, ¿eres tú?
Sin embargo, Xie Lian recobró el sentido
inmediatamente, sabiendo que lo que él había
esperado desesperadamente nunca se haría
realidad. Su madre había fallecido ochocientos
años atrás, aliviada de ya no sufrir y nunca se
conver en un fantasma resentido. Y la emoción
detrás de esos gritos no era la desesperación,
sino el terror.
En ese mismo momento, ¿quién en el mundo
se escondería en el ataúd de su madre y lloraría?
Xie Lian no pudo contenerse ni un segundo
más, y abrió la tapa del ataúd con su mano

934
izquierda, su derecha sobre Fang Xin, listo para
atacar. Pero, en el momento en que vio lo que
había dentro, la espada golpeando se detuvo en
su camino.
Yaciendo en el ataúd, singularmente, estaba la
forma de una persona cubierta con un atuendo
elegante y negro, con la cara envuelta en una
cubierta facial.
La única persona posible que podría ser
debería haber sido su madre, pero lo que estaba
en el ataúd, definitivamente no era ella. La forma
era pequeña y corta, su tipo de cuerpo
completamente diferente, y lo más significativo
era que esta persona estaba temblando, ¡era una
persona real y viva!
Xie Lian arrancó la cubierta facial.
Efectivamente, debajo de la tela estaba la cara de
un niño pequeño.
Su corazón se congeló ese mismo momento.
Agarró al niño y lo levantó, su voz sorprendida y
asustada.
—¿Dónde está mi madre? ¡¿Dónde está mi
madre?! ¿Qué le hiciste al cuerpo de mi madre?
Aunque ese elegante vestido negro no se veía
fuera de lo común, en realidad estaba tejido con
la seda de un gusano extremadamente raro. La
seda era un homenaje de una pequeña nación
extranjera y tejerla con ropa requería una
artesanía intrincada. Entretejido con bolsas de
hierbas aromáticas y sellado en el ataúd, el
cadáver permanecería preservado durante miles
de años, permitiendo que los muertos se vieran
como si todavía estuvieran entre los vivos. Sin
935
embargo, en ese momento, el que llevaba ese
vestido negro de seda era este niño, ¿entonces a
dónde fue el cuerpo de su madre? ¿En qué
condición estaría ahora?
Xie Lian no se atrevió a pensar profundamente
en ello y solo podía exigir respuestas de este niño
desconocido en su agarre.
—¿Dónde está mi madre? ¿Quién eres tú?
¿Por qué estás aquí? ¿Qué hiciste con el cuerpo
de mi madre?
Pero, ¿cómo podría un niño asustado hasta las
lágrimas responder a cualquiera de sus
preguntas? Estaba demasiado asustado como
para hablar. Xie Lian lo sacó del ataúd y de
repente, se dio cuenta de que algo de polvo
blanco ceniciento había sido sacado del vestido
negro por el movimiento.
Con el rostro blanco como una sábana, miró el
ataúd y descubrió que el fondo del ataúd también
estaba cubierto con una fina capa de polvo. El
mundo giró y Xie Lian sintió que su corazón se
detenía. Su agarre se aflojó, soltando al niño, y
cayó de rodillas ante el ataúd, paralizado.
No se atrevió a tocar ese polvo con las manos,
pero tampoco podía dejarlo reposar y tamizar,
como las cenizas de incienso volando en el
viento. Aunque en negación, él sabía muy dentro
de lo que era eso.
Después de haber retirado por la fuerza la ropa
de seda del funeral, ¿en qué más podría
convertirse un cadáver cerrado de ochocientos
años?

936
Al instante, la mente de Xie Lian cayó en el
caos, incapaz de pensar; Él sostuvo su cabeza
con sus manos y había zumbidos en sus oídos.
Justo en ese momento, su espalda se tensó, sus
instintos percibieron un peligro detrás y él giró la
cabeza rápidamente, con la mano como un rayo,
y agarró, con la mano desnuda, la hoja de una
espada. Alguien detrás de su espalda había
tratado de apuñalarlo, ¡y esta persona era esa
pila de heno atado!
Resultaba que, desde hace mucho tiempo,
alguien se había colado, se había puesto ese
atuendo exquisito, se había puesto la máscara y
se había disfrazado de pila de madera sin vida,
esperándolo en silencio. Un fuerte sonido de
repiqueteo resonó en el aire, y Xie Lian rompió
esa espada en dos mitades con sus manos
desnudas, su cara inmutable con la sangre que
ahora se acumulaba en sus palmas. En un
instante, levantó la pierna y pateó a esa persona
en el abdomen, pisándola firmemente en el suelo.
Con su pecho firmemente pisado, esa persona
agarró su bota y luchó pero no pudo moverse ni
un centímetro, como si estuvieran clavados en el
suelo. Xie Lian se agachó en la cintura y golpeó
la máscara de oro con una mano, revelando el
rostro de un hombre joven.
Xie Lian gritó: —¿Quién eres tú? ¿Ladrón de
tumbas? ¿Cómo entraste?
En ese momento, el niño a su lado gritó.
—¡Papá!
Este grito finalmente hizo recordar a Xie Lian.
¡Este hombre y este niño se veían familiares! ¿No
937
eran ellos la pareja que él salvó y Qi Rong casi
cocinó y comió en la guarida del duende verde?
Xie Lian entendió la situación
instantáneamente, y lanzó un golpe como un
trueno al cuello del hombre, rugiendo: —¡QI
RONG, SAL MALDITA SEA! ¡¡¡VOY A
MATARTE!!!
Ese hombre se rió mientras escupía sangre.
—¡Primo príncipe heredero! ¡Qué feliz ocasión!
¡Nos encontremos de nuevo! ¡JAJAJAJAJAJA!
Aunque la cara era diferente, pero ¿a quién
más podría pertenecer esta risa psicótica si no Qi
Rong? Cuando se quedó sin forma, ¡poseyó a
ese joven padre!
No se necesitan más explicaciones, pero
después de que Lang Qian Qiu arrojara su cuerpo
material a ese caldero y lo fundiera, para evitar su
persecución, debió haber utilizado el caos de
todos los que corrían por su vida para poseer al
joven y acudió a la Tumba Imperial de XianLe. De
lo contrario, ¿cómo podría un plebeyo conocer la
catacumba secreta de la realeza XianLe? ¿Y
cómo podrían haber llegado en tan poco tiempo?
El niño que trajo pudo haber sido por comida, o
tal vez fue por esconderlo en el ataúd para
desviar la atención de Xie Lian y emboscarlo por
detrás.
Qi Rong sostuvo su rostro, pareciendo herido
por el puñetazo de Xie Lian, y gritó: —Primo, ¿por
qué estás tan enojado? ¡No es como si fueras a
morir por una puñalada, jejejejeje!

938
Xie Lian lo golpeó de nuevo dos veces, con los
ojos rojos al límite.
—¿Cómo te trató mi madre? ¿Y la tratas así?
¡¿Cómo pudiste, a su cuerpo -?!!
Qi Rong dijo: —La tía murió hace mucho
tiempo. La persona ya no existe, entonces, ¿qué
diferencia hacen los cadáveres o las cenizas? El
cadáver solo cambió de forma, ¿no es así? Aquí
estás, lágrimas y mocos, ¿no fuiste mucho más
duro cuando mataste a An Le? No puedo creer
que mi buen primo tenga dos caras, ¡jeje!
—Luego cambió de cara y escupió: —¿Cómo
podría tratarla así? ¡Tú eres el único culpable! ¿Ni
siquiera sabes cómo reflexionar sobre ti mismo?
¡Esto es tu culpa! ¡¿Dios de la desgracia tienes
las agallas para venir a llorar en la Imperial de
XianLe?!
Xie Lian volvió a pisotear con fuerza y Qi Rong
gritó, escupiendo sangre de su boca, pero se veía
aún más emocionado, usando ambas manos
para aferrarse con fuerza a la bota blanca
empapada de sangre mientras gritaba: —¡ESO
ESTÁ BIEN! ¡ESTÁ BIEN! ¡JUSTO ESTO! ¡ESTO
ES MÁS COMO TÚ! ¡LUCHA, LUCHA, MATA,
LUCHA SIN PIEDAD! ¡MATA CRUELMENTE!
¡No me des esa mirada santa como estuvieras
afectado con un pecado inconfesable!
¡Asqueroso! ¡UGH!
Ese niño vino arrastrándose, gritando: —¡Wah!
¡Papá! ¡Papá, estás bien?!
Él no podía entender lo que estaba pasando,
solo que su padre estaba siendo pisoteado.
Desde su punto de vista, Xie Lian era como un
939
demonio violento, pero temía perder a su único
padre, no se echaba atrás e intentaba
desesperadamente quitarse la bota del pecho de
su padre. Ese joven no dejaría de arrojar sangre,
asustando al niño hasta la muerte, y usó sus
manos para cubrir la boca de su padre, como si
eso pudiera detener la hemorragia. Al ver esto,
Xie Lian se calmó lentamente, dándose cuenta de
que el dueño de este cuerpo era inocente y relajó
un poco el pie.
Apuntó la punta de Fang Xin hacia abajo,
acercándola a la mejilla de Qi Rong y dijo con un
presentimiento: —Qi Rong, tú, sal tú mismo. ¡No
creas que no sacaré tu espíritu con tu lengua!
Técnicamente, al sacar la lengua de otro desde
la raíz, uno podría extraer el fantasma que lo
posee. Qi Rong gritó burlonamente.
—¡No lo haré! ¡No voy a salir! ¿Qué vas a
hacer? ¡Vamos, tira! Ven, ven, ¿me vas a matar?
Podría morir, así que no pierdas esta
oportunidad, de lo contrario, ¡nunca encontrarás
mis cenizas en esta vida!
Incluso sacó la lengua intencionalmente, como
si no pudiera esperar a que Xie Lian cumpliera
con su amenaza, y usara ese método sangriento
para sacar a su espíritu de este cuerpo carnoso.
Hizo una mueca.
—No es que la persona que poseo sea alguien
importante, así que, ¿por qué no? Nadie lo
sabría, a nadie le importaría, el brillo sagrado de
Dianxia no se dañará. ¡Mira! He derrumbado a tu
madre en cenizas, ¿no me vas a matar?
jajajajajajaja...
940
Ese niño no podía mover la bota de Xie Lian,
así que abrazó su pierna y gritó más fuerte.
—¡No mates a mi papá! ¡No mates a mi papi!
La respiración de Xie Lian se estaba volviendo
más fuerte, su cabeza estaba mareada, su
cuerpo temblaba, sus manos ansiaban aplastar el
cráneo de Qi Rong, pero no podía hacerlo. Qi
Rong extendió sus manos.
—Jajajaja primo príncipe heredero, ¡qué
fracaso, qué fracaso absoluto!
Xie Lian lo levantó del suelo, levantó los puños
y llovió golpe tras golpe en la cara de Qi Rong,
gritando con cada golpe.
—¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!
Sin embargo, cuanto más enfurecido se ponía,
más feliz se volvía Qi Rong. Al poder arrastrar a
los dos al mismo infierno, Qi Rong estaba lleno
de éxtasis, sus ojos brillaban intensamente.
—¡Mira! ¡Ahí está tu verdadera cara! Primo
príncipe heredero, ¿quién te conoce mejor que yo
en este mundo? Puedes parecer un perro
patético y ahogado que cualquiera puede
pisotear ahora, pero lo sé. Todavía eres orgulloso
por dentro; ¡No puedes soportar que alguien te
llame un fracaso! ¡Debes odiarme por llamarte un
fracaso! ¿He apuñalado tu corazón lo suficiente
como para sangrar? ¡Rápido! ¡Ven! ¿O me vas a
decir en voz alta que este cuerpo es inocente, por
lo que no me matarás para salvarlo? ¡Ven!
¡Muéstrame lo que harás!

941
Con tanta provocación mezclada en esa risa
arrogante y loca, Xie Lian no pudo soportarlo
más.
Fang Xin estaba desenvainada.
¡Con un destello de un movimiento, la ominosa
hoja negra golpeó!

942
Fin del volumen I

943
Sobre el autor
Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜
臭) es una autora china de edad
desconocida, aunque se
asegura que aún es joven. Es
conocida por sus novelas
danmei (el equivalente chino del
género Yaoi), y es una de las
autoras más exitosas del
género, con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de
Autosalvación del Villano Escoria): Comúnmente
conocido por los fanáticos occidentales como
Villano Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la Cultivación
Demoníaca / Fundador del Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Oficial
Celestial)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso
para el dios de la muerte)

944
945
0
La traducción fue hecha por fans,
dedicada a los fans, sin el propósito de
ganar dinero por medio de dicho libro.
Esta traducción no es oficial.
Si este libro llega a tus manos, te
pedimos que apoyes al autor, ya sea
comprando sus libros, compartiendo sus
obras, o siguiéndolo por redes sociales.
No re-subir a ninguna plataforma.

Traducción al inglés por ★suika


@yummysuika/twitter y ★ryuu
@RyuuseiKuma/twitter
Traducción al español por AlekMma
Wattpad (@1997alafecha)

POR FAVOR, APOYA AL AUTOR


http://www.jjwxc.net/onebook.php?novelid=3200611

1
Tiān Guān Cì Fú

2
Sinopsis
Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe
Heredero del reino XianLe; uno que fue amado
por sus ciudadanos y recibió el amor del mundo.
Como era de esperar, ascendió a los cielos a una
edad muy temprana. Ahora, ochocientos años
después, Xie Lian asciende a los cielos por
tercera vez como el hazmerreír de los tres reinos.
En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso fantasma demoníaco que gobierna
el purgatorio y aterroriza a los cielos... pero sin
que Xie Lian lo sepa, este Rey Fantasma le ha
estado prestando atención hace mucho, mucho
tiempo.

Otros nombres: Heaven Official’s Blessing, La


Bendición del Oficial Celestial.
Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2017.
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama,
Misterio, Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.

3
volumen dos

El Príncipe Heredero que agrada a Dios

4
ARCO DE LA PRE-ASCENSIÓN

5
Capítulo 58
En la Avenida de la Deidad Marcial; una
impresionante primera impresión (parte uno)

L
a espada dio una estocada, penetrando en
el corazón del demonio y lo dejó muerto en el
suelo.
—¡Por las bendiciones del cielo, los demonios
son asesinados y el mal es dominado!
A ambos lados de la Avenida de la Deidad
Marcial, los vítores brotaban como corrientes
oceánicas, olas tras olas, una más alta tras otra.
Ante las puertas rojas carmesí del palacio, en el
patio, los dos cultivadores que desempeñaban
los papeles de dios y demonio se inclinaron ante
las multitudes circundantes y se colocaron a un
lado. El enfrentamiento marcial que abrió el acto
aumentó la emoción en la ciudad; no solo las
calles estaban llenas de codo a codo, incluso los
techos estaban llenos de valientes escaladores,
aplaudiendo, gritando, la multitud enloqueciendo.
Una celebración de esta magnitud era
verdaderamente rebosante y bulliciosa. En la

6
historia del reino de XianLe, si algún festival de
ShangYuan1 fuera descrito así, ¡debía ser el de
hoy!
Sobre la plataforma elevada, una fila de
miembros de la realeza y nobles finamente
vestidos, todos con sonrisas corteses en sus
rostros, pasaban por alto a la multitud. Dentro del
palacio, una larga fila de cientos esperaba en
silencio.
Cuando la campana sonó, el Guoshi Principal
alisó su bigote inexistente y llamó: —¡Guerreros
de apertura de caminos!
—¡Presentes!
—¡Hadas celestiales!
—¡Presentes!
—¡Músicos!
—¡Presentes!
—¡Calvario!
—¡Presentes!
—¡Demonio!
—¡Presente!
—¡El guerrero marcial que agrada a Dios!
—Nadie respondió. El Guoshi Principal frunció el
ceño al notar un problema y volvió la cabeza—.
¿El guerrero marcial que agrada a Dios? ¿Dónde
está el príncipe heredero?
Sin embargo, nadie respondió. El que
respondió al demonio vaciló antes, luego se quitó

1
El Festival ShangYuan también se conoce como el Festival de los Faroles, que marca
el 15 y último día del Año Nuevo Lunar. Es un día para adorar y celebrar los cielos
celestiales.

7
la máscara horrorosa, revelando una cara limpia
y pálida.
Este joven parecía tener unos dieciséis o
diecisiete años, su piel y sus labios eran de color
claro, frescos y pulcros, con un par de ojos negros
como obsidiana, brillantes. Su cabello era suave
y sedoso, algunos mechones sueltos ligeramente
desparramados en su frente y mejillas. Parecía
tranquilo y obediente, contrastando con la
monstruosa máscara en su mano.
Respondió en voz baja: —Taizi Dianxia se ha
ido.
El Guoshi Principal casi se desmaya.
Pero por el bien de esta gran ocasión, no pudo
desmayarse, así que solo gritó con enojo
exasperado.
—¡¿Qué?! ¡¿Se ha ido?! ¿Cuándo se fue
Dianxia? ¡El desfile ceremonial está a punto de
salir de las puertas del palacio! Cuando el
escenario sea revelado y solo haya un demonio,
pero no un dios, ¡mis viejos huesos no podrán
nadar por todo el escupitajo que vendrá sobre mí!
Mu Qíng, ¿por qué no lo detuviste?
Mu Qing bajó la cabeza y dijo: —Cuando
Dianxia se fue, me dijo que transmitiera el
mensaje, diciendo que no se preocupara y que
todo puede salir según lo planeado. Él regresará
pronto.
El Guoshi Principal estaba histérico.
—¿Cómo puedo no preocuparme? ¿Qué
quieres decir con pronto? ¿Cuándo es pronto?
¿Y si no lo hace?

8
Fuera de las puertas del palacio, algunas de las
personas que habían estado esperando desde la
madrugada estaban perdiendo la paciencia y
exigiendo ruidosamente que comenzara el
evento.
Un cultivador se acercó a toda prisa.
—Mi señor, Guoshi Principal, la reina envió un
mensajero preguntando por qué no ha
comenzado el desfile. La hora fortuita 2 se acerca
rápidamente, si no nos vamos ahora, ¡la
perderemos!
Al escuchar esto, el Guoshi Principal oró para
que un ejército rebelde invadiera repentinamente
y perturbara completamente el Desfile
ShangYuan.
¡Que este dolor de cabeza pasara justo en el
momento más crucial!
Si este dolor de cabeza fuera alguien más, él
ya habría rugido de rabia, incluso levantar su
espada para matar no sería extraño. Pero este
dolor de cabeza resultó ser su orgullo y alegría y
el muy, muy, muy distinguido y precioso hijo de
otro. No podía vencerlo, no podía gritarle y
definitivamente no podía matarlo. ¡En lugar de
matarlo, era más probable que se suicidara!
En ese momento, alguien corrió por el sendero
del palacio negro, precipitándose hacia el palacio,
gritando: —Guoshi Principal, ¿por qué no ha

2
Hora fortuita: el mejor momento para hacer algo basado en el calendario de
fortuna diario que estipula la suerte que cada hora se basa en la fecha, el mes, el año
y las estrellas.

9
comenzado el desfile? ¡El tiempo está a punto de
pasar, todos los que están afuera están al límite!
El que vino también era un joven de dieciséis o
diecisiete años, su forma erguida y alta, su piel
del color del trigo, su espalda llevaba un largo
arco negro y un carcaj blanco como la nieve. Sus
labios estaban apretados, sus cejas fruncidas.
Incluso a una edad tan joven, sus ojos eran
fuertes y determinados. En el momento en que el
Guoshi Principal lo vio, lo agarró.
—¡Feng Xin! ¿Dónde está Dianxia?
Feng Xin se sorprendió, pero al instante pareció
haber comprendido algo y la ira llenó sus ojos,
volviendo su mirada hacia Mu Qing. En cuanto a
Mu Qing ya se había vuelto a poner su máscara
de demonio sin una palabra, su expresión
invisible.
Feng Xin dijo con gravedad: —¡No hay tiempo
para explicar! ¡Por favor comience el desfile
inmediatamente, Taizi Dianxia no lo
decepcionará!
No había escapatoria. Sacar un gran escenario
sin el Guerrero marcial que agradaba a Dios era
la muerte; Retrasar la procesión y perder la hora
fortuita también era la muerte.
Desesperadamente, el Guoshi Principal agitó su
mano.
—Que comience la música; ¡salgan!
Al recibir la orden, empezaron a sonar las
flautas y las cuerdas y los cientos de guerreros
reales en el frente de la procesión gritaron,
comenzando su marcha, liderando el masivo e
impresionante desfile. ¡Salieron!

10
Los guerreros en el frente simbolizaban los
caminos espinosos del mundo mortal.
Inmediatamente después, las niñas vírgenes
fueron especialmente elegidas, hermosas y
elegantes, con una cesta en sus manos,
lanzando flores en el aire como hadas,
pavimentando el camino con flores y llenándolo
de fragancia. Los músicos montaban en carruajes
de oro. En el momento en que la procesión salió
de las puertas del palacio, las multitudes se
maravillaron y se asombraron, luchando por
atrapar las flores. Sin embargo, no importaba
cuán glamoroso, grandioso, este era solo el acto
de calentamiento. La gran carroza, una etapa
gloriosa estaba a punto de emerger.
Dieciséis sementales blancos cubiertos de oro
sacaron el gran escenario de las profundidades
de las puertas del palacio, apareciendo
lentamente ante los ojos de millones de
personas. En el escenario, un demonio vestido de
negro, una máscara monstruosa en su rostro, un
zanbato3 de nueve pies en la mano frente a él y
seriamente cambiado a una posición de lucha.
El corazón del Guoshi Principal estaba tenso,
esperando un milagro. Sin embargo, no
sucedieron milagros. La multitud se puso a
charlar. Arriba, en la plataforma alta, la familia
real y los nobles fruncieron el ceño, mirándose el
uno al otro, todos preguntándose: —¿Qué está
pasando? ¿Por qué el Guerrero marcial que
agrada a Dios no está en el escenario?

3
El Zanbato es un tipo increíblemente grande de espada.

11
—¿Taizi Dianxia no ha llegado todavía?
—¿Dónde está el hermano Lian?
En el centro de la plataforma alta se encontraba
un hombre digno, guapo y una mujer noble,
amable, con gracia y de piel pálida. Eran el rey y
la reina del reino de XianLe. Al no ver a quien
debería estar allí, la reina pareció preocupada y
miró al rey. El rey la tomó de la mano, utilizando
su mirada para consolarla, diciéndole que no se
preocupara y que observara y viera lo que
sucedería. Sin embargo, las multitudes de abajo
no tenían a nadie que los consolara y gritaban
locamente, los gritos tan fuertes que casi podían
levantar los techos. El Guoshi Principal deseaba
tener el coraje de suicidarse. Sin embargo, Mu
Qing que estaba en el escenario estaba bastante
tranquilo. Incluso sin su oponente, se veía
tranquilo, ocupándose de su propia misión y
CLANG, arrojó su sable pesado, apoyándolo en
posición vertical ante él.
Al realizar una ronda de matanzas
escalofriantes, el joven vestido de negro terminó
de manera impresionante el acto de apertura de
convertirse en un demonio.
Por su cara y su forma, Mu Qing era delicado y
elegante como un erudito apacible, pero un
zanbato de nueve pies increíblemente pesado
todavía se balanceaba como si fuera una pluma
ligera en sus manos, como si no tuviera peso.
Otro grupo de cultivadores que jugaban a los
demonios saltaron al escenario: fueron
derrotados al instante y salieron del escenario. La
espada bailaba hábilmente, calmada y tranquila,

12
e hizo que la actuación fuera muy emocionante
de ver, por lo que algunos de la multitud lo
vitorearon. Sin embargo, la gente no vino a ver
demonios causantes de caos, por lo que después
de ese acto hubo más ruido.
—¿Dónde está el Guerrero marcial que agrada
a Dios?
—¿Dónde está Taizi Dianxia?
—¡Queremos ver a Dianxia interpretando al
Gran Guerrero Marcial! ¡Que derrote al mal!
En la plataforma elevada, una voz furiosa gritó.
—¿Dónde está mi primo? ¡¡Qué demonios!!
¿Quién quiere ver esta mierda? ¿Dónde diablos
está mi primo, el príncipe heredero?
No había necesidad de ver quién era,
obviamente, esa voz más alta no pertenecía más
que a Qi Rong, el Príncipe Xiao Jing.
Efectivamente, muchos miraron hacia arriba y
vieron a un joven vestido con un brocado de color
turquesa claro y un collar que se precipitaba
hacia el borde de la plataforma, levantando los
puños con enojo. Este joven no tenía más de
quince o dieciséis años, su cara pálida y sus cejas
negras, bastante bien parecidos, pero su cara
estaba torcida, como si fuera a saltar de la torre
en cualquier momento para golpear a alguien. Sin
embargo, la torre era demasiado alta, por lo que
si saltaba, se rompería las piernas si no moría.
Así que en lugar de eso, tomó una tetera blanca
y la arrojó.
Esa tetera arrojada apuntaba directamente a la
parte posterior de la cabeza del demonio, volando
hacia él pareciendo como si fuera a golpearlo en

13
el acto, pero sorprendentemente, el demonio
volteó su cuerpo, levantó el zanbato levemente y
atrapó la tetera en su espada.
La tetera temblorosa se detuvo en la punta de
la hoja, lo que provocó otra ola de vítores. Mu
Qing luego movió el sable largo y la tetera fue
lanzada al aire, luego atrapada por alguien
debajo del escenario. Continuó desempeñando el
papel del demonio lánguidamente, balanceando
el zanbato, matando humanos. Qi Rong estaba
enfurecido e iba a lanzar algo más, pero la reina
le había ordenado a alguien que lo arrastrara
hacia abajo, por lo que fue arrastrado de mala
gana. Sin embargo, los rostros de los nobles se
veían cada vez más sombríos y algunos se
inquietaban.
¡Que el Guerrero Marcial que agrada a Dios
desapareciera justo antes de la Procesión
Celestial del Festival ShangYuan no era un
asunto gracioso!
En ese momento, una aclamación rugiente
como la tormenta explotó entre la gente, más
fuerte que los vítores de antes. ¡Una silueta
blanca como la nieve descendió del cielo y
aterrizó justo delante del demonio vestido de
negro!
Al aterrizar, su pesado vestido blanco
revoloteaba y cubría el gran escenario con la
forma de una flor gigante, una máscara dorada
que ocultaba su rostro. Sostenía una espada en
una mano y la otra movía suavemente la Espada
del Presentimiento, la resonancia sonaba
agradable al oído. Este gesto era sereno y

14
seguro, como si el demonio no significara nada
para él. El demonio levantó lentamente su
zanbato y lo apuntó hacia él y el guerrero marcial
vestido de blanco se levantó sin prisas.
Los ojos de Qi Rong brillaban intensamente, su
cara roja. Saltó arriba y abajo, gritando: —¡Primo
príncipe heredero! ¡¡¡EL PRÍNCIPE HEREDERO
VINO!!!
Arriba y abajo, todos estaban aturdidos al
silencio.
¡Esta entrada era como un verdadero descenso
de un ser celestial, sumamente audaz!
¡Esa torre de la fortaleza tenía al menos más
de diez metros de altura y como el eminente
príncipe heredero cuya persona valía mil en oro,
igual saltó de ella! En ese momento, miles
pensaron que un dios verdaderamente había
descendido.
Cuando se recuperaron de su conmoción, el
fervor llenó sus venas; La multitud se puso
histérica, aplaudiendo con intensidad. Qi Rong
también gritaba, guiando a la multitud
aplaudiendo locamente, gritando hasta que su
voz fue ronca, aplaudiendo hasta que ambas
manos estaban rojas. El rey y la reina se miraron,
sonrientes y aplaudieron también. El resto de los
nobles aflojaron las cejas y suspiraron aliviados
antes de unirse a la alegría. A ambos lados de
Avenida de la Deidad Marcial, las multitudes se
volvían locas como olas, cientos y miles de
hombres estaban tan entusiasmados que
empujaron a los guardias reales, queriendo
acercarse y gritar.

15
Sobre el gran escenario, dos formas, una negra
y otra blanca, se enfrentaron. Cada uno con su
propia arma en la mano, Dios y Demonio
finalmente se enfrentarían.
Al ver que todo funcionaba, el Guoshi Principal
finalmente relajó sus hombros y subió a la
plataforma elevada. Después de saludar a sus
compañeros con la cabeza, se encontró con un
asiento y se sentó.
El rey se echó a reír.
—Guoshi Principal, ¿cómo se te ocurrió una
entrada tan emocionante? Que interesante.
El Guoshi Principal se limpió el sudor de la cara
y sonrió.
—Es realmente emocionante. Pero,
desafortunadamente, este humilde servidor no lo
hizo. Me temo que fue la idea de Taizi Dianxia.
La reina le dio unas palmaditas en el corazón.
—Ese niño travieso. ¡Saltar desde tal altura sin
una advertencia! Casi me levanté de miedo.
El Guoshi Principal no pudo evitar atar sus
palabras con orgullo.
—Mi reina puede estar a gusto. El poder
marcial de Taizi Dianxia es extraordinario.
Decenas de metros no son nada para él, e incluso
con torres que son muchas veces más altas,
puede montar y saltar fácilmente con los ojos
cerrados.
La reina pareció complacida y dijo con
suavidad: —Gracias a las enseñanzas del Guoshi
Principal.
El Guoshi Principal se rió.

16
—No es nada, no es nada. Taizi Dianxia,
querido de los cielos, tiene un don divino, es
maravillosamente talentoso y brillante con gracia.
Es la fortuna recolectada durante tres vidas lo
que le dio a este humilde servidor la oportunidad
de convertirse en su maestro. Tengo la
premonición de que con la presencia de Taizi
Dianxia, hoy pasará a la historia como el
enfrentamiento marcial más impresionante de la
Ceremonia de complacencia a Dios.
Sus palabras de alabanza fueron suaves y
aludían a los cielos. El rey sonrió levemente y
volvió la cabeza para mirar la actuación.
—Espero que ese sea el caso.
En la Procesión Celestial del Festival
ShangYuan, el Guerrero Marcial que agrada a
Dios y el Demonio eran los dos papeles más
importantes. Ambos debían ser hombres jóvenes
sumamente expertos en artes marciales.
Especialmente el Guerrero Marcial que agrada a
Dios; La presentación y la confección de su
vestuario eran estrictas, trascendentemente
glamurosas; y después de vestirse, todo lo usado
pesaba alrededor de cuarenta a cincuenta libras.
El guerrero marcial debía, bajo esta pesada
carga, ante los ojos de millones de personas,
marchar alrededor del capitolio muchas veces y
actuar en el combate marcial durante al menos
cuatro horas. No debía haber errores cometidos
en todo momento, por lo que el ejecutante tenía
que ser extraordinariamente hábil.
Afortunadamente, ambos jóvenes eran
extremadamente talentosos. El sable paró con la

17
espada, uno cortado, otro golpeado; El
emocionante combate fue un espectáculo para la
vista. Los movimientos también se calcularon
hasta el más mínimo detalle, obviamente
después de haber practicado y ensayado varias
veces.
—¿Quién es el que está interpretando al
demonio y luchando con el príncipe heredero?
—Preguntó el rey.
El Guoshi Principal se aclaró la garganta.
—Su majestad, es un joven aprendiz del
Sagrado Pabellón Real. Su nombre es Mu Qing.
La reina dijo con suavidad: —Veo que el niño
también es bastante hábil en la lucha, un poco
más débil que mi hijo. ¿Tal vez sobre el mismo
nivel que el Feng Xin?
El Guoshi Principal no parecía estar de acuerdo
con su opinión. Qi Rong había estado acostado
en el regazo de la reina comiendo uvas y escupió
las pieles apresuradamente.
—Psh, psh, psh! ¡De ninguna manera, de
ninguna manera! ¡No solo un poco más débil, es
mucho más débil que él! ¡No cualquiera puede
compararse con el primo príncipe heredero!
Al oír esto, la reina le dio unas palmaditas en la
cabeza, sonriendo y el resto de los nobles se
echaron a reír, sus cuerpos balanceándose de un
lado a otro con alegría.
Bromearon: —¡El pequeño Rong ciertamente
se aferra a su primo! Si no lo alaba por un día, es
miserable.
Abajo en la multitud, los vítores y los gritos se
elevaban a los cielos.

18
—¡PELEA! ¡PELEA! ¡MÁTALO!
—¡DESTRUYE EL MAL!
Los rugidos de excitación se estaban haciendo
más fuertes. Qi Rong también se estaba
sumando al ruido, con ambas manos alrededor
de su boca como una trompeta, gritando y riendo.
—¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO VAMOS!
¡TÚ PUEDES FÁCILMENTE DERROTARLO
CON UNA MANO, MUESTRALE!
De repente, el demonio en el escenario avanzó.
El guerrero marcial repelió el ataque con su
espada, pero dijo: —¿Emm?
Técnicamente, durante el Desfile Celestial, el
combate marcial era una actuación para
complacer a los dioses y a lo sumo uno solo
debería usar una séptima parte de su poder,
retrocediendo después de tocar las espadas. Sin
embargo, el golpe que recibió justo ahora, la
espada en su mano casi salió volando.
Obviamente su oponente había usado toda su
fuerza en ese golpe.
Xie Lian levantó un poco la cabeza y llamó.
—¿Mu Qing?
El joven que jugaba al demonio no dijo una
palabra y volvió a atacarlo. Xie Lian no tuvo
tiempo de pensar y recibió un ataque tras otro,
sus armas resonaron.
—Bueno, esto es más emocionante que el
juego falso. —Xie Lian pensó y su espíritu se
intensificó, entrando más en la lucha.
Así, bajo los rugidos de vítores, las armas
chocaron y las chispas volaron. Cuanto más
fascinante era la pelea en el escenario, más

19
fuertes eran los aplausos. De repente, se
escuchó un ruido ensordecedor, la luz blanca
destelló y la multitud soltó un Ah, con la
respiración contenida. Ese zanbato de nueve pies
del demonio fue arrancado de su mano por la
larga y delgada espada del Guerrero Marcial que
agrada a Dios y voló hacia un pilar de piedra de
la plataforma elevada, clavándose en ella.
Algunos transeúntes intentaron sacarlo, pero
incluso cuando tiraron con toda su fuerza, el
zanbato no se movió ni un centímetro.
—¿Qué tipo de sable es este? ¡Qué fuerza
necesitas!
En el gran escenario, el Guerrero marcial que
agrada a Dios sacudió su espada y volvió a
golpear la hoja. Otro sonido de tintineo y detrás
de la máscara dorada vino una suave carcajada.
—Luchaste bien, pero aun así perdiste —dijo
Xie Lian con calma, pero alegremente.
El demonio perdió su arma, medio arrodillado
en el suelo, todavía en silencio, pero su puño se
apretó con más fuerza. Xie Lian hizo girar su
espada astutamente y bajo los vítores de todos
lados, estaba a punto de lanzar su último golpe.
Matando al demonio, ¡cuando en ese momento,
gritaban desde arriba!
Sorprendido, Xie Lian bajó la espada y levantó
la vista y vio una sombra borrosa que caía
rápidamente de la muralla de la ciudad.
En ese momento, no tuvo tiempo de pensar y
en un instante, inclinó los pies y se levantó del
suelo, saltando en el aire, lanzándose hacia
arriba sin peso.

20
Se levantó y voló, sus mangas se abrieron
como las alas de una mariposa, luego aterrizó
con gracia, ligero como una pluma. En su agarre
con fuerza aferrada estaba una persona y solo
cuando tocó tierra firme, Xie Lian suspiró aliviado
y miró hacia abajo.
En sus brazos había un niño, con la cabeza
envuelta en vendas, sucia y descuidada,
acurrucado en su agarre, mirándolo aturdido.

21
22
Capítulo 59
En la Avenida de la Deidad Marcial; una
impresionante primera impresión (parte dos)

E
ste niño no tenía más de siete u ocho años
y era una criatura flaca y pequeña. Cayendo
desde tal altura, su pequeño cuerpo temblaba
incontrolablemente en sus brazos como el recién
nacido de un animal. Sin embargo, de ese lío de
vendas que rodeaban su cabeza, apareció un
gran ojo de color negro, que reflejaba la sombra
de una figura blanca como la nieve dentro,
observándolo sin parpadear, como si ya no
pudiera ver nada más.
Se oyeron fuertes jadeos y cuando Xie Lian
levantó la cabeza, su corazón se hundió. En su
visión periférica vio tendido en el suelo, no muy
lejos, un objeto dorado.
La máscara de oro que ocultaba su rostro había
caído.
Xie Lian había aterrizado en medio de la
Avenida de la Deidad Marcial y el desfile
ceremonial estaba muy por detrás de él, la
procesión aún no había llegado tan lejos. La

23
repentina conmoción rompió la marcha constante
de los guerreros, las hadas celestiales que
arrojaban flores se veían aterrorizadas, los
carruajes dorados se detuvieron, una serie de
sementales blancos pisotearon sus cascos y
relincharon alarmados y las cuerdas fallaron y
sus ritmos se rompieron. Algunos siguieron y
otros se detuvieron. Sin poder coordinar
nuevamente su marcha, toda la situación estaba
fuera de control. La multitud a ambos lados de la
calle aún no había tenido la oportunidad de
reaccionar, pero el rey de XianLe sobre la
plataforma elevada se levantó de inmediato,
observando la silueta de su hijo, su expresión
preocupada y grave.
En el momento en que se puso de pie, ¿cómo
podrían los demás nobles permanecer sentados?
Así que todos se pusieron de pie en un frenesí. El
Guoshi Principal acababa de calentar su asiento,
pero ahora estaba frío nuevamente. Estaba
pensando rápidamente si necesitaba postrarse
en cuatro de inmediato para pedir perdón,
mientras que Qi Rong ya se había subido a la
barandilla, se arremangó las mangas y gritó de
rabia.
—¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¿QUÉ ESTA
SUCEDIENDO? ¿POR QUÉ LA PROCESIÓN
ESTÁ EN CAOS? ¿QUÉ DIABLOS USTEDES
BASURA INÚTIL ESTÁN HACIENDO? ¿NO
COMIERON NADA SINO ARROZ, ASÍ QUE NO
PUEDEN SIQUIERA MANEJAR SUS
CABALLOS?

24
La cara de la reina estaba pálida, sus cejas
ligeramente fruncidas y apresuradamente envió a
otra persona para que lo arrastrara de regreso.
Las multitudes se estaban agitando y un disturbio
estaba a punto de estallar cuando, justo en ese
momento, Xie Lian se puso de pie.
Por lo general, el honorable príncipe heredero
estaba escondido en lo profundo del palacio o
entrenándose en el Sagrado Pabellón Real y rara
vez tenía la oportunidad de mostrar su rostro a la
gente. Esta fue una ocasión tan rara que muchos
no pudieron evitar estar intrigados, sus miradas
cayeron sobre él. Al ver su rostro, todos
contuvieron el aliento. Ese joven tenía cejas
largas y ojos encantadores, dignos y hermosos,
irradiaban nobleza, su aura era
deslumbrantemente brillante, forzando a los ojos
de aquellos que miraban. Con el niño en un
brazo, levantó con el otro la espada en la mano y
la apuntó al gran escenario.
Ese demonio había estado observando la
situación desde arriba del escenario y al ver ese
gesto, se detuvo por un momento antes de saltar
del suelo.
La multitud se asombró cuando el demonio, en
su forma de nube negra, voló por el aire hacia el
pilar de piedra donde el sable estaba
profundamente incrustado, lo sacó de la grieta y
saltó otra vez aterrizando en medio de la calle
delante del guerrero marcial.
Al ver que comprendió instantáneamente sus
intenciones y salió a cooperar, Xie Lian alabó por
lo bajo.

25
—¡Buen Mu Qing!
Ahora, tanto el Guerrero Marcial que agradaba
a Dios como el demonio habían descendido del
escenario. Uno negro, uno blanco, sable y
espada se enfrentaron una vez más, aumentando
la emoción, electrizando a la multitud. Sobre la
plataforma elevada, las caras de los nobles
finalmente se relajaron, pareciendo apaciguadas.
El demonio hizo el acto para apuntar al niño en
los brazos del guerrero, con ambas manos
sosteniendo el sable, sujetándolo a un lado y
corriendo hacia Xie Lian. Los dos simularon
enfrentarse, movimiento tras movimiento, golpe
tras golpe y saltaron de nuevo al escenario.
Mientras la multitud estaba distraída, Mu Qing
aprovechó la oportunidad para dar un salto mortal
en la calle, agarró la máscara y luego atravesó la
procesión, diciendo en voz baja: —¡No se
apresuren! ¡Compónganse! ¡Finjan que no ha
pasado nada y continúen la marcha! ¡Terminen
de marchar esta ronda y regresen al palacio!
Todos dentro de la procesión inmediatamente
se estabilizaron y regresaron a sus propios
puestos, sus espíritus renovados. En el momento
en que Mu Qing regresó al escenario, sus
ataques se volvieron aún más vigorosos,
tintineando y haciendo ruido, Xie Lian recibió más
ataques. En ese momento, el niño en sus brazos
gritó, probablemente aterrorizado por estar
atrapado entre las armas en conflicto. La mano
izquierda de Xie Lian lo sostuvo con más fuerza
y susurró: —¡No te asustes!

26
Al escuchar sus palabras, el niño pequeño se
aferró a los pliegues de su ropa en el área del
pecho. Incluso con un niño en un brazo y la otra
mano manejando la espada, Xie Lian seguía
luchando con facilidad. Luchando por otro rato,
sintió que el niño en sus brazos levantó sus
temblorosos brazos y lo agarró de los hombros
con un agarre mortal, como si estuviera
aferrándose por su preciada vida. Xie Lian volvió
a tranquilizarlo.
—No te preocupes, nada te hará daño.
—Después de decir esas palabras, Xie Lian gritó
en voz baja—. ¡Mu Qing!
El demonio que estaba frente a él inclinó la
cabeza discretamente y Xie Lian golpeó.
Así, ante los ojos de millones de personas, ¡el
Guerrero Marcial que agrada a Dios perforó el
corazón del demonio y lo mató en el acto!
Mu Qing, con su máscara de demonio puesta,
se aferró a su herida, retrocedió unos pasos,
luchó por un momento antes de finalmente caer
de golpe al suelo y dejó de moverse.
Arriba, en la plataforma, Qi Rong rió a
carcajadas y aplaudió.
—¡MUERTO! ¡ÉL ESTÁ MUERTO! ¡PRIMO
PRÍNCIPE HEREDERO HA ASESINADO A ESE
DEMONIO!
Mientras todo esto sucedía, la magnífica
Procesión Celestial había continuado marchando
y pronto avanzó por el camino de regreso al
palacio. Debido a lo bien que se salvó el acto y el
acto improvisado inesperado fue emocionante de
ver, no solo las personas no se quejaron, sino que

27
su entusiasmo se hizo aún más fuerte.
Innumerables dentro de la multitud gritaban:
Dianxia, gritaban: Dios y seguían, detrás del gran
escenario, miles y millones de personas que
corrían hacia el palacio. Algunos de los generales
tuvieron que enviar muchas más tropas de
guerreros y soldados para bloquear a las
personas demasiado excitadas. Sin embargo, al
final no pudieron contenerlos y la multitud se
abrió paso, empujándose hacia las puertas del
palacio.
El rey de XianLe gritó desde lo alto de la
plataforma elevada.
—¡Guardias! ¡Guerreros!
Al mismo tiempo, los cientos dentro de la
procesión habían vuelto a entrar al palacio y las
gigantescas puertas de color carmesí se cerraron
profundamente después del gran escenario, las
coloridas pancartas de la actuación estaban
ahora fuera de la vista. La gente corrió hacia las
puertas, tocando y abofeteando, sus vítores
sonaban en los cielos.
Dentro de las bien cerradas puertas del palacio,
en el gran escenario, el Guerrero Marcial que
agradaba a Dios y el demonio vestido de negro
lanzaron sus armas al suelo con dos sonidos de
golpeteo y se desplomaron pesadamente en el
suelo.
Xie Lian estaba cubierto de sudor y arrancó
capas y capas de su elegante traje y exhaló
profundamente.
—Eso estuvo cerca. Demasiado cerca. Estoy
agotado.

28
Mu Qing también se quitó la pesada máscara
de demonio y dejó escapar un largo suspiro en
silencio, pero no se quejó de estar cansado.
Cuando miró por encima, vio que Xie Lian
todavía estaba aferrándose a ese niño pequeño
y frunció el ceño sin decir nada. Feng Xin, por otro
lado, gritó mientras corría detrás del gran
escenario.
—Dianxia, ¿qué está haciendo al traer al niño
también?
Ese niño pequeño yacía sobre el pecho de Xie
Lian, su pequeño cuerpo congelado e inmóvil,
temiendo incluso respirar en voz alta. Xie Lian se
incorporó y dijo: —¿Qué iba a hacer yo, tirarlo de
vuelta a las calles? Es un desastre por ahí, es una
criatura tan pequeña que podría ser pisoteada a
muerte.
Levantó al niño pequeño y le dio unas
palmaditas en la cabeza, preguntando
casualmente.
—¿Cuántos años tienes, pequeño? —Ese niño
no parpadeó y sus labios no emitieron ningún
sonido. Xie Lian continuó con su pregunta, su
tono tranquilizador—. ¿Cómo es que caíste
antes?
—Dianxia, el niño probablemente no se atreva
a hablar, obviamente está asustado —dijo Mu
Qing.
Xie Lian le dio una nueva palmadita a la cabeza
de ese niño pequeño, pero el niño que no
reaccionaba le hizo perder el interés, por lo que
dejó de acariciar.

29
—Tan tonto —comentó Xie Lian—. Feng Xin,
busca a alguien que lo saque por las puertas
laterales cuando tengas la oportunidad, mira si
está herido, su cabeza está envuelta en vendas.
—Está bien. —Feng Xin extendió su mano—.
Démelo aquí.
Xie Lian levantó al niño y lo dio, pero antes de
que pudiera hacerlo, Feng Xin dijo: —Dianxia,
¿por qué no lo ha dejado ir?
—¿No lo dejé ir?
Xie Lian estaba desconcertado, pero cuando
miró hacia abajo, se rió exasperadamente.
Resultaba que era el niño el que todavía se
aferraba con fuerza a su ropa, negándose a
dejarlo ir.
Algunos se sorprendieron y se echaron a reír a
carcajadas. Mientras entrenaban en el Sagrado
Pabellón Real, muchos devotos, hombres y
mujeres por igual, hicieron todo lo posible por
vislumbrar a Xie Lian ya sea por curiosidad o por
devoción. Pero una vez que lo habían visto una
vez, querrían volver a verlo, si pudieran entrenar
junto a él, incluso mejor. No podían creer que un
niño a una edad tan joven reaccionaría de la
misma manera. Vigilando alrededor del gran
escenario había muchos jóvenes aprendices del
Sagrado Pabellón Real y todos rieron.
—¡Dianxia, este niño no quiere irse!
Xie Lian también se rió.
—¿Es eso verdad? Eso no puede ser. Tengo
mis propias cosas que hacer. Vete a casa,
pequeño niño.

30
Al escuchar esto, ese niño finalmente aflojó su
agarre lentamente, soltando su ropa y Feng Xin
lo levantó. Incluso cuando la persona que lo
sostenía ahora era Feng Xin, el niño seguía
mirando a Xie Lian con su ojo grande y oscuro,
como si estuviera poseído. Muchos de los que
estaban presenciando esto comenzaron a
murmurar en silencio, notando esa intensa
mirada. El mismo Xie Lian, sin embargo, ni
siquiera estaba mirando al niño y solo habló
directamente con Feng Xin.
—No lo levantes como si estuvieras recogiendo
basura, lo estás asustando.
Feng Xin volvió a poner al niño en el suelo.
—Basta de bromas. El Guoshi Principal se está
volviendo loco. Dianxia mejor piensa en cómo vas
a enfrentarlo más tarde.
Al oír esto, todos dejaron de reír.

Una hora más tarde, en el Sagrado Pabellón


Real, en la Cumbre de la Deidad Marcial, dentro
del Gran Salón Marcial.
Nubes de incienso flotaban en el aire y el
sonido del canto vino en oleadas. El Guoshi
Principal y otros tres Guoshi’s Principales
adjuntos estaban sentados en una fila junto a la
pared lateral del gran salón, con el rostro nublado
y Mu Qing estaba arrodillado ante ellos. Xie Lian
también estaba arrodillado, pero ante él no había

31
nadie más que la estatua dorada del Gran Dios
Marcial. Feng Xin siguió a su maestro y se
arrodilló detrás de él.
El Guoshi Principal recogió esa máscara
dorada exquisitamente elaborada y después de
un momento, lanzó un profundo suspiro.
—Dianxia, Dianxia.
Incluso cuando se arrodillaba la espalda de Xie
Lian era recta, su postura perfecta y su cabeza
levantada.
—Presente.
El Guoshi Principal parecía molesto.
—¿Sabes que en la historia de XianLe,
después de haber celebrado tantas Procesiones
Ceremoniales Celestiales ShangYuan, ni una vez
el gran escenario solo rodeó la capital tres veces?
¡Tres veces!
Cada ritual de la Procesión Ceremonial
Celestial ShangYuan, cada decoración de cada
lugar, tenía un significado detrás de ellos. Tener
el gran escenario rodeando la capital una vez,
simbolizaba la oración del reino por la paz y la
felicidad de la gente durante un año; por lo tanto,
la cantidad de rondas realizadas por el gran
escenario, eran la cantidad de años para que otra
gran ceremonia fuera necesaria de llevar a cabo.
No solo significaba buena fortuna, sino que
también ahorraba dinero. Habiendo hecho solo
tres rondas, ¿eso no significaba que el reino solo
estaría protegido por tres años?
Lo peor de todo eso era la máscara dorada en
el rostro del Guerrero Marcial que agradaba a
Dios que había caído a mitad del ritual.

32
Desde la antigüedad, la gente de XianLe había
creído que el aura espiritual de una persona
residía en los cinco rasgos faciales; el espíritu de
una persona estaba en su rostro y lo mejor debía
ser ofrecido a los cielos. Así, en medio de una
ceremonia, el Guerrero Marcial debía usar una
máscara dorada para ocultar sus rasgos, porque
su rostro solo podía ser apreciado por los dioses
y los mortales no tienen derecho a verlo.
El Guoshi Principal estaba a la vez furioso y
decepcionado.
—Los Guerreros Marciales que agradan a Dios
en el pasado rodearon la capital como mínimo
cinco veces, como máximo quince o dieciséis
veces. ¿Tú? ¡Puedes hacer cincuenta con los
ojos cerrados! ¡Cien incluso! Pero terminaste en
tres, ¿por qué no me terminaste a mí, tu maestro,
primero? Ahora mírate. Nuestro querido Taizi
Dianxia, será desprestigiado en la historia, ¡y me
arrastrará con él!
Nadie se atrevió a hablar en el gran salón. Sin
embargo, Xie Lian parecía estar tranquilo y
respondió con calma: —Guoshi Principal, ¿por
qué no lo ve de esta manera? Si ese niño hubiera
caído a la muerte sin nadie que lo atrapara,
derramando sangre en el camino de la procesión,
¿no sería eso siniestro? ¿No tendría que
detenerse aún el desfile? Como mínimo, la
ceremonia terminó decentemente y ese es el
mejor de los casos. Llamemos a lo que ha pasado
un accidente.

33
Por un momento, las palabras del Guoshi
Principal quedaron atrapadas en su garganta,
pero luego explotaron.
—¡Hijo! Con tantos guardias reales en el lugar,
¡cualquiera podría haberlo atrapado! Incluso si la
captura fuera mala y se rompiera un brazo, no
moriría. Podrías haber avanzado unos pasos,
realizar un acto un poco más llamativo y todos
olvidarían lo que había caído y seguirían
adelante.
Xie Lian levantó las cejas.
—Guoshi Principal, lo entiendes tan bien como
yo. En esas circunstancias, nadie más que yo
podría haber reaccionado tan rápido y no había
una segunda persona que pudiera haberlo
atrapado sin lesiones. Déjalo caer y habrá un
muerto. Atraparlo y habrá dos muertos.4
Sus palabras fueron confiadas y seguras de sí
mismo. Los jefes de los Guoshi’s también sabían
que lo que había dicho era cierto y no podían
refutarlo. Pero al verlo arrodillarse ante la estatua
de Dios, luciendo como si todo estuviera bien y
no ocurriera nada, el Guoshi Principal estaba
enojado, asombrado y orgulloso. Ante su
preciado y querido discípulo, simplemente no
podía enojarse, solo podía tirar de su propio
cabello y usar el dolor de su cuero cabelludo para
aliviar la preocupación en su corazón. Después
de una pausa, el Guoshi Principal habló
nuevamente.

4
Se refiere a que si fuera otra persona que lo hubiera atrapado, esta también
hubiera muerto.

34
—¡Otra cosa!
Xie Lian inclinó su cabeza.
—Este discípulo está escuchando.
—Lo hiciste bien hoy en el escenario —dijo el
Guoshi Principal—. Pero no importa qué tan bien
te desempeñes, no puedes cambiar las cosas
justo antes del comienzo sin una advertencia.
Ambas majestades estaban aterrorizadas por tu
acto de hoy. ¿Sabes qué pasaría si nos
perdiéramos la hora fortuita?
Xie Lian frunció sus largas cejas,
desconcertado.
—Guoshi Principal, con respecto a esto, ¿no le
he pedido permiso antes de hoy?
El Guoshi Principal también se sorprendió.
—¿Ya has preguntado? ¿Antes de hoy?
¿Cuando?
Desconcertado, Xie Lian volvió la cabeza y
miró, gritando: —¿Mu Qing?

35
Capítulo 60
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte uno)

J
usto en ese momento, Feng Xin, quien
estaba arrodillado detrás de Xie Lian, dijo con
seriedad: —Dianxia sí lo mencionó hace un
par de días —Todos los ojos se dirigieron a él.
Feng Xin continuó—. Recientemente, Dianxia
había estado pensando mucho en la Procesión
Celestial y ayer de repente se le ocurrió la idea
extraordinaria de saltar de la torre para simular el
descenso celestial sin cambiar nada más en la
programación. En ese momento, Dianxia estaba
en medio de los ensayos y no podía escapar, por
lo que envió a Mu Qing para que se lo comunicara
al Jefe de los Guoshi’s para solicitar el visto
bueno. —Levantó la cabeza, la ira era evidente
en sus ojos—. Mu Qing regresó y le dijo a Dianxia
que el Guoshi Principal había sido informado, por
lo que Dianxia hizo lo que realizó hoy bajo la
impresión de que obtuvo permiso. ¡Quién hubiera
sabido que el Guoshi Principal no lo sabía y casi
arruinó el evento!

36
Los cultivadores se miraron. El Guoshi Principal
preguntó: —¿Quién sabía de esto?
Los otros tres Guoshi’s principales adjuntos
sacudieron sus cabezas, todos negando saber
nada. El Guoshi Principal se volvió hacia Mu
Qing, su expresión turbia se convirtió en una de
ira.
—Mu Qing, ¿retuvo intencionalmente la
comunicación?
Sus palabras y expresión mostraron que ya
creía firmemente que Mu Qing estaba
saboteando el asunto a propósito. Xie Lian miró
al joven silencioso e inexpresivo que se
arrodillaba a un lado y reflexionó antes de hablar.
—Guoshi Principal, creo que debe haber algún
tipo de malentendido aquí. —Al escuchar esto,
Mu Qing cambió sus ojos para mirarlo, sus ojos
se oscurecieron. Xie Lian dijo: —Si él hubiera
retenido la palabra a propósito, una vez que el
evento terminó y comparamos las notas, se
revelaría su engaño y no habría manera de que
pudiera escapar de la responsabilidad. Mu Qing
no es un imbécil miope y no habría tenido una
táctica tan baja. Además, con la ausencia del
Guerrero Marcial que agrada a Dios, ¿qué
ventajas tiene el oponente demonio? Por favor,
escúchalo, Guoshi Principal y luego saque una
conclusión. —Al terminar su discurso, Xie Lian
inclinó la cabeza—. Cuéntanos, Mu Qing. ¿Qué
pasó?
Mu Qing bajó los ojos y dijo suavemente: —Sí
avisé lo que Dianxia me ordenó decir ayer.
El Guoshi Principal frunció el ceño.

37
—¿No nos dirás lo que dijiste o no dijiste?
¿Cuándo nos dijiste?
—Ayer, una hora después de la lección de la
tarde, cuando los cuatro Guoshi’s estaban
descansando en el Pabellón SiXiang, este
discípulo habló desde afuera de la ventana —dijo
Mu Qing.
El Guoshi Principal volvió el cabeza hacia sus
tres compañeros, desconcertado.
—¿Ayer después de las lecciones de la tarde?
¿Qué estábamos haciendo entonces?
En el momento en que la pregunta salió de sus
labios, recordó y su rostro se volvió un poco verde
por la torpeza. Los otros tres Guoshi’s Principales
adjuntos también tosieron nerviosamente, con
una respuesta ambigua.
—En realidad no es nada. ¡Solo... descansar es
descansar!
Al ver cómo tartamudeaban los Guoshi’s
principales, todos comprendieron de inmediato.
El Sagrado Pabellón Real era un lugar de
meditación y entrenamiento tranquilo y había muy
poco entretenimiento, solo algunos juegos
pequeños que podían considerarse diversión.
Uno de ellos, el más popular, era jugar a las
cartas.
Las cartas solo se podían jugar en secreto,
para que nadie las viera. Los Guoshi’s Principales
llevaban mucho tiempo aburridos y residían en el
Sagrado Pabellón Real, por lo que eran muy
adictos. Cuando comenzaban a jugar, se
olvidaban de todo y de todos, cayendo en un
estado similar a la obsesión o la embriaguez,

38
incontrolablemente emocional y definitivamente
no podrían escuchar nada desde afuera. Si Mu
Qing hubiera dicho algo al mismo tiempo, ¿qué
podrían escuchar?
Uno de los Guoshi’s principales adjuntos dijo:
—Oh, um... tal vez había demasiada gente, su
voz era demasiado baja y no escuchamos. O, um,
no escuchamos con claridad.
El Guoshi Principal exigió sospechosamente.
—¿Fuiste al pabellón SiXiang ayer?
—Lo hice absolutamente —dijo Mu Qing y
como prueba, dijo lo que vestía, la mirada y el
acento del guardia de pie en la puerta y sin ningún
error.
El Guoshi Principal tenía que creerle, pero aun
así frunció el ceño.
—Si hubieras ido al Pabellón SiXiang, podrías
haberle pasado el mensaje al aprendiz que
estaba afuera de la puerta, o entrar a la cámara y
comunicarte en detalle, ¿por qué hablar afuera
por la ventana? ¿Ni siquiera confirmaste si lo
escuchamos?
Mu Qing respondió suavemente.
—No es como si no lo hubiera intentado. Este
discípulo le suplicó al shixiong5 que custodiaba la
puerta, pero por alguna razón ese shixiong tuvo
que dificultar las cosas y no me dejó entrar a la
cámara ni me dijo nada. Sus palabras fueron
burlonas y me echó. —Después de una pausa,
continuó—. Este discípulo no tenía otra opción,
así que fui al otro lado del Pabellón SiXiang e
5
Compañero de cultivación con mayor edad.

39
intenté pasar el mensaje a través de la ventana.
Después de hablar, escuché a uno de los
Guoshi’s Principales decir: Entiendo, ahora vete.
Así que este discípulo lo tomó como
consentimiento a los planes de Dianxia y regresó.
Los Guoshi’s Principales fruncieron sus labios
y no hablaron.
A la altura de una ronda de juegos de cartas,
¿quién prestaría atención a lo que fuera dicho
afuera? Si deberían escuchar algo, por supuesto,
responderían de forma espontánea con:
Entiendo, pero en realidad, ¡probablemente ni
siquiera sabían de dónde provenía la voz!
Xie Lian frunció el ceño.
—¡Que tal cosa pasaría! ¿Qué aprendiz es este
impudente? Para ser tan irrespetuoso con uno de
mis mensajeros, tiene agallas.
Aunque Xie Lian solía ser amable y gentil
cuando interactuaba con otros en el Sagrado
Pabellón Real y en realidad nunca actuaba como
superior a los demás, todavía era el estimado hijo
del rey, el prominente príncipe heredero, e
incluso cuando se arrodilló ante la estatua de
Dios, no había mostrado ninguna mansedumbre
ni timidez. En ese momento de severidad, era
fuerte y autoritario sin furia. Todos permanecieron
en silencio y los Guoshi’s Principales usaron
expresiones ilegibles en sus rostros.
—¿Por qué no me informaste esto cuando
regresaste ayer? —Preguntó Xie Lian.
Mu Qing se dio la vuelta cuando aún estaba
arrodillado y se postró, con voz tranquila.

40
—Dianxia, no hay necesidad de seguir
investigando este asunto con ese shixiong. No
dije nada después de regresar ayer simplemente
porque no quiero convertir esto en un gran
problema. Y en serio, no es nada importante. Si
Dianxia me defendiera abiertamente, perjudicará
la amistad entre todos.
Xie Lian no estuvo de acuerdo, sonando
molesto.
—¿Qué es esta amistad con todos? ¿El tipo de
amistad que usas para abusar de otros?
Al escuchar esto, los Guoshi’s principales
sentados a un lado parecían aún más agitados.
Al final del día, algo como esto sucedió porque
a los Guoshi’s principales no les gustaba Mu
Qing.
Ya que estaban disgustados, los asistentes en
prácticas seguían su liderazgo de manera natural
y en verdad, el propio Mu Qing no era tan
agradable, por lo que a menudo no solo los
compañeros en prácticas lo molestaban, sino que
también le hacían las cosas difíciles en cada
momento. Por supuesto, este alto y poderoso
discípulo no estaba tratando de ser sarcástico,
pero ciertamente dio en el punto.
A través de sus palabras, era obvio que Mu
Qing estaba retrocediendo, pero Feng Xin no
podía escuchar otra palabra y de repente
intervino.
—Realmente no era nada importante, pero
tenías que ir y hacerlo complicado. Si le hubieras
dicho al aprendiz en la puerta que fue a entregar
un mensaje por orden de Taizi Dianxia, ¿todavía

41
sería lo suficientemente valiente como para
bloquear tu camino? Además, justo antes de que
partiéramos hoy, el Guoshi Principal te preguntó
a dónde iba Dianxia, ¿por qué respondiste tan
vagamente? ¿No pudiste haber dicho claramente
que Dianxia estaba en la cima de la torre
esperando que comenzara la procesión?
Mu Qing inmediatamente replicó, con calma y
firmeza.
—Pensé que el Guoshi Principal ya sabía y no
esperaba que me hicieran esa pregunta, así que
estaba confundido. Pero justo después, le dije al
Guoshi Principal que Dianxia ya había dicho que
no debía preocuparse y que la procesión podría
comenzar sin demora como estaba previsto, que
Dianxia volvería pronto. Es posible que Dianxia
no haya estado allí en ese momento, pero hubo
muchos en el sitio que me escucharon, así que,
¿cómo puedes decir que hice esto
intencionalmente? ¿Que estaba siendo vago?
Feng Xin lo miró con enojo. Pero si lo pensaba
en detalle, Mu Qing sí dijo lo que hizo, solo que el
Guoshi Principal estaba demasiado ansioso y no
quería tomar decisiones apresuradas, por lo que,
si debía comentar las faltas, realmente no había
mucho que probar.
En ese momento, Xie Lian habló de nuevo.
—Está bien, está bien. Es solo un malentendido
inoportuno. Todo es mala suerte, así que dejen
de pelear.
Feng Xin parecía extremadamente disgustado,
pero consciente de su posición, no se atrevió a
ser ruidoso en el Gran Salón Marcial, por lo que

42
dejó de hablar. El Guoshi Principal tampoco
quería seguir con este tema, porque después de
todo, si tenían que llegar al fondo de las cosas,
¿no era él también el culpable de estar
demasiado absorto en los juegos de cartas? Por
lo tanto, simplemente saludó y suspiró.
—Hablemos más tarde. Discutiremos más
sobre lo que ocurrió y pensaremos en una
manera de salvar la situación. Los tres pueden
retirarse; quítense los disfraces y hagan lo que
deben.
Xie Lian hizo una reverencia y se puso de pie.
Feng Xin y Mu Qing, ambos se arrodillaron una
vez antes de levantarse, siguieron a Xie Lian que
estaba a punto de irse. Xie Lian tenía un pie sobre
el umbral cuando escuchó al Guoshi Principal
decir: —Dianxia.
Xie Lian volvió la cabeza.
—Tanto su majestad el rey como su señoría la
reina han pedido verlo hoy. Si tiene tiempo los
próximos días, vaya a verlos —dijo el Guoshi
Principal.
Xie Lian sonrió.
—Entiendo.
Después de abandonar el Gran Salón Marcial,
los tres atravesaron gran parte de la cumbre y
regresaron al Salón de Entrenamiento del Palacio
de XianLe, construido especialmente para el
príncipe heredero. Xie Lian finalmente pudo
quitarse su atuendo ceremonial.
Como se mencionó anteriormente, para la
Procesión Ceremonial Celestial Shangyuan, el
atuendo ceremonial del Guerrero Marcial que

43
agrada a Dios era extremadamente estricto en
todos los detalles ya que todos los accesorios y
pliegues tenían un significado y nunca se podían
desorganizar o mezclar. Por ejemplo, la túnica
exterior debía ser blanca, simbolizando la pureza
divina; el atuendo interior debía ser rojo,
simbolizando la tradición canónica; la corona de
oro que sujetaba el cabello simbolizaba poder
real y riqueza; penachos blancos ocultos por el
corazón significa vuelo a la ascensión; cintas de
cordón sueltas a lo largo de las mangas
destinadas a llevar todas las vidas; etcétera
etcétera.
Sería fácil imaginar que, de pies a cabeza, ya
sea ponérselo o quitárselo, no era una tarea
sencilla. Sin embargo, como el estimado príncipe
heredero que es, naturalmente no necesita hacer
nada por sí mismo; solo necesitaba ponerse de
pie y abrir los brazos en esa cámara refrescante
y fragante y conversar con Feng Xin mientras
esperaba al asistente personal Mu Qing para
ayudar a eliminar capas tras capas de este
disfraz del Guerrero Marcial que agrada a Dios.
Esa túnica blanca externa del traje del Guerrero
Marcial que agradaba a Dios era de alta calidad,
los hilos delicados y exquisitos, los flecos cosidos
con intrincados patrones dorados claros,
elegantes, pero no frívolos. En comparación, el gi
marcial negro del disfraz de demonio era una
diferencia entre el cielo y la tierra. El propio Mu
Qing aún no se había quitado su ropa negra, sus
manos llenas con el traje del Guerrero Marcial
que agradaba a Dios le quitaron la túnica a Xie

44
Lian y sus dedos se movieron, sintiendo
discretamente el material de esa túnica blanca.
Junto a él, Xie Lian se quitó la corona dorada,
dejando que su largo cabello se soltara y se sentó
en el borde de su cama de sándalo, quitándose
las botas blancas como la nieve, esperando que
alguien le trajera ropa limpia. Esperó un poco,
pero notó que Mu Qing no se movía, por lo que
inclinó la cabeza y preguntó: —¿Qué pasa?
Mu Qing se acercó al instante y respondió: —El
disfraz parece estar sucio en algunos lugares.
Xie Lian suspiró y dijo: —¿Puedes traerlo y
dejarme ver?
Efectivamente, en el atuendo blanco como la
nieve había dos pequeñas huellas negras de una
mano.
Xie Lian echó un vistazo y comentó.
—Probablemente lo haya hecho ese niño
pequeño que cayó del cielo. Recuerdo que me
estaba agarrando y no me soltaba. La cara de ese
niño estaba envuelta en todo con vendas, tal vez
se había caído en otro lugar o algo así Feng Xin,
¿lo revisaste?
Feng Xin solo estaba envolviendo la espada y
zanbato y respondió con gravedad.
—No. Lo saqué del palacio y estaba a punto de
mirarlo a la cara como lo pediste, ¡pero me dio
una patada en la espinilla! En realidad, eso
jodidamente me dolió.
Xie Lian se cayó de la cama riéndose y le
señaló: —Debe ser porque eres muy malo. De lo
contrario, ¿por qué no me dio una patada, pero a
tí te pateó?

45
—¡No lo era! —Gritó Feng Xin—, era como si
ese maldito niño estuviera poseído o algo así y se
escapó rápidamente. O si no, lo habría recogido
boca abajo y sacudido hasta que llorara de
miedo.
Mu Qing le dio la vuelta a la túnica blanca.
—Ese niño debe ser un mendigo; él estaba muy
sucio. Solo un simple agarre y él podría dejar
huellas negras como estas. Dianxia, el disfraz de
dios complaciente no puede estar sucio, ¿no es
eso también un mal presagio?
Xie Lian permaneció acostado en la cama y
casualmente, tomó un libro de la cabecera,
cubriéndose la mitad de la cara.
—Tres recorridos alrededor de la capital y ya
tengo una buena reputación en la historia con el
mejor record. Si está sucio, está sucio, solo
lávalo.
Después de una pausa, Mu Qing respondió en
voz baja: —Haré mi mejor esfuerzo para tener
cuidado cuando lo lavo.
Xie Lian hojeó el libro y llegó a la página que
ilustra el arte del sable y recordó la estimulante
lucha de ese día en el escenario.
Él sonrió.
—Mu Qing, luchaste bien hoy en el escenario.
—Los hombros de Mu Qing se tensaron. Xie Lian
continuó—: Solo hoy descubrí que eres mucho
más hábil con el sable que con la espada.
La expresión de Mu Qing se relajó y se dio la
vuelta. Incluso había una pequeña sonrisa
jugando en sus labios.
—¿En serio?

46
—¡Sí! —Xie Lian respondió—. Pero quizá fuiste
demasiado apresurado. Balancear un sable no es
como balancear una espada, mira aquí…
En el momento en que comenzó el tema de las
artes marciales, Xie Lian se volvió muy
entusiasta, incluso más poseído que cuando los
Guoshi’s principales jugaban a las cartas y saltó
de la cama sin siquiera ponerse los zapatos,
demostrando su punto en el acto usando su mano
como un simulador sable. Mu Qing tenía una
expresión complicada, pero después de que Xie
Lian demostró algunos movimientos, comenzó a
mirar seriamente. Por otro lado, Feng Xin, hizo
girar el zanbato, que ahora estaba bien envuelto
y persiguió a Xie Lian de vuelta a la cama,
gritando: —¡SI VAS A PRESUMIR POR LO
MENOS, PONTE LOS ZAPATOS ANTES DE
HACERLO! ¡Eres el príncipe heredero! Con el
pelo suelto y los pies descalzos, ¡qué desgracia!
Xie Lian estaba muy emocionado, pero fue
perseguido en la cama como pato persiguiendo a
una pata y estaba algo amargado.
—¡Está bien! —dijo y se pasó el largo cabello
con ambas manos, listo para atarlo antes de
continuar su discurso a Mu Qing cuando de
repente frunció el ceño—. Eso es raro.
—¿Qué sucede? —Preguntó Feng Xin.

47
48
Capítulo 61
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte dos)

X
ie Lian tiró de sus lóbulos.
—Uno de los pendientes se ha perdido.
La gente de XianLe creía que el pináculo de
la cultivación era la armonía de yin y yang, la
unidad de hombres y mujeres. La forma de los
dioses cambiaba constantemente y naturalmente
no estaba vinculada por las restricciones de
género, cambiando a hombres o mujeres como
querían. Por lo tanto, esta creencia fue entretejida
en el diseño del traje que agradaba a Dios. A lo
largo de la historia, todos los Guerreros Marciales
que agradan a Dios se habían puesto adornos y
accesorios que poseían la forma y los detalles de
ambos sexos, como aretes, pulseras, etc.
Cuando Xie Lian se estaba preparando para el
papel, se perforó las orejas y se puso un par de
pendientes.
Era un par de brillantes perlas de coral de color
rojo oscuro, brillante y suave, radiante y opulento,
raro y sublime. Sin embargo, cuando Xie Lian se

49
ocupaba de su cabello en ese momento, solo
quedaba una de las dos perlas de coral rojo.
En el momento en que dijo que estaba perdido,
la expresión relajada de Mu Qing se congeló de
nuevo, pero los otros dos no se dieron cuenta en
absoluto. Feng Xin primero miró por toda la
cámara, adentro y afuera, pero regresó con las
manos vacías.
—Eres tan despistado, incluso algo que en tus
oídos se puede perder. No lo encontré en el
Pabellón de XianLe, así que saldré y buscaré en
las carreteras. Reza a los cielos, que no lo hayas
perdido durante el desfile.
Xie Lian también estaba desconcertado, pero
no le importó mucho.
—Tal vez. Si ese es el caso, entonces no habría
manera de encontrarlo. Si se perdió, se perdió.
Mu Qing, por otro lado, sacó la escoba que
solía barrer y dijo en voz baja: —Esa perla es
demasiado preciosa; Deberíamos al menos
intentar y mirar. Tal vez rodó debajo de la cama o
de un estante.
Luego comenzó a barrer y Xie Lian respondió:
—Entonces, ¿por qué no pedimos unas cuantas
manos más para ayudar?
—Las multitudes tienen la mano grande. No
queremos que la gente se lo meta en el bolsillo
antes de que encontremos algo —dijo Feng Xin
con brusquedad.
Mu Qing estaba revisando tranquilamente
debajo de la cama, pero cuando escuchó las
palabras de Feng Xin, se detuvo, se puso de pie

50
en una y la escoba en sus manos se partió en
dos. Xie Lian se sobresaltó.
Desde que salieron del Gran Salón Marcial,
Feng Xin se llenó de quejas sobre Mu Qing, pero
las palabras nunca salieron de sus labios. Ahora
que vio a Mu Qing explotar primero, también se
enojó.
—¿Qué estás haciendo, rompiendo las cosas
tan repentinamente? ¿Quién te hizo enojar
ahora?
Mu Qing respondió fríamente: —¿Por qué no
me dices directamente qué es lo que quieres
decir, en lugar de proyectar sombras donde no
hay ninguna? No tengo nada que ver con la perla
perdida.
Feng Xin siempre había sido un individuo
sencillo y esta era la primera vez que escuchaba
a alguien acusarlo de proyectar sombras donde
no hay ninguna y soltó una carcajada.
—¿Por qué no te dices eso a ti mismo? ¿Qué
dije? No dije que lo robaste, pero te pusiste
nervioso. ¿Qué, te sientes culpable?
Xie Lian salió de su sorpresa y se sentó en la
cama, sintiendo temor.
—¡Feng Xin, eso es suficiente!
Unas pocas venas aparecieron
instantáneamente en la frente de Mu Qing. Feng
Xin realmente no pensó mucho en eso y preguntó
en confusión.
—¿Qué?
Realmente no era el momento adecuado para
que Xie Lian lo explicara, así que solo pudo
intentar pacificar a Mu Qing.

51
—No lo entiendas mal, los comentarios de
Feng Xin fueron repentinos, no los estaba
dirigiendo hacia ti.
Mu Qing apretó los puños y luego se aflojó,
pero al final no siguió explotando. Sin embargo,
sus ojos se estaban enrojeciendo y se volvió
hacia Xie Lian, pronunciando cada palabra
mientras lo miraba.
—Tú... no cumples tus promesas.
—¡No! ¡Estás equivocado! —Gritó Xie Lian.
Mu Qing cerró la boca e inhaló un par de veces,
miró furioso a Feng Xin y luego, sin otra palabra,
salió corriendo por la puerta. Xie Lian saltó de la
cama y estaba a punto de perseguirlo, pero se
detuvo en la mitad.
—Dianxia, ni siquiera se ha puesto los zapatos!
¡Sería una desgracia salir con el cabello suelto y
en un desastre!
—¡Ayúdame a detenerlo! —Ordenó Xie Lian.
—Al menos ponte los zapatos primero y ata tu
cabello. —Feng Xin dijo—. Y déjalo en paz. Él
siempre es así de raro, quién sabe qué nervio
tocamos ahora, se está volviendo loco de la nada.
Para entonces, Mu Qing ya se había ido y Xie
Lian vio que no podría alcanzarlo, así que en
lugar de eso, agarró un cordón para sujetar su
cabello a toda prisa.
—No se estaba volviendo loco, solo dijiste
accidentalmente algo incorrecto.
Feng Xin sacó el habitual atuendo de
entrenamiento blanco de Xie Lian del armario y
se lo lanzó.
—¿Qué dije mal?

52
Xie Lian respondió mientras se ponía las botas.
—No puedo decírtelo. De todos modos, ven
conmigo a buscarlo y dile que todo fue un
malentendido y que no lo acusabas de nada.
Feng Xin frunció el ceño.
—¿Qué es lo que no puedes decirme? —Los
labios de Xie Lian estaban cerrados
herméticamente. Feng Xin estaba sospechando
cada vez más y recordó la expresión furiosa de
Mu Qing y habló de repente: —Él no te robó
antes, ¿verdad?
Xie Lian inmediatamente agitó las manos
vigorosamente.
—¡No! ¡No!
Al verlo así, Feng Xin estaba aún más seguro.
—¡Así que es eso! No es de extrañar que su
temperamento se encendiera, ¡es porque era
culpable! Entonces, ¿cuándo robó?
—¡No tan alto! —Xie Lian dijo ansiosamente.
Feng Xin bajó la voz.
—¡¿Algo como esto sucedió y no me lo dijiste?!
¡Dímelo ahora!
Xie Lian vio que Feng Xin ya estaba
sospechando, si continuaba mintiendo, entonces
se descubriría la verdad de cualquier manera, así
que tuvo que arrepentirse tristemente.
—Realmente no cuenta como robar, pero...
—suspiró—, comenzaré desde el principio. Te
acuerdas, ¿verdad? Hace dos años, cuando
entré por primera vez en el Sagrado Pabellón
Real, hubo una vez que perdí una hoja de oro.
Al escuchar esto, los ojos de Feng Xin se
agrandaron y se dio una palmada en el muslo.

53
—¿EN ESE ENTONCES?
Hace tres años, Xie Lian rogó y suplicó de todas
las maneras posibles hasta que finalmente sus
padres cedieron y le permitieron ingresar al
Sagrado Pabellón Real para entrenarse antes de
cumplir los veinte años. Un año después, el
pabellón de XianLe terminó de construirse. Xie
Lian pudo por fin mudarse y lo hizo con gran
emoción.
Cuando Xie Lian se mudó por primera vez,
realmente no trajo mucho con él. Solo dos
carruajes llenos de libros y doscientas espadas
de tesoro. Pero la reina quería mucho a su hijo y
temía que la vida de entrenamiento fuera
demasiado tranquila y aburrida, por lo que más
tarde ordenó por veinte sirvientes y cuatro carros
grandes llenos de baratijas que al príncipe
heredero le encantaba a que lo enviaran al Monte
TaiCang, las caravanas eran impresionantes y
dramáticas, Incluido en esto estaba un conjunto
de las ciento ocho hojas que conformaban el
Palacio de Láminas de Oro.
Construir un palacio con láminas de oro era un
juego popular que disfrutó la nobleza de XianLe.
En ese momento, tener tanto lujo entrar en la
montaña provocó una pequeña ola de quejas. El
Sagrado Pabellón Real estaba formado por
cultivadores serios que todavía no estaban muy
familiarizados con el carácter del príncipe y
aunque no podían decir mucho en público, a sus
espaldas se escuchaba mucho: —Taizi Dianxia,
vino a entrenar, o ¿vino a jugar? ¿Qué puede

54
cultivar este hijo de la familia real si solo vino por
diversión?
Cuando Feng Xin escuchó esas quejas, tuvo la
mente de discutirlas, pero Xie Lian le dijo que no
se preocupara por eso y sonrió.
—Es natural que piensen de esa manera. Ellos
sabrán después de un tiempo que no estoy aquí
para jugar juegos y también, quién es el número
uno en esta generación de aprendices.
Sin embargo, no mucho después, algo sucedió.
Xie Lian estaba tratando de enviar de vuelta la
mayor cantidad posible de los cuatro carruajes y
sirvientes que la reina le había regalado, pero
cuando contó el inventario, descubrió que en las
ciento ocho hojas de láminas de oro faltaba una.
Ese conjunto de láminas de oro se empacó en
los carros y una vez en el Monte TaiCang, nunca
había salido del Pabellón de XianLe. Si no se
perdió en el camino, entonces fue robado. No se
encontró nada en el camino, por lo que Xie Lian
lo comentó despreocupadamente al Guoshi
Principal. Sin embargo, cuando el Guoshi
Principal pensó que podría haber sido robado, se
enfureció ante la idea de que alguien dentro del
Sagrado Pabellón Real cometería este crimen
bajo la fascinación de las láminas doradas, por lo
que estaba decidido a recuperar la hoja de oro sin
importar nada. Si se encontrara en alguien, el
castigo sería sumamente severo. Así, los tres mil
y más discípulos de todo el Monte TaiCang
detuvieron lo que estaban haciendo, fueron
arrastrados a formar equipos para buscar

55
habitación tras habitación, cámara tras cámara
de cada sala de entrenamiento.
Era una gran fanfarria, agotando a todos, pero
inesperadamente, a mitad de la búsqueda, Xie
Lian se corrigió repentinamente, se disculpó por
causar problemas a todos y dijo que de repente
recordó que parecía haber perdido una hoja de
ese juego de láminas de oro mientras todavía
estaba en el palacio real. Es decir, solo debía
haber ciento siete hojas en total después de todo.
Investigar el paradero de la lámina de oro que
faltaba, esa noche en el Sagrado Pabellón Real
fue un completo caos, un gran pandemónium y
para que justo cuando todos sudaban de
agotamiento, Taizi Dianxia hiciera un anuncio
repentino para dejarlo todo, era inevitable para
muchos no sentirse agraviados. Por lo tanto,
durante mucho tiempo hubo mucho ruido a sus
espaldas, diciendo cosas como; bueno, él era el
príncipe heredero, así que puede mandarnos y
espero que la próxima vez su memoria sea mejor
y recuerde las cosas importantes antes de pedir
una investigación, etc. Feng Xin estaba furioso
escuchándolos, pero Xie Lian todavía le dijo que
lo dejara pasar y dejara que el tiempo pasara
tranquilamente.
Efectivamente, después de eso, Xie Lian pudo
cambiar las cosas por completo, llegando a
convertirse sin vergüenza alguna en el aprendiz
número uno del Sagrado Pabellón Real, sobre los
tres mil y algunos discípulos. Debido a que era
realmente amigable y despreocupado y no
dependía en absoluto de su familia,

56
gradualmente su reputación mejoró entre las
demás.
Feng Xin no era alguien que recordara los
pequeños detalles, por lo que había olvidado que
esto había sucedido. Ahora que lo volvió a
mencionar, se dio cuenta de esto, se sorprendió
y se enojó.
—¿FUE MU QING QUIEN SE LLEVÓ LA
LÁMINA DORADA?
—¡Shh! —Xie Lian lo hizo callar y miró a su
alrededor para asegurarse de que no había
nadie—. Esa hoja de lámina de oro cayó del
carruaje mientras subía la montaña. Mu Qing
estaba pasando mientras llevaba agua y la
encontró en los arbustos. Lo mantuvo debajo de
su cama y no había descubierto qué hacer con él,
pero esa misma noche el Guoshi Principal de
repente reaccionó, ordenando a todos que
buscaran en las habitaciones. No lo conocía en
ese momento y solo vi a un chico de recados que
parecía desconcertado. Más tarde, mientras
estaba sentado afuera, él vino a servirme té y
admitió todo. Así es como me enteré.
—¡Tomar sin decir es robar! ¿Así que lo
ayudaste a enterrar este asunto y le dijiste a todos
que la lámina de oro se perdió en el palacio real?
Mientras hablaban, Xie Lian había terminado
de vestirse y salía por la puerta.
—Así es como fue
Feng Xin iba a morir de rabia. Siguió a Xie Lian.
—Dianxia, ¿sabía que cuando llegó por primera
vez al Sagrado Pabellón Real, cuánta gente
hablaba mierda de usted?

57
—Baja la voz. —Xie Lian dijo—. Realmente se
veía bastante perturbado en ese momento.
Pálido como un fantasma. A la gente aquí en el
Sagrado Pabellón Real ya le disgustaba, si
hubiera dicho algo, su vida aquí habría
terminado. Nuestros lugares en la vida son
diferentes y estamos en diferentes puntos de
vista en este asunto, por lo que las
consecuencias no se pueden comparar.
En ese momento, algunos jóvenes aprendices
se acercaron a ellos y se inclinaron cortésmente,
con el rostro lleno de sonrisas y saludándolos.
—¡Dianxia!
Xie Lian le devolvió la sonrisa y las dos partes
se rozaron. Le dijo a Feng Xin: —Mira, te dije que
le dieras tiempo. Ahora me llevo bien con todos,
¿quién se atrevería a decir algo malo de mí?
Los dos entraron a la habitación de Mu Qing
pero no vieron un alma, así que salieron de nuevo
para seguir buscando.
—Ya me parecía extraño en ese momento ya
que nunca supe que habías perdido alguna
lámina en el palacio —Feng Xin dijo—, pero no
puedo creer que no me contaras esto durante dos
años, ¡Y hasta me dijiste que lo conociste cuando
estaba barriendo!
—Luego me pidió que no se lo contara a nadie
—dijo Xie Lian—, ya que estaba de acuerdo, por
supuesto que no te lo diría, ni siquiera a ti. Pero
ahora que lo sabes, soy el que no cumplió con su
palabra. Pero no debes decírselo a nadie más.
—¿Cómo es que eso cuenta como no cumplir
con tu palabra? —Dijo Feng Xin—. No es como si

58
me dijeras algo, es su propia conciencia culpable
asustándolo que lo delató.
—No, no. Prométeme ahora mismo que esto se
queda aquí. De lo contrario, romperé mi relación
contigo, ¡y serás maldecido para nunca encontrar
una esposa! —Xie Lian amenazó.
Feng Xin dijo: —Pufft. ¡¿Tú, romper conmigo?!
El día después de nuestra ruptura, todos en el
reino de XianLe sabrán una cosa: ¡Taizi Dianxia,
se desmayó por ajustar demasiado sus tirantes
mientras se vestía...! - ¡ESTÁ BIEN! ¡No diré una
palabra! A quién le importa una mierda el
chismorreo de todos modos. —Después de una
pausa, todavía decidió comentar—: Apuesto a
que él piensa que siempre lo estoy molestando
porque pensó que sabía sobre el incidente de la
lámina doarada, pero en realidad, no me gusta la
gente como él. Un hombre adulto que piensa
demasiado en esto y aquello, debe haber
sospechado que me lo habías dicho hace mucho
tiempo. Incluso las concubinas en un harem no
tienen pensamientos y estados de ánimo tan
retorcidos como los suyos, ¡tan molesto!
—No es tan malo como lo dices —Xie Lian
dijo—. El Sagrado Pabellón Real nunca había
perdido nada antes, lo que significa que era su
primera vez y al final del día era para su madre...
uh, de todos modos, ya seguramente prometió
que nunca lo volvería a hacer, darle otra
oportunidad no está mal. Y cumplió su palabra.
Además, hoy cuando ese pequeño niño cayó, si
Mu Qing no cooperaba conmigo, el desfile
tampoco habría terminado tan bien.

59
Feng Xin hizo clic en su lengua.
—Ya estás pasando a la historia por solo dar
tres vueltas alrededor de la capital, por supuesto
que no te hará nada más. Dianxia, voy a decir
esto en este momento, no creo ni una palabra de
lo que dijo en el Sagrado Pabellón Real. ¿Quién
de los presentes en el Sagrado Pabellón Real no
sabía que cuando el Guoshi Principal juega a las
cartas no oye y no ve a nadie? Tuvo que elegir
ese momento para transmitir el mensaje y se
negó obstinadamente a aclarar bajo qué órdenes
le enviaron, como si estuviera tratando de
arruinar las cosas a propósito.
Xie Lian negó con la cabeza y dijo con
gravedad: —En realidad, en lo que respecta a
esto, también podría haber sido desconsiderado.
Sabía que a Mu Qing lo despreciaban, así que
originalmente quería que hiciera más recados
para mí, dejar que la gente sepa que él es mi
asistente personal para que sean más amables
con él. No me di cuenta de que ya eran
desagradables incluso así. No solo las cosas se
arruinaron, él también fue intimidado. Si lo
piensas desde su perspectiva, verás que está de
mal humor con razón de ser.
Feng Xin no estuvo totalmente de acuerdo.
—¿Por qué es tu culpa que esté de mal humor?
Tú eres el príncipe heredero; ¿Cómo terminaste
debiéndole a alguien algo por subirle de puesto?
Dianxia, realmente no entiendo por qué piensa
tan bien de él.
Xie Lian sonrió.

60
—Feng Xin, ¿sabías que hay muchas personas
en este mundo que no son más que rocas en mis
ojos? —Feng Xin no entendió. Xie Lian caminaba
con las manos detrás de su espalda—. Las rocas
están en todas partes, pero los jades preciosos
son difíciles de conseguir. Cuando se trata de
artes marciales, solo he visto a dos personas que
podrían llamarse jades. Uno eres tú, el otro, es él.
—De repente se detuvo en su paso, giró la
cabeza, sus ojos brillaron intensamente—.
Realmente creo que Mu Qing está
extremadamente dotado. Un jade tan precioso,
¿cómo se puede sentar para que el polvo se
acumule encima de él y oculte su belleza solo por
su familia y temperamento? —Xie Lian parecía
decidido—. ¡No! Creo que eso está mal.
¿Preguntas por qué pienso tan bien de él? Es la
misma razón por la que pienso tan bien de ti. Los
que están destinados a brillar, debo dejarlos
brillar. Además, no creo que la buena voluntad
traiga malos resultados.
Feng Xin se detuvo también. Después de
escuchar el discurso de Xie Lian, se rascó la
cabeza.
—Mientras sepas lo que quieres. Cómo lo
haces es asunto tuyo.
—Sí. Así que. ¿A dónde se fue corriendo Mu
Qing? —dijo Xie Lian.
En ese momento, otra pareja de jóvenes
aprendices se les acercó, con una cesta en sus
manos, jugando. Cuando vieron a Xie Lian, lo
llamaron al unísono, sus voces felices.
—¡Dianxia!

61
Xie Lian respondió con una sonrisa también.
Los aprendices se acercaron a ellos y lanzaron la
canasta antes de los dos, diciendo alegremente:
—¿Querrá Dianxia algunas cerezas? ¡Ya han
sido lavados en los manantiales, muy limpios y
muy dulces!
La canasta estaba llena de cerezas redondas
rojas vívidas, que lucían bastante preciosas. Xie
Lian y Feng Xin eligieron algunos para comer y
de hecho eran jugosas y dulces. Uno de los
jóvenes aprendices preguntó: —Cuando nos
acercamos, escuchamos Dianxia preguntando
por Mu Qing. ¿Lo estaba buscando? Creo que lo
vimos cuando pasamos por el bosque de
cerezos.
—¿Es cierto? Gracias por hacérmelo saber
—dijo Xie Lian.
Así, los dos caminaron apresuradamente hacia
los bosques de cerezos. En la cima del monte
TaiCang, aparte de los abundantes arces
silvestres, también había muchos árboles
frutales; melocotones, peras, naranjas y entre los
muchos árboles frutales también fueron cerezos.
Los árboles frutales eran alimentados por
manantiales, bañados por la niebla montañosa y
los rocíos soleados, dando frutos llenos de aura
espiritual. Aparte de ofrecerlos como tributo al
palacio, el resto solo estaba reservado para los
discípulos en el pabellón para que puedan
masticarlos después del arduo trabajo de un día.
Fuera del Sagrado Pabellón Real, incluso con
cien piezas de oro sería difícil para comprar solo
una.

62
Los cerezos se alineaban fila tras fila y dentro
de las nuevas hojas frescas colgaban cuentas
tras cuentas de cerezas rojas perladas, que
lucían deliciosamente atractivas. Xie Lian y Feng
Xin caminaron un rato buscando a Mu Qing en el
bosque, pero poco después, escucharon voces
de peleas justo delante de donde estaban, e
inconscientemente se detuvieron.

63
Capítulo 62
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte tres)

D
elante de ellos había cuatro o cinco
alumnos vestidos de túnica blanca, cada uno
con una cesta en la mano, parecía que
habían venido a recoger frutas. Sin embargo, no
estaban rodeando árboles frutales, sino a alguna
persona. Incluso desde lejos, con su poder de
audición, aún podían escuchar claramente los
detalles de la disputa. Uno de los jóvenes dijo: —
No es de extrañar que pareciera haber menos
frutas en el bosque últimamente, por lo que fue
alguien que estuvo robando en cuclillas.
Una voz suave respondió: —Las frutas que
crecen en el monte TaiCang pueden ser
recolectadas por cualquiera que sea un discípulo
en el pabellón, así que, ¿cómo es esto robar?
Además, hay cientos y miles de árboles frutales
aquí. No hay manera de que haya menos frutos
solo por mí.
La voz pertenecía a Mu Qing y desde la esquina
de la manga que podía verse a través de esa

64
multitud, parecía que ya se había quitado el
disfraz de demonio negro y se había cambiado al
atuendo de entrenamiento habitual.
Ese aprendiz dijo: —Por supuesto, si solo
fueras tú recogiendo para ti mismo los frutos no
serían notablemente menos, pero no solo
escoges para ti mismo, ¿verdad? Lo sacas a
escondidas por la montaña para otras personas.
Aprovechando los beneficios, qué descarado.
Xie Lian entendió la situación de inmediato. Los
aprendices que no podían soportar a Mu Qing lo
estaban molestando de nuevo.
Mu Qing venía de una familia pobre; su madre,
que vivía al pie de la montaña en la ciudad,
llevaba una vida pobre. En el pasado, solo podía
ganar algo de dinero costurando aquí y allá, pero
después de que sus ojos se pusieran malos ya no
podía hacer ese trabajo y solo podía esperar a
que Mu Qing trajera a casa el dinero que ganaría
haciendo recados en la montaña. A veces, él
recogía algunas frutas frescas del Monte TaiCang
y le pedía que las probara y en realidad no era
nada importante porque no había ninguna regla
en contra. No obstante, cuando se hablaba en
voz alta igual sonaba mal. Hacerlo así fue aún
más insultante y vergonzoso.
La voz de Mu Qing estaba llena de hielo.
—Zhu-ShiXiong, casi nunca hablamos, pero
me has atacado una y otra vez. Ayer tampoco me
dejaste pasar por el Pabellón de SiXiang para
transmitirte un mensaje. ¿Cómo te he ofendido?
Ese joven llamado Zhu era de hecho el
aprendiz que custodiaba la puerta del Pabellón

65
SiXiang y cuando escuchó el asunto del día
anterior, su ira estalló.
—Tú eres el único que no fue lo
suficientemente consciente como para hacer su
trabajo y casi arruinaste el evento, ¿entonces por
qué me culpas? Debes culparte por actuar de
manera secreta, haciendo que otras personas
piensen que no estás haciendo nada bueno. Si
solo hubieras dicho directamente lo que estaban
haciendo, no habría pasado nada. ¡Gracias a ti,
Dianxia casi lo arruinó y el Guoshi Principal me
gritó!
Tiró la canasta en el suelo mientras se quejaba,
haciendo un gesto a todos para que atacaran. Xie
Lian no pudo mirar más y gritó: —¡Paren!
Cuando los alumnos escucharon su voz, todos
se sorprendieron, volvieron la cabeza y gritaron.
—¡Dianxia!
Xie Lian y Feng Xin se acercaron y para
entonces Zhu-ShiXiong ya había agarrado a Mu
Qing por el hombro y lo había empujado contra el
tronco de un árbol, la pelea aún no había
comenzado. Si realmente empezaran, incluso si
fuera uno contra veinte, Mu Qing habría ganado
la delantera, pero, si quería quedarse en el
Sagrado Pabellón Real, nunca debía levantar el
puño.
Xie Lian sonrió: —¿Qué está haciendo todo el
mundo?
Ese Zhu-ShiXiong era un joven decente y de
aspecto sencillo que había admirado al príncipe
heredero. Se quedó helado al escuchar la

66
pregunta de Xie Lian y se apresuró a dejar ir a Mu
Qing.
—Um, esto, estábamos...
Xie Lian continuó sonriendo: —Aunque no sé
por qué se pelean todos, Mu Qing es mi asistente
personal, así que si hace algo, generalmente está
bajo mi mando. No me di cuenta de que había
algo de ofensivo en que me recogiera algunas
frutas.
Todos los alumnos se inclinaron.
—¡No, no! ¡Así que fue Dianxia el que le pidió
que viniera! ¡Nosotros entendimos mal!
Al lado, Mu Qing se apoyó contra el árbol y se
sorprendió por primera vez cuando escuchó a Xie
Lian decir que venía bajo su mando, luego se
enderezó rápidamente el cuello, bajó la cabeza y
no habló. El sudor frío se deslizaba por la espalda
de esos aprendices cuando se disculparon
profundamente con Xie Lian y luego con Mu Qing
y finalmente se apresuraron después de recoger
sus canastas, escapando de los bosques de
cerezos.
Xie Lian vio la canasta que Mu Qing había
traído al suelo, se agachó para recogerla y se la
pasó a él.
—¿Quieres ayuda?
Mu Qing no tomó la canasta, pero levantó la
cabeza y observó a Xie Lian con una expresión
ilegible por un momento antes de hablar.
—Dianxia
—¿Qué es? —Dijo Xie Lian.
—¿Por qué siempre debes aparecer en
momentos como estos?

67
Xie Lian se sorprendió.
Feng Xin, por otro lado, se molestó.
—¿Qué quieres decir? ¿Está mal venir y
salvarte? —Mu Qing lo miró y tomó la canasta.
Feng Xin se puso rígido y dijo ásperamente—.
¡Escucha! ¡Lo que sucedió antes fue mi culpa! No
quise acusarte y todo fue dicho sin intención. No
es necesario que pienses profundamente sobre
nada, sospechando esto o aquello. No me
importa nada más que Dianxia y no estoy
interesado en los chismes. Eso es todo lo que
tengo que decir, ¡así que deja de estar tan
malhumorado!
—¡PFFFT! —Al principio, Xie Lian pensó que
sus palabras eran demasiado agresivas, pero
hacia el final, fue extrañamente divertido. Mu
Qing miró a Feng Xin y Xie Lian hizo un gesto con
la mano: —Está bien, está bien. Todo lo que dijo
Feng Xin es verdad. Solo olvidemos que sucedió
algo. No ha pasado nada.
Un momento después, Mu Qing dijo a
regañadientes: —Buscaré esa perla de coral rojo
más tarde. Tal vez fue tirada en la calle.
No sería bueno para Xie Lian parecer
demasiado como si no le importara, así que
respondió: —Está bien. Solo si tienes tiempo.
Pero si se dejó caer en las calles, entonces
alguien ya lo habrá recogido.
Parecía que Mu Qing no tenía nada más que
decir, así que recogió las cerezas que se tiraron
al suelo y las volvió a colocar en su cesta. Él no
escogió a tantas en primer lugar y se movió para
dejar el bosque. Xie Lian, sin embargo, vio

68
muchas cerezas frescas y atractivas, recogió
casualmente un montón y las dejó caer en su
canasta.
Mu Qing se sorprendió un poco.
Xie Lian dijo: —La próxima vez que quieras
recoger frutas para tu madre, solo di que las estás
recogiendo bajo mi mando y nadie dirá nada. El
Guoshi Principal me dijo que regresara al palacio
por unos días, así que planeo irme mañana. ¿Por
qué no haces tu visita a la montaña también?
Vamos a regresar por hoy.
Tomó un tiempo, pero al final Mu Qing dijo en
voz baja: —Gracias, Dianxia.

Al día siguiente, Xie Lian descendió de la


montaña con Feng Xin y Mu Qing a cuestas.
En el momento en que llegaron al pie de la
montaña, justo afuera de las gigantescas puertas
de la montaña, vieron un brillante carruaje
dorado. Un joven vestido con un brocado de
cuello tenía un látigo en la mano, justo en el
asiento delantero del carruaje, con las piernas
cruzadas, con un aspecto vivo e importante. En
el segundo momento en que vio a Xie Lian
saliendo de las puertas, se puso de pie y corrió
hacia él en una loca carrera, gritando con
evidente alegría.

69
—¡Primo príncipe heredero! —Naturalmente,
era Qi Rong. Y solo él tendría el tiempo libre para
esperar a Xie Lian al pie del Monte TaiCang. Saltó
y gritó: —¡Mi paciencia finalmente ha dado sus
frutos!
Xie Lian sonrió y revolvió su cabello, riendo.
—¿Qi Rong sigue creciendo? ¿Cómo supiste
que regresaba al palacio hoy?
Qi Rong se rió.
—No lo sabía. Solo esperé y supe que tendrías
que salir tarde o temprano. Me niego a creer que
no lo harías.
—Estás bastante libre, ¿no? —Xie Lian dijo
desesperadamente—. ¿Estás estudiando
correctamente? ¿Qué pasa con la práctica de la
espada? Si mi madre me pide que vuelva a
evaluar tus estudios, no te ayudaré.
Qi Rong parpadeó, sus ojos se movieron y de
repente saltó arriba y abajo.
—¡No importa todo eso! ¡Mira mi nuevo
carruaje! ¡Primo príncipe heredero, ven y sube a
bordo, monta en mi carruaje de vuelta al palacio!
Agarró la mano de Xie Lian y lo llevó al carruaje,
pero Xie Lian solo sintió peligro.
—¿Estás conduciendo?
Feng Xin y Mu Qing se acercaron también.
Técnicamente, los sirvientes debían sentarse en
el frente, pero la cara de Qi Rong cayó
inmediatamente, rompiendo el látigo en su mano.
—Le pedí al primo príncipe heredero que
siguiera adelante, pero no dije que ustedes dos
también. ¿Creen que dejaría que las vidas

70
inferiores toquen mi carruaje dorado? ¡Fuera de
aquí!
Xie Lian ladró en voz baja.
—¡Qi Rong!
Feng Xin había visto a Qi Rong muchas veces
antes y ya sabía de su boca sucia, de carácter
vulgar y condescendiente, pero Mu Qing nunca
había entrado en el palacio antes y naturalmente
nunca tuvo la oportunidad de acercarse al
Príncipe Xiao Jing. Qi Rong se sentía
extremadamente agraviado, pero al ver a Xie Lian
a punto de alejarse, consintió dolorosamente y a
regañadientes a las dos vidas inferiores de
mierda abordar su precioso carruaje dorado.
Sin embargo, acaban de ingresar al carruaje y
los tres lamentaron la decisión de inmediato. Qi
Rong conducía como un loco, el látigo en su
mano azotaba sin parar, gritaba quién sabe qué
y el caballo blanco relinchó conmocionado, las
ruedas giraban frenéticamente, golpeaban las
calles, se negaban a detenerse por mucho que
Xie Lian gritara para que parara. Casi chocaron
contra un número de peatones y puestos y
gracias a dios por Feng Xin y Mu Qing, quienes
se sentaron en el frente y tomaron las riendas
para desviar al caballo, de lo contrario, este viaje
de locos costaría al menos veinte vidas. Cuando
finalmente llegaron al palacio y el carruaje
disminuyó la velocidad, Xie Lian, Feng Xin y Mu
Qing soltaron un suspiro de alivio al mismo
tiempo. Xie Lian se secó el sudor frío y los otros
dos fueron azotados por el látigo de Qi Rong
varias veces, con las manos cubiertas de

71
ronchas. Sin embargo, Qi Rong se puso de pie,
con una pierna pisando el caballo blanco detrás y
proclamó con orgullo: —¿Qué piensas, primo
príncipe heredero? Conduzco bastante bien,
¿verdad?
Xie Lian se bajó del carruaje y respondió: —Voy
a decirle a mi padre y a mi madre que confisquen
tu carruaje.
Qi Rong se sorprendió.
—¡¿Qué?!

Por la cultura de XianLe, en primer lugar, ellos


amaban el oro; en segundo lugar, amaban las
piedras preciosas; en tercer lugar, les encantaba
las bellezas; cuarto, amaban la música; y quinto,
aman el arte. El Palacio de XianLe era el lugar
más distinguido donde todo lo que amaban se
fundió en uno solo. Atravesando el gran patio,
caminando por el pasillo carmesí, no todo estaba
dorado o hecho de jade ya que también había
pinturas de obras maestras colgadas alrededor y
música suave flotando en el aire, creando la
ilusión del paraíso.
El palacio era la casa de Xie Lian, el lugar
donde creció. Feng Xin fue elegido para ser el
guardia personal a la edad de catorce años y se
había acostumbrado mucho a la vista. Sin
embargo, era la primera vez que Mu Qing vio
esos edificios y no pudo evitar sorprenderse. Sin

72
embargo, cuanto más asombrado estaba, más
cuidado tenía y menos se atrevía a que otros
sintieran lo que él estaba sintiendo, no se atrevía
a dar un paso en falso.
Xie Lian fue a reunirse con la reina lo primero.
La reina descansaba en la mansión QiFeng,
apoyada en una pequeña mesa de té probando
nuevas hojas. Ella había recibido hace mucho
tiempo el mensaje de que el príncipe heredero
había regresado, sus ojos crecían en forma de
alegría y extendió ambos brazos antes que su
hijo se acercara y dijo: —¿Finalmente estás
dispuesto a volver a casa para ver a mamá?
Feng Xin y Mu Qing estaban vigilando afuera.
Xie Lian entró en la cámara con Qi Rong a
cuestas y se acercó para tomar las manos de su
madre cuando se acercó: —¿No acabo de hacer
una visita hace dos meses?
La reina se quejó.
—Qué niño tan cruel. Incluso Rong-Er6 sabe
que debe hacer compañía a una anciana como
yo, pero aquí estás sonando como una persona
muy justa cuando no has vuelto a casa en dos
meses.
Xie Lian se echó a reír.
—¿Y cómo que mi madre es vieja? ¡No pareces
tener más que diez y algo! Como si fuéramos de
la misma generación.

6
-Er es la palabra para "hijo" o "niño", pero agregado a un nombre se
convierte en una etiqueta cariñosa similar a pequeño.

73
La reina estaba jubilosa al escuchar esas
palabras de alabanza. Incluso si ella tenía un hijo
tan grande como Xie Lian, debido a su estatus y
riqueza, estaba muy bien mantenida y aún se
veía como una belleza en la nobleza. Aún así, la
palabra que salió de sus labios fue una ligera
advertencia.
—Adulador.
Xie Lian echó un vistazo a la pequeña mesa de
té y allí había una taza hastiada, su contenido
emitía una extraña fragancia. Preguntó con
curiosidad: —¿Qué es esto? —Y lo recogió, pero
la reina le advirtió: —¡No lo bebas! ¡No puedes
beber eso!

74
Capítulo 63
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte cuatro)

X
ie Lian tenía curiosidad.
—¿Por qué no puedo beber esto?
La reina alcanzó la pequeña taza y la tomó
de él, vertió un poco de su contenido en su
pañuelo y la presionó suavemente varias veces
en la cara.
—El Monte TaiCang envió recientemente un
lote de frutas frescas. No me gustan las cerezas,
pero había un método para convertirlas en pasta
para tratamientos faciales, así que las exprimí por
diversión. No hay mucho uso para estas y estaba
a punto de pedir que las tiraran, ¡así que no
puedo dejar que las bebas!
Xie Lian sonrió mientras escuchaba, pero de
repente recordó los eventos del día anterior.
Hubo muy pocas veces en un año en que la
madre de Mu Qing podía probar cerezas y el
propio Mu Qing fue acosado solo por intentar
recoger algunas. Era un tema un tanto sensible y
Xie LIan temía que Mu Qing se sintiera incómodo

75
al escuchar esto, así que sonrió y cambió de
tema.
—¿Tienes algo que pueda comer?
La reina se echó a reír.
—Por la forma en que lo haces sonar, los
demás pensarán que te he matado de hambre,
pero has sido muy quisquilloso desde que eras
joven, no puedo engordarte. Te has vuelto tan
delgado desde que entraste a la montaña, hoy
comerás lo que te diga, sin problemas.
La madre y el hijo conversaron un rato y la reina
le preguntó sobre el incidente durante la
Procesión Celestial, sonando bastante
preocupada.
—Por el informe del Guoshi Principal, suena
serio. ¿Qué va a pasar? ¿Serás castigado?
Xie Lian no tuvo la oportunidad de responder y
Qi Rong interrumpió: —¡Hmph! Eso no fue culpa
del primo heredero de la corona. El que se cayó
del muro no fue él, si alguien debe ser castigado,
¡entonces debería ser ese pequeño demonio!
—¿Qué, pequeño demonio? —Pensó Xie Lian
molesto.
Él no había corregido a Qi Rong, pero la reina
se echó a reír. En ese momento, ella se dio
cuenta de los dos que estaban fuera de la
mansión.
—¿Quién es el niño al lado de Feng Xin? Es la
primera vez que veo a otra persona a tu lado.
Xie Lian respondió alegremente: —Ese es Mu
Qing. Él fue quien hizo de demonio en el
escenario ayer.

76
Al escuchar esto, Qi Rong levantó levemente
las cejas mientras la reina decía: —¿En serio?
Haz que entre para que pueda ver su cara. Feng
Xin puede entrar también.
Así, Feng Xin y Mu Qing entraron en la cámara
y se arrodillaron ante la reina. Se tomó su tiempo
para mirar a Mu Qing y le dijo a Xie Lian: —Pensé
que él luchó bastante bien ayer, un niño bueno y
cortés. Mirando esta cara, pensarías que sería un
ministro amable, pero quién sabría que podría ser
tan tenaz usando un sable.
Xie Lian sonrió.
—¿Verdad? Yo también creo que él es muy
bueno.
Qi Rong por otro lado, comentó fríamente.
—¿Oh? ¿El demonio de ayer era él?
Xie Lian escuchó su tono y sintió temor y por
supuesto, el siguiente segundo Qi Rong explotó
repentinamente, arrebató esa pequeña taza
hastiada de la pequeña mesa de té y la lanzó
hacia la cabeza de Mu Qing.
—¡Aquí está! ¡Tu recompensa!
Afortunadamente, Xie Lian fue más rápido y
golpeó la mano de Qi Rong obligándolo a dejar
caer la taza para que la salpicadura no llegara a
la cara de Mu Qing. Xie Lian lo jaló por el cuello.
—Qi Rong, ¿qué estás haciendo?
Incluso mientras lo retenían, Qi Rong seguía
rampante.
—¡Primo, te estoy ayudando a disciplinar a un
sirviente insolente! Antes de que lo hicieras ayer,
seguro que se estaba divirtiendo, aprovechando
toda la atención. ¿Quién diablos te crees que

77
eres? ¿La estrella de la Procesión Celestial?
¡¿Vas a derribar los cielos también?!!
La reina se sorprendió.
—Rong, qué... ¿qué estás haciendo?
La cara de Mu Qing se salvó del impacto, pero
su ropa no lo hizo, pero como la reina no había
dicho nada, permaneció arrodillado en el suelo,
con el rostro sombrío y pálido.
Xie Lian pasó Qi ROng a Feng Xin.
—No le dejes golpear a nadie.
Feng Xin solo usó una mano para contener a Qi
Rong, pero Qi Rong estaba pateando y
golpeando, escupiendo mientras gritaba: —¿Y
quién demonios crees que eres como para tener
el jodido nervio de tocarme tan casualmente?
Xie Lian sintió que le dolía la cabeza.
—¡Qi Rong, te estás poniendo cada vez más y
más fuera de control! —Luego se volvió hacia la
reina—. Madre, olvidé mencionar algo. Por favor,
quítale su carruaje dorado.
Qi Rong se sorprendió y gritó: —¡NO! ¡NO!
¿POR QUÉ? ¡ES UN REGALO DE
CUMPLEAÑOS DE MI TÍA PARA MÍ!
—Incluso si es así, debe ser confiscado. —Xie
Lian dijo—. ¡Casi tenemos problemas en las
calles! Mejor no volver a tocarlo antes que
aprendas a conducir correctamente.
La reina dijo ah y preguntó: —¿Problemas?
¿Qué problemas?
Xie Lian le contó la forma loca de la conducción
de Qi Rong y este estaba furioso, con los ojos
rojos alrededor de la pupila.

78
—¡EL PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO ESTÁ
EQUIVOCADO! ¡NO CHOQUÉ CON UNA SOLA
PERSONA!
Xie Lian resopló.
—¡Eso es porque alguien te detuvo!
Qi Rong luchó por liberarse de las manos de
Xie Lian y salió corriendo de la mansión QiFeng
en un ataque de locura, sin volverse hacia atrás
incluso cuando la reina lo llamó. Ella dijo con
tristeza: —Mañana le hablaré sobre confiscar su
carruaje. Ahh, ese niño había querido tener un
carruaje por mucho tiempo, así que cuando llegó
su cumpleaños, vi que todavía lo deseaba
desesperadamente, así que se lo regalé. ¿Quién
hubiera sabido que iba a terminar así? Si lo
hubiera sabido, no se lo habría dado.
—¿Por qué debe tener un carruaje? —Se
preguntó Xie Lian.
—Dijo que es para poder ir al Monte TaiCang
cuando quiera llevarte a casa —respondió la
reina.
Xie Lian se quedó en silencio al enterarse de
que al final del día era un gesto de buena
voluntad. Después de un momento, dijo: —Es
mejor encontrarle un buen maestro y refrenar ese
temperamento. No puede seguir así.
La reina suspiró: —¿Y qué maestro puede
contenerlo? Él solo te escucha a ti. Difícilmente
podríamos hacer que entrara a la montaña para
ir a cultivar contigo. Además, el Guoshi Principal
moriría antes de recibirlo como discípulo.
Xie Lian encontró la idea tanto hilarante como
horrorosa y negó con la cabeza.

79
—Con un temperamento así, si ingresara en el
Sagrado Pabellón Real, con seguridad
despertaría el infierno.
Tanto la madre como el hijo estaban
profundamente preocupados por esto y no
podían pensar en ninguna idea, por lo que lo
dejaron de lado por el momento. Esa noche,
después de haber visto a sus padres y ponerse al
día, Xie Lian se levantó para abandonar el
palacio.
Todos sabían que el príncipe heredero estaba
profundamente obsesionado con la cultivación y
desde que ingresó al Sagrado Pabellón Real,
visitaba a sus padres cada vez menos. El rey no
dijo mucho al respecto, pero la reina siempre
estuvo renuente a verlo ir. Después de salir del
palacio, Xie Lian dio un paseo por la capital real
y acompañó a Mu Qing para visitar su casa, como
sugirió el día anterior.
Las puertas rojas altas y millonarias y los
barrios pobres empobrecidos eran generalmente
una calle alejados el uno del otro. La casa de Mu
Qing estaba situada en un callejón oscuro de la
zona más bulliciosa de la capital real.
Los tres entraron en el callejón cuando cinco o
seis niños con harapos los rodearon, gritando.
—Gege. ¡Gege está de vuelta!
Xie Lian estaba confundido al principio,
preguntándose por qué llamarían a los extraños
Gege, pero luego descubrió que el Gege que
estaban llamando no era él, sino Mu Qing. Los
niños lo llamaron dulcemente, pero Mu Qing los
ignoró.

80
—No hay nada esta vez. No me digan nada.
Su rostro era de madera, pero su voz no era
fría. Se volvió hacia Xie Lian.
—Que no te importen, Dianxia, solo son niños
de la cuadra.
Sin embargo, ese grupo de niños estaba
obviamente muy cómodo con él, habían crecido
jugando juntos y no tenían miedo de él en
absoluto. Se rieron y los rodearon, extendiendo
sus sucias manitas, pidiendo bocadillos de Mu
Qing. Finalmente, Mu Qing buscó las cerezas
como gemas en su bolsa y las entregó.
Feng Xin se sorprendió al ver esto, como si Mu
Qing haciendo algo por el estilo fuera un milagro.
Después de todo, Mu Qing tenía una cara pálida
que parecía extremadamente usurera, del tipo
que, a pesar de ver morir a alguien por inanición
en las calles, aún mantenía un control estricto de
su propia comida. Xie Lian por otro lado, no se
sorprendió en absoluto.
Al principio, también había querido encontrar
algo para darles a los niños, pero generalmente
no llevaba dulces en su persona y hacer que
Feng Xin diera monedas era como alejar a los
mendigos de que Xie Lian no creía que fuera
apropiado. De repente, hubo un auge de gran
ruido galopante proveniente de las calles
principales, un largo relincho de un caballo y la
gente gritaba.
Los tres se detuvieron, luego Xie Lian salió
corriendo del callejón. Todo alrededor de la calle
principal era caos, los puestos se derrumbaron y
la gente en el suelo. Los peatones corrían para

81
escapar; Las manzanas y las peras rodaron por
todas partes. No se había dado cuenta de lo que
estaba sucediendo cuando escuchó la risa
enloquecida de un joven.
—¡FUERA DE MI CAMINO, SALGAN DE MI
CAMINO! ¡NO ME IMPORTA UNA MIERDA SI
ALGUNO DE USTEDES ES PISOTEADO!
Feng Xin juró: —¡Es Qi Rong otra vez!
Efectivamente, Qi Rong estaba parado sobre
ese glamuroso carruaje dorado, con expresión
maliciosa, azotando su látigo salvajemente, el
caballo blanco aullando por el golpe.
—¡Detenlo! —Gritó Xie Lian.
Ese carro dorado que zumbaba entre ellos y
Feng Xin respondió: —¡Entendido!
Y siguió adelante. Xie Lian estaba a punto de ir
a buscar a cualquier herido de todos los puestos
derribados y a los peatones que quedaron
derribados detrás del rastro enojado de Qi Rong,
cuando de repente se dio cuenta de que algo
andaba mal. Giró la cabeza y vio justo detrás de
ese gran carruaje dorado, algo era arrastrado por
una gruesa y larga cuerda de cáñamo. Al final de
la cuerda había un saco de yute y en ese saco
parecía haber algo luchando. Parecía que había
una persona en ese saco.
En ese momento, Xie Lian solo pudo sentir su
sangre correr fría. Al segundo siguiente, se
precipitó hacia adelante.
Por todos los azotes, el caballo blanco corría
como si estuviera corriendo por su vida, girando
furiosamente las ruedas de ese carro. Feng Xin
fue a detener al caballo, pero probablemente no

82
podría detenerlo de inmediato. Xie Lian corrió
hacia el carruaje en solo unos pocos pasos,
desenfundó su espada y golpeó. Esa cuerda se
partió en dos y el saco de artillera cayó al suelo,
rodó y se detuvo.
Xie Lian se inclinó para inspeccionarlo. Ese
saco de yute había sido arrastrado por quién
sabía cuánto tiempo y estaba rasgado por todo el
raspado. Estaba extremadamente sucio, cubierto
de sangre, pareciendo una bolsa de cadáveres.
Otro golpe de su espada y la cuerda atada
alrededor de la abertura fue cortada. Abrió la
espalda y miró y de hecho había alguien y, ¡era
un niño pequeño!
Xie Lian arrancó todo ese saco. El niño
pequeño que estaba dentro estaba acurrucado
en una bola, abrazando su cabeza con fuerza y
su ropa sucia estaba cubierta con huellas
gigantes o sangre fresca. Incluso su cabello
estaba enredado con sangre. Era un desastre y
era obvio que alguien lo había golpeado
fuertemente, tanto que ni siquiera parecía
humano. A juzgar por su forma, solo tenía siete u
ocho años, una criatura muy pequeña, que
temblaba como si una capa de su piel le fuera
arrancada por la fuerza. ¡Verdaderamente
increíble que todavía estuviera vivo después de
una golpiza tan violenta!
Xie Lian extendió una mano para sentir su
cuello y descubrió que su pulso no estaba
demasiado débil y suspiró aliviado.
Inmediatamente levantó el pequeño cuerpo, se
dio la vuelta y gritó, enfurecido.

83
—¡FENG XIN! ¡ARRESTA A QI RONG!!!
No podía creer que algo así pudiera suceder en
el reino de XianLe. ¡Bajo la luz del día, en la calle
principal, un noble, metió a un humano vivo en un
saco de yute para ser arrastrado detrás de un
carruaje de caballos! ¡Si él no lo hubiera visto y
detenido, este pequeño niño habría sido
arrastrado hasta la muerte ese día!
A cierta distancia vinieron los sonidos de
relincho y los furiosos rugidos de Qi Rong y poco
después, Feng Xin le gritó: —¡Ha sido detenido!
Xie Lian corrió hacia ellos justo a tiempo para
escuchar el aullido de rabia de Qi Rong.
—¡JODIDO MISERABLE SIRVIENTE!
¿¡QUIÉN TE LE DIO LAS BOLAS?!!
Resultó que Feng Xin no pudo detenerlo, por lo
que trató de arrebatarle las riendas. Por
supuesto, Qi Rong no lo dejaría, así que los dos
retrocedieron y en un momento de descuido Feng
Xin lo golpeó y lo empujó fuera del carruaje. Cayó
al suelo y rodó unas cuantas veces, sus rodillas
raspadas. Al ver que estaba rodeado de
transeúntes, no sintió más que rabia y vergüenza.
Sin embargo, Xie Lian interrumpió: —¡Yo lo hice!
Qi Rong abrió y cerró la boca un par de veces
antes de finalmente gritar: —¡Primo Príncipe
heredero!
Xie Lian dijo enojado: —¡Mira lo que has hecho!
Qi Rong realmente...
Justo en ese momento, de repente sintió que el
niño en sus brazos se movía, aparentemente
aflojando las manos que le abrazaban la cabeza

84
y lo estaba mirando desde la brecha entre los
codos.
Xie Lian de inmediato reprimió su ira y bajó la
cabeza para calmarlo con una voz suave.
—¿Cómo te sientes? ¿Sientes dolor en algún
lugar especialmente?
Ese niño estaba todavía consciente
sorprendentemente, sin desmayarse de dolor, sin
congelarse por la conmoción y negó con la
cabeza. Xie Lian vio que la mitad de su pequeña
y sangrienta cara se asomaba y estaba a punto
de buscar otras lesiones en la cabeza, pero ese
niño cubrió firmemente la otra mitad de su cara
con las manos, negándose obstinadamente a
mostrarle.

85
Capítulo 64
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte cinco)

X
ie Lian dijo: —No tengas miedo, no voy a
hacer nada. Solo quiero revisar tus heridas.
Sin embargo, ese niño presionó sus manos
con más fuerza, revelando solo un ojo grande de
obsidiana, con pánico. Pero este pánico no
parecía que fuera por tener miedo de que lo
golpearan, sino porque se descubriera algo.
Mirando este pequeño rostro medio cubierto
con solo un ojo, Xie Lian de repente pensó que
podría haber visto a este niño en alguna parte y
entrecerró los ojos. Qi Rong vio su rostro molesto
y explicó: —Primo príncipe heredero, ese
pequeño demonio arruinó tu gran ceremonia de
ayer, así que te vengué. No te preocupes, tuve
cuidado, él no morirá.
Efectivamente, ¡el niño que estaba en sus
brazos fue el que cayó de la muralla de la ciudad
durante la Procesión Ceremonial Celestial de
ShangYuan el día anterior!

86
No era extraño que Xie Lian pensara que le
resultaba familiar. Este pequeño niño ni siquiera
había cambiado; todavía llevaba el mismo
atuendo que el día anterior, pero debido a todas
las palizas y los arrastres, estaba más sucio y no
se parecía en nada a lo de antes, ni siquiera a la
misma persona. Xie Lian no pudo contener más
su ira.
—¿QUIÉN TE DIIJO QUE ME VENGARAS?
NO TIENE NADA QUE VER CON ESTE NIÑO,
¡NO FUE SU CULPA!
Qi Rong se justificó a sí mismo.
—Por supuesto que es su culpa. ¡Si no fuera
por él, no habrías sido regañado por el Guoshi
Principal!
Este alboroto se estaba yendo de las manos y
la multitud que observaba se hacía más grande,
todos susurrando entre sí. Justo en ese
momento, Mu Qing se acercó también y Qi Rong
le apuntó con su látigo, su expresión disidente
estaba llena de hostilidad.
—¡Y tú! Tú inferior sirviente. Solo por su
aspecto, puedo decir que no conoce su lugar. Si
no lo disciplinas, tarde o temprano él va a
derrocarte y pisotear al maestro. Te ayudo a
disciplinarlo, pero te volteaste y lo defendiste y
también me acusaste. Ahora, el tío y la tía no solo
ignoraron mi buena voluntad, ¡incluso confiscaron
mi carruaje dorado! Primo, ese fue mi regalo de
cumpleaños. ¡Lo he querido por más de dos
años!

87
Mu Qing le dio a Qi Rong una mirada
indescifrable. Xie Lian soltó una carcajada de
rabia.
—No necesito tu buena voluntad, no así. ¿De
verdad me estás vengando? ¿O tú te estás
vengando?
—... —Qi Rong dijo: —Primo, ¿por qué me
dirías eso a mí? ¿Y qué he hecho mal al seguirte?
Xie Lian no pudo discutir con él.
—Qi Rong, escúchame. De ahora en adelante,
no puedes tocar a este niño. Ni siquiera un dedo.
¡ME ESCUCHAS!
En ese momento, Xie Lian de repente sintió un
tirón en su cuello. Estaba justo en lo más alto de
su furia y se sobresaltó. Miró hacia abajo y vio
que el pequeño niño enterró su cara en su pecho,
sus dos manos fuertemente envueltas alrededor
del cuello de Xie Lian. Xie Lian lo sintió temblar
incontrolablemente y pensó que estaba
sufriendo. Preguntó a toda prisa: —¿Qué pasa?
—Ese niño pequeño estaba cubierto de lodo,
polvo y sangre, sucio y descuidado y todo estaba
manchado en la túnica blanca de Xie Lian, pero a
este no le importaba en absoluto. Le dio una
suave palmadita en la espalda al niño para
consolarlo y le dijo en voz baja: —Iré a llevarte a
los médicos ahora mismo.
Ese niño no respondió, pero abrazó a Xie Lian
aún más fuerte. Estaba tenso y no lo soltaba,
como si estuviera aferrado a un salvavidas. Qi
Rong vio que Xie Lian no reconocería su buena
voluntad, su corazón solo era para las personas
desconocidas y luego vio que el niño manchaba

88
las ropas de Xie Lian con esa mierda sangrienta
y embarrada, su ira se encendió. Levantó el látigo
y estaba a punto de azotar la parte posterior de la
cabeza de ese niño. Feng Xin estaba de pie a un
lado y en una fracción de segundo, su pierna salió
volando y pateó a Qi Rong directamente en el
brazo.
Hubo un gran CRACK y Qi Rong gritó, el látigo
cayó al suelo y su brazo derecho cayó débilmente
en un ángulo anormal. Todavía estaba
suspendido por la incredulidad y no fue por un
tiempo antes de que levantara la cabeza
lentamente, mirando a Feng Xin, pronunciando
cada palabra: —TE ATREVES A… ¡ROMPER MI
BRAZO!
Las palabras eran extremadamente frías. Fue
solo hasta que dio una patada que Feng Xin se
dio cuenta de lo que había hecho y su rostro
cambió, pero el rostro de Mu Qing cambió más
que los otros dos.
No importaba cuánto detestaran a Qi Rong a
sus espaldas, eso era una cosa. Pero como
guardia personal, haber transgredido y romper
accidentalmente el brazo de la realeza, ¡era algo
completamente diferente!
Justo ahora, Xie Lian tenía sus manos llenas
con ese niño y detrás de él estaba lleno de
espectadores, por lo que no podía esquivar, pero
si lo esquivaba, también habría sido fácil para él.
Solo que Qi Rong lo atacaba con tanta agresión
y a menudo, inesperadamente, Feng Xin se
movió demasiado rápido sin pensar, Xie Lian no
tuvo la oportunidad de detenerlo. Ahora todo

89
estaba en un alboroto aún mayor y Xie Lian
tampoco tuvo tiempo para pensar. Su ropa se
empapaba de sangre, si se demoraban más, el
niño podría morir allí mismo. Xie Lian tomó una
segunda decisión, inhaló profundamente y gritó
con voz clara: —TODOS, SI ALGUIEN FUE
INVOLUCRADO EN ESTE INCIDENTE HOY,
POR FAVOR, REGISTRE CUALQUIER DAÑO Y
PÉRDIDA. ¡TOMARÉ TODA LA
RESPONSABILIDAD SIN LA FALTA! —Luego,
se dirigió a Feng Xin y Mu Qing—. Salvar al niño
es lo primero. Llévense a Qi Rong y no permitas
que continúe haciendo estragos en el exterior.
Al terminar sus instrucciones, Xie Lian corrió
hacia el palacio con el niño en sus brazos. Feng
Xin recibió la orden, su expresión volvió a la
normalidad y recogió al furioso Qi Rong antes de
seguir a Xie Lian. Los soldados que vigilaban las
puertas del palacio pensaron que era extraño ver
que el príncipe heredero regresaba en poco
tiempo, pero naturalmente no lo detendrían. Por
lo tanto, Xie Lian corrió directamente al pabellón
médico y entró en la enfermería. Dejando a Feng
Xin y Mu Qing afuera de la puerta con Qi Rong
bajo arresto.
El príncipe heredero rara vez regresaba al
palacio y rara vez hacía demandas, por lo que los
médicos imperiales naturalmente se apresuraron
rápidamente. Xie Lian colocó a ese niño en una
silla y dijo: —Gracias de antemano, a todos. Un
gran número de adultos golpearon a este niño, lo
metieron en un saco de yute y lo arrastraron por
las carreteras. Por favor verifiquen primero si hay

90
alguna lesión en la cabeza, eso es lo más
importante.
El equipo médico imperial nunca había visto a
un real o un noble traer a un bebé sucio y salvaje
para que se curaran antes, pero también sabían
que solo tenían que hacer lo que se les dijera y
todos siguieron la orden de Xie Lian.
Uno de ellos dijo: —Primero, baje de sus
manos al niño.
Sin embargo, aunque ese niño pequeño era
dócil en los brazos de Xie Lian todo el tiempo,
comenzó a luchar entonces y cubrió con firmeza
el lado derecho de su cara, negándose a soltarla
sin importar nada. No importaba cuán hábiles
fueran los médicos imperiales, si el paciente no
cooperaba, no había nada que pudieran hacer.
Los doctores miraron a Xie Lian.
—Dianxia, ¿cómo...?
Xie Lian levantó una mano.
—Probablemente le tiene miedo a los extraños.
No te preocupes, déjamelo a mí.
Ese niño estaba sentado en una silla y Xie Lian
no podía mirarlo a los ojos, así que se inclinó
hacia delante e inclinó la cabeza.
—¿Cómo te llamas?
El gran ojo de ese niño lo miró fijamente, su
pupila de obsidiana negra reflejaba un reflejo
blanco como la nieve. Esta mirada, si debía
describirse, era exactamente como Feng Xin
había dicho: —Poseída por el diablo y no debería
ser la mirada de un niño.
Pasó un momento antes de que el niño bajara
la cabeza.

91
—Hong…
Su voz era pequeña y suave, murmuró, como
si no quisiera decirlo, pero también un poco
avergonzado. Xie Lian solo escuchó la palabra
Hong7 y volvió a preguntar: —¿Cuántos años
tienes?
—Diez. — Respondió ese niño.
Xie Lian solo estaba preguntando al azar, con
la esperanza de que bajara la guardia, pero al
escuchar que respondía con diez, se sobresaltó
y pensó: —Pensé que solo tenía siete u ocho
años, ¿pero él tiene diez? Este niño está
verdaderamente débil y demacrado.
Después de una pausa, Xie Lian sonrió
suavemente: —Los médicos se ocuparán de tus
heridas ahora, no tengas miedo y baja las manos,
¿está bien?
Ese niño lo oyó, pero vacilante negó con la
cabeza.
—¿Por qué no? —Preguntó Xie Lian.
Se quedó en silencio por un rato antes de
responder.
—Feo.
Su respuesta fue solo una palabra y sin
importar cómo Xie Lian lo calmó, se negó a soltar
sus manos. Xie Lian prometió que no lo
considerará feo, que no miraría, pero darse la
vuelta tampoco lo convencía. Una edad tan joven,
pero tal obstinación. Sin elección, los doctores
imperiales solo podían hacerle algunas
preguntas, hacer que reconociera el número de
7
Hong es la palabra para "rojo".

92
dedos, asegurándose de que no se sintiera débil
o que tuviera ningún dolor de cabeza, de que
entendiera lo que veía y de lo que pensaba y
luego prestara atención a sus heridas físicas.
A medida que los médicos imperiales
trabajaban, se sintieron cada vez más
atemorizados.
Xie Lian se hizo a un lado, escuchó sus sonidos
de asombro y preguntó: —¿Cómo está él?
Uno de los médicos imperiales no pudo evitar
preguntar: —Dianxia, ¿este pequeño niño
realmente fue golpeado y arrastrado por las
carreteras en un saco de yute?
Xie Lian se quedó sin habla.
—¿Por qué sería falso?
El médico imperial respondió: —Si ese fuera el
caso, entonces... increíble. Nunca he visto a
nadie tan tenaz. Tiene cinco costillas y una pierna
rotas una serie de lesiones grandes y pequeñas
y con todo eso sumado, permanece consciente y
conversa mientras se sienta. Incluso a los adultos
les resultaría difícil hacer esto, ¿y un niño de diez
años?
Al escuchar lo graves que eran las lesiones, Xie
Lian se puso aún más furioso con Qi Rong. Miró
a ese niño y vio que estaba sentado allí en esa
silla como si no sintiera dolor y lo estaba mirando
con ese gran ojo negro izquierdo. Cuando notó
que Xie Lian lo había visto, inmediatamente
volvió la cabeza.

93
94
Capítulo 65
Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos
con deseo (parte seis)

Al ver esto, por alguna razón, Xie Lian pensó


que era tonto y triste y luego se volvió para
preguntar: —¿Se curarán todas sus heridas?
Uno de los médicos imperiales envolvió nuevas
capas de vendajes alrededor de la cabeza de ese
niño y respondió: —Sin problema.
Xie Lian finalmente se sintió aliviado y asintió
con la cabeza.
—Gracias por todo su arduo trabajo.
En ese momento, un asistente entró para
notificarles la inminente llegada de su majestad el
rey y la reina. Cada uno de los médicos
imperiales se puso de pie inmediatamente y salió
de la enfermería para saludar. Xie Lian movió al
niño a la cama y dijo: —Acuéstate un poco y
descansa.
Luego pensó que el niño le tenía miedo a los
extraños y muchas personas que se
amontonaban podían asustarlo, por lo que Xie

95
Lian bajó las cortinas de la cama antes de
ponerse de pie también.
Varios guardias y asistentes rodearon al rey ya
la reina mientras caminaban hacia el pabellón. La
cara de la reina estaba pálida: —Mi querido hijo,
¿por qué regresaste de repente después de
haber abandonado el palacio? ¿Te lastimaste
afuera?
—Madre, por favor, quédate tranquila —dijo Xie
Lian—. No fui lastimado, fue otra persona la que
resultó herida.
En ese momento, Qi Rong gritó desde la
esquina.
—¡Tía, sálvame!
Solo entonces, la reina se dio cuenta de Qi
Rong, era firmemente sujeto por Feng Xin, fue
arrestado por un lado y quedó en shock. Solo
estaba preocupada por el bienestar de su hijo, e
ignoró por completo todo lo demás, pero ahora
que lo vio, preguntó: —Rong-Er, ¿qué ha
pasado?
El rey, por otro lado, frunció el ceño
ligeramente.
—Feng Xin, ¿por qué estás sosteniendo al
Príncipe Xiao Jing como un criminal?
Cuando llegó Su Majestad, Feng Xin debería
haber saludado como Mu Qing y todos los
demás, pero debido a que tenía a Qi Rong en la
mano, no podía dejarlo y así entró en una
situación incómoda. Xie Lian dijo: —Estaba bajo
mi mando.
Qi Rong levantó su brazo derecho.
—Tía, mi brazo está roto.

96
La reina no había tenido la oportunidad de
simpatizar antes de que Xie Lian lo interrumpiera
bruscamente: —Te rompiste un brazo, pero ¿qué
hay de ese niño dentro?
—¿Qué niño? —Preguntó el rey.
—Un niño de solo diez años —respondió Xie
Lian—. Impotente, vulnerable y ya débil. Qi Rong
envió a sus lacayos a golpearlo. ¡Si no fuera por
su tenacidad, habría sido golpeado hasta la
muerte en el acto!
Qi Rong se veía como si acabara de escuchar
una broma, sus ojos se ensanchaban.
—¿Un niño de diez años vulnerable e
indefenso? ¿Débil? Primo, no sabes qué cruel,
qué salvaje, qué tonto era ese pequeño demonio,
solo pretende ser patético delante de ti. Llamé de
cinco a seis hombres y no pudieron atrapar al
mocoso. Los golpeó, les mordió y los
ensangrentó. Si no me hubiera hecho enojar,
¿por qué lo habría arrastrado detrás del carruaje
de caballos?
Al escuchar esto, tanto el rey como la cara de
la reina cayeron. Xie Lian inspiró profundamente
y gritó: —¡Basta! ¿Crees que lo que has hecho es
impresionante?
Qi Rong no era alguien que evitara mostrar su
rostro, por lo que, para ser tan arrogante y
ostentoso, no había razón para creer que los
ciudadanos de la capital no lo vieron. Y después
de que lo hubieran visto, no había ninguna razón
para que él no se convirtiera en la comidilla de la
ciudad después de las comidas.

97
El rey le dirigió a la reina una mirada, con una
expresión ligeramente triste.
—Llévate al príncipe Xiao Jing. Doctor, vea a
su brazo. El carruaje dorado será confiscado
permanentemente. Debes ser detenido y
reflexionar sobre tus acciones durante un mes sin
liberación.
El guardia que estaba detrás de él
inmediatamente obedeció la orden y avanzó para
tomar a Qi Rong. Sólo entonces Feng Xin lo soltó.
A Qi Rong ya no le importó y dijo: —Tómalo,
tómalo. Ya sabía que hoy habría sido la última
vez que lo condujera.
Al oír que no poseía un corazón arrepentido, la
reina suspiró tristemente.
Xie Lian dijo: —Parece que con solo un mes de
detención para reflexionar seguirá haciendo esto
la próxima vez. Tiene que haber una disciplina
más estricta.
Qi Rong se sorprendió y tartamudeaba
airadamente: —Primo Príncipe heredero, tú...
—Pero al momento siguiente cambió de
marcha—. Bien. Entonces lo admito, esta vez fue
mi culpa. No importa cómo su majestad me
castigue, Qi Rong no tiene quejas. —Sus
siguientes palabras cambiaron de dirección—.
Sin embargo, ¿no debería ser castigado el
sirviente del primo heredero también? ¡Tío, tía, mi
brazo se rompió por ese Feng Xin!
Al oír esto, el rey al instante movió su mirada
hacia Feng Xin, indignado. Feng Xin inclinó la
cabeza y Mu Qing se movió discretamente a dos
pasos.

98
El rey dijo fríamente: —Feng Xin, eres el
guardaespaldas del príncipe heredero. El
príncipe heredero te trata bien y te saluda muy
bien, pero ¿has olvidado tu propio lugar? ¿Qué
es esta arrogancia? Tu deber es servir a Dianxia.
¿Así es como le sirves? ¿Para atreverse a
levantar una mano contra el primo del príncipe
heredero, el príncipe Xiao Jing?
Al escuchar sus palabras, Feng Xin estaba listo
para arrodillarse, pero Xie Lian lo detuvo.
—No te arrodilles.
Feng Xin obedeció las órdenes de Xie Lian en
primer lugar, e incluso bajo las órdenes del rey,
su prioridad era Dianxia, por lo que se enderezó
instantáneamente de nuevo. Al ver esto, el rey se
enojó aún más.
—Es cierto que Feng Xin rompió el brazo de Qi
Rong, pero la razón era proteger a su amo. —Xie
Lian dijo. —Además, Qi Rong tuvo la culpa
primero, no Feng Xin, ¿por qué debe arrodillarse?
—No importa por qué —dijo el rey. —De
cualquier manera, ha ofendido al príncipe Xiao
Jing. Hay una diferencia entre amos y sirvientes,
una distinción de superior e inferior. No importa si
yo, el rey, le hiciera arrodillar, si lo castigara con
cien latigazos, no habría nada inapropiado en
ello.
Aunque el rey no era tan cariñoso con Qi Rong
como la reina, Qi Rong seguía siendo uno de los
reyes de la realeza, nunca desobedecido ni
ofendido. Qi Rong lo sabía muy bien y dijo con un
ojo astuto: —No hay necesidad de un castigo de
amarre. Él pertenece al primo príncipe heredero,

99
no quiero hacer las cosas incómodas. Mientras
se rompa el brazo y se arrodille para acurrucarse
ante mí tres veces, puedo dejarlo pasar.
El rey asintió lentamente, buscando consentir
en la decisión. Sin embargo, Xie Lian dijo: —Si
debes castigar a Feng Xin, primero debes
castigarme a mí. Él es mi siervo en primer lugar,
no ha hecho nada malo y en segundo lugar, si
tuvo la culpa, todavía estaba bajo mis órdenes,
por lo que recibiré un castigo en su nombre.
Al oírlo decir esto, el rey se indignó una vez
más.
Todos los padres e hijos en el mundo debían
pasar por este cambio. Cuando el hijo era joven,
todos idealizarían a sus padres como el héroe
más grande de la tierra, su propio modelo
personal, su adoración aparente. Sin embargo,
cuando el hijo maduraba hasta cierta edad,
comenzaban a cuestionar todo lo que hacían los
padres, incluso les provocaría repulsión, hasta
que al final ninguna de las partes se reconocía
mutuamente.
Para ingresar a el Monte TaiCang para
entrenar, el objetivo fundamental de Xie Lian era
mejorar sus artes marciales y buscar la dirección
de su corazón. Sin embargo, nunca le importó
dónde entrenaba, ni con qué identidad.
La palabra dao para el cultivo significaba
exactamente como aparecía, que era: Caminar

100
por el sendero8. Mientras el corazón de uno esté
en el camino con una sola mente, entonces el
entrenamiento se puede realizar en cualquier
lugar. No necesitaba seguir ninguna norma
dictada, ni entrar en el Sagrado Pabellón Real.
Había otra razón por la que Xie Lian había rogado
entrenar en el Monte TaiCang y eso era porque
sentía que realmente no se llevaba bien con su
padre.
Como el honorable príncipe heredero de
XianLe, en el momento en que Xie Lian nació, el
rey de XianLe ya había trazado todos los detalles
del camino de su vida. Estaba bien cuando aún
era joven. Un niño tenía pocas preocupaciones y
Xie Lian solo necesitaba a sus padres para
construir palacios de lámina de oro con él, jugar
y reír. Con el paso de los años, Xie Lian sintió
cada vez más que su padre no era solo un padre,
sino que también era el gobernante de un reino y
muchos de sus pensamientos y acciones ya no
podían coincidir. Por ejemplo. El llamado
Prestigio de la Realeza era una de las cosas que
Xie Lian odiaba.
Si no podían coincidir, entonces era mejor
quedarse lejos. Cada vez que regresaba al
palacio, pasaba más tiempo conversando con su
madre y nunca un encuentro sincero con su
padre. Los dos nunca tomaron la iniciativa de

8
"Dao" [道]: en este contexto se traduce a "cultivo", pero la palabra
originalmente significa "el camino", que se utiliza para indicar tanto lo literal
como lo filosófico. Por lo tanto, quien practica "el camino" es un cultivador.

101
hablar entre ellos tampoco y fue también la reina
quien siempre mediaba entre ellos.
El padre y el hijo habían mantenido esta
relación congelada durante muchos meses y
ahora, con Xie Lian obstinadamente negándose
a retroceder, el rey dijo: —Muy bien. Toma su
lugar si es necesario. ¡A ver si realmente puedes
soportarlo!
—¡Por supuesto que puedo! —Xie Lian
respondió.
La reina vio que los dos volvían a enfrentarse
de nuevo y dijo ansiosamente: —¿Por qué debe
ser así?
En ese momento, Feng Xin, que no había
hablado ni una palabra en el costado, de repente
levantó su brazo izquierdo y golpeó a su derecha.
Hubo un gran CRACK, la multitud se sobresaltó y
miró el sonido y vio que su brazo derecho caía sin
fuerzas, exactamente como el de Qi Rong. Xie
Lian estaba conmocionado y furioso.
—¡FENG XIN!
El sudor frío rodó por la frente de Feng Xin y sin
decir una palabra, se arrodilló ante Qi Rong tres
veces. Qi Rong se sentía bastante orgulloso y se
echó a reír a carcajadas.
—Está bien, supongo que te perdonaré. ¿Por
qué no pudiste haber hecho esto antes?
A pesar de que su brazo también se rompió,
cuando se fue se vio energizado y renovado,
como si luchara en una batalla ganadora. En
cuanto a Feng Xin, todavía estaba arrodillado en
el suelo y Mu Qing se quedó a un lado
observando, con una expresión sombría pero sus

102
pensamientos ilegibles. Xie Lian se giró para
enfrentar a su padre, gritando enojado: —¡TÚ! -
Feng Xin lo agarró con su brazo izquierdo.
—¡Dianxia!
La reina también puso sus manos sobre él para
retirarlo. Xie Lian sabía que Feng Xin lo seguía
desde los catorce años y que la reina lo cuidaba
profundamente. Solo hizo esto porque no podía
soportar ver a la reina triste por la disputa entre el
padre y el hijo. Si Xie Lian se quejara ahora,
entonces los esfuerzos de Feng Xin se perderían,
por lo que se tragó su indignación, pero el fuego
continúa ardiendo dentro de su corazón. El rey
finalmente pareció apaciguado y se fue con una
expresión sombría.
A la reina siempre le gustó Feng Xin y suspiró.
—Hijo mío, te hemos hecho daño.
—Por favor, no diga eso, majestad. Este era mi
deber —respondió Feng Xin.
Al escuchar esto, los ojos de Mu Qing se
entrecerraron, como si él resoplara fríamente. Xie
Lian, sin embargo, cerró los ojos.
—Madre, si realmente no puedes manejar a Qi
Rong, enciérralo.
La reina suspiró, asintió, luego negó con la
cabeza y se fue también.
Xie Lian pidió que uno de los médicos
imperiales atendiera el brazo derecho de Feng
Xin y se disculpó: —Feng Xin, lo siento.
Una vez que las multitudes se despejaron,
Feng Xin inmediatamente cambió de cara y
chasqueó la lengua: —Esto no es nada. Me atreví
a golpearlo, entonces, ¿cómo podría asustarme

103
de su venganza? —Después de una pausa,
aconsejó—. Dianxia, por supuesto, es correcto
que usted discipline a Qi Rong, pero no esté
resentido por su majestad. Su majestad es el rey
y una figura líder de la generación anterior, por lo
que piensa de manera diferente que nosotros. Al
ver a los dos pelear, la reina se entristece. Ella
también tiene sus dificultades.
¿Y cómo podría Xie Lian no conocer las
dificultades de su madre?
La madre de Qi Rong era la hermana menor de
sangre de la reina y se llevaban muy bien.
Cuando era joven e inmadura, en el primer brote
del romance, ansiaba la libertad, escuchó
palabras de miel y rompió un buen compromiso
para fugarse con un guardaespaldas en el
palacio. Quien hubiera sabido que el que ella
había elegido era villano. Uno que nació de la
nobleza metido en una choza parecida a una
caseta de perro y después de solo medio año, el
villano reveló su verdadera naturaleza, borracho
y violento. Después de que nació Qi Rong, se
volvió aún más abusivo. Finalmente, la madre no
pudo más y cuando Qi Rong cumplió cinco años,
lo tomó y se escapó de su casa. Debido a que se
había convertido en un escándalo real, cerró la
puerta y ya no pisó los pies afuera y pasó el resto
de su vida en una depresión sombría, solo
mostrando un amor particular y devoción a su
único hijo.
Durante un levantamiento, la madre de Qi Rong
perdió su vida salvando a la reina y antes de que

104
ella falleciera, le pidió a la madre de Xie Lian que
cuidara de Qi Rong.
Por supuesto que la reina hizo todo lo posible.
Sin embargo, todavía era incómodo criar al hijo
de otra persona. Si la disciplina es difícil,
demasiado estricta, parecería ser un abuso;
pensando en el amor y las amistades del pasado,
no podía ser tan dura; demasiado relajada y se
convertiría en el comportamiento de hoy y sin
restricciones más estrictas, solo podría empeorar
en el futuro. La reina también se preguntaba a
menudo, ella crió a Xie Lian y Qi Rong casi igual,
entonces, ¿por qué sus personajes eran tan
diferentes?
En ese momento, Xie Lian recordó de repente
que había otro niño pequeño todavía acostado en
la cama aquí en la enfermería. Levantó la cortina
de la mesita de noche para comprobar y ese niño
estaba sentado, como si estuviera tratando de
mirar por alguna grieta para ver. En el momento
en que Xie Lian levantó el telón, se tendió
obedientemente. Xie Lian dijo: —¿Te asustamos
con la lucha en este momento? No dejes que te
moleste, no tiene nada que ver contigo.
—Dianxia, las heridas de este niño pequeño
han sido atendidas. Ahora solo necesita
descansar tranquilamente —dijo uno de los
doctores imperiales.
Xie Lian bajó un poco la cabeza.
—Gracias por su arduo trabajo.
Luego se inclinó de nuevo para preguntar:
—¿Dónde vives? Te llevaré a casa.
Ese niño negó con la cabeza.

105
—No hogar.
Feng Xin se acercó, sosteniendo el brazo que
ahora está en un cabestrillo.
—¿No hogar? ¿Así que realmente es un
pequeño mendigo?
Al ver que este niño estaba demacrado y
pequeño, su ropa sucia y descuidada, no era
imposible. Si no tenía un hogar al que volver, no
podrían dejarlo en el palacio o echarlo a la calle.
Xie Lian reflexionó un momento y luego dijo: —Si
ese es el caso, entonces llevémoslo al Monte
TaiCang.
Inesperadamente, Mu Qing de repente dijo:
—Está mintiendo.

106
Capítulo 66
Ascender es humano; caer también lo es
(parte uno)

X
ie Lian volvió la cabeza y preguntó:
—¿Qué quieres decir?
—Los niños pobres callejeros de la capital
real corren juntos en una pandilla y venían a mi
vecindario a menudo para mendigar comida. Los
conozco a todos, pero nunca antes había visto a
este niño.
Ese niño pequeño miró a Mu Qing y no dijo una
palabra. Feng Xin se mostró incrédulo: —¿A
quién mendigan comida? ¿A ti? ¿Y se lo darías a
ellos?
Mu Qing lo miró: —Si acosan implacablemente,
no hay otra manera.
Feng Xin todavía pensaba que la idea era
bastante increíble, pero no hizo ningún
comentario adicional.
—Oh.
Xie Lian quiso reírse al verlos hablar. Mu Qing
continuó: —Además, hay parches cosidos en su
ropa; a juzgar por la costura, debe haber sido

107
realizado por un adulto recientemente, por lo que
hay al menos una persona mayor de edad en su
hogar. Su situación familiar podría no ser la
mejor, pero definitivamente no es un mendigo.
Naturalmente, Xie Lian no se daría cuenta de
cómo era la costura de los parches cosidos, ni si
lo hicieran los adultos, pero Mu Qing solía ser un
chico que hacía recados en el Sagrado Pabellón
Real y también hacía todo tipo de tareas en casa,
así que cuando Xie Lian miró de cerca, era
precisamente como había dicho, por lo que
preguntó.
—¿Tienes adultos en casa?
Ese pequeño niño sacudió la cabeza, pero Mu
Qing dijo: —Debe haber. Si no regresa, su familia
debe estar muy preocupada buscándolo ahora.
—¡No, no hay manera! ¡No hay nadie!
Ese niño pequeño lloró, sonando como si
tuviera miedo de ser devuelto y abrió los brazos
para alcanzar a Xie Lian. Todavía estaba cubierto
de barro y sangre y Feng Xin no podía soportarlo
más.
—Niño, ¿qué demonios estás haciendo? Las
cosas eran urgentes antes así que no importaba,
pero ¿no deberías entender mejor ahora? Este es
el príncipe heredero. El príncipe heredero,
¿entiendes?
Los brazos de ese niño pequeño se encogieron
de inmediato, pero él seguía mirando a Xie Lian.
—Hay peleas en casa y me echaron. Caminé
por mucho tiempo, pero no tengo a dónde ir.
Los otros tres se miraron. Después de un
momento, Feng Xin dijo: —¿Y ahora qué?

108
Uno de los doctores imperiales sugirió: —Si
Dianxia está preocupado, puede ser colocado
aquí en el palacio y hacer que unos pocos
asistentes lo cuiden.
Xie Lian zumbó, pero después de pensarlo un
poco, sacudió la cabeza lentamente.
Al final del día, temía que Qi Rong no dejara de
lado todo el asunto y se escabullera para causar
problemas.
—Desde mi punto de vista, todavía es mejor si
lo cuido hasta que sus heridas se curen. Parece
que su familia no podrá cuidar de él
desafortunadamente. Feng Xin, cuando vayas a
encargarte de los puestos afectados por Qi Rong,
ve si puedes averiguar dónde están sus padres y
avisarles para que no se preocupen.
—Está bien. —Feng Xin asintió.
Uno de sus brazos todavía estaba en un
cabestrillo, pero extendió el brazo bueno para
alcanzar a ese niño pequeño, con la intención de
levantarlo por el cuello. Xie Lian se rió.
—Estás herido. No te preocupes por eso.
Sin embargo, Feng Xin se encogió de hombros.
—Solo se rompió un brazo, el otro todavía está
bien. Si mis dos brazos estuvieran rotos, todavía
puedo usar mis dientes para cargarlo por el cuello
y subirlo a la montaña por ti.
Mu Qing puso los ojos en blanco por detrás y
luego dijo: —No importa. Déjame llevarlo.
Pero justo cuando dio un paso adelante, el
pequeño niño saltó de la cama y dijo: —Puedo
caminar solo.

109
Una expresión llena de rechazo hablaba más
fuerte que las palabras, lo que hizo que el
segundo paso de Mu Qing fuera extremadamente
incómodo, sin saber si continuar o no. Ese niño
tenía cinco costillas rotas y una pierna, pero
todavía estaba tan animado como un dragón, Xie
Lian realmente no sabía si reír o sentirse
preocupado y dijo: —¡Deja de correr! —Luego se
agachó y lo levantó.
Los tres con un niño a la zaga abandonaron el
palacio. Como Qi Rong causó estragos en las
calles antes y molestó a la gente del pueblo,
derribando una serie de puestos, Xie Lian se
sintió profundamente culpable, no tenía cara para
encontrarse con ninguno de los ciudadanos, por
lo que el grupo se escabulló, temiendo mostrar
sus caras, usando solo los callejones traseros. A
lo largo de todo el camino, ese niño pequeño fue
extremadamente dócil en los brazos de Xie Lian;
Le dijeron que se callara y él no pronunció ni un
solo sonido. Feng Xin observó: —Este mocoso
me dio una patada ayer, pero míralo ahora. Él
realmente sabe cómo escogerlos.
—Es Taizi Dianxia. Por supuesto, él es más
querido que la mayoría de la gente —dijo Mu
Qing.
Por alguna razón, incluso si dijo algo bien
intencionado, las palabras que usaba todavía
hacía que las personas se sintieran incómodas.
Feng Xin se negó a reconocer lo que dijo.
Después de caminar un rato, Feng Xin habló.

110
—No. Sigo sintiendo que Dianxia no debería
permitir que nadie vea que está sosteniendo a un
niño extraño.
—¿Cuál es el problema? —Xie Lian preguntó.
—¡Tú eres el príncipe heredero! —Exclamó
Feng Xin.
Mientras hablaba, vio una carretilla de mano
desgastada más arriba en el callejón y dijo:
—Ponga al niño en ese carrito y tire de él para ir.
Mu Qing expresó de inmediato: —Solo para
que quede claro, no levantaré esa cosa de la
montaña.
—Nadie te está pidiendo que lo hagas —dijo
Feng Xin. Extendió la mano y sacó al niño de los
brazos de Xie Lian y el niño comenzó a luchar
nuevamente.
—No importa no importa. ¡Tal vez alguien más
necesite ese carrito! —dijo Xie Lian.
En ese momento, desde algún lugar cercano,
alguien gritó repentinamente.
—¿Eres... el príncipe heredero?
Otro gritó inmediatamente: —¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡ES EL
PRÍNCIPE DE LA CORONA! ¡SU MÁSCARA SE
CAYÓ AYER Y VÍ SU CARA CON MIS OJOS!
¡¡¡ESE ES ÉL!!!
—¡¡¡ATRÁPENLO!!!
Los tres se congelaron, sus corazones cayeron.
Aunque Xie Lian no creía que hubiera hecho
nada malo en la Procesión Ceremonial Celestial
el día anterior, también sabía que otros no
estarían de acuerdo. Acortar la ceremonia
marcial que agradaba a Dios era una señal
siniestra de desgracia; era indecible entre la

111
nobleza y cuando toda la emoción se desvaneció
después de que él se diera cuenta, cuando la
gente empezara a preguntarse qué significaba
todo eso, probablemente tampoco serían tan
indulgentes. Además de los estragos en las calles
causados por Qi Rong, las quejas debían ser
interminables. Si estuvieran rodeados ahora,
podría terminar mal.
Sin pensar más profundamente, Mu Qing lo
agarró y gritó: —¡Dianxia, corre!
Feng Xin estaba desesperado e instó también:
—Dianxia, tengo un brazo roto, no podré detener
a nadie. ¡Vete!
Sin embargo, fuera del callejón ya había un
gran número de personas que estaban llegando,
sus caras llenas de emoción, bloqueando todas
las salidas viables. Los cuatro no tenían a dónde
correr y los observaron con los ojos abiertos
cuando los rodearon. Xie Lian pensó
audazmente: —En todo caso, solo dejaré que nos
golpeen sin contraatacar.
Sin embargo, inesperadamente, aunque la
multitud entró, no los pulverizaron, sino que
varias manos se estiraron y lo lanzaron al aire,
gritando: —¡DIANXIA!
Xie Lian fue arrojado al aire innumerables
veces, pero aún mantenía una expresión
tranquila y constante. La gente gritó: —¡DIANXIA,
ESE SALTO EN LA AVENIDA DE LA DEIDAD
MARCIAL DE AYER FUE ESPECTACULAR!
Alguien exclamó: —¡Ese fue un salto tan
increíble! Realmente, realmente, ¡pensé

112
totalmente que el Emperador Marcial Celestial
mismo había descendido! ¡Tuve la piel de gallina!
Otro confirmó: —¡Dianxia estaba bien salvar a
ese niño! Una vida es una vida, ¿piensan que los
niños de nosotros los pobres no valen por igual?
Si fuera yo, ¡haría lo mismo!
Otro se enfureció: —¡Eso es correcto! Hoy se
habló de cómo Dianxia había arruinado el evento
y ¡simplemente no podía soportarlo! ¡Si hubiera
sido un rey o un noble que hubiera caído, no
dirían lo mismo! ¡Dianxia, no se preocupe por
esas personas!
—Dianxia es el que verdaderamente se
preocupó por nosotros...
Xie Lian pasó de sentirse culpable al principio,
luego se desorientó a la mitad, hasta que
finalmente se vio afectado por las caras
apasionadas y alegres de todo el mundo. La
multitud se agrupó alrededor de Xie Lian y
cuando salieron a la calle principal, más y más se
unieron a ellos. Feng Xin, Mu Qing y ese niño
pequeño fueron empujados y separados mucho
más atrás sin ningún medio de empujar y solo
pudieron seguirlos detrás del desfile. Este gran
grupo de personas, sorprendentemente, no era
más pequeño que la multitud del día anterior.
Cada vez que Xie Lian hacía un movimiento para
irse, lo arrastraban por la fuerza y lo lanzaban al
aire sin ninguna posibilidad de ser bajado.
Xie Lian no pudo evitar encontrarlo divertido y
tranquilizador mientras pensaba para sí mismo:
—La gente y el Guoshi Principal tienen

113
sentimientos completamente opuestos. Parece
que estaba en lo correcto.

Cuando por fin llegaron al Monte TaiCang, el


sol poniente estaba en llamas brillante y
vívidamente.
Al pasar por las grandes puertas de la montaña,
en el largo camino de piedra, había una serie de
aprendices y cultivadores que transportaban
cubos de agua y leña que subían y bajaban por
la carretera, saludando a Xie Lian y compañía,
pero muchos observaron a los cuatro más una
carretilla con asombro. Feng Xin estaba tirando
esa carretilla con una mano como un joven toro
negro serio y trabajador. Xie Lian y Mu Qing le
devolvieron la sonrisa al principio, pero después
de un rato dejaron de preocuparse.
Los arces eran infinitos y las ruedas giraban
con calma. Mientras caminaban, Xie Lian ayudó
a empujar la carretilla desde atrás. Se sentía bien
y le hizo otra pregunta a ese niño pequeño
casualmente: —Niño, ¿cómo te llamas
realmente? Hong… qué?
Ese niño pequeño lo miró y dijo en voz baja:
—Yo... no tengo nombre.
Xie Lian se sorprendió: —¿Tu madre no te dio
un nombre?
Ese pequeño niño negó con la cabeza.
—Mi madre murió.

114
Xie Lian se sintió triste por él.
—Entonces, ¿cómo solía llamarte tu madre?
Ese niño pequeño dudó por un minuto, luego
respondió: —Hong Hong-Er.9
Xie Lian sonrió.
—Ese es un apodo lindo. Te llamaré así de
ahora en adelante.
Hong Hong-Er parecía ser tímido cuando
hablaban y bajó la cabeza. En ese momento, el
sol estaba a punto de ponerse y se encendieron
las luces de cada uno de los pabellones de la
montaña. Entre ellos, el más brillante fue, por
supuesto, el pico más alto, la Gran Cumbre
Marcial.
En la cima de la Gran Cumbre Marcial, dentro
del Gran Salón Marcial, era tan brillante como el
día, las luces se reunieron como estrellas. Xie
Lian suspiró mientras observaba.
El suspiro no se debió a la tristeza, sino por el
escenario que emanaba tanta belleza y gloria.
Cada pedacito de luz era una ofrenda de
Lámpara Eterna en el vestíbulo. Cada lámpara
contenía las oraciones y los deseos de cada
devoto adorador. Cuantas más lámparas eternas
haya en el templo de un dios, más poderoso se
volvía ese dios. La oportunidad de ofrecer una
lámpara en el Gran Salón Marcial del Sagrado
Pabellón Real era difícil de conseguir, incluso con
mil piezas de oro. Riqueza, poder, habilidad,
pasión, afinidad, debía haber una de las cinco
condiciones cumplidas para poder entrar a la sala
9
"Hong Hong-Er" significa "Mi hijo, Rojizo" o simplemente "Rojito".

115
y ofrecer luz. Sin embargo, había más en el
mundo que no tenían ninguno de los cinco.
Los cuatro se detuvieron, contemplando el
Gran Salón Marcial que brillaba como el sol, con
expresiones diferentes. En ese momento, hubo
una voz familiar que les gritó: —¡Dianxia!
Xie Lian volvió la cabeza y vio a un joven de
aspecto sencillo que corría hacia él. Parecía el
aprendiz que vigilaba la entrada del Pabellón
SiXiang y Xie Lian expresó: —Zhu-ShiXiong,
¿qué prisa hay?
Zhu-ShiXiong notó que Mu Qing estaba detrás,
pero se sintió incómodo y habló pretendiendo no
haberlo visto.
—El Guoshi Principal ha estado preguntando
por usted desde hace un tiempo. Él está en el
Gran Salón Marcial esperándolo.
Xie Lian se sorprendió al escuchar esto, pero
pensó que debía ser en relación con el incidente
durante la Procesión Ceremonial Celestial del día
anterior.
—Muy bien. Gracias, ShiXiong.
Xie Lian hizo que Feng Xin y Mu Qing llevaran
a Hong Hong-Er de vuelta al Pabellón XianLe
antes de dirigirse a la Gran Cumbre Marcial.
Fuera de la gran sala, las nubes nacidas de la
vasija de incienso flotaban y se envolvían
alrededor del Gran Salón Marcial, formando un
estado de ensueño. A ambos lados del salón
había largas filas de brillantes Lámparas Eternas
colgadas en el aire, cuidadosamente alineadas
en una pared de linternas. Cada lámpara eterna
tenía en ellos el nombre y la oración del adorador

116
en una escritura elegante y decorosa. Una vez en
el pasillo, a ambos lados de la pared también
había filas y filas de lámparas eternas colgadas.
Las lámparas ofrecidas en el Gran Salón Marcial
eran, por supuesto, incluso más valiosas que las
de fuera.
En el gigantesco y espacioso templo, el Guoshi
Principal ofrecía incienso ante la estatua del
Emperador Celestial Marcial y los tres Guoshi’s
principales adjuntos estaban detrás de él,
postrándose uniformemente ante el gran dios.
Xie Lian inclinó la cabeza cuando entró.
—Guoshi Principal.
Los jefes de los Guoshi’s completaron su ritual
antes de que volvieran la cabeza e hicieron un
gesto para que se acercara. Así, Xie Lian se
acercó, tomó un incienso y también presentó sus
respetos con sinceridad.
Pasó un momento hasta que finalmente los
Guoshi’s principales hablaron.
—Dianxia, los cuatro hemos deliberado. En lo
que respecta a la Procesión Ceremonial
Celestial, solo hay dos formas de resolverlo.
—Por favor, ilumíneme, Guoshi Principal —dijo
Xie Lian.
—El primer método —dijo el Guoshi
Principal—. Es encontrar al niño que interrumpió
la procesión y luego realizaremos una ceremonia.
Como mínimo, uno de sus cinco sentidos debe
estar sellado como penitencia.

117
118
Capítulo 67
Ascender es humano; caer también lo es
(parte dos)

X
ie Lian levantó la cabeza.
—No. —Luego repitió con severidad—.
Definitivamente no.
El Guoshi Principal asintió con la cabeza.
—Esperaba esta respuesta tuya. Por lo tanto,
hemos puesto el peso de nuestra consideración
en el segundo método.
—Por favor, ilumíneme —dijo solemnemente
Xie Lian.
—El segundo método —dijo el Guoshi
Principal—. Es hacer que Dianxia se arrepienta
públicamente ante la gente de XianLe, pedir
perdón a los cielos y luego enfrentar la pared en
reflexión durante un mes.
—No es posible —dijo Xie Lian con calma.
El Guoshi Principal se sorprendió.
—No estamos realmente pidiéndote que te
pongas de cara a la pared para reflexionar, solo
tienes que verte como si lo hicieras... ah. —De
repente recordó que estaban frente a la estatua

119
del Emperador Marcial Celestial e
inmediatamente corrigió él mismo—. Mientras
seas sincero, será suficiente.
Aun así, Xie Lian respondió con un no.
—¿Y la razón? —Preguntó el Guoshi Principal.
—Guoshi Principal, cuando hoy bajé de la
montaña, ¿sabe lo que vi? —Xie Lian dijo—. No
solo la gente de la capital real no condenó el
accidente que ocurrió durante la Procesión
Ceremonial Celestial, sino que también
aprobaron eso. Esto demuestra que la gente de
este reino cree que la decisión de salvar a ese
niño fue correcta.
—Si tuviera que hacer lo que usted dice y ser
castigado por algo que se hizo bien, ¿qué van a
pensar? ¿Esto no solo les diría a todos que al
salvar una vida, no solo no obtenemos méritos
fortuitos sino que, en cambio, seríamos
castigados por pecar? ¿Cómo deberían pensar o
actuar después de eso?
—Si es correcto o incorrecto no es importante
—dijo el Guoshi Principal—. Solo que debes
elegir entre los dos caminos. Nada es perfecto en
este mundo. O ese niño se lleva esta culpa, o lo
haces tú.
—Si el bien o el mal es muy importante. Si debo
elegir, entonces elijo el tercer camino.
—Respondió Xie Lian.
El Guoshi Principal se frotó la frente.
—Esto... Dianxia, disculpe mi audacia, pero
¿por qué le importa cómo piensan? Hoy piensan
así, mañana pensarán otra. No es necesario que
se preocupe por los pequeños detalles, confíe en

120
mí, la gente seguirá haciendo lo que tiene que
hacer y no se verá afectada por sus acciones ni
le tomará como ejemplo. Es mejor si nos
centramos en servir lo que está por encima de
nuestras cabezas.
Xie Lian se quedó en silencio por un momento
y luego dijo: —Guoshi Principal, desde que entré
en el Sagrado Pabellón Real para convertirme en
un discípulo aquí, cuanto más entreno, más
reflexiono y realmente hay algo que siempre
pensé pero no me atrevía a hablar de ello.
—¿En qué pensaba? —Preguntó el Guoshi
Principal.
—¿Es realmente correcto para nosotros adorar
y postrarnos ante los dioses de esta manera?
El Guoshi Principal se quedó sin habla por un
momento.
—Si no adoran a los dioses, entonces, ¿qué
vamos a hacer? ¿Quedarnos sin hogar? ¿Qué,
Dianxia cree que los miles y millones de devotos
que vienen aquí para adorar tienen las creencias
equivocadas?
Xie Lian negó con la cabeza y masticó sus
palabras.
—Las creencias no están equivocadas. Solo
que este discípulo no cree que sea correcto
postrarse. —Levantó la cabeza y señaló la
estatua dorada, centelleante, gloriosa y grande
del Emperador Marcial Celestial—. Cuando los
humanos ascienden, se convierten en dioses.
Para los humanos, los dioses son ancianos, son
maestros, son la luz eterna, pero no son nuestros
amos. En tal sentido, deberíamos estar llenos de

121
agradecimiento y también de admiración, pero
nunca de adoración de ídolos. Así como en la
Procesión Ceremonial Celestial de Shangyuan, la
actitud correcta debe ser de agradecimiento, de
alegría y no de miedo, no rogar por agradar, no
de intimidación y ciertamente no ponerme en una
posición de servidumbre.
El Guoshi Principal permaneció equilibrado y
en silencio, pero los otros tres Guoshi’s
principales adjuntos parecían estar inquietos,
volviendo sus cabezas hacia atrás.
Xie Lian continuó: —Ocurrió un accidente, no
se pudo evitar. Estoy dispuesto a ofrecer mil
lámparas para iluminar largas noches; Como
polillas a las llamas, no tengo miedo. Pero me
niego a inclinar la cabeza por algo que hice bien.
¿Estar frente a la pared para reflexionar? ¿Qué
he hecho mal? ¿Alguien había hecho algo mal?
Precisamente como Qi Rong cometió el mal, pero
Feng Xin, quien reprimió al malhechor, fue el
castigado: ¿dónde está la lógica en todo esto? Si
los cielos tuvieran ojos, no me condenarían por
esto.
El Guoshi Principal miró hacia otro lado.
—Entonces, Dianxia, déjeme preguntarle. Si
los cielos realmente te condenaran. ¿Te
disculparías entonces?
—Si eso sucede, entonces, los cielos están
equivocados. Yo tengo la razón. Me enfrentaré a
los cielos y los desafiaré hasta el final.
Al escuchar esto, la cara del Guoshi Principal
cambió ligeramente y sonrió.

122
—Dianxia, es muy valiente para decir esas
palabras.
Los otros tres Guoshi’s principales adjuntos lo
observaron, queriendo hablar pero se detuvieron.
En ese momento, una gran alarma repentina se
disparó fuera del pasillo, como el repique de
varias campanas a la vez. Los cuatro Guoshi’s
principales ya no podían permanecer en sus
asientos y todos se apresuraron al mismo tiempo,
corriendo hacia la parte posterior del pasillo.
Xie Lian los siguió de cerca. Atravesaron los
muchos edificios detrás del Gran Salón Marcial y
se pararon ante una pagoda negra. Las puertas
de esa pagoda negra estaban abiertas, e
innumerables briznas de humo oscuro estaban
saliendo.
El Guoshi Principal dejó escapar un grito
desesperado.
—¿DÓNDE ESTÁ ZHU AN? ¡A DONDE
CARAJOS SE FUE! ¡¿¿CÓMO PASÓ ESTO??!
Un número de guardias en prácticas se
apresuraron, el líder era Zhu-ShiXiong.
—¡¡GUOSHI PRINCIPAL!! ¡ESTOY AQUÍ! ¡No
sé qué pasó, la puerta estaba cerrada con llave,
pero de repente se abrió por sí sola!
El Guoshi Principal tiró de su cabello.
—¡RÁPIDO! ¡TRAÉ UN NUEVO JARRO PARA
SELLAR ALMAS!
Xie Lian corrió directamente hacia el interior.
Dentro de esa pagoda negra, las paredes
estaban cubiertas con paneles de sándalo de
celosía de diferentes tamaños y formas, apiladas
una sobre otra y dentro de cada panel había

123
varios frascos de barro, jarrones de porcelana,
cajas hastiadas, etc. Cada uno de esos
contenedores se colocó de forma segura. Los
tapones rojos taponados firmemente en su lugar,
las aberturas selladas con talismán amarillo con
hechizos carmesí, pero ahora muchos fueron
destrozados y muchos más continuaron cayendo
de los estantes y los que aún no se habían caído
se tambaleaban y vibraban.
Esos contenedores selladores de almas tenían
en su interior cada demonio o monstruo que
alguna vez causó estragos y tal pagoda negra
existía en cada templo del Monte TaiCang,
utilizando a propósito la esencia limpia y santa
para mantenerlos reprimidos. Sin embargo,
sucedió algo que causó esta repentina
insurgencia, ¡y todos habían escapado!
—¡Es demasiado tarde! —Gritó Xie Lian.
Inmediatamente pateó las puertas para
cerrarlas. La cerradura de acero que
originalmente encadenaba la puerta había sido
rota por los espíritus resentidos, por lo que Xie
Lian desenfundó su espada, usó la punta y
escribió algunos caracteres, luego la clavó al
suelo. Trajo consigo más de doscientas espadas
cuando ingresó a la montaña y cambiaba la que
llevaba sobre sí casi todos los días y cada una
era una espada incomparable y singular. Esa
espada, habiendo sido maliciosamente insertada
al suelo, cerró la puerta y solo se escucharon los
sonidos de los espíritus resentidos dentro de los
disturbios y los rugidos.

124
Una vez que salieron de la pagoda negra,
miraron hacia arriba y sobre cada una de las
cumbres, todas las pagodas negras detrás de
cada templo estaban llenas de nubes negras y
todos los espíritus resentidos corrían hacia el
cielo, volando hacia una cierta dirección que
ahora estaba rodeada con humo
—¿Qué es lo que hay por ahí? ¿Por qué todos
vuelan allí? —Preguntó Zhu An.
El Guoshi Principal gritó: —¡¿ERES TONTO?!
¡ESO ES EL PABELLÓN XIANLE!
El grupo corrió como el viento y en un abrir y
cerrar de ojos, llegó a la cumbre XianLe. En la
cima del Monte TaiCang, humo denso y pesado
surgió de innumerables templos a través de
innumerables picos que se convirtieron en una
barrera y formaron un enorme remolino sobre el
Pabellón XianLe.
—¡¿Qué está pasando en tu Pabellón XianLe?!
Todos los demonios y monstruos están siendo
atraídos, ¿qué es exactamente lo que pusiste
dentro? —Preguntó el Guoshi Principal.
Xie Lian también estaba desconcertado.
—¡Nada! Solo…
¿Solo qué? Xie Lian recordó de repente: ¡ese
niño pequeño!
En ese momento, Zhu-ShiXiong gritó:
—¡Guoshi Principal, esto es malo! ¡El hogar de
Dianxia está en llamas!
Efectivamente, una esquina del Pabellón
XianLe estaba iluminada, las llamas estallando
hacia el cielo, reflejando un carmesí oscuro en las
nubes negras de arriba.

125
Sin embargo, al pie del Monte TaiCang, todos
aquellos en la capital real que no se habían ido a
dormir no tenían idea de lo que estaba
sucediendo cuando presenciaron la escena
desde lejos y estaban arrastrando a otros con
entusiasmo para mirar con asombro.
—Wow ¡Los grandes inmortales en la montaña
divina están llevando a cabo una ceremonia!
¡Qué escenario!
Pronto, el grupo de ellos llegó al Pabellón
XianLe. Xie Lian no tenía demasiados sirvientes,
por lo que varios cultivadores de las otras
cumbres se habían apresurado, extrayendo agua
del pozo desesperadamente tratando de apagar
los incendios. Xie Lian no vio a sus dos
ayudantes, e inmediatamente entró corriendo.
Todos los espíritus resentidos de todo el Monte
TaiCang se habían reunido allí, el Pabellón
XianLe estaba completamente negro, no se podía
ver nada. Xie Lian sintió dos siluetas dentro del
salón principal y gritó: —¡FENG XIN! ¡MU QING!
Los dos habían dibujado una matriz de
protección para no permitir que los espíritus
malignos invadieran, resistiendo, pero apenas.
Efectivamente, la voz de Feng Xin sonó.
—¡DIANXIA, NO VENGA! ¡ESTE NIÑO ES
EXTRAÑO, TODOS ESOS ESPÍRITUS
VINIERON A ÉL!
Solo entonces, Xie Lian se dio cuenta de que
detrás de las dos siluetas había otra pequeña
sombra, que parecía estar arrodillada en el suelo,
con la cabeza entre las manos. Gritó: —¡¡¡NO
SOY YO!!!

126
Después de observarlos por un momento, Xie
Lian gritó: —Dejen de resistir. ¡Déjalo ir!
Mu Qing replicó: —¡No podemos dejarlo ir! ¡Si
lo hacemos, esas cosas se volverán locas!
Déjame encontrar el más...
Xie Lian lo interrumpió.
—SIN MIEDO. DÉJALO IR. ¡AHORA!
Mu Qing apretó los dientes y dejó caer sus
manos con Feng Xin al mismo tiempo.
Efectivamente, sin las restricciones, esos
espíritus resentidos chillaron y comenzaron a
volverse erráticos.
Sin embargo, en el siguiente segundo, Xie Lian
extendió la mano, a la velocidad del rayo y ahogó
un poco de humo negro.
Él ni siquiera miró y agarró ese humo negro con
sus propias manos, sosteniendo firmemente en
su palma. En el momento en que captó ese
espíritu resentido, todo el enjambre de espíritus
resentidos enloquecidos dentro del Pabellón
XianLe disminuyó la velocidad.
Afuera, todos asintieron en silencio.
En una situación en la que un gran enjambre de
espíritus resentidos se reunía en el mismo lugar,
por lo general seguirían el ejemplo del más fuerte.
Una vez que uno es atrapado, sin un líder, los
espíritus perderían la dirección. En ese momento,
Xie Lian reconoció de inmediato al más fuerte y
lo ahogó, sin darle ninguna posibilidad y solo con
un apretón, ese espíritu resentido se desintegró
en la palma de su mano.

127
Inmediatamente después, los cuatro Guoshi’s
principales levantaron sus mangas y gritaron:
—¡Regresen!
Ese enjambre de espíritus resentidos que había
perdido a su líder voló al azar alrededor del
Pabellón XianLe como moscas sin cabeza hasta
que finalmente no tuvieron más remedio que
rendirse y de mala gana regresaron al sello
dentro de las mangas de los Guoshi’s principales.
Los otros cultivadores continuaron apagando los
incendios restantes y solo hasta que el denso
humo se dispersó gradualmente, Xie Lian vio
claramente las figuras de los otros tres.
Feng Xin y Mu Qing estaban medio arrodillados
en el suelo, aún en shock. Detrás de ellos, ese
niño todavía sostenía su cabeza, sin pronunciar
una palabra. Los Guoshi’s principales entraron y
hablaron solo con una mirada: —¿De dónde vino
ese niño? ¿Feng Xin dijo que todos los espíritus
resentidos iban tras él? ¿Qué está pasando?
—Ese es el niño que se había caído de la
muralla de la ciudad durante la Procesión
Ceremonial Celestial de ShangYuan.
Los Guoshi’s principales fueron tomados por
sorpresa. El Guoshi Principal exigió: —¿Por qué
lo trajiste aquí?
Xie Lian negó con la cabeza, no queriendo
explicar y en cambio le preguntó a Feng Xin.
—¿Qué hizo para atraer a todos los espíritus
resentidos de las pagodas negras?
Uno de los brazos de Feng Xin todavía estaba
en un cabestrillo y se puso de pie.

128
—¡No sé lo que hizo! Pero una vez que entró
en la montaña, poco después de entrar en el
Pabellón XianLe, todas esas cosas negras
volaron repentinamente desde todos los picos y
entraron, pululando a su alrededor, reuniéndose
más por minuto y no pudimos salir.
Xie Lian miró a su alrededor las paredes y los
pilares quemados hasta el interior del pabellón.
—Entonces, ¿qué pasa con el fuego?
Mu Qing, cuya cara estaba cubierta de hollín,
dijo: —No podíamos irnos, así que tuvimos que
dibujar un hechizo para defender. Esos espíritus
resentidos encendieron la luz de las velas y
quemaron las cortinas, con la esperanza de
obligarnos a salir.
—¡Gracias a Dios que Dianxia llegó
rápidamente e inmediatamente tomó el control!
De lo contrario, si seguía ardiendo, ¡todos
estaríamos muertos junto con el hechizo!
Al escuchar sus palabras, Mu Qing cerró los
ojos y bajó la cabeza. En el lateral, los Guoshi’s
principales ya habían rodeado a ese niño,
observándolo de cerca.
—Guoshi Principal, ¿hay algo que le pase a
ese niño?
Si hubiera algo, como ser poseído por
demonios, Xie Lian debería haberlo reconocido
de inmediato. Después de haber entrenado en el
Sagrado Pabellón Real durante varios años,
había trabajado especialmente en su vista y muy
pocas cosas podían engañar sus ojos. Sin
embargo, no pudo ver nada con este niño. El
Guoshi Principal sacudió la cabeza, parecía no

129
haber visto nada tampoco y le preguntó: —¿Cuál
es su fecha de nacimiento, mes, año y hora?
Hong Hong-Er parecía estar protegiéndose de
todos, tenso por la hostilidad y solo lo miraba
fijamente, sin hablar. Xie Lian alentó
amablemente.
—Solo dile. El Guoshi Principal solo quiere
contar tu fortuna por tu propio bien.
En el momento en que habló, Hong Hong-Er
contó el momento de su nacimiento en voz baja.
El Guoshi Principal frunció el ceño y comenzó a
calcular con los dedos. Las personas que lo
rodeaban lo observaron por un momento,
hablaron en voz baja por un momento y vieron
que su expresión se volvía cada vez más tenue.
Xie Lian miró y se volvió más y más solemne
también.
El Guoshi Principal no parecía ser más que un
tierno joven de treinta y tantos años, pero Xie Lian
sabía mejor que la mayoría de lo poderoso que
era su maestro para poder gobernar el Sagrado
Pabellón Real. El Guoshi Principal número uno
de XianLe Mei Nian Qin era famoso en todo el
país por su adivinación. Xie Lian aprendió el arte
de la espada y de los hechizos de los jefes
Guoshi’s adjuntos, pero nunca aprendió el arte de
la adivinación del propio Guoshi Principal, solo
porque el Guoshi Principal le dijo que era un arte
de las calles, la talla dorada del príncipe heredero
no tenía necesidad de tales trucos. Además, el
propio Xie Lian no estaba interesado, por lo que
nunca lo intentó. Sin embargo, si el Guoshi
Principal trabajaba su arte, no habría errores.

130
Un rato después, más y más sudor frío corría
por la frente del Guoshi Principal y él murmuró:
—No es de extrañar... no es de extrañar... no es
de extrañar que arruinara la Procesión
Ceremonial Celestial; que los espíritus de las
pagodas negras se excitaron al sentirlo; que el
Pabellón XianLe también se quemara... Esto...
Esto... Esto es realmente...
—Realmente, ¿qué? —Xie Lian preguntó.
El Guoshi Principal se secó el sudor y de
repente retrocedió una milla.
—¡Dianxia, realmente recogió algo que no
debería tener en la montaña! ¡Ese niño pequeño
es tóxico! Su destino nació de la estrella más
ominosa, destinado a traer la desgracia y la
destrucción, el tipo del que el mal ama más.
¡Quienquiera que lo toque tendrá una desgracia
sobre ellos, quienes se acerquen perderán sus
vidas!
Antes de que siquiera terminara, hubo un fuerte
grito y Hong Hong-Er se levantó de un salto,
corriendo hacia el Guoshi Principal para
derrotarlo.
Su voz era tierna, pero sus gritos estaban
llenos de rabia, como si su corazón estuviera
lleno hasta el borde con un dolor y una angustia
indescriptibles, haciendo que muchos temblaran.
Ese niño pequeño estaba cubierto de lesiones,
pero él tiró y golpeó como un perro rabioso de
ojos rojos, violento y agresivo. Los Guoshi’s
Principales bloquearon a Hong Hong-Er y el
Guoshi Principal retrocedió, gritando: —¡HAZLO
SALIR DE LA MONTAÑA, RÁPIDO! ¡No lo

131
toques, lo digo en serio! Esa fortuna es
demasiado tóxica, ¡no lo toques!
Los Guoshi’s principales adjuntos se movieron
apresuradamente a un lado y Mu Qing y Feng Xin
no sabían si actuar. Al ver que todos lo evitaban
como si fuera una serpiente venenosa, ese niño
se sorprendió y comenzó a golpearlo aún más
fuerte, mordiendo y gritando: —¡No lo soy! ¡¡NO
LO SOY!! ¡¡¡¡NO LO SOY!!!!
De repente, un par de brazos lo envolvieron
alrededor de la cintura, rodeando su pequeña
forma. Una voz vino desde arriba de su cabeza.
—No lo eres. Sé que no lo eres. No llores,
ahora. Sé que no lo eres.
Ese pequeño niño apretó los labios con fuerza,
agarrándose a ese par de mangas blancas como
la nieve que rodeaban su cintura con un apretón
de muerte, se obligó a contenerse por un largo
tiempo, pero al final no pudo. Una ráfaga de
lágrimas repentinamente bajó de ese ojo negro y
redondo y él estalló en llanto.
Xie Lian lo abrazó por detrás y reiteró con
firmeza: —No eres tú. No es tu culpa.

132
133
Capítulo 68
Ascender es humano; caer también lo es
(parte tres)

H
ong Hong-Er se dio la vuelta, metió la cara
en el pecho de Xie Lian y gimió.
Este lamento no contenía palabras,
absolutamente sin sentido y nada como el sonido
de un sollozo, pero sin embargo era espeluznante
y terrible. Sin mirar quién era, sonaría como los
gritos desesperados de un hombre adulto que se
está desmoronando, o el forcejeo de una
pequeña bestia con su garganta abierta por un
cuchillo, como si solo la muerte inmediata pudiera
aliviarlo. Cualquiera podía hacer ese sonido,
simplemente no debería venir de un niño de diez
años. Todos estaban sorprendidos.
Un momento después, el Guoshi Principal dijo:
—Lo digo en serio. Es mejor dejar ir.
Feng Xin finalmente vino y gritó: —¡Dianxia!
¡Déjalo ir! Ten cuidado de... —Pero al final no
tuvo el corazón para continuar.
—Está bien —dijo Xie Lian.

134
Ese Zhu-ShiXiong, sin embargo, estaba
bastante preocupado por el bienestar de Dianxia
y vio que Hong Hong-Er estaba manchando
sangre y mocos por toda la túnica blanca de Xie
Lian, así que corrió a tirar de ese niño pequeño,
reprendiendo: —Pequeño niño, no puedes…
Sin embargo, mientras más tiraba, más difícil
era el pequeño niño que se aferraba a Xie Lian,
se negaba a dejarlo pasar sin importar nada,
usaba ambas manos y pies para agarrarse,
gritando AAHHH. Tres o cuatro personas más se
acercaron para intentar alejarlo, pero en lugar de
eso lo hicieron agarrarse de Xie Lian como un
pequeño mono. Xie Lian lo encontró gracioso y
lamentable y sostuvo Hong Hong-Er con una
mano, frotando suavemente hacia arriba y hacia
abajo esa pequeña espalda demacrada con
comodidad, mientras levantaba la otra.
—No importa. No te preocupes, déjalo.
Algunos momentos después, después de sentir
que el niño en sus brazos dejó de luchar y se
calmó, Xie Lian preguntó a la gente en un
susurro: —¿Alguien más resultó herido en el
incendio del Pabellón XianLe?
—No. —Mu Qing respondió—. Solo estábamos
nosotros adentro en ese momento.
Como el Pabellón XianLe se quemó, Xie Lian
ya no pudo quedarse. Después de asegurarse de
que solo se quemó el edificio y no ninguna de las
personas, los que vinieron a ayudar a apagar los
incendios comenzaron a limpiar los alrededores,
sintiéndose bastante perturbados por todas las

135
gemas y tesoros preciosos carbonizados. Sin
embargo, a Xie Lian no le preocupaba.
Las cosas que usaba a diario eran un poco más
problemáticas, pero aparte de eso, Xie Lian
realmente no tenía nada importante almacenado
en el Pabellón XianLe. Los artículos más
preciados fueron su colección de más de
doscientas espadas atesoradas, pero estaban
hechas de metales duraderos que no temían a los
incendios ya que todas estaban forjadas en
llamas de todos modos, así que todas estaban
ilesas. Después de haberlas sacado él mismo,
Xie Lian las almacenó temporalmente en el
Pabellón SiXiang que pertenecía a los Guoshi’s
principales.
En cuanto a Hong Hong-Er, todavía estaba
firmemente aferrado a Xie Lian y después de
haber llorado hasta el agotamiento, se quedó
dormido. Xie Lian había querido llevarlo al Monte
TaiCang para encontrar un lugar seguro para
instalarlo, pero el Guoshi Principal le pidió que
primero visitara el Pabellón SiXiang, por lo que
Xie Lian también llevó al niño.
Metiendo a ese niño pequeño en el futón,
enderezando las mantas, Xie Lian dejó caer la
cortina de la cama y salió de la habitación con
Feng Xin y Mu Qing a cuestas.
—Guoshi Principal, ¿es realmente horrible el
destino de ese niño?
El Guoshi Principal frunció los labios.
—¿Por qué no piensas por ti mismo, después
de que apareció, qué sucedió?

136
Los tres estaban tranquilos. En el momento en
que apareció el niño pequeño, se había caído de
la muralla de la ciudad ante los ojos de millones
de personas, lo que obligó a la Procesión
Ceremonial Celestial Shangyuan a interrumpirse
después de haber hecho solo tres rondas.
Cuando apareció de nuevo, Qi Rong lo arrastraba
por las calles en el carruaje de caballos con furia,
causando un motín, hizo que Feng Xin rompiera
un brazo y Xie Lian discutió con el rey, haciendo
que la reina llorara. Esta vez, todos los espíritus
resentidos del Monte TaiCang escaparon de sus
sellos dentro de las pagodas negras e incluso
incendiaron el Pabellón XianLe. La desgracia,
efectivamente, lo seguía como una sombra.
—¿Hay alguna manera de romper esto?
—Preguntó Xie Lian.
—¿Romper esto? —El Guoshi Principal dijo—.
¿Qué quieres decir? ¿Cambiar su destino?
Xie Lian asintió.
El Guoshi Principal dijo: —Dianxia, no ha
aprendido de mí el arte de la adivinación, por lo
que cuando se trata de asuntos como estos,
realmente no entiende nada. Si lo hicieras, no
habría preguntado.
Xie Lian se sorprendió y se enderezó.
—Por favor ilumíneme.
El Guoshi Principal tomó la tetera sobre la
mesa y se sirvió una taza.
—Dianxia, ¿todavía recuerda el día en que
cumplió seis años, cuando su majestad y la reina
me pidieron que entrara en el palacio para
contarle su fortuna? ¿La pregunta que le hice?

137
Al ver esa taza de té humeante, Xie Lian
reflexionó: —¿Quiere decir, las dos personas y la
taza de agua?
Ese año, el Guoshi Principal le había hecho
muchas preguntas a Xie Lian para ayudar a
contar su fortuna. Hubo preguntas con
respuestas y otras sin respuesta alguna y con
cada respuesta que Xie Lian le dio al Guoshi
Principal cambiaría la forma de alabar al niño,
haciendo que el rey y la reina sonrieran con
placer y muchos intercambios de esa
conversación se pasaron después como historias
encantadoras. Pero hubo una pregunta a la que,
cuando Xie Lian contestó, el Guoshi Principal no
hizo ningún comentario. Muy pocos conocían los
detalles, ni siquiera Feng Xin, menos Mu Qing.
Esa pregunta fue: Dos personas y una taza de
agua.
El Guoshi Principal habló: —Dos caminaron por
el desierto, a punto de morir de sed y solo había
una taza de agua. El que bebe vive, el que no lo
hace, muere. Si fueras un dios, ¿a quién le darías
esa taza de agua? - No hablen aún, preguntaré a
los otros dos y veré cómo responden.
La última parte de sus palabras fueron dirigidas
a los dos que estaban de pie no muy atrás.
Mu Qing contempló y respondió con cautela.
—¿Puedo preguntar quiénes son esas dos
personas, cómo son sus naturalezas y cuáles son
sus méritos? Solo se puede tomar una decisión
una vez que se conocen todos los detalles.

138
Feng Xin, por otro lado, respondió: —¡No lo sé!
¡No me preguntes, diles que decidan entre ellos
mismos!
Xie Lian dijo puff y se rió. El Guoshi Principal le
advirtió: —¿De qué te ríes? ¿Recuerdas cómo
respondiste?
Xie Lian enseñó su expresión y dijo
solemnemente: —Dale otra taza. —Al escuchar
esto, entre Feng Xin y Mu Qing, uno torció su
expresión, el otro bajó la cabeza, como si no
pudieran soportar escuchar. Xie Lian volvió la
cabeza hacia atrás y dijo con toda seriedad—.
¿Por qué se están burlando? Lo digo en serio. Si
yo fuera dios, definitivamente daría otra taza.
El Guoshi Principal sacudió suavemente la taza
de té que tenía en la mano y el té se arremolinó
en la taza, como si estuviera vivo.
Continuó: —Todas las fortunas en el mundo,
buenas o malas, son limitadas. Al igual que esta
taza de agua, solo hay esta cantidad. Una vez
que te hayas saciado ya no quedará más para los
demás. Si uno recibe más, el otro debe recibir
menos. A lo largo de los siglos, todos los
conflictos se deben al hecho de que hay muchos
en este mundo, pero solo una taza de agua y no
importa a quién se dé, habrá una buena razón.
¿Quieres cambiar el destino? Es difícil pero no
imposible. Pero si cambias la vida de ese niño, la
vida de otra persona también cambiará y se
crearán más rencores. Una vez dijiste que solo
darías otra taza de agua, como hoy que quieres
elegir un tercer camino. Tu intención es expandir

139
la fuente; un bello pensamiento. Pero, te lo diré,
es imposible.
Xie Lian escuchó en silencio pero no estuvo de
acuerdo de todo corazón, aun así no refutó.
—Gracias, Guoshi Principal por su sabiduría.
El Guoshi Principal bebió ese té, se golpeó los
labios y dijo: —No te preocupes. Sabiduría o no,
no escuchas de todos modos.
...Habiendo sido descubierto, Xie Lian se aclaró
la garganta suavemente.
—Guoshi Principal, hoy temprano antes del
Gran Salón Marcial, en un momento de pasión,
este discípulo te ha ofendido. Por favor,
perdóname por mi afrenta.
El Guoshi Principal se sacudió las mangas y
sonrió.
—Eres mi orgulloso discípulo y el príncipe
heredero, ¿cómo puedo no perdonarte? Dianxia,
puedo decirte que eres el más amado por los
cielos que he visto. —Xie Lian no entendió, así
que escuchó atentamente. El Guoshi Principal
continuó: —Tienes el talento, la ambición, el
corazón y no tienes miedo del trabajo duro. Usted
tiene una familia prestigiosa, pero una naturaleza
compasiva. Nadie es más adecuado para el título:
Querido por los Cielos. Aun así, estoy
preocupado por ti. Me temo que habrá una
prueba que no podrá pasar.
—¿Y eso es? —Preguntó Xie Lian.
—Aunque ya ha alcanzado un nivel tan alto,
hay algunas cosas que aún está lejos de
comprender y otras no pueden enseñársele. Al
igual que en el Gran Salón Marcial, el discurso

140
que pronunció, un poco acerca de no adorar a
Dios o algo así, aunque muy pocos pudieron
pensar tan lejos, que fuera capaz de llegar a tales
pensamientos a tan temprana edad ya es
impresionante. Sin embargo, no se crea como el
único que ha tenido tales pensamientos en el
mundo. —Los ojos de Xie Lian se ensancharon
ligeramente. El Guoshi Principal continuó: —Las
cosas de las que habló hoy ya fueron habladas
por otras décadas, tal vez hace siglos, pero sus
palabras nunca tomaron forma, sus voces eran
demasiado pequeñas, por lo que muchos no las
escucharon. ¿Alguna vez ha pensado por qué es
eso?
Xie Lian murmuró y respondió: —Porque
incluso si lo pensaban, nunca actuaron y no
fueron lo suficientemente decididos.
—¿Y usted? ¿Qué le hace pensar que está
suficientemente determinado? —Preguntó el
Guoshi Principal.
—Guoshi Principal, ¿cree que puedo
ascender? —Preguntó Xie Lian.
El Guoshi Principal lo miró y le dijo: —Si no
puedes ascender, entonces nadie puede hacerlo.
Es solo cuestión de tiempo.
Xie Lian sonrió.
—Entonces, solo observe. —Señaló al cielo—.
Si un día ascendiera, seguramente haré todo lo
que dije hoy, ¡y me convertiré en un gran poder
para contemplar!
Feng Xin y Mu Qing, quienes estaban detrás de
él, habiendo escuchado su declaración, ambos
levantaron inconscientemente la cabeza. Los

141
labios de Feng Xin se curvaron hacia arriba y la
luz que brillaba en los ojos de Mu Qing era
exactamente igual a la de Xie Lian.
El Guoshi Principal asintió.
—Muy bien, esperaré y veré; sin embargo, no
creo que sea bueno para ti ascender demasiado
pronto. Déjame preguntarte, ¿qué es El
Sendero?
Xie Lian inclinó la cabeza.
—Como has dicho, lo que se camina es El
Sendero.
—Eso es correcto —El Guoshi Principal dijo—.
Pero, no has caminado lo suficiente. Entonces,
creo que es hora de que tomes un paseo por la
montaña. —La cara de Xie Lian se iluminó. El
Guoshi Principal continuó: —Tienes diecisiete
años este año. Te permitiré descender del Monte
TaiCang y ganar algo de experiencia a través de
viajes en el exterior.
—¡Eso es excelente! —Exclamó Xie Lian.
Cada día pasado en la capital real, solo
pensando en el rey, Qi Rong y muchos otros, Xie
Lian no pudo evitar sentirse malhumorado.
Además, al tener al tan glamoroso Pabellón
XianLe incendiado, no podría evitar otra pelea
con sus padres. Si pudiera ir más lejos, podría
concentrarse en caminar su propio camino.
En ese momento, el Guoshi Principal agregó:
—Dianxia, a lo largo de los siglos ha habido un
dicho que se transmite como si fuera la verdad
definitiva, pero en realidad está mal, solo nadie lo
había notado.
—¿Qué dicho?

142
—Cuando los humanos ascienden, se
convierten en dioses; cuando los humanos caen,
se convierten en demonios.
Xie Lian lo pensó: —¿Hay algo de malo en eso?
El Guoshi Principal respondió: —Por supuesto
que está mal. Recuerde: cuando los humanos
ascienden, todavía son humanos; cuando caen,
son todavía humanos. —Xie Lian masticó esas
palabras y el Guoshi Principal le dio una
palmadita en el hombro y miró hacia atrás—. En
cualquier caso, en cuanto a ese niño... No deje
que le preocupe demasiado. Todos tienen su
destino. Muchas veces no habrá una manera de
ayudar solo porque usted quiere ayudar. Si algo
sucede, lidiaremos con eso entonces. Salga y
experimente el mundo. Rezo para que cuando
regrese, haya madurado.
Sin embargo, esa misma noche, fuera de las
expectativas de todos, ese niño escapó del
Sagrado Pabellón Real y desapareció.
Y lo que estaba aún más fuera de las
expectativas de todos, después de sus viajes, a
la edad de diecisiete años, el Príncipe Heredero
del reino de XianLe, Xie Lian derrotó a un
fantasma sin nombre en el Puente Yi Nian y así,
ascendió a los cielos en medio de los rugidos de
truenos y relámpagos.
Fue la conmoción de los tres reinos.

143
ARCO DE LA PRE-GUERRRA

144
Capítulo 69
Pescando por ofrendas; el grosero general
se encuentra con el Príncipe Heredero

—TIREN-
Junto con la llamada fuerte y enérgica, un
enorme brocado10 rojo cayó al suelo. Una ovación
rugiente explotó entre la multitud de miles.
Esta era una estatua dorada divina del príncipe
heredero. Una espada en una mano, una flor en
la otra, simbolizando el poder de acabar con el
mundo pero con un corazón tan suave como la
flor. La cara de esa estatua era suave y hermosa,
las cejas largas y elegantes, los labios finos y
limpios, ligeramente curvados, como sonriendo.
Afectuoso pero no coqueto, feroz pero no cruel.
Era un rostro compasivo y guapo.
Este era el templo número ocho mil del Príncipe
Heredero dentro del Reino de XianLe.
Tres años después de la ascensión, se
levantaron ocho mil templos en su nombre. Una
adoración tan apasionada no había sido vista en

10
Un tejido de lujo, muy cargado, de seda hecho con varias tramas.

145
la historia y probablemente no tendría más
similitudes en el futuro, era la única.
Sin embargo, este templo número ocho mil no
tenía la estatua divina más glamorosa del
príncipe heredero. En la cima del monte TaiCang,
la cumbre donde el príncipe heredero residía en
su juventud durante el entrenamiento recibió el
nombre de: La Cumbre del Príncipe Heredero.
Fue donde se construyó el primer Pabellón
XianLe. Una vez que se esculpió la primera
estatua divina del príncipe heredero, fue también
allí donde el rey la reveló personalmente. Esa
estatua divina del príncipe heredero tenía cinco
metros de altura, su artesanía legendaria. Fue
construido en oro puro y sólido, un cuerpo dorado
verdaderamente invaluable.
Dentro del Pabellón de XianLe, los devotos
eran infinitos, sobrepasando el umbral. El
recipiente de incienso delante del Pabellón
estaba lleno de incienso y la caja de donaciones
también era mucho más grande que las cajas de
donaciones promedio en otros templos porque si
no se construía lo suficientemente grande,
estaría llena de ofrendas antes de que terminara
el día y aquellos que vinieran después no podrían
donar. En el patio del templo había un estanque
claro, también lleno de monedas, brillando
resplandecientemente en el agua. Muchas de las
tortugas que residían en los estanques ya no se
atrevían a asomar la cabeza por todas las
monedas que lanzaban los devotos, muchas de
las cuales rebotaban en sus conchas. No
importaba cómo los cultivadores pedían a la

146
gente que no lo hicieran, no daba resultados.
Dentro de las enormes paredes rojas del templo
se plantaron árboles de ciruelos, las ramas se
ataron con innumerables cintas rojas brillantes de
deseos, pintando un impresionante paisaje de
rojo fluyendo entre un mar de flores.
En cuanto al interior del templo, Xie Lian estaba
sentado justo debajo de su estatua divina,
vigilando a la multitud. Nadie podía verlo, pero él
podía ver y escuchar su charla.
—¿Cómo es que el Templo del Príncipe
heredero no tiene cojines de postración?
—Sí, incluso el maestro del templo dijo que no
podemos postrarnos. El templo ya se ha
inaugurado, ¿por qué no podemos postrarnos?
Otro dijo: —Esta debe ser tu primera vez en el
Pabellón XianLe. Los pabellones XianLe son
todos así. Escuché que después de que Taizi
Dianxia ascendiera, envió sueños a muchos
donantes del templo y al Maestro del Templo,
diciéndoles que no hicieran postrar a los devotos.
Por lo tanto, ninguno de los Templos del Príncipe
Heredero tiene algún lugar donde puedas
postrarte.
Aunque nadie podía verlo, Xie Lian asintió con
la cabeza. Sin embargo, algunos otros se rieron.
—¿Cuál es la lógica en eso? ¿No se supone
que debemos postrarnos ante los dioses? Eso
debe haber sido un rumor.
Xie Lian dijo eeh y otro agregó: —¡Eso es
correcto! ¡Debemos arrodillarnos! ¡Solo
arrodillándonos podemos mostrar nuestra
sinceridad!

147
Así, uno tomó la iniciativa y se arrodilló y poco
después, muchos otros siguieron su ejemplo y se
arrodillaron en el suelo. Cientos y miles de
personas se juntaron dentro y fuera de la gran
sala y comenzaron a inclinarse ante la estatua
divina, sus formas subían y bajaban,
murmuraban y rezaban en silencio por las
bendiciones.
Xie Lian se escondió pensando en silencio.
—No importa, lo haremos lentamente.
Al momento siguiente, una gran ola de ruido
vino de él por todas partes.
—¡Alcanzar un alto rango! ¡Un alto rango! ¡Este
año debo alcanzar un alto rango! ¡Si lo consigo
devolveré mi gratitud!
—¡Orad por los pasajes seguros!
—A la chica que me gusta le gusta mi shixiong,
por favor, hazlo más feo, por favor, te lo ruego.
—¡No puedo creer que todavía no pueda dar a
luz a un puto mocoso gordito!
... Hubo todo tipo de oraciones, Xie Lian estaba
teniendo un dolor de cabeza solo por escuchar y
lanzó un hechizo a toda prisa, bloqueando esas
voces infinitas. Su oído solo se calmó cuando
hubo gritos y un hombre vestido de negro salió
corriendo desde la parte posterior del pabellón,
con las manos cubriendo sus orejas.
Rugió: —¡¡¡¡QUÉ MIERDA SON ESAS
ORACIONES!!!
Los devotos tampoco sintieron la aparición de
este hombre y continuaron arrodillándose. Xie
Lian suspiró, le dio unas palmaditas en el hombro
y se echó a reír.

148
—Feng Xin, gracias por tu arduo trabajo.
Tan exuberante era el Pabellón XianLe, la
cantidad de oraciones que Xie Lian podía
escuchar todos los días superaba los miles. Al
principio, estaba lleno de la energía generada por
la nueva posición, le importaba poco si los
asuntos eran grandes o pequeños y los resolvía
personalmente. Después de un tiempo, hubo
demasiadas oraciones, así que se separó de un
bloque y se las dio a Feng Xin y Mu Qing. Lo que
estaba dentro de sus deberes y lo que podía
ignorarse, después de filtrar las oraciones, los
dos le darían los asuntos importantes a él.
Después de filtrar las oraciones, Mu Qing
informaría sin ninguna queja, pero Feng Xin, por
otro lado, simplemente no podía entender por qué
había tantos que oraban ciegamente por asuntos
mezquinos, incluso se traían bendiciones para los
asuntos armoniosos de la habitación al pabellón
XianLe. Xie Lian era un dios marcial y
ciertamente no podría cuidar de esas cosas. Esto
seguía sucediendo y ofendía a otros Oficiales
Celestiales también, culpándolos por tomar
asuntos sobre los que no tenían control,
llevándose devotos que ellos no tenían ningún
interés para llevar, a lo que Xie Lian no pudo
refutar.
Feng Xin todavía tenía sus manos cubriendo
sus oídos, incluso si ese gesto no hacía nada.
—Dianxia, ¿por qué tiene tantas devotas?
Xie Lian se sacudió las mangas y permaneció
sentado entre las nubes de incienso, sonriendo.

149
—¿Qué hay de malo en tener tantas devotas?
Bellezas como nubes, agradables a los ojos.
Feng Xin dejó caer su cara.
—No es bueno en absoluto. Es como si esas
devotas mujeres no tuvieran más oraciones que
desear verse más agradables, casarse bien, dar
a luz a un buen hijo. ¡Nada importante, solo con
mirarlas me da un dolor de cabeza!
Xie Lian sonrió y estaba a punto de continuar
cuando de repente hubo una conmoción entre la
multitud. Los dos miraron hacia afuera del pasillo
y escucharon a alguien hablar en voz baja.
—¡El Príncipe Xiao Jing ha venido, salgamos
de aquí! ¡El príncipe Xiao Jing está aquí!
Al escuchar: Príncipe Xiao Jing, fue como si
todos escucharan: El diablo. Sus expresiones
cambiaron drásticamente y se dispersaron como
pájaros. Un momento después, fue como si un
tornado pasara volando y todos los devotos que
estaban en el pasillo escaparon. Poco después,
un joven vestido con un lujoso brocado y una
capa cruzó el umbral de manera arrogante, con
una lámpara de cristal en sus manos. Sin mirarlo
a los ojos, su cara se parecía a la de Xie Lian,
pero al ver los ojos, uno pensaría que era
demasiado arrogante. No era otro que Qi Rong.
Qi Rong había alcanzado la edad de diecisiete-
dieciocho en este momento, su rostro se
ensanchó, su temperamento era mucho más
maduro y finalmente tuvo un aire de nobleza.
Entró por las puertas, pero no permitió que
entrara ninguno de sus ayudantes. Sostuvo la
lámpara con ambas manos y se arrodilló en los

150
limpios pisos del pasillo, con la capa ondeando
hacia abajo. Levantó la lámpara hasta su frente y
se postró solemnemente. Los dos en lo alto del
altar compartieron una mirada. Feng Xin golpeó
sus labios y Xie Lian entendió la molestia en sus
ojos.
Hace tres años, cuando Xie Lian salió por
primera vez de la capital real para viajar por el
mundo, Qi Rong todavía estaba bajo castigo.
Después de su regreso, aún no había tenido la
oportunidad de ver a su primito antes de
ascender fuertemente esa misma noche en su
sueño. Dentro de esos tres años, Xie Lian envió
una serie de sueños a sus padres, al Guoshi
Principal y a algunos otros. Envió uno a Qi Rong
una vez, advirtiéndole que fuera amable con los
demás a partir de ese momento, para controlar su
comportamiento y no causar problemas. Por lo
tanto, Qi Rong había estado haciendo todo lo
posible para construir templos en todas partes,
ofreciendo donaciones y lámparas por buenos
méritos.
Aunque trabajaba duro, sincero hasta los
huesos, de vez en cuando seguía suscitando
problemas y era Feng Xin quien tendría que ir a
lidiar después con él. Debido a esto, Xie Lian
pudo entender la molestia de Feng Xin.
En el suelo, Qi Rong terminó de presentar sus
respetos y comenzó a lloriquear.
—Primo príncipe heredero, esta es la quinta
centésima lámpara que he ofrecido. Soy un Didi11

11
Hermano pequeño, hermanito.

151
tan leal, ¿cuándo vendrás a verme? Incluso un
sueño está bien. El tío y la tía te extrañan mucho
pero tú solo nos ignoras. Verdaderamente alto,
poderoso y frío.
No se dio cuenta en absoluto de que Feng Xin
estaba allí, recordándole a Xie Lian: —No le
prestes atención. El Emperador Celestial te había
dicho que, a menos que sea una cuestión de
importancia, a los Oficiales Celestiales no se les
permite presentarse en privado ante los mortales.
Las familias deben ser evitadas.
—No te preocupes, lo sé —dijo Xie Lian.
Qi Rong se puso de pie sosteniendo la lámpara,
alcanzó un pincel y comenzó a escribir en esa
lámpara con la cabeza baja. Xie Lian y Feng Xin
se sintieron mal por lo que se acercaron para ver
lo que estaba escribiendo. Al ver que era algo
normal como: Ora por la prosperidad del país y el
bendecido clima, etc. y no rezando para que una
familia sea decapitada delante del mercado o
algo así, los dos soltaron un suspiro. Al ver a Qi
Rong escribir tan cuidadosa y correctamente, a
Xie Lian le recordó algo.
Cuando Qi Rong regresó por primera vez al
palacio con su madre, una vez un grupo de
miembros de la realeza y nobles fue al Monte
TaiCang para orar por bendiciones. La madre de
Qi Rong había regresado después de haberse
fugado con un campesino humilde y no se atrevía
a ver a nadie, pero siempre quería bendiciones
para su hijo, que experimentara el mundo y que
no se escondiera como ella misma convirtiéndose

152
en una nadie ignorante, por lo que le rogó a la
reina que llevara a Qi Rong.
Aunque se mantuvo bastante discreto, un
escándalo real circulaba más rápido que una
flecha y no había nadie en la capital real que no
supiera qué pasó con ese par de madre e hijo.
Así, en el camino, muchos hijos de nobles
dejaron solo a Qi Rong a propósito, sin jugar ni
hablar con él. Xie Lian vio un columpio y corrió a
jugar y todos los niños de la misma edad corrieron
tras él, turnándose para empujar al príncipe
heredero en los columpios, considerándolo una
tarea honorable. Cuando Xie Lian fue empujado
al punto más alto, inconscientemente miró hacia
abajo y vio a Qi Rong escondido detrás de la
sombra de su madre, una cabeza asomándose,
observándolo con envidia.
Una vez que llegaron al Gran Salón Marcial, los
adultos, después de haber ofrecido luces, se
movieron para rogar al Guoshi Principal por
fortunas, para que descifraran su fortuna y
conversaron entre ellos, dejando a los niños
dentro del salón para ofrecer pequeñas lámparas
para jugar.
Era la primera vez que Qi Rong se encontraba
con la reina y no sabía que ya había ofrecido una
luz en su nombre y el de su madre. Vio lo
hermosas que eran las lámparas y también
quería ofrecer una para bendiciones. Era joven y
no entendía mucho, por lo que preguntó a todos
los que estaban alrededor cómo escribir palabras
de oración para su madre. Los niños de la rama
de la familia de Qi Rong ya lo detestaban, bajo la

153
influencia de sus mayores, todos pensaron que
madre e hijo habían avergonzado a la familia por
lo que lo habían engañado intencionalmente.
Cuando Xie Lian terminó de escribir en su
lámpara y dejó el pincel, escuchó risitas
maliciosas desde atrás y cuando giró la cabeza,
vio a Qi Rong con las manos cubiertas de tinta,
sostenía una lámpara como un precioso tesoro,
con la cara llena de sonrisas, a punto de ofrecer
la lámpara. Sin embargo, en esa lámpara, las
palabras: Ruego que mi madre y yo nos vayamos
a los cielos, se escribieron en feos garabatos.
Xie Lian rompió esa lámpara en el lugar, furioso
e indignado.
No era muy viejo en ese momento, pero todos
los jóvenes y niños nobles estaban aterrorizados,
postrados en el suelo, temerosos de hablar.
Después de contenerse, Xie Lian reescribió
personalmente las oraciones en una nueva
lámpara para Qi Rong y nadie se atrevió a jugar
ningún truco después de eso. Más tarde, cuando
descendieron a la montaña, Xie Lian fue a
columpiarse en los columpios. Esta vez, Qi Rong
emergió de detrás de la reina y lo empujó. Era
más bajo que Xie Lian, pero empujó
especialmente con entusiasmo, todavía
mirándolo desde abajo, solo que esta mirada se
había convertido en una de adoración. Después
de eso, se convirtió en la cola de Xie Lian,
moviéndose detrás de su primo príncipe
heredero.
Había que decir que Qi Rong había sido una
vez algo normal, pero de alguna manera se había

154
vuelto más y más desviado en el camino. Sin
embargo, en esos tres años, había demasiadas
personas y demasiados asuntos que Xie Lian
debía atender y no tenía tiempo para las
relaciones antiguas y ciertamente no sabía si Qi
Rong había madurado.
Mientras aún recordaba, Qi Rong ya había
ofrecido su luz y se estaba preparando para salir
del pasillo. Inesperadamente, mientras
retrocedía, se topó con otro. Qi Rong se
tambaleó, se dio la vuelta y comenzó a maldecir
sin siquiera ver quién era.
—¿QUÉ MIERDA? ¿ESTÁS CIEGO O TE
MORISTE EN EL SITIO OLVIDANDO
MOVERTE?
En el momento en que abrió la boca, Xie Lian y
Feng Xin cubrieron sus rostros, pensando: —¡No
ha cambiado en absoluto, sigue siendo el mismo!
Tal vez fue porque vivió con su padre hasta que
tenía cinco años y no pudo evitar sentirse
influenciado por el ambiente de mercado ruidoso
y el temperamento violento de su padre, pero
incluso después de eso, cuando la reina trató
pacientemente de educar a Qi Rong, en el
momento en que se agitara, en palabras del
Guoshi Principal: Revelaría su verdadera forma.
El que se topó con Qi Rong era un joven
desaliñado, de veinticuatro o cinco años, que
llevaba una sencilla mochila, con sus zapatillas
de paja tan gastadas que casi no tenían aros y
estaban inservibles, cubiertas de polvo. Sin
embargo, a pesar de que este joven estaba pálido
y delgado, sus labios estaban secos y agrietados,

155
su forma era decaída, pero su rostro era brillante,
delgado, pero no débil y sus ojos brillaban.
—¿Qué es este lugar? —Preguntó.
—¡Este es el Pabellón XianLe, el Templo del
Príncipe Heredero! —Respondió Qi Rong.
Ese hombre comenzó a murmurar.
—¿Templo del Príncipe heredero? ¿Príncipe
heredero? Entonces, ¿este es el palacio? —Vio
la estatua divina en el interior, el oro reflejándose
en su rostro y volvió a preguntar: —¿Eso es oro?
Al ver lo glamoroso que era el pabellón, había
considerado el templo como el palacio real. Un
guardia se acercó para ahuyentarlo y Qi Rong
dijo: —Por supuesto que es oro. El Templo del
Príncipe heredero es un templo, ¡no el pabellón
en el palacio imperial! Ni siquiera sabes dónde
estás, ¿de dónde vienes bárbaro?
—Entonces, ¿dónde está el palacio? Ese
hombre preguntó.
Qi Rong entrecerró los ojos.
—¿Por qué preguntas?
Ese hombre respondió en tono serio.
—Tengo que ir al palacio y ver al rey. Tengo
algo que decirle.
Qi Rong y los guardias se echaron a reír, con
sus expresiones condescendientes.
—¿De dónde vino esta patán de campo? ¿Qué
quieres hacer en el palacio? ¿Quieres ver al rey?
¿Es alguien a quien puedes ver solo porque
quieres? Probablemente ni siquiera te dejarán
atravesar las puertas cuando llegues.
Ese hombre no parecía estar afectado por la
burla.

156
—Voy a intentarlo. Tal vez funcione.
Qi Rong se rió.
—¡Entonces inténtalo! —Luego levantó la
mano y apuntó deliberadamente en la dirección
equivocada.
—Gracias —dijo el hombre, se ajustó la
mochila y se volvió para salir del pasillo. Cuando
llegó al puente de piedra, de repente se detuvo
en su paso. A través del agua clara del estanque,
se podían ver capas y capas de monedas
hundidas debajo.
Ese joven pareció haber reflexionado un
momento y al siguiente segundo, brincó por
encima de la barandilla del puente y saltó al
estanque.
Era ágil y hábil; una vez en el estanque, se
agachó y comenzó a pescar paquetes y paquetes
de monedas, metiéndolos en la mochila en sus
brazos. Como nunca habían visto a nadie que se
atreviera a robar las ofrendas de un dios, Xie Lian
y Feng Xin estaban aturdidos. Qi Rong también
se sorprendió e inmediatamente estalló de ira,
corrió al puente y golpeó la barandilla, gritando.
—¡QUÉ MIERDA! ¡¿QUÉ ESTÁS
HACIENDO?! ¡ALGUIEN SÁQUELO! ¡¡¡QUÉ
MIERDA!!!
Varios guardias se lanzaron de inmediato al
agua para sacar a ese joven, pero,
inesperadamente, también era bastante hábil,
lanzaba golpes y patadas, sin dejar que nadie se
acercara. Qi Rong estaba saltando de rabia y
ninguno de los cultivadores en el patio podía
hacer nada. Ese joven sacó una bolsa llena y

157
pesada de monedas, llevó su mochila de nuevo y
estaba listo para subir a tierra, pero
accidentalmente pisó musgo, sus pies se
deslizaron y cayó de nuevo en las aguas en un
gran chapoteo. Los guardias aprovecharon esta
oportunidad para apoderarse de él, arrastrándolo
a tierra. Qi Rong levantó la pierna para pisotear y
gritó: —¡TE ATREVES A ROBAR ESTE
DINERO!
Cuando Qi Rong levantó la pierna, Feng Xin ya
estaba de pie, captando el momento adecuado y
bloquearlo, por lo que parecía que el pisotón de
Qi Rong era cruel, pero en realidad aterrizó
ligeramente. Aunque Qi Rong no podía ver a la
persona detrás de los trucos, todavía sentía que
algo estaba mal, como un fantasma aferrado a su
pierna. Pateó varias veces y fue la misma
sensación, haciéndolo sentir bastante mal.
Ese joven parecía haberse atragantado con el
agua y tosido varias veces.
—Ese dinero estaba allí tirado en el estanque,
¿por qué no puedo usarlo para salvar a la gente?
Qi Rong, insatisfecho por sus patadas,
finalmente se detuvo de irritación.
—¿Salvar a quién? ¿Quién eres tú? ¿De dónde
vienes?
Solo preguntó para poder condenar a ese joven
a un crimen y enviarlo a la cárcel, pero ese joven
todavía respondió honestamente.
—Mi nombre es Lang Ying, soy de YongAn.
Estamos atravesando una sequía, no hay agua,
los cultivos no crecen y todos se mueren de
hambre porque no hay ingresos. Aquí hay agua,

158
comida y dinero. Usan oro para construir
estatuas, arrojan monedas al agua, ¿por qué no
pueden compartir algunas con nosotros?
YongAn era una ciudad grande dentro del reino
de XianLe. Xie Lian se puso de pie con expresión
seria.
—Feng Xin, ¿hay una sequía en YongAn?
¿Cómo es que no oí esto?
Feng Xin volvió la cabeza hacia atrás.
—No lo sé. Yo tampoco escuché nada.
¿Preguntemos a Mu Qing más tarde?

159
Capítulo 70
Estatua de oro caída; un patán entierra
hijo sufriente

—Llámalo en este instante —dijo Xie Lian.


Feng Xin cerró los dedos índice y medio de su
mano derecha y los presionó contra su sien,
conectándose con Mu Qing en la matriz de
comunicación espiritual. En el otro lado, Qi Rong
hizo clic en su lengua: —¿Así que saliste de ese
lugar remoto YongAn? En verdad, las tierras
áridas producen radicales ingobernables. ¿Crees
que puedes robar a los dioses solo porque eres
pobre?
—Entonces no robaré —dijo Lang Ying—,
presentaré mis respetos y adoraré a este dios
tuyo ahora mismo. Me arrodillaré, haré una
reverencia y le rogaré que me dé dinero para
salvar las vidas de la gente de mi ciudad natal,
pero ¿lo hará?
Qi Rong dijo eeh y murmuró mentalmente
pensando que este tipo en realidad no huiría con
todo el dinero como si fuera su derecho. Así, él
respondió: —¡Taizi Dianxia se ha convertido en

160
un dios ahora y los dioses están ocupados hasta
la muerte! ¿Quién tiene tiempo para ocuparse de
los radicales?
Al escuchar esto, Lang Ying asintió lentamente.
—Yo tampoco pensé que a él le importaría. No
es como si nunca hubiéramos orado ni rogado,
pero no funcionó en absoluto. Los que están
destinados a morir seguirán muriendo.
Xie Lian se sacudió y otro cultivador gritó:
—¡TÚ! SER TAN IRRESPETUOSO EN LOS
SALONES DE DIOS, ¡NO TIENES MIEDO DEL
CASTIGO DE LOS CIELOS!
Sin embargo, Lang Ying respondió: —Ya no
importa. Condénenme si tienen que hacerlo. Ya
no tengo miedo de no ser salvado, entonces ¿por
qué debería tener miedo de ser condenado?
Qi Rong hizo una señal y varios guardias que
esperaban en el lado corrieron hacia adelante,
rodearon a ese joven y comenzaron a golpearlo.
Feng Xin todavía estaba trabajando para suavizar
sus ataques y solo parecía que Lang Ying estaba
siendo pulverizado. Sin embargo, estaba en un
estado de aturdimiento, no evitando o evadiendo
y solo ocasionalmente levantó las manos para
proteger la mochila en su espalda. En el lateral,
Qi Rong agarró un puñado de semillas de melón
y masticó, sacudiendo su pierna.
—¡GOLPÉENLO DURO EN EL NOMBRE DE
ESTE PRÍNCIPE!
Verdaderamente la imagen de un mafioso. Al
escucharlo llamar su propio título, Lang Ying
levantó la cabeza.

161
—¿Eres un príncipe? ¿Príncipe de qué? ¿Vives
en el palacio? ¿Puedes encontrarte con el rey?
Qi Rong escupió: —¡YO SOY TU GRAN
SUPERIOR! Todavía crees que puedes ver al
rey, ¿verdad? Su majestad tiene un millón de
cosas en su plato, él no tiene tiempo para ti.
Lang Ying se retorció el cuello y exigió
obstinadamente: —¿Por qué no tiene tiempo
para mí? Los dioses no tienen tiempo para mí y
tampoco su majestad, ¿quién tiene tiempo para
escucharme? ¿A quién debo ir? ¿Sabe el rey
cuántos han muerto en YongAn? ¿La gente de la
capital real sabe? Si lo supieran, ¿por qué
preferirían tirar dinero al agua en lugar de
dárnoslo?
Qi Rong se rió entre dientes fríamente.
—Es nuestro dinero, lo gastaremos como
queramos. Incluso si lo usamos como piedra para
saltearlo en el agua no es asunto de nadie,
entonces ¿por qué tenemos que dártelo? ¿Qué,
tienes más razón solo porque eres pobre?
Aunque eso tenía lógica a su manera, era
increíblemente inapropiado para ese momento y
lugar. Xie Lian estaba a punto de encontrar una
forma para sellar la boca de Qi Rong cuando,
justo en ese momento, un joven vestido de negro
apareció a toda prisa justo detrás del pabellón.
—Dianxia, ¿ha enviado por mí?
Xie Lian le hizo un gesto con la mano.
—Mu Qing, ven aquí rápido. En todas las
oraciones que has recibido recientemente, ¿has
oído algo sobre la sequía en YongAn?
Mu Qing también se sorprendió.

162
—No, no he oído nada.
Feng Xin soltó en medio de su tarea: —¿Cómo
no? ¡Los refugiados ya han escapado aquí!
Su tono era demasiado acusatorio y Mu Qing
se puso rígido. Respondió con voz dura: —Dije la
verdad, realmente no lo había. ¿Estás tratando
de decir que estoy ocultando información a
propósito? Bueno, ¿recibiste algo tú mismo?
Estoy de servicio en el Templo del Príncipe
Heredero en los meses impares y tú estás de
servicio en meses pares. Si realmente hubo
personas de YongAn orando por el fin de una
sequía, no hay razón para que todas las
oraciones relacionadas con la sequía se enviaran
en los meses impares y tú no sepas nada.
Feng Xin hizo una pausa y se dio cuenta de que
ese era el caso.
—No dije que lo hicieras a propósito. Piensas
demasiado.
Pareciendo que estaban listos para comenzar
a pelearse de nuevo, Xie Lian hizo un gesto de
pausa con la mano en señal de molestia.
—Bien, Feng Xin no quiso decir nada. Ambos
paren en este instante.
Los dos inmediatamente cerraron la boca y
dejaron de pelear. Al mismo tiempo, Qi Rong
finalmente se cansó de ver a sus subordinados
golpear a Lang Ying y agarró una pequeña bolsa
para arrojar todas las conchas de semillas de
melón mientras decía: —Arrastra a ese ladrón de
ladrones a la prisión y enciérralo. —Los guardias
hicieron caso a la orden—. ¡Sí, señor!
Y algunos de ellos recogieron a Lang Ying.

163
—Primero tratemos el problema en cuestión.
—Xie Lian dijo. —Salvar a este hombre y yo le
preguntaré acerca de YongAn correctamente
más tarde.
Mu Qing relajó su expresión y preguntó con
cautela: —Dianxia, ¿qué piensa hacer? No
puedes simplemente mostrarte a ti mismo.
Después de la ascensión, esa era una de las
reglas que Xie Lian simplemente no podía
entender. Los Oficiales Celestiales dijeron que
necesitan ayudar a la gente común, sin embargo,
todos se ponen aires y se colocan por encima de
los mortales, impidiéndose presentarse ante los
mortales a voluntad, lo que a menudo lo restringía
por todos lados, causando mucha frustración.
Menos mal que Xie Lian también tenía varias
formas de solucionar esto y sin parpadear,
levantó la mano y empujó. Las personas que se
encontraban justo al frente notaron que las
sombras en el suelo temblaban y se giraban
confundidas. Al momento siguiente, Qi Rong gritó
horrorizado: —PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO-
¡Xie Lian había empujado su propia estatua
divina!
La espada y la flor que sostenían, la amable y
hermosa estatua dorada se balanceaban de un
lado a otro, luego se volcaban lentamente a su
lado. Qi Rong se veía como si viera a su propia
madre levantarse del taburete después de
colgarse, con el corazón reventado y había
perdido la cabeza para vigilar a Lang Ying
mientras se apresuraba a agarrar la pierna de esa

164
estatua, tratando obstinadamente de mantenerla
en posición vertical, gritando de miedo.
—¿USTEDES BASURA INSERVIBLE, QUÉ
ESTÁN ESPERANDO? ¡AYÚDENME A
SOSTENERLO! ¡¡¡NO DEJEN QUE EL
PRÍNCIPE HEREDERO CAIGA!! ¡¡¡NO PUEDE
CAER!!!
Mientras estaba aterrorizado, Xie Lian pasó a
su lado con calma y de manera casual y salió del
pasillo. Las caras de Feng Xin y Mu Qing
cambiaron bruscamente. Pasó un momento
antes de que Feng Xin finalmente gritara.
—¡DIANXIA! ¡ESA ES TU PROPIA ESTATUA
DIVINA!
Algo como una estatua caída realmente era un
mal presagio, por lo que es un tabú. Un Oficial
Celestial que empujaba su propia estatua de esa
manera era algo inaudito, una rareza de los tres
reinos.
—Es sólo una gran porción de oro. —Xie Lian
dijo—. Si no hiciera esto, su atención no
cambiaría de otra manera. Ustedes dos vayan y
sigan presionando esa estatua dorada, no les den
la oportunidad de irse. Me voy a reunir con ese
hombre.
Feng Xin y Mu Qing aún estaban sin palabras y
solo podían obedecer. Ellos obedientemente se
pararon junto a esa estatua divina, cada uno
usando un dedo para presionarlo. Solo
necesitaban usar ese poco de poder y era
suficiente. Los del otro lado que se aferraban
tenían que usar cada gramo de su fuerza y aun

165
así solo podían mantener el status quo,
apretando los dientes.
—... ¡este es en verdad oro puro por todas
partes, tal peso!
Lang Ying, que había caído sobre su trasero,
vio que esos guardias ya no lo estaban
atendiendo, se quedó mirando el brillo dorado de
esa divina estatua durante un largo rato antes de
que se pusiera de pie, se sacudiera el polvo y
huyera cargando su cartera. Xie Lian lo siguió por
detrás. Corrió una distancia considerable y entró
en un frondoso y pesado bosque, miró a su
alrededor, antes de sentarse debajo de un árbol
para descansar. Xie Lian se escondió detrás de
ese árbol, fácilmente lanzó un hechizo y se
transformó en la forma de un pequeño cultivador
vestido blanco.
Después de cambiar, se miró a sí mismo,
asegurándose de que no había nada mal y giró la
cola de caballo. Estaba pensando cómo debería
aparecer sin alarma cuando vio a Lang Ying en
cuclillas junto a un charco junto al árbol, con la
cabeza hacia abajo y usando las manos para
cavar en él.
—...
Las manos de ese joven eran grandes y una
gubia era suficiente para crear una muesca
ancha y profunda. El barro y el polvo volaron
mientras cavaba, se parecía mucho a un delgado
perro salvaje negro. Xie Lian solo se preguntaba
por qué estaba cavando hoyos repentinamente
cuando lo vio limpiar el lodo de sus pantalones,

166
sacar un puñado de agua con ambas manos y
llevárselo a los labios.
Al ver esto, Xie Lian no pudo esconderse más
y salió corriendo, detuvo su mano, sacó una
botella de agua de sus encantadas mangas y se
la pasó.
Lang Ying ya tenía un bocado de ese charco de
agua, sus mejillas se redondearon y luego tragó.
Observó al pequeño cultivador que había
aparecido demasiado repentinamente, no le
pareció extraño y no rechazó su oferta y tomó la
botella de agua para beber, tragando todo el
contenido de una sola vez. Solo habló después
de que terminó.
—Gracias.
Como ya había aparecido bruscamente, Xie
Lian dejó de preocuparse por cualquier
presentación natural. Hizo lo mejor que pudo para
hacer girar esa cola de caballo como un inmortal
experimentado, alguien digno de confianza y le
preguntó: —Mi amigo, ¿de dónde vienes y
adónde vas?
—Venimos de la Bahía de Lang-Er en la ciudad
de YongAn. Iba a ir al palacio real, pero he
cambiado de opinión. Ya no voy más.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Venimos?
Lang Ying asintió.
—Nosotros. Yo y mi hijo.
Xie Lian estaba cada vez más confundido, pero
su corazón estaba cayendo. Vio como Lang Ying
se quitó la bolsa de la espalda y la abrió.
—Mi hijo.

167
Dentro de la bolsa que llevaba sobre su
espalda estaba el cadáver de un niño pequeño.
Ese bebé era una criatura diminuta, que no
tenía más de dos o tres años. Su cara era
amarilla, sus mejillas cetrinas y su cabeza tenía
algunas hebras de pelos finos y amarillentos
pegados a ella. Incluso había erupciones. Esa
carita se torció en una extraña expresión, como si
llorara, muy miserable. Sus ojos ya estaban
cerrados, pero la boca estaba abierta, pero ya no
podía hacer ningún sonido.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron, su
espíritu en shock hasta el fondo, incapaz de
hablar. No era de extrañar que hubiera sentido
que este joven tenía un aire extraño a su
alrededor. No podía describir lo que era esa
extrañeza, solo que él era anormal. La forma en
que habló, la forma en que se comportó, fue como
si no considerara las consecuencias en absoluto,
contundentes y sin sentido. Pero, por el aspecto
de las cosas, ¿para qué necesitaba considerar
las consecuencias?
Después de mostrar a su hijo, Lang Ying
envolvió a su hijo de nuevo y cuidadosamente
enganchó los cordones. Viendo lo concentrado
que estaba en su acción, Xie Lian se sintió
miserable. Era la primera vez que veía el cadáver
de un bebé tan pequeño y le preguntó,
tartamudeando: —¿Cómo... cómo murió tu hijo?
Lang Ying se ajustó la mochila en la espalda y
respondió, desconcertado: —¿Cómo murió? No
sé cómo murió. Sediento, hambriento, enfermo,
tal vez un poco de todo. —Se rascó la cabeza—.

168
Cuando lo saqué de YongAn por primera vez,
todavía tosía un poco y me llamó: ¡Papá! ¡Papá!
En mi espalda. Poco a poco no hubo más gritos,
solo tosía. Y luego ya no hubo más toses. Pensé
que se había quedado dormido. Más tarde,
cuando encontré algo para comer y quise
despertarlo, no se despertó.
Ese niño había muerto en el camino de fuga.
Lang Ying negó con la cabeza.
—No sé cómo cuidar a los niños. Si mi esposa
supiera que nuestro hijo murió, me gritaría hasta
la muerte. —Después de un momento de silencio,
agregó: —Realmente deseo que mi esposa aún
pueda gritarme.
Su expresión había estado tranquila todo el
tiempo, como una rama de un árbol marchito; Un
charco de agua muerta sin rastro de vida ni
ondulaciones. La garganta de Xie Lian se apretó
sin poder tragar y dijo en voz baja: —¿Por qué...
por qué no lo entierras?
Lang Ying asintió.
—Sí. Quería elegir un lugar agradable. Aquí no
está mal. Hay árboles para bloquear el sol y el
agua también. Regresaré después de enterrarlo.
Gracias por su agua.
Tosió varias veces y se agachó de nuevo, sin
dejar de cavar con las manos. Xie Lian murmuró
suavemente: —No, no me agradezcas... no me lo
agradezcas, no lo hagas.
Justo en ese momento, Feng Xin y Mu Qing
aparecieron y se confundieron al ver que uno de
ellos estaba cavando un hoyo y el otro observaba
aturdido. Xie Lian no estaba de humor para

169
hablar y murmuró repetidamente algunas
palabras confusas. Pasó un tiempo antes de que
Xie Lian recordara que solo dar agua no era
suficiente; Este hombre regresaba a YongAn. De
este modo, su mano volvió a meterse en la
manga y rebuscó, finalmente encontró lo que
estaba buscando y se lo pasó a él.
—Toma, toma esto.
Lang Ying se detuvo y miró de cerca lo que
estaba en la mano de Xie Lian. Era una perla roja
y profunda, no más grande que una uña; su brillo
suave y elegante, pulido y brillante y
conmovedoramente hermosa. Incluso si él no
sabía qué era, solo una mirada y era obvio que
esta pequeña joya era invaluable.
Esto era precisamente uno de los aretes de
perla de coral rojo restante que Xie Lian había
usado durante la Procesión Ceremonial Celestial
de Shangyuan hace tres años. Esa perla dejó una
impresión bastante profunda en Mu Qing, por lo
que en el momento en que la vio, su rostro
cambió. Lang Ying no lo rechazó, como si lo
hubieran abandonado los modales y las
preocupaciones de una persona normal y
extendió la mano para recibirlo.
—Gracias.
Cuidadosamente metió la perla en su cinturón,
luego se sacó la mochila de la espalda y la
depositó suavemente en el hoyo excavado.
—Papá volverá pronto a visitarte.
Terminado, usó sus manos y solemnemente
empujó la tierra hacia atrás para cubrir la bolsa.
Xie Lian usó una mano para apoyar su frente y

170
cerró los ojos. Un momento después, ese joven
se marchó con paso firme.
Feng Xin preguntó con curiosidad: —Dianxia,
¿qué enterró aquí? ¿Él dijo, papá? ¿Enterró a
alguien?
Mu Qing estaba preocupado por algo más.
—Dianxia, fui e investigué antes y descubrí lo
que sucedió. YongAn nunca fue un lugar rico; Sus
templos y santuarios son pocos en número.
Parece que también tienen una regla local donde
aquellos que no ofrecen donaciones no pueden
orar, por lo que aquellos que visitaron el Templo
del Príncipe Heredero fueron todos los ricos y los
pobres que sufren desastres no pudieron siquiera
entrar...
Xie Lian no respondió al informe pero dijo en
voz baja: —Ustedes dos, vayan a YongAn y vean
cuál es la situación. Me reuniré con el Guoshi
Principal y preguntaré exactamente qué está
pasando.
Su rostro nunca había estado tan oscuro. Los
dos subordinados no se atrevieron a ser
negligentes y ambos reconocieron su orden y
partieron un instante después. El mismo Xie Lian
se volvió y corrió hacia el Monte TaiCang.
Parecía que el desastre en YongAn solo podía
ser grande y no pequeño. Pero, incluso si no
podía escuchar las voces de las oraciones, no
significaba que aquellos en el palacio real no
tuvieran ninguna pista en absoluto.

171
Capítulo 71
Dios de los cielos interfiere con asuntos
mortales

M
onte TaiCang, la Cumbre del Príncipe
Heredero.
Era en el momento del día cuando los
visitantes ya no pudieron detenerse y se les pidió
que abandonaran el Sagrado Pabellón Real en
manada. Los sonidos de los sutras de canto
vinieron en oleadas desde el Pabellón XianLe y
algunos miles de cultivadores llevaban a cabo
sus rituales nocturnos con los cuatro Guoshi’s
principales dirigiendo el servicio bajo los pies de
esa estatua divina dorada de cinco metros de
altura.
Dentro del Templo del Príncipe Heredero, a
ambos lados de las paredes había innumerables
lámparas eternas en filas que colgaban del suelo
al techo. Xie Lian descendió del cielo, aterrizó
levemente en el altar y se sentó justo delante de
su propia estatua.
Él agitó una mano. Una brisa ligera soplaba de
la nada y las innumerables lámparas giraron

172
suavemente. Con la luz ondulante, muchos de los
cultivadores miraron hacia arriba, expresando su
asombro, susurrando entre ellos. El Guoshi
Principal que estaba sentado con los ojos
cerrados de repente los abrió y dijo: —Eso será
todo por hoy. Todos pueden retirarse.
Los cultivadores se pusieron de pie y se fueron.
Los otros tres Guoshi’s adjuntos no podían ver la
forma de Xie Lian, pero podían adivinar que algo
había descendido, por lo que también salieron del
pasillo y cerraron las puertas detrás de ellos. Una
vez que se cerraron esas altas puertas, Xie Lian
habló de inmediato, incapaz de esperar un
segundo más.
—Guoshi Principal, ¿sabía de la sequía en
YongAn? No ha habido noticias de padre,
¿sucedió algo en la corte? ¿O es que no está
consciente de lo que está pasando?
A los Oficiales Celestiales no se les permitía
mostrarse en secreto ante los mortales, pero
hubo casos excepcionales, como los Guoshi’s
principales, los ministros religiosos o los
cultivadores de tan alto nivel. Los que se habían
cultivado a ciertos niveles eran representantes de
Oficiales Celestiales en el Reino Mortal, por lo
tanto, Xie Lian podía hablar directamente con el
Guoshi Principal. La regla de no postrarse dentro
del Templo del Príncipe Heredero fue dictada así
por la boca del Guoshi Principal de Xie Lian.
Originalmente había pensado que había
algunas circunstancias excepcionales que hacían
que el rey no pudiera liberarse para manejar el
desastre en YongAn, o el rey no tenía idea de que

173
la situación había empeorado hasta el punto de
las muertes masivas. Inesperadamente, sin
embargo, el Guoshi Principal respondió: —Su
majestad, el rey, está bien, no ha ocurrido nada
importante y sabe muy bien lo que está
sucediendo en YongAn.
Xie Lian se sorprendió.
—Entonces, ¿cómo es que cada vez que mi
padre visitaba el Sagrado Pabellón Real, nunca
lo escuché orar por YongAn una vez? ¿Ni
siquiera una palabra?
Incluso si no se llevaba bien con su padre,
también sabía que el rey no era un líder fatuo.
Puede haberse visto a sí mismo muy por encima
de los demás como el hijo de Dios y una jerarquía
altamente considerada, pero eso no significaba
que no se preocuparía por los refugiados.
El Guoshi Principal respondió: —Esto no tiene
nada que ver con su majestad. Fui yo quien le
aconsejó que él o la reina no mencionaran a
YongAn en sus oraciones.
—...
—¿Por qué? —Xie Lian exigió.
—Porque no tiene sentido —respondió el
Guoshi Principal.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Qué quiere decir con; no tiene sentido?
—Un momento después, su mente lo resolvió—.
¿Está diciendo eso porque soy un dios marcial
que no tiene control sobre las sequías,
diciéndome que no tendría sentido? ¿Olvidó que
puedo ser un dios marcial, pero también soy el
Príncipe Heredero de XianLe? Mi gente está en

174
problemas, ¿cómo puedo sentarme y no hacer
nada? —Después de una pausa, continuó—. Lo
más importante en este momento es salvar a las
víctimas del desastre y cuidarlas. Por favor, hable
con mi padre en mi nombre para que deje de
construir más templos; ya hay demasiados
Templos del Príncipe Heredero en este reino, no
los necesito. Y esas estatuas doradas, podrían
fundirse para ayudar a recaudar fondos para el
desastre. YongAn se sienta en el oeste y
necesitan agua. Podemos cavar un canal, regar
las aguas del este, regar las cosechas y nutrir la
tierra...
Mientras hablaba, el Guoshi Principal solo negó
con la cabeza, murmurando: —Demasiado
pronto. Demasiado temprano.
Xie Lian no entendió.
—¿Qué es demasiado pronto?
—¿Comprendes ahora por qué dije que no
deberías ascender demasiado pronto? —El
Guoshi Principal dijo—. Es porque tu gente
todavía no se ha extinguido por completo.
—... —Los ojos de Xie Lian se agrandaron y
gritaron indignados—. ¡GUOSHI PRINCIPAL!
¿QUÉ...QUÉ ESTÁ DICIENDO? ¿QUÉ, QUÉ
SIGNIFICA QUE MI GENTE NO HA MUERTO
COMPLETAMENTE AÚN?
—Ya te has convertido en un dios, pero no
pudiste olvidar quién eras como un mortal,
incapaz de dejar ir y diferenciar entre los dos
reinos. —El Guoshi Principal respondió—. Te
estás involucrando a ti mismo, pero también eres

175
incapaz de hacer algo. Y al final solo resultará en
un desastre total.
Xie Lian estaba sentado sobre el altar y el
Guoshi Principal estaba debajo; aunque era obvio
que Xie Lian era quien miraba hacia abajo,
cuando el Guoshi Principal habló, fue como si él
fuera el que estaba arriba.
—¿Cómo puedo ser incapaz? Mientras actúe,
habrá resultados. Cada pequeño aporte cuenta,
incluso si pudiera salvar solo uno, es mejor que
nada. Si no hablas por mí con mi padre, entonces
lo buscaré yo mismo —dijo Xie Lian.
Xie Lian se puso de pie de un salto, pero el
Guoshi Principal lo agarró de la esquina de la
manga y gritó: —¡PIENSA! ¿Sabes por qué los
Oficiales Celestiales no pueden presentarse ante
los mortales a voluntad? Hay una razón detrás de
la regla de los mil años, ¡no hagas ninguna
tontería!
Xie Lian giró la cabeza.
—¿ENTONCES QUE PUEDO HACER? NO
PUEDO HACER ESTO, NO PUEDO HACER
AQUELLO; GUOSHI PRINCIPAL, HAY
PERSONAS QUE SE MUEREN AHORA EN MI
TIERRA ¿LOS DIOSES NO SON LLAMADOS
DIOSES PORQUE PUEDEN SALVAR EL
MUNDO? SI NO APAREZCO AHORA,
ENTONCES, ¿CUÁNDO PUEDO APARECER?
¿¡CUÁL SERÍA EL SIGNIFICADO DE MI
ASCENSIÓN ENTONCES?!!
El Guoshi Principal lo retuvo, suspirando.
—Dianxia, ahh, Dianxia. ¿Sabe lo que he visto?

176
Xie Lian resopló y se obligó a calmarse antes
de volver a sentarse.
—Por favor, ilumíneme.
El Guoshi Principal lo miró fijamente.
—Vi tu futuro y está completamente negro.
Xie Lian lo miró directamente a los ojos y dijo:
—Debes haber visto mal. Solo me gusta usar
vestir de blanco.
—Tengo miedo de que no solo no pueda salvar
a su gente, sino que haga lo contrario y su gente
le empuje desde el altar divino —dijo el Guoshi
Principal.
—Mi gente no es así, pueden reconocer
claramente lo que está bien y lo que está mal. Si
no puedo salvarlos, entonces no tendría sentido
que yo estuviera en este altar de todos modos
—respondió Xie Lian.
Un momento después, el Guoshi Principal
suspiró: —Lo que su padre ha hecho no se puede
decir que esté bien, pero tampoco se puede decir
que esté mal. Dijo que recaudemos fondos, pero
no es como si su padre no lo hubiera intentado y
puede ir a ver cómo terminó eso. Dijo que se
cavara un canal para irrigar las aguas, entonces
ve a ver ese río por usted mismo y ver si se puede
hacer.
Xie Lian inclinó la cabeza.
—Entiendo. Gracias, Guoshi Principal.

177
Al salir del Monte TaiCang, se dirigió hacia el
oeste y llegó a la ciudad de YongAn, del reino de
XianLe.
En los veinte años de su vida, Xie Lian nunca
había pensado que el sol fuera tan abrasador. El
primer paso que dio sobre esa tierra ya podía
sentir cuán terriblemente caluroso y seco era,
como si todo el aire hubiera sido contorsionado.
Con el sol ardiente en lo alto, la tierra ya se había
roto en pedazos de tierra, horriblemente
envejecidos. Había un canal profundo que
parecía haber sido un río una vez, pero ya estaba
seco hasta el fondo y el lecho del río ennegrecido
emitía un olor extraño. Caminó durante mucho
tiempo y no vio un solo campo. Tal vez hubo
campos una vez, pero debían estar irreconocibles
en este punto.
Xie Lian miró a su alrededor mientras
caminaba, esa brisa seca y cálida hacía que su
largo cabello se convirtiera en un desastre, pero
estaba demasiado ocupado para cuidarlo. En ese
momento, alguien lo llamó de repente por detrás.
—¡Dianxia!
Xie Lian volvió la cabeza y vio dos siluetas en
negro que se acercaban apresuradamente.
Fueron Feng Xin y Mu Qing. Xie Lian se dirigió
directamente al corazón del tema.
—¿Alguna noticia?
Feng Xin agitó su camisa para abanicarse.
—Sí. En los últimos dos años, todo el territorio
occidental experimentó una escasez de agua y
finalmente entró en erupción este año. YongAn
es el más afectado: el río está seco, la lluvia no

178
llega, por lo que los cultivos no crecen. Las
familias más ricas todavía están bien; Mientras
haya dinero, entonces se puede comprar comida
y agua de otra parte. Sin embargo, la mayoría de
los ricos ya se han mudado a los territorios del
este. Los que quedan son pobres o
discapacitados.
Xie Lian frunció el ceño.
—El Guoshi Principal dijo que mi padre no solo
se recostó y también recaudó fondos, así que,
¿por qué sigue siendo tan serio?
Mu Qing dijo fríamente: —Cuando los fondos
pasan por los puntos de control del gobierno,
cada punto de control apartará una cantidad
hasta que finalmente no quede nada. Por
supuesto que sigue siendo tan grave. Si
dependiera de mí, sería mejor no enviar nada en
lugar de alimentar a esos parásitos.
Xie Lian contuvo el aliento, forzando su ira
hacia abajo.
—Les diré a esos parásitos que tiren cada
centavo que hayan devorado.
Sin embargo, Mu Qing le recordó: —Dianxia,
¿olvidó? Esto no está dentro de su control. Los
Oficiales Celestiales no pueden interferir en
asuntos mortales. Tres metros de hielo no se
formaron por un día de frío; Su majestad, el rey,
es el responsable del Reino Mortal, este es su
deber y usted no puede lidiar con eso. Tienes las
manos llenas de innumerables oraciones de tus
devotos, así que, ¿cómo puedes manejar eso
también? Ten en cuenta esto, recuerda que, al

179
final, solo te traerás problemas. Además, eso solo
cura los síntomas, no la causa raíz.
Feng Xin bloqueó el sol con su mano.
—Para curar la causa raíz, aún debe haber
agua. ¿Qué tal, Dianxia, pídale al Guoshi
Principal que le diga a su majestad que irrigue las
aguas de este a oeste por ahora?
Xie Lian negó con la cabeza.
—Ya le sugerí eso al Guoshi Principal.
—¿Qué dijo el Guoshi Principal? —Preguntó
Feng Xin.
Xie Lian tragó: —Más o menos que no es
factible. Pero ahora me he dado cuenta de que
realmente no se puede hacer. Para regar
tendremos que perforar el río. Sin embargo, algo
así como perforar para un canal requiere una
construcción masiva; quién sabe cuántos años
llevaría y solo agotaría a la gente y al tesoro. No
va a funcionar.
Feng Xin asintió.
—Es cierto. Las aguas distantes no pueden
apagar los incendios cercanos.
Xie Lian murmuró: —Pero, si esto no puede
resolverse por medios mortales, tal vez podamos
probar métodos divinos. He oído que el Señor de
la Lluvia ha cambiado en los últimos años. La
nueva Señora de la Lluvia ascendente parecía
ser una persona solitaria, pero veré si puedo
hacer una visita y solicitar aguas en movimiento
del este hacia el oeste en forma de lluvia.
Desde que Xie Lian ascendió, aparte de
saludar a Jun Wu, nunca había visitado
personalmente a ningún otro Oficial Celestial, ni

180
había tratado de entablar amistad intencional con
nadie, tratando a todos como iguales dentro de la
red de comunicación espiritual. Él tomando la
iniciativa para hacer visitas era, por lo tanto, una
ocasión rara. Mu Qing, sin embargo, objetó.
—No.
Xie Lian volvió la cabeza.
—¿Por qué no?
—Dianxia, he investigado a fondo. En verdad,
estos últimos dos años, no solo YongAn o los
territorios occidentales experimentaron una
escasez de agua, sino todo el reino de XianLe.
Solo que los territorios orientales están cerca del
mar, tienen lagos y barrancos circundantes, por
lo que no es tan obvio y aún no se ha convertido
en un problema. Pero en general, la cantidad de
agua y lluvia ha disminuido significativamente en
comparación con antes. —Los ojos de Xie Lian
se agrandaron cuando Mu Qing continuó—. Si
realmente cavamos un canal o usamos la lluvia
para mover las aguas de este a oeste, entonces
puede que alivie temporalmente a YongAn, pero
no lo salvará por completo. Solo les ayudaría a
aferrarse a un hilo. Al mismo tiempo, los
territorios del este pueden muy bien caer en un
desastre.
El corazón de Xie Lian se apretó.
—Y la mayoría de la población de XianLe, junto
con los lugares más concurridos, se encuentran
en el este, más de tres veces el tamaño del oeste,
especialmente en la capital real. Si hubiera una
sequía allí...
Feng Xin también comprendió de inmediato.

181
—Las consecuencias serían mucho más serias
que las de YongAn. ¡Un número mayor moriría!
Mu Qing asintió con su expresión solemne.
—De ahí nacerá un motín mucho más grande.
Xie Lian respiró profundamente.
—Entonces, ¿eso es lo que quería decir el
Guoshi Principal cuando dijo que lo que hizo el
padre no estaba bien, pero tampoco estaba mal?
Solo que hizo una elección.
—Entonces, Dianxia, que nadie fuera a su
templo a orar fue algo bueno —dijo Mu Qing—.
Deje a su majestad decidir qué hacer.
Xie Lian no respondió y se dio la vuelta.
Durante todo el tiempo que caminaron, todo lo
que vio eran piel y huesos, hombres y niños
tenían la parte superior de sus cuerpos
descubiertos, filas de costillas visibles y claras en
sus torsos y las mujeres tenían ojos muertos, sus
rostros carecían de vida. Nadie quería moverse;
no tenían la energía para moverse y todo emitía
el olor repugnante de la muerte, haciendo que
uno quisiera gritar y escapar de esta tierra en
descomposición y regresar a la gloria de la
bulliciosa capital real.
Pasó mucho tiempo antes de que finalmente
dijera: —Ustedes dos, permanezcan aquí y
ayúdenme, a entregar tanta agua como puedan.
Déjenme pensar en esto.
—Está bien. Ve y piensa con cuidado. —Feng
Xin dijo—. Solo déjame saber qué vas a hacer
una vez que hayas decidido.
Xie Lian le dio una palmadita en el hombro,
luego se volvió para irse. Detrás de él, Mu Qing

182
dijo en voz baja: —Dianxia, piense en esto con
cuidado. Podemos ayudar diez días, quizás
veinte, pero no uno o dos años. Podemos salvar
cien vidas pero no cien mil. Eres un dios marcial
después de todo, no el dios del agua. Incluso si
fueras el dios del agua, no puedes crear agua de
la nada. Si no podemos arreglar la raíz de este
problema, no podemos seguir así. No somos lo
suficientemente fuertes.

183
Capítulo 72
Encontrarte en el Reino Mortal; encontrar
flores bajo la lluvia (parte uno)

D
espués de escuchar lo que dijo Mu Qing,
Xie Lian hizo una breve pausa en su paso,
pero no se dio la vuelta. Agitó la mano y
siguió adelante solo.
Cuando regresó a la capital de XianLe, Xie Lian
se dirigió directamente hacia el palacio real.
No sabía por qué tenía que ir allí ya que no era
exactamente para ver a sus padres. No era solo
por el hecho de que como Oficial Celestial se le
prohibió revelarse a los miembros de su familia
más cercanos, sino más bien porque, en el
momento en que se fue de su casa y en los años
que pasaron, él ya no sabía cómo iniciar una
conversación con sus padres. Esto era
probablemente lo mismo para todos los niños del
mundo. Por lo tanto, se ocultó y corrió al azar por
el palacio con el que estaba tan familiarizado,
pero su majestad el rey no se vio por ningún lado
hasta que finalmente, cuando llegó a la mansión
QiFeng, encontró a su padre ya su madre.

184
Los dos acababan de despedir a los sirvientes
del palacio y estaban charlando entre ellos. La
reina se sentó a un lado de la cama. La máscara
con la que estaba jugando en sus manos era la
misma que Xie Lian llevaba hace tres años en la
Procesión Ceremonial Celestial. La forma de la
máscara dorada fue cuidadosamente moldeada
en los rasgos de Xie Lian, por lo que le quedaba
perfecta y cómoda cuando la usaba. Cuando
había sido vista por otros, el grado de replicación
era casi aterrador.
El rey reprendió por un lado: —Deja de jugar
con eso y ven a darme un masaje de cabeza.
A pesar de que el rey y la reina había creado
una fachada frente a la gente, desde que Xie Lian
era pequeño, había visto claramente que detrás
de la escena, sus padres se peleaban como
cualquier otra pareja normal casada. La reina
dejó la máscara como se esperaba y se sentó al
lado del rey para ayudar a masajear sus sienes.
Mientras ella peinaba a través de su cabello, de
repente dijo: —Tienes más blanco en tu cabello
otra vez.
Xie Lian miró más de cerca. Fiel a las palabras
de su madre, los lados del cabello de su padre
estaban canosos y le envejecidos unos años. Se
preguntó a sí mismo: —¿No visitó el padre el
Sagrado Pabellón Real para orar hace un rato?
En ese momento, su cabello aún era negro,
¿cómo se volvió gris tan repentinamente?
La reina le entregó un espejo de cobre al rey,
pero él lo apartó.

185
—No hay necesidad de ver. Solo teñiré de
negro otra vez la próxima vez que visitemos el
Monte TaiCang.
Fue entonces cuando Xie Lian se dio cuenta:
¡Su cabello no se volvió gris solo recientemente!
Se puso gris hace mucho tiempo, es solo que se
teñía de negro cada vez que venía a verme. Sin
embargo, debido a que he estado demasiado
ocupado escuchando las oraciones de mis
devotos y corriendo por todos lados, rara vez tuve
tiempo para volver y visitar, por eso no sospeché
nada.
Llegando a esta conclusión, Xie Lian estaba
lleno de culpa. Por una vez se alegró de que sus
padres no pudieran verlo. Mientras la reina
masajeaba la cabeza del rey, ella murmuró: —Te
dije que descansaras temprano todos los días,
pero nunca me escuchaste e incluso me dijiste
que te regañaba día y noche. Ahora mira lo
impropio en que te has convertido. Si nuestro hijo
te ve, definitivamente no querrá tener nada que
ver contigo.
El rey resopló: —Desde que tu hijo creció y sus
alas se fortalecieron, dejó de preocuparse por mí
de todos modos. —Aunque lo dijo de esa manera,
todavía no pudo evitar echar un vistazo al espejo
de cobre junto al junto a la cama y murmuró—.
No es tan malo, ¿no es todavía la misma cara?
Xie Lian se quedó sin habla. Nunca se dio
cuenta de que su padre tenía este lado de él,
hablando mal de él a sus espaldas con una
amargura tan petulante que no pudo evitar
sonreír.

186
La reina se rió.
—Está bien, está bien, no está mal. Tu salud es
más importante que los cielos, deberías
descansar temprano hoy.
El rey negó con la cabeza.
—No puedo descansar ahora mismo.
Recientemente, hay una cantidad de personas de
YongAn que llegaron a la capital. Si quieren venir,
está bien, pero también han generado problemas,
haciendo que la gente se sienta incómoda. Es
una situación difícil.
Resultaba que la razón detrás del cabello
canoso de su padre fue debido a la sequía en
YongAn. Había una clase de miseria indecible en
el corazón de Xie Lian.
La reina asintió.
—Escuché de Rong-Er que se encontró con
alguien de YongAn hoy. Dijo que el hombre trató
de robar dinero del templo, ¡qué aterrador!
El rey tenía una mirada cautelosa en sus ojos.
—De hecho, es impactante. Si solo hubiera
decenas o centenares de ellos, eso está bien,
pero si un par de cientos de miles de ellos
vinieran y generaran alboroto por toda la capital,
entonces quién sabe qué pasaría.
La reina debatió por un momento y finalmente
dijo: —Eso podría no suceder. Si siguen las leyes
y se cuidan a sí mismos, entonces que vengan.
El rey se agitó.
—Como el rey de una nación, ¿cómo puedo
arriesgarme en algo que podría no suceder?
Además, definitivamente no pueden venir. Cuidar
de unas cuantas personas más no es tan simple

187
como colocar un par de palillos más en la mesa.
Hay muchas complicaciones involucradas que no
entiendes, así que deja de hablar.
La reina tranquilizó.
—Está bien, no hablemos más de esto. No
entiendo las cosas de las que hablas para
empezar, de todos modos. Ojalá nuestro hijo
todavía estuviera aquí. Entonces al menos podría
ayudar a quitarte algo de carga.
El rey se burló: —¿Él? ¿Qué puede hacer él?
Mientras él no me cause más preocupaciones,
eso ya es suficiente. —Ante la mención de Xie
Lian, el rey pareció animarse de nuevo—. Ese
hijo tuyo ya tiene diez y tantos años, pero fue
criado como una princesa. Incluso si lo supiera,
no servirá de nada, solo le agregaría más
problemas. Es mejor si se mantiene
despreocupado en los cielos sin saber nada.
Déjalo hacer lo que quiere hacer. Ya no es el
príncipe heredero, no hay necesidad de que se
preocupe por los asuntos en el Reino Mortal.
Déjalo volar al placer su corazón.
Xie Lian escuchó en silencio mientras su padre
se enfurecía con creciente excitación. Con una
sonrisa de complicidad en su rostro, la reina le dio
un codazo al rey.
—Ahora le llamas princesa. ¿No fuiste tú quien
arruinó a nuestra princesa desde que era joven?
¿Y ahora quieres echarme la culpa a mí?
—Luego suspiró—. Ese niño es bueno en todo,
excepto en la casa. Antes, cuando estudiaba en
el Sagrado Pabellón Real, solo regresaba a
visitar una vez cada pocos meses. Ahora que

188
ascendió, es aún más difícil. No lo hemos visto
una vez en tres años. Quién sabe cuándo lo
volveremos a ver.
Al oírla quejarse, el rey se hizo a un lado de Xie
Lian.
—¿Cómo podría una mujer saber algo? El
Guoshi Principal dijo que esas eran las leyes de
los cielos, ¿cómo podemos tratarlo como un
mortal común? Si pides que tu hijo regrese, lo
estarás sobrecargando.
La reina se explicó apresuradamente a sí
misma.
—Solo estoy diciendo. No haré tales demandas
cuando estemos frente a él. —Luego ella
murmuró para sí misma—. Tampoco es tan malo
mirar las estatuas; se parecen mucho a él y las
estatuas están en todas partes.
Mientras los observaba durante tanto tiempo,
Xie Lian sintió un dolor en el corazón y un nudo
en la garganta, haciendo que le doliera tragar. No
podía permanecer oculto por más tiempo, pero
tampoco podía revelarse a sí mismo. No fue
porque temía romper las leyes de los cielos, sino
que, incluso ahora, todavía no sabía qué decir.
En cuanto a la situación en YongAn, en este
momento no tenía ninguna solución. Si
apareciera de repente, solo causaría más
agitación y estrés a sus padres.
Salió corriendo del palacio real. En el momento
en que estuvo afuera, Xie Lian tomó un par de
respiraciones profundas y fue entonces cuando
finalmente pudo calmarse. Reafirmó su corazón y
se recompuso, pensando que la acción era mejor

189
que estar de pie suspirando, lanzó un hechizo y
se transformó en un joven cultivador vestido de
colores claros. Corrió por la capital, buscando
información y registró sus hallazgos. Atravesando
todo, después de un día completo de trabajo,
finalmente obtuvo las respuestas que quería.
De hecho, el nivel del agua en todos los lagos
y ríos dentro de la capital real de XianLe era más
bajo que en los años anteriores. Cuando todavía
estaba en el Sagrado Pabellón Real, había
algunas veces en las que se había escabullido de
la montaña para jugar. Mientras remaba
alegremente su bote a lo largo del río más grande
que cruzaba el reino de XianLe, el nivel del agua
en ese momento era solo un poco menos que el
dique, pero ahora, había caído varios metros.
Además de eso, los residentes de la ciudad
dijeron que había sido así por un tiempo; No fue
algo que sucedió de la noche a la mañana. Antes
de esto, Xie Lian realmente no había prestado
mucha atención, pero ahora que lo había hecho,
se sorprendió al ver todas las señales de
advertencia. Originalmente había esperado que
hubiera algún error en el informe de Mu Qing y,
por lo tanto, decidió venir y verlo por sí mismo.
Pero ahora no podía negar el hecho de que Mu
Qing nunca lo había decepcionado.
Una vez que se confirmó la situación, Xie Lian
permaneció solemnemente junto a la orilla del río,
profundamente contemplando. Los peatones
pasaron detrás de vez en cuando, algunos
saludaron y sonrieron, otros miraron con
curiosidad, pero la mayoría se dedicó a ocuparse

190
de sus propios asuntos. Pasó un incalculable
monto de tiempo y en silencio, las nubes se
reunieron desde el borde de los cielos; sonidos
de repiqueteo llenaban los alrededores. Había
empezado a llover.
Numerosos peatones en la calle miraron hacia
el cielo.
—¡Qué mala suerte! Está lloviendo, ¡volvamos
de prisa!
—¡Sí! ¡Qué problemático!
Plip plop plip plop. Las gotas de lluvia
golpeaban la cara y la ropa de Xie Lian antes de
que finalmente se diera cuenta de su entorno.
—¿Está lloviendo?
Cuando la gente en la capital veía llover,
dejaban todo para buscar refugio. Poco sabían
cuántos morían en el otro lado de XianLe por una
tormenta como esta. Un grupo de personas con
paraguas pasó corriendo y cuando vieron a Xie
Lian, solo, empapado por la lluvia, lo llamaron y
le hicieron señas.
—Joven cultivador, ¿por qué no sale de esta
lluvia? ¡Está cayendo más fuerte!
Aturdido, Xie Lian los siguió y corrió a buscar
refugio bajo un techo largo. Poco después de que
el grupo de personas se guardara las sombrillas,
se echaron a reír.
—Por suerte, vi que las nubes se reunían
cuando salí hoy y agarré un paraguas, ¡o de lo
contrario me habría convertido en una rata
ahogada!

191
—Ha pasado demasiado tiempo desde la
última vez que llovió. La tormenta está muy
atrasada, así que va a ser grande.
—Dios mío, ¡mira! ¡Realmente está bajando
más fuerte! A este ritmo, ¡se convertirá en un
diluvio!
Las gotas de lluvia golpeaban el suelo,
salpicando hacia afuera. Esas personas hablaron
con un acento tan familiar que Xie Lian sintió
profundamente que esta era su casa; Este era el
lugar donde nació y creció y esos eran los
ciudadanos que conocía.
A medida que la charla continuó, la lluvia se
volvió un poco más ligera. Algunas personas
insistieron: —¡Mientras aún esté ligero,
deberíamos apresurarnos y marcharnos!
Inmediatamente después, los hombres
abrieron sus paraguas y salieron de debajo del
techo, uno tras otro, pero Xie Lian todavía se
quedó donde estaba. Un par de ellos miraron
hacia atrás y después de una breve discusión
entre ellos, uno se acercó y le entregó un
paraguas desgastado.
Él ofreció cortésmente: —Joven cultivador, ¿no
puede regresar a casa? Esta lluvia es bastante
pesada, ¿por qué no se lleva este paraguas?
Xie Lian salió de su ensueño.
—Muchas gracias, pero ¿y usted?
Algunas personas en el grupo bajo la lluvia
gritaron: —Todavía tenemos un par de paraguas
aquí bajo el cual podemos apretarnos juntos.
¡Vamos, vamos!

192
Urgido por sus compañeros, el hombre dejó el
paraguas en la mano de Xie Lian y regresó
corriendo. Los sonidos de sus pasos se
desvanecieron lentamente en la distancia cuando
Xie Lian se quedó un rato más, sosteniendo el
paraguas. De repente, sus ojos vislumbraron un
santuario discreto no muy lejos. Abrió su
paraguas y caminó hacia él bajo la lluvia. En una
mirada más cercana, los dos lados de las
pequeñas puertas del altar se escribieron con los
versos, 'Cuerpo en el abismo; Corazón en el
paraíso’. Resultaba que este era un santuario del
príncipe heredero.
Como se construyeron ocho mil templos en
solo tres años, era natural que no todos fueran
tan extravagantes e impresionantes como el del
Monte TaiCang. Entre los santuarios, hubo
bastantes que fueron construidos por aficionados
para llenar el número y generar la emoción. No
solo carecían de una caja de donaciones, sino
que tampoco tenían Guoshi’s del santuario. Lo
único que tenían era una estatua de arcilla, un par
de platos de ofrendas colocados con frutas
variadas y refrescos. Aquellos con corazones
bondadosos vendrían de vez en cuando a
refrescar un poco el lugar para que al menos
pudiera pasar por un santuario decente.
Bien escondido en un área como esta estaba
un santuario del Príncipe Heredero tan discreto.
Sin intervenir, Xie Lian ya podía distinguir lo que
podría describirse como una estatua del Príncipe
Heredero encantadoramente cursi. Ropa
exquisita, una cara pálida y redonda con un tono

193
ligeramente rosado y una sonrisa tonta. La
estatua parecía una gran muñeca. Si no fuera por
tanto en su mente, probablemente se habría
reído en voz alta.
En los últimos tres años, Xie Lian había visto
tres mil, si no cinco mil estatuas del príncipe
heredero. No había ninguno que se pareciera
exactamente a sí mismo, incluso el más similar
aún tenía siete puntos de diferencia. En cuanto al
resto, eran demasiado feos o demasiado
hermosos. La mayoría de las estatuas divinas de
la mayoría de los otros Oficiales Celestiales eran
demasiado feas y sin embargo, Xie Lian era
exactamente lo contrario. Había algunos que
eran hermosos más allá del reconocimiento y
hasta el punto en que él mismo se sentía
avergonzado. Para empezar, no le dio una buena
mirada a esta estatua de arcilla, sus ojos la
habían pasado por alto rápidamente, pero
inesperadamente, un borrón blanco como la
nieve atrajo su atención.
Agarrada en la mano izquierda de la estatua de
arcilla del Príncipe Heredero, hecha crudamente,
había una flor, blanca como la nieve.
Los pétalos de perla blanca, con rocío de cristal
que se aferraba a ella, parecían más allá de lo
delicado. Uno podría percibir débilmente una
pizca de su fragancia flotando en el aire,
encantadora y entrañable. La pose característica
de la estatua del Príncipe Heredero era: Espada
en una mano; Flor en la Otra. Dicha flor que se
sostuvo en la mano izquierda sería, por supuesto,
una flor de oro finamente elaborada, una flor de

194
gemas, una flor de jade. Sin embargo, esta fue la
primera vez que Xie Lian vio una flor real en la
mano de su estatua y no pudo evitar inclinarse
hacia delante para ver mejor.
Después de un examen detallado, descubrió
que la estatua del Príncipe Heredero
probablemente había sostenido una flor de arcilla
de vez en cuando. Ya sea si se debió a las malas
habilidades del escultor o si alguien lo había
escogido intencionalmente como una forma de
broma, solo quedaba un pequeño agujero en el
puño izquierdo. Esa pequeña flor blanca se
colocó en este agujero. Si había una persona que
había escogido especialmente una flor para llenar
el espacio vacío dentro de esta estatua, entonces
esa persona era verdaderamente bondadosa.
Los pensamientos de Xie Lian se detuvieron
cuando escuchó una serie de pasos apresurados.
No miró hacia atrás de inmediato, sino que
escondió su forma. Con el paraguas en la mano,
saltó ligeramente sobre el altar y luego se dio la
vuelta para mirar hacia abajo. Dentro de la niebla
gris de la lluvia, un chico joven irrumpió.
Este chico no tenía más de doce o trece años.
Su ropa manchada de tierra y remendada estaba
empapada de pies a cabeza y su cara estaba
cubierta por vendajes sucios. Su puño derecho
estaba aferrado fuertemente a su izquierda, como
si protegiera algo importante. Solo después de
haber entrado en el santuario, finalmente soltó
sus manos.
Una pequeña flor, tan blanca como la nieve,
estaba sentada en sus palmas.

195
196
Capítulo 73
Encontrarte en el Reino Mortal; encontrar
flores bajo la lluvia (parte dos)

X
ie Lian hizo un pequeño sonido como si
acabara de recordar algo en el fondo de su
mente.
El rostro que estaba envuelto bajo las capas de
vendajes le recordaba inevitablemente al niño
que había conocido hacía tres años. Sin
embargo, no estaba completamente seguro.
Hablando de forma pesimista, ¿podría ese niño
seguir vivo tres años después de escapar del
Monte TaiCang?
En ese momento, el joven se adelantó. Se
levantó con los dedos saltones y cambió la flor de
la estatua de arcilla con la que tenía en las
manos. Desde lo alto del altar, Xie Lian podía
verlo tan claro como el día. Los pétalos de esta
nueva flor estaban más llenos y aún más
delicados. Contenía el doble de gotas de rocío y,
debido a la fuerte fragancia, uno podía estar
seguro de que estaba recién recogida. ¿Podría
ser que la única razón por la que este niño visitó

197
un santuario discreto como este todos los días
fue simplemente para reemplazar la flor por una
más fresca?
Además, después de ofrecer la flor, el joven se
paró frente a la estatua del príncipe de arcilla. A
diferencia de los otros que obstinadamente
querían arrodillarse, él entrelazó sus dedos y
silenciosamente hizo una oración mientras
estaba de pie. En realidad había seguido los
deseos de Xie Lian.
Habían pasado tres años. Entre todos los
seguidores de Xie Lian que habían orado, había
funcionarios, nobles, nombres que viajaban por
esta tierra y talentos que incluso impresionarían
el cielo. Sin embargo, el que Xie Lian sintió que
era el más sincero era en realidad este niño que
parecía tener apenas más de trece años.
Además, era un niño que probablemente fue
expulsado de esos templos dorados más
elegantes simplemente por su ropa remendada y
que solo podía venir a este tipo de santuario
destartalado y descuidado para ofrecer sus
oraciones.
Verdaderamente un sentimiento indescriptible.
En ese momento, más sonidos de pasos
húmedos vinieron desde fuera del santuario. Un
grupo de niños con paraguas pasaron
precipitadamente. Al principio, Xie Lian pensó
que solo estaban pasando, pero
inesperadamente, volvieron a dar vueltas.
Actuando como si descubrieran algo
extraordinario, un niño aplaudió.

198
—Wow, wow. ¡El monstruo feo fue expulsado
de nuevo!
A pesar de que el grupo de niños y el niño en el
templo tenían aproximadamente la misma edad,
cada uno de ellos era más alto que él y parecía
que sus padres los habían alimentado bien.
Probablemente se acercaban las vacaciones ya
que todos ellos estaban vestidos con ropa nueva
y zapatos nuevos. Mientras chapoteaban
juguetonamente en los charcos junto a la entrada
del santuario, sus sonrisas inocentes estaban
llenas de vida y carecían de cualquier mala
intención. Era como si realmente no entendieran
que, monstruo feo, eran palabras horribles y no
pensaban que sus propias palabras serían
hirientes. Probablemente habían pensado que
era gracioso. El niño apretó su puño, pero su
puño era tan pequeño que no era para nada
amenazador. Los niños que estaban junto a la
puerta bromearon: —Oye, monstruo feo, ¿estás
durmiendo en el santuario de nuevo esta noche?
¡Mejor cuídate, esa madre tuya te sacará la
mierda cuando llegues a casa!
Xie Lian frunció el ceño. Debajo de las vendas
envueltas, el único ojo del niño brilló de ira,
levantó los puños y gritó: —¡No tengo un hogar!
¡No tengo una mamá! ¡Ella no es mi mamá! ¡Vete!
¡Vete! ¡Sigue hablando y te sacaré la mierda!
Sin embargo, al grupo de niños no les podía
importar menos.
Sacaron la lengua y desafiaron: —¿Te atreves?
Cuidado, podríamos contárselo nuevamente a tu
papá y dejar que te enseñe una lección.

199
Algunos levantaron las cejas y se burlaron.
—Oh, claro, no tienes una madre, porque tu
madre no te quería. No tienes un hogar porque tu
familia no quiere tener nada que ver contigo. Por
eso solo puedes dormir en este lamentable
santuario...
El joven no pudo soportarlo más. Con un fuerte
grito, se lanzó hacia ellos.
Para ser un niño tan escuálido, sí que podía
lanzar un golpe. El fuerte grito casi había enviado
a un par de niños a correr con miedo, pero el niño
que originalmente había comenzado la pelea se
mantuvo firme.
—¡¿A qué hay que temer?! ¡Tenemos más
personas!
Al escuchar eso, los que querían huir
regresaron y se unieron a la pelea, tirando de las
manos y los pies del niño. Xie Lian finalmente no
pudo soportarlo más. Con un gesto de su mano,
una fuerza invisible salió disparada de la nada y
separó a los niños. Inmediatamente después, una
poderosa ola de charco de agua voló desde el
suelo y derribó al grupo de niños.
Al final, todavía eran niños. Después de caer al
suelo sin saber por qué y obtener toda una
bocanada de agua fangosa, sus nuevas ropas
estaban completamente empapadas. Ahora que
se volvieron aún más sucios y feos que el niño del
que se burlaban, las risas felices de antes fueron
reemplazadas por fuertes lamentos. Se
levantaron del suelo y salieron corriendo,
resoplando con paraguas en sus manos.

200
Xie Lian negó con la cabeza en decepción.
Como un buen dios marcial cuyo trabajo era
alejar a los demonios malignos y traer protección
y paz, esta fue la primera vez que se enredó en
este tipo de disputa juvenil. A pesar de que había
ahuyentado a los malhechores, no se sentía
realizado en absoluto. Su mirada volvió al joven
chico.
Durante ese caos, las vendas en la cabeza del
niño fueron arrancadas a medio camino. La mitad
de la cara revelada estaba hinchada con
moretones azules y púrpuras. Era obvio que
estos no fueron causados por la pelea en este
momento. Antes de que Xie Lian pudiera verlo
mejor, el chico ya había vuelto a envolver sus
vendas sin decir una palabra. Se sentó a los pies
de la estatua de barro y se abrazó las rodillas.
Xie Lian originalmente había querido venir a
este santuario del Príncipe heredero a pensar.
Había planeado convocar a Feng Xin y Mu Qing
para discutir un asunto importante, pero el niño
con el que inesperadamente se había topado
había llamado su atención. Envió una
convocatoria, se agachó junto al niño y lo miró.
No mucho después, un ruido sordo vino del
estómago del niño. El plato de ofrendas todavía
tenía un par de frutas y dulces. Aunque se veían
secos y probablemente no sabrían tan bien, eran
mejor que nada. Xie Lian escogió una y la arrojó
ligeramente hacia el cuerpo del niño.
Habiendo sido golpeado por la fruta, el joven
inmediatamente envolvió sus brazos alrededor de
su cabeza y se acurrucó a la defensiva como si lo

201
que lo golpeó fuera una roca seguidas por más.
Después de un rato, finalmente miró a su
alrededor y se dio cuenta de que era solo una
fruta y que no había nadie cerca. Vacilante,
recogió la fruta, la limpió dos veces con su ropa y
la devolvió al plato de ofrenda. Resultó que
preferiría soportar el hambre que comerse las
ofrendas en el plato.
Después de eso, caminó hacia la puerta, miró
el fuerte aguacero fuera del santuario como si se
debatiera en aventurarse a buscar comida. Sin
embargo, la lluvia caía demasiado fuerte. Como
no quería empaparse de nuevo, caminó de
regreso y se acurrucó en el suelo junto a los pies
de la estatua de arcilla.
En ese momento, Feng Xin y Mu Qing llegaron
después de recibir la llamada. Los dos salieron
de detrás del altar.
Feng Xin con tristeza dijo: —Dianxia, ¿cómo
encontraste un pequeño santuario del Príncipe
heredero? ¿Por qué enviaste una llamada desde
aquí? —Cuando miró hacia abajo, de repente
notó una figura acurrucada en el suelo que casi
podía pisotear sin saberlo y soltó: —¡¿Qué
demonios está haciendo este niño aquí?!
Mu Qing también miró hacia abajo, miró
detenidamente e inmediatamente preguntó:
—Dianxia, ¿es este el niño que huyó del monte
TaiCang hace tres años?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No estoy seguro. No sabía cómo se llamaba
ni cómo se veía.

202
Cuando los tres rodearon al desprevenido niño
y conversaron, el chico en el suelo se movió.
Mientras se limpiaba la cara, se dio cuenta de que
había sangre corriendo por su nariz y la comisura
de su boca. Al ver esto, Xie Lian sintió que no
podía simplemente no hacer nada y dijo: —Deja
que este niño se vaya primero. Se está haciendo
de noche. Este santuario no es un buen lugar
para pasar la noche.
—¿Podría ser que él no tiene a dónde ir? Si ese
es el caso, entonces me temo que este es el
único lugar donde él podría pasar la noche —dijo
Feng Xin.
—Él tiene un hogar, aunque la situación en el
hogar podría no ser excelente. —Xie Lian dijo—.
Aun así, este santuario no es mejor. Si se va,
podemos encontrar algo para que coma. Este
niño también está herido.
Mu Qing dijo: —Dianxia, disculpe mi franqueza,
pero no tenemos tiempo para molestarnos con
estas cosas menores. ¿Nos llamaste aquí porque
tomaste una decisión?
De todos los Oficiales Celestiales que residían
en la Corte Superior, nunca hubo uno que
aceptara cada oración de todos sus devotos. Con
innumerables seguidores, si uno cuidara de cada
uno de ellos, sería agotador. Es por eso que a
veces, ignoraban esos deseos menores y menos
impactantes y fingían que no escuchaban para
disminuir la carga de trabajo. Tal vez era debido
a la corta edad de Xie Lian, con un cuerpo lleno
de energía y pasión, que aún no había aprendido
cómo priorizar adecuadamente y resolver esas

203
cosas. Después de pensarlo un poco, caminó
hacia la entrada del pequeño santuario mientras
llevaba el paraguas que le habían regalado antes
los peatones de la calle.
Xie Lian abrió lentamente el paraguas. Las
gotas de lluvia cayendo sobre él, creando un
sonido de golpeteo. En el suelo, el joven oyó el
ruido y pensó que alguien había entrado y cambió
de posición ligeramente. Pero después de pensar
que nadie se molestaría realmente con él, volvió
a recostarse. Xie Lian colocó el paraguas abierto
en la entrada. El joven chico había esperado a
que el sonido desapareciera, pero cuando no lo
hizo, se levantó con sospecha para echar un
vistazo. Cuando vio una sombrilla roja apoyada
en el suelo bajo la lluvia como una solitaria flor
carmesí que había florecido por sí misma, se
congeló de sorpresa.
Al ver al niño correr hacia adelante para agarrar
el paraguas, Mu Qing dijo: —Dianxia, has hecho
más que suficiente aquí. Si eres demasiado obvio
y se entera, sería problemático.
Antes de que Xie Lian pudiera responder, el
joven corrió y gritó detrás de ellos.
—¡Dianxia!
Los tres dioses casi saltaron de sorpresa y se
dieron la vuelta. Ese niño, sosteniendo el
paraguas en sus brazos, tenía un ojo rojo y lleno
de emociones.
Levantó la cabeza y gritó a la estatua de arcilla:
—¡Dianxia! ¡¿Es usted?!

204
205
Feng Xin no sabía que Xie Lian ayudó al niño a
ahuyentar al otro grupo de niños e incluso le
había arrojado una fruta antes de esto.
Reflexionó: —Este chico es bastante listo, en
realidad lo descubrió.
Mu Qing, por otro lado, sospechaba que algo
había sucedido antes y miró a Xie Lian.
El niño le rogó: —Si estás aquí, por favor,
responde a mi pregunta.
Desde su lugar en lo alto del altar, Xie Lian
escucharía innumerables súplicas de por favor,
comparece ante mí, todos los días. Cuando un
sonido se vuelve repetitivo, adormece el oído y
eventualmente se desvanece en el fondo. Aun
así, cada vez que escucha una voz como esta, no
podía evitar dejar caer el asunto a la mano y
levantar las orejas.
Desde su lado, Mu Qing advirtió: —Dianxia,
simplemente déjelo así.
Xie Lian no habló. El joven agarró el paraguas
con ambas manos, apretando los dientes.
—¡Estoy sufriendo! Todos los días, me gustaría
morir. Todos los días, quiero matar a todos en
este mundo y luego suicidarme. ¡Estoy viviendo
en agonía!
De un niño que no podía tener más de trece
años, gritar palabras como; sufrimiento y acabar
con todos, sonaba casi ridículo y risible. Sin
embargo, escondido dentro de este diminuto
cuerpo había algo explosivo; Algo que alimentaba
su rabia y su rugido.
Feng Xin se burló.

206
—¿Qué pasa con él? Matar a todos en este
mundo, ¿es algo que un niño puede decir?
Mu Qing dijo rotundamente: —Todavía es
joven. Cuando crezca, sabrá que lo que
experimenta ahora no es mucho. —Después de
una pausa, miró a Xie Lian—. Hay demasiados
sufrimientos en este mundo. Tome la sequía de
YongAn por ejemplo, nombre a un ciudadano
YongAn que lo tenga mejor que él. No hay
necesidad de molestarse con esto, Dianxia.
Centrémonos en nuestras prioridades.
Xie Lian dijo suavemente: —Quizá.
Para otro, el sufrimiento de uno, probablemente
solo parecía un problema trivial.
El chico todavía miraba hacia la estatua. Su ojo
se estaba volviendo aún más rojo, pero no había
lágrimas. Con el paraguas en una mano, extendió
la otra mano y tiró de la túnica de la estatua de
arcilla, insistió: —¿Para qué debo vivir en este
mundo? ¿Qué significa vivir?
Sin embargo, sus preguntas fueron
respondidas por el silencio, ni un alma le daba
respuestas. Parecía que el joven lo había
esperado y lentamente, dejó caer su cabeza.
Para su sorpresa, de repente, una voz desde
arriba rompió el silencio mortal.
—Si ya no sabes cómo seguir viviendo, vive
para mí.
Junto a Xie Lian, tanto Feng Xin como Mu Qing
no esperaban que respondiera, ¡y menos con esa
respuesta! Sus ojos se abrieron.
—¡¿Dianxia?!

207
La cabeza del joven se levantó pero no había
nadie allí. Solo una voz suave y gentil vino de esa
estatua de arcilla.
—No tengo respuesta a la pregunta que hiciste.
Sin embargo, si no sabes el significado de tu vida,
entonces hazme ese significado y úsame como la
razón para vivir.
Las caras de Feng Xin y Mu Qing se veían
como si estuvieran a punto de estallar y ambos
extendieron sus manos para sofocar la boca de
Xie Lian, balbuceando: —¡No más, Dianxia!
¡Estás violando las reglas! ¡¡Las normas!!
Pero antes de que pudieran cubrir
completamente su boca, Xie Lian todavía logró
gritar: —¡Gracias por tu flor! Es hermosa, ¡me
gusta mucho!

208
209
Capítulo 74
Orando para que llueva; la Señora de la
Lluvia entrega un sombrero de lluvia

E
se joven estaba completamente aturdido.
Mientras tanto, Feng Xin y Mu Qing deseaban
poder crecer varios brazos y piernas más
para sofocar a Xie Lian y con gran dificultad,
finalmente lo derribaron. Sin embargo, Xie Lian
los apartó sin esfuerzo y dijo: —¡De acuerdo! ¡He
terminado! Sé que violé las reglas, pero solo
finjan que no han escuchado nada y todo estará
bien. Mientras ustedes no digan nada, nadie lo
sabrá. Solo esta vez. No digan nada, ¿me oyen?
Mu Qing parecía como si se hubiera visto
obligado a comer un calcetín y negó con la
cabeza, murmurando: —No puedo creer que...
digas algo así como, vive para mí con tanta
confianza, realmente eres...
Xie Lian no creyó que lo que dijo fuera mucho,
pero al escuchar a Mu Qing, ahora sonaba como
si fuera algo extraño y se sonrojó con un color rojo
brillante.
Feng Xin inmediatamente frunció el ceño.

210
—Suficiente. Dianxia ya dijo que no hablaras de
eso, entonces ¿por qué sigues hablando de eso?
Sin embargo, las comisuras de sus labios
estaban torcidas. Xie Lian no pudo soportarlo
más y se defendió a sí mismo.
—Qué, qué. ¡Lo que dije claramente funcionó!
¡Mira!
Ese joven se quedó aturdido durante un largo
rato, pero cuando no llegó más la voz de Xie Lian,
se frotó la cara con fuerza, alcanzó los platos de
ofrenda del altar, lo sostuvo en sus brazos y
comenzó a masticar las frutas secas y refrescos.
Mordió y masticó vigorosamente, pareciendo un
animal pequeño, vicioso y lamentable. Xie Lian se
agachó para verlo, una sonrisa apareció en su
rostro y dijo a los otros dos: —¿Ven? Funcionó.
Se negó a comer antes, pero ahora está
comiendo.
—Está bien, está bien. Funciona. Porque eres
un dios —dijo Mu Qing.
—Bien, bien. Funciona. Porque eres un dios
—dijo Feng Xin también.
—... —Xie Lian se enderezó y se puso serio una
vez más—. Así es, soy un dios. Los llamé a los
dos porque de hecho he tomado una decisión.
En un instante, el ambiente relajado se volvió
pesado otra vez.
—¿Qué quieres que hagamos? —Preguntó
Feng Xin.
Mientras que Mu Qing preguntó: —¿Todavía
nos importa este asunto?

211
—Nos importa. Es simple. —Xie Lian dijo—. No
hay suficiente agua en el reino de XianLe, por lo
que vamos a ir a los reinos fuera de XianLe.
—¿Ir a los otros reinos? —Mu Qing preguntó,
vacilante—. ¿No sería eso demasiado lejos?
Necesitaríamos tomar prestados dispositivos
espirituales de creación de agua de algún dios del
agua e imponernos en los territorios de otros
Oficiales Celestiales. Puede que no estén
dispuestos.
Por supuesto, Xie Lian había considerado esto.
—Voy a probar una oportunidad. Todavía es
mejor que no hacer nada. Ustedes dos
permanezcan y continúen vigilando a YongAn.
Asistan a las zonas más afectadas y regresaré a
la Corte Celestial. ¿Algún problema?
—No hay problemas. Te apoyaré —dijo Feng
Xin.
Mu Qing lo pensó y preguntó: —Entonces,
¿qué hay de todas las oraciones de los devotos
en el Templo del Príncipe Heredero, Dianxia?
—Iba a llegar a eso. —Xie Lian respondió—.
Escoge los más importantes y asístelas por mí.
Las que no son tan terribles pueden esperar.
Mu Qing no parecía demasiado optimista, pero
aun así dijo: —Tú eres el príncipe heredero, te
escucharemos. Pero, aconsejaría no dejar que
esperen demasiado.
Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros.
Feng Xin y Mu Qing hicieron una reverencia y
luego se fueron, dejando solo a Xie Lian y ese
niño en ese pequeño santuario. Xie Lian salió del
santuario, echó un vistazo hacia atrás, pero no se

212
quedó ni un momento más, corriendo hacia la
Corte Celestial.

Inicialmente, iba a visitar a los pocos Oficiales


Celestiales que controlaban el agua, pero,
extrañamente, algunos de ellos estaban lejos de
la Corte Celestial y solo era contactable la Señora
de la Lluvia, que no residía en los cielos. Xie Lian
corría por las calles de la corte y se topó con una
oficial vestida de negro con una serie de
pergaminos en sus brazos.
Ella sonrió.
—Dianxia, finalmente ha regresado.
Xie Lian preguntó de inmediato: —Nangong,
has llegado justo a tiempo. ¿Sabes dónde se
encuentra la residencia de la Señora de la Lluvia?
Esta mujer vestida de negro fue nombrada
Nangong Jie, una oficial de literatura de bajo
rango de la Corte Intermedia. Después de que
Xie Lian hubiera ascendido, gran parte del trabajo
duro y los recados fueron atendidos por ella. Esta
mujer estaba bien informada de las noticias y
manejaba bien los asuntos, por lo que Xie Lian
pensaba bien en ella.
—El nuevo Palacio de la Señora de la Lluvia
aún no ha terminado de construirse, por lo que la
residencia actual se encuentra temporalmente en
el reino de Yushi en el Sur —dijo Nangong Jie.
Ella le dio la dirección de la residencia la Señora

213
de la Lluvia y luego agregó: —¿Por qué estás
buscando a la Señora de la Lluvia?
—Para un asunto urgente. Gracias por su
ayuda. —Xie Lian dijo que estaba a punto de irse,
pero se volvió y se aclaró la garganta, sonando
avergonzado—. Nangong, estás más
familiarizada con los Oficiales Celestiales de la
Corte Superior. ¿Puedes decirme si a la Señora
de la Lluvia... le gusta algo?
Por lo general, cuando un Oficial Celestial
recién nombrado ascendía, los inteligentes
hacían una visita a todos los palacios de cada
oficial y los saludaban con regalos como una
forma de saludo social. Esto era prácticamente
una regla tácita, pero Xie Lian ascendió
demasiado repentinamente y cuando llegó por
primera vez nadie le enseñó. Fue solo después
que el Guoshi Principal se lo recordó, pero para
entonces ya era demasiado tarde y las cosas se
volverían torpes. Además, algo como esto se
parecía mucho al soborno y como príncipe
heredero, Xie Lian no apreciaba la práctica, por
lo que al final decidió hacer las cosas de manera
natural, con la esperanza de tener la oportunidad
de establecer relaciones con los demás oficiales
a través de medios más genuinos.
Era un acto admirable, pero ahora intentaba
hacer lo contrario y preguntado de manera
proactiva por lo que le gustaría a un Oficial
Celestial, sonaba bastante obvio que estaba a
punto de sobornar a alguien. Sin embargo, no
tenía otra opción. Los otros dioses que residían
en la Corte Celestial se comunicaban al menos a

214
través de la red de comunicación espiritual y eso
haría que la negociación fuera mucho más fácil.
La Señora de la Lluvia no participó en ninguna de
estas interacciones, por lo que, para una primera
visita, Xie Lian no quería que la gente
malinterpretara que tomaría prestados
dispositivos espirituales por nada.
Nangong Jie entendió de inmediato.
—Lamentablemente me temo que no puedo
ayudar a Dianxia en esto. La Señora de la Lluvia
es bastante discreta y probablemente no hay
nadie en todo el Reino Celestial que conozca los
intereses personales de mi señora. Lo siento.
Xie Lian se enrojeció.
—No te preocupes, no te lo tomes en serio.
Gracias.
Nangong Jie agregó: —Pero, si mi señor tiene
algo que ver con el asunto, no es malo hacer una
visita directa. Por el temperamento de la Señora
de la Lluvia, es muy probable que todavía sea
recibido.
Xie Lian le dio las gracias de nuevo y siguió su
dirección hacia el sur, llegando a la residencia
temporal de la Señora de la Lluvia.
Era un pueblo pequeño, las montañas verdes y
las aguas claras, una tierra de paisajes
pintorescos, pero a Xie Lian no le importaba
apreciarlo. Cruzó las crestas de los campos y
finalmente vio una pizarra de piedra con la
palabra: Lluvia, grabada en ella. Esto significa
que, después de pasar la pizarra de piedra, sería
el dominio temporal de la Señora de la Lluvia y
aquellos que trabajen en el interior deberían ser

215
todos subordinados de la Señora de la Lluvia.
Pero mientras Xie Lian caminaba, solo había
exuberantes campos verdes alrededor. En los
campos había bueyes mugiendo, molinos que
giraban, agricultores asiduos que sembraban
arroz y junto a los campos había una casita de
paja pequeña y torcida. No había ni rastro ni
signos de divinidad y Xie Lian se preguntó si
había ido en la dirección equivocada. ¿No era
esto solo una aldea empobrecida y pequeña?
Mientras dudaba de sí mismo, un buey negro
de un campo más lejano mugir repentinamente
dos veces, retrocedió sobre sus patas traseras,
estiró las patas delanteras y se ayudó a quitar el
arado de su espalda. Ese cuerpo fuerte y sólido
se estrechó, ese largo hocico de bueyes se
encogió y en un abrir y cerrar de ojos, se había
transformado en un granjero de un peludo buey
negro.
Ese granjero era alto y fuerte, sus músculos
bien definidos, su expresión terca y su nariz tenía
un anillo de nariz de acero enganchado como el
de un buey, una hierba larga que colgaba de sus
labios. Los otros agricultores fueron testigos de
esta extraordinaria transformación, pero
continuaron trabajando como si no fuera nada.
Por lo tanto, Xie Lian llegó a la conclusión de que
allí no había ningún mortal y se acercó, alzando
las manos y juntándolas en un puño educado.
—Compañero cultivador, ¿puedo preguntar si
esta es la residencia temporal de la Señora de la
Lluvia?

216
Ese granjero de buey negro señaló el campo y
respondió: —Sí. La Señora de la Lluvia vive allí.
—...
Xie Lian miró a su alrededor varias veces antes
de confirmar que, en la dirección puntiaguda, solo
existía esa casita de paja que parecía que se
derrumbaría con una simple brisa y seguramente
se filtraría en un día lluvioso.
Incluso sus santuarios más lamentables y
decrépitos parecían más sólidos que esa casita.
Xie Lian estaba maravillado. Dijeron que la
Señora de la Lluvia era de un descendiente real
como él del reino de Yushi y fue por esta razón
que no trajo gemas preciosas ni tesoros raros
como regalo de bienvenida, pensando que tal vez
la Señora de la Lluvia sentía lo mismo que él con
respecto a esas cosas, que era desdén. ¿Por qué
tal destitución después de la ascensión? ¿Tal vez
era otra forma de cultivo?
Sin olvidar sus modales, Xie Lian agradeció al
granjero y se acercó a la casita, gritando con voz
clara: —Señora de la Lluvia, perdone al Príncipe
de XianLe por hacer esta visita abrupta sin previo
aviso.
No hubo respuesta desde el interior de la
cabaña y el granjero se adelantó, arrastrando el
arado.
—¿Oh? ¿Es el príncipe heredero que ascendió
a la edad de diecisiete años?
—Lamentablemente —dijo Xie Lian.
—No es nada lamentable. Es la verdad. —Ese
granjero dijo—. Pero la Señora de la Lluvia no le
gusta hablar con gente e incluso fue herida

217
recientemente, así que me temo que no será
recibido hoy.
Al escuchar esto, Xie Lian se sintió
decepcionado, pero todavía quería seguir
intentando.
—¿Entonces puedo pedirle que le pase un
mensaje? Tengo una petición urgente. Sin
embargo, si la Señora de la Lluvia se siente
incómoda por eso, no voy a presionar.
Ese granjero se rio entre dientes.
—No hay necesidad de transmitir palabra,
todos sabemos por qué está aquí. Se siente mal,
¿verdad? Al no tener agua en XianLe.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Conoce los asuntos de XianLe?
—Por supuesto que lo sé —dijo el granjero—.
No solo somos nosotros aquí en este barranco de
montaña de mala calidad, en este momento,
¿quién no sabe que la catástrofe está a punto de
ocurrir en su reino de XianLe? No sabe nada
sobre sus propios asuntos, pero todos los demás
que están observando entienden lo que está
pasando mejor que usted y probablemente todos
estén disfrutando del espectáculo, jaja. Está aquí
para pedir prestado el dispositivo espiritual de la
Señora de la Lluvia para ayudar en desastres,
¿verdad?
Esas fueron palabras esclarecedoras. Fue
entonces cuando se dio cuenta Xie Lian, no era
que esos Oficiales Celestiales en la Corte
Superior se habían ido al mismo tiempo, todos
habían sabido cuáles eran sus intenciones y
cerraron sus puertas a propósito o se fueron hace

218
mucho tiempo para evitarlo, no queriendo ser
arrastrados en su lío.
Suspiró, pensando: —¿Debería haberle hecho
una visita a los palacios de todos al principio para
que fuera más fácil encontrar cooperación entre
mis compañeros en el futuro?
Era un pensamiento deprimente. Él respondió
en voz baja: —Eso es correcto. Si es un
inconveniente para la Señora de la Lluvia, no seré
molesto.
Sin embargo, ese granjero dijo: —¿Por qué no
molestarse? ¿Porque es vergonzoso? Esto se
relaciona con la supervivencia de tu reino, ¿no
deberías causar problemas y molestarnos hasta
la muerte? ¿Es tan difícil rogar un poco? Los
jóvenes no deberían sentirse tan fácilmente
fastidiados. Permítanme decir algo
desagradable: si la Señora de la Lluvia lo ayuda,
es un relato de bondad; si no, es un deber.
Prestarle el dispositivo se basaría en el estado de
ánimo, si no se lo presta, no puede quejarse
después de eso tampoco.
Xie Lian sabía que lo que decía tenía sentido,
pero con una situación tan grave a la mano más
su tono hostil, una ola de ira se alzó y sostuvo su
cabeza más alta, sonando grave: —Entiendo
todo lo que dice y nunca me quejaría a las
espaldas de nadie, entonces, ¿por qué debe
predeterminar cómo soy? Dije que no seré
molesto simplemente porque no quiero hacer
nada inútil y al mismo tiempo causar problemas
para la Señora de la Lluvia. Pero si la Señora de
la Lluvia no se siente incómoda y puedo tomar

219
prestado el dispositivo espiritual a costa que yo
sea una molestia, entonces no sería nada para
mí ofrecer los ocho mil templos y hacer la
reverencia cien veces.
Ese granjero se rió a carcajadas.
—¿Molesto? Temperamento de un niño.
¡Tome!
Hizo un tiro; Xie Lian levantó la mano y cogió
un verde sombrero de bambú, el mismo que el
granjero tenía en la espalda.
—¿Qué es esto? —Preguntó Xie Lian.
—Esa cosa que quería pedir prestado. —Ese
granjero dijo—. La Señora de la Lluvia ya me
había pedido que le pasara esto antes de que
viniera. Úselo con cuidado. Si lo rompe, no le
perdonaremos.
Los ojos de Xie Lian se ensancharon.
—¿Por qué?
—¿No te dije ya por qué? —El granjero dijo—.
El prestarlo se basa en el estado de ánimo. Otros
Oficiales Celestiales no te ayudarán, así que la
Señora de la Lluvia solo tuvo que ayudarte. Lo
que sea que la Señora de la Lluvia quiera hacer,
se hará.
—¡MUCHAS GRACIAS! ¡GRACIAS! —Xie Lian
lloró.
Ese granjero agregó: —No te pongas feliz tan
pronto, Dianxia. La Señora de la Lluvia puede
haber ascendido antes de ti, pero no hay tantos
devotos, por lo tanto, no es tan poderosa como tú
y además tiene lesiones recientes. Aparte de
prestarte esa cosa, el resto depende de ti. Las
aguas distantes no pueden apagar la sed

220
cercana; ese sombrero de la Señora de la Lluvia
solo puede mover la lluvia pero no crear agua. No
hay suficiente agua en su XianLe, por lo que debe
pedir prestado a otros reinos y es posible que no
estén dispuestos. Solo el reino de Yushi tiene una
colección abundante de agua a lo largo de los
años y es bastante rico en ese aspecto.
Para Xie Lian estaba más que claro lo difícil que
era prestar tu propio dispositivo espiritual a un
extraño. Se inclinó profundamente ante esa casa
de campo con techo de paja.
—Que la Señora de la Lluvia me ayude, estoy
profundamente agradecido. No olvidaré esta
amabilidad; Si hay algo que pueda hacer para
ayudar en el futuro, pídale a la Señora de la Lluvia
que no dude en preguntar por mí. ¡Adiós!
Con el dispositivo espiritual en la mano, Xie
Lian inmediatamente encontró un lago en el sur,
roció una gran cantidad de agua del lago con el
Sobrero de la Señora de la Lluvia, cruzó miles de
millas y regresó a YongAn en XianLe. Encontró el
pueblo más afectado, la Bahía de Lang Er y
volteó el sombrero de bambú desde las nubes.
Poco después, una pequeña lluvia cayó del
cielo. Xie Lian saltó de las nubes, aterrizando
ambos pies en el suelo. Esos aldeanos medio
muertos no podían creer lo que veían; algunos
salieron corriendo de sus puertas para aplaudir
bajo la lluvia y otros sacaron apresuradamente
cubos de diferentes tamaños para recoger el
agua.

221
Al ver esto, Xie Lian suspiró aliviado y
finalmente reveló una sonrisa. En ese momento,
escuchó una voz que gritaba desde lejos.
—¡Dianxia!
Volvió la cabeza y vio a Mu Qing aparecer
detrás de un árbol, con el rostro oscuro. Al ver su
expresión sombría, Xie Lian sabía que algo
estaba mal.
—¿Qué es? ¿Paso algo?

222
223
Capítulo 75
Cerrando las puertas de la capital;
impedida la supervivencia de YongAn (parte
uno)

—Dianxia, ¿qué le tomó tantos días?


—Preguntó Mu Qing.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Me fui por mucho tiempo?
Viajando por todo el mundo, a través de los
cielos y la tierra, recogiendo el agua del lago,
montando nubes y haciendo lluvia, todo sin
cuidado durante el día o la noche, Xie Lian no se
había dado cuenta de cuánto tiempo había
pasado.
—¡Han pasado varios días! —Dijo Mu Qing—.
Las oraciones de todos los devotos en el Templo
del Príncipe Heredero se han acumulado en una
montaña.
En ese momento, Xie Lian sintió que la lluvia se
desvanecía y extendió una mano.
—¿No les dije a los dos que primero se
encargaran de los importantes?

224
—Todos los que podemos atender han sido
ordenados. —Mu Qing respondió—. Pero... Pero
hay demasiadas oraciones para las que no
tenemos el derecho de asumir el control. Es por
eso que le pedí a Dianxia que no permitiera que
esperaran demasiado tiempo y se apresurara a
regresar.
Cuando terminó, la lluvia paró al mismo tiempo.
Este golpe de lluvia duró mucho menos de lo que
Xie Lian había esperado y sintió que su corazón
se hundía. Mientras las nubes se dispersaban, un
verde sombrero de bambú revoloteaba hacia
abajo y Xie Lian lo atrapó con ambas manos.
—¿Pero ves esta situación? Yo tampoco puedo
escapar.
Mu Qing frunció el ceño.
—Dianxia, ¿pudo tomar prestado el dispositivo
espiritual de la Señora de la Lluvia? ¿De dónde
vino el agua?
—El reino de Yushi desde el sur —respondió
Xie Lian.
—¿Tan lejos? —Mu Qing dijo—. ¿Cuánta
energía consumiste para mover el agua por una
sola vez? Y si cada período de lluvia es tan
pequeño en tamaño y cantidad, si sigues así,
¿cómo lograrás responder a las oraciones de tus
seguidores?
Incluso sin que él lo dijera en voz alta, Xie Lian
lo sabía. Él era un dios marcial y los devotos del
Templo del Príncipe Heredero eran su pilar, la
fuente de sus poderes espirituales. Lo que estaba
haciendo no era diferente a abandonar su base y
si no tenía cuidado, ambas partes sufrirían. Pero,

225
¿qué otra cosa se podría hacer además de lo que
él estaba haciendo ahora?
—Lo sé. —Xie Lian dijo—. Pero las cosas
siguen así y se produce un motín en YongAn, el
Templo del Príncipe Heredero también se verá
afectado tarde o temprano.
—¡Ya está estallando! —Dijo Mu Qing.
Xie Lian se sorprendió.
—¡¿Qué?!
Después de escuchar el informe de Mu Qing,
Xie Lian se apresuró a regresar a la capital real
de XianLe. Justo cuando había llegado a la
Avenida de la Deidad Marcial, allí había una
banda de guardias reales, ataviados con
armadura completa, armas afiladas en la mano,
caminando con un grupo de hombres retenidos y
descuidados con cadenas en las dos manos y
alrededor de sus cuellos. Los ciudadanos se
amontonaban a ambos lados de la carretera,
cada uno lleno de rabia. Feng Xin agarró su arco
negro, tenso y listo, como si estuviera preparado
para cualquier disturbio repentino.
Xie Lian gritó: —¡Feng Xin! ¿Quiénes son los
detenidos? ¿Qué delito cometieron? ¿A dónde
los llevan?
Al oír su voz, Feng Xin gritó: —¡Dianxia! Todos
son personas de YongAn.
Había más de diez de esos hombres, todos
altos y demacrados, sus pieles ligeramente
oscuras. Detrás de los soldados se arrastraban
unos cuantos ancianos y varias mujeres y niños
ansiosos.

226
—¿Los que están detrás están también?
—Preguntó Xie Lian.
—Todos lo son —contestó Mu Qing.
Resultó que, en los últimos meses, en el
apogeo de la sequía en YongAn, muchos de los
residentes desarraigados escaparon al este en
oleadas. Cuando eran solo unas diez personas
no era obvio, pero el flujo era interminable y ya
había más de quinientas personas. Cuando
quinientas las personas se juntaron, llenaron toda
la vista.
Esas personas de YongAn eran extrañas en la
tierra, no tenían nada a su nombre y en el
momento en que abrían la boca sus dialectos los
delatarían, así que cuando llegaron a una ciudad
extraña y bulliciosa, naturalmente, todos se
mantuvieron unidos por el calor. Así, buscaron en
toda la capital real y finalmente encontraron un
campo verde deshabitado. Llenos de alegría,
construyeron cobertizos y chozas como refugios
temporales.
Desafortunadamente, aunque ese campo
verde estaba deshabitado, para los de la capital
real, era un campo de ocio. La gente de XianLe
tenía una cultura indulgente y los de la capital real
llevaban ese estilo de vida. Cuando estaban
libres, muchos tomaban caminatas, bailaban,
practicaban el arte de la espada, cantaban
poesía, pintaban, se reunían en ese campo
verde. En cuanto a YongAn, que se encontraba
al oeste de XianLe, sufrió una tierra empobrecida
y siempre fue pobre, por lo que el carácter y la
cultura de esos ciudadanos eran completamente

227
opuestos en comparación con el de la capital real.
Así, los de la capital real a menudo se creían
puros de la sangre de XianLe. Y ahora, con su
tierra de elegancia superada por un gran número
de refugiados, cocinando hierbas, llorando,
lavando la ropa, iniciando incendios y el hedor de
las sobras y el sudor llenando el aire, hizo que
muchos residentes cercanos retrocedieran con
disgusto, sus quejas abundaban.
Algunos de los líderes ancianos de YongAn
también entendieron la situación en sus
corazones y querían mudarse a otro lugar. Sin
embargo, la capital real ya estaba muy poblada;
no importaba a donde fueran, estaba lleno de
gente y no había ningún otro lugar que pudiera
recibir a tantos, sin contar a todos los heridos,
enfermos, ancianos y niños. No era fácil moverse,
así que se aferraron audaz y cuidadosamente a
ese campo. A pesar de que la gente de la capital
real estaba disgustada, todavía eran todos
ciudadanos del mismo país, por el hecho de que
era un desastre, toleraban la presencia de los
extraños.
Xie Lian escuchó el informe hasta este punto
cuando esa banda de soldados llevó a esos
hombres YongAn a la boca del mercado,
gritando: —¡ARRODÍLLENSE!
Cada uno de esos hombres parecía enojado
con incredulidad, pero con sables en sus
gargantas, no tenían más remedio que
arrodillarse. Después de observar la multitud de
la capital real, los hombres se arrodillaron al

228
unísono, algunos suspiraron, otros se sintieron
aliviados.
—Según tu informe, ambas partes se han
tolerado mutuamente, entonces, ¿qué está
pasando hoy? —Preguntó Xie Lian.
Antes de que Feng Xin y Mu Qing pudieran
responder, una mujer comenzó a gritar entre la
multitud.
—¡USTEDES, LADRONES BARBÁRICOS!
¡SIN CONTAR SUS DEDOS PEGAJOSOS!
GOLPEAR A MI MARIDO ASÍ, ¡NO PUEDE
SIQUIERA LEVANTARSE MÁS! ¡SI ALGO LE
SUCEDE, ME LAS PAGARÁN!
Junto a ella, varias personas trataban de
consolarla y algunas señalaron con reproche sus
dedos.
—¿No saben ocuparse de ustedes cuando
están en el territorio de otras personas?
—Sí, son un invitado en nuestras casas, ¡y sin
embargo, roban crudamente!
Uno de los jóvenes con cadenas finalmente no
pudo soportarlo más y replicó: —¡Ya dijimos que
no fuimos nosotros los que robamos! ¡Nosotros
tampoco lanzamos el primer golpe! Además,
también tenemos heridos de nuestro lado...
Un anciano gritó: —¡Deja de hablar!
Ese joven se calló airadamente.
Feng Xin explicó: —Un perro desapareció en la
capital real y porque hubo un caso en el que un
niño de YongAn robó y se comió el pato de
alguien por hambre, hubo muchos rumores de
que el perro fue robado y comido por aquellos de

229
YongAn también. Un grupo fue a interrogar y
pronto comenzó una pelea.
Xie Lian se mostró incrédulo.
—¿Un motín por solo un perro? ¿Y detuvieron
a tanta gente?
—Sí, sobre un perro. —Feng Xin dijo—. Se ha
vuelto tan grande porque ambas partes se habían
estado aguantando durante demasiado tiempo y
todo lo pequeño se vuelve grande. Ambos
bandos juraron que el otro lo inició primero, que
es culpa del otro y este lío de pelea de alguna
manera se hizo más y más grande.
Uno de los principales soldados proclamó:
—¡Los violentos serán severamente castigados!
Todos están encadenados para una
demostración pública, ¡cualquier otro delito está
prohibido! Se detuvo y, al siguiente segundo,
muchos comenzaron a arrojar y arrojar hojas de
lechuga y huevos podridos a los hombres de
YongAn. Los ancianos que estaban detrás
comenzaron a inclinarse ante la multitud por
todas partes, gritando: —Nos disculpamos,
todos, nos disculpamos. ¡Por favor, tengan
piedad, tengan piedad!
Xie Lian pensó que todo esto era hacer una
montaña a partir de un grano de arena,
absolutamente ridículo, pero también podía
entender algo.
—Así que al final, ¿robaron? ¿Encontraron a
ese perro?
Feng Xin negó con la cabeza.
—Quién sabe. ¿Quién puede encontrar algo si
los huesos fueron limpiados y desechados? Pero

230
a juzgar por sus caras, no creo que lo hayan
robado.
Sin embargo, los veredictos de los soldados de
la capital real serían naturalmente parciales a los
ciudadanos de la capital real. Robado o no, hubo
una pelea, por lo que la culpa debe estar en los
de YongAn. Sobre todo porque a los hombres de
la capital real les encantaba causar molestias
pero no eran tan fuertes como los hombres de
YongAn, por lo que esta pelea debió haber
terminado en vergüenza, creando más
incomodidad entre los dos pueblos. Xie Lian negó
con la cabeza, le dirigió a la multitud una barrida
de mirada y, de repente, notó que en esa fila de
hombres de YongAn, había un hombre joven en
el centro con la cabeza inclinada, cuya cara
parecía familiar. Era ese joven del bosque, Lang
Ying.
Xie Lian estaba aturdido. En ese momento,
alguien cercano se quejó: —¿Cómo es que siento
que ha habido más y más de YongAn en la capital
real en los últimos meses? Y ahora se atreven a
pelear.
—De ninguna manera, ¿van a venir todos?
Otro comerciante hizo un gesto con las manos.
—¡Su majestad el rey no lo permitirá! El otro día
robaron mi casa los ladrones de YongAn. ¡Si
todos vinieran, habría un infierno!
Al oír esto, Lang Ying, que había mantenido la
cabeza baja y dejó que todos los vegetales se
lanzaran libremente hacia él, de repente levantó
la vista: —¿Lo viste?

231
Ese comerciante no había esperado que
realmente se le hablara y respondiera sin pensar.
—¿Qué?
—Ladrones de YongAn robando tu casa. ¿Los
viste con tus propios ojos?
—... No lo vi con mis propios ojos, pero siempre
ha sido pacífico antes y solo después de que
todos ustedes llegaron, me robaron, así que,
¿cómo no tiene nada que ver con ustedes?
—Argumentó el comerciante.
Lang Ying asintió.
—Ya veo. Entiendo. Antes de que llegáramos,
ustedes eran los que robaban y después de que
llegamos, todos nosotros nos convertimos en los
ladrones...
Antes de que terminara, un caqui podrido vino
volando hacia él y se estrelló contra el costado de
sus labios, haciéndolo parecer como si vomitara
una gran masa sangrienta. Ese mercader se echó
a reír y los ojos de Lang Ying se apagaron. Cerró
la boca y dejó de hablar.
Xie Lian suavizó las afiladas piedras que
lanzaban a los jóvenes, asegurándose de que no
resultaran gravemente heridos. Esta humillación
pública continuó hasta la noche y solo cuando los
ciudadanos que miraban se dispersaron
gradualmente, los soldados sintieron que era
suficiente y abrieron los grilletes, advirtiéndoles
que no causaran más problemas, de lo contrario
serían castigados severamente, etc., etc. Los
ancianos se inclinaron profundamente en
repetidas ocasiones con sonrisas de disculpa,
prometiendo nunca violar más reglas, sin

232
embargo, Lang Ying, sin vida, se fue solo. Xie
Lian observó su figura solitaria, captó el momento
adecuado y apareció rápidamente detrás de un
árbol, bloqueando su camino.
En el momento en que apareció, los ojos de ese
joven se agudizaron y en ese instante, fue como
si fuera a estrangular a Xie Lian. Un destello de
un segundo más tarde, después de haber visto
claramente quién era ante él, escondió la mano
que estaba lista para atacar.
—Eres tú.
Xie Lian se había transformado de nuevo en la
forma de ese joven cultivador. Fue sorprendido
por Lang Ying, cuya mano casi lo atacó. Pensó
para sí mismo: —Este hombre es fuerte. —Dijo:
—Te di esa cuenta de coral, ¿por qué no la
llevaste de vuelta a YongAn?
Lang Ying lo miró.
—Mi hijo está aquí. También estoy aquí.
—Después de una pausa, sacó la cuenta de coral
de su cinturón—. Quería devolverte esto. Tome.
La mano extendida que sostenía la perla
todavía tenía marcas de esas cadenas. Después
de un poco de silencio, Xie Lian no lo tomó.
—Regresa. En la Bahía de Lang Er llovió hoy.
—Señaló el cielo—. ¡Mañana! Habrá lluvia otra
vez, lo prometo. Es cierto.
Pero Lang Ying negó con la cabeza.
—No importa si llueve o no. No hay vuelta atrás.
Observando su espalda mientras se alejaba,
Xie Lian se quedó estupefacto y solo sintió
infinitas frustraciones.

233
Antes de ascender, era como si no tuviera una
nube de preocupación. Lo que él quisiera hacer,
se haría. Quien hubiera sabido que después de
la ascensión, de repente estaba rodeado de
preocupaciones incesantes. Ambas
preocupaciones, de los demás y de los suyos.
¿Siempre había sido tan difícil hacer algo? Nunca
se había sentido tan carente, tan impotente. Xie
Lian suspiró y se giró para irse también. Había
una montaña de oraciones esperando ser
contestadas por él en el Templo del Príncipe
Heredero.
Sin embargo, él no era el que tenía más
frustración. Era el rey
La preocupación del rey de XianLe se había
hecho realidad. Esos quinientos refugiados de
YongAn fueron solo el comienzo.
Con el sombrero de la Señora de la Lluvia
prestado en la mano, Xie Lian corrió de un lado a
otro entre el norte y el sur sin cesar y creó la lluvia
por su propio poder. Sin embargo, cada golpe de
lluvia consumiría una inmensa cantidad de poder
espiritual y de cinco a seis días de tiempo. Si no
fuera él, puede que no hubiera otro que pudiera
seguir con esto. Por supuesto, con la excepción
de Jun Wu. Sin embargo, el Emperador Marcial
Celestial gobernaba sobre una tierra mucho más
grande que él y el número de devotos y dominios
a los que cuidar era mucho mayor que el de
XianLe, entonces, ¿cómo podría Xie Lian distraer
a Jun Wu? Además de eso, cada lluvia solo podía
mojar un área pequeña de YongAn, que duraba

234
poco tiempo, por lo que incluso si había algún
alivio, no podía arreglar la raíz del problema.
Así, después de un mes, la gente de YongAn
comenzó oficialmente a migrar hacia el este en
tropel. Al principio solo eran bandas de diez
personas algo. Ahora, fueron cientos, miles,
enormes hordas que se reunieron, fluyendo como
el río.
Después de otro mes, el rey de XianLe
promulgó un nuevo decreto: debido a las
interminables disputas y los incesantes conflictos
de los últimos meses, por el bien de la paz dentro
de la capital real, a partir de ese día, todos los
refugiados de YongAn deben abandonar la
ciudad. Todos recibirán una cantidad fija de
gastos de viaje para ayudar a asentarse en otro
lugar.
Ante la enorme y repleta horda de migrantes
refugiados de YongAn, se cerraron las grandes
puertas de la capital real de XianLe.

235
Capítulo 76
Cerrando las puertas de la capital;
impedida la supervivencia de YongAn (parte
dos)

—¡ABRAN LAS PUERTAS!


—¡DÉJENNOS ENTRAR!
Los soldados retrocedieron a la fortaleza de la
ciudad y cerraron la puerta de mil toneladas. Las
personas que fueron expulsadas por los soldados
de afuera regresaron corriendo como marea de
agua negra, golpeando las puertas.
En lo alto de las torres, los soldados rugieron:
—¡RETROCEDAN! ¡VÁYANSE! ¡TOMEN SUS
GASTOS DE VIAJE Y VÁYANSE AL ESTE, NO
SE QUEDEN AQUÍ!
Sin embargo, los refugiados de YongAn habían
dado la espalda a sus lugares de origen, habían
huido de sus tierras y habían llegado ya a la
capital más cercana. Las puertas de la capital real
se cerraron frente a ellos, si querían sobrevivir,
debían rodear la ciudad y caminar una distancia
aún mayor, hacia las ciudades más al este.

236
Sin embargo, el viaje a la capital real ya era
arduo y duro, atravesando miles de obstáculos,
muchos ya estaban heridos o muertos, así que
¿cómo podrían tener más energía para
continuar? Incluso si a todos se les dieran gastos
de viaje, raciones y agua, ¿cuántos días más
podrían durar en el camino?
Cada uno de sus rostros era ceniciento,
algunos arrastraban sus artículos para el hogar,
algunos llevaban bebés en sus espaldas, otros
con camillas. Se levantaron, algunos tendidos en
el suelo, incapaces de moverse más y otros
simplemente se sentaron. Campos y campos de
ellos permanecieron ante las murallas de la
fortaleza. Algunos hombres más jóvenes aún
tenían la energía para enfurecerse, golpeando las
puertas gritando: —¡NO PUEDEN HACER
ESTO! ¡NOS VAN A MATAR!
—SOMOS TODOS LOS CIUDADANOS DE
XIANLE, ¡NO PUEDEN MATARNOS ASÍ!
Uno de los hombres gritó hasta que su voz fue
ronca: —Puedes echarnos, no importa que no me
quede, pero ¿puedes al menos llevarte a mi
esposa y a mis hijos? ¡¡¿Por favor?!!
Eran como hormigas arrastrándose sobre un
árbol; Las puertas de la ciudad permanecieron
inmóviles.
Xie Lian estaba en lo alto de la torre. Sus
túnicas blancas revoloteaban en el viento y cruzó
el muro para mirar abajo. Fuera de la capital real,
había cabezas interminables, negras y retorcidas,
densas y muy unidas, como los enjambres de

237
hormigas que solía ver cuando jugaba en los
jardines reales en sus años más jóvenes.
En aquel entonces, por curiosidad, miró más de
cerca y extendió un dedo queriendo tocarlos en
secreto, pero de inmediato hubo una asistente
que gritó: —¡Dianxia! ¡Esas cosas están sucias,
no puede tocarlas! ¡No lo toque! —Y con el
vestido levantado, corrió apresuradamente y
aplastó a todas las hormigas bajo su pie.
Cuando esas hormigas estaban vivas, aparte
de un denso enjambre, no había mucho que ver
y después de haber sido aplastadas en algo
menos que lodo, no había nada que mirar.
Sin embargo, dentro de las paredes de la
capital real, las luces llenaban millones de
hogares, sonidos de música flotando en el aire.
Esta muralla de una fortaleza separaba dos
mundos completamente diferentes.
Sin contar que los refugiados de YongAn que
llegaron después fueron mantenidos fuera,
incluso los que ya estaban asentados fueron
expulsados. Aunque duro, Xie Lian pudo
entender que esto se debía a que había más y
más fricciones entre los refugiados YongAn y los
residentes de la capital real en los últimos meses.
Mantener a tales hombres dentro de las murallas
de la ciudad, podría suscitar enfrentamientos en
todas partes, causando estragos.
Sin embargo, solo una cosa sentía que aún
tenía espacio para la negociación y habló en voz
alta distraídamente.

238
—¿Por qué las mujeres y los vulnerables
también deben ser expulsados? Hay algunos que
no podrían caminar mucho más lejos.
Feng Xin y Mu Qing lo estaban esperando justo
detrás. Mu Qing respondió: —Si deben ser
expulsados, entonces todos deben ser
expulsados. Todos deben ser tratados por igual;
no debe haber ningún favoritismo, para que no se
provoque a la gente: ¿cómo es posible que se
queden y no yo?
—Piensas mucho —comentó Feng Xin.
Mu Qing dijo rotundamente: —Hay muchas
personas que pensarían así. Además, si las
esposas y los hijos se quedan, entonces los
hombres tampoco querrían ir demasiado lejos.
Volverían tarde o temprano. Mantener a la gente
en la ciudad es mantener los problemas futuros.
Esos refugiados YongAn se negaron a irse, por
lo que los soldados en las torres tampoco
pudieron irse.
—¡Humph! ¡Hagan lo que quieran!
Desde que el rey hizo la orden, ¿pensaron que
simplemente sentarse allí merodeando haría
algo? Podrían merodear por uno o dos días, pero
apenas un mes o dos, o un año o dos.
Los soldados y residentes de la capital real
creían en esto. Algunos de los refugiados
YongAn aceptaron desesperadamente su destino
y decidieron apostar a viajar hacia el este. Pero
tales números eran pocos. La mayoría todavía se
sentaba tercamente junto a las puertas de la
fortaleza, esperando que la capital real les abriera
sus puertas, y que por lo menos les diera un lugar

239
para descansar antes de seguir adelante.
Cuando llegaron nuevos refugiados, aunque
decepcionados al ver las puertas cerradas de la
ciudad, cuando vieron que muchos seguían
vigilando, se unieron a las masas.
Así, después de varios días, había más y más
reunidos fuera de las puertas de la ciudad, casi
un millón de personas se habían asentado y
habían construido refugios temporales, formando
un espectáculo impresionante y curioso. Usaron
las raciones y el agua que le dio el rey para
aguantar, pero también estaban casi en sus
límites.
Este límite se cruzó el quinto día.
En los últimos cinco días, Xie Lian había
dividido cada día en tres: una tercera parte
dedicada a los seguidores en el Templo del
Príncipe Heredero, una tercera parte para mover
agua y crear lluvia y una tercera parte para cuidar
a los ciudadanos de YongAn fuera de los muros.
Incluso con la ayuda de Feng Xin y Mu Qing, a
veces Xie Lian sentía el peso de esas
responsabilidades. El espíritu estaba dispuesto,
pero la carne era débil. Ese día, resultó ser un
momento en el que no estaba vigilando fuera de
las murallas de la ciudad, bajo el sol abrasador,
de repente hubo un gemido fuera de las puertas.
Los lamentos provinieron de una pareja
sosteniendo a su hijo en sus brazos. Muchos se
adelantaron para ver.
—¿Qué le pasa al niño? ¿Hambriento o
sediento?

240
Y pronto, un grito: —¡Todos vengan a compartir
un poco de agua aquí! ¡Este niño no se ve muy
bien!
Esa mujer sollozó mientras le daba agua a su
niño de cara roja, pero toda el agua fue echada
hacia atrás. El padre dijo: —No sé lo que está
pasando, está enfermo. ¡Un médico!
¡Necesitamos un médico!
Llevando a su hijo, corrió hacia las puertas y
comenzó a golpear las puertas.
—¡ÁBRENOS! ¡AYUDA! ¡Alguien se está
muriendo! ¡Mi hijo se está muriendo!
Naturalmente, los soldados que estaban dentro
no se atrevieron a abrir las puertas. Si alguien
realmente se estaba muriendo, había cientos de
miles afuera. Si se abrieran, no habría posibilidad
de cerrar las puertas, así que en lugar de eso,
informaron a los oficiales que estaban más arriba.
El clima era caluroso y el calor hacía que los
soldados que estaban de pie los últimos días
estuvieran de mal humor.
Dijeron apáticamente: —Dale un poco de agua
y comida. —Así, usaron una cuerda, colgaron un
poco de agua y comida y la bajaron.
—Gracias, gracias señores y hermanos, pero
no queremos agua ni comida. ¿Puedes
ayudarnos a encontrar un médico? —dijo ese
hombre.
Esto hizo las cosas difíciles. No podían dejarlo
entrar para encontrar un médico y, desde luego,
no podían bajar a un médico por las murallas de
la ciudad. Quién sabe qué harían esos refugiados
hambrientos una vez que el médico saliera. Por

241
lo tanto, los oficiales de alto rango respondieron:
—No importa. Ignóralos, no pueden morir. Si
vuelven a preguntar, dígales que el mensaje ha
sido enviado para solicitar una respuesta del rey.
El rey había estado profundamente preocupado
por los asuntos de YongAn y se enojaba
fácilmente durante los últimos días, naturalmente
nadie se atrevió a molestarlo con algo tan
pequeño. Los soldados respondieron en
consecuencia y ese hombre, sintiéndose aliviado,
les agradeció profundamente, agradeció a su
majestad y se arrodilló para acurrucarse varias
veces. Sin embargo, pasaron horas y horas, las
sombras bajo el sol abrasador se movían de un
extremo a otro, pero el médico solicitado no había
aparecido y la temperatura de ese niño en sus
brazos se estaba calentando.
Los brazos de la pareja que sostenía a su hijo
temblaban y ese hombre estaba cubierto de
sudor frío, murmurando: —¿Vendrá alguien?
¿Alguien abrirá las puertas?
Finalmente, no pudieron esperar más y gritaron
a las torres: —¡Oficiales! Mis disculpas, pero
quiero preguntar... ¿Dónde está el doctor?
Un soldado respondió: —Estamos esperando
una respuesta formal del rey. Espera un poco
más.
Algunos ciudadanos ya no podían quedarse
quietos.
—Ellos dijeron eso hace cuatro horas, ¿por qué
no ha venido nadie todavía?
Los soldados prestaron atención al mandato de
sus superiores y los ignoraron después de

242
responder. La multitud bajo las paredes de la
fortaleza estaba furiosa, triste y angustiada.
Rodearon al niño y comenzaron a dudar.
—¿Le pasaron el mensaje a su majestad? No
nos están mintiendo, ¿verdad?
El padre de ese niño no pudo esperar más,
endureció su corazón, lo ató de espaldas y se
dirigió a su esposa para decir algunas últimas
palabras. Esa mujer se quitó un hechizo de
protección de alrededor de su cuello y se lo puso
alrededor del cuello de su esposo. Ese hombre
corrió hacia la muralla de la ciudad y comenzó a
tratar de escalarla.
La muralla de la ciudad era firme, construida
para dificultar la escalada y después de agarrarla
varias veces, todavía no podía subir. El resto de
los hombres gritaron: —¡Déjame ayudarte!
Y lo empujaron hacia arriba. Una multitud de
diez hombres, se apiló en una pirámide humana
y ayudó a subirlo más alto en la pared. Allí, ese
hombre logró agarrarse a la cuerda que se usaba
para bajar el agua y la comida y siguió escalando.
En el fondo, cientos de miles observaban
ansiosos, sin atreverse a animarlo, asustados de
que pudieran ser descubiertos.
Los soldados en la cima de las torres habían
estado vigilando durante muchos días y los
refugiados de YongAn no habían empezado
nada, por lo que eran bastante flojos en su
guardia. No fue hasta que el hombre había
llegado a la mitad cuando se dieron cuenta de
que alguien se había acercado a la pared. Ellos
gritaron.

243
—¡¿Qué estás haciendo?! ¡NO SE PUEDE
ESCALAR! ¡LOS ESCALADORES SERÁN
ASESINADOS SIN MISERICORDIA! ¿ME
ESCUCHAS? ¡LOS ESCALADORES SERÁN
ASESINADOS SIN MISERICORDIA!
Bajo su amenaza, ese hombre también gritó:
—¡NO TENGO MALAS INTENCIONES! ¡SOLO
QUIERO LLEVAR A MI HIJO A LOS MÉDICOS,
NO HARÉ NADA MÁS!
Continuó escalando la pared mientras gritaba.
Uno de los oficiales superiores acababa de comer
y al oír esto se indignó. Si ese hombre fuera a
escalar el muro de manera segura y dar un
ejemplo, ¿no haría que muchos más refugiados
de YongAn intentaran lo mismo? ¡Debía ser
detenido! Por lo tanto, salió y gritó al parapeto:
—¿NO VALORAS TU VIDA? ¡RETROCEDE EN
ESTE INSTANTE! ¡SI NO LO HACES, TE
ARREPENTIRÁS!
Sin embargo, ese hombre ya había llegado a lo
alto de la pared, pasando la mitad y con solo un
empujón más podría alcanzar la cima, así que
naturalmente no se detuvo. Ese oficial superior
nunca tuvo a nadie que lo desobedeciera así, sus
palabras eran ley. Sin embargo, quien sea que
desobedeciera en ese momento, era fácil de
solucionarlo. Se acercó al muro, sacó su espada
y golpeó y esa cuerda se partió en dos.
Con la cuerda rota en la mano, ese hombre
cayó desde el aire. En medio de miles de gritos,
aterrizó pesadamente en el duro suelo ante las
puertas de la ciudad.
Ese fue el momento en que Xie Lian llegó.

244
Ese hombre se había caído de espaldas y
sobre su espalda estaba su hijo. El niño fue
aplastado en una masa de carne molida, rociando
flores de sangre. El cuello de ese hombre se
rompió, sus ojos se abultaron y alrededor de su
cuello torcido hizo rodar un amuleto de protección
con las palabras XianLe, escritas en él, bordadas
con hilos de oro: era el amuleto de protección del
Templo del Príncipe Heredero.
El momento antes de que comenzara a escalar,
ese hombre y su esposa sostuvieron el hechizo
de protección en sus manos y rezaron en silencio
por las bendiciones de Taizi Dianxia, que fue
como Xie Lian escuchó sus voces y corrió.
Sin embargo, él no era un héroe de ninguna de
esas leyendas escritas en libros y de ninguna
manera podía aparecer justo antes de que el
verdugo dejara caer sus hachas y salvara vidas
de debajo de los cuchillos. Esa mujer ni siquiera
tuvo el coraje de voltear el cadáver de su esposo
para verificar el estado de su hijo; se cubrió la
cara y gritó y sin mirar, se lanzó hacia adelante
con locura y golpeó su cabeza contra la pared,
ella se dejó caer, con el cuerpo flojo.
¡Justo ante los ojos de Xie Lian, en el destello
de un segundo, tres cadáveres apilados ante las
puertas de la ciudad de la capital real!
No había tenido tiempo de reaccionar antes de
que la multitud que se encontraba fuera de las
puertas de la ciudad estuviera irritada, incapaz de
contenerse por más tiempo.
Alguien gritó: —¡MUERTOS! UNA FAMILIA DE
TRES, ¡TODOS MUERTOS! ¡MIRA, ESTE ES EL

245
BUEN OFICIAL QUE TRABAJA PARA SU
MAJESTAD! ¡NO NOS SALVARÁ, PERO EN
VEZ ESTÁ FORZANDO NUESTRAS MUERTES!
—NO NOS DEJARÁ ENTRAR, PERO
TAMPOCO DEJARÁ SALIR A NADIE, ¿QUÉ
DEBEMOS HACER? ¡TRES VIDAS DE SANGRE
ESTÁN AHORA EN TUS MANOS!
—DICES QUE EXPULSAR A TODOS LOS
REFUGIADOS DE LA CAPITAL REAL PERO,
¿POR QUÉ NO VEO A NINGUNO DE LOS
RICOS EXPULSADOS? ¿ASÍ QUE LOS
POBRES Y DÉBILES MERECEN MORIR? ¡YA
ME DI CUENTA!
—NO PUEDO SOPORTARLO MÁS...
REALMENTE NO PUEDO. AÑO TRAS AÑO
PAGAMOS NUESTROS IMPUESTOS, PERO
AHORA HAY UN DESASTRE ¿A DÓNDE SE
FUE TODO EL DINERO?
—¿EN VEZ DE AYUDAR A LAS VÍCTIMAS DE
DESASTRES, TODO EL DINERO SE VA A
PARASITAR Y CONSTRUIR LOS TEMPLOS DE
SU HIJO? ¿SOLO ESTE POCO DE ALIMENTOS
Y RACIONES PARA CALLARNOS? ¿POR QUÉ
NOS TOMA? ¡REY INSERVIBLE! ¡REY
INCOMPETENTE!
Los soldados en lo alto de las torres les gritaban
a la multitud que se detuvieran, pero ese oficial
había visto mucho en su vida y no se tomó nada
en serio. Sin embargo, la situación estaba
perdiendo el control lentamente. Miles y cientos
de miles empujaron furiosamente contra las
puertas. Algunos incluso usaron sus propias

246
cabezas o cuerpos para golpear y esta vez, no se
trataba de meras hormigas en los árboles.
Las puertas se movieron; de hecho, ¡incluso la
muralla de la fortaleza y las torres estaban
temblando!
Desde que Xie Lian nació, nunca había
presenciado una situación como esta. La gente
que conoció había sido amable, pacífica, feliz,
satisfecha y entrañable. Esos rostros retorcidos,
llorando y gritando lo forzaron a ingresar a un
mundo completamente extraño y no pudo evitar
sentir frío en sus huesos. Incluso contra los
monstruos y demonios más horribles nunca se
había sentido de esta manera. Justo entonces,
hubo un rugido furioso desde arriba.
Giró la cabeza y vio una silueta alta y
demacrada, asfixiando al oficial que había
cortado la cuerda y causado las tres muertes
debajo de las murallas de la ciudad. Hubo un
CRACK fuerte y claro y el cuello estaba roto.
Esa banda de soldados no tenía idea de cómo
ese hombre apareció de repente; todos se
sorprendieron y desconcertaron y se lanzaron
hacia adelante con sus espadas en la mano para
rodearlo.
—¡¡¿QUIÉN ERES?!! ¡¿CÓMO LLEGASTE
AQUÍ?!
Xie Lian se dio cuenta de inmediato de las
manos de ese hombre: estaban manchadas de
sangre y rasgaban la carne. ¡Ese hombre había
escalado esa pared sin grietas con sus propias
manos! Cuando esa figura se dio la vuelta, ¡era
Lang Ying!

247
Lang Ying estaba tranquilo y calmado incluso
cuando estaba rodeado de soldados. Cruzó el
muro, arrojó el cadáver de ese oficial y él mismo
saltó, pisó el cadáver y lo usó como escalón para
romper la caída.
En ese momento cuando saltó, miró
directamente a Xie Lian, pero lo que estaba
viendo no era a Xie Lian. En su lugar, miró a
través de él para contemplar el palacio real que
se encontraba justo en el centro de la capital real.
Desde ese día en adelante, todo el reino de
XianLe fue arrojado al caos.

248
ARCO DE LA REBELIÓN DE YONG AN

249
Capítulo 77
XianLe en caos; El príncipe heredero
regresa al Reino Mortal

P
ara las víctimas desplazadas del desastre,
como las de YongAn, luchar contra el ejército
imperial era una batalla perdida, una
sobrestimación de su propia fuerza.
Sin embargo, aquellos que estaban
acorralados a menudo tenían el coraje de cortejar
la ruina y morder más de lo que podían masticar.
Después de ese motín, los cientos de miles de
refugiados de YongAn finalmente abandonaron
las puertas de la ciudad, retrocedieron a cierta
distancia y cambiaron el lugar donde
construyeron campamentos temporales.
Sin embargo, simplemente no se iban. Podrían
morir en el camino si continuaban y andar por ahí
también era la muerte, entonces ¿cuál era la
diferencia? Usando las raciones y el agua que el
rey distribuyó antes, además de masticar pieles
de corteza, hierbas silvestres, raíces de plantas,
bichos e insectos y una acumulación de
resentimiento y aversión por encima de todo eso,

250
esas personas poseían una voluntad
inimaginablemente persistente de vivir y
perseveraron obstinadamente. Después de unos
días, lograron reunir a algunos miles de hombres,
todos con azadas, rastrillos, rocas, ramas y
regresaron para un combate.
Aunque este choque fue un desastre, una
derrota total con más de la mitad de esos unos
miles de muertos, no fue infructuoso. Lang Ying
invadió la torre del castillo y regresó con algunas
bolsas grandes de grano y armas. Pudo haber
habido graves víctimas, pero provocó la voluntad
de luchar a muerte entre la gente.
Su naturaleza era similar a la de los bandidos.
Atacaron una vez, dos veces, tres veces. Los
soldados de XianLe pronto descubrieron que
esos bandidos estaban mejorando rápidamente.
Los alborotadores sin experiencia inicial se
habían hecho con un par de cosas y cada vez que
atacaban eran más difíciles de tratar que los
últimos y los que podían regresar al campamento
con vida aumentaban con cada intento. También
hubo innumerables oleadas de nuevos
refugiados que se unieron, aumentando
significativamente el tamaño del grupo. La mejor
forma de tratar con esos bandidos se convirtió en
el tema más candente para el debate dentro del
reino de XianLe y después de cinco a seis
ataques de guerrilla tan ridículos, Xie Lian ya no
podía quedarse sentado en el muro y
simplemente observar.
No se había reportado a los cielos en mucho
tiempo, pero esta vez cuando llegó al Reino

251
Celestial, corrió directamente hacia el Gran Salón
Marcial sin una palabra. Cuando irrumpió, Jun
Wu estaba sentado en su trono y varios Oficiales
Celestiales se inclinaban para recibir una orden,
parecían estar discutiendo un asunto importante.
En el pasado, Xie Lian hubiera elegido un día
diferente para hacer su visita, pero ahora no
podía esperar y entró sin rodeos, abriendo la
boca para hablar sin pausa: —Mi señor,
regresaré al Reino Mortal.
Los Oficiales Celestiales se sobresaltaron e
inmediatamente se taparon la boca, guardando
silencio, sin querer mostrar ningún tipo de
reacción. Jun Wu lo miró intencionalmente por un
momento, luego se levantó de su trono, hablando
en un tono suave.
—Xian Le. Sé algo de lo que está sucediendo,
pero debes mantener la calma.
—Mi señor, no vine aquí para pedir permiso.
Vine aquí para informar. —Xie Lian dijo—. Mi
gente está actualmente hundida en las
profundidades del infierno, así que perdóneme si
no puedo mantener la calma.
—El universo tiene su propio ritmo. —Jun Wu
dijo—. ¿No te das cuenta de que si desciendes,
será una violación de la ley?
—¡SI ES UNA VIOLACIÓN ENTONCES QUE
ASÍ SEA! —Gritó Xie Lian.
Al oír esto, todos los rostros de los oficiales
presentes cambiaron drásticamente. Nunca
había habido Oficiales Celestiales que se
atrevieran a pronunciar tales palabras con tanto
entusiasmo y confianza. No importaba lo bien que

252
considerara Jun Wu a este joven y temprano
ascendido Príncipe de XianLe, aún era un acto de
atrevida arrogancia.
Poco después, Xie Lian se inclinó: —Rezo para
que mi señor me deje ir esta vez; deme un poco
de tiempo. Ya que la guerra ha comenzado, las
bajas son inevitables, pero si pudiera detener
esto y reducir el número de muertos, minimizar el
conflicto, luego de que termine la guerra,
seguramente volveré voluntariamente a
arrepentirme y pediré a mi señor que me juzgue
como corresponda. ¡Si voy a ser sellado bajo una
montaña por cien años, mil años, cien mil años! -
¡No me arrepentiré!
Después de haber dicho lo que tenía que decir,
permaneció en postura de reverencia y se retiró,
dejando el gran salón.
—¡Xian Le! —Jun Wu llamó.
Los pies de Xie Lian se detuvieron en su paso.
Jun Wu lo observó y luego suspiró: —No puedes
salvar a todos.
Xie Lian se enderezó lentamente.
—Si puedo hacerlo, no lo sabré hasta que lo
haya intentado. ¡Incluso si los cielos dicen que
debo morir, si esa espada no me perfora el
corazón y no me clava en el suelo, entonces sigo
vivo y hasta el último aliento, lucharé hasta el
final!

253
Regresar al Reino Mortal por primera vez en
forma sólida fue diferente a todas las veces
anteriores en que descendió. Xie Lian sintió que
algo había sido desechado. Era algo ligero y al
mismo tiempo, algo pesado. Su primer paso fue
regresar al palacio de inmediato.
El rey y la reina estaban en la cámara detrás de
la oficina real, susurrando entre ellos, sus
expresiones solemnes y exhaustas. Xie Lian se
acercó a la puerta y al principio estaba ansioso,
pero luego calmó sus nervios, levantó la cortina
de cuentas y entró.
—Padre.
El rey y la reina miraron hacia atrás al mismo
tiempo y se quedaron atónitos. Un momento
después, fue la reina la que se levantó primero,
gritando alegremente: —¡Mi hijo!
Ella extendió ambas manos y se adelantó para
darle la bienvenida. Xie Lian la cogió de los
brazos, aceptando el gesto. Pero antes de que
las sonrisas se fueran, de repente vio la
expresión oscura y creciente del rey,
preguntando: —¿Por qué has descendido?
La sonrisa de Xie Lian se congeló.
Antes, cuando escuchó a sus padres hablar
detrás de él, Xie Lian había sentido que tal vez su
padre todavía lo extrañaba y no era tan crítico
como él lo hacía parecer. Había pensado que el
rey al menos mostraría cierto grado de placer al
ver su regreso y si ese era el caso, entonces
seguramente le devolvería el afecto. Pero quién
hubiera sabido que el rey reaccionaría de esta
manera, tan lleno de desprecio y así el propio

254
genio de Xie Lian se encendió. Él respondió
bruscamente: —¿Por qué he descendido? ¿No
es todo por su culpa que la situación con YongAn
había llegado a esto?, ¿no deberían preguntarse
si son responsables?
La expresión del rey completada cambió y él
respondió ásperamente: —¿Mi responsabilidad?
¡¿Eso es algo que puedes decirme?!
Su furia le había hecho olvidarse de referirse a
su propio título y la reina lloró: —La situación ya
ha llegado a esto, así que, ¿por qué siguen
discutiendo ustedes dos?
—No estamos discutiendo —dijo Xie Lian—.
estamos hablando razonablemente. Incluso si es
el rey, mi padre, si es el responsable, ¿por qué
no puedo decir nada? ¿Por qué no trabajó más
duro para recaudar fondos? Si todos los fondos
fueron acaparados por los controles del gobierno,
¿por qué no castigó a los funcionarios corruptos?
Si es duro como un trueno y rápido como un rayo,
atrapa a uno y enciérralo, ¿entonces todavía
habría tantos parásitos corruptos que se
atreverían a robar? ¿No sería la situación mejor
de lo que es ahora?
Las venas aparecieron en la frente del rey y él
golpeó su escritorio de la mesa.
—¡SILENCIO! ¿Tomas el tesoro real por un
pozo sin fondo que puede arreglar cualquier
agujero que gotee? Atrapa a uno y enciérralo, si
fuera así de fácil, si solo por una orden de este
rey funcionara rápido como un rayo, fuerte como
un trueno, entonces ¿por qué la historia nunca ha
tenido una dinastía sin corrupción? ¿QUÉ

255
ENTIENDES? ¡TÚ NIÑO IGNORANTE TE
ATREVES HABLAR DE POLÍTICA CONMIGO!
—Bien. —Xie Lian consintió—. No entiendo.
Entonces, incluso si la capital real no tenía
espacio para que las víctimas se asentaran y la
expulsión era inevitable, ¿por qué no
proporcionarles más gastos? ¿Por qué no
proporcionar más comodidad y seguridad y hacer
que un ejército escolte su viaje hacia el este?
Los ojos del rey se hincharon de rabia y
señalaron el cielo.
—FUERA. ¡SAL DE AQUÍ! ¡VUELVE A LOS
CIELOS! ¡SOLO MIRARTE ME MOLESTA! ¡NO
APAREZCAS DE NUEVO!
Xie Lian había descendido con un corazón lleno
de fervor, pero el primer encuentro con sus
padres fue uno en que su padre le gritaba que
regresara a los cielos. Sin una palabra, Xie Lian
le hizo una reverencia y se retiró para irse. La
reina lo persiguió fuera del buró y lo detuvo.
—¡Mi hijo!
Xie Lian dijo suavemente: —Madre, no te
preocupes. Voy a ir a dar una vuelta por la capital
real y revisar la situación.
La reina negó con la cabeza.
—Hijo mío, no entiendo esos asuntos políticos,
pero entiendo a tu padre. A lo largo de los años,
he visto cómo es él como rey. Puedes pensar
desde el fondo de tu corazón que él no es
competente y, a veces yo también lo creo,
simplemente no lo digo en voz alta. Pero no
puedes decir eso a su cara. Él es tu padre
después de todo. Si le dices directamente que no

256
es bueno, realmente mata el corazón. —Xie Lian
abrió y cerró la boca. La reina agregó: —Podrás
haber sido el príncipe heredero, pero nunca fuiste
rey. La política no es como el cultivo. La primera
vez que entraste en el Sagrado Pabellón Real, el
Guoshi Principal dijo que la cultivación solo
concierne al corazón, ¿no es así?
Xie Lian asintió lentamente y la reina apretó sus
manos.
—Pero, hay muchas otras cosas en este
mundo que con solo tener el corazón no es
suficiente. Tú también debes ser capaz; y no solo
tú, sino que tus subordinados también deben ser
capaces; y no solo la capacidad, deben compartir
el mismo corazón que tú.
Xie Lian permaneció en silencio. Un rato
después preguntó: —¿Está sufriendo el tesoro
real? No necesito templos dile que deje de
construir tantos templos para mí. Esas estatuas
de oro pueden ser descartadas.
La reina respondió tristemente: —Hijo mío...
Por supuesto que hay algo de la parcialidad de tu
padre en la construcción de templos. Quería
darte lo mejor y hacer que te veas impresionante
en los cielos. Pero, ¿sabes exactamente cuántos
de esos ocho mil templos fueron construidos por
tu padre? No lo sabes, ¿verdad?
Xie Lian realmente no lo sabía y le dio un
pensamiento.
—… ¿la mitad?
—Si tu padre realmente usara los fondos del
tesoro real para construir cuatro mil templos, no
necesitaríamos esperar a que los refugiados

257
YongAn comiencen nada, la capital real se
rebelaría primero —dijo la reina—. Entonces, si el
tesoro real está vacío, ¿de dónde vino todo ese
dinero? Tu padre construyó unos veinte templos
y otros siguieron su ejemplo, muchos de ellos
querían construir también para obtener su lado
bueno, para obtener tu lado bueno, ¿así que eso
también se cuenta como obra de tu padre?
—Yo... —Xie Lian estaba atrapado.
La reina dijo suavemente: —Tu padre no es el
rey más grande, pero... ha hecho todo lo posible.
Solo que, en este mundo, hacer lo mejor que
puedes a veces no es lo suficientemente bueno.
—Después de una pausa, ella agregó: —En este
momento sientes simpatía por los refugiados de
YongAn, así que culpas a tu padre. Pero todos
ellos son su gente, ¿crees que somos nosotros
los que los estamos acosando? En verdad…
A la mitad de sus palabras, la voz enfurecida
del rey sonó desde el interior de la oficina.
—¿QUÉ ESTÁS HACIENDO DICIENDO
COSAS INSERVIBLES PARA EL? ¡HAZLE
SALIR Y VOLVER A LOS CIELOS!
La reina volvió la cabeza hacia atrás y suspiró:
—Hijo mío, no... no desciendas por esto.
Regresa.

258
Después de salir del palacio, Xie Lian siguió un
callejón por la Gran Avenida Marcial y mientras
caminaba, Feng Xin y Mu Qing aparecieron
apurados. En el momento en que Mu Qing se
acercó, le preguntó con incredulidad: —¡Dianxia!
¿Pediste descender al Reino Mortal? ¿Fuiste y le
hablaste al Emperador Celestial?
—Sí —respondió Xie Lian.
—¿Por qué no me lo dijiste primero?
—Preguntó Mu Qing.
Feng Xin estaba desconcertado.
—¿Qué quieres decir? ¿Dianxia tiene que
informar a alguien lo que quiere hacer?
Sin embargo, Mu Qing parecía estar
descontrolándose.
—¿Por qué no? Somos sus subordinados y en
este momento estamos todos unidos. Cada
acción nos afecta, ¿hay algún error en mí que
quiera saber qué planea hacer?
—Tendríamos que seguir a Dianxia no importa
lo que haga de todos modos. Los cielos o la tierra,
él tiene sus planes, ¿de qué tienes miedo? —dijo
Feng Xin.
—¡Tú! —Gritó Mu Qing. —¡No tengo miedo!
Solo soy…
Xie Lian levantó la mano.
—Suficiente. ¡Paren de discutir!
Feng Xin y Mu Qing se calmaron de inmediato.
En ese momento, una larga fila de manifestantes
desfiló por la calle principal y miles de ciudadanos
gritaban: —¡NO HABRÁ PAZ EN EL REINO
HASTA QUE YONG SEA EXTERMINADO!

259
—¡ELLOS HAN IDO DEMASIADO LEJOS
CREANDO ESTE DESORDEN! ¡SON
CANCEROSOS!
La gente de XianLe nunca había sido tan
agresiva con nada y tampoco nunca había habido
una manifestación de protesta tan rugiente. Xie
Lian no pudo evitar pensar algo malo. Feng Xin,
por otro lado, frunció el ceño.
—¿Cómo es que hay una mujer allí?
Efectivamente, en esa multitud desfilando, una
joven lideraba la vanguardia. Esa joven era
delgada, su piel blanca como la nieve, sus ojos
brillantes y negros, sus mejillas enrojecidas no
por timidez sino por rabia; una vista que atrapaba.
Para entonces, Mu Qing se había calmado y dijo
fríamente: —¿Dianxia no la reconoce?
—No —respondió Xie Lian.
Feng Xin frunció el ceño.
—¿Te parece familiar?
—Ella es uno de los catalizadores —dijo Mu
Qing.
—¿Qué catalizador? —Preguntó Xie Lian.
—El catalizador para el enfrentamiento. —Mu
Qing respondió—. Antes, porque había más y
más refugiados de YongAn en la capital real y
algunos incluso iban por ahí causando
problemas, sin ser precavidos, por lo que el
Parlamento estaba discutiendo la cuestión de
expulsión y se difundieron palabras de la misma.
Había un refugiado de YongAn que quería
quedarse y no ser expulsado, por lo que decidió
arriesgarse. Una noche, se coló en la casa de una
familia adinerada y secuestró a su hija.

260
Al escuchar esto, Xie Lian no podía entenderlo.
—¿Por qué secuestraría a la hija de una familia
rica si no quería irse?
Mu Qing le dirigió una mirada.
—Para casarse con ella. Es solo que si no fuera
por medios forzosos, ninguna hija de una buena
familia en la capital real se casaría con una
persona de YongAn.
No lo dijo claramente, pero Xie Lian lo entendió.
Nunca había pensado que era algo que se
podía hacer, que en realidad había personas así
en este mundo. Que algo así sucedió en realidad,
un repentino sentimiento enfermizo subió de su
pecho.
Feng Xin maldijo enojado en el acto.
—¡Despreciable!
En ese momento, un grupo de mujeres se
apresuró, agarrando y tirando de esa joven. A
primera vista, había salido cuando su familia no
estaba prestando atención. Esa joven no cedería,
gritando: —¡No tengo miedo! No tengo nada de
qué avergonzarme, ¡no estaba en el mal!
Feng Xin se sorprendió.
—Esa chica es bastante agresiva.
—Sí. —Mu Qing dijo—. Porque ella no vino de
un trasfondo común. Su padre es un funcionario
de alto rango y su madre provenía de una familia
de comerciantes ricos en la capital real. Se
negaron a sufrir esta vergüenza silenciosamente
y definitivamente no casarían así a su hija por la
vergüenza, por lo que golpearon a muerte al
hombre de YongAn. Poco después, todos los
ricos comerciantes y caballeros de renombre en

261
la capital firmaron una petición, enumerando
todos los crímenes que los refugiados de YongAn
habían cometido desde que entraron en la
capital, e invitaron al rey a encarcelar a todos a
ser castigados severamente. No hay necesidad
de hablar sobre de qué lado se encuentran todos
los funcionarios del gobierno en esto. —Después
de una pausa, dijo con aire casual—. Escuché
que el padre de esa niña una vez quiso que ella
entrara en el harén y luchara por la posición de
Consorte del Príncipe. Dianxia debe haber visto
su rostro varias veces hace mucho tiempo, pero
no la reconoce.
Xie Lian finalmente se dio cuenta de que todo
era mucho más complicado de lo que había
imaginado.
Dos lados de un tumultuoso enfrentamiento se
habían formado durante mucho tiempo dentro y
fuera de la ciudad. Todos los pueblos se
enfurecieron, deseando matar al otro. Si el
decreto del rey era parcial a YongAn, ¿no sería
eso abofetear a los rostros de su propia gente?
Cuando finalmente se tomó la decisión de
distribuir algunos gastos de viaje a los refugiados
de YongAn del tesoro real, probablemente
también había un gran número de residentes que
estaban disgustados.
Lo que era aún más aterrador que un enemigo
disgustado es la insatisfacción del propio pueblo
del reino. Aunque técnicamente todos eran de
XianLe, pero ahora, probablemente muy pocos
pensaban eso.

262
Xie Lian había estado de pie desde lo alto y
hacía mucho que no sabía de los asuntos del
Reino Mortal, pero su padre todavía estaba en el
Reino Mortal. Como rey, necesitaba dinero,
necesitaba personas y en su posición, el estrés,
la presión, el compromiso que necesitaba hacer
entre las personas y los problemas no eran del
mismo calibre que él. Justo como cuando los
refugiados de YongAn llegaron a la tierra, crearon
ruido, robaron y robaron, etc., para un dios
marcial sentado en un templo, todos eran asuntos
pequeños. Sin embargo, para los residentes de la
capital real, todos eran muy reales, inacabables e
intolerables torturas; Una crisis a la espera de
estallar. Pensar que esto era un asunto simple y
trivial era solo porque él no era el que estaba
dentro.
Xie Lian no pudo evitar recordar que los dos
bigotes del rey eran incluso más blancos que la
última vez que lo había visto. La última vez, el rey
dijo que lo iba a teñir, pero probablemente ya no
tenía la energía para preocuparse.
Cuando Xie Lian era más joven, creía
firmemente que su padre era el rey más grande
del mundo. Pero a medida que crecía, más se
daba cuenta de que no era así. Su padre, aunque
rey, no podía decirse que era sabio y competente,
e incluso estaba un poco corrupto, cometiendo
errores a menudo. Quitándole su prestigio, no era
más que un hombre común.
Cuanto más se daba cuenta, más
decepcionado se sentía y el rey también había
notado su decepción. Así, cada vez más, el rey

263
no podía aceptar esa mirada en desacuerdo,
cada palabra en desacuerdo de Xie Lian. Sin
embargo, lo que más no pudo aceptar fue que Xie
Lian viera su fracaso.
Ningún padre en el mundo deseaba que su hijo
viera sus fracasos. Todo padre deseaba que ante
de sus hijos, ellos siempre fueran los más
grandes. Sin embargo, Xie Lian apareció ante él
en un momento como para reprender a su propio
padre: ¡Está haciendo un desastre! Tanto que
tuve que descender para ayudarlo, como rey y
como padre, ¿cómo pudo haberlo soportado al
escuchar eso?
Esa joven fue finalmente llevada por sus
sirvientas y los cientos restantes de residentes
manifestantes continuaron su protesta, agitando
señales y gritando. Solo estaban llorando por una
cosa: —¡MATEN! ¡COMIENCEN LA BATALLA!
¡DEMUÉSTRENLE A LOS REFUGIADOS DE
YONGAN FUERA DE LOS MUROS DE LA
CIUDAD!
Un momento después, Mu Qing dijo: —Dianxia,
es mejor si regresa y se disculpa con el
Emperador Celestial. En este punto, la fortuna, el
tiempo y el lugar están todos perdidos. No forma
de ayudar.
Tal como Jun Wu le había dicho en el Gran
Salón Marcial: El universo tiene su propio ritmo.
Fue como decirle: El momento del reino de
XianLe ha llegado, déjalo ir.
Incluso la reina, su madre, que deseaba día y
noche aunque solo tener un vistazo de él, cuando
finalmente lo vio, le pidió que se fuera con

264
lágrimas en los ojos. ¿Cómo podría Xie Lian no
saber que simplemente no querían que pasara
por esta difícil prueba y preferirían que él vigilara
desde lejos, cuidándose a sí mismo?
Pero, ¿cómo podría él?
—... —Xie Lian dijo con gravedad: —¡No!
Y se marchó.

265
Capítulo 78
Calmar a YongAn; El príncipe heredero
entra al campo de batalla

D
etrás de él, tanto Feng Xin como Mu Qing
estaban en shock y gritaron: —¡Dianxia! —Y
de inmediato se apresuraron también a
protegerse junto a él.
Sin embargo, todos los ciudadanos en toda la
Gran Avenida Marcial ya habían visto al joven de
blanco que apareció justo en el centro de la calle
principal. Los manifestantes se separaron pero
pronto se reorganizaron y una multitud de miles
pronto rodearon a Xie Lian. La primera persona
habló, insegura: —Mi señor... mi señor, ¿es
Dianxia?
El segundo fue dudoso: —¿No ascendió Taizi
Dianxia? Él ya no es mortal, entonces ¿por qué
aparecería aquí?
El tercero gritó: —¡ES ÉL! ¡HACE TRES AÑOS
EN LA CELESTIAL PROCESIÓN CEREMONIAL
LO VI CON MIS OJOS PROPIOS, ES TAIZI
DIANXIA!

266
Cada vez más empezaron a reconocer el rostro
de ese dios marcial que adoraban día y noche y
Xie Lian habló lentamente: —Soy yo. He
regresado.
La gente se volvió loca.
—¡UN DIOS HA DESCENDIDO! ¡UN DIOS HA
DESCENDIDO REALMENTE!
—¡UN SER DIVINO HA REGRESADO AL
REINO MORTAL!
—¡Dianxia debe haber regresado porque ya no
podía tolerar vernos sufrir el abuso de esos
ladrones!
Inmediatamente, hubo quienes lo siguieron,
llenos de esperanza.
—Dianxia, ¿nos guiará mi señor a derrotar a
esos refugiados de YongAn? Es cierto, ¿verdad?
¡Tiene que ser así!
Después de una pausa, Xie Lian respondió
pacíficamente.
—Regresé por el bien de proteger el reino de
XianLe, para proteger a mi gente.
Feng Xin y Mu Qing, que estaban junto a él,
escuchaban atentamente, pero no podían estar
seguros de lo que significaban exactamente esas
palabras, sin embargo, los ciudadanos cuyas
cabezas se enrojecían por la sangre caliente
estaban asimilando y entendiendo lo que querían.
En cuanto a Xie Lian, él tenía sus propias
consideraciones; su corazón latía cada vez más
rápido y apretaba los dientes.
—... ¡Crean en mí! —Apretó los puños y gritó:
—SUS CREENCIAS ME DARÁN MAYOR
PODER, CON ESTE PODER, PROMETO QUE

267
PROTEGERÉ A XIANLE, PROTEGERÉ A LAS
PERSONAS COMUNES. ¡POR FAVOR CREAN
EN MÍ!
La gente había estado esperando ese
momento; todo lo que querían era su promesa, e
inmediatamente estallaron en fervientes vítores,
luego, círculo por círculo, se arrodillaron para
postrarse.
—¡SEGUIREMOS A MI SEÑOR HASTA EL
FIN DE LA TIERRA! ¡SEGUIREMOS A DIANXIA!
—¡PROTEGER XIANLE!
Cuando todos los residentes de la capital real
oyeron que un dios había descendido sobre ellos,
todos salieron a las calles, aunque solo fuera
para presenciar este milagro que podría no llegar
en mil años. Incluso los guardias reales
informados que vinieron apresuradamente no se
atrevieron a ser imprudentes y se unieron a la
multitud postrada. Los tres estaban atrapados en
el medio de la calle principal, incapaces de
moverse y Feng Xin y Mu Qing tuvieron que
mantener el orden, gritando: —¡NO EMPUJEN!
¡DEJEN DE EMPUJAR!
Sin embargo, no fueron muy efectivos. Todos
querían empujar y acercarse a Taizi Dianxia y
tocar incluso un rincón de la manga de este dios
divino del cielo, por lo que parte de su divinidad
los rozaría. Varios generales y soldados
completamente blindados fueron enviados antes
de que la multitud salvaje se separara.
Cuando toda la gente se fue, todo lo que quedó
atrás fue un aire lleno de polvo y huellas sucias

268
que ensuciaban el suelo. Xie Lian notó algo, se
acercó y se agachó para recogerlo.
Era una sola flor. Después de haber sido
pisoteada por muchos, era casi el color de la
suciedad. Solo quedaban unos pocos pétalos
rasgados que aún conservaban su tinte original
de pureza.
Esa fragancia débil no duró y pronto se
dispersó

Después de comprender algunas cosas, esta


vez cuando Xie Lian regresó al palacio, su
temperamento era mucho más suave con el rey.
Así, el rey también se volvió más agradable hacia
él. Habiendo dado ambos un paso atrás, el padre
y el hijo establecieron una paz tentativa entre
ellos. En cuanto al Guoshi Principal, parecía que
ya había esperado que Xie Lian descendiera, por
lo que no dijo mucho sobre el tema.
En el pasado, Xie Lian siempre creía que una
nación poseía un solo corazón y, ante un asunto
grave, todos sin duda seguirían la dirección del
rey. Solo cuando finalmente se sentó a participar,
comprendió completamente cuán irritante era
realmente la posición de un rey. Dentro del
parlamento, los funcionarios se dividieron en
pequeños partidos y cada partido tenía sus
propios planes. En lo que respectaba a la
formación de un acuerdo sobre cualquier asunto,

269
podría llevar hasta una semana de interminable
debate. Todos, cada partido proclamaba que
estaban trabajando para la gente, pero en
realidad, ese podría no ser el caso.
En cuanto a lidiar con los asquerosos
refugiados de YongAn que acampaban fuera de
la fortaleza de la ciudad, los funcionarios tardaron
en llegar a un acuerdo con lentitud. Algunos
abogaron por un exterminio directo y si no
hubiera suficientes razones para hacerlo,
entonces inventaban un poco. Algunos no
estuvieron de acuerdo con eso.
La revuelta de YongAn fue iniciada por un
desastre natural pero surgió por la acción
humana. Esa familia de tres que cayó a la muerte
en las puertas de la ciudad fue el peor catalizador
imaginable; Si a ese oficial del ejército que cortó
la cuerda Lang Ying no le hubiera roto el cuello,
habría sido severamente castigado a su regreso.
En otras palabras, no importaba cuán
complicadas fueran las circunstancias, sin
importar las razones, en la superficie todo se
parecía a la gente común que se rebelaba contra
una autoridad opresiva.
Con las cosas desarrolladas hasta este punto,
un pandemónium completo, invirtiendo más
crímenes para sentenciar, solo provocaría más
repulsión y cualquiera fuera la razón a la que
pudieran llegar no sería capaz de engañar a la
gente. Si tuvieran que desplegar un ejército para
exterminar, sería sin causa y difícil de apaciguar.
Impedir que la gente hablara era tan importante
como prevenir las inundaciones; Una vez que se

270
establecía una reputación de crueldad insensible,
no solo ya no podrían gobernar a la gente, los
reinos cercanos podrían aprovechar la
oportunidad e invadirla bajo la bandera de
erradicar el mal.
Si lo pensaran desde un ángulo diferente, ¿a
qué había que temer? Esos refugiados de
YongAn estaban atrapados en bosques silvestres
sin comida ni armas, ¿cuánto tiempo podría durar
la revuelta? Por lo tanto, la propuesta más
favorecida al final fue esta: si los refugiados de
YongAn se atrevían a atacar, serían asesinados
con cada ataque; si no lo hacían, entonces se les
dejaría en sus propios asuntos para sobrevivir o
morir y XianLe no tendría que desperdiciar un
solo recurso. No había manera de que YongAn
pudiera seguir luchando.
Como dios marcial, el descenso de Xie Lian
naturalmente significaba que tenía que ser
efectivo en el campo de batalla. Por lo tanto, el
ejército había hecho una campaña bulliciosa: el
lado con Taizi Dianxia era el lado de la Justicia;
¡El ejército con Taizi Dianxia era el ejército de
Dios!
No pasó mucho tiempo antes de que un gran
número de jóvenes en el reino se alistaran con
entusiasmo. Causó tal revuelo que incluso las
noticias parecían llegar al campamento de
YongAn. Inicialmente, todavía estaban bastante
activos en sus asedios, pero de repente todo se
detuvo, como si tuvieran miedo y estuvieran
almacenando el poder en silencio. Esto hizo que
los soldados en XianLe se pusieran nerviosos y

271
sin cesar le describieron a Xie Lian lo aterrador
que era Lang Ying, que siempre corría a la
vanguardia. Escuchar ese nombre y recordar el
cadáver de ese bebé de ese día siempre hacía
que Xie Lian se sintiera complicado.
Dos meses después, después de contener la
respiración durante tanto tiempo, los refugiados
de YongAn finalmente volvieron a atacar.
En esta batalla, Xie Lian solo trajo una espada
de luz y ni siquiera usó ninguna armadura. No
pasaron dos horas antes de que terminara la
batalla.
La sangre cubrió el suelo hasta el cielo y en ese
aire lleno de hedor, los restantes guerreros de
YongAn abandonaron sus engranajes y corrieron
frenéticamente. Antes de que los soldados de
XianLe pudieran reaccionar ya estaban rodeados
por innumerables cuerpos muertos y no quedaba
ni un solo enemigo en pie. En cuanto a Taizi
Dianxia, estaba envainando lentamente su
espada, ni una mancha en su manga.
Pasó un momento hasta que se dieron cuenta
de su abrumadora victoria y saltaron, alzando sus
espadas al cielo, gritando de alegría.
Esa noche, los soldados de XianLe celebraron
una fiesta de victoria sobre las torres.
Había pasado mucho tiempo desde que los
soldados se sintieron aliviados; los vítores fueron
infinitos mientras levantaban sus copas para
alabar a Taizi Dianxia. Sin embargo, Xie Lian
rechazó todo el vino y abandonó la fiesta para ir
al borde de una esquina de la torre para sentir la
brisa y la sobriedad.

272
A pesar de que no bebió ni una sola copa de
vino, todavía podía sentir su corazón ardiendo, su
cara ardiente y sonrojada y las yemas de sus
dedos temblaban ligeramente.
Esta fue la primera vez en la vida de Xie Lian
que él había matado. La primera vez y él había
matado a miles.
Meras hormigas.
Esas dos palabras aparecieron en su mente.
Ante su poder, los mortales no eran nada y no
había nadie que pudiera soportar sus ligeros
golpes. Era tan fácil robar la vida de otra persona,
así como la forma en que ese asistente del
palacio había pisoteado a esas hormigas, que
mientras balanceaba su espada, casi perdió el
corazón de la reverencia.
Xie Lian se apoyó contra el muro e inhaló
profundamente, sacudiendo la cabeza para
sacudirse el ruido, observando distraídamente el
destello de chispas en las montañas a lo lejos.
Poco después, se acercaron sonidos de dos
pisadas.
Incluso sin volver la cabeza, sabía quiénes
eran. Xie Lian preguntó: —¿No van a beber y
celebrar un poco?
Mu Qing dijo: —¿Qué hay para celebrar? No es
una situación optimista.
Al escuchar esto, Xie Lian se dio vuelta.
—¿Ustedes también se dieron cuenta?
Realmente no era una situación optimista.
Aunque ganaron esta ronda, en realidad, este
ataque fue más fuerte que cualquier ataque
anterior de YongAn.

273
No solo aumentaron sus números, sino que
también mejoraron significativamente su
formación, armas, administración habían
mejorado significativamente. De hecho, había
muchos que estaban equipados con armaduras.
Aunque aún simples y patéticas ya tenían la
forma de un ejército formal. Sería difícil creer que
en realidad fueron hechos por un don nadie.
Mu Qing se cruzó de brazos y frunció el ceño.
—Los entornos extremos sin duda hacen que
uno mejore rápidamente, pero no importa lo difícil
que sea la situación, no se puede crear algo de la
nada. Algo no está bien.
Feng Xin fue aún más contundente y dijo
claramente: —Deben haber ganado refuerzos.
Xie Lian asintió. Mu Qing agregó: —Yo
tampoco creo que ninguno de esos soldados se
haya dado cuenta. Pero todavía están celebrando
solo porque te tienen de su lado y creen que
ganarán con seguridad.
Xie Lian no pensó mucho en eso y dijo: —Es la
primera batalla conmigo y ganamos. Está bien
dejar que se regocijen un poco. Solo piensa en
ello como un estímulo.
Feng Xin dudó, pero aun así preguntó:
—Dianxia, no se ve tan bien. ¿Sigues creando
lluvia en YongAn?
—Sí —respondió Xie Lian.
La desaprobación aparentemente apareció en
la cara de Mu Qing.
—Disculpe mi franqueza, pero es inútil crear
lluvia ahora. Ese es el verdadero agujero sin
fondo. Dianxia, incluso si la sequía en YongAn

274
puede aliviarse por completo, es probable que la
multitud que se encuentra fuera de las murallas
de la ciudad todavía no desaparezca.
—Lo sé. —Xie Lian dijo—. Pero mi lluvia
generadora no tenía la intención de hacer que
esas personas retrocedieran. Es para aquellos
que permanecieron en YongAn no mueran de
sed. Este fue mi objetivo original y no cambiará
para nada.
Feng Xin todavía estaba preocupado.
—¿Estás bien aguantando?
Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros.
—No te preocupes. ¡Tengo ocho mil templos!
Hay suficientes devotos, por supuesto que estoy
bien. Pero…
Su otra mano rodeó los hombros de Mu Qing y
Xie Lian suspiró.
—Gracias a Dios que ustedes dos ayudaron
hoy. Gracias por estar a mi lado.
Hoy en el campo de batalla, sus dos asistentes
sufrieron mucho más que él, sus cuerpos
cubiertos de sangre y mugre por todos los
asesinatos.
—No hay necesidad de decir esas cosas —dijo
Feng Xin.
Mu Qing exprimió vagamente un sonido: —Oh.
Xie Lian oprimió, acercando a los otros dos y
dijo con seriedad: —No solo por hoy, sino por
siempre, muchas gracias. Espero que la vista de
los tres juntos luchando se convierta en un cuento
de siglos.
—...
—...

275
Un momento después, Feng Xin se echó a reír
y Mu Qing dijo con incredulidad: —Descubrí que
siempre logras decir eso... con tan descarada
confianza. Realmente eres... —Él negó con la
cabeza—. No importa.
Los labios de Xie Lian finalmente se curvaron
hacia arriba. Pero la sonrisa no duró mucho
cuando de repente se congeló.
—¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!
SCHWING y la espada de Xie Lian estaba
desenfundada. Agitó su espada y sacó una
sombra de la esquina del muro.
Esa persona había estado escondida en la
esquina durante mucho tiempo, aguantando la
respiración y no había sido notada. Inicialmente,
Xie Lian solo había querido apuntarle al cuello
con la punta de su espada para asustarlo, pero
ese día había estado matando de forma
demasiado agresiva en el campo de batalla, sus
brazos aún temblaban y sus manos perdían el
control. El simple movimiento fue demasiado
poderoso y tiró a esa persona directamente sobre
el muro.
A la luz de la luna, en el aire, los tres pudieron
ver claramente que el uniforme y el equipo de esa
persona pertenecían a su ejército y que parecía
ser un niño de quince o dieciséis años. Un suspiro
más tarde cayó hacia abajo, su forma
desapareció debajo. Al ver que esa persona
estaba a punto de caer por la pared, Xie Lian
gritó: ¡oh no! mentalmente y saltó fuera.
Su pie se enganchó al borde del muro, su
cuerpo se inclinó hacia abajo y rápidamente

276
extendió un brazo para tirar y logró agarrarse del
brazo del otro. El cuerpo de ese joven soldado
colgó en el aire y se balanceó varias veces antes
de que él mirara hacia arriba. Al tomar prestada
la tenue luz de la luna, Xie Lian vio su rostro y sus
ojos se ensancharon un poco.

277
Capítulo 79
Sobre el Monte BeiZi; El príncipe heredero
cae en el nido del demonio

E
l repentino salto en el aire de Xie Lian fue
ciertamente alarmante, pero sus dos
ayudantes estaban más que conscientes de
lo capaz que era y por lo tanto Mu Qing no se
movió, pero Feng Xin se acercó igual y lo ayudó
a levantarse. Xie Lian solo usó un poco de fuerza
para jalar y ese joven soldado fue arrastrado, los
dos cayeron con los pies apoyados en la pared
de la torre.
—¿De qué tropa vienes? ¿Por qué te escondes
aquí? —Preguntó Xie Lian.
Los brazos y la cabeza de ese joven soldado
estaban envueltos en vendas, e incluso había
manchas de sangre en ellos, que parecían estar
cubiertas de heridas. No era nada extraño;
después de la batalla de hoy había muchos
soldados heridos que estaban envueltos así. Sin
embargo, que se escondiera en las sombras sin
hacer un sonido era altamente sospechoso.

278
—Podría ser un espía de YongAn, átalo e
interrógalo —dijo Mu Qing.
Xie Lian también lo sospechaba, pero la capital
real estaba rigurosamente protegida y las
posibilidades de que los enemigos se
escabulleran eran pocas, a menos que fuera el
mismo Lang Ying. Sin embargo, este joven
soldado era claramente un niño apenas mayor de
edad.
Feng Xin, sin embargo, estaba desconcertado.
—Dianxia, ¿no recuerda a este mocoso?
Durante el día de hoy, siguió atacando para
pelear frente a ti, en esa formación que estaba
adelante.
Xie Lian se sorprendió un poco.
—Oh, ¿en serio?
En medio de los asesinatos durante el día, no
tuvo tiempo de darse cuenta de nada más, solo
que si alguien levantaba una espada para luchar
contra él, se balanceaba para contraatacar. Ni
siquiera se molestó en buscar a Feng Xin o Mu
Qing, así que, ¿cómo notaría a otros soldados?
Feng Xin estaba seguro.
—Lo es. Recuerdo a este mocoso. Su ataque
era bastante agresivo, como si no le importara en
absoluto su vida.
Al escucharlo, Xie Lian miró al joven soldado
con cuidado. Por alguna razón, ese chico se
mantuvo más alto, con los hombros cuadrados y
la cabeza levantada, como si estuviera un poco
rígido, pero también como si estuviera parado en
posición de atención.

279
Mu Qing comentó: —Entonces no debería estar
escabulléndose aquí escondido, ¿quién sabe si
está aquí para espiar o escuchar?
Incluso si eso fue lo que dijo, también relajó su
guardia. Esto se debió a que la campaña del
ejército de XianLe promocionando el 'Ejército de
Dios, Santa Cruzada', hubo un gran número de
jóvenes que se alistaron para seguir a Xie Lian,
muchos de ellos igualmente jóvenes y la mayoría
eran fieles adoradores. Crecieron adorando sus
estatuas divinas, escuchando sus historias de
valor y querían acercarse en secreto, aunque
solo fuera para echar un vistazo al dios marcial.
No era la primera ni la segunda vez que sucedía,
así que no era nada especial.
—Está bien, fue una falsa alarma —dijo Xie
Lian. Luego se volvió hacia ese joven soldado y
le dijo calurosamente: —Debo haberte asustado
ahora mismo. Lo siento.
Sin embargo, ese chico no se veía asustado y
solo se enderezó.
—Dianxia…
Sin embargo, se detuvo y de repente se movió
hacia a Xie Lian.
Xie Lian pensó que quería emboscarlo y se
apartó de inmediato para esquivarlo, su mano
alcanzó la espada para golpear. Con su fuerza,
solo un golpe y ese chico sin duda moriría en el
acto. Pero justo en ese momento, de repente
sintió una ráfaga de aire frío detrás de él. Su
mano cambió de rumbo bruscamente y giró para
atraparla y atrapó una flecha que apuntaba hacia
su espalda.

280
Resultó que el chico corrió para cubrirlo porque
vio un parpadeo de esa flecha volando por el aire.
La espalda de Xie Lian estaba apoyada contra el
borde del muro y, después de haber sido atacado
desde atrás, no se asustó en lo más mínimo, sino
que saltó a la pared para mirar hacia abajo.
En los vastos campos que se encontraban ante
las puertas de la ciudad, podía ver débilmente la
figura solitaria de un hombre que se encontraba
en la lejanía y debido a que vestía ropa de color
oscuro y se mezclaba con la noche, era difícil
verlo. Feng Xin estuvo instantáneamente al lado
de Xie Lian, sacó su arco y disparó. Sin embargo,
parecía que el hombre ya había calculado la
distancia y estaba fuera de su alcance. Esa flecha
que disparó atrajo la atención de Xie Lian, por lo
que lo saludó y luego se volvió rápidamente para
irse sin decir una palabra. Cuando la flecha de
Feng Xin llegó a él ya era demasiado tarde y solo
se clavó detrás de los pies de ese hombre por
centímetros.
Furioso, Feng Xin golpeó la pared y los
escombros se derrumbaron.
—¡¿QUIEN ERA ESE?!
—¿Quién más podría ser? ¡Lang Ying! —Gritó
Xie Lian.
Los soldados de XianLe también notaron algo
extraño y comenzaron a gritar, corriendo, pero
por precaución, no abrieron las puertas de
inmediato para dar caza y en cambio informaron
a los superiores para que dieran instrucciones.
Lang Ying saludó con la mano y se fue después
de disparar esa flecha, como si viniera

281
especialmente a saludar a Xie Lian. Mu Qing
frunció el ceño.
—¿Por qué vino? ¿Eso fue una declaración?
Feng Xin dijo enojado: —En el frente de batalla
de hoy YongAn fue completamente derrotado y él
mismo apenas escapó de las manos de Dianxia,
así que, ¿qué puede declarar?
Xie Lian, sin embargo, sintió que la flecha en su
mano tenía algo más atado alrededor de ella y
cuando la llevó a la luz del fuego para ver, era un
pedazo de tela rasgada que parecía provenir de
una túnica de brocado verde. Incluso había
rastros de sangre húmeda en la tela y cuando la
desdobló, había un garabato de la palabra; Qi.
Xie Lian inmediatamente agarró esa tela y dijo:
—¿Dónde está Qi Rong? ¿¡Qi Rong no está en
el palacio?!
Feng Xin se dirigió a los soldados cercanos.
—¡Vayan rápidamente al palacio y confirmen!
Los soldados se fueron inmediatamente. Esa
tela era, de hecho, un rincón de la manga de la
túnica favorita de Qi Rong y Lang Ying era
conocido por su sigilo, por lo que había una alta
probabilidad de que Qi Rong hubiera sido
secuestrado. Las cosas no se podían retrasar.
Xie Lian dijo: —Voy a buscarlo. —Al ver que
Feng Xin regresó, agregó: —Ustedes dos vigilen
las puertas de la ciudad pero no hagan ningún
movimiento. Esto podría ser una trampa.
Feng Xin se encogió de hombros con su arco
en la espalda.
—¿No vas a llevar a nadie?

282
Si no hubo ningún ataque importante por parte
de YongAn, Xie Lian no quería que XianLe
desplegara soldados primero. Si Qi Rong hubiera
caído en manos enemigas, Xie Lian podría traerlo
de vuelta, pero si traía una tropa consigo,
causaría un gran revuelo y no sería solo uno o
dos muertos. En este momento, Xie Lian quería
minimizar cualquier problema.
—No. No pueden hacerme nada.
Luego, empujó la pared ligeramente y saltó,
aterrizando suavemente en el suelo y se lanzó
rápidamente en la dirección en que Lang Ying se
retiró. Después de correr un rato, escuchó pasos
detrás de él y cuando giró la cabeza para mirar,
vio a ese joven soldado. Xie Lian le gritó: —No
necesito ayuda, ¡vuelve!
Ese chico negó con la cabeza. Xie Lian volvió a
intentar: —¡Vuelve!
Y aceleró, dejando a ese chico tan atrás en un
instante, que ya no se lo podía ver.
Después de correr por cinco, seis millas, llegó
a la cima de una montaña. Esta montaña no era
empinada y era más como una colina, por lo que
se llamaba el Monte BeiZi12. Según los
exploradores, la colina de Beizi estaba cubierta
de follaje y en la noche profunda, había ruidos
extraños alrededor del bosque oscuro, como si
hubiera innumerables criaturas observando. Xie
Lian se adentró más en la montaña y buscó con
la respiración contenida durante mucho tiempo
hasta que, de repente, vio a lo lejos la forma de
12
BeiZi significa espalda pequeña.

283
una larga forma humana colgada de un árbol.
Miró de cerca y gritó: —¡Qi Rong!
De hecho era Qi Rong. Lo colgaron boca abajo
de un árbol, como si lo hubieran golpeado hasta
dejar una masa sangrienta y se desmayara, su
nariz sangrando hacia abajo y uno de sus ojos
estaba ennegrecido. Xie Lian desenfundó su
espada y cortó esa cuerda, atrapó al caído Qi
Rong y le abofeteó la cara. Qi Rong recuperó la
conciencia y gritó en el momento en que lo
reconoció.
—¡Primo príncipe heredero!
Xie Lian solo estaba aflojando su atadura
cuando sintió frío detrás de su espalda e
inmediatamente giró su espada hacia atrás.
Volvió la cabeza y era Lang Ying, con una espada
larga en la mano, lanzándose hacia él.
Los dos se enfrentaron un par de veces y no
pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian tirara
la espada de Lang Ying. Entonces Xie Lian le dio
una patada en las piernas, haciendo que se
tropezara y llevó la espada a la garganta para
terminar la pelea.
—Sabes que no eres mi igual, deja de pelear.
Se enfrentaron más temprano ese mismo día
en el campo de batalla y todos los que cargaron
contra Xie Lian fueron asesinados, excepto Lang
Ying, quien aún sobrevivió después de
enfrentarse a la espada de Xie Lian y arrastró a
los heridos. Cualquiera podía ver que Lang Ying
era el líder de esos refugiados YongAn y Xie Lian,
que le decía que dejara de luchar, naturalmente
tenía un significado más profundo.

284
—Mientras ustedes no transgredan, les
prometo que los soldados de la capital real no los
atacarán. Tomen el agua y las raciones.
Váyanse.
Lang Ying se recostó en el suelo y lo miró
fijamente a los ojos, esa mirada lo hacía sentir
incómodo. Él dijo: —Dianxia, ¿cree que lo que
está haciendo es correcto?
Xie Lian se congeló.
Junto a él, Qi Rong dijo: —¡Basura! ¿Sabes
quién es el primo príncipe heredero? ¡Es un dios
de los cielos! Si no está en lo correcto, ¿crees que
ustedes los perros traidores están en lo correcto?
—¡Qi Rong, tranquilo! —Gritó Xie Lian.
La pregunta que Lang Ying planteó, no la pudo
responder. En el fondo, sintió que algo no está
bien con lo que había hecho. Pero, este era el
mejor curso de acción que podía pensar. Si no
protegía a XianLe, la defendía contra la
transgresión, ¿podía realmente permitir que los
rebeldes de YongAn asaltaran libremente una y
otra vez, incluso invadir la capital real?
Si solo uno o dos le atacaran con sus espadas,
él podría con solo tocarlas ligeramente golpearlos
hasta dejarlos inconscientes para acabar con las
cosas. Pero en el campo de batalla, las espadas
eran despiadadas y no había manera de que él
pudiera tener la energía para simplemente
eliminar a todos. Él solo podía dejar de sentir y
atacar con la espada. La pregunta de Lang Ying
había despertado esa voz dentro de sí,
preguntándole: ¿Crees que lo que estás
haciendo es correcto?

285
Qi Rong no tuvo este dilema y siguió hablando.
—¿Qué dije mal? ¡Primo ya que estás aquí,
apúrate y mata a todos ellos tercos ladrones! Un
grupo de ellos me dio una paliza, ¡y yo solo era
una persona!
Qi Rong había sido una figura de arrogancia
dominante dentro de la capital real y
naturalmente, muchos de los que lo odiaban eran
de YongAn, por lo que ciertamente aprovecharon
esta oportunidad para vengarse. Por supuesto,
más que muchos de XianLe también lo odiaban.
Xie Lian no tuvo tiempo para él y le dijo a Lang
Ying: —¿Qué quieres? Si quieres lluvia, lloverá
en YongAn. Si quieres oro, empujaré las estatuas
doradas y te las daré. Si quieres comida yo...
pensaré en una manera. Solo, no empieces una
guerra. ¿No podemos resolver esto juntos y
encontrar un tercer camino?
Xie Lian soltó esas palabras a pesar de ser él y
Lang Ying podría no entender lo que significaba
el tercer camino, pero respondió sin dudarlo.
—No quiero nada y no necesito nada. Lo único
que quiero es que el reino de XianLe deje de
existir en este mundo. Necesito que
desaparezca.
Su tono era plano, pero sus palabras eran frías.
Un momento después, Xie Lian dijo con
gravedad: —... si traes personas para atacar, no
podré sentarme y mirar. No tienes ninguna
posibilidad de ganar. ¿Debes hacer esto incluso
si los de YongAn que te siguen morirán?
—Sí —dijo Lang Ying.
—...

286
Su respuesta fue tan tranquila, tan firme, que
mientras los nudillos de Xie Lian se agrietaban,
no podía decir nada a cambio.
Lang Ying enunció cada palabra: —Sé que eres
un dios. Está bien. Incluso si eres un dios, no
puedes hacerme parar.
Xie Lian sabía que lo que Lang Ying dijo era
verdad. Simplemente porque lo que estaba en su
tono de voz era más que familiar para él, era la
determinación de alguien impregnado de justicia
y rectitud. Cuando le dijo a Jun Wu; incluso si los
cielos dicen que debo morir, ¡su determinación
interna era exactamente la misma que la de Lang
Ying en este preciso momento!
Las palabras de Lang Ying no fueron diferentes
a una proclamación de que continuaría llamando
a la interminable gente de YongAn a continuar
atacando sin cesar. Entonces, Xie Lian supo lo
que debía hacer.
La espada en la mano de Xie Lian se sostuvo
con una mano, pero ahora la agarró con ambas
manos. Justo cuando estaba a punto de perforar
la garganta de Lang Ying con sus manos
temblorosas, de repente se escuchó un sonido
extraño detrás de él y luego una carcajada.
Que alguien pudiera aparecer sin sonido y sin
previo aviso, Xie Lian se sobresaltó y cuando
miró hacia atrás, sus ojos se agrandaron.
Por lo general, aquellos que aparecían en un
momento como este tenían más probabilidades
de ser soldados enemigos y tal vez innumerables
espadas ya estaban apuntando hacia él, pero no

287
esperaba que detrás de él hubiera una figura tan
extraña.
Esa persona llevaba un traje funerario blanco
mortal, su rostro tenía una máscara blanca mortal
y esa máscara era extremadamente extraña, con
la mitad de la cara llorando, la otra mitad
sonriendo. Estaba sentado en una enredadera
colgada entre dos árboles y ese sonido crujiente
vino de él al balancear esa enredadera de un lado
a otro como un columpio. Cuando vio a Xie Lian
mirar hacia atrás, levantó las manos y lentamente
aplaudió, con una carcajada que salía de sus
labios, levantando el pelo en la espalda de Xie
Lian.
—¡¿Qué eres?! —Dijo Xie Lian bruscamente.
Usó: qué, porque sus instintos le decían que
esa cosa no era humana.
Justo en ese momento, Xie Lian notó
repentinamente que la sensación de la espada en
sus manos estaba mal y Qi Rong gritó al mismo
tiempo y cuando se dio la vuelta para mirar, el
suelo delante de él estaba completamente abierto
en una zanja profunda y Lang Ying, quien yacía
en el suelo, estaba siendo tragado por esa
brecha. El suelo estaba cerrando rápidamente la
boca y, sin pensarlo, Xie Lian perforó en el
corazón de la tierra.
Solo cuando sintió que la punta de su espada
solo tocaba el suelo y no perforaba ninguna
carne, Xie Lian se dio cuenta de que había fallado
en matar a Lang Ying, pero no podía decir si se
sentía arrepentido o aliviado. Justo en ese
momento, ese ser vestido de blanco comenzó a

288
cacarear de nuevo y Xie Lian levantó su espada
y la lanzó hacia él.
Ese golpe fue tan rápido como un relámpago,
penetrando a través de ese ser, clavándolo en el
árbol y que se derrumbó en el suelo sin emitir un
solo sonido. Xie Lian se apresuró a comprobar,
pero solo vio un montón de túnicas blancas en el
suelo. ¡El que llevaba la túnica había
desaparecido en el aire!
La aparición y desaparición de ese ser fueron
increíblemente peculiares. Xie Lian estaba en
shock y no se atrevió a bajar la guardia.
Cogiendo a Qi Rong del suelo con una mano,
dijo: —Vamos.
Sin embargo, Qi Rong se quejó: —¡No nos
vayamos! ¡Primo, prendamos fuego a esta
montaña, primo! Hay un grupo de esos YongAn
en esta montaña, esos radicales burdos que no
dejan las puertas de la ciudad se esconden aquí,
¡prendamos fuego e incineremos este lugar!
Xie Lian lo arrastró con una mano por cierta
distancia, sintiendo el aura demoníaca alrededor
de ellos cada vez más pesada, como si
innumerables ojos los estuvieran mirando. Él dijo:
—¿No viste lo extraño que era ese ser justo
ahora? No debemos quedarnos.
—¿Y qué? —Qi Rong dijo—. ¡Eres un dios!
¿No tienes miedo de esos pequeños demonios?
¡Si se atreven a obstruirte, entonces mátalos!
—Volvamos primero —dijo Xie Lian.
Al escuchar que Xie Lian no le estaba
prestando atención y que no iba a incendiar la
montaña, los ojos de Qi Rong se hincharon.

289
290
—¿POR QUÉ? ESAS PERSONAS ME
PEGARON HASTA LA MÉDULA Y QUIEREN
ANTAGONIZARNOS. LO ESCUCHASTE. ¡ÉL
DICE QUE QUIERE ANIQUILAR A XIANLE!
¡QUIERE ANIQUILAR NUESTRO REINO! ¿POR
QUÉ NO LOS MATAS A TODOS COMO LO
HICISTE HOY EN EL CAMPO DE BATALLA?
Xie Lian inhaló y gritó enojado.
—¿¡Por qué solo piensas en matar, matar,
matar en tu cabeza!? ¡Los soldados y los civiles
son diferentes!
Qi Rong respondió: —¿Cuál es la diferencia?
¿No son todas personas? ¿Matar a cualquiera de
ellos no es lo mismo?
Era como si apuñalara a Xie Lian donde dolía y
una explosión de ira se acumuló.
—¡TÚ...!
Justo en ese momento, sintió que algo se
apretaba alrededor de su tobillo y cuando miró
hacia abajo, una mano hinchada se asomó entre
los arbustos y agarró su bota.
Al mismo tiempo, se escucharon innumerables
ruidos que caían delante de ellos y varias formas
humanas cayeron de los árboles como la lluvia,
paralizados en el suelo, incapaces de levantarse.
A pesar de que tenían la forma de seres
humanos, eran débiles como innumerables
gusanos de carne gigantes, que se retorcían
lentamente hacia ellos.
Qi Rong gritó de miedo: —¿QUIÉNES SON?

291
Xie Lian cortó esa mano con su espada y dijo
con gravedad: —¡No son personas, son binus!13
En el pasado, Xie Lian nunca había oído hablar
de su aparición en ninguna de las montañas
cercanas a la capital real, e incluso si hubiera
algún tipo de monstruos o demonios,
generalmente los exterminaban rápidamente los
cultivadores del Sagrado Pabellón Real. Lo que
significaba que estos binus fueron soltados
intencionalmente por alguien.
Xie Lian nunca había esperado que esta guerra
involucrara algo inhumano. Recordando lo
ocurrido, creía cada vez más que esas cosas
estaban aliadas con Lang Ying y que el secuestro
de Qi Rong no era más que para atraerlo. Sin
embargo, no tenía tiempo para pensar en el
momento. Cada vez que agitaba su espada,
podía cortar de siete a ocho binus por la mitad,
pero cuando aparecían, generalmente vienen en
manada. Efectivamente, a su alrededor, los
arbustos y los árboles empezaron a susurrar,
agitándose cada vez más y más y más formas
borrosas y carnosas salieron, dirigiéndose hacia
Xie Lian sin cesar. Podía matar a diez con un solo
golpe, pero veinte los reemplazarían. Justo
cuando Xie Lian golpeaba interminablemente, un
binu en un árbol se estrechó hacia la espalda de
Xie Lian, ¡y saltó para luchar!
Inesperadamente, antes de que se acercara,
fue cortado por un destello de una llamarada. Qi
13
No es una palabra en español o inglés, es la pronunciación del chino 鄙奴.
鄙 significa inferior y 奴 significa esclavo.

292
Rong no tenía armas sobre él, por lo que no pudo
haber sido él. ¡Xie Lian se volvió para mirar y vio
que el que tenía una espada era ese joven
soldado!
Xie Lian lo dejó atrás junto a las puertas de la
ciudad, pero en realidad lo siguió y lo encontró.
Ese chico llevaba una espada desgastada y
derribó una serie de binus, muy eficazmente.
Esas cosas se arrastraron y emitieron un fluido
corporal espeso y pegajoso y Qi Rong estaba
llorando por lo repugnantes que eran. Pisó la
cabeza de uno que parecía débil y notó que la
criatura no era exactamente aterradora y dijo
abatido: —¿Entonces no son tan
impresionantes?
Sin embargo, poco sabía, los binus solían
aparecer junto a males más violentos y crueles.
Xie Lian se mordió los labios y se hirió la piel,
usando dos dedos de su mano derecha para
sumergir la sangre, luego la manchó en su hoja.
Luego metió la espada en las manos de Qi Rong:
—¡Ustedes dos, tomen esta espada y váyanse!
Nada se atreverá a acercarse. No vuelvan
aunque escuchen algo. Recuerden, ¡no miren
atrás!
Qi Rong protestó: —¡Primo! Yo…
Xie Lian lo interrumpió: —Los poderosos están
justo detrás de ellos. No podré cuidarte una vez
que aparezcan. ¡Es mejor si regresas e informas!
Qi Rong dejó de hablar y corrió frenéticamente
con la espada. La espada sagrada en sus manos
tenía la esencia de la divinidad de Xie Lian y, a lo
largo del camino, ningún binu u otros males se

293
atrevían a acercarse, su camino estaba libre y
desapareció rápidamente. Sin embargo, ese
joven soldado aún no se movía y el propio Qi
Rong ya se había ido. Xie Lian no tenía otra
espada de protección sagrada para darle y solo
podía usar sus palmas para disparar golpes
espirituales, creando explosiones. Ese chico
también cooperó vigorosamente y después de
una hora, todos los binus fueron exterminados.
Un suelo lleno de fluidos pegajosos y
cadáveres, el hedor era sofocante. Después de
asegurarse de que ni un solo binu escapara, Xie
Lian calmó el aliento y se dio la vuelta, hablando
con ese chico: —Eres bastante bueno con la
espada.
Ese chico agarró su espada con más fuerza y
aunque estaba resoplando al principio,
instantáneamente se puso de nuevo en atención.
—Sí, sí señor.
—No te estoy dando órdenes, ¿por qué dices
sí señor? —Xie Lian dijo—. Cuando te ordené
que regresaras antes, ¿por qué no dijiste, sí
señor?
—¡Sí, señor! —Respondió ese muchacho, pero
luego se dio cuenta de que su respuesta era
extraña y se mantuvo aún más rígido.
Xie Lian negó con la cabeza, reflexionó y de
repente sus labios se curvaron hacia arriba.
—Pero, estás mejor preparado para un sable.

294
Notas de la autora MXTX

Hua Hua todavía no tiene catorce años, pero


debido a la pubertad, creció rápidamente en
altura y ya no parece un cachorro triste, ¡por eso
Xie Lian no lo reconoció!

295
296
Capítulo 80
Tierra del afecto; cuerpo dorado
presionado contra el deseo (parte uno)

E
se chico estaba sorprendido.
—¿Por qué?
Xie Lian recordó los golpes y movimientos de
ese chico cuando mató a esos binus y
casualmente presumió algunas maniobras.
—Nunca has usado un sable, ¿verdad? Usas
una espada, pero la espada es engañosa.
Aunque es extremadamente rápida y agresiva,
todavía es bastante restrictiva, difícil de extender.
Si nunca ha usado un sable, inténtelo la próxima
vez. Creo que podrías ser aún más fuerte con
eso.
Si alguna vez Xie Lian veía a alguien con una
habilidad notable en las artes marciales, no
podría dejar de querer acercarse y hablar. No era
una crítica de ningún tipo, estaba realmente muy
interesado y quería intercambiar ideas. Debido a
que poseía una rica experiencia en artes
marciales, muchas veces no tenía que pensar;
solo una mirada y él podría darse cuenta de los

297
detalles. Incluso si él no pudiera explicar por qué
lo que era, aún sentiría que debía ser así. Por lo
general, por respeto a su estado, la gente
escuchaba, pero había muy pocos que realmente
prestaban atención. Sin embargo, ese chico
escuchó atentamente, engulló sus sugerencias y
miraba la espada en su mano de vez en cuando.
Xie Lian divagó unas pocas palabras antes de
que repentinamente se escucharan más ruidos
desde el bosque como si algo se estuviera
arrastrando rápidamente y Xie Lian
inmediatamente recordó que todavía estaban en
peligro y realmente no era el momento ni el lugar
para emocionarse. De inmediato volvió a ponerse
serio.
—Quién sabe si podría haber más maldad en
esta montaña. Este lugar necesita una limpieza
profunda.
Ese chico asintió vigorosamente y le entregó
esa espada de acero a Xie Lian con ambas
manos.
Xie Lian negó con la cabeza.
—Solo defiéndete. No te fuiste antes y ahora no
hay manera de que te vayas. Haré todo lo posible
para protegerte, pero mantente alerta.
Justo en ese momento, los arbustos crujieron y
algo saltó bruscamente. Xie Lian agitó su muñeca
para disparar una ráfaga de su palma y ésta
golpeó rápidamente. Un grito terrible y esa cosa
dejó de moverse. Había un fuerte hedor a sangre
y Xie Lian estaba desconcertado: si se tratara de
un binu, entonces, después de haber explotado,
filtrarían fluidos corporales pegajosos y la

298
viscosidad era tal que el olor a sangre
generalmente no se emitiría, por lo que se acercó
a comprobar.
Haciendo a un lado los arbustos, de hecho
había un gran binu en el suelo, esparcido en
varios pedazos por la explosión, pero ese hedor
de sangre no provenía de él, sino de algo en su
boca: era un trozo de piel ¡Una cabeza humana
con largos pelos todavía pegados!
Los binus eran carroñeros que buscaban restos
y por su aspecto, un humano había sido
asesinado. Dejó pequeñas gotas de sangre en su
camino entre los arbustos, Xie Lian lo siguió de
inmediato y ese joven soldado lo siguió de cerca.
Cuanto más caminaban, más gruesas se volvían
las manchas de sangre y más fuerte el hedor.
Pronto, escucharon gritos que sonaban débiles e
impotentes.
Ese pequeño soldado levantó su espada y
corrió frente a Xie Lian para protegerlo, pero Xie
Lian lo empujó hacia atrás. Pasando por un
campo de arbustos de flores, una cueva semi-
grande apareció ante ellos.
Esa cueva probablemente era el lugar de
descanso de algunos transeúntes, pero ahora,
los cadáveres tapizaban el suelo y de veinte a
treinta binus estaban trepando sobre esos
cadáveres, masticando hasta el contenido de su
corazón. También había varios de ellos rodeando
a una joven. Esa joven mujer parecía sentir dolor,
sus tripas se abrían, sus entrañas se derramaban
por todas partes, pero ella todavía estaba viva.
Parecía que podría haberse estado vistiendo, una

299
flor roja brillante estaba en el pelo; la sangre
fresca complementó esa flor carmesí y la imagen
parecía particularmente cruel.
Esos binus estaban lamiendo sus órganos
frescos, listos para masticar, pero al escuchar los
sonidos de alguien que se acercaba, todos se
giraron para mirar y atacaron en su dirección. Xie
Lian lanzó un golpe de su palma sin parpadear y
los mató a todos antes de revisar los cadáveres
inmediatamente después. Entre los cadáveres
estaban hombres y mujeres, viejos y jóvenes, con
el rostro pálido y su atuendo simple. Sin duda,
eran civiles de YongAn y Xie Lian no pudo evitar
sorprenderse.
Había pensado que la aparición repentina de
monstruos y demonios era provocada por ese
extraño ser vestido de blanco. Ese ser vestido de
blanco salvó a Lang Ying, así que debían ser
aliados, pero entonces, ¿cómo es que esos binus
se daban un festín con esos civiles de YongAn?
Las criaturas no humanas nunca formarían un
pacto con los humanos sin ninguna razón,
entonces ¿esto significaba que esta era la
condición que Lang Ying aceptó para la alianza?
¿Fueron las vidas de sus seguidores sus fichas
de negociación?
Esa joven estaba llena de dolor y terror, la
sangre brotaba de sus labios y sollozaba: —No
me mates, no hice nada malo, ¡no me mates!
A pesar de sí mismo, Xie Lian recordó a esa
familia de tres que murió debajo de las murallas
de la ciudad; ¿Y qué pecados habían cometido?

300
Se arrodilló y se inclinó, se acercó y habló con
voz suave y calmada.
—No te asustes. No hay nada que temer,
estamos aquí para salvarte.
Sin embargo, ese pequeño soldado apuntó con
su espada a la joven.
—Dianxia, tenga cuidado. Ella podría ser un
espíritu maligno de las montañas profundas.
Por supuesto, Xie Lian sabía que era una gran
posibilidad, pero después de mucha
consideración, todavía sentía que no podía
dejarla sola, por lo que siempre que fuera
prudente debería estar bien. Sintió el pulso de
esa joven, revisó la palma y los dedos en busca
de huellas, e instantáneamente confirmó que ella
era realmente una humana y que nunca había
practicado artes marciales, con los brazos flojos
y sin poder. Inmediatamente comenzó a tratarla.
Sacó una botella de medicina de su manga, abrió
el corcho y un humo blanco y débil se impregnó
lentamente, su olor era fragante.
Esa medicina podría frenar temporalmente
cualquier veneno y era increíblemente eficaz
contra las heridas. Xie Lian no fue tacaño con la
medicina y agotó toda la botella con ella.
—¿Te sientes mejor?
Las heridas de esa joven eran pesadas y
terribles de ver, pero después de oler ese humo,
algo de sangre regresó a su rostro y ella asintió
débilmente con la cabeza.
—¿Eres de YongAn? ¿Cómo sucedió esto?
—Preguntó Xie Lian.
Las lágrimas rodaron por el rostro de esa joven.

301
—Yo, yo soy. Tampoco sé cómo llegó a
suceder esto. Todosss, todo solía estar bien, pero
de repente, mi padre murió, mi hermano también
murió...
Xie Lian le dio una palmadita en los hombros.
—¿Quién es el asesino que los mató? O, ¿qué
los mató?
Esa joven mujer sollozó: —El asesino que los
mató fue... era... ¡eras TÚ!
En la última palabra, su rostro de repente se
volvió feroz, sus dos ojos brillaron y se hincharon.
¡Abrió los brazos y se abalanzó, agarrando a Xie
Lian en su abrazo!
Ese joven soldado siempre estuvo de pie en
alto alerta y reaccionó extremadamente rápido,
inmediatamente perforando su corazón con su
espada. Esa joven ya estaba gravemente herida
y después de ser apuñalada, su muerte debería
haber sido una cosa segura, sin embargo,
comenzó a reír a carcajadas de alegría,
aferrándose a Xie Lian firmemente negándose a
dejarlo ir y se mantuvo en esa posición hasta que
ella dejó de respirar. Se aferró con tanta fuerza
que el joven soldado se esforzó por sacar su
cadáver. Preguntó ansiosamente: —¡Dianxia!
¿Está bien?
Xie Lian había pensado que la joven iba a
emboscarlo como un último esfuerzo. Sin
embargo, ella no tenía armas sobre ella; ella ni
siquiera le mordió ni rasguñó y solo se aferró a él
con fuerza, como si eso fuera suficiente,
imparable incluso después de la muerte.
Confundido, respondió: —Estoy bien yo...

302
Se desvaneció cuando un repentino mareo lo
asaltó burlonamente.
Ese pequeño soldado ensanchó su único ojo
brillante.
—¡¿Dianxia?!
Era como si las entrañas de Xie Lian estuvieran
en llamas; él no podía hablar, no quería hablar y
tampoco quería escuchar a nadie hablar. Sacudió
la cabeza y levantó la mano, sin hablar. A su
alrededor se oyó el sonido de una mujer riendo.
—Jejejejejejejejejejeje...
—Jejejejejejejejejejeje...
Los dos se dieron cuenta de que no había una
tercera persona alrededor. ¡Esa risa venía de una
flor roja brillante!
Xie Lian comprendió al instante que había
caído en una trampa.
¡Tierra del Afecto!
Esta Tierra de Afecto, no era esa tierra del
afecto.14 La Tierra del Afecto era una flor demonio
que amaba juntarse y chupar para deleitarse con
la esencia de los hombres, viviendo de su sangre.
Su fragancia no era nada buena y Xie Lian
advirtió de inmediato.
—¡Cúbrete la boca y la nariz fuertemente, no
respires la fragancia de esa flor!
Ese joven soldado ya tenía vendas envueltas
de manera segura alrededor de su cara y tenía
una capa de filtro, por lo que no respiró ningún
olor. Al escuchar a Xie Lian, apretó sus vendajes

14
“La tierra del afecto” se ha referido históricamente a un burdel o
afrodisíaco. MXTX está creando su propia versión de La tierra del afecto.

303
pero luego se dio cuenta de que Xie Lian no tenía
nada con qué cubrirse, así que arrancó un
pedazo de la parte más limpia de su manga, lo
frotó con fuerza, lo palmeó hasta que estuvo más
limpio y se lo pasó con ambas manos. Sin
embargo, Xie Lian dijo: —No es necesario. Es
demasiado tarde.
Cuando fue a ayudar a esa joven, él pudo haber
estado alerta, pero no se protegió contra el olor y
fue aprisionado muy cerca, sin saber que la flor
que tenía en el cabello era una flor de Tierra del
Afecto. Antes de morir, se aferró firmemente a Xie
Lian, asegurándose de que no fallara. Esto
significaba que Xie Lian ya había inhalado sin
saberlo muchos bocados de esa afectiva
fragancia, verdaderamente refrescando el
espíritu.
Una vez que la fragancia entrara en el cuerpo,
los hombres se volverían impetuosos.
Entumecimiento para empezar, luego manía. En
ese momento, el cuerpo entero de Xie Lian ya
estaba sin energías, como si todos sus nervios
hubieran sido removidos. Una vez que el
entumecimiento pasara, se convertiría en un
barril de explosivos. Si ese extraño ser de ropas
blancas apareciera una vez más, Xie Lian
realmente no sabía si sería capaz de enfrentarlo
y tampoco podría estar seguro de su poder
tampoco. Su primera reacción fue alcanzar su
botella de medicina, pero luego se dio cuenta de
que la botella se vació para ayudar a tratar a esa
joven. Sin embargo, al final, la persona todavía
no sobrevivió.

304
Miró al cadáver a su lado. Esa joven tenía una
sonrisa feliz como si estuviera sinceramente
contenta de hundir al enemigo en una trampa
antes de la muerte y finalmente pudiera pasar en
paz para ver a su familia. Xie Lian solo podía
culpar a la escena sangrienta que suavizaba la
peligrosa sombra de esa flor y al hedor a sangre
que aligeraba la extraña fragancia de las flores.
Nunca hubiera imaginado que en el rostro de una
joven que apenas estaba en los inicios de la
adolescencia pudiera haber tanto resentimiento,
que pudiera cometer un acto tan extremo.
A su alrededor, los demonios de flores
explotaban de emoción, murmurando.
—¡Él tomó el cebo!
—¡Atrápenlo!
—¡Es realmente Taizi Dianxia!
—¡Es él!
—Es tan guapo... mi raíz, mi raíz no puede
contenerse por más tiempo, ¡va a salir del suelo!
Ese joven soldado agitó su espada para cortar,
abriendo un campo de arbustos de flores, pero
esos tallos eran ágiles y esa espada estaba
desgastada; después de un golpe se volvió inútil.
Esos demonios de flores se balanceaban de un
lado a otro, chillando: —¡Ah! El arbusto de ese
pequeño Gege ni siquiera ha crecido todavía,
¡pero eres tan feroz! Estoy a punto de florecer,
¿cómo me pagarás?
El ojo de ese joven soldado brillaba de rabia.
—¡Estás muerto! ¡Los quemaré a todos hasta
la muerte!

305
Las hojas verdes de los demonios de flores
posadas en los tallos, gritaban: —¡Qué miedo! No
te provocamos, ¿por qué estás tan enojado?
Xie Lian también habló: —¡No los quemes! Son
demonios, si les prendes fuego... emitirán gas
venenoso. ¡Tampoco puedes sacarlos de sus
raíces! —Ese chico de inmediato dejó caer las
manos que estaban listas para arrancar y Xie
Lian explicó débilmente—. Hay espinas
venenosas en todos los tallos...
La flor de los demonios coqueteaba.
—Dios mío, Dianxia es tan dulce, gracias por
protegernos. ¡Solo espere, vamos a dar frutos
pronto! Definitivamente cuidaremos de usted, ji,
ji, ji, ji...
—Los hombres que cultivan la abstinencia
desde el nacimiento son tan difíciles de
conseguir, incluso si tu poder bajara un nivel si te
quitamos tu virginidad, no hay otra manera, ¡lo
siento! jee jee jee jee...
Los pétalos de flores de la Tierra del Afecto se
frotaban unos contra otros, riendo
frenéticamente, sus intenciones perversas y
ambrosiacas eran más que obvias. Ese joven
soldado estaba desconcertado, no entendía del
todo el significado de abstinencia, quitar la
virginidad o nivel, pero aún podía decir que no
significaban nada bueno, por lo que continuó
blandiendo su espada con locura, cortando Las
flores, rugiendo de rabia, tratando
desesperadamente de tapar el sonido de esa risa
burlona, no queriendo que Xie Lian escuche. Xie

306
Lian por otro lado, estaba haciendo crujir sus
nudillos.
¡Así que eso era todo!
Así que todo lo que ocurrió esta noche fue
realmente diseñado especialmente para tratar
con él.
El secuestro de Qi Rong significaba que
contaban con el orgullo y la consideración que
poseía como el dios marcial de XianLe de que
seguramente elegiría perseguirlos solo,
minimizando la situación. Y esa joven
gravemente herida estaba destinada a agotar su
medicina, dejándolo sin poder para aliviarse. La
cooperación entre humanos y demonios estaba
destinada a llevarlo a este punto.
El método de cultivo de Xie Lian realmente
requería un cuerpo de pureza. Los seguidores
que adoran a los cultivadores ascendidos que
practicaron esta corriente estaban firmemente
convencidos de la trascendencia de sus dioses
que estaban intactos por los deseos terrenales.
Por lo tanto, si no pudieran proteger su pureza,
sus seguidores sin duda colapsarían, devastando
sus poderes. Aunque no sería serio hasta el
punto de volver a ser un hombre mortal después
de alcanzar la divinidad y aún existía la
posibilidad de redención después de muchos
años de cultivación, en ese momento, no había
manera, ¡no había tiempo para que él se sentara
a cultivar a puertas cerradas durante años!
La ley de pureza era estricto en el Sagrado
Pabellón Real y Xie Lian se destacó como el
número uno en la defensa de esas reglas, nunca

307
rompió ni quebrantó ninguna de ellas y se creyó
tan firme como una roca de acero, ni siquiera los
vendavales podrían hacer ondear el agua en su
corazón. Pasó por muchas pruebas,
completándolas perfectamente cada vez. Sin
embargo, incluso si su corazón estaba tan quieto
como el agua, todavía era joven y se enojaba
fácilmente. Con un pequeño y joven soldado justo
a su lado, escuchando a esos demonios de flores
parloteando descaradamente depravadas
palabras sobre él, junto con esa fragancia
persistente que hacía hervir su sangre, Xie Lian
no pudo evitar, que su mente fuera tempestuosa
y avergonzarse hasta que su rostro enrojeció,
pero no importaba qué hiciera, él simplemente no
podía pararse.
Todavía podría de alguna manera aguantar por
el momento, pero si esa Tierra del Afecto
realmente diera sus frutos, entonces sería muy
problemático. Por supuesto, el mejor curso de
acción era regresar a la capital real de inmediato
y hacer que Feng Xin y Mu Qing lo protegieran,
pero las piernas de Xie Lian estaban flojas,
apenas podía mantenerse en pie. Sin ninguna
otra forma, llamó al pequeño soldado con voz
tensa.
—Tú... ven aquí.

308
Notas de la autora MXTX

Perder la virginidad solo dañará el poder


espiritual, no el poder marcial. Aunque el poder
marcial y el poder espiritual se pueden combinar
y amplificar, en el núcleo son diferentes. Además,
solo la forma de cultivación elegida por Xie Lian
es así de molesta. El sexo puede dañar su cultivo.
Algunos Oficiales Celestiales son mucho más
inteligentes y elegirían un camino donde mientras
más sexo tengan más fuertes serían; pero en la
mayoría de las formas de cultivación, el sexo y el
cultivo no tienen relación alguna.

309
Capítulo 81
Tierra del Afecto; cuerpo dorado
presionado contra el deseo (parte dos)

A
l escucharlo, la espalda de ese joven
soldado se sacudió y se congeló. Se dio la
vuelta dudando, pero no se atrevió a ir. La
situación en cuestión no permitía perder el tiempo
y al ver su vacilación, el mal genio creció en el
pecho de Xie Lian, pero lo obligó a bajar.
—No te asustes, no te haré nada. ¡Ven aquí,
rápido!
Por fin, ese chico se movió. Corrió cerca del
costado de Xie Lian, pero se detuvo
abruptamente a dos pies de distancia. Xie Lian
contuvo el aliento en silencio y extendió una
mano hacia él.
—Ayúdame a levantarme, llévame.
Ese joven soldado tomó muy cuidadosamente
esa mano y la agarró. Era como si un hombre al
borde de la muerte finalmente hubiera
encontrado a alguien en quien confiar y en un
instante, todo el cuerpo de Xie Lian se aflojó y se
desplomó sobre ese chico.

310
Sumergido profundamente en la fragancia, su
temperatura corporal era alta, su cuerpo ardía.
Sin embargo, de alguna manera las manos de
ese chico estaban igual de calientes y hubo
incluso un ligero temblor.
Xie Lian se apoyó un poco en él, guardó algo
de energía, luego inhaló y se obligó a ponerse de
pie. No quería que alguien más pequeño que él
lo apoyara por completo, pero con su ayuda,
caminaron agonizantemente por unos pocos
pasos.
Esos demonios florales lo llamaron cuando los
vieron moverse.
—No, Dianxia, ¡no nos deje! Él lo está
esperando en el camino, así que si sale de aquí,
se encontrará con él.
¿Él?
—¿Quién es él? —Xie Lian exigió.
Hablando de esa persona, incluso la Tierra del
Afecto estaba un poco aterrorizado y después de
algunas vacilaciones, murmuraron: —Él es él.
Todas las flores se saludaron con la cabeza.
—Él es él. Él que nos trajo aquí.
Incluso si no se atrevían a hablar del nombre o
la identidad de esa persona, esa máscara de
mitad sonrisa mitad llanto apareció de inmediato
en la mente de Xie Lian.
—Entonces, lo que estás diciendo es que si
vuelvo ahora, el que los plantó a todos me cazará
a mitad de camino, pero si me quedo aquí, no
vendrá, ¿correcto?

311
Los demonios de las flores estaban contentos y
asintieron ruidosamente con la cabeza. La furia
estalló en llamas en el corazón de Xie Lian.
Atraparlo sin matarlo en esta odiosa situación,
¿estaban jugando con él? ¿Por qué no
simplemente luchar hasta la muerte?
Se calmó y controló su irritación. Parecía que la
otra parte no tenía la intención de enfrentarlo de
frente y solo quería dañar su poder espiritual,
hacerlo caer en el nivel y hacer que perdiera
seguidores.
Era posible que los demonios de las flores no
dijeran la verdad, pero incluso si decían mentiras,
si lo pensaba, aunque este chico podría apoyarlo
o cargarlo sobre su espalda, era posible que no
pudieran regresar con seguridad. Si la otra parte
les arrojara a propósito algunas mujeres a la
mitad del camino, la situación podría empeorar o
ser más incómoda.
Después de algunas consideraciones, Xie Lian
exhaló un suspiro febril y cerró los ojos.
—Llévame a la cueva de allí.
Ese joven soldado siguió sus instrucciones y lo
ayudó a cruzar ese terreno lleno de cadáveres.
Cuando llegaron antes de la cueva, Xie Lian dijo
en voz baja: —Detente.
Ese pequeño soldado se detuvo. Incluso
levantando una mano, Xie Lian sacudió sin
control.
—¿Dónde está tu espada?
Ese chico lo apoyó con su brazo izquierdo y
liberó el derecho de sacar su espada. Xie Lian
extendió su mano, subió las mangas y reveló una

312
pequeña parte de su brazo. Bajo la luz de la luna
blanca, era suave y pálido como el jade blanco
más suave. La respiración de ese chico se detuvo
de repente, pero Xie Lian no se dio cuenta y
ordenó, aún en voz baja.
—Apuñálame.
La mano que sostenía la espada desgastada
cayó inmediatamente.
Xie Lian le preguntó: —No te preocupes, solo
apuñala y hazlo profundamente. Necesito dibujar
un hechizo. No hay otros dispositivos espirituales
a la mano, por lo que necesita haber sangre.
Sin embargo, ese joven soldado protestó.
—¡Dianxia, por favor use mi sangre! —Y él
levantó su propio brazo y lo cortó sin esperar.
Xie Lian dijo apresuradamente: —¡No es
necesario! Tu sangre... —Pero sus palabras no
llegaron a tiempo. Ya había aparecido una herida
profunda en el brazo de ese chico, sangre fresca
brotaba de él. Xie Lian suspiró: —Ah... tú... no te
preocupes.
La sangre de Xie Lian era un tesoro sagrado
invaluable, entonces, ¿cómo podría compararse
la sangre de un mortal? Pero viendo lo sincero
que era este pequeño soldado, no podía soportar
decirle que lo que había hecho no tenía sentido.
En su lugar, dijo: —Gracias. Pero, todavía
necesitamos algo de mi sangre como catalizador.
Por lo tanto, Xie Lian tomó esa espada y, con
manos temblorosas, le tomó varios intentos antes
de apuñalar con éxito en el centro de su brazo.
La sangre sagrada carmesí corría por su brazo
blanco y goteaba en dos líneas curvas delante de

313
la cueva, dibujando dos barreras. Xie Lian
también se preocupó de mezclar algo de la
sangre de ese niño y después de completar la
matriz, el mareo se hizo más fuerte.
—...Entremos.
Estaba oscuro dentro de la cueva y ese chico
sacó una pequeña antorcha de dentro de su
túnica, la encendió y la luz del fuego iluminó sus
alrededores con una luz intensa.
La cara de ese joven soldado estaba escondida
detrás de las vendas, cubriéndolo
completamente, pero la incomodidad de Xie Lian
estaba abierta para que todos la vieran. Su sudor
frío pegajoso, su cabello despeinado, sus labios
estaban rojos e hinchados por el corte creado
cuando se mordió los labios para santificar antes
su propia espada. La luz del fuego apuñaló los
ojos de Xie Lian, hiriéndolos y las olas de calor
también lo estaban torturando, por lo que Xie Lian
exigió de inmediato: —No enciendas el fuego,
apágalo.
Ese chico inmediatamente tiró la pequeña
antorcha al suelo y dio un paso para apagarla y
se hundieron en la oscuridad una vez más.
Después de ser ayudado a entrar en la cueva, Xie
Lian se sentó y se puso en una posición
meditativa. Un momento después, él habló con
tristeza.
—Tengo una misión para ti, ¿puedes hacerlo?
Ese chico cayó al suelo de rodillas.
—¡Estoy dispuesto a arriesgar mi vida para
cumplir mi deber!

314
Xie Lian reprimió dolorosamente su respiración
pesada y dijo con una calma forzada: —Dibujé
dos grupos de barreras frente a la cueva. La
barrera exterior para asegurar que nada de
afuera entre; La barrera interior es evitar que
alguien de adentro salga. —Jadeó duramente por
el aire en silencio y continuó: —Hay suficiente
espacio entre las dos barreras para una persona.
Quédate allí y vigila la entrada de la cueva. No
importa lo que escuches afuera, no salgas.
Misma lógica; No vengas, no importa qué sonidos
escuches de mí.
Ese chico estaba un poco perplejo.
—Dianxia, ¿se quedará aquí solo?
—Sí. —Xie Lian dijo—. No sé lo que haré... En
cualquier caso, no puedes venir sin importar
nada.
Bajo las circunstancias, Xie Lian no podía irse,
sino esperar por refuerzos, Qi Rong
probablemente todavía estaba tropezando por el
camino y solo el viaje de regreso a la capital real
tomaría un largo tiempo. Quién sabe cuándo
vendrían los refuerzos. Solo pudo sellar esta
pequeña área temporalmente, poner barreras y
encontrar una manera de tratar esa fragancia. Él
carraspeó: —Las frutas nacidas de demonios de
flores son poderosamente tentadoras. Es muy
probable que maduren pronto...
En ese momento, la fragancia en el aire surgió
repentinamente, cortando sus palabras. Esa
suave y afectuosa esencia llenó el aire del suelo
al cielo y los demonios de las flores dejaron

315
escapar una carcajada extática, delicada,
exagerada y fuerte.
—¡MI RAÍZ! ¡MI RAÍZ ESTÁ DURA!
—¡Los frutos han madurado!
Al oler esa fragancia extremadamente dulce,
Xie Lian podía sentir su corazón latir más rápido
y la sangre se precipitó a su cerebro. Él apretó los
dientes.
—¡Apúrate y vete! No inhales ese olor y si se
acercan, no tengas miedo. Nada puede cruzar
esa línea de sangre, pero mientras tus pies
permanezcan dentro de la barrera, puedes
golpearlos con tu espada.
Ese chico miró hacia afuera, asintió con
convicción y salió corriendo con la espada en la
mano, colocándose entre las dos líneas de
sangre a la entrada de la cueva. Fuera de la
cueva, en ese campo de cadáveres, arbustos de
flores crecían vívidamente de colores. Aquel
campo de brezo temblaba como si algo debajo
estuviera a punto de romper el suelo. Pronto,
hubo algo que estalló: ¡era la cabeza de una
mujer!
La cabeza de esa mujer brotó de debajo del
suelo, respiró el aire fresco sobre el suelo y
pareció embriagarse de alegría, sus ojos se
cerraron en líneas de media luna. Siguiendo
inmediatamente después había un hombro
redondo y liso y luego un brazo entero se arrastró
hacia afuera.
Los frutos de la Tierra del Afecto se formaron
bajo los pelillos de sus raíces. Cuando sus frutos

316
maduran, se transforman en diversas formas de
mujeres.
Había llegado el momento de la maduración, e
innumerables mujeres desnudas salieron de la
tierra. Levantaron sus brazos para arrancar esas
brillantes flores rojas de sus cabezas y se
bañaron bajo la luz de la luna, estirando sus
extremidades hasta donde les plazca. Fueron
esas pequeñas flores las que emitían ese olor
fragante, pero ahora las que secretaban ese olor
dulce eran esas mujeres encantadoras. Dieron
palmaditas al lodo restante en sus cuerpos, se
arreglaron el cabello y caminaron hacia la cueva,
riendo seductoramente.
—¡Dianxia, estamos yendo!
Esa dulce fragancia también llenó
sofocantemente el interior de la cueva y Xie Lian
se sentó en posición de loto con los ojos
cerrados, cantando mentalmente el sutra de la
ética. Sin embargo, tenía poco uso; esos
demonios de flores lo llamaron sin vergüenza,
canturreando un lenguaje familiar como bebé,
cariño, Gege, Didi, todo tipo de nombres,
perturbando su mente, por lo que Xie Lian cambió
a recitar en voz alta.
—Cinco sentidos causan ceguera, cinco
sonidos causan la sordera, las cazas al galope
causan locura, los bienes raros causan
obstrucciones... calma sobre la impaciencia,
frialdad sobre el calor, el silencio es la última
virtud... los que son amables recibirán
amabilidad, los que son desagradables recibirán

317
la crueldad...15 —Xie Lian no se había percatado
en absoluto de que el sutra que había
memorizado sin falta fue recitado
incorrectamente.
Fuera de la cueva, los demonios de las flores
aplaudieron y se rieron burlonamente.
—Mi querido príncipe heredero, mi amor, mi
Dianxia, no eres un monje, ¿por qué estás
recitando sutras --?
De repente se escucharon gritos por todas
partes y sonaba como si el joven soldado sin una
sola palabra se volvió violentamente agresivo,
cortando y golpeando con locura, ahuyentando a
esos demonios de flores mientras gritaban.
—¡Asesinato!
Algunos gritaron desde lejos: —TÚ
MINÚSCULA RATA MALDITA, ¡MINÚSCULO
DESTRUCTOR DE BELLEZA! ¡NO HAY NADA
DE AFECTO EN TU CORAZÓN!
—¡Qué miedo, miedo! ¡Tan cruel a tal edad!
¡Imagínate de adulto!
Esos demonios florales intentaban ingresar a la
cueva como bestias hambrientas, pero
simplemente no podían entrar. No se dieron
cuenta de la distribución de sangre en el suelo y
pensaron que todo el bloqueo fue causado por
ese chico. Después de un poco de discusión, se
reunieron no muy lejos y lo llamaron.
—Pequeño Gege, ¿por qué debes bloquearnos
para que no entremos? No es que hagamos algo

15
Esas son frases del Sutra de Ética de Laozi, pero Xie Lian las estaba
mezclando.

318
malo, ¡solo queremos pasar un buen rato con
Dianxia!
—Sé bueno, pequeño soldado y no nos impidas
pasar un buen rato con Dianxia.
—Ese pequeño Didi es tan malo. Una pena que
sea tan joven, demasiado tierno. ¡Probablemente
ni siquiera sabe lo que significa; pasar un buen
rato!
Los demonios de la flor cayeron sobre otra
ronda de risitas burlonas y Xie Lian parpadeó un
poco para ver la entrada de la cueva donde
estaba esa sombra negra de ese chico que, con
una espada en la mano, estaba decidido a nunca
moverse incluso en la muerte. De repente, uno de
los demonios de las flores dijo: —Yo digo,
pequeño Gege, no te pegues allí como un asta
dura, ¿qué estás planeando? ¿Por qué no vienes
conmigo para divertirte un poco? ¿Qué tipo te
apetece? ¿Te gusta mi tipo?
Ese joven soldado no respondía y esos
demonios floridos pensaron que para entrar en la
cueva debían derrotarlo, así que todos sacaron
sus trucos, haciendo mimos.
—¿Qué hay de mí?
—¿Qué tal esto? ¿Te apetece mi tipo?
—Mírame, ¿te gusta esto?
Sin embargo, desde el coqueteo al principio,
pasando a las quejas y luego a las maldiciones al
final, ese chico todavía solo los ignoraba si
estaban lejos y los golpeaba si estaban cerca. Xie
Lian sabía que antes de que la Tierra del Afecto
emergiera del suelo, podían cambiar sus propias
formas a voluntad. Quería advertir al niño, pero

319
debido a su difícil situación actual, no se atrevía
a abrir la boca. Finalmente, por fin, cuando esas
oleadas de calor pasaron, él jadeó: —No les
mires...
El solo luchar contra la sangre caliente que se
precipitaba hacia su cabeza ya lo había agotado,
por lo que la voz de Xie Lian era terriblemente
suave y baja, pero ese joven soldado lo escuchó
instantáneamente y gritó en respuesta: —¡Sí
Señor! Dianxia, ¿cómo... cómo está usted?
—Estoy bien. —Xie Lian dijo—. Si las cosas se
ponen muy difíciles, cierra los ojos, sella tu nariz
y tu boca...
Ese joven soldado no tuvo la oportunidad de
responder cuando otro demonio de la flor se echó
a reír.
—¡Lo sé! ¡Pequeño, apuesto a que tu favorito
debe verse así!
Sonaba como si hubiera surgido otra nueva
Tierra del Afecto. Hubo un repentino silencio
muerto que cubría la cueva. Ese joven soldado
también parecía haber dejado de respirar.
Al segundo siguiente, las olas de risa de esos
demonios de flores surgieron contra Xie Lian y lo
ahogaron.
Ellos aplaudieron y gritaron.
—¡¡JAJAJAJA!! ¡QUÉ JUGADA! ¡¡QUÉ
JUGAADAAAA!!
—¡Dios mío! ¿Cómo se te ocurrió esto? ES EL
MEJOR JAJAJAJAJAJAJAJA... ¡MIRA! ¡ESE
MOCOSO ESTÁ COMPLETAMENTE
PASMADO! ¡APUESTO A QUE ES ASÍ!

320
—¡DEBE SER ASÍ! Y YO PENSÉ QUE ESE
MOCOSO DE MIERDA ERA UNA ROCA.
¿QUIÉN HUBIERA SABIDO QUE ESTABAMOS
EQUIVOCADOS? ¡TALES HUEVOS A TAL
EDAD!
—Tú ganas, ¡nosotros no somos nada! ¿Qué te
parece, pequeño? ¡Ven rápido y disfruta de esta
dulce y deliciosa vista!
—No habrá otra tienda que sirva este plato si
abandonas esta tierra. Si no aprovechas tu
oportunidad ahora, incluso si sueñas durante
ochocientos años, ¡aún no podrás probar! O,
¿quieres que te echemos una mano? Ese
estado... jeehjeejeejee...
Ese joven soldado estaba completamente
indignado y su tono de voz estaba lleno de
escarcha.
—… ¡USTEDES, ESTÁN, BUSCANDO, SU,
MUERTE!
Al mismo tiempo, dentro de la cueva, Xie Lian
estaba a punto de llegar a su límite.
Su vista borrosa y sus orejas zumbaban ya no
podía sentarse derecho. Se derrumbó hacia
adelante y apenas se levantó del suelo con las
manos. Pero, esta caída aflojó sus dientes
apretados y en ese momento de estupor, un
gemido doloroso escapó de sus labios.

321
Capítulo 82
Tierra del Afecto; cuerpo dorado
presionado contra el deseo (parte tres)

E
se joven soldado se dio la vuelta.
—... ¿DIANXIA?
Con una mano apoyándose en el suelo, Xie
Lian usó la otra para cubrir su boca
obstinadamente, su respiración errática, sus
hombros temblando. Solo escuchándolo y viendo
su silueta, uno probablemente pensaría que
estaba llorando.
Nunca en su vida, antes y después de la
ascensión, Xie Lian había experimentado una
experiencia tan agotadora. Esto fue mucho más
arduo que la prueba más dura en el Sagrado
Pabellón Real. La fuerza del brazo que soportaba
su peso se redujo y su cuerpo se desplomó hacia
un lado.
Mientras descansaba en el suelo delirante y
casi inconsciente, vio que el chico parecía como
si quisiera entrar y Xie Lian gritó: —¡NO
VENGAS! ¡DIJE QUE NO VENGAS NO
IMPORTA QUÉ!

322
Ese chico se detuvo en su paso y Xie Lian
laboriosamente se puso de espaldas, boca arriba
y de alguna manera reguló su respiración a pesar
de las oleadas de calor que atravesaban cada
parte de su cuerpo. Los demonios de flores
afuera de la cueva lo escucharon dar vueltas, ese
fuego ardiendo intensamente y aplaudieron
mientras se reían.
—¡Dios mío, por qué ser tan duro con usted
mismo! Hoy te estás negando a pasar un buen
momento porque tienes miedo de perder
seguidores; mañana tendrás miedo de hacer
otras cosas porque estarás asustado de perder
seguidores. ¿Cómo es eso de alguna manera ser
un Oficial Celestial? ¡Más como un prisionero con
las manos atadas por esos devotos! No vale la
pena ser un dios así. Vas a perder tu lugar tarde
o temprano, así que, ¿por qué no disfrutarlo por
ahora? ¡Las cosas van y vienen, no hay que
preocuparse por los pequeños detalles!
Las venas aparecieron en la frente de Xie Lian
y su genio perdió el control.
—¡CÁLLATE! —Gritó, indignado.
Los demonios de las flores, naturalmente, no le
tenían miedo a él en este momento y comenzaron
a molestar a ese pequeño soldado de nuevo.
—Pequeño Didi, ¿no crees que tenemos
razón? Jajajaja...
—Ji, ji, ji... ¿no te sientes miserable allí?
El sudor frío ya había empapado todo su
cuerpo. Sintiéndose extremadamente caliente y
molesto, Xie Lian rasgó violentamente sus ropas,
deseando incluso un poco de frescura. Mientras

323
rasgaba, de repente se dio cuenta: ¿por qué la
fuerza estaba regresando a sus brazos? Aunque
ese poco de poder no duró mucho y se fue con la
misma rapidez, cuando se revisó a sí mismo,
seguramente el entumecimiento había pasado y
la energía estaba aumentando gradualmente. Sin
embargo, el corazón de Xie Lian estaba cayendo.
El efecto de la Tierra del Afecto era un
adormecimiento al principio, seguido de manía. El
adormecimiento había pasado, así que en un
momento, la locura y la pasión llenaron sus
venas. Aunque dibujó dos líneas de barreras en
la entrada de la cueva, la interior dibujó una
especialmente para evitar que su yo enloquecido
saliera, pero una vez que la manía se hiciera
cargo, no estaba seguro de si la barrera sería
suficiente para detenerlo. Este momento de
claridad era una rara bendición y Xie Lian se
aferró a este, pensando rápidamente en formas
de manejar la situación.
De repente, se le ocurrió una pequeña idea: la
fragancia del afecto funcionaba rápidamente; por
lo general, en el momento en que la sangre
llegaba al cerebro, todo el control se perdería, así
que, ¿cómo había logrado mantenerse a flote
hasta ahora? ¿No había otra razón que su
excepcional firmeza mental?
Pensando en esto, Xie Lian inhaló un largo
suspiro e inclinó la cabeza, luego llamó a la
silueta de ese chico en la entrada de la cueva,
todavía indeciso por entrar.
—Tú... entra.

324
Al escuchar su llamada, el joven soldado
pareció querer correr a su lado inmediatamente,
pero después de unos pocos pasos, pareció
recordar la enojada instrucción de Xie Lian de; no
vengas sin importar lo que escuches y vaciló. Xie
Lian también se sentía apenado por cambiar de
opinión tan rápidamente y volvió a llamar
tristemente.
—Solo ven aquí primero.
Ese chico dejó de dudar y se apresuró a entrar.
El túnel de esa cueva era largo y estrecho, el
interior cálido y húmedo. La oscuridad llenó el
espacio, ni siquiera se podían ver los dedos
levantados y ese chico utilizó las respiraciones
ásperas de Xie Lian para encontrar dónde
estaba.
Xie Lian luego le dijo: —Baja tu espada... ponla
en el suelo. Justo al lado mío. No muy lejos.
—¡Sí, señor! —Ese joven soldado obedeció y
entregó su única defensa y la colocó donde Xie
Lian podría alcanzarla fácilmente. Xie Lian luego
agregó: —Por favor, ayúdame a levantarme.
Ese chico medio se arrodilló junto a él y
extendió ambos brazos para ayudar a sostener a
Xie Lian. Sin embargo, en el momento en que sus
manos se extendieron, lo que tocó no era tela,
sino piel caliente.
Esas manos se encogieron de inmediato. El
mismo Xie Lian se sintió quemado por las manos
calientes de ese chico y solo entonces recordó
que se había arrancado la parte superior de su
túnica en medio de la locura. Los hombres
desnudos de cintura para arriba generalmente no

325
significaban nada, excepto que en las
circunstancias actuales, era un poco más
incómodo. Pero no había necesidad de resaltar
esa torpeza; solo necesitan hacer lo que debían
hacer. Ese chico también pareció darse cuenta y
no esperó a que Xie Lian dijera nada antes de
estirarse de nuevo, rodeando su brazo alrededor
de los hombros desnudos de Xie Lian para
ayudarlo a levantarse y luego lo dejo ir
inmediatamente.
Xie Lian se apoyó contra la pared del túnel, su
espalda presionada contra la fría pared rocosa y
sintió algo de alivio.
Al darse cuenta de que el otro retrocedió unos
pasos, dijo apresuradamente: —¡Espera, no
salgas todavía!
Ese joven soldado escuchó cada palabra e
inmediatamente se detuvo.
—Corta un mechón de mi cabello. Lo necesito
—dijo Xie Lian.
Ese chico escuchó la orden y se acercó de
nuevo. Sin embargo, nada podía verse
claramente en la oscuridad y los largos
mechones de Xie Lian estaban atados
limpiamente detrás de su espalda, por lo que su
primer contacto no fue el cabello de Xie Lian, sino
que accidentalmente sintió la piel del pecho de
Xie Lian, suave y flexible, con brillo de sudor
reluciente. Xie Lian ya estaba atormentado y ese
chico había tocado un lugar sensible. Era como si
una descarga de electricidad se sacudiera a
través de su torso, extendiendo el placer por todo
su cuerpo y él gimió suavemente.

326
Los dos en la cueva se congelaron al instante.
Los demonios de flores afuera de la cueva
estaban tratando desesperadamente de
escuchar, así que, ¿cómo podrían no haberlo
escuchado?
Se rieron: —Dios mío, ¿qué están haciendo allí?
—¡Tan embarazoso!
—¡No me atrevo a escuchar!
Al escuchar sus burlas de su sufrimiento, Xie
Lian apretó los dientes.
—¡USTEDES -!
Ese chico inmediatamente dejó caer sus manos
ante el sonido de la furia de Xie Lian, temiendo
hacer más contacto. Obviamente Xie Lian no
estaba furioso con él; en sus ojos ese pequeño
soldado no era más que un niño. Ablandó su tono,
pensando que el chico probablemente temía
ofenderlo y dijo: —No te asustes, continúa. No te
preocupes por ellos.
Ese chico gritó: —Sí, señor.
Pero de hecho parecía estar entrando en
pánico, sintiendo que no debía hacerlo y cada vez
que encontraba que había tocado el lugar
equivocado, sus manos retrocedían. Al final, no
pudo sino solo trazar sus manos sobre el pecho
de Xie Lian para encontrar su cabello,
provocando un placer y una agonía inimaginables
en Xie Lian. Qué desgracia, Xie Lian anhelaba
estrellar su cabeza contra la pared del túnel y
simplemente desmayarse para siempre.
Finalmente, ese chico sintió la palpitante
manzana de Adán de Xie Lian y buscó detrás del
cuello, agarrando un mechón de cabello. Con

327
solo unas pocas hebras en su mano, cortó con
mucho cuidado con la espada y dijo al instante:
—¡Dianxia ya está hecho!
Otro pequeño ataque de fuerza regresó a Xie
Lian justo en ese momento y él levantó la mano.
—Dame tu mano.
Ese chico hizo caso y de sus manos, Xie Lian
recuperó esos pelos largos y delgados y los ató
en un nudo en un dedo al azar de la mano de ese
niño.16 Ese chico estaba desconcertado y
preguntó con voz temblorosa: —Dianxia, ¿qué es
esto?
Xie Lian suspiró: —El veneno del demonio de
las flores está a punto de entrar en la segunda
etapa. Necesito que me prestes tu espada. Si
algo quiere dañarte más tarde, simplemente
levanta esta mano y puede protegerte. Ahora
vete.
Un momento después, ese joven soldado
regresó a la entrada de la cueva. Esos demonios
de las flores se volvieron ruidosos de nuevo.
—¿Fuera de nuevo?
—Finalmente.
—Bloqueándonos fuera de esta manera pero tú
entraste solo. Amiguito, ¡no eres muy agradable!

16
[斷 髮 / 結 髮 夫妻] El tradicional ritual de boda de los cónyuges que se
cortan un mechón de su propio cabello, se entrelazan y los atan juntos
simboliza "Hasta que la muerte nos separe". Xie Lian cortándose un mechón
del cabello para atarlo alrededor del dedo de Hua Cheng podría no significar
mucho, pero es un punto de interés de todos modos conociendo a MXTX.
(Obviamente, Hua Cheng pensó más en eso que Xie Lian ya que luego ató el
hilo rojo del destino en su dedo).

328
Al mismo tiempo, Xie Lian pudo sentir más
fuerza surgiendo de sus extremidades. Respiró
hondo, agarró la espada desgastada que el joven
soldado dejó atrás con la mano derecha,
endureció su espíritu, levantó la espada e hizo un
corte en el brazo izquierdo.
En un instante, fue como si la niebla se hubiera
dispersado y sus sentidos se hubieran
refrescado.
¡Lo sabía!
La sangre corría por el brazo izquierdo de Xie
Lian, pero era como si finalmente hubiera
alcanzado una cuerda de salvación en medio de
ese caos.
La fragancia de la Tierra del Afecto podría
agravar el genio y despertar deseos profundos y
adormecidos. Normalmente, cuanto más fuerte
es el deseo reprimido, después de absorber la
fragancia, más fuerte es el rebote. En cuanto a lo
que Xie Lian reprimió en el fondo, quitando la
lujuria, solo quedaba el deseo de matar.
Este deseo de matar no podía ser referido a
monstruos o demonios. Había matado a muchos
males en el pasado, por lo que no contaba como
ningún tipo de represión. El objetivo a matar
debía ser humano o un dios para infligir el sentido
de la transgresión. Antes de entrar en la cueva,
Xie Lian se cortó para dibujar los hechizos y la
sangre se derramó. Fue algo efectivo contra la
fragancia del afecto porque dañarse a sí mismo
también era una forma de infligir daño.
Al final del día; lujuria y asesinato eran deseos
extremadamente agresivos y Xie Lian incluso

329
había oído que algunos pensaban que la
naturaleza de ambos era la misma. Luego,
usándose a sí mismo como prueba, había un
método alternativo para pasar la prueba actual.
Seguro de su propio razonamiento, Xie Lian
cortó otra línea en su brazo izquierdo sin dudarlo
y cada corte trajo más claridad a su mente. Se
estaba regocijando y no se dio cuenta de que la
Tierra del Afecto estaba provocando más maldad
dentro de su cuerpo y cuando ese deseo de matar
se satisfizo, instantáneamente, otra ola de placer
se derramó a través de su persona.
Esa repentina oleada de placer lo recorrió de
pies a cabeza, rompiendo fácilmente el muro de
defensa que construyó minuciosamente y cuando
Xie Lian se dio cuenta ya estaba gimiendo en voz
baja.
Si no fuera por estar solo él dentro de la cueva,
Xie Lian no podría creer que ese sonido provino
de él. Se estremeció violentamente y abrió los
ojos, pensando: —Este método debería haber
funcionado, ¿por qué sucedió esto?
Echó un vistazo a la espada y de repente
recordó que el joven soldado la había usado para
cortar los tallos de esas flores y había golpeado a
los demonios de las flores humanoides. La hoja
estaba cubierta en la savia de esa Tierra del
Afecto. Utilizó el veinte por ciento de su poder
para realizar el primer corte en su brazo y el
mismo efecto de alivio solo se podría lograr si
usara el treinta por ciento de su poder para cortar.
¿No era esto diferente al consumo de veneno
para calmar la sed?

330
La locura debía haber llegado a su cabeza, de
lo contrario ya debería haber notado esto. Xie
Lian se maldijo mentalmente, pero como ya se
había hecho, solo podía arrancarse un trozo de
su manga izquierda para limpiar la espada con
locura y luego arrancarse la manga derecha para
metérsela en la boca, mordiéndola abatidamente
y hacer todo lo posible para contenerse.
Los malditos gemidos silenciosos continuaron
escapando a través de sus pequeños labios y
apretó los dientes de rato en rato. Sin embargo,
las voces hacían eco dentro de las cuevas y cada
pequeño sonido fue amplificado y reverberado
hacia afuera. Ese chico siguió sus instrucciones y
se cubrió los ojos, usando solo su sentido del oído
para trabajar y sus oídos se volvieron más
sensibles, por lo que no había razón para que no
notara nada.
Incapaz de contenerse por más tiempo,
preguntó con voz temblorosa: —¿Dianxia?
Estar en un estado tan indescriptible fue la
mayor vergüenza de su vida. Xie Lian apenas
podía imaginar lo que sucedería si alguien lo
viera ahora, e incluso sumergido en la oscuridad,
no podía tolerar ese pensamiento. Gritó: —¡¡¡NO
VENGAS!!!
Sin embargo, ese trozo de tela todavía estaba
metido en su boca, por lo que su orden solo
sonaba como un gemido sordo, extremadamente
lamentable y miserable. Al oírlo, ese joven
soldado se angustió aún más.

331
Capítulo 83
Tierra del Afecto; cuerpo dorado
presionado contra el deseo (parte cuatro)

E
l brazo izquierdo de Xie Lian sangraba
abundantemente por la herida que él mismo
había creado, pero al final de cuentas, solo
era un daño a sí mismo, no asesinato, por lo que
el impulso no se satisfizo por completo. Su boca
se aflojó y ese pedazo de tela cayó de sus labios.
Xie Lian se volvió más agresivo y apuñaló su
pierna izquierda. Fue un corte profundo; el sonido
de la hoja que penetraba en su carne era claro.
Ese joven soldado no podía retroceder más y
corrió hacia él. Al escuchar sus pasos
apresurados, Xie Lian retrocedió aterrorizado.
Incluso cuando su espalda estaba presionada
contra la pared, continuó empujando hacia atrás.
—¡NONONO! NO VENGAS CERCA DE MÍ,
NO...
La segunda barrera de sangre en la entrada de
la cueva estaba diseñada especialmente para
que Xie Lian se obstruyera a sí mismo, pero no a
ese niño, por lo que aún tenía la oportunidad de

332
regresar a la seguridad. Pero el veneno de la
fragancia de la Tierra del Afecto estaba a punto
de entrar en la segunda etapa y si ese chico se
acercaba, Xie Lian podría muy bien terminar con
su vida en ese mismo momento y negarle
cualquier la posibilidad de escapar. Estaba
aterrorizado de que matara a ese niño por
accidente y solo podía evitarle.
Ese joven soldado escuchó el terror en su voz
y gritó ansiosamente: —Dianxia...
El impulso de matar estaba hirviendo en su
sangre. Levantó esa espada desgastada con su
mano temblorosa y una voz dentro de su cabeza
gritó: —¡NO MORIRÉ, NO MORIRÉ, NO
MORIRÉ!
Al momento siguiente, en una fracción de
segundos, la hoja giró.
En la oscuridad, ese joven soldado pudo ver un
destello de luz fría y gritó: —¡¡¡DIANXIA!!!
¡La espada había golpeado y penetró el propio
estómago de Xie Lian, clavándose en el suelo!
Un dolor agudo explotó de su abdomen,
extendiéndose por todo su cuerpo, dispersando
el calor. Las manos de Xie Lian se aferraban con
fuerza a la empuñadura, con los ojos
desorbitados. Se atragantó con una tos, un fino
hilo de sangre bajó de un lado de sus labios, su
respiración se estancó y dejó de moverse. Ese
joven soldado se quedó estupefacto y cayó de
rodillas al lado de su cuerpo.
En ese momento, hubo gritos y chillidos fuera
de la cueva.
—¡QUIÉN ERES!

333
Las voces de los demonios de las flores eran
delicadas pero agudas y sus gritos perforaban las
orejas. Sin embargo, hubo otro que tronó más
fuerte, dominando todos sus gritos.
—¡¡QUÉ MIERDA!!
Al oír ese rugido furioso, Xie Lian
repentinamente tomó una respiración de nuevo.
¡Feng Xin!
Otra voz apagada dijo: —Es la Tierra del
Afecto. Si no quieres que te envenenen, tápate la
cara.
Ese era, por supuesto, Mu Qing que ya tenía su
cara cubierta. Feng Xin cubrió su rostro pero
luego pareció haber visto algo y ahogó un grito de
enojo.
—¿ES ESO... DIANXIA? ¿¿DIANXIA??
¡MIERDA! ¡QUÉ MIERDA! ¡QUÉ ES ESTO!
Mu Qing también soltó un ¿eh? Y señaló:
—¡Qué visión tan vergonzosa!
Pero su tono no era tan enojado como el de
Feng Xin, más bien como la reacción de haber
escuchado a alguien decir una mala broma. Xie
Lian yacía dentro de la cueva y no podía escuchar
lo que decían, pero podía suponer que esos
demonios florales probablemente se mostraron
desnudos ante ellos, viéndose altamente
inapropiados.
Feng Xin estaba maldiciendo a gritos.
—¡APÚRATE Y QUÉMALOS! ¡NO DEJES
QUE NADIE MÁS VEA!
Pronto, hubo un campo de llamas y el sonido
de fuego. En ese fuego rugiente, los chillidos y las

334
maldiciones de los demonios de las flores
desaparecieron gradualmente.
—Asegúrese de quemar profundamente. La
fragancia de esos demonios florales es
venenosa, si hay alguna plántula sobrante,
volverán —dijo Mu Qing.
Xie Lian contuvo el aliento, esperó, luego tosió
débilmente una vez, pero los otros dos
inmediatamente escucharon su voz y se
dirigieron a la cueva gritando: —DIANXIA,
¿ESTÁ USTED AQUÍ?
—... Estoy aquí—... llamó Xie Lian.
A pesar de que trató de estabilizar su voz, aún
era más débil que su yo normal. Los dos se
apresuraron, pero fueron detenidos por las
barreras fuera de la entrada de la cueva. Sin
embargo, estaban muy familiarizados con los
hechizos dibujados por Xie Lian y sabían cómo
romperlos. Feng Xin encendió una palma de luz,
caminó unos pocos pasos y, antes de que se
iluminara lo más profundo de la cueva, de repente
gritó: —¿Quién está ahí?
Mu Qing también se alarmó.
—¿Hay alguien más en la cueva?
—No te preocupes. Es solo un pequeño
soldado. —Dijo Xie Lian.
Los dos dejaron caer a sus guardias y entraron.
La brillante luz del fuego iluminó toda la cueva
con un cálido resplandor anaranjado, e iluminó al
Xie Lian que yacía allí en el suelo, con su largo
cabello esparcido, su túnica rota y una larga
espada atravesada por su abdomen, clavándolo
en el suelo.

335
Los dos estaban horrorizados por la vista. Feng
Xin se inclinó: —¿QUIÉN HIZO ESTO?
—Yo —respondió Xie Lian.
Mu Qing se horrorizó.
—¿Qué pasó?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No quiero hablar de eso. Esto solo sucedió
porque no había otra manera. Date prisa y
libérame de esto.
Mu Qing se acercó y sacó la espada con el
ceño fruncido, tirándola a un lado con un sonido
metálico y ese joven soldado la recuperó. Feng
Xin ayudó a Xie Lian a incorporarse, lo cubrió con
una túnica externa y solo entonces Xie Lian
finalmente relató superficialmente la horrible
noche en la Tierra del Afecto.
—Ustedes vinieron más rápido de lo que
esperaba. ¿Dónde está Qi Rong?
—Qi Rong fue encerrado por el rey en el palacio
—dijo Feng Xin—. Él se comporta demasiado
arrogante en los mercados, así que, por
supuesto, era un blanco fácil. Pero supo
encontrarnos después de que regresara, así que
no está tan mal.
Así que parecía que, si bien Qi Rong
despreciaba a esos dos sirvientes, aún reconocía
lo competentes que eran. Los dos habían
planeado que uno se quedara para proteger la
fortaleza, pero Qi Rong estaba gritando y
aullando con una espada manchada con la
sangre de Xie Lian, por lo que pensaron que el
peligro podría ser más de lo que esperaban y
decidieron que ambos vendrían juntos al final. La

336
colina de BeiZi estaba llena de la esencia del mal,
por lo que no fue difícil de encontrar, lo cual fue
la razón de que fueran tan rápidos en llegar.
Aunque Xie Lian poseía un cuerpo ascendido y
las espadas normales no podían dañar su
esencia y un golpe para sí mismo como esto no
lo mataría, aun así, nunca había realmente
perdido en una batalla de vida o muerte en sus
veinte años y esta era la primera vez que había
sido tan gravemente herido, necesitaba tiempo
para recuperarse. Y así, Feng Xin lo cargó sobre
su espalda a su regreso a la capital real. Un dolor
extraño lo apuñaló desde su estómago, haciendo
que Xie Lian frunciera el ceño, pero trató de
controlarse.
—¿Se han topado con algo en su camino aquí?
—No. —Mu Qing respondió.
Xie Lian contuvo el aliento y dijo: —Ten
cuidado, hay criaturas inhumanas cerca...
Quería contarles sobre ese ser vestido de
blanco, pero como estaba realmente agotado y al
ver desde la periferia de su visión al joven
soldado que seguía detrás con esa espada de
acero ensangrentada en la mano, finalmente se
relajó y cerró los ojos para restaurar su energía y
se quedó profundamente dormido.

Desde que había descendido caprichosamente


al Reino Mortal, Xie Lian no había cerrado los
ojos para descansar durante más de un mes y, a

337
medida que aumentaba la presión, toda esta
experiencia dolorosa finalmente lo aplastaba y
estuvo en estado de coma durante tres días
completos. Después de tres días, se despertó
sobresaltado y se encontró dentro de su
dormitorio. El techo de arriba era glamoroso y
hermoso, era el palacio, e inmediatamente se
incorporó.
—¡Feng Xin!
Feng Xin estaba afuera probando su arco y
entró cuando escuchó la llamada.
—¡Dianxia!
La lesión estomacal de Xie Lian se había
curado hace mucho tiempo y de inmediato saltó
de la cama.
—¿Me quedé inconsciente por mucho tiempo?
¿Pasó algo?
—Relájate. —Feng Xin dijo—. Solo fueron unos
días. No hubo ataques enemigos. Si lo hubiera,
¿no te habría despertado ya? Vuelve a la cama,
olvidaste tus zapatos otra vez.
Calmado, Xie Lian volvió a la cama. Después
de una pausa, preguntó: —¿Dónde está Mu
Qing?
En ese momento, Mu Qing también entró,
sosteniendo ropas listas en sus manos.
—Aquí.
Asistió a vestir al príncipe heredero y Feng Xin
habló al lado de ellos.
—Sin embargo, a pesar de que no tuvimos
batallas en los últimos días, sí encontramos algo.
—¿Qué cosa? —Preguntó Xie Lian.

338
—¿No dijimos antes que había algo raro con
YongAn? ¿Que podría haber refuerzos? Fuimos
a explorar el Monte BeiZi y vimos a varias
personas que estaban vestidas como nuestra
gente pero tenían un acento extraño. No parecían
ser de XianLe. Los capturé y, efectivamente,
había otros reinos que los apoyaban desde las
sombras, enviando en secreto suministros y
armas.
De lo contrario, con tanta gente de YongAn
situada en una colina estéril, ¡no había forma de
que pudieran sostenerse hasta ahora,
sobreviviendo a base de raíces silvestres y
malezas!
Feng Xin dijo: —¡Jodidos doble cara,
pretendiendo ser amigables todo este tiempo,
tienen que generar mierda ahora, deseando que
XianLe caiga completamente en el caos!
El reino de XianLe poseía un vasto territorio con
abundantes recursos, su riqueza abundante, su
abundante producción de preciosas joyas y los
reinos cercanos habían hace tiempo mirado con
ojos de codicia. Xie Lian había anticipado esto y
negó con la cabeza gravemente. Recordó algo
más y preguntó: —¿Dónde está ese niño?
—¿Cuál? —Feng Xin preguntó—. Oh, ¿ese
pequeño soldado? Ese día te llevábamos al
Guoshi Principal, nadie lo vigiló, por lo que
probablemente regresó a sus tropas.
Vestido, Xie Lian bajó los brazos y se sentó en
la cama.
—Ese niño era muy hábil, creo que tiene un
gran potencial con el sable. Si se le enseña bien,

339
definitivamente será espectacular cuando sea
mayor. Mu Qing, recuerda encontrarlo para mí
cuando tengas una oportunidad. Trátalo bien. Él
podría ser nombrado.
Xie Lian era alguien que amaba a los que
tenían habilidades en artes marciales y solo tenía
que nombrarlos para poder verlos a su lado todos
los días y disfrutar. Esta no fue la primera vez que
hizo tal comentario, pero fue la primera vez que
se dirigió a un niño. Mu Qing lo escuchó hacer
esos comentarios de muy buenos potenciales
con el sable: Espectacular cuando sea mayor, y
su expresión se volvió ilegible, mientras arrugaba
la banda de pelo que acababa de desatar de Xie
Lian en su mano y se dio la vuelta para lanzarla a
un lado.
Feng Xin, por otro lado, comentó: —Ese
mocoso solo parece tener unos catorce o quince
años, ¿no es eso demasiado joven? ¿Qué va a
hacer después de ser nombrado?
Mu Qing también habló en voz baja.
—No es correcto. Estaría en contra de la ley
militar.
—Un dios puede descender al reino de los
mortales, entonces, ¿qué puede hacerme la ley
militar? —Dijo Xie Lian y luego elogió—. ¡Ustedes
deberían haber visto la forma en que mató a esos
binus! ¡Fue tan bueno!
Hablando de binus, ese extraño ser vestido de
blanco apareció ante su mente.
—Dianxia, ¿por qué aparecieron en el Monte
BeiZi demonios como los de la Tierra del Afecto?
¿Eso ha sucedido antes? —dijo Feng Xin.

340
Xie Lian se puso de pie.
—Eso es lo que quería decirles a ustedes ese
día.
Finalmente libre, relató su reunión con el que
llevaba la máscara llorando y sonriendo. Los tres
hablaron de ello pero no se atrevieron a ser
negligentes y al final decidieron que era mejor
avisar a los cielos. Así, una vez que Xie Lian salió
de su habitación, se reunió brevemente con el rey
y la reina antes de apresurarse al Gran Salón
Marcial en el Monte TaiCang.
Si esto fuera el pasado, Xie Lian habría ido
directamente al Reino Celestial para hablar con
Jun Wu cara a cara. Sin embargo, las
circunstancias habían cambiado; él fue quien
abandonó la Corte Celestial y era como devolver
las llaves. Incluso si él quisiera volver, las puertas
estarían cerradas. Además, se fue tan molesto y
habló con tanta fricción en el Gran Salón Marcial,
que se sintió un poco avergonzado de enfrentar a
Jun Wu. Así, con gran reverencia, encendió unos
cuantos palos gigantes de incienso en el Gran
Salón Marcial y pasó el mensaje a la estatua
divina del Emperador Marcial Celestial,
esperando que él lo escuchara. Sin embargo, el
número de respetos de incienso que recibía Jun
Wu era de al menos ocho mil a diez mil, una
cantidad abrumadora, con un número de grandes
creyentes mezclados. Si el hecho de que
realmente escuchara su mensaje dependiera
completamente de la casualidad, Xie Lian
tampoco se atrevía a dejar que las cosas fueran
demasiado largas, e inmediatamente regresó al

341
frente de la batalla para continuar su vigilancia
sobre la ciudad fortaleza.
Tal vez fue porque el daño infligido en la
primera batalla fue demasiado grande y sus
refuerzos fueron cortados secretamente por Feng
Xin y Mu Qing, YongAn parecía haber cambiado
de táctica y no atacó de manera imprudente de
nuevo. Después de unos meses, pelearon
algunas batallas pequeñas pero no perdieron
gravemente. En comparación con la primera
batalla, esos combates no eran nada. Ese
extraño ser vestido de blanco tampoco apareció
de nuevo. Por lo tanto, la capital real de XianLe
estaba cada vez más relajada y el mismo Xie Lian
encontró una rara oportunidad de salir de las
líneas del frente, paseando por la capital real para
relajarse un poco.
Se subió a un pequeño puente de piedra,
removiendo los largos cordeles del sauce llorón
que estaba junto al puente y observó cómo los
peces koi rojos y animados agitaban sus colas
nadando alegremente a través de las aguas que
corrían debajo, sintiéndose envidioso. Estuvo
perdido en sus pensamientos durante un rato,
cuando de repente sintió que ojos lo miraban por
detrás y cuando giró la cabeza, no había nadie
allí. Desconcertado pero sin percibir alguna
intención malintencionada o de matar, a Xie Lian
no le importó.
Después de cruzar el puente, caminó por la
Avenida de la Deidad Marcial y los transeúntes
en la carretera se inclinaron ante él con
entusiasmo, reverencia o alegría, saludando a

342
Dianxia. Xie Lian asintió y sonrió y después de
caminar un rato, sintió esa mirada fija en su
espalda otra vez.
Esta vez, lo tomó en serio y se dio la vuelta sin
previo aviso, atrapando al culpable. Detrás de un
árbol de sauce había un destello de una sombra.
Xie Lian se acercó y estaba a punto de agarrar a
la persona cuando se dio cuenta de que era ese
chico con la cabeza envuelta en vendas.
—¿Tú eres...?
Incluso con vendas envueltas por toda su
cabeza, ese chico todavía se levantó para cubrir
su rostro con los brazos cruzados, dejando solo
un ojo brillante asomándose a través de sus
mangas remendadas. Tartamudeó: —D-Dianxia,
no quise hacerlo.
Xie Lian le señaló: —Eres de esa noche... —Se
detuvo, recordando de inmediato lo que ocurrió
exactamente esa noche hace muchos meses y
cuán descompuesto estaba. Las imágenes
llenaron su mente y enrojeció, sintiéndose un
poco incómodo y rápidamente se aclaró la
garganta—. Así que eras tú. Iba a buscarte hace
un tiempo, pero con tantas cosas a mi cargo lo
había olvidado. Ejem, ¿no eres un soldado en el
ejército? ¿Por qué estás en la ciudad?
Al escucharlo, a ese muchacho le sorprendió y
le contestó con un poco de alboroto.
—Ya no estoy en el ejército.
Xie Lian estaba desconcertado.
—¿Eh? ¿Por qué no?
Ese chico estaba aún más desconcertado.

343
—Me... me echaron. Dianxia, ¿no... no lo
sabía?
Xie Lian estaba perplejo.
—¿Saber qué?
Le había dicho claramente a Mu Qing que ese
niño era un buen aprendiz para ser instruido y
formado, así que, ¿cómo fue expulsado del
ejército después de las instrucciones específicas
de Xie Lian?
Ese chico parecía estar emocionado y feliz y de
inmediato dejó caer los brazos.
—¡Así que Dianxia no lo sabía! Pensé...
pensé...
Xie Lian se estaba volviendo cada vez más
curioso.
—Ven, dime, ¿por qué te echaron? ¿Quién te
echó? ¿Por qué pensaste que lo sabría?
Además, ¿qué habías pensado?
Ese chico dio un paso gigante hacia él, pero
antes de que pudiera hablar, justo en ese
momento, desde la Avenida de la Deidad Marcial,
se escuchó un grito estridente y horrorizado.
—AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Xie Lian giró la cabeza y vio a un hombre
sosteniendo su rostro, corriendo y tropezando en
su dirección.

344
Capítulo 84
Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se
desata la Enfermedad del Rostro Humano
(parte uno)

E
ra un hombre alto y corpulento, corriendo
precipitadamente y muchos en las calles
cayeron mientras pasaba. Se quejaron en voz
alta.
—¡Qué pasa!
—¿Qué pasa con la apresurada carrera en un
día tan caluroso...?
—Wow, la primera vez que veo a alguien salir
sin cara.17
Muchos empezaron a reírse mientras
comentaron ya que de todas formas no estaban
realmente enojados. ¡Pero ese hombre se
enfureció durante todo el camino, se estrelló de
frente con un carruaje de caballos grande y lujoso
y la sangre salpicó en el lugar!

17
“Cara” se refiere a la vergüenza, pero el hombre estaba refiriéndose a un tipo que
no mostraba vergüenza y que ocultaba su cara al mismo tiempo.

345
Él cayó de espaldas al suelo primero y los
peatones que estaban bromeando gritaron. El
dueño del carruaje también se sorprendió,
asomando la cabeza para preguntar:
—¿Quién era ese? ¿Quién se estrelló contra
mí?
Todo fue tan repentino, Xie Lian tuvo que poner
el asunto con el niño en segundo plano por ahora
y se apresuró a acercarse.
—¿Qué ha pasado?
Ese hombre que embistió su cabeza contra el
duro y sólido carruaje parecía haberse
desmayado, su cabello despeinado le bloqueaba
la cara y había varias personas que lo rodeaban
con cuidado y observaban. Sin embargo, antes
de que Xie Lian se acercara, repentinamente se
levantó de un salto y soltó un gemido: —¡NO
PUEDO SOPORTARLO MÁS! ¡ALGUIEN!
¡ALGUIEN MÁTEME! RÁPIDO, ¡ALGUIEN
VENGA Y MÁTEME! ¡POR FAVOR!
Algunos de los otros hombres corpulentos que
pasaban no podían mirar más y comentaron.
—¿Qué casa dejó que su psicópata se
escaara? Llévenselo, ayy...
Originalmente iban a arrestar a ese hombre,
pero justo cuando se acercaron, cuando vieron al
lunático de cerca, todos gritaron y retrocedieron
apresuradamente.
—¡¡QUÉ ES ESTE MONSTRUO!!
Ese loco hombre, sin embargo, los persiguió,
llorando maniáticamente.
—RÁPIDO, ¡GOLPÉENME A MUERTE!

346
Esos hombres se horrorizaron y justo en ese
momento cuando Xie Lian se acercó, vieron que
era Taizi Dianxia y se apresuraron a esconderse
detrás de él como si fuera un respiro divino. Sin
pestañear, Xie Lian levantó la pierna y le dio una
patada, derribó a ese loco y se golpeó varias
veces, terminando como un perro cubierto de
barro. Algunos le señalaron: —¡Dianxia! Este
hombre... este hombre... él tiene... ¡¡¡ÉL TIENE!!!
No era necesario que lo dijeran, Xie Lian
también lo vio, ¡este hombre tenía dos caras!
Técnicamente, era una cara con otra crecida a
partir de ella. La segunda cara estaba aplastada
en la mitad de la mejilla de ese loco, del tamaño
de una palma y aunque este hombre era joven,
esa pequeña cara era un anciano arrugado, ¡feo
hasta la médula!
Xie Lian también se sorprendió profundamente,
su mente se llenó de una sola cosa: —¡¿Qué es
este monstruo?!
Inmediatamente agarró la espada que colgaba
de su cintura y la desenvainó. Esa espada era un
arma encantada que le regaló el Emperador
Marcial Celestial, su nombre es HongJing. Desde
que conoció a ese personaje vestido de blanco,
mantuvo la espada sobre su persona en todo
momento en caso de que fuera necesario y tal
vez pudiera ver la verdadera forma de esa
criatura uno de estos días. Bajo las
circunstancias actuales, esa espada era
ciertamente útil y una vez desenvainada, el brillo
de esa hoja era más brillante que la nieve. Sin
embargo, cuando miró, la reflexión sobre esa

347
espada no cambió en absoluto. Todavía era solo
este hombre y aún eran solo esas dos caras
aterradoras. Eso significaba que este hombre
loco no era en ninguna forma o tamaño un
monstruo o un demonio, ¡que en realidad era
humano!
Sin embargo, ¿había realmente alguien en el
mundo que pudiera tener tal cosa? Si nació de
esta manera, ¿cómo podría no ser conocido
dentro de la capital real en unos años? Xie Lian
estaba asombrado y desconfiado y de repente,
alguien a su lado habló con voz temblorosa.
—¿Cómo... cómo se volvió así?
Al escucharlo, Xie Lian inmediatamente
enfundó la espada HongJing y volvió la cabeza.
—¿Lo conoces? ¿No era así antes?
Algunas personas respondieron: —¡Lo
conocemos! Solíamos trabajar con él. Por
supuesto que no era así. Antes, su cara... ¡¿cómo
podría tener algo así?!
Al ver que la multitud crecía, casi hasta el punto
de bloquear toda la calle principal, con una
expresión grave, Xie Lian inhaló y gritó fuerte y
claramente: —TODOS, NO SE ACERQUEN. ¡NO
ES NADA, ALÉJENSE! —Ese chico vendado lo
ayudó a mantener a la multitud alejada, pero Xie
Lian no se dio cuenta. Estaba ocupado llamando
a Feng Xin y Mu Qing en la matriz de
comunicación: —¡Vengan rápido a la Avenida de
la Deidad Marcial en la capital real!
Después de bajar la mano, vio a otra persona
cercana que parecía vacilante y preocupada, muy
indecisa, por lo que Xie Lian dio un paso hacia él.

348
—¿Tiene algo que quieras decir?
Con la pregunta del príncipe heredero, ese
hombre parecía haber encontrado valor y dijo:
—Dianxia, hay algo que no sé si debería decir...
Xie Lian no tuvo tiempo de escucharlo divagar
palabras torcidas y cortó sin rodeos.
—¡Llegue al punto!
—Hace unos días, unas protuberancias
aparecieron en mi pecho; tres grandes y dos
pequeñas, no sentí nada, no me pican ni me
hacen daño y en realidad se sienten muy bien
cuando las golpeo. No pienso mucho en ellas,
pero al ver a este hombre aquí, me siento muy...
como si pudiera ser castigado por algo, ¿sabe?
Jaja —Rió abiertamente y se aflojó la bata,
mostrando su pecho—. No hay nada de malo en
mí... ¿o sí?
En el momento en que se quitó la bata, todos
se callaron. En el pecho de ese hombre no
estaban solo algunas protuberancias. ¡Era
claramente el rostro borroso de una mujer con
sus cinco sentidos intactos!
Ese hombre miró hacia abajo y también se
sorprendió.
—¡¿CÓMO SE CONVIRTIÓ EN ESTO?!
CLARAMENTE NO ERA ASÍ… ASÍ...
¿Realistas? ¿Naturales? No importa qué
adjetivo se usara, ¡eran completamente
horripilantes!
Todos en el lugar estaban aterrorizados y a
pesar de sí mismo, ese hombre se agarró del
dobladillo de la túnica de Xie Lian y gritó:
—¡DIANXIA, SÁLVEME!

349
En ese mismo momento, Feng Xin y Mu Qing
recibieron su llamada y llegaron corriendo por las
torres.
Al ver la imagen ante ellos, ambos fruncieron el
ceño y Feng Xin gritó: —¡RETROCEDA! ¿A QUÉ
ESTÁ JUGANDO?
Xie Lian no tuvo tiempo de explicar. Le dio unas
palmaditas a los hombros de ese hombre y lo
consoló.
—No te preocupes. Mantén la calma.
Su tono de voz era cálido y firme, serio pero
amable. Ese hombre pensó que Xie Lian tenía
todo bajo control y creía sin lugar a dudas que
una pequeña cuestión como esta no era nada
para Taizi Dianxia y por eso se relajó. Sin
embargo, la mente de Xie Lian estaba en tumulto.
¡Ese rostro humano en realidad era algo que
crecía gradualmente! Y aquellos con el síntoma,
por ahora lo llamará síntoma, no eran solo una
persona. Entonces, ¿se atrevería a asumir que
había muchos más?
Inmediatamente le dio a Feng Xin y Mu Qing un
resumen aproximado y les ordenó: —Anuncien
esto en el palacio, pasen esta orden: busquen en
toda la ciudad y vean si hay alguien más con
síntomas similares. ¡No ignoren a uno solo!
Debido a que esa cosa era tan impactante, una
vez que el rey recibió la noticia, la convirtió en una
prioridad, enviando a un gran número de tropas
para que buscaran e investigaran, el trabajo fue
altamente eficiente y efectivo. Para esa noche se
confirmó: dentro de toda la capital real ya había
cinco personas con rostros algo visibles

350
creciendo en sus cuerpos. Esos cinco, o lo vieron
y no lo tomaron en serio, o las caras estaban
creciendo en áreas que no se detectaban
fácilmente. Además, las caras no picaban ni
dolían, por lo que no se habrían dado cuenta.
Aparte de eso, había más de diez personas que
tenían protuberancias poco profundas
apareciendo en sus cuerpos, sin duda las caras
todavía inmaduras.
En este grupo de veinte personas, había más
mujeres y jóvenes y cuando fueron enviados ante
que Xie Lian, uno tras otro, se llenaron de
inquietud y se saludaron, reconfortándose
mutuamente al mismo tiempo. Inicialmente, Xie
Lian estaba hablando con alguien al lado
ocupándose de algunos asuntos, pero cuando los
notó, sintió que algo estaba mal.
Él preguntó: —¿Todos ustedes se conocen?
Los funcionarios que trabajaron toda la noche
observaron brevemente su informe y
respondieron: —Dianxia, muchos de ellos viven
en las afueras de la capital real, bastante cerca,
así que tal vez se hayan cruzado como vecinos.
¿Muchos que vivían en la misma zona? Mu
Qing se horrorizó: —¿Las personas que vivían
juntas tienen esos rostros humanos? ¿Esa cosa
es contagiosa?
Xie Lian lo pensó más rápido que él,
simplemente no lo dijo tan rápido.
Inmediatamente él ordenó: —¡Aíslenlos!
Dispersen a los no afectados, no permitan que
nadie se acerque a este lugar. ¡Encuentren un
lugar para poner a todos aquí en cuarentena!

351
Una extraña enfermedad contagiosa. Cuando
esas palabras se filtraron, fueron más eficaces
que la orden de dispersarse y cualquier tropa
armadas. No solo se dispersó la multitud que
miraba, sino que más de la mitad de las casas en
la calle se vaciaron. Xie Lian ordenó a los oficiales
y soldados que designó que se prepararan para
la protección y llevó a esas veinte personas a las
afueras de la capital real, donde vivían algunas
de ellas.
Cerca de la zona residencial en las afueras
había un gran bosque llamado el Bosque Buyou.
Los funcionarios del gobierno tenían la intención
de construir una cuarentena allí para ubicar
temporalmente a los enfermos. Sin embargo,
cuando entraron al bosque, mientras otros
estaban ocupados construyendo el campamento,
Xie Lian se sentía cada vez más incómodo a
medida que más caminaba. Feng Xin y Mu Qing
también se dieron cuenta. Fue Feng Xin quien
habló primero: —Dianxia, ¿no es aquí donde
Lang Ying...?
Xie Lian dejó caer sus manos a su lado,
frunciendo el ceño profundamente.
—Sí. Fue aquí.
¡Este Bosque de Buyou era el mismo lugar
donde Lang Ying había excavado y enterrado el
cadáver de su hijo!
Al darse cuenta de esto, los tres se miraron.
Aunque no podían ser exactos, una conjetura se
formó en sus mentes, presionándolos para que
comiencen a buscar el lugar donde Lang Ying
había enterrado el cadáver ese día. Sin embargo,

352
habían pasado meses y con tantos árboles en el
Bosque de Buyou, ¿cómo podrían recordar
exactamente en qué árbol estaba enterrado el
niño?
En ese momento, un hedor indescriptiblemente
asqueroso flotó en el aire.
Ese hedor asqueroso era algo así como el de
un cadáver podrido, pero era aún más sofocante.
Solo una respiración y podría derribar a un
hombre. Otros también lo olieron y comenzaron a
retroceder, cubriendo sus narices y
abanicándose.
—¿Qué hay allá?
—¡Que está pasando! ¡Es peor que un frasco
de pepinillos de diez años!
Xie Lian se apresuró hacia adelante y siguió
ese olor aterrador y llegó a un árbol torcido de
aspecto familiar. La tierra debajo del árbol estaba
ligeramente levantada, formando un montículo.
Los soldados alzaron sus espadas y se reunieron
para proteger a Xie Lian, pero él levantó la mano
para detenerlos. Dijo con gravedad: —Tengan
cuidado. La gente normal no debería acercarse.
La persona no normal, Feng Xin, tomó una pala
con brusquedad y se acercó. Después de unos
pocos golpazos, el montón de lodo se convirtió en
una zanja, el hedor asqueroso se hizo más
pesado y Feng Xin cavó con mayor atención.
Después de unas pocos más, una pequeña cosa
negra fue desenterrada y parecía estar
retorciéndose.
Feng Xin desaceleró su movimiento y los
soldados reaccionaron como si estuvieran

353
enfrentando a un gran enemigo. De repente, la
tierra se arqueó hacia arriba y un cuerpo gigante
hinchado e hinchado se desprendió del suelo,
exponiéndose ante la multitud que sostenía
antorchas.
Ese hedor podrido brotó instantáneamente y la
mayoría de las personas en el lugar vomitaron en
el lugar. Las pupilas de Xie Lian se encogieron.
Esa cosa ya no podría ser descrita como
humana. Cualquier cosa sería más humana que
eso. ¡Nadie podría decir que este gigantesco
cadáver alguna vez fue un niño pequeño y
demacrado!
La necesidad de vomitar subió hasta su
garganta y Xie Lian miró hacia otro lado. Feng Xin
y Mu Qing también estaban estupefactos,
diciendo: —¡¿QUÉ ES ESTO?! ¿Es eso una
maldición o un simple cadáver podrido?
No importaba qué era esa cosa, Xie Lian sabía
lo que tenían que hacer.
—¡Retrocedan! ¡Cuanto más lejos, mejor! ¡Voy
a quemar esa cosa!
Levantó la mano y una gran corriente de llamas
se prendió. Justo cuando el fuego ardía y el humo
era denso, llegó el sonido agudo de un cuerno de
batalla desde la lejana capital real, sonaba fuerte
y agudo, llamando a todos a formación.
Los tres miraron al mismo tiempo; esa era la
señal de un ataque enemigo.
Feng Xin dijo: —¡Joder, de todos los tiempos
tenían que venir ahora! —El rostro de Feng Xin
estaba oscuro, luciendo sombrío incluso bajo la
luz del fuego—. ¿Tal vez, esto fue intencional?

354
Xie Lian hizo la llamada: —Mu Qing, quédate
aquí y vigila esto. Feng Xin, vienes conmigo. Los
repeleremos primero. Recuerden, ¡no les dejen
notar ningún punto débil!
Esa noche, los dos salieron apresuradamente
de la fortaleza de la ciudad y lucharon
apresuradamente en una batalla.
Aunque esa batalla salió de la nada, ganaron.
Sin embargo, aunque ganaron, ninguno de los
soldados de XianLe, incluido Xie Lian, sintió la
alegría de la victoria.
La enfermedad extraña que apareció de
manera tan aleatoria llegó a ser llamada:
Enfermedad del Rostro Humano por la gente. Las
palabras pasaron a través de la capital real como
un rayo, causando gran revuelo y gran inquietud.
El rey había considerado ignorar las noticias,
pero la primera víctima arrasó las calles; había
innumerables testigos, así que esto era algo que
no podía ocultarse desde el principio. Además, la
Enfermedad del Rostro Humano se estaba
propagando rápidamente, en solo seis días, más
de cincuenta personas encontraron aflicciones
similares en sus cuerpos.
Al mismo tiempo, los asedios de YongAn
estaban aumentando. Atacado desde ambos
lados, Xie Lian apenas podía encontrar el tiempo
para ir a YongAn y crear lluvia. Todo el poder y la
energía espirituales se gastaron en la cuarentena
y en las afueras.
Dentro del frío Bosque de Buyou, se
construyeron grandes campos de carpas y
chozas. Xie Lian atravesó un terreno lleno de

355
pacientes. Esta cuarentena comenzó con una
veintena de personas, pero pronto se convirtió en
un tamaño de cientos y cada vez se hacía más
grande. Todos los días, Xie Lian vendría si
hubiera tiempo y usaría su poder para aliviar los
horribles síntomas de los afectados. Sin
embargo, todavía no podía curar la causa raíz y
lo que la gente esperaba era que él los sanara
por completo.
Mientras Xie Lian caminaba, un joven tendido
en el suelo de repente levantó la mano y tiró del
dobladillo de su túnica.
—Dianxia, no moriré, ¿verdad?
Xie Lian estaba a punto de responder y notó
que este hombre parecía familiar. En una mirada
más cercana, ¿no era él el transeúnte que le dio
un paraguas en ese día lluvioso que supo que a
XianLe le faltaba agua?
Recordando ese día, esa lluvia, ese paraguas,
el calor llenó el corazón de Xie Lian y él se
arrodilló, acariciando suavemente el brazo de ese
joven, diciéndole en tono serio: —Haré lo mejor
que pueda.
Ese hombre parecía haber recibido la
esperanza de sobrevivir; Sus ojos brillaron de
alegría, repitiendo; bien, bien y se acostó de
nuevo. Por esos ojos fervientes, Xie Lian pudo
decir que realmente creín que él podría hacerlo.
Por lo tanto, cada vez que se encontrara con esos
ojos, un sentimiento de auto culpa crecería
profundamente en su corazón y la necesidad de
encontrar una cura crecía cada vez más
desesperadamente.

356
Después de hacer una ronda a través de la
cuarentena, Xie Lian encontró un lugar para
sentarse. Mu Qing inició una fogata y Xie Lian se
sentó, sumido en sus pensamientos. A cierta
distancia, algunos muchachos de recados se
alejaron con una camilla, murmurando entre sí,
pero de alguna manera sus palabras llegaron a
los oídos de Xie Lian:
—¿Cuántos hay ahora?
—El cuarto o quinto, creo.
En la camilla había un paciente que murió en el
Bosque de Buyou. En verdad, era difícil morir por
la Enfermedad del Rostro Humano. Sin embargo,
eso era lo más aterrador. No morir significaba
para el resto de las vidas de las víctimas que esas
cosas permanecerían en sus cuerpos. Solo
pensarlo haría que uno pierda la voluntad de vivir.
Especialmente las mujeres jóvenes, que cuidan
sus caras, por lo que si algo así creciera en un
lugar importante como su cara, la mayoría
elegiría terminar con sus vidas.
Otro suspiró: —¡Ahh…! ¿Cuándo terminará
esto?
Otro dijo: —Tenemos Taizi Dianxia, no
perderemos. Relájate.
El que se quejó dijo: —No tengo miedo de
perder batallas. Pero con la situación como esta,
¿importa si no perdemos batallas? No es fácil
para nosotros, los civiles, vivir así, ahh... no
importa, no importa. No me estoy quejando. Solo
finge que no dije nada. No dije nada.
Si Feng Xin estuviera allí, inmediatamente se
habría apresurado a callarlos. Sin embargo, Mu

357
Qing solo le dio una mirada a Xie Lian y continuó
construyendo el fuego, sin decir nada. Solo
cuando esos dos desaparecieron por completo,
dijo llanamente: —Los plebeyos ignorantes solo
saben cómo culpar a los demás y a los cielos.
¿Creían que un dios marcial tenía control sobre
todo?
Xie Lian negó con la cabeza. Lo que esos
hombres dijeron tenía su lógica. Él era un dios
marcial; cuando formara parte del ejército no
habría batallas no ganadas. Sin embargo, en
momentos como estos, ¿de qué servía ganar
batallas? Formar un ejército era proteger a los
civiles, pero si todos los civiles sufrían los
ataques de una plaga, ¿no se convertirían sus
ventajas en una broma?
En ese momento, las fogatas titubearon y otra
persona se sentó junto a Xie Lian. Era Feng Xin
quien había regresado. Xie Lian preguntó de
inmediato: —¿Cómo va?
Feng Xin negó con la cabeza.
—Es exactamente lo mismo que cuando
buscabas. No hay rastros de Lang Ying en el
Monte BeiZi y nada de ese personaje vestido de
blanco. Quién sabe dónde se están escondiendo
y no hay forma de confirmar si son los que están
detrás de esto. Además, la gente de YongAn
estaba bien, como sospechábamos, ni un solo
caso de la Enfermedad del Rostro Humano.
Mu Qing asomó al fuego: —La capital real y el
Monte BeiZi están tan cerca, no hay forma de que
nadie esté infectado. Es fácil ver que ellos deben
ser los que están detrás de todo esto.

358
Muchos creían esto secretamente y pensar de
esta manera tenía sentido. Sin embargo, incluso
si acusaban a Lang Ying en secreto o
abiertamente, el hombre estaba bien escondido y
no podían encontrar ninguna prueba, por lo que
no podían hacer nada.
Sospechan que la Enfermedad del Rostro
Humano se inició con una maldición y la fuente
de esa maldición era el cadáver del hijo de Lang
Ying. Sin embargo, si era una maldición,
entonces era una buena. No dejó ningún rastro
para que ellos investigaran, por lo que no había
evidencia para confirmar sus sospechas. ¿Y
quién sabe, tal vez esta Enfermedad del Rostro
Humano no era más que una plaga nueva y
natural? No había manera de que Xie Lian
pudiera sacar conclusiones sobre lo que
realmente era la enfermedad a menos que
detuvieran al sospechoso.
También le había dado a la Corte Celestial un
informe aproximado de sus suposiciones. Sin
embargo, como se mencionó anteriormente, Xie
Lian había descendido bajo desobediencia, a
diferencia del pasado, donde si quería informar
muy bien irrumpir en el Gran Salón Marcial y
hablar en el oído de Jun Wu, ahora tenía que
hacerlo siguiendo las reglas. Debía saberse que,
siguiendo las reglas, significaba: simplemente
arrojar algunos méritos y si tenía suerte algunas
palabras fuertes llegarían a los oficiales
celestiales; si tenía mala suerte, podría verse
obligado a pasar por complicados trámites
burocráticos en interminables retrasos. Después

359
de eso, de todas formas aún serían solo algunos
Oficiales Celestiales los que serían enviados. El
propio Xie Lian era un Oficial Celestial y aparte
de Jun Wu, eran muy pocos los que podían
igualarlo en el poder, por lo que los Oficiales
Celestiales enviados tal vez ni siquiera fueran
efectivos. Jun Wu llevaba una pesada carga,
como decían los mortales, él era una máquina,
por lo que no había manera de que pudiera acudir
en ayuda de Xie Lian en persona. Por lo tanto, su
informe fue solo para mostrar y Xie Lian no
esperaba que nada saliera de eso.
Además, nada de eso era lo que pensaba Xie
Lian, era otro problema. Él habló: —Si asumimos
que YongAn usó una maldición para derrotar a la
capital real, entonces el ataque más efectivo
sería al ejército. Una vez que caiga el ejército,
¿no sería eso lo mismo que abrir las puertas?
No era que no hubiera víctimas de la
Enfermedad del Rostro Humano en el ejército,
pero en comparación, eran pocas, solo tres o
cuatro afectados. Y una vez que fueron enviados
a la cuarentena, la situación quedó
inmediatamente bajo control y nada se extendió.
Feng Xin parecía haber pensado en algo y dijo:
—Tal vez piensen que incluso si derrotan al
ejército, contigo a su alrededor igual perderían,
¿así que renunciaron al ejército y atacaron a los
civiles directamente? —Al oír esto, Mu Qing se rió
secamente. Feng Xin reaccionó de inmediato—.
¿De qué te ríes?
—Nada. Siempre logras sacar buenos puntos.
No tengo nada que decir. —Mu Qing respondió.

360
Las personas que tenían la intención de atacar
a los demás, pero aún pretendían sonar como
corteses, eran los que más molestaban a Feng
Xin, por lo que lo ignoró por completo.
—Si fueron ellos, entonces son despreciables.
Que luchen honestamente en el campo de batalla
si tienen las agallas, ¡pero no usen trucos
sombríos para dañar a civiles inocentes!
Xie Lian estuvo de todo corazón de acuerdo y
suspiró: —He estado pensando en estos últimos
días qué es lo que causa la infección. Tenemos
que conocer las causas antes de poder controlar
la enfermedad.
—¿No es obvio? —Feng Xin dijo—. La
infección se debe a estar muy cerca, tocar, beber
la misma agua, comer juntos, dormir juntos o lo
que sea.
Xie Lian se frotó la frente.
—En la superficie no está mal. Pero, tomemos
al ejército, por ejemplo, los soldados en el ejército
beben, comen y duermen juntos y están en
lugares más cercanos que cualquier otro hogar,
así que ¿por qué no hay más soldados
infectados?
Mu Qing frunció el ceño.
—Entonces, lo que quieres decir es que,
incluso en las mismas circunstancias, con
diferentes tipos de cuerpo, algunos se infectarán
y otros no. Quieres saber qué tipo de personas
son inmunes contra la Enfermedad del Rostro
Humano, ¿verdad?
Xie Lian levantó la cabeza.

361
—Mu Qing, tú me entiendes. Eso, es
exactamente eso. Si podemos descubrirlo,
entonces podría haber una manera de detener la
propagación de la Enfermedad del Rostro
Humano.
Mu Qing asintió.
—Bien. Entonces veamos esto de esta manera:
¿qué tipo de personas tienen más probabilidades
de infectarse? ¿Qué tipo de pacientes dominan la
cuarentena del Bosque de Buyou?
Xie Lian caminó por los campamentos sin cesar
los últimos días y pudo responder incluso con los
ojos cerrados. Dijo de inmediato: —Mujeres,
niños, adolescentes, adultos mayores y hombres
jóvenes que son más pequeños en su
constitución.
Feng Xin se preguntó: —¿Entonces solo los
débiles se infectan? ¿Deberíamos tener la orden
del rey para que todos en la capital real trabajen
y fortalezcan sus cuerpos?
—...
—...
Xie Lian y Mu Qing lo miraron, no queriendo
responder. Después de una pausa, el propio
Feng Xin agregó: —Espera, eso no está bien.

362
Capítulo 85
Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se
desata la enfermedad de rostro humano
(parte dos)

O
bviamente no era correcto, porque la
primera víctima que arrasó la Avenida de la
Deidad Marcial era un hombre fuerte y sano,
por lo que la teoría no se mantuvo.
Justo como los soldados infectados con la
Enfermedad del Rostro Humano eran diferentes
a otros soldados, Xie Lian pensó en muchas
posibilidades y trató de probar sus conjeturas.
Pero no importaba desde qué ángulo miró, no
había nada demasiado obvio que los diferenciara
de los demás. Cada víctima infectada, sin
importar su apariencia, su tipo de cuerpo, su
estado, su temperamento, todo estaba disperso,
era imposible llegar a una conclusión
clasificándolos. ¿Podría ser que la persona que
se infectó realmente fue de casualidad?
Xie Lian murmuró para sí mismo.
—¿Qué hicieron esos soldados para detener la
propagación de la enfermedad de rostro

363
humano? En otras palabras, qué hicieron que era
más frecuente que los civiles...
Cuando llegó a este pensamiento, sus ojos se
abrieron de repente y su rostro palideció. Al oír
que su voz se detuvo bruscamente, Feng Xin
preguntó: —¿Qué pasa, Dianxia? ¿Pensaste en
algo?
Xie Lian había pensado en algo. Pensó en una
teoría lógica, pero al mismo tiempo, era
aterradora.
Se levantó en un instante y soltó: —¡De
ninguna manera! No, no, no debería ser así. No
puede ser.
Feng Xin y Mu Qing inmediatamente se
levantaron también.
—¿Qué es?
Xie Lian sostuvo su frente y caminó de un lado
a otro, levantando su mano.
—Esperen. Yo... tengo una suposición
absurda. No debería ser cierto, pero necesito
probar esto.
—¿Qué conjetura? —Mu Qing preguntó—.
¿Cómo lo probarás? ¿Necesitas que te
encuentre alguien?
Xie Lian inmediatamente rechazó la idea.
—No. No podemos usar una persona viva para
las pruebas. ¿Qué pasa si me equivoco?
Era más como si esperara que estuviera
equivocado, incluso mejor si estaba fuera de
lugar.
Mu Qing frunció el ceño.
—Dianxia, si necesita saber si está en lo
correcto o no, necesitará una persona viva para

364
la prueba. Esa es la mejor manera. Solo estar de
pie aquí meditando no va a hacer ningún bien.
Feng Xin frunció el ceño también.
—¿No puedes ver que está preocupado? Deja
de decir cosas que molestan a la gente.
Mu Qing se volvió hacia él.
—Extraño. ¿Y qué dije exactamente? ¿No dije
la verdad? En este punto, ¿de qué sirve ser
indeciso y vacilante?
Feng Xin estaba disgustado.
—¿Tienes que juzgar todo en función de lo útil
que es algo? Estamos hablando de una persona
viva aquí. Sin siquiera un poco de vacilación, ¿no
estás un poco demasiado sereno?
—¿Sereno? —Mu Qing respondió—. En
realidad, quieres decir sangre fría, ¿verdad?
Xie Lian no tuvo la paciencia para calmar la
pelea entre los dos como solía hacer y dijo: —Los
dos pueden comenzar a discutir sobre una sola
palabra, ¡qué desgracia! Quédense aquí por un
tiempo de incienso. Nadie tiene permitido
moverse dentro de ese tiempo. Las mismas
viejas reglas.
—...
—...
Al escuchar las palabras; las mismas viejas
reglas, tanto el rostro de Feng Xin como el de Mu
Qing cambiaron de color. Xie Lian saludó con la
mano.

365
—Bendiciones del Oficial del Cielo.
18
Comiencen.
Un momento después, apretando los dientes,
dijo Feng Xin.
—... Cielo en que brillan las bendiciones desde
lo alto.
Mu Qing también apretó los dientes.
—… Alto en imitación, no en pensamiento.
Feng Xin estaba en problemas.
—Pensamiento... Pensamiento...
Estaba profundamente concentrado en sus
pensamientos agotadores tratando de pensar en
una manera de continuar y Xie Lian giró para
entrar en el Bosque de Buyou para encontrar a
esos tres soldados infectados para interrogarlos.
Mismas viejas reglas, era una idea que Xie Lian
había ideado para distraer a los otros dos. Feng
Xin y Mu Qing se atacarían mutuamente en cada
oportunidad, comenzando disputas de la nada. Al
principio, Xie Lian los hacía permanecer en
silencio por un tiempo de incienso sin hablar entre
ellos hasta que se calmaran, pero no era muy
efectivo.
Después, Xie Lian decidió cambiarlo a:
Concatenación19 y una vez que hubiera un
ganador y un perdedor establecidos, no tendrían
tiempo para preocuparse por su conflicto original
y, en su lugar, harían todo lo posible por aplastar
al otro en la concatenación. Después de
18
Xie Lian quiere comenzar el juego en que el otro debe comenzar con la
última palabra que dijo el anterior.
19
Enlace de hechos o de ideas que guardan entre sí una relación lógica o de causa y
efecto.

366
descubrir este método efectivo, Xie Lian sintió
que el mundo se volvía más pacífico y estaba
bastante satisfecho. Forzarlos a entrenar frases
ahora también era una forma de que todos se
relajaran un poco.
Sin embargo, esta situación no duró mucho.
Después de un tiempo de incienso, Xie Lian
regresó.
Su rostro era sombrío e instruyó: —Tráiganme
a todos los soldados que vivían en los mismos
barrios que los soldados infectados, necesito
interrogarlos.
Esos dos ya estaban atascados varias veces y
lograron sus propias pequeñas victorias, por lo
que cuando ya no necesitaban entrenar sus
frases, ambos suspiraron de alivio.
—Eso está bien, también. Pero usar una
manera tan indirecta para encontrar pruebas
podría no garantizar la exactitud de su hallazgo
—dijo Mu Qing.
Feng Xin ya se había vuelto a prestar atención
a sus órdenes. Xie Lian le devolvió la llamada.
—¡Espera! Ya es lo profundo de la noche.
Cuestionarlos ahora sería un gran revuelo y
tampoco podemos llamar a demasiados a la vez,
sería demasiado llamativo. Las cosas que quiero
preguntar no deben ser conocidas o filtradas. Si
vas ahora, no podremos ocultar nada.
Feng Xin volvió la cabeza.
—Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Traerlos uno
a uno para que los interrogues en privado?
—No hay otra manera. —Xie Lian dijo—.
Mañana, traigan a los soldados que son cercanos

367
a las víctimas a mí, uno por uno, a mi recámara y
no les hagan saber que otros han sido
interrogados. Recuerden ordenarles que no le
digan a nadie, de lo contrario... —Respiró
profundamente y suspiró—. No importa, solo
amenázalos. Solo di que, si se corriera la voz,
serán ejecutados sin piedad. Cuanto más salvaje,
mejor.
—Interrogándolos uno por uno, ¿cuánto tiempo
tomaría eso? —Comentó Mu Qing.
—No importa cuánto tiempo tome —dijo Xie
Lian—. Cuanto más pregunte, más puedo estar
seguro. Yo... necesito absolutamente llegar al
fondo de esto y no debe haber ningún error.
Así, al día siguiente, Xie Lian se sentó en la
cámara que le fue asignada temporalmente
encima de las torres, e interrogó personalmente
a más de trescientos soldados.
En cuanto a las preguntas que formuló, las
trescientas de ellas dieron las mismas
respuestas. Después de interrogar, la cara de Xie
Lian se volvía un poco más oscura. Una vez
hecho esto, cuando Feng Xin y Mu Qing entraron
en la habitación, vieron a Xie Lian sentado junto
a la mesa, con una mano en la frente, sin hablar.
Pasó un rato antes de que él dijera lentamente:
—Ustedes dos, permanezcan y protejan las
puertas de la ciudad. Voy a hacer un viaje al
Monte TaiCang.
Feng Xin preguntó vacilante: —Dianxia,
¿descubrió algo de todo el cuestionamiento? ¿Es
una maldición o...?
Xie Lian asintió.

368
—Ha salido a la luz. Es una maldición.
Mu Qing fue solemne.
—¿En serio?
—Sin lugar a dudas. —Xie Lian dijo—. Y
también descubrí qué tipo de personas se
infectarían y qué tipo no.
Incluso si esas palabras fueron dichas, en su
rostro no había rastro de alegría al resolver un
misterio, por lo que Feng Xin y Mu Qing sintieron
que las cosas podrían no ser tan simples. Sin
embargo, si Xie Lian no tomó la iniciativa para
decirles, entonces, como sus subordinados no
era su lugar para preguntar y así sus corazones
se hundieron en silencio.

Monte TaiCang, el Sagrado Pabellón Real, el


pico más alto, el Gran Salón Marcial.
El Guoshi Principal estaba presentando sus
respetos en medio de nubes de humo de
incienso. Xie Lian cruzó el umbral de la sala e
inmediatamente fue directo al punto.
—Guoshi Principal, necesito ver al Emperador
Celestial.
El Guoshi Principal terminó de presentar sus
respetos y volvió la cabeza.
—Dianxia, las puertas del Reino Celestial ya no
están abiertas para usted.
—Lo sé. —Xie Lian dijo—. Pero ahora mismo
acabo de averiguar que el reino de XianLe está

369
actualmente bajo el ataque de una ola de
maldiciones maliciosas nunca antes vista. Esto
no es un desastre natural, es el trabajo de
criaturas inhumanas. Por favor, dame una mano
y solicita que el Emperador Celestial descienda y
posea tu espíritu para que pueda informarle esta
información directamente. Tal vez él sabría cuál
es la fuente de todo esto y tal vez encontraría un
punto de inflexión.
Desde que había regresado al Reino Mortal,
había informado tres veces al Gran Salón
Marcial. Sin embargo, las dos primeras veces no
fueron sinceras y solo se hicieron por cortesía
habitual. Sólo que esta vez, él realmente quería
buscar ayuda.
El Guoshi Principal se sentó en una silla y dijo:
—No es que no quiera ayudarlo, Dianxia, pero
ya no es necesario. Incluso si le ayudo ahora y el
Emperador Celestial desciende y posee mi
cuerpo, la respuesta que recibirá de él solo le
decepcionará.
La cara de Xie Lian cambió ligeramente.
—¿Sabe algo? ¿Sabes exactamente lo que es
ese ser con una máscara de sonrisa y llanto que
va vestido de blanco?
—Dianxia, ¿aún recuerda lo que le dije? —El
Guoshi Principal dijo—. Que, en este mundo, la
fortuna, buena o mala, está predeterminada.
—Xie Lian se sobresaltó y no habló. El Guoshi
Principal agregó: —Originalmente, muchos de
aquellos de YongAn estaban destinados a morir,
pero usted transfirió agua y creó lluvia y les dio
un suspiro de alivio. Sin embargo, no puede

370
salvarlos completamente de la sequía, establecer
su futuro, así que ahora están en el ejército de
YongAn en el Monte BeiZi luchando por su futuro.
Originalmente, la capital real estaba destinada a
estar en un estado de declive, pero usted
descendió personalmente y utilizó sus propios
poderes para cambiar las cosas y le dio a la
capital real un respiro de alivio. Sin embargo, no
endureció su corazón ni aniquiló al ejército
rebelde de YongAn y en cambio, les permitió
sobrevivir hasta ahora. Como las cucarachas,
solo se hacen más fuertes con cada batalla. —El
Guoshi Principal le preguntó con asombro—.
Dianxia, ¿puedo preguntar qué está haciendo?
¿Quizás está esperando que ambas partes se
den cuenta de sus errores, se arrepientan y
reconcilien? ¿Unirse una vez más como un país?
Una extraña sensación de vergüenza brotó
dentro del corazón de Xie Lian, sin embargo,
pronto se convirtió en confusión cuando pensó
para sí mismo: —Eso es extraño. Si salvaba o
protegía a las personas, todo era porque eran
inocentes y no merecían la muerte. Todo lo que
he hecho se hizo después de una seria
consideración y cada elección se realizó después
de mucha lucha. Sin embargo, ¿por qué suena
tan risible cuando viene de la boca de otro? ¿Por
qué suena como que no he logrado nada, que
todo es un fracaso...?
Esa palabra apareció en su mente e
inmediatamente la bloqueó. El Guoshi Principal
agregó: —Usó su divinidad para interferir en los
asuntos mortales. El destino predeterminado del

371
reino de XianLe ha sido completamente invertido
por usted, un completo y absoluto desastre. Por
el bien del equilibrio, la naturaleza creará otras
cosas para hacer que todo lo que ha alterado
vuelva a la normalidad. No sé qué era esa
criatura, pero, estoy seguro, nació gracias a
usted.
—...
La posición de Xie Lian vaciló. El Guoshi
Principal continuó: —También estoy seguro de
que si el Emperador Marcial Celestial lo ve,
también le dirá lo mismo, porque esta fue la razón
por la que no quería que usted descendiera en
primer lugar. Pero siento que incluso si él te lo
dijera entonces, lo más probable es que hubieras
bajado de todas formas. Los jóvenes son así, sin
prestar atención a los consejos. No creerán que
no pueden caminar hasta que se hayan caído.
Xie Lian estaba en incredulidad.
—¿Así que quiere decir que la causa de esta
Enfermedad del Rostro Humano soy yo?
Entonces, ¿por esa supuesta lógica de destino
predeterminado, todo lo que hace esa criatura
que no llora ni ríe es mi culpa? Entonces, ¿la
Corte Celestial ni siquiera se molestaría con todo
esto?
—Se puede pensar de esa manera —dijo el
Guoshi Principal—, pero eso tampoco está del
todo bien. Después de todo, si vamos a leer la
fortuna hasta el final, también se puede culpar a
su padre y a su madre, porque si no le hubieran
dado a luz, entonces no habría ascendido y, por
lo tanto, no habría descendido. Leyendolo así,

372
puedes culpar a toda tu ascendencia XianLe.
Entonces, discutir quién tiene la culpa de la causa
no tiene sentido.
—En cuanto a tu última pregunta, eso es
correcto, no lo harán. Porque el reino de XianLe
estaba destinado a caer. Ya que levantaste la
mano y arruinaste este juego de ajedrez,
entonces seguramente habrá otra mano que
devuelva todas las piezas desordenadas en su
lugar.
Xie Lian respiró hondo, sin querer discutir si el
reino de XianLe estaba destinado a caer. Cerró
los ojos por un minuto y luego dijo: —Entonces,
contésteme, Guoshi Principal. Si desaparezco
ahora, ¿esa criatura también desaparecerá?
—Me temo que no —respondió el Guoshi
Principal—. La venida es fácil, la salida es difícil.
Eso es lo mismo para los dioses y los monstruos
y los demonios no son diferentes.
Xie Lian sabía que cualquier charla sería inútil.
El único que podría seguir luchando era solo él
mismo. Se inclinó ante el Guoshi Principal,
despidiéndose y se preparó para partir. Detrás de
él, el Guoshi Principal gritó: —¡Dianxia! ¿Cómo
planea seguir su camino a partir de ahora?
Xie Lian tenía la cabeza gacha: —Si nada
cambia, incluso si desaparezco, lucharé hasta el
final. Este es mi único camino. —Después de una
pausa, levantó la cabeza y enunció cada
palabra—. No me importa si es la mano de
alguien o algo distinto, las personas que protejo
nunca se convertirán en sus peones.

373
Medio mes después, Lang Ying lideró el ejército
de YongAn y atacó una vez más.
Después de meses de innumerables batallas,
grandes y pequeñas, las tropas de YongAn ahora
podrían llamarse finalmente un ejército. ¡Ya no
eran esos desamparados refugiados, sino un
ejército adecuado con una fuerza considerable!
Era como si Lang Ying se hubiera evaporado
del Reino Mortal durante mucho tiempo y esta
vez, cuando Xie Lian vio a este hombre de nuevo
en el campo de batalla, después de haber
esperado tanto tiempo no desperdició el aliento y
se lanzó directamente hacia las tropas,
enfrentándose a él y golpeó con su espada,
gritando: —¿DÓNDE ESTÁ ESE HOMBRE DE
ROPA BLANCA?
Lang Ying bloqueó su espada y no respondió,
luchando con vigor. Xie Lian lo presionó con cada
paso.
—Sabes de quién estoy hablando. ¡Mi
paciencia es limitada!
Inesperadamente, Lang Ying lo miró fijamente
y le preguntó: —Dianxia, ¿dijo que en YongAn
continuaría lloviendo?
Xie Lian no esperaba que él hiciera esa
pregunta. Sorprendido, las palabras se atoraron
en su garganta.

374
—Yo...
De hecho, le prometió a Lang Ying que en
YongAn iba a llover. Sin embargo, en los últimos
días, el número de personas infectadas por la
Enfermedad del Rostro Humano dentro de la
capital real había aumentado exponencialmente
y estaban llegando a casi quinientos en este
momento. Esas quinientas víctimas no pudieron
ser asentadas en el Bosque de Buyou y ese
campamento de cuarentena se estaba quedando
sin espacio. Los funcionarios del gobierno
estaban debatiendo sobre mudarse a un lugar
más lejano y más grande. La mayoría de los
poderes de Xie Lian se habían usado para aliviar
los síntomas de esas quinientas personas y no
quedaba nada para crear lluvia en YongAn.
Como no podía usar el Sombrero de la Señora de
la Lluvia, se sentía mal por tener el dispositivo
espiritual de otra persona en la mano y por lo
tanto, envió a Feng Xin al Reino de Yushi para
devolver el Sombrero a la Señora de la Lluvia y
dio las gracias.
Xie Lian golpeó de nuevo, gritando enojado.
—¡Yo creé esa lluvia! ¡¿No tienes idea de por
qué se detuvo?!
Cuanto más enojado se ponía, más tranquilo
estaba Lang Ying.
—Eso no tiene nada que ver conmigo, solo sé
que incluso sin la Enfermedad de Rostro
Humano, sus poderes no durarían mucho; Al
igual que con la lluvia, muchos no sobrevivirán en
YongAn. Todo es inútil. Dianxia, ¿por qué cree
que puede lograr cualquier cosa que quiera

375
hacer? En lugar de poner mi destino en tus
manos, elijo ponerlo en las mías.
Algo de ese discurso había provocado a Xie
Lian y la intención de matar estalló.
Su espada se volvió ligeramente y su mano
izquierda se levantó. Una voz gritó dentro de su
cabeza: mata a este hombre, ¡y el resto del
ejército YongAn será nada a qué temer!
Desde la primera vez que se conocieron, esta
fue la primera vez que Xie Lian endureció su
corazón para matar a Lang Ying. Sin embargo,
inesperadamente, cuando lanzó un golpe desde
la palma de su mano y golpeó el corazón de Lang
Ying, escupió sangre del golpe, pero la explosión
no penetró en su corazón y en su lugar fue
expulsada.
Asombrado, Xie Lan no podía creerlo y
retrocedió unos pasos.
—¡¿TÚ?!
Xie Lian sabía muy bien qué era lo que
rechazaba su ataque.
Aquellos que estaban destinados a la grandeza
en el Reino Mortal, como los reyes, los genios y
los vigilantes, cada vez que se encuentran en una
situación extrema, sus cuerpos naturalmente
irradian un aura protectora, protegiéndolos contra
el daño. La mayoría de ellos tienen el potencial
para la ascensión. Lang Ying no era más que un
fanfarrón; sin embargo, irradiaba esa aura
espiritual de protección, e incluso una que era
extremadamente rara: ¡el aura de un rey!
Xie Lian no se atrevió a pensar lo que
significaba y de repente sintió que su corazón se

376
enfriaba. Fue la espada de Lang Ying la que
empujó y se clavó en su pecho.

En esa batalla, no hubo victoria ni derrota en


ninguno de los bandos.
Todavía había muchos que perecieron por el
lado de YongAn, pero esta vez XianLe no fue
mejor. Si fuera alguien más, podría decir que fue
una batalla difícil de ganar, pero para Xie Lian,
esto definitivamente era una derrota.
Además, esta era la primera vez que estaba en
desventaja, aunque Lang Ying todavía no era
rival para Xie Lian y al final se retiró con lesiones,
muchos vieron la escena en la que Lang Ying lo
había apuñalado. Xie Lian probablemente podría
adivinar que había muchos soldados hablando
detrás de su espalda: Dianxia es un dios marcial,
¿cómo podría ser apuñalado? ¿No somos
nosotros el ejército de dios? ¿Cómo es que no
logramos una victoria abrumadora como antes?
Sin embargo, Xie Lian no tenía tiempo para ese
ruido, porque Mu Qing le había informado que,
hoy, otros cien pacientes con Enfermedades del
Rostro Humano habían sido enviados al Bosque
de Buyou.
¡Un corto día y más de cien!
Ahora, el primer grupo de víctimas de la
Enfermedad del Rostro Humano había

377
empeorado gravemente, no se podía ver ni un
solo lugar en sus cuerpos y tenían que estar
cubiertos con cubiertas gruesas, para no asustar
a la gente. Sin embargo, incluso a través de las
cubiertas, esas protuberancias todavía se podían
ver en los contornos del cuerpo.
Xie Lian caminó para aliviar los síntomas y
cuando finalmente terminó una ronda, Feng Xin
lo hizo a un lado y le preguntó en voz baja.
—Dianxia, ¿qué pasó hoy en el campo de
batalla? ¿Cómo pudiste ser apuñalado por ese
fanfarrón? También lo golpeaste tantas veces,
¿por qué no lo matas?
Xie Lian no quería decirle que ahora había una
capa de aura de rey en Lang Ying que ni siquiera
los Oficiales Celestiales podían tocar y solo
podían quejarse. No era que él no quisiera
matarlo, era que ya no podía matarlo. Todos los
poderes espirituales en sus ataques fueron
disueltos por el aura de ese rey y nada
funcionaba contra Lang Ying. Cuando se dio
cuenta de esto, instantáneamente cambió a
pelear con los puños, ¡pero Lang Ying era de piel
gruesa y podía soportar la paliza!
Justo en ese momento, a una distancia de
repente, se escuchó un fuerte gemido.
—¡DIANXIA, SÁLVEME!
Xie Lian estaba aceptando un recipiente con
agua que Feng Xin le pasó y ese gemido llegó
justo cuando estaba tomando su primer sorbo.
Xie Lian se atragantó y no tuvo tiempo de
detenerse antes de que se apresurara. El que
lloró fue el joven que le dio ese paraguas y como

378
Xie Lian era muy afectuoso con él, sus gritos de
ayuda también eran muy frecuentes. Al principio,
la parte de este hombre donde que creció una
cara era su rodilla, Xie Lian usó su poder para
controlar la propagación de la enfermedad, por lo
que solo su pierna izquierda tenía la cara y en
ninguna otra parte. En ese momento, él estaba
pateando esa pierna con locura, poniéndose
histérico. Xie Lian lo sujetó y lo consoló.
—No te muevas. ¡Estoy aquí!
Ese joven estaba profundamente asustado y lo
agarró.
—¡DIANXIA! Dianxia, ¡sálveme! Sentí una
picazón en mi pierna justo ahora como si alguna
hierba me arañara, pero cuando miré hacia abajo,
vi esas cosas... ¡sus bocas se estaban abriendo
y cerrando, moviéndose, se están moviendo!
¡¡¡ESTÁN COMIENDO HIERBA!!! ¡ESTÁN
VIVOS!
El cabello en la espalda de Xie Lian se levantó
al instante. Miró hacia abajo y, por supuesto, en
la pierna izquierda de ese joven, había más de
diez caras muy juntas, muchas de sus bocas
tenían hierba, ¡algunas incluso masticaban como
si estuvieran muriéndose de hambre!
Muchos de los pacientes comenzaron a gritar,
la multitud estalló en un alboroto y Feng Xin y los
soldados tuvieron que usar la fuerza para
subyugarlos para evitar disturbios. Xie Lian usó
una mano para sujetar a ese joven y se dirigió a
otra a su lado para preguntar: —¿Puede esta
pierna todavía funcionar?

379
Todo el personal de enfermería en el bosque
Buyou tenía que estar con su equipo completo y
estaban vestidos con vendas y capas,
envolviéndose bien, sus caras irreconocibles.
Uno de los trabajadores en el lado respondió, su
voz sonaba como un niño.
—¡No, Dianxia! Su pierna ya está perdida. No
sabemos qué más se está pudriendo, la pierna es
pesada como un bloque de plomo y apenas
podemos moverla. La infección también está
aumentando, pronto crecerá más allá de la pierna
y llegará a la cintura.
Xie Lian había hecho todo lo posible para usar
sus poderes para sanar, sin embargo, se podía
decir que la pierna de ese joven estaba más allá
de lo que se podía salvar ya que había perdido
casi todas las funciones normales. En ese
momento, uno de los médicos susurró: —Dianxia,
en mi opinión, lo único que no hemos intentado
es cortar la parte con las caras y ver si eso
frenaría el freno...
La única solución en que Xie Lian podía pensar
era también en esa.
—¡Entonces córtalo!
Ese joven inmediatamente gritó.
—¡NO! —Estaba aterrorizado de que le
cortaran las extremidades, pero al mismo tiempo
no se atrevía a abrazar su pierna deformada y
lloró de dolor—. ¡MI PIERNA NO ESTÁ
PERDIDA! Tal vez mejorará... ¡DIANXIA! No...
¿No tiene otra manera de salvarme?
Xie Lian no quería responder con: Haré lo mejor
que pueda o: Intentaré, nunca más. Su vista se

380
estaba oscureciendo y él respondió: —Lo siento,
no lo sé.
Que Taizi Dianxia dijera tal cosa, era la primera
vez, sorprendiendo a todos los presentes. Hubo
algunos que se perdieron en ese momento y
gritaron: —¿NO? ES DIANXIA, ES DIOS,
¿CÓMO NO TIENE NINGUNA MANERA? ¡LE
HEMOS ESPERADO PARA QUE SE LE
OCURRA ALGO POR DÍAS, ¿CÓMO PUEDE
NO HACER NADA?
El que habló fue detenido inmediatamente por
alguien, sin embargo, no fue Feng Xin o Mu Qing.
Mu Qing estaba en silencio y frunció el ceño,
parecía haber pensado que la respuesta de Xie
Lian era demasiado brusca y no podía consolar a
las masas. Feng Xin, por otro lado, estaba más
lejos gritando a los pacientes particularmente
ruidosos. Xie Lian fue golpeado recientemente y
estaba agotado, su espada nunca se enfundó ni
colgaba de su cintura. Cuando la hoja se acercó
a esa pierna, una de las caras sintió el frío del
aura de la hoja y de repente dejó de masticar.
Abrió la boca y dejó escapar un grito agudo.
¡Esa cosa en realidad gritó!
Aunque el sonido era suave, pero
definitivamente vino de esa pierna. Ese joven
gritó, casi desmayándose de miedo y se aferró a
Xie Lian gritando: —¡DIANXIA, SÁLVEME!
¡SALVEME! —Al mismo tiempo, donde en su
cintura, cerca de su muslo, aparecieron tres
úlceras superficiales.

381
Ese doctor gritó alarmado: —¡Dianxia, se está
extendiendo! ¡Se está extendiendo! ¡La infección
se está extendiendo fuera de la pierna!
No importaba cuánto poder espiritual hubiera
gastado, Xie Lian todavía no podía controlar la
condición de ese joven al final. Al ver que esas
cosas horribles estaban a punto de extenderse
por todo su cuerpo y una vez que eso sucediera,
no habría vuelta atrás. ¿Realmente podrían hacer
nada más que sentarse y mirar?
Xie Lian apretó los dientes.
—Déjame preguntarte una cosa. ¿Quieres o no
quieres esta pierna? No puedo garantizar lo que
sucedería una vez que haya sido cortada. Si no
la quiere, solo asienta con la cabeza y
operaremos de inmediato, si la quiere, entonces
no asienta, ¡y lo resolveremos!
Ese joven respiraba pesadamente, sus ojos
estaban en blanco por el terror, su mente perdida
y era como si estuviera asintiendo, pero también
sacudiendo la cabeza. Esos rostros en su pierna
izquierda comenzaron a gritar uno por uno como
si dieran la bienvenida a sus nuevos compañeros.
Entre todos los YEEEE y AAAAHHH, el deleite en
sus rostros era evidente y sus pequeñas lenguas
rojas temblaban. Era difícil imaginar qué aspecto
tenía el interior de la pierna izquierda de ese
joven, imaginar exactamente lo que albergaba.
Esto no podría ser retrasado más. Xie Lian le
dio instrucciones a ese doctor: —Córtalo.
Ese doctor, sin embargo, agitó su mano
rápidamente.

382
—¡Dianxia, perdóname! Tampoco estoy muy
seguro y no me atrevo a operar en un lugar como
este. ¡Si el corte no hace nada, entonces no
deberíamos correr este riesgo! —Se maldijo por
haber hablado, el pensar distinto haría que
sufriera malas consecuencias, ¿qué estaba
haciendo luchando por un trabajo tan aterrador?
Se escapó de nuevo a la multitud y dejó de
hablar.
Ese joven estaba murmurando repetidamente.
—¡Dianxia, sálveme, Dianxia, sálveme!
Sin embargo, la mente de Xie Lian estaba
completamente en blanco, había una voz llena de
desesperanza que también retumbaba dentro de
él.
—¡Quién puede venir y salvarme a mí...!
Era ruidoso y escandaloso, gritando y llorando
por todas partes. Esos retorcidos rostros
humanos aplastados debajo también se
lamentaban y en ese momento, Xie Lian creyó
ver el infierno.
Era como si estuviera observando este infierno,
pero al mismo tiempo no lo viera. Y con el sudor
frío rodando, abrió los ojos y levantó el brazo.
La espada cortó y la sangre salpicó.

383
Capítulo 86
Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se
desata la enfermedad de rostro humano
(parte tres)

—AAAAAHHHHHH -
Ese joven solo estaba medio consciente al
principio, pero después de que Xie Lian le cortó
la pierna izquierda, se despertó bruscamente y
gritó con locura.
—¡MI PIERNA! ¡MI PIERNA!
Xie Lian se arrodilló en ese charco de sangre,
con sus túnicas blancas manchadas y salpicadas,
haciendo todo lo posible por sujetarlo.
—¡Se acabó! ¡Doctores, paren el sangrado!
Los médicos presentes se pusieron nerviosos,
se olvidaron de sí mismos y Mu Qing no pudo
seguir observando. Dio un paso adelante.
—No se molesten. —Y sacó una pequeña
botella de medicina, un débil humo saliendo,
deteniendo lentamente la hemorragia. Xie Lian
también envolvió la herida con un aura espiritual.
En cuanto a esa pierna cortada, se tendió en el
suelo sola. De repente, temblaba, como una

384
criatura viva que continuaba retorciéndose
incluso habiéndose separado del cuerpo. Xie Lian
levantó la mano y el fuego rugió, quemando esa
pierna en nada más que cenizas negras.
Ese joven gimió.
—¡MI PIERNA!
Xie Lian comprobó su lado de la cintura y vio
que la Enfermedad del Rostro Humano no
continuaba expandiéndose, sus ojos se
iluminaron y dijo encantado: —Está bien, se
detuvo. ¡No se está pudriendo!
Ese joven finalmente detuvo sus lágrimas y
abrió los ojos.
—¿En serio? ¿Está realmente mejor?
La multitud contuvo el aliento, sin moverse y
vacilante, pero después de un momento, alguien
gritó: —¡Dianxia, ayúdenme a tratarme también!
La voz de otro chico sonó no muy lejos.
—¡No seas ridículo! No podemos estar
seguros, ¿qué pasa si recae después de un
tiempo?
Gracias al recordatorio de esa voz, Xie Lian
también se calmó.
—Eso es correcto, no podemos estar seguros
en este momento. Necesitamos algo de tiempo
para observar.
Otro dijo, con voz temblorosa de miedo.
—¿Cuánto tiempo necesitamos observar...?
No puedo esperar más. ¡Si esperamos... si
seguimos esperando, esto se extenderá a mi
cara!
Otro simplemente se rindió por completo.

385
—¡ESTOY DISPUESTO A ACEPTAR LA
OPORTUNIDAD!
Pronto, cientos de personas dentro del Bosque
de Buyou se volvieron ingobernables y ruidosas,
todos rogando.
—¡Dianxia, por favor le rogamos que nos libere
de este sufrimiento!
Las masas comenzaron a postrarse hacia él
con Xie Lian siendo adorado en el centro y
aunque era una situación incómoda, Xie Lian no
se atrevió a ser descuidado.
—Todos por favor levántense primero.
Después de un tiempo, si este hombre no recae,
haré todo lo posible para tratar a todos...
Pasó un tiempo antes de que la gente se
sintiera reconfortada, después de haber hecho
muchas más promesas y haber colocado a ese
joven con la pierna amputada en otra parte, Xie
Lian se sentó debajo de un árbol.
Mu Qing miró a su alrededor antes de hablar en
voz baja.
—¿Cómo pudiste cortarle la pierna
directamente? Si el hombre en cuestión no te
rogó él mismo que lo hicieras, no solo tomes las
riendas. ¿Qué hubiera pasado si no funcionaba
incluso después de que le amputaras esa pierna?
Al que odiaría sería a ti.
El corazón de Xie Lian todavía estaba
acelerado, con una mano cubriendo su rostro,
gruñó.
—... la situación en ese momento no podía
esperar. Él no me contestó y el médico no se
atrevió a operar, no podía simplemente

386
quedarme a la espera y observar la infección.
Alguien tenía que tomar una decisión sobre qué
hacer. Yo realmente…
Por una vez, Feng Xin parecía preocupado.
—Dianxia, creo que será mejor que descanses.
Realmente no te ves tan bien. Nos haremos
cargo por ti por el momento.
Xie Lian también sintió que ya no podía
aguantar más y asintió lentamente.
—Está bien. Descansaré aquí un poco.
Volveremos pronto, así que no vayan demasiado
lejos.
Justo en ese momento, hubo otro gemido
dentro del bosque y Feng Xin y Mu Qing se fueron
para verificarlo. Xie Lian se sentó y se alejó un
poco antes de acostarse en el suelo allí mismo.
Si esto fuera el pasado, si nadie le construyera
una tienda perfumada y una gran cama, nunca se
habría tumbado en un terreno fangoso en la
naturaleza. Sin embargo, en las circunstancias
actuales, realmente no tenía la energía para
molestar a ningún corredor de recados,20 incluso
la mugre y la sangre de sus ropas no se habían
limpiado antes de que dejara caer la cabeza y se
desmayara, todavía sucio y descuidado.
Transcurrió una cantidad de tiempo
desconocida y al oír que Feng Xin lo llamaba, Xie
Lian se despertó bruscamente, se incorporó de
inmediato y sintió que algo se le escapaba.
Cuando miró hacia abajo, era una colcha
desgastada y remendada que alguien debía
20
Se refiere a esas personas a las que los envías para hacer recados.

387
haber usado para cubrirlo cuando estaba
descansando.
Xie Lian se frotó la frente y habló al Feng Xin
que se acercó.
—No necesito esto, puedes dárselo a los
pacientes.
Feng Xin se sorprendió un poco.
—¿Eh? ¿Qué quieres decir? ¿Esta colcha?
Eso no fue de mi parte. Acabo de regresar.
Xie Lian volvió la cabeza.
—¿Fuiste tú, Mu Qing?
—Tampoco fui yo —dijo Mu Qing—. Tal vez fue
uno de los devotos que viven en el campamento
quien lo trajo para ti.
Xie Lian miró a su alrededor pero no vio a nadie
digno de mención y negó con la cabeza,
pensando: —En realidad no sentí que nadie se
acercara, qué estado tan vergonzoso.
Dobló la colcha y la dejó en el suelo antes de
levantarse para estos pies.
—Vamos.
Xie Lian se fue con un corazón pesado y muy
pronto, lo que temía sucedió.
Solo dos días después, Xie Lian visitó
nuevamente el Bosque de Buyou y algunos de los
médicos le informaron: En la noche, unos diez
pacientes con la Enfermedad de Rostro Humano
ignoraron las advertencias y se colaron, algunos
usaron fuego para quemar sus llagas, algunos
usaron cuchillos para cortar su carne y hubo
muchos, que debido al mal manejo, perdieron
demasiada sangre y no se atrevieron a decírselo

388
a nadie, escondiéndose bajo sus mantas en
silencio, muriendo igualmente en silencio.
Xie Lian acababa de abandonar el campo de
batalla y recibió semejante noticia. De pie ante
cientos de personas y observando a esos
sangrientos y llorosos pacientes, finalmente
perdió la paciencia.
—¿POR QUÉ NO ESCUCHAN EL ASUNTO
COMPLETO? ¿NO DIJE QUE NO HEMOS
CONFIRMADO QUE ESTE MÉTODO PUDIERA
CURAR LA CAUSA RAÍZ DE LA INFECCIÓN?
¡CÓMO PODRÍAN SER TAN TONTOS!
Era la primera vez que se enojaba tanto con
tantos devotos y las masas inclinaban sus
cabezas en silencio, temerosas de hablar. Xie
Lian estaba realmente furioso y no pudo evitar
dar una conferencia más y mientras se regañaba,
alguien habló inesperadamente.
—Dianxia es invencible, así que por supuesto
nos llamaría tontos, ¡pero no estamos demasiado
preocupados por nuestras condiciones que no
tuvimos más remedio que probar métodos tontos!
Aunque este individuo no se oponía
abiertamente a él, aún estaba goteando con
sarcasmo.
Al escucharlo, la sangre se precipitó a la
cabeza de Xie Lian y él dijo bruscamente:
—¿Qué dijiste?
Esa persona inmediatamente se encogió de
nuevo entre la multitud y desapareció. Feng Xin
estaba más lejos y no escuchó, de lo contrario ya
los habría insultado. Mu Qing notó que el
ambiente de la multitud iba en la dirección

389
equivocada y eligió con cautela no provocar más
atentados. Al ver que Xie Lian no respondió, otro
dijo: —Dianxia, si no puede salvarnos, entonces
debemos salvarnos a nosotros mismos. No se
preocupe, no desperdiciaremos su medicina
sagrada ni su poder espiritual.
La sangre caliente fue la que se precipitó
primero, pero ahora Xie Lian sintió un inmenso
frío mientras pensaba: —... ¿Qué diablos? ¿Y
alguna vez me preocupé por la medicina sagrada
y el poder espiritual? Claramente, solo los detuve
porque la amputación podría no funcionar,
entonces, ¿por qué tuvieron que decirlo como si
yo fuera altanero y solo hablara palabras vacías?
No puedo sentir su dolor, pero si mi deseo de
ayudarlos no fuera sincero, ¿por qué en el mundo
dejaría de ser un Oficial Celestial y encontraría
problemas para mí mismo aquí abajo?
Nunca en su vida había sido apuñalado por las
palabras de otro y nunca había sido maltratado
de esta manera. Miles de pensamientos llenaron
su mente, pero ninguno de ellos se pudo convertir
en palabras, porque sabía que esto era todo
porque no podía encontrar la cura para la
Enfermedad del Rostro Humano y sus devotos
seguidores finalmente estaban perdiendo la
paciencia. El sufrimiento de esos ciudadanos era
cien veces más difícil de vivir que sus dificultades,
por lo que solo pudo apretar los puños, haciendo
crujir los nudillos. Un momento después, un golpe
repentino aterrizó en un árbol a su lado.
Ese árbol se agrietó y rompió, haciendo saltar
a la gente, terminando sus susurros. Sólo

390
entonces, Feng Xin, que estaba más lejos, notó
algo malo y se apresuró a decir: —¡Dianxia!
Después de aterrizar ese golpe, Xie Lian pudo
aliviar ese aliento de ira y de alguna manera se
calmó. Sin embargo, en ese silencio mortal, otro
habló: —Dianxia, no hay necesidad de que esté
tan enojado. Todos aquí somos pacientes y todos
somos tus seguidores. Nadie le debe nada.
Una vez que se pronunciaron las palabras,
muchos asintieron en secreto. Aunque las voces
eran tranquilas, los sentidos de Xie Lian eran
agudos y podían escuchar cada sonido
claramente; la multitud se quejaba.
—Finalmente alguien que se atrevió a decir la
verdad. Lo he estado reteniendo, temiendo decir
algo...
—¿No solían decir que Taizi Dianxia era un
alma amable? ...Así que en realidad es así en
persona...
En esa interminable marea de conversaciones,
Xie Lian inconscientemente dio un paso atrás. En
estos veinte años, nunca había estado
aterrorizado ante ningún enemigo, nunca había
tenido miedo. Sin embargo, en ese mismo
momento, una emoción similar al terror estaba
rodando por su corazón.
En ese momento, escuchó a otra persona
susurrar: —Con una fuerza tan impresionante,
¿por qué no incendiar los campamentos
enemigos, en lugar de que suframos batallas
como esta?
Al escuchar esas palabras, no podía
permanecer allí por más tiempo.

391
¡Por supuesto que sabía que el él de ahora no
se parecía en nada a ese dios marcial en el altar
que sostenía sonriente y amablemente una
espada y una flor!
Xie Lian se dio la vuelta y corrió, saliendo del
Bosque de Buyou como si estuviera escapando y
detrás de él, Feng Xin y Mu Qing gritaron.
—¡DIANXIA! ¡A DÓNDE VAS!
De repente hubo una agitación en la multitud;
parecía que un joven personal de enfermería de
repente comenzó a golpear a algunos de los
pacientes de la nada, causando que otros se
unieran a la pelea. Sin embargo, Feng Xin y Mu
Qing ya no tenían tiempo para preocuparse por
ellos. Convocaron tropas para hacerse cargo de
la situación e inmediatamente corrieron tras Xie
Lian.
La dirección de su vuelo fue el Monte BeiZi, con
unos pocos pasos ya faltaban pocos metros y
pronto llegó a la cima de esa montaña
densamente arbolada. Los ojos de Xie Lian se
estaban enrojeciendo y él gritó al bosque.
—¡¡¡SAL!!!
Feng Xin gritó tras él.
—¡Dianxia! ¿Qué estás haciendo viniendo
aquí?
Xie Lian gritó al cielo.
—SÉ QUE ESTÁS AQUÍ, ¡SAL!
Mu Qing gritó: —Si saliera solo por su llamada,
entonces no tendríamos que...
Se calló y se quedó en silencio. Detrás de los
tres vino una serie de crujidos. Girando sus
cabezas alrededor vieron que el que estaba

392
sentado sobre una enredadera mirándolos no era
otro que esa criatura vestida de blanco con su
cara izquierda llorando y la derecha sonriendo.
¡En realidad atendió la llamada!
Xie Lian inmediatamente se descontroló al
verlo, enfrentándolo y gritando bruscamente.
—¡¡¡VOY A MATARTE!!
Ese ser vestido de blanco lo evadió
ligeramente, sus grandes mangas blancas
parecían las alas de una mariposa que bailaba,
elegante y hermosa. Feng Xin y Mu Qing soltaron
un ¿eh? Y estaban a punto de ayudarlo, pero de
repente se dieron cuenta de algo
extremadamente alarmante y detuvieron sus
movimientos, con la cara horrorizada. Xie Lian
por otro lado, se llenó de rabia y no notó nada.
Desenvainó su espada cuando Feng Xin gritó:
—¡DIANXIA! NO LO VES, ÉL... —La mano de
Xie Lian ya estaba asfixiando el cuello de ese ser
vestido de blanco, el otro sosteniendo su espada,
apuntando a su corazón. Ese ser vestido de
blanco estaba claramente bajo limitaciones, pero
de repente se echó a reír.
Esa risa era sonora y gentil como la de un
hombre joven y Xie Lian pensó que era familiar
como alguien que conocía, pero en su furia no
podía pensar a quién pertenecía esa voz y ese
momento de confusión no duró mucho. Muy
pronto, ese ser vestido de blanco suspiró.
—Xie Lian, Xie Lian. No importa cuánto luches.
Vas a perder ¡El reino de XianLe está condenado!
Xie Lian estaba furioso y lo abofeteó sin pausa.

393
—¿QUÉ PIENSAS QUE ERES? ¡NADIE TE
DIO EL DERECHO A HABLAR, ASÍ QUE
CÁLLATE!
Para él, era un gesto sumamente grosero. La
cabeza de ese ser vestido de blanco se volteó por
la bofetada, pero él la enderezó de nuevo.
—¿Realmente quieres que me calle? Bien bien.
Pero, en realidad, hay una manera de convertir tu
derrota en victoria. Sólo dependería de tu
disposición para hacerlo.
Si no hubiera agregado la última línea, Xie Lian
lo habría ignorado. Pero en esa última línea, Xie
Lian pensó que tal vez podría haber algo de
verdad en sus palabras. Había una manera, pero
había un alto precio que necesitaba pagar. Soltó
un suspiro y dijo con gravedad: —¿De qué
manera? ¡Si quieres que haga algo, solo dilo y
deja de perder el tiempo!
—Acércate y te lo diré. Ese ser de ropa blanca
le hizo señas para que se acercara.
—Bien. — Xie Lian consintió.
Feng Xin se alarmó.
—¡Dianxia! No estás en realidad...
Pero luego vio a Xie Lian penetrar en el corazón
de ese ser vestido de blanco con su espada,
inclinándose hacia abajo: —Habla.
Con una voz extremadamente suave, ese ser
de ropas blancas susurró en sus oídos y nadie
más escuchó exactamente lo que dijo. Sin
embargo, cuanto más escuchaba Xie Lian, más
amplios se volvían sus ojos. Después de un rato,
volvió a abofetear a la criatura, incapaz de
contenerse. Él gritó: —¡NO TE PEDÍ QUE ME

394
DIJERAS ESTO! ¡QUIERO ES UNA SOLUCIÓN!
¡UNA CURA!
—Te lo dije; este era el camino. —Dijo ese ser
con ropas blancas—. Todo depende de si estás
dispuesto a hacerlo.
La cara de Xie Lian se torció.
—... ¿qué es lo que quieres? ¿Quién eres tú?
Ese ser vestido de blanco se rió entre dientes.
—¿Quién soy yo? ¿No puedes quitarme la
máscara y ver por ti mismo?
Xie Lian ya tenía esa misma intención y quitó
esa máscara que medio sonreía y medio lloraba
de un golpe. Al segundo siguiente, toda su
persona se congeló.
Detrás de esa máscara, el que le estaba
sonriendo, era el rostro pálido y guapo de un
hombre joven, sus ojos brillaban con vida, sus
labios se curvaban en una sonrisa, su expresión
infinitamente gentil y modesta.
Era su propia cara.

395
396
ARCO DE LA CAÍDA DE XIANLE

397
Capítulo 87
Figura dorada; Esfuerzo para evitar la
ruina celestial

X
ie Lian estaba más que irritado. Sacó la
espada clavada en ese pecho y estaba a
punto de volver a atacar cuando se dio
cuenta de que no había un rastro de sangre en la
hoja. Al instante, comprendió y cambió el curso
de la hoja, cortando la cabeza de ese joven
vestido de blanco. La decapitación fue rápida y
cuando esa cabeza y su cuerpo se separaron,
ambos se encogieron y se convirtieron en un
montón de bolsas de piel.
¡Ese cuerpo era un cascarón vacío!
Las dos veces que se encontró con esa criatura
había usado un cuerpo falso y ni una sola vez se
mostró en su verdadera forma. Aunque no estaba
sorprendido, Xie Lian todavía estaba lleno de
furioso resentimiento, su espada desahogaba su
ira sobre ese cuerpo suave y flojo, el aura afilada
de la hoja cortaba la bolsa de piel en pedazos y
todavía no se sentía aliviado. Feng Xin no pudo
ver más y trató de detenerlo.

398
—¡Dianxia! Es solo una cáscara.
Aun así, esa cáscara se veía exactamente
como el yo más joven de Xie Lian, así que parecía
que Xie Lian se estaba mutilando cruelmente,
pintando un cuadro angustioso. Xie Lian dejó
escapar un par de respiraciones largas, tiró la
espada a un lado y se sentó en el suelo.
—¡LO SÉ! ¡PERO NO PUEDO CREER QUE
SE ATREVERÍA A UTILIZAR MI CARA!
Estaba furioso hasta el fondo y los otros dos se
arrodillaron a su lado, en silencio. Un momento
después, Feng Xin habló: —Dianxia, ¿se siente
mejor? No te tomes en serio su mierda, solo está
jugando contigo.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —No, dijo cosas
que no eran falsas, solo...
Feng Xin se sorprendió.
—¿Realmente te dijo cómo levantar la
maldición?
La mano derecha de Xie Lian se agarró de su
propio cabello.
—No me dijo cómo curar la enfermedad de
rostro humano, lo que me dijo fue... ¡la forma de
infligir la enfermedad de rostro humano!
Los otros dos se horrorizaron.
—¿Infligir?
Xie Lian asintió, miró a su alrededor, sintió que
era mejor no quedarse en el Monte BeiZi y decidió
irse primero. No quería ver las miradas de los
soldados ni los gritos y quejidos de los pacientes,
por lo que regresó a la alcoba de príncipe
heredero en el palacio que quedó vacía durante
muchos años.

399
Fue después de cerrar la puerta cuando Xie
Lian se calmó un poco y se sentó, hablando con
voz grave: —Esas caras crecidas en esas
personas eran todas las almas muertas de
YongAn. Una parte fueron los que murieron en el
campo de batalla, pero la mayoría fueron los que
murieron en la sequía.
Mu Qing no se sorprendió.
—No es de extrañar que ninguno de YongAn se
haya infectado con la Enfermedad del Rostro
Humano; por supuesto que no atacarían a su
propia gente.
Feng Xin frunció el ceño.
—Los que murieron en la sequía no fueron
asesinados por los de la capital real, así que
incluso si hay un rencor, ¿hay no hay razón para
atacar aquí?
Xie Lian dejó escapar un suspiro.
—Incluso si ese es el caso, ambos saben que
cuando una persona muere, hay un período de
confusión.
Cuando una persona hubiera fallecido, había
un momento en que sus almas eran como un
recién nacido, apenas consciente, medio
consciente, sin saber quiénes eran, dónde
estaban, qué estaban haciendo y ese período
podría ser largo o corto dependiendo de su propia
afinidad. Ese período fue llamado: el Período de
Confusión.
En esas circunstancias, la familia o los amantes
de esos espíritus podrían guiarlos o influir en
ellos. La costumbre común de: Llamar a los

400
espíritus en el séptimo día21 se basó en esta
lógica.
Xie Lian continuó: —Él... me dijo, que los
soldados de YongAn albergaban una intensa
animosidad y hostilidad hacia la capital real y sus
padres, esposas, hijos, muchos de ellos murieron
en la sequía.
—Esas almas de los muertos se verían
inconscientemente afectadas por las emociones
de su familia, por lo que utilizaron las fuertes
voluntades de esos soldados para inculcar la
enemistad entre los espíritus y los instó a asumir
la carne viva como un anfitrión y luchar por los
nutrientes dentro del cuerpo de su anfitrión.
—Y esto funcionó porque esos espíritus en su
período de confusión fueron repetidamente
adoctrinados por un pensamiento: que si no fuera
por ellos, podrías haber sobrevivido.
—¿Qué tipo de creencia es esa mierda, quién
merece vivir y quién merece morir? —Comentó
Feng Xin.
Xie Lian se cubrió la frente.
—Antes, Lang Ying había enterrado
involuntariamente el cuerpo de su hijo aquí en la
capital real y eso se convirtió en un fusible para
su maldición. Le dije que me diera una cura, pero
con tanta charla, todo lo que me dijo fue todo el
proceso de cómo lanzar esta maldición. ¿Qué
diablos?
21
頭 七 叫 魂 / 頭 七 Llamando al Espíritu en el Séptimo Día: es una creencia común
de que las almas de los muertos regresan a casa la noche del sexto día a la mañana
del séptimo día. Hay muchos rituales diferentes dependiendo de la región de lo que
se hace cuando el espíritu regresa.

401
Una maldición no podía ser levantada solo
sabiendo cómo fue lanzada. Feng Xin dijo: —Él
está jugando contigo. Qué demonios. ¡Qué
mierda!
Sin embargo, Mu Qing dijo: —No estaba
jugando contigo. Él te dijo el camino.
Entre Xie Lian y Feng Xin, uno levantó la vista
y el otro volvió la cabeza.
—¿De qué manera?
—¡La forma de levantar la maldición!
—Contestó Mu Qing.
Sus ojos se iluminaron como si descubriera un
secreto.
—La maldición de YongAn funciona porque
albergan odio hacia XianLe. En cuanto a XianLe,
¡no hay menos odio para YongAn! —Los ojos de
Xie Lian se ensancharon ligeramente, su
respiración se enganchó. Mu Qing agregó: —Ya
que te dijo cómo lanzar la maldición, entonces,
ojo por ojo, ¡puedes lanzar la misma maldición e
infligir la Enfermedad del Rostro Humano a los de
YongAn! Solo piensa, la maldición solo puede
funcionar si hay personas vivas trabajando en
ello. Una vez que estén infectados por la
enfermedad, estarían demasiado ocupados
lidiando con ella y tal vez a la larga no quedaría
ninguno de ellos, ¡así que la maldición se
rompería!
Xie Lian no lo había pensado de esa manera.
Al escucharlo explicar, Xie Lian se quedó
estupefacto temporalmente. Un momento
después, soltó: —¡Definitivamente no!

402
—¿Por qué no? —Mu Qing presionó—. No se
olviden, los que lanzaron la maldición primero
fueron ellos.
Xie Lian al instante se puso de pie.
—No es no. Además, estás equivocado. Y
también debe ser difícil para los soldados de
YongAn infectarse al igual que los soldados de
XianLe. No me preguntes por qué yo...
Mu Qing interrumpió de inmediato.
—¡Entonces, infectar a civiles también está
bien! No tienen un conjunto completo de recursos
de primeros auxilios y manos como la capital real
y en el momento en que surgiría la Enfermedad
del Rostro Humano, se propagaría mucho más
rápido y no tendrían forma de defenderse.
Amenazar la seguridad de los civiles detrás de
sus espaldas para detener sus maldiciones y
obligarlos a rendirse es lo mismo, ¡no pueden
competir con la capital real en recursos!
Xie Lian rechazó instantáneamente la idea.
—¡Absolutamente no! No olvide cómo los
llamamos cuando atacaron a los civiles inocentes
de la capital real: despreciables. Si hacemos lo
mismo, ¿no nos convertiremos en las mismas
personas despreciables? ¿En qué se diferencia
eso de ellos?
Mu Qing enseñó su emoción: —Dianxia, no se
olvide del tipo de personas que murieron para
atraerlo a la Tierra del Afecto. Son lo que llamaste
civiles inocentes.
Una vez que se dijo eso, Xie Lian cayó en
vacilación.

403
Para ser sincero, no había manera de que no
se tomara eso en serio. Sin embargo, él todavía
respondió: —Es cierto, ciertamente había ese
tipo de personas. Pero eso se debió a que los que
toman la vanguardia son los más apasionados,
por lo que solo viste ese tipo de personas en tus
ojos. Pero en realidad, la mayoría de los civiles
no saben nada. Ve a el Monte BeiZi y verás.
Muchos de ellos ni siquiera saben por qué están
peleando. Ellos irán a donde haya comida; ellos
solo quieren sobrevivir, Mu Qing, lo que me estás
aconsejando hacer ahora es salvar a un grupo de
personas inocentes matando a otro grupo de
personas inocentes. YO… —Suspiró—. Déjame
intentar y pensar de otra manera.
El tono de Mu Qing se estaba volviendo
impertinente y un tanto burlón.
—¿Por qué querría ir al Monte BeiZi para
preocuparme por cómo avanzan los civiles
enemigos? Por favor. Dianxia, es tan considerado
con los demás, pero ellos nunca han sido
considerados con usted, ¿no es así?
Xie Lian estaba abatido y bajó la cabeza, pero
la imagen de esa pierna llena con esas caras que
continuaban retorciéndose incluso después de
haber sido cortada flotó en su mente. Después de
dudar por un largo tiempo, al final todavía negó
con la cabeza.
—Al final del día, esto no es en consideración
de los demás. Incluso en consideración a
nosotros mismos, una maldición es una espada
de doble filo en sí misma; Daña a los demás y a
nosotros mismos. Para maldecir a otros, el

404
lanzador vivo debe tener un corazón lleno de
veneno y los que murieron tampoco pueden
descansar en paz. Ya sufrieron lo suficiente
mientras estaban vivos, e incluso en la muerte
deben vivir en la carne de otro, convirtiéndose en
monstruos. Viste esas cosas en la pierna de ese
hombre ese día. ¿Cómo eran esas caras que
intentaban desesperadamente vivir mejor que las
personas infectadas por la enfermedad? Una
maldición siempre rebotará un día y nadie recibirá
un buen final.
Habiendo sido rechazado en repetidas
ocasiones, Mu Qing estaba perdiendo la
paciencia.
—¡ANTES DE QUE LLEGUEN A SU MAL
FINAL, NOSOTROS YA HABREMOS MUERTO!
¡NO TIENES UN TERCER CAMINO Y NO HAY
UN SEGUNDO VASO DE AGUA, DESPIERTA,
DIANXIA! ¡TE ESTÁS QUEDANDO SIN
TIEMPO!
Xie Lian pudo sentir su cabeza quemándose y
cerró los ojos.
—... no digas más. Déjame pensar un poco
más.
—...
Finalmente, Mu Qing no pudo contenerse más
y comenzó a maldecir en voz baja.
—Realmente eres... el único que tiene
indecisiones eres tú, ahora con una cura en la
mano, el que se niega a hacerlo también eres tú.
Eres realmente... realmente molesto. Mira el
estado en que estas, solo mirarte es un dolor.

405
¡Tus adoradores deben haber acumulado
sangrientas desgracias durante ocho vidas!
Al principio, Feng Xin escuchaba su discusión
con tristeza, y como no podía contribuir con
mejores ideas, no se unió.
En ese momento, de repente, levantó la mano
y empujó, gritando: —¡¿TERMINASTE?
Mu Qing fue empujado hacia atrás unos pasos
y Xie Lian levantó la vista.
—¿Feng Xin?
—¡DIANXIA, NO SE PREOCUPE! —Gritó Feng
Xin, luego se dirigió a Mu Qing—. ¿POR QUÉ
ESTÁS TAN IRRITADO? DINOS, ¿QUÉ TE
IRRITA EXACTAMENTE? TE HE TOLERADO
POR LARGO TIEMPO, PERO NO ME
DETENDRÉ HOY. NO TE TOLERO UNA
MIERDA, NO ERES NADA MÁS QUE UN
GENERAL ADJUNTO; SIN EL
NOMBRAMIENTO DE DIANXIA, QUIÉN SABE
DÓNDE ESTARÍAS, ¿POR QUÉ SIEMPRE
ACTÚAS COMO SI FUERAS MÁS
INTELIGENTE, AGUDO Y MÁS FUERTE QUE
ÉL? SI ERES REALMENTE TAN INCREÍBLE,
¿POR QUÉ DIANXIA ASCENDIÓ Y NO TÚ?
—¡Yo--! —Gritó Mu Qing
Xie Lian le dijo: —Déjalo, Feng Xin, Mu Qing
está ansioso por la situación actual...
Feng Xin interrumpió: —¡ANSIAS MI CULO!
DIANXIA, SE LO DIGO, ÉL SOLO QUIERE
ENCONTRAR UNA RAZÓN PARA
REGAÑARTE; ¡NO DEJARÁ PASAR NINGUNA
OPORTUNIDAD PARA MOSTRAR QUE ÉL ES
MEJOR PORQUE CREE QUE ÉL ES MEJOR!

406
EN UNA PERSONA FRÍA COMO ESTA, UNO
NO VE USUALMENTE CUÁNTO REALMENTE
LE IMPORTA EL REINO DE XIANLE, ¿ASÍ QUE
AHORA SABE CÓMO SER ANSIOSO?
Se volvió hacia Mu Qing otra vez.
—NO PIENSES QUE NO SÉ QUE PIENSAS
QUE DIANXIA ES UN TONTO. PUEDO
TOLERAR TU SARCASMO Y OJOS RODADOS,
TAMBIÉN TE PUEDO TOLERAR QUE ESTÁS
PARADO DONDE NO DEBES. A TI TE GUSTA
PRESUMIR, NO ES LA PRIMERA VEZ, ASÍ QUE
NO HAY PROBLEMA, VE Y PRESUME, NO
ERES LO SUFICIENTEMENTE BUENO PARA
ASOMBRAR A LOS CIELOS DE TODAS
FORMAS. A DIANXIA NO LE IMPORTA ASÍ
QUE TAMBIÉN ME IMPORTA UNA MIERDA.
PERO YA QUE VAS A CRUZAR LA LÍNEA, NO
VOY A RETROCEDER. ESCUCHA: NO ME
SORPRENDO QUE TE GUSTE USAR TRUCOS
DESPRECIABLES, PERO DIANXIA ES
DIANXIA, NO IMPORTA LO QUE DECIDA,
DEBES RESPETARLO. ¡NO JUZGUES A LAS
PERSONAS Y OLVIDES QUIÉN MIERDA ERES!
Mientras Feng Xin gritaba, Xie Lian intentó
detenerlo varias veces, pero quizá por ser que se
había estado conteniendo durante demasiado
tiempo, no podía detenerlo, diciendo todo de una
sola vez. Con cada palabra, la cara de Mu Qing
palideció un poco. Al principio se sacudió como si
quisiera defenderse, pero al final, se detuvo, sin
hablar y miró a Feng Xin con gravedad. Xie Lian
estaba furioso.

407
—¿YA TERMINASTE? ¡¿QUIEREN QUE LOS
BOTE A LOS DOS?!
El rostro de Feng Xin estaba completamente
enrojecido, la sangre obviamente se precipitó a
su cabeza y él endureció su cuello para
responder: —Bótame, no me importa. ¡No me
importa una mierda ser un Oficial Celestial! Si no
fuera por el nombramiento de Dianxia, realmente
no me importa. Pero incluso si me devuelves al
Reino Mortal y vuelvo a ser humano, aún seré leal
a ti, Dianxia. A tus órdenes, seré el primero en ir
hacia adelante, ¡pero no apoyaré a un traidor!
Este chico, si no puede usarte para convertirse
en un Oficial Celestial, tal vez ni siquiera te siga.
Apuesto a que ni siquiera tiene nada bueno que
decir sobre ti. ¡LISTO! ¡He terminado!
Al principio, Mu Qing estaba en silencio, con la
mano cubriéndose la boca, pero también se
había retenido durante tanto tiempo ya no podía
soportarlo más y gritó: —¿USARLO? QUÉ
HERMOSO DISCURSO, ¡TÚ QUÉ SABES!
Xie Lian se estaba volviendo loco.
—¡¡¡AMBOS CÁLLENSE, CÁLLENSE!!!
Los dos retrocedieron de replicar con inmensas
dificultades. La disputa esta vez fue demasiado
grande, e incluso las concatenaciones no
pudieron salvarlos. Pasó un tiempo antes de que
Xie Lian pudiera reprimir su furia y frunciera el
ceño.
—... En cualquier caso, maldecir no es una
opción.
Mu Qing se burló, pero aun así reconoció.
—Hum. Tú eres el jefe.

408
Feng Xin fue más breve.
—Sí, señor.
Mu Qing aclaró su expresión y dijo: —Si hay
alguna consecuencia, Dianxia asumirá la carga
de todos modos.
Feng Xin hizo clic en su lengua pero no dijo una
palabra más. Xie Lian asintió de inmediato.
—Por supuesto. Ya he decidido.
En ese momento, los tres sintieron un temblor
violento, sus cuerpos se balanceaban y Xie Lian
estaba desconcertado.
—¿Qué está pasando?
Feng Xin fue el primero en reaccionar.
—¡Terremoto!
Con los terremotos llegan bajas.
Xie Lian gritó: —¡SALVEN A LA GENTE!
Justo cuando estaban a punto de salir
corriendo, una persona salió de debajo de la
cama y extendió su brazo.
—¡Primo! ¡Primo, no te olvides de mí!
¡¡Llévame contigo también!!
Al verlo, Xie Lian estaba aún más perplejo.
—Qi Rong, ¡¿por qué estás en mi habitación?!
Posiblemente no podía comprender la extraña
vida que Qi Rong llevaba, sin tener nada mejor
que hacer que reunir y recolectar todo lo
relacionado con Xie Lian todo el día. Tampoco
sabía hace cuánto tiempo Qi Rong estaba
escuchándolos en secreto, pero ante una
situación tan grave, no tenía tiempo para
interrogarlo. Agarró el brazo de Qi Rong y corrió
y lo dejó en un área abierta. Era un caos dentro
del palacio, e innumerables asistentes gritaban

409
mientras salían corriendo de ese edificio
extravagante.
Él gritó en voz alta: —¿ALGUIEN ESTÁ
HERIDO? ¿HAY ALGUIEN ATRAPADO?
Afortunadamente, no pasó mucho tiempo antes
de que el terremoto se detuviera y después de
preguntar, parecía que no había heridos ni
muertos. Aun así, su corazón estaba tenso. De
repente, hubo otro grito y muchos estaban
apuntando al cielo detrás de él. Xie Lian se dio la
vuelta y sus pupilas se encogieron. En el centro
del palacio había una pagoda gigantesca y
glamorosa y se estaba inclinando lentamente.
¡La Pagoda22 Celestial iba a colapsar!
Esta Pagoda Celestial, cuyo nombre completo
es: La Pagoda del Ser Celestial, poseía siglos de
historia y era uno de los símbolos del Palacio de
XianLe. También era el edificio más alto de toda
la capital real, sentado en el corazón entre el
palacio y la ciudad. Era un hito de renombre. Si
esta pagoda cayera, habría innumerables bajas;
Los asistentes del palacio y los peatones en las
calles fuera del palacio comenzaron a huir con
aún más locura. Al ver esto, la mano derecha de
Xie Lian se movió de inmediato para lanzar
hechizos y gritó en dirección al Monte TaiCang.
—¡VENGAN!
Esa pagoda continuó inclinándose lentamente
y justo cuando se había inclinado a un tercio del
camino hacia abajo, las masas de repente
sintieron otra ola de temblor.

22
Adoratorio.

410
Este temblor también vino del suelo, sin
embargo, fue diferente al de un terremoto. Los
temblores vinieron uno a la vez, teniendo su
propio ritmo regular y se hicieron cada vez más
rápidos, más y más cercanos. Cuando esa
pagoda parecía haberse inclinado un poco más,
la gente finalmente se dio cuenta de que el
temblor eran los pasos de algo.
¡Una gigantesca estatua dorada de más de
cinco metros de altura, una espada en una mano,
una flor en la otra, su cuerpo resplandeciendo y
caminaba hacia el palacio en grandes zancadas!
Alguien gritó de inmediato con asombro.
—¿NO ES ESA ESTATUA DEL PRÍNCIPE
HEREDERO DEL PABELLÓN DE XIANLE EN EL
SAGRADO PABELLÓN REAL?
Pronto, muchos más lo reconocieron.
—¡ES VERDAD! ¡ES ESA ESTATUA DE ORO!
¡MIRA, VIENE DEL MONTE TAICANG!
Cada paso que tomó la estatua de oro era de
varias millas, pero no pisó a nadie.
Tump-tump, tump-tump.
Entró en el palacio como si estuviera volando y
atrapó la Pagoda Celestial que estaba cayendo,
deteniendo la ruinosa situación.
Bajo el sol poniente, esa luz dorada brillaba,
esa figura dorada y resplandeciente alzaba
ambas manos y con su fuerza, ejercía toda su
fuerza para sostener la gigantesca pagoda que
estaba casi colapsada. Era la imagen misma de
un milagro, sorprendiendo a innumerables
testigos en un asombrado silencio. Xie Lian dejó
caer lentamente su mano y miró esa estatua

411
divina. Al ver esa expresión hermosa, tranquila y
dorada, un destello de desconcierto brilló en su
mente.

412
Capítulo 88
¡Juro nunca olvidar, nunca!

F
ue la primera estatua divina que la gente
construyó para él y también era la estatua
divina más magnífica y majestuosa.
En el pasado, al ver esa versión de él mismo,
Xie Lian siempre lo había aceptado sin pensar
que había algún problema. Sin embargo, en este
mismo momento, sintió esa figura dorada y
centelleante infinitamente extraña y no pudo
evitar pensar: —¿Soy realmente yo?
En el lateral, Feng Xin y Mu Qing se dirigieron
por separado para ver si había alguna víctima
atrapada que aún no hubiera sido encontrada.
Ese parpadeo de desconcierto pasó rápidamente
y al ver que la multitud se asentaba, Xie Lian dejó
escapar un suspiro de alivio.
Pero antes de que la respiración fuera
completamente exhalada, de repente sintió un
peso pesado en su cuerpo y su corazón se
apretó.
Esa pagoda celestial era demasiado alta y
demasiado pesada después de todo.

413
Esa divina estatua también pareció pensar que
su carga era extenuante, sus manos temblaban
ligeramente, sus pies se hundían en el suelo y
ese gigantesco cuerpo dorado también estaba
ligeramente doblado por la presión; solo esa
sonrisa permaneció inmutable. Al ver esto, Xie
Lian inmediatamente lanzó otro hechizo. Sin
embargo, cuando el hechizo fue lanzado, su
corazón cayó. La estatua dorada no solo no se
enderezó, sino que se presionó aún más ya que
parecía que ya no podía sostenerse.
Las manos de Xie Lian también empezaron a
temblar. Nunca antes se había sentido así. Por lo
que él sabía, cualquier montaña que él golpeara,
esa montaña debía caer; si pisotea, la tierra
temblaría. Nunca había sentido tan
profundamente este concepto llamado fuerza que
no es suficiente para el deseo.
Sin otra opción, Xie Lian apretó los dientes y
saltó en el aire, aterrizando y sentándose al pie
de esa gigantesca estatua dorada antes de
levantar las manos para lanzar hechizos una vez
más con fuerza. Esta vez, él mismo entró en las
líneas del frente y esa estatua dorada se levantó
de nuevo, alzó la cabeza, levantando esa Pagoda
Celestial inclinada una vez más.
Aunque logró soportar su peso, tanto la espalda
de Xie Lian como su mente ya estaban rodando
con sudor frío. Sin embargo, las innumerables
personas que se encontraban fuera del palacio
ignoraban su indescriptible dificultad y ya se
estaban acercando para postrarse ante la
milagrosa estatua de oro ola a ola, gritando.

414
—Taizi Dianxia, ha mostrado su espíritu divino
ante nosotros en tiempos de necesidad del reino!
—¡DIANXIA, DEBE SALVARNOS!
—¡SALVA A LA GENTE! ¡PROTEGE EL
MUNDO!
Xie Lian estaba apretando los dientes y pasó
un tiempo antes de que hablara con dificultad.
—Todos, por favor, levántense y retrocedan.
Vayan más lejos, no se queden aquí yo... —Se
calló, de repente se dio cuenta de que en realidad
se estaba quedando sin aliento. Su voz se ahogó
en vítores de marea y cuanto más quería
amplificarla, más pequeño se encontraba. Xie
Lian respiró hondo y estaba a punto de gritar
cuando una mano de repente le agarró el tobillo.
Miró hacia abajo y era Qi Rong. Inmediatamente
dijo: —Qi Rong, apúrate y ve a decirles a todos
que no se queden por aquí, ¡la pagoda podría
colapsar!
Esas palabras fueron esparcidas
involuntariamente y cuando Xie Lian se dio
cuenta de lo que había dicho, su sangre se enfrió.
En el pasado, ese tipo de palabras, jamás las
hubiera dicho, ni siquiera el pensamiento de ellas
habría entrado en su mente. Incluso si el cielo se
cayera, él creería que podría soportarlo. Pero
ahora, él se dio cuenta de algo alarmante: ya no
creía.
No solo las personas dejaron de creer en él,
sino que él ya no podía creer en sí mismo.
Qi Rong respondió instantáneamente:
—¿Cómo puede colapsar? ¡¿No lo estás
sosteniendo?!

415
Al escucharlo, Xie Lian sintió que su corazón
volvía a caer. Qi Rong no se dio cuenta de su
expresión oscura y sus ojos se volvieron locos en
absoluto.
—Primo, déjame ayudarte.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Ayudarme? ¿Cómo?
Qi Rong inmediatamente dijo sin pensar: —¿No
dijiste que sabías cómo infligir la Enfermedad del
Rostro Humano? Dime cómo hacerlo y te
ayudaré a maldecir a YongAn. ¡Te ayudaré a
matarlos!
—...
¡Así que escuchó todo lo que discutieron
cuando se escondía debajo de la cama!
Xie Lian se estaba debilitando por la rabia.
—¡Tú, tú, tonto! ¿Sabes lo que es una
maldición?
Qi Rong respondió con indiferencia: —Lo hago.
¿No es sólo una maldición? Primo déjame decirte
que tengo bastante talento en esta área. Maldigo
a mi papá a menudo, tal vez incluso murió de mis
maldiciones, tú...
—... —Xie Lian ya no pudo escuchar más y
dijo—: Solo ve.
—¡No! ¡NO! —Exclamó Qi Rong—. Bien, no me
digas cómo lanzar la maldición. Entonces dime...
¿cómo puedo evitar que me contagie la
Enfermedad del Rostro Humano? —El corazón
de Xie Lian siguió cayendo y Qi Rong agregó—.
¿Sabes cómo, verdad? Sabías por qué los
soldados no se estaban infectando, ¿no? Primo,
dime por qué. ¿Por favor?

416
Todavía había muchos asistentes de palacio
reunidos cerca y quién sabía cuántos oídos
escuchaban. Xie Lian tenía miedo de filtrar
información que pudiera comenzar algo, por lo
que permaneció en silencio. Sin embargo,
algunas personas no pudieron contenerlo más y
levantaron la cabeza para preguntar: —¡Dianxia!
¿Es eso cierto?
—¿Realmente sabe cómo curar la Enfermedad
del Rostro Humano?
—¿Por qué no dijo nada?
Los ojos de esas personas junto con Qi Rong
se estaban volviendo locos y Xie Lian mantuvo su
boca cerrada con fuerza, apretando solo unas
pocas palabras.
—¡NO! ¡NO SÉ NADA!
Hubo un pequeño disturbio en la multitud, pero
no se intensificó. Justo entonces, Feng Xin
regresó. Vio desde lejos a Qi Rong, que estaba
inclinado cerca de Xie Lian y gritó: —¡QUE
MIERDA ESTÁS HACIENDO!
Xie Lian ordenó de inmediato: —¡Feng Xin, ven
y llévatelo!
Feng Xin asintió y se adelantó, pero Qi Rong se
aferró a Xie Lian y gritó apasionadamente:
—¡Primo, vas a derrotar a YongAn y los
ahuyentarás a todos, claro! TÚ SEGURO NOS
PROTEGERÁS, CIERTO ¡¿CIERTO?!
Si esto fuera hace unos meses, tal vez Xie Lian
todavía contestaría enfáticamente con fervor.
—¡Los protegeré a todos!
Pero ahora, no se atrevió. La expresión de Qi
Rong estaba sumamente agitada y Xie Lian

417
estaba un poco desconcertado al mirarlo, porque
sabía muy bien que Qi Rong no era el tipo que se
preocupaba por el reino ni por su gente. Incluso
si el reino estaba condenado, debería estar más
asustado que otra cosa, entonces, ¿por qué
estaba tan agitado? Un momento después, de
repente recordó algo. El padre de Qi Rong
también parecía ser de YongAn.
Al no escuchar respuesta de él, la voz de Qi
Rong se enfrió de repente.
—¡PRIMO! ¿NO LO DEJARÁS ASÍ,
VERDAD?! ¿VAS A DEJARNOS SER
PISOTEADOS Y RIDICULIZADOS POR OTROS
ASÍ? ¡¿REALMENTE NO TENEMOS OTRA
MANERA?!
A su demanda, Xie Lian podía sentir su corazón
rompiéndose. Porque, se dio cuenta, Qi Rong no
estaba equivocado. Frente a todo, él realmente...
¡realmente no sabía qué hacer!
—Déjame ir y pedirle al rey que lo detenga de
nuevo —dijo Feng Xin.
Incluso mientras se lo llevaban, Qi Rong seguía
luchando y él gritaba: —¡TIENES QUE
RESISTIR! ¡NO PUEDES CAER!
¡No podía caer!
El propio Xie Lian sabía que no podía permitirse
caer. Incluso si los civiles cercanos escaparon,
esta Pagoda Celestial no debía caer. Si se
derrumbara, no solo se destruiría el monumento
real de cien años, sino que también se demolería
la parte principal de la Avenida de la Deidad
Marcial junto con muchas residencias. Además,
dentro de la pagoda había innumerables tesoros

418
raros, pergaminos de siglos pasados de
innumerables antepasados de generaciones
pasadas. No podían ser movidos a tiempo y si la
pagoda colapsaba, todos se destruirían. Si
colapsara, también derribaría la eminencia de la
realeza en el reino de XianLe.
Sin embargo, su poder espiritual, como la
fuente de agua de YongAn, parecía estar
agotándose cada día. Para apoyar esa
gigantesca estatua dorada, no podía irse por el
momento y solo podía pasar el deber de custodiar
la ciudad fortaleza a Feng Xin y Mu Qing,
mientras él mismo permanecía firmemente donde
estaba y meditaba en forzada calma. Debido a
que esa estatua dorada de cinco metros de altura
era la estatua divina adorada en el Monte
TaiCang dentro del Sagrado Pabellón Real,
después de que Xie Lian la convocó, los devotos
no tenían un ídolo para adorar y el enjambre de
ellos se acercó también para orarle bajo cielo
abierto. Aunque este era el palacio y los
forasteros no deberían haber podido entrar,
primero, el terremoto había colapsado una parte
de las paredes del palacio; segundo, era un caos
dentro de la capital real y no había suficiente
autoridad para mandar; y tercero, cualquier
autoridad opresiva más podría causar otro
disturbio, por lo que la gente tuvo que ser dejada
entrar.
Xie Lian decidió asentarse donde estaba y el
rey y la reina lo visitarían todos los días. Los días
pasaron rápidamente mientras gastaba todo su
poder sosteniendo esa Pagoda Celestial en una

419
mano y en la otra tratando de restaurar la energía,
esperando el día en que sería liberado. El rey no
lo tuvo más fácil que él; su cabello ahora era más
blanco y aunque obviamente estaba en su mejor
momento, parecía tener más de cincuenta años.
Cuando el padre y el hijo se vieron, aunque no
hablaban, estaban más en paz que nunca.
La reina vio crecer a Xie Lian y solo había visto
a su amado hijo en un estado de elegancia y
divinidad, pero ahora, observándolo miserable
resguardando el lugar, expuesto a circunstancias
severas y todavía negándose a permitir que
alguien se acercara para ayudarlo a cubrirlo…
ella estaba llena de dolor y pena, parándose bajo
el sol abrasador para protegerlo de los rayos con
un paraguas.
Después de un tiempo, Xie Lian tuvo miedo de
estar cansado y habló: —Madre, vuelve, no
necesito esto. No te acerques aquí y no dejes que
nadie más se acerque, me da miedo que...
Pero a lo que le tenía miedo al final nunca salió
de sus labios. La espalda de la reina estaba frente
a los devotos reunidos allí y después de haberse
detenido durante un tiempo, al fin las lágrimas
corrieron hacia abajo.
—Hijo mío, has sufrido. ¿Por qué... por qué tal
castigo te sobreviene?
Para ocultar su cara desencajada y pálida, el
maquillaje de la reina era pesado, pero con
lágrimas, la base aún se fundía, revelando a una
mujer que ya no era joven. Sufrió por su hijo, lloró
por su hijo, pero no se atrevió a gritar en voz alta,
asustada de que la gente se diera cuenta. El rey

420
sostuvo sus hombros y Xie Lian la miró
estupefacto.
Lo primero en lo que pensaron las personas
cuando estaban en un estado de sufrimiento eran
sus seres queridos y para Xie Lian, esa persona
era sin duda su madre. Tal vez decirlo en voz alta
no tendría sentido, pero después de días de
agotador esfuerzo, después de haber sido
cortado por cuchillos una y otra vez, en ese
momento, realmente quería convertirse en un
niño de diez años y encontrarse con el abrazo de
su madre para gritar.
Sin embargo, todos los caminos que
condujeron a este día fueron elegidos por él
mismo. Sus padres ya se encontraban en una
situación difícil y con tantos ciudadanos
observando, no pudo mostrar un rastro de
debilidad. Si incluso él no pudiera aguantar,
¿quién podría?
Por lo tanto, Xie Lian habló contra su corazón.
—Madre, no te preocupes. Estoy bien. No estoy
sufriendo.
Sufriendo o no, solo él lo sabía en su corazón.
Unos pocos asistentes del palacio vinieron a
ayudar al rey y a la reina y después de que se
marcharon a regañadientes, Xie Lian se desmayó
un poco, expuesto bajo el sol abrasador. Pasó un
tiempo y cuando volvió a abrir los ojos, el
atardecer se estaba asentando en los cielos, el
sol poniente brillaba en sus últimos rayos y
debajo de él no quedaban muchos devotos.

421
Sin embargo, cuando miró hacia abajo, vio que
no muy lejos de su persona había una flor
pequeña y solitaria.
Xie Lian no estaba muy seguro de cuándo se
colocó esa flor y extendió una mano para
recogerla.
Era una flor pequeña. Una flor que era blanca
como la nieve, la base de la flor era verde
exuberante, su tallo delgado y débil llevando un
rocío como lágrimas, se veía lamentable. La
fragancia débil era familiar y aunque ordinaria,
era conmovedora.
Sostuvo la flor con fuerza a pesar de sí mismo
y la apretó cerca de su corazón.
En ese momento, un repentino hedor a sangre
superó esa débil fragancia. Xie Lian levantó la
vista y su vista quedó confusa cuando una
sombra se le acercó gritando: —¡POR QUÉ!
¡¡POR QUÉ!!
Sorprendido, Xie Lian apartó a esa persona y
trató de generar fuerza.
—¡¿QUIÉN?!
Ese empuje hizo que esa persona cayera y
rodara por el suelo. Xie Lian todavía tenía que
sostener esa estatua dorada de cinco metros de
altura y no se atrevió a levantarse, ni se atrevió a
acercarse, pero le tomó un segundo reconocer
quién era. Ese individuo solo tenía una pierna:
¡fue el joven el que una vez le dio un paraguas y
el que él personalmente amputó!
Ese joven estaba cubierto de sangre, sus
palmas ensangrentadas. En realidad, había
venido arrastrándose con ambas manos y pies y

422
detrás de él había un horrible rastro de sangre.
Se incorporó con dificultad y Xie Lian preguntó
estupefacto: —¿Por qué, por qué estás aquí?
¿No te estabas recuperando en el Bosque de
Buyou? —Ese joven no le respondió y se arrastró
más cerca usando sus extremidades. Porque
solo tenía una pierna, era una visión horrible. Xie
Lian exclamó—: ¡Tú--!
Ese joven levantó la parte del pantalón de su
pierna derecha restante en un ataque, exigiendo:
—¡POR QUÉ!
En una mirada más cercana, en su pierna
derecha había un rostro humano torcido.
Esta fue una de las cosas por las que Xie Lian
se preocupaba más y por supuesto que sucedió.
Si no estuviera ya sentado, podría haberse caído.
Ese joven golpeó el suelo y rugió: —¡¿POR
QUÉ CORTÓ MI PIERNA?! ¡SIGO TENIENDO
LOS SÍNTOMAS! ¡MI PIERNA TAMBIÉN SE HA
IDO! ¡¿POR QUÉ?! ¡DEVUÉLVEME MI PIERNA!
¡DEVUÉLVEME MI PIERNA!
Ese día lluvioso, ese joven estaba lleno de
sonrisas cuando metía ese paraguas en las
manos de Xie Lian, pero ante él ahora estaba en
un estado de locura y la diferencia era demasiado
sorprendente, la mente de Xie Lian estaba en un
caos, un completo desastre y su voz tembló.
—Yo... —Le tomó unos momentos antes de
que saliera bruscamente y dijera—: ¡Déjame...
déjame ayudarte!
Inmediatamente lanzó un hechizo para suprimir
el veneno maligno en la pierna de ese joven. Sin
embargo, inesperadamente el sonido de

423
lamentos vino de todas partes y varias personas
también se le acercaron, gritando: —¡Dianxia,
sálveme!
—Dianxia, ¡sálveme!
—DIANXIA, MIRE MI CARA, ME HE
CORTADO LA MITAD DE MI CARA ASÍ QUE
POR QUÉ SIGUE SIN CURARSE, ¿POR QUÉ?
¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA
CURARLA?
—¡DIANXIA, MÍREME, MIRE EN LO QUE ME
HE CONVERTIDO!
Escenas de escenas sangrientas seguían
siendo empujadas ante él y los ojos de Xie Lian
estaban muy abiertos por la sorpresa, agitando
las manos en quién sabe en qué dirección,
murmurando: —No, no quiero mirar, ¡NO
QUIERO MIRAR!
Resultaba que, una vez que todos los pacientes
de la Enfermedad del Rostro Humano del Bosque
Boyou recayeron, estalló un motín y, de hecho,
lucharon contra los soldados y los médicos que
los cuidaban y los atendían, ¡escapando de los
campamentos para buscarlo!
Dado que todos se habían escapado, si él no
reprimía de inmediato su infección, la
enfermedad podría extenderse más rápido. Xie
Lian cerró los ojos e intentó transferir el poder,
queriendo ayudar a aliviar sus síntomas y aliviar
su dolor por el momento. Sin embargo, justo
cuando se atendió a ese grupo, inmediatamente
se vertió más para rodearlo.
—¡DIANXIA YO! ¡Ayúdeme también!

424
Rodeado por más de diez personas, Xie Lian
sintió que la estatua dorada de arriba parecía
tambalearse y el miedo lo llenó.
—¡Espera, espera! YO-
Alguien no pudo contenerse y gritó: —NO, NO
QUIERO ESPERAR, ¡YA HA ESPERADO
MUCHO TIEMPO!
—DIANXIA, ¿POR QUÉ LO TRATARÍA A ÉL
PERO A MI NO?
Pronto, las voces a su alrededor cambiaron.
—¿POR QUÉ CUANDO LO TRATA ÉL
ESTABA COMO NUEVO, PERO YO NO? ¿NO
ES USTED UN DIOS? ¿POR QUÉ ERES TAN
INJUSTO? ¡DEMANDO JUSTICIA!
Xie Lian respondió: —¡No, no estoy siendo
injusto! Esto es mi culpa, sus síntomas son
diferentes-
—SI VAS A AYUDAR, AYUDA
COMPLETAMENTE. AHORA QUIERES DEJAR
TODO, ¿A QUÉ EXACTAMENTE ESTÁS
JUGANDO? ¿ESTO ES CULPA TUYA?
Xie Lian estaba teniendo problemas para
recuperar el aliento.
—No estoy dejando nada, solo estoy... solo
esperen-
—¿NO SABE CÓMO CURAR ESTA
ENFERMEDAD?
Xie Lian abrió la boca.
—Yo-
—SI SABE ¿POR QUÉ NO NOS DICES?
Xie Lian se agarró la cabeza.
—¡NO SÉ NADA!

425
—¡ESTÁS MINTIENDO! ¡YA ESCUCHÉ A
ALGUIEN DICIENDO QUE SÍ SABES! ¡YA SÉ
CÓMO ERES! NO NOS DIRÁS PORQUE
QUIERES MANTENERNOS ROGÁNDOTE ASÍ
PARA QUE PUEDAS OBTENER NUESTRO
DINERO DONADO ¡MENTIROSO! ¡ERES UN
MENTIROSO!
—¿CÚAL ES LA CURA, SOLO DÍGANOS?
¡DÍGANOS AHORA!
El rostro de Xie Lian era blanco como una
sábana, sus ojos estaban en blanco, con
innumerables manos empujándolo alrededor, e
incluso un par lo estranguló maliciosamente,
hasta que finalmente sucedió algo hilarante. Él
era claramente un dios del cielo, pero en ese
momento, había una pequeña voz que gritaba en
el fondo de su corazón.
—... Sálvenme...
Parecía haber alguien retirando esas manos,
pero al mismo tiempo no, él no estaba muy
seguro, solo que esas caras llenas de
sangrientas cicatrices, aquellas personas con
extremidades faltantes parecían como si fueran a
destrozarlo y devorarlo. Quién sabría cuánto
tiempo había pasado cuando en la lejanía
llegaron los lamentos de un cuerno, como un
demonio. Las masas solo se preocuparon por sus
propios gritos y desgarros, ignorando ese cuerno
por completo, pero Xie Lian se dio cuenta
instantáneamente. ¡Ese era el sonido del cuerno
de la victoria de YongAn!
No podía sentarse allí ni aguantar más. Su
cuerpo se dobló y se arrodilló. Al mismo tiempo,

426
esa figura dorada de cinco metros de altura con
la que trabajó tan duro para sostener imitó su
movimiento y como si de repente perdiera vida,
colapsó estrepitosamente.
Pronto, junto con él, hubo otro sonido fuerte y
retumbante y esa gigantesca y pesada Pagoda
Celestial se derrumbó, desmoronándose como
esa estatua dorada.
La figura dorada no debería haberse roto, sin
embargo, debido a que Xie Lian le había
inyectado demasiado poder espiritual, con la
esperanza de que mantuviera esa Pagoda
Celestial, hacía mucho tiempo se había vuelto
frágil. Los pacientes que escaparon del Bosque
de Buyou estaban huyendo, muriendo,
lastimándose. Dentro del palacio y en las calles,
la gente corría locamente, algunos esquivando
los fragmentos de esa Pagoda Celestial, otros
esquivando a esas horribles víctimas de
enfermedades. Con ambas manos agarrando su
propia cabeza, Xie Lian corrió y salió por las
puertas de la fortaleza de la ciudad.
Las torres de la fortaleza estaban en llamas, el
humo negro y pesado y Xie Lian corrió a la
terraza, pasando por numerosos soldados
angustiados que huían. Una vez en la terraza, él
tampoco sabía qué hacer y solo podía mirar hacia
abajo, desconcertado. Sin saber cuándo ni cómo,
las lágrimas corrían por su rostro enrojecido. En
ese borroso campo de visión, los cadáveres
llenaban los campos y solo la silueta de una
persona vestida de blanco era distinta, sus
grandes mangas revoloteaban. Esa figura no era

427
un joven, sino un hombre y cuando volvió la
cabeza, vio a Xie Lian desde lejos, lo saludó de
manera despreocupada y parecía que estaba a
punto de desaparecer.
Al ver esto, Xie Lian gritó fuertemente: —¡¡¡NO
TE VAYAS!!!
Las dos primeras veces que lo vio, usó su piel
falsa. Esta vez, las agallas de Xie Lian le dijeron,
¡esta debe ser su verdadera forma! Así, cruzó el
muro de la fortaleza sin dudarlo y saltó, brincando
de los muros.
En su vida, Xie Lian había saltado desde una
altura extrema innumerables veces.
Dependiendo de su fuerte poder espiritual y su
poder marcial, podría aterrizar con seguridad en
todo momento. Cada vez estaba contento y lleno
de orgullo. Cada vez, era la imagen de un
descenso celestial del que hablaban en las
leyendas. Esta vez, sin embargo, ya no era una
leyenda.
Cuando aterrizó, no estaba firme y se tambaleó
hacia un lado, un agudo dolor de aguja se
extendió instantáneamente desde su pierna
hasta todo su cuerpo.
Se había roto la pierna.
Romperse una pierna no era realmente nada y
pronto se curó. Solo que, desde ese día, fue
como si Xie Lian se hubiera convertido en una
persona completamente diferente.
Era como si hubiera perdido su espíritu y ya no
fuera divinamente invencible. Después de la
primera derrota, habría una segunda y luego una
tercera... ya no quería desenfundar su espada ni

428
entrar en el campo de batalla, pero como no
había nadie que pudiera protegerlo y
reemplazarlo, solo podía seguir adelante con el
corazón frío. Una vez en el campo de batalla,
tampoco se aflojó; realmente hizo todo lo posible,
pero por alguna razón, a pesar de que era
claramente un joven de apenas veinte años, la
mano que sostenía la espada ya temblaba como
la de un viejo anciano.
Estremeciéndose con un corazón lleno de
miedo, sin embargo, no podía explicar a quién o
a qué exactamente le tenía miedo. Al final, los
soldados que lo veneraban poco a poco
perdieron la paciencia.
Xie Lian sabía que había un rumor entre ellos:
¿Cómo es un dios marcial? ¡Más como un dios
de la desgracia!
Sin embargo, no pudo rebatir, solo porque él
mismo comenzó a preguntarse: ¿se había
convertido realmente, tal vez, en un dios de la
desgracia?
Hubiera sido bueno si ese fuera el único
problema, pero para el reino de XianLe, la
verdadera catástrofe era la Enfermedad del
Rostro Humano y finalmente, se había salido de
control.
Quinientos, mil, dos mil, tres mil... al final, Xie
Lian ya no se atrevió a preguntar cuántas
personas se vieron afectadas hoy.
Como si fuera su última oración, ese día, el
reino celestial finalmente le abrió las puertas y le
envió un mensaje: Dianxia, es hora de regresar al
Reino Celestial.

429
Lo que le estaría esperando cuando regresara
no lo pudo decir. Por primera vez, Feng Xin y Mu
Qing parecían agitados. Xie Lian, sin embargo,
tenía su mente en otra cosa.
Les dijo a los dos: —Antes de irnos, quiero ir a
algún lugar para echar un vistazo.
—¿Dónde? —Preguntó Feng Xin.
—El Sagrado Pabellón Real —dijo Xie Lian.
Después de un momento de silencio, Feng Xin
dijo: —No.
Pero Xie Lian ya se había alejado solo.
—¡Dianxia! —Gritó Feng Xin, pero al ver que no
podía ser detenido, él y Mu Qing solo podían
correr para seguirlo.
Los tres subieron la montaña a pie.
El Sagrado Pabellón Real fue donde se erigió
el primer templo sagrado de Xie Lian y también
fue allí donde se construyó su primera estatua
divina. Sin embargo, bajo las instrucciones del
Guoshi Principal, esos tres mil discípulos ya
habían sido expulsados y el Sagrado Pabellón
Real ahora era solo un establecimiento vacío.
Cuando llegaron a la mitad de la montaña, Xie
Lian miró hacia abajo. Podía ver fuego ardiendo
por todas partes en la capital real, las llamas
reflejaban un cielo lleno de estrellas, un hermoso
paisaje para la vista. Feng Xin sin embargo, gritó
con enojo.
—¡Esos locos! —Xie Lian solo observó las
llamas, con los ojos inmóviles y Feng Xin gritó de
nuevo. —¡Deja de mirar! ¡No hay nada bueno que
ver!

430
En los últimos días, Feng Xin le había gritado a
Xie Lian innumerables veces: —¿Te gusta
lastimarte o qué?
Pero la verdad era que Xie Lian no sabía lo que
quería hacer. Solo sabía que una vez que uno de
sus templos se quemaba o profanaba, no pudo
evitar echar un vistazo. Sin embargo, una vez que
había visto, no podía hablar ni detener a nadie y
solo podía quedarse allí y mirar. ¿Qué había para
ver? Él tampoco lo sabía.
En ese momento, la luz del fuego ardió en la
Cumbre del Príncipe Heredero. Feng Xin estaba
horrorizado.
—¡¿Ni siquiera pudieron dejar ir el Sagrado
Pabellón Real?! ¿Alguien cavó las tumbas de sus
ancestros o alo...?
Paró y se calló. Esto fue porque se dio cuenta,
ante ellos, los sufrimientos de muchos de los de
XianLe eran peores que la broma de cavar
tumbas de los antepasados.
Sin embargo, ese fuego no fue grande y pronto
se apagó, parecía haber sido extinguido por
alguien. Ahora Feng Xin estaba sorprendido. En
estos días, solo había personas que se atrevían
a prender fuego, no a extinguirlo. Si hubiera
alguien que interviniera y hablara o detuviera a
esas turbas enojadas para que no prendieran
fuego y destruyeran templos, entonces serían
tratados como el mismísimo dios de la desgracia
Xie Lian y serían golpeados hasta morir. Debido
a esto, los tres ya no se atrevieron a revelar su
espíritu ante los mortales y durante mucho tiempo
habían ocultado sus formas.

431
A lo largo de la montaña, los tres pudieron
escuchar los rumores de una pelea y una vez que
llegaran a la Cumbre del Príncipe Heredero,
seguramente, el Pabellón de XianLe ya habría
sido derribado, dejando solo el marco y las
paredes del gran salón. Ese gigantesco altar
divino ya no tenía una estatua divina y había una
pandilla de matones peleando en frente de la
entrada de la sala decrépita, gritando mientras
peleaban.
—¡TÚ JODIDO IDIOTA! ¡MOCOSO DE
MIERDA! TU ESPOSA PERDIÓ SU VIRGINIDAD
AQUÍ O QUÉ, ¡¿ESTE SANTUARIO
DESTRUIDO ES TU PRECIOSO PENE O
ALGO?!
Solo una mirada y Xie Lian supo que esas
personas no vinieron a destruir su templo por
enojo. Eran un grupo de pandilleros que solo
soñaban con el caos y lo aprovechaban, o
simplemente jugaban y venían a quemar el
templo por diversión. Sin embargo, en este punto
no le importaba realmente qué tipo de personas
estaban destrozando sus templos. Justo en ese
momento, en esa pelea enloquecida, la voz
sumamente cruel de un niño irrumpió y sonó en
el cielo nocturno.
—¡¡¡VÁYANSE!!!
Escuchando atentamente, en realidad era una
persona luchando contra muchos. Además, esa
persona solo tenía diez años o algo, todavía era
un niño, pero incluso así era implacable y no
parecía estar perdiendo terreno. Sin embargo,
seguía siendo uno contra muchos, después de

432
todo y el rostro de ese chico ya estaba cubierto
de sangre y mugre, lleno de azul y púrpura y
cortes por todas partes, por lo que su apariencia
real ya no era reconocible.
—¡Ese mocoso definitivamente crecerá para
ser un buen hombre! —Comentó Feng Xin.
En ese momento, hubo un destello malicioso en
uno de los ojos de los hombres cuando levantó
una roca gigante del suelo y estaba a punto de
golpearla en la parte posterior de la cabeza de
ese niño. Xie Lian vio y agitó su mano una vez.
La roca en las manos de ese hombre rebotó
instantáneamente, golpeando su propia cara y él
gritó mientras la sangre salía de su nariz. Ese
chico quedó aturdido, pero inmediatamente se
giró y levantó el puño para otro ataque de golpes.
Su postura de lucha era demasiado aterradora,
asustando a esa pandilla de hombres jóvenes y
lo señalaron mientras huían, gritando amenazas
vacías.
—¡MIERDA! ¡SOLO ESPERA! ¡TENEMOS
MÁS CHICOS Y TE ATRAPAREMOS!
Ese chico se burló.
—¡Te atreves a volver y te mataré!
Esos tipos estaban aterrorizados y corrían más
rápido. Una vez terminada la pelea, ese chico se
apresuró a un pequeño montículo con un fuego
que ya se había extinguido y pisoteó con fuerza,
matando las últimas chispas, antes de entrar en
el gran salón. Tomó un pedazo de papel del
suelo, lo aplanó con cuidado y lo colgó en el aire
antes de finalmente sentarse y apoyarse contra
el altar, pensando.

433
Xie Lian se acercó, pasó a su lado, saltó sobre
el altar y descubrió que lo que colgó ese niño era
un cuadro. La pincelada era áspera, obviamente
hecha por alguien que nunca había aprendido a
pintar. Sin embargo, cada golpe fue serio y
sincero, representando la figura solemne del
Príncipe Heredero que agrada a Dios. Parecía
que esto se usaba para reemplazar esa estatua
divina que había convocado anteriormente.
—¡Está bastante bien pintado! —Comentó
Feng Xin.
Después de los últimos días, Feng Xin
finalmente vio a alguien que todavía defendería a
Xie Lian y ya estaba tan emocionado que casi se
unió a la pelea antes para ayudar al niño, así que
obviamente tenía buenos sentimientos por el
niño. Sin embargo, Mu Qing solo miró hacia
abajo, sus ojos brillaban como si recordara algo,
pero no dijo una palabra. Xie Lian levantó su
mano y gentilmente sacudió esa pintura.
No fue particularmente obvio; sólo parecía una
brisa que soplaba. Sin embargo, ese chico
levantó la cabeza que estaba sobre sus rodillas
abrazadas, esa cara cansada y herida se iluminó
al instante y gritó: —¿Es usted?
—¡¿Ese mocoso es muy inteligente?! —Feng
Xin estaba asombrado.
—Vamos —dijo Mu Qing.
Xie Lian asintió levemente y estaba a punto de
darse la vuelta para irse cuando el chico se lanzó
al borde del altar, su respiración se aceleró
ligeramente.

434
—¡Sé que es usted! ¡Dianxia, no se vaya!
¡Tengo algo que decirle!
Al escucharlo, los tres se sorprendieron. Ese
chico parecía estar bastante nervioso, con los
puños apretados.
—Aunque sus pabellones y templos estén
quemados... no esté triste. Le construiré muchos
más templos en el futuro; Más grande, más
elegante, mejor que nadie. Nadie podrá competir
con usted. ¡Lo haré!
—…
Los tres se quedaron sin palabras.
El atuendo de ese niño estaba sucio y
descuidado, su rostro embarrado y mugriento,
cubierto de moretones y cortes, con un aspecto
triste y patético, sin embargo, hablaba palabras
tan ambiciosas y audaces, que sonaba realmente
risible, haciendo que uno se sintiera bastante
complicado. Pareciendo tener miedo de que su
voz no llegara a la oreja del otro, rodeó la boca
con sus manos, ahuecándolas y gritó hacia el
cuadro colgado sobre el altar.
—¡DIANXIA! ¿ME HA OÍDO? ¡EN MI
CORAZÓN, USTED ES DIOS! ¡USTED ES EL
ÚNICO DIOS, EL ÚNICO DIOS VERDADERO!
¡¿ME HA OÍDO?!
Gritó hasta que su voz quedó ronca, hasta el
punto en que todo el Monte TaiCang parecía
estar haciendo eco en su voz.
—¡¿ME HA OÍDO?!
Xie Lian de repente se echó a reír. Esta risa
llegó demasiado bruscamente, haciendo que
Feng Xin y Mu Qing saltaran. Xie Lian negó con

435
la cabeza mientras se reía. Ese chico obviamente
no podía escucharlo, sin embargo, parecía haber
sentido algo, sus ojos brillantes, mirando
alrededor. De repente, una gota de agua helada
cayó sobre su mejilla. El ojo de ese chico se
hinchó y en ese instante, en su ojo estaba el
reflejo de una figura blanca como la nieve.
Parpadeó y cuando volvió a abrir el ojo, ese
reflejo desapareció.
Al ver que Xie Lian en realidad se mostró por
un segundo, Feng Xin habló: —Dianxia, justo
ahora, usted...
Xie Lian parecía aturdido.
—¿Justo ahora? Oh, mi poder se ha agotado y
se ha deslizado justo ahora.
Ese chico se enderezó, se frotó el ojo con
fuerza, como si intentara desesperadamente
retener esa sombra efímera. Xie Lian, sin
embargo, cerró el suyo. Un momento después,
habló: —Olvídalo.
Finalmente hubo una respuesta, pero fueron
esas palabras. El ojo de ese chico se iluminó por
primera vez, sus labios se curvaron, pero poco
después se convirtió en sorpresa y la curva de
sus labios cayó.
—... ¿Qué? ¿Olvidar, que?
Xie Lian dejó escapar un suspiro y le dijo en voz
baja: —Olvídame. —Ese chico estaba aturdido y
silencioso. Xie Lian continuó hablando consigo
mismo—. Déjalo ir. Pronto, nadie lo recordará de
todos modos.

436
Al escuchar esto, el ojo de ese niño se
ensanchó y en silencio, un torrente de lágrimas
rodó y dejó un rastro de blanco pálido en su cara
sucia. Tragó saliva y se quedó boquiabierto.
—Yo...
Feng Xin parecía no poder soportar más la vista
y dijo: —Dianxia, no diga más. Estás rompiendo
las reglas otra vez.
—Hum, he terminado. Pero ya he roto muchas
reglas, solo unas pocas palabras no harán daño
—dijo Xie Lian.
No dejó que ese chico escuchara la última
línea. Los tres descendieron del altar y caminaron
hacia la entrada de ese gran salón roto. Los
vientos de la noche soplaron y Xie Lian negó con
la cabeza.
Todavía era un Oficial Celestial por el momento
y técnicamente no podía sentirse frío. Sin
embargo, en ese preciso momento, realmente
sintió un escalofrío.
En ese momento, inesperadamente, ese chico
que dejaron en el gran salón de repente
murmuró: —No lo haré.
Claramente no podía ver a Xie Lian ni a su
compañía, pero de alguna manera captó con
precisión la dirección correcta y corrió, gritando a
sus espaldas en retirada.
—¡NO LO HARÉ!
Los tres volvieron la cabeza y vieron el único
ojo de ese chico, tan brillante que atravesó el
alma; esa cara maltratada estaba a la vez furiosa
y triste, a la vez alegre y salvaje.

437
En medio de las lágrimas derramándose, gritó:
—NO OLVIDARÉ.
—¡¡¡NUNCA LO OLVIDARÉ!!!

438
439
440
Fin del volumen II

441
Sobre el autor
Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜
臭) es una autora china de edad
desconocida, aunque se
asegura que aún es joven. Es
conocida por sus novelas
danmei (el equivalente chino del
género Yaoi), y es una de las
autoras más exitosas del
género, con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de
Autosalvación del Villano Escoria): Comúnmente
conocido por los fanáticos occidentales como
Villano Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la Cultivación
Demoníaca / Fundador del Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Oficial
Celestial)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso
para el dios de la muerte)

442
443
0
La traducción fue hecha por fans,
dedicada a los fans, sin el propósito de
ganar dinero por medio de dicho libro.
Esta traducción no es oficial.
Si este libro llega a tus manos, te
pedimos que apoyes al autor, ya sea
comprando sus libros, compartiendo sus
obras, o siguiéndolo por redes sociales.
No re-subir a ninguna plataforma.

Traducción al inglés por ★suika


@yummysuika/twitter y ★ryuu
@RyuuseiKuma/twitter
Traducción al español por AlekMma [Wattpad]
(@1997alafecha)

POR FAVOR, APOYA AL AUTOR


http://www.jjwxc.net/onebook.php?novelid=3200611

1
Tiān Guān Cì Fú

2
Sinopsis
Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe
Heredero del reino XianLe; uno que fue amado
por sus ciudadanos y recibió el amor del mundo.
Como era de esperar, ascendió a los cielos a una
edad muy temprana. Ahora, ochocientos años
después, Xie Lian asciende a los cielos por
tercera vez como el hazmerreír de los tres reinos.
En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso fantasma demoníaco que gobierna
el purgatorio y aterroriza a los cielos... pero sin
que Xie Lian lo sepa, este Rey Fantasma le ha
estado prestando atención hace mucho, mucho
tiempo.

Otros nombres: Heaven Official’s Blessing, La


Bendición del Oficial Celestial.
Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2017.
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama,
Misterio, Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.

3
volumen tres

No hay caminos vinculados1

1
Una traducción más precisa sería [sin tabúes] que puede interpretarse como; no
hay nada que temer o nada de lo cual ser supersticioso. Otra interpretación podría ser;
sin obstáculos en nuestro camino.
4
ARCO DEL BANQUETE DE MEDIO
OTOÑO

5
Capítulo 89
El festival de medio otoño; batalla de las
linternas en la víspera de la observación de
la luna (parte uno)

¡CLANG!
Las chispas volaron.
La hoja penetró profundamente en el suelo de
piedra y Xie Lian, con ambas manos agarrando la
espada, agachó la cabeza y apoyó la frente en la
empuñadura, con los dientes apretados con tanta
fuerza que podrían pulverizarse hasta convertirse
en polvo en su boca.
—¡BASURA INÚTIL! —Qi Rong se echó a reír
a carcajadas—. ¡QUÉ BASURA INÚTIL! ¡Sabía
que no te atreverías a matarme! No importa
cuánto te ridiculice, no importa cómo te arrastre
por el barro, siempre que tenga un cuchillo en la
garganta de otra persona, no me puedes hacer
nada. Eres un cobarde inútil, ¿para qué necesita
vivir un dios como tú?
6
Sin embargo, Xie Lian ya se había calmado por
completo. Miró hacia arriba, con los ojos fríos.
—No celebres tan pronto. No puedo hacerte
nada, pero naturalmente habrá alguien que
pueda.
Qi Rong dijo: —¿Estás pensando en abrazar
las piernas de Jun Wu para rogarle que te ayude
de nuevo? Sueña. ¿Le importó entonces?
¿Hum? Y todavía sigues su liderazgo sin tener
vergüenza, ¿eres realmente tan estúpido?
Xie Lian quitó ese disfraz majestuoso y
glamuroso de: El que agrada a Dios, de Qi Rong,
llamó a Ruoye, lo ató y lo tiró a un lado.
—Será mejor que mantengas la boca cerrada.
—No te tengo miedo, ¡no tienes nada para
amenazarme! —Replicó Qi Rong.
—Entonces, ¿tienes miedo de Hua Cheng?
—Dijo Xie Lian. La sonrisa de Qi Rong se congeló
por un instante. En ese instante, Xie Lian dijo a la
ligera—: Solo estoy avisándote, si uno de estos
días me pongo de mal humor, tal vez podría
entregarte a Hua Cheng y hacerle pensar en una
manera de tratar contigo. ¿Así que cuidado, me
oyes?
Al escuchar esto, Qi Rong ya no podía reírse.
Dijo, aterrorizado: —¡Qué demonios, eres cruel!
¡No puedo creer que se te haya ocurrido algo así!
¡¿Por qué no me entregas a Lang Qian Qiu?!

7
Xie Lian se arrodilló en el suelo y usó sus
manos para recoger pequeños gránulos gruesos
del suelo de debajo del ataúd uno por uno. A decir
verdad, no entregaría a Qi Rong a la Corte
Celestial por el momento. La razón era Lang Qian
Qiu. Si entregaba a Qi Rong y Lang Qian Qiu se
enteraba del paradero de Qi Rong, lo acusaría de
inmediato con su espada para matarlo. ¿Debería
ser asesinado? Un dolor de cabeza; si muere,
entonces ¿qué sigue? Otro dolor de cabeza. Por
lo tanto, no era prudente entregar a Qi Rong al
Reino Celestial en este momento.
A fin de cuentas, solicitar la ayuda de Hua
Cheng le pareció una buena idea. Pero en
realidad, solo estaba usando el nombre de Hua
Cheng para asustar un poco a Qi Rong. Después
de todo, ya había molestado a Hua Cheng
demasiadas veces, y cada vez que pasaba algo,
pensaba en Hua Cheng primero. Casi se sentía
como si estuviera siendo demasiado
confianzudo. El solo hecho de usar su nombre
para asustar a Qi Rong hizo que Xie Lian se
sintiera algo avergonzado.
Qi Rong volvió la cabeza y escupió un poco de
saliva mezclada con sangre en una dirección
diferente, y ese niño se estiró patéticamente para
acariciarle la frente.
—Papá, ¿estás bien? ¿Duele?

8
Qi Rong parecía disfrutar mucho de este juego
de padre e hijo y respondió burlonamente: —Mi
buen hijo. Papá está bien… Jajaja.
Los bordes alrededor de los ojos de Xie Lian
estaban rojos cuando recogió esos gránulos y los
colocó con el mayor cuidado en el traje de; El que
agrada a Dios. Ese niño se arrastró
silenciosamente y ayudó a Xie Lian a recoger
también. Xie Lian vio esas pequeñas manos y lo
miró y ese niño dijo en voz baja: —Gēge, ¿no
dejarás de golpear a mi papá? Déjanos ir. No te
robaré de nuevo.
El corazón de Xie Lian se apretó y él forzó la
sensación.
—¿Cómo te llamas, pequeño?
—Mi nombre es Gu Zi. —Respondió ese niño.
Xie Lian había terminado de recoger todas las
cenizas y las envolvió en las capas de ese disfraz,
atándolo cuidadosamente antes de colocar el
paquete dentro del ataúd nuevamente, cerrando
la tapa. Luego respondió lentamente: —Gu Zi, el
que está allí no es tu papá, sino alguien más. Ha
sido poseído Actualmente es un tipo malo.
El niño no pudo comprender lo que dijo y
parecía confundido.
—¿Alguien más? No. Lo reconozco, él es mi
papá.

9
Qi Rong elogió: —No está mal, no está mal, he
elegido un hijo barato,2 ¡cuánto valor! Jajaja...
ooh! —Xie Lian le dio una patada.
Gu Zi aún era joven y siempre había vivido
dependiente de su padre, por lo que estaba muy
apegado al cuerpo que Qi Rong había poseído,
negándose a dejarlo solo. Xie Lian no pudo
pensar en una manera de cuidarlo por el
momento, así que llevó la espada Fang Xin en su
espalda, se inclinó solemnemente hacia los dos
ataúdes tres veces, luego con Qi Rong colgado
de su mano izquierda y Gu Zi debajo de su brazo
derecho, dejó el Monte TaiCang y regresó
rápidamente a la aldea PuJi.

Habiendo salido por muchos días, cuando


regresaron, era muy de noche, y las puertas del
Santuario PuJi estaban abiertas de par en par,
salían nubes de incienso, sobre el altar el
quemador de incienso estaba rebosando de
palitos de incienso, y la mesa misma estaba
cubierta con ofrendas. Xie Lian entró, echó un
vistazo y tomó dos bollos de carne del altar, le
pasó uno a Gu Zi y llevó el otro a la boca de Qi

2
Se refiere a que consiguió un buen hijo por un precio económico. Literalmente, una
ganga.
10
Rong. Ese cuerpo estaba vivo, después de todo,
y hasta que Xie Lian descubriera cómo sacar a Qi
Rong de ese hombre, él todavía necesitaba
comida. Qi Rong escupió ese bollo de carne y
maldijo por lo mal que sabía, y gritó como si
estuviera un poco preocupado.
—¡Pregunto! En realidad, no me entregarás a
Hua Cheng, ¿verdad?
Xie Lian se burló: —¿Tienes miedo?
No tuvo tiempo para sus tonterías, y se dio la
vuelta para hurgar en sus frascos de conservas
en el suelo.
Qi Rong respondió petulante: —¿Yo?
¿Asustado? Tú deberías estar asustado. Como
un Oficial Celestial, atreverte a ser tan amable
con un supremo. Tú...
Mientras hablaba, sus ojos se enfocaron
repentinamente y se fijaron en algo. Resultó que,
cuando Xie Lian se inclinó, algo se deslizó por la
parte delantera de su túnica.
Era un anillo cristalino. Eso era lo que Qi Rong
estaba mirando.
Xie Lian no notó su mirada, pero la cara de Qi
Rong se volvió sospechosa detrás de él. Después
de un rato, habló: —Primo príncipe heredero,
¿qué es esa cosa en tu pecho?
Xie Lian iba a seguir ignorándolo, pero lo que
Qi Rong mencionó era algo que él mismo tenía

11
en mente, por lo que se dio la vuelta y su dedo se
enganchó en la delgada cadena de plata.
—¿Sabes lo que es?
—Tráelo aquí, déjame ver y te lo diré. —Qi
Rong hizo una seña.
Pero Xie Lian dijo: —Si lo sabes, entonces dilo.
Sino, cállate.
Qi Rong refunfuñó amargamente.
—Siempre eres tan desagradable con las
personas que están cerca de ti, si eres tan
increíble, ¿por qué no haces alarde de lo genial
que eres para los forasteros?
Xie Lian metió la cadena de plata en las capas
internas de su túnica, presionándola contra su
piel y la guardó.
—Si eres tan increíble, sigue hablando.
Contaré cada palabra que digas y con cada
cuenta estarás un paso más cerca de la hoja de
Hua Cheng.
De alguna manera, sin que él se diera cuenta,
se había acostumbrado a usar el nombre de Hua
Cheng.
Qi Rong se burló: —¡No lo uses para
asustarme, tal vez uno de estos días seas el
único muerto bajo la espada de alguien! ¿No
querías saber qué es eso? Yo, que formo parte
de los Cuatro Supremos, te diré que es un
accesorio maldito, ¡un objeto de desgracia! Date
prisa y tíralo. No puedo creer que lo mantuvieras
12
contigo, y pensar que has estado viviendo por
mucho tiempo.
Al escuchar esto, Xie Lian se enderezó
instantáneamente.
—¿Es eso cierto?
—¡Duh! —Qi Rong dijo—. Te estoy diciendo
que quien te haya dado eso, hombre o demonio,
no debe tener buenas intenciones.
—Oh. —Xie Lian se agachó de nuevo.
—¡¿QUÉ SIGNIFICA OH?! —gritó Qi Rong.
Xie Lian no se molestó en volverse hacia él y
dijo llanamente: —Oh solo significa que debe ser
un milagro para que cualquier persona te crea.
Elijo creer en la persona que me dio esto. He
decidido seguir usándolo en mí.
Xie Lian siempre había sido amable y cortés
con los demás, pero para Qi Rong era
excepcionalmente frío. Qi Rong estaba
coléricamente furioso, maldiciendo sin parar, y
Xie Lian solo fingió no haber oído nada. Se dio
cuenta de que no podía encontrar la olla que
contenía a Ban Yue, por mucho que mirara y
pensara: —¿Acaso el Señor del Viento ya vino y
se la llevó?
Mientras escuchaba a Qi Rong, de repente
sintió que algo estaba mal.
Extraño. Qi Rong estaba tan obviamente
aterrorizado de Hua Cheng, entonces ¿por qué
estaba tratando de provocarlo sin parar, como
13
si... como si intentara distraerlo
intencionalmente?
Al darse cuenta de esto, Xie Lian
repentinamente atacó, girándose para mirar a Qi
Rong, y de hecho atrapó a sus ojos mirando hacia
otro lado por un instante, luciendo muy
sospechoso. El instinto de Xie Lian lo hizo mirar
hacia arriba. Levantó la cabeza y vio en las vigas
que no eran muy altas, un hombre vestido de
negro que estaba presionándose contra el techo,
se adhirió arriba, como un murciélago gigante.
Xie Lian inmediatamente sacó a Fang Xin y
levantó la espada. Ese hombre estaba
presionado en la viga, y para esquivar el ataque,
se dio la vuelta y cayó.
Gu Zi estaba tan aterrorizado que su bollo de
carne cayó al suelo, y él gimió. Justo antes de que
Qi Rong pudiera gritar también, Ruoye selló su
boca, lo arrastró a una esquina y lo ató. Xie Lian
había pensado que era uno de los lacayos de Qi
Rong al principio, pero después de algunos
ataques rápidos, notó que este hombre era rápido
y agresivo, extrañamente familiar. Podría decir
con absoluta certeza que, por la competencia de
Qi Rong, no tendría el poder de someter a tal
sujeto. Luego vio que había algo en el otro brazo
de ese hombre, y al mirar de cerca, vio una olla
negra, ¡esa olla era la que contenía a Ban Yue!

14
—¿El Señor del Viento no se había llevado a
Ban Yue? —Pensó Xie Lian y recordó al instante
quién era, y soltó—: ¡Pequeño Pei!
Resulta que el pequeño Pei había venido a
robar a Ban Yue, pero inesperadamente tropezó
con Xie Lian que acababa de regresar y solo
podía esconderse en la viga de madera. Debido
a que Qi Rong estaba atado por Ruoye, acostado
en el suelo, inmediatamente vio al Pei Su que
estaba escondido arriba. No sabía quién era, y
solo había pensado que si era algo perjudicial
para Xie Lian, debía ser beneficioso para él.
Tenía miedo de que Xie Lian se diera cuenta de
que alguien acechaba por encima y
deliberadamente seguía intentando distraerlo con
el ruido, pero quién sabía que Xie Lian todavía se
daría cuenta.
Xie Lian llevaba dos grilletes malditos y Pei Su
estaba en el exilio, ninguno de los dos tenía poder
espiritual, por lo que solo podían luchar con los
brazos descubiertos. Xie Lian había luchado
durante sus ochocientos años con nada más que
sus puños, entonces, ¿cómo podría competir Pei
Su? No le tomó muchas rondas antes de que Xie
Lian lo dominara.
—¡Devuélveme la olla!
Xie Lian solo gritó espontáneamente, pero
inesperadamente, Pei Su en realidad le arrojó la
olla. Sorprendido, pensó Xie Lian: —¿Es el
15
Pequeño General Pei realmente tan fácil de
convencer? ¿Regresaría la olla solo por
habérselo pedido? Por lo general, ¿no tendrían
que empujarse entre sí por un poco más de
tiempo?
Sin embargo, al mismo tiempo que cuando Pei
Su le lanzó la olla, también advirtió en voz baja.
—¡Date prisa y vete!
Por ese tono, sonaba como si estuviera
bastante ansioso. Esa olla aún estaba en el aire
y Xie Lian estaba a punto de atraparla cuando, de
repente, cambió de rumbo y salió volando por la
ventana. Al segundo siguiente, escucharon la voz
de otro hombre que venía de lejos.
—Realmente me has decepcionado.
La cara de Pei Su cayó.
—¡General!
Él y Xie Lian salieron corriendo del Santuario
PuJi. Efectivamente, de pie muy lejos en el techo
de una casa estaba Pei Ming.
No llevaba su armadura, su túnica casual, alta
y esbelta, brillante como el sol, era la misma
imagen de despreocupación. Esa olla voló
tranquilamente junto a Pei Ming y luego se
detuvo, flotando. Con una mano relajada en la
empuñadura de su espada, le habló a Pei Su, que
estaba parado debajo.
—Un hombre mira el panorama general y pone
la carrera en primer lugar. Estás hecho para
16
grandes cosas, pero ¿qué está pasando? ¿Te
arruinarías por una niña? ¿Te tomas como un
mocoso inmaduro? —Pei Su agachó la cabeza y
no habló. Pei Ming agregó—: ¿Creías que era
fácil obtener esa posición en solo doscientos
años? Incluso te pavimenté el camino. Es fácil
bajar, ¡pero no es fácil volver a subir!
Dicen que es solitario allá arriba. Sin embargo,
cada vez que un dios de los cielos desciende, por
lo general, les gusta elegir lugares altos para
estar de pie, ya que cuanto más alto es, más fácil
sería observar todo lo que está debajo. Xie Lian
solía tener ese mal hábito, pero claro, después de
que se cayó una vez, ahora, cada vez que se
paraba en lo alto podía sentir que le dolía la
pierna, y ese mal hábito desapareció. Sin
embargo, el edificio más alto dentro de toda la
Aldea PuJi era la casa del jefe de la aldea, y esa
era una simple casa con techo de tejas, por lo que
el hecho de que el General Pei se parara sobre
ella realmente le estaba haciendo una injusticia.
Sin embargo, ese no era el punto. El punto era
que, con solo un vistazo, Xie Lian sabía lo que
estaba pasando. La última vez, Pei Ming tuvo la
intención de culpar a Ban Yue para limpiar a Pei
Su, y Xie Lian lo detuvo. Aunque frente a Jun Wu,
Pei Ming parecía haberse rendido en la
superficie, obviamente no había abandonado su
plan.
17
Esta vez, después de que el mal asunto de Xie
Lian con el Banquete Dorado salió a la luz,
apenas pudo defenderse él mismo y su
reputación se derrumbó, por lo que el General Pei
probablemente pensó que era un gran momento
para sacar los viejos asuntos, encontrar a Pei Su
y traer tanto a él como a Ban Yue de vuelta a la
Corte Celestial para apelar por un nuevo juicio.
Realmente implacable. Sin embargo, Pei Su no
parecía demasiado dispuesto a la perspectiva y
suspiró.
—General, vamos a... simplemente olvidar todo
este asunto.
—¡TÚ--!
Pei Ming se quedó sin habla y estaba
exasperado. También debía haber estado
demasiado frustrado como para dar un discurso
a Pei Su frente a Xie Lian, y un momento
después, de repente dijo: —Bueno, ahora tengo
que ver qué clase de chica increíble podría hacer
que todo mi duro trabajo se vaya por el desagüe.
Se estiró, pareciendo planear romper la olla.
Tal manera de abrirlo no debería haber sido un
problema, pero el problema era que Xie Lian no
sabía si las heridas de Ban Yue se habían curado
y, de no ser así, y la olla se rompiera, sería malo.
La cara de Xie Lian cayó y saltó para atacar.
—¡NO LO ROMPA!

18
Inesperadamente, antes de que la mano de Pei
Ming tocara la cosa, la olla explotó y se rompió
por sí sola.
En ese instante, el aire se llenó con el olor a
pepinillos que podían destruir a un hombre.
Pei Ming, quien estaba más cerca de la olla,
estaba desafortunadamente cubierto,
completamente asombrado por la lluvia de
pepinillos. Inmediatamente después, la voz clara
y sonora de una mujer sonó en el aire.
—¡El General Pei es un hombre tan honorable!
Una persona vestida de blanco salió de esa olla
pequeña, y al principio solo tenía el tamaño de un
puño, pero cuanto más vueltas daba, más grande
se volvía.
Xie Lian miró más de cerca y gritó: —¡Señor del
viento!
La que estaba escondida en la olla no era Ban
Yue, ¡sino Shi Qing Xuan! Se escondió en esa
olla y lanzó la olla de pepinillos a Pei Ming, pero
ella misma todavía estaba agitando su túnica
blanca, sin una sola mancha.
Aterrizó firmemente, balanceó su abanico y
proclamó: —Gracias a Dios, gracias a Dios.
Menos mal que ya envié a la pequeña dama con
otra persona de antemano, de lo contrario, no
habría escapado del largo alcance del General
Pei.

19
Pei Ming se enorgullecía de su encanto, y sin
importar qué, debía mantener la compostura, sin
embargo, ahora apestaba a pepinillos e incluso
frente a Shi Qing Xuan en forma femenina, no
pudo evitar sentirse un poco triste.
—Qing Xuan, ¿por qué tienes que luchar contra
mí de esta manera? —Si se tratara de alguien
más, probablemente ya los habría vencido, pero
pensando en quién era el hermano mayor de Shi
Qing Xuan, solo podía sacarse los pepinillos,
cepillarse el pelo y apretar los dientes. Él negó
con la cabeza—. Tú, tú. Será mejor que no me
dejes averiguar a dónde enviaste a la niña, de lo
contrario, haré una visita personal.
El tono de su voz era claro. Quien se atreviera
a refugiar a Ban Yue se oponía a él, y él iba a
buscar problemas. Sin embargo, Shi Qing Xuan
aplaudió: —¡Eso es fácil! No importa si te digo
dónde la envié, me encantaría verte ir a visitarla.
Escucha bien: esa niña se encuentra actualmente
en la residencia de la Señora de la Lluvia en el
Monte YuLong, justo al lado de la Señora de la
Lluvia ¿Te atreves a ir?
Con sus palabras, la cara de Pei Ming se cayó,
y en realidad no se veía tan confiado como antes.
Él controló su expresión y de repente se puso
serio. Le dijo al Señor del Viento: —Qing Xuan,
todavía eres joven, por eso te gusta luchar por la
justicia por cada pequeña cosa. Con suerte,
20
cuando crezcas, ¡no te arrepentirás de las cosas
que estás haciendo ahora!
Rendido, saltó del techo y su figura
desapareció. De hecho, se fue con bastante
prisa. Xie Lian se sentía un poco desconcertado,
y pensó que sus palabras contenían un
significado oculto, por lo que preguntó: —Señor
del Viento, ¿qué quería decir...?
Shi Qing Xuan, sin embargo, respondió con
indiferencia: —Nada más que amenazas vacías.
Pei Su vio desaparecer la silueta de Pei Ming
antes de venir a saludar a los otros dos.
—Señor del Viento, Dianxia.
Shi Qing Xuan le dio unas palmaditas en los
hombros.
—Pequeño Pei, esta vez supo venir y detener
a su general, muy generoso de su parte. Cuídese
bien aquí abajo y reflexione adecuadamente. Si
hay una oportunidad, hablaré bien de usted en el
Reino Celestial, ¡no se preocupe!
Pei Su se quedó sin habla por un momento,
pero aun así respondió: —Entonces, gracias, mi
señor. Sin embargo, sigo pensando que quizás
haya entendido mal algo. El General Pei no suele
ser así, y fue solo por lo que sucedió
anteriormente que se preocupó demasiado por
mí. Además, usted también sabe que la Señora
de la Lluvia...

21
Al final, Pei Su todavía sentía que habló
demasiado, negó con la cabeza y apretó las
manos.
—Adiós.
Los dos lo vieron salir y Xie Lian habló de
nuevo.
—Señor del Viento, la Señora de la Lluvia de la
que habló antes, ¿es Yu Shi Huang?
Shi Qing Xuan se dio la vuelta y respondió:
—Eso es correcto. La Señora de la Lluvia no ha
cambiado en siglos. ¿Qué, alguien que conoce?
¿Una conocida?
Xie Lian negó con la cabeza y dijo en voz baja:
—Aunque no he tenido el honor de conocer a la
Señora de la Lluvia, tengo una deuda y estoy
profundamente agradecido.
Shi Qing Xuan sonrió.
—Eso es cierto. Aunque no hay muchos que
estén familiarizados con la Señora de la Lluvia,
aquellos que lo han hecho nunca han dicho una
mala palabra. Ah, excepto Pei Ming.
—¿Hay una disputa entre ellos? —Preguntó
Xie Lian.
—Naturalmente. Los que han estado alrededor
de la Corte Superior durante tanto tiempo tienen
algún tipo de disputa o mentiras. Déjame decirte
que la Señora de la Lluvia es una sombra en el
corazón de Pei Ming.

22
—¿...Sombra? —Xie Lian se preguntó. En su
mente, siempre pensó que la Señora de la Lluvia
era solo alguien que araba los campos.
—Ya conoces a Pei Ming. —Shi Qing Xuan
dijo—. Tiene muchos descendientes, sus hijos
están en todas partes. Antes del Pequeño Pei,
solía haber otro general en el Palacio de Ming
Guang, y también era un descendiente que fue
primero nombrado y luego ascendió.
Xie Lian se sorprendió.
—El General Pei tiene muchos descendientes
talentosos.
No cualquier persona podía convertir la
ascensión en una lección de escuela en casa. Sin
embargo, Shi Qing Xuan abrió su abanico y dijo:
—De hecho, era un talento, pero era más o
menos lo mismo que Pei Ming. Potente pero
también lleno de malos hábitos. Ese oficial a
menudo provocaba problemas en los dominios de
otras personas, pero tenía a Pei Ming detrás de
él, nadie se atrevía a decir mucho, hasta que un
día, se metió en la antigua residencia en el reino
de YuShi.
—La Señora de la Lluvia rara vez sale, y solo
planta campos en las montañas, así que hay un
apodo: Granjera vieja de las Montañas
Profundas, Yu Shi Huang. Pero quién hubiera
imaginado que en el momento en que la Señora
de la Lluvia saldría, el descendiente de Pei Ming
23
sería golpeado, fue arrastrado a los cielos,
arrojado frente al Emperador celestial y
condenado al exilio.
—¿Por qué me suena tan familiar? —Pensó
Xie Lian.
Shi Qing Xuan continuó: —Al principio, Pei
Ming pensó, ¿exilio? Lo que sea. Él podría muy
bien recuperarlo en cien años. Pero, ¿cuánto
puede pasar en el Reino Mortal en un siglo? Cada
año, todos los días, nuevos e impresionantes
talentos aparecen como destellos de luz, olas tras
olas, que apenas se puede contar. Solo pasaron
diez años antes de que todos los devotos
cambiaran su ídolo; después de cincuenta años,
ese Oficial Celestial fue completamente olvidado;
y después de cien años, ya no podía ser traído de
vuelta. El antiguo Oficial Celestial con un futuro
ilimitado fue así desperdiciado, sin más. No fue
hasta que apareció el Pequeño Pei que Pei Ming
encontró una mano derecha que le gustó.
No es de extrañar que el General Pei hiciera
todo lo posible por recuperar al Pequeño Pei; así
que había un precedente, y temía que el Pequeño
Pei también se desperdiciara. Aunque el método
no estaba del todo bien. Xie Lian reflexionó y
luego suspiró: —El mundo humano.
Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo: —Sí,
permanecer demasiado tiempo en el Reino

24
Mortal siempre desgastará el espíritu y la
voluntad de uno.
Los dos asintieron para sí mismos. Sin
embargo, la diferencia fue que Xie Lian solo
asintió inconscientemente, mientras que Shi Qing
Xuan asintió intencionalmente de una manera
exagerada. Después de asentir por un tiempo,
Xie Lian de repente recordó a una persona
increíblemente importante y gritó: —¡Lang Ying!
¡Ese niño!
Demasiadas cosas sucedieron todas al mismo
tiempo, la emoción era demasiado grande y se
había olvidado de ese niño.
Shi Qing Xuan dijo: —¿Está hablando de ese
niño que trajo de Mansión Paraíso? El Emperador
Celestial lo ha visto, y él está actualmente en mi
hogar. Lo traeré con usted cuando tenga la
oportunidad.
Xie Lian notó mentalmente: Todavía está Qi
Rong y otro niño encerrado dentro del Santuario
PuJi, no puedo dejar que alguien los vea.
Así que él respondió: —Eso sería demasiado
problema, ¿qué tal si subo en su lugar?
Shi Qing Xuan asintió encantado.
—Da igual. Casualmente, pronto será el
banquete del Festival de Medio Otoño. Es un
evento que se realiza una vez al año, ¡no se lo
pierda! Este año mi hermano también volverá, se
lo presentaré entonces.
25
Su tono estaba lleno de orgullo por su propio
hermano mayor, y Xie Lian no pudo evitar sonreír,
pensando: —Banquete del Festival de Medio
Otoño, eh...
Todos los años para el Festival del Medio
Otoño, todos los cielos celebran un Banquete del
Festival del Medio Otoño para celebrar y observar
a la gente del Reino Mortal como entretenimiento.
Aparte de eso, también había un juego muy
importante durante el banquete, una especie de
gran final de la fiesta: La batalla de los faroles.
Una Linterna de Bendiciones no podía ser
ofrecida por cualquiera. En lo que luchaban los
dioses durante el Banquete del Festival de Medio
Otoño era el número de esas Linternas de
Bendiciones ofrecidas por sus devotos que cada
funcionario celestial recibiría de su templo
principal.
Aunque en la boca de todos, todos dirían: es
solo un juego no hay necesidad de tomarlo en
serio solo estamos jugando, no hay que
preocuparse en realidad, ¿a cuántos realmente
no les importaba? La mayoría, en secreto,
contenía el aliento, esperando que este año sus
devotos lucharan por ellos. Si realmente hubiera
uno que no peleara, solo sería Jun Wu, porque,
obviamente, todos los años el Gran Palacio
Marcial salía victorioso y las linternas incluso
aumentaban año tras año.
26
Por lo tanto, él era el único Oficial Celestial que
realmente tomaba este juego como un juego. En
cuanto a los otros funcionarios celestiales, no
luchaban por el primer lugar, solo por el segundo,
pero incluso entonces la competencia era feroz.
En la cima de la prominencia del Palacio de
XianLe, también era incomparablemente
impresionante, muy por delante del grupo junto al
Gran Palacio Marcial, dejando a todos los demás
Oficiales Celestiales en el polvo. Ahora,
probablemente se vería bastante triste. Xie Lian
ni siquiera tuvo que adivinar para saber cuántas
de esas Linternas de Bendiciones obtendría,
¡definitivamente ninguna!

27
28
Capítulo 90
El festival de medio otoño; batalla de las
linternas en la víspera de la observación de
la luna (parte dos)

S
in embargo, incluso fuera a verse mal,
sería mejor si fuera.
No era como la Señora de la Lluvia que
había estado viviendo una vida solitaria durante
siglos, no era como el Señor de la Tierra que
tenía a cargo una misión secreta, y
definitivamente no era como el Señor del Agua
que podía hacer lo que quisiera. Si no fuera
nadie, pero seguía insistiendo en sobresalir,
negándose a asistir solo porque no tenía ganas
de hacerlo, al cabo de un tiempo eso generaría
resentimiento y habría habladurías, incluso si no
pensara mucho de eso, haría las cosas difíciles
para Jun Wu. Por lo tanto, aceptó la invitación de
Shi Qing Xuan en el acto.

29
—Muy bien. Definitivamente estaré allí cuando
llegue el momento.

Entre los siguientes días, Xie Lian intentó todo


tipo de formas, pero aún así no pudo separar a Qi
Rong del cuerpo de ese hombre, y Qi Rong
estaba bastante satisfecho de sí mismo. Gracias
a los cielos por Gu Zi, a quien no le importó
alimentar a su padre de lo contrario Xie Lian
realmente no tenía ganas de meterle nada en la
boca. En el día del Festival de Medio Otoño, Xie
Lian dibujó un hechizo fuera del Santuario PuJi,
cerró la puerta con llave desde afuera, dejó a
Ruoye para mantener a Qi Rong atado e informó
al Reino Celestial. Los versos decían: Capital de
blanco jade de los cielos, doce torres, cinco
ciudades. El inmortal me acaricia la cabeza,
cabello atado para recibir la inmortalidad. 3

3
[天上 白玉京 , 十二樓 五 城 , 結 髮 受] son versos del poema
autobiográfico más largo del famoso poeta Tang Li Bai, que lamenta su vida y
sus aspiraciones políticas mientras estuvo en el exilio. Se sabía que Li Bai
estaba obsesionado con convertirse en un inmortal. Punto de interés: [結 髮
受 長生] "El cabello destinado a recibir la inmortalidad": en la antigua China,
para los Han, anudar el cabello y atarlo simboliza la mayoría de edad. Los niños
atan sus cabellos en un moño a los quince y se coronan a los veinte. Las niñas
reciben un broche para el moño a los quince años y, una vez casadas, el cabello
debe estar atado en un moño.
30
La capital de blanco jade aquí por supuesto se
refería a la Corte Celestial. Durante el Festival de
Medio Otoño, todo se renovaba y avivaba en el
Reino Celestial, y además de eso, Xie Lian pudo
ver que las calles, los corredores y las terrazas
estaban llenas de más guardias de seguridad;
probablemente fueron asignados después de la
intrusión de Hua Cheng la última vez. El banquete
se desarrollaba bajo la luna al aire libre, rodeado
de elegantes fragancias, aire de propiciación,4
nubes de prosperidad y flores que se agitaban en
el aire como la nieve, dando paso al espacio para
el entretenimiento y la observación de la luna. La
observación de la luna desde el Reino Mortal, si
uno creara un círculo tocando el dedo índice con
el pulgar, la luna podría encajar en ese marco.
Sin embargo, en la observación de la luna desde
el cielo, esa luna sería brillante e inmaculada
como una pantalla gigante que se encontraba a
una corta distancia, como si con solo unos pocos
pasos pudiera capturarse; Verdaderamente una
visión etérea que no se podía ver en el Reino
Mortal.
Sentado a la cabeza del banquete, por
supuesto, estaba Jun Wu. Sin embargo, hubo
una oculta e intrincada maquinación de cómo
debería sentarse el resto, un método para
ordenar y posicionar; sentarse al frente a él era
4
Esta palabra significa “acción para agradar a Dios”
31
naturalmente un no-no, pero sentarse muy lejos,
los propios Oficiales Celestiales no querrían
hacerlo. A Xie Lian realmente no le importaba
estas etiquetas, sin embargo, uno debía vestirse
formalmente para el Banquete de Medio Otoño,
lo que significaba que era mejor vestir lo que
vestía la estatua divina de uno en el reino de los
mortales. Xie Lian no tenía una sola estatua
divina, por lo que todavía llevaba esa túnica
blanca de cultivo con un sombrero de bambú
atado en la espalda; aunque un poco en mal
estado, realmente no tenía nada mejor. Vestirse
de esta manera era bastante llamativo, por lo que
sintió que sería mejor si se sentara en algún lugar
más escondido. Justo cuando ya había
encontrado un rincón al azar para sentarse,
cuando levantó la vista, vio a Feng Xin caminar
en su camino. Ambos se detuvieron por un
momento, asintieron levemente, y lo
consideraron un saludo.
Feng Xin caminó unos pasos, pero se dio la
vuelta y preguntó: —¿Qué estás haciendo aquí
sentado?
Xie Lian pensó que se sentó en el lugar
equivocado y se levantó.
—¿Pensé que podía sentarme en cualquier
parte?
Feng Xin estaba a punto de hablar cuando Xie
Lian vio a lo lejos, Shi Qing Xuan, saludándolo
32
desde el frente. Shi Qing Xuan estaba en su
forma femenina en este momento, y cuando Feng
Xin se dio vuelta y vio, fue como si hubiera tenido
un mal presentimiento. Mirando horrorizado, dejó
a Xie Lian solo y se alejó rápidamente.
Shi Qing Xuan gritó: —¡DIANXIA, POR AQUÍ!
El Señor del Viento era una persona
prominente en la Corte Celestial, y su asiento era
naturalmente uno de los mejores, cerca de Jun
Wu. Ese saludo y llamada hicieron que muchos
de los Oficiales Celestiales miraran, y Jun Wu,
que al principio estaba sentado en silencio con su
mano apoyando su mejilla, también notó a Xie
Lian, inclinó su cabeza hacia él, por lo que Xie
Lian no tuvo más remedio que acercarse. En el
camino, como esperaba, no había señal de Lang
Qian Qiu; parecía que hacía mucho había
declinado en asistir al Banquete de Medio Otoño
para buscar el paradero de Qi Rong. Shi Qing
Xuan encontró a Xie Lian un asiento justo al lado
de ella, un lugar con el mejor feng shui, y Xie Lian
no creía que fuera apropiado, pero como el Señor
del Viento era tan fervorosamente amable, ya lo
estaba empujando para que se sentara y dijo:
—Te llevaré con el niño después de que termine
el banquete. Es un poco feo, pero bastante
obediente.
En este punto solo podía expresar su
agradecimiento. Volviendo la cabeza, el que
33
estaba sentado cerca de los dos era Ming Yi,
jugando con una taza de jade de mala gana, y la
mano que jugaba con ese pequeño recipiente era
en realidad más blanca que la taza de jade. El
color de su cara era bastante normal, por lo que
parecía que las heridas que recibió mientras
estaba en la Ciudad Fantasma se curaron.
Xie Lian saludó: —Señor de la Tierra, se ve
bien.
Ming Yi asintió con la cabeza una vez,
pareciendo que no quería hablar. Shi Qing Xuan,
sin embargo, era todo lo contrario. Ella los
conocía a todos, y podía decir algunas palabras
a cualquiera que estuviera sentado delante,
atrás, a la izquierda, a la derecha, incluso a
aquellos que estaban mucho más lejos. Xie Lian
estaba bastante asombrado por cómo podía
recordar todos los nombres de esos Oficiales
Celestiales, sin importar su rango. Sentado junto
a él estaba un joven de dieciocho, diecinueve
años, su nariz alta, sus cejas profundas y su
cabello ligeramente rizado. Xie Lian no lo conocía
y él tampoco lo conocía. Los dos se miraron el
uno al otro por un momento, sintiéndose un poco
perdidos, y terminaron la mirada incómoda
después de que Xie Lian hizo un saludo al azar.
Mirando a su alrededor un poco más, Feng Xin y
Mu Qing se sentaron tan lejos el uno del otro
como pudieron, y los que estaba sentado frente a
34
él, charlando entre ellos con familiaridad, eran
tres Oficiales Celestiales.
A la izquierda había un oficial de literatura
vestido de negro, sus cejas respetables, su
apariencia generosa, y entre palabras, cinco
dedos tocaban suavemente un ritmo regular en la
mesa, su expresión firme y tranquila, de alguna
manera familiar; el del medio era, por supuesto,
el muy conocido Pei Ming; y a la derecha estaba
un caballero vestido de blanco, gentilmente
abanicando en su mano, y en la parte frontal de
ese abanico estaba la palabra 'shui' de agua, en
el lado de atrás un dibujo de tres líneas
onduladas, sus cejas y sus ojos se veían bastante
similares a Shi Qing Xuan, aparentemente
agradable pero sus ojos claramente decían que
no le importaba nadie. ¿Quién más podría ser
ese sino el Tirano del Agua?
Xie Lian lo entendió: eran los Tres Tumores.
Ese oficial de literatura vestido de negro debía
ser la forma más poderosa de Ling Wen, y seguro
que era impresionantemente apropiado. Los tres
se saludaron y utilizaron todas las maneras de
todos los confines de la tierra y los cielos para
elogiarse y felicitarse, hasta el punto en que Shi
Qing Xuan gruñó por lo bajo.
—Falso. TAN falso.
Sin embargo, a Xie Lian le pareció bastante
divertido. En ese momento, se dio cuenta de que
35
en la parte delantera de las mesas de banquetes
había un pequeño pabellón hermoso con cortinas
rojas que cubrían los cuatro lados, y preguntó:
—¿Qué es eso?
Shi Qing Xuan sonrió.
—Oh, no lo sabías, este también es un juego
muy popular en la Corte Superior. Ven, ven, solo
mira, ¡ya comenzó!
Ella se detuvo cuando unos ruidos retumbantes
de truenos vinieron más allá de los cielos. Jun Wu
miró al cielo, se sirvió un vaso de vino y se lo
pasó. Luego, en medio de truenos retumbantes,
los Oficiales Celestiales sentados se echaron a
reír y gritaron mientras pasaban la copa de vino y
gritaban: —¡No me la den! ¡No me la den! ¡Pásalo
a él!
Solo viendo a los demás jugar a Xie Lian, de
alguna manera descubrió las reglas y pensó:
—Así que es Pasando la Flor Palillo de Tambor.
La multitud se pasó la copa de vino que vino de
Jun Wu a otro, sin derramarla, el vino podría
pasarse a cualquiera, pero no debía pasarse a la
misma persona. Cuando se detuviera el trueno,
quienquiera que terminara con la copa de vino
sería escogido para divertirse, solo que, no sabía
qué tipo de diversión sería. Para Xie Lian, este
juego no era amistoso. La persona a la que le
pasaste la copa de vino sería la que se
ridiculizaba, por lo que la mayoría la pasaría a las
36
que eran más cercanos. Sin embargo, no era
cercano de la mayoría de los Oficiales Celestiales
presentes, así que, ¿cómo podía atreverse a
ridiculizar a los demás con tanta indiferencia? En
el mejor de los casos, solo podía pasárselo al
Señor del Viento, pero ¿y si el Señor del Viento
resultaba ser el que le pasaba el vino?
—Lo mejor es que nadie me lo pase. —Xie Lian
pensó—. Pero podría estar pensando demasiado
en mí mismo.
Antes de que él siquiera hablara, la primera
ronda había terminado. Bajo la intensa vigilancia
de todos, esa copa de vino se detuvo en la mano
de Pei Ming. Parecía que Pei Ming estaba
acostumbrado a esto, y se tragó el vaso de un
trago en medio de los gritos de alegría, y los
funcionarios aplaudieron y gritaron.
—¡LEVÁNTALO! ¡LEVÁNTALO!
En medio de vítores, ese pabellón glamuroso
levantó lentamente las cortinas de sus cuatro
lados. Sobre esa plataforma había un alto
general, con la cabeza levantada, pasos grandes,
extraordinariamente impresionante. No parecía
que notara a ninguno de los Oficiales Celestiales
desde abajo, ni a los paisajes extrañamente
bellos de los cielos. Caminó unos pasos y
comenzó a cantar versos, sonoros y entusiastas.
Resultaba que, con quienquiera que terminara
con la copa de vino, ese pabellón presentaría las
37
obras escritas sobre ese Oficial Celestial en
particular del Reino Mortal y las ejecutaría para
que todos las vieran. Debido al profundo amor de
los humanos por inventar cosas, quién sabe qué
tipo de obra impactante verían, y uno no sabría
cuándo los elegirían, por lo que este juego era
muy emocionante y vergonzoso.
Sin embargo, así fue como provino el
entretenimiento. Había que decir que cada una
de las obras del General Pei era emocionante,
simplemente porque la contraparte femenina era
diferente cada vez. A veces era un ser celestial,
a veces un demonio, a veces una dama soltera;
cada contraparte femenina era más hermosa que
la siguiente, y las historias eran cada vez más
desvergonzadas que la siguiente. Los Oficiales
Celestiales observaron con profundo interés,
esperando que la mujer entrara en escena.
Efectivamente, no pasó mucho tiempo antes de
que una dama vestida de negro entrara en el
escenario, su voz como una oropéndola dorada,
y los dos actores cantaban entre ellos, las letras
descaradamente coquetas. Cuanto más miraba
la multitud, más se sentía mal y empezaban a
preguntar: —¿Cuál es el nombre de esta obra?
¿Quién es la mujer a la que el general está
seduciendo esta vez?

38
En ese momento, el General Pei en el
escenario gritó: —Noble Jie.5
Debajo del escenario, tanto Pei Ming como Ling
Wen escupieron su bocanada de vino.
¿Quién más podría ser ese Noble Jie? El
nombre completo de Ling Wen era Nang Gong
Jie. Los Oficiales Celestiales se sorprendieron:
—¿¡Los dos realmente tuvieron un pasado
juntos?!
Ling Wen usó una servilleta y se limpió las
comisuras de los labios y luego dijo
rotundamente: —No hay necesidad de pensar en
ello. Es inventado.
Aunque los dos en cuestión se veían un poco
lamentables, todavía tenían la piel lo
suficientemente gruesa. La obra continuó en el
escenario, y los dos abajo fingieron no ver. Sin
embargo, Shi Wu Du no los soltaría tan
fácilmente y sonrió, alentando su abanico.
—Qué juego tan emocionante. ¿Algo que
quieran decir ustedes dos?
—En realidad no. —Ling Wen respondió—.
Esta obra es vieja. Mis estatuas divinas en ese
entonces no eran como las de ahora. Es sólo un
cuento popular. Piénsalo, en los cuentos
populares, siempre y cuando sean mujeres, ¿a
quién no había tratado de seducir el viejo Pei?

5
"Noble Jie": el "noble" aquí no se refería al título de Ling Wen, sino a una expresión
de cariño.
39
Todos estuvieron de acuerdo de todo corazón.
Pei Ming dijo: —Oye, no puedes decirlo así. Es
cierto que he seducido a casi todos en los
cuentos populares, pero esto, realmente no lo he
hecho. No equivoques a los inocentes.
—Según su lógica, ya que todos los mortales
dicen que he seducido a más funcionarios
varones mientras no he hecho nada, ¿no sería yo
la ansiosa? —Dijo Ling Wen.
Desde que Ling Wen fue llevada a los cielos por
medio de un llamado, todos los cuentos contaron
que lo hizo seduciendo a otro Oficial Celestial, y
por eso al principio, el Palacio de Ling Wen
estaba frío y silencioso con muy pocos fieles.
Aparentemente, durante un período de intensa
objeción, fue maltratada y maldecida hasta los
confines de la tierra, e incluso había quienes
tiraban ropa de cama menstrual y bralettes en sus
cajas de donaciones. Sin embargo, si los
funcionarios masculinos tuvieran rumores
similares, obtendrían el título encantador en su
lugar y podrían disfrutarlo. Claramente, aunque
las situaciones eran similares, existía una
diferencia entre hombre y mujer y las
consecuencias eran diferentes.
Justo cuando Xie Lian pensaba esto, la
siguiente ronda había comenzado. Shi Wu Du se
estaba riendo antes, pero esta ronda le tocó a él.
Los dos Tumores que estaban a su lado
40
levantaron y pusieron las manos en un gesto de
felicitación al unísono: —Karma instantáneo.
Tómalo con gracia.
Shi Wu Du frunció el ceño por un instante, bebió
el vino, y esas cortinas se levantaron una vez
más. Antes de que las cortinas alcanzaran lo más
alto, dos largos trinos venían desde adentro.
—Mi vida.
—Espositooo-
Afectuosamente cariñoso, las tiernas voces
iban y venían, llenas de anhelo persistente.
Así, desde abajo, Xie Lian vio con sus propios
ojos, la piel de gallina apareciendo en más de la
mitad de los cuerpos de Shi Wu Du y Shi Qing
Xuan.
Shi Qing Xuan se puso de pie de un salto.
—¡¡GE ---!! ¡APÚRATE Y TERMÍNALO!
Shi Wu Du gritó de inmediato: —¡BÁJALAS!
¡BÁJALAS AHORA MISMO!
Incluso sin ver, uno podía adivinar fácilmente
que la obra elegida debía ser el folklore de marido
y mujer entre el Señor del Agua y la Señora del
Viento. Las historias de amor y odio siempre
serían las favoritas de los fanáticos cuando la
gente contaba historias. Si alguno de los dos ya
estaba allí, bien. Si no, aún mejor, porque
entonces cualquier cosa podría ser inventada.
Técnicamente, lo que sea que los dioses habían
hecho por sí mismos eran las leyendas
41
convencionales, pero a veces, cuando veían lo
que los mortales tenían para ellos, no podían
evitar sorprenderse ante lo que era
verdaderamente legendario.
En el momento en que Shi Wu Du habló, las
cortinas realmente cayeron. Todos los
funcionarios celestiales en la audiencia querían
reírse, pero no se atrevieron a hacerlo, sufriendo
por contener su risa. Xie Lian, sin embargo,
sonrió y preguntó: —Señor del Viento, no sabía
que podía pedir que se cayeran las cortinas.
Shi Qing Xuan todavía estaba temblando y
respondió: —Sí, no es gran cosa. ¡Solo dona cien
mil méritos!
—...
Xie Lian se sentó, sin palabras, y comenzó la
tercera ronda. Esta vez, el trueno no retumbó por
mucho tiempo, y esa copa de vino se pasó al
joven que estaba sentado junto a Xie Lian.
Al ver esto, la reacción de la multitud de
Oficiales Celestiales fue extraña. No fue
ferviente, pero no hacía frío, más bien parecía
que estaban muy interesados en ver la obra, pero
no querían mostrarla tan obviamente. Ese joven
no parecía estar demasiado interesado en el
juego pero todavía bebió ese vino. Dejó la copa y
las cortinas se levantaron una vez más.
Dos se pararon en el escenario; uno era un
joven general con el cabello rizado como el de
42
una melena de león de piedra, y aunque muy
exagerado, todavía se veía heroicamente astuto,
por lo que debía retratar a ese joven Oficial
Celestial; el otro tenía labios puntiagudos y
mejillas de mono, el mismo retrato de un payaso
miserable, saltando por todo el escenario.
Cuando el joven se enfrentaba a él, actuaba con
seriedad, pero era grasiento y repugnante,
cuando ese joven se daba la vuelta, hacía caras
y tomaba una espada para apuñalar, sin duda el
papel de un villano astuto y doble cara.
Ese payaso actuó con vigor y con adornos
como si fuera una obra cómica y tonta, pero las
reacciones de los Oficiales Celestiales en la
audiencia fueron muy diferentes. Xie Lian notó
que los funcionarios en los rangos más bajos se
reían a carcajadas mientras que los funcionarios
de más alto rango como Shi Qing Xuan y Shi Wu
Du fruncieron el ceño sin decir nada, sin pensar
que fuera divertido en absoluto. Al mismo tiempo,
también notó que repentinamente aparecían
venas en los puños de ese joven que estaba a su
lado, y Xie Lian se alarmó. Aunque no podía
entender lo que estaba pasando en el escenario,
todavía podía adivinar que se estaba
ridiculizando al otro. Además, incluso si no sabía
quién era quién, la forma en que se representaba
la obra hacía que uno se sintiera
extremadamente incómodo. Ese joven parecía
43
listo para lanzar un ataque, así que Xie Lian tomó
un palillo de la mesa y lo lanzó hacia la cuerda
que controlaba las cortinas.
El palillo no tan afilado rozó con la cuerda y lo
rompió. Las cortinas se cayeron ruidosamente, y
todos los funcionarios gritaron sorprendidos.
—¡¿Cómo puede ser esto?! ¡Qué está
pasando!
Todos miraron a Xie Lian, algunos incluso se
pusieron de pie. Xie Lian estaba a punto de abrir
la boca cuando, al siguiente segundo, algo
explotó junto a su oreja. Parecía que el joven
había destrozado esa copa de vino blanco en su
puño.
Parecía que el juego había provocado su
indignación, y tiró los trozos de esa copa en un
ataque, se levantó de un salto, saltó sobre la
mesa, empujó con los pies y saltó a ese pabellón,
abriéndose paso a través de las cortinas. Varios
Oficiales Celestiales se apresuraron a levantar
las cortinas, pero ya no había nadie dentro. La
multitud estaba en un alboroto.
—¡OH NO OH NO, QI YING DIANXIA HA
BAJADO PARA GOLPEAR A LAS PERSONAS
DE NUEVO!
Xie Lian se preguntó: —¿Qi Ying? ¿El palacio
de Qi Ying? ¿El Dios marcial del oeste, Quan Yi
Zhen? —Y él se apresuró a preguntar a Shi Qing
Xuan—. Señor del Viento, ¿qué está pasando?
44
¿Por qué dicen que Qi Ying Dianxia ha bajado
para golpear a la gente de nuevo?
Shi Qing Xuan volvió a sí mismo y respondió:
—Golpear a la gente es simplemente... golpear a
la gente. Ejem. Puede que no lo crea, pero Qi
Ying golpea con frecuencia a sus propios
seguidores.
—...
Esa fue realmente la primera vez que escuchó
de un Oficial Celestial que se atrevía a atacar a
sus propios seguidores, ya que eso era algo que
podía destruir su imagen en la mente de un
creyente. Quería preguntar un poco más, pero
escuchó a un Oficial Celestial más bajo que
hablaba con desagrado.
—Sir Quan realmente es demasiado inmaduro.
Todos se estaban divirtiendo, ¿no sabía él cómo
cooperar un poco? ¿Quién no había sido
elegido? ¿El General Pei, Ling Wen Zhen Jun no
se rieron? Además, ni siquiera se estaban
burlando de él, ¿por qué está tan enojado?
—Sí, él realmente piensa demasiado en sí
mismo. Incluso si está enojado, no hay necesidad
de lanzar un ataque en este momento. El
banquete es una ocasión divertida, ¡nadie está
aquí para ver su temperamento! De verdad…
—Está bien, está bien, un niño es un niño. Ya
ni siquiera está aquí, y de todos modos será más
divertido sin él.
45
Xie Lian reflexionó mientras los escuchaba
hablar. La fiesta solo se interrumpió
temporalmente, y al parecer que Ling Wen ya
había enviado a alguien para que se encargara
del asunto de Quan Yi Zhen. Después de que
algunos funcionarios salieron y calmaron a los
demás, el banquete y los juegos continuaron. Así,
el trueno retumbó y comenzó la cuarta ronda de
Pasando la Flor Palillo de Tambor.
Al principio, Xie Lian solo estaba viendo jugar a
otras personas; no podía mezclarse y estaba feliz
de que otros no lo molestaran. Estaba a punto de
conversar con Shi Qing Xuan cuando,
inesperadamente, en ese momento, una mano se
extendió de repente hacia él y le pasó esa copa
de vino blanco.

46
Capítulo 91
Un templo de mil luces iluminando sin fin
la larga noche (parte uno)

X
ie Lian realmente no creía que alguien le
fuera a pasar la copa de vino.
Desafortunadamente para él, reaccionó
demasiado rápido y tomó la taza sin pensar, pero
en el momento en que lo hizo se quedó inmóvil.
Sin embargo, cuando miró quién era el que le
pasó la copa, la otra parte también se quedó
estupefacta: era Ming Yi.
Resultó que, antes, cuando la copa de vino
llegó a la mano de Shi Qing Xuan, Shi Qing Xuan
pensó que sería divertido y se lo pasó a Ming Yi
a propósito. Sin embargo, Ming Yi estaba
ocupado comiendo y bebiendo su vino, y ni
siquiera se molestó en mirar hacia arriba antes de
que pasara la copa de vino al azar. Solo después
de que pasó la copa se dio cuenta de lo que
sucedió y también se quedó sin habla. Al mismo
tiempo, el trueno dejó de retumbar, dejando solo
a los dos mirándose fijamente el uno al otro.
47
Aunque el que recibió la copa de vino fue Xie
Lian, los ojos de todos se movieron hacia Feng
Xin y Mu Qing. No fue difícil entender por qué; Xie
Lian no había sido oído desde hace ochocientos
años. Si esto fuera hace ochocientos años,
naturalmente habría muchas obras de teatro que
representan su heroísmo, pero se perdieron en el
tiempo. Además, nadie escogería ese día para
preparar un escenario, especialmente para
organizar una obra para él. Por lo tanto, si
tuvieran que encontrar algo con el personaje
Príncipe de XianLe en él, entonces tendrían que
ser presentadas con Feng Xin o Mu Qing como
protagonista.
Esto se debió a que en las obras escritas para
los dos Oficiales Celestiales en el Reino Mortal,
hubo ocasiones en que sacaron a relucir a Xie
Lian, generalmente como carne de cañón, un
personaje secundario, o por hacer la obra aún
más emocionante, algunos escribirían a Xie Lian
como un villano, organizando tramas como la
forma en que el solitario y abandonado Mu Qing
sería acosado, o cómo Xie Lian le robaría a Feng
Xin su amada, etc. Si tales obras se realizaran
realmente en el Banquete de Medio Otoño, no
importaría si los personajes en cuestión
estuvieran satisfechos, el resto de la audiencia
definitivamente lo disfrutaría.

48
Xie Lian sostuvo esa pequeña copa en su
mano, y algunos Oficiales Celestiales ya le
estaban pidiendo: —¡Dianxia, venga, venga, baje
la copa!
Unos pocos se unieron a la urgencia, y Feng
Xin habló desde lejos.
—Dianxia no puede beber.
La multitud estaba cada vez más inquieta.
—¡Solo una copa! No hará nada.
Jun Wu había estado sentado con su mano
apoyando su sien sin una palabra, pero ahora se
enderezó muy lentamente, como para hablar.
Junto a Xie Lian, Shi Qing Xuan también estaba
preguntando: —¿Puede hacerlo o no? Si no es
así, le ayudaré a lanzar los cien mil méritos para
que se bajen las cortinas.
—...
Xie Lian tenía miedo de que realmente tirara
cien mil méritos impulsivamente. No importaba lo
generoso que fuera, esa no era la manera de
hacerlo. Además, había visto prácticamente
todas las obras que había, y no había nada a lo
que valiera la pena prestar atención, por lo que
respondió apresuradamente: —No, no, una copa
no debería ser un problema.
Luego, vació el vaso.
La cerveza fina entró en su garganta, el área
por donde pasó el líquido se enfrió primero, luego
se calentó, Xie Lian se sintió un poco mareado,
49
pero el sabor de esa bebida refinada hizo que ese
mareo bajara en un instante. Las cortinas
alrededor del pequeño pabellón se levantaron
lentamente, y la multitud movió su mirada, lista
para enfocarse en la obra.
Ellos se sorprendieron por lo que vieron. Dos
figuras estaban de pie en el escenario: uno
vestido de blanco, con el rostro cubierto de
maquillaje, con aspecto de estar rodeado de
viento y polvo, un sombrero de bambú en la
espalda, sin duda debía ser Xie Lian; el otro era
una figura con túnica roja, cabello negro como el
cuervo, guapo y brillante, ojos brillantes y
animados, y la serpiente envuelta en su brazo fue
arrancada por Xie Lian. Instantáneamente, ese
hombre de túnica roja arrebató esa serpiente, la
dejó a un lado y luego sostuvo la mano de Xie
Lian sin ninguna intención de soltarla. Viendo
cómo se desarrollaba esa escena, era como un
cuchillo que apuñalaba violentamente su
corazón.
Esa escena asombró a todos los Oficiales
Celestiales que esperaban ver un buen
espectáculo, y por supuesto, el mismo Xie Lian
estaba asombrado. En ese momento, Jun Wu,
que estaba sentado a la cabeza del banquete, se
echó a reír.
—¿Qué obra es esta? Al parecer nunca se ha
visto antes.
50
Ling Wen envió de inmediato a alguien para
investigar y luego respondió: —Parece que esta
obra se llama Las aventuras en el reino de
BanYue. Está recién escrita por lo que nunca se
ha mostrado antes. Esta noche es la primera vez
que se realiza en el Reino Mortal.
Shi Qing Xuan se dirigió a Xie Lian y dijo:
—Probablemente está escrito por esos
comerciantes después de que regresaron del
reino de BanYue la última vez. Los méritos se
guardan, no habrá necesidad de tirar las cortinas.
Xie Lian no comentó. Para que los mortales
sepan sobre los asuntos del Reino de BanYue,
solo puede provenir de esos mercaderes.
Recordó que había un niño llamado Tian Shen en
esa caravana que, efectivamente, dijo algo en la
línea de adorarlo como agradecimiento, ¿así que
tal vez esta obra fue encargada por él? Sin
embargo, no le dijo a Tian Shen su nombre, y un
niño no debería tener la capacidad de hacer algo
como esto.
En el otro lado del escenario, aunque los
Oficiales Celestiales no vieron la obra que
esperaban, la actuación que tenían ante ellos era
aún más emocionante. Después de todo, si los
rumores fueran ciertos, entonces el papel que
tenía el hombre de túnica roja no era otro que el
de Hua Cheng.

51
Había un montón de obras sobre Xueyu
Tanhua6 en el Reino Mortal. Sin embargo, por lo
general era algo así como: El fantasma
demoniaco sangriento quemó los templos de
treinta y tres dioses y ni siquiera los cielos podrían
hacer una mierda. Xueyu Tanhua venció a los
dioses marciales y literarios y los abofeteó con
solo una mano. El tipo de obras que harían que
aquellos en los cielos lloraran lágrimas
silenciosas, no queriendo descubrir cómo
resultaron esas obras. En cualquier caso, el
protagonista esta vez fue Xie Lian, y para todos,
nunca se sintió como si se hubiera mezclado para
ser considerado como; uno de nosotros, por lo
que solo ver la obra no hacía daño. Además, el
escenario de la obra era complejo, la producción
exquisita, los actores extremadamente bien
constituidos, realmente una gran obra de
benevolencia. Por lo tanto, hubo muchos que
disfrutaron mentalmente del espectáculo,
comentando mientras observaban.
—¿Es eso cierto? Debe ser inventado. ¡Hua
Cheng nunca hablaría así con nadie!
—¡Disparates! ¡Tonterías puras!
—¿Por quién toman a Hua Cheng en esta
obra? ¡Despierten! ¡Esto no es una obra
romántica, por dios, qué atrevido!

6
Lluvia Sangrienta llegando a una Flor.
52
Esta fue una obra escrita especialmente para
él, después de todo, así que Xie Lian la observó
con atención. Si él debía decirlo con seriedad, no
era una mala obra. Los actores se veían bien, la
historia era buena, solo que, como uno de los
retratados, tenía una crítica muy pequeña: los
dos protagonistas parecían estar demasiado
cerca.
El que lo interpretó era un muy buen actor, pero
cada vez que abría la boca para decir; San Lang,
aunque el tono no era alto y lleno de anhelo, Xie
Lian pensó que era aún más inquietante que
cuando la Señora del Viento llamó al Señor del
Agua; espositoooo, anteriormente. Además,
parecía haber demasiados pequeños gestos;
enganchando los brazos, abrazando los
hombros, cargándolo; de alguna manera, había
algo que no estaba bien.
Sin embargo, si realmente lo pensaba, cuando
llamaba a San Lang, esa era la manera en que lo
llamaría; esos gestos íntimos realmente parecían
haberse hecho también. No creía que hubiera
nada malo en eso en ese momento, pero al verlo
ahora, técnicamente no había nada malo todavía.
Mirando a los otros Oficiales Celestiales, aunque
lo condenaron como una tontería en sus labios,
parecían estar disfrutando plenamente del
espectáculo, observando con sus ojos inmóviles,

53
su interés entusiasta, por lo que Xie Lian mantuvo
la boca cerrada.
Mientras miraban, Shi Wu Du dijo de repente:
—¿Quiénes son esos dos pequeños escuderos
en el fondo?
Al escuchar la palabra escudero, tanto Feng
Xin como Mu Qing se quedaron inmóviles.
—No son escuderos. —Ling Wen respondió—.
Deberían ser dos oficiales militares de menor
rango de la Corte Intermedia. Fueron nombrados
por los palacios de Nan Yang y Xuan Zhen para
ayudar a Dianxia en ese momento.
Que los Palacios de Nan Yang y Xuan Zhen
realmente enviaran personas para ayudar a Xie
Lian fue una noticia realmente extraordinaria, tan
imposible como si Pei Ming rechazara
cortésmente los avances de una belleza, y todos
los Oficiales Celestiales se volvieron a mirar. Ling
Wen agregó: —Fueron voluntariamente.
Xie Lian sonrió: —Olvidé preguntar, ¿cómo
están Nan Feng y Fu Yao? ¿Cómo es que no los
vi salir hoy?
—Nan Feng... es...—dijo Feng Xin.
Mu Qing dijo rotundamente: —Fu Yao está
detenido.
Feng Xin inmediatamente dijo: —Nan Feng
también está detenido.
Xie Lian dijo: —Oh. —Y comentó—: ¿Ambos
están encerrados? Qué lástima.
54
Mientras conversaban, las cortinas cayeron en
esa emocionante obra. Aunque todos
determinaron que fue escrito por un creyente
ignorante con intenciones obscenas, ver a un
obsceno Hua Cheng igual era completamente
entretenido y la multitud aplaudió con alegría. Sin
embargo, Pei Su se exilió por lo que sucedió en
el paso de BanYue, por lo que después de que
terminó el entretenimiento, todos tenían que
preocuparse por Pei Ming.
—¿Cómo está el Pequeño Pei, General Pei?
—Preguntó Shi Wu Du.
Pei Ming se sirvió un vaso y bebió, sacudiendo
la cabeza: —¿Qué tan bien puede estar? Su
corazón no está en el lugar correcto, ya no me
importa.
Shi Qing Xuan no pudo escuchar más y se
burló: —Entonces, a los ojos del General Pei,
¿dónde está el lugar correcto para su corazón?
El futuro de tu Pequeño Pei es un futuro, pero ¿el
futuro de la pequeña dama no es nada?
Su tono fue grosero y los ojos de Shi Wu Du se
movieron por encima.
—¡Qing Xuan, cuida tus modales!
En el momento en que reprendió, Shi Qing
Xuan bajó la cabeza con recato. Al ver esto, Pei
Ming se rió.

55
—Shui-ShiXiong,7 tu hermanito es bastante
impresionante, y solo tú puedes mantenerlo en
línea. Él molestándome no es nada, pero si en el
futuro se metiera con las personas equivocadas,
no lo dejarán pasar tan fácilmente por tu bien.
Shi Wu Du abrió su abanico y continuó
sermoneando a su hermanito.
—¿Escuchaste lo que dijo el General Pei?
Además, ¿cuántas veces tengo que decirte que
no camines fuera de esa forma todo el tiempo?
Qué desgracia. No me importa qué apariencia te
guste, ¡debes usar tu forma verdadera cuando
estás fuera!
Aunque Shi Qing Xuan amaba a su dama
apasionadamente y no toleraría su reprimenda,
aun así, no se atrevió a oponerse a su hermano.
Xie Lian pensó: —El Señor del Viento dice que no
le tiene miedo a su hermano mayor, pero eso no
parece ser del todo cierto.
Sin embargo, inesperadamente, Shi Wu Du
terminó la frase con: —¿Qué pasa si te topas con
alguien fuerte en poder espiritual y mala intención
como el General Pei?
Ling Wen se echó a reír, y Pei Ming casi volvió
a escupir su vino.
—¡Shui-ShiXiong! Si sigues así, ya no
podemos ser amigos.

7
"Shui-ShiXiong" es Pei Ming que llama a Shi Wu Du "Hermano Agua".
56
Después de que la ronda de la fiesta hubiera
pasado, en medio de toda la socialización llegó el
acto final de la noche, la Batalla de las Linternas.
Dentro de la Corte Celestial, todas las luces de
velas y lámparas se extinguieron, excepto la luz
de la luna, y todo estaba oscuro. El Banquete se
sentó cerca del lago, y cuando las nubes y la
niebla en la superficie se fueron, a través de las
claras aguas en movimiento se podía ver el
lóbrego y oscuro Reino Mortal.
La Batalla de las Linternas era una
competencia para ver qué Oficial Celestial tenía
la mayor cantidad de Linternas de Bendiciones
ofrecidas en su templo más grande y famoso.
Una linterna de bendiciones de la luz eterna era
difícil de comprar con un millar de oro, y no se
extinguiría fácilmente. El orden de la Batalla de
los Faroles se formó desde el número más bajo
al más alto, y cuando era el turno de un oficial, los
faroles ofrecidos por sus adoradores flotaban
hacia el cielo, iluminando la noche larga y oscura,
hermosa y gloriosa.
El Gran Palacio Marcial tuvo novecientos
sesenta y uno este año, un conteo cercano a mil,
y también un número nunca antes alcanzado en
la historia. Todos los funcionarios celestiales
sintieron que al año siguiente el conteo
seguramente romperá mil, pero ese no era el
punto. Si el primer lugar siempre sería el primero,
57
entonces el primer lugar perdería su significado,
por lo que cuando se llegó a la Batalla de las
Linternas, el Gran Palacio Marcial se eliminó
automáticamente de la competencia.
Lo que fue asombroso fue el momento en que
comenzó la Batalla de las Linternas, el primero
fue la Señora de la Lluvia. Cuando Xie Lian vio
que una pequeña Linterna de Bendiciones flotaba
tranquilamente en el cielo y escuchó: —¡El
palacio de la Señora de la lluvia, una linterna!
Casi sospechó que se había emborrachado y
no estaba sobrio. De ninguna manera había una
sola linterna. Para asegurarse de que no estaba
borracho, le preguntó a Shi Qing Xuan: —¿Es
cierto?
—Lo es. —Shi Qing Xuan respondió—. Es
realmente la única. Y esa fue encendida por el
toro de la casa de la Señora de la Lluvia para
hacerse presente en el banquete.
Auto-ofrenda. Qué sentimiento tan familiar. Xie
Lian reflexionó, la Señora de la Lluvia controlaba
la lluvia y, por lo tanto, era la diosa de la
agricultura.
Él adivinó: —¿Es porque los adoradores de la
Señora de la Lluvia son en su mayoría
agricultores, por lo que no tienen los fondos para
las ofrendas?
—Dianxia, ¿tiene algún tipo de malentendido
de los agricultores? —Shi Qing Xuan dijo—.
58
Muchos agricultores son ricos, ¿de acuerdo?
Esto fue solo porque la Señora de la Lluvia había
dicho que era mejor cultivar que usar el dinero
para las ofrendas, por lo que los seguidores
siempre ofrecían frutas y verduras frescas en su
lugar.
Al escuchar esto, Xie Lian estaba
extremadamente envidioso.
—Qué cosa tan maravillosa —pensó.
Sin embargo, Shi Qing Xuan agregó: —Y luego,
más tarde, la Señora de la Lluvia también dijo que
no desperdiciara nada, así que, por lo general,
después de un par de días, los fieles se llevarán
las ofrendas a casa y se las comerán.
—...
Al comienzo de la batalla, los números estaban
alejados y dispersos, las luces pertenecían a los
oficiales de menor rango, el conteo nunca llegó a
más de diez y nadie le prestó atención. Sin
embargo, a medida que la batalla continuaba, a
medida que la luz de las linternas se hacía más
brillante, más se prestaba más atención a todos.
Si no fuera por el Oficial Celestial designado que
anunciaba el conteo, sería imposible contar las
linternas que flotaban tan fuertemente tejidas. Xie
Lian no sabía nada de lo que estaba pasando, por
lo que no comentó nada, solo se concentró en
apreciar la hermosa escena de linternas
iluminando la negra y larga noche mientras
59
escuchaba el análisis de todos los demás sobre
cómo iba la batalla. Aunque no pensaba que
realmente había algo que analizar. Después de
aproximadamente dos inciensos, finalmente llegó
el momento de la gran final. La lucha por los diez
primeros de la Batalla de las Linternas en el
Festival del Medio Otoño había comenzado.
En la parte inferior de los diez primeros, Xie
Lian escuchó el grito oficial del anunciador: —¡EL
PALACIO DE QI YING, CUATROCIENTAS
VEINTIUN LINTERNAS!
Quan Yi Zhen había dejado el banquete hace
mucho tiempo, de modo que cuando los otros
oficiales escucharon el conteo, el chasquido de
sus lenguas no se ocultó. Ese dios marcial del
oeste era joven pero su viento de frente era
fuerte. Para otros funcionarios de los mismos
años de experiencia, solo doscientas linternas de
bendiciones ya eran suficientes, pero él incluso
duplicó ese número. Incluso Lang Qian Qiu, que
ascendió antes, no tenía tantas linternas, por lo
que definitivamente era alguien impresionante.
Sin embargo, Xie Lian sintió que el joven
realmente no era tan bien recibido en los cielos,
porque aparte de él y Shi Qing Xuan,
prácticamente no había nadie más que se sintiera
sinceramente impresionado por ese número.
El siguiente, el Señor del Palacio de la Tierra,
cuatrocientos cuarenta y cuatro faroles. Además
60
de tomar dos bocados más de sopa, Ming Yi no
expresó nada más, sin embargo, Shi Qing Xuan
estaba aún más emocionado que él, afirmando
repetidamente; demasiado bajo, demasiado bajo.
Debido a que no todos eran muy cercanos con el
Señor de la Tierra, aplaudieron educadamente
para felicitarlo. Poco después, fue el mismo Shi
Qing Xuan; El palacio del Señor del viento,
quinientas veintitrés linternas.
Cuan popular era alguien que era visto
fácilmente. Una vez que se anunció el conteo de
linternas para el Palacio del Señor Viento, Shi
Qing Xuan ni siquiera había dicho nada y los
aplausos del banquete rugieron, gritaban y
vociferaban: —¡FELICITACIONES! —Y—:
¡COMO SE ESPERABA! —En todas partes.
Shi Qing Xuan estaba muy orgulloso, se
levantó para saludar a la multitud y gritó
alegremente a Shi Wu Du: —¡Ge! ¡Soy octavo
este año!
Ella estaba actuando como el niño rogando a
sus padres por recompensas después de haber
sido elogiado por su maestro, y Xie Lian no pudo
evitar sonreír. Shi Wu Du, sin embargo,
reprendió: —Solo el octavo, ¡qué hay para
alegrarnos!
Sus palabras fueron verdaderamente
arrogantes. En toda la Corte Celestial, ¿quién era
un don nadie? Quinientas Bendiciones de
61
Linternas, situándose tan alto como el octavo se
convirtió en nada más que solo el octavo en sus
labios, luego los que obtuvieron un puntaje menor
a ocho, ¿no valdrían menos que eso? Tampoco
era como si él no supiera que lo que dijo era
arrogante, pero tenía que decirlo de todos modos,
porque no tenía miedo.
La cara de Shi Qing Xuan cayó. Shi Wu Du
avivó su abanico y agregó con dificultad: —Pero,
hay más linternas que el año pasado. El año que
viene debe ser mejor.
Al escuchar esto, Shi Qing Xuan sonrió y volvió
a reír. En el banquete, solo fue Ming Yi quien se
atiborró sin preocuparse y no lo alentó, así que
Shi Qing Xuan lo abofeteó dos veces, pidiéndole
algunas felicitaciones. Ming Yi lo ignoró por
completo y continuó devorando la comida. Shi
Qing Xuan estaba indignado, exigiéndole que le
aplaudiera, y junto a ellos, Xie Lian se iba a
sofocar de la risa.
El siguiente, el Palacio de Ling Wen, quinientos
treinta y seis faroles.
En medio de todos los dioses de la literatura,
Ling Wen era considerado el número uno. Sin
embargo, no muchos dioses de la literatura lo
felicitaron y, en cambio, fueron los dioses
marciales quienes enviaron sus saludos. Xie Lian
lo felicitó desde lejos, y en este extremo, Shi Wu
Du y Pei Ming exigieron que tuviera una fiesta de
62
celebración, mientras que en el otro extremo, se
podían escuchar las quejas de otros Oficiales
Celestiales, quejándose de que Ling Wen solo
tenía tantos adoradores porque usó una forma
masculina, que Ling Wen besó los traseros de los
dioses marciales al ver cómo eran más populares
en este momento y no tenía tiempo para otros
dioses de la literatura, que Ling Wen era el que
tenía más fiestas, que habría escoltas en esas
fiestas, etc., etc. Xie Lian sacudió la cabeza y solo
tenía un pensamiento en mente: no era fácil ser
una mujer oficial.
Siguiendo a Ling Wen estaban los palacios de
Nan Yang y Xuan Zheng, cada uno contaba con
quinientos setenta y dos y quinientos setenta y
tres. Mu Qing parecía complacido, mientras que
Feng Xin no parecía feliz ni enojado,
aparentemente indiferente. Xie Lian estaba
desconcertado, ¿por qué eran tan próximos? Eso
era demasiada coincidencia. Le preguntó a Shi
Qing Xuan en voz baja. Resultó que, debido a que
ambos tenían un trasfondo similar, una fuerza
similar y territorios uno al lado del otro, además
de su relación poco amistosa entre sí, los
adoradores de ambos bandos luchaban entre sí
para ganar, prometiendo que a pesar del número
de las linternas que los otros ofrecieran, ellos
debían ofrecer solo una más. No pedían ser el
número uno, solo mejor que el otro. Ellos usarían
63
todo lo que tenían y todos los años habría victoria
y derrota. Este año, en el último segundo, el
Palacio de Xuan Zhen finalmente exprimió una
linterna más, ganándole al Palacio de Nan Yang.
Los adoradores parecían haber ganado una
batalla y celebraban locamente. Al escuchar esto,
Xie Lian no pudo evitar pensar: —En lugar de
luchar uno contra el otro hasta morir, ¿no
deberían esas personas ir a casa para celebrar el
día festivo? ¡Es el Festival del Medio Otoño!8
El siguiente, el Palacio de Ming Guang,
quinientas ochenta linternas.
Este número era bastante impresionante. Sin
embargo, Pei Ming no se mostró complacido
porque, en comparación con el año anterior, la
cantidad de Linternas de Bendiciones que recibió
el Palacio de Ming Guang fue en realidad menor.
Fue un shock que le sucediera algo al General
Pei Su, y este año perdieron cerca de cien
faroles. Si no fuera por la base sólida de Pei Ming,
podría haber perdido más. Ni Shi Wu Du ni Ling
Wen lo felicitaron, y solo le dieron unas
palmaditas en los hombros.
Hasta ahora, descubrió Xie Lian, los recuentos
de las Linternas de Bendiciones de esos Oficiales
Celestiales estaban muy próximos, solo con

8
El Festival de Medio Otoño, como el Año Nuevo Lunar, era un momento para
reuniones familiares. Xie Lian se sorprendió de que los seguidores de Mu Qing y Feng
Xin preferirían pelear por ofrecer linternas que ir a casa y estar con la familia.
64
decenas de veintenas de diferencia, nadie
realmente destacándose, lo que significaba que
todos eran prácticamente iguales, nadie estaba
realmente ganando. Estaba pensando en esto
cuando el oficial anunciador gritó: —¡EL
PALACIO DEL SEÑOR DEL AGUA,
SETECIENTAS OCHO LINTERNAS!
El banquete estaba alborotado y el sonido de
asombro estaba en todas partes.
Una vez que llegaron todos los Oficiales
Celestiales, lucharon entre sí para enviar sus
felicitaciones. Shi Wu Du solo se sentó allí y no
se levantó, no parecía que estuviera
particularmente orgulloso, solo que todo esto era
natural. Este era probablemente el segundo
Oficial Celestial que se acercaba en número al
Gran Palacio Marcial en los últimos siglos. La
primera vez que Xie Lian ascendió fue demasiado
lejos en el pasado, y las Linternas de Bendiciones
en ese entonces eran aún más difíciles de
conseguir, por lo que no podían compararse. Sin
embargo, dicen: El hombre muere por la riqueza,
las aves mueren por la comida el apasionado
amor por el dinero de la gente nunca disminuirá,
¡como se espera del Dios de la Riqueza!
Shi Qing Xuan estaba aún más emocionado
que si recibiera él las setecientas linternas, y
aplaudió con fuerza, gritándole a Xie Lian: —¡ES
MI HERMANO! ¡ES MI HERMANO!
65
Xie Lian se rió.
—Lo sé, ¡es su hermano!
En el banquete, solo era Ming Yi quien estaba
trabajando arduamente para comer solo.
Sinceramente, Xie Lian pensó que de todos los
presentes solo él tomaba el banquete literal y
seriamente, atendiendo específicamente a la
parte de la comida, como si haber desempeñado
el papel de un espía en la Ciudad Fantasma lo
hubiera dejado sin alimento y estaba trabajando
para llenar su estómago hasta el final esta noche.
Cuando Xie Lian volvió a pensar en la comida de
la calle que se vendía en los puestos de la Ciudad
Fantasma, él podía entender de todo corazón y
no podía evitar preguntarse: —¿Hua Cheng
paseaba por las calles de la Ciudad Fantasma de
vez en cuando?
El misterio más emocionante ahora había sido
revelado, y esta noche, cada uno de los Oficiales
Celestiales había visto las obras para
complacencia de sus corazones, socializaron y
estuvieron satisfechos, se pusieron de pie listos
para despedirse. Inesperadamente, Shi Wu Du
de repente frunció el ceño, cerró su abanico y
dijo: —Esperen.
Si alguien más dijera esperen probablemente
no sería tan efectivo. Sin embargo, alguien como
Shi Wu Du, era conocido como el Tirano del Agua
por una razón. Como si hubiera nacido para dar
66
el mando, en el momento en que abrió la boca,
los demás no pudieron evitar obedecer, por lo
que todos se sentaron en sus asientos,
preguntándose: —Los diez primeros ya salieron,
¿el Señor del Agua tiene algo más para agregar?
—¿También iba a entregar méritos? —Se
preguntó Xie Lian.
—¿Los diez primeros ya salieron? —Shi Wu Du
avivó su abanico.
Nadie sabía a qué se refería, solo Shi Qing
Xuan, que de repente gritó: —... No. NO NO NO.
¡NO HAN SALIDO TODOS LOS DIEZ
PRIMEROS! - ¡Incluso si contamos con el Gran
Palacio Marcial, solo se han anunciado nueve!
Todos se sorprendieron y pronto comenzaron a
murmurar: —¿Sólo nueve?
—Realmente, conté, ¡realmente solo hay
nueve!
—¿Alguien está clasificado más alto que Señor
del Agua?
—¡¿Qué?! ¿Quién puede ser? ¡¿No conozco a
nadie así?!
En ese momento, una luz blanca brillante como
el día explotó en la noche ennegrecida.
Esa luz eran las linternas.
Como miles y millones de peces que nadaban
a través de los ríos hasta el mar, innumerables
linternas flotaron lentamente hacia arriba.

67
Brillaban y relucían en la noche oscura,
radiantes y brillantes, como las almas flotantes de
un sueño magnífico, extremadamente bellas,
iluminando el Reino Mortal ennegrecido. Ante
una vista tan sorprendente, nadie podía hablar y
todos contuvieron la respiración, rompieron las
palabras.
Xie Lian miró ese cielo lleno de linternas con
asombro atónito. Era como si su respiración se
detuviera y no se oyera nada, y se quedó aturdido
por un buen rato. Fue solo después de un rato
que se dio cuenta de que algo andaba mal.
Los ojos de cada Oficial Celestial en el
banquete estaban sobre él. Resultó que el
anunciador levantó su mano temblorosa y lo
señaló.
Sorprendido, Xie Lian preguntó: — ¿… qué
sucede? —Nadie respondió y Xie Lian se señaló
a sí mismo—. ¿… yo?
Junto a él, Shi Qing Xuan le dio una palmada
en el hombro una vez.
—... sí. Tú.
Xie Lian todavía estaba en shock.
—¿Yo qué? ¿Qué hay de mí?
Ese oficial anunciador tragó un par de veces
con dificultad y finalmente habló de nuevo.
Así, los cientos de funcionarios celestiales
presentes escucharon una voz temblando de
incredulidad.
68
—Templo QianDeng,9 el Palacio del Príncipe
Heredero, Taizi Dianxia, tres... tres...
»¡Tres mil linternas!

9
'QianDeng' se traduce en mil luces.
69
70
Capítulo 92
Un templo de mil luces iluminando sin fin
la larga noche (parte dos)

¡Tres mil linternas!


Todo estaba en silencio cuando, de repente,
hubo un alboroto como una marea creciente.
Nunca, ni siquiera el Gran Palacio Marcial, que
siempre estaba primero, tan sólido como las
montañas, alguna vez había ganado tres mil
linternas en una noche en el Banquete del
Festival del Medio Otoño. De hecho, nadie se
había imaginado semejante número. Incluso solo
mil ya era difícil de pasar. Tres mil. Eso era
realmente inaudito, no era un precedente en la
historia, ¡y fue incluso más que el conteo de todos
los otros diez Oficiales Celestiales sumados!
Uno podía imaginar, en ese momento, cuán
incrédulos estaban todos los oficiales, y algunos
incluso dijeron: —¡Eso debe ser un error!
—Se debe haber contado mal...

71
Sin embargo, incluso pensando que ese oficial
anunciador había estado contando para la Batalla
de los Faroles del Festival del Medio Otoño
durante años, y solo esta vez se estaba
equivocando, solo con mirar a la enorme banda
de luces, incluso si iban a retroceder millones de
pasos, esa cantidad de números no podría estar
equivocada, e incluso si estaba equivocada, el
conteo incorrecto podría ser menos, no más.
Por lo tanto, otro Oficial Celestial dijo:
—¿Podría ser que esas linternas no sean
verdaderas Linternas de Bendiciones? ¿Tal vez
solo son linternas ordinarias?
Eso básicamente significaba: ¡Es un fraude! Y
hubo algunos que estuvieron de acuerdo. Sin
embargo, Shi Qing Xuan dijo: —¿Cómo pueden
ser linternas normales? Las linternas comunes y
las Linternas de Bendiciones tienen marcas
completamente diferentes, y no pueden volar
hasta los cielos, así que, ¿cómo podrían ser
falsas?
Si fuera Xie Lian quien discutía, entonces el
resto probablemente continuará dudando. Sin
embargo, debido a que fue Shi Qing Xuan quien
habló, y también que Shi Wu Du estaba
resentido, nadie se atrevió a decir mucho más. Al
llegar a un callejón sin salida, cambiaron de tema.

72
—Todos, ¿dónde está este Templo QianDeng?
¿Cuándo fue construido? ¿Quién lo construyó?
¿Algún colega celestial lo sabe?
El oficial anunciador respondió: —No... pero el
Templo de QianDeng estaba claramente escrito
en las linternas que flotaban hacia arriba.
—¡¿Pero nunca he oído hablar de ningún
Templo QianDeng?!
—¡Sí, yo tampoco!
Xie Lian finalmente salió de su conmocionado
ensueño, y cuando escuchó las quejas, dijo con
seriedad: —Todo el mundo, a decir verdad, no
solo ustedes nunca han oído hablar de eso, yo
tampoco he oído hablar de eso.
¡¿No había manera de que esto ocurriera
naturalmente?!
Todos los oficiales perdieron la cabeza,
destruidos por este trueno inesperado, recelosos
e incrédulos, y sus lenguas escupiendo palabras.
Xie Lian realmente quería decirles: —Es solo un
juego, ¿por qué todos se lo toman tan en serio?
Sin embargo, primero, muy pocos tomaron este
juego como un juego, y segundo, se ubicó en el
primer lugar en este juego así que si él dijera algo,
estaría generando problemas. Los otros Oficiales
Celestiales tampoco pudieron decir nada porque
no ocuparon el primer lugar, por lo que si decían
algo, se recalcaría el hecho que no llegaron

73
primero, por lo que sonaría extremadamente
incómodo.
En ese momento, Pei Ming se rió entre dientes.
—Dije que Xueyu Tanhua no secuestró a
Dianxia con mala intención, pero nadie me creyó.
¿Ahora me creen?
Con su recordatorio, todos se iluminaron en un
instante.
Si realmente era Hua Cheng, entonces, ¡no era
imposible para él simplemente encender tres mil
Linternas de Bendiciones como si no fuera nada!
¿Había algo entre Xie Lian y Hua Cheng? Y qué
tipo de relación tenían era realmente un misterio.
En este momento, la mayoría todavía pensaba
que era más creíble decir que Hua Cheng lo hizo
por mala intención. No había ninguna razón por
la que Hua Cheng, que siempre había sido hostil
hacia los cielos, cambiara repentinamente su
actitud ante Xie Lian. Sin embargo, basado en la
inconcebible falta de ley de Hua Cheng, él podría
ser amable con alguien de la nada sin razón.
Después de este Banquete del Festival de Medio
Otoño, sería difícil decir que Hua Cheng tenía
malas intenciones. ¡Después de todo, eran tres
mil Linternas de Bendiciones! Incluso para el
Señor del Agua que controlaba la riqueza, esto
no era algo que pudiera hacer solo porque
quisiera. En medio de todo el caos, de repente, el

74
sonido de un aplauso constante vino de la cabeza
de la fiesta.
Los oficiales miraron el sonido y vieron a Jun
Wu aplaudiendo lentamente mientras sonreía a
Xie Lian.
—Felicidades, Xian Le.
Xie Lian sabía que Jun Wu tenía la intención de
ayudar a quitarle el calor y estaba agradecido,
inclinando la cabeza.
Jun Wu suspiró asombrado.
—Siempre logras crear milagros.
Al ver ese intercambio, la fiesta se calmó.
Después de algunas dudas, todos finalmente
tomaron el liderazgo de Jun Wu y los aplaudieron,
enviando sus felicitaciones.
Con esto, sin importar cuán sorprendidos,
todos los dioses celestiales tenían que admitir
que Taizi Dianxia siempre había producido
fenómenos. Era así en aquel entonces, ¡y
ciertamente era el caso ahora!
El Banquete del Festival del Medio Otoño había
terminado y el despiadado ruido del Señor del
Trueno también se fue. El que vitoreó más sin
parar era por su puesto Shi Qing Xuan, no
importaba de quién se tratara, sería el primero en
aplaudir. Excepto a Pei Ming. Al principio, Xie
Lian se preguntó si su aparición tan grosera, al
bajar al Señor del Agua del segundo al tercer
lugar causaría su ira, pero al ver a Shi Wu Du, no
75
parecía que le disgustara. Pei Ming y Ling Wen lo
felicitaron, y luego los tres comenzaron a planear
a qué pequeños manantiales de montaña irían a
darse un masaje. Al escucharlos, Shi Qing Xuan
preguntó: —Ge, ¿vas a salir a jugar de nuevo?
Shi Wu Du dobló su abanico y respondió:
—Hum.
Ling Wen se cruzó de brazos y se rió entre
dientes.
—Señor del Viento, ¿también quiere venir a
jugar?
—No, ya tengo planes con la gente —dijo Shi
Qing Xuan.
Shi Wu Du frunció el ceño: —Espero que no
sea con nadie desagradable.
—¿Hay alguien más desagradable que el
General Pei? —Bromeó Ling Wen.
—Noble Jie, cállate ahora —advirtió Pei Ming.
Xie Lian esperó hasta que los dos hermanos se
hablaran unos a otros y luego se prepararan para
abandonar el banquete con Shi Qing Xuan. Al
salir se encontraron con Mu Qing, y quién sabría
si estaba viendo a Xie Lian, pero ya no parecía
estar contento. Feng Xin sin embargo, era
exactamente lo contrario. Cuando se puso de pie
para abandonar el banquete, llamó a Xie Lian.
—Felicitaciones.
Xie Lian también asintió con la cabeza.
—Gracias.
76
Lang Ying se instaló en el Palacio del Señor del
Viento en El Reino Celestial. Ese niño parecía
estar limpio y ordenado, pero todavía era algo
tímido. Cuando Xie Lian lo levantó y descendió,
no habló mucho en la carretera. Xie Lian fue por
primera vez a la ciudad para comprarle algunas
frutas frescas para que comiera y no regresó de
inmediato a la aldea PuJi. Primero entró en un
pedazo de bosque cercano.
Efectivamente, ese pedazo de bosque estaba
bastante animado; un joven con el torso desnudo
estaba gritando y maldiciendo, colgado boca
abajo por una banda de seda blanca.
Profanidades y vulgaridades se derramaron de su
boca y un niño pequeño se agachaba debajo de
él, abofeteando a los mosquitos. Xie Lian hizo
que Lang Ying se quedara afuera, y él mismo
caminó tranquilamente.
Cuando ese joven lo vio, se enfureció.
—¡XIE LIAN PEDAZO DE MIERDA, BÁJAME
EN ESTE MOMENTO! ME VOY A MORIR. ME
VOY A MORIR ¡ME VOY A MORIR!
Sin embargo, Xie Lian dijo calurosamente:
—Han pasado muchos años desde que te

77
picaron los mosquitos. ¿Es tan malo darte el
gusto de sentirte vivo de nuevo?
Ese joven era de hecho Qi Rong. Xie Lian había
esperado que fuera un problema, que
seguramente instigaría a Gu Zi para que lo
ayudara a cortar a Ruoye, por lo que Xie Lian ya
le había dicho a Ruoye que si Qi Rong intentaba
escapar, lo arrastrara al bosque y lo vigilara. Qi
Rong estaba usando el cuerpo de otro contra Xie
Lian y Xie Lian no podía darle una paliza, pero
aún podía hacerle sufrir un poco de dolor. Xie
Lian había picado madera y recogido basura
antes en esta área y sufrió cuando los mosquitos
lo picaran por todas partes. En la actualidad, al
parecer, Qi Rong también fue mordido por todas
partes, se veía más miserable que si estuviera
muriendo y maldijo en voz alta.
—¡DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN BLANCO
COMO EL LOTO! ¿POR QUÉ NO PUEDES
PRETENDER SER UNA SIGNIFICATIVAMENTE
DULCE BUENA PERSONA AHORA MISMO?
Gu Zi abrazó la pierna de Xie Lian y gimió:
—¡Gēge, POR FAVOR DEJE A MI PAPÁ ABAJO!
¡Ha estado colgando por tanto tiempo!
Xie Lian agitó su cabello e inmediatamente, Qi
Rong soltó un ¡Aiyoh! Mientras caía al suelo
como un montón.
Para regresar a la aldea PuJi, debían atravesar
ese bosque de arce. Xie Lian agarró en su mano
78
a un joven con el torso desnudo y maltratado, y
detrás de él lo siguieron dos niños pequeños, uno
llorando y sollozando, el otro sombrío y callado.
—Qué grupo tan extraño —pensó Xie Lian.
Mientras caminaban por las colinas, advirtió a los
dos pequeños que estaban detrás de él—: Miren
sus pies. Es fácil caerse aquí.
Esa era la verdad. A veces, cuando Xie Lian
regresaba tarde de la ciudad después de recoger
restos y recorría este camino por la noche, tal vez
era por su suerte, pero siempre tropezaba o caía.
Al oírle, Qi Rong inmediatamente gritó:
—¡QUERIDO DIOS! ¡POR FAVOR HAZ QUE
ESTA PERSONA CAIGA A SU MUERTE JUSTO
AQUÍ AHORA MISMO!
Xie Lian lo encontró muy gracioso.
—Eres un fantasma, ¿qué estás haciendo
rogando a los cielos?
Justo en ese momento, repentinamente sintió
que había un cálido resplandor que emergía
levemente en la distancia y el oscuro y lóbrego
camino en el suelo parecía iluminarse, la
carretera se iluminaba. Cuando levantó la vista,
lo cierto era que no fue solo su imaginación.
Realmente había luz en el horizonte.
Era luz de esas tres mil Linternas de Bendición
de Luz Eterna.
Las linternas flotantes fluían en el cielo
nocturno, imponentes e misteriosas, incluso el
79
brillo de las estrellas y la luna fueron vencidos.
Xie Lian miró, aturdido, y después de un
momento, suspiró un susurro: —... gracias.
Qi Rong no sabía de qué se trataba y soltó una
risita.
—¿Por qué carajos gracias? Otras personas
solo están jugando, no están encendidas para ti,
deja de pensar tan bien de ti mismo.
Xie Lian sonrió, pero no dijo nada y tampoco
reprendió. Solo dijo: —Ser capaz de observar la
belleza que existe en este mundo ya es en sí
mismo algo por lo que estar agradecido.
Había belleza en su corazón y no le tenía miedo
a ningún aguafiestas. Tomando prestada la luz de
esas linternas en la distancia, continuó adelante.

80
81
ARCO DEL ESPÍRITU INFANTIL

82
Capítulo 93
Embarazada con maldad; una nueva ola
perturba la paz (parte uno)

N
o pasaron más de dos días antes de que
Xie Lian enfrentara una gran crisis.
No había nada para comer en el santuario.
Si estaba solo, en un día solo necesitaría un par
de bollos al vapor con un pequeño plato de
verduras en escabeche, tal vez recoger algunos
pepinos de los campos para masticar y se haría
cargo de él perfectamente, las ofrendas de
necesidades diarias de los aldeanos de PuJi eran
más que suficientes. Sin embargo, ahora, había
tres bocas más para alimentar en el santuario.
Dos humanos vivos y un demonio fantasma
medio muerto; no pasó mucho tiempo antes de
que se terminaran sus raciones.
Los dos niños estaban bien al menos. Qi Rong,
el demonio fantasma medio muerto, que poseía a
un hombre adulto y se negaba a salir, maldijo a
Xie Lian con una mano por darle comida de
mierda, pero se la comió más que nadie con la
83
otra. Xie Lian realmente quería meterle una
ennegrecida sartén en la boca.
Después de asegurarse de que la bandeja no
se pudiera sacar fácilmente, Xie Lian decidió
sacar a los dos pequeños para pasear por los
mercados, ver si podían recolectar algo de
chatarra y luego encontrar una buena comida.
Si se decía que la suerte de Xie Lian era
generalmente mala, entonces el Xie Lian de hoy
tuvo especialmente mala suerte. Después de
caminar por la ciudad, en realidad no había nada
de chatarra para recoger. Finalmente, se paró en
una intersección concurrida y tomó una decisión:
deberá retomar su antigua línea de trabajo.
Por lo tanto, colocó a los dos niños a un lado
antes de pararse en medio de la intersección y
gritó en voz alta: —¡QUERIDOS AMIGOS Y
VECINOS! HOY ES LA PRIMERA VEZ QUE
ESTE SER INFERIOR HA LLEGADO A ESTE
LUGAR ATESORADO. REALIZARÉ UNOS
CUANTOS TRUCOS VERGONZOSOS. SON
VERGONZOSOS, PERO ESPERO QUE TODOS
ME AHORREN INCONVENIENTES Y LE DEN A
ESTE POBRE HOMBRE UNA MANO, DONEN
UN POCO DE COMIDA PARA COMER,
CONCEDAN ALGUNAS MONEDAS PARA EL
CAMINO...
Xie Lian tenía el aire de un santo, la apariencia
de un cultivador, sus mangas limpias y agitadas,
84
su voz clara y sonora, enérgica y fascinante.
Muchos en las calles que estaban ociosos pronto
vinieron y lo rodearon.
—¿Qué puedes hacer? Muéstranos algo
bueno.
—¿Qué hay de girar un plato? —Xie Lian dijo
alegremente.
La multitud agitó las manos.
—¡Eso no es difícil, es un juego de niños! ¿Qué
más puedes hacer?
Xie Lian luego dijo: —¿Qué tal romper rocas en
mi pecho?
La multitud se quejó: —¡Eso es demasiado
viejo, demasiado viejo! ¿Algo más?
Solo entonces se dio cuenta Xie Lian, incluso
las actuaciones callejeras necesitaban ponerse al
día con los nuevos tiempos. Todos sus mejores
trucos no eran más que noticias del ayer, y no
quedaba nadie que apreciara su oficio. La
multitud iba a separarse, y sin ninguna otra
opción, sacó su técnica de matanza y alcanzó de
sus mangas un conjunto de amuletos de
protección que hizo con sus propias manos y gritó
de nuevo: —Encantos de protección gratuitos
para ver la ¡actuación! Están hechos a mano, no
se vayan y se pierdan esta oportunidad.
Al oír que había regalos gratis, la multitud
dispersada pronto regresó.

85
—¿Qué tipo de encantos de protección? ¿Qué
templo los bendijo? ¿Es el Emperador Marcial
Celestial?
—¿Tienes alguna para la riqueza? ¡Dame un
amuleto de riqueza, por favor, gracias!
—¡Quiero uno de Ju Yang, por favor, guarda
uno para mí!
—No. No. —Xie Lian explicó—. El que estoy
regalando es del Príncipe de XianLe, bendecido
por el Santuario PuJi, seguro que será efectivo.
Por supuesto que sería efectivo. Otros Oficiales
Celestiales tenían al menos miles de personas
orándoles a diario, sus oídos resonaban con un
ruido blanco, e incluso muchos pasaban el
trabajo a los oficiales subalternos. En cuanto a
Xie Lian, a lo sumo solo tendrá algunos rezos a
la vez, así que, ¿quién era más probable que
escuchara las oraciones?
La multitud hizo clic en sus lenguas.
—¡Qué diablos, nunca hemos oído hablar de él
antes!
Xie Lian agregó: —Está bien si nunca ha oído
hablar de él. El Santuario PuJi está ubicado a solo
siete millas de distancia en la aldea PuJi. Todos
son bienvenidos a hacer una visita y no hay
necesidad de traer ofrendas...
Antes de que terminara, la multitud ya había
partido. Todos y cada uno de los espectadores
desecharon sus amuletos poco después y Xie
86
Lian trotó para recogerlos, dándoles una
palmadita para limpiarlos antes de volver a
meterlos en sus mangas, sin parecer molesto en
absoluto. Mientras recogía, un par de zapatos de
tela se detuvieron ante él.
Xie Lian levantó la vista y vio que los ojos
negros y morados de Lang Ying asomaban por
debajo de las vendas, observándolo
atentamente.
—¿Qué pasa? —Xie Lian preguntó con
suavidad—. Ve allí y siéntate con Gu Zi. Solo
espérame un poco.
Lang Ying estaba tranquilo. En ese momento,
las dos puertas de una mansión al final de la calle
grande se abrieron repentinamente y un hombre
fue expulsado, gritos furiosos detrás de él.
—¡DOCTOR ESTAFADOR!
Los peatones en las calles inmediatamente se
apresuraron a ver el espectáculo. Los pasos
atronadores pasaron, y esos encantos de
protección que aún no se habían recogido se
aplastaron, ensuciaron y rasgaron al instante. Xie
Lian miró sin palabras y renunció a salvarlos.
Hizo que Lang Ying regresara para vigilar a Gu
Zi, luego él mismo fue a revisar las cosas.
Cuando se acercaba a la entrada de esa
mansión, un hombre que parecía ser un rico
comerciante estaba discutiendo con un anciano
que parecía un médico.
87
Aquel rico comerciante enfureció.
—¿QUÉ ME DIJISTE CUANDO VINISTE
AYER? ¿NO DIJISTE QUE NO HABÍA NADA DE
QUÉ PREOCUPARSE? ¿CÓMO EXPLICAS LO
DE HOY? MI ESPOSA NO SE CAYÓ O COMIÓ
ALGO MALO, ASÍ QUE ¿CÓMO LAS COSAS
RESULTARON DE ESTA FORMA?
Ese médico, sin embargo, acusó la injusticia.
—¡Cuando vine a diagnosticar a su esposa
ayer, estaba perfectamente bien! Creo que en
relación con esto, necesita encontrar un
cultivador, no un médico.
Ese comerciante adinerado estaba indignado,
se puso de pie con una mano en la cadera y
señaló al otro acusadoramente.
—MI HIJO NO ESTÁ PERDIDO TODAVÍA,
¿POR QUÉ LO ESTÁ INSULTANDO, MÉDICO
ESTAFADOR? CUÍDATE, ¡PUEDO
DEMANDARTE POR TODO LO QUE TIENES!
El médico recogió y argumentó su caso médico.
—Incluso si usted me demanda, no hay nada
que hacer. Realmente no puedo leer ese pulso
¡Nunca había visto algo así en mi vida!
La multitud se burló: —¡Encuentra un nuevo
médico! ¡Tal vez es mejor buscar un cultivador!
Xie Lian sintió instintivamente que había algo
extraño en este asunto y levantó su mano en el
mar de personas.

88
—¡Por favor, mire aquí! ¡Aquí hay un cultivador!
¡Soy un cultivador!
Todo el mundo se volvió para mirarlo,
desconcertado.
—¿NO ERAS UN ARTISTA CALLEJERO?
Xie Lian explicó cortésmente: —Eso fue sólo es
un oficio paralelo. Gracias. —Se acercó al
comerciante—. ¿Me llevarás a ver a la estimada
señora?

Dentro de la mansión vinieron una serie de


gritos agudos, sin duda todas las damas que
estaban esperando estaban en pánico. El nuevo
médico llamado por el rico comerciante no iba a
llegar todavía, y los hombres en situación
desesperada harán cualquier cosa, así que
realmente arrastró a Xie Lian a la puerta para ver
a su esposa y Xie Lian también se sujetó de ese
doctor en el camino.
Cuando los hombres entraron en el dormitorio,
había sangre por todo el suelo y sobre la gran
cama de flores con cortinas había una mujer
joven, con el rostro blanco como una hoja de
papel de un dolor intenso. Su agonía era tan
aguda que abrazaba su vientre y giraba para que
las damas alrededor no la sujetaran. En el
momento en que Xie Lian entró por la puerta,
89
pudo sentir todos los pelos en su espalda
erizarse.
Esa cámara estaba cargada con la esencia del
mal y esa esencia provenía de un lugar.
¡El vientre de esa mujer!
Xie Lian inmediatamente bloqueó a todos los
que estaban detrás de él y gritó: —¡NO SE
MUEVAN! ¡HAY ALGO EN SU VIENTRE QUE
NO ESTÁ BIEN!
Ese comerciante rico estaba aterrorizado.
—¿Mi esposa está a punto de dar a luz?
Ese médico y las señoras mayores en espera
no pudieron soportar esa ignorancia y dijeron:
—Solo han pasado cinco meses, ¡cómo puede
dar a luz ahora!
Ese comerciante adinerado se enfureció con el
médico.
—¡Si ella no iba a dar a luz y no tenías ni idea
de lo que está mal, entonces eres un estafador!
¡NO PUEDES SI QUIERA LEER EL PULSO!
Esa mujer se iba a desmayar, y Xie Lian gritó
otra vez: —¡TODOS, ESTEN TRANQUILOS!
Luego sacó a Fang Xin. Al ver que de repente
desenfundaba un arma larga y negra, todos
saltaron sorprendidos.
—¡¿QUÉ ESTÁ PLANEANDO?!
Entonces vieron a Xie Lian dejar caer su mano,
y esa espada realmente flotó en el aire.
Ahora todos estaban asombrados.
90
Fang Xin colgó desde arriba, la punta de la hoja
hacia abajo, apuntando al estómago hinchado de
esa mujer. El aura asesina de la espada era
intensa y la multitud vio que el vientre de la mujer
se movía repentinamente, un trozo de carne se
levantó, moviéndose a la izquierda, luego a la
derecha. Se revolvió hasta que, finalmente, esa
mujer tosió violentamente, ¡un chorro de humo
negro emergió de su boca!
Fang Xin había estado esperando y esa espada
inmediatamente golpeó ese humo negro. Esa
mujer dejó escapar un largo lamento.
—¡MI HIJO! —Y al instante se desmayó en el
lugar.
Xie Lian llamó a la espada, la enfundó de nuevo
en su espalda y se dirigió al médico.
—Ahora está bien.
El doctor tenía los ojos muy abiertos con la
boca abierta, y Xie Lian hizo un gesto con la mano
delante de él un par de veces antes de acercarse
vacilante.
Ese comerciante rico parecía alegre.
—¿Mi hijo está a salvo?
Sin embargo, después de que el médico sintió
el pulso de la mujer, dijo, su voz temblaba de
inquietud.
—Ha desaparecido...

91
Ese comerciante rico se quedó estupefacto, y
después de un momento de shock, él gritó:
—¡¿CÓMO LO PERDIÓ?!
Xie Lian, sin embargo, se volvió para mirarlo.
—La señora no tuvo problemas, el bebé se ha
ido. Desapareció, ¿entiende?
—¿Cuál es la diferencia? —Exigió ese
comerciante rico.
—Muy diferente. —Xie Lian dijo—. El aborto
espontáneo es un aborto espontáneo.
Desaparecido, significa esto: al principio sí había
un niño en el vientre de la señora, pero ahora ese
niño ha desaparecido.
Efectivamente, el abdomen de esa mujer
estaba hinchado al principio, pero ahora, no
había signos de lesión externa, pero se había
encogido, con un aspecto extremadamente
antinatural. Ese comerciante rico se sorprendió.
—... ¡¿No estaba mi hijo justo ahí en su
vientre?!
—El que estaba adentro antes no era su hijo
—explicó Xie Lian—. ¡El que hizo crecer el vientre
de la señora fue esa nube de humo negro!

Después de que el médico se aseguró de que


la mujer solo estaba desmayada y que no había
92
signos de peligro de muerte, abandonaron la
recámara.
Ese comerciante rico preguntó: —Señor
cultivador, ¿cómo debería dirigirme a usted? ¿De
qué templo viene? ¿Qué deidad adora?
—No hay necesidad del señor y el nombre es
Xie. —Xie Lian respondió, y al principio quiso
decir que era del Santuario PuJi pero cuando las
palabras llegaron a sus labios, por alguna razón
se convirtió en Templo de QianDeng.
Cuando esas tres palabras salieron de sus
labios, su cara estaba extrañamente caliente. Ese
comerciante rico dijo ah y luego: —Nunca antes
había oído hablar de ese. ¿Debe estar lejos?
Xie Lian tampoco sabía qué tan lejos estaba, y
respondió suavemente: —Hum...
Después de unos cuantos saludos de cortesía,
ese comerciante adinerado finalmente llegó al
punto, con su voz llena de horror.
—¡Daozhang!10 ¿Qué era ese monstruo antes?
Lo que mi esposa había alimentado en su vientre,
¿siempre había sido... esa cosa? ¿Esa nube de
humo negro?!
Con el cambio de tema, Xie Lian también se
puso serio.

10
‘Daozhang’ Joven Maestro; es una forma educada de referirse a los
cultivadores. Ya que los cultivadores cultivaban el poder espiritual, también se
les consideraba exorcistas, por lo que el médico le dijo al comerciante que
buscara un cultivador en lugar de un médico.
93
—Puede que no siempre haya sido así. ¿Dijo
que cuando vino el médico ayer, la señora
todavía estaba perfectamente bien? Su pulso
estaba bien entonces, pero se arruinó hoy, así
que me temo que fue solo anoche cuando algo le
pasó al bebé. Por favor, piense, anoche, ¿la
señora hizo algo? ¿O sucedió algo extraño?
—No pasó nada en toda la noche —dijo el
comerciante rico—. ¡Mi esposa no salió de la
casa! Desde que presentó sus respetos en el
Palacio de Ju Yang y recibió a este niño,
construimos un pequeño santuario de Ju Yang en
su casa y ella cantaba y quemaba incienso sin
salir de la puerta principal o trasera. ¡Ella es
extremadamente devota!
—... —Xie Lian pensó que si Feng Xin sabía
que alguien lo adoraba de esta manera,
realmente sería un problema. Después de
pensarlo un poco, él preguntó: —Entonces, ¿tuvo
algún sueño extraño?
Ese comerciante rico parpadeó y dijo: —¡Sí!
Xie Lian fue re-energizado, y ese comerciante
rico continuó: —¡Daozhang, tiene premoniciones
como las de un dios! Mi esposa realmente tuvo
un sueño extraño anoche. Soñó que un niño
pequeño jugaba con ella y la llamaba mamá. A
mitad del sueño sintió que algo le pateaba el
vientre y luego se despertó. Luego vino a mí
felizmente para decirme que el niño en su vientre
94
no podía esperar a ver las caras de mamá y papá,
por lo que vino a saludarla primero. ¡Yo también
estaba siguiéndole la corriente en ese momento!
En un instante, Xie Lian lo descubrió y dijo
firmemente: —¡Es ese niño lo que es
problemático! —Después de una pausa,
preguntó: —¿Qué edad tenía ese niño? ¿Cómo
se veía? ¿La señora dijo algo?
Ese comerciante adinerado estaba cubierto de
sudor frío por la conmoción.
—Me temo que no lo recordará. En el momento
en que me dijo no estaba segura de qué edad
tenía el niño, solo que debía ser bastante joven,
suplicándole que la sostuviera y que cuando la
sostuvo era ligero.
Xie Lian murmuró y luego dijo: —Voy a hacer
algunas preguntas más, por favor, responda con
sinceridad, de lo contrario no podré encontrar la
verdad en todo esto. Primero, ¿hay conflictos
entre esposas que luchan por favorecerse?
Segundo, ¿alguna vez esta señora abortó a un
niño?
Preguntar acerca de los conflictos entre
esposas que luchan por los favores era ver si esto
era una maldición que provenía de celos locos.
Cuando las mujeres que habían estado
encerradas en un profundo harén se ponían
celosas, podían hacer cualquier cosa; Preguntar
sobre el aborto fue porque si el niño fue abortado
95
por razones cuestionables, entonces podía haber
rencor en el cuerpo de la madre, haciendo que el
nuevo bebé sufriera.
Bajo el repetido interrogatorio de Xie Lian, ese
rico comerciante admitió todo con sinceridad.
Increíblemente, todo fue perfecto. No solo tenía
un número de esposas en su casa, que se
peleaban sin parar todos los días, también tenía
una amante que lo esperaba. Luego, la sirvienta
de la señora también informó que su señora era
originalmente solo una amante y que una vez
había estado embarazada. Escuchó el
diagnóstico defectuoso de los naturistas de la
calle que declararon a su bebé una niña y como
quería que un niño afianzara su posición, abortó
a la niña. Después de escuchar todo esto, Xie
Lian pudo sentir un dolor de cabeza. Ese
comerciante rico estaba ansioso.
—Daozhang, ¿podría ser esta la venganza de
esa bebé no nacida?
—Esa es una posibilidad —dijo Xie Lian—.
Pero estoy seguro. Después de todo, la señora
no podía decir qué edad tenía esa niña en su
sueño, y si era un niño o una niña.
—Entonces... entonces Daozhang. —Ese rico
comerciante preguntó espantosamente—. Dado
que esa nube de humo negro solo llenó el vientre
de mi esposa anoche, entonces... ¿a dónde fue
mi propio hijo?
96
Capítulo 94
Embarazada con maldad; una nueva ola
perturba la paz (parte dos)

—Probablemente fue devorado —dijo Xie


Lian.
Ese comerciante rico se estremeció.
—¿¡D-Devorado?!
Xie Lian asintió. Ese comerciante adinerado
estaba entrando en pánico.
—Entonces, Daozhang, ¿qué debo hacer
ahora? Tengo otra amante que está embarazada,
¡¿y si ese monstruo viene otra vez?!
¿Había otra mujer embarazada en esta casa?
Xie Lian levantó la mano.
—Cálmese. Permítame hacerle otra pregunta:
¿la señora recuerda dónde se encontró con la
niña en su sueño?
Ese comerciante adinerado dijo: —Ella dijo que
estaba borroso pero que parecía ser una gran
mansión, pero que no recuerda mucho más. Era
solo un sueño, ¿quién podía recordar algo tan

97
claramente? —Luego apretó los dientes—. Yo...
Después de más de cuarenta años finalmente
estoy esperando un hijo, ¡qué pena!
DAOZHANG! USTED ATRAPARÁ Y MATARÁ A
ESE MOUNSTRUO, ¿VERDAD? ¡NO PUEDO
DEJARLE DAÑAR MÁS A MI FAMILIA!
—No entre en pánico, no entre en pánico —Xie
Lian tranquilizó—. Haré lo mejor que pueda.
Ese rico comerciante se alegró y se frotó las
manos.
—Bien, bien, ¿Daozhang necesita algo?
¡Cualquier tipo de compensación no será un
problema!
Xie Lian se negó sin embargo dijo: —No
necesito ninguna compensación, pero sí tengo
algunas cosas por las que me gustaría solicitar su
ayuda. Primero, búsqueme un conjunto de ropa
casual de mujer; tiene que ser lo suficientemente
suelto para que los hombres puedan usarlo y
también, me temo que necesitaré un mechón de
cabello de la amante embarazada para dibujar
hechizos.
Ese comerciante adinerado hizo un gesto a los
sirvientes.
—Ocúpense de eso.
Xie Lian continuó: —En segundo lugar, por
favor, avise a su amante que debe dormir en una
habitación diferente, pero no importa dónde o
cuándo, si ella oye la voz de una niña extraña que
98
la llama mamá no responda. Absolutamente no
responda, mejor si ella ni siquiera abre la boca. A
pesar de que cuando las personas sueñan, a
menudo no se dan cuenta de que están soñando
y sus sentidos y conciencia se perturban, si le
recuerda repetidamente al lado de su oído, de tal
manera para tenerlo profundamente arraigado en
su mente, tal vez funcione. —Ese comerciante
rico se mostró de acuerdo con la instrucción. Xie
Lian luego dijo—: En tercer lugar, tenía dos
pequeños conmigo hoy, por favor cuídelos y
deles algo de comer.
—Pequeñas cosas como esa, no importan dos
peticiones, ¡incluso diga cien de ellas y las haré
por usted! —Exclamó el rico comerciante.
Finalmente, había llegado al punto más
importante. Xie Lian dijo: —Cuatro. —Sacó de
sus mangas un amuleto de protección bendecido
por el Santuario PuJi y lo pasó con ambas manos,
hablando en un tono solemne—. Por favor, tome
este amuleto de protección y grite; ¡Taizi Dianxia,
por favor, protéjame! De esta manera, todo este
asunto se marcará bajo el título de mi santuario.
—...

99
Esa noche, Xie Lian una vez más se puso la
ropa de una mujer.
Aunque ya no era ajeno al travestismo, todavía
era la primera vez que fingía ser una mujer
embarazada. No le tomó la mitad del tiempo de
incienso antes de que estuviera listo. Se metió
una almohada en el estómago, luego se quitó el
mechón de pelo de la mujer embarazada, lo
escondió en la almohada y se acostó en la cama.
Estaba tranquilo y sereno, disminuyendo su
respiración y no pasó mucho tiempo antes de que
se durmiera profundamente.
Pasó un tiempo desconocido antes de que Xie
Lian abriera lentamente los ojos. Ante su visión
ya no estaba el dormitorio de la amante de ese
rico comerciante, sino un pabellón exquisito.
La primera reacción de Xie Lian fue sentir si
Fang Xin todavía estaba a su lado y cuando lo
sintió, se relajó. Fang Xin era una espada
sagrada después de todo, así que estaba atada
fuertemente a su persona. Después, se sentó
lentamente, pero sintió que la parte inferior de sus
palmas estaba pegajosa y cuando levantó las
manos para mirar, se encontró acostado en una
cama cubierta por terroríficos charcos grandes de
sangre que aún no se habían secado, tiñendo a
la mitad de su cuerpo de rojo, pasmosamente
alarmante.

100
Xie Lian estaba acostumbrado a ver cosas
extrañas, así que se levantó de la cama, caminó
un par de pasos y de repente sintió que algo caía
de su persona. Miró hacia abajo y era esa
almohada, la recogió apresuradamente y la metió
nuevamente bajo el vestido. Cuando dio otro par
de pasos, su vientre cayó de nuevo, por lo que
Xie Lian tuvo que seguir sujetándolo con ambas
manos mientras miraba a su alrededor.
Habiendo crecido en un palacio, fue
influenciado por las cosas que vio y escuchó,
absorbiendo inconscientemente su entorno.
Cuando se trataba de la belleza, Xie Lian tenía su
propio conjunto de juicios. Este pequeño
establecimiento, para él, podría ser exquisito,
pero estaba lleno de un aire de tentación
fragante, por lo que si tenía que adivinar, esto
podría ser un restaurante o un lugar de
entretenimiento. Además, en comparación con el
estilo de arquitectura de la época, este estilo era
bastante antiguo, muy parecido a un edificio de
hace cientos de años, pero no podía decir dónde.
Por lo tanto, no era probable que esto fuera el
hechizo del espíritu del feto abortado de ese
comerciante rico. Esto se debía a que cuando los
espíritus malignos creaban ilusiones, solo podían
usar lo que sabían. Era obvio que un antiguo
asentamiento de siglos de antigüedad solo podía
provenir de espíritus malignos igualmente viejos.
101
Después de haberlo recorrido una vez, no había
nadie y Xie Lian regresó a la recámara donde se
encontró por primera vez.
Era el dormitorio de una mujer. Había una
cómoda alta con varios cajones, estos se podían
sacar, dentro había ropa de bebé y juguetes
como muñecas y tambores. Xie Lian revisó cada
artículo cuidadosamente y descubrió que eran
completamente nuevos, lo que indicaba que la
señora de esta habitación amaba y cuidaba esos
objetos. Lo que significaba, para este niño esta
mujer estaba llena de amor y afecto.
Revolvió un poco más y de repente, Xie Lian se
sorprendió. En esa ropa de bebé había un
amuleto de protección. ¡Y esa protección era
suya!
Sorprendido, Xie Lian tuvo que verificar tres
veces. No era un error. Era su amuleto de
protección. Y, no era el mismo hechizo de
protección simple para el que subía a las
montañas para recoger hierbas, coserlas, luego
atarlas con un hilo rojo por sus propias manos.
Este era el amuleto de protección de hace
ochocientos años, en la cima de la prominencia
del Príncipe de XianLe, que casi todos en el país
poseían. El material y los diseños eran
intrincadamente elegantes y de dónde provenía,
si había sido bendecido, todo estaba allí.

102
¿Podría ser que la dueña de este
establecimiento alguna vez fue su adoradora?
Justo en ese momento, en el silencio absoluto,
Xie Lian de repente escuchó una serie de risitas.
Fueron los gruñidos de ese bebé,
extremadamente abruptos, resonaron en todas
partes, su paradero desconocido. Xie Lian no se
movió ni reaccionó, pero su mente estaba
acelerada: esa voz sonaba familiar, ¿dónde la
había escuchado antes? ¿Dónde?
Entonces lo golpeó, y en su mente sonaron las
voces de un niño pequeño.
—Nueva novia. Nueva novia, nueva novia en el
nuevo sedán rojo.
—Llorando lágrimas, a través del paso de
montaña, no sonrías bajo el velo de novia...
¡Era la voz de ese espíritu infantil que escuchó
en el Monte Yu Jun cuando estaba en el sedán!
Cuando Xie Lian salió de ahí, la risa de ese
espíritu infantil también se detuvo abruptamente.
Se dio la vuelta rápidamente pero no vio
sombras.
Después de que el asunto del Monte Yu Jun
pasó, también había preguntado por el espíritu
infantil en la matriz de comunicación espiritual,
pero en aquel entonces todos le dijeron que no
había espíritu infantil ni nada por el estilo en la
montaña y solo él oyó la voz de ese espíritu
infantil. Sin embargo, ahora, esta era la segunda
103
vez que este espíritu había aparecido ante él,
¿era esta una coincidencia? ¿O fue intencional?
Ese espíritu infantil dejó de reírse y gritó:
—Mamá.
Esta; mamá, vino de algún lugar cercano, pero
Xie Lian no pudo averiguar de dónde vino. Se
quedó allí sin hablar, aguantando la respiración,
con los oídos atentos.
Después de un silencio, la voz de ese niño
volvió a gritar: —Mamá. Abrázame.
Esta vez, Xie Lian finalmente lo descubrió ¡esa
voz vino de su vientre!
Xie Lian tenía ambas manos sosteniendo el
vientre falso y solo ahora se sorprendió al darse
cuenta de que, sin saber cuándo, la almohada en
sus manos se había vuelto más pesada. Lo
golpeó una vez ruidosamente, y un bulto de algo
salió de su ropa, pareciendo ser un pequeño niño
blanco pálido, arrojando algo de su boca antes de
meterse en la oscuridad y desaparecer. Xie Lian
se apresuró a ver y las cosas que arrojó fueron
unos trozos de hilos y un mechón de pelo negro.
Parecía que su hechizo de ilusión funcionaba.
Ese pequeño fantasma había querido devorar el
hijo de Xie Lian de la forma en que lo hizo con la
mujer embarazada, pero en cambio devoró el
algodón relleno de la túnica de Xie Lian. Poco
después, Xie Lian escuchó a esa cosa llorar
fuertemente otra vez.
104
—¡MAMÁ!
No importaba cómo llamara, qué tan
agudamente lloraba, Xie Lian todavía se
contenía, nunca abría la boca. Determinó que el
espíritu infantil era un espíritu feto y esta cámara
era la habitación de su madre donde vivían. Los
espíritus malignos tomaban la forma y la edad de
cuando murieron, sin embargo, se había
mostrado principalmente como una nube de
humo negro o una sombra blanca borrosa, lo que
significaba que el espíritu mismo no sabía cómo
debía verse, por lo que no tenía una forma.
Además, la ropa del bebé en esos cajones
claramente todavía no se había usado, además
de los terriblemente grandes charcos de sangre
en la cama, Xie Lian dedujo que la señora de esta
cámara debía haber abortado, su hijo no nacido
ya se había formado en ese entonces y retuvo un
poco de su propia conciencia. Después de
convertirse en un espíritu feto, quiso volver al
vientre de su madre, pero terminó llamando a las
puertas de la señora de ese comerciante rico.
Cuando gritó mamá en el sueño de esa mujer,
fue un movimiento equivocado que ella abriera la
boca para hacerle caso. Había que decir que el
vínculo entre madre y niño era especial, y que
diera ese tipo de reconocimiento era una forma
de permiso. Cuando abrió la boca, le dio a esa
cosa malvada la oportunidad de entrar y el
105
pequeño fantasma se coló, se deslizó dentro de
su vientre y devoró al feto que originalmente
estaba allí, un intruso en el nido. Xie Lian podría
ser un hombre, pero no estaba seguro de que si
abría la boca, el espíritu infantil también tendría
la oportunidad de colarse en su vientre. Por si
acaso, era mejor que mantuviera la boca cerrada.
Por lo tanto, manteniendo sus labios
fuertemente sellados y agarrando a Fang Xin en
la mano, Xie Lian buscó rastros de ese niño. Xie
Lian poseía un instinto extremadamente fuerte
cuando se trataba de un peligro, algo que se
refinó a través de miles de batallas. Sin
necesidad de mirar con claridad, siempre y
cuando tuviera una corazonada de dónde estaba,
el lanzaba su espada y le daba al blanco nueve
de cada diez veces. Aunque en la ilusión creada
por ese espíritu infantil, los golpes de Xie Lian se
debilitaron, después de ser golpeado varias
veces, probablemente el espíritu maligno se
sintió algo sofocado también. Después de un
rato, Xie Lian de repente sintió un dolor agudo en
la parte inferior de su pie. Parecía que había
pisado algo extremadamente puntiagudo y se
detuvo ligeramente.
Ese espíritu infantil lo vio caer en su trampa y
soltó pequeños chorros de risas maliciosas. La
voz era tierna, pero no debería haber venido de
un niño pequeño, más bien como un hombre
106
adulto malintencionado, las contracciones eran
claramente distintas, haciendo que la sangre de
uno se enfriara. Sin embargo, la cara de Xie Lian
ni siquiera cambió y no se detuvo en sus pasos;
¡Dio la vuelta a la mano y volvió a golpear con la
espada, apuntando directamente al blanco!
Ese espíritu infantil aulló de dolor, habiéndose
quemado y escondido lejos, muy lejos. Solo
entonces Xie Lian echó un vistazo hacia abajo
para mirar debajo de su bota, resultó que había
pisado una aguja pequeña y delgada que estaba
parada hacia arriba. Obviamente, ese espíritu
infantil lo colocó a propósito y parecía que
esperaba que Xie Lian gritara de dolor. Sin
embargo, calculó mal. Xie Lian era muy bueno
tolerando el dolor, y no le importaba pisar una
aguja, si su pierna estaba sujeta por una gran
trampa, no emitiría ningún sonido si la situación
lo requería.
Esa diminuta aguja estaba profundamente
arraigada y Xie Lian había querido sacarla al
principio, pero como ese espíritu infantil se
escapó después de no haber devorado nada,
temía que tuviera esta oportunidad de escapar y
dañar a otros, por lo que lo persiguió fuera de la
recámara con esa aguja todavía clavada en su
pie. Al cabo de un rato dejó de sentir el dolor y
corrió como el viento. No se veía a ese espíritu

107
infantil en ninguna parte de ese edificio y Xie Lian
solo se sentía desconcertado.
—¿En realidad se asustó de mis ataques?
Cuando en ese momento, una ventana no muy
lejos se abrió sin una brisa.
Xie Lian inmediatamente se apresuró y se
acercó, pero luego se sorprendió por lo que vio.
Fuera de la ventana no había vista de calles, ni
montañas, ni peatones, solo un lago profundo y
sin fondo.
Al otro lado de este lago había una casa, en esa
casa había dos niños pequeños. Eran Lang Ying
y Gu Zi quienes estaban sentados en una mesa
comiendo. Sin embargo, no se dieron cuenta en
absoluto de que, justo por encima de sus
cabezas, se veía un espeso y negro remolino de
humo, temblando y riendo a carcajadas, llorando
ásperamente: —¡MAMÁ! ¡MAMÁ!
El corazón de Xie Lian se detuvo al instante,
con las manos en el alféizar de la ventana, a
punto de llamarlos y advertirles, pero luego
recordó que no debía abrir la boca y se obligó a
bajar la voz.
Aunque esto no era más que la ilusión de ese
espíritu infantil, no sabía si Lang Ying y Gu Zi
habían sido realmente traídos y si era así,
cualquier daño que les ocurriera aquí afectaría a
sus cuerpos reales. Quería encontrar un jarrón o
algo para tirar como advertencia, pero ni siquiera
108
podía encontrar nada. Las mesas y las sillas no
cabían a través de la ventana, y luego estaba ese
lago entre los dos edificios, ¿eso significaba que
tenía que nadar?
En ese momento, Gu Zi, luciendo cansado,
bostezó. Esa nube de humo negro se juntó y
parecía que estaba a punto de meterse en su
boca.
Las defensas de los cuerpos de los niños eran
muy débiles, incluso sin el permiso de ellos, tal
vez eso pudiera entrar, Xie Lian no tuvo tiempo
para pensar en nadar. En una fracción de
segunda decisión, gritó: —¡CIERRA LA BOCA!
¡CORRAN!
En el momento en que salieron las palabras,
Lang Ying y Gu Zi se sobresaltaron y cerraron la
boca con sorpresa, poniéndose de pie. Sin
embargo, ese espíritu infantil había desaparecido
repentinamente, y al segundo siguiente, una
nube de humo negro explotó en la cara de Xie
Lian.
A pesar de que Xie Lian cerró la boca en el
momento en que gritó, ya podía sentir una
corriente de aire frío bajando por su garganta, ese
humo negro entrando en su estómago, sus
entrañas congelándose como si todo se fuera a
congelar en un segundo. Xie Lian apretó los
dientes, arrancó apresuradamente unos cuantos
amuletos de protección, sacó las hierbas y los
109
papeles encantados y los masticó con fuerza,
tragándolos. ¡No pasó mucho tiempo antes de
que le picara la garganta y esa nube de humo
negro fue expulsada!
Xie Lian se tapó la boca con la manga, tosiendo
sin parar, ahogándose en lágrimas, su mente
estaba tratando de pensar rápidamente en una
forma de contrarrestarla. Después de que la nube
de humo negro fue expulsada, todavía giraba y
se aferraba a él sin descanso, por lo que Xie Lian
presionó el alféizar de la ventana, se levantó y
saltó hacia el lago.
Salpicando el agua, Xie Lian se sumergió
profundamente en el corazón del lago. Contuvo
el aliento, cruzó las piernas y los brazos y se
sentó reflexionando, dejando que su cuerpo se
hundiera lentamente en ese lago helado. Una vez
que los latidos de su corazón volvieron a la
normalidad, levantó la vista y pudo distinguir que
la niebla negra se arremolinaba en la parte
superior, sellando toda la superficie del agua.
Una vez que emergiera, debía tomar una
respiración profunda y si inhalaba, entonces
seguramente aspiraría ese espíritu infantil a su
vientre. Si un hombre adulto tuviera un vientre
gigante e hinchado, definitivamente no sería
gracioso.
Sin embargo, saltar al agua fue solo para darse
un tiempo para pensar. No pasó mucho tiempo
110
antes de que a Xie Lian se le ocurriera una idea
y pensara: —¿Y si me lo trago? Me tragaré Fang
Xin también.
Había aprendido ese truco cuando actuaba en
las calles y aunque podría doler, no importaba,
siempre y cuando el espíritu infantil pudiera ser
capturado.
Decidido, Xie Lian soltó los brazos y comenzó
a nadar hacia los lados. Sin embargo, un sonido
sordo y profundo de agua vino desde arriba y de
repente, un enorme rojo intenso y vivo apareció
ante sus ojos.
Gruesos y desiguales cabellos negros tapaban
su visión, salpicaduras y burbujas de aire
burbujeaban frenéticamente y no se veía nada.
Xie Lian parpadeó, tratando desesperadamente
de quitar las miles y millones de burbujas de
cristal. Pero entonces, sintió un par de brazos
fuertes. Una mano sostuvo su cintura y la otra
sostuvo su barbilla.
En el segundo siguiente, algo frío y suave
cubrió sus labios.

111
Capítulo 95
Mente en confusión, pero no mencione que
el sensible corazón también (parte uno)

E
n ese instante, los ojos de Xie Lian se
abrieron.
Nunca en su vida alguien lo había tratado de
esta manera.
Primero, nadie se atrevía; segundo, nadie
podría. Sin embargo, esta persona era tan rápida
como el demonio y apareció tan repentinamente
que antes de que incluso tuviera la oportunidad
de defenderse, había caído en tal estado.
Desesperándose, se puso nervioso y sus
extremidades se agitaron, tratando
desesperadamente de empujar al otro, pero en su
lugar se atragantó con grandes bocados de agua,
gorgoteando cuando cadenas de cuentas de
agua cristalina brotaban de su boca. No podía
hacer eso bajo el agua. Por lo tanto, la mano que
rodeaba su cintura lo sujetó con más fuerza, sus
cuerpos se apretaron más entre sí y las manos
de Xie Lian estaban firmemente plegadas y
112
aplastadas contra su propio pecho, incapaz de
moverse. Sus labios aún estaban bien cerrados,
el beso se profundizaba y una corriente de aire
suave y frío pasaba lentamente. Asombrado e
indefenso, cuando comenzó a aceptar su destino,
Xie Lian finalmente vio claramente el rostro de
esta persona. Era Hua Cheng.
En el momento en que se dio cuenta de que era
Hua Cheng, dejó de luchar e innumerables
pensamientos aleatorios aparecieron en su
mente, todos inapropiados para el momento y el
lugar, como: —¡Así que es Hua Cheng! No es de
extrañar que tenga frío. ¡¿Los fantasmas no
necesitan respirar, pero todavía puede pasarme
aire?! ¿No se hunden los fantasmas en las
aguas?
Justo en ese momento, encontró la mirada de
Hua Cheng.
Al mirar fijamente esos ojos oscuros a una
distancia tan cercana, Xie Lian se congeló
instantáneamente y poco después comenzó a
luchar nuevamente, sus brazos se agitaron, como
un pato muy tonto y torpe que se estaba
ahogando. Los frenéticos brazos fueron
fácilmente detenidos por Hua Cheng, y con su
brazo todavía firmemente alrededor de la cintura
de Xie Lian, lo tomó y nadó hacia la superficie
rápidamente. No pasó mucho tiempo antes de
que los dos la atravesaran.
113
Las aguas se estaban congelando y el aire
también estaba frío, sin embargo, todo el cuerpo
de Xie Lian se estaba quemando. En el momento
en que flotaron hasta la cima, Xie Lian quiso
darse la vuelta, pero esa nube de humo negro
todavía estaba sobre las aguas, observando
como si buscara su presa, cuando vio emerger a
alguien, inmediatamente se lanzó a atacar. Xie
Lian solo giró un poco la cabeza antes de que
Hua Cheng la regresara con una mano detrás de
esta. Sus labios no se habían separado ni por un
segundo antes de que se apretaran uno contra el
otro una vez más. Los labios de Xie Lian estaban
adoloridos y adormecidos por el beso, sintiendo
que iba a perder la cabeza. Si se tratara de
alguien más, lo habría apuñalado con su espada
hace mucho tiempo, pero este era Hua Cheng,
por lo que no sabía qué hacer, sus lágrimas
estaban listas para caer de la angustia. Justo en
ese momento, más allá del rostro de Hua Cheng,
vio miles y millones de mariposas plateadas
atravesar el agua junto a ellos.
Acompañado por un trino agudo, esa espesa
lluvia de mariposas salió disparada desde la
superficie como una bala, sus alas reflejaban un
frío fulgor, afilado como la hoja y en poco tiempo,
el espíritu infantil gritó por el ataque, el humo
negro se dispersó e intentó huir en todas
direcciones. Sin embargo, la red de esas
114
mariposas cubría desde la tierra a los cielos,
sellando su interior y no importó cuánto se
estrelló y golpeó, no pudo abrirse paso. Los ojos
de Hua Cheng no se habían levantado a ver ni
una sola vez y con Xie Lian en su abrazo una vez
más se sumergieron de las aguas. Después de
un rato, los dos labios finalmente se separaron.
Una vez separados, otro chorro de burbujas de
aire brotó de la boca de Xie Lian y Hua Cheng
soltó una mano, lanzando un dado. Los dados
realmente giraron en el agua, rápidamente, y
arrojaron una corriente fuerte y giratoria antes de
finalmente detenerse. Después, los dos una vez
más salieron hacia la superficie del agua.
Esta vez, la costa no estaba muy lejos, y solo
entonces Hua Cheng llevó a Xie Lian a nadar.
Quién sabría qué orilla era, había luces y voces
de multitudes, aparentemente cerca pero muy
lejos. Detrás de ellos sobre las aguas, esa tropa
de mariposas salió disparada hacia el cielo con
esa nube de humo negro en su cautiverio,
volando hacia las tenues luces en la distancia,
dejando tras de sí un rastro de largos lamentos
del espíritu infantil.
—¡Mamáááááá-!
Los dos subieron a tierra, se sentaron
pesadamente en el suelo y mirándose el uno al
otro, Xie Lian finalmente pudo echar un buen
vistazo a Hua Cheng.
115
En realidad, los dos solo se habían separado
durante unos pocos días, pero Xie Lian sintió que
había pasado mucho tiempo desde la última vez
que se encontraron. Cada vez que se
encontraban, Hua Cheng se veía bien de
diferentes maneras. El Hua Cheng de esta vez
parecía ser mayor por un par de años en
comparación con la última vez. Su rostro siempre
había sido guapo, más brillante que las aguas.
Sus mechones eran extremadamente negros, su
piel extremadamente blanca, y en el lado derecho
de su mejilla había una trenza muy delgada y
pequeña con una cuerda roja que se enroscaba
intrincadamente. Esta era la primera vez que Xie
Lian se dio cuenta de que por encima de la frente
de Hua Cheng había pico de una viuda que hacía
que su rostro se viera aún más delgado y
atractivo. El parche negro que cubría un ojo que
emitía rastros de aura asesina, suavizando ese
encanto refinado, haciendo que su buena
apariencia alcanzara un equilibrio casi perfecto.
Las cejas de Hua Cheng estaban fruncidas,
como si tratara de contenerse y después de
jadear suavemente unas cuantas veces, abrió la
boca para hablar, su voz claramente más baja
que antes.
—Dianxia, yo...
Desde el cabello en su cabeza hasta todo su
cuerpo, el cuerpo de Xie Lian estaba goteando
116
agua. Sus labios estaban hinchados, sus ojos en
blanco y fue solo después de un buen momento
de desorientación y aturdimiento que murmuró:
—Yo... yo... yo... —Su tartamudeo; yo, continuó
hasta que de repente, él dijo al azar—: Tengo un
poco de hambre. —Al escuchar esto, Hua Cheng
se sorprendió. Xie Lian aún no se había
recuperado de la conmoción y dijo en un estado
de confusión—: No. Yo... yo... tengo un poco de
sueño...
Se dio la vuelta, con la espalda hacia Hua
Cheng y se arrodilló, tocando el suelo con las
manos, haciendo revueltos, como buscando algo.
Detrás de él, Hua Cheng preguntó: —¿Qué está
buscando?
Xie Lian, inconscientemente, no se atrevió a
mirarlo y dijo incoherentemente: —Estoy
buscando algo. Estoy buscando mi sombrero de
bambú, ¿dónde está mi sombrero de bambú?
Si alguien más estuviera viendo cómo se
desarrollaba esta escena, ciertamente gritarían:
—¡Se acabó! ¡Se ha vuelto estúpido!
Pero en realidad, fue solo porque Xie Lian
nunca había experimentado algo como esto
antes y el impacto fue demasiado grande, lo que
lo hizo descontrolarse un poco. Xie Lian se
arrastró sobre sus manos y rodillas, arrastrando
los pies con la espalda todavía mirando a Hua
Cheng, murmurando: —... No puedo encontrarlo.
117
Me voy ahora. Me voy a casa a comer... necesito
ir a recoger algunas sobras ahora...
—... Lo siento —dijo Hua Cheng.
Sintiendo que la voz detrás de él se acercaba,
Xie Lian se puso de pie de un salto y gritó: —¡ME
IRÉ AHORA!
Este grito fue como un grito de auxilio. Hua
Cheng dijo apresuradamente: —¡No!
Xie Lian intentó apresurarse a huir, pero a
pocos pasos de su pie se torció y cayó al suelo.
Mirando hacia atrás, había un rastro de sangre
detrás de él, esa aguja profundamente incrustada
en la parte inferior de su pie estaba
completamente atascada. Hua Cheng
inmediatamente se agarró de su tobillo, su voz
sonaba alarmada.
—¿Qué sucede?
Xie Lian inmediatamente intentó tirar de su
pierna hacia atrás.
—Nadanada, no duele en absoluto, ¡está bien!
Hua Cheng se enojó un poco.
—¡Cómo puede no doler!
Luego movió las manos, ¡en realidad iba a
quitarle la bota! Aterrorizado, Xie Lian se arrastró
hacia adelante otra vez, llorando mientras se
arrastraba.
—NO, NONONO, ¡NO HAY NECESIDAD!
Siguió arrastrándose, tratando de escapar y
Hua Cheng se aferró a él, evitando que lo hiciera.
118
Fue un completo pandemónium y finalmente
alertó a todos los demás en tierra. Una multitud
rugiente, parloteando y balbuceando, un gran
grupo de quién sabe qué tipo de bichos raros,
vinieron a rodearlos, gritando: —¡QUIÉN ESTÁ
ALLÍ! ¡COMO TE ATREVES! ¿NO SABES QUÉ
ES ESTE LUGAR? ¿YA NO QUIERES VIVIR O
QUIERES MORIR DE NUEVO? YO... OH VAYA,
¿NO ES ESTE MI SEÑOR?!
La multitud de fantasmas gritó inmediatamente
al unísono: —¡BUEN DÍA A USTED, MI SEÑOR!
Xie Lian dejó escapar un gemido en su cabeza,
deseando desesperadamente poder cubrirse la
cara con las manos. ¡Esta era la Ciudad
Fantasma!
Había un buen número de fantasmas en la
multitud que él recodaba haber visto vagamente
desde la última vez que vino, Xie Lian incluso vio
una cabeza de cerdo familiar. Los dos estaban
empapados de pies a cabeza, rodeados por
innumerables humanos y fantasmas por igual,
observándolos, y Hua Cheng todavía tenía su
mano sosteniendo su tobillo. Esta fue una escena
tan impactante que finalmente Xie Lian
reaccionó. Pero quién hubiera, que una vez que
la multitud de fantasmas reconoció a Hua Cheng,
se emocionarían aún más, gritando: —¡MI
SEÑOR! ¿ESTÁ TRATANDO DE VIOLAR A

119
ALGUIEN? ¡NECESITA AYUDA! ¡LE
AYUDAREMOS A MANTENERLO ABAJO!
—¡LÁRGUENSE! —Ordenó Hua Cheng.
Esa multitud de fantasmas se apresuró a
correr. Pero incluso si fueran a mirar desde lejos,
sin atreverse a acercarse, Xie Lian quería
desmayarse y acabar con todo de igual manera,
porque Hua Cheng se había puesto de pie, se
agachó y lo levantó con cuidado, alzándolo para
cargarlo, caminando con dificultad para salir de la
orilla.
Xie Lian todavía estaba vestido con ropa de
mujer y solo podía estar agradecido de que la
almohada ya no estuviera metida en su vientre,
de lo contrario pintaría una imagen aún más
aterradora. Sin embargo, el pensamiento
espantoso finalmente lo devolvió por completo al
presente. Luchó un poco en los brazos de Hua
Cheng pero no tuvo éxito, así que se aclaró la
garganta suavemente: —... San Lang, lo siento.
Estaba un poco descompuesto ahora, qué
vergonzoso.
Lo que sucedió en ese momento fue realmente
un golpe demasiado grande para él. La palabra
golpe era provisional, pero esta era su primera
vez después de todo. Sin embargo, no fue solo
porque fue su primera vez. En los muchos siglos
pasados, no era como si no hubiera mujeres
seductoras que trataron de tentarlo con sus
120
cuerpos desnudos, pero Xie Lian nunca había
reaccionado de manera tan vergonzosa.
Entonces, ¿por qué terminó en tal estado ahora?
Solo podía adivinar que debía ser porque el
Guoshi principal solo le había enseñado a
defenderse contra las mujeres pero no contra los
hombres y no tenía experiencia, por lo que no
había sabido cómo reaccionar.
Pensando en el modo en que se había
conducido, Xie Lian estaba un poco avergonzado
y sentía que había reaccionado de forma
exagerada, pensando que San Lang tenía
buenas intenciones, pero terminó asustándolo
hasta este punto, realmente estaba siendo
demasiado descortés. Sin embargo, Hua Cheng
respondió: —Nada de eso. Fui yo quien cruzó la
línea y ofendió a Gēge. San Lang está
equivocado y se disculpa.
Al ver que no se lo tomó en serio, Xie Lian
secretamente dejó escapar un suspiro de alivio.
—Estaba en una situación desesperada y solo
intentabas ayudar, de todos modos, no era un
gran problema. —Oh cierto, de repente recordó
lo que estaba haciendo—. San Lang, ¿por qué
apareciste repentinamente de nuevo? ¿Dónde
está ese espíritu infantil?
Sin embargo, Hua Cheng respondió con un
tono autoritario: —Lo primero es tratar sus
heridas.
121
En medio de su intercambio, los dos ya habían
llegado ante un magnífico edificio, y cuando Xie
Lian levantó la vista, en la entrada colgaba el
título, Mansión Paraíso.
Estaba asombrado. ¿Esa quemada Mansión
Paraíso realmente fue reconstruida tan rápido? Y
se veía exactamente igual a la anterior. Sin
embargo, con una conciencia culpable, Xie Lian
estaba demasiado avergonzado para preguntar
al respecto. Hua Cheng entró, cargándolo en sus
brazos, y puso un futón negro. Xie Lian se sentó
en el futón y él mismo se arrodilló por debajo,
sujetando el pie lesionado de Xie Lian y
comprobando el pequeño pinchazo teñido con
sangre debajo.
La posición hizo que Xie Lian se sintiera
incómodo, y gritó: —¡No! —E hizo un movimiento
para bajar del futón, pero Hua Cheng lo empujó
hacia atrás, quitándole rápidamente la bota y el
calcetín con una mano firme.
Este pie también resultó ser el que tenía el
grillete maldito, una cadena negra y profunda
alrededor de ese tobillo limpio y blanco, un
poderoso contraste. Los ojos de Hua Cheng solo
se detuvieron por un momento en ese suave
tobillo antes de que su palma presionara la herida
de Xie Lian.

122
—Esto podría doler un poco —dijo Hua
Cheng—. No se contenga, Gēge. Llore si le
duele.

123
124
Capítulo 96
Mente en confusión; pero no mencione que
el sensible corazón también (parte dos)

—Yo... —dijo Xie Lian.


Antes de que terminara su oración, sintió que
Hua Cheng apretaba con un poco de fuerza, una
serie de dolores le subieron por la pierna y no
pudo evitar retroceder.
Aunque la fuerza de Hua Cheng ya estaba
extremadamente controlada y este pequeño dolor
no era nada para Xie Lian, por alguna razón,
frente a él, Xie Lian parecía incapaz de ocultar su
dolor. Tal vez lo que Hua Cheng le dijo antes era
lo que hizo que se esforzara demasiado para
contener el dolor, pero resultó contraproducente.
Al sentir que Xie Lian retrocedía, Hua Cheng al
instante sostuvo su tobillo con más fuerza y lo
tranquilizó con una voz suave: —No se preocupe.
Se acabará pronto. No tenga miedo.
Xie Lian negó con la cabeza, pero las manos
de Hua Cheng se habían vuelto aún más suaves,
su mano operaba rápidamente y cuando la
125
levantó de nuevo, esa pequeña aguja ya había
sido extraída.
—Muy bien, está hecho.
Xie Lian enfocó sus ojos y vio que la punta de
esa aguja brillaba con un veneno vicioso. Hua
Cheng cerró sus cinco dedos y lo aplastó
fácilmente en un pequeño chorro de gas negro,
disipándose en el aire. Al ver esto, Xie Lian dejó
de lado toda su incomodidad y comentó con
seriedad: —Qué pesado aire de rencor. Un
espíritu feto típico no debería tener un poder
espiritual tan fuerte.
Hua Cheng se puso de pie.
—Tiene razón. Entonces, este espíritu no debe
ser de un aborto espontáneo normal.
En ese momento, un hombre enmascarado
entró con la cabeza agachada, una vasija de
barro era presentada con ambas manos, y se la
entregó a Hua Cheng. Xie Lian,
inconscientemente, comprobó si la muñeca de
ese hombre todavía llevaba ese grillete maldito,
pero esta vez las mangas del hombre estaban
atadas completamente. Hua Cheng tomó la olla
con una mano y la miró, luego se dio la vuelta
para pasársela a la Xie Lian que estaba sentado
en el futón negro. Xie Lian aún no se había
acercado y el sonido sordo de un llanto de niño
se podía escuchar desde dentro, y parecía que
algo estaba hurgando locamente, haciendo que
126
la olla de barro se agitara ligeramente, incapaz de
permanecer quieta, por lo que se volvió más
cauteloso.
Cuando tomó esa olla de barro, quitó un poco
una esquina de la tapa y se asomó, pudo sentir
una sensación de aterrador frío en su columna
vertebral.
Dentro de la olla había una masa de algo
parecido a un feto. Aunque tanto los brazos como
las piernas habían crecido, eran débiles e
impotentes, y la cabeza permanecía oculta en las
sombras. Con todo, no era más que un trozo de
órgano retorcido.
¡Esta era su verdadera forma!
Xie Lian inmediatamente cerró la olla y dijo:
—Ya veo.
Una vez escuchó que había quienes buscaban
mujeres embarazadas que aún no habían llegado
a formar al bebé, y cruelmente cortaban al niño
de las barrigas de las mujeres, transformándolos
en pequeños demonios para realizar hechizos,
instándoles a hacer daño, ya sea para proteger al
que lanzó la maldición o para la protección de una
vivienda y la suerte. Al ver esto, el espíritu del feto
era sin duda el producto de un hechizo malvado,
y su madre bien podría haber sido alguna vez
adoradora de Xie Lian, de lo contrario no habría
encontrado su amuleto de protección escondido
en la ropa de ese niño todavía no nacido.
127
Xie Lian murmuró y luego dijo: —Este espíritu
de feto fue capturado por ti, pero ¿le importaría a
San Lang si me lo llevo para investigar? Ya me
había topado con eso una vez en el Monte Yu
Jun, y como era la segunda vez que aparece ante
mí, no sé si es una mera coincidencia o si hay
algún tipo de conexión.
—Si quiere tomarlo, simplemente tómelo.
—Hua Cheng dijo—. Incluso si yo no apareciera,
usted igualmente lo habría capturado.
Xie Lian se rió entre dientes.
—Sea como sea, San Lang lo atrapó sin
esfuerzo, mucho mejor que si yo fuera a
intentarlo.
Fue un comentario imprevisto, pero Hua Cheng
comentó: —¿Es cierto? Y si no aparecía, ¿cómo
planeaba capturarlo? ¿Capturarlo en su vientre y
luego tragarse la espada?
—...
Él realmente le dio al blanco.
No había ningún rastro de disgusto en el rostro
de Hua Cheng, pero Xie Lian de alguna manera
sintió que tal vez Hua Cheng estaba un poco
molesto.
Los instintos le dijeron que si no respondía con
la verdad, Hua Cheng se enojaría más. Justo
cuando estaba pensando en una respuesta, de
repente sintió que su estómago se encogía

128
ligeramente y sin pensar, Xie Lian dijo:
—... Tengo un poco de hambre.
—...
—...
Solo después de que las palabras salieron de
su boca, Xie Lian se dio cuenta de lo que había
dicho. Demasiado avergonzado de ver la
reacción en el rostro de Hua Cheng, Xie Lian se
explicó honestamente: —Esta vez es verdad...
Un momento después, Hua Cheng finalmente
dijo pufff y se echó a reír.
Una vez que se echó a reir, fue como si todas
las nubes sombrías de Xie Lian se dispersaran y
suspiró de alivio. Hua Cheng, por otro lado,
estaba medio riendo, medio suspirando, y asintió
con la cabeza.
—Está bien.

Hua Cheng había querido retenerlo y


organizar un banquete en Mansión Paraíso, pero
cuando Xie Lian escuchó; organizar un banquete,
supo que sería una situación demasiado grande
y sugirió que los dos salieran a dar un paseo y
encontraran algo para comer al mismo tiempo.
Hua Cheng accedió a ello.

129
Hacía bastante calor en Mansión Paraíso y a
pesar de que entraron empapados de agua, se
secaron poco después. Sin embargo, el vestido
de Xie Lian en el atuendo de las mujeres era
terriblemente llamativo, por lo que le había pedido
prestado un conjunto de ropa a Hua Cheng,
volviendo a ponerse una túnica limpia y blanca.
Luego, los dos se pusieron en marcha, e incluso
después de haber caminado una distancia
considerable, aún se podían escuchar los
lamentos del espíritu del feto, los gritos de;
mamá, sonaban en el aire, demostrando su
tenacidad obstinada. Sin embargo, ya existían
aullidos y lamentos de demonios y fantasmas en
toda la Ciudad Fantasma, por lo que sus gritos se
ahogaron en su interior, siendo ni si quiera algo
perceptible.
La calle principal de la Ciudad Fantasma
estaba llena de gente como siempre y en ambos
lados de la calle había puestos que vendían
comida exótica. Aunque los demonios y los
fantasmas seguían siendo los mismos, sus
actitudes hacia Xie Lian fueron completamente
diferentes a las de la última vez que pasó por este
lugar. Hua Cheng caminaba a su lado, hombro
con hombro y los dueños de los puestos de
aspecto extraño salieron a saludarlos con
sonrisas, luchando entre sí para darles la
bienvenida en su morada, inclinándose casi a la
130
mitad, recordándole a Xie Lian un dicho aleatorio:
el zorro asumiendo el poder del tigre.11
Aparte de rendir homenaje a Hua Cheng, había
cientos y miles de ojos mirando a Xie Lian con
ojos acalorados, como si juzgaran y conjeturaran.
¿Quién era él para poder caminar hombro con
hombro con el Señor de la Ciudad Fantasma?
Esto hizo que Xie Lian se preguntara si tal vez
había tomado otra decisión equivocada:
posicionarse en la corriente fluida de monstruos y
demonios, ante los ojos de millones de personas,
Hua Cheng parecía sentirse como en casa y le
preguntó: —¿Qué quiere comer?
Finalmente, al ver un puesto que vendía algo
que no era tan extraño, Xie Lian quiso terminar
las cosas rápidamente y dijo: —Este está bien.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —No este.
—¿Por qué? —Xie Lian tenía curiosidad.
Hua Cheng no dijo una palabra, pero le hizo un
gesto para que mirara dentro. Xie Lian miró y
cuando el dueño del puesto los vio detenerse
frente a él, se frotó las manos con emoción, como
si esperara para darles la bienvenida, limpiando
nerviosamente las mesas, las sillas y los bancos.
Sin embargo, lo que estaba usando para limpiar
los muebles era su lengua.
—...

11
[狐假虎威] 'El zorro asumiendo el poder del tigre' - significa que uno que era
débil parece ser fuerte solo porque está al lado de alguien poderoso.
131
Aunque los tazones y los cubiertos estaban
goteando con brillantes cuentas de agua después
de haber sido lamidos por esa lengua ancha y
larga, reflejando un brillo que los hacía parecer
nuevos, de todas formas, Xie Lian decidió
abandonar el puesto resueltamente, y se
apresuró a alejarse. Después de unos pocos
pasos, vio otro puesto; Una tienda de sopa de
pollo que apareció limpiamente puesta, el letrero
en frente de la puerta decía: —Pollo criado en
casa, caldo cocido a fuego lento. Hecho de carne
fresca, limpieza garantizada.
Xie Lian se detuvo.
—Oh, sopa de pollo. ¿Qué tal un tazón?
Sin embargo, Hua Cheng volvió a decir: —Este
tampoco.
Xie Lian parpadeó: —¿Es un problema con los
platos o con el pollo?
Hua Cheng lo llevó a la tienda, apartó un juego
de cortinas e hizo un gesto a Xie Lian para que
mirara. Curioso, Xie Lian asomó la cabeza e
inmediatamente se quedó sin habla. Dentro de la
cocina había una olla enorme, un fuego rugiente
debajo y el vapor salía de ella. Dentro de la olla
había un hombre grande con una brillante cresta
de gallo roja en la cabeza y estaba se cociendo a
fuego lento en las aguas hirvientes. Junto a la olla
había muchos cubos que contenían sal, pimienta,
hierbas y condimentos. En el frente de la tienda,
132
un cliente gritó: —¡JEFE, PÓNGALE MÁS DE
SAL A LA SOPA! ¡ESTÁ DEMASIADO FLOJA!
Mientras se bañaba, ese hombre agarró un
gran puñado de condimentos y se lo untó,
frotándolos con fuerza sobre su cuerpo con una
toalla, aumentando el sabor. Luego, dejó salir un
largo cacareo: —¡KIKIRIKI!
Xie Lian dejó caer las cortinas y salió
silenciosamente.
Después de hacer una gran ronda, los dos
finalmente encontraron una tienda, su
especialidad era Delicias auténticas del Reino
Mortal. Aunque Xie Lian sospechaba de lo
auténtico que era, por ejemplo, hasta donde él
sabía, los cocineros mortales no utilizarían la
carne de grandes monstruos difíciles de cazar
para hacer shish kebabs, pero en comparación,
esta tienda era lo más normal.
En el momento en que los dos se sentaron, la
multitud de fantasmas que los habían estado
siguiendo se acercó de inmediato y los rodearon,
solicitando atentamente agregar más platos a su
comida. Ese cerdo carnicero llevaba consigo una
gruesa pierna blanca, humana, golpeándola con
fuerza, y gritó con voz áspera: —¡MI SEÑOR!
¿QUIERE PIERNAS FRESCAS? ¡ESTO ACABA
DE LLEGAR!
La multitud le gritó: —¡SAL DE AQUÍ!
¿PIENSAS QUE EL AMIGO DEL SEÑOR SE
133
COMERÍA ESA MIERDA? ¿LO TOMAS POR EL
GOBLIN VERDE? ¡TAL VEZ TUS PROPIAS
PIERNAS ESTARÍAN MEJOR!
—¡QUÉ FUERTE OLOR A SANGRE!
¡USTEDES SON GENTE ASQUEROSA!
Ese cerdo en realidad levantó una de sus patas
de cerdo y gritó: —SI MI SEÑOR Y EL AMIGO
DE MI SEÑOR LO QUIEREN, MI VIEJA PATA
NO ES NADA, ¡LA CORTARÉ! ¡DÉJENME
DECIRLES, MI VIEJA CARNE ESTÁ
DEFINITIVAMENTE LLENA DE SABOR!
Xie Lian no pudo evitar sonreír y se comió su
papilla con la cabeza baja. Hua Cheng los ignoró
intencionalmente, de modo que la multitud de
fantasmas y demonios intentaron fervientemente
empujar sus productos a Xie Lian, balbuceando:
—Especialidad de comida callejera: ¡jugo de
cerebro! ¡Cerebros de monstruos especialmente
seleccionados, cada uno con un cultivo de más
de cincuenta años! ¡Huela esta deliciosa
fragancia, mi buen señor!
—¡Este pudín de sangre de pato es realmente
bueno, cuak! ¡Mira, cuack! ¡Está recién cortado
de mi propia carne, cuak! ¿No lo probará, cuak?
—Nuestras frutas son auténticas frutas frescas
de los cementerios, no recogemos las que crecen
de cuerpos muertos, en serio, ni una sola palabra
es mentira...

134
135
Montañas y montañas de comida ofrecidas,
tanto que Xie Lian estaba teniendo problemas
para verlo todo, y les agradeció sin cesar. No
quería reprimir esta ola de fervoroso afecto, pero
al mismo tiempo, muchas de esas exóticas
comidas callejeras eran realmente difíciles de
aceptar y en el lío de las cosas, vio a Hua Cheng
sentado allí, apoyando su mano en su mejilla,
mirándolo con una gran sonrisa. Xie Lian miró a
su alrededor, se aclaró la garganta y luego
susurró: —... San Lang...
Solo en ese momento, Hua Cheng habló: —No
hay necesidad de preocuparse por ellos, Gēge.
Solo están demasiado emocionados porque hay
un invitado.
Un fantasma dijo de inmediato: —MI SEÑOR,
¡NO DIGA ESO! ¡NO ES QUE NOS
EMOCIONEMOS POR CUALQUIERA! SI EL
SEÑOR ES NUESTRO GRANDIOSO SEÑOR,
ENTONCES EL SEÑOR GĒGE ES NUESTRO
DA BOGONG...12
—¡SÍ! ¡POR SUPUESTO QUE TENEMOS
QUE EMOCIONARNOS CUANDO EL GRAN DA
BOGONG ESTÁPOR AQUÍ!
Xie Lian no sabía si reír o llorar, preguntándose
qué demonios estaban diciendo y Hua Cheng
también gritó: —¡Basta de tonterías! ¡Cállense!
12
[大 伯公]: El título de los habitantes de la Ciudad Fantasma para Xie Lian.
Traducido literalmente como, tío abuelo grande (o mayor). Pero en este caso, también
puede significar algo así como maestro / señor, un título de respeto.
136
La multitud de fantasmas accedió
apresuradamente.
—¡SÍ SEÑOR! MI SEÑOR ESTÁ EN LO
ABSOLUTAMENTE CORRECTO. NOS
CALLAREMOS. ¡ESTÁ DA BOGONG!
Justo en ese momento, inesperadamente,
algunas de las fantasmas que habían estado
riendo por un lado finalmente no pudieron
contenerse más y gritaron: —¡Hey! Tú... ¿no eras
ese Daozhang Gēge que le dijo a Lan Chang que
no podías levantarlo?
—...
Xie Lian casi escupió su bocado de papilla en
el acto.
Era como si la multitud de fantasmas hubiera
descubierto un gran secreto y explotaron.
—¡OH VAYA, MI JODIDO DIOS! ¡TIENES
RAZÓN!
—¡ES ÉL, ES ÉL, ES ÉL! ¡LAN CHANG FUE Y
LES DIJO A TODOS!
Los demonios más inteligentes estaban
aplastando apresuradamente la boca de esos
enérgicos fantasmas, sin embargo, Hua Cheng
sin duda había escuchado. Xie Lian se asomó y
vio a Hua Cheng enarcando una ceja, mirándolo
con un ojo indescifrable, como si tratara de
entender qué tenía que ver el; levantarse, con Xie
Lian. Originalmente, esa era la excusa que Xie
Lian había usado cuando esa mujer fantasma se
137
había aferrado a él, y aunque la multitud se
burlaba de él, en ese momento podía enfrentarla
como si no fuera nada. Sin embargo, ahora que
se había dicho frente a Hua Cheng, Xie Lian no
podía soportarlo, deseando desesperadamente
poder simplemente ahogarse con una bocanada
de papilla.
—Yo... —Xie Lian comenzó.
Hua Cheng parecía estar esperando
pacientemente a que continuara, pero ¿cómo
podría explicarse algo como esto? ¿Realmente
iba a discutir con una cara seria que no era, de
hecho, impotente?
Xie Lian terminó débilmente: —... estoy lleno.
Eso no era una mentira, realmente estaba
lleno, así que se levantó de inmediato y salió
corriendo del puesto. Detrás de él, esa multitud
de fantasmas llevó sus montañas de delicias y
platos exóticos aullando sin parar.
—¡MI, MI SEÑOR! ¿¡NO VA A COMER MÁS?!
Hua Cheng corrió tras él también, pero se tomó
un momento libre para mirar hacia atrás y ordenó
nuevamente: —¡LÁRGUENSE!
Esa multitud de fantasmas se apresuró a correr
de nuevo. Adelante, Xie Lian caminó al azar, pero
al ver que esos fantasmas y demonios no lo
seguían, redujo el paso para esperar a Hua
Cheng. No pasó mucho tiempo antes de que Hua
Cheng se adelantara con las manos a su lado,
138
hablando con una voz seria: —No sabía que
Gēge tenía una condición tan indescriptible.
Xie Lian inmediatamente gritó.
—¡NO LA TENGO! —Luego se lamentó con
tristeza—... San Lang.
Hua Cheng asintió.
—Muy bien. San Lang entiende. No diré otra
palabra sobre el tema.
Él puso la cara de alguien extremadamente
bueno y obediente, pero obviamente fingiéndolo.
Xie Lian comentó: —Eres tan insincero.
Hua Cheng se echó a reír: —Se lo juro, no
encontrará a nadie más sincero que yo en este
mundo.13
Al escuchar esa respuesta familiar, Xie Lian
también se rió.
Un momento después, preguntó con voz seria:
—San Lang, ¿sabes dónde está el Templo
QianDeng?

13
La primera vez que hubo este intercambio de palabras fue en ella capítulo 31.
Luego de que Xie Lian dijera que quería ver el verdadero rostro de Hua Cheng.
139
Capítulo 97
Creando en la Noche de Blanco; fragancia
añadida por las mangas rojas14

P
ara esta pregunta, en realidad Xie Lian ya
tenía la respuesta. Sin embargo, la reacción
de Hua Cheng fue muy diferente de lo que
esperaba.
Después de un momento de silencio, Hua
Cheng de repente dijo: —Lo siento.
—¿Qué? —Xie Lian estaba confundido.
Al principio, había pensado que si el Templo de
QianDeng no era una broma, el que tendría la
mayor conexión solo podría ser Hua Cheng. Pero
no importaba lo mal que estuviera con su
suposición, no había razón para que Hua Cheng
se disculpara. Hua Cheng no respondió y solo le
hizo un gesto para que siguiera caminando junto
a él, y Xie Lian siguió su ejemplo. Los dos

14
[紅袖添香] 'Fragancia añadida por mangas rojas' es un verso que describe
el lujo de un matrimonio feliz, ya que 'mangas rojas' simboliza a una novia, y
'agregar fragancia' representa a un erudito que estudia con el
acompañamiento de una mujer hermosa. MXTX estaba usando el verso como
un juego de palabras.
140
caminaron un rato y después de girar, la vista que
tenía ante sí se abría a un amplio horizonte; un
templo deslumbrante y trascendental apareció
silenciosamente ante los ojos de Xie Lian.
En un instante, su respiración se detuvo.
A su alrededor estaba el oscuro y vívido paisaje
sangriento del reino de los fantasmas, pero
rodeado por un telón de fondo tan siniestro se
alzaba ese templo, hermoso más allá de las
palabras, con miles de luces encantadoras como
el paraíso.
Que un templo con brillantez e iluminación
como este estuviera en el centro de un ruidoso y
caótico pandemónium de la talla de la Ciudad
Fantasma, era opuestamente llamativo pero
impresionante. Al segundo que se viera dejaría
una imborrable profunda impresión. Pasó un
tiempo antes de que Xie Lian pudiera hablar.
—... Esto...
Los dos se pararon frente al templo y Xie Lian
levantó la cabeza para mirar. Hua Cheng también
levantó la cabeza ligeramente y dijo: —El Festival
de Medio Otoño fue hace unos días y pensé que
Gēge probablemente se uniría a ellos en sus
juegos anuales aburridos, así que configuré este
lugar para darle un poco de diversión a Gēge
mientras asistía al banquete, para hacer las
cosas interesantes.
—...
141
142
143
Su forma de hacer las cosas interesantes era
demasiado impactante. Por el bien de la diversión
de Xie Lian, ¡construyó un templo y levantó tres
mil Linternas de Bendiciones de Luz Eterna!
Hua Cheng bajó la cabeza, se arregló las
mangas y luego agregó: —No quería que lo
supiera porque lo hice por un capricho. Construí
el templo de Gēge en un lugar tan desordenado,
por favor, Gēge no esté ofendido.
Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza.
Hua Cheng en realidad pensó que le estaba
causando problemas, por lo que no quería que lo
supiera. Xie Lian realmente no sabía qué decir.
En este punto, decir que estaba agradecido era
poco, por lo tanto, Xie Lian se calmó, tomó una
gran bocanada de aire y procedió a apreciar este
Templo QianDeng con atención.
Un momento después, inclinó la cabeza y le
preguntó: —Este templo es gloriosamente
magnífico, el arte y la artesanía en su
construcción son divinos; no podría haber sido
construido en pocos días. San Lang, no acabas
de construir esto recientemente, ¿verdad?
Hua Cheng sonrió.
—Por supuesto que no. Gēge tiene buen ojo,
esto fue construido hace mucho tiempo. Nunca
encontré un uso para eso, así que lo tenía oculto,
y no se le ha permitido entrar a nadie antes.

144
Tendré que agradecer a Gēge por finalmente
darle un propósito y hacer que vea la luz del día.
Al escuchar esto, Xie Lian dejó escapar un
suspiro de alivio.
Si se construyó hace mucho tiempo, pero
nunca fue usado y tuvo otras intenciones al
principio, entonces solo fue implementado por
conveniencia. Si Hua Cheng realmente hubiera
construido un templo solo para él, se sentiría aún
más incómodo. Por supuesto, con la
personalidad de Hua Cheng, bien podría haber
sido construido por puro entretenimiento. Aunque
Xie Lian tenía mucha curiosidad por saber por
qué Hua Cheng construiría un edificio que era tan
completamente diferente al resto de la Ciudad
Fantasma, aun así, Xie Lian contuvo el impulso
de preguntar. No era un buen hábito forzar
demasiado; ¿Quién sabe si uno terminaba por
preguntar algo que no debía?
—¿Quiere entrar y echar un vistazo?
—Preguntó Hua Cheng.
—Por supuesto. —Xie Lian respondió
alegremente.
Lado a lado, los dos entraron en el templo sin
prisa, paseando por el camino pavimentado por
piedras de jade. Mirando a su alrededor, el
interior del templo era amplio y abierto, pero no
tenía una estatua divina ni los cojines para que
los fieles se arrodillaran. Hua Cheng dijo: —Esto
145
se construyó a toda prisa, por lo que si hay algo
que no está bien, ruego que a Gēge no le
moleste.
Xie Lian sonrió.
—No, en absoluto. Creo que esto es muy
bonito. Muy, muy agradable. Es bueno que no
haya un ídolo o cojines, mejor si no hay ninguno.
Pero, ¿por qué tampoco hay placa de título?
Esta no fue una pregunta crítica; solo que,
dentro del templo, incluso en las piedras
desgastadas que pavimentaban los caminos
estaban grabadas delicadamente las palabras;
Templo de QianDeng, y solo faltaba la placa del
título sobre la entrada, por lo que, naturalmente,
no podía ser un simple error, por eso Xie Lian
tenía curiosidad.
Hua Cheng se rió entre dientes.
—No se pudo evitar. Realmente no hay nadie
aquí que pueda escribir. Mire a la multitud antes,
ya sería impresionante si pudieran reconocer las
letras. ¿A Gēge le gusta algún profesor de
caligrafía en particular? Lo invitaré a ayudar a
componer para la placa. O, en mi opinión, la
mejor solución es si el mismo Gēge dibujara el
letrero para colgarlo aquí en el Templo
QianDeng. Eso sería más que asombroso.
Mientras hablaba, señaló el altar en el gran
salón. Esa mesa de jade era extremadamente
larga y ancha; sobre ella estaba ordenadamente
146
decorada con varias ofrendas, un quemador de
incienso, e incluso había pinceles, tinteros y
papel; Un refrescante sabor de erudición. Los dos
se acercaron y Xie Lian dijo: —Entonces, ¿qué tal
si San Lang hace uno para mí?
Al escuchar esto, los ojos de Hua Cheng se
ensancharon un poco, como si no esperara que
dijera eso.
—¿Yo?
—Sí —respondió Xie Lian.
Hua Cheng se señaló a sí mismo.
—¿De verdad quiere que escriba?
Xie Lian notó su incomodidad y preguntó:
—San Lang, ¿hay algo malo?
Hua Cheng enarcó una ceja y respondió:
—Nada está mal, es solo que... —Al ver que Xie
Lian estaba esperando que respondiera, apretó
los puños y respondió, algo impotente—. Bueno.
Es solo que no escribo bien.
Esto era algo nuevo. Xie Lian realmente no
podía imaginar que hubiera algo que Hua Cheng
no pudiera hacer bien. Él sonrió: —¿Oh? ¿De
Verdad? ¿Puedes escribir algo y enseñarme?
Hua Cheng volvió a preguntar: —¿De verdad
quiere que escriba?
Xie Lian sacó unas cuantas hojas de papel en
blanco, las colocó cuidadosamente sobre la mesa
de jade y las alisó con atención, luego sacó un

147
pincel morado de aspecto fino y lo puso en su
mano.
—Ven.
Al ver que tenía todo preparado, Hua Cheng
dijo: —Muy bien, bien. Pero no se ría.
Xie Lian asintió.
—Pero por supuesto.
Así, Hua Cheng tomó el pincel y comenzó a
escribir, asumiendo un aire de seriedad. Xie Lian
observó, de pie junto a él, pero cuanto más
observaba, más cambiaba de color su cara.
Realmente quería retener la risa, pero no podía
hacerlo. Hua Cheng, mientras dibujaba locuras,
escribiendo imprudentemente en ese papel,
habló en tono medio de advertencia y medio en
broma.
—Gēge.
Xie Lian enseguida ajustó su expresión.
—Mi error.
Él no quería, pero ¿qué podía hacer? ¡La
escritura de Hua Cheng era demasiado graciosa!
Incluso en la historia de la maniática escritura
que Xie Lian alguna vez hubiera visto, estas ni
siquiera eran rival para la pincelada de Hua
Cheng, y dentro de lo salvaje de esta llevaba un
torbellino malévolo y el aire del mal. Si algún
profesor de caligrafía viera esto, probablemente
voltearía los ojos hacia atrás y moriría en el acto.
Tomó mucho tiempo y fue con una dificultad
148
inmensa antes de que Xie Lian pudiera distinguir;
vasto mar, aguas, Monte Wu, nubes y otras
figuras diabólicas semejantes, y supuso que Hua
Cheng debía estar escribiendo: Después del
vasto Mar, las aguas ya no son aguas; Después
de que el Monte Wu se haya retirado, las nubes
ya no son nubes.15
Pensando en cómo Hua Cheng dominaba el
reino de los fantasmas, temido por todos los
cielos y el infierno, finalmente mostraba una
expresión como esa en algo y cuando escribía
eran tales versos, Xie Lian iba a reventar sus
entrañas en su risa. Cogió con ambas manos el
producto final que Hua Cheng completó con solo
un giro de su mano y fingió estar calmado.
—Bien. Tiene cierta personalidad, un gran
sentido de unidad. Tiene estilo.
Hua Cheng colocó el pincel hacia atrás,
luciendo equilibrado y correcto, y entrecerró los
ojos con una sonrisa.
—Demencia, quiere decir.

15
[曾經滄海 難為 水, 除卻 巫山 不是 雲
取 次 花叢 懶 懶 , 緣 修道 半 緣 君]
Después del vasto mar, las aguas ya no son aguas;
Después de que el Monte Wu se haya retirado, las nubes ya no son nubes;
Al cruzar a través de las flores el ojo es perezoso;
La mitad del destino en el cultivo, la mitad del destino en ti.
Este fue un poema escrito por el poeta Tang Yuan Zhen, que expresa su amor eterno
y su devoción a su esposa. Los primeros dos versos se usan actualmente para expresar
la nostalgia de haber tenido algo bueno y hermoso, y la soledad de no tener nada más
que se pueda comparar después.
149
Xie Lian fingió no escuchar y comenzó a
comentar con seriedad: —En realidad, no es
difícil escribir bien, escribir con estilo es lo que es
difícil. Si solo se viera bien, pero se fuera
exactamente igual a otros miles, entonces no
sería más que común. San Lang tiene una buena
base, el talento de la profesión, la fuerza para
tragar montañas... —Hubo otras dos frases que
seguían: paisajes rotos, ejércitos en ruinas. No
podía evitarse; inventar alabanzas también era
bastante difícil.
Hua Cheng se quedó allí, y cuanto más
escuchaba, más elevaba sus cejas. Preguntó
dudoso: —¿En serio?
—¿Cuándo le he mentido a San Lang? —Dijo
Xie Lian.
Hua Cheng, tranquila y perezosamente, agregó
unos cuantos palos de incienso al pequeño
recipiente dorado del costado y en medio de una
fragancia fresca y tenue, dijo con un aire de
indiferencia: —Yo sí quiero escribir bien, pero no
hay nadie para enseñarme, y no sé si hay algún
truco.
Ciertamente le preguntó a la persona
adecuada. Xie Lian murmuró y dijo: —Realmente
no hay truco, solo... —Xie Lian lo contempló, pero
sintió que al final no podía simplemente decir y no
mostrar, por lo que se acercó más, recogiendo la
brocha y escribió debajo de los dos últimos
150
versos que Hua Cheng había escrito. Lo hizo
rápidamente, y después de mirarlo por un
momento, se echó a reír con un suspiro: —Estoy
muy avergonzado, no he tenido muchas
oportunidades de escribir en varios años, así que
ya no es tan bueno.
Hua Cheng miró los cuatro versos que parecían
tan diferentes como el cielo y el infierno, los
caracteres con estilos distintos el uno del otro,
especialmente los dos últimos versos que Xie
Lian agregó: Al cruzar a través de las flores el ojo
es perezoso; La mitad del destino en el cultivo, la
mitad del destino en ti.
Juntó los versos y los leyó unas cuantas veces,
con los ojos brillantes e inmóviles. Pasó un
momento antes de que mirara hacia arriba.
—¿Puede enseñarme?
—Bueno, no me atrevo a dar una clase… —dijo
Xie Lian. Por lo tanto, comenzó a contarle a Hua
Cheng todo acerca de las introducciones a la
caligrafía sin detenerse, brindándole ideas y
reflexiones personales de cuando practicaba la
caligrafía en sus años más jóvenes.
El aire perfumado flotaba suavemente, las
luces resplandecientes brillaban. Xie Lian dio una
conferencia seria y Hua Cheng escuchó
atentamente. Dentro del gran salón, charlaban a
la ligera y pausadamente, sus tonos bajos,
pintando un cuadro de suavidad. Después de un
151
rato, Xie Lian dijo: —¿Por qué no lo intentas de
nuevo?
Hua Cheng dijo oh, y tomó el pincel de su
mano, se calmó antes de escribir otras pocas
palabras. Xie Lian se paró a su lado y observó,
cruzando los brazos e inclinando la cabeza.
—Interesante. Pero…
Pero, todavía sentía que había algo mal con la
forma en que Hua Cheng escribía. Observó con
el ceño fruncido por un momento y de repente se
dio cuenta de dónde estaba mal, ¡Hua Cheng no
estaba sujetando el pincel correctamente en
primer lugar!
Incluso la forma en que sostenía el cepillo era
incorrecta, ¡por supuesto que saldría mal!
Xie Lian no sabía si reír o llorar y se acercó,
extendiendo su mano para corregirlo sin pensar.
—Lo estás sosteniendo mal, es así...
Solo cuando se acercó, de repente se dio
cuenta de que podría ser inapropiado. Los dos no
eran maestro y joven discípulo, por lo que instruir
mano con mano podría ser demasiado
confianzudo. Sin embargo, como la mano ya
estaba fuera, no había razón para retirarse; de lo
contrario, solo parecería demasiado consiente de
sí mismo. Por lo tanto, después de algunas
dudas, Xie Lian no retiró su mano. Entonces
pensó, la última vez en la Guarida del Apostador,
¿no le enseñó Hua Cheng a tirar los dados con
152
las manos sobre las suyas así también? Aunque
Xie Lian sintió que no aprendió absolutamente
nada la última vez, e incluso hubo una ligera
sensación de que había sido engañado de alguna
manera, esta vez fue sincero al querer enseñarle
algo a Hua Cheng. Por lo tanto, la cálida palma
de Xie Lian estaba tranquila, presionando cerca
de la fría mano de Hua Cheng, sosteniéndola
suavemente, y la llevó para guiar el pincel a
través del papel, susurrando: —Así...
Podía sentir bajo su mano el pincel de Hua
Cheng cada vez más salvaje, por lo que ejerció
cierta fuerza para controlarlo, corrigiendo su
camino. Sin embargo, no pasó mucho tiempo
hasta que se desviara aún más, resistiendo el
control, por lo que solo pudo agarrarlo con más
fuerza.
Los caracteres dibujados a través del poder de
los dos combinados estaban encorvados y
retorcidos, impropios y feos, y cuanto más guiaba
Xie Lian, más sentía que algo estaba mal, y
finalmente no pudo evitar mirar boquiabierto.
—Que...
Como si su juguetona broma fuera un éxito,
Hua Cheng soltó una risita. La tinta en el papel
era caóticamente violenta y Xie Lian estaba
exasperado.
—San Lang... no seas así. Aprende
correctamente. Escribe correctamente.
153
—Hum. —Hua Cheng consintió.
Solo una mirada y era obvio que solo estaba
fingiendo ser serio. Xie Lian negó con la cabeza,
sintiéndose ridículo.
La mano de Hua Cheng podía ser fría, pero a
su alcance, por alguna razón, se sentía como un
trozo de carbón caliente y Xie Lian no se atrevía
a aguantar más. En ese momento, los ojos de Xie
Lian se deslizaron repentinamente hacia el borde
del alta y se detuvo.
Cuando miró hacia la esquina de la mesa,
encontró una pequeña flor solitaria.

154
155
Capítulo 98
Extraño plan de juego; puertas abiertas
para el ladrón del espíritu infantil (parte
uno)

X
ie Lian se sorprendió un poco, un
recuerdo lejano era como una imagen
cubierta de polvo y cuando trató de limpiarlo,
todavía estaba borroso. Aflojó su mano y recogió
esa flor, solemne y sin palabras. Hua Cheng
también dejó el pincel y pulverizó
silenciosamente la tinta.
—¿Qué es?
—... —Xie Lian sonrió—. Nada. Simplemente,
esta flor es refrescante, siempre me ha gustado.
No era raro ver ofrendas de flores en templos y
palacios. Solo que, la mayoría usaría rojo brillante
o púrpura, grandes ramos de flores frescas o
falsas hechas a mano que nunca se marchitarían.
Después de una pausa, Xie Lian dijo: —¿Podría
ser que Xueyu Tanhua haya buscado este tipo de
flor?
Hua Cheng sonrió.
156
—Gēge tiene la premonición de los dioses.
Entre risas, los dos finalmente completaron una
composición juntos y el tema seguía siendo esos
cuatro versos. Hua Cheng lo recogió para
admirarlo, luciendo muy complacido.
—Hum. Muy bueno. Enmárquelo.
Al escucharlo decir muy bueno, Xie Lian dijo
eeh. Cuando escuchó enmárquelo, Xie Lian dijo
eeh de nuevo.
—No estás pensando en colgarlo en la pared,
¿verdad?
Si sus maestros fallecidos fuesen a ver la
participación de Xie Lian en tal composición,
probablemente se levantarían de entre los
muertos para perseguirlo como zombis. Sin
embargo, Hua Cheng solo se rió.
—No. Lo guardaré para mí. No le mostraré esto
a nadie.
En ese momento, los dos de repente
escucharon una débil serie de gritos desde el
exterior.
—¡FUEGO!
—¡FUEGO!
—¡LA MANSIÓN PARAÍSO ESTÁ EN
LLAMAS!
Estaba sumamente tranquilo dentro de la sala
principal del templo de QianDeng y dado que
ambos poseían sentidos más fuertes que los
normales, en el momento en que oyeron que se
157
miraban el uno al otro y Xie Lian soltó:
—¿Mansión Paraíso otra vez?
Las palabras ya habían salido de su boca antes
de darse cuenta de que era una tontería decir otra
vez. Hua Cheng no parecía preocupado y sin
prisa guardó las composiciones.
—No hay necesidad de preocuparse. Gēge
simplemente siéntese aquí y relájese. Volveré
pronto.
Como si Xie Lian pudiera sentarse y relajarse.
Dijo: —¡Iré contigo!
Y lo siguió apresuradamente, sintiéndose un
poco triste.
—¿Cómo es que cada vez que vengo, Mansión
Paraíso se incendia?
Su título de Dios de la Desgracia estaba a punto
de ser ratificado de nuevo.
Aunque esta vez no tenía nada que ver con él,
lamentarse ya era prácticamente un hábito. Los
dos se apresuraron a regresar a Mansión Paraíso
y en el camino toda la calle principal estaba llena
de humo, pequeños demonios y monstruos
gritando y aullando mientras corrían de un lado a
otro con cubos de agua. Cuando vieron llegar a
Hua Cheng y Xie Lian, todos gritaron: —¡MI
SEÑOR! ¡NO SE PREOCUPE SU SEÑORÍA, EL
INCENDIO NO ERA GRANDE YA FUE
APAGADO!

158
Hua Cheng no mostró ninguna respuesta, pero
Xie Lian, sin embargo, dejó escapar un suspiro
de alivio y dijo con suavidad: —¡Gracias a Dios!
Gracias por el arduo trabajo de todos.
Los pequeños demonios no esperaban ningún
tipo de gratitud y cuando el; gracias por el arduo
trabajo, vino de parte del amigo del señor todos
se entusiasmaron de alegría.
—¡NO ES ARDUO! ¡NO FUE NADA DIFÍCIL!
¡ES NUESTRO DEBER!
Solo entonces se dio cuenta Xie Lian, que
mostrar gratitud era bastante inapropiado porque
no era el dueño de este establecimiento. Sin
embargo, dado que el propio Hua Cheng no
había dicho nada, si Xie Lian dijo algo, no debería
ser tan malo. Se reprendió mentalmente y dejó de
preocuparse. Los dos entraron a Mansión
Paraíso y miraron dónde comenzó el incendio
confirmando que era solo un área pequeña, nada
más que la esquina de una casa pequeña e
insignificante, no es de extrañar que el fuego se
extinguiera tan rápido.
Sin embargo, después de que esto fue
confirmado, Xie Lian se alarmó. Se volvió hacia
Hua Cheng.
—El incendiario no estaba tratando de jugar
una broma ignorante y valerosa y esto tampoco
fue para incendiar nada, más bien como una
distracción, atrayendo la atención de todos.
159
Pero, si ese era el caso, ¿para qué era la
distracción?
En un instante, Xie Lian lo descubrió.
—¡EL ESPÍRITU INFANTIL!
Antes, cuando dejaron Mansión Paraíso,
incluso después de haber caminado un largo rato,
aún se podía escuchar al espíritu del feto
sollozando y lloriqueando, el sonido de su sollozo
agudo para los oídos, incluso llamando a mamá
a veces. ¡Pero ahora, esa voz se había ido!
Los dos se apresuraron a ir a una cámara
lateral fuera de la sala principal de la Mansión
Paraíso para verificar. Cuando los dos se fueron,
Hua Cheng colocó casualmente la vasija de barro
que contenía el espíritu del feto en un escritorio y
ante ellos, esa vasija de barro todavía estaba allí,
pero cuando Xie Lian la alcanzó y la agarró,
inmediatamente sintió que el peso era diferente,
era demasiado ligera. Cuando la abrió, por
supuesto, no había nada dentro.
No había forma de que lo que estaba encerrado
dentro de la vasija de arcilla pudiera romper ese
sello. Xie Lian dijo de inmediato: —Alguien soltó
el espíritu del feto.
Hua Cheng, sin embargo, no parecía
preocupado en absoluto.
—Fue robado. Esa cosa fue herida dentro de la
tropa de mariposas, está profundamente herida,
no pudo llegar muy lejos por sí sola.
160
—Entonces eso es fácil de solucionar. —Xie
Lian dijo—. San Lang, ¿tu Mansión Paraíso tiene
guardias que patrullan las instalaciones? Ve si
vieron a alguien sospechoso.
—No hay ninguno —dijo Hua Cheng.
—...—Xie Lian parpadeó—. ¿Ninguno?
—Sí. Nunca ha habido ninguno —respondió
Hua Cheng.
No era de extrañar que cuando se escabulló
por Mansión Paraíso la última vez, no había
guardias a la vista. Xie Lian una vez pensó que
era porque estaban tan bien escondidos que no
los vio, pero no se dio cuenta de que en realidad
no había ninguno.
Un poco aturdido, dijo: —¿Eres tan relajado
con respecto a Mansión Paraíso?
—Gēge, ¿alguna vez ha prestado atención a
las puertas de Mansión Paraíso? —Preguntó Hua
Cheng.
Xie Lian lo pensó y respondió: —No, no lo he
hecho. ¿Podría ser que hay algo extraordinario
en ellos?
—Correcto —dijo Hua Cheng.
Señaló el conjunto de las puertas de la cámara
lateral y dijo: —Si uno no es el dueño de este
establecimiento, entonces aquellos que tomaran
lo que originalmente estaba dentro y que no les
perteneciera y sin permiso, incluso un solo

161
artículo, no podrán abrir las puertas y quedarían
atrapados dentro.
Xie Lian recordó la última vez que vino a
Mansión Paraíso y en ese momento él siempre
había abierto puertas con dados y cuando
finalmente se fue, fue a través del torbellino
creado por el Señor del Viento, levantando el
techo y evitando salir por las puertas. Esas eran
todas imágenes de violencia y cuanto más
recordaba Xie Lian, más pensaba que debía dejar
de pensar, sintiéndose ligeramente avergonzado.
Después de una pausa, preguntó: —Entonces
digamos, si San Lang me robara un dispositivo
espiritual y lo guardara en Mansión Paraíso ya
que era el propietario original del dispositivo, ¿no
podría sacarlo?
Hua Cheng levantó las cejas.
—Por supuesto que no. Una vez que está en
mis manos es mío. Pero, no me malinterprete,
Gēge, nunca robaría ninguno de sus dispositivos
espirituales.
Xie Lian se aclaró la garganta.
—Por supuesto. Lo sabía. Por eso dije si.
Además... de todos modos no tengo ningún
dispositivo espiritual que valga la pena robar...
Los chistes de Hua Cheng terminaron ahí. Él
sonrió y luego continuó: —Entonces, robar algo
de mí sin previo aviso es imposible.
Naturalmente, no hay necesidad de guardias.
162
La primera reacción de Xie Lian fue que el que
robó el espíritu del feto no salió por las puertas y
usó otra cosa. Pero al mirar alrededor, el techo
de esta cámara lateral no mostraba daños, los
pisos parecían prístinos, las paredes también
estaban bien, ni rastro de ningún robo. No pudo
evitar tener un pensamiento aún más
espeluznante: —¿Podría ser que el que robó el
espíritu del feto no se fue y todavía estaba en esta
cámara lateral?
Aunque no había ningún lugar en la cámara
lateral para esconderse, todavía había muchas
formas en el mundo de volverse invisible. Tal vez
ese ladrón estaba cerca de ellos en este mismo
momento, observando cada acción en silencio.
Xie Lian miró a su alrededor con atención,
vigilante de cualquier movimiento extraño en el
aire. Sin embargo, si fueron sus ojos o sus
instintos, ambos le dijeron que no había ninguna
tercera persona o demonios. Él tendría que
seguir una línea de pensamiento diferente.
En ese momento, Hua Cheng se rió entre
dientes.
—No hay necesidad que Gēge se preocupe.
Tengo mi propia manera de encontrar al ladrón
del espíritu del feto.
Realmente se veía muy confiado. Xie Lian se
volvió hacia él y después de meditar un momento,
Xie Lian también se volvió gratamente optimista.
163
Los dos esperaron en silencio. Después de un
rato, el sonido de la conmoción se acercó y un
gran grupo de fantasmas, demonios y monstruos
llegaron a raudales, reuniéndose fuera de la
cámara lateral como una bandada de pájaros.
—¡Mi señor! ¿Qué es lo que su señorío desea
para llamarnos?
Como mínimo, esta multitud estaba cerca de
mil y si no fuera por el gran patio y las cámaras
de Mansión Paraíso, era posible que no todos
cupieran. El que los trajo fue ese hombre
enmascarado y le dijo a Hua Cheng: —Mi señor,
todos los que aparecieron hoy en la calle
deberían estar aquí. La Ciudad Fantasma
también está cerrada, nadie puede irse.
Era la misma voz de ese joven de la última vez
y Xie Lian no pudo evitar echarle un vistazo. Los
fantasmas gritaron: —¡Mi señor! ¿Atrapó al que
prendió fuego?
—¡Ellos dicen que incluso algo fue robado!
¡Están cansados de vivir o quieren morir otra vez
o qué!
—¡TAN INSOLENTE! PROVOCAR FUEGO Y
ROBAR, ¡SE ATREVEN A METERSE CON EL
GRAN SEÑOR! ¡¿HAY FORMA QUE MI SEÑOR
LOS DEJE IR?!
—...
A pesar de que la multitud de demonios no
hablaba de él, como el que incendió el edificio la
164
última vez, secuestró a alguien y fue dejado ir por
Hua Cheng, Xie Lian sintió que era atravesado
por innumerables flechas y suavemente se aclaró
la garganta, sintiéndose cada vez más culpable.
Echó un vistazo a Hua Cheng pero, por
casualidad, se topó con Hua Cheng, que también
lanzó una mirada indescifrable y Xie Lian
inmediatamente bajó los ojos. Entonces, pudo
escuchar a Hua Cheng decir rotundamente: —El
que robó el espíritu del feto puede acercarse, no
pierda mi tiempo.
La multitud se sacudió.
—¿Entre nosotros?
—Pensé que era del exterior...
—¿Quién demonios es? ¡Simplemente avance
ya!
Un momento después, la ola se había calmado,
pero nadie avanzó. Hua Cheng dijo: —Muy bien.
Valiente como se esperaba. Los hombres a la
izquierda, las mujeres a la derecha, divídanse y
alinéense.
Aunque los demonios y los fantasmas estaban
desconcertados, no se atrevieron a desobedecer
las palabras de Hua Cheng, e inmediatamente
hicieron lo que se les dijo, formando dos grandes
grupos. Los demonios masculinos se movieron a
la izquierda, sus voces ásperas; Las fantasmas
femeninas estaban, pues, a la derecha, cada una
seductora y coqueta. Hua Cheng y Xie Lian
165
compartieron una mirada, luego se dirigieron
directamente al lado derecho, caminando entre
los fantasmas femeninos, lanzando miradas,
pasando por diez con cada barrido de sus ojos.
Después de muchos pasos, cuando Xie Lian
pasó junto a un fantasma femenino, se detuvo
ligeramente. Esta fantasma femenina llevaba un
vestido largo, su cara cargada de capas de polvo
blanco, terriblemente pálida, su verdadera cara
era indiscernible. Sin embargo, esa exagerada
cara bonita era algo familiar y Xie Lian preguntó:
—¿Mi señora Lan Chang?
Esa fantasma femenina se sorprendió, como si
ella fuera la que acababa de ver a un fantasma.
Efectivamente, fue la mujer fantasma Lan Chang
quien se aferró a él en las calles de la Ciudad
Fantasma, luchó con el carnicero jabalí, se rió de
su; no poder levantarlo y se lo contó a todos.
Después de sacudirse el shock, se puso las
manos en las caderas y levantó la cabeza.
—¿Qué? ¡Tú eres el que dijo que no podías
levantarlo! ¡No te hice mal! ¿Buscarás venganza
y me acusarás con mi señor?
Aunque las fantasmas y los demonios
femeninos estaban todos un poco nerviosos, al
escucharla, todavía se rieron suavemente. Hua
Cheng también se acercó y aunque su expresión
no era legible, la fantasma femenina Lan Chang
todavía estaba un poco asustada, se mostraba
166
recatada y ya no agitaba nada. Xie Lian dijo
gentilmente: —Una broma como esa, mi señora
puede hablar como desee. Sin embargo, el
espíritu del feto ha dañado a muchos, su sangre
es pesada y no se debe ser liberado, así que por
favor devuélvalo.
Incluso con la base gruesa en la cara de Lan
Chang, era obvio que su cara se volvía más
pálida. Retrocedió apresuradamente, pero como
estaba en una multitud de fantasmas femeninos,
no llegó muy lejos antes de que la atraparan,
sellando su posibilidad de escapar, así solo pudo
llorar: —¡NO SÉ DE LO QUE HABLAS! ¿QUÉ
ESPÍRITU DE FETO?
—Por favor devuélvalo. —Xie Lian hizo una
seña.
—¿REGRESAR QUÉ? ¡NO LO TENGO! Tú me
acusas de robar de la casa de mi señor, pero todo
el mundo sabe que no hay forma de que algo
pueda ser sacado de la casa de mi señor. ¡Lo que
sea que tomemos, no lo podemos sacar! —Todos
los demonios estuvieron de acuerdo, sí, es cierto,
todos lo sabían, e incluso el carnicero jabalí se
quejaba. Lan Chang agregó: —EL incendio de
Mansión Paraíso acaba de suceder. He estado
en la calle y nunca me fui. Si robara algo, ¿tendría
tiempo para ocultarlo?
Mientras hablaba, abrió los brazos, mostrando
sus manos vacías e incluso levantó su vestido
167
para demostrar que no estaba ocultando nada.
Sin embargo, Xie Lian señaló: —Mi señora, la
última vez que la vi, en el frío aún se vestía tan a
la ligera. ¿Hoy no es hermoso el día y aún lleva
un vestido largo? ¿Por qué el cambio repentino?
¿O está escondiendo algo?
Fue solo después de que lo mencionó que los
demonios se dieron cuenta, Lan Chang
usualmente se vestía de manera reveladora y
que Xie Lian dijera; a la ligera, ya era muy
educado. En las calles casi estaría exponiendo su
escote. Sin embargo, hoy llevaba un vestido
largo, cubriéndose completamente las piernas y
la cintura, considerablemente extraño. Además,
antes, cuando Hua Cheng llevaba a Xie Lian para
pasear por las calles de la Ciudad Fantasma y la
multitud de demonios gritaba, llenándolos de
platos, no vieron a Lan Chang, a quien le
encantaba presumir y molestar en las calles,
proclamando apasionadamente: —¡NO SOY YO,
ES ÉL QUIEN NO PUEDE ERGUIRLO! —Los
fantasmas comenzaron a agitarse.
Xie Lian explicó lentamente: —No tomó lo que
no le pertenecía; Solo se llevó lo que era parte
suyo. ¡Ese espíritu feto está en tu vientre justo en
este momento!
Si el ladrón del espíritu feto no tenía otras
formas de irse y no estaba en la cámara lateral,
entonces solo podría haber una explicación: ese
168
ladrón salió por las puertas delanteras
abiertamente.
Si ese espíritu feto ya hubiera nacido, entonces
sería un niño, una persona independiente. Sin
embargo, ese espíritu feto fue retirado por la
fuerza del útero de su madre antes de que llegara
a término, por lo tanto, si su madre se lo volvía a
meter en el vientre, entonces naturalmente
contaría como algo que le pertenecía. No, había
que decir que el espíritu del feto no era diferente
de un trozo de su carne, una parte de su cuerpo.
Después de todo, el vínculo de sangre entre una
madre y su hijo era denso y, dadas las
circunstancias, no eran más que un cuerpo, de
modo que las fantasmas femeninas podían,
naturalmente, salir sin daño y salir abiertamente
de Mansión Paraíso.
Por lo tanto, el que robó el espíritu del feto
debería ser un fantasma femenino, así como la
madre de ese niño. Cerrar la Ciudad Fantasma y
luego traer a todas las mujeres fantasmas y
demonios que aparecieron en la calle antes y
después del incendio para investigar,
seguramente los llevarían al culpable. Pensando
en ello, Hua Cheng debió haber pensado en todo
esto desde el momento en que entraron en la
cámara lateral.

169
De repente, Lan Chang dejó escapar un grito
fuerte y se agarró a su propia barriga en un
ataque de locura.

170
Capítulo 99
Extraño plan de juego; puertas abiertas
para el ladrón del espíritu infantil (parte
dos)

—¿Mi señora? —Xie Lian exclamó.


La cara de Lan Chang estaba tan blanca como
una hoja y no podía pronunciar ni una sola
palabra. De repente, fue como si algo en su
vientre explotara y el abdomen que estaba plano
antes se hinchó formando una gran bola, casi
rompiendo esa parte del vestido largo y nubes de
humo negro se escaparon de las costuras.
Las fantasmas femeninas estaban aflojando su
agarre, pero Lan Chang se aferró a su vientre con
un apretón de muerte, gritando alarmada.
—¡DEJA DE MOVERTE!
Fue el espíritu del feto en su vientre el que
causó una revuelta.
Hua Cheng dijo con calma: —Gēge, retrocede.
—¡Está bien! —Exclamó Xie Lian.
Lan Chang se arrodilló en el suelo, con el rostro
torcido de agonía.
171
—¡ESCUCHAME! ¡SÉ BUENO! ¡¡SOLO SÉ
BUENO!! ¡DEJA DE MOVERTE!
—Señora Lan Chang, solo déjelo salir.
Lan Chang sacudió la cabeza locamente.
—¡NO! ¡NO, NO, NO! Lo mantendré en mi
vientre y lo criaré bien, ¡ya no saldrá a hacerle
daño a nadie! Mi señor, por favor, se lo ruego, no
se lleve a mi hijo. ¡Lo he buscado durante siglos!
¡No se lleve a mi hijo! ¡No se lo entregue a esos
sinvergüenzas en los cielos!
Parecía que los fantasmas y los demonios en
la Ciudad Fantasma eran conscientes de que Xie
Lian era del Reino Celestial, después de todo.
Lan Chang sollozó y comenzó a rodar por el
suelo, sosteniendo su abdomen, como si su
vientre ya no formara parte de su cuerpo y fuera
una propia criatura viva, encogiéndose a veces,
hinchándose otras y moviéndose por todas partes
otras más. El humo negro se estaba espesando;
debió haber recuperado algo de fuerza después
de haber vuelto al vientre de su madre y estaba
listo para volver a crear problemas. La multitud de
fantasmas femeninas se había separado, pero
volvieron a sujetarla, pero estaban impotentes,
todos los demás demonios de la izquierda
gritaron: —¡NOS HAREMOS CARGO! —Y se
apresuraron a empujarla hacia abajo.
Era un pandemónium y Xie Lian apretó los
puños, gritando: —¡MI SEÑORA LAN CHANG!
172
EL PODER DEL FETO EN TU VIENTRE ES
MUCHO MÁS FUERTE QUE EL SUYO, PUEDE
HERIRLA, PERO USTED NO PODRÍA
SOPORTAR HERIRLO A ÉL, ¡NO PUEDE
HACER NADA! ¡LE QUITARÁ TODA SU
ENERGÍA TARDE O TEMPRANO, DÉJELO IR
AHORA!
Si Lan Chang se negaba a soltar la cosa oculta
en su vientre, iba a ser succionada y desgarrada
por ese cruel y violento espíritu feto, tarde o
temprano, lo que no le dejaría a Xie Lian otra
opción que cortarlo personalmente él mismo.
Aunque podría ser mejor que verla ser
destrozada por su propio hijo, a menos que
realmente no hubiera otra manera, realmente no
era algo que él quisiera hacer. Él no quería
hacerlo y ciertamente no querría que Hua Cheng
lo hiciera por él. Sin embargo, esta fantasma
femenina Lan Chang era obstinada como una
mula, e incluso mientras ella gemía en agonía se
negaba a dejar salir ese espíritu feto. Esto no
podría durar mucho más, por lo que Xie Lian
preferiría hacerlo él mismo. Apretó los dientes y
gritó: —¡PERDONE LA MOLESTIA!
Sin embargo, cuando su mano alcanzó la
empuñadura de Fang Xin, Hua Cheng
inmediatamente lo sostuvo, diciéndole con una
voz grave: —No es necesario.

173
Al mismo tiempo, un destello de luz dorada
brotó repentinamente del centro del abdomen de
la mujer, sus rayos apuñalaron a esa multitud de
demonios y monstruos y todos gritaron, huyendo
para darle a espacio.
—¡¿QUÉ MIERDA?!
Xie Lian fijó sus ojos en esta y cuando esa luz
dorada se apagó, el espíritu del feto que estaba
desesperado por salir corriendo parecía estar
encadenado por algo y el abdomen de Lan Chang
se aplanó a su forma normal. Lo que lo
encadenaba era un cinturón en la cintura de ella.
Ese cinturón se veía normal e indistinto, pero
cuando Xie Lian lo miró bien, se quedó
asombrado.
—... ¿Por qué algo como esto estaría en usted?
Incluso si su color se había desvanecido por las
lavadas, Xie Lian podía decir que ese cinturón era
algo que pertenecía a los cielos.
Había muchos objetos en el cielo que eran
artefactos espirituales artísticos. Por lo tanto, solo
en circunstancias extremas se mostrarían para
proteger a sus amos en un momento de urgencia.
Además, incluso si los patrones bordados en ella
estaban fuertemente borrados y dañados, Xie
Lian todavía podría determinar que debía ser el
Cinturón Dorado que solo los Oficiales
Celestiales podrían poseer.

174
¡Mirando cómo estaba hecho, también era de
uno que pertenecía a la Corte Superior!
En el Reino Celestial, regalar un Cinturón
Dorado era un acto de elegancia moderno y
poseía un significado especial. Si un funcionario
de sexo masculino iba a regalar su cinturón a otra
persona, era un gesto de afecto y no era
necesario explicar con más detalle cuál sería el
significado especial. Por lo tanto, algo como un
cinturón, por supuesto, no sería algo fácil de
regalar y tampoco se perdería tan fácilmente. Xie
Lian se quedó boquiabierto.
—Mi señora, podría ser, su hijo...
Se calló al recordar repentinamente que, no
importaba si estaba en la guarida del mal,
preguntar datos personales de una mujer en
público no era algo cortés, por lo que se calló de
inmediato.
Lan Chang gritó al instante.
—¡NO!
Xie Lian pensó: —Ni siquiera he dicho nada, ¿a
qué está diciendo; no?
En su lugar, preguntó: —¿Dependió de este
Cinturón Dorado para mantenerse durante los
últimos setecientos u ochocientos años?
Al escuchar esto, todos los fantasmas
femeninos quedaron aturdidos.
—... ¡SANTA MIERDA, LAN CHANG! ¿ERES
TAN VIEJA?
175
—¿NO SOLÍAS DE DECIR QUE TENÍAS
TRESCIENTOS Y UN POCO MÁS?
—¡NO, INCLUSO DIJO QUE TENÍA
DOSCIENTOS ANTES! ¡ESTÁS FALSEANDO
TU EDAD!
Ese espíritu del feto tenía aproximadamente
entre siete y ochocientos años de cultivo,
entonces, naturalmente, su madre también
tendría alrededor de esa edad. Sin embargo, esa
fantasma femenina Lan Chang no poseía tanto
resentimiento, por lo que para poder permanecer
en el mundo corporal durante el tiempo como una
fantasma normal, el Cinturón Dorado con tan
inmensos poderes espirituales, debió haberla
ayudado un montón. Si el padre de ese espíritu
feto era un Oficial Celestial, entonces tenía
sentido que este estuviese tan corrompido.
Un Oficial Celestial que tuvo un romance con
una mujer mortal, quien sabría si él terminó
abandonándola o negándola, pero esa mujer tuvo
un final violento, su bebé fue sacado por la fuerza
de su vientre. Ahora, tanto la madre como el hijo
habían terminado en el reino de los fantasmas y
ese feto bien podría haber asesinado a muchos
otros. No importaba qué, este asunto no era
menos serio que el de Xuan Ji, e incluso parecía
bastante similar.

176
En cuanto a cómo lidiar con esto, Xie Lian ya
había decidido. Inmediatamente se volvió hacia
Hua Cheng y dijo: —San Lang, esta señora...
No era necesario que él dijera más, Hua Cheng
dijo: —Haga lo que deba. No hay necesidad de
preguntarme.
—Mm. —Xie Lian asintió suavemente.
Una vez que recibió el permiso, se volvió hacia
Lan Chang. En ese momento, todos los demonios
exigían: —LAN CHANG LAN CHANG, ¿QUIÉN
ES EL PAPÁ DE TU BEBÉ?
—¡QUÉ BARBARIDAD! ¿SOLO LE IMPORTÓ
LA MATANZA Y NO EL ENTIERRO? ¿SOLO LE
IMPORTÓ COJERTE, PERO NO CRIAR LA
NIÑO?
—¿QUIÉN ES? ¡TIENES QUE VENGARTE!
Lan Chang apretó los dientes y miró a Xie Lian.
—¿Quién más puede ser?
Ella no había dicho el nombre, pero Xie Lian
entendió: —Venga conmigo a la Corte Celestial.
—¡¡¡NO!!! —Lan Chang gritó inmediatamente.
Por supuesto, era inútil que ella dijera que no;
dispuesta o no, Xie Lian debía llevársela. Xie Lian
controló su expresión y dijo solemnemente:
—Este espíritu del feto es extremadamente
violento; quien sabe cuanta sangre hay en sus
manos. El caso se ha vuelto demasiado
complicado, no puede ocultarlo. Esto debe ser
confrontado e informado a la Corte Celestial. Si
177
ese funcionario celestial es honesto, o si hubo
algún tipo de malentendido entre ustedes,
podemos hacer que usted y su hijo sean
reconocidos y que el asunto con el niño sea
tratado. Si ese Oficial Celestial la ha ofendido o
ha hecho algo aún peor, entonces hay más
razones para que exija justicia. No importa qué,
este espíritu feto es tu hijo, pero también su hijo.
¿Cómo puede alguien más interferir si el padre
ignora este asunto?
Todos los demonios pensaron que su discurso
tenía sentido. Además, si dejaban que Lan Chang
llevara a su hijo para causar una revuelta en los
cielos, ¿qué tan emocionante sería eso? ¡Cuanto
más grande fuera el caos, mejor! Así que todos
insistieron: —Sí, Lan Chang, ¡¿de qué tienes
miedo?! ¡Ve a resolver tu asunto con ese tipo!
—¡Si él no te reconoce, quemaremos sus
templos!
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng: —Voy a
hacer un viaje a la Corte Celestial en este instante
e informaré este asunto de inmediato.
Lan Chang, sin embargo, todavía se oponía,
pero sabía que no podía detenerlo. Después de
recuperarse de su conmoción, de repente se
inclinó ante Hua Cheng y dijo: —Mi señor,
¡gracias por su amabilidad y gracia al refugiarme!
—Xie Lian se sorprendió y continuó—. Lan
Chang prendió fuego a Mansión Paraíso, se
178
desesperó y rompió las reglas de la Ciudad
Fantasma. ¡Lo siento mucho! Rezo para que mi
señor no lo ponga en mi contra.
Ella siempre había sido una vulgar, pero
cuando abrió la boca ahora, era como si fuera una
persona diferente, haciendo que muchos de los
demonios y monstruos que estaban
familiarizados con su comportamiento se
sorprendieran. Sin embargo, Hua Cheng todavía
se veía tranquilo y le dijo a Xie Lian: —Esta vez,
Gēge llegó con demasiada prisa. Esperaré a que
usted baje de nuevo y lo hospedaré
adecuadamente la próxima vez.
Xie Lian asintió, luego tomó a Lan Chang y fue
directo al cielo.
Mientras caminaba por las calles principales del
Reino Celestial, anunció en la matriz de
comunicación espiritual.
—¡Todos! Por favor, hagan camino al Gran
Salón Marcial. Hay algo que necesita ser
discutido.
Salió de la matriz en el momento en que
terminó y no se detuvo por un momento, llevando
a Lan Chang al Gran Salón Marcial directamente.
Debido al hecho de que Lan Chang era una
fantasma femenina y no podía entrar al pabellón
dorado, Xie Lian esperó afuera con ella por un
momento hasta que el propio Jun Wu llegó y dio

179
permiso antes de que Lan Chang pudiera
ingresar.
No pasó mucho tiempo antes de que todos los
Oficiales Celestiales presentes en el Reino
Celestial se dirigieran al salón y cuando vieron a
esa fantasma femenina burda y exageradamente
maquillada que estaba al lado de Xie Lian, todos
quedaron aturdidos. Un Oficial Celestial vestido
de negro caminó por el pasillo y cuando vio lo que
había en el centro del pasillo se detuvo por un
momento. Era Mu Qing. Lan Chang también lo
miró y de inmediato bajó la cabeza, sus labios
temblaban.
Sin embargo, Mu Qing no mostró ninguna
reacción y solo preguntó claramente: —Dianxia,
¿quién es esa mujer?
Al escuchar la palabra; Dianxia, la cara de Lan
Chang cambió y miró a Xie Lian, como si
recordara algo, pero no estaba tan segura. Justo
en ese momento, también llegaron los señores
del viento y del agua, un par de hermanos que se
parecían bastante, cada uno con sus propios
dispositivos, abanicándose suavemente, sus
túnicas blancas revoloteaban, pintando una
imagen hermosa.
Shi Qing Xuan se abanicó mientras hablaba.
—Sí, Señor del Templo. ¿Por qué mencionó a
una mujer fantasma hoy?
Xie Lian estaba desconcertado.
180
—¿Maestro del Templo? ¿Qué señor del
templo? ¿Del Santuario PuJi? ¿Por qué el
repentino título?
¡Entonces se dio cuenta de que Shi Qing Xuan
probablemente se refería a Señor del Templo
QianDeng!
No sabía cómo responder al título y solo podía
fingir que no había escuchado. Shi Qing Xuan, sin
embargo, estaba alegremente orgulloso, saludó a
todos y luego se dirigió al fantasma.
—¿Eh? ¿Esta mujer fantasma, Jie Jie, tiene
algo en su vientre? ¿Por qué siento que es...?
—Dijo mientras se acercaba, luciendo como si
quisiera tocar.
Shi Wu Du cerró el abanico y gritó: —¡Qing
Xuan!
La mano de Shi Qing Xuan se contrajo al
instante y trató de justificarse a sí mismo.
—Pensé que había un aura de maldad y quería
ver si había algo peligroso...
Shi Wu Du amonestó: —Eres un hombre y un
Oficial Celestial Este es el Gran Salón Marcial,
¿cómo puedes hacer algo tan deshonroso? ¡No
te conviertas en una mujer tampoco! Incluso en la
forma de una mujer es igualmente vergonzoso,
¡vuelve en este instante!
Ling Wen negó con la cabeza, dobló la pila de
documentos e informes debajo de su brazo y se
acercó para colocar su mano sobre el vientre de
181
Lan Chang. Después de un momento de pausa,
dejó caer su mano y murmuró: —Qué corrompido
espíritu feto. ¿Cuántos cientos de años tiene?
—Unos siete u ochocientos años —respondió
Xie Lian.
Dio cuenta de las dos veces en que se encontró
con el espíritu del feto y cómo este lo llevó a
encontrar a la fantasma femenina después de
haber dañado a las mujeres embarazadas. No
mencionó los detalles de Hua Cheng y la Ciudad
Fantasma y Lan Chang, naturalmente,
permanecería callada sobre el tema. Después de
que terminó, Xie Lian dijo: —Y así fue como llegó
a ser. No sé si ese Oficial Celestial todavía está
en este mundo o aún está trabajando, o si hay
algún malentendido en todo esto, si él lo sabía.
Por eso traje a esta dama aquí.
Feng Xin frunció el ceño.
—Si no hubo ningún malentendido y supo
sobre la madre y el niño, dejarlos estar sin
ninguna comunicación es demasiado
irresponsable.
Pei Ming se cruzó de brazos y comentó
tranquilamente: —Estoy completamente de
acuerdo con el general Nan Yang. Esto es
demasiado irresponsable. No sé a qué colega
celestial le pertenece este equipaje desechado,
pero si está de servicio, es mejor que se presente.

182
Justo cuando terminó, sintió innumerables ojos
sobre él y hubo una manta de silencio dentro del
Gran Salón Marcial.
—… —Después de un momento, Pei Ming
dijo—. ¿Todos tienen algún tipo de malentendido
sobre mí?
—...—Shi Qing Xuan también dejó de abanicar
y comentó: —No creo que sea un malentendido,
más bien como que te conocemos demasiado
bien.
Pei Ming respondió de inmediato: —¡No soy yo!
—Todos se rieron con sequedad, e incluso Shi
Wu Du y Ling Wen no parecían estar
convencidos. Pei Ming estaba cada vez más
frustrado y apoyó su sien, explicando en voz
seria—. Esto... tuve algunas aventuras con
mujeres del reino de los fantasmas antes, pero
realmente no reconozco a esta mujer.
Si esas palabras eran tomadas en serio, era
creíble. ¿Cómo podría el hombre mismo no saber
con quién tuvo un pasado? La promiscuidad de
Pei Ming podría haber sido criticada por muchos,
pero nunca había negado ningún asunto y nunca
había criticado nada de lo que había hecho; no
era como si no pudiera hacerlo. Las mujeres que
tuvieron un romance con él, a menos que fueran
como Xuan Ji que ya no quería seguirlo, todas al
menos tenían garantizada una vida de riqueza y
cuidado, empapadas de fortuna y dulzura. Si esta
183
fantasma femenina realmente tuvo una aventura
fugaz con Pei Ming mientras estaba viva, no
debería haber sufrido el desgarramiento de su
útero, su hijo no debió haber sido robado ni
convertirse en un fantasma corrompido.
Además, Pei Ming tenía altos estándares
cuando se trataba de mujeres. Aquellas con las
que coqueteaba tenían una apariencia
extraordinaria y también prefería las bellezas con
un aspecto natural. Como todos podían ver en el
pasillo, Lan Chang tenía una capa tan pesada de
maquillaje que su verdadera cara era
indiscernible; su apariencia general, clase y
comportamiento eran muy diferentes de las
amantes elegidas que Pei Ming solía tener, así
que cuando él afirmó que no era él, todos
silenciosamente le creyeron de alguna forma.
Solo que, todavía era solo silenciosamente y de
alguna forma. Con tal ocasión para ver al General
Pei ser puesto en jaque mate, ¿qué tan divertido
era eso? Así que se detuvieron y lo vieron discutir
con una sonrisa, divertidos y entretenidos.
Al principio, Xie Lian también pensó que el
padre más probable era Pei Ming; Él tenía un
pasado después de todo. Pero al observar la
expresión de Pei Ming, no parecía que estuviera
mintiendo, por lo que Xie Lian ya no estaba tan
seguro.

184
Recordó que Hua Cheng dijo que Pei Ming no
era un hombre sombrío, que no había nada que
temer, así que después de reflexionar un poco,
añadió: —Antes, la señora Lan Chang sí
respondió a la pregunta ambiguamente; ¿quién
más? Puede ser que así lo haya asumido
también. Pero, como el General Pei niega tales
afirmaciones, tal vez haya algún malentendido.
Después de todo, no pueden ser la misma
persona, así que, ¿por qué no preguntamos...?
Inesperadamente, Lan Chang de repente
habló: —No es él.
Xie Lian se sorprendió y se volvió hacia ella.
Lan Chang repitió: —No es él.
Ling Wen comentó fríamente: —¿Qué, no es?
Shi Wu Du también comentó cortésmente:
—Así que en realidad no es.
—...—Pei Ming se volvió hacia Shi Wu Du y
Ling Wen—. Ya dije que no lo era. Ustedes dos
están añadiendo sal a la herida. Solo esperen.
Los Oficiales Celestiales estaban todos
decepcionados, pero luego se emocionaron aún
más. Después de todo, Pei Ming siempre había
producido escándalos sin sentido, así que incluso
si era él, no era nada nuevo. Sin embargo, si no
era él, era muy probable que hubiera otro oficial
masculino, presente o no, que pudiera estar
creando una nueva ola entonces, ¿cómo podrían
no estar entusiasmados?
185
Anteriormente en la Ciudad Fantasma, Lan
Chang había insinuado claramente que era Pei
Ming, pero ahora ella lo estaba negando. Xie Lian
podía sentir algo mal pero no lo mostró.
Preguntó: —Hum. Entonces, ¿quién es?
Lan Chang lo miró fijamente, con los ojos
inmóviles.
—Tú.
Xie Lian pensó que no había terminado y le
preguntó: —¿Qué pasa conmigo?
—¡Dije, ese hombre, eres tú! —Proclamó Lan
Chang.

186
Capítulo 100
Demente confrontación: risas de ridículo
sin fin

S
i Lan Chang hubiera dicho algo como: El
que me mató fuiste tú, no sería tan
impactante e inesperado como esta
proclamación.
Xie Lian fue prácticamente eliminado por tal
exclamación.
—¡¿YO?!
Sobre el trono, incluso la mano de Jun Wu que
sostenía su sien parecía haberse deslizado.
Todos los Oficiales Celestiales se quedaron en
silencio y luego se giraron hacia él y la mano de
Jun Wu se enderezó, sin dejar de mostrarse
sombrío con la mano en la cabeza. Los oficiales
miraron a Xie Lian al unísono.
¿Esto era todo? ¿El tercer destierro ante los
ojos de todos?
Xie Lian solo podía sentir su mente entumecida
y temblorosa y se obligó a tragar de nuevo el

187
habitual uso de: No puedo ponerme erecto, que
casi escapó a través de sus dientes.
Esa era solo una excusa casual, no apropiada
para ser usada en circunstancias como estas.
Además, había conversaciones vulgares que se
difundieron en privado en la Corte Superior con
respecto a varios dioses marciales y sus
actitudes hacia las mujeres: cuando Feng Xin
veía a mujeres, se mantendría respetuosamente
lejos; Lang Qian Qiu se sonrojaba en el momento
en que veía a las mujeres; Mu Qing se negaba a
ver mujeres feas; cuando Pei Su viera a las
mujeres, se quedaría sin expresión pero quién
sabría lo que realmente estaría pensando; Quan
Yi Zhen ni siquiera tenía mujeres en mente; Y la
mente de Pei Ming estaba llena de mujeres. Si
Xie Lian pusiera sus típicas excusas ahora, sin
duda su nombre se añadiría a la lista.
Xie Lian dijo con seriedad: —Mi señora Lan
Chang, por favor, cálmese. Definitivamente no
hay tal posibilidad.
Los ojos de Lan Chang estaban más hinchados
que campanas.
—Sí, hay. ¡Eres tú, el Príncipe Heredero de
XianLe!
—...
A pesar de que el momento en que murió esta
mujer fue después de su ascensión y tal vez
podría coincidir, por el otro lado, si él la hubiera
188
conocido antes, ¿no estaría él más limpio que
nadie? En medio de todos los murmullos, Xie Lian
se volvió solemne y dijo severamente: —Mi
señora, puede que no sea un santo, pero aún sé
lo que es tener un corazón dedicado. Si no amo
a alguien, nunca cruzaré ninguna línea con esa
persona. Si lo hago, incluso si tengo que rogar y
recolectar basura, entretener y actuar en las
calles para alimentar a mi familia, nunca
permitiría que esa persona sufriera un poco de
quejas. Está en el Gran Palacio Marcial, no hable
falsedades.
Shi Qing Xuan también dijo: —Si realmente fue
Dianxia quien cometió tal hecho, ¿por qué iba a
llevar a esta fantasma femenina Jie Jie a los
cielos para enfrentar a alguien? ¿Y por qué solo
ahora esta dama Lan Chang lo reconoció? Al solo
pensarlo no tiene sentido.
Era fácil ver que no tenía sentido. Sin embargo,
con semejante espectáculo, a nadie le importaba
que no tuviera sentido. La multitud mantuvo una
actitud reservada, e incluso hubo un oficial que
adivinó ciegamente: —Tal vez fue así: tal vez
Dianxia perdió la memoria por lo que no recuerda
las cosas que hizo.
—Honestamente, creo que es más creíble que
sea lo suficientemente audaz como para pensar
que después de ochocientos años nadie lo
reconocería.
189
Xie Lian se quedó sin habla y advirtió a la
multitud: —Probar algo imposible inventando algo
aún más inconcebible es un camino peligroso,
mis señores.
Por un lado, Feng Xin parecía querer decir algo,
pero como si no pudiera decidirse, se detuvo y al
final permaneció en silencio. Jun Wu se aclaró la
garganta y dijo: —Xian Le, ¿cuántos Cinturones
Dorados tenías en tu poder en el pasado?
Xie Lian se cubrió la frente con la mano.
—... Demasiados. Al menos diez...
Mu Qing dijo rotundamente: —Más de
cuarenta, cada uno con diferentes bordados y
patrones.
Fue solo cuando las palabras salieron de su
boca cuando se dio cuenta de que era
inapropiado y se calló, porque ya había gente que
instantáneamente recordaba que Mu Qing solía
ser el asistente personal de Xie Lian y cuidaba su
vida diaria, que era como él había conocido tales
detalles. Muchos de los oficiales no pudieron
evitar pensar, solo los Cinturones Dorados y
había más de cuarenta, este Taizi Dianxia
realmente vivió una vida extraordinariamente
lujosa. No solo los otros, incluso el mismo Xie
Lian cuando recordaba, se sentía algo
avergonzado. En aquel entonces, se ponía un
atuendo extravagante diferente todos los días y
sus cinturones cambiaban cada vez,
190
combinándose con el atuendo que tenía, a
diferencia de ahora, donde en un año entero solo
tenía los tres conjuntos de ropa para usar una y
otra vez. Esos tres conjuntos también se veían
exactamente iguales y con solo una mirada la
gente debía pensar que él es tan pobre que solo
tendría un conjunto de ropa para usar.
Jun Wu preguntó: —¿Y dónde están ahora,
recuerdas?
Xie Lian y Feng Xin ambos dijeron eeh
silenciosamente.
Xie Lian se frotó la frente.
—Ejem, en realidad no. Son cosas de hace
ochocientos años, después de todo. Hace mucho
que he olvidado a dónde han ido.
No solo porque los tiraron, sino que la razón
principal era porque él y Feng Xin solían empeñar
artículos cada vez que las cosas se ponían
difíciles. Demasiados fueron empeñados y si
quedaban cinturones, realmente no podía
recordar. Feng Xin no tuvo el corazón para
discutir este tema pero aún así dijo: —Para poder
obtener el Cinturón Dorado, debió haberle sido
entregado por alguien más o tal vez recogido en
alguna parte.
Jun Wu tampoco había esperado que Xie Lian
lo recordara y dijo: —Xian Le, recuerdo que tu
método de cultivación exigía un cuerpo de pureza

191
para que tu poder espiritual no sufriera un gran
daño.
—Sí —dijo Xie Lian.
Shi Qing Xuan dijo de nuevo: —Bueno. Con
solo mirar a Dianxia, puedo decir que debió haber
cultivado un camino así, así que tenía razón. Si
ese es el caso, no digamos haberse acostado con
alguien, apuesto a que ni siquiera se ha tomado
de las manos de nadie.
Xie Lian estaba a punto de decir; eso es
correcto, de repente, pero en su mente, había
una mano blanca pálida y delgada, fría como el
jade, reflejada sobre un velo rojo brillante de
bodas, con su tercer dedo anudado con un fino
hilo rojo. El; eso es correcto, se atoró en su
garganta, incapaz de salir. Todos en el pasillo lo
miraron fijamente y con solo una mirada fue obvio
que esta traba significaba; eso no es cierto.
Sin embargo, ni siquiera se ha tomado de las
manos, era un estándar demasiado bajo, e
incluso si se tomaban de las manos, no era un
gran problema.
Shi Qing Xuan de inmediato agregó: —Aunque
se hayan tomado de las manos, nunca debe
haber besado a nadie antes.
Xie Lian quería decir; eso es correcto, otra vez,
pero esta vez, ante sus ojos flotaran
repentinamente arroyos tras arroyos cristales
como burbujas de aire, con perlas translúcidas
192
dispersándose. Luego, había una cara
excepcionalmente hermosa con los ojos
cerrados, un pequeño pico de viuda en la cima de
esa frente bien formada, hermosa a la vista.
Esta vez, no solo ni una sola palabra fue dicha,
sino que toda su cara se sonrojó de un rojo
brillante.
—...
—...
—...
Al instante, todos los Oficiales Celestiales en la
sala entendieron y la tos seca sonó por todas
partes. Shi Qing Xuan estaba empezando a
arrepentirse de haber dicho algo, golpeando su
abanico sobre su propia cabeza una vez y en
secreto le pasó un mensaje a Xie Lian a través de
su matriz de comunicación privada.
—Lo siento, Dianxia. Solo quería convencer a
todos de que es una persona realmente inocente,
pero no me había dado cuenta de que no lo era.
Así que ha tenido tales experiencias, ¡realmente
no pude adivinarlo!
Ese; realmente no pude adivinarlo, destruyó la
fuerza de voluntad de Xie Lian. Se atragantó con
dificultad.
—No diga más. Eso fue, un accidente...
La mano de Jun Wu se dobló en un puño y lo
presionó contra sus labios, aclarando su garganta
ruidosamente.
193
—Muy bien. No has violado tu mandato en
estos años, ¿correcto?
Xie Lian finalmente dejó escapar un suspiro de
alivio.
—No lo hice.
—Entonces eso será fácil —dijo Jun Wu—.
Tengo una espada aquí llamada Yan Zhen16 y
posee una cualidad particular. Si la sangre de una
virgen fluye sobre ella, no se manchará, sino que
se volverá más brillante como si hubiera sido
lavada. Toma una gota de tu sangre y gotéala
sobre ella y así veremos la verdad.
Aunque todos sabían durante años que Jun Wu
tenía la afición de coleccionar espadas raras y
extrañas, todos los Oficiales Celestiales
pensaron en sus mentes: —¿Por qué mi señor
tiene todas esas extrañas espadas? ¿Cuál es
incluso el uso en la recolección de estas...?
El mismo Xie Lian se sentía cada vez más
confundido con la situación y solo quería acabar
con ella lo antes posible. Ling Wen sacó esa
sensual espada Yan Zhen e inmediatamente
deslizó la hoja sobre la mano de Xie Lian.
Innumerables ojos miraron atentamente y Shi
Qing Xuan aplaudió.
—BUENO. ¡CASO CERRADO!

16
[豔 貞] ‘Yan Zhen" se traduce como "Virtud glamorosa".

194
Gotas de sangre se deslizaron más allá de la
hoja, sin dejar rastro como se esperaba. La
prueba era tan sólida como las montañas y la
multitud solo podía retraerse.
—Ah ya veo. Entonces, ¿quién más puede ser?
—Sus voces sin brillo, llenas de decepción.
Ling Wen se dirigió cortésmente a Lan Chang:
—Mi señora, por favor, díganos honestamente
quién es este Oficial Celestial. El espíritu del feto
en su vientre es ingobernable y los poderes de
usted no son fuertes, por lo que solo su padre de
sangre puede calmarlo y disciplinarlo. YO…
Inesperadamente, antes de que terminara, Lan
Chang señaló a Ling Wen y gritó: —¡USTED!
¡ESE HOMBRE ES USTED!
—...
Ling Wen: —¿…?
Probablemente, Ling Wen acababa de llegar de
su templo para asistir a esta reunión y tenía la
forma de un hombre. Para ser señalado
repentinamente como el padre del niño por Lan
Chang, él estaba en shock desconcertado. Todos
los Oficiales Celestiales escupieron. Pei Ming se
echó a reír: —Noble Jie, ¿terminaste de
administrar tus informes y fuiste a buscar a una
chica agradable con que acostarte?
JAJAjajajajaja...
Esto fue probablemente lo que ellos llamaban
karma instantáneo. Ling Wen negó con la cabeza
195
y con gratitud rechazó el compasivo gesto de Shi
Wu Du de querer darle a su buen sobrino un
paquete rojo. Su expresión volvió a la normalidad
y dijo: —No terminé y no tendría tiempo para eso.
Después de tanto alboroto de ida y vuelta,
sospechando de varios oficiales, naturalmente ya
nadie le creería a Lan Chang. Feng Xin no pudo
mirar más y dijo gruñón: —Lo entiendo. Esta
mujer está completamente loca desde el principio
y solo está aquí para echar la culpa, solo está
aquí para crear problemas.
Lan Chang rió, sonando cada vez más como
una loca bruja. Si eso continuaba, quién sabría a
quién acusará a continuación y todos los Oficiales
Celestiales cambiaron su comportamiento.
—Sí, quién sabe, tal vez el Cinturón Dorado fue
robado...
Sin embargo, Lan Chang no dejaría pasar
nada, con las manos en las caderas.
—¿QUÉ, ESTÁN TRATANDO DE LAVARSE
LAS MANOS? ¡DEMASIADO TARDE! ¡DE
NINGUNA MANERA! ¡ES USTED, ES USTED, O
ES USTED!
En este punto, era obvio que ella estaba
echando culpas al azar, e incluso Ming Yi, que
estaba de pie en un rincón en silencio,
concentrándose en masticar lo que sea que
estuviese en sus mejillas, fue reconocido por la

196
fuerza como padre una vez. Era un caos en el
gran salón y todos huían.
—LLÉVENSELA, ¡LLÉVENSELA!
—¡NO LE DEJEN HABLAR MÁS TONTERÍAS!
—¡ESTA JIE JIE NO ES MI TIPO ASÍ QUE NO
ME CALUMNIEN! ¡TAN DESGRACIADO!
Jun Wu agitó la mano y un oficial subalterno
entró para derribar a Lan Chang. A pesar de que
fue sacada del Gran Salón Marcial, continuó
gritando y riendo a carcajadas. Los oficiales
dentro de la sala finalmente pudieron calmar sus
corazones y volvieron a sus posiciones, con las
cabezas doloridas. Al principio, todos habían
pensado que el asunto no los involucraba y solo
estaban allí para un buen espectáculo, pero
ahora no estaban tan seguros de si un cubo de
mierda iba a ser arrojado sobre sus cabezas, tal
vez incluso consiguiéndose una nueva obra
sobre mujer fantasma amante con maquillaje
llamativo y un hijo fantasma que había asesinado
a miles en el Reino Mortal. Sintiendo el peligro,
todos levantaron sus manos en abandono.
—¡NO HAY MANERA DE INVESTIGAR ESTE
ASUNTO!
—Creo que solo está loca en la cabeza. No hay
necesidad de investigar, sería una pérdida de
tiempo. Solo enciérrala.
—Este puede muy bien ser el reino de los
fantasmas causando problemas a propósito.
197
Xie Lian no estuvo de acuerdo, sin embargo,
dijo: —Antes, en el camino hacia aquí, la señora
Lan Chang estaba bastante consciente, así que,
¿por qué se convirtió de esta manera en el
momento en que ingresó al Gran Salón Marcial?
Me temo que no es algo que pueda explicarse
con un simple; loca de la cabeza.
Por lo tanto, la multitud se dividió en dos lados,
debatiendo y discutiendo, pero al final, la
conclusión fue ese nunca cambiante: —Ya
veremos, veremos.

Después de que la reunión fue terminada, se


despidió de Shi Qing Xuan, quien prometió que
bajaría en unos días para visitar y jugar y Xie Lian
salió del Gran Salón Marcial, suspirando
mentalmente: —Todos dicen que el Palacio de
Ling Wen no es eficiente, pero no puede ser de
otra forma. Cada vez que nos reunimos para
discutir algo, hay tanto ruido y vaguedad y al final
las conclusiones no son en absoluto concretas,
así que, ¿cómo puede el Palacio de Ling Wen
conducir algo?
En ese momento, sintió que algo detrás se
acercaba y se dio la vuelta para ver que era Feng
Xin. Ligeramente sorprendido, ni siquiera había
198
saludado antes de que Feng Xin dijera
apresuradamente por lo bajo: —Cuidado con Mu
Qing.
Xie Lian bajó la voz también.
—¿Mu Qing?
—Cuando entró en la sala, esa mujer fantasma
reaccionó de manera extraña, como si ella le
tuviera miedo. —Feng Xin dijo—. No me
interesan los asuntos personales de otras
personas, pero en cualquier caso, cuídate.
Luego se apresuró a alejarse habiendo dado su
opinión. Xie Lian se quedó donde estaba y esperó
hasta que Feng Xin se hubo ido antes de volver a
caminar.
A pesar de que él no era obvio con sus
expresiones, Xie Lian en realidad había estado
prestando mucha atención a las minuciosas
expresiones de los Oficiales Celestiales, así
como a la reacción de Lan Chang y naturalmente
Mu Qing no era una excepción.
Sin embargo, no creía que el padre de ese
espíritu feto fuera probablemente Mu Qing. Xie
Lian ni siquiera podía imaginar a Mu Qing
haciendo tal cosa. Para ser sinceros, Mu Qing era
alguien que enfocaba el corazón y la mente en la
cultivación, mejorando sus artes marciales y
expandiendo su territorio, aumentando sus
creyentes. Además, practicaban el mismo
método de cultivo y nunca tocarían a las mujeres
199
para arruinar su cultivo. Sin embargo, Mu Qing
conocía a Lan Chang. Eso definitivamente no era
incorrecto. Pero con tan pocas pistas, Xie Lian
negó con la cabeza y descendió del Reino
Celestial.
A pesar de que el espíritu del feto fue
controlado y Lang Ying y Gu Zi estaban
acomodados en la morada de ese rico
comerciante con comida y bebida y no había
nada de qué preocuparse, de todas formas no era
bueno que estuviera lejos por mucho tiempo. Si
se tomara su tiempo, sin siquiera una sombra de
él, ese comerciante rico probablemente
comenzaría a quejarse. Así, en el momento en
que Xie Lian descendió, se dirigió directamente a
la ciudad de PuJi. Cuando ese comerciante
adinerado lo vio, inmediatamente se agarró las
manos y gritó con entusiasmo: —¡DAOZHANG!
¡VENERABLE, UN VENERABLE! Anoche durmió
en la habitación de mi señora y las puertas
estaban cerradas, pero esta mañana cuando las
abrimos, ¡no podía creer lo que veía! Se había ido
¡Es fuerte! ¡MUY FUERTE! ¡¿ASI QUE?! ¿Atrapó
al monstruo?
—Está atrapado, no se preocupe. Todo está
bien ahora —respondió Xie Lian—. ¿Cómo están
los dos niños que traje conmigo?
Era como si el rico comerciante recibiera el
perdón y él gritó alegremente: —¡Bien, son muy
200
buenos! ¡No comieron mucho en absoluto!
Daozhang, ¿dónde está tu Templo QianDeng?
¡Voy a ir a donar y devolver mi gratitud! A partir
de hoy, colgaré mi título como uno de los
discípulos en tu templo, ¡y nadie peleará contra
mí!
Xie Lian no sabía si reír o llorar, pero no
importaba qué, había conseguido nuevos
adoradores y uno que era rico también, por lo que
se sentía bastante contento. Dio discursos y le
dijo a ese comerciante adinerado los caminos de
la bondad, aconsejándole que no fuera tan
promiscuo en el futuro, que fuera más devoto y
amoroso con su esposa y su familia y finalmente,
le dijo que visitara el Santuario PuJi otro día.
Luego, Xie Lian se fue con Lang Ying y Gu Zi a
cuestas.
Los tres regresaron a la aldea PuJi y llegaron al
Santuario PuJi. Xie Lian tomó el cartel de; por
favor donar y ayudar con renovaciones y lo
colocó en un lugar más visible, esperando
secretamente que cuando llegara ese
comerciante adinerado pudiera verlo de
inmediato, luego empujó las puertas para entrar
al santuario. Sin embargo, en el momento en que
abrió la puerta sintió algo diferente con el lugar.
Al entrar en el santuario, era bastante diferente.
Los pisos de la casa habían sido barridos, el altar
había sido lavado, el polvo había sido limpiado, e
201
incluso la basura en la esquina había sido
sacada. Era como si la Señora Caracol de Río 17
hubiera hecho una visita; todo estaba muy limpio
¡Incluso Qi Rong se había ido!
Con su desaparición, era como si todo el lugar
fuera espacioso y brillante, e incluso el aire se
hubiera despejado un poco. Sin embargo, Gu Zi
había llevado en sus brazos las empanadas de
carne que trajo de la ciudad especialmente y
cuando se asomó y no vio a nadie, se volvió
ansioso: —Gēge, ¿dónde está papá?
Xie Lian inmediatamente se dio la vuelta. Ni
siquiera había dejado las puertas antes de sentir
una luz peligrosa y escalofriante atacando, e
instantáneamente sacó a Fang Xin para
contraatacar.
¡CLANG!
Ese brillo escalofriante fue lanzado en el aire,
cayendo millas de distancia.
Desenvainó tan rápido como un rayo y también
enfundó tan rápido como un rayo, devolviendo a
Fang Xin a su lugar. Dejó escapar una bocanada
de aliento, pero de inmediato se quedó perplejo.
—¿Por qué después de ese destello no hubo
más movimientos?

17
Es un personaje de un folclore que una vez fue salvado por un pescador y se
mantuvo en su casa. Cuando él se había ido durante el día, ella se transformaría en
una niña y realizaría tareas domésticas. Una vez que se enteró, vivieron felices para
siempre.
202
Se volvió para mirar esa luz escalofriante;
después de haberla golpeado, aterrizó en el suelo
muy lejos, incrustada en la tierra. Mirándolo de
lejos, ese arco de plata curvado parecía cada vez
más familiar. Xie Lian hizo pasar a los dos niños
y cuando vio claramente lo que era,
inmediatamente se arrodilló y exclamó: —No...
¿No es esto E-Ming? ¿Qué sucede?
Preguntar; qué sucede, a una cimitarra era una
vista extremadamente extraña. Unos cuantos
granjeros que pasaron por allí observaron a Xie
Lian de forma extraña y se codearon en secreto.
—Mira, ese hombre está hablando con un
cuchillo...
—Sí, lo veo. Eso es raro, salgamos de aquí...
Sin embargo, Xie Lian tuvo que preguntar,
porque todo el cuerpo de la cuchilla de E-Ming,
incluido el ojo con contorno plateado en la
empuñadura, temblaba violentamente, como si
hubiera contraído una enfermedad, agitándose
cada vez más cada minuto Xie Lian extendió su
mano a pesar del riesgo y preguntó con
preocupación: —¿Te lastimé justo ahora?

203
204
Capítulo 101
Lucha por elogios; E-Ming lucha contra
Ruoye

E
sa cimitarra se agitaba incontrolablemente
cada vez más. Xie Lian no sabía qué hacer y
la acarició suavemente a lo largo del centro
de la hoja.
—Lo siento, lo siento, no vi que eras tú, no
volveré a hacerlo.
Después de acariciarla varias veces, E-Ming
entrecerró los ojos y el temblor finalmente se
detuvo. Xie Lian luego preguntó: —¿Dónde está
tu dueño?
De repente, una voz vino desde atrás.
—No le haga caso.
Xie Lian miró hacia atrás e inmediatamente se
puso de pie, sorprendido y encantado.
—¿San Lang? ¿Por qué has venido?
Detrás de él había un joven que se acercaba
cómodamente con un aire de arrogancia
juguetona. Era Hua Cheng. Se había vuelto a atar
el pelo negro a una cola de caballo torcida,

205
vestido con una túnica blanca, con la túnica roja
exterior atada alrededor de la cintura, con las
mangas enrolladas, revelando los brazos pálidos
pero firmes, así como el tatuaje en uno de ellos.
Mientras caminaba, las campanitas plateadas
de sus botas tintinearon, sonando bastante
suaves, pareciéndose mucho a un fornido joven
de la aldea, pero extremadamente
despreocupado. Un pedazo de hierba colgaba de
sus labios y le sonrió a Xie Lian.
—Gēge.
Xie Lian originalmente había planeado visitar a
Hua Cheng para dar las gracias debidamente
después haber acomodado a los dos niños, pero
el mismo Hua Cheng apareció en su lugar. Con
pereza, Hua Cheng se acercó a él y sacó esa
cimitarra plateada del suelo con solo una mano,
mirándola y luego la levantó para apoyarla en su
hombro.
—Gēge está ocupado aquí, no hay necesidad
de molestarlo para hacer un viaje allá, así que
vine por mi cuenta. También se le olvidó esto.
De hecho, llevaba un sombrero de bambú en la
espalda y se lo quitó para dárselo a Xie Lian. Este
fue olvidado en la mansión de ese rico
comerciante y Xie Lian se sorprendió un poco,
luego dijo de inmediato: —Me olvidé por
completo, gracias por tomarte la molestia.

206
207
Justo cuando las palabras salieron de su boca,
de repente recordó lo que le dijo a Hua Cheng
después de ese acontecimiento que había
sucedido la noche anterior: —Estoy buscando mi
sombrero de bambú, mi sombrero de bambú no
está.
Eran frases sin sentido dichas por confusión,
pero Hua Cheng en realidad fue a buscarle el
sombrero de bambú y Xie Lian sintió una oleada
de vergüenza, temiendo que Hua Cheng lo
molestara por eso. Afortunadamente, Hua Cheng
ni siquiera lo mencionó y cambió el tema con una
sonrisa.
—¿Gēge recogió a dos niños más? —Dijo
mientras acariciaba la cabeza de Gu Zi,
revolviendo su cabello en un lío. Gu Zi parecía
tenerle miedo, corriendo para esconderse detrás
de Xie Lian.
Xie Lian reprendió: —No te preocupes, este Ge
es una buena persona.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Nah, soy una
muy mala persona.
Aunque eso fue lo que dijo, igualmente giró su
mano y una diminuta mariposa plateada fue
sacada de su manga, agitando sus pequeñas
alas, volando erráticamente hacia Gu Zi. Los ojos
pequeños de Gu Zi estaban abiertos, mirando a
la diminuta mariposa plateada con los ojos

208
inmóviles y finalmente se estiró para intentar
atraparla sin pensarlo.
Con eso, su guardia contra Hua Cheng se
redujo en gran medida. Luego, Hua Cheng pasó
despreocupadamente sus ojos por Lang Ying,
pero su mirada fue significativamente diferente.
Cuando miró a Lang Ying, sus ojos eran fríos y
agudos, desagradables y hostiles. Lang Ying bajó
la cabeza y también se encogió detrás de Xie Lian
con ansiedad.
Xie Lian sostuvo el sombrero de bambú en la
mano y dijo: —Si vas a venir, solo ven. ¿Qué
estás haciendo limpiando el Santuario PuJi?
—No es más que una limpieza de la casa, ¿no
cree que todo se siente mucho más refrescante
ahora que toda la basura se ha limpiado?
—...
Xie Lian recordó al Qi Rong desaparecido y se
preguntó si Hua Cheng realmente lo echó como
si fuera basura.
Justo en ese momento, se escuchó un súbito
lamento detrás del Santuario PuJi.
—¡HUA CHENG, PEDAZO DE MIERDA, VETE
AL INFIERNO Y QUÉMATE EN ACEITE
HIRVIENDO! ¡ASESINO! ¡HUA CHENG ESTÁ
COMETIENDO ASESINATO!
Gu Zi gritó: —¡Papá!
Y sus dos piecitos corrieron, acercándose
rápido y Xie Lian lo siguió apresuradamente.
209
Había un pequeño arroyo detrás del Santuario
PuJi y era donde solía lavar la ropa y lavar el
arroz. En ese momento, Qi Rong también fue
sumergido en el agua, su cuerpo atado
fuertemente por Ruoye, manteniendo su cabeza
desesperadamente sobre el agua, rugiendo con
todas sus fuerzas.
—¡NO SALDRÉ, RECHAZO SALIR! ¡ME
QUEDARÉ EN ESTE CUERPO HASTA QUE SE
MUERA! ¡NO ME RENDIRÉ!
Hua Cheng escupió ese trozo de hierba.
—¿Te tomas como una especie de héroe?
Basura inútil.
Xie Lian explicó con tristeza: —... Lo capturé
hace unos días en una montaña. Él está
poseyendo a alguien más y no saldrá. El hombre
todavía está vivo, así que si sacamos a la fuerza
un alma, la carne no sobrevivirá. Honestamente...
¿San Lang tiene alguna idea de lo que podemos
hacer?
Hua Cheng respondió: —¿Hum? ¿Quiere ideas
sobre cómo hacerle sufrir un destino peor que la
muerte? Hay un montón.
Eso era obviamente una amenaza. Qi Rong
dijo: —¡USTEDES DOS! ¡OLLA CON TAPA
ROTAS JUNTAS! ¡CORAZONES DE
SERPIENTE Y ESCORPIONES!
GUrglegurglegurgle...

210
No había terminado antes de ser sumergido en
el arroyo de nuevo. Aunque cada vez que Xie
Lian lo veía, recordaba cómo el cadáver de su
madre se disolvía en cenizas y se llenaba de
angustia, ese cuerpo pertenecía a otro y, por lo
tanto, debía controlarse. Por lo tanto, tomó a Qi
Rong del arroyo y lo arrastró a la puerta principal
del Santuario PuJi.
Qi Rong no había comido durante todo el día y
la noche, su estómago se había encogido de
hambre y después de haber sido acosado por
Hua Cheng, estaba lleno de rabia pero no tenía
energía. Devoró las empanadas de carne que Gu
Zi escabulló de la casa de ese rico comerciante,
sin dejar una sola miga, pareciendo
verdaderamente miserable y patético. Xie Lian
negó con la cabeza y notó que las extremidades
de Qi Rong estaban rígidas, probablemente por
algún hechizo lanzado por Hua Cheng y se
petrificó, por lo que gritó: —Ruoye, vuelve.
Ruoye había pasado días atando a Qi Rong y
ya se sentía extremadamente indispuesto, por lo
que con la llamada, de inmediato se envolvió en
bucles alrededor del cuerpo de Xie Lian como
una serpiente blanca. Xie Lian abrió la puerta y
consoló mientras lo hacía, desatándola de su
persona.
—Está bien, está bien. Te daré un baño en un
momento, no te sientas mal. Ve a jugar al lado.
211
Por lo tanto, Ruoye arrastró sus vendas y flotó
abatido hacia un lado. Hua Cheng también lanzó
casualmente E-Ming y E-Ming asumió una actitud
digna para aterrizar y se puso de pie. En la pared,
Ruoye de repente descubrió una cimitarra
plateada y reluciente que se inclinaba a su lado y
se acercó con mucho cuidado. Ese ojo en la
empuñadura de la cimitarra E-Ming también giró
y miró hacia su lado, su ojo calculando. Fang Xin
sombríamente no se movió, sin mostrar que
prestaba atención a lo que ocurría.
Xie Lian había pasado estos últimos días
estudiando el arte de la cocina y sintió que podría
haber ganado bastante entendimiento, su
corazón lleno de confianza. Queriendo mostrar
sus habilidades y ser correctamente el anfitrión
de Hua Cheng, Xie Lian le pidió que se quedara
para la comida y, naturalmente, Hua Cheng
aceptó alegremente. Cuando regresaron de la
ciudad, Xie Lian había comprado un montón de
víveres y los había apilado en el altar.
Recogiendo el cuchillo de carnicero, él cortó y
seccionó, haciendo sonar las ollas. Esa mesa de
altar podría usarse como escritorio, como isla de
cocina y también como mesa de comedor; podían
ponerse cubiertos, todos los niños podían
sentarse a su alrededor, verdaderamente una
mesa de cien usos.

212
Hua Cheng se apoyó contra la pared y miró un
poco, pero finalmente no pudo ver más y dijo:
—¿Necesita ayuda?
Xie Lian estaba en lo más alto de su
entusiasmo y respondió: —No es necesario. Solo
la ayuda de Ruoye es suficiente.
Luego, tiró unos cuantos paquetes de leña que
aún no se habían cortado.
¡PA!
Como una víbora atacante, esa venda de seda
blanca azotó los troncos y los trozos de madera
que eran gruesos como muslos se cortaron
instantáneamente en finos palos de fuego.
Habiendo demostrado sus habilidades, Ruoye
se arqueó en una forma exagerada y extraña
frente a E-Ming y Fang Xin, como si demostrara
su fuerza y belleza. La demostración de belleza
no duró mucho tiempo antes de que Xie Lian se
moviera de nuevo y colocara un plato en el suelo
y luego arrojara una col grande. Ruoye estaba a
punto de atacar cuando de repente, los ojos de E-
Ming brillaron y voló del suelo, girando destellos
de luz plateada. Las hojas del repollo llenaban el
aire y cuando estaban a punto de aterrizar en el
suelo ya se habían cortado en un plato limpio y
fino. Xie Lian se agachó para recoger el plato y
elogió cuando vio el repollo.
—Increíble. ¡Cortas mejor que Ruoye!

213
Al instante, Ruoye se presionó contra la pared,
como si estuviera retrocediendo y después de
haber tocado la pared, no tenía a dónde correr.
E-Ming, sin embargo, comenzó a girar su ojo
locamente, aparentando ser completamente
arrogante y satisfecho, como si hubiera
alcanzado un estado de santidad. Entre el sable
y el vendaje, Fang Xin aún permaneció inmóvil.
Xie Lian no había notado la pequeña batalla entre
los dispositivos espirituales y estaba enfocado en
arrojar diferentes tipos de verduras y
condimentos a la olla. Se volvió para preguntar:
—Por cierto, ¿cuánto tiempo te vas a quedar esta
vez, San Lang?
San Lang había estado observando sus
acciones todo el tiempo y parecía que quería
avisarle de algo al principio, pero al final no dijo
nada.
Él sonrió: —Depende. Si allá no pasa nada, me
quedaré y jugaré por unos días. Si me quedo,
ruego que a Gēge no le moleste.
Xie Lian dijo apresuradamente: —¿Por qué lo
haría? Mientras no te importe que mi lugar esté
un poco atiborrado.
Charlando y hablando de más, Xie Lian le contó
a Hua Cheng todo sobre cómo la fantasma
estaba echando la culpa a cualquiera, causando
problemas en el momento en que llegó al Gran
Salón Marcial.
214
215
Por supuesto, se abstuvo de mencionar cómo
él mismo fue acusado y todo el asunto con sangre
goteando sobre Yan Zhen. Entonces, recordó
que Jun Wu dijo que Hua Cheng había plantado
un espía en el reino celestial, así que, ¿tal vez
Hua Cheng ya lo sabía todo? Afortunadamente,
lo supiera o no, no lo demostró y solo parecía
contemplativo. Xie Lian conversó: —San Lang,
¿quién crees que es el padre del espíritu del feto?
Hua Cheng levantó la vista y sonrió débilmente.
—Es difícil de decir. Tal vez, ese Cinturón
Dorado realmente fue algo que ella recogió del
suelo.
Una respuesta vaga como esta no se parecía
en nada al estilo habitual de Hua Cheng y Xie
Lian estaba desconcertado. Pero pronto, una olla
burbujeante hizo que dejara de pensar en eso.
Después de dos inciensos, abrió la tapa de la
olla.
Por lo general, todo lo que Qi Rong comía eran
ofrendas a Xie Lian de la gente de la aldea y
aunque no eran más que bollos y pepinillos al
vapor, fideos y huevos, frutas silvestres u otros,
al menos eran alimentos aptos para los humanos.
En el momento en que la tapa de la olla se abrió
y el olor de su contenido flotó fuera del Santuario
PuJi, él comenzó a maldecir
ensordecedoramente.

216
—¡SANTA MIERDA XIE LIAN! ¡LOTO DE
NIEVE CON CORAZÓN NEGRO! ¡MEJOR
MÁTAME CON UNA ESPADA AHORA MISMO!
¡¿ASÍ QUE ACTUANDO COMO EL BUENITO
SACÁNDOME DE ALLÍ PARA HACERME
SUFRIR ESTA TORTURA! ¡SÉ LO QUE
INTENTAS HACER!
Antes de abrir la tapa de la olla, Xie Lian estaba
lleno de confianza. Ahora, comenzó a dudar de sí
mismo otra vez. Hizo lo mejor que pudo y ejerció
tanto esfuerzo, pero dio como resultado una
comida como esta, Hua Cheng seguía mirando al
lado, ¿qué debía hacer? ¿Realmente iba a hacer
que Hua Cheng comiera algo como esto? Al
escuchar a Qi Rong gritando furiosamente, Xie
Lian se estaba desmoralizando aún más. Al sentir
a Hua Cheng cruzar sus brazos a punto de salir,
Xie Lian levantó la mano para detenerlo.
—No le hagas caso.
Suspiró, llenó un tazón con la cosa de la olla y
le dijo a Hua Cheng: —No comas nada de esta
olla. Solo espérame por un segundo.
Luego salió, guiando a Gu Zi y Lang Ying a
buscar un balde de agua, enviándolos lejos del
lugar, antes de agacharse con ese tazón,
luciendo agradable y casual.
—Pequeño primo, es hora de comer.
Qi Rong estaba sorprendido y aterrado.

217
—¿QUÉ, QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡¿QUÉ
ESTÁS PLANEANDO?! XIE LIAN TE ESTOY
ADVIRTIENDO, TENGO UNA VIDA EN MIS
MANOS, ¡SERÁ MEJOR QUE LO PIENSES
MEJOR! CUALQUIERA QUE PUEDA COMER
ESA MIERDA SERÁ LIBRE DE LAS ATADURAS
DE LOS TRES REINOS, LIBRE DE LA RUEDA
DEL DHARMA18, NADIE...
Se detuvo cuando vio a Hua Cheng que estaba
dentro del santuario, se sirvió un tazón lleno, se
sentó junto a la mesa del altar y comió un bocado,
su rostro inmutable, firme como las montañas. Qi
Rong fue sacudido hasta la médula. Un
pensamiento que nunca había tenido pasó por su
mente -- ¡Como se esperaba de un Supremo!
Xie Lian presionó el tazón contra la cara de este
y dijo con calma: —Está bien si no quieres comer
tampoco. Si sales…
Eso nunca iba a suceder. Qi Rong se mordió
los dientes con fuerza. Sin embargo, Xie Lian
apretó sus mejillas y forzó a abrir su boca,
dejando caer el contenido del tazón directamente
hacia su garganta.
Al segundo siguiente, un grito agudo se disparó
a través de los cielos sobre el Santuario PuJi.
El tazón en la mano de Xie Lian estaba vacío y
el Qi Rong que estaba en el suelo tenía una cara

18
[六道 輪回] Rueda de Dharma - Creencia budista en los seis reinos de la existencia:
el Cielo, Asura, Humano, Animal, Fantasma, Infierno.
218
torcida y arrugada, incluso su voz era ronca como
un anciano agotado, gimiendo: —... Yo... odio...
Al ver que incluso al ser obligado a tragar un
tazón, Qi Rong todavía se negaba a salir, Xie Lian
no sabía si debería estar contento o angustiado.
Aunque realmente quería forzar a Qi Rong a salir
lo antes posible, como no tuvo éxito, casi parecía
que esto probaba que lo que cocinó con todo su
corazón no era tan malo después de todo y tal
vez incluso valiera la pena ser feliz por esto.
Dándose la vuelta, vio que Hua Cheng también
tenía un tazón en la mano, comiendo
tranquilamente, mirándolo mientras comía con
ese tazón estaba casi vacío. Los ojos de Xie Lian
se iluminaron y se puso de pie.
—San Lang, ¿has terminado?
Pensó al principio que había fallado en la
comida y estaba demasiado avergonzado de
ofrecérsela a Hua Cheng, pero quién iba a saber
que el mismo Hua Cheng fue y comenzó a comer.
Hua Cheng se rió entre dientes.
—Ajá.
—... —Xie Lian insistió con mucho cuidado—.
¿Qué piensas?
Hua Cheng sorbió la sopa también y sonrió.
—No está mal. Un poco espeso. Intente hacerlo
un poco más ligero la próxima vez.
Xie Lian suspiró aliviado y asintió.

219
—Está bien, lo recordaré. Gracias por tus
comentarios.
Qi Rong: —UUUUGGGGGGHHHHHHHHH - !!!

220
221
ARCO DE LOS SEÑORES ELEMENTALES

222
Capítulo 102
El estofado de salvia del Príncipe Heredero
para recibir inesperados invitados

A
l principio, Xie Lian había planeado
demostrar sus habilidades culinarias, pero
después de esta noche, su confianza se
redujo en un millón de veces.
Hua Cheng había sugerido que podía hacer la
cena en su lugar, pero ¿cómo podría Xie Lian
tener la cara para pedirle que cocinara después
de que él arreglara su puerta y también limpiara
su santuario? ¿Quién en su sano juicio trataría a
sus huéspedes de esta manera? Además, ¿por
quién tomaba al Rey Fantasma Supremo?
Afortunadamente, trajo muchos suministros de
vuelta de la ciudad y, aunque una gran parte de
ellos fue a la olla de Xie Lian, aún quedaban
algunos bollos y pasteles, verduras y frutas, así
que comieron lo que tenían. Pero después de
terminarlos, ¿entonces qué?
Al día siguiente, el problema se resolvió por sí
solo. Brillante y temprano por la mañana, la

223
puerta del Santuario PuJi se abrió ante el golpe
de un grupo de niñas de la aldea que vinieron a
ofrecer grandes ollas de avena y un pollo asado.
Las chicas de la aldea eran tímidas y ansiosas,
por lo que por quién acudían era obvio. Xie Lian
no pudo evitar suspirar con admiración,
pensando que la belleza realmente podría llenar
un estómago.
Ese pollo asado fue dividido entre los dos
niños; Xie Lian solo tenía algunas papillas y Hua
Cheng no tocó nada.
Él sonrió: —Gēge es muy popular en esta área.
Xie Lian se rió: —No te burles de mí, San Lang.
Obviamente estaban borrachas, pero no con
vino.
Después de que el tazón cayera, Qi Rong fue
atado fuera del santuario durante toda una noche,
aullando y chillando, gritando cosas como:
—¡Prefiero ser capturado por Lang Qian Qiu, ser
masacrado en un millón de piezas, que estar
atrapado aquí y ser alimentado con veneno por ti!
Primo príncipe heredero, estoy equivocado, por
favor, te lo ruego, ¡dame el antídoto!
E incluso parecía haber alucinado volviéndose
delirante. El pequeño Gu Zi estaba horrorizado. A
primera hora de la mañana, Qi Rong se había
encogido y estaba seco, con el rostro
completamente verde y lamiendo la papilla que

224
sostenía Gu Zi en su mano antes de recuperar
algo de fuerza, croando con una voz quebrada.
—¡Mentira! ¿Popular? ¿Quién demonios
vendría por él? ¡Mira esa lamentable apariencia!
Además, no te creas la gran cosa, Hua Cheng,
maldito. Solo puedes atraer a algunas chicas de
pueblo de lugares remotos como estos a lo sumo.
Solo vinieron porque estás vestido de forma
extravagante. Si te vistieras como un mendigo,
¡dudo que te miraran!
Xie Lian pensó que eso no estaba bien en
absoluto. Incluso si Hua Cheng se vestía como
un mendigo, Xie Lian creía, que si fuera a
mendigar, él recogería una montaña de oro. De
todas formas, no dijo nada y comenzó a hacer las
tareas del hogar sin prisa. Después de un rato,
otra oleada de olor flotó afuera y Qi Rong volvió a
rugir: —¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AHORA?!
¡QUE DEMONIOS!
Xie Lian respondió cálidamente: —Esa es la
olla de estofado; Amor para todas las Estaciones.
La estoy calentando.
Al escuchar esto, Hua Cheng aplaudió
suavemente.
—Qué buen nombre.
—¿¡LE DISTE A ESA COSA DE MIERDA UN
NOMBRE?! ¡¡¡PARA!!!
Temiendo que Xie Lian realmente le diera eso
de nuevo, solo el calentar esa cosa le recordó a
225
Qi Rong sus terribles memorias, así que no se
atrevía a hablar más. Después de terminar la
comida, Lang Ying recogió en silencio los
cubiertos como si fuera a lavar los platos y Xie
Lian reprendió: —Déjalo. Solo ve a jugar. Puedo
encargarme de esto.
Tal vez no le permitieron cocinar, pero aún
podía lavar platos. Hua Cheng vio a Lang Ying
sacar a Gu Zi para jugar y dijo: —Déjame
lavarlos.
Xie Lian rechazó la oferta.
—Hay incluso menos razones para que los
laves. Solo siéntate.
Antes de que él terminara de hablar, justo en
ese momento, escucharon a Qi Rong, que estaba
aburrido sin nada que hacer después de haber
llenado su estómago, hablando con un tono
grasiento: —Oye, chiquilla, ¿qué estás haciendo
mirándome? ¿Hice temblar tu pequeño corazón
tierno?
Ese demonio acababa de quejarse que a él no
le importaban las chicas del campo, pero volteó y
comenzó a flirtear, ¡y de mal gusto también! Xie
Lian negó con la cabeza, pensando que sería
mejor arrastrar dentro a Qi Rong después de
todo, para que no asustara a la gente mientras
estuviera amarrado afuera. Inesperadamente,
incluso antes de que abriera la puerta, las voces
de asombro de los aldeanos sonaron.
226
—¡Whoa, bellezas incomparables!
—¿Por qué esas bellas damas vendrían a
nuestro pueblo...?
—¡Nunca he visto a mujeres tan bonitas en mi
vida! ¡Y hay dos de ellas!
Poco después, hubo una serie de golpes en la
puerta del Santuario PuJi. Xie Lian estaba
desconcertado. ¿Bellezas incomparable? ¿Dos
de ellas? ¿Por qué dos bellezas incomparables
vendrían a llamar a mi puerta? Ah, ¿podría ser?
¿Ese comerciante adinerado trajo a sus nuevas
esposas para dar sus agradecimientos?
Pensando que este podría ser el caso, Xie Lian
tomó rápidamente el letrero de; Done para ayudar
con las renovaciones de este santuario, listo para
colocarlo afuera. Pero entonces, escuchó la voz
helada de una de las mujeres.
—¿Qué es esta cosa en la puerta? Quema los
ojos.
Inmediatamente, la voz de otra mujer llegó,
sonando perpleja.
—¿Tal vez es para vigilar la puerta? De
ninguna manera. No hay razón para hundirse tan
bajo como para usar una bestia espiritual tan
vulgar.
Aunque eran voces femeninas, Xie Lian
ciertamente había oído hablar a ellas antes. ¡Eran
la Señora del Viento Qing Xuan y la Señora de la
Tierra Yi!
227
Al principio había querido abrir la puerta de
inmediato, pero luego, giró la cabeza y miró a Hua
Cheng que estaba detrás de él, limpiando
perezosamente la mesa del altar y Xie Lian
detuvo sus manos, asomándose cautelosamente
a la puerta viendo a través de las grietas en su
lugar.
Fuera de la puerta se encontraban dos mujeres
delgadas y delicadas. Una vestida con una túnica
blanca de cultivo, los labios rosados, su forma
encantadora y sensual, un fuchen19 en la mano,
los ojos brillantes; la otra era una mujer vestida
de negro, la piel blanca como la nieve, las cejas
hermosas y afiladas, pero su expresión era
oscura, sus manos apretadas en puños, mirando
hacia la distancia. Esa cultivadora de túnica
blanca estaba sonriendo ampliamente, agitando
sus manos alrededor.
—¡Jaja, gracias a todos, gracias! No hay
necesidad de dar tantos cumplidos, no hay
necesidad de hacer tal espectáculo. Estoy muy
preocupada con todos ustedes así. Eso es
suficiente ahora, gracias. Jaja.
Xie Lian: —...
Alrededor había una gran multitud de aldeanos
que observaban la belleza y después de haber
visto hermosuras, comenzaron a señalar y
golpear a Qi Rong. Qi Rong estaba disgustado y
19
Un arma hecha de cola de caballo.
228
gritó con locura: —¡QUÉ ME VEN TODOS
USTEDES! ¡Y QUÉ SI A ESTE ANCESTRO LE
GUSTA ESTAR TIRADO EN EL SUELO!
¡VÁYANSE A LA MIERDA! ¡NO HAY NADA
PARA VER!
Los aldeanos vieron cuán extrañamente se
comportaba ese hombre, luciendo
maliciosamente violento con una cara verde y se
dispersaron de miedo. Shi Qing Xuan se volvió
hacia Qi Rong: —Este... verde joven maestro,
ruego que me diga si está Taizi Dianxia dentro del
santuario.
Al escuchar a esa mujer dirigirse a Xie Lian
como, Taizi Dianxia, Qi Rong inmediatamente
perdió el interés en las dos hermosas mujeres
que tenía ante él y le dijo: —¡TSK! ¡Así que
ustedes son oficiales de mierda de los cielos!
Como si este ancestro fuera un perro vigilando su
puerta. Escucha yo soy...
No había terminado antes de que Ming Yi se
acercara pesadamente y luego hubo un gemido
seguido de sonidos de bofetadas. Desde la
posición de Xie Lian, no podía ver exactamente
lo que Ming Yi estaba haciendo y solo podía ver
a Shi Qing Xuan agitando su fuchen,
reprendiendo: —Ming-Xiong, ¡no es bueno usar
la violencia!

229
Ming Yi dijo con frialdad: —¿Qué hay que
temer? ¿No dijo que no es una bestia espiritual
domesticada?
—...
Para evitar que Qi Rong fuera golpeado hasta
la muerte, Xie Lian solo pudo abrir la puerta y
levantar las manos para detenerla.
—¡Mi señora! ¡Tenga compasión! ¡No le pegue,
es una persona!
Al ver que Xie Lian había abierto la puerta, Ming
Yi se arregló el dobladillo negro y quitó la bota de
la espalda de Qi Rong. Shi Qing Xuan, por lo
tanto, se apresuró y apretó sus manos en un
gesto de cortesía.
—¡Dianxia, he venido unos días antes! ¿Qué
pasa con esa persona? Él está tan lleno de
esencia demoníaca, usted no puede ocultarlo,
¿nos toma por ciegos? Bueno, hablemos
adentro. Esta vez tengo algo realmente
importante, necesito su ayuda para...
Mientras hablaba, caminó alrededor del Qi
Rong que estaba tendido en el suelo y cruzó el
umbral. Hua Cheng todavía estaba dentro,
entonces, ¿cómo podría Xie Lian atreverse a
dejarlos entrar? Gritó apresuradamente:
—¡Esperen!
Sin embargo, fue demasiado tarde. El
Santuario PuJi no era tan grande y no tenía
dónde esconderse. Inmediatamente los dos
230
vieron detrás del cuerpo de Xie Lian a un Rey
Fantasma Supremo que estaba en medio de
lavar los platos. Cuatro pares de ojos se
encontraron; Las chispas volaron. Hua Cheng
sonrió con dientes, pero la sonrisa era siniestra y
sus ojos no tenían ni un rastro de alegría.
En un instante, las pupilas de Ming Yi se
encogieron y ella retrocedió tres pies de
distancia. Shi Qing Xuan arrojó a su abanico de
Señora del Viento, haciendo una postura de
ataque, sumamente alarmada.
—¡XUEYU TANHUA!
Afuera de la puerta, el rostro ceniciento de Qi
Rong rugió de rabia: —¡Y YO SOY NOCHES
ERRANTES DE LUZ VERDE! ¿¡CÓMO ES
NINGUNO ME RECONOCIÓ CUANDO ME
GOLPEABA, PERO SABÍAN QUE ERA ÉL CON
SOLO UNA MIRADA?!
Ming Yi se había infiltrado una vez en la Ciudad
Fantasma y pasó muchos años como espía
siendo súbdito de Hua Cheng. Solo
recientemente fue descubierto y capturado por
Hua Cheng, luego encerrado en una mazmorra
de laberinto y golpeado. Al tener a los enemigos
encontrándose frente a frente, con los ojos rojos
de ira, el pequeño Santuario PuJi se llenó con olor
a veneno por dentro y por fuera.
Hua Cheng arrojó el trapo en su mano y
entrecerró los ojos con una sonrisa burlona
231
—Señora de la Tierra se la ve animada.
Ming Yi también respondió fríamente: —Rey
Fantasma, también luce tranquilo como siempre.
Después de haber hecho falsos saludos
superficiales, las siguientes palabras que salieron
de la boca de Hua Cheng fueron aún más frías,
con expresión helada.
Él advirtió: —Vete. No me importa qué asunto
importante tengas. No te acerques a este lugar
otra vez.
Aunque temía a Hua Cheng, aun así, se negó
a retroceder dócilmente y Ming Yi respondió con
una voz solemne: —¡Venir aquí no fue mi
voluntad!
El olor del veneno se iba a convertir en
explosivos. Junto a ellos, Xie Lian estaba cada
vez más nervioso.
—Q-q-qué, Señora del Viento, ¿qué debemos
hacer?
Shi Qing Xuan golpeó su abanico en la cabeza
varias veces y dijo: —¡No esperaba que Xueyu
Tanhua estuviera aquí tampoco! ¿Ustedes no se
acaban de conocer? ¿Cómo es que están juntos
de nuevo tan rápido? De todos modos, si esto se
puede resolver sin puños eso sería bueno. La
violencia es mala. Si comienzan a pelear,
tendremos que detenerlos.
—Estoy de acuerdo, en su mayoría.

232
Qi Rong esperaba que los dos comenzaran a
pelearse y había estado escuchando
atentamente. Justo en ese momento, de repente
dijo: —Ohhh, ¿entonces eres esa puta Señora
del Viento?
Tanto Xie Lian como Shi Qing Xuan se giraron
para mirarlo. Así era exactamente como Qi Rong
había llamado a Shi Qing Xuan cuando estaba en
su propia cueva, pero incluso ante la misma
persona se atrevía a maldecirla así y Xie Lian no
podía decir si era por valentía o por falta de
capacidad mental. Shi Qing Xuan siempre se
había criado con dignidad y gracia, por lo que
probablemente era la primera vez que escuchaba
a alguien más maldecirla de esta manera.
Parpadeó, pareciendo confundida, luego se
volvió hacia Xie Lian.
—Dianxia. Por favor espere.
Luego, ella salió del santuario y cerró la puerta.
Afuera, hubo otro lamento desesperado de Qi
Rong y otro ataque de bofetadas. Un momento
después, Shi Qing Xuan abrió la puerta para
regresar y había regresado a su forma masculina.
—Bien, ¿dónde estábamos? También me
siento un poco hambriento, así que, ¿qué tal si
nos sentamos y comemos algo? No hay nada que
no se pueda negociar y nada que no se pueda
resolver en la mesa.
—...
233
A pesar de que Xie Lian no quería que
empezaran a pelear dentro del Santuario PuJi,
Hua Cheng parecía estar extremadamente
enojado por todo el asunto de la infiltración de
Ming Yi y sin conocer la historia interna, parecía
bastante imposible que se sentaran y comieran
agradablemente. Sin embargo, Hua Cheng en
realidad no pareció objetar la idea y después de
un momento de suspenso, el hielo en su rostro se
despejó y se volvió para seguir lavando los
platos. Después de que terminó, caminó hacia la
olla y sirvió un tazón lleno de ese estofado, Amor
para todas las Estaciones.
Al ver que él retrocedió primero y cesó una
batalla, todos los demás suspiraron de alivio. El
siguiente paso fue cambiar de tema y animar la
atmósfera, por lo que Shi Qing Xuan preguntó:
—Dianxia, ¿qué hay en esa olla? Parece que
todavía está caliente.
—Oh. Yo hice eso —dijo Xie Lian.
Esa olla se había estado cociendo por mucho
tiempo, los sabores se extinguieron
completamente y la mayoría del olor ya se había
disipado. Aunque el color todavía era
cuestionable, las formas casi se habían derretido
por la cocción, luciendo mucho mejor que la
noche anterior. Al escuchar su respuesta, Shi
Qing Xuan estaba vibrando de emoción.

234
—¿De verdad? ¡Nunca he comido nada hecho
por las manos de los Oficiales Celestiales!
Venga, venga, vamos a probarlo. —Dijo mientras
iba a agarrar dos juegos de cubiertos y llenaba
dos tazones.
Para ser honesto, Xie Lian había querido
detenerlo al principio. Sin embargo, debido a que
Hua Cheng había sido tan firmemente alentador,
germinando semillas de confianza en él y porque
más temprano esa mañana había cambiado el
condimento de acuerdo con las sugerencias de
Hua Cheng mientras calentaba el guiso, el
pensamiento; tal vez lo arreglé, apareció en su
mente. Después de algunas dudas, todavía no
dijo nada y en secreto observó con esperanza
cuando Shi Qing Xuan le pasó uno de los tazones
a Ming Yi.
—Ven, Ming-Xiong. Este es tuyo.
Ming Yi echó un vistazo al contenido del cuenco
y volvió la cara, viéndose reacio.
Fue un gesto grosero. Shi Qing Xuan se indignó
y forzó el cuenco hacia ella, implacable.
—¡COME! ¿No dijiste que tenías hambre antes
en el camino?
Hua Cheng, perezosamente, levantó una
cucharada y la sopló, llevándola a sus labios y
luego tragó.
Le sonrió a Xie Lian.

235
—Definitivamente es más ligero hoy. El sabor
está bien.
Xie Lian sonrió también.
—¿En serio? Agregué más agua hoy.
Hua Cheng dio otro mordisco y sonrió
felizmente.
—Gēge hizo lo mejor que pudo.
Ver a Hua Cheng, pareciendo estar
saboreando un delicioso manjar, fue sumamente
convincente. Un momento después, a pesar del
gesto anterior, Ming Yi tomó el tazón.
Shi Qing Xuan sonrió.
—¡Eso está mejor!
Y comieron el tazón de un bocado al mismo
tiempo.

236
237
Capítulo 103
Venerable de Palabras Vacías; Lamentos en
el banquete (parte uno)

—¿Qué tal está? —Xie Lian preguntó.


¡PAM!
Ming Yi se derrumbó sobre la mesa del altar
boca abajo, como si ella hubiera perdido el
conocimiento.
Junto a ella, dos líneas de lágrimas bajaban
silenciosamente por el rostro de Shi Qing Xuan.
—...
Xie Lian preguntó vacilante: —Mis señores,
¿qué tal está exactamente? ¿Podrían
tranquilizarse y darme una crítica constructiva
usando palabras?
Shi Qing Xuan salió del trance, se secó la cara
llena de lágrimas, agarró las manos de Xie Lian,
las presionó con fuerza y dijo de manera
ininteligible: —... Dianxia.
Xie Lian invirtió el agarre y apretó sus manos
hacia atrás.
—¿Qué?
238
Shi Qing Xuan no podía hablar y un momento
después, sollozó mientras empujaba a Ming Yi.
—Ming-Xiong... ¡Ming-Xiong! Ming-Xiong, ¿qué
pasa? ¡Tranquilízate, despierta!
Ming Yi estaba echada sobre la mesa, inmóvil.
Shi Qing Xuan no podía soportar que alguien lo
ignorara y el empujoncito que le dio se convirtió
en un empujón hasta que finalmente la
estranguló, temblando con fuerza.
Xie Lian no pudo mirar más y sugirió con
ansiedad: —Señor del Viento, ¿por qué no deja
la escoba? Podemos resolverlo hablando.
Shi Qing Xuan estranguló esa escoba y giró su
cabeza, gritando: —¿HAH? DIANXIA ¿QUÉ
DICE? ¡NO LE PUEDO OÍR!
Sintiéndose un poco indefenso, Xie Lian le gritó
al oído: —¡SEÑOR DEL VIENTO! LO QUE ESTÁ
EN SUS MANOS NO ES LA SEÑORA DE LA
TIERRA. LA SEÑORA DE LA TIERRA ESTÁ
AQUÍ. ¡AQUÍ!
En ese momento, Ming Yi se despertó. En
realidad regresó a su forma masculina en un
instante, su rostro oscuro como el acero y
proclamó desdeñosamente: —Tengo maldad en
el corazón ahora. Por favor, exorcízalo por mí.
¿Una cucharada de estofado puede producir
mal en el corazón? Xie Lian estaba impactado
hasta la médula. Murmuró: —... Eso no puede ser
posible...
239
Shi Qing Xuan, sin embargo, estaba apuntando
a Ming Yi, con los ojos redondos y abiertos.
—¡RESISTE! ¡TÚ! ¿Qué maldad eres para
atreverte a mostrar tus pequeños trucos ante este
Señor del Viento? ¿Dónde está Ming-Xiong?
¡Rápido, te protegeré! Hay que derrotarlo juntos.
Y con la escoba en una mano, la otra agitó el
abanico de Señor del viento. ¡Si ese abanico
atacara, entonces toda la azotea volaría sin duda
alguna! Xie Lian se rápidamente se apresuró a
detenerlo.
—NO LO HAGA. ¡MIS SEÑORES, POR
FAVOR!
—JAJAJJAJAJAJAJAJAJA
JEJEjejejejejjejuejuejuejuejuejuejue...
Qi Rong estaba golpeando sus puños en el
suelo riendo afuera, gritando.
—¡SE LO MERECEN! ¡OFICIALES DE
MIERDA! ¡MUÉRANSE Y ASCIENDAN! ¡Esto es
jodidamente genial! ¡ME SIENTO MUCHO
MEJOR!
Los dos oficiales que estaban dentro estaban
desesperados, gimiendo sin parar. Hua Cheng se
apoyó contra la pared con los brazos cruzados y
Xie Lian lo miró, luego miró al Señor del Viento y
al Señor de la Tierra con las cabezas dobladas
en el suelo y susurró: —Tal vez sea porque no le
agregué suficiente agua después de todo... ¿por

240
qué sus reacciones serían más fuertes que las de
Qi Rong?
Hua Cheng levantó las cejas.
—Creo que está bien. Probablemente sea un
problema con sus papilas gustativas. Suele
suceder.
Xie Lian, sin embargo, nunca había pensado en
lo que normalmente comía Qi Rong y en lo que
comían los Oficiales Celestiales. Comparando a
los dos, los Oficiales Celestiales eran mucho más
sensibles y emocionalmente delicados, por lo que
probablemente esa era la razón por la que sus
reacciones eran mucho más fuertes. Por
supuesto, tampoco pensó si se había agregado
algo después de que la olla hubiera pasado por
las manos de Hua Cheng.
Sintiéndose deprimido y culpable, Xie Lian le
dio de siete a ocho tazones de agua a Shi Qing
Xuan y Ming Yi antes de que los dos se calmaran
lentamente. Aunque sus estaban verdes como Qi
Rong y sus ojos estaban muertos, al menos
estaban conscientes y su habla regresaba. El
único pequeño problema fueron las imparables
lágrimas que corrían por la cara de Shi Qing Xuan
y cuando hablaba, accidentalmente se mordía la
lengua a veces. Aparte de eso no hubo
problemas reales.

241
Después de todo ese alboroto, dos horas
después, los cuatro finalmente se sentaron
ordenadamente alrededor de la mesa del altar.
Ming Yi todavía tenía su cara boca abajo en el
altar, todavía como un cadáver. Xie Lian corrigió
su expresión y preguntó solemnemente: —Señor
del Viento, ¿dijo que había algo importante para
lo que quería mi ayuda antes? ¿Qué es
exactamente?
Shi Qing Xuan, que parecía pálido y sombrío,
lanzó un hechizo a prueba de sonido en la puerta,
asegurándose de que nadie fuera pudiera oír
nada antes de que murmurara con voz ronca.
—... Es así. Ejem, ejem. Ejem, ejem. Dianxia,
se ha estado escondiendo en el mundo,
cultivándose en el Reino Mortal durante
ochocientos años. Ha caminado y visto mucho,
por lo que debe haberse topado con muchos
demonios y monstruos, ¿verdad?
Xie Lian cruzó sus manos una sobre la otra y
respondió: —Me he encontrado con algunos.
—Entonces quiero preguntar —dijo Shi Qing
Xuan—. ¿Alguna vez... ha conocido a un
Venerable de Palabras Vacías?
Xie Lian se sorprendió.
—¿El Venerable de Palabras Vacías que
lamenta en las fiestas?
Shi Qing Xuan bajó la voz y respondió
siniestramente: —¡Eso es correcto!
242
De repente, Xie Lian sintió una ola de brisa fría
y espeluznante que soplaba por su columna
vertebral, silbando.
Al mismo tiempo, parecía haber alguien al lado
de su oído, riendo fríamente y canturreando una
melodía extremadamente espeluznante.
De alguna manera, la luz del sol que brillaba a
través de las ventanas y las grietas, calentando
el pequeño Santuario PuJi, también se atenuaba,
como si todo el lugar estuviera envuelto en una
gran sombra. Las extremidades de Xie Lian se
estaban enfriando, heladas como el acero.
—...
—...
—...
Xie Lian tuvo que apretar sus ropas con fuerza
y sintió que esto debía hablarse directamente y
dijo: —Tengo que preguntar... ¿quién se está
riendo? ¿Quién está cantando? ¿Quién está
soplando aire frío detrás de mi espalda? ¿Quién
hizo el santuario tan oscuro?
Shi Qing Xuan se enjugó las lágrimas y dijo:
—Oh, ese fui yo. Es solo un pequeño hechizo, no
se preocupe. Es solo para establecer el estado
de ánimo.
Los otros tres en la mesa del altar se quedaron
sin palabras. Un momento después, Xie Lian
apoyó su sien y dijo con exasperación: —... Señor
del Viento, ¿qué tal si paramos esta brisa? Con
243
este clima, ninguno de nosotros está vestido con
capas suficientes. Además, el estado de ánimo
ya estaba allí, pero todo se disipó después de que
agregara la brisa fría y la música...
—Eh? ¿De verdad? —Dijo Shi Qing Xuan,
luego, con un gesto de su mano, el aire frío que
soplaba a las espaldas de todos se dispersó—.
Pero creo que sería bueno si el santuario sigue
siendo tan oscuro. Déjame encender una vela, la
sensación será aún mejor.
Mientras hablaba, realmente sacó una vela y la
encendió. A la luz de las velas parpadeantes que
iluminaban las dos caras blancas como la nieve y
otras dos caras pálidas y verdosas, el ambiente
era bastante fuerte, la atmósfera inquietante era
excepcional y tal vez incluso el Qi Rong que
estaba afuera aullaría y gritaría asustado por los
fantasmas.
Los otros tres no querían decir nada más. Hua
Cheng se echó hacia atrás y Ming Yi permaneció
como un cadáver. Xie Lian se frotó la frente y dijo:
—Vamos a continuar... ¿Dónde estábamos? ¿El
Venerable de Palabras Vacías? ¿Por qué no solo
dijo el monstruo Jinx? Al llamarlo el Venerable de
Palabras Vacías, me tomó un minuto darme
cuenta a lo se refería.
El Venerable de Palabras Vacías, aunque se le
dio el título de Venerable las personas solo lo
consideraban como un venerable para el
244
espectáculo, dándole algo de dignidad, temiendo
que si su nombre era demasiado indecoroso y lo
descubriera, vendría tras de uno. En verdad,
todos desearían poder maldecirlo como; el
venerable malhablado el monstruo jinx y cuanto
peor sonara, mejor. Sin embargo, era realmente
abominable al extremo.
Era correcto. Los demonios, fantasmas y
monstruos típicos daban miedo a lo sumo, pero
este era abominable. Esto se debió a que si
alguien fuera feliz, en su momento de alegría
aparecería y te desanimaría, un verdadero
aguafiestas. Piense por un momento; si en la
recepción de un par de recién casados, algo
como esto apareciera, se comiera el festín y
luego de repente afirmara: —¡No tardarán mucho
en separarse de los dos! —O en otro caso, si un
viejo maestro de una familia fuera promovido,
también aparecería repentinamente y lloraría en
medio de felicitaciones: —¡Te van a esposar y
llevar a la cárcel en unos pocos años!
Si debía unirse a alguien, se volvería como su
sombra y se envolvería firmemente sobre esa
persona, maldiciendo sin cesar por algo contrario
cada vez que le ocurriera una ocasión feliz.
Verdaderamente abominable. Especialmente a
aquellos que temían signos siniestros; si se
encontraran con esa cosa, morirían de angustia.
Nadie quería ser unido a este, pero si se
245
tropezaban con él, solo podían aceptar su
destino, porque hasta ahora nadie sabía cómo
había elegido a su presa.
Parecía que Shi Qing Xuan tenía mucho miedo
de esa criatura, pero a Xie Lian no le pareció un
gran problema.
—No se preocupe. No es nada de lo que temer.
Para decirlo correctamente, esa criatura tenía
más probabilidades de tenerle miedo a él.
Shi Qing Xuan recuperó su energía.
—¿Entonces, Dianxia ha encontrado uno?
¿Hay alguna forma de exterminar esa cosa por
completo?
Con un zumbido por un momento, Xie Lian
respondió: —Me topé con dos hace muchos
años, pero nunca volvieron a aparecer, así que
no sé si fueron completamente exterminados.
Pero según mi experiencia, no es tan difícil tratar
con ellos.
Shi Qing Xuan estaba muy contento.
—¿DOS? ¿Se las arregló para tratar con dos?
¡Realmente he venido al lugar correcto!
¿Entonces qué pasó?
Así comenzó Xie Lian su relato. El primero fue
así: Hace muchos años, Xie Lian pasó por un
pequeño pueblo y un comerciante adinerado
envió a su hija a la capital para estudiar. Debido
a lo sobresaliente que era su hija, hizo un gran
espectáculo de elogiarla públicamente, una
246
ocasión feliz. Quién podría saber, que de la
alegría se produciría la tragedia y en el banquete
de despedida, de repente una voz sonó: —El
carruaje de su hija se volteará en la esquina.
Ese comerciante adinerado se puso de pie con
furia en el lugar e iba a atrapar al que dijo esas
palabras, ¡pero esa persona se agachó debajo de
la mesa justo después y desapareció en el aire!
Después de eso, todos se asustaron.
Afortunadamente, Xie Lian fue a esa casa ese día
para recolectar basura. Se las arregló para
obtener algunas sobras y estaba a punto de
regresar cuando escuchó lo que pasó. Sabía qué
era esa criatura, así que le dijo a ese comerciante
rico que no se preocupara. Le pidió al
comerciante adinerado que contratara a una
veintena de guardias, con él mismo incluido,
escoltaron cuidadosamente a la pequeña dama a
la capital y la protegieron por un tiempo. Un mes
después, esa pequeña dama ganó el primer lugar
en un concurso de belleza y la oportunidad había
llegado.
Esa noche, se celebró una fiesta en un
restaurante de la capital para celebrar a la
pequeña dama y, efectivamente, hubo una voz
mezclada entre la multitud de nuevo, diciendo:
—Tú serás...
En el momento en que lo escuchó, Xie Lian,
inmediatamente tomó a esa criatura de la
247
multitud, ahogando su cuello, evitando que
pronunciara otra palabra. Luego, inmediatamente
usó un amuleto para sellar su cuerpo, lo golpeó
hasta una pulpa sangrienta, luego ordenó un
carruaje, llevándolo a los valles para el derrumbe.
En un rincón sinuoso del paso de la montaña, las
riendas se rompieron y ese carruaje se estrelló en
los acantilados, cumpliendo la maldición que este
mismo lanzó a los demás.
—¿Eso es todo? —Preguntaron los otros tres.
—Eso es todo —dijo Xie Lian—. Para lidiar con
el Jinx... bien, el Venerable de Palabras Vacías.
Para lidiar con el Venerable de Palabras Vacías,
hay tres maneras: primero, no dejes que abra la
boca y córtala antes de que pueda hablar. Esto
solo puede ayudar a uno a protegerse por el
momento, pero no lo protegerá de por vida, por lo
que debe estar constantemente alerta.
»Segundo, si debe hablar, no deje que el tema
de su maldición se escuche. Cualquiera se
sentiría asustado si escuchara una maldición
contra uno mientras se encuentra en el apogeo
de su alegría y esa criatura se alimenta de ese
miedo; se deleita en ello. Cuanto más asustado
esté, más feliz se vuelve. Si uno se pierde a sí
mismo por terror y arruina sus asuntos por las
palabras del monstruo, los poderes de este
aumentarán significativamente. Pero a menos
que uno sea sordo, definitivamente lo escuchará
248
hablar algún día. Para ser sincero, ni siquiera los
sordos podrían escapar, porque hubo algunos
que se cosieron los oídos en un intento por
escapar de la cosa, pero al final fue inútil.
»Por otro lado, si uno no se preocupa por lo que
sea que maldiga o como sea que desanime,
entonces no puede hacerle nada. Así, la forma
más efectiva es el tercer método: rodearse de
pensamientos felices e ignorarlo por completo.
Deje que hable o no hable, pero olvide todo lo que
diga. Hágase más fuerte y continúe su camino de
acuerdo con su propia voluntad y no con la
tragedia que predijo para usted. Por lo tanto, al
final, si este no pudiera provocarle alguna
desesperación, lo más probable es que se
escape por su cuenta. Por supuesto, todavía
puede muy bien estar escondiéndose esperando
la próxima oportunidad de emboscar.
Aunque el tercer método era el más efectivo,
todavía era muy difícil de lograr. Después de
todo, ¿quién en el mundo podría realmente
construir un corazón de piedra y no sentir una
sola ola? Cuanto más escuchaba Shi Qing Xuan
más profundo crecía su ceño fruncido.
—¿Y qué hay de la segunda vez? ¿Lo
solucionó igual la segunda vez?
—La segunda vez podría no ser útil como
referencia para nadie. Después de todo, era una
situación única —dijo Xie Lian.
249
—¿De qué forma era única?
—La persona a la que se unió fui yo
—respondió Xie Lian.

250
Capítulo 104
Venerable de Palabras Vacías; Lamentos en
el banquete (parte dos)

T
ambién fue hace muchos años que Xie
Lian conoció a un Venerable de Palabras
Vacías.
Esa vez, él acababa de construir una pequeña
choza por sí mismo y estaba allí de pie admirando
su nueva morada cuando de repente, una
diminuta pequeña voz vino de una de las
esquinas.
—¡Esta morada tuya se derrumbará en dos
meses!
—Entonces, ¿qué hizo? —Shi Qing Xuan
preguntó.
—Nada. —Respondió Xie Lian—. Dije: ¿Dos
meses? Si sigue en pie en siete días, sería un
verdadero milagro.
—...
Los labios de Hua Cheng se curvaron
ligeramente pero inmediatamente esa sonrisa se
desvaneció.

251
Ese Venerable de Palabras Vacías se escondió
en las sombras, esperando chupar el miedo, la
frustración, la inseguridad y otras emociones
negativas de Xie Lian. Sin embargo, no aspiró
nada más que aire vacío, e incluso cuando Xie
Lian terminó de peinarse y se quedó dormido en
su nueva casa, todavía no había aspirado nada.
Aunque Xie Lian nunca vio su forma, todavía
podía sentir que probablemente estaba bastante
enojado.
No pocos días después, un relámpago golpeó
y toda la cabaña se quemó.
Aquel Venerable de Palabras Vacías estaba
contento, probablemente pensando que el
quemarse no era diferente a colapsarse, por lo
que su maldición se cumplió técnicamente y Xie
Lian debería tener miedo ahora. Sin embargo,
eso no sucedió. Todavía no logró chupar nada
que pudiera llenar su estómago. Por supuesto
que estaba disgustado, por lo tanto, siguió a Xie
Lian y esperó la próxima ocasión feliz.
Quién hubiera sabido que esta espera se
convirtió en más de medio año. ¡En ese medio
año, Xie Lian no tuvo ni una sola ocasión feliz!
Si se tratara de alguien más, se habría rendido.
Sin embargo, el Venerable de Palabras Vacías
tenía un rasgo único y eso era la obstinación. Si
tuviera que buscar una presa, serían implacables
en su búsqueda y por lo tanto, pasó hambre
252
durante medio año. Finalmente, una oportunidad
había aparecido.
Un día, Xie Lian logró reunir un gran paquete
de basura e hizo una pequeña fortuna. El
Venerable de Palabras Vacías se llenó de
alegría. Habiendo esperado tanto tiempo,
inmediatamente usó todos los trucos que tenía y
varias corrientes de maldiciones fueron hechas,
tales como en la emocionante vida de después
de que Xie Lian se hiciera rico, él desperdiciaría
su fortuna en bebidas y juegos de azar y luego se
enfermaría con descomunales deudas… etc. Xie
Lian contó su dinero y escuchó con indulgente
diversión. Después, él igual solo se peinó y se fue
a la cama y ese Venerable de Palabras Vacías
igual no succionó nada.
Esa noche, el montón de basura de Xie Lian se
incendió.
Después de apagar el fuego, con el rostro
ceniciento, Xie Lian suspiró y dijo al Venerable de
Palabras Vacías: —Qué mal. Todo está quemado
No queda ni un solo trozo. Ni siquiera he
experimentado ninguno de esos sueños de
borrachera y toda la vida de riquezas de las que
usted habla. Creo que las cosas que dice son
bastante interesantes, así que, ¿por qué no me
dice un poco más?
Esto sucedió varias veces y hacia el final, Xie
Lian en realidad le preguntaba antes de que este
253
hablara: —¿Tiene algo que decir? ¿Quiere decir
algo?
Hasta que el Venerable de Palabras Vacías no
pudo más y huyó.
Para los Venerables de Palabras Vacías, un
dios de la desgracia como Xie Lian era
extremadamente desfavorable. O bien no tendría
felices ocasiones y no esperaría por nada; o ya
se había acostumbrado a toda la mala suerte y
no tenía miedo ni ansiedad. Su suerte era tan
mala hasta el punto de que estaba fuera de la
imaginación de ese Venerable de Palabras
Vacías, por lo que Xie Lian no sintió nada de sus
maldiciones, e incluso los trató como si fueran
buenos deseos o sueños.
En cualquier caso, después de eso, Xie Lian
nunca volvió a encontrarse con ningún Venerable
de Palabras Vacías. Incluso sospecharía que, tal
vez después de haber huido, el Venerable de
Palabras Vacías regresó a su gente y
groseramente dio a conocer lo malo que era.
Escuchando hasta este punto, Shi Qing Xuan
no logró contenerlo y soltó una carcajada. Hua
Cheng dijo en voz baja: —¿Es muy gracioso?
Shi Qing Xuan sabía que también era
inapropiado e instantáneamente controló su
expresión, disculpándose con un tono serio.
—Lo siento, Dianxia.
Xie Lian se rió.
254
—No te preocupes. Creo que también es
bastante divertido.
Concluyó: —El Venerable de Palabras Vacías
absorbe el poder del miedo en los corazones de
las personas y desde este poder, presionará para
que sus predicciones se hagan realidad y luego
harán una nueva predicción. El ciclo continúa
hasta que la persona está completamente rota y
su corazón destruido. Así que, cuanto más
inestable es el corazón, peor es; y cuanto más se
tiene, más se teme perder. —Después de una
pausa, sugirió: —¿Recibió el Señor del Viento
una oración de este tipo de un devoto y le está
pidiendo a usted ayuda? Usted es un dios
elemental, algo como esto no está bajo su
jurisdicción. Si recibió esta oración, muy bien
puede pasarla a un dios marcial.
Sin embargo, Shi Qing Xuan dijo: —No es un
devoto que se topó con eso, fui yo.
Ahora Xie Lian estaba aún más desconcertado.
—¿Se encontró con uno? El Venerable de
Palabras Vacías usualmente no se atreve a
meterse con los Oficiales Celestiales. Incluso si
se metieron con usted, como un Oficial Celestial
estimado, no hay nada que temer.
Shi Qing Xuan suspiró: —Si me hubiera topado
con eso después de mi ascensión, entonces, por
supuesto, no habría nada de qué preocuparse,
pero... es una larga historia.
255
Esto fue hace muchos cientos de años. Cuando
los señores del viento y el agua aún eran
mortales, nacieron y se criaron en una casa de
comerciantes ricos y prósperos.
Shi Qing Xuan fue el segundo hijo y cuando
nació, toda la familia se regocijó. Le dieron al
segundo hijo el nombre del bebé Xuan 20 y
distribuyeron papillas y similares para alimentar a
los hambrientos a fin de conseguir méritos a
través de actos de compasión. En ese momento,
había un adivino que comía papillas y vió al bebé
envuelto en pañales. Pidió los detalles del
nacimiento y dijo esto: —Ya que he comido
papillas de su casa, diré esto. Este hijo tuyo
podría tener una buena vida, pero es difícil
contarle toda la historia. Solo sé, que si quiere
salvarlo, debe mantenerse de bajo perfil. No lo
críe para que sea del tipo bullicioso y ostentoso;
no le dé la oportunidad de brillar. Recuerde
construir su fortuna en silencio y esto asegurará
que viva una vida de paz. Asegúrese de nunca
organizar ninguna fiesta para él o le traerá algo
malo.
Esas no eran palabras agradables y eran muy
parecidas a algo que diría un Venerable de
Palabras Vacías. La familia Shi era una familia de
comerciantes y todas las cualidades que él

20
Los nombres de bebés son apodos dados antes de que se decida un
nombre formal.
256
describía eran especialmente valiosas para ellos,
por lo que el adivino fue inmediatamente
apartado y sus palabras no fueron tomadas en
serio. Unos días después, se celebró una fiesta
en honor de Shi Qing Xuan, las linternas brillaron
y las pancartas volaron, los tambores rugieron y
los gongs sonaron.
Sin embargo, en la fiesta, justo cuando los
invitados estaban a punto de gritar sus
felicitaciones, cantando canciones de alabanza al
segundo joven maestro de la familia Shi envuelto
en pañales, una voz sonora resonó
repentinamente desde el suelo, cantando:
—¡MISERABLE COMIENZO, MISERABLE FIN!
Esa voz realmente vino del piso, pero superó
las voces de todos los presentes y todos
quedaron estupefactos de asombro.
El festín terminó con una ansiedad espesa en
el aire y esa misma noche, Shi Qing Xuan, que
aún era un bebé, se calentó con fiebre, lloró sin
parar y el calor se negó a bajar sin importar lo que
se hiciera, incluso algunas veces ya no tenía
nada más qué vomitar. Toda la familia estaba
aterrorizada. La familia Shi recordó que no hace
mucho hubo un adivino que pronunció palabras
extrañas y que fue expulsado, por lo que lo
buscaron rápidamente y lo invitaron.
Ese adivino dijo: —Les dije que mantuvieran un
perfil bajo, pero no quisieron escuchar. Ahora que
257
el niño ha llamado la atención del Reverendo,
toda su vida estará llena de infortunios. Este brote
de fiebre no es nada, desaparecerá por sí sola.
Pero esto, ¡no es más que un regalo dado como
saludo!
Por supuesto, él estaba hablando del
Venerable de Palabras Vacías. Excepto, este no
era un típico Venerable de Palabras Vacías que
podía ser eliminado tan fácilmente, sino uno que
era extremadamente antiguo en años, uno que
era más fuerte en cultivación. ¿Qué tan fuerte?
Incluso sin ocasiones alegres aún generar
desgracias. Por lo tanto, fue llamado el
Reverendo de Palabras Vacías.
Este Reverendo fue el llamado; La tienda que
puede cerrar por tres años, pero come por tres
años una vez que se abre. Sus ojos eran agudos
y maliciosos; la presa a la que se aferraba nunca
eran menos que personajes de grandeza cuyas
vidas estaban llenas de grandes olas y leyendas.
Algunos lograron ganar contra eso, pero incluso
así pagarían toda su vida para luchar,
suministrándole porciones significativas de
alimentos; Algunos fueron derrotados y se
convirtieron en una fuente de sus poderes. Tras
acumularse durante casi mil años, su cimentación
era profunda y gruesa. Ahora, había descansado
durante más de cien años; ansioso por despertar,
llegó el momento de estirar las piernas y, cuando
258
abra la boca para alimentarse, seguramente sería
otro gran bocado. Casualmente, el Shi Qing Xuan
que acaba de nacer fue exactamente de su gusto
y, por lo tanto, fue reservado por este Reverendo.
Aunque el pequeño bebé no entendería sus
predicciones, incluso si las escuchara, habría un
día que él podría entender y un día podría
conocer el miedo. Además, una vez que este
miedo fuera plantado en la infancia del niño,
quedaría profundamente arraigado, no podría ser
disipado.
Afortunadamente, los monstruos como estos
usualmente solo tenían un nervio en sus cerebros
y la forma en que pensaban era extraña, bastante
anormal. Por lo tanto, el adivino pensó en una
forma de engañarlo: hacer que la familia Shi
envíe lejos a Shi Qing Xuan y pretendiera que fue
entregado a otra familia, luego cambiar la
apariencia del hijo a la de una bebé antes de
traerlo de vuelta. Hacer que la familia diga que la
niña era una hija bajo su custodia y que toda la
Familia Shi llamara al joven amo; pequeña
señorita, criarlo como a una niña.
Mientras el Reverendo de Palabras Vacías no
pudiera encontrar el bebé varón que reservó,
después de un tiempo, seguramente no
recordaría a quién eligió.
Por lo tanto, tal como se dijo, Shi Qing Xuan
maduró a diez años en paz.
259
260
Dentro de esos diez años, el hogar del una vez
rico comerciante había disminuido gradualmente.
Los padres de los dos amos fallecieron; hubo
conflictos internos en la familia, luchando por la
herencia. Shi Wu Du estaba cansado de todo
eso, por lo que el año en que cumplió dieciséis
años, se fue de casa y llevó consigo al pequeño
Shi Qing Xuan, que era más joven por muchos
años.
Los hermanos dependían el uno del otro para
vivir y Shi Wu Du fue el primero en entrar a las
montañas para cultivarse bajo el mando de un
maestro, estableciendo al hermano pequeño en
una ciudad al pie de la montaña. Todos los días
cultivaba y entrenaba hasta tarde, sin descender
las montañas hasta altas horas de la noche. No
había nada para comer en las montañas y él solo
podía comer en casa por la noche. Una noche,
Shi Wu Du perdió el sentido del tiempo
entrenando con otra persona. Shi Qing Xuan
esperó por mucho tiempo y su todavía hermano
no estaba en casa. Preocupado de que Shi Wu
Du tuviera hambre, decidió llevar la comida a las
montañas.
Shi Qing Xuan aún era un niño en ese momento
y no sabía cómo caminar por los senderos de la
montaña. La noche estaba oscura y después de
haber caminado mucho tiempo con la caja de
comida, de repente necesitaba descansar.
261
Ansiosamente, en un instante levantó su falda a
un lado de la carretera. En ese momento, una
sombra negra se acercó desde el otro extremo de
la carretera de la montaña y preguntó: —¿Es
Xuan-Er el que está más adelante?
Al escuchar a alguien decir su nombre de bebé,
Shi Qing Xuan pensó que era su hermano quien
había enviado a alguien a buscarlo, por lo que se
bajó rápidamente la falda, respondiendo a la
llamada: —¡SOY YO!
Esa voz extranjera volvió a preguntar: —¿Es tu
nacimiento tal año, tal mes, tal día, tal hora?
Shi Qing Xuan estaba desconcertado. Primero,
¿por qué de repente le pedían información sobre
su nacimiento y, segundo, esa persona lo tuvo
todo correcto? Así que respondió de nuevo:
—¡Eso es correcto! ¿Cómo lo supo? ¿Quién es
usted? ¿Conoce a mi hermano?
Esa voz no respondió, pero al final dijo: —Ven
aquí y déjame ver tu cara con claridad.
Ese era el tono de una orden. En este punto,
Shi Qing Xuan finalmente notó que algo estaba
mal.
Abrazó esa caja de comida y se fue corriendo.
Mientras corría, podía escuchar maniáticos
remolinos de vientos detrás, riendo locamente.
¡Esa cosa lo estaba persiguiendo de cerca! Gritó:
—¡TE VAS A CAER AHORA MISMO!

262
Shi Qing Xuan estaba completamente
horrorizado y cuando dijo; caer, tropezó y cayó,
rompiendo la caja de comida y el arroz se
derramó por toda la tierra. Justo cuando esa
criatura estaba a punto de saltar hacia él, Shi Wu
Du llegó.
Al ver que alguien había venido, el Reverendo
de Palabras Vacías desapareció de la vista. Shi
Wu Du abrazó al hermano pequeño que estaba
cubierto de sangre y arroz por la caída, ambos
sorprendidos y aterrorizados.
¡A pesar de todo, ese lo encontró!
Después de haberse escondido durante tantos
años, el Reverendo de Palabras Vacías
finalmente tuvo su primer sabor dulce y de ahí en
adelante, aparecería regularmente, cada vez más
misterioso que la vez anterior. El cultivo de esa
criatura era demasiado fuerte; La fortuna de la
familia Shi ya se había agotado y los cultivadores
que Shi Wu Du logró contratar no podían hacer
nada al respecto. Él no tenía el poder de
deshacerse de un millón de méritos para que su
voz fuera escuchada directamente por los cielos.
Aunque esa criatura nunca pidió la vida de Shi
Qing Xuan, aún los dos hermanos sabían que
solo estaba esperando su momento, esperando
atacar solo cuando la presa engordara. En este
momento solo estaba golpeando tu cara con
suavidad, recordándote que le temieras, pero
263
habría un día en que la bofetada dolería. Era
como un cazador que no mataría a su presa con
una sola flecha y tenía que rozar muchas contra
ella, aterrorizando a la presa, alimentándose de
su terror.
Esto no fue más que una torturante ejecución.21
Afortunadamente, finalmente había llegado un
punto de inflexión. Después de muchos años de
entrenamiento agresivo, Shi Wu Du ascendió.
En el momento en que ascendió,
inmediatamente llevó a Shi Qing Xuan a la Corte
Intermedia, usando agresivamente tesoros raros
y riquezas divinas y unos años más tarde, Shi
Qing Xuan también ascendió con éxito. Ese
Reverendo de Palabras Vacías se calmó y
desapareció.
Shi Qing Xuan, naturalmente, creía que
finalmente se dio por vencido y se retiró
conociendo sus propias dificultades. Sin
embargo, parecía que era él quien pensaba
demasiado bien en las cosas.
Hace unos días, invitó a un grupo de amigos a
beber y mientras estaba ebrio, de repente
escuchó una voz maliciosa en su oído: —¡Nunca
volverás a ver a tu hermano!

21
La tortura descrita en el texto original es Ling Chi [淩遲]. Es una técnica de tortura
que apareció a principios del siglo X, donde el verdugo cortaba la carne del condenado
con un pequeño cuchillo poco a poco hasta que la persona esté muerta.

264
Esa voz era sumamente familiar; en los días
entre los diez años y antes de su ascensión,
podía escuchar esa voz al menos una o dos
veces al año, su miedo a eso se hundió
profundamente en sus huesos y era como si un
explosivo hubiera estallado al lado de su oído. Shi
Qing Xuan se puso serio al instante y corrió al
dominio de Pei Ming con terror, solo relajándose
cuando vio con sus propios ojos a Shi Wu Du bien
y pasando el rato con Ling Wen y el otro.
Después, se preguntó si esa voz era su propia
ilusión. Después de todo, esa criatura había
plantado una profunda sombra en su corazón
desde que era joven y no era la primera vez que
sucedió.
Después de escuchar la historia, Xie Lian
comentó: —Entonces, el que el Señor del Viento
conoció y el que yo conocí estaban en niveles
completamente diferentes. —Después de
reflexionar, se dirigió a Hua Cheng—. San Lang,
¿alguna vez has visto al Reverendo de Palabras
Vacías antes?
Hua Cheng estaba jugando con un par de
palillos en la mano y respondió: —¿Hum? Nunca
lo he visto con mis propios ojos. Sin embargo,
conozco a alguien que sí.
A pesar de que Xie Lian tenía curiosidad por
saber quién era ese; alguien que él conoce, no lo

265
preguntó y solo dijo: —¿Qué tan fuerte es su
cultivo? ¿Es realmente tan poderoso?
Hua Cheng tiró los palillos y respondió
perezosamente: —Muy fuerte. —Al escuchar
esto, tanto la expresión de Shi Qing Xuan como
la de Ming Yi se volvieron solemnes. Hua Cheng
agregó: —No es como esos pequeños secuaces
normales. Definitivamente es difícil de tratar.
Aunque dijo, difícil de tratar, su expresión
seguía siendo normal, como si solo lo dijera por
cortesía. Sin embargo, recibir tal comentario de
Hua Cheng definitivamente era algo relevante.
Xie Lian dijo: —Señor del Viento, este problema
no parece pequeño. ¿Por qué no le dice al Señor
del Agua?
Shi Qing Xuan agitó su mano.
—No, no. Tiene que saber que mi hermano
está a punto de sufrir otra calamidad celestial. Si
debe pelear con el Reverendo de Palabras
Vacías durante este tiempo, ¿qué pasa si pierde
la concentración? Tengo que mantener esto en
secreto, nadie debe saberlo. No le dije a un solo
oficial que tenga una buena relación con mi
hermano.
Un Oficial Celestial no solo pasaba por una
calamidad celestial una vez. Cuanto más
pasaban las calamidades, mayor era su estado
divino, más inquebrantable era su estado y más
fuertes eran sus poderes espirituales. Shi Wu Du
266
era un Oficial Celestial que ya había pasado dos
calamidades y Xie Lian también había escuchado
en las charlas de ocio en la matriz de
comunicación espiritual que él estaba esperando
el tercero ahora. Definitivamente no sería
favorable si perdiera la concentración. Tras fallar
superar una calamidad, pasara lo que pasara, el
estado divino alcanzado se eliminaría.

267
Nota del autor

Los dioses en los folklores chinos son muy


parecidos a los dioses griegos en los que cada
uno controla un aspecto en el mundo mortal. Para
ascender, un mortal debe pasar por una
calamidad celestial una prueba de fortaleza para
ver si la persona tiene lo necesario para volverse
divina. Una vez ascendido, un dios puede pasar
por muchas más pruebas para subir de nivel o
alcanzar un estado divino mayor. Los juicios no
son negociables y están escritos en el destino de
cada dios, por lo que vienen en diferentes
momentos. Cada prueba es diferente; a veces el
dios desciende a vivir una vida como mortal, o
lucha contra desastres naturales, etc., etc. Sin
embargo, fracasar en una prueba significa perder
el estado divino alcanzado y perder poderes, por
lo que es mucho lo que está en juego y no hay
vuelta atrás.

268
269
Capítulo 105
Tres Dioses, un Fantasma; Reverendo no se
ve por ninguna parte (parte uno)

S
hi Qing Xuan volvió a ponerse serio y
continuó: —Quiero intentar ver si puedo
encargarme de eso yo mismo. Dianxia
también tiene más experiencia, entonces, ¿está
libre? Si no, no se fuerce.
Shi Qing Xuan había ayudado a Xie Lian
muchas veces en el pasado y ahora que tenía
una emergencia y acudía a él en busca de ayuda,
no había forma de que Xie Lian pudiera declinar
y decir que tenía el corazón, pero no el poder. Sin
embargo, Hua Cheng vino de lejos como
huésped y no se había quedado por más de unos
pocos días. Si él se iba, ¿quién iba a ser el
anfitrión de Hua Cheng? Aunque no era como si
fuera un muy buen anfitrión.
Justo cuando estaba considerando sus
opciones, Hua Cheng apoyó su barbilla con una
mano y sonrió.

270
—¿Gēge va a intentar ver a ese Reverendo de
Palabras Vacías? Si no es una molestia, ¿me
llevaría con usted? Es un monstruo raro, después
de todo yo tampoco lo he visto nunca.
Xie Lian pensó para sí mismo: —Estoy muy
avergonzado, pero San Lang me entiende.
Lleno de gratitud por su consideración, asintió.
Shi Qing Xuan no dijo nada sobre el tema; por
supuesto, sabía que la llegada de Hua Cheng no
era para ayudarlo, pero al menos no estaría para
molestar, por lo que, si Hua Cheng viniera, no
significaba nada para él. Xie Lian dijo: —Ese
Reverendo de Palabras Vacías es una criatura
misteriosa, ¿quién sabe cuándo o dónde
aparecerá de nuevo?
Shi Qing Xuan respondió: —Yo tampoco lo sé.
En todo caso, planeo ir a la capital imperial y
reservar la mejor habitación en el mejor
restaurante para beber ochenta, cien días, poner
obras de teatro y encender petardos todos los
días. Saldrá eventualmente.
—Esa es una forma de hacerlo —dijo Xie
Lian—. Sin embargo, incluso si sale, es posible
que no podamos capturarlo. La mejor manera de
ganar cada batalla es conocerse a uno mismo y
al otro. ¿El Señor del Viento ha investigado
cuáles fueron sus presas en el pasado? ¿Cómo
funciona? Vea si hay algún patrón.

271
—Sobre esto, naturalmente, mi hermano ya ha
investigado —dijo Shi Qing Xuan mientras
sacaba un pergamino de su manga, abriéndolo.
Xie Lian se acercó más a echar un vistazo y se
asombró sin pensarlo.
—Increíble. Increíble.
¡Qué tal ser! Esa criatura realmente solo pesca
a los grandes. La serie de nombres en ese rollo
eran prácticamente todos los grandes nombres
del Reino Mortal, cada uno de ellos un personaje
de renombre y casi todos terminaron en tragedia.
Cada uno de esos fines trágicos fueron todos
suicidios después de una crisis.
Hubo quienes cortaron sus propias gargantas
después de que ejércitos se arruinaban como las
montañas caían; aquellos que limpiamente se
mataban con una venda blanca de tres metros de
largo después de que su fortuna acumulada se
disipara de la noche a la mañana; y aquellos que
se hundieron en las profundidades de la
desesperación después de haber pasado toda su
vida buscando influencia y riqueza, pero no
lograron nada. No fueron necesariamente
derrotados en manos del Reverendo de Palabras
Vacías, fueron derrotados por el miedo a la
pérdida en sus propios corazones.
Sin embargo, no había emperadores ni reyes
en esa lista. Los verdaderos reyes tenían la
protección del aura del hijo del cielo y el mal no
272
podía invadir fácilmente. En general, aquellos
que tenían el potencial de ascender también
tendrían un escudo espiritual natural que cubriera
sus cuerpos y obligaría a los demonios y
monstruos a evadir, por lo que Xie Lian sintió que,
lo que sea que se uniera a Shi Qing Xuan no era
algo tan simple y tal vez había alguien detrás de
las escenas a propósito atacándolo. Si ese era el
caso, quien fuera debía ser bastante formidable.
Sin embargo, Shi Qing Xuan fue marcado cuando
era solo un bebé, así que, ¿cómo atrajo a tal
personaje?
En ese momento, Hua Cheng habló: —Gēge,
¿puedo echar un vistazo?
Xie Lian le pasó el pergamino.
—Toma.
Hua Cheng solo lo barrió superficialmente y
dijo: —¿Quién hizo este pergamino?
—Mi hermano. ¿Qué pasa? —Shi Qing Xuan
respondió.
Hua Cheng arrojó el pergamino nuevamente
sobre la mesa y dijo: —Nada. Es una mierda llena
de errores. Sugiero que tu hermano lo haga de
nuevo.
Al escucharlo, Shi Qing Xuan iba a lanzar un
ataque.
—¡XUEYU TANHUA!
Xie Lian lo detuvo de inmediato y dijo
disculpándose: —Señor del Viento, por favor,
273
siéntese. Siéntese. Déjelo ir, San Lang siempre
habla así. Él no lo dice en serio.
Shi Qing Xuan se sentó, sonando dudoso.
—¿Siempre es así?
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y le
preguntó: —San Lang, dijiste que está lleno de
errores. ¿Por qué?
Hua Cheng también se acercó y los dos se
sentaron mucho más cerca que antes. Hua
Cheng señaló algunos nombres y dijo: —Estos
están equivocados.
Xie Lian miró de cerca los nombres y todos eran
tiranos vengativos y malévolos.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque yo los maté —dijo Hua Cheng.
—...
—¿No dice esto que todos murieron por
suicidio? —Dijo Xie Lian.
—Antes de hacer mi movimiento, enviaba
mensajeros para saludarlos primero y se
mataban ellos mismos. —Hua Cheng
respondió—. Entonces, ¿eso cuenta como mi
asesinato?
Quién sabría si eso contaba como su
asesinato, pero al menos era honesto. Shi Qing
Xuan tosió un par de veces incómodamente, sus
labios temblando.
—¿Pueden los fantasmas por favor no describir
tan claramente cómo matan a personas frente a
274
los Oficiales Celestiales? ¿Pueden los fantasmas
no discutir este tipo de preguntas abiertamente
con otros Oficiales Celestiales frente a otros
Oficiales Celestiales?
Hua Cheng señaló algunos otros nombres y
dijo: —Estos también están equivocados.
—¿Y quién mató a esos? —Preguntó Xie Lian.
—Agua Negra22 los mató —dijo Hua Cheng.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Ese Agua Negra Demonio Xuan? ¿No está
siempre en perfil bajo?
—No significa que no mate —dijo Hua Cheng.
Luego, se dirigió a Shi Qing Xuan—. Tu estimado
hermano te dio un pergamino que es inexacto y
está lleno de errores, no tiene intención de hacer
bien esta investigación y solo parece una
sospechosa cortina de humo, un montón de
piezas. Por lo tanto, sugiero que destruya esto y
reescriba otro.
Shi Qing Xuan tomó ese pergamino y exclamó:
—¡Mi hermano no es así!
Aunque sus palabras eran débiles, su tono era
firme. Shi Wu Du no sería tan descuidado cuando
se trataba de su propio hermano menor, así que,
solo podría haber una posibilidad y Xie Lian
preguntó: —Cada profesión tiene su propio nicho,
el Señor del Agua debería haber tomado

22
En el pinyin original es [黑水] Hēi Shuǐ, pero no me convencía y decidí dejarlo como
Agua Negra.
275
prestado el poder de otra persona en su
investigación ¿Puedo preguntar quién fue el que
realmente hizo el pergamino?
Después de algunas dudas, Shi Qing Xuan
respondió: —Ling Wen.
Xie Lian se frotó la frente y dejó de hablar.
Aunque todos los demás Oficiales Celestiales
maldijeron al Palacio de Ling Wen por su
ineficiencia, aun así no debería haber cometido
tantos errores, casi parecería que esto no era
más que un borrador. Los Tumores23 parecían
compartir una buena relación, al menos en la
superficie. Qué complejos asuntos había debajo,
los extraños probablemente nunca lo sabrían.
Hua Cheng retrocedió y continuó: —Déjeme
decirle otra manera de decir la diferencia entre lo
que es verdadero y lo falso: una vez que el
Reverendo de Palabras Vacías tenga sus ojos en
una presa, sacará la hierba de las raíces. No solo
su presa sufrirá daños y morirá, sino que las
familias y los amigos de dicha presa se verán
afectados. Entonces, aquellos que solo murieron
aquí en este pergamino cuyos amigos y
familiares están vivos y bien, esos nombres
también están equivocados.
Al escuchar esto, la cara de Shi Qing Xuan
palideció en otro tono. Poco después, recuperó la
alegría y se rió secamente a Ming Yi: —Ming-
23
Se refiere a los 3 tumores que son Shi Wu Du, Ling Wen y Pei Ming.
276
Xiong, ¿eso no significa que tú también estás en
peligro? ¡Eres mi mejor amigo después de todo!
Ming Yi se movió para sentarse más lejos de él,
con toda su cara escrita con: ¿Puedo no tenerte
como mejor amigo, por favor?
Este movimiento lo acercó más a Xie Lian y los
ojos de Hua Cheng lo recorrieron, afilados como
cuchillos. Al ver que Shi Qing Xuan todavía no
había olvidado bromear, incluso en momentos
como estos, Xie Lian no pudo evitar sonreír. Sin
embargo, podía decir débilmente que Shi Qing
Xuan estaba ansioso. O más bien, fue porque
estaba ansioso que tenía que usar un optimismo
extra para empujar esa ansiedad hacia abajo.
Shi Qing Xuan le mostró a su abanico de Señor
del Viento y se abanicó más rápido de lo usual
por cinco o seis veces, su cabello negro volando
salvajemente en el viento.
—¡Entonces vámonos ahora mismo! ¡A la torre
más alta y elegante para beber hasta el olvido!
Tengo que ver por mí mismo si se atreverá a salir
con tantos de nosotros. Tenemos ventaja en
número, JAJAJAJAjajajaja...
—...
—Señor del Viento, por favor, cálmese. —Xie
Lian dijo—. Espéreme un momento, todavía
tengo algunas cosas que atender en el santuario.
Quién sabría cuántos días tomaría este viaje y
con dos niños, dos bocas y un fantasma
277
abandonado poseyendo a un hombre, no podía
simplemente dejarlos. Pensó en encontrar a
alguien confiable en el pueblo para ayudar a
cuidarlos, pero parecía que Hua Cheng conocía
todas sus preocupaciones y pensamientos y dijo:
—Si Gēge debe irse, entonces váyase sin
preocupaciones. Tengo ayudantes. Cuando se
vaya, naturalmente habrá gente que vigilará el
santuario.
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio.
—Gracias a los cielos por San Lang. Sería
mejor si hubiera alguien aquí para vigilar las
cosas.
Hua Cheng también sonrió.
—Sí. Tiene que haber alguien vigilando las
cosas.
Su vigilancia, obviamente significaba cosas
diferentes. Sin embargo, nadie preguntó al
respecto. Ming Yi apartó la mesa del altar y
comenzó a dibujar el conjuro de Acortamiento de
Distancia en el suelo. El abanico de Shi Qing
Xuan estaba abanicando tan rápidamente, su
forma ya no era vista.
—Por cierto, Dianxia, olvidé preguntar antes.
¿Quién es el que está fuera de la puerta? ¿Cómo
lo hice enojar para que salieran de su boca
palabras tan groseras?
Al consultar por él solo al final y de una manera
tan extraña, si Qi Rong escuchara, sin duda
278
volvería a sufrir de acidez estomacal. Realmente
fueron palabras groseras, pensó Xie Lian
mientras empacaba a Ruoye y Fang Xin que se
apoyaban en la esquina.
—¿No anunció su propio título?
—¿Qué, realmente era el Goblin Verde? —Shi
Qing Xuan se sorprendió—. ¿Con esa actitud?
¡Realmente tienes que ver las cosas por ti mismo!
Xie Lian se frotó la frente y le contó brevemente
las cosas, recordándole que lo mantuviera en
secreto, especialmente a Lang Qian Qiu. Entre su
intercambio, Ming Yi también terminó de dibujar
el conjuro de Acortamiento de Distancia. El que
Nan Feng dibujó la última vez fue tosco y duro y
le tomó mucho tiempo. Ming Yi fue todo lo
contrario; sus manos eran rápidas y precisas, una
línea hasta el final y el círculo que dibujaba era
más limpio y preciso que si se usara una regla.
Los caracteres también estaban metódicos y
ordenados como si estuvieran presionados a
máquina y Xie Lian no pudo evitar quedarse
boquiabierto en secreto.
Con la matriz terminada, Ming Yi dijo: —Vamos.
Shi Qing Xuan contuvo el aliento y sopló
suavemente, apagando la luz de las velas.
Hua Cheng tomó la iniciativa y fue el primero en
empujar la puerta. La pequeña puerta se abrió
con un chirrido y estaba completamente negro
afuera, como si la puerta estuviera conectada a
279
una vieja casa que había sido abandonada por
muchos años, el aire estaba lleno de moho y
polvo.
Siguiendo a Hua Cheng estaba Xie Lian,
agradeciendo suavemente a Hua Cheng que
tomó la iniciativa de abrir la puerta mientras
cruzaba, luego Shi Qing Xuan y el último fue Ming
Yi. Una vez que cruzó, cerró la puerta detrás de
él.
En el momento en que se cerró la puerta, en la
oscuridad llegó una voz detrás de la puerta,
sombría y escalofriante: —¡El lugar al que deseas
ir se convertirá en la pesadilla que nunca querrás
recordar!
En el instante en que escuchó la voz, el pie de
Xie Lian se disparó.
Esa puerta se derrumbó instantáneamente por
su patada, pero una vez que se usara ese
conjuro, perdería su efecto y detrás de la puerta
ya no se encontraba el altar del Santuario PuJi,
sino un montón de basura. Esa acción intensa
originó densas nubes de polvo, Xie Lian tosió, un
poco contento de no haber roto la puerta que hizo
Hua Cheng y dijo con la manga cubriéndose la
cara: —¿Fue ese el Reverendo de Palabras
Vacías?
Shi Qing Xuan se aferró a su fuchen y su
abanico de Señor del Viento con fuerza y

280
respondió: —¡Esa es su voz! ¿Había... había
estado siguiéndome?
Xie Lian agitó el aire polvoriento y negó: —No.
Había tres Oficiales Celestiales y un Rey
Fantasma antes, si algo le estaba siguiendo, ¿no
lo sabríamos? Claramente, solo acaba de llegar.
Ming Yi también dijo: —Cálmate.
Shi Qing Xuan exclamó: —Estoy tranquilo.
Estoy muy tranquilo. ¡Me estoy calmando!
Sin embargo, Hua Cheng se adelantó y dijo
pausadamente: —La calma es buena. Pero
definitivamente hay algo que está pasando.
¿Alguien sabe dónde estamos?
Xie Lian miró a su alrededor y dijo también:
—¿No íbamos al mejor restaurante de la capital
imperial?
No importaba cómo se veía, esta vieja casa
abandonada no se parecía en nada a ese
restaurante del que hablaba Shi Qing Xuan. Los
cuatro exploraron alrededor, encontraron la
entrada, ¡pero estaba cerrada por cerraduras
gigantes! Xie Lian pateó de nuevo y las
cerraduras se rompieron, abriendo las puertas.
Una vez que las puertas se abrieron, lo que
apareció antes de los cuatro no eran ni fuegos
infernales ni paisajes misteriosos del mal. Era
una pequeña ciudad perfectamente normal,
indistinta.
Hua Cheng levantó las cejas.
281
—La capital imperial no debería verse así.
Xie Lian estuvo de acuerdo completamente. El
aura de una capital imperial no podía compararse
con una ciudad tan pequeña y se dio la vuelta.
—Señor de la Tierra, ¿cometió un error en su
conjuro?
Ming Yi, sin embargo, dijo: —No cometí ningún
error. El destino original no era este.
Xie Lian entendió de inmediato. Esto
significaba que la criatura se había entrometido.
Fueron enviados por este a este lugar.

282
Capítulo 106
Tres Dioses, un Fantasma; Reverendo no se
ve por ninguna parte (parte dos)

—¿Se metió para manipular el conjuro en el


momento en que abandonamos el Santuario
PuJi? —Shi Qing Xuan dijo, pero de inmediato
desmintió su propia teoría—. ¡No! No puede ser.
Xie Lian también dijo: —Eso es imposible. Ya
habíamos abierto la puerta antes, así que incluso
si se metió para entrometerse con las cosas,
deberíamos haber llegado a nuestro destino
original porque el hechizo ya había iniciado, por
lo que cambiar el conjuro no habría hecho nada.
Por lo tanto, solo tuvo una fracción de segundos
para hacer algo.
Lo que significaba que fue el breve momento
después de que Ming Yi terminó de dibujar la
matriz, Shi Qing Xuan apagó las velas y todo el
Santuario PuJi cayó en completa oscuridad.
Sin embargo, eso contradecía la propia teoría
de Xie Lian antes. Shi Qing Xuan dijo: —Pero

283
anteriormente en el santuario estábamos solo los
cuatro.
En el pequeño Santuario PuJi había tres
Oficiales Celestiales y un Rey Fantasma; si
hubiera algo más, ¿no lo sabrían? Y si era alguien
entre ellos entrometiéndose en la oscuridad,
¿quién es el que tenía más probabilidades de
hacerlo?
Shi Qing Xuan no pudo evitar echar un vistazo
a Hua Cheng. A pesar de que se detuvo de
inmediato, Hua Cheng no ignoró la mirada y
sonrió.
—¿Qué pasa con esa mirada? En mi opinión,
¿no cree que el Señor de la Tierra es el más
sospechoso? —Los ojos de Ming Yi también lo
miraron. Hua Cheng agregó: —En lugar de
centrarse en adivinar quién se entrometió, ¿qué
pasa si el conjuro que dibujó estuvo mal desde el
principio?
Ming Yi no respondió, no reconociendo nada.
Shi Qing Xuan, sin embargo, no pudo escuchar
más.
—Señor Hua, pare ahí mismo, está bien. Sé
que ustedes dos se han peleado antes en el
pasado, pero Ming-Xiong realmente no es alguien
así. Lo arrastré aquí en el último minuto, así que
no tiene motivos para entrometerse.

284
—No necesariamente se necesita una razón
para hacer algo. —Hua Cheng dijo—. Señor del
Viento, usted también es sospechoso.
—¿Eh? —Shi Qing Xuan no había pensado
que la situación se volvería contra él y se señaló
a sí mismo—. ¿Quién? ¡¿YO?!
—Sí. Que el culpable sea quien se queje24 es
algo común. —Hua Cheng dijo—. ¿Por qué ha
venido? Si usted y su estimado hermano
realmente tienen miedo del Reverendo de
Palabras Vacías, ¿por qué se hizo una
investigación tan mala? No es exagerado decir
que ustedes lo planearon y nos trajeron con
mentiras aquí intencionalmente.
Con solo mirar su expresión, uno podría decir
que él estaba descaradamente diciendo
disparates, pero se veía tan confiado, tanto que
casi cualquiera también empezaría a dudar.
Shi Qing Xuan casi se estremeció.
—¿Yo soy... soy tan irracional?
Hua Cheng se rió entre dientes.
—Misma lógica. Yo tampoco soy tan irracional.
Como sea que alguien le atacara, él devolvería
el golpe de la misma manera. Xie Lian todavía
estaba reflexionando y agitó su mano.

24
Del dicho “恶人先告状” que significa lo que dice ahí, pero literalmente se
traduce en “Ladrón llora por ladrón”
285
—Está bien, todos deténganse. Nada se ha
resuelto y ya hemos empezado a dudar de
nuestra propia gente.
Hua Cheng rió a carcajadas y dejó de hablar.
Sin embargo, su actitud era más que clara: él no
ayudaría y no causaría problemas; él estaba
puramente allí por diversión. No había necesidad
de esperar nada de él y tampoco había ninguna
necesidad de protegerse contra él. Después de
zumbar por un momento, Xie Lian dijo: —En
realidad, hay otra posibilidad, que es después de
que el Señor de la Tierra dibujara el conjuro
dentro del santuario ya había alguien más afuera
dibujando un conjuro más fuerte en la puerta.
En ese momento, para que Qi Rong, quien
estaba afuera de la puerta, no escuchara, Shi
Qing Xuan lanzó un hechizo a prueba de sonido,
sellando el Santuario PuJi. Hablando
relativamente, si algo fuera manipulado en el
exterior, no sería fácilmente detectable desde el
interior. Dos hechizos del mismo calibre
chocando, el más poderoso ganaría. Este poder
no solo dependía de si el lanzador era más fuerte,
también dependía del material. En ese momento,
Ming Yi usó el cinabrio antiguo que Xie Lian
recogió mientras recolectaba basura, el cual
incluso otros que recolectaban basura
rechazaron. Si alguien hubiera usado sangre

286
fresca para suprimir el conjuro por supuesto que
sería profundamente más fuerte.
Shi Qing Xuan aceptó inmediatamente esa
posibilidad.
—¿Fuera del santuario? ¿Podría ser el Goblin
Verde? ¿Puede incluso hacer algo en ese
estado?
—No lo creo... —dijo Xie Lian.
Hua Cheng dijo rotundamente: —Ni siquiera
puede soñar con moverse en los próximos siete
días. Pero, no es solo él quien está fuera del
santuario.
Sus palabras parecían tener una implicación.
Xie Lian dijo: —En cualquier caso, no entremos
en pánico ni dañemos nuestra confianza mutua.
—Después de caminar unos pocos pasos,
agregó: —Pero las palabras de ese monstruo
eran realmente extrañas. ¿Por qué dijo que este
lugar se convertirá en la pesadilla que deseará
nunca recordar del Señor del Viento? ¿Vamos a
encontrar algo aquí?
Mirando a su alrededor, Shi Qing Xuan frunció
el ceño ligeramente.
—... Espera. Es esto…
Ni siquiera había terminado cuando, de
repente, los ojos de Ming Yi se volvieron
penetrantes, su mano se levantó y cortó justo
detrás de la cabeza de Shi Qing Xuan.

287
Xie Lian gritó: —¡SEÑOR DEL VIENTO,
CUIDADO DETRÁS DE USTED!
¡PANG!
La mano de Ming Yi rompió un gran objeto
rectangular en dos. Ese objeto cayó desde arriba
y se dirigió directamente hacia la cabeza de Shi
Qing Xuan. Este saltó a unos pocos pies de
distancia, acariciando su corazón.
—¡Eso estuvo cerca! —Luego miró hacia abajo
y sus pupilas se encogieron. Xie Lian se acercó
para echarle un vistazo y también se quedó
estupefacto. Ese objeto era la placa del
establecimiento, había letras doradas pintadas
sobre azul con las gigantescas palabras; Templo
del Viento y el Agua.
Cortar la placa de establecimiento del palacio
de un Oficial Celestial en dos era un enorme tabú.
Ming Yi bajó su mano, su expresión fría. Shi Qing
Xuan se quedó atónito por un momento, pero
inmediatamente agitó la manga, barriendo las
piezas rotas de esa placa, hablando en voz baja:
—Mantengan esto en secreto. ¡Nadie diga nada!
Nadie hable de esto. ¡Si mi hermano supiera que
su placa fue rota, se volvería loco de enojo!
Xie Lian se dio la vuelta, hablando con
incredulidad: —¿Este... es un Templo del Viento
y el Agua?
En efecto, la casa destruida en la que
terminaron era un Templo del Viento y el Agua.
288
El Señor del Agua era el dios de la riqueza;
nadie escatimaba el dinero y los templos que lo
adoraban siempre tenían abundantes
donaciones. Verlo profanado era prácticamente
tan imposible como ver un montón de dinero en
efectivo tirado en las calles, expuesto sin que
nadie lo recogiera. Shi Qing Xuan se apresuró a
regresar al salón, dentro del templo estaba lleno
de telarañas y capas de polvo, desoladas por el
abandono. Revolvió alrededor y finalmente sacó
dos lamentables estatuas divinas de un montón
de basura.
A la estatua divina de la Señora del Viento le
faltaba una pierna y un brazo y la estatua divina
del Señor del Agua fue decapitada directamente;
además, esos daños no parecían estar en
relación con la decadencia a través de los años,
sino que alguien había usado algo afilado para
aplastarlos, como si estuvieran desahogando un
odio infinito sobre las estatuas. Esas dos estatuas
divinas también eran extremadamente realistas,
casi como si estuvieran vivas, por lo que verlas
en el suelo con sonrisas curvas en sus rostros en
este estado de abuso insoportable dentro de este
escalofriante templo era sumamente incómodo.
Shi Qing Xuan sostuvo una estatua divina en
cada uno de sus brazos y se preguntó: —¿Qué
es este odio? ¿Qué es este rencor?

289
Incluso si Xie Lian sintió que esto era una vista
llena de malevolencia, para poder estabilizar la
mente de Shi Qing Xuan, respondió con
suavidad: —Señor del Viento, tranquilícese.
Mientras haya quienes adoren, habrá quienes
profanen. Es una visión común en el mundo, no
hay que prestarle atención. Esto debe haber sido
hecho intencionalmente por esa criatura con el
único propósito de avivar el miedo en su corazón
y absorber el poder espiritual de usted.
Ming Yi, sin embargo, fue conciso en sus
palabras.
—¿Estás bien o no? Si no, vete.
Shi Qing Xuan limpió el polvo en los rostros de
esas estatuas divinas, apretó los dientes y agarró
su abanico de Señor del Viento y luego se puso
de pie abruptamente.
—¡Estoy bien! ¡Ahora tengo que ver de qué
está hecha esa criatura!
Los cuatro salieron de ese ruinoso Templo del
Viento y el Agua y caminaron alrededor de esa
pequeña ciudad. Era una ciudad muy tranquila,
pacífica, no bulliciosa, pero tampoco quedada en
el tiempo, nada fuera de lo común. Más bien, los
más extraños eran ellos. Tras ser arrojados a una
multitud de mortales, sus apariencias, aspecto y
estilo eran demasiado notables. Así, poco
después, se metieron en un pequeño callejón y
se cambiaron de ropa.
290
Xie Lian ya estaba completamente vestido con
túnicas sencillas, por lo que no tenía que
cambiarse, pero los otros tres cambiaron
completamente de pies a cabeza. En un lado, Shi
Qing Xuan estaba opinando sobre la nueva ropa
de Ming Yi. Por aquí, Hua Cheng se había
cambiado a un conjunto de refrescantes túnicas
negras, su largo cabello cuidadosamente atado
con un accesorio de jade blanco, perdiendo algo
de dejadez y, en cambio, adquiriendo un aire de
energía juvenil, luciendo como un joven
extraordinariamente guapo, talentoso e
inteligente. Discípulo de alguna casa de
renombre. Todavía parecía extremadamente
distinguido; un emperador realmente no podría
parecer un mendigo incluso si lo obligaras a
vestirse como tal. Al mirarlo, Xie Lian no pudo
evitar recordar el dicho: Para que los hombres se
vean guapos, deben vestirse de negro y se dijo a
sí mismo que eso era verdad. Al acercarse, miró
a los Señores del Viento y la Tierra, recordó algo
y susurró: —San Lang, hay algo que he querido
preguntarte.
Hua Cheng se arregló las mangas y respondió:
—¿Qué es?
Xie Lian apretó una mano en un puño y
presionó sus labios, tosiendo ligeramente, luego
trató de sonar extremadamente indiferente.

291
—... ¿Cuál es la contraseña verbal de tu red de
comunicación privada?
Para poder comunicarse y transmitir mensajes
directamente a través de una red espiritual
privada, uno debía poder recibir la contraseña
verbal de la otra parte. Por ejemplo, para
contactarse con Shi Qing Xuan, uno debía recitar
en voz alta cuatro versos de una aleluya
mentalmente:
El Señor del Viento tiene un talento ilimitado.
El Señor del Viento es divertido y
despreocupado.
El Señor del Viento es amable y justo.
El Señor del Viento tiene veintiocho años.
Por supuesto, generalmente los Oficiales
Celestiales no configuraban contraseñas
verbales que eran tan dolorosas de decir y eran
mucho más simples.
Las contraseñas verbales de los Oficiales
Celestiales en la Corte Superior no eran
entregadas tan libremente y solo a los cercanos.
Como Rey Fantasma Supremo, Hua Cheng era
naturalmente igual. Los dos podrían no haberse
conocido hace mucho tiempo, pero se podría
decir que su relación es bastante buena. Que aún
no hubieran intercambiado contraseñas era un
poco extraño. Pero recordando, cada vez que
sucedía algo, se reunían directamente, por lo que

292
si las contraseñas se intercambiaban o no, no
parecía ser un gran problema.
Xie Lian nunca había pedido la contraseña
verbal de ningún Oficial Celestial, porque si algo
sucediera, él simplemente llamaría a la matriz de
comunicación espiritual y si necesitaba hablar
con alguien en privado, todavía podría pedirlo en
la matriz. Esta era también la primera vez que
solicitaba la comunicación privada de alguien
primero y no tenía mucha experiencia previa, por
lo que estaba un poco preocupado de que
pudiera ser demasiado confianzudo. Al ver que
los ojos de Hua Cheng estaban parpadeando
pero no se movían, Xie Lian se sintió un poco
incómodo y agregó apresuradamente: —¿Hay un
inconveniente? No te preocupes si es así, no me
hagas caso, solo preguntaba, no tiene
importancia. Es solo que quería discutir algo en
privado más tarde, así que estaba siendo
presuntuoso. También puedo intentar hablar
contigo en secreto...
Hua Cheng lo interrumpió.
—No hay inconveniente. Estoy realmente feliz.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Eh?
Hua Cheng suspiró y dijo: —Estoy muy feliz de
que Gēge finalmente me lo pidió. Como nunca lo
mencionó, pensé que era inconveniente para
usted, que no quería intercambiar contraseñas
293
con otras personas, por lo que nunca se lo pedí.
Ahora que finalmente Gēge me ha preguntado,
¿cómo puede decir que fue solo una solicitud sin
importancia?
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio e
inmediatamente se animó, agarrando la mano de
Hua Cheng.
—¡Así que ambos teníamos la misma
preocupación! Lo que dije al principio fue un error,
esas eran las palabras sin importancia, me
disculpo con San Lang. Entonces, ¿tu contraseña
verbal es?
Los ojos de Hua Cheng brillaron y se inclinó
ligeramente.
—Esta es mi contraseña verbal, Gēge, escuche
con atención, solo voy a decirla una vez.
Luego susurró una frase.
Después de escuchar, los ojos de Xie Lian se
agrandaron.
—... ¿Qué? ¿Es eso realmente? San Lang, ¿no
te equivocaste?
Hua Cheng miró a gusto y respondió: —Sí, eso
es todo. Si Gēge no me cree, ¿por qué no
intentarlo?
Xie Lian no se atrevió.
—Entonces... entonces, ¿eso no significa que
cada vez que alguien trata de comunicarse
contigo, tienen que recitar esa frase tres veces

294
mentalmente? ¿No... no sería eso muy
incómodo?
Hua Cheng soltó una risita.
—Es porque no quiero que nadie me llame que
he establecido a propósito como contraseña esa
frase. Para hacer que se rindan. Pero, si es Gēge
quien intenta contactarme, siempre estoy libre.
Xie Lian se sentía un poco incrédulo y pensó:
—Eso es realmente vil...
Dudó, queriendo iniciar la matriz de
comunicación privada, pero simplemente no
podía recitar esas palabras sin importar qué.
Incluso mentalmente fue difícil. Al ver a Xie Lian
cubrir la mitad de su rostro con la mano, girando
la cabeza, pero todavía sin decidirse, Hua Cheng
finalmente se divirtió lo suficiente y dijo: —Está
bien. No hay problema. Si Gēge no se atreve a
recitarlo yo seré el que le llame. ¿Cuál es su
contraseña verbal?
Xie Lian volvió la cabeza y dijo: —Solo recita el
Sutra de Ética mil veces.
—...
Hua Cheng enarcó una ceja. Un momento
después, Xie Lian escuchó su voz junto a su oído:
—Es la frase: Solo recita el Sutra de Ética mil
veces ¿verdad?
Los dos estaban claramente parados uno frente
al otro, pero sus labios estaban cerrados sin
hablar, comunicándose con sus ojos, susurrando
295
secretos entre sí con una voz que otros no podían
escuchar, pasando un buen rato. Xie Lian
respondió usando la matriz de comunicación
privada también.
—Eso es correcto. No puedo creer que no te
haya engañado.
Hua Cheng parpadeó y continuó respondiendo:
—Jajajaja, casi fui engañado. Es muy bueno.
Xie Lian también parpadeó, luciendo alegre.
Se debía saber que esta contraseña verbal fue
algo que Xie Lian ideó muy seriamente hace
ochocientos años. Él mismo pensó que era
divertido, así que lo empleó después de
ascender. Solo que, no muchos otros Oficiales
Celestiales pensaron que era divertido, e incluso
después de que fueron engañados, se quedaron
más como sin palabras que entretenidos.
Mu Qing le dijo directamente: —Dianxia, su
idea es terrible, perdóneme si no puedo reírme.
Y aunque Feng Xin se rió hasta el punto de
rodar por el suelo gritando, él era una persona
que se reía de casi de todo sin razón, así que el
hecho de reírse no hizo que Xie Lian sintiera algo
de éxito. Ya que ahora Hua Cheng también se rió,
tal vez eso significaba que era algo divertido.

296
El plan original era ir al mejor restaurante de la
capital imperial para beber, pero como no
llegaron a la capital imperial, no importaba dónde
bebían, por lo que el grupo fue y reservó una
habitación en el restaurante más grande en la
ciudad, sentados aburridos y sin espíritu. Cuando
el camarero trajo sus bebidas, Xie Lian preguntó:
—¿Puedo preguntar dónde está este lugar?
Aunque era una pregunta extraña, seguía
siendo la forma más directa y efectiva.
El camarero se sorprendió.
—¿No vinieron los honrados invitados por
nuestra reputación? Esta es la ciudad de Fu Gu.
—¿Reputación? ¿Qué reputación?
Ese camarero dio un pulgar hacia arriba.
—La Velada de Fuego de nuestra ciudad! Es
muy famoso por aquí. Cada año, alrededor de
esta época, hay una gran cantidad de extraños
que vienen a ver el espectáculo.
Shi Qing Xuan tenía curiosidad.
—¿Qué es una Velada de Fuego?
Xie Lian respondió: —Fiestas de celebración
durante las fiestas populares. Habrá algunas
presentaciones en las calles, algunas obras
locales, etc. Vale la pena verlos.
Era similar a la Procesión Ceremonial Celestial
de ShangYuan en XianLe en aquellos días. Sin
embargo, las Procesiones Ceremoniales
Celestiales eran patrocinadas por el monarca,
297
organizado por las autoridades, por otro lado, las
Veladas de Fuego eran festividades de los
plebeyos.
Shi Qing Xuan comentó: —Pero no son días
festivos. A lo sumo, es solo el fin de otoño
mañana.
—No tiene que ser un día festivo —explicó Xie
Lian—. A veces es para recordar a alguien y la
gente elige un día especial para celebrar,
divertirse.
Justo en ese momento, hubo una gran
conmoción en las calles principales debajo del
restaurante y alguien gritaba: —¡MUÉVANSE,
MUÉVANSE! ¡NIÑOS Y MUJERES NO SE
QUEDEN POR AQUÍ! ¡RETROCEDAN, LAS
TROPAS ESTÁN VINIÉNDO!
Los cuatro miraron abajo. ¡Y qué vista! Los ojos
de Xie Lian se ensancharon inmediatamente.
Había una larga procesión desfilando por la calle
principal y en esa procesión, todos estaban
cubiertos con gruesas capas de maquillaje
brillante y vívido, vestidos con trajes insólitos y
extraños y también, con un arma incrustada en
cada una de sus cabezas.
Esas hachas afiladas o sin filo, cuchillos de
carnicero, tenazas de hierro, tijeras estaban
profundamente enterradas en sus cráneos,
perforando sus cerebros y algunos incluso tenían
globos oculares colgando de la mejilla que
298
goteaban sangre. Algunos fueron apuñalados en
la frente y perforados en la parte posterior de sus
cabezas, extremadamente crudo. Cada una de
las personas que desfilaban tenía cejas muy
cerradas, sus expresiones llenas de agonía, sus
caras cubiertas de sangre. Sin embargo,
continuaron tocando la trompeta y tocando
música, avanzando lentamente, como una
procesión de espíritus fantasmales.

299
Capítulo 107
Dioses y fantasmas escuchan la historia de
la Velada de Fuego Empapada de Sangre

X
ie Lian inmediatamente se puso de pie.
Shi Qing Xuan, también, puso un pie sobre
la mesa, subiéndose las mangas como si
estuviera listo para saltar hacia abajo. Xie Lian lo
detuvo apresuradamente y dijo: —No es nada, no
se preocupe, Señor del Viento, cálmese.
—¿NO ES NADA INCLUSO SI TIENEN LOS
OJOS AFUERA? —Shi Qing Xuan se alarmó.
—No es nada —reiteró Xie Lian—. ¡Qué rara
oportunidad de ser testigos de una Sangrienta
Velada de Fuego!
Shi Qing Xuan de inmediato bajó la pierna que
estaba sobre la mesa y preguntó: —¿Sangrienta
Velada de Fuego? ¿Qué es eso?
Los dos se sentaron de nuevo y Xie Lian
explicó: —Las diferentes regiones tienen
diferentes tipos de Veladas de Fuego y las
Sangrientas Veladas de Fuego pertenecen a un
tipo especial, extremadamente raro. Solo he oído
300
hablar de esta, nunca la había visto antes. Dado
que sus actuaciones son espantosas y
extravagantes y su arte de maquillaje es un
secreto no contado que no se transmite, hay cada
vez menos.
Shi Qing Xuan se sorprendió.
—¿El arte del maquillaje ¿Eso es todo falso?
Es-Es-Es... Eso es demasiado real, ¡y yo pensé
que era algo transformado por el mal!
Sus palabras no fueron exageradas y Xie Lian
también suspiró con asombro.
—Hay muchas personas extraordinariamente
talentosas en el mundo.
Al observar a los artistas en el desfile pudieron
ver que no solo tenían armas profundamente
incrustadas en sus cráneos, sino que también
tenían entrañas expuestas, miembros perdidos,
gateando en el suelo, llorando y aullando; había
unos pocos cargando una gran pila de madera,
una mujer colgada de una de las vigas, una
cuerda enrollada alrededor de su cuello como si
estuviera colgada de la muerte; y luego vinieron
dos que arrastraban las dos piernas de una mujer
y esa mujer tenía toda la ropa rasgada en trapos,
con la cara hacia abajo arrastrada por el suelo
todo el camino, dejando largos rastros de sangre.
Esta fue realmente una visión muy real del
infierno. A pesar de que fue claramente una
actuación realizada por humanos, fue más
301
horrible que los fantasmas de la Ciudad
Fantasma. En comparación, la Ciudad Fantasma
era casi como un mercado humano bullicioso.
¿Cómo se hizo todo el maquillaje? Incluso si Xie
Lian hubiera oído hablar de esta tradición, a
primera vista también pensó que era la llegada de
los demonios.
Hubo muchos mujeres y niños que trataron de
acercarse en la parte delantera de la multitud
para mirar por curiosidad, pero gritaron de miedo
después de haber visto y retrocedieron.
Shi Qing Xuan comentó: —Dianxia, ¿no dijo
que el objetivo de la Velada de Fuego era
celebrar? ¿Quién celebra así? La gente está
corriendo asustada y esas niñas pequeñas van a
tener pesadillas. ¿La gente realmente se siente
feliz al ver este tipo de actuaciones?
Realmente era difícil saber si las personas se
sentirían felices después de ver tales
actuaciones. Sin embargo, en verdad, la matanza
y la visión de la sangre crearon entusiasmo en las
personas. Si hubo miedo o no, después de que
terminó el impacto inicial, se produciría una
descarga de adrenalina en el corazón de muchos.
Parecía haber una jerga para las Sangrientas
Veladas de Fuego, como esta llamado: Éxtasis
punzante y Xie Lian pensó que eso significaba
que, una vez que una persona fuera apuñalada

302
violentamente a muerte, el corazón se llenaría de
éxtasis.
Hay una sed de masacre en lo profundo de los
corazones de las personas.
Por supuesto, Xie Lian no dijo mucho sobre el
tema y solo observó con atención durante un
tiempo. En esa impresionante tropa de desfile,
había un hombre de rostro pálido vestido de
negro, su forma era alta pero delgada como una
ramita, su mano agarró un arma y estaba
golpeando hacia la cabeza de uno de los artistas
que vestían lujosamente. Ese cuchillo penetró
instantáneamente a través del cráneo del otro y
sacó una larga lanza justo después, alzando al
otro y atacó con el otro en el aire, cruel y
espantoso, como si fuera un verdadero asesinato
y la multitud gritó en oleadas de horror aunque
algunos también aplaudieron.
—Supongo que están representando un
cuento. —Xie Lian dijo—. Ese hombre vestido de
negro debe ser el protagonista y las personas que
mató deben ser los antagonistas, los villanos.
Toda esta historia expresa la derrota del mal y la
proclamación del bien.
Habiendo dicho eso, algo hizo clic en la mente
de Xie Lian y dijo: —Señor del Viento, vigile de
cerca.
—Estoy mirando —dijo Shi Qing Xuan.

303
—No, le estoy diciendo que preste atención a
la historia. —Xie Lian explicó—. Tenga cuidado
con los personajes que se presentan y el tipo de
historia que es. Debe haber una razón por la cual
el Reverendo de Palabras Vacías lo trajo aquí y
lo eligió hoy de todos los días. Tal vez fue para
que pudiera ver esta Sangrienta Velada de
Fuego.
Ese hombre vestido de negro tenía el ceño
fruncido y parecía estar en grave agonía.
Matando a cientos de villanos, solo, y él mismo
también fue atravesado por todo tipo de armas
por todo el cuerpo. Al final, arrastró una serie de
cadáveres destrozados con vendas blancas
alrededor de sus gargantas y bajó la cabeza,
inmóvil. Fue un final donde todos perecieron
juntos. A medida que un grupo pasaba, otro
grupo seguía y continuaba tocando y así el desfile
daba vueltas.
—¿Ha descubierto de qué se trataba la
historia? —Preguntó Xie Lian.
Shi Qing Xuan frunció el ceño y dijo: —No. No
creo que lo entienda. No está haciendo nada más
que matar gente.
Junto a Xie Lian, Hua Cheng dijo
perezosamente: —Parece que no es una historia
ampliamente conocida. Pregunte a un local y vea
si es alguien de renombre por aquí.

304
Casualmente, ese camarero vino de nuevo a
traer sus pedidos y preguntó: —Invitados, ¿cómo
está el espectáculo? ¿Es emocionante?
—Es bueno. Muy emocionante. —Xie Lian
respondió—. ¿Puedo preguntar quién es el
personaje que la Sangrienta Velada de Fuego de
esta ciudad está representando?
Efectivamente, ese mesero dijo: —Oh, los
forasteros generalmente no saben y siempre
tienen que preguntar. La Velada de Fuego de
nuestra ciudad Fu Gu representa la historia de un
personaje legendario. Esto se transmitió de boca
en boca, pero hace muchos siglos, aquí había un
erudito llamado He.
»Este He Sheng, aunque su familia era muy,
muy pobre, era un hombre de talentos. Era muy
inteligente desde su juventud y aprendió las
cosas con rapidez y precisión. También fue
conocido en todas partes como un buen hijo;
Realmente no hay nada malo que decir sobre el
chico. Desafortunadamente para él, tenía
demasiada mala suerte y lo bueno nunca dura.
»Estudió mucho y tomó los exámenes
nacionales y aunque claramente lo hizo bien,
debido a que no le hizo un regalo de saludo al
examinador, ofendió a los funcionarios y
escondieron su pergamino de prueba,
cambiándolo por uno en blanco y durante años
no pudo conseguir un rango. Se comprometió, su
305
novia era una amiga de la infancia, hermosa
como las flores, amable y compasiva, pero tanto
su esposa como su hermanita fueron
secuestradas por una familia adinerada que las
convirtió en asistentes de cama; una no obedeció
y fue golpeada hasta morir, la otra no pudo
soportar la vergüenza y se suicidó. Peleó con
ellos, pero los otros lo ignoraron y lo acusaron de
cometer adulterio. Fue encerrado y casi muere de
hambre. Sus viejos madre y padre de setenta
años rogaron misericordia para él, inclinaron sus
cabezas toda una noche, pero no sirvió de nada.
Fue encarcelado por dos años antes de ser
liberado. Su madre no tenía a nadie que la
cuidara y murió mucho tiempo antes de una
enfermedad y su padre tuvo que trabajar solo
para la familia y solo le quedaba un respiro. Ya
no podía estudiar y comenzó a hacer negocios,
pero debido a que era demasiado bueno en eso,
los otros comerciantes se unieron contra él para
acabarlo. Todo el dinero que hizo fue robado y en
su lugar tenía una gran deuda.
—...
—Entonces, ¿qué piensan ustedes? —Ese
camarero suspiró—. ¿Se preguntan cómo puede
alguien tener tan mala suerte?
Xie Lian se aclaró la garganta en voz baja y dijo
con seriedad: —Sí.

306
¿Cómo alguien que no fuera él podía ser tan
desafortunado?
Después de haberse lamentado, la cara de ese
camarero cambió, se veía alegre y vivo.
—Y entonces ese hombre se volvió loco,
volviéndose completamente loco. Una noche, el
día anterior al último día de otoño, como hoy,
¡tomó un montón de armas y mató a todos los que
le hicieron daño! ¡Era un espectáculo sangriento,
carne y sangre volando por todas partes,
extremadamente satisfactorio! Dado que todos
los que mató intimidaron a todas las personas del
pueblo durante años, todos lo aplaudieron. Por
eso, todos los años el día anterior al último día de
otoño, la ciudad lo conmemoraría con una
Sangrienta Velada de Fuego, ruego por que el
Señor He Sheng nos cuide y mate a todos los
villanos.
Aunque se suponía que era la derrota del mal y
la proclamación del bien, parecía que ninguno de
los dos terminó bien. Ese camarero se fue y Xie
Lian vio que Shi Qing Xuan tenía cara de
contemplación, así que le preguntó: —Señor del
Viento, ¿está pensando en algo?
Shi Qing Xuan recobró la conciencia
bruscamente y dijo: —Tengo algunos
pensamientos difíciles de entender, pero... es
demasiado confuso, así que no puedo señalarlo.
¿Qué hay de usted, Dianxia?
307
—Estoy pensando, ¿podría el Reverendo de
Palabras Vacías ser este He Sheng en su vida
pasada?
En medio de sus intercambios, el siguiente
grupo comenzó a interpretar la misma historia de
nuevo y Shi Qing Xuan miró: —¿Su vida pasada?
—Eso es correcto. —Xie Lian dijo—. Los
monstruos que son similares a los humanos
generalmente nacen del rencor extremo u
obsesión en alguna persona. Por ejemplo,
escuché que hay un monstruo en Dongying
llamado; La princesa del puente y fue formado
por el rencor de las mujeres. Dicen que fue por el
dolor de las mujeres que esperaban a los
esposos que nunca regresaron y otros dicen que
fue la locura de los celos. Si el Reverendo de
Palabras Vacías proviene de la desgracia de
alguien, ¿no es imposible decir que se formó por
los celos de esa persona por la fortuna de otra o
por el odio a su destino?
—Comprueba elementos importantes. Verifica
la línea del tiempo —dijo Ming Yi.
—Exacto. Esto necesita ser verificado. —Dijo
Xie Lian.
Para saber si esta teoría era válida, debían
investigar los cientos de años atrás en que
apareció este personaje He Sheng. Si su
aparición fuera posterior al registro más antiguo
del Reverendo de Palabras Vacías, esta teoría no
308
se sostendría. Shi Qing Xuan asintió, reflexionó,
pero aun así dijo: —Y otra cosa...
Justo en ese momento, una voz resonante de
repente vino desde abajo, riendo con ganas.
—¡SOLO ESPERA! ¡TU FAMILIA MÁS
CERCANA, TU MEJOR AMIGO, TODOS
MORIRÁN TRÁGICAMENTE DEBIDO A TI!
Al oír esto, la cara de Shi Qing Xuan cambió de
inmediato. Dio una palmada en la mesa con la
mano izquierda y saltó del restaurante, ligero
como una pluma.
¡Esa voz había salido de los grupos de desfiles!
Xie Lian gritó desde lo alto del edificio.
—¡SEÑOR DE VIENTO! ¡VUELVA!
Shi Qing Xuan aterrizó en esa multitud de
personas sangrientas, vivas y muertas y dijo:
—¡SAL DE AHÍ! ¡¡¡SAL!!!
Sin embargo, todos esos artistas no tenían
expresión alguna; nadie se preocupaba por él y
continuaron marchando como si estuvieran en un
estado de sueño. Shi Qing Xuan estaba siendo
empujado por la multitud que fluía y no podía
descubrir quién se veía más sospechoso; éste
parecía sospechoso y él sacaba a su abanico de
Señor del Viento para que lo golpeara, pero luego
otro por allí parecería más sospechoso. Si él
golpeaba mal, entonces sería una vida en sus
manos. Hua Cheng puso las verduras que no

309
había tocado en su plato en una cara sonriente,
sin haber levantado la vista una vez.
—Es inútil. Es demasiado fácil para un
monstruo de mil años ocultar su rastro.
En medio de un desfile tan monstruoso, era
demasiado fácil que algo inhumano se infiltrase.
Además, los Venerables de Palabras vacías ya
podían tomar la forma de seres humanos,
obviamente también el Reverendo, quién era el
más fuerte entre todos.
Un momento después, Ming Yi también saltó y
sacó a Shi Qing Xuan. El grupo de ellos salió de
la calle principal, caminando hacia el Templo del
Viento y el Agua. La mano de Shi Qing Xuan que
se aferraba a su abanico de Señor del Viento aún
temblaba, pero más que por miedo como antes,
era por la ira. Una pequeña vasija de vino del
restaurante colgaba de su mano y después de
caminar un rato, tomó un largo trago de la olla
antes de que el agitado enrojecimiento de sus
ojos se desvaneciera.
—Ming-Xiong, quizás no debas ser mi mejor
amigo por el momento. ¡Espera hasta que haya
matado esa cosa primero!
Ming Yi, sin embargo, instantáneamente dijo
sin contenerse: —¿Quién es tal? Yo nunca lo he
sido.
—... —Shi Qing Xuan estaba indignado—.
MING-XIONG ESO ES DEMASIADO. ¿PUEDES
310
NO TRAICIONAR A LAS PERSONAS TAN
RÁPIDO CUANDO LAS COSAS SE PONEN
COMPLICADAS?
Los dos estaban discutiendo y hacían ruido y
Xie Lian negó con la cabeza, sacando dos
pequeños objetos de su manga.
—Tome, Señor del Viento, creo que es mejor
que use estos después de todo.
Shi Qing Xuan tomó los objetos.
—¿Tapones para los oídos?
Xie Lian asintió.
—La idea puede ser un poco tonta y no ayuda
con el problema de la raíz, pero por el momento
funcionará. Mientras no pueda escuchar, esa
criatura no puede hacerle nada. Hice una matriz,
la contraseña verbal es; por las bendiciones del
oficial celestial, nada debe ser temido. Solo
hablemos en la matriz si necesitamos hablar con
usted.
Shi Qing Xuan se tapó los oídos y, como era de
esperar, no pudo oír nada después y los cuatro
entraron en la matriz uno tras otro. En ese
momento, Xie Lian de repente escuchó la voz de
Hua Cheng flotando junto a sus oídos.
—Gēge, Gēge.
Xie Lian miró y vio que Hua Cheng le estaba
parpadeando. Sus labios no se movían, pero su
voz aún resonaba al lado de sus oídos.

311
—¿No dijo que quería hablar conmigo? No
vendrá a mí, así que le estoy contactando.
Xie Lian sonrió y respondió: —Bueno, tú eres
quien estableció tu contraseña en algo como eso.
—Bien, bien. Mi error —dijo Hua Cheng.
Shi Qing Xuan ajustó los tapones para los oídos
y vio que los dos se miraban sonrientes sin decir
una palabra y preguntó en la matriz de
comunicación, desconcertado.
—Dianxia, Xueyu Tanhua, ¿qué están
haciendo ustedes dos? ¿Intercambiaron
contraseñas verbales? ¿Y ahora están
intercambiando secretos?
Xie Lian se aclaró la garganta y dijo en la matriz
de comunicación con una voz seria: —Nada de
eso.
Hua Cheng arqueó un poco las cejas y pasó
otro mensaje: —Mentiroso.
Xie Lian tropezó un paso.
Mirando solo hacia adelante mientras
caminaba, fingiendo ser serio, respondió: —San
Lang, deja de molestarme... necesito tu ayuda
con algo.
Los dos caminaron juntos, sin mirarse y Hua
Cheng preguntó: —¿Qué es?
Xie Lian respondió: —Trabaja conmigo para
probar y ver si alguien es el Reverendo de
Palabras Vacías.

312
Capítulo 108
En el Templo del Viento y el Agua; charla
nocturna para identificar la verdad (parte
uno)

A
l escuchar esto, Hua Cheng giró su
cabeza y sus ojos se posaron en Shi Qing
Xuan y Ming Yi quienes se estaban
estrangulando el uno al otro detrás de ellos, e
hizo una señal.
—¿Él?
Xie Lian asintió.
—¿Cómo quiere probarlo? —Preguntó Hua
Cheng.
—Hace muchos años me enfrenté a dos
Venerables de Palabras Vacías, e incluso tuve
uno aferrado a mí durante más de medio año.
—Xie Lian respondió—. Durante esos tiempos,
traté de atrapar sus palabras y descubrí uno de
sus rasgos únicos. Ellos mismos no se dieron
cuenta de que tienen ese rasgo, por lo que con
solo un pequeño empujón, serán fácilmente
identificados.
Xie Lian luego transmitió el secreto.
313
Una vez que Hua Cheng escuchó, dijo: —Eso
es fácil. Vamos a hacerlo de esta manera.
Los dos terminaron su discusión y, por
casualidad, regresaron al resquebrajado Templo
del Viento y el Agua. Hacía un poco de frío en el
aire de otoño, los cielos eran oscuros. Shi Qing
Xuan buscó por todas partes la cabeza de la
estatua divina de su hermano y la pegó de nuevo,
arreglando las dos estatuas las colocó en el lugar
adecuado en el altar de nuevo. Xie Lian comenzó
un pequeño fuego dentro del templo usando
troncos podridos que recogió de alrededor y los
cuatro se sentaron alrededor del fuego.
Shi Qing Xuan se tapó los oídos y bebió
petulantemente algunos tragos, pero finalmente
ya no pudo quedarse quieto.
—No podemos simplemente sentarnos a
esperar esa cosa ¿Hay algo que podamos hacer
para entretenernos?
Él lo mencionó primero y fue justo lo que Xie
Lian había querido.
Ming Yi se asomó al fuego y dijo: —¿Aún
puedes pensar en entretenimiento en un
momento como este?
Shi Qing Xuan escupió: —¡Es necesario! Esa
cosa quiere que esté asustado ¡Este ancestro no
está asustado! Este Señor del Viento jugará tan
felizmente como quiera, más feliz que nunca.

314
¡Será como en año nuevo! Espero que ese
monstruo muera de ira.
En la matriz de comunicación, Xie Lian sugirió:
—¿Qué tal si tiramos unos dados?
Shi Qing Xuan hizo una mueca.
—¿Dados otra vez? ¿Apostando por grandes y
pequeñas tiradas en dados de nuevo? ¿Dianxia,
es usted tal vez adicto?
—¿Qué? No… —dijo Xie Lian.
—No importa. No hay nada más alrededor de
todos modos. Que sean los dados. Pero hay
cuatro de nosotros aquí, ¿las cosas no serán un
poco confusas?
—No lo serán. Aquí. —Dijo Xie Lian. Abrió su
palma y reveló dos pequeños tramposos dados.
Xie Lian explicó: —Los cuatro podemos formar
dos equipos. San Lang y yo seremos un equipo,
mis señores pueden ser otro equipo y
competiremos para ver quién tiene la mejor
suerte. Dos dados. Cada equipo obtiene un turno,
cada persona rueda una vez y se suman las
tiradas de ese turno. Si el resultado es grande,
ese equipo gana y puede hacer cualquier
pregunta que el equipo perdedor debe responder,
o hacer que hagan algo.
—Tengo una pregunta —dijo Shi Qing Xuan.
—Por favor, pregunte. —Xie Lian respondió.
Shi Qing Xuan dio un golpecito en su pie.

315
—¿Por qué ustedes son tan naturalmente un
equipo? ¿Tuvo en cuenta nuestra opinión cuando
dividió a los equipos?
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.
—Hum, bueno, si quiere cambiar los equipos,
eso también está bien. No hace ninguna
diferencia.
Shi Qing Xuan metió su fuchen en el cuello de
la parte de atrás de su túnica exterior y dijo: —Lo
que sea. De todos modos, no tengo ninguna
queja al respecto, pero Xueyu Tanhua tiene tanta
suerte, ¿no estaríamos en desventaja?
Xie Lian le sonrió alegremente: —Eso no es del
todo cierto. San Lang de nuestro equipo puede
ser extremadamente afortunado, pero mi suerte
es extremadamente mala. Con los dos
combinados, uno bueno, uno malo, ¿no nos
cancelamos mutuamente?
Shi Qing Xuan se lo pensó y tenía sentido, así
que se golpeó el muslo y gritó: —¡BIEN!
¡Entonces sigamos! —Luego le dio un codazo a
Ming Yi—. Ming-Xiong, ¿escuchaste las reglas?
No me dejes en desventaja, ¿de acuerdo?
Ming Yi lo miró y, dentro de la matriz de
comunicación espiritual, llegó su voz fría.
—Perdóname, pero no jugaré.
Shi Qing Xuan lo arrastró rápidamente hacia
atrás.

316
317
—¡Está-Está bien, si me dejas en desventaja
también! ¡No importa, no importa, ven, ven, ven!
Solo juega. ¡De lo contrario, es muy triste para mí
estar en un equipo yo solo!
Así, los cuatro hicieron un simple juramento de
seguir las reglas y comenzaron a jugar. En la
primera ronda, Shi Qing Xuan lanzó un cinco,
Ming Yi lanzó un cuatro; Hua Cheng sacó un seis
y Xie Lian sacó un uno.
Shi Qing Xuan se llenó de alegría.
—¡JAJAJAJAJAJA! ¡DIANXIA SU SUERTE
REALMENTE ES MALA, TAN MALA!
JAJAJAJA...
Xie Lian se frotó la frente y dijo con suavidad:
—Aunque lo que dijo el Señor del Viento es la
verdad ¿puede no decirlo con tanta alegría?
—¡Ejem! Está bien. Entonces qué, ganamos.
Este Señor del Viento les pedirá a los dos que
hagan algo. —Shi Qing Xuan dijo—. Entonces,
Dianxia, ¡Xueyu Tanhua! ¡Les ordeno que quiten
la ropa del otro de inmediato!
—¿…? ¿Señor del Viento? —Xie Lian estaba
alarmado.
Ming Yi se dio la vuelta con cara de disgusto,
cubriéndose la cara como si no quisiera ver una
imagen tan repulsiva.
Shi Qing Xuan aplaudió.
—Vamos, vamos, vamos no sean malos
perdedores. Un estimado Oficial Celestial y
318
estimado un Rey Fantasma, no se retractarán,
¿verdad? Estoy sentado en mi lugar, ahora, por
favor comiencen su show.
—...
Xie Lian miró a Hua Cheng y Hua Cheng abrió
los brazos y pronunció las palabras.
—Gēge, no es mi culpa.
Sintiéndose indefenso, Xie Lian solo podía
preguntar: —¿Hasta dónde nos desnudamos?
Shi Qing Xuan solo estaba jugando y, por
supuesto, no haría que se vieran mal, así que se
echó a reír con las piernas temblando.
—Solo una capa está bien. Quédense unas
cuantas para después, jejejeje.
En realidad quería continuar... Xie Lian vaciló y
en voz baja dijo: —San Lang...
La cara de Hua Cheng no mostró ninguna
reacción, pero la voz al lado de los oídos de Xie
Lian lo estaba consolando con seriedad.
—No se preocupe. ¿No estuvimos de acuerdo
en permitirles ganar algunas rondas? Perderán
con el tiempo.
Eso fue algo que acordaron, solo que Xie Lian
no esperaba que Shi Qing Xuan jugara así y se
sentía como si estuviera abofeteando su propia
cara. Se movió a regañadientes para desatar el
cinturón de Hua Cheng, ayudando a Hua Cheng
con esmero a quitarse la túnica exterior negra,
revelando la túnica interior blanca como la nieve
319
que había debajo. Hua Cheng también lo ayudó
a salir de su túnica exterior con una apariencia
relajada, sus manos lentas y suaves y no tocó
ninguna parte del cuerpo de Xie Lian. Los dos
realmente solo se quitaron sus ropas exteriores,
nada extraordinario y nada impropio, pero Xie
Lian todavía se sentía extremadamente extraño.
Asumiendo una posición adecuada para
sentarse, balbuceó: —O... otra vez.
En la segunda ronda, Shi Qing Xuan lanzó un
tres, Ming Yi un seis; Hua Cheng sacó un seis una
vez más y Xie Lian igual sacó un uno.
Shi Qing Xuan golpeó su puño en el suelo
repetidamente, riendo a carcajadas y Xie Lian
miró a Hua Cheng de nuevo, los dos todavía
conectados a través de la red de comunicación
privada.
—... ¡San Lang!
¡Esto era diferente de lo que acordaron!
Hua Cheng se disculpó profusamente.
—Lo siento, lo olvidé justo ahora. No se enoje,
Gēge. Es mi culpa esta vez.
Shi Qing Xuan volvió a aplaudir,
arremangándose.
—Muy bien, esta ronda, les ordeno a que...
Xie Lian interrumpió apresuradamente.
—¡Pare! En la última ronda hicimos la petición
y nos quitamos la ropa. Esta ronda deberían ser
preguntas.
320
Shi Qing Xuan se rió con ganas.
—¿Hacer preguntas? Eso está bien también.
Entonces mi primera pregunta: Xueyu Tanhua,
¿cuál es el peor sufrimiento para usted en el
mundo?
La sonrisa de Hua Cheng se desvaneció y un
breve silencio se instaló en el Templo del Viento
y el Agua.
Shi Qing Xuan agregó: —No lo malinterprete,
no quiero decir nada con eso, simplemente siento
curiosidad. Siendo un Rey Fantasma como
Xueyu Tanhua, ¿hay realmente algo en este
mundo que pueda hacerle sufrir? Tal vez, ¿no
existe nada por el estilo?
—¿Qué piensa? —Preguntó Hua Cheng de
vuelta.
Shi Qing Xuan pensó y adivinó: —¿La ciudad
de Gu en el monte Tonglu?
De hecho, eran muchos los que decían esta
respuesta cuando reflexionaban sobre esa
pregunta. Sin embargo, Hua Cheng solo sonrió
levemente.
—Eso no es nada para temer.
Shi Qing Xuan estaba asombrado.
—¿No es así? ¿Entonces qué es?
Los labios de Hua Cheng se curvaron, pero esa
curva pronto desapareció.
—Le diré lo que es. —Dijo suavemente—. Ver
con tus propios ojos a la persona que amas ser
321
pisoteada y ridiculizada, y ser incapaz de hacer
algo. Ese es el peor sufrimiento del mundo.
Al escuchar esto, la respiración de Xie Lian se
detuvo y su cuerpo se congeló. En ese ruinoso
Templo del Viento y el Agua, ni una sola alma
habló.
Shi Qing Xuan no pudo encontrar nada que
decir y solo dijo después de un tiempo: —... Oh.
La cara de Ming Yi seguía fría y se asomó al
fuego.
—Continúa.
Shi Qing Xuan se rascó la cabeza y agitó la
mano.
—Ya terminé. Ming-Xiong, tú pregunta algo.
Por lo tanto, Ming Yi levantó la vista
ligeramente, mirando a Xie Lian.
—Dianxia.
Xie Lian volvió a sí bruscamente y respondió:
—¿Hum?
Ming Yi preguntó: —¿Cuál es el mayor
arrepentimiento de su vida?
Ming Yi solía estar callado y sin hablar, pero en
el momento en que abrió la boca, se trataba
inesperadamente de una pregunta de tal peso y
Xie Lian quedó aturdido por un momento.
¿Fue no prestar atención a los consejos y
advertencias y descender egoístamente hacia el
reino inferior? ¿Fue su arrogancia al pensar que
era lo suficientemente poderoso como para crear
322
lluvia para YongAn? ¿Fue su ilusión al creer
poder salvar a XianLe? ¿O fue su renuencia a
matar a ciertas personas?
Él sabía que no era nada de eso.
Pasó un momento antes de que Xie Lian
respondiera: —Mi segunda ascensión. —Los
otros tres en el templo lo miraron, sin hablar. Xie
Lian se movió un poco y pasó un tiempo antes de
que recobrara la conciencia y preguntara—.
¿Qué pasa? Todos, he respondido la pregunta.
Hua Cheng dijo en voz baja: —No es nada.
Continuemos.
En la tercera ronda, Shi Qing Xuan sacó un dos,
Ming Yi un dos; Hua Cheng sacó un seis y Xie
Lian un uno.
Al ver esto, Xie Lian dejó escapar un gran
suspiro de alivio.
¡Por las bendiciones del oficial celestial,
finalmente habían ganado!
Finalmente fue el turno del equipo de Shi Qing
Xuan para ser castigado, pero él estaba ansioso
y emocionado, como si no le temiera a nada.
—¡Vengan a mí! ¡Denme tu mejor golpe!
Xie Lian sonrió.
—Entonces, lo haré. Señor de la Tierra, usted
primero. —Se dirigió a Ming Yi—. Mi señor, por
favor responda las preguntas que voy a hacer
correctamente y no mienta.

323
Ming Yi no dijo nada y Shi Qing Xuan agitó su
mano.
—No se preocupe. Ming-Xiong es alguien que
ni siquiera sabe mentir.
Xie Lian sonrió.
—Muy bien. Primera pregunta: ¿Quién soy yo?
Shi Qing Xuan se sorprendió: —Dianxia, ¿qué
tipo de pregunta es esa? ¿Usted no es usted?
¿Quién más puedes ser?
Al escuchar esto, Ming Yi levantó lentamente la
cabeza y miró a Xie Lian a los ojos, luego
respondió: —El Príncipe Heredero del reino de
XianLe, Xie Lian.
Xie Lian asintió y luego preguntó: —La segunda
pregunta es ¿quién está sentado a mi lado?
Después de una pausa, Ming Yi respondió:
—El Señor de la Ciudad Fantasma, Xueyu
Tanhua.
Xie Lian volvió a preguntar: —Entonces, la
última pregunta: ¿quién es el que está sentado a
su lado?
Shi Qing Xuan estaba cada vez más
confundido.
—Dianxia, ¿a qué están jugando ustedes dos?
¿Quién soy yo? Soy el Señor del Viento.
—Señor de la Tierra, por favor, responda. —Xie
Lian presionó.
Esta vez, Ming Yi no respondió tan rápido.

324
Después de haberse topado con los
Venerables de Palabras Vacías muchas veces,
Xie Lian descubrió un rasgo fascinante que
poseían y eso fue lo siguiente: cada vez que los
Venerables de Palabras Vacías hablaban, de
cada tres oraciones, al menos una sería una
mentira.
Este rasgo único era similar a cómo un ser
humano normal, sin importar cuán saludable o
fuerte fuera, necesitaría beber agua en el lapso
de tres días; de lo contrario, moriría por
deshidratación y esta naturaleza no se podría
cambiar sin importar cuán poderoso uno sea.
El conjuro de Acortamiento de Distancia fue
dibujado por Ming Yi, el último en la puerta
también fue Ming Yi, por lo que, si alguien se
había entrometido, él tuvo la mayor oportunidad.
Por lo tanto, por supuesto que Xie Lian
sospecharía de él. Sin embargo, en ese momento
Shi Qing Xuan estaba obviamente perturbado,
por lo tanto, si Xie Lian expresaba su sospecha,
sin duda solo haría que Shi Qing Xuan estuviera
aún más angustiado, lo que permitiría que el
Reverendo de Palabras Vacías absorbiera más
emociones negativas de él para sus poderes. Así,
en ese momento, Xie Lian inmediatamente
encontró otra posibilidad. Pero, en realidad,
nunca había renunciado a la posibilidad más
directa.
325
Aunque en general, el Señor del Viento y el
Señor de la Tierra compartían una muy buena
relación y sería imposible que el Señor del Viento
no se diera cuenta de que el Reverendo de
Palabras Vacías fingiera ser el Señor de la Tierra.
Sin embargo, ¿qué pasaría si el Reverendo de
Palabras Vacías realmente poseía a escondidas
a Ming Yi?
Por lo tanto, al principio quería que Hua Cheng
trabajara con él para ir por las ramas y entrampar
las palabras de Ming Yi. Sin embargo, Hua Cheng
sugirió que, dado que nunca conversaban
realmente, si él era el que entrampaba las
palabras de Ming Yi, no sería natural. ¿Por qué
no usar la simulación de un juego y crear
oportunidades? Dejar que el propio Ming Yi hable
y luego ver si podían observar y encontrar algo
sin que el Señor del Viento y el Señor de la Tierra
lo notaran.
Sin embargo, Ming Yi siempre había sido un
hombre de pocas palabras, e incluso en una
atmósfera ferviente, cada una de sus palabras
eran preciosas como el oro. A principios del
juego, Xie Lian prestó mucha atención a todo lo
que dijo, pero todo fue equívoco, nada que
pudiera determinar si estaba mintiendo. Al final,
tuvo que usar la mano asesina y tomar prestada
la habilidad de Hua Cheng, controlando en
secreto el lanzamiento de dados para hacer que
326
Ming Yi perdiera intencionalmente. Luego, con
las tres preguntas repentinas, Ming Yi no tendría
más remedio que responder en el acto.
Debido a que todo era un juego, Shi Qing Xuan
aún no se había dado cuenta de nada y pensaba
que todavía estaban bromeando y por lo tanto el
Reverendo de Palabras Vacías no podía
arriesgarse a colarse y absorber el poder. Sin
embargo, si Ming Yi contestara mal, se delataría
a sí mismo y Xie Lian lo atraparía de inmediato.
Una criatura como el Venerable de Palabras
Vacías mentiría una vez en tres oraciones. Ahora,
Xie Lian había hecho dos preguntas y Ming Yi
respondió a ambas correctamente. Lo que
significaba que si Ming Yi fuera el Reverendo de
Palabras Vacías, sin duda respondería la última
pregunta con una mentira.

327
328
Capítulo 109
En el Templo del Viento y el Agua; charla
nocturna para identificar la verdad (parte
dos)

S
i Ming Yi realmente quisiera rehuir la
prueba, él podría muy bien responder
ambiguamente o fingir que bromeaba. Sin
embargo, respondió a las dos primeras preguntas
de manera simple y sucinta, sin trucos, por lo que
la última respuesta también debería ser igual, de
lo contrario, estaría fuera del personaje de Ming
Yi, lo que también demostraría que él no era
normal.
Xie Lian y Ming Yi se miraron el uno al otro con
calma. Un momento después, Ming Yi finalmente
habló. Usó un tono que no era diferente al de las
dos últimas veces que respondió: —Uno de los
señores de los cinco elementos, el hermano
menor del Señor del Agua Wu Du, el Señor del
Viento Qing Xuan.
Shi Qing Xuan negó con la cabeza.
329
—Ahh, ¿por qué diablos no dijiste; mi mejor
amigo?
Ming Yi lo miró.
—¿Quién es ese?
Al oír esto, Xie Lian dejó escapar un suspiro en
silencio.
Como se mencionó anteriormente, aunque el
Reverendo de Palabras Vacías se llamaba
Reverendo, no era un verdadero hombre con
alguna espiritualidad sagrada. Mientras
permaneciera clasificado como un monstruo y
demonio, nunca podría escapar de los rasgos
únicos de su clase. Tres oraciones se habían
cumplido y las tres eran sin duda ciertas, por lo
que parecía que no había nada malo con Ming Yi.
Excepto que Shi Wu Du y Shi Qing Xuan no
fueran verdaderos hermanos de sangre, pero un
giro tan increíblemente impactante de los
acontecimientos no debería ser posible.
Inesperadamente, antes de exhalar por
completo, la mano de Ming Yi de repente salió
disparada, ¡agarrando directamente a su
garganta!
Xie Lian y Hua Cheng se movieron para
defenderse de esa mano al mismo tiempo, tres
manos tan rápidas como un rayo, tan intenso que
hizo que Shi Qing Xuan se pusiera de pie de un
salto.
—¡MING-XIONG! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?
330
Ming Yi miró a Xie Lian con atención, hablando
con una voz oscura.
—Hiciste tres preguntas, pero en la última
ronda solo hice una.
Xie Lian sonrió.
—Señor de la Tierra, por favor, recuerde las
reglas cuidadosamente. Nunca dije que solo
pudiera hacer una pregunta por ronda.
—Muy bien. —Ming Yi dijo—. Entonces voy a
agregar a mi pregunta ahora. ¿Quién es usted?
—¿No respondió esta pregunta antes?
—Preguntó Xie Lian.
Ming Yi respondió: —Tal vez respondí mal. De
lo contrario, ¿podría Dianxia explicar por qué la
necesidad de configurar este juego tan
repentinamente y por qué hacer esas tres
preguntas extrañas? El Rey Fantasma es experto
en el arte de la manipulación, pero usarlo en
pequeños entretenimientos parece ser excesivo
e innecesario.
Hua Cheng se rió.
—Bueno, ahora. Mientras tenga ganas, lo
usaré como quiera.
Había que decir que mientras Xie Lian y Hua
Cheng vieron a Ming Yi como sospechoso, Ming
Yi también los consideró igualmente
sospechosos. Desde el momento en que Ming Yi
golpeó repentinamente, habían hablado a través
de sus labios y habían dejado de usar la matriz
331
de comunicación. Shi Qing Xuan no sabía de qué
estaban discutiendo, pero tampoco se atrevió a
quitarse los tapones de los oídos, por lo que solo
podía decir: —Paren, paren, paren. Les ordeno
que paren ahora mismo y cuéntenme qué
sucedió. De lo contrario... ¡DE LO CONTRARIO
TAMBIÉN ACTUARÉ!
Luego abrió de par en par su abanico de Señor
del Viento. Ming Yi sin embargo, lo empujó a un
lado.
—¡Muévete! ¡Deja de añadir más problemas!
En ese momento, una brisa extraña y repentina
soplaba y las llamas de la pequeña fogata que
rodeaban los cuatro temblaron con el viento
misterioso, bailando salvajemente. Las siluetas y
las sombras iluminadas por las llamas
parpadearon como locas, de modo que incluso
las dos estatuas divinas en el altar, de un hombre
y una mujer, parecían sonreír, pero en realidad
no, parecían llorar, pero en realidad no, era
extremadamente espeluznante. Ming Yi luego
arrastró a Shi Qing Xuan y dijo, alarmado: —Algo
está aquí.
Shi Qing Xuan primero fue empujado por él,
con la cabeza al suelo y ahora era arrastrado
bruscamente, estaba mareado y viendo estrellas.
—¡MING-XIONG! ¡¡¡PUEDES POR FAVOR
TRATARME MEJOR!!!!
—No hay tiempo —dijo Ming Yi.
332
Xie Lian había estado observando y mirando
las dos estatuas y de repente dijo: —¡Miren sus
ojos!
Los cuatro miraron y vieron en las caras
sonrientes de esas dos estatuas divinas colgadas
cuatro líneas de sangre. De los ojos de esas
divinas estatuas de barro brotaban lágrimas de
sangre.
Las estatuas divinas que habían sido
bendecidas en ceremonias y adoradas poseían
ciertos poderes repelentes contra el mal. Incluso
si el mal no fuera alejado por millas, por lo general
todavía no podría ser profanado por personas
que no fueran humanos Ese Reverendo de
Palabras Vacías era ciertamente poderoso. Shi
Qing Xuan todavía estaba aquí e hizo que la
estatua del Señor del Viento llorara lágrimas de
sangre ante el mismísimo Señor del Viento. Las
lágrimas de sangre se hacían más gruesas y
pesadas, goteaban al suelo y se acumulaban en
una forma retorcida y compleja.
Shi Qing Xuan estaba desconcertado.
—¿Qué es esa cosa? ¿Es un... dibujo?
No podía distinguir exactamente qué formas se
estaba formando y no se acercó, solo mirándolo
desde diferentes ángulos tratando de resolverlo.
Poco después, Xie Lian de repente volvió a sí, ¡no
era un dibujo, era una palabra al revés!

333
Inmediatamente gritó: —¡NO MIRE! ¡ESTÁ
ESCRITO PARA USTED!
Ming Yi sacó una palma y ¡BOOM! Tanto los
rastros de sangre en el suelo como las dos
estatuas divinas fueron destruidas en pedazos.
Shi Qing Xuan tenía los ojos muy abiertos por
el shock.
—¡Ming-Xiong! Tú... tú, tú, tú no puedes dejarle
saber a mi hermano sobre esto, de lo contrario,
¡nunca te lo perdonará!
Destruir la estatua divina de un Oficial Celestial
era ser extremadamente irrespetuoso con dicho
Oficial Celestial. Sin embargo, hoy, Ming Yi
primero rompió la placa del establecimiento en
dos y luego destruyó las estatuas en pedazos.
Esto no era diferente a atacar la casa de alguien
y luego golpear abiertamente la cara del antiguo
dueño de esa casa. Si esto ocurriera y la persona
en cuestión se enterara, no se sentarían sin hacer
nada; quién sabría si una tormenta de sangre se
levantaría de ella.
Justo en ese momento, Xie Lian, sin darse
cuenta, volvió la cabeza y, de repente, notó que
la placa que rompieron antes y que habían dejado
a un lado correctamente, tenía caracteres que no
estaban bien. La placa del establecimiento tenía
una base azul y letras doradas con las palabras:
Templo del Viento y el Agua, pero ahora las
palabras se habían convertido en formas rojas
334
arqueadas y retorcidas, que aparentemente
formaban la palabra: Muerte.
En un abrir y cerrar de ojos, cubrió los ojos de
Shi Qing Xuan y gritó en la red de comunicación.
—¡CIERRE SUS OJOS!
—¡¿QUÉ ES AHORA?! —Shi Qing Xuan gritó
de nuevo.
—Nada. Pero las palabras en la placa de
establecimiento de tu templo también han
cambiado. Esa criatura sabe que ya no puede oír,
así que se ha cambiado a escritura —explicó Xie
Lian.
—¡Al infierno! —Shi Qing Xuan exclamó—.
¡Ahora no puedo escuchar nada ni ver nada! ¿No
soy sordo y ciego?
Xie Lian soltó sus manos y dijo: —No se
preocupe, solo cálmese. Estamos aquí por usted.
Ming Yi agarró de atrás del cuello de Shi Qing
Xuan y lo arrastró a un lado. Shi Qing Xuan
todavía tenía los ojos cerrados y juntó las palmas
como en una oración.
—¡Eso es tranquilizador!
Justo cuando las palabras salieron de su boca,
repentinamente hubo una enorme y ruidosa
conmoción que venía de afuera del templo en
ruinas. Los borrones negros cruzaron los ojos de
Xie Lian y al siguiente momento, hubo una gran
multitud de personas que aullaban como
demonios y se vertían como marea ennegrecida.
335
La multitud estaba verdaderamente llena de
extrañeza, formas raras y monstruosas figuras.
Algunos tenían cabezas decapitadas, otros
fueron ahorcados, otros tenían grandes hojas que
les perforaban los cráneos, otros tenían el
abdomen abierto... todo tipo de cosas. Shi Qing
Xuan no podía escuchar y no podía ver, pero
instintivamente sintió que los pasos eran
desordenados y caóticos y en el alboroto también
fue empujado un par de veces. Preguntó en la red
de comunicación, desconcertado: —¿Qué está
pasando? ¿Qué ha venido? ¿Por qué de repente
hay tanta gente?
—No es nada importante —dijo Xie Lian—. Es
el desfile nocturno de la Sangrienta Velada de
Fuego. Salgamos de aquí.
La Sangrienta Velada de Fuego de algunas
regiones, aparte de los desfiles del día, a veces
tendría más entretenimiento por la noche. Los
participantes del desfile no solo querían llenarse
de gente asustada, sino que muchas personas
comunes también tenían la necesidad de hacer lo
mismo, por lo tanto, imitaban el maquillaje
misterioso da la Sangrienta Velada de Fuego y
usaban la oscuridad de la noche para salir y
asustar a los demás. Desafortunadamente, los
cuatro parecían haberse topado con un grupo
andante nocturno.

336
Esta multitud ruidosa de gente común y
corriente no tenía la misma composición realista
e intrincada que los grupos del desfile, pero, sin
embargo, eran difíciles de lidiar debido a su gran
número, la vista que generaban era única.
Especialmente con los cielos nublados, sus
apariencias eran extremadamente espantosas.
Por lo tanto, en las ciudades que tenían ese tipo
de entretenimiento fuera de horario, en la noche
de la Sangrienta Velada de Fuego, los locales se
encerrarían enérgicamente, manteniéndose
dentro. Esos caminantes nocturnos habían
estado vagando por algún tiempo y cuando
finalmente vieron que había gente dentro del
santuario roto, estaban muy entusiasmados
como si hubieran descubierto una presa y en un
instante más de cincuenta de ellos atacaron,
hacinándose en ese pequeño templo.
Los cuatro se ahogaron en el pandemonio; Xie
Lian siguió mirando hacia atrás, pero solo podía
ver a Hua Cheng que todavía estaba a su lado,
nunca más lejos que dos pasos y los otros dos
fueron empujados a más de siete a ocho pies de
distancia. Gritó: —¡Todos, salgamos!
Sin embargo, entre los caminantes nocturnos,
algunos estaban puramente allí para divertirse,
pero otros que eran pequeños comerciantes
astutos, específicamente para estafar por dinero
a los turistas que habían venido de lejos para ver
337
la Sangrienta Velada de Fuego. Los bloquearon,
sin dejarles ir, pegados y obstinados mientras les
decían: —¡Jóvenes maestros, concédannos
algunas recompensas!
—Trabajamos muy duro para vestirnos, si se
divirtieron, ¡entonces dennos algunas
recompensas!
—Sí, tampoco es fácil para nosotros, ¡y esto es
solo una vez al año!
—¡Si no nos recompensa, tenga cuidado con el
Viejo Maestro Demonio que los perseguirá!
Dado que todo este asunto no tenía nada que
ver con él, Hua Cheng solo miró desde el
costado, ni un poco ansioso, así que cuando
escuchó solo se echó a reír a carcajadas.
—¡Bueno, me gustaría ver qué tipo de demonio
se atreve a llamar a mi puerta!
Justo en ese momento, cuando Xie Lian miró a
la multitud, de repente vio en el borde a un
fantasma colgado de cara pálida que estaba
sonriendo de forma escalofriante mientras
envolvía una cuerda alrededor del cuello de
alguien.
Aunque era un alboroto por todos lados y todos
estaban cubiertos de sangre, sus caras torcidas,
actuando interminablemente en que; me matas,
te mato, ahora estás muerto, ahora estoy muerto
y muchas veces había alguien que gemía y se
caía, difícil diferenciar lo real de lo falso, los
338
instintos de Xie Lian le dijeron que la persona no
estaba bien y tiró su brazo. Ruoye salió volando
y golpeó al fantasma colgado directamente en la
cabeza.
Efectivamente, ese fantasma ahorcado gimió y
se convirtió en una capa de humo negro, huyendo
a través de una pequeña grieta en el suelo. Nadie
se dio cuenta, pero Xie Lian lo vio todo
claramente.
Él advirtió en la red de comunicación.
—¡Todos tengan cuidado! ¡Algo está aquí
mezclado dentro!
Comparado con el anterior, parecía haber una
nube de mal añadida dentro del Templo del
Viento y el Agua; naturalmente, no sería el
Reverendo de Palabras Vacías, sino algunos
pequeños secuaces que vinieron de quién sabe
dónde. Habiendo promulgado fantasmas durante
tanto tiempo, seguramente atraería a los
verdaderos. Para que aparezcan ahora mismo,
realmente estaba agregando aceite al fuego.
Realmente había demasiada gente, demasiado
caos en el templo, cabezas golpeando cabezas,
pies pisando los pies, demasiado difícil para
determinar de quién provenía esa esencia de
maldad. Xie Lian agarró a Hua Cheng y salió
corriendo del Templo del Viento y el Agua. Estaba
a punto de preguntar por los demás, pero
descubrió que no tenía suficientes poderes, que
339
su poder estaba casi agotado y no podía ingresar
a la red de comunicación. En ese momento de
urgencia, se dirigió a Hua Cheng: —San Lang,
préstame un poco de poder espiritual, ¡te pagaré
más tarde!
Por supuesto, su; te pagaré más tarde, era una
tontería. Nunca había podido pagar por los
poderes que había tomado prestado.
—Está bien —dijo Hua Cheng, luego extendió
su mano para sostener la de Xie Lian. Xie Lian
pudo sentir débilmente que pasaba el calor y
justo sucedía que algunos individuos sangrientos
salieron corriendo del templo directamente hacia
él. El último detrás estaba dejando caer entrañas
mientras corría, con el rostro lleno de livor mortis,
desatando una débil aura demoníaca y sin
pensar, Xie Lian levantó la mano para disparar un
tiro de su palma.
Se escuchó un sonido atronador como el de
una explosión y al mismo tiempo, una luz blanca
cegadora destelló. Fue solo después de un buen
momento antes de que Xie Lian volviera a sus
sentidos.
El lugar donde el fantasma con el vientre
cortado se mezclaba con la multitud tenía solo un
montón de cenizas negras como residuo. En
cuanto al Templo del Viento y el Agua ante ellos,
todo el tejado fue destruido. Los caminantes
nocturnos que hacían disturbios en el templo
340
estaban todos inmóviles, congelados en shock
por el sonido atronador y la luz blanca.
—...
Xie Lian levantó la cabeza para mirar el Templo
del Viento y el Agua con un techo faltante, luego
se miró la mano y, finalmente, giró lentamente la
cabeza para mirar Hua Cheng que estaba detrás
de él.
Hua Cheng le sonrió.
—¿Es eso suficiente?
—... Lo es. —Xie Lian dijo—. En realidad... en
realidad, solo un poco, hubiera estado bien.
—Eso fue un poco —dijo Hua Cheng—.
¿Quiere más? Puede tener todo lo que quiera.
Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza.
Antes, también había tomado prestado el poder
espiritual de Shi Qing Xuan, Nan Feng y otros y
le prestaron muy generosamente. Sin embargo,
Xie Lian nunca había experimentado tal
sensación, como si toda la sangre en sus venas
se hubiera convertido en electricidad y se
estuviera cargando a través de su cuerpo. Si se
dijera que los poderes que tomó prestado antes
tenían que ser economizados y ahorrados
tomando un bocado a la vez por miedo a
desperdiciarlos, entonces ahora, sentía que
podía comer un bol lleno, desperdiciar otros diez
y no sería un problema.

341
Los poderes que Hua Cheng le pasó eran
demasiado grandes, llenando todo su cuerpo,
hasta el punto en que Xie Lian casi temía
moverse, asustado de que con solo un gesto de
su mano algo más a su lado iba a explotar.
Usando la calma temporal de su entorno, entró
apresuradamente en la red de comunicación y
preguntó: —Señor del Viento, ¿dónde está? He
dejado el templo, pero no lo vi.
—Ugh, Dios mío... —Shi Qing Xuan gimió
dentro de la red de comunicación—. Dianxia,
¿por qué su voz de repente se volvió tan fuerte?
También dejé el Templo del Viento y el Agua.
Xie Lian redujo un poco el poder y respondió:
—Lo siento, tengo algunos problemas para
controlarlo. ¿Cómo se fue? ¿Está bien? —Shi
Qing Xuan tenía sus orejas tapadas y los ojos
cerrados en este momento.
—Puff, ¿de qué otra manera podría haberme
ido? Ming-Xiong me sacó. Gracias a los cielos, no
fui pisoteado hasta morir por esa multitud —dijo
Shi Qing Xuan.
Poco después, la voz de Ming Yi también sonó
en la red de comunicación espiritual. Sin
embargo, sus palabras congelaron la pequeña
sonrisa que acaba de aparecer en la cara de Xie
Lian.
—¡Ese no fui yo! —Dijo.
¡¿No era él?! ¡Oh no!
342
Xie Lian giró su cabeza rápidamente.
—¡SEÑOR DE VIENTO! ¡¿QUIÉN FUE QUE
EL SE LO LLEVÓ?!

343
Capítulo 110
Lucha contra el Reverendo; Príncipe
heredero toma el lugar del Señor del Viento
(parte uno)

S
in embargo, no hubo más sonidos de Shi
Qing Xuan.
Xie Lian se sentía inquieto.
—Señor del Viento, ¿qué le sucedió? ¿Sigue
aquí? ¿Qué está pasando? ¿Por qué no está
diciendo nada?
Si solo se lo llevaron los escandalosos
caminantes nocturnos que solo buscaban un
poco de diversión, no estaría tan callado tan
repentinamente, ¿entonces ya había sido
dañado? Pero estar ansioso y angustiado era
inútil ya que ni siquiera sabía dónde estaba el
Señor del Viento.
La multitud finalmente se calmó y Ming Yi pudo
salir del Templo del Viento y el Agua. El Reino
Celestial tenía un decreto para nunca usar
poderes espirituales egoístamente sobre los
344
mortales ni aparecer ante ellos a voluntad. Si las
vidas mortales fueran dañadas o tomadas, sería
registrado y penalizado. Ese decreto ciertamente
dificultó las cosas para los Oficiales Celestiales
que respetaban la ley, de lo contrario, con solo un
gesto de sus manos, esas personas volarían
como ese techo. La multitud finalmente se separó
de él y comenzó a gritar como loca.
—¡HA, HA APARECIDO! ¡REALMENTE
APARECIÓ! ¡LOS MONSTRUOS HAN
LLEGADO! —Y la multitud se separó y se
dispersó.
—¡Señor de la Tierra! —Xie Lian preguntó
ansiosamente—. ¿Cómo es que no se aferró al
Señor del Viento antes? ¿Lo ha visto? ¿Cuándo
se perdió?
—Hubo fantasmas que se colaron y
emboscaron a la gente en la multitud antes
—explicó Ming Yi.
Parecía que vio que había vidas en la línea y
dividió su atención para ir a salvarlos, atacando a
los fantasmas, pero perdiendo a un amigo.
—¡Dividámonos y busquemos! —Xie Lian
dijo—. No debería haber ido muy lejos.
De repente, dentro de la red de comunicación
vino nuevamente la voz de Shi Qing Xuan, se
estaba riendo ruidosamente.
—JAJAJAJAJAJAJAJA...

345
Esta risa vino abruptamente, pero al menos
finalmente hubo algo, Xie Lian preguntó
apresuradamente: —¡Señor del Viento! ¿Qué le
sucedió justo ahora, por qué de repente dejó de
hablar? Pensé que le había pasado algo.
—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
¡CÓMOLEPUEDEPASARALGOALSEÑORDEL
VIENTO!SOLOESTABATRATANDODE
ASUSTARLOSJAJAJAJAJAJAJA
MINGXIONGMALDITOCÓMOTEATREVESANO
AGARRARME,SIMEMUERO,DEFINITIVAMENT
EMECONVERTIRÉENUNSUPREMOPARAIRYP
ERSEGUIRTE JAJAJAJAJAJA…
—Detén tu risa. ¡Di algo sensato! —Exigió Ming
Yi.
Xie Lian ya sabía que cuanto más ansioso y
asustado estaba Shi Qing Xuan, más se reiría. De
hecho, incluso se había olvidado de hacer una
pausa entre las palabras.
Xie Lian interrumpió: —No abrió la boca para
hablar, ¿verdad? ¿Su expresión no mostró
ningún cambio obvio? ¿Ha luchado?
—No hablé. Mis expresiones no cambiaron. No
me defendí —dijo Shi Qing Xuan.
Xie Lian relajó su tono y dijo suavemente:
—Muy bien. Señor del Viento, escúcheme. Todo
está bien, no se asuste. Mantenga el status quo
actual y finja que no notó nada. Si tiene algo que
decir, díganoslo aquí en la red de comunicación
346
en secreto. Absolutamente no deje que esa
criatura se dé cuenta de que usted ya sabe lo que
es. Difunda lentamente su aura espiritual y forme
una barrera espiritual para proteger a su persona,
de esa manera, al menos puede asegurarse de
no tropezar ni caer en una zanja. Si alguna de las
armas le atacara, también podría sentirlo.
La voz de Shi Qing Xuan sonaba como si llorara
sin lágrimas.
—Oh. ¿Y luego?
Xie Lian continuó: —Y luego respire hondo. Así.
Hágalo un par de veces... ¿se siente un poco
mejor?
Su tono era muy suave y gentil, bastante
efectivo cuando se trataba de consolar a otro. Shi
Qing Xuan dijo: —Tal vez un poco. Gracias,
Dianxia.
Xie Lian luego trató de investigar.
—Ahora... ¿cómo cree que se sentirá si trata de
abrir los ojos y echar un vistazo a esa criatura que
le está llevando? ¿Podría aguantar?
—Probablemente moriré —dijo Shi Qing Xuan.
—...
Parecía que, si Shi Qing Xuan abriera los ojos,
su terror sería extremo en el momento en que los
ojos pudieran ver y se convertiría en la comida
más deliciosa y delicada para el Reverendo de
Palabras Vacías. Después de eso,
probablemente perdería toda la habilidad para
347
pelear. Además, si en el momento en que abriera
los ojos, esa cosa también lo miraba fijamente, el
estimado Señor del Viento probablemente
formaría espuma en la boca y se estrellaría como
un cometa.
Xie Lian dijo: —Entonces, mantenga los ojos
cerrados.
—Después de que te sacaron del Templo del
Viento y el Agua, ¿en qué dirección ibas?
—Preguntó Ming Yi.
En este momento, lo que más necesitaban era
la ubicación de Shi Qing Xuan. Los ojos de Shi
Qing Xuan estaban cerrados y no podían ver a
dónde iba, pero aun así debería tener una idea
general de su posición y usar el conteo de sus
pasos para determinar qué tan lejos estaba.
Sin embargo, Shi Qing Xuan respondió: —No
lo sé.
—¡¿Ni siquiera sabes una cosa así?
Shi Qing Xuan estaba indignado.
—¿Quién en su sano juicio recordaría esas
cosas? ¡¿Y no pensaba yo que eras tú el que
estaba jalándome?!
Al lado, Hua Cheng solo estaba observando y
ya estaba aburrido hasta el punto en que volvió a
ponerse su túnica roja. Luego volvió a ponerse
una túnica negra. Luego a túnicas blancas. Casi
cada vez que Xie Lian miraba hacia atrás, llevaba
una apariencia diferente y cada look acompañaba
348
a diferentes estilos de peinados, accesorios y
botas, etc., a veces juguetones, a veces
elegantes, a veces mortales, a veces
glamorosos. Xie Lian se estaba mareando por
todos los colores y seguía mirando hacia atrás,
sin poder mirar hacia otro lado. Sin embargo, en
el momento en que se dio cuenta de lo que San
Lang estaba haciendo, parpadeó ferozmente,
evitando decir: Ese atuendo no está mal; Eso se
ve bien y en cambio dijo: —Paren, paren, ahora
no es el momento de discutir. Con cada palabra,
el Señor del Viento da un paso más y cuanto más
va, más difícil será encontrarlo.
Shi Qing Xuan gimió con gravedad: —Digo, ¿es
realmente tan difícil para ustedes encontrarme?
¿No son más de cincuenta o sesenta pasos? ¡No
puede ser más de cien y ni siquiera vamos tan
rápido!
¿No más de cien pasos? Ming Yi se lanzó
inmediatamente, desapareciendo al final de la
calle. No mucho después, reapareció
rápidamente como un rayo ante la entrada del
Templo del Viento y el Agua.
—¡No por ahí!
—Maldición ¡El Conjuro de Acortamiento de
Distancia! —Gritó Xie Lian.
Después de eso, el Reverendo de las palabras
vacías usó ese caos para sacar al Señor del
Viento del Templo del Viento y el Agua,
349
probablemente lanzó el conjuro de Acortamiento
de distancia y los llevó a otro lugar. De lo
contrario, una distancia dentro de cien pasos
debería haber sido fácil de encontrar. Una vez
que se usó ese conjuro, ¿quién sabe a dónde en
el mundo fueron enviados? ¡Buscar al Señor del
Viento no era diferente a buscar una aguja en un
pajar!
No podían ser descuidados en este asunto y
Xie Lian dijo de inmediato: —Iré a informar de
esto a la Corte Celestial.
Sin embargo, Shi Qing Xuan lo detuvo
apresuradamente.
—¡Espere! ¡Dianxia, no vaya! Me prometió
mantener esto en secreto. La tercera calamidad
celestial de mi hermano está a punto de
acercarse. La tercera es enorme, ¡no puede ser
perturbado en este momento!
—Sigue con eso y te haré pasar por una
calamidad en este momento —dijo Ming Yi.
Shi Qing Xuan se enfureció.
—Dije que no y lo digo en serio. ¿Cuántos ojos
están mirando a mi hermano? Esta cosa
definitivamente eligió este tiempo
intencionalmente, ¡no dejaré que se salga con la
suya! ¡Nunca! ¡Incluso si muero y mis huesos se
pudren, todavía tendrá que ser después de que
mi hermano haya completado su prueba para que
me desentierren!
350
Un momento después, Ming Yi cedió.
—Bien. Muy bien.
Xie Lian era inteligente y percibió que en su
tono había una ola de furia oprimida y era una
emoción intensa que nunca había aparecido
antes, haciendo que Xie Lian se sintiera bastante
inestable. No queriendo que comenzaran otros
problemas, interrumpió: —Señor del Viento, ¿esa
criatura sigue moviéndose con usted en la mano?
—Sí. —Shi Qing Xuan respondió.
—Me está arrastrando del brazo.
—¿Hay algo notable en su cuerpo? ¿Como una
esencia peculiar del mal, o un cierto olor,
sensación o algo así? —Preguntó Xie Lian.
—No. No hay nada.
—¿Qué hay de su entorno? Como, ¿el camino
bajo sus pies es irregular o liso? ¿Ha pisado algo
o pateado algo? —Xie Lian quería ver si podía
dibujar un perímetro general basado en los
entornos circundantes.
—¡El camino es muy extraño! —Shi Qing Xuan
dijo—. Muy suave, muy ligero, como las nubes.
—...
Xie Lian pensó: —Probablemente solo tiene
debilidad en las rodillas por el terror...
Dos de los cinco sentidos de Shi Qing Xuan ya
estaban sellados dos; era difícil arañar cualquier
pista y era muy probable que en cualquier
momento ya no pudieran comunicarse. Aunque
351
Hua Cheng siempre había estado al lado de ellos
viendo el espectáculo sin prisa, su llegada
siempre fue solo por entretenimiento; no tenía
ningún vínculo con Shi Qing Xuan y, como
entidad del reino de los fantasmas, no tenía
ninguna razón para ayudar a un Oficial Celestial.
Segundo, Xie Lian no quería molestarlo y pedirle
ayuda todo el tiempo. Por lo tanto, él se calmó y
dijo: —Señor del Viento, tengo una manera de
hacer que se separe de esa criatura
inmediatamente. Pero necesito su permiso.
Shi Qing Xuan respondió al instante: —¡De
acuerdo! ¡Te doy permiso!
Sin embargo, Hua Cheng de repente se detuvo.
—¿El hechizo de cambio de alma?
—¿Qué?
Xie Lian respondió: —Eso es correcto. ¡El
hechizo de cambio de alma!
El hechizo de cambio de alma era exactamente
como su nombre lo indicaba y era un momento
para cambiar las almas. Uso mis ojos para ver lo
que ves. Este hechizo no se usaba a menudo;
Primero quemaba brutalmente el poder espiritual,
segundo, muy pocos estaban dispuestos a
renunciar al control de sus propios cuerpos.
La expresión de Hua Cheng se volvió seria.
—Gēge, sensatez.
—¿Qué vas a hacer si le enfrenta? —Shi Qing
Xuan preguntó.
352
—No le tengo miedo a eso, así que no importa
—respondió Xie Lian.
—Hágalo —dijo Ming Yi.
Sin embargo, Hua Cheng presionó de nuevo:
—Gēge, reconsidere.
De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Se detuvo.
Al escuchar esto, Xie Lian gritó en la red de
comunicación: —¡No más tiempo para dudar!
¡Ahora!
Shi Qing Xuan apretó los dientes y dijo:
—¡Todo depende de usted ahora, Dianxia!
—¡Está bien! —Dijo Xie Lian.
Justo cuando las palabras salieron de su boca,
cerró ambos ojos y su cuerpo de repente se sintió
ligero como una pluma, hasta el punto en que se
sentía como si estuviera flotando en el cielo;
bruscamente se volvió extremadamente pesado,
hasta el punto de que iba a perforar la tierra. Fue
después de una ola de nauseabundos giros que
los sentidos volvieran a él. Él estabilizó su forma,
pero sus ojos todavía estaban cerrados. Sin
embargo, ni un solo sonido se podía escuchar en
sus oídos.
Había una mano agarrando su brazo, quieta.
Xie Lian abrió los ojos en un instante, con una
mano quitando los tapones para los oídos y la
otra volteándose, agarrando al Reverendo de
Palabras Vacías ahora.
Él sonrió: —Hola.
353
Shi Qing Xuan tuvo sus ojos cerrados durante
mucho tiempo y estaba completamente oscuro,
por lo que, en el instante en que Xie Lian abrió los
ojos del cuerpo de Shi Qing Xuan, aún no podía
adaptarse a la oscuridad y no podía ver nada. Sin
embargo, lo que lo estaba sujetando ahora era
algo que él sujetaba. Ruoye no estaba alrededor,
por lo que Xie Lian lanzó un hechizo de bloqueo
de mano y aseguró esa mano como una cadena
de acero para evitar que el otro escapara usando
magia.
Dentro de la red de comunicación vino la voz
de Shi Qing Xuan.
—¡Dianxia! ¿Está bien? ¡¡¡Tal vez si fuera de
vuelta y me ocupo yo mismo!
Parecía que Shi Qing Xuan también había
cambiado con seguridad a su cuerpo. Xie Lian
tenía en su mano un agarre firme sobre el
Reverendo de Palabras Vacías y su pierna se
disparó, pateándolo más de treinta veces.
—¡Estoy bien!
Dado que las almas se acaban de cambiar,
necesitaría tiempo para ajustarse. Una vez que
se hubiera acostumbrado a eso, sus movimientos
se volverían aún más brutales.
—Dianxia, déjeme darle el hechizo clave para
manipular mis dispositivos espirituales, use tanto
de mi poder espiritual como necesite, ¡no se
retenga!
354
Xie Lian no tenía una espada que manejar y
abrió de par en par el abanico de Señor del
Viento.
—¡Bien!
Shi Qing Xuan luego agregó: —También le diré
el hechizo para transformarse en una mujer, ¡soy
más fuerte en mi forma femenina!
Xie Lian se negó resueltamente.
—No. Eso no es necesario.
Hua Cheng habló con gravedad: —Gēge, dese
prisa y eche un vistazo a los alrededores. Dígame
qué lugar es.
—No —dijo Ming Yi—. Dinos primero qué está
peleando con usted ahora mismo.
Después de algunos intercambios, los ojos de
Xie Lian se ajustaron gradualmente al ambiente
oscuro. Entrecerró los ojos y miró esa sombra
negra ante él.

355
Capítulo 111
Lucha contra el Reverendo; Príncipe
Heredero toma el lugar del Señor del Viento
(parte dos)

S
in embargo, aunque ahora se podían ver
los contornos de los árboles y ramas
alrededor, no podía distinguir la cara de esa
sombra negra sin importar qué, como si hubiera
una nube de neblina negra demoníaca girando
alrededor de esa figura.
El abanico del Señor del Viento era un
dispositivo espiritual de primera clase; podría
hacer volar las auras demoníacas y poner orden
en el mundo. Habiendo recibido la clave del
hechizo que Shi Qing Xuan le pasó, Xie Lian lo
recitó en su mente y movió el abanico. Un
torbellino explotó instantáneamente desde el
suelo, silbando y sacudiendo los bosques
circundantes, e incluso algunas plantas
pequeñas y más débiles fueron arrancadas de
sus raíces, una fuerza poderosa para contemplar.
356
Lamentablemente, este viento se desvió un poco
y no apuntó al objetivo correcto.
Los dispositivos espirituales no eran tan fáciles
de manipular. Después de todo, él no era el amo
del abanico del Señor del Viento y, naturalmente,
no podía manejarlo tan bien como Shi Qing Xuan.
El ángulo y la cantidad de potencia eran difíciles
de controlar; era demasiado fuerte o demasiado
débil, fuera de curso o muy hacia atrás. Después
de darse cuenta de esto, Xie Lian se rindió
decididamente y cambió de táctica, cerró el
abanico y en su lugar lo usó como un arma de
ataque directamente mientras atacaba
furiosamente los puntos débiles del otro. Luego,
con un WHISH, generó un brillo de aura espiritual
en el borde del abanico y lo convirtió en una
cuchilla de acero afilada como una cuchilla de
afeitar, cortando el aire con un brillo escalofriante.
Shi Qing Xuan probablemente descubrió lo que
sucedió y lloró desesperado.
—¡DIANXIA QUÉ LE SUCEDE! ¡ESE ES MI
DISPOSITIVO ESPIRITUAL! ¡NO PUEDO
CREER QUE LO ESTÉ USANDO COMO UN
ARMA MARCIAL! ¡¡¡QUÉ DESPERDICIO DE
REGALO DE DIOS!!
Este era un problema que todos los dioses
marciales tenían. En medio de estar ocupado, Xie
Lian se ahorró un momento para decir

357
simplemente: —Todo es lo mismo. ¡No hace
diferencia!
El tono de Hua Cheng se estaba volviendo más
áspero.
—¡Gēge!
Xie Lian sabía por qué estaba presionando y
mientras luchaba, rápidamente miró a su
alrededor. Había montañas y ríos, torres y
pabellones, realmente nada que se destacara y
en realidad nada que pudiera determinar dónde
estaba. Ese Reverendo de Palabras Vacías notó
su movimiento y probablemente adivinó su
objetivo ya que de repente dijo: —Tú no eres Shi
Qing Xuan.
Xie Lian nunca se detuvo en su ataque, pero su
mente cambió rápidamente.
—Por lo general, no debería ser tan rápido para
descubrir el hechizo de cambio de alma que se
usó, así que ¿cómo se dio cuenta de inmediato
de que no soy Shi Qing Xuan? Bueno lo que sea.
¡Hay que seguir!
La forma en que luchó fue insensible y cruel;
ese Reverendo de Palabras Vacías parecía no
poder aguantar más la paliza y él dijo: —¡Te
caerás en este instante!
Efectivamente, comenzó a maldecir
predicciones a Xie Lian directamente. Sin
embargo, fue como si Xie Lian no hubiera
escuchado nada y solo golpeó más fuerte.
358
Ese Reverendo de Palabras Vacías dijo
entonces: —¡Te van a derrotar en la batalla!
Xie Lian se echó a reír.
—Ya fui derrotado hace ochocientos años,
unas cuantas rondas más no significan nada para
mí. ¿Cuánto más puedo ser derrotado? ¡Solo
ríndete! Nada de lo que me digas funcionará.
—Gēge —dijo Hua Cheng—. Si no puede
determinar su ubicación, simplemente aviva un
torbellino hacia el cielo con el abanico de Señor
del Viento y ¡sabré dónde está!
Qué coincidencia. Xie Lian justo había pensado
en la misma idea.
—¡De acuerdo!
Y en el momento en que estaba a punto de
levantar la mano, de repente el Reverendo de las
palabras vacías dejó escapar una risita
espeluznante.
—¿Alguien viene? —Xie Lian se alarmó por
alguna razón y con razón porque la criatura dijo
en voz baja—: ¡No te preocupes, verás con los
ojos bien abiertos a la persona que viene a
buscarte morir justo delante tuyo!
Al escuchar esto, Xie Lian ya no podía reírse.
Su corazón cayó violentamente, e incluso su
respiración se detuvo en ese momento.
Al siguiente segundo, realmente gritó en voz
alta.
—¡CÁLLATE!
359
En un instante, más de cincuenta patadas
pesadas aterrizaron en el Reverendo de Palabras
Vacías, cada una golpeando directamente en su
cabeza y este apenas podía hablar por el ataque,
sin embargo, suspiró profundamente. Fue un
suspiro de satisfacción, como si hubiera probado
un poco de delicadeza sagrada y se rió con
frialdad. Accidentalmente al bajar la guardia, Xie
Lian realmente dejó que chupara lo que el
Reverendo quería de él.
Sin embargo, Xie Lian estaba lejos de darse
cuenta, porque esas palabras antes dichas
realmente hicieron que su corazón se sintiera
como si lo hubieran golpeado violentamente.
Incluso si supiera que Hua Cheng no moriría ante
él tan fácilmente como dijo esa criatura y para ser
sincero, Hua Cheng ya estaba muerto, aún se
manifestaba un pánico profundo e incontrolable.
No se dio cuenta de que ni siquiera podía
soportar escuchar esa idea.
Aunque los que estaban en la red de
comunicación no notaron nada extraño, fue como
si Hua Cheng pudiera sentirlo y se alarmó.
—¿Gēge? ¿Le está diciendo algo?
Xie Lian respondió: —Está diciendo tonterías...
¡No! No dijo nada.
Hua Cheng entendió de inmediato y maldijo.
—¡Está buscando su propia muerte! Dígamelo
ahora mismo e iré directamente.
360
Xie Lian dijo apresuradamente: —No es
necesario, no vengas. ¡Absolutamente no te
acerques!
—Lamento interrumpir. —Shi Qing Xuan
habló—. Solo digo, ustedes dos realmente
intercambiaron contraseñas verbales en secreto,
¿verdad? Dianxia, ¿no se dio cuenta? ¡Tiene la
red equivocada, la red equivocada!
Fue solo entonces que Xie Lian descubrió que
desde que usó el hechizo para Cambiar Almas,
todas las palabras que Hua Cheng le dijo pasaron
a través de su red de comunicación privada, pero
porque estaba enfocado en luchar con tanta
intensidad además de eso, no se había dado
cuenta y respondió directamente en la red de
comunicación espiritual principal. Ahora, el hecho
de que se conectaron por una red de
comunicación privada estaba completamente
expuesto.
Sin embargo, no había tiempo para
avergonzarse y Xie Lian dijo: —No es nada.
¡Dame medio tiempo de incienso, puedo
encargarme de esto!
Después de eso, volvió a taparse los oídos y
sus ataques se volvieron aún más feroces,
centrándose solo en tratar con el Reverendo de
Palabras Vacías. Sin embargo, no tenía idea de
que, en la ciudad de Fu Gu, después de que Hua
Cheng escuchara sus palabras, levantó la mano
361
y golpeó a Ming Yi tres pies en el suelo. Luego,
inmediatamente se volvió hacia Shi Qing Xuan
quién poseía el cuerpo de Xie Lian.
—Cambia de vuelta.
Shi Qing Xuan ya había planeado volver a
cambiar de inmediato, pero al ver la vista, dijo
apresuradamente: —¡Xueyu Tanhua, qué está
haciendo! Voy a volver a cambiar ahora. ¡Dianxia
está ayudándome a mí, así que tiene más sentido
si me golpea, por qué golpeó Ming-Xiong!
Pero en el momento en que las palabras
salieron de sus labios, se dio cuenta de que él
estaba en el cuerpo de Xie Lian, por supuesto que
Hua Cheng no lo golpearía. Si él debía golpear a
alguien, entonces solo podría ser Ming Yi.
En el otro lado, Xie Lian estaba inmerso en la
pelea, pero de repente escuchó a Shi Qing Xuan
gritar en la red de comunicación: —Dianxia,
¿puede tapar los oídos más profundamente y
correr más lejos? ¡Cambiaré de vuelta!
—Señor del Viento, ¿estará bien? —Preguntó
Xie Lian.
—No puedo luchar contra eso, ¡pero aún puedo
huir! —Respondió Shi Qing Xuan.
Por lo tanto, Xie Lian le dio al Reverendo de
Palabras Vacías una patada final, haciendo que
saliera volando a unas pocas millas de distancia,
luego se dio la vuelta para huir salvajemente,
pero entonces se detuvo.
362
—¡Espere, no necesita huir! ¡Déjeme configurar
un conjuro de protección para usted! Señor del
Viento, ¿tiene algún dispositivo espiritual de
protección sobre usted? ¡Si no tiene, gemas
preciosas y los tesoros también sirven!
Al escucharlo, Shi Qing Xuan respondió
apresuradamente: —¿Tesoros? Los tengo.
Toque alrededor de mi cuello, hay un medallón
de longevidad, ¿eso será suficiente?
Xie Lian tocó a su alrededor y, efectivamente,
Shi Qing Xuan estaba usando un largo y dorado
relicario de longevidad, su luz dorada, exquisita y
opulenta. Él dijo, encantado: —Sí. ¡Este es un
raro tesoro, excelente!
—¿De verdad? —Shi Qing Xuan dijo—. Tengo
más: hay un cinturón de jade alrededor de mi
cintura, un anillo de ágata en mi dedo, algunas
perlas en mis botas, el mango de sándalo del
fuchen es más viejo que usted, oh y al parecer,
los pelos del fuchen también son raros,
arrancados de alguna bestia espiritual... —En un
suspiro habló de siete u ocho artículos, luego
continuó—. En cualquier caso, Dianxia, eche un
vistazo y vea si todo está en mí puede ser usado.
Sí, podían ser utilizados. ¡Y todos eran tesoros
extremadamente raros!
Xie Lian se sorprendió; como se esperaba del
Dios de la Riqueza, ¡como se esperaba del
hermano menor del Maestro del Agua!
363
Él dijo: —... Todos pueden ser utilizados.
Encontraré una casa cerca para configurar un
conjuro. Cuando vuelva a cambiar, mantenga los
tapones para los oídos quietos y no mire hacia
afuera. Quédese en la casa y no salga, ¡espere a
que lleguemos!
Shi Qing Xuan iba a romperse en sollozos.
—¡¡¡DIANXIA, ES UNA PERSONA EN LA QUE
SE PUEDE CONFIAR MUCHO!!! ¡GRACIAS! A
partir de hoy es mi segundo mejor amigo. ¡De
ahora en adelante este Señor del Viento nunca lo
olvidará en ningún buen evento!
Xie Lian no sabía si reír o llorar y respondió
cortésmente: —¡Gracias!
Entre sus intercambios, el Reverendo de
Palabras Vacías se quedó muy atrás. Mirando a
su alrededor, Xie Lian encontró un pequeño
pabellón cerca y entró, cerrando y con llave todas
las puertas y ventanas con un gesto de su mano.
Luego envolvió el medallón dorado de longevidad
alrededor del pestillo de la puerta, se mordió la
sangre del dedo para dibujar un conjuro, luego
colocó todos los tesoros en formación, dibujando
un conjuro de sangre. Todas estas acciones se
realizaron en un corto período de tiempo y
finalmente se sentó en el centro de la habitación,
cerrando los ojos.
—Uno, dos, tres. HECHIZO DE CAMBIO DE
ALMA- ¡RETORNA!
364
Era como si lo lanzaran violentamente al cielo
de nuevo y luego se cayera. Después de una ola
de giros, Xie Lian, una vez más, sintió que sus
pies tocaban el suelo. Inestable, iba a caerse,
pero antes que lo hiciera, un par de manos lo
atrapó y sostuvo. Abrió los ojos y escuchó la voz
de Hua Cheng desde arriba, oscura y grave.
—Gēge, creo que será mejor que se explique.
Xie Lian lo agarró del brazo y se calmó. Estaba
a punto de hablar cuando, de repente, se dio
cuenta de que faltaba alguien y preguntó:
—¿Dónde está el Señor de la Tierra?
—Quién sabe. —dijo Hua Cheng.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Quién sabe? Luego miró hacia un lado y
había un cráter con forma humana en el suelo y
Ming Yi estaba saliendo lentamente de ese
agujero.
Dejó de hablar, sin tener palabras por el
momento. En la red de comunicación, la voz de
Shi Qing Xuan llegó: —¿Eh?
Xie Lian se tensó.
—¿Vino el Reverendo?
Habiendo utilizado tantos tesoros de Shi Qing
Xuan para formar el conjuro, se aseguró de que
la defensa de esa casa fuera indestructible y que
el Reverendo de Palabras Vacías no pudiera
entrar. Incluso si fuera poderoso, aún tomaría
tiempo. Sin embargo, Shi Qing Xuan dijo: —No,
365
no, no. Dianxia, este conjuro es impresionante,
constante como las montañas, realmente se
siente seguro. Creo que nada puede entrar en los
próximos tres días y tres noches. Es solo que...
no puedo creer que sea este lugar.
—¿Qué lugar? ¿Lo reconoce? —Preguntó Xie
Lian.
—Por supuesto que lo reconozco. —Shi Qing
Xuan respondió—. Esta es la Terraza del Vino en
Cascada. Es donde yo ascendí.
Xie Lian se sorprendió, pensando: —¿La
Terraza del Vino en Cascada?
Shi Qing Xuan parecía haber hecho un
recorrido a la habitación y dijo con firmeza de
nuevo: —Eso es correcto. Vuelvo a este lugar
cada pocas décadas para revisarlo. No estoy
equivocado.
No era de extrañar que el Reverendo de
Palabras Vacías supiera de inmediato que el que
estaba en el cuerpo no era el verdadero Shi Qing
Xuan. Si se tratara del hombre mismo, con solo
una mirada él hubiera sabido que era la Terraza
del Vino en Cascada y no habría ninguna
necesidad de mirar alrededor para estar seguro.
Desde que Ming Yi se arrastró fuera del
agujero, se puso en cuclillas en el suelo para
comenzar a dibujar un conjuro. Sin embargo,
después de algunos dibujos, de repente levantó
la mano y destruyó el conjuro por completo. Los
366
ojos de Hua Cheng se enfriaron de inmediato y
Xie Lian también se sorprendió.
—Señor de la Tierra, ¿qué está haciendo?
Ming Yi se puso de pie y dijo: —El conjuro de
Acortamiento de distancia ya no funciona.
Tenemos que caminar.
—¿Qué quiere decir con que ya no funciona?
—Exclamó Xie Lian.
—Significa que justo ahora, alguien o algo
destruyó todos los puntos de conexión del
conjuro de Acortamiento de Distancia cerca de la
Terraza del Vino en Cascada. No, los puntos de
conexión de toda el área han sido destruidos.
No hace mucho, Shi Qing Xuan fue
manifiestamente trasladado a la Terraza del Vino
en Cascada a través del Acortamiento de
distancia, pero parecía que tan pronto como Shi
Qing Xuan se escondió dentro del pabellón, el
Reverendo de Palabras Vacías reaccionó y
manipuló, intencionalmente retrasándolos. Esto
no era diferente a tener los caminos de montaña
destruidos al cruzar una montaña. Ahora, nadie
podría ni siquiera soñar con usar el conjuro de
Acortamiento de Distancia para acercarse a la
Terraza del Vino en Cascada.
—Si nos vamos ahora, ¿cuánto tiempo tomará
antes de llegar allí? —Preguntó Xie Lian.
Ming Yi ya se había dado vuelta y comenzó a
caminar.
367
—¡Una hora!
Xie Lian gritó en la red de comunicación.
—Señor del Viento, nos dirigimos a donde está
ahora. Solo espere hasta que lleguemos allí. Si
algo ataca, absolutamente no abra la puerta.
—Está bien, está bien. Está bien. —Shi Qing
Xuan dijo—. Incluso si no dijera nada ya lo sé. No
me trate como a un niño de tres años que le abre
la puerta a cualquiera. Ahora, mis señores,
apresúrense, ¿de acuerdo?
Afortunadamente, la ciudad de Fu Gu y la
Terraza del Vino en Cascada no estaban en los
extremos de la tierra y aún estaban a una
distancia aceptable entre sí. Si se apresuraban
ahora, todavía deberían llegar a tiempo. Los tres
se fueron inmediatamente. En el camino, Xie Lian
revisó casualmente sus poderes y descubrió que
el hechizo de cambio de alma realmente
consumió demasiado y esa poderosa ola de
poder que Hua Cheng vertió en él ya estaba
agotada en más de la mitad.
Hua Cheng notó sus movimientos y preguntó:
—Gēge, ¿necesita más?
Xie Lian rápidamente sacudió la cabeza.
—No. En serio, muchas gracias a San Lang por
ser tan generoso antes.
—De nada. —Hua Cheng dijo—. Ya dije, puede
tomar todo lo que quiera. —Después de una
pausa, añadió medio en tono de broma—. Pero,
368
cuando Gēge me pague de vuelta, ¿puedo cobrar
algunos intereses?
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente,
pensando que probablemente el problema
probablemente era si él realmente podría pagar
algo, pero claro, sus labios aún eran audaces.
—Sí... claro.
Aunque estaba determinado a ser una hora, los
tres no eran mortales y era una situación terrible,
por lo que, naturalmente, iban más rápido.
Cuando llegaron a la Terraza del Vino en
Cascada, Xie Lian echó un vistazo y,
efectivamente, era el mismo lugar que antes.
Todo alrededor fue el caótico desastre creado por
su mal uso del abanico de Señor del Viento; el
abanico rechazó su control y voló sobre árboles y
arbustos y Xie Lian se sentía un poco
avergonzado.
—Dianxia, ¿en qué lugar construyó el conjuro
espiritual? ¿Se acuerda? —Preguntó Ming Yi.
Por supuesto que Xie Lian lo recordaba y
también lo buscaba atentamente. Pronto, sus
ojos se iluminaron y señaló con el dedo.
—Es ese pequeño pabellón.
Los tres caminaron hacia el pequeño pabellón;
cuanto más se acercaban, más relajados se
volvían, como si vieran el rayo de la esperanza.
Sin embargo, cuando se acercaron, las pupilas
de Xie Lian se encogieron instantáneamente.
369
Las puertas de ese pequeño pabellón estaban
abiertas y crujían de forma extraña cuando se
movían de un lado a otro en el aire frío de la
noche.

370
Capítulo 112
Puertas abiertas para saludar al demonio;
dibujar un círculo en el suelo como prisión25

—... ¿Dónde está él? —Dijo Xie Lian.


Los tres entraron al pequeño pabellón y dentro
del edificio no había nadie. Todo tipo de
dispositivos espirituales y tesoros todavía
estaban en el mismo lugar en que fueron puestos
antes, solo que, una vez que se abrieron las
puertas, todos se volvieron inútiles.
Xie Lian gritó en la red de comunicación:
—¿SEÑOR DEL VIENTO? ¿DÓNDE ESTÁ?
En el camino, porque estaban concentrados en
correr, además de que Shi Qing Xuan estaba
demasiado agitado, Xie Lian fue quien propuso
que meditara para calmarse, dejar de pensar y
decir tonterías que le asustaran a sí mismo. Shi
Qing Xuan pensó que tenía mucho sentido y
gradualmente dejó de hablar, por lo que la falta
de respuesta no fue inesperada. Por lo tanto, Xie

25
En chino es “画地为牢”, la traducción literal de esta frase se refiere a estar
en un lugar y no salir de este, era usado como un castigo.
371
Lian no había notado nada extraño, pero ahora,
sin importar cómo gritara, no hubo respuesta y
una sensación de temor comenzó a extenderse
en su corazón. En una situación como esta, solo
podría haber dos posibilidades: o Shi Qing Xuan
no estaba respondiendo a propósito, o ya perdió
la conciencia.
Había más de diez dispositivos y tesoros
espirituales en la persona del Señor del Viento,
cada uno de ellos raro y exquisito y Xie Lian los
había usado para establecer la formación del
conjuro, no debería haber nada desde el exterior
que pudiera romperlo fácilmente. Incluso si
pudiera hacerse, tal como Shi Qing Xuan había
dicho, tomaría por lo menos tres días y tres
noches y sería imposible no dejar evidencia de
una interrupción. Sin embargo, al parecer, las
puertas y ventanas de este pequeño pabellón
estaban intactas y tampoco había túneles o
escaleras excavadas. Xie Lian regresó a la
entrada y recogió el medallón dorado en el suelo,
mirando de cerca.
—Él mismo abrió las puertas.
A pesar de que los refuerzos estaban llegando
en un momento, ¿por qué motivo buscaría un
callejón sin salida en el último minuto?
—Tal vez pensó que el que estaba en la puerta
éramos nosotros —dijo Ming Yi con gravedad.

372
Al escuchar esto, una imagen abominable
apareció repentinamente en la mente de Xie Lian:
desde fuera del pequeño pabellón vinieron tres
individuos, cada uno en la apariencia de él, Hua
Cheng y Ming Yi y llamaron a las puertas. Dentro
del pabellón, Shi Qing Xuan se llenó de alegría y
de inmediato abrió las puertas y las tres personas
que estaban afuera lo rodearon, sonriéndole de
forma extraña. El medallón de oro en la mano de
Shi Qing Xuan cayó al suelo junto a sus pies, para
no ser recogido.
Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza.
—Eso es imposible. Nunca he oído que el
Reverendo de Palabras Vacías tenga la
capacidad de falsificar apariencias.
—Tal vez fue llamado por ayudantes —dijo
Ming Yi.
Xie Lian lo pensó, pero también lo descartó.
—Todo lo que encontramos hoy ha sido
repentino e imprevisto. Antes de esto, no
habíamos pensado que habría un conjuro
configurado para aislar al Señor del Viento, por lo
que tampoco debería haber podido encontrar tan
rápido algún demonio para ayudar. Además, ¿no
le dijimos al Señor del Viento que le
informaríamos en la red de comunicación cuando
lleguemos? Si los que estaban afuera de las
puertas eran reales o falsos, hubiera sido fácil
descifrarlo simplemente preguntando, entonces,
373
¿cómo podría ser engañado tan fácilmente?
—Llegado a este punto, Xie Lian se detuvo de
repente y luego comenzó a murmurar—. A menos
que fuera alguien que conociera quien le dijo que
abriera las puertas.
—¿Alguien a quien conocía? —Ming Yi
preguntó—. ¿Cómo así?
En ese momento, Hua Cheng habló: —Sus
orejas estaban tapadas. Él no podía oír.
Xie Lian inmediatamente tomó su brazo y
exclamó: —¡Bien dicho, San Lang! Fue
exactamente por esa razón que dije que debía
ser alguien que conociera. Debido a que el Señor
del Viento tenía sus orejas tapadas, ¡no habría
podido escuchar nada desde afuera! A menos
que quitara los tapones para los oídos, ¿pero
haría eso? Estaba tan aterrorizado que moriría
antes de hacerlo. Entonces, para engañarlo y
hacer que abriera la puerta, solo había una forma
de hacerlo.
¡La red de comunicación privada!
Xie Lian comenzó a hablar más rápido.
—Lo que significa que, entre el momento en
que nos acercábamos, había alguien que se
conectaba en secreto con el Señor del Viento y le
dijo algo que lo hizo abrir las puertas por su
cuenta. Si no fuera alguien cercano, no habrían
conocido la contraseña verbal del Señor del
Viento. Las contraseñas verbales de los Oficiales
374
Celestiales son todos secretos bien guardados,
que no deben ser conocidos por los forasteros y
especialmente no para los demonios y
monstruos, como el Reverendo de Palabras
Vacías. Además, debería haber sido alguien en
quien confiaba profundamente, de lo contrario no
habría abierto las puertas sin pensar.
—O —dijo Hua Cheng—, no conocía a esta
persona, pero esta persona sí a él y le dio una
razón por la que no podía negarse a abrir las
puertas.
Xie Lian consideró seriamente esa posibilidad y
dijo: —Técnicamente, podemos enviar mensajes
al Señor del Viento siempre que tengamos la
contraseña verbal, pero si una voz extraña habla
de repente, ¿no le parecería extraño al Señor del
Viento? Debió habernos avisado en la red de
comunicación al momento en que escuchó. A
menos que este misterioso individuo que envió la
comunicación privada lo paralizara con el primer
mensaje. Pero, ¿qué mensaje podría ser?
—¿Una amenaza? —Se preguntó Ming Yi.
—¿Como qué amenaza? Si no sales, le diré a
tu hermano que he vuelto para acosarte —Xie
Lian inmediatamente descartó la idea—. No es
probable.
Ese Reverendo de Palabras Vacías no debía
estar al tanto de las preocupaciones de Shi Qing
Xuan. Además, no era un Oficial Celestial,
375
entonces, ¿cómo podría informar al Señor del
Agua de inmediato de su existencia? Los
refuerzos llegarían en una hora, pero Shi Qing
Xuan ni siquiera podía esperar tanto. Al final del
día, si esa criatura podía ganar contra el Señor
del Agua era otro problema. No había que olvidar
que nunca había acosado a Shi Wu Du; solo tenía
ojos para Shi Qing Xuan, escogiendo
especialmente al más débil. Sin duda, el
Reverendo tenía miedo del Señor del Agua, por
lo que no lo habría provocado directamente.
—Busquemos por otra hora —dijo Ming Yi.
Xie Lian entendió lo que quería decir y asintió.
—Está bien. Si aún no podemos encontrarlo
después de una hora, no importa cuánto proteste
el Señor del Viento, el Señor del Agua debe ser
informado ¡Vamos a separarnos! Buscaremos de
esta manera y Señor de la Tierra, por favor,
busque allí.
Ming Yi se dio la vuelta y se fue sin una palabra.
Xie Lian corrió mientras buscaba y nunca dejó de
llamar a Shi Qing Xuan en la red de
comunicación, pero esta permanecía en silencio.
—¿Cómo va? —Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian negó con la cabeza.
—No hay respuesta alguna.
El temor en su mente se hacía cada vez más
pesado. Buscó cámara tras cámara de cada
edificio en todo el pabellón y casi había terminado
376
con todos los pabellones cercanos, sin embargo,
no había rastros en absoluto.
Poco después, los dos llegaron al pabellón más
alto de la zona. Este pabellón era obviamente la
estrella de su entorno, la pieza central. Fue
renovado varias veces, glamoroso e
impresionante, con varios versos de poesía
escritos en las paredes. Xie Lian levantó la
cabeza para mirar la placa del establecimiento;
La terraza del Vino en Cascada y se preguntó en
voz alta: —¿Es el Joven Señor que vertió el vino?
—Eso es correcto. —Hua Cheng respondió—.
Este es el lugar de origen del Joven Señor que
Vertió el Vino.
—¿Así que realmente está relacionado? —Xie
Lian lo miró.
—Sí. —Respondió Hua Cheng, luego dio
brevemente una explicación. Resultó que, en las
leyendas que se decían de cuando Shi Qing Xuan
todavía era mortal, después del entrenamiento a
menudo venía a este lugar a beber, extendido
borracho en la terraza, feliz y despreocupado. Un
día, debajo de la cubierta, llegó un ladrón
malintencionado que a menudo acosaba a los
buenos aldeanos y cuando Shi Qing Xuan lo vio,
despreocupado derramó el vino delicado de su
copa y lanzó un pequeño hechizo. Ese vino se
derramó justo sobre la cabeza de ese ladrón y lo
noqueó. Después de que Shi Qing Xuan fue
377
nombrado oficial por Shi Wu Du, él todavía
amaba el reino de los mortales y continuó
bebiendo sin cesar en este lugar como antes. El
día que ascendió fue también cuando estuvo aquí
bebiendo.
Ascender mientras bebías sonaba absurdo,
pero en realidad no era nada. A veces las
oportunidades llegaban sin rima ni razón alguna.
El mismo Xie Lian todavía estaba durmiendo
cuando ascendió. Tal vez en el futuro hubiera
funcionarios celestiales que asciendan mientras
están en el baño, lo que también podría
convertirse en un panorama de renombre.
En cualquier caso, las creaciones de los
antiguos literatos siempre habían sido populares
a lo largo de la historia y los lugares de estas
historias siempre los incitarían a levantar su
pincel y crear, expresando su anhelo por un estilo
de vida celestial. Xie Lian ahora entendió que
este lugar era uno de esos puntos de referencia.
No había turistas en medio de la noche, pero al
día siguiente, seguramente habría muchos
turistas que sorprendentemente descubrirían las
casas y los árboles que habían sido arrancados y
llorarían que el Señor del Viento había aparecido.
Sin embargo, la imagen de renombre de El
Joven Señor que Vertió el Vino fue ligeramente
diferente de lo que Xie Lian había imaginado. En
ese momento, escuchó a Hua Cheng decir
378
sombríamente: —Gēge, necesito ir a atender de
algo pequeño. Por favor tenga cuidado. No
tardaré.
—¿Atender qué? —Xie Lian se preguntó
mentalmente.
Cuando recordó la voz enojada de Hua Cheng
en la red de comunicación privada y ahora su
comportamiento hostil, preguntó: —¿Vas a
encontrar al Reverendo de las palabras vacías?
Hua Cheng se detuvo por un momento y luego
respondió: —No.
Si no era así, no era su lugar preguntar más.
Xie Lian asintió.
—De todos modos, solo estabas aquí por
diversión. Ya que algo ha surgido, solo ve. Tú
también ten cuidado.
—Hum —dijo Hua Cheng. Después de una
pausa, agregó: —Cuando regrese, le diré algo.
Xie Lian se sorprendió y dijo: —¿Qué? —Pero
la figura de Hua Cheng ya había desaparecido.

Después de una hora, todavía no había nada y


Xie Lian gritó en la red de comunicación:
—¡Señor de la Tierra! ¿Cómo están las cosas de
su lado? No lo he encontrado aquí, así que voy a
volver.
379
—¡Nada! —Respondió Ming Yi.
—Esto no va a funcionar. No puedo
contenerme más. —Xie Lian dijo—. Vamos a
encontrarnos en el centro de la Terraza del Vino
en Cascada. Voy a informar al Señor del Agua
ahora mismo.
Después de eso, inmediatamente murmuró la
contraseña verbal de la red de comunicación
privada de Ling Wen.
—Ling Wen, ¿está ahí? ¿Puede encontrar al
Señor del Agua? Por favor, dígale que venga a
reunirse en la Terraza del Vino en Cascada lo
antes posible.
La voz clara de un hombre sonó al lado de sus
oídos. Parecía que en este momento Ling Wen
estaba en su forma masculina.
—¿Dianxia? El Señor del Agua está aquí
conmigo ahora mismo. No es alguien a quien le
guste salir, así que probablemente no
descenderá. ¿Qué asunto tiene con él? Puedo
transmitir el mensaje.
En ese momento, Xie Lian casi había llegado al
edificio principal de esa Terraza del Vino en
Cascada y vio desde lejos que la terraza parecía
estar colgada con algo. Parecía una tela blanca,
meciéndose en la brisa nocturna. Xie Lian se
sorprendió, pensando: —¿Había algo allí antes?
Cuando se acercó, finalmente vio lo que era,
¿no era esa la túnica externa de Shi Qing Xuan?
380
Justo en ese momento, Ming Yi rugió en la red
de comunicación: —¡Dianxia, vaya
inmediatamente al pabellón más alto de la
Terraza del Vino en Cascada! ¡¡¡DE PRISA!!!
Xie Lian se sobresaltó y en el otro extremo, Ling
Wen estaba preguntando: —¿Dianxia? ¿Sigue
ahí?
Xie Lian exclamó: —¡Por favor, que él
descienda lo antes posible! ¡Algo le ha pasado al
Señor del Viento!
Después de haber gritado ese último mensaje,
corrió al pabellón. No había más sonidos del otro
extremo; Ling Wen probablemente se sorprendió
por su mensaje y fue a informar a Shi Wu Du.
Cuando Xie Lian llegó al piso más alto, en el
centro del piso yacía una persona y era Shi Qing
Xuan.
Shi Qing Xuan tenía ambos ojos fuertemente
cerrados; No había heridas externas en su
persona y no había rastros de sangre. Otra
persona lo estaba ayudando a levantarse y era
Ming Yi. Shi Qing Xuan se incorporó sin
conciencia y algo cayó de su pecho. Xie Lian fijó
sus ojos y sintió que su corazón se apretaba, esa
cosa era el abanico de Señor del Viento que
estaba dividido en dos. Ese raro dispositivo
espiritual solo podría obtenerse por tener la
oportunidad y no por la fuerza y no podía ser
forjado ni después de cientos de años. ¡Era el
381
dispositivo espiritual número uno del Señor del
Viento, pero fue destruido así!
—¡Cuando pasamos por aquí ahora no había
nadie más! —Afirmó Xie Lian.
Pero justo cuando las palabras salieron de su
boca, se dio cuenta de algo más que estaba mal.
Anteriormente, cuando él y Hua Cheng llegaron,
había muchos versos de poesía en la pared que
dejaron los visitantes literatos; algunos
encantadores, otros arrogantes, otros elegantes,
pero ahora habían desaparecido todos, como si
alguien los hubiera limpiado, dejando atrás una
frase que no existía antes en letras sangrientas,
una fila de palabras grandes, goteando con
sangre.
¡MISERABLE COMIENZO, MISERABLE FIN!
¡Era la maldición que el Reverendo de Palabras
Vacías le dio a Shi Qing Xuan el día de su
nacimiento!
En ese momento, Ming Yi preguntó con
frialdad: —Dianxia, ¿dónde está el que estaba
con usted?
Xie Lian se sorprendió y pensó: —¡Oh, no! ¡San
Lang se fue en un momento tan inoportuno!
En el momento en que dejó su lado, algo le
sucedió a Shi Qing Xuan. Esto realmente no se
podía explicar claramente. Sin embargo, Xie Lian
no mostró nada en su rostro y explicó

382
solemnemente: —Le pedí que fuera a buscar a
ese Reverendo de Palabras Vacías.
—¿Cuándo se fue? —Preguntó Ming Yi.
Sin cambiar su expresión, Xie Lian respondió:
—Justo ahora. No debería haberse ido por más
de la mitad del tiempo de incienso.
A decir verdad, era mucho más largo que eso.
Sin embargo, el propio Xie Lian nunca dudó de
Hua Cheng, por lo que, naturalmente, no dejaría
que nadie tuviera la oportunidad de dudar
tampoco, por temor a que surgieran más
problemas.
Justo en ese momento, desde más allá de los
cielos surgieron olas de truenos y un carruaje
dorado de ocho ruedas atravesó las nubes,
conduciendo hacia ellos con un aura imponente.
Incapaz de llegar a la Terraza del Vino en
Cascada usando el conjuro de Acortamiento de
Distancia, parecía que Shi Wu Du escogió
directamente usar un Carruaje Dorado. Debía
saberse que cuando un carro dorado de caballos
bruñidos era conducido, era una enorme
fanfarronada. Si fuera visto por mortales, que por
alguna razón contemplaban las estrellas en mitad
de la noche, seguramente sería un alboroto en su
reino. Este Tirano de Agua realmente no tenía
miedo de nada.
Al ver que se acercaba el dramático carruaje
dorado, Xie Lian dijo de inmediato: —Señor de la
383
Tierra, si algún Oficial Celestial preguntara más
tarde, no diga una palabra sobre el Señor Hua.
Hay muchos Oficiales Celestiales en la Corte
Celestial a quienes les gusta exagerar y crear
historias. Este asunto no tiene nada que ver con
él, por lo que no hay necesidad de hacerlo
complicado.
Ming Yi lo miró y dijo: —Muy bien.
Él estuvo de acuerdo fácilmente y miró hacia
abajo para seguir revisando la condición de Shi
Qing Xuan. Xie Lian dejó escapar un suspiro de
alivio, pero luego, al ver al inmóvil Señor del
Viento, su corazón se hundió una vez más.
Ese carruaje dorado llegó rugiendo y, poco
después, aterrizó con senderos de favorables
nubes. Fuera del vagón había un pequeño
número de Oficiales Celestiales menores que
estaban listos para servir y tres grandes Oficiales
Celestiales salieron del vehículo. Fueron Shi Wu
Du, Pei Ming y Ling Wen. Tres de los diez
primeros en el banquete de mediados de otoño
habían llegado todos a la vez. Por supuesto, Xie
Lian había olvidado que él mismo estaba sentado
a la cabeza de los diez primeros. Shi Wu Du tenía
las cejas muy arqueadas, barriendo sus mangas
mientras bajaba del carruaje con el ceño fruncido,
entrando al pabellón con su abanico de Señor del
Agua en la mano y Pei Ming y Ling Wen
siguiéndolo justo detrás. En el momento en que
384
vio a su hermano menor tendido en el suelo como
un cadáver, su rostro cambió instantáneamente y
corrió hacia él.
—¿Qing Xuan? ¡Qing Xuan! ¿Qué ha pasado?
Xie Lian respondió sucintamente: —El Señor
del Viento se topó con el Reverendo de Palabras
Vacías.
—... ¿Qué dijo? —Shi Wu Du exclamó con
incredulidad—. ¿El Reverendo de Palabras
Vacías?
Al escuchar ese nombre, no solo Shi Wu Du,
sino también las caras de Pei Ming y Ling Wen
estaban boquiabiertas. Al parecer ya sabían del
tormento de Shi Wu Du. Al observar sus
expresiones, Xie Lian no podía decir quién estaba
fingiendo y quién estaba secretamente
encantado; todos actuaban de forma natural.
Especialmente Shi Wu Du. Definitivamente no
había manera de que estuviera actuando. Ling
Wen sacó un montón de botellas de su manga y
dijo: —Intenta alimentarlo con estos.
Pei Ming, por otro lado, comentó al lado: —Es
usted otra vez, Dianxia.
—No puede evitarse —respondió Xie Lian—.
Somos muchos los que vamos y venimos de los
cielos.
—Parece que cada vez que lo vemos, el otro
siempre está cerca también. ¿Me pregunto si es
el mismo caso esta vez?
385
Xie Lian respondió rotundamente: —No, no.
Por supuesto que no.
Sabía que estaba mintiendo, pero Ming Yi en
realidad cumplió su promesa y no pronunció una
palabra. Pei Ming dejó de hablar, hizo un gesto
con la mano y dirigió a los oficiales bajo su mando
para que buscaran en las instalaciones. Dada la
situación, en realidad era mejor que Hua Cheng
se hubiera ido antes. Al menos él no estaba en la
escena del crimen. Shi Wu Du no pudo despertar
a Shi Qing Xuan, pero sus ojos se desviaron
inadvertidamente hacia las gigantescas palabras
sangrientas en esa pared blanca como la nieve y
su rostro se torció de inmediato.
Este se volvió más blanco que esa pared y
temblando de furia gritó: —¿QUIÉN ESCRIBIÓ
ESTO? ¡¿QUIÉN LO ESCRIBIÓ?!
A pesar de que estaba gritando, su voz
temblaba. En ese momento, Ling Wen exclamó:
—¡El Señor del Viento está despierto!
Xie Lian inmediatamente se agachó.
—¿Señor del Viento?
Efectivamente, los ojos de Shi Qing Xuan se
abrían lentamente. Shi Wu Du empujó a todos a
un lado y gritó: —¿Qing Xuan? ¿Estás bien? ¿Te
sientes mal en alguna parte? ¡¿Quién te hirió?!
Shi Qing Xuan estuvo aturdido por un buen rato
antes de que despertara lentamente. Cuando
volvió a ser consciente, lo primero que vio fue el
386
rostro de Shi Wu Du. Al momento siguiente, algo
que nadie había esperado sucedió.
Alejó a Shi Wu Du, se agarró la cabeza y gritó.
—¡AAAAAAAAHHHHHHH-!

387
388
Capítulo 113
Palabras burlonas para confundirnos (parte
uno)

H
abiendo sido empujado con tanta fuerza,
el respetado Señor del Agua casi cayó al
suelo, confuso y atónito. Pasó un momento
antes de que gritara: —Qing Xuan, es Gēge.
Shi Qing Xuan rugió: —¡SÉ QUE ERES TÚ!
Ya que sabía que era Shi Wu Du y que no
estaba delirando, incapaz de reconocer a las
personas, ¿por qué esa reacción?
Shi Wu Du lo alcanzó de nuevo.
—Todo está bien ahora...
Shi Qing Xuan le dio una palmada en la mano.
—¡BIEN MI TRASERO! ¿Cómo puede algo
estar bien? ¡No digas nada más! ¡AAH! ¡NO
PUEDO LIDIAR CON ESTO!
En el momento en que esas palabras salieron
de sus labios, no solo Shi Wu Du, sino también
los rostros del Ling Wen que estaba de pie a un
lado y el Pei Ming, que acababa de regresar de

389
entregar directivas a sus subordinados, ambos
cambiaron de color.
—Qing Xuan, detén esto. Lo que acabas de
decir no es diferente a abofetear a tu hermano y
derramar veneno en su corazón.
Por lo general, cuando Shi Qing Xuan oía a Pei
Ming hablar, debía responder el doble, pero
ahora solo sostenía su cabeza sin decir nada,
ignorándolo por completo, solo murmurando
como si estuviera poseído.
—No quiero escuchar nada. Tú deja de hablar
también. Déjame calmarme. Solo vete. ¡SOLO
SALGAN DE AQUÍ!
Finalmente, Shi Wu Du no pudo soportarlo
más.
—¡¿QUÉ TONTERÍAS ESTÁS DICIENDO?!
—gritó.
Ling Wen también reprendió: —Señor del
Viento si pasó algo solo díganoslo, para que
sepamos qué hacer para resolverlo...
Shi Qing Xuan rugió, enfurecido.
—¡¿NO ENTIENDEN LAS PALABRAS QUE
SALEN DE MI BOCA?! ¡SALGAN DE AQUÍ!
¡¿PUEDEN TODOS POR FAVOR IRSE DE
AQUÍ! ¡AAHHH! ¡¡¡AAAAAAHHHHHHHHH!!
Él estaba gritando como si estuviera
desquiciado, chillando y gritando y de repente
escupió un bocado de sangre.
—¡Señor del Viento! —Exclamó Xie Lian.
390
Shi Wu Du inmediatamente tomó su muñeca
para controlar su pulso, pero después de sentirlo,
su rostro se volvió más aterrador que un
demonio, como si fuera a vomitar sangre en el
lugar también.
—Señor del Agua, ¿qué le pasa al Señor del
Viento? —Xie Lian preguntó mientras se estiraba
para verificar, pero Shi Wu Du apartó su mano
con fuerza, mirándolo con furia como si no
pudiera permitir que Xie Lian supiera
exactamente cuál era la condición de Shi Qing
Xuan.
Poco después, se dirigió a su hermano menor:
—Estás enfermo. Estás desorientado por el
terror. Te llevaré de vuelta para curarte. Seguro
que te curarán.
Shi Qing Xuan lo miró fijamente y pronunció
lentamente sus palabras.
—No estoy enfermo. ¡Si estoy enfermo,
deberías saberlo mejor! No me tomes por loco,
estoy muy consciente. ¡Nunca he estado tan
consciente en mi vida!
Shi Wu Du lo agarró y lo arrastró al carruaje,
gritando: —¡No entiendes nada! ¡No digas
tonterías!
Shi Qing Xuan gimió: —¡MING-XIONG! MING-
XIONG ¡SÁLVAME! ¡DIANXIA! ¡SÁLVEME!
Extendió ambos brazos, agarrando a los otros
dos uno con cada mano y Xie Lian y Ming Yi
391
sostuvieron las manos que les alcanzó. Sin
embargo, Shi Wu Du lo alejó a la fuerza otra vez.
—Vamos. Todo está bien. Gēge está aquí.
Shi Qing Xuan seguía gritando y Pei Ming y
Ling Wen fueron a ayudar a Shi Wu Du a
detenerlo.
Ming Yi gritó: —¡Tu hermano no quiere volver
contigo!
Xie Lian también exclamó: —Ese Reverendo
de Palabras Vacías no ha sido vencido todavía,
Señor del Agua, ¿qué planea...?
Shi Wu Du lo interrumpió bruscamente.
—¿Qué Reverendo de Palabras Vacías? No
tengo idea de qué están hablando. Él está
enfermo. Su mente está confundida. ¡ESO ES
TODO!
—Pero Señor del Agua… —Xie Lian lo intentó
de nuevo.
Shi Wu Du lo interrumpió.
—Este es mi hermano, ¿cree que lo
maltrataría? Este es nuestro propio asunto
familiar, ¡no hay necesidad de molestar a
extraños! ¡Podrían los dos señores, por favor, no
difundir la noticia de esto tampoco y solo
ocuparse de sus propios asuntos! —Luego,
levantó la mano delante de Shi Qing Xuan y lo
acarició. Una vez que Shi Qing Xuan perdió el
conocimiento por la caricia, se vio obligado a
subir al carruaje dorado.
392
Aunque sus palabras fueron groseras, no
aturdieron a Xie Lian. Él no estaba equivocado
Después de todo, Shi Wu Du era el legítimo
hermano de sangre de Shi Qing Xuan, entonces,
¿cómo podría hacerle daño a Shi Qing Xuan?
Además, había otros dos Oficiales Celestiales
que los acompañaban, por lo que tener a Shi Qing
Xuan de regreso con ellos era la opción más
segura. ¿Cómo podrían los extraños seguir
interfiriendo cuando la familia misma se
presentó?
El abanico de Señor del Viento se partió en dos
en el suelo sin que nadie se preocupara y Ling
Wen lo recogió, hablando con Xie Lian y Ming Yi:
—Dianxia, Señor de la Tierra, por favor, no se
ofendan. El Señor del Agua solo está enojado por
la preocupación. Este asunto es personal y los
escándalos personales no deben ser difundidos,
así que ruego a mis señores que no se lo cuenten
a otras personas. Él seguro que los compensará
cuando esto esté resuelto.
Después de decir unas cuantas palabras más
corteses, Ling Wen también abordó el carruaje
apresuradamente. Ese carruaje dorado se elevó
en el aire retumbando y luego voló. Fue solo
después de ver cómo la corriente de nubes
desaparecía gradualmente en el cielo nocturno
para que finalmente Xie Lian se diera cuenta de
que el Señor del Agua realmente se llevó al Señor
393
del Viento de esa forma. En cuanto a ellos,
después de correr por tanto tiempo, fueron
dejados atrás, así de fácil.
Ming Yi se dio la vuelta y estaba a punto de irse
cuando Xie Lian salió de sus pensamientos y
exclamó: —¡Señor de la Tierra!
Ming Yi se detuvo en su paso, volvió la cabeza
y lo miró significativamente antes de decir:
—Relájese. No diré nada sobre Hua Cheng.
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio y dijo:
—Gracias. ¿Va a ir a ver cómo está el Señor del
Viento?
Ming Yi asintió una vez y se dio la vuelta para
continuar su camino. Aunque Xie Lian también
estaba muy preocupado por el Señor del Agua,
todos los oficiales médicos celestiales en la Corte
Superior iban a ser más de ayuda que él.
Además, Shi Wu Du seguramente no querría que
ningún extraño fuera testigo de la locura de su
hermano, por lo que, debido a ese pensamiento,
no era el momento adecuado para hacer una
visita ahora mismo. En realidad, la repentina
partida de Hua Cheng fue más preocupante, por
lo que, después de algunas consideraciones, Xie
Lian decidió buscar a Hua Cheng primero.
Decidido, Xie Lian abandonó la Terraza del Vino

394
en Cascada y comenzó rápidamente su viaje
nocturno.

Incapaz de usar el conjuro de Acortamiento de


Distancia y sin un carruaje dorado de caballos
pulidos, Xie Lian solo podía depender de su par
de piernas, corriendo a través de los senderos de
la montaña. Mientras corría, pensó: —¿Qué tipo
de situación podría enfrentar San Lang? Su
expresión y tono de voz antes hacía que
pareciera algo serio. Espero poder ayudarlo esta
vez.
Ni siquiera había pasado un tiempo de incienso
antes de que de repente notara que los caminos
por delante de él estaban llenos de esencia del
mal, disminuyendo grandemente la visibilidad,
Xie Lian aminoró el paso y pensó: —De ninguna
manera. ¿Qué pasa ahora?
Se paró a un lado de la carretera para observar
en silencio. Un rato después, en lo espeso de esa
aura demoníaca, se escuchó una canción
extraña.
—YI YU XI YI YU XI.26
—YI YU XI YI YU XI.

26
[噫 籲 嚱] "YI YU XI" es solo un sonido sin significado.
395
Al final del camino por delante, apareció una
gigantesca silueta negra.
Era negro y grande con alguna sombra flotando
alrededor, pero Xie Lian no podía decir
exactamente qué era. Nunca había visto nada
con esa forma, pero seguro que era algo bastante
grande. Subconscientemente, dio un paso atrás
en alarma, Ruoye en su brazo izquierdo estaba
listo para atacar y apoyó su mano derecha en la
empuñadura de Fang Xin.
Poco después, esa cosa gigante mostró su
verdadera forma en la niebla. Los ojos de Xie Lian
se agrandaron un poco. Resultaba que, era un
grandioso sedán.27
Ese sedán era extremadamente extravagante,
de su dosel dorado colgaban exquisitos y muy
ligeros velos de satén y si alguien se sentara en
el trono en su interior, seguramente estarían
envueltos en la extensión de encantadoras
cortinas sangrientas, permitiendo que su oscura
silueta se mostrara solo a través de la
imaginación. Los porteadores que llevaban esa
sedán eran cuatro esqueletos dorados con
estructuras óseas anormalmente grandes y
gritaban su canción de trabajo; YI YU XI YI YU XI,
27
[步 輦] Una litera, es una clase de vehículo, un transporte impulsado por
humanos. Los Palanquines y las sillas Sedan están clasificadas como literas,
pero a menudo son cabinas en cajas. Asimismo, palanquines y sillas de sedán
son básicamente lo mismo. El nombre Silla de Sedán se usó en el oeste después
de que el palanquín se importó a Europa a principios del siglo XVI.
396
mientras se abrían camino. Al lado de cada
esqueleto flotaban pequeños y lánguidos
remolinos de fuegos fantasmas, girando
alrededor, pareciendo ser utilizados para la
iluminación porque cada vez que llegaban a una
zona más oscura, los fuegos fantasmas ardían
más.
La visión era tan anormal, extraña y
demoníaca, que Xie Lian no pudo evitar mirar,
preguntándose si se había encontrado con una
dama fantasma yéndose a encontrar con un
amante para una cita.
Se apresuró a retroceder más hacia el lado de
la carretera para que se fueran.
Inesperadamente, sin embargo, esos cuatro
esqueletos dorados que transportaban el sedán
se detuvieron frente a él y cada uno de ellos giró
sus cráneos hacia él.
Uno de los huesos de la mandíbula del
esqueleto dorado crujió y salió un sonido de quién
sabe dónde, hablando con una voz temblorosa.
—El gran Chengzhu28 nos envió a recibir al
Príncipe Heredero de XianLe. ¿Es mi señor,
Dianxia?
—...
Su Señor Chengzhu no debería ser otro más
que Hua Cheng. Xie Lian retiró la mano de la

28
[城主] 'Chengzhu' significa Señor Alcalde o Señor de la Ciudad.
397
empuñadura de la espada y respondió: —Ese soy
yo.
Crack. Crack.
Los esqueletos parecían estar contentos y
bajaron el sedán.
—Por favor aborde, ¡vamos!
¿Los cuatro esqueletos de oro iban a llevarlo a
ver a Hua Cheng?
Xie Lian dijo a regañadientes: —Eso es...
demasiado problema.
—Disparates. No es ningún problema, este es
nuestro trabajo.
—¡Dianxia, por favor aborde! El gran Chengzhu
lo está esperando.
Por lo tanto, Xie Lian cuidadosamente subió a
la plataforma, levantó el velo y se sentó dentro.
—Gracias por tomarse la molestia.
Los esqueletos dorados estaban extáticos,
crepitaban y decían algo incomprensible, luego
recogieron la litera y comenzaron a saltar por los
senderos de las montañas.
Esa litera tenía encima una silla de mimbre
cosida con brocado, sumamente cómoda y Xie
Lian estaba sentado en el centro, sintiendo que
parecía un poco grande para una sola persona.
La litera llevada por esos esqueletos dorados
parecía estar afrontando baches, un poco
temblorosa, pero cuando se sentó, el viaje fue
bastante estable. Se movió extremadamente
398
rápido, más rápido que volar con una espada y
aparte de esa extraña canción de trabajo que
esos esqueletos dorados disfrutaban cantar, era
prácticamente silencioso, mucho más que ese
carruaje dorado con caballos bruñidos y aún más
misterioso.
En el pasado, cuando Xie Lian seguía siendo el
príncipe heredero, también montaba un sedán
cuando salía de vez en cuando. Era mucho más
joven en ese entonces y se sentaba en el regazo
de su padre o de su madre, llevado por los
asistentes del palacio especialmente escogidos,
quienes enaltecían y aclamaban a su alrededor,
impresionantes e imponentes. Después de que
se hizo más grande ya no lo disfrutaba tanto. Sin
embargo, esta fue la primera vez que era
transportado por esas criaturas, por lo que
todavía no pudo evitar sorprenderse.
Después de viajar por un tiempo,
repentinamente sintió que una banda de fuegos
fantasmas verdes estaba por delante, sus luces
tenues brillaban a través del velo y charlas
silenciosas flotaban en el aire.
—¿Quién va allí? ¿No deberías dejar algo, al
cruzar a través de este cementerio?
Parecía que se encontraron con fantasmas
salvajes que bloqueaban caminos. Las sombras
comiendo sombras, los fantasmas devorando
fantasmas, ¿incluso se atrevieron a provocar a
399
Hua Cheng? Esos esqueletos crepitaron y se
rieron.
—¿Qué quieres, que dejemos algo?
Xie Lian solo estaba pensando si debería
mostrar su rostro y lidiar con esto cuando
escuchó esas pequeñas voces gritar.
—¡AIYOYOYOYOYO PERDÓNENOS!
¡Nuestros ojos de mierda están ciegos y no nos
dimos cuenta de que esta era el sedán de nuestro
Gran Señor Hua Cheng! ¡Vuelvan al cementerio,
vuelvan! Mis señores por favor pasen como
ustedes lo deseen. ¡Mis señores son generosos,
pasen como deseen!
Esos esqueletos dorados dijeron:
—Demasiado tarde, demasiado tarde, el Señor
Chengzhu ha dado instrucciones claras de que
Dianxia sentado en este sedán no debe ser
ofendido. Ahora que Dianxia ha sido retrasado,
¿por qué no nos dicen qué se debe hacer?
Lamentos y gritos diabólicos aullaban a su
alrededor. Xie Lian no pudo soportarlo más y dijo:
—Hum, olvídelo. Ya que estamos apurados,
simplemente dejemos esto.
Esos esqueletos dijeron: —Ya que Dianxia lo
dice, entonces los dejaremos ir. ¡Todos ustedes
lo tuvieron fácil!
Xie Lian agregó: —Sin embargo, tengan en
cuenta nunca bloquear las carreteras en el futuro
ni perjudicar a los viajeros.
400
Los fantasmas salvajes se regocijaron.
—¡Nonono, juramos que eso nunca ha
sucedido! ¡Gracias mi Señor!
—¡Márchense! —Gritaron esos esqueletos.
Mientras pasaban, Xie Lian escuchó
débilmente el balbuceo de los fantasmas
femeninos, charlando maravilladas.
—Oye, ¿quién creen que ese Dianxia en ese
sedán? Nunca he escuchado del sedán dorado
del Señor Hua cargando a nadie más.
—Si fuera una dama, entonces sería fácil de
adivinar. Sin embargo, es un hombre. Muy
extraño.
—¿Qué tiene de extraño? —Se preguntó Xie
Lian.
En el segundo siguiente, escuchó a esas
mujeres fantasmas decir: —Sí. ¡Y yo aquí estaba
tan segura de que el sedán dorado era
definitivamente para la señora esposa!

Después de haber corrido por días, Xie Lian se


montó en el sedán y se sintió somnoliento. Usó
su mano para sostener su mejilla, quedándose
dormido. Pasó otro largo rato y sintió que el sedán
se detenía de nuevo.

401
Murmuró de manera semiconsciente: —¿Qué
sucede?
Pensó que se habían encontrado con otra
banda de fantasmas salvajes que bloqueaban
caminos, pero justo cuando las palabras salían
de sus labios, sintió que el sedán bajaba y otra
persona se había subido. El hombre levantó el
velo y llamó suavemente: —¿Gēge?
Xie Lian se frotó los ojos y los entrecerró,
mirando hacia la voz.
—¿San Lang?
El que había venido era naturalmente Hua
Cheng. Cuando vio el estado medio despierto de
Xie Lian, con los ojos nublados y aturdido, se
sorprendió un poco. Xie Lian se sentó
avergonzado y se aclaró la garganta.
—Me quedé dormido accidentalmente.
Poco después, Hua Cheng sonrió y se acercó
a sentarse también.
—Gēge está agotado. Espero que a Gēge no le
importe si entro.
Xie Lian asintió e intentó moverse más hacia la
derecha, deseando dejar más espacio para Hua
Cheng, pero Hua Cheng extendió su brazo y lo
agarró por el hombro derecho, tirando de él hacia
atrás.
—No es necesario. Hay suficiente espacio.
A decir verdad, no había. Este sedán era
astuto; demasiado grande para una persona,
402
pero demasiado apretado para dos, no era un
ajuste perfecto a menos que fuera como cuando
Xie Lian era más joven y uno se sentaba en el
regazo del otro.
—Te fuiste justo a tiempo antes. Tres Oficiales
Celestiales de la Corte Superior descendieron
todos al mismo tiempo.
Hua Cheng dijo: —¿Fueron los tres tumores?
Ya lo esperaba.
Xie Lian se rió burlonamente.
—¿Esa fue la razón por la que huiste?
Hua Cheng también respondió en tono de
broma: —No, fui a pedir el carruaje. Entonces,
¿Qué le parece, Gēge? ¿No es más divertido mi
Infernal Carruaje de Demonios que el carruaje
dorado de esos Oficiales Celestiales de la Corte
Superior?
—¡Sí, es muy divertido! —Xie Lian se echó a
reír, pero cuando recordó el terrible estado del
Señor del Viento ya no pudo reírse y se volvió
solemne—. Por cierto, San Lang, ¿qué es lo que
querías decirme antes?
Inadvertidamente, sus ojos se encontraron.
Hua Cheng todavía tenía el hombro derecho de
Xie Lian en su agarre, sin haberlo soltado, como
si lo estuviera abrazando. Mirando desde afuera,
solo dos siluetas superpuestas podían ser vistas
dentro de los velos de esa litera, acurrucadas
juntas, inseparables.
403
Dentro de las cortinas rojas, Hua Cheng sonrió.
—Gēge, ¿quiere casarse?
—... ¿Eh? —Xie Lian se sobresaltó.
Tal mirada, tales palabras, estaban tan cerca
sin tener a dónde correr. Instantáneamente, los
colores explotaron en la visión de Xie Lian y su
mente quedó completamente en blanco, toda su
persona estaba congelada, más rígido que un
cadáver.
Al ver su reacción, Hua Cheng sacó su brazo y
soltó una risita.
—Es una broma. ¿Sorprendí a Gēge?
Fue un buen momento antes de que Xie Lian
volviera a sí.
—... eres demasiado. ¿Cómo puedes bromear
sobre algo como eso?
No fue solo un shock. Estaba tan confundido
que su corazón casi se detuvo. También había un
rastro de dolor que él mismo no había notado.
Hua Cheng se rió.
—Mi error.
Extendió sus largas piernas y las cruzó,
colocándolas en el frente, moviendo sus botas y
las cadenas de plata tintinearon unas contra
otras, sonando nítidamente, verdaderamente la
mismísima imagen de la travesura. Si esto fuera
antes, Xie Lian pensaría que este joven era
divertido y entrañable, pero ahora, por alguna
razón, ese ruido interrumpía su calma y una
404
frustración inexplicable llenó su mente. Después
de sentirse sacudido por un momento, no pudo
evitar decir otra vez mentalmente: —¿Cómo
puedes bromear sobre algo así...?
Sin embargo, cuando pensaba en ello, no había
de nada malo. Fue precisamente porque no
significaba nada que fue usado como una broma.
Hua Cheng notó su extraña expresión e
inmediatamente se enderezó.
—Dianxia, no se lo tome en serio. Estaba
equivocado justo ahora. Nunca volveré a bromear
sobre esto.
Al ver que se disculpó con tanta solemnidad,
Xie Lian se sintió mal y pensó: —¿Soy estúpido?
Era solo una broma y nada serio. Además, San
Lang solo dijo; ¿quiere casarse? Pero no
especificó con quién, así que, ¿a dónde se fue mi
mente? ¡Contrólate! ¡En este instante! ¡Ahora
mismo!
Se golpeó a sí mismo varias veces
mentalmente y mantuvo su espíritu antes de
sonreír.
—No, no, no, ¿cómo te equivocaste? No lo
entiendas mal, solo estaba pensando en el Señor
del Viento, así que me veía un poco serio.
—¿Oh? —Dijo Hua Cheng—. Ya que el Tirano
de Agua también descendió, ese asunto debería
ser resuelto.

405
Los dos fueron sumamente cooperativos en
cambiar el tema. Xie Lian comenzó a pensar
seriamente y sacudió la cabeza suavemente.
—San Lang, ¿realmente crees que todo esto
ha terminado? De alguna manera creo que esto
es solo el comienzo.
Shi Qing Xuan siempre había admirado y
respetado a su hermano mayor, pero cuando
escapó del peligro y vio la cara de su hermano,
reaccionó así. Un pensamiento horroroso entró
en su mente: ¿podría ser que el que engañó a Shi
Qing Xuan par abrir las puertas fue Shi Wu Du?
Aunque Shi Wu Du debió haber estado en
compañía de Ling Wen y el General Pei en ese
momento, aun así, no sería difícil para los
Oficiales Celestiales espiritualmente poderosos
crear clones y enviarlos a hacer recados. Estaba
a punto de seguir contándole a Hua Cheng
algunas de sus sospechas y suposiciones
cuando, en cambio, Hua Cheng dijo: —No. Este
asunto ha terminado, se acabó.
Su tono era firme y Xie Lian no pudo evitar
sorprenderse.
—¿San Lang?
Hua Cheng lo miró fijamente.
—Gēge, ¿confía en mí?
Xie Lian lo miró a los ojos y se mostró
igualmente firme.
—Lo hago.
406
Hua Cheng dijo lentamente: —Entonces,
créame. Manténgase alejado del Señor del
Viento, Señor del Agua, Señor de la Tierra, Ling
Wen y Pei Ming. Cuanto más lejos, mejor.

407
408
Capítulo 114
Palabras burlonas para confundirnos (parte
dos)

D
espués de esa línea, algunos
pensamientos aparecieron pesadamente en
la mente de Xie Lian el resto del camino.
Intentó preguntar por más, pero cada respuesta
que Hua Cheng le dio después de eso, parecía
significar: Eso es todo lo que diré sobre el tema.
Por lo tanto, Xie Lian no insistió más.
Cuando regresaron al Santuario PuJi, el
amanecer aún no había entrado en el horizonte.
Al abrir la puerta, Xie Lian pudo ver que todos
los platos estaban limpios y guardados. Lang
Ying, Gu Zi y Qi Rong estaban durmiendo dentro,
con una manta cubriéndolos, pareciendo muy
cómodos. Parecía que después de que él se fue,
realmente había alguien que cuidó las cosas con
atención y ya se había ido en silencio.
Esta vez, cuando Xie Lian regresó, lo que
siguió fue una gran pila de oraciones.

409
El Santuario PuJi nunca había recibido tantas
oraciones antes, pero no creía que esto tuviera
algo que ver con que el comerciante rico
difundiera su buen nombre… esto era correcto.
Ese comerciante rico que vivía en la ciudad
finalmente sí vino a cumplir su promesa. Sin
embargo, incluso si llegó, o bien no se dio cuenta
de la señal muy obvia que Xie Lian colocó justo
enfrente, o lo ignoró a propósito. Tampoco donó
el dinero que prometió que haría. El propósito
más importante de su venida aquí fue obsequiar
un estandarte de brocado y se lo presentó con
entusiasmo a Xie Lian ante toda la gente del
pueblo. Xie Lian lo abrió sin sospechar e
inmediatamente lo dobló. Aun así, las palabras
gigantes en el estandarte de brocado estaban
profundamente arraigadas en su mente.
Devolver a los bebés a través de manos
mágicas.29
—¿¿¿…???
Después de despedir a ese rico comerciante,
exhaló un largo suspiro. Había estado
preocupado todos los días preguntándose
cuándo finalmente se derrumbaría la choza; él
realmente no sabía cuándo podría ser reparada.
29
[妙手 回 胎] ‘Devolver a los bebés a través de las manos mágicas' fue un
parafraseo de la frase [妙手回春] ‘Volver a la primavera a través de las manos
mágicas’, que es un cumplido para los médicos tan hábiles que pueden
devolver la vida a los muertos. En este caso, el comerciante adinerado quería
elogiar la habilidad de Xie Lian para devolver a los fetos.
410
Hua Cheng, que se había apoyado contra la
puerta, parecía haber adivinado sobre qué estaba
suspirando y dijo: —Hace mucho tiempo que
quería decir algo. Si Gēge no se siente seguro
viviendo aquí, ¿por qué no se muda a otro lugar?
Xie Lian negó con la cabeza.
—Es fácil para ti decirlo, San Lang. ¿A dónde
me mudaría?
Hua Cheng sonrió.
—¿Por qué no se muda a mi casa?
Xie Lian sabía que esas palabras no podían ser
tan despreocupadas como sonaban, pero desde
la broma de la otra noche, una pequeña sombra
se manifestó en su corazón por alguna razón y no
se atrevió a responder a más palabras. Hua
Cheng respondería usando esa actitud de broma
solo mostrando una sonrisa, inclinando su
cabeza.
En cuanto a las oraciones recibidas, aunque no
eran más que mundanas, como el viejo buey que
se rompió la pierna y no podía trabajar en los
campos o la esposa de la casa quedó
embarazada y no pudo ayudar en los campos,
etc, seguían siendo oraciones y él debía tratar a
todos los adoradores por igual. Después de un
par de días, Xie Lian respondió a las oraciones y
fue a la aldea para ayudar a arar y plantar los
campos.

411
Ya que Hua Cheng se había quedado con él,
naturalmente él iba a jugar. Debido a que este era
un trabajo manual difícil, al principio Xie Lian no
había querido que trabajara en los campos
también, pero él se negó a ser persuadido, por lo
tanto, se cambiaron a ropa gruesa, se subieron
las mangas, arremangaron sus pantalones y
entraron en las aguas de arrozales.
Mirando a lo lejos, una gran extensión de
exuberantes campos de arroz con arroz verde
estaba lleno de bulliciosos agricultores y entre
ellos, había dos siluetas que eran particularmente
visibles.
Incluso si estaba vestido con la ropa arenosa
de Xie Lian, no se podía esconder ni un poco de
los impresionantes aires de Hua Cheng. Más
bien, ese atuendo irregular acentuó su rostro y su
figura. Los dos tenían la piel pálida, los brazos
hermosos, las piernas largas y rectas, pintando
una imagen llamativa y centelleante entre los
granjeros de cara fangosa, haciendo que las
chicas de la aldea que estaban acostumbradas a
ver personas comunes, se ruborizaran y se les
acelerara el corazón.
Ellas continuaron echando miradas furtivas y,
como estaban trasplantado plántulas, pronto sus
injertos fueron plantados fuera de su curso y se
convirtieron en líneas curvas, haciendo que todos
se burlaran de ellas.
412
La piel blanqueada de Hua Cheng era del color
que carecía de sangre. Xie Lian, por otro lado, era
rosado a través del blanco translúcido y, debido a
su físico natural, cuanto más sudaba, más su piel
se volvía hermosa como el jade. Con el sol
ardiente en lo alto, solo trabajó un rato antes de
que toda su persona fuera blanca como el polvo.
El calor seco era intolerable y él seguía limpiando
las gotas de sudor que rodaban por su cuello. Sin
embargo, cuando pensó en cómo los fantasmas
eran todas criaturas de las sombras, disgustados
con el sol, entonces se dijo que Hua Cheng debía
estar aún más irritado y Xie Lian giró la cabeza
para mirar. Efectivamente, Hua Cheng también
se enderezó lánguidamente, usando una mano
para bloquear el sol, con los ojos entrecerrados.
Escondido en las sombras de su mano derecha,
también estaba mirando en dirección a Xie Lian.
Xie Lian se acercó y presionó el sombrero de
bambú sobre su cabeza.
—Toma.
Hua Cheng se sorprendió un poco al principio,
pero pronto entrecerró los ojos en una sonrisa.
—Está bien.
Aunque Hua Cheng dijo que iba a trabajar en
los campos solo por diversión, cuando realmente
se puso a trabajar fue mucho más rápido que Xie
Lian, ágil y eficiente, extremadamente hábil. Una
hora más tarde, Xie Lian terminó de trasplantar
413
su campo de arrozales, pero ya estaba adolorido
y molido, golpeando y masajeando su cintura y
Hua Cheng se acercó para ayudarlo. Xie Lian
echó un vistazo y no pudo creer que, después de
la misma cantidad de tiempo, Hua Cheng en
realidad terminó solo un gran campo en silencio,
con cada tallo de arroz verde parado en los
arrozales, limpio y ordenado, agradable a la vista.
Xie Lian dijo con seriedad: —San Lang,
realmente aprendes rápido. No necesitas
ayudarme, ve a sentarte y descansar y bebe un
poco de agua o algo.
Por lo tanto, Hua Cheng fue a las crestas del
campo para recuperar agua. El jefe de la aldea
había estado observando a un lado durante un
tiempo y en ese momento dio un pulgar hacia
arriba.
—Daozhang, ¿a qué casa pertenece ese
pequeño muchacho? ¡Es tan diligente! ¡Tan
increíble! ¡Solo uno de él es tan bueno como diez
hombres! ¡Si una chica llamara su atención,
entonces se fortuna sería buena!
Xie Lian hizo pufft y se echó a reír, pero no pasó
mucho tiempo antes de que algunos otros
también vinieran en secreto a preguntar.
—Oye, oye, Daozhang, ¿de dónde está ese
chiquillo que se queda en tu santuario? ¿Ya está
casado? No podría haber una esposa en su casa
todavía, ¿verdad?
414
—¿Seguramente no? ¡Es tan joven!
Xie Lian no sabía si reír o llorar y respondió
vagamente: —Hum... supongo. Es joven, por lo
que aún no es hora de considerar nada.
Esos aldeanos dijeron inmediatamente:
—Bueno, eso no está bien. Es precisamente
porque es joven que el asunto debe resolverse
pronto.
—Daozhang, tiene que hablar con él. Los
hombres tienen que asentarse temprano antes de
que puedan madurar. Tienen que construir una
casa antes que nada.
—¡Eso! ¡Gente joven! ¡Ellos son jóvenes! ¡No
podrán soportar las noches solitarias!
Esos aldeanos eran todos de hogares con hijas
y querían excavar por más información y justo
cuando Xie Lian los rechazaba cortésmente, Hua
Cheng se acercó con una botella de bambú que
colgaba en su mano.
—Estoy casado. Ya hay alguien en casa.
Cuando los aldeanos se enteraron, se sintieron
muy decepcionados, pero todavía eran
implacables.
—¿De qué casa es la señora? ¿No nos dirá el
joven amigo?
—No nos estás mintiendo, ¿verdad?
—¿Ella debe ser virtuosa y hermosa?
Hua Cheng levantó las cejas.

415
—Hum. Eso es correcto. Es una persona
virtuosa y hermosa. Alguien especial, noble y
amable que me ha gustado desde que era joven.
He estado enamorado por muchos años y he
trabajado muy duro antes de que pudiera
ganarme a esa persona.
Habló con una certeza tan seria, sin un indicio
de falsedad, que los aldeanos sintieron que no
había más que decir y solo podían dispersarse,
sintiéndose decepcionados.
Xie Lian estaba concentrado escuchándolo
cuando Hua Cheng le pasó un paño y una botella
de agua.
—¿Agua?
Xie Lian tomó la tela y limpió las manos que
estaban cubiertas de barro antes de tomar la
botella de agua para beber unos tragos, luego se
la devolvió. Subconscientemente, la tela en sus
manos se volvió una bola amontonada y se limpió
aquí y allá. Después de intentar guardárselo por
un tiempo, no pudo evitar preguntar.
—... ¿es cierto?
Hua Cheng tomó la botella de bambú y bebió
un trago él mismo, mientras su manzana de Adán
subía y bajaba una vez, antes de bajar la cabeza.
—¿Hum? ¿Qué cosa?
Xie Lian levantó la manga y se secó un poco de
sudor en el costado de su cara, preguntándose si
el sol era un poco demasiado grande porque
416
tanto su frente como sus mejillas se estaban
quemando. Hizo lo mejor que pudo para sonar lo
más informal posible y sonrió: —Hay una persona
en casa, virtuosa y hermosa, una persona
verdaderamente noble, amable, alguien especial.
Has estado tan enamorado por muchos años y
has trabajado muy duro antes de que pudieras
ganarte a esa persona.
—Oh. —Hua Cheng dijo—. Eso es una mentira.
Xie Lian no se había dado cuenta, pero dejó
escapar un suspiro de alivio. Esta vez, su sonrisa
era genuina y copió el tono de Hua Cheng de
antes.
—Eres un mentiroso.
Hua Cheng sonrió y añadió: —Pero, no todo fue
una mentira. Simplemente no he ganado a esa
persona todavía.
Al oír esto, Xie Lian se quedó atónito, pero Hua
Cheng ya se había dado la vuelta y se había ido
para seguir trabajando en los campos.
Xie Lian se quedó donde estaba por un buen
rato, aturdido, antes de inclinarse y lentamente
volver a trabajar. Por alguna razón, se sentía un
poco infeliz. Poco después, descubrió una
pequeña hilera de sus injertos fuera del curso e
inmediatamente volvió a sí.

417
Mientras trabajaba en los campos, intentó
conectarse en privado con el Señor del Viento a
través de la red de comunicación privada.
Aunque Hua Cheng le advirtió que no se acercara
al Señor del Viento y su grupo, Xie Lian no pudo
hacerlo. Estos últimos días, trató de enviar
mensajes varias veces, pero aún no hubo
respuestas, nada más que silencio. Por lo tanto,
cambió sus tácticas y se acercó a Ling Wen en su
lugar.
—Ling Wen, ¿cómo está en Señor del Viento?
¿Está un poco mejor?
Ling Wen se conectó instantáneamente y su
voz sonó junto a los oídos de Xie Lian.
—¿El Señor del Viento? Creo que está un poco
mejor.
Xie Lian instintivamente supo que no estaba
diciendo la verdad, pero no insistió. Sin embargo,
eso le ayudó a decidirse a subir para echar un
vistazo.
En ese momento, Ling Wen agregó: —Por
cierto, el Señor del Agua le envió un regalo y ya
llegó. Por favor, recuerde echar un vistazo,
Dianxia.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Un regalo? No hay necesidad de eso. No he
hecho nada que merezca una recompensa.

418
—No hay necesidad de ser humilde —dijo Ling
Wen—. El Señor del Viento agarraría a
cualquiera para que lo acompañe cuando se
siente impulsivo y ha soportado las dificultades a
su lado durante tanto tiempo, por lo que, en todos
los sentidos de la palabra, no hay vergüenza en
aceptar el regalo. El Señor del Agua dijo que no
era más que una pequeña muestra de
agradecimiento, así que simplemente tómenlo.
Xie Lian aún no lo consideraba apropiado y se
quedó pensando en ello.
Después de terminar su trabajo y prepararse
para irse, Hua Cheng fue a la casa del Líder de la
aldea para ayudar a reparar su arado y Xie Lian
regresó al Santuario PuJi primero. Después de
mover a los tres buenos para nada, como los
llamó Hua Cheng, detrás del santuario, Xie Lian
buscó por toda la pequeña morada,
preguntándose: —¿Dónde está el regalo?
Pensando que podría haber caído en las
grietas detrás de la caja de donación, se
arremangó las mangas y estaba a punto de
mover la caja cuando, inesperadamente, cuando
trató de levantar la caja, esta se quedó inmóvil.
Esa caja de donación era excesivamente pesada,
como si hubiera echado raíces en el suelo.
Perplejo, Xie Lian sacó la llave y abrió la caja. El
momento en que hizo la brillante luz dorada casi
lo cegó.
419
Esa caja de donación estaba repleta de barras
de oro y con solo una mirada burda, ¡había al
menos lo suficiente como para que se
convirtieran en un millón de méritos!
Xie Lian al instante cerró la tapa con fuerza,
presionándola con ambas manos, pensando:
—¿Nada más que una pequeña muestra de
gratitud?
Obsequiar algo tan caro sin ninguna razón,
¿era este el precio para que sellara sus labios?
Al principio, había considerado que, si realmente
no era más que un pequeño regalo, como un
brazalete de jade espiritual para ahorrar poder o
algo así, entonces tal vez sería mejor tomarlo.
Después de todo, devolver un regalo podría
dañar el rostro del Señor del Agua y el Señor del
Agua era orgulloso, por lo que no sería bueno
hacerlo. Pero ahora, como se esperaba del Dios
de la Riqueza, era un cofre tan grande hasta el
borde con barras de oro, tenía que devolverlo.
Dio la casualidad de que planeaba hacer un
viaje a los cielos de inmediato para inspeccionar
al Señor del Viento. Suponiendo que Hua Cheng
no regresaría tan rápido, dejó una nota y luego
cargó esa caja de donación opresivamente
pesada en su espalda antes de despegar.
Inesperadamente, en el momento en que llegó
al Reino Celestial, era un caos por todas partes y
Xie Lian se quedó estupefacto con los ojos muy
420
abiertos. La perfectamente en buen estado Gran
Avenida Marcial estaba llena de escombros y
baches; grietas y cráteres llenaban la calle. Un
grupo de Oficiales Celestiales subalternos corrían
de un lado a otro y Ling Wen estaba en cuclillas
junto a un profundo cráter, masajeando su frente
palpitante.
Xie Lian se acercó y le preguntó: —¿Qué ha
pasado?
Ling Wen levantó la vista y se sorprendió al ver
la gigantesca caja de donaciones que llevaba en
su espalda.
—Dianxia, ¿qué está haciendo con una caja de
donaciones tan grande aquí arriba? ¿Qué ha
pasado? Ahh, ni siquiera hable de eso. El general
Nan Yang y el general Xuan Zhen están luchando
y destruyendo los palacios de cada uno.
—¿Feng Xin y Mu Qing? —Xie Lian estaba
asombrado—. ¿Por qué están peleando de
nuevo?
—¿Qué otra cosa puede ser más que ese
asunto con el espíritu del feto de la última vez?
Algunos de los dioses marciales estaban en
discusión, debatiendo sobre cómo lidiar con ese
par de madre fantasma e hijo. El general Nan
Yang sugirió llevar ese espíritu feto a la refinería
para disolverlo ya que esa criatura realmente
asesinó a un gran número de personas, pero
Xuan Zhen no lo dejó. Su tono no era el más
421
agradable, por lo que Nan Yang dijo que, como si
alguna vez tú hubieses sido tan benevolente, tal
vez tengas una conciencia culpable, etc., etc.
Dianxia ya sabe cómo es. Ellos son así. Diga
unas pocas palabras y ellos levantarán sus
puños. Solo mire. Mire alrededor. Mire en qué
estado nos ha dejado su pelea. Hace mucho
tiempo que dije que los dioses marciales
realmente no tienen una buena cultura, el costo
de las reparaciones en la Corte Celestial de este
año es demasiado aterrador, solo he contado
hasta la mitad y ahora he olvidado todo de nuevo.
De verdad…
Su dolor de cabeza realmente parecía bastante
doloroso y Xie Lian dijo: —Entonces... le dejaré
con eso. Iré a revisar al Señor del Viento.
Ling Wen miró hacia arriba.
—¿Visitar al Señor del Viento? No se moleste,
Dianxia. El Señor del Viento no está permitiendo
visitantes en este momento.
—¿No dijo usted que estaba un poco mejor?
—Preguntó Xie Lian.
—Eso es lo que dijo el Señor del Agua. —Ling
Wen dijo—. Pero el que el Señor del Viento no
permite visitas también fue lo que dijo el Señor
del Agua. Ahora mismo ni siquiera yo puedo ver
al Señor del Viento, así que probablemente
necesite más tiempo para recuperarse. Mejor no

422
vaya, Dianxia. Hablando de eso, no es su caja de
donaciones también demasiado...
¡BAM!
Xie Lian dejó caer la caja de la donación en el
suelo.
—Entonces, por favor, ayúdeme a darle esto al
Señor del Agua. No he hecho nada que merezca
una recompensa. Incluso si él no me diera nada,
Xie Lian no divulgaría nada que no deba decirse.
Se sintió ligero después de tirar esa caja y se
fue apresuradamente. Ling Wen lo llamó desde
atrás, pero no obtuvo respuesta, lo dejó pasar y
siguió mirando ese profundo cráter con la cabeza
doliéndole.
Sin embargo, aunque Xie Lian se fue, por
supuesto que no había descendido al Reino
Mortal así de fácil. En cambio, se escabulló en el
apreciado Palacio de los Señores del Viento y del
Agua en la Capital Celestial.
Aunque el palacio estaba lleno de guardias de
seguridad tanto por dentro como por fuera, una
pequeña cosa como esta no podía detener a Xie
Lian. Shi Qing Xuan lo había traído la última vez,
así que tuvo una idea general de dónde estaban
las habitaciones del Señor del Viento. Se volteó
sobre la pared y cambió entre correr a través de
techos sigilosamente y escabullirse en los suelos.
No le tomó mucho antes de que él llegara. Lo
único que le preocupaba era que el Señor del
423
Viento hubiera sido trasladado por su hermano
mayor a otro lugar y que ni siquiera estuviera allí.
Afortunadamente su preocupación no se hizo
realidad. Se subió al techo y encontró un punto
ciego donde otros no podían verlo y usó sus
piernas para engancharse a una de las vigas,
colgando boca abajo del alero, mirando hacia el
interior de la habitación. Sin embargo, en el
momento en que miró se quedó en shock.
Shi Qing Xuan estaba atado con fuerza, con las
manos y las piernas atadas con cuerdas. Estaba
atado a su propia cama, pero seguía luchando sin
cesar. Junto a él, Shi Wu Du caminaba de un lado
a otro por la cama, con un tazón lleno de algo
negro y desconocido. Hizo una pausa por un
momento, luego de repente se acercó y forzó su
contenido por la garganta de Shi Qing Xuan.

424
425
Capítulo 115
Personas escapando a través de túneles;
espada penetrando desde arriba

T
ras tener su mandíbula abierta a la fuerza
por Shi Wu Du y forzado a tragar unos
cuantos sorbos, Shi Qing Xuan se atragantó
violentamente, escupiendo y arrojando más de la
mitad del contenido, ensuciando todo su pecho.
Él comenzó a gritar y golpeó su cabeza hacia
adelante, derribando el tazón.
La cara de Shi Wu Du estaba llena de humo y
gritó: —¡Adelante! ¡Sigue haciéndolos caer! Hay
mucho más de donde vino esa medicina. ¡Rompe
un tazón y te traigo veinte más! ¡Seguiré forzando
esto en tu garganta hasta que lo bebas!
Shi Qing Xuan rugió.
—AAAHHHHH! ¡¿NO PUEDES DEJARME
SOLO?! ¡SOLO DÉJAME MORIR!
Shi Wu Du dijo bruscamente: —¡Soy tu
hermano! Si no cuido de ti, ¿quién lo hará?

426
Shi Qing Xuan dejó de hablar, girando la
cabeza. Un momento después, Shi Wu Du se
sentó a un lado de la cama y suavizó su tono.
—Iré a arreglar tu abanico.
—Ya no quiero ese abanico —dijo Shi Qing
Xuan.
Al Señor del Viento le encantaba ese raro
dispositivo espiritual suyo; ese abanico de Señor
del Viento y lo sacaría de vez en cuando solo para
jugar con él, e incluso en medio de las tormentas
de nieve en invierno, el abanico sería utilizado en
el viento. Sin embargo, ahora dijo que ya no
quería el abanico de Señor del Viento, Xie Lian
se estaba volviendo cada vez más curioso.
—Si no lo quieres también está bien.
Aprovecharemos esta oportunidad y te
forjaremos un nuevo dispositivo espiritual.
Shi Qing Xuan volvió la cabeza hacia atrás de
nuevo.
—¡Yo tampoco quiero uno nuevo! Solo déjame
descender.
Shi Wu Du se volvió hacia él.
—¿Descender? ¿Descender a dónde?
—Descender al reino de los mortales. —Shi
Qing Xuan respondió—. Ya no quiero quedarme
en la Corte Superior. ¡YA NO QUIERO SER UN
DIOS!
Las venas aparecieron en la frente de piel
pálida de Shi Wu Du.
427
—¡Qué tontería! ¿Desechar tu divinidad para
descender al Reino Mortal? ¡Deja de hacer el
ridículo! ¡¡No creo que entiendas cuánta gente en
el mundo quiere ascender y cuántos oficiales en
la Corte Intermedia morirían por unirse a la Corte
Superior!!
Shi Qing Xuan gritó con ira: —¡Eso es correcto!
¡NO LO SÉ! ¡SOLO QUIERO SER UN
VAGABUNDO SIN RUMBO! ¡¿ES ESO TAN
MALO?!
—¡NO LO PERMITIRÉ! ¿Un despreocupado
vagabundo sin rumbo? ¡Sueña! Yo…
En ese momento, los colores de su rostro
cambiaron, como si un mensaje privado acabara
de llegar a él, transmitiéndole algunas noticias.
Shi Wu Du se puso de pie inmediatamente, sus
dos dedos apretados contra su sien escucharon
atentamente y su rostro se puso cada vez más
serio. Poco después, se dirigió a Shi Qing Xuan y
dijo: —Deja de aumentar mis problemas. Estaré
ocupado durante un rato, ¡no tengo tiempo para
cuidarte! ¡Una vez que regrese de atravesar mi
tercera calamidad celestial ya no podrás volver a
actuar así! —Luego, agitó las manos y salió
rápidamente de la habitación.
Una vez que estuvo lejos, Xie Lian se dejó caer
en silencio, empujando hacia la ventana en busca
de colarse. Sin embargo, no importaba cómo
empujaba la ventana, no se movía; algún tipo de
428
sello de confinamiento debió haber sido puesto.
No se atrevió a forzarlo a abrirlo para que no se
produjera un hechizo de alarma, así que solo
llamó en voz baja.
—Señor del Viento. ¿Señor del Viento?
Shi Qing Xuan se sacudió en la cama y giró la
cabeza, lleno de alegría.
—¡¿Dianxia?!
—Soy yo. —Xie Lian respondió—. ¿Qué le ha
pasado? No puedo abrir esta ventana, ¿puedo
entrar de otra forma?
Cuando las ventanas no podían ser abiertas
por medios normales, era fácil adivinar el método
que usaría un dios marcial para entrar en una
recámara.
Shi Qing Xuan dijo apresuradamente: —¡No lo
haga! ¡No destruya nada! Hay un hechizo que
cubre todas las ventanas y puertas aquí. Si se
fuerza con violencia, todo el Palacio del Viento y
el Agua sabrá que alguien ha venido. A menos
que seamos yo o mi hermano, las puertas y
ventanas solo se pueden abrir desde adentro.
—Pero usted está completamente atado
—señaló Xie Lian.
Shi Qing Xuan comenzó a luchar locamente.
—¡Dianxia, espere un momento! Déjame
liberarme de esta cuerda...
—...

429
Xie Lian observó cómo toda su persona rodaba
alrededor de la cama, a veces acurrucada en un
camarón, a veces enderezándose como una
tabla de acero, luchando con grandes problemas
para liberarse y Xie Lian lo alentó suavemente.
—¡Siga intentándolo, mi Señor!
Con una breve mirada, se podría decir que la
cuerda que sujetaba a Shi Qing Xuan no era un
dispositivo espiritual. Usando los poderes del
Señor del Viento, se habría roto con solo mover
un dedo, así que ¿por qué no se había roto
todavía? ¿Podría ser que Shi Qing Xuan
realmente resultó gravemente herido por lo que
ni siquiera podía liberarse de una atadura tan
fácil?
En ese momento, un movimiento extraño vino
de debajo de la cama de Shi Qing Xuan y una
mano se extendió repentinamente. Xie Lian se
sorprendió en shock, su cabeza explotó en
alarma.
—¡Señor del Viento, tenga cuidado! ¡Hay
alguien escondido debajo de su cama!
La boca de Shi Qing Xuan también se abrió.
—¡¿QUÉ?!
Pero justo cuando las palabras salieron de sus
labios, una silueta negra salió rápidamente de
debajo de la cama y se paró frente a él,
observándolo desde arriba.

430
Ese hombre estaba vestido con túnicas negras
y llevaba la máscara de un demonio. Era difícil
saber cuándo se escondió debajo de la cama y
qué planeaba hacer en este momento. Shi Qing
Xuan estaba firmemente atado en su cama,
moviéndose por todas partes tratando
desesperadamente de liberarse y Xie Lian estaba
bloqueado afuera de la puerta por el sello de
confinamiento, incapaz de entrar,
verdaderamente una situación terrible. Xie Lian
solo estaba pensando en romper la ventana
cuando vio a ese hombre levantarse la máscara
de demonio, hablando en voz baja: —¡Cállate!
Los ojos de Shi Qing Xuan se agrandaron.
—¿Ming-xiong? Ming-xiong! ¡Dios mío, Ming-
xiong mi buen hermano, apúrate! ¡Ayúdame a
aflojar el nudo!
Con solo una mano, Ming Yi rompió la cuerda
que sujetaba el cuerpo de Shi Qing Xuan, Shi
Qing Xuan estiró sus articulaciones, se arrastró
fuera de la cama y se apresuró a abrir la ventana,
aferrando las manos de Xie Lian y agitándolas.
—¡DIANXIA! ¡GRACIAS POR AÚN
RECORDARME!
Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros
y con suavidad y habilidad saltó a la habitación.
—¿No había un sello de confinamiento en la
habitación? ¿Cómo entró el Señor de la Tierra?
—Nada fuera de mi profesión —dijo Ming Yi.
431
Entonces, al parecer que se dio cuenta de que
algo andaba mal y recogió la cuerda en el suelo,
examinándola antes de mirar hacia arriba para
preguntarle a Shi Qing Xuan: —¿Por qué no
puedes siquiera romper algo como esto?
Xie Lian fijó sus ojos en la cuerda también. No
solo no era un dispositivo espiritual, sino que no
era nada más que una cuerda ordinaria. El Señor
del Viento poseía un poder espiritual tan fuerte,
¿cómo podía estar atado por una cuerda gruesa
cualquiera e igual luchar durante tanto tiempo?
La cara de Shi Qing Xuan se congeló y Ming Yi
de repente agarró su muñeca izquierda, su
expresión se volvió fría.
—¡¿Qué está pasando?!
Xie Lian también alcanzó la muñeca derecha
de Shi Qing Xuan y sintió su pulso por un
momento, luego se quedó estupefacto.
—Señor del Viento, ¿cómo terminó así?
¡No había rastro de poder espiritual en el
cuerpo de Shi Qing Xuan!
Poco después, Xie Lian adivinó: —¿Fue ese
tazón de medicina?
Al recordar el tazón de la medicina que Shi Wu
Du estaba tratando de forzar antes en la garganta
de Shi Qing Xuan, Xie Lian se agachó al instante
para controlar el pulso en el cuerpo de Shi Qing
Xuan. Sin embargo, este respondió: —No.

432
Ciertamente, no era esa medicina. Xie Lian
sabía un poco de medicina y por su olor, ese
caldo medicinal debería haber sido un calmante
anestésico, quizás incluso pudiera causar
somnolencia. Pensando en lo que sucedió antes,
en la Terraza del Vino en Cascada, cuando Shi
Wu Du agarró la muñeca de su hermano menor y
su rostro cambió a menuda expresión al instante,
debió haber notado la condición de Shi Qing
Xuan en ese momento. Al darle ese caldo a Shi
Qing, Xuan, debería haber sido por su propio
bien, entonces, ¿por qué Shi Qing Xuan era tan
obstinado en rechazarlo?
No era de extrañar que Shi Qing Xuan no
respondiera a su comunicación privada. Con todo
ese fuerte poder espiritual que alguna vez tuvo,
ahora no era diferente de un mortal.
Xie Lian soltó sin pensar: —Señor del Viento,
¿ha sido desterrado?
De lo contrario, ¿cómo podría de repente ser
de esta manera? Sin embargo, no había grilletes
malditos en su cuerpo y si alguien fuera a ser
desterrado, no habría forma de que se
encubriera. Todo la Corte Superior y la Corte
Intermedia habrían sabido al instante. El rostro de
Shi Qing Xuan estaba pálido y parecía que ya no
podía soportar más.
Xie Lian ayudó a apoyarlo y le preguntó: —¿Por
qué le ató el Señor del Agua?
433
Solo entonces Shi Qing Xuan volvió tomar
conciencia.
—Correcto. Mi hermano. Apurémonos y
salgamos de aquí mientras mi hermano todavía
no está. ¡Hablemos después de haber escapado!
Luego se dejó caer y se metió debajo de la
cama. Xie Lian se agachó de nuevo.
—¡Señor del Viento!
En realidad, había un agujero debajo de la
cama yendo a quién sabe dónde y Shi Qing Xuan
desapareció en él. Ming Yi se agachó listo para
entrar también. Xie Lian lo contempló y al final
decidió seguirlo, pero Ming Yi volvió a salir.
—Dianxia, no interfiera más en esto.
Xie Lian fue sorprendido por su bloqueo.
—El Señor del Viento me ayudó
generosamente muchas veces antes. Ahora que
está en problemas, no puedo simplemente
retroceder y mirar.
—Él siempre está lleno de palabras y hechos
generosos, pero la mayoría se mantendría
alejado cuando hay un verdadero problema —dijo
Ming Yi.
—La forma en que los demás se comporten no
tiene nada que ver conmigo —dijo Xie Lian—.
Una vez que descubramos exactamente lo que
está pasando, por supuesto que me retiraría si mi
ayuda realmente fuera innecesaria.

434
La voz de Shi Qing Xuan vino desde debajo de
la cama.
—¿No vienen? ¡El agujero se está cerrando!
Efectivamente, ese agujero debajo de la cama
se estaba haciendo cada vez más pequeño. Al
ver a esto, Ming Yi saltó rápidamente y Xie Lian
lo siguió. Los tres se arrastraron alrededor del
túnel que Ming Yi cavó y cuando Xie Lian miró
hacia atrás, la entrada al agujero ya estaba
tapada, realmente mágico.
Preguntó en voz baja: —Señor de la Tierra,
¿cómo excavó este túnel? Nunca he oído que
fuera posible excavar debajo de las residencias
celestiales en la Capital Celestial.
Debía ser conocido que la base de la Capital
Celestial no era la misma que la tierra fangosa del
Reino Mortal.
Fue solo después de preguntar que supo que
el Señor de la Tierra Ming Yi solía ser un
ingeniero experto en el mundo común. En su vida
pasada, reparó puentes, arregló caminos, abrió
pasos de montaña, construyó casas y otorgó
prosperidad a muchos, lo que le permitió
ascender. Ahora, antes de cualquier construcción
importante en el reino de los mortales, antes de
perforar la tierra, las personas primero debían
orar al Señor de la Tierra y pedir las bendiciones
para un trabajo exitoso.

435
Después de ascender, forjó un dispositivo
espiritual y fue una pala en forma de luna
creciente. Las leyendas decían que no había
ninguna montaña que esta pala sagrada no
pudiera aplanar, que no había túnel que no
pudiera ser cavado y que no había algún edificio
que no pudiera ser construido. Para infiltrarse
como espía en la Ciudad Fantasma, sus
habilidades eran extremadamente ventajosas; si
hubiera alguna recámara secreta en la que
quisiera entrar, podría cavar debajo y los
agujeros se cerrarían después. Si no fuera
porque Hua Cheng lo golpeó y dañó su poder
espiritual, tal vez podría haber escapado con su
preciada pala.
En el pasado, el Señor de la Tierra nunca había
intentado excavar en la residencia de un Oficial
Celestial y particularmente tampoco mostraba su
dispositivo espiritual, manteniéndolo guardado.
Probablemente era algo bueno que no lo
estuviera mostrando; Los dispositivos
espirituales que pertenecían a los oficiales de la
Corte Superior eran casi todos del tipo elegante y
hermoso, como libros y pinceles, espadas y
abanicos, guqin y flautas, así que, si un Oficial
Celestial fuera a caminar con una pala todo el día,
probablemente arruinaría el paisaje y destrozaría
su imagen. Cuando Xie Lian escuchó esa
explicación, no pudo evitar preguntarse que, si
436
quería que su Santuario PuJi fuera renovado,
¿quizás debería orar también al Señor de la
Tierra?
Después de gatear por un tiempo, Xie Lian
escuchó que delante suyo, Ming Yi le preguntó a
Shi Qing Xuan: —¿Fue el Reverendo de Palabras
Vacías?
Xie Lian también quería saber si ese era el
caso. Si realmente fue el Reverendo de Palabras
Vacías quien hirió a Shi Qing Xuan de esta
manera, si esto saliera, seguramente causaría un
alboroto en el Reino Celestial y produciría un
terror extremo. ¡Un monstruo que podría hacer
que un Oficial Celestial perdiera sus poderes en
un corto período de tiempo y lo hiciera caer para
convertirse en un mortal! Con solo pensar en ello,
no sería difícil imaginar el caos que causaría. Era
un asunto muy serio, pero después de un
silencio, Shi Qing Xuan respondió: —No importa
quién lo hizo, está hecho.
Esa reacción fue definitivamente demasiado
cuestionable.
Si esto fuera una trampa conspirada, no
importaba qué, la reacción no debería haber sido
esta, especialmente de alguien como Shi Qing
Xuan, que nunca sería silenciado cuando se
enfrentaba a la injusticia.

437
Al instante, una súbita y terrible conjetura llegó
a Xie Lian. Aunque horrible, podría explicarlo
todo.
En ese momento, Ming Yi de repente exigió:
—Silencio.
Los tres en el túnel subterráneo contuvieron la
respiración al unísono. Ming Yi encendió una
Palma de Luz e iluminó de manera errática los
centímetros de tierra ante ellos. Los otros dos lo
miraron.
Ming Yi parecía querer comunicarse a través de
la red espiritual, pero Shi Qing Xuan había
perdido todos sus poderes ahora, incapaz de
usar su mente para comunicarse. Por lo tanto,
cambió de opinión y usó su dedo para escribir
palabras en el aire. Donde se cortaban las puntas
de sus dedos, quedaba un rastro de tinta, como
si la tinta espesa goteara en el agua y se
difundiera. Los otros dos vieron lo que escribió:
—No hablen y no se muevan. Esperen.
Después de esperar a que todos leyeran, sopló
sin ruido una vez y esas palabras se dispersaron
en el aire. Todavía quedaba algo de poder
espiritual que Xie Lian no había usado, por lo que
levantó la mano y también escribió una serie de
palabras: —¿Esperar qué? ¿Por cuánto tiempo?
Ming Yi escribió: —Espera hasta que la
persona que está arriba se vaya.

438
Xie Lian y Shi Qing Xuan miraron al mismo
tiempo. Parecía que este túnel que Ming Yi cavó
con su preciada pala debajo de la Capital
Celestial también atravesó algunos pabellones y
residencias celestiales. Probablemente había un
Oficial Celestial que estaba justo encima de sus
cabezas en ese momento.
Escuchando atentamente, sin duda, se oían
pasos pesados que caminaban lentamente, como
si estuvieran caminando de un lado a otro en la
cámara. Al escuchar esos pasos, Xie Lian
determinó que esa persona debía ser un dios
marcial. Los dioses marciales poseían un sentido
agudo y si hacían algún ruido sospechoso,
podrían ser capturados.
Shi Qing Xuan no podía usar la matriz espiritual
ni escribir y solo podía mover sus labios en
silencio para expresarse. Xie Lian lo miró dos
veces antes de que pudiera entender lo que dijo:
—Ming-xiong, ¿por qué no evitas los templos y
palacios? ¿No podrías haber cavado bajo la Gran
Avenida Marcial en su lugar?
Ming Yi escribió fríamente: —No había nadie en
este palacio antes. La Gran Avenida Marcial está
llena de agujeros en este momento.
Xie Lian también escribió: —Eso es correcto.
Lo vi en el camino más temprano. La avenida está
llena de huecos y cráteres, algunos incluso de
metros de profundidad. Si el túnel pasa por uno
439
de los agujeros, quién sabe si podríamos
encontrarnos con alguien cuando miremos hacia
arriba.
Por lo tanto, los tres permanecieron mudos,
transformándose en tres rocas mudas,
esperando pacientemente a que ese Oficial
Celestial se fuera.
Después de esperar un rato, Shi Qing Xuan
movió sus labios nuevamente: —¿Se fue esa
persona? —Ming Yi negó con la cabeza. Las
venas aparecieron en la frente de Shi Qing Xuan,
su rostro casi igual que cuando estaba enojado
con su hermano antes y habló en voz baja—.
¿Quién diablos está paseándose? ¡Ni siquiera es
la hora de dormir! ¿Y qué Oficial Celestial
necesita dormir? ¿Está el baño sobre nuestras
cabezas o qué?
Estrictamente hablando, los Oficiales
Celestiales tampoco tenían que ir al baño.
Cuando sus labios formaban la palabra baño, Xie
Lian de repente sintió que los pelos de su espalda
se levantaban y empujó violentamente a los dos
delante de él mientras usaba un pie para pisar
fuerte y empujar hacia atrás al mismo tiempo,
cayendo hacia atrás.
Una cuchilla afilada penetró desde arriba del
túnel, su aura espesa con la intención de matar y
perforó el suelo entre sus piernas.

440
Capítulo 116
Víspera del último día de otoño; una
sustitución inescrupulosa
—…
Aunque Xie Lian ciertamente había vivido sus
días como alguien que era impotente. Fingir que
no tenía la cosa y perderla por siempre todavía
eran muy diferentes. Sorprendido, un fino brillo de
sudor frío cubrió su cuerpo mientras gritaba:
—¡ESQUIVEN!
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, esa espada fue sacada del suelo y Xie
Lian instantáneamente aprovechó esa
oportunidad para avanzar.
Inmediatamente después, tiró de Shi Qing
Xuan y gritó: —¡Cuidado!
La hoja cayó de nuevo y golpeó justo delante
de Shi Qing Xuan. Prácticamente perforó justo al
lado de su cabeza y si no fuera por Xie Lian que
lo estaba retirando a tiempo, habría sido clavado
en el suelo al instante.

441
Exclamó aterrorizado: —¡Eso estuvo cerca!
¿Cómo sabía que ahí era donde caería?
—¡No lo sé! ¡Lo adiviné! —Dijo Xie Lian. Era
puro instinto. En el caso de auras con intenciones
de matar, él fue entrenado hasta el punto de
poder reaccionar sin pensar. Poco después, una
segunda, una tercera y una cuarta apuñaladas
cayeron, cada una de las afiladas y brillantes
hojas bloquearon la salida de los tres por atrás y
por adelante.
¡BOOM!
Pronto se escuchó un enorme sonido explosivo
y vinieron temblores violentos desde arriba,
causando que el polvo y los escombros cayeran.
—¡Han abierto fuego desde arriba!
Cada sonido de explosión se hacía cada vez
más fuerte y los temblores también crecían cada
vez, obviamente cada vez más y más cerca.
Había cuchillas afiladas que los bloqueaban por
delante y por detrás y todas eran afiladas
espadas nuevas y atesoradas; Fang Xin era un
senior, así que quién sabe si podría luchar
directamente contra ellas. Ming Yi sacó una pala
en forma de luna creciente de quien sabe dónde
y comenzó a cavar en la pared lateral en ese
pequeño espacio con gran dificultad. Junto a él,
Shi Qing Xuan estaba tan exasperado que iba a
escupir su alma.

442
—Ming-xiong, ¿puedes siquiera hacer esto?
Ming-xiong, ¿puedes darte prisa? Es tu culpa por
no usar este dispositivo espiritual durante tanto
tiempo, tienes que ser más íntimo con tus
dispositivos, ¿de acuerdo? ¡Mira lo rígido y
oxidado que se ha vuelto!
Para ser justos, haberlo vuelto oxidado era
perdonable. Después de todo, realmente no
había otros Oficiales Celestiales aparte de Xie
Lian que pudieran hacer algo como llevar una
pala dentro y fuera todos los días sin sentirse
avergonzados. Las venas aparecieron en la
frente de Ming Yi.
—¡¡¡CÁLLATE!!!
Xie Lian intervino apresuradamente.
—No se enfade, no se enfade. ¡El túnel está
excavado!
Efectivamente, en el momento en que Ming Yi
presionó su pala, se abrió un agujero ante ellos.
Con la pala levantada, avanzó locamente hacia
adelante mientras Shi Qing Xuan, en el medio, lo
alentaba locamente. Como la única persona que
no estaba loca, Xie Lian iba al último. Esa
preciada pala del Señor de la Tierra era
realmente mágica y con solo unos pocos golpes
cavaba un nuevo túnel de más de diez metros. Al
cabo de un rato, cuando miró hacia atrás, el
orificio se fue cerrando poco a poco por sí solo,

443
pero por encima del lugar donde estaban
atrapados, una delgada luz se filtró.
Xie Lian inmediatamente dijo: —¡Vamos más
profundo!
Al instante, Ming Yi aceleró el paso y excavó
aún más dementemente, pero de repente, sus
movimientos se detuvieron y miró hacia arriba.
Xie Lian reaccionó de la misma manera porque
ambos lo sintieron: estaba completamente en
silencio sobre ellos, sin ningún movimiento.
Debería ser un palacio vacío arriba de ellos.
Como su túnel ya fue descubierto, deberían
salir antes que nada. Ming Yi cambió de dirección
y comenzó a desenterrar.
—¿Están ustedes dos seguros de que este
lugar realmente no tendrá a nadie cuando
salgamos?
—No he escuchado nada. ¡A menos que estén
durmiendo! —Respondió Ming Yi.
Por supuesto, los Oficiales Celestiales
generalmente no necesitaban dormir, menos aún
dormir en su propio palacio a la mitad del día, por
lo que esa posibilidad no debería existir. Sin
embargo, quién hubiera sabido que en el
momento en que la pala de Ming Yi se abrió
camino y los tres emergieron, asomando sus tres
cabezas para inhalar el aire fresco, antes de que
incluso respiraran, vieron desde el otro lado una
cama; y sobre la cama, había un joven con los
444
brazos y las piernas extendidos, profundamente
dormido.
Xie Lian: —¿…?
En realidad, ¿Existían Oficiales Celestiales que
dormían en sus propios palacios en medio del
día?
Despertado por el movimiento, ese joven se dio
la vuelta y se incorporó, con su cabello rizado
como un nido de pájaro con sueño. Frunció el
ceño y se rascó la cabeza, mirando las tres
cabezas desde su cama con ojos adormecidos y
parecía que no podía entender por qué esas
cosas aparecieron en su palacio. Los tres
fingieron que nada era lo que ocurría y salieron
apresuradamente del agujero. Sin embargo, justo
cuando Shi Qing Xuan casi se arrastraba, de
repente gritó y Xie Lian miró hacia atrás. Había
una mano que le atrapó el tobillo por debajo.
El dueño de esa mano era Pei Ming. Quien
incluso si estaba en el túnel, seguía siendo
cortés.
—Solo iba a decir, qué ratoncito estaba
fisgoneando debajo de mi palacio. Qing Xuan,
¿por qué estás fuera? ¿A dónde vas? Ya sabes
cómo se pone tu hermano cuando está enojado,
apresúrate a regresar antes de que se entere.
—Ruoye voló y golpeó esa mano lejos. Pei Ming
saltó y dijo: —Dianxia, Señor de la Tierra,
¿ustedes dos no tienen nada mejor que hacer?
445
Instigar al Señor del Viento a huir de casa sin
ninguna razón es bastante absurdo, ¿verdad?
—El Señor del Viento podrá ser el hermano
menor del Señor del Agua, pero aún es un Oficial
Celestial de cientos de años. General Pei, por
favor, no hable como si no tuviera más de tres
años. —Xie Lian dijo—. Si vamos a hablar de la
razón, encarcelar a un colega celestial sin
ninguna razón, no importa cómo lo mire, sigue
siendo el Señor del Agua, quién está actuando de
manera absurda, ¿no diría usted?
Si su suposición no estaba equivocada,
entonces el Señor del Viento realmente ya no
podría quedarse en la Corte Superior. Quan Yi
Zhen todavía estaba en su cama mirándolos con
una mirada aturdida, aparentemente todavía
confundido por toda la situación. Pei Ming levantó
su espada y dijo sombríamente: —Qi Ying, deja
de mirar y ven a ayudarme. Aprehéndelos
primero.
Después de alguna reflexión, Quan Yi Zhen
realmente decidió ayudar.
Saltó de la cama, levantó la cama en la que
acababa de estar acostado y la arrojó hacia Pei
Ming. Él efectivamente ayudó, solo que fue para
ayudar a Xie Lian y compañía. Esa cama se
estrelló contra el desprevenido Pei Ming y se
quedó estupefacto.
—¡QI YING! ¿Por qué me golpeaste?
446
447
Quan Yi Zhen hizo un gesto con la mano a Xie
Lian, probablemente gesticulando para que se
dieran prisa y se fueran. Xie Lian y compañía se
quedaron atónitos por un momento antes de salir
apresuradamente.
Tal vez Shi Qing Xuan estaba herido y no tenía
la energía, pues solo corrió unos pasos antes de
que su rostro se pusiera pálido, por lo que Xie
Lian se acercó para ayudarlo a levantarse. Sin
embargo, Ming Yi lo detuvo directamente y lo
cargó sobre su espalda. Xie Lian colocó su mano
en la puerta, sacó dos dados y se volvió hacia ese
joven.
—¡Muchas gracias!
Quan Yi Zhen seguía golpeando a Pei Ming
salvajemente, sus movimientos brutalmente
agresivos sin método y si no fuera por las
habilidades de Pei Ming, si fuera alguien más
quien tomara esta paliza, su cabeza ya se habría
cubierto de sangre.
Las venas de Pei Ming se estaban rompiendo
por todas partes y él gritó: —¡GUARDIAS!
¡¡¡PÁRENLOS!!!
Sin embargo, antes de que llamara a los
guardias, Xie Lian ya había tirado los dados,
abierto la puerta y salido corriendo, luego cerró la
puerta detrás de él, escapando por fin de los

448
cielos.30 Sin embargo, lo que nunca hubiera
esperado fue que después de que cerró la puerta
y se dio la vuelta, lo que apareció ante él era Hua
Cheng con una pierna levantada en una nueva
caja de donación, con la parte superior del cuerpo
descubierta y secándose el sudor.
—...
—...
—...
El pequeño Santuario PuJi en ruinas no podría
albergar tantas figuras prominentes y Xie Lian
sintió que iba a asfixiarse. Afuera, también había
un hombre poseído aullando sin sospechar de lo
que sucedía, creando ruido.
—GU ZI ~~VEN A DAR A PAPI UN
MASAJITO~~
Pasó un momento antes de que Hua Cheng
arrojara a un lado a E-Ming, que estaba usando
para cortar madera y levantó las cejas
ligeramente.
El color de la piel y las curvas de su medio
cuerpo desnudo y superior eran extremadamente
hermosas, extremadamente llamativas, tanto que
los ojos de Xie Lian estaban a punto de salirse.
Pero incluso si realmente no viera nada
correctamente, todavía no podría detener la

30
En inglés esto es “slipping the hell out of heaven”. “The hell out of” es una
expresión para enfatizar que la acción de escapar es hecha con miedo o desesperación.
449
sangre corriendo a su cabeza, haciendo que sus
ojos se oscurecieran.
Xie Lian a tientas abrió los brazos, bloqueando
la vista de Ming Yi y Shi Qing Xuan.
—¡CIERREN SUS OJOS! ¡RÁPIDO!
¡CIERREN SUS OJOS!
Las caras de los otros dos se pusieron rígidas
y lo miraron con una extraña mirada. Hua Cheng
colocó su mano en el hombro de Xie Lian y dijo
riendo: —... Gēge. ¿Por qué está nervioso?
Solo entonces Xie Lian volvió a su consciencia.
Está bien. ¿Por qué estaba todo nervioso? Hua
Cheng no era una mujer, ¿qué si trabajaba medio
desnudo?
Aun así, no dejó caer sus brazos, haciendo
todo lo posible para cubrir a Hua Cheng por
completo.
—Solo... solo ponte algo de ropa.
Hua Cheng se encogió de hombros.
—Hum. Como Gēge desee.
Luego, tomó con calma una camisa, se la puso
lentamente, tomándose su tiempo.
Al verlo verse despreocupado y lánguido, Shi
Qing Xuan dijo con torpeza: —Hum, lo siento por
la intrusión. No pensé que ustedes... jajaja, que
ustedes dos eran bastante, jajaja. De todos
modos, solo, jajaja.
—...

450
—Mi señor, si tiene algo que decir, solo dígalo,
así, si hay algún malentendido, puedo explicarlo.
No use jajaja en su lugar... —dijo Xie Lian.
El tiempo apremiaba y Pei Ming podría
perseguirlos hasta aquí, por lo que no podían
quedarse en el Santuario PuJi por mucho tiempo.
Ming Yi dejó a Shi Qing Xuan y comenzó a dibujar
el conjuro de Acortamiento de Distancia en el
suelo. Xie Lian estaba a punto de preguntar a
dónde iban cuando de repente escuchó a Hua
Cheng suspirar detrás de él.
Xie Lian recordó su consejo de no acercarse al
Señor del Viento y compañía y se volvió hacia él
a pesar de no esperar hacerlo.
—Lo siento por todo esto, San Lang.
Hua Cheng ya había terminado de vestirse y
respondió: —Ya sabía que usted no simplemente
se alejaría y miraría desde lejos. —Después de
una pausa, él sonrió—. Pero, ¿por qué Gēge se
disculpa conmigo? Solo recordó lo que dije hace
unos días, pero ¿olvidó que le dije algo más?
Xie Lian se sorprendió un poco,
preguntándose: —¿Qué?
De repente, recordó. Esa noche en la guarida
del Goblin Verde, lo que Hua Cheng le dijo:
—Solo siga haciendo lo que quiera hacer.
Después de haber recordado, Xie Lian
parpadeó, sin saber qué más decir, solo que, de
repente quería hacer algo por Hua Cheng. Sin
451
embargo, por el momento, realmente no había
nada que pudiera hacer por él. Sintiéndose un
poco desanimado, de repente notó el cuello de la
túnica roja de Hua Cheng y dijo: —¡Espera!
Luego se apresuró a ayudar a Hua Cheng a
arreglar su cuello. Resultaba que, el cuello de la
túnica que Hua Cheng se puso al azar no se abría
correctamente. Después de arreglarlo, Xie Lian lo
inspeccionó por un momento antes de sonreír.
—Ya está.
Hua Cheng también sonrió.
—Gracias.
Una pequeña voz en el interior de Xie Lian hizo
eco: —Yo soy el que debería agradecerte.
Por otro lado, los otros dos parecían no ser
capaces de seguir mirando, e incluso el círculo
dibujado bajo la mano de Ming Yi ya no parecía
tan redondo. Una vez que terminó de dibujar el
conjuro, la puerta se abrió de nuevo y Xie Lian
pensó que vería una cueva sombría o algún
palacio espectacular, pero inesperadamente,
fuera de la puerta había una gran extensión de
campos de cultivo. Lejos en la distancia había
exuberantes bosques de bambú verde y verdes
montañas y los granjeros estaban dispersos por
todo el campo trabajando. También había un
arado grande, reluciente y brillante.
Este escenario casi hizo que Xie Lian pensara
que todavía estaban en la aldea PuJi y se quedó
452
atónito por un momento, pero Ming Yi ya había
salido con Shi Qing Xuan en su espalda. Sin
embargo, antes de caminar, Hua Cheng también
salió antes que él.
Los cuatro caminaron a lo largo de las crestas
de los campos y tal vez todo estaba en su mente,
pero ese buey negro parecía estar mirándolos
todo el camino. Después de caminar un poco,
encontraron una pequeña cabaña y después de
que los cuatro entraron y se sentaron, Shi Qing
Xuan dejó escapar un largo suspiro.
—¿Ya no estamos huyendo? —Preguntó Xie
Lian—. ¿Qué pasaría si el General Pei nos
persiguiera aquí?
Hua Cheng miró al exterior por un tiempo,
concentrándose especialmente en ese buey
negro, antes de cerrar la puerta y decir con
indiferencia: —No se preocupe. No se atrevería a
meterse con la Señora de esta tierra. No hay
beneficio en ello. Incluso el Tirano del Agua no
podrá hacer nada precipitado.
Xie Lian lo contempló, pero aun así habló:
—San Lang, todo esto es un desastre y
probablemente esté vinculado demasiado al
Reino Celestial. Probablemente sea mejor si no
te quedas.
Sin embargo, Hua Cheng solo se rió entre
dientes.

453
—La Corte Superior no tiene nada que ver
conmigo. Solo me estoy quedando con usted
para hacer turismo.
De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Todos
ustedes deberían dejar de andar por aquí. —Los
otros tres en la casa de campo lo miraron y Shi
Qing Xuan continuó: —Dianxia está en lo
correcto. Todo esto es un desastre y hay
demasiados involucrados. Me voy a quedar aquí
encerrado. Mis amigos, ya no hay necesidad de
ayudar. Acabemos aquí.
Sin embargo, Xie Lian dijo lentamente: —Señor
del Viento, si las cosas terminan aquí no depende
de usted. Depende del Señor del Agua y del
Reverendo de Palabras Vacías. —Al oír esto, la
cara de Shi Qing Xuan se puso rígido. Xie Lian
agregó: —Señor del Viento, tengo una pregunta,
espero que no le importe.
—¿Qué pregunta?
—¿El Reverendo de Palabras Vacías conoce
algo sobre usted y el Señor del Agua?
La cara de Shi Qing Xuan palideció.
Esa noche, en la Terraza del Vino en Cascada,
Xie Lian ya había establecido un conjuro de
defensa extremadamente seguro. Mientras Shi
Qing Xuan no abriera la puerta para irse, no se le
haría daño. Sin embargo, ¿por qué tomó la
iniciativa de abrir la puerta?

454
A menos que alguien conectara su red de
comunicación privada y lo primero que saliera de
su boca fuera un chantaje, no le dio a Shi Qing
Xuan espacio para defenderse ni dar la alarma y
solo podía seguir las instrucciones.
Xie Lian se sentó junto a la mesa.
—Estoy más inclinado a pensar que es un
chantaje contra el Señor del Agua, porque creo
que al principio usted no sabía nada de lo que sea
que había revelado primeramente.
Por eso su reacción fue tan fuerte después de
que lo supo, generando un rechazo tan agudo
contra la Corte Superior que preferiría descender
al Reino Mortal para convertirse en un vagabundo
sin rumbo que quedarse en el cielo como un dios.
Ming Yi frunció el ceño.
—¿Qué chantaje?
Shi Qing Xuan no era un tonto crédulo; si cayó
víctima de alguien y perdió sus poderes, la
reacción normal debería haber sido la ira,
investigar la verdad y atacar al culpable. Sin
embargo, no hizo nada de eso. Había rabia, pero
no estaba dirigida contra el Reverendo de
Palabras Vacías, sino contra su propio hermano
mayor. Y a los demás, él solo dijo: —Esto termina
aquí.
Todo esto era completamente anormal. A
menos que fuera bajo un caso especial...

455
¡Que la ascensión de Shi Qing Xuan fue
anormal en primer lugar!
Ir contra los cielos y alterar el destino, formar a
alguien que no podía ascender sobre el altar
divino, era escandalosamente audaz, una herejía
traicionera. Xie Lian nunca había oído hablar de
algo como esto. Si esto fuera cierto y se
conociera, seguramente causaría una gigantesca
marea. Solo pensarlo, todos deseaban ascender,
pero si alguien pudiera usar un método así, las
leyes del universo serían irrelevantes,
completamente sin valor.
Esta conjetura podía ser absurda, pero cuanto
más pensaba, más sentido tenía. Desde que Shi
Qing Xuan nació, el Reverendo de Palabras
Vacías se había aferrado a él y la única forma de
escapar era ascender. Casualmente, él ascendió.
En unos pocos años, un par de hermanos de
sangre ascendieron uno tras otro; que hermoso
cuento, pero también, qué casualidad.
Xie Lian nunca quiso cuestionar la realidad de
la ascensión de Shi Qing Xuan, pero, si el Señor
del Viento hubiera ascendido naturalmente,
¿cómo podrían sus poderes ser absorbidos tan
fácilmente? Si para un monstruo era tan fácil
convertir a un dios en un humano, quién sabe
cuántos Oficiales Celestiales ya serían víctimas.
A menos que, en primer lugar, Shi Qing Xuan
fuera mortal. A menos que, cuando el Señor del
456
Viento ascendió, el Señor del Agua hiciera algo
deshonesto.
El uso agresivo de tesoros y dispositivos raros
para ayudar al camino del cultivo no estaba fuera
de lugar. Ascender a través de la masacre y la
batalla en tiempos de cambio de poder dentro del
Reino Mortal tampoco estaba fuera de lugar.
Después de todo, el destino del mundo era así; el
honor debía ir acompañado de sangre y después
de la ascensión, todo era borrado. Sin embargo,
algunas cosas sí estaban fuera de lugar. Si un
mortal, o algún Oficial Celestial hiciera algo
encubierto, como realizar rituales del mal para
dañar las vidas de otros para que alguien
ascendiera, eso sería un asunto completamente
diferente.
Xie Lian preguntó en voz baja: —Señor del
Viento, la noche que ascendió, ¿fue la víspera del
último día de otoño?
Un breve momento después, Shi Qing Xuan
inhaló profundamente.
—Sí. —Después de una pausa, Shi Qing Xuan
continuó: —Recordé que ese día, cuando
estábamos en la ciudad de Fu Gu. La víspera del
último día de otoño, ¿no fue ese el mismo día que
ascendí? Había querido preguntárselo a ustedes,
al principio, para ver si eso podría ser una pista o
si estaba conectado de alguna manera. ¿Tal vez
era una coincidencia? Pero se sintió sin
457
fundamento, así que terminé no preguntando.
Pero ahora saben que sí está relacionado.
Estaba relacionado. Por supuesto que estaba
muy relacionado.
¿Por qué el Reverendo de Palabras Vacías
eligió ese día para llevar primero a Shi Qing Xuan
a la ciudad de Fu Gu para ver el desfile de la
Sangrienta Velada de Fuego y luego llevarlo a la
Terraza del vino en Cascada para herirlo? Por
supuesto que no pasaría por todo ese dolor sin
ninguna razón. Xie Lian conectó el tiempo y los
dos lugares juntos: Hace muchos años, desde la
víspera hasta el último día de otoño en la ciudad
de Fu Gu, un mortal llamado He Sheng se
derrumbó y asesinó a innumerables personas.
También en la víspera del último día de otoño en
la Terraza del Vino en Cascada, Shi Qing Xuan
ascendió.
Con esto, era más que obvio lo que el
Reverendo de Palabras Vacías quería decir.
¡Shi Qing Xuan, tu ascensión tuvo todo que ver
con la muerte del héroe de esta Sangrienta
Velada de Fuego!
Esa terrible pero lógica conjetura que formuló
Xie Lian fue esta: Después de que Shi Wu Du
ascendió, para que Shi Qing Xuan escapara del
Reverendo de Palabras Vacías, encontró en
secreto a un mortal que cumplía todos los
requisitos y realizó un ritual malvado, haciendo
458
que ese hombre tomara la desgracia de Shi Qing
Xuan en su lugar. Ese hombre era sin duda el
empobrecido, excepcionalmente inteligente, pero
de alguna manera infinitamente desafortunado
hasta el punto en que toda su familia se había
arruinado, He Sheng.
He Sheng tomó el nombre de Shi Qing Xuan y
el Reverendo de Palabras Vacías fue engañado.
Entonces, eso significaba que su destino original
fue tomado por Shi Qing Xuan. Esa misma noche
antes del último día de otoño, uno experimentó el
sabor del infierno en la tierra; el otro, bajo una
protección inmensamente poderosa, ascendió
con éxito.
¡Sin embargo, el destino de esos dos era
originalmente todo lo contrario!

459
460
Capítulo 117
Dioses nombran dioses; demonios devoran
demonios

X
ie Lian continuó: —Me atrevo a decir que
He Sheng tiene el nombre de nacimiento
Xuan.31 Y los detalles de su nacimiento son
exactamente los mismos que los de mi señor.
Cometer actos fraudulentos y engañar a los
cielos no podría hacerse tan a la ligera y no
cualquiera lo haría. Había ciertos requisitos que
debían cumplirse.
De las tres preguntas que el Reverendo de
Palabras Vacías preguntó cuando capturó a Shi
Qing Xuan por primera vez, mantuvo firmemente
dos cosas: primero, el nombre de su presa
contenía la palabra Xuan; En segundo lugar, la
información de nacimiento de su presa. Sin

31
El nombre del bebé se da al nacer y es un apodo; El nombre de nacimiento
se da a los tres meses y es usado por familiares cercanos y amigos; El nombre
común se da durante la ceremonia de coronación a la edad de veinte años, que
es la edad de madurez. El "Sheng" de He Sheng es el nombre común con el que
los demás lo conocieron. El carácter "Xuan" es el mismo en el nombre de Shi
Qing Xuan.
461
embargo, no reconoció su cara y había
necesitado que Shi Qing Xuan se acercara para
verlo. Como la familia Shi fue rápida en remediar
la situación, aparte de esos dos elementos, el
Reverendo probablemente no sabía nada más.
Por lo tanto, si debía haber alguien que pudiera
tomar el lugar de Shi Qing Xuan para asumir sus
desgracias, debía ser un hombre que nació el
mismo año, el mismo mes, el mismo día y al que
le dieron el mismo nombre y ese nombre debía
contener; Xuan.
Qué difícil debió haber sido encontrar un chivo
expiatorio. El mundo es inmenso; incluso si Shi
Wu Du usara todo de sí mismo para buscar
todavía podría no haber uno. Usando los poderes
y la influencia de su posición como Señor de
Agua, lanzó la red y, de hecho, encontró a alguien
y, ¡era alguien que poseía el potencial de
ascender, a punto de atravesar su primera
Calamidad Celestial!
Tanta suerte, ¿cómo pudo dejarlo ir? En
comparación con el arduo cultivo, este era un
atajo conveniente. ¡Si perdía la oportunidad
ahora, podría no venir otra vez!
Habiendo llegado a este punto, Ming Yi también
parecía haber sacado las mismas conclusiones y
su rostro se estaba volviendo más oscuro. Shi
Qing Xuan primero asintió, luego de repente
pareció recordar algo y miró a Hua Cheng que
462
estaba apoyado contra la puerta. Después de
todo, algo como esto no debería ser discutido
ante un fantasma. Sin embargo, Hua Cheng solo
se rió con los brazos cruzados.
—No hay necesidad de mirarme, Señor del
Viento. Por quien debería preocuparse no soy yo,
no tengo nada que ver con todo este asunto. ¿Por
qué en cambio no se preocupa por si alguien más
en la Corte Superior se ha enterado de esta
debilidad de su hermano?
Ming Yi acusó sombríamente: —Realmente
tiene espías en los cielos.
Hua Cheng respondió con pereza: —¿No lo
sabía ya?
El Señor de la Tierra fue enviado originalmente
a la Ciudad Fantasma para investigar esto, pero
al parecer, ese espía fue plantado
profundamente, e incluso después de más de una
década aún no se había descubierto. Hua Cheng
dijo que todo este asunto no tenía nada que ver
con él, así que, naturalmente, Xie Lian le creyó y
no pensó más en ello. Sin embargo, Hua Cheng
también dijo: —¿Por qué no preocuparse por los
otros en la Corte Superior?
Lo que le recordó a Xie Lian otra cosa, así que
le preguntó: —Señor del Viento, esa noche en la
Terraza del Vino en Cascada, ¿por qué abrió las
puertas al conjuro de protección usted mismo?
¿Alguien le llamó? ¿Quién era esa persona?
463
—Sí —respondió Shi Qing Xuan, —fue el
Reverendo de Palabras Vacías. Decía…
Xie Lian cruzó las manos en sus mangas.
—¿Cómo supo su contraseña verbal?
—... —La cara de Ming Yi estaba oscura—.
¿No es porque este tipo solía ir y hacer amigos,
gritando sin parar de insistir a los demás si
estaban libres o no? ¡Él habla demasiado!
Shi Qing Xuan estaba ofendido.
—Ming-xiong no puedes decirlo así. Los que
me llaman, son todos Oficiales Celestiales de la
Corte Superior, ¡nunca le he dado nada personal
a esa criatura!
—Ya que el Reverendo de Palabras Vacías ha
estado oculto durante tantos años, ahora que ha
regresado y que incluso puede descubrir el
secreto… del Señor del Agua... tan a fondo,
entonces descifrar la contraseña verbal del Señor
del Viento no debería ser algo difícil —Xie Lian
dijo—. Alguien debe haber filtrado su contraseña
verbal. Ya fuera intencional o no, todavía vale la
pena investigar.
Ming Yi agregó: —¿Y? ¿Viste lo que parecía?
¿Qué hizo después de llamarte?
—... —La cabeza de Shi Qing Xuan pareció
comenzar a doler—. No sé cómo se ve. Lanzó un
hechizo, no pude ver claramente.
Era vago y tampoco dijo lo que vio. Ming Yi se
estaba volviendo frío. Xie Lian se imaginó que
464
probablemente era por las escenas crudas de la
Sangrienta Velada de Fuego y esas eran
ciertamente difíciles de describir.
Un momento después, Shi Qing Xuan suspiró.
—Soy un inútil. Si pudiera ascender por mi
cuenta, nada de esto hubiera pasado.
El destino original de Shi Qing Xuan
probablemente ya se consideraba bastante
bueno en términos mortales, de lo contrario, el
Reverendo de Palabras Vacías no habría puesto
sus ojos en él. Sin embargo, todavía podría estar
muy lejos de la ascensión. Aquellos que podían
ascender estaban todos protegidos por un aura
espiritual y las criaturas inhumanas tendrían
dificultades para hacerles algo. Además, ¿qué
monstruo o demonio querría meterse con un
futuro Oficial Celestial?
Si la persona podía ascender no dependía de
lo inteligente que fuera; la inteligencia y el
esfuerzo podían no importar en absoluto y
explotar tesoros y dispositivos raros ciertamente
no aumentaría las posibilidades. A veces era así.
Diez años de estudios no podían compararse con
el ingenio y el talento natural; cien años de luchas
sangrientas no podían compararse con la
iluminación de un momento.
Si no estaba escrito en el destino, entonces no
lo estaba. El Señor del Agua podría gastar todo
lo que quisiera en su hermano menor, pero sin
465
ese destino, Shi Qing Xuan estaría atrapado en
la Corte Intermedia y no sería más que el principal
cordero de los oficiales subalternos. El hecho de
que pudo llegar a donde estaba hoy, de brillar con
infinita gloria, fue todo porque su hermano mayor
robó algo que pertenecía a otro y se lo aseguró.
Si solo tuviera una pizca de conciencia, no era
difícil imaginar cómo debía sentirse después de
haber conocido la verdad.
Si el intercambio nunca hubiera ocurrido,
entonces el que poseía el potencial real para
ascender, ¿cuán glorioso debería ser hoy?
Habiendo pensado esto, una luz se encendió
de repente en la mente de Xie Lian.
—No. —Dijo—. Señor del Viento, el que lo
llamó no fue el Reverendo de Palabras Vacías.
Shi Qing Xuan levantó la cabeza inclinada.
—¿Eh? Esa voz definitivamente le pertenece,
no me habría equivocado.
—No, no, era su voz, pero eso no quiere decir
que el cuerpo le perteneciera. —Xie Lian dijo—.
Todos, ¿se acuerdan? Las presas en los que el
Reverendo de Palabras Vacías ponía sus ojos,
murieron por suicidio. A excepción de una
persona. —Después de una pausa, continuó:
—¿Cómo murió He Sheng? ¿Cómo fue retratado
en la Sangrienta Velada de Fuego? ¿Fue un
suicidio?

466
Los ojos de Shi Qing Xuan se abrieron de par
en par.
—No fue un suicidio. Era…
—Agotamiento —dijo Ming Yi.
—¡Eso es correcto! —Exclamó Xie Lian—. A
pesar de que estaba poseído por desgracias,
hasta el final He Sheng nunca pensó en
suicidarse. —Dijo sombríamente—. Piénsenlo.
Este hombre tenía una determinación
anormalmente fuerte. Habiendo sido golpeado
por tantos encuentros injustos e indebidos, si este
fuera una persona típica, habría renunciado o
terminado hace mucho tiempo. Sin embargo, él
siempre luchó; él nunca se echó atrás por nada.
Creo que tal vez una vez que el Reverendo de
Palabras Vacías lo encontró, nunca logró comer
lo que quería: el miedo. La causa de su muerte
no fue el suicidio debido al miedo y la
desesperación. De hecho, después de que el
Reverendo de Palabras Vacías se aferrara a él,
probablemente no comió ninguna buena fruta
sino una placa de acero y se rompió los dientes,
perdiendo por completo al final.
Al escucharlo, Shi Qing Xuan negó con la
cabeza y suspiró con seriedad.
—... Realmente soy inferior a este hombre.
Xie Lian continuó: —Murió lleno de intenciones
asesinas y resentimiento. No creo que un alma

467
maltratada como esa descanse en paz. Si no está
en paz, entonces tendría sed de venganza.
—Entonces, Señor del Viento, creo que el
actual Reverendo de Palabras Vacías
probablemente no sea el mismo que lo buscó
cuando nació. En cambio, fue He Sheng quien,
obstinadamente, se defendió hasta el final y
venció al Reverendo. ¡O, mejor dicho, es He
Xuan!
Shi Qing Xuan y Ming Yi se sorprendieron por
su afirmación.
Hua Cheng agregó en voz baja: —Demonios
que devoran demonios.
Cuando los humanos comen humanos, a lo
sumo el estómago se llena. Cuando los demonios
o fantasmas devoran a otros, con el método
correcto, podrían absorber los poderes y
habilidades del otro y usarlos como propios.
—Esto también puede explicar por qué el
Reverendo de las Palabras Vacías sabía tantos
detalles de todo este asunto —Xie Lian dijo—. Un
monstruo como él es aburrido y excéntrico, no
debería ser tan inteligente. Sin embargo, el que
ahora regresó para perseguirlos a ustedes dos es
un...
Quería usar híbrido, pero no se sentía preciso.
En ese momento, Hua Cheng completó:
—Entidad mejorada.

468
—Correcto. —Xie Lian dijo—. Después de que
He Sheng se tragó al Reverendo de Palabras
Vacías, su mente es la que está en completo
control. Él ahora no solo posee la habilidad de
maldecir, también es muy inteligente. Y, poseía
un resentimiento sin fondo hacia ustedes dos.
Entonces, aunque ya sabía la contraseña
verbal de Shi Qing Xuan, no lanzó una maldición
de muerte a través de la red de comunicación
espiritual privada desde el principio. En cambio,
empujó la situación gradualmente, obligando a
Shi Qing Xuan a taparse los oídos, a cerrar los
ojos, a encerrarse en una habitación vacía. Como
un gato que atrapó un ratón, no mataría de
inmediato y jugaría, jugaría hasta que el ratón se
suicidara de terror.
Un momento después, Ming Yi dijo: —Ahora
que hemos llegado a este punto, ¿qué planeas
hacer?
Todos miraron a Shi Qing Xuan. Shi Qing Xuan
ya había desordenado su propio cabello de modo
inconsciente y respondió desconcertado:
—... ¿BUENO, POR QUÉ ME MIRAN? YO... ¡YO
NO SÉ QUÉ HACER TAMPOCO! Es solo que...
simplemente no sé cómo mirar a mi hermano
ahora... —Después de todo, era su hermano de
sangre y este crimen atroz, que dañó la vida de
otro, fue cometido por él, por lo que era
comprensible que no supiera qué hacer por el
469
momento. Shi Qing Xuan agregó: —Pero, ¡tengo
que rogarles a todos que mantengan esto en
secreto! Solo por ahora. Solo denme un poco de
tiempo para pensar... qué hacer. Aunque he
estado pensando durante días, nunca pensé
que… de todos modos, solo necesito tiempo para
calmarme y reflexionar...
Hacia el final él estaba divagando y sus ojos
estaban desenfocados.
Shi Wu Du siguió diciendo que iba a tratar la
enfermedad de Shi Qing Xuan, pero ¿qué
enfermedad había que tratar? A menos que fuera
caer de la gracia divina y volver a convertirse en
un mortal. Su enfermedad, solo podría curarse si
su destino se cambiara de nuevo y ascendiera
una vez más. Aunque sería difícil encontrar otro
candidato calificado, pero ¿quién sabría qué otro
hechizo malvado Shi Wu Du propondría? No era
de extrañar que Shi Qing Xuan estuviera
lloriqueando por convertirse en un mortal y
abandonar su divinidad, desesperado por huir.
En cuanto a ese pergamino sobre el Reverendo
de Palabras Vacías que estaba lleno de errores,
no había duda de que fue hecho para engañar a
Shi Qing Xuan, asegurándose de que no
descubriera la verdad. Quién sabría si fue creado
por Shi Wu Du o Ling Wen, pero al principio,
cuando Shi Wu Du necesitaba encontrar un
candidato calificado, necesitaba la ayuda del
470
Palacio de Ling Wen. ¿La propia Ling Wen
realmente no sabía nada de esto? Si hubiera un
Oficial Celestial como Shi Qing Xuan que
ascendiera de esta manera, ¿sería posible que
hubiera un segundo o un tercero, o incluso más
Oficiales Celestiales que ascendieran de la
misma manera?
Si ese fuera el caso, sería horrible. El mundo
estaría al revés. Esto debía ser tratado con la
mayor gravedad. Aparte de Hua Cheng, que no
estaba involucrado y se sentía cómodo,
divirtiéndose, todos los demás en la casa estaban
tristes, como si un gran enemigo estuviera a
punto de caer sobre ellos. En ese momento, hubo
una conmoción fuera de la casa de campo; había
bueyes bramando furiosamente y aún más
agricultores gritaban: —¡Para! ¡Para!
—¿Qué estás planeando tan lleno de intención
de matar?
Xie Lian se movió hacia la puerta y miró a
través de la grieta.
—Es el General Pei.
Pei Ming acababa de ser derrotado por Quan Yi
Zhen, peleando en un altercado, sin embargo,
parecía estar perfectamente bien parado afuera.
Ante él había una losa de piedra inclinada que
marcaba el límite y parecía bastante cansado,
temeroso de entrar precipitadamente, por lo que
permaneció allí de pie con una espada en la
471
mano. Los granjeros agarraron sus picos y sus
hoces, sus caras escritas con expresiones poco
acogedoras. Ese buey negro en el arrozal sopló
unas cuantas respiraciones pesadas de sus
grandes fosas nasales y de repente se paró sobre
sus patas traseras. Un instante después, se
convirtió en un hombre grande y brillante,
bastante guapo con un pequeño anillo de nariz de
acero. Él se rió: —Bueno, ¿no es este el General
Pei? Qué raro invitado. ¿Qué vientos soplaron a
mi señor hoy? Déjame decir esto primero, no
tenemos nada que ver con su Pequeño Pei.
Xie Lian lo sabía. Anteriormente, cuando vio el
buey negro en los arrozales, recordó una leve
impresión. Efectivamente, este lugar era el Monte
Yu Long; el país de la Señora de la Lluvia. En ese
entonces, también fue este buey quien le prestó
el Sombrero de la Señora de la Lluvia para que
Xie Lian creara la lluvia. Los años habían pasado,
sin embargo, era impresionante como siempre y
aún araba los campos con una fuerza honesta.
Shi Qing Xuan también se apretó contra la
grieta de la puerta y le habló a Xie Lian: —Ese
buey de la casa de la Señora de la Lluvia. Es un
buen tipo.
Pei Ming había sufrido una derrota ante la
Señora de la Lluvia, por lo que, naturalmente, era
cortés y educado en este momento.

472
—Por supuesto que no. Pei no vino a buscar a
la Gobernante de YuShi.32 ¿Puedo preguntar si el
Señor del Viento ha venido a su estimado reino?

32
[雨 師] 'YuShi' significa Señora de la Lluvia. La Señora de la Lluvia es la
gobernante del Reino de YuShi, que solo significa el Reino de la Señora de la
Lluvia.
473
Capítulo 118
Pasa la Calamidad Celestial; olas se elevan
en el Mar del Este

—Heh, no lo estaba halagando en absoluto.


Todos estamos ocupados plantando los campos,
nadie vio a nadie pasar —dijo el buey.
—Si ese es el caso —dijo Pei Ming y dio un
paso adelante.
Inmediatamente todos los granjeros levantaron
sus picos gritando: —¡PISOTEADO! ¡Lo ha
pisoteado!
Pei Ming frunció el ceño.
—¿Pisoteado qué?
—Pisoteado las cosechas que ellos plantaron
tan cuidadosamente. Es mejor si se disculpa.
—Dijo ese buey.
Pei Ming miró hacia abajo y dijo pacientemente:
—Si no me equivoco, eso es solo un poco de
hierba, ¿no?
Ese buey lo miró desconcertado.

474
—Un general beligerante como usted, ¿qué
sabría? ¿No sabríamos nosotros, quienes
sembramos los campos, mejor que usted si se
trata de malezas o cultivos?
Aunque Xie Lian podía decir que la gente del
país YuShi estaba fastidiando deliberadamente a
Pei Ming, él tampoco podía evitar preguntarse si
eso era en realidad cultivo o pasto. Pei Ming era
el apreciado dios marcial del norte, ¿por qué se
disculparía con un grupo de granjeros por una
razón tan insignificante? Los ignoró directamente
y dio unos pasos más, alzando la voz y gritando:
—¡QING XUAN, SAL! Tu hermano está
atravesando su Calamidad Celestial en este
momento y las cosas no se ven bien. ¡Algo malo
va a pasar!
—... —Shi Qing Xuan había planeado
esconderse en la casa al principio ya que Pei
Ming no entraría de ninguna manera. Sin
embargo, cuando escuchó, al instante abrió la
puerta y salió—. ¡¿QUÉ?!
Pei Ming le dio una mirada al buey.
—¡Sabía que vendrías corriendo aquí!
Shi Qing Xuan se sobresaltó, pero de inmediato
se dio cuenta, saltando un paso hacia atrás.
—¡T-t-t-tú puedes engañarme! ¿Cómo puede
haber llegado tan rápido? Eso es demasiado
repentino, pensé que serían por lo menos otros
pocos meses.
475
Sin embargo, anteriormente en el Reino
Celestial, el Señor del Agua se fue de prisa como
si fuera a tratar con algo importante. Shi Qing
Xuan inmediatamente trajo dos dedos para tocar
su sien. Esa era la postura de manos para
conectarse a la red de comunicación espiritual,
sin embargo, fue solo cuando levantó la mano
que recordó que había perdido sus poderes. Sin
tiempo para deprimirse, inmediatamente se
aferró a Xie Lian.
—Dianxia, ayúdeme a preguntar, ¿es cierto?
Xie Lian y Ming Yi entraron en la red de
comunicación espiritual y, efectivamente ya era
tan caótica como una olla de estofado,
extremadamente preocupante. La mayoría de los
Oficiales Celestiales parecían estar mirando
hacia el Mar del Este, murmurando: —Por los
cielos... esta postura de batalla... ¡como se
esperaba del Tirano de Agua!
—¿Pe-pe-pero pasará esto con éxito...?
Cuanto más fuerte era el poder espiritual, más
Calamidades Celestiales el Oficial Celestial
pasaba y más peligrosa la próxima Calamidad
Celestial sería. Shi Wu Du monopolizaba las
aguas, dominaba el camino de la riqueza y esta
era también su tercera Calamidad Celestial.
Cómo sería esta prueba era fácil de imaginar.
—Es cierto —confirmó Xie Lian.

476
Ese buey todavía estaba bloqueando el camino
y Pei Ming no podía forzarse a sí mismo, así que
gritó desde lejos: —Ya no eres un niño pequeño,
¡quién te mentiría sobre algo como esto! Pasar
una Calamidad Celestial no es como planear una
cena, ¿crees que hay tiempo de que te pongas
una nueva túnica antes de que suceda? ¡Viene
como quiere sin previo aviso! Actualmente está
sobre el Mar del Este y las olas están
aumentando, nadie puede entrar y nadie puede
salir. Estaba luchando contra las olas cuando
alguien informó que escapaste, así que, ¿cómo
puede él concentrarse en pasar su prueba?
—Entonces, ¿por qué no te das prisa y le dices
que estoy en el país de YuShi? —Respondió Shi
Qing Xuan.
Xie Lian escuchó la transmisión directa de la
situación en la red de comunicación y dijo: —No
sirve de nada. Toda esa área en donde el Señor
del Agua está pasando por la prueba está
envuelta en una capa de feroz poder espiritual.
¡Él probablemente esté desconectado ahora
mismo, nadie puede contactarlo!
Shi Qing Xuan demandó: —¡Llévame a él!
Pei Ming extendió su mano.
—¡Ven!
Sin embargo, Ming Yi repentinamente apareció,
bloqueando el camino de Shi Qing Xuan, su
expresión oscura.
477
—Ming-xiong, ¿qué sucede? —Preguntó Shi
Qing Xuan.
Ming Yi permaneció solemnemente en silencio,
pero Xie Lian probablemente podría adivinar lo
que estaba pensando y por qué tenía que detener
a Shi Qing Xuan.
¿Era realmente lo correcto ayudar a Shi Wu Du
a superar su Calamidad Celestial?
Si el cambio de destino era cierto, entonces el
Señor del Agua debía recibir un castigo de igual
gravedad. Entonces, ¿era realmente apropiado
ayudarlo a subir de nivel antes de investigar su
debida culpabilidad?
El hecho de que él pudiera adivinar esto era
porque también el mismo Xie Lian estaba
considerando la misma pregunta. Shi Qing Xuan
dudó por un momento, pero al final exhaló un
largo suspiro.
—... Ming-xiong yo... Gracias. Pero no importa
qué, eso es todavía... todavía estoy preocupado,
¡así que solo preocupémonos por pasar esta
prueba primero!
Luego, corrió al lado de Pei Ming y volvió la
cabeza hacia atrás.
—¡Gracias, Dianxia! ¡Gracias, Señora de la
Lluvia! ¡Gracias, buey! ¡Gracias a todos! ¡Lo
pagaré un día!
Luego los dos se apresuraron. Ming Yi se
quedó donde estaba por un momento antes de
478
seguirlos. Xie Lian observó sus espaldas en
retirada, pero no se movió. Hua Cheng salió de la
casa tranquilamente.
—¿Gēge no va a ir?
Después de pensarlo un poco, Xie Lian sacudió
la cabeza y dijo lentamente: —Este asunto me
supera, no puedo ayudar. Veamos cómo lo
solucionarán ellos mismos primero.
Shi Qing Xuan estaba en medio de todo, pero
todavía no podía darse cuenta de lo que debía
hacer, por lo que Xie Lian también se sentía un
poco incómodo. Aunque Xie Lian pudo entender
por qué Shi Wu Du hizo lo que hizo, aún no
estaba de acuerdo con el método que empleó. La
conclusión ideal sería que Shi Wu Du admitiera
los crímenes él mismo y siguiera adelante para
recibir el castigo. Ming Yi probablemente también
quería lo mismo, por eso detuvo a Shi Qing Xuan.
Sin embargo, basado en la orgullosa y dominante
arrogancia del Señor del Agua, eso era muy
probablemente imposible. Habiéndose sentado
en una posición tan alta durante tantos años,
nadie querría bajar de buena gana.
Si se tratara de alguien más, Xie Lian
probablemente informaría este asunto al Reino
Celestial de inmediato, pero cuando recordaba la
amistad sincera del Señor del Viento, mientras
que su hermano mayor enfrentaba una situación
grave, Xie Lian no podía darle la espalda a Shi
479
Qing Xuan y hacer leña del árbol caído, sin
preocuparse por los afectos pasados. Por lo
tanto, lo único que podía hacer era sentarse y
observar cómo ellos mismos se ocuparían de
esto. Sin embargo, si lo que terminaban haciendo
era inapropiado...
Habiendo pensado en este punto, se volvió
hacia Hua Cheng con una sonrisa amarga.
—San Lang, tu consejo de antes
probablemente fue correcto. Ah, todo esto.
Hua Cheng sonrió y estaba a punto de hablar
cuando la expresión de Xie Lian cambió de
repente. Dentro de la red de comunicación
espiritual se escuchó la voz de Ling Wen.
—¿Qué? ¿Cientos de barcos de pescadores
fueron arrastrados??? ¡¿Tenía que ser justo
ahora?!
Xie Lian se sorprendió al instante y respondió
con ansiedad: —¿Pescadores? ¿Arrastrados a
dónde? ¿El Mar del Este?
Si se dijo anteriormente que la comunicación
era tan caótica como una olla de estofado, este
estofado se acababa de caer al suelo y alimentar
a los perros. No hubo ninguna interrupción en las
respuestas de Ling Wen y su voz aún se
consideraba calmada.
—Disculpen, ¿qué dios marcial está de
guardia? ¿El viejo Pei?

480
Pei Ming estaba en la red de comunicación y
respondió: —No te preocupes. Tengo Qing Xuan
conmigo y estamos corriendo hacia allá. El Señor
de la Tierra también está aquí. Simplemente
averigua exactamente cuántos cientos de
personas fueron arrastradas a la tormenta para
que podamos salvarlos a todos. Trataremos de
no perder uno solo.
—Entonces, gracias por tomarse la molestia
—dijo Ling Wen—. El Señor del Agua explotó y
magnificó la arena espiritual, no permitiendo a
nadie entrar en los perímetros de su prueba.
Cualquier Oficial Celestial de la Corte Intermedia
definitivamente sería destrozado en pedazos si
intentara ir. Los Oficiales Celestiales de la Corte
Superior tal vez pudieran intentar romper la
barrera. El número de personas atrapadas era
probablemente de más de doscientas, así que
ustedes dos podrían no ser suficientes,
necesitaremos otro dios marcial. ¿Qué oficial
está presente en este momento? ¿General Nan
Yang? ¿General Xuan Zhen?
Alguien respondió: —¿No estaban esos dos
generales en confinamiento por destruir la Corte
Celestial? No podrán atender la llamada...
—Entonces, ¿dónde está TaiHua? ¿Ha
regresado TaiHua Dianxia?
—¡No! ¡Él fue enviado fuera!
—¿Qi Ying?
481
—¡Quién sabe a dónde se fue! ¡Él siempre
bloquea todas las comunicaciones y no escucha
a nadie, mi señora, usted ya lo sabe!
Aparte de esos pocos, no había ningún otro
dios marcial que valiera la pena. Aunque ansioso,
Xie Lian todavía no pudo evitar sentirse un poco
triste. ¿Era el aura de su divinidad como
recolector de chatarra tan fuerte que todos
olvidaron que él era un dios marcial?
Él respondió apresuradamente: —¡Yo! ¡Estoy
presente! Déjame ir. Es solo rescatar a
pescadores en el Mar del Este, ¿verdad?
—Dianxia, los vientos y las olas del Mar del
Este se están librando en este momento, su
poder espiritual solo funciona a veces, qué
sucederá si...
—No es nada. —Xie Lian dijo—. He pescado
en los cuatro mares y no hubo una vez que no
hubiera una tormenta. A menudo he estado a la
deriva en el mar durante más de medio mes, por
lo que estoy muy acostumbrado.
—... —Todos los oficiales no pudieron evitar
preguntarse: —¿¡Usted también ha hecho eso?!
¿Qué más ha hecho?
La situación era grave y no permitía pensar
más, por lo que Ling Wen aceptó.
—Muy bien. Entonces, gracias por tomarse la
molestia. ¡General Pei, coordinen entre ustedes!
—¡Muy bien! —Respondió Pei Ming.
482
Xie Lian cerró la red de comunicación y se
dirigió a Hua Cheng.
—San Lang, en el Mar del Este...
Inesperadamente, en el momento en que volvió
la cabeza, vio que Hua Cheng ya se había
cambiado a un refrescante traje de pescador. Tiró
los dados y los atrapó mientras caían. Su otra
mano estaba en la puerta y dijo directamente:
—¡Vamos!
Xie Lian se sorprendió, pero pronto también
sonrió y respondió: —¡De acuerdo! —Y lo siguió.
Cuando se abrió la puerta, lo que apareció no
fue el interior de una casa de campo sino la
extensión de una lúgubre orilla del mar.
Los dos emergieron de un pequeño cobertizo
de pescadores en la playa y ese pequeño
cobertizo era el punto de conexión más utilizado
para el conjuro de Acortamiento de Distancia en
el Mar del Este. Más allá de la playa estaba el mar
infinito que se extendía hasta los extremos del
horizonte. La playa era gris no porque la arena
fuera gris, sino porque los cielos eran grises y el
mar también era gris. La melancolía presionaba,
las nubes negras rodaban, el malestar era
opresivo y sofocante.
De vez en cuando, una ola gigante surgía en el
mar distante, como una magnífica muralla de
fortaleza que se alza sobre terrenos planos y
pronto colapsaría. También había pilares de agua
483
como dragones, rugiendo en los cielos como un
tornado, azotadores y feroces y también
colapsarían una vez que se levantaran. Los rayos
se arrastraban escalofriantes por los cielos,
retorcidos y salvajes.
Había un barco grande y nuevo atracado en la
playa. No había ningún lugar donde posarse
sobre el mar y, si flotaban en el aire, podrían ser
golpeados por un rayo, por lo que era necesario
que hubiera un bote. Naturalmente, esta nave no
era una nave ordinaria. Shi Qing Xuan, Pei Ming
y Ming Yi ya estaban en la nave y en el momento
en que vieron a Hua Cheng y Xie Lian salir del
cobertizo de pescadores, Pei Ming gritó:
—¡Dianxia!
Shi Qing Xuan solo suspiró.
—¡Dianxia... Ah! Lo siento por la molestia.
Realmente lo estoy…
Xie Lian abordó la nave y dijo: —El deber llama.
¿Cómo va el barco?
Pei Ming notó detrás de él a Hua Cheng que
tenía los brazos cruzados mirando bastante
tranquilo y advirtió: —Los que no están
relacionados deben irse. Esta tempestad no es
una broma.
En este momento, Hua Cheng estaba vestido
con ropa lisa y remendada, pero aun así no podía
ocultar su hermosa inteligencia, apareciendo
como un guapo pequeño pescador.
484
Él se rió: —No soy nadie no relacionado, solo
estoy siguiendo a mi Dianxia.
Xie Lian también dijo: —Él es de mi palacio.
Sin embargo, Pei Ming alzó su espada,
implacable y decidida.
—Bájate.
Xie Lian aún no había respondido, pero Hua
Cheng ya lo había hecho con una determinación
anormal.
—No. Debo ir contra usted esta vez.
Ambas partes estuvieron en un punto muerto
por un momento, pero Shi Qing Xuan estaba
impaciente y se dirigió a Pei Ming.
—General Pei, este hombre está bien. ¡Solo
vámonos!
Entre su intercambio, un relámpago aterrador
golpeó violentamente desde los extremos de los
cielos sobre la superficie del mar. La corriente del
rayo corría por las aguas y crepitaba en la luz,
convirtiendo el mar en un color aguamarina,
como un corazón gigante que repentinamente
comenzó a palpitar y respirar. La vista era
impresionante, pero al mismo tiempo aterradora.
Pei Ming no quiso esperar más y gritó:
—¡VAMOS!
El barco dio una sacudida violenta y con los
ruidos de un eje redondo girando, comenzó a
dirigirse sin ningún control manual y salió de la
playa, conduciendo hacia el mar con velocidad de
485
vuelo. En medio de relámpagos y truenos
rugientes, la nave abrió un camino entre olas
rompiéndose.
La tormenta podría ser grande, pero Xie Lian,
Hua Cheng, Pei Ming y Ming Yi se mantuvieron
firmes y fue solo con el apoyo de Ming Yi que Shi
Qing Xuan no se había derrumbado.
—Es tolerable en este momento, ¡pero será
difícil decir cómo serán las cosas después! —Dijo
Pei Ming.
El barco ya estaba yendo a un ritmo
extremadamente rápido, dividiendo las olas en
grandes salpicaduras, pero aún así, Shi Qing
Xuan preguntó: —¿No puede ir más rápido?
—¡La ejecución de esta nave quema poderes
espirituales, esto ya es lo más rápido que puede
ir! —Respondió Pei Ming.
Shi Qing Xuan apretó su puño derecho. Esa
mano solía sostener al abanico del Señor del
Viento y con los vientos de solo un movimiento,
podría haber provisto un viento de cola, haciendo
que la nave fuera al menos cuatro veces más
rápida. Sin embargo, ahora la mano estaba vacía
y no pudo evitar exhalar un largo suspiro. En ese
momento, Hua Cheng tocó ligeramente a Xie
Lian, hablando en voz baja.
—Gēge.
Xie Lian se dio la vuelta y sus ojos se
ensancharon. Sobre el mar, a unos treinta metros
486
de distancia, había un pequeño bote de pesca
girando en las olas y parecía haber algunas
figuras que pedían ayuda, pero sus gritos fueron
tragados por las olas.
¡Los pescadores en peligro!
Esta fue la razón por la que estaba aquí. Ruoye
voló, envolvió a esos pescadores alrededor de la
cintura y los levantó. Cuando los pies de esos
pescadores llegaron a la plataforma del barco,
sus piernas casi se agotaron. Sin embargo, Pei
Ming inmediatamente abrió la puerta de una de
las cabañas y los arrojó dentro. Cuando esos
pescadores volvieran a abrir la puerta, se
encontrarían nuevamente en la orilla.
Justo cuando Hua Cheng y Xie Lian pescaban
entre treinta y cuarenta pescadores, el barco
también estaba llegando al centro de la
tempestad. En ese preciso momento, había
muchos Oficiales Celestiales que pasaban por
alto esta horrible escena desde lejos y
seguramente había muchos mortales que temían
el poder de los cielos. Los rayos que golpeaban
la nave aumentaban; estos rayos se sentían
atraídos por la fuente del poder espiritual y
perseguirían y atacarían a aquellos con poderes
fuertes, razón por la cual se debería permanecer
lejos, muy lejos, cuando otro pasaba por su
Calamidad Celestial, para que no hubiera
víctimas.
487
En este momento, Shi Qing Xuan era mortal, el
poder espiritual de Xie Lian solo era suficiente
para que él se comunicara a través de la red, Hua
Cheng no tenía necesidad de usar sus poderes,
por lo que estos estaban bien escondidos, por lo
tanto, ese rayo se enfocaba en inclinarse solo a
Pei Ming. Muchas veces él golpeaba el
relámpago sin rodeos con su espada, su espada
serena. Tal demostración de habilidades, Xie
Lian quedó bastante impresionado. Si se tratara
de cualquier otro Oficial Celestial de la Corte
Intermedia, no solo estarían huyendo con rayos
en sus colas, sino que tampoco serían capaces
de contraatacar, por lo que no se les podría
permitir venir.
Después de cruzar la barrera, poco después,
Shi Qing Xuan de repente gritó: —¡¡¡GĒGE!!!
Xie Lian levantó la cabeza y, efectivamente,
entre siete u ocho pilares de dragón de agua
rugiendo, vio a Shi Wu Du con su túnica blanca
ondeando, colgando en los cielos, sus manos en
la formación de batalla.
Aunque su figura todavía era opresora por
encima de las olas, parecía estar desenfocado,
sus imponentes poderes estaban inestables.
Esos frenéticos dragones de agua aprovecharían
cada oportunidad para acercarse una y otra vez,
esperando el momento oportuno para devorarlo
por completo y cada vez, él solo esquivaba por
488
un pelo. El barco estaba a millas de distancia de
él y si el abanico del Señor del Viento aún fuera
utilizable, entonces Shi Qing Xuan podría haber
empujado las olas hacia abajo en un movimiento,
sin embargo, en su cuerpo mortal actual, ni
siquiera su voz podía llegar muy lejos. Y solo
podía mirar en angustia.
En el momento en que Pei Ming habló, su voz
fue transmitida poderosa y ampliamente.
—¡SHUI-SHIXIONG! ¡QING XUAN HA SIDO
ENCONTRADO!
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, Shi Wu Du abrió los ojos.
Al mismo tiempo, otra ola gigante se elevó a los
cielos y se estrelló de nuevo. La nave fue lanzada
hacia el aire, pero no se mantuvo a la velocidad
de las aguas colapsando y se quedó en el aire
por un breve segundo antes de caer rápidamente.
Xie Lian usó el hechizo de mil libras para anclarla
y agarró con fuerza la mano de Hua Cheng.
—¡Cuidado!
Fue una sensación graciosa; Hua Cheng era
claramente más alto que él y no le costaba ningún
esfuerzo sostener a Xie Lian con una mano, pero
Xie Lian siempre sintió que era ligero como una
pluma, como si, si no le prestara atención, Hua
Cheng desaparecería, por lo que el agarre de Xie
Lian era firme y apretado. Hua Cheng también,
tomó su mano al mismo tiempo.
489
Por otro lado, Pei Ming gritó: —¡SHUI-
SHIXIONG, ENFÓCATE! ¡SI NO DERROTAS
ESAS OLAS, TU HERMANO MENOR SE
AHOGARÁ FRENTE A TUS OJOS!
Shi Wu Du vio la nave en la distancia y escuchó
sus palabras. La tristeza brilló en su rostro y su
posición de manos cambió de repente, haciendo
estallar una barrera espiritual a su alrededor. Los
dragones de agua que lo habían estado rodeando
fueron repentinamente golpeados, explotando en
un diluvio que se estrellaba ruidosamente en las
aguas.
Las gotas de lluvia eran como rocas, golpeando
contra la cubierta, magullando dolorosamente los
cuerpos. Sin embargo, después de que esto
terminó, la tormenta también se había
desacelerado y calmado un poco. Shi Wu Du
descendió lentamente y aterrizó en el barco.
Todo el mundo ya estaba empapado de pies a
cabeza como perros ahogados. Shi Qing Xuan se
limpió la cara y murmuró con temor.: —... ge.
El rostro de Shi Wu Du todavía estaba oscuro y
se acercó a grandes pasos.
—¡TE DIJE QUE TE QUEDARAS QUIETO,
PERO TENÍAS IR A CORRER POR TODOS
LADOS! SI ME MUERO DE ENOJO, ¿SERÍAS
FELIZ ENTONCES?
Shi Qing Xuan realmente no sabía qué decir a
eso. Cuando no podía ver a su hermano, se
490
preocupaba, ahora que lo había visto, recordaba
todo ese asunto, algo en su corazón que
simplemente no podía aceptar.
—... Ah yo solo estoy… Yo…
Al final, se rascó la cabeza y suspiró.
—Mientras hayas superado tu prueba, eso es
todo lo que importa. Pienso que, sigo pensando
que...
Shi Wu Du lo interrumpió.
—¿Quién dijo que mi prueba terminó?
Shi Qing Xuan se sorprendió.
—¿No fue eso tu prueba?
Con sus manos, Pei Ming usó toda esa agua
para deslizar su cabello hacia atrás.
—No celebres tan pronto. Esta es la tercera
Calamidad Celestial de tu hermano, no será tan
fácil. Tomará por lo menos siete días y siete
noches. Lo de ahora, no era más que el acto de
apertura.
La verdad era que, incluso si fuera la primera
Calamidad Celestial, tampoco sería tan fácil.
Recordando, la Calamidad Celestial, por la que
pasó Shi Qing Xuan, fue enormemente menor en
comparación con la de todos los demás. Él debió
haber llegado a esa conclusión y su rostro se
volvió triste.
Xie Lian todavía estaba preocupado por el
objetivo de este viaje y preguntó en la red de
comunicación espiritual: —¿Ling Wen? Hemos
491
entrado en el área donde el Señor del Agua está
pasando su Calamidad Celestial. ¿Nos puede
indicar dónde están los pescadores que han sido
arrastrados a la tormenta?
—Por favor, espere un momento —respondió
Ling Wen. Después de un rato, ella dijo: —Esto
es problemático. Hay doscientos sesenta y un
pescadores que han sido arrastrados a los
perímetros de la Calamidad Celestial hoy y están
muy dispersos, por todo el lugar...
Ella no dijo mucho más antes de que su voz se
rompiera y Xie Lian ya no podía escucharla más.
—¿Qué pasa? ¿Ling Wen?
Pensó que tal vez sus poderes se habían
terminado de nuevo, pero cuando levantó la vista
y vio la cara de Pei Ming, era obvio que estaba
experimentando lo mismo. El grupo no había
tenido tiempo de hablar cuando Xie Lian vio no
muy lejos en la superficie del mar más pequeños
botes rotos.
—Quizás las réplicas de la primera ronda
fueron demasiado grandes y afectaron la
comunicación espiritual. Podría mejorar en un
momento. Ling Wen dijo que hay doscientos
sesenta y un pescadores que han sido
dispersados por las olas, solo salvemos a todos
los que podamos.
Naturalmente nadie se opuso.

492
Pei Ming dijo: —Shui-shixiong, ¿por qué no
entras y descansas un poco? El juicio acaba de
comenzar, quién sabe cuándo vendrán más
rondas. Tuviste mala suerte esta vez, por haber
involucrado a tantos mortales.
Shi Wu Du parecía estar algo cansado. Inclinó
la cabeza, empujó una puerta y entró para
meditar. Shi Qing Xuan parecía querer decirle
algo serio, pero como la Calamidad Celestial no
había terminado, no era el momento adecuado
para hablar, por lo que solo podía tragar sus
palabras e infelizmente ir al lado con Ming Yi. Sin
embargo, Shi Wu Du volvió a abrir los ojos y dijo
bruscamente: —No vayas corriendo por todos
lados. Ven y siéntate aquí.
Y así, Shi Qing Xuan solo podía arrodillarse
junto a Shi Wu Du.
Después de más de medio día, la noche se
profundizó, el barco flotó hacia una parte más
profunda del Mar del Este.
Aunque la comunicación espiritual todavía
estaba rota, funcionaba a veces y no en otras,
aún podía usarse provisionalmente. En ese
tiempo, Xie Lian y compañía ya habían rescatado
a más de doscientos pescadores. Al principio,
esos pescadores se fueron al mar a pescar como
siempre, pero quién podía saber que los vientos
tormentosos y las olas se levantarían tan
repentinamente, los arrastrarían demasiado lejos
493
en las aguas. Si estuvieran solos, no habría
manera de que pudieran volver. Si flotaban por
varios días y noches, era muy posible que todos
murieran por inanición o deshidratación y se
secaran bajo el sol para convertirse en cadáveres
disecados. Ser salvados de repente fue
verdaderamente encontrar la esperanza al borde
de la muerte y todos se llenaron de alegría.
El simplemente vagar en el mar de esta
manera, quién sabría cuántos días y noches
pasarían antes de que todos los pescadores
pudieran ser rescatados y quién sabría cuándo
comenzaría oficialmente la tercera Calamidad
Celestial de Shi Wu Du; podría haber peligro en
cualquier momento. En tal situación, Pei Ming
seguía actuando igual; en la noche, cuando
rescataron a unas cuantas niñas pescadoras, tan
asustadas que sus ojos estaban borrosos por las
lágrimas, las abrazó y las tranquilizó con voces
suaves, un verdadero espectáculo de amor
meloso, cariñoso y encantador. Fue solo después
de que él encantó a las chicas que las envió a la
cabaña y esas chicas se mostraron reacias a irse,
esperando que cuando abrieran la puerta una vez
más él todavía estuviera allí. Shi Wu Du había
estado meditando por un tiempo, su fuerza
estaba restaurada y su rostro luciendo mucho
mejor. Abrió los ojos.
—¿No tienes altos estándares?
494
A pesar de que las niñas pescadoras estaban
en la cima de su juventud, todavía eran solo
promedio, de hecho, nada cercanas del tipo de
objetivos que Pei Ming solía cazar. Sin embargo,
después de haber abrazado a las mujeres, su
rostro se iluminó y se frotó la barbilla, riendo.
—Después de rescatar a tantos desaliñados
viejos pescadores con barba, uno tras otro,
cualquier mujer se ve deliciosa en comparación,
jajajaja.
Al escuchar esto, tanto Shi Qing Xuan como
Ming Yi ya no querían mirarlo. Xie Lian negó con
la cabeza, en realidad lo encontraba bastante
gracioso, luego él y Hua Cheng fueron a un lado
y se sentaron uno al lado del otro. Un momento
después, de repente sintió vacío en su estómago.
Todos los demás en el barco no necesitaban
comer y aunque Shi Qing Xuan era un mortal en
este momento, Xie Lian sospechaba que Shi Wu
Du debía haberle dado algún tipo de píldora
sagrada, del tipo que podía llenar el estómago
durante unos días, incluso ahora Shi Qing Xuan
no mostraba ningún signo de hambre. Este barco
no estaba construido en el Reino Mortal, por lo
que ciertamente no tendría raciones preparadas.
Xie Lian estaba a punto de levantarse e ir a
pescar un par de peces en el mar cuando, junto a
él, Hua Chen le pasó una cosa. Xie Lian miró

495
hacia abajo y vio que era un bollo al vapor blanco
como la nieve y suave.
Se sentó de nuevo y susurró: —Gracias, San
Lang.
Hua Cheng también le susurró: —Tome esto
por ahora, Gēge. Mejorará pronto.
El bollo cocido al vapor fue partido por la mitad
y los dos se sentaron juntos masticando
lentamente. En el otro extremo de la nave, Pei
Ming los escuchó susurrarse el uno al otro y se
llevó el cabello nuevamente hacia atrás.
—¿Ustedes dos han hecho algunos
descubrimientos? ¿Por qué no dejan su pequeño
mundo y nos cuentan al resto de nosotros?
Xie Lian estaba a punto de decir algo para
disuadirlo cuando de repente frunció el ceño.
—¿No piensan que hay algo raro?
Ming Yi frunció el ceño también y levantó la
vista.
—Sí.
Xie Lian se puso de pie.
—Esta nave parece ir mucho más lento. ¿Se
está quedando sin energía?
—Cómo puede ser eso. —Pei Ming dijo—. La
cantidad de poder espiritual alimentando esta
nave debería permitirle correr dos días más en el
mar.
Xie Lian se acercó al costado de la nave, con
las manos en la barandilla.
496
—Pero sigo pensando que esta nave de
repente se volvió pesada...
De repente, dejó de hablar a media frase. Shi
Wu Du y los demás se reunieron al costado de la
nave.
—¿Qué sucede?
No había necesidad de preguntar. Era fácil de
ver con solo mirar. A pesar del cielo oscurecido,
todavía era apenas visible que la profundidad en
la que estaba la estructura externa de esta nave
era repentinamente anormal, mucho más alta que
antes. ¡Y, la línea de agua todavía estaba
subiendo!
Xie Lian dijo de inmediato: —¡¿Está filtrándose
el agua en el fondo de la nave?! ¿Hemos
golpeado algo? ¿O hay algo en las aguas que
hizo un agujero?
—¡Eso es imposible! —Exclamó Pei Ming—.
¿Cómo no nos daríamos cuenta si golpeamos
algo? Este barco tampoco es un barco típico,
nada normal debería poder atravesarlo, a menos
que...
Era como si de repente pensara en algo y se
ahogara.
—¿A menos qué? —Preguntó Ming Yi.
—Oh no —dijo Pei Ming.
—¿Qué, oh no? —Shi Qing Xuan exigió.
Pei Ming se dio la vuelta y dijo: —Cuando los
barcos entran en la guarida de los demonios,
497
deberán hundirse. Hemos navegado sin rumbo a
la Guarida del Demonio Agua Negra.

498
499
Capítulo 119
Los barcos en la Guarida del Demonio
deben hundirse

X
ie Lian preguntó: —¿Uno de los Cuatro
Supremos, Heishui Chenzhou? 33
—Cuatro Calamidades, no Cuatro
Supremos.
—... —Xie Lian recordó que se había olvidado
de Qi Rong y se disculpó—. Ah, lo siento, mi
error. No hay forma de que Noches Errantes de
Luz Verde pueda estar al mismo nivel que los
otros tres.
Como alguien que había amontonado
pergaminos, Xie Lian casi sabía una cosa o dos
acerca de este Heishui Chenzhou. Según las
leyendas, este era un poderoso demonio acuático
que acechaba en los mares exteriores. Al igual
que Xueyu Tanhua, él se sacrificó para salir del
Monte Tonglu. Aunque tendía a mantener un
perfil bajo, eso solo podía decirse de los reinos
mortal y celestial. Aproximadamente contando,

33
Barcos sumergidos en Agua Negra.
500
se había tragado al menos quinientos demonios
en toda la tierra y entre ellos, cuatrocientos de
ellos eran demonios de agua de alto nivel. La
Guarida del Demonio Agua Negra era su dominio
de descanso.
Así como la Ciudad Fantasma estaba bajo la
jurisdicción de Hua Cheng.
—Una vez dentro de los límites, el mundo está
sin ley, cuando uno pisaba sus mundos, sus
palabras eran ley. Hay un dicho que está aún más
extendido en el inframundo: Rojo manda en la
Tierra; Negro es amo de las Aguas.
Rojo obviamente se refería a Hua Cheng, por
lo tanto, Negro, no era otro que el Demonio Agua
Negra Xuan.
Pei Ming dijo: —Shui-shixiong, esta vez tuviste
mucha mala suerte. El Demonio Xuan no se
parece en nada al Goblin Verde, no es el tipo que
causa problemas. Afortunadamente, no nos
hemos alejado demasiado, debemos retroceder
antes de ser descubiertos.
Los otros lo miraron fijamente.
—Bueno, ¿por qué no cambias de rumbo, no
eres tú el que está a cargo de esta nave?
Pei Ming se sorprendió igualmente.
—¿No cambió el rumbo? Esta nave debería
hacerlo automáticamente, no debería requerir
trabajo manual.

501
Sin embargo, el timón no se movió en absoluto.
Sin otras opciones a las que recurrir, Pei Ming
recurrió a dirigirlo él mismo. Cuando su mano
aterrizó en el timón, frunció el ceño.
Xie Lian subió para ayudar.
—¿No se moverá?
Era imposible que a Pei Ming le faltara la
fuerza. Xie Lian, quien confiaba bastante en su
fuerza, tampoco pudo moverla. Después de
examinar la situación en cuestión, Ming Yi
anunció: —Es posible que haya sido atrapado por
algo, bajaré para echar un vistazo.
Shi Qing Xuan intervino: —¡Iré contigo, Ming-
xiong!
Shi Wu Du dijo severamente: —¡Vuelve aquí!
No vayas corriendo por todos lados.
Su hermano todavía estaba en medio de pasar
su juicio y no debería estar distraído o
emocionalmente agitado. Shi Qing Xuan no se
atrevería a arriesgarse y obedientemente
regresó, dejando que Ming Yi investigara bajo la
cubierta solo. Xie Lian también quería ayudar,
pero sabía que cuando se trataba de construir y
reparar, no era tan capaz como el Señor de la
Tierra. Incluso si él lo fuera, no sería capaz de
ayudar mucho de todos modos. Mientras miraba
el mar negro que los rodeaba, Xie Lian de repente
recordó algo y preguntó: —¿Hay algún pescador

502
que haya terminado en esta parte del mar
también?
Hua Cheng, quien había hecho equipo con Xie
Lian en la búsqueda y rescate, fue el primero en
descubrir a esos pescadores varados. Hizo una
vista rápida y dijo: —Es poco probable. La
Guarida del Demonio Agua Negra está en el Mar
del Sur, no se moverían tan lejos. Además, el
área aquí tiene una barrera; No cualquiera puede
entrar a este lugar. Incluso si lo hicieran, no
habría ninguna esperanza de un rescate. No hay
nada que no se hunda una vez que se haya
movido hasta aquí.
El Mar del Sur. No se habían dado cuenta de
que habían llegado tan lejos... Xie Lian probó su
red de comunicación espiritual y, de hecho, la
conexión estaba bloqueada. A pesar de que la
conexión anterior era irregular, todavía era
utilizable, pero ahora solo había un silencio
absoluto. Aunque el mar parecía tranquilo, quién
sabría qué tipo de peligro acechaba debajo,
esperando la oportunidad de emboscarlos.
El cielo se estaba oscureciendo y Xie Lian se
sentía incómodo.
—Como no hay pescadores varados en estas
partes, si el Señor de la Tierra no puede reparar
el barco, es mejor que abandonemos el barco y
busquemos tierra primero. Cuando el Señor del
Agua regrese al Mar del Este para su prueba,
503
podemos continuar la búsqueda de rescate allí
también —sugirió.
—Sí. —Pei Ming estuvo de acuerdo cuando
abrió la puerta de la cabina. Quién hubiera sabido
que después de abrir la puerta, se encontraría
con el interior de una cabaña vacía en lugar del
paisaje de la tierra. Su expresión cambió de
inmediato—. El conjuro de acortamiento de
distancia perdió su poder.
Hua Cheng se rió.
—¿No es eso normal? Si ni siquiera se puede
usar la red de comunicación espiritual, ¿cómo es
que funcionaría el conjuro de Acortamiento de
distancia?
Pei Ming miró y preguntó: —Este pequeño
amigo aquí parece bastante tranquilo para ser un
joven y no parece preocupado en absoluto.
Xie Lian interrumpió: —La nave ya se ha
desplazado a territorio de demonios y se está
hundiendo mientras hablamos. No podemos irnos
incluso si queremos. Resolvamos el problema
que nos ocupa primero.
Shi Qing Xuan gritó a la persona que estaba
debajo de la cubierta: —Ming-xiong, ¿cómo es la
situación desde ahí? ¿Puedes arreglarlo?
La voz de Ming Yi vino desde abajo.
—¡No hay nada roto! El barco tampoco está
atrapado en nada. Es otra cosa que causó que la
nave perdiera su poder.
504
—Este es el patio de recreo del Demonio Xuan
ahora —dijo Pei Ming.
Mientras hablaba, el barco volvió a sumergirse.
De un vistazo, Xie Lian vio que el agua ya se
había tragado la mitad de la nave. Si fuera un
barco normal ya se habría hundido. Sin embargo,
dado que esto fue creado por los dioses, todavía
se resistía a hundirse y luchaba por mantenerse
a flote.
—Debe haber excepciones. Es imposible que
todo se hunda aquí —insistió—, debe haber algo
que no se hunda.
—Lo hay —dijo Hua Cheng. La atención cayó
sobre él al instante. Con los brazos cruzados, dijo
perezosamente: —Hay un tipo de madera que
puede flotar en la Guarida del Demonio Agua
Negra sin hundirse.
Xie Lian adivinó algunos tipos comunes de
madera especial.
—¿Sándalo? ¿Madera de agar? ¿Olmo?
—Madera de ataúd —respondió Hua Cheng.
—¡¿Madera de ataúd?!
—Hum. —Hua Cheng continuó—. No hay nadie
que haya regresado con vida después de haber
tropezado en la Guarida del Demonio Agua
Negra, excepto por una persona. Esa persona
viajaba a casa con el cadáver de su difunto ser
querido. Cuando el bote se hundió, volvió a salir
sobre el ataúd.
505
Pei Ming levantó una ceja.
—Este pequeño amigo seguramente sabe
mucho.
Hua Cheng imitó su expresión y respondió:
—No es mucho. Es solo que usted sabe muy
poco, eso es todo.
A pesar de que Shi Wu Du no se movió de su
postura de meditación sentada, dirigió su
atención a Hua Cheng y entrecerró los ojos.
—Pei-xiong, había querido preguntar antes,
¿quién es este?
Pei Ming explicó: —Me temo que tendrías que
preguntar a Dianxia por eso. Después de todo, es
alguien de su palacio.
Shi Qing Xuan interrumpió: —Está bien, está
bien, no importa cuánto más o menos sepa.
Ahora que los hechizos han perdido su poder, ¿a
dónde va uno a conseguir un ataúd por aquí?
—No es necesario, es simple. —Pei Ming
respondió—. Gēge, construiré uno para ti en este
momento y te mostraré lo que significa tomar las
cosas en tus propias manos y ser rico en comida
y vestimenta.
—...
—No funcionará —señaló Hua Cheng—, tiene
que ser un ataúd que haya llevado un cadáver.
Era imposible para ellos construir un ataúd,
luego matar una persona del grupo y tirarlo allí.

506
En medio de su conversación, el barco volvió a
sumergirse. La cubierta ligeramente inclinada en
la que estaban parados estaba casi al mismo
nivel que la superficie del agua. Shi Wu Du, quien
estaba sentado dignamente en su pose de
meditación, casi se volcó.
—Me doy por vencido. Déjame manejar esto.
—Dijo fríamente. Sacó su abanico y lo golpeó
ligeramente contra su frente antes de abanicarlo,
revelando el carácter de agua en el frente y un
pictograma de onda formado por tres líneas
curvas en la parte posterior. Levantó el brazo y
gritó: —¡Agua, emerge!
Al instante, Xie Lian sintió que la nave se
elevaba, la cubierta debajo de él se elevaba
varios centímetros por encima del agua y le daba
una sensación de seguridad.
—¿El abanico del Señor del Agua incluso
puede controlar el agua en la Guarida del
Demonio Agua Negra? —Preguntó con sorpresa.
—No es el agua de aquí —corrigió Hua
Cheng—, canalizó el agua desde el exterior.
Parecía que acababan de cruzar el límite hacia
la Guarida del Demonio Agua Negra y no se
habían aventurado demasiado. Shi Wu Du pudo
extraer agua de los mares cercanos para levantar
el barco desde abajo.
Pei Ming elogió: —¡Muy bien hecho, Shui-
shixiong! Ahora que el timón es inútil, el barco no
507
puede dar marcha atrás. Deberías apresurarte y
usar el agua para hacer retroceder a la nave.
Antes de que Shi Wu Du pudiera responder, el
barco se hundió una vez más. El agua de la
Guarida del Demonio se negó a retroceder y
chocó con la corriente de los mares exteriores.
Esta vez, la caída fue más fuerte, lo que hizo que
la plataforma se inclinara aún más. Perdiendo el
equilibrio, la tripulación se deslizó hacia el lado de
babor de la nave. Aunque Shi Wu Du nació con
una cara delicada y hermosa, su personalidad era
extremadamente obstinada y se negaba a
retroceder. Cuando sintió que algo iba contra él,
un destello de ira apareció en su rostro. Cerró el
abanico y lo abrió de nuevo, las tres líneas
onduladas se hicieron más grandes. La corriente
en el océano se duplicó en fuerza y el barco fue
arrancado una vez más.
Con una fuerza ordenando al barco que se
hundiera y otra obligándola a subir, la marcha
atrás y adelante hizo que pareciera un gigantesco
juego de tira y afloja. Los movimientos erráticos
de la nave junto con los constantes
levantamientos y caídas causaron que el agua de
mar a su alrededor salpicara salvajemente y
entrar y saliera. Si hubiera alguien más en el
barco ya estaría asustado. Xie Lian agarró la
repisa con una mano y apretó firmemente a Hua
Cheng con la otra.
508
—¿Qué está pasando? ¡El barco está girando!
—Preguntó desconcertado.
Fiel a sus palabras, la nave ya comenzaba a
girar en cierta dirección. Cuanto más rápido
giraba, más abajo se hundía. ¡Fue entonces
cuando Xie Lian se dio cuenta de que la nave
había caído en un remolino gigante y estaba
siendo absorbido lentamente por el ojo!
—¡Todos, tengan cuidado! —Advirtió—. ¡Las
dos fuerzas de agua están luchando!
Era obvio que Shi Wu Du no estaba en su
propio terreno. El agua que él convocó desde los
mares exteriores era poderosa, pero una vez que
cruzó la frontera, la fuerza era suprimida
significativamente. Para ir en contra de la
corriente de la Guarida del Demonio, estaba en
una gran desventaja. Como se esperaba, tan
pronto como las palabras salieron de la boca de
Xie Lian, la nave gigante cayó en el ojo del
remolino. En ese último segundo, Xie Lian arrojó
a Fang Xin y jaló a Hua Cheng, los dos subieron
a la espada y volaron.
Al principio, le preocupaba que Fang Xin no
tuviera la fuerza para volar, pero en el momento
en que abandonaron la cubierta, dejó escapar un
suspiro de alivio. Aunque tembloroso, todavía era
capaz de volar. Mirando hacia abajo desde arriba,
toda el área estaba pintada en un negro
aterrador. Fue fácil ver la colisión entre las dos
509
corrientes de diferentes colores. Su batalla feroz
fue lo que formó este enorme remolino. Cuando
el ojo se tragó el barco entero, las dos corrientes
de agua se separaron.
Sin embargo, la batalla estaba lejos de
terminar. Al igual que dos víboras venenosas,
continuaron golpeándose el uno al otro. Cada
colisión fue seguida por una montaña de olas
enojadas.
Xie Lian miró a su alrededor y gritó: —¿Señor
del Viento? ¿Señor de la Tierra? ¿General Pei?
La voz de Shi Qing Xuan vino de diez pies
detrás de él.
—¡Dianxia! ¡Estamos aquí!
—¿También saltó sobre tu espada imperial...?
—Xie Lian se dio la vuelta y la escena que se
desarrolló ante él lo dejó sin palabras. Ming Yi
estaba de pie sobre el mango de una pala
mientras Shi Qing Xuan estaba sentado sobre la
cabeza de dicha pala, saludándolo con la mano.
Esta no era una espada imperial, era una pala
imperial... ¡Este tipo de imagen, sin duda, era
duro para los ojos!
Por otro lado, la voz de Pei Ming sonaba:
—¿Qué pasa con Shui-shixiong?
Al ver que Pei Ming estaba solo en su espada
y no había señales del Señor del Agua, Shi Qing
Xuan también gritó: —¿Ge? ¡¿Ge?!

510
Xie Lian aseguró: —No hay necesidad de
entrar en pánico, él es el Señor del Agua, será
difícil para él hundirse. —Pero cuando recordó el
poder del remolino, se dirigió a Hua Cheng—.
San Lang, agárrate fuerte a mi cintura, no caigas.
Hua Cheng realizó un acto de obediencia y
respondió: —Hum, está bien, pero Gēge, hay
algo que tengo que decirle.
—¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.
—No puede volar en la Guarida del Demonio
Agua Negra. Atraerá cosas.
No más de un segundo después, un grito agudo
atravesó el aire y una gigantesca criatura blanca
atravesó la superficie del agua, dirigiéndose
directamente hacia Pei Ming.
Pei Ming era un maestro espadachín. En el
momento en que sintió la intención de matar, su
mano alcanzó su espada, solo para darse cuenta
de que dicha espada estaba bajo sus pies. Por
suerte, su reacción fue rápida. Con un salto,
agarró su espada en el aire y cortó a la criatura
entrante por la mitad. Antes de que la gravedad
pudiera tomar el control, se volvió hacia la espada
sin un solo cabello fuera de lugar. Como si no
fuera nada, de manera constante voló y preguntó
con total calma: —¿Qué fue eso?
El cuerpo cortado de la criatura era ligeramente
visible desde la superficie del agua. Xie Lian
entrecerró los ojos para ver mejor.
511
—¿Pescado?
Definitivamente era un pez, pero no un pez
promedio. ¡Era el esqueleto de un pez que era tan
ancha como una pecera con muchos pies de
largo!
Este pez no tenía carne ni escamas, sino solo
huesos blancos que se conectaban a una boca
llena de dientes afilados. Si fuera venenoso o no,
si mordía, seguro que sería doloroso. Pei Ming
voló más alto y advirtió: —Todos tengan cuidado,
¡probablemente hay más de uno!
Como se esperaba, cuando mencionó uno, un
segundo salió disparado desde abajo. Esta vez,
¡se dirigió directamente hacia Ming Yi y Shi Qing
Xuan!
Desafortunadamente, el Señor de la Tierra no
era un dios marcial y su poder de combate no era
tan fuerte. El Señor del Viento ahora era solo un
dios en el cuerpo de un mortal. Además de todo
esto, Ming Yi estaba bastante oxidado con su
pala... imperial. A pesar de que los dos no fueron
mordidos, perdieron el equilibrio y se lanzaron al
mar. Mientras caían en el aire, Shi Qing Xuan
gritó desesperado: —¡Ming-xiong! Espero que
recuerdes practicar el uso de tu tesoro con más
frecuencia después de hoy ah…
Ming Yi replicó: —Piérdete.
Pei Ming suspiró y se apresuró a rescatar a los
dos. Al ver que Pei Ming se adelantó para echar
512
una mano, Xie Lian supo que sería capaz de
manejarlo solo.
—Realmente no es culpa del Señor de la Tierra
—pensó para sí mismo—, con una pala así como
un arma atesorada, nadie con vergüenza se
atrevería a sacarlo.
En ese momento, una brisa escalofriante le
atravesó. Xie Lian reunió sus pensamientos y dijo
suavemente: —San Lang, agárrate fuerte.
Cuidado, hay algo que viene en nuestro camino.
—Está bien.
Las manos envueltas alrededor de su cintura se
apretaron.
No mucho después, cuatro paredes de agua se
dispararon desde abajo y los rodearon. Cuatro
gigantescos esqueletos de peces se alzaban del
mar.
Los cuatro gigantescos cadáveres blancos de
hueso eran más como dragones que como
peces. La combinación de colinas de huesos de
la aleta dorsal, cuernos peligrosamente afilados,
cuerpo largo con forma de serpiente y cuatro
garras sobresalientes rodeaban a Xie Lian y Hua
Cheng, sin dejar espacio para escapar. En cuanto
a volar hacia arriba, esto era tan alto como Fang
Xin podía ir. Si bajaran, se encontrarían cara a
cara con el océano muerto y silencioso.
Xie Lian suspiró en derrota: —Está bien...
¿quién primero? —Después de un momento de
513
consideración, juntó las manos—. Entonces
juntos.
Poco después, el Dragón de Hueso en el lado
este dejó escapar un aullido y se lanzó hacia
adelante. Xie Lian levantó la mano y señaló en
una dirección.
Al instante, el Dragón de Hueso se congeló.
Para un monstruo tan enorme, ser detenido por
una espada, una persona y un dedo y sin poder
volar ni un centímetro hacia adelante, hizo que
golpeara furiosamente con su cola y garras,
creando muros de olas. Los otros tres también se
lanzaron hacia adelante. Xie Lian convirtió su
dedo acusador en una garra. Agarró el cuerno del
Dragón de Hueso y lo giró en un círculo como si
fuera un arma.
Un fuerte whoosh atravesó el cielo. Los tres
dragones entrantes fueron ensartados
instantáneamente por el que Xie Lian arrojó y
cayeron al océano como pedazos de huesos
dispersos. Xie Lian se quitó el polvo de las manos
y dejó escapar un suspiro. Se dio la vuelta y le
preguntó: —San Lang, ¿estás bien?
Con ojos de media luna, Hua Cheng sonrió.
—Bajo la protección de Gēge, ¿cómo puede
pasarme algo?
Escucharlo responder así hizo que Xie Lian se
sintiera incómodo y avergonzado. Ahora que lo
pensaba, lidiar con este tipo de cosas era una
514
tarea fácil para Hua Cheng, ¿cómo podría haber
algún problema? Hizo que la pregunta de Xie Lian
pareciera como si estuviera pidiendo
intencionalmente alabanzas. Sin embargo, con
toda honestidad, él preguntó por preguntar.
Perdido en sus pensamientos, la espada se
hundió repentinamente y antes de que Xie Lian
pudiera siquiera registrar lo que había sucedido
ya estaban cayendo rápidamente, hundiéndose
en el agua helada.
No fue porque fueron agarrados por algo.
Simplemente se debió al hecho de que Fang Xin
era demasiado viejo, ¡después de haber
aguantado tanto tiempo, necesitaba descansar!
La heladísima agua del mar brotó de todas
direcciones. Después de tragar accidentalmente
dos tragos de agua, Xie Lian cerró la boca y nadó
hacia arriba. Sin embargo, el agua de la Guarida
del Demonio Agua Negra era tan malvada como
lo describían. Xie Lian era considerado un
nadador bastante bueno, pero en estas aguas, su
cuerpo se sentía como un bloque de hierro. No
importaba lo que hiciera, se negaba a flotar. Abrió
los ojos, pero el agua estaba tan fangosa y no
pudo localizar a Hua Cheng en ningún lugar.
Tocó alrededor con sus manos. Aparte de Fang
Xin, no pudo agarrar a nadie más y comenzó a
sentir que el pánico aumentaba dentro de él. Sin
embargo, cuanto más ansioso estaba, más lentos
515
eran sus movimientos y más rápido se hundía.
Por suerte, no mucho después, fue como si
alguien hubiera separado la niebla, Xie Lian sintió
que un rayo de luz brillaba sobre él. Sintió que
alguien lo agarró de la mano y la cintura y lo
levantó rápidamente hacia la superficie. Una vez
fuera del agua, Xie Lian jadeó por respirar y
cuando se limpió el agua de la cara, vio que su
salvador no era otro que Hua Cheng.
Era bastante extraño, según el dicho común;
los muertos se hunden. Hua Cheng, que
técnicamente era un cadáver, debería haberse
hundido más rápido que Xie Lian. Sin embargo,
estaba flotando ligeramente y sin esfuerzo en la
superficie del agua. Inclinó la cabeza y miró a Xie
Lian.
—¿Estás bien?
Xie Lian asintió. La familiaridad de esta escena
repentinamente trajo recuerdos de una situación
similar que había sucedido no hace mucho
tiempo. Al instante, sintió que su cara se
calentaba. Con una mano envuelta alrededor de
Xie Lian, Hua Cheng usó su mano de repuesto
para moverse y deslizarse tranquilamente por el
agua.
—Gēge, aférrese a mí. Se hundirá si se suelta.
Sin palabras, Xie Lian asintió inexpresivamente
varias veces. No muy lejos de ellos, hubo una
oleada de movimientos en el agua y una hilera de
516
huesos con forma de cuerno subió a la superficie.
Como un grupo de tiburones, nadaban hacia ellos
con una velocidad increíble. Los cuatro Dragones
de Hueso que fueron derrotados por Xie Lian
estaban de regreso para vengarse.
Los rodearon con la mirada hambrienta de un
depredador y finalmente, después de que ya no
pudieron contenerse más, se zambulleron
brutalmente. Agarrando a Fang Xin con fuerza en
su mano, Xie Lian esperó el momento para
atacar. Por encima de él, Hua Cheng chasqueó
la lengua con fastidio.
Los Dragones de Hueso estaban casi al
alcance de un brazo para destrozarlos, pero al
escuchar el sonido, su intento de matar
desapareció instantáneamente. La boca llena de
dientes que estaba a punto de romper el cuello
de Xie Lian, en cambio, se acercó y le dio un
empujoncito a Fang Xin como si le diera unos
cuantos picotes.
Xie Lian estaba confundido.
Mientras él todavía flotaba allí estupefacto, las
cuatro criaturas corrieron con las colas entre las
piernas. Xie Lian se quedó sin habla, pero Hua
Cheng ya había continuado nadando.
—Gēge, ahora sabe. Si va a tener alguna
mascota en el futuro, definitivamente no
considere esas. Son basura inútil.
—... —¿Mascotas?
517
Xie Lian respondió dócilmente: —No, no estaba
considerando nada...
De repente, un Dragón de Hueso atravesó la
superficie del agua y se disparó directamente
hacia el cielo. Xie Lian levantó la vista y vio que
Shi Wu Du estaba sentado en la parte superior de
la cabeza de la criatura, con las manos unidas
para formar una agresiva posición de manos de
ataque. Su rostro estaba tenso, como si luchara
vigorosamente contra alguna fuerza. El océano
una vez pacífico y tranquilo ahora estaba dando
vueltas y girando.
Al no ver ninguna señal del Dios del Viento o de
los demás, Xie Lian gritó: —¡Señor del Viento!
¡Señor de la Tierra! ¡General Pei! ¡Dónde están!
Escudriñó sus alrededores bajo la tenue luz de
la luna. En lugar de encontrar a sus compañeros,
se encontró a sí mismo siendo tragado por una
enorme sombra. Se giró y sus ojos se agrandaron
al ver una gran ola que era tan alta como el cielo
cayendo en su camino. En el segundo siguiente,
cayó en una completa oscuridad.

Después de ser transportado por el flujo y


reflujo del océano durante mucho tiempo, Xie
Lian finalmente abrió los ojos.
518
Aunque no se sentó, podía sentir por debajo de
él que llegó a tierra. Mientras yacía allí,
recuperando su fuerza, levantó un brazo y vio que
su mano se había arrugado por el prolongado
remojo en el agua.
Sintió algo debajo de su cintura y cuando
inclinó la cabeza para mirar, se dio cuenta de que
el objeto era el brazo de Hua Cheng. A juzgar por
la posición de la figura que yacía junto a él,
parecía que Hua Cheng nunca lo había soltado.
Aunque ya se había despertado, Hua Cheng no
lo había hecho. Sus ojos seguían cerrados. Xie
Lian se sentó y le dio un suave codazo.
—¿San Lang? ¿San Lang?
Hua Cheng no respondió. Xie Lian le dio un
codazo otra vez mientras escaneaba sus
alrededores. Estaban en tierra, pero aparte de la
gran cantidad de árboles que se amontonaban
para formar un bosque interminable, no había
signos de muelles, personas o de alguien en
absoluto. En lugar de tierra firme, era más una
isla aislada. Por encima de todo, lo más
sorprendente fue que ya era de día. ¡Debían
haber flotado durante toda una noche! ¿En dónde
habrían terminado?
Después de pinchar repetidamente, Hua Cheng
todavía estaba profundamente dormido y no se
había movido ni un centímetro. Los fantasmas no
se ahogarían, al menos eso es lo que pensó Xie
519
Lian. Sin embargo, solo porque Hua Cheng no
podía ahogarse, no significaba que otras cosas
en el océano, como el esqueleto del pez
venenoso, no pudieran haberlo atacado. Por lo
tanto, Xie Lian le dio una palmada a Hua Cheng,
comenzando desde su pecho, hasta sus brazos y
hasta las piernas para asegurarse de que no
hubiera heridas. Sin embargo, aparte de
descubrir que Hua Cheng tenía un buen cuerpo,
no hubo otros hallazgos. Xie Lian no sabía qué
hacer y comenzó a preocuparse.
—San Lang, no bromees.
Ninguna respuesta.
En un momento de pánico, Xie Lian en realidad
apoyó la cabeza contra el pecho de Hua Cheng
en busca de un latido. Entonces, inmediatamente
se dio cuenta, ¿cómo podrían los fantasmas
tener latidos del corazón? Sin embargo, para su
sorpresa, en realidad lo escuchó. Xie Lian estaba
aturdido. Un pensamiento rápidamente vino a él.
Lógicamente, en su verdadera forma, Hua
Cheng no debería poder ahogarse, pero ahora se
había convertido en un humano de diecisiete-
dieciocho años, ¿entonces la misma regla
todavía se aplicaba?
Aunque sentía que Hua Cheng no era del tipo
que pasaba por alto este tipo de fallas, en
realidad no había otras explicaciones. No
importaba qué, él no fue capaz de despertarlo.
520
Después de un largo debate interno, Xie Lian
extendió la mano lentamente y la colocó
suavemente alrededor de la cara de Hua Cheng.
Las características de esta cara eran más que
impresionantes. Tomar el rostro de Hua Cheng
de esta manera y pensar en lo que iba a hacer a
continuación hizo que a Xie Lian le resultara
extremadamente difícil calmar su pobre corazón.
Sentado en esta posición enredada,
asegurándose de que no había nadie alrededor,
miró a Hua Cheng de nuevo. No había indicios de
que despertaría. Eso era todo. Se preparó y
apretó los dientes. Se las arregló para decir, en
apenas algo más que un susurro: —... Me
disculpo de antemano.
Su voz estaba prácticamente temblando
cuando lo dijo. Juntó las manos para hacer una
oración en silencio antes de agacharse con los
ojos cerrados y apretó los labios contra los de
Hua Cheng.
Al mismo tiempo, Hua Cheng de repente abrió
los ojos.

521
522
Capítulo 120
Espíritus unidos; bote-ataúd entra al Mar
del Demonio (parte uno)

S
in embargo, debido a que Xie Lian estaba
extremadamente nervioso y demasiado
consciente de sí mismo, sus ojos todavía
estaban fuertemente cerrados, haciéndolo
completamente ajeno a la situación en cuestión.
La última vez que intercambiaron aire bajo el
agua, fue Hua Cheng quien lo inició. Era
dominante y el beso fue profundo y después de
eso, Xie Lian no se atrevió a recordar el evento,
solo recordó que sus labios estaban hinchados y
adormecidos. Como esta vez estaba tomando la
iniciativa, fue muy cauto y solo colocó sus labios
suavemente sobre el otro, como si temiera
accidentalmente despertar a Hua Cheng si
ejercía demasiada fuerza. Pero después de
reflexionar, ¿no era su objetivo inicial despertar a
Hua Cheng? Si su beso fuera demasiado ligero y
el aire escapara de la pequeña brecha entre sus
labios, ¿no sería todo esto en vano?

523
Por lo tanto, Xie Lian mantuvo los ojos cerrados
y, mientras recitaba los extractos del Sutra de
Ética a la velocidad del rayo, se alejó e inhaló
suavemente antes de presionar sus labios contra
los de Hua Cheng una vez más.
Esta vez, el beso fue mucho más profundo que
el anterior. Xie Lian capturó completamente los
labios finos y fríos de Hua Cheng y sopló
suavemente aire adentro.
En ese proceso, sus ojos estuvieron cerrados
todo el tiempo, sin atreverse a mirar y después de
haber dado entre cinco y seis respiraciones,
pensó que tal vez debería presionar un poco el
pecho de Hua Cheng, pero quien hubiera sabido
que en el momento en que abrió los ojos, estaba
mirando directamente al propio par de ojos
abiertos de Hua Cheng.
—...
—...
Las manos de Xie Lian todavía estaban
sosteniendo las mejillas de Hua Cheng y sus
labios se acababan de separar, la sensación de
suave y blando entumecimiento aún permanecía.
En un instante, fue como si los dos se convirtieran
en estatuas de piedra, como si con solo una brisa
fueran a hacerse añicos. Xie Lian, por supuesto,
estaba petrificado, pero Hua Cheng, que siempre
había permanecido despreocupado ante todo
estaba igualmente aturdido.
524
Xie Lian realmente no sabía cómo no había
muerto por toda la sangre que corría por su
cabeza y fue un buen momento antes de que
dijera: —San Lang, estás despierto.
Hua Cheng no habló.
Xie Lian al instante dejó caer sus manos y saltó
hacia atrás unos pocos pies.
—... ¡NONONONNONO! NONONONONNO!
¡NO ES LO QUE PIENSAS! SOLO QUERÍA…
¿Qué? ¿¿Entregar aire??
¿Los fantasmas demoniacos necesitaban aire?
¡Incluso él mismo no lo creería si lo dijera en voz
alta!
Las palabras se atascaron en la garganta de
Xie Lian y Hua Cheng también se levantó,
extendiendo una mano hacia él como forzándose
a calmarse.
—... Dianxia, usted, solo cálmese primero.
Xie Lian sostuvo su cabeza entre sus manos,
toda su persona era un desastre y al final, juntó
sus manos como si estuviera orando y se inclinó
locamente ante Hua Cheng.
—¡¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO
SIENTO!!
Habiendo gritado sus disculpas, se dio la vuelta
y corrió, huyendo de la escena. Hua Cheng
finalmente volvió a sí y se puso de pie,
persiguiéndolo, gritando desde atrás.
—¡DIANXIA!
525
Xie Lian se tapó los oídos y gritó su penitencia
mientras corría.
—¡¡¡Lo siento!!!
¡Morir! ¡Solo quería morir! ¡Si no podía morir,
simplemente cavar un agujero en algún lugar y
fingir estar muerto!
Corrió rápidamente y al instante atravesó la
espesura del bosque. Mientras corría, de repente,
algo que parecía una flecha afilada vino volando
hacia él. Xie Lian pudo haber estado bajo una
gran conmoción, pero aún así no le faltaban sus
habilidades y atrapó un pedazo de hueso con un
barrido de su mano. Se detuvo bruscamente y
miró hacia donde venía el ataque, pero no había
nada allí, solo ramas sacudiéndose. Había
peligro en los arbustos, e inmediatamente se
calmó, se dio la vuelta y corrió.
—¡San Lang!
Hua Cheng ya lo seguía de cerca y la vuelta de
Xie Lian casi lo hizo correr hacia su abrazo. Xie
Lian lo tomó de la mano y salió corriendo del
bosque.
—¡Corre, hay algo en el bosque!
Hua Cheng, quien lo perseguía, ahora fue
arrastrado hacia donde vinieron. Solo cuando
regresaron a la playa, Xie Lian dejó escapar un
suspiro de alivio.
—No somos seguidos, uff. Gracias a los cielos.

526
Hua Cheng también comentó: —Hum. Hay
algunas cosas pequeñas en esta isla, pero no se
preocupe, no nos seguirán aquí.
Al escuchar esto, Xie Lian recordó al instante,
¿cómo podría Hua Cheng tener miedo de esas
cosas? Luego miró hacia abajo y todavía estaba
agarrando su mano, Xie Lian se congeló de
nuevo, soltándose apresuradamente y saltó a un
lado.
Con algo de distancia entre los dos, ambos
estuvieron en silencio por un momento antes de
que Hua Cheng suspirara y tirara del cuello de su
ropa.
—Gracias a los cielos que me rescató antes.
Un cuerpo humano realmente es bastante
inconveniente, simplemente con ir al mar me
ahogaría con bocados de agua salada.
Asqueroso.
Xie Lian no era tonto. Sabía que Hua Cheng le
estaba dando una salida fácil pero solo podía
seguirle y murmuró vagamente con la cabeza
inclinada.
—No es nada, no te preocupes por eso.
Después de una pausa, Hua Cheng agregó:
—Pero, Gēge no lo hizo correctamente.
Xie Lian se sorprendió y le preguntó con
inquietud: —¿No fue así? Yo... yo pensé que solo
necesitaba soplar un poco de aire.

527
—Sí. Eso es incorrecto. —Hua Cheng
respondió—. No le haga esto a nadie más tan
casualmente en el futuro, de lo contrario...
De lo contrario, no solo no salvaría una vida,
sino que podría acabar con ella. Hablaba en un
tono tan serio que Xie Lian se sentía bastante
avergonzado. Menos mal que nunca había hecho
algo así antes, de lo contrario realmente estaría
cometiendo pecados.
Juró apresuradamente: —No lo haré, no lo
haré.
Hua Cheng asintió, luego sonrió. Aunque Xie
Lian realmente quería pedirle a Hua Cheng
algunas instrucciones sobre cómo debía hacerse,
no se atrevió a hablar más sobre el tema. Lo
anotó esto mentalmente y miró a su alrededor.
—¿Es esta isla realmente una isla desierta sin
un rastro de gente?
—Por supuesto. —Hua Cheng respondió—.
Este es el corazón de la Guarida del Demonio
Agua Negra, la isla de Agua Negra.
Estaba muy confiado. Xueyu Tanhua y Heishui
Chenzhou debían haberse conocido mutuamente
y Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿has estado
aquí antes?
Hua Cheng negó con la cabeza.
—Nunca. Pero sé de esta isla.
Xie Lian frunció el ceño.

528
—Me pregunto a dónde se han ido el Señor del
Viento y los demás, si están en la isla también.
Este lugar era la Guarida del Demonio Agua
Negra en el Mar del Sur, su dominio. El dominio
principal de Pei Ming era el norte, el Señor de la
Tierra no era un dios marcial y no había
necesidad de hablar sobre la condición en la que
se encontraba el Señor del Viento. Si ocurriera
algo, incurrirían en la ira del Demonio Agua Negra
Xuan, el único que podría contraatacar sería el
Señor del Agua. Sin embargo, quién sabe cuándo
llegaría la Calamidad Celestial de Shi Wu Du, por
lo que la situación actual no parecía muy
optimista.
Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿ese Demonio
Agua Negra Xuan tiene mal genio? Si los
Oficiales Celestiales se entrometieran
accidentalmente en su dominio y entraran a su
casa, ¿qué haría él?
—Es difícil de decir —dijo Hua Cheng—, pero,
Gēge debería haber escuchado ese dicho antes
también. Rojo manda la tierra; Negro domina los
mares. Aquí en la Guarida del Demonio Agua
Negra, incluso yo tengo que vigilar mis pasos.
No solo porque este era el dominio principal de
Agua Negra, sino también, como un supremo a
otro, Hua Cheng debería dejar al otro algo de
dignidad para que aún pudieran interactuar en el
futuro.
529
—Entonces es mejor que nos vayamos de aquí
pronto —dijo Xie Lian.
Casi rodearon la isla, pero los dos no volvieron
a entrar en el bosque. Xie Lian llamó unas
cuantas veces, pero no escuchó al Señor del
Viento ni a nadie más responder.
—Tal vez no se dirigieron a la Isla de Agua
Negra —Hua Cheng propuso.
Los dos volvieron al lado de la playa. La
superficie del mar todavía estaba cargada de
tristeza. Xie Lian recogió un tronco del suelo y lo
arrojó lejos en la distancia. Un tronco como ese
técnicamente debería flotar en el agua, sin
embargo, sobre la superficie del mar a unos
metros, se hundió instantáneamente.
Xie Lian miró hacia atrás a ese bosque espeso
y dijo: —Parece que sería inútil construir una
canoa. El conjuro de Acortamiento de Distancia
tampoco funcionará aquí, ¿cómo crees que
deberíamos salir de esta isla?
—¿Quién dice que es inútil? —Dijo Hua Cheng.
—Pero, solo la madera de ataúd que alberga a
un difunto puede flotar en esta Guarida del
Demonio Agua Negra... —Antes de que
terminara, recordó de inmediato. Madera de
ataúd. Había árboles por todas partes; ¿un
difunto? Había uno justo delante de sus ojos.
Precisamente, Hua Cheng sonrió: —¿No
estará bien una vez que esté dentro?
530
Aunque estaba sonriendo, el corazón de Xie
Lian se apretó por alguna razón.
Hua Cheng aplanó su palma y la cimitarra E-
Ming apareció dentro de esa palma. Como dijeron
que lo harían, se fueron directamente al trabajo y
los dos empezaron a recolectar materiales. Como
no se adentraron en el bosque, no se encontraron
con ninguna criatura en emboscada y pronto
lograron talar una serie de árboles. Todo un día
de trabajo pasó en un abrir y cerrar de ojos y el
cielo ya estaba oscureciendo. Los dos dividieron
el trabajo y lucharon entre sí para asumir tareas,
por lo que su eficiencia fue sorprendentemente
alta. Por la noche, el ataúd estaba prácticamente
construido.
A lo largo de todo el viaje, Xie Lian solo se
había comido medio bollo al vapor y ya estaba
hambriento, pero cuanto antes se hacía el ataúd,
más pronto podrían salir, así que una vez que el
ataúd estuviera construido, él encontraría una
excusa para ir a pescar. Sin embargo, dentro de
las aguas de la Guarida del Demonio Agua
Negra, ¿cómo podría haber peces? Al regresar
con las manos vacías, Xie Lian se volvió hacia el
borde del bosque y recogió algunas frutas
silvestres de las áreas no peligrosas. Quién
sabría que cuando regresó, Hua Cheng ya había
iniciado una pequeña fogata; se sentó junto al
fuego, con una mano apoyada en su mejilla,
531
mientras que la otra sostenía una rama, una
liebre salvaje clavada sobre ella estaba siendo
asada.
Esa liebre salvaje ya estaba limpia, su piel
estaba asada de tal manera que goteaba jugo,
crujiente y dorado, el olor de la carne era
fragante, sumamente atractivo. Una vez que vio
que Xie Lian había regresado, Hua Cheng sonrió
y movió su mano, pasando la rama. Xie Lian lo
tomó e intercambió los frutos silvestres por esta.
—Todos estos son comestibles.
Los dos todavía estaban mojados y goteando y
aparte de que estaban empapados en el agua de
mar, sus ropas también estaban húmedas de
sudor. Sin embargo, ambos tenían un
entendimiento tácito y no mencionaron nada
sobre quitarse la ropa para secarlas. La carne de
esa liebre salvaje estaba crujiente por fuera, pero
tierna por dentro y después de haberla mordido
ligeramente, Xie Lian podía sentir sus dientes
sintiendo la quemadura, pero aun así no podía
dejar de morder la carne, el sabor permanecía en
sus labios. Incluso así, Xie Lian dividió la porción
en dos y le dio la otra a Hua Cheng antes de
suspirar con asombro: —San Lang tiene
habilidades tan sorprendentes.
Hua Cheng se rió.
—¿En serio? Entonces, gracias, Gēge, por el
cumplido.
532
—Es cierto. —Xie Lian dijo—. Ya sea en la
carpintería o en la cocina, nunca he conocido a
nadie mejor que tú. Ese alguien especial, noble y
amable tuvo mucha suerte.
Cuando dijo esto, actuó como si estuviera muy
concentrado en comerse la liebre, pero Hua
Cheng pareció quedarse en silencio. Fue un
momento después que la suave voz de Hua
Cheng llegó.
—El que pudiera conocer a esa persona, fui yo
quien tuvo suerte.
—...
Xie Lian no sabía qué decir y pareció
concentrarse aún más en comer. Pasó un tiempo
hasta que se dio cuenta de que Hua Cheng lo
estaba llamando.
—Gēge, Gēge.
Aturdido, Xie Lian respondió: —¿Eh?
Hua Cheng le pasó un pañuelo y fue entonces
cuando Xie Lian se dio cuenta de que estaba
masticando demasiado fuerte y la mitad de su
cara estaba cubierta de grasa, extremadamente
tonto. Al instante se sintió avergonzado y alcanzó
el pañuelo para limpiarse. Hua Cheng le pasó
también la otra mitad de la liebre asada.
—Gēge debe estar hambriento, no se apresure.
Xie Lian tomó la liebre asada y se quedó un
poco aturdido por un momento, pero al final no
pudo contenerse y preguntó: —San Lang, ¿qué
533
tipo de persona es ese alguien especial? ¿Cómo
es que todavía no le has conquistado?
Él creía genuinamente que, si Hua Cheng
quería a alguien, no habría nadie en esta tierra
que pudiera luchar contra sus avances. Sin
embargo, ese día Hua Cheng había dicho que
todavía no había conquistado a esa persona, por
lo que no podía evitar sentirse más adusto, un
extraño sentimiento hacia esta persona, que el
Rey Fantasma deseaba, crecía. Tal vez fue
porque sintió que la otra parte no tenía buen
gusto o quizás esta lo estaba dando todo por
sentado.
Hua Cheng respondió: —Está bien si Gēge lo
encuentra divertido. La verdad es que tengo
miedo.
Ya fuera por una sensación de injusticia, o por
temor a que Hua Cheng se estuviera
despreciando, Xie Lian respondió con tono serio:
—¿A qué hay que temer? Eres un Rey Fantasma
Supremo, Xueyu Tanhua.
Hua Cheng se echó a reír a carcajadas.
—¿Qué Rey Fantasma de mierda? Si
realmente fuera tan increíble, no habría sido tan
impotente cuando la gente me humilló hace
cientos de años, jajajaja...
—Bueno, no puedes decirlo así —dijo Xie
Lian—. Todos tuvieron que pasar por eso para
crecer....
534
Pero justo cuando lo dijo, recordó que cuando
ascendió por primera vez, él no parecía haber
experimentado humillación y se aclaró la
garganta ligeramente.
—Esa persona me vio en mi peor momento
—dijo Hua Cheng.
—Entonces tengo mucha envidia de eso
—respondió Xie Lian. Al oírlo decir eso, Hua
Cheng miró por encima. Xie Lian dejó de comer y
dijo suavemente—: Pero, puedo más o menos
entender... tus sentimientos. —Después de una
pausa, continuó—: También hubo un período de
tiempo en mi vida en que no fue fácil y durante
ese tiempo, constantemente pensaba que, si
alguien fuera testigo de mí, quien rodó en el lodo
y no podía levantarse, pero todavía pudiera
amarme por lo que era, sería genial. Pero, no sé
si hay alguien así y tampoco me atrevo a mostrar
esa parte de mi pasado a nadie.
»Pero, si es alguien a quien San Lang anhela,
creo que, incluso si esta persona te viera en tu
peor momento, no diría algo como; ah, después
de todo, no eres tan bueno.
Su rostro se volvió solemne: —Para mí, el que
está en la gloria infinita eres tú; el caído de la
gracia también eres tú. Lo que importa eres tú y
no cómo eras.
»Yo... admiro mucho a San Lang, así que
quiero entender tu todo. Entonces, siento mucha
535
envidia de que alguien ya haya conocido esa
parte de ti. Es un vínculo que solo viene por
casualidad y no se puede forzar y, si ese vínculo
debe continuar, es tres partes voluntad del
destino y siete partes de valor.
Esa fogata crepitaba profundamente y durante
un buen rato, los dos permanecieron en silencio.
Xie Lian se aclaró suavemente la garganta y se
frotó la frente.
—¿Dije demasiado? Qué vergonzoso.
—No, lo que dijo fue bueno. Muy en lo correcto
—respondió Hua Cheng. Xie Lian dejó escapar
un suspiro de alivio y rápidamente volvió a
masticar su liebre salvaje. Hua Cheng agregó—:
No solo eso, sino que también hay muchas otras
razones.
Xie Lian sintió que habló demasiado y quería
terminar el tema de inmediato. Además,
simplemente no podía entender por qué dijo tanto
antes y ¿por qué animar a Hua Cheng a perseguir
con valentía a su persona amada? No era como
si fuera él Oficial Celestial a cargo del matrimonio,
por lo que solo pudo murmurar una respuesta:
—Hum...
Después de ese discurso, el aire entre los dos
parecía bastante delicado y rápidamente
terminaron de comer para continuar su labor.
Pronto, ese ataúd fue hecho oficialmente.

536
Hua Cheng empujó el ataúd recién construido
en el agua y luego saltó dentro ligeramente,
sentándose dentro. Un trozo de madera así de
largo y pesado realmente flotaba en el agua y no
se hundía. Ese ataúd no era amplio de ancho y
cuando Xie Lian levantó sus túnicas para entrar,
no sintió que hubiera suficiente espacio para
sentarse. En ese momento, rugidos de truenos
resonaron en el cielo y aparecieron nubes
sombrías. Los destellos violáceos de un rayo se
extendieron débilmente, los sonidos de
explosiones estallaron junto a los oídos
inesperadamente aquí y allá. Delgados hilos de
lluvia llegaron cayendo del cielo y pronto llegaron
más y más gruesos. Parecía que se acercaba
una tormenta.
Afortunadamente, los dos no se relajaron
mientras trabajaban, incluso construyendo una
cubierta para el ataúd, de lo contrario no tardaría
mucho en llenarse de agua de lluvia una vez que
se empujara al mar y se hundiera en las
profundidades.
Los dos se miraron y Xie Lian dijo en voz baja:
—Lo siento.
Hua Cheng tampoco dijo nada más y se acostó
dentro del ataúd. Xie Lian entró también y cerró
la tapa. Como si la luz se apagara, se hundieron
en la oscuridad.

537
El ataúd entró en el mar y flotó errante por un
rato. Afuera, una lluvia torrencial golpeaba la
cubierta; dentro, los dos no dijeron una palabra.
Al estar aplastados en un espacio estrecho, sus
cuerpos no podían evitar ser presionados con
fuerza entre sí, permitiendo a las olas empujar y
tirar. Xie Lian usó una mano para empujar contra
el borde del ataúd para estabilizarse, con la
esperanza de hacer más espacio, su cabeza
golpeando ligeramente contra la madera.
Hua Cheng luego se estiró, apoyó su mano en
la espalda de Xie Lian y lo presionó contra su
pecho, su otra mano protegiendo su cabeza. Xie
Lian ni siquiera se atrevió a respirar
ásperamente.
—San Lang... ¿qué tal si cambiamos?
—¿Cambiar qué? —Preguntó Hua Cheng.
—... Tú encima y yo debajo —respondió Xie
Lian.
—¿No es lo mismo estar encima o debajo?
—Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian temió que pesara demasiado y dijo:
—Este viaje nos tomaría por lo menos un día. Tu
cuerpo en este momento solo tiene diecisiete o
dieciocho años, ¿verdad? Después de todo, soy
un dios marcial, muy pesado... —Antes de que
terminara sus palabras, agregó: —¡San Lang, no
te agrandes de repente!

538
Aunque era difícil de ver en la oscuridad, aun
así, podía sentir que Hua Cheng se presionaba
contra él y se transformaba y aunque ese cambio
fue mínimo, aún lo percibía y asumió que
probablemente Hua Cheng se había
transformado nuevamente a su verdadera forma.
Efectivamente, cuando Hua Cheng habló de
nuevo, su risa fue en una voz más profunda,
verdaderamente la voz de su auténtica forma. Xie
Lian se recostó sobre su pecho, indefenso, pero
después del cambio, esa incomodidad
desconocida se aligeró un poco. Levantó la
pierna ligeramente, con la esperanza de mover
su cuerpo y cambiar de posición, pero de repente
Hua Cheng dejó de reír y dijo con voz oscura:
—No se mueva.
Xie Lian se congeló. En ese momento, hubo un
gran sonido y el ataúd en el que se encontraban
los dos se hundió violentamente. Xie Lian estaba
desconcertado.
—¡¿Qué está pasando?!
Poco después, hubo otro sonido rugiente y los
dos a la fuerza se voltearon dentro del ataúd.
Parecía que toda la canoa de ataúd había girado.
Gracias a los cielos, no hubo fugas, pero eso no
podría garantizarse si hubiera varios giros. Hua
Cheng presionó sobre él.
—Algo tiene un ojo sobre esta canoa de ataúd.

539
540
Capítulo 121
Espíritus unidos; bote-ataúd entra al Mar
del Demonio (parte dos)

J
usto cuando las palabras salieron de sus
labios, los dos repentinamente se sintieron
ligeros una vez más y sus posiciones
cambiaron de estar acostados a posición vertical,
¡ese bote de ataúd se levantó bruscamente y se
hundió rápidamente, lanzándose con fuerza
hacia abajo!
Hua Cheng tenía sus brazos apretados
alrededor de la cintura de Xie Lian, su otra mano
cubría su cabeza y exclamó: —¡Agárrese fuerte
de mí!
Si esto fuera en el exterior, incluso si todos los
giros fueran ser tres veces más violentos, Xie
Lian podría lidiar con eso, pero el problema era
que estaban atrapados dentro de un espacio
estrecho y angosto, con sus extremidades
incapaces de estirarse y no sabían lo que estaba
sucediendo afuera. Tenso y ansioso. Xie Lian se
preguntó: —¿Qué pasa si el ataúd se rompe?

541
542
—No se preocupe. Incluso si se rompe, estoy
aquí, usted no se hundirá—dijo Hua Cheng.
En este momento, ambos estaban presionados
el uno contra el otro firmemente, las palabras de
Hua Cheng se pronunciaron a través del roce de
sus labios sobre el cabello de Xie Lian y Xie Lian
casi pudo sentir el ligero temblor en su manzana
de Adán, su mente se desvió. Entonces, su
atención fue robada por otra ola de violento
balanceo. Era como si este bote se hubiera
convertido en un juguete al que un niño pequeño
empujaba, sacudiendo y balanceando sin cesar.
Sin ninguna otra opción, Xie Lian abrazó a Hua
Cheng con una mano y la otra se mantuvo en el
borde del ataúd.
En medio de ese caos, los dos se sumergieron
y cayeron, se voltearon y colgaron en quién sabe
cuántas posiciones diferentes, golpeando
profundamente en todo tipo de partes entre ellos,
frotándose completamente el uno con el otro. A
pesar de que Hua Cheng tenía la apariencia de
un hombre joven, solo después de haberse
revolcado de esa forma, Xie Lian se dio cuenta
de que Hua Cheng era sólido y duro de arriba a
abajo. Xie Lian se estaba quedando atónito ante
este tormento y cuando la sensación finalmente
se desvaneció por un momento, descubrió que
Hua Cheng estaba ahora encima de él,
presionando pesadamente, sofocándolo.
543
Con grandes dificultades, Xie Lian levantó una
mano y agarró el brazo del que Hua Cheng se
estaba sosteniendo junto a su cuerpo y gimió
suavemente, su cabeza dando vueltas.
—¿Ya terminó…?
Por alguna razón, Hua Cheng no respondió. Sin
embargo, antes de que Xie Lian terminara su
oración, su respiración de repente paró. Porque,
de repente, se dio cuenta que cierta parte de su
cuerpo estaba experimentando un cambio
impensable.
—...................
En un instante, Xie Lian se sentía más
incrédulo que si viera florecer un árbol de acero.
Al menos, si veía florecer un árbol de acero, su
mente no estaría tan en blanco.
Una horrorosa vergüenza y torpeza lo
golpeaban más violentamente que la tempestad
golpeando el ataúd afuera. Xie Lian se apresuró
a cerrar las rodillas, pero quién hubiera sabido
que este gesto no estaba del todo bien, haciendo
que Hua Cheng gruñera bruscamente.
—¡No se mueva!
En una situación tan grave, Xie Lian soltó:
—¡No! ¡San Lang... no, no me toques!
Después de un breve momento de silencio,
Hua Cheng dijo con voz profunda: —Muy bien.
Salgamos de aquí.

544
Fue como si lo hubieran liberado y gritó:
—¡VAMOS!
De repente, atacó otra viciosa ingravidez, ¡y el
ataúd que contenía a los dos fue arrojado al aire!
Al mismo tiempo, Hua Cheng y Xie Lian
golpearon sus palmas a ambos lados del ataúd y
al instante se partió en pedazos. Los dos salieron
del bote y saltaron bajo la luz de la luna. Xie Lian
miró hacia atrás y vio a un dragón de agua
gigante colgando trozos de ese ataúd en la boca,
rugiendo en la lluvia torrencial, mostrando sus
dientes afilados, como si estuviera enfurecido
porque creía que el cofre estaba lleno de comida.
Debió haber sido ese dragón de agua que en ese
entonces tiraba de su boca el bote-ataúd,
rompiendo aquí y doblando allá.
Ese bote-ataúd había ido al mar al principio y
navegó por un tiempo, pero fue arrastrado por
ese dragón de agua. Los dos aterrizaron y
regresaron a la Isla de Agua Negra una vez más.
De vuelta en la playa, había dos figuras más, eran
el Señor del Agua Wu Du y el General Pei. Shi
Wu Du todavía tenía su sello espiritual fuera,
haciendo señas a la lluvia y los vientos como si
fuera a convocar a ese dragón de agua. Pei Ming
le dio una palmada en el hombro.
—¡Shui-shixiong! Solo tómalo con calma,
¿quieres? Esta ronda ha terminado, pero quién

545
sabe cuándo llegará la próxima ronda, así que
solo guarda energía por ahora.
Resultó que esa repentina lluvia torrencial en
este momento era el acompañamiento a la
Calamidad Celestial de Shi Wu Du. La tormenta
se estaba calmando y Shi Wu Du lanzó su mano,
volviéndose hacia Hua Cheng y Xie Lian,
preguntando: —¿Qué sucede con ustedes dos?
—...
Pei Ming dijo: —Sí, Dianxia. ¿Por qué no se
explican? ¿Qué está pasando? ¿Qué están
haciendo ustedes dos ahí dentro?
Cuando el bote del ataúd explotó, la posición
de su fuerte abrazo estaba abierta para que todos
lo vieran. Xie Lian parpadeó y estaba a punto de
hablar cuando, de repente, se dio cuenta de que
tanto él como Hua Cheng, después de haberse
volcado dentro del estrecho bote-ataúd, tenían el
pelo desordenado y la ropa despeinada,34 lo que
parecía tan inadecuado como uno podría
imaginar. Y después de haber limpiado la lluvia
de su cara, sus mejillas todavía ardían.
Hua Cheng dio un paso adelante,
protegiéndolo. Un momento después, Xie Lian se
aclaró la garganta suavemente,
—... No pasa nada. Solo... el ataúd era
demasiado pequeño.
Shi Wu Du estaba desconcertado.
34
Es un juego de palabras.
546
—No estaba preguntando por eso.
Pei Ming señaló todas las piezas de madera
que dejaron en la playa y preguntó: —El ataúd fue
hecho en este lugar, ¿verdad? ¿Por qué no
construyeron uno más grande?
El diseño del bote-ataúd fue decidido tanto por
Hua Cheng como por Xie Lian y en ese momento
parecía que ninguno de los dos pensaba en
hacerlo más grande, por lo que Xie Lian solo
podía reírse torpemente.
—...Tiene razón. Jaja jaja ¿Mis señores acaban
de llegar a esta isla?
—Eso es correcto. —Pei Ming respondió—.
Shui-shixiong luchó contra las corrientes de esta
Guarida del Demonio Agua Negra y acabamos de
llegar a esta isla. No esperaba ver un ataúd
flotando en la superficie de los mares de la
Guarida del Demonio Agua Negra, qué cosa tan
curiosa.
Xie Lian pudo sentir su corazón latiendo y
sonrió.
—Realmente muy curioso.
—Tú —dijo Shi Wu Du. Se volvió hacia Hua
Cheng y entrecerró los ojos—. En el barco, ¿no
dijiste que solo la madera de ataúd que
transportaba a un difunto no se hundiría en la
Guarida del Demonio Agua Negra?
Pei Ming sacó su espada y dijo tranquilamente.

547
—Exacto. Ahí está el ataúd de madera, pero
¿dónde está el difunto?
Hua Cheng también sonrió.
—Si estás tan preocupado por quién está
muerto, te sugiero que te mates.
Pei Ming le apuntó con la espada.
—Qué arrogancia. ¡Como se esperaba de
Xueyu Tanhua!
Como se sospechaba ya lo había adivinado.
Hua Cheng se echó a reír y, al ver que empezaba
una pelea, Xie Lian se movió frente a Hua Cheng.
—Señores, por favor, cálmense. No hay que
preocuparse, San Lang está en este viaje por
generosidad.
—¿San Lang? —Pei Ming se preguntó—.
Nunca he oído hablar sobre en qué posición
estaba Xueyu Tanhua en su casa.35 ¿Generoso?
Dianxia, ¿está seguro de que esa es la palabra
para describirlo?
Shi Wu Du tenía que ser el centro de atención,
así que empujó a Pei Ming a un lado y dijo
bruscamente: —¿Eres tú el que está arruinando
las cosas en este viaje? ¿Cuál es tu intención de
atraernos aquí a la Guarida del Demonio Agua
Negra? ¿Dónde está Qing Xuan?
—Este es el territorio de otra persona, ¿crees
que quiero estar aquí? —Respondió Hua Cheng.

35
San Lang significa tercer hijo.
548
Xie Lian ya estaba acostumbrado a este tipo de
situaciones y cambió el tema con facilidad.
—¿No se ha encontrado todavía al Señor del
Viento? ¿El General Pei no fue a buscarlos?
Pei Ming abrió los brazos y dijo: —Al principio
los teníamos, pero una ola gigante de Shui-
shixiong vino y los llevó lejos.
—No te confundas, Pei-xiong. —Shi Wu Du
dijo—. No puedo levantar olas. Esas criaturas en
el mar seguían viniendo una tras otra, ¡no podías
encontrarlos en primer lugar!
Xie Lian dijo rápidamente: —Cálmense,
Cálmense. Hum... el Señor del Viento está junto
con el Señor de la Tierra, por lo que no debería
haber grandes problemas.
Shi Wu Du se quejó: —¿Señor de la Tierra?
¡Qué de bueno tiene el Señor de la Tierra!
Mediocre y promedio, tampoco es un dios
marcial, sus poderes espirituales ni siquiera son
tan fuertes como los de Qing Xuan.
Entonces, pareció recordar de repente que Shi
Qing Xuan ya no poseía ningún rastro de poderes
espirituales y se sintió afligido, quedándose
callado. Xie Lian, sin embargo, pensaba que
todas las corrientes espirituales tenían su
objetivo, así que, aunque Ming Yi no era un dios
marcial y sus poderes espirituales no eran
exactamente fuertes, no era tan horrible como lo
describió el Señor del Agua. Además, las
549
habilidades que el Señor de la Tierra demostró
esa vez en el Paso BanYue no eran tan malas;
incluso si él no era el mejor, tampoco era el peor.
Pei Ming también dijo: —No te preocupes
demasiado todavía. Mientras no se encuentren
con el Demonio Xuan, el Señor de la Tierra
debería poder encargarse de las cosas.
Hua Cheng se rió.
—La Calamidad Celestial ya te está
persiguiendo por todas partes, luchando contra ti.
Hiciste un gran lío en su guarida, ¿y realmente te
atreves a esperar que el Señor de la guarida no
se haya dado cuenta?
De repente, la cara de Shi Wu Du se contrajo y
sacó un medallón dorado de longevidad del
cuello de su túnica. Pei Ming preguntó: —Shui-
shixiong, ¿sucedió algo?
Ese medallón dorado de longevidad parecía
estar vibrando en su palma y Shi Wu Du dijo:
—Qing Xuan está cerca... ¡y está herido!
Xie Lian echó un vistazo a ese medallón dorado
y se veía exactamente igual al que Shi Qing Xuan
llevaba ese día, el que se quitó para construir la
matriz de protección y se dejó atrás al final.
—¿El Señor del Viento sigue usando ese
medallón de longevidad? Recuerdo que se lo
quitó antes.
—Lo recogí y lo puse alrededor de él otra vez
—dijo Shi Wu Du.
550
Resultó que, esos dos medallones de
longevidad fueron forjados por el núcleo dorado
de los dos hermanos. Cuando estaban cerca uno
del otro y uno estaba herido, los medallones se
llamaban unos a otros y cuanto más cerca
estuvieran el uno del otro, más fuerte era el
llamado. Esto no era un hechizo, sino un atributo
natural, por lo que no fue afectado por los
poderes de la Guarida del Demonio. Shi Wu Du
sacó el medallón de la longevidad de alrededor
de su cuello y colgó la cadena de su mano,
sosteniendo su brazo recto y lentamente giró en
un círculo. Cuando miraba a cierta dirección, la
vibración de ese medallón dorado se hacía más
fuerte de repente.
Era la dirección hacia el bosque, hacia el
profundo corazón insondable de esta isla
solitaria. Shi Wu Du dijo sombríamente: —Parece
que Qing Xuan está en esta isla en este
momento.
Luego, se dirigió en grandes pasos hacia ese
bosque. Naturalmente, Pei Ming lo siguió. Xie
Lian los contempló, ya que los Señores del Viento
y la Tierra estaban ambos en la isla y el Señor del
Viento parecía estar herido y sangrando, debían
ser encontrados ellos primero y preocuparse por
el resto más tarde.

551
—Mis señores, hay secuaces escondidos
dentro del bosque, tengan cuidado de una
emboscada.
Hua Cheng los siguió también y Xie Lian iba a
agarrar su mano al principio, pero luego recordó
su estado vergonzoso dentro del bote de ataúd y
la mano extendida se contrajo a pesar de su
voluntad. Al final, tiró de la manga de Hua Cheng,
sin atreverse a mirar la cara del otro. Pei Ming,
sin embargo, miraba hacia atrás con frecuencia y
parecía estar muy interesado.
—Xueyu Tanhua, Dianxia, ustedes dos
realmente están pegados como goma. Un Rey
Fantasma como tú nos sigue tan abiertamente,
¿ni siquiera vas a intentar evitar las sospechas?
Xie Lian respondió lánguidamente: —¿Qué
está diciendo el General Pei? Bajo estas
circunstancias, es menos sospechoso si él viene.
De lo contrario, si mis señores se encontraran
con algún peligro, ¿cómo puede esperar limpiar
su nombre si mis señores sospechan de él?
—Él tiene el título de Supremo, entonces ¿cuál
es la diferencia si está frente a nuestros ojos o
no? ¿No sería fácil para él simplemente crear un
clon? —Dijo Pei Ming.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, un sonido agudo rasgó el aire. Pei Ming
levantó la mano y atrapó una flecha sigilosa.

552
—¡Así que hay algo que estaba cerca! Shui-
shixiong, ten cuidado...
Antes de que terminara de hablar, se
escucharon más silbidos y varias flechas
sigilosas vinieron volando hacia él.
Cling Clang.
Pei Ming levantó su espada y se preguntó con
molestia: —¿Qué demonios?
Shi Wu Du se echó a reír a carcajadas.
—Pei-xiong, ¡creo que es mejor que te cuides!
—Luego aceleró el paso.
Si solo fueran esas flechas como emboscada
desde algún lugar oculto, sería nada que temer,
solo que era realmente molesto. Irritado, Pei Ming
aplastó un campo de arbustos y pronto agarró
algunos pequeños secuaces.
—¡Ustedes tienen agallas!
Esos pequeños fantasmas parecían escuálidos
y de piel enfermiza, el tipo más bajo de secuaces
y, colgando de su mano, estaban aterrorizados,
pidiendo clemencia. Después de todo, solo
estaban vigilando la puerta, por lo que los
intrusos que luchaban no podían ser alejados.
Después de asustarlos con algunas palabras, Pei
Ming los dejó ir. Sin embargo, cuando se
encontraron con otros más astutos y viciosos más
tarde, Pei Ming los aplastó en una bola y los hizo
gotear mientras se abrían camino. Los cuatro
apartaron las ramas y se abrieron paso en los
553
arbustos a través del espeso bosque, caminando
por quién sabe cuánto tiempo, pero el medallón
dorado en la mano de Shi Wu Du lloraba cada vez
más fuerte. Finalmente, llegaron a una gran área
vacía en medio del bosque.
El corazón del bosque era un lago y los cuatro
caminaron hacia él.
De repente, Pei Ming dijo: —Xueyu Tanhua, si
sigues con esta broma ya no podré tolerarte más.
—Tanto Hua Cheng como Xie Lian lo miraron,
luego se miraron el uno al otro. Pei Ming frunció
el ceño—. Si quieres pelear, desafíame como
hombre. Pei no es como esos treinta y tres
Oficiales Celestiales, no te tengo miedo.
Empujarme de vez en cuando no tiene sentido.
Hua Cheng levantó las cejas.
—Gēge, tiene que creerme. Eso no tiene nada
que ver conmigo.
Xie Lian intervino: —General Pei, él no juega
esas bromas sin sentido.
Pei Ming dudaba.
—¿En serio?
Xie Lian se alarmó.
—Tenga cuidado, podría ser algo más en esta
isla lo que causa problemas.
Pei Ming dejó de hablar. En ese momento, Shi
Wu Du desaceleró su ritmo.
—Está aquí.

554
Ese medallón dorado de longevidad parecía
estar llorando en su máxima expresión en este
lugar, lo que significa que Shi Qing Xuan estaba
en algún lugar aquí. Sin embargo, todo aquí se
podía ver claramente; Aparte de un lago, no
había nada más.
—¿Podría haber un palacio subterráneo? —Se
preguntó Pei Ming.
Shi Wu Du se quedó mirando la superficie del
agua y Xie Lian dijo: —También es posible que
esté en el fondo de las aguas.
Sin embargo, a este lago de la Isla de Agua
Negra no se debía entrar de una manera tan
aleatoria, o uno podría no poder volver a emerger
otra vez. La superficie de ese lago estaba
tranquila sin ondulaciones, pareciendo un espejo
gigante, reflejando la luna blanca colgada en lo
alto del cielo nocturno sin estrellas ni nubes. Los
cuatro caminaron a lo largo del borde del lago.
Xie Lian todavía estaba pensando en cómo
investigar el fondo del lago cuando, sin previo
aviso, un grito aterrorizado atravesó el aire
nocturno.
El que lideraba el grupo era Shi Wu Du, el que
estaba en la retaguardia era Pei Ming. Los tres
que estaban delante miraron hacia atrás, el que
gritó era el pequeño fantasma que Pei Ming había
capturado en el camino. Su cráneo había
desaparecido y la sangre negra brotaba a unos
555
metros de su cuello, la cabeza lanzada al aire
gritaba penetrantemente.
—General Pei, ¿qué está haciendo matándolo
tan repentinamente? —Preguntó Xie Lian.
Pei Ming, sin embargo, exclamó: —¡NO!
Pero antes de que pudiera explicar, su cuerpo
se hundió, una rodilla golpeó el suelo. Hua Cheng
se rió: —Tampoco hay necesidad de tales
formalidades.
Sin embargo, la expresión de Pei Ming se
sorprendió enormemente y él gritó: —¡SHUI-
SHIXIONG, CUIDADO!
Sin embargo, ¿de qué había que tener
cuidado? Aparte de los cuatro que estaban junto
al lago, ¡no había nada más!
Era como si Pei Ming estuviera atado por algo
invisible; Shi Wu Du se apresuró a ayudar
cuando, de repente, un destello de luz fría
apareció. Lo esquivó justo a tiempo, pero un
rastro de sangre aún estaba cortado en una de
sus mejillas. Lo limpió con la mano y la expresión
de su rostro cambió.
Xie Lian se colocó frente a Hua Cheng para
protegerlo y dijo: —¿El hechizo de invisibilidad?
Pei Ming finalmente se liberó de la cosa sin
forma que lo estaba restringiendo y gritó:
—¡JÚNTENSE! ¡NO SE SEPAREN!
A Shi Wu Du no le importaba mucho; en el
momento en que sintió que el medallón de
556
longevidad comenzó a llamar otra vez, comenzó
a correr alrededor del lago, gritando
frenéticamente.
—¡QING XUAN! ¡QING XUAN!
Era una situación caótica, sin embargo, fue
precisamente en medio de este estruendo que
Xie Lian notó repentinamente algo
extremadamente desconcertante.
A lo largo del borde de la orilla del lago, el área
era plana y vacía, no se veía nada. Sin embargo,
la orilla reflejada en la superficie del lago era
diferente.
En el reflejo, en la otra orilla del lago se alzaba
un edificio negro carbón. Ese edificio era
escalofriante, no se parecía en nada a una
residencia sino a una prisión. No había puerta,
solo un conjunto de ventanas en lo alto, selladas
implacablemente por filas de barras de hierro. De
entre esas barras de hierro asomó una mano
blanca pálida, agitándose desesperadamente
como pidiendo ayuda.
Xie Lian levantó la cabeza y miró hacia la orilla
frente a él y no había nada que no fuera Shi Wu
Du mientras sostenía el medallón de la
longevidad. Cuando volvió a mirar hacia abajo, el
reflejo en el lago también mostraba de manera
verosímil esa escalofriante prisión de hierro. Shi
Wu Du estaba buscando justo delante de esa
prisión de hierro, pero él no podía verla.
557
Xie Lian soltó: —¡MIS SEÑORES! ¡LO
ENCONTRÉ! MIREN…
Justo entonces, sus pupilas se encogieron de
repente. Algo nuevo se reflejó dentro del lago
Agua Negra.
Una figura sombría había aparecido
silenciosamente detrás de él y de Hua Cheng.

558
559
Capítulo 122
El Palacio de Agua Subterránea; túnicas
negras, huesos blancos (parte uno)

S
in embargo, ¡en la orilla, no había una
sola alma detrás de ellos!
Xie Lian había llevado a Fang Xin sobre él
durante todo el viaje y en el momento en que vio
el reflejo, inmediatamente giró la espada hacia
atrás. Esa sombra negra fue claramente
apuñalada, pero en su lugar se sintió como si una
bola de olas hubiera sido apuñalada y se rompió
en una serie de ondas antes de que
desapareciera en el lugar. Hua Cheng también
levantó las cejas ligeramente, mirando en
dirección a donde desapareció la sombra negra y
frunció el ceño.
Poco después, más y más figuras sombrías
aparecieron en el reflejo del agua, sus caras
blanqueadas y sus manos pálidas eran lo único
llamativo en la noche ennegrecida. Xie Lian
desenfundó su espada y barrió con ella, gritando:

560
—¡GENERAL PEI! ¡VAYA A LAS AGUAS Y MIRE
LOS REFLEJOS! ¡LOS REFLEJOS EN EL AGUA
PUEDEN REVELAR A ESAS CRIATURAS!
Si no estuvieran en la Guarida del demonio,
esos pequeños fantasmas no podrían acercarse
a un Oficial Celestial en absoluto. Pei Ming no
pudo ver al enemigo antes, pero ahora que podía
observar a través del agua, observó el reflejo y se
ocupó fácilmente de la multitud de fantasmas que
lo rodeaban con solo dos movimientos de su
espada. Shi Wu Du también finalmente notó los
extraños reflejos y se arrodilló junto a las aguas,
gritando en el lago con la cabeza gacha.
—¿QING XUAN? ¡¿ESTÁS AHÍ?!
Esa agua era negra, esa prisión de hierro
también era negra y se fundían en una sola, era
difícil de notar; solo que esa mano era blanca. De
repente, apareció una cara entre las barras de
hierro, ¡y era Shi Qing Xuan!
No parecía poder ver a Shi Wu Du fuera de la
prisión de hierro y su expresión era de terror
espeluznante. Sus dos manos se aferraron a los
barrotes de hierro, tratando desesperadamente
de sacar su cabeza, pareciendo que estaba
pidiendo ayuda, pero ni un solo sonido pasó. ¡No
gritó por mucho tiempo antes de que de repente,
varias manos arrugadas y en descomposición le
agarraran la cabeza, tiraran de esa cara, su
cuello, sus hombros y lo jalaran hacia abajo!
561
Al ver esto, Shi Wu Du maldijo y estaba a punto
de saltar directamente al agua cuando Pei Ming
lo hizo retroceder.
—¡Shui-shixiong, no puedes! ¿No puedes ver
que esto es una trampa? No puedes manipular
las aguas del Mar del Sur y, como Dios del Agua,
si entras en el territorio acuático de otra persona,
¿no estás simplemente pidiendo que te maten?
Shi Wu Du le dio una palmadita en el hombro y
solo dijo esto: —Entonces ayúdame a vigilar el
exterior. —Luego lo empujó, saltó y cayó al lago
de Agua Negra.
En el momento en que entró en las aguas, se
hundió. Pei Ming gritó: —¡SHUI-SHIXIONG!
Pero no pudo seguirlo porque sabía que este
lago era probablemente un límite. Al igual que los
mecanismos establecidos en las tumbas
antiguas, los forasteros podían abrir las puertas
de las tumbas e invadirlas, pero una vez dentro,
las puertas se cerraban automáticamente y no se
abrían desde el interior, dejando a los intrusos
morir atrapados. Sería difícil decir que este límite
no tenía un mecanismo similar.
Xie Lian gritó: —¡General Pei! No entre. Hay un
cadáver justo al lado de sus pies, vuelva a la
playa y construya un ataúd para prepararse para
la evacuación. ¡Yo entraré!
—¿Dianxia? ¿Estará bien? —Preguntó Pei
Ming.
562
—Sus poderes espirituales quedaron
prácticamente reducidos al venir a este lugar, por
lo que somos iguales ahora. ¡Tengo más
experiencia que usted luchando con los puños!
Pei Ming luego miró a Hua Cheng que estaba
de pie junto a Xie Lian y recordó que podía flotar
en la superficie del agua, por lo que los dos eran
mucho más útiles de lo que él sería allí, no
menos, así que, sin más preámbulos, levantó el
cadáver de ese pequeño fantasma y salió
corriendo del bosque. Xie Lian se volvió hacia
Hua Cheng.
—San Lang, ¿me prestarás un poco de poder
espiritual otra vez...? Solo un poco, un poco es
suficiente.
Sin una palabra, Hua Cheng le dio a su
pequeña espalda una suave palmadita. Cuando
Xie Lian volvió a sostener en Fang Xin, un pilar
gigante como luz blanca brilló y cada pequeño
fantasma en la escena fue asesinado por el
ataque.
Xie Lian se quedó sin habla por un momento y
al instante envainó la espada.
—¡Voy!
Los dos saltaron al agua al mismo tiempo. Sin
embargo, en el fondo del lago de Agua Negra,
aparte del agua del lago anormalmente fría, no
había nada extraño. Esta agua también era
diferente a las aguas que hunden barcos de la
563
Guarida del Demonio Agua Negra y obviamente
uno podía flotar dentro, no diferente a un lago
normal. Xie Lian estaba desconcertado y nadó
hacia abajo directamente. No le tomó mucho
tiempo llegar al fondo, pero no se veía ningún
mecanismo extraño y tampoco vio a al Señor del
Viento ni al Señor de la Tierra. Él frunció el ceño
y reflexionó un momento antes de volver a nadar.
Momentos después, Xie Lian irrumpió en la
superficie y aspiró unas cuantas respiraciones,
limpiándose la humedad de su rostro y solo
entonces se dio cuenta de que los paisajes de la
costa se habían transformado.
Junto al lago de Agua Negra, había una prisión
de hierro y era exactamente la misma que se
reflejaba en las aguas anteriormente.
Sin embargo, aparte de la prisión, todo lo
demás en la costa seguía siendo exactamente
igual. También era demasiado silencioso, lo que
aumentaba la inquietud del lugar. Shi Wu Du ya
había escalado y acababa de comenzar a golpear
el bloqueo gigante en esa prisión de hierro con
una roca gigante. Era el Oficial Celestial que
controlaba el agua, ahora que entraba en el
dominio de otro que podía controlar el agua y
perdió la capacidad de manipularla, era como una
bestia sin colmillos y garras. Cuando Xie Lian y
Hua Cheng subieron a tierra, en el momento en

564
que Shi Wu Du vio a Xie Lian, sus ojos se
iluminaron y levantó la mano.
—¡Un dios marcial! ¡Gracias a los cielos!
¡Rápido, use sus técnicas de dios marcial para
encargarse de esto!
—... ¿Todos entenderán ahora los beneficios
de un dios marcial? —Xie Lian pensó
internamente mientras se acercaba en silencio y
le dio una patada a la cerradura, agrietándola
profundamente. Otra patada y las puertas de la
prisión se abrieron.
Shi Wu Du se apresuró a entrar y gritó:
—QING-…
Sin embargo, antes de que incluso entrara, una
multitud salió corriendo, gritando y aullando.
—OH OH OH OH OH AH AH WU WU WU WU
WAH WAH WAH WAH WAH!
Todas esas personas estaban despeinadas y
desaliñadas, demacradas y flacas, sus ojos
estaban en blanco, sus ropas irregulares no
cubrían nada, revelando filas de costillas.
Estaban tan sucias que parecía que no se
hubieran bañado en más de diez años; sus
manos se balanceaban y agarraban al azar,
golpeaban sus propios pechos y se detenían en
sus pasos, rugían y lloraban incoherentemente,
terriblemente horripilantes y corrían como una ola
de aguas contaminadas, dejando a Shi Wu Du en
petrificado asombro.
565
Sin embargo, solo estaban tratando de
escapar; no se quedaron para molestar, así que
incluso si Shi Wu Du se quedó
momentáneamente aturdido, no se preocupó por
ellos y continuó avanzando en el edificio.
—¡QING ---!
Sin embargo, antes de que pudiera siquiera dar
unos pasos, se tambaleó y casi se cayó, ¡ese
terreno era extremadamente resbaladizo!
También había un hedor podrido que emanaba
de la prisión de hierro que era difícil de describir,
incluso para Xie Lian, que todavía estaba afuera
podía olerlo, conteniendo la respiración. Shi Wu
Du cubrió sus orificios con su manga y continuó
avanzando, finalmente pudo gritar el nombre
completo.
—¡¿QING XUAN?!
Estaba completamente oscuro dentro de la
prisión y alrededor de ellos se escuchaban
sollozos y murmullos extraños. Momentos
después, una voz débil llegó.
—... ge...
Ciertamente, Shi Qing Xuan estaba sentado en
la parte más profunda de la prisión de hierro,
apoyado contra una pared. En la pared estaba
esa única ventana alta de la prisión de hierro y la
luz de la luna que se filtraba por la ventana
iluminó a su persona, haciéndolo lucir blanco
como una sábana. Alrededor de él había una
566
serie de criaturas sucias. Algunos tenían llagas
podridas que cubrían todo su cuerpo, otros
imitaban los gritos de un cerdo, algunos
picoteaban granos como si fueran pollos y otros
abrazaban a Shi Qing Xuan, llorando y
llamándolo bebé, todos locos.
Shi Qing Xuan había sido una vez un estimado
Oficial Celestial y ni una vez había caído en tal
estado.
Shi Wu Du inmediatamente subió y gritó:
—¡PIÉRDANSE! ¡¿QUÉ TIPO DE FANTASMAS
SON ESTOS?!
Él y Shi Qing Xuan se parecían, pero sus auras
eran completamente diferentes. Aunque sus
poderes espirituales fueron reducidos en este
momento, su autoridad era aún más dominante y
esos locos se alejaron asustados. Xie Lian no
pudo evitar sentir simpatía y Shi Qing Xuan
también reprendió: —Ge, no luches, no son
pequeños fantasmas. ¡Todos son... personas
vivas!
Efectivamente, aunque cada una de esas
figuras parecían más demoníacas que los
demonios, cuando se miraban detenidamente,
todos eran de hecho humanos.
Xie Lian no pudo evitar sentirse desconcertado.
—¿Por qué el Demonio Agua Negra Xuan
encerraría a un grupo de esas personas aquí?
—se preguntó.
567
Shi Wu Du, sin embargo, no se preocupaba por
ellos en absoluto. Sostuvo ese medallón de
longevidad en una mano y la otra agarró el brazo
de Shi Qing Xuan.
—¿Cómo llegaste aquí? ¿Dónde estás herido?
Shi Qing Xuan realmente estaba bastante
sucio, pero aparte de un rasguño en su pierna
que sangraba un poco, no parecía haber mucho
más.
—No sé cómo hemos llegado hasta aquí. Una
ola surgió y nos derribó y cuando llegamos ya
estábamos aquí. Esto es solo un pequeño
rasguño, ¡no es nada serio! Las lesiones de Ming-
xiong son más graves.
Solo entonces los demás se dieron cuenta de
que Ming Yi estaba tendido en el suelo cercano,
viéndose pálido, pero no por disgusto. Manchas
de color púrpura y azul cubrían su rostro y Xie
Lian preguntó: —¿Qué le ha pasado al Señor de
la Tierra?
—Parece que fue mordido por esas criaturas en
el mar —respondió Shi Qing Xuan—. Esos peces
esqueleto tienen musgo verde en sus dientes y
huesos, ¡y todos son venenosos! Le di toda la
medicina que tenía, pero... ahh.
Xie Lian se agachó y lo iba a mirar con cuidado,
pero casi se desmayó por el olor repugnante del
lugar. Mirando a su alrededor, había algunos
baldes de madera colocados alrededor y dentro
568
de esos baldes había comida para cerdos,
emanando un olor astringente y mohoso. Incluso
había el hedor podrido de las llagas y la sangre y
el hedor horrible de los orinales que no se habían
vaciado durante meses.
Shi Wu Du no pudo tolerarlo por más tiempo.
—Un pasatiempo tan asqueroso, parece que
este Heishui Chenzhou tampoco tiene ningún
sentido de clase. Qing Xuan, ¡vamos!
Levantó a Shi Qing Xuan y comenzó a
arrastrarlo, pero Shi Qing Xuan dijo: —Estoy bien,
no hay necesidad de ayudarme.
Luego fue a cargar a Ming Yi antes de salir
lentamente de la prisión de hierro.
Sin embargo, era más fácil llegar que ir. El paso
fronterizo en el lago de Agua Negra ya estaba
cerrado. Entraron en las aguas unas cuantas
veces y emergieron a través de la superficie, pero
los paisajes nunca cambiaron, lo que demostraba
que realmente se mantuvieron dentro de los
límites del Lago de Agua Negra, sin poder salir.
—¿Dónde está el General Pei? —Preguntó Shi
Qing Xuan.
—Hice que Pei-xiong se quedara afuera.
Debería poder pensar en una manera. —Shi Wu
Du respondió.
—Le dije al General Pei que fuera a construir
un ataúd para que en el momento de salir
podamos evacuar —dijo Xie Lian.
569
—Si ha completado el bote-ataúd, entonces
también está bien si vuelve para informar primero
antes de volver por nosotros —dijo Shi Wu Du.
Sin embargo, Ming Yi estaba herido y, aunque
no estaban seguros de cuán poderoso era el
veneno, era mejor irse lo antes posible, por lo que
no podrían esperar tanto. Después de cierta
reflexión, Xie Lian dijo: —Este Demonio Agua
Negra Xuan podría vivir recluido aquí en el mar,
pero no hay forma de que nunca se vaya.
Seguramente él no tendría que cruzar toda la
Guarida del Demonio Agua Negra cada vez que
quiera salir.
—Tiene mucha razón. —Shi Wu Du dijo—.
Debe haber un lugar en esta isla donde se pueda
lanzar el conjuro de Acortamiento de Distancia.
Al principio, a Shi Wu Du no le importaba
mucho Xie Lian, pero ahora que estaban
soportando las dificultades juntos y Xie Lian salvó
a Shi Qing Xuan una y otra vez, naturalmente
ahora lo miraba de manera diferente y estuvo de
acuerdo sin ningún problema. En ese momento,
Ming Yi levantó levemente una mano y Shi Qing
Xuan preguntó: —¿Ming-xiong? ¿Qué quieres
decir?
Pareciendo que estaba tratando de ahorrar
fuerza, Ming Yi no habló y solo levantó esa mano
más alto. Los otros miraron hacia la dirección de
su mano levantada y vieron que en las
570
profundidades del bosque había un edificio negro
y sombrío.
Ming Yi dejó caer su mano y croó: —Ese lugar...
¿para qué es, lo sabes?
—No. —Xie Lian dijo—. No lo vimos en el
camino aquí.
Shi Wu Du entrecerró los ojos.
—Ese debe ser el Palacio de Agua Subterránea
de ese Demonio Negro Xuan.
En los rumores, la residencia del Demonio
Negro Xuan se llamaba Palacio de Agua
Subterránea. Tomando la decisión, Shi Wu Du
dijo: —Vamos.
De verdad comenzó a caminar hacia el Palacio
sin temor a represalias. Aunque parecía grosero,
en las circunstancias actuales, ¿qué otras
opciones tenían?
Si se decía que antes estaban dando vueltas
en el patio trasero de otra persona, ahora estaban
a punto de irrumpir por las puertas delanteras.
Xie Lian le susurró a Hua Cheng: —San Lang,
si esto es incómodo para ti, no necesitas venir.
Sin embargo, Hua Cheng también se mostró
sombrío y dijo: —Acelere su ritmo, Gēge. Salga
de aquí lo antes posible.
Xie Lian asintió y dejó de hablar. Sin embargo,
podía decir débilmente que Hua Cheng parecía
tener reservas y no por el dueño de esta tierra
sino de algo más.
571
Siempre había pensado que había algo raro y
pensó en todas las pequeñas preguntas que se
habían estado acumulando durante un tiempo y
lo estaban haciendo sentir ansioso.
Pronto, el grupo cruzó el bosque, sin tener en
cuenta a esa banda de locos maniáticos que
correteaban y llegaron ante el inquietante edificio
negro.
Fue entonces cuando se dieron cuenta de que
este Palacio de Agua Subterránea era en realidad
un gran palacio, cuya construcción y fabricación
eran muy similares a los exquisitos Palacio del
Señor del Viento y Palacio del Señor del Agua.
Las puertas del palacio estaban bien cerradas y
después de que el grupo subió los incontables
escalones y se pararan ante las puertas, Xie Lian
llamó a las puertas y gritó: —¡Perdone la
intrusión! Hemos, por accidente, ofendido
directamente. Nos disculpamos profundamente.
Nadie respondió. Xie Lian calmó su mente y
lentamente abrió las puertas del palacio.
Al principio, basándose en los años de
experiencia y los patrones pasados de Xie Lian,
incluso si hubiera algo dentro, no saldría a
saludar al momento en que se abrían las puertas.
Sin embargo, tenía que comerse sus propias
palabras. Una primera mirada y allí había algo
petrificante.

572
En el grande y espacioso centro del gran salón
se sentaba una persona. Y esta persona, vestida
de negro, con la cara blanca como la nieve, ¡era
un cadáver!
Al instante Xie Lian cerró las puertas
profundamente.
Pensó: —¿Tal vez abrí las puertas
incorrectamente? ¿Algo así no debería mostrarse
tan rápido?
Quería intentar saludarlo de nuevo y volver a
empezar, pero Shi Wu Du ya había pasado por
delante de él y abrió las puertas, diciendo: —Ya
hemos llegado, así que, ¿qué importa si él no nos
recibe?
El grupo entró lentamente en el palacio y se
acercó sigilosamente al conjunto de huesos
vestidos de negro. Xie Lian lo examinó
cuidadosamente y se preguntó: —¿A quién
pertenece este cadáver? ¿Por qué se está
adorando aquí?
Ming Yi frunció el ceño.
—... ¿No se quedó atrás el General Pei? ¿No
puede ser él?
Eso realmente podría ser una posibilidad. Shi
Wu Du estaba un poco aturdido y lo miró unas
cuantas veces más e inmediatamente lo refutó.
—No debería ser. La forma del cuerpo de este
conjunto de huesos es más plano que el General
Pei.
573
De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Espera.
El grupo lo miró y Shi Qing Xuan dijo: —¿No es
obvia la respuesta? Este es el Palacio de Agua
Subterránea. El único que podría ser adorado en
el Palacio de Agua Subterránea es
naturalmente...
Xie Lian entendió lo que quería decir.
—¿Demonio Agua Negra Xuan?

574
575
Capítulo 123
El Palacio de Agua Subterránea; túnicas
negras, huesos blancos (parte dos)

L
uego, rechazó la idea.
—Eso no es posible. —Xie Lian miró en
dirección a Hua Cheng—. Las cenizas son la
fuente de vida de las personas en el reino de los
fantasmas, es su debilidad fatal. ¿Cómo se
puede mostrar algo tan importante a la vista?
Este hecho fue algo que Hua Cheng le dijo él
mismo cuando se conocieron. Por alguna razón,
lo dijo tan francamente, sin embargo,
mentalmente, recordó inconscientemente las
otras cosas que también había dicho Hua Cheng.
Hua Cheng también lo estaba observando
atentamente y Xie Lian se perdió por un
momento. Entonces inmediatamente volvió la
cabeza y se aclaró la garganta suavemente.
—Entonces... ¿a quién podrían pertenecer?
—Shi Qing Xuan se preguntó.

576
El grupo de ellos rodeó el esqueleto inquietante
y comenzó a examinarlo. Xie Lian dijo: —Primero,
es un hombre.
—Vemos eso —dijo el grupo.
Xie Lian continuó: —En segundo lugar, las
manos y los pies de este hombre deberían ser
bastante diestros, especialmente los dedos.
Debería haber practicado algún tipo de artes
marciales, pero sus habilidades podrían no ser
fuertes. La mayoría de los artistas marciales
excepcionales entrenaron en un cuerpo puro, la
estructura ósea no debería ser así.
Sin embargo, Shi Wu Du solo recorrió el cuerpo
con los ojos un par de veces antes de alejarse.
—Mientras esa cosa no se interponga en
nuestro camino, no importa quién sea él. Señor
de la Tierra, ¿dónde cree que podemos lanzar el
conjuro de Acortamiento de Distancia...?
Sin embargo, antes de terminar su frase, ¡ese
esqueleto de repente levantó la cabeza y se lanzó
contra él sin previo aviso!
Afortunadamente, Xie Lian reaccionó
rápidamente y lo cortó con su mano y ese
esqueleto cayó al suelo en un montón de huesos
rotos.
Shi Qing Xuan exclamó: —¡Ge!
En el grupo de cinco, Hua Cheng nunca daría
una mano para proteger a nadie y Xie Lian,
siendo el único dios marcial, pareció de repente
577
extremadamente importante. Aunque Shi Wu Du
fue atacado, él seguía estando bastante calmado
y solo había retrocedido un paso antes también.
—¿Qué pasa con este esqueleto? ¿Todavía
tiene almas persistentes que lo poseen?
Xie Lian se agachó y le dio la vuelta a los
huesos, estudiando la pila y luego negó con la
cabeza.
—Eso es raro.
—¿Qué es raro? —Preguntó Shi Wu Du.
Xie Lian se puso de pie.
—Claramente, a este esqueleto no le queda ni
un trozo de alma, de lo contrario, cuando nos
acercamos antes, habríamos notado algún
movimiento extraño.
—Si ese es el caso, entonces ¿cómo puede
aun así levantarse tan salvajemente y hacer daño
tan repentinamente? —Preguntó Shi Wu Du.
Haciendo sonidos de zumbidos por un
momento, Xie Lian respondió: —Creo que es una
lucidez terminal.
Shi Qing Xuan estaba desconcertado.
—¿Lucidez terminal? ¿No le pasa eso solo a
los vivos? Quiero decir, los que están al borde de
la muerte... todavía cuentan como vivos.
—La muerte es lo mismo —explicó Xie Lian—.
Por ejemplo, el Séptimo Día36 también es una

36
[頭 七] Séptimo día: es una creencia común que los espíritus de los
muertos regresan a casa en el séptimo día de la muerte.
578
forma de lucidez terminal, cuando las almas de
los difuntos regresan para saludar a la familia en
el séptimo día. De hecho, es lo mismo para
cualquier cosa. Creo que, el Señor del Agua debe
haberlo provocado antes, por lo que de repente
reunió lo último de su fuerza e hizo tal
movimiento.
Porque tenía sentido, Shi Wu Du estaba
valorando cada vez más sus palabras.
—Entonces, de acuerdo con Dianxia, ¿cuál fue
la provocación?
—Fue algo que dijo o algo sobre usted —dijo
Xie Lian.
—¿Qué dije? —Shi Wu Du se preguntó.
Ming Yi dejó escapar un suspiro.
—... Mientras esa cosa no se interponga en
nuestro camino, no importa quién sea él.
Shi Qing Xuan se rascó el cabeza,
desconcertado.
—¿Hubo algo malo con eso? ¿Podría este
buen hermano tener mal genio?
Nada concluyente podría surgir de una
discusión más profunda, por lo que Xie Lian dijo:
—De cualquier manera, las almas se han
dispersado, así que déjelo ir.
Luego recogió los huesos y los colocó sobre el
altar de nuevo, aplaudiendo con sus manos en
oración e hizo algunas reverencias. Shi Qing

579
Xuan también se acercó y de la nada hizo
reverencia un par de veces.
Los cinco de ellos deambularon por la Mansión
de Agua Subterránea. No había nadie allí, así que
parecía que el legendario Demonio Agua Negra
Xuan no estaba en casa. El marco de la Mansión
del Agua era complejo; había muchas cámaras
laterales grandes y pequeñas en el interior, pero
había una que estaba particularmente oculta y
era estrecha, sus puertas tenían hechizos
extraños dibujados sobre ella, el rastro sobrante
de tener los conjuros de Acortamiento de
Distancia lanzados.
Parecía que, en esta Isla de Agua Negra, de
hecho, había un lugar donde se podía usar el
conjuro de Acortamiento de Distancia y ese lugar
era esta pequeña cámara lateral. Para establecer
una cámara específicamente como un punto de
conexión, la cantidad de poderes espirituales
requeridos sería mucho menor que si uno fuera a
dibujar un hechizo completamente nuevo. Ya que
no tenían muchos poderes espirituales a su
disposición, esto era perfecto. Ming Yi era el
experto y con solo una mirada dijo: —Este
hechizo solo permite una dirección.
Xie Lian entendió: —Lo que significa que solo
se puede enviar, pero no se puede venir hacia
aquí desde otro lugar, ¿correcto?
Ming Yi asintió.
580
—Por lo tanto, los poderes espirituales
necesarios pueden reducirse aún más.
—¿No es eso exactamente lo que
necesitamos? —Shi Qing Xuan dijo—. Solo
necesitamos irnos. ¡Esto es genial! Salgamos de
aquí, no dejemos que ese Señor Agua Negra nos
descubra.
Luego, con Ming Yi en un brazo, estaba a punto
de abrir las puertas con la otra mano cuando Ming
Yi gritó con fuerza: —¡Detente! ¡Hay una trampa!
Al escuchar esto, Shi Qing Xuan tropezó tres
pies atrás.
—¡¿Qué trampa?!
Ming Yi también fue arrastrado hacia atrás por
tres pies junto con él y se quedó sin habla por un
momento. Luego hizo un gesto a Shi Qing Xuan
para que lo ayudara de nuevo y regresaron a la
puerta. Ming Yi miró por un momento los
hechizos en esa puerta antes de decir con
firmeza: —Es una trampa. Las matrices dibujadas
en esta cámara a lo sumo solo pueden enviar a
una persona a la vez.
—¿Eso se puede hacer? —Shi Qing Xuan
exclamó—. Entonces, ¿qué pasa si dos personas
se envían juntas?
Ming Yi respondió fríamente: —Cuando esos
dos lleguen a su destino, descubrirán que serán
aplastados en una sola persona.
—...
581
Entre los presentes, solo Ming Yi era el experto
cuando se trataba de esto. El resto era un dios
del agua, un dios del viento y un dios marcial,
ninguno de ellos particularmente familiar en esta
área. La primera reacción de Xie Lian fue mirar a
Hua Cheng y al ver que solo estaba mirando ese
hechizo con una mirada oscura, pero sin expresar
alguna objeción, parecía que Ming Yi no estaba
mintiendo.
Xie Lian murmuró: —Si ese es realmente el
caso, entonces, si los intrusos ignorantes
intentaran usar este hechizo para escapar, darían
como resultado un... final atroz. No es de extrañar
que sea una trampa.
Justo en ese momento, había un retumbar en
el cielo afuera. Un rayo retorcido se arrastró a
través de las nubes sombrías, destellando blanco
y azul sobre las caras dentro del Palacio de Agua
Subterránea, haciéndolos aparecer como cinco
fantasmas amenazadores.
El grupo se miró y Shi Qing Xuan dijo: —Ge, es
otro...
La cara de Shi Wu Du estaba cambiando y no
respondió. Sin embargo, todos sabían que esta
era su Calamidad Celestial en la búsqueda de él
nuevamente. Las palabras casuales de Pei Ming
hicieron eco débilmente en la mente de Xie Lian
de nuevo.

582
—Shui-shixiong, esta vez tuviste muy mala
suerte...
—Ya que podemos usar el conjuro de
Acortamiento de distancia aquí, entonces
apresurémonos y salgamos de aquí. —Shi Qing
Xuan instó—. Si un Rayo Celestial golpea aquí y
destruye el Palacio de Agua Subterránea,
entonces…
Entonces esto seguramente causaría mayor
hostilidad. Desmantelar el templo de un Oficial
Celestial era destruir su marca, construiría un
odio profundo. Aunque no estaba claro si el reino
de los fantasmas tenía el mismo tabú, nadie
querría que demolieran su casa por ninguna
razón.
—Entonces, Señor de la Tierra, debe ir primero.
Está herido —dijo Xie Lian.
Sin embargo, Ming Yi negó con la cabeza.
—El hechizo tendrá que volver a dibujarse
después de cada uso. Ninguno de ustedes sabe
cómo dibujarlo, así que tengo que quedarme para
reparar el hechizo.
—Entonces, Ming-xiong, me quedaré contigo e
iré en segundo lugar —dijo Shi Qing Xuan.
—¿Qué estás diciendo? —Shi Wu Du dijo—. Si
tú... incluso si te quedas no serías de ninguna
utilidad. ¡Vete ahora y ve al Mar del Este!
Sin embargo, Shi Qing Xuan respondió: —Todo
el mundo es igual de inútil en este momento, así
583
que no importa. Todo esto no tuvo nada que ver
con Ming-xiong, pero él tuvo que sufrir así yo...
—Suspiró—. Me siento muy mal.
—Todos estamos siendo enviados al mismo
lugar de todos modos, no tardaremos mucho, así
que, ¿de qué tienes miedo? —Dijo Shi Wu Du.
Si esto fuera antes, Shi Wu Du solo necesitaría
decir algunas palabras y Shi Qing Xuan
escucharía. Sin embargo, las cosas no eran lo
mismo ahora y Shi Qing Xuan no escuchaba,
preguntando en cambio: —Si nos vamos primero,
¿qué pasará con el General Pei? ¿No sería
dejado atrás?
Shi Wu Du también notó que su hermano
menor ya no era tan obediente y su expresión se
volvió complicada. Un momento después, él
respondió: —Está bien, Pei-xiong es
obstinadamente resistente. Él puede aguantar
hasta que obtengamos refuerzos del cielo.
—... —Xie Lian no sabía si reír o llorar. Aunque
sus instintos le dijeron que el Señor del Agua no
estaba equivocado y no significaba ningún daño,
de repente sintió lástima por Pei Ming. Después
de una pausa, él dijo: —Espera. —El grupo lo
miró. Xie Lian dijo: —Señor de la Tierra, ¿está
seguro de que esta cámara puede realmente
comenzar el conjuro de Acortamiento de
distancia? ¿No habrá problemas? No creo que

584
sea prudente usarlo tan descuidadamente, ¿por
qué no lo prueba primero?
La mano de Ming Yi realmente se detuvo.
—¿Cómo? Si debemos probarlo, todavía
necesitaremos un voluntario.
Shi Qing Xuan levantó su mano.
—Entonces me ofrezco voluntariamente.
Hua Cheng no había hablado en todo el asunto,
pero ahora se cruzó de brazos y dijo: —Perdón
por interrumpir. ¿Nunca han pensado en un
problema?
—¿Y qué estimada opinión tiene mi señor?
—Preguntó Ming Yi.
—¿Cómo sabrían si el voluntario ha alcanzado
el destino predeterminado? —Señaló Hua
Cheng.
Xie Lian parpadeó: —Eso es correcto. El Señor
de la Tierra dijo que este hechizo solo va en una
dirección.
Lo que significaba que, una vez enviado, esa
persona no podría regresar y avisar a los demás
si habían llegado al destino de manera segura.
Donde estaban ahora también estaba aislado del
mundo exterior, las redes de comunicación
espiritual estaban bloqueados, por lo que parecía
que habían llegado a un punto muerto. Parecía
que todos habían olvidado ese hecho justo ahora.
Hua Cheng concluyó: —Entonces, no tiene
ningún sentido seguir discutiendo este tema. Es
585
solo una palabra: ve o vete. Termine esto
rápidamente. ¿Asustado? Entonces quédese
atrás.
Aunque estaba sonriendo, Xie Lian podía sentir
que Hua Cheng estaba un poco inquieto, como si
quisiera irse de este lugar lo antes posible. Esta
inquietud debía haber existido desde que fueron
devueltos por los dragones de agua de Shi Wu
Du y solo estaba empeorando.
Shi Wu Du tampoco quería esperar más. Ese
Trueno Celestial estaba explotando junto a sus
oídos y si él no se iba, golpearía más temprano
que tarde y nadie lo pasaría bien. Por lo tanto, fue
hacia cámara lateral y cerró la puerta. Ming Yi
inmediatamente completó el conjuro. Cuando la
puerta se abrió una vez más, un humo débil flotó
desde el interior, pero estaba vacío por dentro.
—Hecho. Siguiente —dijo Ming Yi.
—Entonces, Dianxia... —Shi Qing Xuan
comenzó, pero antes de que pudiera terminar,
Ming Yi ya lo había agarrado y metido dentro,
cerrando la puerta y completando el hechizo.
La segunda vez que se abrió la puerta, Ming Yi
miró a los otros dos. Xie Lian dijo: —San Lang,
¿por qué no vas primero?
Sin embargo, Hua Cheng lo atrajo y dijo
sombríamente: —Gēge, vamos juntos.
Xie Lian se sorprendió.

586
—Pero, ¿no podía este hechizo solo permitir
una por vez...?
—No estoy vivo, no se preocupe —dijo Hua
Cheng.
Xie Lian todavía se sentía bastante preocupado
por alguna razón, pero no podía preguntar sobre
eso. Hua Cheng lo llevó a través de la puerta y le
dijo Ming Yi que estaba en el exterior:
—Santuario PuJi.
Ming Yi asintió en silencio. Ese conjunto de
puertas se cerró lentamente ante Xie Lian y, a
través de la grieta final, miró la expresión oscura
de Ming Yi, preguntándose: —¿Puede el Señor
de la Tierra realmente aguantar?
Hua Cheng cerró la puerta con su propia mano,
esperó un momento y luego la volvió a abrir. Lo
que apareció ante los dos ya era el interior del
Santuario PuJi. Era la mitad de la noche; Qi Rong
estaba durmiendo tumbado como si hubiera
tenido una muerte violenta y acaparó todas las
mantas, sus ronquidos rugían hacia los cielos. Gu
Zi solía tener una buena forma para dormir, pero
tal vez con la mala influencia de su mal padre,
ahora también estaba extendido sobre el
estómago de Qi Rong como un pez muerto. El
mismo Lang Ying estaba acurrucado
cuidadosamente en una esquina y estaba
cubierto por unas pocas camisas. Xie Lian
levantó la manta que cubría a Qi Rong, reprimió
587
la necesidad de sofocar su rostro y cubrió a los
dos niños pequeños.
—Así que... ¿estamos de vuelta? —Susurró.
Hua Cheng cerró la puerta detrás de él.
—Hum. Se acabó.
—Todavía no, no lo creo. —Xie Lian dijo—. No
sabemos si el Señor del Viento y los demás ya
han regresado.
Empujó ligeramente la puerta para abrirla y solo
levantó la voz una vez que estuvo fuera del
santuario, llamó a la red de comunicación
espiritual que se estableció temporalmente desde
antes.
—¿Señor de la Tierra? ¿Están todos de vuelta?
No hubo respuesta. Pensando que Ming Yi
podría no haber actuado tan rápido, Xie Lian
entró en la red de comunicaciones de la Corte
Celestial. No lo habría sabido si no hubiera
entrado, pero una vez lo hizo, saltó de sorpresa.
Fue un completo caos por dentro. Todos los
Oficiales Celestiales gritaban, e incluso Ling Wen
estaba lanzando un ataque.
—NO LANZEN TODA ESA INÚTIL
INFORMACIÓN HACIA MÍ, ¿CON CUÁNTO
CREEN QUE LIDIO TODOS LOS DÍAS? ¡¿NO
SABEN USAR SUS CEREBROS UN POCO
ANTES DE PREGUNTARME?!

588
—¡Ling Wen! —Xie Lian gritó
apresuradamente—. ¡¿El Señor del Agua y los
demás no regresaron?!
Como si ella se hubiera convertido en una
persona completamente diferente, Ling Wen le
respondió al instante: —¡Dianxia! ¿Por qué su
voz de repente es tan fuerte... ha regresado del
Mar del Este? ¿A dónde fueron el Señor del Agua
y el General Pei? ¿Cómo es que no ha habido
comunicación?
—Regresé del Mar del Sur —dijo Xie Lian.
—¿El Mar del Sur?
—El Mar del Sur, la Guarida del Demonio Agua
Negra.
Ling Wen se quedó estupefacta.
—Pero... ¡¿cómo terminaron todos allí?! Nunca
tocamos ese lugar. ¿Están el viejo Pei y los
demás también?
—Es una larga historia —dijo Xie Lian—. El
Señor del Agua estaba luchando su prueba y
accidentalmente entró en la Guarida del Demonio
Agua Negra. Finalmente escapamos. Él y Señor
del Viento regresaron antes que yo, así que ya
deberían haber llegado al Mar del Este, ¿no los
vieron?
—¡No! —Dijo Ling Wen—. El Mar del Este se
calmó hace mucho tiempo y esos doscientos
pescadores han sido rescatados, ¡pero no hay
rastro de ellos en las orillas o en el mar!
589
—¡¿Cómo puede ser eso?! —Xie Lian
exclamó—. A menos que...
¿A menos que…?
Ling Wen preguntó ansiosamente: —¿A menos
qué? ¿Dianxia? Dianxia, ¿todavía tiene algo que
decir? ¿Deberíamos enviar Oficiales Celestiales
al Mar del Sur ahora mismo?
Xie Lian murmuró: —Es demasiado tarde.
Cerró la red de comunicación y se dio vuelta.
—San Lang.
Hua Cheng parecía ya esperar lo que iba a
preguntar y se quedó en silencio con las manos a
los lados, observándolo solemnemente.
—¿Tú y esa persona llegaron a un acuerdo
desde hace mucho tiempo? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng no respondió de inmediato, pero justo
cuando movía los labios, Xie Lian dijo
rápidamente—: No, no, ¡no me digas! No tienes
que responderme. Si desde hace mucho tiempo
tuvieras un acuerdo con otra persona,
ciertamente no querría que te convirtieras en
alguien que no cumple su palabra por mi culpa.
Es mi culpa haberte preguntado tan
repentinamente, no era mi intención ponerte en
una situación difícil.
—Lo siento, Dianxia —dijo Hua Cheng.
Xie Lian negó con la cabeza.
—No te disculpes. Debería haberme dado
cuenta hace mucho tiempo. Debe ser debido a
590
algún tipo de acuerdo por el cual no puedes
interferir y no puedes decirme la verdad
directamente.
No era como si Hua Cheng no hubiera
intentado detenerlo, pero tampoco obstruyó el
deseo de Xie Lian y solo lo acompañó en el viaje,
protegiéndolo todo el camino, incluso con un plan
para huir ya preparado. Solo que, siempre había
algo que arrastraba a Xie Lian al corazón del
asunto.
—Debería estar agradeciéndote —dijo Xie
Lian.
—¿Ha descubierto todo? —Preguntó Hua
Cheng.
Xie Lian asintió.
—Algo así. De hecho, debería haberlo
descubierto hace mucho tiempo, pero él
realmente es increíble. A menudo también
pensaba demasiado, descartando mis propias
sospechas y siempre terminaba pasando por alto
las posibilidades más directas. —Después de una
pausa, continuó—: Y esa persona realmente te
trató bien. Para enviarme pacíficamente, hizo un
esfuerzo considerable y desperdició mucho
tiempo en desviarse.
—Dianxia —dijo Hua Cheng—, todo esto
termina aquí. Se acabó.
Xie Lian suspiró.

591
—También desearía que ese fuera el caso.
Pero, él podría haber cruzado la línea.
Después de un momento de silencio, Hua
Cheng dijo con suavidad: —Pero usted ha vuelto
y no hay manera de que regrese a la Guarida del
Demonio. Que ahora se ocupen de sus propios
asuntos.
—No estés tan seguro —dijo Xie Lian.
Al escuchar esto, Hua Cheng se congeló.
—De repente pensé en una idea justo ahora.
Tengo una manera de conectarme con el Señor
del Viento —dijo Xie Lian. Levantó las manos y
comenzó a formar una posición de manos—.
Entonces, lo siento, San Lang, pero tengo que
irme por un rato.
Al ver la posición de manos, Hua Cheng
comprendió al instante. Claramente, no había
esperado este movimiento y sus ojos se abrieron.
—... ¿Gēge?
Xie Lian enunció: —¡HECHIZO DE CAMBIO
DE ALMA!
Después de cerrar sus ojos, esa sensación
ingrávida familiar invadió, como si su alma fuera
sacada y azotada en el aire antes de lanzarse y
cuando abrió sus ojos de nuevo, lo que estaba
frente a él no era la cara de Hua Cheng sino una
noche negra sin fin y montañas de bosques
retrocediendo rápidamente a ambos lados. Xie
Lian también podía escuchar la respiración
592
áspera que venía de su propia boca y los latidos
violentos del corazón.
¡Éxito!
El Hechizo de Cambio de Alma no se usaba a
menudo y quemaba una gran cantidad de poder
espiritual. Era más fuerte que la comunicación
espiritual y también más perverso y raro, por lo
que las barreras espirituales generalmente no
incluían ese hechizo en su bloqueo.
Ese día, él y Shi Qing Xuan habían usado el
Hechizo de Cambio de Alma y desde entonces,
Shi Qing Xuan aún no había tenido tiempo de
sellar su conciencia espiritual antes de que
perdiera sus poderes y se convirtiera en un
mortal. Era como si los dos hubieran
intercambiado las llaves de la casa del otro y
hubieran utilizado la casa del otro. Después de
volver a cambiar, Shi Qing Xuan debería haber
cambiado de inmediato las cerraduras de su
puerta para que Xie Lian no pudiera volver a
entrar, pero no lo hizo. Entonces, Xie Lian aún
podría usar la llave de antes y abrir la puerta de
Shi Qing Xuan. Solo que, Shi Qing Xuan ya no
podía abrir la puerta de Xie Lian. Por lo tanto, los
dos ahora usaban el mismo cuerpo y el cuerpo de
Xie Lian debería haberse relajado y colapsado
¿Tal vez Hua Cheng lo atrapó?
Shi Qing Xuan estaba sin aliento mientras
corría, aterrorizado, como si algo lo estuviera
593
persiguiendo y huyera. Xie Lian escuchó
atentamente y contra el viento, una serie de
aullidos y lamentos vinieron desde atrás, era esa
banda de locos maniáticos que estaban
encerrados en la prisión de hierro. Parecía que
realmente les gustaba Shi Qing Xuan, o más
bien, debería describirse como anhelo.
Persiguieron implacablemente con los ojos en
blanco y las lenguas abiertas y las costillas y los
pulmones de Shi Qing Xuan se estaban
quemando, con ganas de llorar, pero sin
lágrimas, con ganas de gritar, pero sin voz. Xie
Lian pudo sentir que la forma en que corría era
sin método y si continuaba, no duraría mucho, así
que tomó el control del cuerpo directamente.
—¡Señor del Viento!
Estaba usando la boca de Shi Qing Xuan para
hablar y Shi Qing Xuan se sorprendió tanto que
casi se mordió la lengua.
—¡¿QUIÉN?! ¿QUIÉN ESTÁ EN MI
CUERPO?!?!?
—¡Mi señor, cálmese! —Xie Lian dijo—.
¡Regresé para encontrarle usando el Hechizo de
Cambio de Alma! Deme el cuerpo, le ayudaré a
correr.
Xie Lian sintió las esquinas de los ojos de Shi
Qing Xuan en dos líneas de lágrimas calientes.
—¡¿DIANXIA?! ¡QUÉ CONSUELO!!! ¡ES TAN
CONFIABLE!!! ¡¡¡GRACIAS!!!
594
—¡No hay necesidad de agradecer! —Xie Lian
dijo—. ¡Escúcheme, Señor del Viento, huya!
—¡¿NO ESTOY CORRIENDO AHORA?! —Shi
Qing Xuan exclamó.
—No me refiero a esto —explicó Xie Lian—.
Quiero decir, necesita escapar...
Mientras hablaba, varios locos maníacos y
sucios saltaron del bosque junto a ellos y se
abalanzaron sobre Shi Qing Xuan al mismo
tiempo. Xie Lian hizo crujir sus nudillos y saltó,
dándoles treinta rondas de patadas de poder,
golpeando a esos lunáticos en el suelo sin poder
levantarse.
Shi Qing Xuan se sorprendió con los ojos muy
abiertos.
—¿Hice eso? Eso es increíble. ¡Los dioses
marciales son tan impresionantes! También
quiero ser un dios marcial, ahora.
Xie Lian, sin embargo, mató seriamente su
alegría.
—Mi señor, no puede. Su cuerpo no está hecho
para convertirse en un dios marcial...
Los dos conversaron usando el mismo cuerpo,
como si fuera una persona preguntando y
respondiendo a sus propias preguntas y desde la
perspectiva de otro, era realmente extraño.
—Señor del Viento, ¿dónde está el Señor del
Agua? —Preguntó Xie Lian.

595
Shi Qing Xuan escudriñó y dijo: —No sé a
dónde fueron tanto Ming-xiong como mi hermano.
Anteriormente, cuando abrí la puerta, descubrí
que todavía estaba en el Palacio de Agua
Subterránea y que solo me enviaron a una
habitación diferente. No sé dónde las cosas
salieron mal...
De repente, Xie Lian inclinó el pie y saltó,
volando hacia un árbol. Shi Qing Xuan no
entendía por qué, pero hacer que su cuerpo se
levantara y se moviera con tanta libertad era una
sensación curiosa, así que le permitió a Xie Lian
controlar su cuerpo a su voluntad, trepando ligera
y hábilmente sobre una rama de árbol.
—Dianxia, ¿por qué tan de repente...?
Antes de terminar su oración, Xie Lian se tapó
la boca.
En realidad, también era su propia boca. Xie
Lian trepó rápidamente a la punta de la rama y se
sentó, escondiéndose entre hojas densas. Poco
después, una sombra esbelta tropezó con el final
de la carretera. Mirando de cerca, vio a Ming Yi.
Su rostro aún parecía pálido, agregando un aire
de tristeza a su belleza, pero todavía podía
caminar un poco. Shi Qing Xuan se llenó de
alegría y dejó caer sus manos, listo para llamarlo
cuando Xie Lian levantó las manos de nuevo y se
tapó la boca. Esta vez usó ambas manos,
asfixiándose tan firmemente que apenas podía
596
respirar. Shi Qing Xuan no era una persona
precipitada y sabía que Xie Lian debía haber
actuado por una razón, así que dejó de luchar.
Vio como Ming Yi pasó por ellos por ese sendero
antes de que Xie Lian aflojara sus manos
ligeramente y se deslizara sigilosamente del
árbol, escabulléndose entre los bosques
espesos.
Habiendo corrido por un tiempo, Shi Qing Xuan
miró de nuevo a su alrededor y susurró:
—Dianxia, ¿por qué no me dejó llamar a Ming-
xiong antes?
Xie Lian no respondió, pero su cuerpo se
congeló de repente. Shi Qing Xuan volvió la
cabeza hacia atrás y sus pupilas se contrajeron
violentamente.
Ming Yi, quien claramente se había ido hacía
mucho tiempo, estaba parado justo frente a él. O
mejor dicho, ellos.
Ming Yi parecía estar apoyándose con un brazo
en un árbol y frunció el ceño.
—... ¿Por qué estás aquí también?
Shi Qing Xuan soltó.
—Yo...
Xie Lian no dijo una palabra, pero movió una
mano detrás de su espalda y le hizo un gesto para
que no revelara que había una tercera persona
presente. Shi Qing Xuan entendió, pero las cejas
de Ming Yi parecían juntarse más.
597
—¿Qué está haciendo tu mano detrás de tu
espalda? ¿Estás escondiendo algo?
Shi Qing Xuan inmediatamente abrió las dos
manos para mostrarle.
—¡NO!
Xie Lian pudo sentir que su propia sangre se
enfriaba y que sus rodillas se debilitaban. Parecía
que, aunque Ming Yi era muy confiable en la
mente de Shi Qing Xuan, esta súbita aparición
también le dio bastante miedo.
Ming Yi parecía desconcertado.
—No quise decir que me mostraras.
Aunque su expresión era de disgusto, sin
embargo, era algo familiar, por lo que Shi Qing
Xuan suspiró de alivio, la piel de gallina que
apareció en la mitad de su cuerpo iba
desapareciendo lentamente. Mientras Xie Lian
estaba enormemente ansioso, no se atrevió a
hablar precipitadamente en este momento.
—¿Dónde está el Señor del Agua? —Preguntó
Ming Yi.
—¿Tampoco has visto a mi hermano? —Shi
Qing Xuan preguntó—. Lo he buscado casi en
todas partes. ¿No dijiste que podías enviarnos
fuera de la Isla de Agua Negra? ¿Cómo es que
Dianxia regresó, pero todavía estamos aquí?
Xie Lian escuchó y se puso aún más ansioso.
Aunque hizo todo lo posible por suprimir el jajaja,
jajaja que sin duda aparecería cuando Shi Qing
598
Xuan estuviera demasiado nervioso, hablar con
tanta calma tampoco era como Shi Qing Xuan.
Por lo tanto, tiró de su cabello salvajemente y
señaló a Ming Yi, gritando: —¡MING-XIONG! ¿No
te dije que practiques más cuando tengas
tiempo? No te equivocaste porque estás oxidado,
¿verdad?
Aunque un poco exagerado, fue bastante
efectivo. Efectivamente, Ming Yi no notó nada
extraño y su rostro se redujo: —¡Piérdete!
Dibújalo tú mismo si tienes las habilidades.
Aunque eso fue lo que dijo, igual se acercó. Shi
Qing Xuan todavía estaba congelado en el lugar,
por lo que Xie Lian se movió rápidamente por él,
agarrando los hombros de Ming Yi.
—Ming-xiong, ¿cómo están tus lesiones? El
veneno no se está manifestando más, ¿verdad?
Ming Yi negó con la cabeza.
—Está bien. Encontremos primero al Señor del
Agua.
Shi Qing Xuan asintió y los dos se abrieron
paso lentamente. Xie Lian no pudo encontrar
ninguna oportunidad de advertirle, sintiéndose
más angustiado y tenso con cada paso. De
repente, sintió que su boca se abría ligeramente
y fue Shi Qing Xuan quien movió los labios sin
hacer ruido. Xie Lian se animó de inmediato y
discernió cuidadosamente las formas que estaba

599
formando. Él había dicho: —¿Qué es
exactamente lo que está pasando?
Xie Lian temía que Ming Yi, que estaba tan
cerca, se diera cuenta, así que bajó la cabeza
ligeramente y respondió con un simple
movimiento de labios también: —Él es falso.
En el momento en que las palabras salieron de
sus labios, Xie Lian pudo sentir una fina capa de
piel de gallina en sus brazos.
Los ojos de Shi Qing Xuan se hincharon y
preguntó con sus labios: —¡¿Falso?! Entonces,
¿quién es él?
Xie Lian dio su respuesta sin decir nada.
Dijo: —El Reverendo de Palabras Vacías.
Shi Qing Xuan contuvo el aliento y la voz de
Ming Yi llegó desde lo alto.
—¿Qué sucede?
Shi Qing Xuan contuvo el aliento y luego
exhaló, con voz temblorosa.
—Tengo miedo.
Después de un momento de silencio, Ming Yi
dijo: —Es muy pronto para tener miedo ahora.
Si esto fuera antes, entonces sus palabras
serían sin duda interpretadas como una forma
retorcida de consolar. Sin embargo, en este
momento apestaba a un escalofrío indescriptible,
como si fuera algún tipo de amenaza.

600
Shi Qing Xuan bajó la cabeza y le dijo a Xie
Lian: —De ninguna manera. ¡El Reverendo de las
Palabras Vacías no puede cambiar de forma!
Sinceramente, cuando las palabras salieron de
la boca de Xie Lian, él también sintió que;
Reverendo de Palabras Vacías, no era del todo
apropiado. Más bien, era demasiado
irrespetuoso; demasiado impertinente. Hace
unos días, el Reverendo de las palabras vacías
con el que Shi Qing Xuan se topó no era más que
un siervo o un clon patético, o, algunas migajas
sobrantes.
Así, dio una segunda respuesta: —Demonio
Agua Negra Xuan.
Shi Qing Xuan tropezó.
—¿Qué pasa contigo ahora? —Ming Yi exigió.
Los dientes de Shi Qing Xuan estaban
balbuceando: —Quiero morir...
Ming Yi respondió fríamente.
—Sigue soñando.
Eso otra vez. Ese mismo tono de voz helado
con esas palabras igualmente heladas y crueles.
No era diferente de lo que era antes, ahora,
tenían un significado completamente diferente.
Sin embargo, esto estaba lejos de terminar. Xie
Lian dio un tercer nombre sin sonido.
—He Xuan.
Shi Qing Xuan parecía no poder soportarlo
más.
601
Su corazón latía como la batería y Xie Lian
también se dio cuenta. Casualmente, solo
estaban cruzando un pequeño arroyo y, tomando
la decisión rápidamente, dijo: —Ming-xiong, creo
que es mejor que descanses un poco antes de
continuar nuestra búsqueda.
—¿Por qué tenemos que descansar ahora?
—Dijo Ming Yi.
—Estás envenenado. Cuanto más te muevas,
más se infectará el veneno. —Xie Lian dijo—. E
incluso si no descansas, un mortal como yo tiene
que descansar. Siéntate, voy a buscarte un poco
de agua.
Por lo tanto, manteniendo sus manos y pies
firmes sin revelar ningún escalofrío, hizo que
Ming Yi se sentara en la hierba y él mismo fue por
el arroyo, tomando prestados los sonidos de la
corriente para hablar en voz baja.
Shi Qing Xuan ahuecó una palma llena de agua
y la salpicó en su propia cara, calmándose. Luego
susurró: —Dianxia, ¿qué está diciendo? ¿Quién
es la persona detrás de mí? ¿Alguno de los tres
cambió de forma en Ming-xiong? ¿O todos ellos
poseían Ming-xiong?
—¡Señor del Viento, tiene que calmarse! —Xie
Lian dijo—. ¡No son ellos, es él! El que está a tu
lado en este momento es solo una persona.
Desde el principio siempre fue la única persona.
Nadie cambió de forma. ¡Nadie fue poseído!
602
Shi Qing Xuan murmuró: —Pero, pero Ming-
xiong, él...
—No lo llame Ming-xiong nunca más. ¡El
verdadero Ming-xiong ya está muerto! —Dijo Xie
Lian.
Shi Qing Xuan exclamó: —¿Cómo lo sabe?
¿Lo vio?
—No fui el único que lo vio —dijo Xie Lian—.
Usted también lo vio ¡El verdadero Señor de la
Tierra era ese esqueleto adorado dentro del
Palacio de Agua Subterránea! ¿Por qué pensó
que no podía controlar bien la Pala de la Luna
Creciente del Señor de la Tierra? ¡Porque eso no
le pertenecía en primer lugar! El que estaba
detrás de usted, hace varios cientos de años su
nombre original era He Xuan. Se cultivó en un
supremo y cambió su nombre a Demonio Agua
Negra Xuan. Devoró al Reverendo de Palabras
Vacías y envió a esa criatura a buscarte. ¡Él
encarceló y asesinó al verdadero Señor de la
Tierra y tomó su nombre, asumiendo su posición
en los cielos!
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, toda su persona se congeló de repente.
Una mano le había golpeado en el hombro sin
previo aviso.

603
604
Capítulo 124
Sin retorno; el Señor del Agua lucha
contra el Demonio Xuan (parte uno)
Advertencia: Violencia

L
a voz de Ming Yi vino detrás de ellos.
—¿De qué te estás quejando solo?
El cuerpo de Shi Qing Xuan se puso rígido.
—Yo... yo... yo...
Xie Lian quería ayudarlo a responder, pero la
lengua rechazaba el control. No podía evitarse;
su amigo de mayor confianza y el más querido,
resultó ser el que él más temía, escondiéndose
junto a él a su lado. Ahora que no había nadie
alrededor, quién sabría qué iba a hacer; ¿A quién
no le daría miedo?
De repente, los dedos de Ming Yi se hundieron,
el dolor estalló en el hombro de Shi Qing Xuan y
fue empujado hacia abajo.
Una mano blanca pálida salió repentinamente
del arroyo y fue a por el cuello de Shi Qing Xuan.
¡Un demonio de agua!

605
Con el empuje de Ming Yi, esa mano falló.
Luego, él la golpeó con la palma de su mano y
gritos salieron de las aguas. Esa criatura
probablemente fue borrada por la explosión. Shi
Qing Xuan se sentó en el suelo, después de
haberse caído Ming Yi lo levantó.
—¿Tienes algún problema con tu cerebro,
lavarte la cara con agua de la Guarida del
Demonio Agua Negra?
—...
Shi Qing Xuan usó el agua del arroyo que había
estado empapando los cadáveres de los
demonios de agua justo ahora para calmarse y
debería sentirse disgustado, pero no le importaba
darse cuenta de esos detalles. Su rostro y su
cabello todavía goteaban, empapados como un
perro ahogado, perdido y desamparado y
aturdido dejó a Ming Yi levantarlo y aturdido lo
siguió.
Sinceramente, cuando lo pensaba
detenidamente, todo lo relacionado con este
Ming-xiong siempre apestaba a dudas.
Él era el Señor de la Tierra. Por lo tanto, en
realidad, todos los conjuros de Acortamiento de
Distancia en el camino fueron dibujados por él.
Esa debería haber sido su especialidad, sin
embargo, tenía problemas frecuentes.
Al salir del Santuario PuJi, los cuatro fueron
enviados a la ciudad de Fu Gu por alguna razón
606
desconocida y también surgieron problemas
cuando los Señores del Viento y del Agua fueron
transportados fuera de la Isla de Agua Negra.
¿Fue la recámara de transporte que se había
malogrado a través de los años y necesitaba de
reparaciones? ¿Era algo más que causaba
problemas? ¿Era el culpable detrás de escena
demasiado omnipotente?
¿Por qué pensar tanto? ¡La respuesta más
simple fue que era Ming Yi quien se había
entrometido en todo!
La primera vez que el Señor del Viento fue
raptado por el Reverendo de Palabras Vacías fue
Ming Yi quien lo perdió de vista; el Señor del
Viento que perdió sus poderes espirituales
también fue descubierto por él primero; el que se
quedó al lado de Shi Qing Xuan y supo dentro y
fuera de sus miedos y acciones fue él; el que
conocía la contraseña verbal del Señor del Viento
y podía ordenar al Reverendo de Palabras Vacías
que amenazara a Shi Qing Xuan para que abriera
las puertas de ese conjuro de protección en la
Terraza del Vino en Cascada también era él.
En ese entonces, rompió la placa del
establecimiento en el Templo del Viento y el Agua
con sus propias manos sin sentimiento alguno y
tal vez se hizo por necesidad, o, tal vez, lo estaba
haciendo a propósito en primer lugar.

607
Bajo el pretexto de una excusa, desmantelar
abiertamente la placa de establecimiento de su
enemigo y este tenía también que estar
agradecido, qué atrevida arrogancia.
Con pocas acciones extrañas como estas, no
era como si Xie Lian nunca hubiera sospechado
y había intentado sondear, haciendo esas tres
preguntas. Sin embargo, nunca había pensado
que algo tan inconcebible, audaz, pudiera
suceder: ¡que un demonio se hubiera hecho
pasar por un Oficial Celestial y siempre se
hubiera escondido entre ellos!
¿Heishui Chenzhou siempre había sido
discreto?
Para existir bajo una identidad diferente
durante años, por supuesto, él era discreto.
La respuesta de Ming-Yi en ese momento
realmente no tuvo ningún defecto. Él había
devorado al Reverendo de Palabras Vacías y
poseía sus poderes, capaz de comandarlo como
un siervo. Un Rey Fantasma Supremo podría
naturalmente anular su poder, sin tener
limitaciones por las restricciones del rasgo único
del Reverendo. Si quería decir la verdad,
entonces podría decir la verdad, si quería
engañar, podría decir mentiras.
Ese conjunto de esqueletos tenía manos y pies
hábiles, correspondientes a la identidad del
Señor de la Tierra. ¿Por qué adorarlo en el
608
Palacio de Agua Subterránea? Tenía que
hacerse. Esos eran los restos de un Oficial
Celestial después de todo; si no era tratado con
respeto solemne y era enterrado
descuidadamente, no descansaría en paz y el
ataúd no resistiría. Por lo tanto, solo podía
ocuparse de él con grandes formalidades y
adorarlo dentro de sus pasillos.
Sin embargo, lo que hizo que Xie Lian adivinara
su identidad no era solo esto, sino esa embestida.
El Señor del Agua preguntó por qué el
esqueleto experimentaría una lucidez terminal.
Ming Yi respondió apresuradamente para decir:
Mientras esa cosa no se interponga en mi
camino, no importa quién sea él, pero en realidad,
lo que realmente provocó al verdadero Ming Yi no
fue eso, sino las palabras que se dijeron después;
Señor de la Tierra. ¡Porque, él era el verdadero
Señor de la Tierra!
Y el que se hacía pasar por él estaba parado
justo delante suyo, guiándolos con indiferencia e
intencionalmente.
A veces, Ming Yi también haría lo contrario a
propósito y los haría seguir con lo planeado para
escapar de la sospecha. Por ejemplo, le dijo a
Hua Cheng: —Realmente tienes espías en los
cielos.
Sin embargo, ¿no era el espía él mismo? Por
eso Hua Cheng respondió tan irónicamente:
609
—¿No lo sabes ya? —Insinuando; ¿Por qué jugar
fingir?
Sin embargo, la palabra espía era
probablemente inexacta. Un acuerdo era más
probable entre esos dos. Tales como, un
intercambio de información.
Los dos Reyes Fantasmas Supremos
cooperaron en beneficio mutuo, por lo que fue
una situación de ganancia para ambos. Agua
Negra se coló en la Corte Celestial y captó todos
los movimientos del Reino Celestial, grandes y
pequeños y Hua Cheng, por otro lado, se arraigó
en el Reino Mortal, expandiendo el número de
adoradores. Además de esto, si cooperaron en
otros asuntos, no se sabía.
Jun Wu enviando al Señor de la Tierra para
infiltrarse en Ciudad Fantasma no fue diferente a
inundar el Templo del Rey Dragón,37 enviando
ladrones a la guarida de un bandido.
Hasta ahora, probablemente solo hubo dos
accidentes que surgieron mientras estaba
encubierto. El primero fue ese hechizo de Dragón
de Fuego Ascendente.
Un impostor obviamente no haría algo tan inútil.
Xie Lian estaba más inclinado a pensar que el
que lanzó el hechizo Dragón de Fuego

37
Los dragones controlaban el agua y el clima en la tradición china, por lo
que esto básicamente decía que las acciones de Jun Wu eran inútiles.

610
Ascendente fue el verdadero Ming Yi que logró
escapar.
Para disfrazarse como alguien completamente
diferente e infiltrarse en la Corte Celestial, uno
debía poder tener una comprensión profunda de
esa persona. Por lo tanto, los personificados
debían mantenerse vivos para que pequeños
detalles tales como experiencias, habilidades,
manipulación de dispositivos espirituales, etc.,
pudieran ser desenterrados poco a poco. El falso
Ming Yi probablemente secuestró y encarceló al
verdadero Ming Yi justo después de que pasara
su Calamidad Celestial pero aún no hubiera
ascendido. De lo contrario, si el verdadero Ming
Yi ya hubiera hecho contacto con otros Oficiales
Celestiales, sería fácil descubrir al impostor.
Eso fue un accidente, así que cuando Hua
Cheng recibió la noticia, tuvo que retroceder para
ayudar a su compañero a lidiar con las
consecuencias. Casualmente, Xie Lian también
recibió la misión de Jun Wu: El rescate de la
Ciudad Fantasma.
No lo creía en ese momento, pero al pensar en
eso ahora, se dio cuenta de que tal vez la
operación fue demasiado fácil. Xie Lian
realmente rescató al Señor de la Tierra de las
mazmorras de Mansión Paraíso, pero ¿cómo
encontró la mazmorra en primer lugar?

611
¿No fue porque vio por primera vez el grillete
maldito del subordinado de Hua Cheng, el que
llevaba una máscara de fantasma y luego lo vio
infiltrarse en la Mansión Paraíso?
Algo así como un grillete maldito era un signo
de humillación y normalmente cuando los
Oficiales Celestiales eran desterrados, lo
escondían. Entonces, ¿por qué ese hombre
enmascarado lo llevaba tan abiertamente en su
muñeca? ¿Y por qué lo escondió después?
Además de descuido, la otra explicación fue que
se hizo intencionalmente para captar la atención
de Xie Lian, para que Xie Lian pudiera seguir y
descubrir al falso Señor de la Tierra encarcelado.
El verdadero Ming Yi que había activado la señal
de socorro probablemente fue asesinado
después de esto. Debido a que su cuerpo no
podía ser destruido, pero su carne no podía
mantenerse y permitir que otros encontraran
pistas sobre su identidad, él fue disuelto en nada
más que en huesos blancos.
El segundo accidente fue que después de que
Shi Qing Xuan se asustara por el Reverendo de
Palabras Vacías, él buscó ayuda en Xie Lian.
Era obvio que Hua Cheng no quería que Xie
Lian se involucrara en este asunto, razón por la
cual, en ese momento, Ming Yi declaró: —Venir
aquí no era mi intención.

612
Luego, cuando estaban en la Terraza del Vino
en Cascada, cuando Hua Cheng se fue,
probablemente fue para reunirse con Ming Yi y
preguntarle qué estaba pasando.
Xie Lian no tuvo la oportunidad de explicarle
todo esto a Shi Qing Xuan en detalle, pero el
mismo Shi Qing Xuan debía haber pensado
gradualmente en cada detalle, con las manos
escondidas debajo de sus mangas temblando.
Los dos caminaban lado a lado y la mente de
Xie Lian se agitaba; ¿A dónde se había ido Shi
Wu Du?
El primero en cruzar ese conjuro para irse fue
Shi Wu Du y el último fue Ming Yi, así, no debió
haber sido capaz de encontrarse con Shi Qing
Xuan para poder hacerle algo a Shi Wu Du, lo que
significaba que había tres posibilidades: primero,
Shi Wu Du fue enviado a otro lugar; segundo,
había algo más esperando a donde fue enviado
Shi Wu Du y él ya había sido víctima; tercero, Shi
Wu Du se fue solo.
Si era la primera o la segunda posibilidad,
entonces no había ninguna razón para que Ming
Yi siguiera actuando frente a Shi Qing Xuan en
este momento, buscando a Shi Wu Du. Habiendo
pensado hasta aquí, Xie Lian de repente escuchó
a Ming Yi preguntar: —¿Dónde está tu medallón
dorado?

613
Shi Qing Xuan estuvo momentáneamente
desconcertado, pero Xie Lian se llenó de temor
de inmediato. Ming Yi preguntó un par de veces
antes de que Shi Qing Xuan respondiera.
—¿Eh?
Ming Yi dijo bruscamente: —¿No dijiste que
esos dos medallones dorados de longevidad
fueron forjados por los núcleos de oro de ti y tu
hermano y si el dueño está herido, llorarían?
—...
Shi Qing Xuan le contaba todo a Ming Yi, así
que naturalmente también sabía cómo
funcionaba ese dispositivo espiritual. ¡Lo que
significaba que iba a usar el medallón dorado
para encontrar a Shi Wu Du!
—Pero... pero, ¡mis rasguños están curados!
—Dijo Shi Qing Xuan.
—Eso es fácil de resolver —dijo Ming Yi con
frialdad. Entonces, levantó un poco el brazo. Xie
Lian estaba alarmado, ¿iba a cortar al Señor del
Viento? Se tensó en defensa, sin embargo, Ming
Yi apretó la herida en su propio brazo.
La herida que ya había cesado de sangrar se
derramó de nuevo.
—Dame el medallón, lo usaré —dijo.
—...
Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar sentirse
asombrado.

614
Si este gesto no estuviera compuesto por una
maldad oculta y una intención asesina, ¡esa
persona realmente era digna de ser amiga!
Sin embargo, Shi Qing Xuan todavía estaba
enraizado en el lugar, dudando en moverse. En
el momento en que le diera el medallón de
longevidad, los dos medallones dorados llorarían
el uno por el otro. Si Shi Wu Du se diera cuenta,
seguramente lo encontraría directamente. Ming
Yi frunció el ceño.
—¿Tienes miedo estúpido?
—... ¡No! —Shi Qing Xuan dijo—. En realidad,
esto, este medallón, ¿no te lo dije? Solo funciona
si soy yo quien lo usa.
Ming Yi parecía dudoso.
—¿En serio?
Shi Qing Xuan agarró con fuerza el medallón
de longevidad y asintió con la cabeza firmemente.
—¡Eso es correcto!
Ming Yi lo miró por un momento, pero luego
pareció abandonar la idea. Miró la herida en su
propio brazo, pero no dijo nada. Justo en ese
momento, ese medallón de longevidad alrededor
del cuello de Shi Qing Xuan de repente comenzó
a vibrar.
Los colores de la cara de Shi Qing Xuan
cambiaron instantáneamente y Ming Yi reaccionó
de inmediato yendo en la dirección en la que el

615
medallón de longevidad estaba apuntando sin
pausa.
El grito de los medallones de oro significaba
que Shi Wu Du estaba herido. Sin embargo,
cuando entró en el conjuro anterior, estaba
perfectamente bien, así que, ¿qué lo hirió?
Xie Lian pudo sentir que Shi Qing Xuan estaba
ansioso por ir, pero también no. Estaban
atrapados en la ilusión dentro del lago de Agua
Negra y no había nadie más en la isla. Pei Ming
estaba construyendo un bote de ataúd fuera del
límite esperando su regreso. Shi Qing Xuan era
mortal en este momento; si Shi Wu Du fue herido,
nadie en el cielo ni en la tierra podría atender su
llamado. Si se entregaran, ¿cómo podrían
escapar?
Después de correr por un tiempo, Shi Qing
Xuan dijo: —Ming... xiong, creo que es una
trampa. ¡Probablemente es mejor no ir!
—¿Qué trampa? —Preguntó Ming Yi.
Shi Qing Xuan mintió audazmente.
—¿Cómo es posible que mi hermano salga
lastimado? El de allí no debe ser él.
Sin embargo, Ming Yi tenía más razones y
racionalidad que él.
—Estamos en el territorio de un Rey Fantasma
Supremo. El Señor del Agua podría no tener lo
necesario para protegerse a sí mismo. No

616
importa lo que sea, vamos a echar un vistazo
primero.
Shi Qing Xuan tampoco pudo pensar en una
excusa para no ir y Xie Lian tampoco pudo
encontrar nada, así que miró en silencio, listo
para actuar en cualquier momento.
Siguiendo las crecientes vibraciones del
medallón de la longevidad, los dos se acercaron
más y más al objetivo y pronto vieron a Shi Wu
Du tendido en el suelo, acurrucado de forma
desaliñada, sosteniendo su estómago, buscando
un dolor inmenso.
Shi Qing Xuan se sorprendió y gritó: —¡GE!
Luego se precipitó con Ming Yi detrás. Sin
embargo, cuando se acercaron a Shi Wu Du,
repentinamente se puso de pie y lo abrazó,
estallando en una carcajada enloquecida.
Completamente envuelto en sus brazos, Shi Qing
Xuan estaba sumamente desconcertado y solo
entonces se dio cuenta de que el hombre tenía
una cara torcida, ¡no era Shi Wu Du! ¡Solo era un
maníaco demente vestido con la túnica de Shi Wu
Du y usando ese medallón dorado!
Él todavía no había abierto la boca para hablar
cuando Ming Yi, quien estaba a su lado, de
repente se derrumbó, un pequeño agujero negro
del tamaño de una bola apareció en su pecho,
derramando sangre fresca.

617
Una figura de blanco saltó de un árbol, lo agarró
y corrió, gritando: —¡CORRE!
Xie Lian miró de cerca y vio, ¡este era el
verdadero Shi Wu Du!
—¡¿GE?! —Shi Qing Xuan exclamó.
Shi Wu Du gritó en voz baja: —¡No hables y ven
conmigo! ¡Él no es bueno!
En un instante Xie Lian entendió. Resultó que
Shi Wu Du tampoco debía ser subestimado. En
el momento en que salió del conjuro de transporte
y vio que todavía estaba en el Palacio de Agua
Subterránea ya sabía que algo estaba mal. No
pensaba que las cosas eran tan complicadas
como lo hacía Xie Lian y era mucho más agudo.
El primero del que sospechaba era Ming Yi, por
lo que se escondió para hacerse invisible,
observando desde las sombras lo que estaba
tramando. Probablemente lo enviaron a un lugar
diferente al de Shi Qing Xuan, de lo contrario,
habría llevado a Shi Qing Xuan para esconderse
con él. Después de encontrar a Ming Yi y Shi Qing
Xuan juntos, arrastró a un maníaco, lo vistió con
sus ropas exteriores y le puso el medallón dorado
alrededor del cuello, luego lo golpeó con una
explosión, atrayendo la atención de Ming Yi antes
de emboscarlo. Fue un movimiento bastante
despiadado ya que no había ninguna prueba
sólida de que Ming Yi hubiera hecho nada, ¡pero
Shi Wu Du iba directo por su vida!
618
Shi Qing Xuan no pudo evitar mirar hacia atrás,
pero cuando lo hizo, vio al Ming Yi cuyo corazón
estaba destrozado yacer un poco antes de
sentarse, agachar estoicamente la cabeza para
mirar ese agujero sangriento, antes de levantarse
lentamente en sus pies. Xie Lian pudo sentir
como la sangre de Shi Qing Xuan corría fría hasta
el fondo de su corazón. Incluso para los Oficiales
Celestiales, ¿quién podía moverse tan fácilmente
después de ser golpeado así? ¡Tenía que ser
algo inhumano!
Los dos hermanos corrieron por un momento
cuando, de repente, los pelos de la espalda de
Xie Lian se pusieron de pie y él gritó:
—¡CUIDADO!
Tiró del Señor del Agua y un silbido agudo se
disparó por el aire, pasando rápido y fríamente.
Si no fuera por el tirón de Xie Lian, el Señor del
Agua ya habría perdido la cabeza.
¡Eran esas criaturas invisibles del reflejo del
agua!
Shi Wu Du maldijo. Abrió el abanico del Señor
del agua y lo movió; varias flechas de agua finas
y largas salieron disparadas a través de las olas
en la superficie de su abanico, rodeando sus
cuerpos, formando un círculo protector. Ahora
esas criaturas invisibles no podían hacerles nada.
Los dos continuaron huyendo y Shi Qing Xuan no

619
pudo evitar volver a mirar. Esta vez, podía sentir
el frío por su espina dorsal.
—¡Él... nos está alcanzando!
Efectivamente, Ming Yi estaba solo a unos
veinte pies detrás de ellos, avanzando
lentamente. A pesar de que parecía que sus
pasos eran lentos, con cada paso, la distancia
entre él y los dos que iban adelante se acortaba
instantáneamente, pareciendo que, con varios
pasos más, podría tocar los dobladillos de sus
túnicas.
Shi Wu Du nunca miró hacia atrás, pero con un
movimiento más de su abanico, de veinte a
treinta hojas de afeitar afiladas como un dragón
salieron disparadas de la superficie de su
abanico. Aunque estaban hechas de agua,
rompían el aire como cuchillas de acero. Con otro
movimiento, sus números se duplicaron.
Abanicando un par de veces, cientos de flechas
de agua salieron disparadas hacia Ming Yi y lo
atacaron desde todas partes. Solo un paso en
falso y su cuerpo sería perforado con agujeros a
través de su cuerpo. ¡Sin embargo, Ming Yi
atrapó la primera flecha de agua con sus propias
manos y tiró como si fuera una cuerda y ese
abanico de Señor del Agua fue arrancado de la
mano de Shi Wu Du!
En el momento en que el abanico dejó su mano,
las flechas del dragón de agua que bailaban
620
salvajemente en el cielo se disolvieron
instantáneamente en lloviznas, cayendo desde
arriba. Shi Wu Du se detuvo abruptamente en su
paso y miró su mano con incredulidad. Durante
más de cientos de años, esta fue la primera vez
que alguien pudo quitarle el abanico de Señor del
Agua. Sabía que ya no podía escapar y
finalmente miró hacia atrás. Ese Ming Yi
caminaba hacia ellos con pasos firmes.
Su persona entera parecía estar pasando por
una transformación intrincada. Con cada paso
ocurrió un cambio. Esa cara ya blanqueada
parecía ser aún más pálida, la misma
translucidez sin sangre como Hua Cheng y su
frente se convertía en cada vez más aguda, sus
cejas más profundas, lo que, naturalmente, lo
hacía parecer aún más sombrío. Sobre los
dobladillos de sus túnicas negras, antes sencillas,
crecían silenciosa y discretamente patrones de
ondas tejidas por finos hilos, brillando un
misterioso resplandor plateado. Una vez que se
hubiera presentado ante los Señores del Viento y
el Agua, su rostro seguía siendo el mismo, pero
ya era una persona completamente diferente.
El Señor de la Tierra no era un dios marcial, por
lo que no era bueno en artes marciales, su poder
espiritual era promedio. Sin embargo, el que
estaba ante ellos ahora, obviamente no lo era.

621
—¿Quién eres? —Shi Wu Du exigió con
cautela.
Ming Yi pareció haber encontrado graciosa la
pregunta y entrecerró los ojos.
—¿Estás en mi territorio y tienes que
preguntarme quién soy?
—¿... Demonio Agua Negra Xuan? —Shi Wu
Du se aventuró.
Ming Yi miró a Shi Qing Xuan, pero Shi Qing
Xuan no reaccionó.
Shi Wu Du continuó: —¿Siempre has sido el
Señor de la Tierra? O... —Se detuvo, mientras
adivinaba—. Ya veo. —Sin embargo, lo que
descubrió solo fue que el Demonio Xuan se había
infiltrado en los cielos. Shi Wu Du dijo—: A ti y a
mí siempre nos importaron nuestros propios
asuntos; las aguas de pozo no interfieren con los
ríos, hemos regido nuestros propios dominios. La
intrusión en tu territorio no era mi intención,
entonces, ¿por qué los dos no retrocedemos un
paso?
—Tirano del Agua —Ming Yi dijo—. ¿Entonces
también hay momentos en que no te atreves a ser
tiránico?
Shi Wu Du era orgulloso por naturaleza y al
escuchar esto, el disgusto se reflejó en su rostro.
Aunque, porque estaban bajo el techo de otra
persona y su hermano menor estaba a su lado,

622
tuvo que bajar la cabeza. Sin embargo, no estaba
dispuesto a dar marcha atrás.
—Si no fuera el lugar y el momento incorrectos,
no tendría miedo de ti.
Ming Yi dio otro paso adelante y dijo de manera
escalofriante: —Shi Wu Du, mira mi cara. ¿Sabes
quién soy?
Shi Wu Du lo miró con el ceño fruncido. Había
visto la cara del Señor de la Tierra varias veces,
por lo que no entendía lo que estaba tratando de
decir.
—¿Quieres que te diga quién eres? —Después
de una pausa, pensó que estaba tratando de dar
a entender que su identidad no podía ser
revelada, por lo que dijo: —No importa quién
eres. Lo juro por mi nombre de Señor del Agua,
siempre que no me involucres a mí ni a mi
hermano, no me importará lo que hagas...
No había terminado su oración antes de que
Ming Yi lo cortara con frialdad.
—La gente noble es realmente olvidadiza.
Tirano del Agua, ¿por cuántos nombres mortales
y nacimientos mortales pasaste en aquel
entonces tan arduamente para encontrarme a
mí? ¿Qué, ni siquiera han pasado unos cientos
de años y ya has olvidado cómo me veo?
Al oír esto, la cara de Shi Wu Du comenzó a
temblar poco a poco.

623
Una expresión de haber visto un fantasma que
solo los mortales experimentaban ahora se
mostraba en su rostro por primera vez. Las
pupilas de Shi Wu Du se encogieron lo más que
pudieron y él soltó: —¡¿Todavía estás vivo?!
—¡Estoy muerto! —Dijo He Xuan fríamente.
Entonces, de repente levantó una mano, apretó
los dedos juntos y levantó la palma de la mano
hacia arriba. Xie Lian sintió un repentino dolor en
su cabeza y parecía que Shi Qing Xuan fue
afectado por el poder espiritual de He Xuan y se
desmayó.

Pasó un desconocido lapso de tiempo antes de


que Xie Lian llegara lentamente a la conciencia
de Shi Qing Xuan. Antes de abrir sus ojos ya
podía sentir algo frotándose contra él de atrás
hacia adelante.
Cuando abrió lentamente los ojos, descubrió
que eran varias cabezas peludas y asquerosas.
Unas bandas de esos locos maniáticos rodeaban
a su persona, observando su rostro con risas
locas y sintiéndolo todo con sus manos. Xie Lian
todavía estaba bastante tranquilo porque de
inmediato determinó que esta no era una
situación que amenazara la vida; Esos maníacos

624
estaban un poco sucios, pero no eran una
amenaza. Sin embargo, Shi Qing Xuan estaba
aturdido y al instante quería alejarlos. Sin
embargo, se escucharon fuertes clings y clangs
de grilletes de hierro, una frialdad en sus
muñecas y tobillos y no podía mover una
extremidad. Miró hacia arriba y resultó que
estaba esposado a una pared por varias cadenas
de hierro tan gruesas como un palo de madera,
con los brazos levantados y suspendidos.
Al ver los pisos y el techo, probablemente
regresó al Palacio de Agua Subterránea. Xie Lian
podía sentir exactamente lo que Shi Qing Xuan
estaba sintiendo un dolor muy profundo en su
cabeza. Estaba a punto de decir: —Señor del
Viento, mantenga la calma, le enseñaré cómo
liberarse de esposas como estas... —cuando de
repente se dio cuenta de que no podía hacer un
solo sonido.
Perplejo, Xie Lian se diagnosticó rápidamente.
Una gran parte de sus poderes espirituales
realmente se perdió y aunque su espíritu aún
podía permanecer en el cuerpo de Shi Qing Xuan
ya no podía manipular su cuerpo, ni siquiera
expresar ninguna advertencia. ¿Podrían los
poderes que tomó prestados de Hua Cheng estar
agotados?
Imposible.

625
Sabía exactamente cuántos poderes
espirituales tomaba para realizar el Hechizo de
Cambio de Alma. Los poderes que Hua Cheng le
prestó solo podían ser más y nunca menos.
Sin embargo, podía sentir que sus poderes
espirituales se estaban escapando rápidamente,
volviéndolo loco y ansioso. En ese momento, una
voz ronca gritó desde el otro lado.
—¡Qing Xuan!
Los ojos de Shi Qing Xuan estaban
adormecidos, pero cuando miró desconcertado a
donde provenía esa voz, vio que era Shi Wu Du
quien lo estaba llamando.
No estaba encadenado por ningún grillete de
hierro, pero su túnica blanca estaba sucia y
descuidada. Estaba arrodillado en el suelo y
cuando vio a Shi Qing Xuan recobrar los sentidos,
mostró una expresión alegre, que parecía querer
acercarse, pero fue instantáneamente golpeado
por alguien a su lado, lo que lo obligó a
arrodillarse de nuevo. Ese hombre estaba de pie
con los puños apretados a los costados, su
expresión fría y siniestra, su piel tan pálida que le
provocó escalofríos y ese era el Demonio Agua
Negra Xuan. O más bien, He Xuan.
Detrás de él había un altar divino y cuatro urnas
negras y lisas de obsidiana se alzaban
serenamente sobre él. Dos abanicos triturados

626
fueron arrojados al suelo: el abanico del Señor
del Viento y el abanico del Señor del Agua.
Padre, madre, hermana, prometida.
—Póstrate —dijo He Xuan.
Los ojos de Shi Wu Du estaban fijos en Shi ing
Xuan y con sus labios pronunció una respuesta:
—Está bien.
Con eso, realmente se arrodilló ante el altar y
dong, dong, dong, reverenció profundamente
diez veces delante de las urnas. Luego, cuando
se levantó ligeramente, He Xuan pisó sobre su
cabeza y dijo fríamente: —¿Te permití que te
levantaras?
Este pisotón instantáneamente aplastó la
cabeza de Shi Wu Du en el suelo y sangró por
sus orificios.
Él apretó los dientes.
—... no.
El hermano mayor, que una vez estuvo tan
orgulloso de que nunca hubiera inclinado la
cabeza, ahora estaba siendo pisoteado en el
suelo por otro. Aunque Shi Qing Xuan sabía que
lo que había hecho merecía un castigo diez veces
peor que esto, la sangre era más espesa que el
agua y al final todavía no podía soportar verlo así.
—Ge...
Al oír su voz, los ojos escalofriantes de He Xuan
lo miraron.

627
628
Incluso si no podía levantar la cabeza, Shi Wu
Du sabía que el sonido dócil no iba a traer nada
bueno y de inmediato gritó: —¡TÚ QUÉDATE
CALLADO!
Después de reflexionar por un momento, He
Xuan quitó la bota de su cabeza. Shi Wu Du
estaba lleno de temor, pero no pudo levantarse y
gimió.
—¡Qing Xuan!
He Xuan se acercó lánguidamente. Esos locos
maniáticos estaban aterrorizados de él y se
alejaron corriendo lloriqueando, aunque seguían
mirando furtivamente a Shi Qing Xuan, como si
estuvieran observando algo en su persona. Shi
Qing Xuan estaba encadenado a la pared y vio
cómo esa cara con la que debía estar más que
familiarizado, pero ahora era terriblemente
extraña, se acercaba con cada paso.
He Xuan se agachó frente a él, se detuvo y
luego preguntó: —¿Te da miedo el Reverendo de
Palabras Vacías?
Su tono era frío e impasible, pero Shi Qing
Xuan tenía los ojos desorbitados, sus labios
temblaban, incapaces de hablar.
El Reverendo de Palabras Vacías en aquel
entonces ya era extremadamente horroroso, sin
embargo, esta persona ante él que se había
tragado al Reverendo de Palabras Vacías era
629
diez veces, cien veces más aterrador que la
pesadilla de sus años más jóvenes. Pero este
terror era algo que debería haber soportado
desde el principio.
—He Xuan —dijo Shi Wu Du—, un hombre
debe responder a lo que ha hecho solo. Fue idea
mía utilizarte para evitar su desgracia. Esto no
tiene nada que ver con mi hermano menor.
He Xuan se burló.
—¿Nada que ver con él?
Miró a Shi Qing Xuan sin parpadear,
pronunciando cada palabra: —Tu hermano
menor, un mortal común y corriente, obtuvo la
capacidad de ascender; su infinita gloria fue
robada de mi destino, saqueada de mi divinidad.
¿Y me dices que esto no tiene nada que ver con
él?
Cada palabra era como una cuchilla y cada
cuchilla perforaba el corazón. Esto fue dicho para
que Shi Qing Xuan lo escuchara y aunque Shi
Qing Xuan ya lo sabía todo, todavía inclinaba la
cabeza, sintiendo que nunca podría volver a
levantarla en lo alto en su vida.
Shi Wu Du dijo con calma forzada: —Ya que...
siempre has estado a su lado, deberías saber
muy bien que no te engañé. Él no es alguien que
oculta algo, ¡realmente no sabía nada de esto!
He Xuan exclamó bruscamente. —¡ESO ES
PRECISAMENTE PORQUE ES TAN
630
DESPRECIABLE! ¡¿POR QUÉ SE LE PERMITE
NO CONOCER NADA?!
La cabeza de Shi Qing Xuan estaba inclinada
incluso más abajo.
¿Qué derecho tenía él para chupar la sangre
de otra persona, pisotear los huesos de otra para
llegar a los cielos y aun así mantener la
tranquilidad mental, disfrutando de todos esos
lujos sin ningún sentido de carga?
He Xuan agregó: —Él no lo sabía entonces,
¡¿pero sigue siendo ignorante ahora?
Shi Qing Xuan levantó la vista y dijo con voz
temblorosa: —Ming-xiong yo-...
—¡CÁLLATE! —Gritó Xuan.
Su rostro era casi salvaje. Cuando Shi Qing
Xuan lo vio, un escalofrío recorrió su espina
dorsal y se quedó en silencio. He Xuan se dio la
vuelta y comenzó a caminar de un lado a otro en
el pasillo del Palacio de Agua Subterránea,
gruñendo: —¡Te he dado oportunidades!
Shi Qing Xuan cerró los ojos, apretando los
puños. Xie Lian recordó ese excesivamente
furioso: —Bien. ¡Muy bien! —De vuelta en la
ciudad de Fu Gu y esa escena de Ming Yi
bloqueando el camino de Shi Qing Xuan para
seguir a Pei Ming en su viaje hacia el Mar del
Este.
Solo que, cada vez, Shi Qing Xuan había
elegido ayudar a Shi Wu Du.
631
Susurró: —... Lo siento.
He Xuan se detuvo. Él exigió: —¿Y de qué sirve
tu disculpa?
Esa hilera de cuatro urnas se colocó justo
enfrente de Shi Qing Xuan, como si también
estuvieran burlándose de sus ligeras disculpas,
perforando la miseria en su corazón, quemando
sus entrañas, como si todo lo que dijera fuera a
ser cuestionado. Shi Qing Xuan rogó: —... Sé que
es inútil, pero yo...
He Xuan dijo fríamente: —Pero, ¿tú qué?
¿Sabes que es inútil, pero todavía quieres
expresar tu mayor sinceridad, esperando poder
conmoverme para que deje de lado este rencor y
disuelva este resentimiento?
Shi Qing Xuan dijo apresuradamente: —¡NO!
¡No! ¡Eso no es lo que quise decir! Es solo... Es
solo yo, yo, realmente lamento mucho haberte
hecho daño. De Verdad. Ming... He... Joven
maestro He. Sé que tanto mi hermano como yo
estamos equivocados. En este punto, no hay
vuelta atrás, así que...
He Xuan estaba escuchando atentamente.
—¿Y?
Sin embargo, en este mismo momento,
cualquier palabra más sonaba débil y patética.
Shi Qing Xuan intentó desesperadamente
encontrar algo, pero se quedó en blanco, incapaz
de continuar.
632
He Xuan dijo fríamente: —Bueno, habla.
¿Porque te detuviste? Entonces, ¿estás
dispuesto a morir por tus pecados?
Shi Qing Xuan fue sorprendido. Shi Wu Du no
pudo escuchar más y gritó: —¡¡¡HE XUAN!!! El
que te hizo mal soy yo, es el Reverendo de
Palabras Vacías. El pecado de Qing Xuan no
merece la muerte, tú...
—¿Y quién en mi familia pecó? —Dijo He
Xuan—. ¿Quién de mi familia mereció la muerte?
—Shi Wu Du se atragantó. He Xuan continuó—:
Vamos. Dime. ¿Estás dispuesto?
—... Lo estoy. —Shi Qing Xuan susurró.
Al escuchar esto, He Xuan se burló. Ya que Shi
Qing Xuan tenía la cabeza inclinada, Xie Lian no
podía ver su expresión, pero incluso si lo veía,
probablemente no sería capaz de decir lo que
estaba sintiendo en este momento.
Entonces, He Xuan se alejó con los puños a los
lados. Esa banda de locos maniáticos lo rodeó
una vez más, abrazando los brazos y los muslos
de Shi Qing Xuan, negándose a dejarlo ir.
Algunos también tiraban de su cabello, otros
enganchados alrededor de su cuello, cada uno de
ellos con destellos de locura en sus ojos, como si
quisieran comérselo vivo. A pesar de que Xie Lian
había vivido antes entre las personas sin hogar,
él también sintió que su sangre se enfriaba y se
preguntó: —¿Quiénes son estas personas? ¿Por
633
qué el Demonio Xuan reunió a un grupo así de
locos aquí?
Sin embargo, Shi Qing Xuan solo soportó en
silencio el empujar y presionar de esos hombres
locos, tolerando su tirar y arrastrar, asustado por
hacer un sonido. He Xuan observó con ojos fríos
por un rato, luego habló: —¿Sabes quiénes son
estas personas?
Unos dedos en forma de bastoncillos en
descomposición arañaron la cara de Shi Qing
Xuan y se sintieron en toda su persona, pero ni
siquiera se atrevió a respirar, así que, por
supuesto, no tuvo tiempo de reflexionar sobre
quiénes eran esas personas y sacudió su cabeza.
He Xuan respondió: —Viles destinos. Fortunas
sórdidas. Vidas más bajas que las bestias. Un
destino que puede volver loco a un hombre.
—…
Una profunda sensación de frío se arrastraba
en el corazón de Xie Lian y él podía adivinar más
o menos qué planeaba hacer He Xuan. Shi Wu
Du también entendió en un instante, con los ojos
hinchados.
—... ¡¿TÚ?!
He Xuan se colocó entre Shi Wu Du y Shi Qing
Xuan y dijo fríamente: —Ahora, les doy dos
opciones. Señaló a Shi Wu Du primero—. Opción
uno. Tú, elige uno de esta multitud e intercambia
el destino de tu hermano con él. Entonces,
634
desaparece en el Reino Mortal. —Los ojos de Shi
Wu Du estaban cada vez más inyectados en
sangre, sus hombros comenzaban a temblar. He
Xuan continuó—: Ya que disfrutas mucho
cambiando los destinos, debes ser bastante hábil
en eso. No hay necesidad de que te enseñe.
Si se ignoraran las razones detrás de este
movimiento, entonces era verdaderamente
malicioso. Aunque el destino original de Shi Qing
Xuan no era lo suficientemente bueno para
ascender, aún era una vida pacífica llena de lujos
y ocio. Al mirar a esos hombres locos, estaban o
atacados con enfermedades y llagas podridas, o
conducidos a la locura por las adversidades. No
importaba, lo que estaba claro era que eran todos
aquellos que sufrían fortunas miserables y
desdichadas. Si Shi Qing Xuan fuera a
intercambiar destinos con alguno de ellos, ¿no
caería en el mismo estado trágico? Esas eran
vidas que podrían volver loco a un hombre y de
aquí en adelante sufriría una agonía y un
tormento infinitos.
Esta prueba, era obvio que Shi Wu Du había
fallado en pasar su Calamidad Celestial esta vez.
Y ahora que el asunto con el Reverendo de
Palabras Vacías había sido revelado, sin duda él
sería desterrado. Después de ser desterrado al
reino de los mortales ya no podría darle un buen
destino a Shi Qing Xuan. Un mortal común con
635
sus poderes despojados y un hombre sórdido
sufriendo fortunas viles, ¿cómo podrían continuar
viviendo sus vidas?
Shi Wu Du suspiró y apretó los dientes.
—¿Y la segunda opción?
He Xuan continuó: —La segunda opción. Tú.
—Esta vez, el único visto fue Shi Qing Xuan.
Lentamente enunciaba cada palabra—. No
tocaré tu destino. Pero aquí, en este lugar, corta
la cabeza de tu hermano por mí.
¡CLANG!
Arrojó una hoja oxidada al suelo. Shi Qing Xuan
se quedó mirando esa espada, con los ojos muy
abiertos. He Xuan continuó: —Luego, nunca te
muestres ante mí otra vez y pretenderé que
nunca has existido en este mundo.
Un odio tan profundo que se había filtrado en
sus huesos durante cientos de años finalmente
estalló en la cima; cualquiera podía ver el color
de la ferviente locura en sus ojos. Cualquiera
podía ver que no estaba engañando.
Después de un momento de silencio, Shi Wu
Du gruñó: —... me terminaré a mí mismo. Déjame
hacerlo yo mismo.
—No tienes derecho a negociar conmigo —dijo
He Xuan.
Shi Wu Du miró a Shi Qing Xuan y murmuró
tristemente: —Estás pidiendo nuestras vidas...

636
Shi Qing Xuan, sin embargo, no estaba tan
desesperado como él y dijo apresuradamente:
—¡Ge! ¡Ge! Vamos a elegir la primera opción. La
primera.
Un momento después, Shi Wu Du se calmó.
—No. Elijo la segunda.
—... —Shi Qing Xuan quedó estupefacto—.
¿Por qué la segunda opción? ¿No podemos los
dos vivir? Ge, no puedo hacerlo, realmente no
puedo.
Shi Wu Du dijo furiosamente: —¡SILENCIO! No
entiendes, ¡hacerme perder todo y ver cómo te
conviertes en una criatura sucia! ¿Crees que
puedo hacerlo? ¿Por qué no continúo y muero de
locura?
—¡Ge! —Shi Qing Xuan exclamó—. No
importa... vivir es mejor que la muerte. Además,
realmente, si lo piensas, hemos... ya hemos
vivido durante cientos de años, es hora de... es
hora de...
Mientras hablaba, parecía recordar lo bien que
vivió los últimos cientos de años… y estaba tan
avergonzado que no se atrevía a continuar.
He Xuan todavía los estaba mirando fríamente.
Shi Wu Du finalmente se puso de pie, agarró esa
hoja de óxido y se tambaleó hacia la pared.
Agarró el hombro de su hermano menor y dijo:
—¡Ven! —Luego susurró ásperamente: — ...Ve a
buscar al General Pei. Pídele que te proteja.
637
Esa hoja era terriblemente pesada y estaba
cubierta de óxido; no importaba matar a un
hombre, incluso matar un pollo sería difícil. Si
esta hoja se usara para cortar la cabeza de
cualquiera, tanto el verdugo como el objetivo
sufrirían grandes dolores. Shi Qing Xuan estaba
tan horrorizado que no pudo mantenerlo en sus
manos, dejándolo caer varias veces en el suelo.
—¡No importa, ge, no importa! ¿No me lo dijiste
tú? Todos se preocupan solo por sí mismos en
este mundo, ¿por qué alguien nos cuidaría? ¿No
nos hemos cuidado siempre? No me des esta
cosa, ¡NO ME LO DES A MÍ!
Shi Wu Du gritó: —¡QING XUAN! ¡No seas tan
inmaduro! —Entonces, él sonrió amargamente:
—... Tu hermano ha sido llamado el Tirano del
Agua, tú lo sabes. Habiendo hecho surgir tantas
olas a lo largo de los años, hay al menos mil.
Tengo enemigos desde los cielos hasta la tierra.
Sería más fácil si muero. Si muero, entonces
nada más te sucederá. Si no muero, pero no
tengo nada, entonces ese es verdaderamente un
destino peor que la muerte. Si no soy el Dios del
Agua, no puedo cuidar de ti. Ni siquiera seré
capaz de protegerme. Tengo miedo de que no
duremos ni dos días... ¡TOMA ESTO!
Shi Qing Xuan iba a llorar de horror y lloró
incontrolablemente.

638
—¡NO! NO PUEDO NO PUEDO, GE, ¡NO
PUEDO, REALMENTE NO PUEDO! ¡NO ME
FUERCES! ¡NO LO HAGAS! ¡¡¡AYUDA, AYUDA,
AYUDA!!!
Empezó a gritar con cada fibra de su ser hasta
que estuvo ronco, pidiendo ayuda.
Shi Wu Du exclamó: —¡Está bien! No te
asustes, Qing Xuan, esto no te dolerá tanto como
intercambiar el destino o despojarte del poder
espiritual...
He Xuan había sido infinitamente paciente
hasta este punto, pero ahora de repente echó esa
paciencia. Sin previo aviso, Shi Wu Du fue
derribado y escupió una boca llena de sangre,
cayendo al suelo, incapaz de levantarse. Shi Qing
Xuan gritó desde la pared: —¡GE!
He Xuan dijo de forma escalofriante:
—¡Silencio! Basta ya de esa asquerosa muestra
de amor fraternal. Abre los ojos y mira dónde
estás. Nadie será conmovido por ti aquí.
Inesperadamente, después de que Shi Wu Du
vomitó bocanadas de sangre, de repente se puso
de pie y agarró el cuello de Shi Qing Xuan. Xie
Lian estaba aturdido, sintiendo que su respiración
se detenía y la sangre corría hacia su cabeza. Shi
Qing Xuan jadeó.
—... ¿Ge?
Shi Wu Du apretó los dientes cubiertos de
sangre.
639
—¡Qing Xuan! ¡No puedo dejarte solo así! Si
muero, no hay manera de que puedas vivir en
este mundo, ¡así que puedes venir conmigo!
Luego, ejerció más fuerza en sus manos y se
aferró más fuerte. La vista de Shi Qing Xuan se
estaba oscureciendo y gemidos de muerte
escapaban de su garganta. Xie Lian estaba
extremadamente sorprendido, ¿el Señor del
Agua realmente iba a estrangular al Señor del
Viento hasta la muerte?
Poco después, la presión en su garganta
desapareció repentinamente; una gran cantidad
de aire fresco entró y Shi Qing Xuan tosió
incesantemente por la asfixia, finalmente
recuperando el aliento. Sin embargo, fue He
Xuan, que estaba de pie junto a ellos, quien había
arrancado los dos brazos de Shi Wu Du que
estaban retorciendo el cuello de Shi Qing Xuan
de los codos hacia abajo. Dijo fríamente: —¿Te
di un tercer camino?
Con dos antebrazos rotos, Shi Wu Du brotaba
sangre como una fuente, sin embargo, se echó a
reír a carcajadas. He Xuan tiró los dos antebrazos
a un lado como si fueran basura.
—¿De qué te ríes?
Shi Wu Du agitó esas mangas largas vacías y
empapadas de sangre y dijo: —¡Me estoy riendo
de ti! ¡Me estoy riendo de ti pensando que tienes
la ventaja! ¿Pensaste que finalmente te habías
640
vengado después de soportar tantos años? ¿Se
siente bien?
—Al verte roto de esta manera, se siente bien
—dijo He Xuan.
—¿Es cierto? —Shi Wu Du dijo—. Entonces
déjame decirte, ¡también me siento genial!
Usó esos brazos rotos que sangraban
profusamente para tirar del cuello de He Xuan.
—Porque te veo en este momento tan lleno de
rabia, tan lleno de sufrimiento, tan lleno de odio y
aun así eres incapaz de traer de vuelta a tu
familia... Todavía no eres más que un fantasma
en las sombras. ¡PONTE TAN MOLESTO COMO
QUIERAS, ELLOS SE FUERON HACE TIEMPO!
Pero yo y mi hermano hemos vivido durante tanto
tiempo y hemos sido Oficiales Celestiales durante
cientos de años, por lo que incluso si ya no puede
ser uno, incluso si él ya no puede vivir, aún se
beneficia. ¡AÚN SOY EL GANADOR ASÍ QUE
ME SIENTO AUN MEJOR QUE TÚ!
JAJAJAJAJAJAJAJAJA...
Cuanto más escuchaba, más pálido se
reflejaba el rostro pálido de He Xuan, como si una
tierra fría y estéril hubiera prendido fuego de
fantasmas y, de repente, el aire de la cámara
descendía de manera abrupta. Shi Qing Xuan
estaba aterrorizado hasta el fondo y dijo con voz
ronca: —... Ge, deja de hablar. ¿Puedes por favor

641
dejar de hablar? Ge, Dios mío, ¿qué estás
diciendo? ¿Qué tontería estás escupiendo...?
He Xuan sacó su mano y ahorcó el cuello de
Shi Wu Du.
—¡NO TIENES REMORDIMIENTO!
Shi Wu Du se rió salvajemente.
—¿Remordimiento? ¡HUMP! ¡QUÉ BROMA! Y
pensar que eres un Rey Fantasma Supremo,
Heishui Chenzhou. ¿QUIERES HABLAR
CONMIGO SOBRE REMORDIMIENTO? Déjame
decirte, ¡NO HAY TAL COSA!
Shi Qing Xuan gimió y Shi Wu Du continuó
hablando con la cabeza bien alta.
»TODO LO QUE TENGO HOY, LO LUCHÉ
POR MÍ MISMO. LUCHARÉ POR LO QUE NO
TENGO. CAMBIARÉ EL DESTINO QUE NO
POSEO. ¡MI DESTINO DEPENDE DE MÍ Y NO
DE LOS CIELOS!38
Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó
esta interpretación de: Mi vida depende de mí y
no de los cielos, y se quedó impresionado. He
Xuan también se echó a reír, sonando como si
sus ojos fueran abiertos a un nuevo mundo por la
inquebrantable tenacidad de Shi Wu Du al
negarse a admitir errores.

38
[我 命 由 我 不由 天] "Mi destino depende de mí y no de los cielos": esta
es una de las doctrinas importantes del taoísmo, una visión fundamental sobre
la muerte y el destino.
642
Su expresión se estaba volviendo cada vez
más aterradora y Shi Qing Xuan se rompió.
—... Ge, te lo ruego, te ruego que dejes de
hablar, por favor, cállate. Ayuda…
Sin embargo, la arrogancia presumida de Shi
Wu Du no se desanimó.
—Qing Xuan, Gēge se adelantará primero. Te
espero allá abajo. Jajajajaja...
Antes de terminar su oración, He Xuan colocó
su mano sobre su cabeza y agarró su cabello. El
alma de Shi Qing Xuan iba a dejar su cuerpo, las
cadenas de hierro se magullaban y golpeaban
contra la pared con locura.
—¡MING-XIONG! ¡MING-XIONG! LO SIENTO,
LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO
SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO. ¡SOMOS
LOS QUE PECARON! SOMOS LOS QUE
ESTAMOS EQUIVOCADOS. ¡ES MI CULPA! ¡MI
HERMANO SOLO HIZO LO QUE HIZO POR MÍ!
¡MI HERMANO SE HA VUELTO LOCO, ESTÁ
LOCO, ¿NO PUEDES VER? YO... TÚ... TÚ...
Quería rogar, orar por misericordia, pero sus
súplicas no abandonaban sus labios y solo podía
usar sus ojos para hacer una reverencia. He
Xuan lo miró y en un momento fugaz, parecía
haber recordado algo. Se calmó y se detuvo.
Al ver esto, fue como si hubiera un hilo de
esperanza y Shi Qing Xuan dejó escapar un
suspiro de alivio, las lágrimas finalmente rodaron.
643
Pero antes de que pudiera hablar, escuchó sonar
la voz cruel de He Xuan.
—Has llamado a la persona equivocada.
¡Luego, levantó la mano y arrancó la cabeza de
Shi Wu Du de su cuello!
—¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Con la cabeza separada del cuerpo, la sangre
brotó de la brecha limpia del cuello de Shi Wu Du,
rociando el cuerpo y la cara de Shi Qing Xuan.
Finalmente, Shi Qing Xuan no pudo soportarlo
más y comenzó a gritar como si estuviera loco.
Al ver a un cadáver sin cabeza levantado sin
colapsar, a esos locos les pareció increíblemente
interesante y todos comenzaron a enloquecerse
de alegría, girando alrededor de él en círculos,
con sus pies descalzos manchando huellas
sangrientas por todas partes. Aplaudieron y
aplaudieron mientras giraban.
—¡YO, YO, YO! ¡Está muerto! ¡Está muerto!
—¡MUERTO, MUERTO! ¡JEJEJEJE!
Shi Qing Xuan gritó por quién sabe cuánto
tiempo, gritó hasta que sintió que su alma y su
espíritu habían huido y no podía recordar cuándo
se había detenido. Cuando Xie Lian llegó junto
con su conciencia ya estaba sentado con tristeza
en el suelo empapado de sangre.

644
645
He Xuan estaba parado no lejos de él con la
cabeza de Shi Wu Du, todavía con los ojos
redondos y grandes, colgando de su mano.
Miraba hacia abajo a Shi Qing Xuan, observando
desde arriba.
Un momento después, He Xuan preguntó
claramente: —¿Tienes algo más que quieras
decir?
—...
Los ojos de Shi Qing Xuan estaban muertos, su
mirada desenfocada mientras miraba esa fila de
urnas sobre el altar frente a él y esos dos
abanicos destrozados en el suelo. Pasó mucho
tiempo antes de que murmurara: —... quiero
morir.
He Xuan dijo fríamente: —Sigue soñando.
Luego, He Xuan extendió una mano hacia él y
Shi Qing Xuan cerró los ojos.
¡Al mismo tiempo, el alma de Xie Lian fue
repentinamente arrancada y empujada hacia
arriba!
Cuando volvió a caer y abrió los ojos yacía
débilmente abrazado por un hombre vestido de
rojo. Con una mano guiando suavemente su
mandíbula, Hua Cheng lo estaba besando
profundamente. No era de extrañar que Xie Lian
sintiera que el poder espiritual que sustentaba el
Hechizo de Cambio de Alma se estaba
646
escapando tan rápidamente. Resultó que, Hua
Cheng usó la forma más rápida y efectiva de
absorber todos los poderes que le prestó a Xie
Lian y logró devolver el alma de Xie Lian a su
cuerpo.

647
648
Capítulo 125
Sin retorno; el Señor del Agua lucha
contra el Demonio Xuan (parte dos)

A
l ver a Xie Lian regresar en sí, Hua Cheng
separó sus labios lentamente, pareciendo
alejarse. Sin embargo, en circunstancias tan
extremas, Xie Lian ya no podía preocuparse por
eso. Levantó ambos brazos, los envolvió
alrededor de su cuello y se movió para absorber
los poderes espirituales que Hua Cheng había
chupado.
Claramente, Hua Cheng no había esperado
que hiciera esto y lo tomó por sorpresa mientras
los poderes espirituales fluían de vuelta.
Temiendo que él se separara, Xie Lian cubrió su
rostro con sus manos, volcó sus cuerpos y
empujó a Hua Cheng al suelo, presionándolo
hacia abajo.
Una ola de corrientes frías se vertió en su
cuerpo y corrió por su garganta hasta su
estómago, cálida y agradable.

649
650
Justo en ese momento, la pequeña puerta de
madera del Santuario PuJi se abrió con un crujido
y una gigantesca sombra verde con forma de
oruga se arrastró fuera del santuario.
—¿Qué demonios, qué hijo de puta es tan
atrevido?! ¿Un pobre ladrón? ¡¿Te atreves a
venir a MI casa para robar y perturbar MI sueño?!
¡Achú! Este ancestro te mostrará una cosa...
—Se calló cuando vio a los dos fuera del
santuario que parecían estar envueltos en los
brazos del otro, besándose fervientemente y con
pasión, sus siluetas se superponían, una roja y
otra blanca, ¿quién más podrían ser? Al instante,
él gritó: —¡¡YIIIEEEEEAAAAAAHHHHHHHHH!!
¡Hua Cheng levantó la mano y originalmente
iba a agarrar el hombro de Xie Lian, pero al
escuchar a Qi Rong hacer ruido, giró su muñeca
y Qi Rong lanzó un grito cuando fue arrojado
hacia adentro con la puerta cerrada de golpe
detrás de él.
¡PANG!
Solo entonces, Hua Cheng cambió de posición
y se presionó sobre el cuerpo de Xie Lian.
Levantó la cara, su respiración áspera, sus ojos
oscuros y brillantes.
—¡Dianxia!
Xie Lian no tuvo tiempo de explicar; levantó el
brazo y los enganchó alrededor del cuello de Hua
Cheng, tirando de él hacia abajo una vez más.
651
Después de haber chupado suficiente poder
espiritual, sofocó una tos antes de gritar:
—¡HECHIZO DE CAMBIO DE ALMA!
Esta vez, sin embargo, justo cuando su alma
salía, incluso antes de que fuera lanzado hacia
arriba, era como si hubiera un muro que lo
bloqueaba y fue devuelto a su propio cuerpo. Él
dijo, Ah, en estado de shock. Abriendo los ojos,
encima de él todavía estaba ese cielo estrellado
y la cara ansiosa de Hua Cheng. Xie Lian se
sentó y abrazó su cabeza, murmurando: —... Ya
no puedo pasar.
¿Murió Shi Qing Xuan? ¿O el Demonio Agua
Negra Xuan reforzó su barrera? No importaba
qué, de cualquier manera, no podía regresar al
cuerpo de Shi Qing Xuan. Incluso si se
apresurara hacia el Mar del Sur, seguramente
sería demasiado tarde.
Al verlo desconcertado, Hua Cheng dijo:
—Dianxia, lo siento. —Xie Lian lo miró. Hua
Cheng agregó: —Pero, las personas externas no
pueden interferir en este asunto.
Xie Lian agitó su mano.
—... No necesitas disculparte. Sinceramente,
incluso si estoy allí, no podré hacer mucho.
Con el Hechizo de Cambio de Alma, solo podía
entrar en el cuerpo de Shi Qing Xuan. Sin
embargo, Shi Qing Xuan no era más que un
mortal, e incluso si Xie Lian pudiera ayudarlo a
652
liberarse de esos grilletes, ¿cómo podría luchar
contra el Señor de la Guarida del Demonio Agua
Negra? Incluso escapar era imposible.
Después de haberse calmado, Xie Lian regresó
rápidamente a la red de comunicación espiritual
de los cielos: —Ling Wen, ¿haz partido?
—¡Dianxia! —Exclamó Ling Wen—. ¿Cómo es
que se quedó en silencio durante un período tan
largo de tiempo? Ya hemos enviado a varios
Oficiales Celestiales al Mar del Sur. Qi Ying
Dianxia regresó, así que también se pondrá en
marcha en un momento también, pero no es fácil
entrar a la Guarida del Demonio Agua Negra,
quién sabe cuándo los encontraremos.
Xie Lian gritó: —Espera, voy a ir con todos
ustedes. Tal vez todavía recuerde el camino.
Pero tendré que molestarte para enviar a alguien
a recogerme del Santuario PuJi.
—Muy bien. Él acaba de llegar. —Dijo Ling
Wen.
Un poco sorprendido, Xie Lian volvió la cabeza
hacia atrás. Hua Cheng había desaparecido, pero
dos oficiales subalternos llegaron desde la aldea
PuJi y detrás de ellos los siguió un joven alto y de
pelo negro ondulado. Era Quan Yi Zhen.
Xie Lian inclinó la cabeza para saludarlo. Quan
Yi Zhen no entendía de formalidades, por lo que
no respondió el gesto, pero a Xie Lian no le
importó. Miró a su alrededor, pero no vio la
653
sombra de Hua Cheng en ningún lado y
comprendió que Hua Cheng le estaba dando
espacio para lidiar con este asunto.
Los dos y los oficiales subalternos partieron
hacia el Mar del Sur. Siguiendo la sugerencia de
Xie Lian, salieron de su camino para reunir más
de diez ataúdes fuertes que habían llevado
muertos para prepararse para cualquier situación
inesperada. Después de que el barco voló a
través de las aguas durante más de seis horas,
se encontraron con una visión extraña sobre la
superficie del mar.
Varios cadáveres de gigantescos peces
esqueletos flotaban en la superficie de los mares
y chocaron con el barco. Muchos Oficiales
Celestiales se alarmaron instantáneamente.
—¡¿ESTAMOS ALLÍ?!
—Eso no puede ser. —Xie Lian dijo—. Si ya
hemos ingresado a la Guarida del Demonio Agua
Negra, el barco no se mantendría a flote en las
aguas y menos moverse tan rápido.
Sin embargo, estos fueron claramente los
restos de la batalla del General Pei y el Señor del
Agua la noche anterior. Quan Yi Zhen estaba
posado en la barandilla lateral de la nave,
manteniendo esa posición de alta dificultad
cuando, de repente, dijo: —Hay una isla negra
por delante. ¿Es esa?

654
655
Xie Lian enfocó sus ojos y, efectivamente,
realmente había una isla sombría. Además,
desde lejos, ¡se parecía a la Isla de Agua Negra!
Xie Lian frunció el ceño ligeramente.
—Realmente lo parece. Pero, ¿cómo se pudo
encontrar tan fácilmente e incluso la nave no se
hundió? Todos permanezcan vigilantes, esto
podría ser una trampa.
Pero justo cuando las palabras salieron de sus
labios, se dio cuenta de que no era una trampa.
En la playa había una figura, bajo el sol brillante,
cortando troncos con la espada sagrada
destinada a matar enemigos, haciendo ataúdes.
En el lado ya había tres ataúdes completos y
estaba haciendo un cuarto en ese momento. Xie
Lian inmediatamente comenzó a señalar.
—¡GENERAL PEI! ¡Es el General Pei! ¡Es esta
isla sin lugar a dudas!
La nave cambió de dirección inmediatamente y
se dirigió rápidamente hacia allí. Cuando Pei
Ming vio que habían llegado refuerzos, no
parecía particularmente encantado, sino que tiró
la espada al suelo, se frotó la nariz y preguntó,
sonando sombrío: —Todos tuvieron que venir
justo cuando terminé de hacer esto. Qué diablos.
—Ya es sorprendente que alguien haya
aparecido —dijo Quan Yi Zhen—. Cuando todos
escucharon que era para salvarte, nadie tenía
tiempo.
656
—... —Pei Ming mostraba una expresión como
si no quisiera molestarse con los niños y se volvió
hacia Xie Lian—. Dianxia, ¿volvió primero?
¿Cómo construyó esta nave? ¿Cómo puede
flotar en las aguas de la Guarida del Demonio?
—No creo que sea el barco —dijo Xie Lian—.
La maldición de la Guarida del Demonio Agua
Negra se ha dispersado.
Sorprendido, Pei Ming lo probó con su espada
y por supuesto, con solo un movimiento, cayó un
campo de árboles grandes. Sus poderes
espirituales habían regresado. Sin palabras por
un momento, Pei Ming negó con la cabeza: —Si
lo hubiera sabido, no habría trabajado tan duro
para construir estos ataúdes.
Era cierto que trabajó incansablemente toda la
noche. Hizo ataúdes para cuatro, pero tres de
ellos eran ahora inútiles.
El grupo de Oficiales Celestiales entró en la isla
y corrió directamente hacia el corazón del
bosque. Los pequeños fantasmas que
emboscaban en el bosque nunca habían visto
una formación de batalla semejante y todos se
alejaban corriendo aterrorizados, huyendo a la
izquierda a la derecha y al centro. Una vez que
llegaron al lago de Agua Negra dentro de los
árboles, no se encontraron con ninguna criatura
invisible. Sin la perturbación de ninguna barrera
espiritual extranjera, después de examinarla,
657
pudieron romper el límite, dispersar la ilusión y
pronto, la prisión de hierro y el Palacio de Agua
Subterránea aparecieron ante sus ojos.
Una vez que entraron al Palacio de Agua
Subterránea, Xie Lian recogió los restos de ese
esqueleto de túnica negra y lo guardó,
sosteniéndolo en sus manos mientras corría por
todo el palacio. Pronto, encontraron ese gran
salón. Sobre esa pared moteada, los dos
sangrientos grilletes de acero ya estaban vacíos.
Un cadáver sin cabeza yacía en el suelo en medio
del pasillo, su sangre ya se había secado y un
grupo de locos le arrojaban objetos al azar. En el
momento en que los Oficiales Celestiales
entraron, ese grupo de maníacos se emocionaron
aún más.
Cuando Pei Ming entró, se quedó aturdido por
un buen rato antes de que finalmente se atreviera
a reconocer a quién pertenecía ese cadáver.
Sacudido, exclamó: —... ¡Shui-shixiong!
Xie Lian ya estaba bien informado sobre esto e
instruyó: —Todos, por favor, busquen aquí y en
toda la isla al Señor del Viento, o... a su cadáver.
Sin embargo, no importaba cuánto vieran, no
había rastros de Shi Qing Xuan en la isla.
¿Se había llevado el Demonio Agua Negra
Xuan al Señor del Viento? ¿O tal vez el Señor del
Viento fue asesinado directamente y su cuerpo

658
muerto se hundió en los mares, su carne fue
devorada por peces?
Aunque Shi Wu Du se volvió loco al final y
provocó que He Xuan lo matara violentamente,
ahora estaba muerto, pero no fue asesinado por
las propias manos de Shi Qing Xuan, ¿así que He
Xuan todavía cambiaría el destino del Señor del
Viento?
Alejando a esos lunáticos irritantes, Pei Ming se
agachó en el suelo y se perdió en sus
pensamientos durante mucho tiempo antes de
suspirar.
—Shui-shixiong. Has estado orgulloso de toda
tu vida, pero terminaste así. Ni siquiera sé si tus
ojos están cerrados. En verdad, cuanto más alto
subes, más fuerte caes. La vida está llena de
sorpresas y uno no puede escapar de lo que
viene. Incluso cuando el mortal se ha convertido
en dios, no tenemos la suerte de evitar el destino
al final.
Quan Yi Zhen no tenía sentimientos tan
profundos y corría profundamente dentro del
Palacio de Agua Subterránea. Cuando pasó, miró
al cadáver y le pareció extraño.
—¿Dónde está la cabeza?
—Fue tomada por el Demonio Agua Negra
Xuan —respondió Xie Lian.
—¿Qué rencor, qué resentimiento guardó el
Señor de la Guarida del Demonio contra él? ¿Y
659
dónde está Qing Xuan? ¿El Señor de la Tierra?
¿Perecieron los tres oficiales de Agua, Tierra y
Viento?
—Fue un gran rencor, un gran resentimiento.
—Xie Lian dijo—. En cuanto a Señor de la Tierra,
depende de por quién preguntes. El verdadero
está en mis manos, el falso fue el que se llevó la
cabeza del Señor del Agua.
—¡¿Qué?!
Xie Lian lo miró y dijo suavemente: —El
General Pei no lo sabía, ¿verdad? El verdadero
apellido del Demonio Agua Negra Xuan era He,
su nombre de cortesía es Xuan.
Al escuchar esto, la cara de Pei Ming cambió
ligeramente. Parecía que Pei Ming y Ling Wen no
desconocían completamente las cosas que Shi
Wu Du había hecho. Solo que no sabían cuánto
sabían.

Todo lo que tenía que ser reportado fue


reportado, todo lo que necesitaba ser tratado fue
tratado. Cuando Xie Lian volvió a la aldea PuJi,
había pasado un día entero. Los pasos de Xie
Lian estaban cansados de agotamiento.
Cuando regresó al Santuario PuJi y abrió la
puerta, pudo escuchar a Qi Rong chillando y

660
gritando: —¡HUA CHENG CABRÓN! ¡XIE LIAN
HIJO DE PUTA! ¡NO TIENEN VERGUENZA!
AHHHH ¡MIERDA! ¡QUÉ DIABLOS ERA ESO EN
MEDIO DE LA NOCHE! ¡ESTOY JODIDAMENTE
ATERRADO! LOS OJOS DE ESTE GRAN AMO
ESTAN JODIDAMENTE CIEGOS, ¡ME LA
DEBEN!
No había nada más que vulgaridades y
profanidades que salían de su boca y Xie Lian
recordó de inmediato la imagen aterradora de
cómo él y Hua Cheng se turnaban para abrazarse
en el suelo aspirando poderes la noche anterior.
No le pareció vergonzoso en ese momento, pero
ahora no podía escapar y casi cerró la puerta
para huir. Hua Cheng estaba inclinando su silla
hacia atrás, sus botas cruzadas y apiladas sobre
la mesa, pero en el momento en que escuchó a
Xie Lian empujar la puerta para entrar, bajó las
piernas y golpeó casualmente la parte posterior
de la cabeza de Qi Rong, dejándolo inconsciente.
Se puso de pie.
—Gēge.
Xie Lian asintió y cerró la puerta detrás de él,
pasó por encima de Qi Rong, que estaba atado
como un pequeño gusano verde en el suelo y se
sentó.
—¿Salieron a jugar Gu Zi y Lang Ying?
—Sí, los dejé salir. Has trabajado duro —dijo
Hua Cheng.
661
—No, tú eres el que trabajó duro —dijo Xie
Lian.
Hua Cheng sonrió. Luego dijo: —Había
pensado que Gēge me echaría la culpa.
Xie Lian negó con la cabeza.
—San Lang no necesita pensar tanto.
Realmente no lo hago De hecho, tenías razón en
todo esto. Las personas externas realmente...
posiblemente no puedan interferir. —Después de
pensarlo un poco, todavía le preguntó: —San
Lang, ¿qué crees que el Demonio Agua Negra
Xuan le hará al Señor del Viento?
Hua Cheng se quedó en silencio por un
momento antes de responder: —Yo tampoco lo
sé. Agua Negra es alguien bastante excéntrico.
Lo ha soportado solo durante muchos años,
nadie puede saber lo que está pensando.
—Nadie puede saber lo que está pensando.
Xie Lian recordó repentinamente que este era
también el mismo comentario que muchos de los
Oficiales Celestiales en la Corte Superior habían
dado a Xueyu Tanhua.
Heishui Chenzhou emergió del Monte Tonglu,
matando a millones de fantasmas. Xueyu Tanhua
era igual. He Xuan había soportado años solo; el
tiempo que Hua Cheng soportó solo, no podría
ser menos.

662
Lo que hizo que Heishui Chenzhou fuera como
era hoy, fue el odio. Entonces, ¿qué había de
Xueyu Tanhua?
¿Qué hizo a Hua Cheng lo que era hoy?
En un instante, mucho se reflejó en la mente de
Xie Lian y él negó con la cabeza, descartando a
esa persona especial, noble y amable y organizó
sus pensamientos.
—Pero, San Lang, hay algo que no entiendo.
Todo este asunto con el Señor del Agua
cometiendo fraude debería haberse hecho de
manera encubierta. Su engaño duró tanto tiempo,
¿cómo supo Agua Negra la verdad? Si no es
conveniente para ti responder, no tienes que
responder.
—Él huyó y movió su dominio e incluso dejó su
actuación como Oficial Celestial falso, así que,
¿por qué hay inconvenientes? —Dijo Hua
Cheng—. En realidad, es simple. Esa noche en
que Agua Negra murió, Shi Wu Du fue a confirmar
su muerte.
—¿Porque solo cuando la presa está muerta,
el Reverendo de Palabras Vacías encontrará el
próximo objetivo? —Se preguntó Xie Lian.
—Sí. Agua Negra no sabía quién era esa
persona, pero recordaba esa cara. Fue solo
después de que se convirtió en un fantasma y
supo más de los asuntos del cielo y la tierra que
descubrió que ese hombre era el Dios del Agua.
663
—No es de extrañar. Pero esto era
desconcertante. ¿Por qué un estimado dios del
agua iría a observar cómo un mortal murió de la
nada? —Xie Lian preguntó—. Pero solo esto no
debió haberle hecho pensar en lo del cambio de
destinos.
Hua Cheng respondió: —Es por eso que se
hizo pasar por un verdadero Señor de la Tierra y
se infiltró en los cielos para investigar. Bastante
valiente si tengo que decirlo yo mismo.
—Si no es por matar al verdadero Señor de la
Tierra después y arrastrar a más de doscientos
pescadores, entonces realmente se lo puede
llamar valiente e inteligente.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Gēge, no sé si
el verdadero Señor de la Tierra fue asesinado por
él. Pero, el que arrastró a esos pescadores al
tormentoso Mar del Este, me temo que fue
alguien más.

664
665
ARCO DEL BROCADO INMORTAL

666
Capítulo 126
Sujeto descarriado; rastros de tinta
irregulares de un corazón agitado

X
ie Lian se sorprendió un poco.
—Entonces, ¿quién puede ser?
Técnicamente, una tempestad como esta no
debería involucrar a más de cincuenta personas.
—Sospecho que podría ser la misma persona
que envió a ese cascarón vacío de cultivador que
nos llevó al incidente del Paso BanYue
Si eso era cierto, entonces parecía que siempre
había una mano que lo había estado empujando
al corazón de cada caso en todo momento.
Sintiéndose un poco desconcertado, Xie Lian se
preguntó: —¿Qué busca esta persona?
Hua Cheng negó con la cabeza, pero también
parecía estar sumido en sus pensamientos. Justo
en ese momento, se escucharon los sonidos de
risa de los niños jugando que venían del exterior
y sus agudos ojos inmediatamente se
extendieron. Siguiendo su mirada, Xie Lian miró
por la ventana, pero solo vio a dos niños jugando
667
afuera; Gu Zi estaba montando sobre los
hombros de Lang Ying, luciendo despreocupado
y alegre.

Naturalmente, el engaño audaz del Señor del


Agua al cometer una sustitución fraudulenta, el
Señor del Viento siendo un fraude, el Señor de la
Tierra también un fraude y la separación de la
cabeza y el cuerpo del Señor del Agua, estos
cuatro casos, cada uno más explosivo que el
siguiente, hicieron estallar los cielos como cuatro
bombas, levantando una ola que inundó la Corte
Superior e Intermedia.
De repente, todos se sorprendieron y
temblaron; nadie sabía qué decir sobre el asunto
y los grillos llenaban el Gran Salón Marcial.
Incluso la mano de Jun Wu no parecía poder
sostener su cabeza nunca más.
Ya que Ming Yi nunca se había esforzado por
ser amigable con nadie y solo alguien como Shi
Qing Xuan, que disfrutaba de molestar a los
demás y tener relaciones demasiado familiares,
conseguiría mantener buenas relaciones con él,
casi nadie más estaba cerca del Señor de la
Tierra. Sin embargo, cuando se dieron cuenta de
que uno de sus colegas era el legendario Rey

668
Fantasma Supremo, el impacto fue realmente
demasiado grande.
Para desempeñar correctamente el papel del
Señor de la Tierra, durante tantos años este Rey
Fantasma había trabajado arduamente y con
diligencia, reuniendo a una gran cantidad de
adoradores en el reino de los mortales, e incluso
logró llegar a los diez mejores durante la Batalla
de las Linternas en el Banquete del Festival de
Medio Otoño, realmente aterrador, como se
esperaba de un Rey Fantasma Supremo.
Sin mencionar los rencores entre el Demonio
Agua Negra Xuan y el Señor del Agua Wu Du, el
verdadero asesino detrás del verdadero Señor de
la Tierra Yi era sin duda el Demonio Agua Negra
Xuan, no había preguntas sobre eso. Por lo tanto,
la Corte Superior publicó oficialmente una orden
de arresto. Sin embargo, todos sabían que, si un
Rey Fantasma Supremo quisiera esconderse, no
sería tan fácil encontrarlo.
Como dicen, una vez que un hombre cae, todos
lo pisotearán. En el pasado, los Señores del
Viento y del Agua se encontraban en la grandeza
y gloria con cientos a su entera disposición. Cada
vez que aparecía Shi Wu Du, él era exaltado y
celebrado. Sin embargo, ahora con su repentina
muerte, de repente todos sus partidarios no se
atrevieron a soplar una sola respiración. A Shi
Qing Xuan le encantaba hacer amigos y era
669
generoso, pero esos innumerables buenos
amigos desaparecieron en quién sabe dónde. Pei
Ming recogió el cuerpo sin cabeza de Shi Wu Du
y el día de su entierro fue silencioso y vacío de
gente. Aparte de Xie Lian y Ling Wen, no hubo
muchos otros Oficiales Celestiales que se
manifestaron.
Xie Lian notó, en los últimos días,
intencionalmente o no, pero ya había una banda
de personas quemando y profanando los templos
de Viento y Agua. Aunque no pudo soportarlo y
trató de detenerlos varias veces, a medida que
pasaba el tiempo, cuando las personas
descubrieran que sus oraciones ya no eran
contestadas, los actos de agresión solo
empeorarían. Él podía detenerlos una vez, pero
no podía detenerlos para siempre. En otros diez
años, quizás incluso en unos pocos años, la
gente olvidaría por completo a los dos Oficiales
Celestiales del Viento y del Agua que solían
gobernar en la cima de los cielos. No pudo evitar
sentirse melancólico.
Una vez que terminó el funeral, Xie Lian se
dirigió a Ling Wen: —El paradero del Señor del
Viento... de Qing Xuan está ahora en tus manos.
Contamos con usted.
Ling Wen también se veía solemne, no
habiendo sonreído en días.

670
—Aún sin el pedido de Dianxia, también haría
todo lo posible por cumplir con mi deber.
Pei Ming, sin embargo, dijo: —Dianxia, en lugar
de dejar que el Palacio de Ling Wen arrastre sus
viejos y rotos pies de buey de carreta, ¿por qué
no le pregunta directamente a Xueyu Tanhua,
vea si él puede preguntar por ese loco Agua
Negra y a dónde se ha llevado a Qing Xuan? Ya
ha tomado la cabeza de Shui-shixiong, ¿qué más
quiere?
Xie Lian negó con la cabeza y respondió
impotente: —General Pei, por favor, no piense las
cosas con tanta naturalidad. Si un Rey Fantasma
Supremo quisiera hacer algo, ¿tendría que
reportarlo al otro?
Por lo tanto, Pei Ming no dijo nada más.

Cuando Xie Lian regresó al Santuario PuJi,


había muchos aldeanos rodeando el santuario
susurrando unos a otros. Xie Lian no tuvo que
preguntar para saber qué estaba sucediendo,
porque justo dentro del Santuario PuJi se
escuchaban aullidos y chillidos. El jefe de la aldea
estaba asustado y nervioso, tirando de él.
—Daozhang, su pequeño primo loco, él, él, él
es...
671
La excusa que Xie Lian le había dado al mundo
era que Qi Rong era su primo más joven y loco,
rechazado por otros sin que nadie estuviera
dispuesto a cuidarlo, así que Xie Lian lo tomó por
obligación. En algún nivel, esto no era mentira.
—¿Se está volviendo loco de nuevo? No se
preocupe, está bien encerrado. Él no va a
escapar. Todos pueden irse a casa —dijo Xie
Lian.
Todos los aldeanos murmuraron: —Oh.
Vamos, vamos.
Antes de que se dispersaran, el jefe de la aldea
le dio a Xie Lian una canasta de huevos.
—Hum, Daozhang, tu Xiao Hua...
Xie Lian se desconcertó al principio.
—¿Xiao Hua?39 —Entonces se percató—. ¿Oh,
San Lang?
Luego recordó que había dicho al mundo
exterior que Hua Cheng era su hermano menor
que escapó de su casa y vino a jugar y Xie Lian
no pudo evitar sentirse un poco nervioso.
—Sí. Tu Xiao Hua nos ayudó a arreglar algunas
cosas de nuevo hoy, tendrá que recompensarlo
adecuadamente esta noche —dijo el jefe de la
aldea.
—¡Sí! Dele algunos suplementos, hágalo fuerte
y musculoso. ¡Él será aún mejor en el trabajo!
Xie Lian no pudo evitar sonreír.
39
Xiao significa pequeño.
672
—Lo haré, lo haré. Por supuesto, por supuesto.
Cuando abrió la puerta, Lang Ying ya estaba
dormido, acurrucado en un rincón. Qi Rong
estaba tendido en el suelo como un cadáver y
gimiendo, viéndose como si sus entrañas
estuvieran en llamas. Gu Zi se estaba
masajeando los hombros, friccionando en su
espalda.
—Papá, ¿estás mejor?
Xie Lian se quitó el sombrero de bambú de la
cabeza y dejó los huevos.
—¿Qué te pasa? ¿Comiste algo malo?
Qi Rong escupió: —Mientras no me cocines
nada, no sufriré dolores de estómago, incluso si
fuera a lamer mierda y mugre en el suelo.
Al escucharlo exagerar, Xie Lian se metió las
manos en las mangas.
—¿Entonces, en serio intentarás lamer esas
cosas y ver si tienes dolor de estómago?
—¡PUAJ, PUAJ, PUAJ! —Qi Rong escupió de
nuevo—. ¿Qué diablos dijo este viejo maestro?
¡Estás mostrando tu corazón malvado otra vez,
tratando de encontrar diferentes maneras de
torturarme! AIYAYAYAYAYAYAA, mi buen hijo,
eso es bueno, eso es bueno, ahora hazlo de este
lado. Jejejejejeje ~ Aiiiieee mierda, qué diablos
está pasando, últimamente no he estado más que
agitado, como un jodido gato en celo. ¡¿ESTOY
ENFERMO?! ¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO!
673
¡ESTOY ENFERMANDO! ¡DEBE SER PORQUE
ME ESTÁS TORTURANDO QUE ESTOY
ENFERMO! ¡Dios mío, loto de la nieve, sí que
quieres matar a alguien!
Xie Lian se agachó y sintió su frente.
—¿Estás caliente? —Después de una pausa,
dejó caer su mano y frunció el ceño—. No es eso.
No lo estás fingiendo, ¿verdad?
Qi Rong iba a comenzar a maldecir de nuevo y
Gu Zi dijo patéticamente: —Daozhang, mi papá
no le mintió. Últimamente no se ha sentido bien y
ha estado llorando durante mucho tiempo hoy.
Al ver a Qi Rong moverse en el suelo, Xie Lian
negó con la cabeza y se puso de pie, listo para
buscar la caja de medicamentos cuando de
repente notó que la caja de donaciones era
pesada. Esa caja de donación fue construida
recientemente por Hua Cheng, por lo que no
debería tener nada dentro. Desconcertado, Xie
Lian sacó la llave y la abrió para ver y se quedó
estupefacto. Una vez más lo cegó una caja llena
de brillantes lingotes de oro.
¡PA!
Xie Lian volvió a cerrar rápidamente la caja de
donaciones.
¿No regresó esa caja de lingotes de oro que le
dio el Señor del Agua? ¿Quién más le regalaría
algo como esto?

674
No podría ser Hua Cheng; no haría algo tan
simple y vulgar como llenarlo de barras de oro.
Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: —Qi Rong,
¿ha venido alguien?
Qi Rong señaló su rostro y maldijo.
—OYE, ¿QUÉ HAY DE MALO CONTIGO?
¿REALMENTE ME TOMAS POR UN PERRO
GUARDIÁN? ¿CREES QUE ERES UN
SUPREMO? NI UN SUPREMO TIENE TAN
POCA VERGÜENZA. ¡NI SIQUIERA ESE AGUA
NEGRA DE MIERDA NI ESE CABRÓN DE HUA
CHENG SE ATREVEN A TOMARME POR UN
PERRO GUARDIÁN!
¡BANG!
Alguien abrió la puerta del Santuario PuJi y fue
Hua Cheng quien entró. En el momento en que lo
vio, Qi Rong se quedó mudo al instante y se
movió silenciosamente hacia un lado, sin
atreverse a hacer más menciones de lo que vio
esa noche.
—San Lang, estás de vuelta —dijo Xie Lian.
Hua Cheng sonrió alegremente.
—Sí.
—Gracias por tu arduo trabajo. —Xie Lian
dijo—. El jefe de la aldea me regaló algunas
cosas para recompensarte, así que comeremos
algo bueno esta noche.
—Suena bien. —Hua Cheng dijo—. Pero,
Gēge, ¿quiere ir a mi casa esta noche?
675
—¿La Ciudad Fantasma? —Preguntó Xie Lian.
—Hum. —Hua Cheng respondió—. Y lleve esto
también. —Señaló a Qi Rong—. Veremos si hay
alguna forma en que podamos sacar su alma.
Haciendo zumbidos por un momento, Xie Lian
asintió.
—Esa es probablemente una buena idea. En
cualquier caso, no es bueno seguir arrastrando
este tema.
Por supuesto, la razón más importante era que
Qi Rong comía demasiado y su Santuario PuJi ya
no podía costearlo.
Cuando Qi Rong escuchó que lo iban a enviar
a la Ciudad Fantasma, se sintió aterrorizado y
objetó todo lo que pudo. Sin embargo, sus
objeciones cayeron en oídos sordos. Una
explosión de humo más tarde, fue convertido en
una muñeca daruma verde por Hua Cheng y Gu
Zi lo llevó en sus manos cuando salieron para la
Ciudad Fantasma.

La Ciudad Fantasma estaba tan bulliciosa


como siempre y caminando por la calle principal,
todos los fantasmas recordaron a Xie Lian. Al ver
que había regresado, todos gritaron: —¡DA

676
BOGONG!... Ah, no, el amigo de Chengzhu, ¡ha
venido otra vez!
—¡Quack! ¡Es porque extrañas nuestra
especialidad, comida callejera, quack!
Xie Lian llevó esa canasta de huevos y los
regaló como recuerdos del Reino Mortal. Muchos
de los que recibieron los huevos se llenaron de
alegría, algunos decidieron comérselo junto con
su propia sangre y algunos proclamaron que
incubarían un monstruo de ocho pies de ellos.
Hua Cheng soltó el hechizo en Qi Rong y
después de una explosión de humo verde, el
hombre poseído por Qi Rong apareció en la calle,
abrazando su cabeza y agachándose en defensa,
sin decir una palabra.
Algunos de los fantasmas captaron el olor en
su cuerpo y exclamaron: —¿Eh? ¿No es este el
Goblin Verde?
La multitud de fantasmas se acercó y lo rodeó
mientras olían y estaban encantados.
—¡JAJAJAJAJAJAJA, REALMENTE ES EL
GOBLIN VERDE! ¡ESTE IDIOTA BASTARDO
ESTÁ AQUÍ DE NUEVO JAJAJAJAJAJAJAJAJA!
—¡NO TE GOLPEARON LO SUFICIENTE LA
ÚLTIMA VEZ JAJAJAJAJAJAJA Y TE ATREVES
A VOLVER!
—Cuida al pequeño —dijo Hua Cheng—. En
cuanto al grande, piensa en una forma de sacarlo
sin lastimar al cuerpo.
677
—¡SÍ SEÑOR! ¡MI SEÑOR!
Así, varias hermosas mujeres fantasmas
abrazaron a Gu Zi, tararearon una pequeña
canción de cuna y lo pusieron a dormir. Los otros
demonios, monstruos y fantasmas comenzaron a
jugar a las chapadas con Qi Rong. Él gritando
mientras huía y el grupo de fantasmas acalorados
detrás de él. Hua Cheng y Xie Lian observaron un
rato, luego se dieron vuelta y entraron en el
Templo QianDeng.
Los dos entraron al vestíbulo sin prisa y se
acercaron al altar. Ese altar todavía estaba
cubierto con pinceles, tinta y papel. Xie Lian se
había estado sintiendo bastante estresado
recientemente y al verlos ahí, tuvo la intención de
relajar el estado de ánimo y sonrió suavemente.
—La última vez, cuando te enseñé, dije que
deberías practicar cuando tengas el tiempo. Pero,
supongo que no has estado practicando
últimamente…
Hua Cheng se aclaró la garganta.
—Gēge, ha entregado mi recompensa a otras
personas, ¿qué voy a comer esta noche?
Xie Lian lo imitó y levantó las cejas ligeramente.
—No cambies de tema.
—Puedo practicar la espada, pero no la
caligrafía. —Hua Cheng dijo—. Si Gēge no está
a mi lado para instruir, probablemente me

678
extraviaré practicando todo solo, y solo
empeoraré mientras más escriba.
Las cejas de Xie Lian se elevaron más arriba.
—San Lang es tan inteligente, ¿cómo puede
haber algo en lo que no seas bueno?
Hua Cheng recogió un cepillo y lo sumergió en
un poco de tinta, con un aspecto muy obediente.
—Es cierto. Por favor, Gēge enséñeme.
Xie Lian suspiró.
—¿Por qué no escribes algo primero?
Por lo tanto, Hua Cheng escribió muy
seriamente dos versos. Xie Lian lo observó un
poco, pero ya no podía mirar más.
—... detente, detente. Tú… mejor detente
después de todo.
No desperdicies más papel y tinta.
—Oh —dijo Hua Cheng obedientemente y
realmente se detuvo, guardando el pincel.
Xie Lian negó con la cabeza.
—San Lang, no... No le digas a nadie que te
enseñé a escribir.
—Gēge, hice mi mejor esfuerzo.
Hua Cheng hizo un puchero. La forma en que
habló realmente sonaba como si estuviera
agraviado. Un orgulloso Rey Fantasma Supremo;
si su nombre fuera anunciado, los tres reinos se
estremecerían de miedo. Sin embargo, en este
momento se paró como un joven estudiante,

679
escuchando obedientemente la crítica de Xie
Lian.
Después de haberle enseñado algunos puntos
cruciales más, Xie Lian volvió a tomar su mano
como la última vez.
—Probemos de nuevo. Sé serio esta vez.
—Está bien —dijo Hua Cheng,
Los dos estaban inmersos en la composición.
Después de escribir por un tiempo, Xie Lian
preguntó casualmente: —¿Por qué sigue siendo
Dolor de Separación?
Hua Cheng también respondió casualmente:
—Me gusta este poema.
—También me gusta —dijo Xie Lian—. Pero,
¿San Lang, tienes otros poemas que te gusten?
Una vez que estés familiarizado con la escritura
de este poema, puedes intentar escribir otros.
Contando aproximadamente, este poema solo
tenía unas cuantas palabras. Los dos lo habían
escrito más de diez veces, por lo que debería ser
hora de cambiar a uno diferente. Sin embargo,
Hua Cheng se mostró inflexible.
—Solo este. —Bajando el pincel, sopló
ligeramente la tinta y sonrió—. Si me gusta algo,
entonces mi corazón no tendrá espacio para
ningún otro y siempre lo atesoraré. Mil veces, un
millón de veces, no importa cuántos años pasen,
esto no cambiará. Este poema es así.

680
—... —Xie Lian sonrió suavemente—. Eso es
cierto.
—Hum. —Respondió Hua Cheng.
—... —Xie Lian soltó su mano y se aclaró la
garganta en voz baja—. Entonces, muy bien. San
Lang es un hombre sentimental. Eso es bueno...
oh, ¿por qué no practicas un poco más solo? Ah,
es cierto. Qi Rong parece no estar bien
últimamente.
Hua Cheng dejó el papel y volvió a recoger el
pincel.
—¿Cómo está mal?
Xie Lian se volvió con su espalda hacia Hua
Cheng.
—Dijo algo como que se sentía agitado por
todas partes. Pero lo he mirado y no parecía
haber sido causado por el cuerpo de ese hombre.
¿Será porque el clima es malo?
Detrás de él, Hua Cheng preguntó: —¿Cuándo
comenzó esto?
—Debería ser en los últimos días. —Xie Lian
respondió—. Hoy fue especialmente malo...
Antes de terminar su oración, una sensación de
presentimiento repentinamente creció en su
mente. En ese momento, escuchó un ligero
sonido detrás de él, como si un objeto se cayera
desde el aire.
Xie Lian dio media vuelta.
—¡¿SAN LANG?!
681
El pincel que estaba en la mano de Hua Cheng
había caído antes, cayendo sobre el papel blanco
como la nieve, dibujando un largo e irregular
rastro de tinta. La expresión de Hua Cheng era
de mal humor, su cuerpo inestable y se levantó
con una mano que sujetaba el borde del altar,
mientras que la otra mano cubría su ojo derecho.

682
Capítulo 127
El Monte Tonglu vuelve a abrirse; todos
los demonios se agitan

A
juzgar por su expresión, parecía que su
ojo derecho estaba palpitando con una
cantidad abrumadora de dolor. Xie Lian
instantáneamente se acercó.
—¿Estás bien?
La esquina de la boca de Hua Cheng se
contrajo, pero se forzó a no decir nada. El ojo
plateado grabado en la parte superior de la
empuñadura de E-Ming se abrió de golpe y el
globo ocular comenzó a girar salvajemente. Las
venas asomaron a lo largo de la superficie de la
mano que Hua Cheng descansaba sobre el altar,
amenazando con voltear la mesa en cualquier
momento.
Xie Lian extendió la mano, queriendo ayudar,
pero Hua Cheng gruñó: —¡Quédese detrás! —Al
ver a Xie Lian congelarse, Hua Cheng gruñó
entre dientes: —... Dianxia, por favor, apúrese y
aléjese de mí. Yo podría…

683
Xie Lian lo interrumpió.
—¡¿Cómo puedes decirme que me vaya
cuando estás así?!
Hua Cheng dijo, con su voz nada más que
gentil: —Si fuera a quedarse aquí por más tiempo
yo…
En ese instante, olas tras olas de aullidos y
gritos de demonios sonaron desde fuera del
Templo QianDeng. Los demonios se estaban
doblando en la calle principal de la Ciudad
Fantasma, llorando, aferrando sus cabezas y
aullando, como si sus cráneos se hubieran
abierto y estuvieran al borde de la muerte. En
medio del caos, Qi Rong estaba corriendo rápido
hacia adelante. Debido al hecho de que poseía el
cuerpo de un humano, aunque el cuerpo de la
carne había disminuido sus poderes, también
actuaba como una barrera protectora contra
cualquier ataque que afectara a los demonios.
Fue solo por esto que Qi Rong todavía estaba
saltando por todas partes y aprovechando esta
oportunidad para huir. El grupo de mujeres
fantasmas que estaban acunando a Gu Zi había
caído al suelo y estaban llorando por sus dolores
de cabeza. Al ser incapaces de cantar su
hipnótica melodía, Gu Zi se despertó aturdido
solo para ver a Qi Rong huir como un loco. Se
levantó de un salto y lo persiguió mientras
gritaba: —¡Papá! ¡Papá! ¡Espérame!
684
Mientras corría, Qi Rong se dio la vuelta, le
sacó la lengua e hizo una mueca.
—LULULULULALALALA, BUEN MUCHACHO,
¡PAPÁ SE ESTÁ YENDO!
JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Sin embargo, Gu Zi todavía lo perseguía
implacablemente con sus dos pequeñas piernas.
Al ver que la distancia entre ellos se hizo más
grande, se echó a llorar.
—¡Papá! Por favor, no me dejes. ¡Papá,
llévame contigo!
Qi Rong escupió continuamente.
—¡PIÉRDETE! ¡PIÉRDETE! NO ME SIGAS
¡QUÉ MOLESTIA!
Una gota de su saliva voló tan lejos que golpeó
a Gu Zi en la frente y lo hizo caer sobre su trasero.
Lloró aún más fuerte, al punto que parecía que su
corazón iba a romperse y sus pulmones
estallarían. Xie Lian no pudo soportarlo más y
salió furioso del Templo QianDeng.
—¡Qi Rong!
En el momento en que Qi Rong vio a Xie Lian
bloqueando el camino frente a él, se dio la vuelta
con miedo y corrió por donde venía. En el camino,
recogió a Gu Zi del suelo y amenazó: —¡NO
VENGAS MÁS CERCA! ¡VEN Y LE
ARRANCARÉ LA CABEZA A ESTE PEQUEÑO
MOCOSO ANTE DE TUS OJOS! Qué buen
chico, te convertirás en la comida de tu padre,
685
¡qué filial! ¡Mañana papá te cocinará! ¡Puedes
elegir entre ser cocinado a fuego lento o al vapor!
¡JAJAJAJAJA!
Xie Lian no estaba desconcertado por la
amenaza en absoluto. Sin embargo, justo cuando
estaba a punto de perseguirlo, un fuerte ruido
sonó detrás de él. Como si de repente se hubiera
visto afectado por la furia, Hua Cheng había
tirado el pincel de tinta y el papel de la mesa hacia
el suelo. Temiendo por lo peor, Xie Lian no podía
permitirse el lujo de lidiar con Qi Rong y se dio
vuelta.
—San Lang...
De repente, fue abrazado fuertemente por Hua
Cheng. Hubo un temblor en su voz cuando el Rey
Fantasma Supremo susurró: —Mentí. No me
dejes.
—... —Xie Lian se quedó tan quieto como una
estatua, encerrado en el par de fuertes brazos—.
¿San Lang? ¿Me reconoces?
Parecía que estaba en un punto en el que había
perdido todos los sentidos y no podía reconocer
quién estaba frente a él. Agarró a Xie Lian aún
más fuerte en sus brazos y murmuró
repetidamente: —... mentí. No me dejes.
Xie Lian abrió mucho los ojos. Fuera del
templo, mientras Gu Zi gemía
incontrolablemente, Qi Rong estalló en una serie
de risas histéricas.
686
Él se rió: —¡JEJE! ¡HUA CHENG, CABRÓN!
¡ESO TE ENSEÑARÁ, ES TODO POR VERME
COMO ALGUIEN INFERIOR SIEMRE! ¡MÍRATE,
ENGREÍDO TODO EL DÍA! ¡¿NO ES ESTO
KARMA?! ¡ESTÁS ACABADO!!
Al escuchar esto, los demonios en las calles
que estaban al borde del agotamiento por el dolor
inmediatamente maldijeron.
—¡Goblin Verde! ¡Pedazo de basura inútil, te
atreves a insultar a nuestro señor!
El molesto alboroto que sucedía a su alrededor
llevó a Hua Cheng al límite y lo puso aún más
enfurecido. Levantó la mano como si estuviera a
punto de hacerlos pedazos. Instintivamente, Xie
Lian le devolvió el abrazo para mantener la mano
hacia abajo.
Lo calmó: —Está bien, está bien. No me iré, no
te dejaré. —Con un movimiento de su mano, las
grandes puertas del Templo QianDeng se
cerraron por sí mismas. Para evitar que Qi Rong
se metiera en el templo en estas circunstancias,
Xie Lian dijo: —Si vas a irte, ¡entonces piérdete!
¡No tengo tiempo para ti! Si no te pierdes,
entonces espera y verás lo que haré... -¡Ah!
Para su sorpresa, Hua Cheng estaba
insatisfecho con solo un abrazo superficial y
empujó a Xie Lian a la parte superior de la mesa.
Tinta, papel y pinceles cayeron y se esparcieron
por el suelo. Atrapado en la lucha, la mano de Xie
687
Lian se deslizó accidentalmente más allá del
tampón de tinta colocado en la mesa, dejando
marcas rojas de color sangriento a lo largo del
papel debajo de él. En Dolor de Separación; los
dos caracteres; Monte Wu, en la oración;
Después de que se retiró el Monte Wu, las nubes
ya no son nubes. Ahora estaban manchados con
vívidas marcas de sangre, formando una imagen
increíblemente hermosa.
—San... —comenzó Xie Lian.
Antes de que pudiera terminar, Hua Cheng lo
sostuvo por los hombros y se inclinó para besarlo.
Qi Rong, quien sin duda había escuchado algo
que no sonaba bien, se echó a reír.
—Primo príncipe heredero, ¡mejor que tengas
cuidado! Hua Cheng es probablemente como un
perro rabioso en este momento, ¡morderá a quien
sea que vea! Yo, personalmente, iré y te ayudaré
a difundir las noticias. Hay bastantes monjes y
cultivadores que buscan vengarse de Hua
Cheng, ¡podrían bien venir y ocuparse de él!
JAJAJAJAJAJA...
El corazón de Xie Lian se apretó cuando la risa
de Qi Rong se desvaneció en la distancia. Si Qi
Rong realmente llamaba al grupo de cultivadores
a quienes Hua Cheng había perjudicado, bajo la
condición debilitada actual de los demonios,
¿cómo podría defenderse la Ciudad Fantasma?

688
Sin embargo, en medio de todo esto, Hua
Cheng no le estaba permitiendo pensar en nada.
Aunque no estaba vivo y no debía emitir ningún
tipo de calor, en este mismo momento, su cuerpo
estaba ardiendo, como si le hubiera tocado una
fiebre alta.
Con sus labios fuertemente apretados uno
contra el otro, Xie Lian se vio prácticamente
obligado a aceptar las oleadas de calor entrantes.
Las manos que originalmente intentaban alejar a
Hua Cheng ahora se hundieron en los pliegues
de la tela roja cerca de sus hombros.
Tal vez fue porque la energía espiritual de Hua
Cheng era demasiado fuerte, Xie Lian sintió que
su garganta, pecho y estómago estaban llenos
hasta el borde por el calor, hasta el punto de que
se sentía incómodo. Si continuaba soportando
esto, él podría estallar bajo la gran cantidad de
poder que estaba recibiendo.
Apretó su mandíbula y levantó su palma para
abofetear. Aunque sí dio un golpe, como
realmente no podía obligarse a atacar a Hua
Cheng, la mano solo tocó su hombro, la fuerza
fue ni ligera ni pesada. Sin inmutarse, Hua Cheng
agarró su muñeca, la mantuvo presionada hacia
abajo y continuó el ataque en los labios de Xie
Lian.

689
690
Realmente no podía dejar que esto continuara
más. Esta vez, Xie Lian usó ambas manos.
Después de empujar a Hua Cheng, huyó hacia el
lado del altar con pánico, jadeando por respirar.
Sin embargo, con los ojos inyectados en sangre,
Hua Cheng lo acosó y lo siguió, presionándolo
contra el altar.
Xie Lian gritó: —¡San Lang!
—...
Tal vez su voz lo alcanzó, porque Hua Cheng
lo miró fijamente a la cara durante mucho tiempo
y, de repente, lo envolvió en un abrazo
aplastante.
Al ver que había adquirido algunos sentidos y
detenido sus avances, Xie Lian dejó escapar un
suspiro de alivio. Sin embargo, mientras estaba
de pie en el abrazo de Hua Cheng, sintió la
energía perturbadora dentro del Supremo
luchando por estallar. No era de extrañar que Hua
Cheng lo besara en el momento en que lo atrapó.
Con tal caos interno, tuvo que encontrar una
salida para expulsarlo. Sin embargo, para
devolverlo completamente a su estado normal, se
debía drenar la sangre. Sin embargo, Hua Cheng
no estaba vivo, ¿cómo iba a tener sangre para
eso?
Después de un momento de consideración, Xie
Lian llegó a una conclusión.
—... Perdóname.
691
Tomó el rostro de Hua Cheng y
voluntariamente cubrió los labios del otro con los
suyos, guiando suavemente el flujo turbulento de
calor hacia su propio cuerpo, ayudando a aliviar
el dolor y el sufrimiento del otro. Instintivamente,
Hua Cheng pasó su brazo alrededor de la cintura
de Xie Lian, haciendo que Xie Lian se
estremeciera un poco. En el segundo siguiente,
los dos estaban cayendo sobre el altar.
Realmente no era justo. Xie Lian no se
atrevería a tocar en ningún lugar de Hua Cheng
que fuera incluso un poco peligroso. Sin
embargo, debido a su turbio estado mental, los
dedos de Hua Cheng recorrían cada centímetro
de su cuerpo sin vergüenza, haciendo que Xie
Lian sufriera un silencioso tormento. En este
altar, era originalmente donde uno haría ofrendas
a un dios, pero ahora residían un fantasma
demoniaco y un dios que estaban enredados en
una acalorada batalla de lenguas. Aunque
absurda, la escena era más que impresionante.
En el pasado, para ambas partes estaba más o
menos claro y siempre había una razón
justificable. Cometer este tipo de acto era al
menos controlado ya que no había nada más que
solo labios cubriendo labios. Sin embargo, esta
vez, con la mano errante y el confuso estado de
ánimo, superó con creces el límite de solo labios
y dientes.
692
693
En su mente brumosa, Xie Lian finalmente se
dio cuenta de una cosa. Aunque cada vez esto
estaba fuera de su control y no tenía otra opción,
en realidad, había un oculto deseo que no podía
contener.

Después de sufrir toda la noche, la energía


perturbadora dentro de Hua Cheng finalmente
comenzó a calmarse. El brazo que estaba
agarrando a Xie Lian lentamente soltó su agarre.
Xie Lian se dio vuelta y se incorporó. Viendo la
cara dormida de Hua Cheng, finalmente suspiró.
Lanzado a un lado, el único globo ocular de E-
Ming todavía daba vueltas frenéticamente. Xie
Lian recogió la cimitarra y fue solo después de
una larga serie de caricias que la espada
finalmente se suavizó en una sonrisa de ojo
creciente, como si finalmente estuviera
satisfecha. No mucho después, Hua Cheng se
levantó de donde estaba durmiendo.
—... ¡¿Dianxia?!
Apresuradamente, Xie Lian ajustó su
expresión. Se dio la vuelta y sonrió: —¿Estás
despierto? Todo está bien ahora.
Hua Cheng hizo un escaneo rápido a su
alrededor. No hacía falta decir que había un
694
desastre gigante dentro del Templo QianDeng.
Su rostro estaba extrañamente angustiado, como
si no pudiera recordar lo que pasó la noche
anterior. Xie Lian aprovechó la oportunidad para
hablar, su voz calmada y segura.
—¿Qué pasó anoche? Todos tus subordinados
fueron repentinamente afectados por una fiebre o
dolor de cabeza palpitante. Todos estaban
inquietos. ¡Tú también y estabas muy molesto!
Hua Cheng exigió: —¿Aparte de eso?
—¿Aparte de qué? No hay nada más. —Xie
Lian parpadeó.
Podía sentir la mirada de Hua Cheng sobre él
mientras el Supremo continuaba preguntándole:
—¿Realmente no hay nada? Entonces, ¿cómo
me calmé?
Xie Lian se aclaró suavemente la garganta,
como si estuviera un poco avergonzado.
—A decir verdad, y San Lang, por favor no te
enfades conmigo. Aparte de hacer esto... —Le
hizo un gesto a E-Ming, a quien estaba
acariciando y admitió: —Yo también, aah, tuve
una pelea contigo.
Hua Cheng lo miró con suspicacia.
—¿...luchamos?
Xie Lian se hizo cargo y lo miró con seriedad.
—Eso es correcto. Mira, el pasillo es un
desastre debido a nuestra lucha.
—...
695
Hubo una pausa antes de que Hua Cheng
soltara un suspiro de alivio y apoyó la cabeza en
su mano.
Al ver que ya no estaba buscando respuestas,
Xie Lian finalmente sintió que su corazón
suspendido se calmaba y soltó la respiración en
silencio.
—Se abrió. —Hua Cheng murmuró de repente.
—¿Qué? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng levantó la cabeza y, con voz
sombría, aclaró: —El Monte Tonglu se volvió a
abrir.
El significado de este anuncio no podría ser
más claro para los dos. Xie Lian abrió los ojos.
—¿Un nuevo Rey Fantasma... está por nacer?

Cuando Xie Lian regresó para informar, el


Reino Celestial también retumbaba con el trueno
sin cesar. Al entrar en el Gran Salón Marcial, Xie
Lian, inconscientemente, buscó a alguien para
preguntar: —¿Qué le pasa al Señor del Trueno?
—Pero solo cuando las palabras salieron de sus
labios se dio cuenta de que el lugar donde el
Señor del Viento estuvo una vez estaba vacío.
El sitio del Señor del Agua que estaba justo al
frente y del Señor de la Tierra que estaba sentado
696
en la esquina también estaban vacíos. Se
sorprendió, su corazón suspiró, luego miró hacia
atrás y vio a Lang Qing Qiu entrar al salón.
Al no haberlo visto durante tanto tiempo, vio
que toda su persona había adelgazado una talla,
luciendo mucho más sombrío. Sus ojos se
encontraron con los de Xie Lian y luego se dio la
vuelta sin decir una palabra.
Xie Lian miró a su alrededor y se dio cuenta de
que no podía encontrar a nadie con quien
conversar casualmente.
Una voz le respondió: —No es nada. Un Rey
Fantasma está por nacer; Los demonios lloran y
los dioses están inquietos, el trueno no se
detendrá.
El que respondió fue Feng Xin. Por alguna
razón, cuando Xie Lian lo vio, no pudo evitar
sentir una increíble sensación de amistad. Sin
embargo, uno de los ojos de Feng Xin era de
color púrpura y Xie Lian no pudo evitar ver a Mu
Qing, que estaba de pie al otro lado de la sala. La
mejilla de Mu Qing estaba hinchada. Parecía que
después de haber cimentado sus rencores
durante tantos años, la pelea de la última vez
debió haber sido agresiva.
Jun Wu habló: —La razón por la que he
convocado a todos aquí hoy, estoy seguro de que
todos están muy conscientes. —Todos los
Oficiales Celestiales asintieron. Jun Wu continuó
697
lentamente—. El universo es un horno, todos los
seres sensibles son de cobre; en las aguas
profundas y los incendios hirvientes, dentro todos
los seres respiran.
»El Monte Tonglu es una tierra ominosa y es
natural que esté llena de cosas maliciosas, un
volcán vivo que puede entrar en erupción en
cualquier momento.
»Cada pocos cientos de años, la Ciudad de Gu
dentro de la montaña abrirá sus puertas y
concentrará millones de fantasmas. Afecta
especialmente a los anteriores Reyes
Fantasmas. Todos los monstruos, demonios y
fantasmas que tengan sed de alcanzar el nivel de
Supremo se dirigirán al Monte Tonglu. Una vez
lleno, el Monte Tonglu será sellado una vez más
y la matanza comenzará oficialmente.
»Cuando el último permanezca en pie, nacerá
un nuevo Rey Fantasma.
»Xueyu Tanhua y Heishui Chenzhou son
Reyes Fantasma Supremos que nacieron así.
Los dos se convirtieron en Supremos y
emergieron de la montaña. He Xuan pasó doce
años. Hua Cheng pasó diez años.
Mu Qing dijo fríamente: —Un He Xuan, un Hua
Cheng ya son difíciles de tratar. Solo mira lo que
han hecho. Si aparece otro, no dormiremos ni un
poco.

698
Xie Lian comentó suavemente: —General Xuan
Zhen, no comentaré lo que He Xuan ha hecho.
Pero, Hua Cheng no ha hecho nada realmente
fuera de lugar.
Mu Qing, con sus hinchadas y abultadas
mejillas, le dirigió una mirada.
Pei Ming dijo: —Son bastante difíciles de tratar.
Entonces, debemos detener esta reunión de
millones de fantasmas, ¿verdad?
—Eso es correcto —dijo Jun Wu—. La reunión
de millones de fantasmas tomará unos pocos
meses. Tendremos que detenerlos antes de que
se reúnan.
—¿Qué pasa si no los detenemos a tiempo?
¿Hay alguna manera de recuperarnos?
—Preguntó Xie Lian.
—La hay. —Jun Wu dijo—. Sin embargo,
esperamos que no llegar a ese paso. El asunto
más urgente en este momento es que la agitación
de los fantasmas comenzó una ola de caos y
muchos de los monstruos y demonios que habían
sido sellados han escapado. Muchas de estas
son criaturas inhumanas extremadamente
peligrosas, como el Fantasma Femenino Xuan Ji,
el Espíritu del Feto, el Brocado Inmortal. En este
momento, todos deben apresurarse hacia el
Monte Tonglu. Deben ser detenidos
inmediatamente una vez más.

699
—¿Han escapado todos? —Xie Lian
comentó—. Entonces esto es ciertamente todo
un caos.
—Es por eso que me temo que todos los dioses
marciales deben prestar atención e investigar a
fondo sus dominios —dijo Jun Wu.
—Entonces... ¿qué hay de mí? —Xie Lian
preguntó.
Aunque Xie Lian era el Dios de la Basura en
este momento, él de todas formas ascendió como
un dios marcial las dos últimas veces y
básicamente estaba siendo usado como un dios
marcial en este momento también, la única
diferencia era que no tenía un dominio.
Luego de pensar por un momento, Jun Wu dijo:
—Xian Le, ¿por qué no vas con Qi Ying?

700
Capítulo 128
Cegado por el corazón; Brocado Inmortal
forjado de sangre (parte uno)

D
espués de una pausa, Jun Wu preguntó:
—¿Dónde está Qi Ying?
Xie Lian miró a su alrededor y, de hecho,
no había una sombra de ese joven dios marcial.
Quizás porque incidentes sobre incidentes
siguieron ocurriendo en los cielos, el Palacio de
Ling Wen estaba tan ocupado que iba a perder
los estribos y Ling Wen también tenía algunos
más círculos oscuros bajo sus ojos.
—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez
que Qi Ying vino a estas reuniones. Nunca hemos
podido conectarnos con él.
Algunos Oficiales Celestiales en el costado
hicieron clic en sus lenguas.
—¿A dónde se escapó ese pequeño mocoso
de nuevo?
—¿No está aquí de nuevo? Estoy tan envidioso
de que no necesite asistir a todas estas
reuniones.

701
—Como no conocemos el paradero de Qi Ying,
una vez que lo encontremos, nosotros le
informaremos a usted para que los dos estén
coordinados —dijo Jun Wu.
Xie Lian inclinó la cabeza en sentimiento.
—Sí, mi señor.

El Reino Mortal estaba en medio del otoño, el


clima era frío y también dentro del Santuario PuJi.
Y aunque Xie Lian llevaba solo una capa no
sentía frío, sin embargo, en el camino a casa,
igualmente usó el dinero que ganó con la
recolección de restos para comprar dos nuevas
ropas para Lang Ying.
Hua Cheng había regresado a la Ciudad
Fantasma y Qi Rong escapó con Gu Zi a cuestas,
por lo que ahora solo quedaba Lang Ying en el
Santuario PuJi. Se había sentido antes lleno de
gente, pero ahora de repente se quedó desierto.
Mientras caminaba, Xie Lian pudo ver desde lejos
a Lang Ying barriendo frente al santuario en
silencio, rastrillando las hojas doradas caídas en
una pila.
Tal vez todo estaba en su mente, pero Lang
Ying solía agacharse, envuelto en miedo y
nerviosismo, pero ahora parecía que sus
702
extremidades estaban estiradas, finalmente
asumiendo la apariencia de un niño alegre y Xie
Lian no pudo evitar sentirse animado. Se acercó
y tomó la escoba y estaba a punto de llevarlo
adentro cuando los aldeanos que se habían
estado escondiendo esperando por un tiempo le
tendieron una emboscada, tías y abuelos, tíos y
hermanas gritaron a su alrededor: —Daozhang,
¡ha vuelto!
—¿Fue a recoger restos a la ciudad de nuevo?
Ha trabajado duro, ha trabajado duro... Hum,
¿por qué no hemos visto a Xiao Hua
últimamente?
—Sí, sí, ¡no lo hemos visto en días! Echamos
de menos al pequeño.
—... —Xie Lian sonrió torpemente—. Xiao...
Hua volvió a casa.
—¿Eh? —El jefe de la aldea estaba
desconcertado—. ¿Cuál casa? ¿No era esta era
la casa de Xiao Hua ¿No está él viviendo contigo?
—No, no —respondió Xie Lian—, solo vino a
jugar. Ahora que estamos todos ocupados, él se
fue.
Esa noche, Hua Cheng lo había acosado por
respuestas después de lo sucedido, pero Xie Lian
se mostró tercamente convencido de que los dos
solo tuvieron una pelea. Ahora que el Monte
Tonglu reabrió, Hua Cheng tenía más
responsabilidades. Si realmente surgiera un
703
nuevo Rey Fantasma Supremo, sería un asalto a
los tres reinos. Hua Cheng y Agua Negra, aunque
uno era llamativo y el otro discreto, ambos tenían
sus propios estilos y más o menos conocían su
lugar y se mantenían en orden. Pero quién sabría
qué tipo de criatura surgiría esta vez. ¿Qué
pasaría si el Monte Tonglu diera a luz a un loco
como Qi Rong que lucharía contra ellos por sus
dominios? Entonces, sería bastante difícil de
lidiar con ellos. Por lo tanto, Xie Lian utilizó la
excusa de que estaba ocupado y dijo que sería
mejor para los dos no verse por el momento y
centrarse en sus propios deberes, luego los dos
se despidieron amablemente.
Aunque parecía repentino y frío, como si le
hubiera dado la espalda a un amigo, Xie Lian
realmente no conocía ninguna otra forma.
Él no tenía la confianza de poder ocultar sus
sentimientos ahora.
Justo en ese momento, detrás de él, Lang Ying
de repente habló: —Fuego.
¿Fuego?
Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que
mientras estaba perdido en sus pensamientos,
accidentalmente tomó la olla y la espátula y
arruinó toda la carne y las verduras que acababa
de traer al Santuario PuJi. El fuego debajo de la
olla estaba a unos metros de altura, casi
quemando el techo y Xie Lian aplastó las llamas
704
apresuradamente para apagarlo. Sin embargo,
golpeó con fuerza y toda la estufa se derrumbó.
Después de mucho ruido, Xie Lian se quedó
estupefacto con una olla en la mano, sin saber
qué hacer. Fue justo a la hora de la comida y
todos los aldeanos estaban sosteniendo sus
tazones comiendo alegremente afuera de la
puerta y sorprendidos por el alboroto, todos se
acercaron otra vez.
—¡¿QUÉ HA PASADO?! ¡¿QUÉ HA
PASADO?! Daozhang, ¡¿su casa explotó de
nuevo?!
Xie Lian abrió rápidamente la ventana.
—¡No es nada, no es nada! Cof cof cof cof...
El jefe de la aldea se acercó para mirar.
—¡Cielos, esto es una tragedia absoluta!
Daozhang, creo que es mejor si llama de devuelta
a Xiao Hua.
Sin palabras por un momento, Xie Lian dijo:
—Está bien. Después de todo... él no es de mi
familia.
Cuando volvió en sí, Lang Ying ya había
empezado a ayudarlo a limpiar el desorden en el
suelo y había un plato de algo de color rojo y
púrpura sobre la mesa, fue puesto al azar cuando
estaba pensando en otras cosas. Si lo que hizo la
última vez se llamó; Estofado de Amor por todas
las Estaciones, esta vez debería llamarse Caos
de color Frito. Pero aparte de Hua Cheng,
705
probablemente no hubiera una segunda persona
que pudiera tragar estas cosas. El mismo Xie
Lian no podía soportar verlo y se dio la vuelta
para lavar la olla, frotándose la frente.
—No importa, no lo comas. Tíralo a la basura.
Sin embargo, cuando terminó de lavar la olla y
se dio la vuelta, vio que Lang Ying, que había
tomado el plato ya se había comido la comida en
silencio. Sorprendido, Xie Lian inmediatamente
se acercó a detenerlo y lo sostuvo por los
hombros.
—... Dios, ¿estás bien? ¿Te sientes mal en
alguna parte?
Lang Ying negó con la cabeza. Ya que su cara
estaba completamente envuelta por vendajes, su
expresión estaba oculta. Incluso Qi Rong y Agua
Negra perderían la razón cuando comían lo que
él cocinaba, pero Lang Ying fue capaz de
manejarlo, ¿qué tan hambriento estaba? ¿O su
fuerza aumentó repentinamente? Xie Lian se
burló y forzó una sonrisa, luego se limpió y se fue
a la cama.
Había dos esterillas en el Santuario PuJi, cada
uno tenía la suya. Cuando Xie Lian recordó que,
sobre esta esterilla, tanto él como Hua Cheng se
habían acostado, no pudo dormir, se mantuvo
con los ojos bien abiertos, pero no se atrevió
moverse de lado a lado para no despertar a Lang
Ying.
706
Después de muchas luchas internas, estaba
pensando que podría salir a respirar aire fresco
cuando, de repente, oyó crujir la ventana. Alguien
había empujado suavemente el marco de madera
y había entrado. La espalda de Xie Lian estaba
frente a la ventana y él yació allí en el suelo de
costado, sorprendido.
¿Qué tipo de persona sería tan dura consigo
misma y vendría a robar en el Santuario PuJi?
¿No era esto trabajo por las puras?
Esa persona era ligera en sus pies,
extremadamente hábil y si no fuera por alguien
como Xie Lian, que era extraordinariamente
agudo en sus sentidos, nadie lo habría notado.
Una vez que se dio la vuelta, corrió directamente
hacia la caja de donaciones. Xie Lian recordó de
inmediato que la caja de donaciones estaba llena
de lingotes de oro antes, entonces, ¿está aquí
esta persona por el oro? Pero esas barras de oro
habían sido entregadas a Ling Wen para que ella
encontrara a su amo. Al escuchar con atención,
Xie Lian se dio cuenta de que esa persona no
estaba realmente rompiendo la cerradura, ¡sino
que estaba metiendo algo uno tras otro en la caja
de donaciones!
Después de que la persona había hecho su
trabajo, parecía estar buscando salir por la
ventana para irse. Xie Lian mentalmente
planeaba pensar que él seguiría a esa persona
707
una vez que saliera para ver a dónde iba y quién
era. Sin embargo, inesperadamente, cuando esa
persona pasó por la mesa del altar y la vio
amontonada con platos, parecía estar con
hambre y no pensó antes de masticar los restos
del Caos de color Frito, metiendo unos cuantos
bocados en su boca.
¡POOF!
El siguiente segundo, se desmayó sobre el
suelo.
Xie Lian se giró de inmediato y se sentó.
—¡Realmente me ahorré la molestia!
Encendió las luces para mirar y en el suelo
había una figura de rostro morado tendida en el
piso y Xie Lian se apresuró a rescatar su vida,
vertiendo grandes bocados de agua por su
garganta antes de que esa persona despertara
lentamente.
Lo primero que pronunció cuando se despertó
fue: —¡QUÉ CARAJOS ERA ESA COSA!
Xie Lian fingió no escuchar y preguntó
solemnemente: —Qi Ying Dianxia, realmente es
demasiado audaz, lleva lo que encuentra a su
boca sin saber qué es.
Ese joven tenía la nariz recta y las cejas
profundas, con la cabeza llena de pelo negro y
rizado, ¿quién más podría ser sino el dios marcial
del oeste, Quan Yi Zhen?

708
Él miró: —¿Cómo iba a saber que alguien en
realidad envenenaría la propia comida ofrecida
en su propio santuario?
—... —Xie Lian se frotó la frente y abrió la caja
de donaciones para ver que estaba llena hasta el
borde con barras de oro—. ¿La última vez, la caja
también fue llenada por usted?
Quan Yi Zhen asintió.
Xie Lian preguntó: —¿Por qué está dándome
esto?
—Porque tengo mucho —respondió Quan Yi
Zhen.
—...
A decir verdad, incluso si no lo dijera,
posiblemente Xie Lian podría adivinar que era
más probable que fuera por el hecho de que en
el Banquete de Medio Otoño, Xie Lian disparó un
palillo para cortar las cortinas del teatro.
—Llévese eso con usted, no aceptaré
recompensas sin haber hecho nada —dijo Xie
Lian.
Quan Yi Zhen no dijo nada, obviamente no
escuchaba.
Xie Lian no sabía si reír o llorar. En ese
momento, Lang Ying habló fríamente: —Te está
diciendo que te lo lleves.
¿Cuándo se había sentado? Xie Lian miró
hacia atrás para mirarlo, sintiéndose extraño. En
el pasado, Lang Ying básicamente se volvía
709
invisible y se hundía desesperadamente en el
suelo, así que, ¿por qué hoy dijo tanto sin
pedírselo? Y usando tonos tan hostiles también.
Pero, no pensó demasiado y calculó que si
pasaba algo, podría simplemente darle la caja a
Ling Wen para que se la devolviera a Quan Yi
Zhen.
Enderezó su expresión: —Qi Ying Dianxia, ha
llegado justo a tiempo. Hoy no asistió a la reunión
en el Gran Salón Marcial, pero Jun Wu nos dio
una misión, ¿ha visto el pergamino? No importa,
está bien, sé que no lo ha visto. Yo ya lo he visto.
Esta vez somos un equipo y la criatura de la que
somos responsables se llama Brocado Inmortal.
El Venerable de Palabras Vacías se llamaba un
venerable porque la gente no se atrevía a
llamarlo un rufián, un sinvergüenza o un demonio
molesto directamente, por lo que era un halago
incierto. ¿Por qué era ese Brocado Inmortal
venerado como inmortal? Esto se debía a que,
según las leyendas, esa criatura realmente
poseyó la capacidad de convertirse en un dios
una vez.
Las leyendas decían que hace muchos siglos,
había un hombre joven en un antiguo reino, que
aunque era mudo y tonto por naturaleza y su
intelecto no era mejor que el de un niño de seis
años, pero una vez en el campo de batalla ya no
era el mismo. Sus habilidades en artes marciales
710
eran extraordinarias y también eran valientes
pero amables. Cuando dos reinos chocaron en la
batalla, su reino fue capaz de reclamar victorias
abrumadoras porque cargó en las líneas del
frente. Debido a que era mentalmente débil y no
tenía familia, todos los beneficios que obtuvo de
la batalla fueron tomados por otros, dejándolo sin
un centavo. Ninguna familia estaba dispuesta a
que sus hijas se casaran con un hombre así y
muy pocas chicas estaban dispuestas a
acercarse. Ese joven también era tonto hasta
cierto punto y desde que era joven nunca hizo
ningún contacto con mujeres, sin atreverse a
decir una palabra.
Sin embargo, esta persona poseía el potencial
de ascender y debió haber ascendido a los cielos
en unos pocos años. Al principio, no importaba si
no le gustaba a las chicas, pero lo triste fue que
se enamoró igualmente de una y lo hizo
profundamente. El día de su cumpleaños, esa
chica le cosió una camisa de brocado como
regalo.
Aunque era una túnica de brocado, era
extremadamente extraña. Era más como un
bolsillo horrible. Esta fue la primera vez en la vida
de ese joven que recibió un regalo de una chica
que amaba y se llenó de alegría exaltada,
además con su estupidez natural, no notó nada
extraño con esta, poniendo ansiosamente la
711
túnica de brocado en su cuerpo. No había
mangas para que pasaran los brazos, por lo que
le preguntó a su amada chica: —¿Por qué mis
brazos no pueden estirarse?
Esa chica sonrió alegremente.
—Esta es la primera vez que coso, así que no
soy muy hábil. Pero, si no tienes brazos,
¿entonces esto será un problema?
Así, este joven levantó un arma y se cortó los
brazos. Ahora, la camisa le queda bien. Sin
embargo, no fue suficiente y volvió a preguntar:
—¿Por qué no puedo estirar las piernas?
Esa chica respondió: —Si no tienes piernas,
¿esto será un problema?
Por lo tanto, este joven le pidió a otro que
también le cortara las piernas. Finalmente,
preguntó: —¿Por qué mi cabeza no puede
asomarse?
La conclusión fue fácilmente imaginable.
Originalmente, Xie Lian también pensaba que
el Brocado Inmortal debía ser un monstruo o un
demonio con una túnica de brocado, pero resultó
que en realidad era la túnica en sí. Cuando el
Monte Tonglu volvió a abrirse y millones de
demonios se despertaron, alguien había robado
esa túnica. Esa túnica de brocado estaba
manchada con la sangre obsesionada de ese
joven y se transformó en un dispositivo espiritual
extremadamente malicioso y poderoso y cambió
712
de manos entre los demonios a lo largo de los
siglos, usándolo para dañar. Por lo tanto, nunca
acepte ropa vieja, usada de origen desconocido
y si se encuentra con alguien que desea regalarle
una túnica de brocado en la calle en el medio de
la noche, nunca la tome. Si usa esta túnica de
brocado, se convertirá en un cerdo para el
sacrificio.
Por supuesto, esto era solo una leyenda y
sonaba bastante extravagante. Además, las
historias podrían muy bien ser inventadas por
personas que simplemente la extrajeron de la
naturaleza única de la túnica de brocado. Sin
embargo, este Brocado Inmortal tenía que ser
detenido. No debían dejarlo ir al Monte Tonglu.

713
Capítulo 129
Cegado por el Corazón; Brocado Inmortal
forjado de Sangre (parte dos)

—¿Qi Ying Dianxia? ¿Dianxia? ¿Está


escuchando?
Xie Lian extendió y agitó las manos frente a
Quan Yi Zhen. Quan Yi Zhen parecía haberse
quedado en trance y solo ahora su espíritu
regresó a este cuerpo.
—Oh.
Parecía que no estaba escuchando. Xie Lian no
estaba en condiciones de decir mucho, por lo que
dijo: —Entonces, esta misión es urgente y
tenemos que encontrar esa túnica de brocado. Su
forma original es...
Quan Yi Zhen interrumpió: —Un saco de
algodón sin mangas, sin cabeza, como una túnica
empapada de sangre.
Xie Lian sonrió. —Así que lo sabe. Pensé que
no había leído el pergamino. Pero ya que esta
túnica es un objeto malvado, es extremadamente
714
mágica con miles de formas. Hay millones de
ropas en este mundo, por lo que buscar una
túnica como esa no es diferente a buscar una
aguja en el océano.
—Oh. —Quan Yi Zhen dijo—. Entonces, ¿qué
debemos hacer?
Xie Lian explicó: —Los monstruos y los
demonios que ponían sus manos en la túnica
generalmente se transforman en un comerciante
y suplicarían a las personas que compren o
intercambien lo viejo por lo nuevo en calles
concurridas. Pero eso es de hace siglos, así que
si alguien hiciera esto ahora sería más o menos
extraño. Pero, sus hábitos y formas de hacer las
cosas no cambiarán tan fácil ni tan rápido. En
cualquier caso, vayamos a la ciudad y veamos si
podemos enterarnos de alguna noticia de este
tipo.
Con tal objeto, los demonios estarían más
interesados que los mortales. La información
subterránea del reino de los fantasmas sería
mucho más rápida que en el reino de los
mortales, lo que significaba que preguntar
directamente a Hua Cheng seguramente
ahorraría muchos problemas. Sin embargo, no
fue hace mucho tiempo que Xie Lian le dijo que
no deberían encontrarse por el momento y no se
vería bien contradecirse en el momento en que
necesitaba algo. Además, el Brocado Inmortal fue
715
robado recientemente y el ladrón no se atrevería
a ser tan rápido en hacer daño. Quan Yi Zhen
asintió, se puso de pie y lo siguió unos pasos. Xie
Lian notó que Lang Ying también hizo lo mismo y
le dijo: —Quédate aquí.
Lang Ying negó con la cabeza. Antes de que
Xie Lian pudiera decir algo más, ¡hubo un
repentino golpe detrás de él! Quan Yi Zhen se
había derrumbado de nuevo.
Xie Lian dio media vuelta.
—¿Está bien?
Una sombra púrpura estaba flotando sobre el
rostro de Quan Yi Zhen de nuevo y un momento
después, incapaz de contenerse por más tiempo,
finalmente se volcó, se agachó en el suelo y
vomitó por todo el suelo.
Después de vomitar, Quan Yi Zhen se dio
vuelta, con la cara hacia arriba y el alma saliendo
de su boca.
—Qi Ying... ¿todavía puede caminar? —Xie
Lian preguntó con cuidado.
Quan Yi Zhen tenía sus extremidades
estiradas.
—Creo. No puedo.
—...
Lamentable, Xie Lian solo pudo arrastrar a
Quan Yi Zhen, quien había perdido toda su fuerza
de voluntad para luchar y lo había cubierto con

716
una manta lo que le permitió recuperarse por el
momento.
Tomó hasta el día siguiente antes de que Quan
Yi Zhen luciera un poco mejor. De cualquier
manera, Xie Lian no se atrevió a dejar que
comiera algo al azar y pidió unas gachas de
avena de la casa del jefe de la aldea, llevándolas
de vuelta para llenar el estómago de los otros
dos. Quan Yi Zhen se sentó en el lugar que Hua
Cheng usualmente ocupaba y por alguna razón,
Lang Ying siguió mirándolo, aparentemente
hostil. Xie Lian colocó las gachas delante de los
dos e inconscientemente, dijo: —San Lang...
Antes de que las palabras salieran
completamente de sus labios, los dos se giraron
para mirarlo. Xie Lian se congeló al instante y solo
entonces se dio cuenta de lo que soltó en ese
momento y se aclaró la garganta suavemente.
—Por favor, continúen.
Los dos se sentaron a la mesa del altar para
comer sus gachas mientras Xie Lian tomó el
hacha y salió. Mientras cortaba madera, recordó
las pistas que proporcionaba el pergamino.
—El Brocado Inmortal se selló por primera vez
en un Gran Templo Marcial y el sello de ese
templo era extremadamente poderoso. Maestros
expertos llenaban las filas de la gran guardia de
seguridad del salón y una simple agitación de
demonios no debería haber permitido que
717
escaparan, lo que significaba que alguien
aprovechó la oportunidad y se lo robó en medio
del caos...
Antes, siempre era Hua Cheng quien cortaba la
madera y ahora que lo estaba haciendo él mismo,
por alguna razón, no sentía que la madera que
cortaba fuera tan buena como la de Hua Cheng.
Quan Yi Zhen bebió patéticamente unos cuantos
bocados de gachas húmedas y cayó
directamente para seguir durmiendo dentro del
Santuario PuJi. Lang Ying, por otro lado, salió
buscando ayudar.
—No hay necesidad. San... Lang Ying, calienta
un poco de agua más tarde y toma un baño.
Ahora que lo pensaba, Lang Ying parecía no
haberse bañado en mucho tiempo. Los
fantasmas ciertamente no tendrían la molestia de
los aceites para la piel y la mugre, pero al pasar
el rato afuera todo el día, seguramente estaba
sucio. Aun así, no podía señalarlo tan
directamente para no herir la autoestima de otras
personas.
Lang Ying pareció sorprenderse y no
respondió, pero Xie Lian ya había llevado un
montón de troncos para calentar el agua.
—Ayer vendí algunas sobras en la ciudad y te
compré dos túnicas de otoño. Una vez que hayas
terminado de bañarte, ¿por qué no ves si te
quedan bien?
718
Lang Ying se estaba poniendo las ropas
nuevas, pero al escucharlo, se volvió para irse sin
decir una palabra. Xie Lian lo agarró,
reprendiendo solemnemente.
—¡No te vayas! Debes bañarte. No te
preocupes, no desenvolveré los vendajes de tu
cabeza.
Lang Ying siguió protestando y salió por la
puerta para cortar leña con pesimismo,
negándose a volver. Exasperado, Xie Lian solo
podía ir a buscar algunos troncos, calentar el
agua y quitarse la ropa. Ruoye rodeó el pecho de
Xie Lian, desenvolviéndose. Lang Ying volvió a
entrar, con un gran paquete de troncos en su
bolsa y cuando vio a Xie Lian con la parte superior
del cuerpo descubierta, sus ojos se ensancharon
al instante. Xie Lian, por otro lado, estaba
probando la temperatura del agua con su mano,
pensando que era la correcta y ya se estaba
sumergiendo en el baño con los pantalones
puestos.
Al ver que entraba Lang Ying, dijo: —Oh,
momento perfecto. ¿Puedes pasarme el rollo que
cuelga debajo del sombrero de bambú en la
pared?
Lang Ying no solo no se acercó, sino que
también retrocedió.
¡PANG!

719
Cerró la puerta. Xie Lian estaba desconcertado.
Un momento después, parecía que Lang Ying
recordó algo y con fuerza pateó la puerta para
abrirla. Xie Lian gritó apresuradamente: —¡No
golpees esa puerta! Esa puerta es...
Lang Ying, sin embargo, no le echó un vistazo.
Caminó directamente hacia adentro, recogió a
Quan Yi Zhen, que estaba tendido en el suelo
como un cadáver rígido y lo sacó arrastrando
hacia la puerta. Quan Yi Zhen parecía estar
profundamente dormido, solo acciones tan
grandes como las montañas sacudiéndose
podían despertarlo, por lo que no sintió nada
mientras era arrastrado todo el camino.
Xie Lian no sabía si reír o llorar.
—¿Qué estás haciendo? Está bien, no es como
si fuera una niña. Entra.
Cuando Hua Cheng no estaba cerca, no era
como si no se hubiera bañado dentro del
Santuario PuJi antes. Después de todo, el
Santuario PuJi realmente era demasiado
pequeño y su capacidad para proporcionar para
la vida diaria era mínima. Que hubiera un barril
de agua para bañarse ya era suficiente; no era
una bañera del tamaño de una piscina con
puertas que se extendieran a lo largo de varios
metros lo suficiente para dejarlo remar un bote
mientras jugaba y se bañaba. Sin embargo, ya
fuera intencional o no, Xie Lian nunca se bañó
720
frente a Hua Cheng antes. Y ya que el que estaba
delante de él en este momento no era Hua Cheng
sino alguien más, no sintió como si fuera
incómodo.
Lang Ying dio vuelta a Quan Yi Zhen, agarró
algunas ropas al azar para amontonarlas sobre
su cabeza antes de que él mismo tomara el
pergamino que Xie Lian pidió y lo pasara con la
cabeza inclinada, luego continuó sentado en la
esquina. Xie Lian, por otro lado, abrió el
pergamino y lo leyó con cuidado mientras soltaba
su cabello.
El vapor calentó su rostro, dándole un brillo
rosado. Su largo cabello y sus pestañas estaban
relucientes, negras y húmedas. De repente, sintió
esa delgada cadena de plata en su pecho donde
al final de la cadena colgaba un anillo de
diamantes.
Xie Lian agarró ese anillo, cerrando sus dedos
fuertemente alrededor de él. De repente, en la
periferia de su visión, vio en la esquina del altar
una pequeña florecilla.
Subconscientemente, tomó esa flor y se la llevó
ante los ojos, sintiendo su mente nublada al igual
que el aire caliente que lo rodeaba y necesitó una
mano para alejar la bruma.
En ese momento, una serie de golpes sonaron
fuera de la puerta,

721
722
Ese sonido lo sacó de sus pensamientos y Xie
Lian devolvió la flor. Estaba a punto de preguntar
quién era cuando se dio cuenta de que los golpes
no estaban en la puerta del Santuario PuJi, sino
en la casa del jefe de la aldea de al lado.
Entre los golpes, una delicada voz de mujer
sonaba.
—¿Hay alguien en casa? Intercambio viejo por
nuevo, intercambio viejo por nuevo. Tengo una
túnica nueva para la cual no tengo uso y quiero
encontrar un conjunto de ropa vieja que me
pueda interesar. ¿Hay algún amo en la casa
dispuesto? ¿Hay alguien en casa?
¡Sin que él necesitara ir a buscar, esa criatura
en realidad vino golpear la puerta por sí misma!
Llamó y preguntó por cada casa, pero ni una
sola le abrió la puerta. Naturalmente. Cuando Xie
Lian no estaba recolectando restos, daba clases
en el Santuario PuJi y educaba a todas esas tías
y abuelas en cientos de pequeños trucos sobre
cómo identificar el mal. Al encontrarse con un
invitado no invitado tan obviamente extraño en
medio de la noche, ningún aldeano le prestaría
atención. La gente de hoy no era tan fácil de
engañar como en los viejos tiempos. Esa criatura
golpeó por todas partes, pero todavía nadie
respondió. Finalmente, llegó a la puerta del
Santuario PuJi. Xie Lian contuvo la respiración,
723
esperando tensamente. Sin embargo, parecía
que antes de que la criatura tocara, esta podía
sentir que este no era un lugar al que debería
haber venido.
Con un Aiyoh sus pasos sonaron planeando
irse y Xie Lian gritó rápidamente: —¡ESPERE!
¡Quiero intercambiar! —Entonces, le susurró a
Lang Ying—. Abre la puerta, rápidamente. ¡No te
asustes, no pasará nada!
Lang Ying no estaba asustado en absoluto.
Subió y abrió la puerta. Al otro lado de la puerta
había una chica, su figura esbelta y sensual y solo
por la parte inferior de su cara se podía decir que
era adorable y encantadora. Sin embargo,
llevaba un pañuelo en la cabeza que cubría la
mitad superior de su cara, como si no tuviera
ningún ojo y se veía algo desconcertante.
Miró adentro y se tapó la boca mientras soltaba
una risita.
—Daozhang, ¿qué tipo de ropa vieja quieres
usar para cambiar con mi ropa nueva?
Xie Lian todavía estaba empapado en el barril
de agua simplemente para hacer que esta bajara
la guardia.
Él sonrió: —Eso dependerá de cómo se vea su
ropa nueva.
Esa chica extendió un brazo y gentilmente la
sacudió. De su bolso, una brillante túnica de
brocado se sacudió y se abrió para revelarse,
724
glamorosa y hermosa, pero el estilo parecía un
poco antiguo y estaba emitiendo un aire de
maldad por todas partes.
Xie Lian elogió: —Hermosa. Hermosa. Lang
Ying, dale a esta dama ese conjunto de ropa que
traje de la ciudad.
Lang Ying le entregó la túnica con solo una
mano. Esa chica cambió la túnica nueva y se rió,
recibiendo la vieja túnica. Cuando estaba a punto
de darse la vuelta, su rostro cambió
repentinamente, como si algo le hubiera
pellizcado la mano y ella gritó, tirando las viejas
túnicas al suelo. Dentro del montón de esa túnica
de cáñamo estaba Ruoye, que estaba enrollado
en un bulto, habiéndose colado quién sabe
cuándo y se asomó por la manga como una
víbora blanca silbando a la chica.
Y esa chica tampoco era una chica. Con un
grito y un salto, su pañuelo fue picoteado por la
emboscada de Ruoye y cayó al suelo. Aunque la
mitad inferior de su cara era encantadora, la
mitad superior de su cara estaba llena de
arrugas, extremadamente viejas, formando un
contraste horrible: ¿qué chica? ¡Era claramente
una bruja de ochenta años!

725
Capítulo 130
Separando colores; casa textil abierta
(parte uno)
¡Era la Mujer de Medio Maquillaje!
La Mujer de Medio Maquillaje era un monstruo
vulgar formado por los celos de las mujeres
mayores hacia las jóvenes. No podían aceptar su
propio envejecimiento y estaban convencidas de
que el consumo de la sangre y la carne de las
jóvenes podía devolverles su juventud.
Disfrutaban chillar en voces agudas, fingiendo la
voz una niña para hablar. Sin embargo, como
dicen. Los ojos son las ventanas del alma; la
vejez era algo que no podían ocultar sin importar
cuánto lo intentaran y mientras más sangre y
carne consumieran, más joven parecería la mitad
inferior de su cara, sin embargo, la mitad superior
de la cara, que contenía los ojos, parecería mayor
y el contraste de la cara se volvería aún más
marcado. Aun así, se negaban obstinadamente a
ver los errores de sus decisiones.

726
Xie Lian salió del baño goteando, puso un pie
en el borde del barril de agua, listo para saltar y
derribarla, pero fue como si Quan Yi Zhen hubiera
regresado de la muerte y él se disparó y la
abofeteó. Esa Mujer de Medio Maquillaje
realmente era demasiado débil y fue golpeada
contra el suelo con un grito de llanto.
—¡TENGA MISERICORDIA!
Sin ninguna prisa, Xie Lian tomó su túnica de
cultivo y se la puso de manera casual.
—¿Así que es usted quien robó el Brocado
Inmortal?
La Mujer de Medio Maquillaje inmediatamente
gritó: —¡No soy yo, no soy yo! ¡No me atrevería a
entrar en el Gran Templo Marcial!
Eso también era verdad, si lo pensaba. Los
demonios vulgares típicos realmente no tenían
las agallas para entrar tan bruscamente en los
Grandes Templos Marciales; sería hechos añicos
con certeza. Además, esta Mujer de Medio
Maquillaje probablemente no tenía conexión con
el Brocado Inmortal y con una simple mirada, se
podía adivinar su edad de fantasma
probablemente era de unos ochenta años,
mientras que se decía que el Brocado Inmortal
tenía cientos de años.
—Entonces, ¿de dónde sacó esta túnica de
brocado? —Preguntó Xie Lian.

727
Esa Mujer de Medio Maquillaje recogió el
pañuelo en la cabeza y se cubrió la mitad superior
de la cara de nuevo, gritando otra vez.
—¡Para... responder a Daozhang! Yo... lo
recogí en la Ciudad Fantasma...
—... —¿Es eso cierto? ¿Lo recogió de la
Ciudad Fantasma? —Xie Lian se quedó sin habla
por un momento, luego preguntó: —¿Entonces
quién fue el que le vendió la túnica de brocado?
La Mujer de Medio Maquillaje respondió
ansiosamente: —¡Daozhang! Se lo ruego, por
favor, ¡déjeme ir! Yo tampoco lo sé. ¡No es como
si para hacer negocios en la Ciudad Fantasma
pidan revisar a las dieciocho generaciones de
ancestros!
Eso también era verdad. Si iniciar un negocio
en la Ciudad Fantasma requiriera que se
revisaran dieciocho generaciones de ancestros,
no sería tan activo como lo era ahora. Las cosas
solo podrían prosperar si hubiera espacio para
tales lagunas. Xie Lian la interrogó por un tiempo,
pero fue infructuoso y después de determinar que
la Mujer de Medio Maquillaje no era más que un
pequeño siervo, llamó: —Qi Ying, haga que uno
de sus Oficiales Celestiales venga a recoger a
este fantasma femenino.
Sin embargo, Quan Yi Zhen dijo: —No. No
tengo ningún Oficial Celestial en mi palacio.

728
—¿Ni siquiera uno? —Xie Lian preguntó—.
¿Nunca nombró a ningún general?
Quan Yi Zhen fue fielmente firme en su
respuesta: —Ni uno solo.
—...
Así que, resultaba que este dios marcial del
oeste era un lobo solitario y nunca había
designado a nadie, ni siquiera un ayudante para
administrar lo esencial. Al menos, para Xie Lian
era porque no podía pagarlo. La situación de
Quan Yi Zhen probablemente solo podría
explicarse por su carácter excéntrico. Sin ninguna
otra opción, solo podía sacar una olla de arcilla y
sellar a la Mujer de Medio Maquillaje, luego, tomó
la túnica de brocado de las manos de Lang Ying.
Sin embargo, cuando la abrió para
inspeccionarla, sus cejas se fruncieron
ligeramente.
Ciertamente era malvada, pero, ¿cuál era la
mejor manera de describirla? En opinión de Xie
Lian, este tipo de esencia del mal era demasiado
superficial, como si no fuera nada más que capas
de base cosmética que no se emitía desde el
interior. La intuición de Xie Lian le dijo que esta
no era tan peligrosa como decían las leyendas,
pero aún estaba en guardia.
En ese momento, Quan Yi Zhen echó un
vistazo a la túnica y dijo: —Es falsa.
Xie Lian se sorprendió: —¿Cómo lo sabe?
729
—Esta túnica es falsa —dijo Quan Yi Zhen—.
He visto al Brocado Inmortal real antes. Es mucho
más poderoso que esto.
Xie Lian estaba asombrado.
—¿Cuándo lo ha visto? En realidad, hay un
buen número de personas que han visto el
Brocado Inmortal antes, pero es difícil de saber si
son reales, ¿usted cómo comprueba si es real o
falso?
Pero Quan Yi Zhen dejó de hablar.
Coincidentemente, Ling Wen se acercó a él a
través de la red de comunicación espiritual justo
en ese momento, su voz sonó en su oído.
—Dianxia, acabamos de recibir información de
que parece haber un pequeño fantasma con el
Brocado Inmortal en la mano que apareció a
veinte millas de su Santuario PuJi. Tendremos
que molestarle para que eche un vistazo.
—¿Otro? Está bien —respondió Xie Lian.
Luego miró a Quan Yi Zhen y sin emitir ningún
sonido, preguntó dentro de la red—. Ah, por
cierto, otra cosa. Ling Wen, ¿Qi Ying ha visto el
Brocado Inmortal antes?
—¿Qi Ying? —Dijo Ling Wen—. No solo lo vio.
Fue mucho más que eso.
—¿Qué quiere decir? —Xie Lian preguntó.
—Es complicado. —Ling Wen respondió—.
¿Pero no ha escuchado Dianxia? El dios marcial

730
que gobernaba el oeste no solía ser el Palacio de
Qi Ying. Era el Palacio de Yin Yu.
Xie Lian recordó que esto era algo que el Señor
del Viento le había dicho mientras se retiraban de
la Mansión Paraíso y no pudo evitar sentir a su
corazón apretarse.
—He escuchado esto antes. Escuché que, ¿los
dos solían ser un par de Shixiong y Shidi? 40
Resultó que, antes de que Yin Yu hubiera
ascendido, él era el discípulo principal de su
secta. Un día, vio a un pequeño niño travieso de
la calle y en un momento de suavidad en su
corazón, le pidió al maestro que lo llevara. Ese
pequeño niño era Quan Yi Zhen.
Siendo discípulos de la misma generación, Yin
Yu siempre había cuidado muy bien a Quan Yi
Zhen. Él fue el primero en ascender, e incluso
nombró a Quan Yi Zhen como un oficial en su
palacio.
Ling Wen dijo: —Se ha encontrado a Qi Ying
varias veces, así que debe saberlo. Él es un
poco...
—¿No sabe cómo comportarse normalmente?
Eso es algo bueno —dijo Xie Lian.
Ling Wen se rió entre dientes.

40
Shidi (师弟): pequeño hermano discípulo / junior (hombre)
Shixiong (师兄): discípulo del hermano mayor / senior (hombre)

731
—Bueno o no, depende de la persona y de la
situación. Algunas personas piensan que es un
impredecible egoísta, ignorante de los modales y
que no da a las personas el respeto que merecen.
Los primeros años, cuando entró por primera vez
en la Corte Celestial, si no fuera por Yin Yu
Dianxia que lo protegió, él probablemente ya
hubiera sido asesinado por quién sabe cuántas
personas.
—Esos dos deben compartir una muy buena
relación entonces —reflexionó Xie Lian.
—Al principio fue bueno —dijo Ling Wen—,
pero lo triste fue que, después, el mismo Qi Ying
también ascendió.
Ambos ascendieron desde el oeste, entonces,
¿qué hacer? Así, los dos acordaron gobernar el
oeste juntos.
Un par de Shixiong y Shidi que vigilaban un
dominio juntos sonaba como un hermoso cuento,
sin embargo, al final, una montaña no podía
soportar dos tigres.
Si alguien dijera que las posibilidades de que la
aptitud de Yin Yu fuera suficiente para que los
cielos enviaran una Calamidad Celestial, era una
en un millón; entonces, la aptitud de Quan Yi
Zhen era lo suficientemente buena como para
pasar tres Calamidades Celestiales y puede que
ni siquiera hubiera uno en un millón que pudiera
poseer este potencial. Estaba bien al principio, no
732
era obvio, pero cuanto más tiempo pasaba, más
grande era la brecha entre los dos. Quan Yi Zhen
era verdaderamente asocial; no solo ignoró
construir relaciones con otros Oficiales
Celestiales, sino que ni siquiera alguna vez trató
de complacer a sus devotos. Por el contrario,
aparte de Yin Yu, no se molestó en recordar los
nombres de ningún otro Oficial Celestial en
absoluto y fue lo suficientemente audaz como
para golpear a sus seguidores, diciéndoles que
comieran mierda. Se comportaba de manera más
inaceptable mientras más habían. Sin embargo,
su dominio solo creció más y más y sus
seguidores aumentaron. En comparación, el
Palacio de Yin Yu estaba perdiendo su brillo y
finalmente se volvió intranquilo.
En sus cumpleaños, este par de Shixiong y
Shidi siempre se daban regalos. Un año, el día
del cumpleaños de Quan Yi Zhen Yin Yu le regaló
una impresionante armadura.
—... ¿El Brocado Inmortal? —Preguntó Xie
Lian.
—Eso es correcto —dijo Ling Wen.
Este Brocado Inmortal no solo podía chupar
sangre y asesinar, sino que también tenía una
habilidad perversa: quienquiera al que le hubiera
sido entregado obedecerá cualquier orden del
que dio el regalo. Como los dos Shixiong y Shidi
habían mantenido una buena relación, Quan Yi
733
Zhen se puso esa armadura sin pensarlo dos
veces. Poco después, aparentemente de forma
involuntaria Yin Yu le hizo una broma. Bajo el
control del Brocado Inmortal, Quan Yi Zhen
perdió la razón e hizo lo que se le dijo. Si no fuera
por Jun Wu, que notó que algo no estaba bien y
lo detuvo a tiempo, casi se habría cortado la
cabeza para rebotarla como una pelota.
—Así, este incidente fue un gran problema en
ese momento, un gran alboroto. —Ling Wen
dijo—. Por hacer algo como dañar a un
compañero celestial, como un estimado Oficial
Celestial, naturalmente Yin Yu fue desterrado de
inmediato.
Lo que significaba que, después de esto, los
dos Oficiales Celestiales deberían haberse
peleado. Sin embargo, cuando Xie Lian recordó
la tonta obra que los adoradores del Palacio de
Qi Ying organizaron durante el Banquete del
Festival de Medio Otoño, ese payaso que saltaba
arriba y abajo detrás de la espalda de Quan Yi
Zhen era probablemente Yin Yu, pero en ese
momento, la reacción de Quan Yi Zhen fue de
rabia, seguido por él saltando para golpear a sus
propios adoradores.
—Creo que Qi Ying todavía debe pensar muy
bien de Yin Yu Dianxia. ¿Hubo tal vez un
malentendido en todo esto?

734
—Quién sabe. —Ling Wen dijo—. Si hay un
malentendido, la persona en cuestión ha sido
desterrada hace tantos años, ¿a quién le
importa? —Xie Lian asintió y estaba a punto de
despedirse cuando Ling Wen agregó—: Espere.
Dianxia, hay más. No había terminado antes. A
sesenta millas de su Santuario PuJi también hay
una criatura desconocida que apareció con el
Brocado Inmortal en la mano.
—... ¿No es eso un poco demasiado lejos?
¿Por qué hay más? —Preguntó Xie Lian.
—No he terminado. —Ling Wen dijo—.
Escuchen bien, hay más: cuarenta y dos millas al
noroeste, quince millas al sureste, veintidós
millas al norte... —Después de informar de
veintisiete a veintiocho lugares en una vez, Ling
Wen finalmente dijo—: Sí. Eso es todo por ahora.
Cuando terminó de informar, Xie Lian se había
olvidado de todo y se sintió bastante afligido.
—Su palacio es bastante eficiente esta vez, eh,
pero… ¿por ahora? ¿Está diciendo que podría
haber más...? ¿Podría la Ciudad Fantasma estar
distribuyendo el Brocado Inmortal?
—Eso es lo más probable —respondió Ling
Wen—. Hay muchos vendedores ambulantes con
orígenes desconocidos en la Ciudad Fantasma
que a menudo venden falsificaciones con una piel
falsa. Una vez que terminan de vender
falsificaciones, cambian de piel, por lo que los
735
conocedores generalmente no compran nada al
azar. Sin embargo, aún hay fantasmas que lo
consideran una excavación de antigüedades,
pensando que tal vez podrían ganar el premio
mayor esta vez. Ahora que el Brocado Inmortal
fue robado, muchos vendedores pequeños en el
reino de los fantasmas recibieron las noticias y
están usando esta oportunidad para engañar a
los compradores, diciendo que cualquier túnica
aleatoria que encontraron es el Brocado Inmortal.
Lo increíble es que aun así hay muchos
fantasmas que son engañados y lo prueban con
la gente. Realmente nos ha dado a nosotros,
quienes reunimos información, muchos dolores
de cabeza.
Esto estaba arruinando completamente su
búsqueda del verdadero Brocado Inmortal; con
tantos Brocados Inmortales apareciendo en todas
partes, ¿quién sabría cuál era el verdadero?
Sin embargo, ya que asumieron la misión,
tenían que encontrar una manera de completarla.
—Supongo que hay que comenzar con el más
cercano y buscar uno por uno —dijo Xie Lian.
Xie Lian no tenía ningún poder espiritual, Quan
Yi Zhen no sabía cómo dibujar el conjuro de
Acortamiento de Distancia y ninguno de los dos
tenía oficiales adjuntos. Pero, afortunadamente,
uno de los lugares que Ling Wen informó que era
el más cercano a ellos estaba a solo cinco millas;
736
era una casa textil abandonada. Sin más
preámbulos, partieron apresuradamente en
medio de la noche.
Al principio, Xie Lian iba a hacer que Lang Ying
se quedara en el Santuario PuJi, pero él los siguió
y se negó a dar vuelta. Ya que este viaje no
debería ser demasiado peligroso y podría ayudar
a crecer la experiencia de Lang Ying, pensando
que le iba a enseñar la cultivación a Lang Ying de
todos modos, Xie Lian lo llevó.
Los tres se apresuraron en su camino en la
noche. De repente, delante de ellos en el camino
se escucharon voces espeluznantes que
cantaban una canción de trabajo.
—¡YI YU XI! ¡YI YU XI!
Al escuchar esa canción de trabajo familiar, Xie
Lian se detuvo en su paso, delante en la niebla,
el contorno gigante de una sombra emergió
gradualmente junto con esos cuatro fuegos de
fantasma flotando alrededor. Quan Yi Zhen
estaba a punto de hacer un movimiento, listo para
derrotarlos antes de hacer preguntas, pero Xie
Lian lo detuvo.
—No se preocupe. Yo los conozco.
Efectivamente, cuatro esqueletos dorados que
llevaban un sedán aparecieron ante los tres.
Quan Yi Zhen no había visto algo tan mágico
como esto antes y sus ojos se abrieron, brillando
y resplandeciendo.
737
El esqueleto de la cabeza cantó: —¿Es este el
Príncipe Heredero de XianLe?
—Lo soy. ¿Puedo ayudarles? —Respondió Xie
Lian.
El esqueleto dorado cantó: —Nada, nada, solo,
nosotros tenemos tiempo libre en nuestras
manos y queríamos preguntar, si Taizi Dianxia
tiene prisa, ¿quizá podamos llevarlo?
El viaje no era largo, por lo que Xie Lian quería
declinar, pero Quan Yi Zhen intervino y exclamó:
—¡SÍ! —Y ya estaba subiendo con entusiasmo,
pareciendo que realmente quería probar este
extraño, pero glamoroso sedán. Xie Lian no sabía
si reírse o llorar e intentó detenerlo cuando de
repente, ese sedán se inclinó, sacando a la
fuerza a Quan Yi Zhen. Xie Lian también iba a
retroceder, pero alguien lo estabilizó.
Exclamó: —San... —Pero cuando miró hacia
atrás, era Lang Ying quien había subido sin que
nadie lo notara y estaba agarrando el brazo de
Xie Lian con fuerza, un par de ojos negros como
la tinta estaban mirándolo en silencio y sin
palabras.
Los esqueletos se apresuraron a recoger el
sedán, sus ocho patas giraban como cuatro pares
de ruedas de fuego y se alejaban constantemente
mientras gritaban: —¡Muévanse, muévanse! ¡No
bloqueen el camino, no bloqueen el camino!

738
Quan Yi Zhen fue arrojado sin piedad al suelo,
pero se levantó de un salto, parecía no haberse
rendido todavía y estaba listo para intentar entrar
de nuevo, pero esos esqueletos eran demasiado
rápidos y siempre estaba un paso atrás, por lo
que terminó persiguiéndolo justo detrás, parecía
que realmente quería montar el sedán para saber
cómo era.
Al verlo correr tan enérgicamente, Xie Lian,
quien estaba montando el sedán, no pudo evitar
sentir que esto era un poco vil, como si estuviera
molestando a un niño. Aunque sabía que este
sedán le pertenecía a Hua Cheng y quizás no
estaría feliz de que otros Oficiales Celestiales
subieran, igualmente no pudo evitar preguntar:
—Hum... ¿esto no puede llevar a tres personas?
Los esqueletos cantaron: —¡No puede, no
puede! ¡Solo pueden sentarse dos personas!
Corrieron como ruedas de fuego todo el camino
y Quan Yi Zhen corrió detrás todo el camino. Una
vez en su destino, los esqueletos dorados
dejaron caer a Xie Lian y Lang Ying, luego
recogieron el sedán y desaparecieron de la vista.
Al final, Quan Yi Zhen no pudo abordar el
vehículo, se sintió extremadamente
decepcionado y vio el sedán desaparecer con
nostalgia. Xie Lian salió del sedán sosteniendo la
mano de Lang Ying y escuchó delante de ellos
fuertes gritos y lamentos que venían de la casa
739
de textiles. Xie Lian estaba desconcertado. ¿No
dijeron que esta casa textil estaba abandonada?
Se acercaron y finalmente distinguieron esas
voces que lloraban: —¡ESTE SER INFERIOR
NUNCA MÁS SE ATREVERÁ A VENDER
COSAS FALSIFICADAS EN EL TERRITORIO
DEL VIEJO HUA CHENGZHU DE NUEVO!
—¡REALMENTE NO NOS ATREVEREMOS
NUNCA MÁS! PERO, POR FAVOR, ¡DÍGALE AL
VIEJO Y BUEN CHENGZHU QUE TAMBIÉN
CONSEGUÍ AQUELLOS FALSOS BROCADOS
INMORTALES DE LA DISTRIBUCIÓN DE
OTROS FANTASMAS! ¡¡¡YO SOY UNA VÍCTIMA
TAMBIÉN!!!
Los tres llegaron delante de la casa de textiles
y se encontraron con un hombre de negro con
una máscara de fantasma que emergía de su
interior, pareciendo haber estado esperando
durante mucho tiempo.
Inclinó ligeramente la cabeza y saludó.
—Dianxia.
Esta voz pertenecía al Oficial Fantasma que
una vez había ayudado a Xie Lian a atrapar a
Lang Ying y lo había llevado a la Mansión
Paraíso. Y esa vez, Xie Lian había visto un grillete
maldito en su muñeca.

740
741
Capítulo 131
Separando colores; casa textil abierta
(parte dos)

E
l Señor del Viento le dijo una vez que esta
persona probablemente era Yin Yu, ya que
solo unos pocos Oficiales Celestiales fueron
desterrados en los últimos años. Por lo tanto, Xie
Lian preguntó: —¿Cómo me dirijo a usted, buen
señor?
Ese fantasma enmascarado respondió: —Por
favor, Dianxia. No soy más que un sirviente sin
nombre.
Al entrar en esa casa de textiles abandonada,
Xie Lian se sorprendió. Había todo tipo de ropa,
colgada en estantes, encima de los estantes de
pilas de madera había trajes de boda, atuendos
de gobierno, satén para mujeres, uniformes, ropa
para niños... también había camisas de cáñamo
sangrientas muy simples y vulgares, como si
temieran que la gente no pudiera ver que eran
perversas. Pilas y pilas, capas y capas,
inquietantes y sombrías, llenas de esencia del

742
mal, como si cada una y todas fueran un cadáver
en pie. Incluso si no fueran el Brocado Inmortal,
ciertamente tampoco serían nada bueno.
Largas telas de varios tintes colgaban en lo alto
de las pilas; algunas de color blanco pálido,
algunas sucias. Había pasado mucho tiempo
desde que alguien se ocupó de ellas. Quan Yi
Zhen estaba en cuclillas junto a un gran barril
negro de tinte, asomó la cabeza e inspeccionó los
tintes que tenían un color inusual, un fluido que
emitía un olor extraño. Xie Lian temía que al
segundo siguiente fuera a sumergir su dedo y
lamerlo para ver y lo arrastró lejos a toda prisa. Al
ver que afuera del patio, un grupo de demonios y
monstruos estaban atados por una sola cadena
de hierro, abrazando sus cabezas juntas.
Xie Lian se preguntó: —¿Qué...?
El hombre con máscara de fantasma
respondió: —Los monstruos, fantasmas y
demonios que recientemente estaban vendiendo
el Brocado Inmortal en la Ciudad Fantasma y en
todos los otros lugares están todos aquí. Hay un
total de noventa y ocho piezas.
Noventa y ocho piezas. Y todos fueron
atrapados en muy poco tiempo. Xie Lian estaba
ligeramente conmovido.
El hombre con máscara de fantasma continuó:
—Si hay nuevos movimientos extraños, también

743
los capturaremos en el menor tiempo posible
para Dianxia.
Al escuchar esto, Xie Lian no pudo evitar decir:
—No hay necesidad. Por favor, dígale a San... a
Hua Chengzhu que realmente no hay necesidad
de que se tome la molestia. Yo también puedo
hacer esto.
El resultado sería el mismo, solo tomaría un
poco más de tiempo y energía, eso era todo.
Después de todo, era un Oficial Celestial titulado
que trabajaba para los cielos, e incluso si no tenía
muchos devotos, de todas formas, tenía un
trabajo qué hacer.
Ese hombre con máscara de fantasma
respondió: —Naturalmente, Chengzhu entiende
que Dianxia es capaz de hacer esto sin esfuerzo.
Pero esta es también la razón por la que espera
que mi señor no desperdicie energía en
pequeñas tareas que cualquier persona puede
hacer. El tiempo y el esfuerzo de Dianxia deben
dedicarse a asuntos más importantes.
—… —Xie Lian dudó, pero al final igualmente
preguntó—. ¿Puedo preguntar qué tal le va a su
señor Chengzhu en este momento…?
Lang Ying se movía con indiferencia al lado de
Xie Lian y el hombre con máscara de fantasma
respondió: —Chengzhu está muy ocupado en
este momento.

744
Xie Lian rápidamente respondió: —Oh.
Entonces eso es bueno. Esperemos que todo le
vaya bien. Le deseo éxito.
Cuestionaron a todos y cada uno de los
monstruos, fantasmas y demonios que estaban
atados y todos y cada uno de ellos estaban
convencidos de que su producto provenía de la
distribución de una misteriosa persona
enmascarada y no parecían mentir. Pero en un
lugar como la Ciudad Fantasma, ¿cuántos
cientos de individuos enmascarados vagaban por
las calles en solo un día?
El interrogatorio no dio resultados, de modo
que el hombre con máscara de fantasma tiró de
esa cadena y se despidió mientras se llevaba a
esos chillones fantasmas y monstruos. Sin
embargo, esas noventa y ocho piezas de ropa
demoniacas fueron dejadas atrás. Xie Lian sintió
que en todo su tiempo recolectando restos y ropa
vieja, nunca había visto tanta ropa. Al hojearlas,
sospechó que lo más probable era que ni uno
solo fuera real y le dijo a Quan Yi Zhen: —Qi Ying,
¿por qué no viene y echa un vistazo?
Sin embargo, Quan Yi Zhen solo alborotó su
cabello suelto y rizado y negó con la cabeza.
—Demasiados.
Demasiadas túnicas demoníacas. Cada
vestimenta individual emitía la esencia del mal,

745
opacándose entre sí, haciendo que uno perdiera
la capacidad de diferenciarlas.
Esto era como alguien que poseía un agudo
sentido del gusto y aunque podía diferenciar
entre los sabores de los rellenos confitados de
pera y manzana, si se mezclaban noventa y ocho
tipos diferentes de rellenos afrutados y se hacía
que la persona los probara, perdería el sentido de
gusto por completo. Xie Lian estaba tratando de
pensar en otra manera, pero cuando giró la
cabeza para mirar, vio que Quan Yi Zhen recogía
una túnica y estaba listo para ponerla
directamente sobre su persona. Xie Lian lo
detuvo apresuradamente y volvió a colgar la
túnica en el estante.
—Pare, pare, pare. Qi Ying, hay que ponernos
de acuerdo en esto: primero, no ponga cosas al
azar en su boca y segundo, no se ponga ropa al
azar. Todas esas son acciones muy peligrosas.
Sin embargo, Quan Yi Zhen señaló detrás de
él.
—Entonces, ¿qué con él?
Xie Lian repentinamente olió algo que se
estaba quemando y cuando siguió la dirección de
donde Quan Yi Zhen estaba apuntando, vio que
Lang Ying encontró un palo en una esquina al
azar, lo había encendido y lo estaba sosteniendo,
colocando el dobladillo de una túnica demoníaca
en las llamas, viéndose sereno e indiferente.
746
—No... tampoco juegues con fuego —Exclamó
Xie Lian.
Esa túnica demoníaca parecía estar sufriendo
por las llamas y el dobladillo comenzó a
enrollarse hacia arriba, retorciéndose como loco,
tratando de escapar, pareciendo más una anguila
viva que una prenda de vestir, pintando un cuadro
bastante cruel. Sin embargo, aunque había olor a
quemado, no había rastro de que la tela se
quemara en absoluto. Parecía que la esencia del
mal en esas túnicas demoníacas se había
empapado lo suficiente como para escapar de los
desastres del fuego.
Al escuchar a Xie Lian diciéndole que no jugara
con fuego, Lang Ying arrojó ese palo de fuego
hacia abajo y lo pisó para apagar las llamas,
viéndose un poco más obediente de nuevo.
Xie Lian no sabía si reír o llorar y se acercó.
—¿Por qué hoy estás tan...?
Se detuvo a mitad del discurso, su expresión de
repente se volvió seria.
Vio, no muy lejos, una tela blanca larga y
holgada que estaba colgada en lo alto de un
estante de madera, ondeando suavemente en la
brisa nocturna. Sobre la tela estaba la sombra de
una figura humana que se movía lentamente.
Esta figura no tenía cabeza.
Xie Lian tiró de Lang Ying detrás de él e
inmediatamente desenfundó su espada.
747
—¡TODOS, CUIDADO!
El movimiento de la espada cortó la tela y la
sombra a la mitad. Sin embargo, cuando la tela
cayó al suelo, no había una sola alma en ella, la
sombra sin cabeza había desaparecido. Xie Lian
no tuvo la oportunidad de correr para verificar
antes de que algo detrás de él lo hiciera
estremecerse. Giró la cabeza y sus pupilas se
encogieron. De alguna manera, una mujer
bellamente vestida había aparecido
silenciosamente detrás de él.
¡No! ¡No era una mujer, era una túnica!
Lo que cortó por la mitad justo ahora era
también una túnica y una vez que cayó al suelo,
quedó cubierta por otros textiles. Por todas
partes, de repente, un grupo de figuras
humanoides emergían, meciéndose y
balanceándose lentamente, reuniéndose
alrededor los tres de ellos. Resultó que, antes de
que lo supieran, ¡todas las noventa y ocho piezas
de túnicas demoníacas que estaban colgadas en
el patio, en los pasillos, dentro de toda la casa de
textiles, habían luchado para liberarse de los
estantes!
Xie Lian estaba estupefacto.
—Antes todos estaban bien, ¿qué está
pasando?
Junto a él se oyó una voz baja: —La agitación
de millones de demonios.
748
Xie Lian volvió la cabeza para mirar y vio que el
que habló era Lang Ying. Aunque no mostró
algún nerviosismo, las venas sobresalían en el
dorso de sus pálidas manos, obviamente muy
afectado por algo también.
¡Otra ola de agitación demoníaca! Mientras
más se acercara el día en que el Monte Tonglu
abriera sus puertas, más fuertes eran sus
temblores en los oídos de los demonios,
fantasmas y monstruos para hacerles recordar.
Lo primero en lo que pensó Xie Lian fue:
—¿Cómo está San Lang?
Sin embargo, la situación actual no le dio
mucho tiempo para pensar. Mientras su mente
daba vueltas rápidamente, una veintena de
túnicas demoníacas ya los habían presionado.
Quan Yi Zhen no parpadeó ni pensó antes de que
su puño se abriera. Si este puño aterrizaba en la
pared o en el suelo, entonces seguramente la
tierra se movería, las montañas temblarían, las
rocas y el suelo se agrietarían. Pero este puño de
mil toneladas golpeó algunas ropas. Solo había
que pensar, incluso los juegos para niños sabían
que en roca, papel y tijera, papel envuelve roca.41
¡Esa tela que fluía ligeramente, dócil y flexible
era perfecta para someter puños! No importaba
lo duro que fueran sus puños, esa tela podría
41
En el idioma original es; roca, papel o tela. Esta variante es usada en algunos países
como China y Corea, pero al menos en Sudamérica, tiene más sentido (o en su defecto,
es más conocido) el; piedra, papel o tijera.
749
simplemente envolverlos suavemente y no hacer
ningún daño y solo la espada de Xie Lian podría
hacer algo. Sin embargo, esas túnicas
demoníacas eran rápidas en su evasión, un
simple salto hacia atrás podía generar varios pies
de distancia entre ellos y como apenas tenían
peso, prácticamente no había sonido ni
respiración, por lo que detectar sus movimientos
para evitar su emboscada era mucho más difícil
en comparación con evitar a los humanos.
Por lo general, era la gente quienes
coleccionaban y usaban la ropa. Ahora, era la
ropa quien quería envolver a la gente. Esas
noventa y ocho piezas de túnicas demoníacas
estaban buscando ansiosamente un cuerpo que
les encajara, una persona que les gustara. Entre
las personas, eran las mujeres a las que les
encantaba escoger ropa; entre las túnicas
demoníacas, era la ropa de las mujeres las que
estaban encantadas de elegir personas. Unos
diez vestidos largos de diferentes colores y
estilos femeninos se presionaron locamente
contra Xie Lian, e incluso la espada no pudo
alejarlos. Esta batalla fue incluso más cruda que
un grupo de mujeres que vieron una bonita túnica
que deseaban y estaban peleando por ella. En
ese momento, fue como si Xie Lian estuviera
rodeado de flores florecientes y seda, apretado

750
entre esas túnicas femeninas que se aparecían
de todas direcciones.
Quan Yi Zhen se quitó varias ropas de niños
que intentaban caer tercamente sobre su cabeza
y las arrojó a un lado. Mirando a Xie Lian
desconcertado, se preguntó: —¿Cómo es que la
ropa de mujer va a usted?
—¿Tal vez porque piensan que me veo más
amigable? —Xie Lian respondió.
Sin embargo, ni una sola túnica demoníaca fue
para acosar a Lang Ying. Tal vez fue porque él
también era un fantasma y sabían que no podían
obtener ningún beneficio, por lo que no se
acercaron. Xie Lian balanceó su espada
horizontalmente y cortó varios vestidos de mujer,
pero las túnicas demoníacas que se cortaron a la
mitad todavía se movían como querían y de
alguna manera eran incluso más ágiles para
esquivar.
Xie Lian vio por el rabillo de sus ojos varias
túnicas demoníacas que se acercaban
furtivamente hacia la ventana y gritó: —¡CIERRE
LA PUERTA, HAGA UN CONJURO! ¡NO LAS
DEJE SALIR!
Con ellos; dos dioses y un fantasma, todavía
podrían lidiar con la situación, pero si esas
túnicas demoníacas se escabullían para buscar
problemas con otros, entonces sería
problemático. Sin embargo, su grito parecía
751
haber llegado demasiado tarde. El patio de la
casa de textiles estaba al aire libre y ya había una
túnica larga que agitaba sus extensas mangas,
flotando en el aire como un murciélago gigante,
volando hacia el cielo nocturno.
Xie Lian gritó mentalmente: —¡Qué molestia!
—y dijo: —¡Qi Ying! ¡Le encargaré la casa de
textiles a usted! —Luego, inclinó el pie y saltó de
la pared, atrapando el dobladillo de esa túnica
larga demoníaca.
Con el peso agregado de una persona entera,
esa túnica larga trató de agitar sus mangas tan
fuerte como pudo y cayó al suelo con Xie Lian aun
sosteniendo su pliegue en un agarre letal. Sin
embargo, fue extremadamente astuta.
¡RIIIPPP!
Se libró de su propio pliegue como un guerrero
que se corta un brazo y se deslizó rápidamente
de las manos de Xie Lian.
Dio la casualidad de que un transeúnte se
dirigía a su casa después de una noche de bebida
y al ver a una criatura sin cabeza volando hacia
él, gritó de miedo.
—¡AAAAAAHHHHHH UN FANTASMA SIN
CABEZA! ¡ES UN SIN CABEZA!
Xie Lian inmediatamente corrió y tomó la túnica
de nuevo para mostrársela a ese transeúnte y lo
consoló.

752
—¡No se asuste, no se asuste! ¡Vea! ¡NO ES
UN FANTASMA SIN CABEZA, NO HAY NADA!
El transeúnte miró y, por supuesto, estaba
completamente vacío dentro de los pliegues de
esa túnica, ¡nada! Esto fue definitivamente más
horrible que un fantasma sin cabeza y sus ojos se
pusieron en blanco, desmayándose en el lugar.
Xie Lian lo atrapó rápidamente y lo puso
suavemente en el suelo.
—¡Lo siento! Me encargaré de esto de
inmediato.
Después de que la ola de disturbios terminó,
Xie Lian finalmente pudo capturar todas las
túnicas demoníacas que volaron fuera de la casa
de textiles. Las contó a todas, asegurándose de
que no faltara una sola pieza, antes de dejar
escapar un suspiro de alivio.
Con las cosas así, Xie Lian dijo: —Supongo
que solo podemos usar el método simple y crudo
de Qi Ying. Probemos cada uno de estas túnicas
y veamos.
A él no le importaba probárselas, pero era más
difícil decirlo para sus otros dos compañeros. Si
más tarde realmente se pusiera el Brocado
Inmortal, quién sabe si podrían lidiar con
cualquier accidente que pudiera ocurrir. Al final,
se decidió que estaría de guardia mientras los
otros dos se probaban las túnicas.

753
Por lo tanto, tanto Lang Ying como Quan Yi
Zhen se quitaron sus túnicas externas y se
comenzaron a colocar una túnica tras otra y con
cada nueva túnica, Xie Lian emitía órdenes
simples como que saltaran o gritaran para ver si
la túnica los hacía obedecer.
Sin embargo, después de probar todas y cada
una de las noventa y ocho túnicas, cada una de
los dos probando entre cuarenta y cincuenta de
ellas, no parecía haber ninguna reacción extraña.
Parecía que, en este montón de túnicas
demoníacas, ninguna era el Brocado Inmortal y
trabajaron toda la noche por nada.
Lang Ying y Quan Yi Zhen se pusieron en
cuclillas en el suelo sobre una única capa,
mientras que Xie Lian se sentó en un suelo
amontonado con todo tipo de ropa.
Xie Lian se apoyó la frente con la mano y
murmuró: —Realmente no hay valor en comprar
falsificaciones...
Después de sentarse allí por un tiempo, fue a
buscar a Ling Wen en la red de comunicación.
—Ling Wen, he encontrado algunas túnicas
demoníacas aquí y aunque el verdadero Brocado
Inmortal probablemente no está en esta pila, de
todas formas, son bastante perversas; un poco
molesto de tratar. ¿Puede enviar a alguien para
que se las lleve?

754
—Recibido. Voy a coordinar de inmediato.
¿Cuántas piezas ha reunido? —Respondió Ling
Wen.
—Noventa y ocho piezas. —Respondió Xie
Lian.
—…
Ling Wen comentó: —Dianxia es
verdaderamente un hombre capaz ya que ha
recopilado más de lo que le he informado.
Xie Lian aclaró suavemente su garganta.
—En realidad no fui yo...
Pero antes de que terminara su oración, sintió
otro escalofrío familiar recorrer su espalda. Xie
Lian se estremeció y miró hacia arriba.
Delante de él, sobre una serie de telas blancas,
ligeras y holgadas, estaba la sombra negra de
una silueta humana.
Esta vez, no estaba sin cabeza ni tampoco
estaba revoloteando. El que estaba detrás de
esas largas telas con forma de cortina era en gran
medida un hombre. Era fácil ver que era un joven
muy alto, e incluso los mechones de pelo
despeinados se podían ver claramente en el
borde de esa silueta.

755
Capítulo 132
La nonagésima novena túnica demoníaca
escondida en el peligro

X
ie Lian instantáneamente se puso de pie.
—¿EL BROCADO INMORTAL?
Naturalmente, esa silueta no respondió y
tampoco se movió, solo se quedó allí, parado. Xie
Lian presionó sus manos, una a la izquierda, otra
a la derecha, en los hombros de los otros dos y
susurró: —No se muevan. —Un momento
después, una brisa nocturna sopló y la silueta de
un hombre parecía haber suspirado antes de
dispersarse, desapareciendo con el viento. Xie
Lian se levantó bruscamente. Justo en ese
momento, de repente, en la puerta de la casa
textil, se oyó un golpe. Los tres miraron hacia él y
Xie Lian alzó la voz—. ¿Quién es?
La voz de un hombre sonó desde afuera de la
puerta.
—Dianxia, soy yo.
Xie Lian fue a abrir la puerta y fuera de la casa
de textiles había un hombre con un semblante
756
descubierto, su forma inmaculada y casta y entró
con las manos en los costados. Xie Lian estaba
un poco desconcertado.
—Ling Wen, ¿por qué viniste?
Ling Wen se arregló las mangas.
—Desde que escuché a Dianxia decir que las
cosas eran difíciles me di cuenta de que los
típicos Oficiales Celestiales no podrían ayudar,
así que he venido a ver las cosas por mí mismo.
Saludos, Qi Ying Dianxia. ¿Por qué está sentado
en el suelo? ¿Qué está mal? ¿Qué pasa con esa
mirada?
Era Ling Wen en forma masculina. Xie Lian
caminó hacia esa cortina de tela y la abrió y por
supuesto no había nada detrás. Un momento
después, volvió la cabeza.
—El Brocado Inmortal se mostró.
Ling Wen se sorprendió.
—¿Qué?
—Debería serlo, estoy seguro. —Xie Lian
dijo—. Era un hombre joven, muy alto en altura,
tal vez dos pulgadas más alto que yo. A juzgar
por su estructura ósea, debe ser alguien experto
en artes marciales.
Ling Wen estaba algo dudosa.
—Dianxia, ¿está seguro? En los últimos años,
nunca se ha dicho que el Brocado Inmortal se
haya mostrado a nadie. Además, ¿no dijo que
ninguna de estas noventa y ocho piezas de túnica
757
de demonios era real? ¿Podría ser alguien
disfrazado y jugando trucos?
—Me temo que eso no es posible —respondió
Xie Lian—. Después de que terminó la ola de
caos, para evitar que las túnicas demoníacas se
escaparan para acosar a los mortales, cerramos
las puertas y ventanas y establecimos un conjuro.
Las cosas adentro no podían salir y las cosas
afuera no podían entrar. Solo estamos los tres en
la casa textil, nadie pudo haber tramado algo.
Zumbando por un momento, Ling Wen dijo:
—Entonces, el real debe haberse topado con una
circunstancia especial, o, ¿lo que todos vieron fue
la silueta de un espíritu resentido que posee una
de las túnicas demoníacas?
Lang Ying y Quan Yi Zhen estaban agachados
en el suelo, ambos en un estado de trance. Xie
Lian y Ling Wen se pararon con los brazos
cruzados, asumiendo la apariencia de adultos y
estaban enfrascados en una seria discusión.
Finalmente, Ling Wen sugirió: —¿Por qué no
llevo estas túnicas demoníacas al Palacio de Ling
Wen y hago que mi gente las examine? Si eso no
funciona, entonces podemos preguntar en la
próxima reunión. Estoy seguro de que alguien en
la Corte Superior es un experto.
Pensando en esa idea, Xie Lian asintió.
—Probablemente sea una buena idea. Pero,
después de todo, esta era una misión de la que
758
somos responsables, todavía quiero ser un poco
más minucioso. Ya que el Brocado Inmortal real
está mezclado aquí, permítanme pensar en
algunas maneras más para exponerlo. Si aún no
hay resultados para mañana, entonces le daré las
noventa y ocho túnicas demoníacas. Después de
todo, este asunto no estaba bajo la jurisdicción
del Palacio de Ling Wen.
—No hay necesidad de que Dianxia sea tan
educado. —Ling Wen dijo—. Oh, si los va a
enviar mañana, deberían ser de ciento un piezas,
¿verdad?
Xie Lian se sorprendió.
—¿Por qué de repente hay tres más?
—Entonces se dio cuenta—. ¿Sospecha de las
túnicas que llevamos ahora?
—No es imposible —dijo Ling Wen.
Xie Lian levantó la esquina de la manga de su
túnica de cultivo tan desgastada que los hilos
estaban sueltos.
—He usado esta túnica por varios años,
definitivamente no tendría problemas. El que
lleva Lang Ying ahora mismo fue comprado
recientemente, pero no obedeció mis palabras,
por lo que tampoco debería ser problemático.
Le dijo a Lang Ying que trabajara, pero Lang
Ying igualmente no cortaba madera; le dijo que
se quedara en casa como un buen chico, pero
Lang Ying igualmente salió.
759
Sin embargo, Ling Wen negó con la cabeza.
—Eso no es lo que quise decir. Dianxia, puede
que no sea consciente de esto, pero la esencia
del mal del Brocado Inmortal es fuerte y ya que
está aquí, esa esencia pasaría a otras prendas
normales. En cualquier caso, solo para estar
seguros, no use la ropa que lleva puesta y cuide
de ellos.
Al escuchar esto, Xie Lian quitó rápidamente
las ropas exteriores de Lang Ying y Quan Yi
Zhen.
—No usen más esto, no lo usen. Quítenselo,
quítenselo. Entonces, envolveré la ropa y la
llevaré al Palacio de Ling Wen mañana.
—¿Envío gente para que venga a recogerlos?
—Dijo Ling Wen.
—No es necesario, no es necesario. —Xie Lian
dijo—. Ya es lo suficientemente vergonzoso
como para molestarle cada vez. Su palacio está
ocupado, puedo manejarlo yo mismo.

Al día siguiente, Xie Lian envolvió arduamente


una enorme pila de ropa y llevó esos grandes
bultos para ascender al Reino Celestial.
Ling Wen ya lo había estado esperando en el
palacio durante mucho tiempo y hoy no parecía
760
tan bullicioso como antes con dioses corriendo de
un lado a otro. Xie Lian desenvolvió los grandes
paquetes de túnicas demoníacas, la ropa colorida
se abrió y se esparció. Se secó el sudor en la
esquina de su frente mientras Ling Wen
caminaba tranquilamente.
—¿Ha hecho algún descubrimiento?
Xie Lian suspiró impotente.
—Estoy muy avergonzado, ha sido infructuoso.
Me disculpo de antemano; y ya que no pude
ayudar, no se podía evitar que las cosas no
estuvieran ordenadas. Sigo sintiendo que me
falta una o dos piezas, pero tampoco estoy
seguro.
—Eso no es un problema —dijo Ling Wen.
Luego miró hacia abajo y contó—. Realmente
faltan piezas. Dianxia, parece que la ropa que
llevaba el pequeño fantasma que estaba a su
lado no está incluida aquí.
El puño derecho de Xie Lian se cerró en un
puño y golpeó ligeramente su palma izquierda.
—¡Ah, tiene razón! Ahora recuerdo. Lang Ying
se acostumbró a ponerse esa túnica sobre sí
mismo y me olvidé de recogerla. Voy a traerlo
ahora mismo.
Ling Wen se rió entre dientes.
—No hay prisa. Cuídese, Dianxia.
Sin embargo, Xie Lian no se movió para irse y
en cambio se quedó quieto en el lugar, su
761
expresión se volvió sombría. Ling Wen estaba a
punto de ordenar que los Oficiales Celestiales
bajo su mando vinieran a llevarse las túnicas
demoníacas, pero cuando ella se dio la vuelta y
vio que todavía estaba allí, con solo ellos dos en
el pasillo, se quedó perpleja.
—Dianxia, ¿tiene algo más que decir?
Xie Lian la miró con una expresión
indescifrable.
—No mucho. Solo, estaba pensando, si
realmente le trajera el Brocado Inmortal real, si
me diera la vuelta, ¿escondería al real?
—…
La sonrisa de Ling Wen se estaba
desvaneciendo, pero aún era extremadamente
educada.
—¿Dianxia?
Xie Lian la miró con serenidad.
—Desde el principio, he tenido esta idea
confusa.
—¿Qué idea? —Preguntó Ling Wen
lánguidamente.
—La gente normal, los demonios, fantasmas y
monstruos típicos no se atreven a irrumpir en el
Gran Templo Marcial. Si alguien estaba
familiarizado con el Gran Salón Marcial lo
suficiente como para robar objetos que estaban
sellados y aun así no ser atrapado, entonces me

762
temo que, aparte del propio Jun Wu, solo está
Ling Wen Zhen Jun.
Después de todo, el Palacio de Ling Wen
recorría todos los palacios día tras día y podría
decirse que estaba más que familiarizado con los
dominios de todos.
Ling Wen sonrió abiertamente.
—Dianxia, su razonamiento parece un poco
demasiado directo. La persona con el acceso
más fácil es la más sospechosa. Según ese
pensamiento, ¿no sería más probable que Jun
Wu se robara a sí mismo?
Xie Lian asintió.
—Debo admitir que no está equivocada. Pero,
lo que me hizo empezar a pensar cosas
sospechosas fue la Mujer de Medio Maquillaje.
—¿Qué sucede con la Mujer de Medio
Maquillaje? —Preguntó Ling Wen.
Xie Lian respondió: —Ella tenía en su poder el
falso Brocado Inmortal y por casualidad vino a mi
puerta. ¿Cómo pueden las cosas ser tan
casuales? Además, era como si ella bien hubiera
escrito; sospechosa, en su cara, como si tuviera
miedo de que yo no sospechara que ella era la
culpable. Su intención era demasiado clara.
—¿Oh? ¿Qué intenciones?
—¿No lo dijo ella misma? —Dijo Xie Lian—.
Intercambiar viejo por nuevo. ¡Lo que ella quería
era la ropa vieja en mi Santuario PuJi!
763
En retrospectiva, cuando el Brocado Inmortal
fue robado, el Gran Salón Marcial se enteró muy
rápido e inmediatamente comenzó a investigar al
momento en que se dieron cuenta. Por lo tanto,
era posible que el ladrón no se atreviera a
mantenerlo en sus propias manos y, en lugar de
eso, lo escondiera primero. Entonces, ¿dónde
sería más difícil de encontrar?
Esconde hojas entre los bosques.
Si Xie Lian quisiera esconder al Brocado
Inmortal, lo convertiría en una túnica de cáñamo
extremadamente discreta y de aspecto normal y
la arrojaría al reino de los mortales, pero
vigilándola desde lejos. Normalmente, no muchos
querrían comprar una túnica tan gruesa. Sin
embargo, la vida que llevó Xie Lian no podía
decirse que fuera normal y él mismo había estado
usando la misma túnica de cultivo de bordes
desgastados durante los últimos años; el dinero
que tenía solo podía permitirle tal ropa. Además,
mientras la ropa lo mantuviera caliente y limpio,
eso era todo lo que pedía y no era selectivo.
Además, era el tipo de persona que poseía la
increíble capacidad de elegir la prenda de vestir
más peligrosa del gran contenedor de
descuentos entre muchas otras. Por lo tanto, con
una celebración de auto-felicitación por el gran
descuento, compró y trajo a casa ese Brocado
Inmortal legendario.
764
—Dianxia, ahora lo que está diciendo es
demasiado. —Ling Wen dijo—. Después de todo,
usted tiene antecedentes de dios marcial, por lo
que solo con pensarlo uno sabría que la Mujer de
Medio Maquillaje sería instantáneamente
sometida por usted si ella se acercara a su
puerta. Ella no podría ser capaz de quitar ninguna
túnica, vieja o nueva.
—Ella ciertamente no podía quitar nada, pero
¿quién dijo que tenía que hacerlo? Si no hubiera
más incidentes, ¿cómo se hubiera lidiado con
ella? —Dijo Xie Lian.
Si Xie Lian hubiera pensado que la Mujer de
Medio Maquillaje tenía en su mano al verdadero
Brocado Inmortal, entonces seguramente lo
reportaría a Ling Wen y luego, era muy probable
que Ling Wen descendiera ella misma. Como el
día anterior, probablemente le diría a Xie Lian
que, por razones de seguridad, toda la ropa debía
ser devuelta al Palacio de Ling Wen para ser
evaluada.
Realmente era una lástima que Quan Yi Zhen
también estuviera allí en ese momento. Además,
fue inesperado que se volviera un experto
después de haber usado la túnica solo una vez y
pudo determinar directamente que el Brocado
Inmortal en la mano de la Mujer de Medio
Maquillaje era falso. Lo que significaba que ya no

765
era fácil ni lógico que Ling Wen se llevara toda la
ropa en el Santuario PuJi.
Toda la información de Xie Lian fue
proporcionada por Ling Wen y ella también podía
hacer consultas abiertamente; el paradero y los
movimientos de Xie Lian totalmente a su alcance.
Cuando la Mujer de Medio Maquillaje fue
expuesta, Ling Wen envió de inmediato a Xie Lian
una nueva comunicación a través de la red y le
dijo que la Ciudad Fantasma había distribuido
muchas falsificaciones que necesitaban gestión,
lanzándole nuevas misiones para que no le diera
tiempo a pensar demasiado en nada. Eso podría
ser cuestionable.
—No sé si esas falsificaciones fueron
distribuidas por usted, pero, de hecho, fue usted
quien me proporcionó la información. Con este
paso, probablemente quiso alejarme del
Santuario PuJi, antes de ir por Lang Ying —dijo
Xie Lian.
Sin embargo, inesperadamente, Lang Ying
también lo siguió y salió.
—No sé si el Brocado Inmortal mostrándose tan
repentinamente estuvo dentro de sus
expectativas, pero para usted, pensar rápido y
cambiar el curso de acción no debería ser algo
difícil.
Con tantas túnicas demoníacas indiscernibles
ya fueran reales o falsas, seguramente habría
766
una oportunidad de escabullir al Brocado Inmortal
real en medio del caos y con el Brocado Inmortal
mostrándose a sí mismo, Ling Wen también
podría usarlo como una excusa para aparecer
personalmente; recogiendo abiertamente toda la
ropa en el sitio. En cuanto a cómo se evaluarían
las cosas y cómo se determinaba lo real o la
explicación de esa silueta, todo dependería de
Ling Wen.
Habiendo escuchado hasta este punto, Ling
Wen hizo un gesto con la mano.
—Dianxia, deténgase allí. Entonces, cree que
Lang Ying, ese es su nombre, ¿verdad? ¿Crees
que la túnica que llevaba era el Brocado
Inmortal? No lo olvide, una vez que se lo puso, no
obedeció todas sus órdenes, ¿me equivoco?
Usted mismo lo dijo. Tiene que saber que los
poderes del Brocado Inmortal son
extremadamente fuertes, e incluso un Rey
Fantasma no es la excepción si se lo encuentra.
Xie Lian respondió: —También dijo; debe
haberse topado con una circunstancia especial.
En cuanto a qué es exactamente una
circunstancia especial, estoy seguro de que está
más informada sobre ese tema, por favor, ruego
que me diga que puede responder esa pregunta
por mí.
Ling Wen frunció el ceño ligeramente y apretó
sus primeras palabras. Luego, ella dijo
767
suavemente: —Dianxia, ¿significa esto que me
ha considerado la ladrona? Perdone mi
honestidad, pero esto me hace sentir un poco...
disgustada.
Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza.
—Me disculpo.
—Acepto sus disculpas. —Ling Wen dijo—. Sin
embargo, Dianxia, si debe ser inflexible al
respecto, puede hacerlo, siempre y cuando tenga
la evidencia. Después de todo, esto no ha sido
más que especulación.
Xie Lian respondió lentamente: —Antes de hoy,
no tenía ninguna evidencia. De hecho, no tenía
nada antes de entrar en el Palacio de Ling Wen.
Pero, la he recibido desde que comenzamos esta
conversación.
Ling Wen hizo un gesto de bienvenida con la
mano.
—Por favor.
—La evidencia es que, justo ahora, nunca te
molestaste en contar el número exacto de esas
túnicas demoníacas —dijo Xie Lian—. La
expresión de Ling Wen apenas cambió, sin
embargo, sus cejas parecían endurecerse
ligeramente. Xie Lian continuó: —Las túnicas
demoníacas que traje no estaban completas,
pero no era solo una la que faltaba. De hecho,
solo he traído ochenta y ocho piezas, ¡faltan un
total de diez túnicas!
768
—Cada pieza de ropa que consideré
sospechosa me las guardé y no las traje. Nunca
pensó que el conteo fuera falso y aún así con una
mirada notó que la que estaba usando Lang Ying
no estaba aquí. Así que, por favor, dígame,
¿cómo supo que era ese el que faltaba en
particular?
Ling Wen levantó la mano.
—Por favor, espere. —Sin prisa, volvió a contar
todas las túnicas demoníacas en el suelo y
descubrió que en realidad eran ochenta y ocho
piezas de ropa. Manteniendo su tono impasible,
ella respondió: —Supongo que puede decir que
nadie es perfecto y que siempre habrá algo que
pasa por alto.
—Muy bien. —Xie Lian dijo—. Ya que contó
seriamente esta vez y debió haber revisado cada
pieza, entonces, déjeme decirle algo: ¿no se dio
cuenta? ¡La túnica que Lang Ying usó ayer
estaba entre esas ochenta y ocho túnicas
demoníacas!
—Dianxia, ¿qué está tratando de decir?
—Preguntó Ling Wen.
Xie Lian se agachó y sacó una túnica de la pila
de ropa al azar, sacudiéndola, era una túnica
blanca de cáñamo.
—La que Lang Ying usó ayer fue esta, ¿no es
así? ¿Cómo es que no la notó cuando estaba
contando ahora?
769
—Dianxia también debe saber que no hay nada
especial en esta túnica de cáñamo, por lo que no
puede culparme por no reconocerla con solo una
mirada —respondió Ling Wen.
—Realmente no es nada del otro mundo —dijo
Xie Lian—. Entonces, usted, Ling Wen Zhen Jun,
que eres tan competente y confiable, trabajadora
y cautelosa, ¿por qué diría tan precipitadamente
que faltaba una túnica tan discreta cuando no las
ha contado por completo?
La sonrisa de Ling Wen no vaciló.
—Hay demasiadas túnicas, mis ojos se
pusieron vidriosos; hay pergaminos apilados
como una montaña, estoy abrumada.
—Sus ojos no se pusieron vidriosos, es lo
contrario. —Xie Lian dijo—. Sus ojos son
demasiado agudos. Déjame decirte una segunda
cosa: en realidad no traje la túnica que Lang Ying
usó ayer. La que tengo en este momento es otra
que repetí basado en esa, pero tuve cuidado con
los detalles en esta réplica. Entonces, ¿cómo
pudo decir con solo una mirada que la verdadera
túnica que llevaba Lang Ying no está aquí?
Ling Wen se quedó perpleja.
—Falsa o no, de cualquier manera, no la vi.
Dianxia, ha trabajado demasiado duro en los
casos y siempre piensa demasiado, ¿por qué
utilizaría todo su esfuerzo para crear una réplica?

770
Xie Lian levantó la túnica blanca de cáñamo y
dijo suavemente: —... Esta túnica de cáñamo no
era más que una al azar que saqué de la pila.
Réplica basada en el original o cuidado con los
detalles, es una tontería que inventé ahora. Como
dijo, ¿por qué perder el tiempo haciendo una
réplica? Ha sido engañada. Este no es ni del
mismo color que la túnica que Lang Ying usó
ayer, pero le pregunté sosteniéndola frente a
usted, ¿y nunca le pareció extraño?
—…
Xie Lian miró fijamente a Ling Wen.
—Ling Wen, ahora mismo, solo necesito que
responda una pregunta muy simple: ¿de qué
color era la túnica que Lang Ying llevaba ayer?
Ling Wen no habló de inmediato, solo movió las
pestañas lentamente.
Esa túnica blanca de cáñamo cayó al suelo
cuando Xie Lian dijo: —Una estimada diosa
número uno de la literatura, miles de
innumerables pergaminos que detallan los
asuntos de la Corte Superior pasaron por sus
manos, por lo que su memoria no debería ser tan
mala. ¿Por qué ni siquiera puede recordar el color
de la túnica que Lang Ying usó ayer?
»No puede responder, porque se está
protegiendo contra mi potencial engaño; No se
atreverá a responder tan fácilmente, porque
nunca supo de qué color era en primer lugar.
771
¡Porque ayer, lo que le vio usar fue solo un saco
de tela sin cabeza, sin mangas y harapiento!
Enunció cada palabra: —El Brocado Inmortal
toma miles de formas, pero eso no es más que
un hechizo de ilusión. Sin embargo, no importa
cuán poderoso sea el hechizo de ilusión, siempre
será ineficaz para un individuo, ¡el que lo creó!
»No importa qué forma haya tomado, a los ojos
del creador, siempre será su verdadera forma.
¡Antes, miró a través de esas ochenta y ocho
túnicas demoníacas y no vio un saco de tela
extraño sin cabeza y sin mangas, así que, por
supuesto, pudo determinar de inmediato que el
Brocado Inmortal no estaba en la pila!

772
773
Capítulo 133
Ver a través del Rey Fantasma; engaña al
Rey Fantasma (parte uno)

A
l principio, solo había planeado mantener
las túnicas demoníacas sospechosas y
examinarlas de nuevo a fondo él mismo,
pero no se había dado cuenta de que con el único
comentario improvisado de Ling Wen, él se daría
cuenta de esta gran falla en sus mentiras. En el
momento en que Xie Lian concentró su mente en
esta, él fue con la corriente y la engañó todo el
camino. Al final, en realidad destrozó la armadura
de Ling Wen.
Ling Wen se quedó congelada.
Xie Lian dijo: —Por supuesto, puede negar todo
esto. Pero sería fácil probar si es real o falso. Una
vez que saque esa túnica y la presente en el Gran
Salón Marcial, hacer que se cambie su forma
ante el Emperador Celestial y preguntar a usted
si sabe cómo se ve o no y todo se aclarará.
Cuando ese Brocado Inmortal recorrió el Reino
Mortal, chupó la sangre de más de quinientas
774
personas; era un objeto de gran maldad. Si Ling
Wen había irrumpido en el Gran Templo Marcial
solo para robar la túnica de brocado y no había
tenido la oportunidad de usarla para dañar a
nadie, entonces no era un crimen demasiado
grande que no pudiera ser perdonado. Sin
embargo, Ling Wen fue nombrada por primera
vez como una funcionaria celestial antes de que
ella ascendiera. La época más temprana en que
comenzaron las historias del Brocado Inmortal
fue mucho más tardía que los años en que Ling
Wen pasó como funcionaria de los cielos.
Lo que significaba que esto fue después de que
Ling Wen entró en sus deberes en el Reino
Celestial; ¡que ella creó al Brocado Inmortal como
una Oficial Celestial!
Que un Oficial Celestial, cuyo deber era
proteger a los mortales, descendiera, sedujera y
asesinara a un mortal ya debería merecer una
sentencia severa. El mortal que fue seducido y
asesinado era también un futuro Oficial Celestial.
Por desgracia, este asunto no sería tan
indulgente.
Ling Wen suspiró.
—Dianxia, realmente es… —Después de una
pausa, dijo—: Tal vez es solo mi mala suerte que
esta misión le haya sido entregada. Aunque solo
estamos los dos aquí en el Salón Ling Wen hoy y
tenemos siglos de amistad entre nosotros, creo
775
que si le suplico que haga ojos ciegos en esto
basado en nuestros años de amistad
probablemente no estaría de acuerdo y en lugar
de eso me animará a que me entregue al Gran
Salón Marcial, ¿verdad?
Xie Lian también suspiró. Aunque él y Ling Wen
se conocían desde hacía siglos, siempre había
sido un asunto superficial y nunca se volvieron
cercanos. Su relación no era mala, e incluso
cuando ascendió por tercera vez, mientras todos
lo insultaban como el Dios de la Basura, Ling Wen
nunca lo menospreció. Por el contrario, ella le dio
aún más ayuda y lo había cuidado. Pero esta
misión del Brocado Inmortal tuvo que aterrizar
justo sobre su cabeza y una vez que se reveló la
verdad, aunque era difícil informarla, era aún más
imposible no informarla.
Xie Lian respondió con seriedad: —Mi suerte
también es mala.
Ling Wen se cruzó de brazos y sacudió la
cabeza.
—Dianxia, alguien como usted... a veces es
inteligente, pero a veces tampoco es muy
inteligente; a veces es de buen corazón, pero a
veces también tiene un corazón frío. —Después
de una pausa, ella preguntó—: Entonces, ¿dónde
está esa túnica ahora?
—La tengo a mi cargo —Xie Lian respondió—.
La entregaré personalmente al Gran Salón
776
Marcial después. —Ling Wen asintió,
aparentemente sin tener nada más que decir. Xie
Lian agregó—: Entonces, puede decirme, ¿cómo
es que cuando Lang Ying usó el Brocado Inmortal
sus efectos no funcionaron?
—Probablemente puedo adivinar. —Ling Wen
dijo—. Pero, si Dianxia quiere saber la respuesta,
¿primero estará de acuerdo con una solicitud?
—¿Qué cosa? —Preguntó Xie Lian.
—¿Me dejará verlo? —Dijo Ling Wen—. El
Brocado Inmortal. —Xie Lian se sorprendió. Ling
Wen continuó—: Solo necesito un día. Después
de todo, si debo entregarme al Gran Salón
Marcial, puede que no haya ninguna oportunidad
de verlo después. No se equivoque. Yo no voy a
hacer nada. Es solo que ayer cuando dijo que se
mostró, me sorprendió. —Ella negó con la
cabeza, con los ojos desenfocados—. Han
pasado tantos años, pero nunca he visto
aparecer a Bai Jing.
—Entonces, ¿el nombre de ese joven guerrero
es Bai Jing? —Preguntó Xie Lian.
Ling Wen pareció volver a sí.
—Oh. Sí. Pero, la gente generalmente lo llama
Xiao Bai.42

42
[白 錦] 'Bai Jing' significa Brocado Blanco. La palabra blanco también
significa "en blanco". 'Xiao Bai', Pequeño Blanco, es como un nombre de
mascota como 'Boby' y 'Bai Chi', uno que tiene en blanco la mente, significa
idiota.
777
—¿Xiao Bai? —Xie Lian se preguntó—. Eso
suena como…
Como si estuvieran llamando a un perro, o
como si estuvieran llamando a un idiota.
Ling Wen se rió entre dientes.
—Es el significado que está pensando. Le di el
nombre de Bai Jing. Nadie lo llama así, así que
no muchos saben este nombre. Pero, si lo llama
por ese nombre, él estará feliz.
En la leyenda del Brocado Inmortal, la forma en
que lo trataba la chica que el joven amaba solo
hacía que uno la considerara cruel y horrible; si
no había ningún odio profundo, entonces era pura
sangre fría. Sin embargo, cuando Ling Wen habló
de ese joven, su tono fue amistoso; no había ni
afecto ni odio.
—¿Así que lo hará? Si Dianxia está
preocupado de que yo huya, puede hacer que
Ruoye me ate. No soy un dios marcial, no podré
escapar.
Por alguna razón, Xie Lian sintió que debía
confiar en Ling Wen. Después de tararear por un
momento, asintió lentamente con la cabeza.
—Muy bien.
Los dos abandonaron el Palacio de Ling Wen
como si no hubiera ningún problema. Cuando
pasearon por la Gran Avenida Marcial, saludaban
a otros Oficiales Celestiales que pasaban como
de costumbre. Ling Wen se veía igual que
778
siempre, sin revelar que las manos en sus
mangas estaban atadas firmemente por Ruoye.
No llegaron muy lejos cuando se encontraron con
Pei Ming, que acababa de regresar de su patrulla
callejera y los dos se saludaron, de pie a un lado
de la carretera, haciendo saludos superficiales y
comentarios sarcásticos. Pei Ming miró a Xie Lian
todo el tiempo y Xie Lian se alarmó un poco.
—¿Por qué el General Pei me está mirando
así?
Pei Ming se frotó la barbilla y respondió con
seriedad: —No voy a mentir, Dianxia, ahora cada
vez que lo veo me siento ansioso y mi cuerpo se
tensa, como si a quien sea que camine a su lado
le fuera a pasar algo. Así que cuando lo vi
caminando con Ling Wen, mi corazón se aceleró.
Ling Wen, será mejor que tengas cuidado dentro
de poco.
Ling Wen se rió.
—¿Cómo puede ser eso? General Pei, por
favor, deje de bromear.
Xie Lian, sin embargo, no sabía si reír o llorar.
En algún nivel, los instintos de Pei Ming eran
bastante precisos.

779
Una vez de vuelta en el Santuario PuJi, desde
lejos mientras se acercaban pudieron ver que
Lang Ying estaba apoyado contra el viejo árbol
frente al altar, su mano izquierda giraba
juguetonamente la escoba sin cuidado y había un
montón de hojas doradas caídas apiladas junto a
sus pies. Xie Lian entrecerró los ojos y lo observó
durante un buen rato antes de poner peso en sus
pasos para hacerse oír a propósito. Lang Ying no
miró hacia atrás, pero debió haber notado su
presencia y, naturalmente, cambió su postura,
continuó barriendo antes de darse la vuelta y
actuando como si acabara de ver a Xie Lian y
Ling Wen.
Xie Lian aclaró ligeramente su garganta.
—¿Barriendo de nuevo?
Lang Ying asintió. Al verlo así, Xie Lian no pudo
contenerse y le dio una palmadita en la cabeza
como lo haría un anciano y elogió: —Qué niño tan
bueno.
Lang Ying aceptó el gesto sencillamente. Ling
Wen los observó sin comentarios y Xie Lian la
guio cuando abrió la puerta del Santuario PuJi.
—Está aquí dentro...
Sin embargo, inesperadamente, en el momento
en que abrió la puerta, vio una figura agazapada
frente a la caja de donaciones, una vez más
metiendo furtivamente las barras de oro. Xie Lian
corrió rápidamente para arrastrarlo lejos.
780
—Qi Ying, deje de rellenarlo, eso es realmente
suficiente. Ni siquiera he sacado los que metió la
última vez, todo está atascado.
Ling Wen asintió con la cabeza.
—Saludos, Qi Ying Dianxia.
Qi Ying la saludó también.
—Hola.
Había un estante de madera justo en el centro
del santuario de PuJi y sobre el estante colgaba
una sencilla túnica de cáñamo. Por supuesto, eso
era solo lo que Xie Lian veía. Ling Wen se acercó,
la miró solemnemente por un rato, pero esa
túnica no reaccionó. Volvió la cabeza
ligeramente.
—Mis señores, quiero verla sola, ¿está bien?
—Eso está bien —dijo Xie Lian.
Ruoye le ataba las manos y ella no era un dios
marcial, así que técnicamente no podía hacer
nada. Xie Lian no estaba tan preocupado y puso
una mano en el hombro de Quan Yi Zhen.
—Salgamos.
Al menos este caso estaba considerado
cerrado y Xie Lian se estaba relajando. Dio la
casualidad de que todos los vecinos le regalaron
un lote de frutas y verduras, por lo que Xie Lian
los llevó a la cocina, listo para cocinar. Esto era
lo que llamaban un espíritu invicto.
Después de tantos días, Quan Yi Zhen parecía
haber tomado su Santuario PuJi como una
781
especie de granja feliz, saltando arriba y abajo, a
veces trepando árboles, a veces robando
calabacines, a veces atrapando peces, a veces
atrapando ranas.
En un momento de descuido de Xie Lian, Quan
Yi Zhen se coló en la cocina y golpeó un ñame.43
Al sentir el lugar vacío en el mostrador, Xie Lian
giró la cabeza y vio que Quan Yi Zhen tenía el
ñame colgando en su boca, deslizándose como
un pez que escapó de la red.
Xie Lian gritó: —Todavía no está cocinado, ¡no
lo coma!
Sin embargo, fue precisamente porque no
estaba cocinado que tenía que ser comido
rápidamente. Una vez que Xie Lian lo cocinara ya
no sería comestible. Xie Lian negó con la cabeza,
luego vio a Lang Ying caminando hacia él y sus
ojos se volvieron lunas crecientes.
—Lang Ying, ¿estás libre? Ven a ayudarme a
picar unos vegetales.
Lang Ying estaba a punto de arrebatarle el
ñame que Quan Yi Zhen agarró, pero al escuchar
la orden de Xie Lian, se acercó a ayudar sin
pensarlo dos veces. Recogió el cuchillo de
carnicero en la tabla de cortar y presionando el
repollo, comenzó a cortar cuchillada por
cuchillada, tomando su tarea muy en serio. Xie

43
Una especie de planta con tubérculo
782
Lian lo observó y luego giró la cabeza para lavar
el arroz mientras conversaba.
—Lang Ying, has visto muchos dioses,
fantasmas y demonios que han venido a nuestro
pequeño Santuario PuJi, ¿verdad?
Cada uno de ellos más extraño que el
siguiente.
Lang Ying respondió desde detrás de él.
—Hum.
Xie Lian continuó: —Entonces, déjame
preguntarte: si tuvieras que elegir, ¿quién de
esos dioses, fantasmas y demonios es el más
guapo? —Lang Ying estaba cortando las
verduras sin decir nada, parecía estar pensando
mucho. Xie Lian levantó un poco las cejas—.
Dime. Solo di lo que piensas que sea verdad.
Por lo tanto, Lang Ying respondió: —Usted.
Xie Lian se rió.
—Además de mí.
—El de rojo —dijo Lang Ying.
Xie Lian iba a hacer estallar su vientre tratando
de contener su risa.
Él respondió con una voz seria.
—Hum. Yo también lo creo.
Después de una pausa, Xie Lian volvió a
preguntar: —Entonces, ¿quién crees que es el
más fuerte?
Lang Ying igual respondió con: —El de rojo.

783
Xie Lian continuó rápidamente sus preguntas
sin perder el ritmo.
—¿Quién es el más rico?
—El de rojo.
—¿A quién admiras más?
—Al de rojo.
—¿Quién es el más tonto?
—El de verde.
Esas preguntas surgían una tras otra sin pausa,
pero en realidad él era capaz cambiar su
respuesta a tiempo, lo que demostraba qué tan
rápido funcionaba su mente y qué tan rápidas
eran sus reacciones.
Xie Lian comentó: —Parece que te gusta ese
Gēge vestido de rojo. Su nombre es Hua Cheng,
recuérdalo. Entonces, ¿esto significa que crees
que es una muy buena persona?
Sin quererlo, el cuchillo en la mano de Lang
Ying parecía haber aumentado su velocidad
varias veces.
—Muy buena.
Xie Lian dijo: —Entonces, una vez que estemos
libres, ¿crees que deberíamos tenerlo como
invitado otra vez?
—Hum. Por supuesto. Obligatoriamente.
—Lang Ying respondió.
—Yo también lo creo. —Xie Lian dijo—. Pero,
su subordinado dijo que está muy ocupado
últimamente, por lo que debe estar muy ocupado
784
haciendo cosas muy serias. Creo que es mejor
que no lo molestemos.
Después de ese comentario, el crujido de Lang
Ying cortando verduras de repente se volvió más
torpe. Xie Lian se apoyó en el borde de la estufa
para sostenerse, sus entrañas se torcieron al
contener su risa. De repente, Quan Yi Zhen
asomó una cabeza por la ventana, dio un
mordisco al ñame y echó un vistazo. Luego le dijo
a Lang Ying: —Lo has cortado en pedazos ya no
tendrá buen sabor.
—¿Hum? ¿Qué dijiste? —Dijo Lang Ying.
Xie Lian volvió la cabeza para mirar; el repollo
no solo estaba hecho pedazos, no era más que
pequeños restos en este punto. Se aclaró la
garganta suavemente.
—Dios mío, tu trabajo con el cuchillo es muy
malo.
—…
Lanzando todo tipo de condimentos en la olla,
Xie Lian dio una palmada, decidió dejar que todo
se cocinara a fuego lento durante dos horas y se
fue de la cocina. Miró a Ling Wen; ella todavía
estaba en el santuario apropiadamente, así que
él continuó haciendo sus tareas. De la pila de
troncos, sacó el trozo más grande de tablón, tomó
un pincel y tinta de la casa del jefe del pueblo y
se sentó frente a la puerta, una mano sostenía el

785
tablón y la otra sostenía el pincel, perdido en sus
pensamientos.
Lang Ying se acercó también y Xie Lian levantó
la vista. Preguntó con gusto: —Lang Ying,
¿puedes leer? ¿Sabes escribir?
—Sí. —Lang Ying respondió.
—Entonces, ¿cómo es tu escritura? —Xie Lian
preguntó.
—Mediocre. —Lang Ying respondió.
—Eso está bien —dijo Xie Lian—, siempre y
cuando sea legible. Ven a ayudarme otra vez.
Pasó el tablón, se acercó a Lang Ying y sonrió.
—Nuestro santuario no tiene una placa de
establecimiento. ¿Qué tal si me escribes una?
—…
Bajo el pedido de Xie Lian, Lang Ying recogió
el pincel. Ese pequeño pincel en su mano parecía
pesar mil toneladas, no podía ser movido sin
importar qué.
Finalmente, un momento después, parecía
haber aceptado la derrota y había dejado el pincel
y la tabla. Una voz indefensa sonó desde detrás
de las vendas.
—... Gēge, cometí un error.
Esa voz no pertenecía a Lang Ying en absoluto,
era claramente Hua Cheng. Solo que, era más
fresca de lo normal, el sonido de un niño. Xie Lian
estaba apoyado contra la pared de al lado con los
brazos cruzados y al verlo luchar por tanto tiempo
786
y finalmente rendirse, realmente no pudo
contenerse más. Xie Lian se dejó caer al suelo
riéndose.
—¡San Lang realmente está tan ocupado!

787
Capítulo 134
Ver a través del Rey Fantasma; engaña al
Rey Fantasma (parte dos)

A
l principio, Xie Lian había sentido que, ya
que no se habían visto durante mucho
tiempo, lo extrañaba sinceramente. A pesar
de que este; un largo tiempo, no fue más que
unos pocos días. Sin embargo, quién hubiera
sabido que Hua Cheng se había estado
escondiendo siempre junto a él y de repente, el
humor de Xie Lian se iluminó, todas sus
preocupaciones y ansiedades quedaron
completamente olvidadas. Se estaba riendo tan
fuerte que estaba teniendo problemas para
levantarse.
—Gēge me engañó —acusó Hua Cheng.
Xie Lian recogió el pincel y la tabla y dijo: —No
me eches la culpa a mí, San Lang me engañó
primero. Déjame adivinar... has estado alrededor
desde que rompí la estufa, ¿verdad?

788
Hua Cheng elogió: —Ah, eso es cierto. Gēge
¿cómo lo supo? ¡Usted es tan increíble!
Xie Lian agitó su mano.
—¿Qué, increíble? San Lang, si quieres
disfrazarte de alguien más, no seas tan perezoso.
Realmente sería increíble si no pudiera notarlo. Y
yo pensé que había una segunda persona que
podía comer... ejem, pero… ¿Quién es el más
guapo? ¿Quién es el más fuerte? ¿Quién es el
más rico? ¿A quién admiras más? Jajajaja…
—Gēge por favor, olvide lo que sucedió —dijo
Hua Cheng en voz baja.
Xie Lian se negó resueltamente.
—No. Recordaré esto para siempre.
Hua Cheng dijo tristemente: —Gēge, aunque
estoy feliz de que esté tan feliz, ¿es realmente tan
gracioso?
Xie Lian abrazó su vientre.
—¡Por supuesto! Solo después de conocerte,
volví a descubrir que ser feliz es tan simple,
jajaja...
Al escuchar esto, Hua Cheng parpadeó y la risa
de Xie Lian se calmó un poco, al darse cuenta de
que lo que acababa de decir era un poco
demasiado revelador. Ahora que se había
calmado, incluso él pensó que era un poco tonto.
Aclarando su garganta suavemente, Xie Lian se
frotó la esquina de sus ojos y se obligó a calmar
su propia expresión.
789
—Está bien ya es suficiente. ¿Dónde está el
verdadero Lang Ying? ¿Por qué estás disfrazado
de él? Tráelo de vuelta ahora.
Hua Cheng respondió lánguidamente: —Lo he
enviado temporalmente a la Ciudad Fantasma
como invitado.
Como fue Hua Cheng quien se lo llevó, Xie Lian
no estaba preocupado en absoluto. Él asintió y
estaba a punto de hablar de nuevo cuando la
puerta de madera se abrió con un crujido. Ling
Wen salió de dentro del Santuario PuJi con las
manos a los lados.
—Dianxia.
Hua Cheng no tenía la intención de revelar su
identidad, por lo que Xie Lian tampoco lo
mencionó, fingiendo que todavía era Lang Ying
frente a otros. Al ver la expresión solemne de Ling
Wen, Xie Lian inconscientemente también se
puso serio, su sonrisa se fue por completo.
—¿Qué sucede? El Brocado Im... ¿Hay algo
malo con Bai Jing?
—No. No hay nada de malo en él. —Ling Wen
dijo—. Es solo que parece que hay un olor
extraño que viene de la cocina. ¿Está Dianxia
cocinando algo?
Xie Lian rápidamente respondió: —Oh, sí.
Estoy cocinando.
Después de pensarlo un poco, Ling Wen usó
un tono cortés para decir muy
790
descorazonadamente: —Por favor, elimínelo,
Dianxia. Lo que sea que esté cocinando,
probablemente ya esté arruinado.
—…

Dos horas después, había llegado la tarde.


Dentro del Santuario PuJi, en la mesa del altar,
Hua Cheng, Ling Wen y Quan Yi Zhen estaban
sentados alrededor de la pequeña mesa de
madera en un círculo. Xie Lian sacó una olla de
la cocina y la puso sobre la mesa. En el momento
en que abrió la tapa, reveló muchas pequeñas
albóndigas blancas como la nieve, lindas,
redondas y lisas, apiladas obedientemente en la
olla.
—¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por
qué se convirtió en albóndigas? —Exigió Quan Yi
Zhen.
Xie Lian presentó: —Este plato se llama:
Albóndigas de Castidad Incorruptible.44
—¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por
qué se convirtió en albóndigas? —Exigió Quan Yi
Zhen.
44
[玉潔冰清] “Limpio como el jade; claro como hielo” es la frase que significa
la castidad incorruptible. Por lo general es una frase utilizada para describir a
las niñas. Xie Lian está utilizando las imágenes que evoca la frase para describir
sus lindas albóndigas.
791
Xie Lian continuó con su presentación.
—Debido a que amasar albóndigas requiere
una fuerza delicada, no demasiado dura, no
demasiado ligera, se necesita mucho tiempo y
esfuerzo.
—¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por
qué se convirtió en albóndigas? —Exigió Quan Yi
Zhen.
—…
Ya que Quan Yi Zhen era realmente incesable,
Xie Lian explicó calurosamente: —Sí usé agua
para guisar, tiene razón. Pero debido a que hubo
un pequeño problema con el control del fuego y
el tiempo, toda la olla se hirvió en seco, así que
agregué nuevos condimentos e hice albóndigas
en su lugar.
Al escuchar esto, Ling Wen elogió de todo
corazón.
—Dianxia realmente piensa fuera de la caja,
incomparable en toda la historia, este ser humilde
está llena de profundo respeto.
—Gracias, gracias, su alabanza es demasiado
buena —dijo Xie Lian.
—No lo es. —Ling Wen dijo—. Al menos, creo,
definitivamente no habrá otro en la historia que
pueda crear un plato llamado Albóndigas de
Castidad Incorruptible.
Xie Lian pasó los palillos por ahí.
—Quién sabe, quién sabe. Todos, por favor.
792
Ling Wen y Quan Yi Zhen tomaron los palillos
con la mano derecha y sus izquierdas alcanzaron
los bollos fríos que estaban sentados en el borde
de la mesa al mismo tiempo. Solo Hua Cheng
alcanzó una Albóndiga de Castidad Incorruptible,
poniéndola en su propia boca y después de un
momento, comentó: —Bastante buena. —Al ver
esto, los ojos de Quan Yi Zhen se ensancharon.
Hua Cheng luego agregó—: El sabor es un poco
suave.
—Está bien. Anotado debidamente. —Dijo Xie
Lian.
Mirando con los ojos muy abiertos al chico
cubierto con vendas junto a él comer varias
albóndigas brillantes, lisas como el cemento y dar
comentarios tan sinceros, Quan Yi Zhen parecía
estar completamente convencido. Después de
pensarlo un poco, también alcanzó una
albóndiga.
Xie Lian mantuvo su sonrisa. Él sonrió y lo vio
comer. Él sonrió mientras su rostro se ponía
pálido. Sonrió mientras caía al suelo, incapaz de
levantarse. Continuó sonriendo cuando preguntó:
—¿Sucede algo?
Hua Cheng respondió: —Probablemente comió
demasiado rápido y se atragantó.
Ling Wen sonrió. Justo en ese momento, Xie
Lian de repente escuchó una voz familiar sonar
en su oído.
793
—Gēge.
No era la voz murmuradora de Lang Ying y
tampoco era la voz fresca y perezosa del chico
San Lang, sino la voz del habitual Hua Cheng. Él
estaba hablando con Xie Lian a través de su red
de comunicación privada. Xie Lian levantó
levemente las pestañas y respondió: —¿Qué
sucede?
—Ling Wen es alguien cruel y astuta, sin
corazón y despiadada. Ahora que la ha traído de
vuelta, las cosas podrían no terminar tan
fácilmente.
Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó a
alguien hacer tales comentarios sobre Ling Wen.
Después de reflexionar un poco, él respondió:
—Me parece que ella guarda cierta bondad hacia
ese Brocado Inmortal, eso no debería ser falso.
—Albergar bondad y ser despiadada no entra
en conflicto. Ella es la diosa de la literatura
número uno en los cielos, sus ojos y oídos están
en todas partes y sus brazos son de gran alcance.
Gēge necesita protegerse, ella seguramente
estará buscando ayudantes.
—¿General Pei? —Preguntó Xie Lian.
—Él no debería ser posible —respondió Hua
Cheng—. Si el Tirano por el Agua todavía
existiera, entonces definitivamente le pediría al
Tirano del Agua que suprimiera el asunto porque
Shi Wu Du siempre ayuda a las relaciones y no a
794
la lógica. Pero Pei Ming, siempre que le digas la
verdad de todo, él podría optar por no apoyar la
corrupción. Gēge tenga cuidado.
—Está bien, tendré cuidado. —Xie Lian dijo—.
Lo bueno es que un día pasa rápido.
Sin embargo, la voz de Hua Cheng en su oído
era oscura.
—No. Gēge ha entendido mal. Le estoy
diciendo que tenga cuidado con otra cosa.
Alguien está aquí.
En ese momento, una serie de tintineos y
nítidos sonidos de campanas entraron en los
oídos de Xie Lian. Hua Cheng frunció el ceño
ligeramente. Xie Lian miró a través de las grietas
de la ventana y vio a un cultivador de mediana
edad con una campana en la mano,
balanceándola mientras se acercaba a la entrada
de la aldea PuJi.
Ese cultivador se había puesto una túnica de
cultivo que era lujosa, un cofre del tesoro en su
espalda cubierto de amuletos amarillos. Esa
campana sonaba mientras caminaba. Xie Lian
tenía buen ojo para estas cosas y reconoció que
era una buena herramienta. Si hubiera monstruos
y demonios normales, sus cabezas palpitarían
cuando escucharan el sonido de esa campana y
se alejarían. Antes de que el cultivador se
acercara, algunos otros grandes monjes con

795
túnicas blancas y túnicas amarillas se unieron a
él con bastones en sus manos.
Pronto, una multitud de cincuenta a sesenta se
reunieron como si todos hubieran planeado esta
reunión. Sin sorprenderse de verse los unos a los
otros presentes, rodearon el Santuario PuJi.
Esa banda no era solo un show, sus cuerpos
estaban colgados con varias herramientas
espirituales, sus manos y pies firmes, obviamente
muy hábiles. Los Oficiales Celestiales tomaban el
poder espiritual de las ofrendas de sus
adoradores. Y algunos cultivadores y monjes
también podían recibir el poder espiritual de los
Oficiales Celestiales a los que adoraban. Estos
monjes y cultivadores podían incluso poseer más
poderes espirituales que Xie Lian, el Oficial
Celestial. Que tantos llegaran de repente, no
debía ser nada bueno. Xie Lian frunció
ligeramente las cejas, sintiendo que los recién
llegados no venían en paz.
Hua Cheng dejó su tazón y palillos y se puso
de pie. Xie Lian escuchó en la comunicación
privada: —Viejos monjes y repugnantes
cultivadores se atreven a perseguirme hasta
aquí. Lamento haber traído problemas a su
puerta, Gēge. Iré a desviarlos.
Xie Lian lo agarró.
—No te muevas.
Ling Wen estaba desconcertada.
796
—¿Qué está pasando?
Xie Lian habló con Hua Cheng a través de la
red de comunicación privada.
—No te vayas. Dime honestamente, ¿te está
afectando realmente la reapertura del Monte
Tonglu?
—No. —Respondió Hua Cheng.
Xie Lian miró fijamente a los ojos detrás de las
vendas.
—Deja de mentir. Eres el Rey Fantasma
Supremo. No tienes necesidad de temerle a
mortales como ellos, así que, ¿por qué no
simplemente los golpeas y los ahuyentas
directamente? ¿Prefieres desviarlos? No estabas
haciendo una broma en absoluto cuando
cambiaste a esta forma, ¿verdad?
Con la reapertura del Monte Tonglu, cuanto
más fuertes eran los monstruos, fantasmas y los
demonios, más se sentían los efectos. La primera
vez que los demonios se agitaron, Xie Lian había
presenciado con sus propios ojos la miseria que
sufría Hua Cheng. Y a medida que se acercaba
la fecha de la reapertura de las puertas, los
temblores solo crecerían. En estas
circunstancias, si se tratara del propio Xie Lian, él
elegiría sellar temporalmente su propia verdadera
forma y transformarse en una pequeña criatura,
almacenar sus poderes espirituales y evitar
volverse loco, esperando que la apertura oficial
797
de las puertas finalizara antes de remover el
conjuro.
Por lo tanto, aunque esto podría evitar el
tormento de la exasperación, debido a que sus
poderes estaban sellados, esto les dio a otros la
oportunidad de emboscarlo.
Xie Lian chasqueó: —Qi Rong, tú…
Esa noche, Qi Rong había amenazado que iba
a enviar a todos los cultivadores y monjes que
fueron ofendidos por Hua Cheng, pero no había
imaginado que decía la verdad. Hua Cheng negó
con la cabeza ligeramente.
—Gēge solo están aquí por mí. Estará bien una
vez que me haya ido. Aunque en mi forma actual
no puedo matarlos con solo un movimiento, al
menos puedo hacer que se pierdan.
Sin embargo, Xie Lian amenazó: —Si te vas
ahora, no vuelvas a verme otra vez.
—… ¡Dianxia! —Gritó Hua Cheng.
Hua Cheng siempre había sido
despreocupado, pero meticulosamente atento.
En el pasado, había ayudado a Xie Lian varias
veces y ahora que Xie Lian finalmente tenía la
oportunidad de ayudarlo, ¿cómo podía permitir
que Hua Cheng se fuera solo?
Xie Lian dijo sombríamente: —Siéntate. Me
reuniré con ellos.
Quan Yi Zhen abrió los ojos con grandes
dificultades y preguntó mientras se sentía
798
confuso: —¿Vino... alguien? ¿Necesita... que
los derrote?
—…
Su voz era ronca. Xie Lian le ayudó a cerrar los
ojos.
—Qi Ying, solo siga tumbado allí. Además, no
puede golpear a los mortales así, le costará
méritos.
Xie Lian se presionó contra la puerta de madera
para escuchar cualquier movimiento afuera.
Algunos aldeanos que todavía estaban fuera y
que acababan de terminar su trabajo por ese día
y que todavía no habían ido a cenar se
sorprendieron al ver a tantos cultivadores y
monjes tan repentinamente y preguntaron:
—¿Qué hacen todos los maestros que se reúnen
aquí? ¿Están todos aquí por Xie Daozhang?
Un monje lleno de intenciones asesinas juntó
las manos en oración.
—Amitabha Buddha.45 Estimado donador,
¿sabían ustedes que este lugar ha sido invadido
por criaturas malvadas?
—¡¿Qué?! —Los aldeanos estaban
sorprendidos—. ¿CRIATURAS MALVADAS?
¿QUÉ TIPO DE CRIATURAS MALVADAS?

45
Amitabha Budha; es un mantra, se traduce simplemente como Luz Infinita
Completamente Consciente. También significa; Adoro la Luz Infinita.
799
Otro monje respondió misteriosamente: —¡Un
Rey Fantasma único en su clase que trae el caos
al mundo!
—¡¿Q-qué deberíamos hacer?! —Exclamaron
los aldeanos.
El cultivador vestido con lujosas ropas y quien
fue el primero en llegar, dijo: —¡Déjenoslo a
nosotros! Hoy, todos los que caminamos por los
mismos caminos estamos reunidos aquí por esta
misma razón, ¡la oportunidad de una vida para
capturar esa cosa malvada! —Luego, estaba a
punto de caminar hacia arriba cuando el jefe de
la aldea lo empujó hacia atrás. Ese cultivador se
quedó mirando—. ¿Quién es usted? ¿Qué está
haciendo?
El jefe del pueblo dijo: —Hum, maestros. Soy el
jefe de la aldea de este pueblo. Estamos muy
agradecidos de que todos estén aquí, pero, jeje,
a decir verdad, todos se ven muy caros…
—…
Ese cultivador lujosamente vestido dijo:
—¡Hemos venido a derrotar al mal, ¿creyó que
estamos aquí para recibir recompensas?
—Luego estaba a punto de avanzar de nuevo,
pero los aldeanos los detuvieron de nuevo. Los
monjes y los cultivadores se estaban irritando,
pero tampoco podían separar a la gente por la
fuerza, así que exigieron pacientemente: —¡¿Y
ahora qué?!
800
El jefe de la aldea se frotó las manos.
—Si es gratis, eso es genial, gracias a los
maestros por venir aquí para derrotar al mal con
un corazón benevolente. Pero... es solo que el
trabajo aquí en este pueblo está a cargo de Xie
Daozhang. Es duro para mí como jefe de la aldea
si los maestros están aquí para robar el trabajo
de Xie Daozhang.
La banda de monjes y cultivadores se miraron.
—¿Xie Daozhang?
Por lo tanto, se reunieron para discutir.
—¿Hay alguna casa de cultivo bien conocida y
capaz con el nombre de Xie en este negocio?
—No, al parecer.
—De cualquier manera. Nunca he oído hablar
de él. Probablemente es alguien no conocido.
—Si no lo hemos hecho, él no es muy conocido.
Olvídelo.
Después de su discusión, ese cultivador
lujosamente vestido se dio la vuelta.
—El Xie Daozhang del que habla, ¿es él el que
vive en este lugar?
Los aldeanos respondieron: —Sí. —Luego
gritaron: —¡Xie Daozhang! ¡Xie Daozhang! ¡Sus
compañeros están aquí! ¡Hay tantos de ellos!
¿Está en su casa?
Un viejo monje de túnica amarilla juntó las
manos en oración.

801
—Amitabha Buddha. No importa si Xie
Daozhang no está aquí. ¡Pero esa criatura
malvada se está escondiendo en esta casa ahora
mismo!
Los aldeanos se sorprendieron.
—¿¡HUH!?
Justo en ese momento, Xie Lian empujó la
puerta y salió tranquilamente.
—Estoy aquí. ¿Todos, qué está pasando?
Los aldeanos de inmediato exclamaron:
—Daozhang, estos eminentes monjes y
cultivadores dicen que en su casa hay un... un...
fantasma…
Xie Lian sonrió.
—¿Eh? ¿Todos ustedes se dieron cuenta?
—¡Qué admisión tan rápida!
Xie Lian tiró una olla.
—¡Así es, realmente hay un fantasma!
Ese cultivador lujosamente vestido atrapó la
olla y se deleitó al principio, pero cuando la abrió,
su sonrisa se colapsó.
—¿Una Mujer de Medio Maquillaje? —Luego,
arrojó la olla hacia atrás, obviamente muy
disgustado—. No juegue a fingir, amigo mío. ¡Un
monstruo vulgar como este ni siquiera puede ser
considerado como un Feroz! Sabe exactamente
a qué nos referimos.
Xie Lian atrapó la olla y sintió que la fuerza del
lanzamiento de este hombre no era débil,
802
definitivamente alguien que se había cultivado
arduamente durante años y alguien considerable.
Varios monjes le dijeron al cultivador lujosamente
vestido: —Dao-Xiong, este cultivador parece
estar muy lleno de la esencia del mal en su
cuerpo, ¿podría ser él…?
Ese cultivador lujosamente vestido dijo: —Ya
sea que lo sea o no yo, Ojo del Cielo, puedo
decirlo con solo una mirada.
Luego, dio un fuerte grito, se mordió el dedo y
dibujó una línea en su frente y un aparente tercer
ojo creció en su rostro. Al ver su habilidad, Xie
Lian también elogió mentalmente y se apoyó en
la puerta, admirando su desempeño. Ese
cultivador lujosamente vestido lo vio y lo miró
fijamente por un momento.
—Lo sabía... ¡Hay esencia de maldad! ¡UNA
FUERTE ESENCIA DEL MAL! ¡REY
FANTASMA! ¡CAMBIÓ DE PIEL DESPUÉS DE
TODO!
Xie Lian estaba aturdido.
¿Cómo podría él, un estimado Oficial Celestial
titulado, tener la esencia del mal en él? Estaba
pensando que este hombre podría tener alguna
habilidad, pero ¿cómo cambió y comenzó a
lanzar tonterías tan rápido?
Al escucharlo, los cincuenta o sesenta
maestros de la reunión parecían estar a punto de
enfrentarse a un gran enemigo y cada uno de
803
ellos se mantuvo en su posición de lucha. Hua
Cheng le dijo a Xie Lian en la red de
comunicación privada: —Esas personas son tan
molestas.
—Está bien. Está bien. Solo siéntate.
—Respondió Xie Lian.
Un momento después, ese cultivador
lujosamente vestido habló de nuevo pero
confundido.
—... Eso no está bien.
Los monjes que estaban a su lado le
preguntaron: —¿Qué no está bien?
Ese cultivador lujosamente vestido frotó la
marca de sangre en su frente.
—Esto es raro. Estoy mirando a este hombre,
pero a veces está cubierto por la esencia del mal,
a veces brilla con luz espiritual y a veces débil y
muerto... esto es realmente extraño.
—Eh? ¿Cómo puede ser? Dao-Xiong,46
¿puede realmente hacer esto? Si no puede,
déjanos manejar esto.
—Sí, ¿cómo puede ser tan extraño?
Ese cultivador lujosamente vestido dijo
enojado: —¿Qué? ¿Creen que no puedo hacer
esto? Si no puedo, ¿creen que ustedes pueden?
Yo, Ojo del Cielo, he estado en este negocio
durante tantos años, ¡y raramente he visto algo
mal!
46
Hermano cultivador.
804
Xie Lian se frotó la frente, negó con la cabeza
y preguntó suavemente: —Entonces, ¿por qué no
me mira y me dice qué parte de mí tiene la
esencia más fuerte del mal?
Ojo del Cielo se frotó la frente con fuerza y
después de mirar de nuevo por un momento,
exclamó con firmeza: —¡SUS LABIOS!

805
Notas de la autora MXTX

Algo como la Esencia del Mal no se puede lavar


tan fácilmente con solo cepillar los dientes y
hacer gárgaras con agua... se debe usar agua
bendita. (Muy amargo y muy peculiar).
Mi diversión al permitir que Xie Lian cree
nuevas recetas (armas) es solo un poco menor
que al dejar que Hua Hua se cambie a ropas
nuevas.

806
Capítulo 135
Mi Santuario PuJi colapsará supremamente
(parte uno)

—Eso es correcto, ¡son sus labios!


Ojo del Cielo proclamó con mucha certeza, sin
embargo, todos los monjes y cultivadores
estaban perplejos.
—¿Por qué está en los labios?
—¿Cómo puede la esencia del mal estar solo
en los labios? ¿Un labial de bálsamo espiritual?
Xie Lian de inmediato cubrió su boca
inconscientemente.
No pensó que la esencia que Hua Cheng había
manchado en él después de haberse abrazado y
besado por toda una noche en el Templo
QianDeng no se había desvanecido.
Ojo del Cielo lo señaló: —Bueno, bueno,
bueno, ¿todos lo ven? ¡Es consciente de su
culpa!
Xie Lian de inmediato dejó caer sus manos y se
obligó a reprimir el impulso de darse la vuelta y

807
ver qué expresión mostraba Hua Cheng después
de haberlo oído, a pesar de que su cara estaba
cubierta de vendas y nada podía decirse de todos
modos.
Xie Lian explicó amablemente: —Hum, mi
amigo cultivador, se ha equivocado. En realidad,
es porque mi vida es un poco tensa, por lo que
cada artículo del hogar se usa para varios
propósitos, como esta olla. —Levantó la olla de
barro en su mano y dijo con seriedad—. Aunque
a veces uso esto para atrapar fantasmas,
normalmente lo uso para guardar verduras. Los
alimentos en vinagre de esta olla tienen un sabor
único, una vez que los coma, naturalmente
usted... si no me cree, todos pueden probarlo por
sí mismos.
Técnicamente, esto no era imposible. Los
monjes y los cultivadores estaban algo dudosos,
pero los aldeanos también se taparon la boca.
—¿HUH? Xie Daozhang, ¿quiere decir que
todos los alimentos en vinagre que nos dio antes
también eran así?
—Entonces, ¿no estarán todas nuestras bocas
llenas de la esencia del mal también?
Por lo general, cuando los aldeanos le ofrecían
frutas y verduras, él le devolvía su gratitud
dándoles sus verduras en vinagre. Rápidamente
agitó su mano.

808
—¡No se preocupen, los envases que utilizo
para marinar en vinagre son diferentes para
todos!
Ojo del Cielo dijo enojado: —¡¿Es tonto de la
cabeza?! ¿No tiene miedo de que por comer
cosas como esta reducirá su vida útil? Deje de
perder el aliento, todavía hay personas ocultas en
su santuario y ¡no es solo una persona! ¡Muévase
a un lado!
Esta vez, temiendo que el jefe de la aldea lo
detuviera nuevamente, incluso antes de que
terminara de hablar, se adelantó. Al ver la
situación cambiar tan rápidamente, Xie Lian
regresó apresuradamente a la casa, recogió a
Quan Yi Zhen, quien se había desmayado del
suelo, sacudió su cuello con locura y gritó al lado
de su oreja: —¡Qi Ying! ¡Escuche bien! ¡Voy a
alimentarlo con una albóndiga de castidad
incorruptible!
Al oír esto, los ojos de Quan Yi Zhen se
abrieron repentinamente. Al mismo tiempo, Ojo
del Cielo, que acaba de entrar chilló, se cubrió la
frente y saltó hacia atrás.
—¡NO INGRESE NADIE! ¡HAY UNA
EMBOSCADA!
Efectivamente, la multitud de monjes y
cultivadores no se atrevieron a moverse y se
reunieron para protegerlo.
—Ojo del Cielo, ¿qué vio?
809
Ojo del Cielo dijo: —¡No vi nada, solo una luz
blanca inmensa y cegadora!
—¡Oh no, Dao-xiong! ¡Su Ojo del Cielo está
humeando!
Ojo del Cielo sintió su rostro y por supuesto,
esa marca roja en su frente se había convertido
en una marca negra y emitía un suave humo
blanco como el de una vela apagada.
Sorprendido y consternado, exclamó:
—¿QUÉ...? ¿QUÉ?
Ling Wen dejó perezosamente su medio bollo
cocido al vapor y se preguntó: —Hay mucho ruido
afuera, ¿qué está pasando?
Un monje dijo: —Hermano Ojo del Cielo, mira,
hay dos niños y una mujer además de este
cultivador dentro del santuario. Hay cuatro
personas. ¿Cuál es él?
Ojo del Cielo se frotó con fuerza su frente, pero
él simplemente no pudo volver a abrirlo. Esa bola
de luz blanca era el aura espiritual de Quan Yi
Zhen. Cuando un Oficial Celestial se sentía a
punto de enfrentar un peligro extremo y su vida
fuera desafiada, el aura espiritual que protegía su
cuerpo se expandiría explosivamente. Xie Lian
usó el momento de cuando esa luz cegadora y
fuerte explotó para cegar a ese cultivador, Ojo del
Cielo. No era como si Xie Lian hubiera arruinado
diez años de su cultivo, simplemente no podría
abrir sus ojos en los próximos días, eso era todo.
810
Luego, Xie Lian recogió el plato con las
albóndigas.
Quan Yi Zhen estaba completamente despierto
ahora y él agarró la mano de Xie Lian con fuerza,
hablando con tono áspero.
—No lo comeré.
Xie Lian invirtió el agarre y sostuvo su mano.
—¡No se asuste, esto no es para usted!
La banda de maestros que rodeaba
enérgicamente al Santuario PuJi compartió
miradas entre sí y gritaron casi uniformemente,
corriendo hacia adelante. Sin embargo, antes de
que Xie Lian pudiera encontrarse con ellos,
fueron derribados por una barrera invisible.
Desde los cielos de arriba, una voz profunda
sonaba: —Monjes viejos y cultivadores
repugnantes como moscas, ¿se han
obsesionado con el acoso? ¡¿Se atreven a
perseguirme hasta aquí, están cansados de
vivir?!
—Hua, Hua, Hua... —Tartamudeó Hua varias
veces, pero al final, Ojo del Cielo igual sucumbió
ante el poder de Hua Cheng y no se atrevió a
llamarlo por su nombre completo. En cambio,
tartamudeó: —... ¡HUA CHENGZHU! Deténgase,
deje de engañar. Todos sabemos que le ha
afectado la inminente apertura del Monte Tonglu
y que ha sellado sus poderes. Posiblemente no

811
puede ser tan insolente como normalmente lo es
ahora. Rín, rín, ríndase usted mismo...
Aunque cuanto más hablaba, menos fuerza
había en sus palabras, igualmente Xie Lian podía
sentir que Hua Cheng estaba realmente enojado
ahora, e inmediatamente, se apresuró a regresar
para recogerlo. Susurró: —¡No digas más! Deja
de perder tus poderes, almacena tu fuerza.
¡Déjame todo a mí!
El cuerpo de Hua Cheng estaba tenso al
principio, pero después de que lo levantaron,
pareció haberse calmado lentamente y respondió
con una voz baja: —Está bien.
Sosteniéndolo, Xie Lian podía sentir que la
edad de Hua Cheng parecía haberse reducido de
nuevo y probablemente no era más que un niño
de doce o trece años y no podía evitar estar
preocupado. Con un brazo sujetando a Hua
Cheng y la otra mano agarrando a Fang Xin,
salió.
—¿Ustedes nunca pensaron que el Goblin
Verde Qi Rong los estaba engañando a todos?
Sin embargo, inesperadamente, cuando lo
oyeron, los monjes y los cultivadores parecían
confundidos.
Ojo del Cielo preguntó: —¿El Goblin Verde Qi
Rong? ¿Engañarnos qué? ¿Por qué nos
engañaría?
Xie Lian frunció el ceño ligeramente.
812
—¿No fue él quien les dijo que vinieran aquí?
Ojo del Cielo chasqueó su lengua.
—¿Quién cree que somos? ¿Qué necesitamos
una Amenaza para pasarnos información? ¡¿Por
qué estaríamos en el mismo bote que él?!
¿No fue Qi Rong? Entonces, ¿cómo se filtró la
información?
Antes de que pudiera pensar más en ello, los
monjes y cultivadores ya habían comenzado sus
ataques. Con un giro de su espada, Xie Lian
rechazó varias espadas y varios bastones.
Un monje preguntó: —Amitabha Buddha, ¿por
qué este amigo cultivador debe proteger a esta
criatura del mal?
Xie Lian no retrocedió ni un centímetro y
respondió: —Señor, no importa qué, no es bueno
emboscar a las personas cuando están en su
peor momento.
Ojo del Cielo gritó: —¡Es un fantasma, no una
persona! ¡No retuerza la lógica podrida, joven
inmaduro!
Bastones espirituales y espadas atesoradas,
sables, todos atacaron a la vez y si Xie Lian
usaba Fang Xin, podría herir a los mortales. Por
credo de justicia, los mortales podían golpear a
los Oficiales Celestiales, pero los Oficiales
Celestiales no podían golpear a los mortales,
porque debían ser tolerantes, generosos,
compasivos y afectuosos de los mortales, no
813
luchar contra ellos. Si uno se atrevía a golpear a
un mortal entonces se tomarían méritos. Xie Lian
no era tan desenfrenado y rico como Quan Yi
Zhen; él no tenía demasiados méritos en primer
lugar, si se le quitara más, llegaría a negativos.
Así, él guardó su espada y gritó: —¡RUOYE,
VEN! ¡QI YING, VIGILA A LING WEN!
Cuando Ruoye ataba a los hombres, siempre
se sentía agraviado, pero cuando ataba a las
mujeres, cambiaba de cara. Xie Lian tuvo que
pedirlo dos veces antes de que de mala gana se
despegara de las manos de Ling Wen. El
segundo siguiente, un destello blanco pasó
rápidamente por las manos de decenas de
personas y cuando su fuerza se volvió inestable
ya no pudieron aferrarse a sus herramientas
espirituales. Desconcertados, todos se
preguntaron: —¿Qué herramienta espiritual es
esa?
—¿Es esa una herramienta espiritual?... ¿Por
qué parece un paño blanco para colgarse?
Apesta a maldad...
—¡Qué sabes tú, este mocoso en realidad tiene
un par de movimientos!
Inesperadamente, justo cuando Xie Lian estaba
en medio de defenderse de esos maestros, Ling
Wen negó con la cabeza, se limpió las mangas y
se puso de pie.

814
—Gracias por su cálida hospitalidad. Me
despediré ahora.
Xie Lian se sorprendió: —¡Ling Wen, el día aún
no ha terminado! ¿A dónde va? ¿Va a romper su
promesa?
—Es correcto. Voy a romper mi promesa —dijo
Ling Wen.
Su voz era segura y decidida, como si estuviera
diciendo que estaba a punto de matar al mal por
la voluntad de los cielos. Xie Lian no pudo tomar
represalias. Un breve momento después,
declaró: —El que filtró información no fue Qi
Rong, fue usted.
Ling Wen sonrió: —Puede que no sea un dios
marcial y estuviera amarrada por Ruoye, pero
uno puede lograr mucho con solo la red de
comunicación.
¡Lo sabía!
Pero, ¿cómo supo Ling Wen que el chico
vendado era Hua Cheng? Ella apenas le habló,
apenas lo vio, ¡incluso Xie Lian no lo había
descubierto tan rápido como ella!
Estaba a punto de hacer su salida majestuosa,
pero Xie Lian todavía no podía dejarla escapar,
gritó: —¡QI YING! ¡NO DEJES QUE SE VAYA!
Aunque se comió una albóndiga de castidad
incorruptible antes, Quan Yi Zhen ahora pudo
levantarse desde el suelo, recuperando su
fuerza. Además, Ling Wen era una diosa de la
815
literatura, era incapaz de defenderse y Quan Yi
Zhen podía detenerla sin siquiera usar un dedo.
Escuchó a Quan Yi Zhen asentir.
—¡ESTÁ BIEN!
Desde lejos, Xie Lian se relajó y volvió a luchar
contra la multitud. Un momento después, se
escuchó un repentino retumbar y el techo del
Santuario PuJi fue perforado, con la silueta de
una figura en el aire.
Xie Lian miró a su alrededor, sorprendido y gritó
al interior del santuario: —¡QI YING! ¡NO
LUCHES ASÍ!
No era nada para los dioses marciales ser
arrojados por todas partes; todos los dioses
marciales crecieron siendo golpeados. Pero no
importaba cómo lo vieras, Ling Wen era una
dama Oficial Celestial y una diosa de la literatura,
si Quan Yi Zhen luchaba tan despiadadamente,
¡sería pulverizada!
Sin embargo, la figura que se salió caminando
tranquilamente dijo: —Bai Jing, no luches así.
Esa voz era fría y nítida, muy obviamente
perteneciente a Ling Wen. Sin embargo, en el
momento en que ella salió, Xie Lian sintió que
veía una ilusión fugaz, como si la que hubiera
salido no fuera Ling Wen, sino un joven
extremadamente alto, con su aura de venganza
rugiendo hacia los cielos. Sin embargo, cuando

816
Xie Lian enfocó sus ojos, todavía vio la figura
solitaria de Ling Wen.
Ling Wen era una diosa de la literatura, eso era
seguro. Si ella hubiera escondido su fuerza
intencionalmente en el pasado, aun así, no habría
engañado a Xie Lian, ¿entonces cómo podría ella
de repente hacer volar al cielo a Quan Yi Zhen?
Hua Cheng susurró: —Ten cuidado, se ha
puesto esa túnica.
¡Era eso! Aunque en la superficie parecía que
Ling Wen todavía estaba vestida de negro, una
capa de aura negra a fuego lento la estaba
protegiendo, pareciendo que se había convertido
en una persona completamente diferente. La
intención de matar se estaba volviendo
descontrolada, pero su cara pálida era
extremadamente tranquila y esto formaba un
contraste peculiar. Xie Lian probó su suerte
lanzándose sobre ella con su espada y Ling Wen
desvió el golpe con un movimiento de su manga.
Casualmente, Quan Yi Zhen se estrelló desde
arriba y cayó al suelo justo a tiempo para
presenciar esta escena.
Al instante, sus ojos se iluminaron.
—¡Hermoso!
Los ojos de Xie Lian también se iluminaron y
también exclamaron: —¡Hermoso!
El movimiento de Ling Wen en este momento
fue verdaderamente hermoso. No, ese debía ser
817
el movimiento que el Brocado Inmortal usó para
ayudar a Ling Wen a bloquear el ataque.
Cuando ese Brocado Inmortal era puesto sobre
otros, o perdían la cabeza o se les secaba la
sangre. Sin embargo, cuando lo usaba Ling Wen,
ni una sola arma podría penetrarlo, e incluso
podría atacar de forma proactiva, permitiendo al
instante a un dios de la literatura hacer volar a un
dios marcial del oeste. Nadie había escuchado
que el Brocado Inmortal tenía esta increíble
habilidad antes. ¿Quién hubiera pensado que
después de que hubiera cortado la cabeza y las
extremidades del Brocado Inmortal, todavía se
dejaría usar por ella?
Ahora, no solo los aldeanos de la aldea PuJi se
sorprendieron, incluso la banda de monjes y
cultivadores se sorprendieron.
Ojo del Cielo exclamó: —¡¿Qué es hermoso?!
¿Es tan bueno ser golpeado? ¿Hay alguien
normal dentro de ese santuario? ¡Creo que ni una
sola alma es humana!
Quan Yi Zhen estaba ansioso por entrenar y se
puso de pie para atacar una vez más.
Ling Wen dijo en voz baja: —¡Dije que no te
entretengas!
Esas palabras fueron dirigidas al Brocado
Inmortal, pero su cuerpo no la escuchó y su codo
bloqueó el puñetazo de Quan Yi Zhen antes de
que comenzaran una brutal pelea. Luchando y
818
evadiendo, evadiendo y luchando, los golpes de
los puños y las palmas sacudieron las antiguas
paredes del Santuario PuJi y temblaron como si
estuvieran listos para colapsar. Como se
esperaba del Brocado Inmortal con el potencial
de ascender; Quan Yi Zhen se estaba quedando
atrás.
Xie Lian no pudo evitar gritar: —Hum...
disculpen, ¿pueden los dos pelear más lejos?
¡Más lejos, por favor!
Pero antes de que terminara su oración, esos
monjes y cultivadores lo rodearon de nuevo, de
unas cuarenta a cincuenta hojas, espadas,
hachas, bastones, todos chocando hacia
adelante y la cara de Xie Lian se elevó,
levantando las manos.
—¡ESPEREN, NO! ¡¡¡NOOO!!!
Y en medio de ese lamento trágico, el Santuario
PuJi que había soportado innumerables golpes
pero que todavía permanecía en pie, finalmente,
de verdad, se derrumbó.
Xie Lian estaba estupefacto, su corazón lleno
de desolación.
—Sabía que ninguna de mis casas duraría más
de medio año. Ahora realmente necesito rogar
por donaciones para la reconstrucción...
—Gēge no esté triste. Es solo una casa, hay
muchas alrededor. —Hua Cheng consoló.

819
Xie Lian trató de mantenerse fuerte, pero
entonces Ojo del Cielo tropezó, con la mano
cubriéndose la frente y lo señaló: —¡Usted joven
no tiene nada más que trucos! ¡Se atreve a
arruinar mi cultivación! ¿Quién es su maestro?
¿A qué generación pertenece? ¿En qué templo
está registrado? ¿Qué clase de dios adora?
Xie Lian giró su cabeza y un escalofrío se
encendió en su cara. Se enderezó y dijo
solemnemente: —¿Preguntas quién soy?
¡ESCUCHA BIEN! ¡YO SOY EL GRAN TAIZI
DIANXIA! ¡Ustedes radicales desenfrenados,
ARRODÍLLENSE ANTE MÍ!
Su voz rugió como un trueno en el cielo
despejado y en realidad hubo unos pocos que
casi se arrodillaron y no regresaron a sí hasta que
sus compañeros los levantaron.
—¿Qué estás haciendo? ¿Estás de rodillas?
—Eso es raro, lo hice antes de darme cuenta...
Xie Lian proclamó bruscamente: —YO, TENGO
MÁS DE OCHOCIENTOS AÑOS. MAYOR QUE
TODOS USTEDES JUNTOS. HE CRUZADO
MÁS PUENTES QUE TODOS LOS CAMINOS
QUE HUBIERAN CAMINADO.
»YO, POSEO SANTUARIOS Y TEMPLOS EN
TODO EL MUNDO; MIS DEVOTOS Y
ADORADORES SE EXTENDEN EN TODOS
LOS CUATRO MARES. ¡SI NO SABEN MI

820
NOMBRE, ES PORQUE SON IGNORANTES Y
NO SABEN DEL MUNDO!
»Yo no adoro a los dioses.
»¡YO SOY DIOS!
Cuando el grupo escuchó este discurso que fue
tan descarado, pero dicho con un aire
incomparablemente impresionante, todos se
quedaron atónitos e inconscientemente dejaron
caer sus mandíbulas.
—¿HUH?
Xie Lian inventó todas esas tonterías porque
estaba esperando este momento. Arrojó el plato
en su mano y todas esas pequeñas albóndigas
blancas salieron disparadas por el aire como
bolitas de hierro, dispersas en todas direcciones
y sin ningún fallo, fueron lanzadas directamente a
la boca abierta de todas aquellas personas en
estado de shock.
Luego se secó el sudor: —¿Todos, podrían por
favor olvidar todo lo que acabo de decir? ¡En
realidad solo soy un recolector de chatarra!
Todos los que comieron una albóndiga al
instante dejaron caer sus rostros.
—¡¿HUH?! ¡NOSOTROS, HEMOS SIDO
ENGAÑADOS!
Algunos de los que se movieron más rápido
detuvieron la bola de carne con sus espadas,
pero cuando llevaron las espadas ante sus ojos,
esas bolas de carne aún giraban rápidamente,
821
creando chispas con las cuchillas de la fricción.
El grupo estaba aterrorizado.
—¡¿QUÉ... QUÉ ES ESTA ARMA OCULTA?!
Incomparablemente sólido con un brillo peculiar,
¿podría ser esto? El legendario…
—¡Eso es correcto! —Xie Lian dijo—. ¡Son las
legendarias Bolitas de Incorruptible Castidad!
Excesivamente venenosas y si ochenta y un
tazas de agua limpia no son bebidas en un día
para desintoxicarse, ¡entonces explotarán en tu
estómago!
Aunque nadie había oído hablar de algo así
antes, la multitud se horrorizó aún más.
—¡OOOH! ¿ES REALMENTE TAN
VENENOSA?
—¡De cualquier manera tenemos que ir a beber
agua! ¡El antídoto es solo agua! ¡Vámonos de
aquí! ¡VAMOS A ENCONTRAR AGUA!
En un instante, un gran número de la multitud
que fue engañado por el truco huyó.
En el otro lado, Ling Wen estaba luchando cada
vez más agresivamente y en realidad tenía sus
manos estrangulando a Quan Yi Zhen mientras lo
levantaba. Obviamente, tenía la ventaja, pero
Ling Wen no parecía complacida en absoluto y
ella gritó en voz baja: —¡Bai Jing! ¿Lo vas a
matar? Ya no hay necesidad de luchar, vámonos.
Afortunadamente, a Xie Lian le quedaba una
bola de carne y, justo cuando Ling Wen decía la
822
palabra vámonos, con sus manos rápidas arrojó
una bola de carne en su boca.
Al instante, la luz en los ojos de Ling Wen se
apagó, como si hubiera tragado la cosa que Xie
Lian lanzó y el aura negra que rodeaba a su
persona también se iluminó.
Con una expresión como si estuviera
rechazando el impulso de vomitar, miró a Xie
Lian, sus labios temblaban sin ruido, luego,
después de aguantar un rato, tiró a Quan Yi Zhen
al suelo y se fue con la mano apoyada en la sien.
Quan Yi Zhen se puso de pie, persiguiéndola.
Xie Lian también había querido seguirlos, pero
esa multitud de monjes y cultivadores le
bloquearon el paso y gritaron: —¡TODOS,
ATRÁS! ¡MÁS REFUERZOS ESTÁN EN
CAMINO!
¡¿Más?!
Ya no podía quedarse en el Santuario PuJi, es
mejor que se fuera primero y pensara más tarde.
En la persecución de Ling Wen, Quan Yi Zhen
pronto desapareció. Xie Lian acunó a Hua Cheng
en sus brazos y dijo: —¡Agárrate fuerte de mí!
—Luego, inclinando sus pies para lanzarse,
superó a la multitud y huyó.
Hua Cheng siguió sus instrucciones y lo abrazó
con fuerza. Por alguna razón, a Xie Lian esta
escena le resultó familiar, pero no tuvo tiempo
para recordar el pasado; este asunto debía ser
823
reportado a la Corte Celestial lo antes posible. Sin
pensarlo, envió un mensaje a la red de
comunicación privada.
—¡Ling Wen, algo sucedió! Yo…
—... Lo sé. —Dijo Ling Wen.
—... Siento molestarla.
Un instante después, fue Ling Wen quien cortó
la comunicación primero.
Xie Lian también se quedó sin habla. En el
pasado, él siempre se había comunicado con
Ling Wen directamente y ahora que el problema
era la misma Ling Wen, no tuvo tiempo para
asimilarlo y en serio le había informado del
incidente, así que tampoco sabía si reír o llorar.
Xie Lian entró a la red de comunicación pública y
gritó mientras corría con Hua Cheng en sus
brazos.
—¡TODOS! ¡POR FAVOR ALERTEN A TODA
LA CORTE! ¡LING WEN HA HUÍDO USANDO EL
BROCADO INMORTAL!

824
825
Capítulo 136
Mi Santuario PuJi colapsará supremamente
(parte dos)

S
in embargo, inesperadamente, nadie en la
red de comunicación espiritual lo escuchó.
Era como si hubiera sucedido algo grande y
todos los Oficiales Celestiales estaban
balbuceando ruidosamente.
Xie Lian escuchó a Feng Xin gritar:
—¿DIANXIA? ¿DIJO ALGO? ESTÁ
REALMENTE CAÓTICO AQUÍ AHORA MISMO...
Xie Lian alzó la voz: —¡FENG XIN! DIJE, ¡LING
WEN FUE LA QUE CREÓ EL BROCADO
INMORTAL! ELLA HA HUIDO USÁNDOLO,
¡CUIDADO CON ELLA!
—¡¿QUÉ?! —Gritó Feng Xin—. ¿QUÉ HA
SUCEDIDO?
Xie Lian estaba a punto de ampliar los detalles
cuando el ruido se detuvo bruscamente y nada
más se pudo escuchar. Sorprendido, intentó
llamar de nuevo.
—¿Todos? ¿Están todos ahí?

826
Llamó un par de veces, pero nadie respondió.
Hua Cheng habló: —No sirve de nada. La red
de comunicación espiritual de la Corte Superior
fue creada por Ling Wen, ella debe haberla roto
en este momento. Tendrá que ser reconstruida.
—¿Qué haremos entonces? —Xie Lian se
quedó boquiabierto.
Generalmente cuando se comunicaba con la
Corte Superior, era a través de la matriz de
comunicación espiritual o directamente a través
de Ling Wen, o el Señor del Viento. No sabía la
contraseña verbal de ninguno de los otros
Oficiales Celestiales. Ahora que ya no podía
depender de Ling Wen o del Señor del Viento y la
red de comunicación fue destruida, ¿qué debería
hacer?
Hua Cheng pareció ver a través de sus
preocupaciones y dijo: —No se preocupe, ¿Gēge
no informó ya el problema clave? No todos los
Oficiales Celestiales de la Corte Superior son
idiotas y Jun Wu también está en el Reino
Celestial en este momento. Estará bien una vez
que pasen el mensaje.
Xie Lian pensó eso también y asintió. Después
de su loca carrera ya habían cruzado varias
cimas de montañas, dejando a esos cultivadores
muy atrás, pero parecía que no serían capaces
de alcanzar al Brocado Inmortal y Quan Yi Zhen,
después de todo.
827
Hua Cheng agregó: —Si Gēge todavía quiere
investigar al Brocado Inmortal, tendrá que darse
prisa.
Sin embargo, Xie Lian negó con la cabeza.
—Eso fue antes. Qi Ying ya está persiguiendo
a Ling Wen, así que ahora mismo tenemos
asuntos más importantes en nuestras manos.
San Lang… —Miró fijamente al Hua Cheng en
sus brazos—. Tu forma... parece haber cambiado
de nuevo.
Antes, cuando Hua Cheng estaba disfrazado
de Lang Ying, todavía tenía la apariencia de un
niño de quince a dieciséis años y no era fácil para
Xie Lian llevarlo. Incluso si pudiera, no se vería
bien. Pero ahora, el cuerpo de Hua Cheng
parecía haberse encogido un tamaño, pareciendo
tener a lo sumo once o doce y Xie Lian podía
cargarlo con solo una mano y tenerlo posado en
su brazo. Aún así, el aire de calma constante de
Hua Cheng nunca cambió.
—No es un problema. Cambiar de forma es
solo un plan temporal. Después de que todo
termine, mi viejo yo volverá.
Desenvolvió los vendajes en su cabeza
mientras hablaba. En esa cara blanca como la
nieve, un par de ojos negros y profundos
observaban a Xie Lian y entre sus cejas aún
estaban las sombras de ese apuesto joven. Era
claramente la cara de un niño, pero su aire y
828
expresión eran la postura relajada que siempre
asumía.
Xie Lian lo miró aturdido, sin decir una palabra.
Hua Cheng frunció el ceño ligeramente.
—Dianxia, usted...
De repente, Xie Lian extendió la mano y apretó
su mejilla.
Esto fue tan inesperado que Hua Cheng abrió
mucho los ojos mientras su rostro cambiaba de
forma.
—¡... GĒGE!
Xie Lian se rió.
—jajajajajajajajajaja... Lo siento, San Lang,
pero eres demasiado lindo, no puedo detenerme,
jajajaja…
—…
Xie Lian lo tocó con ternura cuando dijo
suavemente: —Entonces, San Lang, ¿vas a
seguir cambiando? ¿Vas a convertirte en un niño
de cinco o seis años? O incluso mejor, ¿un
pequeño bebé?
Al escuchar su voz esperanzada, Hua Cheng
respondió impotente: —Me temo que tendré que
decepcionar a Gēge.
Xie Lian dejó caer su mano y sonrió.
—Tonterías. San Lang nunca me ha
decepcionado. Estoy muy feliz de tener esta
oportunidad de protegerte.

829
830
Sin embargo, Hua Cheng dijo tristemente: —No
estoy feliz.
—¿Cómo es eso? —Xie Lian preguntó.
La voz de Hua Cheng se volvió fría.
—¡Yo... odio tener este aspecto!
Xie Lian pudo detectar un rastro de aversión en
su voz y se sorprendió un poco. Hua Cheng bajó
la cabeza.
—¡No quiero que me vea en una forma tan
indefensa y absolutamente no quería que tuviera
que protegerme!
Tal vez era porque la edad de Hua Cheng había
disminuido que incluso sus emociones parecían
estar siendo afectadas. Xie Lian sintió que su
corazón se agitaba y lo envolvió
apresuradamente en su abrazo, dándole
palmaditas en la espalda mientras reía.
—Entonces, según tú, yo bien podría morir ya
que me viste siendo un desastre varias veces.
Además, no es como si fueras completamente
inútil en este momento, solo estás almacenando
temporalmente tus poderes, eso es todo.
—… —Hua Cheng enterró la cara en su
hombro y gruñó con voz apagada—. No es lo
mismo. Dianxia, tengo que ser el más fuerte.
Tengo que hacerme más fuerte que nadie. Solo
entonces puedo...

831
Aunque su voz era joven y tierna en ese
momento, todavía había un leve rastro de
agotamiento.
Xie Lian lo tranquilizó.
—Siempre has sido el más fuerte. Pero, no es
necesario que lo seas a cada momento todos los
días. Solo... piensa en esto como dándome una
oportunidad para tener dignidad y déjame
protegerte esta vez. ¿Por favor? ¿De acuerdo?
Pasó mucho tiempo antes de que Hua Cheng
levantara la cabeza de su abrazo y colocó sus
manos sobre los hombros de Xie Lian,
observándolo.
—Dianxia, espéreme.
—Está bien, te esperaré —prometió Xie Lian.
Hua Cheng aseguró de nuevo muy seriamente.
—Deme un poco de tiempo, volveré muy
pronto.
Xie Lian sonrió.
—No hay prisa. Ve a tu propio ritmo.

Al día siguiente, los dos llegaron a un pequeño


pueblo.
Xie Lian sostenía la mano de Hua Cheng, como
si fueran un adulto y un niño paseando por las
calles charlando tranquilamente.
832
Xie Lian preguntó: —Con la reapertura del
Monte Tonglu, todos los reyes fantasmas
precedentes se ven afectados por los temblores.
Entonces, ¿significa esto que con Agua Negra es
lo mismo?
Hua Cheng tenía una mano torcida detrás de
su espalda mientras sostenía la mano de Xie Lian
con la otra y respondió: —Sí. Pero nuestra
situación es diferente, nuestros métodos de
entrenamiento son diferentes, por lo que,
naturalmente, nuestras formas de resistir las
provocaciones también son diferentes.
—¿Por ejemplo? —Xie Lian preguntó—.
¿Cómo resiste él la agitación?
—Hibernación, probablemente —respondió
Hua Cheng. Las palabras: Come cuando tengas
hambre, duerme cuando estés lleno, aparecieron
en la mente de Xie Lian. Hua Cheng continuó—:
Cuando Agua Negra era un mortal, sufrió el
tormento de la cárcel. Con solo una comida cada
tres días, incluso si le daban comida de cerdos,
debía tragar. El hambre arruinó su estómago; a
veces se alimentaba sin parar, a veces
rechazaba comer todo.
—No me sorprende que haya sido tan
impresionante devorando todo —reflexionó Xie
Lian.
En verdad, en la situación de He Xuan, él podía
enfocarse en devorar fantasmas hambrientos
833
porque poseía ese atributo por naturaleza, por lo
que los fantasmas hambrientos deberían ser más
de su gusto. Sin embargo, en todos los quinientos
fantasmas y demonios devorados por el Demonio
Agua Negra Xuan, la mayoría eran espíritus de
agua. Debía ser porque él recordaba el rostro de
Shi Wu Du y para romper su magia de agua, He
Xuan lo hacía intencionalmente. Y cuando
tragaba demasiado, después de un tiempo,
tendría que dormir para digerir.
—De hecho. —Hua Cheng dijo—. También
debería mencionar que Qi Rong comiendo carne
humana era él intentando imitar a He Xuan a
propósito.
Xie Lian se quedó sin habla por un momento y
pensó: —¿Cómo puede ser lo mismo alimentarse
de humanos que alimentarse de fantasmas?
—Luego, después de reflexionar, preguntó—:
¿Entonces ese bosque de cadáveres colgantes?
¿Podría ser que él estaba tratando de imitarte?
—Correcto —respondió Hua Cheng—. Porque
quería lograr los mismos escenarios de lluvia de
sangre, pero no sabía cómo lo hice, así que,
simplemente cuelga hileras de cadáveres en el
aire.
—…
Hoy, Xie Lian finalmente pudo entender
completamente por qué cada vez que se
mencionaba a Qi Rong, nadie sabía qué decir.
834
Tenía todo el aspecto, pero nada de clase. Xie
Lian suspiró mientras pensaba: —Qi Rong se
llevó a Gu Zi, quien sabe si el pobre niño fue
devorado o abandonado. Señor del viento...
quién sabe si Agua Negra se lo llevó. Oro por que
ambos estén a salvo. —Luego preguntó—: ¿Qué
hay de tu Ciudad Fantasma? ¿Nadie va a generar
problemas allí?
Hua Cheng respondió: —Cerré la Ciudad
Fantasma cuando me fui y filtré información falsa
de mi paradero. Incluso si alguien intenta iniciar
problemas, si no pueden encontrarme, no serán
demasiado duros con ellos. Pero estoy seguro de
que hay muchos ojos mirando ese lugar en este
momento.
Hua Cheng no podía regresar a la Ciudad
Fantasma y Xie Lian tampoco podía llevarlo a los
cielos, menos ser expuesto por un Oficial
Celestial, por lo que los dos se entretuvieron
mezclándose entre la multitud del Reino Mortal
sin un destino en mente.
Xie Lian frunció un poco las cejas: —Diste
información falsa, pero Ling Wen filtró
información real. Todavía no entiendo cómo pudo
ver a través de tu disfraz de Lang Ying.
—Lo que no entiendo es otra cosa —dijo Hua
Cheng.
—¿Qué? —Xie Lian preguntó.

835
—Ese malvado cultivador, Ojo del Cielo, lo he
engañado un par de veces, sus habilidades no
son malas —dijo Hua Cheng.
Xie Lian estuvo de acuerdo.
—Hum. Es verdad. Él realmente tiene el talento
y se ha esforzado.
—Sí. Entonces, ¿por qué diría que los labios de
Gēge están cubiertos con la esencia del mal?
—Preguntó Hua Cheng.
—…
Las manos de Xie Lian se apretaron al instante,
pero cuando recordó que aún sostenía las manos
de Hua Cheng, inmediatamente aflojó su agarre.
Hua Cheng presionó en voz baja: —Gēge no me
engañe con palabras que usaría para apaciguar
idiotas. Dígame exactamente qué le hice esa
noche.
—… No es lo que tú me hiciste, se trata más de
lo que yo te hice... —pensó Xie Lian. De repente,
sus ojos se iluminaron.
—Espera, San Lang, mira hacia allá.
—¿Gēge? —Preguntó Hua Cheng.
Pero Xie Lian ya lo estaba llevando a una lujosa
y ostentosa tienda en la carretera. El dueño en el
mostrador miró a los dos de arriba abajo, la
curiosa combinación de un cultivador y un no
cultivador y preguntó: —¿Qué puedo hacer por
usted, Daozhang?
Xie Lian levantó a Hua Cheng y sonrió.
836
—No es para mí. Es para él.
Hua Cheng inclinó su cabeza en sus brazos.

Un tiempo de incienso después, Hua Cheng


salió de la parte trasera de la tienda.
La ropa de Lang Ying era adecuada para un
niño de quince o dieciséis años que no encajaba
con el actual Hua Cheng, por lo que Xie Lian
eligió un traje nuevo especialmente para él. En el
momento en que emergió, los ojos de Xie Lian se
iluminaron.
¡Qué piel tan blanca como la nieve, pequeño y
joven amo!
Con una túnica tan roja como el fuego de arce
y un par de botas de cuero de ciervo con cadenas
de plata, Hua Cheng se veía a la vez guapo y
animado. Sus cabellos negros y brillantes
estaban sueltos, antes solo tenía una trenza
delgada junto a su mejilla derecha, pero Xie Lian
no pudo evitar trenzar otra a su izquierda también
para que coincidiera, haciéndolo lucir aún más
alegre. Lo que realmente fue demasiado, sin
embargo, era su expresión; sus ojos se veían
vivaces y brillantes, su aire tranquilo y firme, ¡no
se parecía en nada a un niño! Tal contraste, hacía
difícil mirar hacia otro lado.
837
838
Las damas que compraban en la tienda
estaban todas aturdidas y se reunieron en un
círculo, con las manos apretadas en sus
corazones mientras gritaban; Aiyoh aiyoh, en
apreciación.
Hua Cheng se acercó pausadamente a Xie Lian
y Xie Lian aplaudió levemente.
—Lo sabía. San Lang se ve mejor en rojo
después de todo.
Hua Cheng tiró impotente de la pequeña trenza
a su izquierda y gruñó: —Mientras Gēge esté
contento.
Xie Lian bajó el brazo para tomar su mano y
sonrió mientras se dirigían a la entrada de la
tienda, listos para pagar. El atuendo de Hua
Cheng no era barato y Xie Lian no tenía mucho
dinero de sobra, por lo que normalmente no
habría entrado en una tienda así. Sin embargo,
había ahorrado una pequeña fortuna para
renovar el santuario y ahora que no quedaba
nada por renovar, podría comprarle algo de ropa
a Hua Cheng antes de que se preocupara por otra
cosa. Justo cuando estaba contando sus
monedas una por una, Hua Cheng se paró a su
lado y puso una lámina de oro en el mostrador.
¡PA!
Xie Lian: —…
El propietario: —…
Las damas: —…
839
—No hay necesidad de devolver el cambio.
—Hua Cheng dijo—. Gēge venga, vámonos.
Tiró de la esquina de la manga de Xie Lian y
luego salió de la tienda con las manos a los lados.
Xie Lian sonrió y también dio unos pasos cuando,
de repente, Hua Cheng retrocedió y volvió a
entrar, chocando con sus brazos. Xie Lian
sostuvo sus hombros y preguntó: —¿Qué pasa?
Luego levantó la vista y vio la sombra de una
figura en la multitud que caminaba en las calles y
su corazón también se sacudió.
Casualmente, el dueño de la tienda preguntó:
—¿Quieren seguir comprando algo más?
Xie Lian levantó la mano.
—Sí. ¡Por favor tráigame esa túnica!

840
Notas de la autora MXTX

Hua Hua: Ese día, Dianxia me llevó a una lujosa


tienda a comprar ropa de marca ¿Huh??
El príncipe heredero es bueno para hacer
verduras en vinagre. Debido a que al comer
bollos cocidos al vapor y gachas de avena todos
necesitan comida en vinagre para emparejar, lo
ha practicado durante siglos, así que lo ha
experimentado. Además, la mayoría de las veces
no es necesario que te preocupes por la comida
en vinagre al hacerlas; simplemente déjalas en
un rincón para que la química haga su trabajo. La
mayoría de sus fracasos provienen de su intenso
deseo de crear algo nuevo.

841
842
843
ARCO DEL MONTE TONGLU

844
Capítulo 137
Sobre colinas áridas; creando disturbios en
la posada de corazón negro (parte uno)

E
l dueño de la tienda estaba sorprendido.
—¿Eh? ¿Esa? Daozhang, ¿está seguro de
que no está confundido?
Xie Lian confirmó.
—¡Sí, esa!
Luego simplemente avanzó para agarrar esa
túnica, levantó a Hua Cheng y corrió a la parte
trasera de la tienda, deslizándose detrás de un
juego de cortinas. Esta tienda de ropa era
atrevida e innovadora. Había un pequeño puesto
en el interior para cambiarse, por lo que aquellos
que vinieran a comprar ropa podrían probársela
en el lugar. La multitud se sorprendió. Un
momento después, un cultivador lujosamente
vestido pasó por delante de la tienda de ropa,
refunfuñando mientras se frotaba la frente y
detrás de él lo seguía una multitud de extraños
monjes y cultivadores. Cuando vieron que la

845
tienda de ropa tenía una gran reunión, gruñó,
disgustado.
—¿Qué están viendo?
—Ahh, olvídalo, apurémonos. ¡Tengo que ir al
baño otra vez!
—Espera, Ojo del Cielo-Xiong, hay mucha
gente aquí, ¿por qué no les preguntas si vieron?
—Mi generosa señora, ¿ha visto pasar a un
cultivador vestido de blanco con un niño pequeño
cubierto con vendas?
La multitud estaba en silencio, pero hubo
algunos que miraron inconscientemente hacia la
parte posterior de la tienda. La multitud se volvió
cautelosa, e hizo el gesto de la mano de ve hacia
allá y mira. Ojo del Cielo entró, contuvo el aliento
y se acercó lentamente a esas cortinas. Un
momento después, la abrió de un tirón. Al
instante hubo un grito.
Detrás de las cortinas estaba sentada una
mujer, su largo cabello negro y brillante colgaba
de un moño suelto, su cuello delgado y blanco
con una gargantilla negra y una delgada cadena
plateada alrededor. Su túnica estaba medio
descubierta, revelando su hombro blanco como
la nieve y un poco de su espalda, buscando
cubrirse y fallar, haciendo que la cara de uno se
calentara y el corazón se acelerara.
Cuando se levantaron las cortinas, la figura de
esa mujer tembló, cubriéndose la cara con las
846
mangas y gimió suavemente, como si estuviera
sorprendida y aterrorizada por un acto tan
repentino y brutal. Ojo del Cielo
instantáneamente dejó caer las cortinas.
—¡LO-LO-LO-LO-LO-LO SIENTO!
La banda de monjes y cultivadores que
siguieron a Ojo del Cielo también gritaron:
—¡QUÉ PECADO, QUÉ PECADO!
Y todos se cubrieron los ojos. Aprovechando
esta oportunidad, esa mujer se movió
rápidamente. ¿Quién más podría ser, sino Xie
Lian? Hua Cheng estaba sentado en sus brazos
y solo fue bloqueado por el cuerpo de Xie Lian.
Aunque Xie Lian era un hombre y sus hombros
eran más anchos que la mujer promedio, solo
bajó la mitad de su túnica para exponer el mejor
ángulo, creando el efecto perfecto.
Con un brazo cargando a Hua Cheng, Xie Lian
se levantó la falda con la otra mano y pasó
corriendo junto a los gritos de los monjes y
cultivadores con los ojos tapados, huyendo como
el viento. El dueño de la tienda y las damas
estaban estupefactas y al verlo huir, el dueño de
la tienda había querido detenerlo, pero abriendo
y cerrando la boca, miró la lámina de oro que
podía comprar fácilmente dos juegos de ropa y
más, él se encogió de hombros y dejó de
importarle.

847
Xie Lian corrió locamente todo el camino con
Hua Cheng en sus brazos, sin dejar nada más
que nubes de polvo. Los transeúntes en las calles
solo vieron las sombras borrosas de una mujer
sosteniendo a un niño volar, tan ágil y feroz como
un jaguar, creando nubes de polvo asfixiante y se
ahogaron y tosieron, con los ojos incrédulos. Un
pequeño buen puesto al costado de la carretera
fue cubierto de polvo y el propietario comenzó a
maldecir:
—¡QUÉ ESTÁ MAL CONTIGO!
Xie Lian se dio el tiempo para volver la cabeza
y gritó en voz alta: —¡TODO ESTÁ MAL! ¡LO
SIENTO! ¡LO SIENTO!
En ese momento, escuchó gritos salvajes
detrás de él.
—¡PARE JUSTO AHÍ -!
Miró hacia atrás y vio que era esa multitud que
había salido de la tienda de ropa.
—Realmente me pregunto qué hay en la mente
de las personas que gritan pare ahí mismo. Es
obvio que al que le están gritando no se va a
detener. ¡En lugar de eso, mejor aguantarían la
respiración y correrían más rápido! —pensó Xie
Lian, e inmediatamente puso su mente en eso,
huyendo más rápido.
Esta gran fanfarria de multitud corría por las
calles, el polvo voló y cubrió el aire y ahora el

848
dueño del puesto de comida ya ni siquiera podía
maldecir, lanzando su propia olla por la ira.
—¡POR QUÉ MIERDA ME MOLESTO
SIQUIERA!

Después de cuatro horas de persecución, los


monjes y cultivadores que gritaban mientras
corrían finalmente perdían el aliento y sus pasos
se reducían. En cuanto a Xie Lian, que tenía
experiencia en el arte de la fuga, perseveró
silenciosamente hasta el final. Una vez que
perdieron a sus perseguidores por completo, Xie
Lian bajó a Hua Cheng y se paró a un lado de la
carretera sin aliento.
Hua Cheng sostuvo sus hombros y dijo en voz
baja: —No respire tan fuerte, se hará daño.
Xie Lian levantó la vista y vio el ceño fruncido
de Hua Cheng, pero aún con la cara de un niño,
no pudo evitar reír a carcajadas.
—JAJA, JAJAJA... ¡Ah! —Se rió demasiado
bruscamente; un dolor agudo se disparó desde
sus costillas por lo que sostuvo sus costados. Al
ver que Hua Cheng se veía consternado, agitó la
mano—. No es nada... ¿eh? ¿Esa de allí es una
posada?
Efectivamente, no muy lejos en la distancia
rodeada por los constantes azules de la noche,
849
se encontraba una posada que se asomaba con
un cálido resplandor amarillo, como si estuviera
invitando a los viajeros a entrar.
Xie Lian se enderezó y dijo: —Entremos y
descansemos.
—Está bien —dijo Hua Cheng.
Xie Lian apretó su mano y los dos caminaron
hacia el pequeño edificio. Cuando llegaron frente
a la entrada, Xie Lian se dio cuenta de que esta
posada tenía dos niveles, mucho más lujosa de
lo que parecía desde lejos. Las puertas estaban
cerradas y Xie Lian levantó la mano, tocando
suavemente.
—¿Hay alguien allí? Estamos aquí para pasar
la noche.
Muy pronto, alguien gritó desde adentro.
—¡Voy, voy!
Un momento después, la puerta se abrió y
varios ayudantes se acercaron a saludar, con la
cara llena de sonrisas.
—Buen señ...
Habían querido decir; buen señor, pero al ver
que la persona que tenían delante llevaba una
túnica de mujer, se retractaron.
—Mi dam…
Antes de que la palabra saliera de sus labios,
Xie Lian emergió completamente de la oscuridad
con Hua Cheng en la mano. Si había un niño,

850
entonces no era una dama soltera, así que
cambiaron de nuevo.
—Señor...
La palabra; señora, todavía estaba medio en
sus labios y el rostro de Xie Lian fue
completamente iluminado por la luz dentro de la
posada. Aunque esta persona estaba vestida con
una túnica de mujer y tenía un rostro amable, si
tenían que ser honestos, no importaba cómo se
viera, era la cara de un hombre. Todos los
ayudantes se quedaron en silencio y pasó un
buen momento antes de que volvieran a su
saludo original.
—Buen señor, por favor entre.
Xie Lian sonrió mientras asentía. El él de ahora
tenía mucha práctica usando cualquier cosa y no
hubo una gota de malestar mental o físico. Con
Hua Cheng en la mano, cruzó el umbral
extremadamente bajo y se sentó en una mesa en
la esquina del vestíbulo. Aparte de los ayudantes
en la posada, no había nadie más. En el momento
en que entraron, los ayudantes inmediatamente
cerraron la puerta y se reunieron, amontonando
sonrisas en sus rostros. Fueron más esas
sonrisas las que hicieron que Xie Lian se sintiera
incómodo.
Tomó la tarjeta del menú y dijo: —No es fácil
encontrar una posada en medio de la naturaleza
de esta manera, ¡me sorprende!
851
Los ayudantes respondieron: —¡Tampoco es
fácil tener clientes así en medio de la naturaleza!
Por alguna razón, aunque estaban sonriendo,
esas sonrisas parecían pintadas, bastante falsas.
Xie Lian no movió un músculo ni cambió su
expresión. Le dio la vuelta a la tarjeta del menú y
pidió unos cuantos platos antes de que los
ayudantes se fueran alegremente a traer sus
pedidos a la cocina.
Hua Cheng estaba jugando con sus palillos.
—Gēge hemos entrado en un establecimiento
sospechoso abierto por demonios.
—Hum —Xie Lian reconoció.
Si no fuera nada extraño, entonces una posada
pequeña con un piso y un par de ayudantes en
medio de la naturaleza como esta ya era bastante
sorprendente; ¿Por qué había un establecimiento
tan lujoso con tantos ayudantes?
Por supuesto, esto no era ninguna evidencia
fuerte. La razón principal fue que en el momento
en que Xie Lian entró en la posada, pudo oler el
hedor espeso y fresco de la sangre.
La gente normal probablemente no notaría este
hedor a sangre, pero para alguien tan
experimentado y agudo como Xie Lian, la
pesadez había llegado al punto en que no podía
ignorarlo.
Xie Lian dijo: —Hay más personas en el
segundo nivel, escucho sus pasos. Me pregunto
852
si son viajeros que también están aquí para pasar
la noche.
Si lo eran, entonces debían ser rescatados. Los
dos se sentaron uno frente al otro y juntaron sus
caras, hablando en voz baja por un largo rato
cuando los ayudantes finalmente trajeron sus
platos.
—¡Ya vamos!
Xie Lian estaba a punto de hablar, pero captó
un ligero movimiento desde el exterior.
Inmediatamente se puso de pie.
—Vamos a ir a descansar a nuestras
habitaciones, ¿puedo pedirle que lleve nuestra
comida arriba?
—No hay problema, ¡no hay problema!
Xie Lian tomó la mano de Hua Cheng, se
levantó la falda con la otra mano con gran
facilidad y subieron las escaleras. Miró hacia
atrás.
—Ah, por cierto, si alguien pregunta por
nosotros, por favor dígale que nunca nos ha visto.
—No hay problema, ¡no hay problema!
Xie Lian se apresuró en subir las escaleras. No
pasó mucho tiempo antes de que el sonido
impetuoso de alguien tocando las puertas llegara
y una voz ronca dijera: —¡Abra, abra!
Los ayudantes abrieron la puerta con sonrisas
en sus rostros. ¡La multitud que entró fue Ojo del

853
Cielo y ese grupo de monjes y cultivadores
incansables!
Xie Lian y Hua Cheng ya habían entrado en su
habitación en el segundo nivel para entonces.
Mientras cerraban las puertas detrás de ellos,
podían escuchar a las personas que acababan de
entrar en la posada gritando: —¡BAÑO, BAÑO,
BAÑO!
Mientras detrás de estos otros exigían:
—¡JEFE! ¿TIENE AGUA?
Al ver a tanta gente entrar al mismo tiempo, los
ayudantes se llenaron de alegría.
—Hay, hay, por favor, espere, ¡ya viene!
—¡Ahh, estoy tan lleno! —Ojo del Cielo se
quejó—. Increíble. Esas, como las llamo;
Albóndigas de Castidad Incorruptible son
realmente un veneno tenaz. Solo he bebido unas
veinte tazas, ¿cuánto tiempo tomará antes de
llegar a las ochenta y un?
—…
Xie Lian no había imaginado que esos monjes
y cultivadores fueran realmente tan honestos. Les
dijo que bebieran ochenta y un tazas de agua, así
que realmente planearon beber exactamente
ochenta y un tazas de agua.
Uno de los monjes respondió: —Amitabha
Buddha. Este monje ya ha bebido veinticinco
tazas de agua y debo decir que ha sido muy

854
eficaz como antídoto. Este monje ya se siente
mucho mejor.
Al escuchar esto, Xie Lian no sabía si reír o
llorar y buscó a tientas alguna grieta desde la que
pudiera ver. Vio a Hua Cheng medio en cuclillas
en el suelo, a un lado, llamándolo.
—Gēge mire por aquí.
Xie Lian también se agachó y miró hacia donde
estaba apuntando en el suelo, pero no había
nada malo en ello.
—¿Qué hay aquí?
De repente, Hua Cheng asomó y un pequeño
agujero apareció instantáneamente en el suelo
sólido, un fino rayo de luz entrando.
—Aquí. Ahora podemos ver.
—…
Xie Lian se inclinó y se asomó por ese agujero.
La multitud se reunió en una larga mesa en el
centro del vestíbulo y Ojo del Cielo golpeó la
mesa.
—¡HUMPH! Fuimos demasiado descuidados
esta vez. La próxima vez, si vemos a ese
cultivador malvado, ¡no le daremos ninguna
oportunidad de aprovecharse de nosotros!
¡Debemos acabar con Hua, Hua, Hua Chengzhu
y erradicar el mal en nombre de los cielos!
Xie Lian susurró: —San Lang, ¿cómo los
ofendiste?

855
Hua Cheng no respondió, pero alguien ya había
preguntado por Xie Lian: —Es cierto, nunca
pregunté, pero ¿por qué están todos aquí para
atrapar a ese Rey Fantasma? ¿Cuál es la
historia?
Así, el grupo comenzó una reunión para
intercambiar condenas.
—¡Solo hablar de eso trae ira a mi corazón!
Hace veinte años, había un pueblo donde un
cerdo demoníaco se volvió loco y destruyó la
casa del maestro. La casa se derrumbó, toda la
familia murió. Ese cerdo huyó a la Ciudad
Fantasma. En ese momento solo había entrado
en el oficio, así que fui tras él, pero un puñado de
fantasmas me derrotó y no tuve más remedio que
escapar. ¡Qué humillación! También envió un
lacayo para decirme que; no había ninguna razón
por la que uno pudiera comerse a toda una familia
de cerdos y que un cerdo no pudiera matar a toda
una familia en venganza. Si el cerdo no buscó
venganza, entonces es tu día de suerte, si lo hizo,
entonces lo merecías. Ahora dime, ¿qué es esa
lógica podrida?
—¡Qué casualidad! Nuestra secta experimentó
algo similar, ¡pero fue por un espíritu de gallo!
—Nuestra historia es simple. Porque el dios
que adorábamos en nuestra secta era uno de los
que él nombró para ese desafío, no importa

856
cuántos templos construyamos, él los quemaría.
¡Qué indignación! ¡Absolutamente irrazonable!
—Yo también yo también. Todos ustedes
saben de mi Shixiong, ¿verdad? ¡Talentoso con
un futuro infinito! Solo tenía un pequeño vicio: le
encantaba engañar a las mujeres. Hace décadas,
una pequeña fantasma prostituta sedujo a mi
Shixiong y lo succionó hasta ser carne seca y ese
Hua, Hua, Hua, ese Rey Fantasma se atrevió a
refugiarla.
Las críticas estaban incrementando abajo, pero
por encima de ellos, Hua Cheng parecía aburrido,
sin siquiera molestarse en dar una sonrisa
burlona.
Ojo del Cielo dijo: —Creo que he oído hablar de
tu Shixiong antes. ¿No era ese el tipo que, bajo
el pretexto de realizar rituales y ceremonias,
confundiría y violaría mujeres casadas? ¿El que
estuvo encerrado durante tres meses?
—¡Ejem, Ejem, Ejem!
Dio la casualidad de que en ese momento los
ayudantes trajeron su comida y la multitud desvió
la atención apresuradamente.
—La comida está aquí, la comida está aquí,
vengan, vengan, no digamos más, hermano Ojo
del cielo, comamos.
Xie Lian se enderezó, miró los platos que traían
los ayudantes de la posada.

857
Hua Cheng dijo: —No hay necesidad de seguir
mirando, caerán en el momento en que coman
esas cosas.
Xie Lian dijo en voz baja: —Esto va a ser
problemático.
Aunque esa multitud de monjes y cultivadores
eran implacables y extremadamente molestos,
aun así, no podían dejarlos morir en este peculiar
y sombrío establecimiento. Sin embargo,
tampoco era una buena idea dar alarma.
En ese momento, Ojo del Cielo dijo:
—¡Deténganse!
Miró esos platos y bloqueó los otros, sus ojos
afilados y centelleantes.
Xie Lian elogió mentalmente: —¡Él sí tiene algo
de habilidad!
Los otros se preguntaron: —Hermano Ojo del
Cielo, ¿qué pasa?
Ojo del Cielo extendió un dedo y limpió los
bordes de un plato, luego levantó el dedo en el
aire y gritó de rabia: —¡TANTA GRASA DE SOLO
LA PASADA DE UN DEDO! Los platos no están
limpios, ¿qué tipo de negocios mantienen por
aquí?
—…
Xie Lian había pensado que había notado algo
extraño, pero no había imaginado que fuera un
tipo diferente de extraño. Aunque se quedó un
poco sin palabras, los resultados fueron todos
858
iguales. En el momento en que Ojo del Cielo se
quejó, los demás también comenzaron a
quejarse.
—¿Qué es esto, todo está pegajoso como
escupitajos...? ¡Espera! ¡HAY PELO EN ESTE
PLATO!
Alguien se acercó con sus palillos para revolver
y de hecho se removieron unos cuantos
mechones de cabello negro.
—¿SANTA MIERDA QUÉ ESTÁ
SUCEDIENDO EN SU COCINA? ¿QUIÉN
DEMONIOS ESTÁ EN LA PARTE DE ATRÁS?
Los ayudantes se frotaron las manos y
sonrieron.
—Hum... recientemente matamos unos
cerdos, ¡así que probablemente sean pelos de
cerdo!
Sin embargo, cuando los palillos picaban en
esos pelos, cuanto más se tiraban, más y más
largos se hacían.
—¿QUÉ TIPO DE CERDOS TIENE PELOS
ASÍ DE LARGOS? ¿ESTÁ TU AMA
LAVÁNDOSE EL CABELLO EN LA COCINA?
—¡Llévate todo esto y hazlo de nuevo!
—¡Síseñor, síseñor! —Los ayudantes se
apresuraron a asentir—. ¡Vamos a rehacer todo,
de inmediato! Por favor, señores, beban agua,
beban agua.

859
—El agua potable tampoco será buena
—pensó Xie Lian—. ¡También debe haber algo
en el agua!
Antes de que los ayudantes se alejaran,
cuando el agua casi había llegado a los labios de
la multitud, Ojo del Cielo gritó de nuevo:
—¡Vuelve aquí!
El ayudante regresó con una sonrisa de
disculpa.
—¿Mi señor Daozhang necesita algo más?
—Déjame preguntarte, ¿has visto a una mujer
muy extraña con un niño pequeño venir?
—Preguntó Ojo del Cielo.
Así que él preguntó después de todo.
—Gracias a los cielos, les he pedido que no le
digan nada —pensó Xie Lian.
Sin embargo, quién hubiera sabido que justo
cuando estaba pensando esto, el ayudante
respondió sin pausa: —¡Oh, lo he hecho!
Xie Lian: —¿…?
La multitud se sorprendió y dejaron sus aguas,
bajando la voz.
—¿Dónde están?
Ese ayudante también bajó la voz.
—¡Arriba!
La multitud estaba instantáneamente en alerta
máxima, sus miradas brincaban hacia arriba. Xie
Lian bloqueó rápidamente ese agujero que Hua
Cheng asomó con su dedo. Un momento
860
después, se escucharon ruidos de un grupo de
personas que subían las escaleras. Xie Lian se
arrastró hasta la puerta, escuchando los pasos,
parecía que el ayudante había dirigido a esa
multitud arriba, escabulléndose hacia ellos. Su
brazo izquierdo sostenía a Hua Cheng, su
espada agarrada a su mano derecha, Ruoye
junto a su persona protegiéndolos, todas las
armas listas, estaba tenso y en guardia. Sin
embargo, esos pasos pasaron justo al lado de su
puerta y continuaron hasta el largo pasillo.
Desconcertado, Xie Lian se apretó contra la
puerta y miró a través de las grietas. Esa multitud
pasó por esta habitación y estaba rodeando la
entrada de otra.
Dentro de esa habitación parecía haber una
persona; una débil luz se filtró a través de las
ventanas empapeladas y reflejó la silueta de una
mujer sentada junto a la mesa.

861
Capítulo 138
Sobre colinas áridas; creando disturbios en
la posada de corazón negro (parte dos)

N
unca se habría imaginado que el
ayudante realmente mantendría su
promesa y no los delataría. Era de otra
persona de la que hablaban.
Parecía que, aparte de ellos dos, había otra
mujer muy extraña con un niño pequeño que
había venido a esta posada para alojarse por la
noche.
Ojo del Cielo y su grupo se miraron e hicieron
gestos con las manos casi uniformemente, listos
para abrir la puerta de una patada. De repente, la
luz dentro de la habitación se apagó y la silueta
desapareció. Inmediatamente después se
produjo un ruido.
Pam Pam Pam
Se escuchó una serie de pasos rápidos y
apresurados y una mujer abrió la puerta de un
tirón, diciendo: —¿QUÉ HACEN USTEDES

862
HOMBRES APESTOSOS AMONTONADOS
FUERA DE MI PUERTA EN MEDIO DE LA
NOCHE? ESTA VIEJA QUIERE BAÑARSE,
¿QUÉ PLANEAN? ¿¡HUH?!
Esta mujer era delgada y sensual en su figura,
su rostro sin maquillaje era celestial; a pesar de
que tenía el aire de un gallo de pelea, era
completamente una mujer. Chasqueó la lengua,
se subió las mangas y continuó maldiciendo.
—Y ES UN MONTÓN DE MONJES Y
CULTIVADORES TAMBIÉN. ¿NO SON
USTEDES SACERDOTES RELIGIOSOS?
¡¿QUÉ PASÓ A TODOS SUS VOTOS DE
CASTIDAD?!
Algunos de los monjes murmuraron: —Es un
malentendido, es un malentendido...
Esa mujer levantó sus cejas increíblemente en
alto, alzando sus manos como si estuviera lista
para atacar.
—¿ME IMPORTA QUE SEA UN
MALENTENDIDO O UNA REUNIÓN? ¡SALGAN
AHORA O ESTA GRAN MADRE LES DARÁ
CON UNA LINDA BAÑERA!
—Oh, Oh, Oh, ESTA SEÑORA, ¿CÓMO
PUEDE USTED SER ASÍ? ¡CUIDE SUS
VIRTUDES!
—Vámonos de aquí…
Aunque Xie Lian no reconocía el rostro de esa
mujer, él todavía sentía que su voz y su aura eran
863
extremadamente familiares. Un momento
después, exclamó en un susurro: —¿Lan Chang?
—Es correcto. Es ella. —Hua Cheng respondió.
Al ver a la multitud dispersarse, Lan Chang
pareció soltar un suspiro de alivio, miró a su
alrededor y regresó apresuradamente a su
habitación, cerrando la puerta. No estaba
cubierta de demasiado maquillaje, mostrando al
mundo una cara simple y aunque había varias
arrugas alrededor de sus ojos, su edad visible,
era inesperadamente algo elegante y Xie Lian
casi no la reconoció. Si ella se hubiera
presentado así ese día en el Gran Salón Marcial,
la afirmación de inocencia de Pei Ming podría no
haber sido tan convincente. Antes, cuando el
Monte Tonglu se reabrió y los demonios se
agitaron por primera vez, hubo un número
significativo de monstruos y demonios que
escaparon de su sello y Lan Chang y el espíritu
del feto se encontraban entre ellos. Si la mujer
muy extraña a la que se refería el ayudante era
Lan Chang, entonces ¿eso no significaba que el
hijo que tenía con ella era...?
Xie Lian le susurró a Hua Cheng: —El espíritu
del feto debe estar con ella. Esa criatura es
demasiado peligrosa, no podemos dejar que se
escapen así.
Sin embargo, la posada en la que se
encontraban ya era sombría y había una banda
864
de maestros mortales que perseguían a Hua
Cheng. No sería fácil para ellos capturarlos en
estas circunstancias.
Esa multitud de monjes y cultivadores llegaron
a la escalera y el ayudante preguntó: —¿Y? ¿No
era esa la persona que buscan mis señores?
—¡No lo es! —Ojo del Cielo respondió—. ¡Ahh!
Déjeme preguntarle, ¿ha visto a un cultivador con
un niño pequeño?
El ayudante lo pensó y dijo: —No hay un niño,
pero hay un cultivador que está solo.
Al escuchar esto, la multitud se animó una vez
más y le preguntaron en voz baja: —¿Dónde está
él?
Ese ayudante respondió en voz baja también.
—Por aquí.
Esta vez, él estaba apuntando a una habitación
diferente. La multitud se miró de nuevo y una vez
más encogieron la cabeza.
Sin embargo, inesperadamente, esta vez,
cuando estaban quietos a menos de tres pies de
la puerta, repentinamente se escuchó un sonido
agudo que asomó el aire y un talismán amarillo
salió disparado de las grietas de la puerta,
rozando la mejilla de Ojo del Cielo y clavándose
en la pared detrás de él. Aturdida, la multitud fue
a mirar ese talismán y descubrieron que estaba
medio incrustado en la pared como una placa de
acero.
865
Varios de ellos estaban a punto de entrar en la
habitación, pero Ojo del Cielo los detuvo.
—¡No es él! Pero sigue siendo alguien
impresionante, nadie se precipite y comience
disturbios. —Luego le hizo un gesto de saludo y
dijo—: Lamento haberlo molestado, experto
maestro. Esto no es más que un malentendido,
El que estaba dentro de la habitación no
respondió, verdaderamente el estilo de un
maestro experto. La multitud retrocedió y alguien
preguntó: —Dao-Xiong, ¿por qué dijiste que no
era él dentro de la habitación? ¿No tenían las
manos de ese cultivador de la basura quien arrojó
esas armas ocultas la misma fuerza?
Cultivador de la basura...
Xie Lian tuvo que pensar realmente en ello
antes de que se diera cuenta que el arma oculta
eran sus albóndigas de incorruptible castidad.
Bien de acuerdo…
Ojo del Cielo respondió en voz baja: —Por
supuesto que no es él. Ambos lanzaron armas
ocultas, pero las manos y la fuerza del que está
dentro de la habitación era un poco más débil que
la de ese cultivador de la basura...
No había terminado sus palabras antes de que
otros siete u ocho talismanes amarillos salieran
disparados desde atrás, clavándose en las
puertas y paredes como flechas. La multitud
estaba aterrorizada y huyó escaleras abajo sin
866
otra palabra. Al ver que todos se habían ido, Xie
Lian abrió sigilosamente la puerta, sacó un
talismán amarillo de la pared y regresó a la
habitación. Hua Cheng usó dos dedos para
encender ese talismán amarillo y con solo una
mirada, lo arrojó ligeramente.
—Ojo del Cielo no está tan mal.
En la superficie de ese talismán amarillo había
una capa de aura espiritual, esta era la razón por
la que era tan afilado como un cuchillo, fuerte
como el acero cuando se disparó y se clavó
profundamente en la pared.
Anteriormente, sin embargo, Xie Lian lanzó
esas albóndigas con tanta fuerza que se
dispararon como bolitas de hierro y todas fueron
liberadas a través de su propio control de la
fuerza, sin ningún poder espiritual adicional.
Después de todo, había pasado siglos sin poder
espiritual y durante mucho tiempo se había
acostumbrado a depender de sí mismo para
hacer cualquier cosa en lugar de depender de los
poderes espirituales. Ojo del Cielo había usado
esto para determinar la diferencia en la fuerza.
Xie Lian no pudo evitar preguntarse:
—¿Cuántos tipos diferentes de personas se
reúnen en esta posada? ¿Por qué hay incluso un
cultivador alojándose aquí? ¿Podría él también
estar aquí para derrotar al mal? Es normal que
esos monjes y cultivadores mundanos no noten
867
nada, pero ¿con el nivel de habilidad de este
individuo, cómo puede es que no puede sentir
nada extraño en esta posada? De cualquier
manera, ahora no puedo dejar que esos monjes
y cultivadores descubran que San Lang está
aquí. Si comienzan a hablar y ese individuo en la
sala escucha por casualidad, eso podría agregar
uno más a la persecución. Este cultivador podría
no ser tan fácil de lidiar como el grupo de ellos.
La multitud volvió a bajar y volvió al vestíbulo,
sentándose de nuevo en esa larga mesa. Xie Lian
se asomó por el agujero que creó Hua Cheng y el
ayudante dijo: —Iré a hacer que las cocinas
preparen sus órdenes de inmediato, orden mis
señores, por favor, esperen un poco más, jejeje.
—¡ESPERE! Llévese las aguas también. Lave
sus tazas adecuadamente antes de servirlas.
—Por supuesto por supuesto. Jejeje.
Ese ayudante se fue con la cara llena de
sonrisas y probablemente se dirigía a las cocinas.
Xie Lian pareció recordar que la cocina estaba
ubicada detrás de la posada, así que tomó a Hua
Cheng y salió por la ventana para aterrizar fuera
de la posada. Se dio la vuelta hacia atrás y
recogió unas cuantas rocas pequeñas y lisas,
agarrándolas en la mano en caso de que
necesitara usarlas más tarde.
Se escondió en la pared fuera de la cocina. Hua
Cheng volvió a golpear y apareció un pequeño
868
agujero en la pared, como si la pared estuviera
hecha de tofu. Xie Lian se acercó para ver qué
tipo de propietario tenía este sombrío
establecimiento.
La luz de la cocina era tenue, solo unas pocas
lámparas estaban encendidas y no se veía a
nadie. Pero escuchando atentamente, había
sonidos de crujidos provenientes de algún lugar.
Xie Lian se movió un par de ángulos y
finalmente descubrió que el sonido venía de
debajo de la estufa. Su visión estaba bloqueada
por la estufa, pero junto al mostrador había una
pierna humana. Obviamente, el hombre ya
estaba muerto, pero todavía estaba temblando
junto con el sonido de masticar y saborear.
En ese momento, varios de los asistentes
entraron a la cocina.
—Mi rey...
Detrás de las estufas, un hombre sucio y
desaliñado levantó repentinamente la cabeza,
masticando con su boca y él respondió con voz
sofocante: —¡¿QUÉ?!
Los labios de ese hombre estaban cubiertos de
sangre fresca, sus ojos emitían un brillo verde y
en su boca colgaba la mano de un humano como
si fuera patas de pollo. Tanto esa expresión y esa
figura eran horribles, pero aún podía verse
fácilmente: ¡era el hombre que Qi Rong poseía!

869
Con las mejillas rellenas, chupó los dedos de
esa mano que aún no habían sido comidas del
todo y un momento después, escupió unos
cuantos huesos, golpeando directamente los
rostros de los ayudantes. Él maldijo: —¡Eres una
basura inútil que nació de un montón de mierda!
Llorando como si estuvieras de luto y yo pensé
que estarías trayendo a este ancestro comida.
¿Bien? ¿Dónde están los humanos? ¿Dónde
está la carne? ¿NO TE DI YA EL VENENO, POR
QUÉ TODAVÍA ESTÁN VIVOS?
Parecía que el que estaba tirado en el suelo y
que en ese momento estaba siendo comido era
el propietario original de este establecimiento o
algún otro viajero que pasaba por allí.
Los ayudantes se sintieron agraviados.
—Mi rey, no es que seamos inútiles, sino que
la multitud de monjes y cultivadores siguió
presionando y dificultando todo. Primero
despreciaron los platos por ser demasiado
grasientos, luego despreciaron los pelos de los
platos. Se niegan a comer cualquier cosa que
estemos sirviendo.
Qi Rong masticó crujientemente y luego chupó
la sangre de esos diez dedos.
—¿QUÉ? ¡¿Qué demonios?! ESTE
ANCESTRO PERSONALMENTE LOS
COCINARÁ EN UNA COMIDA DE EJECUCIÓN.
Ya deberían estar llorando lágrimas de alegría
870
por no hacerlos arrodillarse y lamer el suelo.
¿QUIÉN MIERDA les dio el derecho a
despreciar? ¡Deberían intentar comer lo que hace
el primo príncipe heredero, ESA MIERDA ES
PEOR QUE LA MIERDA MISMA, ESOS
CABRONES DEBERÍAN SABER
ARRODILLARSE ANTE ESTE ANCESTRO EN
AGRADECIMIENTO!
Xie Lian: —…
—Gēge no le haga caso a lo que dice una
basura inútil. —Hua Cheng lo consoló.
—… sí.
—TODO ES PORQUE USTEDES SON
BASURA INÚTIL, ¡NI SIQUIERA PUEDEN
LAVAR BIEN LOS PLATOS!
Qi Rong se puso de pie de un salto y maldijo
mientras golpeaba a los ayudantes. Satisfecha su
ira, Qi Rong se subió las mangas, se limpió los
labios cubiertos de sangre con sus manos y tomó
la espátula, magullando y golpeando el wok de
hierro, maldiciendo mientras ordenaba.
—¡¡¡VEN AQUÍ!!! Abre tus ojos de mierda, ¡te
dejaré presenciar las habilidades de este
ancestro! ¡A ver si ustedes tienen algo de mierda
qué decir después!
Las llamas rugieron a los cielos y poco
después, efectivamente, hizo de nuevo otro
grupo de platos y ordenó a esos ayudantes que
los sirvieran.
871
Qué tal grupo; la carne era abundante, las
verduras frescas, aromáticas y seductoras. Xie
Lian regresó a la habitación de huéspedes en el
segundo nivel y se asomó hacia abajo y esos
monjes y cultivadores estaban asombrados.
—¡Esto se ve bien!
—¡Sí! Esto está muy bien hecho,
especialmente este pollo con sal y pimienta,
gordo y tierno... ¿no es un poco demasiado gordo
y tierno? ¿Nunca había visto patas de pollo así
de largas?
Los asistentes explicaron: —¡Oh! Esta es la
especialidad de nuestra casa, no se trata de sus
patas de pollo típicas, sino de las patas de gallina
fénix blancas, especialmente seleccionadas, sin
garras. ¿No se ven suaves y delicadas como una
niña, seductora y tentadora?
—Tiene razón. Pero me gusta más la piel de
este cerdo frito; la piel de cerdo es ligeramente
crujiente y tierna, el fuego está bien controlado...
espera, ¿por qué este cerdo tiene tatuajes?
Los ayudantes explicaron: —¡Oh! Es porque
nuestro chef quería demostrar sus habilidades
divinas de tallado, por lo que esto fue
intencionalmente grabado para mostrar un
pequeño truco, eso es todo.
—Estas costillas agridulces no parecen estar
cocidas y la salsa es demasiado espesa, no están

872
tratando de cubrir nada raro con todo el sabor
agridulce, ¿verdad?
Los ayudantes explicaron: —¡Oh! Nada de ese
tipo. Todo en este establecimiento se mata y
vende el mismo día, es solo que nuestro chef es
de un sabor más fuerte, eso es todo.
—…
Al ver cómo alababan los platos sin parar y
estaban a punto de comer, Xie Lian ya no podía
contenerse más y tiró una pequeña piedra que
recogió antes, lanzándola fuera de ese pequeño
agujero.
Este golpe golpeó la mano que Ojo del Cielo
usaba para levantar la taza de té de la que iba a
beber para desintoxicarse y su brazo se
estremeció, derramando el agua de la taza. Este
derrame salpicó directamente en la cara de uno
de los ayudantes que seguía sonriendo.
Esa agua no estaba caliente, pero era como si
se hubiera derramado agua hirviendo sobre el
ayudante y se cubrió la cara.
—¡AAHHH!
Ahora todos en la mesa estaban
desconcertados y todos levantaron sus armas.
—¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!
Ojo del Cielo tomó la mano de ese ayudante y
la apartó.
La multitud dijo: —AH.

873
Las características faciales de ese ayudante
estaban medio derretidas, como si se hubiera
derramado agua sobre una hoja de papel en
blanco y la tinta se derramara. Borrosos rastros
de tinta se extendieron por las mejillas y rodaron
hacia abajo.
Sus rasgos y sonrisas fueron dibujados con un
pincel.
—…
Sin perder el ritmo, el grupo volteó la mesa y al
instante comenzaron una pelea con los
ayudantes.
Esos ayudantes estaban abrazando sus
cabezas mientras eran golpeados, aullando.
—¡¡¡MIS SEÑORES!!! ¡POR FAVOR PAREN!
HUM, ESA HUM, ESA MUJER EXTRAÑA CON
UN PEQUEÑO NIÑO QUE ESTÁN BUSCANDO
¡ESE EXTRAÑO CULTIVADOR! ¡ESTÁ ARRIBA!
¡ESTÁN ARRIBA! ¡VAYAN A ENCONTRARLOS!
¡DÉJENNOS IR! ¡¡¡SOLAMENTE SOMOS
TRABAJADORES DE MEDIO TIEMPO!!!
—¡VAA! ¿TRABAJADORES DE MEDIO
TEMPO? ¿A QUIÉN LE ESTÁN TOMANDO EL
PELO?
—¿TRATANDO DE ENGAÑARNOS?
¿PIENSAN QUE SOMOS TAN TONTOS? ¡ES
MUY TARDE AHORA!
Los ayudantes se sentían agraviados.
—¡No estamos mintiendo! ¡Es verdad!
874
La pelea en la planta baja se estaba volviendo
loca y viendo que esos maestros tenían la ventaja
abrumadora, Xie Lian negó con la cabeza. Dejó
de preocuparse y estaba a punto de capturar a
Lan Chang y al espíritu del feto en medio de este
caos, cuando inesperadamente, antes de que la
puerta se abriera, un grito vino del corredor. La
voz aterrorizada de Lan Chang sonó: —No... te lo
ruego, ¡no quiero ir! ¿Por favor, te lo ruego,
déjanos ir! ¡Me arrodillaré y haré una reverencia!
La voz enojada de un joven dijo: —¿A quién le
importa tu reverencia? Si te vas, ¿entonces yo…
mi general qué debería hacer? Joder, ustedes
madre e hijo realmente lo engañaron en todo este
tiempo. ¡Basta de esta conversación inútil, vas a
venir conmigo!
Al escuchar esa voz, Xie Lian abrió la puerta de
golpe.
—¡¿Eres tú?!
Xie Lian salió por la puerta.
—¿Fu Yao? ¿Por qué estás aquí?
Lan Chang lo vio y abrió los ojos.
—¿... el Príncipe Heredero?
—… —Fu Yao lo miró de arriba abajo por un
momento, sus labios se movieron, pero al menos
sus ojos no rodaron hacia arriba. Él le preguntó
otra vez—: ¿Por qué está aquí también?

875
Xie Lian se miró a sí mismo y rápidamente se
quitó la túnica de la mujer y respondió: —Es una
larga historia.
En ese momento, Fu Yao notó que Hua Cheng
estaba a su lado y sus pupilas se encogieron.

876
877
Capítulo 139
Sobre colinas áridas; creando disturbios en
la posada de corazón negro (parte tres)

F
u Yao exclamó: —¿...TÚ?
Hua Cheng dijo hum fríamente y lo ignoró. En
cuanto a Lan Chang, en el momento en que
los vio, se dio la vuelta para saltar. Fu Yao se dio
cuenta y se dio la vuelta.
—¡PARE AHÍ MISMO!
Todavía no había salido cuando una larga
banda de seda blanca salió volando y le ató el
tobillo. Lan Chang inmediatamente cayó al suelo,
abrazándose el vientre mientras daba la vuelta.
Parecía que el espíritu del feto estaba escondido
en su vientre de nuevo.
Xie Lian dijo mientras retiraba a Ruoye: —Si
quisiera que se detuviera, debería haber hecho
esto... solo gritar no tiene sentido. Por cierto,
estuvo hablando de su general antes, ¿qué le ha
pasado a su general?

878
Fu Yao no respondió. Solo dijo hum y se
levantó para agarrar el brazo de Lan Chang,
pareciendo que estaba realmente furioso ahora.
No solo agarró con fuerza a la mujer, su acción
implacable y firme, sino que realmente dijo
algunas maldiciones; este no era el Fu Yao que
conocían desde antes. Sin embargo,
inesperadamente, antes de que pudiera levantar
a Lan Chang, su vientre se hinchó
repentinamente como un globo, una figura blanca
salió disparada y gritó cuando se abalanzó sobre
la cara de Fu Yao.
¡Era el espíritu del feto!
Cada vez que regresaba al vientre de su
madre, guardaba otra ronda de energía. Por lo
tanto, este ataque fue traicionero y Fu Yao tuvo
que concentrarse para combatirlo, moviendo su
mano para golpearlo. Ese espíritu infantil fue
golpeado hacia atrás como una pelota y se
estrelló en la pared con un golpe, luego se
disparó hacia Xie Lian.
—¡Atrápalo! ¡No dejes que se escape! —Gritó
Fu Yao.
Antes de que Xie Lian se hubiera movido, Hua
Cheng ya se estaba posicionando frente a él. Esa
pelota, el espíritu del feto, frenó bruscamente
delante de él y volvió a atacar a Fu Yao una vez
más. Este bulto de bola fantasma rebotaba y

879
arrasaba en el corredor, pero también era un
caos completo abajo.
Podían escuchar los gritos de los ayudantes
suplicando misericordia.
—¡Señores míos, sean magnánimos!
¡Nosotros los humildes también estamos
haciendo esto solo para comer algo!
—¡Sí, ya no haremos esto nunca más! A decir
verdad, a lo sumo, solo nos robaríamos algunas
gallinas para comer, todo es por ese verde... por
ese viejo señor verde quien nos obligó a ser sus
subordinados y a hacer esto, ¡está en la cocina
ahora mismo!
Al ver que la situación se había convertido en
un completo caos, Xie Lian de repente recordó
algo y saltó desde el segundo piso. Qi Rong
estaba en la cocina, con las piernas cruzadas,
limpiándose los dientes alegremente mientras
esperaba que su comida se sirviera. De repente,
hubo un gran ruido sordo; una figura había
pateado la pared y saltó agresivamente.
—¡Qi Rong! ¿Dónde está Gu Zi?
Esta clásica entrada de dios marcial hizo que
Qi Rong se pusiera de pie de la sorpresa.
—¡¿TÚ?! ¿Por qué estás aquí? ¿¡NO PUEDES
GOLPEAR LA PUERTA COMO UNA PERSONA
NORMAL?!

880
Sin perder un segundo, Xie Lian se levantó y lo
abofeteó, presionándolo sobre la tabla de cortar
como un pato.
—¡Basta de tonterías! ¿Qué le hiciste al niño?
Qi Rong sonrió con una sonrisa llena de
dientes.
—Jejeje, mira, ¿no está el suelo amontonado
con ellos?
¿De qué está amontonado el suelo? ¡Huesos
humanos!
La furia ardió en el corazón de Xie Lian y apretó
más firme con fuerza. Entonces Qi Rong
comenzó a gemir y aullar.
—¡AU, AU, AU BRAZO! ¡MI BRAZO SE HA
ROTO! ¡ROTO! ¡PRIMO PRÍNCIPE DE LA
CORONA ESPERA! ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN,
ESTÁ BIEN, SERÉ HONESTO, MENTÍ, ¡NO LO
COMÍ! ¡NO LO HICE! IBA A HACERLO ¡PERO
NO LO HAGO AÚN!
—¿Dónde está él ahora? —Xie Lian exigió.
—¡DEJA DE APLASTAR, DEJA DE
APLASTAR! Te lo diré, ese pequeño abraza pies
está encerrado en el cobertizo del lado, ¡SOLO
MIRA Y VERÁS!
Xie Lian le ordenó a Ruoye que atara a Qi Rong
y abrió una pequeña puerta al lado de la cocina.
Efectivamente, Gu Zi estaba acurrucado en el
interior. Xie Lian sintió la respiración bajo su nariz
y notó que su respiración era firme, su carita
881
estaba roja y sonrojada, pareciendo estar
profundamente dormido. Sin embargo, cuando
Xie Lian lo levantó, pudo sentir que el cuerpo del
niño estaba caliente al tocarlo como si tuviera
fiebre y el corazón de Xie Lian se tensó.
En ese momento, esos monjes y cultivadores
también llegaron y en el momento en que
entraron a la cocina, pisaron el suelo lleno de
huesos humanos y casi se resbalaron. La escena
fue impactante y horrorosa y todos gritaron.
—¿HUH? ¡ES UN ESTABLECIMIENTO
SOSPECHOSO!
—¿ASÍ QUE TODOS LOS PLATOS
AFUERA...? ¿TODOS ESTÁN... HECHOS DE
CARNE HUMANA?
—¡Te dije que nunca había visto patas de pollo
tan largas!
Justo al mismo tiempo, hubo otro fuerte
retumbar y se perforó un nuevo agujero en el
techo, un bulto de bola blanca se estrelló.
—¡¿QUÉ ES ESO?! —Lloró la multitud.
Poco después, Fu Yao también saltó desde ese
agujero, lanzando más de diez talismanes
amarillos de su mano, gritando: —¡PIÉRDANSE!
¡NO SE METAN EN MI TRABAJO!
—¡AH! ¡Es el hábil maestro! —Gritó la multitud.
Luego, Lan Chang se arrastró y también bajó
por el agujero.
—¡DEJA DE PEGARLE!
882
—¡QUÉ-! ¡UNA MUJER! —La multitud volvió a
gritar.
Esos talismanes amarillos se disparaban como
clavos de hierro, como espadas voladoras y
mientras Xie Lian esquivó con solo un ligero
movimiento de su cuerpo, Qi Rong no pudo
escapar y todos lo apuñalaron directamente
sobre su espalda.
Él gimió patéticamente: —¡¡¡ASESINO DE
FANTASMAS!!!
La multitud se aglomeró y se reunió alrededor
de él para examinar los talismanes, jadeando de
asombro.
—Wow, qué increíble habilidad para disparar
talismanes…
Una buena y vieja cocina fue repentinamente
aplastada y llenada de gente, escandalosa y
ruidosa. Fu Yao estaba persiguiendo al espíritu
del feto saltando arriba y abajo, Lan Chang
estaba persiguiendo a Fu Yao como si se hubiera
vuelto loca. La mitad de la cara de Qi Rong
cambió de forma por la forma en que Xie Lian lo
presionaba contra la tabla de cortar, su espalda
se convirtió en blanco de los talismanes amarillos
que Fu Yao lanzó mientras era observado por
una multitud y Lan Chang lo pisoteaba de vez en
cuando a tiempo.
Qi Rong se lamentó patéticamente: —¿POR
QUÉ? ¿POR QUÉ HAY TANTAS PERSONAS?
883
¿QUIÉN ERES TÚ? ¿Y QUIÉN ERES TÚ?
¿ACASO NADIE ME VA A DEJAR COMER?
¿POR QUÉ SIEMPRE ES ASÍ SIN IMPORTAR A
DÓNDE VAYA? ¿QUÉ TIENEN USTEDES
CONTRA MÍ??
Mientras gemía, sus ojos giraron y vieron a
través de la pared colapsada de la cocina hacia
el exterior de la posada. Hua Cheng parecía no
haber notado el caos en el interior y estaba
sentado tranquilamente debajo de un árbol con
suficiente tiempo para construir un palacio de
láminas doradas. Quién sabe cuánto tiempo
estuvo jugando, pero ante él ya existía una
suntuosa y pequeña mansión hecha de más de
diez láminas de oro.
Qi Rong instantáneamente cambió su tono y
gritó: —¡TODOS MIREN AFUERA, RÁPIDO!
XUEYU TANHUA SE HA CONVERTIDO ES UN
MOCOSO ¡SI TIENEN RENCORES CONTRA ÉL
VAYAN AHORA! NO PIERDAN ESTA
OPORTUNIDAD, SI PASAN A TRAVÉS DE
ESTE PUEBLO, NO HABRÁ OTRA OPORTU...
Antes de que terminara, un cuchillo de
carnicero sangrante, reluciente y despiadado fue
introducido en su boca entre los dientes. El
mango del cuchillo de carnicero estaba en la
mano de Xie Lian.
Xie Lian sonrió.
—¿Hum? ¿Qué estás gritando?
884
Qi Rong no vio cómo Xie Lian pudo empujar
ese cuchillo en su boca; solo podía sentir frío en
sus labios y la punta de su lengua sintiendo que
había un repentino objeto nuevo,
extremadamente afilado. A pesar de que no
estaba herido, si intentaba moverse incluso una
pulgada, su boca iba a sangrar y su voz moría en
su garganta.
Sin embargo, la multitud ya había visto al Hua
Cheng que estaba amontonando un palacio de
láminas de oro en las afueras de la posada.
—¡¿ESE ES ÉL?!
—¡PROBABLEMENTE!
Con Gu Zi en un brazo y tirando de Ruoye con
el otro, Xie Lian salió corriendo para llegar antes
que los demás.
Qi Rong aún estaba limitado por Ruoye y gritó
mientras lo arrastraban por el suelo: —XIE LIAN,
PERRO DE MIERDA, DEBES ESTAR
HACIENDO ESTO A PROPÓSITO, NUNCA HE
VISTO A ALGUIEN TAN MALO COMO TÚ
FALSO LOTO BLANCO AAAAAHAHHHHHHH-
La multitud se reunió alrededor.
—¿Nos... acercamos?
—Cuidado con los trucos. ¿Qué tal si
observamos primero?
Justo al mismo tiempo, Hua Cheng terminó de
construir el pequeño palacio dorado y se puso de
pie, alzando las cejas mientras miraba de reojo el
885
pequeño edificio que construyó y le dio una
patada suave.
Flop, flop, flop.
El palacio dorado se derrumbó.
Y esa posada también retumbó mientras se
derrumbaba al mismo tiempo.
La ilusión fue rota. Xie Lian volteó y miró que
detrás no había ninguna posada, sino una casita
colapsada, del tipo que era normal en colinas
áridas como esta. La posada anterior fue creada
por un hechizo de ilusión.
Esa multitud de monjes y cultivadores que aún
no habían decidido si acercarse o no, fueron
aplastados, eliminados por troncos podridos y
pajitas rasgadas. Xie Lian corrió al lado de Hua
Cheng.
—San Lang, ¿usar tus poderes así no te
afectará?
Hua Cheng agitó su mano con compostura y
esas láminas de oro desaparecieron en el aire.
—No se preocupe, Gēge algo pequeño como
esto no es nada.
En ese momento, un trozo de un techo roto se
movió y Fu Yao se asomó empujando un lote de
heno y exclamó con enojo: —A TI NO TE
FASTIDIA, ¡A MÍ ME FASTIDIA!
Finalmente había capturado el espíritu del feto,
pero de repente su visión se oscureció y cuando
levantó la vista, ese techo podrido se estaba
886
rompiendo y derrumbando, desmoronándose
justo encima de él, ¡qué desastre! Fu Yao se
arrancó un trozo de paja del cabello y pisó fuerte
hacia Xie Lian y Hua Cheng, mirando a Hua
Cheng que era más bajo que él en este momento
y se enfureció.
—USTEDES... ¡Lo hicieron a propósito!
Hua Cheng parpadeó, pero no respondió y
tampoco se burló, solo levantó sus ojos negros
para mirar a Xie Lian. Xie Lian inmediatamente
dejó caer su brazo, lo agarró por el hombro y lo
jaló detrás de su persona.
—No, no, realmente no. Los niños no saben
cómo controlarse a sí mismos... lo siento, Fu Yao.
Fu Yao lo miró con incredulidad con la cabeza
llena de pelo revuelto.
—... ¿Niños? Dianxia, ¿realmente cree que soy
tan ciego como para no reconocer quién es?
Xie Lian respondió inocentemente: —¿De qué
estás hablando? Este es un niño muy normal.
—…
Fu Yao miró a Hua Cheng y entrecerró los ojos,
pero detrás de ellos se escucharon débiles
crujidos, parecía que Lan Chang también empujó
un pedazo de techo y salió. Fu Yao se volvió
hacia ella. Xie Lian suspiró aliviado, poniendo a
Gu Zi en el suelo, pero mientras lo hacía, una voz
vacilante sonó en sus oídos.
—... ¿Dianxia?
887
Xie Lian se enderezó de inmediato.
—... ¿Feng Xin?
Realmente era Feng Xin en el otro extremo y
sonaba como si también suspirara de alivio.
—¡Gracias a los cielos! Tu contraseña verbal
no ha cambiado después de todo.
Xie Lian rio secamente sin sonido. Hace
ochocientos años, cuando activó la contraseña
verbal por primera vez, fue; Solo recita el Sutra
de Ética mil veces; ochocientos años después, no
cambió y Feng Xin realmente la recordó. Xie Lian
recordó la forma en que Feng Xin se echó a reír
hasta que estuvo ronco cuando escuchó esa
contraseña verbal por primera vez hace muchos
años y no pudo evitar sentirse nostálgico, aunque
no era el momento adecuado.
—Sí, no ha cambiado. ¿Cómo está la Corte
Superior? ¿El Emperador Celestial está
informado del asunto de Ling Wen?
Hua Cheng escuchó que estaba hablando con
un Oficial Celestial de la Corte Superior y
conscientemente se alejó, colocando su mano en
la frente de Gu Zi para ver si estaba enfermo.
Por un lado, la voz de Feng Xin se puso seria.
—No es bueno. Él lo sabe. Todo la Corte
Superior está en caos en este momento.
Xie Lian suspiró: —Toda la coordinación y los
arreglos de los asuntos de la Corte Superior
siempre fueron manejados por Ling Wen, por lo
888
que no se podía evitar. ¿No podrían otros dioses
de la literatura tomar su lugar?
—Los hay, pero no son efectivos. —Feng Xin
dijo—. Por lo general, son los más diligentes en
despreciar el Palacio de Ling Wen, como si
pudieran hacer el trabajo mucho mejor si tuvieran
el puesto. Ahora que los necesitamos para
asumir la tarea, ni uno solo puede hacer ni la
mitad de lo que ella hace. Solo la organización y
gestión de noticias e información los mareaba;
varios dioses de la literatura abandonaron y
declinaron la posición. —Xie Lian negó con la
cabeza y Feng Xin agregó—: Y no solo Ling Wen,
sino que también le pasó algo a Mu Qing. Al
principio lo encerraron, pero golpeó e hirió al
oficial de guardia y escapó.
—¡¿Qué?! —Al escuchar esto, por impulso, Xie
Lian miró instantáneamente a Fu Yao. Ese joven
vestido de negro solo estaba diciéndole algo a
Lan Chang y aunque había disgusto en su rostro,
había más inquietud. Xie Lian se alejó y bajó la
voz—. ¿Qué le pasó a Mu Qing? ¿¿¿Cómo se
llegó a esto???
—No solo lo encerraron, todo el Palacio de
Xuan Zhen ha sido suspendido a la espera de una
investigación. —Feng Xin respondió—. Todo fue
por el espíritu del feto.
La voz de Xie Lian se volvió más suave.

889
—¿Qué pasó con el espíritu del feto? ¿Estaba
realmente relacionado con el caso?
—Hum. —Feng Xin dijo—. Todos los
demonios, fantasmas y monstruos sellados en
todas partes han escapado esta vez; Mu Qing era
responsable de la fantasma femenina Lan Chang
y ese espíritu feto, pero no logró capturarlos,
dejándolos escapar. Pero durante la búsqueda,
ese feto reconoció a Mu Qing y dijo que quien lo
extrajo del vientre de su madre y lo convirtió en
un pequeño fantasma fue Mu Qing.
—¡Eso es imposible! —Xie Lian soltó—. ¡De
ninguna manera! Aunque Mu Qing es alguien...
Bueno, ¿no tenía motivos para hacer algo como
esto?
—Quién sabe. —Feng Xin dijo—. Pero al
parecer, hay un método de cultivo perverso que
involucra el uso de bebés muertos para acelerar
la ascensión. Ahora hay un número de personas
que sospechan si su ascensión también fue
problemática, por lo que al principio planearon
encerrarlo antes de tomarse el tiempo para
investigar a fondo todas sus acciones pasadas,
pero quién hubiera sabido que no podía quedarse
quieto y huiría. Ahora todos creen que es
culpable y que escapó por el crimen.
—Espera, espera, espera, espera. —Xie Lian
dijo—. Esto, realmente no está bien. Si Mu Qing
fue el autor, entonces, ¿por qué el espíritu del feto
890
y Lan Chang no lo reconocieron al principio en el
Gran Salón Marcial y tuvieron que acusarlo
durante la captura? ¿No es esto obviamente una
calumnia?
—Para el momento que descubrí las cosas ya
habían progresado hasta este punto, tampoco
estoy seguro de lo que realmente sucedió.
—Feng Xin dijo—. Parece que Lan Chang y el
espíritu del feto tampoco sabían quién era el
hechicero, pero cuando el pequeño fantasma fue
moldeado y emergió por primera vez, tuvo un
momento aleatorio de claridad, se liberó del
control y dejó una cicatriz en ese individuo.
Cuando el espíritu del feto estaba luchando con
Mu Qing, vio que también había una marca de
mordida en el brazo de Mu Qing y era una vieja
herida de cientos de años.
—¿Esta marca de mordida coincide con la
cavidad del espíritu del feto? —Preguntó Xie
Lian.
—Coinciden completamente —respondió Feng
Xin.
—¿Y cómo explicó Mu Qing esta cicatriz? —Xie
Lian preguntó solemnemente.
—Él admitió que ha visto el espíritu del feto
antes —dijo Feng Xin—, pero no se admite a sí
mismo como el autor, que salvó al espíritu del feto
por benevolencia, pero fue mordido por él. Con

891
una confesión como esta, bien podría no haber
tratado de explicar nada.
Eso era cierto, solo porque: Ayudando por
bondad. Amar y proteger a los niños. Hacer el
bien sin dejar el nombre, en la mente de todos,
eran todas cosas que Mu Qing nunca haría. Mu
Qing siempre había estado solo, nunca había
mostrado ninguna amabilidad innecesaria y
realmente no hacía amigos íntimos en los cielos.
Ahora que sucedió algo, nadie lo creería, aunque
tratara de discutir y naturalmente no había nadie
para hablar en su nombre. Probablemente este
fue el motivo por el que eligió huir e investigar la
verdad por sí mismo.
—Las cosas todavía están fuera de control
aquí, Dianxia —dijo Feng Xin—. ¿Dónde estás?
El Emperador Celestial dijo que la reunión de los
demonios es probablemente imparable ahora.
¡Date prisa y únete a la asamblea!
—Estoy actualmente... —Xie Lian comenzó.
Antes de continuar, sin embargo, la fría voz de
Fu Yao sonó de repente detrás de él.
—¿Con quién estás hablando?

892
Capítulo 140
Lenguas afiladas y dientes puntiagudos;
vientos devorados y flechas destrozadas

X
ie Lian dejó escapar un suspiro y se dio
la vuelta.
—Ahh, quería hablar con alguien, pero ahora
que la red de comunicación espiritual de la Corte
Superior está en ruinas y no conozco la
contraseña verbal de ningún otro Oficial Celestial,
no puedo. No puedo decir nada, incluso si
quisiera. Fu Yao, ¿recuerdas la contraseña
verbal de algún Oficial Celestial? Solo para que
pueda enviar algunas noticias, avisarles que
estoy aquí y solicitar ayuda.
Parecía tranquilo y natural, extremadamente
persuasivo y las nubes sombrías en la cara de Fu
Yao se dispersaron. Él lo calmó: —No sé. Todo
el cielo es un desastre en este momento, todos
están ocupados. Hazte cargo tú mismo.
En ese momento, Hua Cheng habló por un
lado: —Gēge este niño ha estado hambriento
durante dos días y está ardiendo.
893
Xie Lian se acercó para comprobarlo y,
efectivamente, la frente de Gu Zi estaba tan
caliente que un huevo podía ser frito. Al instante,
levantó a Qi Rong y le preguntó: —¿Cómo
demonios cuidas a los niños?
Qi Rong escupió con su rostro cubierto de
sangre.
—¡No es como si este ancestro fuera su
verdadero padre! ¡Ya es increíblemente
compasivo de mi parte no haberlo comido! ¡Dame
méritos, rápido!
—Creo que la razón por la cual no te lo comiste
es más porque no tendría un buen saber al tener
fiebre —comentó Xie Lian.
Al lado, Lan Chang dudó un momento antes de
hablar: —¿Está enfermo ese niño? ¿Qué tal si
miro?
Ella también estaba cubierta de cortes y
moretones por las vigas colapsadas de esa casa
en ruinas, pero sintió pena por el niño y se
arrastró, sostuvo a Gu Zi en sus brazos y colocó
la palma de la mano sobre su cabeza, que
parecía estar utilizando su cuerpo helado para
enfriar la fiebre de Gu Zi. Fu Yao se acercó con
el espíritu del feto envuelto en una bola por un
talismán en la mano.
—Hora de irnos.

894
Lan Chang obviamente no quería irse, pero su
hijo estaba en sus manos, así que ella estaba
indefensa.
Xie Lian dijo: —Espera, no te vayas todavía. Fu
Yao, ¿puedes comunicarte con tu general ahora
mismo?
Fu Yao lo miró.
—¿Qué quieres?
Xie Lian masticó sus palabras.
—En realidad…
Antes de decir la palabra por completo, su
mano se extendió repentinamente y rápido como
un rayo, instantáneamente retorció los brazos de
Fu Yao y los sostuvo en un agarre mortal antes
de continuar.
—En realidad, ¡ya sabía que él estaba en
problemas!
Fu Yao fue descuidado y se dejó atrapar, se
sintió sorprendido y furioso.
—¡TÚ! ¡LADINO--!
—No, no. Todo esto es solo por fuerza propia.
Puedes intentar emboscarme de la misma
manera y ver si puedes sujetarme.
Hua Cheng aplaudió cortésmente.
—Estoy de acuerdo.
Fu Yao iba a poner los ojos en blanco por la ira.
—ENTONCES, ¿POR QUÉ NO ME DEJAS IR
PARA QUE PUEDA INTENTARLO, HUH?
Xie Lian enderezó su expresión.
895
—La próxima vez, si hay una oportunidad. En
este momento tenemos cosas más importantes
de las que preocuparnos. Fu Yao, ¿me ayudas a
recomendarle a tu general que regrese a la Corte
Superior?
—¿Regresar? —La ira de Fu Yao fue reprimida
a la fuerza en una voz baja—. ¡Es fácil para ti
decirlo! Si el que estuviera atrapado en esa
situación fueras tú, ¿volverías? ¿Qué dirías si
otros te piden regresar? ¿Volver para ser culpado
y esperar una condena? ¿Volver a esperar la
muerte?
—No te enojes, estoy hablando en serio. —Xie
Lian dijo—. No estoy siendo sarcástico. Tu
general y yo somos diferentes, su situación no es
tan desesperada hasta el punto de no retorno; lo
verdadero malo fue él huyendo. Si puedes
conectarte con él, dile que puedo ayudarlo a
investigar.
Fu Yao se quedó atónito.
—Tú. ¿Ayudarle a investigar?
—Sí. He hecho muchas investigaciones, así
que tengo algo de experiencia. Más
experimentado que él de todos modos —dijo Xie
Lian.
—Dianxia, ¿necesita que le recuerde que
después de regresar a los cielos a cuántos
Oficiales Celestiales has investigado? —Dijo Fu

896
Yao—. ¿Y cuántos de esos Oficiales Celestiales
han caído después de haber sido investigados?
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.
—Eso es diferente. El problema no es conmigo.
Si realmente no cometió ningún crimen,
entonces, por supuesto, puedo probar su
inocencia.
Fu Yao soltó una carcajada de exasperación y
lo interrumpió.
—¡Eso es suficiente! No es que nadie sepa de
los rencores personales entre ustedes dos.
¿Ayudarle a investigar? ¿Tendría él acaso la
oportunidad de remediar esto si así fuera? Si
quieres usar esta oportunidad para arrastrarlo
hacia abajo y reírte de él, solo dilo en lugar de
actuar falsamente.
Al oír esto, la cara de Hua Cheng se oscureció.
Un momento después, sonrió.
—No importa, Gēge. Este tipo no sabe cómo
reconocer la bondad cuando la ve, ¿por qué
perder el aliento?
»Algunas personas simplemente nacen
ingratas y miden el corazón de un hombre íntegro
con su propia mentalidad cerrada y miserable. Él
no confía en usted, bueno, no tengo tiempo para
preocuparme por él de todos modos, déjelo
luchar y resolver las cosas por sí mismo.
Fu Yao lo miró y se burló.
—¿Niño?
897
Hua Cheng devolvió sus respetos y también se
burló.
—¿Oficial de la Corte Inferior?
La cara de Fu Yao cambió ligeramente.
Xie Lian apretó su agarre y dijo suavemente:
—Bueno, esto y eso son dos asuntos
completamente diferentes, los asuntos
personales y los negocios no deben mezclarse.
Es una cosa si él y yo tenemos un rencor
personal, es otra si él cometió un delito. Alguien
como Mu Qing que, aunque es de mente cerrada,
mezquino, sensible y escéptico, tiene una mala
personalidad, asume cosas constantemente, no
dice cosas bonitas, le gusta molestar, siempre
ofende a la gente y a mucha gente no le agrada,
no tiene amigos, puede recordar detalles
pequeños y sin importancia durante un largo
período de tiempo...
—…
Xie Lian continuó hablando sin cambiar de
expresión, pero al final concluyó diciendo:
—... pero lo conozco desde que éramos niños,
después de todo, todavía tiene principios.
—…
Xie Lian continuó: —Podría escupir en la taza
de alguien que no le gusta, pero nunca
envenenaría el agua para dañar a otros.
—…

898
Hua Cheng comentó rotundamente: —¿De
verdad? Eso sigue siendo grave.
Fu Yao estaba con las venas explotando.
—¡NO! ¡Él nunca escupiría tampoco!
—Laxantes entonces —dijo Xie Lian.
Fu Yao parecía estar reprimiendo algo.
—Tú... ¿debes describirlo de esta manera?
¿Estás hablando por él o contra él?
—Lo siento, simplemente no pude encontrar
ningún ejemplo mejor en este momento —se
disculpó Xie Lian.
Fu Yao luchó un poco, pero no pudo soltar el
agarre y exigió alarmado: —¿Estabas informando
a alguien en los cielos antes?
Xie Lian respondió pesadamente: —Todavía
no. Solo estaba charlando. No te preocupes, no
haré daño a tu general si realmente no quiere
volver, ¿por qué no me acompañas y así
podemos actuar juntos? De esa manera, hay un
testigo de todo lo que él haga, de lo contrario él
no podría ser capaz de limpiarse y las cosas
empeorarían…
Justo entonces, de repente se escuchó un
rugido de risa burda detrás de ellos. Qi Rong
estaba mirando fijamente el rostro de Lan Chang
y de repente se volvió loco.
—¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡ME PREGUNTABA
QUIÉN ERA ESTA! ¿NO ES ESTA, NO ES ESTA
MI SEÑORA JIAN LAN?
899
Lan Chang sostenía a Gu Zi en sus brazos al
principio, enfriando su temperatura, pero al
escucharlo, ella se estremeció y sus ojos se
abrieron.
—¿Quién eres? ¿Cómo es que tú también...?
Qi Rong se rió.
—¿Cómo lo sé? ¡POR FAVOR! ¡Casi tuviste
que llamarme primito! ¿Qué, entonces todo el
mundo se ha convertido en un fantasma?
Haciendo mierda por aquí y por allá y todas son
caras conocidas, este mundo es realmente
pequeño y alegre, ¡jeje!
Xie Lian frunció el ceño.
—Qi Rong, ¿te has vuelto loco? ¿Quién es Jian
Lan?
—Heh, primo príncipe heredero, ¿estás ciego o
estás jugando a ser estúpido? —Qi Rong se
burló—. Mira de cerca quién es, es la doncella
número uno de nuestro XianLe: ¡la Señora Jian
Lan! Todos los políticos y comerciantes de su
familia, indescriptiblemente grandes y gloriosos.
Su apariencia es regular, pero su nombre
aparecía en las listas cada vez que hubiera una
evaluación de belleza de XianLe. Tan orgullosa
que sus ojos han crecido sobre su cabeza; ella no
veía ni se preocupaba por nadie. ¡Casi entró en
el harén y fue elegida como concubina!
—¿Qué?

900
Los ojos de Xie Lian volaron a la cara de Lan
Chang inconscientemente. En aquel entonces, el
rey y la reina sí tenían la intención de elegir una
concubina para él y convocaban a un número de
chicas exquisitamente seleccionadas para que
entrasen al palacio para un banquete y le
permitieran ver si había alguien a quien a él le
pudiera gustar. Sin embargo, el joven Xie Lian
tenía todo su corazón enfocado en el cultivo y
abandonaba el banquete después de hacer solo
una ronda, sin siquiera molestarse en recordar
las caras y los nombres de esas chicas, así que
él no podía recordar nada.
Lan Chang miró a Fu Yao, pero Fu Yao solo
dijo: —Hum… Mi general no dijo nada de esto.
Esta mujer también es ciudadana remanente de
XianLe, por lo que debe haberte visto antes en el
pasado.
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y tampoco
parecía sorprendido, así que no parecía que
fuera algo que acabara de descubrir. Xie Lian se
volvió hacia Lan Chang y murmuró: —¿Estaba
realmente...?
Sin embargo, Lan Chang se tapó las orejas
apresuradamente y gritó: —¡No lo diga! ¡No lo
diga en voz alta! ¡NO USE ESTE NOMBRE
PARA DIRIGIRSE A MI! Ha... hace mucho que
he cambiado de nombre.

901
Xie Lian se sorprendió al principio, pero dejó
caer el brazo y suspiró profundamente.
La hija de una familia noble de antaño era ahora
una prostituta en el reino de los fantasmas. Ella
cambió su nombre probablemente porque tenía
miedo de avergonzar a su familia muerta y no
admitiría que la ella de ahora era la misma.
Esta mujer fue una vez su devota, su
ciudadana, así que, ¿cómo podía no suspirar?
En ese momento, repentinamente sintió calor
en su mano y cuando miró hacia abajo, era Hua
Cheng, quien no lo estaba mirando, pero sí tomó
su mano.
Aunque actualmente tenía la forma de un niño
pequeño y su temperatura corporal era fresca,
cuando esta mano pequeña y fresca sostuvo la
suya, fue infinitamente cálido.
Qi Rong, sin embargo, no simpatizó en
absoluto y se dijo: —¡Quién pensaría que la dama
Jian Lan, que estaba tan fuera de alcance en el
pasado, se convertiría en una bruja tan vieja y fea
ahora! Nunca pensé que fueras tan hermosa y
ahora, mis ojos son ciertamente agudos,
¡realmente no te ves tan bien! Bien podría
preguntar, ¿quién es el padre de este perro al que
diste a luz?
Sus palabras fueron extremadamente sin
modales y la cara de Jian Lan palideció.

902
Qi Rong continuó: —¿No puede ser el primo
príncipe heredero, no? No, no, ese primo mío
probablemente ni siquiera puede levantarlo, es
por eso que la pasa todo este tiempo fingiendo
que es completamente casto y que no presta
atención a las mujeres, qué farsante. ¿Cómo
podría tener un hijo? ¡Oh-OH! ¿Cómo podría
olvidarlo? Después de que XianLe cayó, ¿no fue
mi dama vendida a ese tipo de lugares? ¡Debe
ser la semilla de alguna plebe de YongAn!
Xie Lian no podía soportar más esto y estaba a
punto de ir a callarlo, pero Jian Lan explotó más
rápido que él y abofeteó a Qi Rong.
—¡¿QUÉ ES TODA LA BASURA QUE ESTÁS
ESCUPIENDO?!
La nariz de Qi Rong sangró por esa bofetada y
la miró.
—NO ERES NADA MÁS QUE UNA
FANTASMA FURIOSA O SEVERA, ¡UNA NADIE
COMO TÚ SE ATREVE A PEGARME A MÍ
QUIEN ES CASI UN SUPREMO?
Jian Lan le escupió en la cara y luego ahorcó
su cuello, ella le dio dos bofetadas de nuevo.
—¡QUE SUPREMO DE MIERDA! ¡TÚ SI QUE
SABES CÓMO CREERTE LA MEJOR COSA!
¿QUIÉN TE CREES QUE ERES, PIENSAS QUE
INCLUSO VALES LO SUFICIENTE COMO
PARA CREER QUE ERES IGUAL A LOS
OTROS TRES SUPREMOS? ¿EN QUÉ ERES
903
BUENO SIQUIERA? ¿TU CORAZÓN DE
PIEDRA? ¡POR SUPUESTO QUE ME ATREVO
A GOLPEARTE!
Sus palabras apuñalaron a Qi Rong donde
dolía y Qi Rong también se frustró, gritando con
sus escupitajos volando por todas partes.
—¡TONTA PERRA QUÍTAME TUS GARRAS
DE POLLO! ¡ESTE ANCESTRO PIENSA QUE
ERES SUCIA! ¡UGH UGH UGH!
Los dos se retorcieron en una pelea, sin
embargo, fue Jian Lan quien estaba golpeando a
Qi Rong de forma unilateral; Qi Rong estaba
atado por Ruoye, no podía mover un músculo y
gritó: —¡XIE LIAN! ¿CÓMO ES QUE NO
DENTENDRÁS ESTA PELEA ESTA VEZ?
¿DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN DE SANTO?
Xie Lian tenía a Fu Yao en una mano y agachó
la cabeza hablando con Hua Cheng, parecía que
no había escuchado los gritos de Qi Rong.
Jian Lan le dio una patada a Qi Rong, sus ojos
se pusieron rojos y escupió con enojo: —¡Incluso
si esta vieja amante es maltratada por la gente,
no quiero que un gusano como tú me toque un
solo dedo! Una criatura como tú, deseada por
nadie, ¡BASURA! ¡Crees que eres lo
suficientemente bueno como para llamar
plebeyos a otras personas! ¿A quién llamas
plebeyos?
Qi Rong estaba indignado.
904
—¿No deseado? YO, ¿BASURA? ¿UNA SIN
VERGÜENZA QUE ESTÁ PODRIDA HASTA
LOS HUESOS COMO TÚ TIENE EL DERECHO
DE DECIRME ESO A MÍ? ¿Quién más que los
plebeyos apreciarían una cara como la tuya?...
¡¡¡ESPERA!!! ¡¡¡BAJA ESA ROCA!!!
Mientras luchaban, una ola de estruendo rugió
desde los cielos.
Todos miraron hacia arriba al mismo tiempo y
Fu Yao exigió: —¿No dijiste que no habías
informado y solo estabas charlando?
Hua Cheng frunció el ceño ligeramente,
diciendo: —Hum…vino sin ser invitado.
Un crujido explotó en el cielo nocturno y todos
cerraron los ojos ante ese repentino relámpago.
Cuando parpadearon para abrirse, no muy lejos
había un alto Oficial Celestial vestido de negro
con un arco largo en su espalda que se les
acercaba con pasos largos.
—¡Dianxia!
Xie Lian dejó caer su manga y empujó a Hua
Cheng detrás de él.
—¡Feng Xin! ¿Por qué viniste?
Feng Xin se acercó rápidamente.
—De repente dejaste de responder, así que
hice averiguaciones y encontré tu paradero a
través de ondas en energía espiritual. —Luego
frunció el ceño—. ¿Qué está pasando aquí? Qué
desastre. ¿Te encontraste con algo?
905
Xie Lian estaba a punto de responder cuando
Feng Xin notó que Fu Yao estaba en su mano y
Hua Cheng que estaba detrás de su persona.
Era una imagen completamente fuera de su
imaginación y parecía no saber de qué
sorprenderse más.
—Qué… —Finalmente, señaló a Hua Cheng
después de todo y preguntó: —... ¿Qué pasa con
este niño?
Xie Lian se rió secamente.
—Lindo, ¿verdad?
Feng Xin lo miró con furia y observó a Hua
Cheng, cuya expresión no coincidía en absoluto
con el comentario de Xie Lian y preguntó dudoso:
—... ¿Lindo? Pero, ¿por qué creo que se parece
mucho a...?
Xie Lian respondió con facilidad: —Como mi
hijo, ¿verdad?
—¿…? ¿Cuándo tuviste un hijo? —Feng Xin se
sorprendió.
Xie Lian sonrió.
—Todavía no. Solo digo que, si tuviera un hijo,
él debería ser igual de lindo, ¿no?
Hua Cheng tomó su mano y sonrió.
—Cierto.
Feng Xin: —…
Fu Yao: —…
—Jajajaja... ¿eh? ¡Mi señora Lan Chang, no
huyas! —Llamó Xie Lian.
906
Feng Xin se dio la vuelta y vio a la sombra de
una mujer alejarse del costado de Qi Rong,
huyendo salvajemente y sin un momento de
vacilación, levantó su arco y apuntó a sus
piernas.
Sin embargo, inesperadamente, tal vez sintió
que su madre estaba en peligro, el espíritu del
feto que estaba atado a una pelota por un
talismán amarillo en la mano de Fu Yao
repentinamente comenzó a temblar, luego hizo
estallar el talismán y gritó mientras se lanzaba
hacia Feng Xin. Jian Lan parecía haberse
escapado con la cabeza cortada por el pánico y
solo cuando escuchó su voz recordó que su hijo
todavía estaba en manos de otro.
Ella se dio la vuelta y gritó: —¡CUO CUO!
Esta fue la primera vez que Xie Lian supo del
nombre de ese espíritu infantil. Así que se
llamaba Cuo Cuo. La flecha de Feng Xin cambió
de rumbo y se disparó hacia ese espíritu infantil
blanco como la nieve. Sin embargo, solo se
escuchó un crujido, el espíritu del feto dio un par
de vueltas en el aire y saltó a un árbol cercano. Él
había mordido entre sus dientes esa flecha y
todos tuvieron la oportunidad de ver claramente
su apariencia.
En lugar de decir que era un feto, era más como
un pequeño monstruo deformado. Su piel estaba
blanqueada como si estuviese cepillada con una
907
capa de polvo; sus ojos eran anormalmente
grandes, brillaban con una luz peculiar y en la
parte superior de su cabeza había algunas
hebras amarillentas. Dos filas de afilados
colmillos mordisqueaban la flecha de Feng Xin, la
cortaban en dos, luego escupían esa brillante
punta de flecha y la clavaban junto a las botas de
Feng Xin. Luego, una lengua larga y de color rojo
oscuro como la de una serpiente se deslizó fuera
de su boca como si estuviera haciendo
provocaciones.
Sin otra palabra, Feng Xin buscó otra flecha y
la apuntó a él. Ese espíritu infantil se arrastraba
arriba y abajo del árbol como un lagarto,
extremadamente ágil, no era de extrañar que Fu
Yao no pudiera atraparlo tan fácilmente.
Jian Lan gritó con ansiedad: —¡No luches
contra él, CORRE!
Solo los padres de sangre podían cuidar a esos
monstruos tan repugnantes. Feng Xin apuntó,
aflojó la cuerda del arco y la flecha voló. La
pequeña pierna de ese espíritu infantil fue
clavada y chilló, incapaz de arrastrarse por más
tiempo. Jian Lan corrió hacia atrás, extendiendo
la mano para sacar esa flecha, pero debido a que
su clase era demasiado baja, cuando tocó la
cuerda fue lanzada para atrás e incluso hubo
chispas del golpe. Retrocedió un par de pasos,
pero siguió volviendo para sacarla
908
incansablemente, haciendo erupciones de
chispas.
Feng Xin guardó su arco y se acercó.
—Muy bien, es hora de volver. No agregue más
a nuestra pila de trabajo... ¿¡JIAN LAN?! —Jian
Lan, quien se recuperó de nuevo, se estremeció
cuando escuchó su voz y dejó de moverse,
girándose rápidamente. Sin embargo, Feng Xin la
hizo retroceder y le preguntó de nuevo: —¿Jian
Lan?
—… —Xie Lian pudo sentir problemas y
preguntó, desconcertado—. ¿Qué está pasando?
Jian Lan murmuró vagamente con la cabeza
gacha: —Se ha equivocado de persona.
—¿De qué estás hablando? ¿Cómo puedo
confundirte con alguien más? —Feng Xin
exclamó—. Te ves muy diferente ahora, pero de
todas formas no...
Pero las palabras se atascaron en su garganta,
porque antes, cuando Jian Lan era Lan Chang y
se cubría con maquillaje pesado, pareciendo una
mujer joven, él realmente no la reconoció.
No pudo evitarse. Feng Xin todavía se veía
exactamente igual a como era en ese entonces,
pero la transformación de Jian Lan realmente fue
demasiado grande.
Apariencia, maquillaje, modales, forma de
hablar, clase... incluso si sus padres de sangre

909
estuvieran ante ella, era posible que no
reconocieran a su preciosa hija.
Feng Xin estaba asombrado.
—... Eres tú. Realmente eres tú. ¡Tienes que
ser tú!... pensé que te habías casado y que
estabas viviendo bien. ¿Cómo te... cómo te
volviste así?
Escuchando hasta este punto, Jian Lan de
repente se dio la vuelta y lo empujó, insultando.
—¡HIJO DE PUTA!
Feng Xin retrocedió unos pasos por su
empujón, incapaz de hablar. Jian Lan continuó
empujándolo, empujando su pecho hacia atrás
con fuerza mientras ella gritaba.
—YA DIJE QUE NO SOY ESA VIEJA MUJER,
¿NO ENTIENDES PALABRAS HUMANAS?
¿¡ESTÁS MAL DE LA CABEZA?! ¿QUÉ MIERDA
FUE ESO? ERES TÚ, ¡REALMENTE ERES TÚ!
¡TIENES QUE SER TÚ! ¿NO PUEDES
PRETENDER NO SABER DE MÍ? ¡¿NO
PUEDES PRETENDER NO RECONOCERME?!
VIEJO SEÑOR, POR FAVOR LE RUEGO,
¿DÉJAME ALGO DE DIGNIDAD, SI? ¿¿ESTÁ
BIEN??
Actuando de esta manera, ella no era diferente
a una sabandija en las calles y esto era
probablemente muy diferente a Jian Lan en los
recuerdos de Feng Xin, por lo que él solo la miró
tontamente, incapaz de hablar. Xie Lian estaba
910
igual. Qi Rong estaba más encantado, rodando
por el suelo, riéndose.
—¡JAJAJAJAJAJAJAJA O MI PUTO DIOS!
¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO! ¿VES LO QUE
ESTÁ PASANDO? ¡¡TÚ FUISTE JODIDO POR
TU PERRO MÁS LEAL!!!
Jian Lan golpeó violentamente a Qi Rong unas
cuantas veces.
—¡PERRO! ¡UN PERRO! ¡TÚ ERES MÁS
COMO UN PERRO!
Hablando estrictamente, Jian Lan fue
seleccionada una vez con gran esperanza por su
familia, pero ella nunca había entrado
formalmente en el harén y, por lo tanto, nunca fue
elegida como concubina, por lo que el deleite de
Qi Rong no tenía sentido. Sin embargo, Xie Lian
realmente no sabía qué decir.
Nunca había imaginado que Feng Xin, quien
nunca hablaría con una mujer si pudiera evitarlo,
en realidad...
En ese momento, el espíritu del feto hizo trizas
la flecha que lo clavaba y se lanzó sobre Feng Xin
una vez más. En un momento de descuido, Feng
Xin permitió que su brazo fuera masticado
profundamente y la sangre se filtró de inmediato,
vertiéndose sin parar.
El brazo derecho era el brazo que Feng Xin
usaba habitualmente. Para un dios marcial, si un
brazo que era usado habitualmente resultara
911
lastimado no era nada y Feng Xin levantó su
mano izquierda listo para atacar cuando Jian Lan
gritó: —¡NO LE PEGUES!
La mano de Feng Xin se detuvo abruptamente
en el aire y de repente nació un pensamiento
aterrador.
No era solo él; todos los presentes comenzaron
a pensar lo mismo. Feng Xin permitió que el
espíritu del feto mordiera su brazo como una
piraña mientras miraba a Jian Lan.
—... ¿Es... este...?

912
Capítulo 141
Yo elijo el camino al que voy (parte uno)

X
ie Lian recordó algo repentinamente. Ese
día, en el Gran Salón Marcial, Lan Chang
acusó al azar a todos, pero ella nunca señaló
a Feng Xin que estaba en el lugar más visible.
Jian Lan inmediatamente lo negó.
—¡NO LO ES!
Fu Yao también estaba lleno de incredulidad. Al
parecer, él no sabía que Feng Xin y esta mujer
tenían alguna conexión y también se quedó
estupefacto. Al oírla hablar, finalmente se soltó:
—Ni siquiera ha preguntado, entonces ¿por qué
respondió tan rápido?
—¡Por favor! Es obvio lo que él iba a preguntar.
—Jian Lan dijo—. ¡Te digo que no lo es!
Sin embargo, Feng Xin estaba mirando el
espíritu del feto.
—¿Cómo lo llamaste? ¿Cuo Cuo?
Ese nombre parecía tener algún tipo de
significado especial. Jian Lan abrió la boca y
luego la cerró ya no estaba dispuesta a discutir y
913
dijo con frustración: —¿Qué hace un hombre tan
grande como tú hablando tanto? Si digo que no
lo es, no lo es. ¡Quién demonios está tan ansioso
por reconocer a sus hijos!
Feng Xin respondió con enojo: —¿Qué estás
diciendo? Si él lo es, entonces, por supuesto yo...
—¿Por supuesto qué harás? ¿Reconocerlo?
¿Criarlo? —Jian Lan respondió.
—Él... —Feng Xin estaba atrapado. Bajó la
cabeza y miró al pequeño monstruo deformado
que colgaba de su brazo. Ese espíritu infantil
parecía tener un odio particularmente profundo
hacia él y se aferró a su brazo, arrancando y
masticando, llorando; wah wah wah. Feng Xin no
sabía qué hacer con él, su mano roja y sangrienta
se apretó en un puño.
Al ver cómo estaba atrapado y pareciendo que
no podía aceptar la verdad, Jian Lan
inmediatamente escupió: —¡Ya dije que no lo es
y todavía estás insistiendo! ¡No tiene nada que
ver contigo, así que deja de preocuparte!
Qi Rong ladró: —¡MIERDA! ¡Él debe serlo!
¡Mira, yo no estaba equivocado, es el nacido de
un plebeyo! Todos vengan a ver esto, el propio
hijo de Feng Xin fue sacado fuera del vientre de
su vieja mami y se convirtió en un fantasmita, jeje.
No puedo creer que la gente realmente ore a esta
mierda Nan Yang que regala hijos. Cuidado,
cuanto más ores, más serán tus hijos los que...
914
Xie Lian levantó la mano, Ruoye selló la boca
de Qi Rong y Jian Lan también le pisoteó la
cabeza fuertemente un par de veces, haciéndole
maldecir más fuerte. En ese momento, Gu Zi que
dormitaba despertó, vio que Qi Rong estaba
siendo pisoteado e inmediatamente se lanzó
hacia adelante.
—No... no pise a mi papá...
Al ver a Gu Zi sosteniendo la cabeza de Qi
Rong, Jian Lan ya no podía pisar más. En
cambio, ella cambió de rumbo y se apoderó de
las dos pequeñas piernas blanqueadas del
espíritu del feto enganchadas, gritando con rabia.
—¡Dije que dejaras de morder! Tan
desobediente.
Feng Xin estaba aturdido y no logró atraparlos
a tiempo y Xie Lian gritó inconscientemente:
—¡Ruoye, atrapa!
Ruoye fue a atrapar. Sin embargo, cuando la
seda blanca voló hacia afuera, Xie Lian recordó
que estaba atando a Qi Rong. Miró hacia atrás y,
efectivamente, Qi Rong se levantó de un salto
con Gu Zi en la cabeza luciendo satisfecho, él
anunció: —¡ESTE ANCESTRO ES LIBRE DE
NUEVO!
Al ver que Feng Xin finalmente volvió a sí, Xie
Lian cambió su instrucción.
—Ruoye, vuelve después de todo.

915
Así, Ruoye volvió volando. Qi Rong que
acababa de decir; humm y se había recuperado,
fue azotado para girar tres veces y cayó,
cubriéndose la cara. Después de tumbarse en el
suelo por un momento, repentinamente se volvió
loco y se apoderó de Ruoye, gritando.
—¡INCLUSO UN TRAPO COMO TÚ SE
ATREVE A PEGARME!
Esta vez, Ruoye dio un apretón y girando por
todos lados, no podía liberarse; fue como si la
fuerza de Qi Rong abruptamente explotara. Xie
Lian estaba a punto de hacerse cargo de él
personalmente, cuando Qi Rong se dio cuenta de
que había un niño pequeño en su cabeza y al
instante tiró Gu Zi hacia abajo, sosteniéndolo
como un escudo para protegerse.
—¡NO DES UN PASO MÁS! VEN AQUÍ Y LO
ESTRANGULARÉ HEY, HEY, HEY, MIRA
DETRÁS DE TI, HUA CHENG ¡ESE CABRÓN
VA A MORIR!
Sorprendido, Xie Lian se dio la vuelta y,
efectivamente, Hua Cheng tenía las cejas
apretadas, sus manos caídas temblaban, como si
se estuviera obligando a soportar algo.
Cuando vio que Xie Lian miraba, gritó de
inmediato: —¡Estoy bien!
¡La agitación de los demonios!
Los temblores esta vez parecían ser más
fuertes que todos los anteriores. Con una
916
decisión tomada en una fracción de segundo, Xie
Lian volvió para sostenerlo. Aprovechando esta
oportunidad, Qi Rong escapó rápidamente con
Gu Zi en sus manos. Lan Chang también parecía
estar sufriendo un dolor de cabeza palpitante,
cubriendo sus oídos y el espíritu del feto, con tal
agravación, estaba mordiendo y desgarrando aún
más violentamente. Feng Xin había sido mordido
diez veces, su sangre fluía incesantemente, pero
todavía no se atrevía a golpearlo, usando su
mano para agarrar firmemente el brazo de Jian
Lan. Sin embargo, el espíritu del feto no se
contuvo y giró sus garras hacia la cara de Feng
Xin. Ese arañazo fue desagradable y Feng Xin
gruñó, cubriendo su herida, sin saber si sus ojos
estaban heridos. Xie Lian estaba mortificado y
estaba a punto de enviar a Ruoye, pero Jian Lan
pisoteó sus pies con ira.
—¡SI SIGUES CON ESTO, VOY A
MOLESTARME! —Solo después de escuchar a
su madre gritar, el espíritu del feto saltó de nuevo
a sus brazos, obedientemente encogiéndose en
un bulto. Jian Lan miró a Feng Xin y apretó los
dientes—. No tiene nada que ver contigo. Te lo
advierto, ¡No nos molestes!
Luego, con una mano abrazando su cabeza y
la otra abrazando a su hijo, la madre y el niño
huyeron.
Al ver esto, Fu Yao gritó: —¡Déjame ir!
917
Feng Xin puso una rodilla en el suelo,
cubriendo la mitad de su cara y Xie Lian se
agachó a su lado con Hua Cheng en sus brazos.
—¿Estás bien? Déjame ver tus heridas ¿Tus
ojos fueron heridos?
La sangre goteaba de las grietas de sus dedos
y Feng Xin respondió con los ojos cerrados:
—... No. No me preguntes.
—Feng Xin, Lan Chang... la dama Jian Lan,
¿qué estaba hablando… —preguntó Xie Lian.
Sin embargo, antes de que terminara, Feng Xin
levantó el puño. Una grieta gigante y el árbol que
estaba junto a ellos se partió por la mitad.
Él gritó: —¡TE DIJE QUE NO PREGUNTARAS!
Esa voz estaba mezclada con resentimiento,
Xie Lian percibió que el resentimiento estaba
dirigido hacia él y no pudo sorprenderse.
Sin embargo, Hua Cheng comentó fríamente:
—¿Quién convirtió a tu esposa e hijo en
fantasmas? Si tienes fuego, quema a la persona
correcta.
Al escuchar esto, Feng Xin levantó la cabeza
ligeramente, con los ojos rojos mirando a Fu Yao.
Sorprendido, Fu Yao se puso furioso al instante.
—¿Qué estás mirando? ¿En serio no crees que
fu…fue mi general, verdad? ¿Qué maldita suerte
es esta? Él solo vio que esa mujer era una
ciudadana remanente de XianLe y tenía alguna
relación con la familia real por lo que le prestó una
918
mano de ayuda. Quería salvar ese espíritu
infantil, pero quien hubiera que este era
profundamente ignorante, no solo no quería ser
salvado, ¡incluso se convirtió en un Feroz! Nada
bueno salió de eso, pero terminó pisando mierda.
¡Si hubiera sabido, no se hubiera molestado! Ese
mocoso ni siquiera sabe quién le dio a luz, ¿y tú
crees que sabía quién lo mató?
Tal vez fue porque demasiadas cosas
desalentadoras estaban molestando su mente
recientemente; incluso su discurso era un poco
vulgar en sus palabras.
—¿Tu general llama a esto maldita suerte tan
fácilmente? ¿Entonces las personas que sufren
aún peor suerte pueden acaso seguir viviendo?
—Dijo Hua Cheng.
Feng Xin sacudió la cabeza y murmuró:
—... ¿Por qué es así? ¿Cómo se volvió así?
—¿Por qué... no cuidas tus heridas primero?
—Xie Lian intentó—. ¿Trajiste algún bálsamo?
Feng Xin lo miró y dijo sombríamente: —Estoy
bien. ¡No me hagas caso!
Con una mano cubriendo sus heridas, no se
molestó en controlarlas y se puso de pie,
tropezando. Xie Lian y Fu Yao lo llamaron varias
veces, preguntándole si volvería a los cielos o los
perseguiría, pero ni siquiera les respondió y
pronto, su silueta desapareció.

919
Fu Yao luchó otra vez y gritó molesto:
—¡Dianxia! Si usted no los va a perseguir, ¿al
menos me dejará a mí?
Xie Lian volvió a sí y después de contemplar los
pros y contras, dijo: —Muy bien. —Y realmente
lo dejó ir.
Fu Yao no creía que realmente aceptaría y
masajeó las torceduras de sus muñecas.
—Hum ¿Por qué estás tan dispuesto a dejarme
ir ahora?
Xie Lian se frotó la frente.
—La Corte Superior está probablemente en
más desorden de lo que imaginaba... Ahora ahh,
creo que, en lugar de alentar a tu general a que
regrese, él debe estar libre afuera. —Después de
una pausa, agregó: —¿Qué vas a hacer ahora?
No creo que el espíritu del feto estuviera
difamándolo solo por escapar. Podría haber
alguien detrás manipulándolo.
Fu Yao se quitó el polvo de las mangas y dijo:
—A quién le importa lo que está pasando. Se
dirige hacia el Monte Tonglu, ¡así que lo pensaré
después de capturarlo!
Luego, se fue rápidamente. La posada en la
que varios grupos de personas se juntaron
estaba de repente silenciosa y desierta. Xie Lian
se dio la vuelta, revisó la casita que había
colapsado, dio vuelta y apartó las vigas y pajas
para mirar alrededor y se aseguró de que esos
920
monjes y cultivadores realmente solo estuvieran
desmayados y probablemente se despertaran
pronto. Tranquilizado, él también se fue.

Después de caminar un rato y dejar atrás las


áridas colinas, finalmente encontraron una
posada real y los dos se detuvieron para
descansar.
Xie Lian sentía que los últimos días fueron un
completo desastre y se sentó en el alféizar de la
ventana sin prestar atención. Ruoye estaba
enroscado alrededor de su brazo, acariciándolo
suavemente como si estuviera ronroneando y Xie
Lian lo rascó distraídamente.
De repente, Hua Cheng se acercó a las
ventanas, se bañó bajo la misma luz de la luna y
dijo: —No tiene nada que ver con usted.
Xie Lian estaba ligeramente sorprendido, pero
pronto comprendió lo que quería decir y negó con
la cabeza.
—No sé si realmente no tiene nada que ver
conmigo... Feng Xin debió hacerse amigo de la
dama Jian Lan después de que XianLe cayó y
antes de que él mismo ascendiera. Contando el
tiempo, eso fue durante los años de mi primer
destierro.
921
—Pero eso no significa que usted tenga la
culpa de cómo terminaron ellos —dijo Hua
Cheng.
Después de pensarlo un poco, Xie Lian dijo:
—San Lang, nunca he hablado de mi destierro,
¿verdad?
—No. —dijo Hua Cheng.
—Nunca le he dicho a nadie, espero que no te
importe si te fuerzo a escucharme balbucear
—dijo Xie Lian.
Hua Cheng se empujó ligeramente en el
alféizar de la ventana y también se sentó.
—No lo haré. Continúe.
Xie Lian habló mientras perseguía sus
memorias.
—En aquel entonces, el único vasallo que me
quedaba era Feng Xin y la vida era difícil. Empecé
como un dios marcial y muchas de las
posesiones que tenía cuando era un príncipe
heredero fueran todas empeñadas.
Hua Cheng se rió entre dientes.
—Incluyendo a Hong Jing, ¿verdad?
Xie Lian sonrió alegremente.
—Jajaja... así es. Jun Wu no puede saber esto,
mantén eso en secreto por mí. Y esas decenas
de cinturones dorados, también fueron
empeñados.

922
—Hum. Entonces, ¿Feng Xin tomó uno de sus
cinturones dorados y se lo regaló a Lan Chang?
—Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian negó con la cabeza.
—No creo que ese sea el caso. Feng Xin no
tomaría mis cosas tan frívolamente. Fui yo quien
le dijo que lo vendiera y se quedara con el dinero
para él.
En ese momento, Feng Xin lo rechazó por
mucho tiempo, pero al final, debido a que Xie Lian
era incesante, Feng Xin dijo: —Lo guardaré por ti
por ahora.
—Es una vergüenza decirlo, le hice venderlo
por dinero para que él se lo quedara no solo por
culpa sino también por miedo.
Con todos los devotos idos, solo Feng Xin
todavía lo trataba como el Dios Marcial Coronado
de Flores y Taizi Dianxia. Solo entonces Xie Lian
se sintió alertado del hecho de que, a pesar de
que los dos crecieron juntos y mientras Feng Xin
era su sirviente de confianza, su guardaespaldas,
ni una sola vez Feng Xin recibió algún tipo de
recompensa excepcional. De repente, Xie Lian
conoció el miedo.
El temor de que el Feng Xin también pensaría
que esta vida era demasiado dura y dejara de
seguirlo. Por lo tanto, el significado de ese
Cinturón Dorado no fue recompensa y no era
puramente solo un regalo o una remuneración
923
por trabajo tampoco, también había la intención
de humillarse un poco y sobornar.
En la ilusión creada por ese espíritu infantil, Xie
Lian vio un amuleto de protección y era
probablemente algo Feng Xin le regaló a Jian
Lan. Después de que XianLe cayó, todos los
templos de Xie Lian y santuarios fueron
quemados, ni una sola alma creía en el príncipe
heredero de XianLe nunca más y sus encantos
de protección eran vistos como basura. Sin
embargo, Feng Xin aún era determinado e
incansable en repartirlos, contando a Xie Lian:
—Mira, todavía tienes devotos.
Pero Xie Lian en el fondo sabía que esos
amuletos de protección fueron probablemente
desechados.
Xie Lian habló lentamente: —A lo largo de
tantos años, nunca supe si a Feng Xin le gustaba
alguien. Nunca pregunté ni lo noté.
Después de todo, él era el favorito de los cielos
desde su nacimiento, alto y poderoso y Feng Xin
giraba en torno a suyo como si él fuera el mundo
de forma tan natural, por lo que ¿cómo podría él
tener su propia vida y tener su propio corazón
personal?
—Puede que no suene bien regalarle a una
chica algo que otra persona te dio, pero en ese
momento, ese Cinturón Dorado era
probablemente el mejor regalo que Feng Xin
924
podía dar. Después de todo, a menudo nos
faltaban las comidas. Feng Xin no era alguien que
gastaría descuidadamente. Así que, es fácil
imaginar cuánto le gustaba la dama Jian Lan. Si
a él le gustaba tanto... ¿por qué se separaron?
Si ese espíritu infantil era el hijo de Feng Xin, si
fue ese período de pobreza lo que hizo que Feng
Xin perdiera a la chica que amaba, sin importar
qué, Xie Lian no podría perdonarse a sí mismo.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Si a él le
gustaba, pero al final se separaron, entonces solo
muestra que lo que tenían era solo gustar.
Xie Lian sonrió con nostalgia.
—San Lang, las cosas no siempre son tan
absolutas. A veces, no depende de uno decidir si
el camino es fácil de caminar.
Hua Cheng dijo en voz baja: —Puede que no
sea capaz de decidir si el camino es fácil o no,
pero si lo camino o no, depende totalmente de mí.
Al oír esto, Xie Lian parpadeó y se sintió como
si un nudo en su corazón fuera desatado. Se
quedó mirando a Hua Cheng sin decir nada. Hua
Cheng inclinó la cabeza.
—Gēge ¿me equivoco?
Al ver sus ojos negros y parpadeantes, Xie Lian
de repente lo agarró y lo colocó en su regazo.
—Jajaja, San Lang, ¡tienes mucha razón!
—… —Hua Cheng parecía estar aturdido por
sus acciones y se dejó elevar alto en el aire. Xie
925
Lian se rió—. Decir algo tan desvergonzado, lo
que San Lang acaba de decir y la forma en que
lo dijiste realmente se parece a mí cuando era
más joven.
Hua Cheng parecía haberse acostumbrado a
ser abrazado por él de esta manera y levantó las
cejas.
—Wow, qué sueño.
Los dos jugaron en la habitación un rato y Xie
Lian arrojó a Hua Cheng a la cama, luego subió
él mismo, mirando hacia el techo. Estaba a punto
de hablar cuando, de repente, Hua Cheng se
incorporó y sus pupilas se encogieron, sus ojos
volviéndose minuciosos mientras miraba a través
de la habitación.
Xie Lian inmediatamente pudo sentir que algo
estaba mal e instantáneamente se sentó también.
En el momento en que vio, sudor frío cubrió su
cuerpo. Silenciosamente y sin sonido, había otra
figura en la habitación desde quién sabía cuándo,
sentado junto a la mesa con una taza de té ya
preparada, el aroma del té fragante. ¡Sin
embargo, nunca lo había notado!
Xie Lian no pudo evitar sentir un escalofrío
bajando por su espina dorsal y apuntó a Fang Xin
hacia adelante.
—¿QUIÉN ES?
Ese hombre respondió con gentileza: —No
tengas miedo. ¿Té, Xian Le?
926
—…
La figura y la voz pertenecían a un joven
extremadamente familiar y Xie Lian suspiró
aliviado, apartando los mechones de cabello que
se habían desprendido de sus orejas, su corazón
aún latía con fuerza.
—Mi señor...
Sin embargo, antes de que su respiración
saliera por completo, tiró de la manta y enterró a
Hua Cheng y su cuerpo debajo.
—... ¿Por qué ha descendido mi señor?
La mano debajo de la manta sujetó a Hua
Cheng con fuerza, haciendo un gesto para que
no se preocupara. Jun Wu sin prisa se sirvió tres
tazas de té antes de levantarse.
—No regresaste, así que, naturalmente, tuve
que bajar personalmente para ver.
Sus manos estaban apretadas mientras
hablaba, caminando hacia él y lentamente, desde
las sombras, algo fue sacado. Los ojos de Xie
Lian bajaron por su túnica blanca y vieron que Jun
Wu tenía en su mano una espada. Sorprendido,
saltó al instante de la cama.
—Mi señor, quiero explicar...
Sin embargo, inesperadamente, detrás de él,
Hua Cheng se quitó la manta, se incorporó con
las piernas cruzadas, con los brazos
descansando sobre sus rodillas y sonrió.
—No creo que sea necesario.
927
Nota de la autora MXTX

Xie Lian y Mu Qing se entrenaron en el mismo


camino de cultivo y ambos son cultivadores. Sin
embargo, Feng Xin nunca se registró en el
Pabellón de la Sede Real, por lo que no es un
cultivador, solo es un simple dios marcial
ordinario. Así que no necesita seguir los mismos
mandatos de pureza que Xie Lian y Mu Qing.

928
Capítulo 142
Yo elijo el camino al que voy (parte dos)

X
ie Lian bloqueó entre los dos.
—Creo que todos debemos sentarnos y
hablar. Mire a este niño, mi señor, ¿no se ve
como...?
—Tu hijo, ¿verdad? —Jun Wu sonrió.
—Ja, jaja, jajajaja… —Xie Lian se rió
incómodamente por un momento—. ¿Cómo supo
mi señor lo que iba a decir?
Jun Wu finalmente apartó sus ojos de Hua
Cheng, le dio unas palmaditas en el hombro a Xie
Lian y, sin decir palabra, se giró para sentarse en
la mesa. Xie Lian entendió que esto significaba
que no iba a haber ninguna confrontación por el
momento, e inconscientemente suspiró de alivio.
Si Jun Wu tenía la intención de matar a alguien,
lo aterrador que él era después de desenfundar
la espada era algo que Xie Lian había
presenciado. Bajo ninguna circunstancia Xie Lian
quiso que Hua Cheng enfrentara de frente a Jun
Wu.
929
Sin embargo, los ojos de Hua Cheng nunca
abandonaron a Jun Wu y aún lo miraba con
cansancio.
Jun Wu puso delante las tazas de té.
—Aunque esta no es la primera vez que
conozco a su excelencia, ciertamente es la
primera vez que estamos tan cerca el uno del
otro. Ya que es una ocasión pacífica, ¿por qué no
tomar el té por vino y hacer sencilla esta
situación?
Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente, e
intentó parecer lo más casual posible mientras se
ponía la túnica exterior, preguntando mientras se
ponía las botas: —Mi señor, ¿cómo están las
cosas en la Corte Superior?
—…
Jun Wu dejó su taza de té y volvió la cabeza,
mirando por la ventana para mirar la luna,
suspirando: —No quiero hablar de eso.
—… Bien. No lo haré—dijo Xie Lian.
Parecía que las cosas estaban realmente mal.
Sin embargo, Jun Wu volvió la cabeza hacia atrás
y dijo con una cara seria: —Bromeo. Incluso si no
deseo hablar de ello, debo hacerlo. Xian Le, deja
a tu pequeño amigo por ahora y sígueme afuera
por un momento.
Al parecer, había cosas que comunicar que no
deberían ser escuchadas por personas ajenas.
Xie Lian estaba a punto de obedecer cuando
930
escuchó a Hua Cheng decir tranquilamente
detrás de él: —Su Corte Superior está en un
completo pandemonio, no es un secreto. Incluso
los pequeños fantasmas campesinos saben que
la reunión de los demonios no pudo ser detenida
esta vez y están aullando sin parar por la
emoción, ¿por qué hablar afuera?
Él también se bajó de la cama y,
lánguidamente, se acercó a la mesa, tomó la taza
de té y jugó con ella un poco, pareciendo que
beber el té no le interesaba. Un momento
después, los tres se sentaron junto a la mesa. El
aspecto de Hua Cheng en este momento era
joven, pero su expresión y modales casi hacían
que uno olvidara ese hecho.
Jun Wu respondió con suavidad: —Nada
podría engañar a los ojos de su excelencia.
Era el té que vertió Jun Wu después de todo,
debía darse el debido respeto, por lo que Xie Lian
lo bebió y preguntó mientras lo hacía: —¿Todavía
hay tiempo antes de la apertura oficial y el cierre
de las puertas del Monte Tonglu? ¿O está
confirmado ahora?
Aunque Feng Xin lo había mencionado antes,
Xie Lian siempre había pensado que podría
haber exagerado y no había tomado en serio sus
palabras. Sin embargo, Jun Wu confirmó: —Es
cierto, no pudo detenerse.

931
—Al parecer su plan original fue como todos los
anteriores; enviar a todos los dioses marciales
para sellar cada ruta que conduce al Monte
Tonglu y detener a los demonios en el camino.
—Hua Cheng comentó—. Pero Mu Qing salió de
su encierro y escapó, su paradero desconocido,
así que de repente hay una abertura en el sur.
Xie Lian preguntó: —¿Regresó Feng Xin al
Reino Celestial? ¿Cómo está él? ¿Dijo algo?
—Ha regresado, pero no en buenas
condiciones. —Jun Wu respondió—. Nan Yang
regresó herido y dio un informe apresurado de la
verdad, suplicándome que diera las órdenes a
todos los Oficiales Celestiales para que no
tocaran a la fantasma femenina Lan Chang y su
hijo. Quería volver a descender después de
informar, pero sus heridas no eran optimistas, su
brazo derecho apenas podía moverse, así que lo
até en la Corte Celestial para recuperarse. Sin
embargo, con eso, el bloqueo del sur ahora está
lleno de agujeros.
Si esto fuera cualquier otro asunto, como si
necesitaran a alguien para matar a un monstruo
o robar píldoras espirituales o algo así, Xie Lian
se ofrecería de inmediato como voluntario. Pero
algo como liderar tropas no era algo tan fácil de
hacer solo con ofrecerse hacerse cargo solo. Un
hombre podría romper un ejército de millones,
pero no podría defenderse contra un ejército de
932
millones solo. Xie Lian había comprendido hace
mucho tiempo que liderar personas y liderar
ejércitos no era algo en lo que fuera bueno. En
lugar de continuar intrépidamente, lo mejor era
que se nominara a otra persona más adecuada
para el puesto, por lo que no se apresuró en
ofrecerse como voluntario. En cambio, preguntó:
—¿No hay otro dios marcial que pueda asumir la
tarea?
Jun Wu respondió: —Los otros dioses
marciales ya tienen sus propios dominios y
misiones que cuidar y no tienen libertades para
asumir más. Estaba Pei Su, del Palacio de Ming
Guang, que pudo haber sido tomado prestado,
pero él ha estado exiliado por mucho tiempo. En
cuanto a Qi Ying, él es igual que tú, un loco al que
le gusta manejarse solo en el mundo, haciendo lo
que él quiere. Además, actualmente se
desconoce su paradero y ese niño nunca
responde a la comunicación espiritual. Encima de
eso, la jefa Oficial Celestial del Palacio de Ling
Wen también está perdida. Hay un jefe temporal,
pero los otros dioses de la literatura, si bien son
expertos en las artes, en términos de
comunicación, toma de decisiones y gestión de la
coordinación, son completamente incapaces.
Estos últimos días…
Al escucharlo, sonaba como si, en los últimos
días, la Corte Superior fuera a desmoronarse. Xie
933
Lian no podía soportar escuchar y sus simpatías
crecieron.
—Recuerdo que mi señor dijo una vez, incluso
si la reunión de los demonios no podía detenerse,
había otra manera de remediar la situación ¿Qué
se puede hacer?
—¿Remedio? —Dijo Hua Cheng—. Más bien
como un suicidio, probablemente.
Jun Wu lo miró y suspiró: —También dije que,
a menos que fuera absolutamente necesario, no
quería dar ese paso.
El corazón de Xie Lian se apretó.
—¿Podría ser...?
Jun Wu respondió lentamente: —Eso es
correcto. En este momento, la única forma de
remediar la situación es enviar a un dios marcial
para infiltrarse en la reunión de los demonios en
el Monte Tonglu.
Dado que el inicio de la masacre no se pudo
detener, entonces asegúrese de que al final de la
masacre, ¡no quede ninguno!
Xie Lian cruzó los brazos en sus mangas y
frunció el ceño.
—No estoy muy familiarizado con el Monte
Tonglu y realmente no sé cómo funcionan las
reglas, ¿cómo debería hacerse esto? ¿Matar a
todos los monstruos y demonios que entren en la
montaña?

934
Pero eso era algo inconcebible. Para infiltrarse
en el Monte Tonglu, la identidad de uno debía
estar oculta y tampoco podían venir muchos
ayudantes, de lo contrario, si los demonios
descubrieran que había Oficiales Celestiales
mezclados, seguramente lo rodearían y
destruirían. El Monte Tonglu también era un lugar
extremadamente perverso; los poderes
espirituales de un Oficial Celestial serían
significativamente restringidos, mucho más que
cuando estaban en la Guarida de del Demonio
Agua Negra.
Sin embargo, Jun Wu dijo: —No, no hay
necesidad de esforzarse tanto.
—Estoy familiarizado con el Monte Tonglu.
Gēge mire afuera —dijo Hua Cheng.
Siguiendo hacia donde señalaba, Xie Lian miró
por la ventana. Más allá de la ventana, de bajo,
había un gran campo con algunas flores o césped
y también había una pequeña maceta en la
esquina. Hua Cheng saltó al alféizar de la
ventana y señaló la maceta.
—En el corazón del Monte Tonglu hay un horno
gigante.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, esa pequeña maceta de flores cayó
repentinamente y rodó hasta el centro del campo
antes de pararse de pie sola. Poco después, con
esta como el corazón, el suelo, una vez plano,
935
repentinamente retumbó y rodó en olas, rodando
en montículos de varios tamaños alrededor.
Hua Cheng continuó: —Todo alrededor del
horno es una cadena montañosa rodeándolo.
Toda esta área se encuentra dentro de los
perímetros del Monte Tonglu y es tan grande
como siete ciudades-estado.
Xie Lian se sorprendió al ver esto y se levantó
de un salto, brincando fuera de la ventana.
Mientras se paraba entre el campo lleno de
pequeños montículos de tierra, le dio la ilusión de
ser un gigante mirando hacia abajo.
Hua Cheng continuó: —La matanza de
demonios comienza desde los bordes exteriores
de la cordillera y continúa hacia el horno en el
corazón.
Hizo un gesto con la mano y muchos objetos
diminutos en el suelo comenzaron a agitarse. Xie
Lian se agachó para observar de cerca y
descubrió que había muchas malas hierbas y
pequeñas hojas que se retorcían como una
pequeña persona cruzando la cordillera. Él
comentó: —Lo quiere decir, cuanto más cerca a
este horno en el centro, ¿los demonios también
son más fuertes?
—Eso es correcto. —Hua Cheng dijo—. Debido
a que las malezas débiles habrán sido
aniquiladas en los bordes.

936
Otra ligera ola de una mano y la brisa pasó
rozando y la maleza fue barrida completamente
por la brisa. Los pequeños montículos de tierra
vacíos repentinamente se volvieron desolados,
pareciendo bastante tristes. Sin embargo, la
pequeña maceta de flores en el centro de repente
emitió una luz roja, realmente pareciendo un
pequeño horno de fuego ardiendo. Xie Lian la
miró fijamente y notó que había una diminuta flor
roja y algunas malas hierbas comunes que
saltaron en la maceta de la pequeña flor, girando
alrededor de los lados como pequeñas personas
bailando. Esa pequeña flor roja bailaba más
salvajemente.
Hua Cheng se agachó a su lado.
—Finalmente, solo un puñado de demonios
como máximo pueden entrar en el interior del
horno. Y luego, el horno se cerrará. —Esas
pequeñas personas saltaron y luego cayeron,
tragadas por el lodo negro. Hua Cheng
continuó—: Después de eso, dentro de los
cuarenta y nueve días, un demonio debe salir de
este horno.
Esa maceta de la pequeña flor tembló
violentamente y explotó bruscamente, una luz
roja cegadora destelló, lanzando una ola de
polvo.
Acompañando este nacimiento destructor de la
tierra, esa pequeña flor roja saltó desde el interior
937
del lodo y levantó sus dos pequeñas hojas como
si estuviera gritando a los vientos para anunciar
su poder al mundo. Al ver esto, Xie Lian no pudo
evitar soltar una carcajada.
Sin embargo, tal vez estaba demasiado
emocionado y esa pequeña flor roja se deslizó en
el borde de la maceta, a punto de caer. Xie Lian
se apresuró a estirar sus manos y lo atrapó
ligeramente, sosteniéndolo en sus palmas. Esa
pequeña flor roja parecía haberse mareado por la
caída y sacudió su cabeza, levantando su cara
para mirar a la persona que la había agarrado y
sostenido. Xie Lian limpió las migajas de tierra
que le salpicaron y preguntó: —¿Entonces este
pequeño es el nuevo Rey Fantasma que nació en
el Monte Tonglu?
Hua Cheng asintió.
—Correcto. La masacre de demonios de al
principio fue un proceso de fortalecimiento y no
puede ser evitado. Si el demonio que entró al
horno no es lo suficientemente fuerte y no puede
salir de él, será asfixiado por dentro, quemado en
cenizas y se convertirá en fertilizante para otro.
—Se puso de pie y llamó a Jun Wu, que todavía
estaba sentado en el interior—. Su idea es reducir
a los poderosos y dejar de lado las malas hierbas.
Solo hay unos cuantos con el potencial de
convertirse en reyes fantasmas; una vez que
sean aniquilados, los débiles que quedan no
938
podrán salir del horno incluso si entran en él. Si
no pueden escapar, entonces de todas formas no
serían reconocidos como reyes fantasmas.
Xie Lian asintió.
—Suena factible. ¿Pero funciona? ¿Se ha
intentado esto antes?
Jun Wu se acercó a la ventana y dijo: —No.
Nunca se ha intentado antes. En el pasado, los
demonios siempre habían sido detenidos antes
de que pudieran reunirse.
Hua Cheng se cruzó de brazos.
—Me temo que no es factible. Luchar en estas
condiciones no es diferente al suicidio. Le sugiero
a usted, a quien se le ocurrió una idea tan
brillante, que vaya usted mismo.
—Tengo esa misma intención —respondió Jun
Wu con facilidad.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Mi señor?
Jun Wu dijo: —Xian Le, he descendido por esta
misma razón. Me dirigiré al Monte Tonglu.
Necesito que vuelvas a la Corte Celestial y te
ocupes de mis deberes por el momento.
Xie Lian dejó caer sus manos y se levantó de
un salto.
—¡No será posible! ¿Tengo que ocupar su
lugar temporalmente? Mi señor, por favor, no
bromee, nadie me escuchará.
Jun Wu sonrió.
939
—Entonces, esta será una muy buena
oportunidad para que comiencen.
Xie Lian se frotó la frente.
—Mi señor, perdóneme, pero realmente no
puedo estar de acuerdo con usted esta vez. Esto
es demasiado absurdo. Para usar un ejemplo
vulgar del Reino Mortal, un emperador puede
entrar en el campo de batalla, pero ¿alguna vez
ha oído hablar de un emperador infiltrándose y
asesinando? El hecho de que la Corte Celestial
pueda flotar tan alto en el cielo está todo en sus
manos. Ninguno de los otros Oficiales Celestiales
puede hacer esto, son todos los esfuerzos de mi
señor. Si está allí, el cielo no se caerá. Si no está
allí, entonces el cielo realmente caerá.
Jun Wu, sin embargo, respondió con las manos
apretadas a los costados: —Xian Le, no hay
nadie en este mundo que caiga solo porque el
cielo se haya derrumbado. Una vez que te hayas
acostumbrado, te darás cuenta de que incluso
con la pérdida de cualquiera, la vida continuará.
Siempre habrá novedades para sustituir a los
antiguos. Tener a un nuevo Rey Fantasma nacido
no es nada si se trata de otro Xueyu Tanhua o un
Heishui Chenzhou, pero si es otra Calamidad
Vestida de Blanco, el mundo caerá en el caos.
—Él miró a Xie Lian a los ojos—. Has visto con
tus propios ojos lo difícil que fue matar a un

940
Supremo como él. Si no soy yo quien va,
entonces no hay otra manera.
Xie Lian también sabía que esto no era Jun Wu
siendo humilde. Estar en el estado más débil,
atrapado con millones de demonios y seleccionar
con precisión a todos y cada uno de los más
fuertes para matar o someter, incluso si fuera él
mismo, no podía decir con seguridad si podía
hacerlo. Solo Jun Wu tenía la mayor posibilidad
de éxito. Pero, esta ausencia podía tardar hasta
diez años. ¿Qué pasaría con el mundo exterior?
¿Qué pasaría con la Corte Superior?
En ese momento, Hua Cheng dijo: —¿Quién
dice que no hay otra manera?

941
Capítulo 143
Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la
reunión de millones de demonios (parte
uno)

A
l día siguiente, Xie Lian y Hua Cheng
comenzaron su viaje.
Hua Cheng tomó la mano de Xie Lian y dijo:
—Vaya, la próxima vez que vea a Jun Wu, no le
hable, dese la vuelta y huya.
Xie Lian estaba desconcertado.
—¿Por qué?
—Acabo de saber que cada vez que viene a
buscarlo, nunca es para algo bueno —dijo Hua
Cheng.
Xie Lian se rió.
—¿Qué quieres decir? El trabajo que me
asignó originalmente no era este.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Es lo mismo.
Ya sea que vaya a Monte Tonglu o que lo ayude
a manejar los cielos, ninguna de ellas es una
buena asignación. La Corte Superior está ahora
942
en un completo caos, bien podría dejarlo
destruirse. Tirar esa pila de barro en su regazo,
¿por qué? No es diferente a elegir entre una
espada y un cuchillo para suicidarse.
Xie Lian no pudo evitar reírse, pero después de
reír, dijo con seriedad: —Aun así, no pensé que
fueras a ser voluntario para acompañarme al
Monte Tonglu. He estado pensando por un
tiempo y siento que esto aún debería decirse:
San Lang, absolutamente no te fuerces.
Seguía sintiendo que Hua Cheng solo se había
ofrecido voluntario a venir porque sabía lo que
Xie Lian estaba pensando. Después de todo, Xie
Lian realmente sentía que en lugar de manejar
los cielos y hacer algo en lo que no era bueno,
sería mucho más gratificante encerrarse en un
horno y matar a gusto. Sin embargo, Hua Cheng
dijo: —Gēge ya he jurado tres veces que no me
estoy forzando, ¿no me cree?
—Por supuesto que no es eso… —dijo Xie
Lian.
Hua Cheng asintió.
—Entonces simplemente relájese, Gēge.
Conozco mis límites. No sienta que me debe
algo. Incluso pensando solo desde mi posición,
tampoco me importaría meter al nuevo Rey
Fantasma de vuelta al horno antes de que nazca.
Actualmente, los presentes reyes fantasma y
los cielos compartían beneficios mutuos en esta
943
materia. Había solo un poco de arroz y todos
querían un bocado. Ya no era suficiente para
desperdiciar y había conflictos a veces, pero, a
agregar a otro a la mezcla para compartir la bolsa.
Nadie estaba dispuesto. Además, si este nuevo
tuviera un carácter extremo, entonces, si se
volviera loco, a nadie le quedaría nada para
comer.
Después de que Jun Wu escuchó la sugerencia
de Hua Cheng, lo consideró seriamente. Si Xie
Lian fuera solo, ciertamente no sería tan
adecuado comparado con el mismo Jun Wu, pero
si era Xie Lian con un Rey Fantasma que una vez
entrenó a través del mismo Monte Tonglu,
entonces esta combinación tendría más
posibilidades en su favor.
Por supuesto, Hua Cheng no iría por nada. Jun
Wu aceptó sus términos: hasta la próxima vez
que el Monte Tonglu vuelva a abrirse, todo el cielo
debía desviarse alrededor de la Ciudad
Fantasma. Además, toda la corte debería
anunciar las hazañas heroicas de Xueyu Tanhua
y cantar canciones de alabanza durante todo un
año...
Xie Lian trató de imaginarlo y probablemente
fue algo como: ¡Puñado de Oficiales Celestiales
tontos! ¡Saben quién los salvó? Esto fue
prácticamente como atormentar a los Oficiales
Celestiales, que ya estaban cansados de Hua
944
Cheng y que tenían sentimientos complicados
hacia él y pisar sobre sus caras.
Hua Cheng sonrió.
—Conmigo, este viaje será mucho más fácil
para usted.
Volviendo en sí, Xie Lian respondió: —Todavía
creo que deberíamos ir después de que tu
período de agravación haya terminado, después
de que hayas vuelto a tu estado normal.
—No tiene que preocuparse por eso tampoco.
Será pronto —dijo Hua Cheng.
Xie Lian se sorprendió.
—Huh…
—¿Qué sucede? Gēge ¿qué es esa cara?
—Cuestionó Hua Cheng.
Xie Lian dijo abatido: —... ¿Eso significa que
San Lang va a crecer?
Hua Cheng apretó los puños a sus lados.
—Hum. He soportado durante demasiado
tiempo. No puedo esperar más.
Sin embargo, de manera inesperada, justo
cuando terminó de hablar, Xie Lian lo levantó, lo
alzó con los brazos y se echó a reír: —¡Será una
pena! No podré levantarte más después de que
crezcas, así que es mejor que te abrace tanto
como pueda ahora, jajajajaja...
—…

945
En el camino hacia el Monte Tonglu, no
pudieron usar el conjuro de Acortamiento de
Distancia y solo podían caminar. Más de diez
días después, los dos dejaron pueblos y señales
de vida muy atrás y entraron en una zona
montañosa con campos interminables de
frondosos bosques verdes.
Cuanto más se adentraban en el bosque, más
monstruos y demonios veían en el camino, las
bandas de ellos se hacían más grandes y más
densas, sus apariencias y formas extrañas,
furtivas y apresuradas.
Xie Lian caminó con Hua Cheng en la mano y
susurró: —Han venido tantos.
—La reunión esta vez ciertamente es más
grande que las de antes. Es porque los cielos no
levantaron una barricada, por lo que muchos de
los que no estaban planeando venir han venido
—dijo Hua Cheng.
Sin embargo, no solo había fantasmas
solitarios, sino muchos que vinieron en grupos.
Después de un rato, Xie Lian y Hua Cheng se
encontraron con un gran grupo de demonios
harapientos y andrajosos, con la cara salvaje,
marchando en un desfile mientras cantaban:

946
—¡QUE EL MUNDO SEA HORNO; QUE LAS
ALMAS SEAN COBRE!
—LAS AGUAS PROFUNDAS Y LOS FUEGOS
QUEMEN; ¡LAS ADVERSIDADES
ENTERRADAS DENTRO!
—¡QUE EL MUNDO SEA HORNO; QUE LAS
ALMAS SEAN COBRE!
—LAS AGUAS PROFUNDAS Y LOS FUEGOS
QUEMEN; ¡LAS ADVERSIDADES
ENTERRADAS DENTRO!
Escuchando el tono de sus gritos, no solo no
sonaban asustados, sino que sonaban ansiosos.
Pero al escuchar su eslogan, la expresión de Hua
Cheng se volvió glacial.
—Ni siquiera entienden lo que dicen, pero
definitivamente gritan más fuerte que nadie.
Pensando en ello, muchos de estos monstruos
y demonios nunca habían experimentado esta
prueba antes y no entendían su crueldad,
tomando el convertirse en Supremo en algo
fácilmente alcanzable, cada uno de ellos estaba
lleno de determinación heroica, provocando
desagrado al que ya era experimentado.
—¿Pueden también venir en grupos?
—Preguntó Xie Lian.
—Esos son típicamente los que ya se conocían
y planeaban ir a la montaña juntos, jurando
mostrar misericordia entre ellos. Sin embargo,
ninguna de las promesas se mantendrá
947
simplemente porque al pelear hasta el final,
cuanto más maten, más fuerte serán, más
posibilidades tendrán de sobrevivir y la víctima
más fácil será el más cercano a ti.
Luego, frunció el ceño ligeramente, cubriendo
su ojo derecho, pareciendo tener otro dolor de
cabeza. Xie Lian lo agarró rápidamente y se
escondió detrás de los árboles a un lado,
agachándose, sintiéndose preocupado.
—San Lang, estamos a punto de entrar a la
montaña. ¿Estás seguro de que estarás bien?
Alzando las cejas, Hua Cheng respondió: —No
se preocupe, Gēge todo está bien. Será mejor
pronto.
¿Cómo podría Xie Lian no estar preocupado
simplemente porque dijo eso?
Hua Cheng luego agregó: —Gēge acérquese,
tengo algo que decirle.
Xie Lian no sabía lo que estaba planeando, así
que acercó su rostro. Hua Cheng sostuvo su
rostro con las manos y tocó ligeramente su frente
con la de Xie Lian. Xie Lian parpadeó y se quedó
atónito. Esperó hasta que Hua Cheng lo soltara
antes de comenzar a decir.
—San Lang, ¿qué estás...?
Hua Cheng sonrió.
—Hecho. Aquí está lleno de fantasmas y
demonios; Gēge es un Oficial Celestial, su olor

948
sería muy visible allí. Esto ayudará a cubrirlo un
poco.
Así que eso era. Estaba manchando a Xie Lian
con su aroma. Xie Lian no pudo evitar recordar
cómo los dos intercambiaron poderes espirituales
y aire entre ellos, temió que Hua Cheng lo
recordara también y rápidamente dijo: —Está
bien. Vamos a ponernos algún disfraz.
Para mezclarse con millones de demonios,
naturalmente debían ir bajo algunos disfraces.
Sin embargo, no era nada más que cubrirse con
una capa. Ya había muchos demonios y
monstruos que también se ponían máscaras y
capas, por lo que no era extraño. Los dos se
vistieron simplemente y Xie Lian sostuvo la mano
de Hua Cheng mientras continuaban su camino
lentamente. Después de un rato, se escuchó el
leve ruido de una conmoción en el camino. Sin
estar seguro de lo que estaba sucediendo, Xie
Lian preguntó: —¿Hay algo como un punto de
referencia que te diga que ingresaste al Monte
Tonglu?
—Lo hay —respondió Hua Cheng—, pero no
confíe en eso.
Xie Lian estaba a punto de continuar con sus
preguntas, pero la conmoción que se avecinaba
se intensificaba. Cuando los dos salieron del
bosque, resultó que había una gran multitud sucia
de al menos tres o cuatrocientos monstruos y
949
demonios atrapados ante un precipicio inclinado.
Sin embargo, este número no era más que la
punta del iceberg para la participación de la
reunión en esta ocasión.
—¿Por qué está bloqueado el camino?
¿Fuimos por el camino equivocado?
—Eso no puede ser... ¿No dijeron que
cualquier camino conduce al Monte Tonglu?
Tal vez fue porque no estaban dentro de los
límites del Monte Tonglu y la matanza no había
comenzado oficialmente, que la multitud de
demonios todavía era considerablemente
pacífica.
Xie Lian encontró un fantasma al azar en el
costado y preguntó de manera casual: —¿Qué
está pasando allí?
Ese fantasma gritó: —¿NO TIENES OJOS PA’
VERLO TÚ MISMO? ¡HAY UNA MONTAÑA EN
EL CAMINO, NO PODEMOS LLEGAR!
—…
Xie Lian miró a este fantasma que estaba a su
lado, la mitad de su cabeza estaba cortada y,
verdaderamente, era este quien no tenía ojos
para ver. Pero Xie Lian no iba a decir nada sobre
eso y solo dijo: —¿No podemos rodearlo?
Justo en ese momento, varios demonios se
precipitaron desde el otro lado, sus lenguas
escupiendo: —¡Demonios, esta montaña es
malvada! ¡Hemos rodeado por más de una hora
950
y aún no hemos visto el final! ¡He tenido que
correr más de una hora para volver!
Los fantasmas se volvieron hacia Xie Lian.
—No.
Xie Lian preguntó: —¿No podemos escalar o
sobrevolar?
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, una gran ave de siete pies de largo se
cayó del cielo, se estrelló pesadamente en el
suelo y prácticamente cayó muerta en el lugar.
Un demonio gritó: —¡MUERTO! ¡EL ESPÍRITU
DE PÁJARO MURIÓ DE CANSANCIO Y AÚN
NO PUDO SOBREVOLAR!
Los fantasmas se volvieron a Xie Lian de
nuevo.
—No.
Xie Lian lo intentó de nuevo: —Entonces ¿no
podemos…?
Pero antes de que pudiera completar su
pregunta, todos los fantasmas lo callaron como si
realmente quisieran cerrarle la boca.
—¡DEJA DE PREGUNTAR, BOCÓN!
—Está bien. —Xie Lian obedeció.
Cientos de fantasmas y demonios fueron
bloqueados por este precipicio de montaña
insuperable, sin poder caminar ni cruzar y varias
voces de interminables tonos sonaron,
extremadamente ruidosas.

951
Algunos dijeron: —¡Lo entiendo! No es una
montaña típica, es una pantalla.
Otros dijeron: —Oigan, después de cruzar esta
montaña, el Monte Tonglu debe estar justo más
allá. Esta montaña es probablemente la primera
prueba antes de entrar en la montaña. Si no
podemos pasar una prueba simple como esta,
entonces no hay necesidad de pensar en lo que
vendría después y es mejor que nos vayamos a
casa.
—¡ESPEREN!
—¿Esperar qué?
Una voz perpleja habló: —¿Por qué... huelo
algo raro?
—¿Qué olor? ¿Seguro que no es esa carne
humana muerta que tienes contigo?
Esa voz dijo: —No, no. ¡No es la carne de los
muertos, es la carne de los vivos! No, no, no, ¡eso
tampoco es correcto!... Es como... ¡EL OLOR
DE UN OFICIAL CELESTIAL!
En el momento en que esas palabras salieron,
se levantó una ola de alarma y la multitud de
demonios gritó: —¡¿QUÉ?! NO ME JODAS,
¿POR QUÉ HABRÍA UN OFICIAL CELESTIAL?
—¡AHH ESPERA! Hum... ¡LO HUELO
TAMBIÉN!
—¿Cómo es que no olemos nada aquí?

952
—Ahora que todos están hablando de eso, se
siente como si aquí también... ¿¡¿SE COLÓ UN
OFICIAL CELESTIAL?!
—Eso es imposible... ¿Qué Oficial Celestial es
tan audaz para venir a un lugar como este?
Con todas estas voces gritando, la alarma
explotó en todas direcciones. Xie Lian se sentía
un poco nervioso, pero aun así su rostro no reveló
nada.
Hua Cheng, obviamente, lo había ayudado a
cubrir su olor antes, así que ¿por qué aún habría
algún olor? Nadie debería haber notado que se
había colado.
Hua Cheng tomó su mano y susurró: —Gēge
tenga cuidado, algo está revolviendo la olla y
creando un caos a propósito.
—También es posible que, aparte de mí, haya
otros funcionarios celestiales que se hayan
colado —dijo Xie Lian.
En ese momento, el demonio que fue el primero
en mencionar el olor a humanos saltó sobre una
roca.
—¡OIGAN! Tal vez, esos miserables Oficiales
Celestiales en el Reino Celestial vieron que no
podían detenernos en el camino, así que
enviaron a personas a venir al Monte Tonglu para
arruinar nuestra celebración. Sugiero a todos los
que usen máscaras y capas o mantos gruesos
que se los quiten por ahora, de modo que quien
953
tenga aura espiritual sea descubierto de
inmediato. Todos, anuncien su título uno por uno,
¡no les den la oportunidad de colarse entre
nosotros!
Toda la multitud de demonios aplaudió la idea
y ese demonio continuó: —¡Iré primero! Soy El
Demonio de la Rápida espada extingue Vidas, la
espada de decapitación de un verdugo. ¡Solo hay
una única espada para matar y cortar cabezas!
—…
Según la experiencia de Xie Lian, por lo
general, cuanto más exagerado era el título, con
nombres como; sin paralelo; mil manos.
poderoso o extingue vidas, etc., eran más fáciles
de eliminar. Generalmente con un solo
movimiento. A veces tres pueden ser eliminados
con un solo movimiento. Inmediatamente se
lanzaron ruidosamente cientos de títulos y él
negó con la cabeza mientras escuchaba.
De repente, un demonio a su lado le dio un
codazo: —Oye, ¿por qué no te has quitado la
capa todavía? ¿Qué eres?
No era como si lo dijera de manera
irrespetuosa; si no era humano, solo podría
llamársele; qué, por lo que no parecía estar mal.
De hecho, hubo muchos otros demonios que no
se quitaron sus capas y máscaras; incluso había
uno cerca de Xie Lian, observándolos con los
brazos cruzados. Pero el primero que fue
954
expuesto fue Xie Lian y al ver que todos los ojos
estaban sobre él, aceptó su propia mala suerte y
se quitó la capa, hablando suavemente: —Soy un
Maestro de Títeres.
Todos los demonios se acercaron y rodearon
alrededor.
—¡Ya veo! No es de extrañar que te parezcas
tanto a un humano. ¡Esta es la primera vez que
veo a un Maestro de Títeres!
Xie Lian sonrió sin hablar. Un Maestro de
Títeres era un demonio con un aura demoníaca
muy débil. Para crear el títere perfecto,
experimentaban con diferentes tipos de
materiales, por lo que no era extraño haber sido
manchados con diferentes tipos de aromas. Ya
que en particular les gusta la piel de los humanos,
el olor de los humanos era usualmente pesado en
sus cuerpos. El sueño de los Maestros de Títeres
era arrancar los pelos de un Oficial Celestial y
hacer pelucas para sus títeres y algunos incluso
se atrevieron a intentarlo. Por lo tanto, tampoco
era extraño que hubiera olor de Oficiales
Celestiales.
Un demonio preguntó: —Entonces, ¿dónde
está tu títere?
Xie Lian escaneó a la multitud, luego se agachó
para levantar a Hua Cheng.
Los demonios estaban todos asombrados.
—¡Wow, tan exquisito!
955
—¿Qué material usaste? Tsk tsk tsk, esto
parece tan real.
—Siento que vas a ser un competidor duro...
—¿Cómo es esto real? Creo que se ve
bastante falso. ¿No es la piel demasiado blanca?
¿Por qué los niños tendrían pestañas tan largas?
A pesar de que Hua Cheng tenía los brazos
cruzados e inexpresivos, todavía había muchos
fantasmas femeninos cuyos corazones inmóviles
se vieron impactados por su aspecto.
—Me estoy muriendo, ¡qué guapo, títere!
Maestro, ¿acepta comisiones? ¿Puedo pedir uno
exactamente igual? Podemos hablar de precios.
Algunos incluso se acercaron a probar y
acariciar, incapaces de detenerse. Xie Lian
inmediatamente lo trajo de vuelta a sus brazos y
los demonios se pusieron molestos.
—¡Tan tacaño! Protegiéndolo tanto, ni siquiera
nos dejas tocar.
El brazo izquierdo de Xie Lian sostuvo a Hua
Cheng aún más fuerte y su mano derecha cepilló
su pelo.
—Por supuesto. Esta es mi marioneta.
Además, se molesta fácilmente. Nadie más que
yo puede tocarlo, de lo contrario se enfadará
mucho.
Hua Cheng levantó sus cejas en los brazos de
Xie Lian y los demonios se echaron a reír a
carcajadas.
956
—¡AIYOH, INCLUSO PUEDE LEVANTAR SUS
CEJAS! ¡TIENE ACTITUD!
Justo en ese momento, de repente se escuchó
una voz que decía: —No creo que sea eso.

957
Capítulo 144
Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la
reunión de millones de demonios (parte dos)

X
ie Lian volteó para mirar y la persona que
habló fue ese Rápida Espada que extingue
Vidas. Él acusó: —El olor de humano en ti
es un poco demasiado pesado.
La multitud de demonios reprendió: —Él es un
Señor de Títeres... es comprensible. Él tiene la
esencia del mal en él también.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas respondió: —No, no, miren todos más
cerca. Esta esencia del mal en este Señor de
Títeres no se siente como si fuera emitida desde
dentro, es más como si estuviera teñida desde el
exterior.
Teñir la esencia del mal desde la superficie
debería haber sido pasable originalmente, pero
una vez que se convirtiera en el punto de atención
para la multitud de demonios, los detalles serían
amplificados. Este Demonio de la rápida Espada
que extingue la Vida no se veía como si fuera muy

958
inteligente al principio, similar a ese Ojo del Cielo
y Xie Lian lo había tomado por un personaje
pequeño e insignificante, pero quién hubiera
sabido que no era tan fácil engañarlo.
Un demonio dijo: —Parece que estás bien
versado en esto, así que, ¿hay algo para probar
tus palabras? ¿Cómo sabemos? ¿Tienes alguna
idea?
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas respondió: —Sí. ¡Hay una herramienta que
puede determinar exactamente lo que es!
De su manga sacó un objeto. En el momento
en que la multitud de demonios vio,
instantáneamente retrocedieron.
—¡MIERDA! ¿¡TIENES TALISMANES
AMARILLOS?! ¿ESTÁS SEGURO DE QUE NO
ERES EL OFICIAL CELESTIAL?
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas explicó con seriedad: —¡No! He matado a
algunos cultivadores en el camino hacia aquí y
tomé sus pertenencias, eso es todo. Estos son
solo los típicos talismanes amarillos para tratar
con pequeños fantasmas y pequeños secuaces
irrelevantes. Como todos llegaron aquí, estoy
seguro de que estos talismanes no les harán
nada. ¡Miren!
Luego le dio una palmada en el talismán
amarillo en la frente. Crujido, crujido, ese talismán
amarillo se quemó en un poco de humo negro en
959
su cara, dejando una marca negra y cenicienta en
su frente.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas dijo: —Aunque este talismán no puede
hacerme nada, al menos puedo demostrar mi
identidad.
Algo así como un talismán de papel podría
usarse para luchar contra monstruos y demonios,
por otro lado, también podría usarse para
identificar si una persona era, de hecho, una
persona.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas señaló a Xie Lian: —Si realmente eres un
Señor de Títeres, entonces coloca este talismán
amarillo en tu frente. Ya veremos si deja una
marca.
Xie Lian no mostró ninguna reacción, pero su
mente rápidamente daba vueltas. Sin embargo,
Hua Cheng susurró: —No se preocupe, Gēge.
Por lo tanto, Xie Lian supo que Hua Cheng
confiaba en sus posibilidades. Bajó a Hua Cheng,
fácilmente se acercó, tomó ese talismán y lo
presionó en su frente. Crujido, crujido, ese
talismán amarillo se quemó hasta convertirse en
un humo negro, sin embargo, después de que el
humo se había disipado, la frente de Xie Lian aún
estaba sin un rastro.
¡Esto demostró que la esencia del mal en su
persona estaba manchada solo superficialmente!
960
Aparte de esa figura encapuchada con los
brazos cruzados, cientos de demonios
instantáneamente los rodearon, gritando y
aullando, pareciendo que estaban listos para
sacar todo tipo de armas extrañas, pero luego
todos fueron empujados instantáneamente por
una barrera invisible. La multitud de demonios se
sorprendió: —¡Bueno, bueno! ¡Bastante hábil
también!
Xie Lian abrió las manos.
—No hice nada.
En ese momento, Hua Cheng, que estaba de
pie detrás de él, habló y se acercó con los puños
a sus costados: —Ustedes, grupo de fantasmas
pueblerinos que no sabe nada, ¿por qué están
tan sorprendidos?
—¿Y tú eres un hombre del mundo, pequeño
bebé fantasma?
—No es mentira que él no tiene esencia del mal
en él. Quiénes son ustedes, ¡identifíquense ya!
Hua Cheng respondió: —Que montón de
tontos. Por supuesto, no hay nada en su cuerpo,
¡porque soy el verdadero Señor de Títeres!
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, la multitud de demonios pudo sentir un
escalofrío extremadamente inquietante junto a
ellos, como si todo el campo se congelara.
Incluso con sus cuerpos fríos todavía se
estremecían.
961
—... ¿Qué... qué... está... pasando...?
—Les doy a todos una muestra del mundo, solo
eso —dijo Hua Cheng.
Él rescindió su aura y la multitud de demonios
finalmente dejó de temblar. Ese Demonio de la
rápida Espada que extingue la Vida cuestionó,
sintiendo temor.
—Si... si eres el Señor de Títeres y él también
es un Señor de Títeres, entonces ¿quién es real?
No, no puede ser él, entonces, ¿qué clase de
persona es él?
Antes de que Hua Cheng respondiera, Xie Lian
sonrió: —Obviamente, del tipo que le pertenece a
él.
La multitud de demonios quedó aturdida por un
momento, luego finalmente se dieron cuenta.
—Entonces... ¿Entonces es lo contrario? Él es
el señor y tú eres el títere.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas cuestionó sospechaba: —¿Entonces por
qué dijiste que eras el Señor de Títeres antes?
¿Cuál es la intención de tu mentira?
Hua Cheng sonrió.
—Porque, pensé que sería divertido.
Xie Lian también sonrió.
—Eso es correcto. La razón más importante es
que el señor lo encuentre divertido.
Después de que los fantasmas femeninos
superaran su sorpresa inicial, guardaron sus
962
largas garras y lenguas y comenzaron a dar
vueltas alrededor de Xie Lian y a examinarlo. Por
alguna razón, los comentarios de las fantasmas
femeninas dirigidos a él adquirieron un sabor
completamente diferente al de cuando estaban
revisando a Hua Cheng. De alguna manera,
sonaban más audaces.
—¿Así que este pequeño Gēge es el verdadero
títere? Aiyah, me gusta más esta edad, ¡ahora
quiero uno más aún! ¿Estás seguro de que no
aceptas pedidos?
Xie Lian respondió con suavidad: —Hum...
gracias por sus afectos. Pero, en realidad soy
muy viejo...
—Este material es piel humana, ¿verdad? El
tratamiento se hizo de manera muy limpia, no hay
nada de ese olor apestoso y rancio de Yang de
esos hombres fornidos. Señor, ¿cómo manejas el
mantenimiento? ¿Usas perfume?
—Es piel humana —respondió Xie Lian—. No
hay perfumes. Simplemente báñese con
frecuencia y tome mucha agua.
—¡Guau! ¡Se siente como si esta marioneta
pudiera hacer muchas cosas! De todo tipo. Tanto
la cara como el cuerpo se ven bastante bien,
¿eh? Parece que la sensación de su piel también
es agradable. Pero él está un poco flaco, me
pregunto si hay algo de carne allí después de
quitarle la ropa, jejeje...
963
Xie Lian había mantenido una sonrisa educada
y humilde todo el tiempo, pero al ver que en
realidad había fantasmas femeninas
acercándose listas para sentir su pecho con sus
ojos brillantes, sus cejas se movieron. Hua Cheng
presionó dos dedos juntos, los levantó
ligeramente y el círculo de manos delicadas y
marchitas fue apartado. Xie Lian se agachó
inmediatamente detrás de Hua Cheng para
esconderse. Las fantasmas femeninas estaban
molestas.
—¿Qué, vas a decir que este títere también
tiene mal genio y no le gusta que otras personas
lo toquen? ¡Se ve bien!
Hua Cheng extendió la mano y levantó la
barbilla de Xie Lian.
—Su temperamento es ciertamente agradable,
pero mi genio es malo. Nadie tocará lo que me
gusta, excepto yo.
Xie Lian le siguió la corriente y,
obedientemente, levantó la cara, reprimiendo su
risa con tanta fuerza que sus entrañas estaban
dando espasmos. Aun así, fue muy cooperativo y
miró a los ojos de Hua Cheng, hablando con
seriedad: —No. San... el genio del señor también
es muy agradable.
Hua Cheng también se rió, viéndose muy
satisfecho. Los dos conversaron un tiempo,
entrando en sus roles, pero otro demonio de al
964
lado interrumpió: —Todavía creo que el olor a
humano en él es demasiado fuerte.
—Entonces, ¿qué quieres hacer?
—Cuestionaron las fantasmas femeninas.
Ese demonio dijo: —Escuché que las
marionetas hechas de piel no están rellenas de
carne, por lo que si son apuñaladas, no
sangrarán. Déjame apuñalarlo con una espada y
ver… —Pero antes de que él terminara de hablar,
fue asustado hasta el silencio por un ojo agudo.
Hua Cheng dijo fríamente: —Intenta tocarlo, te
reto. ¿Piensas que dejaría que las cosas que
atesoro en lo más profundo de mi corazón sean
tocadas tan fácilmente por ti?
La multitud de fantasmas fue empujada por el
poder de su aura antes, y ahora que Hua Cheng
estaba haciendo amenazas, no se atrevieron a
mover otro músculo e, inconscientemente, se
habían alejado para darles un gran espacio para
respirar. Ese Demonio de la rápida Espada que
extingue la Vida quien había empezado todo vio
que las cosas iban cuesta abajo y, de hecho, se
convirtió en el primero en intentar suavizar las
cosas.
—Por favor, no te enfades, Señor de Títeres. Ni
siquiera hemos entrado en los límites del Monte
Tonglu, podemos hablar más después de entrar.
No malogremos las cosas entre nosotros ahora.
Los ojos de Hua Cheng miraron hacia un lado.
965
—En lugar de acosar a mi títere, ¿por qué no
preguntar por qué ese todavía no se quita la
capa?
La excéntrica figura encapuchada que había
estado parada en el costado todo este tiempo aún
no se había quitado la capa desde que comenzó
el alboroto y había estado observando con los
brazos cruzados como si estuviera disfrutando de
un espectáculo, completamente retirado del
bullicio. Ahora que Hua Cheng lo señaló, el
espectáculo ya no podía ser visto porque se
convirtió en el centro de atención. El Demonio de
la Rápida Espada extingue Vidas avanzó un
paso.
—¿Este amigo también se quitará la capa para
dejarnos ver?
Esa figura encapuchada se detuvo por un largo
tiempo y justo cuando Xie Lian estaba
empezando a sospechar que esta estaba
preparándose para levantar la tierra y huir, esa
figura encapuchada de repente se estiró y
limpiamente se sacó la capa.
Debajo de la capa había un rostro hermoso,
pero sencillo y normal.
Una persona así, si fueran arrojados a una
multitud, no se verían mal, pero serían fácilmente
olvidados, su apariencia olvidable y eso hizo que
aquellos demonios que lo vieron revelarse se

966
sintieran bastante decepcionados. Sin embargo,
Xie Lian estaba cada vez más cauteloso.
—Obviamente, una cara falsa —dijo Hua
Cheng.
Su voz solo podía ser escuchada por Xie Lian
y Xie Lian asintió. A veces, cuando los Oficiales
Celestiales o los demonios de renombre tenían
asuntos que hacer en el Reino Mortal, en lugar de
usar la inconveniente forma real, creaban una
cara falsa como esa. En tiempos como estos, el
elemento más importante de esta transformación
era; simple y normal; ya sea que se viera bien o
no, siempre que fuera lo suficientemente sencilla
como para garantizar que no importaba cuánto
tiempo una persona se quedara mirando su
rostro, lo olvidará en el momento en que se
alejara. Eso constituiría una transformación
exitosa. La cara de esa figura encapuchada
coincidía perfectamente con el componente clave
de tal transformación, por lo que era más que
probable que no fuera su cara real y su identidad
real fuera desconocida.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas entregó un talismán amarillo. Esa figura
encapuchada lo tomó y se lo puso en la frente sin
dudarlo.
Crujido, crujido, humo, una marca.
Al parecer, él también era un demonio y no un
humano.
967
Después de todo este alboroto, el ánimo de la
multitud estaba empeorando.
—Entonces, ¿hay realmente un Oficial
Celestial mezclado o no?
—¿Quién es el que trajo esto primero? Será
mejor que no te equivoques.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas levantó su mano.
—El primero en notarlo fui yo, ¡pero es verdad!
Definitivamente olí a un Oficial Celestial ¡AH!
Inesperadamente, en medio del discurso, de
repente gritó y se derrumbó. Sorprendido, Xie
Lian corrió hacia adelante y allí había una herida
muy sangrienta en su cuerpo. La puñalada
atravesó el abdomen y, en la herida, había un
débil residuo de la clase de luz espiritual que solo
se encontraba en el cuerpo de un Oficial
Celestial.
La multitud de demonios se sorprendió.
—¡MIRA SU HERIDA! ¡HAY UN OFICIAL
CELESTIAL ENTRE NOSOTROS!
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas cubrió ese sangriento agujero y gritó
aterrorizado: —¡TODOS ATENTOS! ¡QUIEREN
EXTERMINARNOS!
La multitud de demonios inmediatamente
perdió la cabeza en el terror, como si una olla
hubiera explotado y todos levantaron sus armas,
listos para enfrentar a los enemigos desde
968
cualquier dirección, gritando: —¡¿QUIÉN ES?!
¡¿QUIÉN QUIERE EXTERMINARNOS?!
¡¿DÓNDE TE ESCONDES?!
Cuando el Demonio de la Rápida Espada que
Extingue Vidas fue golpeado por primera vez, el
primer pensamiento que pasó por la mente de Xie
Lian fue: —Sabía que aquellos que se dan títulos
tan ridículos son los primeros en caer. Luego,
después de parpadear, gritó: —¿TODOS
VIERON ESTO, CIERTO? MI SEÑOR Y YO
ESTÁBAMOS AMBOS BAJO SU VIGILANCIA
TODO EL TIEMPO, NO HEMOS HECHO NADA.
Mientras hablaba, miró fijamente a esa figura
encapuchada.
El otro también levantó la mano, su voz baja:
—Igual.
Xie Lian se inclinó para revisar las lesiones del
Demonio de la Rápida Espada y afirmó: —Es una
herida de espada. Quienquiera que esté usando
una espada en este momento es... —Cuando
volvió la cabeza, se quedó sin habla al instante.
Parecía que la espada no solo era el arma más
popular en los reinos mortal y celestial, sino
también en el reino de los fantasmas. De los
cuatrocientos demonios presentes, al menos más
de trescientos portaban espadas empuñadas,
completamente incontables. Xie Lian se aclaró la
garganta—: Solo si hay más talismanes amarillos

969
que podamos usar como los anteriores, no
tendremos que preocuparnos por quién es quién.
Por supuesto, este fue un comentario de
improviso, haciéndose sonar útil. Si realmente
había colegas celestiales que se infiltraron en
esta multitud, ciertamente no quería ayudar a
exponerlos. Este Demonio de la Rápida Espada
tampoco podría tener tantos talismanes amarillos
preparados. Sin embargo, de forma inesperada,
justo cuando hizo su comentario, El Demonio de
la Rápida Espada extingue Vidas realmente sacó
un grueso montón de talismanes amarillos.
—¡OH! ¡TENGO MÁS!
Xie Lian no pudo evitar querer echar un vistazo
detrás de su espalda.
—… ¿De dónde sacaste eso?
—¡ESO NO ES IMPORTANTE! —Dijo el
Demonio de la Rápida Espada que Extingue
Vidas.
—No, es muy importante. —Xie Lian dijo—.
Normalmente, no se suele llevar montones tan
abundantes de talismanes, estos son lo
suficientemente pesados como para ser
arrojados como ladrillos para matar personas...
¿a cuántos cultivadores mataste?
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas lo miró: —Tal vez veinte.
...No es de extrañar.

970
Si todos los cultivadores llevaban con ellos más
de diez talismanes, luego sumándolos, ¡había al
menos más de doscientos!
Sin más preámbulos, la multitud de demonios
estaba ansiosa por descubrir quiénes de ellos
eran Oficiales Celestiales y rápidamente se les
ocurrió un método tosco. Se formaron en grupos
de dos, cada uno pegando un talismán amarillo
en la frente de su compañero y observaron si en
sus compañeros dejaban marcas de ceniza.
Algunos fantasmas recientes todavía tenían
miedo: —¿Tengo que hacer esto en realidad?
¿Esto no romperá mi espíritu?
—No lo hará, no lo hará, es exactamente igual
a los talismanes que usaron antes, los poderes
son débiles, por lo que, como máximo,
simplemente dejarán una marca.
—Oh…
Hua Cheng entrecerró los ojos y parecía haber
notado algo. Pronto, en los cuatrocientos
demonios, campos tras campo de todos ellos
tenían ese talismán amarillo pegado en su frente,
con un aspecto peculiar y tonto. Sin embargo,
después de que los talismanes se pegaron, no
pasó nada.
Todos los demonios se miraron unos a otros.
—¿Qué está pasando?

971
—Oye, Demonio de la Rápida Espada, ¿qué
tipo de cultivadores mataste? ¿Por qué los
talismanes son tan jodidos que no funcionan?
Xie Lian había pensado que las cosas estaban
mal desde el principio y ahora sus cejas estaban
unidas. Estaba a punto de hablar cuando una
mujer fantasma a su lado frunció los labios y
gimió: —Ya no haré esto, lo arrancaré... ¿eh?
¿Qué está pasando? ¿Por qué no puedo
sacarlo?
Varias mujeres fantasmas empezaron a chillar
a la vez: —¡YO TAMBIÉN! ¡¿POR QUÉ NO SE
PUEDE QUITAR?!
¡Mierda!
Justo al mismo tiempo, Hua Cheng advirtió en
voz baja: —¡Gēge agáchese!
Xie Lian inmediatamente siguió sus
instrucciones y Hua Cheng inmediatamente se
tapó los oídos. No muy lejos de ellos, esa figura
encapuchada también inmediatamente tiró de su
capa, arrodillada con una pierna al suelo. Poco
después se escuchó una serie de petardos
explotando, ¡los ruidosos alaridos rugieron hacia
el cielo!
¡BOOM, BOOM, BOOM, BOOM, BOOM,
BOOM, BOOM, BOOM!

972
Capítulo 145
Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la
reunión de millones de demonios (parte
tres)

X
ie Lian solo podía sentir oleadas de
temblores violentos en todas direcciones y
un hedor peculiar que era difícil de describir
impregnaba el aire.
¡Todos esos talismanes amarillos explotaron!
Y los monstruos y demonios que los tenían
pegados a sus frentes, a los que eran los sólidos
les volaron el cerebro, salpicaron sangre y carne
y los que eran huecos fueron diseminados de su
forma, humos negros se dispersaron. Antes el
acantilado de la montaña era un campo de
aullidos y lamentos. Hua Cheng soltó las manos
que cubrían las orejas de Xie Lian sin verse
afectado. Xie Lian se puso de pie, sintiéndose
ligeramente alarmado. Él había inspeccionado
esos talismanes amarillos uno por uno antes y
todos eran los hechizos de exorcismo más

973
normales, así que ¿cómo podría tener un efecto
tan impactante?
Justo en ese momento, en medio de los cielos
humeantes vino volando un papel triturado y con
una mano rápida, Xie Lian lo tomó para echarle
un vistazo y al instante lo descubrió.
—Qué astucia.
Esto era un pedazo de la esquina destrozada
de un talismán amarillo. Si no se hubiera
destrozado, era posible que no se notara, ¡pero
en realidad había dos capas!
Una hoja de papel cubrió la parte superior y se
dibujó con los hechizos más normales, pero
había otra hoja extremadamente delgada de
papel de encantamiento y aunque ya se había
quemado hasta el punto en que el hechizo ya no
era reconocible, no hacía falta decir que debía ser
el hechizo más vicioso y agresivo.
Nubes de polvo volaron y llenaron el aire, las
cosas no se podían ver claramente y todavía
había muchos demonios que gritaban como si
alguien estuviera tomando esta oportunidad para
emboscarlos. Xie Lian se tumbó al instante y un
fantasma gritaba: —¡ESPEREN! ¡LA MASACRE
NO HA COMENZADO, ¿POR QUÉ USTEDES
ESTÁN ATACANDO AHORA?!
—¡SÍ! ¿NO ACORDAMOS TODOS QUE, YA
QUE TODOS SOMOS FANTASMAS, PRIMERO
ENCONTRARÍAMOS PACÍFICAMENTE UNA
974
FORMA DE CRUZAR LA MONTAÑA PARA
ENTRAR?
Una voz salvaje se rió.
—¡Idiotas como tú merecen ser aniquilados en
la primera ronda! Nunca ha habido ningún indicio
de cuándo comienza la matanza y como todos
somos oponentes de todas formas, ¡obviamente
cuanto más rápido lo hagas, mejor! ¿Crees que
voy a decirte hola antes de hacer mi ataque?
—¡ESPEREN! ¡ESPEREN! ¡RETROCEDERÉ!
¡NO ESTAMOS EN EL MONTE TONGLU
TODAVÍA! ¿NO PUEDO SALIR AHORA?
Las nubes de humo y polvo se despejaron un
poco y una vez que los demonios pudieron ver
claramente, todos estaban mortificados.
—¡¿HUH?! ¡¿CÓMO PASÓ ESTO?!
No solo ellos, incluso a Xie Lian le sorprendió
un poco la vista que tenía ante él.
Cuando llegaron por primera vez, delante de la
carretera había un alto peñasco de montaña que
no podía evitarse ni cruzarse, bloqueando el
camino. Sin embargo, mirándolo ahora, de
alguna manera, esa montaña había
desaparecido.
No, no desapareció. Emigró a detrás de ellos.
Parecía que, sin que ellos se dieran cuenta, ¡ya
habían entrado en los límites del Monte Tonglu!
Xie Lian comprendió de repente por qué,
cuando le preguntó por primera vez si el Monte
975
Tonglu tenía algún punto de referencia, Hua
Cheng dijo que no había que confiar en ellos.
¡Porque esos puntos de referencia eran como
niños traviesos que hacían bromas y se movían
por su cuenta!
De repente, Xie Lian escuchó una voz detrás
de él, burlándose: —Tengo que ver qué tipo de
títere eres, ¿o tal vez eres otra cosa?
¡El Demonio de la Espada Rápida que Extingue
Vidas!
Xie Lian se giró, pero antes de que Ruoye
saliera volando, hubo un escalofriante destello de
luz y ese Demonio de la Espada Rápida que
Extingue Vidas ni siquiera tuvo la oportunidad de
gritar antes de que fuera cortado en dos desde la
cintura!
Xie Lian se apresuró a comprobar y por
supuesto, fue legítimamente cortado en dos
mitades y no podía estar más muerto. Levantó la
cabeza y vio que el que lo golpeó fue esa
excéntrica figura encapuchada, que estaba
lentamente deslizando la espada en su vaina
mientras caminaba con pasos firmes y confiados.
Xie Lian sintió que tanto la figura como la forma
en que caminaba eran algo familiar y se
enderezó.
—¿Mi buen señor, usted es?
Ese hombre sonrió y estaba a punto de
responder cuando de repente se inclinó hacia
976
abajo. Al ver esta acción inesperada, las alarmas
se dispararon en la cabeza de Xie Lian y lo
observó atentamente, preparándose para
cualquier ataque sorpresa. Sin embargo, ese
hombre solo se inclinó y rodeó sus dos brazos
alrededor de las esbeltas cinturas de dos
fantasmas femeninas.
—¿Están bien mis damas?
Esas dos mujeres fantasmas tenían miradas y
figuras encantadoras y como no manejaban
espadas, no usaron ese talismán amarillo y
pudieron escapar del desastre. Sin embargo, la
onda expansiva de las explosiones las hizo
desmayar. Ahora que estaban siendo rodeadas
por los brazos de alguien y se las llamaba con
tanta pasión, lánguidamente se despertaron,
sintiéndose agradecidas.
—Estoy bien, gracias…
Sin embargo, bruscamente, antes de que el
agradecimiento dejara sus labios por completo,
los dos rostros de las fantasmas femeninas
cambiaron y empujaron esa excéntrica figura
encapuchada.
—¡SAL DE AQUÍ!
Luego se alejaron a toda prisa. Ese hombre no
estaba molesto incluso después de haber sido
abofeteado dos veces y solo parecía algo
confundido, frotándose la barbilla mientras
fruncía el ceño.
977
—Eso no está bien. ¿Esta cara no es tan fea?
Aunque todavía estaba disfrazado, Xie Lian ya
sabía quién era él.
—… General Pei, ¿por qué está aquí también?
Ese hombre se volvió hacia él y sonrió, su mano
rozó su rostro y reveló su verdadera apariencia.
Era Pei Ming.
—Naturalmente, es porque el emperador me
pidió que le echara una mano a Dianxia.
—¿De verdad? —Xie Lian dijo—. Gracias,
gracias. Lo siento por la molestia. Es muy
peligroso aquí, como se puede ver.
—Gēge no hay necesidad de estar tan
agradecido. Obviamente, ha negociado todos los
beneficios con Jun Wu —dijo Hua Cheng.
Pei Ming se acercó y se detuvo frente a Hua
Cheng, se agachó e hizo un gesto con la mano
para medir su altura actual, riendo: —¿Me
engañan mis ojos? ¿Es este mi señor Xueyu
Tanhua? Ciertamente, uno cambia para mejor
con el tiempo, entonces, ¿qué comió para crecer
hacia atrás? Ja…
Solo dijo; ja, una vez y la venda de seda de Xie
Lian fue liberada, azotando tan fuerte que él casi
fue lanzado al aire y apenas esquivó, saltando
hacia atrás.
—Dianxia, ¿cuánto atesora a Hua Chengzhu?
¿Ni siquiera puede tomar una broma?

978
Xie Lian preguntó sombríamente: —¿Es
realmente el General Pei?
Pei Ming dio unas palmaditas a la espada
sagrada que colgaba de su cintura, mostrándola
para que viera: —Genuino y auténtico.
Intercambiar si es falso.
—Sin intercambio. Si es falso, regresar
directamente. —Dijo Xie Lian.
—Gēge mátelo. Es falso—dijo Hua Cheng.
—¡Oye!
—Si realmente es el General Pei, ¿por qué ese
talismán amarillo dejó una marca de ceniza en su
frente antes? —Preguntó Xie Lian.
—Es simple. —Pei Ming dijo—. Todo es gracias
a esto.
Luego le lanzó un pequeño artículo a Xie Lian.
Como estaba a la defensiva, Xie Lian no lo atrapó
con las manos, sino que usó la punta de la
espada y lo ensartó, llevándolo frente a sus ojos.
—¿Caramelo?
En la punta de la espada había un pequeño
caramelo negro y brillante. Pei Ming lanzó otro en
su boca.
—Caramelo con Aroma de Fantasma que
compré en la Ciudad Fantasma. Solo mastica uno
y obtendrás un bocado de la esencia del mal
fluyendo de adentro hacia afuera. Muy útil cuando
se pretende ser una criatura inhumana.

979
Xie Lian jugó con el Caramelo con Aroma de
Fantasma y estuvo sorprendido: —¿Se pueden
comprar cosas tan mágicas en la Ciudad
Fantasma?
Pei Ming masticó el caramelo: —Pregúntele a
Hua Chengzhu quien está a su lado, él lo sabe
mejor. Se puede comprar cualquier cosa en la
Ciudad Fantasma si se sabe cómo. El sabor no
es malo, Dianxia, ¿quiere probar uno?
Xie Lian también tenía curiosidad por saber a
qué sabrían los caramelos y se dirigió a Hua
Cheng: —Si ese es el caso, deberíamos haber
conseguido algunos de esos Caramelos con
Aroma de Fantasma antes de venir.
Sin embargo, Hua Cheng tomó el dulce de su
mano y dijo: —Gēge, si quiere algo de la Ciudad
Fantasma, solo tiene que pedírmelo. Pero no
coma cosas como esta.
—¿Por qué?
Hua Cheng no ejerció ningún poder, pero ese
caramelo chilló y se disolvió en un poco de humo
negro. Él explicó: —Todo en la Ciudad Fantasma
es peligroso. Me gusta este dulce; proviene de un
sospechoso lugar de producción y los
ingredientes son en su mayoría hechos por
vulgares fantasmas insignificantes con orígenes
desconocidos. Comerlo dañará el cuerpo.
Pei Ming no pensó en nada de eso.

980
—Está bien. Es solo para emergencias, no es
como si lo comiera regularmente.
Hua Cheng continuó: —Y el olor es intenso. Los
Oficiales Celestiales y los mortales no pueden
olerlo, pero cuanto más vulgar es el fantasma,
más rancio es el olor.
Pei Ming: —…
Hua Cheng se rió.
—¿Entiende ahora por qué esas dos fantasmas
le dijeron que se perdiera?
—…
¡Porque sentían que la esencia del mal en Pei
Ming era extremadamente vulgar y repugnante!
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente y
dijo cortésmente: —General Pei mejor no
comamos esto.
Pei Ming hizo un gesto y sacó los restos de
Caramelos con Esencia de Fantasma, tirándolos
todos.
—Está bien. Pero, acabamos de llegar a los
bordes exteriores del Monte Tonglu. Después de
ir más allá, habrá monstruos y demonios aún más
poderosos que pueden decir con solo una mirada
que somos sospechosos. ¿Qué haremos
entonces?
Esos fantasmas femeninos pululaban
alrededor de Hua Cheng como patos, sin duda
realmente les gustaba su aroma. La esencia del
mal que Hua Cheng le transfirió era, sin duda, la
981
mejor de las mejores, por lo que ciertamente no
había una necesidad real de comprar caramelos
con aroma a fantasma. Solo que, si él no quería
que nadie descubriera que la esencia solo estaba
manchada en la superficie, entonces podrían
necesitar juntar sus labios como la última vez,
intercambiar fluidos corporales y entregar aire. Al
pensar en esto, Xie Lian se detuvo de inmediato
y dijo de manera casual: —Yo tampoco lo sé.
Solo soy un títere.
Lo que significaba que iba a seguir actuando.
—Está bien. Entonces, Dianxia, mejor
manténgase cerca de su señor ahora —dijo Pei
Ming.
Xie Lian fingió no escuchar y escudriñó sus
alrededores, murmurando: —No había
imaginado que las pérdidas serían tan
devastadoras desde el principio.
Los cuatrocientos demonios que se habían
reunido aquí originalmente estaban en su
mayoría muertos o heridos. Xie Lian no pudo
evitar recordar la escena que Hua Cheng
representó esa noche y realmente no fue una
exageración. Realmente fue como si una ráfaga
hubiera pasado volando y todas las malas
hierbas hubieran sido arrancadas. Los que
lograron escapar de esta prueba y no se habían
extinguido por completo eran escuálidos y pocos,

982
con sus extremidades por todas partes, gimiendo
y sollozando.
Hua Cheng se paró frente a ellos.
—¿Todos comprenden qué tipo de lugar es el
Monte Tonglu ahora?
Los demonios sobrevivientes no se atrevieron
a hacer un sonido.
Xie Lian dijo con suavidad: —Ustedes todavía
están solo en los bordes exteriores en este
momento, todavía hay una oportunidad de
retirarse. Si no quieren continuar y entrar en
cosas más terribles, esperen aquí y encuentren
la oportunidad de irse. —Los demonios tenían
esa intención y al ver que Xie Lian y compañía no
planeaban eliminarlos, se juntaron
apresuradamente, apoyándose unos a otros y
huyeron lo más lejos que pudieron. Mirando sus
espaldas en retirada, Xie Lian habló de manera
significativa—: Ese Demonio de la Rápida
Espada que Extingue Vidas podría tener un
nombre exagerado, pero fue inesperadamente
impresionante. Despiadado.
Pei Ming estuvo de acuerdo.
—Esa criatura era extremadamente buena en
la manipulación y estaba removiendo la olla
desde el principio. También era rápido en sus
pies. Dianxia, ese ataque suyo le dio la
oportunidad perfecta de usar sus heridas para
engañar.
983
Xie Lian parpadeó.
—Espere, ¿mi ataque? ¿Qué golpe? No
desenfundé mi espada.
—¿No? —Pei Ming se preguntó—. Ese
pequeño corte en su abdomen. Si no fuera por él
creando pánico y esa pequeña herida manchada
con su luz espiritual, ningún demonio le habría
creído ni se habrían puesto esos talismanes en la
frente.
Xie Lian estaba desconcertado: —Para ser
honesto, pensé que el ataque había salido de
usted, General Pei.
—Dianxia, ¿tiene algún tipo de malentendido
sobre mí? No hago emboscadas ni ataques
furtivos —dijo Pei Ming.
—Si no fue usted y no fui yo, ¿había un tercer
Oficial Celestial presente? O tal vez la luz
espiritual en la herida de ese Demonio de la
Rápida Espada es dudosa… —Se dio la vuelta y
estaba a punto de inspeccionar y verificar, pero,
el lugar donde el cadáver del Demonio de la
Rápida Espada extingue Vidas una vez cayó,
estaba vacío. Sorprendido, preguntó—: ¿Dónde
está el cadáver de ese Demonio de la Rápida
Espada?
Pei Ming también se sobresaltó un poco.
—Claramente lo corté en la cintura justo ahora.
Hua Cheng dijo sombríamente: —Gēge tenga
cuidado. En el Monte Tonglu, cuantos más
984
oponentes sean asesinados, más fuerte será el
asesino.
¡Y antes, en un instante, El Demonio de la
Rápida Espada extingue Vidas mató cerca de
cuatrocientos monstruos y demonios!

985
Capítulo 146
Arrepentimientos contradictorios; el General
Ming rompe la infame espada (parte uno)

C
adáveres apilados sobre el suelo, el
humo negro se estaba dispersando y los
tres estaban tensos y vigilantes.
Después de que la alta montaña emigró detrás
de ellos sin ser detectada, el camino por delante
finalmente apareció a la vista. Capas y capas de
negros bosques gruesos y superpuestos,
extremadamente horripilantes y de vez en
cuando, desde dentro se escuchaban extraños
graznidos de cuervos. Mientras Xie Lian
aumentaba la alerta de todos sus sentidos,
inconscientemente, alcanzó la mano de Hua
Cheng al mismo tiempo. Sin embargo,
inesperadamente, en el momento en que sus
manos se tocaron, notó una señal alarmante.
Hua Cheng era obviamente un fantasma
demoníaco, pero en ese mismo momento, la
temperatura de su cuerpo estaba ardiendo como

986
si tuviera una fiebre alta. Xie Lian se sorprendió
al instante y susurró: —San Lang, ¿estás... estás
volviendo a cambiar?
Aunque Hua Cheng estaba ardiendo desde la
frente hasta las puntas de los dedos, su
expresión no cambió.
—Pronto —dijo.
Hua Cheng iba a cambiar de nuevo y, en su
situación actual, definitivamente era una gran
noticia. Sin embargo, el momento antes de que
volviera formalmente a su antiguo yo debía ser el
más importante y crítico. Tomando una decisión
instantánea, Xie Lian gritó: —¡Configuraré un
conjuro y te protegeré!
Luego entró directamente en acción. Llamó a
Ruoye y lo hizo circular alrededor de Hua Cheng
formando un gran círculo de cuatro metros, luego
arrojó a Fang Xin delante como la cerradura de la
puerta del círculo cerrándose.
Hua Cheng se sentó en el suelo para meditar y
dijo: —Gēge mantenga a Fang Xin con usted
para defenderse.
—No, este conjuro no puede ser descuidado,
debe haber un arma afilada que haya tocado la
sangre humana...
Antes de que terminara de hablar, sintió que
algo se frotaba contra él detrás de su espalda y
cuando miró a su alrededor, al instante se quedó
sin palabras. Había una diminuta cimitarra
987
plateada de pie detrás de él, parpadeando su
gran ojo plateado y frotándose contra él con su
empuñadura, como si se estuviera ofreciendo
como voluntario para la tarea.
—… —Xie Lian se agachó—. E-Ming, ¿por qué
también estás así?
La infame cimitarra E-Ming, su hoja larga y
delgada, perversamente seductora y salvaje,
ahora se había reducido al menos la mitad de su
tamaño. Ese ojo plateado solía ser largo y
estrecho, pero ahora parecía que también se
había transformado en el ojo de un niño, grande
y redondo, radiante y brillante. Sin embargo, al
escuchar a Xie Lian, parecía sentirse agraviado y
continuó intentando empujar su empuñadura en
la mano de Xie Lian.
Pei Ming también se agachó.
—¿Entonces esta es la infame cimitarra E-
Ming?
Parecía que estaba a punto de estirarse y
tocarlo, pero E-Ming cambió de expresión al
instante, apuntando su hoja amenazadoramente
hacia él. Afortunadamente, Pei Ming se retiró
justo a tiempo, de lo contrario, sangre
ciertamente se habría derramado.
Xie Lian acarició a E-Ming.
—Fang Xin todavía es más adecuado.
Fang Xin no se movió. E-Ming, quien intentó
con mucho entusiasmo sacrificarse, pero terminó
988
tan descaradamente rechazado, saltó de nuevo
al lado de Hua Cheng. Hua Cheng ni siquiera le
echó una mirada antes de golpearlo con una
bofetada.
—¿Por qué estás llorando? ¿No fue todo
porque eres un inútil? ¡Basura!
E-Ming cayó al suelo como un trozo de chatarra
no deseado, como si hubiera caído muerto por
ese golpe. Xie Lian no sabía si reír o llorar e
inmediatamente tomó a E-Ming y lo acarició un
par de veces en sus brazos.
—Nada de eso. No lo escuches, no eres
basura, eres muy útil.
Pei Ming no pudo aguantar más la situación en
el círculo y salió, parándose en el límite, sacando
lentamente su espada una vez más.
—Las cosas no deberían haber sido ser tan
estresantes, pero quién hubiera sabido que nos
encontraríamos con tal impresionante y
problemático personaje desde el principio.
Dianxia realmente tiene la mejor de las suertes.
La razón por la que el grupo hizo el viaje al
Monte Tonglu fue aniquilar a cualquier candidato
que tuviera el potencial de convertirse en un
Supremo, por lo que debían buscar a los más
poderosos entre los demonios. Xie Lian no podía
decir si esto contaba como buena o mala suerte.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —¿Por qué el
General Pei piensa tan indudablemente que la
989
suerte de Dianxia es el problema? ¿No pensó
que tal vez El Demonio de la Rápida Espada
extingue Vidas lo perseguía a usted?
Pei Ming rió a carcajadas.
—Si ese demonio fuera una mujer, lo creería.
Sin embargo, inesperadamente, no se había
reído por mucho tiempo antes de que su rostro
cambiara repentinamente y saltara a un lado.
Cuando volvió a mirar, sangre goteaba y fluía por
su mejilla.
¡Un corte sangriento apareció en la cara de Pei
Ming!
Tocó su rostro con incredulidad y toda su palma
fue manchada de sangre; esto no era un rasguño.
Los dos estaban en alerta máxima, sin embargo,
Xie Lian estaba perfectamente bien y no sentía
ninguna intención de asesinato dirigida contra él,
por lo que dijo con sinceridad: —Parece que...
realmente viene por usted, General Pei…
Pei Ming estaba a punto de hablar, pero el
sonido de una cuchilla afilada cortando el aire
volvió una vez más. Esta vez se preparó y movió
su espada. Este ataque realmente golpeó algo y
una figura apareció en el aire, dividiéndose en
dos a partir del ataque y se estrelló contra el
suelo, una mitad de la parte superior del cuerpo,
la otra mitad de la parte inferior del cuerpo, ojos
sombríos y viciosos, mirando a Pei Ming.

990
¡Ese era el Demonio de la Rápida Espada
extingue Vidas!
Pei Ming se acercó y pisó su pecho, la punta de
su espada apuntando a su garganta.
—¿Qué eres?
Esa criatura había dicho que una vez fue la
espada de un verdugo, pero si ese era realmente
el caso, luego de que Pei Ming lo partiera por la
mitad, debería haber mostrado su verdadera
forma y terminar este acto ridículo. ¿Qué tipo de
hoja aún podría hacer lo que quisiera después de
romperse por la mitad?
Sin embargo, inesperadamente, el Demonio de
la Rápida Espada abultó sus ojos, se burló y
rompió la espada de Pei Ming con sus propias
manos.
¡CLANG!
Los ojos de Pei Ming se ensancharon
instantáneamente.
No era solo él, incluso Xie Lian tuvo una
reacción similar.
Como poco, Pei Ming era un dios marcial
ascendido formalmente, e incluso si estaba
situado en el Monte Tonglu y sus poderes
espirituales se reducían al mínimo, ¡su dispositivo
espiritual todavía no debería haberse roto tan
fácilmente!
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas se rió profundamente.
991
—¡No puedo creer que usaras una espada tan
inservible!
La espada estaba rota, por lo que Pei Ming
recurrió al uso de los puños como espada, pero
ese Demonio de la Rápida Espada que Extingue
Vidas golpeó su mano izquierda en el suelo y se
empujó en el aire, presionando los dedos de su
mano derecha juntos y disparó una explosión.
Por donde la explosión de su palma pasó
volando, brilló una resplandeciente y fría luz de
metal; fue una ráfaga con bordes de navaja.
¡Parecía que su verdadera forma era realmente
un arma afilada!
Xie Lian estaba dentro del círculo y estaba a
punto de ir para ayudar, pero fue detenido por
Hua Cheng, quien dijo en voz baja: —Gēge mire
de cerca.
Pei Ming también gritó: —¡NO HAY
NECESIDAD DE INTERFERIR! —Si él, un
estimado dios marcial del norte, ni siquiera podía
derrotar a un simple demonio de espada desde
los bordes exteriores del Monte Tonglu, ¿cómo
podría mirarse en el espejo?
Sin embargo, aunque ese demonio de la
espada solo tenía la mitad superior del cuerpo,
era extremadamente ágil y no importaba dónde
golpeara Pei Ming, parecía que ya había predicho
cada paso, lo que hizo que las cosas fueran
bastante malas para Pei Ming. Después de
992
cientos de movimientos, en realidad había más
de diez cortes en Pei Ming.
Xie Lian no pudo ver más y gritó: —¡General
Pei, vuelva al círculo primero!
La cara de Pei Ming se estaba volviendo cada
vez más sombría. Se negó a retirarse y Xie Lian
no pudo unirse directamente a la lucha para
hacer dos contra uno. Para algunos dioses
marciales, exigir ayuda al luchar uno contra uno
era una forma de humillación.
Xie Lian volvió a intentar: —¡General Pei,
vuelve primero! Hay algo raro pasando, ¿no
puede notarlo? ¡Este hombre sabe demasiado
bien de sus técnicas de espada!
Naturalmente, Pei Ming también se dio cuenta,
simplemente no podía creerlo por el momento.
Pero dado que incluso Xie Lian, que estaba
observando en el lateral, se había dado cuenta,
tenía que creerlo incluso si no quería. Xie Lian
sacó a Fang Xin y abrió temporalmente una
pequeña brecha. Pei Ming aprovechó la
oportunidad para saltar de nuevo al círculo, su
expresión extremadamente sombría.
Xie Lian volvió a conectar a Fang Xin y le
preguntó: —General Pei, ¿no va a recoger su
dispositivo espiritual roto?
Pei Ming se limpió la sangre de la frente y
respondió sombríamente: —Ese no es mi

993
dispositivo espiritual. Es solo una espada decente
que escogí al azar.
Al oír esto, Xie Lian suspiró aliviado. Aunque
cualquier espada que Pei Ming escogiera al azar
sería una espada bastante fastuosa, aun así, no
podría medirse como equivalente a un dispositivo
espiritual. Preguntó: —¿Por qué el General Pei
no trajo su dispositivo espiritual al venir aquí?
—No forjé ninguno —respondió Pei Ming.
Xie Lian estaba aún más curioso ahora.
—¿Por qué no? Normalmente, los dioses
marciales forjarían su arma más querida en un
dispositivo espiritual y eso sería similar a agregar
alas a un tigre en la batalla.
Pei Ming aún no había respondido y ese
Demonio de la Rápida Espada que Extingue
Vidas resopló fríamente: —¡Eso es obvio, porque
su espada más querida ya no existe!
Pei Ming frunció el ceño.
—¿Quién eres exactamente?
—No está preguntando ¿qué es exactamente?
—Preguntó Xie Lian.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas dijo: —¿Quién soy yo? ¡AH! Pei Ming, en
ese entonces me golpeaste con una explosión de
palma. ¿Alguna vez esperaste que hoy
sucediera?
Los ojos de Xie Lian se agrandaron.
—General Pei, ¿lo conoce?
994
Pei Ming reflexionó durante mucho tiempo y su
expresión se hizo cada vez más solemne. Probó:
—¿Eres... Ming Guang?
Al escuchar ese nombre, la sonrisa del
Demonio de la Rápida Espada extingue Vidas se
desvaneció. Ahora ya no se parecía a ese débil
fantasma común y pequeño de antes.
Xie Lian preguntó: —¿Se le llama Ming Guang?
General Pei, ¿no se supone que usted es el
general Ming Guang?
En un instante, incontables historias posibles
como la sustitución fraudulenta pasaron por su
mente, pero como había precedentes en el cielo,
no eran suposiciones extravagantes. No pudo
evitar pensar: —¿Es este otro Señor de la Tierra
Yi?
Pei Ming parecía haber visto a través de lo que
él estaba pensando y dijo mientras cubría sus
heridas con las manos: —Dianxia, ¿en qué está
pensando? Ya dije que soy el auténtico y genuino
General Pei. ¡Soy el real!
—Entonces, ¿por qué lo llamó Ming Guang?
—Xie Lian exigió.
—Porque su nombre es Ming Guang. Es el
nombre que se me ocurrió. ¡Es mi espada!
Xie Lian dijo: —Ah… Podría ser… ¿El General
que Rompió su Espada?
—Eso es correcto. —Pei Ming respondió—.
Ming Guang era mi espada personal cuando era
995
un mortal y efectivamente fue rota por mí
personalmente, hace cientos de años.
¡No era de extrañar!
No era de extrañar que este Demonio de la
Rápida Espada extingue Vidas conociera las
técnicas de la espada de Pei Ming tan bien, como
si pudiera predecir cada uno de sus movimientos.
No era de extrañar, que incluso cuando se había
cortado en dos, aún podría moverse tan
voluntariamente, como si la lesión abdominal no
tuviera ningún efecto sobre él en absoluto. Esta
espada había seguido a Pei Ming y había ganado
innumerables victorias de norte a sur, por lo que,
naturalmente, conocía el arte de Pei Ming desde
adentro hacia afuera; porque ya se había roto en
dos.
—Entonces, ¿esa herida de antes fue él
apuñalándose a sí mismo? —Xie Lian dijo—.
Entonces, ¿la luz espiritual en su herida fue…?
—Mía —dijo Pei Ming—. En ese entonces,
ascendí tan pronto como la rompí por la mitad.
Supongo que ahí debió ser cuando la luz la
manchó. Eso va a borrarse.
El Demonio de la Rápida Espada extingue
Vidas - no, Ming Guang comenzó a usar su mano
como una espada, atacando a Fang Xin con cada
movimiento. Su expresión era sombría y aguda,
como si estuviera atacando a Pei Ming en
persona.
996
Xie Lian no pudo evitar preguntar: —Hum...
General Pei, ¿por qué su espada le resiente
tanto? ¿Qué le hizo? ¿Cuál es la historia detrás
del El General que Rompió su Espada?
Pei Ming buscaba su frasco de pastillas y
respondió: —Una andrajosa historia de hace
cientos de años, ¿qué sentido tiene hablar de eso
ahora? ¡Encontremos una manera de vencerla
primero!
Aunque Ruoye estaba formando el círculo, si
Fang Xin era vencido, entonces la mitad del
conjuro caería, al igual que después de romper la
cerradura, solo quedaba una puerta. Xie Lian
miró detrás de él; Hua Cheng había entrado en
su meditación, sus ojos cerrados, pareciendo no
sentir ningún movimiento del mundo exterior y Xie
Lian se sintió un poco tranquilizado.
Sin embargo, la voz de Pei Ming lo hizo
retroceder: —Dianxia, ¿resistirá su espada?
Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás.
—No lo sé. Fang Xin es viejo después de todo.
—Está bien. —Pei Ming dijo—. Ming Guang
también es bastante viejo.
Xie Lian suspiró aliviado: —Si ese es el caso,
siempre que no haya ayuda externa, entonces
deberíamos poder aguantar un rat…
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
terminara sus palabras, una serie de pasos
pesados sonaron desde la dirección del bosque.
997
Pronto, apareció un hombre corpulento, de
aspecto oscuro y grueso, vestido con una
armadura rota.
Ese hombre corpulento era anormalmente alto
y en el momento en que lo vieron, tanto Xie Lian
como Pei Ming derramaron una gota de sudor
frío.
Ese hombre corpulento se dio cuenta de que en
su dirección había un hombre cortando una
espada con las manos desnudas y parecía
encontrarlo asombroso, así que se acercó. Xie
Lian y Pei Ming se cubrieron la cara con las
manos al mismo tiempo y se dieron la vuelta. En
cuanto a Ming Guan, cuando notó que un cadáver
gigante caminaba hacia él, como si fuera uno de
gran fuerza, lo llamó: —Oye, grandulón, ¡dame
una mano! ¡Ayúdame a vencer esta espada y
romper el conjuro, dividiré a la cabeza de dentro
contigo!
Sin embargo, ese hombre corpulento no
parecía ser un hombre de la región central, no
murió como un fantasma de la región central, por
lo que los idiomas eran diferentes y no parecía
entender lo que era dicho y solo gritó de vuelta.
Los dos se gritaron el uno al otro por un rato, pero
nada se logró, excepto venas reventándose. Pei
Ming hizo todo lo posible para parecer que la
forma en que se estaba cubriendo la cara era más

998
natural y sin problemas y susurró: —Dianxia,
¿sobre qué grita el salvaje?
Xie Lian también susurró: —Pensó que su
espada estaba tratando de provocarlo, así que se
enojó, diciéndole que se arrodillara y suplicara
piedad, de lo contrario, lo golpeará hasta matarlo.
—Oh bien —dijo Pei Ming—, espero que
empiecen a pelear pronto.
Sin embargo, inesperadamente, ese hombre
gigante pareció haber escuchado sus susurros y
giró la cabeza, mirándolos de cerca. Xie Lian y
Pei Ming apretaron las manos que cubrían sus
rostros, ya no podían preocuparse por parecer
naturales. Sin embargo, ese hombre corpulento
igualmente los reconoció y pisoteó, todo el suelo
tembló.
Él rugió: —¡SON USTEDES! ¡EL
CULTIVADOR RECOLECTOR DE BASURA! ¡EL
JEFE DE PEI SU!
Ya que fueron reconocidos, los dos dejaron
caer sus manos. Después de algunas
vacilaciones, Xie Lian dijo calurosamente usando
la lengua de BanYue: —General Ke Mo, por
favor, cálmese.
Ese peculiar y corpulento hombre era,
naturalmente, Ke Mo, quien había escapado de
su sello después de que los temblores del Monte
Tonglu despertaran a millones de demonios. Fue
capturado por primera vez por Xie Lian y también
999
había visto a Pei Ming, quien estaba de pie junto
a Pei Su durante el juicio. Al ver a sus enemigos,
sus ojos se enrojecieron y sin otra palabra, le dio
una patada a Fang Xin, ¡y esa espada se dobló
instantáneamente!
Al ver esto, Ming Guang aplaudió y celebró.
—¡DIVINO!
Y continuó disparando explosiones tras
explosiones. Al ver que Fang Xin se agitaba cada
vez más bajo sus ataques combinados, Xie Lian
sintió la frente de Hua Cheng, pero su mano al
instante retrocedió ante el calor.
—¡¿Qué debemos hacer?!

1000
1001
Capítulo 147
Arrepentimientos contradictorios; el General
Ming rompe la infame espada (parte dos)

X
ie Lian necesitaba proteger a Hua Cheng
con el conjunto y no podía distraerse y Pei
Ming no representaba una sola amenaza
para el arma con la que estaba más familiarizado.
Justo en ese momento, de repente escucharon
a Ming Guang gritar: —¡MALDITO SALVAJE!
¿NO TE PUEDES APARTAR CUANDO ESTOY
ATACANDO? ¡HAZ GOLPEADO MI MANO!
Sin embargo, Ke Mo lo ignoró por completo. Al
ver que había fricción entre los dos, Xie Lian
agarró a Pei Ming.
—¡General Pei! ¡Ke Mo no creerá que no
quieres decir nada malo y seguirá persiguiéndote!
Rápido, presione los dedos de ambas manos
juntas, cruce las muñecas por encima de la
cabeza, luego presione hacia abajo antes de abrir
los brazos. Estos son los gestos con las manos
que usa su gente para pedir una tregua. ¡De
cualquier manera, solo muéstrale tu buena
voluntad y haz que se detenga por ahora!
1002
Pei Ming estaba desconcertado.
—¿HUH? Debes saber que el resentimiento
entre Ke Mo y ellos no es solo un pequeño
malentendido, ¿cómo se puede calmar con solo
algunos gestos con las manos?
Pero Xie Lian no le hizo caso y lo agarró.
—¡Ven, haz esto conmigo para que se
detenga!
Sin embargo, la mano de Pei Ming resultó
herida y con este agarre, las comisuras de sus
labios se torcieron. Estaba a punto de seguir las
instrucciones, pero Ming Guang ya había
escuchado todo lo que decían y cargó frente a Ke
Mo, cruzó las manos por encima de la cabeza y
deslizó los brazos hacia abajo antes de abrirlos,
sonriendo a los dos en el círculo.
—¡Como si fuera a dejar que lo hicieran!
Sin embargo, inesperadamente, cuando Ke Mo
vio ese gesto, sus ojos se hincharon y gruesas
líneas de venas aparecieron en su piel oscura
como el hierro. Abrió la palma de la mano y la
balanceó como un abanico de hojas de
espadaña, enviando a Ming Guang volando por
el aire.
En el momento en que se produjo esa bofetada,
tanto Pei Ming como Ming Guang aún no habían
entendido lo que sucedió. Fue solo un momento
más tarde que Pei Ming se dio cuenta y se volvió
hacia Xie Lian.

1003
—Dianxia, pensé que Ming Guang ya era
astuto, pero no pensé que usted fuera más astuto
que él. Estoy impresionado.
Xie Lian se secó el sudor frío.
—No es nada, no es nada, estoy avergonzado.
Ese discurso justo ahora parecía ser dicho para
Pei Ming, pero en realidad fue dicho para Ming
Guang. Después de que Ming Guang escuchara,
para que no hicieran lo que planeaban, él, por
supuesto, lucharía para mostrar buena voluntad
a Ke Mo primero. Sin embargo, el conjunto de
gestos que Xie Lian enseñó no fue para pedir
tregua en primer lugar, sino que fue una
provocación. Y fue el tipo de provocación más
insultante en la lengua BanYue, algo parecido a;
corta tu cabeza de perra, jode a tu esposa,
asesina a toda tu familia, allana las tumbas de tus
antepasados; cuatro ataques de poder a la vez,
¿cómo podría Ke Mo no estar indignado después
de verlo? Bajo cualquier otra circunstancia. Ming
Guang podría sospechar de la verdad en las
palabras de Xie Lian, pero debido a que la
situación era grave y las manos de Pei Ming
estaban casi levantadas y Ming Guang no se
tomó el tiempo para pensar cuidadosamente y
cayó en este engaño.
Ming Guang salió rápidamente después de que
Ke Mo lo envió volando y quiso remediar la
situación, pero debido a que no podían
comunicarse y solo gritó instintivamente, parecía
que estaba maldiciendo a Ke Mo. También probó
1004
algunas otras señas. Gestos, como pulgares
arriba, pero esto no era diferente a alguien que
acaba de usar los juramentos más malévolos y
vulgares para abusar de ti repentinamente para
suplicar piedad y mostrar buena voluntad, por lo
que no se sintió sincero en absoluto y él consiguió
golpear algunas veces más. Además de eso, Ke
Mo también conocía algunas ásperas
maldiciones de las llanuras centrales, por lo que
maldijo mientras golpeaba y Ming Guang también
se estaba enojando un poco, los dos continuaban
golpeándose más y más y Pei Ming casi quería
animarlos.
Ming Guang echó un vistazo, increíblemente
irritado y de repente extendió la mano, saludó
frente a Ke Mo, señaló a los otros dos antes de
volver a hacer ese gesto con la mano.
Ke Mo en realidad se detuvo y preguntó con el
ceño fruncido: —¿Me estás haciendo esto a mí o
a ellos?
Xie Lian se puso aprensivo, pero no se atrevió
a hablar imprudentemente porque no podía estar
seguro de cómo convencer a Ke Mo. Al ver que
podría haber una forma de cambiar esto, Ming
Guang hizo más esfuerzos y se volvió hacia Pei
Ming para repetir los gestos salvajemente, pero
cuando volvió a Ke Mo se volvió tranquilo.
Haciendo coincidir la expresión en sus ojos y
haciendo esto repetidamente, Ke Mo finalmente
entendió lo que estaba diciendo.
¡Tenían los mismos enemigos!
1005
Una vez que se unificaron, Ming Guang y Ke
Mo vinieron a cargar contra el conjunto una vez
más. La mente de Xie Lian giró rápidamente,
inhaló profundamente y gritó sobre sus pulmones
en la lengua de BanYue: —¡PEQUEÑO
GENERAL PEI! ¡BAN YUE!
Al escuchar esos dos nombres, Ke Mo se
detuvo abruptamente en su paso y exigió
bruscamente: —¿ESTÁN CERCA TAMBIÉN?
Xie Lian no le respondió, solo se concentró en
continuar su llamada.
—¡PEQUEÑO GENERAL PEI! BAN YUE! KE
MO ESTÁ AQUÍ, NO VENGAN, ¡DENSE PRISA
Y CORRAN! ¡NO VUELVAN!
Gritando así, Ke Mo naturalmente pensó que
esos dos estaban realmente cerca y Xie Lian les
estaba informando diciéndoles que huyeran.
Ke Mo se enfureció al instante.
—¡COMO SI TE DEJARA! —Luego se alejó
corriendo.
—¡OH! ¡GRANDULÓN! ¿POR QUÉ CORRES?
¡DEBE ESTAR MINTIENDO, VUELVE!
Sin embargo, Ke Mo ya se había ido. Ming
Guang pisoteó con ira.
—¡TONTO!
Xie Lian se secó el sudor frío por segunda vez,
su corazón de repente agradecido.
—¡Aprender otro idioma es infinitamente
beneficioso para la vida! —Y al ver que Ming
Guang estaba a punto de continuar atacando a

1006
Fang Xin, levantó la mano—. ¡Alto! ¡Sigue así y
no seremos tan amables!
—¿Y cómo estás siendo cortés conmigo
ahora? —Ming Guang respondió.
—¿Olvidaste algo? —Preguntó Xie Lian.
—¿Olvidar, que?
Pei Ming estaba a punto de hablar, pero se
detuvo, luego sacó un objeto de detrás suyo.
—¿Cómo puedes olvidar algo tan grande?
Lo que estaba arrastrando eran las dos piernas
de esa mitad inferior del cuerpo. En el momento
en que Ming Guang vio su expresión se congeló.
—¿HUH? ¡MI CUERPO INFERIOR!
Anteriormente, había estado usando las
palmas de las manos en lugar de los pies, usando
los brazos para sostenerlo y saltar y parecía
haberse acostumbrado a moverse de esta
manera sin que él se diera cuenta, habiendo
olvidado por completo que aún no había
recuperado su parte inferior del cuerpo. Mientras
él y Ke Mo estaban peleando, Pei Ming
aprovechó la oportunidad para abandonar el
círculo y arrastró la mitad inferior del cuerpo
desierta e inmóvil hasta el límite.
Pei Ming amenazó: —Mejor no hagas nada
innecesario.
Solo que esta amenaza era obviamente muy
incómoda. Dado que, si un rehén era una
persona completa, Pei Ming podría hundir sus
dedos en el cuello o el cráneo del otro al hacer la
amenaza y la imagen parecería mucho más
1007
efectiva, como si no estuviera faroleando. Sin
embargo, en este momento solo tenían una mitad
inferior del cuerpo en la mano, entonces, ¿dónde
podían ir sus manos para que no fuera incómodo
y siguiera causando miedo?
Pei Ming no podía pensar en una manera, así
que simplemente pisó la pierna.
—¿Me estás jodiendo? —Dijo Ming Guang.
Xie Lian tampoco pensó que esto pareciera
serio y dijo cortésmente: —General Pei, pisar las
piernas realmente no es muy convincente,
¿puede quizás... hacerle pensar que fue atrapado
por algo crítico?
—Dianxia, no diga algo así con tanta facilidad
—dijo Pei Ming—, si no fuera porque me niego a
hacer algo tan sin clase, ¿cree que querría pisar
las piernas? ¿Por qué no viene usted a agarrarlo
por donde duele?
—… —En cualquier caso, ninguno de los dos
estaba dispuesto a tomar ese tipo de lugar
crítico—. No importa —dijo Xie Lian—. ¡Entonces
por qué no hacemos esto! —Después de
encogerse, los dos se agarraron a una de las
piernas de Ming Guang. Ahora esto parecía más
amenazante e incómodo—. Por favor, retrocede
—exigió Xie Lian—. De lo contrario, tu verdadero
cuerpo podría sufrir alguna rotura.
Sin embargo, Ming Guang se burló.
—¡Ja! ¿Realmente creías que mi mitad inferior
del cuerpo es inútil?

1008
Justo cuando terminaba, Xie Lian sintió una
intención asesina que aumentaba rápidamente
en sus brazos y al instante gritó: —¡General Pei,
tenga cuidado!
Esa mitad inferior del cuerpo aparentemente
muerta de repente sacó las dos piernas y pateó
sin previo aviso. Pei Ming también arrojó la
extremidad a tiempo y evitó ser golpeado por las
piernas rápidas que llevaban cuchillas. Esas dos
piernas se voltearon en el aire y aterrizaron con
una sola rodilla en el suelo. Luego se enderezó
lentamente y se puso de pie por sí solo. Los
movimientos fueron limpios e impresionantes y
Xie Lian lo elogió a pesar de sí mismo: —¡Bien!
—Pero luego cambió de tono de inmediato—:
¡NO ES BUENO!
De hecho, no era bueno. El círculo de
protección que creó tan arduamente se hizo con
el propósito de mantener a Ming Guang fuera,
pero ahora las cosas ciertamente se habían
vuelto complicadas; a pesar de que la mitad
superior del cuerpo de Ming Guang todavía
estaba afuera, ¡su mitad inferior había entrado!
Pei Ming también se dio cuenta de esto y
pronunció: —Nos han atrapado.
Fantasmas y demonios con sus cuerpos
verdaderos divididos por la mitad, algunos solo
podían moverse con la mitad al frente y algunos
podían mover ambas partes a voluntad. No
podían determinar a qué tipo pertenecía Ming
Guang, pero esa mitad inferior de su cuerpo
1009
había sido rígida como la de los muertos, inmóvil
incluso al pisarla, por lo que Pei Ming lo había
considerado el primero. Parecía que estaba
fingiendo no moverse.
Ming Guang aplaudía alegremente fuera del
límite.
—¡ESO ES CORRECTO! ¡ESTO ES LO QUE
LLAMAN INVITAR A UN LOBO A TU PROPIA
CASA! ¡Y HACER DE UNO UN OBJETIVO
FÁCIL!47
De los tres en el círculo, Hua Cheng tenía los
ojos cerrados meditando, enfrentando un
momento crítico, la espada de Pei Ming fue
quebrada por Ming Guang y Fang Xin de Xie Lian
estaba actuando como la cerradura de su
conjunto de protección, por lo que los dos no
tenían armas en sus manos.
Sin otra opción, Xie Lian llamó: —¡E-MING!
La cimitarra E-Ming que había estado tirada en
el suelo como chatarra se levantó
instantáneamente y voló a la mano de Xie Lian.
Xie Lian agarró la empuñadura y cortó. La mitad
inferior del cuerpo de Ming Guang levantó una
pierna y pateó, bloqueó el golpe, pero fue
empujado hacia atrás un par de pasos, casi
cayendo fuera del límite. La mitad superior del
cuerpo observaba desde afuera, con expresión
vacilante, luciendo bastante cauteloso. Él
aplaudió y la mitad inferior del cuerpo volvió a su

47
[瓮中捉鳖] frase china que literalmente significa atrapar tortugas en un frasco, pero que
metafóricamente significa lo del texto.

1010
verdadera forma, una Espada Navaja Verde48 de
casi tres pies hervía de intención asesina
mientras colgaba en el aire.
Xie Lian no usaba cimitarras a menudo, pero E-
Ming era agradable en sus manos. Estaba a
punto de cargar cuando Pei Ming habló:
—Dianxia, no estoy tratando de causar
problemas en un momento como este, pero su
Hua Chengzhu parece estar teniendo un poco de
problemas.
Sorprendido, Xie Lian giró la cabeza y,
efectivamente, las cejas de Hua Cheng estaban
aún más unidas, las manos que sellaban las
rodillas también temblaban. En el momento en
que Xie Lian se distrajo, esa hoja verde rota
instantáneamente se apoderó de la abertura para
embestir. Sin embargo, al mismo tiempo, ¡E-Ming
se escapó del control de Xie Lian por sí sola y
bloqueó la espada rota en el aire!
Xie Lian llamó: —¡E-Ming, por favor, espera un
momento! —Luego se agachó frente a Hua
Cheng—. ¿Por qué está así? ¿Qué salió mal?
—No me mires, Dianxia —dijo Pei Ming—. ¡No
estoy tan familiarizado con el Rey Fantasma
como tú!
Xie Lian llamó a Hua Cheng: —¿San Lang?
¿Puedes escucharme? ¡No aguantes más, sal!

48 [青鋒 劍] La Espada Navaja Verde - Esta espada tiene dos orígenes diferentes: primero, era un arma

que pertenecía al legendario dios guerrero Er-Lang, que era una figura de renombre en el taoísmo y aparecía
a menudo para derrotar al mal en la literatura clásica. En segundo lugar, esta era una espada doble blandida
por el emperador Liu Bei durante el Romance de los Tres Reinos. Una de las dos espadas se perdió durante
un asedio y más tarde se dijo que se había convertido en el arma de Hou Junji, un general de Tang durante
la era de la fundación de la Dinastía Tang.

1011
Justo en ese momento, Ming Guang gritó
desde fuera del círculo: —¡¿UNA PEQUEÑA
HOJA SE ATREVE A BLOQUEARME?!
Entre los intercambios, la espada rota Ming
Guang y E-Ming ya se habían detenido
innumerables veces en un instante, haciendo
volar las chispas. Si esta fuera la habitual
cimitarra E-Ming, obviamente ganaría la
delantera. Sin embargo, ahora, ante la larga
espada de Ming Guang, el encogido E-Ming
realmente parecía un niño golpeado por un
adulto. Aunque vicioso, dado que sus
extremidades no eran lo suficientemente largas,
estaba restringido. Hubo algunas ocasiones en
que estuvieron bastante cerca y Xie Lian echó un
vistazo entre su enfoque a Hua Cheng.
—¡CUIDADO!
Después de que él gritó, E-Ming de repente se
volteó y se convirtió en una corriente de torbellino
plateado, golpeando con éxito la espada rota. El
Ming Guang fuera del círculo dijo: —Ah —parecía
que ese golpe no fue ligero.
Xie Lian elogió: —¡Buen E-Ming!
Pei Ming de repente habló: —Espere, Dianxia,
creo que cuando lo felicitó, ¿se hizo más grande?
Xie Lian miró de cerca.
—¿En serio?
—Parece que sí. —Pei Ming dijo—. ¿Por qué
no lo intentas de nuevo?
Eran solo algunas alabanzas, no era la gran
cosa, así que Xie Lian dijo: —Muy bien. E-Ming,
1012
escucha bien: eres guapo y despreocupado, lindo
y amable, listo e inteligente, gentil y decidido, el
número uno en el mundo…
Se interrumpió y se detuvo. Pei Ming comenzó
a aplaudir profundamente y fuera del círculo,
Ming Guang estaba todo lleno de incredulidad,
llorando furiosamente: —¿QUÉ TIPO DE
HECHIZO MALVADO ES ESTO? ¿Cómo es que
nunca antes lo había oído?
¡En efecto! Con cada alabanza que cantaba Xie
Lian, el cuerpo de E-Ming se hacía un poco más
largo; si antes se decía que parecía un niño de
diez años, ¡ahora es un joven de catorce a quince
años!
Esa espada rota frente al ahora crecido E-Ming
ahora estaba en problemas, moviéndose
torpemente a izquierda y derecha, mientras que
E-Ming se estaba volviendo más veloz e
impredecible. Con los resultados del partido cada
vez más obvio, fuera del círculo, Ming Guang hizo
un sello manual. En el momento en que Pei Ming
lo vio gritó al instante: —¡No está bien, ha
transferido todo su poder espiritual a esta mitad
inferior del cuerpo!
Efectivamente, el aura negra que rodeaba el
cuerpo de esa cuchilla rota explotó y cuando E-
Ming golpeó, fue rebotado por esa aura negra,
cayendo oblicuamente al suelo.
Xie Lian inmediatamente lo levantó.
—¿Estás bien?

1013
—No te preocupes, mira esto —dijo Pei Ming,
luego tomó a E-Ming de sus manos. Xie Lian
todavía estaba perplejo cuando de repente sintió
frío en su piel.
¡PA!
Pei Ming le había puesto la cimitarra en la cara
y la parte de la empuñadura tocó sus labios.
—... — Xie Lian se quitó E-Ming de la cara y se
frotó los bordes de los labios que estaban
ligeramente entumecidos, desconcertado, dijo—:
General Pei, ¿hay algún significado para sus
acciones?
—Por supuesto. Es muy significativo. —Pei
Ming dijo—. Dianxia, por favor mire hacia abajo.
Xie Lian miró hacia abajo y al instante se quedó
sin palabras.
¡E-Ming había crecido aún más!
Ming Guang realmente no pudo contenerse
más y gritó desde fuera del círculo: —¿QUÉ
MIERDA y QUÉ PERVERSIDAD ES ESO? ¡BIEN
PODRÍAS USAR TODOS TUS TRUCOS DE
UNA VEZ!
—La verdad es que también quiero saber qué
ha causado esto. —Xie Lian dijo.
Lleno de espíritu una vez más, E-Ming saltó a
sus pies y se lanzó hacia Ming Guang la espada
rota. Una espada y una cimitarra, lucharon
implacablemente en el aire. Xie Lian volvió a ver
a Hua Cheng y Pei Ming vio al Ming Guang que
estaba inclinado no muy lejos. En este momento,
todo el poder espiritual de Ming Guang fue
1014
transferido a la mitad inferior que actualmente
estaba luchando contra E-Ming, por lo que la
amenaza de este medio cuerpo superior se
redujo en gran medida. Todo el mundo era
consciente de esto y Pei Ming se movió, listo para
derribarlo, cuando otra serie de fuertes pisadas
llegó corriendo y fue Ke Mo quien había
regresado.
Gritó furiosamente: —¡USTED CULTIVADOR
ASTUTO DE LAS LLANURAS CENTRALES!
¡HAS VUELTO A MENTIR! ¡VE A RECOGER
BASURA POR EL RESTO DE TU VIDA! ¡DEJA
DE ENTROMETERTE EN TODO!
Xie Lian tampoco esperaba mantener a Ke Mo
lejos por mucho tiempo, pero parecía haber
regresado antes de lo esperado y justo en un
momento inconveniente también.
Ming Guang se llenó de alegría y señaló a Fang
Xin: —¡GRANDULÓN! ¡RÁPIDO! ¡DERRIBA
ESA ESPADA! ¡UNA VEZ QUE EL CONJURO
SE HAYA ROTO, LOS QUE ESTÁN EN EL
INTERIOR ESTARÁN INDEFENSOS!
No había necesidad de decir nada; Ke Mo bajó
la mano para embestir y Fang Xin fue empujado
dos pulgadas más; otra embestida, otras dos
pulgadas más; ¡otra embestida y Fang Xin cayó!
¡El conjuro de protección finalmente se rompió!
Esa espada rota dejó de luchar contra E –Ming
y salió volando del círculo, regresando al lado de
Ming Guang y se transformó en dos piernas,
cosiéndose de nuevo en un cuerpo completo.
1015
Ming Guang se puso de pie de un salto, le dio
unas palmaditas a Ke Mo, señaló a Xie Lian y
luego a Ke Mo. Ke Mo comprendió: esto
significaba que estaban dividiendo la presa. Él
asintió, sus puños como hierro chasquearon
mientras caminaba hacia Xie Lian que estaba
bloqueando frente a Hua Cheng.
Ming Guang por otro lado, trabajaba sus
piernas mientras sonreía salvajemente.
—Pei Ming, ¿vas a romperme una vez más por
la mitad? ¿Vienes a intentarlo? —Pei Ming no
habló. Ming Guang se burló—: La Espada Rota
del General, el General que Rompió su Espada,
¡jeje! Qué hermosa historia. Que tal cosa podría
convertirse en una hermosa historia, es obvio que
el mundo está ciego.
—Nunca lo tomé por una historia hermosa
—dijo Pei Ming.
—¡Mierda! —Escupió Ming Guang—. Sabes
muy bien cuántos hermanos y subordinados que
te siguieron durante tantos años has matado.
Mientras tanto, Ke Mo también se había
acercado a Xie Lian. Xie Lian agarró con fuerza a
E-Ming; no le tenía miedo, pero estaba
preocupado de que algo le pasara a Hua Cheng
si era descuidado.
Ke Mo vio que sus ojos estaban desenfocados
como si estuviera pensando y dijo: —¡No hay
necesidad de pensar en más trucos astutos ya no
seré engañado por ti!

1016
—No te estaba mintiendo —dijo Xie Lian—.
Ban Yue y el Pequeño General Pei realmente
estuvieron en esta área antes, es solo que
después de informarles, huyeron. ¿Eh? ¿Ban
Yue? ¡¿Por qué estás aquí?!
Ke Mo se enfureció.
—¿ME TOMAS POR UN TONTO? Un truco
tonto como este...
Sin embargo, antes de que terminara, una voz
sonó desde arriba de él.
—¡KE MO!
Eso se dijo en la lengua de BanYue y era una
voz muy familiar. Ke Mo levantó la vista al
instante y se enfrentó a un gran bulto de algo rojo
que vino cayendo desde arriba. Su rostro cayó
instantáneamente, abrazando su cabeza
mientras rugía: —¡ALEJATE!
¡Lo que cayó fue esa serpiente venenosa
nacida solo en BanYue, la Serpiente Cola de
Escorpión! Y el que los echó fue, naturalmente, la
Guoshi Principal del reino de BanYue.
Ban Yue saltó del árbol y aterrizó al lado de Xie
Lian.
—General Hua…
Xie Lian se volvió hacia Ke Mo.
—Te lo dije, realmente era Ban Yue…
Ke Mo no estaba escuchando lo que estaba
diciendo en absoluto y solo le gritó a Ban Yue:
—¡¡¡ME LANZASTE…!! ¡¡¡TÚ LANZASTE A
ESAS SERPIENTES COLA DE ESCORPIÓN A
MI ESPALDA!!! ¡SABES QUE ODIO LAS
1017
SERPIENTES COLA DE ESCORPIÓN, PERO
AÚN ASÍ LAS LANZASME!
Ban Yue se inclinó: —Lo siento... pero, solo sé
lanzar Serpientes Cola de Escorpión...
Ming Guang también notó que la situación
estaba cambiando y se alarmó: —¡¿QUIÉN
ESTÁ ALLÍ?!
La sombra negra de una figura saltó del árbol y
lo obstruyó ante él, respondiendo: —¡El ex Oficial
Adjunto del Dios Marcial del Palacio de Ming
Guang, Pei Su!
Los soldados milagrosos habían caído de los
cielos y Pei Ming estaba estupefacto.
—¿Pequeño Pei? ¿Cómo es que tú también
has venido?
Xie Lian, por otro lado, preguntó: —Ban Yue,
¿no estabas siguiendo a la Señora de la Lluvia?
Al escuchar el nombre de la Señora de la
Lluvia, Pei Ming frunció ligeramente las cejas.
Ban Yue respondió: —Hum. Es por eso, esta
vez hemos venido siguiendo a la Señora de la
Lluvia.

1018
Capítulo 148
Arrepentimientos contradictorios; el General
Ming rompe la infame espada (parte tres)

M
ing Guang miró a Pei Su
calculadoramente.
—¿Eres el Pequeño Pei?
—Lo soy —respondió Pei Su.
Ming Guang entrecerró los ojos y miró a Ban
Yue, burlándose.
—¿Escuché que arrojaste tu estatus de Oficial
Celestial por una niña? Jaja, Pei Ming, ¿no
siempre solías proclamar; los hermanos son
como extremidades y las mujeres como la ropa?
¿Por qué tu descendiente no se parece en nada
a ti? Ni siquiera heredó una décima parte de tu
ojo por elegir mujeres; esta Guoshi de BanYue
parece una pequeña codorniz, ¿qué demonios?
¿Acaso aburriste a alguien hace cientos de años
y te pusieron los cuernos? Jajajaja...
—Nada más que tonterías —dijo Pei Su, luego
disparó una explosión de su palma.
Ke Mo también saltó al aire, rugiendo:
—¡SOMOS ENEMIGOS JURADOS!
1019
Ming Guang gritó: —¡HEY! ¡GRANDULÓN,
ESTAMOS EN EL MISMO LADO!
Ke Mo giró la cabeza hacia atrás y vio a Ming
Guang saltar, transformarse en una espada verde
de hoja larga y voló hacia su mano. Ke Mo abrió
sus grandes palmas de hierro como abanico, se
aferró a la empuñadura y una nube de aura negra
explotó instantáneamente de su cuerpo gigante.
¡Un cadáver amenazante con una espada
demoníaca en la mano era como una bestia
salvaje con colmillos venenosos!
Anteriormente, cuando Pei Ming tocó la cara de
Xie Lian con E-Ming le dio una idea. Aunque no
podía entender por qué, sentía que tal vez el
mismo truco podría ayudar a Hua Cheng, e iba a
transferirle furtivamente algo de aire mientras
nadie lo miraba, para ver si eso lo aliviaba un
poco. Sin embargo, viendo cómo se desarrollaba
la terrible situación, no pudo evitar gritar:
—¡CUIDADO!
Fue incómodo para Pei Ming unirse a la lucha,
por lo que solo Pei Su y Ban Yue se unieron para
atacar. Mientras que uno era agudo y directo y el
otro ágil y excéntrico, solo su fuerza física no era
suficiente; Pei Su no tenía poder espiritual y Ban
Yue no poseía agresión. Frente a un Ke Mo que
tenía tanto poder espiritual como agresión,
sentían la tensión.
Ban Yue fue reprendida por Ke Mo, por lo que
estaba demasiado avergonzada para lanzar más
serpientes de cola de escorpión, pero Pei Su no
1020
tenía nada de esa preocupación, arrojando
serpientes como lluvia mientras Ke Mo rugía sin
cesar con furia y solo gracias al aura de
protección de la espada de Ming Guang ninguna
de las serpientes se atrevió a acercarse. Sin
embargo, fuera como fuera, después de que Xie
Lian observó la pelea por un tiempo, comenzó a
relajarse. Esto se debía a que podía decir que Ke
Mo y Ming Guang no coincidían bien.
Ke Mo creció en el reino de BanYue y estaba
acostumbrado a empuñar una maza. Estaba
acostumbrado a armas grandes y pesadas, por lo
que una espada no era algo con lo que fuera
hábil. Incluso si poseía una fuerza inimaginable y
el arma en la mano era incomparablemente
afilada; juntos, era posible que no pudieran liberar
todas sus capacidades y no pudiesen aprender
los trucos del oficio de inmediato. Por lo tanto, Xie
Lian aprovechó esta oportunidad, juntó las
palmas de las manos en una oración hacia Hua
Cheng y dijo: —¡Perdóname!
Pero, cuando miró esa hermosa carita blanca
como la nieve con los ojos cerrados frente a él,
Xie Lian sintió que era difícil hacer un movimiento
y cuando finalmente se decidió, cerró los ojos
presionándolos y en su momento de nerviosismo
terminó besando la frente de Hua Cheng. Era
ligero y gentil, pero su corazón estaba estrujado.
Junto a él, una voz habló: —Dianxia, lo ha
entendido mal. ¿De qué sirve besar la frente?

1021
Xie Lian casi se cae de la conmoción al
escuchar esa voz y miró hacia atrás, Pei Ming
estaba agachado junto a él. Sonando
inusualmente indignado y resentido, Xie Lian dijo:
—General Pei, ¿puede dejar de mirar?
Pei Ming levantó las manos: —Está bien, está
bien, está bien, no miraré. —Luego se dio la
vuelta para ver la pelea al otro lado. Después de
observar por un momento, habló, dirigiéndose a
Ke Mo—. No uses las espadas así. ¡Si no sabes
cómo usar espadas, no las uses!
Naturalmente, Ke Mo no entendió, pero el Ming
Guang en sus manos dijo: —¡Sí, no tan bueno
como tú, quien personalmente rompe las
espadas con sus manos y que ahora solo puede
quedarse inútilmente a un costado mientras
critica!
Justo cuando terminó, Pei Ming voló
repentinamente y entró en la pelea, aterrizando
frente a Ke Mo. ¡Ke Mo balanceó la espada, pero
hubo un sonido metálico extremadamente
crujiente! Este golpe no golpeó nada y cuando
miró hacia abajo, se quedó estupefacto.
¡La espada Ming Guang en su agarre se rompió
una vez más!
Aprovechando esta oportunidad, Pei Su arrojó
otra gran ola de Serpientes Cola de Escorpión,
como derramando una gran tina de tinte,
cubriendo a Ke Mo con vino tinto oscuro de pies
a cabeza y gruñó mientras intentaba

1022
desesperadamente golpear a esas serpientes
resbaladizas.
Pei Ming, por otro lado, miró esa espada y dijo:
—Conoces mis técnicas por dentro y por fuera y,
naturalmente, yo sabría dónde te romperías más
fácilmente.
Ban Yue cayó del cielo con dos ollas
levantadas y sin decir una palabra, saltó con las
bocas de las ollas hacia abajo, atrapando y
deteniendo al sorprendido Ming Guang y al
rugiente Ke Mo dentro. Y con esto, Xie Lian
finalmente dio un suspiro de alivio, comentando
internamente: —¡Más personas definitivamente
hacen las cosas más rápido!
Ban Yue selló las ollas de barro y las sacudió
en sus manos, presionando sus oídos para
escuchar los ecos internos.
Xie Lian la reprendió apresuradamente: —Ban
Yue, deja de jugar. Guárdalos y ten cuidado de
no dejarlos escapar.
Ban Yue asintió, se agachó frente a Xie Lian y
miró a Hua Cheng.
—General Hua, ¿es este su hijo?
Xie Lian sonrió.
—Lamentablemente, no lo es.
Pero pronto ya no pudo sonreír. Ban Yue se
sorprendió y dijo: —Te vi besarlo antes y pensé
que lo era.
—...
Xie Lian ya no quería decir nada y se cubrió la
frente con la palma de la mano. Sin embargo, Ban
1023
Yue pareció encontrar a Hua Cheng bastante
precioso y tiró de una de sus pequeñas trenzas,
hablando con profunda preocupación: —Parece
estar enfermo. ¿Debería ponerlo en la olla para
que se recupere? La última vez después de
entrar en la olla del General Hua, sentí que me
recuperaba muy rápido.
Pei Su finalmente se acercó.
—No es necesario. Deja de preocuparte por él,
Dianxia lo cuidará muy bien.
—Oh —dijo Ban Yue.
Justo en ese momento, Pei Ming la miró.
—¿Eres La Guoshi Principal de BanYue?
Observó a Ban Yue condescendientemente
desde arriba; Ban Yue, que estaba agachada en
el suelo y envuelta en sus sombras, asintió. Pei
Su dio un paso inconsciente hacia adelante, pero
Pei Ming lo empujó a un lado y se acercó a Ban
Yue, pareciendo querer observarla de cerca. Sin
embargo, inesperadamente, cuando él estaba a
solo dos pasos de ella, el rostro de Ban Yue cayó
repentinamente y se acercó para esconderse
detrás de Xie Lian, como si no pudiera escapar lo
suficientemente rápido. Sin embargo, a juzgar por
su expresión, no parecía que tuviera miedo.
Todos estaban perplejos, pero Xie Lian pronto
entendió y cortésmente insinuó: —General Pei,
hum... el Caramelo con Aroma de Fantasma…
Pei Ming parpadeó, su rostro se oscureció.
Parecía que la dulzura de ese Caramelo con
Aroma de Fantasma no se había ido y como Ban
1024
Yue era un fantasma femenino, tampoco pudo
resistir esa esencia vulgar del mal y huyó por el
hedor...
Xie Lian no pudo evitar sonreír, pero
inmediatamente controló su expresión.
—¿Por qué la Señora de la Lluvia también vino
al Monte Tonglu? ¿Dónde está mi señora?
¿Cómo es que no están todos juntos?
—Debido a la agitación de los fantasmas, un
gran número de criaturas inhumanas se congregó
para viajar hacia el Monte Tonglu. Cuando
pasaron por el país YuShi, capturaron a algunos
granjeros como raciones. En ese momento, tanto
la Señora de la Lluvia como el Corcel de
Protección no estaban presentes; fue después de
enterarnos del hecho que hemos venido en una
búsqueda. —Pei Su explicó—. Estuvimos juntos
al principio, pero en el camino, escuchamos a
Dianxia gritándonos en lengua BanYue, así que
nos separamos para venir a ver las cosas aquí.
En ese momento, Xie Lian solo había gritado al
azar por urgencia y no había pensado que en
realidad estaban cerca, golpeando la marca por
casualidad. Ese país YuShi tenía la apariencia de
un pequeño pueblo tranquilo, por lo que no era
extraño que los fantasmas pasaran y agarraran
estúpidamente a la gente.
Pei Ming frunció el ceño.
—Antes, no podía encontrarte en el reino de los
mortales. ¿Cómo terminaste con la Señora de la

1025
Lluvia? No me digas que estabas persiguiendo a
la Guoshi de BanYue.
Pei Su bajó la cabeza ligeramente.
—No. Fue la Señora de la Lluvia quien me
salvó.
Resultó que, después de que Pei Su fue
exiliado al reino inferior, había estado viajando sin
rumbo fijo. Como estaba tan libre, fue y derribó
las pequeñas guaridas de Qi Rong varias veces.
Irritado, Qi Rong reunió un gran grupo de
personas para rodearlo y destruirlo. Si Pei Su
tendría poderes espirituales, esos ordinarios don
nadie no podrían hacerle nada, pero ahora
poseía un cuerpo mortal, por lo que cuando fue
atacado por cientos de fantasmas, al final sufrió
heridas, atrapado en una situación miserable.
Justo cuando estaba colgando de un hilo
mientras luchaba, la Señora de la Lluvia pasó
montando el buey y le echó una mano. Después
de aclarar su identidad e historia, Pei Su fue
llevado al país YuShi para recuperarse por el
momento.
Pei Ming parecía estar algo asombrado.
—¿La Señora de la Lluvia no te dio problemas?
Según Shi Qing Xuan, el país YuShi y el Palacio
de Ming Guang tuvieron desacuerdos en el
pasado y hace cientos de años, la Señora de la
Lluvia eliminó al anterior oficial adjunto de Pei
Ming. Parecía que Pei Ming tampoco creía que la
Señora de la Lluvia fuera una Oficial Celestial
generosa.
1026
Pei Su, sin embargo, dijo: —No. La Señora de
la Lluvia nunca me causó problemas. Por el
contrario, he recibido mucho apoyo.
Justo entonces, una voz resonante de repente
sonó.
—¿Señora de la Lluvia? ¿La Señora de la
Lluvia es alguien del reino de YuShi?
Xie Lian respondió sin pensar: —Así es.
Pero después de responder, se dio cuenta de
que esa voz pertenecía a Ming Guang. Ya estaba
encerrado en la olla, pero seguía escuchando
atentamente la situación afuera.
Después de que Xie Lian respondió, chasqueó
la lengua: —¡Pei Ming! ¿Te acostaste con tantas
mujeres solo para producir este tipo de
descendiente inútil? En realidad necesita la
protección de alguien del reino de YuShi para
sobrevivir, ¡e incluso está hablando bien de ellos!
¡En verdad, cada generación es peor que la
anterior! ¡AH!
Al escucharlos, Pei Ming parecía un tanto
incómodo. Xie Lian no podía entender y le
preguntó a Ban Yue en un susurro: —¿Entiendes
lo que está diciendo?
—En realidad no —respondió Ban Yue—, pero
creo que escuché a Pei Su Gēge decir que antes
de que su general ascendiera, él era general del
reino de XuLi.
—…
¿Había algo malo en que Pei Ming fuera el
General de XuLi?
1027
¡Mucho, mucho!
Porque, hasta donde Xie Lian sabía, ¡el reino
de YuShi fue aplastado por los Corceles de Hierro
del reino de XuLi!
Ban Yue agregó: —La Señora de la Lluvia fue
la última gobernante del reino de YuShi.
No era de extrañar que Pei Ming siempre
pareciera extraño cada vez que se mencionaba a
la Señora de la Lluvia y no era de extrañar que la
Señora de la Lluvia no se contuviera al disciplinar
a ese ex Oficial Celestial adjunto. Resultaba que
ambas partes guardaban un rencor largo y
antiguo.
Debía saberse que, aunque para los
funcionarios celestiales, ciertamente era más que
natural que los reinos del reino de los mortales
pelearan y se aniquilaran entre sí, los actos de las
jugadas cambiaban sin cesar, pero cuando
llegaba su propio turno, a menudo era difícil dejar
ir las cosas. Si uno debía pararse en la misma
corte que el que aniquiló su propio reino y ese
hombre retozaba en los cielos, extremadamente
llamativo, entonces debía ser irritante.
Pei Su agregó un talismán y lo pegó en la
superficie de la olla y la voz de Ming Guang se
detuvo abruptamente. Él preguntó: —¿Por qué
ha venido también el General?
—¿No es todo para poder arrastrarte de nuevo
lo más pronto posible? —Respondió Pei Ming.
Xie Lian recordó las palabras de Hua Cheng.
Parecía que este era el beneficio que Pei Ming
1028
negoció con Jun Wu para que lo enviaran al
Monte Tonglu. Pei Ming le dio unas palmaditas en
el hombro de Pei Su—. Ya que estás aquí,
entonces hazme sentir orgulloso. Si te
desempeñas bien aquí, entonces quizás puedas
regresar a la Corte Superior antes.
Pei Su aún no había respondido, pero el
talismán encantado en la olla en su mano se
quemó. Era Ming Guang encerrado dentro quien
usó su furia para quemar el talismán.
—¡PEI MING! ¿Todavía recuerdas lo que dijiste
en ese momento?
Pei Su estaba a punto de agregar otro talismán
para callarlo, pero Pei Ming lo detuvo.
—He hablado demasiadas palabras en esta
vida. ¿A qué te refieres?
Ming Guang escupió con odio: —¿No
recuerdas qué excusa usaste para acabar con
todos esos subordinados que te siguieron
durante años? ¿No sabes? ¡Muy bien, te lo diré!
Usted dijo: Algunas personas pueden ser
asesinadas, otras no; algunas cosas se pueden
hacer, otras no. ¡Sonabas como si poseyeras el
corazón de Buda que perdona a todos! ¿Y ahora?
¿Crees que nadie sabe qué hazañas
despreciables ha hecho tu Pequeño Pei? ¡Las
palabras ya se han extendido! ¿Y aquí estás
tratando de limpiar su trasero y ayudándolo a
ocultar su pasado? Entonces ¿los hermanos que
te siguieron a las batallas de norte a sur merecían
morir? Pero cuando se trata de tu descendiente,
1029
¿no lo merece? ¿ES TU PEQUEÑO PEI UNA
GEMA Y EL RESTO SOLO LAS MALEZAS QUE
PISOTEAS?
Rugió furiosamente y sin pensar, pero cuando
Pei Ming escuchó hasta el final, de repente dijo:
—Tú, no eres Ming Guang.
La olla quedó instantáneamente en silencio. Un
momento después, la voz resonante de Ming
Guang llegó: —¿Qué mierda estás diciendo?
¿No has visto si soy Ming Guang? ¡¿No viste mi
forma?!
Sin embargo, Pei Ming declaró con convicción:
—No. No eres Ming Guang.
La voz dentro de la olla era gruñona:
—Entonces, ¿quién más puedo ser?
Pei Ming tomó el bote de las manos de Pei Su,
sonando seguro: —Creo que eres Rong Guang.
Cuando se pronunció el nombre, esa olla había
caído en completo silencio.
Al escuchar este nombre, los ojos de Pei Su se
abrieron un poco.
Xie Lian preguntó: —Pequeño General Pei,
¿quién es este Rong Guang?
Pei Su volvió en sí y dudó un poco antes de
responder: —Antes de que el General
ascendiera, él fue el general adjunto que más
tiempo lo siguió y el subordinado más capaz.
Y Xie Lian finalmente se enteró de la historia
detrás del General que Rompió su Espada.
En aquel entonces, cuando Pei Ming aún era
mortal, tuvo éxito en los campos de batalla del
1030
amor y la guerra; un general que fue victorioso
constantemente sin una sola derrota a su nombre
durante décadas. Estaban naturalmente su
propio coraje y habilidad involucrados, pero el
apoyo de su general adjunto no podía ser
descartado. Este general se llamaba Rong
Guang.
Rong Guang era famoso por su astuto engaño
y manipulación. Aunque los dos tenían
personalidades y estilos muy diferentes, se
conocían desde jóvenes y su colaboración fue
inesperadamente buena; uno en la luz, uno en las
sombras, su relación abarcó años, una amistad
hecha de acero. La espada sagrada de Pei Ming;
Ming Guang, fue un nombre que se les ocurrió,
una combinación de los homónimos de Ming y
Guang de sus propios nombres.
Pei Ming sabía cómo pelear guerras y en un
período de tiempo caótico de la historia, saber
cómo pelear guerras era mucho más importante
que saber cómo ganar dinero o cualquier otra
cosa, por lo que, naturalmente, continuó
subiendo de rango. Sin embargo, no importaba
cuán alto subió, lo más alto que pudo llegar fue
General. Podría haber infinitos títulos honorables
y estimados para colgar antes de la palabra
General pero siempre habría otro sentado sobre
su cabeza; ante el rey también debía inclinarse y
arrodillarse.
Por sí mismo, no tenía ninguna opinión en
particular sobre el asunto. Sin embargo, a medida
1031
que asediaba fortalezas tras fortalezas y el brillo
de la gloria de su armadura se hacía más y más
brillante, la tropa bajo el mando de Rong Guang
se inquietaba.
El propio Pei Ming nunca fue tan orgulloso
como para olvidar sus raíces y principios, pero
sus subordinados se hinchaban infinitamente en
su nombre.
El peor delincuente era Rong Guang. Dado que
construyó estrechos lazos con los soldados, pudo
avivar fácilmente sus corazones y plantó muchas
ideas en las mentes de subordinados veteranos
como: —El General Pei merece más que el
estatus que se le ha dado. El General Pei y
nosotros estamos oprimidos. El reino de XuLi
necesitaba al General Pei y a nosotros para
salvarse.
Conspiraron y planearon invadir el Palacio
Imperial de XuLi para nombrar rey a Pei Ming,
hacer que liderara a las tropas veteranas con
grandes logros y llevarlos a la cumbre como el
reino más fuerte. Incluso inventaron el gran
esquema de aplanar los cuatro mares con sus
corceles de acero y unificar el mundo.
Desafortunadamente, el propio Pei Ming no
tenía interés en convertirse en rey en absoluto.
Su mayor alegría en la vida era pelear batallas
victoriosas y acostarse con mujeres hermosas y
tampoco necesitaba ser rey para hacerlo.
Además, aunque el rey de XuLi no era nadie
sorprendente, tampoco hizo nada malo. Si fuera
1032
a hacerse cargo, tampoco podría hacerlo mejor.
Causar estragos precipitadamente tenía más
desventajas que beneficios, entonces, ¿por qué
molestarse en causar problemas sin razón
alguna? Por lo tanto, cada vez que Rong Guang
intentaba con entusiasmo lanzarle pistas, Pei
Ming lo frustraba hábilmente.
Después de muchos intentos, Rong Guang no
solo no estaba convencido, sino que se estaba
obsesionando cada vez más, hasta que,
finalmente, un día, el grupo de ellos se reunió
para resolverlo, sin importar qué, primero se
rebelarían. Una vez hecho el acto, no habría
forma de que Pei Ming pudiera retroceder.
Al escuchar este punto, Xie Lian se quedó sin
palabras, pensando: —¿Cómo podría algo así
ser tan sencillo?
Pei Su vio que estaba pensativo y dijo: —Rong
Guang podría no haber querido realmente
nombrar rey a Pei Ming, pero debía pedir
prestado el nombre del General para rebelarse.
Como su prestigio no era tan alto como el del
General, si levantaba sus propias banderas
podría no ser capaz de apaciguar a la gente.
Xie Lian reflexionó: —Eso podría no ser del
todo cierto.
La razón por la que usaron el nombre de Pei
Ming fue para poner a Pei Ming en el trono, por lo
que, naturalmente, Pei Ming no podía fingir que
no sabía lo que estaba sucediendo. Al instante

1033
tomó la espada y dirigió una pequeña y confiable
tropa de soldados y cargó al palacio para luchar.
Y esta fue la última batalla de su vida.

1034
Capítulo149
Pánico a izquierda y derecha; Este u
Oeste Indeciso (parte uno)

—¿Ganó o perdió el General Pei? —Preguntó


Xie Lian.
—Ganó y perdió —Pei Su respondió.
Todos los insurgentes murieron bajo la espada
de Pei Ming y entre ellos había muchos veteranos
que compartieron décadas de amistad con él.
La espada Ming Guang siempre se usó para
luchar junto a ellos y ahora, se había convertido
en el arma para matarlos.
Justo cuando la matanza estaba llegando a su
fin y los resultados de la pelea estaban claros, el
gobernante de XuLi ordenó juiciosamente que el
sangriento y apenas móvil Pei Ming fuera
rodeado por el delito de traición.
Pei Ming podría ser bueno luchando en
guerras, pero si el campo de batalla no fuera una
espada y arma real, podría no salir victorioso.
Estaba claramente luchando contra enemigos y
defendiendo el trono, pero al final solo ganó un;
mátenlo.
1035
Pei Ming sostuvo esa olla en su mano; no era
que no escuchara lo que estaban discutiendo,
solo que no tenía tiempo para preocuparse.
—Debería haber sabido que eras tú. Este es en
gran medida tu estilo.
En retrospectiva, debía haber sido el
resentimiento de Rong Guang el que poseyó esa
espada rota tan teñida en la sangre de millones y
el haberse conectado con su amargura hizo que
sobreviviera tanto tiempo. Sin embargo, la voz
dentro de la olla todavía era fría: —Tus hermanos
murieron hace mucho tiempo. No soy más que
una espada.
Xie Lian sabía que probablemente nunca lo
admitiría y continuar cuestionando sería
infructuoso.
—No importa, General Pei.
Pei Ming asintió y devolvió la olla a Pei Su.
Por lo tanto, sometieron a dos fantasmas
particularmente desagradables. Pasando por alto
a todos los demás, esto podría considerarse un
buen comienzo.
—El General Pei y yo continuaremos yendo
más allá en el Monte Tonglu —dijo Xie Lian—.
Ban Yue, ¿qué tal ustedes dos? ¿Irán a buscar
a la Señora de la Lluvia?
—La Señora de la Lluvia siguió adelante para
perseguir a los fantasmas que secuestraron a los
granjeros. —Pei Su dijo—. Si vamos, sería de la
misma manera, por lo que estamos dispuestos a

1036
ayudar al General y a Dianxia y unirnos a
ustedes.
Pei Ming volvió en sí y frunció ligeramente el
ceño.
—Entonces es mejor que nos demos prisa. La
Gobernante de YuShi no es un dios marcial, pero
avanzó más rápido que nosotros, por lo que
podrían correr peligro.
Por lo tanto, Xie Lian recogió a Hua Cheng,
Ban Yue guardó las dos ollas y el grupo se
adentró rápidamente en el espeso bosque.
Como todavía estaban situados en los bordes
exteriores del Monte Tonglu, no se encontraron
con ningún personaje impresionante; la mayoría
no eran más que malezas y el grupo no estaba
interesado en pelear en absoluto, pasando
directamente por ellos. Algunos eran lo
suficientemente tontos como para desafiarlos,
pero todos estaban asustados por las serpientes
de Ban Yue y Pei Su. Por lo tanto, después de
un día de viaje, finalmente abandonaron el
bosque y entraron en el segundo nivel del Monte
Tonglu.
Aquí, los bosques se volvían escasos, los
caminos se ensanchaban y había rastros de
viviendas. Xie Lian incluso vio al costado del
camino una casita ennegrecida, que se veía
extremadamente extraña en esta tierra aislada y
se preguntó: —¿Por qué hay casas aquí?
Ban Yue y Pei Su sacudieron la cabeza para
indicar que no lo sabían.
1037
Pei Ming también respondió: —Me temo que
esto es algo que tendrá que pedirle al señor Rey
Fantasma en sus brazos.
Después de que Xie Lian preguntó ya había
pensado que, si Hua Cheng estuviera despierto,
seguramente tendría las respuestas a sus
preguntas y miró hacia abajo. Aunque la
temperatura corporal inusualmente alta de Hua
Cheng se estaba enfriando gradualmente, sus
ojos aún estaban cerrados y Xie Lian no pudo
evitar preocuparse.
Pei Ming le recordó: —Dianxia, estamos a
punto de ingresar al siguiente nivel. Lo que
encontraremos más adelante será aún más
poderoso. ¿Tomamos un descanso y esperamos
a que despierte Hua Chengzhu?
Justo entonces, el grupo de ellos había llegado
a una bifurcación en el camino. Un camino se
dirigió hacia el este y el otro hacia el oeste. Xie
Lian contempló y tarareó: —La noche se ha
profundizado, acampemos aquí por la noche.
Después de viajar por un día, llegó el momento
de descansar y concentrarse en proteger a Hua
Cheng ayudarlo a recuperarse.
Ban Yue dijo: —Pei Su Gēge también necesita
descansar.
Solo entonces el grupo recordó que Pei Su era
mortal en ese momento y que requería descanso
y sustento, solo que había estado en silencio todo
el tiempo. Xie Lian tenía grilletes en su cuerpo y

1038
estaba igual, pero debido a su preocupación por
Hua Cheng, lo había olvidado por completo.
El grupo de ellos se detuvo en esta bifurcación
en el camino y construyó el campamento. Ban
Yue inició el fuego y Pei Su fue a cazar. Xie Lian
vio que todos estaban ocupados ocupándose de
sus propios asuntos y comenzó a mirar de nuevo
la cara de Hua Cheng. Un momento después, los
instintos le hicieron girar la cabeza y,
efectivamente, Pei Ming los estaba mirando.
Los dos se miraron el uno al otro y Pei Ming
soltó una risa seca.
—Bien. Me iré.
—No, está bien —dijo Xie Lian.
No era como si estuviera pensando en hacer
algo que no se podía ver, entonces, ¿por qué lo
hizo sonar como si estuviera haciendo algo
cuestionable?
En ese momento, Ban Yue se acercó con una
olla para comer.
—General Hua…
Xie Lian y Pei Ming volvieron la cabeza.
—¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.
Esa olla negra tenía dentro un pollo salvaje
aterrorizado que estaba atado.
Ban Yue les mostró la olla.
—Pei Su Gēge la atrapó para que cocinara,
pero no sé cómo.
Después de que Pei Su terminó de cazar, se
adelantó para explorar. Pei Ming, por otro lado,
parecía estar insatisfecho con Ban Yue sin
1039
importar cómo la mirara y reprendió
presuntuosamente: —¿No eres una chica?
Pelear y matar todo el día, no importa no pintarte
la cara, pero ¿cómo es que ni siquiera sabes
cocinar?
Xie Lian y Ban Yue se quedaron sin palabras.
Ban Yue no era una chica delicada criada en un
hogar normal y no tenía idea de cómo Pei Ming
juzgaba la belleza. Ella no podía entender sus
palabras y estaba perpleja. En cuanto a Xie Lian
ya había resuelto las cosas. Pei Ming era alguien
difícil de describir cuando se trataba de mujeres.
—Déjalo, Ban Yue. Te enseñaré —dijo Xie
Lian.
Ban Yue ya lo admiraba profundamente, así
que felizmente siguió sus instrucciones. Un
tiempo de incienso más tarde. Xie Lian tiró de las
coloridas plumas del pollo salvaje y Pei Ming
levantó sus manos empapadas de sangre,
lamentando: —El general matador de pollos y el
príncipe heredero del desplume de gallinas ahora
también pueden considerarse famosos.
Xie Lian lo vio matar al pollo con las manos
desnudas, una vista sangrienta y sucia.
—General Pei, ¿no podría haber usado un
cuchillo o algo así? Hubiera sido más limpio.
—¿Y hay alguno? —Exigió Pei Ming.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, los dos miraron las dos ollas sentadas en
el suelo a un lado. Rong Guang, que estaba
dentro de la olla, parecía haber notado las dos
1040
miradas peculiares y la olla se estremeció
violentamente, gritando: —¡SALGA AQUÍ!
¡VAYA LEJOS! ¡CUIDADO, PUEDO PONER
VENENO EN MI HOJA Y ENVENENAR A
TODOS!
Los dos se alejaron rápidamente. Una vez que
estuvieron seguros de que Rong Guang no podía
escuchar, Pei Ming sacudió la cabeza y le dijo a
Xie Lian: —Y sigue negándolo. Siempre ha tenido
ese temperamento, por supuesto que es él.
Xie Lian también escuchó cómo Rong Guang
maldecía a Pei Ming y durante mucho tiempo
sintió crecer una extraña sensación de simpatía.
—Entiendo completamente. Tengo un primo
que se parece un poco al general Rong. Él sabe
maldecir más, pero no sabe otra cosa.
Al menos Rong Guang podría ayudar a Pei
Ming a pelear batallas. Si Qi Rong fuera a ayudar
a Xie Lian a luchar en las batallas, antes de que
Xie Lian fuera asesinado por los enemigos, Qi
Rong ya lo habría arruinado. Pei Ming parecía
haber imaginado cómo era un Rong Guang que
solo sabía maldecir, pero no sabía cómo pelear y
comentó con seriedad: —Eso es realmente
aterrador.
Xie Lian arrojó el pollo salvaje ahora
completamente arrancado de nuevo a la olla, lo
llenó con agua y comenzó a cocinarlo sobre el
fuego, agregando algunas frutas silvestres o
hierbas de vez en cuando para agregar sabor.
Ban Yue lo copió e intentó con todas sus fuerzas
1041
encontrar algo que pareciera comestible para
meterlo en la olla. Pei Ming no sabía lo que
estaban haciendo, pero como nunca había
entrado en la cocina él mismo, no vio ningún
problema, por lo que ayudó agregando leña a la
fogata.
—Dianxia, siempre he tenido una pregunta que
quería hacerle, pero como no éramos cercanos,
no era apropiado hacerla.
Era cierto que no estaban cerca. Antes, la
impresión de Xie Lian de Pei Ming era más bien
de un mujeriego físicamente hábil pero
malintencionado, e incluso se habían enfrentado
un par de veces. Sin embargo, ahora que se
habían cruzado varias veces, sin saberlo, sus
opiniones habían cambiado y su relación podría
considerarse algo más amigable.
—Por supuesto, General Pei, por favor
pregunte.
—Usted ya ha sido desterrado dos veces, con
dos grilletes malditos en su persona —Pei Ming
dijo—. Después de haber ascendido por tercera
vez, podría haberle pedido al emperador que los
quitara, ¿por qué no lo hizo?
Xie Lian observó a Ban Yue pensar mucho
antes de sacar alegremente algunas serpientes
largas cola de escorpión rojo vino y ponerlas en
la olla burbujeante.
Él respondió fácilmente: —Entonces, General
Pei, también tengo una pregunta que quiero
hacerle.
1042
—Por favor —dijo Pei Ming.
—¿Cómo es que después de que rompiste a
Ming Guang nunca volviste a forjar una nueva
espada como dispositivo espiritual? —Preguntó
Xie Lian.
Pei Ming levantó las cejas.
—Que pregunta desagradable.
Xie Lian coincidió con su expresión.
—Del mismo modo.
Los dos se rieron un poco.
De repente, Pei Ming dijo: —Nunca pensé que
fuera una historia hermosa.
—Te entiendo —dijo Xie Lian.
Estaba a punto de hablar cuando de repente
hubo movimiento detrás de él y su corazón dio un
salto, mirando hacia atrás.
—¿San Lang?
Efectivamente, ¡Hua Cheng se había sentado!
Xie Lian estaba sorprendido y encantado e
inmediatamente se acercó para ayudarlo
sosteniéndolo por los hombros.
—¡San Lang! ¡Estas despierto! ¿Tú... pareces
más grande?
De hecho, antes Hua Cheng solo parecía ser
un poco mayor de diez años, ahora parecía tener
al menos trece o catorce años y cuando habló, su
voz también cambió de la de un niño a la voz
ligeramente ronca de un adolescente.
—Si. Gracias Gēge, por darme alivio.
—Que ocasión tan feliz —comentó Pei Ming.

1043
—No es necesario que me lo agradezcas yo...
—Xie Lian respondió antes de notar la palabra;
alivio y su sonrisa se congeló, preguntándose—:
No es lo que creo que es, ¿verdad?
Al segundo siguiente, Hua Cheng lo agarró por
los hombros y dijo sombríamente: —Dianxia,
escúcheme. Algo viene rápidamente del este.
¡Debe alejarse ahora!
Xie Lian se sorprendió. Ambos miraron hacia
el este, como si pudieran ver a través de la
interminable noche negra y vieron una figura
merodeando en la oscuridad. Aunque Xie Lian no
sintió nada de todas formas dijo: —¡Muy bien!
Nos iremos.
—¿A dónde? —Preguntó Pei Ming.
La bifurcación en el camino solo tenía dos
caminos y Xie Lian dijo: —¡El oeste!
Ban Yue agarró la olla sobre las llamas, como
si fuera a llevarla y dijo: —¡Pei Su Gēge todavía
no ha regresado!
Justo cuando hablaba, una sombra se
apresuró desde el camino hacia el oeste y fue Pei
Su quien había regresado de explorar.
—¡General! ¡No vayas por este camino! ¡Hay
una gran cantidad de fantasmas viniendo por
aquí ahora mismo!
—¿Cuántos? —Preguntó Hua Cheng.
Pei Su notó que el que preguntó fue Hua
Cheng y quedó atónito por un momento.
—¡A juzgar por los temblores del suelo, al
menos quinientos!
1044
Como dios marcial, a menos que no hubiera
absolutamente otra opción, nunca se
consideraría la retirada.
Pei Ming preguntó: —¿Vamos al oeste o al
este?
Hua Cheng dijo con convicción: —¡Oeste!
Xie Lian también respondió: —Oeste.
Por alguna razón, aunque había más
fantasmas procedentes del oeste y ni una sola
sombra en el este, los instintos de Xie Lian le
dijeron que el oeste debía ser una opción más
segura que el este. Sin más preámbulos, el grupo
se apresuró a seguir su camino. Al principio, Xie
Lian ya estaba preparado para matar sin dudarlo
si corrían hacia la primera ola, pero después de
correr durante varias millas, no se detectó un solo
movimiento y estaba bastante perplejo.
—Pequeño General Pei, ¿dónde y cuándo has
oído que se acercaban más de quinientos
fantasmas?
—Justo cerca de aquí —Pei Su dijo—. En ese
momento, estaban a solo cinco o seis millas
detrás de mí, e iban muy rápido.
—¡Entonces esto es extraño! —Dijo Xie Lian.
El grupo continuó corriendo hacia el oeste y
unos quinientos fantasmas corrían hacia el este;
ambas partes fueron rápidas, por lo que ya
deberían haberse topado de frente. Entonces,
¿por qué no había un solo fantasma y ni siquiera
un movimiento?

1045
—La Pequeño Pei no habría escuchado mal.
—Pei Ming dijo—. ¿Tal vez volvieron por dónde
vinieron?
—No creo que sea probable. —Pei Su dijo—.
Porque la velocidad de su ritmo fue realmente
rápida. Parecía que estaban…
—Corriendo por sus vidas —dijo Hua Cheng.
De repente, Xie Lian se detuvo en su paso. No
solo él, sino todo el grupo se detuvo. Porque,
justo delante de ellos había un campo de
cadáveres que les bloqueaba el paso.
Esos cadáveres, algunos eran bestias,
algunos eran hombres, cuerpos de todas las
formas y tamaños, incluso había almas
maltratadas, briznas de humo negro y fuegos
fantasmas flotando en el aire. Una vista
extremadamente escalofriante.
Xie Lian se puso en cuclillas para verificar y
dijo: —Realmente estaban corriendo por sus
vidas, simplemente... no tuvieron éxito.
Después de que Pei Su los escuchó,
inmediatamente se volvió para informar a Xie
Lian y a los demás. Y fue justo después de que
se fue que algo los alcanzó y los mató a todos de
una vez.
—Es el trabajo de una persona —dijo Hua
Cheng,
Xie Lian asintió con la cabeza. Si ambas partes
fueran excelentes en número, entonces la muerte
no sería tan limpia y la batalla no habría
terminado tan directamente.
1046
Y por haber matado a más de quinientos
fantasmas y monstruos en un período de tiempo
tan corto, sin duda era algo más fuerte que el
Demonio de la Rápida Espada extingue Vidas,
por lo que parecía que era algo que deberían
vigilar.
Ban Yue dijo, sosteniendo su olla de sopa:
—Espero que la Señora de la Lluvia no haya
elegido este camino…
—No hay que preocuparse, mi señora tiene el
Corcel de Protección —dijo Pei Su.
Justo al mismo tiempo, Xie Lian escuchó un
extraño ruido parloteante no muy lejos y cuando
se acercó a mirar, había un cráneo cuyas
mandíbulas temblaban y el ruido provenía de él.
Cuando se dio cuenta de que alguien lo había
encontrado, gritó aterrorizado:
—¡MISERICORDIA, NUNCA VENDRÉ DE
NUEVO, QUIERO VOLVER, QUIERO IR A
CASA!
Xie Lian lo tomó con ambas manos y dijo
suavemente: —No se asusten, solo estamos
pasando. ¿Puede decirnos qué sucedió
exactamente aquí?
Las mandíbulas de ese cráneo chirriaron
mientras mordía: —¿E-eres un transeúnte? Ya
no sigas adelante, hay alguien realmente
aterrador por delante... contándonos ya ha
matado a más de mil fantasmas y todavía está
insatisfecho, todavía está, todavía está...
¡Más de mil!
1047
Eso fue mucho más de lo que habían
imaginado. Xie Lian preguntó: —¿De quién
hablas? ¿Sabes cómo se llama? ¿O título? ¿O
cómo es él?
—N-no —El cráneo dijo—. No vi muy
claramente. No tardó mucho en matarnos.
Apenas vi que era un hombre vestido de negro,
muy joven, con la cara muy pálida...
—Suena un poco problemático —Pei Ming
dijo—. Dianxia, Hua Chengzhu, ¿está seguro de
que deberíamos dirigirnos hacia el oeste en este
momento y no hacia el este?
El cráneo escuchó y gritó: —¡EL ESTE
TAMPOCO! ¡NO EL ESTE, NO EL ESTE!
—¿Qué pasó en el este? —Preguntó Xie Lian.
El cráneo dijo: —Nosotros... no nos atrevimos
a ir al este, por eso elegimos el oeste. Porque, en
el camino hacia el este, hay un joven vestido de
blanco, que en un día ya había matado a más de
dos mil fantasmas. Es mucho más aterrador que
este en el oeste...

1048
Capítulo 150
Pánico a izquierda y derecha; Este u
Oeste Indeciso (parte dos)

¡Más de dos mil!


Al escuchar esto, las expresiones de todos se
pusieron rígidas. Xie Lian vislumbró a Hua Cheng
y dijo: —Parece que fue la elección correcta
elegir el camino del oeste.
Los dientes de ese cráneo murmuraron:
—¡Aah! Cualquiera de los caminos es un error,
¡no hay camino a seguir!
De hecho, para pequeños fantasmas
normales, cualquier dirección era un desastre de
destrucción. No importaba el este u el oeste,
cualquiera podría aplastarlos fácilmente; No
importaba qué camino eligieran, el resultado final
era convertirse en humo y fertilizante para otros.
Después de aullar en seco unas cuantas veces
más, el fuego fantasma en las cuencas vacías de
ese cráneo se fue apagando gradualmente.
Xie Lian lo colocó suavemente al costado del
camino.

1049
—San Lang, ¿sabes qué es la criatura en el
este?
—No puedo estar seguro en este momento
—respondió Hua Cheng—, pero todavía viene
acercándose por este lado. En las circunstancias
actuales, no recomiendo que lo enfrentemos de
frente. Este en el oeste es un poco más fácil de
manejar.
Xie Lian asintió.
—Muy bien. Luego continuaremos hacia el
oeste.

El grupo atravesó ese campo de cadáveres y


se apresuró en su camino. Caminaron toda la
noche, pero no se encontraron con ese hombre
vestido de negro del que hablaba el cráneo ni
vieron ningún rastro de la Señora de la Lluvia y
Xie Lian no pudo evitar comenzar a preocuparse.
Mientras viajaban, las casas y edificios a lo
largo de las carreteras aumentaron en número y
pronto, incluso pudieron reconocer que se trataba
de barrios marginales destruidos, esta era la casa
del teatro para el ocio, esta era una tienda de
abarrotes, este era el patio trasero de una casa
rica… El camino bajo sus pies también estaba
pavimentado las marcas antiguas de huellas de
personas, los patrones de los ladrillos todavía se
podían ver débilmente. Era obviamente una
1050
pequeña ciudad próspera, solo que estaba vacía
de vida y extrañamente desolada y tranquila.
Había un viejo pozo al borde de la carretera y
cuando extrajeron agua, el agua todavía estaba
relativamente limpia, por lo que el grupo decidió
descansar un poco allí. Xie Lian y Pei Su bebieron
un poco de agua y se lavaron la cara. Cuando
levantaron la vista, Ban Yue se había acercado.
Ban Yue había estado sosteniendo esa olla de
barro negro todo este tiempo y había estado
esperando durante un largo periodo.
—General Hua, Pei Su Gēge, come algo.
—Bien. Gracias por sus esfuerzos. —Dijo Pei
Su.
—Gracias por el arduo trabajo de todos,
probemos esto —dijo Xie Lian.
Así el grupo se reunió todo. Sin embargo, en el
momento en que Ban Yue abrió la olla, muchas
caras se pusieron rígidas.
Aunque el olor era algo incoloro e informe, en
el instante en que Ban Yue retiró la tapa de la olla,
fue como si algún objeto misterioso hubiera
retorcido todo el aire alrededor de la boca de esa
olla.
El grupo observó dentro de la olla durante
mucho tiempo, cada una de sus pupilas
reflejando una oscuridad eterna e interminable,
como si pudiera arrastrarlos al abismo. Ninguna
palabra podría describir el sentimiento expresado
en sus ojos.

1051
Un momento después, Xie Lian le dio unas
palmaditas en el hombro a Ban Yue y dio un
pulgar hacia arriba.
—No está mal. Es bueno por primera vez.
Pei Ming los miró con incredulidad.
—Es su primera vez, pero ¿es la primera vez
de Dianxia? Si mal no recuerdo, la hiciste seguir
todos tus pasos y ha hecho más de lo que ella
hizo. Sabía que había algo que no estaba bien
con lo que ustedes dos estaban haciendo, así
que no era mi imaginación.
Sin embargo, Hua Cheng habló: —¿Es eso
cierto? Bueno ya que Gēge hizo esto, tengo que
probar.
Al escuchar esto, los ojos de Pei Ming y Pei Su
se giraron para mirarlo, sus ojos llenos de
asombro, terror, respeto y otras emociones
similares.
—Gēge, ¿cómo se llama este plato?
—Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente.
—…Fénix Derribados.49
—Buen nombre. —Hua Cheng felicitó
sinceramente. Luego, metió la mano en esa olla
oscura sin fondo.
La forma en que Pei Ming y Pei Su lo miraban,
era como si estuvieran ansiosos de que la olla lo
tragara entero. Sin embargo, Hua Cheng sacó
tranquila y fácilmente un pequeño pedazo

[顛鸞倒鳳] Fénix derribados - una frase que significa “destrozar” o “hacer el


49

amor/tener sexo”
1052
quemado de algo que parecía un cadáver roto y
se lo puso serenamente en la boca.
—¿Cómo está? —Preguntó Pei Ming.
—Sabe a su nombre —dijo Hua Cheng.
Pei Ming se volvió hacia Pei Su, cuya
expresión era indescifrablemente complicada.
—Está hecho para ti. Disfruta.
Pei Su: —…
Tomó la olla de las manos de Ban Yue y sin
expresión extendió una mano.
Xie Lian usó el agua fría para limpiarse la cara
otra vez, se arregló el cabello y se dio la vuelta,
sin mirar a los demás. Examinó los alrededores y
preguntó: —¿Cómo es que en esta tierra aislada
del resto del mundo hay tantos rastros de
asentamientos? ¿El Monte Tonglu es realmente
habitable?
Ya había hecho esta pregunta el día anterior,
solo que no había nadie que pudiera responderle
en ese momento. Ahora lo había. Hua Cheng
respondió: —Es habitable, pero fue hace mucho
tiempo. El Monte Tonglu es del tamaño de siete
ciudades fortaleza, su territorio se extiende por
todas partes y solía ser un antiguo reino. Estas
casas son todos restos históricos de ciudades y
pueblos del antiguo reino. Cuanto más cerca
estemos del corazón del Horno habrá más
reliquias y más prósperos parecerán.
Xie Lian no cuestionó esta respuesta en
absoluto.
—Ya veo.
1053
Justo en ese momento, la voz de Pei Ming salió
de detrás de ellos: —Pequeño Pei, ¿qué estás
haciendo? Los hombres no se arrodillan tan
fácilmente, ¡levántate!
Xie Lian no se dio la vuelta.
—¿Cómo se llama este antiguo reino? San
Lang, ¿lo sabes?
Hua Cheng tampoco se dio la vuelta y sus
puños colgaron fácilmente a sus costados.
—El reino de WuYong.
Pei Ming advirtió: —¿Dianxia? Dianxia, ¿tiene
un antídoto o algo? No puede dejarlo así. Y tú.
¿Qué le diste de comer? ¿Qué pasa con esta
serpiente? ¿Por qué todavía se mueve después
de que se ha cocinado durante tanto tiempo?
¡¿Se convirtió en un espíritu?!
Ban Yue parecía inclinarse para disculparse
sin cesar: —Lo siento... lo siento... lo siento... de
hecho se convirtió en un espíritu, no sabía cuánto
tiempo tendría que cocinarse para que se
convirtiera en un espíritu… Lo siento…
Xie Lian apoyó su mejilla en una mano y
reflexionó: —Soy ignorante y mal informado, no
recuerdo haber escuchado el nombre de este
reino. ¿Qué tan antiguo es?
Sin embargo, justo cuando las palabras
salieron de sus labios ya no estaba tan seguro.
WuYong, WuYong. Al escucharlo de la nada,
sonaba extraño. Pero si lo pensaba
profundamente, parecía que hacía mucho,

1054
mucho tiempo, alguien en algún lugar lo había
dicho antes.
—Los detalles no están claros —dijo Hua
Cheng—, pero debe ser más antiguo que el reino
de XianLe. Al menos dos mil años.
Xie Lian miró a su alrededor.
—Pero mirando estos edificios, no parece que
hayan sobrevivido dos mil años.
—Naturalmente. —Hua Cheng respondió—.
Porque la mayoría de las veces, el Monte Tonglu
no estaba abierto al exterior. Es como si
estuvieran sellados dentro de un mausoleo
masivo y completamente excluidos del mundo
exterior, por supuesto se mantendrían en buen
estado.
Xie Lian inclinó la cabeza y se mantuvo
pensativo. Por otro lado, Pei Ming finalmente dejó
a Pei Su sostenerse a sí mismo y se acercó.
—Gran Rey Fantasma seguro lo sabe todo.
Pero, ¿no es esta información demasiado fuera
de este mundo? ¿Puedo preguntar cuál es tu
fuente? Nunca escuché una sola palabra de nada
de esto en el exterior.
Hua Cheng no lo miró.
—¿Y podría preguntarle al General Pei, qué
tipo de individuo tiene la capacidad de reunir este
tipo de información en el Monte Tonglu?
—Lógicamente, cualquier fantasma puede
—Pei Ming dijo—. Pero según las reglas de
matanza del Monte Tonglu, mientras más
información valiosa se desee obtener, más
1055
tiempo se debe permanecer, por lo que debería
ser un individuo poderoso.
—¿Y qué tipo de individuo puede salir del
Monte Tonglu después de reunir toda esta
información? —Preguntó Hua Cheng.
—Debe ser un Rey Fantasma Supremo como
mi señor —dijo Pei Ming.
—Entonces —dijo Hua Cheng—, reuní esta
información yo mismo. Mientras no hable de ello,
por supuesto, no se sabe nada de eso en el
exterior. —Finalmente volvió la cabeza hacia
atrás y se burló un poco—. Para los Oficiales
Celestiales de la Corte Superior, guardar
secretos puede ser más difícil que pasar una
calamidad celestial, pero no para mí.
—…
No estaba equivocado. Si algunos Oficiales
Celestiales obtuvieran información de tal
magnitud en la Corte Superior, no pasarían dos
horas antes de que se pudiera escuchar con
entusiasmo debatida en cada conjunto de
comunicación espiritual. Que Hua Cheng pudiera
mantener esto durante tantos años sin venderlo a
nadie y no hablara de eso para alardear,
demostraba cuán maduro y resuelto era.
—Lo entiendo —dijo Pei Ming—. Parece que,
en lo que respecta a Dianxia, Hua Chengzhu no
solo está bien informado de todo, sino que
también diría que sabe todo lo que uno sabe.
—No —Xie Lian dijo de repente.
Todos se giraron para mirar.
1056
—¿Qué no?
Xie Lian había estado pensado mucho y ahora,
finalmente, su mano derecha se dobló en un puño
y golpeó ligeramente su palma izquierda.
—Antes dije que no creía haber escuchado el
nombre WuYong antes, pero eso es incorrecto.
¡He oído hablar de ese nombre antes!
Hua Cheng se puso ligeramente rígido.
—Gēge, ¿dónde se escuchó sobre eso?
Xie Lian volvió la cabeza.
—En mi juventud, cuando estaba entrenando
en el Pabellón Real en XianLe, mi maestro era el
Guoshi de XianLe. Cuando me acogió por
primera vez como discípulo, una vez me contó
una historia.
En realidad, no podría considerarse una
historia, sino más como inculcar algunas
imágenes grandiosas y gloriosas de leyendas en
la mente del joven Xie Lian.
Había una vez un antiguo reino. En ese reino
había un príncipe heredero que era
ingeniosamente talentoso, listo e inteligente,
experto en artes marciales y literarias. Y era un
personaje deslumbrante que solo apareció una
vez en la historia. Él amaba a su gente y su gente
lo amaba. Mucho después de su muerte, su gente
nunca lo olvidó.
El Guoshi habló solemnemente y tiernamente:
—Hijo mío, espero que te conviertas en una
persona como él.

1057
En ese momento, el joven Xie Lian estaba
sentado y equilibrado y dijo sin pensar: —No
quiero convertirme en una persona como él.
Quiero convertirme en un dios.
—…
Xie Lian dijo: —Si ese príncipe heredero fue
realmente tan sorprendente como tú dices,
¿cómo es que no se convirtió en un dios?
—…
Xie Lian continuó: —Si la gente realmente
nunca lo olvidó, ¿cómo es que nunca antes
escuché a nadie hablar de este príncipe
heredero?
—…..
Xie Lian juraba que cuando planteó por
primera vez esas preguntas, nunca tuvo la
intención de provocar o rebelarse y que
realmente tenía curiosidad, buscando respuestas
a su pregunta. Sin embargo, después de que el
Guoshi lo escuchó, su rostro se volvió bastante
oscuro.
¿Por qué Xie Lian podía recitar el Sutra de la
Ética de un lado a otro como si no fuera nada?
Porque esa noche, el Guoshi le hizo copiar el
Sutra de la Ética cien veces para hacer el bien
por su nombre y cultivar tanto el cuerpo como la
mente. Xie Lian sospechaba profundamente que
si no hubiera sido por su estado honorífico de
príncipe heredero, el Guoshi podría haberle
hecho arrodillarse sobre uñas para copiar las
escrituras.
1058
En cualquier caso, después de eso, cada
palabra del Sutra de la Ética se quemó
profundamente en el cerebro de Xie Lian. Al
mismo tiempo, quedó una pequeña impresión de
este Príncipe Heredero de WuYong.
Xie Lian siempre había disfrutado leyendo,
pero nunca encontró ningún registro relacionado
con el reino de WuYong en ningún pergamino
antiguo, por lo que pensó que la historia era algo
que el Guoshi inventó para educarlo, o tal vez el
Guoshi habían jugado demasiado a las cartas y
recordó mal. Sin embargo, él no sintió la
necesidad de cuestionarlo ni la necesidad de
copiar el Sutra de la Ética por otras cien veces,
por lo que no se molestó en luchar por la verdad
y no se lo tomó en serio.
—Dianxia, parece que este Guoshi de su
XianLe tiene bastante experiencia y sabe mucho
—dijo Pei Ming—. ¿Podría preguntarle qué le
pasó?
Después de algunas dudas, Xie Lian
respondió: —No lo sé. Después de que XianLe
cayó, no vi cuántas personas quedaron después.
Justo entonces, de repente sintió algo
apretarse en el tobillo y se congeló.
—¡¿QUÉ ES…?! —Estaba a punto de pisotear
y romper los huesos de lo que sea que fuera, pero
cuando miró hacia abajo, suspiró aliviado—.
Pequeño General Pei, ¿qué hace apareciendo
así? Eso estuvo cerca, casi te arruino la mano.

1059
Esa mano en verdad pertenecía a Pei Su.
Toda su persona estaba tumbada en el suelo, su
cara en el barro, sus dos brazos extendidos, una
mano agarrando a Pei Ming y la otra agarrando a
Xie Lian. Los dos se agacharon.
—¿Qué es lo que quiere decir?
Ban Yue estaba sosteniendo su olla.
—No lo sé. Anteriormente, Pei Su Gēge seguía
arrastrándose por todo el suelo y parecía haber
descubierto algo importante.
—¿Oh? Pei —Ming estaba asombrado—.
¿Puedes encontrar algo incluso en ese estado?
Como se esperaba del Pequeño Pei. Entonces,
¿qué descubriste?
Pei Su aflojó la mano que lo agarraba y señaló
en una dirección.
Xie Lian miró hacia la dirección que señalaba y
dijo: —Esto es...
El grupo se reunió para examinar.
—¿Marcas de pezuñas de buey?
Pei Su finalmente levantó la cabeza del lodo y
gruñó: —Esto, es... m, arcas dejados por el C,
orcel de Protección de la S, eñora de Lluvia…
—Pei Su Gēge, tus comas están por todos
lados —comentó Ban Yue.
Pei Su respondió: —Estoy bi, en, cierto. La
Señora de la Lluvia, señora, señora…
Estaba atrapado en la palabra señora y ya no
podía continuar.
Xie Lian se preguntó: —¿Podría... haber sido
envenenado por la Serpiente Cola de Escorpión?
1060
—Su veneno no funciona así... —dijo Ban Yue.
Hua Cheng dijo: —La Señora de la Lluvia ya
se encontró con el hombre vestido de negro en el
oeste y libró una batalla.

1061
Capítulo 151
Pánico a izquierda y derecha; Este u
Oeste Indeciso (parte tres)

—¿De verdad? ¿Cómo puedes saberlo?


—Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng estaba a punto de hablar cuando
Pei Su, cuyo discurso se interrumpió, extendió su
dedo tembloroso y comenzó a escribir en el
suelo. Por un respeto desconocido, el grupo se
reunió para mirarlo y torcidamente, las palabras;
formación de batalla, se formaron bajo su dedo.
Una vez que terminó de escribir, fue como si
hubiera agotado la última parte de su energía,
apretó la mano en un puño y dejó de moverse.
Hua Cheng levantó la cabeza.
—Es esto exactamente. El Corcel de
Protección de la Señora de la Lluvia es un buey
negro transformado de la bestia dorada en la
aldaba a las puertas del Salón de Cultivo Real del
reino de YuShi. Por lo general, cuando camina no
deja rastros, pero una vez que entra en la batalla,
cambia de forma. Entonces, esta marca de casco

1062
es diferente a las formas de las marcas normales
de casco; es mucho más grande.
—Gran Rey Fantasma está
sorprendentemente bien informado —comentó
Pei Ming.
Hua Cheng señaló las marcas en el suelo y
continuó hablando con Xie Lian: —Gēge, mira
aquí.
Xie Lian movió su cabeza más cerca.
—Sí, tienes razón... esta marca de casco
apareció muy repentinamente, así que también
debió haber sido muy repentino cuando se
encontraron con el enemigo.
—Sí —dijo Hua Cheng—, y esta marca de
casco es profunda, por lo que es obvio que el
enemigo no era débil. Ese buey luchó contra el
enemigo aquí con sus cuernos y fue presionado
profundamente en la tierra por más de dos
pulgadas.
Los dos simulaban la escena de la pelea que
acababa de pasar y Pei Ming tampoco retrocedió.
—Pero al final, ambos lados terminaron en un
empate.
—Así es. —Xie Lian estuvo de acuerdo.
No había rastros de sangre ni esencias del mal
dispersadas, por lo que parecía que, cuando se
encontraron, fue rápido y con fuerza, pero una

1063
vez que consideraron al otro una molestia, ambos
abandonaron la pelea.

Hua Cheng les informó que la criatura en el


este había cambiado de dirección y el grupo
continuó hacia el oeste, pero ahora su ritmo
disminuyó. Pronto, un edificio gigante y peculiar
apareció a un lado de la carretera. Mirando desde
lejos, era más impresionante que todas las otras
casas de los alrededores y aunque algunos de
sus recintos y aleros se derrumbaron, aún
asumían una presencia de asombro.
Xie Lian se detuvo inconscientemente en su
paso.
—¿Qué es este lugar?
Hua Cheng solo lo miró y respondió: —El
templo divino de WuYong.
Pei Ming tenía uno de los brazos de Pei Su
enganchado sobre sus hombros para arrastrarlo.
—¿Y cómo sabe Hua Chengzhu que es un
templo divino?
—Porque está escrito en él —dijo Hua Cheng.
Al escuchar esto, el grupo levantó la vista. En
la superficie de la viga de piedra ante las puertas
de este edificio, de hecho, había una fila grabada
de caracteres gigantes. Aunque estaba
desgastado a través del tiempo y había algunas

1064
marcas de arañazos extrañas, aún eran
considerablemente claras.
Sin embargo, después de un poco de silencio,
Xie Lian dijo: —Ciertamente hay escritura, pero...
¡Pero no podía entender esta escritura en
absoluto!
Nunca imaginó que ni siquiera algo así hizo
tropezar a Hua Cheng.
Se volvió hacia Xie Lian.
—La esencia del significado de esa fila de
palabras es; El eminente Príncipe Heredero
desciende con la luz para brillar eternamente en
la tierra de WuYong y esas alabanzas sin sentido.
Mira Gēge, los últimos dos personajes al final allí,
¿no se parecen a Wu y Yong?
Cuando escuchó; eminente Príncipe
Heredero, la expresión de Xie Lian se movió de
manera imperceptible y cuando miró más de
cerca, efectivamente, aunque esa fila de
caracteres se parecía a dibujos de un niño, todos
los círculos y curvas mezclados con muchos
símbolos extraños, pero las palabras Wu y Yong
estaban en formas y trazos con los que estaba
familiarizado, como si fueran solo escritura
derivada.
—Hua Chengzhu realmente puede leer e
interpretar la escritura perdida de un antiguo
reino, estoy realmente asombrado —dijo Pei
Ming.
Hua Cheng arqueó una ceja y sonrió
falsamente.
1065
—Estuve en el Monte Tonglu durante diez
años. Ya se puede hacer mucho en un mes, si ni
siquiera puedo interpretar algunas palabras
después de diez años, entonces, ¿qué estoy
haciendo en esta tierra, ¿verdad?
Ni siquiera los diez principales dioses civiles en
los cielos superiores podrían atreverse a
proclamar tales palabras y como dios marcial,
¿qué podría hacer Pei Ming? Así que solo podía
sonreír falsamente.
—Quizás.
Xie Lian respiró hondo.
—Gracias a los cielos que San Lang está aquí.
—Tal vez solo pueda traducir algunas palabras
toscas de WuYong —Hua Cheng dijo—. Si nos
encontramos con otras más difíciles, tendré que
pedirle a Gēge que me ayude a evaluar juntos.
Xie Lian sudó: —Hum... estoy seguro de que
no soy tan bueno como San Lang en esto. Pero,
el dios adorado por WuYong, ¿es también su
príncipe heredero?
Hua Cheng se abrazó a los brazos.
—Creo que sí, sí.
Xie Lian frunció el ceño al pensar: —Si mi
maestro conocía al príncipe heredero de
WuYong, entonces también debía saber si
ascendió. Entonces, ¿por qué me dijo que ese
príncipe heredero murió?
—Hay tres posibilidades —dijo Hua Cheng—.
Primero, en realidad no lo sabía; segundo, él está
mintiendo; tercero, no mintió y el príncipe
1066
heredero de WuYong realmente murió, pero no
fue una muerte típica.
—Si el emperador estuviera aquí, entonces
quizás podríamos haberle preguntado si conocía
este reino, si conocía a esa persona —dijo Pei
Ming.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Quizás no. El
reino de WuYong desapareció hace más de dos
mil años. En comparación, Jun Wu es solo un
joven. Son de dinastías completamente
diferentes.
Jun Wu ascendió alrededor de mil quinientos
años atrás y fue un famoso general de una era en
guerra que más tarde se proclamó rey y se
convirtió en un inmortal con éxito después de
gobernar durante algún tiempo. Como el dios
marcial número uno que gobernó durante mil
años, sus antecedentes ya estaban
completamente a la vista. En cuanto a las
dinastías de las que habló Hua Cheng, se refería
a las dinastías de los cielos.
Actualmente, Jun Wu era el gobernante y
cientos de Oficiales Celestiales formaron la Corte
Superior, formando la dinastía actual y el
gobierno anterior a ellos pertenecía a una
dinastía diferente. Así como los regímenes
cambian en el Reino Mortal, el Reino Celestial
también pasaría por cambios de dinastía.
Aunque el tiempo que llevaría sería muy, muy
largo, fundamentalmente eran lo mismo. Los

1067
nuevos adoradores reemplazarían a los viejos y
los nuevos dioses reemplazarían a los viejos.
A veces, la decadencia de un dios no era
causada por ningún error que pudiera haber
cometido y era desterrado como resultado, sino
porque había aparecido otro dios más poderoso,
sin otra razón que las vidas y creencias de las
personas cambiaron gradualmente y ya no se lo
necesitaba.
Por ejemplo, un Oficial Celestial que
controlaba los caballos debía vivir muy bien
porque la gente no podía dejar a sus caballos y
carruajes solos cuando necesitaban transporte.
¿Quién no querría que sus caballos fueran
fuertes y saludables, que sus viajes sean
seguros? Por lo tanto, sus donaciones nunca
cesarían.
Sin embargo, si un día los mortales
descubrieran algo completamente nuevo que
corriera más rápido que los caballos, entonces,
cuando este nuevo invento superase a los
caballos, los adoradores de este Oficial Celestial
que controlaba los caballos disminuirían
inevitablemente. Tales Oficiales Celestiales que
brillan como estrellas fugaces constituyen la
mayoría de los cielos.
Esta forma de declive era la más cruel, porque
el proceso no podía ser revertido. A menos que
ese Oficial Celestial saltara de los cielos y
volviera a ser mortal para re-cultivar un nuevo
camino, convertirse en un nuevo dios y ascender,
1068
entonces estaría destinado a ver su propio
declive hasta que desapareciera. Sin embargo,
no todos poseían el coraje y la fortuna.
Se decía que los dioses de la dinastía anterior
se habían desvanecido así y algunos también
dijeron que fue porque causaron una gran
calamidad, libraron una batalla caótica, por lo que
todos cayeron en desgracia al mismo tiempo.
Pero, no se pudo probar y ya no era importante.
Desde entonces, unos siglos más tarde, nació
Jun Wu y creó una nueva dinastía celestial.
Además, justo después de él, un gran número de
Oficiales Celestiales de la nueva era ascendieron
incesantemente, llenando los huecos para los
fieles y gradualmente formaron la Corte Superior
estable de hoy.
Lo que significaba que, a menos que hubiera
Oficiales celestiales mayores que los mil
quinientos años de edad de Jun Wu, no había
nadie que pudiera saber cómo el dios que
adoraban en el reino de WuYong fue
silenciosamente borrado de todos los rastros.
El grupo de ellos cruzó el recinto casi
derrumbado y entró en el gran salón oscuro. Xie
Lian solo tomó unos pasos para notar que algo
andaba mal.
Había pensado que el gran salón estaba
oscuro por dentro porque el interior no había visto
la luz durante años, todas las ventanas cerradas.
Sin embargo, después de mirar alrededor, cuanto
más miraba, más encontraba cosas peculiares.
1069
Caminó al lado de la pared, sus dedos rozando
ligeramente y cuando los llevó ante sus ojos,
soltó: —Esto es...
—Negro —dijo Hua Cheng.
¡No era que la luz fuera tenue, era que las
paredes de este inmenso salón divino eran todas
negras!
—Hasta donde yo sé, casi todos los templos
divinos en el Monte Tonglu son así —dijo Hua
Cheng.
Era una vista escalofriante. ¿Por qué las
paredes de los templos divinos estarían pintadas
del color tan negro como el infierno? Solo ver el
color lo ponía ansioso, entonces, ¿cómo podría
alguien adorar a lo divino con un corazón sincero
en este estado?
—¿Todo está así? —Se preguntó Pei Ming—.
¿Podrías estar descuidado de la negligencia?
—Las casas por las que pasamos antes eran
negras como esta —dijo Xie Lian—.
Técnicamente, esas casas habrían sido hechas
en la misma época.
Mientras hablaba, continuó sintiendo y
explorando ligeramente las paredes de este
templo divino. Las paredes no solo eran
escalofriantemente negras, sino que también
estaban rugosas, como la cara arruinada de una
mujer que estaba cubierta de cicatrices y también
era extremadamente sólida.
Algo hizo clic en la mente de Xie Lian.

1070
—Este templo divino fue quemado por el fuego
antes.
—¿Cómo puedes saberlo? —Preguntó Pei
Ming.
Xie Lian se dio la vuelta.
—Las paredes de este templo divino deberían
haber estado cubiertas con murales antes,
pintadas con una pintura especial, una capa muy
gruesa. Después de que los incendios los
hubieran quemado, se volvieron negros y las
partes se derritieron y cambiaron de forma.
Después de solidificarse, se sentirían resistentes
y duros de esta manera.
—Dianxia ciertamente sabe mucho, también
podría estar asombrado de usted —dijo Pei Ming.
Xie Lian se frotó la frente y se aclaró
ligeramente la garganta.
—Esto... no es nada de lo que deba estar
asombrado. Solo lo sé porque en el pasado,
después de que muchos de mis palacios de
príncipe heredero fueron quemados, terminaron
así.
—…
Al escuchar esto, la multitud se quedó en
silencio. Xie Lian de repente recordó otra cosa.
—¡Y esa viga de piedra afuera! Había muchas
marcas de rasguños en esas alabanzas grabadas
en la viga de piedra y no se veía como un
deterioro normal, por lo que debieron haber sido
personas que lo cortaron con cuchillas.
Pei Ming frunció el ceño.
1071
—¿Por qué harían eso?
Hua Cheng respondió fríamente: —Porque no
están de acuerdo con las palabras.
—Así es. —Xie Lian dijo—. Es lo mismo que
romper una Placa de Establecimiento.
Ban Yue se sorprendió un poco.
—Entonces, ¿este templo divino fue incendiado
por la gente de WuYong?
Después de un poco de silencio, Xie Lian
estaba a punto de hablar cuando Pei Ming dijo de
repente: —¿Cuál es el significado de esto?
Xie Lian giró la cabeza para ver y vio a Pei
Ming levantando su brazo izquierdo, una
Serpiente Cola de Escorpión mordía
profundamente su mano izquierda y su cola se
balanceaba, tratando de picarlo. Ban Yue estaba
lista para arrodillarse nuevamente.
—Lo siento, tengo serpientes por todo mi
cuerpo…
Xie Lian no sabía si reír o llorar y la sostuvo en
alto.
—Ban Yue, no te acostumbres a arrodillarte
para disculparte. General Pei, ¿cómo fue mordido
por su serpiente?
Pei Ming levantó la mano, su expresión oscura:
—¿Cómo debería saberlo? Solo la estaba
abrazando y terminó así.
Xie Lian preguntó pacientemente: —Entonces,
General Pei, ¿qué estaba haciendo al pasarle el
brazo por los hombros?

1072
—… —Fue entonces cuando Pei Ming pareció
darse cuenta y comenzó a contemplar esta
pregunta. Un momento después, respondió—:
Un hábito. En un lugar oscuro y espeluznante
como este, ¿no es normal sostener a las mujeres
en tus brazos para consolarlas y calmar sus
temores?
—Lo siento, pero no tenía miedo —dijo Ban
Yue.
—… —Xie Lian entendió. Esto no fue más que
una tragedia infligida por el propio Pei Ming,
cuyas manos estaban picando
inconscientemente.
Pei Ming finalmente arrancó esa Serpiente Cola
de Escorpión y su mano izquierda ya estaba muy
hinchada.
—Dame el antídoto, rápido.
—Lo siento, todos los helechos Hierba de Luna
en mí están agotados —dijo Ban Yue.
—Está bien. —Xie Lian dijo—. General Pei,
usted es un Oficial Celestial. La hinchazón
disminuirá en un santiamén.
Luego se dio la vuelta y continuó examinando
las paredes. De repente, sus ojos recorrieron un
área ennegrecida e instantáneamente se
congeló.
—Todos, vengan a ver. —Llamó—. ¡Todavía
hay una cara aquí en esta pared!

1073
Capítulo 152
Cuatro reyes celestiales escondidos en
paredes oscuras

R
ealmente había una cara. Tal vez fue
porque las llamas no quemaron
completamente o quizás la pintura de arriba,
después de fundirse, fluyó hacia abajo, cubrió la
imagen y evitó que se arruinara, pero, de
cualquier manera, debajo de la punta del dedo de
Xie Lian había una pequeña mitad de un rostro
humano. Comenzó a quitar cuidadosamente ese
material negro solidificado y Pei Ming comentó
mientras sostenía su mano izquierda muy
hinchada: —¿Dianxia está tan fascinado por un
mural cualquiera?
—No es fascinación —respondió Xie Lian—.
Pero tengo una idea atrevida.
—Vamos a escucharlo —dijo Pei Ming.
—Ya que hemos obtenido esta rara
oportunidad de visitar el Monte Tonglu, aparte de
detener al potencial Rey Fantasma, ¿quizás
también podamos buscar la fuente de su origen?
1074
Por ejemplo, ¿quién los creó y qué tipo de poder
está haciendo esto? Quizás incluso podamos
destruirlo de un solo golpe, librar al mundo de
este desastre para siempre y nunca
preocuparnos de que nazca otro Rey Fantasma.
—Ese es realmente un pensamiento atrevido.
—Pei Ming dijo—. Pero, si Hua Chengzhu no ha
descubierto nada, entonces probablemente
terminemos perdiendo más tiempo en eso. Bajo
las circunstancias actuales, no recomiendo
hacerlo.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —No descubrí
nada porque mis talentos son sosos y mis
capacidades son limitadas. Además, en ese
momento yo estaba demasiado ocupado
matando. Si Gēge va a tomar la iniciativa en esta
investigación, los resultados serán diferentes.
—No, no, no. Yo soy el que tiene habilidades
limitadas. San Lang es mucho más capaz que yo
—dijo Xie Lian.
—…
Como si no pudiera escuchar más, Pei Ming
arrojó a Pei Su hacia Ban Yue y se giró para irse.
—Creo que voy a salir a tomar un poco de aire
fresco.
De este lado, a Xie Lian no le resultó difícil pelar
algunos pedazos de esas negras sustancias
endurecidas y parpadeó.
—Estas pueden ser...
1075
¡Esta capa de material negro endurecido,
aparentemente quemado, podría en realidad
quitarse en pedazos grandes!
Entre el intercambio de algunas palabras, él ya
había despegado una gran área, revelando un
rostro humano del tamaño del puño de un bebé.
Aunque las líneas eran simples, la expresión en
la cara era animada, como si estuviera
persiguiendo algo, e incluso se mostraba pasión
en los ojos. Esa capa de material negro
endurecido parecía haberse convertido en una
especie de capa protectora y los colores de los
murales ocultos aún eran vibrantes, como si
acabaran de ser completados recientemente.
Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás.
—San Lang, hagamos esto juntos...
Hua Cheng no se movió, pero en la oscuridad,
había un campo de luz plateada que brillaba.
Pronto, cientos de mariposas plateadas
aparecieron silenciosamente, revoloteando y se
detuvieron en las paredes ennegrecidas. Junto
con el aleteo uniforme de sus alas, Xie Lian
escuchó un pequeño sonido de algo rompiéndose
y como una máscara destrozada, innumerables
grietas pequeñas se arrastraron por las paredes
negras.
Y luego, se desmoronaron.

1076
El material negro y endurecido que cubría las
paredes al principio, se había caído, revelando la
verdadera imagen detrás.
¡Un mural gigante y colorido!
Xie Lian levantó la cabeza para mirar esta
pared y solo pudo sentir su mente explotando.
Todo el mural estaba visiblemente dividido en
cuatro niveles. El nivel más alto era una luz
dorada brillante cubierta con nubes, sin gente.
En el segundo nivel, solo había un personaje
pintado y era un apuesto joven vestido de blanco.
Una luz dorada fue colocada alrededor de su
persona, esta fue pintada con la misma pintura
que el primer nivel.
En el tercer nivel, había cuatro personajes
representados. Cada una de sus caras, ropas,
expresiones y gestos eran diferentes y eran la
mitad del tamaño que el joven vestido de blanco
del segundo nivel.
El cuarto nivel, que era el nivel más bajo, tenía
innumerables figuras dibujadas y de nuevo, eran
la mitad del tamaño de las del tercer nivel. Cada
una de sus caras era exactamente la misma, sus
expresiones abiertas, cada una llena de pasión,
adoración, éxtasis. La primera cara que Xie Lian
había limpiado era una de esas caras situadas en
la parte inferior.
Las líneas de todo el mural eran elegantes y
perfectamente elaboradas y Xie Lian estuvo
1077
aturdido durante mucho tiempo antes de que
pudiera hablar: —San Lang, ¿alguna vez… has
visto esto antes?
Hua Cheng dijo lentamente: —He cruzado más
de la mitad del Monte Tonglu y he caminado por
casi todos los Templos Divinos de WuYong, pero
puedo jurar que nunca he visto algo como esto
antes.
Xie Lian dijo: —No creo que este mural sea de
hace dos mil años.
—No hay forma de que pueda serlo. —Hua
Cheng dijo—. Mire qué tan bien se conservan los
colores y la condición general en que se
encuentran, diría que como máximo cien años.
Tal vez, es incluso más nuevo que eso.
Lo que significaba que este mural fue pintado
después.
Xie Lian señaló al nivel más alto.
—Ese nivel debería estar representando los
cielos ya que el Camino de los Cielos se
encuentra sobre todos los seres sintientes.
—Luego señaló al segundo nivel—: Este nivel
debe ser el Príncipe Heredero de WuYong. Como
este templo divino estaba adorando al Príncipe
Heredero de WuYong, el personaje principal de
este mural es naturalmente él, por lo que es la
figura más grande en esta pintura, con el color de
la luz que lo rodea siendo el mismo que el de los
cielos. Él también está justo debajo del Camino
1078
de los Cielos. —Luego señaló al cuarto nivel—:
Las figuras en el nivel más bajo son las más
pequeñas, sus caras son las mismas, por lo que
deben ser las personas de WuYong.
—Finalmente, señaló al tercer nivel—: Pero,
¿quiénes son estos cuatro? Sin importar sus
posiciones o caras, todas están situadas por
encima de la gente de WuYong y por debajo de
la del príncipe heredero. Esto significa que su
estado debe ser el mismo. ¿Gobernadores?
¿Vasallos? O…
Hua Cheng caminó unos pasos más cerca y
dijo: —Gēge mire, también tienen un brillo de luz
espiritual en sus cuerpos.
Efectivamente, lo tenían, es solo que, porque la
luz del Príncipe Heredero de WuYong era
demasiado fuerte, en comparación, la luz
espiritual de sus personas prácticamente había
sido superada. Xie Lian se dio cuenta: —Son los
Oficiales Celestiales que el príncipe heredero
nombró después de que ascendiera.
Lo que significaba que eran los mismos
personajes que fueron Feng Xin y Mu Qing una
vez.
Xie Lian dio una vuelta por el gran salón y
confirmó que solo era esta pared frente a las
puertas lo que tenía secretos ocultos; las otras
tres paredes estaban tan quemadas que no
podían ser más cenicientas.
1079
¿Quién dejó este mural? ¿Para quién fue
dejado atrás? ¿Qué tipo de mensaje estaba
siendo comunicado?
Con solo esta pintura, Xie Lian no pudo deducir
mucho. Después de pensar por un momento, se
dirigió a Hua Cheng: —Cuando continuemos en
el camino, prestemos más atención a los otros
Templos Divinos de WuYong. Tengo la sensación
de que un mural como este... no es el único.
Hua Cheng enderezó la cabeza.
—Tengo esa misma intención.
Los dos y Ban Yue, que sostenía a Pei Su,
abandonaron el templo divino y solo entonces Xie
Lian recordó al otro miembro.
—¿Dónde está el General Pei?
Pei Ming dijo antes que iba a tomar un poco de
aire fresco y salió primero y no regresó después
de que se quedaron en el gran salón por un buen
rato. Xie Lian llamó unas cuantas veces, pero no
hubo respuesta.
—Espero que no se haya perdido en un
momento como este.
Los cuatro miraron alrededor de la pequeña y
desolada ciudad y como no podían usar la red de
comunicación espiritual en el Monte Tonglu, su
búsqueda fue infructuosa. Justo cuando Xie Lian
se sentía un poco desesperado, Hua Cheng
habló: —Gēge no se preocupe. Tengo una
manera.
1080
Extendió una mano y, en su palma, una
pequeña mariposa plateada comenzó a aletear
lentamente sus alas, voló alrededor de Xie Lian y
lo rodeó unas cuantas veces. Aunque Xie Lian
pensó que era preciosa, no sabía lo que podía
hacer.
—Qué…
Justo en ese momento, de repente escuchó
una serie de dificultosas respiraciones. Poco
después, la voz de un hombre vino del cuerpo de
esa mariposa plateada.
Ese hombre dijo: —Nunca pensé que te vería
aquí.
¡Pei Ming!
Xie Lian miró a Hua Cheng. Hua Cheng soltó
una risita.
—Ayer, puse una mariposa plateada en todos.
Pei Su levantó la cabeza arduamente.
—... Entonces, puede usa, r esa mariposa
plateada, para vigi, lar, cada movimiento de los
otros, sin que ellos se den cue, nta, ¿verdad?
Como era de esperar, de Xueyu Tanhua.
—No hables si no sabes cómo —dijo Hua
Cheng.
—…
Xie Lian sostuvo esa pequeña mariposa
plateada en su palma y lo llamó: —¿General Pei?
¿Dónde está? ¿Quién está delante de usted?

1081
—Lo siento, Gēge —dijo Hua Cheng—, solo
puede escuchar, no hablar.
Xie Lian pensó un momento y dijo:
—Suficientemente justo. Si la voz del oyente
también se pudiera transmitir, ¿no sería fácil que
la otra parte lo notara?
Poco después, la glacial voz de otro joven dijo
agotado: —Viejo Pei, una advertencia, es mejor
que no digas tonterías ridículas en este momento.
Ten cuidado que podría matarte a golpes.
Al escuchar esa voz, los ojos de Xie Lian se
ensancharon un poco.
¡Era la forma masculina de Ling Wen!
—¡Ya veo! —Exclamó Xie Lian—. Así que el
hombre vestido de negro que ha estado matando
todo el tiempo... es Ling Wen en su forma
masculina.
—¿Es la señora Ling Wen, quién se llevó al
General Pei? —Preguntó Pei Su.
—No lo sé. Todavía estoy escuchando.
—Respondió Xie Lian.
En el otro extremo, Pei Ming dijo: —Noble Jie,
por qué la furia.
—Cállate. —Ling Wen dijo—. Te dije que no
hablaras. No soy yo el furioso, es otra persona.
Te lo digo ahora, no puedo controlar mi cuerpo
actualmente, así que si te destrozo no soy
responsable.

1082
—Los dos estamos en este estado en este
momento, ni siquiera podemos mover un
músculo, así que, ¿a quién estás asustando?
—Dijo Pei Ming.
Xie Lian levantó la cabeza.
—No es Ling Wen quien atrapó al General Pei.
En este momento, los dos están prisioneros en
algún lugar, atados por alguien. —Luego
reflexionó—. Incluso puede suprimir al Brocado
Inmortal, ¿quién puede ser?
—¿Todavía llevas puesto...? —Preguntó Pei
Ming.
No lo dijo en voz alta, pero todos sabían a qué
se refería.
¡El Brocado Inmortal!
—Ajá. Realmente no le gustas, así que cuida lo
que dices. —Respondió Ling Wen.
—¿Cómo sabrías tú lo que él está pensando?
—Pei Ming se preguntó—. Honestamente, no te
puedo creer. ¿Por qué estúpidamente
provocarías este problema? Robar tan
temerariamente al Gran Templo Marcial, romper
tu propio tazón de oro50 y ahora has venido
corriendo al Monte Tonglu. ¿Qué, él te dijo que
hicieras todo esto?
—Él no me hizo venir, soy el que quería
hacerlo. —Ling Wen dijo—. Viejo Pei, ¡deja de
hacer preguntas! Él se está enojando. Puedo
50
Tazón de oro/acero es una expresión que significa un trabajo estable.
1083
sentirlo. —Pei Ming se calló. Después de un rato,
Ling Wen dejó escapar un leve suspiro,
pareciendo que el Brocado Inmortal finalmente se
había calmado. Por lo tanto, Ling Wen
preguntó—: ¿Y qué pasa contigo, Viejo Pei?
¿Qué tratas de hacer al venir al Monte Tonglu?
¿Y te picaron un millón de avispones en tu brazo
izquierdo o qué, viéndote herido de esa forma?
La voz de Pei Ming también se entristeció y se
lamentó: —Mala suerte, es complicado. En pocas
palabras, el Pequeño Pei no estaba facilitando las
cosas. Se suponía que las cosas no eran tan
patéticas, pero quién hubiera sabido que, en el
momento en que saliera, tendría tan mala suerte.
¿Crees que dejaría que alguien me arrastrara a
este lugar infernal si no estuviera herido? Ni
siquiera vi quién era.
—¿Dirá directamente qué lugar infernal es?
—Pensó Xie Lian—. Una cueva o una casa o algo
así, por lo menos así sabría dónde buscar.
Sin embargo, no era como si no hubiera
ninguna pista en absoluto. El conjuro de
Acortamiento de Distancia no se podía usar en
Monte Tonglu, por lo que Pei Ming no debería
haber ido muy lejos. Podía escuchar que sus
voces eran algo huecas con débiles ecos, por lo
que debían estar en algún lugar espacioso.
Además, Xie Lian podía escuchar débilmente el
sonido del agua.
1084
Antes, no cruzaron ningún río o lago en el
camino y no había un edificio más espacioso que
ese Templo divino de WuYong. Por lo tanto, solo
había un lugar donde podrían estar…
¡El subterráneo!
Pero, esta pequeña ciudad no era tan pequeña,
entonces, ¿en qué lugar bajo tierra?
Pei Ming preguntó: —¿Y qué hay de ti?
Escuché que mataste a más de mil monstruos y
demonios, todos están aterrorizados.
Felicidades. Pero, si ya no puedes ser el dios de
la literatura número uno, ¿por qué no cambiar de
camino y unirte a nosotros los dioses marciales?
¿Qué clase de criatura es esta que te puede atar
aquí?
Ling Wen se rió amargamente.
—Yo tampoco lo sé. Peleé accidentalmente
con la Señora de la Lluvia y luego me mareé, así
que probablemente alguien tuvo la oportunidad
de tenderme una emboscada por detrás. No es
necesario preguntar, se mostrará a sí mismo
tarde o temprano. Solo recuerda no exponer tu
identidad.
Justo en ese momento, una tercera voz
interrumpió su conversación.
—Pei Ming, Nangong Jie, jodida pareja, no hay
necesidad de hacer girar su rueda de la fortuna.
¡¿Creen que no sé qué hay debajo de sus pieles
falsas?!
1085
Capítulo 153
¿Por qué no XuLi, por qué no Jing Wen?
(parte uno)

E
ra la voz de un hombre, pero una muy
extraña. A pesar de que Xie Lian sabía que
el otro extremo no podía oírlo, aun así,
inconscientemente bajó la voz.
—Alguien más está con ellos. No sé si le hará
algo al General Pei, tenemos que encontrar
dónde están lo más pronto posible.
Los dos en el otro extremo parecían haber sido
aturdidos por el recién llegado y pasó un
momento antes de que Pei Ming dijera: —¿Puedo
preguntar quién es mi señor? Ya que has llegado
a este punto, ¿por qué no mostrar tu cara?
—Tú debes ser quien responda a esa pregunta
—dijo esa voz.
—El rencor debe ser contra ti. —Ling Wen
dijo—. Probablemente otra mujer fantasma que
arruinaste.
—Sigue hablando mierda con los ojos bien
abiertos, ¿por qué no...? ¿Qué parte de esta...
1086
cosa... parece un fantasma femenino? Además,
no solo me capturó a mí, ¿así que tal vez tiene
rencores contra ti?
—No importa. No demoremos con estas
gentilezas en un momento como este y
superemos este obstáculo juntos. —Ling Wen
dijo—. También es posible que tenga rencor
contra los dos. ¿Recuerdas a alguien así?
—No. Hay demasiados —dijo Pei Ming.
Ese hombre parecía haberse acercado y su voz
se hizo más fuerte, pero lo extraño era que no se
escuchaban pasos, sino una serie de sonidos
extraños.
Él dijo: —¿Pueden los dos ser menos
descarados y dejar de coquetear frente a mí?
Parecía que las palabras que usó y su tono
expusieron algo y, después de un poco de
silencio, Ling Wen dijo: —¿Es... Jing Wen Zhen
Jun?
Esa voz no respondió. Pei Ming también
parecía estar un poco desconcertado.
—¿Jing Wen Zhen Jun? De ninguna manera.
¿Alguna vez habló Jing Wen Zhen Jun de manera
tan descortés?
Ling Wen dijo: —Él siempre ha sido así. Pone
una cara frente a los demás y otra frente a mí, así
que, por supuesto, no lo reconocerías.
En este extremo, Xie Lian frunció el ceño.
—¿Jing Wen Zhen Jun?
1087
Parecía tener una leve impresión de este título,
pero no estaba seguro. Sonaba como si fuera un
dios de la literatura, pero había demasiados
dioses de la literatura que tenían palabras tales
como; literatura, respeto, tranquilidad en sus
títulos.51
En ese momento, Pei Su dijo en voz baja:
—Jing Wen Zhen Jun es el anterior dios de la
literatura número uno, quien nombró a Ling Wen
Zhen Jun en los cielos.
Al oír esto, Xie Lian finalmente recordó. La
primera vez que ascendió, Ling Wen todavía era
una oficial de literatura subalterna en la Corte
Superior. El dios de la literatura número uno de la
Corte Superior no era ella, sino otro, ¡y ese dios
de la literatura parecía ser este Jing Wen Zhen
Jun!
Sin embargo, el dios Jing Wen había declinado
hacía mucho tiempo; no se podía encontrar un
solo Templo de Jing Wen dentro de un radio de
ochocientas millas.
Xie Lian no pudo evitar preguntarse: —Así que
todos se conocen. Entonces, ¿por qué no
podemos simplemente hablar en paz?
¿Debemos simplemente luchar y exigir sin
hablar?

51
"Wen" es la palabra para "Literatura"; "Jing" es la palabra para "Respeto";
"Jing", mismo tono, pero diferente con diferente caracter es la palabra para
"Quietud".
1088
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Es porque
todos se conocen que debe haber restricciones
primero.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, Jing Wen en el otro extremo habló de
nuevo. Parecía que desde que su identidad se
reveló, debía enfrentar lo que sucedía, así que
cambió su tono, su voz se volvió más educada;
solo que, sus palabras aún estaban incrustadas
con agujas.
—Nangong, ¿no estabas contenta de ser la
diosa de la literatura de mayor rango en la Corte
Superior? ¿Por qué rompiste tu propio tazón de
oro para venir corriendo aquí?
Pei Ming dijo: —¿Ves? El rencor es contra ti.
Me ha atrapado por ti.
Sin embargo, Jing Wen dijo: —General Pei, no
pienses que solo porque estoy buscando
venganza contra Nangong, tú estás libre de
problemas. ¡Esta perra insultó y acosó a los
adoradores de mi Templo de Jing Wen, profanó
secretamente mis templos y los incendió, no
creas que no sé quién le prestó todos los oficiales
marciales para ayudarla!
—…
Jing Wen continuó: —Tampoco te rías,
Nangong. Y pensar que te nombré en aquel
entonces por simpatía a tu talento. ¿Así es como
me pagas? Eres una perra ingrata y venenosa.
1089
¡He esperado este día durante demasiado
tiempo, demasiado tiempo!
Xie Lian se cubrió la frente con la palma de la
mano, pensando interiormente: —¡Los Tres
Tumores ciertamente están a la altura de su
título, cada uno más desagradable que el otro!
Sin embargo, inesperadamente, Ling Wen solo
contestó planamente: —Jing Wen Zhen Jun, no
hay nadie aquí más que nosotros en este
momento y ha dicho lo que quería, así que, ¿por
qué seguir actuando? ¿Realmente me nombró
como oficial adjunta porque simpatizaba con el
talento? Por qué me designó y cómo me trató
después de nombrarme, puede que otros no lo
sepan, pero estoy segura de que para usted
personalmente está más que claro.
Xie Lian se sentía más curioso cuanto más
escuchaba.
—¿Qué pasó entre Jing Wen Zhen Jun y Ling
Wen? Pequeño General Pei, ¿conoce la historia
detrás de esto?
Pei Su también escuchaba atentamente.
—Lo siento mucho. Todavía no as, cend, ía en
ese entonces, así que no s, é mucho.
Xie Lian pensó que era probable que
lamentablemente sus oraciones rotas no se
curarían.

1090
Al lado, Hua Cheng habló: —Gēge no es
necesario preguntar a los demás, solo
pregúnteme a mí.
Xie Lian se sorprendió.
—San Lang, ¿también conoces los viejos
escándalos del pasado?
Al final no era solo su imaginación. En lo que
respecta a todas las historias sombrías y los
rumores de todos los Oficiales Celestiales
principales en la Corte Superior, Hua Cheng
ciertamente hizo sus investigaciones. Él asintió y
de hecho le dijo a Xie Lian lo que sabía.
Resultó que Jing Wen y Ling Wen eran dioses
de la literatura nacidos del reino de XuLi. Jing
Wen era mayor que Ling Wen por muchos siglos
y tenía una base profunda en el reino de XuLi. Al
principio, los dos nunca se cruzaron.
Sin embargo, hubo un año en que el reino de
XuLi realizó un festival ceremonial para venerar y
adorar a los dioses de la literatura. Como parte
del festival, hubo un pequeño concurso.
Utilizando el reino de XuLi como el tema, el
contenido sin restricciones, los jóvenes eruditos
escribieron un ensayo anónimo y los colgaron en
el templo del dios de la literatura más grande del
reino; en ese momento, ese templo era el Palacio
de Jing Wen. Los ensayos serían juzgados por la
gente y, finalmente, el mejor sería seleccionado
como el ganador para ser comentado.
1091
Dio la casualidad de que Jing Wen Zhen Jun
descendió en ese momento para pasar el rato y,
por impulso, pensó que sería divertido
transformarse en la forma de un erudito y unirse
al concurso. Con un fácil movimiento, escribió
una alegre y elegante pieza, cantando alabanzas
de la gloria del reino de XuLi, confiando en que
su ensayo se destacaría entre la multitud.
Imaginó que una vez que se revelaran los
resultados del concurso y él tomara el primer
lugar, si revelara su verdadera forma en ese
momento y revelara que el primer lugar era en
realidad el clon de Jing Wen Zhen Jun,
seguramente su nombre se transmitiría
hermosamente a generaciones futuras.
Si las cosas realmente salieran así, habría sido
un final feliz. Sin embargo, inesperadamente,
sucedió un accidente muy incómodo.
Después de que terminó la ceremonia y se
reveló el tablero de clasificación, la mejor
participación no era la Oda a XuLi de Jing Wen,
sino un discurso político crítico llamado; No XuLi.
Este giro de los acontecimientos podría haber
sido incómodo, pero para los espectadores, para
ellos fue bastante interesante.
Xie Lian preguntó: —¿San Lang alguna vez ha
leído; No XuLi?

1092
—Lo he hojeado. —Hua Cheng dijo—. Si Gēge
quiere leerlo, le recitaré un resumen en otro
momento.
Xie Lian dijo apresuradamente: —No, está
bien. Pero, para poder derrotar al ya ascendido
Jing Wen Zhen Jun, me imagino que debe haber
sido muy bien escrito.
Hua Cheng comentó: —No está mal, pero
tampoco fue tan sorprendente. Solo que la
situación política en el reino de XuLi no era tan
buena en ese momento, la gente estaba llena de
quejas, de modo que cuando vieron una pieza
así, coincidieron con su gusto. Además, los
ensayos como Oda a XuLi estaban muy
extendidos, por lo que la gente ya estaba
cansada de eso. Al comparar los dos,
naturalmente No XuLi ganaría.
Xie Lian asintió levemente.
—No hay algo como el número uno en la
literatura, todo es subjetivo. Algo como esto no es
realmente nada, especialmente si el contenido no
era el mismo.
—Correcto. —Hua Cheng dijo—. Jing Wen
también lo pensó al principio.
La gente de XuLi buscó en todas partes al autor
de No XuLi, pero por supuesto nadie lo reclamó.
¿Quién se atrevería a afirmar tal cosa? Los que
eran codiciosos de la fama y falsamente se
presentaron como los autores fueron expuestos
1093
rápidamente. Pronto, debido a que los militares
se habían enterado de esto, el festival ceremonial
eliminó ese ensayo de primer nivel.
En cuanto a Jing Wen Zhen Jun, aunque no
estaba muy contento con el concurso y lo
despreciaba, después de unos meses se había
olvidado de todo. Solo que, la tragedia fue que,
después de unos meses, una noticia impactante
comenzó a difundirse entre los dioses de la
literatura en la Corte Superior: se encontró al
individuo que fue el autor de No XuLi y ganó el
rango más alto en el Festival Ceremonial del Dios
de la Literatura de XuLi y fue detenido y
encerrado en la cárcel. ¡Y este individuo era una
joven mujer que vendía zapatos en las calles!
¡Cómo podría ser esto! ¡Inaceptable!
—¿U-Una vendedora de zapatos? —Xie Lian
estaba asombrado.
—Sí —respondió Hua Cheng—. Eso fue lo que
hacía Nangong Jie cuando era mortal.
No era de extrañar que hubiera oído a la gente
llamar al Palacio de Ling Wen; Palacio de zapatos
desgastados en voz baja y no fue solo una o dos
veces. Como Xie Lian no pensó que era correcto
investigar la raíz de esas cosas, nunca se enteró
de dónde venía el término.
Originalmente, no había manera de que alguien
conectara No XuLi con una doncella que vendía
zapatos. Sin embargo, esa joven mujer a veces
1094
ayudaba a otros a escribir cartas o sonetos para
obtener algún ingreso extra y, un día, uno de los
empleadores descubrió que su escritura era
similar a la de ese ensayo de primer nivel y la
reportó, así fue cómo la atraparon.
Después de enterarse de esta noticia, Jing Wen
Zhen Jun balanceó su pincel e inmediatamente
nombró a esa joven llamada Nangong Jie en los
cielos.
Debía saberse que, en ese momento, las
damas Oficiales Celestiales ya eran pocas en
número. No era que no hubiera ninguna, pero la
mayoría controlaba las flores y las plantas, la
artesanía y el bordado, el canto o el baile u otras
habilidades similares. Incluso cuando se
designaba a los oficiales adjuntos, nadie querría
nombrar a una mujer para que fuera su oficial
adjunto de la Corte Inferior. Las diosas de la
literatura eran aún más raras. Las mujeres de los
palacios de la literatura eran bellezas frías y no
controlaban nada relacionado con la literatura,
sino más que nada almas apacibles que molían
tinta y ponían papeles; no eran consideradas
Oficiales Celestiales, sino más bien objetos para
ser apreciados.
Las acciones de Jing Wen Zhen Jun recibieron
alabanzas de simpatía por el talento entre los
dioses de la literatura y todos afirmaron que esta
pequeña niña tuvo la mejor de las suertes para
1095
poder encontrarse con alguien como Jing Wen
Zhen Jun, quien poseía ojos de sabiduría. No
solo escapó del juicio de la prisión, sino que
también pudo escalar hacia los árboles para
convertirse en un fénix, una historia
verdaderamente hermosa.
Sin embargo, en este mismo momento, los
personajes principales de este hermoso cuento
estaban atacándose entre ellos.
En ese sentido, Jing Wen dijo: —Te consideré
altamente y te utilicé mucho, pero lo hiciste sonar
como si tuviera malas intenciones.
Ling Wen siempre había sido alguien que
trataba a los demás con cortesía, sin que
pareciera condescendiente ni burlona, sin
embargo, ahora su voz tenía un aire de burla.
—Por favor. Realmente no hay necesidad de
que vayas a decirles a todos lo bien que me
consideras. Si realmente lo hicieras, no me
habrías hecho servir té y agua a todos en el
palacio durante tantos años, limpiar mesas,
caminar cientos de millas solo para recoger un
conjunto de guiones de poesía y entregar regalos
a otros Oficiales Celestiales durante todas las
vacaciones.
Xie Lian reflexionó y ese realmente parecía
haber sido el caso. Cuando él ascendió por
primera vez, cada vez que veía a Ling Wen, ella
siempre estaba haciendo recados. Fue
1096
precisamente porque hizo tantos recados que Xie
Lian recordó débilmente a un personaje como
ese.
Jin Wen respondió: —Al final del día, estás
molesta porque me negué a promocionarte.
¿Pero por qué no piensas por qué no te
promocioné?
—¿Por qué? —Ling Wen dijo—. Quiero saber
la razón también. Cuando era mortal, tenía
tiempo y ocio para leer y escribir, incluso cuando
estaba encerrada en la cárcel al menos podía
reflexionar con calma contra la pared. Después
de ser nombrada, no hubo un día en que no
estuviera trabajando para usted, haciendo
recados y postrándome. Si usted hubiera querido
atormentarme, entonces fue una muy buena idea.
—¡NANGONG! —Jing Wen gritó—. ¿Aún te
atreves a negarte a admitir tus errores incluso
ahora?
Ling Wen respondió: —¿Y qué errores he
cometido?
—¿Estás diciendo que todo es mi culpa? —Jing
Wen exigió—. Lo que te hice hacer fue
obviamente lo mejor para ti. Si ni siquiera
pudieras ocuparte de asuntos tan pequeños,
¿qué derecho tienes para hacer cosas más
importantes? Te estaba dando la oportunidad de
cultivar y entrenar tu mente. ¿Tú eres la incapaz,
pero te atreves a culparme por no
1097
promocionarte? Piensas demasiado bien de ti
misma, pero después de todo eres una mujer, no
puedes llegar tan alto. ¡Tienes que admitir esta
verdad!
Ling Wen se echó a reír en voz alta, parecía
enfurecerse y su voz bajó.
—¡Muy bien! Dijiste que no podía llegar tan alto,
entonces, ¿puedo preguntarle si alguna vez la
prominencia del Palacio de Jing Wen en su
apogeo alcanzó siquiera las rodillas de mi Palacio
de Ling Wen?
Xie Lian podía oler las viejas marañas de su
resentimiento pasado y la rabia cada vez más
densa y pensó interiormente que no podía dejar
que siguieran hablando. Sin ninguna otra opción,
empleó un método muy brutal.
Con un poderoso puño, golpeó el suelo y, junto
con el asombroso gran boom, al instante se formó
un gran cráter con él en el centro.
Hua Cheng comprendió al instante lo que
estaba planeando y gritó: —¡Gēge!
Xie Lian agitó su mano para dispersar el polvo
en el aire y tosió unas cuantas veces.
—Esta es la forma más directa. ¡Me encargaré
de este lado! San Lang, tú y el Pequeño General
Pei... ¡acuéstense al costado!
Al principio, había querido que Hua Cheng y Pei
Su intentaran en la otra dirección, pero bajo sus
estados actuales, ambos no eran tan capaces.
1098
Como si Hua Cheng fuera a escucharlo y
obedientemente acostarse. Escogió la dirección
opuesta que Xie Lian había elegido, convocó a E-
Ming y hundió la hoja, perforando el suelo.
Este golpe y el puño de Xie Lian crearon el
mismo efecto. Los dos se turnaron para producir
un gran ruido tras otro, los dos se alejaron más y
más el uno del otro. Después de golpear varias
veces, Xie Lian se detuvo para escuchar, pero
Pei Ming y Ling Wen no parecían tener ninguna
reacción, como si no hubieran escuchado los
ruidos estrepitosos que él estaba creando.
En cuanto a Jing Wen, Ling Wen parecía
haberlo apuñalado donde le dolía y se burló
cuando la máscara de cortesía fue arrancada,
volviendo a usar los tonos amargos de cuando los
llamaba una puta pareja.
—Nangong Jie, ¡deja de menear tu cola como
una puta que ganaría delante de mí! Si no fuera
por mí nombrándote en los cielos, ¡quién sabe a
cuántos habrías engendrado en la cárcel!
Ahora esas palabras eran extremadamente
vulgares y la mano de Xie Lian casi se resbaló.
Incluso Pei Ming no pudo escuchar más.
—Al menos una vez fuiste un dios de la
literatura, ¿puedes no tener tan poca clase?
—Mira, Nangong —acusó Jing Wen—. ¡Mira
cómo te protege tu buen amante! ¿Quién eres,
General Pei, para acusarme de falta de clase?
1099
—En tu mente, ¿quién no es mi amante?
—Ling Wen escupió—. ¿Estás buscando una
retribución? ¡Hablemos de retribución!
Xie Lian ya había avanzado una gran distancia
hasta ese momento y una vez más golpeó el
suelo. Esta vez, Jing Wen en el otro extremo de
la mariposa plateada se alarmó.
—¡¿Qué es ese ruido?!
El corazón de Xie Lian saltó.
¡Es la dirección correcta!
Pei Ming y Ling Wen también escucharon. Pei
Ming dudó: —¿Alguien comenzó a pelear arriba?
—Yendo más fuerte, Xie Lian corrió unos metros
y golpeó de nuevo con estruendo. Pei Ming
exclamó—: ¡Está más cerca ahora! ¡Qué golpe
tan poderoso! ¡Vino de arriba!
¡Es aquí!
Xie Lian no lanzó otro puño; sacó a Fang Xin y
arrojó la espada hacia abajo.
El aura de la espada estalló y el suelo retumbó
cuando se derrumbó. Poco después, cayó en una
helada cueva subterránea. Xie Lian oró
mentalmente para que no se estrellara con Pei
Ming y Ling Wen y apartó el polvo del aire
mientras se ponía de pie, girando con la espada
en sus manos y gritó: —Jing…
En el momento en que la figura de ese Jing
Wen Zhen Jun apareció en su vista, Xie Lian no
pudo evitar abrir los ojos.
1100
Capítulo 154
¿Por qué no XuLi, por qué no Jing Wen?
(parte dos)

A
l ver que había un repentino intruso, Jing
Wen se alarmó.
—¡¿QUIÉN ERES?!
Sin embargo, el que estaba cuestionando a Xie
Lian no era en realidad un hombre, sino una
estatua de piedra extremadamente tosca de un
hombre, con el cuerpo desnudo pero envuelto en
telas, algo extraño y al mismo tiempo tonto.
No era de extrañar que no se escuchara ningún
ruido de pasos cuando caminaba, sino un ruido
sordo y extraño; no era de extrañar que, cuando
Pei Ming y Ling Wen lo vieron, ambos estaban
aturdidos; y no era de extrañar que Pei Ming
dijera que Ling Wen hablaba mierda con los ojos
bien abiertos. Porque, esto no se parecía en nada
a una mujer fantasma de pies a cabeza.
Pei Ming y Ling Wen estaban envueltos por un
material en forma de pergamino, fuertemente

1101
atados en las manos de Jing Wen, incapaces de
moverse.
Xie Lian finalmente volvió a sí.
—¿Yo?
Sin embargo, Jing Wen dijo: —¿Eres el
Príncipe Heredero de XianLe?
Xie Lian se sorprendió.
—¿Eh? ¿Realmente me reconoce? Bueno, eso
realmente es…
Pero, no era extraño. Cuando Xie Lian
ascendió por primera vez, fue una dura
experiencia que removió la tierra. Puede que no
conociera a todos los Oficiales Celestiales de la
Corte Superior, pero todos los Oficiales
Celestiales de la Corte Superior lo conocían. Al
igual que ahora, no recordaba por completo cómo
se veía Jing Wen, pero Jing Wen aún lo
recordaba.
—Por supuesto. El viaje de divinidad de Dianxia
experimentó tales altibajos, ¡sería difícil no
reconocerlo!
Xie Lian se sintió extrañamente conmovido y
subconscientemente respondió: —Me siento
honrado, me siento honrado... Pero, ¿cómo se
convirtió...?
—¿Cómo me convertí en esto? —Jing Wen
terminó por él. Xie Lian se aclaró la garganta
suavemente y asintió, sintiendo que su pregunta
era un poco descortés. Sin embargo, Jing Wen
1102
aprovechó esta oportunidad para disparar—:
¡¿NO ES ESTO GRACIAS A ESA PERRA DE
NANGONG?! Después de que el Palacio de Jing
Wen declinó, mis poderes espirituales se
volvieron más y más débiles y ella agregaría sal
a la herida, siguiéndome hasta aquí para intentar
matarme. ¡No tuve otra opción que poseer esta
estatua de piedra para sobrevivir hasta ahora!
—Comparado con usted, no soy tan mala.
—Ling Wen dijo—. Usted personalmente me
ordenaría quedarme en el Palacio de Jing Wen
hasta la medianoche, luego se daría la vuelta y
diría que sin vergüenza me quedé hasta tarde
para acosarlo. Las palabras asesinan sin forma;
he sido mucho mejor respondiendo con violencia
flagrante.
Luego, de repente, dio una patada y pisoteó
directamente la parte inferior del cuerpo de Jing
Wen. Para Xie Lian, este movimiento realmente
no parecía que fuera poderoso ya que una
estatua de piedra no era un cuerpo de carne y, a
como mucho, tal vez un par de ropas sobre el
cuerpo de Jing Wen se rasgarían. Sin embargo,
inesperadamente, Jing Wen dejó escapar un
lamento trágico como si sus nueces realmente
fueran pateadas y rápidamente cubrió su mitad
inferior del cuerpo.
Sin embargo, fue demasiado tarde. Esa capa
de tela blanca envuelta alrededor de su
1103
entrepierna fue lanzada por Ling Wen y Xie Lian
lo vio rápidamente. Bajo esa tela blanca, no había
nada.
Nada significaba que, aunque se trataba de una
estatua de piedra desnuda, en la zona de su
entrepierna, lo que se suponía que estaba allí, no
se encontraba.
¡Esta era la estatua de un eunuco!
—¡Así que es una estatua de esclavos
eunucos! —Pensó Xie Lian.
Este tipo de estatuas de piedra se veían a
menudo en las tumbas de las concubinas y eran
efectos funerarios impregnados de la esencia del
yin; de hecho, una buena opción para la
posesión. Sin embargo, ¡un Oficial Celestial
masculino como Jing Wen, que era tan mezquino
cuando se trataba de perder contra una mujer,
terminando como una estatua de piedra de un
esclavo eunuco era extremadamente irónico!
Ling Wen se echó a reír.
—¡Y me preguntaba por qué estaba tan
ansioso y furioso! ¡Así que esta es la razón! ¿Yo
no puedo llegar tan alto? Mírese a sí mismo, ¿qué
tan alto usted puede ir? ¡No puedo esperar para
verlo! Jajajajajaja...
Jing Wen arrancó el resto de la tela que cubría
su vergüenza, la pisoteó, furioso como si se
hubiera vuelto loco, agarró el cabello de Ling Wen
y gritó: —¡CÁLLATE! ¿¿CON CUÁNTOS
1104
OFICIALES CELESTIALES TE ACOSTASTE
PARA LLEGAR DÓNDE ESTÁS?? ¡NO ESTÉS
TAN ENCANTADA CONTIGO MISMA!
¡DISCÚLPATE AHORA MISMO!
Un gran bulto de cabello de Ling Wen fue casi
arrancado de su cabeza, pero él soportó el dolor
sin pedir piedad, sin importarle disculparse.
Pei Ming comentó con disgusto: —¿Eres
realmente un dios de la literatura? ¡Tal falta de
clase y elegancia, incluso las musarañas en las
calles son mejores que tú!
Xie Lian gritó mentalmente sus quejas, con
temor de que Jing Wen los ahorcara a muerte por
un capricho y gritó: —¡Hey! —Contra lo que le
convenía, alzando la mano—. ¡Cálmese! ¡Jing
Wen Zhen Jun! ¡Realmente no importa si tiene
esa cosa o no! ¡En serio! ¡Es verdad!
Jing Wen tenía a Ling Wen en una mano, la otra
cubriendo su ingle y gritó: —¡MENTIRAS!
¿CÓMO PUEDE NO IMPORTAR? ¿POR QUÉ
NO SE DESHACE DEL SUYO Y VE?
Xie Lian dijo con seriedad: —¡Es verdad!
¡Créame! ¡Aunque! ¡Tengo la cosa! ¡Pero! ¡Es
como si no la tuviera! ¡Porque soy eso!
Una vez más se sacrificó a sí mismo, usando a
su propia persona como prueba. Al escuchar
esto, Jing Wen parecía haberse calmado un
poco.
—¡¿Usted qué?!
1105
—¡Solo, eso! Lo entiende. —Xie Lian dijo—. E
incluso si lo tengo, ¡nunca lo uso! Cof, en realidad
ya sean Oficiales Celestiales masculinos o
femeninos, u... otros Oficiales Celestiales, tales
cosas son superficiales, no hay necesidad de
estar tan preocupado...
Jing Wen lo interrumpió: —Si no cree que sea
importante, ¿por qué no lo corta para
demostrarlo?
Xie Lian: —¿…?
Jing Wen agregó de inmediato: —¿No dijo que
no hay diferencia? Hipócrita. Obviamente, usted
es reacio a perder la cosa, ¡así que no use esa
mierda para engatusarme! ¡No soy un joven que
llorará y se arrepentirá solo porque me ha dado
dos caramelos! Está bien si no corta el suyo, ¡yo
cortaré el de él!
Se refería a Pei Ming. Pei Ming estaba
estupefacto.
—¡¿QUÉ MIERDA?!
Ahora las cosas estaban fuera de control.
Aunque había muchos que querían cortar la cosa
del General Pei, Xie Lian no quería que Jing Wen
llegara hasta allí y dijo apresuradamente: —¡Jing
Wen Zhen Jun! Aunque está mal que Ling Wen lo
intimidara después de que declinó, si también la
ha acosado a ella, técnicamente están a la par.
¡No hay necesidad de ser tan extremo!

1106
Mientras hablaba para intentar crear
distracciones, liberó secretamente a Ruoye y esta
se deslizó detrás de Jing Wen como una
serpiente.
Sin embargo, Jing Wen respondió: —¿Incluso?
No es tan simple. Pero ahora que me lo ha
recordado, ¡tengo algo que necesito preguntar a
esa perra! Nangong, ¿tuviste un papel en la caída
del reino de XuLi?
Jing Wen era el dios de la literatura adorado en
el reino de XuLi, lo que significaba que XuLi era
su base. Si se arruinara el cimiento, naturalmente
sería atacado, incluso sufriría un declive. Por lo
tanto, era lógico que Jing Wen sospechara de
Ling Wen. Sin embargo, después de que él
formuló la pregunta, Ling Wen mantuvo sus
labios sellados negándose a responder.
Jing Wen gritó: —¡SOLO DILO! ¿FUISTE TÚ
CAUSANDO MIERDA EN LA OSCURIDAD?
¡SABÍA QUE ERAS TÚ! ¡DEBES HABER SIDO
TÚ, DE OTRA MANERA, ¡EL REINO NO
HABRÍA CAÍDO TAN RÁPIDO! ¡TODO ES
CULPA TUYA TRAICIONERA PERRA! ¡ESE
GENERAL IDIOTA DEBIÓ HABER CAÍDO EN
TUS MANOS!
—Ling Wen ni siquiera ha respondido y usted
está respondiendo sus propias preguntas… —Xie
Lian pensó—. Espera, ¿qué? ¿Qué general?

1107
En el otro lado, Ling Wen de repente comenzó
a reírse entre dientes. Si no fuera porque Jing
Wen poseía la estatua de un esclavo y no podía
mostrar ninguna expresión, debía haber estado
apretando los dientes desde hace mucho tiempo.
—¿De qué te ríes?
Ling Wen levantó un poco la cabeza y dijo
ligeramente: —¿Sabes cuáles son las
consecuencias de llamarlo un idiota a la cara?
Jing Wen aún no había entendido cuando al
siguiente momento, el pergamino atando a Ling
Wen se rompió repentinamente y de entre los
fragmentos, una mano emergió de las mangas
negras y se apoderó de su cabeza.
Jing Wen ni siquiera había tenido la
oportunidad de decir una palabra cuando fue
sometido y en su rostro tosco apareció una grieta,
luego otra, luego otra...
¡En tres sonidos de grietas, todo su cuerpo se
rompió en pedazos!
En cuanto a Ling Wen, se liberó de su cautiverio
y se quedó donde estaba, mientras corrientes de
humo negro penetraron, una pila de piedras
desmenuzadas yacía a sus pies.
Así que resultó que el reino antiguo en las
leyendas del Brocado Inmortal era el reino de
XuLi y Bai Jing también era una persona de XuLi.
Xie Lian estaba organizando sus pensamientos
cuando escuchó a Pei Ming, quien todavía estaba
1108
estrechamente atado por el pergamino, decir:
—¿Ling Wen? Detente.
Ling Wen se dio la vuelta y caminó hacia él
paso a paso. Al recordar que Ling Wen antes le
había dicho a Pei Ming, a él realmente no le
gustas, Xie Lian pensó: —Oh no, ¿lo va a matar?
Ling Wen lo tranquilizó mientras caminaba.
—Bai Jing, él ya está muerto. Es una tontería,
no lo escuches. —Sin embargo, no parecía ser
muy efectivo, por lo que Ling Wen se dirigió a Pei
Ming—: Viejo Pei, no tengo forma de detenerlo.
Escuchó a Jing Wen decir que eres mi amante y
ha concentrado su mente en matarte. ¡Dianxia,
ayúdeme!
No había necesidad de preguntar, Xie Lian ya
había blandido su espada y atravesó el
pergamino que ataba a Pei Ming y Pei Ming se
puso de pie de un salto, los dos saltaron de la
cueva subterránea y volvieron al suelo de arriba
una vez más. Al mirar hacia atrás en la cueva,
vieron que Ling Wen había perforado el lugar
donde yacía Pei Ming y los escombros volaron,
su fuerza era considerable, ¡incluso más fuerte
que cuando Xie Lian estaba golpeando para
buscarlos antes!
Xie Lian guardó a Ruoye, envolviéndolo en su
muñeca y Pei Ming también masajeó las
torceduras en sus brazos. Después de haber sido
atado durante tanto tiempo, la hinchazón en su
1109
brazo izquierdo de alguna forma había bajado un
poco, el bulto ahora parecía del tamaño de haber
sido picado por cincuenta mil avispones en lugar
de un millón.
—¿Qué es este jodido resentimiento...?
—Comenzó, pero antes de que terminara, ¡Ling
Wen ya había aparecido ante él!
Los dos intercambiaron un golpe y ambos
fueron empujados unos metros hacia atrás. Xie
Lian y Pei Ming intercambiaron una mirada,
pensando que las cosas eran demasiado
problemáticas, ambos echaron a correr al mismo
tiempo.
Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás y gritó
mientras corría: —¡LING WEN! ¿PUEDE USTED
TRATAR DE CALMAR AL GENERAL BAI OTRA
VEZ?
Ling Wen estaba justo detrás de ellos.
—¡TRATÉ! ¡PERO YA NO CREE EN MI!
—¡DEBE SER PORQUE LE DOLIÓ QUE LE
HUBIERAS MENTIDO! —Gritó Pei Ming.
—¡LING WEN! —Xie Lian gritó—. ¿PUEDE
CAMBIAR DE NUEVO A SU FORMA DE
MUJER? ¡LA FUERZA DE MATAR SERÍA
REDUCIDA EN EL CUERPO DE UNA MUJER!
—¡NO! —Respondió Ling Wen.
—¿POR QUÉ NO?
—¡ÉL NO ME DEJARÁ CAMBIAR!
—Respondió Ling Wen.
1110
—¡Lo entiendo! —Dijo Pei Ming—. ¡El bastardo
tiene miedo de presionar contra el cuerpo de una
mujer! ¡Qué débil!
¡BOOM!
Un techo se estrelló contra ellos, casi
aplastando a Xie Lian y Pei Ming.
Ling Wen gritó: —¡NO LANCÉ ESO! ¡ES TU
CULPA POR INSULTARLO! ¡AHORA ESTÁ AÚN
MÁS MOLESTO, AMBOS ESTÁN EN PELIGRO!
Xie Lian gritó apresuradamente: —¡¿HUH?!
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO? ¡NO HE
DICHO NADA! LING WEN, ¿PUEDE DECIRLE
QUE NO ME TOME EN CUENTA POR FAVOR?
—MEJOR TOMARLO EN CUENTA, ES MÁS
FÁCIL CUANDO HAY MÁS PERSONAS PARA
SOPORTAR LA CARGA. —Ling Wen gritó—.
DIANXIA, ¿DÓNDE ESTÁ EL PEQUEÑO PEI?
¿LA GUOSHI PRINCIPAL DE BANYUE? ¿SU
XUEYU TANHUA?
—No cuente con ellos, se han ido en la otra
dirección para buscarlos a ustedes. —Xie Lian le
contestó a gritos—. ¡Ya corrimos más de diez
millas, corramos primero, hablemos más tarde! Él
ya ha absorbido más de mil demonios, ¡no sería
prudente enfrentarlo de frente ahora mismo!
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando
las palabras salieron de sus labios, sus pies se
iluminaron repentinamente y todo su cuerpo fue
levantado. No fue solo él, Pei Ming también y
1111
cuando miraron atentamente, resultó que los dos
fueron capturados por una gran red y ahora
estaban colgando en el aire.
Los problemas parecían haber explotado de la
nada y esa red parecía estar hecha de un tipo
especial de material, incapaz de ser destrozada
con solo las manos. Justo en ese momento, de
todas partes en el bosque, al menos cien o
doscientos monstruos y demonios con colmillos
aparecieron saltando, aplaudiendo de alegría.
—¡¡¡LOS ATRAPAMOS!!!
—JAJAJAJAJAJA ¿CUÁNTOS HASTA
AHORA? ¡ESTA TRAMPA ES TAN BUENA!
—VEAMOS LO QUE ATRAPAMOS
¡CUÁNTAS CABEZAS!
Al parecer, en un momento de pánico
descuidado, cayeron en la trampa de estos
pequeños secuaces de bajo nivel. Xie Lian buscó
a Fang Xin sin pensar para cortar la red, pero
cuando encontró su espalda vacía, se dio cuenta
de que Fang Xin había caído de su agarre antes,
cuando ellos atacaron de repente. Ling Wen ya
los había perseguido hasta la red y justo a sus
pies estaba Fang Xin. La multitud de pequeños
secuaces todavía no se había dado cuenta de lo
que había ocurrido y todos estaban muy
contentos.
—¡OTRO!

1112
Ling Wen levantó las manos y se encendieron
dos bolas negras de fuego fantasma en sus
palmas. Levantó la cabeza para mirar a Xie Lian
y Pei Ming.
—Ustedes dos, esto... realmente no es por mi
cuenta.
Xie Lian dejó escapar un suspiro.
—Ling Wen, ¿puedo preguntar qué pasaría si
esa cosa nos golpea?
—La última vez que usé un fuego fantasma así
de grande y golpeé a Qi Ying Dianxia, resultó
herido, pero no fue tan malo. Todavía podía saltar
y correr.
Parecía que el daño no sería tan grande, por lo
que incluso si fueran golpeados no sería tan
malo, así que Xie Lian y Pei Ming suspiraron de
alivio.
—Está bien, está bien…
¡Pero justo cuando dijeron el segundo bien, las
dos bolas de fuego fantasma en las manos de
Ling Wen repentinamente explotaron hasta diez
veces su tamaño, convirtiéndose en dos
gigantescas columnas de llamas ardiendo en el
cielo!
Xie Lian: —…
Pei Ming: —…
—Pero, ¿cómo serían las cosas después de
ser golpeados por llamas de este tamaño? es
algo que no puedo saber —dijo Ling Wen.
1113
Pei Ming rugió: —¡ESPERA! ¡¡PERO EN
SERIO NO SOY TU AMANTE!!
—¡Yo sé eso! ¡Pero es inútil si somos los únicos
que lo sabemos! —Exclamó Ling Wen.
Esa banda de monstruos y demonios se
sorprendió por esas dos bolas de fuego fantasma
y rápidamente desenfundaron sus armas,
rodeando con indignación, gritando
arrogantemente: —¡BASTARDO! ¿CÓMO TE
ATREVES A VENIR A ROBAR NUESTRA
PRESA CUANDO TÚ NO ERES NADA?
¡¡¡ATRÁPENLO!!!
Sin embargo, pequeños secuaces patéticos
como ellos no representaban una amenaza para
el Brocado Inmortal y no eran más que otra ola
de alimento fresco para él. Ling Wen inclinó
ligeramente la cabeza, sus pupilas reflejaban la
luz vibrante de los fuegos fantasma, pareciendo
estar listos para recibir a las nuevas cabezas que
estaban dispuestas a sacrificarse a sí mismas.
Justo en ese momento, un salvaje torbellino pasó
volando.
¡En medio de una serie de lamentos
aterrorizados, esa muchedumbre de pequeños
secuaces fue arrojada al cielo en un abrir y cerrar
de ojos!
¡En lugar de decir que fueron arrastrados al
cielo por el viento, era más como si hubiera una

1114
mano gigante peculiar y sin forma que los agarró
y los llevó al cielo!
El Brocado Inmortal parecía haber sentido algo
y se alarmó y el ardiente fuego fantasma en las
manos de Ling Wen bajó de intensidad mientras
exploraba el área alrededor. Xie Lian miró
arduamente hacia arriba, pero las densas ramas
de los árboles le bloquearon la vista. Los
lamentos de esos demonios también se
detuvieron bruscamente, por lo que no pudo
descubrir qué fue exactamente lo que sucedió
anteriormente.
Pei Ming también se alarmó: —¿Quién ha
venido?
Alerta y vigilante por un rato, Xie Lian dijo de
repente: —¿No huelen eso?
—¿Qué? —Preguntó Pei Ming.
—El aroma de las flores —respondió Xie Lian.
Pei Ming estaba confundido.
—¿Hay flores?
Xie Lian cerró los ojos. Un momento después,
dijo con convicción: —Sí. Es el aroma de las
flores.
El aroma de las flores era suave, peculiar y
fresco. Venía de un lugar desconocido, con un
nombre desconocido. Era extremadamente
ligero; extremadamente suave, débil como si ni
siquiera estuviera allí.
Pei Ming frunció el ceño.
1115
—No huelo las flores, pero definitivamente
huelo…
Antes de terminar su oración sintió que algo
goteaba en su rostro. Se limpió con la mano sin
pensar y sus pupilas se encogieron.
Era sangre
Un par de gotas también cayeron sobre los
fuegos fantasma en las manos de Ling Wen y
esas llamas se debilitaron instantáneamente. Su
expresión se alarmó aún más y levantó la cabeza.
En ese instante…
¡Cayendo de los cielos había una tormenta de
lluvia de sangre!
Pei Ming estaba colgado más alto que Xie Lian
y el repentino golpeteo de este diluvio de sangre
lo empapó como a una rata ahogada en sangre,
dejando solo un par de ojos que eran blancos y
negros, redondos y abultados. El fuego fantasma
en las manos de Ling Wen se habían extinguido
hace tiempo y desapareció bajo un árbol para
evitar el mismo fin que el indefenso Pei Ming. En
cuanto a Xie Lian, de repente sintió a la red
romperse, su cuerpo cayó y se desplomó. Dio un
salto en el aire mientras caía y aterrizó de manera
firme justo cuando la lluvia sangrienta estaba a
punto de caer sobre él.
No había tiempo para escapar, por lo que Xie
Lian levantó la manga, listo para bloquear todo lo
que podía. Sin embargo, después de la
1116
oscuridad, escuchó una suave y baja
estruendosa risa.
De repente, el aire se llenó con la misteriosa y
seductora fragancia de las flores.
Xie Lian levantó un poco la cabeza y miró hacia
arriba. No sintió ninguna gota de lluvia golpeando
su cara; en cambio, era algo suave y gentil que
pasaba rozando.
Extendió la mano y lo atrapó. Mirando hacia
abajo, lo que voló silenciosamente en el centro de
su palma fue un pequeño pedazo de pétalo de flor
rojo vibrante.
Levantó la vista una vez más, su respiración se
detuvo. No podía creerlo.
¡La lluvia sangrienta que envolvía el cielo se
había transformado en una lluvia de pétalos de
flores!
No había necesidad de adivinar quién había
venido. Xie Lian curvó sus dedos y apretó su
mano, agarrando el pétalo de flor cuando el
nombre salió de sus labios.
—¡San Lang!
Se dio la vuelta y vio que Ling Wen había caído
silenciosamente al suelo y ese joven de risa
suave, pelo negro azabache, túnica sangrienta,
alto y delgado que estaba allí solo, no podía ser
otro que Hua Cheng.
Las flores cayeron como gotas de sangre; la
sangre bailaba como pétalos en el viento. Esa
1117
cara era tan alegre y hermosa como la primera
vez que se encontraron, sus ojos brillantes y
vivos. Envainó lánguidamente esa larga y
delgada cimitarra plateada y habló con una voz
profunda: —Dianxia, he vuelto.

1118
1119
1120
Capítulo 155
Montañas altas, rutas sin fin; caminos
angostos bloqueados (parte uno)

P
isando por el suelo rociado con
fragmentos sangrientos de exquisito jade,
Xie Lian caminó lentamente. Cuando vio que
los hombros de Hua Cheng estaban llenos de un
poco de flores rojas, quiso quitarlas, pero de
repente se dio cuenta de que el gesto sería
demasiado íntimo, por lo que controló la tentación
y puso sus brazos detrás de su espalda,
sonriendo.
—No sabía que no solo puedes traer lluvia
sangrienta, sino que también puedes hacer un
baño de flores. ¡Que divertido!
Hua Cheng también se acercó a él, quitando
fácilmente los pétalos de sus hombros y también
sonrió.
—Esto fue algo espontáneamente inspirado, un
truco que se me ocurrió hoy. Originalmente,
debería haber habido la lluvia de sangre habitual,

1121
pero de repente recordé que Gēge también
estaba presente, ¿y no me culparía usted si
estuviera empapado? Así que me contuve en el
último segundo y lo transformé en flores. Me
alegra que lo haya encontrado divertido.
Sin embargo, aunque Xie Lian no estaba
mojado, Pei Ming estaba completamente
empapado. Él gritó mientras colgaba en el aire:
—Disculpen, ustedes dos, déjenme bajar, ¿sí?
Unas cuantas mariposas plateadas
revolotearon hacia arriba, sus alas plateadas
relucían mientras rasgaban la red, permitiendo
que Pei Ming finalmente se liberara, aterrizando
firmemente en el suelo. Xie Lian miró hacia abajo
y vio que en el centro de la columna vertebral de
Ling Wen descansaba una mariposa plateada.
—San Lang, Ling Wen y el Brocado Inmortal
están bien, ¿verdad?
—Están bien. —Hua Cheng dijo—. Solo los
puse a dormir temporalmente.
Xie Lian se sorprendió: —Este Brocado
Inmortal se estaba volviendo loco, pero te las
arreglaste para someterlo tan rápido.
Hua Cheng levantó las cejas.
—Estuvo bien. Por alguna razón, no parecía
querer pelear contra mí.
Xie Lian murmuró y dijo: —Eso es cierto. Antes,
cuando te lo pusiste, tampoco te hizo nada, e
incluso se mostró.
1122
Justo en ese momento, Pei Ming se acercó.
—Guarden la conversación para más tarde,
ustedes dos. ¿No va a quitarle a él esa túnica
primero?
—Hum... ¿eso no sería algo inapropiado?
—Dijo Xie Lian.
Pei Ming no parecía pensar en nada de eso.
—Él está en su forma masculina en este
momento, así que, ¿por qué hay de que
avergonzarse? —Sus manos se movieron
mientras hablaba, pero justo cuando sus manos
alcanzaban el cuello de Ling Wen, fue como si
algo lo golpeara con fuerza y su rostro cambió,
tirando de sus brazos hacia atrás, sus manos
cubiertas de sangre.
—¡Esta túnica! ¡Muerde!
Solo entonces Hua Cheng dijo perezosamente:
—El Brocado Inmortal no dejará ir a Ling Wen, no
podrá quitárselo.
Pei Ming miró sus manos ensangrentadas y
dijo: —Si algo así sucede otra vez, ¿mi señor Rey
Fantasma, por favor, me avisará antes?
Xie Lian dijo amablemente: —General Pei, no
es que él no quisiera advertirle, sus manos se
movieron demasiado rápido.
Hua Cheng se rió.
—Es eso exactamente.
—…

1123
Aunque dañada, la voluntad se mantuvo fuerte.
Los tres se movieron para regresar por donde
vinieron y alguien tuvo que cargar con la forma
masculina de Ling Wen, así que Pei Ming asumió
esa responsabilidad sin quejarse.
Pei Su y Ban Yue todavía estaban en el mismo
pequeño pueblo de antes, el grupo se reunió
nuevamente cerca del templo divino de WuYong
y cuando Pei Su los vio regresar, se acercó a
saludarlos: —General, Di, anxia, ese mural, en
ese, templo, ha desaparecido.
Pei Ming llevaba a Ling Wen en un brazo
mientras que la otra mano empujaba hacia atrás
su cabello empapado de sangre.
—¿Qué mural?
Al ver que Pei Ming estaba cubierto de un color
rojo vino, los ojos de Ban Yue se agrandaron. Xie
Lian le dio a Pei Ming un breve resumen y regresó
al templo con Pei Su para verificar.
Efectivamente, esa pared de antes se había
vuelto exactamente igual a las otras tres paredes
quemadas en cenizas, como si ese mural nunca
hubiera existido.
Hua Cheng dejó caer su mano de la pared.
—Ese mural fue creado por magia.
Xie Lian asintió.
1124
—Tal vez, el que lo dejó tuvo preocupaciones y
no se atrevió a dejarlo por mucho tiempo.
Por otro lado, Ban Yue dudó por mucho tiempo,
pero al final aún tuvo el coraje de preguntarle a
Pei Ming: —¿Usted... está bien?
Pei Ming la miró y dijo: —¿Por qué no les
pregunta a sus serpientes si yo estaría bien
habiéndome mordido así?
Pei Su abrió la boca como para hablar, pero no
estaba seguro de si debía decir algo por el bien
de la justicia. Los ojos de Ban Yue se
ensancharon aún más, murmurando mientras
intentaba argumentar: —Pero... una mordida de
las Serpientes Cola de Escorpión no heriría todo
el cuerpo de esta manera…
Pei Ming levantó la mano izquierda que llevaba
la marca de mordida y la agitó frente a ella,
demostrando que, efectivamente, fue mordido. La
prueba de hierro era sólida como las montañas y
Ban Yue solo podía disculparse.
—Lo siento...
Pei Su no pudo mirar más y le dio una
palmadita en el hombro.
—N, o te lo tomes en serio. Esto no fue causado
por la mordida de tus, serpientes.
Xie Lian tampoco podía mirar más, hablando
con exasperación: —General Pei, ¿puede no
molestar a las pequeñas niñas en un momento
como este?
1125
Sin embargo, esta era la fuente de la vida de
Pei Ming. Él usó sus poderes espirituales para
limpiarse de toda la sangre y la mugre, su rostro
brillante y vivo mientras se reía a carcajadas.
—¿Acaso las niñas pequeñas no son hechas
para burlarse? Además, ¿cuántos siglos tiene la
Guoshi Principal de BanYue ahora? ¡Qué niña
pequeña! ¿Teme que ella pueda avergonzarse?
—… —Nadie quería hablar más con él.
Aunque las oraciones rotas de Pei Su no se
curaron, todavía podía moverse como de
costumbre y asumir la tarea de llevar a Ling Wen.
El grupo cruzó la pequeña ciudad y continuó
hasta el siguiente nivel del Monte Tonglu.

Un día después, el grupo llegó a un pequeño


valle.
A ambos lados del valle había montañas altas
y escarpadas con acantilados rocosos
endurecidos, con un camino de montaña entre
ellos. Solo cuando llegaron a este punto, Ling
Wen finalmente se despertó con mucho sueño.
Aunque despierto, todavía no podía moverse,
porque esa mariposa plateada todavía estaba
firmemente apoyada sobre su espalda. Cuando
Ling Wen descubrió que lo llevaban en la espalda
1126
de alguien, su expresión no cambió y solo
preguntó con confusión: —... ¿Por qué hay tanta
gente? ¿Cómo es que están todos aquí? ¿No es
este el Monte Tonglu?
—¿Esto es mucho? —Pei Ming respondió—.
Déjame decirte que habrá más después, todavía
no has visto a todos. Hay suficientes de nosotros
como para jugar una ronda de cartas.
Xie Lian estuvo totalmente de acuerdo y no
pudo evitar sonreír. Después de una pausa,
habló: —Por cierto, Ling Wen, de vuelta en el
santuario PuJi, Qi Ying se fue persiguiéndolo.
¿Dónde está ahora?
Ling Wen respondió: —No sé. Después de
entrar al Monte Tonglu, había demasiadas
criaturas no humanas moviéndose en grandes
grupos y Qi Ying Dianxia se perdió en la multitud.
Tampoco tengo idea de dónde podría estar él
ahora mismo.
Pei Ming suspiró ante Ling Wen: —No puedo
creer que no me dijeras que fuiste tú quién
arrancó la última línea de vida de XuLi. Que malo.
Solo entonces Xie Lian recordó que Pei Ming
también era del reino de XuLi. Sin embargo, no
parecía que le quedaran sentimientos por XuLi ya
que solo era un general y no el rey, e incluso fue
saboteado por el gobernante antes de que
ascendiera, por lo que no había rastro de furia o
burla en su voz, sino más o menos estaba
1127
simplemente burlándose. Sin embargo, a Xie Lian
todavía le preocupaba que hablar demasiado de
XuLi provocara al Brocado Inmortal, por lo que
cambió de tema rápidamente, volviendo la
cabeza para preguntar: —San Lang, siempre he
sentido curiosidad por algo.
Después de entrar en el valle, Hua Cheng
había estado observando de cerca las dos altas
montañas.
—¿Sobre qué?
—El horno del Monte Tonglu, ¿qué es
exactamente? ¿Realmente es solo un horno
gigante? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng sonrió levemente y le devolvió la
mirada.
—Por supuesto que no. Pero es una buena
pregunta, Gēge. —Él levantó su mano y
señaló—: Da la casualidad de que podemos verlo
ahora.
El grupo miró hacia la dirección que estaba
señalando y todos inconscientemente se
detuvieron en sus pasos.
—¿Eso es... el horno? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng se cruzó de brazos.
—Eso es correcto.
Reflejada en sus oscuros ojos negros estaba
una gran montaña desde una distancia
extremadamente lejana.

1128
A lo lejos como sentada en el borde del mundo,
alta como si alcanzara los cielos, ubicada
condescendientemente entre todos los picos,
pintada en un azul profundo y hundido, la cumbre
de las montañas estaba rodeada por un mar de
nubes y vientos celestiales. Una capa de nieve
podría verse débilmente como un campo de hielo
que nunca se derretía.
Hua Cheng dijo tranquilamente: —El horno es
un volcán vivo y el corazón de todo el Monte
Tonglu. Cuando nace un nuevo Rey Fantasma,
también es cuando se despierta.
—¿Una erupción volcánica? —Preguntó Xie
Lian.
—Eso es correcto. —Hua Cheng respondió—.
Entonces, todos los Reyes Fantasmas Supremos
nacen acompañados de fuegos ardientes, lava y
desastres ruinosos.
Imaginando ese escenario ardiente que hacía
que los ojos se iluminaran de rojo, Xie Lian se
perdió en sus pensamientos.
Pei Ming dijo: —Eso está muy lejos. Si
continuamos a esta velocidad, sin contar el
asesinato de todos los demonios en la ruta, va a
llevar mucho tiempo.
Xie Lian asintió.
—Es por eso que, históricamente, cada vez que
el Monte Tonglu abre sus puertas a la masacre,
es como un arduo nacimiento.
1129
Hua Cheng se rió entre dientes.
—La metáfora de Gēge es ingeniosa.
—Entonces, de repente se detuvo—. Estamos
aquí.
—¿…? —Xie Lian estaba estupefacto—. ¿Tan
rápido?
Hua Cheng explicó: —Estamos aquí, pero no
en el horno. Hemos venido a un Templo Divino
de WuYong.
Efectivamente, delante, en el centro del valle,
había un gran templo-palacio inclinado.
Este era el segundo templo divino de WuYong
que habían encontrado. Xie Lian casi quiso
frotarse los ojos y quedó perplejo.
—¿Es real ese templo?
No se pudo evitar. De hecho, casi todo el
mundo dudaba de si ese templo era real ya que
parecía demasiado brusco.
No debería haber aparecido aquí. ¿Quién
había visto alguna vez un templo o santuario
construido en un valle tan estrecho sobre
pequeños caminos de montaña? ¿Qué era esta
mierda fengshui? 52
Incluso si tuviera que construirse aquí sin
importar qué, al menos debería construirse a un
lado. ¡Pero, este templo divino de WuYong justo
tenía que, de frente, ser construido justo en el
52
Antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación
consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de este una influencia positiva
sobre las personas que lo ocuparan.
1130
medio del camino del valle como un pequeño
tirano sin cerebro, bloqueando descaradamente
el camino de la montaña!
Pei Ming bajó la voz: —Donde hay
anormalidad, hay maldad, todos tengan cuidado.
Ling Wen, quien se apoyaba pesadamente en
el hombro de Pei Su, levantó la cabeza con
fuerza.
—Todos, si no quieren entrar, pueden saltar y
correr a través de los acantilados.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —No. Tenemos que
entrar. A ver si hay murales.
—No se preocupe, Gēge. —Hua Cheng dijo—.
Si quiere entrar y ver, hágalo. No es gran
problema.
Como lo dijo, por alguna razón, todos se
relajaron y el grupo se acercó lentamente. Todo
el tiempo que caminaron y hasta que llegaron a
la entrada, no sucedió nada extraño. Cruzando
las puertas del templo y entrando en el gran
salón, las paredes dentro de este templo también
estaban ennegrecidas por las secuelas del fuego.
Con un ligero rasguño, pequeños pedazos de
fragmentos endurecidos también cayeron al igual
que en el templo anterior.
Xie Lian estaba tenso y alerta al principio, pero
como no parecía haber nada escondido en la
oscuridad, se relajó un poco y dijo: —Hagamos
esto.
1131
Poco después, la capa de cenizas de
protección en la pared fue limpiada poco a poco,
revelando el mural que había detrás. Xie Lian y
Hua Cheng comenzaron a examinarlo de cerca.
El contenido del mural en este templo divino era
completamente diferente al anterior.
Comenzaron a estudiarlo desde el nivel más alto,
la parte superior de la pintura y un joven vestido
de blanco estaba sentado en posición de
equilibrio sobre un futón de jade, con las cejas
ligeramente apuestas. Era ese príncipe heredero
de WuYong. Sus ojos estaban fuertemente
cerrados y, a juzgar por su postura, parecía estar
en profunda meditación reflexiva. Sin embargo,
no estaba tranquilo.
Este príncipe heredero, tenía las cejas
profundamente fruncidas, unas gotas de sudor
frío parecían gotear de su frente. Alrededor de él
había cuatro personajes con una profunda
expresión de preocupación… eran los cuatro
oficiales guardianes bajo el príncipe heredero del
mural anterior. Sus accesorios y atuendos eran
exactamente iguales a los de la pintura anterior.
Continuando mirando hacia abajo, la capa de
protección seguía desmoronándose
gradualmente, aún no se había limpiado por
completo y Xie Lian vio un campo de rojo caótico.
Frunció el ceño ligeramente.

1132
—Eso es raro. —Extendió la mano y tocó
ligeramente la pared, desconcertado—. ¿Este
mural está mal conservado?
Aunque no podía decir exactamente lo que
estaba representando la pintura, podía ver que
esta extensión de líneas y colores era borrosa y
confusa, como si estuviera atrapada en una capa
de niebla, desapareciendo. Pero, este mural fue
creado por magia, entonces, ¿cómo podría
deteriorarse como una pintura normal?
Hua Cheng también lo estaba mirando
atentamente, frunciendo el ceño.
—Démosle un minuto más.
Los dos intercambiaron miradas. Una vez que
el material negro, endurecido y quemado fue
limpiado completamente, se completó la pintura,
ellos retrocedieron unos pasos y se colocaron
hombro con hombro para mirar. Cuando la
totalidad del mural se reflejó en los ojos de Xie
Lian, su respiración se detuvo y sintió que su
cabeza se adormecía.
Se preguntó en voz alta, aturdido: —¿Es esto...
el infierno?

1133
Capítulo 156
Montañas altas, rutas sin fin; caminos
angostos bloqueados (parte dos)

H
ua Cheng dijo sombríamente: —No. Es el
Reino Mortal.
Ciertamente, era el Reino Mortal, porque
representados dentro de la pintura había casas
apiñadas, bosques densos, multitudes; sin
embargo, todos estaban sumergidos en un vasto
e interminable mar de fuego y lava fluyendo.
Las casas y los árboles estaban en llamas, las
llamas quemaban los cuerpos de las personas y
estas gritaban. Esos rostros retorcidos fueron
dibujados de manera tan realista que Xie Lian
casi podía escuchar sus lamentos al lado de sus
oídos.
En el centro de la pintura había una montaña
roja vibrante como un horno gigante que
relumbraba por el calor, extremadamente
horrible. Los fuegos y la lava eran arrojados
desde esta montaña.

1134
—El significado de este mural es... erupción
volcánica, ¿la caída del reino de WuYong?
—Reflexionó Xie Lian.
—Sí y no —dijo Hua Cheng.
A Xie Lian se le ocurrió que ciertamente no
estaba del todo correcto, porque esto era... un
sueño.
Este retrato de tragedia en la parte inferior de
la pintura debía ser una representación del sueño
del príncipe heredero de WuYong.
El príncipe heredero de WuYong y los cuatro
dioses guardianes estaban rodeados por una luz
dorada, lo que significaba que para ese entonces
ya había ascendido. Él estaba en ese momento
siendo atormentado por un sueño, por lo que el
contenido de ese ensueño tenía líneas y colores
que eran más falsos en contraste con los reales.
Algunos Oficiales Celestiales poseían un
enorme poder espiritual, sus talentos
anormalmente increíbles y cuando veían
presagios minúsculos, ellos podían mirar hacia el
futuro en sus sueños. Esto era lo que llamaban
sueños de profecía. ¿Se había hecho realidad
este sueño de este príncipe heredero? ¿Fue así
como cayó el reino de WuYong?
Pensando por un momento, Xie Lian comentó:
—Seguro hay alguien que quería decirnos algo.
La historia en este mural debe ser la continuación
del anterior. Creo que, cuanto más nos
1135
acerquemos al horno, más respuestas recibirán
nuestras preguntas.
En ese momento, Ling Wen estaba mirando por
la ventana y dijo: —Oigan, hay algo que debo
preguntar. ¿No piensan todos que es extraño?
—¿Qué es extraño? —Preguntó Pei Ming.
—No estoy seguro si recuerdo mal, pero ¿esas
montañas estaban tan cerca?
Todos miraron por las ventanas.
Efectivamente, antes cuando entraron, las
montañas estaban a unos tres metros de
distancia, pero ahora, estaban demasiado cerca,
como si fueran a aplastarlos en cualquier
momento. Xie Lian estaba a punto de salir a
revisar, pero escuchó una serie de extraños
crujidos y chirridos, como la conmoción de la
tierra y los árboles, los ladrillos y las piedras
siendo aplastados.
Ahora todos lo habían sentido.
—¿Que está pasando?
Los ladrillos bajo sus pies temblaban, el techo
sobre sus cabezas también temblaba, una pieza,
dos piezas, muchos pedazos de escombros y
polvo estaban cayendo.
—¿Es un terremoto? —Se preguntó Pei Ming.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, las paredes ya estaban agrietadas en
impactantes arrugas por la presión.

1136
—¡No es un terremoto! —Exclamó Xie Lian—.
Es… —¡Las montañas escarpadas a cada lado
del camino empujaban hacia el Templo Divino de
WuYong ubicado en su centro! No había tiempo
para explicar. Él gritó—: ¡CORRAN!
No era necesario que les dijera, Pei Ming ya
había derribado una pared y había abierto una
salida. El grupo atravesó la pared y salió,
corriendo hacia adelante. Sin embargo, todavía
estaban corriendo dentro del Templo Divino de
WuYong porque este palacio era largo y profundo
y aparte del gran salón, todavía había muchas
cámaras laterales, cámaras pequeñas, salas de
incienso, salas de entrenamiento, etc. Así, el
grupo tuvo que seguir corriendo y derrumbando
muros, derribando puertas. En momentos como
estos, la forma típica en que un dios marcial hacía
las cosas realmente ayudaba. Sin embargo, solo
atravesaron dos pequeñas cámaras antes de que
una gigantesca roca del tamaño de la mitad de un
hombre se estrellara contra el techo, cayendo
fuertemente al lado de los pies de Xie Lian.
¡Rocas gigantes caían desde lo alto de los
acantilados de las montañas a cada lado!
Los ruidos retumbantes eran interminables a
medida que más y más rocas caían del cielo. Las
grandes eran como barriles de agua, las
pequeñas eran del tamaño de cabezas y estas
caían desde lo alto de los cielos, su fuerza
1137
asombrosa. Afortunadamente, había una capa de
techo que las bloqueaba, además las
capacidades físicas de todos eran considerables
y podían esquivar a tiempo. Solo Hua Cheng era
el más calmado; mientras Xie Lian corría y
esquivaba, de repente escuchó a Hua Cheng
indicándole.
—Gēge ¿quiere venir aquí?
Volvió la cabeza para mirar. Hua Cheng lo
seguía de cerca, sus pasos firmes como si
estuviera volando, sosteniendo un paraguas rojo
que sacó de quien sabe dónde y le estaba
sonriendo brillantemente por debajo del
paraguas. ¡Esas rocas cayendo estaban
chocando contra la superficie del paraguas, pero
Hua Cheng sostuvo el asa con una sola mano sin
tambalearse!
Xie Lian se cubrió al instante bajo su paraguas.
—Uff, eso estuvo cerca. Gracias a los cielos por
San Lang.
San Lang sonrió e inclinó el paraguas con
mucha consideración a su lado.
—Acérquese más aquí.
A pesar de que no era el momento adecuado,
Xie Lian todavía sentía que su corazón daba un
vuelco a pesar de la situación en que estaba.
—¿Estás cansado de sostener esto? ¿Qué tal
si sostengo el paraguas para ti...?

1138
Los otros huían y esquivaban, corrían
locamente y, viendo que los dos se lo estaban
pasando bien, no podían soportarlo y no podían
evitar gritar: —¡Hey! ¡¿No es eso injusto?!
—Hua Chengzhu, ¿puedo preguntarle si tiene
más paraguas de repuesto?
—¿Me puedo esconder debajo de ese
paraguas también?
Hua Cheng sonrió falsamente.
—No. Y no.
Bajo las objeciones de los demás, Xie Lian
también se sentía un poco avergonzado y él
murmuró: —¡Oh, esta montaña es ciertamente
extraña!
Y estaba a punto de escabullirse mientras
hablaba, pero Hua Cheng lo detuvo de manera
imperceptible y explicó tranquilamente: —Gēge
tiene razón, esta montaña es ciertamente
extraña. Extraña como los espíritus. Hay tres
grandes montañas en el Monte Tonglu y se
llaman Vejez, Enfermedad y Muerte. Aunque no
son diferentes a otras montañas, pueden
moverse a voluntad dentro de los perímetros del
Monte Tonglu, por lo que algunos las tomarían
como puntos de referencia del Monte Tonglu.
Las rocas continuaron cayendo violentamente,
pero había paz y armonía bajo el paraguas. Xie
Lian respondió: —¡Ya veo! Así que antes, cuando
Rong Guang se disfrazó del Demonio de la
1139
Espada Rápida extingue Vidas, ¿la montaña que
nos estaba bloqueando el camino era uno de
esos tres espíritus de las montañas?
Ling Wen estaba saltando de arriba a abajo en
la espalda de Pei Su, pero aún trataba de
conversar arduamente: —No es de extrañar que
este Templo Divino de WuYong haya sido
construido de forma tan extraña en medio del
valle. ¡Su ubicación original probablemente no
era tan curiosa y fueron esos dos espíritus de
montaña los que atacaron por su cuenta!
—Pero Nacimiento, Vejez, Enfermedad,
Muerte son un conjunto53 —dijo Xie Lian—. Ya
que hay; Vejez, Enfermedad y Muerte, ¿dónde
está Nacimiento?
—Lamentablemente, no hay Nacimiento. Al
menos, no lo he visto antes —respondió Hua
Cheng.
—Lo que significa que no hay oportunidad para
la vida aquí, ¿verdad? ¡Qué cruel! —Dijo Xie
Lian.
Inmediatamente después, Ban Yue exclamó:
—¡Las montañas se están acercando aún más!
Cuando entraron por primera vez en el valle, el
sendero de la montaña tenía aproximadamente
un par de kilómetros de ancho, haciéndose cada
vez más estrecho mientras caminaban. Cuando

53
El nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad, la muerte son las cuatro causas
del sufrimiento en el budismo.
1140
se acercaron a las puertas de ese Templo de
WuYong, el camino no tenía más de treinta
metros de ancho. Y ahora, el espacio entre las
dos montañas era menos de diez metros, el
edificio y las paredes se agrietaban y se doblaban
por la presión. Dado que el Templo Divino de
WuYong empleaba vigas de piedra y otros
materiales de construcción sólidos, encajó entre
las dos montañas que simultáneamente se
acercaban. Sin embargo, puede que no
aguantara por más tiempo y Pei Ming gritó: —No
se puede atravesar ni hacia adelante ni hacia
atrás, ¡rompamos el techo y subamos! ¡Esta lluvia
de rocas no es nada, solo hay que romperlas en
pedazos!
Sin embargo, Xie Lian exclamó: —¡No
podemos! En este momento el templo está
encajado, si subimos, ¿qué pasaría si los dos
espíritus de las montañas lanzan un intenso
golpe o algo así? ¡Nos aplastarán a muerte!
Entre sus intercambios, los dos lados se
acercaban aún más rápido, retumbando y
temblando, el espacio en el que estaban se había
convertido en menos de seis metros.
Bajo tales circunstancias, Ling Wen todavía
estaba inmóvil y no pudo evitar gritar: —¿A
ALGUIEN SE LE PUEDE OCURRIR ALGO
RÁPIDO?? NO QUIERO SER APLASTADO A
MUERTE, ¿GRACIAS?
1141
Estaban a punto de ser alcanzados, pero las
ideas no ocurren fácilmente. A medida que el
espacio continuaba reduciéndose a la longitud de
una persona, Pei Ming repentinamente dio un
fuerte grito y saltó hacia un lado. Sus brazos
empujaron contra la montaña a la izquierda y sus
piernas empujaron contra la derecha, toda su
persona se convirtió en un clavo, encajándose de
lado entre las dos grandes montañas.
—INCLUSO SI SERÉ APLASTADO A
MUERTE, NO QUIERO SER APLASTADO POR
ESAS DOS MIERDAS. LAS SOSTENDRÉ POR
AHORA, ¡APÚRENSE Y PIENSEN EN ALGO!
—…
Todos se sorprendieron por lo que hizo y Ling
Wen arduamente le dio un pulgar hacia arriba.
—Viejo Pei, ¡pero qué hombre!
Pei Ming apretó los dientes.
—¡DE NADA!
No había necesidad de explicar la fuerza de un
dios marcial; esas dos montañas aún intentaban
acercarse más al centro, pero parecían haber
sido detenidos por Pei Ming y cayeron en un
punto muerto. Sin embargo, este era Pei Ming
ejerciendo todos los poderes espirituales que
poseía y seguramente no duraría. Mientras Xie
Lian giraba rápidamente en su mente tratando de
encontrar una manera de escapar, los dos
espíritus de las montañas estaban lentamente
1142
ganando ventaja, obligando a las rodillas de Pei
Ming a doblarse.
Al ver que la situación no iba a favor de ellos,
Pei Su gritó: —¡GEN, ERAL I, RÉ A APOYARLO!
Él arrojó a Ling Wen, quien estaba apoyado
sobre sus hombros, a Ban Yue y también se unió
a las filas de las vigas humanas. Sin embargo, en
este momento no era más que un mortal,
entonces, ¿cómo podría usar el poder espiritual?
El Brocado Inmortal en Ling Wen podría haber
sido útil, pero era un gran riesgo y liberarlo podría
ser como agregar aceite a las llamas, como pisar
una serpiente venenosa después de caer en el
nido de una horda de chacales. Por lo tanto, Ban
Yue derribó a Ling Wen y dijo: —Yo también…
Sin embargo, después de todo, tenía el cuerpo
de una niña pequeña, sus extremidades no
llegaban a la longitud de dos hombres adultos y
era demasiado corta para ubicarse entre las
paredes, por lo que puso sus palmas sobre la
espalda de Pei Su, transfiriéndole poderes
espirituales. Los poderes de los dos combinados
explotaron, sus caras se pusieron rojas y venas
estaban saltando.
En cuanto a Hua Cheng, cuyos poderes eran
los más fuertes del grupo, solo los observaba
mientras giraba el paraguas rojo en su mano, ni
un poco preocupado.

1143
De repente, Xie Lian golpeó un puño en su
propia palma y gritó: —¡LO TENGO! ¡LO
TENGO, LO TENGO, LO TENGO! ¡Se me ha
ocurrido una idea! —Xie Lian dijo—. Ya que ir
hacia adelante, hacia atrás o hacia arriba no
funcionará, ¡entonces iremos hacia abajo!
¡Cavemos un hoyo y escondámonos por el
momento!
Ling Wen instantáneamente entendió.
—¡Buena idea! ¡Por favor comience ahora
mismo!
Pei Ming dijo mientras apretaba los dientes:
—ENTONCES... ¡POR FAVOR... APÚRESE…!
—¡Está bien, está bien, está bien! —Xie Lian
respondió mientras ya estaba en el suelo con
Fang Xin para perforar un pozo, arena y tierra
volando por todo el lugar.
Junto a él, Hua Cheng sostenía el paraguas
sobre él y no solo no estaba ayudando, sino que
incluso lo estaba persuadiendo.
—Gēge ya no excave más. Siéntese y
descanse.
Nadie pudo soportarlo más y todos gritaron:
—¡¡¡HUA CHENGZHU!!!
—¿Hum? ¿Alguien me llamó? —Dijo Hua
Cheng.
Ling Wen estaba tirado en el suelo.
—Hua Chengzhu, tanto usted como Dianxia
también están aquí, si tienen algún truco o idea,
1144
¿qué tal si contribuye? Ninguno de nosotros
quiere convertirse en relleno entre placas de roca
después de todo. —Y las palabras que nadie se
atrevió a decir: si no tienes nada, ¿puedes ir y
convertirte en viga humana también?
Aunque Xie Lian estaba ansioso, todavía
confiaba instintivamente en Hua Cheng, por lo
que preguntó mientras seguía cavando el hoyo:
—San Lang, ¿tienes alguna forma?
Hua Cheng se rió entre dientes.
—Gēge solo necesita esperar, no hay
necesidad de que haga nada, estará bien en un
momento.
El fuego ya les estaba quemando las espaldas
y aunque todos sentían que él debía tener una
idea, no podían evitar sentir la quemadura. Ling
Wen estaba a punto de decir más cuando Xie
Lian dijo de repente: —¿Qué es ese ruido?
En medio del fuerte retumbar de la caída de
rocas, otro extraño ruido se acercó rápidamente.
¡GRK, GRK! ¡GRK, GRK, GRK, GRK!
Rápidamente veloz, cada vez más cerca y más
cerca. Xie Lian pensó que este sonido le
resultaba familiar como si lo hubiera escuchado
antes en algún lugar y detuvo su desesperada
excavación.
—Esto... ¿PODRÍA SER?
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, un punto al lado de sus pies
1145
repentinamente se hundió, revelando un agujero
negro que era lo suficientemente grande como
para permitir que dos personas cayeran. Dentro
del agujero, la cabeza de una pala se levantó,
reflejando una luz blanco brillante.
¡La pala sagrada del Señor de la Tierra!
Esa pala se mostró, pero rápidamente se
encogió de nuevo en el agujero. Hua Cheng
habló: —Un poco tarde, pero al menos lo logró.
Vámonos.
Sin otra palabra, Xie Lian recogió a Ling Wen y
lo arrojó, luego Ban Yue y Pei Su, luego Pei Ming.
Con la viga en el medio desaparecida, los dos
espíritus de las montañas aumentaron su
velocidad y en medio de los sonidos de rasguños
y temblores, Hua Cheng rodeó su brazo
alrededor de la cintura de Xie Lian y lo abrazó
fuerte.
—¡Vamos! —Luego con él en sus brazos,
saltaron al camino subterráneo. Xie Lian solo
sintió como si se hundiera en la oscuridad y poco
después, un rugido atronador vino desde arriba.
¡Esas dos grandes montañas finalmente,
completamente, se presionaron juntas!
Si todavía estuvieran sobre el suelo en este
momento, seguramente habrían sido aplastados
en tortitas de carne. Después de estabilizar un
poco el espíritu, dos pequeñas bolas de fuego se
encendieron en la oscuridad. Xie Lian miró el
1146
camino subterráneo en el que se encontraban en
ese momento, ni ancho ni estrecho, limpio y
ordenado, como se esperaba del camino
excavado por la pala sagrada del Señor de la
Tierra. Los otros que habían caído primero
estaban todos tendidos en el suelo, resoplando.
Hua Cheng soltó su cintura y Xie Lian también
dejó caer el brazo que inconscientemente le
había agarrado del hombro, mirando al hombre
vestido de negro que sostenía la pala.
Ese hombre vestido de negro también
respiraba con dificultad, apoyado contra la pala y
limpiado su sudor frío. Xie Lian se acercó unos
pasos, mirándolo de cerca. Este individuo parecía
ser un pulcro buen joven, considerablemente
guapo, pero con un puntaje de siete. Solo que, él
no parecía tener mucha personalidad. Sin duda
él debía ser alguien cuya presencia era por lo
general muy débil.
Xie Lian se le acercó y el hombre vestido de
negro levantó la vista.
—Dianxia…
Pero antes de terminar, Xie Lian ya había
agarrado su muñeca.
—¿Dónde está el Señor del Viento?
Ese hombre vestido de negro estaba
sorprendido.
—¿Eh? Yo... esto no lo sé.

1147
Xie Lian exhaló y dijo solemnemente: —Mi
señor Agua Negra, ¿por qué sigue siendo de esta
manera? Su venganza no es asunto mío, pero el
Señor del Viento una vez compartió una amistad
con usted y nunca cometió ningún crimen o daño,
así que espero que...
En ese momento, Ling Wen interrumpió.
—¿Agua Negra? Dianxia, ¿por qué cree que es
Agua Negra? Sus caras son diferentes.
Xie Lian miró hacia atrás y respondió dudoso:
—Porque está sosteniendo la pala sagrada del
Señor de la Tierra. Además, ¿no todos sabemos
la clave para un buen disfraz? Esta cara es tan
aburrida y llana, no distinguible en absoluto en
una multitud, por lo que debe ser falsa.
El truco para disfrazarse fue discutido antes y
la cara de este joven vestido de negro ante ellos
cumplía perfectamente con el componente clave
de una impecable piel falsa: aburridamente
simple.
Incluso si uno tuviera que mirar su rostro
durante dos horas, después de una buena noche
de sueño, su apariencia se olvidaría por completo
al día siguiente, así que, sin duda, esta era una
cara falsa moldeada, ¿no?
—…
Sin embargo, un momento después, ese joven
vestido de negro dijo: —Lo siento, Dianxia, pero...
realmente me veo así.
1148
—…
Hua Cheng también se acercó y se aclaró
ligeramente la garganta.
—Gēge, este realmente no es Agua Negra.
—¿…?
—Esta es realmente su verdadera apariencia
—dijo Hua Cheng.
Así que, ¡esta era un real, naturalmente creado
rostro de alguien corriente!
Xie Lian se golpeó la frente con la palma de la
mano y, un momento después, cambió a apretar
las manos en una oración, inclinándose a
postrarse para disculparse.
—... lo siento.
Él realmente pensaba las cosas sin mostrar
emoción alguna. Él realmente le dijo al rostro de
esta persona que se veía aburridamente simple,
no distinguible en una multitud. ¡No pudo evitarlo,
esta cara realmente era demasiado el modelo
para un disfraz perfecto!
Ese joven vestido de negro también se sentía
extremadamente incómodo y él agitó su mano.
—No se preocupe, no es nada, ya estoy
acostumbrado...
Ling Wen luego dijo: —Yin Yu Dianxia, gracias
a los cielos por usted.

1149
Capítulo 157
Montañas altas, rutas sin fin; caminos
angostos bloqueados (parte tres)

A
l escuchar la forma en que se refirió a él,
Xie Lian parpadeó y solo entonces se dio
cuenta de que la voz del joven era un poco
familiar y debió haberla escuchado unas cuantas
veces antes, entonces al momento siguiente, sus
ojos se movieron hacia abajo para mirar la
muñeca de ese joven. Aunque su muñeca estaba
cubierta por mangas, Xie Lian estaba seguro de
que debajo de ella se escondía un grillete maldito
negro.
Pei Ming también se puso de pie para verificar
dos veces la identidad del joven vestido de negro.
—¿Yin Yu Dianxia? ¡Qué sorpresa! No pensé
que nos encontraríamos con usted. Qué está…
Yin Yu se rascó la punta de la nariz con el dedo
y le devolvió el saludo.
—Ling Wen Zhen Jun, General Pei, Pequeño
General Pei.

1150
De repente, una voz sonó: —¿Yin Yu? ¿Eres
ese Yin Yu que fue completa y miserablemente
derrotado por su propio Shidi? —Los rostros de
los Oficiales Celestiales se pusieron rígidos y esa
voz continuó—: Tengo que decir, ¿no es usted un
poco demasiado patético? Dejando a un lado el
destierro, no puedo creer que usted se rindiera
así de fácil y fuera a convertirse en un mensajero
fantasma. Comparado con ese Quan Yi Zhen, a
usted realmente le fue mal y pensar que usted es
su Shixiong...
Esa voz vino de Rong Guang que estaba
encerrado dentro de la olla. Pei Su
instantáneamente puso un talismán para callarlo.
A pesar de que, fuera bajo Jun Wu o Hua
Chengzhu, Yin Yu era un mensajero y no había
diferencia alguna, el estar en el mismo lugar que
los colegas celestiales de muchos años ahora
que él se había convertido en el subordinado de
un fantasma, era como un policía convertido en
ladrón que fue expuesto por sus viejos
camaradas y el aire se llenó de incomodidad.
Nadie sabía qué decir, por lo que Yin Yu solo
podía darse la vuelta en silencio y continuó
cavando el agujero con la pala del Señor de la
Tierra.
El grupo continuó hacia adelante mientras se
cavaba el camino. Pei Ming aún tenía en mente
al hermano de su amigo y le preguntó: —Dado
1151
que Hua Chengzhu logró obtener la pala del
Señor de la Tierra, ¿esto significa que los dos
señores se comunican entre sí? Recuerdo que
cuando le pregunté a Dianxia en ese momento,
Dianxia excusó a mi señor y dijo que este no era
cercano con ese Demonio Agua Negra Xuan y
que seguramente no sabía su paradero. Si es
posible, ¿le avisará al Demonio Xuan y le pedirá
que suelte a Qing Xuan si aún no lo ha matado?
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —Está
equivocado. Es cierto que no conozco el
paradero de Agua Negra.
—Entonces, ¿de dónde viene la pala?
—La encontré —dijo Hua Cheng.
—…
Así que tercamente él no iba a admitir nada.
¿Qué hacer? Nadie podía hacerle nada y en las
circunstancias actuales, todos dependían de él
también, por lo que Pei Ming solo podía resoplar:
—Bueno, está bien. Hua Chengzhu ciertamente
tiene buena suerte para poder encontrar tan
fácilmente un dispositivo espiritual.
Ling Wen, quien estaba siendo llevado en la
espalda de Pei Su, dijo por costumbre: —Esta
pala sagrada le pertenece a los Oficiales
Celestiales de la Corte Superior, ¿Hua Chengzhu
la devolverá...? —Sin embargo, antes de que
terminara, se dio cuenta de que él ya no era un
oficial activo en la Corte Superior y que no era
1152
necesario que él cobrara la deuda en nombre de
esta, por lo que se calló.
Xie Lian se frotó la frente y estaba
cuestionándose si debería preguntar sobre esto
en secreto cuando escuchó a Hua Cheng decir
suavemente con una voz que solo él podía
escuchar: —Agua Negra la abandonó. Después
de que dejó de disfrazarse como el Señor de la
Tierra, tiró la pala en la Ciudad Fantasma y huyó.
Antes de venir al Monte Tonglu, pensé que podría
ser útil, así que envié a alguien para que la
tomara.
—Ya veo. —Xie Lian respondió—. Y yo aquí
pensaba que podía averiguar el paradero del
Señor del Viento... esta pala sagrada es perfecta
para tratar con los espíritus de las montañas, San
Lang realmente piensa en todo.
—Es solo porque he ganado experiencia al ser
perseguido por los espíritus de las montañas la
última vez, eso es todo —respondió Hua Cheng.
Xie Lian intentó, a pesar de no querer, imaginar
al Hua Cheng que ingresaba al Monte Tonglu por
primera vez, embistiendo obstáculos como un
novato. Justo en ese momento, algunas bolitas
de diminuta luz plateada se encendieron de
repente, eran esas mariposas fantasmales que
brillaban en la oscuridad, convirtiéndose en luces
guía. Xie Lian asomó una palma debajo de una
pequeña mariposa plateada y miró hacia arriba.
1153
—¿Qué es este espíritu de montaña? ¿Por qué
nos atacan?
—Es difícil decir lo que es —respondió Hua
Cheng—, cuando vine por primera vez ya habían
estado existiendo desde hace mucho tiempo.
Pero, no es que específicamente nos estuvieran
atacando. Intentarán detener a cualquiera que
quiera entrar al Monte Tonglu y si no pueden
detenerlos, atacarán.
—¿Atacando indiscriminadamente? —Xie Lian
se preguntó—. Si lo piensas, su propósito es
exactamente el mismo que el nuestro. La Señora
de la Lluvia y Qi Ying Dianxia están aquí en el
Monte Tonglu, espero que no les pase nada.
Yin Yu había estado cavando y diligentemente
abriendo el camino, pero cuando escuchó el
nombre de Quan Yi Zhen, su acción pareció
vacilar por un momento. Xie Lian lo notó y lo miró,
recordando que, antes cuando llevaba una
máscara, él se había encontrado a Quan Yi Zhen.
Solo que, en ese momento Yin Yu había
aparentado no conocer a Quan Yi Zhen. Si Quan
Yi Zhen hubiera sabido que parado frente a él
estaba su Shixiong, ¿qué hubiera pasado?
Ling Wen levantó su cabeza con dificultad.
—Yin Yu Dianxia, ¿ha visto Qi Ying Dianxia?
Ha venido muchas veces a mi Palacio de Ling
Wen para que lo ayude a buscarlo.

1154
Yin Yu tartamudeó por un segundo: —¿E-en
serio?
—En serio. —Ling Wen dijo—. Cuando usted
descendió por primera vez, él venía casi una vez
al día. Más tarde, no hubo noticias, por lo que
venía una vez cada tres días, luego una vez al
mes. Hasta hace poco, venía al menos una vez
al año. Siempre sentí que había un malentendido
entre ustedes con respecto al asunto del Brocado
Inmortal y quería escuchar su versión de la
historia, para poder explicárselo a los demás. Sin
embargo, nunca hubo señal alguna sobre usted
ni ninguna comunicación.
Yin Yu se calló y solo dejó escapar un suspiro,
concentrándose en cavar con renovado vigor.
—Él no quiere hablar más de eso —pensó Xie
Lian.
Ling Wen también era un individuo perceptivo y
podía notarlo también, por lo que él tampoco dijo
nada más, dejando que Yin Yu se concentrara en
abrir el camino.
Transcurrió una desconocida cantidad de
tiempo antes de que Yin Yu dijera: —Chengzhu,
Dianxia, ya hemos excavado unas treinta millas.
¿Continuamos?
Esa pala del Señor de la Tierra realizó su magia
como los vientos y avanzó a través del suelo
como si estuviera cortando tofu, sin dejar atrás un
solo monte de tierra triturada. Dado que el grupo
1155
corría como si estuviera huyendo, se movieron
más rápido que cuando estaban sobre el suelo y
en un abrir y cerrar de ojos realmente corrieron
treinta millas.
Xie Lian notó que Yin Yu también lo incluyó en
la pregunta y estaba confundido, respondiendo
con suavidad: —No es necesario que me
pregunte.
—Es lo mismo. —Hua Cheng dijo—. ¿Qué
piensa Gēge?
Xie Lian se lo pensó: —Como ya casi
estábamos fuera del valle cuando los espíritus de
las montañas llegaron a aplastarnos, treinta
millas deberían estar lo suficientemente lejos. El
aire subterráneo no es suficiente, si seguimos
bajando por aquí podríamos marearnos, así que
comencemos a cavar hacia arriba.
Yin Yu obedeció: —¡Sí, señor!
Y cambió instantáneamente de dirección,
cavando dirigiéndose hacia arriba, incluso
erigiendo hermosas escaleras de barro mientras
avanzaba.
—Este hombre realmente es sobresaliente
como asistente; manos rápidas y competentes y
ni una sola palabra excesiva. —Xie Lian remarcó
internamente.
Todos siguieron a Yin Yu y después de subir
diez pasos, Xie Lian sintió de repente que pisaba
algo duro y sobresaliente del suelo. No era como
1156
las rocas y no era como el lodo, así que miró
hacia abajo y se agachó, usando sus manos para
raspar el suelo. Un momento después, sus cejas
se fruncieron ligeramente. Hua Cheng se dio
cuenta y exclamó: —¡Gēge no lo toque! —Sin
embargo, ya era demasiado tarde. Cuando Xie
Lian se levantó de nuevo, él ya tenía colgando en
cada una de sus manos un cráneo—: Señores,
una pregunta. ¿Hemos cavado en una fosa
común?
Pei Ming también sacó un fémur, suspirando:
—Probablemente. Mire la estructura de este
hueso. Debe haber pertenecido a una mujer
exquisitamente bella con piernas largas y
delgadas. Tener sus huesos enterrados aquí, una
lástima.
—Muy desafortunado —dijo Hua Cheng—. Las
piernas son largas, eso es seguro, pero ese es el
hueso de un hombre. —Una vez que Pei Ming
escuchó que no pertenecía a una mujer, perdió
interés y tiró el fémur. Hua Cheng agregó—: Para
decir con más precisión, son los huesos de un
hombre que fue deformado después de
convertirse en un fantasma, por lo que debe
haber veneno de cadáver en él.
Pei Ming abrió sus palmas y, por supuesto, en
las áreas donde sus manos tocaron el hueso
ahora rezumaba un aura verde de cadáver.

1157
—¿Puedes lograr controlar tus manos?
¿Puedes? —Ling Wen reprendió.
— Veneno, de cadáver, no hará, daño alguno.
El Gen, eral es un Oficial Celestial, estará bi, en
después de, un tiempo —dijo Pei Su.
A decir verdad, ese fémur no solo era delgado,
sino que también era bastante resistente; era
robusto y ligero cuando se balanceaba, por lo que
Pei Ming lo recogió de nuevo, envolviendo la
punta de un extremo con un paño para
sostenerlo, pareciendo que planeaba usarlo
como arma.
—Dianxia, ¿por qué usted está bien
sosteniendo esas dos cabezas?
Xie Lian dejó suavemente los dos cráneos y
mostró sus manos a los demás. Resultó que sus
palmas también estaban irradiando verde, pero
ese verde se estaba desvaneciendo
rápidamente.
Xie Lian explicó: —La verdad es que he sido
envenenado por cadáveres muchas veces, al
menos ochocientas veces, si es que no mil, por lo
que soy bastante inmune a esto ahora. Este nivel
de veneno todavía es manejable.
Al escuchar esta explicación, todos pensaron
que era tonto por alguna razón y querían reírse.
Hua Cheng, sin embargo, no parecía estar muy
contento, se acercó, pisó los cráneos y los hizo
pedazos.
1158
Al principio, Xie Lian se sentía tranquilo, pero
después de escuchar este sonido violento,
brutalmente feroz incluso de los huesos
aplastados, sintió intuitivamente la emoción
enojada de Hua Cheng. Quería preguntar qué
estaba pasando, pero de alguna manera sentía
que él mismo parecía ser la causa de esta
molestia y no se atrevió a preguntar mientras
estaba aturdido.
Un momento después, Hua Cheng exigió, con
su voz fuera de tono: —¿Qué está tomando tanto
tiempo?
La distancia desde el túnel hasta la superficie
del suelo no debía ser más de seis metros, e
incluso si la distancia fuera un poco más larga ya
que estaban cavando en forma de pendiente, aun
así, no debería haber tomado tanto tiempo. Yin
Yu también estaba desconcertado.
—Estoy confundido también... espere, está
hecho. ¡La tierra ha sido removida!
Justo después de la consulta de Hua Cheng, la
pala del Señor de la Tierra excavó a través de la
superficie y Yin Yu despejó un gran agujero,
saltando primero.
—¿Estamos... afuera?
Los otros salieron. Sin embargo, en el momento
en que sus pies pisaron la superficie del suelo,
todos se quedaron perplejos.

1159
—¿Estamos de vuelta sobre el suelo? Eso no
está bien. ¿Qué es este lugar? —Preguntó Pei
Ming.
El lugar al que salieron definitivamente no era
la superficie del suelo ya que la luz era
extremadamente tenue.
Ling Wen comentó: —Dado que aún era de día
cuando caminábamos por el valle, no hay razón
para que los cielos se oscurecieran tan rápido.
Algunas mariposas fantasmales salieron
volando mientras brillaban y dieron vueltas
alrededor del área. El grupo finalmente vio
claramente dónde estaban.
Esta era una cueva enormemente grande.
Vacía y espaciosa, la cúpula extremadamente
alta y ancha como un cielo nocturno de tinta
negra. A su alrededor había innumerables cuevas
pequeñas y cada cueva dirigía a diferentes
direcciones. Xie Lian se sorprendió: —¿Es este
lugar hecho por el hombre o hecho naturalmente?
Hua Cheng se cruzó de brazos y miró: —Hecho
naturalmente. —A pesar de que todavía
respondía a todas las preguntas de Xie Lian, Xie
Lian aún tenía en mente ese pequeño
desacertado momento anterior. Hua Cheng
agregó—: El punto que escogimos para excavar
hacia arriba anteriormente fue justo debajo de
esta montaña. Hemos cavado dentro de esta
montaña.
1160
Xie Lian asintió.
—Ya veo. Entonces apresurémonos y
encontremos la salida.
Pei Su dijo: —Pero, ¿qu, é dirección? —Esa
era la pregunta del momento. Aparte de esas
pequeñas cavernas que ninguna persona podía
atravesar, todavía había al menos siete u ocho
cavidades que podían permitir el paso de las
personas. Xie Lian abrazó sus brazos y
contempló y Pei Su dijo—: ¿Sepa, rarnos, en,
grupos? Es la forma más rápida.
Xie Lian dejó caer sus brazos.
—No. Separarse es lo peor que se puede hacer
en esta situación. Si hubiera algo escondido en
las sombras, entonces sería demasiado fácil
emboscarnos. Prefiero tomarme el tiempo para
encontrar el camino correcto que dividir nuestros
poderes.
Pei Ming sostenía esa nueva arma hecha de
fémur en su mano, pareciendo haberse vuelto
adicto a balancearla y habló mientras la mecía:
—Entonces avancemos juntos. Vamos por este
camino primero.
Así, el grupo escogió un camino y se movieron
juntos. Hua Cheng y Xie Lian tomaron la
delantera en el frente. Después de caminar en
silencio por un tiempo, Xie Lian intentó preguntar
y susurró: —¿San Lang?

1161
Parecía que Hua Cheng había vuelto a la
normalidad hacía tiempo y respondió: —¿Gēge
tiene preguntas?
Xie Lian sintió que sería incómodo preguntarle
si estaba enfadado antes y respondió
informalmente: —No, no es nada. Solo... este
túnel es serpenteante y retorcido como los
intestinos, estoy un poco mareado.
Hua Cheng respondió al instante: —Entonces,
¿quiere tomar un descanso?
No sonaba como si estuviera bromeando en
absoluto.
Xie Lian dijo apresuradamente: —No es
necesario, no es necesario.
Detrás de ellos, Pei Ming dijo: —¿Escuché
correctamente? Dianxia, ¿se marea al caminar
un poco?
—… —Xie Lian también sintió que su repentina
respuesta era un tanto vergonzosa, como si
estuviera entablando una conversación a la
fuerza, por lo que fingió no haber escuchado el
comentario de Pei Ming y habló solemnemente:
—Señores, sigan de cerca, este túnel tiene
muchas curvas y esquinas, por lo que es fácil que
las cosas sucedan...
Mientras hablaba, volvió la cabeza hacia atrás
para mirar y al instante se detuvo de la sorpresa,
agarrando a Hua Cheng para detenerlo también.
—¡San Lang!
1162
—¿Qué sucede? —Preguntó Hua Cheng y se
giró para mirar hacia atrás también, entonces él
también frunció el ceño.
¡No había nadie detrás de ellos!
Justo antes de que él hablara, Pei Ming todavía
no estaba lejos de ellos bromeando, pero ahora,
esa cueva oscura estaba vacía, excepto por ellos
dos. Hua Cheng se apoderó de inmediato del
hombro de Xie Lian, su voz profunda: —Gēge
quédese cerca de mí. No se vaya a ningún lado.
Xie Lian también contuvo el aliento, tenso y
alerta.
—¿Hay algo escondido en esta montaña?
—No —dijo Hua Cheng—, pero es
precisamente porque no hay nada que es
preocupante.
¡Porque esto significaba que había algo que
podía acercarse bajo sus radares y secuestrar a
todos!

1163
Capítulo 158
Enterrados vivos juntos; no se descansa en
paz en la tierra

X
ie Lian dijo en voz baja: —... No hay forma
de que pueda emboscarnos por detrás y
hacer algo tan importante sin que nos demos
cuenta.
Incluso si Xie Lian no creyera en su propia
capacidad de observación, creía en la de Hua
Cheng. Además, para ser sinceros, cuando se
trataba de instintos frente al peligro, confiaba un
poco en sí mismo.
—Volvamos sobre nuestros pasos y veamos
—dijo Hua Cheng.
Los dos caminaron lado a lado y regresaron por
donde vinieron, girando y doblando las esquinas
en la cueva por un tiempo antes de detenerse.
No era que se detuvieran voluntariamente, sino
que, por el contrario, no había más camino por
recorrer y se vieron obligados a detenerse. A
pesar de que ese túnel era serpenteante y lleno
de giros, todavía era un solo camino y ahora,
incluso antes de que llegasen al punto de partida,
1164
¡un muro de piedra frío y duro que apareció de la
nada!
Ninguno de los dos vaciló. Xie Lian se
preguntó: —¿Es esto una ilusión o es real?
Una mariposa plateada sobrevoló
lánguidamente y golpeó ligeramente en ese muro
de piedra resistente. No había nada fuera de
lugar, pero saltó hacia atrás.
—Es real —dijo Hua Cheng.
Xie Lian asintió.
—Entonces esto es problemático.
Usualmente había dos tipos de muros
demoníacos: el primer tipo hacía que uno viera
una ilusión, lo que significaba que uno pensaría
que había un muro cuando no lo había y no era
nada más que una ilusión. Este tipo era fácil de
eliminar; solo tócalo o date una bofetada, vierte
un balde de agua fría para despertarte y luego
párate para tocarlo.
El segundo tipo confundía el sentido de la
dirección y recuerdos sobre el camino. Este tipo
era un poco más poderoso. Por ejemplo, en una
bifurcación en el camino, cuando pensabas que
habías elegido la izquierda, en realidad, tu mente
estaba confundida y, por el contrario, ibas a la
derecha. Y el llamado: Los giros en círculos del
Diablo no eran más que un pequeño truco:
cuando la gente caminaba con sus pies izquierdo
y derecho, naturalmente había una ligera
1165
desviación entre los pasos y criaturas no
humanas confundirían tu mente para ampliar esta
desviación. Por lo tanto, sin saberlo, cuando
pensaste que habías estado caminando en línea
recta, en realidad habrías caminado en un gran
círculo y una vez que hubieras dado una vuelta,
estarías perplejo: ¿Eh? ¿Cómo terminé de nuevo
aquí de nuevo?
Sin embargo, para ellos, ambos métodos no
eran más que meros trucos. En cuanto a este frío
muro de piedra que tenían delante, en realidad
era el tercer tipo: era real.
Xie Lian estaba pensando si debería golpear
brutalmente a través de esta pared para ver qué
había detrás cuando escuchó a Hua Cheng decir:
—Gēge deme su mano.
Xie Lian: —¿…?
Aunque desconcertado, todavía
obedientemente le dio a Hua Cheng la mano. Hua
Cheng tomó su mano con suavidad y la sostuvo
en la palma de su mano, con la otra mano
flotando como si estuviera poniendo algo sobre
él.
Xie Lian contuvo la respiración por un momento
y poco después levantó la mano, curioso.
—¿Esto es…?
En el tercer dedo de su mano izquierda había
una cuerda roja muy delgada y fue Hua Cheng
quien la había atado personalmente.
1166
1167
Este hilo rojo también se extendía, de forma
larga y continua, conectándose con el hilo rojo
anudado alrededor del dedo de Hua Cheng.
Hua Cheng levantó su propia mano y le mostró
el diminuto nudo rojo mariposa que ahora era
idéntico en sus dos dedos, sonriendo.
—Ahora estamos unidos.
Al escuchar esto, Xie Lian pudo sentir que su
cara calentándose. Tal vez estaba demasiado
cohibido y se frotó la cara a toda prisa, asustado
de que Hua Cheng notara que su corazón latía
más rápido de lo normal. Él sonrió: —¿Es esto
una especie de hechizo?
—Hum. —Hua Cheng enderezó su expresión
de alguna forma y dejó caer su mano—. Aunque
no nos separaremos voluntariamente, solo por si
acaso. Este hilo no se romperá y no se acortará.
Si el hilo no se rompe, significa que la persona en
el otro extremo está bien. A menos que la
persona ya no esté, de lo contrario, este hilo
seguramente conducirá a la otra.
—¿Qué quieres decir con; no esté? —Preguntó
Xie Lian.
—Muerto, o disipado —explicó Hua Cheng.
Xie Lian estaba a punto de hablar cuando, de
repente, débiles sonidos de temblores vinieron de
la distancia. Escuchó con tensión y se preguntó:
—¿Alguien está lanzando puños? —Este poder y
1168
frecuencia, era como si alguien estuviera
lanzando golpes pesadamente al cuerpo de la
montaña. Xie Lian comentó—: Este poder
definitivamente no pertenece a un mortal, debe
ser un dios marcial. ¿Podría ser el General Pei?
—Viene de delante de nosotros —observó Hua
Cheng.
Este adelante, naturalmente significaba el
camino al cual tenían la intención de ir, pero
tuvieron que regresar porque Pei Ming y los
demás desaparecieron a medio camino. Sin
embargo, Pei Ming y los demás desaparecieron
detrás de ellos, así que, ¿cómo podrían
reaparecer de repente? Y si no era Pei Ming,
¿quién podría ser?
Los dos intercambiaron una mirada y
caminaron lado a lado, listos para revisar las
cosas. Sin embargo, a mitad de camino, el sonido
de perforación de la montaña desapareció
repentinamente, sin poder saber si fue intencional
o porque la energía se agotó.
Pero como ya habían llegado tan lejos, ¿por
qué volverían? Por lo tanto, Xie Lian y Hua Cheng
continuaron caminando en la dirección de donde
provenía el sonido. Unas cuantas mariposas
plateadas bailaban en la cueva azulada y oscura
delante de ellos, iluminando su camino. De
repente, Xie Lian vio de repente algo extraño en
el muro de piedra de un lado.
1169
—¿Qué es eso? ¿Un hilo rojo?
Desde lejos, realmente no podían decir qué
era, pero era extremadamente extraño, parecía
un hilo, pero mucho más grueso y se seguía
torciendo, pareciendo más como un gusano rojo
y largo. Xie Lian se acercó fácilmente y lo miró
con atención.
—¿No es esta la Serpiente Cola de Escorpión
de Ban Yue?
Efectivamente, era la mitad inferior de una de
las serpientes rojo vino con cola de escorpión
descubierta en el exterior de la pared, girando y
moviendo su cuerpo. Su medio cuerpo superior
parecía estar enterrado en el muro de piedra. Xie
Lian se preguntó: —¿Se metió en un agujero y no
pudo salir?
—Probablemente no —dijo Hua Cheng.
El cuerpo entero de esta Serpiente Cola de
Escorpión estaba colgado en el aire y las
serpientes no trepaban por las paredes,
entonces, ¿cómo podría haberse deslizado hasta
tal altura antes de meterse en un agujero?
Además, había muchos agujeros en este muro de
piedra, así que, si debía deslizarse, ¿por qué
escoger uno tan pequeño? Este agujero también
era extraño, casi de la misma forma que el cuerpo
de la serpiente, por lo que la atrapó
completamente.

1170
Xie Lian había querido agarrar a esa serpiente
y sacarla para ver, pero esa serpiente estaba
anormalmente alerta, agitando la cola con locura,
pinchando al azar, casi picando a Xie Lian. Por lo
tanto, Hua Cheng la golpeó, pareciendo que lo
hizo muy casualmente, pero esa serpiente
parecía haber sido asustada por eso y se quedó
demasiado aturdida como para moverse. Xie Lian
no sabía si reír o llorar y estaba a punto de hablar
cuando de repente cerró la boca.
—¿Escuchas eso?
—Lo escucho —dijo Hua Cheng.
Los dos miraron hacia adelante al mismo
tiempo.
En la oscuridad, se escuchó una serie de
respiraciones bajas, muy constantes, muy
tranquilas.
Las dos mariposas fantasmales se movieron y
bailaron una alrededor de la otra y revolotearon
hacia ese sonido de respiración, volando más y
más alto, la luz plateada también se elevaba más.
Poco a poco, un par de manos se iluminaron.
Eran las manos de una persona. Las manos de
un hombre. La parte posterior de las manos
estaba manchada de sangre, cubierta de heridas,
cayendo como la de los muertos. Arriba, la
cabeza desordenada de una persona fue
iluminada y esa cabeza también estaba inclinada
como la de un muerto.
1171
Sin embargo, no había cuerpo inferior.
Eso mismo. Esta persona que estaba colgada
tan alto en el muro de piedra no tenía un cuerpo
inferior. ¡Solo mostraba la mitad superior del
cuerpo como si hubiera crecido directamente de
la pared de piedra!
En el pasado, Xie Lian había visto a algunos
nobles y aristócratas que, cuando habían cazado
con éxito una presa rara, le cortaban la cabeza,
la trataban con soluciones químicas para evitar
que se pudriera y la colgaban en las paredes de
su residencia. La vista que tenía ante él ahora le
recordaba a las cabezas de tigres, pavos, lobos y
otras bestias semejantes que estaban colgadas
cuidadosamente en esas paredes en fila. Sin
embargo, ¡este hombre claramente todavía
respiraba, por lo que todavía estaba vivo!
Xie Lian dio un paso más cerca.
—¿Qué es esta criatura? ¿El verdadero cuerpo
del espíritu de montaña?
Sin embargo, no hubo respuesta de la persona
a su costado. Xie Lian de repente sintió que su
corazón se enfriaba. Giró la cabeza y,
efectivamente ¡Hua Cheng se había ido!
—¿¡SAN LANG?! —Exclamó Xie Lian.
Naturalmente, nadie respondió, pero el hombre
colgado en la pared murmuró, como si estuviera
hablando en sueños, pero a punto de
despertarse. Sin embargo, en las circunstancias
1172
actuales, Xie Lian no tenía ni un poco de interés
en él y se dio vuelta en un círculo dos veces
parado donde estaba cuando de repente, recordó
el hilo rojo atado alrededor de su dedo y lo levantó
en señal de alegría. Efectivamente, ese hilo rojo
todavía estaba allí, intacto. Así, Xie Lian se relajó
un poco y recogió el hilo rojo, tirando de él
mientras caminaba. Caminó y caminó y llegó al
final del hilo.
¡El otro extremo de este hilo rojo estaba unido
a un muro de piedra!
Xie Lian no podía creerlo y tiró de este dos
veces, pero más hilo rojo era sacado
incesantemente desde el interior del muro de
piedra, lo que le hizo preguntarse si Hua Cheng
estaba realmente dentro de este muro de piedra
en este preciso momento.
Cuando pensó que eso podría ser una
posibilidad, sin otra palabra, Xie Lian levantó a
Fang Xin y estaba listo para romper este muro.
Sin embargo, inesperadamente, la punta de su
espada ni siquiera tocó el muro de piedra cuando
su vista se volvió negra de repente y como si el
muro de piedra que tenía ante él abriera una boca
gigante, ¡aulló y se tragó a toda su persona!
La oscuridad de su vista no desapareció
rápidamente y cuando Xie Lian fue tragado, se
volvió más y más oscuro. Todo a su alrededor era
arena y barro aplastándolo, extremadamente
1173
sofocante. La arena y el barro también se movían
sin cesar, la sensación era como si lo hubieran
tragado en el estómago de un monstruo gigante
y ese monstruo también se había comido un
montón de otras cosas además de él, moviendo
todo su estómago tratando de digerirlo. También
se sentía como si estuviera hundido en arenas
movedizas, incapaz de ejercer poder aunque
tuviera la fuerza y cuanto más intentaba luchar
más profundo se hundía. Xie Lian quería romper
el muro para escapar, pero luego pensó que tal
vez Hua Cheng probablemente estaba aquí, así
que, en lugar de retroceder, se movió hacia
adelante, moviendo los brazos para separar la
tierra y la arena mientras tiraba del cordón rojo
para continuar. Justo en ese momento, una mano
se extendió repentinamente desde el frente,
agarrando su muñeca sin falla.
Xie Lian estaba alarmado.
—¡¿QUIÉN?!
En el momento en que abrió la boca, se llenó
con una bocanada de lodo y la escupió
angustiosamente. En cuanto a esa mano, lo
agarró y jaló, tirando de él hacia los brazos de
alguien, una voz familiar venía de encima de su
cabeza.
—¡Gēge, soy yo!
Al escuchar esa voz, Xie Lian se relajó
completamente, abrazando al otro con fuerza y
1174
diciendo: —... Gracias a los cielos, el hilo rojo no
se rompió. ¡Realmente te encontré!
Hua Cheng también lo abrazó con fuerza,
hablando con convicción: —¡No se rompió! Yo
también lo he encontrado.
Resultaba que, el extraño incidente que les
sucedió a los dos fue el mismo. Xie Lian estaba
observando un hombre con medio cuerpo
colgado en lo alto de la pared y Hua Cheng
estaba vigilando sus alrededores, protegiendo
contra cualquier cosa que pudiera emboscarlos
desde las sombras. Sin embargo,
inesperadamente, solo le tomó un abrir y cerrar
de ojos a Xie Lian que estaba de pie junto a él
para desaparecer y apareció un muro de piedra
erigido de la nada en su lugar. Hua Cheng tiró del
cordón rojo, buscando mientras lo seguía y
descubrió que los extremos estaban unidos a la
pared, así que entró directamente a buscar a Xie
Lian.
En verdad, desde el principio solo había una
pared extra que los separaba, pero ambos habían
pensado que el otro estaba dentro de la pared,
por lo que ambos entraron al mismo tiempo. Xie
Lian repitió de nuevo, por primera vez
mentalmente, que Hua Cheng realmente pensó
en todo.

1175
1176
—¡Gracias a los cielos que estamos unidos por
un hilo rojo! De lo contrario, quién sabe si
volveríamos a encontrarnos. No es de extrañar
que el General Pei y los demás desaparecieran
tan bruscamente, por lo que no fue alguien quien
tendió una emboscada, sino que... fueron
tragados por el espíritu de la montaña.
—Eso es correcto. —Hua Cheng dijo—. No
elegimos un buen lugar y terminamos cavando en
el estómago del espíritu de la montaña.
Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.
Estaba en lo cierto. Actualmente, sin duda,
estaban en el estómago de uno de los tres
espíritus de las montañas. En el momento en que
Ying Yu le preguntó a Xie Lian si debía excavar
hacia arriba, la ubicación elegida resultó ser el
lugar de descanso de los espíritus de la montaña
y Xie Lian aceptó alegremente. Su suerte
realmente estaba completamente fuera de este
mundo, sin mentir.
La arena y el barro por todos lados estaban
reduciendo su espacio, siendo aplastados más
juntos, volviéndose cada vez más sofocante. Xie
Lian sintió que realmente no deberían quedarse
en ese lugar por más tiempo y preguntó:
—¿Cómo salimos ahora?
Hua Cheng respondió: —Fue excavado desde
la parte inferior, por lo que no está muy feliz. Está
intentando digerirnos en este momento, así que
1177
es un poco molesto. Pero, tenga la seguridad,
Gēge, saldremos eventualmente. —Luego
bromeó—: Morir enterrados juntos54
probablemente se sienta así.
Cuando Xie Lian escuchó, estaba un poco
sorprendido, pero las comisuras de sus labios se
curvaron hacia arriba. Cuando lo notó, lo reprimió
apresuradamente.
—El hombre de medio cuerpo afuera
probablemente también fue tragado por el
espíritu de la montaña. El sonido de golpes de la
montaña que escuchamos debió ser él intentando
escapar, golpeando las paredes de piedra. A él y
esa serpiente escorpión les asó los mismo, no
fueron tragados por completo y solo fueron
devorados por la mitad. Por eso el efecto era
sumamente espeluznante.
—Pero él no es alguien del grupo que vino al
Monte Tonglu con nosotros —señaló Hua Cheng.
Xie Lian recordó repentinamente ese cabello
desordenado y dijo: —Espera, sé quién era.
¡Probablemente era Qi Ying!

54
[生 同 衾 , 死 同 穴] “La misma cama en vida; la misma cueva (tumba)
en muerte": este es un verso de "El pabellón propicio del romance", uno de
los cuentos registrados en el libro "Colección de Novelas del Salón del Monte
QuingPing", que es la colección de novelas más antigua de la historia china de
la que se tiene registro. Este verso describe a una pareja casada que está
íntimamente enamorada. Cuando Hua Cheng dijo "Morir enterrados juntos",
estaba citando la segunda mitad de este versículo que básicamente tiene el mismo
mensaje de "ni siquiera la muerte nos separará".
1178
Hua Cheng pensó un poco antes de que
pareciera recordar.
—Oh, el que tiene el pelo rizado.
—Me pregunto si está bien —dijo Xie Lian—.
¿Se desmayó? Parecía haber perdido el
conocimiento antes.
—Está bien, solo está dormido —dijo Hua
Cheng.
—…
—¿Cómo lo sabes? —Preguntó Xie Lian.
—Dejé algunas mariposas plateadas afuera.
—Hua Cheng dijo—. Acabo de enviar una. Mi ojo
derecho puede ver la situación actual de afuera.
—Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, él dijo—: ¿Hum? —Ligeramente,
pareciendo haber visto algo extraño.
—¿Qué ha pasado afuera? —Preguntó Xie
Lian.
Hua Cheng no dijo nada, solo inclinó su cabeza
ligeramente, levantando suavemente la barbilla
de Xie Lian mientras sus dos frentes se tocaban.
Los ojos de Xie Lian se ensancharon, pero luego
cerró los ojos y luego volvió a abrirlos.
—Esto es... verdaderamente mágico.
Su ojo derecho parecía ver una escena
completamente diferente a la que tenía ante él.
Aunque todavía estaba oscuro, todavía podía ver
las siluetas generales de las cosas.

1179
Esta mariposa plateada que vigilaba el mundo
exterior parecía estar escondida detrás de un
montón de malezas y debajo de la escena, una
sombra negra se acercaba lentamente. Xie Lian
susurró: —Alguien ha venido, me pregunto quién
es. ¿Dónde se esconde tu mariposa plateada?
¿Puede ser descubierta?
—Está en su cabello —dijo Hua Cheng—. La
luz está oculta, no será descubierta.
Esa sombra negra finalmente se acercó lo
suficiente y levantó su cabeza, su cara pálida y
blanca.
—¿Yin Yu? —Dijo Xie Lian.

1180
1181
Capítulo 159
Este jade se resiste a ser un ladrillo
desechado (parte uno)

R
ealmente era Yin Yu.
Esa pala del Señor de la Tierra todavía
estaba en su mano. Con el dispositivo
espiritual todavía en su agarre, incluso si era
tragado por un espíritu de montaña, todavía
podía cavar rápidamente un camino para
escapar, por lo tanto, no era extraño que
apareciera aquí. Después de todo, los furiosos
golpes de Quan Yi Zhen antes eran
considerablemente alarmantes.
Como las imágenes que veía el ojo izquierdo y
el derecho eran diferentes, era bastante
incómodo y Xie Lian parpadeó ligeramente, lo
que le hizo descubrir que incluso con los ojos
cerrados, su ojo derecho aún podía ver la escena
en el exterior, por lo que solo mantuvo sus ojos
cerrados. Justo entonces, el campo de visión
repentinamente se estremeció, luego se sacudió
violentamente, oscilando de izquierda a derecha.
1182
Parecía que Quan Yi Zhen finalmente despertó y
estaba sacudiendo la cabeza.
Al verlo mirar hacia arriba Yin Yu reaccionó
rápidamente y levantó su mano para bajar la
máscara de fantasma para cubrir su rostro. Sin
embargo, Quan Yi Zhen no tenía el tiempo para
que le importara en absoluto cuando despertó ya
que todo su cuerpo fue violentamente tirado hacia
atrás y otra parte se hundió.
¡Ese espíritu de montaña se había tragado otra
parte del cuerpo de Quan Yi Zhen!
Aprovechando el hecho de que sus brazos aún
estaban fuera, Quan Yi Zhen continuó golpeando
todo con sus puños mientras trataba de salir al
mismo tiempo. Sin embargo, este espíritu de
montaña probablemente tenía miles de años de
antigüedad, sus poderes perversos inmensos y
abrió su boca para tragar de nuevo. Quan Yi Zhen
se estaba hundiendo más y más profundamente,
hasta que el sonido de los golpes en las paredes
desapareció mientras ambas manos parecieron
haber sido arrastradas hacia la pared de piedra.
Justo al mismo tiempo, el espíritu de montaña
parecía haber detenido sus movimientos. Sin
embargo, a Quan Yi Zhen solo le quedaba una
cabeza expuesta en el exterior.
Parecía que solo entonces se dio cuenta de
que había alguien debajo de él y demandó sin
pensar: —¿Quién eres?
1183
Yin Yu no respondió, pero a través de su
máscara, se podía ver la nitidez de sus ojos.
Esos ojos hacían que uno sintiera escalofríos.
Xie Lian no pudo evitar pensar: —... ¿Aquellos
no se parecen a los ojos de alguien que desea
una reunión, no?
Quan Yi Zhen continuó hablando sin pensar.
—¿Es esa una pala en tu mano? Ayúdame a
sacarme de esta pared, quiero salir.
Siempre había hablado de esta manera.
Ingenuo, directo, sin miedo y despreocupado de
las consecuencias, casi como un niño. Ni siquiera
preguntó quién era el otro antes de pedirle ayuda,
totalmente inconsciente de si la peculiar figura en
las sombras que apareció en esa circunstancia
no estaría allí para matarlo. Al escuchar su
demanda, la mano de Yin Yu que sostenía la pala
del Señor de la Tierra se apretó con más fuerza.
Un momento después, con esa pala brillante
como la nieve en sus manos, lentamente se
acercó a Quan Yi Zhen. Dando un paso tras otro,
como si fuera un asesino a punto de cometer un
grave delito. Por alguna razón, ver esto suceder
hizo que Xie Lian se pusiera nervioso.
—Espera, ¿por qué parece que quiere arrancar
la cabeza de Qi Ying con la pala?
—Él podría hacerlo sin problemas —dijo Hua
Cheng.
Xie Lian: —¿…?
1184
Hua Cheng agregó: —Pero, no podemos dejar
que mate a Quan Yi Zhen por el momento. Justo
ahora, el espíritu de la montaña solo puede
tragarlo entero, por lo que la digestión no es fácil,
pero si Quan Yi Zhen muere dejando solo un
cadáver, entonces sería mucho más fácil de
digerir. Si el espíritu de la montaña devora a un
Oficial Celestial, sus poderes crecerían
exponencialmente, por lo que sería más
problemático para nosotros salir.
Xie Lian rápidamente dijo: —Espera, espera,
espera, espera. San Lang, dejando la fácil
digestión a un lado Yin Yu es tu subordinado, así
que de lo que sabes de él, ¿crees que matará a
Qi Ying? ¿Tienen un profundo rencor entre ellos?
Qi Ying había estado tan determinado en su
búsqueda de Yin Yu y como fueron Shixiong y
Shidi en la misma secta, no había manera de que
él no pudiera ver claramente su carácter, por lo
que Xie Lian pensó que Quan Yi Zhen creía que
Yin Yu era alguien digno de buscar. Y con la
personalidad de Quan Yi Zhen, no podía evitar
que alguien quisiera matarlo.
Hua Cheng respondió: —No lo hay. Pero, a
veces, el deseo de matar a alguien no tendría que
provenir de un profundo rencor; muy bien puede
venir de pequeños asuntos. Especialmente
asuntos pequeños que de los que tú mismo no te
das cuenta.
1185
—¿Qué pequeños asuntos? —Preguntó Xie
Lian.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, la escena que vio su ojo derecho había
cambiado. Lo que vio no fue la túnica roja de Hua
Cheng y no fue la escena de un hombre frente a
una cabeza en el muro de piedra, sino una calle
grande. Xie Lian estaba a punto de preguntar qué
era eso cuando escuchó un ruido bullicioso
procedente del frente.
Había una multitud de cultivadores en el
camino, pareciendo estar rodeando a alguien y
gritando furiosamente. Cuando miró más de
cerca, descubrió que entre la multitud había un
niño pequeño agazapado, con la cabeza llena de
pelo rizado y la cara cubierta de sangre.
Para estar rodeado y ser gritado por semejante
multitud, si se tratara de un niño normal ya estaría
aterrorizado y llorando, pero este niño tenía solo
unos diez años y no solo no estaba asustado,
sino que incluso parecía estar emocionado, sus
ojos se movían rápidamente, sus pequeños
puños ansiaban ser probados. En ese momento,
un joven cultivador se abrió paso entre la multitud
y se acercó.
—Olvídenlo, dejen de gritar, él ya debería saber
que está equivocado.
Xie Lian suavemente dijo: —Eeh…

1186
Ese joven cultivador tenía ojos brillantes, un
rostro radiante y enérgico, su espalda recta y
erguida, era Yin Yu.
Sin embargo, tal vez fue porque esto era
cuando Yin Yu estaba en el apogeo de su
juventud, su aire era confiado y audaz y su
voluntad aún no se había atenuado por el
desgaste y el deterioro del tiempo, pareciendo ser
mucho más brillante que la débil impresión que
dejó en la mente de Xie Lian cuando se
conocieron y cualquiera lo llamaría un joven
impresionante. Eran prácticamente dos personas
diferentes.
Xie Lian comentó interiormente: —¡Él no era
tan aburrido en aquel entonces!
Hua Cheng se rió a carcajadas: —¿Quién no
fue joven una vez?
Solo en ese momento, Xie Lian se dio cuenta
de que accidentalmente había expresado lo que
pensaba en voz alta.
—¿El ojo derecho de San Lang también puede
ver estas cosas?
—No es mi ojo derecho el que puede verlo, es
otra cosa la que puede. Solo lo tomo prestado
para ver, eso es todo.
—Increíble. Increíble. —Xie Lian estaba
asombrado.
—Es fácil. —Hua Cheng dijo—. Si va a elegir
un subordinado, debe hacer una verificación de
1187
antecedentes exhaustiva. En esto todavía soy
bueno. Si en el futuro Gēge tiene una necesidad
y desea buscar los antecedentes de alguien,
venga a buscarme en cualquier momento.
Justo en ese momento, en la escena que
mostraba su ojo derecho, otro joven
discretamente guapo de la edad de Yin Yu dijo
con furia: —¡Ya debería saber que está
equivocado, tonterías! Míralo, ¿parece que sabe
que estaba equivocado? ¡Este mocoso no sabe
nada en absoluto! Nos ocupábamos de nuestros
propios asuntos haciendo nuestro entrenamiento
matutino y arruinó la sesión con sus rocas y barro
arrojados al azar, ¡tenemos que enseñarle una
lección!
Yin Yu lo detuvo.
—Olvídalo, Jian Yu. Él ya ha sido golpeado por
ti de esta manera, estoy seguro de que no se
atreverá a hacerlo la próxima vez. Todos han
desahogado su ira, ¿qué más hay para
disciplinar? Si lo disciplinan más, él va a morir.
Miren a este niño vestido así, no debe haber
nadie en casa y nadie que lo discipline.
Simplemente ignórenlo y vuelvan a estar
tranquilos.
Jian Yu escupió mientras se daba vuelta: —Te
digo que este mocoso está loco, ¡no es normal!
¡Míralo, tan feliz cuando la gente lo golpea! ¡Creo
que él quiere otra ronda!
1188
Yin Yu los apartó para que se fueran.
—¡Ah! Tú mismo dijiste que está loco,
entonces, ¿por qué molestarse tanto con él?
Era fácil ver que las palabras de Yin Yu tenían
peso entre los de su secta y mientras la multitud
todavía estaba molesta, igualmente se fueron.
Yin Yu miró al niño que estaba sentado en el
suelo y se agachó, pero antes de que abriera la
boca, este pequeño niño recogió un puñado de
barro y se lo arrojó a la cara, su expresión todavía
emocionada.
El barro golpeó a Yin Yu directamente en la
cara y se quedó sin habla por un momento. Se
limpió a sí mismo y le preguntó: —Niñito, ¿por
qué eres tan travieso? ¿Por qué golpeaste a los
cultivadores de nuestro templo?
Ese niñito se levantó de un salto y puso una
postura de ataque.
—¡Ven por mí!
—…
Yin Yu se puso de pie.
—Esta postura de ataque es de nuestra secta,
¿quién te enseñó?
Ese pequeño niño solo insistió: —¡Ven por mí!
Y saltó arriba hacia abajo donde estaba como
un pequeño tonto mono, e incluso agarró barro y
rocas del suelo para lanzarlos a su oponente,
increíblemente preciso en su puntería. Yin Yu era
mayor que él por unos pocos años y teniendo en
1189
cuenta su propia posición, no podía luchar contra
un niño, por lo que terminó corriendo mientras
esquivaba los ataques.
—Esta postura de lucha también vino de
nuestra secta, ¿subiste los muros y te asomaste
para aprender en secreto todos los días...? ¡Deja
de pegarme! ¡DIJE, DEJA DE PEGARME! ¡NI
SIQUIERA TE HE PEGADO! ¡¿REALMENTE TE
GUSTA PELEAR TANTO?!
Sin embargo, inesperadamente, cuando esas
palabras salieron, Quan Yi Zhen se detuvo
repentinamente y asintió, frotándose las manitas
sucias y embarradas.
—Me gusta.
En realidad lo dijo tan seriamente, que Xie Lian
y Yin Yu estaban aturdidos.
No había necesidad de decir quién era este
niño.
Xie Lian estaba asombrado.
—Qi Ying realmente es un fanático de los artes
marciales. Nació para ser un dios marcial.
Aunque en ese momento, todos los demás
pensaban que Quan Yi Zhen era un niño loco, Xie
Lian sintió que podía entenderlo.
Ya que primero debía haber fanatismo hacia
algo antes de que uno pudiera alcanzar un estado
de divinidad.
Cuando se trataba de este punto, aquellos que
podían entender este sentido de obsesión,
1190
significaba que tenían potencial, que tenían una
posibilidad; y para aquellos que no podían y solo
sabían cómo burlarse de esos locos idiotas, no
tenían ninguna esperanza en este camino desde
el principio.
Yin Yu parpadeó y luego se echó a reír. Pero
no se rió por mucho tiempo antes de que otra bola
de barro salpicara en su cara y rápidamente gritó:
—¡Hey! Dije que dejes de pegarme...
¡Escúchame! ¿Qué tal si… quieres entrar a
nuestra secta y aprender a pelear?
Al escuchar esto, los movimientos de Quan Yi
Zhen se detuvieron, una bola de barro en la
mano, pero Xie Lian no sabía si la había lanzado
porque poco después, justo en ese momento, en
el muro de piedra de afuera se escuchó un
resonante sonido.
¡CLUNK!
Yin Yu había clavado la pala del Señor de la
Tierra en la pared.
En realidad no rompió el cuello de Quan Yi
Zhen con su pala, pero ese afilado metal rozó la
cara de Quan Yi Zhen, extremadamente mortal.
Esa mariposa plateada oculta en el cabello de
Quan Yi Zhen era bastante estable y aunque no
se agitó por el golpe repentino, la imagen que Xie
Lian vio en su ojo derecho cambió por el impacto
y soltó un resoplido involuntariamente.
—¡NO!
1191
Sin embargo, Hua Cheng, parecía ya haber
esperado esto.
—Solo mire. Ciertamente tiene la intención,
pero su intención de matar no es tan fuerte
todavía.
Quan Yi Zhen solo tenía una cabeza expuesta
en el exterior.
—¿Quieres matarme?
Yin Yu no respondió.
Quan Yi Zhen parecía estar confundido.
—¿He hecho algo mal?
Xie Lian también preguntó: —¿Él hizo algo?
—Es difícil de decir. —Hua Cheng dijo—. Gēge
véalo por usted mismo.
Luego, la visión ante el ojo derecho de Xie Lian
mostró una sala de cultivo con largas paredes
blancas y azulejos negros. Yin Yu parecía unos
años mayor que antes y estaba sentado en
equilibrio, sobre un escritorio escribiendo
fervientemente. Junto a él había una gran
multitud de aprendices que gritaban sus quejas,
enojados y hambrientos de justicia.
—¡Yin Yu Shixiong, la forma en que come Quan
Yi Zhen es demasiado insoportable! Cada vez
que come, su arroz se salpica en todas partes y
come tres veces más que todos, como si fuera un
fantasma hambriento o algo así, acaparando el
tazón de arroz, ¡nadie puede comer bien!

1192
—Yin Yu Shixiong ya no puedo vivir con él,
quiero cambiar de habitación. Él siempre está tan
malhumorado en las mañanas, me preocupa
cada día que me patee y me rompa las costillas,
¡no puedo lidiar con él!
—Yin Yu Shixiong ya no quiero estar en su
grupo. Ese bastardo nunca coopera con los
demás ni es considerado con nadie, solo se
preocupa de lanzar los puños al azar y presumir,
¡preferiría estar en el mismo grupo que el Shidi
más débil que con él!
Yin Yu estaba abrumado por todas las quejas.
—Bien, bien, entonces, ¿qué tal esto?
Investigaré primero y después de investigar,
pensaré en cuál es el mejor curso de acción.
Vuelvan por hoy.
El que abofeteó la mesa y se quejó con más
fuerza fue, por supuesto, Jian Yu y obviamente
no estaba satisfecho con esta respuesta.
—Yin Yu, no debiste haber hecho que el
Maestro tomara a ese mocoso en primer lugar,
ahora problemas han cruzado la puerta. Mira,
¿cuánto tiempo ha estado con nosotros ahora?
¿Qué días no ha causado caos? ¡¿Qué días no
ha causado destrucción?!
La multitud estaba tratando forzarlo a tomar
una decisión, así que Yin Yu trató de
tranquilizarlos.

1193
—No es como si las cosas que hizo fueran tan
malas...
—¡¿NO TAN MALAS?! ÉL HA TERMINADO
CON NUESTRA PAZ Y TRANQUILIDAD, ¿ASÍ
CÓMO PODREMOS CULTIVAR EN PAZ?
—¡Sí, nunca ha habido tantos problemas en el
pasado!
Yin Yu solo pudo decir: —Yi Zhen no quiso
provocar nada malicioso, es demasiado ignorante
sobre cómo funciona el mundo y no sabe cómo
llevarse bien con los demás.
—La ignorancia sobre cómo funciona el mundo
no es un pase para el perdón, si él no sabe, ¿no
puede aprender? Ya que todos vivimos en este
mundo lleno de personas, entonces debes
aprender cómo llevarte bien con los demás. ¿Qué
edad tiene ahora, no siempre puede ser como un
niño, no? ¡Hay personas que son papás ahora a
su edad!
—Dejando de lado el favoritismo del Maestro,
este mocoso solo ha estado aquí por unos
cuántos años, ¿no? En el momento en que llegó
acaparó todos los beneficios; ¡se le dio la mejor
sala de entrenamiento, se le dio la mejor poción
producida en cada temporada, incluso puede
omitir las lecciones matutinas y de la noche,
exento de recitar los sutras, e incluso cuando el
maestro lo atrapa, solo lo reprenden levemente,
sin darle una lección en absoluto! ¡¿QUÉ ES TAN
1194
BUENO SOBRE ÉL?! ¡Ying Yu Shixiong! Tú eres
el discípulo mayor, si actuaras así, entonces
todos lo olvidaríamos, no tenemos nada que
decir. ¿Pero quién demonios es él? Sin
educación, sin modales, ¿y qué si tiene talento?
¡Ninguno de nosotros lo aceptará!
Esto tuvo la indirecta intención de hacer
distanciar a Quan Yi Zhen y la multitud estuvo de
acuerdo al unísono. Cuando Yin Yu escuchó, su
expresión instantáneamente se volvió tenue y
agarró su pincel. Xie Lian pensó que las cosas se
estaban poniendo desalentadoras.
Aquellos con paciencia ordinaria se caerían
fácilmente por este anzuelo y si se tratara de
alguien de mente estrecha, entonces, incluso sin
el anzuelo ya estaría saltando sobre sus pies, de
modo que cuando el cebo brillara, ¿no
explotaría?
Sin embargo, inesperadamente, después de
cierta reflexión Yin Yu dejó su pincel y reprendió
solemnemente: —Shidi, creo que lo que todos
están diciendo no está bien. —La multitud se
sorprendió. Yin Yu continuó—: Voy a decir algo
desagradable. No importa qué camino
cultivemos, el talento realmente es algo increíble.
Además, no solo tiene talento, sino que está
dispuesto a trabajar duro. Si realmente crees que
el maestro está jugando a los favoritos, entonces
trabajemos más duro para seguirle el paso,
1195
sobrepasarlo y los pasillos de entrenamiento, los
pasillos de pociones entonces naturalmente
abrirán sus puertas para todos. Si todos tienen
tiempo para enojarse, entonces, ¿por qué no usar
esa energía para cultivar y entrenar más, no
estoy en lo correcto?
Al escuchar su reprimenda, el entusiasmo de
todos cayó, pero aun así dijeron: —Shixiong está
siendo generoso al no discutir con él.
—Solo esta paciencia lo hizo sobresalir por diez
mil millas.
Sin embargo, Jian Yu advirtió: —Yin Yu, hablas
por él hoy, ¡pero ten cuidado de que él te arruine
en el futuro!
En cualquier caso, después de esta ronda de
quejas, ninguna de las partes se mostró
satisfecha. Después de que la multitud de
compañeros discípulos se fue Yin Yu cerró la
puerta y estaba cerca de cerrar las ventanas
cuando, de repente, descubrió que había alguien
encaramado y saltó sorprendido.
—¡¿Quién está ahí?! —Quan Yi Zhen tenía su
cabeza inclinada, posándose en el alféizar de la
ventana y una vez que Yin Yu vio que era él, le
preguntó—: ¿Cuándo viniste? —Tiró de él, pero
Quan Yi Zhen no se movió—. Yi Zhen, si vas a
pernoctar, busca un lugar diferente para posarte.
Voy a cerrar la ventana.

1196
Quan Yi Zhen de repente preguntó: —Shixiong,
¿soy molesto?

1197
1198
Capítulo 160
Este jade se resiste a ser un ladrillo
desechado (parte dos)

Y
in Yu soltó una risa seca y dijo:
—¿Escuchaste? —Quan Yi Zhen asintió y la
expresión de Yin Yu se complicó,
rasguñando el puente de su nariz con la
articulación de un dedo—: ... No... eres... tan
malo... supongo...
Cualquier persona normal se habría dado
cuenta de lo forzadas que eran las palabras, pero
Quan Yi Zhen parecía haberlas tomado en serio.
—Oh.
Yin Yu pudo notar que las tomó por verdad y
sonrió, antes de finalmente darle un poco de
aliento.
—No tienes que preocuparte por ellos. No
hiciste nada malo, de verdad. También es bueno
así.
Cualquier persona con ojos claros podía ver
que Shixiong y Shidis no podían soportar a Quan
Yi Zhen y encontraban fallas en todas partes, no
1199
porque su apetito fuera grande, no porque
estuviera de mal humor por las mañanas y no
porque no tuviera en cuenta a los demás en los
grupos y solo le importara presumir de sí mismo.
Al final del día, lo que realmente no pudieron
soportar fue la última parte: entró al último pero
recibió la mayor cantidad.
Quan Yi Zhen asintió.
—Yo también lo creo.
Yin Yu le dio una palmadita en el hombro.
—¡Ve a entrenar! Eso es lo más importante. No
pienses en nada innecesario.
Así Quan Yi Zhen saltó de la ventana. Mirando
hacia dónde se dirigía, en realidad fue a entrenar.
En cuanto a Yin Yu, cerró la ventana y también
recogió los libros en el escritorio y comenzó a
estudiar.
Después de ver los dos escenarios, Xie Lian
elogió: —San Lang, este subordinado tuyo
realmente es un personaje poco frecuente. Qué
gran personalidad. —Pero entonces recordó que
el Yin Yu que estaba afuera casi le arrancó la
cabeza a Quan Yi Zhen con la pala del Señor de
la Tierra y rápidamente preguntó—: ¿Está todo
bien ahí fuera?
Hua Cheng entonces le mostró el exterior. Yin
Yu se había calmado, sacó la pala del Señor de
la Tierra y parecía estar contemplando lo que
debería hacer con la cabeza de Quan Yi Zhen.
1200
Xie Lian se relajó un poco y dijo: —¿Supongo
que los problemas entre ellos comenzaron
después de la ascensión?
—Correcto —respondió Hua Cheng.
Entonces, un gran salón suntuoso apareció
ante el ojo de Xie Lian.
Yin Yu estaba sentado en el centro del gran
salón y Jian Yu y Quan Yi Zhen hacían guardia
detrás de él, uno a la izquierda y otro a la
derecha. Dentro de la sala, dioses tras dioses
entraban y venían; todos ellos eran Oficiales
Celestiales de la Corte Superior. Xie Lian vio
muchas caras conocidas, como el hombre Ling
Wen, el apático Pei Ming, Lang Qian Qiu con su
sonrisa perfecta... todos llevaban un atuendo
formal y asistentes oficiales subalternos que
sostenían grandes cajas de regalo rojas en sus
manos.
Obviamente, esta era la Corte Celestial, el
Palacio de Yin Yu. Este día era la ceremonia de
inauguración del Palacio de Yin Yu, el gran día
propicio en que se erigió su residencia divina.
Xie Lian estaba un poco sorprendido. No era
difícil para Hua Cheng ver las imágenes del Reino
Mortal. El Reino Mortal era su dominio y mientras
quisiera lanzar la red, cualquier peatón, espíritu
salvaje, pájaros y bestias podrían convertirse en
sus ojos. Sin embargo, el Reino Celestial era el

1201
límite del cielo, entonces, ¿cómo podría él verlo
también?
Parecía que Hua Cheng había adivinado lo que
estaba pensando y dijo: —Gēge mire la esquina
cerca de la entrada del pasillo.
Xie Lian lo escuchó y miró por encima. Los
perímetros de esta esquina eran en realidad
bastante grandes porque este gran salón no era
pequeño y al lado de la esquina de la entrada del
salón había al menos más de diez figuras
entrando y saliendo.
Hua Cheng agregó: —¿Adivina cuál es Agua
Negra?
Solo en ese momento, Xie Lian recordó que He
Xuan siempre había estado encubierto en la
Corte Superior y que era él quien había estado
vendiendo toda la información a Hua Cheng. Xie
Lian se enfocó y trató de adivinar y un momento
después, encontró uno que parecía coincidir.
—¿Ese de negro?
—Esta suposición es demasiado
conservadora, está mal. Adivine otra vez —dijo
Hua Cheng.
—¿Ese que no sonríe ni habla? —Xie Lian lo
intentó de nuevo.
—Otra vez mal —dijo Hua Cheng.
Adivinó a varias personas y todas estaban
equivocadas. En ese momento, alguien anunció:
—PRESENTANDO: SEÑOR DEL VIENTO-
1202
Xie Lian al instante miró a la entrada del gran
salón. Shi Qing Xuan estaba abanicándose con
su abanico del viento, paseando balanceándose
mientras cruzaba el umbral, con la cara llena de
brisa de la primavera. Tiró su caja de regalo a un
lado y levantó las manos en cortesía.
—Felicitaciones al Palacio de Yin Yu por su
gran inauguración. Llegué tarde, dame vino como
castigo, ¡jajajaja!
Yin Yu, sentado en su trono, sonrió:
—Tonterías, mi señor no llega tarde. ¡Señor del
Viento, por favor por aquí!
Hua Cheng finalmente reveló la respuesta.
—Es ese.
—¿El Señor del Viento es Agua Negra?
Ahora eso era demasiado increíble. Hua Cheng
se rió.
—Gēge entendió mal. No ese, el que está
detrás de él.
Xie Lian miró de cerca y vio que, de pie, al lado
de la entrada de la sala, detrás de Shi Qing Xuan,
había un Oficial Celestial de bajo rango
responsable de recibir los regalos de todos los
invitados, su apariencia no se distinguía, pero
fervientes sonrisas cubrían su rostro. Shi Qing
Xuan cruzó la sala con un aspecto muy
complacido y casualmente le arrojó una perla
pequeña como propina. Los ojos de ese Oficial
Celestial brillaron, atrapando a la perla con
1203
ambas manos y le agradeció profusamente,
pareciéndose completamente a un sirviente.
Xie Lian no pudo evitar comentar: —... ¿Ese es
Agua Negra? ¿Un Agua Negra con una sonrisa
tan brillante?
—Ese es él. —Hua Cheng dijo—. La sonrisa es
falsa, eso es todo. El hombre tiene al menos más
de cincuenta clones ubicados en todo el Reino
Celestial, cada uno con una identidad diferente
para poder monitorear a más de Ochenta
Oficiales Celestiales de la Corte Superior y más
de trescientos Oficiales Celestiales de la Corte
Intermedia. De lo contrario, solo con la identidad
del Señor de la Tierra estaría lejos de ser
conveniente.
—… —Xie Lian no pudo evitar sentirse
absolutamente impresionado por la actuación de
Agua Negra, su capacidad para plantar peones
con una energía inconcebiblemente
exuberante—. Entonces, ¿dónde están esos
cincuenta clones ahora?
—Jun Wu probablemente está sacando esas
uñas una por una en este momento —respondió
Hua Cheng.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios. Una repentina y aguda voz vino
repentinamente desde afuera.

1204
—¡YIN YU DIANXIA, SERÁ MEJOR QUE NOS
DE UNA BUENA EXPLICACIÓN HOY POR SU
SHIDI!
Las sonrisas en todos los Oficiales Celestiales
se cayeron instantáneamente y todos miraron al
sonido al mismo tiempo. Al parecer, había alguien
que pretendía irrumpir pero fue detenido, así que
gritó implacablemente: —¿NO VA A
DISCIPLINAR A SU SHIDI QUAN YI ZHEN QUE
GOLPEÓ A OFICIALES CELESTIALES DE
MAYOR RANGO?
La leve sonrisa de Yin Yu desapareció y él bajó
la voz, cuestionando a los dos detrás de él:
—¿Qué está pasando? Yi Zhen, ¿tuviste otra
pelea con alguien?
—Sí —respondió Quan Yi Zhen.
Jian Yu abultó sus ojos con rabia, apretando los
dientes.
—¡Otra vez, mocoso apestoso!
Cuando ocurrían incidentes como estos, Shi
Qing Xuan siempre era el primero en hablar y él
por supuesto habló después de meterse el fuchen
en el cuello de la espalda.
—¿Qué está pasando? Hoy es la Gran
Inauguración del Palacio, ¿por qué no puede esto
esperar?
Para causar estragos en el día propicio de
alguien, o eran ciegos e ignorantes o intentaban
pelear a propósito. La multitud que estaba fuera
1205
del palacio gritó: —BUENO, ASÍ QUE ES EL
GRAN DÍA DE INAUGURACIÓN DEL PALACIO
DE MI ALEGRE SEÑOR, NO LO SABÍAMOS.
PERO ÉL NO ESCOGIÓ LOS DÍAS CUANDO
VINO BUSCANDO PELEAS, ¿POR QUÉ
NECESITAMOS ELEGIR DÍAS CUANDO
ESTAMOS BUSCANDO VENGANZA? QUAN YI
ZHEN PERTENECE AL PALACIO DE YIN YU,
PERSONALMENTE NOMBRADO POR YIN YU
DIANXIA, ¿A QUIÉN MÁS PODEMOS APELAR
SI NO ES A ÉL?
Eso era: estaban aquí para pelear. Ling Wen
frunció el ceño ligeramente.
—¿Por qué debe suceder esto?
Yin Yu se puso de pie resignadamente.
—Entiendo. Sin embargo, no es un buen
momento ahora, ¿podemos hablar después?
La multitud que estaba afuera resopló:
—¡SOLO PODEMOS ESPERAR QUE EL
PALACIO DE YIN YU NO ENCUBRA ESTO!
La verdad de las cosas ni siquiera se había
aclarado y la acusación de encubrimiento ya se
había disparado, simplemente un acoso puro. Shi
Qing Xuan parecía estar listo para hablar
nuevamente cuando Quan Yi Zhen de repente
saltó desde detrás de Yin Yu.
—¿VAN A IRSE O NO?
Los alborotadores obviamente confiaban en
que no se atrevería a tomar represalias en esta
1206
ocasión y gritaron sin temor: —¿POR QUÉ, VAS
A PELEAR SI NO NOS VAMOS? TODOS LOS
COMPAÑEROS OFICIALES CELESTIALES
NOS ESTÁN OBSERVANDO...
Sin embargo, Quan Yi Zhen no era alguien que
se pudiera predecir con una lógica normal y sin
una palabra más, levantó los puños y salió
corriendo. ¡Terribles lamentos vinieron de fuera
del palacio y cada Oficial Celestial dentro del
salón se quedó atónito!
Fue solo después de un tiempo que Ling Wen
dijo: —Guardias, ¡vayan a detenerlo, van a morir!
Yin Yu también se quedó estupefacto y se
apresuró a decir: —¡Deténganse en este instante!
Pero esos alborotadores solo gritaron:
—¡¿PIENSA QUE SU PALACIO DE YIN YU ES
TODO ESO?! ¡BIEN, MUY BIEN! ¡SHIXION Y
SHIDI ESTÁN JUNTÁNDOSE PARA ACOSAR Y
MALTRATAR A LAS PERSONAS!
Esa noche, en la cámara lateral del Palacio de
Yin Yu, Yin Yu se paseaba de un lado a otro
mientras Jian Yu pisoteaba de furia.
—UNA PERFECTAMENTE BUENA GRAN
CEREMONIA DE INAUGURACIÓN ES
COMPLETAMENTE ARRUINADA POR ESE
MOCOSO APESTOSO!!
Xie Lian podía entender la ira de Jian Yu
completamente.

1207
Al propio Xie Lian no le importaba mucho algo
como la Gran Ceremonia de Inauguración de un
Palacio, pero muchos otros Oficiales Celestiales
lo consideraban importante. Era un ritual que
validaba la inclusión formal de un Oficial Celestial
en la Corte Celestial. El incidente de hoy, a falta
de un ejemplo adecuado, era como la de un
emperador del Reino Mortal cuya ceremonia de
entronización se arruinó, por lo que ¿quién no
estaría enojado?
Yin Yu suspiró.
—Déjalo así. Deben ser los otros los que lo
provocaron primero. Además, no causó
problemas hoy y fueron los otros quienes
eligieron el día de hoy deliberadamente para
venir a pelear, así que, ¿qué podemos hacer?
—Hay tanta gente en la Corte Superior, ¿por
qué no se atacan entre ellos y justo tienen que
provocarlo a él? —Preguntó Jian Yu.
—Sabes esto. —Yin Yu dijo—. Él no es de los
que es golpeado sin contratacar. No es que no se
ataquen entre ellos, es que todos los demás
saben cómo soportar las provocaciones y él no.
—Esta es la Corte Celestial —dijo Jian Yu—.
No es el Reino Mortal. ¿Es tan difícil bajar la
cabeza y mantener un perfil bajo? ¡Si nunca
provocara problemas y se mantuviera como un
alma honesta, entonces el incidente de hoy
nunca habría tenido la oportunidad de suceder!
1208
Ahora míranos. ¡Hemos sido desprestigiados!
¡Cuántos Oficiales Celestiales estaban mirando!
Una vez que sucede, ¿a quién le importa quién lo
comenzó? Solo dirían que el Palacio de Yin Yu
estaba siendo irrazonable y maltrataba a la gente
a plena luz del día, ¿quién va a debatir sobre
quién está bien o mal? ¿Crees que tiene
conciencia? ¡EL NO LA TIENE! En el momento
en que las cosas van mal, en el momento en que
golpeas un puño, ¡eres el irrazonable! ¡ÉL NO
ENTIENDE UNA MIERDA! ¡SOLO SABE CÓMO
CAUSAR PROBLEMAS PARA NOSOTROS!
Después de su explosión, Jian Yu abandonó la
cámara lateral, dejando a Yin Yu sentado donde
estaba, con el corazón lleno de preocupación.
Un momento después, miró hacia atrás y la
sombra de una figura estaba posada en el alféizar
de la ventana. Yin Yu se sorprendió una vez más
por la escena familiar: —¿Por qué estás aquí
nuevamente? ¿Cuándo viniste? ¿Qué es este
hábito?
Quan Yi Zhen no respondió sus preguntas,
pero en cambio dijo: —Ellos me criticaron
primero.
Yin Yu abrió la boca para hablar pero luego la
cerró. Luego se consoló: —Yi Zhen, no te tomes
en serio lo que Jian Yu dijo.
Quan Yi Zhen solo continuó diciendo lo que
tenía en mente.
1209
—Ellos me maldijeron primero. Ni siquiera los
conozco. Dijeron que yo era un Oficial Celestial
de bajo rango y me gritaron sin ninguna razón. Se
reían de mí, me decían que me largara y que no
les bloqueara el paso. Les dije que se disculparan
y no lo hicieron, así que les golpeé. Solo se
callaron cuando los golpeé, de lo contrario no los
hubiera golpeado.
Aunque las cosas eran considerablemente
pacíficas ahora, en tiempos anteriores, algunos
Oficiales Celestiales tanto de la Corte Superior
como de la Corte Intermedia efectivamente
abusaban de su rango y acosaban a los oficiales
de rango inferior con la menor cantidad de
experiencia. Era algo que sucedía a menudo.
Yin Yu suspiró.
—¿Están los Oficiales Celestiales de menor
rango por debajo de otras personas? —Preguntó
Quan Yi Zhen.
—No. —Respondió Yin Yu.
¿No lo estaban?
Era obvio que él mismo no creía en sus propias
palabras y Quan Yi Zhen también se dio cuenta.
Un buen rato después, dijo sin rodeos: —No me
gusta aquí. —Yin Yu no dijo nada. Quan Yi Zhen
continuó—: Piensan que soy molesto, pero creo
que ellos son aún más molestos. Antes tenía al
menos dieciséis horas en el día en los que podía
entrenar, pero ahora la mitad de ese tiempo está
1210
ocupado hablando y escuchando tonterías con la
gente, saludando y visitando. Hay personas que
me deshonran, me golpean, sin ninguna razón,
sin disculparse y ni siquiera puedo defenderme.
Esto no es el cielo. No me gusta aquí
Yin Yu suspiró: —Tampoco me gusta aquí.
—Entonces volvamos —dijo Quan Yi Zhen.
Sin embargo, Yin Yu solo negó con la cabeza.
—Aunque no me gusta aquí, todavía quiero
quedarme aquí.
Quan Yi Zhen no pudo entender.
—Si no te gusta aquí, ¿por qué quedarte?
Yin Yu no sabía qué decir, con una sonrisa
triste, incapaz de explicárselo. ¿Cómo explicarle
a Quan Yi Zhen que el Reino Celestial era el
objetivo final soñado de cuantas personas
buscaban el camino de la cultivación y cuán difícil
era para alguien de su edad alcanzar la
ascensión? Yin Yu intentó: —Esto... es porque, la
ascensión es muy difícil. Como no fue fácil y lo
hemos logrado, entonces quiero intentarlo y
hacerlo mejor.
Quan Yi Zhen, sin embargo, no pensó mucho
en eso.
—¡Qué tiene de genial la ascensión! ¿A quién
le importa si uno asciende?
Yin Yu lo encontró a la vez exasperante y un
poco divertido.

1211
—¿Qué quieres decir con qué es tan genial
sobre eso? ¿Por qué no lo intentas entonces?
Observando hasta este punto, Xie Lian
comentó: —La gente realmente no debería
bromear a la ligera.
—Ciertamente. —Hua Cheng dijo—. Medio año
después, cuando Quan Yi Zhen en realidad
ascienda ya no lo encontrará tan divertido.
—¿Podemos ver esa parte también?
—Preguntó Xie Lian.
—Podemos. Espere. —Respondió Hua Cheng.
La escena cambió y esta vez, seguía siendo la
Corte Celestial; sin embargo, la ocasión fue un
Banquete bajo la luna. Xie Lian observó por un
momento y se preguntó: —¿El Banquete de
Medio Otoño?
—Eso es correcto —dijo Hua Cheng.
—¿Dónde se esconde Agua Negra esta vez?
—Preguntó Xie Lian.
—Mira quién está comiendo —respondió Hua
Cheng.
En el banquete, todos los Oficiales Celestiales
estaban ocupados haciendo tintineo con las
copas, haciendo saludos y juegos, pero solo
había una persona cuya cara estaba metida en el
tazón gigante frente a él. Esta vez, He Xuan no
se estaba escondiendo, sino que estaba sentado
abiertamente en el rincón con el disfraz del Señor

1212
de la Tierra, sin embargo, todavía no había nadie
que lo notara.
Yin Yu y Jian Yu estaban sentados junto al
Señor de la Tierra, las ubicaciones consideradas
el borde del festín. Yin Yu no estaba comiendo y
no estaba hablando con nadie. Junto a él, Jian Yu
susurró: —¡Gracias a los cielos, ese loco mocoso
no ha venido!
Yin Yu lo escuchó y le susurró: —Ha ascendido
hace un tiempo, no sería bueno que los demás te
escucharan hablar de él de esa manera, así que
sé más consciente.
—La verdad es así, ¿me equivoco? —Jian Yu
dijo—. ¿Y qué pasa si él ha ascendido? Su
cerebro no se volverá más inteligente, no importa
cuántos cientos de cabezas más obtenga.
Mientras conversaban, un nuevo grupo de
Oficiales Celestiales llegó y estaba sentándose.
Eran en su mayoría caras nuevas y saludaban
con sencillez, un Oficial Celestial preguntó
informalmente: —¿Y este señor es?
Otro Oficial Celestial también contestó
informalmente: —Este señor es el dios marcial
que gobierna el oeste.
Al escuchar esto, el Oficial Celestial que hizo la
pregunta se entusiasmó al instante y se levantó
para brindar: —¡Oh! Oh, oh, oh ¡He oído mucho
sobre usted! ¡He admirado a mi señor durante
mucho tiempo!
1213
Yin Yu también se levantó rápidamente,
sonriendo.
—Por favor, no ha pasado mucho tiempo.
Ese Oficial Celestial respondió: —¡Oh, no sea
tan humilde, mi señor! ¡Realmente lo he admirado
por mucho tiempo! Hace mucho que escuché que
Qi Ying Dianxia del oeste es joven y capaz y
después de solo ascender por unos años ya está
profundamente arraigado en los corazones de los
devotos. ¡Incluso llegó a los diez mejores en la
Batalla de las Linternas de Medio Otoño! ¡Es
verdaderamente el héroe del oeste, su rango
inamovible, su futuro infinitamente brillante,
infinitamente brillante! Ver a mi señor hoy,
¿parece un poco mayor de lo que imaginaba?
¡Pero todavía bastante joven, digno de la
alabanza joven y capaz!
Al escuchar esto, la sonrisa en la cara de Yin
Yu se congeló y si este brindis debía ser aceptado
o no se convirtió en algo incómodo. La otra parte
continuó tratando fervientemente de construir una
relación, incluso dirigiéndose a él como si fueran
hermanos.
—¡Una palabra honesta, rara vez considero a
alguien digno, pero el hermano Quan se siente
como si fuera familia! Mi dominio también está en
el oeste, por lo que si mi hermano tiene alguna
necesidad en el futuro, siempre y cuando usted
piense bien de mí, ¡hágamelo saber! Todos
1214
deberíamos ayudarnos unos a otros, ¿eh?
Jajaja…
Se rió con ganas y los de al lado que conocían
a Yin Yu también se rieron con ganas. Xie Lian
casi pudo atravesar el tiempo y sentir esa
sofocante incomodidad que rebosaba en el aire.
La cara de Jian Yu se estaba volviendo azul por
la rabia, pero Yin Yu todavía estaba algo
compuesto. Mientras su mano temblaba por un
segundo, aún se calmó.
—Desafortunadamente…
Sin embargo, justo cuando iba a aclarar este
malentendido, alguien gritó: —¡Qi Ying está aquí!

1215
1216
Capítulo 161
Este jade se resiste a ser un ladrillo
desechado (parte tres)

E
n el otro extremo, se volvió bullicioso y
animado y el Oficial Celestial de ese lado se
sorprendió: —¿Eh? Usted... ¿No es Qi Ying
Dianxia?
Solo entonces los demás explicaron riéndose,
sus manos abrazando sus estómagos: —¡Te has
equivocado de persona, hermano! ¿Has
olvidado? Hay dos dioses marciales que
gobiernan el oeste, uno es Yin Yu y el otro es Qi
Ying. Son Shixiong y Shidi de la misma secta, el
que está frente a ti es Yin Yu Dianxia, jajaja...
Ese Oficial Celestial dijo rápidamente: —Oh,
oh, oh, me he equivocado de persona, qué
vergüenza, jajaja, soy demasiado ignorante sobre
el mundo y es solo que he oído más sobre Qi
Ying... —Se calló, pero Yin Yu ya había cerrado
los ojos como si estuviera demasiado cansado
para hablar y hubiera renunciado a socializar.

1217
Alguien notó que las cosas no iban bien y le dio
un codazo a ese Oficial Celestial, solo entonces
se dio cuenta de que lo que dijo era ofensivo. Él
se rió nervioso y rápidamente intentó
remediarlo—: Ejem, me despediré ahora, Yin Yu
Dian… Yin Yu, Ah, no, no, no, ¡Yin Yu Dianxia!
Hay que juntarnos de nuevo ocasionalmente, feliz
Medio Otoño, jajaja...
Aunque dijo que se iba a ir, levantó su copa y
aplaudió, dirigiéndose a la dirección de Quan Yi
Zhen. En el otro extremo ya había una gran
multitud de Oficiales Celestiales, todos luchando
para saludar a Quan Yi Zhen, el mar de gente era
denso y la persona en el centro no se podía ver.
Parecía que esto sucedió poco después de que
Quan Yi Zhen hubiera ascendido, pero él ya
había erigido su propio palacio y estaba en el
apogeo de su popularidad, a diferencia de cómo
era odiado más tarde. Aunque los dos eran
dioses marciales del oeste, su prominencia era
significativamente mayor que la de Yin Yu y toda
la gente se agolpaba, prácticamente dejando solo
a He Xuan, que todavía estaba sentado allí
bebiendo su sopa, la mesa vacía y tranquila. Era
incómodo, no importaba si se paraba o se
sentaba, así que un momento después Yin Yu de
repente dijo: —Volvamos.
Los dos dejaron sus asientos y nadie se dio
cuenta.
1218
Jian Yu se enfureció: —¡Personas superficiales
y convenidas! ¡Y son Oficiales Celestiales nada
menos! Cuando ese mocoso se unió por primera
vez a la Corte Superior, todos lo trataban mal,
quejándose con usted todo el día, todos los días.
Ahora míralos. Ese mocoso subió, tiene linternas,
¡y lo alababan desmesuradamente! Cambian de
actitud más rápido de lo que pasan una página,
¿qué rango inamovible? ¿Qué joven y capaz?
¡Sus devotos son todos locos como él! ¡Solo los
idiotas adorarían a alguien con daño cerebral!
En ese momento, Shi Qing Xuan se acercó con
una copa de vino y Yin Yu susurró: —¡No hables
más, salgamos de aquí!
Solo al ver a alguien venir, Jian Yu finalmente
cerró la boca.
Shi Qing Xuan estaba desconcertado.
—Yin Yu, ¿se irá? ¿No acaba de llegar Qi
Ying? Lo escuché decir la última vez que ustedes
dos no se han visto durante mucho tiempo e
incluso me preguntó qué había estado haciendo
usted. ¿Va a ir ponerse al día un poco con él?
Yin Yu forzó una sonrisa: —No, no me siento
muy bien, así que voy a regresar primero.
Shi Qing Xuan no pensó demasiado en eso y
cuando vio al Señor de la Tierra sentado detrás
de ellos, se rió alegremente.
—Entonces, vaya y descanse tranquilo, nos
reuniremos la próxima vez. ¡Ming-xiong! ¡Te dije
1219
que no te sentaras allí! Ven, ven, ven, ven a mi
mesa...
Esperaron hasta que Shi Qing Xuan se alejara
y dejara de preocuparse por ellos antes de que
Jian Yu bajara la voz y continuara quejándose.
—¡Ponerse al día mi culo! Ese mocoso no
tendrá mucho tiempo para sentirse orgulloso
antes que todos le quiten su apoyo y sufra una
derrota aplastante. ¡Espero con impaciencia ese
día!
Siguió gruñendo, agravando la frustración
silenciosa de Yin Yu.
—Solo déjalo y deja de estar tan resentido.
—Déjalo, déjalo, eso es todo lo que dices.
Déjalo. —Jian Yu se quejó—. ¿Cómo se puede
dejar esto? Cuando llegó aquí por primera vez, si
no fuera por ti siempre yendo a todas partes para
limpiar su culo y rogando perdón ya lo habrían
echado. Realmente ya no puedo ver esto, ¡me
siento frustrado por ti!
Los dos ya habían regresado rápidamente al
Palacio de Yin Yu. En comparación con el
excepcional vigor de la Gran Ceremonia de
Inauguración del Palacio, los salones ahora
estaban desolados y desiertos, con muy pocos
oficiales de rango inferior atendiéndolos.
Después de cerrar las puertas, la voz de Yin Yu
se hizo más fuerte.

1220
—¡No digas más! ¡No quiero escuchar! Es muy
normal que un Oficial Celestial ascendido erija un
palacio, no hizo nada fuera de lugar. Ya que te
irritas solo por hablar de él, ¿por qué lo
mencionas?
—No creas que estoy diciendo algo que no debí
haber dicho, pero alguien debe recordártelo. Yin
Yu, el dominio en el oeste no es tan grande y no
hay tantos devotos. Él ha robado a muchos; ¡Ese
lobo monstruoso fue totalmente arrancado por él!
Mira tu estado actual, tu dominio se está
reduciendo cada vez más, ¿cuánto te queda?
¿Cómo podrás mantener tu posición si esto sigue
así?
—¿Cómo esto se considera robar? —Yin Yu
dijo—. No es como si él sostuviera a alguien a
punta de cuchillo para que lo adorara, todos están
dispuestos. Además, ese lobo monstruoso...
—Suspiró y dijo francamente—: Realmente no
podría haberlo derrotado. Era inútil orarme a mí,
así que por supuesto fueron a él.
Jian Yu sostuvo su cabeza, su corazón dolía.
—Solo... tengo miedo de que, si esta lucha
continúa, no nos quede nada. Joder, incluso esos
oficiales de rango inferior son todos unos besa
culos, cada uno de ellos usando excusas vacías
para renunciar a otros Oficiales Celestiales, ¡qué
grupo de imbéciles buenos para nada!

1221
Yin Yu suspiró de nuevo, sentándose en el
cojín de oración.
—¿Qué lucha... por qué preocuparse por tal
cosa? Lo que debe irse, al final se irá tarde o
temprano y lo que debe permanecer, se quedará
naturalmente. No ascendí para luchar por el
poder con nadie, ni por dominios, ¿por qué no
puedes dejarlo pasar?
Como dicen: Una montaña no tiene espacio
para dos tigres, solo había que mirar el ejemplo
actual: Feng Xin y Mu Qing, quienes estaban
ubicados en el sur, habían estado luchando
amargamente durante años. Si no estuvieran en
el mismo territorio, las cosas podrían estar un
poco mejor, pero; los enemigos están destinados
a enfrentarse, donde uno es conocido y asciende,
ese es su dominio. Las personas de la pasada
vida mortal a menudo terminarían juntándose
después de la ascensión. En el Reino Celestial,
en el Reino Mortal, como dioses, como humanos,
la vida es así de complicada. No había ninguna
razón para que Quan Yi Zhen abandonara el
oeste y se mudara a un territorio diferente. Los
dos estaban en medio de su discusión cuando
alguien golpeó de repente las puertas con fuerza.
Jian Yu dijo: —¿QUIÉN ES?
—Soy yo —respondió la persona que estaba
fuera de la puerta.

1222
Jian Yu se volvió hacia Yin Yu enojado y dijo en
voz baja: —... ¿Por qué vino este apestoso
mocoso?
Yin Yu le hizo un gesto para que se fuera a la
parte de atrás y controló su expresión antes de
abrir las puertas. Efectivamente, de pie justo
afuera estaba Quan Yi Zhen. Parecía haber
vuelto a crecer más desde la última vez, ya casi
a la misma altura que cuando Xie Lian lo conoció
por primera vez y finalmente había dejado de
posarse en las ventanas.
Cuando Yin Yu habló, sonaba bastante
tranquilo: —Yi Zhen, eres tú. ¿No asistirás al
Banquete de Medio Otoño? ¿Por qué has
venido?
Quan Yi Zhen lo siguió hasta el gran salón y en
el momento en que habló fue algo directo: —Es
mi cumpleaños.
—…
Así que el Festival de Medio Otoño era el
cumpleaños de Quan Yi Zhen y él había venido
buscando su regalo de cumpleaños.
Xie Lian también había oído que Yin Yu, como
Shixiong, siempre le daría un regalo a Quan Yi
Zhen en sus cumpleaños. Probablemente, el que
este año no hubiera uno, se debió a la gran
incomodidad. Por las palabras de Shi Qing Xuan
en el pasado Banquete de Medio Otoño, Yin Yu
probablemente lo había estado evitando a
1223
propósito durante algún tiempo. Cuando alguien
comenzaba a evitar las reuniones y dejaba de dar
regalos, aquellos que eran un poco más
sensibles se habrían dado cuenta y nunca
habrían ido a pedir regalos. Sin embargo, aquí
estaba él, nunca pensó que algo estaba mal y
vino a tocar la puerta con total confianza. Xie Lian
nunca había visto nada más trágicamente
incómodo. Si no estuviera tocando la frente de
Hua Cheng con la suya en este momento, se
habría abofeteado para luego cubrirse los ojos y
así no tendría que mirar más.
Yin Yu soltó una risa seca.
—... Ah, cierto, hoy es tu cumpleaños. Pero, ha
estado muy ocupado aquí en el palacio
recientemente, así que...
Cuando Quan Yi Zhen escuchó, sus ojos se
abrieron.
—¿No hay nada?
Yin Yu parecía pensar que las cosas no
estaban bien, así que cuando las palabras
llegaron a sus labios hicieron un cambio de
sentido: —No, no lo olvidé. Está en la parte de
atrás, solo espera un momento.
Quan Yi Zhen se sentó en el lugar, apoyando
ambas manos en sus rodillas, asintiendo con
energía, luciendo muy esperanzado. Yin Yu huyó
a la cámara lateral y Jian Yu estaba sentado allí
sombríamente. Por supuesto Yin Yu no había
1224
preparado nada, así que en el momento en que
entró en la habitación hojeó todos los cajones y
tocadores, cofres y estantes, pero no pudo
encontrar nada apropiado para la ocasión, por lo
que llamó a Jian Yu.
—Ayúdame a encontrar algo, rápido, algo que
pueda usarse temporalmente como un regalo.
Jian Yu agarró un trapo de al lado y lo tiró al
suelo, pisándolo dos veces antes de decir con
odio: —Dale esto.
—¡Jian Yu! —Yin Yu reprendió.
—Incluso un regalo como este es más de lo que
se merece. —Escupió Jian Yu—. ¡No puedo creer
que sea lo suficientemente descarado como para
venir!
Yin Yu dijo tristemente: —No entiendes nada.
En los últimos años siempre le he regalado algo,
si no le doy nada este año, parecería demasiado
deliberado. Cualquier cosa servirá, siempre y
cuando la intención esté ahí. Qué tal esto.
Encuéntrame ese dorado brazalete de exorcismo
que obtuvimos la última vez. No es del todo
apropiado, pero al menos es algo.
Tuvo que insistir un par de veces antes de que
Jian Yu se fuera enojado. Yin Yu regresó al gran
salón y se sentó frente a Quan Yi Zhen.
—Solo espera un momento. Las cosas están
un poco desorganizadas en este momento, así
que envié a Jian Yu a buscar tu regalo. Por cierto,
1225
¿qué has estado haciendo últimamente? Las
cosas han ido bien, ¿supongo? Escuché que la
cantidad de devotos de tu palacio se ha
multiplicado por cinco en los últimos meses,
felicitaciones.
Quan Yi Zhen respondió: —No conozco a
ningún devoto, solo me preocupo por mí y ellos
llegaron a mis templos por alguna razón, raro.
Maté a un lobo monstruoso recientemente.
La sonrisa de Yin Yu se volvió más rígida. Lo
que él no pudo asumir, Quan Yi Zhen lo hizo sin
esfuerzo. Esto se parecía mucho a como cuando
simplemente no podías ganarte a una chica que
amabas y ella te ignoró por completo, pero
cuando se encontraba en los brazos de alguien
más llorando, esta otra persona no podía siquiera
molestarse en mirarla y. en cambio, se daba la
vuelta para decirte que solo era una chica
promedio, nada sorprendente. En verdad, qué
sensación tan amarga.
Quan Yi Zhen habló un poco y luego de repente
dijo: —Te vi antes en el Banquete de Medio
Otoño. Quería hablar contigo, pero te fuiste tan
rápido.
Cuando finalmente dejó de hablar de forma tan
entusiasmada sobre las recientes batallas de su
dominio Yin Yu finalmente exhaló de alivio.
—Oh, sucedió algo pequeño, así que me fui
temprano.
1226
Quan Yi Zhen asintió.
—Alguien me dijo que es porque te saludaron
tomándote por la persona equivocada. —Al
escuchar esto, la expresión de Yin Yu se congeló
al instante, pero Quan Yi Zhen no se dio cuenta,
sus labios se curvaron hacia arriba—. ¡Es
demasiado gracioso, tan estúpido!
Xie Lian no podía soportar mirar más y enterró
su rostro en el brazo de Hua Cheng.
—Esto... esto, esto, esto, es demasiado trágico
de ver.
Por supuesto, Xie Lian creyó de todo corazón
que Quan Yi Zhen pensó que era gracioso que
otros cometieran un error tonto y al mismo tiempo
no se dio cuenta de lo poco divertido que era esto
para Yin Yu, pero esto no cambió el hecho de que
si los otros dos iban a continuar esta
conversación incómoda, él moriría de asfixia.
Afortunadamente, antes de que se asfixiara, Jian
Yu finalmente llegó con una caja de regalo. Pasó
la caja de regalo a Yin Yu y se fue a la parte de
atrás de nuevo sin una palabra. Yin Yu también
parecía que acababa de recibir el perdón y le
pasó la caja directamente a Quan Yi Zhen. Él
parecía estar extático y saltó al recibir la caja. Sin
embargo, la sonrisa de Yin Yu ya estaba llena de
cansancio.
—¿Por qué no la abres después de volver?
Quan Yi Zhen asintió.
1227
—Está bien. Regresaré ahora. Voy a salir a
patrullar el próximo mes, si Shixiong está libre,
ven conmigo.
Yin Yu no podía escuchar más de lo que decía
y de improviso lo apaciguó con un: —Está bien.
Una vez que el niño fue enviado a casa, Jian
Yu salió maldiciendo, cerrando las puertas.
—¡¿QUIÉN SE CREE QUE ES?! ¿SU MAMÁ
LO DEJÓ CAER DE CABEZA CIENTOS DE
VECES CUANDO NACIÓ? SI NO, ENTONCES,
ESTÁ AQUÍ PARA BURLARSE DE TI. ¿QUE NO
CONOZCO A NINGÚN DEVOTO? ¿QUÉ
PATRULLA? ¿ESTÁ TRATANDO DE
PRESUMIR? ¡QUÉ CORAZÓN TAN
MALICIOSO!
Esta vez, cuando gritó Yin Yu no lo detuvo. En
silencio, se dirigió a las cámaras traseras y no
volvió a emerger. Xie Lian sintió instintivamente
que la caja de regalo que Quan Yi Zhen se había
llevado era problemática.
—¿Podría ser? ¿Está el Brocado Inmortal en
esa caja?
—Adivinó —dijo Hua Cheng.
—Entonces Jian Yu debería haber sido el
responsable por el crimen del incidente con el
Brocado Inmortal, así que, ¿por qué el castigo de
Yin Yu fue tan severo después? —Preguntó Xie
Lian.

1228
—Gēge, se enterará tres días después
—respondió Hua Cheng.
Dijo tres días y tres días pasaron. Los rayos del
sol brillaban sorprendentemente en el tranquilo
Palacio de Yin Yu y Yin Yu entró lentamente a las
cámaras laterales, pareciendo estar buscando
algo. Hojeó los cofres y hurgó en los cajones. Sin
embargo, inesperadamente, mientras rebuscaba,
de repente un brazalete dorado que estaba
cubierto de hechizos encantados cayó desde el
escritorio. Al principio no le importó y lo puso a un
lado, pero luego, un momento después, de
repente lo levantó y gritó: —¿Jian Yu?
Jian Yu entró en la habitación.
—¿Qué sucede?
Yin Yu levantó el brazalete y preguntó,
desconcertado: —¿Por qué está el Brazalete
Dorado de Exorcismo aquí? ¿No se lo regalaste
a él? ¿No te dije que envolvieras esto en una caja
de regalo?
Jian Yu resopló: —¿Regalarlo? ¡Él ni siquiera
merece una gota de tu saliva!
Yin Yu estaba exasperado: —¿Realmente no le
regalaste un trapo para limpiar pies, no? ¿Por
qué debes ofender así a la gente?
Sin embargo, Jian Yu solo sonrió crípticamente.
— No. Le di algo mejor.
La cara de Yin Yu cambió instantáneamente y
ya no pensó las cosas ligeramente.
1229
—¿Qué? Me preguntaba por qué no podía
encontrarlo en ninguna parte. ¡Esa túnica puede
manipular las mentes, puede chupar la sangre!
Luego se giró para darse prisa, pero Jian Yu lo
agarró.
—¡Por qué tan ansioso! Esa túnica puede
manipular las mentes, eso es cierto, pero tú eres
quien se la dio, así que nadie más puede
controlarlo. En cuanto a la succión de sangre,
quizás sea efectivo para los mortales, pero dudo
que le haga algo a los Oficiales Celestiales. ¡Mira,
han pasado tres días y no le ha sucedido nada!
—Yin Yu lo pensó un poco y caminó de un lado a
otro en las cámaras laterales. Jian Yu continuó su
discurso—: Además, ¿no es ese mocoso capaz?
Joven y capaz, veamos cuán capaz es.
Al final Yin Yu aún juntó las manos.
—¡No puede ser así! No sabemos cuán
peligrosa es esa cosa, si algo sucede, ¡es nuestro
fin! ¿Cómo puedes tomar las cosas tan a la
ligera? ¡Ahh!
Luego, sin prestar atención a Jian Yu
llamándolo, salió corriendo, tropezando con
muchos Oficiales Celestiales en el camino,
corriendo hacia el Palacio de Qi Ying. La persona
en cuestión no estaba allí, así que detuvo a la
gente por todas partes y preguntó ansiosamente:
—¿Dónde está Qi Ying? ¡Tengo algo urgente,
necesito encontrarlo!
1230
—¿Qi Ying? —Los otros dijeron—. ¡Qi Ying
Dianxia está en una reunión en el Gran Salón
Marcial! Todos los dioses marciales de mayor
rango de la Corte Superior están allí hoy...
Yin Yu no terminó de escuchar antes de salir
corriendo. Solo cuando llegó al Gran Salón
Marcial se dio cuenta de que no podía entrar. En
primer lugar, esta reunión solo convocó a los
dioses marciales de mayor rango de la Corte
Superior y él no fue convocado; en segundo
lugar, incluso si entrara, no podría hablar sobre el
asunto delante de todos, por lo que solo podía
esperar fuera del salón. A través de las ventanas,
Xie Lian echó un vistazo y, efectivamente, había
una serie de caras conocidas, como Feng Xin, Mu
Qing, Pei Ming, que estaban en el salón, todos
escuchando atentamente. Lo que Yin Yu vio, sin
embargo, fue que Quan Yi Zhen se puso una
impresionante y brillante armadura.
Él parecía perfectamente normal, más bien, fue
Ling Wen quien estaba de pie junto a Jun Wu en
el trono quien se distrajo, cometiendo errores
frecuentes, tanto que Jun Wu tuvo que hablar:
—¿Ling Wen? ¿Ling Wen?
La llamó un poco antes de que Ling Wen
volviera a sí bruscamente.
—¿Qué? ¿Qué sucede?
Jun Wu se rió entre dientes.

1231
—¿Qué te pasa hoy? Sigues mirando a Qi
Ying. ¿Acaso piensas como yo y crees que su
nueva armadura es bastante bella?
Los pocos dioses marciales en la sala también
se echaron a reír y Ling Wen murmuró una
disculpa, limpiándose el sudor frío en su frente sin
que se notara. Sin embargo, la mano que
sujetaba el pincel todavía temblaba.
Si Xie Lian estuviera presente en ese momento,
probablemente solo habría sonreído. Sin
embargo, ahora estaba perfectamente
consciente de que Ling Wen se debió haber
sentido afligida y perturbada al ver a Quan Yi
Zhen vistiendo y exhibiendo esa túnica
ensangrentada que ella misma creó hace cientos
de años.
Yin Yu paseaba por el pasillo, a veces
agazapado, a veces de pie, agitado y nervioso. Al
final, la reunión terminó y Quan Yi Zhen fue el
primero en salir. Cuando vio a Yin Yu afuera,
saludó: —Shixiong, ¿por qué estás aquí?
Yin Yu se puso de pie al instante y dijo
incoherentemente unas pocas palabras antes de
llegar inmediatamente al punto: —Tu armadura…
—¡Es genial! —Quan Yi Zhen respondió—. El
emperador y Ling Wen la felicitaron antes.
Gracias, Shixiong.
—…

1232
Yin Yu habló con una calma forzada:
—Ciertamente es buena, pero la persona que
forjó la armadura dijo que hay un pequeño
problema y quiere que lo traigas para algunos
ajustes.
Si ordenaba que Quan Yi Zhen se quitara esta
armadura directamente, correría el riesgo de que
Quan Yi Zhen se sintiera manipulado después y
no sería bueno que el problema se descubriera,
así que Yin Yu no pudo no pudo permitirse que él
notara algo mal, por lo que solo pudo hacer la
solicitud de tal manera indirecta. Sin embargo,
Quan Yi Zhen se quedó perplejo: —¿Qué
problema? No creo que haya ningún problema.
—Después de todo, también era incómodo pedir
que un regalo ya entregado fuera devuelto y Yin
Yu pensó muchísimo en qué decir cuando Quan
Yi Zhen volvió a hablar—: Por cierto, Shixiong, el
próximo mes podemos ir a patrullar juntos.
Yin Yu al instante miró hacia arriba, un poco
estupefacto.
—¿Qué?
—¿No creo que mi nombre esté en la lista para
patrullar? —Casi se había olvidado de todo el
asunto con el Brocado Inmortal.
Quan Yi Zhen se veía bastante feliz y
emocionado.
—Sí está. Te mencioné antes y el emperador
dijo que podía considerarlo.
1233
—…
En ese instante de un segundo, Xie Lian casi
pudo ver oleadas de sangre caliente corriendo
hacia la cabeza de Yin Yu.
Los años de resentimiento y agravios
acumulados finalmente explotaron en este mismo
momento. Yin Yu gritó: —¿QUÉ SUCEDE
CONTIGO?
Esta fue la primera vez que Quan Yi Zhen vio a
Yin Yu tan enojado y parpadeó, la confusión llenó
su rostro. Unos pocos Oficiales Celestiales que
pasaban también se escabulleron. Yin Yu agarró
su cabeza.
—¿DIJE QUE QUERÍA IR? ¿QUÉ TIENE QUE
VER CONMIGO LA PATRULLA DE LOS
DIOSES MARCIALES? NO TE LO ROGUÉ, ASÍ
QUE ¿QUIÉN ERES PARA MENCIONARME AL
EMPERADOR?
Las personas ajenas podrían no saber por qué
Yin Yu estaba perdiendo la calma de esta
manera, pero Xie Lian podía entender
perfectamente. Después de todo, para un dios
marcial extremadamente orgulloso, esto era una
gran humillación.
La Patrulla de los Dioses Marciales era una
ceremonia en la que solo podían participar los
dioses marciales de más alto rango de la Corte
Superior. Durante la procesión de esta patrulla,
los dioses marciales elegidos podían demostrar
1234
su poder, someter y dispersar a monstruos y
demonios. Esto no solo ayudaba a difundir su
nombre y aumentar el número de fieles, sino que
también era la oportunidad de entrenar con otros
dioses marciales participantes, mejorar sus
habilidades y desarrollar sus relaciones. En
cualquier caso, esto era un gran asunto y
ciertamente había una gran exigencia de
prominentes fundamentos y altas habilidades
hacia los dioses marciales asistentes; por
ejemplo, tener al menos cuatro mil templos o
clasificarse entre los diez primeros.
Con las calificaciones de Yin Yu, seguro que no
sería elegible para participar en la Patrulla de los
Dioses Marciales. Incluso si pudiera ir y pudiera
obtener beneficios reales, aquellos que estaban
conscientes de su estado seguramente
hablarían. A aquellos que no se ofendieran
fácilmente no les importaría, innumerables
pequeños Oficiales Celestiales pelearían por
colarse, pero Yin Yu era claramente alguien que
era sensible a las críticas y sabiendo en el fondo
que no tenía las calificaciones, ¿cómo podría
depender de las conexiones de alguien más para
forzar su entrada? Además, ¡esta otra persona
era Quan Yi Zhen, que una vez dependió de él
para escapar de la expulsión de los cielos!
Quan Yi Zhen no lo entendió en absoluto.
Probablemente pensó que era una buena acción
1235
así que la mencionó y no creía que hubiera
necesidad de preocuparse por nada más. Sin
embargo, por primera vez, como Yin Yu parecía
realmente furioso, Quan Yi Zhen parecía querer
decir algo, pero se detuvo y parecía que no se
atrevía a hablar. Un momento después, él
murmuró: —Shixiong, ¿por qué estás molesto?
¿Hice algo mal?
—…
¡Esas palabras de nuevo!
Xie Lian prácticamente quería rogarle que
dejara de hablar. En cuanto a Yin Yu, venas
aparecieron en su frente, tambaleando en el
borde de un colapso y tiró de su propio cabello.
—¡SUFICIENTE! ¡HE TENIDO SUFICIENTE!
¡ME ESTOY VOLVIENDO LOCO! ¡ME VOY A
VOLVER JODIDAMENTE LOCO POR TU
CULPA! —Luego señaló hacia el Gran Salón
Marcial—. ¡QUAN YI ZHEN, NO ME HABLES
NUNCA MÁS! ¡VE A RETIRAR TU
RECOMENDACIÓN! ¡DEJA DE AGREGARME
PROBLEMAS! ¡AHORA! ¡EN ESTE MOMENTO!
Después de que gritó, sin otra palabra, Quan Yi
Zhen giró instantáneamente y se dirigió de nuevo
al Gran Salón Marcial. Yin Yu parpadeó y solo
entonces recordó que Quan Yi Zhen todavía
llevaba puesto ese Brocado Inmortal y sus
acciones no se debían a que él mismo sabía que
hizo mal y quería rectificar las cosas, sino que
1236
eran porque estaba siendo controlado por ese
Brocado Inmortal.
Dentro del Gran Salón Marcial, los pocos
dioses marciales que aún no se han ido estaban
observando confundidos cuando Quan Yi Zhen
volvió a entrar.
Yin Yu estaba fuera del salón, ligeramente
temblando y gritó de nuevo: —¡ALTO!
Quan Yi Zhen casi llegó a Jun Wu cuando frenó
bruscamente y, de hecho, se detuvo. Fue solo un
largo momento más tarde antes de que se
desconcertara.
—¿Qué me sucede?
Jun Wu también frunció el ceño.
—Qi Ying, ¡no te muevas! Ven y déjame echar
un vistazo. Justo ahora vi que tus ojos no estaban
enfocados, rodeados por el aura del mal, parecía
que te habían lanzado un hechizo maligno.
Quan Yi Zhen se rascó la cabeza, sintiéndose
confundido.
—Está bien. —Y se movió para ir adelante.
Sin ninguna opción Yin Yu solo podía ordenar:
—¡VUELVE! ¡VETE!
En el momento en que dio la orden, Quan Yi
Zhen instantáneamente se dio la vuelta y salió
corriendo del salón con locura, justo en dirección
a Yin Yu. Tal vez fue porque la rabia llenó su
mente o tal vez se estaba volviendo loco por la
angustia que Yin Yu también comenzó a correr
1237
en confusión, sus pasos estaban en desorden,
pareciéndose mucho a un criminal huyendo. Jun
Wu no podía fingir que no lo había visto y se puso
de pie.
—¡ATRÁPENLOS!
Todos los dioses marciales respondieron:
—¡SÍ, MI SEÑOR!
Yin Yu se estaba hundiendo más en la
desesperación, su mente en completo desorden
y gritó mientras cubría su rostro: —¡VETE! ¡VETE
AHORA MISMO! ¡QUÍTATE LA ROPA!
Los ojos de Quan Yi Zhen estaban en blanco,
corriendo rápidamente mientras se quitaba su
armadura. Sin embargo, inesperadamente, una
serie de dioses marciales los rodearon a medio
camino, buscando arrestarlo de frente. Al ver que
había personas que le impedían obedecer su
orden, la violencia se reflejó en los ojos de Quan
Yi Zhen y sus puños surgieron, ¡tomando a diez
de los dioses marciales a la vista como objetivos
y perforando una cadena de agujeros!
—¡AAAAHHHHH! ¡ASESINATO! ¡ASESINATO
EN LA CORTE SUPERIOR!
Una serie de gritos y sangre llenaron el aire y
Yin Yu ya estaba petrificado, con el rostro blanco
como una sábana. Probablemente era solo Ling
Wen quien poseía una cara más pálida que él.
¡Nunca había imaginado que este Brocado
Inmortal fuera tan poderoso, tan increíblemente
1238
malvado! ¡Las cosas estaban completamente
fuera de control!

1239
Capítulo 162
Este jade se resiste a ser un ladrillo
desechado (parte cuatro)

L
os oficiales de menor rango que
avanzaron para detenerlo no pudieron
bloquear los puños de Quan Yi Zhen en
absoluto y todos perecieron en el acto. Al ver que
la situación se agravaba, Feng Xin, Pei Su, Lang
Qian Qiu, todos ellos saltaron para rodear a Quan
Yi Zhen, listos para atacar.
Yin Yu gritó: —¡IGNÓRENLO! ¡NO LO
TOQUEN! ¡ÉL YA NO MATARÁ MÁS!
Mientras no impidieran que Quan Yi Zhen
completara su orden, él no causaría daño. Sin
embargo, Quan Yi Zhen ya había matado a más
de diez oficiales celestiales marciales, entonces
¿quién lo dejaría libre? Por supuesto, nadie
creería en las palabras de Yin Yu. Si se tratara de
alguien con reacciones rápidas y pudiera
permanecer calmado en medio del caos,
hubieran gritado instantáneamente: Túmbate al
suelo, ríndete y no te muevas, o una orden en ese
1240
sentido, pero las cosas sucedieron demasiado
rápido. No había tiempo para reaccionar. Yin Yu
nunca había experimentado ningún incidente de
este tipo, además de que ya estaba en apuros, su
capacidad para tomar decisiones estaba
totalmente fuera de lugar, cometiendo errores
uno tras otro; un paso equivocado y el resto de
los pasos se desordenaron.
Justo cuando Yin Yu estaba corriendo
frenéticamente, Mu Qing de repente apareció
detrás de él.
—¿Tratando de escapar?
Solo entonces Yin Yu se dio cuenta de que él
también estaba huyendo sin rumbo e
instantáneamente frenó, tratando de explicarse a
sí mismo: —No estaba… —Pero Mu Qing no
esperó a que él hablara antes de torcer su brazo
detrás de su espalda y Xie Lian escuchó un
CRACK crujiente, la cara de Yin Yu
retorciéndose.
Como un dios marcial, ser sometido por otro
dios marcial cuya capacidad y fuerza eran
mayores era un doble golpe para el cuerpo y la
mente. En cuanto a Pei Ming, que solo estaba
viendo la pelea al costado sin participar, comentó
desde la distancia: —¿Cómo es que su fuerza
explotó de repente?
Se refería a Quan Yi Zhen, por supuesto. Quan
Yi Zhen ya era bastante capaz en combate, pero
1241
con el Brocado Inmortal en él, el nivel se duplicó.
Cuando otros dioses marciales se enfrentaron a
él uno a uno, en realidad eran dos contra uno y
no era justo, pero como nadie conocía el secreto
en su interior, estaban demasiado avergonzados
para atacarlo de forma conjunta, porque ¿no
sería patético hacerlo de dos? Mientras luchaban,
Quan Yi Zhen corrió por la calle principal del
Reino Celestial mientras estaba cubierto de pies
a cabeza con sangre y cuando de repente vio un
palacio en el camino, se lanzó hacia allí
directamente. La multitud gritó: —¡HA ENTRADO
AL PALACIO DE YIN YU!
La orden que Yin Yu le dio fue que se fuera,
pero no dijo dónde, por lo que Quan Yi Zhen eligió
al azar. Varios dioses marciales también lo
siguieron. Ya que todos los demás estaban con
la mente clara, se contuvieron mientras luchaban
contra Quan Yi Zhen, pero a él no le importaba
nadie y luchó con toda la fuerza que tenía contra
cualquiera que obstruyera sus órdenes. Así, esto
enfureció a los otros dioses marciales.
Feng Xin gritó: —¡ESTE MOCOSO APESTA A
MALDAD, VAMOS A DERROTARLO PRIMERO
Y HABLAR MÁS TARDE!
Todos tenían esa misma intención y en el
momento en que Feng Xin gritó, nadie se
mantuvo reservado por más tiempo y todos se
apresuraron a rodearlo para darle una paliza. Las
1242
espadas se balancearon, sus manos generaron
explosiones, los puños volaron, las piernas
patearon; ¡La mitad de ese ya deteriorado Palacio
de Yin Yu se derrumbó instantáneamente!
Cuando Yin Yu, quien todavía estaba siendo
restringido por Mu Qing, vio con sus propios ojos
a su palacio destruirse por la pelea, sus ojos se
hincharon y gritó: —¡POR FAVOR DEJEN DE
PELEAR!
Como si eso detuviera a los dioses marciales,
pero Quan Yi Zhen escuchó su orden y
repentinamente detuvo sus puños. Ahora sí lo
había hecho. Todas las espadas, explosiones,
puños y patadas cayeron pesadamente sobre
Quan Yi Zhen; ¡Otra tragedia!
Lang Qian Qiu no tuvo tiempo de retener su
espada larga y la hundió profundamente en el
hombro de Quan Yi Zhen. Gracias a los cielos, su
espada estaba desafilada e instantáneamente
detuvo su ataque para que Quan Yi Zhen no fuera
cortado en dos.
Lang Qian Qiu gritó: —¡DEJEN DE LUCHAR,
PARECE QUE NO PUEDE MOVERSE MÁS!
Feng Xin limpió la sangre de su cara.
—¡Carajo, por fin!
Quan Yi Zhen yacía en el suelo rígido como si
estuviera atado con cuerdas. En el lateral, Mu
Qing ató las muñecas de Yin Yu con la Cuerda
Inmortal antes de soltarlo. Yin Yu cayó al suelo
1243
aturdido y miró estupefacto el desorden que era
su Palacio de Yin Yu. Escaneando alrededor, sus
ojos regresaron a Quan Yi Zhen, quien cayó al
suelo delante de él. Quan Yi Zhen parecía tener
realmente una fuerza vital fuerte; incluso después
de que varios dioses marciales lo golpearan
hasta convertirse en una masa sangrienta, su
cuerpo prácticamente contorsionado, no se
quedó acostado por mucho tiempo antes de que
repente se sentara de nuevo derecho,
confundido.
—¿Qué está pasando?
—…
Los dioses marciales se iban a volver locos de
rabia y todos gritaron al mismo tiempo: —¡ESTÁS
EN UN GRAN PROBLEMA AHORA!
Ling Wen había estado siguiendo y observando
de cerca y finalmente exhaló, con el rostro pálido,
pero de alguna manera se las arregló para
coordinar la ayuda mientras levantaba dos dedos
presionados contra su sien y gritaba en la red de
comunicación espiritual: —OFICIALES
MÉDICOS, AYUDA DE EMERGENCIA,
¡AHORA!
Quan Yi Zhen todavía estaba muy confundido.
Miró hacia atrás y vio a Yin Yu sentado en el
suelo, por lo que se arrastró para ponerse de pie,
pareciendo querer ayudarlo a levantarse. Al ver
esa cara completamente inconsciente con el
1244
fondo de su palacio divino destrozado Yin Yu
todavía estaba en silencio, pero su cara se
estaba contorsionando lentamente.
Quan Yi Zhen no sabía qué había ocurrido en
absoluto y preguntó: —Shixiong, ¿qué estás
haciendo?
—…
Era como si Yin Yu de repente perdiera toda
cordura. Resopló con una risa abrupta y luego
gritó con los ojos rojos: —¡MUÉRETE!
Al escuchar ese grito, Xie Lian, junto con los
numerosos Oficiales Celestiales presentes,
ensancharon los ojos al instante. Después de
recibir la orden, Quan Yi Zhen actuó de inmediato
sin pensar, cogió una espada del suelo y, con la
espada en una mano y moviendo su propio
cabello con la otra, apuntó a su propia garganta.
En el momento en que se movió, la primera
reacción de los dioses marciales fue que iba a
atacar furtivamente, por lo que saltaron hacia
atrás a varios pies de distancia. Sin embargo,
nunca esperaron que él realmente se cortara la
garganta y para entonces ya era demasiado tarde
para que pudieran arrebatarle la espada y todos
le gritaron. Yin Yu también estaba asombrado,
pero todavía no había recobrado la conciencia y
se volteó. ¡La sangre estaba a punto de salpicar
cuando la figura de Jun Wu apareció
repentinamente detrás de Quan Yi Zhen!
1245
¡CRACK, CRACK, CRACK, CRACK!
En un instante, las cuatro extremidades de
Quan Yi Zhen fueron extirpadas.
Luego, Jun Wu golpeó con precisión el cuello
de Quan Yi Zhen y Quan Yi Zhen perdió la
conciencia por completo, cayendo al suelo como
un bulto, su cuerpo ya no se parecía al de un
humano, su sangre formaba un charco a su
alrededor. Finalmente, todos, incluyendo a Xie
Lian, suspiraron aliviados. Todos, menos Jun Wu.
Se dio la vuelta, su expresión no mostraba ni
rabia ni alegría, sino una expresión sumamente
sombría y se volvió hacia Yin Yu.
—Con las cosas resultando así, confío en que
tengas una explicación.
Yin Yu tenía la cabeza enterrada
profundamente en sus manos y solo cuando lo
escuchó, inconscientemente, miró hacia arriba.
—No sé nada. No estoy involucrado No soy yo.
Es…
Sin embargo, se calló cuando de repente volvió
a recobrar la consciencia, pareciendo que de
repente se dio cuenta exactamente de lo que
había salido de su boca.
¡Bajo la mirada tantos ojos, le dijo a Quan Yi
Zhen que se muriera y Quan Yi Zhen le hizo caso!
Era imposible que alguien no hubiera obtenido
una pista.

1246
Mu Qing dijo: —Mi señor, la reacción que acaba
de tener Qi Ying se debe a un malvado hechizo
lanzado sobre él. Debe haber algo en él que lo
haga seguir las órdenes de Yin Yu. Pero qué es,
no lo sabemos.
Naturalmente, Ling Wen, que estaba de pie,
sabía exactamente qué era ese algo, pero ella no
se atrevió a decir una palabra. Solo coordinar la
ayuda en la escena era todo lo que podía hacer.
Lang Qian Qiu dijo con incredulidad: —¿Hay
algo así en este mundo?
En ese momento, alguien hizo a un lado a la
multitud para apresurarse, era Jian Yu. Era obvio
que había estado persiguiendo y buscando a Yin
Yu antes de regresar y aún no sabía qué había
pasado.
—¿Qué están haciendo todos ustedes? Qué...
¿Qué le ha pasado a nuestro Palacio de Yin Yu?
¿CÓMO SE CONVIRTIÓ EN ESTO? ¿QUIÉN LO
DESTRUYÓ?
Jun Wu se acercó a Yin Yu, lentamente.
—Hizo caso a tus órdenes. ¿Cómo lo
controlas?
Su voz no era áspera, pero había un aire
opresivo de poder, extremadamente sofocante y
el ser mirado desde arriba agregaba otra capa de
miedo en el corazón. No era como si Xie Lian
nunca hubiera cometido grandes errores, pero
nunca antes había visto a Jun Wu de esta
1247
manera. Al parecer, a él Jun Wu realmente lo
había dejado ir fácilmente.
La mente de Yin Yu ya estaba desordenada y
por lo que Xie Lian podía ver, su mente tampoco
era muy fuerte, su capacidad para reaccionar en
situaciones era débil y en un momento como
este, no podía pronunciar ni una sola palabra.
Al ver que no estaba respondiendo, Jun Wu
dijo: —De todas formas. Incluso si no hablas ya
lo sé. Es esa armadura.
Él estaba acabado. Terminado. Todo estaba
condenado.
Yin Yu se agachó en el suelo, volviendo a
abrazar su cabeza cuando empezaron a oírse
olas de conversación a su alrededor:
—Asombroso... ¡Nunca he presenciado nada
más inconcebible en los cielos!
—Un Oficial Celestial que manipula a otro
Oficial Celestial para que este se mate sin
reservas. ¡¿Ha asesinado a más de diez oficiales
y luego él le dijo que se muera?!
—Qué corazón tan vil…
Entre la multitud, cuando Jian Yu descubrió que
había ocurrido un incidente tan importante, su
rostro también palideció. Aun así, apretó los
dientes y salió, arrodillado en el suelo.
—¡MI SEÑOR! ¡ESTA ARMADURA FUE, FUE,
FUI YO QUIEN SE LA DIO A QUAN YI ZHEN, NO
TENÍA NADA QUE VER CON YIN YU!
1248
Solo entonces Yin Yu pareció reaccionar y él
gruñó: —Jian Yu…
Jian Yu se preparó y gritó en voz alta: —YO
SOLO QUERÍA ENSEÑARLE A ESE MOCOSO
UNA LECCIÓN, PERO NO HABÍA PENSADO...
QUE PODRÍA CAUSAR TAL GRAN
INCIDENTE...
Al costado, Quan Yi Zhen todavía estaba
inconsciente yaciendo en un charco de su propia
sangre y los Señores de Medicina y Oficiales
Celestiales se habían apresurado a la escena,
rodeándolo.
Jian Yu dijo: —Siempre he odiado a ese
mocoso, pero Yin Yu siempre lo ha tratado con
cortesía, muchos aquí pueden ser testigos de
esto. ¡Él no sabía nada sobre la armadura!
Sin embargo, en este punto ya era demasiado
tarde. Ya no había nadie que creyera que Yin Yu
no estaba involucrado en absoluto.
Al instante, alguien dijo: —Solo eres un oficial
de bajo rango en el Palacio de Yin Yu, pero ya lo
odias hasta el punto de causarle daño. Es fácil
imaginar que el Oficial Celestial al que sirves no
es mejor que tú.
Incluso hubo burlas.
—¿Él no sabía nada? Si él no supiera nada,
¿por qué le diría; muérete? No me digas que solo
está bromeando.

1249
Si se decía que las reacciones de Yin Yu fueron
todas razonables, que solo perdió el control por
el dolor mental, entonces, sus últimas palabras
de; muérete, negaban todo y no podían liberarlo
de la condena.
Recordando, cuando Ling Wen le contó por
primera vez a Xie Lian esta historia, ella dijo que
Yin Yu estaba haciendo una broma, a lo que Xie
Lian ahora podía apreciar como ella intentando
ayudar a Yin Yu a ocultar la situación un poco.
Jian Yu no podía creerlo: —¿Qué? Dejen de
decir tonterías, ¿cómo puede Yin Yu decir algo
por el estilo? Él siempre ha sido educado y cortés
con ese mocoso, ¿por qué le diría muérete? Yin
Yu, no lo dijiste, ¿verdad? ¿No dijiste algo así?
¡No pudiste haberlo dicho!
Sin embargo, Yin Yu no le respondió y en
cambio, cerró los ojos. Jian Yu simplemente no lo
aceptaría y todos los que los rodeaban se habían
quedado sin palabras.
—Todos lo escuchamos con nuestros propios
oídos, ¿cómo podemos negarlo?
Jian Yu dijo rápidamente: —¡Ha habido un
malentendido! ¡Hay tanto que todos ustedes no
saben!
—No importa el tipo de malentendido, ya sea
que lo sepamos o no, no hay un malentendido lo
suficientemente grande como para que uno
quiera matar al propio Shidi, ¿no? —Al escuchar
1250
esto Yin Yu y Jian Yu fueron silenciados. Ese
Oficial Celestial continuó—: Escuché que desde
que Quan Yi Zhen se independizó y erigió su
propio palacio, a la gente del Palacio de Yin Yu
dejó importarle. Cada vez que Quan Yi Zhen
visitaba, la excusa siempre era que no había
nadie. Al principio estaba confundido, así que
resultaba que no podían soportarlo, eh...
—Hablando de eso, ¿alguien no confundió a la
persona equivocada en el Banquete de Medio
Otoño el otro día? Vi cómo se oscurecían sus
caras en ese momento.
Esas fueron todas verdades innegables, pero la
conclusión era errónea.
—Oh yo también conozco ese incidente, fue
bastante incómodo, pero aún no es lo
suficientemente malo como para querer hacerle
daño a alguien…
—Sí, es muy minúsculo...
Los ojos de Jian Yu estaban llenos de furia y él
gritó: —YA DIJE QUE DIANXIA NO TENÍA NADA
QUE VER CON ESTO, ¡YO SOY EL QUE
COMETIÓ EL CRIMEN! ADMITO TODO, ¡¿ESO
NO ES SUFICIENTE?!
Sin embargo, incluso si Yin Yu fuera a saltar al
Río Amarillo, no podría ser capaz de limpiarse. A
los ojos de los demás, esto solo era lo suficiente
para demostrar que Yin Yu tenía un subordinado

1251
malicioso, pero leal. Además, solo una palabra
fue suficiente para cerrar todos los argumentos.
—Bueno. ¡Muérete no salió de la boca de nadie
más!
Las cosas se estaban calentando cada vez más
y Jun Wu dijo sombríamente: —Sométanlos a
todos. Ling Wen, quédate aquí y cuida a Qi Ying.
Ling Wen inclinó la cabeza para obedecer la
orden y Jun Wu salió del Palacio de Yin Yu.
Varios oficiales celestiales marciales hicieron que
Yin Yu se pusiera de pie y Yin Yu se sintió
consternado: —Déjalo, Jian Yu. No digas más.
Jian Yu también fue jalado y atado con la
Cuerda Inmortal y gritó: —Siempre es; déjalo,
déjalo, ¡esta vez no debes dejarlo! ¡Déjalo y
estarás acabado! ¡Serás desterrado! ¡Seguro que
te desterrarán!
Sin embargo, Yin Yu solo suspiró: —Déjalo. Si
es un destierro, que así sea. Incluso si me quedo
aquí... no tiene sentido.
Jian Yu lloró amargamente: —... TÚ, TÚ
NUNCA, NUNCA, DEBISTE HABER DICHO ESA
PALABRA. ¡SOLO ESA PALABRA Y YA HAS
PERDIDO TODA LA ESPERANZA DE DAR
VUELTA A ESTO! TÚ NUNCA LO
MALDECIRÍAS PARA QUE SE MURIERA, ¿POR
QUÉ DE TODAS LAS VECES TENÍAS QUE
DECIRLO AHORA? ¡ESA PALABRA!

1252
Era como si Yin Yu envejeciera repentinamente
diez años y sus ojos hubieran perdido su luz. Él
mismo parecía estar un poco perdido y negó con
la cabeza.
—Tampoco sé por qué, solo estoy... Ahh, no
quiero discutir más.
Tropezó un par de pasos mientras se lo
llevaban y Jian Yu de repente gritó: —¿POR
QUÉ? —Todos se volvieron a mirarlo. Jian Yu
gritó—: ¡NO ES COMO SI TÚ NO TRABAJARAS
IGUAL DE DURO! ¡TÚ ERES DIEZ MIL VECES
MÁS FUERTE QUE ÉL, UN MILLÓN DE VECES
MEJOR! ¡QUAN YI ZHEN NO ES NADA! ¿Y QUÉ
SI LO ODIO? ¿POR QUÉ PARA ÉL ES DE ESA
FORMA Y PARA TI DE ESTA FORMA? ¿POR
QUÉ NO ES ÉL EL DESTERRADO?
Apretó los dientes con resentimiento, tan lleno
de odio por la realidad de las cosas, tan lleno de
odio que le salieron lágrimas por las mejillas.
Pero, había muchas cosas en este mundo que
con tan solo trabajar duro no sería suficiente.
Tal vez lo sabía en su corazón, pero
simplemente no podía aceptarlo, incapaz de
tragar este resentimiento.
Al escuchar sus gritos, los pasos de Yin Yu se
volvieron demasiado pesados para que él se
moviera.
Enterró su rostro en sus manos y cayó al suelo
como un ovillo frente al Palacio de Yin Yu y rugió:
1253
—¡BASTA! ¡YA DIJE QUE NO HABLARAS MÁS!
¡POR FAVOR, SOLO DÉJAME IR! —Se cubrió
los oídos y lloró hasta que estuvo ronco—. ¡POR
FAVOR! ¡DEJA DE HACERME RECORDAR
OTRA VEZ, DEJA DE HABLAR, POR FAVOR,
LES PIDO A TODOS QUE DEJEN DE HABLAR!
Xie Lian no podía soportar seguir viendo.
—... Eso es suficiente.
Así, Hua Cheng dispersó la escena y los dos
separaron ligeramente sus frentes.
Después de haber mantenido sus frentes juntas
durante tanto tiempo, Xie Lian se sintió un poco
entumecido y con un poco de picazón, su frente
incómodamente caliente. Quería levantar la
mano para frotarla, pero sus extremidades no
podían moverse. Hua Cheng pareció haber
detectado su pequeña incomodidad y levantó la
mano para ayudarlo a frotarse, como si fuera lo
más natural que podía hacer en el mundo antes
de quitar su mano. Afuera, junto al muro de
piedra, Yin Yu que usaba una máscara de
fantasma se paseaba de un lado a otro y después
de un rato, se volvió hacia Quan Yi Zhen y dijo
fríamente: —¿Quieres salir? —Él
intencionalmente cambió su voz.
Quan Yi Zhen asintió.
—Sí.
Yin Yu respondió: —Muy bien. ¡Mira aquí!

1254
Luego, en un abrir y cerrar de ojos con una
velocidad intermitente, ¡la pala fue golpeada
contra la cabeza de Quan Yi Zhen!
¡CLUNK!
Quan Yi Zhen se calló al instante. Xie Lian se
sorprendió: —De ninguna manera. ¿Él lo golpeó
a muerte? ¿Realmente lo mató?
Hua Cheng se rió con ganas: —No se preocupe
Gēge, él no está muerto, solo se ha desmayado.
Después de balancear la pala, Yin Yu exhaló
un suspiro. Al final, parecía haber decidido sacar
a Quan Yi Zhen de la pared después de todo y
levantó la pala del Señor de la Tierra, cavando a
través de la pared con la pala.
Xie Lian entendió.
Si Yin Yu iba a salvar a Quan Yi Zhen
directamente, Yin Yu no sería capaz de luchar
contra él y ganar y se arriesgaría a exponer su
identidad, lo que sería angustioso. La relación
entre los dos Shixiong y Shidi era realmente
angustiosa hasta el extremo y quién era el más
angustiado ni siquiera se podía comparar.
Probablemente, que Yin Yu fingiera no conocerlo,
era lo mejor.
—San Lang, ¿quizás ahora también
deberíamos pensar en una manera de salir de
aquí? —Dijo Xie Lian.
Hua Cheng parecía estar disfrutando estar
donde se encontraban.
1255
—¿Hum? ¿Ahora?
Xie Lian no sabía si reír o llorar.
—Bueno, ¿sí? ¿Quieres vivir aquí?
—Si es con Gēge no veo por qué no. —Hua
Cheng dijo—. Bueno, está bien. Estaba
bromeando. —Él controló su expresión y se
estiró para cubrir los oídos de Xie Lian.
—¿Qué haces? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng sonrió.
—Soy demasiado perezoso para salir, así que
bien podría hacer explotar todo el lugar.
—…
Xie Lian estaba pensando sobre si volarían a
los otros que también fueron tragados por el
espíritu de la montaña cuando su expresión
cambió repentinamente.
—Espera. —Hua Cheng tenía la misma
expresión y dejó caer sus manos. Los dos
escucharon atentamente y un momento después,
Xie Lian susurró—: ¿Escuchaste eso?
Hua Cheng también bajó la voz.
—Sí.
Yin Yu estaba en un lado del muro de piedra
cavando hoyos con la pala del Señor de la Tierra
y en el otro lado del muro de piedra, había alguien
más que estaba hablando.
No había mariposas plateadas que espiaran,
escucharon la voz directamente por sí mismos,
porque esa persona estaba realmente muy cerca
1256
del muro de piedra, casi presionando contra esta
y hablando. Xie Lian contuvo el aliento para
escuchar, pero solo pudo escuchar palabras
apagadas, intermitentes e indistintas; ¿cómo los
comió? Corte Superior. Dioses marciales. Su
mente zumbó, e intercambió una mirada con Hua
Cheng, luego trató con dificultad de acercarse a
la voz.
Esa voz pertenecía a un hombre y parecía estar
conversando con alguien porque cada vez que
decía algo, se detenía por un momento. Sin
embargo, Xie Lian no escuchó ningún sonido de
aquel con el que estaba conversando. Tal vez fue
porque el otro estaba más lejos.
Una vez que se acercaron en silencio, esa voz
se hizo un poco más clara. Aunque las palabras
todavía estaban algo borrosas aquí y allá, Xie
Lian al menos escuchaba oraciones más
completas.
Ese hombre dijo: —Dianxia, el príncipe
heredero, también ha venido. No quiero dar este
paso, estoy seguro de que piensas igual, pero él
ya no puede ser salvado.
Xie Lian se preguntó interiormente: —¿Yo?
¿Cómo ya no puedo ser salvado? Espera, esta
voz...
Esta voz era muy familiar; debió haberla
escuchado antes y la había escuchado durante
mucho, mucho tiempo, no solo una o dos veces.
1257
Pero como fue hace mucho, mucho tiempo, no
pudo identificar la voz del hombre
instantáneamente.
Justo cuando estaba pensando muy duro, ese
hombre agregó: —Entonces, que él termine aquí.
De repente, Xie Lian recordó a quién le
pertenecía esta voz.
Él frunció los labios y murmuró sin un sonido:
—¿Guoshi Principal?
¡La persona al otro lado del muro de piedra
tenía la misma voz que el estimado maestro que
una vez le enseñó en el reino de XianLe!

1258
1259
Capítulo 163
El acertijo del misterioso Guoshi Principal
que confunde mentes (parte uno)

E
l corazón de Xie Lian comenzó a
acelerarse, e incluso las yemas de sus dedos
temblaban ligeramente. Sin embargo, se
mantuvo tranquilo y no hizo ningún ruido, solo
levantó un poco la cabeza para susurrar al lado
del oído de Hua Cheng.
—... San Lang, no te muevas. La voz ahí afuera
se parece mucho a la de mi maestro. No seamos
descubiertos...
Aunque era muy similar, tampoco podía decirlo
con seguridad ya que no era como si no existieran
personas que compartieran voces similares.
Además, no había visto al Guoshi Principal hace
siglos, por lo que muy bien podía estar
confundido. Si no hicieran ningún movimiento
imprudente y solo observaran en silencio para ver
cómo progresaran las cosas, tal vez descubrirían
más secretos. Hua Cheng también inclinó su
cabeza ligeramente, abrazando su cintura.
1260
—Está bien... usted tampoco se mueva.
Rocas y tierra se aplastaban contra ellos por
todos lados, obligando a sus cuerpos a
presionarse fuertemente entre sí, con sus rostros
rozando, sus oídos calientes. Aunque no era el
momento adecuado, un pensamiento pasó por la
mente de Xie Lian: —Morir enterrados juntos no
se siente tan mal.
Justo en ese momento, esa voz sonó de nuevo:
—¿Qué hay de los otros dos? ¿A dónde se han
ido?
¿Los otros dos? ¿Había otros dos más?
Xie Lian quería escuchar atentamente para
descubrir quién era la otra persona que estaba
conversando, pero lo extraño era que, después
de que el Guoshi Principal -se dirigiría a él como
Guoshi Principal por ahora- planteara la
pregunta. No hubo ninguna respuesta.
Fue realmente extraño. En una distancia tan
grande, Xie Lian y Hua Cheng podían escuchar
la pregunta del Guoshi Principal y, técnicamente,
su voz no era fuerte y no estaba gritando a todo
pulmón, por lo que la otra parte no debería estar
demasiado lejos tampoco. Si respondiera,
entonces al menos alguna voz sería escuchada.
Sin embargo, realmente no había nada que
escuchar.
El Guoshi Principal habló de nuevo:
—Agradéceles por sus esfuerzos, pero ya no hay
1261
que preocuparse por asuntos minúsculos, nada
saldrá de ellos. Tenemos cosas más importantes
que hacer en este momento.
—¿Qué está pasando? —Se preguntó Xie
Lian—. Esto demuestra claramente que ha
recibido una respuesta y que está hablando con
alguien, ¿no es así?
El Guoshi Principal que estaba afuera parecía
casi como si estuviera hablando solo o teniendo
una conversación con el aire. Una imagen
espeluznante apareció en la cabeza de Xie Lian
e inmediatamente la apartó, pensando que podría
haber otra posibilidad, que era que el Guoshi
Principal podía escuchar la voz de esa persona,
pero nadie más podía.
La sospecha se hizo cada vez más densa en su
cabeza y escuchó con más y más intensidad,
repasando cada palabra que el Guoshi Principal
pronunciaba en su mente cuando el Guoshi
Principal agregó: —¿Son todas esas las
personas dentro de la montaña? En cualquier
caso, primero llevémoslas al horno, pensaré en
una forma de ocuparme de ellas una por una.
Cuanto más rápido, mejor, deben llegar allí
dentro de dos días.
¡El horno!
Y, dentro de dos días. El conjuro de
acortamiento de distancia no se podía usar
dentro del Monte Tonglu, ¿cómo podrían llegar
1262
allí en dos días? ¿Y qué era eso de; ocuparme de
ellas?
Después de una pausa, esa voz continuó:
—Llama a los otros dos, vamos al horno juntos.
Para enfrentar a Dianxia, el príncipe heredero,
ninguno de nosotros debe faltar. En este
momento todavía no ha despertado. Si se
despertara... es difícil imaginar lo que hará esta
vez.
Xie Lian se sorprendió. ¿Estaba hablando de
él?
En ese momento, se escucharon sonidos de
explosión dentro del cuerpo de la montaña. Xie
Lian escuchó afuera al Guoshi Principal
preguntar: —¿Qué está pasando?
Dentro de la pared de piedra, Xie Lian se dirigió
a Hua Cheng para preguntar: —¿Qué está
pasando?
—Algo ha sucedido en el otro lado —susurró
Hua Cheng.
Xie Lian aún no había respondido y Hua Cheng
ya había presionado su frente con la suya. En el
ojo derecho de Xie Lian, la situación con Yin Yu y
Quan Yi Zhen en el otro lado de la cueva apareció
una vez más. Y, esto debería ser lo que había
sucedido un poco antes. Yin Yu finalmente sacó
a Quan Yi Zhen de la pared de piedra,
laboriosamente lo arrastró hacia abajo y dejó
escapar un suspiro. Sin embargo, de forma
1263
inesperada, ¡el inconsciente Quan Yi Zhen de
repente se puso de pie y quitó la máscara de la
cara de Yin Yu!
¡Quan Yi Zhen en realidad solo estaba
fingiendo haberse desmayado antes!
Ahora que Xie Lian lo pensó, Quan Yi Zhen
estaría extremadamente familiarizado con el
hábito de Yin Yu de caminar mientras pensaba,
la forma en que hablaba, su fuerza cuando
golpeaba y quizás en el momento en que la pala
de Yin Yu se balanceaba hacia abajo, él ya sabía
quién estaba detrás de la máscara. Era solo que,
era inconcebible que llegara el día en que alguien
como Quan Yi Zhen supiera usar el engaño.
Aunque no era nada más que el más ordinario de
los trucos, cuando era Quan Yi Zhen quien lo
usaba, podría considerarse completamente fuera
de este mundo, por lo que nadie estaba
preparado.
Debajo de la máscara estaba esa cara
aterrorizada y débilmente pálida de Yin Yu,
obviamente estupefacto por la sorpresa. Quan Yi
Zhen, sin embargo, estaba ferozmente
emocionado, saltando con la cabeza cubierta de
sangre.
—¡SHIXIONG!
Yin Yu se veía como si estuviera viendo algo
extremadamente horroroso, sus labios se

1264
torcieron y luego, bruscamente, agarró su
cabeza.
—¡TE CONFUNDES DE PERSONA!
—Habiendo rugido, echó a correr. Mientras
corría, atacó a la persona detrás de él para
bloquearlo—. ¡NO TE ME ACERQUES! ¡NO ME
SIGAS!
Quan Yi Zhen también corrió tras él, ignorando
completamente las explosiones y solo gritó:
—¡SHIXIONG! ¡SOY YO!
Yin Yu rugió: —MI DIOS, ¡ES PORQUE ERES
TÚ QUE ESTOY ATERRORIZADO! ¡NO ME
SIGAS!
Los dos corrieron y lucharon todo el camino,
causando que la montaña retumbara por las
explosiones. De este lado, el Guoshi Principal
estaba desconcertado.
—¿Qué están haciendo allí? ¿Qué es todo ese
ruido?
Todavía no había nadie que le respondiera,
pero el Guoshi Principal parecía haber obtenido
su respuesta.
—Ya veo. Niños de estos días, tan enérgicos.
Voy a irme primero. Reunámonos de nuevo una
vez que estés cerca del horno.
Iba a irse. Al escuchar esto, Hua Cheng cubrió
los oídos de Xie Lian de nuevo y Xie Lian cerró
los ojos. Un momento después, hubo un temblor
violento por todas partes y el muro de piedra que
1265
había estado empujando contra sus cuerpos
finalmente fue destruido. Los dos saltaron juntos,
aterrizando ligeramente en sus pies y respiraron
aire fresco una vez más. Sin embargo, en el
exterior había una cueva vacía; No había ningún
Guoshi Principal ni esa misteriosa segunda
persona, sus figuras habían desaparecido por
completo.
Xie Lian y Hua Cheng intercambiaron una
mirada. No tenían prisa por perseguirlos y aún no
se habían separado cuando de la cueva
adyacente a ellos venía acercándose un hombre
vestido de negro. Era Yin Yu. Agitó la pala del
Señor de la Tierra y corrió hacia los dos.
—¡¡¡CHENGZHU!!! ¡¡¡DIANXIA!!!
Detrás de él, Quan Yi Zhen, que tenía la cabeza
cubierta de sangre por los golpes, también entró
corriendo. Hua Cheng no se molestó en mirar
hacia arriba y solo movió su mano. Hubo un
sonido de explosión; Quan Yi Zhen alzó
instantáneamente ambos brazos para
bloquearlo, sin embargo, el movimiento que
utilizó Hua Cheng no podía ser bloqueado por los
puños. Después de que el humo se dispersó, lo
que quedaba donde estaba Quan Yi Zhen era
una muñeca daruma con ojos grandes y amplios,
con un aspecto muy inocente. Fue el mismo truco
que Hua Cheng usó en Lang Qian Qiu la última
vez. Solo entonces Yin Yu detuvo su enloquecida
1266
carrera, limpiándose el sudor mientras se
acercaba.
—Estoy eternamente agradecido, Chengzhu.
—¿Realmente tenías que estar tan asustado?
—Preguntó Hua Cheng.
Yin Yu todavía estaba conmocionado y sonrió
con amargura.
—La verdad es que, en este momento, cuando
veo a Qi Ying Dianxia, solo quiero correr lo más
lejos posible.
Cuando Xie Lian lo escuchó, lo encontró
divertido, pero pudo simpatizar con él. Parecía
que la personalidad de Quan Yi Zhen ahora era
una severa sombra en el corazón de Yin Yu. Esa
muñeca daruma todavía estaba en el suelo, con
los ojos abiertos, mientras se balanceaba
pesadamente de un lado a otro sin que nadie se
preocupara. Xie Lian sintió pena por eso y estaba
a punto de levantarlo cuando de repente sintió
que el suelo temblaba, su cuerpo también se
estaba moviendo junto con los temblores, casi
temblando más fuerte que esa muñeca daruma.
Rápidamente se calmó a sí mismo.
—¿Qué está pasando? ¿Terremoto?
Aunque Xie Lian no necesitaba ayuda, Hua
Cheng aún sostuvo su brazo para ayudarlo a
estabilizarse y se volvió hacia Yin Yu.
—Abre un túnel y sal a echar un vistazo.

1267
Yin Yu se recuperó extremadamente rápido y
respondió: —¡Sí, señor!
Luego recogió su pala del Señor de la Tierra,
rápidamente y de forma concisa cavó un agujero
en un corto período de tiempo. La luz del sol
brillaba desde el exterior; Cuando Yin Yu echó un
vistazo, la sorpresa llenó su rostro. Xie Lian
preguntó: —Yin Yu Dianxia, ¿es un terremoto o
la montaña está colapsando?
—¡Ninguno! —Yin Yu respondió—. Este
espíritu de montaña... ¡está corriendo!
¿Corriendo? Xie Lian y Hua Cheng
intercambiaron miradas y ambos corrieron para
mirar fuera del espíritu de la montaña.
¡Realmente estaba corriendo! Fuera del cuerpo
de la montaña, todos los escenarios, los paisajes
aceleraban rápidamente, casi reducidos a nada
más que líneas coloridas. De lo que se veía, era
como si estuvieran montando un carruaje de
caballos a toda velocidad, o como si estuvieran
sentados sobre los hombros de un gigante que
corría salvajemente.
Colinas, ríos, campos, bosques, todos ellos
fueron pisoteados bajo los pies de este espíritu
de montaña, aplastados para seguir su camino.
Torbellinos de viento salieron del agujero y
cabellos y cintas empezaron a bailar en el aire.

1268
Yin Yu comentó: —Por la velocidad de esta
corrida, probablemente solo tomará dos días
llegar al horno…
¿Dos días? Al oír esto, Xie Lian se dio cuenta.
¡No era de extrañar! No era de extrañar que no
pudieran escuchar la respuesta de la otra
persona y no era de extrañar que el Guoshi
Principal solicitara que el otro los llevara al horno
dentro de dos días.
¡Porque en ese momento, el Guoshi Principal
no estaba hablando con otra persona, estaba
hablando con este espíritu de montaña!
Hua Cheng también debió haberlo resuelto.
—De igual manera. Al tomar prestada su fuerza
ya no tendremos que caminar tan despacio. Una
vez que estemos allí, esa persona fuera del muro
de piedra se mostrará de nuevo. Sabremos lo que
quiere entonces. Xie Lian, sin embargo, se veía
sombrío. Hua Cheng se dio cuenta y preguntó—:
Gēge ¿qué pasa?
—¿Qué quiso decir él con; todavía no se ha
despertado? —Preguntó Xie Lian.
Esa voz dijo anteriormente: En este momento
todavía no se ha despertado. Si se despertara...
es difícil imaginar lo que hará esta vez.
Xie Lian dijo: —Si ese hombre realmente era mi
maestro y hablaba de mí, ¿qué quería decir con
todo eso?

1269
—Gēge, no piense demasiado ahora. —Hua
Cheng dijo—. Primero, ese hombre podría no ser
su maestro; segundo, el príncipe heredero del
que habló puede que no sea usted.
—¿Pero si lo fuera? —Xie Lian insistió—.
Tengo algunas suposiciones sin fundamento,
¿me escucharás y verás si tienen sentido?
—Muy bien. Gēge dígalo. —Dijo Hua Cheng.
Xie Lian comenzó: —Suponiendo que el
hombre es mi maestro y las tres montañas: Vejez,
Enfermedad y Muerte, sin estar Nacimiento. Él
puede comunicarse con los espíritus de la
montaña. Él es una persona, pero el que está
conversando con él es un espíritu de la montaña.
En su conversación, mencionaron; los otros dos,
y podrían ser los otros dos espíritus de la
montaña. Hay cuatro de ellos. Estaba pensando,
¿los tres espíritus de la montaña poseen
conciencia humana? O tal vez, fueron personas
transformadas desde el principio, y el Guoshi
Principal es el que nunca apareció; ¡Nacimiento!
—Pensaba más y más, su corazón latía
rápidamente en su pecho y continuó—: El Monte
Tonglu solía ser parte del Reino de WuYong.
Nacimiento, Vejez, Enfermedad, Muerte son un
conjunto de cuatro; casualmente, el Príncipe
Heredero de WuYong también tiene cuatro
dioses guardianes; ¡Y también hubo cuatro
guoshis principales que me enseñaron cuando
1270
crecí en XianLe! ¿Los países suelen tener tantos
guoshis principales? No pensé nada de eso en el
pasado, pero ahora me di cuenta de que
normalmente no hay tantos. ¿Crees que esto es
una coincidencia? ¿O hay un significado más
profundo en todo esto?
Hua Cheng respondió: —No hay un significado
más profundo. Tal vez solo sucede que hay
cuatro. ¿No son los famosos Cuatro Cuentos
también cuatro? No había cuatro en las Cuatro
Calamidades, así que uno tuvo que ser forzado
en ese rango.
Sin embargo, Xie Lian aún seguía su línea de
pensamientos: —Pero si es verdad, que mis
cuatro maestros eran los cuatro dioses
guardianes del Príncipe Heredero de WuYong,
¿por qué vinieron a XianLe para convertirse en
los guoshis principales de XianLe? ¿Por qué
vinieron a enseñarme? ¿Hay algo sobre mí de lo
que yo no estaba al tanto? Podría ser, que en
realidad soy...
Él continuaba como alguien poseído y Hua
Cheng lo tomó por los hombros, hablando con
convicción: —¡No es posible! Se lo juro, usted es
usted. No es nadie más. Créame. No lea
demasiado entre líneas e imagine algo que no
está allí.
Aparte de sus padres, el Guoshi Principal era
alguien con quien Xie Lian era el más cercano y
1271
más familiar. Aunque el Guoshi Principal a
menudo lo hacía retirarse y era reservado por ser
cauteloso de la posición de Xie Lian, en general,
era un buen maestro. Descubrir de repente que
podría no conocer a alguien con quien pensaba
que estaba familiarizado era algo que confundiría
fácilmente el corazón.
Hua Cheng suavizó su voz: —Está bien, Gēge.
Piense cuidadosamente, ¿cuáles eran los
antecedentes del Guoshi Principal de XianLe?
Xie Lian reflexionó sobre la pregunta.
—... no estoy seguro. —Realmente, en serio no
podía recordar de dónde venía su maestro.
Zumbando por un momento, Xie Lian dijo—: El
Guoshi Principal era Guoshi Principal antes de
que yo naciera, solo sé que se llamaba Mei Nian
Qing, pero no hace falta decir que ese debe ser
un nombre falso. También he pensado esto antes
en el pasado; El Guoshi Principal es un personaje
tan increíble, ¿por qué no ascendió? Si el de
ahora era él, entonces los años que ha pasado
en este mundo deben ser muchos más que los
míos.
—Nos encargaremos de las cosas a medida
que vayan llegando. —Hua Cheng dijo—.
Recuerde que, si algo sucede, estoy aquí.
Siempre estaré de su lado.

1272
Xie Lian lo miró fijamente, aturdido y sin
palabras. Un momento después, una pequeña
sonrisa apareció en su rostro.
El sentido de presencia de Yin Yu ya era débil
y como no habló todo el tiempo, fue
prácticamente olvidado. Solo ahora él habló:
—Chengzhu, ¿tenemos que ir a buscar a los
demás?
Ellos habían salido, pero quién sabe en qué
rincón Pei Ming y los demás fueron digeridos por
el espíritu de la montaña después de haber sido
tragados.
Xie Lian rápidamente respondió: —¡Sí! Vamos
a buscarlos juntos. Por favor espere, Yin Yu
Dianxia.
—Dianxia, no hay necesidad de llamarme
Dianxia... Ya no soy un Oficial Celestial de la
Corte Superior —dijo Yin Yu.
Xie Lian sonrió: —Entonces, usted puede solo
llamarme por mi nombre, no hay necesidad de
ser tan cortés. Tampoco he sido príncipe
heredero en mucho tiempo.
Yin Yu miró a Hua Cheng detrás de Xie Lian y
rápidamente respondió: —No... No me atrevo.
No debería. No puedo.
—¿Qué es lo que le preocupa? —Dijo Xie Lian
y dio un par de pasos, listo para recoger a Quan
Yi Zhen, la muñeca daruma, cuando una figura se
desplomó repentinamente del cielo y cayó
1273
pesadamente ante él, el sonido de huesos
crujiendo fue fuerte y nítido en el aire.

1274
Capítulo 164
El acertijo del misterioso Guoshi Principal
que confunde mentes (parte dos)

L
a primera reacción de Xie Lian fue alcanzar
a Fang Xin y atacar. Menos mal que tenía
buenos hábitos y antes de que golpeara,
echó un vistazo, obligándose a frenar a mitad de
la acción.
—¿General Pei?
Ese hombre volteó y se levantó de un salto. Era
Pei Ming. Se sacudió los hombros, pareciendo
asombrosamente a gusto y los miró.
—Parece que Dianxia y mi señor Rey
Fantasma están disfrutando aquí.
—No está mal, no está tan mal. —Xie Lian
dijo—. Pero, General Pei, ¿está bien? Parece
que escuché un crujido...
—Oh, no es nada. —Pei Ming dijo—. Gracias
por la preocupación de Dianxia. Ese crujido no
eran mis huesos, sino los huesos de éste.
—Levantó un objeto que resultó ser el fémur de

1275
ese hombre desafortunado, los huesos ya
estaban doblados y rotos. Agregó—: Gracias a
los cielos, por la ayuda de este buen hermano Pei
Ming pudo descubrir una ruta de escape en el
cuerpo de este espíritu de la montaña. Aunque es
el hueso de un hombre, sigue siendo un hombre
bastante sólido.
Justo cuando terminó, no muy lejos, una
segunda figura se desplomó del cielo, cayendo y
aterrizando pesadamente. El grupo de ellos se
acercó para ver y esta vez era Pei Su. En la curva
de sus brazos estaba Ban Yue protegida y los
brazos de Ban Yue sostenían esas dos ollas de
barro negro que contenían a Ke Mo y Rong
Guang. Los dos estaban pálidos y despeinados,
pero no parecía ser nada serio y rápidamente se
arrastraron hacia arriba. Pei Su escupió unas
cuantas bocanadas de polvo.
—¡Gen, eral! Dian, xia.
Pei Ming levantó la vista: —Parece que este
espíritu de la montaña no cree que seamos lo
suficientemente sabrosos y nos escupió.
Hua Cheng y Xie Lian intercambiaron una
mirada y dijeron en voz baja: —No
necesariamente. Tal vez, alguien le dijo que los
escupieran.
Pei Ming dio unos pocos pasos y notó el
temblor anormal del suelo y frunció el ceño.

1276
—¿Qué pasa con esta montaña? ¿Por qué está
temblando con fuerza?
—Porque ahora nos está llevando corriendo
hacia el horno —respondió Xie Lian.
Pei Ming caminó hacia ese agujero que Yin Yu
cavó y miró hacia afuera.
—¡Tan rápido! Eso nos ayudará a ahorrar algo
de trabajo de pies.
Sin embargo, hasta ahora, seguía habiendo
otra persona desaparecida.
Xie Lian preguntó: —¿Dónde está Ling Wen?
Al parecer Hua Cheng usó su ojo derecho para
mirar y respondió: —La mariposa plateada que
descansaba sobre su espalda fue tragada por el
espíritu de la montaña. Él se fue.
Lo que significaba que Ling Wen y el Brocado
Inmortal ahora podían moverse a voluntad. Eso
no era una broma. Xie Lian exclamó
apresuradamente: —¡Vamos a buscarlo!
Así, el grupo comenzó a correr alrededor del
cuerpo de este espíritu de la montaña. Hua
Cheng lanzó otros cientos de mariposas
fantasmales para realizar una búsqueda y al final,
los llevó a otro agujero.
Este agujero fue volado a la fuerza, sus bordes
irregulares y más allá de él, los escenarios de los
paisajes pasaban volando rápidamente,
soplando vientos salvajes que se vertían
directamente en el cuerpo de la montaña,
1277
haciendo aullidos como el de los demonios.
Después de que el espíritu de la montaña
escupiera a Ling Wen, probablemente él mismo
hizo este agujero y salió corriendo. Xie Lian miró
hacia abajo desde los bordes del agujero y
frunció el ceño.
—¿Qué debemos hacer ahora? El poder
destructivo del Brocado Inmortal es demasiado
fuerte, no podemos dejarlo así.
—No se preocupe. —Hua Cheng dijo—. Él se
dirige al horno de todos modos, así que
realmente estamos tomando diferentes caminos
para ir al mismo destino.
Una vez que todos se reunieron, Xie Lian contó
brevemente lo que había oído antes, dejando de
lado algunos detalles. Después de que él terminó,
el grupo se sentó y comenzaron a mirar al vacío.
Después de todo, no había ningún monstruo con
el que luchar en este momento y ellos no
necesitaban hacer el viaje ellos mismos, por lo
que estaban bastante ociosos y aburridos.
Como Yin Yu dijo que realmente no sabía cómo
comunicarse con Quan Yi Zhen y que con solo
con verle la cara le dolía la cabeza, Xie Lian
también sintió que no sería prudente liberarlo, por
lo que fue temporalmente mantenido en la forma
de muñeca daruma. Pei Ming estaba aburrido, así
que estuvo golpeando a la muñeca para jugar.
Xie Lian vio cómo esa muñeca daruma se
1278
tambaleaba fuertemente y sintió pena por eso,
por lo que reprendió: —General Pei, por favor,
deje de jugar.
Pei Ming obedeció. Sin embargo, cuando Xie
Lian se adormeció y se quedó dormido apoyado
contra la pared de la montaña, comenzó a
golpearla de nuevo. No había nadie que cuidara
de él y Yin Yu, que estaba cuidando el agujero,
calculando mentalmente la distancia recorrida,
miró desde la distancia. Muchas veces parecía
que quería decir algo, pero al final no dijo nada.
Sin embargo, inesperadamente, surgieron
tragedias extremas; Pei Ming estaba dando
golpes cuando de repente, Pei Su se desplomó.
Pei Ming se olvidó instantáneamente de jugar y
se aferró a Pei Su.
—¿Pequeño Pei? ¡¿Qué sucede?!
Yin Yu caminó en silencio, tomó la muñeca
daruma y la colocó al lado de Xie Lian. Hua
Cheng estaba molesto.
—Qué pasa con ese ruido, él no morirá. ¿No
puedes ver que Dianxia está dormido?
Xie Lian estuvo dormitando por un tiempo y,
efectivamente, se despertó por el ruido. En el
momento en que se despertó, descubrió que
estaba apoyado en el hombro de Hua Cheng.
La voz de Hua Cheng sonó justo al lado de su
oído.
—¿Gēge está despierto?
1279
Xie Lian se frotó los ojos y, junto a él, Quan Yi
Zhen se balanceaba de un lado a otro.
—¿Qué está pasando?
—No es nada. —Hua Cheng respondió—. Si
tiene sueño, puede tomar otra siesta. Estaremos
allí lo suficientemente pronto.
Xie Lian vio frente a ellos a Pei Ming agarrando
el cuello de Pei Su, sacudiéndolo violentamente
y estaba un poco sorprendido, ahora más que
despierto. Pensando que se trataba de algo, se
acercó a ver y dijo: —Oh, no se preocupe,
General Pei. El Pequeño General Pei está
cansado y hambriento y por el momento no pudo
soportarlo.
Pei Su era mortal ahora después de todo y
habiendo luchado durante tanto tiempo sin
comida ni agua, ni con la amplia experiencia de
Xie Lian en inanición y palizas, donde una comida
podía sostenerlo durante tres días y recibir diez
palizas no significaba nada, Pei Su no podía
aguantar más y finalmente había colapsado. Pei
Ming comentó: —El cuerpo mortal es tan
inconveniente. ¿Alguien tiene algo para comer?
Nadie respondió. Ban Yue sacó una olla.
—Lo siento, pero solo tengo esto…
Era esa olla llena de Fenix Derribados.
Pei Ming gritó: —¿Por qué sigues aferrándote
a esa cosa? ¡Tíralo!

1280
Eran ruidosos y revoltosos y Hua Cheng se
dirigió a Xie Lian: —Mire, le dije que no era nada.
¿Por qué no tomar otra siesta?
Ese espíritu de la montaña corrió por un buen
día entero y Xie Lian pudo ver que los cielos se
estaban oscureciendo afuera.
—¿Cuánto tiempo hemos estado corriendo
ahora?
Yin Yu había estado contando en ese agujero y
respondió: —Hemos corrido cerca de
ochocientas millas.
Esto fue definitivamente mucho más rápido que
cuando caminaban. Xie Lian también fue al borde
del agujero. Al principio solo iba a echar un
vistazo casual, pero cuando sus ojos barrieron lo
que los rodeaba, de repente vio algo y al instante,
los pelos de su espalda se levantaron.
—¿Qué es eso ahí abajo?
¡Mirando hacia abajo desde este espíritu de
montaña, en el negro de la noche, abajo en el
suelo, había un rostro humano gigante!
Esa cara tenía ojos crecientes, sus labios se
curvaron hacia arriba y sonreía de forma
escalofriante. Xie Lian dio un paso atrás sin
querer. Hua Cheng estaba detrás de él y lo
sostuvo. Xie Lian estabilizó su mente y miró de
cerca. Resultó que esa cara era simplemente una
imagen formada por colinas y barrancos
colectivos, una ilusión óptica. Sin embargo, esta
1281
ilusión parecía muy real y con solo una mirada era
una visión impactante.
Xie Lian se preguntó: —¿Qué es ese barranco
que se parece a los párpados y labios?
Hua Cheng respondió: —Ese es el río WuYong,
el río principal de WuYong. Su origen está en las
altas montañas, la nieve derretida formó este río.
Por supuesto, ahora está completamente seco.
Pero haber llegado hasta aquí, significa que
estamos muy cerca del horno ahora.
Xie Lian asintió y volvió a preguntar:
—¿Entonces, la nariz?
Hua Cheng respondió: —Es una animada
ciudad junto a la orilla del río WuYong. ¿Quiere
bajar y ver?
Xie Lian inclinó la cabeza: —¿Hay algo que
valga la pena ver allí?
—Hay otro Templo Divino de WuYong en esa
ciudad —dijo Hua Cheng.
Si había un templo, entonces había la
posibilidad de un mural.
Xie Lian dijo al instante: —¡Vamos!
No podía esperar para saber más sobre este
Príncipe Heredero de WuYong.
Pei Ming también dijo: —¡Vamos! Tenemos que
encontrar algo comestible para el Pequeño Pei.
¿Cómo bajamos?
Hua Cheng agitó su mano y unas pocas
mariposas plateadas aparecieron revoloteando
1282
junto a todos, brillando con su luz y descansaron
sobre los hombros, espaldas, cabezas y mangas
de todos. Los otros que veían estas pequeñas
mariposas plateadas podrían quejarse y
preguntarse si podrían llevarlas a alguna parte,
pero Xie Lian no dijo una palabra antes de liberar
a Ruoye y ató a todos. De esta manera, no se
perderían en medio del aire. Yin Yu hizo el
agujero más grande por lo que había espacio
suficiente para que pasaran al menos cinco o seis
personas al mismo tiempo.
Completamente preparados, Xie Lian y
compañía llegaron al borde del agujero.
—Todos, prepárense…
—¡Espere! —Gritó Pei Ming.
Xie Lian se volteó para mirar.
—General Pei, ¿pasa algo?
—Hay algo que he querido preguntar. —Pei
Ming dijo—. ¿Qué es eso en sus manos?
Siguiendo su mirada, Xie Lian miró hacia abajo
y vio su propia mano. La levantó y solo entonces
se dio cuenta del hilo rojo anudado en sus dedos
y los de Hua Cheng, sus dedos todavía estaban
conectados.
—… —Xie Lian se aclaró la garganta
suavemente—. Es-esto es... un dispositivo
espiritual para algo así como el contacto.
—Oh. —Pei Ming dijo—. ¿No sería un
inconveniente? Después de todo, es un hilo y si
1283
se tropieza o se enreda en alguna parte, los
accidentes ocurrirán.
Su recordatorio tenía mucho sentido, pero por
alguna razón misteriosa, Xie Lian no estaba muy
dispuesto a cortar este hilo. Al ver su expresión
vacilante como si estuviera luchando
internamente, Hua Cheng echó un vistazo y
sonrió.
—Ciertamente es un pequeño inconveniente de
esa forma.
Entonces, Xie Lian vio desaparecer el hilo rojo
entre sus dedos.
—Ahora es mucho más práctico —dijo Hua
Cheng.
Xie Lian se quedó mirando el aire vacío donde
desaparecía ese hilo rojo, un poco estupefacto.
Este solo los conectó por un corto tiempo antes
de que desapareciera. Aunque no era nada
importante, no, debería decirse que era algo
extremadamente minúsculo, aun así, estaba un
poco triste.
Temiendo que alguien se diera cuenta, Xie Lian
esbozó una sonrisa: —¡Vamos! Listo -- ¡SALTEN!
Ese espíritu de la montaña seguía avanzando
por sí solo y no se dio cuenta en absoluto de que
gente pequeña del tamaño de saltamontes había
saltado de su propio cuerpo. Envueltos por un
círculo de mariposas fantasmales, el grupo
aterrizó ligeramente como plumas sin un cabello
1284
dañado. El lugar de su aterrizaje fue el puente de
la nariz de esa cara gigante y sonriente.
Después de enderezarse, Xie Lian estaba
perplejo. Escudriñó alrededor.
—San Lang, ¿hay un Templo Divino de
WuYong y una ciudad aquí?
—Los hay —dijo Hua Cheng.
—Pero... ¿no hay nada aquí? —Comentó Xie
Lian.
Eso era cierto. Pensó que cuando hubieran
aterrizado en el suelo, vería la misma imagen de
una pequeña ciudad como la del primer templo
divino, que podría ver calles, tiendas, residencias,
pozos, templos, etc. Sin embargo, lo que estaba
delante de él era un campo de tierra plana, vacío
y estéril sin rastro de que una ciudad hubiera
existido alguna vez. Pei Ming llevaba a Pei Su y
puso una pierna en una roca.
—¿Dónde está esta animada ciudad?
—Bajo tus pies —dijo Hua Cheng.
—¿Qué?
El grupo se aglomeró. Bajo el pie de Pei Ming
estaba esa roca y Xie Lian preguntó: —¿Hay
algún tipo de mecanismo secreto?
—Venga, párese aquí —dijo Hua Cheng.
Sacó la cimitarra E-Ming, apuntó hacia abajo y
golpeó el suelo justo al lado de la roca. La punta
de esa cimitarra perforó el suelo y, al principio, se
oyó un chasquido y pequeñas fracturas de tela de
1285
araña dividieron la tierra. Luego, esas fracturas
se diseminaron rápidamente, las grietas se
hacían más y más grandes, las fisuras más y más
profundas. Finalmente, toda la sección del suelo
se desplomó, revelando un escalofriante agujero
oscuro.
Hua Cheng saltó primero. Xie Lian no se había
dado cuenta de que él daría el primer salto y
corrió hacia el borde del agujero.
—¿SAN LANG?
Un momento después, la voz de Hua Cheng
llegó desde abajo: —Aquí todo está bien. Puede
bajar ahora.
Así que resultó que, primero bajó para explorar.
Xie Lian suspiró aliviado e instantáneamente se
lanzó también. Los otros siguieron uno tras otro.
Hua Cheng alcanzó la mano de Xie Lian y lo
levantó.
—Está muy oscuro aquí —señaló Xie Lian.
Justo cuando lo dijo, varias mariposas
plateadas se encendieron en la oscuridad,
bailando lánguidamente y varios fuegos
fantasmas también aparecieron, iluminando
instantáneamente las partes más profundas de
este agujero. Lo que apareció ante ellos fue una
calle larga.
Hace mil años, esta habría sido una calle
bulliciosa, llena de tiendas y casas grandes. La

1286
roca que Pei Ming pisó antes era la azotea de uno
de esos edificios. Xie Lian miró hacia arriba.
—Ya veo. ¿Entonces esta ciudad fue
enterrada? ¿Enterrada por qué? ¿Terremoto?
¿Deslizamiento de tierra? O…
—Cenizas volcánicas —dijo Hua Cheng. Xie
Lian giró la cabeza para mirarlo. Hua Cheng
agregó—: Las cenizas volcánicas de unos siete
metros de espesor enterró toda la ciudad bajo
tierra. Lo que ven ahora mismo es parte de lo que
los demonios y monstruos que habían venido al
Monte Tonglu para la prueba desenterraron. Hay
muchas más secciones que todavía están
enterradas en las cenizas.
Lo que significaba que el apocalipsis en el
sueño del Príncipe Heredero de WuYong se
había hecho realidad.
Pei Ming puso a Pei Su al costado del camino
y dijo: —No importa todo eso por ahora. ¿Hay
agua? Si no hay nada para comer, un par de
sorbos de agua es bueno también.
—Si tenemos suerte, encontrarás agua
subterránea en el fondo —dijo Hua Cheng.
Así, Pei Ming y Ban Yue se fueron a buscar
agua. Xie Lian aún seguía ensimismado
pensando cuando Hua Cheng se acercó.
—Gēge mire su mano.
Xie Lian siguió su dirección sin pensarlo mucho
y solo después de mirar, descubrió que mientras
1287
el hilo rojo había desaparecido, el brillante nudo
rojo de su tercer dedo todavía estaba allí.
Hua Cheng había explicado antes que cuando
el hijo rojo entre ellos se rompiera, el nudo
desaparecería, entonces, ¿qué estaba pasando?
Al verlo sorprendido, Hua Cheng sonrió.
—Es solo un pequeño hechizo de camuflaje,
eso es todo. El hilo rojo está oculto; la distancia
ahora no está restringida y no tendrá que
preocuparse por tropezar con este, pero en
realidad no se rompió. Mientras el nudo de
afinidad todavía esté allí, entonces la persona en
el otro extremo del hilo rojo estará a salvo. Una
vez que estemos cerca del horno, aumentarán los
peligros. Todavía no sabemos qué nos espera,
así que pensé, este hilo rojo todavía no puede ser
desatado. ¿Qué piensa?
Al enterarse de que el hilo rojo todavía estaba
allí, los labios de Xie Lian se curvaron hacia arriba
sin querer, pero en el momento en que se dio
cuenta, inmediatamente enderezó su expresión y
respondió con mucha seriedad: —Oh, sí. Si ese
es el caso, entonces podemos saber si el otro
está a salvo en solo un momento. Es un hechizo
muy práctico.
Hua Cheng también sonrió, pero esta sonrisa
pronto desapareció.
—Pero, Dianxia, hay algo que debo decir.

1288
Al oírlo sonar tan solemne, Xie Lian preguntó:
—¿Qué es?
—Sé que no puede morir y no tiene miedo de
morir, pero no importa lo fuerte que usted sea, no
se crea incapaz de salir lastimado —dijo Hua
Cheng. Xie Lian se sorprendió. Hua Cheng
continuó—: No morir no significa no pueda
lastimarse y definitivamente no significa que no
duela. Cuando vea algo extraño y peligroso, no lo
toque. Encuéntreme. Déjeme cuidarlo.
Xie Lian recordó repentinamente antes cuando
tocó con sus manos esos cráneos cubiertos con
veneno de cadáveres, la expresión de Hua
Cheng se volvió de repente sombría. Se preguntó
internamente, ¿estaba Hua Cheng tal vez
enojado por esto entonces?
Si ese era realmente el caso, entonces
realmente no sabía qué decir. Pasó un momento
antes de que él respondiera.
—Está bien. Ya no haré eso. —Al escuchar su
sincera promesa, Hua Cheng parecía estar
satisfecho. Él asintió y estaba a punto de girar y
continuar cuando Xie Lian gritó—: ¡San Lang,
espera!
Hua Cheng miró hacia atrás.
Xie Lian masticó sus palabras por un buen
momento antes de finalmente decir con dificultad
suavemente: —... Tú también. Si hay algo

1289
peligroso, no lo toques, tampoco lo tocaré, ¿de
acuerdo?
Al oír esto, un lado de los labios de Hua Cheng
se levantó. Se acercó un paso y estaba a punto
de hablar cuando de repente escucharon la voz
de Pei Ming desde no muy lejos.
—¿Qué es esto?
—Parece gente —dijo Ban Yue.
—¡En efecto! —Comentó Pei Ming—. ¿Pero
por qué la gente se convertiría en algo como
esto?
Hua Cheng y Xie Lian intercambiaron una
mirada y caminaron hacia donde venían sus
voces.
—¿Convertirse en qué? —Preguntó Xie Lian.

1290
Capítulo 165
Santo nacido bajo la Amenazante Estrella
(parte uno)

P
ei Ming y los demás habían entrado en el
patio de una residencia, probablemente en
busca de un pozo. Xie Lian entró al patio y
comentó casualmente: —Las casas en esta calle
son tan impresionantes.
Hua Cheng respondió: —El horno está situado
en la capital imperial, el corazón del reino de
WuYong y este lugar está cerca del horno, o más
bien, cerca de lo que fue la capital imperial hace
dos mil años, por lo que también es un lugar de
riqueza. Dado que eran en su mayoría figuras
prominentes y funcionarios gubernamentales los
que vivieron aquí, son naturalmente
impresionantes.
Ciertamente había un pozo, solo que, la vista
cerca de ese pozo era extremadamente horrible.
Había entre siete y ocho personas tendidas en el
borde del pozo, como si se estuvieran muriendo

1291
de sed, pero de igual forma perecieron después
de haber luchado para llegar allí.
Tras una inspección más cercana, Xie Lian
parpadeó: —Esto... en lugar de decir que son
personas, ¿son más como estatuas de piedra?
Por supuesto que no eran humanos vivos, pero
no eran cadáveres y definitivamente no eran
esqueletos. Cada una de ellas estaba hecha de
forma tosca. Estatuas de piedra de blanco pálido.
Xie Lian estaba a punto de acercarse y tocar
cuando, junto a él, Hua Cheng lo miró.
Inmediatamente recordó que los dos se habían
prometido no tocar nada extraño y peligroso, por
lo que controló el impulso.
Ahora que lo pensaba, ¿quién en el mundo
esculpiría tantas estatuas terroríficas? Debían ser
personas de verdad, pero se terminaron de esta
forma por alguna razón.
Las puertas delanteras de esta casa estaban
abiertas de par en par, Xie Lian miró hacia el
interior de la casa y vio que había dos personas
más tendidas en el suelo, con las posiciones
retorcidas en un apretado abrazo. Aunque sus
caras estaban borrosas y sus expresiones no
estaban claras, a juzgar por su acción, uno ya
podía sentir que el terror llenaba sus corazones.
Había un pequeño bulto siendo fuertemente
abrazado entre los dos, mirando de cerca, Xie

1292
Lian se dio cuenta de que debía haber sido un
bebé.
Lo que había sucedido era más que claro. Xie
Lian dijo: —Los que estaban fuera eran los
sirvientes de esta familia y los que estaban dentro
deben ser la familia de tres del amo.
—Hum. —Hua Cheng dijo—. Después de que
el volcán entró en erupción, el flujo del río
WuYong se convirtió en una corriente de lava.
Los residentes que vivían en las altas planicies
no fueron quemados por la lava o los incendios,
pero no pudieron escapar de las cenizas
volcánicas y murieron por asfixia.
Las cenizas volcánicas envolvieron
instantáneamente todo su cuerpo y formó una
capa de corazas duras en la superficie,
preservando los últimos momentos de esas
personas, transformándolas en estatuas de
piedra.
Ese viejo pozo, por supuesto, hacía mucho que
estaba seco. Pei Ming tampoco estaba
interesado en estudiar los rostros de los muertos,
así que se fue, se llevó a Pei Su con él y continuó
la búsqueda de agua. De repente, Xie Lian notó
algo extraño y entró en la casa, agachándose
junto a los cuerpos de piedra de la familia de tres.
Hua Cheng también entró y preguntó: —¿Qué
quería ver?
Xie Lian frunció el ceño ligeramente.
1293
—Creo que sus posiciones son un poco
extrañas. Estos dos adultos se abrazan con
fuerza con un brazo, pero el otro... El otro brazo
está metido en sus pechos, como si estuvieran
agarrando algo firmemente.
—¿Quiere ver qué hay en sus manos?
—Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian acababa de asentir cuando Hua Cheng
golpeó una vez las estatuas de piedra unidas. Xie
Lian exclamó: —Espera, ¿no sería esto una falta
de respeto para sus resto... —Sin embargo, Hua
Cheng se movió más rápido que él y la familia de
tres integrantes se rompió en un montón de
fragmentos blancos cenicientos destrozados.
Hua Cheng dijo en voz baja—: No hay necesidad
de estar demasiado preocupado. Han estado
muertos desde hace mucho tiempo y los restos
ya no están.
En esa pila de fragmentos no había nada. Esas
estatuas de piedra eran huecas en el interior.
Aunque en la superficie, las cenizas volcánicas
formaron una cáscara de protección sólida, el
cadáver envuelto en el interior todavía se pudriría
y se rompería. Después de que se pudrió, lo que
quedaba era solo esta capa de cáscara
cenicienta en la superficie.
Todas las vidas deben llegar a su fin, dejando
atrás solo aquello que nunca vivió en la eternidad.

1294
Dentro de los bloques y las piezas de esos
fragmentos cenicientos en el suelo había algunas
piezas de tela que aún no estaban totalmente
podridas y los accesorios de los cuerpos de los
dueños, como anillos, aretes, collares, etc. Xie
Lian sintió que lo que esta pareja sujetaba de cara
a la muerte no podían ser esas joyas y estaba
hurgando en ellas cuando Hua Cheng tomó algo
y se lo entregó.
—¿Qué es esto? —Preguntó Xie Lian.
—Es lo que estaban agarrando en sus manos
—dijo Hua Cheng.
Era un colgante, una brillante lámina dorada y
algo parecido a huesos colgaban de la cadena.
Sobre la lámina de oro había patrones grabados
y Xie Lian limpió ligeramente las cenizas de la
superficie para ver los detalles.
—¿La Amenazante Estrella?55
Lo que estaba representado en la lámina de oro
era un dibujo celestial. Oro para los cielos, ágata

55
[熒惑 守 心] La Estrella de Radiante Desconcierto que descansa en la
Constelación Corazón o también conocida como La Amenazante Estrella en
esta traducción: los antiguos astrónomos chinos creían que Marte era
inestable tanto en posición como en luz, por lo tanto, lo llamaron "La Estrella
de Radiante Desconcierto" y simbolizaba 'Ruina', 'Pestilencia', 'Muerte',
'Hambre', 'Guerra' y otros malos augurios. La Constelación Corazón en la
astronomía china se encuentra en el este de Escorpio y simboliza al Príncipe
Heredero, el Emperador y dependiendo de dónde se encuentre en la
constelación, el Plebeyo. Por lo tanto, cuando Marte entra en la Constelación
Corazón y se mueve dentro de ella, a menudo se interpreta como cambios
importantes en la política y las dinastías, la caída de la grandeza.
1295
para las estrellas, esto era lo que llamaban el
signo de la Amenazante Estrella, que era la fase
celestial de cuando la Estrella de Radiante
Desconcierto se ubicaba en la Constelación
Corazón.
La Estrella de Radiante Desconcierto se había
visto históricamente como la Estrella de la Guerra
y la Muerte y cuando descansaba dentro de la
Constelación Corazón, era una señal aún más
siniestra, especialmente hacia los gobernantes y
los emperadores y otros líderes similares,
entonces ¿por qué había tal dibujo celestial
grabado en un accesorio?
No, esto no debería haber sido un accesorio.
Xie Lian buscó a tientas por los fragmentos de los
caparazones por un tiempo y encontró otros dos
colgantes que parecían exactamente iguales.
Había tres en total, incluso el bebé en los brazos
de esta pareja tenía uno. ¿Bajo qué
circunstancias el mismo accesorio sería
sostenido tres veces?
—Esto no podría ser un amuleto de protección,
¿o sí? —Se preguntó Xie Lian.
Solo los amuletos de protección podrían darles
a quienes están al borde de la muerte el impulso
de agarrarlos con fuerza, a orar locamente con
los últimos vestigios de esperanza en medio del
terror.

1296
—Lo es. —Hua Cheng dijo—. He cavado en
una parte de esta ciudad antes y he encontrado
este amuleto de protección en muchas de estas
estatuas.
Xie Lian murmuró: —La gente de WuYong
adoraba a su príncipe heredero, por lo que este
debe ser el amuleto de protección del príncipe
heredero. ¿Pero por qué dibujar esta fase
celestial en el amuleto de protección? ¿El
príncipe heredero tiene alguna conexión con la
Amenazante Estrella?
—Porque el día en que nació fue la fase
celestial de la Amenazante Estrella —dijo Hua
Cheng—. Entonces, la gente de WuYong usó
esta fase celestial para simbolizarlo.
—¿Cómo se enteró San Lang de esto?
—Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng le dio la vuelta a la lámina de oro.
—Está escrito en esta. —Efectivamente, en la
parte posterior estaba grabada una columna de
caracteres. Hua Cheng explicó—: Estas palabras
significan: Santo nacido bajo la Amenazante
estrella. Tal vez ahora en el presente, tener la
Estrella de Radiante Desconcierto en la
Constelación Corazón es un peligroso presagio,
pero las cosas podrían ser diferentes hace dos
mil años.
Xie Lian se quedó esa línea de palabras, su
corazón se hundía lentamente ya que, el día en
1297
que él nació, ¡también fue en la fase de la
Amenazante Estrella!
¿No era esto demasiada coincidencia?
Él se puso de pie.
—Vamos al templo divino.
Los dos caminaron por la calle larga lado a
lado. Pei Ming y los demás no fueron fructíferos
en su búsqueda en el área, por lo que siguieron
adelante también. Había muchos restos de
carruajes en las calles, algunos descansando al
lado de la carretera, otros completamente
volcados en el suelo. También había un número
de personas de piedra dispersas tendidas en el
suelo, cada una con gestos extraños, pero la
mayoría había regresado a sus hogares para
escapar del desastre, por lo que eran mendigos o
viajeros sin hogar que no pudieron llegar a casa
a tiempo. Los gritos y la lucha en ese momento
antes de la muerte fueron preservados y el grupo
atravesó a través de esta extraña vista.
Hua Cheng señaló a Xie Lian cuáles eran las
residencias de comerciantes adinerados y cuáles
pertenecían al distrito de entretenimiento.
Xie Lian no pudo evitar preguntar: —San Lang,
el reino de WuYong cayó hace más de dos mil
años y no quedaron descendientes, así que,
¿cómo aprendiste a leer sus palabras?

1298
Él no pudo haber aprendido a la fuerza de la
nada, debería haber una forma de saber el
método.
—No es demasiado difícil —dijo Hua Cheng—.
Gēge puede ver que algunos caracteres de
WuYong son muy parecidos a los caracteres
modernos.
—Es cierto. —Xie Lian dijo—. Las dos palabras
WuYong son, de hecho, muy cercanas a los
caracteres modernos.
—Correcto. Entonces, esas dos palabras
fueron las primeras palabras de la lengua
WuYong que aprendí. —Hua Cheng explicó—.
Hay algunas más que son así y cuando se
mezclan en una frase, el resto de las palabras se
pueden deducir. Hay algunas que tienen el
mismo caracter, pero significado diferente,
aunque no demasiadas. —Xie Lian asintió y Hua
Cheng continuó—: Y luego, hay palabras que
aparecen con más frecuencia. Como esas dos.
—Señaló dos edificios en la calle—. Es fácil saber
qué tipo de lugar es este. En las señales, las
palabras en la parte superior son diferentes, pero
las que están en la parte inferior son las mismas.
Por lo tanto, lo que significan las palabras en la
parte inferior podría determinarse fácilmente ya
sea una taberna o un restaurante. Hay muchas
maneras de hacer esto. Si Gēge quiere saber
más, se lo contaré cuando llegue el momento.
1299
Así que eso era todo. En realidad, había
personas en este mundo que podían usar sus
propios métodos para resolver todo sin ayuda.
Xie Lian no pudo evitar sentirse asombrado.
El Templo Divino de WuYong todavía era el
edificio más grande y más impresionante de la
ciudad. El grupo llegó delante del templo, pero
antes de entrar, Pei Ming de repente dijo: —¿Qué
es ese ruido?
Squeak Squeak Squeak, Squeak Squeak
Squeak.
El ruido venía de lejos y se dispersaba desde
lejos.
—¿Ratas? —Se preguntó Xie Lian.
—No son ratas típicas. Pero, si hay ratas, eso
significa que hay agua cerca —dijo Hua Cheng.
Cuando entraron al templo, esta vez, no había
rastros de quemaduras en las paredes. Ellos
podían ver simplemente alzando sus cabezas los
inmensos y vibrantes colores del mural. Sin
embargo, esta vez, no había solo un mural, sino
también a la izquierda, al centro, a la derecha,
¡tres! ¡Había un mural en cada una de las tres
paredes!
El grupo llegó delante del primer mural y
levantó la vista. El Príncipe Heredero de WuYong
estaba sentado sobre las nubes, su cuerpo
brillaba con una luz dorada. Sin embargo, su
expresión era severa. En su mano izquierda
1300
había una bola de luz y dentro del resplandor
había una pequeña montaña que arrojaba llamas;
en su mano derecha, sus cinco dedos estaban
presionados, su palma hacia adelante,
pareciendo estar saludando.
Debajo había un palacio y en el palacio había
más de diez personas, cada uno con atuendos y
accesorios lujosos y suntuosos y cada uno de sus
gestos era diferente. Algunos tenían los brazos
bien abiertos, otros llevaban armaduras y arcos y
otros apuntaban en la lejanía con una expresión
agitada.
Los detalles de la pintura eran complejos y
abundantes, Xie Lian la estudió por un buen rato
antes de darse la vuelta.
—Déjenme decirles lo que he recogido de esta
pintura, ¿sí?
»Esta bola de luz sostenida en la mano
izquierda del Príncipe Heredero de WuYong
contiene la escena de una pequeña erupción
volcánica, lo que significa que le había contado
su sueño a los que estaban abajo. En cuanto al
gesto de su mano derecha, obviamente es un
rechazo, por lo que debe estar rechazando algo.
—¿Qué está rechazando? —Preguntó Pei
Ming.
—Eso dependerá de las acciones de las
personas de abajo. —Xie Lian respondió—. Este
palacio está situado en el reino de los mortales,
1301
lujoso y glamoroso, por lo que debería ser el
palacio real. Estas personas deben ser la realeza
y la nobleza de WuYong. Este con los brazos bien
abiertos, a juzgar por la acción, debe estar
haciendo el gesto de expandir. ¿Expandir qué?
Eso está dicho por lo que está en su mano.
La multitud miró más de cerca y lo que tenía en
la mano era un mapa. Pei Ming estaba más que
familiarizado con lo que eso significaba.
—¡Expandir el territorio!
—Sí. —Xie Lian dijo—. Y estos generales están
vestidos con armaduras, parecen estar listos para
ser enviados y están listos para ir a la batalla.
También están los que señalan el camino. Mira,
sus acciones directivas son muy obvias, es como
si estuvieran diciendo; ve allí, pelea allí.
»Con esto, el significado de este mural se
vuelve fácil de entender: Al unir los puntos,
parece que el Príncipe Heredero de WuYong
contó su sueño de profecía a los ministros en el
palacio real. Una vez que el volcán entrara en
erupción, las consecuencias serían severas y
sería un desastre que podría arruinar el reino de
WuYong. El territorio del reino no es lo
suficientemente grande, porque el volcán está
situado justo en el centro, por lo que las ciudades
con gran importancia perecerían. Entonces,
¿cómo debería resolverse esto?

1302
—Si su propio territorio no es lo suficientemente
grande, entonces tome el control del de otra
persona —dijo Hua Cheng.
—Correcto. —Xie Lian dijo—. Entonces, los
ministros sugieren abrir las fronteras e invadir el
país vecino.
»Sin embargo, el Príncipe Heredero de
WuYong no está de acuerdo con este método,
por lo que su mano derecha es el gesto de
rechazo.
Después de analizar el primer mural, el grupo
de ellos llegó al segundo mural. Los colores de
este mural eran mucho más sombríos que el
anterior, tal vez porque lo que representaba era
la escena de la matanza en el campo de batalla.
Abajo, en el campo de batalla, la sangre fluía
como los ríos y los soldados de ambos lados
mataban implacablemente. Xie Lian pudo decir
de qué lado estaban los soldados de WuYong ya
que sus armaduras eran exactamente iguales a
las de los generales de la pintura anterior. Los
soldados de WuYong parecían salvajes y
agresivos, pisoteando las cabezas de sus
enemigos bajo sus pies, cadáveres levantados
por alabardas, brazos, piernas y carne
ensangrentada volaba en la masacre, sangrienta
y cruel. Incluso había soldados que buscaban
niños y mujeres acurrucados en una bola con

1303
sonrisas salvajes. En verdad, los horrores de la
guerra.
Sobre el campo de batalla, las nubes sombrías
eran gruesas, pero dentro de las nubes asomaba
una franja de luz blanca. El Príncipe Heredero de
WuYong asomó la mitad de su cuerpo de las
nubes para observar la escena de abajo, con una
expresión de furia. Uno de sus brazos se
extendió, liberando muchos pilares de luz dorada
y los soldados de WuYong en la luz fueron
absorbidos.
El significado de esta pintura fue más fácil de
analizar que la anterior. Xie Lian lo estudió por un
momento antes de decir suavemente: —Parece
que los generales y los ministros no escucharon
el consejo del príncipe heredero y de todas
maneras enviaron ejércitos para invadir el país
vecino. Los soldados mataron demasiado,
incluso acosando a las mujeres, los niños y los
débiles del otro reino, así que cuando el príncipe
heredero se enteró, se enfureció y se movió para
detener la agresión de los soldados de WuYong.
Después de que Pei Ming escuchó, dijo
rotundamente: —Qué conmovedor. Pero para ser
honesto, si uno de los reinos debe perecer,
entonces elegir proteger el tuyo no puede ser
evitado. Los soldados que atacan en la línea del
frente, si aún no habían sido derrotados por sus
enemigos, morirían de rabia por su propio
1304
príncipe heredero. Ciertamente no querría luchar
por un rey así.
Xie Lian se rió entre dientes un par de veces y
dijo un poco triste: —El General Pei está, uh, en
lo correcto. —Por otro lado, Hua Cheng solo
gruñó fríamente.
Pei Ming continuó: —Entonces, el volcán está
a punto de estallar. ¿Qué planea hacer este
Dianxia, el príncipe heredero? No puede dejar
que su propia gente espere sus propias muertes,
¿no?
—Veamos el tercer cuadro. —Xie Lian dijo—.
Debería tener la respuesta.
El grupo finalmente llegó delante de la última
pintura. Los colores de este mural contrastaban
enormemente con el anterior. Había vuelto a ser
brillante y vibrante, lleno de luz sagrada. Sin
embargo, con la primera mirada, Xie Lian se
sorprendió hasta la médula y abrió los ojos.
Pei Ming miró: —Dios mío, ¿es esta la idea que
se le ocurrió al Príncipe Heredero de WuYong?
¡Ah! Atrevido. Digno de admiración.
En el tercer mural, en la parte inferior de la
pintura estaba el reino de WuYong. El río
WuYong fluía salvajemente por la tierra y el
príncipe heredero con sus cuatro dioses
guardianes también estaban en él. Sin embargo,
no eran el punto principal. Dentro de esta pintura,

1305
el objeto más prominente, lo que estaba en el
centro, era un puente.
Un puente gigante que brillaba con luz blanca
fue sostenido por el Príncipe Heredero de
WuYong y sus cuatro guardianes. Y las personas
en el suelo se dirigían hacia el puente con
sonrisas que cubrían sus rostros.
¡Este Príncipe Heredero de WuYong había
construido un puente que conectaba a los cielos
con la intención de llevar a su gente al Reino
Celestial!

1306
Capítulo 166
Santo nacido bajo la Amenazante Estrella
(parte dos)

X
ie Lian se quedó sin habla mirando el
mural.
Pei Ming comentó: —¿Él puede hacer eso?
—¿Por qué no? —Hua Cheng respondió.
Todos lo miraron y Hua Cheng continuó—:
¿Nombrar generales no es simplemente llevar
mortales al Reino Celestial? Si solo está llevando
temporalmente a todos los que se encuentran
cerca de la capital real a los cielos y una vez que
termine el desastre, los devolverá, ¿por qué no
puede hacerlo?
—Xueyu Tanhua, no haga que esto suene tan
fácil. —Pei Ming dijo—. Mi señor debería saber
que nombrar generales toma poderes
espirituales. ¿Así es como él nombra?
Nombrar generales en realidad era usar el
poder espiritual de uno mismo para nutrir a un
mortal en los cielos, para ser usado por uno
mismo. De lo contrario, si no hubiera
1307
restricciones, ¿por qué no todos los Oficiales
Celestiales nombrarían a todas las personas que
quisieran? ¿Por qué un emperador no traería a
todo su harén y toda su corte y un general a todo
su ejército?
—A juzgar por las reliquias dejadas atrás, la
totalidad del reino de WuYong tenía solo unos
cien mil habitantes. La población de la capital real
era probablemente de unos diez mil.
Xie Lian dijo en voz baja: —Puede que sea
difícil... pero aún es factible, aunque apenas.
—Incluso si son solo unas pocas decenas de
miles, ningún Oficial Celestial se atrevería a
nombrar a tantos. Si realmente lo hizo, entonces
no puedo decir si debería ser felicitado por su
coraje o estupidez extrema. Al menos,
definitivamente no hay otro como él en la historia
—dijo Pei Ming.
Xie Lian estudió ese puente en el mural,
completamente absorto. En sus ojos, los rostros
de ese príncipe heredero vestido blanco y sus
cuatro dioses guardianes se veían cada vez más
peculiares, cada vez más como su propio rostro
y los rostros de sus cuatro guoshis principales.
Luego recordó la fase celestial de esa
Amenazante Estrella; esta historia que era como
una de reencarnación lo hizo sentirse ansioso por
saber qué sucedió a continuación, pero al mismo
tiempo, sintió que quizás ya lo sabía.
1308
Ya no se atrevía a seguir mirando ese mural y
se dio la vuelta y preguntó: —¿Se ha encontrado
agua?
Ban Yue estaba arrastrando a Pei Su y
respondió: —Ese Gēge fue a buscar.
Ella se refería a Yin Yu. Xie Lian miró a Pei Su,
que tenía los ojos cerrados y pensando por un
momento, decidió hablar: —Creo que, cuando
vayamos al horno más tarde, sería mejor que el
Pequeño General Pei se quedara aquí.
Pei Su estaba en el cuerpo de un mortal
después de todo, inconveniente en muchos
aspectos. Además, todavía no sabían lo que les
esperaba por delante. Pei Ming se agachó y miró
a Pei Su.
—Sí, estoy de acuerdo. Pero Dianxia, por favor,
no diga la razón delante de él, ¿sí? Este niño lo
entenderá. Solo déjeme decírselo a mí.
—Tenga la seguridad, General Pei, lo entiendo.
—Xie Lian dijo—. De lo contrario, no lo habría
dicho mientras él todavía está inconsciente.
Pei Su fue una vez un joven dios marcial con
un futuro infinitamente brillante en los cielos,
después de todo, ahora que debía quedarse atrás
porque no podía mantener el ritmo, él se sentiría
amargado. Sin embargo, los errores debían ser
castigados; así era como debía sentirse el exilio
y así, solo podía aceptarlo.

1309
Permanecieron en el templo y discutieron por
un momento y Xie Lian se preguntó,
desconcertado.
—¿Dónde está Yin Yu? ¿Cómo es que no ha
vuelto después de tanto tiempo? ¿No ha
encontrado agua todavía?
Hua Cheng, por otro lado, estaba mirando
fijamente a unas pocas mariposas fantasmales
que descansaban sobre sus dedos. Las
mariposas eran muy útiles antes y ahora todas
habían regresado a él, escondidas para ahorrar
energía. Él levantó la vista ligeramente.
—No debería tomar tanto tiempo.
Xie Lian se alarmó y se puso de pie.
—Déjame ir a echar un vistazo. General Pei,
cuide las cosas aquí. San Lang, ¿vienes
conmigo?
Por supuesto que irían juntos. Por lo tanto, Xie
Lian dejó a Ruoye atrás y lo hizo atar un círculo
de protección. Los dos abandonaron el templo y
se dirigieron hacia la parte más profunda de la
ciudad subterránea.
Había un montón de casas y un montón de
cosas en el camino; Xie Lian tomó un frasco que
le gustó y Hua Cheng parecía haberlo encontrado
gracioso.
—¿Qué está haciendo al recoger eso?
—Si encontramos agua más tarde, podemos
usar esto para traerle algo al Pequeño General
1310
Pei —dijo Xie Lian. Él se había acostumbrado a
recoger restos después de todo y le dio unas
palmaditas al frasco en sus manos sin querer—.
Ahora que lo pienso, esta es una antigüedad de
miles de años.
Hua Cheng se rió y dijo: —Si le gustan estas
cosas, venga a mi casa después. También tengo
algunos artículos y puede ver si encuentra algo
que le guste.

Un tiempo de incienso después, los dos


finalmente escucharon el débil sonido del agua
fluyendo.
Poco después, Xie Lian exclamó: —¡Hacia allá!
Ciertamente, había un río oculto en el fondo.
Xie Lian colocó el frasco que recogió en el agua
y comenzó a lavarlo con ganas. Miles de años de
cenizas ya se habían formado como una gruesa
capa de cáscara, no podía ser lavada, pero al
lavar el polvo en la superficie, el frasco todavía
sería pasable para su uso. Lo llenó de agua y bajó
la cabeza, listo para tomarse un sorbo cuando
Hua Cheng, quien estaba observando el área,
volteó y lo vio, e inmediatamente advirtió: —No lo
beba.

1311
Xie Lian ya había puesto su cara en el frasco,
pero cuando lo escuchó decir eso, se sintió
confundido.
—¿Qué?
En ese momento, una voz dijo: —Tan caliente.
Solo estaban los dos en ese lugar, así que, ¿de
dónde vino esta tercera voz? Xie Lian,
inconscientemente, miró de dónde venía la voz,
¡vino del tarro en su mano!
Al instante miró hacia abajo y en el frasco había
dos pequeños puntos rojos escarlatas, flotando
en el agua mirándolo.
¿Qué era esa cosa? No importaba cómo se
viera, ¡era un par de ojos!
En el momento en que esos ojos coincidieron
con los de él, esa cosa corrió directamente hacia
la cara de Xie Lian. Las aguas salpicaron y las
manos de Xie Lian se movieron rápidamente,
arrojando esa jarra a metros en un instante. Se
estrelló contra la pared y con un sonido metálico
la antigüedad de miles de años fue destrozada.
En cuanto a lo que estaba oculto en él, no tardó
en escurrirse en la oscuridad. En el apuro, Xie
Lian no vio lo que era claramente, solo que era
un gran paquete de algo negro.
—¿Qué era esa cosa? —Hua Cheng estaba
protegiendo frente a él y Xie Lian se sentía un
poco triste—. No estaba en ese frasco antes,
¿verdad?
1312
—No. —Hua Cheng dijo—. Nadó desde dentro
de las aguas. A menudo hay criaturas que se
reúnen y nadan en este río oculto, por eso le dije
que no lo bebiera.
—Pero hubieras dejado que el Pequeño
General Pei lo bebiera... —pensó Xie Lian por
dentro. De repente, sintió un escalofrío en la
espalda y gritó—: ¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!
¡En un instante justo ahora, escuchó a alguien
toser en la distancia!
Definitivamente no fue un engaño, e
inmediatamente se puso tenso en alerta. Poco
después, balbuceos y charlas llegaron vertidos
como la marea y entraron. Alrededor de los dos,
pares tras pares de puntos rojos se encendieron
y los rodearon, cercándolos en el medio.
—No se preocupe, no son humanos —dijo Hua
Cheng.
—Es precisamente porque no son humanos
que tenemos que preocuparnos, bueno...
—pensó Xie Lian.
Escuchando atentamente esa conversación,
Xie Lian dedujo lo que esas voces estaban
diciendo.
—Cof, Cof, Cof…
—Tan caliente tan caliente...
—Estoy ardiendo…
—Wuuuuu
—Me estoy asfixiando... ¿Hay alguien ahí...?
1313
—No puedo moverme, no puedo moverme.
Esas voces eran pequeñas, pero claras y llenas
de dolor, como pequeñas hormigas que se
arrastran en los oídos.
Xie Lian estaba listo para alcanzar a Fang Xin
cuando una voz gritó: —DIANXIA, ¿DÓNDE
ESTÁ DIANXIA? ¡SÁLVEME, SÁLVEME!
Ese último grito hizo que todos los pelos de la
espalda de Xie Lian se pusieran de punta y en
ese instante pensó que esa voz lo estaba
llamando. Sin embargo, Hua Cheng agitó su
mano, liberando miles de mariposas fantasmales,
¡y fueron contra esos pares de ojos rojos
brillantes!
Donde las mariposas plateadas brillaron su luz,
iluminaron a las innumerables criaturas que
charlaban en la oscuridad. Efectivamente, no
eran humanos. ¡Eran ratas!
Hua Cheng lo agarró y le dijo: —He dicho que
hay muchas ratas aquí. ¡Vámonos!
Xie Lian todavía estaba aturdido mientras
caminaba.
—¿Esas son ratas? ¿Por qué a mí me parecen
más gatos...?
Eso era cierto. Cada una de esas ratas era más
grande que un gatito, sus pelos negros como tinta
y gruesos como agujas. Sus pequeños ojos rojos
brillaban agresivamente en la oscuridad y
muchos estaban posados en las paredes,
1314
observándolos de cerca, hablando las lenguas de
los hombres, repulsivo hasta el extremo. Una vez
que las mariposas de plata fueron contra ellas,
comenzaron a matarse entre sí; las luces rojas y
plateadas brillaron y se cruzaron, el estado de la
batalla era desconocido pero muy cruel y
violento.
—Yin Yu no pudo haber sido arrastrado a algún
lugar por esas criaturas, ¿verdad? —Se preguntó
Xie Lian.
—Él no debería ser tan inútil. Probablemente lo
que lo ha hecho tropezar sea algo más
—respondió Hua Cheng.
La primera parte hizo que Xie Lian se relajara
un poco, pero la última parte lo puso tenso de
nuevo.
—No importa qué tan grandes son las ratas,
pero ¿por qué hay tantas? ¿Qué comen para
crecer de esta manera?
—Simple. —Hua Cheng respondió—. Los
muertos, por supuesto. Esas son ratas que se
comen cadáveres.
Resultaba que, cuando esta ciudad estaba
cubierta por cenizas volcánicas, la gente y las
grandes bestias domésticas como bueyes,
caballos, corderos, etc. no tenían dónde
esconderse, pero las ratas cavaron
profundamente en el subsuelo y dependieron del

1315
aire y sustancias almacenadas en las cuevas
para sobrevivir.
Una vez que el polvo se hubo asentado,
emergieron de los hoyos nuevamente y
recorrieron la ahora infernal ciudad en busca de
alimento. Sin embargo, todo fue destruido; Todo
fue enterrado por lava o cubierto de cenizas
volcánicas. Se comieron muchas cosas, pero no
pudieron encontrar comida por un largo tiempo.
Hasta que un día, olieron a podrido.
El olor podrido vino de esas estatuas de piedra
humanoides. Algunos cadáveres estaban
envueltos en una capa más delgada de esa capa
cenicienta y cuando empezaron a pudrirse,
produjeron un hedor extraño y el agua de cadáver
fluyó.
Por lo tanto, las ratas hambrientas rodearon y
se movieron afanosamente al lado de las
estatuas, mordieron pequeños agujeros y se
escurrieron por estos, masticando los cadáveres
que estaban dentro.
Las criaturas más bajas y espantosas a
menudo son las que sobreviven más tiempo. Los
cadáveres de los muertos estaban envueltos en
esas cenizas y su terror, rabia, frustraciones y
otras emociones tan poderosas también estaban
envueltas en su interior. Cuando esas ratas
comieron sus cadáveres, esas emociones
también fueron comidas y pudieron comenzar a
1316
hablar la lengua humana, expresando lo que esas
personas habían querido decir en el momento de
su muerte, pero no pudieron.
Xie Lian se iluminó: —Ya veo, es por eso que
dirían esas cosas. Me preguntaba por qué dirían
esas palabras...
Sin embargo, inesperadamente, Hua Cheng de
repente dijo: —¿Qué dijo?
Xie Lian parpadeó.
—¿Qué dije?
Hua Cheng lo miró fijamente.
—¿Qué dijeron? ¿Qué escuchó?
—San Lang, ¿no lo escuchaste? —Xie Lian
dijo—: Cosas simples como; tan caliente, es
asfixiante, no puedo moverme, sálvame y eso...
Sin embargo, antes de que Hua Cheng dijera
algo, Xie Lian lo entendió.
¡Eso no estaba bien!
Lo que esas ratas devoradoras de cadáveres
repitieron fue el odio de la gente de WuYong, así
que, naturalmente, estaría en la lengua de
WuYong.
Entonces, ¿por qué pudo entender la lengua de
WuYong?

1317
Capítulo 167
Celoso Rey Fantasma; tres preguntas sobre
dónde está la amistad

H
ua Cheng usó sus propias habilidades de
deducción y capacidades de aprendizaje
para aprender la lengua de WuYong. Podía
descifrar el significado de las palabras, pero
como no había nadie vivo que pudiera leerle esas
palabras en voz alta, no podía relacionar las
palabras con los sonidos. Lo que significaba que
no podía entender los murmullos de esas ratas
devoradoras de cadáveres. Pero, Xie Lian, quien
nunca había visitado el Monte Tonglu, entendió.
Entonces, ¿qué significa esto?
Con solo una mirada, Hua Cheng pudo adivinar
lo que Xie Lian estaba pensando e
inmediatamente dijo: —Gēge, no se asuste
todavía. Repetiré esas palabras de nuevo ahora,
escuchémoslas.
—Está bien —dijo Xie Lian.
La memoria de Hua Cheng era excepcional y
una vez que se alejaron de donde se reunían las

1318
ratas devoradoras de cadáveres,
inmediatamente repitió las palabras con claridad.
Xie Lian lo miró con nerviosismo y escuchó una
serie de pronunciaciones de ritmo moderado y un
tanto bizarro. Esas palabras extrañas tenían un
ritmo antiguo para ellos y al tenerlas enunciadas
firmemente y controladas a través de los labios
de Hua Cheng, las notas eran profundas y
hermosas, agradables a los oídos. Después de
concentrarse en las palabras por un momento Xie
Lian dijo: —No las entiendo.
Ahora esto era extraño. Podía entender las
palabras que arrojaban esas ratas devoradoras
de cadáveres, pero ahora que Hua Cheng
recitaba las mismas palabras, no podía entender.
Pero era imposible que lo que había ocurrido
fuera una ilusión.
Hua Cheng preguntó: —Antes, cuando
escuchaba esas voces, las entendía al instante y
sabía muy naturalmente lo que estaban diciendo,
¿verdad?
Xie Lian asintió con la cabeza.
—Correcto. No hubo un proceso de traducción
en mi cerebro. Por eso no me di cuenta de que
era un lenguaje diferente.
—Lo tengo —dijo Hua Cheng.
—¿Qué tienes? —Xie Lian preguntó.
—Lo que entendió no era la lengua WuYong,
sino las emociones de los que murieron. —Xie
1319
Lian entendió, pero al mismo tiempo, no lo hizo.
Hua Cheng explicó más detalladamente—:
Significa que, hace mucho tiempo, alguien
escuchó las voces de los muertos, las entendió y
las recordó; luego, de alguna manera trasplantó
este recuerdo a usted y lo infectó con esas
emociones. Debido a que esa persona ya sabía
la lengua WuYong, no era necesario que usted la
conociera también. Esas voces siempre
estuvieron enterradas profundamente en su
mente y en el momento en que las escuchó, usted
fue arrastrado directamente por esas emociones.
—Ya veo... —dijo Xie Lian—. Pero, el problema
es, ¿quién podría pasarme esos recuerdos y
emociones? ¿Y cuándo hicieron esto?
—Después de una pausa, murmuró—: ...
¿Guoshi Principal?
—Sin embargo —Hua Cheng dijo—. No puedo
estar seguro. Gēge ya está asumiendo que su
maestro es de WuYong. Pero, alguna vez ha
pensado que, si ese es el caso, entonces antes,
cuando estábamos en el estómago del espíritu de
la montaña, ¿no deberían ellos haberse
comunicado a través de la lengua de WuYong?
¿Por qué no lo hacían?
—Esto no es difícil de explicar. —Xie Lian
dijo—. Debido a que el Reino de WuYong fue
destruido hace dos mil años, lo que significa que
en los últimos dos mil años, si realmente se
1320
movieron en este mundo, entonces es más
probable que usen el lenguaje moderno.
Entonces, cuando se comunican, usarán de
manera muy natural el lenguaje en el que tienen
más fluidez.
Hua Cheng agarró a sus hombros, su tono se
volvió más áspero.
—Gēge no siga pensando en esa dirección.
Xie Lian finalmente se volvió para mirarlo.
—Bien. Entonces, San Lang, para trasplantar
recuerdos y emociones a otro, ¿generalmente
qué tipo de requisitos debe haber?
Hua Cheng respondió: —Dos requisitos:
primero, debe confiar en esta persona
absolutamente sin ningún tipo de protección y en
caso de que haya una necesidad, la voluntad de
ser dirigido por esta persona.
Después de un breve momento de
contemplación, Xie Lian había elegido a los
candidatos en su mente.
Hua Cheng continuó: —En segundo lugar, se
es impotente de tomar represalias contra esta
persona, tienen el poder de oprimirte por
completo y se tiene un profundo temor hacia
ellos. Gēge piense con cuidado. En estos años,
¿quién cumple estos requisitos?
Xie Lian contempló por un momento y luego de
algunas dudas, respondió lentamente: —Hay tres
en total.
1321
—Muy bien. ¿Cuáles tres? —Preguntó Hua
Cheng.
—El primero es el Guoshi Principal —dijo Xie
Lian.
Aunque amaba profundamente a sus padres y
nunca se protegía de ellos, en el fondo de su
corazón, él y su padre recorrían caminos
diferentes, por lo que no podía decir que estaba
dispuesto a ser guiado por él. Sin embargo, el
Guoshi Principal que lo acogió y le enseñó todo
coincidía con el primer requisito. Esto era lo
esperado.
Hua Cheng preguntó: —Entonces, ¿el
segundo?
—Jun Wu —respondió Xie Lian.
Él admiraba y respetaba inmensamente a Jun
Wu, sin necesidad de cuestionarse y también
cumplía con el primer requisito. Hua Cheng no
parecía estar muy impresionado, pero no
comentó nada al respecto.
—¿Y el último?
—El tercero —dijo Xie Lian—, no coincide con
el primer requisito, pero el segundo.
Hua Cheng entendió. Dijo oscuramente:
—... ¿Bai Wuxiang?
Xie Lian cerró los ojos y asintió, con una mano
cubriendo la frente.
—... No te mentiré. Aunque enfrente de todos,
podría no haber revelado esto, incluso a Feng Xin
1322
y Mu Qing en aquel entonces nunca les dije nada
sobre estas cosas deprimentes, pero en
realidad...
En realidad, en lo profundo de su corazón,
había temido profundamente a esa criatura.
Hubo un período de tiempo en el que incluso el
solo hecho de escuchar el nombre lo haría
temblar sin parar. Sin embargo, Xie Lian nunca
se había atrevido a permitir que nadie lo viera,
porque él era la única esperanza en la lucha
contra Bai Wuxiang. Si incluso él estuviera
asustado, ¿no caerían todos los demás en la
desesperación? ¡Si eso sucediera, entonces todo
colapsaría!
Por supuesto, todo estaba mucho mejor ahora.
Hua Cheng apretó sus hombros aún más fuerte.
—No es nada. No es nada vergonzoso tener
miedo de algo.
Xie Lian le dio una pequeña sonrisa breve.
—Hum. Simplemente no soy lo suficientemente
valiente, eso es todo.
Hua Cheng consoló: —No necesita ser tan duro
con usted mismo. Sin miedo, no hay valentía.
—Xie Lian se sorprendió un poco. Hua Cheng
continuó sin pausa—: Entonces, ¿son solo estos
tres?
Xie Lian asintió. Lo que significaba que alguien
entre esos tres fue el que le inculcó los recuerdos
y las emociones de la gente de WuYong cuando
1323
el volcán entró en erupción. Hua Cheng
reflexionó, frunciendo el ceño, pero después de
un momento de silencio, Xie Lian de repente dijo:
—Esos no son todos.
Hua Cheng volteó para mirarlo.
—¿Qué?
Xie Lian contuvo el aliento y dijo: —... Dije, no
son solo esos tres, hay una cuarta persona. Esta
persona cumple el primer requisito. Pero, él no
tiene nada que ver con esos recuerdos y
emociones.
Hua Cheng se giró completamente.
—¿Oh? ¿Cómo es eso? ¿Dianxia y esta
persona también comparten muchos años de
amistad profunda?
—No tantos años —pensó Xie Lian—, pero una
amistad profunda... —Pensó que contaba, pero
estaba demasiado avergonzado para decirlo en
voz alta, por lo que respondió de manera
ambigua—: En cualquier caso... podría ser en
quien más confío, incluso más que mi maestro y
Jun Wu.
—¿Cómo es eso? —Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente y dijo
tímidamente: —Es vergonzoso decirlo. Porque...
si tuviera que cometer un grave error, o meterme
en grandes problemas, el primero en el que
pienso es seguramente en él... Y, esta confianza
no es la misma que tengo para mi maestro y el
1324
Emperador... —Antes de que él terminara se dio
cuenta de que la expresión de Hua Cheng era
extraña y se calló—. ¿San Lang?
Solo entonces Hua Cheng reaccionó y levantó
las cejas.
—Oh. No es nada, estaba pensando en otra
cosa. ¿Dianxia realmente confía tanto en esta
persona?
Aunque generalmente cuando levantaba las
cejas estaba tranquilo o bromeando, esta vez no
parecía tan natural.
Xie Lian asintió.
—Hum... ¿Hay algún problema?
Hua Cheng inclinó ligeramente la cabeza,
arregló los brazaletes de plata en sus mangas y
dijo, pareciendo indiferente: —Nada importante.
Pero, una opinión personal. Es mejor si Gēge no
confía en otros tan fácilmente.
Al escucharlo, Xie Lian no podía estar seguro
de si Hua Cheng descubrió de quién estaba
hablando y no se atrevió a revelar más, por lo que
solo dijo: —… Oh. —Después de una pausa,
todavía no pudo contenerse y preguntó—: ¿San
Lang no va a preguntar quién es esta persona?
—¿Hum? ¿Yo? —Hua Cheng dijo—. Ya que
Gēge dijo que confía en él y está determinado a
que no tiene nada que ver con este asunto,
entonces no hay necesidad de preguntar. —Xie
Lian se frotó la frente y, poco después Hua Cheng
1325
dijo—: Pero, si Gēge quiere decirme, San Lang
está feliz de escuchar.
Aunque sus palabras sonaban correctas, si Xie
Lian lo seguía y le decía ahora, sería incómodo,
como si le rogara a la gente para que preguntara
en quién confiaba más. Xie Lian no pudo decir si
fue solo por cortesía o si a Hua Cheng tampoco
le importaba. Casualmente, justo en ese
momento, las mariposas fantasmales que habían
estado involucradas en una carnicería sangrienta
con ratas devoradoras de cadáveres habían
regresado. Después de atravesar una extenuante
batalla, las mariposas plateadas volaron un poco
bajas, como si se estuvieran arrastrando con
fatiga. Xie Lian se acercó rápidamente para
saludarlas, extendió la mano para atrapar una
mariposita plateada y dijo: —¡Gracias por su
arduo trabajo!
Ahora que lo había hecho. Las mariposas se
detuvieron en el aire y al segundo siguiente, fue
como si olieran deliciosos pasteles y todas fueron
hacia él como locas. Xie Lian tenía la pequeña
mariposa plateada casi aturdida posada en su
mano. Hua Cheng soltó una tos tranquila y las
mariposas se detuvieron otra vez, luego volaron
hacia él apropiadamente, aterrizando en los
brazaletes de plata en sus brazos, convirtiéndose
en uno con los patrones de mariposa grabados.
Los dos siguieron buscando a Yin Yu.
1326
Después de caminar un rato, Hua Cheng de
repente habló: —No es Feng Xin, ¿verdad?
Xie Lian ya había comenzado a pensar en otra
cosa y cuando escuchó, parpadeó confundido.
—¿Eh? ¿Qué?
—Esa persona de la que Gēge habló —dijo
Hua Cheng.
Xie Lian al instante agitó su mano.
—Por supuesto que no.
Las cejas de Hua Cheng se torcieron.
—... Tampoco es Mu Qing, ¿verdad?
Una gota de sudor rodó por la frente de Xie
Lian.
—Eso es aún más imposible. Pero, ¿por qué
San Lang pregunta otra vez por esto?
Hua Cheng sonrió: —Lo pensé y de repente
sentí que la cuarta persona es la más
sospechosa. Entonces, para evitar sorpresas,
¿me dirá, por favor, quién es esta persona en la
que más confía y con la que ha compartido
muchos años de amistad?
—…
Xie Lian observó la sonrisa en su rostro y tuvo
la corazonada de que esta sonrisa era muy falsa.
Justo cuando inhalaba profundamente y estaba a
punto de hablar, la tenue luz brillante de las
exploradoras mariposas plateadas desapareció
de repente.

1327
La oscuridad cayó de todo alrededor, Hua
Cheng rápidamente tomó la mano de Xie Lian y
atacó al lado de la calle. Xie Lian pudo decir que
algo estaba mal y dijo en voz baja: —San Lang,
algo viene, ¿no?
A pesar de que la oscuridad había llegado de
repente y no se podía ver nada, seguía los pasos
de Hua Cheng de cerca y sin problemas saltó a
una casa para esconderse. La voz de Hua Cheng
sonó al lado de su oído: —Está aquí.
Dentro de la oscuridad, de repente hubo un
sonido muy peculiar.
Dong, dong, dong.
A pesar de que estaba muy lejos, cada arrastre
sonaba extremadamente pesado y con cada
sonido, se escuchaba mucho más cerca que
antes, su velocidad asombrosa. Xie Lian seguía
pensando que este sonido era familiar, que
definitivamente lo había escuchado antes y
cuando ese sonido estuvo cerca, miró hacia
afuera.
¡Ciertamente! En las calles principales de la
ciudad subterránea, apareció una mujer vestida
con una túnica de novia.
Mientras que esa mujer se había puesto una
túnica de boda, la túnica misma estaba rota y
destrozada, escalofriante y sombría. Aunque su
rostro era bellamente hermoso, no había señales
de vida. El fuego fantasma verde brillante en la
1328
parte superior de su cabeza también hizo que su
rostro blanqueado brillara de color verde. En sus
brazos acunaba a un niño pequeño cuyo rostro
también estaba pálido, pero mucho más vivo que
ella, obviamente un humano vivo.
—Encontrándose con viejos amigos de nuevo
—dijo Hua Cheng.
¡Era la fantasma Xuan Ji y Gu Zi!

1329
Capítulo 168
Bajo fuego fantasma; el conjuro
desbloqueado (parte uno)

¡También vinieron al Monte Tonglu!


—Gu Zi está aquí, ¿eso significa que Qi Rong
también ha venido? —Se preguntó Xie Lian.
—Mire esa bola de luz verde sobre su cabeza,
no hay duda de que lo ha hecho —dijo Hua
Cheng.
—…
Gu Zi parecía tener un poco de miedo por Xuan
Ji, su pequeña forma estaba todavía inmóvil en
sus brazos. Sin embargo, quizás fue porque el
cuerpo de Xuan Ji estaba frío y no estaba cómodo
que se movió en secreto un par de veces, pero
Xuan Ji inmediatamente reprendió: —¡No te
muevas!
En el momento en que abrió la boca, con el
brillo de esa bola de fuego fantasma verde, los
músculos de su rostro parecían aún más
retorcidos. Ese fuego fantasma también se
consideraba un signo distintivo del Goblin verde
1330
en este punto, un gusto extremadamente malo y
Xie Lian sintió que cualquier fantasma femenino
que tuviera un gusto normal y valorara su propia
imagen se negaría a usar una bola de fuego
fantasma tan llamativa sobre su cabeza. No era
necesario decir que debió haber sido Qi Rong
quien le hizo usarla. Las llamas verdes y las
túnicas de boda rojas formaron una vista
impactante, dañando los ojos, incluso más
desesperante que si un maestro fuera a forzar a
uno a usar un uniforme extremadamente feo.
Gu Zi suplicó, con los ojos llenos de lágrimas:
—Jie Jie, mi barriga no se siente tan bien
después de beber esa agua.
¿Agua?
Xie Lian rompió en sudor frío. Las aguas
subterráneas tenían bandadas de ratas que se
alimentaban de cadáveres y, aunque no eran
tóxicas, los niños tenían una inmunidad más débil
y podían contraer diarrea después de beberla.
Xuan Ji era obviamente del tipo al que no le
gustaban los niños y no tuvo paciencia con él.
—Aguanta un poco. Ya vamos de regreso.
Sus espaldas desaparecieron y se hicieron una
con la oscuridad. No había necesidad de decir
más, Xie Lian y Hua Cheng siguieron
silenciosamente tras ellos. Poco después,
siguieron a Xuan Ji, giraron algunas esquinas y
entraron en otra calle principal. Al final de la calle
1331
había una casa particularmente lujosa y se
escuchaban voces que venían desde dentro, así
que ese debía ser el destino. Bajo el disfraz de
las sombras, Xie Lian y Hua Cheng se
adelantaron primero, saltaron al techo de esa
casa y, a través de las grietas, miraron hacia
abajo. Efectivamente, Qi Rong estaba sentado en
el centro del gran salón de esa mansión.
Tenía algunas decenas de estatuas de piedra
traídas, con sus cabezas frente a él y como esas
personas de piedra estaban tiradas en el suelo,
parecían estar en completa sumisión hacia él. Por
lo tanto, estaba disfrutando de esta postración y
comiendo un brazo, bastante satisfecho de sí
mismo. En la esquina estaban sentados varios
granjeros y uno de ellos, con su cabeza inclinada
y prácticamente sin sentido de presencia, era Yin
Yu.
Como sospecharon, fue capturado por Qi
Rong. Aunque nadie estaba atado por cuerdas,
había verdes bolas repulsivas de fuego fantasma
que flotaban sobre cada una de sus cabezas. En
una vista más cercana, esos fuegos fantasmas
eran diferentes a los llamativos que estaban
sobre la cabeza de Xuan Ji; esos habían
desarrollado los cinco sentidos, sus ojos se
estrecharon hacia abajo, sus expresiones
maliciosas, pareciendo perversos y vigilaban
firmemente a la persona que estaba debajo.
1332
Xie Lian susurró: —Esas bolas de fuego deben
tener algo contra ellos.
Hua Cheng respondió: —Esa es la Cerradura
de Fuego Fantasma de Qi Rong. Una vez que el
fuego te mira, si te atreves a escapar, activaría el
hechizo y te quemaría hasta morir en un instante.
Qi Rong estaba disfrutando plenamente de
comer ese brazo cuando la voz de Xuan Ji de
repente sonó desde afuera.
—Mi señor, he regresado.
Inmediatamente tiró el brazo y se limpió la boca
cubierta de sangre. Xie Lian estaba un poco
sorprendido; ¿Qué fue ese gesto? ¿Temía que
alguien pudiera verlo? ¿Podría realmente llegar
un día en que Qi Rong estuviera avergonzado de
que alguien pudiera ver la manera en que comía?
Antes de que Xuan Ji entrara, ella bajó a Gu Zi.
Gu Zi tembló y corrió adentro, marchando
directamente al lado de Qi Rong, pero cuando lo
vio, señaló con el dedo y gritó: —¡Papá está
comiendo cosas malas en secreto otra vez!
—¡No! —Respondió Qi Rong.
—¡Lo olí! ¡Tu boca apesta cuando la comes!
—Acusó Gu Zi.
Qi Rong levantó la mano e inhaló un par de
respiraciones contra su palma y debió haber olido
su boca llena de olor a sangre y podredumbre.
Sin ninguna forma de negarlo, se irritó.

1333
—¡MALDICIÓN! ¡XUAN JI! ¿POR QUÉ LO
TRAJISTE DE VUELTA TAN PRONTO? ¿NO
DIJE QUE TE LO LLEVES POR AHÍ UN RATO
MÁS CUANDO ESTOY COMIENDO???
Xuan Ji entró flotando y explicó: —Estaba
haciendo un escándalo por un dolor de barriga
después de beber agua, así que lo traje antes. Mi
señor, por favor, no me haga cuidar más a los
niños, ¡no sé cómo tratar con él!
Qi Rong miró y acusó: —¡¿QUÉ?! ¿NO ERES
UNA MUJER FANTASMA? ¿CÓMO PUEDEN A
LAS MUJERES FANTASMA NO GUSTARLES
CUIDAR A LOS NIÑOS?
—¡Pero este ni es mi propio hijo! —Respondió
Xuan Ji.
Gu Zi tiró del dobladillo de Qi Rong.
—Papá, no comas esas cosas nunca más, no
son buenas para ti... —Qi Rong estaba cada vez
más molesto por su fastidio y reprendió—: ¡Vete,
vete, ve! No te quedes aquí molestando a la
gente. ¡Qué es esto, niños molestando a los
adultos, sal y ve a jugar solo! —Y Gu Zi solo podía
arrastrar sus pies y salir a jugar con barro solo.
Antes de irse, incluso miró con tristeza a los
demás en la casa.
Solo cuando se fue, Xuan Ji dijo: —Mi señor,
realmente no lo entiendo, ¿por qué usted debe
traerlo si lo considera molesto? Ha estado
hambriento, sediento, lloroso y enfermizo todo el
1334
camino. Si no fuera por tropezar con ese espíritu
de la montaña que nos trajo hasta aquí, quién
sabe si él todavía nos estaría frenando.
Qi Rong se rió con ironía: —Mi hijo barato está
decidido a llamarme papá, ¡así que déjalo! Pufft,
qué basura, por supuesto que se debe a que voy
a comerme a ese tonto pequeño idiota! La carne
de un niño pequeño es tan tierna que, incluso sin
condimentarla, ¡será lo suficientemente sabrosa!
—Entonces, ¿por qué no lo ha comido todavía?
—Preguntó Xuan Yi.
La luz verde brilló en los ojos de Qi Rong.
—¡No entiendes nada! ¡Lo mataré después de
que él haya engordado! ¡Deja lo mejor para el
final! Además, todavía nos quedan muchos
suministros, ¡no hay necesidad de apurarse!
Xuan Ji miró a Yin Yu.
—Creo que este nuevo que capturaste es
sospechoso. Muy, muy sospechoso. Mi señor,
¿descubrió de dónde vino exactamente?
A juzgar por cuánto Qi Rong odiaba a Hua
Cheng, si supiera que Yin Yu era el subordinado
de Hua Cheng, lo habría comido de inmediato,
pero Qi Rong respondió: —Sí, lo sé. Este
bastardo vino también con la Señora de la Lluvia
para ayudar.
Un sentido de presencia débil y una
personalidad plana a veces era algo bueno. Por
lo general, la gente no vincularía a Yin Yu con
1335
Xueyu Tanhua. Al parecer Yin Yu había mentido
con éxito sobre su propia identidad. Xie Lian
suspiró aliviado. La cara de Xuan Ji, sin embargo,
cambió.
—¡¿Yu Shi Huang ya nos ha perseguido hasta
aquí?!
—Naa. —Qi Rong dijo—. Este bastardo
encontró esta ciudad subterránea por accidente,
igual que nosotros. La Señora de la Lluvia no nos
ha encontrado todavía. ¡JODIDO DIOS,
MALDITA SEA! —De repente, maldijo—. ¿Por
qué es tan difícil lidiar con la Señora de la Lluvia?
Tan cerca nuestro que tuvimos que venir a
escondernos aquí. SOLO TOMAMOS A UN PAR
DE ESOS PLANTADORES DEL CAMPO PARA
COMER, ¿POR QUÉ ES TAN TACAÑA? ¡Una
Oficial Celestial después de todo, yo SABÍA que
ninguno de los Oficiales Celestiales es bueno!
¡TAN MENTE ESTRECHA Y MISERABLE!
Siempre causaría daño a los demás primero y
actuaría de manera auto-importante después.
Fuiste el primero que desgraciadamente atrapó a
los granjeros de otra persona, quienes se
estaban ocupando de sus propios asuntos, pero
¿tenías que dar media vuelta y despreciar a los
demás por no ser lo suficientemente generosos
como para proporcionarte algunos más? Su
discurso hizo que los puños de Xie Lian picaran.

1336
—¿Por qué no liberamos a esas personas?
—Dijo Xuan Ji.
Qi Rong, sin embargo, parecía haber pensado
que la idea era vergonzosa y se enfureció: —¡NO!
Ya me comí a la mitad de ellos, así que incluso si
libero a la otra mitad, no tendría sentido.
¡FUÉRCENME Y ESTE ANCESTRO LOS
QUEMARÁ A TODOS HASTA VOLVERLOS
POLVO! ¡NADIE SALDRÁ BENEFICIADO DE
ESTO!
—Tampoco pensé que las cosas saldrían así.
La Yu Shi Huang que conocí no era así en el
pasado, era fácil de intimidar. Pensé que incluso
si secuestráramos a personas del País de YuShi,
todo sería barrido bajo la alfombra y el insulto
ignorado, por eso me atreví a hacer un
movimiento. ¡Quién hubiera sabido que causaría
tantos problemas, completamente obstinada!
Xuan Ji en realidad conocía a la Señora de la
Lluvia y no parecía tenerla en alta estima. Al
parecer, probablemente se conocían cuando
fueron mortales. Recordando todas las leyendas,
Xie Lian susurró: —¿Podría ser que Xuan Ji solía
ser general del reino de YuShi?
—Gēge acertó. —Hua Cheng dijo—. Ese es
exactamente el caso.
Xie Lian estaba desconcertado.
—Pero eso no está bien, ¿no? La Señora de la
Lluvia es descendiente de la realeza YuShi con
1337
un estatus prestigioso. Xuan Ji era solo una
general, una oficial inferior, así que, ¿cómo se
atreve a despreciar a su monarca? E incluso decir
algo como; fácil de intimidar.
En ese momento, Qi Rong respondió: —A
quién le importa la Señora de la Lluvia, la Señora
de los Perros, solo espera hasta que este Rey
Fantasma se convierta en un supremo en el
horno y surja con tanto poder que sacudiré los
cielos y todos deberán caer a mis pies!
¡Arrodillarse ante mí y comerse el barro en mis
pies! Luego, derribaré la Ciudad Fantasma,
hundiré esa Isla de Agua Negra, e incluso Jun Wu
tendrá que tener cuidado al caminar.
JAJAJAJAJAJAjajajajaja…
—…
Al escucharlo componer tanta estupidez,
imaginando felizmente su poder futuro, aparte de
querer reír, Xie Lian no sintió nada. Hua Cheng,
por otro lado, ni siquiera quería gastar energía
para reírse.
Qi Rong siguió diciéndole a Xuan Ji: —Luego,
cortaré la polla de Pei Ming para que juegues, lo
convertiré en tu esclavo.
Al escuchar ese nombre, Xuan Ji apretó los
puños, con un rastro de vida brillando en su rostro
pálido.

1338
—¡NO ES NECESARIO! ¡Mientras mi señor se
comprometa a dármelo para que lo maneje yo
misma, Xuan Ji estará muy agradecida!
Cuando no se refería a Pei Ming, Xuan Ji
parecía un fantasma femenino algo normal, pero
en el momento en que el General Pei era
mencionado, Xie Lian pudo ver una sombra de
esa loca y obsesionada fantasma del Monte Yu
Jun. Ella había puesto esa absurda esperanza en
Qi Rong; un movimiento que solo podría ser
descrito como loco.
Por supuesto, podrían ir directamente y golpear
a Qi Rong y Xuan Ji, pero esos granjeros y Yin
Yu eran rehenes. Qi Rong era de carácter
apabullante y si con cada golpe el quemara a una
persona, entonces ellos serían los que estuvieran
perdidos. Justo como él dijo, si lo forzaban, él
podría muy bien reducir a todos a cenizas.
Hua Cheng no estaba ni un poco ansioso y dijo:
—Hay un encantamiento de desbloqueo a la
Cerradura de Fuego Fantasma de Qi Rong.
Primero pensemos en una manera de engañarlo.
—¿Quién hará esto? ¿Cómo engañarlo?
Ciertamente no podemos ser los únicos —dijo Xie
Lian.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, sus ojos se posaron al mismo tiempo en
Gu Zi, que estaba jugando con barro fuera de la
mansión.
1339
Después de una pausa momentánea, Xie Lian
dijo: —Eso no es posible. Es muy peligroso. Qi
Rong ya está pensando en comerse Gu Zi, ¿y si
se da cuenta del engaño?
—Poniendo a un lado si ese cerebro suyo
puede incluso registrar trucos —dijo Hua
Cheng—. Si planea hacerle algo al niño,
podemos ir a rescatarlo. ¿Por qué no se
preocupa de si el niño, luego de haberse quedado
con Qi Rong durante tanto tiempo, ha sido
influenciado por él y si su estado mental sigue
siendo normal?
Habiendo seguido a Qi Rong durante tanto
tiempo, era difícil decir si se había vuelto
monstruoso.
—¿Vamos a intentarlo entonces? —Dijo Xie
Lian.
Por lo tanto, Hua Cheng abrió sus dedos y soltó
una pequeña mariposa plateada de su palma,
que se agitó lánguidamente.
Qi Rong y Xuan Ji seguían hablando dentro de
la casa y Gu Zi estaba afuera haciendo dibujos
en el barro, la imagen de una persona grande que
se tomaba de la mano con una persona pequeña.
De repente, vio una mariposa plateada emitiendo
una tenue luz brillante y al instante levantó la
vista, con los ojos muy abiertos y estaba a punto
de decir; ¡WOW! Cuando el susurro de una voz
vino de esa mariposa plateada: —Gu Zi, no
1340
hables En el momento que hables ya no estaré
más. Soy yo. ¿Me recuerdas?
Incluso si Gu Zi gritara, Hua Cheng habría
hecho que la mariposa plateada confundiera su
mente, sin embargo, Gu Zi se tapó la boca, en
verdad obediente. Él susurró en respuesta: —Lo
recuerdo. Es la voz de Gēge que colecciona
chatarra.
—Jajaja, qué buena memoria. —Xie Lian se rió
con torpeza—. Así es, ese soy yo, el tipo que
recolecta chatarra. Escabúllete aquí hacia un
lado por un momento, no dejes que Qi... no dejes
que tu padre se dé cuenta.
Gu Zi asintió, se puso de pie y estaba a punto
de escabullirse cuando Qi Rong, que estaba
dentro de la casa, se dio cuenta y gritó: —¡EH!
NO HUYAS A CIEGAS, ¿ME OYES? ¡QUÉDATE
AQUÍ Y NO VAYAS A NINGUNA PARTE, LAS
GRANDES RATAS TE ATRAPARÁN!
¡REGRESA AQUÍ!

1341
Capítulo 169
Bajo fuego fantasma; el conjuro
desbloqueado (parte dos)

E
sa mariposa plateada voló
instantáneamente a un lado y se escondió.
Los ojos de Gu Zi se abrieron y respondió:
—Yo... ¡voy a hacer pipí!
Qi Rong chasqueó su lengua.
—¡Los niños están tan llenos de mierda y pipí!
—Y dejó de preocuparse.
Gu Zi se hizo a un lado y susurró de nuevo:
—¡Gēge chatarra, Gēge chatarra!
Xie Lian todavía estaba en el techo.
—... solo decir Daozhang está bien. Gēge
chatarra es un poco raro, jajaja... Gu Zi. La
situación de esas personas que tu padre capturó
es muy lamentable. Son subordinados de la casa
de otra persona y su maestro seguirá
persiguiendo a tu padre para darle una paliza.
¿Ayudarás a dejarlos ir?
—¡Lo sé! —Gu Zi dijo—. ¡Ellos son de la casa
de ese dios que monta un buey grande y negro!
1342
—Se rascó la cabeza—. Quiero dejarlos ir
también... pero mi padre está enfermo. Dijo que
tiene que comer carne humana para mejorar, que
comer carne humana es muy normal. Todavía
soy joven, él me enseñará a comer cuando sea
más grande. No creo que eso sea muy bueno...
—¡Era más que simplemente no ser muy
bueno! Esta fue una alerta cercana —pensó Xie
Lian.
Al quedarse demasiado tiempo al lado de Qi
Rong, Gu Zi estaba empezando a extraviarse. Si
continuara por el camino equivocado, tal vez
reconocería todo esto como normal por
costumbre y aceptaría que comer carne humana
era una creencia muy normal.
Xie Lian dijo rápidamente: —¡No es muy bueno!
Comer carne humana causará una enfermedad
muy grave, los fantasmas de los que se come se
aferrarán a ti y a tu padre, te acosarán día y
noche. Tu papá no está enfermo, es solo un
glotón que se niega a detenerse. Tienes que
pensar en una manera de evitar que vuelva a
comer más de eso, de lo contrario, ¡te convertirás
en un niño sin padre!
—Entonces, ¿qué debo hacer? —Gu Zi estaba
alarmado.
Hua Cheng se volvió hacia Xie Lian.
—Gēge déjeme. —Dijo unas pocas palabras a
la mariposa plateada y Gu Zi escuchó en el otro
1343
extremo, tratando de recordar todo. Una vez que
terminó, Hua Cheng levantó la vista de nuevo y le
dijo a Xie Lian—: Primero vamos a sacar a Xuan
Ji del camino.
Dentro de la casa, Xuan Ji dijo: —Todavía creo
que este hombre es sospechoso. Dijo que es el
subordinado de Yu Shi Huang, pero está cubierto
de esencia del mal. No creo que haya sido
sincero, le preguntaré un poco más.
Después de ver a Gu Zi escabullirse, Qi Rong
se dio la vuelta con la espalda hacia la puerta y
continuó masticando ese brazo, respondiendo
vagamente.
—Claro.
Poniendo a un lado que Xuan Ji se volvería loca
al encontrarse con Pei Ming, otras veces, ella era
mucho más detallada y cautelosa que Qi Rong,
siendo una mujer después de todo. Además, Gu
Zi todavía le tenía un poco de miedo, así que con
ella alrededor, él podría tropezar más fácilmente.
Xie Lian asintió.
—¿Cómo la mandamos lejos?
Los dos intercambiaron una mirada y dijeron al
mismo tiempo: —General Pei.
Xie Lian juntó las manos en una oración.
—No hay otra manera. Tendremos que hacer
que se sacrifique temporalmente. General Pei,
todos se lo agradecerán después de que se
hayan salvado.
1344
Otra mariposa plateada se materializó a partir
de los grabados del brazalete de plata de Hua
Cheng y voló junto a la oreja de Xie Lian. Las
voces de un hombre vinieron flotando, era Pei
Ming. Resultaba que, justo antes de que Hua
Cheng se marchara antes, dejó algunas
mariposas plateadas y las voces del otro lado
fueron enviadas.
Xie Lian escuchó atentamente por un momento
y susurró: —Vamos a cortar esto un poco y usar
estas líneas...
La espalda de Xuan Ji estaba frente a la
ventana, mirando a Yin Yu como un halcón,
interrogándolo. Yin Yu respondió con
tranquilidad: —En el país de YuShi soy
responsable de cuidar de los fantasmas perdidos
y hambrientos. Cuando ellos vienen, les regalaría
un paquete de arroz y los enviaba a su camino,
por eso estoy cubierto de esencia demoníaca.
Los otros rehenes eran los verdaderos
granjeros del país YuShi y aunque ciertamente
había tales socorristas, definitivamente no era
uno de ellos. Sabían que él estaba inventando
cosas, pero nadie hizo un sonido.
Qi Rong se rió.
—Jo jo, yo también soy un fantasma
hambriento, ¿por qué no me das algo de alivio?
Solo un par de personas fueron comidas y me

1345
persiguen hasta la muerte, ¿qué hace esta
tacaña pretendiendo ser generosa?
Xuan Ji, por otro lado, solo despreció con
desdén: —Hay tantos fantasmas hambrientos en
el mundo, ¿cómo puedes traer alivio a todos? Es
solo para alardear.
En ese momento, una mariposa plateada con
su luz oculta voló silenciosamente detrás de su
persona, luego brilló y se escondió. Todos los
cautivos vieron pero estaban muy tranquilos y
con un entendimiento tácito, todos fingieron que
no vieron nada. Xuan Ji iba a continuar el
interrogatorio cuando, de repente, parecía haber
escuchado la voz de un hombre.
—... si ese es el caso... estas... primero. ¿Tú…
algo más…? Pon... aquí...
La línea original era; si ese es el caso, rostiza
estas ratas primero. ¿Tú tienes algo más de
serpientes? Pon algunas aquí.
Cuando Xie Lian escuchó a Pei Ming por
primera vez, estaba lleno de conmoción y pena.
Esas ratas devoradoras de cadáveres debieron
haber sido tomadas como ratas normales y
fueron asesinadas por Pei Ming, para ser
servidas como la comida de Pei Su. ¿Comer esas
ratas no causaría problemas? Parecía que
debían apresurarse a regresar pronto.
Sin embargo, después de que Hua Cheng
borrara algunas palabras de la línea, el efecto era
1346
misterioso, como si significara algo, pero no se
podía decir qué exactamente. Cuando Xuan Ji
escuchó, se estremeció violentamente y echó la
cabeza hacia atrás. Sin embargo, esa mariposa
plateada era astutamente ágil; no estaba
emitiendo luz y en el momento en que se dio la
vuelta, hacía mucho que se había movido hacia
un lado, escondiéndose.
Xuan Ji se alteró y se volteó para preguntar a
los cautivos: —¿Oyeron algo en este momento?
¿Han visto algo?
Yin Yu tomó la iniciativa y el resto de los
cautivos negaron con la cabeza. Qi Rong la miró
con su boca cubierta de sangre.
—¿Qué escuchaste?
Xuan Ji estaba un poco confundida.
—Pensé que... escuché la voz de Pei Ming.
—Probablemente estás delirando. —Qi Rong
dijo—. No he escuchado nada.
Esa mariposa plateada se apretó contra Xuan
Ji, para que nadie más pudiera escuchar las
voces que transmitía.
Xuan Ji dudaba.
—¿En serio? Pero siento que... tal vez él está
cerca. Tal vez, ¿esto es telepatía? Mi señor, ¿por
qué no me deja ir a echar un vistazo de nuevo?
Xie Lian no pensó que fuera a ser tan fácil y
apretó los puños en silencio, mostrando a Hua
Cheng una sonrisa. Sin embargo,
1347
inesperadamente, Qi Rong terminó con su
felicidad.
—¡PUFFT! ¿No fuiste una vez ya? Qué
telepatía, es un engaño seguro. No haces nada
más que pensar en él ochocientas veces al día,
por supuesto que estás delirando.
Parecía que Xuan Ji estaba un poco
convencida por sus palabras y se mantuvo
insegura. A pesar de que este intento fue un
fracaso, Xie Lian no se desanimó, porque tenía
unas cuantas líneas más bajo la manga. Xuan Ji
estaba a punto de continuar su interrogatorio
cuando una vez más escuchó la voz de Pei Ming.
—... ¡Tontita! Ven aquí, te enseñaré.
Poco después, se escuchó la voz de una niña:
—... Por favor, General Pei. Lo he hecho una vez.
Tengo experiencia ahora. Déjeme hacerlo…
Eso fue, por supuesto, Pei Ming instruyendo a
Ban Yue sobre cómo asar ratas devoradoras de
cadáveres para que el Pequeño Pei comiera, sin
embargo, una vez que la línea cayó en los oídos
de Xuan Ji, se entendió como algo
completamente diferente. Ella chilló, sus ojos se
llenaron de rojo al instante y el fuego fantasma en
la parte superior de su cabeza estalló más alto
como las llamas celosas en su corazón ardiendo.
Ella tiró de su propio cabello y gritó: —¡¡¡ES ÉL!!!
ES ÉL SIN DUDA, DEBE ESTAR AQUÍ, LO

1348
SENTÍ, ¡MI CORAZÓN LO SINTIÓ! ¡PEI MING!
¡TE MATARÉ!
Ella gritó mientras arrastraba sus dos piernas
rotas y saltó hacia afuera.
Qi Rong estalló en maldiciones.
—¡EY! ¡OYE! ¡XUAN JI! ¡QUÉ MIERDA!
¿CÓMO PUEDES CORRER TAN RÁPIDO CON
LAS PIERNAS ROTAS? ¿¡ESE MUJERIEGO
VALE LA PENA?!
Xie Lian vio cómo Xuan Ji tropezando y
tambaleándose desapareció y se sintió un tanto
triste. Probablemente, Hua Cheng pensó que
estaba preocupado por la seguridad de quienes
estaban en el templo y dijo: —No hay necesidad
de preocuparse. La mariposa fantasmal la
conducirá en dirección opuesta. Incluso si los
encuentra, Ruoye está allí como protección y no
podrá ingresar al círculo. Acabemos con las
cosas aquí rápidamente.
Ahora que Xuan Ji se marchó, era hora de que
Gu Zi entrara al escenario. Se puso de pie y se
limpió las manos embarradas en el trasero. Xie
Lian todavía estaba un poco preocupado.
—¿Realmente estará bien?
Hua Cheng dijo suavemente: —Gēge confíe en
mí. Si esto no funciona, podemos encontrar otra
manera. Hay un montón de planes de respaldo.
En todo caso, podemos hacer que Qi Rong sea
incapaz de hablar por el resto de su vida primero
1349
y luego tomarnos el tiempo para pensar en una
idea.
—…
Gu Zi entró en la casa y Qi Rong ya había
terminado de lamer toda la sangre de sus manos.
Cuando lo vio, gritó: —¡Hijo, ven aquí y dale un
masaje en las piernas a tu papá!
Así, Gu Zi subió a masajearle las piernas.
Después de masajear obedientemente durante
un rato, preguntó: —Papá, esa gente que está en
la esquina, ¿por qué no se atreven a moverse a
pesar de que claramente no están atados por
cuerdas?
Su pregunta le dio energía a Qi Rong: —Jeje,
¡por supuesto que es porque le tienen tanto
miedo a tu papá que sus piernas tiemblan!
—…
Los ojos y la boca de Gu Zi se volvieron
redondos, abiertos de par en par.
—¡¿ERES ASÍ DE INCREÍBLE?!
La vanidad de Qi Rong quedó muy satisfecha y
él respondió: —¡Eso es correcto! Mira, hoy te
mostraré lo increíble que es tu papá. ¿Ves esa
bola de fuego? En el momento en que dé la
orden, WHOOSH, todos se quemarán hasta
morir, así que, por supuesto, ¡me tienen miedo! Y
otros dos pequeños fantasmas, ¿recuerdas?
—Gu Zi asintió como un pollito picoteando maíz
y Qi Rong continuó—: Uno es Hua Cheng, el otro
1350
tiene el apodo de Agua Negra, son un par de
débiles don nadie. Son dos desgraciados que
pretenden ser grandiosos y tuvieron un poco de
suerte, pero en realidad, sus títulos están vacíos.
¿Entiendes lo que significa un título vacío? Te
enseñaré. Es una expresión. Significa que, en la
superficie, parecen ser poderosos, pero cuando
se trata de la verdadera fuerza, no están ni cerca
de mi nivel.
Gu Zi parecía que entendía, pero al mismo
tiempo no.
—Oh... —Qi Rong agregó—: ¡Solo tienen
suerte! ¡Si tuviera su suerte, sería diez veces más
grandioso de lo que ellos jamás lo serán! ¡SOLO
ESPERA! ¡Esta vez, tu papi superará esta prueba
e inmediatamente les daré unos golpes! ¡NADIE
SE ATREVERÁ A DESPRECIARME! ¡SOLO YO
DESPRECIARÉ A OTRAS PERSONAS!
Su determinación ardía, agitaba los brazos y
gritaba y aunque Gu Zi no entendía totalmente de
quién o de qué estaba hablando, de igual forma
gritaba vivamente: —¡PUEDES HACERLO,
PAPÁ!
—…
En la parte superior del techo, Xie Lian subió
una mano para cubrir su rostro.
El discurso de grandeza de Qi Rong realmente
lo dejó sin palabras. Pensando que Qi Rong era

1351
su primo pequeño, se sintió realmente
avergonzado y se volvió hacia Hua Cheng.
—San Lang, esto... él... yo…
En verdad, a lo largo de la historia, no había
ningún hombre en el mundo que no amara
presumir. Una brisa podría soplar el pañuelo de
una muchacha de un burdel a su mano y él se
daría la vuelta y diría que las más hermosa y
famosa de las damas se había enamorado de él.
El cargo de atar zapatos y limpiar bancos para la
amante del primo del nieto del tío de la amante
del emperador, seguramente se convertiría en;
importante administrador de la residencia de
parientes reales, elevando sus estatus. Por lo
tanto, los hombres que no se jactaban eran una
especie rara.
En cuanto a los hombres que aman presumir,
en primer lugar, les encanta presumir frente a las
mujeres, en segundo lugar, les encanta presumir
frente a sus hijos. Recordando que cuando Xie
Lian era joven, su padre también usaba con
frecuencia varias formas discretas e indiscretas
para hablarle de su heroísmo y grandeza en la
política y esto era precisamente la razón por la
que, desde que era joven, creía profundamente
que su padre era un noble y valiente gobernante
cuyo nombre sin duda pasaría a la historia. Más
tarde, cuando descubrió la verdad, no fue el
mejor momento, por eso hubo la sensación de;
1352
no eres tan sorprendente después de todo,
dejándolo muy decepcionado. Pensando en esto,
Xie Lian negó con la cabeza y pensó que era
gracioso: —¿Por qué compararía a Qi Rong con
mi padre?
Eso realmente fue inesperado, pero quizás fue
porque a ambos les encantaba hacerse más
grandes de lo que eran. Sin embargo, ya sea su
padre o alguien más, al menos el alardeo estaba
dentro de los parámetros normales. Qi Rong
había llegado a la etapa de absoluta
desvergüenza e imprudencia descarada. No era
de extrañar que incluso Agua Negra, que siempre
había mantenido un perfil bajo, estuviera
disgustado con él y encontrara alguna excusa
para darle una paliza si se encontraban. Pero Xie
Lian todavía estaba un poco desconcertado, ¿por
qué solo escuchó a Qi Rong maldecir a otros,
pero no a él?
Pero, Xie Lian también podía entender un poco
ahora el por qué Qi Rong estaba demorándose
en devorar a Gu Zi. Si estaba alardeando ante
una persona normal o alguien que era un poco
mayor con más experiencia de vida, el otro podría
no creerle. Incluso si estuvieran de acuerdo en la
superficie, todavía no se sentiría sincero, o la
reacción sería demasiado exagerada, como esos
pequeños secuaces bajo el mando de Qi Rong.
Sin embargo, los elogios de Gu Zi eran
1353
diferentes. Cada palabra vino desde el fondo de
su corazón; ¡Realmente creía que su padre era el
hombre número uno más poderoso del mundo!
Probablemente había pasado mucho tiempo
desde que Qi Rong se había jactado de todo
corazón y estaba muy satisfecho.
Él amenazó: —Tienes que ser bueno, ¿me
oyes? ¡Si no, también te pondré bajo un fuego
fantasma!
Efectivamente, Gu Zi estaba asustado y
rápidamente se cubrió la cabeza.
—No, no quiero usarlo... oh sí, papá.
—Recordó lo que Hua Cheng y Xie Lian le
enseñaron y dijo con nerviosismo—: U-una vez
que usas este fuego verde no será capaz quitarlo,
¿verdad?
Si él hubiera preguntado; si lo usas, ¿puedes
quitártelo? era posible que Qi Rong no diera la
verdad, pero la pregunta era; no serás capaz de
quitarlo, ¿no? Era una cuestión de duda. Por
supuesto que fue enseñado por Hua Cheng y Xie
Lian. Qi Rong al instante echó una patada y envió
a la cabeza de una de las personas de piedra
volando.
—¡BASURA! SI PAPI QUIERE ENCERRAR,
ÉL ENCERRARÁ, SI QUIERE LIBERAR, ¡ÉL
LIBERARÁ! ¡MIRA! ¡PAPÁ LIBERARÁ UNO

1354
PARA MOSTRARTE! —Luego, señaló a un
granjero y gritó—: ¡JODE PERROS XIE LIAN! 56
Xie Lian: —…
Hua Cheng: —…
El fuego fantasma sobre la cabeza de ese
granjero se extinguió y se levantó de un salto. Sin
embargo, no corrió muy lejos antes de que Qi
Rong escupiera con fuerza y de su boca salió otra
bola grasienta de fuego fantasmas verde, que se
alzaba sobre la cabeza de ese granjero. Qi Rong
se echó a reír ruidosamente, acariciando la
cabeza de Gu Zi.
—¿Qué piensas? Tu papá es poderoso,
¿verdad?
En la parte superior del techo, Xie Lian se secó
el sudor de la cara y Hua Cheng se veía frío y
distante, su voz sonando escalofriante: —Creo
que esa basura quiere convertirse en más basura
de lo que ya es.
Sus nudillos parecían estar a punto de
quebrarse y Xie Lian dijo apresuradamente:
—Está bien, está bien. ¡Fue más fácil de engañar
de lo que esperaba!
En un principio le habían enseñado a Gu Zi
muchas más maneras de buscar información,
pero parecía que ninguna de esas cosas serían
usadas. No era de extrañar que Qi Rong no

56
En su idioma original, es una palabra mucho más vulgar que se usa para maldecir.
La traducción que se escogió al inglés fue; dog fucker (follador de perros, jode perros)
1355
hubiera maldecido a Xie Lian antes, así que el
maldecirlo se había convertido en el
encantamiento de desbloqueo. En verdad, sus
sentimientos por él eran profundos. En este punto
ya no había más necesidad de que los dos se
escondieran, ¡y al instante rompieron a través del
techo, saltando!
El gran estruendo hizo que Qi Rong cayera de
su silla por sorpresa.
—¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ? ¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?
—Y cuando vio quién era—. JODE, JODE…
—probablemente quiso maldecirlo, pero
recordando cuál era el muy importante
encantamiento de desbloqueo, Qi Rong se tapó
la boca rápidamente.
En la esquina, los granjeros dijeron: —Creo que
él pronunció el encantamiento antes, así que,
¿qué tal... vemos si podemos desbloquearnos
unos a otros?
—Sí, son solo algunas maldiciones, ¿verdad?
Aunque me siento un poco mal por esta persona
Xie Lian, pero no es como si estuviera aquí, ¡así
que debería estar bien!
Yin Yu, sin embargo, aconsejó con calma: —Si
esa persona está aquí o no, les sugiero que no lo
digan, de lo contrario las consecuencias serían
peores que ahora...
En el otro extremo, Qi Rong agarró a Gu Zi para
protegerse frente a él, cambiando su tono: —¡XIE
1356
LIAN PERRO JODIDO! ¡ERES DESPRECIABLE!
¡ESPÍA! ¡ESGAÑOSO!
Xie Lian se sintió un poco triste.
—¿Qué diablos es perro jodido?
Qi Rong agregó: —¡Incluso si conoces el
conjuro es inútil! ¿Te vas a maldecir a ti mismo?
¿No te importa que otras personas te insulten?
Al escuchar esto, la expresión de Hua Cheng
se volvió más oscura y sus nudillos sonaron un
par de veces más, como si se estuviera
conteniendo.
Xie Lian, sin embargo, no se preocupaba.
—¿Sí? No es nada.
Luego, repitió ese encantamiento de cinco a
seis veces sin dudarlo ya que solo una vez podía
liberar a una persona. Todos los cautivos ya
sabían que él era el que estaba siendo maldecido
en el encantamiento y no pudieron evitar levantar
sus pulgares hacia él en sus corazones.
—¡Un hombre de verdad!
Sin embargo, ninguno de las Cerraduras de
Fuego Fantasma en la parte superior de sus
cabezas fueron desbloqueadas. La cara de Xie
Lian cambió ligeramente y Qi Rong se rió.
—¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡CAÍSTE! ¡SI NO SOY
YO QUIEN LO DICE, NO TIENE SENTIDO!
¡MALDIJISTE POR NADA! JAJAJAJAJA...
Una mariposa plateada voló por los ojos de Gu
Zi y parpadeó dos veces, sus párpados caídos,
1357
se quedó dormido poco después. Qi Rong
todavía soltaba carcajadas cuando, de repente,
un fuerte tirón de su manga lo hizo girar dieciocho
veces antes de estrellarse contra la pared y soltó:
—¡JODE PERROS XIE LIAN!
Después de que él maldijo, esa bola de fuego
fantasma sobre la cabeza de Yin Yu desapareció.
Yin Yu se puso de pie de un salto y se alejó a gran
distancia. Qi Rong se tapó la boca al instante y
Xie Lian dijo con amabilidad: —Vamos, vamos,
vamos, no te preocupes, no te contengas. Déjate
llevar, sigue maldiciendo.
Mientras hablaba con serenidad, se subió las
mangas y lo agarró y Qi Rong realmente no podía
decir qué significaba esa postura. Gritó con todo
lo que tenía: —¡ADELANTE! ¡PÉGAME!
INCLUSO SI ME GOLPEAS A MUERTE, ¡NO
DIRÉ ESO DE NUEVO!
Junto a ellos Hua Cheng dijo con voz fría:
—Bien.
Qi Rong se volvió para mirar y Hua Cheng este
le estaba sonriendo con una sonrisa que no podía
ser más falsa, pero desapareció en un abrir y
cerrar de ojos. Al segundo siguiente, su cabeza
se estrelló tres pies en el suelo.
—…
Hua Cheng sacó la cabeza del suelo y Qi Rong
gritó: —¡TE ATREVES A TRATARME ASÍ! ¡HE
TENIDO SUFICIENTE! ¡QUEMARÉ A TODOS!
1358
¡TODOS PODEMOS MORIR JUNTOS! ¡HUA
CHENG CABRÓN! ¡QUÉMENSE!
Parecía, que; Hua Cheng, cabrón, era el otro
conjuro para comenzar la incineración. Sin
embargo, después de que él lo gritara, no hubo
gritos ni lamentos de nadie y abrió los ojos en
confusión. Ese grupo de granjeros estaban bien
y de pie en el otro extremo, observándolo.
Qi Rong se sorprendió.
—¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¿PORQUÉ
NINGUNO DE USTEDES MURIÓ?
¡MUÉRANSE! ¿QUIÉN LOS LIBERÓ?
—Tú lo hiciste —dijo Xie Lian.
Luego, señaló a una mariposa plateada que
estaba a su lado, esa mariposa plateada emitía
exactamente el mismo rugido anterior:
—¡MALDIJISTE POR NADA! JAJAJAJAJA...
Resultó que esa mariposa fantasma había
grabado y copiado su voz, incluido ese
encantamiento. Con una maldición, se podría
desbloquear infinitamente.
Hua Cheng dijo: —Muérete solo. Lo siento,
nadie irá contigo.
Luego, otro golpe violento y Qi Rong fue
golpeado hasta el subsuelo.
Los granjeros se pararon y dieron vueltas
alrededor para ver: —¿Todavía... puede ser
sacado?

1359
Yin Yu saltó al agujero profundo que Hua
Cheng perforó y un momento después, saltó de
nuevo, con una muñeca daruma verde en la
mano.
—Chengzhu, Dianxia, lo tengo.
Esa muñeca daruma verde y grasienta estaba
mostrando sus dientes, girando sus ojos hacia
atrás, sacando una lengua larga, como si se
estuviera riendo de alguien, pero también como
si estuviera haciendo un espectáculo para
ganarse el favor. En cualquier caso, era de muy
mal gusto, incluso los niños lo tirarían a un lado
con disgusto si lo vieran. Xie Lian no pudo decir
si el propio personaje de Qi Rong decidió este
diseño o si Hua Cheng lo hizo a propósito.
—No nos pases esa cosa a nosotros. Llévala
lejos, muy lejos —dijo Hua Cheng.
—Sí, señor —obedeció Yin Yu.
Para ser honesto, Xie Lian tampoco quería
aferrarse a eso y recogió a Gu Zi del suelo.
Algunas mariposas fantasmales llegaron volando
desde una dirección diferente y aterrizaron en el
dorso de la mano de Hua Cheng. Miró hacia abajo
y luego dijo: —Necesitamos apresurarnos para
regresar al templo divino.
Xie Lian giró su cabeza.
—¿Algo pasó en el templo divino?

1360
Capítulo 170
Fantasma femenino resentido; llamas de
celos queman el cariño

H
ua Cheng levantó su mano ligeramente y
con esa mariposa plateada en su palma, la
llevó junto a la oreja de Xie Lian. Entre los
centelleantes aleteos de las alas de esa mariposa
plateada, escuchó la voz de Pei Ming flotando.
—Tontita, ¿escuchaste ese ruido extraño?
Probablemente fue porque Pei Ming había
estado persiguiendo faldas durante mucho
tiempo, así que incluso si Xie Lian sabía que Pei
Ming no sentía nada por Ban Yue, la forma en que
hablaba hacía que la gente se lo cuestionara.
Ban Yue respondió sombríamente: —No soy
una tonta... lo he oído. Ese ruido fue realmente
extraño, no creo que sea el General Hua
regresando.
¡Por supuesto que no! Porque, claramente era
el ¡Dong! ¡Dong! ¡El sonido que Xuan Ji hacía al
saltar con sus piernas rotas!

1361
No hubo un largo ¡Dong! antes de que los otros
dos se callaran y lo que siguió fue la risa
enloquecida de una mujer.
—Jaja jajaja jajajaJAJAJAJA...
Esa risa hizo eco y resonó en la vacía ciudad
subterránea, luego se transmitió a través de la
mariposa plateada, un ruido blanco crepitaba en
la transmisión, haciéndolo sonar más aterrador
que si se escuchara en persona. Naturalmente,
esta era la risa de Xuan Ji, muy feliz y
dolorosamente odiosa quien finalmente había
visto a Pei Ming una vez más.
—¿No la llevó la mariposa plateada en
dirección opuesta? —Preguntó Xie Lian.
Hua Cheng respondió: —Ella es más
inteligente de lo esperado.
Resultó que Xuan Ji había estado persiguiendo
a esa mariposa fantasma como loca,
curiosamente rápida y corrió hasta el final de la
calle principal rápidamente, pero no había nadie
allí. Después de todo, una vez fue una general en
el campo de batalla y al instante se dio cuenta de
que ella fue engañada. Técnicamente, en el
momento en que lo notó debería haber regresado
inmediatamente a Qi Rong, pero su mente estaba
llena de Pei Ming, así que se dio la vuelta y corrió
en la dirección opuesta, echando a su jefe Qi
Rong completamente fuera de su mente.

1362
Xie Lian lo encontró divertido por alguna razón,
pero era difícil describir el sentimiento
exactamente. Rápidamente trajo consigo a los
cautivos que escaparon y el grupo se apresuró al
Templo Divino de WuYong en el centro de la
ciudad. Esa mujer fantasma, Xuan Ji, había
esperado demasiado tiempo a Pei Ming; con solo
escuchar su risa era fácil imaginar cuán
retorcidamente loca debía estar su cara. Pei Ming
probablemente también se sobresaltó por ella y
estuvo en shock por mucho tiempo antes de
comenzar: —Usted es… —Xuan Ji se burló
fríamente. Sin embargo, inesperadamente,
después de una pausa, Pei Ming preguntó—:
¿Quién es?
—…
Xuan Ji estaba alterada por la furia, su era voz
aguda y temblorosa: —TÚ... ESTÁS TRATANDO
DE MOLESTARME A PROPÓSITO, ¿CIERTO?
¿REALMENTE NO SABES QUIÉN SOY?!
Xie Lian se secó una gota de sudor frío y dijo:
—De ninguna manera, el General Pei... ¿está
haciendo esto a propósito o realmente no la
reconoció?
—Probablemente lo último —dijo Hua Cheng.
Después de todo, si los rumores eran ciertos,
en los últimos siglos, Pei Ming había tenido
relaciones con al menos más de mil bellezas,
¿cómo podría recordarlas a todas?
1363
Especialmente una vieja de tantos cientos de
años atrás. Además, ese incidente en el Monte
Yu Jun con la novia fantasma también fue dado a
Pei Su para que él lo manejara, Pei Ming nunca
apareció y nunca vio a Xuan Ji.
Xuan Ji murmuró para sí misma: —Cierto. Me
estás enojando a propósito. No seré engañada
por eso. Eh. Quieres mentir y decir que no me
recuerdas, quieres mentirme, jeje. —Entonces,
ella chilló, exigiendo—: ¿QUIÉN ES ESTA
PUTITA? ¿NO SON USUALMENTE ALTOS TUS
ESTÁNDARES? ¿QUÉ? ¿ESTÁS PROBANDO
DIFERENTES SABORES ESTA VEZ?
Ban Yue: —¿…?
Pei Ming: —¿…?
Aunque ambos hacían ruidos de confusión,
este tono resentido parecía haber hecho recordar
a la memoria de Pei Ming y este frunció el ceño
ligeramente.
—¿Xuan Ji? ¿Cómo terminaste así?
Solo entonces Xie Lian recordó que Xuan Ji en
este momento debía estar desaliñada. Sus ojos
eran rojos como el de un fantasma feroz, vestida
con brillantes ropas rojas de novia, los dobladillos
inferiores sucios y descuidados, arrastrándose
lenta pero peligrosamente como un cocodrilo en
el suelo. Así fue como la vieron en este momento
y era realmente difícil relacionarla con esa mujer
general que fue noble y destacada, por lo que no
1364
era de extrañar que los conocidos no la
reconocieran a primera vista.
—¿Cómo terminé así? ¿TE ATREVES A
PREGUNTAR CÓMO TERMINÉ ASÍ? ¿NO ES
TODO ESTO TU CULPA? ¡HICE TODO ESTO
PARA TÍ!
—Ella ha ido hacia el círculo de protección
—informó Hua Cheng.
—No hay que preocuparse, Ruoye puede
detenerla —dijo Xie Lian.
Justo como lo dijo, un grito se escuchó desde
esa mariposa plateada. Xuan Ji, quien se acercó
para atacar, debió haber sido empujada y
enviada a volar a más de treinta metros cayendo
en la oscuridad una vez más. La voz de Pei Ming
llegó: —El dispositivo espiritual de Dianxia es
bastante útil. Tendré que forjarme uno para mí
también en algún momento.
—Si usted supiera cómo se forjó, no lo habría
dicho... —pensó Xie Lian.
Pero antes de que completara su pensamiento,
Pei Ming gritó: —¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?
¡PARA!
Xuan Ji gritó: —¡NO PIENSES QUE PUEDES
SEGUIR ESCONDIÉNDOTE AQUÍ!
¡PRAM, PRAM!
Xie Lian se quedó estupefacto mientras
caminaba a toda velocidad.
—¿Qué hizo?
1365
—Parece que ha derribado el templo divino y el
techo de piedra se derrumbó.
Así que eso era. Xuan Ji fue empujada del
círculo de protección de Ruoye y no pudo entrar
al círculo, así que derribó todo el templo.
—¿El General Pei y los demás están bien?
—Preguntó Xie Lian—. ¡El Pequeño Pei y Ban
Yue también están allí!
—Están bien. Pei Ming los protegió —dijo Hua
Cheng.
En el momento en que el techo de piedra se
derrumbó estrepitosamente, Pei Ming protegió a
Pei Su y Ban Yue bajo su cuerpo. Xie Lian dejó
escapar un suspiro de alivio.
—Entonces eso está bien. El círculo de
protección no se romperá con eso.
En el otro extremo, Pei Ming estaba furioso.
—¿Estás loca? ¡Incluso si derribas el cielo, no
serás capaz de entrar!
Sin embargo, Xuan Ji se echó a reír y Ban Yue
exclamó: —¡Cuidado, General Pei!
—Qué...
Todas esas reacciones sucedieron al mismo
tiempo y en medio de este caos, Xie Lian escuchó
el sonido de una espada afilada perforando un
pecho. No había duda de que fue Pei Ming quien
fue apuñalado.
Xie Lian estaba ansioso.

1366
—¡¿Qué ha pasado?! ¿El círculo de protección
se rompió? Eso es imposible... espera,
¡¿espada?!
En ese instante, finalmente entendió lo que
Xuan Ji estaba planeando ¡Así que eso era!
Después de que Xuan Ji se llenó de risa, dijo
fríamente: —¿Quién dijo que quería entrar?
Otra voz también se echó a reír.
—Oye, Pei Ming, ¡mira quién está aquí! ¡Es tu
viejo amor!
¡Rong Guang!
Xuan Ji derribando el templo divino no fue un
ataque de locura y no fue porque quería entrar en
el círculo de protección. ¡Su objetivo era aplastar
esas dos ollas de barro que Ban Yue colocó en el
círculo, en las que estaban atrapados fantasmas,
liberarlos en el interior y hacer que atacaran
desde dentro!
Después de que Rong Guang escapó de la olla,
se convirtió rápidamente en la forma de una
espada y apuñaló a Pei Ming. Pei Ming parecía
estar tratando de sacarlo, pero Rong Guang era
obstinadamente inflexible, esa espada estaba
atravesando su cuerpo.
—¡SUEÑA! ¡HORA DE MORIR!
Pei Ming apretó los dientes.
—¿Está bien la otra olla?

1367
Al ser atacado por ambos lados, si Ke Mo era
agregado a la mezcla, entonces se acababa el
juego.
Ban Yue respondió: —¡Sí! ¡Ke Mo todavía está
atrapado!
La situación era cada vez más grave y Xie Lian
estaba empezando a ponerse ansioso. Sin
embargo, justo cuando estaba a punto de
acelerar su ritmo, Hua Cheng de repente se
detuvo en su paso. Xie Lian se sobresaltó y miró
hacia atrás.
—¿San Lang?
En el dorso de la mano de Hua Cheng,
descansaba otra mariposa fantasma, que parecía
estar murmurándole algo. Después de que
terminó de escuchar su informe, levantó la vista y
sonrió.
—Gēge no hay necesidad de entrar en pánico.
Parece que estarán bien, incluso si no nos
apresuramos.
En el otro extremo, con Rong Guang
atravesado en el pecho de Pei Ming, Xuan Ji era
como un gecko rojo y se agarró de sus botas
antes de subir por su pierna. Con la forma en que
estaba vestida y el fuego fantasma cerniéndose
sobre su cabeza, ella tenía la mismísima
apariencia de una fantasma loca y Pei Ming gritó:
—¡TÚ...!

1368
Xuan Ji murmuró: —Pei cariño... ¡Pei cariño…!
—En su posición actual, realmente no se podía
decir si ella quería estrangularlo hasta matarlo o
abrazarlo con fuerza. De repente, en la periferia
de su visión, vio a Pei Su, quien estaba siendo
protegido detrás de Pei Ming y recordó que este
dios marcial, frío y estoico, fue quien la capturó la
última vez y apretó los dientes—. ¡TU PEQUEÑO
PERRO!
Justo cuando sus garras estaban a punto de
deslizarse hacia abajo, otra mano agarró su
muñeca. Ambas muñecas eran igualmente
pálidas y cuando vio, fue Ban Yue quien la había
detenido.
Cuando Xuan Ji vio a otra mujer junto a Pei
Ming, su corazón se quemó y gritó: —Ni siquiera
he venido por tu pequeña y miserable vida, ¡pero
aquí estás, entregándote a mí!
Luego agarró la cabeza de Ban Yue. Sin
embargo, Ban Yue no era una de esas noviecitas
buenas y obedientes que se quedaban de pie y
esperaban a que las mataran, la otra muñeca de
Xuan Ji fue agarrada sin falta. Xuan Ji era una
mujer general en vida y sabía que su fuerza
avergonzaría a la mayoría de los hombres y las
típicas mujeres fantasmas solo podían dejarse
vencer. Sin embargo, ella no había pensado que
esta niña, que se veía tan delgada y débil como
si una simple brisa pudiera derribarla, poseía un
1369
poder tan aterrador en sus brazos, ¡casi más
fuerte que Xuan Ji! No solo sus dos muñecas
estaban esposadas y no podían moverse, cuando
los ojos de ambas se encontraron, Xuan Ji se
puso aún más aturdida. Los ojos de esta niña
estaban llenos de agresividad y ganas de matar,
como los relámpagos de una espada en combate
recordándole el campo de batalla. Su corazón dio
un vuelco y lanzó sus manos para liberarse del
agarre. Ban Yue recogió a Pei Su y saltó a unos
metros, aterrizando ligeramente sobre sus pies.
—¡Suelta al General Pei!
La espada enterrada en Pei Ming se burló.
—Pei Ming, seguro que tienes suerte con las
mujeres. ¿Ves, dos mujeres fantasmas están
peleando por ti? Jajaja…
Xuan Ji se aferró a Pei Ming como una
serpiente retorcida, sus diez dedos le ahogaron
el cuello y ella dijo fríamente: —Tu pequeña
amante parece tener algo de habilidad.
Pei Ming tosió con la boca llena de sangre.
—¡No! ¡Ella no es mi amante!
—¡¿AÚN ESTÁS TRATANDO DE NEGARLO?!
—exclamó Xuan Ji—. ¿SI NO ES TU AMANTE,
POR QUÉ ME DICE QUE TE DEJE IR?
—Si mi fea vieja estuviera aquí, también te diría
que me dejes ir. Según tu definición, ¿ella
también sería mi amante? —Contestó Pei Ming.

1370
Solo su naturaleza frívola podría ser culpada en
este punto, por ir llamando a la gente; tontita, sin
ninguna buena razón, Xuan Ji se estaba
volviendo loca de celos.
—¿Qué? ¿Tienes miedo de admitirlo ahora?
¿No eras más íntimo cuando la llamabas antes?
¿No solías estar mucho más abierto cuando
conseguías una nueva amante? Siempre has
sido tan honesto conmigo, sin preocuparte por
mis sentimientos. ¿Sabes cuánto he sufrido?
Entonces, ¿por qué tienes miedo de admitirlo
ahora?? General Pei, ¿tienes miedo de morir
ahora? ¿O realmente la amas tanto que no
podrías soportar que le tocara un solo pelo??
En la lejanía del templo divino, Xie Lian observó
cómo se desarrollaba esta escena desde lejos y
sintió que realmente no podía soportar mirar más
y miró hacia atrás.
—San Lang, ¿qué tal si subimos y los
rescatamos primero?
Hua Cheng se rió.
—No hay necesidad de entrar en pánico, Gēge.
Alguien más se mostrará por nosotros. Además,
incluso si vamos ahora, Xuan Ji todavía no
liberará su estrangulamiento sobre Pei Ming.
Eso era verdad. Con los rehenes alrededor, las
cosas serían bastante inconvenientes. Yin Yu y
los granjeros también observaban con
nerviosismo y todos dijeron: —Sí, puedo sentir
1371
que el amor de la mujer fantasma se ha
convertido en odio, ¡se está volviendo loca!
—No lo creo. Estoy seguro de que ella no
podría hacerlo. ¿Quieres comer unas semillas de
melón?
—Dame otro puñado, gracias.
—¿Cómo pueden todos estar de humor para
comer semillas de melón? —Xie Lian frunció el
ceño.
—Dianxia, ¿no comió un montón también?
—Dijo la gente.
—¿Eh? —Solo entonces Xie Lian se dio cuenta
de que, aunque estaba tan concentrado en el
espectáculo antes, inconscientemente recibió un
puñado de semillas de melón que pasaron y se
comió todo. Se dio una palmada en la frente—.
Cómo, qué grosero de mí…
En el otro extremo, Pei Ming estaba al límite.
—Xuan Ji, ¿puedes no pensar así siempre?
Han pasado tantos años, ¿por qué no podemos
simplemente darnos la mano y alejarnos? ¿Por
qué debes ser así?
Las manos de Xuan Ji estrangulándolo
apretaron, sus ojos almendrados estaban
hinchados.
—¿Me arruinaste primero y quieres estrechar
las manos e irte? ¡YA QUISIERAS!

1372
Pei Ming suspiró: —Realmente... no has
cambiado nada. Es precisamente por esto que lo
nuestro no funcionó.
Xuan Ji acercó su cara a la de él y gritó de
rabia: —¿COMO ESTO? ¿COMO QUÉ? ¿NO
SOY LO SUFICIENTEMENTE HERMOSA?
¿PORQUE RECHACÉ DARTE LOS PLANES DE
BATALLA Y LOS SECRETOS DEL EJÉRCITO
DE YUSHI? ¡TÚ MISMO LOS RECHAZASTE!
¡DIJISTE QUE NO TE GUSTABA QUE YO
FUERA FUERTE, ASÍ QUE INCLUSO ESTABA
DISPUESTA A ABANDONAR MIS PIERNAS!
¿NO TE AMO SUFICIENTE? ¿QUIÉN TE
PUEDE AMAR MÁS QUE YO? ¿PERO TÚ? ¡TÚ
NO ME MIRARÁS, NI UNA VEZ EN ESTOS
CIENTOS DE AÑOS QUE PASARON!
¿CUÁNDO ALGUNA VEZ HAS VENIDO A
VERME?
Pei Ming apartó la cara que estaba tan cerca de
la suya y gritó: —¡ES PORQUE YO SÉ QUE TE
VOLVERÍAS LOCA SI IBA A VERTE QUE NO TE
VISITÉ!
Xuan Ji agarró la espada Ming Guang en su
pecho y la apuñaló unos centímetros más, luego
la sacó. Pei Ming vomitó otros grandes bocados
de sangre.
Xuan Ji gritó: —¡DILO! EN EL NOMBRE DE TU
POSICIÓN COMO OFICIAL CELESTIAL, JURA
QUE DE AHORA EN ADELANTE, SOLO ESTOY
1373
YO. ¡JURA QUE NUNCA MIRARÁS A OTRA
MUJER DE NUEVO, QUE TUS OJOS SE
PUDRIRÁN SI LO HACES!
Rong Guang también estaba disfrutando esto.
—¡Date prisa y dilo, Pei Ming! ¡Dilo y podrás
salvar tu pequeña vida!
Pei Ming maldijo.
—¡CÁLLATE! Maldita sea. Nunca había
pensado que, a pesar de no morir en los campos
de batalla y no morir bajo la espada más sagrada
del mundo, ¡moriría en manos de una loca
fantasma!
No habiendo obtenido la respuesta que
deseaba, Xuan Ji estaba completamente
enfurecida y sus garras salieron disparadas,
agarrando su cabeza. Xie Lian realmente no
podía esperar más.
—San Lang, realmente creo que las cosas se
están yendo de las manos. ¿La persona de la que
hablaste llegará a tiempo? Sino, ¡entonces iré!
—Está bien. —Hua Cheng dijo—. Gēge, mira.
Aquí vienen.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, la enfurecida y loca Xuan Ji se congeló por
completo.
Era como si alguien hubiera lanzado un hechizo
de petrificación sobre ella, su cuerpo y su
expresión estaban congelados. Pei Ming ya había
sido apuñalado por ella varias veces, su sangre
1374
vomitada cubría el suelo. Desde dentro de la
oscuridad vino el sonido de cascos de buey,
claros y nítidos, firmes y tranquilos, clic, clac, clic,
clac. Poco después, una persona montada en un
buey negro apareció ante todos.
La que montaba el buey negro era una mujer
con túnicas verdes, sus eran ojos claros, su
expresión serena y tranquila. Su cabeza se
mantuvo erguida mientras ellos se acercaban
lánguidamente, como si estuviera viendo algo
muy lejos.
Pei Ming se sorprendió.
—... reina Yu Shi.
Esa mujer inclinó la cabeza y lo miró, su actitud
no había cambiado y sonrió levemente,
inclinando la cabeza para devolver el saludo.
Xie Lian también se sorprendió.
—¿Reina Yu Shi?
Hua Cheng respondió: —Eso es correcto. La
actual Señora de la Lluvia de los cielos, la
decimosexta princesa del reino de YuShi, Yu Shi
Huang, también fue la última reina del reino de
YuShi.

1375
Capítulo 171
La última princesa; sangre derramada
frente a las puertas del palacio

—Nunca tuve la fortuna de conocer a la


Señora de la Lluvia, así que no sabía que la
Señora de la Lluvia es una princesa… —dijo Xie
Lian.
Del otro lado, Xuan Ji apretó los dientes:
—¿Qué... hiciste... por qué... no puedo...
moverme?
La Señora de la Lluvia apartó los ojos de Pei
Ming y dijo con suavidad: —He traído la espada
YuLong.57
—¿La espada YuLong? —Xie Lian se
preguntó.
Era la Sagrada Espada Guardián del reino de
YuShi, sostenida por todos sus gobernantes en la
historia. Después de que la Señora de la Lluvia
ascendió, ella la forjó como un dispositivo
espiritual y, naturalmente, poseía el poder de

57
[雨 龍] YuLong - significa el Dragón de la Lluvia.
1376
dejar atónitas a la gente de YuShi. Xuan Ji era
una traidora, el miedo y la culpa todavía estaban
incrustados en su corazón, así que por supuesto
no podía hacer nada más que obedecer.
La Señora de la Lluvia le dijo que no se
moviera, por lo que no podía moverse.
Rong Guang exclamó: —¡Si no puedes
moverte, lo haré yo mismo! —Entonces, justo
cuando estaba a punto de apuñalar a Pei Ming
nuevamente, antes de que su espada perforara
media pulgada, hubo una explosión de humo rojo.
¡CLUNK!
La espada que atravesó el pecho de Pei Ming
desapareció. Una pequeña cuchilla de no más de
un dedo cayó al suelo y Rong Guang gritó con
furia: —¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¿POR QUÉ
NO ME PUEDO MOVER?
Xie Lian y los demás finalmente dejaron de
mirar desde lejos y salieron. Hua Cheng miró la
pequeña espada Ming Guang con forma de
juguete que había en el suelo y sonrió.
—Mucho mejor.
—Déjalo ir, Xuan Ji —dijo la Señora de la
Lluvia.
Las manos de Xuan Ji comenzaron a caer
incontrolablemente del cuello de Pei Ming, pero
ella se negó a rendirse, sus manos temblaban.
—¡NO LO HARÉ! YA LO ATRAPÉ, ¡NO LO
DEJARÉ!
1377
—Si debes sostener algo para sentirte mejor,
¿por qué no recoges lo que has desechado y lo
sostienes en tus manos de nuevo? —Dijo la
Señora de la Lluvia.
Los poderes de esa sagrada espada guardián
eran demasiado fuertes después de todo y Xuan
Ji fue arrancada a la fuerza, cayendo al suelo,
abandonada y miserable.
—¿Qué derecho tienes para disciplinarme?
¿Realmente te tomas por la gobernante del
reino? ¡Creo que has olvidado cómo sucedió tu
reinado! ¡NO TE RECONOCERÉ! ¡NO LO HARÉ!
La Señora de la Lluvia estaba en silencio. A un
lado, Ban Yue aprovechó la oportunidad y lanzó
una olla, atrapando a Xuan Ji al instante, ¡y la
selló rápidamente!
Y así, la fuente de todo el lío fue finalmente
sometida. Xie Lian se acercó a Pei Ming y lo
ayudó a levantarse.
—¿El General Pei está bien?
—Esto no me matará —dijo Pei Ming—. Pero,
Dianxia, ¿quizás ustedes ya habían llegado hace
un tiempo?
Xie Lian dijo: —... Jaja, ¿qué quiere decir?
Pei Ming tomó en su poder la pequeña y sellada
espada Ming Guang.
—Xueyu Tanhua, ¿qué tan fuerte es su sello?
No se romperá con algo de presión, ¿verdad?

1378
—Por supuesto que no. —Hua Cheng
respondió—. A menos que sostenga la
empuñadura y aplique poderes espirituales y le
dé permiso mentalmente para que se libere, el
sello no se romperá por accidente o por algún
artificio sin importar nada.
Solo entonces Pei Ming dejó escapar un largo
suspiro. En cuanto a los agricultores que
escaparon de la captura de Qi Rong, todos se
lanzaron hacia adelante.
—¡SEÑORA DE LA LLUVIA!
Los que estaban del otro lado, voltearon. Xie
Lian inclinó su cabeza en una reverencia.
—Reina Yu Shi.
La Señora de la Lluvia se había desmontado
del buey negro, con cuerda en mano, también
inclinó la cabeza para devolver la cortesía.
—Taizi Dianxia.
Durante este saludo, Xie Lian, sin darse cuenta,
vio su cuello y se sorprendió un poco, pero luego
dijo: —En ese entonces, durante la sequía de
XianLe, mi señora me prestó su Sombrero de
Señora de la Lluvia y me ayudó en mi momento
de necesidad, nunca pude agradecerle en
persona y ahora mi deseo se ha hecho realidad
hoy.
Luego, se inclinó hacia delante e hizo una
profunda reverencia. La Señora de la Lluvia se
quedó allí, quieta y esperó hasta que su
1379
reverencia hubiera terminado antes de que ella
dijera: —Pensé que, si no dejaba que Taizi
Dianxia se inclinara una vez, mi señor nunca
estaría tranquilo. Ahora que se acabó, olvidemos
este asunto.
El tono de su voz era claro y sereno, lento y
calmado con una pequeña sonrisa, pareciendo
particularmente tranquila. De repente, una voz
gritó: —Oye, Pei Ming, ¿no es esto vergonzoso?
¡Necesitar que una mujer te salve y es Yu Shi
Huang nada menos! Jejejajajaja...
El comportamiento de la Señora de la Lluvia se
mantuvo sin cambios, todavía muy tranquilo, pero
Pei Ming ya no se veía tan cómodo. Xie Lian se
dio cuenta de esto y rápidamente golpeó un
talismán en esa pequeña espada para sellar su
boca. El buey de la Señora de la Lluvia de repente
también comenzó a soplar respiraciones hostiles
en dirección a Pei Ming, sacudiendo la cabeza y
agitando la cola. Aunque no apuntaba a Hua
Cheng, Xie Lian sabía que cuando los toros veían
rojo se enfadarían y recordó las muchas
experiencias dolorosas de haber sido perseguido
y golpeado, por lo que bloqueó rápidamente
frente a Hua Cheng, temiendo que el buey fuera
provocado aún más por el color rojo de las túnicas
de Hua Cheng.
Pei Ming tenía que decir algo en este punto, por
lo tanto, se rascó la nariz y dijo cortésmente:
1380
—Mi agradecimiento a la reina Yu Shi por
rescatar al Pequeño Pei.
La Señora de la Lluvia también fue cortés.
—No es nada.
Ban Yue se acercó y tiró de la manga de la
Señora de la Lluvia.
—Señora de la Lluvia, Pei Su Gēge se
desmayó de hambre…
Hua Cheng levantó la vista y dio una mirada.
—Volvamos a subir primero.
El problema de Ban Yue fue resuelto de
manera más efectiva por la gente del país YuShi.
Dado que la Señora de la Lluvia dominaba la
agricultura, los alimentos a menudo nunca
abandonaban a su gente. Una vez que
regresaron a la superficie, la noche había pasado
y el sol había salido. La Señora de la Lluvia
instantáneamente sacó semillas de la bolsa del
buey, encontró un campo y las plantó en el lugar.
No pasó mucho tiempo antes de que un pequeño
campo de cultivos creciera. Todos los que habían
estado muriendo de hambre celebraron.
Xie Lian recordó que Gu Zi probablemente
tampoco había comido bien en los últimos días y
lo despertó. Sin embargo, lo primero que Gu Zi le
preguntó cuando se despertó fue dónde estaba
su padre y pensó que lo había abandonado de
nuevo. Lloró y sollozó por un buen rato y Xie Lian
no tuvo más remedio que darle esa muñeca
1381
daruma extremadamente fea para que lo
sostuviera. Cuando Gu Zi escuchó que este era
su padre, fue como si le dieran un tesoro y dejó
de llorar, abrazándolo con fuerza mientras comía.
Mientras tanto, Xie Lian, Hua Cheng, la Señora
de la Lluvia y Pei Ming se pusieron de lado para
discutir asuntos serios.
Ya podían ver ese horno más adelante. Al mirar
de cerca, la mitad inferior de la montaña se veía
como grandes parches de rojo intenso, como el
de la sangre y la mitad superior estaba cubierta
de duras capas de nieve.
Xie Lian dijo: —No solo el Pequeño General
Pei, sino Ban Yue, Gu Zi y los demás deben
quedarse aquí. Ya no pueden seguir adelante. Si
surge la necesidad, podríamos tener que escalar
la montaña nevada.
Pei Ming estaba untando humo medicinal de
una pequeña botella sobre sus heridas,
sacudiendo la cabeza mientras suspiraba.
—He tenido mala suerte en todo el camino,
obstáculos tras obstáculos.
Esas palabras realmente describían su viaje
hasta ahora, increíblemente desafortunado y se
sentía bastante desgraciado. La Señora de la
Lluvia estaba sentada junto a Xie Lian y después
de reflexionar, dijo: —Dianxia, su misión esta vez
es someter a todos los fantasmas y demonios
que poseen el potencial de convertirse en un
1382
supremo. Entonces, hay uno que debería tener
en cuenta.
Xie Lian se emocionó.
—¿La Señora de la Lluvia se topó con algo en
el camino?
La Señora de la Lluvia asintió levemente.
—Sí. En el camino hasta aquí, vi a un joven
vestido de blanco.
Xie Lian soltó un suave ah y dijo: —Al que se
refiere mi señora, también supimos de él en el
camino. Muchos de los fantasmas y demonios le
tenían miedo y casi nos encontramos con él
también. ¿Lo ha visto mi señora en persona?
¿Cómo escapó?
—Qué vergüenza. —La Señora de la Lluvia
dijo—. Si no fuera por el asombroso poder de este
Corcel de Protección y la falta de interés de ese
joven por enredarse disputas, habría sido difícil
decir cómo habría terminado el encuentro.
—¿Cómo se veía él? —Xie Lian presionó.
—No estaba claro —dijo La Señora de la
Lluvia—, porque su cabeza estaba envuelta en
vendas.
¿Cabeza envuelta en vendajes?
Xie Lian se quedó estupefacto: —¡¿Era Lang
Ying?!
Pei Ming frunció el ceño.
—¿Dianxia lo conoce?

1383
—No estoy muy seguro. —Respondió Xie Lian
y luego instantáneamente se dirigió a Hua
Cheng—. San Lang, Lang Ying está seguro en la
Ciudad Fantasma, ¿verdad?
Hua Cheng también parecía serio y solo
respondió después de una pausa.
—Lo estaba, pero si todavía lo está, es difícil
decirlo. Gēge ¿por qué no verifica más?
Xie Lian continuó sus preguntas: —Señora de
la Lluvia, usted dijo que este joven vestido de
blanco tenía su cabeza envuelta en vendas,
¿tenía unos diez años o quizás un poco mayor?
específicamente, un niño escuálido.
Sin embargo, inesperadamente, la Señora de
la Lluvia respondió: —No. Ese joven tenía unos
dieciséis o diecisiete años y la forma de su cuerpo
era similar al de Dianxia.
—¿Eh? —Ahora esto estaba completamente
fuera de las expectativas de Xie Lian—.
¿Dieciséis, diecisiete? Lang Ying no es tan viejo.
¿Entonces era él? Sobre la base de la
información actual, nada podía ser deducido.
Pei Ming tiró esa pequeña botella medicinal a
un lado después de que terminó y dijo: —De
cualquier manera, todos terminaremos en el
horno al final, así que solo esperemos y veamos.
Era un dios marcial después de todo y su
velocidad de recuperación era curiosamente
rápida. Con solo una botella de medicina, esa
1384
severa herida ya estaba lo suficientemente
curada.
La Señora de la Lluvia inclinó su cabeza.
—¿Por qué el General Pei no tiene una
espada?
Pei Ming no había esperado que ella hiciera
esa pregunta de manera directa y no sabía cómo
responder de la mejor manera, a un lado, Pei Su
que estaba finalmente consciente, respondió
mientras comía un camote rostizado.
—La, espada, del General, Pei, se, rompió.
Cuando la Señora de la Lluvia escuchó esto,
reflexionó un momento antes de quitarse su
propia espada y entregársela a Pei Ming con
ambas manos.
No había nada extraño en su expresión y tanto
sus palabras como sus acciones fueron muy
educadas. Sin embargo, la cara de Pei Ming
cambió ligeramente, como si le estuviera dando
una serpiente venenosa. Después de algunas
dudas, dijo: —Gracias, pero esta es la Sagrada
Espada Guardián de la Señora de la Lluvia.
Probablemente sea inapropiada manejada en mis
manos.
—El General Pei es un dios marcial, un
espadachín muy hábil —dijo La Señora de la
Lluvia—. Ya que estamos aquí para evitar el
nacimiento de un nuevo Rey Fantasma, entonces

1385
esta espada sería más efectiva si la maneja usted
y no yo.
Pei Ming dudó por un buen rato, pero al final se
negó muy cortésmente.
—Pei agradece a la reina Yu Shi por su
amabilidad. Pero no hay necesidad.
Al ver esto, la Señora de la Lluvia ya no insistió.
Algunos charlaron un rato y la Señora de la Lluvia
también preguntó si tenían alguna noticia del
Señor del Viento. Solo entonces Xie Lian se
enteró que la Señora de la Lluvia también había
hecho una búsqueda, pero fue infructuosa y no
pudo evitar suspirar.
El grupo decidió que descansarían otras dos
horas antes de continuar su camino. Xie Lian se
alejó un poco y solo quería encontrar un árbol
para apoyarse y recostarse un poco, pero Hua
Cheng sacó un montón de cuerdas y telas de
quién sabe dónde y colocó dos camas de
hamacas que se balanceaban entre dos árboles.
Los dos subieron, había un amplio espacio, muy
cómodo para recostarse. Después de estar
echado un rato, Xie Lian acomodó sus brazos
como almohadas para su nuca y se preguntó
confundido: —San Lang, ¿por qué el General Pei
no tomó la espada de la Señora de la Lluvia?
Un dios marcial que perdió su arma, ¿y no está
ansioso por encontrar otra? ¿Estaba esperando
ser derrotado?
1386
Hua Cheng también acomodó sus brazos
detrás de la cabeza y respondió tranquilamente:
—Alguien como Pei Ming que, aunque ama a las
mujeres, puede que no piense demasiado bien de
ellas. Dado que tenía que ser salvado y por una
mujer, una que conocía en el pasado nada
menos, debe estar bastante frustrado, pensando
que es vergonzoso. Además, la Señora de la
Lluvia sometió a un descendiente suyo antes, así
que tal vez sintió que la Señora de la Lluvia
estaba tratando de burlarse de él. ¿Cómo podría
él permitirse tomar la espada?
—Ahh, qué orgullo sin sentido —comentó Xie
Lian—. Por cierto, San Lang, ¿viste? Hay una
vieja cicatriz en el cuello de la Señora de la Lluvia.
—No necesito ver para saber. —dijo Hua
Cheng—. Ella es La Princesa que cortó su
garganta, después de todo.
Xie Lian se incorporó un poco.
—Lo sabía.
Hua Cheng también se levantó.
—¿Gēge notó que la Señora de la Lluvia habla
lentamente? Eso también es causado por la vieja
cicatriz en su cuello.
—¡Ah! Y yo pensaba que era por su
personalidad. —Xie Lian dijo—. Como princesa,
¿por qué tuvo que cortarse la garganta? La
pregunta de Xuan Ji: ¿Has olvidado cómo

1387
sucedió tu reinado? También me causa
curiosidad. ¿Cómo sucedió su reinado?
—Es una larga historia, pero la haré breve
—respondió Hua Cheng.
Sucedió que, aunque Yu Shi Huang
ciertamente era descendiente de la realiza del
reino de YuShi; en primer lugar, era hija; en
segundo lugar, nació de una concubina del rango
más bajo, por lo que su posición no era alta. Con
su personalidad introvertida y torpeza, los quince
hermanos y hermanas mayores de arriba y los
hermanos y hermanas de abajo, todos y cada uno
de ellos tenían una mejor posición que ella.
El Salón de Cultivo Real del reino de YuShi era
el Templo de YuLong y a lo largo de la historia,
cada gobernante seleccionaría un descendiente
de la realeza para ir a cultivar, orar por la
prosperidad y la paz y expresar sinceridad a los
cielos. Sonaba grandioso, pero en verdad era un
trabajo duro. El método de cultivo que practicaba
el Templo de YuLong era el trabajo duro; no se
permitía ningún sirviente ni ningún artículo de
comodidad y una vez que estaban allí, también
tenían que hacer trabajo manual. En el pasado,
esta posición era desplazada y algunos incluso
gastarían una fortuna impresionante para
encontrar un reemplazo. Sin embargo, cuando
llegó esta generación, no hubo proceso de

1388
selección. Yu Shi Huang fue escogida desde el
principio.
—No me sorprende que Xuan Ji sonara como
si no pensara bien de la Señora de la Lluvia
—comentó Xie Lian.
—Por supuesto. —Hua Cheng dijo—. Xuan Ji
podría no ser una princesa, pero también tenía un
historial impresionante con muchos
pretendientes. Ella era mucho más valorada ante
los ojos de la realeza y la nobleza. Sin embargo,
ahora que Xuan Ji se arruinó a sí misma de esta
manera, no es de extrañar que no pueda soportar
a la Señora de la Lluvia que todavía planta los
campos con tanta tranquilidad. La Señora de la
Lluvia le pidió que lo soltara, pero a los ojos de
Xuan Ji, sus palabras probablemente se
consideraron condescendientemente
sarcásticas.
Xie Lian negó con la cabeza.
Aunque ambos eran de familias de la realeza y
ambos entraron en los salones de cultivo de la
realeza, la experiencia de la Señora de la Lluvia
fue completamente diferente a la suya.
En este caso, después de eso, la Señora de la
Lluvia pasó sus días en paz y cultivando en el
Templo de YuLong. Hasta que un día, algunos
estimados invitados vinieron del reino de XuLi.
XuLi y YuShi no pelearon de inmediato; hubo
cierta forzada civilidad y falsa cortesía al
1389
principio. Para mantener la falsa paz, el reino de
XuLi envió algunos miembros de la realeza,
generales y oficiales de literatura para asistir al
banquete nacional del reino de YuShi y hacer una
visita al Salón de Cultivo Real de YuShi mientras
estaban allí.
Ese día Yu Shi Huang estaba limpiando las
tejas del techo del templo y cuando estaba a
punto de bajar, descubrió que alguien había
retirado la escalera.
La gente en el fondo vio a alguien atrapado en
la parte superior del techo, incapaz de bajar y
todos pensaron que era gracioso, e incluso las
princesas y príncipes de YuShi estaban riéndose
con la boca tapada. Solo un general de XuLi que,
después de reír, se levantó de un salto, la bajó.
Este general fue, por supuesto, Pei Ming. En
ese momento, una voz dijo de repente: —Ese
tipo, Pei Ming, es así no importa a dónde vaya,
como un perro que necesita orinar y marcar su
territorio en todas partes.
Xie Lian fue traído instantáneamente al
presente por esa comparación malintencionada y
vulgar. Cuando miró hacia atrás, levantó una
pequeña espada increíblemente encogida y dijo:
—General Rong, ¿cuándo se liberó del talismán
que sella bocas? Parece que realmente quiere
hablar.

1390
—¡Deja que este ancestro hable! —Dijo Rong
Guang—. Sé todos los sórdidos asuntos que Pei
Ming ha tenido, ¡tres días y tres noches no son
suficientes para contarlo todo! Él sabía que XuLi
iba a invadir YuShi, pero aun así fue y sedujo a
todas las mejores princesas y todas estaban
locas por él, luchando entre sí por celos. ¿No cree
que eso es un poco inmoral?
Ciertamente no era agradable. Sonreír y reír
conmigo ayer, luego invadir y pisotear mi hogar
hoy. Xie Lian sintió un poco de pena.
—¿La reina Yu Shi y el General Pei también
compartieron una buena relación en ese
entonces?
—No hubo ninguna relación. —Rong Guang
dijo—. Ese tipo, Pei Ming, solo se ha encontrado
con Yu Shi Huang dos veces. Había demasiadas
bellezas en YuShi; la había olvidado al día
siguiente.
En este mundo, no solo eran las mujeres
quienes se peleaban rápido; los hombres se
pelean aún más rápido, la única diferencia es el
resultado final. Cuando las mujeres se peleaban,
podría terminar después de algunas bofetadas o
rasguños, pero cuando los hombres se peleaban,
el final bien podría ser la muerte. Cuando XuLi ya
no deseaba mantener una falsa paz, inventaron
una excusa para invadir y Pei Ming dirigió el
ejército y se dirigió hasta las puertas del palacio,
1391
obligando al rey de YuShi a esconderse en lo más
profundo del palacio aferrándose a la última línea
de defensa. Sin embargo, Pei Ming solo
necesitaba aplicar un poco de presión y podía
romper esa delicada capa de protección con
forma de caracol que era el palacio.
Pero, él no los aplastó tan simplemente y en
cambio, hizo algo más bajo la sugerencia de
Rong Guang.
Las tropas de XuLi trajeron a cientos de
criminales condenados muerte de YuShi, los
vistieron como civiles normales y los arrastraron
ante las puertas del palacio. Luego, Pei Ming le
dijo al rey de YuShi que, si salía él mismo y se
postraba tres veces para mostrar su penitencia
por oprimir a su gente y se mataba a sí mismo
como expiación, entonces dejaría ir a esos civiles
y no pondría un solo dedo sobre ninguno de los
miembros restantes de la Casa Real. Si él se
negara, Pei Ming cortaría las cabezas de esos
civiles. Le dio a la realeza tres días y cada día en
esos tres días, un nuevo grupo sería asesinado.
Después de pasar los días, invadirían el palacio
para matar a la familia real y luego matarían al
resto de los civiles.
—General Rong, qué movimiento tan astuto
pero hermoso —comentó Xie Lian.
Rong Guang no estaba enojado e incluso
estaba satisfecho.
1392
—Lo tomaré como un cumplido.
La razón que XuLi usó para invadir YuShi
entonces fue: El rey de YuShi es negligente y
opresivo en su gobierno y por justicia, XuLi
salvará y rescatará a las personas que sufren en
YuShi, un hermoso movimiento.
Si el rey de YuShi se negaba a salir, entonces
era egoísta y no amaba a su gente. Lo más
incómodo era que el rey de YuShi siempre había
anunciado que amaba a su gente como a sus
hijos, por lo que, si sus palabras y acciones no
coincidían, seguramente causaría resentimiento
en la gente pensando que habían sido
engañados. ¿No decías que amabas a tu gente
como a tus hijos? ¿Por qué te das la vuelta y
sacrificas a los civiles por el bien de la realeza?
Esto destruiría su lealtad a la realeza de YuShi.
Después de matar a ese grupo de civiles, ellos
podrían anunciar que eran delincuentes ya
condenados a muerte de todos modos y solo
fueron usados para revelar las mentiras y el
egoísmo de la realeza de YuShi. Con un
contraste tan inmenso, seguramente calmaría los
crecientes temores en los corazones de la gente
de YuShi, lo que facilitaría mucho las cosas para
la posterior adquisición de XuLi.
Sin embargo, si el rey de YuShi realmente
saliera y se suicidara, no importaba, no habría
diferencia, les ahorraría la molestia. Además,
1393
creían firmemente que el rey de YuShi nunca
saldría a suicidarse como expiación. O mejor
dicho, ningún monarca estaría dispuesto a
terminar su vida en humillación. ¿Inclinarse ante
civiles y tropas enemigas, admitir los propios
errores y luego morir? ¡Sigue soñando!
Sin embargo, inesperadamente, después de
solo un día, justo cuando Pei Ming estaba a punto
de ordenar la ejecución del primer grupo de
civiles, el gobernante de YuShi realmente
emergió.
Las puertas del palacio se abrieron, el monarca
con la Sagrada Espada Guardián YuLong
colgada de la cintura había salido, se arrodilló
ante la gente y se postró tres veces, luego sacó
la espada y cortó su garganta, salpicando con
sangre las puertas.
Xie Lian ya podía adivinar lo que había
ocurrido.
—¿Fue la Señora de la Lluvia la que salió?
—Sí. —Respondió Hua Cheng.
Más tarde, fue después de interrogar a fondo a
los asistentes del palacio y otros de ascendencia
real que descubrieron lo que sucedió. Pei Ming y
Rong Guang y otros soldados, gritaban fuera del
palacio, paseando de un lado a otro, riendo sin
parar, sumamente arrogantes. Dentro del palacio,
por el otro lado, era caos absoluto, llantos y
sollozos llenaban el aire. Naturalmente, no había
1394
forma de que el rey de YuShi saliera a suicidarse,
solo se sentó en su trono, con el rostro sombrío y
pálido.
Mientras tanto, después de que todos los
hermanos y hermanas que solían pelearse tan
duramente para ganar favores lloraran y se
lamentaran durante tanto tiempo, cuando aún no
veían al rey mover un músculo, comenzaron a
tratar de persuadirlo con mucho cuidado. Había
toda clase de razones; esto es para la gente.
Incluso si muere, su nombre pasará a la historia.
Si esto continúa, la gente está condenada. Fue
dicho de todo, sin embargo, nada funcionó y
pronto, un día iba a pasar. Algunos de los hijos
estaban cada vez más ansiosos y le gritaban a su
padre en su estado agitado.
El rey ni siquiera había muerto aún, e
instantáneamente se indignó, agitando su bastón
para golpearlos. Si esto fuera antes, entonces
esos hijos y nietos seguramente nunca tomarían
represalias, pero ahora que estaban en un estado
crítico, a nadie le importaba. Por lo tanto, uno de
los príncipes no pudo soportarlo y se defendió.
Sin embargo, el golpe en la espalda fue
demasiado poderoso, derribando al rey de unos
sesenta años, su cabeza fue cubierta de sangre,
incapaz de levantarse.
Al principio, el grupo de príncipes y princesas
se quedaron estupefactos, pero poco después se
1395
dieron cuenta de que todavía estaban enojados y
volvieron a discutir cómo arrastrar al inconsciente
rey y cómo completar la difícil solicitud de
postración y expiación. Incluso ideas ridículas
como colgarlo como títere de cuerda para
controlarlo formaron parte de la acalorada
discusión, los ojos del rey se enrojecieron de
rabia mientras escuchaba. Después, decidieron
que encontrarían a dos personas para llevar al
viejo rey a completar la expiación. Sin embargo,
ahora había un nuevo problema. ¿Quiénes
deberían ser esas dos personas? Era una
posición peligrosa en la cual estar; quién sabría
si ese Pei Ming simplemente no decidiría disparar
una flecha matarlos si no estaba feliz.
La disputa y los argumentos siguieron,
siguieron y siguieron. De repente, la decimosexta
princesa, que siempre había estado allí silenciosa
e imperceptiblemente, le dijo algo al viejo rey que
yacía en el suelo.
Yu Shi Huang dijo: —Por favor, páseme el
trono.
El rey de YuShi observó a esta hija a la que
apenas miró en toda su vida y por el rabillo del
ojo, una gota de lágrima finalmente cayó.
Sin embargo, fue solo una gota.
Así, en menos de una hora, en la más ordinaria
y apresurada ceremonia de sucesión en la
historia del reino de YuShi, nació el gobernante
1396
que tenía menos probabilidades de convertirse
en monarca.
La nueva reina de YuShi se cortó la garganta y
la sangre se derramó como una fuente, sin duda
más allá de la salvación. Pei Ming nunca pensó
que las cosas progresarían así y en ese momento
estaba completamente aturdido. Rong Guang
maldijo en voz alta, gritando: —¿Cómo resultaron
las cosas así? ¡Cómo pudieron hacer esto!
El que alguien insignificante muriera, no solo no
podían destruir la lealtad de la gente, sino que
tampoco podían matar al viejo embustero.
Aunque los soldados de XuLi no pudieron
soportar más la vista y se apresuraron en salvar
a la reina, al final, su lesión fue demasiado grande
y todos los oficiales médicos dijeron que no podía
ser salvada. Así, al final, solo pudieron cumplir su
promesa y no tocar a los civiles ni poner sus
dedos temporalmente sobre la realeza. Enviaron
a este monarca al Templo de YuLong, para que
ella respirara por última vez antes de enterrarla
en el mausoleo real en el Templo de YuLong.
Sin embargo, nadie imaginó que esa misma
noche, en el momento en que Yu Shi Huang
respiró por última vez, la estatua divina sobre su
cabeza suspiró.
El trueno rugió y los rayos rechinaron; la nueva
Señora de la Lluvia había ascendido.

1397
Xie Lian reflexionó: —No me sorprende que el
General Pei se viera así cuando vio esa espada.

1398
1399
Capítulo 172
Monta el buey negro; pezuñas voladoras
montan el horno

E
sa era la Sagrada Espada Guardián que
Yu Shi Huang usó para cortar su propia
garganta, ¡así que era obvio! Por supuesto
que era un dispositivo espiritual, pero también era
un arma.
Rong Guang dijo: —Yu Shi Huang sí que es
generosa, de lo contrario, lo estaba haciendo a
propósito para asustarlo. ¿Crees que él se
atrevería a usar a YuLong? Jajaja…
Xie Lian no pudo contenerlo más.
—No lo creo. No había ninguna necesidad de
ser tan maliciosa, ¿no?
Luego puso otro talismán para sellar la boca de
Rong Guang. Dio la casualidad de que, en ese
momento, Pei Ming también gritó desde la
distancia: —Dianxia, Xueyu Tanhua, ¿están
descansados? Ya es hora de que las camas se
vayan y marchemos hacia el camino.
El tiempo de descanso no fue tan largo en
primer lugar y se pasó mientras conversaban.
1400
Los otros se quedaron atrás mientras que Xie
Lian, Hua Cheng y Pei Ming partieron. La Señora
de la Lluvia tenía un corcel y se ofreció a llevarlos
en él para acercarlos al pie de la montaña del
horno. Xie Lian le agradeció amablemente. Ese
buey negro se sacudió y se transformó y llegó a
ser tres veces más grande que su tamaño
anterior, ahora con espacio para llevar a seis
personas en su espalda. Sus patas delanteras
bajaron al suelo, dejando su cuerpo bajo y la
Señora de la Lluvia montó, dirigiendo en la parte
delantera. Pei Ming fue el siguiente, pero dejó un
gran espacio entre los dos. Los últimos fueron Xie
Lian y Hua Cheng.
Xie Lian montó y ese buey negro se puso de
pie, ahora increíblemente grande en altura. Xie
Lian sintió ese suave y brillante pelaje negro,
sorprendiéndose.
—El corcel de la Señora de la Lluvia es
verdaderamente mágico. San Lang, creo que lo
has mencionado antes, pero, recuérdamelo
¿cómo fue creado?
El buey negro extendió sus cuatro patas y
comenzó a correr, los paisajes a ambos lados
desaparecieron rápidamente detrás,
increíblemente rápido y estable. Hua Cheng
estaba sentado detrás de Xie Lian, abrazando

1401
ligeramente su cintura, como si temiera que él
cayera.
—Era la aldaba de una de las puertas laterales
del Templo de YuLong, del Salón de Cultivo Real
de YuShi.
Resultó que, había una pequeña costumbre en
el Templo de YuLong: cuando uno veía una
bestia dorada en la aldaba, uno la frotaba para
agregar un poco del aura de vida. Cuando los
devotos visitaban, lo que usualmente frotaban
eran en su mayoría dragones, tigres, garzas y
otras bestias sagradas; la gente no solía frotar
bueyes, por lo que estaba bastante desierta y
solitaria. Así, mientras Yu Shi Huang se cultivaba
en el Templo de YuLong, cada vez que iba a
buscar agua y pasaba esa puerta, frotaba la
cabeza de ese buey. La aldaba de la puerta se
empapó en su esencia de vida y cuando la
Señora de la Lluvia ascendió, el buey ascendió
con ella. En cuanto a otros, ella no nombró a
nadie más.
El buey negro aceleró rápidamente y el cuerpo
de Xie Lian se inclinó ligeramente hacia atrás por
la fuerza, casi como si estuviera sentado entre los
brazos de Hua Cheng y al terminar de escuchar
dijo con una sonrisa: —No hay nada que San
Lang no sepa, es como si ningún cuento o clásico
pudiera hacerte tropezar.
Hua Cheng también sonrió.
1402
—¿Hay algo más que Gēge quiera saber? Se
lo contaré todo si es de mi conocimiento.
Pei Ming se sentó frente a ellos y no trató de
conversar con la Señora de la Lluvia, por lo que
los estaba escuchando.
—Ciertamente, Rey Fantasma. Dianxia, ¿por
qué no pregunta sobre el pasado de Xueyu
Tanhua? ¿Vea si le contesta?
La sonrisa de Xie Lian vaciló.
Preguntar sobre el pasado de un Rey
Fantasma era bastante grosero. Para dar un
ejemplo inapropiado, en la mente de Xie Lian,
este tipo de secreto personal no era diferente a
preguntar por el tamaño de la virilidad de un
hombre. Al instante cambió el tema.
—¡General Pei!
—¿Qué? —Preguntó Pei Ming.
—¡Hay baches por delante, cuidado!
—Exclamó Xie Lian.
—¿De qué está hablando?
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, el buey negro que llevaba a los cuatro
mugió un largo grito, profundo como una
campana y Pei Ming fue arrojado del buey.
Él estaba estupefacto.
—¿Qué diablos?
Esto realmente nunca había sido visto o
escuchado. El ser lanzado a un lado, los errores
ocurren después de todo, pero, ¿por qué no
1403
lanzar al que está en la parte delantera o trasera?
¿Y justo tenía que ser el que estaba en el medio?
¿Eso siquiera era posible?
El buey no se detuvo en sus pasos, Xie Lian
volteó de donde estaba y sus gritos dejaron rastro
desde atrás.
—¿No le dije que había baches por delante y
que tuviera cuidado, General Pei...?
A lo largo de todo el viaje, Pei Ming fue arrojado
de siete a ocho veces y los cuatro que montaban
el Corcel de Protección de la Señora de la Lluvia
finalmente llegaron al pie de la montaña del
horno.
El horno solía ser una montaña deliciosamente
verde en el corazón de la capital real, sus
paisajes hermosos y elegantes, como el Monte
TaiCang y a sus pies estaba la majestuosa capital
real, la ciudad imperial más próspera.
Esta ciudad imperial solía estar enterrada a
gran profundidad, pero probablemente resurgió
después de pasar por muchos terremotos,
emergiendo por encima del suelo. Xie Lian se
sentó en el buey negro, sus ojos vagaron por los
alrededores por un momento y estaba a punto de
desmontar cuando vio que Hua Cheng estaba allí
de pie con su mano extendida hacia él. El corazón
de Xie Lian dio un vuelco y le dio su mano antes
de saltar.

1404
—También debe haber un templo divino aquí
en la ciudad imperial, ¿verdad?
—Ciertamente lo hay —respondió Hua Cheng.
Aunque Pei Ming cayó de siete a ocho veces
durante el viaje, como se esperaba de un dios
marcial, era muy fuerte y mientras caminaba no
cojeó ni una sola vez, e incluso extendió la mano
para acariciar el cuello del buey. Él dijo: —El
edificio más alto de la ciudad debe ser el palacio
o el templo divino, supongo.
Hua Cheng respondió: —No. El Templo de
WuYong en la ciudad imperial está en la cima de
la montaña. —Él lo señaló.
Efectivamente, a medio camino de la montaña
sangrienta había un rincón de un alero
asomándose, pero la mayoría del edificio en sí
estaba escondido detrás de la brumosa sombra
roja.
Xie Lian se preguntó: —¿Por qué esa montaña
es roja…?
No pudo terminar su pregunta cuando, de
repente, el buey rugió y echó la cabeza hacia
atrás. Ellos ya estaban avanzando, pero
sobresaltados, miraron hacia atrás. Ese buey ya
estaba rodando por el suelo y la cuerda que
estaba fuertemente sujeta por la mano de la
Señora de la Lluvia no se aflojó.
—¿Qué está pasando?
Ese buey dejó escapar un grito humano.
1405
—AAAAHHHHHHHHH!!!
Xie Lian estaba más lejos y no había visto
claramente lo que estaba sucediendo, pero sí vio
a la Señora de la Lluvia, quien al oír ese grito,
sacó a YuLong y lo golpeó hacia el buey negro.
El brillo de la hoja resplandeció y algo negro y
peludo fue arrojado, chocando contra una pared
en la calle, salpicando una gran flor roja con olor
amargo. ¡Era una rata devoradora de cadáveres!
Lo que gritaba antes no era ese buey negro,
sino esa rata devoradora de cadáveres que se
subió al buey cuando nadie estaba mirando y lo
mordió. Aunque la rata estaba al borde de la
muerte, todavía gritaba: —¡DIANXIA, DIANXIA,
DIANXIA, DIANXIA! ¡SÁLVEME, SÁLVEME,
SÁLVEME!
¡BOOM!
Los oídos de Xie Lian zumbaban y Hua Cheng
instantáneamente lo empujó detrás de su
persona, levantó su mano y esa rata devoradora
de cadáveres se convirtió instantáneamente en
una bola de sangre brumosa. Sin embargo, los
ojos que aún estaban pegados a la pared todavía
brillaban de locura.
—Señora de la Lluvia, le sugiero que revise su
corcel —dijo Hua Cheng.
La Señora de la Lluvia palpó y revisó el pelo del
buey negro y dijo: —Es solo un rasguño.

1406
Sin embargo, había más y más voces humanas
elevándose desde todos lados.
—Cof, cof cof, llévame lejos, ¡llévame lejos!
—Debí haber huido hace mucho tiempo…
—No debimos haber creído sus tonterías, ¡qué
muerte tan injusta!
—¿Gēge, Gēge? ¡DIANXIA!
Esa última línea fue particularmente clara y fue
la voz de Hua Cheng. Solo entonces Xie Lian
volvió a sí bruscamente.
—¡Lo siento!
Hua Cheng se veía serio.
—¿Entendió lo que estaban diciendo otra vez?
—Xie Lian asintió. Hua Cheng se acercó y tapó
sus oídos—. No los escuche. Esas palabras no
fueron dirigidas hacia usted.
—Lo sé —dijo Xie Lian.
Miles y miles de ratas devoradoras de
cadáveres se acercaron a los cuatro, vertiéndose
como una marea negra. Esta era la ciudad
imperial, la población mucho más densa que la
ciudad anterior, lo que significaba que había más
muertos, proporcionando una comida más
abundante a las ratas. Por lo tanto, sus números
eran bastante impresionantes. Estaban siendo
potentemente rodeados. Pei Ming se estaba
poniendo serio, una delgada capa de aura de
protección lo cubrió.

1407
—Todos ustedes salgan primero, los llevaré
lejos…
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
terminara, esa gran bandada de ratas, como un
océano, chirriaron y corrieron en una dirección
particular: ¡corrían hacia la Señora de la Lluvia!
Antes de que nadie se diera cuenta, la Señora
de la Lluvia ya había vuelto a montar su buey
negro y estaba huyendo en la dirección opuesta.
Ese buey ya había recorrido una distancia de
unas decenas de metros, pero no iba demasiado
rápido; fue lo suficientemente rápido como para
que las ratas que se alimentan de cadáveres no
pudieran seguir el ritmo, pero lo suficientemente
lento como para que las ratas todavía la
mantuvieran a la vista, manteniendo la distancia
perfecta para alejarlos sin que los atraparan.
Yu Shi Huang gritó desde la distancia: —Mis
señores, por favor, sigan su camino, puedo
alejarlos.
Mientras la Señora de la Lluvia se movía
montando su buey, esparció blancos granos de
arroz por el camino. Las ratas amaban el arroz
por naturaleza y quién sabría cuántos años
habían pasado desde la última vez que vieron
granos tan grandes y blancos de arroz y corrieron
tras ella. Lo que Pei Ming había querido hacer fue
robado por la Señora de la Lluvia y su expresión
mostraba confusión.
1408
Hua Cheng dejó caer las manos y dijo: —Gēge
vamos.
Cuando Xie Lian escuchó las voces de esas
ratas devoradoras de cadáveres, su cabeza
palpitaba, así que cuando las voces
desaparecieron, dejó escapar un suspiro de alivio
y asintió. Sin embargo, Pei Ming se volvió hacia
ellos.
—¿Van a irse simplemente así?
—¿Sí? —Dijo Hua Cheng.
Pei Ming frunció el ceño.
—La Señora de la Lluvia no puede encargarse
de eso por su cuenta, es una locura huir así.
—Luego, después de pensarlo, finalmente tomó
una decisión—. Dianxia, ustedes dos vayan
primero. ¡Si puedo alcanzarlos, entonces nos
reuniremos en el templo divino! —Luego se dio la
vuelta y se fue a perseguir a la Señora de la
Lluvia.
Xie Lian estaba perplejo.
—¿Por qué el General Pei no cree que la
Señora de la Lluvia pueda cuidarse sola? ¿En la
situación de ahora no era más que obvio que la
Señora de la Lluvia era más que capaz?
Hua Cheng se rió.

1409
—Probablemente no podría soportar ser
protegido por una mujer.

Sin perder tiempo, los dos cruzaron a través de


la ciudad imperial y los caparazones de piedra
vacíos con forma de personas, corriendo hacia
esa gran montaña.
Finalmente pisaron el horno.
La razón por la que parecía que esta montaña
estaba teñida con el color de la sangre era porque
los bosques de esta montaña eran todos rojos.
No eran arces, pero tenían un color sangriento
como el de la sangre. Xie Lian también podía oler
el hedor de la sangre. Al parecer, los nutrientes
de las plantas aquí eran un montón de
resentimiento y sangre humana.
Este cuarto Templo Divino de WuYong se
construyó a medio camino del horno, el más
grande de los cuatro templos y en comparación,
también el mejor mantenido. Dentro de los
pasillos también había mucha gente de piedra,
sus posturas y expresiones eran todas diferentes.
Los dos corrieron directamente hacia el gran
salón y cuando entraran, seguramente habría un
mural. Sin embargo, después de que Hua Cheng

1410
dio una mirada, dijo: —Parece que alguien ha
venido antes que nosotros.
Dentro del gran salón había solo un mural. Las
otras dos paredes, mientras que en sí estaban
bien, sus superficies ya estaban cortadas y
destruidas.
Esta fue la primera vez que se encontraron con
esto. Xie Lian estaba un poco estupefacto.
—¿Quién podría haber hecho esto?
Ni siquiera sabían quién pintaba los murales y
ahora tenían que agregar el misterio del
destructor de murales a la mezcla. Aun así, les
quedaba poco tiempo, por lo que estudiaron el
mural que quedaba. Con solo una mirada, sin
siquiera un examen detallado, todos los pelos en
la espalda de Xie Lian se levantaron.
—¡¿QUÉ ES ESTO?!
Este mural era completamente diferente a los
de los otros tres templos. Solo había una persona
en el cuadro, sin embargo, los colores eran
oscuros, las líneas y los rostros eran
extremadamente retorcidos, la apariencia de la
persona no se podía discernir en absoluto, solo
que se trataba de un civil con ropa desgarrada.
Pero eso era nada. Lo que hizo que Xie Lian se
encogiera en escalofríos fue que esta persona
parecía estar en un dolor insoportable, tanto que
se había arrancado su propia ropa y había
expuesto su propia carne.
1411
En su cuerpo había tres caras, ¡y cada una era
tan retorcida como la suya!
¡Era la Enfermedad del Rostro Humano!
Bajo tal impacto, Xie Lian inconscientemente
abrazó su cabeza y murmuró: —... Es lo mismo.
¡Es exactamente lo mismo!
¡El Príncipe Heredero de WuYong también se
había encontrado con la Enfermedad del Rostro
Humano!
¡¿Por qué la experiencia de esta persona era
casi exactamente igual a la suya?!
Hua Cheng vio lo rápido que las cosas iban
empeorando y lo estabilizó.
—Dianxia, no vea más. —Después de algunas
dudas, jaló a Xie Lian y lo presionó en su abrazo,
su tono de voz fue firme pero suave—. ¡... Bien!
Dianxia, escúcheme. Escúcheme... Todos los
murales antes se mostraron cronológicamente; el
último tenía al Príncipe Heredero de WuYong
construyendo un puente aéreo, por lo que el
siguiente debería haber sido un evento que llegó
justo después. Sin embargo, este mural no se
conecta al último en nada, la línea de tiempo no
tiene sentido, ¿no es así?
Justo ahora, Xie Lian estaba excesivamente
sorprendido por la imagen de la Enfermedad del
Rostro Humano, las sombras eran demasiado
grandes en su corazón y por eso estaba

1412
petrificado. Sin embargo, también lo superó
rápido y al instante comenzó a pensar.
—Tienes razón... tiene que haber algo que
falta en el medio. Alguien previamente destruyó
los dos murales anteriores antes de que
llegáramos.
—Dado que esta persona destruyó los otros
dos murales, entonces ¿por qué no destruyó
también éste? —Preguntó Hua Cheng—. ¿Por
qué dejó solo este? ¿Y tenía que ser justo el de
la Enfermedad del Rostro Humano?
—Hay dos posibilidades. —Dijo Xie Lian—. En
primer lugar, podría haber pensado que dejar
atrás este mural era intrascendente y no
importaba si quedaba. Estaba más preocupado
con que nosotros viéramos los otros dos.
—¿Y la segunda? —Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian dijo lentamente: —Esta persona en
realidad destruyó los tres murales y este fue
pintado después. Es falso.
—Hum. —Respondió Hua Cheng—. Bien
podría ser que todos los murales que hemos visto
a lo largo del camino sean falsos. Ya estamos
muy cerca de la respuesta, por lo que antes de
esta, no comience a pensar demasiado en las
cosas por su cuenta, ¿está bien?
Después de haber estado enterrado en sus
brazos durante tanto tiempo, Xie Lian, finalmente,
desechó completamente ese mural de su cerebro
1413
y solo entonces se dio cuenta de la posición en la
que los dos estaban. Estaba a punto de salir del
abrazo y dijo: —Qué vergüenza San Lang, me
puse extremadamente agitado justo ahora…
Sin embargo, Hua Cheng no le permitió salir y
en su lugar lo atrajo más cerca y sonrió.
—No hay nada de qué avergonzarse, pero…
—Bajó la cabeza y dijo—: En realidad, hay una
tercera posibilidad.
La mitad inferior de la cara de Xie Lian todavía
estaba enterrada en su hombro y la voz de Hua
Cheng estaba justo al lado de su oreja,
extremadamente, extremadamente baja y nadie
más aparte de Xie Lian, podía oír.
La respiración de Xie Lian paró ligeramente y
oyó Hua Cheng susurrar: —La tercera posibilidad
es; no es que esta persona no quería destruir
todos los murales, sino que no lo hizo a tiempo.
Justo cuando estaba destruyendo los otros dos,
nosotros llegamos, por lo que ahora, esta
persona está escondida en el gran salón en este
mismo momento.

1414
Capítulo 173
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses ocultos (parte uno)

E
l aliento de Hua Cheng era cálido pero sus
palabras hacían que el corazón de uno se
enfriase.
¿Escondiéndose en el gran salón?
Un pensamiento pasó y Xie Lian
instantáneamente abrazó a Hua Cheng.
Por supuesto que no lo estaba abrazando
porque tenía miedo. Si realmente había alguien
escondido allí y ellos no lo habían notado,
entonces eso significaba que era alguien
poderoso. Si esa persona notara algo extraño,
entonces podría verse obligada a hacer un
movimiento. Por lo tanto, si solo fuera Hua Cheng
quien lo abrazara, siendo así de íntimo, entonces
fácilmente despertaría sospechas. Si ambos se
abrazaban, entonces podría parecer más normal.
Xie Lian escudriñó sus alrededores
discretamente y susurró: —¿Dónde crees que
está esa persona?
1415
Solo había una puerta gigante en el gran salón
y fue por allí por donde entraron. Estaba
completamente vacío dentro del salón, nada
fuera de lugar y ni siquiera un escenario o una
caja que pudiera esconder a alguien. Aparte de
ellos, solo estaban los asistentes del templo que
fueron convertidos en piedra.
Los dos susurraron al mismo tiempo: —Los
caparazones.
El interior de esas personas de piedra estaba
completamente hueco, lo que significaba que
servían de escondite. Los humanos no podían
esconderse allí, ¡pero los demonios ciertamente
podían!
Después de confirmar ese hecho, Xie Lian
sintió algo y levantó la vista. Cuando vio a una
persona de piedra a unos seis metros detrás de
Hua Cheng, sus pupilas se encogieron.
Ese parecía haber sido un hombre joven que
tenía un estatus más alto y estaba bastante
tranquilo. Dado que lo que estas estatuas
mostraban eran las muertes de la gente de
WuYong, la mayoría abrazaba sus cabezas o se
enroscaba en bolas y esta era una de las pocas
personas que estaban de pie. Sin embargo, lo
que hizo que Xie Lian se diera cuenta de él no era
su postura, sino su rostro.
Aunque la cara estaba borrosa, aún podía ver
que en la cara de esa persona de piedra, el lado
1416
izquierdo era una sonrisa creciente y el lado
derecho era una cara llorando.
Xie Lian soltó: —¡ES ESA!
Luego sacó su espada y golpeó mientras Hua
Cheng gritaba: —¿Gēge?
Esa persona de piedra fue cortada en pedazos,
dejando fragmentos rotos del caparazón por todo
el piso, sin embargo, no había nada dentro. Xie
Lian no se atrevió a dejar pasar esto y dio vuelta
a cada pedazo de los fragmentos.
Hua Cheng le cogió la mano.
—¡Gēge! ¿Qué vio justo ahora?
Xie Lian recogió y le mostró algunos de los
fragmentos.
—San Lang, esta persona de piedra, su cara...
era la máscara de Bai Wuxiang.
La cara de Hua Cheng cambió ligeramente
pero aun así dijo: —Espere un momento.
Luego reunió y juntó todas las piezas,
reconstruyendo una cara completa. Cuando los
dos miraron, se quedaron en silencio.
Justo ahora, lo que Xie Lian vio fue claramente
una máscara de fantasma medio llorando, medio
sonriendo, pero esta cabeza que Hua Cheng
había formado era una cara borrosa, no muy
diferente de las otras estatuas de piedra.

1417
¿Fue una alucinación? ¿O fue engañado por un
hechizo de ilusión?

Quedarse sin hacer nada no les daría


respuestas y los dos buscaron por todo el salón,
aplastando a cada persona de piedra. Después
de pensarlo un poco, sintieron que tal vez ese
alguien se había apresurado a escalar la
montaña antes que ellos y decidieron no
quedarse para esperar a Pei Ming y en su lugar
se dirigieron directamente hacia la cima.
El cuerpo de la montaña del horno parecía
tener una gravedad peculiar, manteniéndolos en
el suelo y prohibiéndoles mantener la ligereza en
sus pies para volar. Por lo tanto, solo podían subir
a pie. Cuanto más alto caminaban, más
empinado se hacía el sendero y más frío era el
aire. Primero, había una fina capa de nieve.
Luego, a medida que subían, la nieve se
espesaba y casi podía tragar la mitad de una
bota. Después de cuatro horas, la nieve
acumulada finalmente pasó por encima de sus
rodillas, haciendo que escalar fuera cada vez
más arduo.
Como caminaban sin parar, Xie Lian no sentía
frío y, en cambio, estaba cubierto de un fino brillo
1418
de sudor, con el rostro blanco como arena y las
mejillas rojas. Se secó el sudor con el dorso de
su mano y miró hacia atrás, a punto de hablar con
Hua Cheng, cuando de repente, el paso se
hundió y todo su cuerpo se acortó por dos pies de
altura.
Su cuerpo se hundió en la pesada nieve y,
afortunadamente, Hua Cheng había estado
siguiendo detrás de él y, naturalmente, lo levantó.
—Gēge tenga cuidado.
Xie Lian estaba de pie junto a él y miró hacia
atrás para ver dónde se hundió, una gran parte
de ese lugar se había derrumbado, revelando un
agujero oscuro y profundo que conducía a quién
sabe dónde. Si Xie Lian no se agarrara del borde
a tiempo o si Hua Cheng se moviera demasiado
lento, entonces seguramente se habría caído.
Hua Cheng agregó: —Hay muchas zanjas
huecas en esta área. Todavía recuerdo sus
ubicaciones frecuentes, así que solo sígame de
cerca. Tómese su tiempo y esto estará bien.
Gēge caminó demasiado rápido en este
momento.
Resultó que el cuerpo de la montaña bajo la
nieve era bastante débil y había agujeros grandes
y pequeños en todas partes, pero era
desconocido cuántos y a cuánta profundidad
estaban. Sin embargo, Hua Cheng realmente

1419
recordaba el lugar donde se encontraban todos
mientras subían.
Xie Lian dejó escapar un suspiro.
—Está bien. Quedémonos más juntos. No
podemos gritar o hacer ruidos fuertes en una
montaña nevada de todos modos, por lo que, si
pasa algo, tampoco sería fácil pedir ayuda...
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando
las palabras salieron de su boca, rugidos de ira
vinieron desde arriba.
—¡¿YA TERMINASTE?!
—…
¿Qué buen hermano se atrevía a gritar así en
una montaña nevada tan empinada y peligrosa?
Xie Lian miró hacia el sonido sintiéndose
estupefacto y vio que, dentro de ese mundo
cubierto de nieve, había dos puntitos negros en
ese momento peleándose. Uno de ellos sostenía
un arco largo, disparando flechas sin parar. El
otro sostenía un zanbato, balanceándose como
un tigre, golpeando cada flecha. Tanto la hoja
como las flechas tenían un brillo de luz espiritual.
Ambas partes gritaban maldiciones a la otra y el
hombre que sostenía el zanbato gritó: —¡YA HE
DICHO QUE EL PEQUEÑO BASTARDO NO
FUE ASESINADO POR MÍ, LOS ESTOY
BUSCANDO TAMBIÉN!
¡Eran Nan Feng y Fu Yao!

1420
Sin entender por qué estaban aquí también, Xie
Lian estaba a punto de gritar; ¡cállense! Pero
luego reaccionó a tiempo y se lo tragó antes de
que él también gritara. Si él rugiera de la misma
forma en que lo hacían y los tres se gritaban,
¿cómo era posible que toda la nieve en la
montaña aún pudiera quedar en su sitio?
Hua Cheng abrazó sus brazos y enarcó una
ceja.
—¿No saben que gritar en una montaña
nevada podría causar una avalancha?
—¡¿No pueden ser tan tontos, no?! —Xie Lian
dijo—. Tal vez lo saben, pero ellos son así...
¡cuando están enojados dejan de preocuparse
por cualquier cosa!
Nan Feng y Fu Yao estaban extremadamente
enojados, maldiciendo mientras luchaban, pero
como estaban demasiado lejos, sus palabras
quedaban en pedazos y no se podía escuchar
sobre lo que estaban peleando y no se dieron
cuenta de que había otros que habían venido.
Xie Lian quería correr para separarlos, pero con
la nieve pesada arrastrando su paso y profundos
agujeros debajo, no había manera de que pudiera
llegar allí inmediatamente para detenerlos. Xie
Lian corrió dos pasos antes de que se parara
sobre otro agujero y se detuvo.
—¡No podemos dejar que sigan luchando de
esta manera!
1421
Justo cuando lo dijo, una mariposa plateada
pasó volando como una flecha afilada y Xie Lian
se sobresaltó al principio, pero poco después se
relajó.
¡Buena idea!
Si ninguno de los dos podía llegar a tiempo,
entonces ¿por qué no dejar que una mariposa
fantasmal volara y informara primero?
La velocidad de la mariposa plateada era
extremadamente rápida como se esperaba y no
le tomó mucho antes de llegar al otro lado. Sin
embargo, antes de que Xie Lian hubiera intentado
transmitir sus palabras, vio que la expresión de
Hua Cheng se congelaba. Se dio cuenta de que
algo andaba mal y preguntó: —¿Qué sucede?
La sonrisa en los labios de Hua Cheng había
desaparecido por completo, reemplazada por una
cara tan fría como esta montaña nevada.
Xie Lian insistió: —San Lang, ¿qué está
pasando?
Los labios de Hua Cheng se contrajeron y no
respondió antes de que Xie Lian repentinamente
sintiera pánico por alguna razón y giró su cabeza
para mirar hacia la parte superior, con los ojos
muy abiertos.
Arriba, junto a los acantilados nevados, un
trozo gigante del cuerpo de la montaña blanca
tembló y luego colapsó.

1422
En el otro extremo, Nan Feng y Fu Yao, quienes
estaban en el calor de la pelea, también sintieron
esta presión sin sonido, ambos miraron hacia
arriba y finalmente se dieron cuenta de lo que iba
a pasar.
El siguiente momento. Esa masa de montaña
era como un terraplén de mil millas, cuando se
rompió, se rompió por completo, llevando consigo
una ola de tsunami de nieve, retumbando y
rodando mientras se empujaba hacia ellos.
¡Realmente causaron una avalancha!
Xie Lian agarró la mano de Hua Cheng, se dio
la vuelta y corrió. Pero después de dar sus
primeros pasos, recordó que los otros dos más
adelante estaban mucho más cerca de la
avalancha acercándose y se detuvo
abruptamente, mirando hacia atrás.
Efectivamente, los otros dos habían dejado de
pelear para huir juntos. Fu Yao no corrió muy
lejos antes de meterse en un agujero, más de la
mitad de su cuerpo estaba hundido y la nieve
estaba enterrada sobre su pecho. Nan Feng
corrió más rápido que él, pero también miró hacia
atrás, dudando por un momento, pareciendo
querer salvarlo. Sin embargo, esa ola de nieve ya
lo había alcanzado.
En el momento justo antes de ser tragados, Xie
Lian lanzó a Ruoye. Esa venda de seda blanca
saltó a la distancia y no le tomó nada de tiempo
1423
rodear con precisión a Fu Yao y Nan Feng,
levantándolos.
Hua Cheng dijo sombríamente: —Gēge!
¡Déjelos, no se moleste!
Xie Lian sostuvo a Ruoye con fuerza,
arrastrando a los dos mientras corría.
—¡No puedo! ¡Podrían caer en un hueco y ser
enterrados por la nieve!
—¡Demasiado tarde! —Dijo Hua Cheng.
—¡¿Qué?! ¿Tan rápido? —Exclamó Xie Lian.
Levantó la vista y esa dominante sombra se
derrumbó sobre sus cabezas.
Cuando Xie Lian volteó para salvar a Nan Feng
y Fu Yao, en ese momento se retrasó y la ola de
nieve se lo tragó por completo. La fría y pesada
ola de nieve surgió sin descanso, separándolo a
él y a Hua Cheng. Xie Lian se estaba cayendo por
la fuerza, revolcándose con la ola blanca, pero
aun así logró seguir luchando de alguna manera.
Sin embargo, había demasiada nieve, la oleada
era demasiado poderosa y una y otra vez cubrió
la cabeza de Xie Lian, provocando una serie de
repentinas sofocaciones.
Al final, Xie Lian gritó: —¡SAN LANG! —Al ser
incapaz de aferrarse y después de todo fue
enterrado, desapareciendo dentro de la corriente
de nieve helada.

1424
Pasó un tiempo antes de que la montaña
nevada finalmente se calmara.
Un buen momento después, en ese campo de
nieve aplanada, ¡una mano repentinamente
emergió!
Esta mano tocó alrededor de la nieve, luego, un
brazo se asomó, luego un hombro y finalmente,
una cabeza. Poco después, una persona se
arrastró. Él sacudió su cabeza y dejó escapar un
largo suspiro. Era Xie Lian.
El salir a la fuerza de esa gruesa capa de nieve
acumulada se sentía casi igual a salir de una
tumba. La cara y las manos de Xie Lian estaban
enrojecidas por el enfriamiento, bastante
entumecidas, pero solo se frotó la cara un par de
veces antes de mirar hacia arriba, viéndose
perdido.
En esa manta de blancura, no había ni un rastro
de rojo.
Sin embargo, Xie Lian tampoco podía gritar al
azar. Si él causara otra avalancha, entonces todo
habría terminado, así que solo podría ponerse de
pie, caminando solo y sin rumbo en ese mundo
de nieve, llamando en voz baja mientras
caminaba: —¿San Lang? ¿Nan Feng? ¿Fu Yao?

1425
Claramente iba en la misma dirección en la que
iban antes, pero ahora, parecía hacer mucho más
frío que cuando él y Hua Cheng caminaban
juntos. Ruoye también estaba desenvuelto de su
mano. Xie Lian estaba desconcertado; Ruoye no
debería haberse desenvuelto. Incluso si lo
soltaba, Ruoye igual se uniría a él, ¿entonces qué
pasó?
Sabía que algo estaba mal pero no podía decir
qué y continuó caminando aturdido. De repente,
desde el interior de los vientos nevados de
adelante, alguien había emergido. Túnicas
blancas, cabello negro, sus mangas ondeando en
el viento mientras caminaba lentamente con la
cabeza baja.
Al ver a este viajero, Xie Lian se puso contento
y se adelantó: —¡Mi amigo! Usted…
Pero justo cuando esas palabras salieron de
sus labios, ese hombre levantó la vista. En su
rostro, había una máscara blanca y escalofriante,
la mitad sonriendo y la otra mitad llorando.
Era como si alguien lo hubiera apuñalado con
una cuchilla y Xie Lian gritó.
Y después de que gritó, abrió sus ojos y se
levantó. Fue después de tomar algunas duras
respiraciones que se dio cuenta que, en ese
momento, no estaba caminando en la montaña
nevada, sino que estaba en un lugar oscuro y
sombrío.
1426
Así que fue un sueño.
No era de extrañar. Algo siempre se sentía
extraño en los sueños y Xie Lian exhaló un largo
suspiro mientras se relajaba, limpiando el sudor
frío en su frente. Después de tocar a tientas por
un momento, descubrió que debajo de él había
rocas cubiertas con un manto de hierba, Fang Xin
colgaba de su cintura y Ruoye estaba claramente
envuelto alrededor de su brazo.
Xie Lian se calmó y encendió una palma de luz,
iluminando el lugar donde estaba sentado,
llamando primero: —¿San Lang? ¿Estás ahí?
Sin embargo, inesperadamente, en el momento
en que las llamas iluminaron el lugar,
instantáneamente se dio cuenta de que, justo a
su lado, en la oscuridad, había otra persona,
muda y silenciosa.
Esto no fue una pequeña sorpresa y Xie Lian al
instante se cubrió de sudor, su mano en Fang Xin
inmediatamente. Que alguien estuviera parado
tan cerca de él, ¡no había manera de que no lo
hubiera notado!
Sin embargo, cuando miró más de cerca, ese
sudor frío se fue. Resultó que no era algo vivo,
sino que era una estatua de piedra.
Y, no era igual que las estatuas de piedra de
las víctimas caídas por la erupción del volcán;
esta era claramente una escultura y era la de una
estatua divina.
1427
Con la palma de luz en la mano, Xie Lian dio la
vuelta una vez y verificó que el lugar donde se
encontraba era una caverna. Dentro de esta
caverna, fue erigida y adorada una estatua divina,
su pose era elegante, los pliegues de sus túnicas
y fluidas líneas fueron esculpidas exquisitamente.
Sin embargo, había algo peculiar.
El rostro de esta estatua divina estaba cubierto
por un fino velo.
Ese fino velo fluía como niebla y aunque cubría
la cara de la estatua divina, bastante extraño, no
era feo. En su lugar, añadía una belleza
misteriosa. Sin embargo, Xie Lian nunca había
visto a un Oficial Celestial cuyas estatuas
tuvieran el rostro cubierto y extendió su mano
inconscientemente para quitar el fino velo cuando
una voz vino desde atrás.
—Gēge.
Xie Lian se dio la vuelta y vio que en la entrada
de la caverna había una figura en rojo que
apareció de la nada. Era Hua Cheng. El rostro de
esa estatua divina fue instantáneamente olvidado
y se apresuró hacia él.
—¡San Lang! Gracias a los cielos, me
preguntaba dónde estabas. ¿Estás bien? ¿Estás
herido? Esa avalancha ahora mismo fue
demasiado repentina.
Hua Cheng entró.
—Estoy bien. ¿Cómo está Gēge?
1428
—No me pasó nada. —Xie Lian dijo—. ¿Qué es
este lugar?
Después de salir de la caverna, Xie Lian notó
que había un largo pasillo afuera. No parecía
corto y quién sabe a dónde conducía. Al parecer,
este era un espacio subterráneo bastante grande.
Xie Lian ya estaba acostumbrado a que Hua
Cheng tuviera las respuestas para todo, pero esta
vez, Hua Cheng respondió: —No lo sé.
Probablemente estamos bajo la montaña nevada.
Xie Lian se sorprendió.
—Y yo pensaba que era un refugio que
encontró San Lang. No puedo creer que no sabes
dónde está esto.
—No —dijo Hua Cheng.
Bueno esta era la primera vez.
Hua Cheng había memorizado dónde estaba
cada zanja en el sendero de la montaña, pero no
sabía qué era este lugar. Esta cueva tampoco era
pequeña, ¿nunca la había descubierto?
Xie Lian no pudo evitar sentirse un poco
perplejo, pero no insistió y en cambio levantó su
palma de luz más arriba.
—¿Cómo llegamos aquí?
Hua Cheng convocó algunas mariposas
plateadas, dejándolas revolotear con una luz
tenue y contestó suavemente: —Tal vez todos
dimos un paso en falso y nos caímos a una zanja.

1429
No puede haber sido alguien que nos puso aquí
intencionalmente.
Al oírlo decir eso, Xie Lian no pudo evitar
recordar ese sueño que acababa de tener y un
leve escalofrío recorrió su espalda. Recordando
otra cosa, preguntó: —Estamos aquí, ¿dónde
están Nan Feng y Fu Yao?
Hua Cheng respondió sin simpatía:
—Probablemente enterrados en la nieve. A quién
le importa, son Oficiales Celestiales. Esto no los
matará.
Xie Lian no sabía si reír o llorar.
—Incluso si esto no los matara, si nadie pudiera
ayudarlos a desenterrarse… de todas formas, no
se siente muy bien ser enterrado por algunas
décadas. ¿Tal vez ellos también cayeron aquí?
Vamos a buscarlos. Por cierto, San Lang, cuando
tu mariposa plateada se adelantó antes, ¿qué les
oíste decir?
Hua Cheng soltó una risita.
—Solo discusiones sin sentido, ¿qué otra cosa
podría ser?
Xie Lian no creía que fuera tan simple, de lo
contrario, el repentino cambio de expresión de
Hua Cheng cuando esa mariposa fantasmal
volaba no podía explicarse. Incluso ahora,
mientras Hua Cheng estaba riéndose, sus ojos
eran antipáticos. Sin embargo, si no iba a decirlo,
entonces Xie Lian no iba a preguntar. Los dos
1430
caminaron por el largo pasillo de la cueva de
piedra.
Solo habiendo caminado por un rato
descubrieron que la formación de esta caverna
de piedra debajo de la nieve era mucho más
compleja de lo que pensaban. No había un único
camino que recorría todo, sino que había muchas
bifurcaciones en el camino que iban a otras
cavernas, grandes y pequeñas.
Dentro de cada caverna había una estatua
divina; algunas altas, otras pequeñas, algunas
como niños, algunos jóvenes, las túnicas siempre
estaban cambiando, las posturas eran todas
diferentes: en reposo, de pie, sentado en reposo,
blandiendo la espada, bailando, todo tipo de
cosas. El nivel de habilidad también era diferente;
algunos de los trabajos de escultura eran toscos
y no refinados, mientras que otros eran tan
extraordinariamente exquisitos que podían
llamarse de otro mundo. Probablemente no
fueron esculpidos por la misma persona.
Mientras Xie Lian miraba en el camino, no pudo
evitar exclamar con asombro: —Este... este lugar
es una Cueva de los Diez Mil Dioses. El que
construyó este lugar debe ser un creyente
increíblemente devoto.
Sin embargo, todas las estatuas divinas tenían
la misma peculiaridad. Todos sus rostros estaban
cubiertos por un fino velo.
1431
Algunos tenían sus cuerpos enteros cubiertos,
extremadamente extraños. Xie Lian realmente
tenía bastante curiosidad y quería quitar el velo
de una de las estatuas divinas para ver su cara,
pero Hua Cheng habló detrás de él: —Gēge le
sugiero que no lo haga.
Xie Lian miró hacia atrás y preguntó: —¿Por
qué no? Creo que estas estatuas son un poco
extrañas.
Hua Cheng se acercó y le explicó: —Es
precisamente porque son extrañas que es mejor
que no lo haga. Si esta cara fue cubierta,
entonces hay una razón para que lo esté. La
cabeza es el lugar donde se recolecta la energía
espiritual de una persona, así que, si se quita el
velo, quién sabe qué pasaría con toda la energía
espiritual reunida por estas extrañas estatuas.
Su discurso sonaba extraño, pero tenía sentido.
Si el velo fuera quitado y se despertara algo
dentro de esas estatuas, entonces las cosas ya
no serían divertidas. Xie Lian contempló y al final
luego dejó caer su mano.
—Solo tenía curiosidad por saber qué deidad
es esta, eso es todo.
Hua Cheng dijo a la ligera: —Este es el reino
de WuYong, así que probablemente sea el
Príncipe Heredero de WuYong. Nada
sorprendente.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —No lo creo.
1432
—¿Oh? ¿Qué quiere decir? —Preguntó Hua
Cheng.
Xie Lian lo miró.
—De todos los murales que hemos visto en el
camino, el estilo de vestir del Príncipe Heredero
de WuYong y la gente de WuYong son muy
diferentes del estilo de vestir de estas estatuas
divinas. Entonces, creo que estas estatuas
probablemente no tengan nada que ver con el
Príncipe Heredero de WuYong. De hecho, esto
podría no haber sido esculpido por alguien de
WuYong.
Hua Cheng le sonrió alegremente.
—¿Es eso correcto? Gēge realmente tiene un
ojo para el detalle.
Xie Lian también sonrió.
—Nah. Es solo, el estilo de estas estatuas ya
sea la escultura, el vestido, los detalles en que se
esculpen las fluidas líneas, todas se parecen más
al estilo de los últimos períodos. Por ejemplo... el
estilo de XianLe.
Hua Cheng arqueó las cejas.
—Parece que Gēge también está muy dotado
en esta área.
—Nah. Uno podría ganar algo de conocimiento
después de ver tanto de algo como las estatuas,
no es nada —dijo Xie Lian.
A pesar de que no podía estar seguro, su
instinto le dijo que, desde antes, había algo raro
1433
en Hua Cheng. Y después de haber hablado
sobre este punto, Hua Cheng comenzó a ponerse
sutilmente nervioso.

1434
Capítulo 174
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses ocultos (parte dos)

S
in embargo, no insistió.
—Ya que San Lang piensa que es mejor no
mirarlos, entonces seamos cautelosos.
Hua Cheng asintió ligeramente y los dos
continuaron avanzando. En ese momento,
llegaron a otra bifurcación en el camino y Hua
Cheng se dirigió directamente hacia la izquierda.
Xie Lian hizo una pausa en su paso y no lo siguió.
Hua Cheng miró hacia atrás.
—¿Qué sucede?
—San Lang nunca ha venido a esta cueva
antes, ¿verdad? —Preguntó Xie Lian.
—Naturalmente —respondió Hua Cheng.
—Entonces, ¿cómo es que San Lang está tan
seguro de que deberíamos ir a la izquierda?
—Preguntó Xie Lian.
—No estoy tan seguro —dijo Hua Cheng—.
Solo voy a ciegas.

1435
—Ya que nunca has venido aquí antes, ¿cómo
puedes ir a ciegas? ¿No deberíamos considerar
qué camino tomar con más cuidado?
Hua Cheng sonrió.
—Es precisamente porque nunca he venido
antes que debemos ir a ciegas. De cualquier
manera, no sabemos nada de la forma de este
lugar, así que podemos apostar osadamente en
nuestra suerte y mi suerte siempre ha sido mejor.
Aunque eso ciertamente tenía sentido, en
realidad, cada vez que ellos salían, siempre
había dejado que Xie Lian decidiera el camino.
No era frecuente que Hua Cheng tomara la
iniciativa de liderar. Xie Lian asintió y los dos
estaban a punto de entrar en el túnel de la
izquierda cuando, de repente, Xie Lian habló:
—¡Espera! - San Lang, ¿oyes eso?
—¿Qué? —Preguntó Hua Cheng.
—A la derecha —dijo Xie Lian—. Hay voces.
La cara de Hua Cheng cambió sutilmente y
después de escuchar atentamente por un rato,
dijo: —Gēge creo que ha oído mal. No hay nada.
—¡Ahí está! —Exclamó Xie Lian—. ¡Escucha
atentamente, es la voz de un hombre!
Hua Cheng intentó escuchar de nuevo y frunció
el ceño.
—Realmente no escucho nada.
Xie Lian se sorprendió y se preguntó a sí
mismo: —¿Estoy alucinando otra vez?
1436
—Dianxia, esto es sospechoso, podría haber
trucos. —Hua Cheng dijo—. Sugiero que
hablemos después de salir.
Xie Lian dudó por un momento, pero al final
dijo: —¡No! Podrían ser Nan Feng y Fu Yao,
¡mejor voy a echar un vistazo después de todo!
Luego corrió por el sendero mientras Hua
Cheng lo llamaba.
—¡Gēge! ¡No se vaya!
Sin embargo, al escuchar ese débil grito, pensó
que la otra parte debió haber caído en un estado
extremadamente peligroso y no podía permitir
ningún retraso. Xie Lian tampoco se atrevió a ser
descuidado y rápidamente corrió por el camino a
la derecha. Cuanto más se hundía en el túnel,
más claro se oían los rugidos de un hombre. Xie
Lian estaba contento.
—¡Realmente son Nan Feng y Fu Yao!
Xie Lian no sabía cuánto tiempo él pasó en el
sinuoso túnel, pero al final finalmente encontró la
fuente de las voces, era una cueva gigante. No
había estatuas divinas en esta cueva, sino un
pozo profundo en su lugar y de ahí era donde las
voces de Nan Feng y Fu Yao estaban viniendo.
Al parecer, ambos estaban atrapados en el fondo
del pozo, incapaces de subir. Sin embargo,
seguían gritándose con energía, por lo que no
debería haber ningún problema que amenazara
sus vidas por el momento. Estaba muy oscuro
1437
abajo para ver algo claramente, Xie Lian se llevó
las manos a la boca y gritó desde arriba:
—¡¡HEY!! ¿QUÉ LES HA PASADO?
Cuando los dos en el fondo del hoyo oyeron
que alguien estaba allí, detuvieron sus
discusiones al instante y la voz de Fu Yao se
escuchó: —¿DIANXIA? ¿ERES TÚ? ¡APÚRATE
Y SÚBENOS!
Nan Feng por otro lado, no habló. Xie Lian
estaba desconcertado.
—¿No pueden subir solos? Pero este pozo no
es tan profundo, ¿qué está pasando ahí abajo?
Podría ser porque había estado luchando todo
el camino que Fu Yao estaba lleno de fuego en
este momento.
—¡TONTERÍAS! ¡SI PUDIERAMOS ESCALAR
SOLOS YA LO HUBIERAMOS HECHO!
DIANXIA, ¿NO TIENES OJOS?
Xie Lian entrecerró los ojos.
—No puedo ver claramente. ¿Todavía tienes
poder espiritual? ¿Puedes encender una palma
de luz para que pueda ver cuál es la situación allí
abajo? Si no puedes, lanzaré una bola de fuego...
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
terminara su oración, los dos de abajo gritaron al
unísono,
—¡¡¡NO!!!
El sonido de ellos deteniéndolo estaba cerca de
la alarma y el terror.
1438
Fu Yao luego gritó: —¡ABSOLUTAMENTE NO
ENCIENDAS NINGÚN FUEGO!
Si no podía encender fuego, entonces tendría
que usar otras formas de iluminar el lugar. La
primera reacción de Xie Lian fue mirar hacia
atrás.
—San Lang…
Sin embargo, San Lang no lo siguió. No había
nadie detrás de él. Xie Lian se sorprendió un
poco; al principio sintió un poco de preocupación,
luego, confusión. No pudo haberse perdido en el
camino, ¿no?
Desde que entraron en esta Cueva de los Diez
Mil Dioses, Hua Cheng había estado actuando de
manera bastante extraña, pero Xie Lian no podía
estar seguro sobre cómo. Miró a su izquierda y
derecha y de repente descubrió que en su propio
hombro descansaba una diminuta mariposa
plateada y trató de tocarla ligeramente.
—... ¿Hola? —Cuando la mariposa fantasmal
sintió su toque, agitó sus alas un par de veces,
pero no se alejó y solo parecía mostrarle su
aleteo. En este viaje, Xie Lian había escuchado a
Hua Cheng decirle que sus mariposas plateadas
estaban divididas en varias categorías. No sabía
a qué categoría pertenecía esta, de qué era
responsable, pero para lo que fuera que estuviera
diseñada, al menos podría iluminar un poco. Por
lo tanto, él preguntó—: ¿Puedes bajar para echar
1439
un vistazo por mí? —Efectivamente, esa
mariposa plateada batió sus alas y voló hacia
abajo. Xie Lian gritó—: ¡Gracias! —Y esperó
hasta que llegara al fondo del pozo. Una vez que
la suave luz plateada iluminó la situación de
abajo, Xie Lian no pudo evitar abrir los ojos.
En el fondo del pozo oscuro, había un campo
de frío blanco, el agujero estaba cubierto con una
gruesa capa de una cama de seda.
Nan Feng y Fu Yao estaban envueltos en dos
capullos entre la crisálida de seda, como dos
pequeñas moscas atrapadas en una tela de
araña. Las caras de ambos tenían moretones,
sus cabezas estaban cubiertas de sangre, pero
quién sabe si eso fue causado por sus palizas
mutuas anteriores. Xie Lian no pudo evitar
felicitarse por no hacer las cosas de manera
imprudente, de lo contrario, si lanzaba una
antorcha hacia abajo, probablemente todo el
pozo se incendiaría al instante.
—¿Qué está pasando? —Xie Lian preguntó—.
¿Eso es telaraña? ¿Podría ser esto un nido de un
espíritu araña?
—¡QUIÉN SABE! —Gritó Fu Yao. Parecía que
estaba desesperado por escapar.
Nan Feng, por otro lado, tenía una expresión
indescifrable y parecía que iba a pedir ayuda al
principio también, pero cuando vio que el que
venía era Xie Lian, sofocó y tragó sus palabras y
1440
dijo en su lugar: —No bajes aún, esta seda es
muy dura. Una vez que esté en ti, será difícil
liberarse.
—No voy a bajar —dijo Xie Lian.
Después de deliberar por un momento, Xie Lian
ató un extremo de Ruoye a la empuñadura de
Fang Xin e iba a bajar la espada para intentar y
ver. Sin embargo, inesperadamente, Ruoye solo
se escabulló hasta la mitad antes de que esas
telarañas lo descubrieran y dispararan
rápidamente hacia arriba, como si estuvieran
listas para mostrar de qué estaban hechas.
Ruoye retrocedió aterrorizado, sin embargo, era
demasiado tarde y esas telarañas se
engancharon, ataron un nudo y lo tiraron hacia
abajo, tirando a Xie Lian también hacia abajo.
¡Nunca había imaginado que esta telaraña
fuera realmente tan fuerte y afilada!
En el momento en que Xie Lian cayó al foso,
esas blancas cuerdas de seda se acercaron al
instante y lo ataron muy bien. El resto de las
telarañas luego se arrastraron lentamente,
asegurando aún más el capullo de los cuerpos de
Nan Feng y Fu Yao.
Fu Yao se estaba volviendo loco de rabia.
—¿Cómo es que también te caíste? ¡Míranos
ahora, tres tontos! ¡Vamos a morir todos juntos
aquí!

1441
—¿Sobre qué te estás quejando? —Nan Feng
replicó—. ¡Esto sucedió solo porque él estaba
tratando de salvarnos!
Xie Lian, por otro lado, estaba dando vueltas.
—Jajaja, jajaja, jajajaja…
Los otros dos lo miraron estupefactos y Fu Yao
dijo: —¿Te lastimaste el cerebro en el camino
hacia abajo? ¿Has perdido la cabeza?
Las lágrimas rodaban por las esquinas de los
ojos de Xie Lian y dijo con mucha dificultad: —N...
no, jajaja... ¿qué pasa con estas telarañas... qué
son...? Tan cosquillosas, no puedo... jajajaja…
Cuando cayó, esa cama de seda lo atrapó muy
gentilmente y las telarañas que lo ataban también
eran muy suaves y dóciles y mientras lo
sujetaban, se frotaban suavemente aquí y allá,
como si le estuvieran haciendo cosquillas. Xie
Lian se enrolló, luchando tenazmente.
—¡No, no, espera! ¡Detente! ¡Detente! ¡Me
rindo! ¡DETENTE!
Solo en ese momento, la seda blanca unió sus
manos detrás de su espalda y se detuvo. Nan
Feng y Fu Yao lo observaron y un momento
después, Fu Yao dijo gruñonamente: —¿Por qué
esas telarañas fueron tan duras para atarnos,
pero tan sueltas cuando lo ataron a él? Ni siquiera
su rostro está cubierto.

1442
Xie Lian finalmente contuvo el aliento y dijo:
—¿Sus, sus rostros no están descubiertos
también?
Fu Yao puso los ojos en blanco y respondió:
—Estuvieron descubiertos, pero solo después de
usar nuestros dientes para destruirlas, de lo
contrario, no habría manera de que pudiéramos
hacer ruido.
Xie Lian intentó luchar un poco, pero esa
telaraña era realmente dura e inflexible. Además,
se estaba riendo demasiado fuerte antes, le
dolían las costillas, por lo que estaba sin fuerzas
y decidió en cambio relajarse un poco,
acostándose.
—Entonces, ¿cómo terminaron ustedes dos
aquí?
—No sé. —Fu Yao respondió—. Cuando
ocurrió la avalancha, la nieve cayó como si el
cielo se estuviera derrumbando y cuando nos
despertamos ya estábamos aquí.
—No, no, no —dijo Xie Lian—. Quise decir ¿por
qué vinieron al Monte Tonglu?
Cuando se planteó este tema, Fu Yao se
enfureció.
—Estaba persiguiendo a esa mujer fantasma
Lan Chang y ese espíritu feto, ¡quién sabe por
qué está aquí ÉL!
—¡¿Yo?! Estoy aquí para perseguir a esa
madre e hijo también —respondió Nan Feng.
1443
Fu Yao escupió: —¿Entonces por qué no fuiste
a perseguirlos? ¿Por qué me golpeaste? Yo... Mi
general ya dijo que el espíritu feto no tiene nada
que ver con él, ¡él no los mató! Su buena acción
fue malinterpretada, en verdad, no tiene sentido
ser una buena persona.
Xie Lian medió entre los dos por costumbre.
—Está bien, está bien, dejen de discutir,
entiendo la situación ahora. Dejen de luchar por
ahora, dejen de discutir. Incluso causaron la
avalancha justo ahora, así que ¿pueden
simplemente tomar un descanso? Pensemos en
una salida juntos.
Sin embargo, Nan Feng también estaba
enfurecido.
—¿Tú- tu general, no sabes cómo suele ser él?
¡No tiene ninguna razón para quejarse si la gente
sospecha de él!
Fu Yao lo miró.
—¡¿Qué dijiste?! ¡Te reto a decir eso otra vez!
Nan Feng lo miraba con más dureza qué Fu
Yao a él.
—¡Me atrevo! Lo diré de nuevo: no es como si
tuvieras buenas intenciones, solo quieres mostrar
benevolencia a quienes no puedes soportar para
poder estar satisfecho contigo mismo en secreto.
Solo te estás satisfaciendo a ti mismo y
esperando ver a los demás hacer el ridículo. No
me digas; esa buena acción fue malinterpretada,
1444
¡y no te creas una buena persona! La gente
realmente buena no es como tú, ¡NUNCA HAS
SIDO UNA BUENA PERSONA!
Las venas aparecieron en la frente de Fu Yao,
sus labios se contrajeron.
—¡TODO ESTO ES TU IMAGINACIÓN,
PURAS SANDECES!
Nan Feng gritó: —¡SI FUERAN O NO
SANDECES, TÚ LO SABES MEJOR, ¿CÓMO
PODRÍA YO NO SABER CÓMO ERES?!
Las venas de Fu Yao ahora estaban estallando
hasta el cuello.
—¿QUÉ DERECHO TIENES PARA
SERMONEARME? ¡MIRANDO HACIA ABAJO A
LAS PERSONAS DESDE TAN ALTO, CUIDADO
PODRÍAS CAER Y ROMPERTE UNA PIERNA!
—¡SOY MÁS FUERTE QUE TÚ EN TODO!
—Nan Feng le gritó de vuelta—. ¡¿CREÍSTE
QUE NADIE SABÍA SOBRE ESA ACCIÓN DE
MIERDA QUE HICISTE?!
Solo con mencionarlo y Fu Yao parecía estar
aún más furioso.
—... ¡SÍ! ¡LO ADMITO, YO LO HICE! PERO,
¿CUÁN MEJOR ERES RESPECTO A MÍ?
TOMÁNDOTE A TI MISMO COMO EL MODELO
DE FIDELIDAD, ¿NO ABANDONASTE AL
SEÑOR CUANDO LLEGÓ LA ESPOSA? ¿LA
ESPOSA Y EL HIJO SE HICIERON MÁS
IMPORTANTES? TODOS ESTÁN HACIENDO
1445
LAS COSAS POR SÍ MISMOS, ¡ES UNO MISMO
LO QUE ES PRIORIDAD! ¿NO SIENTES
VERGÜENZA POR MANTENER ESA VIEJA
ACCIÓN DE MIERDA SOBRE MI CABEZA?
Cuando escuchó; esposa e hijo, Nan Feng se
sintió completamente indignado.
—¡TÚ JODIDO… ¡¿TÚ...!? ¿Tú?
Aunque los dos no podían moverse ya estaban
peleando amargamente y no se dieron cuenta de
que el cómo se dirigían el uno al otro ya había
pasado de; tu general, a; mi general, de; él, al; tú
o yo. Porque estaban excesivamente enojados,
no notaron si estaban exponiendo algo y solo
ahora se dieron cuenta.
Xie Lian había dejado de hablar hace mucho
tiempo.
Nan Feng y Fu Yao giraron sus cabezas para
mirar en dirección a Xie Lian y vieron a Xie Lian
voltearse en silencio sobre la cama de seda,
dándose la vuelta y solo les mostró la espalda.
—Hum... No vi nada. Quiero decir, no escuché
nada.
—…
—…
Xie Lian miró la pared de piedra y dijo con
suavidad: —¿Ustedes dos van a seguir? Hum, en
cuanto a lo que estaban discutiendo, no
comentaré nada más, pero realmente creo que la
esposa y el hijo son más importantes. No hay
1446
nada de malo en eso. Es un sentimiento humano
básico. Todas estas son quejas muy viejas, así
que no nos preocupemos por eso y pensemos en
una manera de escapar primero...
Fu Yao lo interrumpió.
—... ¿Ya lo sabías?
Ya que no parecía que pudiera seguir adelante,
Xie Lian solo pudo conceder.
—Sí…
Fu Yao dijo con incredulidad: —¿Cuándo te
enteraste? ¿Cómo lo descubriste?
Xie Lian no tuvo el corazón para decir la verdad
y en su lugar dijo: —Lo he olvidado.
La verdadera respuesta era, hace mucho,
mucho tiempo. Desde el Monte Yu Jun ya tenía
una ligera sospecha y cuando llegaron al Paso
BanYue ya había verificado la verdad.
¿Qué oficiales marciales menores de la Corte
Intermedia? No existían. ¡Nan Feng y Fu Yao
eran solo pequeños clones creados por Feng Xin
y Mu Qing!
Era como si Fu Yao no pudiera creer que su
verdadera identidad fuera tan fácil de ver y siguió
insistiendo: —¿Cuándo lo descubriste
exactamente? ¿Cómo lo descubriste? Debe
haber algo que lo delató, ¡¿Cuál fue el defecto?!
—…
Xie Lian realmente no podía soportar decir la
verdad. ¡No había algo en específico que los
1447
hubiera delatado, ya que esos dos tenían
defectos por todas partes!
Los tres técnicamente crecieron juntos después
de todo, ¿cómo podría Xie Lian no estar
familiarizado con la forma en que se comportaban
y hablaban? Desde los descuidados nombres
falsos, hasta las personalidades que nunca
cambiaban, era demasiado fácil de adivinar. Si no
pudiera adivinar quiénes estaban bajo esas dos
pieles, entonces habría vivido todos esos años
para nada.
Pero, algunas cosas era mejor no decirlas por
la persona misma y algunas cosas eran mejor no
hacerlas. Por ejemplo, teniendo en cuenta la
apariencia de un Oficial Celestial, uno no podría
fácilmente poner los ojos en blanco o maldecir,
pero en una identidad diferente, uno podría ser
mucho más abierto y relajado. Así, Xie Lian
nunca sintió la necesidad de exponerlos.
Fu Yao, no, ahora debería llamarse Mu Qing.
Mu Qing apretó los dientes y dijo de manera
escalofriante: —... Entonces, tú ya sabías
quiénes éramos desde hace mucho tiempo, pero
nunca dijiste nada y, de manera silenciosa, solo
estabas viéndonos actuar, ¿verdad?

1448
Capítulo 175
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses revelados (parte uno)

A
l ver que él se estaba tomando las cosas
bastante mal, Xie Lian contempló y al final
decidió controlar la situación.
—En realidad, no es un gran problema…
Mu Qing se burló.
—¡Sabía que yo tenía razón! ¿Es divertido?
¿Eres feliz viéndome actuar? ¿HUM?
Ahora que están siendo honestos el uno con el
otro, Mu Qing realmente lo estaba atacando.
Por un lado, Nan Feng, no, Feng Xin también
se veía algo torpe al principio, pero realmente no
podía soportar escuchar a Mu Qing más.
—¡Cuidado con tu tono!
Mu Qing tiene el rostro pálido y la piel delgada
y cuando la sangre se precipitaba a su rostro, se
notaba y todo su rostro se puso nervioso.
Él giró la cabeza.
—¿Qué tono? ¡No olvides que eres parte de la
burla! ¡No soy tan generoso como tú, habiendo
1449
sido el entretenimiento de alguien durante tanto
tiempo y aún así no tener quejas!
—No estaba tratando de verlos hacer el ridículo
—dijo Xie Lian.
Feng Xin también agregó: —Deja de pensar
que la gente es de mente tan estrecha como tú.
Incluso cuando esa acción de mierda tuya te llevó
a la prisión celestial, Dianxia todavía trató de
ayudarte…
—¡JA! Bueno, muchas gracias. ¡Pero el que yo
terminara en la prisión celestial fue gracias a tu
hijo! ¡QUÉ! ¡¿QUIERES PELEAR?! NO TUVISTE
MIEDO DE TENER UN HIJO, ¿PERO TIENES
MIEDO DE RECONOCERLO?
Al mencionar el tema de su hijo, Feng Xin
realmente quería matarlo. Desafortunadamente,
los tres estaban atados en forma de capullos por
esa telaraña en ese momento, por lo que no
podían mover un músculo y solo podían
maldecirse, todos los modales y la clase habían
desaparecido.
Xie Lian vio que el rostro de Feng Xin se estaba
poniendo rojo por la ira y temía que, en el
momento en que se irritara, como Oficial
Celestial, comenzaría a insultar
indiscriminadamente, así que intentó moverse un
poco, rodó un par de veces y llegó hasta el lado
de Mu Qing.

1450
—¿Mu Qing, Mu Qing? ¿Puedes intentar dar la
vuelta un poco?
Mu Qing dejó de gritar y respiró.
—¿Qué quieres?
—Feng Xin está demasiado lejos, no puedo
llegar hasta allí, pero como estas telarañas se
pueden desgarrar con los dientes, quiero intentar
y ver si puedo romper la atadura en tus muñecas
—explicó Xie Lian.
Mu Qing lo miró por un momento, su expresión
era repentinamente fría como un pez muerto
mirando el cielo.
—No, gracias.
—Realmente quiero ayudar —dijo Xie Lian sin
poder hacer nada.
—Dianxia posee el cuerpo de un millar de oro,
yo no podría molestar su grandeza —dijo Mu
Qing con frialdad.
Feng Xin maldijo: —¡QUÉ MIERDA! ¿POR
QUÉ ESTÁS SIENDO SARCÁSTICO EN UN
MOMENTO COMO ESTE?? ¡ÉL TE ESTÁ
AYUDANDO, TRATANDO DE SALVARTE, ASÍ
QUE, ¿POR QUÉ ES COMO SI TE DEBIERA
ALGO? ¡¿HUH?!
La cabeza de Mu Qing se levantó.
—¿Quién le pidió ayuda? ¡Xie Lian! ¿Por qué
siempre tienes que aparecer en momentos como
este?

1451
Xie Lian se sorprendió un poco y de repente
recordó vagamente que Mu Qing parecía haberle
preguntado lo mismo hacía mucho tiempo.
¿Cómo respondió él entonces? No podía
recordar.
—¿Hay algo de malo en aparecer en
momentos como estos?
Mu Qing se recostó.
—De cualquier manera, no necesito tu ayuda.
—¿Por qué? —Xie Lian preguntó—. A veces
uno necesita la ayuda de otros para poder
sobrevivir.
—Ya no te molestes más con él. —Feng Xin
dijo—. Es solo un presumido y cree que recibir
ayuda le hará perder prestigio.
Mu Qing y Feng Xin estaban peleándose
mientras la mariposa fantasmal bailaba
tranquilamente alrededor de Xie Lian,
resplandeciendo su tenue luz plateada, sin prisas
y tranquila, e hizo que Xie Lian recordara algo, así
que inmediatamente cambió de tema.
—Dejen de discutir, ustedes dos. Esto sería
más un chiste si los demás los vieran así. Habrá
alguien que venga a buscarnos dentro de poco.
Mu Qing dijo burlonamente: —Nadie en los
cielos ni la tierra escuchará las llamadas en este
lugar infernal, ¿quién vendrá a salvarnos? A
menos que sea...

1452
Antes de que terminara, pensó en una persona y
el final de su pensamiento, se detuvo
abruptamente. Sin embargo, Feng Xin preguntó
directamente: —¿Xueyu Tanhua vino contigo?
Mu Qing dudaba: —¿Confías tanto en él?
¿Seguro que va a venir?
Xie Lian estaba confiado.
—Él vendrá.
A pesar de que Hua Cheng había estado
comportándose de manera extraña en todo el
camino y varias veces él casi sospechó que el
que estaba a su lado era un falso Hua Cheng, los
instintos también le dijeron que eso era imposible.
Mu Qing agregó: —Aunque viniera, ¿cómo
encontraría esta cueva?
Feng Xin sugirió: —¿Por qué no gritamos un
poco más? Cuanta más gente, más fuertes son
las voces.
—No es necesario. —Xie Lian dijo—. Solo
necesitamos sentarnos y esperar. No, solo
acuéstense y esperen. Porque Hua Cheng y yo
estamos unidos por un hilo rojo...
Antes de que terminara su oración, podía ver
los rostros de Feng Xin y Mu Qing retorciéndose,
como si un gusano se hubiera metido en sus
oídos.
—¿Qué pasa con esas caras? —Xie Lian
preguntó—. No me malinterpreten. El hilo rojo del
que estoy hablando no es algo tan trivial como el
1453
hilo rojo del destino, es un dispositivo espiritual.
Solo un dispositivo espiritual.
Solo entonces los dos dejaron de retorcerse.
Feng Xin respondió: —Oh ya veo.
Mu Qing, por otro lado, dudaba.
—¿Y qué tipo de dispositivo espiritual es ese?
¿Qué hace?
—Es bastante útil —dijo Xie Lian—. Es un hilo
rojo atado en nuestras manos con una conexión
invisible en medio. Uno puede usar este hilo rojo
para encontrar el otro y mientras uno todavía
respire, el hilo rojo nunca se romperá…
Antes de que terminara, los otros dos no podían
escuchar más y lo interrumpieron.
—¿CÓMO ES ESO DIFERENTE AL HILO
ROJO DEL DESTINO? ¡ES EXACTAMENTE LO
MISMO!
Xie Lian se sorprendió.
—No, no creo... ¡es distinto!
—Piensa un poco por ti mismo en sobre por qué
es distinto, ¿sí? Es casi la misma cosa, ¡¿de
acuerdo?! —Exclamó Mu Qing.
Xie Lian reflexionó sobre ello y lo descubrió,
¡era cierto! El significado y la función de este
dispositivo espiritual realmente eran muy
similares a ese hilo rojo del destino cuanto más lo
pensaba. Justo cuando pensaba que ya no
debería reflexionar más en eso, una voz vino
desde arriba.
1454
—¿Gēge? ¿Está ahí abajo?
En el momento en que escuchó esa voz, Xie
Lian se sintió relajado y al instante levantó la
vista.
—¡SAN LANG! ¡ESTOY AQUÍ ABAJO!
—Luego se volvió hacia los otros dos en el
hoyo—. ¿Ven? Les dije que vendría.
Al ver lo feliz que se veía, tanto Feng Xin como
Mu Qing tenían expresiones complicadas.
Hua Cheng no asomó la cabeza por el borde,
pero todos pudieron escuchar su impotente voz:
—Gēge, dije que no saliera corriendo. Ahora,
¿qué debemos hacer?
Al escuchar su tono de voz, Xie Lian se
sorprendió y su deleite vaciló.
—¿Eh? ¿Es difícil lidiar con esta telaraña? ¿E-
Ming no puede cortarla tampoco?
Parecía haber escuchado a Hua Cheng decir
débilmente: —Lo que es difícil no es esta seda…
—No estaba seguro de si Hua Cheng realmente
dijo esto. Un breve momento después, Hua
Cheng dijo suavemente—: E-Ming no está en
buen estado en este momento.
Xie Lian lo consideró extraño, ¿no estaba E-
Ming perfectamente bien y enérgico la última
vez? ¿Por qué estaba en mal estado ahora?
Junto a él, Mu Qing resopló: —No hay
necesidad de preguntarle más. ¿Cómo puede la
cimitarra E-Ming estar en mal estado?
1455
Claramente está buscando una excusa para no
ayudar.
—No digas eso —dijo Xie Lian. Sintió que era
más probable que E-Ming estuviera siendo
castigado y que Hua Cheng no permitiera que
saliera. Justo cuando estaba pensando esto, una
sombra negra brilló desde arriba y al momento
siguiente, una figura vestida de rojo aterrizó
silenciosamente justo al lado de Xie Lian y se
inclinó para sostener su mano. Xie Lian volteó su
mirada hacia él y dijo apresuradamente—: San
Lang, ¿por qué saltaste también? ¡Cuidado con
esas telarañas!
Efectivamente, las cuerdas de seda blanca en
el fondo del foso atacaron. Hua Cheng no se
molestó en mirar hacia atrás. Casualmente agitó
su mano y cientos de mariposas plateadas le
cubrieron la espalda, formando una armadura de
mariposas y comenzaron a pelear con esas
telarañas sin piedad. Hua Cheng arrancó la seda
blanca que ataba a Xie Lian y abrazó su cintura
con el brazo izquierdo mientras su mano derecha
sacaba un paraguas rojo.
—¡Vamos!
Los otros dos restantes vieron que él no tenía
ninguna intención de salvarlos y se quedaron
completamente estupefactos.
—¿Ustedes dos han olvidado algo?

1456
Xie Lian no había hablado todavía, pero Hua
Cheng miró hacia atrás.
—Oh, eso es cierto.
Entonces, el fuertemente envuelto Fang Xin
salió volando directamente a su mano. Hua
Cheng le entregó la espada a Xie Lian.
—Gēge su espada.
—…
¿Eso fue lo olvidado?
Feng Xin y Mu Qing gritaron: —¡HEY!
Hua Cheng abrazó a Xie Lian más cerca,
lanzando su mano derecha para abrir el paraguas
rojo.
—¡Gēge agárrese fuerte a mí!
Y ese paraguas comenzó a volar, llevándose a
los dos con él. Xie Lian lo abrazó con fuerza
según las instrucciones y justo cuando estaban a
unos seis metros del suelo, los gritos de los otros
dos comenzaron y Xie Lian no supo si llorar o reír.
—¡No lo olvidé! —Soltó a Ruoye de su mano
derecha.
Esa venda de seda blanca se envolvió
alrededor de los dos capullos gigantes varias
veces y los sacó del hoyo juntos. A medio camino,
Feng Xin gritó: —¡ESPERA! ¡Espera! ¡He dejado
algo atrás!
—¿Qué es? —Xie Lian respondió desde arriba.
—¡Una espada! —Gritó Feng Xin—. ¡Cayó
caído en la esquina!
1457
Xie Lian miró hacia abajo y, efectivamente, en
la seda blanca de la esquina, la empuñadura de
una espada era algo visible. Por lo tanto, hizo que
Ruoye extendiera otro tramo y también envolvió
esa espada, sacándolos a todos juntos.
Finalmente, los cuatro volvieron a la superficie.
Ruoye arrojó los dos gruesos capullos al suelo
y al instante se envolvió de nuevo en la muñeca
de Xie Lian, como si estuviera aterrorizado por
esa seda blanca que se parecía mucho a sí
misma pero mucho más agresiva y malvada,
temblando ligeramente. Xie Lian lo calmó
mientras cortaba las telarañas de los dos con
Fang Xin. En el momento en que Feng Xin y Mu
Qing pudieron moverse, ambos se levantaron de
un salto y rasgaron el resto de las telarañas. Xie
Lian le entregó a Feng Xin la espada que Ruoye
ayudó a sacar, pero cuando miró hacia abajo, se
sorprendió: —Esto es... ¿HongJing? Nan Feng,
¿tu general reparó la espada?
Fue un comentario casual, pero en el momento
en que las palabras salieron de sus labios se dio
cuenta de lo mal que sonaba. Feng Xin y Mu Qing
todavía estaban en las formas de Nan Feng y Fu
Yao en este momento, por lo que Xie Lian había
olvidado accidentalmente que sus identidades ya
estaban expuestas y todavía estaba siguiendo la
corriente a sus actos de manera inconsciente.
Mientras que la intención original era ser
1458
considerado, el efecto de esta consideración no
fue bueno y los dos cayeron en un extraño
silencio.
Feng Xin no pudo ocultar su expresión y la
incomodidad flotó en su rostro. Se transformó de
nuevo a su verdadero ser y tomó la espada.
—... Sí, está reparada. Hay un montón de
demonios en el Monte Tonglu después de todo,
así que usarla para mostrarla a otros hace las
cosas un poco más fáciles.
Xie Lian miró al principal culpable que destrozó
a HongJing a su lado y se aclaró la garganta
suavemente.
—Lo siento por el problema. Después de todo,
realmente no era fácil reparar una espada hecha
trizas.
Mu Qing también se transformó de nuevo en sí
mismo y sacudió el resto de las telarañas.
—Es bueno que esté arreglada. Después de
todo, muchos de los monstruos y demonios son
expertos en el disfraz, así que, si uno no es bueno
usando el cerebro, solo podría escapar de ser
engañado usando a HongJing.
Feng Xin estaba enojado.
—¿A quién llamas tan pasivamente sin
cerebro? ¿Crees que no puedo darme cuenta?
Aquí van de nuevo.
Xie Lian negó con la cabeza y se volvió hacia
Hua Cheng.
1459
—San Lang, me fui inesperadamente
demasiado rápido antes, perdón por haberte
dejado atrás.
Hua Cheng guardó el paraguas y respondió:
—No se preocupe. Siempre y cuando Gēge no
vuelva a correr así otra vez.
Xie Lian sonrió, pero justo cuando estaba a
punto de hablar, de repente vio a Mu Qing mirar
a Hua Cheng, su mirada se detuvo y miró
fijamente, con era una expresión extraña,
entonces Xie Lian dijo en su lugar: —¿Mu Qing?
¿Qué sucede contigo?
Al escuchar su pregunta, Mu Qing
inmediatamente volvió a sí y lo miró.
—Nada. Nunca había visto a Xueyu Tanhua así
y pensé que era curioso, eso es todo.
Xie Lian no podía creer completamente en esta
explicación. Si bien esta debería ser la primera
vez que Mu Qing había visto la verdadera
apariencia de Hua Cheng, no era como si no
hubiera visto a Hua Cheng en sus formas de
dieciséis, diecisiete años y las dos pieles no eran
tan diferentes, así que ¿Por qué esa mirada?
Los cuatro salieron de la cueva y después de
unos pocos pasos, Feng Xin se quedó
asombrado.
—... ¿Qué es este lugar?
Mu Qing también se sorprendió.
—¿Qué está pasando?
1460
Estaban atrapados en el fondo del hoyo de
telaraña antes, por lo que nunca tuvieron la
oportunidad de investigar la situación en el
exterior, por lo que en el momento en que
salieron, se sorprendieron al ver que debajo de
esta gran montaña nevada, en realidad había un
lugar tan misterioso, de otro mundo, con cuevas
tras cuevas llenas de innumerables y diferentes
estatuas divinas.
—Esta es una Cueva de los Diez Mil Dioses
—explicó Xie Lian.
Mu Qing escudriñó sus alrededores y murmuró:
—Quién sabe cuántos años y cuánta sangre y
sudor se necesitó para construir algo así. Esto
realmente es... realmente es...
Parecía perdido en encontrar palabras para
describirlo. Xie Lian pudo entender sus
sentimientos. Después de todo, una cueva de
piedra estaba destinada para el cultivo y la
adoración de dioses y en ese entonces, sus
padres también habían construido cuevas para
él. ¿Qué Oficial Celestial no se sorprendería ante
una gigantesca Cueva de los Diez Mil Dioses? Si
una de sus propias estatuas fuera adorada en un
lugar así, seguramente su estado divino se vería
enormemente beneficiado.
Feng Xin estaba confundido.
—¿Qué dios es adorado en esta cueva? ¿Por
qué están todas las caras cubiertas con un velo?
1461
—Naturalmente, es para evitar que los futuros
transeúntes lo vean —respondió Xie Lian.
—Eso es extraño. —Mu Qing dijo—. Podrían
haber destrozado las cabezas de las estatuas,
así que ¿por qué deben tomarse esta molestia?
Si realmente uno quisiera verlo, un velo delgado
como este no puede evitar nada.
Mientras hablaba, subió para quitar el velo de
la estatua divina más cercana. Xie Lian aún no
había tenido la oportunidad de detenerlo cuando
se produjo un escalofriante destello y la punta de
una hoja de plata colgaba a unos centímetros de
los dedos de Mu Qing.
Esta repentina intención asesina
instantáneamente hizo que el aire entre los cuatro
se pusiera tenso.
Feng Xin se alarmó.
—¿Qué estás haciendo?
Incluso con la hoja delante de él, Mu Qing no
parecía asustado en absoluto.
—Tu cimitarra se ve bien, así que ¿por qué el;
no está en buen estado?
Hua Cheng estaba justo detrás de él y dijo
perezosamente: —¿Nadie te enseñó a no tocar
las cosas al azar mientras estás en el territorio de
otras personas?
—No es tu territorio, entonces, ¿qué estás
defendiendo? —contestó Mu Qing.

1462
Hua Cheng dijo rotundamente: —No quiero
causar problemas innecesarios. Este es el Monte
Tonglu después de todo, quién sabe qué pasaría
si se quitan los velos.
—No puedo creer que hubiera un día en el que
un arrogante personaje como Xueyu Tanhua
tuviera miedo de causar problemas innecesarios
—dijo Mu Qing. Luego, su mano se movió hacia
abajo, tratando de tocar de nuevo la túnica de esa
estatua. La cimitarra E-Ming lo siguió y lo señaló
una vez más.
—Esta vez solo trato de sentir el material de la
piedra, no de remover el velo, entonces ¿por qué
Xueyu Tanhua me detiene de nuevo? —preguntó
Mu Qing.
Hua Cheng sonrió débilmente.
—Te estoy deteniendo de comenzar
problemas.
Xie Lian se puso entre los dos y dijo:
—Deténganse, deténganse. No es que tengamos
que ver a qué dios se está adorando aquí. No
debemos quedarnos por mucho tiempo, vámonos
primero. No lo olviden, todavía tenemos una
misión que cumplir.
Hua Cheng se quedó mirando la mano de Mu
Qing.
—Ya que Gēge lo dice, entonces, que él aleje
su mano y lo dejaré pasar.

1463
—Mu Qing, retrocede, ¿de acuerdo? —Xie Lian
suplicó.
Mu Qing lo miró.
—¿Estás loco? ¿Por qué no es él quien
retrocede primero? ¿Qué pasa si me alejo y él
no?
Entre un Oficial Celestial y un fantasma, Feng
Xin naturalmente elegiría estar del lado del Oficial
Celestial.
—A lo sumo, aceptaremos que ambas partes
retrocedan al mismo tiempo.
Hua Cheng no mostró signos de retroceder.
—Ya quisieras.
Al ver que ninguno de los lados se echaría
atrás, Xie Lian apoyó la mano en el brazo de Mu
Qing e instó suavemente: —Mu Qing, déjalo.
Después de todo, tú eres el que comenzó esto
primero, así que debes ser el primero en dejarlo,
¿de acuerdo? ¿Piensa en ello como dándome un
poco de respeto? Te juro que si te apartas, San
Lang mantendrá su promesa.
Aunque Mu Qing no estaba demasiado
dispuesto, después de permanecer en un punto
muerto por un breve momento, dejó caer su mano
lentamente y regresaron al camino. Finalmente,
esa tensa cuerda se relajó y Xie Lian también
suspiró aliviado. Dio la casualidad de que
llegaron a otra bifurcación en el camino y se
volvió hacia Hua Cheng.
1464
—¿Por dónde crees que deberíamos ir esta
vez?
Hua Cheng parecía haber elegido casualmente
un camino.
—Entonces, este camino.
Feng Xin y Mu Qing caminaban detrás de ellos
y parecían estar peleándose nuevamente, pero
entre sus argumentos, Mu Qing exigió: —¿Cómo
los dos eligieron? ¿Por qué este camino?
Los dos en el frente volvieron sus cabezas
hacia atrás.
—Es al azar.
Feng Xin frunció el ceño.
—¿Cómo pueden elegir al azar? No vayamos a
ciegas para que no caigamos de nuevo en un
pozo.
Hua Cheng sonrió.
—Incluso si cayéramos en un pozo, tengo
formas de sacar a Dianxia. Puedes seguirnos si
quieres, si no, entonces puedes irte solo. Pero
para ser honesto, no quiero rescatarte de nuevo.
—¡TÚ--!
Pero, esa era la forma en que Hua Cheng
hablaba y no importaba si había una sonrisa en
su rostro y su tono fuera infinitamente educado,
aún sonaba más que falso. Cuanto más sonreía
falsamente, más se enfurecía la gente, tanto que
Feng Xin puso una flecha en su arco.

1465
Xie Lian sabía que en realidad no dispararía y
dijo: —Lo siento, Feng Xin. Pero en nuestra
situación actual, realmente no hay ninguna
diferencia en la dirección en qué tomemos.
Hua Cheng se rió con ganas.
—Ooh, tengo miedo. Parece que es mejor que
me quede lejos de ti —dijo mientras movía
rápidamente las cejas a Xie Lian y realmente
caminó más lejos. Xie Lian sabía que solo estaba
tratando de dejar a los otros dos atrás y sonrió
mientras negaba con la cabeza, listo para
seguirlo cuando de repente, Mu Qing se acercó y
lo detuvo.
Xie Lian miró hacia atrás, desconcertado.
—¿Mu Qing? ¿Qué sucede?
Sin embargo, inesperadamente, Mu Qing no
respondió. Agarró a Xie Lian y corrió
directamente hacia el otro camino, gritando:
—¡AHORA!
Adelante, Hua Cheng también notó que algo
andaba mal y se volteó para mirar. Sin embargo,
Feng Xin ya había golpeado el muro de piedra y
las rocas retumbaron mientras se estrellaban con
el suelo, bloqueando el camino. Los dos
rápidamente avanzaron y, en un instante,
lanzaron unos cincuenta talismanes a las rocas.
Por lo tanto, Hua Cheng y ellos tres estaban
ahora separados por esta pila de rocas.

1466
Resultó que los dos no estaban luchando
detrás antes, ¡en realidad estaban discutiendo
cómo llevar a cabo este ataque repentino!
Xie Lian se quedó estupefacto: —¿Qué están
haciendo?
Luchó por liberarse de Mu Qing y quería ver
cómo estaba Hua Cheng que estaba bloqueado
detrás, pero Feng Xin lo hizo tropezar y junto con
Mu Qing, cada uno agarró uno de sus brazos y
comenzaron a arrastrarlo, corriendo mientras
exclamaban: —Escapemos, ¡rápido! ¡Esos
talismanes no durarán mucho tiempo!
Mu Qing reprendió: —¿Y tenías que preguntar
qué estamos haciendo? ¿No puedes notar lo raro
que él estaba siendo?
—¿De qué forma es él raro? —Xie Lian
cuestionó.
—Creo que realmente te has vuelto estúpido.
Lo raro está escrito sobre él, ¡tú eres el único
ciego! —Exclamó Mu Qing.
Feng Xin rugió: —¡DEJA DE HABLAR Y
CORRE! ¡MIERDA, CREO QUE LAS
MARIPOSAS FANTASMALES NOS HAN
ALCANZADO!
Mu Qing gritó: —¡BLOQUEA LA ENTRADA DE
LA CUEVA!

1467
1468
Por lo tanto, Feng Xin dio un puñetazo mientras
corría y muchas de las entradas de las cuevas
fueron completamente bloqueadas por las
gigantescas rocas derrumbadas. Los dos
arrastraron a Xie Lian y huyeron a través del largo
y sinuoso corredor subterráneo.
Xie Lian se estaba mareando por todas las
vueltas. Gritó: —¡ALTO! ¡DETÉNGANSE!
—Después de haber corrido un largo camino, los
dos finalmente se detuvieron para recuperar el
aliento. Aprovechando este descanso, Xie Lian
dijo—: No, quise decir, ¿por qué me arrastraron
de repente? ¿Notaron algo?
Feng Xin todavía tenía ambas manos en sus
rodillas apoyándose, respirando ásperamente.
—Déjale, decírtelo otra vez.
Mu Qing se enderezó y se volteó hacia Xie Lian.
—Es tan obvio, ¿pero no lo viste? ¡Esa perla!
¿Todavía te acuerdas de esa perla?
—¿Qué perla? —Preguntó Xie Lian.
Mu Qing enunció cada palabra: —¡Ese par de
aretes de perlas de coral de color rojo oscuro que
formaron parte del disfraz de Guerrero Marcial
que agrada a Dios para la ceremonia celestial
ShangYuan, esa perla que perdiste!
Le tomó mucho tiempo a Xie Lian, pero todavía
no podía recordarlo y tocó su oreja, luciendo
perdido.
1469
—… ¿Fueron mis aretes en ese momento
perlas de coral rojo? ¿Perdí uno?
Las comisuras de los labios de Mu Qing se
contrajeron y dijo furiosamente: —Ustedes dos
incluso me acusaron erróneamente de robar esa
perla, ¿cómo no pueden recordar algo como
esto?
—Han pasado ochocientos años… —dijo Xie
Lian.
Pero Feng Xin reprendió: —¡Deja de inventar,
nadie habló mal de ti, tú eres el que imaginó las
cosas solo!
Xie Lian agitó su mano.
—Dejen de pelear, dejen de pelear. ¿Por qué
de repente estás hablando de esa perla ahora?
—¡Porque esa perla ha sido encontrada! —Mu
Qing exclamó—. ¿No viste esa cuenta roja atada
en el cabello de Hua Cheng?
Xie Lian abrió los ojos.
—¿Estás diciendo...?
Mu Qing declaró con convicción: —¡Sí!
—…
Entonces esa fue la razón por la que Mu Qing
tenía esa extraña mirada en sus ojos cuando vio
a Hua Cheng antes.
Xie Lian preguntó: —¿Por qué tendría esa perla
de coral rojo? ¿Seguro que no recuerdas mal?

1470
Mu Qing lo interrumpió: —Busqué esa perla
durante todo un año y nunca dejé de buscarla.
¡Cualquiera puede recordar mal, menos yo!
Xie Lian se cruzó de brazos y se los metió en
las mangas, reflexionó y frunció el ceño.
—Todavía creo que podrías haberte
equivocado. No hay razón para que esa perla
esté en sus manos, ¿no? ¿Las perlas de coral
rojo de alta calidad no son todas iguales?
Además, a San Lang siempre le ha gustado
coleccionar tesoros raros. Incluso tiene
antigüedades que tienen miles de años de
antigüedad.
Mu Qing asintió.
—Bien. Muy bien. Crees que estoy equivocado.
Bien. Entonces mira esto.
Estaba parado justo al lado de una estatua
divina y mientras hablaba, quitó el velo de la cara
de esa estatua.
—¿Por qué no miras lo que es esto?
Seguramente esto tampoco puede ser un error.
En el momento en que quitó el velo y Xie Lian
barrió una mirada, instantáneamente sus pupilas
se encogieron.
El rostro de esa estatua divina no era nada
deformado para asustar. Era un joven sonriente
de buen humor, sus cejas suaves y amables. Sin
embargo, cuando Xie Lian vio esta cara, hubo un

1471
escalofrío instantáneo que se aceleró por su
columna vertebral y levantó todos sus pelos.
¿Cómo podría no ser impactante? ¡Esa cara
era prácticamente del mismo molde que la de Xie
Lian!
Mirar esta estatua divina tan de cerca, fue como
mirar en un espejo, e incluso esa sonrisa
supuestamente amable ahora parecía
inquietante y Xie Lian no pudo evitar tener la piel
de gallina.
—Esto…
Mu Qing dijo fríamente: —¿Todavía me vas a
decir que me he equivocado?
Fue con mucho esfuerzo que Xie Lian
finalmente exprimió sus palabras: —... ¿Por qué
habría una de mis estatuas divinas aquí?
Mu Qing sin embargo, dijo: —¿Una? No solo
una. Mira de cerca.
Luego, quitó el velo de la cara de otra estatua
divina. ¡Esa cara también era, sin duda, la cara
de Xie Lian!
Quitó los velos de las caras de cinco a seis
estatuas divinas, ¡y todas eran exactamente
iguales!
—Esto ciertamente es una Cueva de los Diez
Mil Dioses —dijo Mu Qing—. ¡Pero de hecho,
solo hay un dios siendo adorado aquí!
¡Y era solo él!

1472
Todo alrededor suyo era su propia cara, era
como si Xie Lian se hubiera hundido en un sueño
misterioso y extraño. Se sintió mareado y perdido
por un buen rato y de repente se dio cuenta de
algo.
—Espera. Mu Qing. No tuviste la oportunidad
de ver las caras de estas estatuas antes,
¿verdad? Ibas a quitar los velos, pero fuiste
detenido.
Mu Qing dijo: —No necesito ver los rostros de
estas estatuas para saber qué es lo que está
esculpido.
—¿Cómo lo supiste? —Preguntó Xie Lian.
Mu Qing enrolló todos los velos de seda en una
bola y los arrojó a un lado, sus venas saltaban
ligeramente.
—¿Cómo lo sé? Porque toda la ropa, los
accesorios, la vida diaria, eran parte de mis
responsabilidades en aquel entonces. Lavé para
ti, arreglé para ti, no hay nada en tu guardarropa
que sea exactamente igual bajo el cielo y estas
estatuas son demasiado detalladas, ¡todo está
ahí, exactamente igual, completamente! ¡Por
supuesto que sabía a quién pertenecía la cara
cuando vi la ropa!
—… —Xie Lian se cubrió la frente y comenzó a
pensar en todos los comportamientos extraños
de Hua Cheng en el camino.

1473
Junto a él, Feng Xin dijo: —El hecho de que no
nos permitiera mirar esas estatuas solo viene a
demostrar que sabía exactamente lo que era
extraño de ellas. Todo eso de que todos caímos
por accidente después de la avalancha
probablemente fue una tontería. Él debe saber
qué es este lugar.
Mu Qing agregó: —No solo eso. Apuesto a que
él fue el que nos arrojó a ese pozo lleno de
telarañas. Él realmente debe querer matarnos.
—Pero... ¿Qué hay con esas estatuas? —Se
preguntó Xie Lian.
Mirando de cerca, cada estatua aquí fue tallada
como si estuviera viva, detalles más que
detallados, casi hasta el punto de dar miedo. Era
fácil ver cuán cerca el escultor había observado
al sujeto de sus estatuas divinas. Xie Lian se
atrevió a decir que incluso los escultores más
reconocidos de XianLe en aquel entonces no
serían capaces de alcanzar este nivel de
excelencia. Era como si la mente del escultor
estuviera completamente llena de esta persona y
sus ojos solo vieran a esta persona.
Los tres estaban rodeados por las estatuas que
tenían la misma cara y Feng Xin se estremeció
violentamente.
—Honestamente... qué mierda... demasiado
espeluznante... demasiado realista.
Y eran un gran número también.
1474
1475
—Sospecho que estas estatuas son algún tipo
de componentes necesarios para un hechizo
malvado, vamos a destruirlas —dijo Mu Qing.
Luego se movió para cortar una con la mano.
La mente de Xie Lian fue instantáneamente
regresada al presente y él lo detuvo.
—¡PARA!
Mu Qing lo miró.
—¿Estás seguro? Este hechizo malvado podría
estar dirigido hacia ti.
Xie Lian reflexionó sobre eso, pero al final
todavía dijo: —No actuemos de manera tan
imprudente. Creo que la posibilidad de que sea
un hechizo malvado es muy pequeña.
—Creo que es bastante grande. —Feng Xin
dijo—. Honestamente, qué diablos... ¿No te
asusta mirar estas cosas?
Mu Qing miró fijamente a Xie Lian, quien le
devolvió la mirada.
—¿Y cuál es la base de tu defensa?
—Nada. —Xie Lian dijo—. Pero, estas estatuas
divinas están esculpidas muy bien, muy
meticulosamente esculpidas. Si las destruimos
antes de saber algo, podemos terminar
lamentándonos. Después de una pausa,
agregó—: San Lang... podría haberme mentido
sobre algo, pero no creo que sea algo perjudicial
para mí…
1476
Mu Qing no podía creer lo que escuchaba.
—... ¿Realmente te lanzó algo para confundir
tu mente? Creo que incluso si él escribiera
sospechoso en su cara, de repente tú te volverías
analfabeto.
Mientras los dos estaban hablando, Feng Xin
apareció de repente como si estuviera a punto de
enfrentarse a un gran enemigo.
—¡CUIDADO!
Xie Lian y Mu Qing se tensaron y exigieron:
—¿Qué sucede?
—¡Esa telaraña viene por nosotros de nuevo!
—Exclamó Feng Xin.
Efectivamente, la luz de la palma de luz iluminó
las paredes de piedra que estaban delante y
sobre ella había grandes parches de densa seda
blanca y los tres maldijeron; oh mierda,
mentalmente, preparándose para otro
enfrentamiento. Sin embargo, inesperadamente,
aunque la seda no era tan agresiva como las que
estaban en el hoyo antes, no se movió ni atacó y
no era diferente de una lagartija normal. Los tres
esperaron un rato y Xie Lian dijo: —Esas redes
de seda no parecen estar vivas.
—Si no está viva, ¿para qué sirve? —Preguntó
Feng Xin.
Ya que Xie Lian ahora estaba preocupado, fue
a estudiarla un poco y luego confirmó: —Creo
que está cubriendo algo.
1477
Los tres llegaron ante el muro de piedra. Xie
Lian intentó tirar y arrancó un gran trozo de seda
blanca. Como se esperaba, la seda blanca era
dura y no era fácil de sacar, pero tampoco era
completamente imposible.
Lo que cubrían los velos era el verdadero rostro
de esas estatuas divinas, ¿entonces qué estaba
escondido en las paredes de piedra?
Los otros dos también se unieron a romper
esas redes de telaraña, cada una de ellos
ocupándose de diferentes áreas. Poco después,
un pedazo de muro de piedra fue revelado en el
lado de Xie Lian.
—¡Es un mural!
Sobre la pared de piedra, lo que esas telarañas
escondían de manera segura, era una pintura
mural gigante. Toda la superficie de la pared
estaba llena de líneas, colores y pequeñas
figuras. Estos fueron divididos en pequeñas
secciones, cada uno con diferentes estilos;
algunos toscos y salvajes, algunos elegantes,
algunos exquisitos, algunos peculiares.
Después de estudiarlo por un tiempo, Xie Lian
dijo: —... Él pintó esto.
—¿Él? —Mu Qing hizo eco—. ¿Hua Cheng?
¿Estás seguro?
Xie Lian dijo suavemente: —Sí. Hay palabras
aquí y esas palabras fueron escritas por él.

1478
Él señaló a una pequeña figura de color rojo
sangre en la pared y justo al lado había un
montón de caracteres retorcidos e indiscernibles,
como si estuvieran escritos en un estado de
trance o sufrimiento extremo y el autor estuviera
desahogándose. Basándose en esos caracteres,
Xie Lian podía suponer que esta pequeña figura
pintada de rojo sangre era el mismo Hua Cheng,
pero por alguna razón desconocida, se pintó a sí
mismo muy feo y desfigurado.
Feng Xin lo miró y no pudo evitar comentar:
—Este escrito... es tan feo que he sido cegado.
Me atrevo a decir que incluso escribo mejor que
él.
Una escritura más fea que la de Feng Xin era
verdaderamente fea más allá de la salvación. Los
ojos de Xie Lian estaban abrumados por todos los
colores; había tanto que ni siquiera sabía dónde
empezar a buscar, pero una vez que confirmó
que se trataba de la caligrafía de Hua Cheng, fue
como si de repente descubriera un enorme tesoro
e incluso las yemas de sus dedos temblaran.
Justo en ese momento, Mu Qing parecía haber
descubierto algo no muy lejos y llamó:
—... Dianxia, ven rápido. ¡Ven rápido y mira!
Solo entonces Xie Lian volvió a sí.
—¿Qué sucede?
Feng Xin y Mu Qing ya estaban sin habla y solo
podían apuntar a una de las pinturas en la pared.
1479
Esa pintura era considerablemente grande en
esta pared y justo en el centro había una torre alta
de la fortaleza de la ciudad. Debajo había un mar
de personas que rodeaban un glamoroso
escenario. Las líneas eran simples, pero con solo
unos pocos trazos, capturó la escena
exactamente.
Mu Qing señaló el centro de la pintura y dijo con
voz temblorosa: —Entonces... ¿este... este era
él?
Xie Lian en este punto también estaba mirando
fijamente.
Todo el cuadro era incoloro y dentro de él solo
dos figuras tenían colores. En la parte inferior
había una pequeña figura, de color blanco puro,
que parecía brillar, mirando hacia el cielo con las
manos extendidas, a punto de atrapar a la otra
pequeña figura que caía de la torre de la
fortaleza.
Y esa pequeña figura era de color sangre, rojo
sangre.
Mu Qing murmuró: —... ¿Es él? ¿Es él? ¿Ese
pequeño niño que cayó durante el Desfile
Ceremonial Celestial de ShangYuan? ¿Cómo
podría ser él? No puedo creerlo ¿Xueyu Tanhua?
¿Es él?
Feng Xin les dio unas palmadas con locura y
señaló hacia el lado.
—¡Hay más detrás de esto!
1480
Xie Lian se acercó y vio que en la otra pintura
había un pequeño santuario en ruinas y sobre el
altar había una estatua divina, que también
brillaba débilmente en luz blanca. Esta sostenía
una espada en una mano y en la otra, un
paraguas rojo que era pasado hacia abajo. En el
fondo había una pequeña y fea figura de rojo
sangre, sus manos ahuecaban una pequeña flor
y se la ofrecía a la estatua.
Xie Lian de repente sintió que le dolía la
cabeza, su mano fue volando a su sien que ahora
palpitaba y continuó mirando.
La siguiente pintura parecía estar
representando un campo de batalla. Grandes
bandas de soldados estaban arreglando sus
armaduras, listos para atacar y en el cielo flotaba
una pequeña figura blanca, con una espada larga
en una mano, poderosa y gloriosa. Abajo, entre
las tropas oscuras y gruesas, había otra pequeña
figura de color rojo sangre, con la cabeza
levantada, mirando a la del cielo.
Xie Lian se perdió en sus pensamientos cuando
la voz incrédula de Feng Xin sonó: —Este de rojo,
todos estos son una persona, ¿verdad? ¿Son
todos él? ¿Es Hua Cheng? Mierda… ¡¿Te ha
estado siguiendo todo este tiempo?!
Mu Qing también parecía incrédulo: —No solo
siguiendo, él también estaba observando.
Mirando muy de cerca. Muy de cerca. ¡Está en
1481
todas partes! Mira, aquí está la calle principal, el
Bosque de Buyou, ¿qué es esto? ¿El Monte
BeiZi? Dios mío... ¿fue él quien esculpió esas
estatuas divinas?
Feng Xin prácticamente sentía escalofríos al
mirar esos murales.
—Dios mío... ¿quién demonios es? ¿Te ha
estado observando desde hace ochocientos
años? ¿Y todavía lo está haciendo incluso ahora?
Que mierda ¡Esto es aterrador! ¿Está hechizado?
¿Qué demonios quiere? Los fieles normales ni
siquiera hacen esto, ¿qué diablos quiere?
—Debe haber un complot... ¡debe haberlo!
—Mu Qing exclamó—. Vamos a seguir
buscando, ¡debe haber algún tipo de pista!
Xie Lian ya estaba completamente sorprendido.
Se quedó mirando esa pequeña figura de color
rojo sangre en la pared, incapaz de comprender
y solo sintió que había muchos, muchos
recuerdos que no fueron olvidados, pero que
nunca fueron importantes, que luchaban por
precipitarse en su cerebro, llegando tan rápido
que su respiración casi no podía aguantar más.
Justo en ese momento, escuchó a los otros dos
al otro lado gritar y Xie Lian volvió a sí
bruscamente.
—¿Qué pasa ahora?
Feng Xin y Mu Qing estaban parados frente a
un muro de piedra, pareciendo que vieron algo
1482
atroz. Cuando vieron que él se estaba moviendo
hacia ellos, Feng Xin rápidamente se dio la vuelta
y lo detuvo, alejándolo.
—¡Mierda! ¡NO MIRES!
—¿Qué? —Xie Lian estaba desconcertado—.
¿Qué sucedió? ¿Por qué no puedo mirar?
El rostro de Mu Qing también era sombrío
cuando exclamó: —... Vamos a dejar de mirar. No
hay nada bueno aquí, ¡solo salgamos de aquí lo
antes posible!
Los dos agarraron cada uno de sus brazos y
comenzaron a correr de nuevo todo el camino.
Xie Lian se quejó mientras lo arrastraban.
—¿Qué están haciendo ambos? ¡No había
terminado de mirar esos murales!
Feng Xin gritó furioso mientras corría.
—¡NO HAY NECESIDAD DE MIRAR MÁS!
¡ESAS COSAS NO DEBEN SER VISTAS! ¡MI
PUTO DIOS! ¡NUNCA HE VISTO ALGO COMO
ESTO EN MI JODIDA VIDA! ¡ESA PERSONA!
Xie Lian estaba completamente confundido.
—¿Qué nunca has visto? ¿Qué pasa con San
Lang?
Mu Qing advirtió: —¿QUÉ HACES
LLAMÁNDOLO SAN LANG? ¡DETENTE! ¡NO
PODRÁS ALEJARTELO SUFICIENTEMENTE
RÁPIDO! ¡NO TE ACERQUES MÁS A ÉL EN EL
FUTURO, ÉL NO ES NORMAL, ÉL ESTÁ
DEMENTE, ÉL ESTÁ LOCO!
1483
Xie Lian no pudo escuchar más.
—¿Por qué ustedes dos lo están maldiciendo
de esta manera? Ninguno de nosotros es
realmente tan normal, ¿de acuerdo?
—¡YA DEJA DE PREGUNTAR! —Gritó Feng
Xin—. ¡TÚ NO ENTIENDES! ¡ÉL NO ES COMO
NOSOTROS! ¡ÉL ESTA LOCO! HACIA TI, ÉL,
ÉL... ÉL…
—¿Hacia mí qué? —Xie Lian exigió—. Por
favor déjenme ir. Déjenme volver y ver por mí
mismo, ¿de acuerdo?
Uno quería regresar, los otros dos estaban
jalando y los tres estaban atrapados en un punto
muerto cuando de repente, delante de ellos se
escuchó una escalofriante voz fría.
—¿No dije que no tocaran las cosas al azar en
el territorio de otra persona?
Los tres se congelaron y giraron sus cabezas
para mirar. Delante había una figura vestida de
rojo. Hua Cheng estaba apoyado contra el muro
de piedra, bloqueando su camino y sonrió.
—De lo contrario, no puedo decir exactamente
qué pasará.
Mientras su rostro sonreía, sus ojos no tenían
rastro de alegría y en cambio estaban oscuros.
Abrazó uno de sus brazos mientras que la otra
mano estaba torciendo algo ociosamente.
Era esa perla de coral rojo profundo, atada en
ese delgado mechón de pelo. El suave brillo rojo
1484
de ese coral era tan brillante y deslumbrante
como el rojo nudo de afinidad entre sus dedos.

1485
1486
Capítulo 176
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses revelados (parte dos)

¡Esos cientos de talismanes encantados y


pesadas pilas de rocas no pudieron detenerlo en
absoluto!
Feng Xin y Mu Qing reaccionaron rápidamente;
Feng Xin lanzó sus flechas una tras otra mientras
Mu Qing giraba su zanbato, enviando un ataque
en el aire hacia él, luego agarró a Xie Lian y
corrió. Feng Xin empleó los mismos trucos y
golpeó salvajemente las rocas mientras gritaba:
—¡QUÉ MIERDA! ¿Cómo nos encontró tan
rápido?
—¿Cómo debería saberlo? —Gritó Mu Qing—.
¡El hilo rojo! ¡El hilo rojo! ¡¡Su dedo todavía está
atado con ese hilo rojo!!
Cuando los dos se dieron cuenta, ambos
voltearon para tomar la mano de Xie Lian. Como
si Xie Lian fuera a dejar que hicieran eso. Su otra
mano se extendió y la agarró para proteger a esa

1487
mano con el nudo rojo y exclamó: —¡NO
PUEDEN!
Feng Xin exclamó: —Dianxia, si está atado con
este hilo rojo, nos encontrará. ¡Si no quiere que
él nos alcance, entonces debe estar desatado!
Sin embargo, Xie Lian se aferró a su propia
mano y dijo: —Incluso si él me alcanza, no tengo
miedo. Yo... quiero preguntarle acerca de esto
directamente.
Los ojos de Mu Qing se ensancharon.
—¿Todavía quieres hablar con él? Creo que
tendría que devorarte completamente para que
comprendieras totalmente lo poderoso que es él.
—Pero ya sé que es poderoso. —Xie Lian
respondió—. Ustedes no me dirán qué era ese
mural y no me dejarán acercarme a él. No pueden
convencerme en nada de esto.
—Es un Rey Fantasma, sus comportamientos
son anormales. ¡Normalmente, la gente se
quedaría muy lejos con solo estos dos puntos sin
necesidad de que nadie les convenza de nada!
Xie Lian extendió dos dedos.
—Dos opciones: o me dejas regresar y pedirle
que se explique, o me dejas regresar para mirar
ese mural.
Feng Xin y Mu Qing parecían haber recordado
algo aterrador y uno tenía los labios retorcidos
mientras que las cejas del otro no podían
fruncirse y profundizarse más y ambos
1488
bloquearon frente a él, gritando al mismo tiempo:
—¡NO PODEMOS PERMITIR NINGUNA!
Por lo tanto, Xie Lian subió sus mangas.
—Ya que ambos dijeron que no, ¡entonces
resolvamos esto con nuestros puños! ¿Quién
será primero? ¿O vendrán los dos juntos?
Mu Qing se volvió hacia Feng Xin.
—¡Tú primero! —Luego retrocedió hacia un
lado. Feng Xin parecía que no estaba muy seguro
de poder ganar contra Xie Lian, pero para
rescatar a un joven perdido, daría lo mejor de sí,
por lo que se aferró a su arco.
—¡MUY BIEN! ¡Dianxia, perdona la insolencia!
Xie Lian también respondió: —Perd…
Sin embargo, inesperadamente, incluso antes
de que terminara la cortesía de apertura, le
pusieron algo caliente en la espalda y alguien
detrás de él gritó: —¡QUÉDATE QUIETO, NO
HABLES! —Y toda su persona se congeló como
una piedra.
¡No solo eso, su voz tampoco pudo salir más!
Mu Qing salió de detrás de Xie Lian y le dijo a
Feng Xin: —Vamos a arrastrarlo lejos. Este
talismán puede suspenderlo temporalmente,
pero no durará demasiado.
Feng Xin estaba un poco estupefacto.
—¿Por qué lo emboscaste? ¿No acordamos
uno a uno?

1489
Xie Lian tampoco había imaginado que Mu
Qing inmediatamente no cumpliría su promesa.
Si no fuera porque él confiaba plenamente en sus
antes dos subordinados, tampoco habría sido
engañado tan fácilmente.
—¿Quién tiene tiempo para que vayas uno a
uno en este momento? —Mu Qing dijo—. Lo está
haciendo a propósito. Es fácil ver que está
haciendo pasar el tiempo para que Hua Cheng
nos alcance. ¿No ves el estado en el que está
ahora? ¡Completamente encaprichado! No
importa lo que le digas ahora mismo, no
entenderá nada. Tal vez una vez que se
encuentren, Hua Cheng solo tendrá que
complacerlo con un par de palabras dulces y él le
creerá, como si estuviera encantado por un
espíritu zorro.58
Feng Xin contempló y sintió que lo que Mu Qing
dijo tenía sentido y suspiró: —Dianxia, no es que
tratemos de engañarlo intencionalmente, pero
cómo es él hacia ti es... indecoroso. ¡Realmente
no puedo decirlo en voz alta! Por favor, solo ven
con nosotros.
—Vamos —dijo Mu Qing también.
Las palabras de Mu Qing no eran una
sugerencia o un pedido, sino una orden. Lo que

58
Los espíritus de zorro en los cuentos populares de Asia son seductores que son
conocidos por encantar y hechizar a personas inocentes y hacer que se enamoren
irremediablemente del espíritu.
1490
golpeó en la espalda de Xie Lian antes debió ser
un talismán de hechizo de comando dibujado con
su sangre. El Talismán de Comando podría hacer
que el objetivo obedeciera las órdenes del que
puso el hechizo, pero en verdad, solo podía
realizar comandos simples como; no hablar,
caminar, parar, correr, etc. Los comandos más
complicados eran más difíciles de ejecutar y el
talismán tampoco podía confundir la mente. Solo
los demonios poderosos como el Brocado
Inmortal podrían realizar tal cosa.
Los dos caminaron velozmente con Xie Lian,
jalándolo de nuevo, pero de repente se
detuvieron por una pila de escombros que
bloqueaba el camino. Feng Xin vio que el camino
estaba cortado y se preguntó: —¿Por qué hay
rocas aquí que bloquean el camino? ¿No
podemos continuar?
—¿No fuiste tú quien derribó esas rocas? ¿Por
qué me preguntas? —Dijo Mu Qing.
Feng Xin preguntó: —Tú eres el que lidera el
camino, por lo que fuiste tú el que se equivocó. Si
hemos pasado por aquí antes, ¿por qué
regresamos?
Mu Qing se negó a ser interrogado: —Qué
chiste, no conozco los caminos aquí, ¿cómo
puedo liderar? ¿No estábamos corriendo sin
dirección antes?

1491
Parecía como si estuvieran a punto de entrar
en otra discusión y Feng Xin agitó su mano.
—No importa, no tengo tiempo para malgastar
mi aliento. ¡Vamos a cavar a través de esto!
Hua Cheng los perseguía por detrás, así que
solo podían seguir adelante. Retirarse no era una
opción, de lo contrario, se encontrarían entre sí.
Bloquear caminos era fácil, pero cavar a través
de uno era mucho más difícil. Los dos hicieron
que Xie Lian permaneciera de pie
obedientemente en el rincón, mientras que Feng
Xin golpeaba al azar y Mu Qing, con sus venas
sobresaliendo en su frente, giraba su zanbato de
manera impresionante. En poco tiempo se abrió
el camino. Los escombros rodaron y el polvo
nubló. Estaban a punto de llamar a Xie Lian
cuando, inesperadamente, una vez que todo el
polvo se despejó, lo que tenían ante sí era una
figura vestida de rojo. Los ojos de Xie Lian se
iluminaron al instante. ¡Era Hua Cheng!
Sus ojos eran fríos y estaba parado con las
manos detrás de su espalda, silencioso y sin
palabras.
Feng Xin soltó en el acto: —¡¿POR QUÉ NO
TE VAS?!
Él era realmente la mismísima definición de
persistencia. Fue claramente dejado atrás en el
polvo antes, así que, ¿cómo apareció de repente
delante de ellos en el siguiente segundo? Y quién
1492
sabría cuánto tiempo estuvo allí de pie,
esperando para mostrarse en silencio mientras
ellos despejaban el obstáculo que bloqueaba su
camino. ¿No era esto increíblemente persistente
y espeluznante?
Feng Xin y Mu Qing se apartaron
instantáneamente por una larga distancia. Hua
Cheng no los miró. Sus ojos se movieron hacia
un lado y dio un paso en dirección a Xie Lian.
Feng Xin y Mu Qing se dieron cuenta de por quién
estaba aquí, e instantáneamente se acercaron al
lado de Xie Lian para bloquear, gritando juntos:
—¡NO VENGAS MÁS CERCA!
La cara de Hua Cheng era extremadamente
sombría.
Por lo general, si hubiera alguien que le dijera
a Xueyu Tanhua que no se acercara, a él ni le
importaría y sería más raro que no se riera, luego
se acercaría de todos modos. Sin embargo, esta
vez, fue como si él fuera genuinamente cauteloso
y no se atreviera a moverse imprudentemente,
deteniéndose en su paso.
Después de un breve momento, finalmente
habló, sus palabras fueron lentas: —¿Qué
quieren decir con esto? —Por su tono sonaba
bastante tranquilo.
Sin embargo, Feng Xin fue mucho más directo:
—Ya no tienes que fingir, sabemos que esta es tu

1493
antigua guarida. Ya hemos visto esas estatuas
divinas y esas pinturas, ¡lo hemos visto todo!
Hua Cheng no estaba parado frente a ellos
directamente, estaba a un costado y al
escucharlo, las manos detrás de su espalda
parecían haberse sacudido, dos de los dedos se
curvaron rígidamente.
—… —Inclinó la cabeza y preguntó en voz
baja—: ¿Dianxia, también vio?
Su voz era muy, muy baja y si bien aún sonaba
implacable, estaba un poco agrietada,
obviamente extraña.
Xie Lian gritó mentalmente: —¡No!
A decir verdad, no vio mucho, pero Xie Lian no
podía moverse ni hablar en ese momento y solo
podía inclinarse obedientemente contra el muro
de piedra en la esquina, como si estuviera
escondido detrás de los otros dos, con miedo de
enfrentarse Hua Cheng y se negara a hablar con
él.
Feng Xin sacó su arco.
—Eso es correcto. Ahora hemos entendido
qué... intenciones... tienes. Con respecto a ti
como un Rey Fantasma, si aún tienes algo de
dignidad, por favor, no te acerques a Dianxia otra
vez.
En este momento, los sentimientos de Xie Lian
eran como una cabaña en llamas, con humo
negro pesado y espeso. Hua Cheng debería
1494
haberse dado cuenta de que algo andaba mal
con él y Xie Lian solo podía esperar que Hua
Cheng lo interrogara para que lo notara.
Pero, Hua Cheng parecía no estar interesado
en notar nada y solo dijo fríamente: —¿No te
acerques a él? ¿Y qué derecho y posición tienen
ustedes para decirme eso? —Sin esperar su
respuesta, los ojos de Hua Cheng brillaron
peligrosamente—. ¡Pero me recordaron que
todavía tenemos asuntos pendientes que
resolver!
En el momento en que sus palabras
terminaron, innumerables mariposas plateadas
se lanzaron hacia ellos dos, chillando.
Frente a un ataque semejante a una tormenta,
la única opción era usar escudo espiritual. Feng
Xin y Mu Qing gritaron: —¡ESCUDO!
Ese diluvio de mariposas fue bloqueado por un
escudo espiritual sin forma y se rompió en una luz
plateada brillante en el aire, luego se
recristalizaron rápidamente en nuevas mariposas
plateadas y atacaron una vez más,
completamente imparables. Retrocedieron
mientras bloqueaban y Hua Cheng avanzó
progresivamente paso a paso. Los torbellinos
levantados por su aura espiritual agitaron su pelo
negro y este bailó salvajemente con las ráfagas;
y bajo la luz cegadora de las mariposas
plateadas, la furia y la violencia enloquecidas en
1495
sus ojos estaban completamente expuestas. El
simple hecho de mantener un escudo como este
era demasiado pasivo y Feng Xin y Mu Qing
intercambiaron una mirada, aceptando atacar
directamente y sostuvieron el escudo espiritual
mientras se acercaban, cada uno mostrando su
propia arma. Los tres comenzaron así a luchar en
este estrecho corredor de piedra. Feng Xin peleó
contra las mariposas fantasmales mientras que
Mu Qing se enfrentó a Hua Cheng. Hua Cheng
extendió un brazo y la cimitarra E-Ming apareció
en su mano izquierda, lista para contraatacar.
Esta fue la primera vez que Xie Lian presenció
a E-Ming pelear seriamente. La cimitarra era
larga y delgada, escalofriante y asesina y su luz
plateada era amenazante: ¡en verdad, era una
espada perversa llena de maldad!
Esta batalla fue realmente emocionante; Hua
Cheng se mantuvo firme en un enfrentamiento
uno contra dos y Xie Lian observó sin parpadear,
conteniendo la respiración y pronto, la punta de
la hoja de E-Ming se movió, enviando el zanbato
de Mu Qing a las rocas. Aunque Mu Qing todavía
tenía la empuñadura en sus manos, no podía
sacar su arma. En su momento de shock, Hua
Cheng ya había movido su puño y lo golpeó
directamente en la mandíbula, enviando a toda su
persona prácticamente a volar en el aire, la
empuñadura finalmente se soltó de su agarre. En
1496
el otro extremo, cada una de las puntas de las
flechas de Feng Xin fueron atrapadas por las alas
afiladas de las mariposas fantasmales, ¡y en
última instancia había demasiadas, difíciles de
tratar!
La victoria y la derrota eran obvias en este
punto y desde las esquinas, innumerables sedas
blancas se deslizaron y envolvieron a esos dos
en dos capullos gigantes una vez más; mientras
más luchaban, más apretado era el agarre y Mu
Qing rasgó esa seda mientras gritaba: —¡YO
SABÍA QUE ERAS TÚ QUIEN NOS TIRÓ EN
ESE AGUJERO!
Feng Xin exclamó: —¡Esto no es seda de
araña! ¡Esto es…!
Era claro para Xie Lian también. ¡Era seda de
mariposa!
Antes de que los capullos se rompieran para
que emergieran las mariposas, se formaban
pupas. ¡La extraña seda blanca, semejante a la
seda de una araña, fue completamente hecha por
Hua Cheng y probablemente estaba vinculada a
esas mariposas fantasmales extremadamente
agresivas!
Con el resultado decidido, Hua Cheng retiró la
cimitarra y se burló: —Los lancé para salvarlos
del desastre. Al final del día, si no fuera por sus
fuertes gritos que causaron la avalancha, no
habría ninguna posibilidad de que entraran en
1497
esta Cueva de los Diez Mil Dioses. ¿Por qué no
me agradecen por salvar sus pequeñas vidas?
El plan original de Hua Cheng era
probablemente esperar la avalancha y una vez
que la montaña nevada se hubiera calmado,
sacaría a Xie Lian, dejando a Feng Xin y Mu Qing
detrás bajo sus propias suertes. Sin embargo,
inesperadamente, esos dos habían roído el
capullo e hicieron ruido, lo que llevó a Xie Lian a
descubrirlos, lo que provocó todos los incidentes
que siguieron. Si no fuera por todo eso, Xie Lian
podría haber seguido a Hua Cheng sin mirar una
sola estatua divina.
Sin embargo, ahora, las cosas habían
evolucionado en el peor de los escenarios. Cada
secreto fue sacado y expuesto bajo el sol.
El corazón de Xie Lian estaba ansioso, pero su
cuerpo seguía sentado obedientemente en el
mismo lugar. Lo frío en los ojos de Hua Cheng se
estaba volviendo cada vez más pesado y miró a
Mu Qing desde arriba, afirmado en voz baja:
—Parece que el que tiene talento para los sables
soy yo. No tú.
La garganta de Mu Qing estaba atada por unas
pocas bandas de seda blanca, su rostro alternaba
entre el azul y el rojo debido al estrangulamiento,
espuma goteaba en las comisuras de sus labios
y se ahogó: —¡Tú…! ¿tú…? Ya veo, lo
entiendo…
1498
Feng Xin también estaba apretando los dientes.
—... ¿Qué... entendiste?
Mu Qing dijo: —Entiendo... por qué este
bastardo me odia tanto ahora... ¡probablemente
sea la misma razón para ti!
—Qu... cof, ¿por qué? —Feng Xin exigió.
Mu Qing dijo con odio: —¡Porque está loco!
¿Has olvidado lo que había en ese mural? Él es
ese... ese joven soldado que Dianxia quería
promover después de regresar del Monte BeiZi.
Dianxia había dicho que su manejo de espada
era bueno, muy adecuado para el sable... cof,
cof.
—¿Qué tiene eso que ver con el odio que tiene
por ti? —Preguntó Feng Xin.
Sin embargo, Mu Qing dejó de hablar.
¡BAM!
El puñetazo de Hua Cheng dio en su rostro y
sonrió de forma escalofriante, respondiendo por
él: —Porque me echó del ejército.
¡¿Mu Qing había hecho algo así?!
Feng Xin estaba asombrado.
—... ¡¿QUÉ MIERDA?! ¿POR QUÉ LO
ECHASTE DEL EJÉRCITO? ¿TE HIZO
ENOJAR?
Mu Qing respondió con el rostro cubierto de
sangre.
—¡Solo lo hice ir a casa, no es como si pelear
una guerra sea algo bueno! ¡Cómo podía saber
1499
que terminaría así de loco, guardando rencor
hasta ahora!
Antes de que terminara, otro golpe fuerte
aterrizó y su rostro estaba casi contorsionado.
Hua Cheng sonrió.
—¿Crees que no puedo adivinar por qué me
echaste en ese entonces? ¿Hum? —Los ojos de
Mu Qing brillaron. Hua Cheng luego soltó una
risita—. ¿No es ahora más obvio quién es la
basura inútil?
—… —Era como si Mu Qing fuera apuñalado
donde le dolía y él escupió una bocanada de
sangre, luego dijo, despreocupadamente lento:
—Gracias a los cielos que te eché, de lo contrario,
si te mantuviéramos en el ejército y te
permitiéramos acercarte más a Dianxia, ¿solo lo
verías todo el tiempo con la mente llena de
indecible inmundicia? ¡Asqueroso!
El corazón de Xie Lian se apretó violentamente.
En la última línea de Mu Qing, Hua Cheng ya
había levantado el puño, pero cuando se escupió
la palabra asqueroso, la mano en el aire se
congeló y las venas aparecieron en el dorso de
esa mano pálida. Los dedos se apretaron y se
aflojaron, se aflojaron y luego se apretaron.
Un breve momento después, Hua Cheng dijo
de manera escalofriante: —No discutiré contigo
sobre eso por el momento. Solo dime que,

1500
honestamente, ¿es verdad lo que ambos gritaron
antes de la avalancha?
Los ojos de Mu Qing se abrieron bruscamente
y miró a Feng Xin. Feng Xin también miró hacia
ellos, sus ojos redondos y saltones.
Ninguno de los dos sabía cómo responder.
Hua Cheng dijo bruscamente: —Mi paciencia
es limitada. Contéstame a la cuenta de tres. ¡Uno!
¡Dos!
¡Él en realidad actuaría de manera una tan
radical! En ese momento, Mu Qing pensó en una
idea en medio de su pánico y gritó: —¡¡¡DIANXIA,
CORRE!!!
En el momento en que salió la orden, Xie Lian,
cuya espalda tenía pegado un talismán de
sangre, respondió de inmediato y se movió para
huir. Hua Cheng se dio la vuelta de inmediato y
desde las esquinas salieron dos bandas de seda
blanca que ataron a Xie Lian por la fuerza y, antes
de que diera más de dos pasos, cayó al suelo.
En esta situación, parecía como si él estuviera
hubiera estado conmocionado y alterado todo
este tiempo, o que tenía dificultades para aceptar
la verdad, o que no estaba dispuesto a interceptar
la pelea, quedándose aturdido y finalmente había
decidido huir, pero no tuvo éxito. ¡Pero la verdad
era que nunca había pensado en huir!
Las manos y los pies de Xie Lian estaban
fuertemente sujetos por una pesada seda blanca
1501
y él yacía tendido en el suelo, con el pelo negro y
las mangas blancas esparcidas por todo el suelo,
con su sombrero de bambú a un lado. Hua Cheng
se dio la vuelta lentamente y después de una
larga pausa, caminó hacia él.
No dio más de unos pocos pasos antes de que
Feng Xin no pudiera contenerse y gritó: —¡HUA
CHENG!
Hua Cheng se detuvo en su paso y volteó
ligeramente la cabeza.
Feng Xin se obligó a suplicar: —¡Dej... deja ir a
Dianxia! Ya ha sufrido bastante. No, a él…
Hua Cheng no habló. Llegó al lado de Xie Lian,
puso sus manos detrás de las rodillas y la espalda
de Xie Lian y lo levantó, asegurando a Xie Lian
en su agarre.
Xie Lian se apoyó en su brazo y pudo ver detrás
de las expresiones en esos dos blancos y
gigantes capullos. Feng Xin parecía que estaba
presenciando a un cordero entrando en la boca
de un tigre, como si Xie Lian fuera a ser
destrozado y devorado y comenzó a gritar. Mu
Qing comenzó a usar sus dientes para morder la
seda blanca de nuevo, pero debido al difícil
ángulo, todo fue para nada. Hua Cheng conocía
los caminos de la Cueva de los Diez Mil Dioses
como la palma de su mano y después de muchas
vueltas y esquinas, las figuras de esos dos pronto
desaparecieron junto con sus voces.
1502
Capítulo 177
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses revelados (parte tres)

X
ie Lian fue llevado en los brazos de Hua
Cheng mientras se adentraban en la
oscuridad de los lugares más recónditos de
la cueva.
La única fuente de luz a su alrededor eran las
mariposas fantasmas plateadas que
revoloteaban suavemente. Xie Lian no podía ver
la expresión en la cara de Hua Cheng
claramente, pero podía sentir los brazos de Hua
Cheng y todo su cuerpo rígido.
No era como si Hua Cheng nunca lo hubiera
sostenido antes en el pasado, pero era muy obvio
que ahora, algo había cambiado y Hua Cheng no
tocaría ni siquiera su cuello o manos
directamente. Xie Lian siguió mirando la cara de
Hua Cheng, parpadeando con fuerza, pero Hua
Cheng siguió evitando sus ojos, negándose a
mirarlos y entró en la cámara de la cueva cuando
lo deseó. Había una cama de piedra dentro de la
cámara e inmediatamente llevó a Xie Lian para
1503
acostarlo. Justo cuando estaba acostando a Xie
Lian, de repente notó algo, revisó la espalda de
Xie Lian y habló: —¿Te lanzaron un hechizo?
Xie Lian estaba encantado.
¡Finalmente lo descubrió!
Sin embargo, el hecho de que a Hua Cheng le
tomó tanto tiempo darse cuenta de que Xie Lian
tenía algo que ver con eso solo demostró cuán
desprevenido había estado antes Hua Cheng.
Xie Lian estaba esperando que Hua Cheng le
quitara el Talismán de Comando de su espalda,
pero inesperadamente, a pesar de que Hua
Cheng ya había extendido su mano, se detuvo a
la mitad y al final retiró la mano y dejó a Xie Lian
en la cama.
Tal vez fue para que Xie Lian no se preocupara,
dijo en voz baja: —Dianxia, no se preocupe. No
mataré esas dos basuras inútiles por ahora.
Aunque realmente quiero asesinarlos.
Sobre esa cama de piedra también había una
capa de heno fresco, grueso pero suave y Xie
Lian estaba tendido encima de él sin fuerzas, un
poco preocupado, pero tan ansioso que sus
entrañas humeaban y no podía entender por qué
Hua Cheng no lo liberaba del hechizo. Justo
cuando estaba tratando desesperadamente de
luchar, vio que Hua Cheng extendía la mano
hacia el cinturón alrededor de su cintura y lo
desataba.
Justo en ese momento, en esa inoportuna
coincidencia, Xie Lian podía sentir que el
1504
Talismán de Comando en su espalda comenzaba
a desvanecerse y su pierna se sacudió con fuerza
mientras un ¡ah! escapaba de sus labios.
Aunque no parecía más que un pez muerto
que se retorció por un segundo en su último
intento de vida, expresando su objeción sin
ningún poder real, Hua Cheng todavía se congeló
de inmediato, e instantáneamente retiró su mano.
—¡No lo haré! —Como si Hua Cheng sintiera
que su propio tono era demasiado áspero y temía
haber asustado a Xie Lian, haciéndolo sentir
asqueado, Hua Cheng retrocedió unos pasos y
suavizó su voz, su expresión ilegible, cauteloso y
resignado mientras decía en voz baja—: Dianxia,
no le haré nada. No... no tenga miedo.
Xie Lian finalmente entendió.
Hua Cheng todavía no estaba seguro de qué
tipo de respuesta recibiría de Xie Lian al retirar el
hechizo, por lo que se negaba a escuchar la
respuesta por completo.
Hua Cheng parecía estar conteniendo algún
tipo de impulso y una vez más empleó una voz
llena de seguridad, hablando suavemente:
—Dianxia, confíe en mí.
Pero este confíe en mí sonaba débil en
comparación con los tiempos anteriores cuando
dijo lo mismo. Xie Lian quería responderle, pero
no pudo y no se atrevió a luchar más para que el
malentendido no se profundizara, por lo que solo
podía quedarse allí sin moverse, esperando que
pasara el poder del Talismán de Comando. Al ver
1505
que Xie Lian ya no se resistía, Hua Cheng se
acercó de nuevo, extendió la mano y desató con
cuidado el cinturón de Xie Lian.
—¿San Lang? —Xie Lian gritó mentalmente.
Por supuesto, creía de todo corazón que Hua
Cheng no se aprovecharía de las personas
cuando estaban indefensas, pero este desarrollo
también estaba completamente fuera de sus
expectativas y no pudo evitar abrir los ojos.
Mientras Hua Cheng aflojaba la túnica de Xie
Lian, todavía hizo todo lo posible para no hacer
contacto con su cuerpo, así que se tomó su
tiempo y pasó mucho tiempo antes de que quitara
la túnica exterior de Xie Lian, luego la túnica
interior. Fue solo cuando una mariposa fantasmal
voló hasta la punta del hombro de Xie Lian y se
posó y una sensación cálida y hormigueante se
arrastró por su piel que Xie Lian se dio cuenta de
que sus hombros estaban rojos y ligeramente
hinchados, la piel en algunas áreas estaba
agrietada incluso y solo comenzó a sanar
después de que la mariposa plateada se hubiera
posado.
Eran heridas por congelación que quedaban de
gatear y caer por las montañas heladas.
El propio Xie Lian no se había dado cuenta ya
que ya no era demasiado sensible al dolor. Si
está congelado, entonces está congelado, e
incluso si notara estas lesiones, probablemente
los dejaría sanar por sí mismos. Sin embargo,
Hua Cheng sabía mejor que él dónde estaba
1506
herido, lo tenía en mente y tenía que abordar las
heridas sin importar qué.
Justo cuando se estaba alejando, Hua Cheng
lo sostuvo y levantó el brazo. Hubo aún más
congelaciones en sus manos y pies y debido a
todas las desesperadas carreras y tirones,
muchos lugares ya estaban sangrando. Xie Lian
no tenía miedo al dolor, pero era un cosquilleo.
Además, muchos recuerdos rotos de los años
pasados flotaron en su mente a pesar de sí
mismo. En una cueva oscura, las manos
temblorosas y ardientes de un niño, toques
aleatorios de pánico, respiración irregular y
latidos cardíacos...
Esos recuerdos originalmente estaban tan
disminuidos que no podían ser más débiles y
hacía tiempo que los había sellado, arrojado a
una esquina. Ahora que los recuerdos estaban
resurgiendo, tenían un sabor sorprendentemente
diferente, haciendo que uno se quisiera sostener
la cabeza y gritar. Especialmente ahora que Hua
Cheng estaba justo frente a él, haciendo
prácticamente lo mismo. Tanto la cara como la
mente de Xie Lian iban a arder. Tenía miedo de
que Hua Cheng pudiera ver, pero Hua Cheng no
lo miró en absoluto, cumplió su promesa por
completo, nunca cruzó la línea y mantuvo la
cabeza ligeramente vuelta, evitando su mirada de
ese hombro blanco medio expuesto.
Sin embargo, inesperadamente, en ese
momento, una voz apareció de repente detrás de
1507
Hua Cheng: —¡Hua Cheng! Loco, ¿qué crees
que le estás haciendo a Dianxia? ¡Eres
repugnante!
Hua Cheng giró su cabeza y Xie Lian también
miró más allá de él, moviendo sus ojos hacia la
entrada de la cámara de la cueva. ¡El que habló
era Mu Qing!
Feng Xin también estaba a su lado. Los dos
fueron envueltos en capullos gigantes por Hua
Cheng antes, pero de alguna manera se liberaron
y encontraron este lugar.
Cuando vieron la escena dentro de la cuerva,
sus caras palidecieron. La cara de Xie Lian
también palideció.
En verdad, ¡que vista tan horrible!
Feng Xin señaló a Hua Cheng, luego señaló a
Xie Lian, cuya ropa estaba medio quitada y fue
un buen momento antes de que pudiera exprimir.
—USTED... USTED... ¡DÉJELO IR AHORA
MISMO!
Hua Cheng instantáneamente puso la ropa de
Xie Lian y dijo fríamente: —Ustedes dos basuras
inútiles se atreven a buscarnos, creo que están
cansados de vivir.
Mu Qing se burló: —Mueve tus sucias manos.
¿Un sapo feo que quiere probar la carne de
cisne? No te olvides de soñarlo durante
ochocientos años, incluso si esperas por otros
miles de años, no te atrevas a tocar un solo dedo
de Dianxia.

1508
Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian se
sacudió, pero entre molestias, pudo sentir que
algo andaba mal.
¿Qué pasaba con esos dos? Incluso si Hua
Cheng los derrotó antes, no deberían ser tan
groseros frente a él, especialmente Mu Qing. Era
como si estuvieran tratando de provocar a Hua
Cheng a propósito. No había ningún beneficio en
provocar a Hua Cheng, tampoco podían vencerlo,
¿cuál era su objetivo? Además, apuntaban
sutilmente la lanza en la dirección de Xie Lian en
su tono, como si suplicaran que descendiera el
caos, como si no temieran que Hua Cheng le
hiciera algo a Xie Lian si enfurecía.
Efectivamente, Hua Cheng estaba indignado y
su rostro pálido brillaba con la oscuridad.
Amenazó suavemente: —Ya que ambos vinieron
con la intención de morir.
Xie Lian pudo ver esa intención asesina
desnuda en sus ojos y horror llenó su corazón.
—¡NO!
Demasiado tarde. La cimitarra estaba
desenvainada y el frío resplandor de E-Ming
brilló.
Feng Xin y Mu Qing estaban sorprendidos, e
inconscientemente bajaron la cabeza.
Afortunadamente, no hubo heridas en sus
cuerpos.
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
tuvieran la oportunidad de respirar aliviados o
devolver cualquier tipo de represalia, el siguiente
1509
segundo, ¡la mitad superior de sus cuerpos se
estrelló en un ruido sordo!
La sangre surgió y brotó como un manantial,
derramándose e inundando el suelo.
Xie Lian no había esperado que se
desarrollaran cosas como esta y ya estaba
completamente aturdido, tendido sin fuerzas en
esa cama de piedra.
¡Hua Cheng, en realidad cortó a Feng Xin y Mu
Qing por la cintura!
Esos dos aún no habían muerto por completo y
rodaron por el suelo, uno apretando los dientes,
el otro gritando furiosamente, un espectáculo
demasiado trágico para ver. La expresión de Hua
Cheng era gélida mientras envainaba la cimitarra,
solo una pequeña mitad de su rostro estaba
manchada con un poco de sangre, ese tinte de
rojo que combinaba con el aura del mal entre sus
cejas, haciéndolo parecer aún más llamativo.
Se quedó parado en ese charco de sangre por
un momento, luego miró hacia atrás y caminó
hacia Xie Lian. Xie Lian observó con los ojos bien
abiertos el acercamiento de Hua Cheng con una
expresión sombría y solo entonces Xie Lian salió
de allí. Para entonces, Hua Cheng ya había
llegado a su lado y había agarrado una de sus
manos, levantándolo y presionándolo con fuerza
contra su propio abrazo, susurrando: —¿Cómo
puedo dejarlo ir?
Xie Lian estaba envuelto fuertemente en sus
brazos, incapaz de hablar y Hua Cheng susurró
1510
algo más en sus oídos. Su corazón latía
salvajemente, como si fuera a saltar de su pecho
y de repente sintió que su cuerpo se aflojaba.
El Talismán de Comando que Mu Qing había
redactado y pegado a su espalda finalmente fue
liberado.
A pesar de que Hua Cheng dijo que no lo
soltaría, después de liberar a Xie Lian del
Talismán de Comando, Hua Cheng todavía aflojó
un poco su agarre y dejó ir a Xie Lian. Xie Lian
inhaló profundamente, saltó sobre sus pies y
cargó contra el charco de sangre en el suelo.
—¿Feng Xin? ¿Mu Qing? ¿Están ustedes dos
bien?
Las heridas de Mu Qing fueron mayores y de la
comisura de sus labios fluía sangre, la luz en sus
ojos se desvaneció. A Feng Xin todavía le
quedaba un respiro y se agarró con fuerza a la
mano de Xie Lian.
—Di... Dianxia...
Xie Lian agarró su mano.
—¿Qué? ¿Qué querías decir?
Feng Xin tragó un bocado de sangre y gruñó:
—Cuidado... de Hua Cheng... No te acerques a
él... ¡Él... es un monstruo!
Parecía que utilizó todo lo que tenía para darle
esta advertencia antes de su muerte, pero
inesperadamente, la expresión en el rostro de Xie
Lian se calmó gradualmente.
—¿Monstruo?
Soltó la mano de Feng Xin y se puso de pie.
1511
—Tengo curiosidad. ¿Es él más monstruo que
ustedes dos?
Al escuchar esto, Feng Xin se sorprendió. Sin
embargo, justo después de que se pronunciaron
esas palabras, Xie Lian sacó a Fang Xin en un
instante y atravesó el corazón de Feng Xin,
¡clavándolo en el suelo!
Feng Xin estaba lleno de incredulidad.
—¡Dianxia, usted!
Pero antes de que pudiera terminar, su
respiración se detuvo. Xie Lian luego sacó a Fang
Xin de su corazón, manchado de sangre, antes
de retirarse al lado de Hua Cheng, la punta de su
espada apuntando a los cadáveres de los dos en
el suelo.
—Ya que la sangre se ha derramado, ¿hay
necesidad seguir hablando a través de esas
pieles?
—Jajaja…
Una risa escalofriante vino repentinamente del
suelo. Mu Qing, cuyo cuerpo fue cortado por la
mitad por la cintura, torció el cuello y la risa salió
de su boca.
Su mitad superior del cuerpo estaba tendida en
el suelo, e incluso si quisiera girar la cabeza,
como máximo la mitad de su cara estaría
presionada contra el suelo. Sin embargo, esta
cabeza se volvió por completo y despegó del
suelo, ¡riéndose hacia Xie Lian!
Como se sospecha. Esos dos no eran los
verdaderos Feng Xin y Mu Qing, sino que eran
1512
dos impostores que vinieron de quién sabe
dónde.
Los verdaderos Feng Xin y Mu Qing todavía
estaban atrapados en capullos blancos gigantes
tratando de liberarse de alguna manera. Cuando
Hua Cheng estaba ayudando a Xie Lian a liberar
el Talismán de Comando en este momento, esto
era lo que susurraba.
¡Sus rostros estaban pálidos no porque
estuvieran conmocionados u horrorizados, sino
porque no eran humanos en primer lugar!
Xie Lian ya estaba mostrando su espada y
Feng Xin y Mu Qing sonrieron
escalofriantemente, hablando al unísono.
—Justo como lo desees.
Luego, se fundieron en dos charcos de algo
que parecía sangre espesa. Hua Cheng se movió
para proteger frente a Xie Lian y esos dos
charcos de sangre espesa fluyeron y se
solidificaron, una burbuja burbujeante,
burbujeante como si estuviera hirviendo y pronto
se convirtió en la forma de un hombre. Al ver esa
bola de algo retorcerse para materializarse poco
a poco, una serie de escalofríos subieron por la
columna vertebral de Xie Lian desde la cintura
hasta el cuello.
Poco después, Feng Xin y Mu Qing ante ellos
desaparecieron y lo que los reemplazó fue un
joven alto y delgado vestido de blanco.
A juzgar por su forma, este joven tenía unos
diecisiete o dieciocho años y llevaba una
1513
máscara, la mitad llorando, la otra mitad
sonriendo. Si bien no se podía ver su rostro, una
voz nítida y brillante de un joven salió de detrás
de su máscara.
Dijo cálidamente: —¿Cómo estás, Xie Lian?
Los labios de Xie Lian se torcieron
inconscientemente, su mente se entumeció.
¡Hua Cheng, que estaba protegiendo frente a él,
levantó su espada y se lanzó!
Contra la perversa agudeza de la cimitarra E-
Ming, ese hombre vestido de blanco no tenía
miedo y se echó a un lado, la hoja lo perdió por
solo unos milímetros. Luego, en el aliento de un
segundo, pasó rápidamente detrás de Hua
Cheng, extendiendo la mano, buscando a Xie
Lian, como si quisiera tocar su rostro. Una luz
plateada pasó y Hua Cheng lo bloqueó,
protegiéndose frente a Xie Lian una vez más, su
voz fría: —Mueve tus manos sucias.
Hua Cheng en realidad le devolvió la misma
frase. La mano derecha de ese hombre vestido
de blanco fue cortada por E-Ming y cayó al suelo.
Sin embargo, eso no lo afectó ni un poco y
sacudió esa manga expansiva, escondiendo la
extremidad rota, luego, sacudiendo la manga
nuevamente, una nueva mano creció de donde
estaba la herida. ¡Sus dedos se tensaron en
garras y fueron directamente al ojo derecho de
Hua Cheng!
Todo ese proceso solo tomó un abrir y cerrar
de ojos. Hua Cheng también esquivó
1514
rápidamente, sin embargo, todavía quedaban dos
rasguños sangrientos en el costado de una
mejilla.
Esta era la primera vez que Hua Cheng no pudo
superar al otro en velocidad. Sus ojos se
volvieron agudos y cambiaron de táctica en el
acto, llamando a millones de mariposas
fantasmales y se abalanzaron sobre el hombre
con locura. Una multitud de mariposas envolvió a
ese hombre vestido de blanco en un capullo
plateado, brillante y con forma humana, pero eso
probablemente no duraría mucho tiempo. ¡Hua
Cheng estaba a punto de agarrar a Xie Lian
cuando esas mariposas plateadas chillaron,
explotando en millones de partículas de polvo de
plata centelleante!
Al ver el cambio en la cara de Hua Cheng, Xie
Lian supo que las cosas no estaban bien,
teniendo tantas mariposas fantasmales
destruidas a la vez. ¡El hombre vestido de blanco
que hizo volar las mariposas fantasmales se
escondió detrás del polvo plateado que salpicó al
azar y golpeó con esa mano recién crecida,
apuntando directamente al ojo derecho de Hua
Cheng nuevamente!
Esta vez, fue el turno de Xie Lian de tirar de
Fang Xin, ¡y él derribó! Su golpe no solo cortó
todo el brazo de ese hombre vestido de blanco,
sino que prácticamente cortó la mitad de su
cuerpo. Aprovechando esta oportunidad, Hua
Cheng gritó: —¡Dianxia, vamos!
1515
Xie Lian también sabía que no deberían
quedarse para luchar, por lo que se retiró y los
dos salieron corriendo de la cueva juntos,
corriendo por el oscuro túnel sin ningún obstáculo
en su camino.
Xie Lian exclamó mientras corría: —¡Es él!
¡Él... realmente no murió!
Hua Cheng fue quien lideró el camino, su
velocidad era más rápida pero mucho más
cómoda y estaba haciendo formaciones de
mariposas y seda a lo largo del camino, creando
obstáculos pesados.
—Ese podría no ser el original.
Xie Lian se detuvo abruptamente y sostuvo su
cabeza.
—No... puedo sentirlo. ¡Debe ser el original! No
solo no murió, se volvió aún más fuerte. Algo lo
hizo renacer... de lo contrario, ¿cómo podría
transformarse en las apariencias de Feng Xin y
Mu Qing tan fácilmente? Es muy difícil hacerse
pasar por Oficiales Celestiales, ¡debería ser casi
imposible crear sus pieles falsas!
Al escuchar que su tono iba empeorando, Hua
Cheng también se detuvo y se dio la vuelta para
agarrar su mano.
—¡Dianxia! No tenga miedo. Puede que no sea
que se haya vuelto más fuerte. ¡Hay otra
posibilidad y es que él está muy familiarizado con
Feng Xin y Mu Qing! Por eso podría hacer sus
pieles falsas. Debe ser alguien que todos
ustedes...
1516
Antes de que terminara, la mirada de Xie Lian
cayó en la mano que estaba agarrando la suya.
Al ver esto, la voz y la expresión de Hua Cheng
se congeló. Se puso pálido, retiró la mano, se la
puso a la espalda y se dio la vuelta para
continuar. Xie Lian, sin embargo, no lo siguió.
—¡San Lang! —Gritó.
El cuerpo de Hua Cheng se puso rígido y se
detuvo en su paso, pero no miró hacia atrás y solo
reconoció: —Dianxia.
Su voz sonaba como si estuviera bastante
tranquilo.
Xie Lian se paró detrás de él y dijo: —Muchas
cosas sucedieron en este momento y todos están
confundidos y enredados.
—Hum… —Respondió Hua Cheng.
Xie Lian continuó: —Aunque todavía estamos
un poco nerviosos en este momento, aun quiero
aprovechar esta oportunidad para hacerte una
pregunta y espero que me respondas con
honestidad y seriedad.
—… Está bien —dijo Hua Cheng.
Xie Lian preguntó solemnemente: —¿Quién es
esa persona noble, amable y especial?
La mano de Hua Cheng que estaba atada con
el nudo rojo de afinidad se movió un par de veces
sin que se notara.
Estuvo en silencio por un momento antes de
responder lentamente: —Si Dianxia ya lo sabe,
entonces, ¿por qué preguntar?
Xie Lian asintió.
1517
—Ya veo. Así que no te entendí mal.
Realmente es verdad.
Hua Cheng no habló.
Después de una pausa, Xie Lian preguntó, su
voz plana: —Tú... no quieres saber... ¿cómo me
siento al respecto?
—… —Hua Cheng volvió la cabeza ligeramente
como si quisiera mirar hacia atrás, pero al mismo
tiempo, temiendo mirar a Xie Lian a los ojos, solo
se podían ver las dos vetas de sangre en su
mejilla—. ¿Podría Dianxia... no decirme?
Incluso su voz estaba rota.
Xie Lian dijo: —Lo siento. Algo como esto tiene
que decirse claramente.
Hua Cheng no necesitaba respirar, pero
cuando escuchó esto todavía inhaló hondo.
Aunque su rostro estaba trágicamente pálido,
todavía sonrió y respondió cortésmente: —Eso es
cierto. Eso es lo mejor.
Era como un criminal condenado a muerte
esperando su sentencia y cerró los ojos. Sin
embargo, inesperadamente, sus ojos no
estuvieron cerrados por mucho tiempo antes de
que los abriera abruptamente.
De repente, un par de brazos lo rodearon por
detrás y lo abrazaron con fuerza.
Xie Lian había enterrado su rostro en su
espalda y tampoco habló. Aunque no se dijo
nada, fue suficiente.
Pasó un buen rato antes de que Xie Lian
sintiera que la persona que estaba abrazando se
1518
dio vuelta, devolviendo el agarre, envolviéndolo
en un fuerte abrazo.
Escuchó la voz tambaleante de Hua Cheng
que venía de arriba: —Dianxia. Realmente...
serás la muerte para mí.

1519
1520
1521
Capítulo 178
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses revelados (parte cuatro)

J
usto en ese momento, se escuchó el
sonido de una explosión en los profundos
recovecos de la cueva y en la lejanía hubo
una luz blanca cegadora que atravesó la
oscuridad seguida del chillido de las mariposas
plateadas.
Los dos miraron hacia arriba, sus caras
cambiaron. Xie Lian aflojó su agarre sobre las
mangas de Hua Cheng y dijo: —¡Hablemos más
tarde!
Por lo tanto, los dos continuaron hacia
adelante. Solo que, esta vez, hubo la acción
adicional de agarrar fuertemente la mano del otro.
La cara de Xie Lian todavía estaba caliente y
habló con calma forzada como si nada pasara:
—San Lang, ¿cómo descubriste que esos dos
Feng Xin y Mu Qing eran impostores? ¿Dónde
están los reales?
Hua Cheng estaba más o menos en el mismo
estado que él y respondió: —Dejé dos mariposas
1522
fantasmas para vigilar a esas dos basuras
inútiles, entonces, ¿cómo podría haber
repentinamente dos más? ¡No se preocupe,
Dianxia, están bien, no morirán!
—Entonces tenemos que liberar primero a
Feng Xin y Mu Qing de los capullos —Xie Lian
dijo—. De lo contrario, sería malo si los encuentra
y no tienen poder para defenderse.
Hua Cheng respondió: —¡Por aquí, sígame!
Esta Cueva de los Diez Mil Dioses era de
hecho su territorio, e incluso cuando se
encontraron con más de cinco o seis
bifurcaciones diferentes en el camino, pudo
determinar de inmediato y con precisión qué
camino tomar y no pasó mucho tiempo antes de
que regresaran a donde primero se separaron.
Incluso a la distancia podían escuchar que esos
otros dos se señalaban con el dedo y gritaban.
—¿POR QUÉ LE DIJISTE A DIANXIA QUE
CORRIERA? ¡LO HICISTE Y AHORA SE LO
LLEVÓ!
—¿QUÉ Y DEJAR QUE SE QUEDARA
ALREDEDOR PARA SER SACRIFICADO?
—SOLO QUERÍAS QUE DISTRAJERA A HUA
CHENG Y LO LLEVARA LEJOS, ¿ESTOY
EQUIVOCADO?
Xie Lian no sabía si reír o llorar. Los dos
capullos blancos gigantes en la pared estaban
mordiendo simultáneamente la seda y gritándose
el uno al otro y cuando lo vieron regresar, se

1523
sorprendieron tanto que incluso se olvidaron de
escupir la seda blanca de sus bocas.
—¿Cómo escapaste?
El sombrero de bambú de Xie Lian todavía
estaba en el suelo donde lo dejó caer y
rápidamente lo recogió y lo ató a su espalda. La
pesada seda blanca liberó a esos dos,
retrocediendo hacia las sombras y Feng Xin y Mu
Qing, ambos golpeados en negro y azul, cayeron
al suelo. Cuando vieron a Hua Cheng emerger de
detrás de Xie Lian, probablemente pensaron que
iban a pasar por otra paliza, que las cosas se
pondrían difíciles nuevamente y sus rostros se
crisparon. Feng Xin ya estaba agarrando el brazo
de Xie Lian para tirar de él, pero Xie Lian agarró
a Hua Cheng primero.
—¿Dianxia? —Feng Xin estaba sorprendido.
Hua Cheng ya estaba comenzando a liderar el
camino.
— Gēge, por este camino.
Como si esos dos se atrevieran a seguirlo.
Feng Xin preguntó: —Dianxia, ¿por qué sigue
con él?
Mu Qing luego dijo: —¿No dije que se había
vuelto loco? Completamente encaprichado.
Xie Lian no luchó contra ellos y solo muy gentil
pero firmemente se aferró a Hua Cheng.
—No hay tiempo para explicar ahora. En
cualquier caso, ¡salgamos de aquí primero, hay
un enemigo persiguiéndonos por detrás!

1524
Habiendo sido retenido en un lugar como este,
los ojos de Hua Cheng brillaban y un momento
después, sonrió.
—Sugiero que ambos se callen y simplemente
sigan. Estoy de buen humor, así que no voy a
pelear con ustedes por ahora.
Al ver esto, los dos tenían expresiones
complicadas y estaban completamente
incrédulos. En su pensamiento, simplemente no
podían entender por qué Xie Lian todavía podía
caminar con tanta indiferencia junto a un
fantasma bastardo tan aterrador que lo había
acechado durante más de ochocientos años con
una mente llena de cosas indescriptibles. Esto
era prácticamente como jugar con fuego y
quemarse.
Mu Qing sospechaba, pero finalmente decidió
hablar sobre el otro punto y preguntó: —¿Dijiste
que hay un enemigo? Esta Cueva de los Diez Mil
Dioses es su territorio, entonces, ¿qué tipo de
enemigo puede haber? ¿Ese rasguño en su
rostro también fue hecho por el enemigo? ¿No
creo que haya tantos en el mundo que puedan
lastimar a Xueyu Tanhua?
—Es Bai Wuxiang —respondió Xie Lian.
Al escuchar este nombre, las caras de Feng
Xin y Mu Qing también cambiaron, e
inmediatamente, sin otra palabra, siguieron a Xie
Lian. Ya que, ambos tenían más que claro que
Xie Lian podía bromear y mentir sobre cualquier
cosa, excepto sobre esa única persona. Xie Lian
1525
nunca mentiría sobre él y tampoco lo confundiría
nunca.
Este grupo luchó hasta la muerte en la Cueva
de los Diez Mil Dioses antes y ahora todos huían
juntos.
—¿Qué está pasando? —Preguntó Mu Qing.
Xie Lian les dio un relato del hombre vestido
de blanco que se había transformado en sus
apariencias y ambos quedaron atónitos
—¡¿Disfrazados como nosotros? ¡Cómo es eso
posible!
—¡Es verdad! —Dijo Xie Lian—. A pesar de
que todo fue demasiado apresurado y no lo miré
de cerca, ¡pero en un vistazo fueron
absolutamente ustedes dos!
Feng Xin se quedó estupefacto.
—Pero ¿cómo puede aún existir Bai Wuxiang
en este mundo? ¿No fue asesinado por el
emperador?
—Es fácil imaginar que esa criatura no es tan
fácil de matar —Mu Qing dijo—. ¡Tal vez fue
asesinado en ese momento, pero con la
oportunidad correcta, ciertamente puede
revivirse a sí mismo!
Xie Lian recordó algo y se volvió hacia Hua
Cheng.
—¡San Lang! Antes, justo después de que
entramos en el Monte Tonglu, de repente
despertaste de tu estado de hibernación y nos
instaste a que nos escondiéramos

1526
inmediatamente de algo. Lo que sentiste
entonces, ¿fue él?
Hua Cheng asintió ligeramente.
—Fue él.
Xie Lian murmuró: —¡Lo sabía! Más tarde
elegimos el camino hacia el oeste, pero el que
mató a miles de monstruos y demonios del este
también fue él. Ha vuelto a nacer, pero todavía
está un poco débil y necesitaba matar a los
monstruos y demonios que entraron al Monte
Tonglu para usarlos como su trampolín... y ahora,
se ha recuperado y posiblemente incluso más
fuerte que antes.
Después de todo, ¡fue el primer Rey Fantasma
Supremo del mundo!
Justo cuando estaban hablando, Mu Qing notó
algo mal.
—Dianxia, ¿sabe a dónde nos lleva? No creo
que esta sea la salida.
Sin embargo, fue Hua Cheng quien respondió:
—Por supuesto, esta no es la salida, porque no
hay salida en este momento.
Feng Xin se sorprendió.
—¿Qué? ¿No es esta cueva tu territorio? ¿No
puedes estar perdido también, no?
—Por supuesto que no... —Xie Lian respondió.
Hua Cheng agregó: —Porque Bai Wuxiang
está bloqueando el camino que conduce a la
salida de esta cueva. Si crees que puedes
derrotarlo en tu estado actual, entonces, por

1527
supuesto, no me sigas y no te detendré. Por favor
adelante.
Feng Xin y Mu Qing eran ambos de XianLe
después de todo y al igual que Xie Lian, tenían
una sombra indistinguible hacia esa criatura en
sus corazones y a menos que fuera
absolutamente necesario, no querían enfrentarlo.
Feng Xin miró hacia arriba.
—¿Podemos atravesar la parte superior de la
cueva directamente y salir?
Hua Cheng se burló.
—Está la montaña nevada afuera, ¿quieres
comenzar otra avalancha?
Era una lástima que hubieran dejado la pala
del Maestro de la Tierra a Yin Yu para
emergencias y no la tuvieran a la mano. Ninguno
de ellos estudió cómo usarlo tampoco, por lo que
no podrían excavar silenciosamente.
—Entonces, ¿por qué estamos corriendo sin
rumbo?
—Mientras corramos sin rumbo, él nos
perseguirá y, por lo tanto, dejará el camino que
conduce a la salida —Xie Lian explicó—. Para
entonces, el resto de ustedes pueden aprovechar
esa oportunidad para escapar.
Mu Qing fue fuerte y dijo: —Espera, ¿el resto
de ustedes? ¿Te refieres a separarnos? ¿Un
grupo puede ser el cebo para llevárselo mientras
el otro grupo escapa solo?
—¡Eso es exactamente! —Dijo Xie Lian—. El
emperador debe ser informado de que Bai
1528
Wuxiang ha reaparecido en el mundo. Una vez
que ambos salgan, busquen una manera de
llevar esta noticia a los cielos...
Mu Qing lo interrumpió: —¡Espera, espera!
¿Ya has decidido quién será el cebo y quién se
irá?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No decidí esto, Bai Wuxiang lo hizo.
Mu Qing entendió y ya no habló. Realmente no
dependía de ellos decidir quién sería perseguido.
Si debían elegir uno de ellos al que Bai Wuxiang
estaría más interesado en perseguir, ¡entonces
era seguro Xie Lian!
Feng Xin declaró sin dudar: —Me quedaré
contigo para enfrentarlo.
En el pasado, si había algún incidente, Mu
Qing siempre sería a quien Xie Lian enviaba para
informar mientras que Feng Xin siempre se
quedaba para ayudarlo. Ahora, parecía que las
circunstancias iban a repetirse. Sin embargo, Xie
Lian miró a Hua Cheng y dijo: —¡Gracias! Pero
no hay necesidad. San Lang se quedará
conmigo.
Feng Xin soltó: —¿Cómo puede ser él el que
se quede? Él…
Las cejas de Hua Cheng se fruncieron
amenazadoramente, pero Xie Lian respondió:
—Está bien. Yo confío en él.
Su voz era suave pero su comportamiento
estaba extremadamente determinado y Feng Xin
estaba aturdido a pesar de sí mismo.
1529
—Dianxia…
Xie Lian le palmeó el hombro.
—Ustedes dos van juntos. El Monte Tonglu
ahora ha cerrado sus puertas, por lo que es difícil
decir si se puede salir. Además, ¿no necesitas
buscar a... Lan Chang y el niño?
Con su recordatorio, la cara de Feng Xin se
volvió pálida. Una mariposa fantasma salió
volando de los grabados en el brazalete
alrededor de la muñeca de Hua Cheng y Hua
Cheng dijo: —Síganla.
Los dos miraron a Hua Cheng, luego a Xie Lian
y al final, Mu Qing lanzó: —Ustedes dos,
cuídense.
Luego se dio la vuelta para seguir a la mariposa
plateada, corriendo hacia otro túnel. Un breve
momento después, Feng Xin también lo siguió.
Los cuatro se separaron así en esta
bifurcación en el camino y justo cuando Xie Lian
observaba sus espaldas en retirada, a lo lejos
llegó otra serie de retumbos explosivos. Los dos
restantes intercambiaron una mirada y Hua
Cheng dijo sombríamente: —Él está aquí.
—Llévame lejos —dijo Xie Lian.
Ese hombre vestido de blanco vino detrás de
Xie Lian como se esperaba. Hua Cheng continuó
organizando matrices de mariposas espectrales
para formar obstáculos con el fin de garantizar
que el hombre vestido de blanco se mantuviera
siempre a una distancia de ellos, al mismo tiempo
que supervisaba la situación en varios caminos.
1530
Sin embargo, cada vez que había una explosión
y los chillidos de las mariposas fantasmas, su
expresión se volvía más sombría y a Xie Lian
también le dolía escucharlo. Se quedaron sin
aliento y giraron, doblando esquinas tras
esquinas y llegaron a la cámara de una caverna.
No pudo evitar suspirar: —No puedo creer que se
pierdan tantas mariposas plateadas.
Si bien esas mariposas fantasmas no tenían
una buena reputación en el mundo externo, a los
ojos de Xie Lian, no eran más que pequeños
espíritus inteligentes y preciosos y para cometer
ataques suicidas tan enérgicamente sin
detenerse, aunque fuera para retrasar los pasos
del enemigo por un momento, Xie Lian no pudo
evitar sentir dolor por ellos. Sin embargo, Hua
Cheng solo resopló, pareciendo como si sus ojos
pudieran ver a través de las gruesas paredes
rocosas y dijo sombríamente: —No se preocupe.
Si mata a uno, haré diez más. Rápido y furioso
como las tormentas, nunca retrocederé. Veamos
quién queda al final.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco por alguna
razón y murmuró por dentro: —Oh... no, esto es
malo.
A pesar de que la expresión de Hua Cheng se
mostró inconscientemente, Xie Lian realmente
era bastante débil ante su agresiva y rebelde
confianza.

1531
Después de otro momento, Hua Cheng
desaceleró su ritmo y pareció como si recibiera
algún tipo de señal y se volvió hacia Xie Lian.
—Se los llevaron. Esos dos están casi fuera.
—¡Genial! —Dijo Xie Lian—. Ahora podemos
tomarnos nuestro tiempo para pensar en una
manera.
—Eh, no hay prisa ahora —Hua Cheng dijo—.
Lo han dejado a una gran distancia, por lo que
podemos escondernos aquí por ahora y pensar
en un plan de batalla.
—…
Sin embargo, inesperadamente, el estado de
ánimo entre los dos de repente se volvió un poco
incómodo.
No era el tipo de incomodidad que venía con la
vergüenza, sino un poco de timidez desconocida.
Al principio estaban siendo perseguidos por esa
criatura detrás de ellos y Feng Xin y Mu Qing
estaban presentes en ese momento, por lo que
este sentimiento no era obvio. Aunque dijo;
hablemos más tarde, ahora que habían
recuperado el aliento y ya era más tarde, no tenía
idea de qué decir.
Xie Lian tosió ligeramente dos veces para
aclararse la garganta, levantando un dedo para
rascarse la mejilla, pero sin importar qué, las
cosas le resultaran un poco incómodas. Quería
hablar, pero luego se preocupó de si sonaría
demasiado abrupto, demasiado tonto o
demasiado intencional y al final esperaba que
1532
Hua Cheng fuera el primero en decir algo. Sin
embargo, la expresión de Hua Cheng también era
tensa, pareciendo como si estuviera pensando
muy en serio sobre sus planes de batalla. Pero
era realmente difícil saber si realmente estaba
pensando en ello, porque las manos apretadas a
su espalda parecían temblar ligeramente.
Justo entonces, los dos pasaron junto a una
estatua divina. La mayoría de las estatuas divinas
dentro de la Cueva de los Diez Mil Dioses eran
todas del mismo tamaño que la persona real;
Este era más áspero en artesanía y su tamaño
también se redujo a la mitad. Cuando Xie Lian lo
pasó, quitó casualmente el velo que también
cubría su cabeza y sus ojos se iluminaron.
—San Lang, ¿también esculpiste este?
Hua Cheng miró y se calló. Pasó un momento
antes de que respondiera: —Es un trabajo de
principiantes. Gēge, no mires más.
Esa debía ser la verdad ya que esta estatua
divina realmente era extremadamente fea. A
pesar de que era fácil ver que el escultor había
hecho todo lo posible para tallar esa forma
perfecta en su corazón, la habilidad era limitada,
su deseo no se había cumplido y aunque no se
podía decir que estuviera arrugado o torcido, aún
podía que decir que esta pequeña figura era
desproporcionada y sonrió como si fuera un
desafío mental.
Aun así, a pesar de todo eso, todavía logró
completar cada detalle sin falta. Por lo tanto, Xie
1533
Lian podría decir que se trataba de una estatua
del Príncipe Heredero que agrada a Dios. Incluso
ese par de aretes de perlas de coral rojo estaban
punteados.
Xie Lian silenciosamente cubrió su boca y se
dio la vuelta. Para parecer natural, incluso se
frotó la cara con fuerza. Hua Cheng no sabía qué
decir, por lo que suplicó nuevamente: —Dianxia,
por favor, no mire más. —Dijo mientras intentaba
cubrir esa estatua nuevamente con un velo.
Xie Lian dijo rápidamente: —¡No lo
malinterpretes! ¡Realmente creo que es muy
lindo!
Pero luego pensó, ¿no era él al que Hua Cheng
esculpió? El alabar que esta cosa era linda, ¿no
significaba que él se alababa a sí mismo como
lindo? No solo estaba mintiendo
descaradamente, sino que también tenía una piel
increíblemente gruesa, por lo que Xie Lian no
pudo evitar reírse a carcajadas. Al ver esto, Hua
Cheng también inclinó la cabeza y bajó las
pestañas cuando comenzó a reírse también.
Por lo tanto, con los dos riendo, gran parte de
ese estado de ánimo desconocido, ansiosamente
rígido fue arrastrado por la borda.
Continuaron adelante y pasaron otra estatua
que estaba descansando, acostada en una cama
de piedra, pero todo su cuerpo estaba cubierto
con una capa de humo blanco satinado. Xie Lian
tenía mucha curiosidad y estaba a punto de
descubrir el velo blanco en el cuerpo de esa
1534
estatua divina cuando Hua Cheng agarró su
muñeca de repente.
—¡Dianxia!
Desde que entraron en esta Cueva de los Diez
Mil Dioses, Hua Cheng lo llamaba Dianxia la
mayoría de las veces. Xie Lian lo miró y Hua
Cheng soltó la mano que lo agarraba, como si
todavía estuviera un poco incómodo.
—Ya sé que es una estatua mía, ¿aún no
puedo mirar? —Preguntó Xie Lian.
—Si Gēge quiere mirar estatuas, la mejor que
he esculpido aún está por verse. Le mostraré en
otro momento. Ya no mire a ninguno de los que
están en esta cueva —dijo Hua Cheng.
Xie Lian no entendió: —¿Por qué? Creo que
todas las estatuas divinas en esta Cueva de los
Diez Mil Dioses están talladas muy bien, muy,
muy bien. Pensaré que es una pena si no puedo
verlos. Hablando de esos murales…
Sin embargo, inesperadamente, Hua Cheng
dijo al instante: —Iré a destruirlos.
Al ver que realmente estaba a punto de
moverse, Xie Lian lo agarró apresuradamente.
—¡No lo hagas! ¿Por qué destruirlos? ¿Solo
porque lo vi? Bien, bien, bien... Te diré la verdad.
Solo he visto un poco, como la Procesión
Ceremonial Celestial ShangYuan, el ejército y
cosas similares. No he visto la mayor parte
porque Feng Xin y Mu Qing no me dejaron, así
que no tengo ni idea de lo que pintaste. ¡No vayas
y los destruyas!
1535
Solo entonces Hua Cheng se dio la vuelta para
mirarlo.
—¿En serio?
Xie Lian se aferró a él y respondió con la mayor
sinceridad: —En serio. Si no quieres que mire, no
lo haré.
Hua Cheng parecía haber suspirado de alivio
en voz baja y sonrió.
—No es nada bueno mirar de todos modos. Si
quieres ver algo, solo pídame que lo pinte
directamente.
Con una reacción como esta, Xie Lian ahora
estaba aún más curioso. Pero tampoco quería
conducir a Hua Cheng a destruir esos preciosos
murales, por lo que solo podía calmar sus propios
deseos.
Después de dar unos pasos, Xie Lian de
repente frunció el ceño.
—Algo no está bien.

1536
1537
Capítulo 179
La Cueva de los Diez Mil Dioses; rostros
de diez mil dioses revelados (parte cinco)

—¿Qué sucede? —Preguntó Hua Cheng.


Se dio la vuelta para mirar a Hua Cheng.
—Bai Wuxiang ¿Por qué vendría al Monte
Tonglu?
—Quizás sus poderes no se han recuperado
por completo y quiere pedir prestado el horno
para renacer en este mundo —respondió Hua
Cheng.
—Si ese es el caso, eso significaría que él
ahora no es... ¿un supremo? —Se preguntó Xie
Lian.
—Eso no es del todo imposible —dijo Hua
Cheng.
Anteriormente, Bai Wuxiang se hizo pasar por
Feng Xin y Mu Qing y repentinamente atacó, su
abrupta apariencia a la vez impactante y
aterradora. Además de eso, la primera reacción
de Xie Lian fue; ¡no puede ser derrotado, huye!
Así que agarró a Hua Cheng y huyó. Los dos no
lo enfrentaron por mucho tiempo, por lo tanto, no
1538
pudieron medir exactamente cuál era
exactamente la verdadera fuerza actual de Bai
Wuxiang.
¿Fue todo solo un engaño? ¿O era más fuerte
de lo que parecía? Intercambiando golpes fuertes
por no más de un segundo, no se pudo
determinar nada.
Xie Lian murmuró: —Inconscientemente pensé
que era más fuerte cuando solo vi esas dos pieles
falsas, pero tal vez... no se ha recuperado por
completo en este momento, ¿y tal vez está
actualmente en su punto más débil? De lo
contrario, ¿por qué vendría al Monte Tonglu?
Quizás... puedo intentarlo.
¡Ver si podía derribarlo!
Hua Cheng respondió de inmediato: —Bien. Iré
a pelear con él.
Xie Lian saltó instantáneamente y rápidamente
dijo: —No, no lo hagas. No lo enfrentes de frente.
¡Que yo lo enfrente es suficiente!
Por lo general, los Reyes Fantasmas Supremos
no se enfrentarían en combate tan fácilmente, al
igual que la forma en que Agua Negra y Lluvia
Sangrienta coexistían en paz. Los Reyes
Fantasmas no eran como los Oficiales
Celestiales de los cielos, donde sus fortalezas,
cuán grandes eran sus palacios, cuántos
adoradores, los parámetros de sus poderes eran
bien conocidos por cualquiera que se preocupara
por seguir; ocultarían su verdadera fuerza de la
misma manera que ocultan su pasado. Como no
1539
tenían conocimiento de las fortalezas del otro y
nadie sabía cuáles serían las consecuencias si
dos supremos comenzaran a pelear, si las cosas
se podían mantener en equilibrio, se mantendrían
así.
—No hay que preocuparse. —Hua Cheng
dijo—. La victoria o la derrota aún no se ha
decidido. ¿A menos que Gēge, realmente cree
que lo dejaría enfrentarlo solo?
—…
Xie Lian sacudió la cabeza.
—No es eso, San Lang, no somos lo mismo.
Él... no me matará, lo puedo jurar.
—¿Por qué? —Cuestionó Hua Cheng.
Después de un momento de vacilación, Xie
Lian todavía decidió no responder y solo dijo:
—No sabes cuán aterradora es esa criatura.
Hua Cheng lo interrumpió sombríamente:
—¡Dianxia! …Lo sé.
Solo entonces Xie Lian recordó que Hua Cheng
también se había unido al ejército XianLe una vez
y había experimentado personalmente el campo
de batalla de XianLe, visto con sus propios ojos
la tragedia de los campos llenos de cadáveres.
Pero, Hua Cheng no era como él. Nunca había
visto personalmente esa impactante batalla entre
Jun Wu y Bai Wuxiang. Nunca antes se había
cruzado con Bai Wuxiang.
Habiendo pensado esto, Xie Lian sacudió la
cabeza con fuerza.

1540
—No es que no confíe en ti, es solo que... no
quiero que te pase nada.
Al escuchar esto, los ojos de Hua Cheng
brillaron, un momento después sonrió.
—Gēge, no se preocupe. Ya estoy muerto, así
que no será tan fácil para mí morir de nuevo.
Además, ¿ha olvidado lo que le dije antes?
Mientras no encuentre mis cenizas, no puede
hacerme nada.
Solo con su recordatorio Xie Lian recordó que
había tal cosa y rápidamente dijo: —¡Espera! Las
otras cosas a un lado. San Lang, tú... ¿estás
cenizas están bien escondidas?
—Hace mucho tiempo —respondió Hua Cheng.
Xie Lian asintió con la cabeza, pero después de
una pausa, no pudo evitar comprobar dos veces:
—¿Estás seguro de que está bien oculto? ¿Ese
lugar es lo suficientemente seguro? ¿No lo
encontrarán?
Hua Cheng respondió tranquilamente: —Para
mí, es el lugar más seguro del mundo.
Sin embargo, Xie Lian no creía que hubiera
nada que fuera absoluto en este mundo y
presionó: —¿Estás absolutamente seguro?
Hua Cheng sonrió alegremente.
—Si su escondite se destruye, entonces
tampoco es necesario que yo exista. Por
supuesto que estoy seguro.
Aunque a Xie Lian realmente le importaba lo que
significaba; no es necesario que exista, no
estaban ubicados en un lugar seguro en este
1541
momento y quién sabría si había oídos
escuchando, por lo que no era el lugar correcto
para profundizar este tema y dejó de hablar de
eso. Pero habiendo hablado hasta ahora, Xie
Lian realmente quería preguntarle a Hua Cheng,
¿cómo murió?
Realmente quería saber, pero al mismo tiempo
no sabía cómo preguntar. Cuando los mortales
mueren, la razón por la cual las almas podían
permanecer en la tierra corpórea era todo debido
al apego obsesivo. En la mayoría de los casos,
la angustia y el resentimiento eran los más
fuertes de su fijación y para convertirse en un Rey
Fantasma Supremo, su obsesión tendría que ser
aún más fuerte que la mayoría. Temía que, si
preguntaba, Hua Cheng no pudiera manejarlo,
como si se apuñalara una cicatriz. Xie Lian mismo
podría no ser capaz de soportarlo tampoco. En
estos últimos ochocientos años, ¿cómo lo había
soportado Hua Cheng?
Habiendo pensado hasta ahora, un
pensamiento horrible apareció repentinamente
en la mente de Xie Lian e instantáneamente se
cubrió de sudor frío. Inmediatamente se volvió
hacia Hua Cheng.
—¡San Lang!
—¿Qué sucede? —Respondió Hua Cheng.
Los dedos de Xie Lian se contrajeron
ligeramente.
—Yo... tengo otra pregunta que quiero hacerte.
—Por supuesto —respondió Hua Cheng.
1542
Xie Lian lo miró fijamente.
—En los últimos ochocientos años, aparte de
haberme conocido en XianLe, ¿me has visto en
otro lugar en algún otro momento?
—… —Hua Cheng volvió la cabeza
lentamente—. Desafortunadamente, a pesar de
que nunca me he rendido e hice todo lo posible
por encontrarlo, no lo he hecho.
Xie Lian continuó: —¿En serio?
Hua Cheng lo miró a los ojos.
—En serio. ¿Por qué pregunta Gēge?
Xie Lian suspiró suavemente con alivio y forzó
una sonrisa.
—Nada, es solo que, en estos años pasados,
cómo pasé mis primeros días no fue la vista más
bonita, todo estaba confuso y fue un gran fracaso.
Solo pensé que, si lo hubieras presenciado, no
sería bueno.
Hua Cheng se rió.
—¿Cómo podría ser eso posible?
Sin embargo, Xie Lian no se rió en absoluto.
—No es una broma, realmente fue un gran
fracaso.
Al escuchar esto, Hua Cheng retiró su sonrisa
y se volvió solemne.
—Eso también está bien. ¿Dianxia no lo dijo
usted mismo?
—¿Yo? —Xie Lian estaba confundido—. ¿Qué
dije?
Hua Cheng recitó lánguidamente: —Para mí, el
que está en la gloria infinita eres tú; el caído de la
1543
gracia también eres tú. Lo que importa es usted y
no cómo era.
Miró a Xie Lian y parpadeó significativamente,
levantando una ceja.
—Siento lo mismo.
—… —Xie Lian quedó atónito por un buen
momento cuando de repente ¡pa! Se dio una
palmada en las manos para cubrirse la cara,
sintiendo que le ardía toda la cabeza—. ¡¿Yo dije
eso?!
—¡Lo hizo! —Dijo Hua Cheng—. Dios mío, no
lo niegue.
Xie Lian usó su brazo para bloquear su rostro.
—¡No lo creo!
—Gēge, ¿quiere verlo? Lo encontraré para
usted —dijo Hua Cheng.
La cabeza de Xie Lian se alzó.
—¿…? Tú... No... de ninguna manera... San
Lang, tú... ¿grabaste todo?
—Estoy bromeando, bromeando.
—Sinceramente, no te creo…
—Gēge, confíe en mí.
—¡Ya no confío en ti!

Los dos llegaron a una bifurcación en el


camino y justo entonces, repentinamente hubo
una brisa y Hua Cheng inclinó su cuerpo,

1544
bloqueándolo frente a él, levantando un brazo
como si quisiera protegerlo.
La brisa en realidad no era nada y,
naturalmente, no requería ningún tipo de
bloqueo, pero la acción de Hua Cheng fue
completamente natural. Cuando pasó el viento,
mechones de cabello revolotearon irritantemente
y Xie Lian notó de repente que cuando Hua
Cheng no lo miraba, su expresión y los contornos
de su rostro se volvían fríos. Hermoso en su
despreocupación, Hua Cheng ni siquiera se dio
cuenta de que se movía sin dudarlo, como si
proteger a Xie Lian fuera una habilidad innata.
Xie Lian soltó de nuevo: —¡San Lang!
Hua Cheng inclinó la cabeza para mirarlo y solo
entonces sonrió.
—¿Qué sucede, Dianxia?
Xie Lian sintió que, Hua Cheng probablemente
no se dio cuenta que estaba sonriendo.
Una voz clara y poderosa en su corazón le dijo
que este hombre realmente lo tomaba por un
dios.
Los dedos de Xie Lian se apretaron en silencio.
—Una vez que salgamos del Monte Tonglu,
hay muchas cosas que quiero decirte.
Hua Cheng asintió levemente.
—Muy bien. Esperaré por ese momento.
—¿Feng Xin y Mu Qing ya salieron?
—Preguntó Xie Lian.
—Ya están fuera —respondió Hua Cheng.

1545
—¿Entonces Bai Wuxiang? —Preguntó Xie
Lian—. ¿No nos alcanzó y no fue a detenerlos?
¿Dónde está ahora? ¿Qué tan lejos está él de
nosotros?
Hua Cheng respondió: —Él es… —No había
terminado, pero su rostro cambió y presionó dos
dedos ligeramente contra la ceja de su ojo
derecho. Un momento después, dijo—: … ha
desaparecido.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Cómo pudo haber desaparecido?
Hua Cheng todavía estaba bastante tranquilo y
buscó con atención.
—Ha desaparecido en el aire.
¡Incluso como fantasma era imposible
desaparecer en el aire en la Cueva de los Diez
Mil Dioses rodeados de mariposas fantasmas!
Xie Lian soltó: —¿Déjame ver? —Luego agarró
los hombros de Hua Cheng con las manos y
ladeó ligeramente los pies, tocando su frente con
la suya. La mano de Hua Cheng bajó para
descansar sobre su cintura por un momento.
Hubo una pequeña vacilación como si fuera a
alejarse, pero al final la mano permaneció y lo
abrazó aún más fuerte.
Las escenas que Hua Cheng vio momentos
antes pasaron rápidamente ante los ojos de Xie
Lian. Ese hombre vestido de blanco llegó
lánguidamente ante una caverna de piedra, e
innumerables mariposas fantasmas una vez más
corrieron hacia él, envolviéndolo en un brillante
1546
capullo con forma humana. Después de un
momento helado, se sorprendieron, la luz
plateada explotó, crepitó y las mariposas
plateadas se convirtieron en brillantes destellos.
Sin embargo, después de que la luz plateada se
hubo asentado, ¡desapareció!
Después de eso, el ojo derecho de Hua Cheng
llevó su vista y recorrió la situación en muchos
otros túneles, pero esa figura vestida de blanco
no se veía por ninguna parte. Xie Lian estaba
perplejo y se alejó un poco.
—¿Se fue?
Aunque otros podrían no saberlo, Xie Lian tenía
más que claro que si Bai Wuxiang lo veía, sin
duda lo acosaría persistentemente.
—Tal vez nuestra especulación anterior era
correcta. —Hua Cheng dijo—. Su primer objetivo
es usar el horno para recuperar su estado
supremo, así que se fue primero.
Esta voz se presionó directamente contra su
oído y solo entonces Xie Lian se dio cuenta de
que la cara de Hua Cheng estaba ahuecada en
sus manos y lo había jalado hasta doblarse
ligeramente por la cintura. Xie Lian lo soltó
rápidamente y gritó: —¡Hay que detenerlo!
Esta vez, su misión al venir al Monte Tonglu fue
detener a cualquier candidato que tuviera el
potencial de convertirse en supremo. Los dos
habían estado evitando a ese hombre vestido de
blanco todo el tiempo antes, pero ahora que la
situación se había aclarado, ahora estaban
1547
revisando las innumerables estatuas divinas en
busca de él. No tardaron mucho en llegar al lugar
donde había desaparecido ese hombre vestido
de blanco.
Efectivamente, además de algunas estatuas
divinas, no había una sola alma. Brillos plateados
cubrían el suelo y las pequeñas mariposas
plateadas que no habían sido completamente
destruidas por la onda expansiva agitaban sus
alas rotas. Xie Lian se agachó y pensó que no
sabía si funcionaría, pero todavía quería
sostenerlas.
En ese momento, escuchó la voz de Hua
Cheng que venía desde atrás.
—Gēge, venga aquí a mi lado.
Esa voz estaba mezclada con ira reprimida,
pero la ira no estaba dirigida a él.
Xie Lian levantó la vista y descubrió que los
ardientes ojos de Hua Cheng miraban una
estatua divina que tenía delante.
Era una estatua divina que estaba cubierta de
pies a cabeza con un velo blanco, inmóvil y se
podía ver su contorno general. Parecía apuntar
una espada y, por lo tanto, un extremo sobresalía
bruscamente.
Sin embargo, en este mismo momento, en la
punta afilada de la punta de la espada, un parche
de rojo astringente estaba exudando,
extendiéndose sin parar, manchando y
empapando esa seda blanca.
¡Había sangre en la espada!
1548
Cualquiera que hubiera sido testigo de esta
vista podría decir que había algo extraño con esta
estatua divina. Quizás, en este momento, lo que
estaba debajo de la seda blanca ya no era la
estatua divina original sino algo más. Xie Lian se
puso de pie y se paró al lado de Hua Cheng, la
espada Fang Xin apuntó esa estatua divina. Con
una expresión oscura, Hua Cheng agitó su mano
y ese velo blanco fue descubierto.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron
instantáneamente.
Bajo el velo blanco había una estatua divina de
él. Esta era una estatua del Príncipe Heredero
que agradó a Dios, una espada en una mano, una
flor en la otra, una sonrisa colgada en la cara.
Solo que había un rastro de sangre en esa
sonrisa.
La fuente de esa sangre era la espada
agarrada en su mano. Había un joven perforado
en la hoja, con la cabeza llena de vendas y el
cuerpo cubierto de sangre.
Era Lang Ying.

1549
Capítulo 180
Del horno sellado emergerá un supremo

S
u cabeza cayó a un lado como si hubiera
perdido el conocimiento. Cuando Xie Lian vio
que era Lang Ying, inconscientemente se
movió para salvarlo, pero rápidamente se detuvo
en su paso, su mente dando vueltas: claramente
no había nadie más que Bai Wuxiang aquí antes,
entonces, ¿por qué Lang Ying aparecería de
repente?
Al ver que la estatua pura y sagrada del
Príncipe Heredero que agradó a Dios estaba
corrompida por el goteo de sangre, Hua Cheng
obviamente estaba furioso, su expresión
irradiaba furia oscura y la cimitarra E-Ming
exudaba un aura escalofriante.
—Vete al infierno. —Dijo.
Como era de esperar, la cabeza caída de Lang
Ying se enderezó, parpadeó y salió lentamente
de la espada, cayendo al suelo.
Anteriormente, cuando Bai Wuxiang explotó
esa ola de mariposas plateadas que lo rodeaban
para atacarlo, usó ese momento de cegadora luz

1550
plateada para esconderse bajo el velo blanco de
esta estatua divina y se transformó en la
apariencia de Lang Ying. Como podía disfrazarse
de Lang Ying, significaba que debía haber visto a
Lang Ying antes en alguna parte.
—¿Dónde está el verdadero Lang Ying?
—Preguntó Xie Lian.
—Dianxia, tal vez nunca hubo un Lan Ying real
—dijo Hua Cheng.
Si, desde el principio, Lang Ying nunca hubiera
existido y solo era Bai Wuxiang en su forma no
recuperada, entonces todo podría ser fácil de
explicar. Pero, cuando Xie Lian recordó a la niña
Xiao Ying que murió en el Monte Yu Jun, prefería
que esta explicación no fuera lógica.
Luego pensó rápidamente en otra posibilidad y
dijo lentamente: —O tal vez... devoró a Lang
Ying.
Al escuchar esto, el Lang Ying ante ellos
comenzó a crecer más alto, su cuerpo tirando
hacia arriba, los vendajes en su rostro
desenvolviéndose y arrojándose, revelando esa
máscara dentro y él levantó ligeramente la
cabeza, pareciendo estar sonriendo.
—Adivinaste bien.
Así que eso era todo.
Bai Wuxiang ciertamente fue pulverizado y
dispersado por Jun Wu. Sin embargo, se aferró y
dejó una brizna de un alma rota a la deriva en el
reino de los mortales. Quién sabría cuánto tiempo
estuvo a la deriva, quién sabría cuándo sucedió,
1551
pero encontró a Lang Ying que poseía el mismo
cuerpo fantasma. Debió haber encontrado alguna
forma de seducir o engañar a Lang Ying para que
Lang Ying aceptara alojarlo en su propio cuerpo,
de lo contrario, por su alma débil restante, podría
no haber tenido la capacidad de devorar a Lang
Ying. Permaneció pegado al cuerpo de Lang Ying
y se recuperó lentamente y el resultado final fue
lo que Xie Lian y Hua Cheng veían ahora,
fantasma devorando fantasma, Bai Wuxiang se
comió a su anfitrión Lang Ying. Justo como He
Xuan devoró al Reverendo de las Palabras
Vacías, Lang Ying se convirtió irónicamente en su
esclavo.
Solo tomó unas pocas palabras antes de que
Lang Ying se transformara completamente en la
apariencia de Bai Wuxiang.
Hua Cheng lo miró.
—¿Por qué Lang Ying estaría de acuerdo en
dejarte tomar prestado su cuerpo espiritual?
Una solicitud como esta no era diferente a un
extraño que preguntaba: Por favor, abra sus
puertas y déjeme entrar a vivir en su casa y comer
su comida. Lang Ying seguía siendo un fantasma
que vivió durante cientos de años después de
todo y aunque era tímido y vacilante, no debería
ser tan tonto.
Bai Wuxiang respondió cálidamente: —Por
supuesto que puedo responder a tu pregunta.
Pero, ¿estás seguro de que el que está a tu lado
querría que lo dijera aquí?
1552
Hua Cheng miró a su lado. La expresión de Xie
Lian era ligeramente extraña y no notó su mirada
en absoluto.
Bai Wuxiang luego dijo: —Apellido Lang,
YongAn, la Enfermedad del Rostro Humano.
¿Por qué estuvo de acuerdo en dejarme
comerlo? ¿No puedes adivinar por qué?
La cara de Xie Lian se puso pálida al instante
con una sombra, las venas en el dorso de sus
manos explotaron y cortó con su espada,
gritando: —¡CÁLLATE!
Bai Wuxiang esquivó y evitó el ataque, pero
¡CLANG! El ataque atravesó la espada agarrada
en las manos de su propia estatua divina. Ahora
lo había hecho; la estatua del Príncipe Heredero
que agradó a Dios empuñó una espada rota y la
estatua en sí misma se convirtió en un artefacto
en ruinas. Xie Lian salió instantáneamente de allí,
como si un cubo de agua fría lo hubiera
empapado de repente. Era como si las mariposas
fantasmas estuvieran indignadas y se
desbordaran. Bai Wuxiang se rió sin emoción,
casual y tranquilo y usando su manga para cubrir
su rostro ya no persistió y desapareció
rápidamente en la oscuridad.
Xie Lian miró esa espada de piedra rota en el
suelo y murmuró inconscientemente a Hua
Cheng: —Lo siento…
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —No sea tonto.
¿Por qué disculparse conmigo? Él se fue.
¿Ahora qué?
1553
Xie Lian se recuperó un poco y respondió:
—¿Huyó? ¡No podemos dejarlo entrar al horno!

Los dos salieron de la Cueva de los Diez Mil


Dioses y caminaron hacia la montaña nevada una
vez más. Justo cuando salieron, pudieron sentir
el temblor de la tierra y el temblor de las
montañas. Miraron hacia arriba y las olas de
avalancha se derrumbaron. En comparación con
la que experimentaron antes, esta avalancha
rugiente fue solo más grande, no más pequeña.
Era como si algo enterrado bajo la fuerte nevada
se despertara y rugiera.
—¡¿Podemos llegar allí?! —Se preguntó Xie
Lian.
Hua Cheng agarró su mano firmemente y dijo:
—¡Podemos si me sigue!
Los dos se enfrentaron a la corriente de hielo
y nieve. Efectivamente, si bien fue difícil y
extremadamente peligroso y por cada paso que
dieron tuvieron que retroceder tres, sin embargo,
evitaron el flujo más violento de nieve y
escombros e innumerables hoyos, creando un
camino hacia la montaña desde su carga
incansable.
Finalmente, caminaron hasta el punto más alto;
el hielo sellaba la cima de la montaña, tan espeso

1554
que quién sabría qué profundidad y cuántas
capas se congelaron debajo. Xie Lian sintió que,
si intentaba ir incluso un poco más rápido, se
resbalaría, pero Hua Cheng sostuvo su mano y
avanzó con pasos firmes, sin miedo. Los dos
llegaron a la boca del volcán y esa abertura
parecía una boca gigante que gritaba al cielo,
extremadamente impresionante. Mirando hacia
abajo, la oscuridad era completa. Tal vez era su
imaginación, pero en los recovecos más
profundos parecía haber una aterradora luz roja
intermitente a intervalos, a veces allí, a veces no.
Xie Lian sintió un poco de pánico por alguna
razón y sostuvo el sombrero de bambú sobre su
cabeza, asegurándose de que los vientos
nevados no lo arrastraran.
—¿Ya entró?
Hua Cheng solo echó un vistazo antes de que
su expresión se volviera sombría.
—Sí.
—¿Cómo lo sabes?
—El horno se está cerrando.
Xie Lian se asombró e instantáneamente se
sintió desprevenido.
—¿Qué está pasando? ¿Por qué se cierra tan
pronto? ¿No es necesario que haya al menos
varios fantasmas dentro para que pueda
comenzar la matanza?
—Ese es el caso habitual —dijo Hua Cheng—,
sin embargo, si el horno cree que el participante
tiene un potencial extremadamente alto de
1555
atravesar el horno, entonces, mientras ese
fantasma haga la solicitud de sellado de la
montaña, se cerrará —Después de una pausa,
agregó—: Eso fue lo que hice en ese entonces.
—Entonces, ¿es él un supremo o no?
—Preguntó Xie Lian—. ¿Qué pasará si un Rey
Fantasma Supremo ingresa nuevamente al
horno?
—Es lo mismo que le sucedería a un Oficial
Celestial ascendido que pasa por otra Calamidad
Celestial.
Lo que significaba que, si ya era fuerte, ¡se
volvería aún más fuerte!
Si permitían que Bai Wuxiang cruzara el
obstáculo, las consecuencias serían
inimaginables.
Y después de salir de la montaña como
supremo, el primero que buscaría seguramente
sería Xie Lian.
Mirando ese abismo perpetuo e infinito por un
tiempo, Xie Lian dijo lentamente: —San Lang
yo... podría necesitar ir allí para resolver las
cosas.
—Bien. Iré contigo —Hua Cheng respondió en
voz baja. Xie Lian levantó la vista y lo miró. Hua
Cheng también levantó la vista y se encontró con
sus ojos, alzando una ceja mientras sonreía—.
Es solo bajar para matar una monstruosidad y
atravesar nuevamente el horno, eso es todo. No
es que sea algo difícil.

1556
Al verlo tan relajado, las tensas emociones de
Xie Lian también parecieron haberse relajado y él
sonrió.
Un instante después, Hua Cheng dijo: —Sin
embargo, hay una cosa.
Xie Lian: —¿…?
Ladeó la cabeza y uno de los brazos de Hua
Cheng repentinamente se deslizó alrededor por
su cintura y lo llevó a sus brazos, la otra mano
levantó su barbilla suavemente. Entonces, sus
labios fueron envueltos.
Se besaron y abrazaron durante mucho tiempo
en la tormenta de nieve antes de que sus labios
se separaran lentamente. Xie Lian estuvo
aturdido por un buen momento antes de
sacudirse, volverse y ponerse nervioso, abriendo
mucho los ojos.
—¡¿Q-Qué es esto de repente?!
Aunque no era la primera vez que hacían algo
como esto, antes siempre habían usado razones
grandiosas y dignas como; otorgar poderes
espirituales, transferir aire, accidente, para
justificar sus acciones. Ahora que algunas cosas
habían salido a la luz, estas excusas fueron
expuestas repentinamente de sus falsedades y el
significado de estas acciones se volvió mucho
más significativo. Casi no sabía dónde poner sus
manos; ¿sostener los brazos de Hua Cheng o
empujar contra el pecho de Hua Cheng?
¿Debería sostener o bloquear la cara de Hua
Cheng?
1557
1558
Junto a su oído, Hua Cheng parecía haber
respirado y susurró: —Le prestaré un poco de
poderes espirituales a Dianxia en caso de
emergencia... ¿lo aceptará?
Xie Lian tragó inconscientemente y tartamudeó.
—¿E-Esto es un poco? Parece demasiado...
no lo he hecho, no te he devuelto el pago por
todas las veces antes...
—No es mucho. No hay prisa. Tómese su
tiempo para pagar, la cuenta se borrará un día
—dijo Hua Cheng.
—Eh, mm, eh
Se alejó al azar un par de veces y estaba a
punto de huir cuando Hua Cheng lo detuvo,
señalando: —¡Dianxia! ¿A dónde está corriendo?
Está yendo en la dirección equivocada.
Solo entonces Xie Lian descubrió que estaba
corriendo por donde vinieron e inmediatamente
se dio la vuelta, incluso deslizándose sobre el
hielo una vez. Rápidamente presionó su
sombrero de bambú.
—N-No. Tengo un poco de frío, pensé que
trotar un poco, me calentaría...
Se puso el sombrero de bambú, pero luego lo
llevó a la espalda, luego lo usó nuevamente.
Finalmente, sostuvo la mano de Hua Cheng y la
apretó con fuerza. Los dos se pararon uno al lado
del otro y vieron ese inmenso abismo debajo.

1559
La voz de Hua Cheng fue casual: —Después
de que todo esto esté resuelto, le mostraré mi
estatua esculpida más orgullosa.
—Está bien —respondió Xie Lian.
Entonces, los dos saltaron juntos.
Las ráfagas de vientos salvajes se cortaban en
sus oídos, una fuerza tan fuerte que era como las
olas rompiendo, pero sus manos no estaban
separadas por ese poder y en su lugar se
aferraron aún más fuerte.
Sin embargo, inesperadamente, a medio
camino en el aire, el agarre de Xie Lian se volvió
vacío.
No fue que su mano se resbaló o Hua Cheng
lo soltó; la mano que sostenía en la palma de su
mano desapareció de repente, sin más sustancia.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco y él gritó:
—¡¿SAN LANG?!
Estaba cayendo rápidamente y su grito de
hace un momento ya estaba a más de diez millas
por encima de su cabeza, su voz sonaba irreal.
Pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian
finalmente aterrizara de manera constante.
Inmediatamente se puso de pie y gritó: —¿San
Lang?
No hubo respuesta. Solo un eco hueco le decía
en qué espacio inmenso y vacío se encontraba
actualmente.
Había oscuridad por todas partes excepto por
lo de arriba y Xie Lian levantó la vista. Arriba,
había un cielo blanco como la nieve y se estaba
1560
reduciendo gradualmente. Esa debía ser la boca
del volcán del horno que se cerraba lentamente.
Pero, ¿a dónde fue Hua Cheng?
Crackle y whoosh y Xie Lian encendió una
Palma de Luz, con la esperanza de iluminar y ver
cómo eran las cosas aquí abajo. Sin embargo, la
oscuridad era inmensamente profunda y este
pequeño pedazo de llamas no podía mostrar
nada, la luz del fuego en sí parecía estar
fríamente absorbida por el vacío oscuro.
Además, accidentalmente no controló bien sus
poderes y las llamas estallaron demasiado alto,
casi quemándose la cabeza, por lo que
rápidamente arrojó ese fuego al suelo.
Casualmente, esa luz de fuego iluminó la parte
posterior de una tenue silueta blanca no muy
lejos.
Xie Lian se alarmó al instante.
—¡¿QUIÉN ES?!
Esa silueta blanca se dio la vuelta y respondió
en voz baja: —Sabes quién soy.
Aunque respondió, los músculos de la cara de
ese hombre no se movieron ni una pulgada.
Naturalmente, porque no era la cara de un
hombre, sino la de una máscara medio llorando y
medio sonriendo.
Xie Lian soltó: —¡SAN LANG!
Incluso si tuviera escalofríos y terror
incontrolables al ver esta cara, esta llamada no
fue porque estaba asustado, sino porque estaba
preocupado. Por supuesto, todavía no había
1561
nadie que respondiera y esa máscara que lloraba
y sonreía se había acercado por otro paso.
—No hay necesidad de gritar más. El horno
ahora está sellado. Ahora solo estamos tú y yo
aquí, no hay una tercera persona.
Xie Lian levantó la vista de nuevo
inconscientemente. Anteriormente todavía había
una pequeña escena blanca nevada del cielo,
pero ahora, ese poco de luz fue completamente
tragado por la oscuridad a su alrededor. Lo que
significaba que la montaña realmente había
sellado el horno.
Xie Lian no había esperado que las cosas
fueran así. Él y Bai Wuxiang, los dos, encerrados
dentro del horno.
¿Solo ellos dos? ¿Por qué los dos?
Xie Lian agarró a Fang Xin y le apuntó con la
espada.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Estás
entrometiéndote de nuevo? ¿Dónde está él?
¿Dónde está él ahora?
Bai Wuxiang sujetó el borde de la espada con
dos dedos y la otra mano golpeó la hoja, ¡el
sonido metálico claro y nítido!
—Se ha ido.
Xie Lian observó este movimiento suyo y sus
ojos se volvieron fríos.
—Explícate claramente. ¿Qué quieres decir
con ido?
—Ya no quiere seguirte. Se fue. Muerto. ¿Qué
piensas? —Dijo Bai Wuxiang.
1562
—... —Xie Lian sintió por primera vez que se le
encogía el corazón, luego, inmediatamente
después se desencadenó una ira violenta y
golpeó—. ¡DETEN TUS TONTERÍAS!
Bai Wuxiang una vez más atrapó esa espada
sin esfuerzo.
—Bien, bien. Estaba hablando tonterías. No te
preocupes ya lo envié fuera del horno, así que
incluso si quiere apresurarse ahora ya sería
demasiado tarde.
A Xie Lian realmente no le importaba si Hua
Cheng podía hacerlo, siempre y cuando estuviera
bien y silenciosamente suspiró aliviado.
Bai Wuxiang continuó: —Pero, probablemente
sea lo mejor que no entre. De lo contrario, incluso
si no lo cree ahora, más tarde cuando te vea,
quién sabe si todavía quiera estar contigo.
Xie Lian no pudo soportarlo más y balanceó su
espada nuevamente, gritando: —¡CÁLLATE!
¡TENGO SUFICIENTE DE TI! ¿QUÉ DESEAS?
¿QUÉ QUIERES? ¿CUÁNTO TIEMPO MÁS VAS
A ESTAR OBSESIONADO CONMIGO?
Bai Wuxiang esquivó fácilmente cada uno de
sus golpes y Xie Lian gritó de rabia: —¿Por qué
no has muerto? ¿POR QUÉ VINISTE AL
HORNO?
—¡Gracias a ti! —Respondió Bai Wuxiang.
El movimiento de Xie Lian vaciló y él resopló.
—¿Qué quieres decir?

1563
Bai Wuxiang respondió lánguidamente:
—Porque has venido. Entonces, yo también he
venido.
Al escuchar una respuesta como esta, la cara
de Xie Lian se torció.
Sin embargo, no importaba cuán furioso
estuviera, cuán fuerte era su intención asesina,
era como si Bai Wuxiang pudiera predecir
siempre cuál sería su próximo golpe y evitar cada
ataque por solo milímetros. Cuanto más golpeaba
Xie Lian, más entendía un hecho cruel: ¡No podía
ganar!
—Así es —como si pudiera leer su mente, Bai
Wuxiang dijo—. No puedes ganar.
En el momento en que esas palabras salieron
de sus labios, una cuchilla atravesó la muñeca de
Xie Lian. Un dolor insoportable se extendió por
todo su cuerpo y Xie Lian soltó involuntariamente
su agarre de la espada. ¡Al segundo siguiente,
fue sujetado por el pelo, jalado por la fuerza y
luego golpeado contra el suelo!
Sus oídos resonaban, su nariz y boca estaban
llenas de la astringencia de la sangre y su cabeza
tenía una conmoción.
Pasó un tiempo más tarde antes de que Xie
Lian sintiera que una mano sacaba su cabeza del
suelo destrozado y una voz llegó desde arriba.
—Tan triste, tan lamentable.
Xie Lian ahogó un bocado de sangre.

1564
Bai Wuxiang dijo: —Cada vez que me
encuentro con Dianxia, siempre te ves así. Hace
que duela, hace que me emocione.
Xie Lian mordió otro trago de sangre,
negándose a toser y él gruñó: —No estés
demasiado contento. Es posible que no pueda
ganar contra ti en este momento, pero... alguien
puede. Incluso si puedes salir del horno, Jun Wu
puede matarte nuevamente.
Además, todavía estaba Hua Cheng.
Sin embargo, inesperadamente, Bai Wuxiang
respondió: —¿Quién dijo que el que saldrá del
horno sería yo?
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió.
¿No él? ¿Quién más podría ser si no él?
Bai Wuxiang levantó la cara para mirarlo a los
ojos y dijo calurosamente: —Dianxia, creo es
posible que haya entendido mal. Ciertamente
habrá un supremo que saldrá de este horno, pero
no seré yo. Serás tú.
Xie Lian fue sacudido hasta la médula.
—¿Qué dijiste? No soy…
Antes de que terminara, comprendió y al
instante su cuerpo quedó cubierto de sudor frío
por la conmoción.
Bai Wuxiang dijo: —Eso es correcto. Eso es
exactamente. Felicitaciones, finalmente
entendiste mi verdadero objetivo. ¿No es este tu
tercer camino favorito?
Actualmente en el horno, solo había un
supremo y un dios y por lo que parecía, solo
1565
había dos caminos a seguir. O bien, Bai Wuxiang
lo mataba y salía del horno; o los dos podrían
quedarse atrapados dentro del horno para
siempre, escapando de un sueño antiguo.
Sin embargo, en realidad había un tercer
camino.
¡Mientras Xie Lian se matara en este momento,
se convierta en un fantasma y mate a Bai
Wuxiang, entonces podría convertirse en un
Supremo y atravesar el horno!
Xie Lian finalmente salió de su sorpresa.
—¡NO LO PIENSES! ¿Estás loco? ¿Justo lo
que quieres? ¿Por qué hacer esto?
¿Convertirme en un supremo? ¡No estoy tan loco
como tú! ¡Incluso si quieres que te mate, no hay
forma de que pueda vencerte, el horno no
reconocerá a un supremo así!
Era la verdad honesta. Sobresalir como
persona no significaba que uno pudiera sobresalir
como un dios; y poder convertirse en dios no
significaba que uno pudiera convertirse en un
fantasma demoniaco.
Sin embargo, Bai Wuxiang dijo: —¿En serio?
No estés tan seguro.
Entonces, su otra mano extendió la mano. Con
la luz del fuego no muy lejos, Xie Lian pudo ver
que una máscara apareció en esa otra mano.
Exactamente igual que el de la cara de Bai
Wuxiang.
—¿Te acuerdas de esta máscara que sonríe y
llora? —Preguntó Bai Wuxiang—. Te queda bien.
1566
Los ojos de Xie Lian se agrandaron y el terror
era como una marea de insectos, densos y
abarrotados mientras se arrastraban por su
mente.
Se obligó a decir débilmente: —Quítalo,
quítalo... ¡QUÍTALO!
Bai Wuxiang comenzó a reír.
—Parece que la memoria de Dianxia no es tan
genial. Si ese es el caso, déjame ayudarte a
recordar, ¿eh?
Luego, sin darle la oportunidad de protestar,
esa máscara trágicamente pálida, sonriente y
llorosa, se fusionó con la oscuridad infinita
cuando se presionó fuertemente sobre la cara de
Xie Lian.

1567
1568
Fin del volumen III

1569
Sobre el autor
Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜
臭) es una autora china de edad
desconocida, aunque se
asegura que aún es joven. Es
conocida por sus novelas
danmei (el equivalente chino del
género Yaoi), y es una de las
autoras más exitosas del
género, con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de
Autosalvación del Villano Escoria): Comúnmente
conocido por los fanáticos occidentales como
Villano Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la Cultivación
Demoníaca / Fundador del Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Oficial
Celestial)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso
para el dios de la muerte)

1570
1571
La traducción fue hecha por fans, dedicada a
los fans, sin el propósito de ganar dinero por
medio de dicho libro.
Esta traducción no es oficial.
Si este libro llega a tus manos, te pedimos
que apoyes al autor, ya sea comprando sus
libros, compartiendo sus obras, o siguiéndolo
por redes sociales.
No re-subir a ninguna plataforma.

Traducción al inglés por ★suika


@yummysuika/twitter y ★ryuu
@RyuuseiKuma/twitter
Traducción al español por AlekMma
Twitter/Wattpad (@1997alafecha)

POR FAVOR, APOYA AL AUTOR


http://www.jjwxc.net/onebook.php?novelid=3200611

1
Tiān Guān Cì Fú

2
Sinopsis
Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe
Heredero del reino XianLe; uno que fue amado
por sus ciudadanos y recibió el amor del mundo.
Como era de esperar, ascendió a los cielos a una
edad muy temprana. Ahora, ochocientos años
después, Xie Lian asciende a los cielos por
tercera vez como el hazmerreír de los tres reinos.
En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso fantasma demoníaco que gobierna
el purgatorio y aterroriza a los cielos... pero sin
que Xie Lian lo sepa, este Rey Fantasma le ha
estado prestando atención hace mucho, mucho
tiempo.

Otros nombres: Heaven Official’s Blessing, La


Bendición del Oficial Celestial.
Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2017.
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama,
Misterio, Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.

3
volumen cuatro

LA CALAMIDAD VESTIDA DE BLANCO

4
ARCO DEL PRIMER DESTIERRO

5
Capítulo 181
Noche de linternas; centavos por un
alma errante

X
ie Lian se despertó con horror.
Su cuerpo estaba empapado en sudor frío
por el susto y se levantó de su descanso,
enterrando su rostro en sus manos.
La razón por la que despertó conmocionado fue
por un sueño. Dentro del sueño, tanto su padre
como su madre se ahorcaron y se suicidaron. Lo
vio, pero no había alegría ni pena, ni lágrimas
fluyendo, solo preparó otra banda de seda
blanca. Justo cuando estaba metiendo la cabeza
en el nudo, vio que debajo había un hombre
vestido de blanco que llevaba la máscara de
sonrisa llorosa que se burlaba de él, su corazón
se sacudió, el nudo se tensó y se produjo una
asfixia aplastante.
Luego se despertó.
Ya era de día fuera de la ventana, y desde el
exterior llegó una voz: —¡Dianxia! ¿Estás
despierto?

6
Xie Lian respondió bruscamente: —¡Estoy
despierto!
Fue solo después de haber jadeado
violentamente durante un buen rato que se dio
cuenta de que no estaba sentado en un futón,
sino que era un colchón de paja lo que estaba
debajo de su cuerpo. Aunque estaba en capas
con muchos lotes de heno, extraordinariamente
suave, pero para él todavía no era del todo
cómodo. Incluso ahora todavía no estaba
acostumbrado a una ropa de cama tan simple y
tosca.
El que lo llamó hace un momento fue Feng Xin.
Salió temprano en la mañana y acababa de traer
comida, y todavía estaba instando a Xie Lian
desde afuera para ir a comer. Xie Lian lo
reconoció y se arrastró.
Esa sensación de asfixia en el sueño era
demasiado real y su mano inconscientemente
palpó su cuello. Solo había querido verificar si
realmente había una marca de estrangulamiento
dejada por una banda de seda blanca anudada,
pero inesperadamente, realmente había sentido
algo.
Xie Lian se sacudió al principio, y se apresuró
a agarrar un espejo arrojado del suelo no muy
lejos, pero cuando miró su reflejo, se dio cuenta
de que era un collar negro que le rodeaba el

7
cuello. Por lo tanto, finalmente se calmó y recordó
todo.
Era el grillete maldito.
Los dedos de Xie Lian lo sondearon.
Una vez desterrado para convertirse en mortal,
aparte de envejecer más lentamente que los
humanos normales, no había muchos otros
privilegios. Sin embargo, cuando Jun Wu fabricó
por primera vez el grillete maldito de Xie Lian,
todavía mostró algo de piedad y le dejó espacio
para acomodarse.
Si bien este grillete maldito encerraba sus
poderes espirituales, también selló su edad y su
cuerpo de carne al mismo tiempo, lo que le
permitió ni envejecer ni morir. Además, Jun Wu
le dijo que, si lograba ascender nuevamente, todo
en su vida anterior sería perdonado, y esto sería
eliminado.
Pero, usar tal cosa en el cuerpo no era diferente
a un criminal cuya cara fue tildada de pecador,
sin duda una humillación profunda. Habiendo
pensado esto, Xie Lian extendió la mano hacia un
lado y agarró una banda de seda blanca, lista
para ponérsela sobre la cabeza. Sin embargo, en
el momento en que levantó la mano, recordó de
repente esa sensación aterradora de que su
cuello se estrangulaba lentamente del sueño y
dudó. Sin embargo, al final todavía lo tomó y lo

8
envolvió completamente alrededor de su cuello y
la mitad inferior de su cara antes de salir.
Feng Xin y Mu Qing ya lo estaban esperando
afuera. Feng Xin había traído bollos humeantes
al vapor y Mu Qing estaba masticando
lentamente. Feng Xin le pasó dos a Xie Lian, pero
cuando Xie Lian vio esos bollos toscos y secos
perdió el apetito, por lo que negó con la cabeza y
los rechazó.
—Dianxia, tiene que comer algo por la mañana.
Tenemos que trabajar después, y no es un
trabajo que se puede hacer con solo sentarse
—dijo Feng Xin.
Mu Qing no se molestó en mirar hacia arriba.
—Sí, incluso si no comes esto no hay nada más
para comer. Puedes desmayarte de nuevo, pero
al final aún tendrás que comer esto.
Feng Xin lo fulminó con la mirada.
—Cuida tu tono.
Xie Lian había ascendido hace unos años y
durante mucho tiempo olvidó lo que era comer.
Hace unos días estuvo a punto de desmayarse, y
solo después de eso se dio cuenta de que era
porque no había comido nada en varios días.
Este fue el incidente al que Mu Qing se refería.
Sentado a un lado, Xie Lian no quería que esos
dos comenzaran a pelear tan temprano en la
mañana, así que cambió de tema de inmediato.

9
—Vamos. Ni siquiera sabemos si
encontraremos algún trabajo hoy.
Xie Lian del pasado tenía un estatus noble y
prestigioso, y dado que poseía un cuerpo
celestial, que no necesitaba sustento mortal,
naturalmente no había necesidad de preocuparse
por ganarse la vida. Sin embargo, el él de ahora,
aunque todavía era un príncipe heredero, el reino
de XianLe ya no existía; aunque todavía era un
dios, hacía tiempo que había sido desterrado.
Ahora que básicamente no era diferente de un
mortal, naturalmente necesitaba preocuparse por
cómo vivir sus días. La profesión de los
cultivadores era, por supuesto, atrapar fantasmas
y realizar servicios, pero no era como si hubiera
demonios y monstruos para atrapar o rituales
para realizar todos los días, por lo que, la mayoría
de las veces aún necesitaban encontrar algo
casual, un trabajo temporal, como ayudar con el
transporte de mercancías o algún trabajo manual.
Pero incluso estos pequeños trabajos de tipo
recado podrían no ser tan fáciles de conseguir, ya
que hasta ahora, había demasiados civiles
empobrecidos que fueron desplazados. Cuando
estos pobres vieron que había trabajo, ni siquiera
necesitaban un pago; con solo un bollo y medio
tazón de arroz ya estarían dispuestos a trabajar,
pululando para luchar por el trabajo, entonces,
¿cómo podrían competir Xie Lian y compañía?
10
Incluso si lograron agarrar algo, después de que
Xie Lian deliberara, aún podría pensar que otros
necesitaban más el trabajo. Efectivamente,
después de caminar por las calles durante un
buen rato, todavía no encontraron nada.
—¿No podemos encontrar algo más estable y
respetable que hacer? —Se quejó Mu Qing.
—Basura. Si existiera, lo habríamos
conseguido hace mucho tiempo. —Feng Xin
dijo—. ¿No se debe mostrar el rostro en los
trabajos respetables? ¿Quién no reconoce la
cara de Dianxia? Si fuera reconocido, ¿cómo se
mantendría estable el trabajo?
Mu Qing dejó de hablar. Xie Lian, por otro lado,
envolvió el vendaje blanco que cubría la mitad
inferior de su rostro con más fuerza. De hecho, si
alguien fuera a reconocer quién era él, entonces
tendrían que huir o serían golpeados y
ahuyentados. Y, por ejemplo, si se alistaran para
un trabajo de guardia de seguridad, ¿quién
podría estar lo suficientemente cómodo como
para contratar a alguien con antecedentes
desconocidos, un guardia de seguridad que ni
siquiera mostrara su rostro? Tampoco podían ir
y tomar trabajos de asesinato, por lo que sus
opciones eran muy limitadas.
Era imposible para los dioses preocuparse por
el hambre. Sin embargo, los mortales
necesitaban comer. Desde que Xie Lian era
11
joven, nunca había tenido que considerar este
tipo de asuntos, y esta era realmente la primera
vez en más de diez años que este problema lo
afectaba. Sin embargo, si los dioses ni siquiera
sabían cómo se sentía el hambre, ¿cómo podrían
entender los sentimientos de un adorador
hambriento? ¿Cómo podrían empatizar? En este
punto, solo podía tomar esta experiencia como
una forma de entrenamiento.
Justo entonces, hubo una repentina cacofonía
de gongs y tambores desde no muy lejos en la
distancia, y una gran multitud se reunió para ver
lo que estaba sucediendo. Los tres siguieron la
corriente y subieron a mirar, había algunos
artistas marciales y payasos que gritaban con
todas sus fuerzas dentro de la multitud. Era un
músico callejero.
Mu Qing intentó sugerir de nuevo: —Si todo lo
demás falla, ¿por qué no actuamos en las calles?
Xie Lian también estaba considerando lo
mismo, pero antes de responder, Feng Xin ya
estaba respondiendo mientras observaba:
—¿Qué tontería estás diciendo? El cuerpo de
Dianxia vale mil de oro, ¿cómo puede hacer algo
así?
Mu Qing puso los ojos en blanco.
—Ya hemos llevado ladrillos, entonces, ¿en
qué se diferencia el entretenimiento callejero?

12
—Cargar ladrillos es alimentarnos con nuestra
propia fuerza física —dijo Feng Xin—. La música
callejera es entretener a las masas, divertirlas
haciendo el ridículo, así que, por supuesto, ¡es
diferente!
Entonces, uno de los payasos que estaba
saltando tropezó y cayó. La multitud rió a
carcajadas cuando se levantó y se dobló por la
cintura para inclinarse y recoger algunas
monedas dispersas arrojadas al suelo. Al ver
esto, una profunda sensación de rechazo surgió
en la mente de Xie Lian, sacudió la cabeza con
fuerza, tachando el entretenimiento callejero
como un camino viable de empleo.
Cuando Mu Qing vio, dijo: —Bien. Entonces
empecemos a empeñar cosas.
—Ya hemos empeñado muchas cosas —dijo
Feng Xin—, de lo contrario no lo habríamos
logrado hasta ahora. El resto no puede ser
empeñado.
De repente, detrás de la multitud llegaron
oleadas de gritos de sorpresa, y alguien gritó:
—¡LOS SOLDADOS ESTÁN AQUÍ! ¡LOS
SOLDADOS ESTÁN AQUÍ!
Al enterarse de que los soldados habían
venido, la bulliciosa multitud que miraba el
espectáculo se separó. Poco después, una
banda de soldados con armas en sus manos,
vestidos con nuevas y brillantes armaduras, sus
13
aires impresionantes, se pavonearon calle abajo,
interrogando a cualquiera que pareciera
sospechoso. Los tres se escondieron en la
multitud y escucharon a las personas a su lado
hablar.
—¿A quién están tratando de atrapar?
—No te preocupes, no están aquí para
arrestarnos. Escuché que están tratando de
capturar a los miembros de la realeza XianLe que
escaparon.
—Al parecer, alguien vio personas
sospechosas por aquí, por lo que la ciudad ha
sido muy estricta en las búsquedas últimamente.
—¡¿De verdad?! Dios mío, ¿han huido
realmente a este lugar?
Al escuchar esto, los tres intercambiaron
miradas y Xie Lian susurró: —Regresemos y
veamos.
Los otros dos asintieron. Silenciosamente
dejaron a la multitud por separado, y solo
después de haber caminado por un tiempo sin
llamar la atención, se encontraron de nuevo y
huyeron.
Corrieron hacia un pedazo de bosque desolado
en una pequeña montaña, y desde lejos Xie Lian
pudo ver una gruesa columna de humo saliendo
del bosque. Su corazón cayó pesadamente;
¿Podrían los soldados de YongAn haber

14
descubierto este lugar y haber prendido fuego
para asesinarlos?
Corrieron más cerca, había una pequeña
cabaña rota escondida en los árboles,
posiblemente dejada por algún cazador
desconocido del pasado. El humo espeso
provenía del interior de esta cabaña y Xie Lian
soltó: —¡MADRE! ¿QUÉ SUCEDE, ESTÁS
ALLÍ?
Después de su grito, una mujer salió a saludar
y gritó alegremente: —¿Mi hijo? ¿Viniste?
Era la reina. Estaba vestida con sencillez y
había adelgazado un poco, un poco diferente a
su aspecto de mujer adinerada del pasado. Al ver
que su madre estaba bien y su rostro estaba lleno
de deleite, obviamente sin molestias, Xie Lian se
relajó, pero luego preguntó rápidamente: —¿Qué
pasa con el humo?
La reina respondió, avergonzada: —... No es
realmente nada. Solo quería cocinar un poco
hoy...
Xie Lian no sabía si reír o llorar y dijo: —¡No!
¿Por qué cocinar? Simplemente acepta la comida
que Feng Xin y Mu Qing te traen todos los días.
Este humo es demasiado llamativo; donde hay
humo, hay gente, atraerás a los soldados de
YongAn. Nos topamos con ellos en la ciudad
antes. Esta ciudad también reforzará su

15
seguridad, tendremos que mudarnos a un lugar
diferente nuevamente.
Feng Xin y Mu Qing entraron a la cabaña para
apagar el humo, y la reina tampoco se atrevió a
ser negligente, así que fue a los cuartos traseros
para hablar con el rey.
Feng Xin salió y susurró: —Dianxia, ¿no va a ir
a ver a su majestad?
Xie Lian sacudió la cabeza.
—No.
Los dos, padre e hijo, uno era el rey de un reino
caído, el otro era un dios desterrado, pero quién
era más patético, el más avergonzado, realmente
no podía ser comparado. Si se vieran obligados a
sentarse uno frente al otro, solo se mirarían el uno
al otro en lugar de tener una conversación de
corazón a corazón, por lo que, si pudieran evitar
verse, sería lo mejor.
Xie Lian gritó: —Madre, ¿por qué no empacas
un poco y nos vamos hoy? Vendremos a
recogerte por la noche. Nos iremos por ahora.
La reina rápidamente volvió a salir.
—Hijo mío, ¿te vas así? No nos has visitado
en tantos días, ¿por qué irse tan rápido?
—Tengo que ir a entrenar —dijo Xie Lian.
En verdad, era ir a buscar trabajo, de lo
contrario no podrían reunir suficiente sustento
para tanta gente.

16
—¿Ya comiste esta mañana? —Preguntó la
reina.
Xie Lian sacudió la cabeza. Los tres ya estaban
hambrientos.
La reina dijo: —Entonces te arruinarás el
cuerpo. Afortunadamente, acabo de guisar una
olla de gachas, entra y come algo.
Xie Lian se preguntó internamente: —¿Por qué
había tanto humo como si el palacio estuviera en
llamas si era solo una olla de gachas...?
La reina se volvió hacia Feng Xin y Mu Qing.
—Ustedes dos niños vengan a comer con
nosotros también.
Feng Xin y Mu Qing no esperaban recibir tal
tratamiento en absoluto y trataron de declinar,
pero la reina se mantuvo firme, por lo que los dos
solo pudieron sentarse tímidamente a la mesa,
ambos sintiéndose bastante sorprendidos y
halagados.
Sin embargo, después de que la reina trajo esa
olla, su sorpresa pronto se convirtió en temor.

Después de regresar a la ciudad, el estómago


de Mu Qing todavía estaba revolviéndose, y dijo
mientras tropezaba: —Pensé... que las gachas

17
de avena olían a agua estancada, ¡pero no había
pensado que sabría igual!
Feng Xin apretó los dientes. —¡Cállate! ¡No
obligues a la gente a recordar esa olla de cosas!
La reina es... un cuerpo de diez mil de oro
después de todo... nunca cocinó... esto ya es...
¡UGH!..
Mu Qing dijo: —¿Dije algo malo? Si no
pensaste que era como el agua estancada, ¿por
qué no…? ¡Ve a pedirle a la reina que te conceda
otro tazón! ¡AAh!
Los dos estaban agitándose de un lado a otro y
Xie Lian agarró a los dos, dándoles palmaditas en
la espalda: —¡Dejen de comportarse de esta
manera! Miren, más adelante... ¡parece que hay
trabajo!
Efectivamente, cuando los tres llegaron, había
un par de cabecillas gritando en las calles en
busca de ayuda contratada. El pago era bastante
decente y no había un límite para la cantidad de
ayuda necesaria, se llevarían a todos los que
vinieran, por lo que los tres se inscribieron
rápidamente, mezclándose con un grupo de
pobres, desaliñados y delgados, formando una
banda grande cuando llegaron a un campo
fangoso y vacío. Parecía que había la intención
de construir una nueva residencia aquí, por lo que
el área iba a comenzar con una revisión,
comenzando por rellenar los terrenos primero.
18
Los tres trabajaron duro, sus cuerpos cubiertos
de barro. Feng Xin estaba arrastrando tierra
mientras abrazaba su estómago, su cara verde,
maldiciendo.
—... ¡A la mierda! ¡Creo que esa olla de agua
estancada estofada se convirtió en un espíritu en
mi estómago!
Xie Lian llevaba una canasta llena de tierra y
miró hacia atrás, hablando en voz baja:
—¿Puedes continuar…? ¿Quieres sentarte un
momento a un lado?
Mu Qing se volvió hacia Xie Lian.
—¿Por qué no descansas a un lado?
—No. Todavía puedo aguantar. —Respondió
Xie Lian.
Mu Qing puso los ojos en blanco.
—No seas terco. Si ensucias tu ropa, soy yo
quien tiene que lavarla. Prefiero hacer tu parte del
trabajo.
No muy lejos en la distancia, alguien gritó:
—¡TRABAJEN DURO Y NO HABLEN! ¡No sean
perezosos! ¿TODAVÍA QUIEREN QUE LES
PAGUE?
Feng Xin fue tenaz y continuó aguantando,
incluso acarreando el doble de lodo que antes.

19
—No es que sea una gran paga, ¿por qué
hacer tanto alboroto por eso?

Después de un día agotador, después de haber


luchado desde el mediodía hasta la puesta del
sol, el trabajo finalmente se hizo. Físicamente, los
tres no estaban completamente exhaustos, pero
por haber trabajado tan duro solo por un poco de
salario y un bocado, el corazón estaba más
cansado que el cuerpo. Cuando finalmente
obtuvieron algo de tiempo libre, se acostaron en
un campo que estaba un poco más limpio para
descansar. En ese momento, apareció otro
grupo, ruidoso y estridente. Un par de hombres
arrastraban una estatua de piedra mientras
caminaban lentamente.
Xie Lian levantó la vista ligeramente.
—¿Qué estatua es esa?
Mu Qing también lo miró.
—Tal vez la nueva estatua divina para proteger
este lugar.
Xie Lian no habló.
Si esto fuera el pasado, entonces la estatua
divina elegida para proteger la tierra sería su
estatua de príncipe heredero sin duda, pero

20
ahora quién sabe qué dios sería. Era más
probable que fuera Jun Wu, o tal vez cualquier
funcionario que ascendió recientemente.
Después de una larga pausa, al final Xie Lian
todavía no pudo evitar preguntarse quién era el
que lo reemplazó, por lo que se obligó a
levantarse y se acercó a la multitud para echar un
vistazo. Esa estatua de piedra tenía la espalda
hacia él para que no pudiera ver la cara con
claridad, pero parecía estar arrodillado. Ahora
estaba aún más curioso. ¿La estatua divina de
qué Oficial Celestial se arrodillaba? Luego dio la
vuelta al gran círculo antes de girar para mirar.
Cuando vio, toda su mente se quedó en blanco.
¡El rostro de esa estatua divina era suyo!
Esa estatua arrodillada se acomodó en el
suelo, y alguien en el costado le dio una palmada
grosera en la cabeza.
—Finalmente fue transportada. ¡Este bastardo
es bastante pesado!
—¿Por qué arrastraste una estatua como esta?
Es un poco fea, ¿por qué no traer al Emperador
Marcial Celestial? ¿Este no es…? No recuerdo su
nombre.
—Es ese, ¿verdad? ¿No dijeron que adorarlo
traería mala suerte? ¿Ustedes todavía se atreven
a adorarlo? Y te tomaste el tiempo para
transportarlo hasta aquí...

21
—Veamos, ninguno de ustedes entiende.
Adorar a un Dios de la Desgracia ciertamente
traería mala suerte, pero esta estatua no es para
adorar, es para pisar. Si pisas a un Dios de la
Desgracia, ¿no significa eso que garantizará tu
eterna fortuna?
La multitud se iluminó.
—¡Qué buen significado, un excelente
simbolismo!
Feng Xin y Mu Qing también podían sentir que
algo iba mal y cuando se acercaron, también se
quedaron en silencio. Feng Xin estaba a punto de
explotar, pero Mu Qing lo detuvo, advirtiéndole
con los ojos y dijo en voz baja: —El príncipe
heredero ni siquiera ha comenzado nada, ¿por
qué gritas?
De hecho, Xie Lian estaba callado y Feng Xin
no estaba seguro de si tenía otras
consideraciones, por lo que no se atrevió a
moverse imprudentemente. Por lo tanto, se obligó
a tragarse sus palabras enojadas, pero sus ojos
ardían como llamas.
Finalmente, alguien refunfuñó: —¿No es esto...
bastante inapropiado? Él fue un dios una vez,
Taizi Dianxia.
—Por favor, XianLe ha caído, ¿qué príncipe
heredero?

22
Otro dijo: —Lo que dijiste estaba mal. Pisar a
un Dios de la Desgracia no es nada inapropiado,
de hecho, debería agradecernos.
Xie Lian de repente dijo: —¿Oh? ¿Por qué
debería agradecerte?
Ese hombre explicó presuntuosamente:
—¿Has visto las alfombrillas de los templos? Es
pisoteado por miles, cientos de miles, pero ¿mi
señor ve cuántas familias ricas están luchando
para pagar por uno de esas alfombrillas de los
templos para usarlos como tapetes? Es porque
cada paso dado en ese tapete, ese tapete
absolvería un pecado, pagaría una deuda,
cobraría un mérito. Esta estatua arrodillada tiene
la misma función. Si cada uno da un paso sobre
su cabeza, o escupimos sobre él, ¿no estamos
reuniendo también méritos para el príncipe
heredero? Entonces, debería agradecernos...
Xie Lian ya no podía escuchar.
Cuando ese hombre dijo la palabra;
agradecernos, su puño ya estaba levantado y se
lanzó.
La multitud explotó al instante.
—¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! ¡PELEA!
¿QUIÉN ESTÁ CAUSANDO PROBLEMAS?
Feng Xin ya no podía esperar para golpear a la
gente, por lo que también gritó al unirse a la
pelea. Mu Qing no pudo decir si se unió él mismo
o si fue atrapado. En cualquier caso, los tres
23
comenzaron a pelear. En medio de la pelea, hubo
varias ocasiones en que el vendaje blanco en la
cara de Xie Lian casi se arrancó, pero gracias a
los cielos eso no sucedió. Los tres eran expertos
en artes marciales, pero la otra parte tenía los
números, y más tarde, Mu Qing estaba
reteniendo a los otros dos, advirtiéndoles que
matar a los mortales era agregar cargos a sus
crímenes, por lo que la pelea terminó siendo
miserablemente restringida. Al final, aunque la
pelea fue gratificante, los tres aún fueron
expulsados.

Después de caminar un rato junto a un río,


descuidado, sus pasos finalmente disminuyeron.
Mu Qing se quejó enojado, su rostro negro y azul.
—¡Trabajamos muy duro todo el día, pero al
final no ganamos nada por una pelea!
Feng Xin se limpió la sangre en los labios.
—¿Cómo puedes pensar en dinero en un
momento como este?
—¡Es precisamente porque es un momento
como este que hay que pensar en dinero!
—Respondió Mu Qing—. ¿Un momento como
este? ¿Qué hora es? ¡El momento en que nos
morimos de hambre! No importa si no lo admites,
¡pero no se puede hacer nada sin dinero! ¿No
podían ambos soportarlo un poco?
Xie Lian no habló.
24
Feng Xin habló: —¿Cómo soportamos esto?
¡Lo han convertido en ese tipo de estatua
arrodillada para que la gente pise! No es tu rostro
el que está siendo pisoteado, así que, por
supuesto, puedes hablar tan a la ligera.
—Desde que la guerra se perdió, no es la
primera vez que sucede algo así —dijo Mu
Qing—. Y seguramente habrá más en el futuro.
Si no puede aprender a acostumbrarse pronto,
bien podría morir.
Feng Xin argumentó con disgusto:
—¿Acostumbrarse? ¿Acostumbrarse a qué?
¿Ser humillado por otros? ¿Acostumbrarse a los
mortales que le pisan la cara? ¿Por qué tiene que
acostumbrarse a algo así?
Xie Lian gritó con irritación: —¡Es suficiente!
Para de discutir. ¿Vale la pena pelear por algo
tan pequeño como esto? —Los dos se callaron al
mismo tiempo. Después de una pausa, Xie Lian
suspiró—. Vámonos. Encuentren un carruaje
para ir a buscar a mamá y papá. Tenemos que
irnos de esta ciudad esta noche.
Feng Xin reconoció: —Está bien.
Los dos caminaron uno al lado del otro por un
momento cuando de repente notaron que Mu
Qing no los seguía.
Xie Lian miró hacia atrás, confundido.
—¿Mu Qing?

25
Después de un silencio, Mu Qing habló:
—Dianxia, quiero hablar con usted sobre algo.
—¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.
Pero Feng Xin dijo con impaciencia: —¿Qué
pasa contigo ahora? Ya dije que ya no discutiré
contigo, ¿qué más quieres?
—Quiero irme —dijo Mu Qing simplemente.
—...
Aunque antes de abrir la boca, Xie Lian ya
había tenido una vaga premonición, ahora que
Mu Qing dijo esas palabras en voz alta, el aliento
de Xie Lian todavía se detuvo.
Feng Xin sospechaba que podría haber
escuchado mal.
—¿Qué? ¿Qué dijiste?
Mu Qing enderezó la espalda, sus negros ojos
de obsidiana inquebrantables, y su actitud
tranquila.
—Por favor, permítame irme.
—¿Irte? —Exclamó Feng Xin—. ¿Qué debería
hacer Dianxia si te vas? ¿Y el rey y la reina?
Mu Qing abrió y cerró la boca un par de veces,
pero al final todavía dijo: —Lo siento. No puedo
hacer más.
—No, explícate ahora mismo, ¿a qué diablos te
refieres con; no puedo hacer más? —Preguntó
Feng Xin.
Mu Qing respondió: —El rey y la reina son los
padres de Dianxia y yo tengo mi propia madre.
26
Ella también necesita mi cuidado. No puedo decir
que necesito cuidar a otra persona y a los padres
de otra persona y descuidar a mi propia madre.
Entonces, ruego que Dianxia lo entienda, no
puedo seguir a su lado.
Xie Lian se sentía débil y se apoyó contra una
pared a un lado.
Feng Xin preguntó fríamente: —¿Es esa la
verdadera razón? ¿Cómo es que nunca lo
mencionaste antes?
—Esta es una de las razones. —Mu Qing
dijo—. Creo que otra razón es que nos hemos
hundido en un dilema, pero en cuanto a cómo
salir de este dilema, tenemos ideas muy
diferentes. Perdone mi honestidad, pero si las
cosas siguen así, nada mejorará incluso en un
millón de años. Entonces, nuestros caminos han
divergido.
Feng Xin estaba tan enojado que comenzó a
reírse y asintió, volviéndose hacia Xie Lian.
—Dianxia, ¿escuchaste eso? ¿Recuerdas lo
que dije antes? Si alguna vez fuera desterrado,
seguramente él sería el primero en irse. ¿No te lo
dije?
Mu Qing parecía estar ligeramente enfurecido
por sus palabras y dijo rotundamente: —¿Podrías
por favor no presionarme? Solo digo la verdad.
Todos tienen sus propios puntos de vista; nadie
nació destinado a seguir el camino recto del
27
Reino Mortal, el centro del mundo. Quizás
disfrutes de orbitar alrededor de otra persona,
pero otros pueden no ser igual a ti.
—¿De dónde vienen todas esas palabras
agrias ocultas? Me importa una mierda. —Feng
Xin dijo—. ¿No puedes decir claramente que nos
vas a dar la espalda?
—¡Suficiente!
Al escuchar la voz de Xie Lian, los dos se
detuvieron. Xie Lian se quitó la mano de la frente
y se volvió hacia Mu Qing. Lo miró por un
momento antes de hablar:
—No me gusta forzar a otras personas. —Mu
Qing frunció los labios, pero aún se mantenía
erguido—. Vete —dijo Xie Lian.
Mu Qing lo miró sin decir una palabra. Luego se
inclinó profundamente y realmente se dio la
vuelta para alejarse.
Al ver su retirada sin parpadear mientras
desaparecía en la noche, Feng Xin dijo con
incredulidad: —Dianxia, ¿realmente lo dejó ir así?
Xie Lian suspiró: —¿Qué más puedo hacer?
Ya dije que no me gusta forzar a otras personas.
—¿No, pero? ¡Ese bastardo! —Exclamó Feng
Xin—. ¿Qué pasa con él? ¿Realmente se fue, así
como así? ¿Salió corriendo? ¡Qué carajos!
Xie Lian se agachó junto a la orilla del río,
frotándose la frente.

28
—No importa. Ya que su corazón nos dejó, ¿de
qué sirve forzarlo? ¿Debimos amarrarlo y
obligarlo a lavar mi ropa?
Feng Xin tampoco sabía qué más decir y se
agachó. Un momento después escupió enojado:
—Maldita sea. Ese bastardo puede compartir la
riqueza, pero no el sufrimiento, huyendo en el
momento en que la mierda golpea. ¿No recuerda
nada de tu amabilidad?
—Yo fui quien le dijo que no lo recordara —dijo
Xie Lian—, así que tú también... no hay
necesidad de colgarlo de tus labios.
—¡Pero no es posible que no recuerde nada!
—Refutó Feng Xin—. ¡Qué mierda! Pero no se
preocupe, Dianxia, nunca, nunca lo dejaré. —Xie
Lian forzó una pequeña sonrisa, pero no dijo
nada. Feng Xin se levantó—. ¿Vamos a recoger
al rey y la reina? Iré a buscar un carruaje, solo
espera aquí.
Xie Lian asintió.
—Perdón por la molestia. Ten cuidado.
Feng Xin asintió y se fue. Xie Lian también se
puso de pie y caminó a lo largo del río por otro
tiempo, toda su persona todavía sentía un poco
ligera en los pies, como si nada fuera real.
La partida de Mu Qing realmente lo sorprendió
hasta la médula.
Primero, nunca había pensado que alguien tan
cercano se levantaría y se iría. En segundo lugar,
29
Xie Lian siempre había creído en para siempre.
Por ejemplo, los amigos siempre serían amigos
para siempre; sin traición, sin engaño, sin ruptura.
Tal vez habría momentos en que se separaran,
pero seguro que no sería por razones como que
la vida era demasiado horrible.
Así sucedía en las historias, el héroe y la
belleza eran una pareja hecha en los cielos, por
lo que nunca deberían separarse, manteniéndose
fieles el uno al otro para siempre. Si no podían,
todavía debía ser porque fueron forzados a
separarse por una muerte trágica, no porque el
héroe prefirió comer carne mientras que la
belleza prefirió comer pescado, o porque el héroe
despreciaba a la belleza por gastar demasiado
lujosamente y la belleza despreciaba al héroe por
sus malos hábitos.
De repente pisar y perder el equilibrio, hundirse
millones de millas solo para descubrir que todavía
estabas en el reino de los mortales realmente no
era un buen sentimiento.
Caminando al azar por un momento, de repente
hubo una serie de brillantes luces doradas
flotando desde adelante. Solo entonces Xie Lian
salió de su ensimismamiento, y cuando miró más
de cerca, descubrió que las luces eran en
realidad linternas tras linternas flotando sobre el
agua, fluyendo junto con la corriente del río.

30
También había un par de niños jugando riendo
junto a la orilla del río.
Xie Lian recordó: —Ah, hoy es Zhongyuan.1
En el pasado, siempre se realizaba un gran
servicio para el Festival Zhongyuan en el
Sagrado Pabellón Real; lo esperaría mucho antes
del evento y nunca lo habría olvidado. Ahora, no
tenía nada en mente en absoluto. Sacudió la
cabeza y continuó su camino. Justo en ese
momento, una voz llegó desde el camino.
—Niños, niños, ¿lo comprarán?
Esta voz era extremadamente vieja y áspera,
mezclada con un rastro del aire helado del mal.
Xie Lian instintivamente supo que algo andaba
mal y miró, solo para ver a los dos niños de antes
con linternas en sus manos detenidos en la
carretera, mirando algo con curiosidad y un poco
de miedo.
En la oscuridad frente a ellos se sentaba un
hombre. Parecía ser un anciano con túnica negra,
sucio y desaliñado mientras se fundía en uno con
la noche negra. En su mano sostenía una
linterna, y les hizo señas a los dos niños
sombríamente.

1
[中元節] Zhongyuan Jie, o el Festival de los Fantasmas, se celebra el decimoquinto
día del séptimo mes del Calendario lunar. (Esto generalmente cae alrededor de
agosto / septiembre en el calendario occidental). Es el mes fantasma, cuando las
puertas del inframundo están abiertas, por lo que los dioses patrullan con más
diligencia. El festival celebra el inframundo, y se hacen ofrendas a los muertos para
apaciguar sus espíritus y ayudar los a seguir adelante.
31
—Mis linternas son muy diferentes a las
linternas comunes en tus brazos. Estos son
tesoros raros; si pides deseos, se garantiza que
se harán realidad.
Esos dos niños pequeños dudaron.
—¿D-De verdad?
Ese anciano dijo: —Por supuesto. Mira.
La linterna en su mano estaba claramente
apagada, pero de repente brilló una inexplicable
luz roja. Había más de diez linternas en el suelo
junto a él, y ellas también parpadearon con una
luz verde inquietante, extremadamente peculiar.
Los dos niños pequeños estaban asombrados,
pero Xie Lian sabía exactamente lo que estaba
mirando. ¿Tesoros raros? ¡Era claramente la
fosforescencia de los muertos!
Debía haber almas de pequeños fantasmas
sellados dentro de esa linterna para que brillara
con una luz tan peculiar. En cuanto a este
anciano, debía ser un cultivador fraudulento que
capturó a esos desafortunados espíritus salvajes
errantes de quién sabe dónde y los ató a las
linternas. Estos dos niños no sabían sobre el
truco y aplaudían encantados, queriendo comprar
las linternas.
Xie Lian rápidamente se apresuró a decir: —No
lo compren. Está mintiendo.
Ese anciano lo fulminó con la mirada.
—¡Pequeño bastardo! ¿Qué dijiste?
32
Xie Lian lo expuso directamente.
—Esa linterna no es un tesoro, es un artilugio
demoníaco. Hay fantasmas llenos dentro, si traes
esto a casa para jugar, los fantasmas se
aferrarán a ti.
Cuando esos niños oyeron que había
fantasmas, no se atrevieron a quedarse y
gritaron: —¡AAH! —Mientras huían.
Ese anciano saltó y se puso de pie, gritando
enojado: —¿TE ATREVES A ARRUINAR MI
NEGOCIO?
Xie Lian razonó: —¿Cómo puedes llevar a cabo
un negocio así aquí? Sin contar a los niños
ignorantes, incluso los adultos que compran sus
linternas malvadas caerían en una gran
desgracia, tal vez incluso fantasmas resentidos
se aferrarían a ellos, y ¿no sería un gran error?
Incluso si debe vender tal cosa, debe ir a un lugar
especializado para vender.
Ese anciano reprendió: —Lo haces sonar tan
fácil. ¿Dónde encontrarías un lugar tan
especializado para vender tales cosas? ¡Todos
encuentran un lugar al azar y se instalan! —Dijo
mientras recogía un montón de esas linternas
feas y mal hechas, resoplando mientras se
preparaba para irse.
Xie Lian apresuradamente gritó: —¡Espera!
—¿Qué? ¿Qué quieres? —Ese anciano dijo
bruscamente—. ¿Vas a comprar?
33
—De ninguna manera. —Xie Lian dijo—.
¿Realmente planeas continuar vendiendo en otro
lugar? ¿De dónde vienen todos los fantasmas en
tus linternas?
—Los atrapé en el árido campo de batalla.
Están en todas partes. —Ese anciano respondió.
¿Entonces no eran las almas errantes de los
soldados fallecidos?
Habiendo escuchado esto, era imposible que
Xie Lian lo dejara solo, y él advirtió
solemnemente: —Deja de venderlos. ¡Hoy es
Zhongyuan! Si esto agita algo, no será divertido.
Además, esas son las almas heroicas de los
guerreros, ¿cómo puedes venderlas como
baratijas?
—Cuando las personas mueren, se convierten
en nada más que briznas, ¿a quién le importa si
es un alma heroica o no? —Ese anciano dijo—.
Por supuesto, son mis viejos huesos los que son
más importantes. Todos tenemos que ganarnos
la vida por aquí, si no me dejas vender, ¿qué
debo hacer? ¿Ser un vagabundo? Si te apasiona
esto, ¿por qué no gastas el dinero?
—Tú…
Al final, Xie Lian admitió la derrota.
—Bien. Compraré. —Luego metió la mano en
el bolsillo y recorrió cada esquina, solo para sacar
unos centavos—. ¿Es esto suficiente?

34
Ese anciano lo miró y exclamó: —¡Por
supuesto que no! ¡¿Cómo puede ser suficiente
este poquito?!
Xie Lian no sabía muy bien cuánto dinero se
consideraría normal al comprar más de diez
linternas, y nunca miró el precio cuando compró
cosas en el pasado, pero, en una situación tan
lamentable, logró aprender cómo negociar sin
que se les enseñaran.
—Tus linternas no se ven tan bonitas y tienen
muy mala suerte. Es mejor que me los vendas a
bajo precio.
—¿Ya está a este precio y está pidiéndolo más
barato? —Ese anciano argumentó—. Nunca he
visto a nadie más en bancarrota que usted, ¡qué
vergüenza!
Xie Lian podía sentir vergüenza clavarse en su
piel con sus palabras.
—Soy un príncipe heredero, te lo digo. Nunca
en mi vida alguien me ha dicho que estoy en
bancarrota.
Pero justo cuando las palabras salieron de sus
labios, las lamentó. Aun así, ese anciano no se
tomó en serio sus palabras, y se echó a reír.
—Si eres el príncipe heredero, ¡entonces yo
soy el buen emperador!
Xie Lian se sintió un poco aliviado, pero
también un poco incómodo. Aun así, al final él

35
bien podría seguir y decir simplemente:
—¿Venderás? Este es todo el dinero que tengo.
Después de mucho ir y venir, los dos finalmente
completaron la transacción. Xie Lian usó esa
cantidad de dinero patéticamente triste para
comprar más de diez linternas fantasmas y las
llevó a la orilla del río. Ese anciano desapareció
en el momento en que obtuvo el dinero, mientras
que Xie Lian, por otro lado, se sentó en la orilla,
desatando cada nudo rojo envuelto sobre las
linternas, liberando a todos los pequeños
fantasmas que fueron sellados por el hechizo, y
realizó un servicio simple para ellos.
De las linternas flotaban chispas de
inquietantes fuegos fantasmas. Estas almas eran
todos nuevos fantasmas que habían fallecido
recientemente, tristes y desenfocados sin una
conciencia clara propia, muy débiles y
vulnerables, razón por la cual ese anciano los
capturó tan fácilmente. Cuando fueron liberados
de esas linternas estrechas, todos rodearon a Xie
Lian, envolviéndolo íntimamente, a veces
frotándose contra él.
Xie Lian se puso de pie e instó suavemente: —
Vamos. Vayan.
Con la ayuda del suave empujón de su mano,
esos espíritus se elevaron más y más, flotando
hacia el horizonte, disipándose gradualmente.

36
Esto era lo que llamaban espíritus regresando al
mundo.
Xie Lian contempló el cielo estrellado durante
mucho tiempo cuando, de repente, detrás de él
llegó una vocecita.
—Dianxia... —Esa voz llamó.
Xie Lian se sorprendió e instantáneamente miró
hacia donde provenía la voz. Solo entonces se
dio cuenta de que quedaba una pequeña bola de
fuego fantasma que aún no había pasado a ese
cielo ni se había disipado en chispas.
Parecía que este pequeño fantasma era más
fuerte que todos los otros pequeños fantasmas y
no solo poseía su propia conciencia, sino que
también podía hablar. Se acercó, desconcertado.
—¿Me estabas llamando justo ahora? ¿Me
reconoces?
Habiendo sido notado, esa pequeña bola de
fuego fantasma pareció volverse bastante vivaz,
saltando arriba y abajo. A juzgar por su voz,
también parecía ser un hombre joven.
Decía: —¡Por supuesto que lo reconozco!
Xie Lian recordó que estaba cubierto de barro,
que parecía indecoroso e indigno, y se sentía
cada vez más incómodo. Apretó la mano en un
puño y la presionó contra sus labios, realmente
no queriendo admitir su identidad y pensó que tal
vez podía decir que estaba equivocado.
Un momento después, controló su expresión.
37
—¿Por qué te has quedado aquí? ¿No los he
enviado a todos? ¿Tal vez me he perdido un
paso? —De lo contrario, ¿por qué quedaría uno
después de haber realizado un servicio?
El fantasma sin nombre flotaba ante él, no muy
cerca, no muy lejos, y respondió: —No. No ha
hecho nada malo. Yo soy el que no quería irme,
eso es todo.
Xie Lian reflexionó: —¿Tienes un deseo
incumplido o algún apego?
—Sí. —El fantasma sin nombre respondió.
—Entonces, ¿por qué no me lo dices? ¿Qué
es? —Preguntó Xie Lian—. Si no es nada difícil,
haré todo lo posible para ayudarte.
Detrás de este fantasma sin nombre había tres
mil linternas que fluían lánguidamente a lo largo
de la noche, y decía: —Tengo una persona
amada que todavía está en este mundo.
Después de un poco de silencio, Xie Lian dijo:
—Ya veo. ¿Es tu esposa?
—No, Dianxia. Nunca nos casamos.
—Ah.
El fantasma sin nombre dijo: —De hecho,
podría muy bien no recordarme. Nunca hablamos
realmente.
—¿Nunca hablaron realmente? —Pensó Xie
Lian—. Si ese fuera el caso, ¿cómo se convirtió
en la persona amada que unía su espíritu al

38
mundo? ¿Qué tan hermosa debe ser esta
persona?
Pensando por un momento, dijo: —Entonces,
¿cuál es tu deseo?
El fantasma sin nombre respondió: —Quiero
protegerle.2
Por lo general, el deseo de un espíritu sería:
Quiero decirle que la amo: Quiero tener una
ronda de relaciones físicas; o lo más aterrador:
Quiero que me acompañe abajo.
Proteger, realmente era bastante raro, y Xie
Lian parpadeó.
—Pero, ya no perteneces a este mundo.
El fantasma sin nombre respondió: —¿Y qué?
—Si permaneces por la fuerza, no podrás
descansar en paz —dijo Xie Lian.
Al fantasma sin nombre no parecía importarle.
—Rezo para nunca descansar en paz.
Una brizna de espíritu errante era en realidad
tan terco. Típicamente, nueve veces de cada diez
espíritus tan obstinados eran extremadamente
peligrosos, sin embargo, por alguna razón, Xie
Lian no sintió ninguna intención asesina, por lo
que no estaba preocupado.
Él continuó: —Si tu persona amada supiera que
es la razón por la que no puedes descansar en
paz, podría sentir culpa y preocupación.

2
Protegerla/lo. El pronombre en tercera persona Él /Ella en chino tiene la misma
pronunciación, pero caracteres diferentes.
39
El fantasma sin nombre dudó por un momento
y respondió: —Entonces, simplemente no le haré
saber por qué no me fui.
—Después de haberte visto tanto, lo sabrá
tarde o temprano —dijo Xie Lian.
El fantasma sin nombre dijo: —Entonces
tampoco dejaré que descubra que le estoy
protegiendo.
Después de escuchar este punto, el corazón de
Xie Lian no pudo evitar conmoverse y pensó:
—El amor de este hombre no eran solo palabras.
Dentro de las linternas estaban todos los
espíritus salvajes errantes que el anciano capturó
del árido campo de batalla, por lo que el que
estaba delante de él ahora también debía ser un
joven guerrero.
Dijo en voz baja: —Esta guerra te separó de tu
persona amada... lo siento. Yo no gané.
Sin embargo, el fantasma sin nombre declaró:
—Morir en la batalla por usted es mi mayor honor.
Xie Lian quedó atónito al instante.
—Morir en la batalla por el príncipe heredero
es el mayor honor para un soldado XianLe. —Fue
una frase que un general de XianLe enseñó a los
soldados, y usó este eslogan para estimular su
voluntad de batalla, proclamando que incluso si
murieran, habrían muerto por un propósito, y en
la muerte pasarían al reino inmortal. Eso fue, por
supuesto, una mentira. Sin embargo, a pesar de
40
que este joven soldado había fallecido, su alma
flotando en el reino de los mortales, aún
recordaba con firmeza esta frase. Y él respondió
con tanta solemnidad y sinceridad.
De repente, Xie Lian sintió que el borde de sus
ojos se calentaba y su visión se volvió borrosa.
Él respondió: —Lo siento. Olvídame.
Las llamas parpadeantes del fantasma sin
nombre brillaron más.
—No lo olvidaré. Dianxia, soy para siempre su
creyente más devoto.
Xie Lian contuvo un sollozo.
—... ya he perdido a todos mis creyentes.
Creer en mí no te hará ningún bien, incluso podría
traer desastres. ¿Sabes? Incluso mi amigo me ha
dejado.
El fantasma sin nombre declaró como si hiciera
un juramento: —Yo no lo haré.
—Lo harás —dijo Xie Lian.
El fantasma insistió: —Créame, Dianxia.
—No te creo —dijo Xie Lian.
Ya no creía en nadie y tampoco creía en sí
mismo.

41
42
Capítulo 182
Héroe derrotado por un centavo
(parte uno)

A
ntes de que toda la ciudad estuviera
encerrada en una búsqueda estricta, Xie
Lian y compañía viajaron toda la noche y
llegaron a otra ciudad.
Primero estableció al rey y la reina en un lugar
apartado antes de que él y Feng Xin salieran a
ganar dinero. Sin embargo, aquellos que no
pudieran ganar mucho dinero en la otra ciudad no
serían mágicamente más afortunados en una
nueva.
Los dos todavía completaron un día entero de
trabajo solo para ganar un sueldo insignificante,
como siempre, pero dado que el grupo de tres
que nunca antes se separaba perdió
repentinamente un miembro, los otros dos
estaban teniendo dificultades para
acostumbrarse. Por ejemplo, en el pasado
siempre había sido Mu Qing el responsable de

43
mantener la bolsa de dinero, constantemente
contando, y ahora que Mu Qing se fue, Feng Xin
dijo que podría perder la bolsa de dinero por
accidente, por lo que Xie Lian no tenía más
remedio que mantenerlo en su persona. Cada
vez que contaba esa cantidad tan triste,
realmente no podía creer que fuera todo lo que
ganaron después de un duro día de trabajo.
Debía saberse que, en el pasado, la cantidad de
dinero que le otorgaba a los mendigos ni siquiera
era tan pequeña.
Sin Mu Qing, el que traía comida para el rey y
la reina también se había ido, por lo que Xie Lian
no tuvo más remedio que llevar a Feng Xin con él
y entregar personalmente todo tipo de
necesidades diarias al escondite del rey y la
reina. El que pudiera ver a su hijo con tanta
frecuencia, la reina estaba muy feliz, y cuando se
alegraba, entraba en la cocina. Ese día, una vez
más hizo que Xie Lian y Feng Xin probaran su
sopa recién guisada, arrastrándolos a la mesa.
—Ambos necesitan engordar, miren lo
delgados que se han puesto.
Feng Xin estaba goteando sudor frío, y en el
momento en que su trasero tocó el banco saltó,
agitando las manos.
—No, no, su majestad, Feng Xin no se atreve,
¡absolutamente no debo!

44
La reina reprendió amablemente: —Hijo mío,
¿a qué hay que temer? Ven, siéntate.
¿Cómo podría Feng Xin atreverse a decirle?
Realmente no se atrevió, y después de obligarse
a sentarse, la reina entregó los frutos de su
trabajo. Feng Xin inhaló bruscamente y retiró la
tapa de la olla. Xie Lian se sentó a la cabecera de
la mesa y cuando los dos vieron lo que había en
la olla, ambos miraron horrorizados.
Xie Lian dijo en voz baja: —Este pollo... tuvo
una muerte trágica.
—... —Los labios de Feng Xin temblaron y dijo:
—Dianxia, no viste bien. No hay pollo en esto.
—Entonces, ¿qué es esa cosa que flota como
un pollo muerto? —Se preguntó Xie Lian.
—Creo que es pasta de estofado... pero la
forma está un poco fuera de lugar —respondió
Feng Xin.
Los dos estudiaron la olla por un buen rato,
pero aún no pudieron resolverlo. La reina sirvió
un cuenco lleno para Xie Lian y el propio Feng
Xin se apresuró a servir otro cuenco. Cuando la
reina fue a los cuartos traseros para encontrar al
rey, instantáneamente tiraron la sopa de sus
propios cuencos y pretendieron limpiarse la boca
como si se hubieran comido de un sorbo y no
hubieran tenido suficiente.
—Estoy lleno, estoy lleno.
Al ver esto, la reina estaba encantada.
45
—¿Fue bueno?
Xie Lian elogió con ahínco: —¡Lo fue, lo fue!
La reina dijo alegremente: —¡Si es bueno,
entonces toma un poco más!
Xie Lian casi escupió un bocado de esa sopa
inexistente y levantó su pañuelo para fingir que
se estaba limpiando los labios. Justo en ese
momento, la reina parecía haber dudado antes de
hablar: —Hijo mío, quiero hacerte una pregunta,
por favor no pienses que tu madre es curiosa.
El corazón de Xie Lian se tensó y dejó el
pañuelo en el suelo.
—¿Qué es? Por favor pregunta.
La reina se sentó a su lado y le preguntó:
—¿Dónde está ese niño Mu Qing? ¿Cómo es que
no ha venido en los últimos días?
Él lo sabía.
El corazón de Xie Lian se apretó con más
fuerza al mencionar a Mu Qing: —Oh, le di una
misión, así que se fue a otro lado.
La reina parecía haber suspirado de alivio y
asintió, luego, justo después, preguntó:
—¿Cuándo volverá?
—Tal vez, tendrá que estar fuera por mucho
tiempo... no volverá pronto —respondió Xie Lian.
Al escuchar esto, la reina pareció preocupada, y
Xie Lian se dio cuenta—. ¿Pasa algo?
La reina respondió al instante: —Oh, no es
nada.
46
Feng Xin fue el más agudo, y de repente habló:
—Su majestad, ¿qué pasa con sus manos?
¿Manos?
Xie Lian miró hacia abajo y se sorprendió al
instante.
Las manos delicadas de su madre y
exquisitamente mantenidas, se veían en este
momento bastante horrorosas. Las articulaciones
estaban raspadas y peladas, y había rastros
débiles de sangre. Xie Lian se levantó
abruptamente y agarró sus manos.
—¿Qué está pasando?
La reina rápidamente explicó: —No es nada.
Acabo de lavar algo de ropa y mantas, pero no
soy muy buena en eso.
Xie Lian espetó: —¿Por qué lavas tú misma?
Podrías...
Pero estaba perplejo antes de terminar sus
palabras. ¿Podrías haber, qué? ¿Podría haber
hecho que los encargados del palacio lavaran?
¿Podría haber hecho que Mu Qing lavara? Todo
eso era imposible ahora.
En el camino de huida, había sido Mu Qing
quien era el asistente personal interino, y sus
deberes de ocuparse de todas las necesidades
personales incluían el cuidado de Xie Lian, el rey
y la reina. Una vez que se fue, de repente no
había nadie que se hiciera cargo de todo lo
esencial.
47
Nadie para cocinar, nadie para lavar, nadie
para doblar las mantas. Los días simples del
pasado de repente se volvieron difíciles. El propio
Xie Lian ya estaba sufriendo por ello, ya que
había muchas otras cosas de las que
preocuparse, pero su madre, que había vivido
una vida cómoda y lujosa, ¿cuándo había hecho
tan duro trabajo? Pero si la reina no hacía este
trabajo ella misma, ¿quién más podría hacerse
cargo?
Después de un poco de silencio, Xie Lian dijo:
—No dejes que esto te moleste. Yo me encargaré
del lavado.
La reina sonrió.
—No es necesario. Solo cuídate. Nunca he
lavado la ropa ni cocinado antes, pero dado que
mi tiempo es libre todos los días, hacer las tareas
por mí misma sigue siendo bastante divertido.
Especialmente porque ambos disfrutaron la
comida, me ha hecho bastante feliz.
Esa olla de sopa fue guisada por el par de
manos de su madre. Xie Lian y Feng Xin
intercambiaron una mirada y se sintieron
bastante horribles.
Justo en ese momento, la reina agregó: —Oh,
sí, había otra cosa. ¿Hay alguna manera de que
puedas traer algo de medicina mañana?
Los ojos de Xie Lian se abrieron ligeramente.
—¿Medicina? ¿Qué tipo de medicina?
48
La cara de la reina estaba preocupada.
—Ah, tampoco estoy muy segura. ¿Por qué no
vas a la farmacia y preguntas, ves qué tipo de
medicamento debes tomar para síntomas como
toser sangre?
—¡¿Toser sangre?! —Xie Lian estaba
sorprendido—. ¿Quién está tosiendo sangre?
¿Tú? ¿Padre? ¿Por qué no dijiste algo antes?
Su voz se elevó y la reina inmediatamente se
calló.
—¡Baja la voz!
Sin embargo, ya era demasiado tarde, y una
voz indignada llegó desde la parte posterior de la
cabaña.
—¡TE DIJE QUE NO DIJERAS NADA
INNECESARIO!
Era el rey. Al ver que ya había escuchado, la
reina ya no se preocupó por callarse y gritó a los
cuartos traseros.
—¡Pero no servirá de nada si esto sigue así!
Xie Lian entró directamente en las habitaciones
y vio que el rey estaba acurrucado en una cama
de mantas irregulares. No había mirado de cerca
recientemente, pero ahora que lo vio, el rey se
veía enfermo, sus mejillas hundidas, pareciendo
aún más enfermizo dentro de una habitación
sombría. No había ningún aura del rey en
absoluto; no era más que un viejo ceniciento.

49
Xie Lian no necesitaba comprobar su pulso
para saber que debía estar enfermo desde hace
mucho tiempo, y no era una enfermedad sencilla
tampoco. De hecho, toda la habitación
impregnaba el sofocante y rancio aire de la
enfermedad.
Recordando que la reina había dicho que el
síntoma era toser sangre, en su momento de
angustia su voz se elevó: —¿QUÉ PASA AQUÍ?
El rey endureció su rostro.
—¿Qué pasa con ese tono?
Tanto la reina como Feng Xin también entraron
a la habitación.
Xie Lian advirtió: —A quién le importa qué tono
estoy usando. Si estás enfermo, ¿por qué no
dijiste algo antes?
El rey estaba furioso.
—¿Estás sermoneando a tu rey? ¡En cualquier
momento, lo que este rey puede y no puede decir
no es asunto tuyo!
Al ver que todavía estaba actuando como si
fuera fuerte, Xie Lian estaba incrédulo.
—¡Eres increíble! ¿Sigues tirando el peso de tu
título en un momento como este?
El rey estaba indignado.
—¡VETE! ¡SAL DE AQUÍ!
La reina y Feng Xin inmediatamente sacaron a
Xie Lian.

50
—¡Hijo mío! No seas así. Él es tu padre y está
enfermo. Da un paso atrás.
A la fuga y enfermo, esto fue como agregar
escarcha a la nieve. Xie Lian enterró su rostro en
sus manos.
—¡Madre! ¿Por qué no dijeron algo antes? ¡Si
lo hubiera hecho, la enfermedad no hubiera
llegado al punto de toser sangre! ¿Sabes lo difícil
que es de curar? O, mejor dicho, según su
situación actual, ¡es imposible curarlo!
La reina estaba consternada y afligida.
—Nosotros... nosotros tampoco sabíamos que
empeoraría de esta manera.
Feng Xin agregó: —Sí. Además, habíamos
estado esquivando la persecución de YongAn por
todo este camino, no había tiempo para parar.
Xie Lian retiró la cara de sus manos.
—Lo llevaré a buscar un médico en la ciudad
ahora mismo.
—¡NO ES NECESARIO! —Gritó el rey desde
dentro de la habitación.
Xie Lian miró hacia atrás y estaba a punto de
reprender con; voy a hacerlo en este momento,
pero Feng Xin respondió primero: —Dianxia, si
lleva su majestad a los médicos de la ciudad,
usted será notado a ciencia cierta.
Al escuchar esto, Xie Lian se congeló
instantáneamente.

51
La reina también habló: —Eso es lo que
temíamos, por eso no dijimos nada en los últimos
días. Hijo mío, ¿por qué no... solo piensas en una
forma de traer algo de medicina primero?
En los cuartos traseros, el rey comenzó a toser
violentamente de nuevo, y la reina entró a
cuidarlo. Xie Lian se quedó aturdido por un buen
momento, luego se dio la vuelta y salió.
Feng Xin gritó: —¡Dianxia! ¿Qué planeas
hacer?
Xie Lian no respondió, pero comenzó a hojear
todos los estantes y cofres de la cabaña.
Feng Xin preguntó: —¿Qué estás buscando?
No respondió, y un breve momento después,
sacó algo del fondo de un cofre. Era una antigua
espada sagrada.
Feng Xin miró y preguntó: —¿Qué estás
haciendo sacando a HongJing?
Después de un poco de silencio, Xie Lian
respondió: —Voy a empeñarlo.
Feng Xin se sorprendió e inmediatamente
exclamó: —¡NO PUEDES!
Xie Lian cerró el cofre con fuerza.
—Ya he empeñado tantas espadas, esta es
solo una más.
A lo largo de su viaje, para obtener fondos
suficientes para carruajes y sobornos para cruzar
los puestos de control, Xie Lian ya había
empeñado más de la mitad de sus adoradas
52
espadas sagradas. Y como no podían ir a casas
de empeño grandes y bulliciosas, a veces incluso
eran chantajeados por comerciantes turbios que
descubrían sus identidades y tenían que sufrir
ventas negociadas.
Feng Xin exclamó: —¡No es lo mismo!
¿Realmente no te gusta esta espada? De lo
contrario, ¿por qué no lo empeñaste y lo metiste
en el fondo del cofre? Además, esta fue una
espada que el emperador te regaló, ¡no sonaría
bien si esto se supiera!
Xie Lian dijo con cansancio: —No importa
cuánto me guste, todavía no es tan importante
como una vida. Vamos, vamos.

Los dos se dirigieron a la ciudad con la espada,


ambos mirando hacia abajo. Cuando llegaron a la
casa de empeño, Xie Lian se detuvo en su paso
y miró a HongJing en su mano.
Feng Xin lo miró.
—¿Por qué no nos olvidamos de empeñarlo?
Probemos... ¿pensemos de otra manera?
Xie Lian negó con la cabeza.
—Es demasiado tarde. Además, no sabemos si
hay alguna otra manera que pueda generar
suficiente dinero.
53
Si fueran a robar, hurtar, engañar, ningún
mortal sería rival para ellos, y el dinero llegaría
mucho más rápido. Sin embargo, era
precisamente porque debían mantener la brújula
moral y adherirse a la regulación ética de los
mortales y ganar dinero honestamente, que las
cosas serían tan difíciles.
Después de decidirse, Xie Lian dijo: —Esto
tiene que ser empeñado. Una vez que esté
empeñado, vamos a comprar medicamentos.
Mientras lo decía, sus pies seguían sin
moverse. Feng Xin sabía que estaba reacio a
soltar, que esta era la última espada sagrada que
tenía Xie Lian, por lo que dijo: —Miremos un poco
más a nuestro alrededor.
Justo en ese momento, al otro lado de la calle
llegó un ruido clamoroso, gritos y gritos, y alguien
gritó: —¿QUIÉN ESTÁ CAUSANDO
PROBLEMAS? ¡QUE AUDACIA! ¡ATRAPÉNLO!
Los dos se sorprendieron, y Xie Lian
instantáneamente retrocedió a un lado alarmado.
—¡¿Quién?!
Feng Xin también se alarmó y fue a revisar,
regresando después de que asegurarse: —¡No
es nada! ¡No te preocupes! No tiene nada que
ver con nosotros. No es nadie buscándonos y
tampoco son los soldados de YongAn.
Solo entonces la tensión de Xie Lian se relajó.
—¿Qué está pasando?
54
—No estoy seguro —dijo Feng Xin—. Parece
ser una pelea entre algunos sirvientes locos,
¿quieres ir a ver?
—Vamos a ver. —Xie Lian dijo—. Ojalá no sea
un matón.
Los dos se arrastraron para mirar, y vieron en
el centro que había un par de hombres que
estaban peleando, y la audiencia que los rodeaba
vitoreaba. Feng Xin le dio unas palmaditas a un
transeúnte que estaba disfrutando del
espectáculo.
—Hola amigo, ¿qué está pasando aquí?
Ese transeúnte se rió entre dientes.
—¿No lo sabes? ¡Esto es muy emocionante!
¡El criado está golpeando al amo!
¡Qué asunto! Xie Lian se quedó sin palabras.
—¿Cómo es posible? ¿Y por qué es algo
bueno?
—¡Por supuesto que es algo bueno! —Ese
transeúnte dijo—. ¡Este amo realmente no es
bueno! Este criado lo siguió desde que era joven,
muy leal, ¡pero él! Solo sabía cómo
aprovecharse, no solo no le pagaba, sino que
incluso lo hizo trabajar hasta los huesos. El criado
no pudo soportarlo más, así que ya ves, ya ves.
¡Están peleando!
Efectivamente, el que estaba golpeando estaba
maldiciendo mientras lanzaba golpes y gritaba

55
cosas como: —¡Te he aguantado durante mucho
tiempo!
»¿Por qué no te das cuenta de lo que me has
dado?
»¡Mi familia es tan pobre que no tenemos nada
para comer, pero aun así te mueves por encima
de mi cabeza todo alto y poderoso!
»¡Desde hoy, ya no soy tu perro!
El amo que estaba siendo golpeado estaba
abrazando su cabeza y gritando mientras la
multitud vitoreaba, pero sus gritos estaban
haciendo que el corazón de Xie Lian se sacudiera
en oleadas, lo que le dio escalofríos por alguna
razón, y vislumbró la cara de Feng Xin sin pensar.
Feng Xin no se dio cuenta de su comportamiento
extraño en absoluto, y cuando se enteró de todas
las malas acciones de los demás, comentó sin
rodeos: —Ya veo, entonces este amo realmente
no es bueno, no es de extrañar que el sirviente se
esté rebelando.
No quiso decir nada con eso, pero el corazón
de Xie Lian se rompió y apretó más a HongJing.

Después de muchos dolores de cabeza,


HongJing fue empeñado, y los dos finalmente
tuvieron dinero. Inmediatamente fueron a
56
preguntar por un médico y compraron más de
diez tipos diferentes de medicamentos para llevar
de vuelta.
El medicamento para curar los síntomas de
toser sangre era costoso y la cantidad necesaria
era inmensa. No se trataba solo de uno o dos
paquetes de medicamentos y curarse en un par
de días, se debía observar de cerca cómo se
resultaban las cosas después. Esa noche, Feng
Xin desenvolvió algunos paquetes de
medicamentos y comenzó a guisar fuera de la
cabaña, avivando las llamas con un abanico
desgarrado. En cuanto a Xie Lian, una vez más
estaba hurgando en los estantes y cofres por toda
la casa. Después de un tiempo, finalmente
encontró un cinturón dorado y brillante.
Originalmente, Xie Lian tenía varios cinturones
dorados, pero su final fue el mismo que las
espadas sagradas, todas empeñadas. Solo
quedaba este, y al principio Xie Lian había
querido mantenerlo como recuerdo, pero ahora,
había decidido usarlo para algo.
Casualmente, Feng Xin lo miró.
—Dianxia, ¿qué haces con ese cinturón? No
estás pensando en empeñarlo también, ¿verdad?
Sin embargo, Xie Lian se acercó y le entregó el
cinturón dorado.
Al ver esto, los ojos de Feng Xin se hincharon,
y estaba desconcertado.
57
—... ¿Qué estás haciendo dándome esto?
Dianxia, cuando cerró el cofre en este momento
no cerró también su cerebro dentro, ¿verdad?
—.... —Solo entonces Xie Lian recordó que en
la Corte Superior, regalar un cinturón dorado
tenía un significado especial, y su rostro se
oscureció al instante—. Piensas demasiado, no
lo digo en absoluto de esa manera. ¡Solo tómalo
como si fuera oro normal!
Luego se lo entregó. Feng Xin miró con ese
brillante cinturón dorado alrededor de su cuello.
—No. Todavía tienes que decirme por qué de
repente me estás llenando de oro.
—Solo tómalo como una compensación que te
debo por todo este tiempo —dijo Xie Lian.
Feng Xin estaba confundido.
—No, pero… ¿Qué te pasa de repente? ¿Por
qué me hablas de compensación en un momento
como este? También podría empeñar esto y
comprar más medicamentos para su majestad.
Está bien si no lo empeñas también. Guárdalo
para ti. Esto es algo que solo los Oficiales
Celestiales pueden poseer.

58
Capítulo 183
Héroe derrotado por un centavo
(parte dos)

A
l escucharlo mencionar la medicina, Xie
Lian miró hacia atrás y dirigió su mirada
hacia el interior de la cabaña donde
descansaban el rey y la reina. Un momento
después, dijo: —Puedo pensar en otras formas
de conseguir el medicamento, así que tómalo.
Xie Lian estaba decidido a dar y Feng Xin no
podía entender por qué, así que estaba
confundido y lo sintió un poco divertido, y se
encogió de hombros, recogió el abanico de hojas
de totora y continuó avivando las llamas para
guisar la medicina.
—Bien entonces, te lo guardaré por ahora.
Cuando quieras recuperarlo, avísame.
Xie Lian negó con la cabeza.
—No lo pediré de vuelta, puedes hacer con eso
lo que quieras.
Después de empeñar HongJing, sus bolsillos
estaban un poco más llenos, y finalmente

59
lograron tener algunas buenas comidas. Como
las habilidades de la reina eran tan impactantes,
Xie Lian le pidió gentilmente a su madre que
cuidara a su padre y que no entrara a la cocina,
ya que él mismo se haría cargo. Aunque no tenía
mucha experiencia, y aunque nunca lo había
hecho, había visto cómo se hacía y lo que hizo
todavía era algo comestible, por lo que el grupo
se salvó de problemas de la boca y el estómago.
Ese día después de la pelea con el rey, Xie Lian
se sentía realmente arrepentido, pero no sabía
cómo disculparse con su padre, por lo que solo
podía hacer todo lo posible para cuidarlo. Un
paciente que tosía sangre no podía enfriarse, así
que le agregó más mantas y pequeños
calentadores.
Los soldados de YongAn estaban cayendo con
fuerza para atrapar a todos los nobles XianLe que
escaparon y pronto, esta ciudad también
aumentó la seguridad. Finalmente se
establecieron, pero ahora debían partir
nuevamente.
Xie Lian ya había perdido la cuenta de cuántas
ciudades había pasado mientras huía con sus
padres a cuestas. Para ser sincero, por lo que
había visto en el camino, estaba mucho más
tranquilo de lo que imaginaba. La más trágica fue
solo la capital real de XianLe; todos los demás

60
lugares no parecían haber sido severamente
afectados.
Después de todo, para los civiles normales, el
rey, el príncipe heredero, la capital real, la
nobleza, eran cosas extremadamente lejanas. El
cambio de un rey no parecía haber hecho mucha
diferencia. Especialmente porque el nuevo rey no
era un tirano, y una vez que ascendió al trono no
hubo decretos particularmente estrictos, por lo
que aparte de tener un nuevo tema para las
conversaciones después de la cena, no hubo
muchos más lamentos.
—Cuando el rey se llamaba Xie, planté esta
parcela de tierra; ¡ahora el rey se llama Lang y
todavía planto en el mismo terreno! —Xie Lian
escuchó a la gente decir.
No se equivocaban. Pero lo extraño era que, en
lo que respectaba al rumoreado príncipe
heredero que pasó de ser invencible a perder
todas las batallas, la actitud de todos hacia él fue
increíblemente unificada, como si en el momento
en que hablaran de él todos se transformaran de
repente en un ciudadano patriótico de XianLe.
Realmente no podía entenderlo ni aceptarlo.
Sin embargo, ya no tenía mucha mente para
preocuparse por esas cosas. El dinero que
ganaron al empeñar HongJing solo duró unos
meses antes de que todo se agotara.

61
Una enfermedad que hacía toser sangre ya era
difícil de curar, además el rey estaba frustrado y
deprimido, por lo que tenía que haber una gran
cantidad de medicamentos para ayudarlo a
aguantar en un estado correcto. Si se cortara la
medicación, su condición sin duda empeoraría
considerablemente. A Xie Lian no le quedaba
nada que empeñar, y en este día, después de
haber deambulado por las calles durante mucho
tiempo, contempló y reconsideró antes de
finalmente recurrir a Feng Xin: —¿Por qué no...
lo intentamos?
Feng Xin lo miró.
—Entonces, ¿vamos a intentarlo?
No era la primera vez que los dos pensaron
vacilantes en intentarlo, era solo que antes no se
habían decidido. Además, hubo una vez cuando
estaban conversando y el rey escuchó su
intención y se indignó, lanzando un gran ataque,
y fue intransigente en que Xie Lian no hiciera
cosas tan vergonzosas por dinero, de lo contrario
se negaría a tomar su medicina, por lo que al final
los dos tuvieron que abandonar el pensamiento.
Sin embargo, ahora que estaban en una situación
desesperada, no había necesidad de decirlo
claramente; Ambos entendieron. Xie Lian asintió
y envolvió la banda de seda blanca alrededor de
su rostro.

62
—Dianxia, no tiene que hacer esto, solo
conmigo es suficiente —dijo Feng Xin—. ¡Así,
incluso si el rey lo pregunta, estaría bien!
—Luego, inhaló profundamente, contuvo el
aliento por un momento, antes de rugir
repentinamente a los peatones en la calle—.
QUERIDOS AMIGOS EN LA CALLE, NO SE
PIERDAN ESTO…
Todos los peatones saltaron sorprendidos, y
todos se reunieron alrededor, charlando.
—¡¿Qué pasa con los gritos?! ¿Qué están
haciendo ustedes? ¿Qué tienen que mostrarnos?
¡Quiero ver rocas destrozadas en el pecho!
Feng Xin se quitó el arco de la espalda y tiró de
él con valentía.
—Mi... Mi apodo es Arquero Divino; Puedo
disparar a una diana desde cien pies de distancia.
Mostraré mi modesta habilidad para que todos la
vean. Si todos disfrutan del espectáculo,
¡¿pueden, por favor, conceder algunas
monedas?!
¿Arquero Divino? ¿Habilidad modesta? Todas
esas fueron las palabras que aprendieron
mirando artistas callejeros. Si bien decían que
nunca actuarían en las calles, desde hacía
mucho tiempo habían tenido en cuenta cómo lo
habían estado haciendo todos los demás.
La multitud se quejó.

63
—¡Deja de perder el aliento! ¡Solo sigue
adelante! ¡Hemos estado esperando! ¡Ahora
date prisa!
Feng Xin colocó una flecha sobre el arco,
señaló a un hombre ocioso en la multitud que
estaba masticando una fruta y dijo: —¿Puede
este hombre salir y colocar esta manzana en su
cabeza? ¡Puedo dispararle sin fallar desde
trecientos pasos de distancia!
Ese hombre ocioso encogió el cuello y se retiró
a la multitud.
—¡NO LO HARÉ!
Feng Xin exclamó: —¡No te golpearé, no te
preocupes! ¡Si te disparo por accidente, pagaré
lo que sea de recompensa!
Ese hombre ocioso gritó: —¡No soy tonto! Si
me disparas por accidente, ¡no importa cuánto
me devuelvas! Ya que estás aquí para actuar,
¿no tienes un asistente o algo así? ¡¿No deberías
estar disparando al que está a tu lado?!
La multitud intervino: —¡Sí!
Xie Lian también dijo: —Déjame.
Alguien de la multitud arrojó una fruta y Xie Lian
la atrapó, listo para ponérsela en la cabeza. Sin
embargo, Feng Xin nunca tuvo la intención de
involucrar a Xie Lian, entonces, ¿por qué
permitiría esto? En su momento de pánico,
agarró la fruta y se la comió él mismo, luego
cambió la dirección de la flecha, apuntando a una
64
pancarta que colgaba en lo alto de un edificio alto
y gritó: —¡LE DISPARARÉ A ESO!
Luego disparó una flecha. Él era
extremadamente hábil en tiro con arco, así que,
por supuesto, disparó al objetivo, y la audiencia
circundante alrededor vitoreó y se rieron.
—¡BIEN, PELIGROSO! ¡TIENES TALENTO!
—Se rieron y balbucearon, y en realidad hubo
algunos que arrojaron algunas monedas.
Pequeñas y redondas monedas cayeron y
rodaron por el suelo, y Feng Xin subió a
recogerlas. Xie Lian también se agachó en
silencio para recogerlos, pero su corazón se
sentía deprimido, como si hubiera perdido algo.
En el pasado, Feng Xin era el sirviente del
príncipe heredero; Sin contar a los campesinos
comunes, incluso los consejeros normales
tuvieron que ser amables y corteses cuando lo
vieran, algunos incluso trataron de hacerse
amigos. Antes, cuando arrastraban rocas y tierra,
el solo prestar atención a los cabecillas que
gritaban era sofocante, ahora tenían que soportar
ser observados como monos. Su habilidad de
disparar a cien pies no se usaba para matar
enemigos en la batalla, sino para entretener a las
masas, solo de pensarlo le revolvió el estómago.
En ese momento, llegó la voz aguda de una
mujer: —¿QUIÉN ESTÁ DISPARANDO
FLECHAS EN LAS CALLES?
65
Cuando Xie Lian escuchó, su corazón cayó.
Todos en la multitud señalaron a Feng Xin.
—¡ES ÉL!
Feng Xin estaba desconcertado y la multitud se
separó cuando varias mujeres vinieron
pisoteando, sosteniendo una flecha, la que Feng
Xin disparó antes. Esas mujeres lo rodearon.
—¡Maldito mocoso! ¿HICISTE ESTO? ¡Qué
coraje! Disparando armas al azar a plena luz del
día, ¡destruiste nuestro biombo! Dime, ¿cómo
vas a pagar esto?
—Sí, ¡has asustado a tantos de nuestros
clientes!
Resultó que la pancarta que Feng Xin lanzó
antes era tan poderosa que voló hasta el patio de
otra persona. A Feng Xin no le gustaba hablar
con mujeres, y estas mujeres usaban maquillaje
pesado, sus cimientos cubrían sus rostros,
sofocando y asfixiando. Probablemente llegaron
con malas intenciones y gritaron hasta el punto
en que él seguía agitando las manos,
retrocediendo. Xie Lian se apresuró a protegerlo
frente a él.
—Lo siento, lo siento. No quiso hacerlo. En
cuanto a la compensación, pensaremos en algo...
Los ánimos de esas mujeres estaban ardiendo,
y empujaron.
—¿Y QUIÉN ERES? USTED... —Pero
inesperadamente, con este empujón y tirón, el
66
vendaje blanco que cubría la cara de Xie Lian se
deslizó, y cuando esas mujeres vieron su rostro,
sus ojos se iluminaron, sus tonos se volvieron
repulsivos—. Aah, ¡qué Didi3 tan guapo!
Una de las mujeres aplaudió, sus ojos
crecientes y florecientes.
—¡MUY BIEN! ¡Ya está decidido! Están juntos,
¿verdad? ¡Te tomaremos como reembolso
entonces!
Xie Lian: —¿…?
Antes de que su cabeza entendiera este
desarrollo, Xie Lian fue arrastrado por esas
mujeres, hasta un pequeño y lujoso
establecimiento. Cuando levantó la vista, en los
niveles superiores encontró mujeres vestidas
como flores en flor, cantando como pájaros.
¡Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que un
montón de mujeres de burdel lo arrastraron!
Se le puso la piel de gallina al instante.
—¡Espera, no tengo dinero, realmente no tengo
dinero!
Esas mujeres del burdel se rieron.
—Por supuesto que no tienes dinero, ¡por eso
te hemos traído aquí para ganar dinero!
—Lo siento, pero ¿no soy un hombre?
—Exclamó Xie Lian.

3
Hermano pequeño, hermanito.
67
Las mujeres del burdel respondieron molestas:
—¡Sabemos que eres un hombre, no somos
ciegas!
Feng Xin, que estaba rodeado por la multitud,
finalmente atravesó el mar de personas y se
precipitó, gritando: —¡DEJEN A DIAN...
DÉJENLO EN ESTE INSTANTE!
Los dos estaban en un estado horrible y
huyeron, y como sabían que ellos eran los que
cometieron el error, no se atrevieron a
defenderse. Las furiosas mujeres del burdel
llamaron a unos treinta combatientes y los
persiguieron por toda la ciudad. Nunca habían
estado involucrados en tal situación, y en general,
nunca se atreverían a acercarse a esa área
nuevamente.
Pero, los dos pudieron confirmar que el
entretenimiento callejero era una forma viable de
ganar dinero, por lo que cambiaron de lugar y se
instalaron. Eran caras nuevas, por lo que todos
los lugareños estaban muy interesados, además
de que Feng Xin era un hombre honesto y bueno
con una apariencia adecuada, se veía bastante
guapo, por lo que en los primeros días lograron
ganar una pequeña fortuna que podría ayudar a
pagar alimentos y medicamentos durante al
menos medio mes. Sin embargo, las cosas
buenas no duraron, y no pasó medio mes antes
de que alguien llamara.
68
Ese día, después de que Xie Lian y Feng Xin
hubieran empacado, varios hombres fornidos
vinieron a buscarlos. Xie Lian estaba muy
alarmado, asustado de que fueran soldados de
YongAn, con los puños listos para atacar bajo sus
mangas, y exigió en voz baja: —¿Quién eres?
El líder del grupo dijo: —Ustedes han estado
recorriendo nuestro territorio durante días, pero
¿no saben quiénes somos?
Xie Lian y Feng Xin estaban perplejos.
Otro hombre habló: —Robaste tanto de nuestro
negocio, ¿no crees que es grosero si no te
explicas?
Los dos finalmente entendieron lo que estaba
pasando. Resultaba que esos eran los otros
artistas callejeros locales.
Todos los trabajadores del mundo pertenecían
a gremios y pandillas, delineando su propio
territorio. Cuando los dos llegaron, se llevaron a
todos sus clientes, por lo que cuando los demás
no podían ganar dinero, por supuesto, venían en
busca de problemas. Los dos no sabían del
mundo, entonces, ¿cómo podrían conocer este
conjunto de normas?
—Si no fuera porque estamos al final de
nuestras cuerdas, ¿quién querría robar un
negocio como este? —Pensó Xie Lian con
amargura, pero aún así habló cortésmente—. No
es realmente una cuestión de robo, ¿verdad? La
69
gente irá a ver lo que quiera ver, no es como si
estuviéramos obligando a nadie a ver nuestra...
actuación de tiro.
Como si la otra parte fuera a escuchar,
exclamaron con rudeza: —¿NO ES UN ASUNTO
DE ROBAR? ¡NADIE HA GANADO NADA LOS
PASADOS DÍAS, USTED HA TOMADO LA
COMIDA DE NUESTRAS BOCAS!
¡Crack!
La multitud saltó sorprendida y miró hacia
arriba, y vio a Feng Xin sacar el puño de la pared
lateral, en la pared había una marca gigante, con
grietas que se arrastraban por todas partes.
Dijo fríamente: —¿Están buscando problemas?
La multitud de hombres fornidos ciertamente
estaba aquí para comenzar problemas al
principio, para hablar con sus puños, pero
después del golpe de Feng Xin, no había duda de
que su puño era más sólido que el de ellos, e
instantáneamente sus fuegos se extinguieron a la
mitad. Aún así, se negaron a dejarlo pasar tan
fácilmente, y el líder del grupo cambió su tono
después de haber estado perplejo por un
segundo.
—¿Qué tal esto? Haremos esto según las
reglas. ¡Vamos a competir con nuestras
habilidades, el ganador se queda, los perdedores
empacarán y se irán, para nunca volver a
instalarse en esta área!
70
Al enterarse de que sería una competencia,
Feng Xin se alegró aún más. Por supuesto que
estaba contento. ¿Cómo podrían los mortales
competir con ellos? ¡Era una victoria segura!
Xie Lian también dio un suspiro de alivio.
—Estoy de acuerdo con esto. ¿Cómo quieres
hacer esto?
Ese hombre proclamó en voz alta:
—¡Usaremos nuestro mejor truco!
Entre charlas, otros dos hombres habían traído
unas pocas losas de piedra, largas y
rectangulares, y ese hombre le dio unas
palmaditas.
—¡Rompiendo rocas en el pecho! ¿Qué tal, te
atreves?
Al ver lo orgulloso que se veía, parecía que esta
era su especialidad. Xie Lian también se puso en
cuclillas, sintió esa losa y miró hacia arriba.
—Esto no será un problema para mí, pero,
¿realmente no será un problema para ti? —Esa
losa era real.
Ese hombre se rió.
—¡A juzgar por tu forma, es mejor que te
preocupes por ti mismo!
Feng Xin se puso en cuclillas junto a él.
—Dianxia, ¿me deja? —Xie Lian sacudió la
cabeza—. No. Has trabajado mucho en los
últimos días, déjame hacer esto, esta vez.
También debería hacer un esfuerzo.
71
Por lo tanto, Xie Lian y ese hombre se
acostaron en el suelo, con una losa de piedra
presionando ambos pechos. Feng Xin recibió un
gran martillo, lo giró con fuerza y estaba a punto
de aplastarlo cuando Xie Lian de repente habló:
—Espera.
Los otros estaban encantados: —¿Admites la
derrota? ¡No es demasiado tarde para admitir la
derrota ahora, te dejaremos ir!
—No. Quiero agregar otra losa —dijo Xie Lian.
Al escuchar esto, el grupo se sorprendió.
—¿Estás loco?
Xie Lian explicó perezosamente: —¿No lo
dijeron todos? Esta es una competencia. Si
ambos usáramos una losa cada uno, no habría
diferencia en la habilidad, entonces, ¿cómo
puede considerarse una competencia?
Todos los artistas callejeros parecían dudosos,
algunos incluso pensaron que se volvió loco, y
algunos pensaron que estaba faroleando.
Después de mucha discusión, de hecho
agregaron otra losa de piedra en la parte superior
de su pecho. ¡Sin embargo, inesperadamente,
Xie Lian quería que agregaran otro!
Ahora todos estaban seguros de que estaba
perdiendo la cabeza, y agregaron una tercera
losa con incredulidad. Por lo tanto, sobre el pecho
de Xie Lian había tres losas de piedra que
pesaban mucho, parecían bastante aterradoras.
72
Bajo la vigilancia concentrada de la multitud,
Feng Xin levantó el gran martillo, y sin pestañear,
se estrelló, y esas tres losas de piedra se
rompieron en múltiples pedazos. En medio de
vítores, Xie Lian se arrastró desde el suelo, ileso
y tranquilo, sacudiéndose la ropa mientras todos
miraban con asombro. La cara del líder estaba
pálida y oscura, y Xie Lian pensó: —Ahora
debería saber retroceder, ¿verdad?
Había pensado que la otra parte reconocería su
victoria y no volvería a buscar problemas otra
vez, pero inesperadamente, la expresión del
hombre cambió y de repente, apretó los dientes:
—¡Añádeme dos más también! ¡No, agrega tres
más!
—¡Hermano, no puedes! —La multitud
exclamó—. ¡Este hombre debe conocer hechizos
malvados, no hay necesidad de que lo sigas!
—¡Sí, debe estar fingiendo!
Feng Xin exclamó enojado: —¿Qué demonios?
¿Ustedes son los que carecen de habilidades
pero se dan la vuelta y dicen que estamos usando
hechizos malvados y fingiendo?
Sin embargo, el líder gritó: —LAS LOSAS Y EL
MARTILLO DE PIEDRA NOS PERTENECEN,
¿CÓMO NO SABRÍAMOS SI HAY HECHIZOS
MALVADOS? ¡ESTE MOCOSO TIENE
ALGUNAS HABILIDADES, PERO APILAR TRES
LOSAS NO SON NADA! ¡PUEDO APILAR
73
CUATRO! ¡Mientras ganemos, TENDRÁN QUE
IRSE!
—¡Es imposible, ríndete! —dijo Feng Xin—. No
pierdas la vida por esto.
Pero ese hombre era obstinado, lo que obligó a
los demás a apilar cuatro losas de piedra
pesadamente hundidas en su cuerpo.
—¡SOLO MIRA!
Xie Lian podía decir que las cosas iban mal y
susurró: —Feng Xin, ¿deberíamos detener esto?
No hay forma de que los mortales puedan
soportar cuatro tablas.
Feng Xin susurró: —¿Veamos primero? No
debería estar buscando la muerte, solo un par de
golpes y debería saber retroceder.
Xie Lian frunció el ceño ligeramente y asintió,
decidiendo mirar y ver qué sucedía.
Efectivamente, el pequeño amigo que sostenía el
martillo solo golpeó aprensivamente una vez y la
cara de ese hombre cambió. El que sostenía el
martillo se detuvo de inmediato, sin atreverse a
moverse de nuevo, pero ese hombre gritó:
—¡MÁS DURO! ¿Te perdiste una comida?
¿POR QUÉ TU GOLPE ES TAN PATÉTICO?
Ese pequeño amigo no se atrevió a ser
descuidado y la segunda vez usó todas sus
fuerzas.
¡BANG!

74
Después de ese fuerte sonido, la cara de ese
hombre explotó en rojo, como si estuviera
conteniendo un gran bocado de sangre. Xie Lian
y Feng Xin vieron que las cosas iban en la
dirección equivocada y rápidamente gritaron:
—¡Espera! ¡No te fuerces!
Ese hombre gritó: —¿QUIÉN SE ESTÁ
FORZANDO? ¡ESTA ES MI ESPECIALIDAD!
¡SOLO MIRA, TE CONDUCIRÉ A TU DERROTA!
Con una cara angustiada, ese pequeño amigo
golpeó de nuevo. Ahora sí lo había hecho. Ese
hombre escupió una bocanada llena de sangre
por todo el suelo, asustando al pequeño amigo y
dejó caer el martillo.
El grupo se apresuró: —Déjalo ir, déjalo ir,
hermano, si esos dos bastardos quieren aferrarse
a este lugar, déjalos aferrarse, ¡tu vida es más
importante!
Las venas aparecieron en la frente de ese
hombre y la sangre se hizo espuma en su boca:
—¡NO DEJARÉ ESTO! Han pasado días desde
que todos comimos algo, si esto sigue así, ¿no es
esto tomar nuestro sustento? ¡SIGAMOS! ¡Me
niego a creer que no puedo competir con este
tierno y delicado mocoso! ¡ESTA ES MI
ESPECIALIDAD!
Xie Lian no pudo ver más y habló primero:
—Déjalo ir. Si este es el caso, entonces

75
reconozco la derrota. A partir de mañana ya no
vendremos. ¡Vamos, Feng Xin!
Luego se volvió para irse. Detrás de ellos, la
multitud aplaudió y Feng Xin siguió.
—Dianxia, ¿vamos a abandonar este lugar así
como así?
Finalmente encontraron una manera de ganar
dinero, pero ahora tuvieron que abandonarlo. Xie
Lian suspiró: —No hay otra manera. Esas pocas
rondas ahora ya le causaron grandes lesiones
internas, me temo que está casi medio
discapacitado. Si seguimos compitiendo, alguien
morirá. Si eso sucede, tampoco podremos
quedarnos.
Feng Xin se rascó la cabeza y maldijo:
—¡Realmente estaba pidiendo morir!
—Todos estamos tratando de ganarnos la vida
—dijo Xie Lian simplemente.
Xie Lian también se sentía un poco mal. Si lo
hubiera sabido, no habría pedido apilar tres losas
y habría admitido la derrota antes para que el
hombre no se obligara a enfrentarse a cuatro
losas. Incluso si era grosero e imprudente,
todavía había partes de él que eran respetables.
—No hablemos más de eso —dijo Xie Lian—,
no tenemos que molestarnos en actuar aquí y
poner todos nuestros huevos en una sola
canasta.

76
Sin embargo, esa noche, cuando regresaron a
su escondite, la reina le informó con tristeza que
los síntomas del rey estaban empeorando y que
tal vez no podría soportar más movimientos, que
necesitaba descansar por un tiempo. Lo que
significaba que no podían abandonar esta ciudad
por el momento.
Xie Lian rebuscó en los estantes y cofres de
nuevo, pero no pudo encontrar nada que
empeñar, así que se sentó al lado del cofre,
pensando. Feng Xin estaba cocinando la
medicina, tarareando mientras lo hacía. Él
tarareó y tarareó, sonando cada vez más fuera de
tono, y aunque Xie Lian no prestó atención al
principio, no pudo ignorarlo después de un
tiempo.
—¿Qué pasa contigo? ¿De buen humor?
Feng Xin levantó la vista.
—¿Huh? ¿No?
Xie Lian no le creyó.
—¿En serio?
Había notado que en los últimos días después
de que comenzaron a actuar en las calles, Feng
Xin estaba actuando un poco extraño. A veces
sonreía como un tonto sin razón, a veces se
volvía repentinamente preocupado. Cuando Mu
Qing estaba cerca, Xie Lian y Feng Xin rara vez
se separaban. Después de que Mu Qing se fuera,
a veces Feng Xin tendría que ir a entregar comida
77
o hacer otros mandados para el rey y la reina, por
lo que se iría por un período de tiempo en un día.
Xie Lian sintió que debía haberse topado con
algo, pero no tenía la energía para preocuparse.
Mirando la olla de medicina frente a Feng Xin
en silencio por un momento, Xie Lian preguntó:
—¿Es este el último paquete?
Feng Xin hojeó los paquetes en el suelo.
—Lo es. Si no vamos mañana... —Recordó que
el rey estaba dentro de la cabaña y no podía dejar
que lo oyera, por lo que Feng Xin bajó la voz—.
Si no nos vamos mañana, ¿qué haremos?
—...
Después de un largo rato, Xie Lian se levantó
abruptamente.
—Quédate aquí y vigila. Voy a pensar en una
manera.
Feng Xin estaba confundido.
—¿A dónde vas? ¿En qué manera podrías tú
pensar?
Xie Lian se fue sin mirar atrás.
—No te preocupes por mí. Y no me sigas.

78
Capítulo 184
El Príncipe Heredero bloquea el
camino de la montaña

P
ersuadió una y otra vez a Feng Xin para
asegurarse de que se quedara para proteger
al rey y a la reina mientras él mismo salía de
la pequeña y destartalada cabaña. Mientras
caminaba, seguía mirando hacia atrás, con el
corazón acelerado. Después de caminar un largo
camino, finalmente se relajó cuando estuvo
seguro de que Feng Xin no lo siguió.
Tranquilizándose, después de caminar y
detenerse durante más de diez millas, Xie Lian
finalmente encontró un lugar que sentía era el
lugar ideal: un camino de montaña bastante
desierto y aislado.
Xie Lian examinó sus alrededores y vio nadie
alrededor, luego se cubrió la cara con la banda
de seda blanca, envolviéndola con fuerza y
seguridad antes de saltar a un árbol para
esconderse. Luego contuvo el aliento y se

79
concentró. El siguiente paso sería esperar a que
pasaran los viajeros.
Así era, su camino, era el llamado; robar a los
ricos y dar a los pobres.
En el pasado, Xie Lian solo había oído hablar
de este tipo de vigilantes mundanos que robaban
a los ricos para darles a los pobres libros y obras
de teatro; nunca lo había hecho él mismo, y
nunca pensó hacerlo, ya que su creencia original
era esta: no importaba cómo se arreglara, no
importaba la razón, el robo era robo, robar era
robar. De lo contrario, por la destreza física de Xie
Lian, el volar por los tejados para robar cosas
pequeñas, asesinar a los guardias y desaparecer
todo un tesoro no sería nada difícil.
Pero ahora que había llegado a este punto,
realmente no había otra manera. Si tenía que
decirlo. Hurtar, era un poco mejor que robar,
probablemente porque el primero era
considerablemente inofensivo. Después de
mucho dilema interno, Xie Lian todavía abofeteó
a su antiguo yo y planeó robar la riqueza de los
demás para aliviar a su propia pobreza.
¡Esta era la forma más rápida!
Xie Lian se posó en el árbol, la luna ocultaba el
viento que bramaba, y estaba desierto por todas
partes, vacío de vida, pero su corazón latía con
fuerza.

80
Incluso cuando se enfrentaba a la bestia más
violenta, Xie Lian nunca había estado tan
nervioso. Cuando sacó un bollo frío y duro, su
mano tembló ligeramente.
Si aún pudieras ser quisquilloso cuando se
tratara de comida, solo podría significar que no
estabas realmente hambriento. Cuando Xie Lian
entendió esto, de repente se acostumbró al sabor
de los bollos al vapor.
El invierno se acercaba rápidamente y las
noches eran extremadamente frías. Xie Lian
masticó el bollo frío y exhaló bocados de aliento
blanco. Como no quería que lo vieran, Xie Lian
nunca consideró un lugar donde hubiera más
gente, y específicamente eligió un área desolada.
Esperó cuatro horas completas antes de que un
viajero llegara caminando lentamente desde los
extremos del camino de la montaña.
Xie Lian estaba energizado, comió ese bollo en
un par de bocados y se centró en el viajero que
se acercaba lentamente. Entonces, descubrió
que era un anciano.
Era un anciano tan viejo pero vestía fresco y
brillante, así que debería ser bastante rico. Sin
embargo, por supuesto, no estaba dentro del
alcance de consideración de Xie Lian. Xie Lian no
podía decir si estaba decepcionado o aliviado,
pero de cualquier manera decidió resueltamente

81
ignorar al anciano y dejarlo ir, continuando la
espera de la próxima persona.
Dos horas después, los pies de Xie Lian
estaban entumecidos por la posición en cuclillas,
su mitad inferior del cuerpo prácticamente
congelada antes de que apareciera una segunda
persona. Cuando vio que esa figura también
caminaba lentamente, se preguntó: —¿Podría
ser otra persona mayor?
Cuando esa figura finalmente se acercó,
descubrió que no se trataba de un viejo sino de
un joven.
Ese joven parecía simple y de buen carácter,
su rostro cubierto de sonrisas, y la razón por la
que caminaba tan lentamente era porque llevaba
una pesada bolsa de arroz.
Las palmas de Xie Lian estaban sudando y se
dijo a sí mismo: —¿Ataco?
Después de un momento de vacilación, al final
se rindió.
La razón por la que se dio por vencido fue
porque la ropa de este joven estaba remendada,
los zapatos de paja en sus pies estaban
desgastados, exponiendo los dedos de los pies,
obviamente de un hogar pobre. Debía haberse
visto tan feliz porque finalmente había una bolsa
de arroz para llenar su estómago, y tal vez su
familia había muerto de hambre durante muchos
días, y tal vez esta bolsa de arroz fue comprada
82
después de vender el único buey en su casa. Si
fuera robado, ¿no caería en la desesperación?
Xie Lian imaginó todo tipo de escenarios por su
cuenta, y no fue hasta después de que pensó que
tal vez podría haber tomado media bolsa de
arroz, pero para entonces ese joven ya se había
ido. Por lo tanto, Xie Lian decidió resueltamente
que ya no pensaría en eso y continuará
esperando hasta el próximo.
Se posó en este árbol así y esperó indefenso
durante muchas horas, desde la noche oscura
hasta el amanecer. En ese momento, había más
de una docena de transeúntes que pasaban por
este camino de montaña, pero cada vez que Xie
Lian estaba a punto de atacar, siempre había
todo tipo de razones por las que sería
inapropiado hacerlo y los dejaba ir. Muchas veces
había pensado: —¡No importa! ¡Solo vete! —No
existían bandidos que robaran como él en
absoluto; sería un milagro si fuera realmente
fructífero. Pero, cuando pensó en que no habría
más comida ni medicinas si regresaba, se obligó
a seguir esperando.
Después de casi medio día, finalmente, lejos en
la distancia de la carretera de montaña, apareció
el último viajero.
Era un hombre de mediana edad, vestido con
ropa fina, ni rico ni noble, su aspecto salvaje y
repulsivo, bastante desagradable, y Xie Lian
83
podía decir que no era bueno con solo una
mirada.
Pero, uno no debía juzgar un libro por su
portada, Xie Lian no pudo evitar pensar: —¿Y si
este hombre solo parecía salvaje, pero en
realidad era una buena persona? Incluso si tiene
dinero, ¿eso justifica ser robado?
Mientras luchaba contra sus disputas internas,
un repentino gruñido de su estómago lo despertó
de su estupor, y Xie Lian suspiró internamente:
—No importa, no puedo molestarme con eso.
¡Muy bien!
Decidiéndose, saltó del árbol y gritó: —¡ALTO!
Al tener a un hombre enmascarado cortando el
paso a mitad de camino, ese hombre se
sorprendió y gritó alarmado: —¿Quién eres?
Escondido aquí furtivamente con tu cara oculta,
¿qué estás planeando?
Xie Lian se obligó a decir: —… DA... DA...
—Pero al final había un obstáculo en su mente y
tartamudeó un par de veces antes de finalmente
exprimir sus palabras—: ¡DÁME TODO EL
DINERO EN TI!
Ese hombre abrió la boca, saltó tres pies de
altura y gritó: —¡ALGUIEN! ¡AYUDA! ¡Ladrones!
—Luego se volvió y corrió.
Más que su escape, Xie Lian estaba aún más
preocupado de que sus gritos alertaran a los
demás, y aunque el lugar ya era una montaña
84
desolada y árida y había pocas posibilidades de
que alguien apareciera, incluso si alguien
aparecía podía simplemente huir, pero los
ladrones no tenían conciencia culpable después
de todo y Xie Lian inmediatamente gritó:
—¡ALTO! ¡NO GRITES MÁS!
Como si ese hombre fuera a escucharlo. Huyó
y huyó y corrió hacia el bosque, luego gritó:
—¡AAH! —Trágicamente.
Xie Lian temía que hubiera bestias en el
bosque que fueran a atacar al hombre y
rápidamente gritó: —¡ESPERA! ¡Cuidado! —Sin
embargo, inesperadamente, cuando lo alcanzó y
vio, se quedó estupefacto al instante, su rostro
palideció rápidamente.
Dentro del bosque ya había un grupo de
personas, y todos miraban en su dirección.
Cuando Xie Lian miró más de cerca, notó algo
extraño. No eran personas en absoluto. Ese
hombre de mediana edad no los vio en absoluto,
y todavía estaba en pánico, y, dentro de ese
grupo, parecía haber algunas caras familiares.
Por supuesto que eran familiares. Había visto a
varios de ellos en la Capital Celestial antes en el
pasado, algunos de la Corte Superior, otros de la
Corte Inferior. ¡Todos eran Oficiales Celestiales!
Ese hombre gritó trágicamente antes porque
tropezó y cayó, y sus manos estaban agarrando
un gran paquete de hechizos de protección
85
mientras cantaba para sí mismo: —¡Dios mío,
Dios mío! ¡Ven a salvarme! ¡Ven y sálvame
rápido!
Y los dioses por los que estaba llorando
realmente vinieron como él deseaba.
Justo en este momento, los ojos de
innumerables Oficiales Celestiales estaban
mirando a Xie Lian con atención, congelándolo en
el acto con su mirada. Cuando ese hombre vio al
extraño ladrón enmascarado congelado en un
sueño, rápidamente se arrastró y salió corriendo.
Xie Lian no pudo moverse ni un paso para
perseguirlo; todo su cuerpo estaba rígido,
empapado en sudor frío, su corazón lleno de
horror.
Eso era correcto. Horror.
Solo podía rezar para que esta banda de seda
blanca le envolviera la cara con tanta fuerza que
los pequeños Oficiales Celestiales que había
conocido en el pasado no lo reconocieran. Sin
embargo, las cosas nunca irían como se
esperaba, y uno de los Oficiales Celestiales lo
miró de arriba abajo antes de que él dijera
sorprendido: —... ¿No es este... Taizi Dianxia?
—...
Otro Oficial Celestial estaba aún más
sorprendido.
—¡Ah, realmente lo es! ¿Por qué está Dianxia
aquí? ¿Y vestido así también?
86
El corazón de Xie Lian se hundía más y más,
iba a hundirse hasta el fondo de la tierra.
—¿Ese hombre antes estaba gritando; ayuda;
robo; ladrón? ¿Un ladrón lo persigue? Ese ladrón
es... ¿Dianxia?
—¡Mis cielos! Dianxia... ¡¿Realmente harías
algo como esto?!
Al escuchar esto, Xie Lian casi se desmaya en
el acto. No sabía cuánto tiempo pasó antes de
gruñir: —Yo...
Quería decir algo pero las palabras no salían,
atrapadas en su garganta. Los rostros de esos
Oficiales Celestiales también eran ilegibles. Un
momento después, uno de los Oficiales
Celestiales le palmeó el hombro.
—No se preocupe, no se preocupe, Dianxia,
entendemos.
Xie Lian recibió esas palmaditas en el hombro,
no fueron duras, pero casi perdió el equilibrio e
intentó nuevamente: —Yo...
Ese Oficial Celestial se rió a carcajadas.
—Solo estás haciendo esto porque lo tienes
muy difícil, es comprensible. No te preocupes, no
le diremos a nadie sobre esto.
La razón por la cual las cosas eran tan difíciles
de decir fue también por esta razón. Como la otra
parte lo dijo en voz alta primero, entonces no
sabía por completo qué más podía agregar. Pasó
un momento antes de que murmurara: —... Muy
87
bien, gracias. Entonces, estoy... voy a irme ahora.
Me voy.
Tampoco sabía cómo se fue. De cualquier
manera, cuando finalmente se dio cuenta de sí
mismo, ya estaba de pie en una carretera de
montaña vacía, y fue la brisa fría del invierno lo
que lo sacudió.
Solo entonces Xie Lian finalmente se dio
cuenta de la horrible situación que había
sucedido en este momento.
Él, Xie Lian, el Príncipe Heredero de XianLe…
¿un ladrón?
¡¿Cómo llegó a esto?!
El Xie Lian en este momento estaba lleno de
remordimientos; el él del pasado debió haber
estado loco por haber pensado en robar en las
carreteras, y ahora las cosas estaban fuera de
control. ¿Por qué fue tan desafortunado que si
bien no se logró robar nada, lo atraparon con las
manos en la masa?
Xie Lian nunca se había encontrado con algo
así en su vida pasada, por lo que no sabía qué
hacer. Estaba ardiendo de pies a cabeza, su
mente completamente confusa, y escondió el
rostro en sus manos. Si el tiempo podía
retroceder, incluso estaba dispuesto a usar su
abundante salud y cultivo para intercambiarlo.
Justo cuando estaba profundamente angustiado,
en su visión periférica de repente había una
88
silueta blanca borrosa más adelante, y Xie Lian
se sobresaltó al instante, levantando la cabeza.
—¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!
Cuando levantó la vista, esa figura desapareció
al instante, y el sudor frío cubrió su cuerpo
nuevamente.
¡Aunque no vio la cara de ese hombre, todavía
lo sintió, en la cara de ese hombre parecía haber
una máscara!
Sin embargo, después de escanear sus
alrededores, no vio rastros de nadie, y Xie Lian
no pudo evitar sospechar que tal vez la figura que
vio no era más que una alucinación en su
momento de pánico. Ya sea que fuera así, no se
atrevió a quedarse allí más tiempo y se apresuró
a bajar la montaña.

Después de que regresó, Feng Xin ya lo había


esperado por casi medio día, y en el momento en
que lo vio, exclamó: —Dianxia, ¿a dónde huyó?
¿Qué ideas se te ocurrieron?
Xie Lian no se atrevió a decirle. No podía
decirle a nadie, especialmente a Feng Xin. Xie
Lian no podía imaginar en absoluto lo que Feng
Xin, que había creído tan fielmente en su mayor
rectitud y moral, pensaría si se enterara. Solo
89
podía esperar que ese incidente estuviera
enterrado para siempre en su corazón y se
pudriera en su estómago. Por lo tanto, Xie Lian
respondió ambiguamente: —Nada.
Feng Xin estaba asombrado.
—¿Huh? Entonces, ¿por qué te has ido tanto
tiempo?
La mente de Xie Lian se estaba entumeciendo.
—No preguntes más. No hice nada.
Feng Xin estaba desconcertado, pero no
importaba cómo cuestionara a Xie Lian, se negó
a responder, por lo que, como el sirviente, no era
su lugar para presionar y solo podía decir en un
susurro: —¿Entonces todavía vamos a las calles
mañana?
—Ya no voy a salir —respondió Xie Lian.
Ahora estaba sumido en un caos completo, su
mente llena de preocupaciones imposibles: ¿y si
se topaba con ese hombre de mediana edad? ¿Y
si toda la ciudad lo estuviera buscando?
Feng Xin también notó que lo miraba y dijo:
—¿Debes estar cansado? Entonces, ¿qué tal
esto, Dianxia? Solo quédese allí. Iré yo mismo.
Solo concéntrate en el entrenamiento.
Sin embargo, él no sabía que a Xie Lian ahora
tampoco le importaba entrenar y cultivar.
Xie Lian se centró en el cultivo al principio,
porque esa era la única forma en que podría
haber una posibilidad de regresar a la Corte
90
Superior. Sin embargo, ahora estaba aterrorizado
de la posibilidad de regresar a la Corte Superior.
Aunque esos funcionarios subalternos dijeron
que no se lo dirían a nadie, ¿realmente no se lo
dirían? ¿Podría este asunto ya haber llegado a
oídos de todos en los cielos?
Cuando pensó que era una posibilidad, Xie Lian
no podía respirar. ¡No había absolutamente
ninguna manera de que pudiera soportar ser
marcado con esto, ser señalado por toda la corte
superior e inferior, por todo el Reino Mortal,
incluso!
En su agotamiento, Xie Lian se desmayó
fuertemente. Este sueño fue inestable, y él se dio
la vuelta, invadido por pesadillas desconocidas, y
cuando se despertó sobresaltado y miró por la
ventana, el cielo ya estaba oscuro.
Feng Xin no estaba cerca; debió haber salido a
la calle por su cuenta y aún no había regresado,
y en la habitación a su lado llegaron las voces
silenciosas y la tos suave del rey y la reina. Xie
Lian yacía en el suelo. Ahora que estaba
despierto, no podía evitar seguir pensando, si ese
incidente realmente se extendió, ¿cómo
reaccionarían sus padres si se enteraran? ¿Qué
tan sorprendidos estarían? El rey podría pisotear
con indignación, gritando mientras escupía
sangre de que era la vergüenza de XianLe. La
reina, por otro lado, definitivamente no le gritaría,
91
pero seguramente estaría extremadamente
angustiada, porque el niño que más amaba les
daba vergüenza.
Habiendo pensado esto, Xie Lian estaba
teniendo problemas para respirar nuevamente.
Necesitaba encontrar un lugar donde poder estar
solo y estar tranquilo, así que salió de la estera
de paja y salió corriendo, caminando a ciegas
durante más de diez millas con los fríos vientos
que soplaban en su rostro.
No se atrevió a detenerse en ningún lugar
donde había gente, porque constantemente
sentía que los demás lo miraban fijamente,
juzgándolo por lo descuidado que estaba.
Finalmente, llegó a un cementerio sin una sola
alma antes de detenerse en su paso,
Esta noche fue más fría que la noche anterior,
y solo después de haber venido aquí, Xie Lian
notó que sus mejillas y manos estaban
prácticamente congeladas, su cuerpo temblando.
No era solo el frío; también había horror y pánico.
Xie Lian se abrazó los brazos inconscientemente,
sopló unos bocados de aire caliente, frotó sus
ojos y descubrió justo delante una lápida en la
que se ofrecían dos jarras de vino.
Parecía que el dueño de esta lápida era alguien
que amaba el vino cuando estaba vivo, por lo que
después de la muerte, los demás les traerían vino
cuando vinieran a limpiar la tumba. Xie Lian se
92
agachó. Nunca había bebido vino antes, pero
había escuchado a la gente decir que el vino
podría calentar el cuerpo y ayudar a olvidar.
Después de un momento de vacilación, de
repente tomó una jarra de vino, arrancó la tapa y
comenzó a sumergir el contenido en su garganta.
Este vino no era ningún vino fino, era barato y
grande en cantidad, con un sabor fuerte y
picante. Xie Lian tragó unos cuantos sorbos
grandes y comenzó a ahogarse, tosiendo, pero
realmente parecía haberse calentado un poco.
Por lo tanto, Xie Lian se limpió la mejilla y se
sentó en el suelo, abrazó la jarra y continuó
tomando el vino en grandes sorbos.
En su aturdimiento, parecía haber notado que
una pequeña bola de inquietante fuego fantasmal
salía volando, dando vueltas en círculos a su
alrededor girando, pareciendo bastante ansioso.
Xie Lian solo se preocupaba por concentrarse en
su bebida y no parecía que lo viera en absoluto.
Esa bola de fuego fantasma parecía estar usando
todo su poder para acercarse a él, pero como no
era más que llamas huecas, cada vez que se
acercaba, siempre pasaba por su cuerpo, nunca
podía tocarlo.
Al terminar un frasco, Xie Lian ya estaba
borracho y atontado, sus ojos borrachos se
aflojaron. Cuando lo vio circulando aquí y allá,
luciendo bastante lamentable pero también muy
93
divertido, no pudo evitar empujar y reír a
carcajadas, con el brazo apoyado en los bordes
de la jarra de vino.
—¿Qué estás haciendo?
Esa bola de fuego fantasma se congeló
instantáneamente en el aire.

94
Capítulo 185
Treinta y tres Oficiales Celestiales
luchan por la tierra propicia (parte
uno)

X
ie Lian preguntó: —¿Es esta tu tumba?
¿Estoy bebiendo tu vino?
Era un desastre borracho y realmente no
escuchó con claridad si ese fuego fantasma decía
algo y pensó que el dueño de la tumba estaba
disgustado, tratando de ahuyentarlo.
Él se quejó: —Lo entiendo. Me iré.
Xie Lian abrazó la jarra de vino y se arrastró,
balanceándose y tambaleándose mientras daba
unos pasos. Sin embargo, inesperadamente, no
fue muy lejos antes de perder el equilibrio y caer
sobre sí mismo.
Resultó que había un hoyo gigante en este
cementerio. Probablemente fue excavado
previamente para preparar el entierro de un
fallecido, sin embargo, el fallecido aún no había
sido enterrado antes de que Xie Lian cayera
acostado dentro.
95
La frente de Xie Lian golpeó los bordes
exteriores del pozo y le dolió, empeorando su
mareo, su cabeza palpitaba. Estuvo mareado por
un tiempo antes de luchar por levantarse, sus
manos estaban embarradas y ensangrentadas
con raspones y cortes en algunas partes.
Extendió las manos y las miró sin registrar
realmente nada, luego trató de salir del pozo. Sin
embargo, acababa de beber una jarra entera de
vino, sus extremidades estaban flácidas, no
podía ejercer ningún poder, por lo que mientras
intentaba salir varias veces, se resbalaba cada
vez. Xie Lian volvió a caer al fondo del pozo y
miró el cielo nocturno nublado cubierto de luna
por un momento, enojándose mucho.
Este pozo ni siquiera era tan profundo, así que
¿por qué no podía salir sin importar cómo lo
intentara?
Cuanto más pensaba, más enojado se ponía y
comenzó a murmurar a pesar de sí mismo.
—... Qué demonios.
Xie Lian nunca maldijo antes. Esta era la
primera vez que tales palabras salieron de su
boca. Pero lo curioso fue que, después de
maldecir, la sofocante tensión en su pecho
parecía haberse dispersado al instante. Por lo
tanto, como un niño que había probado dulces,
Xie Lian se aferró a las paredes laterales del pozo
de enterramiento y usó todas sus fuerzas para
96
gritar con una voz ensordecedora: —¡MALDITO
DIOS!
Golpeó el suelo y gritó: —¿HAY ALGUIEN
ALLÍ? ¿HAY ALGUIEN QUE PUEDA
AYUDARME A SALIR?
Por supuesto que no había nadie. Solo había
una pequeña bola de inquietante fuego fantasma
que ardía sin cesar. Después de que Xie Lian
cayó, esa bola de fuego fantasma llegó corriendo
pareciendo haber querido agarrarlo, pero no pudo
hacer contacto. Xie Lian no se molestó en
absoluto y dijo con enojo: —¡Alguien podría venir
y enterrarme!
Maldiciendo como lo haría, aún continuó
escalando. Xie Lian finalmente salió usando sus
propios medios, pero ya estaba increíblemente
descuidado y se tumbó en el suelo resoplando,
respirando laboriosamente. Tomó un breve
momento antes de darse la vuelta, abrazarse a sí
mismo y acurrucarse.
—Hace tanto frío —susurró Xie Lian.
Su voz era pequeña, temerosa de que alguien
escuchara. Sin embargo, ese fuego fantasma
escuchó y salió volando, presionándose contra su
cuerpo, sus llamas repentinamente mucho más
brillantes que antes, como si se estuviera
quemando con todo lo que tenía.
Aún así, un fuego fantasma era frío.

97
No importó cuán cerca se presionó, no
importaba si se quemaba hasta convertirse en
cenizas, aún no sería capaz de traer una pizca de
calor a los vivos.
Aturdido, Xie Lian parecía haber escuchado
una voz pequeña y débil.
Esa voz parecía tan cerca pero lejos, como si
fuera un sueño pero no y gritaba
desesperadamente: —Dios, por favor espérame,
solo espérame... Por favor, dame un poco más de
tiempo... déjame... déjame...
—...
Xie Lian se preguntó internamente: —¿Dios?
¿Me está llamando?
Pero, incluso si le rezara, no tendría sentido ya
que, incluso cuando era un dios, no podía hacer
nada. Ahora que no era un dios, había aún menos
que podía hacer.

—... ¿Dianxia? ¿Dianxia? ¡Dianxia!


Fue el empuje de Feng Xin lo que despertó a
Xie Lian.
Parpadeó abriendo los ojos laboriosamente y
descubrió que estaba acostado en un pequeño
callejón. La cara de Feng Xin colgaba desde
arriba y cuando notó que Xie Lian estaba
98
despierto, finalmente dejó escapar un suspiro de
alivio, pero poco después fue reemplazado por
rastros de ira.
—¡Dianxia! ¿Qué está pasando contigo?
¡Escapando solo por días sin decir una palabra!
¡Si no vuelves pronto ya no podré seguir
mintiéndoles a sus majestades!
Xie Lian se incorporó lentamente.
—¿Días?
Cuando la palabra salió de sus labios,
descubrió que tenía la garganta seca, la voz
ronca y la sien palpitante, le dolía la cabeza como
si fuera a partirse. Parecía recordar algo, pero al
mismo tiempo no podía recordarlo exactamente.
Feng Xin se agachó a su lado.
—¡Eso es correcto! ¡Dos días! ¿A dónde
fuiste? ¿Por qué estabas enojando de esa
manera ahora?
¿Estuvo borracho por dos días? ¿No estaba él
en un cementerio salvaje? ¿Por qué estaba
acostado aquí? Y a juzgar por el tono de Feng
Xin, una sensación de presentimiento llenó a Xie
Lian.
—¿Qué hice?
Feng Xin dijo bruscamente: —¡Estabas
poseído! Chocando puestos por todas partes,
golpeando a la gente. ¡Incluso subiste para
detener a los soldados que patrullaban YongAn!
¡No sé qué más has hecho antes de eso!
99
Cuando Xie Lian escuchó que incluso fue a
detener a los soldados de YongAn, se sorprendió.
—¿Fui a detener a los soldados? Entonces...
¿qué pasó con esos soldados?
—Gracias a los cielos me topé contigo y te
detuve. —Feng Xin respondió—. Y te ves así,
pensaron que debías ser un borracho loco y solo
te gritaron, pero no te molestaron, de lo contrario
de seguro estarías muerto. ¿Qué fue lo que te
pasó? ¿Por qué parece que bebiste?
Xie Lian se miró a sí mismo y estaba cubierto
de pies a cabeza con barro y mugre. Se rascó la
cabeza y también estaba desordenado como un
criminal que estaba a punto de ser arrastrado
para ser interrogado y ejecutado. Ciertamente se
parecía mucho a un borracho loco que dormía en
las calles todo el día.
Después de un momento de silencio, Xie Lian
se puso de pie y respondió vagamente: —Hum...
bebí un poco.
Feng Xin no pudo entender esto.
—¿Huh? Como puedes beber… ¿Cuánto
bebiste para estar borracho durante dos días?
Al ver la expresión de incredulidad de Feng Xin,
Xie Lian estaba irritado sin ninguna buena razón
y siguió adelante.
—Ya dije que no bebí mucho, solo un poco. No
pasa nada. ¿Por qué no puedo beber?

100
Feng Xin no esperaba que respondiera así y se
quedó atónito por un momento, luego lo
persiguió.
—¿Qué quieres decir con no pasa nada? ¿Por
qué? ¿Ha olvidado Dianxia? Beber rompe el
mandato, no puedes romper ningún mandato, de
lo contrario, ¿cómo puedes cultivarte? Tienes
que ascender de nuevo.
—... —En el momento en que escuchó
cultivación y ascensión, Xie Lian no quiso
escuchar más y aceleró el paso.
Feng Xin gritó: —¡Dianxia!
Volvió a ponerse al día y, tras un momento de
vacilación, intentó: —¿Pasó algo? Dime.
Al escuchar la pregunta de Feng Xin con tanto
cuidado, Xie Lian abrió y cerró la boca, queriendo
hablar pero no pudo.
Si no se lo contara a nadie pronto, podría
colapsar, pero tampoco estaba seguro de cómo
reaccionaría Feng Xin si se lo dijera.
No se atrevió a intentarlo.
Al verlo distraído, Feng Xin agregó: —De
verdad, no es como si hubieras matado o robado,
entonces, ¿qué no puede decirme Dianxia?
Al escuchar; no es como si hubieras matado o
robado, Xie Lian instantáneamente se sintió
sofocado.
Si pudiera decirse que podría haber sido
conmovido, que podría haberse sentido un poco
101
aliviado, entonces en este momento, todo estaba
completamente destrozado. Xie Lian bajó la
cabeza y se giró para seguir caminando y
respondió confusamente: —No es nada... solo
que estoy muy cansado. Tú... —Estaba a punto
de inventar una excusa cuando, de repente, notó
algo a un lado de la mejilla de Feng Xin y se
detuvo en sus pasos—. ¿Qué pasa con tu cara?
Feng Xin palpó su mejilla, al parecer había
tocado algún lugar herido y sus músculos se
tensaron. La cosa en su rostro era una herida. Y,
uno de sus brazos también estaba envuelto en
vendas, en capas y atadas de forma ordenada y
atenta.
No podría haber sido el propio Feng Xin quien
envolvió esas vendas, pero lo que le preocupaba
a Xie Lian eran las heridas debajo de las vendas.
—¿Cómo te lastimaste?
Por las habilidades de Feng Xin, ningún mortal
podía dañarlo fácilmente y fue su brazo el que
también resultó herido. A Feng Xin no parecía
importarle.
—Oh, no es nada. Solo unos matones que
intentan arruinar el negocio, eso es todo.
Xie Lian estaba sorprendido y desconcertado.
—¿Esos artistas callejeros locales del otro día?
—Sí, ellos —respondió Feng Xin.
—¿Por qué hicieron colapsar tu exhibición?
—Cuestionó Xie Lian, pero luego entendió—.
102
¿Fue porque admitimos la derrota ese día, pero
luego aun así fuiste a la calle y te persiguieran?
Esa fue casi toda la historia. Después de
conocer la razón, una furia repentina explotó en
el pecho de Xie Lian.
—¡Ya no vayas más! —La voz de Xie Lian era
dura.
Sin embargo, Feng Xin lo rechazó.
—¡A quién le importan! Iré, aunque les guste o
no. El que admitió la derrota fuiste tú, no yo. No
admití la derrota, así que no cuenta como
retroceder en mi palabra. Voy a configurar la
tienda allí sin importar qué y además de colapsar
la exhibición furtivamente, ¿qué más me pueden
hacer? Esta vez no estaba preparado, pero lo
estaré la próxima. ¡Si se trata de puños, no les
tengo miedo!
Al escuchar esto, esa repentina ola de ira que
se precipitó a la cabeza de Xie Lian se disipó
instantáneamente y fue reemplazada por la
culpa.
Feng Xin había actuado así mientras él mismo
estaba deprimido y revolcándose en la miseria.
¿Cómo podría enfrentar a este leal servidor que
aún no lo había abandonado cuando las cosas
habían llegado a este punto?
Habiendo pensado esto, Xie Lian suspiró: —Lo
siento, Feng Xin.

103
Feng Xin se sorprendió y luego agitó su mano
ampliamente.
—¿Por qué Dianxia se disculpa conmigo? Qué
basura.
—Has estado ganando dinero solo los últimos
días, perdón por los problemas —dijo Xie Lian.
—¡Siempre y cuando te concentres en tu cultivo
y asciendas pronto, valdrá la pena! —Respondió
Feng Xin.
La palabra ascender volvió a aparecer y Xie
Lian asintió con la cabeza pesadamente.
El rey y la reina creyeron las mentiras de Feng
Xin y pensaron que Xie Lian había pasado los
últimos días entrenando. Cuando lo vieron
regresar, la reina felizmente cocinó una comida
como siempre. Xie Lian no tenía el corazón, así
que Feng Xin tomó el tazón y lo ayudó a comerlo.
No durmió esa noche.

Al día siguiente, Feng Xin se levantó y se fue


brillante y temprano en la mañana, mientras que
Xie Lian se quedó para cultivar.
Sin embargo, aunque se recuperó y reunió toda
su energía, todavía no podía concentrarse.
Todos deberían conocer esta lógica. La única
forma de destacar entre la multitud era estudiar
104
mucho, la práctica hace la perfección. Pero,
¿quién en un millón podría realmente trabajar
hasta el punto de la práctica hace la perfección?
Según esa misma lógica, no importaba cuánto se
hubiera dicho a sí mismo para aclarar su mente,
¿cómo podría lograrlo solo porque se lo dijo?
Durante los siguientes diez días consecutivos,
el progreso de su cultivo se detuvo, no se logró
nada y Xie Lian no pudo evitar estar ansioso.
Sobre todo porque todas las noches cuando Feng
Xin arrastraba su cuerpo exhausto hacia atrás y
él y la reina le preguntaban si Xie Lian había
progresado, Xie Lian podía sentir una presión
inmensa inexplicable.
No se atrevió a decir la verdad, por lo que solo
pudo responder vagamente que sí había
progreso, por lo que el Feng Xin y la reina
estaban muy contentos. Aún así, las cosas no
podrían seguir así. Después de dos meses, Xie
Lian ya no podía permitir que las cosas
continuaran como estaban.
Un día, cuando Feng Xin regresó en la noche
profunda, los dos estaban comiendo las sobras
del día anterior en la mesa. Mientras comían, Xie
Lian de repente se volvió hacia él.
—Me temo que tendré que irme por un período
de tiempo.
Feng Xin se sorprendió cuando se llenó la cara
de arroz.
105
—¿Huh? ¿Salir? ¿A dónde vas?
Xie Lian dijo lentamente: —Voy a buscar una
tierra tranquila llena de energía espiritual y me
encerraré para cultivar.
Si un lugar de cultivo era abundante en energía
espiritual, entonces era significativamente
beneficioso para el cultivador. Antes, Xie Lian no
podía decidir si debía dejar a sus padres y a los
dos asistentes, por lo que nunca se separó.
Ahora, había cambiado de opinión. Sin embargo,
Feng Xin no pensó demasiado en ello.
—¡Genial! Dianxia, ¡debería haber hecho esto
hace mucho tiempo! ¡El cultivo silencioso es el
más efectivo después de todo!
Xie Lian asintió, hizo una pausa y luego dijo:
—Tendré que molestarte para que cuides de
padre y madre mientras estoy fuera.
Feng Xin estaba a punto de responder, pero de
repente dudó por un momento. Aunque no fue
más que un destello, pero Xie Lian lo conocía tan
bien, ¿cómo podría no haber notado ese
momento de vacilación?
En ese momento, el rey bramó desde dentro de
la habitación de atrás: —Si debes irte, vete. Este
rey no necesita a nadie para que lo cuide.
Feng Xin y Xie Lian bajaron sus cuencos y
palillos y miraron hacia la habitación. Parecía que
el rey aún no se había dormido y escuchó su
charla, interrumpiendo su conversación.
106
Xie Lian negó con la cabeza y susurró:
—Actuando duro de nuevo.
Feng Xin sonrió y luego dijo: —No se preocupe,
Dianxia. Por supuesto que los cuidaría.
Ahora respondió tan directamente. Aún así, Xie
Lian no olvidó que antes de que Feng Xin
respondiera, hubo un pequeño momento de
vacilación, como si tuviera otras preocupaciones.
Sin embargo, cuando lo pensó, tal vez vio mal.
Aparte de ellos, Feng Xin no conocía a nadie
más, no tenía otros dependientes, entonces,
¿qué otras preocupaciones podría tener?
Entonces Xie Lian dejó de pensar y cambió de
opinión para considerar su partida al día
siguiente.

Al día siguiente, Xie Lian llevaba una simple


cartera y se despidió temporalmente de sus
padres y Feng Xin.
Caminó por quién sabe cuántas decenas de
millas, comiendo y durmiendo al aire libre durante
días y finalmente encontró un lugar, una montaña
tranquila y profunda que era perfecta para un
cultivo silencioso. Después de examinar el área,
Xie Lian se sorprendió al principio, pero poco
después, su corazón se llenó de alegría.
107
—¡Qué suerte... el fengshui de esta tierra es
excelente, en realidad he encontrado un pedazo
de tierra muy auspicioso!
Habiendo sido desafortunado hasta este punto,
el que su suerte volviera tan repentinamente, Xie
Lian todavía no lo podía creer y tuvo que verificar
y volver a verificar antes de estar absolutamente
seguro. De hecho, esta área era una tierra
sagrada llena de energía espiritual. Si pudiera
sumergirse y enfocarse en la cultivación durante
los próximos meses, ¡seguramente podría lograr
el doble de resultados con la mitad del esfuerzo y
lograr un progreso exponencial!
Era como si Xie Lian hubiera visto la esperanza
y los sombríos sentimientos de los últimos días
de repente se aclararon, su corazón saltó de
alegría.
—Padre, madre, Feng Xin, espérenme.
¡Regresaré muy pronto!
Siguiendo el camino empinado y peligroso de
la montaña y caminando durante siete u ocho
horas, Xie Lian finalmente entró en los profundos
recovecos de esta montaña espiritual antes del
atardecer.
Cruzando los densos bosques, podía sentir
claramente que se acercaba cada vez más a la
fuente de la energía espiritual. Los pasos de Xie
Lian también estaban creciendo más rápido y
más ligeros. Sin embargo, inesperadamente,
108
justo cuando estaba escogiendo un lugar para su
cultivo silencioso, de repente se escuchó el
clamor de los pasos detrás de él.
¿Cómo podría haber tantos pies en una
montaña tan apartada? Xie Lian miró
inconscientemente. No había esperado que con
esta mirada, la sonrisa que colgaba de sus labios
se congelara.
Detrás de él apareció una cantidad de
personas, unas treinta de ellas, todas diferentes
en formas y tamaños vestidas con varios
atuendos. Sin embargo, lo único que todos tenían
en común era que todos eran Oficiales
Celestiales. Un pequeño número de ellos eran
funcionarios sin rango en la Corte Superior y la
mayoría de ellos eran funcionarios de la Corte
Inferior.
¡Entre ellos estaban aquellos funcionarios
menores con los que se encontró en su robo
fallido la última vez!
Cuando vieron a Xie Lian, sus rostros
cambiaron y se tiraron y se codearon, diciendo
algo en voz baja. En cuanto a Xie Lian, cuando
los vio, inmediatamente sus manos comenzaron
a temblar.
Ambas partes se miraron el uno al otro. Pasó
un breve momento antes de que uno de los
Oficiales Celestiales se aclarara la garganta.

109
—Qué coincidencia, que nos encontráramos
con Taizi Dianxia aquí.
—En efecto. ¿Por qué ha venido aquí también
Taizi Dianxia?
—… —Xie Lian inclinó la cabeza ligeramente,
forzándose a estar tranquilo y sereno y respondió
sin ningún signo de inferioridad—. Estoy aquí
para entrenar.
Aunque el él de hoy no era el del pasado, Xie
Lian intentó usar el mismo tono de antes de ser
desterrado, negándose a parecer servil o
culpable.
El Oficial Celestial sonrió.
—Aún más de una coincidencia. También
hemos venido a entrenar.
—Sí, sí, quién hubiera sabido que todos nos
habíamos encontrado aquí, jojojo...
Resultó que Xie Lian no fue el único que vio
esta tierra auspiciosa. Este grupo de Oficiales
Celestiales también lo habían notado.
Habiéndose encontrado con esta situación, Xie
Lian comenzó a dudar. ¿Tendría que cultivarse
junto a tantos oficiales celestiales?
Para ser honesto, rechazó la idea de cultivar
con otros Oficiales Celestiales desde el fondo de
su corazón. Primero, había venido a encerrarse
para cultivar en silencio; Si no podía estar solo y
tenía que estar con tanta gente, entonces sin
duda habría disturbios. Algunas personas
110
disfrutan de la cultivación en grupos para poder
cuidarse mutuamente, pero Xie Lian siempre se
había cultivado en silencio por su cuenta.
Segundo, desde ese incidente de robo, se
sintió incómodo cuando vio a Oficiales
Celestiales que había conocido en el pasado,
sintiendo que los ojos de los demás perforaban
como agujas, atormentándolo. Al igual que en
este momento, tenía la sensación delirante de
que todos lo estaban mirando con juicio, por lo
que no podría centrarse en la cultivación.
Aunque cuando se trataba de apoderarse de
tierras auspiciosas, había una regla de orden de
llegada y mientras Xie Lian fuera lo
suficientemente fuerte, podría decir que estaba
allí primero, por favor, busque un lugar para
entrenar. Sin embargo, esos pocos funcionarios
subalternos que se toparon con su incidente de
robo estaban justo delante de él, por lo que no
podía actuar demasiado duro. Además, también
sería matón de su parte ahuyentar a tantos
Oficiales Celestiales mientras conserva la tierra
auspiciosa para él. Incluso si Xie Lian no quisiera
entrenar junto a los otros Oficiales Celestiales, no
había otra opción. No había tiempo para ir a
buscar otro lugar con tanta energía espiritual, así
que Xie Lian solo pudo asentir.
—Sí, qué coincidencia. Entonces, iré primero.
Mis señores, por favor hagan lo que quieran.
111
Luego, hizo un movimiento para irse a toda
prisa y poder esconderse en la cueva más
tranquila. Sin embargo, inesperadamente, justo
cuando se dio la vuelta, un Oficial Celestial detrás
de él habló: —Espera.
Xie Lian hizo una pausa en su paso y giró la
cabeza hacia atrás, perplejo.
—¿Qué sucede?
Esos treinta Oficiales Celestiales
intercambiaron miradas entre ellos, algunos
susurrando. Un momento después, alguien salió
y sonrió: —Dianxia se ha apoderado de varias
tierras auspiciosas en el pasado. ¿Por qué no nos
dejas tener esta tierra esta vez?
Xie Lian quedó atónito por un buen rato antes
de que entendiera.
¿Lo que querían decir era que él dejara el
lugar?
Que desconcertante. ¡Qué matones!
Una oleada de sangre llegó a su cabeza. Xie
Lian pensó enojado: —Yo estaba aquí primero,
pero no les pedí a todos que se fueran, así que
¿por qué se dieron la vuelta y me echaron?
Pero no se atrevió a actuar. Después de un
momento de silencio, la mano que sujetaba la
correa de su bolso lentamente se aferró con más
fuerza y Xie Lian exigió, su voz dura: —Mis
señores, ¿qué significa esto?

112
Uno de los Oficiales Celestiales dijo: —Bueno...
no acabamos de decir... Dianxia se apoderó de
un buen número de tierras auspiciosas en el
pasado...
Xie Lian lo interrumpió.
—¿Qué tiene que ver eso con esto? ¿Estás
diciendo que dado que he tomado varias tierras
espirituales en el pasado, ahora tengo prohibido
cultivar en tierras espirituales?
Ese Oficial Celestial quedó perplejo y dejó de
hablar, luciendo avergonzado.
Xie Lian intentó mantener la compostura y dijo:
—Además, no lo entiendo del todo. No es que
todos no puedan cultivarse aquí solo porque yo
también estoy aquí. ¿No es común compartir
tierras espirituales cuando se cultiva? ¿Qué pasa
si todos se preocupan por sí mismos? ¿Por qué
deben pedirme que me vaya?
Justo en ese momento, escuchó a alguien
quejarse.
—... Deja de jugar al ignorante. Ya tenemos
treinta y tantos de nosotros, si estás cultivando
aquí, ¿qué más pueden cultivar los demás...?
Aunque ese hombre fue empujado
instantáneamente por los demás, Xie Lian
todavía entendió al instante.
¡Así que de eso se trataba!
La energía espiritual en un pedazo de tierra
auspiciosa era muy limitada. Al cultivar, si alguien
113
se tomaba la mitad, los demás que vinieron
después solo podrían compartir la otra mitad. Si
alguien tomaba ocho partes, entonces el otro solo
podría tomar dos. Cuanto más fuerte fuera la
capacidad de absorber la energía espiritual para
usarla, menos energía espiritual habría para que
otros la usaran.
Esos Oficiales Celestiales temían que si él
también estuviera cerca para cultivarse, le
quitaría la mayoría de la energía espiritual. Lo
que quedaba tendría que ser compartido entre los
treinta, ¡así que no quedaría mucho para todos!
Al darse cuenta de esto, esa sangre hirviendo
en la cabeza de Xie Lian se estaba cargando aún
más agresivamente. Apretó los puños y dijo
fríamente: —… Me cultivaré aquí.
Otro Oficial Celestial habló: —Dianxia, solo
estamos dispuestos a llamarlo Dianxia por
respeto. No eres más que mortal en este
momento, entonces, ¿por qué debes luchar con
nosotros por esta tierra espiritual?
—Ya que soy un mortal y todos ustedes son
Oficiales Celestiales, ¿a qué le tienen miedo si
estoy aquí para entrenar? —Dijo Xie Lian—. Si no
me voy, ¿me van a echar a la fuerza?
Por supuesto que eso no era factible. Si un
mortal no cometió ningún pecado mayor,
entonces a los Oficiales Celestiales no se les
permitía usar la fuerza contra él para no ser
114
castigados. Los Oficiales Celestiales realmente
no podían hacerle nada. Sin embargo, Xie Lian
olvidó una cosa.
Justo cuando se enfrentaba tercamente a esos
treinta oficiales celestiales, una voz de repente
dijo: —Dianxia ha sido desterrado al reino de los
mortales, su columna vertebral se ha vuelto
mucho más dura. ¡No solo robarías a los
mortales, incluso ofendes a los Oficiales
Celestiales, jajaja!
Al escuchar esto, ¡fue como si Xie Lian de
repente se sumergiera en una bodega de hielo!
Levantó la cabeza y vio que el que hablaba era
un funcionario insignificante de menor rango,
pero no era ninguno de los Oficiales Celestiales
que lo atraparon con las manos en la masa en el
incidente del robo ese día.
Como sospechaba, ¡ya hablaban! No todo
estaba en la cabeza de Xie Lian antes, todos
realmente lo miraban con un ojo inexplicable.
Todos lo sabían. ¡Todos estos Oficiales
Celestiales, todos lo sabían!
En un instante, Xie Lian sintió como si le
hubieran sacado todos los huesos, las llamas
ardiendo en sus venas se habían extinguido, sus
ojos rojos, llenos de sangre y él miró rígidamente
a esos jóvenes oficiales, gruñendo: —... Dijeron
que no le dirían a nadie.

115
Capítulo 186
Treinta y tres Oficiales Celestiales
luchan por la tierra propicia (parte
dos)

T
al vez la oleada de emociones en sus ojos
era demasiado fuerte y penetrante, los
oficiales menores a los que miraba
rápidamente agitaban sus manos.
—¡No le dijimos a ningún extraño!
Xie Lian exigió con sus ojos rojos.
—¿Entonces cómo lo supieron?
Ninguno de los treinta Oficiales Celestiales
presentes pareció sorprendido cuando
escucharon su pregunta. Dado que tantos
Oficiales Celestiales ya lo sabían, ¿cuántos
funcionarios de la Corte Superior ya habrían
escuchado?
Después de haber sido interrogados por él,
esos Oficiales Celestiales quedaron perplejos por
un momento antes de argumentar: —Bueno, no
es que sean extraños, todos somos amigos
cercanos aquí. No hay secretos entre nosotros,
116
por lo que decirles no es lo mismo que contarle a
nadie más. Aparte de los Oficiales Celestiales
aquí, no diremos nada...
Xie Lian no esperó a que terminara antes de
llorar fuertemente: —¡MENTIRAS! ¡Qué montón
de mentiras! ¡NO TE CREO!
Para que él interrumpiera tan bruscamente,
esos funcionarios menores también comenzaban
a sentirse un poco avergonzados, reduciéndose
hacia la multitud.
Justo en ese momento, uno de los Oficiales
Celestiales gritó de repente: —¿QUÉ IMPORTA
SI LO CREES O NO? Ya es bastante bueno que
nadie haya expuesto lo que ha hecho Dianxia
aquí en el reino de los mortales, ¿y todavía pides
que te guarden un secreto? ¿Qué deber tenemos
para mantener un secreto para ti? ¡QUE BROMA!
Fue como si se arrojara un cubo de agua
helada en la cara de Xie Lian seguido de una
cuchilla que perfora su corazón y rápidamente
dijo: —¡NO! YO…
Otro dijo: —Si no hicieras nada inmoral, no
temerías hablar. ¿Eres el que está corrompido y
culpas a los demás por no guardar sus palabras?
¡Si alguien fuera a mantener en secreto tales
asuntos injustos para usted, entonces ese sería
el verdadero crimen!
—¡NO! —Gritó Xie Lian—. Yo...

117
Quería decir que había una razón, que no había
querido hacerlo, pero también sabía muy bien en
su corazón que, sin importar la razón, no eran
importantes. Lo que importaba era que, de hecho,
¡intentó robar!
Una mancha como esta era como una marca
de vergüenza marcada en su rostro y lo hacía
volverse infinitamente pequeño ante estos
Oficiales Celestiales, demasiado asustado para
siquiera alzar la voz para defenderse. Al ver que
su voluntad estaba disminuyendo, uno de los
dioses marciales salió.
—Dianxia, ¿entiende ahora por qué no
queremos que se cultive con nosotros?
Xie Lian bajó la cabeza y apretó los puños.
Ese dios marcial continuó: —No estamos en el
mismo camino y los que no están en los mismos
caminos no se cruzarán. Será mejor que te
vayas.
Al escucharlo decir: Aquellos que no sean de
los mismos caminos no se cruzarán, tan
presuntuosamente, Xie Lian comprendió de
repente.
Podían hablar en círculos, pero al final del día,
¡todo era para que él dejara ir esta tierra
espiritual!
Los nudillos de sus puños se rompieron y el
nudo en su garganta se presionó por un momento

118
antes de que Xie Lian dijera sombríamente:
—... No me iré. Me quedaré aquí y entrenaré.
En este momento, su ira hacia esos treinta
Oficiales Celestiales había superado su
vergüenza.
Como las cosas habían progresado hasta este
punto, entonces él podría romper todos los
frascos rotos y darlo todo. En lugar de huir con la
cola entre las piernas, más bien engrosó la cara
y se mantuvo firme, obligándolos a ceder.
Xie Lian levantó la cabeza y reiteró: —Me
quedaré aquí para entrenar. ¡Esta montaña no es
de tu dominio, ninguno de ustedes tiene derecho
a pedirme que me vaya!
Al ver cómo había endurecido su actitud, esas
treinta caras de algunos Oficiales Celestiales se
oscurecieron.
Xie Lian escuchó a alguien murmurar: —¿Por
qué debe ser así?
—Nunca he visto a nadie con piel tan gruesa...
Aún así, podían decir todo lo que quisieran, Xie
Lian se mantendría firme. Incluso si su corazón
ahora estaba sangrando profusamente después
de haber sido apuñalado por lanzas de labios y
espadas de lenguas, todavía permanecería
obstinadamente sin moverse.
Ese dios marcial dijo: —¿Parece que Dianxia
forzará su camino y traerá disgusto a todos?

119
Xie Lian dijo fríamente: —¡Ven a echarme si
tienes lo que hace falta! ¡Incluso si todos quieren,
no tienen las habilidades!
¡En el momento en que dijo esto, varios
Oficiales Celestiales dejaron caer sus rostros
instantáneamente y sacaron sus armas!
Por supuesto que lo harían. Para los dioses
marciales, sus palabras en este momento fueron
una grave provocación. Había varios de ellos
presentes que eran dioses marciales; no había
manera de que pudieran fingir que no
escucharon.
Habiendo sido rodeado, Xie Lian no estaba un
poco asustado. No tenía cuchillas en sus manos
y solo podía agarrarse con fuerza a la rama que
usaba como bastón.
Uno de los dioses marciales dijo severamente:
—Dianxia, si se disculpa de inmediato, podemos
fingir que no nos ha ofendido.
Sin embargo, Xie Lian respondió: —Si les
provoco algún disgusto, me niego a disculparme.
—Agarrando la rama de ese árbol, señaló hacia
adelante—. ¡Porque ninguno de ustedes está en
condiciones de ser dioses!
Ante él había una ola de indignación.
Alguien chasqueó la lengua.
—¿No estamos en condiciones? ¿Y alguien
como tú que robó a los mortales es digno?

120
Xie Lian ya no pudo contenerse y tampoco
quería hacerlo más. Barriendo esa rama, cargó
hacia adelante para atacar, gritando:
—¡MATONES!
Esos dioses marciales prepararon sus armas
para darle la bienvenida a su ataque. Los
Oficiales Celestiales que estaban parados en la
parte de atrás gritaron: —No es como si te
hubiéramos forzado a robar, entonces, ¿por qué
tienes que envidiarnos?
Sin embargo, se alegraron demasiado pronto.
Al principio pensaron que sin poderes espirituales
y sin armas, Xie Lian debía ser fácil de derribar.
Sin embargo, inesperadamente, ese no fue el
caso en absoluto. Aunque solo había una rama
en la mano de Xie Lian, se balanceaba como una
espada viciosa, obligándolos a retroceder,
extremadamente fuerte. Ambas partes no
lucharon por mucho tiempo antes de que varias
espadas de los dioses marciales fueran enviadas
volando, e incluso temían que los fuertes vientos
arrastrados por la rama oscilante, cada uno de
ellos tan sorprendido que huyeron para
esconderse a la parte de atrás.
Estimados Oficiales Celestiales ni siquiera
podían derrotar a un mortal desterrado, ¡qué
vergüenza!

121
Justo entonces, uno de los Oficiales Celestiales
que miraban la pelea de repente gritó desde la
distancia.
—¡¿QUÉ ES ESTO?!
Con ese grito, los otros Oficiales Celestiales
también se alarmaron.
—¿QUÉ PASA?
Ese Oficial Celestial parecía estar sufriendo un
dolor insoportable, cubriéndose la cara y
doblando la cintura.
—Ah, una bola de fuego fantasma golpeó mis
ojos justo ahora... ¿está jugando trucos?
Xie Lian recordó que este era el oficial que lo
señalaba gritando que era un ladrón y resopló:
—¿Qué fuego fantasma? Si quieres robarme la
tierra espiritual, entonces solo dilo, ¡no hay
necesidad de calumniarme más!
Su furia estalló de nuevo y sus ataques se
volvieron más agresivos. Las lanzas y las
cuchillas de ese círculo de dioses marciales
fueron destruidas por su rama normal, de tamaño
perfecto y las armas resonaron cuando cayeron
por todo el suelo.
De repente, alguien gritó: —¡ESTÁ
ATRAPADO! ¡ESTÁ ATRAPADO! ¡MIRA!
Xie Lian hizo una pausa y se estabilizó y vio a
esos Oficiales Celestiales en un disturbio, algo
estaba en la mano de alguien levantado en alto
para que todos vieran: —¡Realmente hay un
122
fuego fantasma, está jugando sucio! ¡Tenemos
pruebas!
Xie Lian miró atentamente y, efectivamente, era
una bola de fuego inquietantemente fantasmal.
Gritó enojado: —¡NO SABEN QUÉ PASA!
¿CÓMO SE ATREVEN A ACUSARME DE
JUGAR TRUCOS POR CAPTURAR UN FUEGO
FANTASMA? ¡NO ES COMO SI LOS FUEGOS
FANTASMA FUERAN CUALQUIER COSA
RARA! ¿Ves mi nombre tallado en él?
Ese Oficial Celestial que gritó sostuvo su ojo.
—¿Por qué los fuegos fantasmas normales
atacarían mis ojos? Si no estuviera bajo su
control, ¿por qué actuaría así?
Xie Lian lo reprendió.
—¡Puedo decir que es un espíritu errante en la
montaña que se asustó mucho y se estrelló en un
sueño! ¿Qué tipo de prueba es esa?
El primer dios marcial que hizo un movimiento
fue y agarró el fuego fantasma.
—A quién le importa bajo control de quién está.
Una cosa dañina como esta, ¡solo dispérsala!
—dijo mientras se aferraba con más fuerza, como
si fuera a exprimir ese espíritu.
Al ver esto, Xie Lian soltó: —¡DÉJENLO IR!
Al final, todavía no podía soportar que los
espíritus errantes fueran arrastrados a su disputa
y subió a luchar contra ese dios marcial para
recuperar el fuego fantasma. Como su intención
123
era recuperar el espíritu, se contuvo un poco y los
dos se detuvieron.
De repente, algunos de los Oficiales Celestiales
desde atrás gritaron: —¡¿Estás aquí?! ¡Ven
rápido! ¡Ven a ver por ti mismo lo que está
pasando!
Parecía que alguien había venido. Todos los
Oficiales Celestiales miraron y dijeron:
—¡Finalmente estás aquí! ¡Te hemos estado
esperando, ven a echarnos una mano!
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió al
principio y pensó: —¿Podría ser alguien
poderoso? —Luego pensó—: Bueno, a quién le
importa quién sea. Si me van a dar problemas,
¡pelearé en otra ronda! ¡No le tengo miedo a
nadie!
Estaba agotado por el resentimiento en este
momento y estaba preparado para entrar en una
pelea. Sin embargo, inesperadamente, cuando la
multitud se separó y el que llegó al disturbio tarde
se adelantó, Xie Lian quedó completamente
atónito.
¡Nunca había pensado que el que vendría sería
Mu Qing!
Obviamente, Mu Qing no había esperado que
se topara con Xie Lian en tal situación. En el
momento en que sus ojos se encontraron, ambos
se sorprendieron. Los ojos de Xie Lian estaban
muy abiertos y se olvidaron por completo de los
124
dioses marciales con los que había estado
luchando y murmuró: —... ¿Por qué estás aquí?
¿No eres tú...?
Se dio cuenta de algo después de solo decir
unas pocas palabras y al instante entendió y se
calló.
Lo que Mu Qing estaba usando en este
momento no era esa túnica negra vieja y
desgastada de cuando huían, sino el atuendo
Oficial Celestial marcial de la Corte Inferior.
En el pasado, cuando Feng Xin y Mu Qing
trabajaban como las manos izquierda y derecha
de Xie Lian, sus habilidades eran muy admiradas
y apreciadas, atrayendo la atención de muchos.
Más tarde, cuando Xie Lian fue desterrado, hubo
una serie de Oficiales Celestiales que
consideraron una pena que Feng Xin y Mu Qing
fueran desterrados juntos, e incluso hubo algunos
que vinieron a preguntar en secreto si estarían
dispuestos a transferirse a otros palacios para
servir. No era imposible para un Oficial Celestial
que, por admiración, llevaría a Mu Qing a la Corte
Inferior para servirlos.
Eso debió haber sucedido. Además, debió
haberlo hecho bien por sí mismo, de lo contrario
no se uniría a este grupo de Oficiales Celestiales
para buscar tierras propicias para cultivar.
Xie Lian todavía estaba en el cuerpo de un
mortal, pero Mu Qing ya había regresado a la
125
Corte Inferior. El tener un escenario como este,
era bastante irónico.
Por otro lado, Mu Qing finalmente se estabilizó
con gran esfuerzo y preguntó confundido:
—¿Qué está pasando aquí?
Esos Oficiales Celestiales lucharon para contar
sus historias. Xie Lian se levantó desde lejos, su
cuerpo extremadamente rígido.
Se dio cuenta de que no le contaron
especialmente a Mu Qing sobre su robo. ¿Qué
significaba esto?
Significaba que Mu Qing ya había escuchado
sobre el incidente. ¡Mu Qing también sabía que
fue a robar!
Gotas tras gotas de sudor frío cayeron del
costado de la cara de Xie Lian, e
involuntariamente retrocedió un par de pasos.
Ese dios marcial que lo había enfrentado antes
resopló con ira.
—¡Él quiere tomar la tierra espiritual para sí
mismo y expulsarnos, Mu Qing, date prisa y
ayuda!
¿Qué, ayuda?
¿Mu Qing ayudarlos a luchar contra él?
Xie Lian estaba entumecido por la ira,
conmocionado hasta la médula. Finalmente se
detuvo y tartamudeó furiosamente: —... ¡Tú,
todos ustedes están dando una falsa cuenta, tan

126
descarado! ¡No fue así en absoluto! ¡Claramente
no lo estaba!
Mu Qing solo estaba mirando desde un lado y
Xie Lian estaba ansioso por la ira y cargó con la
rama nuevamente. Esos dioses marciales
estaban teniendo problemas para defenderse,
retrocediendo en la derrota y gritaron de nuevo:
—¡MU QING! ¿Qué estás haciendo allí parado?
Los otros Oficiales Celestiales también se
unieron a los gritos, pero Mu Qing todavía parecía
vacilante, como si no supiera si debía atacar. Xie
Lian los escuchó instar a Mu Qing a unírseles y
su corazón ardió de rabia.
—MU QING NO ES COMO TODOS
USTEDES. ¡ES MI AMIGO, NUNCA LOS
AYUDARÍA!
Se indignó y se enfureció y puso más fuerza en
su mano, enviando otra fila de armas volando. El
resto de los Oficiales Celestiales vieron que se
estaba volviendo más audaz cuanto más
luchaba, que las cosas no iban bien y gritaron con
urgencia: —¡MU QING! ¿Solo te quedarás
mirando?
La expresión de Mu Qing cambió a algo ilegible
y dio un paso adelante, sus dedos temblando.
Los Oficiales Celestiales a su lado le
preguntaron: —¡No te quedes ahí parado,
échanos una mano!

127
Simplemente tenía que ser en este momento
que alguien comentó sarcásticamente: —Es
comprensible que Mu Qing no quiera moverse.
Él era el asistente personal de Dianxia después
de todo, por lo que incluso si Dianxia está
robando a los mortales y la tierra espiritual, aún
tendría que considerar el viejo afecto de sus
relaciones pasadas. Ya es más que suficiente
que no se unió a Dianxia, entonces, ¿cómo
podemos esperar que nos ayude?
Las palabras sonaban como si le estuvieran
dando una salida a Mu Qing, verdaderamente
malvado. Inmediatamente, las venas aparecieron
en la frente de Mu Qing.
El aire se estaba volviendo delicado y Xie Lian
podía decir que las cosas iban mal.
—Mu Qing...
Él solo gritó el nombre, pero al momento
siguiente, sus manos fueron ligeras seguidas por
el sonido de algo siendo cortado.
Xie Lian parpadeó y miró hacia abajo. Lo que
fue cortado fue su única arma, esa rama de árbol.
Cuando levantó la vista de nuevo, el Mu Qing que
tenía delante ya sostenía un zanbato.
Justo en ese momento, la punta de la hoja
apuntaba a Xie Lian y el que controlaba el sable
dijo fríamente: —... Por favor, vete.
—...

128
Xie Lian miró a Mu Qing con esa rama rota en
la mano y después de un largo rato, intentó:
—Yo... realmente no había querido robar a nadie.
Yo tampoco iba a apoderarme de esta tierra
espiritual. Vine aquí primero.
—...
Mu Qing repitió sin expresión: —Por favor, vete.
Xie Lian lo miró y dudó por un momento.
—... Sabes que no estoy mintiendo, ¿verdad?
Cuando preguntó esto, estaba un poco
esperanzado, pero también un poco asustado.
Una voz le decía: ¡no preguntes más, solo date la
vuelta y aléjate! Aún así, no pudo evitar
preguntar.
Antes de que Mu Qing respondiera, el cuerpo
de Xie Lian se desplomó repentinamente hacia
adelante y cayó pesadamente al suelo.
El suelo era la tierra fangosa del sendero de la
montaña, llena de agujeros y zanjas, cubierta de
rocas y hojas caídas. Xie Lian yacía tendido en el
suelo, abultando los ojos y todavía estaba
incrédulo.
Uno de los Oficiales Celestiales lo había
empujado mientras estaba perdido y lo había
hecho caer vergonzosamente ante tantos ojos.
Realmente fue demasiado vergonzoso.
Alrededor había voces, altas y bajas, llenando el
aire, todas entrando en los oídos de Xie Lian. Sus
ojos estaban extremadamente abiertos y miró
129
hacia el suelo ennegrecido antes de levantar
lentamente la cabeza y vio a Mu Qing que estaba
parado no muy lejos de él.
Mu Qing estaba parado entre esos Oficiales
Celestiales, sin mirarlo y al igual que todos los
demás, no tenía intención de echarle una mano a
Xie Lian para ayudarlo a levantarse.
Por lo tanto, Xie Lian entendió. Nadie le daría
una mano para ayudarlo a ponerse de pie.
Se quedó allí por un buen rato antes de gatear.
Esos Oficiales Celestiales pensaron que estaba
a punto de comenzar otra pelea y estaban
extremadamente alarmados, pero Xie Lian ya no
buscó pelear con nadie. Su cabeza se inclinó
hacia abajo mientras buscaba y después de
encontrar ese pequeño bolso que la reina
empacó para él, lo recogió en silencio, se lo llevó
a la espalda, se dio la vuelta y se dirigió hacia la
montaña paso a paso.
Mientras caminaba, sus pasos se hicieron cada
vez más rápidos. No pasó mucho tiempo antes
de que Xie Lian comenzara a correr locamente.
Contuvo el aliento y corrió todo el camino
cuesta abajo, sin tomarse un momento para
descansar. No sabía qué tan lejos había corrido
y de repente, sin preocuparse de nada, tropezó y
cayó de nuevo y ese aliento enojado que
contenía finalmente salió con la boca llena de
sangre.
130
En su momento de pánico, no había pensado
levantarse y solo se sentó en el suelo jadeando.
Incluso cuando su respiración volvió a la
normalidad, no había pensado en ponerse de pie
y en su lugar comenzó a extenderse en el acto.
De repente, una mano se extendió hacia él.
Xie Lian parpadeó lentamente y sus ojos
siguieron este brazo y alzó la vista. Era Mu Qing
de nuevo.
Estaba de pie junto a Xie Lian, su rostro
ligeramente pálido con la mano extendida. Un
breve momento después, dijo con rigidez:
—¿Estás bien?
Xie Lian lo miró con los ojos vacíos y no habló.
Quizás fue porque estaba cada vez más
incómodo por esta mirada escalofriante que Mu
Qing desvió la mirada.
Aún tenía la mano extendida.
—Levántate.
Pero, esta mano había llegado demasiado
tarde.
Xie Lian no tomó su mano y tampoco se
levantó. Solo continuó mirándolo con ojos sin
pestañear.
Los dos estuvieron parados durante mucho
tiempo y la cara de Mu Qing se estaba volviendo
más y más oscura. Justo cuando estaba a punto
de retirar su mano, Xie Lian de repente agarró un

131
puñado de lodo y se lo arrojó a Mu Qing con un
sonoro ¡PA!
Mu Qing no había esperado que haría algo así
y realmente no sabía si podría llamarse grosero o
infantil. Una bola de barro sucio salpicó su pecho,
salpicando manchas en su rostro y quedó
desconcertado. Un momento después, la ira
aumentó pero la obligó a bajar y dijo
sombríamente: —... ¡No tenía otra opción!
De hecho, no tenía otra opción. Se llevaba bien
con esos Oficiales Celestiales y si solo se paraba
y veía a Xie Lian golpear a sus colegas sin ayuda,
otros pensarían que estaba del lado de Xie Lian
y eso arruinaría sus días.
Era como si Xie Lian hubiera olvidado cómo
hablar y solo continuó lanzándole barro. Mu Qing
bloqueó un par de veces, pero no pudo continuar
y gritó furiosamente: —¿ESTÁS LOCO? ¿NO
DIJE QUE NO TENÍA UNA ELECCIÓN? ¿NO
ROBASTE PORQUE TAMBIÉN NO TENÍAS
UNA ELECCIÓN?
¡Lárgate! ¡Sal de aquí! ¡Vete!
Esas fueron las únicas palabras que hicieron
eco en la mente de Xie Lian, pero no pudo
pronunciar un solo sonido y solo pudo agarrar
locamente cualquier cosa a su disposición para
lanzar. Tampoco le importaba a quién estaba
lanzando. Finalmente, Mu Qing no pudo
soportarlo más y endureció la cara mientras se
132
barría las mangas y se iba. Xie Lian jadeó
bruscamente por un momento y volvió a caer,
extendiéndose nuevamente.
Se sentó en esa posición hasta que cayó la
noche.
Después de que el cielo se oscureció, una gran
cantidad de llamas fosforescentes vinieron
flotando, bailando inquietantemente. Era como si
Xie Lian no los viera y no se molestara en reunir
fuerzas.
Sin embargo, esas llamas fosforescentes
parecían molestas porque no se daba cuenta y
cada vez más se reunían a su lado. Xie Lian
todavía los ignoraba.
Hasta que apareció la figura de una persona
dentro de las llamas fosforescentes.
La llegada de esa persona parecía estar
siempre acompañada de un inmenso
presentimiento ominoso. Xie Lian sintió algo y
lentamente levantó la cabeza.
A unos tres metros de distancia, la silueta de un
hombre vestido de blanco estaba de pie en medio
de las innumerables llamas fosforescentes
flotantes y la mitad de la máscara en su rostro
sonreía inquietantemente.
Saludó gratamente: —¿Cómo estás, Dianxia?

133
ARCO DE LA CALAMIDAD VESTIDA DE
BLANCO

134
Capítulo 187
Frío fantasma blanco; palabras cálidas
que confunden al Príncipe Heredero
(parte uno)

E
n la noche oscura, las dos pupilas de Xie
Lian se encogieron instantáneamente a dos
puntos extremadamente pequeños y su voz
tembló.
—... ¡¿Eres tú?!
¡Bai Wuxiang!
Los pelos en la espalda de Xie Lian se
levantaron y se puso de pie, agarrando su
espada, pero no había nada y solo entonces
recordó que había empeñado todas sus espadas.
Incluso esa rama que tomó por un arma antes
estaba rota. ¡Lo que significaba que estaba
enfrentando a esta criatura sin poder espiritual ni
armas!
Hace unos años, cuando XianLe cayó, Bai
Wuxiang desapareció del mundo. Xie Lian nunca
se molestó en buscarlo y nunca pensó en
buscarlo, solo rezó para que no volviera a
135
aparecer tan silenciosamente, pero ¡quién
hubiera sabido que esta criatura aparecería
repentinamente ante él!
Esa figura vestida de blanco se acercó
lánguidamente y Xie Lian sintió un escalofrío
repentino y no pudo evitar retroceder un par de
pasos, sin embargo, inmediatamente se
respondió: ¡sin retroceder! ¡Incluso huir no tenía
sentido!
Gritó bruscamente: —¿QUÉ QUIERES?
Bai Wuxiang no respondió y continuó
acercándose con las manos a los costados. Xie
Lian temblaba de sus pies a sus manos, e incluso
las bocanadas blancas de aire de sus labios
parecían temblar.
Se obligó a recordar las burlas, la indiferencia y
la risa burlona de esos treinta Oficiales
Celestiales y Mu Qing, que había vuelto la cara y
de repente, olvidó su miedo mientras gritaba y
golpeaba, cortando con una mano.
Sin embargo, antes de que esa mano incluso
golpeara, hubo un dolor insoportable. ¡La otra
parte predijo el movimiento de Xie Lian y fue un
paso más rápido, parpadeando a sus espaldas y
pateando el hueco de su rodilla!
¡Demasiado rápido!
Las rodillas de Xie Lian cayeron pesadamente
al suelo y solo entonces un pensamiento
aterrador entró en su mente.
136
¡El movimiento era que esta criatura era más
rápida de lo que había pensado!
Al momento siguiente, Xie Lian sintió algo aún
más horrible: una mano fría con los dedos
abiertos se presionó sobre su cráneo.
Él comenzó a gritar. Esa mano solo había
usado un poco de fuerza y todo el cuerpo de Xie
Lian fue levantado por la cabeza. Xie Lian no
tenía dudas de que, en base a la fuerza de esta
criatura, si sus dedos se doblaran fácilmente
podrían aplastar su cráneo y su cabeza se
convertiría instantáneamente en carne
ensangrentada manchada entre los huesos.
Tampoco tenía dudas de que lo siguiente que Bai
Wuxiang planeó hacer era exactamente eso.
Xie Lian respiró con dificultad, creyendo que
estaba muerto y cerró los ojos con fuerza. Sin
embargo, inesperadamente, esa criatura no tenía
intención de ejercer más fuerza y en cambio retiró
su intención asesina y suspiró suavemente.
El sonido de su suave suspiro duró un rato y la
otra parte no mostró signos de movimiento. En el
silencio mortal, Xie Lian reabrió sus ojos poco a
poco.
Fuegos fantasmas llenaban el aire y bailaban
de alegría salvaje, cada una de las bolas de
llamas miraban el espectáculo, riéndose mientras
los espíritus de los difuntos se reían. Sin
embargo, la mayoría de los fuegos fantasmas
137
parecían haber sido aturdidos por algo, sin
atreverse a acercarse a los dos y solo una bola
de fuego fantasma con sus llamas anormalmente
brillantes colgaba sobre ellos, usando sus propias
llamas para atacar al que estaba detrás de Xie
Lian una y otra vez. Nadie podía decir lo que
estaba haciendo, pero no importaba cómo se
mirara, era como un insecto luchando contra un
árbol.
Entonces, el cuerpo de Xie Lian se congeló
abruptamente.
¡Bai Wuxiang lo había abrazado!
Xie Lian se arrodilló en un ovillo mientras era
rodeado por un par de brazos fríos pero
poderosos.
Sin saber cuándo, Bai Wuxiang también se
había sentado y murmuró: —Muy triste, muy
triste. Dianxia, mírate a ti mismo, mira lo que te
han hecho.
Murmuró suavemente mientras acariciaba la
cabeza de Xie Lian, sus manos gentiles y
misericordiosas, como si estuviera acariciando a
un cachorro herido o su hijo que estaba a punto
de fallecer por una enfermedad grave.
Bajo la luz de la luna, la cara sonriente de esa
máscara sonriente estaba oculta en la oscuridad,
revelando solo la otra mitad que estaba llorando,
como si realmente estuviera derramando
lágrimas de dolor por Xie Lian.
138
A través de su gesto, Xie Lian realmente sintió
un tipo peculiar de compasión amorosa. Del
mismo modo que si hubiera estado en el abrazo
de su mejor amigo o un familiar conocido, su
cuerpo tembloroso se volvió milagrosamente más
cálido.
Nunca había pensado que, en tal estado, quien
le daría compasión y calor sería esta extraña
criatura.
En lo profundo de la garganta de Xie Lian
llegaron oleadas de sollozos reprimidos,
temblando cada vez más fuerte. Esa bola de
fuego fantasma voló a su corazón, como si
quisiera calentarlo, pero no estaba seguro de que
pudiera ayudar a ahuyentar el frío, por lo que no
se apretó.
Bai Wuxiang ayudó a limpiar el barro de su
persona y le hizo señas: —Ven a mi lado.
—... Yo... yo... —La voz de Xie Lian tembló.
¡Antes de que terminara sus palabras, su mano
repentinamente brilló y fue directamente hacia la
máscara de Bai Wuxiang!
Su ataque fue exitoso y esa máscara fue
golpeada en el aire. El propio Xie Lian había
saltado a metros de distancia, el terror de antes
había desaparecido por completo. Dijo
sombríamente de rabia: —¿Quién va a tu lado?
Tú... ¡monstruo!

139
Esa máscara trágicamente pálida, sonriente y
llorosa, cayó al suelo y todos los fuegos
fantasmas en el aire parecieron estar
estupefactos y de repente perdieron el orden,
bailando locamente sin parar, chillando sin un
sonido. Bai Wuxiang, por otro lado, se cubrió la
cara y comenzó a reírse suavemente.
Esa risa hizo que todos los pelos de Xie Lian se
pusieran firmes.
—¿De qué te ríes?
Bai Wuxiang resopló suavemente.
—Algún día vendrás a mi lado.
Su tono era confiado. Xie Lian no entendió lo
que quería decir y dijo con incredulidad: —¿De
qué lado está tu lado? ¿Destruiste a XianLe y
todavía quieres que vaya a tu lado? ¿Estás loco?
¡Creo que estás enfermo de la cabeza!
No sabía cómo maldecir a los demás, e incluso
con rabia extrema solo sabía cómo decir esas
palabras, de lo contrario habría utilizado las
palabras más viciosas y vengativas del mundo
para maldecir a esa criatura. Bai Wuxiang se rió
a carcajadas y con la mano cubriéndose la cara,
sostuvo la cabeza en alto.
—Vendrás. En este mundo, nadie más que yo
realmente te entenderá y nadie más que yo se
quedará para siempre a tu lado.
Xie Lian sintió escalofríos y todavía trató de
discutir: —¡VETE DE AQUÍ! ¡Basta de tonterías
140
arrogantes! ¿Cómo podría no haber nadie solo
porque tú lo dijiste?
Una bola de fuego fantasma voló a su lado y se
movió hacia arriba y hacia abajo, como si
estuviera asintiendo de acuerdo. Sin embargo, lo
fuegos fantasmas estaban por todas partes, por
lo que Xie Lian no se dio cuenta de este en
particular.
Ante él, Bai Wuxiang dijo cálidamente: —¿Oh?
¿Hay alguien? Tal vez hubo personas en el
pasado, pero ¿crees que seguirán allí a partir de
ahora?
Xie Lian preguntó: —... ¿Qué quieres decir?
¿Qué estás insinuando?
Bai Wuxiang no respondió y solo se burló y se
dio la vuelta, como si estuviera a punto de
alejarse.
Dijo suavemente: —Te esperaré aquí, Dianxia.
Como si Xie Lian fuera a dejar que se fuera así.
—¡ESPERA! ¡NO TE VAYAS! ¿Qué les
hiciste? ¿TOCASTE A MIS PADRES Y FENG
XIN?
Lo persiguió, extendiendo los brazos para
agarrar la silueta de ese hombre vestido de
blanco, pero inesperadamente, la otra parte
barrió ligeramente su manga y agarró una bola de
fuego fantasma.
No tenía como objetivo particular atacar a Xie
Lian, pero Xie Lian sintió una fuerza horrible que
141
venía hacia él y su persona entera fue lanzada al
aire, golpeando contra un árbol. Una gran grieta
y ese árbol gigante con el ancho de dos hombres
adultos se partió y cayó por esta colisión.
Si esto hubiera sido antes, entonces Xie Lian ni
siquiera frunciría el ceño incluso si él rompiera
diez árboles. Sin embargo, su cuerpo era mortal
en este momento y con tal choque, fue como si
sus huesos se derrumbaran y cayó pesadamente
al suelo, perdiendo el conocimiento.
En el momento final cuando cerró los ojos, Xie
Lian parecía haber visto que una figura vestida de
blanco extendía una mano y sostenía dentro de
su palma un ardiente fuego fantasma y se reía
entre dientes.
—Espíritu, dime, ¿cómo te llamas? Que
interesante…

Cuando volvió en sí, todo se había ido.


Xie Lian estaba cubierto con la astringencia de
la sangre desde el pecho hasta la boca y su
cabeza giró por un buen rato antes de que de
repente tropezara para arrastrarse.
Murmuró: —¡Padre! ¡Madre! ¡Feng Xin!
Recordó todo lo que había sucedido antes de
desmayarse y no se atrevió a perder un solo
142
segundo. Corrió como loco por decenas de millas
y finalmente después de veinte días desde que
se fue con la mochila en la espalda, regresó al
escondite del rey y de los demás en una noche
profunda.
Xie Lian estaba en pánico todo el camino,
extremadamente ansioso, asustado de que Bai
Wuxiang ya hubiera hecho algo a su amigo y
familia. En el momento en que regresó a esa
cabaña en ruinas, empujó la puerta y soltó un
resoplido antes de recuperar el aliento.
—¡PADRE! ¡MADRE! ¡FENG XIN!
Gracias a los cielos. La casa no se veía tan
trágica como había imaginado y tampoco había
nada fuera de lugar, todavía se veía exactamente
igual que cuando se había ido.
Xie Lian había corrido locamente con un cuerpo
cubierto de heridas, con la garganta tan seca que
iba a humear. Se relajó un poco y solo entonces
tragó saliva antes de continuar adentrándose en
la casa.
—¡Feng Xin! Dónde están, chicos…
Abrió una puerta y su voz murió en su garganta.
Feng Xin estaba adentro y cuando vio que Xie
Lian había regresado, exclamó con asombro:
—¡Dianxia! ¿Por qué has vuelto?
Sin embargo, Xie Lian no lo miraba, sino que
miraba fijamente al que estaba frente a Feng Xin.

143
Ante Feng Xin se encontraba un hombre vestido
de negro.
Era Mu Qing.
Mu Qing volvió la cabeza hacia atrás y vio a Xie
Lian. Presionó sus labios, luciendo sombrío.
Feng Xin lo rodeó y se acercó a saludar a Xie
Lian.
—¿No fuiste a entrenar? ¿Cómo estuvo?
Pensé que te habrías ido por al menos varios
meses. ¿Regresaste tan pronto porque has
hecho un excelente progreso?
Xie Lian miró a Mu Qing.
—¿Dónde están padre y madre?
—Durmiendo en la habitación. Ya se han ido a
descansar —dijo Feng Xin—. ¿Por qué tu ropa
está tan sucia? ¿Qué pasa con los cortes en la
cara? ¿Quién peleó contigo?
Xie Lian no respondió. Solo cuando escuchó
que sus padres estaban bien, se relajó por
completo y se volvió hacia Mu Qing.
—¿Por qué estás aquí?
Mu Qing no habló y Feng Xin respondió por él:
—Vino a entregar algo.
—¿Qué? —Cuestionó Xie Lian.
Mu Qing levantó la mano ligeramente,
señalando hacia un lado. Lo que estaba
señalando eran varios sacos limpios,
probablemente con arroz o grano en ellos.

144
Al ver a Xie Lian tan callado, Mu Qing dijo
suavemente: —Escuché que necesitas medicina.
Pensaré en una forma de conseguir más tarde.
—Está bien. —Feng Xin dijo—. Diré mi
agradecimiento entonces. Necesitamos todas
estas cosas ahora mismo. Los Oficiales
Celestiales no pueden regalar cosas a los
mortales en privado, así que ten cuidado también.
—Luego se arrastró al lado de Xie Lian y
susurró—: También estoy bastante sorprendido
de que haya regresado para ayudar. Yo soy quien
lo juzgó mal. En cualquier caso...
Sin embargo, Xie Lian de repente habló: —No
lo necesito.
La expresión de Mu Qing se volvió pálida por
un momento y apretó los puños.
Feng Xin estaba perplejo.
—¿Que no necesitamos?
Xie Lian enunció lentamente: —No necesito tu
ayuda. Yo también... no quiero ninguna de tus
cosas. Por favor, vete.
Cuando escuchó las palabras, por favor, vete,
la cara de Mu Qing se volvió aún más pálida.
Feng Xin también notó que algo andaba mal y
preguntó: —¿Qué está pasando?
Mu Qing inclinó la cabeza.
—Lo siento.
Habiendo conocido a Mu Qing durante tantos
años, esta fue la primera vez que lo escucharon
145
decir esas palabras y también fue la primera vez
que se disculpó sinceramente, pero a Xie Lian no
le importó sorprenderse: —¡Por favor, vete!
Todavía no podía controlar sus emociones y
agarró esos sacos y comenzó a arrojarlos a Mu
Qing. El arroz blanco se derramó en el suelo y Mu
Qing fue arrojado a un estado angustiado. Él solo
levantó un brazo para bloquear pero aún se
contuvo.
Feng Xin sostuvo a Xie Lian y se alarmó:
—¡Dianxia! ¿Qué está pasando? ¿Qué hizo él?
¿No fuiste a cultivar? ¿Qué pasó exactamente?
Habiendo estado presionado, Xie Lian dijo con
los ojos rojos: —... ¿Por qué no le preguntas?
¡Fui a entrenar, pero pregúntale por qué he
vuelto!
Hacía demasiado ruido y la reina que estaba
durmiendo en los cuartos traseros se sacudió,
despertando. Ella emergió después de ponerse
una túnica exterior.
—Hijo mío, ¿has regresado? ¿Qué te ha
pasado...?
Feng Xin dijo rápidamente: —¡Nada! ¡Su
majestad, por favor regrese! —Luego la empujó
con fuerza hacia atrás y cerró la puerta. Luego
preguntó—: ¿Qué hiciste? Mu Qing, ¿qué hiciste
exactamente? Dianxia, ¿los cortes en su cara
provienen de él?

146
La respiración de Xie Lian se estaba volviendo
más dura y más turbulenta y no podía forzar una
palabra.
Mu Qing exclamó: —¡No fui yo! No golpeé a
Dianxia, solo le pedí que se fuera. ¡Aparte de eso,
no dije nada duro y tampoco me moví contra él!
Estaban decididos a hacerse cargo de esa tierra
espiritual y en esas circunstancias si no te ibas,
¡nada terminaría bien!
—¡TÚ…! —Después de haber intercambiado
tantas palabras, Feng Xin finalmente entendió lo
que había sucedido. Abrió mucho los ojos y
señaló a Mu Qing, incapaz de hablar. Un
momento después, se inclinó y agarró un saco y
lo arrojó, rugiendo—: ¡LÁRGATE! ¡LÁRGATE,
LÁRGATE, LÁRGATE! —Mu Qing fue golpeado
en la cara por los sacos de arroz que trajo y
retrocedió a dos pasos. Los tres en la casa
jadeaban con dureza y Feng Xin gritó—: ¡Me
estaba preguntando por qué repentinamente
tuviste un cambio de corazón! NO PUEDO
CREER ESTO, SANTA MIERDA... ¡NO ME
DEJES VERTE NUNCA MÁS!
Mu Qing exclamó con una voz quebrada: —¡SÍ!
¡Estaba equivocado, lo admito y me disculpo!
¡PERO QUERÍA RESOLVER TODOS LOS
PROBLEMAS ACTUALES PRIMERO ANTES
DE PENSAR EN CUALQUIER OTRA COSA!
¡Tus padres y mi madre, los tres, quién sabe
147
cuánto tiempo tendríamos que luchar en el barro!
Si volviera primero, tal vez todavía habría una
posibilidad...
Feng Xin gritó: —¡TODA MIERDA, PURA
MIERDA, DETÉN TU BLASFEMIA! ¡NADIE
QUIERE ESCUCHAR SUS EXCUSAS!
¡LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE,
LÁRGATE!
Mu Qing lo intentó de nuevo: —Si te pones en
mis zapatos...
Feng Xin lo interrumpió: —¡TE DIJE QUE
DETENGAS TU MIERDA! ¡NO VOY A
ESCUCHARTE! SOLO SÉ QUE AUN EN TUS
ZAPATOS NO HABRÍA HECHO LO MISMO QUE
TÚ ¡NO NECESITO PONERME A MÍ MISMO EN
TUS ZAPATOS PORQUE NO ERES NADA MÁS
QUE UN TRAIDOR!
La cara de Mu Qing ahora estaba verde y dio
un paso adelante.
—Cuando Dianxia estaba en una situación
difícil, ¿no se vio obligado a cometer un robo
también? ¿Por qué cuando se trata de mí, no
puedes aceptarlo?
Feng Xin escupió: —¿HUH? ¿ROBO? ¿Quién
cometió robo? Dianxia ¿ROBAR? ¿Qué mierda
estás diciendo?
—...
Xie Lian dejó de respirar.

148
Al ver que la furiosa cara de Feng Xin cambiaba
gradualmente a la conmoción, Mu Qing
finalmente se dio cuenta de que algo andaba mal
y se volvió hacia Xie Lian vacilante.
—¿Tú... tú no...?
¡No había esperado que Xie Lian no le hubiera
contado a Feng Xin sobre ese incidente!
—¡AAAAAHHHHHH!
Xie Lian se había vuelto loco y él agarró un
objeto al azar de su mano y comenzó a perseguir
a Mu Qing. Mu Qing también se dio cuenta de que
podría haberse equivocado y no se atrevió a
hablar, incluso habiendo sido golpeado varias
veces. Sin embargo, cuando salió corriendo por
la puerta y miró hacia atrás, lo que Xie Lian
estaba usando para perseguirlo era en realidad
una escoba y su rostro se oscureció al instante.
—¿Tuviste que burlarte de mí así?
Xie Lian gritó entrecortadamente: —¡VETE DE
AQUÍ!
El puño girado de Xie Lian sopló vientos
afilados y Mu Qing fue golpeado, apenas
esquivando la peor parte del ataque, con un
delgado corte sangriento apareciendo en su
mejilla. Extendió la mano y tocó el corte, miró la
sangre en su mano, su expresión ilegible.
—... Bien. Me voy. —Xie Lian estaba temblando
por todas partes y se inclinó profundamente por
la cintura. Mu Qing dio unos pasos hacia adelante
149
y todavía colocó los sacos de arroz en el suelo al
final—. Realmente me voy.
Xie Lian levantó la cabeza. Cuando Mu Qing vio
sus ojos, tragó. No dando vueltas por más
tiempo, se pasó las mangas y se fue.
Solo entonces el atónito Feng Xin salió
corriendo.
—¡Dianxia! Él está mintiendo, ¿verdad? ¿Qué
robo?
Xie Lian se cubrió la frente.
—... No preguntes más. Por favor, Feng Xin, te
ruego que no preguntes más.
—No, por supuesto que no lo creo —dijo Feng
Xin—, solo quiero saber qué sucedió realmente...
Xie Lian gritó y se cubrió los oídos, escapó de
regreso a la cabaña y se encerró en su
habitación.
Feng Xin estaba completamente convencido de
que nunca haría tal cosa, ¡pero precisamente por
eso se había convertido en el peor de los casos!
Xie Lian solo quería huir, escapar a un lugar
donde nadie lo conociera, pero cuando recordó lo
que Bai Wuxiang había dicho, tampoco se atrevió
a ir demasiado lejos y solo pudo encerrarse
dentro de la habitación. No importó cómo Feng
Xin y la reina lo llamaron, él se negó a salir.

150
Pasaron dos días antes de que Xie Lian se
sintiera más tranquilo y cuando Feng Xin volvió a
llamar, abrió la puerta en silencio. Feng Xin
sostenía un plato y se paró en la puerta.
—Su majestad te hizo esto durante el día de
hoy y me exhortó a que te lo traiga
absolutamente. —Las cosas en ese plato eran
algo verde y morado, una vista horrible. Feng Xin
continuó—: Si Dianxia cree que su vida podría
estar en peligro, puedo terminar esto por usted,
no se lo diré a su majestad, jaja.
Xie Lian podía decir que Feng Xin todavía
quería pinchar y preguntar de qué se trataba el
robo, pero también tenía miedo de que Xie Lian
pudiera encerrarse de nuevo, por lo que lo forzó
a bajar y fingió que el incidente nunca sucedió y
que no había nada que preguntar, pretendiendo
estar a gusto. Sin embargo, no era bueno para
bromear y las bromas que hacía eran todas
secas, lo que hacía las cosas aún más
incómodas.
Para ser sincero, el sabor de la cocina de su
madre era realmente aterrador y mientras más
veces entraba a la cocina, cuanto más esfuerzo
hacía, más se desviaba del camino de su
progreso. Xie Lian tampoco había cocinado
antes, pero las comidas que preparaba no sabían
tan mal. Parecía que solo podía explicarse a
151
través del talento natural. Sin embargo, Xie Lian
todavía tomó el plato y se sentó a la mesa para
comerlo honestamente. De cualquier manera, no
podía saborear lo que comía ahora.
Al menos, la única cosa consoladora en todo
esto fue que estaba seguro de que había
terminado y que el rey había escuchado esa
noche, según cómo estaban las cosas los últimos
días, no parecía que el rey y la reina supieran
sobre su incidente de robo. De lo contrario, por el
temperamento del rey ya habría comenzado a
gritarle. Feng Xin nunca les diría tampoco, por lo
que Xie Lian podría relajarse por ahora.
Mientras pensaba esto, Feng Xin se puso de
pie de repente y Xie Lian volvió en sí.
—¿Qué estás haciendo?
Feng Xin agarró su arco y dijo: —Es hora de
que me vaya a la calle.
Xie Lian también se puso de pie.
—Iré contigo.
Después de un momento de vacilación, Feng
Xin dijo: —Olvídalo. Solo descansa un poco más.
Aunque Feng Xin no hizo más preguntas, Xie
Lian todavía se sentía incómodo por todas partes,
como si ahora que Feng Xin hubiera conocido
algo así, hubiera algo entre ellos que nunca
podría volver atrás. Cada palabra y cada mirada
que Feng Xin le daba parecía haber adquirido un

152
significado diferente, digno de una interpretación
más profunda.
Xie Lian sacudió la cabeza y suspiró: —Déjame
ser sincero contigo. No tengo la mente para
cultivar en este momento. —Feng Xin también
esperaba esto, e inclinó la cabeza, sin saber qué
decir. Xie Lian continuó—: Entonces, si ese es el
caso, en lugar de pudrirme dentro de la casa,
también podría ir a la calle, así al menos podría
ganar algo de dinero, al menos no...
Al menos no sería un inválido.
Sin embargo, por alguna razón, no pudo decir
las últimas dos palabras. Quizás fue porque
realmente sentía que ya era de esa manera, por
lo que no se atrevió a revelarlo tan fácilmente.
Feng Xin todavía estaba un poco preocupado:
—Yo también puedo hacerlo solo. Dianxia, solo
ha comido una vez en los últimos dos días,
entonces, ¿por qué no descansa unos días más?
Cuanto más insistía, más ansiaba Xie Lian por
demostrar su valía y se volvió para mirarse en el
espejo.
—Está bien, me limpiaré y...
Al principio iba a arreglarse para que al menos
no fuera un mendigo desaliñado y loco, pero
inesperadamente, vio una imagen
extremadamente horrible reflejada en el espejo.

153
El él en el espejo no tenía cara, porque en su
reflejo, lo que tenía en la cara era una máscara
medio llorando, medio sonriendo.

154
Capítulo 188
Frío fantasma blanco; palabras cálidas
que confunden al Príncipe Heredero
(parte dos)

X
ie Lian gritó instantáneamente en el acto
y Feng Xin saltó sorprendido.
—¿QUÉ? ¿QUÉ ES?
Xie Lian señaló al espejo, su rostro pálido.
—¡ÉL! Yo... yo, mi...
Feng Xin siguió su brazo y miró al espejo y un
buen momento después, se volvió para mirar a
Xie Lian, desconcertado.
—... ¿Qué sucede contigo?
Xie Lian estaba aterrorizado hasta los huesos y
lo agarró con fuerza, exprimiendo solo unas
pocas palabras con gran dificultad: —¡MI! ¡MI!
¡MI CARA! ¿NO LO VES? ¿LA COSA EN MI
CARA?
Feng Xin lo miró a la cara y suspiró. Xie Lian
todavía estaba confundido por qué no hubo
ninguna reacción de él cuando Feng Xin dijo:

155
—Dianxia, ¿finalmente ha notado que hay cortes
en su cara?
Era como si Xie Lian se hubiera hundido en una
bodega de hielo.
¿Por qué? ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Por qué
diría eso Feng Xin?
¡¿Podría ser que Feng Xin no pudo ver la
máscara en su cara en el espejo?!
Xie Lian espetó: —¿No lo ves? ¡Hay algo en
mi cara!
Feng Xin estaba perplejo.
—¿Qué cosa? ¿Qué quieres decir
exactamente? No veo nada.
Xie Lian volvió a mirarse al espejo.
—¡Eso es imposible! YO…
Sin embargo, cuando volvió a mirar esta vez, la
máscara de su cara en el espejo había
desaparecido y lo que reflejaba esa cara era
pánico.
Había contusiones y cortes entrecruzados en
su rostro, luciendo perdido y perturbado,
extremadamente descuidado, como un pequeño
trabajador golpeado hasta la médula por un rico
maestro. Xie Lian estaba aturdido a pesar de sí
mismo y se acarició el costado de la mejilla,
preguntándose internamente: —¿Soy yo?
Justo en ese momento, escuchó a Feng Xin
hablar: —Dianxia, ¿está... demasiado cansado,
tal vez? ¿O simplemente estás cansado por estar
156
enojado con ese bastardo apestoso?
Escúchame, no salgas en los próximos días y
tómalo con calma.
Xie Lian finalmente salió y vio que Feng Xin
estaba a punto de salir de la puerta con el arco
en la espalda, colgando un taburete en la mano y
explicó a toda prisa: —¡No! YO…
Feng Xin empujó la puerta mientras miraba
hacia atrás.
—¿Hay algo más?
Las palabras habían llegado a estos labios,
pero los tragó con fuerza porque de repente
apareció un pensamiento extraño en su mente: la
vida ya era muy difícil; si le dijera a Feng Xin que
Bai Wuxiang podría regresar para hostigarlos,
¿qué haría Feng Xin?
Feng Xin también estaba bastante
traumatizado por Bai Wuxiang, ¿qué haría?
¿Pensaría en retroceder y marcharse como Mu
Qing?
Justo cuando su imaginación se estaba
volviendo loca, Feng Xin ya se había ido. Xie Lian
escuchó el sonido de la puerta cerrándose, por lo
que solo pudo encogerse de nuevo a la cama,
envolverse en mantas y planear tomar otra siesta.
De repente, olió algo asqueroso.
Xie Lian se arrastró y al principio pensó que era
la reina cocinando de nuevo o alguna rata que
murió en un rincón y se levantó para revisar. Miró
157
por todas partes, pero al final descubrió que la
fuente del mal olor era en realidad él mismo.
Solo entonces Xie Lian recordó que habían
pasado más de dos semanas desde la última vez
que se lavó o cambió, así que, por supuesto, olía.
Xie Lian contuvo el aliento, una ola de odio a sí
mismo lo atravesó. Solo pensar que tanto sus
padres como Feng Xin debieron haberlo notado,
pero no se molestaron en decírselo, lo hizo sentir
otra ola de vergüenza. Abrió furtivamente la
puerta y miró a su alrededor; no había nadie
afuera, así que se encontró con un conjunto de
ropa fresca y planeó hervir un poco de agua para
bañarse.
Después de mucha lucha, finalmente se
empapó en la bañera por fin. Se hundió en el
agua, conteniendo la respiración hasta que se
asfixió y solo volvió a la superficie cuando sintió
que se iba a desmayar. Luego se frotó la cara con
brusquedad.
Después de limpiarse, Xie Lian extendió la
mano para agarrar su ropa, sacudiendo
distraídamente su túnica y estaba a punto de
ponérsela cuando, de repente, notó que algo
andaba mal.
¡Esa no era su ropa en absoluto, sino la
vestimenta funeraria trágicamente blanqueada
de Bai Wuxiang con mangas expansivas!

158
Xie Lian solo podía sentir el agua caliente en la
que estaba sumergido convertirse en una olla de
estanque helado de repente, con los pelos de
punta y gritó consternado: —¡¿QUIÉN?! ¿QUIEN
HIZO ESTO?
¿Quién se cambió la ropa en secreto mientras
no estaba prestando atención?
Saltó, todavía húmedo y goteando y tiró la
bañera. Un gran chapoteo, e instantáneamente
toda la cabaña se inundó con agua de baño,
sorprendiendo tanto al rey como a la reina que
estaban en la habitación contigua. La reina apoyó
al rey cuando entraron a ver y Xie Lian estaba
desnudo tendido en el suelo, el piso inundado con
agua y en su sorpresa, se apresuró a abrazarlo.
—Hijo mío, ¿qué te pasó?
Xie Lian estaba mojado y goteaba, su cabello
estaba desparramado y levantó la vista,
abrazándola.
—¡Mamá, un fantasma, hay un fantasma, hay
un fantasma aferrado a mí! ¡Me está siguiendo
constantemente!
Su apariencia no era diferente al de alguien que
había perdido la cabeza y la reina no pudo
soportarlo más mientras lloraba de angustia y
sostenía a su hijo. El rey también observó a Xie
Lian atónito; un hombre de cuarenta y tantos que
parecía tener más de sesenta años.

159
El aire helado del invierno sacudió a Xie Lian y
él señaló: —La ropa. ¡Mira la ropa…!
Sin embargo, cuando volvió a mirar esa ropa,
¿cómo era esta la vestimenta funeraria? ¿No era
solo su túnica blanca de cultivo?
Xie Lian repentinamente se llenó de ira y
golpeó la bañera de madera con un puño,
rugiendo: —¿QUÉ QUIERES? ¿Estás jugando
conmigo?
La reina contuvo las lágrimas y lo abrazó.
—Mi hijo, no se enoje, solo póngase algo de
ropa primero, póngalas, no se resfríe...

Ese día, Feng Xin también regresó muy tarde.


El agotamiento estaba escrito en su rostro,
mucho más que antes.
Xie Lian lo había estado esperando durante
mucho tiempo y habló con impaciencia: —Feng
Xin, tengo algo muy importante que decirte.
Aunque esa criatura Bai Wuxiang era
demasiado extrañamente poderosa, incluso si le
dijera a Feng Xin, no tendría sentido establecer
guardia de antemano, sin embargo, después de
pensar mucho, todavía creía que algo así no
debería mantenerse en secreto de Feng Xin,

160
entonces decidió decirle la verdad.
Inesperadamente, Feng Xin no le preguntó de
inmediato qué era y solo dijo: —Oh, bien.
También tengo algo que quería decirte.
Xie Lian pensó que el asunto con Bai Wuxiang
era más importante y cualquier otra cosa urgente
podría venir después, pero él se sentó a la mesa
y preguntó: —Tú ve primero. ¿Qué es?
Feng Xin dudó por un momento y dijo:
—Dianxia, usted primero.
Xie Lian ya no tenía la mente de ser cortés y
susurró: —Feng Xin, debes ser absolutamente
cuidadoso. Bai Wuxiang ha regresado.
—...
La expresión de Feng Xin cambió
instantáneamente.
—¿Bai Wuxiang ha regresado? ¿Por qué dirías
eso? ¿Lo viste?
—¡Sí! —Exclamó Xie Lian—. ¡Lo vi!
Feng Xin palideció.
—Eso es... Eso no está bien, ¿por qué lo verías
tú? ¿Por qué sigues aquí después de haberlo
visto?
Xie Lian enterró el rostro en sus manos.
—... ¡Yo tampoco lo sé! No solo no me mató,
sino que incluso...
Incluso lo abrazó y le acarició la cabeza como
un anciano amoroso y le insinuó: —Ven a mi lado.

161
Después de haber escuchado el extraño
encuentro de los últimos días, la conmoción de
Feng Xin se desvaneció gradualmente y fue
reemplazada por confusión: —¿Qué está
pensando él?
—De cualquier manera, no debe tener buenas
intenciones y también parece estar siguiéndome
a todas partes —dijo Xie Lian—. En cualquier
caso... ¡ten cuidado! Ayúdame a recordarle a
padre y madre que también tengan cuidado, pero
no los asustes.
—Está bien —dijo Feng Xin—, no saldré en los
próximos días. Las cosas que ese bastardo nos
dio... deberían durarnos un tiempo.
Fue bastante vergonzoso decirlo. Cuando Mu
Qing se fue, todavía dejó todo lo que trajo.
Aunque Xie Lian perdió el control de sí mismo en
ese momento, arrojándole las cosas diciendo que
no necesitaba sus cosas ni ayuda, después de
calmarse, aún recogieron todo en secreto en la
derrota.
Xie Lian suspiró y asintió. Luego dijo: —Oh, sí,
¿qué era lo que querías decirme?
Habiendo mencionado esto, Feng Xin dudó
nuevamente. Después de una pausa, abrió la
boca y estaba sorprendentemente tarareando y
arañando, rascándose la cabeza mientras
tartamudeaba: —En realidad, es... Dianxia,

162
¿todavía tiene dinero? ¿O algo que pueda ser
empeñado?
Xie Lian no había pensado que haría una
pregunta tan tonta en un momento como este y
estaba un poco perplejo.
—¿Huh? ¿Por qué estás preguntando esto?
Feng Xin sudaba mientras respondía
audazmente: —... No es nada... solo, si tienes
algo, ¿puedes... prestarme algo?
Xie Lian se rió amargamente.
—... ¿Crees que tendría más?
Feng Xin también suspiró.
—Eso pensé.
Xie Lian lo pensó y dijo: —¿Pero no te regalé
ese cinturón dorado antes?
Feng Xin murmuró: —Eso no es suficiente.
Lejos de ahí…
Xie Lian se sorprendió.
—Feng Xin? ¿Qué hiciste exactamente ahí
afuera? ¿Cómo puede un cinturón dorado no ser
suficiente? ¿Debes dinero por golpear a alguien?
¿Dime?
Feng Xin salió de él y rápidamente dijo: —¡Oh,
no! ¡No tomes esto en serio, solo estaba
preguntando!
Después de preguntar una y otra vez, Feng Xin
aún juró que todo estaba bien y Xie Lian dijo
preocupado: —Bueno, si hay algo, tienes que

163
decirme y podemos pensar en una solución
juntos.
—No te preocupes por mí —dijo Feng Xin—,
ninguna solución caerá del cielo. Dianxia, ¡solo
concéntrese en resolver sus problemas!
Cuando lo mencionó, el corazón de Xie Lian se
hundió nuevamente.

Tal como esperaba, todos los días que


siguieron, esa criatura lo acosó sin cesar y no lo
dejó solo.
Xie Lian siempre podía ver esa máscara
sonriente y llorosa o esa silueta blanca en
muchos lugares desprevenidos. A veces estaría
en la cabecera en la noche profunda, a veces
sería un reflejo en el agua, a veces estaría al otro
lado de la puerta cuando abriera dicha puerta y a
veces, incluso sería de pie justo detrás de Feng
Xin.
Bai Wuxiang parecía estar tomándose el
asustarlo como entretenimiento y, a propósito,
solo lo dejó ser el único que lo vería. Cada vez
que Xie Lian no podía soportarlo más y lo
señalaba gritando, todos los demás se
apresuraban o miraban y él desaparecía. Xie Lian
había pasado días como este con convulsiva
164
agitación, tan amargado que deseó poder atrapar
a esa criatura y cortarla en ocho pedazos, pero ni
siquiera pudo pisar la sombra del otro.
Inevitablemente, sus días y noches se volvieron,
tanto su corazón como su cuerpo, agotados.
Un día, se despertó sobresaltado en medio de
la noche y sintió una sed irreprimible. Pensando
que no había bebido nada adecuadamente en
todo el día, se arrastró listo para ir a tomar agua.
Sin embargo, desde fuera de la sala se
escucharon voces débiles y débil luz de las velas.
Xie Lian se sorprendió e instantáneamente se
escondió detrás de la puerta, su corazón latía con
fuerza.
—¿Quién podría ser? Si es padre, madre y
Feng Xin, ¿por qué se escabullen así?
Sin embargo, quién hubiera sabido que los que
se escabullían eran realmente su padre, su
madre y Feng Xin.
La voz de Feng Xin era extremadamente
silenciosa.
—Dianxia está descansando ahora, ¿verdad?
La reina también susurró: —Ahora está
dormido.
—Finalmente. —El rey dijo—. No lo despiertes
demasiado temprano mañana, déjalo dormir un
poco más.
Esas palabras hicieron que el corazón de Xie
Lian se apretara, luego, poco después, escuchó
165
a la reina decir: —Aah... si esto sigue así,
¿cuándo mejorará mi hijo?
Xie Lian podía sentir que algo andaba mal con
esas palabras y en ese momento, Feng Xin dijo
con voz tranquila: —Solo está así porque está
sobrecargado de trabajo. Demasiado ha
sucedido recientemente. ¿Sus majestades
también lo vigilarán más de cerca y si hay algo
fuera de Dianxia, por favor me lo harán saber lo
antes posible, pero sin hacérselo saber?
Además, no digan nada que lo provoque...
Xie Lian escuchó a escondidas escondiéndose
detrás de la puerta, su mente se quedó en blanco
y oleadas de sangre corrieron hacia su cerebro.
¿Qué significaba esto? ¿Qué querían decir?
Rugió internamente: —¡NO ESTOY LOCO!
¡NO MENTÍ! ¡ESTOY DICIENDO LA VERDAD!
Xie Lian levantó la mano.
¡PANG!
Se estrelló contra la puerta abierta. Los tres
dentro de la habitación se sorprendieron y Feng
Xin se puso de pie.
—¿Dianxia? ¿Por qué no estás dormido?
Xie Lian estaba furioso.
—¿NO ME CREEN?
Feng Xin se sorprendió.
—¡Por supuesto que te creo! Tú...
Xie Lian lo interrumpió.

166
—Entonces, ¿qué querías decir con esas
palabras justo ahora? ¿Estás diciendo que todo
lo que vi fueron alucinaciones, que estoy
delirando?
El rey y la reina querían mediar y Xie Lian
instantáneamente dijo: —¡No hablen, ustedes no
entienden nada!
—¡No! —Exclamó Feng Xin—. Te creo,
Dianxia, pero también has trabajado demasiado,
¡y esa también es la verdad!
Xie Lian lo miró y no habló, pero en algún lugar
de su corazón soplaban vientos helados.
Creía que, en general, Feng Xin todavía creía
en él. Al menos el ochenta por ciento.
Pero no era una confianza completa. Después
de todo, la forma en que Xie Lian pasó sus
últimos días era realmente demasiado demente.
Si hubiera algún otro extraño mirando hacia
adentro, sin duda habrían determinado que era
un loco, entonces, ¿qué derecho tenía para
exigirle a alguien que confiara en él por
completo?
Pero no debería ser así. ¡El Feng Xin del
pasado tendría absoluta fe en él sin importar qué!
Incluso si hubiera solo un veinte por ciento de
dudas, ¡aún era insoportable!
Xie Lian estaba lleno de ira y resentimiento,
pero no podía decir a quién estaba dirigido; a Bai
Wuxiang, a Feng Xin, a todos o a sí mismo. No
167
dijo una palabra. Se giró y salió por la puerta y
Feng Xin lo persiguió.
—Dianxia, ¿a dónde va?
Xie Lian se obligó a mantener la calma.
—No te preocupes por mí, no me sigas,
regresa.
—No, pero ¿a dónde vas? ¡Iré contigo! —Dijo
Feng Xin.
Xie Lian se decidió y de repente comenzó a
correr salvajemente. Feng Xin no era tan rápido
como él y pronto se quedó muy atrás y solo pudo
gritar detrás de él. El rey y la reina salieron y
comenzaron a gritar por él también, pero Xie Lian
fingió no escuchar y corrió más rápido.
¡No tuvo más remedio que hacer el primer
ataque!
Si Bai Wuxiang planeara matar a Xie Lian, o
Feng Xin, o sus padres, sería pan comido. Sin
embargo, él simplemente no lo mató y en su lugar
jugó con él como un juguete.
Xie Lian corrió mientras rugía en la noche
negra.
—¡SAL DEL INFIERNO! USTED MONSTRUO
DE CANAL ¡VETE DE AQUÍ!
Bai Wuxiang venía estrictamente por él, por lo
que creía que Bai Wuxiang lo habría seguido con
seguridad. Sin embargo, después de maldecir al
mundo con vocabularios insuficientes, no había
ninguna de las burlas habituales a la deriva desde
168
rincones sombríos inesperados, ni ninguna figura
apareció lánguidamente detrás de su espalda,
poniendo una mano desprevenida sobre su
cabeza.
Después de correr locamente por varias millas,
Xie Lian finalmente agotó su fuerza y se inclinó
profundamente, sosteniéndose con las manos
sobre las rodillas, jadeando bruscamente, su
pecho y garganta se inundaron con el sabor del
hierro oxidado.
Un buen rato después, de repente se dio la
vuelta y continuó hacia adelante, diciendo en voz
baja: —... ¿Entonces quieres arrastrar esto
conmigo? ¡Bien, hagamos esto lentamente!
Caminó solo a través de campos desiertos y
áridos, a través de bosques viejos y montañas
profundas, por quién sabe cuánto tiempo y la
niebla comenzó a espesarse gradualmente.
A su alrededor estaban los viejos árboles
ennegrecidos que mostraban sus garras y todos
se inclinaban hacia adelante, empujados hacia
abajo, como si lo invitaran a entrar en un campo
de tierra prohibida sin retorno. Xie Lian podía
decir que lo que estaba por delante no iba a ser
nada bueno, pero era inevitable. Además, debía
poner fin a esto, ya que esto ocurriría tarde o
temprano. Por lo tanto, con una expresión oscura
continuó hacia adelante. Mientras caminaba,

169
dentro de la niebla blanca, una hilera de algo
brillante apareció como una pared brillante.
Xie Lian nunca había visto algo así y frunció el
ceño ligeramente, deteniendo su respiración. En
cuanto a esa pared, ¡en realidad estaba
empujando lentamente hacia él!
Xie Lian estaba tenso por la alarma y rompió
una rama, agarrándola con la mano lista. Solo
cuando esa pared llegó a no menos de dos
metros de él, se dio cuenta, desconcertado, de
que no era una pared, sino innumerables fuegos
fantasmas. Debido a que había demasiados,
desde lejos parecía una pared ardiente o una red
gigante.
Si bien esos fuegos fantasmas eran extraños,
no emitieron ninguna intención asesina y solo se
dirigieron hacia él en silencio, impidiéndole
continuar. Xie Lian intentó rodearlos, pero esos
fuegos fantasmas cambiaron de dirección de
inmediato y continuaron bloqueando a Xie Lian.
Al mismo tiempo, escuchó muchas voces.
—No vayas allí.
—No vayas.
—No hay cosas buenas por delante.
—¡Date la vuelta, no sigas caminando!
Esas voces eran estoicas y condensadas como
mareas, que le provocaban escalofríos por la
espalda. Xie Lian fue rodeado y notó que, dentro
de estos fuegos fantasmas, había una bola de
170
llamas que era particularmente brillante y
particularmente silenciosa.
Aunque algo así como un fuego fantasma no
tenía ojos, pero cuando miró ese fuego fantasma,
casi pudo sentir una mirada ardiente mirándolo.
Parecía que este fantasma era el más fuerte
entre estos fuegos fantasmas, todos los otros
solo lo seguían.

171
172
Capítulo 189
Frío fantasma blanco; palabras cálidas
que confunden al Príncipe Heredero
(parte tres)
—Muévete —dijo Xie Lian con frialdad.
Ese fuego fantasma no se movió.
—¿Por qué estás bloqueando mi camino?
—Preguntó Xie Lian.
Ese fuego fantasma no respondió y los otros
pequeños fuegos fantasmas solo repitieron; no
vayas allí, sin parar. Xie Lian no quería
molestarse con esas cosas en absoluto y él
extendió una mano, dispersándolas.
No dispersó a los espíritus; esta mano era solo
para romper la formación de bloqueo de esos
fuegos fantasmas, como agitar una banda de
luciérnagas o un banco de peces de colores.
Xie Lian pasó rápidamente, ramas marchitas y
hojas rotas crujiendo bajo sus pasos. Sin
embargo, cuando miró hacia atrás, los fuegos
fantasmas también lo alcanzaron rápidamente,
como si estuvieran listos para formar otra pared.
173
Xie Lian advirtió: —No me sigas.
Esa bola del fuego fantasma más brillante y
caliente estaba volando en el frente, sin prestar
atención a sus palabras y Xie Lian levantó la
mano como si fuera a atacar de nuevo,
advirtiendo con ferocidad: —¡Sigue siguiéndome
y podría dispersar tu espíritu!
Con una amenaza como esta, muchos de los
fuegos fantasmas se asustaron, revolotearon y
retrocedieron. Sin embargo, ese fuego fantasma
líder solo se detuvo por un momento en el aire
antes de continuar detrás de él, manteniéndose a
una distancia de no cinco pies de distancia, lo que
hizo que Xie Lian pensara que le estaba diciendo:
—No importa si me dispersas.
O tal vez, sabía que Xie Lian realmente no lo
dispersaría.
Una repentina e inexplicable ira llenó a Xie
Lian. En el pasado, si gritaba, ¿qué pequeños
secuaces se atreverían a continuar con su
acoso? Habrían desaparecido en un instante con
las colas entre las piernas. Ahora, no solo la
gente pasaba sobre él mientras lo desearan,
incluso esta pequeña bola de fuego fantasma no
lo obedecía, tomando su amenaza por nada.
Los ojos de Xie Lian se enrojecieron de ira y
murmuró: —... Incluso un pequeño fantasma
como tú es así... todos ustedes son así... ¡todos
son así!
174
Era un poco divertido estar tan enojado por algo
tan pequeño, pero en este momento, Xie Lian
estaba realmente llena de furioso resentimiento.
Inesperadamente, después de que murmuró
esas palabras, esa bola de fuego fantasma
parecía haber entendido que estaba enojado y
triste y se detuvo en el aire, sin seguir avanzando.
Liderando esos cientos de pequeños fuegos
fantasmas, retrocedieron lentamente. No mucho
después, desaparecieron completamente en la
noche.
Xie Lian exhaló un suspiro, se volvió y continuó
hacia adelante.
Después de unos setecientos u ochocientos
pies, las esquinas de los aleros aparecieron
débilmente dentro de la niebla seductora que
tenía delante, como un antiguo templo de las
montañas profundas. Cuando Xie Lian se acercó
y miró más de cerca, sus ojos se abrieron un
poco.
Era... un Templo del Príncipe Heredero.
Por supuesto, era un Templo del Príncipe
Heredero destruido. Ya había sufrido el saqueo
de matones, la placa del establecimiento cayó al
suelo, partida por la mitad. Xie Lian se detuvo
frente a la entrada del templo por un momento,
luego levantó los pies y pasó sobre esa placa rota
del establecimiento y entró en el templo. La
estatua divina dentro del gran salón también
175
había desaparecido hace mucho tiempo, quizás
destrozada o quemada, o arrojada al mar. El altar
estaba vacío y desolado, solo quedaba la base
quemada de la estatua. A cada lado; cuerpo en
el abismo, corazón en el paraíso, fueron cortados
unas treinta veces, al igual que una hermosa
mujer cuyo rostro estaba cortado por cuchillos ya
no era hermoso, solo era salvajemente
escalofriante.
Xie Lian mantuvo la compostura y se sentó en
el suelo dentro del gran salón, esperando que Bai
Wuxiang apareciera. Después de un tiempo de
incienso, una figura realmente apareció dentro de
la niebla seductora fuera del templo.
Sin embargo, esta silueta no era correcta; no
era tan silencioso como Bai Wuxiang y el sonido
de sus pasos también era incorrecto, mucho más
apresurado, no como el silencioso arrastramiento
de Bai Wuxiang. Entonces, el que se acercaba
definitivamente no debía ser Bai Wuxiang, ni
nadie que él conociera.
Entonces, ¿quién podría ser?
Xie Lian estaba tenso y alarmado y solo vio
claramente cuando esa persona finalmente se
apresuró al Templo del Príncipe Heredero.
Desafortunadamente, la persona que llegó no
coincidía con ninguna de sus conjeturas; no
importaba cómo lo estudiara, solo era un
transeúnte sin ningún defecto.
176
Pero Xie Lian todavía no relajó su guardia;
¿Quién podría saber si esto no era el disfraz de
Bai Wuxiang?
En una montaña salvaje y estéril, dentro de un
templo taoísta destruido, el hecho de encontrarse
de repente con alguien hizo que Xie Lian
estuviera en guardia contra la otra persona, la
otra persona también estaba en guardia contra
Xie Lian. Un breve momento después, finalmente
se aventuró a preguntar: —¿Esto... Daozhang?
¿Sabes qué es este lugar?
Xie Lian frunció ligeramente el ceño y miró
hacia arriba.
—¿No sabes qué es este lugar? Entonces,
¿cómo llegaste aquí?
—¡Me perdí! —Ese hombre dijo—. Caminé una
y otra vez, ¡pero parece que no puedo salir!
Xie Lian sabía que esto no se estaba perdiendo
en absoluto. Si este hombre no era Bai Wuxiang
disfrazado, lo más probable era que lo atrajera
algo.
—Ya no deambules más, no podrás salir —dijo
Xie Lian.
—¿Huh? ¿Qué estás diciendo?
Sin embargo, Xie Lian ya no respondió y
continuó su meditación. Si Bai Wuxiang fue el que
lo atrajo, entonces el pánico sería inútil. Si no
dejaba ir a nadie, entonces no tenía sentido tratar
de escapar, por lo que sería mejor si Xie Lian solo
177
esperara en silencio para ver qué planeaba
hacer.
Ese hombre también estaba cansado de correr,
así que se sentó a un lado para descansar, los
dos en paz el uno con el otro. No pasó mucho
tiempo antes de que otra figura apareciera dentro
de la niebla seductora, entrando al templo y era
otro viajero confundido. Al ver que había gente
dentro del templo. Rápidamente se acercó.
—¡Hola amigos! ¿Puedo preguntar qué es este
lugar?
Esos dos viajeros comenzaron a conversar y
una premonición comenzó a crecer en la mente
de Xie Lian.
Efectivamente, no pasaron dos horas antes de
que más de diez personas vinieran a este Templo
del Príncipe Heredero una tras otra. Hombres,
mujeres, personas mayores, niños, todo tipo;
algunos solos, algunos en grupos de tres o
cuatro, algunos eran familias enteras y la mayoría
de ellos vinieron porque estaban perdidos. La
razón por la que se perdieron también fue
innumerable y extraña, algunos incluso
simplemente paseaban por las calles de la ciudad
y podían perderse por aquí, extremadamente
increíble. Dentro de este templo, Xie Lian incluso
vio a ese artista callejero que se mantuvo firme
en competir contra él con el truco de la roca. No
se veía muy bien; parecía que la competencia de
178
la última vez lo hirió significativamente. Los dos
se vieron, pero no dijeron una palabra y solo
asintieron con la cabeza.
¡Era fácil ver que todas estas personas eran
ordinarias y todas fueron traídas aquí a las
montañas profundas intencionalmente por Bai
Wuxiang!
La alarma en la cabeza de Xie Lian se hacía
cada vez más fuerte, pero aún así no se movió.
Sacó un bollo frío al vapor y lo mordió con fuerza,
masticó con fuerza, luego tragó con fuerza. Debía
almacenar toda su energía para enfrentar una
gran batalla que seguramente se avecina.
Cuatro horas después, este Templo del
Príncipe Heredero estaba lleno de personas
perdidas de adentro hacia afuera. Xie Lian había
contado en silencio; había alrededor de un
centenar de ellos. Ni uno solo podría salir de este
bosque.
Cuando había una multitud, se oía un ruido
bullicioso y todos comenzaron a conversar.
—¿También terminaste aquí sin ninguna
razón? ¡Esto apesta a maldad!
Alguien sugirió: —¿Por qué no intentamos
encontrar una salida de nuevo?
Alguien acordó de inmediato: —¡Vamos,
vamos, me niego a creer que con tantos de
nosotros, ni uno solo pueda salir!

179
Sin embargo, Xie Lian, que estaba sentado en
la esquina, levantó la vista bruscamente.
—No importará lo mucho que camines. No hay
salida.
La multitud lo miró.
—¿Por qué?
Xie Lian dijo con amargura: —Porque todos
ustedes fueron conducidos aquí por un monstruo.
Ustedes son todos sus juguetes, entonces, ¿por
qué los dejaría ir tan fácilmente?
—...
Dentro de la multitud, había algunos que
pensaban que estaba exagerando, algunos que
pensaban que era un loco y otros que pensaban
que no debería ser subestimado.
Alguien se puso de pie.
—¿Quién eres? ¿Qué base tienes para decir
algo así?
—Parece ser el primero aquí. Cuando llegué ya
estaba sentado allí.
—Extraño…
—Sí y su rostro también está cubierto.
—¿Tienes alguna prueba?
Xie Lian dijo en voz baja: —No hay pruebas.
No importa si todos lo creen o no. Ese monstruo
ciertamente no los atrajo a todos aquí para
invitarlos a una comida. No creo que deba
decirles a todos que tengan un poco más de
cuidado.
180
Justo cuando terminaba de hablar, antes de
que nadie respondiera, los sonidos de pasos
apresurados llegaron desde la distancia. Todos
se animaron al instante.
—¡Viene otro!
Inmediatamente hubo quienes querían salir y
echarle un vistazo, pero justo cuando cruzaron el
umbral del templo se deslizaron rápidamente
hacia atrás ya que, lo que acompañó a ese ruido
fueron oleadas de gritos enloquecidos.
Esa voz que gritaba no sonaba humana en
absoluto y las caras de todos cayeron, todos
retrocediendo hacia el templo.
—¿Qué diablos, quién podría ser? No es una
bestia, ¿verdad?
A medida que esa figura dentro de la niebla
seductora se acercaba rápidamente, Xie Lian
entrecerró los ojos.
—¡No, esa es realmente una persona!
Solo que esa persona corría en su dirección y
aullaba ensordecedora al mismo tiempo,
cubriéndose la cara con las manos. Al ver que
estaba a punto de correr hacia el templo en
cualquier momento, Xie Lian se abrió paso entre
la multitud y se paró al frente para ver cuál era la
situación, sin embargo, fue como si ese hombre
no tuviera ojos y se estrelló directamente contra
un árbol en la entrada del Templo del Príncipe

181
Heredero. Se recuperó por un buen metro, luego
cayó al suelo y se desmayó.
La multitud se sorprendió y cada uno de ellos
se apretó, estirando el cuello para ver,
preguntando con ansiedad: —... ¿Qué...? ¿Qué
pasa con ese hombre?
Algunos que eran más valientes, incluido el
artista callejero, iban a examinarlo y Xie Lian
inmediatamente gritó: —¡No te acerques a él!
Esas personas saltaron ante su tono agudo y
preguntaron: —¿Entonces qué hacemos? ¿Solo
dejarlo acostarse allí?
—Iré a echar un vistazo —dijo Xie Lian.
—Entonces ten cuidado, ¿sí? —Dijo la multitud.
Xie Lian asintió y se acercó a ese árbol
lentamente, agachándose y estaba a punto de
mover la mano que cubría la cara del hombre
cuando ese hombre repentinamente saltó y dejó
escapar dos gritos chillantes.
Así era, dos gritos de chillido. Y, fueron dos
sonidos que sonaron al mismo tiempo. Uno salió
de su boca y el otro, de su cara, ¡en la cara de
ese hombre había otra cara!
¡La Enfermedad del Rostro Humano!
La piel de gallina se alzó instantáneamente
sobre la piel de Xie Lian, sus pupilas se
encogieron y la multitud dentro del templo
también quedó estupefacta por esa horrible
escena. Después de que ese hombre se levantó
182
de un salto, dejó caer las manos y estaba a punto
de correr hacia donde estaba la gente, pero
afortunadamente Xie Lian fue rápido con sus
manos y lo derribó. Esa víctima de la enfermedad
facial fue enviada al instante volando por su
bofetada a metros de distancia. Luego Xie Lian
retrocedió apresuradamente para proteger la
entrada del templo mientras la multitud detrás de
él exclamó en pánico y conmoción: —Pensaba
que esta enfermedad solo apareció en la capital
real. Tantos murieron en la ciudad imperial, ¿no
se extinguió esa enfermedad?
—No es real, no puede ser real. ¿Hay
realmente una cara en su cara?
Lo que era aún más horrible fue el siguiente
momento, todo a su alrededor se llenó de aún
más voces aullando y más de diez figuras
tambaleantes se reunieron hacia el templo.
¡No había necesidad de mirar para saber que
todos eran víctimas de la Enfermedad del Rostro
Humano!
Alguien gritó: —¡TODOS CORRAN! ¡NO
DEJEN QUE SE EXTIENDA! ¡NO DEJEN QUE
SE ACERQUEN!
Sin embargo, Xie Lian gritó: —¡NO SE
ENTRETENGAN! ¡QUIÉN SABE CUANTOS
MÁS DE ELLOS ESTÁN A LOS
ALREDEDORES! ¡SI HAY MÁS DE ELLOS
FUERA DE AQUÍ, TODO SE ACABARÁ!
183
—Entonces, ¿qué hacemos?
—¡No podemos quedarnos simplemente como
patos sentados!
—¿No es eso solo esperar que la muerte venga
a mí?
La rama que Xie Lian recogió en el camino
antes siempre había estado colgada de su cintura
y ahora la sacó, empuñándola como una espada.
—No te preocupes, no pueden venir aquí. ¡Por
supuesto que diría si pueden acercarse!
¡Este era su dominio, el Salón del Príncipe
Heredero!
—Tú…
Sin esperar las preguntas de nadie, Xie Lian
saltó, la rama giró bruscamente y en un instante
esas víctimas de la enfermedad cayeron al suelo.
Esto no fue nada difícil para Xie Lian,
comprometer sus acciones con sus palabras y,
por supuesto, ninguno de esos monstruos podría
acercarse. La multitud dentro del templo miraba
con la respiración contenida mientras la lucha
continuaba y cuando vieron que Xie Lian ganó,
todos vitorearon y gritaron para agradecer a los
cielos.
En ese momento, en el aire nocturno dentro del
bosque, muchos fuegos fantasmas llegaron a la
deriva, bailando locamente por todas partes y Xie
Lian no podía decir si estaban ayudando a alejar
a esas víctimas de la enfermedad, pero de
184
cualquier manera, Xie Lian no pensó que lo
estaban obstruyendo.
Después de hacer un barrido, Xie Lian trató de
envainar su espada por costumbre y solo cuando
descubrió el lugar vacío, Xie Lian se dio cuenta
de que lo que sostenía en la mano no era una
espada sino una rama de árbol y se sintió
incómodo por un momento. Al segundo siguiente,
vio desde no muy lejos en la distancia una figura
vestida de blanco que lo saludaba y le hacía
señas. Después de haber peleado una batalla, la
sangre de Xie Lian todavía estaba hirviendo y al
instante lo persiguió.
—¡NO PIENSES EN ESCAPAR!
Esa banda de fuegos fantasmas también se
acercó y lo siguió para cargar hacia adelante,
como si estuvieran iluminando su camino.
Naturalmente, Bai Wuxiang no iba a escapar y él
caminaba a un ritmo fácil, sus pasos lánguidos,
pero siempre delante de siete a ocho pies. Xie
Lian lo persiguió unos metros, pero su mente de
repente se iluminó e instantáneamente se volvió.
Al ver que ya no estaba persiguiéndolo, Bai
Wuxiang se detuvo.
—¿Por qué no me sigues?
Xie Lian miró hacia atrás.
—Solo quieres llevarme lejos para propagar
otra ronda de la Enfermedad del Rostro Humano,

185
entonces ¿por qué debería seguirte después
para dejarte seguir tu camino?
Sin embargo, Bai Wuxiang solo sonrió.
—No, estás equivocado. Mi objetivo no es
llevarte lejos. Mi objetivo eres solo tú.
Aunque con la máscara de llanto sonriente
puesta, su expresión estaba oculta, pero por
alguna razón, Xie Lian podía sentir que estaba
sonriendo.
Moverlo fuera del camino de hecho no tenía
sentido. Si Bai Wuxiang quisiera propagar la
Enfermedad del Rostro Humano nuevamente,
podría haberlo hecho en cualquier parte del
mundo y Xie Lian no podría detenerlo, entonces,
¿por qué debía hacerlo en estas montañas
profundas?
Xie Lian se detuvo en su paso.
—Entonces, ¿qué estás planeando
exactamente?
Había hecho esa misma pregunta
innumerables veces e iba a perder la paciencia.
Bai Wuxiang respondió: —Ya te lo dije. Quiero
que vengas a mi lado.
Xie Lian sacó su rama de árbol y lo apuntó y
aunque esto no era amenazante en absoluto, e
incluso un poco divertido, era la única arma que
tenía a mano. Gracias a los cielos, una bola de
fuego fantasma particularmente brillante aterrizó

186
en la punta de esa rama y ayudó a agregar un
poco de aura de batalla.
Xie Lian exigió bruscamente: —¿Qué quieres
conmigo de tu lado? ¿Quitarme la vida?
Bai Wuxiang solo se rió suavemente y dijo
cálidamente: —Dianxia, usted es un hermoso
bloque de jade. Permíteme guiarte y educarte.
—...
Xie Lian se sentía incrédulo y furioso y no pudo
evitar chasquear la lengua.
—¿Y crees que eres digno de educarme? Mi
maestro es el Guoshi de XianLe, ¿y qué diablos
eres tú? ¡De dónde vienes, monstruo!
Bai Wuxiang extendió un dedo y lo agitó.
—Estás equivocado de nuevo. Dianxia, quizás
sea mejor decir que en este mundo, solo yo soy
digno de educarlo. ¿Tu maestro? ¿El Guoshi de
XianLe? —Su voz se volvió arrogante y
condescendiente—. Ante mí, esa criatura no vale
la pena mencionarla. Por el contrario, has estado
asimilando muy bien las cosas que te he estado
enseñando.
Xie Lian escupió enojado: —¿Qué me
enseñaste? ¿Qué tontería estás escupiendo?
¡No entiendo nada!
Bai Wuxiang dijo burlonamente: —Lo primero
que te enseñé fue: eres impotente ante muchas
cosas en este mundo.

187
Al escuchar esto, innumerables imágenes y
voces caóticas pasaron por la mente de Xie Lian.
Por fin, apretó los dientes y lanzó su espada, pero
Bai Wuxiang evadió fácilmente.
—La segunda cosa...
Agarró a Xie Lian, haciéndole perder el
equilibrio y casi tropezó, Xie Lian sintió una mano
acariciando la parte superior de su cabeza.
—Quieres salvar a la gente común, ¿verdad?
Las personas comunes no necesitan ser
salvadas por usted. No son dignas.
El movimiento de Xie Lian vaciló por un
momento y alejó esa mano, se dio la vuelta y
apuñaló nuevamente. Bai Wuxiang rompió la
rama en su mano, parpadeó detrás de su
persona, ¡y dos dedos helados ya estaban
colocados en los dos puntos fatales detrás de su
cabeza!
Con esos dos dedos, Xie Lian sintió que su
cerebro iba a ser perforado en cualquier
momento y se congeló.
Una voz llegó desde atrás: —Si no vienes a mi
lado, nunca ganarás contra mí y siempre serás
derrotado por mí.
Xie Lian jadeó y dijo sombríamente: —... ¡Ven
a mí en cualquier momento! —Después de una
pausa, lentamente enunció cada palabra—. Es
solo ahora que no puedo ganar. Puedes
vencerme innumerables veces, pero no puedes
188
matarme. ¡Mientras no puedas matarme, un día,
seguramente te derrotaré!
Cuando ese fuego fantasma escuchó sus
palabras, ardió aún más ferozmente, como si
fuera a iluminar todo el cielo nocturno. Detrás de
él, Bai Wuxiang permaneció en silencio por un
momento, luego preguntó: —¿No puedo
matarte?
Xie Lian contuvo el aliento y no habló.
En verdad, tampoco sabía cuán duro era este
cuerpo eterno que Jun Wu le concedió. Si Bai
Wuxiang realmente estrellara contra su cráneo en
un momento de furia, ¿seguiría vivo?
En ese momento, Bai Wuxiang dijo en voz baja:
—De hecho, no puedo matarte. Pero tampoco te
mataré. Solo que no tengas mucha confianza
ahora. Espero que no te arrepientas de esto más
tarde.
¿Lamentar? ¿Por qué se arrepentiría?
Xie Lian aún no lo había descubierto cuando
una mano le apretó violentamente el cuello y al
instante su vista se hundió en la oscuridad.
En la oscuridad, parecía haber luz y calor
provenientes de cierta distancia. Xie Lian se
movió hacia la luz y volvió en sí poco a poco.
Abrió los ojos lentamente y lo primero que
apareció en su visión fue una bola de fuego
fantasma sobre él. Parecía que la luz y el calor

189
que sentía mientras estaba inconsciente
provenían de él.
Al ver que se había despertado, ese fuego
fantasma inmediatamente se presionó, luego
pareció haber pensado que acercarse demasiado
a él no era aceptable y retrocedió un poco. Xie
Lian seguía sintiendo que esta bola de fuego
fantasma parecía particularmente excepcional.
Si recordaba correctamente, el que creó una
formación para bloquearlo también lo era. Quería
extender la mano y tocarlo, pero
inesperadamente, su mano no podía moverse en
absoluto.
Xie Lian quedó perplejo e instantáneamente
salió de él. Bajó la cabeza para mirar y solo
entonces descubrió la razón por la que no podía
mover la mano. Todos sus brazos y piernas
estaban atados.
Estaba firmemente atado al altar, esa base rota
de la estatua debajo de su cuerpo. Había mucha
gente apretada debajo del altar y pares tras pares
de ojos redondos lo observaban sin parpadear.

190
Capítulo 190
Corazón atravesado por cien espadas;
el fantasma salvaje toma forma
Advertencia: violencia.

¿Por qué todos lo miraban así?


De repente, Xie Lian escuchó un susurro desde
el costado.
—Tan similar…
—No es solo similar... ¡es exactamente igual!
—¿Es realmente él?
Alguien preguntó sin rodeos: —¿Eres... ese
príncipe?
Por costumbre, Xie Lian comenzó a decir: —No
soy...
Sin embargo, antes de que pudiera terminar, se
dio cuenta de que la seda blanca con la que solía
cubrirse la cara se había deshecho. En este
momento, lo que lo tenía completamente atado
era exactamente esa seda blanca. Su cara ahora
estaba completamente expuesta frente a la
multitud ante él.

191
El corazón de Xie Lian se sintió como si
estuviera colgado de un solo hilo, pero se armó
de valor y se encontró con esas miradas.
No sabía si era solo su imaginación, pero vio un
tinte de sospecha agitándose dentro de las
miradas que le dieron. Pero, al menos, tal vez
debido al peligro inminente, esos ojos no tenían
ningún odio o ira que él había temido. Sin
embargo, en el segundo siguiente, una ola de
aullidos inhumanos sonó desde fuera del templo.
Xie Lian giró la cabeza y descubrió que la
fuente del aullido provenía de los infectados que
habían sido derribados previamente. De alguna
manera habían recuperado el equilibrio y su
número aumentó en pliegues. Tomados de la
mano, dieron vueltas fuera del templo del
Príncipe Heredero mientras cantaban. Uno no
podría decir si estaban realizando un ritual
horrible o si simplemente estaban bailando como
los demonios enloquecidos que eran. La multitud
dentro del templo se acurrucó en absoluto terror.
Un niño pequeño estalló en llanto y los padres lo
tomaron en sus brazos mientras cubrían sus ojos
y oídos. Todas las caras de la habitación estaban
horrorizadas.
—¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos?
—¿Serán capaces de entrar estas
personas...?

192
—Incluso si no se precipitan a entrar… ya que
están tan cerca, ¿también nos infectaríamos?
¡¿Qué haremos si nos infectamos
accidentalmente?!
Xie Lian luchó contra sus ataduras, pero no
pudo aflojarlo en lo más mínimo. Parecía que
esta seda blanca ya había sido manipulada y
probablemente había sido inyectada con poder
espiritual. Con las venas visibles en su frente por
la lucha continua, rugió: —¡Bai Wuxiang!
No hubo respuesta, en cambio, una mano
helada le acarició la cabeza. Xie Lian se congeló
y se le puso la piel de gallina. La escena que vio
al girar la cabeza lo dejó paralizado.
No era de extrañar que las personas debajo de
él le estuvieran mirando extrañas, no solo su
rostro estaba expuesto, sino que Bai Wuxiang
también estaba sentado justo detrás de él, en la
oscuridad.
Frente a un personaje tan excéntrico vestido
con túnicas blancas, nadie se atrevía a dejar
escapar un solo suspiro y mucho menos moverse
descuidadamente. Como resultado, Bai Wuxiang
apenas los consideraba como algo y, bajo la
atenta mirada de todos, ayudó a Xie Lian a
levantarse.
Xie Lian se sentó desde donde estaba
acostado. Sentado encima del altar, parecía
como si fuera una estatua viviente atada.
193
Además de mover los ojos y el cuello, no pudo
hacer nada más.
Aunque la situación era más que
espeluznante, los aullidos de los infectados eran
más aterradores. La atención de la multitud de
abajo rápidamente regresó a las criaturas
desfiguradas afuera.
Alguien murmuró: —Por lo que escuché, he
oído que cualquiera que viva en el mismo distrito
puede infectarse entre sí, ¡esta enfermedad se
propaga extremadamente rápido! ¡Estando tan
cerca, es inevitable!
Al pensar que pronto serían víctimas de la
horrible peste, un mar de desesperación llenó el
templo.
Una persona sugirió: —¿Por qué algunos de
nosotros no salimos y derribamos a algunas de
estas criaturas desfiguradas y creamos una
abertura para que el resto de la gente escape?
Sin embargo, aparte de si serían capaces de
matar a tantos monstruos, cualquiera que saliera
seguramente estaría infectado con la
Enfermedad del Rostro Humano. Este fue un
ejemplo principal de sacrificar la vida de uno para
salvar a otros. Con un destino tan obvio, ¿quién
libremente sería voluntario? Nadie lo haría.
Xie Lian lo haría, si pudiera. Sin embargo, Bai
Wuxiang lo estaba restringiendo en este
momento. Aunque podría derribar a siete u ocho
194
de ellos a la vez, pero con diecisiete u dieciocho
de ellos, sería difícil detenerlos a todos.
Seguramente habría uno que irrumpiría y se
precipitaría al templo del Príncipe Heredero. ¿En
cuanto a tratar de matar a Bai Wuxiang? Sería un
tonto si lo considerara.
Sin embargo, necesitaban a alguien para
calmar a todos. Xie Lian recobró la compostura
y habló con calma: —¡Todos, por favor, no hagan
nada imprudente! No se extenderá tan rápido,
todavía tenemos tiempo para pensar en una
solución.
Pero con solo decirlo, no se extendería tan
rápido, no era suficiente para convencerlos por
completo.
Sorprendentemente, el que levantó la
desesperación no fue otro que Bai Wuxiang. Dijo
con frialdad: —Hay una manera de deshacerse y
curar la Enfermedad del Rostro Humano.
Tan pronto como las palabras salieron de su
boca, la multitud de personas levantó la cabeza.
—¿Se puede curar? ¡¿Cómo?!
Xie Lian sintió que su corazón se detenía. Bai
Wuxiang reflexionó tranquilamente: —¿Por qué
no le preguntan a Dianxia? Dianxia conoce el
método.
De repente, los cientos de pares de ojos se
enfocaron en Xie Lian. La agudeza de las
miradas lo hizo retroceder instintivamente, pero
195
Bai Wuxiang lo bloqueó, quien lo empujó hacia
adelante. Podía escuchar las voces
esperanzadoras de unos pocos.
—Dianxia, ¿realmente lo sabe?
Antes de que Xie Lian pudiera responder,
alguien más gritó con entusiasmo: —¡He oído de
alguien que sí sabe!
También hubo algunos con sospecha: —Si él
lo sabía, ¿por qué la capital todavía...? A menos
que lo supiera, pero no se lo dijo a nadie.
—Príncipe, por favor date prisa y dinos, ¿sí?
Xie Lian negó de inmediato.
—¡No lo sé!
Sin embargo, Bai Wuxiang insistió: —Mientes.
Impulsado por la ira, Xie Lian quería reprender,
pero temía que en su lugar llevaría a Bai Wuxiang
a filtrar más información. Aunque en el fondo,
tenía la sensación de que no importaba si lo
negaba o no, Bai Wuxiang lo diría de todos
modos. Después de luchar por un tiempo, admitió
derrotado: —No... No hay forma. ¡Es inútil!
Después de una pausa, el mar de personas
comenzó a agitarse: —¿Qué quieres decir con
inútil? ¿Cómo sabríamos que es inútil si ni
siquiera nos lo dices?
Una gota de sudor frío se deslizó por su frente.
Xie Lian pensó: —Realmente no puedo
decirlo…
¡No debía!
196
Si la verdad alguna vez salía a la luz, ¡todo
terminaría!
Dentro de la multitud, alguien finalmente se
hartó y se puso de pie de un salto.
—Ya estamos a las puertas de la muerte, ¿qué
hay para mantener oculto? ¿A menos que
quieras que todos esperemos aquí sentados la
muerte?
Con una voz suave, Bai Wuxiang ofreció:
—Entonces, déjame decirte.
—¡Cállate! —Gritó Xie Lian.
Naturalmente, su grito no traía una sola onza
de amenaza y Bai Wuxiang lo ignoró y continuó:
—¿Sabes qué tipo de personas dentro de la
capital tenían menos probabilidades de infectarse
con la Enfermedad del Rostro Humano?
La multitud lo miraba atentamente, aunque
temerosos de acercarse, no pudieron evitar
preguntar: —¿Q-qué tipo?
Bai Wuxiang respondió: —Soldados.
Se acabó.
Bai Wuxiang continuó: —¿Por qué son los
soldados? Porque todos hicieron una única cosa.
Sin embargo, esto no es hecho por ciudadanos
normales y es por eso que los ciudadanos se
infectaron con la Enfermedad del Rostro
Humano.
La multitud abrió mucho los ojos. Conteniendo
la respiración, preguntaron: —¿Y esa cosa es...?
197
198
Xie Lian se lanzó en su dirección, pero a lo
sumo, fue solo un esfuerzo.
Riendo, Bai Wuxiang lo empujó hacia atrás.
—¿Qué es lo que preguntas?
»Homicidio involuntario —Él tarareó.
¡¡¡Se acabó!!!
En realidad lo dijo. Encima del altar, el corazón
de Xie Lian se sentía frío como el hielo.
Después de la conmoción inicial, la gente
repitió incrédula: —¿Homicidio involuntario?
¿Tienes que matar para ser inmune? ¿Tienes
que matar para curarte?
—¡Debe ser una mentira!
Lamentablemente no lo era, no lo era. ¡No era
una mentira!
Esta era la verdad suprema. Xie Lian lo había
verificado él mismo. La mano manchada de
sangre, la que terminó con una vida, era inmune
a la Enfermedad del Rostro Humano.
Nadie había esperado que esta fuera la
respuesta para obtener inmunidad. Atónitos,
charlaron entre ellos.
—¿Cómo puede ser esto?
—Siempre pensé que era extraño desde el
principio, ¡pero realmente no he oído hablar de
nadie en el ejército infectado con la Enfermedad
del Rostro Humano! ¡Me temo que es la verdad!
—¡Es la verdad!
199
—¿Pero eso no significa que, para evitar ser
infectados, primero tenemos que matar a
alguien?
—¿A quién matamos?
La persona que planteó la pregunta recibió
inmediatamente una reprimenda.
—¿Qué quieres decir con a quién matamos?
¿No me digas que realmente quieres matar?
El hombre no se atrevió a decir nada más. Sin
embargo, estos cien pares de ojos que antes
estaban llenos de simple terror y nada más ahora
contenían muchas otras emociones. Algunos con
curiosidad, algunos con sospecha.
Esta era la situación que Xie Lian temía. Una
vez que se hubiera expuesto la cura para la
enfermedad, inevitablemente sucederá una cosa.
El asesinato el uno del otro.
Esta era la única razón por la que Xie Lian
había guardado el secreto para sí mismo
después de descubrir la forma de obtener
inmunidad. Mientras mates, estarías a salvo de
la enfermedad, tal vez la mayoría de las personas
podrían controlarse, pero seguramente habría
alguien que estaría lo suficientemente
desesperado como para correr el riesgo. Una vez
que se hubiera derramado la primera gota de
sangre para prevenir la enfermedad, pronto sería
seguida por una segunda, luego una tercera...

200
A medida que más y más siguieran su ejemplo,
el mundo se vería sumido en el caos. Si ese fuera
el resultado, sería mejor resguardarlo firmemente
y no dejar que nadie lo supiera.
Xie Lian sonrió con ironía: —Ahora entienden
por qué dije que este método es inútil.
La multitud estaba en silencio. Xie Lian suspiró
y reunió su espíritu. Con un tono suave,
tranquilizó: —Pase lo que pase, por favor
mantengan la calma y no actúen
precipitadamente, de lo contrario, entrarán
directamente al juego de esta criatura.
Entre la multitud, había una pareja que parecía
de estatus noble. Con un niño envuelto en sus
brazos, ella se lamentó: —¿Cómo resultó así?
¿Por qué llegó a este punto? ¿Por qué tenemos
que ser nosotros de todas las personas? ¡Nunca
hicimos nada malo!
Una persona cercana respondió: —Llora, llora,
llora, ¿por qué lloras? ¡Todo lo que sabes es llorar
y llorar! ¡Aquí nadie hizo nada malo! ¿Crees que
eres la única desafortunada?
La esposa replicó enojada: —¿Qué, ni siquiera
vas a dejar que la gente llore?
—¿De qué sirve llorar hasta el punto de
convertirse en una molestia? ¡Bien podrías cerrar
la boca!
Era increíble que una pelea pudiera estallar
por tan insignificantes razones. Pero con todos al
201
borde de un colapso emocional, un pequeño
toque prendería fuego de inmediato.
Xie Lian se apresuró a calmar: —¡Dejen de
discutir! ¡Mantengan la calma! ¡Solo una mente
tranquila traerá la solución!
Sin embargo, cuanto más trataba de calmar a
la multitud, más agitados se ponían.
—¿Mantener la calma? ¿Cómo podemos estar
tranquilos en este tipo de situación? Si estás tan
tranquilo, ¿por qué no piensas en algo? ¡Veamos
que tienes!
—... —Xie Lian fue silenciado por la pregunta.
¿Qué tipo de solución había allí?
¡Ninguna!
Buscó desesperadamente una respuesta de
algo, incluso hasta el punto de sentir que su
mente estaba a punto de explotar, ¡no podía
pensar en ninguna forma de resolver la situación
frente a él!
De repente, sintió un pellizco en el costado de
su mejilla. Una mano ahuecó su rostro y lo giró
para mirar a la audiencia debajo del altar. Xie Lian
abrió mucho los ojos confundido.
Una voz helada sonó detrás de él.
—¿A quién matar? Al ver esta cara, ¿todavía
no saben a quién matar?
—…
Ante tal pregunta, no solo el movimiento se
detuvo debajo del altar, sino que incluso el anillo
202
de fuegos fantasmas que colgaba desde arriba se
había detenido.
Bai Wuxiang les recordó suavemente: —¿Lo
olvidaron? Él es un dios. Lo que significa…
Antes de que pudiera escuchar el resto, Xie
Lian sintió una ola de frialdad sobre su pecho.
Aturdido, miró hacia abajo y vio la punta de una
espada negra que se desprendía de su abdomen.
La hoja era larga y delgada, su cuerpo era tan
profundo como el jade negro. La cresta reflejaba
la luz en forma de una nítida línea plateada. El
frío acero era tan peligroso y helado como la
noche de invierno más fría. Era sin duda, una
espada rara y atesorada. El tipo exacto por el que
Xie Lian se rompería los sesos al obtenerlo y
nunca dejaría que lo abandonara.
Incapaz de mover su mirada, la punta de la
espada comenzó a retroceder lentamente hasta
que desapareció de su abdomen una vez más.
—-Su cuerpo... es inmortal —Bai Wuxiang
terminó.
Antes de que alguien tuviera la oportunidad de
reaccionar, Bai Wuxiang lanzó la espada hacia
ellos.
¡CLANG!
La punta atravesó el suelo y se inclinó ante los
numerosos pares de ojos, su aura espesa y
gélida se filtraba lentamente.

203
Un chorro de sangre subió por su garganta y la
bola de fuego fantasma voló hacia él como si
tratara de cubrir su herida. Xie Lian se atragantó
con la sangre e hizo una mueca.
—¡Tú... tú!
Había luces bailando frente a su visión y como
si de repente se enfureciera, el fuego fantasma
disparó directamente a Bai Wuxiang. Sin
embargo, el demonio lo atrapó sin esfuerzo y lo
mantuvo cautivo dentro de su palma.
—Mira bien —dijo.
En el siguiente segundo, con su otra mano, tiró
de Xie para enfrentarlo.
—¿Qué hay de mí? ¿No eres tú quien
proclamó que querías salvar a la gente común?
Xie Lian razonó: —Pero, pero yo... yo…
¿Pero nunca pensó que bajo este tipo de
situación, usaría este tipo de método para salvar
a la gente?
Debajo del altar ya había personas a las que la
escena sangrienta les daba miedo hasta las
lágrimas, pero también había otras que todavía
miraban con valentía: —... Él... ¡¿realmente no
morirá?!
—Es cierto... mira, apenas hay sangre...
¡todavía está vivo, vivo y respirando como antes!
Xie Lian fue atormentado por otra tos intensa y
minuciosa.

204
Alguien aclaró: —Entonces, en otras palabras,
incluso si lo matamos, ¿no moriría?
—¡Eso es genial!
El que vitoreó fue regañado.
—¿Genial? ¿Qué tiene de bueno esto?
La persona regañada dijo en voz baja: —Dado
que no podría morir... entonces, ¿no tenemos
ahora una solución?
—Pero apuñalar a alguien, eso también es...
—¡Pero él es un dios! Incluso si lo apuñalan,
¡todavía no morirá! Solo somos personas
comunes aquí. ¡Si nos infectamos con la
Enfermedad del Rostro Humano, entonces
nuestro destino está sellado!
Al ver cómo se desarrollaba la lucha, Bai
Wuxiang se burló: —La gente común está aquí
esperando que los salves. Por favor adelante.
Llamas de ira se encendieron en los ojos de
Xie Lian.
—¡La única forma de salvar a la gente común
es erradicar un monstruo retorcido como tú!
Bai Wuxiang se burló: —¿Cuál es el
problema? Dianxia, ¿no dijo con confianza que
no podrá morir? ¿No podrías estar asustado
ahora? Como no podrás morir, sacrifícate y alivia
a los demás de sus sufrimientos. ¿No es una
cosa encantadora?

205
Xie Lian escupió: —¿Fue este tu plan todo el
tiempo? ¿Crees que todos en el mundo son tan
sádicos como tú?
Fiel a sus palabras, las expresiones de las
personas de abajo no eran las de euforia que las
personas usaban ante la idea de ser rescatadas,
en cambio, era de duda. Hubo pensamientos
contradictorios y ninguno de ellos pudo aterrizar
en la misma opinión. Sin embargo, al mismo
tiempo, nadie se atrevió a sacar la cuchilla negra.
Como si le leyera la mente, Bai Wuxiang se rió a
carcajadas. Sacudió la cabeza con
desaprobación y suspiró: —Niño estúpido, niño
tonto.
Xie Lian volvió la cabeza y se negó a dejar que
el otro lo acariciara. Él ladró: —¡Piérdete!
Bai Wuxiang compadeció: —¿Crees que no
quieren hacerlo? Incorrecto, no es que no
quieran, es solo porque nadie quiere ser el
primero, eso es todo.
—¡Aaaaaah!
Hubo un grito doloroso que brotó de debajo del
altar. La esposa de aspecto noble de antes gritó:
—¡Mi hijo, mi hijo!
El niño en sus brazos gimió incontrolablemente
mientras las manchas oscuras e irregulares
comenzaron a levantarse de su gordito brazo.
Las personas a su alrededor inmediatamente

206
retrocedieron, dejando un espacio vacío en el
medio.
—¡Esto es malo, el niño está infectado!
Había un vacío en los ojos de las parejas. Los
dos intercambiaron una mirada y saltaron sobre
sus pies. Caminaron hacia el frente del altar,
sacaron la espada negra del suelo y la
sostuvieron en las manos del niño. Haciendo una
mueca, se abalanzaron sobre Xie Lian.
—¡…!
La cuchilla negra era extremadamente afilada,
porque cuando Xie Lian sintió que el dolor
insoportable explotaba de su abdomen, la pareja
ya había sacado la espada, la dejó caer al suelo
con un fuerte sonido metálico mientras se
disculpaba continuamente: —Lo siento... nuestro
hijo todavía está joven, realmente no había... otra
manera. Lo siento lo siento lo siento…
Mientras intentaban expiar sus acciones con
expresiones cenicientas, se inclinaron muchas
veces frente a Xie Lian antes de regresar a la
multitud con su hijo. Con gruesas capas de
sangre obstruyendo su garganta, Xie Lian estuvo
a punto de vomitar hasta que escuchó a Bai
Wuxiang reírse a su lado.
Forzó la boca llena de sangre y siseó: —¿De
qué te ríes? ¿Crees que obtuviste lo que
querías? ¡Todo esto fue forzado por ti!

207
El fuego fantasma dentro de la mano del
fantasma parpadeó aún más ferozmente.
Tomándose su tiempo, explicó: —Los humanos
necesitan fuerza para revelar su verdadero ser.
Entre los cien, ahora había una persona que ya
no tenía miedo de la Enfermedad del Rostro
Humano. Al ver que las huellas oscuras se
desvanecían lentamente del brazo del niño, las
personas a su alrededor tragaron pesadamente
en silencio.
Después de un largo rato, bajo el silencio
muerto, finalmente salió un joven.
Con piel gruesa, caminó hacia el altar. Se
inclinó varias veces con las manos cruzadas
delante de él y suplicó: —Lo siento. No quiero
hacer esto. Realmente no quiero hacer esto, pero
no tengo otra forma. Hace poco me casé, mi
madre, mi esposa, todavía están en casa,
esperándome...
Palabra por palabra, no pudo continuar más,
así que cerró los ojos, levantó la espada y la
empujó hacia Xie Lian.
Sin embargo, debido a que sus ojos estaban
cerrados, la espada se inclinó hacia un lado y
atravesó el costado de Xie Lian. Cuando abrió los
ojos y se dio cuenta de que el lugar no era fatal,
en un momento de pánico, sacó el arma
frenéticamente y con manos temblorosas, ¡volvió
a apuñalar!
208
Xie Lian, que había apretado los dientes para
evitar que saliera algún sonido, no dejó escapar
nada más que un pequeño gemido después de
los dos golpes consecutivos. Una corriente de
sangre fresca se filtró desde el costado de sus
labios.
Era cierto que no moriría, sin embargo, eso no
significaba que no sentiría el dolor por las
heridas.
El sonido de cada centímetro de carne que
había sido enredado por el arma, la sensación de
cada hueso raspado lo enloqueció y deseó morir
solo para ser relevado de la tortura. Cuando se
trataba de esto, no era diferente a un mortal.
Cuando la segunda persona terminó su
trabajo, también se alejó, pero esta vez, sin hacer
una sola reverencia. Las expresiones que llevaba
en su rostro eran una mezcla de arrepentimiento
y alegría por el hecho que cometió. Era difícil
decir cuál era más fuerte que la otra. Una vez que
se retiró al grupo, el silencio regresó.
No mucho después, algunas personas más
parecían querer hacerlo por sus propios motivos.
Sin embargo, antes de que pudieran levantarse,
una persona interrumpió: —No puedo soportar
más esto.
La multitud se volvió hacia la dirección de la
voz y Xie Lian también levantó la cabeza. El que
habló fue en realidad el artista callejero
209
aficionado. Él regañó: —¿Estás honestamente
haciendo todo lo que este monstruo te dice que
hagas? Por lo que veo, solo está balbuceando
tonterías. ¡Incluso si fuera cierto, solo porque no
pueda morir no significa que esto no sea un
asesinato!
Los espectadores a su alrededor le
aconsejaron: —¡Amigo, despierta, todos aquí
están a punto de morir!
El artista callejero defendió: —¿No estoy aquí
yo también? ¿No moriría yo también? ¿Pero hice
algo?
Eso los hizo callar un momento, pero una
fracción de segundo después, alguien acusó:
—Una persona como usted probablemente no
tiene ancianos ni hijos en su familia, ¿verdad?
Cada hombre hace lo mejor para sí mismo, pero
muchos de nosotros tenemos una familia que
cuidar, ¿cómo podemos ser comparados con
usted?
El artista callejero señaló a la pareja que fue la
primera en subir y dijo: —Es cierto que no tengo
esposa e hijo, pero si lo tuviera, incluso si tuviera
que morir, nunca dejaría que mi hijo me viera
recurrir a usar esos métodos y mucho menos
guiarlo de la mano para hacerlo. Si su hijo crece
para ser un criminal, son los padres los culpables.
Si estás tan ansioso, ¿por qué no dejas que tu
hijo te apuñale?
210
La esposa tenía una cara llena de miseria.
—¡No maldigas a mi hijo! Si quieres maldecir,
¡maldíceme a mí!
El marido estaba furioso—¿Has perdido la
cabeza? ¿Quieres que mi hijo mate a su propia
madre y padre? ¡Qué inmoral!
El artista callejero probablemente no entendió
lo que significaba la palabra y respondió:
—¡Matar sigue siendo matar! Al menos puede
contar como coraje si dejas que tu hijo te mate.
Hablando de eso, ¿por qué no podrían ir por la
extraña criatura de la máscara?
Al escuchar eso, Bai Wuxiang se echó a reír.
La multitud estaba asustada y furiosa, su miedo
se dirigió hacia el monstruo y su ira se dirigió al
artista callejero.
Bajaron la voz y reprendieron: —¡Tú...! ¡Cállate
la boca!
¿Y si hubieran enojado accidentalmente al
monstruo?
El artista callejero entendió de inmediato:
—Oh, ¿entonces no tienes las bolas para matar
al tipo grande y malvado y en su lugar eliges
apuñalar a otro?
Incapaz de sufrir más la humillación de un
tosco bruto, una persona lo desafió: —Este amigo
ha estado predicando sin cesar y pensé que
podría ser alguien especial. Mirándolo ahora, con
una cara horrible sin sangre, diría que
211
probablemente le quedan un par de días como
máximo y es por eso que se atreve a criticarnos
a todos sin preocuparnos por nada del mundo. Si
eres tan justo, ¿por qué no te sacrificas para
ayudarnos?
El artista callejero corrigió: —No quiero
sacrificarme, pero tampoco todos los demás.
¿Ustedes sí? ¿Tú sí? ¿Qué hacer? Al menos, no
apuñalaré a nadie.
Alguien dijo: —Pero él es diferente.
—¿Cómo es eso?
—¡Es un dios! Para salvar a la gente común,
él mismo lo dijo. Además, también… ¡no puede
morir!
El artista callejero estaba a punto de discutir,
pero Xie Lian no pudo contenerse más. Él tosió
débilmente y gritó: —¡A-amigo! ¡Hey amigo!
Abrió la boca, pero como resultado de las
puñaladas previas a esto, el sonido que salió fue
mucho más débil. El artista callejero giró la
cabeza y la voz de Xie Lian se llenó de
agradecimiento: —¡Gracias! Pero está bien.
Si continuaba, probablemente lo golpearían.
Xie Lian recordó que todas las graves heridas
internas que este hombre llevaba se debieron a
su competencia en el pasado.
Culpable de corazón, agregó. —¡Gracias! L as
heridas que recibiste por esa roca destrozó antes,
¿se ha curado?
212
—Ah? ¡Qué estás diciendo! ¿Cómo puedo
lastimarme? ¡Romper rocas es la habilidad de mi
vida! —El hombre aficionado exclamó con
orgullo.
Ver que el hombre se negaba a perder la cara
incluso en esta situación era prácticamente lo
mismo que escupir un trago de sangre mientras
decía: Estoy completamente bien. Xie Lian quería
reír.
De repente, una persona señaló al artista
callejero y gritó: —¡Se está extendiendo! ¡Se
está extendiendo!
Xie Lian estaba aturdido y también el artista
callejero. Siguiendo la dirección del dedo, el
artista callejero tocó su rostro y, como era de
esperar, sintió algo desigual.
Las personas a su alrededor se distanciaron
de inmediato. Xie Lian abrió la boca, queriendo
llamar al artista callejero. ¿Pero para hacer qué?
¿Para que lo apuñalara con la espada también?
Las palabras se perdieron en su garganta.
En el momento de su vacilación, el artista
callejero se acarició la cara varias veces más
antes de salir corriendo del templo. Al ver que el
evento se desarrollaba de esta manera, Xie Lian
lo llamó.
—¿A dónde vas? ¡Vuelve! ¡Si no lo tratas, se
extenderá!

213
Pero el hombre corrió aún más rápido y gritó:
—¡No voy a volver! Si digo que no lo haré,
entonces no lo haré....
Poco después, su figura desapareció. Las
criaturas desfiguradas alrededor del templo de
alguna manera sabían que el hombre era ahora
uno de ellos y, por lo tanto, no bloquearon su
camino. Xie Lian continuó gritando, hasta que ya
no pudo ver su sombra. La gente debajo del altar
murmuró: —¡Se acabó, se fue!
—¡Ese estúpido idiota! Se extenderá
independientemente de dónde vayas, ¡ya es
demasiado tarde! ¡Ya está infectado!
—Él... no podría haber bajado la montaña para
matar, ¿verdad?
Sin embargo, las palabras que dijo el hombre
aficionado antes de su partida mantuvieron a raya
a las personas en el templo. El tiempo pasó y
nadie subió a recoger la espada. La situación se
detuvo momentáneamente.
Xie Lian no podía decir si sentía alegría,
vacilación o miedo, pero lo más importante, no
sabía qué hacer a continuación. Mientras luchaba
por despejar su mente, alguien se puso de pie.
—¿Puedo decir algo? —Era un hombre de
mediana edad. Xie Lian levantó la vista y
descubrió que el hombre era algo familiar, pero
no podía recordar dónde se habían cruzado sus
caminos. Mientras trataba de recordar, el hombre
214
anunció—: ¡Honestamente, trató de robarme
antes!
—…
¡Era ese hombre!
La multitud se sorprendió.
—¿Robo?
—¿No es él un príncipe? ¿No es él un dios?
¿Cometer un robo?
El tipo confirmó: —Es la verdad absoluta.
—¿Entonces? ¿Qué es lo que realmente
quieres decir?
—Nada más. ¡Solo quiero recordarles a todos
que había tratado de robar! —El hombre se
agachó nuevamente después de terminar su
declaración.
El templo volvió a caer en un solemne silencio
después del estallido. Con esa sola declaración,
había plantado una semilla de oscuridad dentro
de sus corazones.
Robar….
De repente, otro aullido salió de debajo del
altar. Alguien gritó: —¡Mi pierna, mi pierna! ¡Es...
se siente extraño!
¡¿De nuevo?!
Para su sorpresa, no era solo una persona. Al
mismo tiempo, otra persona gritó: —¡Yo también!
¡Mi espalda! ¡Alguien, por favor, ayúdame a echar
un vistazo en mi espalda!

215
Nadie se atrevió a acercarse a los dos,
dejando a los dos tener que inspeccionarse a sí
mismos. Uno se subió la pierna del pantalón
mientras que el otro se quitó la parte superior.
Después de observar claramente el estado de
sus cuerpos, el resto de la gente comenzó a gritar
de miedo.
¡Las caras en los cuerpos de estas dos
personas habían adquirido formas completas!
—¿Cómo creció tan rápido?
—¿Ustedes olvidaron? ¡Ya pasamos bastante
tiempo aquí!
—Pero, ¿cómo no se dieron cuenta?
—No crece en un lugar obvio y solo pica un
poco. ¡Cómo sabría que se convertiría en esto!
—Se acabó, se acabó. Probablemente ya lo
tengamos creciendo en nosotros.
—¡Rápido! ¡Todos hagan un chequeo! ¡Mira
bien tu cuerpo!
Era puro caos dentro del Templo del Príncipe
Heredero. Los gritos atravesaron el aire tras la
inspección. ¡Como se esperaba! Ya había
muchas personas con caras apareciendo en todo
el cuerpo, es solo que no las habían notado
antes. ¡Ahora que habían echado un vistazo, se
dieron cuenta de que estas nuevas caras estaban
completamente desarrolladas con las cinco
características faciales!

216
Como si supiera la situación, las criaturas
desfiguradas fuera del Templo del Príncipe
Heredero bailaron aún más salvajes de la mano.
Sin embargo, dentro, una espesa niebla de temor
se extendió rápidamente en todas las
direcciones. El corazón de Xie Lian latía sin parar
como si estuviera a punto de atravesar su pecho.
Por lo que recordaba, la enfermedad de la cara
tardaba un tiempo en propagarse, ¿por qué se
estaba propagando tan rápido ahora?
Bai Wuxiang, ¡debía ser Bai Wuxiang!
Giró la cabeza en dirección al espectador de
ojos fríos que había iniciado todo esto. Antes de
que pudiera abrir la boca, alguien se movió.
Jadeando fuertemente, la persona con los ojos
enrojecidos criticó: —Tú... eres un dios, eres un
príncipe, ¿pero te atreves a cometer un robo?
Xie Lian estaba estupefacto, sin entender por
qué el hombre sacó ese incidente de todas las
cosas y respondió: —Yo...
El hombre lo interrumpió bruscamente: —Te
rezamos, ¿y qué hiciste? ¡Robar! ¿Qué trajiste?
¡Una plaga!
¿Trajo la plaga?
La sorpresa se escribió en la cara de Xie Lian.
—... ¿Yo? ¡¿No soy yo?! Yo solo…
Finalmente llegaron al punto donde la
paciencia de la gente había alcanzado su límite
absoluto.
217
Con el color rojo bordeando de sus ojos, las
cien personas lo rodearon. El que estaba más
cerca sacó la espada negra inclinada del suelo.
Xie Lian dejó de respirar.
El hombre agarró la espada negra
temblorosamente mientras murmuraba: —Tú...
Necesitas pedir perdón, ¿verdad? Necesitas
expiar tus pecados, ¿verdad?
La espada oscura emitió un aura aterradora y
el miedo de Xie Lian se había disparado.
Había tanta gente, si cada uno de ellos lo
apuñalara con esta espada, ¿en qué se
convertiría al final de todo esto?
Aparte de la idea de ser perforado
innumerables veces y dejar nada más que miles
de agujeros y un montón de carne indistinguible,
había algo más que temía aún más. Sintió que, si
los dejaba hacer lo que quisieran, había algo en
su corazón que nunca volvería a su estado
original.
No queriendo pensar más, Xie Lian no pudo
evitar pedir ayuda.
—Ayu-
Sin embargo, antes de que la frase ayúdame,
pudiera salir de su garganta, esa misma cuchilla
negra helada se introdujo en su cuerpo una vez
más. Xie Lian abrió mucho los ojos con horror.
La espada afilada fue sacada bruscamente.
La siguiente persona siguió sin segunda pérdida
218
y la siguiente puñalada fue prácticamente
empujada al mismo lugar. El sonido encerrado en
la garganta de Xie Lian finalmente se liberó y un
largo y doloroso grito atravesó su cuerpo.
El grito fue tan penetrante que la gente a su
alrededor sintió la piel de gallina. Hubo algunos
que cerraron los ojos y volvieron la cara.
—No lo dejen llorar. ¡Aceleremos esto y
hagamos el trabajo rápido!
Xie Lian sintió que alguien le había ahogado la
boca y restringido las manos y los pies.
La persona ordenó: —Sujétenlo y no lo dejen
caer. Además, no apuñalen en el lugar
equivocado, si no es fatal, ¡no cuenta!
—¡Alinéense uno por uno, sin cortar la línea!
¡Les dije que no cortaran, yo estaba aquí primero!
—¿Qué área es fatal? ¿Cómo sabría si cuenta
o no?
—¡Hagas lo que hagas, apúntalo al corazón, la
garganta y el abdomen!
—Si no está seguro si apuñaló en un área fatal,
¡hágalo nuevamente!
—¡De ninguna manera! Si tienes más de un
turno, ¿dónde apuñalarían los demás?
La vacilación y la reticencia iniciales se
redujeron a la indiferencia. Cuanto más tiempo
pasó, más fluidos se volvieron sus movimientos.

219
220
Los interminables movimientos de entrada y
salida de la espada, los ojos de Xie Lian estaban
muy abiertos y le caían gotas de lágrimas. En el
fondo de su corazón, había una voz que gritaba y
aullaba en silencio.
Ayúdame.
Ayúdame, ayúdame, ayúdame.
¡Ayúdame, ayúdame, ayuda, ayuda, ayuda,
ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda,
ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ¡ayúdame!
Duele, duele, duele, duele, duele, duele...
duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele,
duele, duele, duele, duele, DUELE, DUELE,
DUELE, DUELE, DUELE, DUELE, DUELE,
DUELE, DUELE, DUELE, DUELE.
¿Por qué no puedo morir…?
¿POR QUÉ NO PUEDO MORIR?
Quería llorar con el sonido más trágico, pero
no pudo encontrar una palabra en su garganta
porque probablemente ya había sido cortada.
Quería volverse loco por el dolor. Era como si
estuviera sufriendo todo el dolor de varias vidas y
sentía que, a partir de ahora, no podría sentir
ningún otro dolor. No podía ver nada, el mundo
estaba completamente negro aparte de la bola de
fuego que ardía furiosamente desde cerca. Se
hizo más brillante y más fuerte. Sin embargo,
dentro de la palma de Bai Wuxiang, no pudo
escapar.
221
No podía escuchar su propio grito desgarrador,
pero en su lugar, escuchó el sonido de otro
gemido desgarrador y parecía que provenía de
ese anillo de llamas. Aunque no provenía de él,
el dolor que podía escuchar era el mismo que el
suyo, como si él hubiera sido el que había hecho
ese sonido.
Al final ya no pudo aferrarse a su cordura.
Hubo murmullos en su garganta y su conciencia
completamente destrozada. Al mismo tiempo,
una explosión estalló dentro del Templo del
Príncipe Heredero y una ola de llamas furiosas
brotó.
—¡AAAAAAAAAAAAH!
Hubo una mezcla de gritos penetrantes y
agudos. El fuego abrasador rugió, encendiendo
todo en llamas, haciendo imposible que nadie
escapara. El fuego fantasma parpadeó
vívidamente. ¡En un instante, los cien cuerpos
vivos que residían dentro del Templo del Príncipe
Heredero se quemaron en cientos de huesos
negros de carbón!
Cuando la llama se apagó y reagrupó
gradualmente, esa pequeña bola original de
fuego fantasma ya había desaparecido. En su
lugar había una silueta vagamente formada de un
joven.
El joven se arrodilló frente a la superficie negra
quemada del altar. Se inclinó profundamente,
222
agarrándose la cabeza con ambas manos y
bramó con un dolor inmenso y devastador.
No se atrevió a mirar lo que había sido de la
persona que yacía en el altar, porque lo que yacía
allí ya no parecía humano.
Huesos y calaveras esparcidos por igual en el
interior del Templo del Príncipe Heredero. Bai
Wuxiang se rió incontrolablemente cuando se dio
la vuelta y salió del templo. La furia del fuego no
solo se detuvo en este Templo del Príncipe
Heredero, incluso las frenéticas criaturas
desfiguradas afuera se habían convertido en
montones de cadáveres secos y desechos.
Como si no pudiera verlos, Bai Wuxiang pasó
junto a estos restos de cenizas carbonizadas.
¡Todo este bosque, no, toda esta montaña
temblaba y lloraba de agonía!
Innumerables sombras negras volaron hacia el
cielo. Eran las almas que tenían miedo sin saber
de esta tierra ahora sin vida y luchaban por
escapar. Una fuerte ráfaga de viento los dispersó
en todas las direcciones. Sobre el Templo del
Príncipe Heredero, una gigantesca capa de nube
negra retumbaba en la inquietud. Lentamente
girando, se parecía a un colosal ojo demoníaco.
¡Este era el nacimiento de una criatura
maliciosa, los signos de un fantasma salvaje
tomando forma!

223
224
225
Capítulo 191
Sin pena, sin alegría; Paño blanco
trae calamidad a este mundo
Advertencia de contenido.

X
ie Lian no podía decir si estaba despierto
o dormido.
Si decía que estaba despierto, entonces no
sintió ni reaccionó a nada del mundo exterior, sin
tener recuerdos de nada; si decía que estaba
dormido, sus ojos habían estado abiertos todo el
tiempo.
Para cuando volvió en sí, Bai Wuxiang ya había
atado esa espada negra a su cintura, como un
anciano que recompensa a un niño.
—Este es mi regalo para ti. —Luego, dio unas
palmaditas en la empuñadura y dijo con
suavidad, su voz espesa con un significado más
profundo—: Sin duda será mucho más eficaz que
todos los otros que una vez obtuviste de Jun Wu.

226
Xie Lian lo dejó colgar esa espada como
deseara, sin hablar ni tomar represalias. Ahora,
cualquier represalia sería inútil.
En ese estado, se puso una nueva túnica, se
equipó con una nueva espada sagrada, arrastró
su cuerpo que parecía renacer y salió del Templo
del Príncipe Heredero hacia la oscuridad.
Bai Wuxiang luego lo llamó por detrás.
—Espera —Xie Lian se detuvo en su paso. Bai
Wuxiang se puso a su lado sin hacer ruido y
colocó una banda de seda blanca en sus
manos—. Olvidaste esto.
Era esa banda de seda blanca que usó para
cubrirse la cara al principio y luego se usó para
atarlo.
Xie Lian bajó la montaña tambaleándose.
Ya era de día, había salido el sol, pero, aunque
el sol estaba brillando sobre él, Xie Lian no se
sentía cálido en absoluto.
En su descenso por la montaña, vio un
pequeño arroyo, un chapuzón, claro y vivo.
Caminó hacia el arroyo y las aguas reflejaron su
apariencia. Xie Lian miró esa cara pálida.
La cara era lisa y blanca como la tiza sin un
solo corte. Lo mismo con el cuello, luego, el
pecho y todo su abdomen, eran todos iguales.
Cuanto más miraba, más no podía mirar más y
bajó la cabeza, ahuecando las aguas del arroyo
en sus manos, lavándose la cara y bebiendo unos
227
cuantos bocados. Bebió y bebió y de repente notó
que había algo río arriba.
Levantó la vista lentamente y vio, no muy lejos
en la distancia, a orillas del río arriba, junto a una
roca gigante, un cadáver desplomado. A juzgar
por su atuendo, era ese aficionado de la calle.
Ese hombre no descendió la montaña y murió
en el camino. Sobre la roca gigante había un
charco de sangre particularmente obvio, por lo
que parecía que se golpeó contra él por dolor o
miedo y murió. El cadáver ya estaba podrido, la
mitad empapado en el agua, emitiendo oleadas
de hedor desagradable, inmóvil, pero las varias
caritas deformadas que crecían en esa cara
medio podrida todavía se retorcían.
Xie Lian se arrodilló junto al arroyo y vomitó el
contenido de su estómago durante más de una
hora, agitado hasta que hubo sangre.

Después de descender la montaña, caminó


durante mucho tiempo, paseando por las calles
principales sin rumbo sin un destino en mente.
De repente, una mano lo agarró por el hombro y
lo tiró a un callejón. Xie Lian miró a su alrededor
y antes de siquiera ver la cara del otro, vio un
puño entrante.
228
—¿A DÓNDE TE ESCABULLISTE ESTOS
PASADOS DÍAS?
Detrás del puño estaba la cara furiosa de Feng
Xin y para cuando Xie Lian vio, el golpe ya lo
había derribado.
Feng Xin no había esperado derribarlo tan
fácilmente y miró a su propio puño, luego al Xie
Lian en el suelo, confundido. Antes de ir a
ayudarlo a levantarse, Xie Lian ya se había
arrastrado. La cara de Feng Xin cambió, pero al
final todavía no estaba de mal genio y agregó:
—¡Tienes tanto genio! ¡Dejando caer solo una
palabra antes de escapar, desapareciendo por
dos meses! ¿Sabes lo preocupados que han
estado sus majestades?
Xie Lian se limpió la hemorragia nasal
salpicada en su rostro.
—Lo siento.
Al ver que estaba empeorando las cosas con
la limpieza, Feng Xin lanzó un profundo suspiro.
—¡Dianxia! Olvida la disculpa, no tiene sentido
entre nosotros, pero tú... ¿qué te pasó? ¿No me
lo puedes decir? —Se dio cuenta de la espada
negra que colgaba de la cintura de Xie Lian y
preguntó—: ¿Y de dónde sacaste esa espada?
Xie Lian había querido contarlo. Pero, cuando
recordó la disputa entre él y Feng Xin cuando se
fue y la expresión dudosa en el rostro de Feng
Xin en ese momento, más esa experiencia en la
229
que nunca quería volver a pensar, solo repitió:
—Lo siento.
Los dos volvieron al escondite de antes y
cuando la reina vio a Xie Lian, lo abrazó y lloró.
El rey parecía haber envejecido bastante otra
vez; antes era encontrar pelos blancos en negro,
ahora en cambio era encontrar hebras negras
entre todo el blanco. Sin embargo, no se
enfureció por alguna razón y solo dijo unas pocas
palabras antes de quedarse en silencio. Los tres
probablemente tenían miedo de que si Xie Lian
fuera provocado nuevamente, él se escaparía
durante otro medio mes, por lo que sus palabras
y gestos a su alrededor fueron muy cuidadosos.
—Feng Xin —después de una comida simple y
tosca, Xie Lian desató la espada negra en su
cintura y la pasó—. Toma esta espada.
Empéñala.
Feng Xin notó que la mano que sostenía la
espada estaba temblando, pero no podía adivinar
por qué.
—¿Por qué quieres que la empeñe?
—¿No pediste dinero antes? —Dijo Xie Lian.
Al escuchar esto, de repente hubo un destello
de dolor en la cara de Feng Xin y poco después,
sacudió la cabeza.
—Ya no lo necesito.

230
Xie Lian no dijo otra palabra. Arrojó la espada
negra a un lado y dejó de preocuparse por ella,
luego se dejó caer y se durmió.
Esta vez, cuando regresó, Xie Lian actuó como
si nada hubiera pasado, con la esperanza de que
todo volviera a la normalidad lo antes posible, de
que pudiera volver a su estado original. Pronto, él
y Feng Xin salieron a actuar en las calles.
Al principio, Feng Xin todavía estaba
preocupado.
—Olvídalo, descansa un par de días más.
—Ya he descansado durante casi dos meses.
—Xie Lian dijo—. Si esos artistas callejeros
siguen provocando problemas, entonces sería
más fácil de lidiar con dos personas.
Sin embargo, Feng Xin dijo: —Han dejado de
venir hace mucho tiempo.
No fue porque ese artista callejero aficionado
de antes había muerto y no había nadie quien los
liderara, sino porque Feng Xin se había
establecido aquí por mucho tiempo. Cuando llegó
por primera vez, todos pensaban que era una
novedad, pero después de que pasó el tiempo,
esa novedad también se había desvanecido y
ahora mirarlo no era diferente a mirar a los otros
músicos callejeros locales. En comparación con
antes, Feng Xin perdió su ventaja competitiva.
Ahora que no era una amenaza, los otros artistas
callejeros dejaron de buscar problemas. Como
231
todos ganaban aproximadamente la misma
cantidad de dinero, todo era lo mismo.
Por lo tanto, no importaba cuán duro disparaba
Feng Xin sus flechas, no importaba cuán
expertas fueran sus habilidades, la audiencia que
vino a ver y recompensó sus esfuerzos fue
menos de la mitad que antes. De hecho, era
menos del diez por ciento de antes. Después de
trabajar durante más de la mitad del día, Feng Xin
estaba exhausto y sudando profusamente,
sentándose a un lado.
—Déjame subir —dijo Xie Lian.
—No, no te preocupes por eso —respondió
Feng Xin.
Sin embargo, Xie Lian no se molestó en
escucharlo y subió. Al ver que las caras
cambiaban, los transeúntes volvieron a
interesarse.
—¿Y qué habilidades especiales tienes,
amigo?
Xie Lian no respondió. Cogió una rama y
comenzó a golpear un conjunto de arte de la
espada. Entre los chillidos de los golpes, la punta
era aguda con el aura de la espada y por lo tanto,
hubo algunos que dieron cara y vitorearon. Feng
Xin miró desde un lado tenía una expresión
complicada y después de mirar un momento,
volvió la cabeza.

232
Xie Lian no sintió vergüenza en absoluto, ni
sintió ninguna carga en su corazón y solo
continuó balanceando la espada en serio. Justo
en ese momento, de repente había alguien en la
multitud que gritó: —¡ESTÁ ABURRIDO,
ABURRE! ¡QUE ACTO PATÉTICO! ¿Quién
quiere verte pinchar una gallina ciega con una
rama de árbol?
Feng Xin inmediatamente se puso de pie y
gritó: —¡CUIDA TU BOCA!
Xie Lian vaciló en sus movimientos y miró
hacia arriba. Dentro de la multitud había un
hombre que estaba comiendo un melón y
escupiendo semillas, obviamente allí para ver un
enfrentamiento.
Llamó a Feng Xin: —¡Este maestro está aquí
para ver un espectáculo callejero! Diré lo que
quiera decir, ¿estás aquí para ganar nuestra
recompensa y te atreves a no pensar en
nosotros, los que dan la recompensa? ¡Cambia a
la espada real! ¡Usa una espada real y este gran
maestro considerará si te dará algunas semillas!
En el momento en que gritó, los demás
hicieron lo mismo. Feng Xin estaba indignado y
estaba a punto de actuar cuando, de repente,
apareció una sombra blanca y Xie Lian ya estaba
de pie junto a ese hombre, lo agarró y lo lanzó al
aire.

233
Exhibió una fuerza tan asombrosa y ese
hombre fue arrojado a metros de distancia, las
cáscaras de melón cayeron por todo el suelo y la
multitud estaba con la boca abierta por la
sorpresa. Ese hombre aterrizó fuertemente con
un ruido sordo, sangrando por sus orificios,
dejando escapar un fuerte y patético grito. Sin
embargo, Xie Lian no había terminado y él subió
para capturarlo una vez más, hablando con
sencillez y sin emoción: —No hay espadas
reales, pero realmente puedo quitarte la vida,
¿quieres ver?
La audiencia se separó y huyó aterrorizada.
—¡ALGUIEN! ¡AYUDA! ¡ASESINATO!
Feng Xin estaba aún más sorprendido.
—¡Dianxia!
Xie Lian fingió no escuchar y estaba listo para
arrojar a ese hombre ocioso por otros varios
metros y hacer que cayera donde sea, pero Feng
Xin subió y lo sujetó, incluso olvidando ocultar su
identidad mientras rugía: —¡Dianxia!
¡DESPIERTA! ¡Vas a matar a este hombre!
Los dos ojos de Xie Lian ardían con llamas
negras y él apartó esa mano y presionó a ese
hombre en el suelo. Ese hombre ocioso se
desmayó y dejó de moverse. Feng Xin se
apresuró y estaba a punto de comprobar su
aliento cuando escuchó al final de la calle que

234
alguien gritaba fuertemente: —¡SON ELLOS!
¡POR AHÍ!
¡Esto era malo! ¡Los soldados de YongAn
habían venido!
Feng Xin salió disparado al instante, pero
cuando vio a Xie Lian todavía estaba allí, mirando
a esos soldados de YongAn, como si estuviera
listo para luchar contra ellos, Feng Xin se dio la
vuelta y tiró de él.
—¿Por qué sigues parado allí? ¡CORRE!
Los dos se escondieron y se pusieron a
cubierto todo el camino antes de que pudieran
escapar y finalmente regresaron a esa pequeña
cabaña donde se escondían. En el momento en
que entraron por la puerta, ante la cara de la
reina, Feng Xin comenzó a gritar: —¿CÓMO
PUDISTE HACER ALGO ASÍ?
Feng Xin del pasado nunca se atrevería a ser
tan rebelde antes ante las dos majestades, pero
después de haber reído tanto tiempo, había
muchas cosas que ya habían cambiado.
Xie Lian se volvió hacia la reina.
—Ve a tu habitación.
—Hijo mío, qué... —La reina comenzó y Xie
Lian gritó—: ¡REGRESE A SU HABITACIÓN!
La reina ya no se atrevió a preguntar y volvió a
la habitación. Luego Xie Lian se volvió hacia
Feng Xin.
—¿Qué hice?
235
Feng Xin dijo enojado: —¡Ibas a matar a ese
hombre!
Xie Lian reprendió: —No murió. ¿Y qué pasa
si él muere?
—... —Feng Xin estaba estupefacto—. ¿Qué
dijiste? ¿Qué quieres decir con; y qué si él
muere?
—Ese plebeyo lo estaba pidiendo. —Xie Lian
dijo: —Como él lo pidió, se lo di. ¿Estaba
equivocado?
Como si estuviera sorprendido por el
vocabulario de Xie Lian, fue un buen momento
antes de que Feng Xin dijera: —Él... estaba
causando problemas, ¿pero necesitabas
matarlo? Golpearlo y dejarlo ir… ¿merecía morir
por algunas palabras mezquinas?
Xie Lian lo interrumpió.
—Por supuesto que lo merecía. Se atrevió a
decirlo, entonces tendría que pagar el precio.
—... —Feng Xin estaba completamente
incrédulo—. ¿Cómo puedes decir algo así?
—¿Cómo qué? —Preguntó Xie Lian.
—Nunca usarías la palabra; plebeyo, antes en
el pasado. Nunca lo dijiste antes —dijo Feng Xin.
—¿Qué estás tratando de decir? —Xie Lian
dijo—. No es como si fuera un dios, ¿no puedo
estar enojado? ¿No puedo odiar?
Feng Xin estaba perplejo, luego, un momento
después, exprimió arduamente algunas palabras:
236
—Eso no es lo que quise decir, pero no importa
qué, no necesitabas…
Xie Lian no quiso escuchar más y dejó de
hablar con él, entró en su propia habitación
mientras cerraba la puerta con fuerza.
En el momento en que la puerta se cerró, gritó
y se arrojó sobre la cama.
¡Se estaba mintiendo a sí mismo y mintiendo a
los demás! ¡Nada más que un engaño!
No importaba qué, ¡era imposible fingir que
nunca había pasado nada y era imposible volver
a lo que era antes!
Esa noche, alguien llamó a su puerta y Xie Lian
pensó que era Feng Xin, así que lo ignoró. Un
momento después, la voz de la reina sonó desde
el otro lado: —Hijo mío, es madre. Deja que
mamá entre y te mire, ¿de acuerdo?
Xie Lian solo quería acostarse allí sin moverse,
pero después de permanecer allí por un breve
momento, todavía se levantó y abrió la puerta,
preguntando con cansancio: —¿Qué?
La reina sostenía un plato junto a la puerta.
—Hijo mío, todavía no has comido, ¿verdad?
—Xie Lian la observó y aguantó por un largo
tiempo antes de que tragara con fuerza las
palabras; incluso si no he comido, no quiero
comer lo que has hecho, que ya le estaban
rodando por la garganta. Luego se hizo a un lado

237
para dejar entrar a su madre y la reina colocó el
plato sobre la mesa—. Mira.
Xie Lian miró y se enojó tanto que quiso reír.
—¿Qué es eso?
La reina dijo como si estuviera ofreciendo un
tesoro: —Esto es Albóndigas de Tortolitos sobre
una Rama y este es Guiso de Luna Llena
Esos Tortolitos se veían como la muerte y ese
Guiso de Luna Llena estaba lleno de cráteres y
Xie Lian tuvo que interrumpirla.
—¿Por qué nombraste estas cosas?
—¿No todos los platos tienen nombres? —Dijo
la reina.
—Eso es para una cena imperial en el palacio.
—Xie Lian dijo—. La gente ordinaria no da
nombre a los platos.
Cena imperial. Palacio. Gente ordinaria.
La reina hizo una pausa por un momento y
luego sonrió.
—Bueno, nadie dijo que tenías que cenar
imperialmente para dar nombres a los platos, así
que tómalo como un deseo de buena fortuna.
Luego pasó los palillos. Sin embargo, Xie Lian
no sonrió ni tocó los palillos.
La reina sonrió y se sentó por un rato, luego su
sonrisa gradualmente cayó.
—Mi hijo.
—¿Qué? —dijo Xie Lian.

238
—¿Por qué estás peleando con Feng Xin de
nuevo? —Preguntó la reina.
Xie Lian no quería explicar nada y tampoco tenía
la energía para explicar.
—Ustedes dos solo quédense dentro de su
habitación y relájense. No hay necesidad de
preocuparse por estas cosas.
La reina dudó por un momento.
—Mamá sabe que esto probablemente no
debería decirse, pero, en estos días que te has
ido, ha sido ese niño Feng Xin quien nos había
estado cuidando…
—Mamá, ¿qué estás tratando de decir?
—Preguntó Xie Lian.
La reina rápidamente dijo: —Hijo mío, no te
enfades, no estoy tratando de culparte.
Realmente no, sé que a ti también te está
costando mucho. Solo digo que el niño Feng Xin
siempre nos siguió, te siguió a ti y no es fácil.
Podía sentir que no es que él no quisiera irse,
pero que se haya quedado hasta hoy fue todo
porque todavía recuerda el afecto entre ustedes
dos...
Habiendo escuchado este punto, Xie Lian se
puso de pie.
—¿QUE NO LO HA TENIDO FÁCIL? ¿HA
SIDO FÁCIL PARA MÍ? MADRE, ¿PUEDES POR
FAVOR DEJAR DE HACER PREGUNTAS?

239
¿PUEDES NO INVOLUCRARTE EN COSAS
QUE NO ENTIENDES?
Al ver que estaba corriendo por la puerta, la
reina comenzó a entrar en pánico y se levantó
para perseguirlo.
—Hijo mío, ¿a dónde vas? ¡Dejaré de hablar,
mamá ya no dirá nada! ¡Vuelve!
Xie Lian exclamó bruscamente: —¡Lo sé!
Todos están pasando un mal momento, ¡pero no
te preocupes! ¡Voy a hacer las cosas más fáciles
para todos!
La reina no podía seguirle el ritmo y no pasó
mucho tiempo antes de que la dejaran atrás. No
fue hasta la tarde cuando Xie Lian regresó con
unos cuantos sacos en la mano. Cuando abrió la
puerta, nadie se fue a la cama y todos estaban
esperando por él, con el rostro sombrío.
Xie Lian cerró la puerta con un revés y
preguntó: —¿Qué pasa?
El rey parecía haber dado un sermón a la reina
y los bordes de sus ojos estaban rojos. Cuando
vio que Xie Lian había regresado, dejó escapar
un largo suspiro de alivio y forzó una sonrisa feliz.
—¡Hijo mío, has vuelto! Nunca más te
preguntaré nada innecesario a partir de ahora, no
te vayas tan repentinamente, si hay algo, mamá
definitivamente te escuchará...

240
Todos estaban asustados. Asustados de que,
si simplemente se diera vuelta y se fuera,
desaparecería por otros dos meses.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —Todos ustedes
piensan demasiado, no iba a irme. Solo vayan a
descansar.
Esperaron hasta que el rey y la reina entraron
a su habitación y después de un momento de
silencio, Feng Xin dijo: —Incluso si te preguntara
a dónde fuiste, no me lo dirías, ¿verdad?
Xie Lian no habló y arrojó esos sacos al suelo,
haciendo crujidos mientras aterrizaban.
—¿Qué es esto? —Preguntó Feng Xin.
Xie Lian abrió los sacos y los dio vuelta y desde
adentro cayó una gran pila de objetos de oro y
plata, casi iluminando toda la casa. Feng Xin
instantáneamente se puso de pie.
—Tú... ¿De dónde vinieron esas cosas?
Xie Lian no se molestó en mirar hacia arriba,
solo se sentó en el suelo y contó mientras
respondía: —No hay necesidad de ser así. Solo
visité una gran casa de la ciudad, eso es todo.
Relájate, nadie lo vio.
—¡USTED...! —Los ojos de Feng Xin se
volvieron redondos y saltones. Recordó que el
rey y la reina estaban en la habitación contigua y
bajó la voz—. ¡¿Robaste?!

241
—No es necesario que me mires así. —Xie
Lian dijo—. Todos están teniendo dificultades.
Las cosas serán más fáciles con esto.
—Todavía no deberías haber robado… —
Exclamó Feng Xin—. ¡Podíamos simplemente
idear una nueva actuación!
—¿Y qué poco ganamos de suicidarnos
actuando en las calles? —Dijo Xie Lian.
Feng Xin se tambaleó un par de pasos hacia
atrás y fue la primera vez que Xie Lian lo vio con
aspecto de desmayarse.
Feng Xin finalmente se estabilizó, se aseguró
de no escuchar mal y murmuró: —¿Cómo te
volviste de esta manera?
Xie Lian levantó la vista y preguntó: —¿De qué
manera?
Feng Xin estaba enojado.
—¡No quiero darte un sermón, pero solo
mírate, en lo que te has convertido! Ya no te
preguntaré sobre el robo, pero ¿cómo
empeoraron las cosas?
Xie Lian resopló.
—Lo sabía.
—¿Sabías qué? —Preguntó Feng Xin.
Xie Lian se puso de pie.
—Sabía que tenías esa cosa del robo en tu
mente. Querías preguntarme, pero no tenías el
corazón, ¿verdad? Has imaginado miles de
escenarios en tu cabeza, ¿verdad? No lo pienses
242
más. Te diré. —Paso a paso, llegó presionando a
Feng Xin—. Es cierto. Robé.
Feng Xin se vio obligado a retroceder un paso.
—Tú... —Luego avanzó un paso y dijo con ira
callada—: Entonces, ¿por qué estamos pasando
nuestros días tan duro? Si estuvieras dispuesto a
hacer esas cosas, entonces podríamos haberlo
hecho antes, ¿por qué sufrir hasta hoy? ¿Eres
consciente de a lo que estás renunciando?
¿Sigues siendo el Taizi Dianxia del pasado?
—Así es, ¿por qué hemos sufrido hasta hoy?
—Dijo Xie Lian. Feng Xin se sorprendió y Xie Lian
continuó—: ¿Qué era yo en el pasado? ¿No
responder mientras me maldicen? ¿No
defenderme mientras me golpean?
¿Sobreestimarme a mí mismo? ¿Salvar a la
gente común? ¿Qué es eso? ¿No es eso una
estupidez? ¿Crees que un estúpido es mejor?
¿Crees que ese es el quien yo debería ser? Si
no lo fuera, ¿vas a estar muy sorprendido?
Feng Xin se sorprendió.
—¿Estás loco? ¿Por qué tienes que decirlo
así?
—Te equivocas. No estoy loco —Xie Lian
dijo—. Desperté de repente. Entonces, descubrí
que el pasado yo era quién estaba loco.
—… —Feng Xin murmuró—: ¿Por qué eres
así? ¿Cuándo te volviste de esta manera? Yo,

243
realmente no lo sé, entonces, ¿por qué te he
seguido todo este tiempo...?
—Entonces deja de seguirme —dijo Xie Lian.
Feng Xin todavía no había comprendido y
soltó: —¿Qué?
—Dije, no me sigas más —repitió Xie Lian.
Luego, cerró la puerta de golpe.

Cuatro horas después, finalmente hubo


algunos crujidos fuera de la habitación y voces
bajas.
Parecía que Feng Xin se despedía de su padre
y su madre. La voz de Feng Xin era
extremadamente baja, la voz de la reina estaba
ahogada con sollozos y el rey no dijo mucho, pero
hubo mucha tos. Un momento después, la puerta
se abrió, luego la puerta se cerró y la voz de Feng
Xin se desvaneció, el sonido de sus pasos se
alejó.
Feng Xin se había ido.
Xie Lian todavía estaba encerrado en la
habitación, sin emociones y sin expresión y un
momento después, cerró los ojos.
Finalmente se fue.

244
Desde de que Mu Qing se había ido, Xie Lian
siempre había estado aterrorizado por esto: ese
día, en el que Feng Xin también se iría.
Debido a que estaba demasiado asustado,
hoy, Xie Lian ya no podía soportar el tormento de
este miedo.
En lugar de desgastarlo lentamente, como el
lento movimiento de afilar un cuchillo, corroyendo
lentamente toda la amabilidad y la amistad hasta
que no quedara nada, hasta que finalmente
ambos se odiaran y guardaran rencor, era mejor
que las cosas explotaran antes.
Antes de que Feng Xin se fuera, tenía miedo.
Ahora que Feng Xin se había ido ya no tenía
miedo.
Pero, aunque ya no tenía miedo, estaba en
una agonía más profunda.
Originalmente, Xie Lian había guardado una
entre un millón de esperanza en el fondo de su
corazón, esperando que incluso si admitiera que
había hecho cosas que no debería haber hecho,
incluso si se hubiera convertido en lo peor de sí
mismo, Feng Xin aún se quedaría. Después de
todo, desde que tenía catorce años, cuando Feng
Xin fue seleccionado para ser su
guardaespaldas, los dos nunca se habían
separado. Si bien eran señores y sirvientes, eran
más que amigos. Fuera de él, que era el príncipe

245
heredero, Feng Xin no se preocupaba por nadie
más. A lo sumo tal vez el rey y la reina.
Pero, Feng Xin realmente se fue.
Xie Lian ya había adivinado que este sería el
final, pero tampoco podía soportar este final y no
podría soportarlo por el momento.
Justo en ese momento, afuera de la habitación
silenciosa llegó la voz de la reina: —Hijo mío, lo
siento mucho.
—... —Xie Lian se levantó de la cama y abrió
la puerta, salió y dijo con cansancio—: No es
asunto tuyo.
El rey y la reina estaban sentados en esa mesa
vieja y chirriante.
La reina dijo: —Papá y mamá te arrastraron
hacia abajo y te obligaron a hacer cosas malas
por nuestro bien, e incluso te hicieron discutir a ti
y a Feng Xin.
Xie Lian forzó una sonrisa.
—¿Qué cosas malas? ¿No están todos los
cuentos y leyendas llenos de historias de robos a
los ricos para ayudar a los pobres? Ahora que
Feng Xin se fue, en realidad es bastante bueno.
Con él desaparecido, las cosas estarán más
relajadas. Relajado en ambos lados. Ustedes dos
solo enfóquense en la curación. Mañana
podemos ir a comprar la mejor medicina.
Sin embargo, el rey lo fulminó con la mirada.
—No usaré ese dinero.
246
La reina le dio un codazo en secreto.
Xie Lian preguntó: —Entonces, ¿qué quieres?
El rey tosió un par de veces más
—Tú... ve a perseguir a Feng Xin y tráelo de
vuelta. No quiero este tipo de dinero.
Aunque la reina lo estaba codeando, ella
también estuvo de acuerdo.
—Sí, ¿por qué no vas a perseguir a Feng Xin?
Es tu servidor más leal y tu mejor amigo...
—No hay más sirvientes leales. —Xie Lian
dijo—. Ya que hay dinero, úsalo, no preguntes
nada más. Te lo dije, hay algunas cosas que no
entiendes.
Después de un largo silencio, al final, la reina
dijo: —Lo siento mucho, hijo mío. Mamá y papá
pueden ver que has estado luchando muy duro
por tu cuenta, pero mamá y papá son solo
mortales, no podemos ayudarte en absoluto y
también necesitamos tu cuidado.
Xie Lian no tenía más energía para seguir
hablando y los aplacó con palabras vacías de
consuelo antes de enviarlos de regreso a sus
habitaciones. Para ayudarse a aclarar su mente,
Xie Lian desenvolvió los vendajes y se quitó toda
la ropa, se dio un baño brusco y luego se
desmayó. Se desmayó por tanto tiempo que
cuando se despertó al día siguiente, se preguntó
con cansancio: —¿Cómo es que Feng Xin no me
despertó?
247
Fue un buen momento antes de recordar que
Feng Xin se había ido.
Xie Lian se dio la vuelta y se sentó, se quedó
aturdido y recordó otra cosa.
Incluso si Feng Xin se hubiera ido, ¿qué
pasaba con su padre y su madre? ¿Cómo es que
su padre y su madre tampoco vinieron a
despertarlo?
Por lo general, en este momento, habría
escuchado el sonido del rey tosiendo. Ese sonido
nunca había cesado, entonces ¿por qué estaba
tan tranquilo hoy?
Por alguna razón, Xie Lian de repente se sintió
incómodo. Se puso la ropa y salió de la cama,
agarró su banda de seda, pero descubrió que no
estaba allí, luego abrió la puerta de la habitación
de al lado.
—Mamá, ¿has visto mi…?
En el momento en que abrió la puerta, sus dos
pupilas se encogieron instantáneamente a dos
puntos muy pequeños.
Encontró su banda de seda blanca.
Esa banda de seda blanca estaba colgada de
la viga y también colgaba a dos figuras inmóviles
de personas mayores, sus cuerpos se habían
puesto rígidos hace mucho tiempo.
Eran su padre y su madre.

248
249
Xie Lian se preguntó si tal vez todavía estaba
en un sueño y se balanceó, extendiéndose para
apoyarse contra la pared, pero se tambaleaba
tanto que no se agarró correctamente, por lo que
se deslizó a lo largo de la pared.
Se sentó en el suelo, cubriéndose la cara con
las manos y una repentina dificultad abrupta para
respirar lo ahogó.
Él lloró y se rió, se rió y lloró: —Yo, yo, yo, yo…
—Divagó y murmuró a nadie, luego agregó—: No
fue, no. Yo, espera, no puede ser, yo...
Finalmente, ni siquiera podían salir palabras
completas y se dio la vuelta y gritó, golpeándose
la cabeza contra la pared una y otra vez.
Debería haberlo sabido. Su padre era un rey
tan conservador y tradicional y su madre era la
madre que no podía soportar ver a sus seres
queridos sufriendo, especialmente porque sufría
por ellos. Ambos eran nobles, criados en
prestigio; que pudieran aguantar todo este
camino hasta ahora ya era un milagro.
Xie Lian golpeó su cabeza contra la pared más
de cien veces y murmuró: —Feng Xin, mi padre y
mi madre se han ido.
Nadie estaba escuchando.
Solo entonces se dio cuenta de que necesitaba
bajar los cadáveres de sus padres. Después de
bajarlos, Xie Lian actuó como si no tuviera nada
250
que hacer y caminó por la casa. Vio sobre la
mesa algunos platos de comida horribles que
ahora estaban fríos y fueron los que la reina hizo
y de los que no probó un solo bocado la noche
anterior. Ahora, los detuvo distraídamente y
comió todo, sin atreverse a dejar una sola hoja,
temeroso de perder un solo grano de arroz.
Después de comer, comenzó a vomitar.
De repente, Xie Lian agarró esa banda de seda
blanca y la arrojó sobre la viga y se pasó el nudo
por el cuello.
Olas de asfixia lo asaltaron, sin embargo, él
mantuvo la mente despejada. Incluso si sus ojos
estaban llenos de sangre, sus clavículas se
agrietaban, aún permanecía consciente. Luego,
por alguna razón, mientras colgaba allí, esa
banda de seda blanca se soltó de repente. Xie
Lian cayó pesadamente al suelo y, en medio del
mareo, descubrió que la banda de seda blanca
en realidad comenzó a moverse sola. Como si
fuera una serpiente venenosa, comenzó a
enrollarse.
¡Esta cosa había concebido su propio espíritu!
Con la inyección de poderes espirituales,
haber sido teñido con la sangre de Xie Lian e
incluso haber colgado a la muerte a dos
miembros de la realeza. Si Xie Lian pudiera morir,
serían tres. Una banda de seda blanca con un

251
profundo resentimiento y maldad, sería extraño si
no se convirtiera en un espíritu.
El pequeño espíritu que acababa de llegar a
este mundo no entendía cómo había nacido en
una situación desesperada y felizmente se dirigió
hacia el que le entregó un alma, como si esperara
un gesto íntimo. Sin embargo, Xie Lian no tenía
ojos para eso. Abrazó su cabeza y rugió:
—¡ALGUIEN! ¡ALGUIEN QUE VENGA A
MATARME!
¡Solo podía rezar para que alguien viniera en
ese mismo momento para quitarle la vida y
ayudarlo a liberarse de este dolor y tortura sin fin!
Justo entonces, desde la lejana distancia, llegó
el rugido de gongs y tambores. Xie Lian jadeó con
dureza, sus ojos rojos como la sangre y se
preguntó internamente: ¿Quién? ¿Qué es eso?
Algún tipo de poder lo obligó a ponerse de pie
y se tambaleó para mirar. Caminó durante mucho
tiempo antes de darse cuenta finalmente de que
era el sonido de celebración en el Palacio
Imperial recién construido después de que
YongAn se estableció como un nuevo reino y la
capital real se había mudado.
¡Incluso el cielo estaba celebrando! Todos los
que una vez fueron ciudadanos de XianLe ahora
estaban animando a YongAn. En la calle
principal, las caras de todos mostraban sonrisas
tan brillantes; tan familiares. Xie Lian lo recordó.
252
Así fue como la gente en la capital imperial de
XianLe aplaudió durante la Procesión Ceremonial
Celestial ShangYuan.
Xie Lian se tambaleó hacia atrás y se sentó
indiferente en el suelo.
¿Por qué debía ser testigo de la risa y los
vítores de las personas de YongAn justo cuando
los cadáveres del rey y la reina de XianLe yacían
junto a sus pies?
Xie Lian enterró su rostro en sus manos,
llorando y riendo, ja, ja, ja, sollozando,
sollozando, sollozando.
Un momento después, se rió.
—No se librarán de mí tan fácilmente.
Una voz brilló en su mente: la enfermedad del
rostro humano, es resentimiento... el método para
crear la enfermedad del rostro humano es...
Una luz salvaje brilló en sus ojos y de repente
bajó la voz.
—No los dejaré ir tan fácilmente —La
expresión de su rostro era como llorar pero reír,
como alegría y tristeza juntos y lentamente se
puso de pie junto a la pared—. ¿YongAn, Paz por
Siempre?4 Sueña… ¡Sueña para siempre! Yo,
los maldigo a todos… ¡Los maldigo a todos!
¡QUIERO QUE TODOS MUERAN, PEREZCAN

4
El nombre de YongAn significa paz perpetua/paz para siempre.
253
POR COMPLETO! JAJAJA JAJAJAJA
JAJAJJAJAJAJJAJAJA
Él se rió y se rió y salió corriendo como un
torbellino y cuando pasó por ese espejo, de
repente se detuvo y giró la cabeza.
El él dentro del espejo ya había cambiado por
completo.
Lo que llevaba puesto no era una túnica blanca
de cultivador desgastada por el lavado, sino una
vestimenta funeraria blanca como la nieve con
mangas amplias. ¡Su rostro ya no era su rostro,
sino una máscara medio llorando, mitad
sonriendo y llorando!
Si este fuera el Xie Lian de antes, cuando se
viera así en el espejo habría gritado de horror.
Sin embargo, el él ahora no estaba asustado en
absoluto. Él se rió salvajemente como si no viera
nada y atravesó por la puerta mientras tropezaba
y salía corriendo.

La antigua capital imperial de XianLe ahora no


era más que un campo en ruinas.
Cerca de los restos, todavía había algunos
residentes que afortunadamente sobrevivieron y
refugiados que no tenían a dónde ir. Aunque
desde que estalló la Enfermedad del Rostro
254
Humano y toda la ciudad imperial cayó, esta
capital, una vez glamorosa, tuvo frecuentes
brisas inquietantes, escalofriantes hasta los
huesos, pero hoy, parecía ser particularmente
escalofriante. Algunos de los mendigos
desaliñados desaparecieron, mirando los cielos
mientras huían. Todas las personas sintieron que
algo siniestro iba a suceder, por lo que era mejor
que no se demoraran en las calles.
Frente a las puertas rotas de la ciudad imperial
estaba el campo de batalla. Por lo general, no
muchos se atrevieron a visitarlo. Ahora., solo
había un viejo cultivador, corriendo aquí, saltando
allí, atrapando algunos espíritus errantes
perdidos, metiéndolos en su saco una vez que
fueron capturados, preparándose para atarlos en
linternas. Mientras corría, de repente descubrió
que la final del campo de batalla, había aparecido
una extraña silueta vestida de blanco.
Era realmente extraño, verdaderamente
peculiar. Estaba en un traje de funeral, túnicas
blancas, mangas expansivas, una banda de seda
blanca atada a una manga, flotando junto con el
viento como si estuviera vivo. Llevaba una
máscara blanca, la mitad lloraba, la mitad
sonreía.
El viejo cultivador se estremeció violentamente
y antes de que supiera por qué estaba huyendo
sus piernas ya lo habían sacado del campo de
255
batalla. Antes de que su pánico y su temor se
hubieran calmado, se detuvo en su paso y miró
hacia atrás.
Ese hombre vestido de blando no dijo una sola
palabra y estaba caminando por el campo de
batalla. El viento helado azotó y con cada paso,
pisoteó los huesos de los que murieron en la
guerra.
Ese hombre de tela blanca preguntó fríamente:
—¿Odias? —Las almas muertas gemían y
lloraban. Ese hombre vestido de blanco dio otros
pocos pasos—. Las personas que juraste
proteger y por las que morirías se han convertido
en ciudadanos del nuevo reino, ¿odias?
Los lamentos de las almas muertas ahora se
habían mezclado con chillidos.
Ese hombre vestido de blanco dijo lentamente:
—Se olvidaron de que murieron en el campo de
batalla, se olvidaron de sus sacrificios y están
alentando a los que robaron sus vidas, ¿odias?
En medio de ese chillido se escucharon aullidos
y rugidos.
Ese hombre vestido de blanco gritó
bruscamente: —¿De qué sirve gritar?
respóndeme, ¿ODIAS?
En el aire, sobre todo el campo de batalla,
resonaban innumerables voces de resentimiento
y agonía.
—ODIO…
256
—ODIO…
—MATAR… ¡QUIERO MATARLOS…!
Ese hombre vestido de blanco abrió sus brazos
hacia ellos y extendió ambas manos.
—Ven a mi lado —enunció cada palabra—. ¡Lo
prometo, la gente de YongAn nuca conocerá la
paz!
Los gritos, aullidos, rugidos, llantos, sacudieron
el suelo y estrellaron los cielos y las almas de los
soldados muertos de XianLe respondieron y se
mezclaron con los fallecidos por la enfermedad
del Rostro Humano dentro de la capital y en ese
cielo cubierto de niebla negra, tomaron forma.
El viejo cultivador que había presenciado todo
desde lejos ya estaba aterrorizado.
—¡Esto…! ¡Esto es…!
En un instante solo cinco palabras aparecieron
en su mente.
¡La calamidad vestida de blanco!
En ese momento, el hombre vestido de blanco
escuchó la voz de un hombre joven detrás de él.
—Dianxia…
Él miró a su alrededor, quién sabría desde
cuándo, un joven vestido de negro ya estaba
parado detrás de su persona y se estaba
inclinando ante él, doblando una rodilla en el
suelo.

257
258
Capítulo 192
El Fantasma Vestido de Blanco nombra
al Guerrero Negro como general
(parte uno)

S
e decidió que era un joven solamente
basado en su voz y físico.
Estaba vestido con un traje de guerrero
cuidadoso y ordenado, su físico alto y delgado,
pero como un bambú nuevo y fresco, emitía el
aura de la inocencia de la juventud. Túnicas
negras como tinta, cabello negro como tinta,
atado en alto. Alrededor de su cintura colgaba un
sable, largo y delgado. Levantó la cabeza
lentamente y sobre su rostro también había una
máscara blanca como la nieve y en la máscara
había una sonrisa creciente.
Esferas tras esferas de niebla negra tomaron
forma en medio de silbidos y lamentos, todo
absorbido limpiamente en la matriz dentro de la
manga de ese hombre vestido de blanco, como si
estuviera metiendo un río entero en una pequeña

259
caja. En cuanto a ese joven, se mantuvo estable
y aún dentro de ese torbellino negro caótico.
El hombre vestido de blanco preguntó: —¿A
quién estabas llamando?
Ese joven vestido de negro todavía estaba
sobre una rodilla, sumiso como un sirviente, pero
también como si estuviera haciendo un juramento
y respondió: —Te estaba llamando, Taizi Dianxia.
Ese hombre vestido de blanco dijo fríamente:
—No soy Taizi Dianxia.
Sin embargo, ese joven vestido de negro
respondió: —Lo es. Nunca olvidaré tu voz y tu
forma.
La voz de ese hombre vestido de blanco ahora
estaba mezclada con rastros de ira: —Te lo dije,
no soy él.
Este hombre vestido de blanco era
naturalmente Xie Lian, que se había puesto el
atuendo funerario y se había puesto la máscara
sonriente.
Con su rostro escondido detrás de la máscara,
nadie podía reconocer quién era y tampoco
quería ser reconocido. Sin embargo, en este
campo de batalla, un guerrero negro a la deriva
todavía lo llamaba por su identidad.
De repente, esa banda de seda blanca
envuelta en las amplias mangas de Xie Lian
repentinamente se lanzó como una víbora,
cargando hacia ese joven vestido de negro.
260
Aunque por lo que podía verse, era una tela
blanca suave y floja, cuando atacaba era salvaje,
su aura de explosión maligna. Parecía que el
joven vestido de negro estaba a punto de ser
atado, pero de repente extendió la mano y agarró
firmemente esa banda de seda blanca.
Un extremo de esa banda de seda blanca
estaba envuelto alrededor de la muñeca de Xie
Lian, el otro envuelto en la muñeca de ese joven
vestido de negro y la banda de seda en sí se
estaba tensando gradualmente. No era que no
quisiera separarse, pero ese joven vestido de
negro lo había sujetado con fuerza, como si
estuviera apretando una serpiente venenosa en
su punto mortal y de su mano emitía un aire
infinito y frío.
No había duda de que se trataba de un alma
de los muertos.
¡Y era un alma muerta extremadamente
poderosa!
Después de notar que un poder que no podía
ser subestimado fue pasado por la banda de seda
blanca, Xie Lian preguntó: —¿Cuál es tu
nombre?
Después de permanecer en silencio por un
momento, ese joven vestido de negro respondió:
—No tengo nombre.

261
Xie Lian tampoco presionó por más y dijo:
—Sin un nombre entonces es Wu Ming.5
—Puede llamarme como quiera —dijo ese
joven vestido de negro.
Xie Lian continuó: —¿Eres el alma de un
soldado muerto de este campo de batalla?
—Lo soy —dijo Wu Ming.
Solo entonces Xie Lian se detuvo y esa banda
de seda blanca saltó instantáneamente hacia su
persona, balanceándose para mostrar su poder
desde lejos hacia ese joven vestido de negro,
como si estuviera silbando su lengua venenosa.
Como se trataba de un alma de los muertos
que murió en la batalla, no era de extrañar que
hubiera escuchado su llamado. Este guerrero
vestido de negro también debía estar lleno de
resentimiento hacia la gente de YongAn. En otras
palabras, podría ser utilizado, porque su objetivo
era el mismo.
Por lo tanto, Xie Lian dijo: —Entonces,
sígueme. —Extendió una mano a ese guerrero
vestido de negro—. Te daré lo que quieres.
La cara de ese joven vestido de negro también
estaba oculta detrás de una máscara, por lo que
su expresión era un misterio, pero era lo mismo
para ambos

5
[無名] Wu Ming significa; sin nombre.
262
Después de un momento de silencio, todavía
sujetó sin vacilar la mano extendida de Xie Lian,
inclinó la cabeza profundamente y presionó su
frente fría contra el dorso de la mano de Xie Lian.
Un momento después, dijo profundamente:
—Juro morir siguiendo a Dianxia.
Sin embargo, Xie Lian retiró la mano y metió
los brazos en las mangas. Se dio la vuelta y dijo
fríamente: —Ya estás muerto. Vamos.
Ese guerrero vestido de negro se puso de pie
y cuando Xie Lian miró hacia atrás, descubrió que
este joven era en realidad mucho más grande de
lo que esperaba. Probablemente alrededor de los
dieciséis o diecisiete años, pero ya de enorme
tamaño a esta edad, e incluso un poco más alto
que él. Sin embargo, esto no importó y solo echó
un vistazo antes de darse la vuelta y continuar
hacia adelante.
Xie Lian tomó la iniciativa y ese guerrero
vestido de negro sin nombre lo siguió justo como
se esperaba.
—Dianxia, ¿a dónde quiere ir?
La mirada de Xie Lian cayó en la distancia.
—El Palacio de YongAn.
El Palacio de YongAn se encontraba en otra
gran ciudad del oeste. Esta fortaleza de la ciudad
solía ser también una ciudad glamorosa, pero
había sido oprimida por la ciudad imperial de
XianLe en el este. Ahora que la ciudad imperial
263
de XianLe había caído, el nuevo rey trasladó la
nueva capital hasta aquí y no tardaría mucho en
alcanzar a la antigua ciudad imperial, disfrutando
de su gloria.
Xie Lian llegó profundamente en la noche.
Debajo de la luz de la luna, era como un gato
blanco volando silenciosamente a través de las
espinas densas y apretadas de los techos de la
nueva ciudad imperial y ese guerrero vestido de
negro era como un zorro espiritual negro, que lo
seguía de cerca. Pronto, las dos sombras
aterrizaron ante una gran puerta.
Xie Lian sintió que algo andaba mal. Sobre
esta puerta había un tenue aire ominoso y se
detuvo en su paso. Estaba a punto de acercarse
para comprobarlo cuando ese guerrero vestido
de negro se acercó y bloqueó ante él,
extendiendo una palma abierta y dijo en voz baja:
—¡Rómpete!
De la rendija de esa puerta se filtró una línea
de luz de fuego, como si algo se hubiera
quemado. Solo entonces ese guerrero vestido de
negro extendió la mano para empujar la puerta.
—Dianxia.
Xie Lian cruzó la puerta y miró hacia el suelo.
Justo como esperaba, esparcidos por el suelo
había algunos restos quemados. Xie recogió un
poco y olió hierbas y papel de talismán y echó un
vistazo a ese guerrero vestido de negro.
264
Este fantasma era realmente poderoso.
Estos restos de hechizos quemados mostraban
que obviamente había alguien al otro lado de la
puerta que había establecido este hechizo de
defensa y esta defensa no era débil. Si los
pequeños secuaces ordinarios intentaran
entrometerse o penetrar, habrían sido quemados
desde sus entrañas enteras hasta las cenizas, sin
embargo, a este guerrero vestido de negro solo
le tomó un instante antes de que la matriz fuera
completamente destruida.
Quizás fue porque este Palacio de YongAn fue
recientemente erigido, no era
extraordinariamente glamoroso. Por el contrario,
incluso era un poco frío y humilde, incomparable
al Palacio de XianLe. Esto no era lo extraño. Lo
extraño fue en todo el camino, había una cantidad
incesante de trampas y conjuntos de defensa
para alejar el mal. Sin embargo, cada vez que Xie
Lian se dio cuenta de que había algo bloqueando
el camino, ese guerrero vestido de negro siempre
se adelantaría para atravesar el obstáculo,
abriéndole el camino, por lo que todavía era un
viaje sin obstáculos.
Después de una hora, en lo alto del gran salón
gigante del Palacio de YongAn, dos sombras
altas y esbeltas se alzaban sobre la columna
vertebral del techo, observando abajo.

265
Ambos llevaban una máscara. Las mangas
expansivas de ese hombre vestido de blanco
revoloteaban con una banda de seda blanca
envuelta, bailando locamente en el viento. Ese
hombre vestido de negro, por otro lado, era
robusto y ágil, con un largo sable colgando de su
cintura, protegiendo el costado de ese hombre
vestido de blanco, mirando en la misma dirección.
El recién coronado rey de YongAn estaba
dentro de este gran salón. Xie Lian se rió
burlonamente.
—Establecer tantos obstáculos para alejar el
mal dentro del palacio, al parecer realmente
tienes miedo de algo que vendrá a llamar a tu
puerta.

266
267
Capítulo 193
El Fantasma Vestido de Blanco nombra
al Guerrero Negro como general
(parte dos)
—Dianxia, iré a abrir el camino —dijo Wu
Ming.
Sin embargo, Xie Lian lo detuvo.
—No es necesario, lo haré yo mismo.
Luego, saltó hacia abajo como una flor blanca
que brota de la punta de una rama por una brisa
y aterrizó silenciosamente ante el salón del
palacio.
Justo cuando estaba a punto de abrir las
puertas, en el pasillo llegó el gemido de un bebé.
Lang Ying no tenía ningún consorte, su hijo
había muerto hacía mucho tiempo, entonces, ¿de
dónde venía el bebé dentro del palacio?
A Xie Lian no le importó. ¡No importaba un
bebé, incluso si un ejército de millones estuviera
escondido dentro no tenía miedo y levantó una
pierna y pateó la puerta del palacio!

268
Sin embargo, lo extraño fue que solo había una
persona dentro del gran salón, ninguna otra alma
presente y ciertamente no había bebé. Cuando
esa persona vio quién había venido, levantó la
cabeza.
—¿Has venido? Te he estado buscando.
El que estaba dentro del palacio era Lang Ying.
Aunque ahora era un respetado rey, no estaba
vestido con lujosas túnicas y se sentaba rígido
como una tabla sobre el trono. Xie Lian se quedó
perplejo por un momento de que esta era su
reacción antes de darse cuenta de que
actualmente llevaba un atuendo funerario con
una máscara en la cara y Lang Ying lo había
tomado por Bai Wuxiang.
También se instalaron matrices dentro de este
salón del palacio y cuando Xie Lian cruzó el
umbral para entrar, pudo sentir que había algo
bloqueando su entrada. Sin embargo, solo
empujó un poco su pie con fuerza, antes de pisar
fácilmente los pisos dentro del pasillo y el sonido
de algo rompiéndose resonó en el aire.
El frío del invierno y el aire de la tarde llegaban
desde el exterior del salón del palacio, llenando
las mangas de Xie Lian de vientos salvajes. Dijo
escalofriantemente: —¿Por qué me estabas
buscando?
Cuando escuchó su voz, la expresión de Lang
Ying cambió ligeramente.
269
—¿Eres tú?
Xie Lian se acercó lentamente, sus botas
blancas como la nieve pisaron los pisos de piedra
congelados paso a paso.
—Este soy yo.
Lang Ying, un plebeyo bruto, lideró un ejército
y destruyó a XianLe. Con el aura del rey
envolviendo su cuerpo, el mal ordinario no podría
acercarse a su persona. Sin embargo, en este
momento, ¡lo que Xie Lian trajo con él fueron
millones de almas de los que murieron en el
campo de batalla!
Se negó a creer que con un número tan
inmenso de fantasmas resentidos con un
resentimiento tan poderoso, Lang Ying pudiera
defenderse. Efectivamente, los espíritus
resentidos estaban agitados, impacientemente
listos para liberarse para apoderarse de la nueva
carne fresca del enemigo como huésped. Era
imposible para alguien no haber escuchado el
sonido de su agitación, pero Lang Ying no
parecía estar sorprendido ni en pánico.
—¿Has venido a matarme?
Xie Lian no respondió. Al momento siguiente,
se movió justo delante de Lang Yin y lo tomó del
pelo, presionándolo contra el suelo.
¡Éxito!

270
Debajo de la máscara que sonríe y llora, los
labios de Xie Lian se curvaron
inconscientemente.
¡Él lo sabía! ¡Él lo sabía! ¡Ahora podía derrotar
a Lang Ying!
Sin la esclavitud de su estatus de Oficial
Celestial que lo dejó impotente ante este hombre
con la fortuna del rey, ahora que había
desechado el cuerpo de un dios finalmente podría
derrotar a Lang Ying. El corazón de Xie Lian latía
con fuerza y estaba a punto de pasar al siguiente
paso cuando su rostro cambió abruptamente.
—¿Qué es ese sonido?
Yiieee, wuuuu
Escuchó ese pequeño llanto de un bebé otra
vez, pero, ¡claramente no había bebé dentro de
este gran salón!
Él escuchó nuevamente. Eso no estaba bien.
¡Ese llanto provenía de los labios de Lang Ying,
que estaba sometido actualmente bajo su mano!
O más exactamente, era del cuerpo de Lang
Ying. Xie Lian le quitó la túnica y sus ojos se
abrieron en un instante, poniéndose de pie.
—... ¡¿QUÉ ES ESTO?!
Lang Ying giró lentamente y se sentó.
—No te asustes.
Esas palabras no fueron dirigidas a Xie Lian,
sino a la cosa en su cuerpo.

271
Sobre el pecho de Lang Ying había dos caras
distintas, cada una del mismo tamaño que la cara
de una persona real, como dos tumores
sobresalientes. La cara grande era elegante y
hermosa, fácilmente identificable como la
apariencia de una mujer; el pequeño estaba un
poco arrugado como un bebé y esos gritos
vacilantes provenían de los labios de este bebé.
¡La Enfermedad del Rostro Humano!
Xie Lian estaba estupefacto.
—¿Cómo es que estás infectado con la
Enfermedad del Rostro Humano?
—Esta no es la Enfermedad del Rostro
Humano —dijo Lang Ying.
—¿Cómo no es esta la Enfermedad del Rostro
Humano? ¿Qué es esto, sino la Enfermedad del
Rostro Humano? —Exclamó Xie Lian.
—Estos son mi esposa y mi hijo —explicó Lang
Ying—. No son las cosas que describiste.
Explicó con voz suave mientras levantaba la
mano para acariciar suavemente las dos caras en
su cuerpo, realmente parecía un esposo y un
padre acariciando a su esposa e hijo. Sin
embargo, esas dos caras ni siquiera podían abrir
los ojos y solo podían abrir la boca para llorar y
sollozar; tenían la apariencia de los humanos,
pero no la forma.
Un momento después, Lang Ying levantó la
vista.
272
—¿Dónde está Bai Wuxiang? Dijo que mi
esposa volvería si hiciera esto, pero ha pasado
tanto tiempo, ¿cómo es que todavía no puede
hablar? ¿Qué está pasando? ¡Dile que venga a
buscarme, rápido!
Al escuchar esto, Xie Lian entendió.
—¿Dejaste que Bai Wuxiang plantara los
espíritus resentidos de tu esposa e hijo en tu
cuerpo?
Así que eso se trataba. ¡Todos esos hechizos
y matrices en el camino hacia el palacio no eran
para impedir que algo se entrometiera, sino que
impedían que las cosas escondidas dentro
escaparan!¡Lang Ying, que ya se había
convertido en rey, estaba usando su propia carne
y sangre para albergar secretamente a esos dos
espíritus resentidos!
Al principio, Xie Lian estaba aquí para
vengarse, pero quién hubiera sabido que ni
siquiera necesitaba hacer nada y Lang Ying ya se
había plantado la Enfermedad del Rostro
Humano. Esas dos caras debían haber estado en
su cuerpo hace mucho tiempo, incluso los brazos
y pies pequeños habían crecido, caídos,
deformados y horribles. Además, ya habían
aspirado los nutrientes de su huésped; las
costillas de Lang Ying sobresalían
anormalmente, su estómago estaba encogido, su
piel volviéndose amarilla, su forma anémica y
273
pálida, parecía que no le quedaba mucho más
tiempo para vivir. Ya no era la misma persona que
ese guerrero valiente y salvaje en el campo de
batalla.
Parecía que, aunque ganó la guerra y se
convirtió en rey, no vivió tan bien. Xie Lian no se
sintió satisfecho en absoluto y se apoderó de
Lang Ying, exclamando enojado: —¡¿QUÉ TIPO
DE BROMA ES ESTA?!
¡Ni siquiera había tomado la vida de su
enemigo todavía y el enemigo iba a morir solo!
¡Qué demonios! ¿¿Qué debía hacer??
Con este agarre, algo cayó de la persona de
Lang Ying, rojo brillante, saltando y rebotando, se
alejó. Lang Ying agarró las manos de Xie Lian,
como si un gesto tan simple ya fuera algo difícil y
jadeó: —Perla... esa perla.
Xie Lian miró y lo que rodaba por el suelo era
esa perla de coral rojo que le había regalado a
Lang Ying.
Lang Ying dijo: —Siempre he querido decirte
esto: gracias por la perla.
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió. No
había pensado que de repente diría tal cosa.
Algo dentro de su corazón estaba a punto de
desenterrarse, pero lo obligó a bajar.
—¡TÚ...!

274
Lang Ying dijo suavemente: —Las cosas
hubieran sido mejores si me lo hubieras dado
antes. Desafortunadamente…
Antes de que terminara, el cuerpo se agarró de
la mano de Xie Lian y Lang Ying cayó así con los
ojos bien abiertos.
Xie Lian aún no había tenido la oportunidad de
reaccionar antes de que Wu Ming dijera:
—Dianxia, está muerto.
—... ¿Muerto? —Se preguntó Xie Lian.
Miró hacia abajo y las pupilas de Lang Ying ya
se estaban oscureciendo. Realmente murió.
Xie Lian murmuró: —¿Cómo es que acaba de
morir?
Todavía no le había hecho nada a Lang Ying,
¿cómo es que murió?
Y, ahora que lo pensaba, Lang Ying también
murió bastante feliz. Completó su venganza
contra XianLe y llevando a su familia inmediata
sobre su cuerpo, estaba preparado para ir a su
encuentro en el inframundo. Había sufrido
suficiente tormento en el mundo de los vivos, por
lo que morir era en realidad una forma de
liberación, que terminaba con todo. Por el
contrario, ¡Xie Lian ahora no tenía nada de qué
vengarse!
Su pecho se llenó de agravio y furia y al final se
transformaron en una sola emoción: el odio.

275
¡Qué despreciable! ¡Qué absolutamente
despreciable!
Lang Ying cayó y dejó de moverse, pero las dos
caras en su pecho parecían haber sentido que su
anfitrión estaba muerto y de repente comenzaron
a llorar, sonando extremadamente agudo para los
oídos, peor que el sonido de las uñas rascando
oro y plata. Xie Lian ya se estaba volviendo loco
por la furia y sacó esa espada negra, listo para
golpear y callarlos cuando ese guerrero vestido
de negro sacó su sable. La luz del sable pasó y
el cadáver de Lang Ying se cortó
instantáneamente en pedazos, decenas de
piezas, cientos de piezas... carne y sangre
salpicadas.
Xie Lian aún no se había movido antes de ser
superado y dijo con calma: —¿Quién te dijo que
hicieras eso?
—No había necesidad de ensuciarse las manos
Dianxia —respondió Wu Ming.
Justo en ese momento, se escucharon pasos
urgentes fuera de la puerta y la voz de un joven
gritó: —¡TÍO!
¿Quien? Xie Lian se dio la vuelta y vio que las
puertas del salón del palacio estaban abiertas de
par en par y un joven de diez años de edad
estaba parado en la entrada, mirando en esa
dirección. Al principio estaba lleno de sonrisas,
pero cuando entró y vio bloques de cadáveres
276
cubriendo el piso, se quedó estupefacto al
instante.
Xie Lian solo se sintió indiferente y preguntó:
—¿Quién eres?
Ese joven comenzó: —Yo... —Luego sus ojos
se volvieron y vieron los bloques de cadáveres en
el suelo y exclamó—: ¡TÍO!
Justo entonces, había más personas afuera
llamando.
—¡Taizi Dianxia!6 ¡No corras! ¡El rey dijo que no
puedes correr por el palacio! Por favor, no me
pongas las cosas difíciles en medio de la noche...
¿Taizi Dianxia?
El hijo de Lang Ying ya estaba muerto y este
joven llamado Lang Ying; tío, así que este debía
ser el nuevo príncipe heredero que Lang Ying
había establecido, ¡el Príncipe Heredero de
YongAn!
Las cosas parecían haber quedado claras
también para el pequeño príncipe heredero y él
gritó aterrorizado: —¡FANTASMAS! ¡HAY
FANTASMAS! HA...
No había gritado más que unas pocas palabras
antes de que ese guerrero vestido de negro
golpeara su cuello y el Príncipe Heredero de
YongAn perdiera el conocimiento, cayendo en

6 [太子 殿下] que se traduce como "Su Alteza Real el Príncipe Heredero. Título
otorgado al heredero legítimo, el príncipe heredero del emperador.
Tàizǐ , literalmente significa [Hijo Supremo] era el título del príncipe heredero de la
China imperial.
277
ese charco de sangre en el suelo. Sin embargo,
los gritos ya habían llegado al exterior, los ruidos
de clamor comenzaron a aumentar.
—¿QUÉ? ¿ESCUCHARON TODOS ESO?
¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS!
Los ojos de Xie Lian se movieron y ese guerrero
vestido de negro inclinó la cabeza, indicando que
se ocuparía de eso y se alejó. En un instante,
toda la conmoción afuera fue sofocada. Al salir
del pasillo, una gran cantidad de guardias
estaban en el suelo y ese guerrero vestido de
negro estaba en el centro, ese delicado y delgado
sable goteaba sangre. En realidad acabó con
ellos de solo un golpe. A lo lejos llegaron nuevos
sonidos de conmoción y un nuevo grupo de
guardias había llegado, gritando: —¡PROTEJAN
AL REY! ¡PROTEJAN A DIANXIA!
Xie Lian se dio vuelta fríamente, ignorándolos
por completo. Efectivamente, no pasó un
segundo antes de que esas voces fueran
cortadas como una cosecha por una guadaña,
desapareciendo por completo. Poco después,
ese guerrero vestido de negro lo alcanzó sin
hacer ruido.
Xie Lian giró levemente la cabeza.
—Quema el palacio.
—Sí señor —Wu Ming inclinó la cabeza.
Las llamas rugientes crecieron y dos figuras
negras, altas y esbeltas se pararon ante el fuego
278
furioso, sus sombras retorciéndose
continuamente en el suelo, cambiando de forma,
tirando y retorciéndose.
Después de causar tales estragos, todos los
asistentes dentro del Palacio YongAn se
despertaron de golpe y el aire se llenó con los
gritos y las maldiciones de aquellos que
apagaban los incendios y aquellos que
escapaban, casi la misma escena que cuando el
Palacio de XianLe fue incendiado.
—Dianxia, ¿qué quiere hacer a continuación?
—Preguntó ese guerrero vestido de negro.
Ese hombre vestido de blanco dijo fríamente:
—A la bahía Lang-Er.
Antes de la caída del Reino de XianLe, Xie Lian
había visitado la bahía de Lang-Er innumerables
veces. Cada vez que iba era para crear lluvia para
salvar a la gente, su cuerpo y su corazón estaban
agotados y sus pasos pesados. Esta vez, fue por
una razón completamente diferente y su cuerpo
estaba relajado.
Después de sobrevivir a la sequía y de haber
obtenido un fuerte apoyo del nuevo rey, la bahía
Lang-Er ya había recuperado su vitalidad. Las
calles y los callejones estaban llenos de alegría,
la gente alegre y feliz, a cientos de años de la
miseria de antes. Solo un lugar seguía siendo
miserable como antes y ese era el Palacio del
Príncipe Heredero de XianLe.
279
Nadie vendría a un desmantelado Palacio del
Príncipe Heredero, por lo que Xie Lian eligió este
lugar para descansar. En este momento, estaba
meditando dentro del salón del palacio.
Esos espíritus resentidos deberían haber
encontrado rápidamente un anfitrión, que
también sería objeto de venganza, sin embargo,
debido a que Lang Ying ya había muerto, todavía
estaban luchando en agonía, llorando y chillando
implacablemente a Xie Lian. Xie Lian los rechazó
con los ojos cerrados y frunció el ceño.
—Solo esperen, no sean impacientes.
¡Permitiré a todos ustedes encontrar la liberación!
En ese momento, una voz gritó: —Dianxia.
Xie Lian abrió los ojos y vio que el guerrero
vestido de negro estaba delante de él, doblando
una rodilla al suelo.

280
281
Capítulo 194
Fantasma sin nombre que ofrece
una flor sin nombre (parte uno)

L
as emociones de Xie Lian todavía estaban
profundamente inmersas en los gritos de
esos espíritus resentidos y por un momento
no pudo recuperarse y respondió distraídamente:
—No te dirijas a mí por ese título.
Cada vez que escuchaba que alguien se dirigía
a él de esa manera, era como si le estuvieran
recordando algo, haciéndolo sentir
particularmente irritado, cada llamada haría que
su corazón se sacudiera una vez. Sin embargo,
Wu Ming dijo: —Dianxia siempre será Dianxia.
Xie Lian echó un vistazo. Por supuesto, no
podía ver la cara de este guerrero vestido de
negro y solo podía ver una cara sonriente. Sin
embargo, cuando el otro miraba su rostro, solo
pudo ver una máscara trágicamente blanca.
Xie Lian dijo fríamente: —Si sigues
llamándome por ese título, dispersaré tu alma.
No pienses que eres tan fuerte. —Ese joven

282
vestido de negro inclinó la cabeza y no habló. Xie
Lian se calmó—. Ve a explorar el área alrededor
de la Bahía Lang-Er y encuentra la mejor
ubicación para establecer una matriz para llevar
a cabo un ritual.
—Sí señor —respondió Wu Ming.
Xie Lian cerró los ojos, hizo una pausa, luego
volvió a abrir los ojos y miró a ese guerrero
vestido de negro, frunciendo el ceño.
—¿Cómo es que todavía estás aquí?
Ese guerrero vestido de negro respondió: —La
ubicación está establecida. ¿Y el tiempo?
—¿Tiempo?
—Las almas de los muertos no pueden esperar
más, debemos encontrar un objetivo para
maldecir pronto sin demora.
De hecho, no podría retrasarse por mucho
tiempo. Después de un poco de silencio, Xie Lian
dijo: —Tres días.
—¿Por qué tres días? —Preguntó Wu Ming.
Por alguna razón, cada vez que Xie Lian
conversaba con él, se agitaba fácilmente.
—En tres días será luna llena. Liberar la
Enfermedad del Rostro Humano aumentará su
poder significativamente. Haces demasiadas
preguntas, solo vete.
Wu Ming asintió y se retiró silenciosamente.
Xie Lian volvió a cerrar los ojos y se cubrió la
frente con una mano, con la esperanza de aliviar
283
esta ola de dolor de cabeza. Justo entonces,
escuchó una risa fría y burlona detrás de él.
Al escuchar esta risa burlona familiar, fue como
si toda la sangre de Xie Lian se hubiera
congelado. Al instante se dio la vuelta y, de
hecho, detrás de él se sentaba una figura blanca
como la nieve con una máscara sonriente, con un
atuendo funerario con mangas expansivas, sus
manos metidas, mirándolo desde el altar.
¡Bai Wuxiang!
Xie Lian sacó su espada y se lanzó y ese
hombre vestido de blanco atrapó la punta de la
cuchilla con dos dedos.
Él suspiró.
—Justo como pensaba. Esta apariencia te
queda muy bien.
Si no se quitaran las máscaras, estos dos se
verían exactamente iguales de la cabeza a los
pies y después de una pelea, cuando los dos
hombres vestidos se enfrentaron entre sí, nadie
además de ellos sería capaz de diferenciar uno
del otro. Bai Wuxiang evadió fácilmente todos los
ataques de Xie Lian cuando preguntó: —Dianxia,
enterró a sus padres en un suelo tan desierto y
extraño, ¿no cree que les hizo mal?
El corazón de Xie Lian se hundió.
—¿TOCASTE LOS CUERPOS DE MI PADRE
Y MADRE? ¿Destruiste sus cadáveres?

284
—No, todo lo contrario —dijo Bai Wuxiang—.
Te ayudé a darles un entierro solemne y
apropiado. —Al escuchar esto, Xie Lian se
sorprendió y Bai Wuxiang agregó—: Te ayudé a
llevarlos al Mausoleo Real de XianLe, e incluso
los ayudé a ponerse túnicas raras y exquisitas
para evitar que sus cadáveres se pudrieran
durante miles de años. Entonces, la próxima vez
que vayas a visitarlos, aún podrás ver las mismas
caras de cuando todavía estaban vivos.
Le dijo a Xie Lian la ubicación del Mausoleo
Real y la forma de entrar. Esto debería haber sido
algo que el rey y el guoshi le dirían personalmente
a Xie Lian, pero antes de que pudieran, murieron
o desaparecieron.
Xie Lian estaba aturdido y desconfiado.
—¿Por qué sabes cómo entrar al Mausoleo
Real?
Bai Wuxiang sonrió.
—Sé todo sobre Dianxia.
Xie Lian maldijo: —¡No sabes una mierda!
Todavía no estaba acostumbrado a escupir
palabras tan vulgares de sus labios y como si Bai
Wuxiang hubiera visto a través de su mente, lo
miró de arriba abajo y dijo suavemente: —No te
preocupes, está bien. De ahora en adelante ya no
habrá nada que pueda detenerte, no habrá nadie
que tenga expectativas innecesarias de ti y
ciertamente no habrá nadie que sepa quién eres.
285
Entonces, puedes hacer libremente cualquier
cosa que quieras hacer.
Al escuchar esto, el desconcierto comenzó a
llenar la mente de Xie Lian.
¿Por qué estaba este monstruo aquí?
Para expresar buena voluntad.
Eso era correcto. Si bien eso podía sonar
gracioso, los instintos de Xie Lian le dijeron que
esta criatura estaba aquí para expresar su buena
voluntad. Ya sea proporcionando a sus padres un
entierro solemne o alentándolo, todo surgió de
esta intención.
Debía estar muy, muy feliz, más feliz que en
cualquier otro momento en que Xie Lian lo
hubiera visto. Era como si ver a este Xie Lian lo
pusiera excepcionalmente complacido, e
inconscientemente se volvió más gentil y amable.
Esta amabilidad en realidad le dio a Xie Lian una
sensación de agradecimiento que traería
lágrimas, pero más que eso, hubo disgusto.
Xie Lian dijo con frialdad: —No te alegres
demasiado pronto. No pienses que permitiré que
una criatura como tú permanezca en este mundo.
Una vez que haya borrado a YongAn del mapa,
iré por ti. ¡Es mejor que te prepares!
Bai Wuxiang abrió las manos y se encogió de
hombros.
—Te doy la bienvenida con los brazos abiertos.
Incluso si vienes con la intención de matarme,
286
todavía estaré aquí esperándote. Cuando te
hayas vuelto lo suficientemente fuerte como para
matarme, podrás sucederme. Sin embargo…
—La sonrisa debajo de la máscara parecía
haberse desvanecido—. ¿Destruirás a YongAn?
—¿Qué quieres decir? —Exigió Xie Lian.
—Podrías haber hecho tu movimiento en este
momento, entonces, ¿por qué elegiste hacerlo en
tres días? ¿Podría ser que estás dudando
cuando las están llegando a su fin? ¿Podría ser
que, incluso con tu reino caído y tu familia muerta,
aún no tienes el coraje de buscar venganza?
¿Seré testigo de otro de los fracasos de Dianxia?
La palabra fracaso estaba apuñalando sus
oídos. Xie Lian levantó su espada y se lanzó, pero
tropezó, cayendo al suelo.
Bai Wuxiang agarró su espada negra de
alguna manera y su tono suave anterior se había
vuelto condescendiente.
—¿Sabes cómo eres ahora? —Xie Lian agarró
la bota blanca como la nieve en su pecho, pero
no importaba lo fuerte que empujara, no se
movería ni una pulgada y permaneció firmemente
sujeto por ese pie, incapaz de levantarse. Bai
Wuxiang se inclinó ligeramente—. Eres como un
niño malhumorado. Aún no tienes la resolución.
—¡Quién dice que no! —Gritó Xie Lian
enojado.

287
—Entonces, ¿qué estás haciendo ahora?
—Preguntó Bai Wuxiang—. ¿Dónde está tu
maldición? ¿Dónde están todos tus muertos? Tu
padre y tu madre, tus soldados, tus ciudadanos,
¡cuán verdaderamente lamentable que un dios
así sea arrojado sobre ellos! ¡No podías
protegerlos mientras estaban vivos y no puedes
vengarlos incluso después de que murieron!
¡Basura inútil!
Empujó hacia abajo con el pie y los hilos de
sangre se derramaron instantáneamente sobre
los bordes de la máscara sonriente de Xie Lian;
brotando de su garganta.
Bai Wuxiang dejó caer la mano que agarraba la
espada y esa punta de jade negro se clavó en la
garganta de Xie Lian, atravesando ese grillete
maldito, despertando ciertos recuerdos dentro de
Xie Lian.
—¿Quieres que te ayude a recordar lo que se
siente ser atravesado por cien espadas?
El miedo abrumador hizo que Xie Lian dejara
de respirar, demasiado aterrorizado para
moverse. Y después de haberlo asustado, Bai
Wuxiang volvió a ser amable.
Retiró su bota y ayudó a Xie Lian, que estaba
congelado por el terror en el suelo a sentarse, lo
agarró de la barbilla y lo empujó a mirar en cierta
dirección: —Ven, mira. Así es como te ves
ahora…
288
Lo que hizo mirar a Xie Lian fue la estatua
divina profanada sobre el altar profanado.
—¿A quién tienes que agradecer por haberte
convertido en esto? —Preguntó Bai Wuxiang—.
¿Crees que soy yo?
Era como si el cerebro de Xie Lian fuera lavado
con fuerza por él nuevamente y nuevas cosas
fueran vertidas repetidamente, poniéndolo cada
vez más confundido, más y más dudoso. Incluso
se había olvidado de su ira y se preguntó
perplejo: —¿Cuál es tu objetivo? ¿Por qué te
aferras a mí?
—Te lo dije —respondió Bai Wuxiang—. He
venido para guiarte y educarte. La tercera cosa
que te estoy enseñando es esto: si no puedes
salvar a la gente común, destrúyela. ¡Solo
cuando los pises te venerarán!
Después de decir esas palabras, la cabeza de
Xie Lian palpitó repentinamente como si fuera a
explotar y se agarró la cabeza y gritó.
¡Eran esos espíritus resentidos!
Incontables espíritus resentidos chillaban y
aullaban dentro de su cerebro y la cabeza de Xie
Lian le dolía tanto que quería rodar por el suelo.
Bai Wuxiang, por otro lado, comenzó a reírse
junto a él y arrulló suavemente: —No pueden
esperar más. En tres días, si no desatas la
Enfermedad del Rostro Humano, si no puedes
darles un objetivo para maldecir, entonces te
289
convertirás en lo que ellos maldecirán. ¿Sabes en
qué te convertirás entonces?
Xie Lian podía sentir esa espada negra helada
una vez más metida en su mano y una voz
resonaba junto a sus oídos.
—Ya no tienes la opción de regresar.
Cuando ese dolor de cabeza palpitante se
desvaneció por fin, después de que Xie Lian bajó
las manos y abrió los ojos, solo quedaba él en el
desmoronado Palacio del Príncipe Heredero. El
otro hombre vestido de blanco que se parecía
exactamente a él había desaparecido hace
mucho tiempo.
Había pasado un tiempo desconocido y había
caído la noche. Estaba oscuro y carente de luz
dentro del Palacio del Príncipe Heredero. El
corazón de Xie Lian se agitó cuando se dio
cuenta de algo.
Un día del período de tres días ya había
pasado.
Justo en ese momento, en la oscuridad del
pasillo, parecía haber un toque de destello
blanco. Era una apariencia curiosa y Xie Lian se
volvió para mirar, pero cuando vio claramente
qué era ese toque de blanco, las pupilas debajo
de la máscara se encogieron.
Agarró esa cosa y preguntó: —¿Qué...? ¿Qué
está haciendo esta flor aquí?

290
Era una pequeña flor blanca fresca, tierna y
débil colocada sobre la mano izquierda de esa
estatua divina negra quemada con las
extremidades faltantes y el contraste la hacía
parecer particularmente pura como la nieve, pero
también particularmente sombría. Parecía que
esta estatua divina había aterrizado todas esas
heridas para proteger a esta pequeña flor.
Xie Lian tampoco sabía por qué ver esta
imagen lo enfurecía y gritó: —¡FANTASMA!
¡SAL!
Poco después, ese guerrero vestido de negro
que llevaba un sable apareció como se esperaba.
Todavía no había hablado antes de que Xie Lian
preguntara: —¿Qué pasa con esta flor? ¿Quién
hizo esto? ¿Tú hiciste esto?
Wu Ming inclinó levemente la cabeza y su
mirada se detuvo por un momento en la flor que
parecía aplastada por la asfixia en la mano de Xie
Lian antes de finalmente decir en voz baja: —No
fui yo.
—Entonces, ¿quién podría haberlo hecho?
—Exclamó Xie Lian.
—¿Por qué Dianxia se irrita tanto al ver esta
flor? —Preguntó Wu Ming.
La cara de Xie Lian se oscureció y arrojó esa
flor al suelo.
—Una broma como esta me repugna.

291
Sin embargo, Wu Ming dijo: —¿Por qué Dianxia
piensa que es una broma? Quizás, realmente hay
creyentes aquí que adoran a Dianxia.

292
Capítulo 195
Fantasma sin nombre que ofrece
una flor sin nombre (parte dos)

A
l escucharlo, Xie Lian sintió como si lo
hubieran abofeteado y se volvió hacia él.
—¿Te estás burlando de mí?
—No —respondió Wu Ming.
—¡Entonces no digas tonterías! ¿Cómo puede
haber tal cosa?
Después de una pausa, Wu Ming dijo: —No es
imposible.
—… —Xie Lian no pudo soportarlo más y
respondió—: Es suficiente. ¿Qué estás tratando
de decir? ¿No eras un soldado de XianLe? ¡No te
desperté del campo de batalla para escucharte
hablar por YongAn, solo tienes que prestar
atención a mi orden!
Esa flor en el suelo atravesó su corazón y
apuñaló sus ojos, haciéndolo sentir sucio de
repente. Xie Lian cargó hacia adelante y la
pisoteó, aplastándola como si estuviera
desahogando su furia. Sin embargo, después de

293
que terminó, se sintió desconcertado por sí
mismo. ¿Por qué debe arrojar un temperamento
tan grande contra una flor tan pequeña? Salió
corriendo del Templo del Príncipe Heredero. Fue
solo después de sentir la brisa fresca que
gradualmente se calmó.
Detrás de él, ese guerrero vestido de negro
también lo siguió y salió.
Xie Lian preguntó: —Has investigado esta
área. ¿Has encontrado algún lugar que parezca
inusual?
—No —respondió Wu Ming.
—¿Estás seguro? —Preguntó Xie Lian—, para
liberar la Enfermedad del Rostro Humano, no
puede haber nada malo con el tiempo, la fortuna
o la ubicación.
—Estoy seguro —respondió Wu Ming.
Xie Lian no tenía nada más que decir y miró
hacia el cielo.
Después de un momento de silencio, Wu Ming
preguntó: —Dianxia, ¿ha pensado en cómo
desatar la peste de los espíritus resentidos?
—Todavía estoy pensando —dijo Xie Lian.
Miró la espada negra que colgaba de su
cintura. Millones de espíritus resentidos estaban
sellados dentro de esta espada negra, pero solo
podía mantenerlos sellados durante poco tiempo.
En ese momento, Wu Ming habló: —Dianxia,
tengo una solicitud presuntuosa.
294
—Habla.
Los ojos detrás de la máscara de ese guerrero
vestido de negro lo miraban atentamente.
—Mi persona amada sufrió heridas graves en
esta guerra, sufriendo un destino peor que la
muerte. Solo podía mirar con los ojos abiertos
mientras sufría este tormento, luchando en
agonía.
—¿Y? —Dijo Xie Lian.
—Así que, espero ser yo quien empuñe la
espada en venganza.
Su razón era muy razonable, pero por alguna
razón a Xie Lian le resultaba difícil confiar en él.
Él entrecerró los ojos.
—Te encuentro bastante extraño. —Se dio la
vuelta y rodeó a Wu Ming mientras decía con
calma—: Basado en lo que he visto, no pareces
un vengador enredado en el resentimiento y el
odio. Te pregunto esto, ¿realmente puedes
desatar la Enfermedad del Rostro Humano?
Si bien él mismo podría haberlo dicho, ¿por
qué sino Wu Ming solicitaría desatar la
Enfermedad del Rostro Humano?
El guerrero sin nombre vestido de negro inclinó
su cabeza hacia él.
—Dianxia, deseo la muerte de la gente de
YongAn más que nadie. Además, desearía que
perezcan en mis manos. Si no me cree, puedo ir
a probarme ahora mismo.
295
—¿Cómo planeas probarte? —Preguntó Xie
Lian.
El guerrero vestido de negro puso su mano
sobre su sable y lentamente se apartó. En el
tercer paso hacia atrás, Xie Lian de repente se
dio cuenta de lo que planeaba hacer.
¡Iba a matar para demostrarle que tenía un
corazón vengativo!
—¡Alto! —Xie Lian llamó instantáneamente.
Wu Ming se detuvo.
Después de mirarlo críticamente, Xie Lian dijo
resueltamente: —No. Los desataré yo mismo.
—Ese guerrero vestido de negro inclinó la cabeza
y con la máscara puesta, era difícil saber cuál era
la expresión de su rostro. A Xie Lian tampoco le
importaba la reacción de nadie más y se dio la
vuelta, hablando suavemente—. Sin embargo,
antes de eso, tengo algo más que hacer. —Dijo
mientras levantaba esa espada negra como el
jade congelado y miraba fijamente la hoja
reluciente en su mano, una luz peculiar que
brillaba en sus ojos.
Ese guerrero vestido de negro notó que algo
estaba mal y exclamó: —Dianxia, ¿qué está
planeando?
¡Ni siquiera había tenido tiempo de detener a
Xie Lian antes de que, en el siguiente segundo,
Xie Lian girara la punta de la espada sobre sí

296
mismo y hundió esa espada negra en su propio
abdomen!

Al día siguiente, en las calles de la bahía Lang-


Er.
El clima no había sido excelente últimamente,
nublado y sombrío con ráfagas salvajes que a
veces soplaban repentinamente y blancas
nevadas caían sobre otros.
Hablando de eso, no había sido pacífico
últimamente sin importar el lugar y se había dicho
que incluso el palacio fue incendiado, el rey y el
príncipe heredero estaban enfermos hasta el
punto en que no podían otorgar audiencia a
nadie. Era un caos en todas partes, lleno de
siniestros signos y la gente no pudo evitar gruñir,
sintiéndose incómoda. Solo los niños ignorantes
continuaron jugando y corriendo sin preocuparse
del mundo.
Una ola de vientos sombríos pasó, cegando
los ojos. Y poco después, ¡hubo un enorme
estruendo.
¡BOOM!
Eso de repente sonó desde la intersección de
la calle. ¡La figura de un hombre había caído del
cielo!
297
La multitud en la calle se sorprendió por el
repentino ruido y todos miraron hacia el final de
la calle. En el suelo había un cráter con forma
humana formado por el choque y dentro del
agujero había una persona acostada
lánguidamente, con el pelo descompuesto y
desordenado, su cuerpo cubierto de sangre, tanto
que su túnica blanca parecía particularmente
horrible.
De repente, todos en la calle entera se
reunieron.
—¡¿QUIÉN?!
—Santos cielos, ¿de dónde cayó? ¿¿El
cielo??
—¿ESTÁ MUERTO?
—Yo, no lo creo, ¡creo que todavía se está
moviendo!
—¡¡No puedo creer que sobreviviera a una
caída así!! Espera, ¿qué es eso en su pecho?
¿UNA ESPADA?
Una vez que la multitud estuvo lo
suficientemente cerca, la gente finalmente vio
claramente la apariencia de esa persona.
Mientras estaba despeinado, su cara estaba
hermosamente limpia y blanca. Solo que sus ojos
miraban al cielo sin parpadear, a diferencia de los
vivos. Pero no se podía decir que estuviera
muerto ya que todavía respiraba y esa espada
negra que perforaba su abdomen, penetraba en
298
sus órganos, seguía subiendo y bajando
débilmente junto con su pecho.
En ese momento, otra persona exclamó
sorprendida: —Espera, no es esto... no es esto...
¡¿Eso, ese Taizi Dianxia?!
Ahora que lo mencionó, todos los demás
comenzaron a reconocerlo también.
—Realmente lo es. ¡Es ese príncipe heredero
del pasado, el Príncipe Heredero de XianLe! ¡Lo
he visto antes desde la distancia!
—¿No dijeron que desapareció el príncipe
heredero?
—Escuché que ascendió.
—¿Por qué está así... qué pasa con la
espada? ¿Fue realmente apuñalado? Que
miedo…
—Ya basta de esa mirada, déjenme pasar,
¿me dejarán pasar? ¡Tengo lugares para estar!
Este extremo de la calle era una intersección
con las carreteras que se dirigían en dos
direcciones separadas y como estaba bloqueado
por una multitud de personas, los carruajes que
vinieron después no podían pasar, por lo que
todos bajaron de sus vehículos para revisar las
cosas, causando bastante conmoción.
De repente, alguien gritó: —¡Espera! Parece...
¿decir algo?
La multitud se calmó y todos contuvieron la
respiración para escuchar atentamente, tratando
299
de escuchar cualquier voz. Un momento
después, nadie en los bordes exteriores escuchó
nada, así que gritaron: —¿Qué dijo él? ¿Qué es
lo que está pasando? ¿Dijo él algo?
Los que estaban en las primeras filas
respondieron: —¡No!
—Entonces, ¿qué dijo?
Él dijo: —Sálvame.
Xie Lian se tumbó en el suelo y, después de
pronunciar esas dos palabras, ningún otro sonido
escapó de sus labios. La gente que se agolpaba
a su alrededor mostraba diferentes expresiones,
con diferentes reacciones y diversos grados de
perplejidad.
Un hombre regordete que parecía ser cocinero
dijo: —¿Salvarlo? ¿Cómo lo salvamos?
Alguien adivinó: —¿Probablemente se refería
a ayudarle a sacar la espada?
Ese cocinero parecía bastante valiente y
estaba a punto de subir y darle una oportunidad
cuando varias manos lo detuvieron al instante.
—¡No lo hagas, absolutamente no!
Ese hombre estaba confundido.
—¿Por qué no?
Los espectadores explicaron: —¡No debes!
¿No has escuchado? ¿No perdió XianLe la
guerra? ¿Por qué perdieron la guerra? Debido a
esa Enfermedad del Rostro Humano. ¿Por qué

300
había Enfermedad del Rostro Humano? Porque
había un Dios de la Desgracia y eso es...
—¡¿Dios de la Desgracia?! ¿¿De Verdad??
En el momento en que salieron esas palabras,
nadie se atrevió a dar un paso imprudente por
más tiempo y todo alrededor de ese enorme pozo
con forma humana de repente se quedó vacío de
personas.
Después de todo, nadie sabía exactamente lo
que le había sucedido al Príncipe Heredero de la
dinastía anterior. ¿Era él un Dios de la
Desgracia? ¿Contraerían esa horrible
enfermedad si entraran en contacto con él? ¿O
se encontrarían en una desgracia total? Además,
parecía que incluso si no sacaban la espada, él
no moriría por el momento. Si podía caer de
donde sea que cayó a tal altura y estrellarse tan
fuerte sin morir, entonces estaba más allá de los
humanos.
Un momento después, alguien dijo
tímidamente: —Tal vez deberíamos informar esto
a las autoridades…
—¿No dijeron que esta Dianxia Real ascendió
y se convirtió en un dios? ¿De qué sirve informar
a las autoridades?
—Entonces, ¿qué debemos hacer?
La multitud parloteó y balbuceó, pero al final,
no pudieron llegar a una conclusión, por lo que
terminaron enviando a alguien para informar el
301
incidente. Cualquier otra cosa estaba fuera de
sus manos.
¿Quería quedarse allí? Entonces que solo se
acostara allí. Dejémoslo en paz.
Por lo tanto, Xie Lian descansaba así en ese
pozo con forma humana, observando cómo las
cabezas curiosas de las personas disminuían
gradualmente y desaparecían lentamente. Los
carruajes que estaban bloqueados se desviaron
a su alrededor y los niños que jugaban en las
calles fueron arrastrados de regreso a la casa por
sus padres. Todavía había una persona aquí y
allá que pasaba pero que estarían más lejos en
la distancia. Xie Lian permaneció inexpresivo en
todo momento, sin decir una palabra.
Había un pequeño vendedor de agua que no
podía soportar la vista y le susurró a su esposa
que estaba mirando el puesto: —¿Realmente
estaría bien dejarlo así? ¿Qué tal si le doy una
taza de agua?
La esposa de ese pequeño comerciante dudó
un momento y examinó sus alrededores,
susurrando: —No lo hagamos. Si realmente es un
Dios de la Desgracia, entonces nadie sabe qué
pasaría si te acercas demasiado.
Ese pequeño comerciante también dudaba,
miraba a su alrededor y un grupo de otros
comerciantes como él en sus puestos lo miraban,
sus expresiones nerviosas, como si se acercara,
302
todos trazarían sus líneas y se mantendrían lejos,
muy lejos. Al final, todavía no se atrevió a salir por
su cuenta y abandonó la idea.
Y así, Xie Lian se quedó así desde la fina
neblina de la mañana hasta el sol abrasador del
mediodía, luego hasta el anochecer y se quedó
allí hasta altas horas de la noche.
Entre ese momento, hubo muchas personas
que lo vieron, pero los que se acercaron fueron
muy pocos y ciertamente no había nadie que se
acercó para ayudar a sacar esa espada negra de
su abdomen.
En la noche profunda, no había un alma en las
calles, pero Xie Lian todavía estaba acostado en
el suelo, mirando los cielos de arriba y en la
noche oscura, las estrellas centelleaban, sus
pensamientos errantes y misteriosos.
De repente, una risa clara y crujiente sonó
desde arriba.
—Jajajaja... ¿qué estás haciendo?
Después de tantas visitas del dueño de esa
voz, Xie Lian ya no reaccionó tan violentamente
como antes. Y al no haber recibido su bienvenida
enojado y aterrado, el dueño de esa voz tomó la
iniciativa de acercarse y se paró junto a la cabeza
de Xie Lian, inclinándose y su voz incluso pareció
sonar un poco decepcionada.
—¿Qué estás esperando?

303
Esa máscara medio sonriente y medio llorando
estaba al revés y casualmente bloqueó toda su
visión. Se enfrentaron con solo unos pocos
metros entre sus caras y Xie Lian dijo fríamente:
—Sal de aquí, me estás bloqueando la vista y no
puedo mirar el cielo.
Aunque le dijeron que se fuera, Bai Wuxiang
no estaba molesto en lo más mínimo y se
enderezó riendo, sonando cada vez más afable
como un anciano que era tolerante con un niño
mimado.
—¿Qué tiene de bueno el cielo?
—Es más bonito que tú —Xie Lian respondió
bruscamente.
—¿Por qué tan mal genio? —Bai Wuxiang
preguntó—. No fui yo quien te apuñaló y no fui yo
quien te dejó aquí esta vez. Hiciste todo esto tú
mismo. Incluso si no ha obtenido los resultados
que esperabas, ¿todavía puedes culparme?
—No es asunto tuyo —dijo Xie Lian.
Bai Wuxiang se rió con simpatía.
—Niño tonto. ¿Creías que alguien vendría a
ayudar a sacar la espada?

304
Capítulo 196
El hombre en el abismo recibe un
sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte uno)

X
ie Lian reprendió con fuerza: —Sé que
nadie vendrá, pero no es asunto tuyo.
Bai Wuxiang preguntó lánguidamente:
—Entonces, ¿por qué hiciste un agujero para
recostarte? ¿Estás resentido con alguien? Nadie
llorará por ti en este momento.
Xie Lian respondió: —Estoy haciendo esto
porque quiero. No es asunto tuyo.
—Si alguien viene a ayudarte, ¿qué harás? Y
si nadie viene a ayudarte, ¿qué harás?
—… —Xie Lian comenzó a maldecir—: ¿POR
QUÉ ESTÁS TAN LLENO DE MIERDA? ¡VOY A
VOMITAR! ¡NO ES NINGÚN ASUNTO TUYO,
MALDITO, NINGUNO DE TUS MALDITOS
ASUNTOS!
Sus palabras se estaban volviendo cada vez
más vulgares y groseras, su tono cada vez más

305
agravado, pero por mucho que juró, solo sabía
pocas palabras.
Bai Wuxiang parecía estar muy divertido
mientras se reía a carcajadas, luego suspiró.
—Niño tonto. —Se dio la vuelta—. Igual de
bien. De cualquier manera, solo queda un día.
Dejar que luches tontamente un poco está bien.
De cualquier manera, nadie vendrá a darte una
sola taza de agua o te ayudará a sacar la espada
negra. Recuerda… —Bai Wuxiang le recordó
nuevamente—. Mañana al atardecer, si aún no
has desatado la Enfermedad del Rostro Humano,
la maldición caerá sobre ti.
Xie Lian escuchó en silencio, sin mover una
extremidad.

El tercer día, Xie Lian todavía estaba allí, en


ese profundo pozo con forma humana en el
medio de la intersección; ni siquiera su postura
había cambiado.
La multitud de hoy no era muy diferente a la
multitud del día anterior. Todos se desviaron lejos
de él, siguiendo su camino. Aunque el incidente
con un extraño hombre cayendo del cielo había
sido reportado a las autoridades, cuando la otra
parte escuchó que podría ser el Dios de la
306
Desgracia y que realmente no estaba causando
ningún problema, simplemente acostado allí
como un cadáver. No quisieron lidiar con ello y
acallaron el asunto con un vago: —
Observaremos por unos días. Quién sabe qué
pasaría en unos días.
Varios niños curiosos vinieron corriendo,
acuclillados al borde del pozo para mirar a este
hombre y levantaron una rama de árbol,
pinchándole en secreto, pero Xie Lian era como
un pez muerto sin ninguna reacción. Se
sorprendieron y quisieron arrojarle algo para ver
si eso provocaría algo, pero fueron descubiertos
por sus padres y fueron severamente instruidos
antes de ser castigados en casa.
El comerciante de agua del día anterior
también seguía mirando en su dirección. Xie Lian
no había tomado una sola gota de agua durante
un día y una noche y una capa de piel seca y
marchita se formó en sus labios. Ese pequeño
comerciante sintió pena y sirvió un tazón de agua,
parecía querer entregarlo, pero su esposa le dio
un codazo, haciéndole volcar el tazón, por lo que
tuvo que ceder.
Quién sabría si los cielos también querían
unirse a la diversión y después del mediodía, la
lluvia comenzó a caer del cielo.
Los vendedores en las calles empacaron
apresuradamente sus puestos y los peatones
307
también se gritaron el uno al otro para
apresurarse a casa y todos se fueron a toda prisa.
Después de un tiempo, la lluvia caía cada vez
más fuerte y la cara de Xie Lian estaba lavada,
pareciendo aún más pálida y todo su cuerpo
estaba empapado.
Silenciosamente, la sombra de un hombre
vestido de blanco apareció junto a Xie Lian.
Nadie más en la calle parecía haber notado
esta peculiar figura. Bai Wuxiang lo miró
condescendientemente.
—El sol está a punto de ponerse.
Xie Lian guardó silencio.
—No eres el Dios de la Desgracia, pero
preferirían creer que lo eres, no dispuestos a
creer que no lo eres —Bai Wuxiang dijo—: Érase
una vez que desafiaste los cielos y creaste lluvia
para YongAn, aún ahora ni siquiera te donarían
una taza de agua. Perforarte con cien espadas,
podría haberse hecho por la desesperación, pero
ahora, ni siquiera están dispuestos a hacer algo
simple como ayudarte a sacar una espada, todos
encontraron la tarea demasiado difícil. —Dijo
lastimosamente—: Te lo dije antes. Nadie vendrá
a ayudarte.
Había una voz que gritaba histéricamente en
el corazón de Xie Lian: Admítelo. Lo que dijo es
cierto. ¡No hay, no hay, no hay! Realmente no lo
hay. ¡No hay una sola persona!
308
Como si hubiera escuchado este grito
desesperado en el corazón de Xie Lian, Bai
Wuxiang parecía haber sonreído un poco,
extendió la mano y agarró la empuñadura de esa
espada negra.
—Pero está bien. No te ayudarán, pero yo te
ayudaré…
Luego, ejerció algo de fuerza, levantó la mano
y sacó esa espada negra del abdomen de Xie
Lian, arrojándola a un lado junto a Xie Lian con
un sonido metálico.
Poco después, ese toque de sombra de tela
blanca en la lluvia se rió ligeramente como si
hubiera tenido éxito, luego retrocedió, dejando a
Xie Lian a su suerte y desapareció.
Después de sacar esa espada negra, la herida
de Xie Lian quedó expuesta sin cobertura y al ser
golpeada por la lluvia, el dolor ya adormecido
comenzó a extenderse una vez más. Sin
embargo, esto era lo único que podía sentir
claramente en este momento.
Chapoteos, salpicaduras, el sonido de una
serie de pasos salvajes pisoteando el agua, como
si hubiera un peatón corriendo bajo la lluvia. Sin
embargo, Xie Lian no estaba secretamente
esperanzado como antes.
Se incorporó lentamente, pero
inesperadamente, justo cuando se levantaba, se
escuchó un fuerte grito.
309
—¡AH!
Y un hombre cayó pesadamente a su lado.
Ese hombre llevaba una gran cesta en la
espalda y llevaba un sombrero de bambú para
protegerse de la lluvia. Probablemente fue debido
a la lluvia torrencial que no había visto que había
alguien en el pozo en el camino y solo cuando se
acercó y Xie Lian se sentó de repente se dio
cuenta. Además, este hombre estaba corriendo
muy rápido y para detenerse con tanta fuerza,
esta caída fue bastante pesada. Cuando cayó y
se tumbó junto a ese pozo con forma humana,
instantáneamente comenzó a gritar en voz alta en
el acto
—¡¡¡QUÉ MIERDA!!!
Su sombrero de bambú se había volado, la
canasta en su espalda fue derribada, todo ese
arroz blanco derramado por todo el suelo. Ese
hombre se sentó en el suelo y gritó con
frustración, golpeando el suelo y el barro húmedo
y el arroz salpicaron la cara de Xie Lian.
El hombre estaba indignado, saltó tres pies en
el aire y señaló a Xie Lian directamente en la
cara—: ¡¿QUÉ DEMONIOS?! ESTE ANCESTRO
TRABAJÓ SU CULO PARA GANAR UN POCO
DE DINERO PARA COMPRAR UN POCO DE
ARROZ Y AHORA TODO SE HA PERDIDO ASÍ,
¿CUÁNTA MALA SUERTE ES ESTA?
¡PÁGAME AHORA! ¡NO TE SIENTES
310
FINGIENDO ESTAR MUERTO, PÁGAME
AHORA MISMO!
Xie Lian no se molestó en darle una mirada y
planeó ignorarlo. Sin embargo, ese hombre era
implacable y agarró a Xie Lian por el cuello.
—¿ESTÁS PIDIENDO TU MUERTE? Huh
¡ESTOY HABLANDO CONTIGO!
—Sí —Xie Lian respondió con frialdad.
Ese hombre chasqueó la lengua.
—BIEN, SI QUIERES MALDITAMENTE
MORIR, VETE A UN LADO Y MUERE
TRANQUILO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO
BLOQUEANDO EL CAMINO DE LA GENTE EN
EL MEDIO DE LA CALLE? ¡ASÍ NI SIQUIERA
PODRÁS MORIR EN PAZ, QUE FASTIDIO!
Xie Lian se dejó sacudir salvajemente por el
cuello, estoico e inexpresivo, extremadamente
entumecido.
Ser un ancestro. Maldecir todo lo que quieras.
Ya nada importaba, así que solo maldice como
quieras.
De cualquier manera, todo desaparecerá
pronto.
El sol está a punto de ponerse.
Ese hombre agarró al Xie Lian de madera,
presionando para que Xie Lian le devolviera el
pago y cuando Xie Lian no respondió, maldijo el
contenido de su corazón, pero aún no se calmó y
solo después de haber atosigado y empujado
311
durante mucho tiempo lo soltó. Levantó su
sombrero de bambú del suelo, se lo puso sobre
la cabeza y se alejó gruñendo. Xie Lian fue
arrojado de vuelta al hoyo con un ruido sordo y
gradualmente, comenzó a escuchar un ruido
clamoroso más fuerte que el sonido de la lluvia.
Era el chillido de millones de almas de los
muertos sellados dentro de la espada negra.
Junto con la puesta de sol poniéndose poco a
poco por el oeste, comenzaron a gritar y aullar
como locos dentro de la cabeza de Xie Lian,
vitoreando y regocijándose por la llegada de su
libertad y venganza.
Xie Lian levantó una mano y se cubrió la cara.
Justo cuando su otra mano estaba temblando
para agarrar esa espada negra en el suelo, de
repente notó algo extraño.
La lluvia parecía haberse detenido.
No.
La lluvia no paró. ¡Era algo que se colocó sobre
su cabeza, ayudándolo a bloquear esa lluvia
torrencial!
Xie Lian levantó la cabeza para mirar y vio a
alguien agachado delante de él, presionando el
sombrero de bambú que tenía sobre su cabeza
sobre la cabeza de Xie Lian.
¡… Era ese hombre el que lo estaba
maldiciendo en voz alta!

312
Miró al otro y el otro también le devolvió la
mirada.
—¿Por qué me miras así? ¿Qué, solo eran
unas maldiciones y realmente quieres morir?
—Escupió en el suelo mientras hablaba—.
¡Pareces tan miserable como si estuvieras
llorando por los muertos, qué mala suerte!
—…
Ese hombre era salvaje y agresivo antes.
Ahora parecía sentirse un poco culpable al
pensar en eso y después de quejarse, comenzó
a tratar de explicarse: —Muy bien, fue mi culpa
antes. Pero te merecías todo ese regaño. ¿Quién
te dijo que te volvieras loco? Además, ¿a quién
nunca le han maldecido antes?

Los ojos de Xie Lian estaban redondos y


saltones, incapaz de hablar.
Entonces, ese hombre se impacientó.
—Bien, bien, bien, bien, es mi mala suerte hoy,
no tienes que devolver ese arroz. ¿Por qué
sigues acostado aquí? Eres un hombre adulto, no
un niño, ¿estás esperando que tu mamá y tu papá
te recojan? Levántate, levántate, levántate,
levántate.
Instó mientras tiraba y tiraba, levantando a Xie
Lian y golpeándolo con fuerza dos veces en la
espalda.
—Levántate. ¡Vete a casa ahora!
313
Y así, Xie Lian fue sacado de este pozo con
forma humana y casi cayó al suelo por esas dos
palmadas, sintiéndose estupefacto. Cuando salió
de allí, ese hombre ya se había ido.
Lo que quedaba era solo ese sombrero de
bambú todavía en su cabeza, recordándole que
alguien lo había sacado, no era una alucinación.
Quién sabría cuánto tiempo había pasado y
Bai Wuxiang reapareció detrás de él.
Esta vez, no sonrió y su voz ya no era tan fácil
y despreocupada, sino más bien vagamente
disgustada y preocupada.
—¿Qué estás haciendo?
La lluvia seguía cayendo, pero Xie Lian llevaba
un sombrero de bambú que le había regalado
alguien, así que mientras su cuerpo ya estaba
empapado, al menos su cabeza y su cara ahora
estaban a salvo.
Pero, aun así, sus mejillas estaban húmedas.
Al ver que Xie Lian no estaba respondiendo,
Bai Wuxiang agregó oscuramente: —El sol está
a punto de ponerse. Toma tu espada, de lo
contrario ya sabes lo que sucederá.
Xie Lian no volvió la cabeza hacia atrás y solo
dijo suavemente: —Vete a la mierda.
—¿Qué dijiste? —La voz de Bai Wuxiang
tenía un rastro de escarcha.

314
Xie Lian se volvió hacia él y dijo con calma:
—¿No me escuchaste? Entonces lo diré de
nuevo.
De repente, su pierna voló violentamente,
pateando fuertemente, ¡enviando a Bai Wuxiang
a metros de distancia!
Su pie aterrizó, Xie Lian sostuvo su herida con
una mano mientras su otra señalaba la dirección
en la que Bai Wuxiang se había ido y usó su voz
más alta, dando todo lo que tenía que gritar.
—¡DIJE VETE A LA MIERDA! ¿Quién crees
que eres para atreverte a hablarme así? ¡YO
SOY TAIZI DIANXIA!
Sobre su rostro, dos líneas de lágrimas ya
caían de sus ojos.
Una persona.
Solo una.
De verdad.
¡Solo una persona fue suficiente!

315
316
Capítulo 197
El hombre en el abismo recibe un
sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte dos)

B
ai Wuxiang fue enviado volando por su
patada, pero él volteó en el aire y aterrizó
constantemente, gritando: —¡¿ESTÁS
LOCO?!
¡Estaba indignado!
Después de tanto tiempo, era la primera vez
que Xie Lian había sido testigo de una reacción
emocional tan intensa de esta criatura y eso lo
hizo sentirse extremadamente complacido.
Agarró la espada negra que estaba en el suelo y
cargó hacia adelante.
—¡No estoy loco, acabo de regresar!
Esa patada antes no fue anticipada, pero
ahora los siguientes ataques no serían tan
fáciles. Bai Wuxiang esquivó mientras gritaba
con frialdad: —¿Te has... olvidado? ¡Cómo te
dejaron tus padres, cómo te trató tu gente, cómo
te traicionaron tus fieles! ¡Solo por este hombre,
317
este banal e insignificante transeúnte! ¿Ahora
has olvidado todo?
—¡No lo he olvidado! Pero... —Xie Lian blandió
la espada y gritó con enojo y vigor—: ¡NO ES TU
MALDITO ASUNTO!
Bai Wuxiang agarró la punta de la espada, la
agarró con demasiada firmeza y la sangre goteó,
sus nudillos crujieron.
Lo estaba perdiendo un poco el control y
murmuró incrédulo: —¡Basura inútil, basura inútil!
¡Eres realmente basura inútil! ¡Habiendo llegado
tan lejos hasta este punto, puedes arrepentirte y
retroceder!
Xie Lian también estaba presionando la
espada, respondiendo con los dientes apretados:
—Me das asco. ¡Así que me niego a convertirme
en algo tan desagradable como tú!
—… —Bai Wuxiang parecía haberse calmado
un poco y recuperó el tono de voz que sonaba
como si todo estuviera bajo su control—. No
importa. Esta es solo tu última lucha frente a la
muerte. ¿Has olvidado lo que te dije? —Xie Lian
respiró hondo y Bai Wuxiang enunció cada
palabra—_ Las almas de los muertos del campo
de batalla fueron convocadas por usted. Ahora es
muy tarde. ¡No podrán ser detenidas!
En medio de la fuerte lluvia, esa espada negra
en la mano de Xie Lian emitió un agudo grito

318
resonante, apuñalándole las orejas y la cabeza
con dolor.
—¿Qué harás? —Bai Wuxiang preguntó—
¿Vale la pena? ¿Asumir la maldición de diez mil
vidas por esas personas?
Desde esa patada anterior, Xie Lian había
estado en un estado de sangre hirviendo por sus
venas y sangre corriendo hacia su cabeza; toda
la espada balanceándose y las palabras que
escupió salieron directamente del corazón sin
pensar en lo que debía hacerse o lo que venía
después. Ahora que había escuchado la pregunta
de Bai Wuxiang, tampoco sabía cómo responder.
—No verás lo que planeo hacer. ¡Antes de eso,
me libraré de ti!
Bai Wuxiang resopló fríamente.
—Qué arrogante.
Entonces, Xie Lian sintió que su cuerpo se
iluminaba y toda su persona fue enviada a volar.
Al instante estabilizó su mente para encontrar
su centro, pero antes de encontrar el equilibrio,
esa figura blanca brilló arriba y golpeó con fuerza.
Era como si Xie Lian se hubiera convertido en una
bola de hierro al ser fuertemente arrojado y
después de un fuerte golpe, se estrelló
profundamente contra el suelo.
Si se dijera que Xie Lian tenía una esperanza
de tres partes en su mente, de que tal vez si
escapara podría haber ganado, sin embargo,
319
después de este ataque, ahora estaba más que
despierto.
¡No podía ganar!
Muy fuerte; ¡para él, esta criatura era
abrumadoramente fuerte!
Xie Lian nunca había pensado que ningún
enemigo fuera abrumador y solo en esas pocas
ocasiones se enfrentó a Jun Wu cuando un
pensamiento tan raro apareció en su mente. Sin
embargo, aunque Jun Wu era realmente fuerte,
era un poder que estaba moderadamente
restringido, deliberado y cuidadoso; un opuesto
completo de Bai Wuxiang. En su fuerza, había
una crueldad invasora maliciosa y una intención
asesina llena de resentimiento.
Entonces, solo tomó un golpe antes de que Xie
Lian entendiera. Nunca podría ganar contra Bai
Wuxiang. Quizás solo Jun Wu podría ser un rival
para esta criatura.
¡Pero el él de ahora nunca podría hacer que su
voz llegara a Jun Wu!
Un pisotón violento y la bota blanca como la
nieve de Bai Wuxiang pisó el pecho de Xie Lian y
dijo escalofriantemente: —¡Desde el principio, fue
tu arrogancia y tus ingenuos sueños lo que causó
todo!
Xie Lian podía sentir sus órganos retorcerse y
retraerse del pisotón, el dolor insoportable, pero
aún contenía esa bocanada de sangre.
320
—No. ¡No fui yo!
—¿Huh? —Bai Wuxiang dijo
desagradablemente.
Xie Lian extendió la mano y se aferró
firmemente a esa bota, sus ojos más claros que
nunca, radiantes y brillantes.
—Eres tú quien trajo la Enfermedad del Rostro
Humano. ¡Eres tú quien causó todo!
—… —Bai Wuxiang resopló—. Quizás. Si
quieres pensar de esa manera. —Luego,
sonrió—. Pero debes entender que si no fuera por
tu arrogancia al desafiar los cielos, nunca habría
aparecido en este mundo. Nací por la voluntad
del cielo.
Las llamas en los ojos de Xie Lian no fueron
apagadas por la fuerte lluvia; por el contrario, era
cada vez más fuerte.
—¡Deja de pensar tan bien de ti mismo! No
necesito que me enseñes nada, puedo aprender
por mi cuenta. ¡Si representas la voluntad del
cielo, entonces algo como la voluntad del cielo
debería ser destruido!
Un trueno amortiguado rodó en el horizonte,
soplaron remolinos. La voz de Bai Wuxiang había
caído más profunda. Dijo suavemente: —Me
tomé el mayor cuidado en enseñarte, pero sigues
siendo obtuso y terco. Príncipe Heredero, he
perdido la paciencia. —Xie Lian tosió varias
veces y Bai Wuxiang continuó—: Sin embargo,
321
no hay diferencia. De cualquier manera, hace
tiempo que los despertó y ahora, solo se necesita
dar el último paso. Permíteme ayudarte con este
último paso.
Xie Lian se alarmó.
—¿Qué estás planeando?
Bai Wuxiang se inclinó y agarró la mano de Xie
Lian, ¡y metió esa espada negra en su mano,
obligándolo a agarrarla y alzándola al cielo!
Un rayo fulgurante cayó desde los cielos,
inyectándose en el corazón de la espada de la
espada negra y reflejó hacia atrás. Gruesas y
densas nubes sombrías comenzaron a agitarse y
un mar de nubes negras envolvió todo el cielo de
YongAn. Innumerables caras, brazos, piernas y
otras extremidades rodaban dentro de él, como si
el infierno se moviera al cielo.
Al mismo tiempo, el sol se había puesto.
Xie Lian yacía en el suelo, las nubes negras y
un cielo lleno de relámpagos y el trueno reflejado
en sus ojos. Bai Wuxiang lo arrojó y esa espada
negra también cayó al suelo con un ruido
metálico.
Era como si millones de caballos estuvieran
gritando y aullando desde las nubes, el mismo
desfile del apocalipsis y por todas las calles y
callejones, muchos se sobresaltaron y salieron a
ver lo que estaba pasando y todos parecían
confundidos.
322
—¿Qué está pasando?
—¿Qué pasa con todo el ruido?
—¿¿Qué demonios?? ¿Qué es eso en el
cielo? ¿ES ESO UNA CARA HUMANA?
—¡ES UN CAOS! ¡ES LA SEÑAL OMINOSA
DEL FIN DEL MUNDO!
Xie Lian estaba cubierto de lodo y mugre y él
tropezó mientras se arrastraba desde el suelo,
gritando: —¡VAYAN A CASA! ¡REGRESEN A
SUS CASAS! ¡NO SALGAN! ¡VAYAN A CASA,
CORRAN!
¡La Enfermedad del Rostro Humano estaba a
punto de desatarse una vez más!
Xie Lian agitaba fervientemente las manos
mientras Bai Wuxiang se paraba a un lado y se
reía suavemente. Xie Lian giró la cabeza y lo miró
furioso.
Bai Wuxiang se metió las manos en las mangas
y dijo con calma y facilidad: —¿Por qué estás tan
enojado? De cualquier manera, ya no puedes
retroceder, así que ¿por qué no simplemente
disfrutar de la dulzura de la venganza? Todo esto
fue hecho por tus manos, aprécialo de todo
corazón.
—¿Tú... realmente crees que no puedo hacer
nada al respecto? —Dijo Xie Lian.
—Si tienes un camino, entonces, ¿adelante?
—Dijo Bai Wuxiang.

323
Xie Lian contuvo el aliento, luego tomó esa
espada negra en el suelo y caminó hacia donde
estaba la multitud en la calle.
Todos lo reconocieron como el Príncipe
Heredero de la dinastía anterior que permaneció
en la calle durante dos días, un fantasma
despiadado, un dios impío, un humano inhumano
y todos retrocedieron con temor.
Xie Lian gritó: —TODOS USTEDES, ¡PAREN
DONDE ESTÁN!
Por alguna razón, mientras estaba cubierto de
lodo y mugre de pies a cabeza en ese momento,
había un aura extraña y todos realmente se
detuvieron.
—¿Ven esas cosas en el cielo? —Preguntó
Xie Lian. La multitud asintió inconscientemente.
Xie Lian continuó—: Esas cosas son los espíritus
resentidos que desencadenarán la Enfermedad
del Rostro Humano. ¡Muy pronto, la Enfermedad
del Rostro Humano volverá a estallar!
Ese mar negro de nubes era realmente
aterrador y sin necesidad de ser mucho más
convincente, la multitud le creyó y todos estaban
horrorizados.
—¿LA ENFERMEDAD DEL ROSTRO
HUMANO?
—¿POR QUÉ HA VENIDO DE NUEVO?
—PODRÍA SER REALMENTE…

324
Algunos estaban completamente perdidos,
algunos se daban la vuelta para huir, pero la
mayoría de ellos estaban parados donde estaban
inquietos, esperando que él dijera más. Sin
embargo, Xie Lian no tenía más que decir y solo
agarró la espada en su mano y la levantó hacia
adelante.
En el momento en que levantó esta
escalofriante arma, la multitud saltó y al instante
retrocedió unos metros con miedo, pero Xie Lian
gritó de nuevo: —¡TOMEN ESTO!
—… —La gente se quedó boquiabierta—.
¿Qué?
Bajo la lluvia, Xie Lian sostenía la espada en
alto y dijo sombríamente: —Mientras usen esta
espada para perforarme, la Enfermedad del
Rostro Humano no los afectará
—… —La sonrisa de Bai Wuxiang pareció
haberse desvanecido por un momento. Un breve
momento después, habló con una voz
relativamente tranquila—. Príncipe Heredero, ¿te
has vuelto loco?
La gente también estaba desconcertada.
—¿Qué... qué estás diciendo?
—¿Está loco?
—¿Tomar la espada y apuñalarlo? ¿De
verdad? ¿Qué está planeando?
La multitud balbuceaba y murmuraba y una
carcajada repentina vino de Bai Wuxiang.
325
—¿Has perdido la cabeza o no has tenido
suficiente del sabor de ser atravesado por cien
espadas? No, esta vez, me temo que tendrá que
ser la penetración de un millón de espadas. ¡Abre
los ojos y mira al cielo!
De repente dejó de reír y dijo señalando al
cielo: —¡Los espíritus resentidos han envuelto a
todo YongAn! Lo que significa que si quieres
salvar a la gente común tendrás que hacer que
todo YongAn te apuñale, ¡y no te volverás más
que un charco de carne en solo un día! ¿En qué
se diferencia un método tan tonto como este de
intentar desafiar los cielos y crear lluvia en ese
entonces? ¿Crees que puedes salvar a todos?
Xie Lian le dio la espalda.
—Si un día no es suficiente, que tome un mes;
si un mes no es suficiente, ¡dos meses, tres
meses! Si no puedo salvar diez mil, entonces
salvaré mil; ¡Si no puedo salvar mil, salvaré cien,
DIEZ, INCLUSO SI ES SOLO UNO!
Bai Wuxiang exclamó indignado: —¿POR
QUÉ?
Xie Lian levantó esa espada con ambas manos
y rugió en voz alta: —¡NO HAY RAZÓN O POR
QUÉ! ¡¡¡PORQUE YO QUIERO!!! INCLUSO SI
TE LO DIJERA... —Volvió la cabeza un poco
hacia atrás—. UNA BASURA INÚTIL COMO TÚ
NO ENTENDERÍA.

326
—… —El desdén condescendiente era
demasiado obvio y demasiado profundo y Bai
Wuxiang levantó la voz inconscientemente—. Tú,
¿cómo me llamaste?
Xie Lian dejó de preocuparse por él y se volvió
con calma hacia la multitud.
—Solo una puñalada y todo estará bien. No
moriré, todos ustedes lo han visto por ustedes
mismos en los últimos dos días. Sin embargo, a
todos solo se les permite un turno, sin perder el
tiempo y todos deben escucharme. Si alguien
intenta comenzar algo, le volaré la cabeza.
Confíen en mí, una de mis manos puede aplastar
cientos de tus cabezas.
Bai Wuxiang estaba incrédulo.
—¿Tú, la basura inútil que trajo la ruina a tu
reino, te atreves a llamarme basura inútil?
Nadie se atrevió a tomar la espada en la mano
de Xie Lian, pero nadie se atrevió a huir tampoco.
Después de haber sido ignorado, Bai Wuxiang
se estaba hundiendo cada vez más en la ira
oscura y dijo fríamente: —Muy bien. Entonces me
sentaré y veré cómo tu obstinación te arruina. Sin
embargo, no importa el final, lo has traído sobre
ti. Espero que al final no te desmorones y vengas
llorando a mí con pesar.
Después de avivar y empujar hacia adelante y
hacia atrás, las nubes negras en el cielo se
volvían cada vez más densas y se apretaban
327
más, como si fuera a colapsar y los gritos de
innumerables rostros humanos parecían estar
justo al lado de las orejas. Finalmente, había un
padre que estaba tan asustado que no pudo
soportarlo más y arrastró a un niño y tomó la
espada.
—Voy a intentarlo con mi Xiao Bao, eh…
La gente del lado todavía dudaba y cuando lo
vieron, exclamaron sorprendidos: —¿¿En verdad
vas a intentarlo??
Ese padre también dudó mucho, pero se forzó
a sí mismo y dijo audazmente: —Pero... ¡Pero en
realidad no parece que vaya a morir! Lo siento,
amigo, lo siento mucho. Mi Xiao Bao...
Él habló mientras levantaba la mano y cubría
los ojos del niño pequeño en sus brazos, dejando
que el niño agarrara la espada negra. Bai
Wuxiang no interfirió y solo se rió burlonamente a
un lado. Xie Lian apretó los puños ligeramente,
esperando que el dolor atacara en el siguiente
segundo, diciéndose a sí mismo en su cabeza:
Está bien. Ya me he lastimado demasiadas
veces, me acostumbraré a esto pronto.
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando
esa espada negra estaba a punto de penetrar su
intestino, alguien la golpeó profundamente.
Xie Lian no recibió el dolor insoportable que
anticipaba, pero en cambio hubo un fuerte y claro:
—¡NO PUEDES!
328
—…
Giró la cabeza para mirar. ¡El que derribó esa
espada negra fue en realidad ese pequeño
comerciante de agua!
Ese pequeño comerciante se mezcló entre la
multitud y parecía incapaz de soportarlo más y
salió.
—Digo, esto realmente no es un espectáculo
bonito. ¿Todos ustedes no ven la mancha en su
vientre? Todo sangriento. ¿Realmente no
morirá? Incluso si no muere, aún sangraría, ¿no?
Ese padre arrugó la cara miserablemente.
—Pero... pero…
La esposa de ese comerciante de agua le dio
un codazo en secreto otra vez en la multitud, pero
ese pequeño comerciante se volvió hacia ella y le
advirtió con un silencio: —¡Deja de codearme, si
tienes problemas, hablaremos más tarde!
—Luego se volvió—. Además, no sabemos si
realmente no contraeremos la enfermedad si lo
apuñalamos, así que ¿no apuñalamos a ciegas?
Ese padre señaló al cielo: —Pero, pronto…
Justo en ese momento, el niño pequeño en sus
brazos comenzó a llorar y ese pequeño
comerciante inmediatamente señaló: —¡Mira,
mira! ¡Hacer que tu hijo apuñale a la gente lo hace
llorar!
Efectivamente, ese pequeño niño lloró
profundamente y arrojó esa espada negra al
329
suelo. Probablemente tampoco sabía lo que
estaba pensando su padre, pero no obstante
estaba asustado. Por lo tanto, esto mató
cualquier idea que el padre tenía en mente y él
empujó hacia la multitud mientras sostenía a su
hijo. Hubo algunos que estaban listos para
intentarlo, pero cuando vieron que la primera
persona que dio un paso se echó atrás, no se
sintieron tan valientes y gritaron desde la
multitud: —¿No han oído lo que dijo? ¡La
Enfermedad del Rostro Humano está a punto de
descender sobre nosotros! ¡Es un Dios de la
Desgracia, él trajo esto sobre nuestras cabezas!
Sin embargo, ese pequeño comerciante
respondió: —Pero incluso si él es el Dios de la
Desgracia, ¿querría hacer esto voluntariamente?
Siguió hablando y comenzó a molestar a
algunas personas.
—SABES QUE ESTÁ DISPUESTO, ¿CUÁL ES
EL PROBLEMA? ¿QUIERES QUE TODOS
MURAMOS?
—Solo concéntrate en vender tu agua.
Estafando a la gente con regularidad, ¿qué haces
sobresaliendo ahora...?
La esposa de ese pequeño comerciante siguió
dándole codazos, pero cuando escuchó eso al
instante, gritó con la cara roja: —PURA MIERDA,
¿QUIÉN TIENE LA OSADIA? ¡VENGA DEL
INFIERNO Y DÍGALO A MI CARA!
330
La otra parte retrocedió instantáneamente.
Ese pequeño comerciante también se sonrojó,
pero poco después, se endureció y dijo: —¡DIGO!
Si él está dispuesto es asunto suyo, pero si
actuamos en consecuencia es nuestro asunto.
¡Esto es tomar una espada y apuñalar a la gente!
Si en los últimos dos días le hubiera dado agua o
algo así, tal vez podría haber intentado todo esto,
pero... ¡no lo hice! ¿Quién lo hizo? En cualquier
caso... ¡me sentiría avergonzado!

331
Capítulo 198
El hombre en el abismo recibe un
sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte tres)

E
n el momento en que lo dijo, todos se
callaron, porque realmente dio en el clavo.
En los últimos dos días, realmente no hubo
nadie que viniera a ayudar a Xie Lian. Este
comerciante de agua tenía al menos la mente
para ayudar, simplemente no lo logró, ¡pero los
otros ni siquiera se atrevieron a mirar en su
dirección!
Alguien se quejó.
—Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? Si
no podemos hacer esto, ¿por qué no se te ocurre
algo?
La multitud estaba a punto de volverse ruidosa
otra vez, algunos incluso tratando de empujarse
al frente y justo entonces, otra voz gritó
salvajemente: —¿QUIÉN ESTÁ HACIENDO
TODO ESTE TEATRO? ¡SI ALGUIEN QUIERE

332
ARREGLAR ESTO, ESTE ANCESTRO TIENE
UN CUCHILLO!
Cuando miraron, era ese cocinero regordete el
primero que quiso sacar la espada el primer día
que Xie Lian cayó del cielo.
Algo parecía haberlo provocado y él rugió:
—¡Ese pequeño amigo tiene razón! Si no fuera
por varias personas que me retuvieron ayer, ¡casi
habría sacado esa espada! Y ahora, ¿cómo es
que incluso antes de que me fuera, ustedes son
los que hacen más ruido? ¡PATÉTICO! ¿Crees
que eres digno? Bueno, ¡ciertamente no ves
pieles gruesas tan desvergonzadas todos los
días!
Ese cocinero era un hombre grande, su voz
alta y clara y estaba en el apogeo de su ira, con
un cuchillo de carnicero en la mano, como si
acabara de salir de la cocina. Los que se
quejaban más fuerte antes al instante no se
atrevieron a hacer más ruido. Hubo quienes no
sabían lo que había sucedido en los últimos días
y después de preguntar, todos se sorprendieron:
—¿De ninguna manera? ¿Ninguno de ustedes
subió a ayudar?
—Sí, ¿todos lo dejaron allí acostado por dos
días? ¿Ni siquiera lo ayudaron a sentarse ni
nada?
Cuanto más hablaban, más se avergonzaban
los demás y respondían: —No hables como si
333
hubieras subido a ayudar diciendo todas esas
cosas bonitas después del hecho. ¡No olviden
que cuando esas cosas horribles desciendan
más tarde, ninguno de nosotros se escapará!
—Je, entonces te diré que si estuviera allí,
¡definitivamente lo habría ayudado a sacar la
espada!
—Por supuesto, es fácil mover los labios
después de que todo haya terminado…
—¡ESPEREN! ¿Sobre qué están discutiendo?
¡Tirar de la espada no es el problema en este
momento!
Mientras discutían, ambos bandos eran
revoltosos y rebeldes, una pelea a punto de
ocurrir y la lluvia también se detuvo lentamente.
Sin embargo, esas nubes negras se estaban
volviendo más gruesas, la presión era tan densa
que sofocaba a los cientos de personas que
estaban debajo. De repente, hubo un grito que
explotó dentro de la multitud y muchos dedos
señalaron hacia el cielo.
—¡Viene!
La cabeza de Xie Lian también se alzó. Esos
rostros humanos rodando dentro de las nubes
negras de repente comenzaron a surgir y
rápidamente se hundieron como estrellas
fugaces negras arrastrando largas colas detrás
de ellos.

334
¡La Enfermedad del Rostro Humano se
acercaba!
La multitud quedó petrificada en estado de
pánico; algunos huyeron, otros fueron a
esconderse dentro de las casas y también hubo
algunos que fueron a buscar la espada negra.
Sin embargo, la espada negra que cayó al suelo
había desaparecido quién sabe cuándo y solo
encontraron un espacio vacío.
Xie Lian estaba demasiado conmocionado por
las reacciones de la gente antes y solo ahora se
dio cuenta y exclamó: —¿Dónde está la espada?
¿¿QUIEN LA TOMO??
Nadie tuvo tiempo de responder ya que todos
huían en todas las direcciones. Sin embargo,
¿cómo podrían ser más rápidos que los espíritus
resentidos que caían? ¡Pronto, a su alrededor
llegaron los lamentos y los gritos de los vivos y
los aullidos de los espíritus resentidos!
Después de que esos espíritus resentidos
habían alcanzado a los vivos, eran como un
humo negro y espeso, implacable y pegajoso,
que entraban por cada poro y se fundían
lentamente en sus cuerpos. Xie Lian luchó
arduamente tratando de expulsarlos, pero, por
desgracia, todavía había demasiados espíritus
resentidos y él solo no podía expulsarlos a todos.
Vio impotente como incontables ante él rugir y
aullar mientras los perseguían los fantasmas, ese
335
pequeño comerciante de agua y su esposa y ese
cocinero gordito también rodaba por el suelo
luchando con el enredo del humo negro y
mientras tanto, Bai Wuxiang estaba de pie cerca,
burlándose incesantemente, mirándolo todo.
Xie Lian estaba furioso y ansioso y calmando
su corazón, rugió al lugar que estaba más denso
con espíritus resentidos: —¡HEY! —Él era el
autor intelectual detrás de su despertar después
de todo y con esta llamada, esas criaturas
naturalmente lo notaron. Xie Lian abrió los
brazos—. ¡VENGAN A MÍ!
Los espíritus resentidos que ya enredaban a
los vivos dudaron, no decidieron si debían irse,
pero los espíritus resentidos que todavía estaban
en el aire cambiaron de rumbo instantáneamente
y fueron directamente hacia Xie Lian.
¡Éxito!
El corazón de Xie Lian latía tan rápido que iba
a detenerse. No sabía qué pasaría y tampoco
sabía qué sería de él. Pero, con toda la sangre
corriendo hacia su cabeza, iba a darlo todo.
Sintió que, incluso si era solo un esfuerzo por la
reivindicación y lo golpearan negro y azul, aún no
retrocedería; incluso si vinieran otros cientos de
miles de almas de los muertos, ¡todavía sería
invencible!
¿Quieres verme sentir pena por mí mismo y
autodestruirme?
336
¡BIEN, NO LO HARÉ!
¡¡¡YO NUNCA LO HARÉ!!!
Enjambres de marea negra que cubrían los
cielos hasta la tierra rodearon a Xie Lian y un
espíritu resentido gimió al pasar por su cuerpo.
En un instante, fue como si el corazón de Xie Lian
se hubiera congelado y su cuerpo se
estremeciera. Poco después, llegó un segundo,
luego un tercero…
Esas criaturas eran como espadas con auras
afiladas, que lo atravesaban, penetraban en su
cuerpo y, cada vez, le quitaban un poco del calor
que le quedaba y la cara de Xie Lian se volvía
más y más pálida. Sin embargo, se mantuvo
decidido y nunca retrocedió.
Solo habían sido unos cientos de ellos, solo se
había mantenido firme por un tiempo y habría
muchos más después. ¡Todo este cielo lleno de
nubes negras eran todos ellos!
Xie Lian cerró los ojos, preparándose para
enfrentarse a la furia llameante de todos los
espíritus resentidos con sus propios poderes. Sin
embargo, inesperadamente, el siguiente espíritu
resentido nunca llegó. Confundido, abrió los ojos
y para su sorpresa, ese enjambre de marea negra
que cubría los cielos de la tierra que lo rodeaba
había desaparecido.

337
¡Ya que todos se habían transformado en
corrientes negras y ondulantes y fueron
absorbidos en una dirección diferente!
Aturdido, Xie Lian volvió la cabeza para mirar.
Al final de la larga calle estaba un guerrero
vestido de negro y en su mano estaba esa larga
espada negra.
¿Wu Ming?
Xie Lian le había dado la orden de antemano
de que se fuera mientras Xie Lian activaba la
Enfermedad del Rostro Humano, entonces, ¿por
qué aparecería aquí en este lugar en este
momento?
Xie Lian no pudo entender qué estaba
pasando y qué estaba haciendo ese guerrero
vestido de negro aquí, pero después de estar
aturdido por un momento, inmediatamente se
precipitó corriendo hacia él mientras gritaba:
—¡ESPERA! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡NO
TOQUES ESO! ¡Devuélveme la espada!
Ese guerrero vestido de negro parecía haber
escuchado su voz y alzó la vista ligeramente. Xie
Lian no podía ver su rostro real y solo vio esa
máscara con una sonrisa dibujada. Sin embargo,
un sentimiento extraño vino a él.
Sintió que, debajo de la máscara de ese
guerrero vestido de negro, había una sonrisa de
verdad.

338
Sin embargo, ese sentimiento fue fugaz. Un
enorme torrente negro y la marea e gritos se
mezclaron para formar una tempestad y
convergieron allí, tragándose a ese guerrero
vestido de negro entero en un instante.
En ese momento, Xie Lian escuchó un grito
desgarrador y espeluznante que le heló la
sangre.
Parecía haber escuchado esta voz en algún
lugar antes. ¡Debió haber escuchado esta voz en
alguna parte antes!
Doloroso.
Tan doloroso como si sintiera la misma agonía;
tan doloroso que era un destino peor que la
muerte; tan doloroso que tanto su corazón como
su cuerpo iban a ser aplastados; tan doloroso que
cayó pesadamente al suelo de rodillas,
abrazándose la cabeza mientras gritaba también.
—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Esa explosión de dolor insoportable en su
corazón llegó repentinamente y se fue igualmente
rápido y después de un tiempo desconocido, el
silencio descendió lentamente sobre los
alrededores y Xie Lian también dejó caer
gradualmente las manos que abrazaban su
cabeza.
Ligeramente aturdido, levantó la vista y
examinó los alrededores y a su alrededor se
extendía un terreno cubierto de gente, la mayoría
339
de ellos inconscientes, pero todos los espíritus
resentidos que los enredaban habían
desaparecido.
Esta escena lo confundió. ¿Qué pasó con la
Enfermedad del Rostro Humano? ¿Qué pasó con
los espíritus resentidos? ¿Qué pasó con él
mismo?
Tampoco quedaba rastro de ese torrente
negro y lo único que quedaba donde estaba ese
fantasma sin nombre vestido de negro era una
espada negra que había caído al suelo. Y, al lado
de la punta de la hoja, había una delicada y
pequeña flor blanca.
Xie Lian se arrastró hasta ponerse de pie y se
acercó, recogiendo esa flor y espada.
Sintió su rostro, miró sus brazos y no sintió en
ningún lugar de su cuerpo que pareciera
diferente, como si hubiera estado bajo alguna
maldición poderosa. Justo cuando aún estaba
desconcertado, una voz repentina vino de detrás
de él y dijo suavemente: —Ah.
Xie Lian se volvió y Bai Wuxiang estaba de pie
detrás de él, con los brazos cruzados y metidos
en las mangas, sus amplias mangas ondeando al
viento.
Xie Lian aún no había procesado lo que había
sucedido, pero sintió una vaga sensación de
presentimiento.

340
341
Bai Wuxiang lo miró y comenzó a reírse. Esa
sensación de presentimiento se estaba haciendo
más fuerte y Xie Lian frunció el ceño.
—¿De qué te estás riendo?
Bai Wuxiang le preguntó en su lugar:
—¿Todavía no entiendes lo que sucedió?
—¿Qué? —Preguntó Xie Lian.
—¿Sabes quién es ese fantasma?
—Preguntó Bai Wuxiang.
—Ah, ¿un alma de los muertos del campo de
batalla? —Xie Lian intentó.
—Sí. —Bai Wuxiang respondió—. Pero al
mismo tiempo, también fue tu último creyente en
este mundo. Ahora ya no está.
¿… Creyente?
¿Realmente todavía tenía un creyente en este
mundo?
Fue un buen momento antes de que Xie Lian
pudiera expresar algunas palabras.
Dijo anonadado: —¿Qué… quieres decir con
ya no está?
Bai Wuxiang respondió lánguidamente: —Su
alma se ha dispersado.
Xie Lian estaba teniendo dificultades para
aceptarlo.
—¿Cómo se dispersó su alma?
—Porque fue maldecido en tu nombre. Las
almas de los muertos que has convocado lo han

342
devorado por completo, sin dejar ni una migaja
—dijo Bai Wuxiang.
—…
¿Las almas de los muertos que convocó?
¿Maldecido en su nombre?
Bai Wuxiang continuó: —Oh sí, es cierto.
Tampoco es la primera vez que lo vez.
Xie Lian lo miró aturdido. Bai Wuxiang parecía
divertirse.
—Este fantasma siempre te ha seguido. Al
principio solo pensé que poseía un resentimiento
bastante profundo, así que lo atrapé y lo
interrogué. Quién hubiera sabido que las
respuestas serían tan interesantes. El Festival
Zhongyuan, la noche de los faroles, un alma de
fuego fantasma errante. ¿Aún recuerdas?
Xie Lian murmuró: —¿El Festival Zhongyuan?
¿Noche de linternas? ¿Alma de fuego fantasma
errante?
Bai Wuxiang insinuó perezosamente: —Este
fantasma, en la vida, era un soldado bajo tu
mando. En la muerte, fue un alma de muertos
que te siguió. Él murió en la batalla por ti;
convertido en un fantasma vicioso porque te
atravesaron cien espadas; pero también gracias
a ti, su alma pereció por tu desencadenamiento
de la Enfermedad del Rostro Humano.
Xie Lian parecía recordar vagamente algo,
pero ni siquiera había visto la cara de este
343
creyente, ni siquiera sabía su nombre, entonces,
¿qué podía recordar realmente? ¿Cuánto podría
recordar realmente?
—Tal vez, realmente hay creyentes aquí que
adoran a Dianxia.
Si. Había.
¡Y él era su único!
Bai Wuxiang parecía haber dicho muchas
otras cosas, pero Xie Lian se perdió en un
aturdimiento, sin asimilar nada, hasta que
finalmente Bai Wuxiang dijo: —Un dios como tú
es realmente patético y ridículo. Y para ser tu
creyente, es aún más patético y ridículo hasta el
extremo.
—…
Cuando se estaba burlando de Xie Lian antes,
Xie Lian no tuvo reacción, pero cuando escuchó
a esta criatura comentar tan
condescendientemente sobre cómo su creyente
era patético y risible, fue como si Xie Lian fuera
sacudido por una espada punzante y una ira
incontrolable.
Cargó, pero fue capturado fácilmente y Bai
Wuxiang dijo fríamente: —No puedes ganar
contra mí de esta manera. ¿Cuántas veces debo
decirte antes de que veas la verdad?
Xie Lian no había querido ganar contra él en
primer lugar y no importaba si no podía ganar. Él
solo quería golpear esa cosa hasta la médula y
344
lloró enojado: —¡QUÉ SABES! ¡CÓMO TE
ATREVES A BURLARTE DE ÉL!
Bai Wuxiang respondió: —¿Por qué no me
atrevería a burlarme del seguidor de un fracaso?
Eres tonto y tu creyente es aún más tonto.
¡Escucha! Si deseas vencerme, entonces debes
obedecer mis enseñanzas. ¡De lo contrario,
nunca soñarás con ganar contra mí!
Xie Lian quería escupirle con todo lo que tenía,
pero incluso respirar era una dificultad. Bai
Wuxiang volteó su mano y la abrió y dentro de su
palma apareció otra máscara sonriente.
—¡Ahora, comencemos de nuevo!
Estaba presionando esta máscara sobre la
cara de Xie Lian cuando inesperadamente, justo
en ese momento, hubo un fuerte ruido.
En el horizonte, relámpagos y truenos rugieron
y una extraña luz salió disparada de las capas de
las nubes. Bai Wuxiang se alarmó y se detuvo en
su acción.
—¿Qué es esto? ¿Una calamidad celestial?
—Después de una pausa, lo descartó—. ¡No, no
es eso!
Eso no era todo.
Era una Calamidad Celestial, ¡pero eso no era
lo único!
La voz de un hombre resonó profundamente
en todo el cielo.

345
—Si él no puede ganar contra ti, ¿qué hay de
mí?
La cabeza de Xie Lian se alzó.
Desde quién sabe cuándo, un joven dios
marcial vestido con una armadura blanca y
rebosante de aura propicia apareció al final de la
larga calle por delante. Una delgada capa de luz
espiritual blanca envolvió su cuerpo y sostuvo
una espada en su mano mientras caminaba hacia
ellos paso a paso, abriendo un camino de luz en
este mundo sombrío y oscuro.
Xie Lian abrió mucho los ojos a pesar de sí
mismo.
¡Jun Wu!

Después de que la lluvia cesó y el cielo se


despejó, Xie Lian se sentó en la tierra quemada
jadeando ligeramente.
Jun Wu envainó su espada y se acercó.
—Xian Le. Bienvenido de nuevo a las filas.
Tenía una expresión cansada, restos de
sangre todavía en su rostro, que Bai Wuxiang
dejó allí. Aparte de eso, Jun Wu estaba cubierto
de innumerables lesiones grandes y pequeñas
por todas partes. No eran graves, pero las
heridas de Bai Wuxiang eran más graves, tanto
346
que su cuerpo fue destrozado, su forma dispersa,
dejando solo esa cara destrozada de llanto
sonriente.
Cuando lo escuchó decir, volver a las filas, Xie
Lian se sorprendió. Sintió su cuello y solo
entonces notó que el grillete maldito había
desaparecido.
Jun Wu sonrió: —Como era de esperar, no me
equivoqué. El tiempo que tardaste en regresar
fue más corto de lo que había imaginado.
Xie Lian procesó lentamente esta información
y luego mostró una pequeña sonrisa, pero la suya
fue amarga.
Después de recuperar el aliento, habló: —Mi
señor, quiero pedirle algo.
—Permitido —dijo Jun Wu.
—¿No vas a preguntar qué es? —Preguntó Xie
Lian.
—De cualquier manera, estarías pidiendo un
regalo al regresar a la Corte Celestial, así que sea
lo que sea, podría ser mi regalo para ti por tu
regreso a las filas.
Las comisuras de los labios de Xie Lian se
torcieron y se puso de pie, mirando a Jun Wu
directamente a los ojos y dijo con el mayor
respeto: —Entonces, rezo para que mi señor me
destierre al reino mortal una vez más.
Al escuchar esto, la sonrisa de Jun Wu se
desvaneció.
347
—¿Por qué?
Xie Lian se explicó sinceramente: —He
cometido un delito. La segunda ronda de la
Enfermedad del Rostro Humano fue desatada por
mí. Aunque las consecuencias no parezcan
demasiado serias.
Dado que solo un fantasma sin nombre había
desaparecido y tal vez en este mundo, no habría
nadie que se preocupara por este fantasma sin
nombre, así que al final, las consecuencias no
parecían serias.
Jun Wu dijo lentamente: —Si sabes que
estaba mal, entonces ya estás en lo correcto.
Sin embargo, Xie Lian negó con la cabeza.
—Solo saber no es suficiente. Si cometí un
error, debería ser yo quien acepte el castigo, pero
cometí el error y el que tomó el castigo por mí
fue… —Levantó la cabeza—. Entonces, como
castigo, oro que mi señor me conceda un grillete
maldito, no, dos grilletes malditos. Uno para sellar
mis poderes espirituales, otro para dispersar toda
mi suerte y fortuna.
Jun Wu frunció el ceño ligeramente.
—¿Dispersar toda tu suerte y fortuna?
Entonces, ¿no serás desafortunado hasta el
extremo y realmente te convertirás en el Dios de
la Desgracia?
En el pasado, a Xie Lian sin duda le importaría
mucho cuando lo llamaran Dios de la Desgracia
348
y estaba muy repelido por eso, pensando que era
una gran humillación.
Sin embargo, ya no se preocupaba por esas
cosas.
—Si voy a convertirme en un Dios de la
Desgracia, que así sea. Mientras sepa por mí
mismo que no soy uno.
Una vez que su fortuna se dispersara, fluiría
naturalmente a los menos afortunados, por lo que
sería una forma de expiación.
—Sería muy vergonzoso —le recordó Jun Wu.
—No importa. —Xie Lian dijo—. Y para ser
sincero, siento que... ya casi estoy
acostumbrado.
Aunque no era algo a lo que él quería
acostumbrarse, pero, una vez que se
acostumbró, realmente sintió que nada podía
dañarlo.
Jun Wu lo miró: —Xian Le, tienes que entender
que, sin poderes espirituales ya no serías un dios.
Xie Lian suspiró: —Mi señor, sé esto mejor que
nadie. —Después de una pausa, dijo, un poco
frustrado y un poco triste—: La gente dice que soy
un dios y que tengo poderes espirituales. Pero,
en verdad, no soy... el dios que ellos percibieron
que era y podría no ser tan invencible como lo
deseaban.
»¿Sería un dios un fracaso? Deseé proteger a
mi propia gente, pero dejé que sus cadáveres
349
extendieran por todo el campo de batalla; deseé
vengarlos, pero en el último minuto me detuve y
abandoné la idea. Bai Wuxiang no estaba
equivocado acerca de que yo fuera un fracaso. Si
ya no soy un dios, que así sea.
Jun Wu lo miró con atención y después de un
largo rato, dijo: —Xian Le ha crecido.
Esto debería haber sido algo que Xie Lian
escucharía de sus mayores.
Desafortunadamente, su padre y su madre no
tuvieron más oportunidades de decirlo.
Un momento después, Jun Wu dijo: —Dado
que es el camino que has elegido, entonces, muy
bien. Sin embargo, necesitaré una razón para
desterrarte al reino de los mortales.
No podía desterrar tan casualmente a un
Oficial Celestial como un juego de niños; ¿Por
qué tomarían a los cielos?
Con respecto a esto, Xie Lian tuvo una idea y
dijo: —Mi señor, ¿alguna vez hemos luchado con
todo lo que tenemos?
Jun Wu entendió al instante lo que quería decir
y sonrió.
—Xian Le, estoy herido.
—También estoy herido —dijo Xie Lian—, así
que estamos a mano.
Jun Wu asintió.
—Si ese es el caso, entonces no me
contendré.
350
Xie Lian sonrió, sus ojos brillaban con la
emoción de la perspectiva.
—Yo tampoco lo haré.

Taizi Dianxia fue desterrado nuevamente.


Después de la deslumbrante y grandiosa
segunda calamidad celestial, el Príncipe
Heredero de XianLe, feroz y truculento, regresó a
los cielos y antes de que acabara un tiempo de
incienso, el Emperador Marcial de los cielos lo
derribó una vez más. Ninguno de los Oficiales
Celestiales pudo entender qué estaba pensando
ese hombre.
Pero, Xie Lian tampoco pudo entender lo que
los otros Oficiales Celestiales estaban pensando.
¿Eran realmente tan curiosos? Mirándolo día
tras día, disfrazándose de mortales para
observarlo, disfrazándose de animales para
observarlo, ¡han sido días en que han estado
acosándolo! ¿Era realmente interesante ver a un
hombre adulto llevar ladrillos y barro?
Justo cuando todavía se lo preguntaba, el
capataz detrás de él gritó.

351
—¡NUEVO, USTED, SÍ A USTED LE HABLO!
¡REGRESE AL TRABAJO Y DEJE DE
PARECER PERDIDO!
Xie Lian se sentó apresuradamente y
respondió en voz alta.
—¡OH!
Luego, tomó un abanico de totora y comenzó
a avivar las llamas. Ante él había una pequeña
estufa apilada sobre varios ladrillos y sobre la
estufa había una olla grande de arroz
burbujeando mientras se cocinaba.
Este era un sitio de construcción donde
arrastró tierra y barro. Sin embargo, los ladrillos
ya se habían transportado. No muy lejos había
dos templos de nueva construcción y su tarea en
este momento era cocinar. Él guisaba y cocinaba
y justo cuando estaba trabajando muy duro,
llegaron dos carruajes que transportaban dos
estatuas divinas muy grandes. Xie Lian estaba
distraídamente arrojando lo que sea en la olla
mientras robaba miradas en el medio del trabajo.
Las dos estatuas divinas fueron llevadas a sus
respectivos templos. Dentro de la sala del templo
a la izquierda, llegaron vítores.
—¡El general Xuan Zhen es genial! ¡El general
Xuan Zhen es generoso y amable!
Xie Lian estaba sin palabras.
Usar generoso y amable para alabar a Mu
Qing, ¿esos devotos eran reales?
352
Pero, parecían tener muy buenas razones.
Después de todo, todos sabían que Mu Qing
ascendió porque limpió a todos los espíritus
obstinados y caprichosos restantes en la antigua
capital de XianLe, por lo que entenderlo como
generoso y amable no era irrazonable. En
cualquier caso, todos en la antigua capital de
XianLe estaban muy agradecidos con él.
Dentro del salón del templo a la derecha, los
vítores se negaron a ser aplanados y rugieron.
—¡El general Ju Yang es genial! ¡El general Ju
Yang es valiente y poderoso!
Xie Lian asintió con la cabeza. Esto no tenía
objeciones. Simplemente, ese elogio podría no
ser cierto cuando se enfrentaba con mujeres.
Los devotos de ambos lados gritaban con
todas sus fuerzas, haciendo todo lo posible para
ganar al otro, tanto que las orejas de Xie Lian le
dolían y él suspiró, frotándose la frente pensando,
¿por qué deben ser así?
Si se odiaran tanto, ¿no se resolvería el
problema no construyendo templos uno al lado
del otro?
La respuesta a eso fue: ¡por supuesto que no!
Porque, esta área era el dominio más bullicioso
con el mejor fengshui, por lo que los devotos de
esos dos Oficiales Celestiales nunca
abandonarían una tierra tan deliciosa solo para
evitarse mutuamente; por supuesto, tenían que
353
hacer todo lo posible para robarse los fieles y
fastidiarse unos a otros.
No pasó mucho tiempo antes de que los
devotos de ambos lados pasaran de gritar a
pelear.
Por este lado, Xie Lian sintió que el momento
era el correcto y comenzó a golpear las ollas,
gritando en voz alta.
—¡TODOS, DEJEN DE LUCHAR! ¡VENGAN A
COMER!
Estaban en el punto álgido de su pelea, ¿quién
tenía tiempo de preocuparse por él? Xie Lian
sacudió la cabeza y abrió la tapa de la olla y la
fragancia flotó por diez millas. Ahora que lo había
hecho. La pelea se detuvo al instante y todos
comenzaron a aullar.
—¿QUÉ MIERDA...? ¿QUÉ ES LO QUE
HUELE?
—¿QUIEN ESTÁ COCINANDO MIERDA?
—¡¿Y ES UNA MIERDA QUE HUELE COMO
A OLLA QUEMADA?!
Xie Lian respondió: —¡QUÉ! Esta es una
receta real escondida y atesorada…
El capataz se dio la vuelta con la mano
cubriéndose la nariz, su cara se puso verde y
exclamó, poniéndose de pie: —¿QUÉ MALDITA
OCULTA RECETA ATESORADA? ¡¿QUÉ
REAL?! ¿TÚ? ¡VETE AL INFIERNO DE AQUÍ!
¡NO DISGUSTES A LA GENTE!
354
Xie Lian cedió.
—Muy bien, bien, me iré. Pero, ¿podrías
darme mi paga primero…?
El capataz exclamó enojado: —¡¿INCLUSO
TE ATREVES A PEDIR PAGA?! ¿Por qué no me
lo dices tú? HUH! ¡TÚ! ¡Desde que llegaste!
¿CUANTO HE PERDIDO EN DAÑOS? Huh
Cuando llueve, los rayos caen en nada, ¡pero
vienen solo para ti! Casas incendiadas ¡TRES
VECES! ¡Y SE DERRUMARON TRES VECES
TAMBIÉN! ¡Eres como un Dios de la Desgracia!
¡Y TE ATREVES A PEDIRME PAGO! ¡FUERA
DE AQUÍ! ¡VUELVE DE NUEVO Y TE
GOLPEARÉ!
—Bueno, no puedes decirlo así. —Xie Lian
dijo—. Ya dijiste que todas esas cosas venían
especialmente a mí, pero no le pasa nada a nadie
más, así que digo que solo quieres escapar de tu
deuda. —Antes de que terminara, el capataz y
todos los demás compañeros de trabajo ya no
podían quitar el olor de la olla y todos huyeron,
dejando a Xie Lian atrás—. ¡ESPEREN! —Gritó
Xie Lian.
Miró a su alrededor y las dos partes que
estaban luchando también fueron expulsadas por
el hedor.
Xie Lian se quedó sin palabras y murmuró para
sí mismo: —Si no iban a comerlo, ¿por qué me

355
hicieron cocinar una olla tan grande? No
desperdicies solo porque tienes el dinero.
Sacudiendo la cabeza, Xie Lian lo contempló,
luego sirvió dos grandes cuencos de arroz, uno
ofrecido dentro del Templo de Ju Yang, el otro
dentro del Templo de Xuan Zhen.
Finalmente, sintiendo que todo cumplía su
propósito, cerró las manos, completamente
satisfecho.
Regresó afuera para empacar sus cosas,
enrolló la estera de paja en el suelo muy en serio
y la ató con la espada antes de cargar ambas en
su espalda.
La banda de seda blanca envuelta alrededor de
su muñeca acarició secretamente y Xie Lian le
dio unas palmaditas, enderezando el sombrero
de bambú en su cabeza.
—Bien. No me pagues. Iré a actuar en las
calles.
Después de todo, todavía tenía un truco de
especialidad: ¡romper rocas en el pecho!
Mientras caminaba por el sendero, Xie Lian
notó de repente que había una delicada y
pequeña flor roja al costado del camino, bastante
preciosa y se agachó, tocando suavemente sus
pétalos.
Sintiéndose bastante alegre, le dijo: —Espero
que nos veamos de nuevo.

356
Incluso después de haberse perdido a la
distancia, esa pequeña flor roja todavía se
balanceaba en el viento.

357
358
Fin del volumen IV

359
Sobre el autor

Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜


臭) es una autora china de
edad desconocida, aunque se
asegura que aún es joven. Es
conocida por sus novelas
danmei (el equivalente chino
del género Yaoi), y es una de
las autoras más exitosas del
género, con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de
Autosalvación del Villano Escoria): Comúnmente
conocido por los fanáticos occidentales como
Villano Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la
Cultivación Demoníaca / Fundador del
Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Oficial
Celestial)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso
para el dios de la muerte)

360
361
La traducción fue hecha por fans, dedicada a
los fans, sin el propósito de ganar dinero por
medio de dicho libro.
Esta traducción no es oficial.
Si este libro llega a tus manos, te pedimos
que apoyes al autor, ya sea comprando sus
libros, compartiendo sus obras, o siguiéndolo
por redes sociales.
No re-subir a ninguna plataforma.

Traducción al inglés por ★suika


@yummysuika/twitter y ★ryuu
@RyuuseiKuma/twitter
Traducción al español por AlekMma

POR FAVOR, APOYA AL AUTOR


http://www.jjwxc.net/onebook.php?novelid=3200611
Tiān Guān Cì Fú
Mò Xiāng Tóng Xiù
Sinopsis

Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe


Heredero del reino de XianLe; uno que fue amado por
sus ciudadanos y recibió el amor del mundo. Como era
de esperar, ascendió a los cielos a una edad muy
temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie Lian
asciende a los cielos por tercera vez como el
hazmerreír de los tres reinos. En su primera tarea como
dios, se encuentra con un misterioso fantasma
demoníaco que gobierna el purgatorio y aterroriza a los
cielos... pero sin que Xie Lian lo sepa, este Rey
Fantasma le ha estado prestando atención hace mucho,
mucho tiempo.

Otros nombres: Heaven Official’s Blessing, La


Bendición del Oficial Celestial.
Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2017.
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama,
Misterio, Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.
volumen cinco
LA BENDICIÓN DEL OFICIAL CELESTIAL
ARCO DEL RETORNO DE LA ENFERMEDAD DEL
ROSTRO HUMANO
Capítulo 199
Dominar el cielo y la tierra; el ser divino
atraviesa el horno (parte uno)

X ie Lian yacía en ese suelo frío, su rostro


aún cubierto con esa máscara medio
sonriente, medio llorosa y Bai Wuxiang estaba a
su lado, parecía admirar esta apariencia que se
parecía exactamente a la suya.
Esa máscara sonriente que lloraba estaba
presionada con fuerza contra la cara de Xie Lian
con algún tipo de fuerza peculiar y no podía
quitársela sin importar cómo lo intentara.
—Solo quédate así. —Dijo Bai Wuxiang—.
Deja de malgastar tu fuerza en luchas sin sentido.
¿Quieres dejar este lugar? Mientras sigas mis
instrucciones, puedes salir fácilmente del Horno.
Xie Lian fingió que no existía.

7
Bai Wuxiang siempre se estaba burlando de
Xie Lian y no se rindió. Él suspiró: —Podríamos
habernos convertido en el maestro y discípulo
más fuertes y en los mejores de los amigos, ¿por
qué debes ser tan rebelde?
Xie Lian finalmente dejó de hacer lo que
estaba haciendo y respondió con disgusto:
—Deja de usar ese tono, como si hubieras
pasado por todas las vicisitudes de la vida y
hubieses visto el corazón de los hombres.
Realmente no quiero tener un maestro y un
amigo como tú.
Su repulsión era innegablemente obvia y Bai
Wuxiang se burló: —Sé que, en tu corazón, los
únicos que pueden guiarte son el Guoshi
Principal y Jun Wu, ¿estoy en lo cierto?
Su tono era extraño, lleno de desdén y ridículo.
A Xie Lian no tenía la intención de enredarse con
ese tema y decidió preguntar algo más: —Lang
Ying, ¿fue el primer Príncipe Heredero de
YongAn?
Lang Ying era de YongAn, había contraído la
Enfermedad del Rostro Humano y ese pequeño
príncipe heredero era el único en el que Xie Lian
podía pensar quien podría ser una posibilidad.
8
—Correcto. —Respondió Bai Wuxiang—. Él
era el príncipe heredero que noqueaste y
abandonaste en el Palacio de YongAn y que
luego prendiste fuego después de haber cortado
el cadáver de Lang Ying en millones de piezas.
Ese príncipe heredero de YongAn era el único
sobrino de Lang Ying, por lo que probablemente
fue entonces cuando los restos de esa
Enfermedad del Rostro Humano lo infectaron.
Xie Lian luego preguntó: —¿Por qué su
enfermedad no afectó a nadie más?
—Porque la gente en el Palacio de YongAn
descubrió que se había infectado. —Respondió
Bai Wuxiang—. Para no afectar a nadie más, se
dio la orden de sofocarlo con una manta en
secreto, pero él luchó y peleó, luego huyó.
Y luego YongAn anunció al mundo exterior
que tanto el rey de YongAn como el príncipe
heredero fallecieron por enfermedad. A través de
cualquier conflicto interno, otro de los sobrinos
de Lang Ying se estableció como el príncipe
heredero y ese fue el ancestro de Lang Qian Qiu.
—¿Cómo lograste engañarlo? —Preguntó
Xie Lian.

9
—No lo engañé —respondió Bai Wuxiang—.
Solo le dije la verdad, quién era el criminal
responsable de que se convirtiera en un
monstruo. Mientras me prestara un poco de él,
ayudaría a vengarlo.
—¿Llamas a eso un poco? —Xie Lian estaba
incrédulo—. ¡Te lo tragaste todo como si fuera
nutrientes!
Bai Wuxiang respondió en voz baja: —Con su
apariencia, ni hombre ni fantasma, nadie lo
trataría con sinceridad, por lo que permanecer en
este mundo era sufrimiento en sí mismo.
De repente, Xie Lian dijo: —¿Taizi Dianxia?1
En ese instante, Xie Lian se dio cuenta, esa
criatura probablemente quería responder a esa
dirección, pero se contuvo.
Por lo tanto, Xie Lian intentó de nuevo: —Tú.
Eres el Príncipe Heredero de WuYong, ¿verdad?
Una vez que las palabras salieron de sus
labios, pudo sentir el calor sofocante dentro del
Horno que se había solidificado.

1
[太子 殿下] que se traduce como: [Su Alteza Real el Príncipe Heredero] Título
otorgado al heredero legítimo, el príncipe heredero del emperador.
[Tàizǐ] literalmente significa [Hijo Supremo] era el título del príncipe heredero de la
China Imperial.
10
En el momento en que Xie Lian cayó, había
estado considerando esta pregunta.
La razón por la que pudo entender el lenguaje
que escuchó de las bocas de esas ratas come
cadáveres debía ser porque entre Jun Wu, el
Guoshi Principal y Bai Wuxiang, alguien le
había trasplantado una parte de sus recuerdos y
sentimientos. Lo que también significaba que,
entre los tres, al menos uno era de WuYong. Jun
Wu nació más tarde que la caída del reino de
WuYong, por lo que el Guoshi Principal y Bai
Wuxiang eran los más sospechosos.
¿Por qué se rechazó a Hua Cheng del Horno?
No era porque fuera un supremo, porque Xie
Lian había confirmado con él que incluso los
Reyes Fantasmas que se habían convertido en
supremos podrían volver a entrar en el Horno, de
la misma manera que un Oficial Celestial podría
pasar por otra Calamidad Celestial después de la
ascensión. Sin embargo, aún así desapareció a
medio camino. ¡La explicación más directa que
Xie Lian pudo pensar fue que este Horno
obedeció la orden de Bai Wuxiang!
Entonces, ¿cuál era la identidad de Bai
Wuxiang más probable?
11
Un momento después, hubo un silencio mortal
en la oscuridad y Xie Lian repitió con certeza:
—Eres el Príncipe Heredero de WuYong.
Finalmente, Bai Wuxiang ya no estaba en
silencio.
Se lanzó hacia Xie Lian, con las palmadas
fuertes y afiladas y esta vez, fue el turno de Xie
Lian para esquivar. Se levantó de un salto y
preguntó mientras esquivaba: —Dianxia, tengo
una pregunta para usted. ¿Cómo es que nunca le
muestras tu verdadera cara a nadie?
—Dianxia —dijo Bai Wuxiang
sombríamente—, te advierto que no te dirijas a
mí con ese título.
—Me llamas Dianxia, entonces, ¿por qué no
puedo dirigirme a ti de la misma manera?
—Reprendió Xie Lian—. No responderás, así
que tendré que adivinar. Solo hay dos razones
por las que no quieres que nadie vea tu verdadera
cara. O eres alguien que conozco, o alguien que
no conozco, pero una vez que vea tu rostro real,
fácilmente podría descubrir quién eres; o bien, tu
verdadera apariencia es extremadamente fea,
¡tan fea que no puedes soportarlo tú mismo! Al
igual que…
12
Dos zumbidos más tarde, un dolor agudo le
subió por el brazo y fue Bai Wuxiang quien lo
agarró por la fuerza.
—Mi querido príncipe heredero, ¿es porque he
sido un poco demasiado amigable que sentiste
que ya no necesitas temerme?
Esta voz rebosaba de escarcha y mientras
sufría, Xie Lian aún se aferraba a su conciencia.
Bai Wuxiang parecía estar realmente enojado y
él tomó esa espada negra, forzándola hacia Xie
Lian.
—¿El nombre que le diste a esta espada es
Fang Xin?
Observando con ojos sin pestañear cómo esa
espada escalofriante se acercaba más y más a su
propia garganta, la expresión de Xie Lian
permaneció sin cambios.
—¿Es eso un problema?
—No sabes cómo dar nombres —dijo Bai
Wuxiang—. Escucha bien, el nombre original de
esta espada es Zhu Xin.2
De repente, Xie Lian abrió mucho los ojos.
—¡¿Quién está allí?!

2
[芳心] Fang Xin, significa Afecto de una mujer joven; [誅 心] Zhu Xin, significa
Intento de ejecución o Corazón ejecutado.
13
Sin embargo, Bai Wuxiang no se molestó en
mirar hacia atrás.
—¿Quieres usar trucos infantiles para pelear
conmigo?
Xie Lian estaba perplejo.
—¿Tú... no te diste cuenta?
—No hay nada —dijo Bai Wuxiang
fríamente—, entonces, ¿qué hay para notar?
No se dio cuenta, pero Xie Lian sí lo hizo.
Anteriormente, la espada de Fang Xin
reflejaba la luz del fuego en el suelo y esa luz del
fuego pasó más allá del muro de piedra sobre
ellos. Fue en ese instante que Xie Lian vio una
cara.
Xie Lian podría jurar que no se equivocó en lo
que vio. ¡Definitivamente vio un rostro humano,
un gigantesco rostro humano!
El cultivo de Bai Wuxiang solo podría ser más
fuerte que el de Xie Lian, entonces, ¿cómo
podría no darse cuenta?
A menos que... ¡fuera algo más aterrador que
Bai Wuxiang!
El tiempo que tardó en mirar esa cara fue
demasiado corto, pero la visión permaneció en
su memoria; esa cara tenía las cinco
14
características, y... parecía familiar. Xie Lian
sintió un ligero escalofrío en la espalda.
—¡Hay algo más dentro de este Horno!
Sin embargo, Bai Wuxiang respondió:
—Aparte de ti y de mí dentro del Horno, solo hay
rocas y lava.
Xie Lian estaba a punto de decir más cuando
de repente, pensó para sí mismo: —Espera...
¿Rocas? ¿Cara? ¿Familiar?
Las luces se encendieron y cayó sobre él y Xie
Lian descubrió qué era lo que veía.
¡Así que era eso!
Una vez que lo supo, las manos de Xie Lian
comenzaron a formar sellos rápidamente a sus
espaldas.
Bai Wuxiang notó su movimiento y dijo: —No
tiene sentido, incluso si tú...
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
terminara, un gran crujido vino desde atrás y por
encima de ellos. Al mismo tiempo, ¡rocas y
tierra cayeron como una tormenta!
Bai Wuxiang sintió que algo venía por él y
rápidamente se alejó para esquivar el ataque.
Ciertamente parpadeó lo suficientemente rápido,
nadie podría ser más rápido que él y debería
15
haberlo esquivado perfectamente. Solo que,
desafortunadamente, lo que lo atacó fue
demasiado gigantesco.
Era una mano gigante, sus dedos se apretaron
en un puño y se derrumbó fuertemente, ¡justo
sobre Bai Wuxiang!
Esta mano era una mano gigante hecha de
piedra.
Realmente era demasiado grande; un solo
puño podría rivalizar con una mansión y la luz
del fuego en el suelo solo podía iluminar esta
parte. Todo sobre la muñeca todavía estaba
oculto en la oscuridad.
En medio del crujido de las rocas, giró sobre
su mano y abrió la palma hacia Xie Lian.
Aunque gigantesca, sus dedos eran largos y
delgados, las articulaciones exquisitas y
delicadas, capaces de sostener flores y empuñar
espadas. Xie Lian agarró la espada, tropezó
mientras se arrastraba desde el suelo y saltó al
corazón de esa palma. Justo cuando esa mano
estaba a punto de levantarlo, Xie Lian de repente
recordó que olvidó algo y gritó
apresuradamente.

16
—¡Espera! —Luego bajó para agarrar su
sombrero de bambú antes de volver a saltar.
Entonces, esa mano gigante se levantó,
alejándose cada vez más de la luz del fuego. Xie
Lian también podía sentir que iban más y más
alto y sus manos comenzaron a formar sellos una
vez más—. ¡Vamos!
Con esa orden, pudo sentir una ligera
sensación de caída, como si el gigante que lo
sostenía hubiera doblado las rodillas y se
estuviera preparando. Al segundo siguiente,
sintió que todo su cuerpo se hundía de repente;
¡Ese gigante cargó hacia el cielo y fue directo a
estrellarse contra esa boca sellada del volcán del
Horno!
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Junto con violentos temblores, Xie Lian
escuchó el sonido extremadamente obvio de un
crujido.
¡Ese era el sonido de rocas de piedra incapaces
de soportar un choque tan violento y estaban a
punto de romperse!
Poco después, una cadena de luz blanca se
filtró desde arriba.
¡Había escapado!
17
La parte superior sellada del Horno se abrió
paso y una inmensa luz blanca cegadora se filtró
a medida que los torbellinos se retorcían,
chillaban y aullaban.
Xie Lian estaba de pie en la palma de ese
gigante, con una mano presionando el sombrero
de bambú en su cabeza mientras otra bloqueaba
la tormenta de nieve que le llegaba a la cara. El
sofocante aire caliente fue barrido por completo
y Xie Lian inhaló profundamente una bocanada
de aire helado y fresco antes de gritar: —¡San
Lang…!
Su primera sílaba todavía resonaba cuando, en
un instante, un par de manos lo abrazaron por
detrás. Xie Lian se puso rígido al principio y
miró hacia abajo, pero cuando vio que lo que
rodeaba su cintura eran mangas rojas y
brazaletes plateados, se relajó.
Una voz profunda y triste llegó por encima de
sus oídos.
—¡Me estaba volviendo loco!
Al escuchar esto, Xie Lian se dio la vuelta
apresuradamente, ahuecó esas mejillas con las
manos y dijo: —¡No te vuelvas loco, no te
vuelvas loco, ya he salido!
18
Era Hua Cheng.
El cabello negro de Hua Cheng estaba
despeinado, sus ojos un poco perdidos. Esa
máscara sonriente y llorosa que Xie Lian no
pudo quitar, sin importar cuánto lo intentó, fue
fácilmente arrancada por él y arrojada. Xie Lian
no sabía por qué estaba usando sus manos para
ahuecar las mejillas de Hua Cheng, pero lo hizo
inconscientemente, probablemente para poder
consolarlo, pero también porque Xie Lian tenía
miedo de que la tormenta de nieve congelara la
cara de Hua Cheng. Después de todo, el tiempo
que Xie Lian se quedó dentro del Horno debió
ser también el mismo tiempo que Hua Cheng se
quedó cuidando la boca del volcán.
Entraron juntos perfectamente bien, pero uno
fue arrojado de repente y sin saber nada de lo que
estaba sucediendo dentro, ¡por supuesto que se
volvería loco!
Hua Cheng abrazó a Xie Lian con fuerza y dijo
desesperadamente: —No podía entrar en el
Horno sin importar lo que hiciera, ¡y tenía que
salir por su cuenta! Soy realmente tan
jodidamente...

19
—San Lang —dijo Xie Lian rápidamente—,
todo está bien, ¡realmente está bien! ¡Además,
no me abrí paso por mi cuenta!
Hua Cheng finalmente se calmó un poco y
preguntó: —¿Qué? Gēge, ¿cómo salió?
—Me ayudaste a romperlo. —Respondió Xie
Lian—. Mira. —Dijo mientras señalaba hacia
arriba y Hua Cheng miró hacia donde apuntaba.
En medio de la nieve y los vientos, una
escultura gigante de un hombre tallado por las
piedras de las montañas se erguía con escarcha
sobre su cara, vagamente como si estuviera
sosteniendo los cielos de pie sobre la tierra. Y en
ese momento, los dos estaban parados en el
corazón de la palma de esa estatua gigante.
Los contornos de la cara de esa estatua eran
suaves y hermosos, ojos largos y elegantes, los
labios refinados y las esquinas curvadas
ligeramente hacia arriba, como si sonriera, pero
no, cariñoso, pero no frívolo, sin expresión, pero
no cruel; Era una cara de compasión y divinidad.
¡Era la cara de Xie Lian!
Xie Lian levantó la cabeza para mirarlo a la
cara y dijo suavemente: —¿Es esta la estatua de

20
la que me hablaste? ¿La mejor estatua divina que
has esculpido?
—… —Hua Cheng también lo miró y pasó
mucho tiempo antes de que sus ojos volvieran a
mirar a Xie Lian que estaba a su lado—. Hum.
Esta estatua divina de piedra gigante debió
haber sido esculpida cuando Hua Cheng quedó
atrapado dentro del Horno, cuando fue golpeado
severamente y sufrió un intenso sufrimiento.
A lo largo de los siglos, siempre estuvo oculta
dentro de la oscuridad más profunda de Tonglu
y una parte aún estaba cubierta de hiedra. El
Horno era su caverna natural y peligrosa y era el
único dios de esta caverna más espectacular.
Él y el Horno tenían el cuerpo compuesto del
mismo material. De lo contrario, si se tratara de
una estatua divina tallada en rocas ordinarias, no
habría podido escapar del Horno en absoluto y
solo se rompería en pedazos; y si no fuera Xie
Lian, o si antes de saltar, Hua Cheng no le
hubiera dado a Xie Lian suficientes poderes
espirituales, Xie Lian no habría podido convocar
y mover esta estatua divina.
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng.

21
—Entonces, San Lang, he salido. Nos hemos
abierto camino juntos.

22
Capítulo 200
Dominar el cielo y la tierra; el ser divino
atraviesa el horno (parte dos)

J usto en ese momento, los dos sintieron de


repente una ola de temblores al mismo
tiempo y ambas sonrisas se desvanecieron,
reemplazadas por tensión y guardia.
Xie Lian preguntó con un poco de nerviosismo:
—¿Qué está pasando? ¿Es esta estatua divina la
que tiembla? No va a colapsar, ¿verdad?
La parte superior sellada del Horno eran
millones de rocas reforzadas llenas de maldad
después de todo y si esta estatua gigante de
piedra se iba a desmoronar por romper la
entrada, entonces se sentiría arrepentido.
—No se preocupe, está bien. Es la montaña la
que tiembla. —Dijo Hua Cheng.

23
Efectivamente, debajo de ellos, una pesada
capa de nieve se derrumbó como un torrente y
algunas áreas ya tenían el cuerpo de la montaña
expuesto. Parecía que algo estaba a punto de
atravesar el Horno.
Hua Cheng se paró frente a Xie Lian y Xie
Lian comentó: —Es Bai Wuxiang.
Por supuesto, él no creía que un golpe de esta
estatua divina gigante pudiera noquear a Bai
Wuxiang antes y como mucho haría que esa
criatura vacilara por un momento, por lo que Xie
Lian estaba en alerta máxima. Sin embargo, ni
un momento después, ambos podían sentir el aire
caliente abrasador que soplaba en sus caras.
Ese aire abrasador brotó de la boca del volcán
con un fondo que no se podía ver y había un olor
a azufre. Xie Lian sintió instintivamente que se
acercaba el peligro y Hua Cheng también dijo
sombríamente: —¡Gēge, vamos!
Xie Lian formó un sello de manos, luego, poco
después, con Hua Cheng a cuestas, saltaron
sobre la muñeca de esa estatua divina gigante y
corrieron por su brazo, deteniéndose y
manteniéndose firmes en su hombro. Esa estatua
divina obedeció su orden y despegó con un gran
24
paso gigante, siguiendo la corriente de nieve
rodante, un tobogán de varias millas y sus olas
de nieve se estrellaron alrededor de su cuerpo.
Sin embargo, debido a que ambos brazos estaban
abiertos, aunque era un cuerpo de un millón de
toneladas, aún mantenía un buen equilibrio. Sin
embargo, solo se deslizaron hasta la mitad de la
montaña antes de que toda la montaña temblara
aún más fuerte y esa estatua divina también
parecía tambalearse por los temblores. Xie Lian
y Hua Cheng levantaron la vista y oyeron un
ruido gigante. En la cima del Horno, ¡una
columna de humo negro explotó!
Este sonido gigante sacudió los cielos y la
tierra, más ese pilar de humo apocalíptico, Xie
Lian estaba completamente estupefacto. Solo
pasó un instante antes de que todo el cielo
estuviera envuelto por una espesa nube negra de
humo. Dentro de esas nubes negras que
ocultaban el sol, innumerables rostros humanos,
brazos, piernas y otras extremidades giraban y se
enredaban, extremadamente horripilantes. Xie
Lian solo había presenciado una escena como
esta hace cientos de años y ahora, ¡la estaba
viendo de nuevo!
25
—¿Eso es…? —Xie Lian se quedó
boquiabierto.
Hua Cheng respondió seriamente: —Las
almas de los muertos del reino de WuYong.
Parecía que todas las personas de WuYong
que fueron enterradas vivas por la erupción
volcánica estaban allí.
De repente, Hua Cheng alertó: —¡Gēge, abajo,
a unos diez metros de distancia!
Las palabras solo salieron de sus labios antes
de que Xie Lian ya hubiera ordenado que la
mano derecha de esa estatua de piedra gigante
golpeara.
Unos diez metros más abajo, en la nieve, en
ese campo blanco, se alzaba la figura de un
hombre vestido de blanco, era Bai Wuxiang.
Parecía haberse fundido en uno con la nieve,
pero aún no podía engañar a sus ojos. Grandes y
gruesas capas de nieve soplaron como un
tsunami blanco gigante de ese golpe, pero el
ataque no alcanzó su objetivo.
Como ya había caído bajo este movimiento en
la oscuridad una vez, Bai Wuxiang estaba
naturalmente preparado. La figura blanca brilló
y en el segundo siguiente, su forma apareció en
26
la rodilla de esa estatua divina gigante. Esa
estatua gigante de piedra no dudó antes de que se
estrellara contra su propia rodilla. Sin embargo,
el golpe todavía estaba a mitad de camino antes
de que Xie Lian reaccionara y apretara los
dientes para ejercer fuerza, tirando con fuerza
hacia atrás, pensando: —¡Uf, eso estuvo cerca!
La parte superior sellada de ese Horno se
rompió por la fuerza por esta estatua gigante de
piedra, por lo que, si Xie Lian le permitía
estrellarse contra su propia rodilla, si no
controlaba bien la fuerza, entonces podría perder
una extremidad. Quizás, esa fue la razón por la
cual Bai Wuxiang subió intencionalmente. Xie
Lian frenó instantáneamente en este lado,
mientras que en el otro, Hua Cheng sacó
lánguidamente la larga y esbelta cimitarra
plateada mientras ordenaba a Bai Wuxiang:
—Apártate.
Bai Wuxiang miró hacia ellos.
—Esta estatua divina no es para que la
ensucies. —Dijo Hua Cheng fríamente.
De repente, Xie Lian exclamo: —¡San Lang!
Señaló por encima de la cumbre del Horno.
Había algo detrás de esa columna de humo negro
27
que también se apagó. Algo carmesí y dorado,
que fluía y ardía.
¡Lava!
Esa lava dorada carmesí rodó y se mezcló con
el humo negro, envolviendo los cielos y la tierra
y fluyó hacia abajo desde la boca del Horno.
Aprovechando esta oportunidad, Bai Wuxiang
saltó abruptamente y desapareció en la nieve.
A Xie Lian tampoco le importó atraparlo y
gritó: —¡Corre!
Esa estatua divina gigante escuchó su orden y
despegó en grandes pasos.
¡Dong! ¡Dong! ¡Dong!
Mientras saltaba rugientemente por el Horno.
Aterrizando sobre sus pies al pie de la montaña,
el suelo se movió, la montaña tembló.
Sin embargo, podría ser rápido, pero la
velocidad de la lava y el humo negro tampoco
fue lenta y prácticamente estaba siguiendo su
cola. Después de aterrizar. Xie Lian tampoco se
atrevió a quedarse y ordenó a esa estatua divina
que se pusiera de pie y continuara corriendo
mientras los llevaba. Mientras corrían, Xie Lian
sintió que su velocidad parecía estar
disminuyendo. A pesar de sentirse atemorizado
28
y desconcertado, justo cuando se preguntaba si
lo estaba imaginando, Xie Lian de repente sintió
que su cuerpo se detenía, luego, junto con la
estatua divina, comenzó a caer hacia abajo. Esa
estatua divina dejó de obedecer su orden y se
detuvo, doblando una rodilla en el suelo.
Después de arrodillarse, su cuerpo también
caía lentamente hacia adelante, como si estuviera
físicamente exhausto y a punto de desmayarse.
El corazón de Xie Lian saltó instantáneamente a
su garganta.
¡Oh no! ¡Iba a colapsar!
¡Y ese ardiente torrente de humo negro iba a
alcanzarlo!
Justo entonces, Xie Lian de repente sintió algo
apretarse alrededor de su cintura. Con un simple
tirón, Hua Cheng lo detuvo fácilmente, una
mano abrazando su cintura, levantando otra
mano para levantar su barbilla antes de presionar
sus labios fríos contra los suyos.
—…
Los ojos de Xie Lian se abrieron abruptamente
cuando una ráfaga de aire fresco y refrescante
llenó instantáneamente sus pulmones, fluyendo
a través de todas sus extremidades, como si toda
29
su persona hubiera recuperado sus fuerzas
nuevamente. Este beso fue muy corto y poco
después, Hua Cheng apartó los labios.
—Gēge, ¡intente de nuevo!
Xie Lian volvió en sí instantáneamente y
reformó los sellos manuales y justo antes de que
la estatua de piedra estuviera a punto de caer de
bruces, sus brazos se extendieron con fuerza y se
apoyaron en el suelo.
Luego, poco después, ¡se puso de pie
nuevamente!
Resultaba que no era que esta estatua gigante
de piedra parecía estar físicamente exhausta,
sino que realmente estaba físicamente exhausta.
Para controlar una estatua divina tan gigantesca,
el poder espiritual requerido era una locura y ese
poco de poder espiritual que Hua Cheng le prestó
antes ya se había quemado, por lo que,
naturalmente, se ralentizaría y se balancearía
como si fuera a colapsar. Ahora que se
inyectaron nuevos poderes espirituales, volvió a
estar vivo. Y esta vez, corrió más rápido que
antes, sus movimientos también más ágiles. Sin
embargo, Hua Cheng dijo: —Gēge, ¡corra más
rápido!
30
Xie Lian también quería correr más rápido,
pero también temía que este hechizo de control
agotara demasiado poder espiritual y dijo con
incertidumbre: —¿Será capaz de aguantar si
vamos más rápido? ¿Qué pasa si los poderes
espirituales se agotan?
Sin embargo, Hua Cheng dijo al lado de su
oído con seguridad: —No lo hará, ¡solo
concéntrese en correr! ¡No tenga miedo, estoy
aquí a su lado!
Hua Cheng solo estaba parado detrás de él y
sus manos apoyaban su cintura de manera
constante, pero con solo esta única persona,
parecía que todo el mundo estuviera detrás de él,
apoyándolo.
Xie Lian inhaló profundamente y cerró los
ojos.
—Está bien. —Luego, extendió sus brazos
hacia adelante y desató todos sus poderes
espirituales, ofreciendo el sello de mano más
fuerte y gritó—: ¡Corre!
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Esa estatua divina gigante corrió
salvajemente, cada paso duró varias millas,
cruzó barrancos en un paso, sobrevoló las
31
colinas con otro paso y, efectivamente, dejó esa
nube negra y lava muy atrás en la distancia.
Realmente era un objeto gigantesco que no podía
ser ignorado; con cada paso que daba rocas caían
y bloques de piedra rodaban, desencadenando
olas de fuertes temblores.
Innumerables monstruos y demonios
diseminados por el Monte Tonglu sintieron que
el suelo temblaba locamente y todos estaban
aterrorizados. Cuando miraron hacia arriba,
muchos pudieron ver la nube negra
arremolinándose y extendiéndose en el cielo y
aunque un poco sorprendidos, realmente no les
importó. Después de todo, estaban en el Monte
Tonglu, así que cualquier cosa extraña en
realidad no era nada raro. ¿No eran esos dentro
de las nubes negras espíritus resentidos de todos
modos? Ellos mismos eran criaturas similares a
los espíritus resentidos, lo habían visto todos los
días, entonces, ¿de qué tenían miedo? Sin
embargo, cuando vieron esa estatua divina
gigante de un dios marcial que pisoteaba, todos
quedaron petrificados.
¿Qué era eso?

32
Instantáneamente hubo aullidos y lamentos
por todos lados.
—¡¡Qué hombre tan gigantesco,
aaaaaaaaaaaaaaaah!!
Nunca habían visto una estatua tan grande
antes. ¡Realmente era demasiado aterrador!
Al principio, Xie Lian había querido desviarse
de la Capital Real de WuYong, en caso de que
su estatua divina pisoteara esas viejas casas con
dos mil años de historia y las convirtiera en
ruinas, pero luego recordó algo y preguntó:
—San Lang, ¿están el General Pei, la Señora de
la Lluvia y los demás cerca de aquí?
—Sí —respondió Hua Cheng.
—¡Vuelve! —Gritó Xie Lian rápidamente—.
¡Vuelve, algo se ha quedado atrás, vamos a
recogerlos y llevarlos!
Por lo tanto, esa estatua de piedra gigante que
había pasado el objetivo se retiró unos pasos.
Justo cuando estaba a punto de regresar, Xie
Lian sintió de repente que su cuerpo temblaba.
Perdió el equilibrio y su persona entera fue
arrojada al aire.
Solo en el aire se dio cuenta de lo que acababa
de suceder.
33
¡La estatua divina había tropezado y caído!
Xie Lian y Hua Cheng aterrizaron de manera
constante sobre el pecho de la estatua divina y
Xie Lian miró mientras trataba de ordenar que se
levantara. Lo que hizo que esta gigantesca
estatua divina viaje no fuera él sino otra cosa.
Una majestuosa montaña.
Por supuesto, esta gran montaña estaba lejos
del tamaño del Horno, pero en comparación con
esta estatua gigante de piedra, todavía era mucho
más grande. Xie Lian recordó claramente
cuando llegaron, nunca habían cruzado una
montaña así. Por lo tanto, su vista pasó por esta
montaña y miró hacia lo que había detrás.
Efectivamente, detrás de él había otras dos
grandes montañas de tamaño similar. Tres
grandes montañas bloqueaban el camino de esta
estatua divina gigante de piedra.
Hua Cheng habló: —Gēge, tenga cuidado. Son
los guardianes del Monte Tonglu: Vejez,
Enfermedad y Muerte.

34
Capítulo 201
Dominar el cielo y la tierra; el ser divino
atraviesa el horno (parte tres)

E sa estatua gigante de piedra se estaba


arrastrando lentamente sobre sus pies
desde el suelo cuando el primer Espíritu de la
Montaña se derrumbó.
Xie Lian recordó que Hua Cheng le había
dicho una vez cuando estaba en el Monte
Tonglu, esas tres grandes montañas eran una
amenaza que lo perseguía, por lo que,
naturalmente, no deberían ser subestimadas. Xie
Lian subconscientemente planeó levantarse y
dar la vuelta, pero nunca antes había controlado
una estatua divina tan enorme y por llevar a cabo
movimientos tan complicados, no pudo evitar
equivocarse, por lo que no logró saltar, en
cambio cayó una vez más.

35
Un estruendo retumbante hizo que los cielos y
la tierra temblaran. Esa estatua gigante de piedra
cayó cerca de la Capital Real de WuYong y
aplastó una calle entera. Con solo un ligero
movimiento, se escucharon una serie de grietas,
era el sonido de esas glamorosas residencias y
palacios aplastados y destrozados por esa estatua
gigante de piedra. En medio de todos los
temblores, Xie Lian casi fue lanzado
nuevamente, pero Hua Cheng se agarró
firmemente a su mano y exclamó: —¡Venga
conmigo!
Tomó a Xie Lian y saltó a la cabeza de esa
estatua divina gigante con unos pocos pasos.
Resultaba que este gigante Dios Marcial
Coronado de Flores usó una pequeña corona para
atar su cabello, luciendo como un pequeño
balcón y los dos saltaron sobre esa corona,
finalmente encontrando un lugar para
establecerse, mucho más estable que pararse en
el hombro y en la palma de la estatua divina.
No habían tenido la oportunidad de relajarse
cuando el espíritu de la montaña volvió a
atacarlos, empujando esa gigantesca estatua de
piedra unos pasos atrás, pero afortunadamente
36
Xie Lian estaba preparado esta vez y no fue
derribado, pero accidentalmente pisoteó otra
serie de casas. Xie Lian no pudo evitar sentir
dolor por ellos, rezando por el perdón en su
mente. Controlando esa estatua divina para
escapar torpemente para evitar esas casas, Xie
Lian se preguntó desconcertado: —¿Por qué
siguen persiguiéndome para golpearme? ¿Qué
hice?
—No es que estén persiguiendo a gēge
específicamente, perseguirán a cualquiera para
vencerlos y gēge se ve particularmente visible en
este momento.
—Una criatura tan grande, que es bastante
notable... —Antes de que Xie Lian terminara sus
pensamientos, los tres Espíritus de Montaña se
sitiaron juntos, rodearon esta estatua de piedra
gigante y se apresuraron hacia el centro sin parar,
tratando de aplastar la estatua en pedazos. Esa
estatua divina no podía mover una sola
extremidad y Xie Lian tampoco podía moverse.
Utilizó toda su fuerza para hacer que la estatua
retrocediera, pero no podía moverse ni una
pulgada, ¡por lo que era posible que no pudiera
defenderse!
37
Estaba tratando de pensar si podría haber otra
forma de escapar y retrocedió involuntariamente
un paso, chocando contra un pecho. Miró hacia
atrás y Hua Cheng lo agarró por los hombros.
—¡Deje que vengan y peleen! No se preocupe,
ninguno de ellos está a su nivel. ¡No hay nada en
este mundo que pueda detenerlo en su camino!
Su pecho era como el más fuerte de los
escudos y de repente, Xie Lian se llenó de
confianza, una ola de corrientes refrescantes
fluyó a través de su cuerpo, ¡y lo dio todo para
devolver el golpe, rompiendo el asedio!
Un estruendo atronador, esos tres Espíritus de
Montaña fueron empujados a la fuerza a
kilómetros de distancia y el polvo voló, las rocas
se esparcieron, el humo y los escombros rodaron.
Sin embargo, después de que fueron empujados
hacia atrás, inmediatamente salieron
nuevamente, listos para atacar una vez más. Las
manos de Xie Lian se transformaron
instantáneamente en varios sellos de manos.
—¡No, bloqueen, mi, camino!
Esa gigantesca estatua de piedra saltó al aire,
sus pies aterrizaron sobre la cabeza de dos de los
Espíritus de Montaña, luego su mano descansó
38
sobre la empuñadura de la espada colgada de su
cintura.
¡Sacó la espada!
Toda esta cadena de movimientos fluyó como
corrientes de nubes y agua y esa estatua divina
de piedra gigante completó las acciones con
fluidez, podría ser un largo tramo de arco iris sin
ninguna duda, no diferente de la persona real.
Conteniendo el aliento, Xie Lian gritó: —¡Te
corta...! Uh, no voy a cortarte todavía, espera…
Ya estaba preparado para balancear una
gloriosa espada y cortar las montañas en valles,
pero inesperadamente, cuando la sacó, no se
sintió bien. Cuando levantó la vista, se puso a
sudar al instante. Esa estatua de piedra gigante
ciertamente sacó una espada, pero... solo tenía
una empuñadura en la mano. ¿Qué estaba
pasando?
¿Dónde estaba la hoja?
Xie Lian se quedó estupefacto mientras Hua
Cheng a un lado, dejó caer la cara y apoyó la
frente con dos dedos.
—Gēge, lo siento, olvidé decirle que no tallé la
espada de esta estatua divina. Es mi negligencia.
—...
39
¡Pero por supuesto!
Hua Cheng había tallado esta estatua en las
paredes interiores de piedra del Horno y en una
postura de pie, las túnicas de la estatua de piedra
gigante eran fluidas y en capas, la espada en la
cintura estaba oculta debajo de las mangas sin
exponer, por lo que solo se talló una
empuñadura. Antes de que la estatua divina fuera
inyectada con poderes espirituales y comenzara
a moverse, ya que no tenía una cuchilla
especialmente tallada, naturalmente una cuchilla
no aparecería mágicamente.
Hua Cheng frunció el ceño ligeramente, su
expresión seria.
—Es mi error de cálculo. No es lo
suficientemente exquisita, la próxima vez tallaré
cada detalle.
—... —Xie Lian se dio cuenta de que hablaba
en serio y rápidamente dijo—: No, no, no, ya es
muy exquisita. ¡De verdad!
En cualquier caso, no había cuchilla, por lo
que no se podían cortar las montañas. Por lo
tanto, Xie Lian cambió instantáneamente las
tácticas de batalla: ¡Huir!

40
Apresuradamente ordenó que la estatua de
piedra gigante saltara de la cabeza de esos dos
Espíritus de Montaña, arrojando esa empuñadura
de piedra inútil detrás y abrió las piernas para
continuar su carrera loca. Los dos se pararon en
la corona sobre la cabeza de esa estatua divina
mientras los vientos salvajes soplaban en sus
caras, su cabello negro, sus túnicas blancas y sus
mangas rojas ondeaban y revoloteaban. Aunque
huían, pintaron una bella imagen. Una mariposa
plateada voló junto a los oídos de Xie Lian y
transmitió algunas voces humanas.
Instantáneamente agarró la mariposa y gritó:
—¿Es ese Feng Xin y Mu Qing del otro lado?
¿Están también la Señora de la Lluvia y el
General Pei?
Efectivamente, voces familiares vinieron
desde el otro extremo a través de la mariposa.
—Digo, Dianxia… —dijo Pei Ming—. ¿Hay
necesidad de ser tan ruidoso al hacer preguntas?
—Ah, lo siento, tengo demasiados poderes
espirituales en este momento, déjame controlarlo
un poco —dijo Xie Lian.
—...

41
La voz de Mu Qing también vino: —¿Qué?
¿Acabas de decir que tienes demasiados poderes
espirituales? ¿Tú?
—¿Se han reunido todos? —Preguntó Xie
Lian—. ¿Dónde están?
—Nos hemos reunido con el General Pei, el
General Xiao Pei y los demás y todos están en el
bosque cerca del río de WuYong. Estamos a
punto de retirarnos al exterior —dijo Mu Qing.
La voz de Feng Xin llegó: —¿Qué está
pasando en tu lado?¡Un movimiento
inusualmente fuerte pareció haber venido del
Horno justo ahora! ¿Necesitas que regresemos
para ayudar?
—¡No es necesario! —Respondió Xie Lian
rápidamente—. ¡Quédense allí e iremos a
buscarlos a todos muy pronto, hablaremos
entonces! ¡Ah, ya estamos aquí!
Delante estaba el río de WuYong seco y esa
estatua gigante de piedra cruzó el barranco y se
agachó junto al denso bosque.
Coincidentemente, Xie Lian vio que Feng Xin y
Mu Qing también salían del bosque, mirando a
su alrededor, aparentemente buscándolos. Sin
embargo, estaban mirando en la dirección
42
equivocada y nunca pensaron en mirar hacia
arriba, por lo que no vieron a Xie Lian y Hua
Cheng en absoluto.
Feng Xin le dijo a la mariposa: —Dianxia,
¿todavía no estás aquí? ¿Dónde estás?
Xie Lian se llevó las manos a la boca y gritó
hacia abajo: —¡Ya estoy aquí, ¡arriba, miren,
arriba de sus cabezas!
—...
Solo entonces los dos notaron que estaban
envueltos en una sombra gigantesca y miraron
hacia arriba de manera uniforme.
Por lo tanto, ambos vieron al mismo tiempo un
incomparablemente gigantesco Xie Lian que
actualmente estaba agachado sobre el bosque,
mirándolos hacia abajo. Incluso había una
sonrisa muy amigable como la de Xie Lian en su
rostro.
Hua Cheng no podía molestarse en echar un
vistazo a los dos de abajo y se quedó de pie al
lado abrazando sus brazos, su actitud perezosa.
Xie Lian saludó hacia el fondo.
—¿Me ven? ¡Aquí!
Sin embargo, debido a que el impacto visual
de esta gigantesca versión de Xie Lian fue
43
demasiado grande, fue difícil notar algo más a
primera vista. Todo el campo de visión de Mu
Qing fue completamente superado por esta cara
y murmuró: —No me he vuelto loco, ¿verdad?
Los dos ojos de Feng Xin también se llenaron
de esta cara y murmuró: —Qué carajo, qué
carajo, qué carajo en realidad, ¿qué en el jodido
mundo es esta cosa?
—Uh... —murmuró Xie Lian.
Hua Cheng levantó las cejas, como si hiciera un
esfuerzo inmenso para contener la risa. A decir
verdad, nunca hubo nadie que hubiera visto una
estatua divina tan grande e increíblemente
esculpida. En el pasado, la estatua divina más
grande pertenecía a Jun Wu, pero incluso esa
solo llegaba a la mitad de esta estatua de piedra
gigante...
Feng Xin y Mu Qing estaban demasiado
sorprendidos y Xie Lian tuvo que gritar un par
de veces antes de que ellos descubrieran dónde
se encontraban. Todos los demás salieron del
bosque uno tras otro y cuando levantaron la
vista, casi todos estaban tan conmocionados por
esta estatua divina gigante que casi se torcieron
el cuello y los pies. Xie Lian no sabía si reír o
44
llorar, e hizo que esa estatua divina gigante
pusiera su mano en el suelo, abriendo su palma.
—El volcán del Horno ha estallado, los
incendios van a quemar esta área pronto y
también hay tres espíritus de montaña que
podrían ponerse al día pronto, así que vengan
rápido, ¡los llevaré a todos!
El grupo subió la mano de esa estatua divina y
cada uno encontró un lugar para posicionarse.
Xie Lian olió ese sofocante olor a azufre en el
aire y cuando miró hacia atrás, el humo negro y
el polvo volador se extendían rápidamente, por
lo que cerró la palma de esa estatua divina
gigante y se levantó, continuando sus grandes
pasos hacia adelante.
Después de que Pei Ming y los demás
superaron su conmoción, estuvieron bien, pero
Feng Xin y Mu Qing todavía no volvieron a sus
cabales. Esto probablemente se debió a que
ambos estaban demasiado familiarizados con el
rostro, el comportamiento y el físico del
propietario de esta estatua divina, por lo que
después de haberla magnificado a tal tamaño, el
impacto fue particularmente fuerte.

45
Feng Xin ya estaba parado sobre el hombro de
esta estatua divina, pero todavía estaba
incrédulo.
—¿Quién hizo esto? ¿Quién talló esto?
¿Cómo es que nunca antes había visto esto?
Nunca he oído hablar de esto antes.
Hua Cheng sonrió falsamente.
—Hay demasiadas cosas que no has visto en
este mundo.
Aunque no aclaró quién lo hizo, casi todos,
especialmente Feng Xin y Mu Qing, cayeron en
la misma respuesta.
¡Este individuo lo hizo!
—Casi no puedo creer esto... —dijo Mu
Qing—. ¿Cómo estás moviendo esto? ¿Cuántos
poderes espirituales necesita esto? ¿Tienes
suficiente? Pensé que no tenías poderes
espirituales.
Esta vez Hua Cheng no respondió. Xie Lian
le echó un vistazo y apretó el puño contra su
boca, respondiendo ambiguamente: —Um,
bueno...
—Si no hay ninguno puedes pedirlo prestado,
¿estoy en lo cierto? Es una cosa tan fácil —dijo
Pei Ming.
46
—Jajajaja, sí...
En el camino, cuando los diversos monstruos
y demonios vieron cómo se derramaba lava,
arrastrando fuegos devastadores, también se
dieron cuenta de que las cosas iban mal y cuando
vieron que la gente estaba subiendo a esa estatua
gigante de piedra, todos gritaron:
—Esperen, ¡yo también!
—¡Yo, yo, yo, yo voy también!
—¡Tómanos, tómanos!
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Váyanse al
infierno.
Y una ola de mariposas plateadas salió
volando, brillando con una luz escalofriante y
luego hubo gemidos y aullidos abajo.
Yin Yu estaba acunando a Gu Zi que estaba
profundamente dormido y gritó desde abajo:
—¡Chengzhu! ¡Dianxia! ¡Los Cascarones
Vacíos Humanos y las Ratas Devoradoras de
Cadáveres de antes se pusieron repentinamente
escandalosas y comenzaron a moverse en grupos
grandes, como si estuvieran saliendo del Monte
Tonglu!
La Señora de la Lluvia, por otro lado, estaba
montando el buey negro, observando
47
atentamente el cielo: —Esas criaturas dentro de
las nubes negras también parecen querer volar
hacia afuera.
Sus palabras eran ciertas. Esas criaturas que
se retorcían dentro de las nubes negras eran
espíritus resentidos que ansiaban poseer carne
fresca y viva y convertirse en la Enfermedad del
Rostro Humano. No había seres vivos dentro del
Monte Tonglu, solo había monstruos y
fantasmas u oficiales celestiales que no podían
poseer, así que, por supuesto, querían salir.
Millones de rostros humanos retorcidos
arrastrando sus largas colas de humo negro se
arremolinaban como serpientes y gusanos
deformados en el cielo.
Las manos de Xie Lian temblaron levemente,
pero aún así dijo: —El Monte Tonglu tiene una
barrera, nada de fuera puede entrar y nada de
dentro puede salir, por lo que esos espíritus
resentidos no deberían poder volar por el
momento...
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
terminara, Hua Cheng de repente agarró su
mano. El corazón de Xie Lian se apretó al

48
mismo tiempo por el gesto y rápidamente se
aferró a él.
—¿Qué pasa? ¿He drenado demasiado? Lo
siento, lo siento, debería controlar mi uso
después de todo...
Una de las manos de Hua Cheng estaba
cubriendo su ojo derecho.
—No es eso. Gēge, no tiene que preocuparse
por eso. Es la barrera del Monte Tonglu. Esta
rota.
Xie Lian se sorprendió.
—¿Qué? ¿Rota?
Acababa de decir que no había necesidad de
preocuparse porque había una barrera, ¿qué
diablos?
—Está rota —dijo Hua Cheng—.
Probablemente fue Bai Wuxiang quien lo abrió.
Esas cosas, van a salir volando.

49
Capítulo 202
Tomando el timón; cuatro dioses
marciales se transforman en una espada

S i realmente permitieran que esos espíritus


resentidos salieran volando, ¿no desataría
eso una tercera epidemia de la Enfermedad del
Rostro Humano?
—¡Debemos encontrar una manera de
detenerlo! —Gritó Xie Lian al instante.
Abajo, en el hombro, la túnica negra y el
cabello de Mu Qing estaban despeinados y
azotados por el viento.
—¡¿Cómo podemos hacer eso?!
Esa estatua de piedra gigante se detuvo
abruptamente y despertó nubes de polvo y arena.
—¡Todos aguanten la respiración primero!
Entonces, ese humo negro que había estado
justo en su camino los alcanzó. Esa estatua

50
gigante de piedra levantó una mano y se estrelló,
los vientos de ese golpe sacudieron los cielos y
la tierra y si esto estuviera en el suelo, habría sido
un vendaval que podría arrancar árboles de
cientos de años. Sin embargo, todavía había una
parte que voló y otra arte que quedó dispersada.
Xie Lian no pudo soportar verlo y dijo: —¡Si
solo hubiera una espada!
Como si viera a través de lo que estaba
pensando, Hua Cheng dijo: —Gēge, hay una
manera de conseguir una espada.
Xie Lian estaba encantado.
—¿Cómo?
—Primero tendremos que ver si sus colegas
celestiales allá abajo estarían dispuestos.
—Si tienes un camino, solo dilo, ¡deja de
engatusarlo! —Dijo Feng Xin.
Sin embargo, Xie Lian lo había adivinado.
—¿Estás diciendo que el General Pei y los
demás tienen que unirse y transformarse en una
espada?
—Así es —dijo Hua Cheng—. Los oficiales
celestiales dentro del Monte Tonglu tienen sus
poderes restringidos, pero hay varios dioses
marciales aquí, así que, si cuatro de ellos se
51
transforman en un cuerpo espiritual y atacan
juntos, su poder debería ser considerable.
Pei Ming fue el primero en responder: —Creo
que esta idea es factible.
Sin embargo, Mu Qing todavía dudaba: —¿Lo
es realmente? ¿Cuántos dioses marciales hay
aquí? Tres, ¿verdad? Los poderes de Pei Su y
Yin Yu han desaparecido por completo y la
Señora de la Lluvia no es una diosa marcial, por
lo que los únicos que pueden unirse son Pei
Ming, Feng Xin y yo.
—No, hay cuatro. —Respondió Pei Ming—.
Qi Ying también está aquí.
—¿Huh?
Yin Yu dudó por un momento, luego con una
mano todavía sosteniendo a Gu Zi, la otra sacó
una muñeca daruma. Sin embargo,
inesperadamente, antes de que se liberara el
sello, esa muñeca daruma comenzó a temblar
salvajemente por sí misma, incluso chillando en
un ruido agudo en los oídos. Ese sonido apuñaló
a todos en los oídos y todos se estiraron para
cubrirse los oídos y Yin Yu rápidamente lo selló
de nuevo, sacando una muñeca daruma diferente
antes de explicarse nerviosamente: —Lo siento,
52
tomé la incorrecta. Ese era el Fantasma Verde Qi
Rong, ahora, este es el correcto.
Entonces, arrojó esa muñeca daruma en el aire
y estalló en humo rojo, la forma de un joven
apareció en la niebla, cayendo.
Esa estatua divina gigante levantó una mano
para atraparlo y ese joven se deslizó y aterrizó
firmemente en su palma. Se rascó el cabello
rizado manchado con la cabeza llena de sangre y
miró hacia arriba, luego vio a un gran grupo de
personas y se confundió. Yin Yu ya se había
escondido detrás de la espalda de alguien para
cubrirse, pero Quan Yi Zhen lo encontró al
instante y él saltó y gritó: —¡Shixiong!
—...
En un instante, Quan Yi Zhen apareció
pisando fuerte. Sin embargo, Yin Yu tuvo
dolores de cabeza al ver su rostro; preferiría
escuchar el grito de Qi Rong durante tres días y
tres noches que hablar una palabra más con Quan
Yi Zhen.
Afortunadamente, Pei Ming le arrebató a Quan
Yi Zhen.

53
—Ven, ven, es hora de ir a trabajar, Qi Ying.
¡Tengan su reunión después de que termine el
trabajo!
Quan Yi Zhen estaba profundamente
confundido, además de que estaba predispuesto
contra Pei Ming y parecía listo para golpear su
rostro, pero luego levantó la vista y vio que Xie
Lian estaba allí, sus manos aplaudieron en
oración hacia él rogando sinceramente: —Por
favor y gracias, Qi Ying.
—...
Si bien no entendía la situación, se rascó la
cabeza y se unió a las filas. El que Mu Qing se
convirtiera en una espada para otro dios marcial,
no carecía de opiniones, pero ahora que lograron
juntar cuatro en un grupo, no podía simplemente
decir que no lo haría, por lo que permaneció en
silencio. Así, sobre la palma de la estatua divina,
los cuatro formaron una línea en el orden de Pei
Ming, Feng Xin, Quan Yi Zhen y Mu Qing.
Hua Cheng apoyó los codos en los bordes de
la plataforma de la corona y echó un vistazo.
—¿No está invertido el orden de los dos
últimos?

54
Lógicamente, el orden de; Pei Ming, Feng
Xin, Mu Qing y Quan Yi Zhen habría tenido más
sentido, ya que, en comparación, los poderes
espirituales de Quan Yi Zhen no eran demasiado
estables, por lo que, si estuviera situado en el
medio de la espada, podría romperse por la mitad
si se balanceara demasiado agresivamente.
Xie Lian se secó la cara de sudor.
—No, no lo es. Feng Xin y Mu Qing nunca
deberían colocarse juntos, porque podrían
comenzar a golpearse entre ellos a mitad de
camino, por lo que debe haber alguien en el
medio para separarlos.
Al escuchar esto, Hua Cheng levantó las cejas,
su expresión parecía decir; por favor, que se
golpeen hasta la muerte, eso sería genial.
Cuando volvieron a mirar hacia abajo, la luz
espiritual se emitió de repente de esos cuatro
cuerpos, cada vez más fuerte, extendiéndose,
formándose en un solo cuerpo hasta que
finalmente se convirtieron en una espada
espiritual luminosa.
En el momento en que la espada tomó forma,
esa estatua gigante de piedra la arrojó al aire,
extendió la mano y la agarró.
55
Con una espada afilada en la mano, Xie Lian
era como un tigre con alas añadidas, su poder
aumentó exponencialmente.
¡Y atacó!
Esos espíritus resentidos con largas colas de
humo negro chillaron sin cesar cuando fueron
cortados por esta espada de luz espiritual y luego
se detuvieron abruptamente. Persiguiéndolos en
los vientos de la victoria, la espada de Xie Lian
bailaba como flores silvestres, cortando a
millones de fantasmas en pedazos, como los
vientos que soplan nubes fragmentadas.
Dondequiera que la cuchilla se abría paso, era
como si los fuegos artificiales explotaran en el
cielo, extremadamente hermoso de ver. Todos
los monstruos y demonios de abajo quedaron
estupefactos ante la vista y solo cuando las botas
de mil toneladas de la estatua de piedra gigante
llegaron pisando fuerte, recordaron huir. Justo
cuando Xie Lian estaba absorto en todos los
cortes, de repente, esa estatua gigante de piedra
parecía haber tropezado un paso, como si fuera a
caer hacia adelante y Xie Lian apresuradamente
usó la espada para sostenerse del suelo,
estabilizándola de alguna manera.
56
Los dioses marciales que formaron el conjunto
de espadas también preguntaron: —Dianxia,
¿qué está pasando?
—¡Sigue luchando! ¡Se están reuniendo de
nuevo!
Xie Lian había controlado esta estatua de
piedra gigante durante tanto tiempo y se sentía
un poco cansado, su cabeza cubierta de sudor, su
mente también en alta tensión.
—¡No es nada! Solo…
Es solo que todos los poderes espirituales se
habían quemado, ¡eso era todo!
Giró la cabeza y Hua Cheng estaba de pie, a
centímetros de él, parecía que estaba a punto de
alcanzarlo. Entonces, Xie Lian dejó de
preocuparse por todo lo demás y siguió adelante.
Se acercó y ahuecó la cara de Hua Cheng con
las manos, parándose ligeramente sobre los
dedos de los pies y cerrando los ojos antes de
presionar los labios de Hua Cheng.
Feng Xin: —…
Mu Qing: —…
Quan Yi Zhen: —¿…?
Pei Ming: —Jo Jo.

57
No era suficiente simplemente ahuecar la cara
de Hua Cheng y dado que iba a ser lo mismo de
cualquier manera, Xie Lian pensó que también
podría absorber más, por lo que sus brazos
rodearon el cuello de Hua Cheng con fuerza y
besó más profundamente. Toda la fatiga anterior
fue completamente barrida, su cuerpo se llenó
repentinamente de poderes espirituales
nuevamente. Sin embargo, la espada gigante de
luz espiritual en el agarre de la estatua de piedra
gigante estaba clamando instantáneamente con
un ruido desenfrenado.
Feng Xin fue se sobresaltó.
—¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué están haciendo
ustedes dos?! ¡¿Dianxia?!
Xie Lian accidentalmente se atragantó un poco
y solo entonces se separó. No se atrevió a mirar
hacia abajo y gritó hacia el cielo: —¡Solo t-
tomando poderes espirituales! ¡Solo estoy
tomando prestado poder espiritual! ¡Muy
adecuado!
Mu Qing también se sobresaltó.
—¡¿Tenías que hacer eso para pedir prestado
poder espiritual?! ¡Solo una palmadita, un golpe
o algo así habría estado bien, ¿no?!
58
Xie Lian tampoco sabía lo que estaba diciendo
y gritó al azar: —¡Jajajaja! ¡Han visto a través de
mí! ¡No estaba realmente tomando ningún poder
espiritual! Jajajajajaja...
Al verlo así, Hua Cheng también se rió a
carcajadas, acunó la cara de Xie Lian con las
manos, se inclinó y besó su frente, hablando
suavemente: —No se ponga nervioso, gēge.
—...
Por extraño que fuera, después de esto, Xie
Lian de repente volvió a la normalidad. Fingió
no haber escuchado las voces de Feng Xin y Mu
Qing y se puso serio, formando sellos de mano
una vez más. ¡Esa estatua gigante de piedra sacó
la espada de luz espiritual del suelo y comenzó a
cortar salvajemente, como si estuviera llena de
una fuerza inagotable!
Quan Yi Zhen repentinamente se llenó de
asombro y respeto.
—¡Entonces realmente estaba tomando
prestado poderes espirituales justo ahora! ¡De
repente se ha vuelto fuerte!
Mu Qing no pudo contenerse y exclamó:
—¡Eso es una completa mierda, tú qué sabes...!
—Pero poco después probablemente pensó que
59
no había necesidad de explicar tal cosa a un niño
como Quan Yi Zhen y cambió a la fuerza su
tono—. Sí, es cierto, estaba tomando prestado
poderes espirituales.
Pei Ming se rió a carcajadas.
—Eso es cierto, pero no se puede pedir
prestado de esa manera tan a la ligera,
¿entiendes, Qi Ying?
Feng Xin se quedó boquiabierto.
—¡¿…Qué están diciendo todos? ¿todos
realmente creen eso?!
Sin embargo, mientras aumentaba el poder,
esos espíritus resentidos envolvieron todo el
cielo y después de todo, no había una red gigante
que pudiera capturarlos a todos y al ver cuán
poderoso era este dios gigante, todos huyeron,
agitando sus colas como si nadaran muy lejos,
como renacuajos gigantes con rostro humano.
—¡A ellos! —Gritó Xie Lian.
Sin embargo, inesperadamente, ¡no dio unos
pasos antes de que esa estatua gigante de piedra
se desplomara sin previo aviso y cayera a un
lado!
Claramente tomó suficientes poderes
espirituales en este momento y Xie Lian estaba
60
en excelente forma, por lo que no había razón
para que esto sucediera. Justo cuando estaban a
punto de caerse, Xie Lian miró hacia abajo y solo
entonces notó que, en el pie de esta estatua
divina, en realidad había un agujero gigante
cuando las rocas destrozadas cayeron de la
herida. La figura de un hombre vestido de
blanco bajó revoloteando y aterrizó
lánguidamente, desapareciendo inmediatamente
después, realmente evasivo como un fantasma,
sin dejar rastro.
Era Bai Wuxiang.
¡En realidad rompió la pierna de esta estatua
divina con sus propias manos!
La estatua de piedra gigante cayó con ruidos
ensordecedores y afortunadamente, todos los
que montaban la estatua no eran nadie común y
reaccionaron extremadamente rápido, saltando
primero y aterrizando con seguridad.
Xie Lian y Hua Cheng saltaron sobre el pecho
de la estatua divina y Xie Lian trató de ordenar
que se parara, pero aunque se esforzó mucho, esa
estatua divina gigante se extendió en el suelo y
se retorció lentamente, luciendo bastante
miserable.
61
Dentro del conjunto de espadas, Mu Qing
preguntó: —¿Qué pasa? ¿Puede seguir en pie?
—¿Se acabaron los poderes nuevamente?
—Preguntó Quan Yi Zhen—. ¿Necesitas pedir
prestado más?
—No. No se trata de poderes espirituales
—dijo Pei Ming—. Qi Ying, no hay necesidad
de recordar nada de eso, olvídalo por completo.
—Probablemente está herido
significativamente... —dijo Xie Lian—, no sería
adecuado moverse de nuevo.
Si bien las rocas no sentían dolor, si aún lo
obligaban a pararse y continuar luchando, la
pierna lesionada probablemente se caería por
completo. Esto no era solo cuestión de que los
poderes de ataque se redujeran en gran medida;
después de todo, era la obra maestra más sincera
de Hua Cheng y también la estatua divina
favorita de Xie Lian. Si realmente iba a ser
destruido de esa manera, no podría evitar
sentirse lastimado por eso.
Al ver el colapso enemigo, los espíritus
resentidos en el aire bailaron salvajemente con
alegría loca y se lanzaron por todas partes; ¿Solo

62
iban a mirar con los ojos abiertos a esas criaturas
escapando al exterior?
Miró hacia un lado y la expresión de Hua
Cheng era de ira oscura. Era ira hacia Bai
Wuxiang y después de murmurar: —Humm
—por un momento, dijo—: Gēge...
Justo en ese momento, desde dentro de las
densas y gruesas nubes negras, un rayo de luz
blanca brillante apareció, como si en algún lugar
por encima de las nubes, algo se hubiera
iluminado.
Poco después, un segundo rayo, un tercero,
luego un cuarto...
Innumerables luces blancas brillantes
penetraron, penetraron a través de las nubes
sombrías y apuñalaron a los espíritus resentidos.
Esta luz espiritual blanca era tan fuerte que iba
a cegarlos no era ajena a todos los Oficiales
Celestiales presentes. Después de todo, toda la
Corte Celestial siempre estaba envuelta y
brillada sin fin por esta luz espiritual.
¡Jun Wu había venido!

63
Capítulo 203
Comentarios del Emperador Blanco sobre
el misterioso Guoshi Principal

C uando esa poderosa luz espiritual brilló


sobre los espíritus resentidos, grandes
campos tras campos de humo y nubes se
dispersaron y se disiparon y un dios marcial
vestido con una armadura blanca con una espada
en la mano atravesó las nubes.
Ciertamente era Jun Wu. Cuando el grupo lo
vio, fue como si vieran que sus padres hubieran
vuelto a la vida y todos gritaron: —¡Ah! ¡Mi
señor! —Y las lágrimas fluían por sus rostros.
Cada uno de los pasos de Jun Wu irradiaba
gloria mientras aterrizaba lánguidamente.
—No se asusten, no se asusten. ¿Están todos
bien?

64
Los cuatro dentro del conjunto de espadas de
luz espiritual se desmontaron rápidamente y
volvieron de nuevo a sus formas originales.
—Mi señor, ¿no estabas protegiendo la Capital
Celestial? —Preguntó Pei Ming—. ¿Cómo es
que viniste personalmente?
—La Señora de la Lluvia me informó a través
de la Matriz de Comunicación cuando la barrera
del Monte Tonglu se rompió. Las circunstancias
son terribles y por eso he venido —respondió
Jun Wu.
Todos miraron hacia atrás, la Señora de la
Lluvia seguía cabalgando sobre ese buey negro
y todos pensaron internamente que eso era todo.
Como la barrera se rompió, seguramente los
hechizos de comunicación volverían a funcionar.
Sus cabezas estaban llenas de sangre antes, sus
mentes se llenaron con nada más que destruir los
espíritus y casi nadie pensó en comunicarse a
través de la matriz.
Xie Lian dio un paso adelante.
—Mi señor, es Bai Wuxiang. Él ha regresado.
Jun Wu asintió débilmente.
—Ya imaginaba que sería implacable.

65
—Es muy esquivo —dijo Xie Lian—, ahora
que has venido, no sabemos dónde se ha
escondido.
—No importa —dijo Jun Wu—, vamos a
resolver primero lo de estos espíritus resentidos
antes de ir a buscarlo.
Todos miraron hacia el cielo y las nubes
negras en el aire estaban siendo purificadas por
la poderosa luz que Jun Wu había producido.
—Así que el nacimiento de un nuevo Rey
Fantasma se ha detenido esta vez —dijo Pei
Ming—, ¿verdad?
—Supongo que sí —dijo Xie Lian—, después
de todo, el que atravesó el Horno no fue nadie
más que esto.
Los ojos de todos se movieron uniformemente
hacia un lado. Después de que Xie Lian dejó de
controlarlo, esa estatua divina de piedra gigante
todavía estaba obedientemente tirada en el suelo,
una cosa gigantesca, exquisitamente esculpida.
Ahora que había caído, también parecía una
pequeña montaña. Xie Lian se paró cerca de él y
levantó una mano para acariciar su mejilla, luego
se volvió hacia Hua Cheng.
—San Lang, ¿qué deberíamos hacer con él?
66
Hua Cheng parecía pensativo y cuando
escuchó la pregunta, se sobresaltó.
—No hay necesidad de que gēge se preocupe.
Hasta que haya sido reparado, dejémoslo aquí
por ahora.
—¿Se puede reparar? —Preguntó Xie Lian.
—Por supuesto, mientras existan las piedras
del Horno —dijo Hua Cheng—, lo repararé con
seguridad y lo pondré en pie una vez más.
—Entonces dejémoslo por ahora —dijo Xie
Lian—, el volcán que está junto al Horno todavía
está en erupción, quién sabe cuándo volverá a ser
seguro de nuevo.
En ese momento, los espíritus resentidos que
se arremolinaban en el aire repentinamente
chillaron y se transformaron en un tornado,
cargando hacia algún lugar. Por un momento,
nadie pudo decir lo que había sucedido, pero
cuando miraron atentamente, vieron que el lugar
al que se apresuraban los espíritus era ese
Templo Divino de WuYong en el subsuelo.
Originalmente, esas criaturas no tenían dónde
esconderse bajo los poderosos rayos
deslumbrantes y se dispersarían tarde o
temprano. Pero después de que un gran número
67
de espíritus resentidos se vertieron en ese templo
subterráneo, fue como si hubieran sido
completamente succionados, desapareciendo por
completo.
Mu Qing estaba estupefacto.
—¿Qué está pasando?
Xie Lian sintió temor y exclamó: —¡Es Bai
Wuxiang! ¡Dibujó un Conjuro de Acortamiento
de Distancia y envió a esos espíritus resentidos!
Jun Wu barrió su mano y arrojó el techo de ese
templo despegando también un gran pedazo de
tierra. Sin embargo, aparte de esa matriz gigante
que se acababa de dibujar dentro, no había nada
más.
—¿Qué está planeando? —Exclamó Feng
Xin—. ¿Dónde conectó la matriz? ¿A dónde los
envió?
Si esto fuera el pasado, entonces sería cuando
Ling Wen entraba en escena. No tomaría más de
la mitad del tiempo de incienso para que el
Palacio de Ling Wen informara sobre todos los
lugares, pero ahora, quién sabe qué dioses civiles
tomaron el cargo temporalmente, y ahora, justo
cuando lo necesitaban, no se podía encontrar a
una sola persona.
68
—¡Maldición, y son ustedes los que pelean
entre sí por sobresalir! —Maldijo Feng Xin con
indignación—. ¡Ahora que es el momento de
mostrar lo que tienen, dónde demonios se han
ido todos! ¡Nunca volveré a decir que el Palacio
de Ling Wen es ineficiente!
En ese momento, llegó la voz de Hua Cheng:
—En la Capital Real. —Todos se volvieron
hacia él justo cuando dejó caer los dos dedos
largos y delgados de su sien—. Ha enviado a
esas criaturas a varias ciudades fortificadas
diferentes. Hasta ahora solo se detecta la Capital
Real ya que la esencia del mal allí se disparó
repentinamente.
———Los Dioses Civiles del Reino Celestial
eran inútiles y tenían que confiar en el jefe del
Reino Fantasma para determinar la ubicación de
los seres malvados que habían escapado; muchos
de los oficiales celestiales presentes no pudieron
evitar sentirse avergonzados. Sin embargo,
debido a que la situación era grave, la sensación
de vergüenza desapareció bastante rápido.
Mu Qing habló: —Sabemos muy bien lo que
está planeando Baiyi HuoShi, por supuesto que
enviaría a esas criaturas donde hay más gente.
69
Una vez que la Enfermedad del Rostro Humano
explota, se propaga rápidamente y la Capital
Real es la más poblada, por supuesto que no la
dejaría ir.
Pei Ming también dijo: —Hagámonos cargo
de esto rápidamente, sin tiempo que perder, de lo
contrario, si nos demoramos demasiado, las
cosas pueden ponerse feas.
Los dioses civiles temporales también estaban
dejando a Jun Wu sin palabras con un dolor de
cabeza y se volvió hacia Hua Cheng.
—¿Mi señor ha descubierto las ubicaciones
exactas de algunas de las otras ciudades
fortificadas?
—Actualmente están siendo localizados. No
tomará mucho tiempo. Yin Yu, hazte cargo.
—Ordenó Hua Cheng.
—Sí señor. —Reconoció Yin Yu rápidamente.
Jun Wu lo desterró en el pasado y aunque Jun
Wu solo estaba cumpliendo con su deber,
cuando vio a Jun Wu todavía no pudo evitar
sentirse nervioso. Después de comunicarse por
un momento con los subordinados del lado de la
Ciudad Fantasma, Yin Yu informó con
prudencia las instrucciones generales:
70
—Trescientas millas al sur; doscientas setenta
millas al norte...
Jun Wu se volvió hacia Feng Xin.
—Nan Yang, toma el sur.
Feng Xin no reconoció la orden al instante y
dudó por un momento. Xie Lian supuso que era
porque quería buscar a Jian Lan y Cuo Cuo y
estaba a punto de hablar cuando Feng Xin
respondió y se alejó para dibujar una matriz para
sí mismo.
Pei Ming habló a sabiendas: —¿Tomaré el
norte?
—Naturalmente. —Respondió Jun Wu.
Pei Ming asintió con la cabeza, se dio la vuelta
y se alejó, pero después de unos pasos, Pei Su
fue detrás de él, así que miró hacia atrás.
—Tus heridas aún no se han curado y el veneno
no se ha limpiado. Quédate con la Señora de la
Lluvia por ahora.
Pei Su estaba perplejo.
—General, no est, oy enve, nenado.
Pei Ming le dio unas palmaditas en el hombro
con simpatía.
—Tus frases rotas aún no se han curado, ¿y
dices que no estás envenenado?
71
Luego, inclinó ligeramente la cabeza,
inclinándose ante la Señora de la Lluvia en
cortesía antes de irse solo.
—Qi Ying —continuó Jun Wu—, ¿por qué no
vas al oeste? Recuerda no causar...
Sin embargo, Quan Yi Zhen estaba
confundido.
—¿Por qué voy al oeste? ¿Qué estamos
haciendo exactamente ahora?
—...
Nadie podía culparlo por no saber lo que
estaba pasando. Tal vez, estuvo confundido todo
el camino: ¿Por qué fue golpeado? ¿Por qué fue
enterrado dentro de una pared? ¿Por qué se
convirtió en una muñeca daruma? ¿Y por qué
tuvo que convertirse también en una espada? No
hubo una instancia en la que descubriera lo que
estaba sucediendo.
Al ver esto, Yin Yu suspiró: —Lo llevaré. Se
lo explicaré en el camino.
Probablemente no había nadie con la paciencia
para decirle de todos modos.
—¡Está bien! —Dijo Quan Yi Zhen con
entusiasmo.

72
Mu Qing esperó y esperó, pero su turno nunca
llegó y no pudo evitar preguntar: —Mi señor,
¿qué hay de mí?
Jun Wu lo miró y dijo: —Xuan Zhen, ¿has
olvidado algo?
Mu Qing estaba confundido.
—¿Qué?
—Actualmente estás bajo detención —dijo
Jun Wu.
—...
La cara de Mu Qing cayó inmediatamente.
Realmente se olvidó de esto. Y no solo él, casi
todos habían olvidado que Mu Qing había
escapado del Reino Celestial bajo la sospecha de
crear el espíritu infantil usando hechizos
malvados, ¡y esa sospecha aún no se había
despejado!
—No tienes que involucrarte. Regresa a la
Corte Celestial y se restablecerá el
confinamiento.
—¡Mi señor, realmente no fui yo! —Gritó Mu
Qing.
—Una vez que lleguemos al fondo del asunto
y se revele la verdad, naturalmente serás liberado

73
—Jun Wu dijo—. De lo contrario, si te dejo salir
sin razón ahora, sería un escándalo.
Mu Qing se sintió terriblemente molesto, pero
al mismo tiempo no había nada que pudiera
hacer, por lo que solo pudo reconocer en voz
baja: —Sí, señor.
Al ver a Mu Qing tan atormentado, Hua Cheng
se rió a carcajadas sin amabilidad y sin
contenerse. Mu Qing lo miró, luego miró a Xie
Lian, que estaba a su lado y debió haber pensado
en algo a medida que su rostro se oscurecía cada
minuto.
En cuanto al resto, la Señora de la Lluvia no
era una diosa marcial, por lo que no trató de
actuar con dureza y solo dejó en claro que, si
hubiera alguna necesidad de su ayuda, solo la
llamaran, luego se fue en silencio. Xie Lian,
naturalmente, eligió la Capital Real que era la
más poblada y la más difícil de tratar. En cuanto
a Jun Wu, él se quedaría atrás y se enfrentaría a
esos tres Espíritus de Montaña y a Bai Wuxiang
que aún podría estar cerca. Hua Cheng arrojó los
dados y activo el Conjuro de Acortamiento de
Distancia y él y Xie Lian se fueron juntos.

74
Ya era profundo en la noche en la Capital Real,
las calles estaban en silencio sin ningún ruido,
cada hogar tenía sus ventanas y puertas cerradas.
Xie Lian y Hua Cheng salieron de uno de los
callejones y comenzaron a buscar criaturas
inhumanas mientras caminaban a toda
velocidad. Después de unos pocos pasos, Xie
Lian levantó dos dedos y los presionó contra su
sien, activando la matriz de comunicación,
susurrando: —¿Mi señor?
—¿Qué pasa, XianLe? —Respondió Jun
Wu—. ¿Has llegado a la Capital Real?
—Hemos llegado. Tengo algo de lo que
hablarle —dijo Xie Lian.
—¿Xueyu Tanhua te hizo algo? —Cuestionó
Jun Wu.
—...
Hua Cheng pareció haber notado algo y arqueó
una ceja y Xie Lian respondió: —No, no me ha
hecho nada. Es otra cosa. La situación anterior
era demasiado urgente y no tuve la oportunidad

75
de hablar. —Él se puso serio—. Mi señor,
¿todavía recuerda a mi maestro?
Al escucharlo mencionar a esta persona, Jun
Wu pareció estar un poco desconcertado y un
momento después, respondió: —¿Estás
hablando del Guoshi de XianLe en ese entonces?
—Sí. —Dijo Xie Lian—. ¿Debe haber estado
en contacto con él bastante en el pasado? ¿Notó
algo extraño o inusual en él?
Todas las ceremonias y servicios en el reino de
XianLe fueron conducidos únicamente por los
guoshi y los guoshis eran el puente que
conectaba a los mortales con los dioses. Después
de un momento de silencio, Jun Wu respondió:
—Sí.
Xie Lian contuvo el aliento.
—¿De qué manera era él extraño?
—XianLe, ¿realmente quieres escuchar esto?
—Dijo Jun Wu.
—Sí —dijo Xie Lian.
—¿Incluso si te decepcionas luego de haber
escuchado? —Preguntó Jun Wu.
Xie Lian miró a Hua Cheng.
—Sí.

76
Pasó un buen rato antes de que Jun Wu dijera
lentamente: —Ese maestro tuyo, ser el Guoshi
de XianLe, fue una gran opresión de su talento.
Su conocimiento y habilidades están más allá de
tu imaginación.
Xie Lian escuchó en silencio. Las siguientes
palabras hicieron que su corazón se hundiera.
Jun Wu continuó: —Creo que el verdadero
número de años que este guoshi pasó en este
mundo no es menos que el mío. Quizás, incluso
más grande que el mío.
—...
Una parte de su conjetura había sido
verificada.
Si el Guoshi Principal realmente vivió en este
mundo por más tiempo que Jun Wu, entonces,
¡la posibilidad de que fuera uno de los Cuatro
Guardianes del Príncipe Heredero de WuYong
era aún mayor!
Xie Lian no pudo evitar preguntar: —¿Cómo
es que nunca me lo dijo esto antes?
—Porque durante mucho tiempo, no pude
estar seguro —dijo Jun Wu.
—Entonces, ¿cómo confirmó esto más tarde?
—Preguntó Xie Lian.
77
—Después de que XianLe cayó, lo encontré y
lo neutralicé. Pero ahora parece, que al final, aún
logró escapar.
—...
Que podría haber alguien además de Bai
Wuxiang que pudiera escapar de las manos de
Jun Wu era impresionante. ¡Xie Lian siempre
pensó que los guoshis habían huido durante el
caos de la guerra, pero no pensó que fue Jun Wu
quien personalmente fue a matarlo!
—Entonces... entonces, ¿por qué necesitaba
neutralizarlo? —Preguntó Xie Lian—. ¿Y por
qué no me lo dijo después de haberlo verificado?
—Tus dos preguntas son en realidad una sola
pregunta —dijo Jun Wu.
—¿Qué? —Preguntó Xie Lian.
—Si te lo dijera, tal vez te sentirías
decepcionado cuando lo escuches —dijo Jun
Wu—, pero tal vez ahora puedas soportar
sentirte decepcionado de los demás.
El corazón de Xie Lian latía cada vez más
rápido, e inconscientemente agarró con fuerza
una de las manos de Hua Cheng. La otra mano
de Hua Cheng llegó a cubrir el dorso de su mano.

78
En el otro extremo, Jun Wu dijo: —Porque
descubrí que parecía querer despertar algo
dentro de ti.

79
Capítulo 204
Búsqueda de quinientos; encuentro
abrupto con un viejo amigo (parte uno)

—¿Y qué es eso? —Preguntó Xie Lian.


Sin embargo, Jun Wu parecía estar
silenciosamente preocupado por el tema y
deliberó durante un largo rato antes de decir:
—¿Qué pasa, XianLe? ¿Por qué de repente
recordaste a tu maestro? ¿Te encontraste con
algo dentro del Monte Tonglu? ¿Eso tiene que
ver con él?
Xie Lian recuperó el sentido y estaba a punto
de dar una cuenta rápida antes de presionar con
más preguntas cuando, de repente, hubo un ruido
clamoroso en el otro extremo.
—¡Veo a los tres Espíritus de Montaña de los
que hablaron antes, peculiares de hecho! —Dijo
Jun Wu—. Me ocuparé de ellos primero y

80
podemos hablar de nuevo más tarde. Sin
embargo, ya que XianLe ha hecho la consulta,
solo recuerda una cosa: tu maestro no es un
personaje simple. ¡Si te encuentras con él, ten
mucho cuidado!
Entonces, el otro extremo cayó en un silencio
profundo.
—¿Mi señor? —Llamó Xie Lian.
Jun Wu no respondió de nuevo. Solo uno de
esos Espíritus de Montaña era difícil de tratar;
estar rodeado y asediado por tres debía ser aún
más difícil. Incluso cuando Xie Lian tenía
poderes espirituales ilimitados antes y
controlaba una estatua divina gigante que desafía
al cielo, no podía encargarse de ellos y ahora Jun
Wu los estaba enfrentando solo, por lo que
probablemente necesitaría concentrarse y ejercer
un poco más de fuerza. Xie Lian le dio a Hua
Cheng un breve resumen de la conversación
durante la comunicación y los dos se detuvieron
en sus pasos.
En este momento, estaban situados en una
extensa y amplia calle. Mirando hacia el cielo,
nubes sombrías ocultaban la luna y se podían ver
tenues hilos y cadenas de humo negro como
81
criaturas a la deriva ante la luna fría, como tinta
borrosa en agua clara.
Esos eran los espíritus resentidos enviados
desde el Templo Divino de WuYong. Todavía
no habían entrado porque el Aura del Rey dentro
del palacio y los numerosos templos de varios
dioses dentro de la Capital Real brillaban, sus
auras se entrelazaban, tejiendo un escudo fuerte.
Una barrera natural como esta bloquearía a esos
seres malvados fuera del escudo, por lo que solo
podrían merodear en el cielo.
Casi todas las fortalezas de la ciudad poseían
un escudo similar porque personajes destacados
e impresionantes oficiales celestiales aparecían
en todas partes; como dicen, la tierra rica
fomenta talentos. Sin embargo, esos escudos no
podían bloquearlos para siempre.
—Estaría bien siempre que agreguemos
refuerzos al escudo —dijo Hua Cheng.
Pero, el problema era cómo reforzar.
—¿Talismanes? —Reflexionó Xie Lian—.
¿Dispositivos espirituales? —Luego dijo—:
Probablemente no serán suficientes.
Esos espíritus resentidos envolvían todo el
cielo de la Capital Real, por lo que a menos que
82
tuvieran millones de talismanes y dispositivos
espirituales, no podrían resistir.
Caminando de un lado a otro, Xie Lian apretó
los dientes: —San Lang, tengo una idea que tal
vez pueda reforzar esta barrera, pero... necesito
gente.
—¿Cuántos? —Preguntó Hua Cheng.
—Muchos —dijo Xie Lian—. El mayor
número posible. Al menos quinientos.
—¿Vivos o muertos? —Preguntó Hua Cheng.
Escuchó con seriedad y no estaba bromeando.
—Vivos. —Respondió Xie Lian—. Los
fantasmas no sirven. Necesito pedir prestado el
espíritu y el aura Yang3 de los vivos para
ahuyentar a esos espíritus resentidos.
—Si ese es el caso, entonces eso significa que
también deben ser voluntarios —comentó Hua
Cheng.
—Eso es correcto. Deben estar dispuestos a
hacerlo. —Dijo Xie Lian—. Y deben tener la
voluntad de defender y proteger. —Si tienen
miedo en sus corazones o sus voluntades son
débiles, los espíritus pueden aprovechar para
colarse.
3
Yang de Yin Yang; Yang representaba al sol, al hombre y a los vivos.
83
Hua Cheng inclinó la cabeza.
—Al igual que los soldados que luchan en la
primera línea de batalla, deben ser los que más
quieran ganar, los que tengan más fe, porque si
fueran inútilmente forzados o solo quisieran
escapar, sin ningún espíritu de batalla, nunca
ganarían y terminarían abandonando sus
armaduras, sufriendo una derrota total.
—Se trata de eso exactamente —dijo Xie
Lian—. ¿Puede San Lang encontrar a esas
personas?
Después de contemplarlo, Hua Cheng
respondió lentamente: —Gēge, si necesitara a
los muertos, puedo traerle todos los que necesite.
Los seres vivos involuntarios también serían
fáciles. Pero encontrar voluntarios, no será fácil.
Después de una pausa, continuó:
—Ciertamente hay muchos en el reino de los
mortales que adoran al Rey Fantasma, pero sé
muy bien que, uno; solo están aterrorizados de
mí y dos; quieren preguntarme cosas, por lo tanto
me temen y obedecen. Puedo forzarlos con poder
y tentarlos con beneficios, pero este método
probablemente no funcionará para encontrar las
personas que necesita. Lo siento.
84
Xie Lian estaba encantado de escuchar esto y
dijo: —No es necesario que te disculpes.
Pensemos en un camino, juntos.
—Hum. Sin embargo, gēge, hay buenas
noticias —dijo Hua Cheng—. Frente a nosotros,
a unos cincuenta pies de distancia, a la vuelta de
la esquina hay un grupo de humanos vivos.
Xie Lian también los percibió y se apresuró a
ver cómo ese grupo de personas también doblaba
la esquina y gritaron sorprendidos por su
repentina aparición.
—¡Un fantasma!
Xie Lian los miró detenidamente y los
reconoció y exclamó alegremente: —¡Todos, no
es un fantasma, soy yo!
Ese grupo de monjes y cultivadores eran muy
familiares. El líder era un cultivador vestido con
túnicas glamorosas, ¿ese no era Ojo del cielo?
Y ese gran grupo detrás de él, ¿no eran ellos el
grupo de monjes y cultivadores de antes que los
acosaron implacablemente todo el camino y
fueron noqueados por el techo derrumbado de
esa posada sospechosa?
Detrás de Xie Lian, Hua Cheng se acercó con
las manos balanceándose fácilmente a su lado.
85
Ciertamente no tenía la forma de un niño en este
momento; con esa sonrisa despreocupada y
escalofriante, Ojo del Cielo y los demás
retrocedieron un metro al instante del terror.
—¡Y dices que no es un fantasma! ¡No hay
nada más fantasmal que él! ¡Es un rey fantasma
incluso!
La sonrisa de Hua Cheng se desvaneció y
chasqueó la lengua, molesto. Demasiado
perezoso como para hacer un comentario. Xie
Lian estaba buscando por todas partes almas
vivas en este momento, por lo que rápidamente
levantó la mano.
—Todos, aparecieron justo a tiempo. Hay
algo…
Sin embargo, inesperadamente, en el
momento en que levantó la mano, la reacción de
la otra parte fue mucho más exagerada de lo que
esperaba. Todos cayeron al suelo, muy alertas,
exclamando unos a otros: —¡Cuidado con las
armas ocultas!
—...
Xie Lian tuvo que pensar un momento antes
de recordar cuál era el arma oculta a la que se
referían y se quedó sin palabras por un momento.
86
—No tienen que tener miedo, no tengo armas
ocultas en mí. —Las albóndigas de castidad
incorruptible no se forjaban tan fácilmente de
todos modos, el trabajo con el cuchillo necesario
para fabricarlas solo tomaría la mitad del día.
—Y agregó—: Además, me forzaron a usarlo la
última vez, no les había hecho nada, ahora hay
incluso menos razones para hacerlo.
Al escuchar esto, el grupo lo contempló y
pensó que era razonable y rápidamente se
arrastraron desde el suelo, sacudiéndose el
polvo, pero aún manteniendo una distancia, sus
bastones y espadas sagradas y otras herramientas
espirituales similares nunca abandonaron sus
manos.
Ojo del Cielo habló: —Solo quiero decir,
Daozhang, no te hemos visto en muchos días,
pero la esencia del mal en tu cuerpo ha
empeorado. Creo que es mejor que retrocedas
ahora mientras todavía hay una posibilidad. Y
hablando de eso, ¿por qué es tan malo? No estoy
tratando de asustarte, pero ya casi no puedo ver
tu cara con claridad.
—... —Xie Lian se sonrojó al escucharlo, sin
atreverse a mirar a Hua Cheng mientras lo
87
interrumpía—. Hablemos de eso más tarde.
Todos, estaba observando señales en el cielo
nocturno y vi algunas criaturas siniestras.
¿Ustedes lo vieron?
—¡Por supuesto que lo vimos! —Dijo Ojo del
Cielo—. Observar las señales en el cielo
nocturno es una tarea que siempre hacemos
todos los días. Y aquí pensé que algunos
monstruos o fantasmas estaban causando
problemas, pero podría ser, ¿es Hua Cheng...
zhu?
—Por supuesto que no. —Dijo Xie Lian—.
De lo contrario, no estaré aquí para alertarte.
También hemos venido por esas criaturas y solo
estábamos pensando en formas de reforzar el
escudo de aura de la Capital Real.
Ojo del Cielo dudaba.
—¿Ustedes dos? ¿Pensando en formas?
—¿Por qué el Rey Fantasma sería tan
bondadoso?
Hua Cheng sonrió.
—No es por bondad. Pero si quisiera hacerle
algo a la Capital Real, este pequeño escudo de
aura no tiene forma de detenerme.

88
Las expresiones en los compañeros
cultivadores y monjes eran ilegibles. Xie Lian
sabía que su precaución y su guardia no podían
ser derribadas tan fácilmente, así que no trataría
de forzarlas.
—Me he enfrentado a esas criaturas en el cielo
antes, muy difícil de manejar. Si les permitimos
romper el escudo protector de la Capital Real e
invadir, todo se vería sumido en el caos, por lo
que estoy buscando ayuda en este momento para
ayudar a formar una matriz, necesito unas
quinientas personas.
Ojo del Cielo se quedó boquiabierto.
—¡¿Quinientos?! ¿Qué matriz es esta, para
necesitar tanta gente? ¡Nunca he oído hablar de
eso antes!
Xie Lian no tuvo el valor de decir que
quinientos era el requisito mínimo. De hecho, si
podía decirlo abiertamente, necesitaban al
menos ochocientos.
El grupo de monjes y cultivadores también
estaba murmurando: —Nunca he oído hablar de
esto tampoco, ¿alguien ha visto registros de esto
en algún libro?

89
—¿Son esas criaturas realmente tan
poderosas?
—Solo escuché de los monstruos que comen
quinientos de un bocado, nunca escuché que
dibujar una matriz necesitara tantos.
—¿Es peligroso?
Después de muchas deliberaciones serias, Xie
Lian respondió sinceramente: —No puedo
decirlo con certeza. Tal vez, tal vez no. Solo
estoy ocho por ciento seguro, ya que nunca antes
había intentado esta matriz.
Sería imposible encontrar registros de esto en
cualquier libro, ya que este conjunto no era algo
que Xie Lian aprendió de los libros o de otra
persona, sino algo que había estado
reflexionando y se le ocurrió mientras caminaba
en los últimos ochocientos años, ¿qué se debía
hacer si la Enfermedad del Rostro Humano se
desatara nuevamente? ¿Podrían simplemente
sentarse y no hacer nada? En ese momento, en
realidad no pensaba que tendría que enfrentar
esta gran crisis nuevamente y no había
imaginado que este método se utilizaría.
Por otro lado, ese grupo discutió por un tiempo
antes de que al final, Ojo del Cielo se diera la
90
vuelta diciendo con cautela: —No tenemos tanta
gente. Además....
Además, no confiaban en Xie Lian y Hua
Cheng.
Eso no se podía evitar. Después de todo, no
sabían qué era la Enfermedad del Rostro
Humano, qué tan poderosa era y con los agravios
pasados entre ellos y Hua Cheng, debía haber
muchos más casos que se tomaron como nada
más que insectos. Originalmente, Xie Lian había
pensado que tal vez estos hombres eran maestros
y debían tener varios discípulos en sus escuelas,
por lo que tal vez podrían reunir unas trescientas
o cuatrocientas personas y preocuparse por los
números restantes después, pero parecía que esta
esperanza era infructuosa.
—Gēge, deje de malgastar su aliento con ellos
—dijo Hua Cheng—. Vamos.
Xie Lian asintió, no se desanimó en lo más
mínimo y se fue con él. Sin embargo, Ojo del
Cielo y los demás no solo no se fueron, sino que
los siguieron sigilosamente, creyendo que
estaban bien escondidos. Xie Lian se quedó sin
palabras, pero luego, cuando pensó que este
grupo de maestros probablemente solo los estaba
91
vigilando porque temían que él y Hua Cheng
causaran problemas en la capital, sus
preocupaciones nacieron de un corazón amable,
pensó que era divertido y dejó de preocuparse.
En ese momento, Hua Cheng sugirió: —¿Por
qué no ir a donde están los barrios bajos?
Debería haber muchos de los que son intrépidos
y audaces y no temen a la muerte. Quizás nuestra
búsqueda sería fructífera allí.
Por lo tanto, los dos cambiaron de rumbo y
fueron a las sombras de la Capital Real.
Llegaron ante un templo que estaba bastante
deteriorado y le dieron una mirada. Dentro del
templo había un grupo de personas durmiendo
por todo el suelo, extendiéndose hasta el exterior
del templo. Esto parecía ser un grupo de
personas sin hogar, o más bien, mendigos. El aire
era gélido, el suelo frío, pero casi todos estaban
vestidos de manera irregular. Había hombres,
mujeres, personas mayores y niños y ninguno de
ellos se mostró tímido por la cercanía
inadecuada.
Algunos se apoderaron de una estera de paja
hecha jirones, algunos abrazaban el heno para
calentarse y otros simplemente dormían en el
92
suelo. Los que estaban despiertos o suspiraban y
lloraban por las llagas podridas en sus cuerpos o
se quitaban las pulgas de sus personas. Incluso
había alguien que se movía lentamente,
arrastraba los pies por una cojera, pareciendo
estar entregando cuencos de agua a los enfermos.
Antes de que entraran había un olor sofocante de
sudor y un olor extraño que salía flotando.
Que el área más lujosa y bulliciosa estaría tan
cerca de los barrios marginales más sucios y
decrépitos con solo una calle aparte, el contraste
era realmente lamentable.
Por supuesto, Xie Lian no tuvo tiempo de
lamentarse. Cruzó el umbral y gritó: —¿Pueden
echarme una mano?
Nadie respondió antes de que alguien gritara:
—¡Pídele a tu mamá una mano! ¡Quiero que
alguien me dé una mano también! ¡Ya vamos a
dormir, sal de aquí!
Xie Lian no se ofendió y dijo: —Es algo muy
urgente, si todos están dispuestos a ayudar,
entonces seguro... ¡seguro que traerá prosperidad
al mundo!

93
Había querido decir; serán muy apreciados,
pero si vinieran por las gracias desde el
principio, entonces sus mentes no serían puras.
Los mendigos dentro del templo maldecían
aún más.
—¡¿Qué tiene que ver la prosperidad del
mundo conmigo?!
Entonces alguien preguntó: —¿Hay
compensación?
Xie Lian miró hacia atrás y los ojos de Hua
Cheng brillaron con disgusto, pareciendo estar
listos para ser cruel y rápidamente lo apartó,
diciendo con calma: —Todavía no. Lo dijiste tú
mismo, San Lang, no podemos usar la fuerza o
la tentación. Me tomaré mi tiempo para
persuadirlos. Debe haber algunos que podamos
usar en este grupo de setenta y ochenta personas.
Solo entonces ese brillo agudo en los ojos de
Hua Cheng se desvaneció.
Justo en ese momento, llegó una voz
ligeramente áspera: —¡Oigan, oigan, oigan!
¡Escúchenme todos! ¡Escúchenme! ¡Detengan
ese ruido! ¡Escuchemos lo que tienen que decir
primero!

94
Al escuchar esto, Xie Lian miró hacia atrás y
vio que quien hablaba era ese mendigo cojo. Su
ropa estaba hecha jirones, su cara sucia, su
cabello despeinado, flaco y demacrado, su
apariencia no era clara pero su voz sonaba
bastante juvenil. Agitó la mano para saludar a la
multitud, pero lo extraño fue que solo agitó una
mano, por lo que su postura era un poco
incómoda. Todos los demás mendigos parecían
escucharlo, por lo que el sonido de maldiciones
y gritos se desvaneció.
—¡Gracias! —Gritó Xie Lian y tampoco
perdió su tiempo, volteó su mano y encendió una
antorcha al instante, las llamas se encendieron.
La multitud de mendigos aulló de miedo y los
que aún no estaban despiertos se despertaron
también.
—¡¿Qué es esa magia malvada?!
Xie Lian educó su expresión: —No es magia
perversa, es magia espiritual. Esto prueba que
mis palabras no son falsas. A decir verdad, es así:
en este momento hay un gran grupo de
monstruos y fantasmas que han rodeado la
Capital Real y están a punto de atacar.
Necesitamos quinientos voluntarios que estén
95
dispuestos a unirse a la matriz espiritual para
proteger la Capital Real. ¿Quién está dispuesto?
No mentiré, puede haber peligro. ¡No forzaré a
nadie, solo pido voluntarios!
—...
Hubo una manta de silencio en ese templo
destruido. Los mendigos se miraron, pero no
había nadie que se adelantara para decir que
estaban dispuestos.
Un momento después, alguien habló:
—¿Proteger la Capital Real? Olvídalo. —Xie
Lian miró y ese hombre se desplomó,
murmurando para sí mismo—: La Capital Real
no me protege, ja, ¿y tengo que protegerlos?
¡Haz lo que quieras, no es asunto mío!
Su tono indiferente estaba mezclado con ira.
No era que Xie Lian no pudiera entenderlo, pero
esto no podía ayudarlo. Claramente, este templo
estaba lleno de los mismos pobres y sufrientes
que el hombre que pensaban lo mismo. Como no
había compensación y sus días en la Capital Real
no eran tan buenos, ¿quién querría ayudar en un
momento como este? Ya hacía mucho frío
acurrucados dentro de un templo en pleno
invierno, ¿quién querría salir?
96
Xie Lian trató de darles una última
oportunidad.
—Si esas criaturas invaden la Capital Real,
habrá una plaga muy aterradora que estallará.
Todos se verían afectados.
Un viejo mendigo tendido en el suelo dijo:
—¿Qué plaga puede ser más aterradora que estas
viejas llagas en mi cuerpo?
—Si realmente hay una plaga, ¿por qué no
dejar este lugar, eh? No tenemos que quedarnos
aquí, no es como si fuera un buen lugar de todos
modos, es lo mismo sin importar dónde.
—Solo dejen que lo hagan esos poderosos y
distinguidos viejos maestros y damas en la
Capital Real. Alguien lo hará, ¿por qué debemos
ser nosotros?
—Bueno...
Xie Lian no podía decirles directamente. Esos
poderosos y distinguidos viejos maestros y
damas también pensarían lo mismo: no iré,
seguramente alguien irá. Además, dado que
habían construido una base aquí en la Capital
Real y ante el peligro, habría más cosas que no
podrían dejar ir, así que ese pensamiento sería
aún más fuerte. No era que esta mentalidad
97
estuviera mal, que era mala, era solo que si todos
pensaban de esta manera, entonces no se podía
lograr nada.
Después de esperar un momento, nadie dio un
paso adelante y Xie Lian dijo resueltamente:
—Está bien. Perdón por la intrusión.
Se dio la vuelta y dejó el templo derruido.
—No se preocupe, gēge —consoló Hua
Cheng—, también tengo gente en movimiento
de mi lado. La noticia se ha difundido,
deberíamos poder encontrar personas.
Xie Lian asintió. No era que estuviera
preocupado de que no pudieran encontrar
quinientos, solo estaba preocupado de que no
hubiera suficiente tiempo y agarrar al azar a las
personas para incrementar los números sería
contraproducente. Miró al cielo; esas nubes
negras y ondulantes todavía cubrían los cielos,
su intención era impredecible.
Justo en ese momento, una voz sonó de
repente detrás de él.
—¡Espera! ¡Espera, espera, espera! ¡Iré!
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió y giró
la cabeza. Ese pobre mendigo arrastró su pierna
saltando fuera de las puertas del templo.
98
—La gente que buscas, mientras estén vivos,
está bien, ¿verdad? Las extremidades rotas no
serán un problema, ¿verdad?
Resultaba que los movimientos de este
hombre parecían incómodos porque no solo
tenía una pierna coja, sino que uno de sus brazos
también estaba roto, ya que colgaba floja a un
lado.
Al ver que finalmente había alguien que se
presentó voluntariamente, el corazón de Xie
Lian se calentó al instante y respondió de
inmediato: —¡No es un problema en absoluto!
Ese hombre también fue bastante directo:
—¡Entonces estamos bien! ¡Llévame contigo!
La multitud de mendigos dentro del templo se
sorprendió.
—¿Qué estás haciendo? ¡No lo escuchaste,
podría ser peligroso!
—¡Sí! ¡Y no hay pago! ¡Hablaron mucho, pero
no hay una compensación!
—¡No te involucres en esas aguas turbias,
vuelve, Lao Feng!
—...
Desde antes, Xie Lian había pensado que este
hombre parecía demasiado familiar, pero debido
99
a que esta apariencia era muy diferente a la de
sus recuerdos, además de que su voz era
ligeramente áspera, no era exactamente la
misma, por lo que Xie Lian no lo reconoció.
Ahora que escuchó a las personas en el costado
gritar la palabra Feng,4 de repente se dio cuenta.
Xie Lian lo miró de cerca y dijo con
incredulidad: —¿Gran Señor del Viento?
Ese mendigo se echó a reír en voz alta,
extendiendo la mano para quitar el cabello negro
que cubría su rostro.
—¡Me has atrapado, Dianxia!
Debajo de ese sucio cabello negro había un par
de ojos extremadamente brillantes, igual de
brillantes que antes.

4
Feng es la palabra para viento.
100
Capítulo 205
Búsqueda de quinientos; encuentro
abrupto con un viejo amigo (parte dos)

X ie Lian estaba tan sorprendido que se


quedó sin palabras.
Shi Qing Xuan luego se rascó la cabeza.
—Aiyah jajajajaja, ¡al principio quería
disfrazarme de otra persona y observarlos en
secreto, pero no pensé que los ojos de Dianxia
fueran tan agudos! ¡No se puede evitar, debe ser
porque mi talento y mi gracia son inolvidables!
Jajajajajajajaja...
—... —Xie Lian apoyó las manos sobre sus
hombros y se atragantó—. Señor del Viento...
Shi Qing Xuan dejó de jadear, pero todavía
estaba rascando su cabeza, como si su cabello
estuviera lleno de pulgas y le picara.
—Dianxia, ya no soy el Señor del Viento.

101
—Bien. Qing Xuan. —Dijo Xie Lian. Tomó
una pausa antes de preguntar—: ¿Cómo...
terminaste de esta manera?
—Uh, solo, es una larga historia —dijo Shi
Qing Xuan—. De todos modos, fue solo esto y
aquello, aquí y allá y luego terminé así.
Justo entonces, la multitud dentro del templo
gritó: —¿Qué? ¡Lao Feng! ¿Conoces a estos
dos?
Shi Qing Xuan se dio la vuelta, su brazo rodeó
el hombro de Xie Lian y le dio una fuerte
palmada.
—¡SÍ! ¡Son mis buenos amigos del pasado!
—¡¿Qué?! ¡¿Es tu amigo?! Lao feng, ¡por qué
no lo dijiste!
—Lao Feng, ¿alguien como tú en realidad
conoce una cara bonita5 que se nota con una
mirada que creció en la miel de la carne tierna?
¡Apuesto a que te estás volviendo loco otra vez!
La multitud estaba sorprendida y asombrada,
haciendo un gran asunto con las cosas y debería
haber sido divertido, pero Xie Lian solo se sintió

5
小 白脸 [xiao bai lian] [carita blanca] solía describir a un hombre joven con una cara
bonita. No es realmente un cumplido, y generalmente se usa en un contexto burlón
(en el mejor de los casos) o despectivo (en el peor).
102
molesto. Había que saber que entre los tres, solo
el Señor del Viento del pasado era la verdadera
cara bonita criado en la miel de la carne tierna.
Shi Qing Xuan estaba furioso.
—¡¿Qué es lo que dices?! ¡No soy esa fea
mierda!
—Por favor. ¿Recuerdas cuando te
comportabas locamente y hablabas sin sentido
durante todo el día? ¿Crees que lo hemos
olvidado?
Shi Qing Xuan gritó una serie de ruidos
ininteligibles: —Voy a ir a ayudar a mis amigos
ahora, me voy, me voy. ¡¿Alguien más viene?!
Esta vez, la multitud se miró y, un momento
después, dijeron: —Muy bien, bien. Si es amigo
de Lao Feng, entonces es diferente.
—Vayamos con Lao Feng, para que alguien
no lo golpee hasta la muerte, por la forma en que
está, ya tiene un brazo y una pierna inservibles.
—¡Oye! —Gritó Shi Qing Xuan.
Todavía había quienes no se rendían y
presionaban: —¿Realmente no hay
compensación? ¿Incluso si no hay paga, una
pierna de pollo para comer también estaría bien?

103
Xie Lian le dio a Shi Qing Xuan una breve
cuenta y ambas partes ahora entendieron la
situación.
Shi Qing Xuan lo pensó y dijo: —Puedo
entender que no podemos usar la fuerza o la
tentación para este asunto, ¿pero darles un
bocado a todos debería estar bien? Ninguno ha
tenido una buena comida en mucho tiempo.
Mientras no tuvieran un corazón codicioso, no
sería un problema y Xie Lian respondió:
—Debería estar bien. Pero dígalo de esta
manera.
Susurró algunas palabras y Shi Qing Xuan dijo:
—Estaba pensando lo mismo. —Luego se dio la
vuelta y gritó—: ¡Después de hacer esto, van a
invitar a todos a un tazón de sopa de pierna de
pollo más tarde! ¡Oigan! ¡Todo el mundo
consigue un tazón si vienen o no! ¡Atención,
obtendrán uno incluso si no vienen, solo
solicitamos voluntarios!
Ahora la forma en que lo expresó era astuta.
Todos obtienen un tazón, todos podrían comer
incluso si fueran o no, lo que hizo que los que
decidían ir serían inmensamente valiosos.

104
—¡¿Viene alguien más?! —Gritó Shi Qing
Xuan—. ¡Vengan, vengan, vengan! ¡Digan a
todos que no hay pago, oigan! Es solo darme una
mano, salvar al mundo, rodear la Capital Real o
lo que sea, ¡solo queremos voluntarios!
¡Invitaremos a todos a una buena comida
después de que se haga!
Quizás fue porque había alguien liderando el
camino que en un abrir y cerrar de ojos, el templo
frío e indiferente de repente se volvió tan
caliente como el fuego y los mendigos también
se separaron para informar a más personas sin
hogar que conocían. Xie Lian, Hua Cheng y Shi
Qing Xuan se pararon frente a la entrada de ese
templo derrumbado.
Xie Lian levantó la vista y vio donde debería
haber una placa de establecimiento vacía y no
pudo evitar recordar el Templo de Viento y Agua
en ruinas en la ciudad de Fu Gu y esas estatuas
divinas del
Señor del Agua; cuya cabeza fue cortada y el
Señor del Viento; al que le faltaba un brazo y una
pierna.

105
Al final no pudo contenerlo y se volvió hacia
Shi Qing Xuan, preguntando vacilante: —¿Qing
Xuan?
Shi Qing Xuan dejó caer el brazo de su
hombro.
—¿Qué sucede? Oh, perdón por esto,
Dianxia, mi mano está un poco sucia. Tu ropa,
jaja.
Efectivamente, su brazo dejó marcas sucias en
el hombro de la túnica blanca de Xie Lian.
Parecía querer ayudar a Xie Lian a quitarse el
polvo, pero luego se dio cuenta de que solo se
ensuciaría cuanto más desempolvara, así que
retiró la mano y se frotó la nariz con torpeza.
Como si a Xie Lian le importaran esas cosas.
Solo estaba muy preocupado por una cosa.
—Señor... Qing Xuan, tu destino...
Shi Qing Xuan se sorprendió.
—¿Qué pasa con mi destino?
—¿Agua Negra lo cambió después de todo...?
—Preguntó Xie Lian.
Entonces finalmente Shi Qing Xuan se dio
cuenta y rápidamente dijo: —Oh, no, no, no lo
hizo, no lo hizo. No has entendido bien, él no
hizo nada.
106
Xie Lian tampoco pensó que Agua Negra
cambiaría el destino de Shi Qing Xuan al final.
—Entonces, ¿tu brazo y pierna?
Shi Qing Xuan se rascó la cabeza de nuevo y
dijo con un poco de timidez: —Esto tampoco fue
él. ¿Cómo puedo decirlo...? Hubo un poco de
descuido aquí y algo de mala suerte allí, pero
todo fue causado por mí.
Como él no quiso decir detalles, Xie Lian no
presionó por ellos. Solo que, de alguna manera,
imperceptiblemente, el estado actual de Shi Qing
Xuan había afirmado el acto de ira emitida por
He Xuan como una profecía en el Templo del
Viento y el Agua, quién sabría qué fuerza
misteriosa estaba en juego.
—Ese día, mis poderes espirituales fueron
absorbidos de repente y no pude ayudarte. Lo
siento mucho —dijo Xie Lian.
Shi Qing Xuan agitó su mano.
—Todo el asunto no tuvo nada que ver contigo
de todos modos. Si no fuera por Dianxia, quien
me dijo lo que estaba pasando de antemano, mi
cabeza aún podría estar en las nubes hasta el
final.

107
—¿Qué sucedió exactamente después de ese
día? —Preguntó Xie Lian.
Resultaba que, después de que He Xuan
decapitó a Shi Wu Du, Shi Qing Xuan se
desplomó y quedó sin vida y no pudo entender
nada de lo que le dijo He Xuan, solo recordando
vagamente que He Xuan lo había sacado de la
Isla de Agua Negra. Más tarde, fue abandonado
en la Capital Real. No entendía por qué sería la
Capital Real más tarde, pero en el pasado, Shi
Qing Xuan siempre se había preocupado por ir a
la Capital Real a festejar y beber, por lo que
estaba bastante familiarizado con el área. Todo
estaba borroso y cuando finalmente volvió en sí,
decidió enterrar su nombre y establecerse aquí.
Como perdió por completo todos sus poderes
espirituales, no tenía nada que determinar su
identidad y pasó sus días en miseria,
naturalmente, la Corte Superior no podría
encontrar rastros de su paradero.
—En cualquier caso, no tiene nada que ver con
él —dijo Shi Qing Xuan—. Después, nunca más
lo volví a ver.
Probablemente era lo mejor que nunca se
volvieron a ver. Este asunto era realmente difícil
108
de manejar; una persona como esta, ¿podría
matarte o no matarte? Además, el Señor del
Agua también maldijo salvajemente a He Xuan
al borde de su muerte y Xie Lian sudaba
seriamente por el destino de Shi Qing Xuan.
En ese momento, el grupo de mendigos regresó
con más personas y la multitud empujó y
arrastró, balbuceando en voz alta: —¡Lao Feng,
Lao Feng! ¡Hemos traído a muchas personas
aquí, ¿qué piensas?!
Shi Qing Xuan les dio un gran aprobado:
—¡Buen trabajo! ¡Todos tendrán una pierna de
pollo!
—Hay tanta gente, ¿podrán permitirse
alimentarnos a todos?
Shi Qing Xuan levantó su mano y por un
momento, Xie Lian casi pensó que iba a tirar
cien mil méritos, pero solo dijo: —¡Esto no es
nada! ¡No tengan en cuenta si son muchos,
pueden poder alimentar incluso diez veces la
cantidad!
Finalmente, si contaba más o menos, en
realidad ahora había más de doscientas personas
reunidas, ¡completamente fuera de las
expectativas de Xie Lian!
109
Se sintió animado.
—Señor del Vi... Qing Xuan, ¡eres de gran
ayuda!
Shi Qing Xuan estaba orgulloso y complacido.
—Pero por supuesto. Puedo convocar a cientos
sin importar a dónde vaya y tal vez, en el futuro
pueda establecer una pandilla o algo así, buscar
un título de líder de pandilla, jajajajajaja...
—Lao Feng se ha vuelto loco nuevamente
—comentó el grupo de mendigos detrás de ellos.
—¡Sí, cierto! ¡Él está delirando otra vez!
—¡Qué! ¡No estoy delirando! —Exclamó Shi
Qing Xuan.
Pero esos pocos mendigos solo querían jugarle
una broma y le dijeron a Xie Lian: —Mi amigo,
¿no lo sabes? Cuando Lao Feng llegó por
primera vez, era un desastre, persiguiendo
locamente a la gente todo el día todos los días
para alardear de que era un dios.
Shi Qing Xuan parecía un poco incómodo e
inmediatamente se quejó: —No tengo tiempo
para escucharlos a todos decir tonterías, ¡dejen
sus bocas para masticar patas de pollo!
Xie Lian los escuchó en silencio, su sonrisa se
desvaneció un poco. Su corazón se sentía como
110
si estuviera arrugado en una bola, pero al mismo
tiempo, estaba abierto y fácil como el papel de
arroz.
El Señor del Viento había cambiado, pero al
mismo tiempo, no.
Gracias a los cielos.
—Dianxia —habló Shi Qing Xuan—, ¿qué
hacemos ahora? Tengo a la gente para ti, ahora
están en tus manos.
Aunque el número de personas no era
suficiente, solo sería temporal. Pensarían más en
ello una vez que se hubiera configurado la
matriz.
Xie Lian respondió: —Muy bien, ahora
necesitamos encontrar un área vacía que pueda
albergar a tanta gente.
Anteriormente durante su conversación, Hua
Cheng no había interrumpido y Xie Lian no
podía decir lo que estaba pensando. Solo ahora
habló: —Eso es fácil de solucionar. Gēge, solo
venga conmigo.
Xie Lian asintió y Shi Qing Xuan cojeó
mientras saludaba alegremente: —¡Sígannos, no
pierdan el camino! ¡Oigan!

111
Xie Lian había querido inconscientemente
ayudarlo al principio, pero cuando vio que nadie
fue a ayudarlo y no caminó más lento que nadie,
lo entendió. Un grupo de grandes mendigos
salió de la barriada en un ajetreo, saliendo a las
calles, pero no llegaron muy lejos antes de que
se escuchara un grito enojado: —¡Deténgase
ahora mismo! ¿Qué es esto? ¡Hay tantos de
ustedes, ¿están intentando comenzar algo en
medio de la noche?!
Los mendigos estaban muy alarmados.
—¡Oh no! ¡Es la patrulla nocturna!
Sin embargo, Xie Lian no se molestó en mirar
hacia atrás porque Hua Cheng no miró hacia
atrás.
—No le preste atención.
Entonces, ese soldado se desplomó.
Los mendigos quedaron asombrados y
comenzaron a murmurar. Shi Qing Xuan luego
gritó: —¡Tranquilos! ¡No atraigan más
soldados! —Por lo tanto, el grupo se atenuó en
susurros.
Hua Cheng hizo una pausa en su paso y dijo:
—Gēge, esta calle servirá.

112
—¿Esta? —Preguntó Xie Lian—.
Ciertamente, por ubicación, es el más adecuado,
pero ¿no sería demasiado llamativo?
Esta gran calle era muy amplia y espaciosa,
plana y pavimentada, era la avenida principal de
la Capital Real, ¡por supuesto, era visible! Todos
intervinieron: —Sí, ¿y si nos descubren y nos
expulsan?
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Eso está
bien. Incluso si nos descubren, no pueden
echarnos.
Xie Lian asintió.
—Todos, debo dejar esto absolutamente claro
ahora. Lo que enfrentaremos después es algo
muy vicioso y podría haber peligro. Sin
embargo, si se abre paso, toda la Capital Real se
hundirá en peligro, por lo que necesito que todos
se aseguren de que lo hacen voluntariamente sin
dudas. ¿Hay alguien que tenga miedo y quiera
retirarse?
Ninguno.
Xie Lian continuó: —Muy bien, entonces
todos tómense de las manos y formen un gran
círculo.
Alguien estaba perplejo.
113
—¿Qué hechizo es este? ¿Cómo es que
suenan como bebés tomados de la mano?
Shi Qing Xuan escupió y exclamó: —¡Muchas
tonterías, solo sigue las instrucciones!
—Heh, Lao Feng, te equivocaste allí. ¡Nadie
habla más tonterías que tú!
Conversaciones y bullicio, la multitud siguió
las instrucciones y las doscientas personas se
tomaron de las manos, formando un círculo
humano muy, muy grande en la extensa y amplia
avenida principal de la Capital Real.
—¿Esas criaturas no podrán atacar la Capital
Real mientras nos mantengamos así?
—Preguntó Shi Qing Xuan.
—No —dijo Xie Lian—, atacaran tarde o
temprano.
Shi Qing Xuan estaba confundido.
—Entonces, ¿de qué sirve esta matriz tuya?
—Es una trampa —explicó Xie Lian—. Una
vez que esta matriz esté configurada, cuando
esas criaturas rompan el escudo de protección de
la Capital Real y ataquen, no se irán al acecho en
todas partes, sino que serán atraídos a este
círculo. Y caerán en la trampa.

114
Capítulo 206
Líneas simples; el Rey Fantasma estimula
el espíritu de batalla

—¿Y qué sucederá después de que caigan en


la trampa? —Preguntó Shi Qing Xuan.
Xie Lian y Hua Cheng ya se habían
posicionado en el centro de la Matriz Humana.
—Después de eso, déjanoslo a nosotros.
Estaremos aquí dentro de la matriz para
encargarnos lentamente de ellos, asegurándonos
de que no se pierda ninguno. Lo que necesitamos
es solo tiempo. Lo más importante en este
momento es asegurarse de que no se dispersen.
La razón por la que dije que podría haber peligro
es porque no somos suficientes para llegar a
quinientos en este momento, por lo que es difícil
decir si el círculo se mantendrá y si las criaturas
del interior podrían escapar.

115
Alguien tragó saliva y preguntó: —¿Q-Qué
pasaría si salen del círculo?
—No sería bonito —respondió Xie Lian—.
Primero, los espíritus resentidos te poseerán,
luego te infectarán con la plaga...
—Sí, solo digo que, si alguien se suelta y
escapa, ¿qué pasaría entonces?
—Si el círculo se rompe, entonces quizás los
espíritus resentidos también te posean —dijo Xie
Lian.
—¡Entonces los espíritus poseerán personas
de cualquier manera!
Los más inteligentes entendieron y alguien
dijo: —Es diferente. El primero es diez de cada
diez los espíritus te poseerán y te infectarán con
la enfermedad; el último es; tal vez, lo que
significa que si tuvieras que soltarte y huir, aún
podría haber una posibilidad de supervivencia.
—Se trata exactamente de eso —dijo Xie
Lian—. Entonces, ¿hay alguien que quiera irse
ahora? Después de que esto comience
formalmente, absolutamente no pueden
retroceder, pero antes de que comencemos, no
importará quién se vaya. Espero que todos no

116
digan nada a los que se retiran también, esta es
una tarea peligrosa después de todo.
Esas eran palabras que tenían que decirse, de
lo contrario no podrían tener a lo que realmente
tenían valor y determinación. Un momento
después, de hecho, un par de docenas de
personas retrocedieron una tras otra, saliendo
apresuradamente con la cabeza gacha y el círculo
se encogió un poco más.
Xie Lian suspiró aliviado.
—Gracias a los cielos.
—¡¿Qué hay para agradecer?! —Exclamo Shi
Qing Xuan—. Ahora tenemos menos gente.
Xie Lian sonrió.
—Ya hay mucha gente, es mejor de lo que
había imaginado.
Originalmente había deliberado seriamente
qué debería hacerse si la mitad de los números se
hubieran ido, pero solo un par de docenas lo
hicieron, así que fue una sorpresa bienvenida.
Justo entonces, una voz repentinamente vino
desde la distancia: —Espera, ¿sabes quiénes son
esas personas? No pueden confiar en ellos tan
fácilmente, ¡mejor tengan cuidado o podrían
engañarlos!
117
Xie Lian miró hacia atrás, era Ojo del Cielo y
compañía.
Shi Qing Xuan se quejó instantáneamente:
—¿Y quién diablos son ustedes? No
incrementen nuestros problemas si no van a
ayudar, les prometo que ninguno de ellos dañará
un alma.
Por supuesto, al grupo de maestros espirituales
no les importaban las palabras de un mendigo
sucio y descuidado: —¿Y quién diablos eres tú?
¿Cuántos centavos cuestan tus palabras?
Cuando Shi Qing Xuan escuchó que otros lo
atacaban así, su ira aumentó y señaló su propio
rostro: —¡¿Hah?! ¡¿Estás hablando de dinero
delante de mí?! ¡No creo que sepas con quién
estás hablando, apuesto que todos se han
postrado ante este...! cof cof —Dicho esto, se
aclaró la garganta y retrocedió.
El grupo de maestros espirituales solo pensó
que ya no podía seguir faroleando y se echó
atrás, por lo que dejaron de preocuparse e
instaron en su lugar: —¡Ninguno de ustedes sabe
lo que esos dos planean hacer, tengan cuidado de
perder sus vidas por un pequeño bocado para
comer!
118
Xie Lian estaba a punto de explicar que los
mendigos estaban allí para ayudar por razones de
amistad y justicia y no solo por un pequeño
bocado, entonces Hua Cheng habló
lánguidamente: —Eso no es cierto. No están
aquí por comer un pequeño bocado, están aquí
para salvar el mundo.
Xie Lian estaba un poco perplejo, ¿por qué
Hua Cheng diría eso? Sin embargo, la otra parte
comenzó a chasquear la lengua.
—¿Qué, salvar al mundo? ¿Qué clase de
alboroto están causando tan ciegamente?
¡Centrarse en salvar sus propias vidas es lo
suficientemente bueno!
—Sí, no hay necesidad de que los mendigos se
unan a esto, váyanse y dejen de aumentar los
problemas.
Hua Cheng respondió perezosamente: —¿Oh?
¿Quieres decir que los mendigos no pueden
salvar el mundo? ¿Es porque no tienen la
capacidad de hacerlo o porque no son dignos?
En el momento en que salieron esas palabras,
los mendigos se volvieron ruidosos,
extremadamente disgustados.

119
Ojo del cielo dijo enojado: —Eso no es lo que
dijimos.
Shi Qing Xuan inmediatamente asomó la
cabeza de nuevo y le señaló: —Oy, oy, oy, ¡eso
no es lo que he escuchado! ¡¿No es eso
exactamente lo que quisiste decir con tus
palabras?! ¡Y tu tono también estaba lleno de
desdén, todos lo escuchamos muy bien!
—¡Sí! ¿Qué quieres decir con eso? ¿de qué
manera no somos dignos?
—¡Obtendremos un plato de comida si lo
hacemos o no, ¿creías que realmente solo
vinimos por la comida?! ¡Deja de menospreciar
a la gente!
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y Hua
Cheng levantó las cejas hacia él, como si
estuviera diciendo: —Pan comido.
Y Xie Lian pensó para sí mismo—: Así que se
trataba de esto.
Aunque había muchos que se quedaron atrás,
no estaban particularmente determinados, por lo
que cuando Ojo del Cielo y compañía mostraron
involuntariamente su desprecio, Hua Cheng hizo
uso de; mendigos sucios como tú no sirven para

120
ayudar en tales asuntos y lo magnificó,
provocando una rebelión en su interior.
Los corazones de esos mendigos: ¿No crees
que podamos hacerlo? ¡Entonces te
mostraremos, sin importar qué, también
tenemos lo que se necesita!
Por lo tanto, los espíritus de batalla
aumentaron en oleadas. Ambos lados se gritaban
el uno al otro y Xie Lian se dirigió al grupo de
Ojo del Cielo.
—Si realmente están preocupados por esto,
entonces esperen y observen. Si realmente
hacemos algo que es perjudicial para los demás,
entonces no sería demasiado tarde para que nos
detengan.
Junto a él, Hua Cheng sonrió y agregó:
—Pero, mejor si no se interponen en el camino.
—...
El grupo de maestros espirituales había
seguido a Xie Lian y Hua Cheng todo el camino
y ahora finalmente no podían aguantar más y
estaban listos para saltar valientes, pero no pasó
mucho tiempo antes de que se asustaran ante la
aterradora sonrisa falsa de Hua Cheng.
Hua Cheng volvió la cabeza.
121
—Gēge, mire al cielo.
Xie Lian levantó la vista junto con él. Esas
sombras negras frente a la luna redonda ahora
eran más claras, como si se hubieran acercado
silenciosamente.
En el tiempo que buscaban ayudantes, quién
sabe cuánto tiempo había pasado de la noche, ¡y
esas criaturas estaban a punto de zambullirse!
El corazón de Xie Lian dio un vuelco: ¡oh no,
estaban fuera de tiempo para encontrar más
gente! Pero no mostró esto en su rostro e
inmediatamente gritó: —¡Todos, en posición!
¡Agárrense bien!
Shi Qing Xuan ya estaba de pie, firme.
—Dian... Lao Xie,6 somos pocos, ¿no nos
atravesarán rápidamente?
Este era el reino de los mortales, después de
todo, los gritos al azar causarían malentendidos
y problemas innecesarios.
—Voy a vigilar aquí y comprobaré a todos
ustedes constantemente y cuando un punto esté
a punto de romperse, me apresuraré en

6
老 ( lao / lăo ) [traducido como: viejo] Entre los conocidos cercanos, a los nombres
de la gente mayor se le añade el prefijo [Lao...] que literalmente significa “mayor o
anciano”. Por ejemplo, [Lao Xie] significa; Mayor Xie [Lao Feng] significa; Mayor Feng.
También es usado para indicar afecto o familiaridad.
122
arreglarlo. —Respondió Xie Lian—. De esta
manera podremos extender el tiempo.
Así que, básicamente, arreglaría sin parar
cualquier agujero nuevo que aparezca.
—Uuhh, bueno… —respondió Shi Qing
Xuan—, entonces, nuestras vidas están en tus
manos, incluida la mía también, Dian... Lao Xie
tienes que trabajar duro, ¿de acuerdo? ¡Trabajar
muy duro! ¡Soy mortal ahora mismo!
—Está bien, Lao Feng, lo daré todo.
Las palmas de todos estaban sudorosas y las
caras de todos estaban tensas. Justo después de
que todos se agarraran fuertemente de las manos,
de repente, arriba, en el cielo de la noche
silenciosa, se escuchó un grito chirriante, ¡y se
acercó más y más, más y más rápido!
¡Finalmente llegaron!
Capturando el momento adecuado, Xie Lian
instruyó: —¡Todos, soplen aire hacia adelante!
La gente no entendía por qué, pero siguieron
la dirección y cada uno se llenó las mejillas y
comenzaron a soplar aire con todas sus fuerzas.
Hacer que una gran multitud expulsara una ronda
de aire caliente y blanco en medio de una noche
de invierno, aunque las respiraciones no
123
llegaban muy lejos, el aire caliente mezclado con
el aura Yang era muy confuso. Además, Hua
Cheng había lanzado secretamente un hechizo de
camuflaje, cegando a las criaturas para que no
vieran lo que estaba sucediendo y esos espíritus
resentidos que originalmente se dispersarían y se
volverían agresivos sintieron un área donde
estaba particularmente pesado con el calor y el
aura de los vivos, se animaron y naturalmente
creían que ese era el objetivo del ataque, ya que
se apresuraron y formaron un furioso pilar negro.
En ese instante, toda la visión de Xie Lian
estaba prácticamente cubierta por la negrura y
gritó: —¡Todos tengan cuidado de no aflojar su
agarre, han entrado en la jaula!
En ese momento, desde detrás de Hua Cheng,
miles de mariposas plateadas emergieron y se
extendieron.
La inquietante luz plateada se iluminó y la
niebla negra ante los ojos de Xie Lian se dispersó
instantáneamente. Vio a Hua Cheng extender
una mano hacia él.
—Gēge, venga a mi lado.
Xie Lian se sorprendió un poco e
inmediatamente le tomó la mano. Hua Cheng
124
solo tiró ligeramente antes de que Xie Lian fuera
detenido. Envolvió una mano alrededor de su
cintura y barrió tranquilamente el área con su
mirada. A pesar de que esos espíritus resentidos
estuvieron encerrados dentro del Horno durante
dos mil años y habían perdido la cabeza por el
encarcelamiento, todavía no se atrevieron a
acercarse y en un radio de un metro de los dos no
había una sola aura oscura. Solo entonces los
espíritus resentidos que habían entrado
alegremente en el círculo notaron que algo
andaba mal; habían estado destrozando y
mordisqueando, pero ¿cómo es que no
destrozaron a ninguno de los vivos sino que en
cambio se destrozaban los unos a los otros?
¡También había dos que no podían tocar y esas
mariposas plateadas eran como cuchillas
afiladas y lluvias de flechas para ellos, sus alas
batían y atacaban, asesinándolos mientras sus
gritos se disparaban por los cielos!
Los espíritus resentidos finalmente notaron
que habían quedado atrapados. Eran como
bestias salvajes encerradas en una jaula ardiente
de lucha, pero esas doscientas personas no eran

125
oponentes en esta jaula de hierro; ¡Ellos mismos
eran los barrotes de hierro de esta jaula!
Al darse cuenta de esto, los espíritus
resentidos estaban más que indignados y
chillaron violenta y salvajemente a los mendigos
que los estaban bloqueando sostenidos de la
mano, con la boca abierta como si fueran a
devorar sus cabezas, los pelos en levantados
furia, sus rostros y cuerpos miserablemente
retorcidos. Algunos retrocedieron unos pasos
por el horror, pero pronto fueron detenidos por
los que estaban a su lado.
—¡No te muevas!
—¡No te muevas! —Gritó también Xie
Lian—. ¡No pueden hacerles nada mientras no
se muevan!
Al escuchar esto, la multitud se tranquilizó un
poco. Incluso había mendigos que escupían
salvajemente a los espíritus resentidos que
gritaban, llorando mientras escupían: —Puaj,
puaj, puaj, ¡te ensuciaré, te ensuciaré! ¡Largo de
aquí!
Esto era probablemente porque escucharon en
algún lugar que los fantasmas tenían miedo de

126
las cosas sucias y Xie Lian no sabía si reír o
llorar.
—¡No necesitas hacer eso tampoco! ¡No se
asustarán!
Justo en ese momento, de repente notó que en
algún lugar de la Matriz Humana estaba a punto
de desmoronarse, un agujero a punto de gotear y
rápidamente miró por encima. ¡Vio a un
mendigo escuálido cuyos ojos estaban abultados
y desenfocados, su respiración era áspera, como
si estuviera tan nervioso que estaba a punto de
convulsionarse!
Muchos espíritus resentidos también notaron
que el espíritu de este hombre se estaba
debilitando y todos se precipitaron hacia él. Xie
Lian se apresuró y azotó y esos espíritus
resentidos aullaron cuando fueron separados
mientras Xie Lian rápidamente hizo que ese
hombre se retirara, ordenando a los que estaban
a su izquierda y derecha que se conectaran.
Antes de que tuviera tiempo de respirar aliviado,
a unos seis metros de distancia, en el suroeste,
apareció otra nueva fuga. Justo cuando Xie Lian
estaba a punto de precipitarse, descubrió que
mucho más lejos apareció otra fuga,
127
¡directamente de la persona al lado de Shi Qing
Xuan!
La cantidad de espíritus resentidos era
inmensa después de todo. Esta era solo la
primera ola también, ¡habría muchas más
después, sin parar!
No llegaría a tiempo y Xie Lian gritó: —¡San
Lang!
Sin embargo, Hua Cheng no se movió.
—Gēge, no se preocupe.
Xie Lian se negó a creer que Hua Cheng no se
dio cuenta y se negó a creer que Hua Cheng
también ignoraría las cosas, ¡pero ese agujero iba
a ser atravesado por los espíritus resentidos!
Sin embargo, justo en el momento crucial, un
talismán amarillo llegó volando y explotó justo
al lado de Shi Qing Xuan.
Aunque ese talismán no hizo estallar ningún
espíritu resentido, todavía los hizo retroceder
alarmados, sus cabezas se retiraron. Resultaba
que era ese grupo de maestros espirituales que
habían estado espiando todo este tiempo que se
apresuraron a gritar: —¡Les dije a todos que no
se involucren, pero ahora que están
involucrados, entonces detengan sus pies firmes
128
sobre la tierra! ¡Si no puedes, entonces solo estás
añadiendo problemas!
Hua Cheng se volvió hacia Xie Lian.
—Mire, le dije que no se preocupara.
Hua Cheng siempre estaba tranquilo.
—¡Hum! —Respondió Xie Lian.
Ojo del Cielo y los otros maestros no pudieron
quedarse quietos al final y vinieron corriendo
ellos mismos. Ciertamente eran artistas
marciales profesionales, se movían rápido y ágil
y cada uno agarraba las manos de dos personas,
separándolas y uniéndose a ellas. Decenas de
docenas de recién llegados se asimilaron
instantáneamente en el círculo, expandiendo la
Matriz Humana.
Ojo del Cielo gritó: —¡Dao-Xiongs! Rápido,
rápido, rápido, quien tenga discípulos en la
capital, díganles que vengan rápido.
—¡Vayan! ¡Vayan! ¡Vayan!
—¡Llamaré mi discípulo también!
Poco después, cientos de personas llegaron
corriendo por la calle.
Esos cientos de personas seguramente eran
impresionantes, ¡todos ellos monjes,
cultivadores, lanzadores de hechizos! Cada uno
129
de ellos se vistió a toda velocidad, dando dos
pasos como uno, sus formas heroicas y
refrescantes. Xie Lian aplaudió ruidosamente en
su cabeza mientras los mendigos miraban con los
ojos muy abiertos y la boca abierta. Cuando esta
nueva ola de personas vio la extraordinaria vista
de un pilar furioso de aura peculiar, todos
quedaron atónitos y poco después se unieron
rápidamente. Una vez que se unieron, el círculo
se expandió aún más; toda la avenida principal
de la Capital Real se quedaría sin espacio. Sin
tomar en cuenta la valentía de los recién
llegados, todos ellos estaban adornados con todo
tipo de herramientas espirituales, sin duda
capaces de extender en gran medida el tiempo
para mantener este conjunto.
Después de ver esto, Xie Lian ahora tenía al
menos nueve puntos más de confianza y gritó
con calma con seguridad: —¡No tengan miedo,
la situación se está volviendo a nuestro favor!
¡Tenemos más y más personas a nuestro lado,
mientras nos mantengamos firmes en nuestras
posiciones, destruirlas solo será una cuestión de
tiempo!

130
La multitud también pudo ver que la situación
iba a su favor. Ahora que había esperanza en el
grupo, hizo todo más fácil y al instante todo se
llenaron de confianza y respondieron con
entusiasmo: —¡Hay que destruirlos!
En el otro extremo, Ojo del Cielo dijo:
—¡Tenemos a ciento sesenta y ocho personas de
nuestro lado! ¿Cuántos son ustedes? ¿Cuánto
tiempo crees que podamos durar?
En este extremo, el jefe de los mendigos Shi
Qing Xuan también contó varias veces y
respondió en voz alta: —¡Tenemos ciento
cuarenta y ocho aquí en la matriz!
—En total, tenemos trescientas dieciséis
personas. —Dijo Xie Lian—. Solo tenemos que
encontrar...
Sin embargo, Hua Cheng habló: —Eso no está
bien.
Xie Lian se volvió hacia él.
—¿Qué no está bien?
La mirada de Hua Cheng lo encontró y lo miró
seriamente.
—El recuento no es correcto. En este
momento, hay trescientas diecisiete personas
aquí.
131
Capítulo 207
En busca de afecto; el Rey Fantasma finge
el disgusto

—...
Aunque Hua Cheng solo echó un vistazo,
Xie Lian confió sinceramente en que no habría
contado mal.
Lo dijo en voz baja y nadie más escuchó
además de Xie Lian. Xie Lian también escaneó
rápidamente el círculo una vez.
Todos aquí estaban tomados de la mano, así
que, ¿cuándo se unió esta persona adicional?
¿Podría ser que Shi Qing Xuan contó mal?
—¿Estás seguro de que tienes los números
correctos? —Preguntó Xie Lian—. ¿No
excluiste a nadie?
—¡No! —Juró Shi Qing Xuan—. ¿No dijiste
que el conteo es importante? Así que he estado
contando repetidamente y los que se fueron a la

132
mitad también fueron descontados. Somos
ciento cuarenta y ocho de nosotros. ¿Qué pasa?
¿Hay algo mal?
No era el momento adecuado para explicar en
este momento y hacerlo imprudentemente solo
generaría un pánico innecesario y Xie Lian no
podía permitir que la gente señalara a aquellos
que tampoco reconocían porque había
demasiados a la vista y la mayoría de la gente no
se conocía en primer lugar. Por lo tanto, Xie Lian
respondió: —No, solo estoy verificando.
Era aún menos posible que los usuarios de
hechizos contaran mal, ya que todos informaron
el número de sus propios jefes de hogar a Ojo del
Cielo antes de que los agregara todos juntos. No
había forma de que no supieran cuántos de sus
escuelas vinieron.
—¿Cuándo se mezcló el extra? —Susurró Xie
Lian—. ¿Qué está planeando esa persona?
»O vino desde el principio o se mezcló cuando
los cultivadores se unieron. Pero, son humanos
con seguridad.
Al menos no era un fantasma seguro. Para
formar este círculo, todos tenían que ser

133
humanos, de lo contrario no podrían contener a
esos espíritus resentidos.
Esta persona tampoco parecía querer estar
expuesta por el momento, ya que, si ya se habían
unido a este círculo, si se soltaba sin previo aviso
y aparecía un agujero, todo el conjunto humano
colapsaría. Sin embargo, hasta ahora el círculo
aún se mantenía estable, lo que significaba que
había mantenido el papel de las barras de hierro
correctamente.
Lo que significaba que esa era una razón aún
más para que Xie Lian no actuara
imprudentemente. Si esa persona hubiera notado
que se descubrió su existencia, entonces quién
sabría si simplemente huiría ahora. Lo que
también significaba que sería bastante difícil si
quisieran encontrar a esta persona sin que se
diera cuenta y sacarla sin interrumpir el círculo.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de
que Xie Lian tuviera una idea. Se giró hacia Hua
Cheng.
—San Lang, ¿pueden tus mariposas fantasmas
solo perseguir, pero no matar a esos espíritus
resentidos? Quiero decir, ¿perseguir a los
espíritus en la dirección que tú determines?
134
Hua Cheng comprendió de inmediato lo que
quería hacer: —Sí, puedo.
Dado que esta persona se unió por su propia
voluntad, no debía ser un personaje simple y
seguramente no temía a los espíritus resentidos.
Luego, a la inversa, si Hua Cheng manipulaba
a las mariposas fantasmas para empujar a los
espíritus resentidos al borde del círculo,
entonces los espíritus seguramente intentarían
encontrar alguna fuga para escapar. Casi todos
los mortales podrían convertirse en un agujero
con fugas, pero solo una persona no lo haría.
¡El que se unió por su cuenta!
—Pero esta idea es realmente arriesgada
—dijo Xie Lian—. Si no tenemos cuidado,
alguien podría abandonar por el miedo.
Estaríamos abofeteando nuestras propias caras.
—No se preocupe —dijo Hua Cheng—. Antes
de que eso suceda, habré matado a los espíritus
resentidos.
Los dos formularon sus planes y Xie Lian de
repente levantó la voz y gritó: —¡Miren todos!
¡Los espíritus resentidos se volvieron más
fuertes de repente! ¡Solo esperen y no se
asusten!
135
—¡¿Qué?! —Exclamó Ojo del Cielo—. ¿Por
qué se pondrían repentinamente más fuertes?
Hua Cheng no se movió de su lugar, pero esas
mariposas fantasmas comenzaron a perseguir a
los espíritus malvados y resentidos mientras
intentaban escapar caóticamente. Los demás no
sabían lo que estaba pasando, pero los
cultivadores notaron que algo andaba mal.
Ojo del Cielo estaba indignado.
—¡Hua Cheng... Zhu! ¡¿¿Qué estás
haciendo??!
Los dos dentro del círculo no tuvieron tiempo
de preocuparse por él y solo observaron la
persecución con atención. Efectivamente. En
medio del caos de torrentes negros y llenos de
humo que llenaban el aire, había una persona a
la que esos espíritus resentidos no se molestaron
en acercarse y el área antes de esa persona estaba
visiblemente vacía.
¡Era él!
Xie Lian se adelantó y agarró las manos de ese
hombre al mismo tiempo, unió las manos de los
dos al lado de este hombre y lo sacó del círculo.
Ojo del Cielo y su grupo estaban cada vez más
inquietos.
136
—¡¿Qué sucede?!
—No es asunto tuyo —respondió Hua Cheng
groseramente.
Y justo cuando terminó sus palabras, ya se
había movido al lado de Xie Lian, evitando
cualquier problema inesperado que el hombre
pudiera infligir. Xie Lian contuvo a ese hombre
con firmeza y luego lo hizo girar. En ese instante
cuando los dos se enfrentaron, Xie Lian tragó
con fuerza las palabras; quién eres, que ya
estaban en la punta de su lengua y abrió mucho
los ojos.
Mirando esa cara, Xie Lian murmuró:
—Guoshi Principal, así que realmente era
usted...
Ese hombre también estaba aturdido y pasó un
momento antes de que murmurara: —Dianxia...
Esta cara debería haber sido extremadamente
familiar, pero en cambio era increíblemente
extraña. En sus recuerdos, el Guoshi Principal
debería haber tenido más de treinta años, su
disposición bastante tranquila y serena y con un
barrido de su túnica y dándose aires, podría
engañar a cualquiera. Sin embargo, el hombre
frente a él en este momento solo parecía tener
137
unos veinticinco o veintiséis años, no mucho
más viejo que él.
Incluso si Xie Lian había escuchado su voz
dentro del cuerpo espiritual de la montaña en el
Monte Tonglu, todavía se preguntaba si tal vez
se había equivocado. Incluso cuando Jun Wu le
dijo que su maestro no era un personaje simple,
que fuera absolutamente cauteloso, también
pensó que el emperador podría equivocarse. Sin
embargo, no había duda de que el hombre ante él
era su maestro y el último Guoshi Principal de
XianLe: ¡Mei Nian Qing!
Los tres se miraron el uno al otro dentro de un
círculo formado por unas trescientas personas y
el aire parecía haberse congelado. Sin embargo,
cuando Mei Nian Qing finalmente salió de su
aturdimiento, lo que hizo justo después fue algo
inesperado.
Mientras Xie Lian todavía estaba aturdido, ¡de
repente tomó represalias y se lanzó hacia
adelante, estrangulando a Xie Lian con sus
manos!
Sin embargo, Hua Cheng estaba de pie junto a
ellos, entonces, ¿cómo podría permitir que Mei
Nian Qing tuviera éxito? Ni siquiera necesitó
138
moverse antes de que Mei Nian Qing fuera
lanzado lejos, cayendo a metros de distancia. El
repentino revuelo sorprendió a todos tomados de
la mano en el círculo.
—¡¿Por qué comenzaron a luchar?!
—¡¿Qué está pasando?!
—¡¿A quién están golpeando?!
—¡Gēge! —Exclamó Hua Cheng—. ¿Está
bien?
—¡Estoy bien! —Respondió Xie Lian, pero de
hecho, era el Guoshi Principal quien parecía no
estar bien. Mei Nian Qing tosió sangre por el
golpe y se puso de pie antes de tropezar, tratando
de salir de la multitud.
Cuando Shi Qing Xuan lo vio corriendo hacia
él, gritó ansiosamente: —¡¿Qué estás
planeando?! ¡Oye, te estoy avisando! ¡No te
atrevas a venir aquí! ¡Dianxia! ¡Está intentando
romper el círculo!
—¡Ve! —Gritó Xie Lian.
Ruoye respondió y salió volando. Sin
embargo, antes de que pudiera envolverse
alrededor de Mei Nian Qing, una espada cayó del
cielo y se clavó en el suelo ante el Guoshi
Principal, bloqueándole el camino. Siguiendo
139
justo después, una luz blanca brilló desde los
cielos y varios rayos cayeron. ¡Junto con esa
cortina de luz, un dios marcial vestido con una
armadura blanca descendió de los cielos y selló
el camino de retirada de Mei Nian Qing!
Con el frente y la espalda bloqueados, Mei
Nian Qing no tenía otro lugar a donde correr y
cuando se dio la vuelta, se topó con un Ruoye
que parecía estar bailando con una alegría loca,
brincando mientras lo ataba fuerte, derribándolo
al suelo.
Xie Lian dio un paso adelante.
—¿Mi señor? ¿Cómo es que vino
personalmente?
Jun Wu se puso de pie, con expresión seria:
—El Monte Tonglu se ha estabilizado
temporalmente, así que he venido a ver cómo
están las cosas aquí de tu lado.
—¿Cómo logró estabilizarlo? —Preguntó Xie
Lian.
—Creé una nueva barrera —respondió Jun
Wu—, y atrapé temporalmente a esos tres
Espíritus de Montaña y otras criaturas
inhumanas.

140
Sin embargo, lo que le importaba a Xie Lian no
eran esos Espíritus de Montaña u otros pequeños
secuaces no relacionados.
—Entonces... ¿Bai Wuxiang?
Jun Wu sacudió la cabeza lentamente.
—No lo encontré en el Monte Tonglu. Me
temo que escapó a otro lugar hacía tiempo.
Xie Lian miró a su alrededor; un campo de luz
cegadora los rodeaba, separándolos de las
trescientas personas que estaban afuera tomados
de la mano y por el momento, los mortales fuera
de la pantalla de luz no podían ver lo que estaba
sucediendo dentro. Xie Lian miró al suelo; el
Guoshi Principal se dio la vuelta y vio a Jun Wu
y probablemente recordaba la feroz pelea que
tuvieron en el pasado y parecía a la vez
conmocionado y furioso, pero sabiamente
permaneció en silencio incluso mientras se
enfurecía por dentro. Jun Wu también inclinó la
cabeza, mirándolo desde arriba
condescendientemente antes de hablar
lentamente.
—Guoshi Principal de XianLe, mucho tiempo
sin verte.

141
Hua Cheng se acercó perezosamente y le dio a
Mei Nian Qing una breve mirada antes de hablar.
—Este guoshi se ve bastante débil, entonces,
¿cómo logró escapar en ese entonces?
—No escapó por su propia fuerza —dijo Jun
Wu—. En ese momento, había tres ayudantes a
su lado. Eran los otros tres guoshis consejeros de
XianLe.
Después de escuchar este punto, Xie Lian no
pudo contenerse más y preguntó: —Maestro...
solo, ¿quién es usted exactamente?
Mei Nian Qing observó a Jun Wu
oscuramente, con las manos apretadas en puños,
las venas apareciendo en el dorso de las manos y
si estaba furioso porque Jun Wu había arruinado
sus planes o si estaba furioso porque Xie Lian lo
había expuesto. Pasó un momento antes de que
dijera en voz baja: —¿No lo has adivinado ya,
Dianxia?
¡Uno de los cuatro guardianes del Príncipe
Heredero de WuYong!
—¿Y ese Príncipe Heredero de WuYong?
—Insistió Xie Lian—. ¿Es Bai Wuxiang?
Al escuchar esto, Jun Wu se sorprendió.

142
—XianLe, ¿el Príncipe Heredero de WuYong
es…?
Solo entonces Xie Lian recordó que aún no
había tenido la oportunidad de informar a Jun
Wu sobre los asuntos de WuYong. Habiendo
capturado finalmente al Guoshi Principal, Xie
Lian tenía muchas cosas que informar y muchas
preguntas que hacer, pero nada de eso debería
llevarse a cabo aquí.
—Mi señor, hablemos después de regresar al
Reino Celestial —respondió Xie Lian.
—Eso puede ser lo mejor —dijo Jun Wu.
Después de meditar por un momento, agregó—:
Sin embargo, la mayoría de los espíritus
resentidos del Monte Tonglu han sido enviados
aquí a la Capital Real y no pueden ser reprimidos
tan rápido. Incluso si soy yo quien hace la
limpieza, tomaría al menos siete días y siete
noches hacerlo.
¿Tenía que esperar siete días antes de poder
interrogar al Guoshi Principal? Eso sería
demasiado tarde entonces. ¡Bai Wuxiang todavía
estaba en libertad! Xie Lian todavía estaba
contemplando qué hacer cuando escuchó a Hua
Cheng hablar: —Déjeme el desastre aquí. Puede
143
subir si lo desea. —Xie Lian giró la cabeza para
mirarlo, pero Hua Cheng ya había adivinado lo
que iba a decir—. No hay necesidad de decir
nada más. Lo esperaré aquí abajo. Si gēge
realmente quiere agradecerme, entonces vuelva
pronto a mí.
—¿Eso estará bien? —Dijo Jun Wu.
Xie Lian se relajó y sonrió.
—Hum. Sí.
Justo en ese momento, de repente apareció una
silueta parpadeando fuera de la pantalla de luz y
una persona entró desde el exterior. Cojeó y
saltó, gritando: —¡Dianxia! Dianxia, ¿qué hace
aquí? ¿Está todo bien?
Era Shi Qing Xuan. Resultaba que cuando Jun
Wu descendió y puso esa pantalla de luz, nadie
afuera sabía lo que estaba sucediendo y todos
estaban muertos de miedo. Shi Qing Xuan dio
un paso valiente y decidió correr para ver qué
estaba pasando. Si se tratara de alguien más,
podrían haber sido bloqueados, pero dado que él
había trabajado como un Oficial Celestial antes
en el pasado, esa pantalla de luz lo reconoció y
de hecho lo dejó entrar. En el momento en que
entró estaba estupefacto. —MMMM- ¿Mi
144
señor? ¿Cómo es que ha... venido
personalmente?
Cuando Jun Wu lo vio, sonrió levemente.
—Señor del Viento. ¿Cómo has estado?
—...
Shi Qing Xuan estaba tímidamente vacilante y
algo avergonzado. Después de todo, no había
forma de que él no supiera, después de todo el
asunto de Shi Wu Du cambiando el destino de su
propio hermano pequeño enviándolo a los cielos,
se había extendido causando un disturbio. Ver a
su antiguo jefe ahora, aparte de sentirse
avergonzado y culpable, no tenía nada más en
mente. Sin embargo, Jun Wu no le dijo nada y
aún fue muy cortés, dándole todo el respeto. Xie
Lian retiró a Ruoye y Mei Nian Qing se levantó
lentamente.
Después de que Shi Qing Xuan terminó de ser
tímido, preguntó, perplejo: —¿Quién es este?
¿Qué está pasando ahora?
Mei Nian Qing lo miró y de repente habló:
—Eres Shi Qing Xuan, ¿verdad?
Shi Qing Xuan se sorprendió.
—¿Y tú quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?
—Pero la pregunta más importante era, ¿cómo
145
es que todavía me reconoció incluso con esta
apariencia?
—Tu nombre es terrible. —Dijo Mei Nian
Qing:
—¿HUH? —Shi Qing Xuan estaba
confundido.
Sin embargo, Mei Nian Qing no dijo otra
palabra y siguió a Jun Wu a sabiendas, luciendo
bastante dócil, probablemente porque sabía que
ahora que no tenía ningún ayudante a su lado, no
podía escapar de las manos de Jun Wu.
—XianLe, iré primero —dijo Jun Wu—.
¿Vendrás más tarde?
—Sí —respondió Xie Lian.
Jun Wu asintió con la cabeza hacia él.
Entonces, los dos se fueron primero.
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng, pero antes
de que pudiera decir algo, Hua Cheng habló
primero: —Gēge, no tiene que preocuparse por
nada. Solo es vigilar este círculo, asegurándome
de que no comiencen nada. No es nada difícil.
Shi Qing Xuan también intervino.
—Dianxia, ¿vas a subir? ¡Ve, ve, yo también
vigilaré aquí las cosas, no te preocupes!
Xie Lian asintió.
146
—Gracias a ambos por su arduo trabajo.
Si esto fuera en el pasado, Hua Cheng
probablemente respondería con; no es nada, u
otras respuestas similares, pero
inesperadamente, esta vez, se abrazó a sí mismo
y suspiró: —Ahh, es un trabajo bastante duro.
—... —Xie Lian sintió que podría estar
insinuando algo.
Shi Qing Xuan, por otro lado, no sintió nada y
dijo emocionado: —Sí, recuerda
recompensarnos por nuestro arduo trabajo
después, ¿sí? ¿Qué tal hacer un festín en el mejor
restaurante de la Capital Real? Jajaja…
Todavía no podía olvidarse de festejar en el
mejor restaurante de la Capital Real y Xie Lian
pensó para sí mismo: —Gran Señor del Viento,
por favor no hable más, eso no era para nada lo
que él quería decir...
Hua Cheng sacudió la cabeza y giró
casualmente esa perla de coral rojo atada al final
de su pequeña trenza y movió las cejas, hablando
con una voz aparentemente indiferente: —Si
gēge estuviera a mi lado, habría estado bien.
Pero pensar que gēge está subiendo otra vez,

147
dejándome aquí solo, humm, me siento aún más
preocupado por el trabajo.
Shi Qing Xuan finalmente notó que algo
sonaba extraño, pero aún no lo entendió y dijo
con una cara llena de sonrisas: —Xueyu Tanhua,
tus palabras son muy divertidas. Parece que estás
diciendo que te sentirás solo ahora que Dianxia
volverá a los cielos, como un recién casado
jajajaja...
—No te equivocas —pensó Xie Lian—. ¿No es
eso exactamente lo que quiso decir?
Shi Qing Xuan se rió rígidamente por un
momento y Xie Lian finalmente no pudo
soportarlo más y se aclaró la garganta.
—Um, Señor del Viento, ¿podrías salir
primero? Solo por un momento, ¿de acuerdo?
—¿Por qué?
Xie Lian no pudo explicarlo.
—Solo... solo sal primero. Solo vamos a
despedirnos.
Solo entonces Shi Qing Xuan salió lleno de
confusión. Ahora solo quedaban los dos dentro
de la pantalla de luz, ni una tercera alma presente
y Xie Lian se dio la vuelta. Hua Cheng todavía

148
lo miraba con una ceja levantada, parecía estar
esperando que él dijera o hiciera algo.
Por lo tanto, Xie Lian se armó de valor, colocó
dos manos rígidas sobre los hombros de Hua
Cheng, estabilizándose por un momento, antes
de saltar con fuerza y besar su mejilla.
Después de haber hecho eso, miró a su
alrededor con una conciencia hueca como un
ladrón y solo se relajó cuando vio que no había
nadie. Sin embargo, inesperadamente, al
segundo siguiente, sintió que le apretaba la
cintura y fue Hua Cheng quien lo abrazó con
fuerza.
—Gēge, ¿trata de apaciguarme?
Su tono infeliz era medio serio, medio falso,
sorprendiendo a Xie Lian y rápidamente
exclamó: —¡No es eso!
—¿En serio? —Dijo Hua Cheng—. Pero no
era así en absoluto cuando le prestaba poderes
espirituales antes. ¿Podría recibir este tipo de
despedida ahora que no estoy le prestando
poderes espirituales?
—... —Ahora que lo pensaba, Xie Lian sintió
que tal vez realmente no estaba siendo sincero en

149
absoluto. Un momento después, dijo en voz baja:
—Lo siento. No quise expresar eso así.
Sin embargo, después de disculparse, cuanto
más lo pensaba, más parecía que así era como lo
decía en serio y las alarmas sonaron en su
cabeza. Antes de que Hua Cheng respondiera,
sin decir una palabra más, su cuerpo se movió
antes que su mente y saltó, abrazando a Hua
Cheng rodeando su cuello antes de estrellarse
enfáticamente. Esta vez, había besado por
completo el lugar donde Hua Cheng quería que
besara.
Sin embargo, quién hubiera sabido que la voz
de Shi Qing Xuan aparecería de repente.
—Dianxia, sigo pensando en eso y se siento
que es más extraño cuanto más lo pienso. Si
ustedes dos solo se están despidiendo, ¿había
necesidad de echarme? Solo estoy... ¿Dianxia?
¿Cómo es que se fue tan rápido?
Xie Lian había huido tambaleándose y
tropezando.

150
ARCO DEL CAOS EN EL REINO CELESTIAL

151
Capítulo 208
Fantasma entra en el espejo; ningún lugar
para esconderse

I ncluso después de haber chocado y


tropezado en la avenida principal de la
Capital Celestial, Xie Lian todavía se cubría la
mitad de la cara con la mano, tambaleante e
inestable todo el camino. Si bien ninguno de los
jóvenes oficiales celestiales que corrían por la
calle se atrevió a acercarse a él para preguntarle
al respecto, sin embargo, todos lo miraron de
manera extraña y Xie Lian rápidamente bajó la
mano, enderezó la espalda y se frotó la boca de
forma poco natural, murmurando: —Mis… Me
duelen los labios, no sé qué está pasando, jaja...
Las miradas que le dieron los oficiales
menores se volvieron aún más extrañas.

152
¿Qué tenía que hacer para que le dolieran los
labios?
Realmente dolió bastante. Anteriormente,
cuando saltó para dar el beso, usó demasiada
fuerza y Hua Cheng probablemente sintió el
choque, pero después de que Xie Lian lo besó,
pudo sentir muy obviamente que Hua Cheng
parecía haber sonreído. No se atrevió a pensar
más sobre el tema y se apresuró a seguir con la
cabeza gacha y los otros Oficiales Celestiales
tampoco lo detuvieron, todos corriendo por sus
propios caminos. Tal vez fue porque la
reapertura del Monte Tonglu se había convertido
en un asunto demasiado agitado que el aire de
toda la Corte Celestial era seria e incómoda.
Dentro del Gran Salón Marcial, ya había
muchos oficiales celestiales reunidos. Mientras
que los espíritus resentidos del Monte Tonglu
fueron enviados en todas las direcciones, la
mayoría fueron enviados a la Capital Real más
poblada. Xie Lian y Hua Cheng habían trabajado
hasta ahora porque eligieron la tarea más pesada
y dura; todos los demás solo se enfrentaron a
unos cientos de esas criaturas y hace tiempo que
las habían acabado. Pei Ming, Feng Xin y los
153
demás ya habían aparecido, regresaron a la
Capital Celestial, con el rostro cansado por la
fatiga. Sin embargo, cuando Xie Lian cruzó el
pasillo y levantó la vista para saludar a la gente,
al primero que vio fue Lang Qian Qiu a quien no
había visto en mucho tiempo.
La cara de Lang Qian Qiu estaba oscura y
cuando lo vio también se sorprendió, luego giró
la cabeza.
La multitud estaba sumida en sus
pensamientos y no hablaba. Jun Wu se sentó en
la cima del trono y cuando vio que Xie Lian
había llegado, se levantó un poco, listo para
hablar, pero Lang Qian Qiu dio un paso adelante
primero: —Mi señor, escuché que ya ha atrapado
al Fantasma Verde Qi Rong.
Jun Wu lo miró.
—Eso es correcto. Sin embargo, el Fantasma
Verde Qi Rong, el fantasma femenino Xuan Ji y
otros no fueron capturados por mi propia mano.
Todos fueron consignados por Yin Yu de la
Ciudad Fantasma.
Solo entonces Xie Lian notó que Yin Yu
también estaba presente. No se podía evitar, Yin
Yu realmente no tenía sentido de presencia.
154
Hablando de eso, esta era la primera vez que Yin
Yu había entrado en el Gran Salón Marcial.
Aparte de los oficiales celestiales de más alto
rango, ningún otro sujeto podría entrar en este
salón sin el permiso de Jun Wu. En el pasado,
cuando Yin Yu era un Oficial Celestial, no tenía
derecho a ingresar ya que su rango era
demasiado bajo. Sin embargo, ahora que había
caído voluntariamente a la Ciudad Fantasma,
finalmente pudo entrar formalmente, un
sentimiento verdaderamente complicado.
Lang Qian Qiu intervino directamente en el
tema: —Qi Rong es el enemigo que destruyó mi
clan, rezo para que mi señor lo deje a mi
disposición.
Jun Wu miró a Xie Lian y meditó por un
momento.
—No es que entregárselo sea un problema, sin
embargo, te pregunto, ¿qué viene después de que
haya tratado con el Fantasma Verde Qi Rong?
¿Qué harás?
Originalmente, Lang Qian Qiu había dejado la
amenaza de que después de terminar con Qi
Rong vendría a buscar a Xie Lian y eso era algo
que Jun Wu había sabido.
155
La voz de Lang Qian Qiu era dura: —Eso no
será asunto de mi señor. ¿Mi señor planear
absolver a Qi Rong solo porque no contesto esta
pregunta y me impedirá vengar a mi familia?
En el pasado, rara vez hablaba dentro del Gran
Salón Marcial, e incluso cuando lo hacía, era
algo tonto, pero ahora cuando hablaba, sus
expresiones y su tono de voz estaban llenos de
resentimiento. Este no era un buen estado y Pei
Ming habló: —TaiHua Dianxia parece tener
bastante temperamento hoy, ¿eh? Por supuesto,
mi señor no planea absolver...
Justo cuando estaba tratando de suavizar las
cosas, el sonido de la conmoción llegó desde
afuera del pasillo y alguien irrumpió: —¡Mi
señor, no puedo esperar más!
En realidad, era Mu Qing. Estaba vestido de
negro y su rostro también estaba oscuro y se
suponía que varios de los oficiales marciales
detrás de él lo estaban aprehendiendo, sin
embargo, cómo podrían ser capaces de hacerlo y
entonces se apresuraron a decir: —Mi señor,
estábamos llevando al General Xuan Zhen a...
Jun Wu suspiró, su mano apoyando su mejilla
y saludó con la mano.
156
—Entiendo, retírense. —Un momento
después, levantó la cabeza y miró a Mu Qing—.
¿Y entonces?
Mu Qing proclamó con una voz de acero:
—Entonces no puedo continuar soportando esta
acusación sin fundamento. ¿Mi señor no ha
capturado ya a esa mujer? ¡Quiero enfrentarla
frente a frente!
Lang Qian Qiu también habló.
—¡Mi señor, por favor dame también al
Fantasma Verde Qi Rong!
Ambos hablaron con voces elevadas, haciendo
que la escena pareciera desenfrenada y dándole
dolores de cabeza a Jun Wu.
—¡Silencio! ¿No pueden esperar hasta que
termine de lidiar con el Monte Tonglu?
—Si mi señor necesita manejar los espíritus
resentidos que se escaparon del Horno —razonó
Mu Qing—, entonces necesita manos. ¿De qué
sirve mantenerme encerrado? ¿Por qué no
limpiar mi nombre para poder regresar a mi
servicio en la Corte Celestial? ¡Mientras mi
señor la libere para que la confronte, la verdad
saldrá a la luz!

157
Sus palabras tenían sentido y si no se lo
complacía, probablemente sería implacable, por
lo que Jun Wu solo podría ordenar: —Trae a la
mujer fantasma Jian Lan.
Poco después, Jian Lan apareció. En sus
brazos había un bulto que parecía pañales y
emitía un aura negra y escalofriante. Desde el
interior del bulto, algo trágicamente pálido que
se parecía a una mano, pero no, algo que se
parecía a los huesos, pero no se asomaba,
dejando al descubierto los dientes y las garras,
pero que se introdujo por la fuerza en el bulto.
Los oficiales que la arrestaron no la sujetaron
con los brazos retorcidos, probablemente para
darle cara a Feng Xin. Feng Xin tragó
ligeramente, encontrando sus ojos con los de ella
por un momento antes de que Jian Lan mirara
hacia otro lado primero. Luego, la mirada de
Feng Xin cayó sobre los pañales en sus brazos y
su mirada se volvió aún más complicada.
Mu Qing, por otro lado, ya estaba al final de
su paciencia y en el momento en que ella
apareció, él dijo: —No sé por qué tu hijo debe
calumniarme, pero sabe con certeza que no soy

158
el culpable. Debe estar bajo el control de otra
persona.
Estaba perdiendo la compostura de esta
manera, pero Xie Lian podía entenderlo, ya que
Mu Qing era alguien a quien le importaba perder
la cara profundamente y tener un orinal sentado
sobre su cabeza durante tanto tiempo, incluso
llegando a afectar su deber en la Corte Superior,
estaba naturalmente lleno hasta los topes de
temperamento.
—Y según tu conjetura —dijo Jun Wu—,
¿quién crees que lo está controlando?
Mu Qing no habló, pero su mirada se movió y
todos se dieron cuenta de que estaba mirando a
Jian Lan.
Las venas en la frente de Feng Xin aparecieron
instantáneamente.
—¿Qué estás tratando de decir? ¿Crees que
ella deliberadamente haría que su hijo te
calumnie?
Mu Qing retiró la mirada y respondió: —No
dije nada por el estilo.
—Entonces, ¿por qué la estabas mirando?
—Exclamó Feng Xin—. Ella no te guarda

159
rencor, así que ¿por qué tendría que hacer algo
así?
Mu Qing lo fulminó con la mirada.
—Ciertamente no hay rencores entre nosotros,
pero ¿qué hay de ti?
—¿Qué quieres decir con eso? —Exigió Feng
Xin—. Solo di todo de una vez.
Mu Qing miró a Xie Lian.
—Conociste a mi señora Jian Lan durante el
primer destierro de Dianxia, ¿verdad?
Los otros oficiales también lo siguieron y
miraron a Xie Lian.
Xie Lian: —¿…?
¿Cómo es que fue arrastrado de nuevo?
Feng Xin lo miró también y gruñó con ira
callada.
—¿Qué tiene esto que ver con eso?
Mu Qing dejó de preocuparse y dejó ir todo,
sacando las cosas completamente la luz.
—Por supuesto que tiene que ver con eso. En
ese momento, la vida al lado de Dianxia era
asombrosamente difícil y también me odiabas
hasta los huesos por haber regresado a la Corte
Intermedia. Te encanta explorar mi historia para
reprender mis errores y dado que ella era tu
160
compañera de cama, ¿cómo podría no odiarme
por esta influencia subliminal? Quién sabe, tal
vez ella también comenzó a odiar a Dianxia
porque al final, todavía no la elegiste y preferiste
continuar con tu miserable lealtad,
prácticamente fue abandonada...
Feng Xin no pudo soportarlo más y rugió:
—¡Detén tu mierda!
Su puño voló y Mu Qing levantó el suyo para
devolver el golpe. Jian Lan subió para
detenerlos, pero el espíritu infantil comenzó a
reírse de manera extraña, como los gritos
caóticos de los cuervos viejos, extremadamente
horrorosos. Pei Ming y Yin Yu tiraron a Feng
Xin y Mu Qing por separado, mientras que Quan
Yi Zhen estaba de pie mirando al lado,
pareciendo contemplar quién ganaría si
comenzaban una pelea. En cualquier caso, era un
desastre en el pasillo.
Xie Lian permaneció allí en silencio durante un
buen rato, bajando la cabeza, luego, después de
un momento, suspiró y recordó: —Mi señor, la
prioridad en este momento debería ser encontrar
a Bai Wuxiang y controlar la Enfermedad del

161
Rostro Humano. Es la persona que capturamos
antes quien es la pista más importante.
Jun Wu tampoco pudo mirar más y agitó su
mano.
—Llévate a la Mujer Fantasma Jian Lan y al
Espíritu Infantil. Trae al Guoshi Principal de
XianLe.
—¡No! —Gritó Mu Qing—. ¡Voy a ver...
¿qué-?!
Feng Xin también se quedó estupefacto.
—¡¿Traer a quién?!
Los dos miraron hacia la entrada del salón y el
que era traído por un oficial marcial no era nada
menos que el Guoshi Principal de XianLe con
quien ambos estaban muy familiarizados, ¿Mei
Nian Qing?
Feng Xin y Mu Qing estaban asombrados.
Feng Xin se aventuró.
—¿Guoshi? ¿Realmente es el Guoshi
Principal?
Mu Qing no dijo nada, pero también estaba
aturdido e inseguro. No se les podía culpar. En
verdad, incluso hasta ahora Xie Lian todavía
sentía que las cosas eran algo surrealistas y no
podía conectar a este hombre con el guoshi que
162
una vez le hizo la pregunta de; dos hombres y
una taza de agua.
Mei Nian Qing se adelantó lánguidamente,
pasando a Xie Lian. Jun Wu se sentó frente al
gran salón.
—XianLe, cuando estábamos abajo, parecías
tener algo que decir.
Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza.
—Sí.
Por lo tanto, seleccionó las partes importantes
e informó su viaje al Monte Tonglu y los
incidentes que ocurrieron mientras exploraba el
reino de WuYong. Cuanto más escuchaba la
multitud, más se ampliaban sus ojos, sin
mencionar a Feng Xin y Mu Qing. Después de
que se hizo el informe, Jun Wu habló
lentamente: —Y sin embargo, nunca antes
escuché hablar del reino de WuYong.
Todos los demás oficiales estuvieron de
acuerdo: —Nunca lo había escuchado antes
tampoco...
—Fue hace dos mil años, después de todo.
—Los rastros deben haber sido borrados
intencionalmente.

163
Mei Nian Qing no había dicho una sola
palabra en todo momento. Xie Lian se volvió
hacia él.
—Guoshi, el Príncipe Heredero de WuYong es
Bai Wuxiang, ¿verdad?
—Sí —dijo Mei Nian Qing.
¡Él lo sabía!
—Entonces —habló Pei Ming mientras
reflexionaba—, ¿quién dejó esos murales? ¿Y
quién destruyó la última pintura?
—No sé quién dejó esos murales —respondió
Xie Lian—. Pero creo que la última pintura fue
destruida por Bai Wuxiang o sus subordinados.
Después de todo, no quería que nadie supiera de
su identidad. —Se volvió hacia Mei Nian
Qing—. Y usted es el subordinado del Príncipe
Heredero de WuYong. —Lo que lo convertiría
en el subordinado de Bai Wuxiang.
—...
Mei Nian Qing no habló.
Xie Lian tuvo un repentino impulso de
preguntar, cuando XianLe cayó, ¿sabía el
Guoshi Principal que esa criatura era Bai
Wuxiang? Lo que significaba que estaban

164
coludiendo, ¿y el guoshi, era incluso un
ayudante?
Sin embargo, al final hizo una pregunta
diferente: —¿Dónde está Bai Wuxiang en este
momento?
—...
—¿Por qué Bai Wuxiang tuvo que destruir
XianLe? —Cuestionó Xie Lian.
—...
—¿Por qué quiere matarme? —Exigió Xie
Lian.
Mei Nian Qing finalmente habló: —Dianxia,
nunca quise matarte.
—Entonces, ¿por qué saltó a mi cuello allí
abajo? —Preguntó Xie Lian.
—Si te estrangulara, ¿morirías? —Preguntó
Mei Nian Qing—. ¿El que está a tu lado me
permitirá tener éxito?
Era cierto.
Pero eso no significaba que Mei Nian Qing no
tuviera una intención asesina, ya que su reacción
fue completamente inconsciente en ese
momento. Mei Nian Qing probablemente sabía
que no podía convencer a Xie Lian, así que dejó
de intentar discutir.
165
Después de un momento de silencio, Xie Lian
finalmente hizo la pregunta que más deseaba.
—¿Qué quería despertar en mí? —Preguntó
Xie Lian.
Jun Wu le había dicho que el guoshi parecía
querer despertar algo dentro de él, pero ¿qué
podría ser?
Mei Nian Qing lo miró extrañamente. Debajo
de sus mangas, las manos de Xie Lian se habían
apretado en puños.
—Maestro, adelante y dígamelo.
Xie Lian siempre se había sentido ligeramente
incómodo. El camino del destino de ese Príncipe
Heredero de WuYong era muy similar al suyo,
¿podría realmente haber algún tipo de conexión
oculta entre él y Bai Wuxiang?
Esto era algo que debía verificar, ya que no
podía permitir que una criatura como Bai
Wuxiang tuviera algún tipo de conexión consigo
mismo. Sin embargo, también tenía mucho
miedo de que Bai Wuxiang realmente tuviera
algo que ver consigo mismo.
Mei Nian Qing lo miró y, un momento
después, respondió: —Dianxia, estas preguntas
que hace, no es el momento adecuado para que
166
las conteste. Incluso si respondo, es posible que
no me creas.
Después de una pausa, continuó: —Sin
embargo, hay una cosa que puedo responder en
este momento.
Mei Nian Qing enunció lentamente cada
palabra: —En este momento, Bai Wuxiang está
dentro de este Gran Salón Marcial. ¡Está parado
justo delante de mí!
¿Quién estaba justo delante de él?
¡Xie Lian!
Xie Lian instantáneamente retrocedió unos
pasos, pareciendo querer evitar estar en ese
lugar.
El más cercano a ellos era Feng Xin y exclamó:
—Maestro, usted... abra los ojos y mire
claramente quién es la persona que tiene delante.
¡Es Dianxia! ¡Es su discípulo!
Sin embargo, también hubo otras voces. Más
lejos, había oficiales celestiales que se tapaban la
boca y susurraban: —¡¿Podría ser... que Dianxia
y Bai Wuxiang compartan... un alma dividida?!
—¿Qué es un alma dividida?
—Es cuando el alma de una persona se divide
por la mitad o se divide en dos lados. Cada mitad
167
tiene sus propios recuerdos y sus personalidades
y sus habilidades también son diferentes. Quizás
incluso la apariencia podría ser diferente
también...
—Eso es posible…
—¡He oído hablar de casos como ese también!
—Si realmente es así, ¿qué debemos hacer?
¿Taizi Dianxia es Baiyi HuoShi?
Tales voces venían de todas partes y el propio
Xie Lian comenzó a dudar también: ¿Era Bai
Wuxiang? ¿Siempre había sido así?
¿Podría ser que fue él mismo quien había
llevado la ruina a XianLe, que fue él quien se
torturó durante ochocientos años? Todo hasta
ahora, ¿¿era él el culpable de todo?
Era un ruido clamoroso por todo el pasillo,
todos los oficiales celestiales susurraban con
diversas expresiones, e incluso Feng Xin ya no
sabía qué decir ni qué creer.
En cuanto a Jun Wu, se puso de pie y dijo:
—XianLe, ¡cálmate!
Xie Lian se estaba desmoronando.
—Yo... yo...
¿Era todo realmente culpa suya?
Si realmente era él, ¿qué debería hacer?
168
¡No lo sabía!
Justo cuando se estaba ahogando en la
confusión, una voz de repente sonó en su mente:
—¡No es posible! Se lo juro, usted es usted. No
es nadie más. Créame.
¡San Lang! ¡San Lang!
Hua Cheng había dicho una vez que no podía
ser él. ¡Nunca podría ser su culpa!
Habiendo pensado esto, la mente de Xie Lian
se aclaró instantáneamente y se estabilizó,
manteniéndose firme. Sin embargo, Jun Wu ya
había descendido de su trono y se puso a su lado:
—¡XianLe! Cálmate primero...
¡Xie Lian estaba a punto de levantar la vista
para dar una respuesta compuesta cuando
inesperadamente, en ese momento, Mei Nian
Qing de repente extendió la mano y sacó la
espada sagrada de la cintura de Feng Xin y se
abalanzó sobre Jun Wu!
Todos los oficiales celestiales gritaron. Sin
embargo, tanto Jun Wu como Xie Lian eran
dioses marciales, los mejores en sus campos, así
que ¿por qué iban a preocuparse por un ataque
furtivo de tan bajo nivel? ¡La punta de la cuchilla
ni siquiera había tocado a Jun Wu antes de que
169
los dedos de Xie Lian ya hubieran destellado tan
rápido como un rayo y se apoderaron de esa
brillante cuchilla blanca como la nieve,
atrapándola ante sus ojos!
Feng Xin volvió a sus sentidos e
inmediatamente se apresuró a contener al Guoshi
Principal. Por atreverse a llevar a cabo asesinatos
dentro del Gran Salón Marcial y frente a tantos
dioses marciales también, estaba pidiendo su
muerte.
—¡Maestro! —Exclamó Feng Xin—. ¡Lo que
está haciendo no tiene sentido!
Sin embargo, mientras Mei Nian Qing luchaba
inútilmente, le rugió a Xie Lian al mismo
tiempo: —¡Mira! ¡Mira, rápido!
—¡Dianxia! —Se apresuró Yin Yu—. ¿Está
bien? ¿Qué ha pasado?
Desde lejos, Mu Qing se alarmó: —¿Mirar
qué? ¿Qué quiso decir él? ¿Qué está planeando?
Era un pandemónium, pero durante un buen
rato, Xie Lian no había movido un músculo.
No fue por nada más. Era porque vio algo
reflejado en esa hoja blanca como la nieve.
Una cara.
El rostro sereno y apuesto de un joven.
170
Y en esta cara, ¡había otras tres caras
creciendo en ella!
Esas tres pequeñas caras fueron aplastadas en
la cara de esta persona, arruinando ese hermoso
rostro, haciéndolo parecer escalofriantemente
horrible. Incluso las cinco características
parecían contorsionarse. La mitad de la cara
parecía estar llorando, mientras que la otra mitad
parecía estar sonriendo.
Esa cara debería haber sido infinitamente
familiar para Xie Lian. Sin embargo, en ese
momento, desde la hoja en forma de espejo, era
tan extraño que era aterrador, tanto que Xie Lian
estaba empapado en sudor frío. Solo entonces
recordó que esta espada que Feng Xin llevaba
consigo era HongJing, el espejo que revelaba el
mal. Cuando los fantasmas entraban al espejo, no
podían esconderse.
Desde este ángulo, lo que HongJing reflejó no
fue su propio rostro, sino el rostro del que estaba
parado detrás de él. Y, en esa cara había un par
de ojos oscuros y serios que actualmente lo
miraban de cerca.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron
lentamente. Era como si sus movimientos
171
hubieran disminuido y cuando su boca se abrió
lentamente, su muñeca se puso rígida de repente.
Una mano poderosa le había agarrado la
muñeca y detrás de él, Jun Wu sonrió.
—XianLe, ¿qué estás mirando?

172
Capítulo 209
Caos en Reino Celestial; Onda nefasta
sacude los cielos (parte uno)

H abían pasado cientos de años desde la


última vez que Xie Lian sintió tal
escalofrío por la espalda
Mei Nian Qing dijo que Bai Wuxiang estaba
parado justo frente a él y la primera reacción de
Xie Lian fue que era él mismo, pero había
olvidado que ante Mei Nian Qing, además de Xie
Lian, ¡todavía estaba Jun Wu detrás de él!
Solo que nunca había sospechado de esa
persona, por lo que esta fue una revelación
sorprendente, por lo que ahora todos sus pelos se
erizaron abruptamente. Xie Lian luchó un poco,
pero la fuerza de esa mano era extremadamente
poderosa, agarrándolo firmemente sin moverse.
Él dijo a pesar de sí mismo: —Tú... tu rostro...

173
La voz de Jun Wu sonó como si no le
importara en absoluto, como si acabara de notar
un error insignificante: —Ah, un momento de
descuido y han vuelto a salir.
Otra oleada de dolor insoportable vino de la
muñeca de Xie Lian y, finalmente, no pudo
agarrar más la empuñadura y aflojó su agarre.
La larga espada cayó al suelo.
¡Clang!
Un sonido crujiente y resonante llenó el pasillo.
Sin embargo, era demasiado tarde.
¡Muchos de los oficiales celestiales cercanos,
como él, habían visto esa cara horrible reflejada
en HongJing!
Una manta de silencio muerto cubría el gran
salón. Casi todos los oficiales celestiales
quedaron atónitos, incluido Feng Xin, que fue el
más cercano y vio todo claramente. Mei Nian
Qing aprovechó esta oportunidad para liberarse
y agarró a HongJing que estaba en el suelo,
levantándolo con ambas manos para ponerlo de
pie frente a Jun Wu.
—¡Todos miren bien! ¡Miren la cara de este
hombre que está de pie aquí!

174
Fueron varios dioses marciales los que
volvieron en sí primero y Pei Ming se adelantó y
gritó, sacando su espada: —¡¿Quién eres?!
Los oficiales celestiales que estaban más lejos
no entendieron lo que estaba sucediendo y
comenzaron a gritar: —¡¿Qué sucede?!
—¿Con quién está hablando el General Pei?
—¿Cómo puede apuntar la espada al
emperador?
Mei Nian Qing miró intensamente a Jun Wu
sin parpadear, enunciando cada palabra: —¡Es
Bai Wuxiang!
Mu Qing estaba estupefacto.
—¿Cómo podría ser Bai Wuxiang? ¿Bai
Wuxiang se hace pasar por el emperador?
Entonces, ¿dónde está el verdadero emperador?
Xie Lian ahora también se preguntaba si hubo
un cambio de mano, pero ¿desde cuándo había
existido este sustituto? ¿Cómo es que no notó
nada malo? ¡El Emperador Marcial de los cielos
no era como el escurridizo y discreto Señor de la
Tierra y sin importar qué, si se hizo pasar por él,
no podría haber pasado desapercibido para todos
en toda la Corte Superior!

175
Mei Nian Qing estaba a punto de volver a
hablar cuando Jun Wu levantó otra mano y
suspiró: —Me has decepcionado de nuevo.
La cara de Mei Nian Qing cayó
repentinamente, pareciendo como si alguien lo
hubiera estrangulado de repente. Lang Qian Qiu
recogió su espada larga y cortó con fuertes
vendavales de espada, pero Jun Wu volvió la
cabeza y miró a Lang Qian Qiu que fue enviado
volando de regreso
El segundo siguiente, Pei Ming, Lang Qian
Qiu, Feng Xin, Mu Qing, Quan Yi Zhen y casi
todos los dioses marciales dentro del Gran Salón
Marcial, todos asediados.
Sin embargo, un tiempo de incienso después,
la mano de Jun Wu todavía estaba agarrando la
muñeca de Xie Lian mientras todos los dioses
marciales que habían rodeado y atacado antes
habían caído.
Dentro del Gran Salón, el suelo estaba
extendido con dioses marciales que habían
perdido todos sus poderes de ataque y solo Jun
Wu y Xie Lian permanecieron de pie.
Mu Qing vomitó un bocado de sangre y le gritó
enojado a Xie Lian, que estaba congelado en el
176
acto y en silencio: —¡Muévete! ¡Haz algo! ¿Por
qué estás congelado? ¡¿Estás esperando a ser
asesinado?!
Sin embargo, poco sabía él, no era que Xie
Lian no quisiera moverse, ¡sino que no podía
moverse en absoluto!
A pesar de que Jun Wu solo estaba usando una
mano para agarrarlo, Xie Lian podía sentir que
incluso si doblara un dedo ligeramente, el otro lo
notaría e inmediatamente chasquearía el dedo,
¡así que no importaban las represalias! A juzgar
por cualquier ángulo, ¡la mejor decisión era
permanecer quieto y cauteloso!
¡Tal era el poder del dios marcial número uno
de los tres reinos!
Los oficiales celestiales que se encontraban en
los bordes exteriores se habían dispersado con
temor y pasó un momento antes de que
recordaran escapar, saliendo corriendo del Gran
Salón Marcial con sus caras pálidas, pero solo
habían llegado a la entrada antes de que ese
grupo de puertas pesadas y glamorosas se
cerraran por sí solas. Golpearon las puertas en
vano. Los cerca de cien oficiales celestiales
dentro del salón no pudieron salir o no pudieron
177
levantarse, un verdadero caos. En cuanto a Mei
Nian Qing, su cuerpo fue empujado hacia
adelante por una fuerza invisible y Jun Wu lo
agarró por el cuello, sonriendo.
—¿Cambiaste de opinión en el último segundo
y decidiste decirlo frente a todos? ¿Pensaste que
no sería capaz de hacer nada? ¿Que una vez que
lo supieran, podrían ser una amenaza uniéndose?
Puedo aniquilarlos a todos con una sola mano.
Parecía que el que Jun Wu trajera a Mei Nian
Qing primero no era simplemente permitir que
Xie Lian se despidiera de Hua Cheng. Había
contado o amenazado a Mei Nian Qing con
algunas cosas, por lo que el Guoshi Principal fue
interrogado en la sala sin preocupaciones. Sin
embargo, quién hubiera sabido que, en el último
segundo, Mei Nian Qing volvería en su palabra.
Agarró las mangas de Jun Wu y le gritó a Xie
Lian: —¡Dianxia, corre! ¡Se ha vuelto loco!
—¡Maestro! —Exclamó Xie Lian.
Al siguiente segundo, Mei Nian Qing ya no
podía hablar, como si algo le estuviera ahogando
el cuello, pero siempre se había vestido con una
túnica que lo cubría, por lo que Xie Lian no
podía ver claramente qué le pasaba.
178
Jun Wu suspiró.
—Tonto, lo que estás haciendo no es diferente
a empujarlos a un pozo de fuego. Originalmente,
este asunto no tenía nada que ver con ellos, pero
ahora, nadie dejará vivo la Capital Celestial.
Con cosas tan urgentes, Xie Lian
inmediatamente llamó a través de la
comunicación espiritual.
—¡San Lang!
Nunca antes había tomado la iniciativa de
recitar la contraseña verbal de Hua Cheng a la
matriz de comunicación, pero en circunstancias
tan terribles, no tuvo tiempo de preocuparse por
ser tímido, sin embargo, después de recitar
mentalmente algunas veces, todavía recibía
como respuesta un silencio total. En el otro
extremo no había ninguna respuesta.
¡Esta sensación de bloqueo de comunicación
era exactamente la misma que en el Monte
Tonglu!
Con solo una mirada, Jun Wu pudo decir lo
que estaba pensando: —No hay necesidad de
seguir intentándolo. Si no lo permito, entonces
no puedes comunicarte.

179
La Corte Celestial estaba construida sobre los
poderes de Jun Wu, este lugar era su dominio,
era el más fuerte, por lo que, por supuesto, podía
hacer lo que quisiera. Lo que también significaba
que todo la Corte Superior, toda la Capital
Celestial estaba ahora completamente aislada de
cualquier otro lugar. Esto realmente se había
convertido en llorar por los cielos en vano;
llorando por la tierra en vano. 7
De repente, las puertas del Gran Salón Marcial
se abrieron de golpe. Todos los oficiales
celestiales recuperaron sus espíritus con alegría,
pero cuando vieron quién estaba parado en la
entrada, todos se sorprendieron. Afuera del
pasillo había un hombre alto, vestido de negro,
su aura escalofriante e inaccesible, bloqueando
la salida de todos. ¡Era Ling Wen usando el
Brocado Inmortal!
Los oficiales celestiales no sabían qué hacer
cuando Ling Wen cruzó el umbral y entró en el
pasillo, doblando una rodilla hacia el suelo hacia
Jun Wu, hablando con solemne respeto: —Mi
señor.

7
Se refiere a sentir un desamparo absoluto.
180
—Levántate y ponte a trabajar. —Dijo Jun
Wu—. Sabes qué hacer.
Ling Wen inclinó la cabeza y sonrió.
—Por supuesto.
Mu Qing luchó para ponerse de pie usando la
pared como soporte y al ver esto, estaba
sorprendido y dudoso.
—¿No estaba Ling Wen todavía prófugo en el
Monte Tonglu?
—Eso es correcto. —Respondió Jun Wu—.
Sin embargo, siento que Ling Wen es muy útil y
solo cometió un error insignificante, así que lo
he convocado de regreso.
De hecho, en comparación con Baiyi HuoShi,
el Brocado Inmortal que Ling Wen creó
realmente podría considerarse un error
insignificante. Y ahora, tanto Ling Wen como el
Brocado Inmortal se habían convertido en los
subordinados de este; Jun Wu. Justo en ese
momento, un haz de sombras blancas brilló y
algo saltó, se aferró al pie de Jun Wu y comenzó
a acariciar su bota.
Feng Xin miró y gritó enojado: —¡¿Qué estás
haciendo?! ¡Regresa aquí!

181
Esa cosa era el espíritu fetal. No solo no
obedeció las palabras de su propio padre, sino
que incluso comenzó a sacarle la lengua
maliciosamente. Feng Xin fue golpeado hasta el
suelo y vomitando sangre por Jun Wu, pero
ahora su propio hijo estaba abrazando la pierna
del enemigo que lo había herido, como si no
tuviera idea de quién era su padre y Feng Xin
estaba tan furioso que vomitó otra ronda de
sangre. Poco después, una tropa de dioses
marciales inexpresivos llegó al salón.
Esos dioses marciales eran todos los oficiales
que Jun Wu había nombrado y siempre habían
obedecido su orden. Ling Wen recibió el control
de Jun Wu y ordenó: —Lleven a cada Oficial
Celestial a su propio palacio y vigílenlos.
Pei Ming estaba sentado cerca, su expresión
complicada.
—Ling Wen, qué cruel de tu parte.
Ling Wen le dio unas palmaditas en el hombro.
—¿No sabías de mi crueldad desde el primer
día que nos conocimos? ¿Qué tal, quieres unirte?
Siempre eres bienvenido.
Pei Ming soltó una risita seca pero no habló.

182
Una vez más, Xie Lian recibió un trato
especial y fue Jun Wu quien lo escoltaría
personalmente de regreso al Palacio de XianLe.
—Ven —reprendió Jun Wu.
Xie Lian miró hacia atrás y miró a Mei Nian
Qing.
¿Qué está pasando? ¿Quién es usted? ¿Qué
querías lograr? ¿Quién es esta persona? ¿Es
Jun Wu o Bai Wuxiang? ¿Qué está planeando?
También había muchas preguntas que quería
hacer, pero debían hacerse en privado y con
mucho cuidado. Solo Mei Nian Qing podía
responder esas preguntas, pero Jun Wu
definitivamente no le daría esta oportunidad.
En el momento en que salieron del Gran Salón
Marcial, Xie Lian se sorprendió un poco. Sobre
la gran avenida de la Capital Celestial, los cielos
eran sombríos, las nubes rodaban nefastamente;
todo había cambiado en un abrir y cerrar de ojos
y el brillo una vez centelleante ya no existía.
Solo los dioses marciales bajo el mando de Jun
Wu todavía actuaban como solían hacerlo, ya
que enviaban a cada Oficial Celestial a sus
propios palacios y todo parecía inquieto y
sombrío. En cuanto a los oficiales subalternos
183
que se habían apresurado, ahora todos estaban
desparramados por todo el terreno,
inconscientes.
No hace falta decir que esto debía haber sido
hecho por Jun Wu. Desde lejos llegó el
repiqueteo de la campana. Parecía que el
problema estaba en la campana.
Los dos caminaron lentamente hacia el Palacio
de XianLe a lo largo de la gran avenida de la
Capital Celestial. En el camino, Xie Lian había
estado dando vueltas tratando de pensar en una
forma de escapar, pero no era rival contra Jun
Wu y cualquier pequeño truco inteligente que
pudiera pensar sería completamente inútil contra
el emperador. Además, Jun Wu no solo tenía el
poder marcial, también podía ver a través de lo
que Xie Lian estaba pensando.
Cuando entraron en el Palacio de XianLe, Xie
Lian todavía no había tenido ninguna idea y se
dijo a sí mismo que lo dejara ir, que estaría bien
incluso si no podía pensar en nada, porque si él
no se comunicaba con Hua Cheng por mucho
tiempo, Hua Cheng definitivamente notaría que
algo andaba mal. Mientras las cosas no se
salieran de control antes de que eso sucediera.
184
Sin embargo, después de que se cerraron las
puertas, Jun Wu de repente dijo: —¿Echas de
menos a Xueyu Tanhua?
—...
Las palabras de Jun Wu hicieron que su
corazón saltara a su garganta y su corazón
comenzó a latir con fuerza.
Xie Lian no sabía cómo responder; en caso
afirmativo, ¿Jun Wu le haría algo a Hua Cheng?
Si respondía que no. Jun Wu podría no creerle.
Al no escuchar respuesta, Jun Wu sonrió.
—No hay que preocuparse, lo sé, debes
extrañarlo. Estoy seguro de que realmente
quieres comunicarte con él.
La forma en que habló con Xie Lian seguía
siendo la misma que antes; cálido, tolerante,
compuesto, confiable, no hubo cambios. Pero
cuanto más era así, más confundido y
aterrorizado estaba Xie Lian.
Luego, Jun Wu continuó: —Si realmente lo
extrañas, ¿por qué no te conectas con él y
conversan un poco?
—...

185
Había adivinado lo que Xie Lian estaba
pensando cuando entraron por las puertas justo
ahora. ¡Todo estaba a su alcance!
Jun Wu continuó sonriendo.
—XianLe, sabes qué decir. No dejes que se
preocupe. Estoy seguro de que ese Xueyu
Tanhua tuyo estaría muy feliz de que también te
conectes con él.
Luego, colocó una mano sobre el hombro de
Xie Lian. Xie Lian sintió una intrincada ola de
movimiento y supo que Jun Wu había lanzado
algún tipo de hechizo para poder escuchar el
contenido de su comunicación. Incluso si Jun
Wu no pudiera hablar, aún podría escuchar.
Naturalmente, Xie Lian sabía lo que Jun Wu
quería oírle decir.
Después de una pausa, se armó de valor y dijo
con valentía la contraseña verbal de Hua Cheng
en voz alta.
Al escuchar esa contraseña verbal, Jun Wu
parecía haberlo encontrado divertido y se rió un
poco. Sin embargo, Xie Lian no tuvo tiempo de
sentirse avergonzado o tímido.
Solo tomó un respiro de un segundo antes de
que la voz de Hua Cheng sonara junto a los oídos
186
de Xie Lian. Él suspiró: —Gēge, gēge, ha
pasado tanto tiempo y finalmente ha recordado a
San Lang.
Xie Lian intercambió una mirada con Jun Wu.
Él respondió: —San Lang, ni siquiera me he ido
por dos horas.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Para mí, el
punto es que; se fue y no, solo dos horas.
Incluso un instante, sigue siendo separación.
¡Oye, Jun Wu estaba escuchando justo a su
lado!
Incluso con la situación tan peligrosa en este
momento, Xie Lian se las arregló para sentir una
verdadera vergüenza.
—Desafortunadamente —dijo Jun Wu—,
tendrá que esperar más de dos horas. Ahora, dile
que hasta que hayas lidiado con todos los
espíritus resentidos, no podrá verte. No le des
ninguna pista indirecta, puedo escuchar todo.
Terminar de lidiar con los espíritus resentidos
tomaría siete días y siete noches. Después de una
pausa, Xie Lian dijo: —Si ni siquiera puedes
esperar dos horas, ¿qué harás si me toma mucho
tiempo esta vez?

187
—¿Jun Wu lo llenó con una gran pila de
misiones? —Preguntó Hua Cheng.
—Sí —respondió Xie Lian.
—Déjeme ayudarle —dijo Hua Cheng.
—Dile que después de completar las misiones,
te permitiré tomar un descanso de tres años.
—Dijo Jun Wu.
—No hay necesidad. —Dijo Xie Lian—. San
Lang, ya eres de gran ayuda para proteger esa
matriz por mí, así que déjame manejar todo lo
demás. El emperador ya dijo que después de
completar este gran montón de misiones puedo
tener un descanso de tres años, no tendré que
hacer nada.
—¿Solo tres años? —Preguntó Hua Cheng.
—¿Tres años no son suficientes? —Preguntó
Xie Lian—. Ya es un pequeño beneficio.
—Muy bien, bien. Pero... —dijo Hua Cheng
lánguidamente—. Gēge, esa es su recompensa.
¿Y qué hay de la mía?

188
Capítulo 210
Caos en Reino Celestial; Onda nefasta
sacude los cielos (parte dos)

—¿Qué... qué recompensa? —Preguntó Xie


Lian.
Hua Cheng le preguntó: —¿Qué piensa?
Xie Lian prácticamente podía imaginar cómo
arqueó una ceja y cómo se curvaron sus labios
cuando hizo esta pregunta, entonces, ¿qué podría
decir a eso?
—Hablando de eso —continuó Hua Cheng—,
gēge todavía me debe un poco de poderes
espirituales, ¿estoy equivocado?
—No… —Xie Lian respondió con cautela.
—¿Entonces gēge pensó en cómo me pagará?
—Preguntó Hua Cheng.
—… No realmente —dijo Xie Lian.

189
Hua Cheng parecía haber soltado una
carcajada.
—Ya que no pensó en nada, ¿por qué no me
deja decidir? Después de que este asunto haya
terminado y tenga sus vacaciones, gēge puede
tomarse su tiempo para pagarme todo, ¿cómo
suena eso?
Xie Lian estaba defendiéndose de sus ataques
mientras miraba furtivamente a Jun Wu como un
ladrón culpable al mismo tiempo y respondió al
azar: —Oh, hum, sí...
Después de guiarlo astutamente a este punto
paso a paso y recibir la respuesta que quería
escuchar, Hua Cheng finalmente se sintió
complacido y satisfecho y temporalmente lo
liberó.
—¿Y entonces? Es muy raro que gēge me
busque a través de la comunicación espiritual,
¿qué pasa?
Jun Wu miró a Xie Lian.
La razón por la que permitió que Xie Lian se
comunicara con Hua Cheng fue para retener a
Hua Cheng y hacerle pensar que no pasaba nada,
manteniéndose obedientemente en el reino
inferior. Por supuesto, Xie Lian sabía qué tipo
190
de respuesta quería escuchar Jun Wu, por lo que
respondió lentamente: —En realidad, no es
realmente nada, solo tenía miedo de que me
hubiera ido tanto tiempo que te preocuparía.
—¿Humm? ¿No lo dijo usted mismo?
—Preguntó Hua Cheng—. Ni siquiera se ha ido
por más de dos horas, entonces, ¿por qué le
preocupa que yo me preocupe?
Xie Lian se estaba mareando por dar vueltas
en círculos con él, sintiéndose un poco ansioso,
pero también un poco divertido.
De repente, Hua Cheng dijo: —Oh, lo
entiendo.
El aliento de Xie Lian se atoró.
—¿Qué entendiste?
Parecía haber un poco de risa ligera en el otro
extremo. Un momento después, Hua Cheng
respondió tranquilamente: —Gēge, ¿tal vez fue
usted quien me extrañó mucho después de
separarnos solo por un tiempo?
—...
Si antes Xie Lian podía cubrir las cosas con
vaguedad, entonces esta línea era realmente
demasiado honesta y expuesta y no podía
pretender que fuera normal en absoluto. Bajo los
191
ojos vigilantes de Jun Wu, la cara de Xie Lian
todavía se puso caliente. Un momento después,
respondió suavemente: —Hum.
La voz de Hua Cheng también era suave:
—Yo también. Tengo muchas ganas de ir allí y
llevarlo lejos.
Mientras el corazón de Xie Lian se calentaba,
al mismo tiempo estaba colgado en lo alto y sus
ojos se encontraron con los de Jun Wu.
Si Hua Cheng realmente viniera a la Capital
Celestial, ¿cómo terminarían las cosas? ¿Cómo
lo manejaría Jun Wu?
Xie Lian reprimió su oleada de emociones e
hizo todo lo posible para sonar natural: —No,
está bien. Es un desastre aquí en los cielos en este
momento. Si vienes, probablemente perderán la
cabeza. Solo espera un poco más.
—Entiendo, gēge, no subiré para asustarlos.
—Respondió Hua Cheng perezosamente—.
Odio esa luz cegadora en la Capital Celestial y
todavía tengo que proteger el círculo de personas
aquí, así que esperaré sabiamente aquí a que
gēge regrese.
Xie Lian no pudo decir si suspiró aliviado o
comenzó a sudar frío y dijo: —Sí, sé bueno.
192
—Pero —dijo Hua Cheng—. Si voy a ser
bueno, gēge no puede volver con las manos
vacías. Necesito recompensas.
—Por supuesto, por supuesto. —Respondió
Xie Lian.
Luego los dos dijeron algunas palabras más
casuales, ambiguas y dudosas de vez en cuando
y se despidieron repetidas veces antes de que la
comunicación finalmente terminara.
Xie Lian resopló suavemente y Jun Wu dijo:
—Parece que XianLe ha estado viviendo una
vida emocionante abajo.
Xie Lian no sabía cómo responder a eso.
Después de que Jun Wu le diera una palmada en
el hombro a Xie Lian, se dio la vuelta y estaba a
punto de abandonar el Palacio de XianLe cuando
Xie Lian gritó desde atrás de él.
—¡Mi señor! —La forma de Jun Wu se detuvo.
Xie Lian preguntó—: ¿Quién es usted? ¿Es el
emperador? ¿O algo más?
Ya le resultaba difícil aceptar la verdad cuando
sospechaba de una conexión entre el Guoshi
Principal y Bai Wuxiang. Si incluso Jun Wu y
Bai Wuxiang compartieron una conexión,

193
entonces sintió como si toda su persona fuera
puesta al revés.
¡Jun Wu era el dios marcial número uno de los
tres reinos que respetaba y admiraba después de
todo!
Jun Wu no le respondió y se fue rápidamente.
Ahora que Xie Lian se había quedado solo, hizo
una lluvia de ideas para planes de represalia
mientras arrastraba su cuerpo exhausto a las
cámaras traseras del Palacio de XianLe.
Aunque el Palacio de XianLe se había
convertido en una jaula de prisión, todavía era
una jaula hermosa, e incluso había una piscina de
baño de jade blanco en el pasillo de atrás. En los
últimos días, Xie Lian luchó contra el fantasma
blanco, entró en el Horno, gateó, rodó y luchó y
ahora estaba exhausto en cuerpo y mente. De
todos modos, no podía ir a ningún lado durante
el siguiente rato, por lo que bien podría bañarse
y refrescarse.
Después de quitarse la ropa y sumergirse en
las cálidas aguas, Xie Lian descansó contra el
borde de la piscina de arena blanca y dobló su
ropa distraídamente. De repente, de su montón
de túnicas, dos pequeñas cosas salieron,
194
crujiendo. Xie Lian miró de cerca y eran dos
dados pequeños y lindos.
Levantó los dos dados y lo sostuvo en la palma
de su mano, recordando las palabras que Hua
Cheng le dijo: —Si quisiera verme, no
importaría lo que tire. Yo apareceré.
Sin embargo, que él se conectara con Hua
Cheng a través de la comunicación espiritual no
era en gran medida natural, por lo que quizás
Hua Cheng lo había notado. Pero, incluso si Hua
Cheng notara que algo andaba mal, no podría
aparecer, ya que la Capital Celestial ahora estaba
aislada del mundo, completamente bajo el
control de Jun Wu.
Sin embargo, incluso si él fuera muy
consciente de la situación y supiera que incluso
si tirara dos seises no podría ver a Hua Cheng,
Xie Lian todavía lo intentó.
Clack, clack.
Los dados rodaron sobre las rocas junto al
borde de la piscina. Su suerte fue terrible como
siempre; ojos de serpiente. Y efectivamente, no
hubo un solo indicio de movimiento.
Xie Lian suspiró y se dio la vuelta y estaba a
punto de enterrar tanto su cara como su cuerpo
195
en las aguas cuando de repente, escuchó una voz:
—Gēge.
Xie Lian se levantó instantáneamente de las
aguas, chapoteando mientras las aguas
salpicaban.
—¿San Lang?
¿Realmente convocó a Hua Cheng?
Sin embargo, después de escanear sus
alrededores, no vio las sombras de nadie. Aún
así, esa voz anterior definitivamente no era una
alucinación causada por su esperanza. El
corazón de Xie Lian palpitó cuando escuchó otra
voz que gritaba: —¡Dianxia!
—...
¡Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que
esa voz había salido de su propia boca!
Era su propia voz, solo que, en medio del aire
caliente de esta espaciosa piscina de baño y el
sonido de salpicaduras de agua, el sonido no era
claro. Xie Lian se sorprendió por un momento
antes de que cayera en la cuenta: ¡el Hechizo de
Cambio de Alma!
Xie Lian estaba sorprendido y encantado.
—¿Gran Señor del Viento?

196
Luego, de sus labios salió la voz de otro que
estaba demasiado emocionado: —¡Sí, soy yo!
Jajajaja, ¡increíble, ¿verdad?! ¡Este Señor del
Viento tiene poderes espirituales otra vez!
Antes se mencionó que el Hechizo de Cambio
de Alma no se usaba a menudo porque agotaba
los poderes espirituales rápidamente, mucho más
malvado y raro que los hechizos de
comunicación espiritual típicos, por lo general,
las barreras de ocultación no pensarían en
bloquear este hechizo. Más tarde, cuando Shi
Qing Xuan perdió todos sus poderes espirituales,
la puerta que lo conectaba con Xie Lian se
bloqueó de un lado, pero Xie Lian no había
imaginado que se podría usar ahora.
—Qing Xuan, el Hechizo de Cambio de Alma
quema muchos poderes espirituales, ¿de dónde
obtuviste tus poderes? —Preguntó Xie Lian,
pero pronto lo descubrió. ¿De dónde más podría
obtener sus poderes?
Efectivamente, Shi Qing Xuan respondió:
—¡Es una larga historia! Uh, bueno, en realidad
no es tanto tiempo. Ese Xueyu Tanhua me dio
algunos dulces negros para comer, ¡son
increíblemente mágicos! ¡Mis poderes
197
espirituales explotaron después de comerlos! A
pesar de que es solo temporal, pero aún podría
durar un tiempo. La comunicación no sería un
problema. Simplemente, el sabor es muy malo,
¡puff puff puff!
—...
Xie Lian no pudo evitar recordar la esencia de
fantasma que Pei Ming había consumido antes,
pero los dulces de Hua Cheng deberían ser
dulces de poderes espirituales de alta calidad.
—¿Quién me llamó gēge justo ahora?
—Preguntó Xie Lian.
—¡Fui yo! —Dijo Shi Qing Xuan,
Xie Lian no sabía si reír o llorar.
—¿Por qué me llamaste así? Yo pensé...
—Lo sé —dijo Shi Qing Xuan—. Pensaste
que Xueyu Tanhua era quien vino a buscarte,
¿verdad? —Xie Lian se aclaró la garganta
ligeramente y Shi Qing Xuan continuó—: Fue él
quien me dijo que te llamara así. Dijo que, si te
llamaba de esa manera, sabrías que había venido
y te sentirías mejor.
Supuso que eso era cierto. Anteriormente
cuando escuchó; gēge, aunque sorprendido, se
sintió más tranquilo.
198
—¿Está justo a tu lado ahora? —Preguntó Xie
Lian—. ¿Está todo bien en la Capital Real? Los
espíritus resentidos no comenzaron de repente
nada, ¿verdad?
—Todo está bien aquí en la capital. —Dijo Shi
Qing Xuan—. Los espíritus resentidos también
se están limpiando. Es solo que antes, cuando
tenías tu comunicación con Xueyu Tanhua él se
reía alegremente hablando de quién sabe qué
contigo un segundo y al siguiente, después de
que la comunicación terminó, su rostro de
repente se volvió tan oscuro que fue aterrador. Y
luego me llamó para ver si podía cambiar mi
alma hacia ti. Oh sí, por cierto, Dianxia, él quiere
que le transmita este mensaje: Dianxia, vístase
primero. Me ha estado molestando por un
tiempo, ¿cuál es el problema? No es como si
fueras a resfriarte en los cielos.
—...
Xie Lian casi iba a desmayarse y él
rápidamente, usando la velocidad del rayo,
agarró una túnica para envolverse a sí mismo.
—É-é-é-l, ¡¿San Lang puede verme?!
—Sí. —Respondió Shi Qing Xuan—. Es
bastante molesto seguir reiterando, así que
199
simplemente le transmití todo lo que veo y
escucho directamente a él, para que sepa todo lo
que haces o dices. Simplemente no puede hablar
con usted o controlar su cuerpo directamente,
eso es todo.
—...
Querido señor del viento, ¡eres demasiado
ingenuo!
¡Si hubiera sabido no se habría bañado!
¡Pensó que tenía que pensar un poco más antes
de que apareciera una oportunidad!
—Está bien, Dianxia. —Dijo Shi Qing
Xuan—. No pensé que te importaran tanto
asuntos como estos. Todos somos hombres, ¿no
has visto a Hua Chengzhu antes? Además, no vi
mucho de todos modos...
Realmente era demasiado ingenuo. Xie Lian
se dio una palmada en la frente y se vistió
rápidamente, luego agarró los dados antes de
salir del salón, cambiando rápidamente de tema.
—San Lang, ¿cómo descubriste que algo
andaba mal?
Después de una pausa, Shi Qing Xuan
respondió: —Xueyu Tanhua dice que en el
momento en que lo buscaste, lo supo. Oh, Hua
200
Chengzhu quiere que te diga esto: Gēge es tan
tímido, si no fuera algo importante, ¿por qué
tomaría la iniciativa de recitar mi contraseña
verbal?
—...
Así que realmente fue por esa razón. Shi Qing
Xuan parecía estar hablando con Hua Cheng.
—Está bien, está bien, no perderé más tiempo
en tonterías, hablaremos del asunto. —Luego,
dijo—: Dianxia, ¿cuál es exactamente la
situación allí? ¿No está el emperador cerca?
Xie Lian realmente no sabía por dónde
empezar y dijo: —¡Es precisamente porque está
cerca que las cosas resultaron así!
Al decir solo los puntos clave, Shi Qing Xuan
ya estaba conmocionado.
—¡Dios mío, Dios mío, Dios mío! Dianxia,
estás hablando en serio, ¿verdad? ¡Es el
emperador! ¡Estamos hablando del emperador
aquí!
—No puedo estar seguro si ya es él. —Dijo
Xie Lian—. San Lang, ¿qué piensas de todo
esto?
Un momento después, Shi Qing Xuan
respondió: —Xueyu Tanhua no parecía
201
demasiado sorprendido y solo dijo: No me
sorprende. Ya no lo soporto.
Xie Lian estaba sin palabras y soltó una
carcajada.
—No puedes soportar a nadie
Esa línea fue dirigida a Hua Cheng. Shi Qing
Xuan respondió: —Dijo: Aparte de ti, no. Le
digo, Hua Chengzhu, eso no es muy agradable,
¡estoy parado aquí! ¿No me soportas tampoco?
¿Qué pasa conmigo?
—Está bien, está bien, todo son bromas. En
cualquier caso, todos los dioses marciales han
sido derrotados y cada Oficial Celestial está
confinado en sus propios palacios. Toda la
Capital celestial está aislada del mundo ahora,
por lo que no hay forma de llegar a los cielos.
—Xueyu Tanhua dijo que hay una manera de
subir a los cielos —dijo Shi Qing Xuan—, pero
necesitaremos la ayuda de alguien.
—¿Quién? —Preguntó Xie Lian, pero justo
después gritó—: ¡¿Quién es?!
El último; quién es, no fue dirigido a Hua
Cheng o Shi Qing Xuan. Se expresó de esa
manera porque detrás de él, hubo un movimiento
inusual.
202
¡Alguien había venido!

203
Capítulo 211
Bifurcaciones en el camino; los espíritus
perturban el subsuelo de la capital
celestial

R uoye ya se había desenvuelto de su


muñeca, esperando listo, pero se retiró y
se calmó después de que Xie Lian vio quién era.
—¿Tú... Yin Yu? —Dijo Xie Lian.
Desde quién sabe cuándo apareció un agujero
gigante que podría permitir la entrada de dos
personas y Yin Yu sacó la mitad de su cuerpo del
agujero, con una pala afilada en sus manos.
Soltó un suspiro y se secó el sudor.
—Dianxia, soy yo. ¡Gracias a los cielos que no
cavé en el lugar equivocado, salgamos de aquí!
En realidad, había olvidado que había un
dispositivo espiritual sagrado en las manos de
Yin Yu: ¡la pala sagrada del Señor de la Tierra!
204
¡Que este dispositivo no hubiera sido
confiscado, era una bendición de los cielos!
Parecía que a veces era bueno no tener
demasiado sentido de presencia, como cuando,
en medio del caos de la batalla, el enemigo
seguramente no iría por esta persona; sin
embargo, por otro lado, sus propias tropas
podrían herirlo por accidente. Xie Lian estaba a
punto de avanzar cuando su cuerpo
involuntariamente dio un paso atrás.
Yin Yu estaba perplejo.
—¿Dianxia? ¿Qué pasa?
Xie Lian también estaba perplejo, ¿por qué se
alejaría? Luego, poco después de darse cuenta,
el que estaba retrocediendo no era él, sino Shi
Qing Xuan quien se había movido a su cuerpo.
Esa pala del Señor de la Tierra era bastante
familiar, por lo que no era difícil pensar en los
que la habían utilizado en el pasado. Una
inexplicable ola de terror llenó a Xie Lian y
probablemente fue la reacción subconsciente de
Shi Qing Xuan. Afortunadamente, la reacción
de Shi Qing Xuan no se agitó demasiado y
rápidamente devolvió el control del cuerpo a Xie
Lian. Xie Lian también se olvidó rápidamente de
205
preguntarle a Hua Cheng a quién iba a pedir
ayuda para subir a los cielos y rápidamente saltó
a ese agujero, cayendo en el subsuelo de la
Capital Celestial con Yin Yu.
Por encima de ellos, no pasó mucho tiempo
antes de que se cerrara el agujero. Se arrastraron
dentro del túnel oscuro por un momento cuando
Xie Lian de repente se dio cuenta de algo.
—Yin Yu, ¿puede esta pala del Señor de la
Tierra cavar a través de la barrera que bloquea la
Capital Celestial?
—Yo... ¿no lo creo? —Respondió Yin Yu.
—¿Huh?
Shi Qing Xuan habló: —Entonces eso significa
que, aunque esta pala sagrada es un dispositivo
espiritual, aunque excaves a tu alrededor todavía
estaría en la Capital Celestial. ¿Eso no lo hace
inútil?
Yin Yu se rascó la cabeza.
—No es del todo inútil... Se ha establecido una
matriz barrera fuera de los palacios de cada
Oficial Celestial Marcial para retrasar la
recuperación de sus heridas. Pensé que si
continuaban en sus palacios, no podrían
recuperar sus poderes de combate por años,
206
entonces, ¿por qué no usar la pala del Señor de
la Tierra para excavar una habitación secreta en
el subterráneo en algún lugar y mover a todos los
dioses marciales allí? Y después de que todos se
hayan recuperado, ¿podemos intentar escapar?
—¡Espera! —Gritó Shi Qing Xuan—. Hua
Chengzhu dice que les digas a esos inuti… a esos
dioses marciales que se escondan y se curen
solos; estarían buscando sus propias muertes si
intentan escapar bajo las manos de Jun Wu.
Yin Yu se sorprendió.
—Dianxia, usted... ¿puede comunicarse con
Chengzhu? Pensé que era imposible.
—No, no, no —dijo Xie Lian—, quien te
estaba hablando ahora no era yo.
Shi Qing Xuan dijo: —¡Soy yo! ¡Soy yo, Yin
Yu Dianxia!
Pero no importó cómo hablaron, las palabras
salían de una boca y Yin Yu estaba confundido.
—Es usted, pero sigue siendo usted, ¿no es
usted, Dianxia?
—¡Gah, soy yo, yo, el Señor del Viento!
—Dijo Shi Qing Xuan—. Espera, ahora deberías
llamarme el ex Señor del Viento. He usado el

207
Hechizo de Cambio de Alma. Ah, transmitir
mensajes es un fastidio.
Entró por este lado para escuchar y mirar,
luego regresó a su cuerpo al otro lado para
transmitirle todo a Hua Cheng, entrando y
saliendo repetidamente, solo pensarlo era
agotador.
Yin Yu respondió rápidamente: —Oh, oh, qué
trabajo tan duro. ¡Así que se trataba de eso! —Y
volvió a cavar con renovado vigor. Los dos se
arrastraron hacia adelante por un tiempo antes de
que Yin Yu volviera a hablar—: Aquí... ¡debería
estar bien! Dianxia, por favor permanezca oculto
aquí por ahora, iré a buscar al próximo Oficial
Celestial.
El túnel al que entraron al principio se estaba
cerrando gradualmente y Xie Lian dijo: —¿Huh?
¿Tú solo? Iré contigo.
—No, está bien. —Dijo Yin Yu—. A decir
verdad, Dianxia, cuanto más grande sea el hoyo
que excava la pala del Señor de la Tierra, más
poder usaría, por lo que probablemente sea más
rápido si voy solo. El palacio del dios marcial
más cercano a este lugar es... —Parecía haber

208
pensado por un momento antes de continuar—:
En cualquier caso, ya vuelvo.
Shi Qing Xuan había estado usando el Hechizo
de Cambio de Alma en varias ocasiones y el
agotamiento del uso inmenso y frecuente de los
poderes espirituales también estaba afectando a
Xie Lian, por lo que se sentó en el suelo,
asintiendo con cansancio, sintiendo que tanto su
cabeza como su cuerpo estaban algo pesados y
usó su mano para sostener su cabeza hacia arriba.
—… Muy bien.
Por lo tanto, Yin Yu abrió un nuevo agujero
solo y continuó cavando hacia adelante mientras
Xie Lian se recostó en el suelo y cerró los ojos.
Había pasado una cantidad de tiempo
desconocida antes de que de repente se
despertara.
—¿Yin Yu?
Estaba completamente oscuro, con un manto
de silencio muerto. Era obvio que Yin Yu aún no
había regresado. Shi Qing Xuan habló y también
verificó este hecho: —Dianxia, ¿estás despierto?
Es agotador, ¿verdad? Yin Yu aún no ha
regresado.

209
Después de descansar un poco, Xie Lian
recuperó su energía.
—¿Cuánto tiempo ha estado fuera? ¿Cómo es
que todavía no ha regresado?
—Ya casi han pasado dos inciensos. —Dijo
Shi Qing Xuan—. No podría haberse perdido,
¿verdad?
Xie Lian sintió que algo andaba mal y dijo:
—Iré a buscarlo.
Luego, se dio la vuelta y se arrastró hacia el
túnel que Yin Yu había dejado adentro. Ya que
Yin Yu todavía necesitaba usar este túnel para
regresar, después de que la pala del Señor de la
Tierra había entrado, no se cerró
automáticamente. Xie Lian se arrastró con
cuidado dentro de él y un momento después, Shi
Qing Xuan habló: —Xueyu Tanhua dice: Gēge,
es mejor que no vaya…
Xie Lian dejó de gatear.
—Algo probablemente no está bien, ¿verdad?
—Sí. —Respondió Shi Qing Xuan—. El tono
de Hua Chengzhu suena bastante serio.
—Pero es precisamente porque no parece estar
bien que tengo que ir a buscarlo. —Dijo Xie

210
Lian—. De lo contrario, si Yin Yu tuviera
problemas...
En ese momento, un escalofrío le recorrió la
espalda. Xie Lian se sobresaltó y giró la cabeza.
Shi Qing Xuan también sintió ese frío en la
espalda y exclamó: —Dios mío, ¿qué fue eso?
¡Mi espalda se estremece!
Detrás de él estaba el túnel vacío,
completamente negro y no había nada. Sin
embargo, Xie Lian lo miró por un largo tiempo
antes de responder: —No es nada.
Shi Qing Xuan instantáneamente cerró la boca
y contuvo el aliento, porque, justo después de
que Xie Lian dijo las palabras: no es nada, en
voz alta, luego pronunció silenciosamente:
—¡No hagas ningún sonido, hay algo aquí!
Había alguien más en este túnel. Estaba justo
detrás de Xie Lian justo ahora, pero en el
momento en que miró hacia atrás se había ido.
El instinto de Xie Lian para el peligro nunca se
apagaba, por lo que no podía permitir que la otra
parte descubriera que ya lo había notado y fingió
como si no sucediera nada. Sin embargo, Shi
Qing Xuan odiaba situaciones como estas y se le
puso la piel de gallina en los brazos.
211
—¿No es Yin Yu Dianxia?
—Si fuera él, no habría necesidad de
escabullirse —respondió Xie Lian. Después de
un momento de silencio, Xie Lian preguntó en
voz baja—: ¿Ha dicho algo San Lang?
—Uuhh, umm, ese San Lang tuyo se ve
realmente aterrador en este momento...
—respondió Shi Qing Xuan—. Él dijo: Gēge, si
la situación lo requiere, usa el Hechizo de
Cambio de Alma para moverte al cuerpo del
Señor del Viento.
Sin embargo, sin mencionar que no tenía
suficientes poderes espirituales en este momento
para usar el Hechizo de Cambio de Alma, e
incluso si hubiera suficiente, Xie Lian no podría
simplemente desempolvar y dejar el desastre que
era la Capital Celestial atrás.
—No te preocupes por eso, San Lang
—respondió Xie Lian.
Ni siquiera había especificado de qué no
preocuparse antes de levantar la cabeza para
mirar.
¡Al frente!
Esa sensación de peligro antes había venido
detrás de él, pero ahora venía del frente. Sin
212
embargo, cuando miró, todavía estaba
completamente oscuro y no se podía ver nada
con claridad.
Shi Qing Xuan articuló: —Dianxia, ¿qué
notaste ahora? ¿Qué debemos hacer? ¿Significa
esto que debemos avanzar o retroceder?
Después de observar atentamente por un
momento, Xie Lian respondió: —Esto significa
que avanzar o retroceder no hace ninguna
diferencia, ¡así que lo que sea! —Luego, se
arrastró hacia adelante. Se arrastró y gateó, pero
luego se detuvo, sintiéndose un poco atónito.
Shi Qing Xuan dijo a pesar de sí mismo:
—¿Cómo es posible esto?
Lo que estaba antes de ellos era en realidad una
bifurcación en el camino.
¡Había dos túneles!
—Um... ¿Podría Yin Yu haber cavado un
camino y haber descubierto que iba en la
dirección equivocada, así que cavó otro? —Se
preguntó Shi Qing Xuan.
Xie Lian pensó internamente: —Yin Yu debe
estar muy familiarizado con los caminos de la
Capital Celestial, entonces, ¿cómo pudo haber
cometido este error? Probablemente esto sea
213
algo peor. —Sin embargo, no dijo esto en voz
alta y solo dijo—: Qing Xuan, ¿puedes
ayudarme a pedirle a San Lang que elija un
camino? ¿Izquierda o derecha?
Un momento después, Shi Qing Xuan dijo:
— Xueyu Tanhua dijo... que recomienda a
ninguno: No elija tampoco.
Xie Lian no sabía si reír o llorar. Si bien
también se dio cuenta de que probablemente
había cosas malas esperándolo al final de
cualquiera de los caminos, todavía no podía
quedarse donde estaba. Después de un poco de
contemplación, dijo: —Entonces Qing Xuan,
elige uno.
—¿Huh? ¿Yo? —Preguntó Shi Qing Xuan.
—Sí. —Dijo Xie Lian—. Si eliges, todavía
hay un cincuenta por ciento de posibilidades de
que elijas la mejor ruta; si elijo, entonces...
Shi Qing Xuan respondió instantáneamente:
—Está bien, lo entiendo.
Después de mucha deliberación, giró la cabeza
hacia la izquierda.
Xie Lian asintió y se arrastró.
Cuanto más se arrastraban, más estrecho se
hacía este túnel, era casi sofocante, pero aún
214
pasable. Después de girar y dar vueltas, gatear
por un largo rato antes de repente, se deleitaron
al entrar en un espacio mucho más grande.
Gracias a los cielos. Si bien estuvieron tensos
y cautelosos todo el tiempo, en realidad no
corrieron ningún peligro real. Xie Lian miró los
alrededores por un momento y dijo: —¿Qué es
este lugar?
Shi Qing Xuan dijo con incertidumbre: —No
sé, no puedo ver con claridad. Pero, ¿cómo es
que se siente un poco familiar...? ¡¿Huh?!
No fue el único que se dio cuenta; Xie Lian
también lo notó.
¡Era realmente familiar! ¿No era este lugar la
habitación secreta donde Xie Lian se había
acostado y descansado un poco para esperar el
regreso de Yin Yu?
Estaba absolutamente seguro. También había
otro túnel y fue el que Yin Yu había excavado
con la pala del Señor de la Tierra cuando se fue,
¡y el mismo por el que Xie Lian salió para ir a
buscarlo!
Shi Qing Xuan se asustó.
—¿Cómo volvimos aquí? ¿Estaba allí... estaba
este camino aquí antes?
215
¡Por supuesto no! Anteriormente cuando se
fueron, solo había un túnel de salida. El camino
por el que se arrastraron para regresar fue uno
que apareció de la nada. Cuando se toparon con
esa bifurcación en el camino, ¡el camino a la
izquierda se desvió por un gran círculo y los trajo
de vuelta!
No debió haber sido Yin Yu quien excavó esto;
no habría desperdiciado tanto esfuerzo por un
acto tan sin sentido. Al parecer, probablemente
también se topó con este peculiar incidente. Xie
Lian pensó que realmente debería haber
empujado a ir con él antes, después de todo y sin
decir una palabra, se metió en el túnel del que
salieron antes y rápidamente llegó a la
bifurcación en el camino. Esta vez, eligió el
camino correcto y mientras se arrastraba, Shi
Qing Xuan habló: —Parece, parece que esta vez
mi suerte tampoco fue tan buena. Elegí el
camino equivocado. ¡Debería haber elegido el
derecho desde el principio!
Sin embargo, Xie Lian dijo: —No, creo que tu
suerte sigue siendo realmente buena.
—¿Huh? ¿Qué quieres decir? —Dijo Shi
Qing Xuan.
216
Xie Lian trató de decir esto con delicadeza:
—Humm, ¿cómo digo esto...? Porque, este
camino a la derecha podría ser aún más aterrador
que el de la izquierda.
Entonces, los dos escucharon. Detrás de ellos
llegó el sonido de algo que se arrastraba y se
acercaba rápidamente.
Xie Lian desenvolvió a Ruoye y la arrojó.
—¡Ruoye! ¡Ayuda a bloquearlo por un
momento!
Luego comenzó a gatear locamente hacia
adelante, casi un metro por empuje y Shi Qing
Xuan estaba perdiendo la cabeza en pánico.
—Jajajajajajaja, ¡qué emocionante,
emocionanteemocionanteemocionante!
¡Emocionante!
—¡La parte más emocionante aún no ha
llegado! —Gritó Xie Lian—. ¡Vamos! ¡Echa un
vistazo--!
—¡¿Y ahora qué?! —Exclamó Shi Qing Xuan.
¡Xie Lian dejó de arrastrarse locamente y
exhaló un largo suspiro y ante ellos una vez más
estaba otra bifurcación en el camino!
Shi Qing Xuan gritó sin pensar: —¡Derecha!

217
Xie Lian giró a la derecha con resolución, pero
en el camino siguiente, aparecían interminables
bifurcaciones en el camino.
Shi Qing Xuan gritó: —¡A la izquierda!
»¡Derecha!
»¡Izquierda!
»¡Derecha!
Y ya había dejado de ser consciente de lo que
incluso estaba gritando. Y en circunstancias tan
terribles, con la situación cambiando en
cualquier momento, le fue aún menos posible
dejar el cuerpo de Xie Lian para preguntarle a
Hua Cheng qué debería hacerse, porque era muy
posible que con el siguiente giro en la
bifurcación, la situación cambiaría por
completo. La cosa detrás de ellos fue bloqueada
por Ruoye por un momento, pero todavía se
estaba cerniendo sobre ellos y los túneles
también se estaban volviendo cada vez más
angostos, cada vez más estrechos, hasta que
finalmente llegaron al punto donde los brazos no
podían moverse.
¡En absoluto!
Los hombros de Xie Lian ya estaban atascados
y exclamó: —¡No puedo gatear más!
218
—Entonces, ¿qué debemos hacer? —Gritó Shi
Qing Xuan—. ¡¿Tenemos que retroceder?!
¡Lo que los perseguía por detrás iba a ponerse
al día en cualquier momento!
—¡No temas! —Exclamó Xie Lian—. ¡Un
hombre puede atacar y retirarse, si avanzar no es
una opción, entonces daremos un paso atrás! Si
tenemos que hacerlo, ¡que así sea! ¡Vamos!
Luego dio dos pasos hacia atrás, liberando una
mano y estaba a punto de agarrar la empuñadura
de Fang Xin y luchar contra esa cosa detrás de él
sin ninguna contención cuando, de repente, su
cabeza se puso rígida.
La mente de Xie Lian también se congeló.
Cuando levantó la vista, ni siquiera había visto
de qué se trataba, pero parecía haber alguien que
se rió en la oscuridad y una mano se extendió,
colocándola en la cabeza de Xie Lian. Abrió
mucho los ojos y al siguiente momento perdió el
conocimiento.

Pasó una cantidad desconocida de tiempo


antes de que Xie Lian despertara lentamente.
219
Fue solo un momento después de que se
despertó que Xie Lian descubrió que estaba
sentado en una silla y que todo su cuerpo estaba
firmemente sujeto. Luchó un poco y descubrió
que era Ruoye quien lo estaba atando.
Xie Lian estaba perplejo.
—Ruoye, ¿qué estás haciendo?
Ruoye también estaba ofendido y se dejó caer,
acariciándose contra él. Xie Lian luego miró
más de cerca y descubrió que Ruoye estaba
realmente atado en un nudo muerto.
No era de extrañar que Ruoye no pudiera
defenderse; lo que más temía era estar atado a un
nudo muerto. En el pasado, antes de aprendiera
la lección, le gustaba envolverse sin pensar para
jugar y mientras jugaba se acumulaba en un lío
de nudos muertos y era Xie Lian quien lo
desataba exasperadamente cada vez. Más tarde,
aprendió a ser bueno, más inteligente y nunca
más se había anudado.
Sintiéndose impotente, Xie Lian intentó ver si
podía luchar y romper la silla directamente, pero
desafortunadamente, la silla no se movió en
absoluto. Parecía que estaba cimentado por una
inyección de poderes espirituales muy fuertes.
220
Como no podía moverse, solo observaría
primero su entorno. Xie Lian examinó a su
alrededor; este lugar debería ser el interior de un
palacio, más bien nuevo y glamoroso, pero no
sabía cuál era. De cualquier manera, no era el
Gran Salón Marcial.
Justo cuando pensaba esto, una mano descansó
sobre su hombro y desde arriba de su cabeza
llegó la voz suave de alguien.
—XianLe, mi querido XianLe, realmente eres
demasiado travieso.
Al escuchar esta voz, Xie Lian se congeló al
instante. Detrás de él, ese hombre se adelantó y
se dio la vuelta con una mano detrás de su
espalda. De hecho, era Jun Wu.
Su otra mano todavía estaba en el hombro de
Xie Lian y habló con cada paso: —En el último
medio año que regresaste, la Capital Celestial se
rompió aquí y allá, destruyéndose por completo,
¿así que no dirías que estás en medio de todas las
travesuras? No eres un pequeño ratón, ¿qué estás
haciendo cavando a escondidas bajo tierra? ¿Es
muy divertido?
Esta voz amable y gentil como un anciano
observando cómo su hijo amado se metía en
221
problemas le daba escalofríos a Xie Lian, lo que
lo ponía increíblemente nervioso y realmente no
sabía cómo debía responder. Entonces, de
repente sintió una ola de frío en sus pies y
cuando miró hacia abajo, vio que era un bulto de
algo blanco que había abrazado sus botas,
mirándolo con una mirada extremadamente
maliciosa.
Era ese Espíritu Infantil.
Xie Lian levantó la vista, casi desentrañando el
asunto. Yin Yu estaba cavando túneles con la
pala del Señor de la Tierra, pero fue capturado
por Jun Wu. Luego Jun Wu envió algunas cosas
para atraparlo en el subsuelo, por lo que pasó por
esa experiencia aterradora antes.
Xie Lian finalmente supo lo que debía decir y
después de un momento de falta de palabras,
dijo: —... Tienes un pasatiempo tan
despreciable.
Esa persecución en los túneles le recordó cómo
Bai Wuxiang lo perseguía asfixiantemente en
ese entonces y Xie Lian pasó sus días en pánico
y ansiedad. Si quería capturarlo, ¿por qué no
simplemente capturarlo directamente? ¿Por qué

222
debía despertar un terror tan perturbador y causar
tanto miedo?
Sin embargo, Jun Wu parecía estar bastante
alegre y sonrió.
—Pero XianLe ahora es mucho más valiente
que antes.
Como no podía continuar esa línea de
conversación, preguntó: —¿Dónde está Yin Yu?
Jun Wu colocó sus manos en el respaldo de la
silla y giró a toda la persona de Xie Lian.
—No hay prisa, ya lo verás. Y no solo a él.
Xie Lian se dio la vuelta y ahora estaba frente
a un espejo. Sin embargo, lo que reflejaba el
espejo no era él, sino un Yin Yu de rostro pálido.
Y junto a sus pies yacía otra persona cuya
cabeza estaba cubierta de sangre, su rostro negro
y azul, completamente inconsciente. Pero por
esa cabeza llena de rizos, Xie Lian podía decir
que era Quan Yi Zhen.
Xie Lian se alarmó de inmediato.
—¿Qué estás planeando?

223
Capítulo 212
Incapaz de ser perfecto; un corazón lleno
de remordimientos

L o que reflejaba el espejo era lo que


estaba al otro lado de la pared. En el otro
lado. Yin Yu sacudió a Quan Yi Zhen
vigorosamente.
—¿Estás despierto, estás despierto?
Quan Yi Zhen finalmente se recuperó y
murmuró semiconscientemente: —Shihong,
¿quién me de… rroto ju-to ahora? ¿Qué dices
shi.…?
———Pobre Qi Ying, estaba tan magullado
que su discurso ahora no estaba claro y Xie Lian
sintió simpatía a pesar de sí mismo.
—¿Crees que yo podría haberte vencido?
—Preguntó Yin Yu.

224
Quan Yi Zhen se rascó la cabeza y solo
entonces pareció recordar: —Oh, fuo el
empeador quen me golpeó... —Entonces, como
si de repente recordara algo, volvió a ponerse de
pie—. Él de llevó tu pada ¿Quedes que te ayude
a recupedarla?
—¿Crees que puedes vencerlo...? —Yin Yu
preguntó.
Xie Lian finalmente lo descubrió. Este era el
Palacio de Qi Ying.
Parecía que Yin Yu fue capturado por Jun Wu
cuando vino a buscar a Quan Yi Zhen.
Aprovechando la oportunidad de que Jun Wu
se había posicionado detrás de su persona, Xie
Lian bajó la cabeza y murmuró en voz baja:
—Señor del Viento, ¿sigues ahí?
Sin embargo, no fue Shi Qing Xuan quien
respondió sino Jun Wu.
Jun Wu habló detrás de él: —Por supuesto que
no.
—...
—De repente recordé que la barrera que
bloqueaba la Capital Celestial parecía tener
fugas —dijo Jun Wu—, así que también puse en
bloqueo para el Hechizo de Cambio de Alma.
225
—...
Jun Wu le dio unas palmaditas en el hombro y
dijo amigablemente: —Y pensar que fui yo
quien te enseñó el Hechizo de Cambio de Alma
en ese entonces. XianLe ha estado haciendo un
uso práctico de todas las cosas que le he
enseñado, estoy muy contento.
Luego se fue. No pasó mucho tiempo antes de
que la figura de Jun Wu apareciera dentro de ese
espejo Quan Yi Zhen fue el primero en darse
cuenta.
Yin Yu también se dio la vuelta y gritó
alarmado: —¡¿Mi señor?!
Quan Yi Zhen se puso de pie de un salto listo
para pelear, pero Jun Wu solo usó un golpe de su
mano y Quan Yi Zhen fue golpeado nuevamente
contra el sofá haciendo que colapsara. Quan Yi
Zhen cayó al suelo, su cabeza colgó y perdió el
conocimiento nuevamente.
Yin Yu estaba extremadamente cauteloso, sin
embargo, Jun Wu dijo: —No hay necesidad de
estar tan tenso. Piénsalo de esta manera: incluso
si estás en guardia, no tendría sentido, entonces,
¿por qué no relajarse un poco?

226
Eso era naturalmente cierto. Yin Yu no sabía
qué decir y solo podía sonreír torpemente como
siempre lo había hecho, pero luego se detuvo
rápidamente. Jun Wu, por otro lado, parecía estar
relajado y tranquilo.
—Mi querido Yin Yu, no creo que haya
conversado contigo así antes en el pasado,
¿verdad?
—... Ese parece ser el caso. —Respondió Yin
Yu con cautela.
En el pasado, mientras era el dios marcial que
gobernaba el oeste, sus méritos y base de
creyentes no eran fuertes y su rango no era alto.
A pesar de que no era de los oficiales celestiales
con más bajo rango en la Corte Superior,
probablemente todavía estaba por debajo del
promedio, por lo que prácticamente no tenía
ninguna posibilidad de estar cerca del más alto
en la Corte Superior, el Emperador Marcial de
los cielos. En el pasado, probablemente se ponía
nervioso, incluso si Jun Wu estaba pasando por
la entrada de su palacio y ahora, estaba aún más
nervioso.
Yin Yu añadió: —Pero hay muchos oficiales
celestiales con los que nunca he conversado
227
antes en primer lugar y muchos otros que no
sabían de mí.
Sin embargo, Jun Wu respondió: —Eso no es
necesariamente cierto. Hay muchos que te
conocen. Incluso si nunca te han visto antes,
saben de ti.
Yin Yu se sorprendió.
—¿En serio?
—Porque, muchos conocen a tu shidi. — Dijo
Jun Wu—. Y cuando se menciona a tu shidi, el
tema de ti a menudo se plantea. El que es solo el
papel de regalo. 8
Esas fueron palabras extremadamente
penetrantes. Si bien era solo una descripción
incolora sin ninguna emoción, era precisamente
porque la persona que la describía era objetiva y
solo decía la verdad, lo que la hacía picar más.
Quan Yi Zhen todavía estaba mareado, aún no
había vuelto a la normalidad y Yin Yu bajó la
cabeza y apretó los puños.
Xie Lian podía adivinar vagamente lo que Jun
Wu estaba planeando.

8
Quiere decir que la persona solo sirve para realzar a otra, haciendo que brille y
luzca siendo solo el decorado de fondo.
228
Pasó un buen tiempo antes de que Yin Yu
reuniera su coraje.
—Mi señor, ¿qué quiere? Ya eres el Emperador
Marcial de los cielos, nada puede detenerle, el
mayor dios marcial de los tres reinos, nadie
puede asumir su posición, así que ¿por qué hace
esto? Solo... ¿qué quiere?
Por supuesto, Jun Wu no le respondió. Dijo
abruptamente: —Yin Yu, ¿quieres volver a la
Corte Superior?
—¡¿Qué?!
Xie Lian también se sorprendió por esta
pregunta. ¿Qué estaba planeando Jun Wu?
¿Cuál era el significado de convencer a Yin Yu
de cambiar de bando en un momento como este?
—¿No creo que realmente te guste ser un
simple chico de recados en el reino de los
fantasmas en el mundo inferior?
Yin Yu finalmente dijo: —...Mi señor piensa
demasiado. Nunca hay una opción de gustar o
no.
—¡Oh no! —Gritó Xie Lian mentalmente—.
No puedes responder así. ¡Ahora probablemente
encontrará tu punto débil!

229
Efectivamente, Jun Wu esbozó una pequeña
sonrisa.
—¿Sabías que, si respondes así, lo que
realmente quieres decir es; no me gusta?
Preferiría no hablar de eso.
—...
En efecto. Si Yin Yu realmente se sintiera
confiado y que realmente le gustara su posición
actual en el reino de los fantasmas, habría
respondido directamente con me gusta mucho.
Sin embargo, para evitar ser directo, su respuesta
fue bastante obvia.
—Viniste de una familia reconocida
—continuó Jun Wu—, un clan ortodoxo que
nunca atravesó el camino del mal, te criaste y
creciste en la secta y fuiste influenciado desde
joven en que ascender era el objetivo final de la
vida. Una búsqueda como esta es muy difícil de
abandonar. Caer al reino de los fantasmas solo
podía ser una situación forzada, un acto de
impotencia. Por supuesto, no puedes decir que
estás satisfecho con la posición actual en el
Reino Fantasma, porque no era lo que querías en
primer lugar.

230
De hecho, Yin Yu no tenía suficiente confianza
y dijo débilmente: —Chengzhu me ha mostrado
su gracia, me salvó...
—Lo sé —dijo Jun Wu—. Incluso te ayudó a
apaciguar y despedir el espíritu resentido de Jian
Yu que murió durante el destierro, ¿verdad?
—... Sí. —Dijo Yin Yu—. Entonces, sí estoy
satisfecho con la posición actual, es todo...
—Eso es insatisfacción. —Dijo Jun Wu—.
Estás atado por su gracia y no tenías a dónde ir,
así que solo te estás forzando a ti mismo.
—...
Yin Yu bajó la cabeza y no habló. Xie Lian
estallaba en sudor frío.
¡Ahora podía adivinar cómo Jun Wu planeaba
atacar y cada expresión, cada gesto de Yin Yu,
de pies a cabeza, estaba lleno de debilidad!
—Entonces —dijo Jun Wu—, cambiemos esto.
Déjame hacerte otra pregunta: ¿Le has mostrado
gracia a Quan Yi Zhen?
—...
Jun Wu continuó: —¿Sobre qué base, cuando
alguien te mostró gracia, debes colocarte en una
posición insatisfactoria para devolver la bondad,

231
pero cuando le muestras gracia a Quan Yi Zhen,
te hizo caer tan bajo?
»Yin Yu, tener el hábito de menospreciarte a ti
mismo para ayudar a otros no es un buen hábito.
Debes saber que nadie te lo agradecerá.
¡Estaba presionando en cada paso y cada paso
estaba pisoteando en donde a Yin Yu le dolía
más!
Jun Wu luego continuó: —Pasaste toda tu vida
deseando ascender. Deseabas un buen puesto en
la Corte Superior y unirte a las filas dentro del
Gran Salón Marcial. Incluso después de que
Quan Yi Zhen te hiciera sentir tan avergonzado,
ser su accesorio de fondo, el chiste de los cielos,
aún lo soportaste y luchaste por permanecer en
la Capital Celestial. ¿No fue porque querías
quedarte aquí?
»Perteneces aquí, pero Quan Yi Zhen hizo un
desastre de todo y fácilmente robó todo lo que
debería haber sido tuyo.
»¿Quién se cree que es?
»¿No has dado tanto como él? No, has dado
más que él. Y, cuando se trata de habilidades
generales, es posible que ni siquiera se compare
contigo. ¿Cómo es que Qi Ying está ahora solo
232
y sin ayuda ni apoyo en la Corte Superior?
Porque su mente es simple, ignorante y tonta,
contundente y salvaje, por lo que no puede hacer
que nadie lo respete. Pero tú… Tu mente y tu
sabiduría son mucho más maduras que las suyas,
conoces mejor los caminos del mundo que él,
sabes cuándo luchar y cuándo retirarte y estás
más dispuesto a esforzarte. Si tuvieras su talento
natural, sus poderes espirituales, entonces tus
logros serían mucho, muchas veces mayores que
los suyos y todos te respetarían.
Yin Yu comenzaba a inquietarse.
—No entiendo por qué mi señor está diciendo
todo esto. Todos los; si, no tienen sentido, sus
poderes espirituales son su... —De repente,
levantó la mano, alarmado y gritó—: ¡¿Qué?!
¡¿¿Qué es esto??!
Una luz espiritual blanca y pura brotó
repentinamente de una de sus manos, tan
cegadora que no pudo verse directamente.
Jun Wu parecía apático y dijo: —No hay que
tener miedo, es solo un poco de poder espiritual.
Solo entonces Yin Yu se calmó un poco y dijo
con incredulidad: —¿De quién son los poderes

233
espirituales? ... ¿Míos? No tengo esto... —Sus
poderes espirituales no eran tan fuertes.
—Todavía no es tuyo —dijo Jun Wu—, pero si
se convierten en tuyos dependerá de lo que elijas.
Yin Yu exclamó: —Si no es mío, ¿de quién es?
Podría ser…
Alguien le vino a la mente al instante y él lo
miró. Casualmente, Quan Yi Zhen, cuya fuerza
vital era tercamente fuerte, también volvió a
estar consciente de nuevo, luciendo estupefacto.
Parecía que estaba confundido de nuevo.
—Eso es correcto —respondió Jun Wu—.
Estos son los poderes espirituales de Quan Yi
Zhen.
—¿Huh? —Quan Yi Zhen se quedó
boquiabierto.
—¿Por qué sus poderes espirituales están
dentro de mí? —Preguntó Yin Yu—. ¿Cómo se
pueden transferir los poderes espirituales de esta
manera? ¿Cómo es esto posible?
—Incluso el destino puede cambiarse,
entonces ¿por qué no los poderes espirituales?
—Dijo Jun Wu—. Hay muchas cosas que no son
tan difíciles como crees. Es solo cuestión de

234
algunas palabras y algunas pinceladas de
grandes oficiales celestiales, eso es todo.
Yin Yu se estremeció.
—¡Esto... ESTO...!
Sacudió las manos como si quisiera arrojar un
poco de ñames calientes, pero ese poder
espiritual vigorosamente fuerte saltó jovialmente
sobre su mano, explotando donde apuntaban sus
dedos y abruptamente, una hilera completa de
paredes dentro del Palacio de Qi Ying fueron
voladas por él, la estatua divina se derrumbó y el
techo casi iba a derrumbarse. Yin Yu se
sorprendió aún más y ya no se atrevió a mover
su mano al azar.
Jun Wu sonrió.
—No te pongas nervioso, tómate tu tiempo,
solo mantenlo guardado.
Yin Yu sostuvo esa mano con la otra mano,
tembloroso y aterrorizado, con los dos brazos
temblorosos.
—Yin Yu —dijo Jun Wu—, déjame
preguntarte de nuevo. ¿Deseas regresar?
Yin Yu respiró hondo, sus ojos rojos de sangre
y miró hacia arriba.

235
Jun Wu dijo: —Si deseas regresar, no solo
puedo ayudarte a quitar el grillete maldito,
también puedo transferirte todos los poderes
espirituales de Quan Yi Zhen.
Quan Yi Zhen parecía nunca haber pensado
que existían este tipo de hechizos malvados y
toda su persona estaba atónita.
—¡¿Estás loco?! —Exclamó Xie Lian atónito.
—Y de ahora en adelante —dijo Jun Wu
lentamente—, nunca habrá otro que solo sepa de
Qi Ying, pero no de Yin Yu. ¿Quién se atrevería
a no recordar tu nombre? Nunca más habrá
nadie.
Yin Yu tropezó unos pasos hacia atrás, su
mente en confusión.
—Yo... yo... yo...
Xie Lian estaba tan nervioso y tenso que
incluso había olvidado que Ruoye aún lo ataba a
la silla. Contuvo el aliento, sus manos agarraron
la silla, su cuerpo se inclinó hacia adelante.
Había una cosa en la que Jun Wu no estaba
equivocado. Xie Lian también podría decirlo. En
lo profundo del corazón de Yin Yu, anhelaba
más el cielo. Había pertenecido a la Corte
Superior en primer lugar. Esto era algo que
236
estaba plantado profundamente en su mente,
difícil de cambiar.
Y, ¿Yin Yu realmente no tenía un solo
pensamiento resentido hacia Quan Yi Zhen?
No podía estar seguro.
Entre aquellos que tenían tales eventos
compartidos, era completamente imposible
pronunciar las palabras; no te odio, tan
fácilmente. Este odio podría ser grande o
pequeño y Yin Yu no era un personaje
determinado; lo que quería hacer probablemente
estaba muy influenciado por quienes lo
rodeaban. Como no se habían conocido bien,
Xie Lian no podía estar seguro de lo que haría
Yin Yu y solo podía rezar en silencio en su
mente: —Yin Yu Dianxia... ¡cuidado!
—Yo... yo...
Yin Yu estuvo fuera de su mente por un largo
tiempo y se sentó, cubriéndose la cara con las
manos. Un momento después, finalmente
levantó la vista y sus ojos también se volvieron
fríos y sombríos.
Miró fijamente a Quan Yi Zhen, que había sido
golpeado en una pila de basura hace mucho
tiempo antes de susurrar: —... Mi señor, ¿es
237
realmente... capaz de darme todos sus poderes
espirituales?
El corazón de Xie Lian se hundió mientras
Quan Yi Zhen estaba estupefacto, con la boca
abierta.
—... ¿Shixiong?
—¿Por qué no te lo doy ahora, para que puedas
ver por ti mismo si puedo? —Dijo Jun Wu.
Yin Yu todavía parecía preocupado y preguntó:
—Entonces... ¿puede todavía recuperarlos?
Después de todo, son sus propios poderes
espirituales, así que si quisiera recuperarlo...
—A menos que tú mismo estés dispuesto a
devolvérselo, o si muere, entonces sería
imposible para él recuperarlo —dijo Jun Wu.
—Entonces, si sus poderes espirituales me son
transferidos, ¿Quan Yi Zhen... morirá?
—Preguntó Yin Yu vacilante—. O pasaría algo
más...
No importaba qué, probablemente todavía no
quería que Quan Yi Zhen muriera por sus manos.
—No pasará nada —respondió Jun Wu—, el
proceso es solo un poco doloroso, eso es todo,
pero ¿quién no ha sufrido dolor en este mundo?

238
La forma en que quieras tratar con él después, ya
sea que viva o muera, dependerá de ti.
—¿Qué pasa con los otros oficiales celestiales?
—Preguntó Yin Yu después—. Hay tantos
oficiales celestiales en la Corte Superior que
vieron lo que sucedió en el Gran Salón Marcial,
si supieran...
Jun Wu sonrió.
—¿Y qué si lo saben? Son todas meras
hormigas que pueden aplastarse con solo una
mano. Aniquílalos a todos, trae un nuevo grupo
de Oficiales Celestiales y cambias tu cara y tu
nombre, inventas un nuevo fondo, ¿quién sería
capaz de notarlo?
Cuando dijo esto, su expresión era indiferente,
tan tranquila y fácil como si estuviera diciendo;
si el té en la taza se había enfriado, desecharlo y
servir una taza nueva.
Finalmente, Yin Yu preguntó: —En la nueva
Corte Superior, yo, ¿cuál... sería mi nueva
identidad?
—Ling Wen es mi mano izquierda y tú serás
mi derecha. —Dijo Jun Wu—. No habrá otros
por encima de ti además de mí.

239
Yin Yu apretó los dientes y, finalmente, dijo:
—... ¡Muy bien! —Agregó sombríamente—:
Bien, mi señor recordará la promesa que me hizo
hoy. Entonces ahora…
No continuó y solo movió su mirada hacia
Quan Yi Zhen.
—Como quieras —respondió Jun Wu.
En el momento en que esas palabras salieron de
sus labios, Quan Yi Zhen de repente comenzó a
retorcerse, sus rostros se retorcieron y gritó, la
sangre fluía de todos sus orificios mientras se
agarraba la cabeza y giraba en el suelo,
pareciendo estar en una gran agonía. En cuanto
a Yin Yu, una repentina luz espiritual emitida
por su cuerpo.
Toda su cara estaba brillante e iluminada y
levantó un brazo, balanceándolo hacia arriba, ¡y
todo el Palacio de Qi Ying se derrumbó en un
estruendo!
Un agujero gigante apareció sobre el palacio
dorado. De pie entre los restos, Yin Yu inclinó la
cabeza para mirar sus manos, apretándolas
lentamente en puños. La expresión de Jun Wu
era como si estuviera mirando a un niño pequeño
jugando con su nuevo juguete.
240
—¿Cómo te sientes?
Pasó un momento antes de que Yin Yu
respondiera: —... nunca antes había poseído
poderes tan fuertes. —Miró a Quan Yi Zhen que
estaba aullando en el suelo a un lado, su
expresión complicada—. Mi maestro dijo una
vez: Quan Yi Zhen es alguien nacido para
ascender, una habilidad regalada por los cielos.
¿Es este el poder otorgado por los cielos?
—De ahora en adelante, es tuyo —dijo Jun Wu.
Yin Yu asintió lentamente.
Luego, al momento siguiente, levantó la palma
de su mano y lanzó una explosión.
Esta explosión usó todos los poderes de Quan
Yi Zhen, su fuerza aterradora y una luz blanca
estalló en el espejo. Poco después, Yin Yu
dibujó un círculo gigante en el aire con su mano
derecha, agarró ese círculo del aire y lo arrojó,
atrapando a Jun Wu. Jun Wu miró el círculo de
luz alrededor de sus pies, frunció el ceño
ligeramente, pareciendo reservado y cauteloso
de no tocarlo. Luego miró a Yin Yu, que tiraba
de Quan Yi Zhen en el suelo, luciendo
indiferente.

241
—Yin Yu, por cambiar de opinión en el último
momento, ¿no vas a darme una explicación?
—...
Yin Yu estaba de espaldas a él mientras
cargaba a Quan Yi Zhen en su espalda y no
respondió.
Jun Wu dijo: —Lo que estás haciendo es digno
de elogio, un hombre de clase. Sin embargo, ¿si
este es tu verdadero corazón? Has aguantado y te
has lastimado durante cientos de años, ¿vas a
seguir aguantando?
—...
—¿Realmente no te molesta la persona que
estás salvando en este momento? Incluso si no
estás resentido, ¿no lo odias?
—...
Yin Yu finalmente no pudo soportarlo más.
Apretó los puños con fuerza, crujió los nudillos
y se dio la vuelta.
—¡Lo aborrezco! ¡Lo odio! ¡¿Y qué?!
Quan Yi Zhen estaba nervioso y agitado,
hablando mientras la sangre brotaba de su nariz
y boca.
—Shixiong...

242
—¡Cállate! —Gritó Yin Yu. Luego se volvió
hacia Jun Wu de nuevo—: Mi señor... mi señor...
¡Usted! ¿Por qué debe recordarme esto? ¡Decirlo
como si ustedes entendieran algo! ¡Sí, lo odio!
¿Y qué? Me ha dado tantos problemas, ¡¿por
supuesto que lo odio?!
—...
El corazón hundido de Xie Lian fue arrojado
repentinamente desde el profundo valle una vez
más, sin saber si reír o llorar, casi cayendo. ¿Qué
tipo de lógica desordenada era esta?
Entonces, Yin Yu continuó: —... PERO... pero
solo... solo quería odiarlo, no significa que tenga
que lastimarlo. ¿Qué es eso de; debería haber
sido mío? Aparte del talento natural, no hay nada
que pertenezca a nadie desde su nacimiento. ¡Las
posesiones de otras personas, no las quiero!
Los ojos de Xie Lian se iluminaron y gritó:
—¡Bien dicho!
Yin Yu continuó: —¡Quiero volver a los cielos,
quiero estar entre los diez primeros! ¡Pero! Si no
logré todo eso por mi cuenta, ¡entonces no tiene
sentido! ¡Soy desafortunado, lo acepto! Si no soy
tan poderoso como él, ¡al menos puedo admitir
que no soy tan poderoso como él!
243
»¡Admitir que no puedo compararme con él no
es tan duro!
¡Qué orgullo!
En ese instante, Xie Lian finalmente vio una
vez más en Yin Yu ese glorioso brillo y orgullo
de su juventud.
—¡Aaah! —Quan Yi Zhen estalló en lágrimas
en su espalda, la sangre se mezcló con las
lágrimas y los mocos gotearon, salpicando a Yin
Yu con la cara llena de sangre.
Yin Yu se derrumbó y gritó: —¡Detente!
Quan Yi Zhen sollozó y gimió: —¡Shixiong, lo
siento!
Yin Yu no pudo soportarlo más.
—¡No necesitas disculparte conmigo! De
cualquier forma, no lo entenderás, no importa
cuánto pidas perdón. Realmente he tenido
suficiente de ti...
Jun Wu suspiró y se frotó la sien.
Yin Yu agregó: —Además... además, tampoco
soy completamente inútil. Lo has dicho tú
mismo. Cuando se trataba de habilidades
generales, podría no compararse conmigo.
Tengo lo mío...
Ooh…
244
Jun Wu se dio la vuelta y casualmente extendió
una mano.
—Emocionante. Me imagino que tú y XianLe
deben llevarse muy bien.
—…
¿Qué?
¡¿Qué pasó?!
Xie Lian todavía estaba atado a la silla, pero su
corazón latía con tanta fuerza que iba a saltar de
su pecho. ¿Qué le pasó a Yin Yu?
Simplemente dejó de hablar y su expresión
también se volvió extraña. En cuanto a Jun Wu,
apoyó las manos detrás de la espalda y cruzó con
calma ese círculo de luz aparentemente
poderoso, sin sentir la restricción en lo más
mínimo.
—Supuse que así es como responderías.
Entonces, no quité tu grillete maldito de
antemano.
¡¿Grillete maldito?!
¡De hecho había un grillete maldito en el brazo
de Yin Yu! Xie Lian miró rápidamente y Yin Yu
también levantó la muñeca.
Esa franja típica de grilletes malditos se había
tensado mucho, tanto que parecía que iba a
245
romper la mano de Yin Yu y todo el brazo de Yin
Yu ya se había vuelto trágicamente pálido como
el papel y esa blancura se estaba extendiendo.
¡Ese grillete maldito le estaba absorbiendo la
sangre!
Xie Lian se lanzó hacia adelante y toda su
persona junto con la silla cayó al suelo en un
montón. Ahora, ni siquiera podía ver el espejo.
Luchó locamente en el suelo, pero fue inútil y
solo podía escuchar el sonido de golpes
enloquecidos al otro lado del espejo.
Después de un buen rato, un par de botas
blancas aparecieron ante sus ojos y fue Jun Wu
quien había regresado.
En su mano había un grillete maldito rojo
oscuro que estaba lleno de sangre,
probablemente retirado de Yin Yu. Se agachó y
acarició la cabeza de Xie Lian.
—Ve a despedirte de tu pequeño amigo.
El nudo muerto de Ruoye finalmente se desató.
Xie Lian se puso de pie y le dio un puñetazo en
la cara. Por supuesto, el golpe no aterrizó y casi
se cae sobre sí mismo, pero en realidad no
esperaba golpear a Jun Wu de todos modos y

246
solo se estaba desahogando. Corrió locamente
hacia el pasillo de al lado.
Yin Yu yacía en el suelo, seco y arrugado,
blanco y adelgazado como una muñeca de papel,
e incluso sus mejillas estaban pálidas. Todos los
poderes espirituales en su cuerpo
desaparecieron, regresaron al más golpeado y
golpeado Quan Yi Zhen cuya cara ahora era
completamente irreconocible. Parecía que esos
poderes espirituales habían regresado a su
maestro.
Xie Lian se acercó corriendo.
—¡Yin Yu Dianxia!
Yin Yu parpadeó con un par de ojos que
estaban más demacrados que antes y cuando lo
vio, gruñó: —Dianxia...
Quan Yi Zhen se aferraba al suelo llorando a
todo pulmón, gritando al cielo: —¡Lo siento,
shixiong, solo sé luchar, pero no pude vencerlo!
La sangre de su boca y nariz salpicaron la cara
y los ojos de Yin Yu nuevamente y solo viéndolo
parecía miserable, las venas aparecieron en la
frente de Yin Yu, gritando con lo último de su
vida: —¡Te dije que detengas! ¡Aah! No
importa... Solo llévame a mi muerte...
247
Perdió su vigor una vez más. Al ver esto, Xie
Lian no podía decir si quería suplicar y gruñir o
llorar, o tal vez quería soltar una carcajada.
De repente, los ojos secos de Yin Yu se
llenaron de lágrimas.
—Lo sabía. —Susurró y luego agregó—: Yi
Zhen es un genio, yo soy un plebeyo. Lo máximo
a lo que pude escalar fue solo esto. Ya lo sabía.
Una sensación de impotencia y dolor invadió el
corazón de Xie Lian.
—Aunque lo sabía, aún no podía aceptarlo.
—Dijo Yin Yu—. En verdad, pensé lo mismo
que Jian Yu. Me sentí aún más indigno que él.
No es que nunca haya sentido resentimiento, es
imposible no sentir resentimiento. Después,
nunca me atreví a pensar por qué le dije a Yi
Zhen que muriera a pesar de que sabía que
llevaba puesto el Brocado Inmortal. ¿Realmente
me volví loco o realmente quería que muriera?
Xie Lian lo abrazó.
—Está bien, está bien. Todos estos son asuntos
pequeños, de verdad. Yin Yu Dianxia, solo viva
en este mundo por unos pocos cientos de años y
sabrá que nada de eso realmente importa. Ya sea
conducido a la locura o realmente deseando que
248
alguien muria, lo que sea. ¿Quién en el mundo
nunca ha tenido tales pensamientos? Incluso he
pensado en masacrar a todo el mundo que me
había lastimado, es cierto y no es mentira, casi lo
hice. Pero mírame, ¿no he vivido
descaradamente hasta ahora? No hiciste nada al
final y eso es lo más importante.
—Pero... al final, yo... sigo pensando... que es
tan injusto. —Yin Yu sollozó—. Si ya estaba
destinado a no ser nadie notable, entonces, al
menos, yo... quería ser una persona amable y
perfecta. Pero... ni siquiera pude ser eso. Es
realmente... tan injusto. Y la verdad es que,
incluso en este momento, solo pensar que estoy
muriendo por Yi Zhen, este pequeño tonto,
todavía no puedo superarlo. Ni siquiera puedo
dejarlo ir y morir con un corazón sin
resentimiento y sin remordimientos, ¿qué sucede
con eso?
Xie Lian lo consoló suavemente: —Dianxia, ya
ha trabajado muy duro. Y lo has hecho muy bien.
Ya eres mucho, mucho mejor que la mayoría de
la gente.
Yin Yu finalmente se rió entre dientes.

249
—Mejor que la mayoría de la gente, ¿eh?
—Después de detenerse, suspiró y el sonido de
su último arrepentimiento pasó junto con su alma
mientras murmuraba—: Pero, quería ser un
dios...
Xie Lian inclinó la cabeza profundamente.
—Pero, Yin Yu Dianxia, en realidad no hay
dios en este mundo...

250
Capítulo 213
Rompiendo el punto muerto; un regalo
oportuno (parte uno)

D e repente, una luz se encendió en su


cabeza y Xie Lian bajó a Yin Yu,
poniéndose de pie.
—... El grillete maldito. ¡Tomó el grillete
maldito!
Si esa cosa no fuera importante, entonces Jun
Wu no la habría tomado, sin embargo, hizo todo
lo posible por quitarle el grillete maldito que
había succionado la sangre de Yin Yu y lo tomó,
así que tal vez, esa cosa no solo absorbió la
sangre de Yin Yu, ¡también aprisionó su alma!
Habiendo pensado en esto, Xie Lian dejó atrás
al golpeado y magullado Quan Yi Zhen y salió
corriendo hacia la parte trasera del Palacio de Qi

251
Ying. Sin embargo, Jun Wu ya no estaba allí.
Luego se dio la vuelta y salió corriendo.
Sobre la Gran Avenida de la Capital Celestial,
no había un alma y estaba completamente fría y
desierta. Solo había guardias inexpresivos que
vigilaban los palacios que antes solían ser
bulliciosos y animados con todos los grandes
dioses. Ninguno de esos guardias se preocupaba
por él. Xie Lian tampoco se preocupó por ellos
y corrió directamente hacia el Gran Salón
Marcial.
Efectivamente, Jun Wu había regresado aquí y
estaba sentado en el trono, sin dejar de mirar ese
grillete maldito. En el momento en que Xie Lian
entró, escuchó un extraño gorgoteo y cuando
levantó la vista, el espíritu infantil colgaba del
techo glamoroso con sus cuatro extremidades y
se arrastraba rápidamente boca abajo como una
criatura de sangre fría, increíblemente
espeluznante.
Incluso una criatura malvada como esta podría
ingresar al Gran Salón Marcial, realmente hacía
que uno se preguntara qué pensarían los
Oficiales Celestiales que lucharon durante siglos
para entrar en este salón si vieran esto.
252
Xie Lian se acercó con el brazo extendido y Jun
Wu preguntó: —¿Qué quieres?
Sin otra palabra, Xie Lian empujó su mano y
agarró ese grillete maldito, pero, por supuesto,
Jun Wu no lo dejaría salirse con la suya. Pasó
mucho tiempo y Xie Lian aún no pudo robar el
objeto y gritó enojado: —¡¿Qué uso tienes para
esa cosa?! ¡Yin Yu no es una amenaza para ti,
totalmente insignificante a tus ojos! ¡¿Por qué le
dijiste todo eso? ¿Cuál es el uso en conservar esa
cosa?!
Sin embargo, Jun Wu dijo: —¿Quién dice que
no sirve para nada? Ver lo enojado que estás por
eso, ¿no prueba eso que es muy útil?
Era como un adulto que colocaba un tazón de
frutas sobre la mesa fuera del alcance de su hijo
y sonreía alegremente al lado mirando al niño
pararse sobre los dedos de los pies tratando de
agarrarlo, pero no podía sin importar qué,
disfrutando ver lo enojado y desesperado que
estaba, llorando en voz alta.
Xie Lian se iba a volver loco por la furia.
—¡¿Estás loco?!
—Xie Lian, ese tono que usaste es bastante
irrespetuoso —dijo Jun Wu.
253
Xie Lian había estado aguantando, pero no
pudo contenerse más y gritó: —Te mostraré algo
de maldito respeto...
Todas las maldiciones que dijo en esta vida
probablemente fueron dirigidas a este hombre.
Sin embargo, inesperadamente, antes de que
pudiera terminar su maldición, su garganta se
contrajo de repente y se sofocó.
Los ojos de Xie Lian se pusieron negros, sus
manos se aferraron a su propia garganta, sus
rodillas se doblaron y cayó de rodillas. Jun Wu
se sentó frente a él, acariciando al espíritu
infantil con calma y tranquilidad, acariciando
sus cabellos, acariciando esa cabeza suave y
redonda mientras las auras negras penetraban en
sus palmas. Ese espíritu fetal parecía estar
disfrutando, arrullando en medio de una extraña
alegría.
Al escuchar a Xie Lian estallar en una serie de
toses violentas, con la cara hinchada y nerviosa,
Jun Wu dijo: —XianLe, sugiero que te
comportes como antes, un poco más obediente,
un poco más respetuoso. Solo entonces no me
enojaré. No olvides que también llevas esto en tu
persona y además, que llevas dos de ellos.
254
— Ah... —coff, coff, coff—. ¡Tú...!
Xie Lian se puso de pie de un salto, con los ojos
llenos de rojo mientras lo miraba.
—¿Yo qué? —Preguntó Jun Wu—. ¿Soy
astuto? XianLe, no olvides que fuiste tú quien los
pidió.
¡Qué broma, cómo pudo haber sabido qué era
esa maldita cosa en aquel entonces!
¿Podría ser? Que en ese momento en que el
Guoshi Principal lo vio y su rostro se puso pálido
y se lanzó para estrangular su cuello, ¿no estaba
tratando de matar a Xie Lian, sino que estaba
tratando de quitar esa cosa?
Pasó un buen rato antes de que el grillete
maldito en el cuello de Xie Lian se aflojara
gradualmente y finalmente pudo respirar
normalmente de nuevo. Estaba jadeando con
dureza, inconscientemente cubriendo su propio
cuello y sintiendo ese grillete maldito. Y con este
toque, aparte del grillete maldito, Xie Lian
también sintió algo más.
Era una cadena plateada muy delgada. Era fría,
pero debido a que la usó durante tanto tiempo, su
cuerpo ya la había calentado. Colgando de la
cadena de plata había un anillo cristalino.
255
Después de sentir la cadena, los hombros de
Xie Lian se tensaron de inmediato y apretó el
anillo con fuerza. Por alguna razón, su corazón
latía cada vez más rápido, como si hubiera
descubierto un secreto increíble.
En ese momento, Jun Wu habló detrás de él.
—Soy yo. ¿Qué sucede?
¿Él es qué? ¿Qué quiso decir él?
Xie Lian volvió a meter esa cadena de plata en
su túnica y se dio la vuelta con el ceño fruncido.
Solo cuando lo hizo descubrió que lo que Jun Wu
dijo hace un momento no estaba dirigido a él.
Jun Wu tenía dos dedos levantados y
presionados contra su sien. Esta postura; ¡se
estaba comunicando con alguien!
Si bien no permitió que ningún otro Oficial
Celestial en la Capital Celestial se comunicara
espiritualmente, él mismo no tenía ninguna de
esas restricciones y podía hacer lo que quisiera.
Después de una pausa, Jun Wu continuó: —No
mucho. Debido al caso con el Señor de la Tierra
suplantado recientemente, muchos otros espías y
personalidades falsas dentro de la Capital
Celestial también fueron desenterrados uno tras
otro. Al ver cómo recientemente ha sido una
256
temporada de repleta de incidentes, no debe
haber ningún error descuidado, por lo que todos
los Oficiales Celestiales están siendo
investigados actualmente, razón por la cual toda
la Capital Celestial ha sido cerrada. Actualmente
no está abierto al exterior ni se permite la
comunicación espiritual al exterior, por lo que,
por supuesto, no puede conectarse con nadie.
Xie Lian jadeó ligeramente y contuvo el
aliento.
Parecía que el que se comunicaba con Jun Wu
en este momento no sabía cuál era la situación
en la Capital Celestial, por lo que Jun Wu
también le estaba mintiendo con indiferencia a la
otra parte. Y, la excusa que usó fue
intrincadamente apropiada; las olas que causó el
caso de la suplantación de Agua Negra, fueron
atroces, dignas de atención, por lo que era
razonable que toda la corte estuviera cerrada.
Incluso si Xie Lian vociferaba y gritaba, la
persona en el otro extremo no podría escucharlo,
por lo que decidió simplemente observar con
calma y actuar en consecuencia. Pasó un buen
tiempo antes de que se produjera un destello de

257
cambio minúsculo e imperceptible en su
expresión.
Él respondió cálidamente: —¿Oh? ¿Deseas
venir a la Capital celestial? Por supuesto que
puedes. El caso esta vez no es pequeño, por lo
que, dado que tienes el corazón para ayudar, por
supuesto que la ayuda es bienvenida.
———¡¿La otra parte realmente se ofreció
para ayudar en la Capital Celestial?!
Si hubieran aparecido voluntarios varias horas
antes, sería más que útil, ya que definitivamente
necesitaban ayuda. Pero, ¿este momento? ¡Toda
la Capital Celestial ya había caído y se había
convertido en una guarida demoníaca, así que
esto no era diferente a saltar a un pozo de fuego!
Por un lado, Jun Wu dijo algunas palabras más
simples y terminó la comunicación.
Xie Lian inmediatamente preguntó: —¿Quién
viene?
Ese espíritu infantil parecía saber que no era
una criatura de luz y silenciosamente se arrastró
hacia las sombras y se escondió. Jun Wu, por
otro lado, solo dio una pequeña sonrisa.
—¿Cuál es la prisa? Pronto lo descubrirás.

258
Eso estaba fuera de sus expectativas. Xie Lian
se preguntó incrédulo: —¿Me dejará ver? ¿No
les dijo a los demás que toda la Capital Celestial
está encerrada y que cada Oficial Celestial está
siendo investigado?
—Por supuesto —respondió Jun Wu—, pero al
menos debería tener manos confiables de
izquierda a derecha.
Técnicamente, Ling Wen todavía estaba
huyendo, por lo que, naturalmente, no podía
interpretar el papel de la mano derecha e
izquierda de Jun Wu, por lo que esta tarea recayó
en la cabeza de Xie Lian. Justo cuando estaba
contemplando el asunto, Jun Wu lo estudió por
un momento y dijo calurosamente: —XianLe, sé
bueno y coopera. No te molestes en intentar
ningún truco tonto, te conozco demasiado bien,
sé todo lo que tienes en mente.
—...
Jun Wu jugó distraídamente con ese grillete
maldito lleno de sangre en su mano y agregó: —
Tú mismo lo dijiste, para mí, Yin Yu era
completamente insignificante. En realidad,
debería decirse que todos los oficiales celestiales
en el Reino Celestial, grandes o pequeños, son
259
insignificantes a mis ojos. Si expones algo, ya
sabes lo que sucederá.
—...
—Entonces, no reveles nada. Ponte en orden,
pronto estarán aquí.
Xie Lian no habló, pero sí se arrastró desde el
suelo, se sacudió el polvo y realmente se arregló,
caminando para colocarse en la posición que
siempre había estado al lado de Jun Wu.
—Así mismo —aprobó Jun Wu.
Si bien la amenaza de Jun Wu fue muy
efectiva, Xie Lian también descubrió algo: no
parecía querer que quien fuera a subir se diera
cuenta de la verdad de cómo había caído la
Capital Celestial. ¡Esto le hizo querer saber aún
más quién vendría exactamente!

Después de dos inciensos más tarde, ante el


Gran Salón Marcial, finalmente aparecieron
varias figuras. Vieron a una mujer cultivadora
con túnicas verdes montando un corpulento buey
negro, una espada sagrada colgando de su
260
cintura, acercándose lánguidamente con varios
granjeros siguiéndola, cada uno de diferentes
tamaños.
¡En realidad era la Señora de la Lluvia quien
vino!
Xie Lian estaba un poco sorprendido.
Basándose en cómo actuó Jun Wu: la forma en
que actuó después de ser expuesto, mataría a
quien bloqueara su camino y debería encerrar a
cualquiera que se acercara, entonces ¿por qué era
cauteloso ante la Señora de la Lluvia?
Naturalmente, no podía descubrirlo en este
momento. En el momento en que entró en el
Gran Salón Marcial, la Señora de la Lluvia
inclinó su cabeza ligeramente hacia los dos.
—Dianxia, mi señor, ¿cómo están?
Xie Lian fingió que no había ningún problema
y también le devolvió el saludo.
—Gran Señora de la Lluvia.
Parecía cortés e imperturbable, pero su mente
daba vueltas, ¿qué podía hacer para decirle a la
Señora de la Lluvia la situación real aquí en la
Capital Celestial?

261
Jun Wu habló: —Ha pasado mucho tiempo
desde que la Señora de la Lluvia vino por última
vez al Reino Celestial.
Sin embargo, la Señora de la Lluvia dio una
respuesta irrelevante: —Este encierro en la
Capital Celestial es riguroso.
Sus palabras sonaron como si estuviera
desconcertada y Jun Wu respondió: —No se
pudo evitar. Desde el caso de Agua Negra, la
Corte Intermedia ya ha descubierto a más de
cincuenta oficiales celestiales falsos. Si hay
otros peones plantados en la Corte Superior es
profundamente preocupante.
—Ya veo —dijo la Señora de la Lluvia.
Los tres charlaron sobre cosas simples por un
momento y solo entonces Xie Lian se dio cuenta
de que cuando Jun Wu hablaba, sin importar si
era verdad o mentira, sus bases siempre estaban
perfectamente cubiertas sin ningún defecto,
extremadamente sorprendente. Tenía planeado
advertirle, pero primero, temía que Jun Wu lo
notara y se desquitara con los otros Oficiales
Celestiales; segundo, también tenía miedo de
involucrar a la Señora de la Lluvia que no sabía
lo que estaba pasando, por lo que tenía las manos
262
atadas. La Señora de la Lluvia tampoco pareció
notar nada inusual y solo preguntó si había algo
que necesitara de su ayuda.
—No por el momento. —Respondió Jun Wu—
. Sin embargo, una vez que se complete la
investigación, estoy seguro de que habrá mucha
necesidad de su ayuda.
—Entonces, me quedaré en la Capital Celestial
por ahora y esperaré a que me convoquen —dijo
la Señora de la Lluvia.
Jun Wu mantuvo su sonrisa, sus pensamientos
eran algo de lo que no se podía tener certeza.
Pero incluso cuando llegaron a este punto,
todavía no había abandonado todas las
pretensiones: —Suena bien. Has dejado la
capital durante años, así que es bueno
aprovechar esta oportunidad para volver a
familiarizarte. El Palacio de YuShi ha estado
vacío durante muchos años.
La Señora de la Lluvia asintió y lentamente se
apartó. Xie Lian sabía que, en el momento en que
se fuera, sería puesta en vigilancia y se sintió un
poco ansioso. De repente, la Señora de la Lluvia
se dio la vuelta y habló: —Dianxia.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco.
263
—¿La Señora de la Lluvia tiene guía para
impartir? —¿Podría finalmente haber notado
algo mal?
Sin embargo, la Señora de la Lluvia dijo: —
Nada que impartir. He estado fuera de la Capital
Celestial durante muchos años, así que traje
algunos recuerdos y pensé que podría regalarte
algunos. ¿Estarías dispuesto a recibirlos?
Xie Lian no había esperado que fuera algo así
y no sabía si reír o llorar.
—¿Huh? Ah… gracias.
Jun Wu, por supuesto, nunca aceptaba regalos
y sonrió cuando permitió que las escoltas de la
Señora de la Lluvia entraran.
—XianLe, la Señora de la Lluvia espera para
darte regalos, ¿por qué no aceptas rápidamente?
—...
La forma en que lo dijo hizo que Xie Lian
pareciera un niño pequeño necesitado de
disciplina; los invitados vinieron a hacer una
visita, trajeron un regalo para el niño y el anciano
haría que el niño saliera a recibirlo asegurándose
de que el niño diera las gracias. Xie Lian no tuvo
otra opción y un granjero se acercó, presentando
con ambas manos un paquete de algo muy bien
264
envuelto. Xie Lian pronunció su agradecimiento
casualmente, tomando el paquete
distraídamente, pero de repente, su rostro
cambió, como si descubriera algo inusual.
Estaba de espaldas a Jun Wu y Jun Wu no
debería poder ver su expresión, pero aun así
preguntó: —¿Qué tipo de regalo es este?
Cuando la Señora de la Lluvia vio que había
tomado el regalo, ella levantó las manos por
cortesía y sonrió: —Nada valioso, solo alguna
especialidad local cultivada de la tierra. Si no
hay nada más, me iré.
—Adelante —dijo Jun Wu.
Por lo tanto, la Señora de la Lluvia sacó ese
buey negro, tomó sus escoltas y lentamente se
dirigió hacia su palacio que había estado
abandonado durante muchos años.
Xie Lian todavía sostenía ese regalo en sus
brazos y estaba a punto de irse cuando Jun Wu
llamó: —Espera.
Xie Lian se detuvo, como si sus pies estuvieran
clavados en el suelo.
Entonces, Jun Wu dijo: —Ven aquí. —Xie
Lian volvió al Gran Salón Marcial y se dio la
vuelta para mirarlo. Jun Wu se bajó del trono y
265
tomó el paquete que estaba firmemente sujeto a
su agarre antes de decir—: Ahora puedes irte.
Ciertamente era desconfiado y se llevó
directamente el regalo que la Señora de la Lluvia
le había dado. Xie Lian lo miró y sin palabras
regresó al Palacio de XianLe.
Una vez que regresó al Palacio de XianLe, Xie
Lian estaba inquieto, así que caminó de un lado
a otro dentro del pasillo. Había pasado un tiempo
desconocido cuando de repente, escuchó una voz
brillante y clara.
—¿Dianxia?
Xie Lian se dio la vuelta y vio que un joven
vestido andrajosamente con un pañuelo envuelto
alrededor de la cabeza, de algún modo
imperceptible, había saltado al alféizar de la
ventana, ¡y estaba posado ahí, sonriéndole
juguetonamente!
Xie Lian se llenó de alegría y salió corriendo,
dio dos pasos antes de recordar de repente que
este joven lo había llamado Dianxia justo hora,
y Xie Lian se detuvo en su paso, preguntando un
poco inseguro: —¿Eres... San Lang?
Ese joven se rió a carcajadas, saltó de la
ventana y se quitó el pañuelo. El cabello negro
266
fluyó hacia abajo, pero inmediatamente fue
atado en alto, revelando debajo del cabello negro
una cara hermosa y pálida que era
completamente diferente. Era un rostro con el
que Xie Lian estaba infinitamente familiarizado.
Hua Cheng hizo girar el pañuelo sin prisa y
suspiró.
—Gēge, mi querido gēge, esta vez, querer
verte es tan difícil como ascender a los cielos.
Anteriormente, en el Gran Salón Marcial, en el
momento en que Xie Lian recibió el regalo de la
Señora de la Lluvia, notó algo inusual. Sin
embargo, lo que era inusual no era el regalo en
sí, sino la persona que lo estaba entregando.
Cuando tomó el paquete, sintió que la otra
parte le tomó la mano y lo apretó.
Había que decirlo, este gesto era un poco
frívolo y si se hacía a las damas, sería
intencionalmente coqueto. En ese momento, Xie
Lian solo parpadeó, pero no expresó nada y miró
sin hacer sonar ninguna alarma. El que estaba
parado frente a él era un joven alto.
Si bien ese joven vestía la ropa de un granjero,
remendada y sucia, con un pañuelo envuelto

267
alrededor de su cabeza, su rostro aún era
hermoso y delicado, la luz en sus ojos brillaba.
Sin embargo, esa luz solo centelleó en el
instante en que los dos se miraron a los ojos y
cuando Xie Lian parpadeó nuevamente para ver,
ese joven había vuelto a su disposición tímida e
ingenua y se quedó con la cabeza inclinada.
Dado que Hua Cheng había venido buscarlo al
Palacio de XianLe, entonces, naturalmente,
todos los ojos vigilantes en los alrededores
habrían sido atendidos. En el momento en que
Xie Lian lo vio, sintió que era
incomparablemente confiable, ¡y ya no había
nada por lo que preocuparse!

268
Capítulo 214
Rompiendo el punto muerto; un regalo
oportuno (parte dos)

H ua Cheng ni siquiera se había acercado,


antes de que Xie Lian ya se hubiera
abalanzado enérgicamente sobre él.
Este fue un gran golpe y Hua Cheng en realidad
no fue empujado hacia atrás ni siquiera unos
pasos por la fuerza, ni siquiera un bamboleo.
Solo puso sus manos sobre la espalda de Xie
Lian, riéndose ligeramente sin hablar.
Xie Lian se sentía animado cuando de repente
recordó otra cosa y rápidamente dijo: —¡Espera,
San Lang! El empe... Jun Wu es bastante
cauteloso contigo y deberías estar vigilando la
Matriz Humana en la Capital Real. Él debe
haber enviado ojos para mirarte, así que, si
desaparecieras de repente, ¿no se daría cuenta?

269
Además, ¿está realmente bien que el Señor del
Viento esté vigilando la matriz solo?
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No se
preocupe, gēge, eso ya se ha resuelto. No se
expondrán defectos por el momento.
Xie Lian pensó que probablemente bloqueó los
ojos que Jun Wu envió o dejó un clon abajo, por
lo que no presionó para obtener más información
sobre cómo se arreglaron las cosas.
Justo en ese momento, Hua Cheng comentó
tranquilamente: —Parece que gēge realmente
me extrañaba mucho.
—… —Xie Lian recordó las palabras
inadmisibles y desastrosas que intercambiaron a
través de la comunicación espiritual frente a Jun
Wu, luego notó cómo él mismo estaba abrazando
a Hua Cheng, sin soltarlo, e inmediatamente
aflojó su agarre, se enderezó y respondió con una
voz educada: —... Hum, eh. Dijiste que
necesitábamos contar con la ayuda de alguien, al
parecer esa ayuda fue la Gran Señora de la
Lluvia.
Hua Cheng le sonrió alegremente.
—Correcto. La Señora de la Lluvia ha estado
en los reinos inferiores durante años y sucede
270
que con la apertura del Monte Tonglu, se alarmó.
Volver a los cielos para ver las cosas es
perfectamente lógico. Y, si Jun Wu se niega a
dejarla subir sin los motivos adecuados, la
Señora de la Lluvia sin duda notaría que las
cosas están mal. Entonces, por supuesto, tenía
que dejarla volver. Gēge, no se preocupe, está
bien, puede seguir abrazándome así, no me
importa.
Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.
—No, está bien, gracias... Pero ¿por qué no
puede hacerle nada a la Señora de la Lluvia?
—Gēge podría no saber esto. La Señora de la
Lluvia es una Oficial Celestial que maneja la
agricultura. Esta posición divina puede parecer
triste en la superficie sin mayores beneficios, por
lo que la mayoría no está interesada, pero en
realidad es bastante única. Actualmente, Yu Shi
Huang es la única Oficial Celestial que
administra la agricultura.
Xie Lian reflexionó y dedujo las intrincadas
razones.
Hua Cheng continuó: —Si la Señora de la
Lluvia fuera asesinada directamente y no se
pudiera encontrar un mejor Oficial Celestial para
271
reemplazarla, la gente pondría la comida por
encima de todo lo demás; si la agricultura no
funciona sin problemas, el mundo se verá
sumido en el caos. Si no dejas que la gente
coma, la gente no te dará trabajo. Además de
estar disgustados con la Señora de la Lluvia, la
gente del mundo también podría comenzar a
estar insatisfecha con el dios supremo sobre la
cabeza de la Señora de la Lluvia, lo que significa
que, si no tiene cuidado, el fuego puede llegar
hasta él. Si las cosas no se controlan
adecuadamente, podría provocar disturbios que
pueden derrocar a los dioses.
Lo cual era profanar sus templos y derribar sus
estatuas divinas, tal como lo hizo la gente de
XianLe una vez.
—Además de eso, la Señora de la Lluvia no
establece templos o santuarios —agregó Hua
Cheng—, no ha residido en la Capital Celestial
durante años y no desea ser promovida, por lo
que no hay realmente nada que pueda sostenerse
contra ella. Externamente, es difícil para él
encontrar una razón adecuada para desterrar a la
Señora de la Lluvia, por lo que es difícil hacer un
movimiento; internamente, su posición puede
272
permanecer estable mientras la Señora de la
Lluvia continúe administrando la agricultura,
por lo que mantendrá la pretensión todo el
tiempo que pueda. Engañarla primero y decidir
qué hacer después de que la verdad salga a la luz.
Xie Lian se sintió aliviado.
—Ya veo, gracias a los cielos, eso estuvo
cerca. Que la Señora de la Lluvia realmente
vendría a ayudar en un momento de necesidad es
muy oportuno. Esperemos que su actuación sea
extraordinaria. ¡Ah, por cierto, primero debemos
buscar al Guoshi Principal! Hay muchas cosas
que debo preguntarle para obtener respuestas
adecuadas.
Los dos no demoraron más y salieron
rápidamente del Palacio de XianLe. En el
momento en que Xie Lian cruzó el umbral, se
sorprendió por la fila de guardias que miraban la
entrada y estaba a punto de noquearlos con
Ruoye cuando notó que cada uno de ellos eran
como muñecas de madera y no solo en posición,
sino incluso sus expresiones no cambiaban.
Todos fueron petrificados por Hua Cheng.
A medida que avanzaban, los brazaletes de Hua
Cheng brillaban con luz plateada,
273
transformándose en mariposas espectrales que
gradualmente perdieron color, escondiéndose en
el aire. Probablemente ya había cientos de miles
de mariposas fantasmas dispersas por toda la
Capital Celestial. En el camino, de repente
subían o bajaban, se ocultaban o aparecían
abruptamente, esquivando perfectamente a cada
guardia de patrulla.
Escondido en un callejón mientras observa a
las tropas de los guardias que pasaban pisando
fuerte, Hua Cheng dijo parado junto a Xie Lian:
—Después de este tramo, tomaremos el camino
de arriba.
Xie Lian asintió y saltó al techo siguiendo a
Hua Cheng. Los dos huyeron por los tejados uno
tras otro, sin dejar rastros. Poco tiempo después,
Xie Lian se dejó caer al borde de un alero y se
detuvo abruptamente, mirando a Hua Cheng que
parecía pensativo.
Al verlo quieto, Hua Cheng también se detuvo.
—¿Qué sucede? ¿Notó algo?
Xie Lian frunció el ceño ligeramente, asintió y
dijo pensativo: —No. Es solo que parece que
esta escena se hubiera reproducido en otro lugar
antes...
274
Antes de que terminara, Hua Cheng de repente
le abrazó la cintura. Al momento siguiente, los
dos cayeron desde los tejados.
Xie Lian solo sintió que el mundo giraba,
volviéndose confuso, su sombrero de bambú
resbalándose de su espalda, a punto de caer al
suelo así que rápida y ligeramente lo atrapó de
nuevo. Mientras tanto, Hua Cheng lo sostuvo en
su abrazo mientras los dos colgaban boca abajo
de los aleros de un techo mientras sobre ellos,
algo pasó arrastrándose rápidamente.
Xie Lian no era ajeno a ese sonido: ¡era el
sonido del espíritu fetal arrastrándose!
Quién podría saber si estaba patrullando de
manera llamativa u otra cosa. Justo entonces,
otra voz vino desde abajo.
—¿Cuo Cuo, Cuo Cuo?
¡Jian Lan!
Xie Lian gritó: —Oh no —en su cabeza.
Ese espíritu fetal todavía estaba en la cima del
techo y si Jian Lan viniera desde abajo, ¿no
serían descubiertos? Xie Lian no podía estar
seguro de cuál sería la reacción de Jian Lan, si
todavía estaría agradecida de que Hua Cheng le
salvara la vida o si gritaría para alertar a la gente.
275
Esos pasos ligeros y apresurados se acercaban
cada vez más y estaba a punto de doblar la
esquina cuando afortunadamente, en ese
momento, ese espíritu infantil finalmente saltó al
otro lado del tejado.
Los dos inmediatamente se dieron la vuelta y
saltaron a la cima del edificio. Xie Lian dejó
escapar un suspiro de alivio.
Cuando Jian Lan se asomó por la esquina de la
pared y vio a su hijo que había saltado al suelo,
también soltó un suspiro de alivio y dijo: —¡Cuo
Cuo! No corras al azar, este es un lugar extraño
y desconocido, bastante aterrador, si te vas y
desapareces, mamá ni siquiera sabrá a dónde ir
para encontrart- ¡¿por qué viniste aquí?!
Ella había mirado casualmente a su alrededor y
vio la placa del establecimiento de este palacio y
retrocedió un par de pasos. Fue solo después de
ver esta reacción que Xie Lian recordó que el
palacio dorado debajo de sus pies parecía ser el
Palacio de Nan Yang.
Lo que significaba que Feng Xin estaba
actualmente encerrado aquí.

276
Jian Lan también debía saber esto y su rostro
se contrajo ligeramente. Un momento después,
miró hacia abajo para regañar al espíritu fetal.
—¡¿Qué estás haciendo aquí?!
Sin embargo, ese espíritu fetal estaba
abrazando algo blanco y grueso.
Crunch, crunch.
Como si lo estuviera royendo. Entonces Jian
Lan le gritó: —¿Qué es eso? ¿Qué estás
comiendo a ciegas? ¡Escúpelo!
Xie Lian miró de cerca y descubrió que era un
rábano blanco sólido y grande y no sabía si reír
o llorar. No es necesario que ella dijera nada, ese
espíritu fetal obviamente también pensó que no
sabía bien y escupió el rábano con fuerza,
gritando mientras lo hacía, como si estuviera
haciendo un berrinche.
Jian Lan subió al instante para acunarlo,
persuadiendo: —Está bien, está bien, Cuo Cuo
es un buen chico, si no sabe bien, simplemente
no lo comas más. Solo a los pobres bastardos y a
los dioses tontos les gusta comer esas cosas,
nosotros no comemos eso.
Solo una madre biológica podría acunar a una
criatura tan deformada y horrible en sus brazos y
277
aún consolarla con una voz suave. Ese espíritu
fetal se movió con un cuerpo regordete blanco en
sus brazos y ronroneó alegremente. Xie Lian
observó esta escena y una repentina e
inexplicable simpatía creció en su corazón, pero
también estaba perplejo: —¿Cómo es que hay un
rábano blanco tan grande en la Capital Celestial?
Hua Cheng levantó las cejas y respondió:
—Gēge, ¿lo ha olvidado? Son los regalos
cultivados en la tierra, los recuerdos que la
Señora de la Lluvia le trajo.
—...
¡Ese era el regalo que la Señora de la Lluvia le
dio!
Xie Lian intentó imaginar cómo se vería la cara
de Jun Wu cuando abrió esa caja de madera para
ver que era un rábano blanco gigante, pero era
imposible de imaginar, su intento fue un fracaso.
Parecía que después de que Jun Wu terminó de
inspeccionar el regalo y determinó que no era
nada sospechoso, arrojó el rábano blanco gigante
para alimentar a este espíritu fetal.
Era prácticamente como alimentar a un perro.
Al principio, después de que el espíritu fetal lo
escupió, pateó ese rábano blanco gigante con
278
disgusto, pero después de escuchar las palabras
de Jian Lan, pareció pensativo, luego saltó del
abrazo de su madre y lo levantó con su boca
antes de saltar al palacio. Si Xie Lian no lo
examinara con cuidado, parecería un perro
blanco de piel lisa y sin pelo.
Jian Lan gritó: —¡No entres! Este es…
Jun Wu probablemente informó previamente a
los guardias que custodiaban el Palacio de Nan
Yang que este espíritu infantil era su mascota o
perro de caza y no parpadearon ni lo detuvieron.
Sin ninguna opción, Jian Lan solo podía seguirlo
dentro. Ese espíritu fetal parecía albergar una
profunda animosidad hacia Feng Xin y Xie Lian
estaba preocupado de que pudiera dañar a Feng
Xin.
Volvió la cabeza.
—¿San Lang?
En la punta del dedo de Hua Cheng descansaba
una mariposa transparente: —Una mariposa
fantasma ya está posada en su persona.
Xie Lian asintió y los dos monitorearon la
situación dentro del Palacio de Nan Yang.
Vieron que Jian Lan estaba encorvada,
deslizándose sigilosamente en el palacio como si
279
no quisiera que nadie la descubriera y susurró:
—Cuo Cuo…
Sin embargo, era imposible no ser descubierto.
Ese espíritu fetal saltó al salón principal donde
había un hombre meditando allí. Parpadeó al
abrir los ojos y se encontró con la mirada de ella,
ambos desconcertados.
Feng Xin estaba aturdido en el primer
momento y luego encantado, poniéndose de pie.
—¡Jian Lan! ¿Por qué viniste? ¿Estás bien?
Llegaste justo a tiempo, ayúdame...
Justo en ese momento, el espíritu fetal de
repente comenzó a aullar, saltando entre los dos,
escupiendo ese rábano blanco gigante en el suelo
y lo pateó con fuerza con las patas traseras. Ese
rábano blanco gigante al que le faltaban algunos
bocados fue enviado volando y golpeó
directamente en la cara de Feng Xin, creando un
ruidoso: ¡Dong!
Después de patear el rábano, también se sintió
bastante orgulloso y complacido, gritando:
¡Waaaah!
Y aleatoriamente, riéndose malvadamente,
como si estuviera esperando que su madre lo
elogiara. Feng Xin casi fue noqueado por esta
280
cosa y una línea de sangre fluyó
instantáneamente de su nariz.
Lo limpió y gritó enojado: —¡¿Qué estás
haciendo?! ¡Quédate quieto, ¿quieres?!
Era feroz, pero ese espíritu infantil era aún más
feroz y le chillaba mientras deslizaba la lengua.
Feng Xin dio un brusco paso hacia adelante, listo
para agarrarlo, pero le mordió el brazo con su
boca ancha y ensangrentada y no pudo
deshacerse de él, sin importar cuan fuerte lo
sacudiera. Esta escena familiar fue a la vez
horrorosa e hilarante y cuando Feng Xin no pudo
deshacerse de él sin importar qué, estaba aún
más indignado.
—¡Qué mierda! ¡Qué jodida mierda! ¿Estás
buscando una paliza? ¡Qué demonios!
Jian Lan también salió de su aturdimiento y
gritó: —¡Detente! ¿Qué derecho tienes para
gritarle y golpearlo?
Al ser gritado de esta manera, Feng Xin se
sobresaltó y la mitad de su espíritu disminuyó al
argumentar: —¡Él... reconoció a un
sinvergüenza por padre! ¿Por qué estaría del lado
de Jun Wu...? ¿Cómo resultó ser así?
Jian Lan chasqueó la lengua.
281
—¿Cómo? ¿No es por tu culpa? Es culpa del
padre solo por engendrar sin educar,9 si no
fueras tú el que aflojó su deber como padre,
¿sacarían a su propio hijo del útero de su madre
para convertirlo en algo así? ¿Qué demonios?
¡Al infierno al que le diste vida!
Con cada reproche, Feng Xin retrocedió un
paso y su voz también disminuyó enormemente.
—Pero... pero no sabía nada de esto. Y en ese
momento, fuiste tú quien me dijo que me
largara...
—¡JA! —Exclamó Jian Lan—. ¡Te dije que te
largaras para ayudarte! Venías a la cama de esta
perra todos los días con ese rostro miserable,
¿crees que no sé lo que estabas pensando?
Tenías que servir a ese príncipe heredero tuyo y
recolectar suficiente dinero para comprar mi
libertad al mismo tiempo, ¡estabas herido y
golpeado, cansado y molesto! Demasiado
avergonzado como para sacudir tus mangas y
marcharte, entonces, ¡también podría enviarte
lejos!

9
[養 不 教 , 父 之 過。] [Alimentar sin enseñar es culpa del padre]. Del quinto
verso de los Tres.
282
—¡Estaba muy cansado en ese momento!
—Gritó Feng Xin—. ¡Pero nunca estuve molesto
contigo! ¡Quería liberarte!
Jian Lan golpeó su pecho.
—¡Por favor! Libertad, libertad, ¡sabías muy
bien en tu corazón que realmente no podrías
canjear el precio de esta perra con las escasas
habilidades que tenías en ese momento!
Desearías poder dividir cada centavo por la
mitad y gastarlo el doble todos los días, salir a
las calles todos los días a actuar y aún así tener
que regresar para presentar sus respetos a tu
príncipe heredero y a tu viejo emperador, ya era
bastante bueno que no me arrojara a ti para
agregar a tus cargas. ¿Esperar que compres mi
libertad? ¡Vaya sueño!
—No dijiste esto al principio, ¡incluso hicimos
promesas! Siempre cumplo mi palabra...
Jian Lan lo interrumpió.
—Existen muchas promesas, deberes y
juramentos en el mundo, pero piensa un poco por
ti mismo, ¿qué me has dado, eh? Aparte de ese
cinturón dorado, oh, espera, ¡Solo fue ese
cinturón dorado, e incluso exhortaste una y otra
vez a nunca venderlo!
283
Feng Xin había estado retrocediendo paso a
paso con sus golpes, su expresión era rígida y
avergonzada.
Cuanto más hablaba Jian Lan, más enojada se
ponía: —O, ¿te refieres a ese amuleto de
protección miserable? ¡Mi corazón debió ser
manchado con grasa de cerdo para creer que ese
amuleto de protección de mierda podría proteger
a alguien! Apenas y hubo buena suerte, ¡pero
seguro que hubo una jodida tonelada de mala
suerte! Tenías menos y menos dinero, pero tu
temperamento era cada vez peor, ¿qué iba a
hacer si no te dejaba ir, huh? ¡¿Atormentarte
hasta la muerte por ese camino? ¿Atormentarte
hasta el punto en que empezarías a quejarte sobre
mí y ya no quisieras verme de nuevo?!
—...
No era solo Feng Xin, incluso Xie Lian que
estaba actualmente sobre el Palacio de Nan Yang
ya no sabía qué decir.
Entonces, así fue.
Xie Lian recordó muchas cosas. Las salidas
matutinas y los retornos a altas horas de la noche
en ese entonces, el Feng Xin exhausto, el Feng
Xin feliz y deprimido al azar y el Feng Xin que
284
intentó pedirle dinero prestado a Xie Lian con
gran dificultad.
Los gestos inusuales e insignificantes de
repente tuvieron una explicación.
Feng Xin era el sirviente de Xie Lian, su buen
amigo, pero no su esclavo. Podría haber
construido su propia casa, tener su propia familia
y en realidad ya había conocido a esas personas,
pero el encuentro tuvo que ser durante el primer
destierro de Xie Lian, los días más difíciles que
sufrieron en ese entonces.
En ese momento, Xie Lian estaba teniendo
problemas para sobrevivir, así que ¿cómo podría
haber notado esos detalles?
Estaba sufriendo, Feng Xin también estaba
sufriendo. Todos estaban sufriendo. Y al final,
los dos finalmente no pudieron continuar. Tal
vez, Jian Lan había previsto hace mucho tiempo
este final.
Pero, incluso si fue durante ese período de
tiempo, Feng Xin hizo todo lo posible para tratar
de apoyarlo. Incluso le había regalado a Jian Lan
sus amuletos de protección que ya a nadie le
importaban y le dijo que eso podría otorgarle
buena suerte, por eso Jian Lan lo guardaba
285
cuidadosamente, metiéndolo en las pequeñas
túnicas del niño por nacer.
Por supuesto, al final, se demostró que ese
amuleto de protección no les trajo ninguna
suerte.
Jian Lan parecía como si hubiera cosas que no
debería haber dicho y recogió el espíritu fetal del
suelo a toda prisa para irse.
—¡Jian Lan! —Gritó Feng Xin. Se tiró del pelo
y, en realidad, parecía perdido, suspirando y
lamentando—. Ven... regresa. —Rogó Feng
Xin—. Todavía estoy... ah, todavía siento que,
yo... quiero cuidar de ustedes dos. Debería cuidar
de ustedes dos. Tengo un deber, te lo prometí.
Jian Lan se dio la vuelta y lo miró fijamente por
un momento, apretando en un abrazo el espíritu
fetal en sus brazos y resopló: —No es necesario.
Sé que estás disgustado con este hijo tuyo. No
es más que una criatura demoníaca a tus ojos.
Está bien, no estoy disgustada.
Feng Xin finalmente recuperó el sentido y
respondió: —¡No estoy disgustado!
—Entonces, ¿cómo es que eres tan malo con él
cada vez? —Preguntó Jian Lan—. ¿Realmente
puedes tomarlo por tu propio hijo?
286
—Mientras pueda volver al camino correcto,
¿cómo no podría? —Respondió Feng Xin.
Jian Lan se burló.
—Entonces déjame preguntarte de nuevo: eres
un Oficial Celestial, ¿te atreves a reconocerlo
como tu hijo?
Feng Xin se sorprendió.
Esta reacción era natural. Ese espíritu fetal se
aferró a los brazos de su madre, mostrando los
dientes y gruñéndole, como si fuera una alimaña
venenosa que no había crecido por completo, o
tal vez como una bestia infantil salvaje lisiada,
pero de cualquier manera, no humano.
¿Qué tipo de Oficial Celestial se atrevería a
admitir semejante asunto? ¿Reconocer a una
criatura tan demoníaca como su propio hijo?
¡Definitivamente era una mancha gigante y sus
adoradores, sus méritos, su reputación, se verían
muy afectados!

287
Capítulo 215
El camino no debe extraviarse, pero los
mandatos son todos iguales

S in embargo, Feng Xin no se quedó


estupefacto por mucho tiempo antes de
tener una respuesta. Estaba a punto de
responder, pero Jian Lan solo se burló.
—Olvídalo, no necesitas decir nada. En este
momento eres el prisionero de otra persona, si te
atreves a reclamar que es tu hijo serían palabras
vacías, no creeré nada de lo que digas. No digas
más. ¡Incluso si estás dispuesto, puede que yo no
lo esté!
Ese espíritu infantil estaba acurrucado en sus
brazos, sacando su lengua hacia Feng Xin,
riéndose con voz adulta. Jian Lan lo golpeó con
fuerza con una palmada en la espalda,
regañándole.

288
—¿Qué caras estás haciendo todavía? ¡Te dije
que no huyeras, me estás volviendo loca!
Esa pequeña cara fea del espíritu fetal se
encogió un poco y finalmente se quedó quieto.
La madre y el niño salieron corriendo del Palacio
de Nan Yang mientras Feng Xin gritaba desde
atrás: —¡Jian Lan! ¡Jian Lan!
No hubo respuesta. Al final, solo quedaba él
otra vez dentro del Palacio de Nan Yang y Feng
Xin se desplomó, cayendo de nuevo en su
asiento, mirando furioso ese rábano blanco
gigante con hileras de marcas de dientes torcidos
que dejó atrás. Lo miró por un buen momento,
con la mano derecha apoyando su cabeza hacia
arriba, luego se tumbó en el suelo, incluso la
energía para maldecir lo había abandonado.
Sobre el Palacio de Nan Yang, Xie Lian
también suspiró.
Justo en ese momento, Hua Cheng
repentinamente habló: —Gēge, ¿todavía
recuerda esa noche en el monte Yu Jun, ese
espíritu fetal también apareció?
Xie Lian sabía que estaba cambiando el tema a
propósito, además de que los asuntos con el
espíritu fetal que aparecía en el Monte Yu Jun
289
también eran cuestionables, por lo que Xie Lian
fue cooperativo y se obligó a relajarse.
—Lo recuerdo. En ese momento, cuando
viajaba en el sedán matrimonial, usaba una
canción de cuna para darme pistas sobre cómo
encontrar a la novia fantasma, que era Xuan Ji.
Tampoco dejó que nadie más escuchara, era solo
para mí específicamente, me pregunto por qué.
—Probablemente por la dirección de Jun Wu
—dijo Hua Cheng.
—Entonces la respuesta al acertijo sería el
objetivo de Jun Wu. —Dijo Xie Lian—. Y la
razón de por qué se ha convertido en un espíritu
feroz bajo el mando de Jun Wu, me temo que
esas son todas preguntas para el Guoshi
Principal.
—Entonces vamos a preguntar. —Dijo Hua
Cheng—. Tengo buenas noticias para gēge, las
mariposas fantasmas ya han encontrado el lugar
donde se encuentra el Guoshi Principal.
El espíritu de Xie Lian se elevó de inmediato.
—¿Dónde?
El palacio de Ling Wen.
Dentro y fuera del palacio, los innumerables
dioses civiles con pergaminos apilados tan altos
290
como montañas entraban y salían corriendo,
habían desaparecido, en cambio, la nueva
adición era la inexpresiva Guardia Marcial
Celestial que patrullaba rígidamente. Se dejaron
caer en la esquina de uno de los techos sin hacer
ruido y Xie Lian habló: —¿El Guoshi Principal
está encerrado aquí? ¿Ling Wen lo está
vigilando?
—Correcto. —Respondió Hua Cheng—. Con
el Brocado Inmortal en ella, Ling Wen es
considerado un dios civil y un dios marcial en
este momento.
Después de observar atentamente por un
momento, Xie Lian comentó: —Entonces esto
va a ser complicado.
A pesar de que el Brocado Inmortal no era rival
para ellos, todavía poseía un alto cultivo y debía
ser más astuto que los guardias que patrullaban
la Gran Avenida de la Capital Celestial.
Si Xie Lian y Hua Cheng se colaran en el
Palacio de Ling Wen temerariamente, incluso si
el Brocado Inmortal no podía derrotarlos, aún
podría detectarlos y una vez que el Brocado
Inmortal los descubriera, entonces Ling Wen
también lo haría con certeza.
291
—Ling Wen y Jun Wu deben poder
comunicarse entre ellos. Si Ling Wen nos
descubre, Jun Wu nos descubrirá. —Dijo Xie
Lian—. A menos que el Brocado Inmortal no
esté con ella en este momento, entonces ella solo
sería una diosa civil y no podría detectarnos; y
un Brocado Inmortal fuera de juego es una
simple túnica, tampoco podrá alertar a Jun Wu.
Tenemos que pensar en una forma de separar a
los dos.
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No
necesitamos pensar en nada específicamente,
ella tendrá que quitarse la túnica tarde o
temprano.
No se requirieron explicaciones, Xie Lian
entendió.
El Brocado Inmortal no era nada bueno
después de todo; su aura de maldad era espesa y
pesada y dado que Ling Wen no fue desterrada
formalmente, todavía se la consideraba una
Oficial Celestial, por lo que usarla siempre en su
persona sería perjudicial para su salud. También
había necesitado mantener la forma masculina
que agotaría sus poderes espirituales y
probablemente no había muchos que pudieran
292
mantenerse al día con ese tipo de agotamiento.
Tenía que haber un momento todos los días
cuando se lo quitaba para descansar.
Los dos estaban susurrando planes entre sí
cuando en ese momento, un hombre vestido de
negro salió del Palacio de Ling Wen con una
mano detrás de la espalda. Dio algún tipo de
instrucciones a los guardias que vigilaban
afuera, luego entró en las cámaras laterales. Un
momento después, salió solo de las cámaras
laterales y entró de nuevo en el salón principal.
Ese hombre era Ling Wen. Cuando entró
estaba en su forma masculina, cuando salió, ella
estaba en su forma original. La túnica exterior
negra en su persona también había desaparecido
y sus pasos no eran tan ligeros y enérgicos como
cuando estaba en su forma masculina,
visiblemente hábil en artes marciales.
¡De hecho se había quitado la túnica y ahora,
ese Brocado Inmortal estaba en esa cámara
lateral!
Los dos intercambiaron una mirada. Hua
Cheng dijo: —Ahora están separados. Gēge,
tiene bastante buena suerte.

293
Xie Lian también respiró hondo y le lanzó una
mirada.
—Es la suerte de San Lang la que es bastante
buena.
Hua Cheng sonrió.
—¿Salón principal? ¿Cámara lateral?
Después de pensarlo, Xie Lian decidió:
—¡Vamos con la cámara lateral! Quién sabe
cómo es la situación dentro del salón principal
del Palacio de Ling Wen y si el Guoshi Principal
está vigilado justo al lado de Ling Wen, entonces
no podremos rodearla. Pero, si podemos poner
en nuestras manos el Brocado Inmortal, tal vez
aún tengamos espacio para hablar.
Por lo tanto, los dos esperaron un poco y
cuando sucedió el cambio de guardias,
aprovecharon ese momento y saltaron del techo,
escabulléndose en las cámaras laterales.
En el momento en que saltaron adentro, Xie
Lian se secó el sudor frío.
Sin importar qué, escabullirse en las cámaras
privadas de una mujer oficial no era algo de lo
que estar orgulloso. Sin embargo, después de ver
el estado de esta cámara lateral, su expresión
nerviosa se desvaneció un poco.
294
La antigua cámara de Xie Lian era más
suntuosa que esta, la de Feng Xin era más
desordenada y la de Mu Qing era más elegante y
exquisita. En cualquier caso, esto no se parecía
a la cámara privada de una mujer oficial, por lo
que Xie Lian no se sentía tan estresado.
No había muchos muebles dentro de la cámara,
por lo que era difícil ocultar algo. No pasó
mucho tiempo antes de que Xie Lian buscara un
cofre. Sin embargo, en el momento en que lo
abrió, su rostro se oscureció. No fue porque la
energía oscura golpeó su rostro en el momento
en que la abrió, sino porque el cofre estaba
repleto de túnicas negras que eran exactamente
iguales.
¡De nuevo esto!
Era lo mismo que la última vez, donde tuvieron
que tratar de encontrar el verdadero Brocado
Inmortal dentro de cientos de ropas diferentes.
Fue un desastre buscar la cosa, prácticamente
una pesadilla. Esta vez no había tantos
conjuntos, solo unas pocas docenas, pero cada
túnica era negra sin apenas ninguna diferencia.
Era difícil saber qué circunstancia era más

295
desalentadora. ¿Estaba el Brocado Inmortal
realmente aquí?
Sintiendo que la cabeza le palpitaba, Xie Lian
preguntó miserablemente: —San Lang... ¿qué
está haciendo Jun Wu ahora? ¿Tenemos
suficiente tiempo?
Hua Cheng había estado monitoreando de
cerca todos los movimientos en todas partes y
cuando escuchó la pregunta de Xie Lian,
respondió lánguidamente: —Gēge, relájese.
Tenemos suficiente tiempo. Jun Wu no se dio
cuenta de que se fue. Actualmente se encuentra
en el Gran Salón Marcial y convocó a Mu Qing
para interrogarlo. Por lo que parece, será un
tiempo.
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió.
—¿Mu Qing? ¿Está interrogando a Mu Qing?
¿Por qué?
—Las mariposas fantasmas no pueden entrar
en el Gran Salón Marcial, no puedo escuchar con
claridad. Pero ya sabe… —Dijo Hua Cheng
mirando a Xie Lian—. No debe ser nada bueno.
Xie Lian recordó cómo Jun Wu había tratado a
Yin Yu y se sintió vagamente ansioso. Pero
incluso si ahora estuviera preocupado, no tendría
296
sentido, así que dijo resueltamente: —Entonces,
hay que apresurarnos. Déjame probarme cada
una de las túnicas. San Lang, ven a darme
órdenes.
Si el Brocado Inmortal no quisiera ser
descubierto o si no quería quitarle la vida a quien
se lo pusiera, podría usarlo de forma casual. Sin
embargo, si alguien hizo que el otro lo usara y le
diera órdenes a esa persona, entonces esa
persona debe obedecer las órdenes. Usando este
método, definitivamente deberían ser capaces de
exponer el objeto real, el único inconveniente era
que resultaba un poco peligroso.
—Déjeme hacerlo —dijo Hua Cheng.
Xie Lian negó con la cabeza.
—San Lang, ya has usado el Brocado Inmortal
antes, pero por alguna razón realmente no
funciona en ti. ¿Quizás es ineficaz contra los
reyes fantasmas? Solo yo podría hacer esto.
Se quitó la túnica exterior blanca, dejándola
caer en el suelo a sus pies. Hua Cheng levantó
las cejas y tomó una túnica negra para entregarle.
—Entonces, aceptaré su oferta.
Xie Lian se puso rápidamente esa túnica.
Gracias a los cielos, gracias a los cielos. La
297
túnica negra de Ling Wen no era reveladora en
el área del pecho, no era sensual de ninguna
manera y era muy conservadora y adecuada, por
lo que ponérsela no fue difícil.
Xie Lian levantó la vista.
—Está bien, ahora puedes darme una orden.
—…
La mano derecha de Hua Cheng sostenía su
codo izquierdo mientras su mano izquierda
sostenía su barbilla y miró a Xie Lian,
pareciendo estar pensando muy en serio por un
momento antes de decir: —Entonces, gēge, mi
orden es… —Un momento después llegó la
orden anticipada. Hua Cheng sonrió
alegremente—. Tomemos prestados algunos
poderes espirituales.
—…
Por supuesto, Xie Lian entendió a qué se
refería con; tomar prestados poderes
espirituales y su cabeza casi humeó.
Rápidamente se quitó la túnica y dijo: —¡N- No
es esta!
—Ah, qué pena. No es esta. —Hua Cheng se
lamentó.
Xie Lian corrigió su expresión.
298
—San Lang, tú... esto no está bien. Tienes que
ser más serio, no des órdenes como estas.
Hua Cheng respondió modestamente: —¿No
soy lo suficientemente serio? Entonces, ¿a qué
tipo de órdenes se refiere? ¿Puede gēge ser más
específico al respecto?
—... —Xie Lian tosió dos veces suavemente y
respondió con seriedad—: De cualquier manera,
no puedes hacer que tome prestados poderes
espirituales de ti. Todo lo demás está bien, como
dar la vuelta en círculo, saltar dos veces o algo,
lo que quieras.
Hua Cheng arqueó una ceja.
—Todo lo demás está bien, ¿verdad? Muy
bien, lo entiendo.
Luego, le entregó a Xie Lian otro conjunto de
túnicas. Xie Lian se lo puso rápidamente y
volvió a mirar a Hua Cheng.
Hua Cheng lo miró por un momento.
—Gēge... —Un momento después, sonrió
ampliamente—. No tomes prestados poderes
espirituales de mí.
—…
¡Había sido descuidado! ¿Cómo podría Hua
Cheng hacer esto?
299
Xie Lian se quitó apresuradamente la túnica.
—¡Bien! Tampoco es est-
Pero Hua Cheng lo detuvo.
—Espere, gēge, ¿quién dice que no es este?
Aún no lo ha probado.
No tomes prestados poderes espirituales de mí,
fue la orden de Hua Cheng. Si Xie Lian quería
probar que la túnica que llevaba puesta ahora no
era el Brocado Inmortal, entonces no debía
obedecer la orden de Hua Cheng. Lo que
significaba que tenía que hacer lo contrario.
Tomar prestados poderes espirituales de Hua
Cheng.
¡Dando vueltas en círculos y volvieron al
mismo punto de partida!
Xie Lian se estremeció mientras miraba el
rostro serio de Hua Cheng.
—... Esto es, eres demasiado astuto, no puedes
hacer eso.
Hua Cheng abrazó sus brazos.
—¿Por qué no? Gēge, ¿no lo dijo usted
mismo? Aparte de tomar prestados poderes
espirituales de mí, todo lo demás está bien.
Como no le gustó ese comando, dije algo que era
todo lo contrario, entonces, ¿cómo puede decir
300
que soy astuto? ¿No me estaba manteniendo fiel
a sus palabras?
—…
Xie Lian no sabía qué decir para tomar
represalias en absoluto y levantó el dedo para
señalarlo por un momento: —Tú... tú, ¡ahh, no
puedo ganar contra ti, deja de jugar!
Sin demora, se apresuró y: muua, le dio un
beso.
A pesar de que sabía que claramente no había
nadie alrededor, después de haber hecho la
acción, todavía miró a su alrededor, como si
estuviera cauteloso con cualquiera que pudiera
estar mirando.
La cara de Hua Cheng no se movió en lo más
mínimo y dijo con calma: —Muy bien. Se ha
verificado, tampoco es esta.
Xie Lian se quitó la túnica negra.
—... tampoco vuelvas a dar esa orden, ¿de
acuerdo?
Hua Cheng le pasó la tercera túnica y sonrió.
—Bien, bien. Como gēge desee.
Xie Lian le quitó la túnica tristemente,
pensando para sí mismo: —Se siente como si San

301
Lang se estuviera volviendo cada vez más difícil
de manejar... ¿o es solo mi imaginación?
Todavía estaba preocupado de que Hua Cheng
pudiera dar más órdenes traviesas, pero después
de bromear dos veces, Hua Cheng dejó de
molestarlo. Sin embargo, ahora que se
comportaba seriamente, Xie Lian realmente lo
sentía extraño.
Sin embargo, después de probarse las pocas
docenas de túnicas dentro del cofre, Xie Lian no
obedeció ninguna de las órdenes.
¿Podría el verdadero Brocado Inmortal no estar
aquí?
Eso era imposible. Ling Wen ya debía
habérselo quitado y además, todo el cofre estaba
contaminado con su aura de maldad, ¡así que
tenía que estar aquí!
Hua Cheng se apoyó contra el arco de la puerta.
—Gēge, al parecer, este Brocado Inmortal no
solo es ineficaz contra mí, tampoco funciona en
usted.
¿Cuál era el problema?

302
Capítulo 216
Difícil de poner; más difícil de quitar

X ie Lian sacó todas las túnicas negras,


mirándolas a ciegas tratando de encontrar
el Brocado Inmortal, sin éxito y solo pudo
ponerse la bata blanca de cultivo que arrojó
nuevamente a un lado y se volvió hacia Hua
Cheng.
—Esto realmente no funciona... parece que
tendremos que llevarnos toda la ropa con
nosotros...
Al escuchar esto, Hua Cheng resopló y soltó
una risita y Xie Lian se sintió un poco apenado,
sintiéndose bastante ridículo al tomar algunas
docenas de túnicas para usarlas como material de
chantaje, tan tonto. Pero con las cosas como
estaban, realmente no había mejores ideas.

303
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando
estaba volviendo a meter en el cofre todas las
túnicas negras esparcidas al azar y estaba a punto
de cargar el objeto, las puertas de la cámara
lateral se abrieron y Ling Wen entró con una
mano detrás de la espalda, luciendo exhausta.
—...
—...
Ling Wen probablemente había terminado de
descansar y estaba lista para regresar y volver a
ponerse el Brocado Inmortal, pero se encontró
con los dos invitados no invitados que habían
entrado en la cámara, uno luciendo
increíblemente inocente mientras que el otro
parecía indiferente. Sin palabras para decir al
respecto, dos de sus dedos se juntaron
instantáneamente y se presionaron contra su
sien.
¡Ella iba a informar a Jun Wu!
Sin embargo, Hua Cheng se movió más rápido
que ella y con solo una mirada, las dos puertas
de la cámara lateral se cerraron rápidamente y la
cara de Ling Wen también pareció caer
repentinamente mientras bajaba la mano.
—... Hua Chengzhu es realmente increíble.
304
—San Lang, ¿creaste una barrera? —Preguntó
Xie Lian.
—He establecido una pequeña —dijo Hua
Cheng—, el perímetro solo rodea esta cámara
lateral.
Jun Wu podría establecer una barrera dentro de
la Capital Celestial, aislando a todos los que
estaban dentro del mundo exterior, luego,
naturalmente, Hua Cheng también podría crear
una barrera aún más pequeña, sellando los
poderes espirituales de aquellos dentro y
evitando que se comunicaran espiritualmente.
Una barrera pequeña dentro de una barrera más
grande, en este momento, esta cámara lateral se
había convertido en una caja dentro de otra caja.
Sin embargo, este era el dominio de poder de
Jun Wu después de todo, por lo que la barrera
establecida no podría construirse demasiado
grande para que Jun Wu no lo notara.
Xie Lian asintió.
—Ling Wen, estoy seguro de que puedes ver
que el Brocado Inmortal está actualmente en
nuestras manos. Si no quieres verlo arder con
fuego fantasma, no hagas movimientos
imprudentes.
305
Sin embargo, inesperadamente, cuando Ling
Wen lo escuchó, ella se echó a reír.
—Pero, Dianxia —dijo Ling Wen—. El
Brocado Inmortal no está realmente en sus
manos.
Para ser sincero, Xie Lian había sospechado lo
mismo. Sin embargo, todavía expresó la
deducción más lógica de la situación actual: —
Ling Wen, después de que entraste y saliste, ya
no lo usabas. No creo que el Brocado Inmortal
esté en otro lugar que no sea aquí dentro de esta
cámara lateral.
Sin embargo, Ling Wen dijo: —Dianxia,
¿quizás ha entendido mal algo? Solo dije que no
está en el cofre o en sus manos, pero no dije que
no estaba aquí dentro, en esta cámara lateral.
Al escuchar esto, Xie Lian de repente pensó en
una posibilidad y giró ligeramente la cabeza.
Hua Cheng debió haber pensado en lo mismo y
los dos movieron sus miradas hacia la túnica
blanca en la persona de Xie Lian.
—Oh, ha acertado. —Dijo Ling Wen—. En
este momento, Dianxia lo está usando.
Antes, cuando Xie Lian se estaba probando las
otras túnicas negras, había arrojado casualmente
306
la túnica blanca que llevaba puesta y más tarde,
cuando inspeccionó la ropa, todas las túnicas ya
habían sido mezcladas. De alguna manera, ese
Brocado Inmortal discretamente había tomado la
apariencia de su túnica blanca de cultivador, ¡y
luego fue recogida y puesta en su persona!
Xie Lian miró su ropa y se preguntó
internamente: —Entonces, ¿dónde está mi túnica
exterior original?
Hua Cheng casualmente levantó su mano y ese
cofre de túnicas se volcó, las túnicas negras se
derramaron en el suelo. Oculto en el fondo de
docenas de túnicas negras, había una túnica
blanca que estaba aplastada en la parte inferior.
¡Esa era la verdadera túnica exterior que Xie
Lian había usado al entrar!
No era necesario decir que este debía ser un
hechizo malvado que el Brocado Inmortal había
lanzado y mientras los dos se probaban la ropa al
azar, aprovechó la oportunidad y arrastró la
túnica exterior de Xie Lian hacia el cofre,
mientras se deslizaba, tomando la apariencia de
la túnica para reemplazarlo, permitiendo que Xie
Lian lo recogiera y se lo pusiera.

307
Xie Lian no estaba sorprendido en lo más
mínimo, sino que estaba bastante confundido.
—... ¿No es esto un poco demasiado astuto?
¡Era solo una prenda de vestir! Además, ¿no
dijeron que el Brocado Inmortal en sí mismo no
era muy inteligente?
Sin embargo, tampoco fue difícil adivinar que
probablemente Ling Wen fue quien le dio esta
idea. Efectivamente, Ling Wen dijo: —Le di
esta idea y realmente no pensé que llegaría a
usarse. Entonces, ahora, es como si fuera yo
quien hizo que Dianxia usara este Brocado
Inmortal.
Si hubiera sido Hua Cheng quien le entregó la
túnica a Xie Lian y Xie Lian se la pusiera,
entonces el que podía ordenarle sería Hua
Cheng. Sin embargo, si el Brocado Inmortal usó
la idea de Ling Wen y engañó a Xie Lian para
que usara la túnica, entonces quien podía
ordenarle era Ling Wen.
¡Lo que significaba que Xie Lian ahora
obedecería las palabras de Ling Wen y cumpliría
todas sus órdenes!

308
—Ling Wen —intentó Xie Lian—. ¿Nunca
pensaste que el Brocado Inmortal podría no
funcionar en mí?
Ling Wen sonrió.
—No lo sabré hasta que lo haya intentado.
Dianxia, de ahora en adelante, no puede
atacarme. Si me escucha, asienta con la cabeza.
Xie Lian no tenía intención de asentir. Sin
embargo, inesperadamente, después de que Ling
Wen dio su orden, antes de que Xie Lian lo
supiera, ¡ya había asentido involuntariamente!
¿Cómo es que ahora fue efectivo? ¡Claramente
no funcionó antes cuando Hua Cheng daba las
órdenes!
¿Podría ser que solo era ineficaz cuando era
Hua Cheng quien ordenaba?
Si ese fuera el caso, la situación había
cambiado repentinamente. Xie Lian no se
movió, Hua Cheng tampoco se movió y los dos
solo intercambiaron miradas, ambos muy
tranquilos y firmes.
Ling Wen también estaba tranquila y estable:
—Entonces, ahora, Hua Chengzhu, por favor,
¿puede retirar la barrera de esta cámara lateral?

309
—San Lang, no lo hagas —dijo Xie Lian al
instante.
—¿Está seguro, Dianxia? —Dijo Ling Wen—.
Puedo ordenarle que haga cualquier cosa.
Hua Cheng todavía permaneció quieto y Xie
Lian pensó: —Incluso si no puedo tocar a Ling
Wen, está bien, nadie más está bajo restricción.
Mientras San Lang la tome por sorpresa y la
atrape, evitando que ella dé órdenes, entonces el
problema se resolverá.
Sin embargo, Ling Wen era astuta y adivinó
sus planes, agregó: —Hua Chengzhu, te sugiero
que no pierdas tu tiempo pensando en formas de
atraparme con la guardia baja para detenerme.
Dianxia, escuche bien: si Hua Chengzhu me
ataca, o me hace algún daño, entonces usted lo
atacará.
¡Con esto, ella bloqueó los planes que la otra
parte podría haber usado primero!
—Muy bien, Hua Chengzhu, es hora de retirar
la barrera. —Dijo Ling Wen—. Todavía tengo
trabajo que hacer, el Palacio de Ling Wen está
lleno de asuntos civiles que necesito manejar y
que aún no se han analizado, ¿podemos resolver
este pequeño problema rápidamente?
310
Hua Cheng solo sonrió.
Al momento siguiente, los ojos de Ling Wen se
abrieron y ella pareció como si quisiera hablar,
pero no salió ninguna voz.
Si hubiera alguien parado detrás de ella en este
momento, descubrirían que en la parte posterior
de su cuello se alzaba una mariposa fantasma
con alas de plata revoloteando desde quién sabe
cuándo. Fue esta pequeña criatura la que detuvo
su cuerpo y su voz ya no pudo sonar.
Hua Cheng rodeó sus brazos y mostró esa
sonrisa increíblemente artificial y falsa. Dijo
perezosamente: —Si quisiera retener a alguien,
¿crees que tendría que tomarlo por sorpresa?
—...
Ling Wen no podía hablar, pero las palabras en
sus ojos eran claras: Hua Chengzhu, ¿lo olvidó?
¡Ya le he dado una orden a Dianxia!
Y en ese momento, el Brocado Inmortal activó
sus poderes. ¡Xie Lian se dio la vuelta
abruptamente, levantó la mano y se lanzó hacia
Hua Cheng!
Pasó una cantidad de tiempo desconocida antes
de que la visión de Xie Lian se aclarara
repentinamente, e instantáneamente volvió en sí.
311
—... ¡San Lang!
Hua Cheng estaba parado justo frente a él y
sobre su túnica roja sobre su corazón, se
presionaba una mano, era la mano de Xie Lian.
¡Hua Cheng no esquivó este golpe en absoluto
y solo se quedó allí, dejando que Xie Lian
golpeara con toda su fuerza!
—...
Xie Lian aún no había reaccionado antes de que
Hua Cheng le agarrara firmemente la muñeca, su
voz baja.
—Muy bien. Ataque completo. Comando
liberado.
Efectivamente, después de que Xie Lian tuvo
éxito en su ataque, sintió que su cuerpo se
aflojaba y su libertad regresaba.
En aras de liberar a Xie Lian del comando que
dio Ling Wen, Hua Cheng en realidad solo se
quedó allí y recibió ese golpe sin esquivarlo.
Una vez que el comando fue liberado, Xie Lian
retiró instantáneamente su mano, con la cara
caída y pasó un momento antes de preguntar: —
... San Lang, ¿estás herido?
Observó de cerca el rostro de Hua Cheng. Sin
embargo, debido a que Hua Cheng no era un ser
312
humano vivo, su piel era del color de la nieve que
no había visto el sol y no se podían ver cambios
visibles en este momento.
Sin embargo, su tono de voz ciertamente no
cambió y sonrió.
—Gēge es realmente increíble, qué hermoso
golpe.
El rostro de Xie Lian estaba oscuro, como si
hubiera estado asustado por él y dijo seriamente:
—No estaba bromeando. Utilicé una séptima
parte de mi fuerza en mi mano antes, ¿estás
realmente bien?
Cuando Ling Wen dio su orden, la palabra que
usó fue; ataque. Por lo general, cuando Xie Lian
intercambiaba golpes con personas, nunca
usaba; ataque, como la razón para hacer un
movimiento. Por lo general, era en defensa
propia o para sujetar al otro, así que una vez que
se movió con; ataque, como la razón, realmente
no estaba seguro de lo que le pasaría al otro si
recibía el golpe directamente.
Hua Cheng respondió lentamente: —No estaba
bromeando. Gēge realmente es increíble. Si no
estuviera usando esas dos cosas en su cuerpo, tal
vez ni siquiera Jun Wu sería su igual.
313
Xie Lian inconscientemente tocó su cuello y
cuando sintió ese grillete maldito,
inmediatamente dejó caer su mano.
En ese momento, Hua Cheng agregó: —Gēge,
tengo una pregunta para usted.
—¿Cuál? —Preguntó Xie Lian.
—Tuvo la oportunidad de quitar esos grilletes
malditos. —Dijo Hua Cheng—. ¿Por qué
mantuvo esas cosas que lo suprimen?
Xie Lian no esperaba que hiciera esa pregunta
y se sorprendió.
—Tal vez... fue para recordarme algunas cosas.
—Luego dijo—: San Lang, no.… no cambies de
tema. ¿Qué tipo de mal hábito es este? La
situación en este momento, estaría bien si solo
me detuvieras, ¿por qué tuviste que recibir el
golpe tú mismo?
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —Gēge,
¿también sabe que esto es un mal hábito?
Cuando se trata de recibir una paliza, no tiene
derecho a sermonearme, ¿sabe?
—Oh, ¿en serio? —Dijo Xie Lian.
Pero en el momento en que las palabras
salieron de su boca se sintió culpable. Debía
saberse que esa vez que luchó contra el espíritu
314
fetal en el agua, Hua Cheng lo atrapó con las
manos en la masa a punto de tragarse una espada.
—¿En serio? ¿Por qué usar otras formas si
puedo resolver el problema con una paliza? —
Preguntó Hua Cheng—. Es su mala influencia
sobre mí.
—… —Xie Lian agitó la mano—. No importa,
San Lang, no hablemos más de esto. Veamos
primero estas túnicas.
Tiró del borde de esa túnica blanca, sintiéndose
extremadamente lamentable. Esto era
simplemente genial; el Brocado Inmortal
definitivamente fue encontrado, pero ahora,
debían pensar en una forma de quitárselo.

315
Capítulo 217
Cien años de aguas profundas; mil años de
fuego ardiente (parte uno)

D ado que la túnica ya se estaba usando,


definitivamente no había forma de que la
quemaran ahora, para que Xie Lian no se
quemara con ella.
—Voy llevar puesta la túnica por ahora. —
Sugirió Xie Lian—. No es como si pudiera
absorberme la sangre y Ling Wen tampoco
debería poder dar más órdenes.
Sopló una corriente de niebla azul ahumada y
donde Ling Wen había estado ahora solo había
una muñeca daruma azul, su expresión muy
seria, e incluso parecía haber rollos en sus
brazos. Xie Lian lo recogió y la guardó en su
túnica y los dos salieron de esta cámara lateral,
escabulléndose en el salón principal.
316
No era su imaginación; el salón principal del
Palacio de Ling Wen parecía ser mucho más
sombrío que antes y las montañas de pergaminos
de informes apilados desde arriba parecían
delicados y peligrosos, como si fueran a
derrumbarse en cualquier momento aplastando a
las personas que estaban debajo hasta la muerte.
Los dos no se toparon con ningún guardia
mientras corrían directamente hacia un conjunto
de puertas carmesí en el corazón profundo del
palacio.
Antes de que se acercaran, Xie Lian escuchó
una voz temblorosa y conmocionada.
—... ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo podría ser
esto?
¡Era el Guoshi Principal! ¿Podría alguien
haber llegado a él antes que ellos?
Xie Lian pateó la puerta al instante y gruñó:
—¡Déjenlo ir!
Efectivamente, dentro de la cámara. no solo
estaba el Guoshi Principal. Después de que
derribaron la puerta, todos volvieron la cabeza
para mirar a los nuevos intrusos. La conmoción
en el rostro del guoshi todavía no se había
desvanecido.
317
—... ¿Dianxia?
—...
—...
El guoshi no levantó la vista por más de un
momento antes de que su cabeza volviera a bajar.
—Solo espera un segundo… ¡¿Cómo puede ser
esto, qué tipo de suerte es esta?!
Xie Lian y Hua Cheng estaban sin palabras.
Dentro de la cámara, el Guoshi Principal y
otras tres personas formaban una mesa llena y
estaban justo en medio de un juego de cartas, su
pasión y obsesión los alejaban de su entorno. Si
bien se decía que se trataba de otras tres personas
en realidad no estaban vivas y eran muñecas de
papel hechas a mano de manera muy tosca.
Quién sabe qué tipo de hechizo extraño fue
lanzado para que se movieran e incluso lograr
que jugaran cartas. En cuanto al Guoshi
Principal, sus exclamaciones en este momento
eran solo su lamento después de obtener su mano
de cartas.
Originalmente, Xie Lian había pensado que tal
vez el guoshi podría sufrir un interrogatorio
tortuoso y se vería bastante horrible, pero no
había esperado que el Guoshi Principal en
318
realidad siguiera jugando a las cartas en un
momento como este y aunque no sabía si reír o
llorar, toda la escena resultó increíblemente
entrañable.
¿Cómo podría no ser entrañable? En aquel
entonces, cuando él y Feng Xin residían en el
Sagrado Pabellón Real, cada vez que iban a
buscar al Guoshi Principal, ¡siete de cada diez
veces jugaba cartas, cartas, cartas! Habían
pasado más de ochocientos años, pero al ver una
vez más las cartas del Guoshi Principal, era
como si fuera ayer. Incluso la loca pasión en el
rostro del Guoshi Principal era exactamente la
misma. Miró sin pestañear las cartas en sus
manos y habló sin mirar atrás: —Dianxia,
finalmente ha venido. Pero permítame terminar
esta ronda primero...
Xie Lian conocía su viejo mal hábito de no
reconocer a nadie cuando ocurría un juego.
Comparando el él del Gran Salón Marcial, eran
prácticamente dos personas diferentes,
realmente una vista bastante triste. Xie Lian
subió para tratar de arrastrarlo lejos de la mesa.
—Maestro, ¿a qué hora cree que sea? ¡Deje de
jugar!
319
Los ojos del Guoshi Principal estaban rojos y
gritó: —¡No, no, dejen que termine! ¡Casi
termino! ¡Solo esta ronda! ¡Déjame terminar esta
mano! Está casi terminado, ¡podría ganar esta
vez!
—¡No ganará, realmente no ganará! —Gritó
Xie Lian.

Afortunadamente, esta ronda realmente


terminó bastante rápido, a pesar de que el Guoshi
Principal juró que iba a ganar, en realidad no
ganó. Agitó la mano y retiró esas tres muñecas
de papel y finalmente volvió a su calma normal.
Se sentó en equilibrio y dijo seriamente:
—Dianxia, sabía que vendrías. Te he estado
esperando.
—... No parecía que me estuvieras esperando
en absoluto... —Pensó Xie Lian. Pero, por
supuesto, no lo dijo en voz alta, ya que aún debía
mantener el respeto por los mayores.
El Guoshi Principal continuó: —Sé que debes
tener muchas preguntas.

320
Hua Cheng estaba parado a un lado, apoyado
contra la puerta, parecía más bien tranquilo, pero
probablemente estaba de guardia. Xie Lian
también se sentó bien y se serenó ante el Guoshi
Principal.
—Sí. —Después de una pausa, Xie Lian
preguntó—: Primero, quiero confirmar, ¿es Jun
Wu... es realmente Bai Wuxiang y también el
Príncipe Heredero de WuYong?
—No hay necesidad de dudas. Lo es.
—Respondió el Guoshi Principal.
—No tengo ninguna relación con el Príncipe
Heredero de WuYong, ¿verdad? Somos dos
personas completamente diferentes —preguntó
Xie Lian.
—La única relación que compartes con el
Príncipe Heredero de WuYong es que él
destruyó tu reino, XianLe.
—… —Xie Lian dijo suavemente—: Pero,
Guoshi, una vez me dijiste que no sabías lo que
era Bai Wuxiang y estabas seguro de que nació
por mi culpa.
—Dianxia, en ese momento, realmente no
sabía lo que era. —Respondió el Guoshi
Principal—. Y cuando me enteré, ya era
321
demasiado tarde. Y decir que nació por ti no fue
incorrecto.
—¿Qué significa eso exactamente?
—Preguntó Xie Lian—. Y la misma pregunta
que antes: ¿por qué quería destruir a XianLe?
El Guoshi Principal lo miró a los ojos.
—Debido a esa única frase que dijiste.
Xie Lian se sorprendió.
—¿La única frase que dije? ¿Qué frase?
—Cuerpo en el abismo; corazón en el paraíso.
—Respondió el Guoshi Principal.
Xie Lian se quedó sin palabras por un
momento. Luego preguntó incrédulo: —... ¿Eso
es todo?
—Eso es todo —dijo el Guoshi Principal.
—... ¿Solo esa línea? —Preguntó Xie Lian—.
¿Qué hay de malo en esas palabras?
El Guoshi Principal respondió sombríamente:
—Todo. ¡Todo comenzó con esa frase tuya!
Xie Lian podía decir vagamente que lo que el
Guoshi Principal estaba a punto de decir a
continuación sería algo que le costaría mucho
tragar y quería llamar a Hua Cheng, pero antes
de que pudiera hacerlo, Hua Cheng ya se había
adelantado y se sentó a su lado.
322
—Viste esos murales en el Monte Tonglu,
¿correcto? —Preguntó el Guoshi Principal.
—Sí. —Respondió Xie Lian—. ¿Fue usted
quien dejó esos murales?
—Sí, fui yo. —Respondió el Guoshi
Principal—. Cada vez que el Monte Tonglu abre
sus puertas me colaba; por un lado, para evitar
que naciera un nuevo Rey Fantasma y el otro,
usar todo tipo de formas para dejar algún tipo de
pista para contarles a otros sobre el reino de
WuYong y sobre el Príncipe Heredero de
WuYong.
Xie Lian se preguntó, serio: —¿Por qué no
decirle a la gente directamente? ¿Por qué usar un
método tan indirecto?
—Dianxia, ¿por qué crees que ahora
prácticamente no hay nadie en el mundo que
sabe sobre el Reino de WuYong? —Preguntó el
Guoshi Principal.
Antes de que Xie Lian respondiera, Hua Cheng
había hablado: —Todos los que sabían han sido
silenciados, ¿verdad?
—Así es. —Respondió el Guoshi Principal—.
Si las pistas dejadas fueran demasiado obvias, o
si las palabras se difundieran directamente,
323
estaría en peligro de exponerme. Cualquiera que
haya visto demasiado podría desaparecer de este
mundo. No importaría cuántas personas fueran.
Incluso si es una ciudad fortificada, podría
convertirla en un terreno plano en tres días.
Debes saber que no estoy bromeando.
Por supuesto que Xie Lian lo sabía. Y lo
irónico era que una vez estuvo agradecido de que
Jun Wu hubiera ascendido y se hubiera
convertido en un dios en lugar de convertirse en
un demonio, de lo contrario el mundo caería en
el caos.
El Guoshi Principal continuó: —Es por eso que
no podía dejar que se diera cuenta de que todavía
había personas en este mundo que conocían esos
eventos, pero aún así no podía aceptar el hecho
de que era el único que lo sabía. Pensé que
aquellos que eran lo suficientemente atentos y
valientes, naturalmente descubrirían la verdad.
Como no tengo el poder para luchar contra él
directamente, simplemente fui más con la
corriente.
»A lo largo de los años, me he estado
escondiendo y corriendo y me he ocultado bien.
Excepto por ese tiempo hace ochocientos años
324
que casi no pude escapar, él nunca había sido
capaz de capturarme. Fue capaz de hacerlo esta
vez porque descubrió los murales que dejé en ese
templo divino dentro del bosque rojo de Tonglu
y más tarde adivinaste correctamente su
identidad. Y entonces se le ocurrió que yo aún
podría estar vivo y que también dejé atrás
muchas cosas que no quería que la gente supiera.
Xie Lian recordó que en ese momento, cuando
pasaban por el último templo divino dentro del
bosque rojo de Tonglu, los últimos murales, los
más importantes, ya habían sido destruidos por
alguien. En ese momento, tanto él como Hua
Cheng sospecharon que alguien estaba
escondido dentro del templo, pero no pudieron
encontrar a la persona. Ahora que lo pensaba, en
realidad había una posibilidad muy real de que
Bai Wuxiang realmente estuviera escondido en
algún rincón dentro de ese templo divino.
—Pero, maestro, ¿por qué tenía que seguir
escondiéndose y escapar? —Preguntó Xie Lian.
El Guoshi Principal respondió: —Por supuesto
que es por...
—Traición —dijo Hua Cheng. La palabra era
un poco aguda y el Guoshi Principal lo miró. Sin
325
embargo, la expresión de Hua Cheng no
cambió—. Lo traicionó, ¿verdad?
—Básicamente —dijo el Guoshi Principal—,
de eso se trata. —Se volvió hacia Xie Lian—.
¿Cómo digo esto, Dianxia...?
»Todo lo dicho en los murales es verdad. El
estimado Taizi Dianxia de WuYong era como el
único sol en el reino. En la época en que eras el
Príncipe Heredero de XianLe, por glorioso que
fueras, él lo era muchas veces más.
»Yo y mis tres compañeros, los cuatro, fuimos
sus asistentes. Después de que el príncipe
heredero ascendió, nos nombró a todos a los
cielos y allí, también fuimos testigos de las
muchas formas y colores de varios seres
celestiales. Sin ninguna exageración, incluso
dentro del mar de dioses en el reino celestial, él
también era como el sol, brillando tan
intensamente que otros a su lado perderían sus
colores.
Mientras el guoshi hablaba, un destello de la
más pequeña de las sonrisas apareció
inconscientemente. Xie Lian sintió que, cuando
se dirigía al otro como; Dianxia, no estaba

326
hablando de Jun Wu ni de Bai Wuxiang sino del
joven príncipe heredero de dos mil años antes.
—Creo que también me dijo algo similar en el
pasado —dijo Xie Lian.
—¿Lo hice? Cuando las personas envejecen, su
memoria es mala.
—Lo hizo. Pero usted dijo que no ascendió.
Que murió.
—Eso probablemente se deba a que preferiría
que no hubiera ascendido —dijo el Guoshi
Principal.
—¿Fue porque el volcán en el Monte Tonglu
hizo erupción?
El Guoshi Principal no respondió a su pregunta
y solo dijo: —Los poderes espirituales de
Dianxia eran demasiado fuertes.
»En su sueño, previó que el futuro de WuYong
era un mar de fuego y comenzó a pensar en
formas de salvar a su gente. Si el yo de ahora
estuviera allí, nunca lo habría dejado hacerlo.
Pero, en ese momento, ninguno de nosotros
pensó que las cosas saldrían como lo hicieron.
Solo pensamos que muchas personas iban a
morir, entonces, ¿qué había de malo en
salvarlas?
327
»Pero las cosas no eran tan simples.
»Era imposible evitar que el volcán entrara en
erupción y si no queríamos que nadie saliera
lastimado, entonces la única opción era migrar.
Sin embargo, las áreas afectadas eran demasiado
grandes; no se trataba solo de una o dos ciudades
fortificadas. Para los nobles y la gente común, la
mejor manera era invadir otros reinos, tomar
nuevas tierras, de lo contrario, los otros reinos no
permitirían que una cantidad tan grande de
personas de WuYong emigraran a su territorio.
»Sin embargo, para Dianxia, esa no era una
opción en absoluto. La sangre se derramaría en
la guerra y una vez que la sangre fluyera, los ojos
se volverían rojos, volverían a la gente violenta
y se volverían menos humanos.
»Aún así, el reino de WuYong envió tropas.
Dondequiera que fueron los soldados, ni una sola
alma quedó viva y dado que el objetivo era;
despejar la tierra, para que la futura gente de
WuYong emigrara, los generales habían dado la
orden de matar a los ciudadanos de los otros
reinos, cuanto más mejor y la sangre fluía como
ríos, cadáveres amontonados como montañas.

328
»Una vez que Dianxia lo supo, se enojó mucho.
Como todos han visto, él descendió al campo de
batalla y castigó a esos soldados de WuYong.
Cuando Xie Lian se dio cuenta de que se
trataba del joven Jun Wu y también de Bai
Wuxiang se sintió bastante intrigado.
El Guoshi Principal continuó: —Sin embargo,
él no era el único que estaba enojado. Todo este
asunto también enfureció a los nobles de
WuYong y también a una parte de la gente.
Muchos fueron al templo divino para cuestionar
a Dianxia: solo queríamos sobrevivir,
necesitamos más tierras y solo invadimos a otros
porque no teníamos otra opción, entonces,
¿cómo podríamos estar equivocados?
»El efecto de este asunto había excedido en
gran medida todas nuestras expectativas y se
estaba volviendo cada vez más grave y algunos
ya pedían la profanación de sus estatuas, la
quema de sus templos, pero Dianxia resistió
todo.
»Dijo que si WuYong fuera el invadido,
moriría defendiendo el reino, no permitiendo
que el enemigo pusiera un solo pie en la frontera.
Sin embargo, si se tratara de ellos mismos, nunca
329
debían invadir a otros. Solicitó fervientemente
que todos abandonaran la guerra y esperaran a
que construyera algo: un puente que llegaría a
los cielos.
El Guoshi Principal dijo lentamente: —Si ya no
había tierras en el reino de los mortales,
llevemos a la gente a los cielos para protegerlos
por un tiempo. Si bien esta idea era
prácticamente imposible, los cuatro creíamos
absolutamente en Dianxia, convencidos de que
podía hacerlo. O más bien, haríamos todo lo
posible para apoyarlo en lo que sea que se
propusiera. Por supuesto, los otros Oficiales
Celestiales no pensaban lo mismo. Todo el
Reino Celestial estaba en contra, pero Dianxia
aún lo resistió.
»Tomó tres cosas a la vez: la ignorancia y las
quejas de los nobles y la gente de WuYong; la
indignación incesante de todos los dioses en los
cielos; y ese gigante Puente para Cruzar al Cielo.
Sin embargo, Hua Cheng resopló.
—¿Oponiéndose? Probablemente no estaban
simplemente oponiéndose.
El Guoshi Principal asintió lentamente.

330
—Si hubiera sido solo una mera oposición, no
habría importado. Pero…
Xie Lian podía adivinar vagamente lo que
había sucedido, pero aun así preguntó: —¿Pero?
El Guoshi Principal dijo: —Ese puente requirió
una enorme cantidad de tiempo y un poder
espiritual aterrador para construirse
completamente y Dianxia no podía distraerse en
absoluto. Prácticamente había dejado de ir a
ningún otro lado, dejó de hacer cualquier otra
cosa y dejó de escuchar las oraciones de los
creyentes. Solo podía concentrarse en hacer esto.
»Sin embargo, un dios que solo puede hacer
una cosa nunca podrá mantener seguidores. El
primer día que tomó ese puente, la gente le
agradeció y lo recordó; el segundo día, el tercer
día, el cuarto día, también fueron lo mismo. Un
mes, dos meses, todavía estaban agradecidos y lo
recordaban. Pero, a medida que el tiempo se
alargaba, era más difícil.
»El volcán aún no había entrado en erupción,
pero Dianxia no estaba haciendo nada más y
había estado almacenando sus poderes en
silencio. La gente no podía evitar sentir que ya
no era tan poderoso como antes, que ya no era
331
tan dedicado. En un momento como este,
inevitablemente, se adoraría a un nuevo dios.
»El reino de WuYong estaba muy poblado, la
riqueza era abundante y el poder de creencia de
los creyentes también era bastante fuerte. Esto
era obvio, al ver cómo Dianxia prosperó en aquel
entonces. Hubo muchos Oficiales Celestiales
que hace mucho tiempo habían estado salivando
sobre este dominio y los creyentes dentro de él,
así que...
Xie Lian entendió. Él dijo: —Entonces... los
Oficiales Celestiales aprovecharon esta
oportunidad, utilizaron el resentimiento y la
insatisfacción que la gente de WuYong tenía por
descenso de ese príncipe heredero para retirar las
tropas. Tentaron y dividieron a sus creyentes y la
fuente de sus poderes espirituales... ¿verdad?

332
Capítulo 218
Cien años de aguas profundas; mil años de
fuego ardiente (parte dos)

—No es que Dianxia no supiera esto, pero


no sabía qué hacer al respecto —dijo el Guoshi
Principal.
Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza y
comentó: —Siendo un dios, por supuesto que no
podría decirles a los devotos; no les permitiré
adorar a un dios que no sea yo. Probablemente
también sintió desprecio por tal demanda.
—Naturalmente, lo entiendes muy bien —dijo
el Guoshi Principal.
Xie Lian agregó: —Pero, esto tenía que
suceder justamente cuando no podía permitirse
perder devotos y poderes espirituales, de lo
contrario la construcción del Puente para Cruzar
al Cielo se vería afectada.

333
—Exactamente. —Dijo el Guoshi Principal—.
Entonces, nos correspondió a los cuatro
transmitirle a la gente lo que estaba en juego.
—¿Y cómo les fue? —Preguntó Xie Lian.
—Probablemente nada notable —dijo Hua
Cheng.
—Nada realmente notable —respondió el
Guoshi Principal—, al menos, nada que cumplió
con nuestras expectativas. Una parte de la gente
temía que la construcción del puente pudiera
desmoronarse y regresaron, pero había una gran
parte de la gente que pensaba en cambio que
Dianxia estaba siendo dominante. Sus oraciones
no se cumplieron, por lo que no podía evitarse
que se volvieran para adorar a otros dioses que
pudieran cumplir sus deseos. Eran devotos
libres, podían creer en lo que quisieran, eso era
lo natural y justo.
»No era que él no quisiera complacer a todos,
es solo que realmente estaba...
Xie Lian suspiró y susurró: —... Tenía el
corazón, pero no la fuerza.
El Guoshi Principal continuó: —Después de
que Dianxia se enteró de esto, nos detuvo y dijo
que, si querían irse, entonces que los dejáramos
334
irse. Si los forzáramos, de todos modos, no
creerían en él de todo corazón. Ese ciertamente
fue el caso y aunque les advertimos una y otra
vez, los corazones de los devotos ya se habían
dispersado. Incluso si algunos se obligaron a
regresar, el poder de esta fe no era una fuerte
como en el pasado porque sus corazones no eran
sinceros, solo calmando las cosas
superficialmente.
—No podía estar enojado con los devotos y
tampoco podía pedir la ayuda de otros oficiales
celestiales —comentó Xie Lian.
—Incluso si fuera y preguntara, los otros
oficiales celestiales nunca lo ayudarían de todos
modos. —Dijo el Guoshi Principal—. Si
realmente hubieran estado dispuestos a echar
una mano, en primer lugar, no se habrían opuesto
a esto y tampoco habrían aprovechado la
oportunidad de atraer a sus devotos más tarde.
»Dianxia se volvió cada vez más silencioso y
cerrado, usando sus propios poderes para
construir ese puente y sostenerlo. Lo miraba
todos los días y, aunque no dijo nada, me di
cuenta de cuánto sufría por dentro. Y este
sufrimiento solo podía ser soportado solo por él;
335
no importaba cuánto quisiéramos ayudarlo, no
pudimos aligerar su carga.
»Finalmente, después de soportar arduamente
durante tres años, el volcán estaba a punto de
entrar en erupción.
»En el momento en que estalló la noticia, la
gente llegó luchando como enjambres el puente
y los cuatro dirigimos a la bulliciosa multitud
mientras nos preocupamos por Dianxia, que
estaba apoyando todo esto solo.
El Guoshi Principal suspiró.
—En el pasado nunca nos habríamos
preocupado de que no fuera capaz de lograrlo,
pero en ese momento, en realidad empezamos a
preocuparnos.
»Al principio, el puente todavía era
considerablemente estable. Sin embargo, cuando
la multitud que era como un enjambre creció y
creció, el tiempo que tomó para sostener el
puente se hizo más y más largo y las manos de
Dianxia comenzaron a temblar, su rostro
también se volvió más y más pálido.
»Nadie más podía verlo, solo nosotros. Sentí
que las cosas no estaban bien y le dije a la gente
que esperara un momento para darle un poco de
336
tiempo y que no se apresuraran todos al mismo
tiempo; solo déjenlo respirar, definitivamente
los salvará a todos. Pero el volcán estaba a punto
de entrar en erupción, las vidas estaban en
peligro y nadie estaba dispuesto a esperar.
¡Todos corrieron hacia el puente como locos,
algunos incluso fueron pisoteados hasta la
muerte y no pudimos detenerlos en absoluto!
»Finalmente, lo que más temíamos sucedió.
»Durante esos tres años, debido a que seguimos
perdiendo devotos, los poderes espirituales de
Dianxia ya no eran tan fuertes como antes.
Mientras los más de cientos de miles de personas
pululaban por ese puente, celebrando su
salvación mientras caminaban alegremente hacia
el Reino Celestial, el puente se derrumbó.
La respiración de Xie Lian se trabó.
El Guoshi Principal continuó: —El arcoíris
celestial fue rasgado y millones de personas, una
multitud densa y abarrotada, repentinamente
cayeron del cielo en un instante, llorando y
gritando desgarradoramente mientras caían a un
mar de fuego y se quemaban hasta las cenizas
justo ante los ojos de Dianxia.

337
»Estaba completamente estupefacto en ese
momento y no me atreví a mirar la cara de
Dianxia en absoluto. El puente no podía
repararse no podía detenerse la caída de las
personas y los incendios no podían extinguirse,
¡no había forma de ayudar en absoluto! Y había
muchos más que aún no habían subido al puente;
fueron sepultados por la lava, sellados por las
cenizas. Chirridos, lamentos, maldiciones. Esa
escena fue realmente demasiado horrible...
nunca vi algo tan horrible desde entonces.
Xie Lian trató de imaginarlo por un momento
y su corazón se congeló.
El Guoshi Principal continuó su historia: —El
puente se derrumbó y la gente de WuYong
enloqueció.
»Encendieron fuego para quemar los templos
de Dianxia, derribaron sus estatuas divinas,
usaron cuchillas para perforar su corazón hasta
que se hizo papilla, maldiciendo que era una
criatura inútil, un dios de mierda. Era un dios y
los dioses deberían haber sido poderosos y
fuertes; los dioses no podían fallar.
»Pero falló. Y por esto, ya no podía estar en la
cima.
338
»Los oficiales celestiales en el Reino Celestial
habían estado esperando por mucho tiempo este
momento. Dijeron: Bien. Le dijimos mucho antes
que este esfuerzo era imposible. Has causado un
gran problema, así que ahora tenemos que
pedirte que te vayas y regreses allí abajo.
»Y Dianxia hizo una pregunta muy tonta. Él
preguntó: ¿Por qué ninguno de ustedes me
ayudó?
»¿Por qué alguien ayudaría sin una buena
razón? Además, si le permitían pasar con éxito
esta enorme calamidad para el reino de
WuYong, ¿no volverían a tener una rival en el
Reino Celestial?
»Así que, esa fue una pregunta muy tonta.
Imagino que él lo sabía, pero aún así preguntó.
» Por supuesto, nadie le respondió y Dianxia
fue desterrado.
» Volvió al Reino Mortal, pero ya no era un
dios y ya no era un príncipe heredero. Lo
seguimos y le dijimos que definitivamente
podría ascender de nuevo, por lo que comenzó a
cultivarse nuevamente. Pero, era demasiado
difícil. Estoy seguro de que lo entiendes.
Por supuesto que Xie Lian lo entendió.
339
Cuanto más alto subieras, más dura sería la
caída. Después de caer de los cielos al reino de
los mortales, lo que le esperaba sería una frialdad
y malicia infinitas.
El Guoshi Principal continuó: —El volcán
todavía estaba soplando y el reino de WuYong
cayó en una crisis que nunca antes tuvo en la
historia. Los refugiados, los disturbios, los
desórdenes eran incesantes y todos estaban al
final de su ingenio y su actitud hacia Dianxia
había cambiado completamente, completamente
diferente que antes.
»Incluso entonces, Dianxia todavía quería
ayudarlos. Sin embargo, otra cosa tenía que
suceder en ese momento.
»Muchos otros oficiales celestiales
comenzaron a mostrar sus gracias.
»A pesar de que no estaban dispuestos a evitar
que el volcán entrara en erupción, estaban muy
contentos de otorgar pequeñas bendiciones,
entregar un poco de medicina y comida, o algo
así. Como en este momento Dianxia ya había
sido desterrado, lo que podía hacer, por
supuesto, no podía compararse con esos oficiales
celestiales en absoluto.
340
»Fue como si la gente de WuYong se agarrara
repentinamente de una cuerda salvavidas, como
si sus padres hubieran renacido y los devotos se
perdieron aún más rápido. Aunque en verdad, no
quedaban muchos de todos modos. Todas las
alabanzas y adoración por el Dianxia de antes
fueron entregadas a los demás oficiales
celestiales sin culpa y lo que le quedó fue solo
odio y rechazo.
El Guoshi Principal cerró los ojos.
—En ese momento, realmente nos sentimos
traicionados, sentíamos que todo era tan injusto.
»Esos oficiales celestiales claramente no les
dieron tanto y solo hicieron apariciones después
de que terminó el desastre. Dianxia fue el que
hizo más, lo dio todo y también debería haber
tenido éxito, ¡había estado a un paso de lograrlo!
¿Por qué, al final, fue él quien cayó? ¿Por qué el
que había dado más fue ignorado y los que solo
habían dado un poco fueron alabados y
recibieron agradecimientos?
»Ese fue también el momento en que mis
pensamientos comenzaron a cambiar.
»No pude evitar pensar, si, Dianxia hubiera
elegido fingir que nunca había previsto el futuro
341
en sus sueños desde el principio y hubiera
elegido sentarse y observar bajo la creencia de
que; este es el destino, los dioses no pueden
hacer nada, y solo hubiera concedido
bendiciones después de que el volcán hiciera
erupción como los otros oficiales celestiales,
entonces seguramente la gente también lloraría
de gratitud por él.
Hua Cheng dijo rotundamente: —¿Solo
entonces pensaste en eso? Deberías haber
pensado eso desde el principio. Si cortas un
pedazo de carne para salvar a una persona, la
persona estará agradecida. Pero cuanto más se
corte, más demandará la persona y al final,
incluso si todo se corta en nada más que huesos,
la persona aún no estará satisfecha.
—No me atreví a decirle ninguno de estos
pensamientos —dijo El Guoshi Principal—.
Pero Dianxia se estaba volviendo cada vez más
sombrío y no adivinar lo que estaba pensando o
si estaba pensado lo mismo.
»Día tras día, el volcán todavía soplaba sin
cesar y todo el reino de WuYong estaba hundido
en el terror, incapaz de escapar. Nadie sabía
cómo detenerlo, cómo poner fin a esta pesadilla.
342
»Un día, Dianxia de repente nos dijo que
encontró una manera de hacer que el volcán se
detuviera. Sin embargo, cuando nos dijo el
método, tuvimos una gran pelea.
—Déjame adivinar —dijo Hua Cheng—, ese
método es el sacrificio de los vivos.
—Correcto. —Respondió el Guoshi
Principal—. Dianxia dijo: Busca a un grupo de
personas malas, usa a esos demonios como
sacrificio, échalos al Horno y apacigua los
fuegos de la furia del volcán.
»Los cuatro teníamos pensamientos diferentes
sobre esto, pero el consenso general fue el
desacuerdo. Algo así nunca debía hacerse. Al
principio, Dianxia no quería que WuYong usara
la fuerza para invadir otros reinos precisamente
porque no quería usar una vida para salvar otra
vida. Si decidiéramos sacrificar vidas al Horno,
entonces, ¿cómo era eso diferente? Sería aún
peor, de hecho. Hubo dos que se opusieron
extremadamente a la idea y tuvieron una gran
disputa con Dianxia.
»Esa pelea fue demasiado grande, e incluso
usaron sus puños. Al principio también estaba
en contra, pero en comparación con los ataques
343
externos, era más difícil para mí soportar las
disputas internas. Debes saber que los cuatro
siempre habíamos apoyado a Dianxia, pero
ahora éramos su único pilar de apoyo. Sin
embargo, esa vez, no solo se intercambiaron
golpes en el calor del momento, alguien incluso
acusó a Dianxia de que había cambiado, de que
había olvidado su corazón, de que ya no era el
Taizi Dianxia del pasado.
»Esas palabras realmente asesinaban el
corazón, no podía soportarlo. Si incluso nosotros
nos oponíamos a Dianxia para reprenderlo,
entonces realmente no había nadie en este
mundo que estuviera a su lado. Entonces, al
final, no estaba en desacuerdo y solo le dije que
lo dejara ir, que dejara de ocuparse de esos
asuntos. El Reino Celestial, el Reino Mortal,
todos los refugiados, que dejara de preocuparse
por todo. Realmente era demasiado agotador.
»Sin embargo, nadie me escuchó. Después de
esa gran pelea, además de mí, los otros tres se
fueron.
Xie Lian sacudió la cabeza, sin saber qué decir.
Solo que, el irse en un momento como ese era
agregar escarcha a la nieve.
344
—Solo yo me quedé atrás —dijo el Guoshi
Principal—. Dianxia tampoco dijo mucho y solo
me preguntó: ¿Te vas?
»Al ver la expresión en el rostro del príncipe
cuando me hizo esta pregunta, en ese momento
realmente sentí que, incluso si arrojaba gente al
Horno como sacrificio, podía entenderlo. Le
dije: Dianxia, no me iré.
»Dianxia aún no dijo mucho, pero nunca volvió
a mencionar el uso de sacrificios vivos y cambió
de resolución. Estableció un ritual cerca del
Horno y yo fui con él, soportando las
maldiciones y las piedras lanzadas por los
refugiados y llevó a cabo ceremonias, tratando
de derribar la furia del volcán.
»Pensé que ese asunto había terminado así
como así. Sin embargo, quién hubiera sabido que
un día descubriría algo que me heló los huesos.
Habiendo hablado hasta este punto, la cara del
guoshi se había vuelto aterradora, como si una
vez más estuviera viendo la misma imagen que
lo heló.
El corazón de Xie Lian también sintió como si
una mano invisible lo apretara con fuerza y él
preguntó: —¿Qué fue eso?
345
—Él... De repente comenzó a cubrir su propia
cara —dijo el Guoshi Principal.
—...
—Dianxia era guapo en apariencia y nunca
ocultó su rostro —dijo el Guoshi Principal—. Y
no había nada que pudiera dañar su rostro.
Habían pasado tantos años y nunca lo había visto
así, así que estaba perplejo. Le pregunté;
Dianxia, ¿qué le pasó en la cara? Dijo que fue
quemado accidentalmente por el fuego.
»No sabía en absoluto dónde sufrió esta lesión
y no me dejó examinar las heridas, solo aplicó
algunas hierbas por su cuenta y su paradero de
repente se volvió impredecible. Eso era inusual,
pero luego, sucedió algo grandioso y
temporalmente distrajo mi atención: el volcán de
repente dejó de hacer erupción.
»El Horno volvió a su silencio mortal y se
calmó gradualmente y durante mucho tiempo
dejó de soplar. Dado que solo Dianxia fue quien
trabajó duro en esto, muchas personas de
WuYong pensaron que fue él quien empujó el
volcán hacia abajo y algunos comenzaron a
adorarlo nuevamente. El camino de cultivación
de Dianxia también comenzó a tener más éxito.
346
Al menos, ya no había más personas
avergonzándolo o tirando piedras y la gente
gradualmente comenzó a sonreírle nuevamente.
»Aún así, siempre pensé que había algo que no
estaba bien,
»Había muchas cosas que no estaban bien.
Sabía que mis tres amigos tenían personalidades
diferentes, pero los conocía y sabía que
realmente no se habrían ido así sin importarles
nada. Incluso si estuvieran realmente enojados
con Dianxia, no estarían enojados conmigo
también y al menos, no habrían detenido toda
comunicación conmigo.
»Lo que era más inusual era la cara de Dianxia.
Seguía usando algo para cubrir su propia cara; al
principio eran trapos y mantos, luego comenzó a
usar una máscara y no se la quitaba por ningún
motivo.
»En ese momento, incluso sospeché de si esta
persona era incluso Dianxia o en realidad era un
imitador, porque la forma en que hablaba y
actuaba, incluso su personalidad había cambiado
por completo. A veces amable y querido, a veces
abruptamente enfurecido. Hubo una vez, cuando
estaba solo en la casa en que rompió todos los
347
espejos. Quién sabe de dónde fluía la sangre,
pero todo era sangriento. Lo que fue aún más
horrible fue que a menudo escuchaba voces
extrañas.
—¿Qué voces? —Preguntó Xie Lian.
—A veces, en lo profundo de la noche, había
voces humanas provenientes de la habitación de
Dianxia, como si algunas personas susurraran y
discutieran. Pero cuando entraba para verificar,
solo era él quien estaba dentro de la habitación.
Después de que esto sucedió varias veces,
Dianxia dejó de permitirme entrar a su
habitación.
»Una noche, escuché esas voces extrañas
nuevamente y esta vez, lo supe, ¡sonaban como
las voces de mis tres amigos!
»Realmente no podía contenerme más y pensé
que tal vez podrían haber entrado en secreto.
Pero, ¿por qué me esconderían esto? Entonces,
me levanté y corrí a la habitación de Dianxia.
»Lo extraño fue que realmente no había nadie
más dentro de la habitación y solo estaba
Dianxia acostado en la cama, su máscara aún sin
quitar. Me quedé allí y escuché por un momento,

348
fue cuando escuché esas voces nuevamente y
parecían venir de Dianxia.
»O más exactamente, venía de debajo de su
máscara.
»Caminé lentamente hacia la cama de Dianxia
y cuanto más me acercaba, más seguro estaba de
que las voces realmente provenían de debajo de
la máscara. ¿Estaba Dianxia hablando dormido?
¿Podría haber extrañado demasiado a sus amigos
como para haber replicado sus voces en medio
de sus sueños?
»Dudé durante mucho tiempo y en ese tiempo
Dianxia no se había movido. Imaginé que estaba
dormido, así que, ligera y suavemente, quité la
máscara de su rostro y entonces vi algo.
El terror inconcebible fluyó de los ojos del
Guoshi Principal.
Él dijo: —Vi a mis tres amigos.
»Los que hablaban no eran Dianxia, eran ellos.
Sobre la cara de Dianxia había cortes
desordenados hechos por un arma afilada, su
carne rasgada, la sangre medio seca, y, desde
quién sabe cuándo, habían crecido tres caras
más, con las bocas moviéndose, abriéndose y
cerrándose. ¡Eran sus caras!
349
Xie Lian se estremeció.
—¿Él... tiró a los tres asistentes que lo habían
dejado al Horno?

350
Capítulo 219
Cien años de aguas profundas; mil años de
fuego ardiente (parte tres)

E l Guoshi Principal no le respondió de


inmediato, estaba completamente
sumergido en el terror indiscutible que esa
escena aún le provocaba.
—Esas caras no habían visto la luz en mucho
tiempo —dijo—, así que incluso la luz de la luna
en la noche fue dolorosa para ellos. Cuando de
repente le quité la máscara, fue como si
estuvieran conmocionados y entrecerraron los
ojos, sus voces se detuvieron. Pero después de
un momento, cuando vieron que era yo,
comenzaron a... gritar mi nombre.
»Estaba completamente aturdido. Antes dije
que nunca había visto algo más horrible que
millones de personas cayendo del cielo para ser
351
quemadas vivas en un mar de fuego, pero la
escena ante mis ojos era más horrible que eso,
¡un millón de veces peor!
»Mi mano, esa que sostenía la máscara
temblaba sin parar y si no fuera por toda mi
persona ya petrificada y congelada, esa máscara
probablemente se habría caído al suelo
despertando a Dianxia. Mientras tanto, esas tres
caras parecían ansiosas por decirme algo, sus
bocas se volvieron aún más erráticos, abriéndose
y cerrándose, pero aún así reprimieron sus voces,
como si tuvieran miedo de despertar a Dianxia.
»Cuando vi sus apariencias, estaba asqueado y
asustado, pero todavía no podía evitar sentir
curiosidad por saber qué querían decirme, así
que me agaché, contuve el aliento y me acerqué
al rostro de Dianxia para escuchar.
»Al acercarme tanto, pude oler el hedor espeso
de sangre y podredumbre que las hierbas no
podían ocultar. Los escuché decir: ¡Rápido!
¡Huye! ¡Dianxia se ha vuelto loco!
»Resultaba que, después de que los otros tres
se fueron, todavía estaban preocupados, así que
regresaron en secreto para encontrar a Dianxia.
Sin embargo, inesperadamente, se toparon con
352
Dianxia llevando a un gran número de personas
corriendo hacia la dirección del Horno.
»Solo entonces descubrieron que Dianxia
nunca abandonó la idea de sacrificar a los vivos.
En un ataque de sorpresa y rabia, fueron a
detenerlo y comenzaron una pelea con Dianxia.
¡Sin embargo, inesperadamente, Dianxia en
realidad se cansó, los mató y los arrojó al Horno
junto con los otros cientos de personas!
»Los otros ciudadanos, por supuesto, fueron
quemados en polvo y cenizas después de ser
arrojados, pero los tres habían sido cultivadores
y también fueron asesinados por Dianxia, por lo
que su apego resentido fue extremadamente
profundo y sus almas realmente tomaron su
cuerpo como anfitrión. Creciendo sobre su
persona y lo mortificaban rabiosamente todos los
días, con la esperanza de frenar todos sus planes.
»Mientras escuchaba, sentí horror y confusión
y no sabía qué hacer en absoluto. ¿Qué era lo
horrible? En realidad, no estaba claro; ¡¿Era
Dianxia el más aterrador o lo eran esas tres cosas
en su cara?!
»En ese momento, sentí, una mano apoyarse en
mi cabeza.
353
»Me puse rígido y lentamente levanté la vista y
vi a Dianxia.
»No sabía cuándo se había despertado. ¡Él y las
tres caras en su rostro, un total de cuatro pares de
ojos, me estaban mirando!
»Las expresiones en esos rostros humanoides
se volvieron aún más exageradas, ya que al
torcerse, rasgaron los cortes de esa cara y la
sangre se derramó abundantemente.
»Me observó durante mucho, mucho tiempo,
luego suspiró mientras decía: ¿No te dije que no
vinieras aquí?
»De repente, entendí todos los
comportamientos anormales en los últimos días.
»Cuando Dianxia descubrió que en su rostro
habían crecido tres de esas criaturas, no pudo
aceptarlo y no pudo tolerar esta apariencia
inhumana y demoníaca de sí mismo en el espejo,
por lo que rompió todos los espejos. El sangrado
se debió a que quería usar una cuchilla para
cortarlos; el olor a podredumbre se debía a que
las heridas no sanarían y no importaba cuántas
veces las cortara, ¡siempre volverían a crecer!
El Guoshi Principal cubrió la mitad de su
rostro, sus pupilas se encogieron violentamente.
354
Él dijo: —Yo... instantáneamente caí de
rodillas junto a su cama.
»Dianxia lentamente se sentó en la cama y dijo:
No tengas miedo. Terminaron así porque me
traicionaron. Mientras no hagas lo mismo, te
trataré como antes. Mientras seas mi leal
servidor, nada cambiará.
»¡¿Pero cómo podría no tener miedo?! ¿Y
cómo podía no cambiar nada? ¡Todo había
cambiado!
»Dianxia era muy inteligente. Nunca había
tenido que mirar los rostros de las personas, pero
después del destierro, había aprendido a
observar las expresiones. Adivinó lo que estaba
pensando y me preguntó lentamente: ¿También
te vas?
»Para ser honesto, no lo sabía. Si solo hubiera
arrojado a los demonios de los que habló en el
Horno, tal vez podría haber fingido que no había
pasado nada y decir que podría entenderlo.
»Pero él también había matado y arrojado
personalmente a nuestros mejores amigos al
Horno. ¡Solo nos teníamos el uno al otro! Esto
realmente era... locura. Yo... no pude aceptarlo.

355
»Dianxia se dijo a sí mismo: Está bien, lo
esperaba, nadie se quedaría después de que me
volviera de esta manera. Puedo seguir por mi
cuenta. ¡Ahora entiendo, siempre he estado
solo! ¡No necesito a nadie!
»Su expresión de repente se volvió salvaje y
me miró sin pestañear mientras me estrangulaba
con una mano, repitiendo sin parar: puedo estar
solo, solo, solo, solo, solo, solo, solo, no necesito
a nadie, no lo necesito. No necesito a nadie, no
necesito a nadie, no necesito a nadie...
»La fuerza de Dianxia es poderosa y si
realmente quisiera matarme, mi cuello debería
haberse roto instantáneamente sin hacer ningún
ruido. Pero no morí de inmediato y cuando él
comenzó a actuar, mis tres amigos comenzaron
a gritarle desde su cara y, como si le hubieran
hecho algo, él también comenzó a gritar con un
dolor de cabeza agónico y yo también estaba
gritando. Los cinco estábamos gritando
salvajemente, alaridos de locura, como si todos
nos hubiéramos vuelto locos. Dianxia agarró su
propia cabeza con una mano y la otra me
estrangulaba más fuerte. Mi visión se estaba
oscureciendo, no podía aguantar mucho más,
356
pero en ese momento... vi algo debajo de su
almohada.
»Debajo de su almohada había una espada.
Estaba metida debajo y siempre dormía sobre
ella, era un hábito que desarrolló después del
destierro. Agarré la empuñadura y saqué la
espada. La luz escalofriante brilló y Dianxia se
rió de buena gana, sus ojos rojos como la sangre,
preguntando: ¿Vas a matarme también? ¡Ven!
¡Apuñálame rápido! ¡Apuñálame en el corazón!
¡Puedes agregarte al conteo! ¡Tengo que ver
quién será el último en morir! ¡Tú, o yo!
»Por supuesto que no lo apuñalé. Solo mostré
la espada ante él y grité con todo: ¡Dianxia!
¡Dianxia! ¡Por favor regresa! ¡Mírate a ti
mismo! ¡Mira en lo que te has convertido!
»Había roto todos los espejos y había pasado
mucho tiempo desde la última vez que miró su
propio reflejo. La hoja de esa espada era afilada
y brillante; reflejó su apariencia de entonces y
también vio su propia cara.
»Cuando se vio en el espejo, se detuvo de
repente.
»La fuerza que Dianxia usó para estrangularme
no disminuyó, pero, después de quién sabe
357
cuánto tiempo, miró y miró y de repente, dos
líneas de lágrimas brotaron de sus ojos.
»Cuando vi sus lágrimas, no pude evitar llorar
también. Ese reflejo sobre la espada, ¡qué
fealdad! Incluso con solo una mirada, lo
encontré repugnante, así que, ¿por qué hice que
se mirara y recordarle que ahora era una criatura
tan fea?
»No podía soportarlo y la espada cayó de mi
mano, desplomándose sobre suelo.
»Al final, Dianxia me lanzó con fuerza y dijo:
¡Desaparece!
»Escapé arrastrándome y tropezando.
Habiendo escuchado este punto de un tirón, esa
respiración contenida en la garganta de Xie Lian
finalmente se aflojó un poco.
El Guoshi Principal también bajó las manos.
—Corrí muy lejos y escapé del reino de
WuYong. Y no pasó mucho tiempo antes de que
el volcán entrara en erupción una vez más.
»Esta vez, todo el reino de WuYong fue
completamente enterrado, ni una sola alma
salvada. Un reino entero, desapareció, así como
así.

358
»Escapé de esta calamidad, pero después nunca
volví a tener noticias de Dianxia. Fue como si él
también hubiera sido enterrado junto con el reino
de WuYong.
»He subido a los cielos antes y también me he
cultivado por mi cuenta, así que tengo algunos
logros. Mantuve el estado de mi cuerpo y floté
sin rumbo por todo el Reino Mortal. Serví a
Dianxia desde que era joven y ahora que no
necesitaba servirle más, en realidad no sabía qué
hacer.
»Dianxia se había ido, mis tres amigos también
estaban muertos. Creé tres falsificaciones con
cascarones vacíos y los modifiqué para que
hablaran en voz alta conmigo y jugaran a las
cartas a veces.
Después de escuchar; falsificaciones con
cascarones vacíos, la expresión de Xie Lian se
volvió seria.
El Guoshi Principal continuó: —Más tarde, mi
magia mejoró, así que también inculqué las
habilidades de mis tres amigos en las
falsificaciones.
—¿Esos eran los otros tres guoshis?
—Preguntó Xie Lian suavemente.
359
No era de extrañar que siempre pensara que los
otros tres guoshis eran bastante extraños; nunca
actuaban por su cuenta y tampoco socializaron
con él uno a uno tampoco. Entonces eran falsos
y si se alejaban del lado del guoshi quedarían
expuestos.
El Guoshi Principal respondió: —Son ellos.
Entonces, supongo que también eres el discípulo
de mis tres amigos. Por desgracia, no soy ellos
después de todo y la mayoría de las habilidades
que pude inculcar en las falsificaciones fueron
solo el veinte o treinta por ciento de sus
verdaderas fortalezas, por lo que no se podía
enseñar mucho. Y esas tres falsificaciones que
me hicieron compañía durante tanto tiempo
también fueron destruidas por él también.
»Después de uno o dos siglos más, la dinastía
celestial cambió y los oficiales celestiales del
pasado se estaban desvaneciendo. Poco a poco,
un nuevo grupo de oficiales celestiales los
reemplazó. Sin embargo, nada de eso era asunto
mío y solo vivía descaradamente esperando la
muerte.
»Hasta que un día, en cierto reino, un príncipe
heredero nació bajo la Amenazante Estrella.
360
»Ese eras tú, el Príncipe Heredero del reino de
XianLe.
Había llegado aquí por fin.
Las manos que Xie Lian descansaba sobre sus
muslos se apretaron ligeramente.
El Guoshi Principal se sentó con las piernas
cruzadas y habló, rodeando sus brazos.
—Pensé que era una coincidencia, una gran
afinidad. Pero, en verdad, para entonces
WuYong había sido destruido hace muchos,
muchos años. Por supuesto que habría uno o dos
después de unos cientos de años, por lo que no
fue una coincidencia en absoluto. Pero aún así,
con un sentimiento que incluso yo no entendía,
casualmente inventé un nombre y fui y me
convertí en el Guoshi Principal de XianLe.
—Sabía que ese nombre era inventado...
— pensó Xie Lian.
—Sin ofender a tu XianLe —dijo El Guoshi
Principal—. Pero confundirme y obtener la
posición de Guoshi Principal fue demasiado fácil
para mí. Solo había un problema y era que la
gente siempre pensaba que; sin barba uno es
incapaz, aquellos que eran jóvenes seguramente
debían ser inexpertos e incompetentes y serían
361
menospreciados. Si iba a la entrevista con mi
rostro actual, podría no pasar, así que cambié un
poco mi rostro, agregué unos diez, veinte años y,
efectivamente, me mezclé. Pero al ser el Guoshi
Principal, eso significaba que tenía que hablar
con los oficiales celestiales del Reino Celestial
directamente.
»Por lo tanto, me encontré con Jun Wu.
»La apariencia de Jun Wu y ese Dianxia que
conocía era completamente diferente. Aún así,
después de todo, estaba demasiado familiarizado
con él, así que después de intercambiar palabras
varias veces, ya tuve mis sospechas. Pero
seguían siendo solo sospechas.
»E incluso si sospechaba, no quería exponer
nada.
»Ya se había convertido en alguien
completamente diferente y las caras en su rostro
también habían desaparecido. Pensé que el
resentimiento de mis tres amigos se había
dispersado y si ese era el caso, entonces no había
necesidad de mencionar ninguna historia antigua
y romper esta paz. Entonces, ¿no estaría bien si
ambos fingiéramos no habernos reconocido?

362
—Si fuera yo, probablemente haría lo mismo
—dijo Xie Lian.
—Pero aún así no podíamos fingir hasta el final
—dijo el Guoshi Principal—, porque los dos los
lo vimos.
»Dianxia, ya debes haber adivinado por qué
tenía tantas esperanzas puestas en ti. Te pareces
mucho a él. Entonces, esperaba que te
convirtieras en el alguien o el dios que él deseó
convertirse una vez e hicieras lo que no pudo
hacer. Podrías usar tu perfección para redimir
nuestros pesares.
Sin embargo, Hua Cheng dijo rotundamente:
—Te has equivocado desde el principio. No son
iguales en absoluto.
El Guoshi Principal lo miró y dijo: —Por
supuesto que dirías que no son similares ahora,
pero en ese entonces eran muy parecidos. Y lo
malo fue que se parecían demasiado. —Volvió a
mirar a Xie Lian de nuevo—. Esa vez, con la
ceremonia de Agradar a los Dioses salvaste a un
pequeño niño caído de la muralla de la ciudad y
yo no estaba muy contento. No fue solo porque
ese incidente detuvo la ceremonia, sino porque

363
ese incidente fue demasiado notorio. Habías
despertado la atención de Jun Wu.
»Jun Wu comenzó a hablarme sobre ti. Estaba
muy interesado y cada vez que hablábamos de ti,
podía decir vagamente que había algo que no
estaba bien. Pero me di cuenta de que le gustabas
de verdad; era el placer de haber encontrado un
buen brote adecuado y estaba pensando en
nombrarte. Solo que, cada vez, yo usaba todo
tipo de razones para instarlo a que no lo hiciera.
Xie Lian tampoco quería creer que la actitud de
Jun Wu hacia él era falsa, pero cuando escuchó
al guoshi decir eso, sus sentimientos se volvieron
complicados, difíciles de describir.
—El punto de inflexión fue el Puente Yi Nian
—dijo el Guoshi Principal. Después de escuchar
esas tres palabras, Xie Lian volvió prestó más
atención—: ¿Todavía recuerdas ese fantasma en
el Puente Yi Nian?
—Esa fue mi oportunidad de ascensión
—respondió Xie Lian en voz baja—, por
supuesto que lo recuerdo.
—Ya sentía que algo andaba mal cuando te
topaste con ese fantasma —dijo el Guoshi
Principal—. Este fantasma perseguido sobre el
364
puente roto en la árida tierra salvaje, estaba
vestido con armaduras rotas, las llamas del
karma bajo sus pies y sangre y armas afiladas
cubrían su cuerpo, dejando huellas sangrientas y
ardientes detrás con cada paso y esas tres
preguntas que te hizo: todo eso me preocupaba
mucho, pero incluso si estaba preocupado, no
podía identificar qué estaba mal. Y después de
derrotar a ese fantasma en el puente, ascendiste
tan rápido que no tuve la oportunidad de resolver
las cosas.
»Afortunadamente, después de ascender, la
actitud de Jun Wu hacia ti fue buena, como
siempre, otorgándote favores, pensando mucho
en ti, como si nada hubiera cambiado, por lo que
también me dije que dejara de pensar demasiado.
»Y luego, vino la gran sequía de XianLe, la
rebelión de YongAn y la aparición de esa
criatura… Bai Wuxiang.
Xie Lian contuvo el aliento, pendiente de cada
palabra.
El Guoshi Principal dijo: —Ya lo dije antes, al
principio no sabía qué era esa criatura en
absoluto. E incluso si la Enfermedad del Rostro
Humano se hubiera manifestado, solo tenía
365
sospechas, ya que los espíritus resentidos
parásitos no eran nada nuevo, solo que nunca
antes se habían extendido tanto. Además, estaba
bastante resentido con el destino, así que al
principio, pensé que Bai Wuxiang era algo
originado naturalmente, que eran los cielos los
que querían castigarte.
»Pero a medida que entrabas más en contacto
con esa criatura y la Enfermedad del Rostro
Humano estaba cada vez más fuera de control. Y
había muchas, muchas otras cosas además de
eso, todo me estaba obligando a pensar en el peor
de los casos.
—¿Muchas, muchas otras cosas? —Preguntó
Xie Lian—. ¿Qué quiere decir? ¿Cómo qué?
—Esa familia de tres que cayó a la muerte en
las puertas de la Capital Real de XianLe
—respondió el Guoshi Principal.
Xie Lian dejó de respirar.
—¿Eso... fue...?
—Más tarde, examiné los cadáveres de esas
tres personas —dijo el Guoshi Principal—. Y
descubrí que no eran humanos en absoluto, sino
tres cascarones vacíos.

366
—¿Pero los cascarones vacíos no son huecos?
—Exclamó Xie Lian—. No tienen órganos y no
pueden sangrar…
—No había necesidad de órganos —dijo el
Guoshi Principal—, cayendo desde tal altura, las
entrañas por supuesto se dañarían. Simplemente
meter un poco de carne picada en el vientre de
los cascarones vacíos y verter algunos fluidos
con sangre hubiera estado bien. Entre mis tres
amigos, había uno que era un experto en crear
cosas tan astutas y algo así como falsificaciones
con cascarones vacíos fue su creación desde el
principio. Él solo nos había enseñado la
habilidad y el método para crear falsificaciones
con cascarones vacíos no estaba tan extendido
entonces, así que, dado que todos estaban
muertos, ¿quién crees que podría hacer
falsificaciones con cascarones vacíos realistas
aparte de mí?
Xie Lian bajó la cabeza, sus pupilas encogidas.
Esa familia de tres que murió ante las puertas
de la Capital Real de XianLe fue el catalizador
directo de la guerra. Y, esas vidas no eran reales,
¡eran una trampa!

367
—Entonces, ¿por qué... no me lo dijiste en ese
momento? —Cuestionó Xie Lian.
—No me atreví en absoluto. —Dijo el Guoshi
Principal—. Si realmente fuera él y te lo dijera,
entonces con tu personalidad en ese entonces,
¿no habrías clamado venganza? Eso no te habría
salvado a ti ni a XianLe en absoluto y solo
aceleraría tu aniquilación. Además, incluso sin
esos tres cascarones vacíos, tarde o temprano
habría...
Tarde o temprano habría otros incidentes que
desencadenarán la guerra. Al igual que ese perro
perdido dentro de la capital.
—Más tarde, fuiste derrotado. XianLe también
fue derrotado.
»Realmente no pude contenerme más, por lo
tanto, primero envié a todos al Sagrado Pabellón
Real, luego solicité que su gracia descendiera
dentro del Gran Templo Marcial. Entonces, lo
desenmascaré directamente.
Esto fue lo que Jun Wu mencionó antes, esa
reunión de hace ochocientos años.
El Guoshi Principal dijo—: Le pregunté sobre
muchas cosas, pero él no admitió ni negó nada.

368
Finalmente, le pregunté: Dianxia, ¿qué es
exactamente lo que quiere?
»Finalmente respondió. Dijo que quería que te
convirtieras en su heredero perfecto.
»Si hubiera alguien en el mundo que pudiera
entenderlo completamente, eras tú. Una vez que
tuviera éxito, ¡nunca lo traicionarías!
»Entendí su intención. En el fragor de la
discusión, comenzamos a pelear con nuestros
puños. No puedo luchar en absoluto y si lo
hiciera, moriría sin lugar a dudas. Podía matarme
sin mover un solo dedo. Pero en ese momento,
su expresión cambió repentinamente y se cubrió
la cara.
»Me sorprendió, ¡y solo entonces me di cuenta
de que en su rostro, esas tres caras aparecieron
de nuevo!
»Resultaba que no desaparecieron en absoluto,
¡él los había estado reprimiendo con sus poderes
espirituales! Y ahora, por alguna razón, tal vez
fue por sus altas emociones o por mí, ¡habían
vuelto a salir!
»Y así, mis tres amigos salieron a provocar una
revuelta, causándole dolores de cabeza agónicos,

369
su expresión aterradora y una vez más aproveché
esa oportunidad para escapar.
»Comencé a ir a la deriva en el Reino Mortal
una vez más y esta vez también tuve que
mantenerme vigilante a cada momento,
escondido. Me preguntaba, ¿cómo sucedieron
las cosas en el reino de WuYong en aquel
entonces? Por lo tanto, fui a mirar.
»Lo que no había imaginado era que esta vez,
cuando regresé, hice grandes descubrimientos.
»Por alguna razón, la tierra que perteneció al
pasado reino de WuYong fue sellada por
completo, aislada del mundo exterior. Caminé
por mucho tiempo en esa tierra y me encontré
con mis tres amigos nuevamente.
—¿Eran esos tres Espíritus de Montaña; vejez,
enfermedad y muerte? —Preguntó Xie Lian.
—Correcto. —Respondió el Guoshi
Principal—. El Horno devoró sus cuerpos y las
cenizas de sus huesos que se quemaron hasta la
nada se mezclaron con las cenizas del volcán y
luego se fueron expulsados fuera. El tiempo
pasaba y más y más residuos se acumulaban en
capas y después de mil años, finalmente se

370
transformaron en tres grandes montañas con
partes de sus almas descansando dentro.
»Encontrar formas de comunicarme ellos me
llevó mucho tiempo, pero después de lograrlo,
descubrí muchas cosas.
»Resultó que la dinastía anterior de oficiales
celestiales no se desvaneció naturalmente. En
cambio, fueron asesinados lentamente, uno por
uno, por él. Él... ¡asesinó a toda la Corte
Celestial, sin dejar a nadie atrás!
»Y después de inundar el Reino Celestial con
sangre, volvió al Reino Mortal una vez más y
pacientemente esperó un momento, cambió a un
nuevo nombre, forjó una nueva identidad, se
convirtió en un hombre mortal y luego ascendió.
Todos los oficiales celestiales de todo el Reino
Celestial estaban muertos, nadie sabía quién era
exactamente y nadie sabía a quién se parecía
antes. La historia de fondo generalizada de: el
Emperador Marcial de los Cielos en el reino de
los mortales, sus antecedentes, sus referencias
literarias, sus interesantes rumores, su
apariencia, su carácter... todo es falso. ¡Todas
son mentiras intrincadas que él fabricó!

371
»Esta Capital celestial es el nuevo Reino
Celestial que él mismo creó y que está
completamente bajo su control. En cuanto a los
cadáveres y las cenizas de los oficiales
celestiales de la dinastía anterior, todos están
mezclados en el suelo desde la fundación de esta
Capital celestial, mancillados y pisoteados por él
todos los días. En este momento, tal vez también
haya alguien debajo de tus pies.
—...
El Guoshi Principal continuó: —Ahora él es el
Dios Marcial número uno del Reino Celestial,
luciendo glorioso y centelleante en la superficie.
Sin embargo, en su corazón, una oscuridad
infinita se arraiga en lo más profundo. El
resentimiento, el dolor, la ira, el odio... esas
cosas necesitaban ser liberadas. Solo entonces
podría mantener el equilibrio dentro de sí mismo
y seguir siendo el dios marcial número uno que
gobierna los tres reinos sin matarlos a todos.
»El reino de WuYong, que una vez que se
había convertido en el infierno y alimentó al
Horno con innumerables números vidas y tres ex
oficiales celestiales, por lo que ya lo reconocía
como el maestro. Por lo tanto, soltaría
372
regularmente esas emociones oscuras dentro del
Horno, utilizando los millones de almas
fallecidas de WuYong para encender las llamas
del karma y forjar muchas cosas maliciosas.
—El método para forjar esas cosas maliciosas
es diferente de crear un supremo ¿verdad?
—Preguntó Xie Lian.
—En realidad —respondió el Guoshi
Principal—, los supremos fueron algo que
vinieron después, ya que él... cambió el método
de refinación.
—¿Qué quieres decir con eso? —Preguntó
Xie Lian.
—La calidad y la cantidad —dijo el Guoshi
Principal. Lanzó otra mirada a Hua Cheng—.
Ambos deben saber que un supremo solo nace
una vez cada cien años, incluso varios cientos de
años, por lo que son extremadamente raros y la
dificultad en su creación también es inmensa. Y,
la vida pasada del supremo es una existencia
independiente. El Horno solo proporciona un
entorno para aumentar el proceso de su
nacimiento explosivo. Aquellos que pueden
convertirse en supremos pueden convertirse en

373
supremos en cualquier lugar y se convertirían en
supremos tarde o temprano.
»De hecho, la palabra; supremo se extrajo del
significado de; inigualable y superior. No tiene
mucha conexión con si uno fue entrenado dentro
del Horno. No obstante, para poder soportar la
naturaleza del Horno sin duda se debe ser una de
esas entidades, ya que no hay muchos que
puedan sufrir esto en primer lugar. Hasta ahora,
¿no hay solo tres?
Xie Lian miró a Hua Cheng que estaba justo a
su lado y resultó que Hua Cheng también lo
estaba mirando. Aunque no sabía por qué Xie
Lian lo miraba, todavía sonreía.
El Guoshi Principal continuó: —Sin embargo,
las producciones anteriores del Horno no eran
así. En los primeros días, habría una sesión una
vez cada pocos años y cada vez los resultados
serían diferentes, a medida que los grupos y
grupos salían. Quizás esto tenía algo que ver con
sus emociones inestables. Todo lo producido
eran monstruos forjados por su odio y
resentimiento y probablemente hay algunos
nombres familiares entre ellos. Por ejemplo, el
Reverendo de las Palabras Vacías.
374
—¡¿El Reverendo de Palabras Vacías también
es algo nacido del Horno?! —Exclamó Xie Lian.
—Correcto. —Respondió el Guoshi
Principal—. Esas criaturas, algunas tienen su
propia conciencia y se separaron de él; algunos
no y podrían considerarse como sus clones. El
Reverendo de las Palabras Vacías tenía su propia
conciencia y después de que se fue, incluso se
dividió en muchos clones más pequeños. Mis
tres amigos resguardaron dentro de las fronteras
del reino de WuYong para evitar que esas cosas
salieran de las fronteras, mientras yo pasaba mis
años en el mundo exterior buscando a esas
criaturas, tratando de arreglar la situación.
Xie Lian recordó de repente la extraña actitud
que el Guoshi Principal tenía cuando vio a Shi
Qing Xuan.
—¡Maestro! El Gran Señor del Viento... el
hábil Señor de la Adivinación que le contó la
fortuna a Shi Qing Xuan en aquel entonces, el
que le dijo a su familia que no organizara fiestas,
¿fue usted?
—Dah. —El Guoshi Principal dijo—: Además
de Weishi,10 ¿qué otro experto en adivinación
10
[Weishi]: Yo, tu maestro. El pronombre para estimados maestros.
375
podría ser tan preciso? ¿Qué Señor de la
Adivinación estaría tan libre de tiempo que un
plato de gachas podría pagar por una sesión?
—...
—Ese Reverendo de Palabras Vacías había
querido intentar devorar al joven Shi Wu Du al
principio —dijo el Guoshi Principal—, pero Shi
Wu Du ese pequeño bastardo era demasiado
cruel, difícil de tratar incluso a una edad tan
joven. Nada podía llegar a él y no tenía miedo
de nada, su destino era tan tiránico que no podía
ser tragado y si intentaba morder a la fuerza,
podría romperse todos los dientes en un lío
sangriento, por lo que solo podría volverse hacia
su hermano pequeño que también poseía un
destino de riqueza. Aunque todavía no logró
morder, causó tanto dolor que los dos hermanos
no pudieron vivir en paz, además mordió a uno
que originalmente tenía el destino de ascender,
por lo que no se molestó. Realmente no me
perdono no haber dejado a esa cosa bien muerta.
—Ya está muy muerto —dijo Hua Cheng.
—Devorado por He Xuan, ¿verdad? —Dijo el
Guoshi Principal—. Lo escuché. Iba a vigilar a
los hermanos Shi hasta que todo estuviera bien,
376
pero en ese momento el Horno estaba a punto de
abrir sus puertas, por lo que no pude seguirlos de
cerca antes de tener que regresar al Horno. Y
cuando volví con ellos, las cosas ya eran un
desastre. Shi Wu Du se desvió hacia la maldad
y causó un gran caos, ¡completamente fuera de
control! Me dio un gran dolor de cabeza, pero
incluso si me preocupara, ya no podría hacer
nada en ese momento.
Realmente se convirtió en algo con lo que no
podía tratar incluso si él quisiera.
El Guoshi Principal agregó: —Pero, a decir
verdad, el Reverendo de las Palabras Vacías ni
siquiera se consideraba algo poderoso entre esos
monstruos, solo le gustaba salir para provocar
problemas. Estrictamente hablando, solo podría
considerarse un producto defectuoso, ni siquiera
clasificable. Habían más, como...
Xie Lian dijo en voz baja: —¿Como... el alma
del que murió en la batalla en el Puente Yi Nian?
El guoshi contuvo el aliento.
—Él… De lo contrario, ¿por qué crees que
diría que todo comenzó debido a esa única frase
que dijiste? Ese fantasma en el puente era un
clon oscurecido que él forjó del Horno y cada
377
tantos años era liberado, tenía que salir a
perseguir y matar para desahogar su odio. ¡Pero,
tenías que derrotar a justamente a ese monstruo!
»Podía sentir que el fantasma en el puente fue
asesinado por alguien, así que descendió de
inmediato para ver y te vio a ti. Y tú, tenías que
decirle precisamente esa frase a la cara: Cuerpo
en abismo; corazón en el paraíso. Este fue un
golpe demente hacia él, un golpe fatal...
»Fue el punto de inflexión de todo.

378
Capítulo 220
El Emperador Blanco establece acertijos
de vida y muerte en secreto

X ie Lian apretó los puños y su


respiración se volvió errática.
Una frase.
Parecía tan increíble, incluso risible, pero no
podía reírse en absoluto.
—Hay más además de esos monstruos. —Dijo
el Guoshi Principal—. Dianxia, ¿recuerda a ese
niño que salvó al pie de las murallas de la ciudad
y cómo me sorprendió tanto que lo llevara al
Sagrado Pabellón Real?
—...
Xie Lian echó un vistazo rápido a Hua Cheng.
—Lo recuerdo. ¿Qué pasa con ese niño? Dijo
que era...

379
—¡Una Estrella de la Soledad! —Exclamó el
Guoshi Principal y continuó sombríamente—:
En ese momento, solo sentí que el niño pequeño
estaba cubierto demasiado con la esencia del
mal, demasiado increíblemente anormal. Fue
solo después de haber confrontado a los otros
tres en el Monte Tonglu, que pude saber que el
Horno no solo podía producir monstruos, sino
que también podía maldecir. Del mismo modo
que podría dispersar su fortuna, el Horno
también podría disipar las desgracias que
acumula y después de haber sido liberado,
arrasarían en todas partes.
»El nacimiento de ese pequeño ya era
extremadamente peligroso; si su destino fuera
afortunado, sería la mejor fortuna; si fuera lo
contrario, sería la peor de las desgracias. El día
que nació, probablemente absorbió todas las
desgracias disipadas y así fue como se volvió tan
aterrador. ¡En el momento en que subió, todo el
Monte TaiCang fue casi quemado por él!
Cuanto más escuchaba Xie Lian, más
alarmado se ponía y lentamente volvió la cabeza,
mirando hacia Hua Cheng. Discutían claramente

380
sobre él, pero la expresión de Hua Cheng no
cambió, sino que le dio a Xie Lian una sonrisa.
El Guoshi Principal continuó: —Según las
circunstancias normales, los padres de ese niño
morirían antes de tiempo y si no lo hacían,
entonces se disgustarían o abandonarían a ese
niño. Sufriría abusos sin fin, por lo que en
realidad sería mejor si sus padres estuvieran
muertos. Además, él no viviría más allá de los
dieciocho años y también causaría que aquellos
a su alrededor murieran, se separaran, sufrieran
desgracias, como si el desastre mismo hubiera
renacido en él. Es por eso que en ese momento
te dije que te deshicieras rápidamente del niño,
que no te acercaras...
Xie Lian ya no podía seguir escuchando.
—¡Maestro!... Por favor, no diga más.
El Guoshi Principal asintió.
—Me detendré. Solo les estaba dando un
ejemplo, diciéndoles lo aterrador que es el
Horno.
Xie Lian no sabía qué decir, pero Hua Cheng
se rió entre dientes.

381
—No es tan aterrador como parece, pero el
Guoshi Principal realmente es bastante preciso
en sus lecturas.
—...
Cuando Xie Lian pensó que Hua Cheng
probablemente no vivió más allá de los
dieciocho años, sus manos temblaron
ligeramente. Justo en ese momento, una mano se
adelantó y cubrió suavemente el dorso helado de
su mano.
Ambas manos estaban igualmente heladas,
pero después de ponerse una sobre la otra había
calor.
—Él siempre estuvo poniendo acertijos para
ponerte a prueba —dijo el Guoshi Principal—.
La Enfermedad del Rostro Humano de XianLe
fue el primer acertijo. Según tu respuesta,
siempre y cuando eligieras desatar la
Enfermedad del Rostro Humano contra YongAn
en ese entonces, habrías pasado la prueba. No
solo no te habría desterrado, sino que incluso te
hubiera ayudado a encubrir todo y realmente te
convertiría en su heredero de confianza, dando
un paso para llegar a la cima en los cielos

382
mientras das dos pasos en contra. Pero
respondiste mal.
»Durante el período en que fuiste desterrado,
él debería haberte planteado otro acertijo, pero
aún así no le diste una respuesta satisfactoria, así
que en el momento en que ascendiste,
inmediatamente te desterraron.
Una máscara pálida y sonriente apareció en la
mente de Xie Lian y después de una pausa, dijo
en voz baja: —En realidad fue mi propia
petición.
—Gēge, confía en mí. —Habló Hua Cheng—.
Incluso si no lo hubieras pedido, él seguramente
tendría miles de formas de desterrarte de nuevo
al Reino Mortal.
—Pero Bai Wuxiang también fue derrotado
por él —dijo Xie Lian.
—Pero él no murió —dijo Hua Cheng.
—Entonces, ¿por qué pasar por todos esos
problemas? —Preguntó Xie Lian.
—Por supuesto que Bai Wuxiang podría
matarte —dijo el Guoshi Principal—. Pero, lo
que quería no era matarte. De hecho, ya lo dije;
realmente le gustas mucho y no quería que

383
murieras en absoluto. Solo quería convertirte en
alguien en quien él quería que te convirtieras.
—Matarte no lograría ese fin. —Hua Cheng
agregó—. Si murieras en ese estado, nunca
cambiarías y él podría aceptarlo aún menos. Pero
Bai Wuxiang no tenía ninguna razón para dejarte
ir tan fácilmente y ¿cuál es una mejor manera de
resolver esto que hacer que el Emperador
Marcial de los cielos descienda al Reino Mortal
para disipar el mal y salvarte del borde del
peligro? Con esto, también te volverías aún más
confiado y agradecido hacia él. Pero falló dos
veces, debe haber estado extremadamente
molesto.
—La segunda vez que fuiste desterrado y
fuiste a la deriva en el reino de los mortales, tuvo
innumerables oportunidades para educarte
lentamente, esperar pacientemente hasta que
hayas cambiado de opinión. —El Guoshi
Principal dijo—. Según mi observación, él ya se
había calmado al principio, pero esta calma fue
interrumpida recientemente.
»La razón es tu tercera ascensión.
»Si fueras solo un charco de fango
descompuesto, entonces daría igual. Pero tú,
384
incluso después de convertirte en eso, ignorando
completamente todo lo que él había planeado
para ti, aún pudiste ascender por tercera vez y a
pesar de todo igual que antes, completamente sin
cambios... No sé lo que pensó cuando te vio, pero
sentí que definitivamente establecería más
acertijos para ponerte a prueba.
—Es obvio, al ver todo lo que hizo después.
—Dijo Hua Cheng—. Gēge, piénsalo, ¿qué pasó
después de que ascendiste por tercera vez?
Xie Lian rápidamente se puso en marcha y
después de un momento de contemplación, dijo:
—El primer incidente fue el Monte Yu Jun.
Atrapar a la Mujer Fantasma Xuan Ji. Al
principio no encontré al Novio Fantasma y fue el
Espíritu Infantil quien me guió la mitad del
camino con una canción de cuna. Imagino que
fue bajo sus instrucciones. Pero pensé que me
estaba ayudando con ese caso.
—Ayudarle a terminar la misión, eso es todo
—dijo Hua Cheng—. La consecuencia directa
fue la captura del Mujer Fantasma Xuan Ji, pero
¿qué pasa con las consecuencias indirectas?
Xie Lian se aventuró: —¿Apuñalar la colmena
que es el antiguo drama de las relaciones del
385
General Pei y causarle algunos pequeños
problemas?
—Esto podría considerarse un pequeño
enigma, creo. —Dijo el Guoshi Principal—. Si
hubieras sabido que ofenderías a Pei Ming,
¿hubieras manejado este caso del Novio
Fantasma de manera diferente? Por ejemplo,
informar a Pei Ming en secreto para que
escondiera el asunto, dejar que Xuan Ji continúe
causando pequeños problemas en un área
pequeña y no dejar que las cosas se salgan de
control, o algo así.
Xie Lian comenzaba a sudar.
—Bueno... Para ser honesto, pasó mucho
tiempo antes de que supiera que esto tenía algo
que ver con el General Pei. En ese momento, la
mujer fantasma estaba tomando rehenes y con
tanta gente presente, la flecha en el arco tuvo que
dispararse. No había tiempo para pensar si algo
ofendería a alguien.
Hua Cheng sonrió.
—Gēge, entonces ya estabas tomando una
decisión. —Continuó analizando—: El segundo
incidente, el cultivador cascarón vacío que llegó
al Santuario PuJi y lo atrajo al Paso BanYue.
386
Pasemos por alto quién envió ese cascarón
primero. ¿Cuál fue la consecuencia de este caso?
—El General Xiao Pei fue expulsado y uno de
los brazos del General Pei fue cortado.
—Respondió Xie Lian.
—Gēge, verás, después de esos dos incidentes,
lo ayudaste a debilitar en gran medida la fuerza
de Pei Ming y al mismo tiempo lo ofendiste
profundamente. —Hua Cheng dijo—. No
mostró su rostro en absoluto; todos los rencores
vinieron a ti y todavía tenías que estar
agradecido con él.
—...
Hua Cheng agregó: —Si no me equivoco, en
estos ochocientos años, no dejó de mirarte.
Gēge, probablemente también sabía que una vez
fuiste el Guoshi Principal en YongAn y también
que le enseñaste a Lang Qian Qiu, pero aún así
envió a Lang Qian Qiu en una misión contigo.
Desde mi punto de vista, esto se hizo por pura
mala intención.
El Guoshi Principal estaba sorprendido.
—Espera un segundo. Dianxia, ¿fuiste a
YongAn y tomaste el puesto de Guoshi

387
Principal? ¿Le has enseñado a Lang Qian Qiu
antes?
—Sí... —Xie Lian respondió.
—¿Eras el Guoshi Fang Xin? —Cuestionó el
Guoshi Principal.
—Hmm... ¿Pasa algo? —Preguntó Xie Lian y
dio una breve explicación.
—Si él sabía sobre esto, entonces debe estar
furioso contigo. —Respondió el Guoshi
Principal.
Hua Cheng continuó: —El caso con el
Reverendo de Palabras Vacías, gēge, no quisiste
involucrarte al principio, pero al final todavía te
enredaron, afortunadamente no demasiado. Los
cientos de pescadores en el Mar del Sur que
fueron arrastrados a la Calamidad Celestial no
fue por causa de Agua Negra ni de Shi Wu Du,
pero además de esos dos, ¿quién era el más capaz
de hacerlo?
Solo después de que cada incidente fue
expuesto a la luz, Xie Lian se dio cuenta de que
cada paso que dio después de su regreso estaba
quizás bajo la estrecha vigilancia y empuje de
Jun Wu.
Hua Cheng se cruzó de brazos.
388
—Asumo que está haciendo esto porque, por
un lado, es por esa mentalidad perversa que
siguió lanzándote acertijos para probar y ver qué
camino elegirías, esperando que siguieras el
camino te allanó. Por otro lado, probablemente
también fue para usarte como espada para
reducir los poderes de esos oficiales celestiales.
»Los oficiales celestiales de la dinastía
celestial anterior debieron haber dejado una
sombra psicológica extremadamente oscura en
su mente. Está extremadamente vigilante,
necesita un control absoluto sobre todo, no
permite que nadie amenace su poder y estatus. Y
no permite que los oficiales celestiales lo
alcancen. Pienso que…
Xie Lian también estaba pensando en los
mismos puntos.
—¿Qué?
—Que Shi Wu Du cambiara el destino de Shi
Qing Xuan y que Agua Negra se hubiera
infiltrado en los cielos para investigar —dijo
Hua Cheng—, ¿podría realmente no saber nada
al respecto?
Xie Lian también pensó esto.

389
¿Podría Jun Wu, que estaba sentado en la silla
más alta, realmente no saber nada? No era muy
plausible
Todos los informes y pergaminos que pasaron
por las manos de Ling Wen podrían ser
examinados directamente por él, por lo que, si
hubiera alguna falsificación, ¿realmente no
podría notar nada incorrecto?
Quizá, lo había notado desde el principio, solo
que en ese entonces el estado del Señor del Agua
aún no era una amenaza para él, por lo que nada
fue expuesto. Si hubiera sido expuesto desde el
principio y Shi Wu Du fuera desterrado,
entonces un nuevo Señor del Agua ascendería.
El nuevo Señor del Agua podría no tener una
transgresión tan grande de la que pudiera tomar
ventaja más adelante.
El Señor del Agua cometió un crimen tan
atroz, casi engañando al mundo, pero vivió en
paz durante muchos años, sin embargo, solo
cuando comenzó a dominar la Corte Celestial fue
expuesto, su cabeza arrancada por He Xuan
Si Jun Wu quería deshacerse del Señor del
Agua, no necesitaba usar sus propias manos.
Solo necesitaba mirar en silencio mientras el
390
Señor del Agua se volvía cada vez más
escandaloso, arrogante e intrépido y cuando Shi
Wu Du rompió la línea de su tolerancia, el asunto
del cambio de destino se filtró a He Xuan.
Por supuesto, He Xuan iría y se vengaría a sí
mismo y a su familia fallecida.
Hua Cheng dijo: —En cuanto a él reuniendo a
millones de fantasmas en el Horno para el
nacimiento de nuevo supremo, probablemente
fue porque...
Xie Lian se recuperó y dijo: —… Para crear
equilibrio.
—Sí. —Dijo Hua Cheng—. Por un lado,
probablemente estaba encantado de ver nacer a
un supremo malicioso que causara estragos en el
reino de los mortales. Por otro lado, mientras
haya criaturas que causen estragos en el reino de
los mortales, habrá personas rezando.
¡Mientras haya devotos orando, entonces los
poderes espirituales de un dios se volverán aún
más fuertes!
El Guoshi Principal suspiró.
—Cada vez que el Horno abre sus puertas,
nosotros cuatro íbamos a detenerlo, siempre
tuvimos éxito. Pero esta vez es aún más... las
391
cosas se han ido aún más de las manos. Esos
espíritus resentidos de WuYong, él mató a una
pequeña parte, envió a la mayoría lejos con la
Matriz de Acortamiento de Distancia, luego
envió a todos los demás lejos mientras él mismo
se quedó atrás para inspeccionar y destruir
algunas cosas. Pensó que iría a buscarte, así que
después de ocuparse del Monte Tonglu, se
apresuró y, efectivamente, me capturó.
»Pensé, las cosas ya no podían seguir así. El
reino de WuYong había resurgido y con su alta
precaución, era muy probable que fuera el
momento de cambiar de nuevo la dinastía en el
Reino Celestial. Si todos continúan sin
sospechar nada, tarde o temprano todos serían
enterrados bajo la Capital Celestial, usados
como cimiento. Da la casualidad de que Feng
Xin, ese pequeño mocoso trajo a HongJing, así
que vi la mejor oportunidad que podría tener.
Originalmente, sus poderes espirituales se
habían vuelto más y más fuertes y HongJing ya
no podía reflejar las cosas en su rostro. Pero
como acababa de luchar con esos tres Espíritus
de Montaña, los rostros humanos se activaron de
nuevo.
392
—He cubierto todo prácticamente todo. ¿Hay
algo más que quisieras preguntar, Dianxia?
Xie Lian todavía estaba pensativo cuando Hua
Cheng habló: —Sí. Guoshi Principal, ¿todavía
recuerda cómo hablar la lengua WuYong?
—El reino de WuYong fue olvidado hace
mucho tiempo y ya nadie usa sus palabras o
lenguaje, por lo que a mis tres amigos y a mí nos
llevó mucho tiempo aprender una nueva lengua,
de lo contrario no podríamos entender lo que
Dianxia planeaba hacer y lidiar con ese desastre
de monstruos, fantasmas y demonios también
sería un dolor. Aún recuerdo el idioma, solo que
ahora lo uso muy raramente. —Dijo
honestamente—. Realmente tampoco quiero
usarlo.
Xie Lian recordó y resultó en ese momento,
cuando el Guoshi Principal le dijo al Espíritu de
Montaña: —Dianxia está más allá de la
salvación, casi despierto. —Realmente no se
refería a él, se refería a Bai Wuxiang que estaba
poseyendo a Lang Ying, matando mientras
absorbía poderes para recuperarse.
Que entendiera lo que las ratas devoradoras de
cadáveres decían, realmente acertó en la elección
393
de posibles candidatos que lo infectaron con esos
recuerdos, de hecho, tuvo éxito en dos: Jun Wu
y Bai Wuxiang.
Y dentro de la Cueva de Diez Mil Dioses,
hacer pieles falsas de Feng Xin y Mu Qing
definitivamente no fue nada difícil para Bai
Wuxiang, ¡porque, por supuesto, Jun Wu los
conocía muy bien!
—Él... siempre parecía querer llevarme a creer
que soy el Príncipe Heredero del propio
WuYong, o que soy parte de su alma —dijo Xie
Lian.
—Por supuesto que sí. —Respondió el
Guoshi Principal—. Dado que la existencia de
WuYong ya no podía ocultarse, cualquiera que
viera al Príncipe Heredero de XianLe y al
Príncipe Heredero de WuYong pensaría que los
dos eran muy parecidos, por lo que fue una
perfecta solución guiarlo todo hacia ti. Además,
siempre y cuando comenzaras a dudar de ti
mismo, de tu verdadero corazón, tus acciones y
objetivos, entonces sería fácil para él guiarte en
la dirección que quería.
»Si pensaras: Soy el Príncipe Heredero de
WuYong, la posibilidad de que repitieras su
394
destino sería mayor. Te estaba guiando de
manera proactiva, con la esperanza de hacerte
caminar por los mismos caminos que él, por lo
que no era que sus caminos estuvieran
destinados de alguna manera a ser similares.
»Él simplemente no podía tolerar lo parecidos
que eran los dos, pero aún así, recorrieron
caminos diferentes.
Mucho tiempo después, Hua Cheng habló:
—Ya dije que no se parecen en absoluto.
El Guoshi Principal se volvió hacia él.
—Tú, jovencito, ¿qué sucede contigo?
Xie Lian se sorprendió y pensó: —¿Qué
sucede?
Era como si el Guoshi Principal no pudiera
contenerse más y arremangó sus mangas,
hablando con Hua Cheng con un tono sombrío y
pesado: —He estado queriendo decir esto desde
antes. Jovencito, ¿cómo es que tu sonrisa no es
para nada sincera? No pienses que solo porque
eres un Rey Fantasma Supremo puedes ser
descortés conmigo. Claro, los reyes fantasma
supremos son raros, pero ¿sabes cuántos años
tengo? Por supuesto, es un anciano como yo con
esta edad quien es más raro.
395
—...
Hua Cheng arqueó las cejas.
Xie Lian se frotó la frente.
—Ah, maestro, no es que San Lang sea
descortés, solo está... —Estaba demasiado
acostumbrado a sonreír falsamente a los demás.
El Guoshi Principal hizo un gesto con la mano
a Hua Cheng, diciéndole que no se acercara,
antes de apartar a Xie Lian y decirle seriamente:
—Dianxia, lo vi.
—¿Huh? —Preguntó Xie Lian—. ¿Qué vio?
—En esa estatua divina gigante. —Dijo el
Guoshi Principal.
—¿En esa estatua divina gigante? ¿Qué pasó
ahí? —Xie Lian pensó por un momento cuando
de repente, su cerebro zumbó.
¡Había tomado prestado poderes espirituales!
Xie Lian tosió sin parar.
—No... Eso era solo tomar prestado poderes
espirituales... no, en realidad no era solo tomar
prestado poderes espirituales, en cualquier caso,
es solo...
La voz del guoshi se volvió aún más sombría.
—Dianxia, ¿qué está pasando? ¿Podría ser
debido a que has estado cultivándote durante
396
tanto tiempo y evitado a las mujeres que... has
cambiado tus costumbres?
—... —Xie Lian agitó su mano locamente—.
¡No es nada como eso!
El guoshi tenía dudas.
—Entonces... ¿podría ser... un rasgo de
nacimiento? Bueno... nunca lo noté. Humm...
Está bien, esta parte de ti ciertamente no es como
él...
—¿¡Puede esperar!? ¡No es eso!
El guoshi respiró hondo y suspiró.
—No tengas miedo, Dianxia, no iba a darte un
sermón sobre nada. No voy a guiarte en algo en
lo que yo mismo no soy un experto. Además, ya
has pasado tanto después de todo, ¿qué es lo
queda para preocuparte? Hombres o mujeres, no
importa, siempre y cuando ustedes mismos sean
felices.
Xie Lian se frotó tanto la frente que estaba
muy roja y dijo en voz baja: —Hmm... estoy
muy feliz.
Sin embargo, el Guoshi Principal agregó con
triste confusión: —Pero después de buscar
durante ochocientos años, ¿cómo terminaste
encontrando un Rey Fantasma Supremo?
397
Xie Lian se sorprendió.
—No digo que tengas mal gusto —dijo el
Guoshi Principal—, no es malo, estoy seguro de
que a las chicas grandes y pequeñas doncellas les
gusta los de este tipo. Pero un Rey Fantasma
Supremo es muy agresivo, ya te lo digo. Dianxia,
tienes que pensar las cosas bien, ¿de acuerdo?
Una vez que personas así se aferran a ti, puedes
olvidarte de deshacerte de ellos.
—Uh, maestro, espere...
—Tengo toda la razón en esto. Te lo digo, por
el aspecto de este Xueyu Tanhua puedo decir que
su fortuna debe ser retorcida, retorcidamente
feroz, cada montaña más alta que la siguiente, la
esencia del mal asfixiantemente sofocante, es
prácticamente como...
Hua Cheng estaba justo detrás de ellos y dijo
perezosamente: —Prácticamente como la
Estrella de la Soledad, ¿verdad?
Xie Lian ya estaba tratando desesperadamente
de evitar que el guoshi hablara, pero aún así no
tuvo éxito, por lo que se cubrió la cara y se
arrastró silenciosamente detrás de Hua Cheng.
Hua Cheng sonrió y movió su brazo alrededor
de él, alzando las cejas: —Mi sonrisa es
398
ciertamente poco sincera, pero, decirle a la cara
a un hombre que es; la Estrella de la Soledad, el
desastre renacido, la peor de las desgracias, sus
padres ambos muertos, incapaz de vivir más allá
de los dieciocho años… no es muy agradable,
¿verdad?
Los ojos del guoshi se abrieron lentamente.
—¿Tú eres…?

399
ARCO DE LA BATALLA CONTRA LA FORTALEZA
DEMONÍACA

400
Capítulo 221
Encuentra al Rey Fantasma escondido en
el Palacio del Príncipe Heredero (parte
uno)

E sta vez, la sonrisa de Hua Cheng no


era falsa. Por el contrario, se volvió aún
más brillante. El guoshi estaba aturdido y
levantó la mano, señalándolo.
—¿Tú, eres tú, eres tú? ¿Ese niño? ¿Eres ese
niño?
Su dedo y su voz prácticamente temblaban.
Hua Cheng estaba alegre y no habló, pero en su
rostro estaba claramente escrito: ¡Así es, yo soy
la Estrella de la Soledad que casi quemó todo el
Monte TaiCang!
El Guoshi Principal se volvió para exigir
respuestas.

401
—... Dianxia, ¿qué está pasando? ¿Puedes
explicarlo un poco?
Xie Lian abrió las manos y se encogió de
hombros, sonriendo tímidamente.
—Es... tal como lo ve.
El guoshi estaba completamente
conmocionado. Golpeó el dorso de su mano
derecha en la palma de su mano izquierda unas
pocas docenas de veces y pasó un momento
antes de que finalmente pudiera hablar.
—¡Ya puedes verlo, puedes verlo, puedes
verlo, te lo dije! Te dije que los reyes fantasma
supremos no deberían ser provocados tan
fácilmente. Ha estado viniendo hacia ti desde
una edad tan joven, ¡tan horrible persistencia!
¿Han pasado qué, ochocientos años?
¡Ochocientos años! ¡Te ha estado codiciando en
secreto durante ochocientos años! ¡Aterrador,
demasiado atemorizante! ¡Mis fortunas
realmente son demasiado precisas!
—Por favor Guoshi, déjelo, no hablemos más
de esto... — Xie Lian suplicó.
Pensó internamente: —Ni siquiera vio las
estatuas divinas que llenaron la totalidad de la
Cueva de Diez Mil Dioses.
402
Si lo viera, probablemente tomaría a Hua
Cheng como una bestia salvaje de las
inundaciones, algún fantasma loco demente y él
pondría a Xie Lian debajo de su brazo y huiría.
El guoshi aún no se había recuperado de su
conmoción.
—No, él es demasiado aterrador así, ¡es una
obsesión y un cálculo tan profundos! Dianxia,
debes ser absolutamente cuidadoso, se
aprovechará fácilmente de ti de esta manera, ¡ten
cuidado de que te engañe!
—San Lang no haría eso —dijo Xie Lian.
Hua Cheng también dijo secamente: —Mi
señor piensa demasiado. Engañaría a cualquiera
excepto a Dianxia. 11
El Guoshi Principal se inclinó para discutir: —
Joven astuto, no creas que no puedo decirlo. ¿No
estás usando exactamente el hecho de que
Dianxia no es muy listo en este aspecto? ¿Por
qué no me dices en este momento cómo se presta
el poder espiritual? ¿De cuántas maneras se
puede prestar y cómo se presta? ¿Qué le dijiste a
Dianxia?
11
Hua Cheng en realidad no se dirigió a Mei Nian Qing por título, había estado
usando el pronombre: tú, durante su interacción con Mei Nian Qing. Es la única vez
en el libro que Hua Cheng usa; usted, con alguien que no sea Xie Lian.
403
—... —Xie Lian comenzó a gritar cosas al
azar—: ¡Jajajaja, muy bien! Déjenlo ir, no
importa cómo, mientras sea prestado, ¿cierto?
Jajaja, ¡es todo lo mismo, todo lo mismo!
Si continuaban con el tema, él comenzaría a
aletear como un pato que se ahoga en agua
hervida.
Xie Lian de repente se puso serio.
—Entonces, hablemos de asuntos serios. En
este momento nos ha encerrado aquí y no ha
hecho nada, ¿qué está planeando?
—Probablemente esté pensando en preparar
otro enigma para usted —dijo Hua Cheng.
—Pero, ¿cómo lo haría? —Preguntó Xie Lian.
—Eso es difícil de decir. —Dijo el Guoshi
Principal—. Para ser honesto, todo es posible.
Dianxia, ¡no cambies de tema! Te estoy dando
consejos, no dejes que las perversiones
confundan tu mente o te engañen con palabras
bonitas, digo que él es...
Justo en ese momento, Hua Cheng de repente
dijo sombríamente: —Gēge, alguien ha venido.
—No creas que puedes mentirme —dijo el
Guoshi Principal—. No soy alguien tan fácil de
engañar como Dianxia...
404
Pero Xie Lian dijo: —Ah, maestro, no le está
mintiendo, realmente viene alguien,
¡ocultémonos primero! —Luego, junto con Hua
Cheng, los dos tomaron impulso ligeramente con
los pies y saltaron sobre la viga al techo,
escondiéndose.
No pasó mucho tiempo antes de que el sonido
de pasos desordenados llegara desde afuera de la
cámara. Un hombre abrió la puerta de una patada
y rió salvajemente con placer.
—¡Wajajajajajaja, el Reino Celestial no es
nada! ¡todavía tenía que posarse bajo los pies de
este ancestro al final!
—...
—...
—...
En el momento en que los tres escucharon esta
voz, todos se quedaron sin palabras.
Un hombre vestido con túnica verde entró
pavoneándose desde el exterior, ¡y no era otro
que Qi Rong, al que no habían visto en días!
Parecía que Jun Wu no solo encerró a todos los
oficiales celestiales, sino que también soltó a
todos los monstruos y fantasmas. Que esas
criaturas realmente pudieran merodear y arrasar
405
las calles de la Capital Celestial con tanta
libertad, ¡esto era prácticamente el
derrocamiento de la razón, extremadamente
extraño!
El Guoshi Principal tampoco creía que se
tratara de Qi Rong y se puso rígido.
Qi Rong lo señaló y gritó: —¡Maldito Guoshi
Principal, maldito anciano, eterno anciano! Jeje
¿Recuerdas cómo me menospreciabas y no me
tomabas por discípulo? ¿Qué piensas ahora? Una
bofetada en la cara, ¿verdad? ¡Es karma, te
mereces este tipo de final!
Detrás de él se asomó una tímida cabecita, era
Gu Zi. Probablemente fue la primera vez que Gu
Zi había entrado en un edificio tan suntuoso y sus
ojos se agrandaron, mirando por todas partes,
como si quisiera tocar secretamente esos
ladrillos de jade, pero no se atrevió.
Qi Rong se veía orgulloso y complacido.
—Buen hijo, ¿lo ves? ¡Este es el Reino
Celestial y ahora es mi dominio, el de tu papá!
Gu Zi se sorprendió.
—¿En serio, papá? Este lugar es tan grande...

406
—¡Por supuesto! —Exclamó Qi Rong—. ¡Si
no me crees, mira! Puff, Puff ¡Escupiré donde
quiera y ¿quién se atreverá a decirme algo?!
El Guoshi Principal: —...
Gu Zi dudó por un momento, pero aún así
susurró: —Papá, no es muy bueno escupir en el
suelo. Es tan hermoso y limpio aquí que lo
ensuciarás.
Qi Rong estaba perplejo.
El Guoshi Principal tampoco pudo contenerse
más.
—Mírate a ti mismo, ¿cómo es que estás
educando niños? ¿Cuántos años tienes ahora y
todavía no sabes cómo ser un buen modelo a
seguir? ¡Incluso los niños son más maduros que
tú!
Al ser sermoneado por ambos lados, la
vergüenza de Qi Rong se convirtió en ira y se
levantó de un salto, gritando: —¡Viejo! ¡Qué
maldita cosa sabes! Solo finges ser alguien
sabio, ¡no permitiré que me disciplinen! ¡Y tú!
¡Cómo te atreves a hablarle a tu viejo de esa
manera, mocoso ingrato!
Gu Zi fue regañado y dejó de hacer sonidos de
agravio. Después de que Qi Rong terminó de
407
gritar, muy culpablemente, limpió con los pies la
saliva que escupió, fingiendo que no había
pasado nada y siguió maldiciendo mientras
arrastraba a Gu Zi. Antes de irse, incluso escribió
una línea en letras grandes en la pared más
conspicua del Palacio de Ling Wen: El Rey
Fantasma número uno de los tres reinos, el
Fantasma Verde Qi Rong estuvo aquí.
Después de que Qi Rong salió del Palacio de
Ling Wen, la muñeca daruma azul que Xie Lian
escondía en su manga cayó, aterrizando frente a
la pared que estaba escrita con esas grandes
palabras y sobre la marca de saliva de Qi Rong
que se limpió desordenadamente y giró
locamente, como si estuviera loca de ira. Xie
Lian y Hua Cheng también bajaron de un salto y
Xie Lian recogió la muñeca daruma nuevamente.
El Guoshi Principal sacudió la cabeza.
—El príncipe Xiao Jing realmente es... capaz
de pasar cien años como un día, su gusto es
increíblemente malo, no puedo creer que no haya
mejorado en absoluto.
Hua Cheng echó un vistazo a la pared y era
demasiado vago como para mostrar una

408
expresión desdeñosa y solo hizo un comentario
de una palabra: —Horrible.
El Guoshi Principal finalmente estuvo de
acuerdo con él y se metió las manos en las
mangas.
—Extremadamente horrible. Después de
tantos años, aparte de ese lío infernal de esos
versos de entrada en las puertas de la Guarida del
Apostador en la Ciudad Fantasma, donde la
escritura era diez veces más horrible que esto,
¡nunca había visto nada más horrible!
Hua Cheng: —.....
Xie Lian, por otro lado, estaba tratando
desesperadamente de no reírse.
—Jajajajaja, maestro, también he visto esos
versos de los que hablas y me pareció que
estaba... ¿bastante bien escrito? Está muy lleno
de estilo, me gusta bastante.
El Guoshi Principal estaba perplejo.
—Dianxia, ¿cómo puedes decir algo así? Tu
caligrafía fue enseñada por maestros de clase
mundial, ¿cómo puedes no distinguir entre lo
bello y lo horrible? Esa escritura es totalmente la
peor de los tres reinos, ni siquiera los mejores

409
maestros pueden salvarlo. ¿Qué es exactamente
lo que te gusta de eso? ¿Tu gusto se vino abajo?
—¡Jajajajajajamaestro! ¡Por favor no diga
más!
De repente, Hua Cheng dijo: —Gēge, Jun Wu
está haciendo un movimiento. Probablemente te
buscará. Se dirige al Palacio de XianLe en este
momento.
El Guoshi Principal se sobresaltó.
—¡Qué! ¡Entonces, Dianxia debe apresurarse
a regresar! Xueyu Tanhua, escóndete bien
también, absolutamente no dejes que descubra
que ustedes dos se han reunido. Los cuerpos
espirituales de mis tres amigos están actualmente
atados dentro de las fronteras del Monte Tonglu
y están tratando de liberarse.
Independientemente de las acciones que
tomemos, hay una posibilidad más segura
después de que se liberen. ¡Recuerden, no actúen
imprudentemente!
Naturalmente, Xie Lian lo sabía. Después de
despedirse del Guoshi Principal, los dos
abandonaron el Palacio de Ling Wen, volando
veloz y sigilosamente, evadiendo a innumerables
guardias y demonios y había cuadras más antes
410
de que llegaran al Palacio de XianLe cuando, en
ese momento, Hua Cheng habló de nuevo.
—Gēge, hay una cuadra más antes de que
llegue al Palacio de XianLe.
Xie Lian: —¡...!
Tocó la mariposa plateada que vigilaba y ante
sus ojos apareció una escena. Efectivamente, con
una mano detrás de la espalda y caminando en
solitario, estaba a casi cien pasos de distancia
antes de que Jun Wu llegara a las puertas del
Palacio de XianLe.
¿Que deberían hacer? ¿No significaba esto que
volverían después de Jun Wu, o se toparían con
él? ¡También debía saberse que los guardias a las
puertas del Palacio de XianLe todavía estaban
petrificados por Hua Cheng!
De repente, las puertas del palacio divino
detrás de Jun Wu se abrieron y alguien se paró
detrás de esas puertas y dijo: —Mi Señor.
Jun Wu hizo una pausa en su paso y miró hacia
atrás.
—¿Señora de la Lluvia? ¿Qué pasa?
Quien lo detuvo fue la Señora de la Lluvia.
Probablemente fue porque Jun Wu había dado
instrucciones de que las figuras irrelevantes no
411
debían acercarse al Palacio de YuShi, por lo que,
aparte de los guardias, no había otros fantasmas
o monstruos visibles.
Ella dijo muy cortésmente: —Mi señor, tengo
algo que olvidé darle. ¿Puedo pedirle a mi señor
que pare por un momento?
Jun Wu inclinó la cabeza.
—Muy bien. —Y, efectivamente, se dio la
vuelta.
Xie Lian suspiró aliviado.
—¡Gracias a los cielos por la Gran Señora de
la Lluvia!
Decidió que después de regresar, ¡quemaría
dieciocho varitas de incienso altas para ella!
Aprovechando esta oportunidad, los dos
corrieron a través de las cuatro cuadras y
regresaron al Palacio de XianLe antes de Jun
Wu. Cuando cruzaron las puertas, Hua Cheng
agitó su mano casualmente y liberó el hechizo
sobre los guardias en las puertas. Estaban
confundidos por un momento, pero no notaron
nada extraño. Xie Lian corrió de regreso a las
cámaras interiores, pero antes de que tuviera la
oportunidad de suspirar aliviado, su rostro
cambió de nuevo, ya que los guardias en las
412
puertas habían venido a anunciar la llegada de
Jun Wu.
¡Jun Wu había llegado tan rápido!
Parecía que la Señora de la Lluvia no lo había
detenido por mucho tiempo. Los dos
intercambiaron miradas, comunicándose sin
palabras y Hua Cheng se giró para esconderse
detrás de las cortinas mientras Xie Lian saltaba a
la cama fingiendo estar dormido, con la espalda
hacia afuera. Justo cuando levantó la manta, Jun
Wu entró.
Llegó lentamente a la mesa y se quedó en
silencio por un momento antes de hablar.
—XianLe, ¿estás descansando?
Xie Lian no respondió. Jun Wu parecía
haberse sentado a la mesa y colocó algo que
estaba en sus manos sobre la superficie de la
mesa, luego se sirvió una taza de té.
Él dijo suavemente: —XianLe, hice que te
quedaras aquí por tu propio bien. Hay muchas
cosas que mientras me escuches, el resultado
final sería mucho mejor.
Xie Lian no se volteó, todavía dándole la
espalda. De lo contrario, habiendo recordado
todo lo que el Guoshi Principal le había dicho,
413
con su corazón como los mares furiosos, no
sabría qué expresión usaría para enfrentar a Jun
Wu, quien en este momento todavía era amable
y gentil.
Al siguiente momento, detrás de él, Jun Wu
dijo lánguidamente: —Pero, no solo te escapaste
para jugar, incluso trajiste a alguien para
esconderlo en tu habitación. Parece que
realmente ya no me escuchas.

414
Capítulo 222
Encuentra al Rey Fantasma escondido en
el Palacio del Príncipe Heredero (parte
dos)

A l escucharlo decir eso, un escalofrío


bajó instantáneamente por la espalda de
Xie Lian y el cabello se le erizó.
Era como si pudiera sentir cómo fue esa noche
en que el Guoshi Principal se coló en la
habitación de Jun Wu y le quitó la máscara.
Escuchó a Jun Wu ponerse de pie desde la mesa,
acercándose lentamente.
¡Hua Cheng estaba de pie detrás de las cortinas
al lado de la cama!
Cuando Xie Lian se subió a la cama, había
escondido a Fang Xin debajo de la almohada y
en este momento, la mano en la empuñadura se
apretó con fuerza, esperando el momento

415
correcto, pero al mismo tiempo, dudoso si
realmente sería el momento correcto y oportuno.
Sin embargo, inesperadamente, Jun Wu no fue a
las cortinas, sino que se acercó a la cama y
levantó la manta de su cuerpo directamente. Xie
Lian sintió que su cuerpo se enfriaba y se
levantó, mirándolo, pero Jun Wu solo lo observó
calculadoramente y dijo en voz baja: —Esta
túnica no te queda bien.
—...
¡Solo entonces Xie Lian recordó que todavía
llevaba puesto el Brocado Inmortal!
Aunque el Brocado Inmortal ahora se había
convertido en una túnica de cultivo blanca, por
supuesto, Jun Wu no lo habría pasado por alto.
Observó a Xie Lian calculadoramente por un
momento, suspiró y dijo: —Simplemente no me
escuchaste. Saliste a causar problemas de nuevo,
¿no?
Xie Lian lo miraba ansioso cuando de repente,
sus ojos se posaron en la mesa y sobre ella había
una caja de regalo. La caja de regalo ya estaba
sin el envoltorio y dentro había unas coles, varias
papas y algunas zanahorias.
—...
416
Resultó que cuando la Señora de la Lluvia
detuvo a Jun Wu justo ahora y dijo que olvidó
darle algo, se refería a los recuerdos del reino de
YuShi...
Detrás de Jun Wu, Hua Cheng usó
silenciosamente una mano para levantar una
esquina de la cortina, revelando su rostro detrás.
Encontró sus ojos con los de Xie Lian a través de
donde Jun Wu estaba entre ellos.
Su mano se posó lentamente sobre la
empuñadura plateada de la cimitarra que colgaba
de su cintura y parecía estar deliberando sobre si
hacer un movimiento de inmediato. Xie Lian no
creía que fuera el momento adecuado y mientras
fingía no querer hablar con Jun Wu, sacudió la
cabeza.
—¿Dónde escondiste a Ling Wen? —Preguntó
Jun Wu.
Por supuesto que no podía darle Ling Wen. En
el momento en que viera a Ling Wen no habría
necesidad de preguntarle qué estaba pasando;
solo echar un vistazo a su forma de muñeca
daruma y uno podría adivinar que Hua Cheng
debía haberse colado en la Capital Celestial.

417
Pero, Xie Lian no pudo evitar
preguntarse: ¿Jun Wu realmente no sospechaba
que Hua Cheng ya se había colado?
Justo en ese momento, Jun Wu habló de nuevo.
—XianLe, tu expresión parece decir; hice algo
malo. ¿Qué pasa? ¿Podría ser que, aparte del
Brocado Inmortal, hayas escondido a alguien
más?
La expresión de Xie Lian en este momento no
cambió en absoluto. Jun Wu realmente lo
conocía muy bien.
En silencio, intercambiando una mirada con
Hua Cheng escondido detrás de Jun Wu, Xie
Lian se estabilizó y dijo fríamente: —Piensa lo
que quieras. De cualquier manera, nadie puede
irse ahora, así que no hay nada que pueda hacer.
Haz lo que te plazca, vejestorio.
Luego se tumbó de nuevo y se cubrió la cabeza
con las mantas. En cuanto a Jun Wu, se dio la
vuelta y comenzó a pasearse tranquilamente
dentro de la cámara, buscando.
Tomándose su tiempo y buscando por un
tiempo, no se encontró nada. Luego, Jun Wu
reflexionó por un momento y, efectivamente,

418
todavía se volvió hacia esas cortinas y extendió
la mano.
Cuando la cortina se levantó, no había nada.
Haciendo una pausa por un momento, Jun Wu
dejó caer la cortina y volvió a la mesa
nuevamente. En cuanto a Xie Lian, que todavía
estaba acostado en la cama, su corazón agitado
aún no se había relajado.
Debajo de las sábanas, Hua Cheng estaba
acostado junto a él, con los rostros muy
apretados. El corazón de Xie Lian latía muy
fuerte, toda su persona estaba tensa.
Hua Cheng sonrió, articulando
silenciosamente: —No tenga miedo, Dianxia.
Justo ahora, en el momento en que Jun Wu se
dio la vuelta, Hua Cheng bajó fácilmente las
cortinas. Luego, después de que Jun Wu pasó
junto a él, se escapó fácilmente de detrás de las
cortinas y se dirigió silenciosamente al lado de la
cama de Xie Lian. Xie Lian tiró de él hacia la
cama y lo metió dentro y justo cuando Hua
Cheng se había escondido, Jun Wu se dio la
vuelta otra vez.
El momento fue perfecto, además de que el
posicionamiento era complejo, por lo que, aparte
419
de un montón de mantas desordenadas, Jun Wu
no vio nada.
Finalmente, Jun Wu dijo: —XianLe, deja de
dormir. No puedes dormir de todos modos.
Levántate y ven conmigo.
Xie Lian realmente quería relajarse en la cama
y no levantarse, pero temía que Jun Wu volviera
a levantar las sábanas, por lo que solo podía
arrastrarse fuera de la cama y esconder la
muñeca daruma azul dentro de su manga.
Jun Wu ya había salido de la habitación y Xie
Lian miró hacia atrás. Hua Cheng ya se había
levantado de la cama, sus ojos oscuros, listo para
seguirlo. Xie Lian movió la mano
apresuradamente, indicándole que no se
expusiera absolutamente, que todo estaba bien.
Jun Wu, que ya había salido, gritó: —¿Qué
pasa? ¿Por qué no vienes? ¿Hay algo en la cama
que te detenga?
Xie Lian regresó instantáneamente a la
cámara, agarró esa caja de recuerdos sobre la
mesa, luego salió y cerró la puerta detrás de él.
Luego tomó una zanahoria dentro de la caja y
mordisqueó, respondiendo secamente: —No es
nada. ¿No puedo tener hambre?
420
Jun Wu miró la cosa que tenía en la mano y
dijo cálidamente: —Si te gusta esto, tengo más.
Te los enviaré en otro momento.
—...
Caminaron unas pocas cuadras y desde lejos
pudieron escuchar una voz que hacía un
alboroto: —¡Jajajajajajaja! ¡Feng Xin! ¡Tú,
perro! ¡Este rey fantasma está atacando tu
palacio ahora mismo, ¿qué va a hacer al
respecto?! ¡Qué! ¡Ven a pelear! Jajajajajajaja
¡Era Qi Rong otra vez!
Mientras se acercaban, podían ver que todo el
palacio dorado estaba bajo su ataque, el gigante
y feo: QI RONG ESTUVO AQUÍ, estaba por
todos lados. Qi Rong incluso se subió a los
tejados para quitar las tejas, gritando y
vociferando a los oficiales celestiales dentro. Gu
Zi estaba a su lado, parecía muy molesto, con
ganas de hablar, pero sin atreverse.
Actualmente estaba saltando y pisoteando el
Palacio de Nan Yang y Feng Xin estaba
preocupado por otras cosas por lo que lo ignoró
por completo; Qi Rong gritó por un tiempo, pero
se aburrió, así que fue al Palacio de Xuan Zhen
y gritó exactamente lo mismo. Mu Qing parecía
421
haber puesto los ojos en blanco unas cuantas
veces ante sus payasadas y Qi Rong pisoteó con
ira, saltando por todo el lugar, luego saltó sobre
el Palacio de Qi Ying. Sin embargo, incluso
antes de que abriera la boca, una estatua divina
con la cabeza llena de cabello rizado
repentinamente salió disparada de la habitación,
con su cabeza chocando primero y atravesando
el techo. ¡Era el enfurecido Quan Yi Zhen, quien
usó su propia estatua divina como arma y se la
arrojó directamente!
Gu Zi estaba estupefacto, se aferró al borde del
techo y gritó: —¡Papá! ¿estás bien?
Qi Rong estaba furioso.
—¡Quan Yi Zhen, idiota desvergonzado!
¡Cómo te atreves a emboscarme tan
despreciablemente!
Gu Zi dudó por un momento, luego preguntó
confundido: —Papá, ¿fue así? ¿Quan Yi Zhen no
arrojó abiertamente la estatua divina?
—¡Tú, hijo estúpido! —Gritó Qi Rong—.
Siempre que gane contra mí, no importa cómo lo
haya hecho, ¡todo es por usar trucos sucios! De
lo contrario, ¿cómo podría ganar contra este
ancestro?
422
—Oh... —respondió Gu Zi.
—...
Qi Rong era su primo pequeño sin importar
qué, por lo que Xie Lian no pudo evitar cubrirse
la cara. Jun Wu hizo una pausa en su paso.
—Fantasma Verde.
Cuando Qi Rong escuchó esta voz, su rostro se
puso rígido y se arrastró, mirando con cautela,
pareciendo ser muy cuidadoso con Jun Wu. Con
esta mirada, tanto el padre como el
hijo naturalmente vieron a Xie Lian.
Gu Zi exclamó felizmente: —¡Gēge chatarra
cultivador!
Qi Rong, por otro lado, solo resopló
burlonamente: —¡Vaya! ¿Quién es éste? ¡No es
este el primo príncipe heredero! —Xie Lian no
quería reconocerlo en lo más mínimo, pero aun
así se acercó para acosarlo, rodeó a Xie Lian en
círculos y se burló—: ¿No estabas muy animado
antes? Con dos montañas detrás de tu espalda,
mirándome, ¿por qué te ves como un perro
perdido ahora?
Xie Lian estaba desconcertado; ¿dos
montañas a sus espaldas?

423
Entonces se dio cuenta, uno era Hua Cheng, el
otro era Jun Wu. Miró a Jun Wu, que estaba
parado frente a él y no pudo evitar sentir todo
tipo de cosas. De repente, recordó hace mucho
tiempo, cuando le preguntó a Hua Cheng cómo
era Jun Wu. En ese momento, la respuesta de
Hua Cheng fue que Jun Wu realmente debía
odiarlo.
Qi Rong continuó: —Jejeje, antes habías
usado a ese hijo de puta de Hua Cheng como
respaldo y me tendiste una emboscada, ni
siquiera he buscado venganza contra ti y alguien
más te atrapó primero, ¡realmente qué buen
karma!
Jun Wu habló en voz baja: —Fantasma Verde,
deja de decirle tonterías a XianLe. Puedes dejar
salir a tus subordinados ahora.
Aunque Qi Rong maldijo a Jun Wu locamente
a sus espaldas en el pasado, pero ahora que
realmente estaba frente a Jun Wu, escondió la
cola tristemente. Incluso mientras su expresión
mostraba lo poco dispuesto que estaba, sin decir
una palabra más, saltó al techo, levantó a Gu Zi
y salió corriendo a hacer sus recados.
Luego, Jun Wu se volvió hacia Xie Lian.
424
—Vamos.
Xie Lian miró el camino donde Jun Wu lo
estaba guiando y reflexionó internamente: —En
esta dirección está... se dirige a... ¿los
subordinados de Qi Rong? Podría ser...
Después de un rato, doblaron una esquina y
efectivamente, un suntuoso palacio marcial
apareció ante los dos.
¡El Palacio de Ming Guang!
Y en el palacio, ya había rugidos furiosos y
gritos incoherentes provenientes del interior. Xie
Lian se alarmó y dejó de preocuparse por seguir
a Jun Wu, corriendo para entrar.
¡Ciertamente era un desastre dentro del
palacio!
La cara de Pei Ming estaba oscura y Xuan Ji
era como una serpiente, se aferraba a él en un
estrangulamiento, envolviéndose una y otra vez,
su largo cabello extendido, su cara verde, sus
dientes rojos, sus ojos salvajes y
deslumbradores. Parecía como si quisiera
morder el cuello de Pei Ming, pero ella misma
tenía el cuello ahogado y apartado por Ban Yue;
del otro lado, una espada rota apuntaba
directamente al cuello de Pei Ming, como si
425
estuviera a punto de atravesarlo, pero las manos
de Pei Su la sujetaban firmemente para que la
hoja no avanzara; y detrás de Ban Yue y Pei Su,
Ke Mo balanceaba sus puños a punto de golpear
y si no fuera el Pei Ming de rostro ceniciento
quien lo arrastró hacia abajo, los dos puños
gigantes de Ke Mo más grandes que martillos de
hierro probablemente ya hubieran aplastado a
Pei Su y Ban Yue. Xuan Ji y Rong Guang
estaban discutiendo quién iba a estrangular o
apuñalar a Pei Ming primero y se estaban
gritando y golpeándose el uno al otro.
—¡Piérdete! —Chilló Xuan Ji—. ¡La vida de
mierda de Pei Ming es mía, mía, toda mía!
Rong Guang, que poseía la espada Ming
Guang, gritó: —¡Piérdete! ¡Qué mujer tan
ignorante! ¡Hay por lo menos ochocientas, quizá
mil mujeres que Pei Ming dejó, ¿piensas que
tienes una clasificación importante?! ¡Yo soy el
que tomará la vida de mierda de Pei Ming!
Las venas aparecieron violentamente en la
frente de Pei Ming.
—... Ustedes... Ambos... ¡Locos! ¡Piérdanse
todos!
—...
426
Xie Lian sintió una simpatía infinita. En cierto
sentido, esto probablemente podría considerarse
la desgracia del exceso de popularidad.
—¡General Pei, espere! —Gritó Xie Lian.
Y estaba a punto de ir a rescatarlo, cuando
inesperadamente, incluso antes de moverse, una
mano se posó sobre su hombro.
Detrás de él, Jun Wu habló: —XianLe,
¿realmente pensaste que te traje aquí solo para
que puedas ayudar con buenas acciones?
En medio de los golpes, Pei Ming y compañía
también los notaron y Ban Yue gritó
alegremente: —¡General Hua!
Con esa mano presionada, Xie Lian de repente
no podía mover un músculo.
—¿Entonces por qué me trajiste aquí?
Jun Wu mantuvo la posición de su mano sobre
su hombro y lo empujó hacia el interior del
palacio. En el momento en que ingresó, el grupo
que estaba enredado en un montón cayó al suelo
en un instante, como si sus fuerzas hubieran sido
absorbidas; solo un par aún podía moverse.
—Ming Guang —dijo Jun Wu.
Xuan Ji ya no lo estrangulaba y la cara de Pei
Ming finalmente se recuperó. Suspiró aliviado y
427
respondió: —Mi señor, de verdad... gracias por
esto.
Si bien su tono no era sarcástico, las palabras
en sí eran bastante irónicas. A Jun Wu no pareció
importarle y sonrió.
—No hay necesidad de agradecerme tan
pronto, Ming Guang, he venido para que me
ayudes a hacer algo.
—¿Qué? —Preguntó Pei Ming.
—En la Capital Real, en los reinos inferiores
—dijo Jun Wu—, actualmente hay una Matriz
Humana.
¡Lo sabía!
Jun Wu dijo en voz baja: —Rompe la Matriz
Humana y te devolveré tu estado de Dios
Marcial del Norte.
Pei Ming miró a Xie Lian y se echó a reír
secamente: —¿No es ese Xueyu Tanhua quien
está protegiendo esa matriz? Es posible que no
pueda romperlo con fuerza.
—Por supuesto que no puedes romperlo a la
fuerza —dijo Jun Wu—, pero no dije que debías
romperlo a la fuerza.
Si fuera Pei Ming, en realidad sería muy fácil
romper esta matriz. Mientras fingiera ir a ayudar,
428
Shi Qing Xuan lo dejaría entrar con seguridad. Y
una vez que estuviera dentro de la matriz, se
separaría inesperadamente, ¡entonces la matriz
se arruinaría!
Además, Hua Cheng ni siquiera estaba
protegiendo la Capital Real en este momento,
¡así que no podría arreglarlo en absoluto!

429
Capítulo 223
Envuelven y rodean; escudo de Mariposas
Plateadas y Linternas de Bendiciones

—General Pei... —Xie Lian habló—: Esa


matriz, es un escudo contra esos espíritus
resentidos que se derramaron del Horno. Una
vez que se rompa, la Enfermedad del Rostro
Humano estallará por tercera vez,
probablemente...
Probablemente traería un desastre al mundo y
aniquilaría todo lo que tuviera vida.
Pei Ming se frotó la nariz.
—Déjeme verificar esto... Mi señor... no me
dio otra opción, ¿verdad?
—Por supuesto que sí. —Dijo Jun Wu—. Si
desciendes, te dejaré ir; si no lo haces, los dejaré
ir.
¿Dejaría ir a quienes…?

430
¡Xuan Ji, Rong Guang y Ke Mo!
Una luz verde destelló en los ojos de los tres
fantasmas en el costado, como si estuvieran
muriendo de hambre. Era fácil imaginar lo que
harían una vez que fueran liberados.
Ser estrangulado hasta la muerte, arañado hasta
la muerte, apuñalado hasta la muerte, golpeado
hasta la muerte; elige uno o todos.
Jun Wu agregó: —Xiao Pei también está aquí.
Imagino que piensas muy bien de este
descendiente tuyo. Después de todo, con el fin
de conservarlo, estabas dispuesto a encubrir las
muertes de las personas atraídas al Paso BanYue,
e incluso planeaste empujar este asunto a las
cabezas de los demás.
Después de escuchar esto, el agravio de Rong
Guang pareció haberse acumulado nuevamente.
Maldijo locamente a Pei Ming por ser un amigo
terrible, que pondría a su tátara-tátara-tátara
nieto sobre sus hermanos. Xuan Ji también
estaba de ese lado, refunfuñando y quejándose
de algunos agravios.
Pei Ming soportó todos estos ruidos
demoníacos que rodeaban su cabeza y después
de pensarlo mucho, suspiró.
431
—¿Mi señor me permitirá pensar más en esto?
—Mi paciencia es limitada, así que no quiero
darte demasiado tiempo —dijo Jun Wu.
Justo cuando terminó, el deleite apareció
repentinamente en los rostros de esos tres
fantasmas. ¡En realidad podían moverse ahora, e
instantáneamente cargaron hacia adelante!
Las puertas del Palacio de Ming Guang se
cerraron y Xie Lian pudo escuchar gritos
torturados de alguien y algo rasgándose en el
interior. Su rostro se nubló y gritó: —¡General
Pei! ¡Ban Yue!
Quería entrar a ver, pero la mano de Jun Wu
todavía estaba colocada sobre su hombro
forzosamente lo empujó por el otro extremo de
la calle.
Xie Lian siguió mirando hacia atrás, pero su
cuerpo no lo obedecía y gritó enojado: —¡¿Qué
estás planeando?!
—El siguiente —dijo Jun Wu.
¿El siguiente? ¿Qué seguía? Después de
caminar por un momento, se detuvieron una vez
más y la respiración de Xie Lian casi se detuvo.
¡El Palacio de TaiHua de Lang Qian Qiu!

432
Qi Rong también llegó desde el extremo
opuesto de la calle con Gu Zi debajo de su brazo,
su expresión renovada y rejuvenecida, como si
acabara de pisotear los principales palacios
divinos, muy satisfecho de sí mismo.
—¿Por qué me llamaste aquí? —Preguntó.
Jun Wu en realidad convocó a Qi Rong al
Palacio de TaiHua. Xie Lian sintió una sensación
de presentimiento y lo regañó: —¡No hay nada
aquí que tenga que ver contigo! ¡Vete ahora!
La cara de Qi Rong cambió y parecía estar a
punto de escupir a Xie Lian cuando Jun Wu
habló: —Ve adentro.
Qi Rong volvió a sonreír de placer.
—¡Jeje, tus palabras no importan aquí!
Luego entró con la cabeza en alto y el espíritu
renovado.
Dentro del Palacio de TaiHua, la cara de Lang
Qian Qiu era oscura y sombría y él caminaba de
un lado a otro con las manos detrás de la espalda.
Cuando vio que Xie Lian y Jun Wu habían
venido, exigió con sospecha: —¿Qué están
haciendo los dos aquí?

433
Entonces, vio a Qi Rong que estaba detrás de
ellos, e instantáneamente sus colores cambiaron,
gritó enojado: —¡Tú!
Gu Zi se encogió por su furioso rugido, pero el
Qi Rong de este momento ciertamente no le tenía
miedo y se sentó fuera del pasillo, cruzando las
piernas, tan arrogante que se estaba dejando
llevar.
—¡Nada que temer, mi buen hijo! Así es, ¡soy
yo! Lang Qian Qiu, ¿no has estado
persiguiéndome para matarme durante tanto
tiempo? ¿No caíste en mis manos al final?
Lang Qian Qiu estaba indignado y las venas
aparecieron en su frente y en el dorso de sus
manos, sin embargo, estaba encerrado dentro del
palacio y no podía dar un solo paso, por lo que
se volvió furioso hacia Xie Lian.
—¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¡¿Lo
trajiste aquí a propósito?!
—¡No! —Gritó Xie Lian—. ¡Cálmate!
—¡He estado tranquilo! —Exclamó Lang Qian
Qiu—. ¡Ni siquiera sé lo que está pasando!
Jun Wu habló: —TaiHua, desciende y rompe
esa Matriz Humana en la Capital Real. Hazlo y

434
te entregaré a tu enemigo el Fantasma Verde Qi
Rong para que hagas con él lo que quieras.
Qi Rong se rió salvajemente.
—¡Jajajajajajajajajajaja Lang Qian Qiu,
bastardo de YongAn...! ¿Eh? ¡¿Qué dijiste?
¿Entregarme a él? ¿qué quieres decir?!
Se rió por un buen rato antes de captar las
palabras de Jun Wu y saltó directamente de
donde estaba sentado. Qué broma, ¿entregarlo a
Lang Qian Qiu? ¡Había asesinado a todo el clan
de Lang Qian Qiu, Lang Qian Qiu lo mataría!
Jun Wu no le prestó atención en absoluto y
continuó hablando tranquilamente: —Te
entregaré al Fantasma Verde Qi Rong para que
se encargué de ti y pueda agregar otra vida a las
vidas de la realeza de YongAn que terminaron
por sus manos.
La cara de Lang Qian Qiu se estaba volviendo
más oscura y aterradora.
—¡¿Espera?! —Gritó Qi Rong.
Xie Lian no pudo soportar esto más.
—¡¿Estás loco?! —Exclamó—. ¡¿Por qué los
estás forzando a hacer tales elecciones? ¿Solo,
qué estás intentando mostrarme?!

435
Lang Qian Qiu siempre había estado
persiguiendo a Qi Rong para matarlo y
basándose en el carácter de Qi Rong, siempre y
cuando hubiera una oportunidad de encargarse
de Lang Qian Qiu, ¡por supuesto que él haría el
primer movimiento! Pero si Lang Qian Qiu
realmente elegía romper la Matriz Humana,
¡entonces Xie Lian definitivamente tampoco
querría presenciarlo!
—Si no quieres verlos tomar decisiones, ¿por
qué no tomas su lugar? —Dijo Jun Wu.
—¿Qué? —Xie Lian se quedó boquiabierto.
—XianLe, todo esto es el resultado de tu
testarudo capricho. —Dijo Jun Wu—. Si
hubieras seguido mis instrucciones desde el
principio, no habrían tenido que enfrentar tales
decisiones.
Xie Lian estaba tan enojado que su voz
temblaba: —¿Estás diciendo que es mi culpa…?
¿Por qué tienes que obligarme a hacer esto?
—¿Me odias? —Preguntó Jun Wu—. ¡Si
simplemente es odio no es suficiente! Si tienes
lo que se necesita, entonces derrótame. Pero,
¿podrás hacerlo?

436
Xie Lian apretó los puños con fuerza, haciendo
crujir sus nudillos.
Jun Wu continuó: —Naturalmente, ahora no
tienes lo que se necesita. Pero tal vez si rompes
la Matriz Humana podrías ganar la habilidad, ya
que te ayudaré a quitar esos dos grilletes en ti.
—...
Esos dos grilletes malditos lo habían sellado
por ochocientos años. ¿Qué pasaría después de
que fuera libre de ellos?
Qi Rong miraba ansioso y cautelosamente al
interior del Palacio de TaiHua, asustado de que
al momento siguiente, Lang Qian Qiu elegiría
romper la matriz y Jun Wu lo abandonaría para
que Lang Qian Qiu se encargara de él. Los ojos
de Lang Qian Qiu también se movieron
rápidamente entre Xie Lian y Qi Rong.
De repente, el agarré de Jun Wu sobre su
hombro se debilitó.
Xie Lian se sobresaltó y giró la cabeza. La
expresión de Jun Wu era tranquila y fría, su
cabeza ligeramente baja, mirando la hoja curva
y plateada que estaba enganchada en su cuello.
Era la cimitarra E-Ming.

437
Detrás de él, los ojos de Hua Cheng se llenaron
de animosidad y dijo con frialdad: —Quita tu
mano.
—¡San Lang! —Gritó Xie Lian.
Hua Cheng había salido después de todo.
Jun Wu contuvo el aliento ligeramente y le
sonrió a Xie Lian.
—XianLe, te atreviste a tener una aventura con
el Rey Fantasma bajo mis ojos, qué audacia.
—¿Por qué no te miras en el espejo tú mismo?
—Resopló Hua Cheng—. ¿Tienes derecho a
decir algo?
Qi Rong ni siquiera se había acomodado en su
silla antes de levantarse de nuevo, su cara
cambiando de color a una aterrorizada.
—¿H-H-H-H-Hua Cheng cabrón? ¿Cómo
llegaste aquí?
Xie Lian sacó a Fang Xin que estaba en su
cintura y cortó, cortando la barrera que estaba
encerrando a Lang Qian Qiu dentro.
—¡Qian Qiu, corre!
Lang Qian Qiu todavía estaba ardiendo de ira y
cargó un paso hacia Qi Rong, lo agarró, luego
agarró la espada larga en su espalda, como si
fuera a cortar Qi Rong en siete u ocho pedazos.
438
Sin embargo, Gu Zi saltó y abrió los brazos,
bloqueando frente a Qi Rong, gritándole a Lang
Qian Qiu: —¡no.… no mates a mi papá!
—¡Muévete! —Gritó Lang Qian Qiu—. ¡Tu
papá está poseído, ese incluso ya no es tu papá!
Sin embargo, Qi Rong de repente se dio la
vuelta y saltó, atrapando a Gu Zi.
—¡No te acerques! ¡Te lo advierto, no vengas
cerca de mí! ¡Ven y me comeré a este niño!
¡Voy a abrir su vientre y lo devoraré para que
veas!
Lang Qian Qiu se detuvo y gritó enojado: —
¿No es el tu hijo? ¿Te protegió y todavía lo
tomas como escudo? ¡Demonio ruin y vulgar del
reino más bajo!
Gu Zi parpadeaba en su abrazo y Qi Rong
respondió: —¡Un hijo barato, solo obtendré
otro!
Jun Wu dijo a la ligera: —Si ese es el caso...
Al escuchar este tono, Xie Lian sintió
instintivamente el peligro. Efectivamente, no
pasó mucho tiempo antes de que se escucharan
gritos de sorpresa desde el exterior.
—¡Fuego! ¡Hay fuego!
—¡Se está quemando!
439
Xie Lian salió corriendo del Palacio de TaiHua
para mirar. Caía la noche, pero encima de la
Capital Celestial había un campo de llamas rojas.
¡Muchos de los palacios divinos de abajo ya
estaban hundidos en un mar de fuego!
Xie Lian miró hacia atrás.
—¡¿Qué tratas de hacer incendiando la Capital
Celestial?! ¡Todos los oficiales celestiales aún
están encerrados aquí!
Y, además, todos tenían sus poderes
espirituales sellados. Si esta situación
continuara, ¿no serían todos quemados hasta la
muerte en sus propios palacios?
—No es como si le importara si esos oficiales
celestiales están vivos o muertos —dijo Hua
Cheng.
Lang Qian Qiu también se sorprendió y
aprovechando esta oportunidad, Qi Rong colocó
a Gu Zi debajo del brazo y salió corriendo,
arrastrándose mientras se escabullía.
—¡Alto! —Gritó Lang Qian Qiu.
Como si Qi Rong fuera a detenerse.
—¡Qian Qiu! —Gritó Xie Lian—. ¡Ve a liberar
a los demás oficiales celestiales primero!

440
Lang Qian Qiu respondió inconscientemente:
—¡Sí, maestro! —Entonces, ambos se
sorprendieron. Le dio una mirada a Xie Lian y
luego salió corriendo.
De este lado, Hua Cheng retiró la espada E-
Ming y miles de mariposas plateadas avanzaron
en un remolino frenético, envolviendo a Jun Wu.
Tomó la mano de Xie Lian y tiró.
—¡Vámonos!
Esas mariposas plateadas no retendrían a Jun
Wu por mucho tiempo y las dos corrieron hacia
las calles. Lang Qian Qiu se movió muy rápido
y derribó a un gran número de guardias. Muchos
de los oficiales celestiales fueron liberados de
sus palacios y salieron a la Gran Avenida, todos
ansiosos y asustados.
—¿Por qué está se está incendiando todo?
¿Quién prendió fuego?
—¡No es un fuego normal tampoco, no se
puede extinguir en absoluto!
Desde la distancia aún podían escuchar a Qi
Rong corriendo y aullando: —¡Joder, joder,
joder, joder! ¡Jun Wu está jodidamente loco, este
ancestro todavía está aquí! ¡Crear incendios para

441
quemar su propio dominio, realmente está
jodidamente loco!
Feng Xin también salió del Palacio de Nan
Yang, parado en la calle principal, parecía estar
buscando a alguien.
A un lado, Mu Qing preguntó: —¿Cómo nos
vamos?
¡No había forma de irse!
—¿Podemos volar?
—Todos han sido heridos y los poderes
espirituales están siendo restringidos, no hay
forma de volar...
Lo que significaba que, incluso si todos salían
de sus palacios, ¡todavía estaban atrapados en el
mar de fuego dentro de la Capital Celestial!
En ese momento, repentinamente hubo un
temblor salvaje proveniente del suelo y la gente
estaba aún más alarmada.
—¡¿Qué sucede? ¿Terremoto?!
—¡¿Cómo es eso posible?! —Gritó Lang Qian
Qiu—. Esta es la capital de los cielos, es una
ciudad en los cielos, ¿cómo puede haber
terremotos?
—Y entonces qué…

442
Entonces, las palabras murieron en las
gargantas de todos. Fue un buen momento antes
de que comenzaran a levantar las manos
apuntando hacia adelante.
Alguien murmuró: —¿Qué es esa cosa...?
En medio de un cielo lleno de luz de llamas, al
final de la larga avenida de la Capital Celestial,
apareció una cabeza gigante que miraba a los
cientos de oficiales celestiales de pie en medio
de la avenida.
Esta cabeza era realmente demasiado grande;
Era muchas veces del tamaño de un palacio
dorado y estaba sonriendo. Lo que se suponía
que era una sonrisa muy pacífica y compasiva,
en el contexto de esta interminable noche oscura
y llamas rojas como la sangre, parecía bastante
espeluznante.
—...
Alguien se agarró la cabeza.
—... ¡¿Estoy alucinando?!
—¡Dianxia es tan grande!
¡Era esa estatua divina gigante!
¡Había volado!
El propio Xie Lian estaba estupefacto. ¿No
estaba esa estatua divina en el Monte Tonglu? Y
443
sin su control, esa estatua divina no debería
haber podido volar. Sin su orden y sin ningún
poder espiritual, ¿cómo llegó hasta aquí?
Con otra mirada, el cuerpo de esa estatua
divina gigante de piedra brillaba y centelleaba en
la noche negra. Cuando Xie Lian miró más de
cerca, descubrió que la luz no era emitida por la
estatua divina, sino por millones de mariposas
plateadas y millones de linternas de bendiciones
que la rodeaban y envolvían.
¡Fueron esas mariposas plateadas y linternas de
bendiciones las que la resguardaron y trajeron,
volando hacia los cielos!

444
Capítulo 224
Batalla contra la fortaleza demoníaca
ardiente (parte uno)

E sa estatua divina de piedra gigante se


elevó cada vez más bajo la mirada de
innumerables ojos atónitos y estupefactos. Xie
Lian vio que estaba en perfectas condiciones sin
ningún daño, ni siquiera un rastro de esa pierna
que Bai Wuxiang había roto antes.
—San Lang, ¿lo arreglaste? —Dijo Xie Lian
encantado.
Hua Cheng sonrió.
—Si tengo que venir a los cielos para recoger a
gēge, no puedo venir con las manos vacías.
¡Vámonos!
Xie Lian asintió.
—¡Todos, dense prisa y suban!

445
Sin embargo, solo entonces la multitud de
oficiales celestiales vio claramente que era Hua
Cheng quien estaba junto a él y casi cayeron de
rodillas.
—¡Dianxia, ¿el que está a su lado…?!
La angustia entre las cejas de Feng Xin se hizo
más evidente y finalmente comenzó a gritar:
—¡Jian Lan! ¡Jian Lan!
Nadie respondió.
Lang Qian Qiu vio que Qi Rong escondiéndose
en la esquina de la calle y estaba a punto de ir a
capturarlo cuando inesperadamente, justo
cuando pasaba por el Palacio de TaiHua, todo el
palacio de repente retumbó y colapsó
repentinamente, como si algo dentro hubiera
explotado. Todos los oficiales celestiales se
sorprendieron y cuando volvieron la cabeza para
mirar, vieron en medio de los escombros y los
incendios furiosos, una figura estaba parada allí,
con la cabeza gacha y en silencio.
Jun Wu había escapado de las mariposas
plateadas.
¡Como se esperaba, no pudo ser detenido!
Qi Rong se escondió apresuradamente detrás
de Jun Wu y gritó engreídamente a la multitud:
446
—¡Basura inmunda! ¡Ven aquí si tienes lo que
se necesita!
Era el único que todavía se atrevía a acercarse,
ignorante de su propia muerte; ¡ninguno de los
oficiales celestiales a los lados se atrevió a
hablar!
Sobre el cuerpo de ese dios marcial vestido de
blanco, el aura negra rugió hacia los cielos y al
mismo tiempo la luz blanca era cegadora, estos
dos colores siempre cambiantes e impredecibles.
Todos los oficiales celestiales sintieron que este
Jun Wu era infinitamente extraño y lo miraron,
sin siquiera atreverse a respirar fuerte. Mientras
tanto, observó a Xie Lian con atención y caminó
lentamente hacia donde los oficiales se estaban
reuniendo. Con cada paso, las llamas de la guerra
arderían bajo sus pies. Al principio, se encendió
con energía, luego, poco después, se extendió
locamente en todas las direcciones,
convirtiéndose en llamas furiosas que soplaban
hacia los cielos.
Esas llamas habían alcanzado a Qi Rong y
haciendo que aullara demoníacamente, huyendo
rápidamente con Gu Zi en sus brazos. Quan Yi
Zhen llevaba el cadáver de Yin Yu sobre su
447
espalda, parado en medio de la calle con la cara
cubierta de hollín y cuando vio a Jun Wu, el
fuego furioso también comenzó a arder en sus
ojos. Ni siquiera dejó el cadáver antes de
comenzar a caminar hacia él y fue Xie Lian
quien tiró de él hacia atrás.
Otra ola de mariposas plateadas se lanzó hacia
adelante y aprovechando esta oportunidad, Xie
Lian gritó: —¡Rápido! ¡No se detengan!
Todos los oficiales celestiales dudaron por un
momento antes de finalmente, cada uno de ellos
respondiera con un grito tras otro. Cientos de
oficiales celestiales saltaron sobre esa estatua
divina gigante de piedra, como un grupo de
hormigas negras trepando, apiñándose por los
hombros y el pecho. Si no hubiera lugares para
pararse, entonces solo podrían agarrarse a los
dobladillos.
Si iba a volar, no solo podría depender de esas
linternas de bendiciones y mariposas plateadas,
pero había demasiada gente presente, así que Xie
Lian no pudo hacer ningún movimiento hacia
Hua Cheng.
Las ideas surgen en situaciones de emergencia
y Xie Lian detuvo al azar a un Oficial Celestial
448
y detrás de él, Xie Lian ahuecó el rostro de Hua
Cheng en sus manos y lo besó profundamente.
Pasó un momento y todo el cuerpo de Xie Lian
se llenó instantáneamente de poder espiritual y
ese Oficial Celestial que fue usado como una
pantalla se puso rígido por completo y gritó en
estado de conmoción: —¡¿Qué están haciendo
detrás de mí?!
Innumerables ojos también llegaron volando
conmocionados. Solo entonces, Xie Lian
descubrió que el que detuvo al azar para
bloquear la vista de la gente era en realidad Lang
Qian Qiu.
Xie Lian se arrepintió profundamente
mentalmente: —Qué pecado, qué pecado, esto
no debería ser visto por este niño. —Y exclamó
en voz alta—: ¡No hemos hecho nada! ¡Nada que
debas ver! —Luego, se dio la vuelta y le gritó a
esa estatua divina—: ¡Vuela!
Esa estatua divina parecía haber escuchado su
llamado y como si algo se hubiera activado, sus
ojos entrecerrados se abrieron repentinamente y
la sonrisa en su rostro se hizo más profunda.
Las mariposas plateadas y las linternas de
bendiciones se dispersaron abruptamente, pero
449
aún flotaba constantemente en el cielo, su largo
cabello, mangas y dobladillos también parecían
ondear en el viento.
¡Estaba volando!
Xie Lian y Hua Cheng también se levantaron
de un salto y se pararon sobre la plataforma de la
corona de jade en la parte superior de la cabeza
de esa estatua divina y Xie Lian gritó: —¡Todos
manténgase estables! ¡Agárrense fuerte!
Justo cuando terminó, el cuerpo de esa estatua
divina se hundió y luego se disparó con fuerza.
Xie Lian y Hua Cheng se pararon en el punto
más alto y, junto con la estatua divina, llevaron
a los muchos oficiales celestiales lejos de la
Capital Celestial. Sin embargo, había un buen
número de oficiales celestiales que habían
guardado años de ahorros en la Capital Celestial,
por lo que seguían mirando hacia atrás,
desesperados y abatidos.
Después de calmarse un poco, Xie Lian
recordó de repente que las cosas estaban tan
agitadas antes que no hubo tiempo para contar y
dijo: —¿Han subido todos? ¿Dónde está el
Guoshi Principal? ¿El General Pei? —¿Quién
sabría si el General Pei habría caído a su
450
desgracia? Estaba buscando las sombras de
aquellos con los que estaba familiarizado y gritó:
—¡Maestro!
Desde muy lejos llegó la voz del Guoshi
Principal en respuesta: —¡He venido!
Solo entonces Xie Lian se sintió un poco
relajado.
Justo en ese momento, alguien de repente gritó:
—¡Nos está alcanzando! ¡Nos alcanzará pronto!
¡Como se esperaba!
Detrás de esta estatua divina gigante, algo
carmesí la perseguía, como una luz roja que
reclamaba la vida.
¡Era la Capital Celestial!
La Capital Celestial original estaba envuelta y
rodeada de nubes favorables y auspiciosas.
¡Ahora mismo estaba ardiendo con las llamas de
la guerra y se había transformado en una feroz
fortaleza demoníaca!
Alguien dijo aterrorizado: —Es el emperador...
el emperador está moviendo la Capital
Celestial... nos aniquilará a todos...
—¡Nos alcanzará!
Sin embargo, Xie Lian gritó: —¡No tan rápido!

451
Los sellos de sus manos cambiaron
rápidamente y los ojos de esa estatua divina
gigante brillaron. El viento que azotaba las
orejas de los oficiales celestiales soplaron más
rápido, aullando como fieras y la luz roja que los
perseguía se alejó instantáneamente por una gran
distancia.
¡La estatua divina ahora volaba aún más
rápido!
Si bien las cosas se aceleraron en este extremo,
esa luz roja tampoco se rindió y su velocidad
explotó repentinamente, retumbó y ahora estaba
aún más cerca, haciendo que muchos oficiales
celestiales gritaran alarmados. A esta distancia,
¡casi podían ver claramente la figura de pie
dentro de la Capital Celestial!
Mientras tanto, el Reino Mortal no tenía idea
de lo que estaba pasando en absoluto; los niños
se reían y jugaban y cuando vieron en el cielo
una luz blanca y una luz roja que pasaban
volando, todos abrieron la boca y aplaudieron:
—¡Qué bonito!
Xie Lian sabía que las cosas no podían seguir
así y que debía acelerar de nuevo, pero se sentía
un poco mareado. Había volado durante tanto
452
tiempo después de todo, todo en el tiempo de una
respiración. Hua Cheng lo estaba ayudando a
levantarse, pero antes de que los dos pudieran
intercambiar palabras, escucharon los gritos del
Guoshi Principal.
—¡¿Por qué siguen ahí? ¿Un manojo de
oficiales celestiales y todavía necesitan prestarse
poderes espirituales de un rey fantasma para
escapar?! ¡¿No están avergonzados?!
Algunos oficiales celestiales no apreciaron el
tono y exclamaron: —¿Quién eres? ¿Qué
derecho tienes para darnos un sermón?
—No importa quién soy —respondió el Guoshi
Principal—, aunque cuando este ya caminaba en
la Corte Superior tú todavía estabas jugando en
una caja de arena en alguna parte. El punto es,
date prisa y coloca tus delicadas manos doradas
en esta estatua divina, ¡y da tantos poderes
espirituales como puedas! Solo entonces esta
estatua divina podrá volar aún más rápido, ¿a
menos que estés esperando que te alcance?
¿Están tan acostumbrados a mirar desde el
margen que han olvidado que sus vidas están en
peligro? ¿Todavía necesitan que les recuerde
algo como esto?
453
Con su recordatorio, los sentidos finalmente
regresaron a los oficiales celestiales y todos
gritaron mentalmente muy avergonzados, de
realmente haber olvidado que podían usar este
método para brindar apoyo. Por lo tanto, todos
se pusieron a trabajar, poniendo sus manos sobre
la estatua divina.
—¡Dianxia, este bajo ser, uh, le dará una
mano!
—Ah, entonces yo también...
—No hay mucho... pero haremos lo que
podamos.
Con eso, con setecientas y ochocientas manos
y pies, la estatua divina fue inyectada
nuevamente con poderes espirituales y Xie Lian
se sintió revitalizado. Esa estatua divina se
encendió una vez más y esta vez, con un gran
estruendo, ¡dejó esa luz roja muy, muy lejos por
docenas de millas!
Los oficiales celestiales suspiraron
profundamente aliviados y cada uno se limpió el
sudor.
De repente, Hua Cheng habló: —Gēge,
descienda.

454
Dado que él fue quien lo dijo, Xie Lian
tampoco preguntó el por qué y descendió
directamente. La estatua divina atravesó capas
negras de nubes y lo que había debajo también
era un campo de oscuridad, ni siquiera se podía
ver un poco de luz o humo.
Los oficiales celestiales estaban todos
agitados.
—¿Qué...? ¿Qué es este lugar? ¿Por qué está
tan oscuro? Da mucho miedo.
—Dianxia, ¿por qué vinimos aquí?
—¡No creo que debamos quedarnos aquí por
mucho tiempo!
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Nos
quedaremos aquí y no nos moveremos.
Esperemos.
Esa estatua divina gigante flotaba en el aire y
Xie Lian dijo: —Hum... ¿Qué estamos
esperando?
Hua Cheng respondió en un susurro: —Esperar
hasta que nos alcance para pelear una ronda.
Justo cuando las palabras salieron de sus
labios, desde arriba de las nubes de la noche
negra, una luz roja se abrió paso y también

455
descendió. Cada hombre era una fortaleza y se
enfrentaron en el cielo nocturno.
Cada Oficial Celestial observó con los ojos sin
parpadear el acercamiento de esa luz roja,
escalofríos bajaron por sus espaldas y
preguntaron: —Dianxia, ¿por qué no nos
vamos?
—No puedes estar pensando en luchar contra
él de frente, ¿verdad? ¡No hay posibilidad de
ganar!
—¡Se ha vuelto estúpido otra vez! ¡Lo sabía, a
este tipo le encanta volverse estúpido! Han
pasado cientos de años y siempre ha sido como...
¡Quién me pateó!
—Yo —dijo el Guoshi Principal—. Di una
palabra más y te empujaré directamente.
—¡¿Quién eres?!
Esa estatua divina podría ser un objeto gigante,
pero la Capital Celestial era aún más majestuosa
y si realmente peleaban de frente, entonces, por
el tamaño de esta estatua divina, definitivamente
sería aplastada. Sin embargo, Xie Lian confiaba
completamente en Hua Cheng y lo miró sin decir
una palabra. Justo cuando la luz roja había
llegado a menos de media milla de distancia, Xie
456
Lian de repente sintió que algo se estaba
moviendo bajo sus pies.
Cuando miró hacia abajo, descubrió que era la
oscuridad debajo de sus pies la que se movía.
Salpicando, subiendo y rodando,
prácticamente como...
Olas.
Xie Lian de repente supo dónde era este lugar.
También hubo oficiales celestiales que se
dieron cuenta y alguien dijo aterrorizado: —
¡Cielos, este lugar parece ser... la Guarida del
Demonio Agua Negra! ¡Nos han traído a la
Guarida del Demonio!
Justo cuando se decían las palabras, abajo, de
repente, ¡varias líneas blancas se abrieron paso a
través de la oscuridad y saltaron en el aire!
Cuatro pares de ojos, ocho ojos gigantes tan
grandes como linternas de fuego fantasma, eran
inquietantemente verdes y miraban fijamente a
esa feroz fortaleza demoníaca, dejando escapar
largos y maliciosos aullidos, como si estuvieran
muy disgustados por ese grosero intruso, sus
gigantes colas azotaron de un lado a otro,
golpeando la superficie del mar, levantando olas
de miles de metros de altura.
457
¡Era esos cuatro Dragones de Hueso!
En el momento en que levantaban la cabeza
hacia la fortaleza demoníaca, una corriente
rápida salió de sus bocas, sus poderes de ataque
eran inmensos, e incluso las paredes de hierro y
acero serían atravesadas por un cañón de agua
tan gigante.
Xie Lian no pudo evitar reevaluar su
impresión: —La última vez que los vimos eran
un poco... jaja, no pensé que fueran realmente
tan feroces.
Desde la superficie negra del mar, nuevos
monstruos gigantes de huesos continuaron
atravesando las aguas, volaron con un zumbido,
como si fueran catapultados como rocas hacia la
fortaleza. Cuando los oficiales celestiales vieron,
estaban completamente confundidos. Jun Wu los
perseguía para matarlos, mientras que Hua
Cheng y Agua Negra parecían ayudarlos. Una
escena como esta era realmente curiosa.
Los cuatro Dragones de Hueso rodearon esa
fortaleza demoníaca y le dispararon
salvajemente, pero no fue muy efectivo, ya que
las furiosas llamas de la guerra ciertamente no
podían extinguirse solo con agua. Cuanto más
458
atacaban los dragones, más se enfurecía el fuego
y quemaba su camino hasta las aguas. En la
superficie del mar de la Guarida del Demonio
Agua Negra, crecieron fuegos furiosos y la luz
del fuego danzó salvajemente con las aguas. Y
abajo, desde las profundidades, llegaron los
aullidos y lamentos de los necrófagos.
Una gota de sudor rodó por la frente de Xie
Lian.
—¿Está... está bien... que traigamos este
desastre al dominio de Agua Negra?
—No se preocupe por esas cosas. —Dijo Hua
Cheng—. Me debe dinero. Puede luchar como
quiera.
Xie Lian: —¿…?
De repente, alguien señaló hacia adelante.
—¡¿Qué... qué está haciendo?!
Xie Lian también volvió la mirada y cuando
vio, su corazón también dio un vuelco.

459
Nota del autor:

Agua Negra tiene una enorme deuda con Hua


Cheng; es en realidad, un supremo muy pobre.
Ha reducido considerablemente el promedio de
ingresos de todo el rango supremo (aunque solo
hay tres), pero no todo se debe a comer
demasiado.

460
Capítulo 225
Batalla contra la fortaleza demoníaca
ardiente (parte dos)

E sa fortaleza demoníaca ardiente que una


vez fue la Capital Celestial se sacudía en el
cielo, rompiéndose y agrietándose. Incontables
escombros llameantes cayeron rodando, se
hundían en el agua mientras el cuerpo de la
fortaleza giraba lentamente.
Al principio era plana, pero ahora se había
levantado verticalmente y comenzó a dividirse.
Los muchos palacios divinos que se encontraban
en lo alto de los terrenos de la Capital Celestial
estaban moviendo sus posiciones, ¡y lo que una
vez fue una fortaleza perfecta en realidad
comenzó a descomponerse en siete u ocho piezas
grandes!

461
Un Oficial Celestial preguntó: —¿Lo hemos
derrotado? ¿Se está cayendo a pedazos?
—¿Cómo podría ser tan fácil? —Dijo Xie
Lian—. Esto es probablemente...
Antes de que terminara, esas piezas rotas del
cuerpo de la fortaleza se fueron reconstruyendo
rápidamente de nuevo. El sonido de la fricción
entre las rocas gigantes era incesante y en este
extremo, mientras los oficiales celestiales
observaban, sus ojos se hicieron cada vez más
grandes, algunos incluso tenían la boca abierta.
¡Esa fortaleza demoníaca ardiente no se estaba
desmoronando, sino que fue reconstruida
después de dividirse en diferentes partes!
Y después de la reconstrucción, se había
convertido en... ¡un gigante ardiente!
Ese gigante fue despertado de su profundo
sueño y se puso de pie en el aire. Esos brillantes
palacios dorados cubrían casi todo su cuerpo
como una armadura que lo rodeaba, resistente y
sólida.
Reemplazó la Capital celestial y enfrentó la
estatua divina gigante de piedra de Xie Lian.
Sin embargo, al comparar los dos lados, el lado
de Xie Lian en realidad se volvió delicadamente
462
pequeño y un poco lamentable, como un niño
parado contra un adulto. Esta estatua divina
gigante podría llamarse un objeto gigantesco,
pero este gigante ardiente podría tomar el título
de: Dominando tanto el cielo como la tierra.
Era al menos más grande en cinco o seis veces,
¡tan aterrador que erizaba los pelos, como si con
un solo paso pudiera destruir una fortaleza entera
bajo sus pies!
Después de que la reconstrucción terminó
completamente, ese gigante ardiente giró
lentamente la cabeza y, desde su boca, lanzó un
torrente de llamas que se dirigió hacia esos
cuatro Dragones de Hueso. El muro de llamas
atravesó esos cuatro cañones de agua y cuando
esos cuatro Dragones de Hueso vieron que las
cosas iban cuesta abajo, cada uno se zambulló en
el mar. En cuanto al gigante, aterrizó sobre la
superficie del mar, tomándolo como si fuera
tierra y caminó hacia la estatua divina gigante de
piedra.
Encima de la cabeza de ese gigante estaba el
Gran Salón Marcial y Jun Wu estaba entronizado
dentro, impregnando un aura opresiva.

463
Los oficiales celestiales se estaban asfixiando
con el aire y gritaron: —¡Dianxia, no se quede
allí, apúrese y aléjese, estamos buscando la
muerte aquí!
—¡No podemos ganar! ¡No hay forma de poder
ganar! ¡Despierte! ¡Dianxia, es un millón de
veces más grande que usted!
Sin embargo, Xie Lian respondió: —No
podemos seguir huyendo. Incluso si no podemos
ganar, no podemos ir a ningún otro lado.
Los oficiales celestiales se sorprendieron
primero antes de que cayeran en la cuenta. De
hecho, no podían seguir corriendo así y si Hua
Cheng dejaba de proporcionar poderes
espirituales, entonces solo con sus propios
poderes espirituales, estarían exhaustos hasta el
punto en que la estatua divina ya no podría volar
y al final aún debían encontrar un lugar para
pelear.
Y en lugar de atraer a ese gigante ardiente en
algún lugar que estuviera poblado, ¿por qué no
solo encargarse de las cosas aquí? Al menos
sobre el mar de esta Guarida del Demonio Agua
Negra no había un alma, ¡así que no arrastrarían
a los mortales en la lucha!
464
Si bien esas eran consideraciones que un
Oficial Celestial debería tener naturalmente,
pero, al tener en frente un gigante ardiente tan
amenazante, solo pensando en cómo este sería el
oponente con el que debían luchar, con agua
rodeándolos en todas direcciones… la Guarida
del Demonio Agua Negra ni más ni menos,
¿quién no estaría aterrorizado? Pero incluso
entonces, nadie quería ser el primero en gritarle
a Xie Lian que los llevara rápidamente a un lugar
donde hubiera más gente.
Por lo tanto, Xie Lian dijo: —¡Todos agárrense
fuerte, cuidado de no caer! ¡En las aguas del
Demonio Agua Negra todo se hunde!
Ese gigante ardiente se abalanzó sobre la
estatua divina de piedra que era muchas veces
más pequeña que sí mismo y extendió la mano,
buscando agarrarla. Xie Lian esquivó ágilmente,
saltando vigorosamente y los oficiales
celestiales que se aferraban a la estatua divina
estaban siendo arrojados, volteándose y
volcándose, a veces levantándose, a veces
cayendo, extremadamente angustiados y
conmocionados, sus gritos subían y bajaban
junto con la estatua divina. No importaba que la
465
mayoría de ellos no fueran dioses marciales y
solo se sentaran en sus palacios todo el día,
incluso muy pocos dioses marciales habían
experimentado una batalla como esta.
Xie Lian escuchó a Quan Yi Zhen gritar: —¡No
tienes arma! ¡Necesitas un arma!
Los oficiales celestiales finalmente no
pudieron contenerse por más tiempo: —¡Sí,
Dianxia! ¡Será complicado ganar si no tiene un
arma!
Xie Lian gritó: —¡Estoy tratando de pensar en
lo que se puede usar como arma! —Ruoye giró
su cuerpo con entusiasmo en muchos bucles y se
acurrucó en su cara, pero Xie Lian lo apartó—.
Gracias, pero no lo harás, ¡eres demasiado
pequeño!
En ese momento, Hua Cheng habló: —No es
que no haya arma si la necesita, puede usar esto
por ahora.
Entonces, Xie Lian escuchó otra ronda de
chillidos. Esos cuatro Dragones de Hueso que se
lanzaron al mar para evadir las llamas arrojadas
por el gigante ardiente asomaron nuevamente,
rodeando la estatua divina gigante de piedra.

466
Los oficiales celestiales no pudieron evitar
alarmarse: —¿Qué están planeando?
Naturalmente, no rodearon para atacar. ¡Xie
Lian los observó mientras cada uno mordía la
cola del otro y cuatro Dragones de Hueso se
unieron en un curiosamente largo látigo de
huesos!
Esos Dragones de Hueso unidos saltaron y se
acercaron volando. Sin pensar, Xie Lian levantó
la mano y esa estatua divina gigante la atrapó.
Xie Lian murmuró maravillado: —Esto es...
¡Un látigo hecho de los Dragones de Hueso!
¡Solo controlarlo como siempre lo haría con
Ruoye y estaría bien!
Xie Lian levantó la mano y el Látigo de Huesos
se dio la vuelta, yendo directamente hacia la
cabeza de ese gigante ardiente. Ese gigante
ardiente también levantó la mano y atrapó el
extremo del látigo. Sin embargo, ese Látigo de
Huesos se rompió repentinamente desde el
medio y esa estatua divina gigante dio un paso
adelante, con el látigo en la mano azotó
nuevamente la cabeza del gigante. Ese gigante
ardiente parecía dolorido, aflojó su agarre y ese
tramo del Látigo de Huesos que atrapó se deslizó
467
hacia atrás, uniéndose una vez más con el resto
en la mano de Xie Lian.
Este Látigo de Huesos podría romperse y
volverse a colocar, extremadamente flexible. A
veces se dividía en dos, a veces en cuatro,
además de que los movimientos de la estatua
divina gigante también eran extremadamente
ágiles, por lo que de repente se volvió muy difícil
de manejar. Los cabellos de los oficiales
celestiales se convirtieron en un completo
desastre por los torbellinos que arrojaban, sus
dobladillos cubrían sus rostros.
—¡No pensé que Dianxia realmente tuviera un
par de movimientos!
—Solo lo he visto recolectar basura, ¡así que
realmente vino de un trasfondo de dios marcial!
—Puedes quitar el: No pensé, al comienzo de
tu oración. —Dijo el Guoshi Principal—. ¡Y
tampoco hay necesidad de poner énfasis en;
recolectar basura!
Xie Lian: —Uh, jajajaja...
Ese Látigo de Huesos increíblemente largo y
vinculado era como una cadena de acero
trágicamente blanca, crujiendo mientras
enredaba al oponente. El cuerpo del gigante
468
demoníaco ardiente se hundió, e
inmediatamente, los oficiales celestiales dijeron:
—¡Rápido, rápido, rápido, tírelo al mar!
Debajo del campo de batalla estaba esa
Guarida del Demonio Agua Negra… ¡Todo se
hundiría en sus aguas!
Esa estatua divina gigante se apoderó de ese
Látigo de Huesos y Xie Lian apretó los dientes
mientras ejercía fuerza.
—¡Abajo!
Efectivamente, ese gigante demoníaco ardiente
se hundió un poco más. Los oficiales celestiales
pusieron rápidamente todas sus manos y pies
sobre la estatua divina gigante nuevamente para
transferir poderes espirituales.
—¡Húndete! ¡Abajo! ¡Date prisa y sumérgete!
Al escuchar esas voces que le gritaban;
húndete, a Jun Wu, Xie Lian sintió un ligero
escalofrío en su corazón y miró hacia el Gran
Salón Marcial asentado sobre ese gigante. Por
alguna razón, aunque no podía ver por completo
la expresión del que estaba sentado dentro, aún
podía sentir de alguna manera que Jun Wu se
estaba burlando.

469
Ese ardiente gigante demoníaco fue arrastrado
al fondo del mar como se esperaba, pero las
llamas en su cuerpo todavía ardían, e incluso
después de que entró en las aguas no se
extinguieron y en cambio, de la oscuridad de las
profundidades del mar, un rojo estaba emitiendo
luz. Solo desapareció lentamente a medida que
los Dragones de Hueso lo empujaban más y más.
Todos los oficiales celestiales suspiraron
aliviados, pero Xie Lian no se atrevió a relajarse
por completo.
No hubo ningún sonido durante un buen rato.
Xie Lian recordó que Pei Ming no respondió a
su llamada y que no escuchó las voces de Ban
Yue y los demás, por lo que probablemente
fueron arrastrados al mar junto con el gigante.
Esta vez, realmente podría ser el peor de los
casos para ellos.
Justo entonces, la superficie del mar debajo
comenzó a rodar y burbujear.
Las burbujas se expandieron y comenzaron a
aumentar, e incluso surgieron olas de humo
blanco.
¡El agua del mar estaba hirviendo!

470
Xie Lian estaba a punto de volar hacia arriba
cuando, de repente, una mano atravesó las aguas
y agarró el tobillo de la estatua divina gigante.
Xie Lian sintió que su cuerpo se hundía con
fuerza.
La risa de Jun Wu resonaba en todo el mar,
llenando cada rincón. No fue una risa salvaje y
tampoco fue una burla. No se podía describir,
pero era aún más escalofriante.
Con ese arrastre, la mitad del cuerpo de la
estatua divina gigante fue arrastrada al agua
hirviente y los oficiales celestiales que colgaban
del fondo tuvieron que trepar rápidamente.
Incluso Xie Lian, que estaba parado en la cima
de la estatua divina gigante, podía sentir el
sofocante vapor y el calor, tan caliente que el
sudor le caía por la frente y le bajaba por la
espalda.
Si fueran arrastrados al mar, ¡entonces serían
cocinados de arriba a abajo!
No funcionaría, otras armas no podrían liberar
todo su potencial. ¡Todavía necesitaba una
espada!
De repente, escuchó la voz del Guoshi
Principal: —Um... niño esponjoso, ¿qué estás
471
haciendo? No me arrojes un cadáver… ¡Espera!
¿Qué estás haciendo?
Xie Lian también estaba alarmado y mientras
mantenía el sello de mano, gritó hacia abajo:
—¡¿Qi Ying?!
Sin embargo, solo vio una figura correr a lo
largo de la pierna de la estatua divina gigante,
luego a lo largo del brazo de ese gigante
demoníaco ardiente, corriendo directamente
hacia su cabeza.
Xie Lian volvió a gritar: —¡Qi Ying, vuelve!
Sin embargo, Quan Yi Zhen no prestó atención
a nadie. En el momento en que se lanzó sobre el
brazo del gigante demoníaco ardiente, fue
descubierto y la otra mano del gigante se acercó
dando un golpe, como si estuviera abofeteando a
un mosquito que descansa sobre su brazo.
Increíblemente rápido e increíblemente en el
blanco.
¡Pa!
¡Golpeó de inmediato!
Muchos oficiales celestiales gritaron
alarmados, pero cuando miraron atentamente,
Quan Yi Zhen seguía corriendo. Resultaba que
ese golpe ciertamente estaba en el blanco, pero
472
logró esquivarlo por la grieta entre los cinco
dedos de ese gigante y escapó de la tragedia de
convertirse en un trozo de carne ensangrentada,
saltando sobre los dedos y continuó su carrera.
El gigante continuó golpeando; apenas esquivó
el primer y segundo golpe, pero podría no tener
tanta suerte la tercera vez. Cuando llegara el
próximo golpe, ¡podría ser aplastado en un
desastre sangriento!
Sin embargo, Quan Yi Zhen ya había llegado a
su destino. Saltó al cráneo del Dragón de Hueso
que estaba enredando al ardiente gigante
demoníaco.
En el momento en que saltó, las dos linternas
de fuego fantasma dentro de los ojos del Dragón
de Hueso brillaron repentinamente, la luz
explotó e incluso su cuerpo emitió una delgada
capa de luz blanca. Levantó la cabeza y lanzó un
largo aullido, su cuerpo se envolvió aún más
fuerte. Xie Lian podía escuchar el sonido pesado
de las rocas al ser aplastadas. Al recibir tal
asfixia, ese gigante demoníaco ardiente aflojó su
agarre y finalmente liberó el tobillo de la estatua
divina gigante. Una vez libre, Xie Lian voló
instantáneamente en el aire y extendió una mano.
473
—¡Qi Ying, vuelve rápido! ¡No pelees con él!
Quan Yi Zhen estaba montando ese Látigo de
Dragón de Hueso y no solo no lo soltó, sino que
incluso rugió, usando toda su fuerza y lo instó a
envolverse aún más fuerte. Innumerables
escombros ruinosos cayeron a la superficie del
mar y ese gigante demoníaco ardiente perdió la
paciencia, se retiró del mar por completo y desde
dentro del Gran Salón Marcial, las llamas de la
guerra rugieron de nuevo, quemando todo su
cuerpo.
¡Y el Dragón de Hueso que estaba firmemente
envuelto alrededor de su cuerpo también fue
enterrado en el mar de fuego junto con Quan Yi
Zhen!
—¡¡Qi Ying!! —Xie Lian gritó y se inclinó,
cargando hacia ese gigante, rompiendo el Látigo
de Dragón de Hueso.
Las articulaciones blancas de huesos ardientes
cayeron al mar y justo cuando Xie Lian estaba a
punto de atrapar el cráneo del Dragón de Hueso
donde estaba Quan Yi Zhen, la mano de ese
gigante llegó golpeando, enviando el cráneo del
Dragón de Hueso volando a más de tres, cuatro
millas de distancia.
474
Con esa distancia y velocidad, la estatua divina
gigante no pudo agarrar el cráneo en el aire en
absoluto y para cuando llegara, Quan Yi Zhen
probablemente ya habría caído al mar junto con
el Látigo de Huesos.
¡Y ahora mismo el mar era prácticamente una
olla de agua hirviendo, cocinando a quien
cayera!
Justo en el último segundo, un Dragón de
Hueso blanco y gigante salió de la superficie del
mar y atrapó la cabeza de ese Dragón de Hueso,
luego, como un pez que escapa de la red, nadó
rápidamente, muy lejos, azotando su cola. Hubo
miedo, pero ningún peligro real, Xie Lian
suspiró aliviado y se apresuró a ver. Después de
separarse del gigante, los dientes de ese cráneo
del Dragón de Hueso seguían castañeando, pero
las llamas habían sido apagadas, su boca se abría
y se cerraba como si jadeara con fuerza. Quan
Yi Zhen estaba acostado dentro, completamente
negro, algo tostado. Quizás fue porque estaba
asado por el fuego que su cabello parecía estar
aún más rizado. Sin embargo, debido a que los
huesos del cráneo del Dragón de Hueso actuaron
como un escudo protector, no se quemó
475
demasiado y debería ser solo una herida de carne
que se curaría después de un cuidado tranquilo.
Después de todo, la fuerza vital de Quan Yi Zhen
era muy tenaz. El estado de esos cuatro Dragones
de Hueso era más severo, quemados y
golpeados, sus cuerpos muertos diseminados por
toda la superficie del mar, algunos incluso
ardiendo.
Xie Lian los miró y no pudo evitar sentir otra
oleada de vergüenza: —También hemos
destruido los cuerpos de los guardias de la
Guarida de Agua Negra, ¿está realmente bien...?
Hua Cheng sonrió.
—No se preocupe. Está bien.
—¿Cuánto dinero te debe...? —Preguntó Xie
Lian.
Los oficiales celestiales vieron el trágico
estado de Quan Yi Zhen y dijeron: —No puedo
creer que Qi Ying Dianxia actuara tan
valientemente y se destaque en el momento de
peligro, salvando a todos...
Xie Lian recordó cómo Quan Yi Zhen recibió
todos esos hombros fríos en la Corte Superior y
sacudió la cabeza, pensando: —No es que él
quisiera salvarlos a todos.
476
Justo en ese momento, desde muy lejos, detrás
de ellos, volvieron a surgir sonidos crujientes.
Cuando miraron hacia atrás, el cuerpo de ese
gigante se había cubierto completamente por
fuegos furiosos. No se abalanzó para atacar, sino
que voló hacia el cielo, a través de las nubes y
desapareció, así como así.
Todos los oficiales celestiales quedaron
estupefactos, luego se llenaron de alegría como
si hubieran sobrevivido a una calamidad.
—¿Se ha rendido en atacarnos?
Sin embargo, Xie Lian no creía que fuera una
buena perspectiva.
—San Lang, ¿cómo es que se desvaneció?
—Él activó el Conjuro de Acortamiento de
Distancia. —Respondió Hua Cheng.
—¿A dónde fue? —Cuestionó Xie Lian.
La mirada de Hua Cheng era seria.
—La Capital Real.
¡Ahí era donde estaba Shi Qing Xuan, todavía
protegiendo la Matriz Humana!

477
Capítulo 226
Llamas ardientes del karma; Dios
demoníaco desciende sobre la Capital Real
(parte uno)

¡Debían apresurarse en ir la Capital Real!


—No tiene que preocuparse por las secuelas
aquí, ellos se ocuparán de sí mismos —dijo Hua
Cheng.
El Guoshi Principal colocó el cuerpo de Yin Yu
en la parte posterior de uno de los Dragones de
Hueso y ese pez llevó el cráneo del Dragón de
Hueso junto con Quan Yi Zhen y Yin Yu y nadó
a la distancia. Mientras tanto, el otro pez fue a
buscar los huesos del Dragón de Hueso que se
desmoronaron y los unió nuevamente,
reparándolos lentamente. Parecía que
ciertamente se ocuparían a sí mismos.

478
No había momento que perder y sin decir una
palabra más, Xie Lian ordenó de inmediato que
la estatua divina gigante volara hacia el cielo.
Todos los oficiales celestiales gritaron:
—Dianxia, ¿a dónde va?
—¡¿No puede estar pensando en perseguirlo?!
Finalmente acabamos de escapar...
—¡Tenemos que seguirlo! —Dijo Xie Lian—.
¡Se ha ido a un lugar muy poblado! No queda
tiempo, ¡por favor, agárrense bien!
Un dado salió de entre los dedos de Hua Cheng
y él dijo en voz baja: —Gēge, ¿está listo? —Xie
Lian asintió con la cabeza. Hua Cheng arrojó ese
dado y dijo—: ¡Conjuro de Acortamiento de
Distancia, actívate!
¡La estatua divina gigante restauró todos sus
poderes espirituales y cargó hacia arriba con toda
su fuerza!
Como se esperaba, después de atravesar las
nubes, pudieron ver la extensión negra del
horizonte reflejada con el vibrante carmesí del
ardiente gigante demoníaco.
¡También habían llegado a los cielos de la
Capital Real!

479
Cuando la multitud en el suelo vio que un
monstruo en llamas apareció repentinamente en
el cielo, descendiendo lentamente, acercándose a
ellos, algunos quedaron atónitos, algunos
comenzaron a gritar y algunos estaban tan
aterrorizados que casi corrieron.
Shi Qing Xuan también contuvo algunas
respiraciones frías, pero rápidamente se detuvo,
gritando con todo lo que tenía entre la multitud:
—¡Está bien! ¡Nadie entre en pánico! No bajará,
¡Alguien lo detendrá! ¡Los dioses de arriba nos
ayudarán!
—¿Es eso realmente verdad, Lao Feng? ¡No
será divertido si tal monstruo enorme se acerca a
nosotros!
Shi Qing Xuan rió salvajemente.
—¡Es verdad! ¿No ven todos que también
estoy aquí? ¡Si alguien tiene que morir, yo
moriré primero! Jajajajajajaja...
Estaba tan aterrado que volvió a perder la
cabeza.
Xie Lian ordenó que la estatua divina gigante
volara, esquivando los muros de fuego que el
gigante estaba escupiendo y se agarró a ese
gigante demoníaco ardiente, empujándolo
480
desesperadamente hacia arriba para que no
siguiera acercándose al suelo, todo ese tiempo
estuvo gritando: —¡Todos, bajen de prisa!
Los oficiales celestiales ya estaban muertos de
miedo por la forma en que Xie Lian estaba
controlando la estatua divina y no podían esperar
para bajarse, por lo que todos descendieron
apresuradamente como bollos que rodaban. En
el momento en que aterrizaron y vieron a Shi
Qing Xuan, todos se sorprendieron: —¿Gran
Señor del Viento? ¿Por qué estás aquí?
—¿Por qué te vez de esta manera…?
Shi Qing Xuan se alegró.
—¡No hagas tantas preguntas, ven, ven, únete
a nosotros rápidamente, únete a la Matriz
Humana y ayuda a sostenerla, no podemos dejar
que los espíritus resentidos escapen del interior!
La mayoría de los oficiales celestiales dudaron
y fue Lang Qian Qiu quien se apresuró en unirse
primero.
—¡Te daré una mano!
Con alguien tomando la iniciativa, los otros
oficiales celestiales finalmente se unieron uno
tras otro. La Matriz Humana se expandió y
fortaleció una vez más y se volvió mucho más
481
segura. Xie Lian suspiró aliviado y continuó
tirando de ese gigante demoníaco ardiente hacia
arriba cuando escuchó un fuerte crujido. ¡Ese
gigante demoníaco ardiente en realidad se
rompió en partes nuevamente!
Una de sus piernas se separó del cuerpo y voló
hacia abajo. Incluso una sola pierna, podría
estrellarse y matar a un número significativo.
¡No solo la Matriz Humana, tal vez toda la calle
podría ser destruida!
Sin embargo, inesperadamente, esa pierna solo
había caído hasta la mitad cuando de repente se
rompió en varios pedazos y explotó en el aire.
Millones de chispas brillantes trajeron
pequeñas motas que se habían derretido en la
oscuridad y se extendieron por todo el cielo,
como el polvo de humo que cae después de
magníficos fuegos artificiales, completamente
inofensivo.
—¿Por qué explotaría por sí solo? —Preguntó
Xie Lian.
Justo en ese momento, una figura apareció en
medio de esos fuegos artificiales y comenzó a
dirigirse hacia arriba contra la corriente del aire

482
y después de unos cuantos saltos, aterrizó sobre
el cuerpo del gigante demoníaco ardiente.
Xie Lian miró más de cerca y exclamó con
deleite: —¡General Pei! ¡Está bien, gracias a los
cielos!
¡Ya estaba preparado para realizar una
ceremonia para Pei Ming!
Pei Ming empuñaba una espada en una mano y
la otra alisaba sus cabellos hacia atrás; su cabello
perfecto, su encanto inalterable.
—No del todo bien, pero sobre todo bien.
Todavía no cocinados después de ser asados y
hervidos; los dioses marciales ciertamente
poseían fuerzas de vida muy tenaces.
—¿Dónde están Ban Yue y Pei Su? —Preguntó
Xie Lian.
—Están bien. —dijo Hua Cheng—. Gēge,
mire, están allá.
Xie Lian volvió la cabeza y miró y
efectivamente, a lo lejos, Ban Yue llevaba a Pei
Su mientras aterrizaban en el techo de una casa.
Parecía que el Palacio de Ming Guang estaba
cerrado herméticamente y las aguas hirvientes
no se vertieron por completo dentro, por lo que
todo el mundo estaba bien.
483
Xie Lian luego preguntó: —¿Dónde están
Xuan Ji y los demás?
Una voz habló con orgullo: —¡Por supuesto
que fueron derrotados por mí!
¡Esa voz había venido de la mano de Pei Ming
y solo entonces Xie Lian se dio cuenta, que la
espada en el agarre de Pei Ming era en realidad
Ming Guang!
—General Pei, ¿realmente se atreve a empuñar
la espada Ming Guang? —Preguntó Xie Lian.
—Es más complicado que eso —respondió Pei
Ming.
Sin embargo, Rong Guang se rió entre dientes.
—Jejejeje, ¿cómo es complicado? ¿No eras
solo tú arrodillado ante mí para disculparte y
decir que estabas equivocado y rogarme perdón?
¡Jajajajajajaja se siente genial, se siente
increíble!
—...
—...
Xie Lian descubrió la mayor parte entonces.
Era muy probable que antes de que los tres
fantasmas pudieran matar a otro, comenzaron a
luchar entre ellos por una distribución injusta.
Rong Guang ganó abrumadoramente y pateó a
484
Xuan Ji y Ke Mo a un lado y para ese entonces,
afuera estaba retumbando, el suelo se movía y
volaba, la situación era grave, pero no podían
escapar. Su única oportunidad era unir fuerzas.
Rong Guang obligó implacablemente a Pei Ming
a admitir sus errores y cuando Pei Ming hizo lo
que deseaba y se disculpó, se sintió eufórico.
Ese gigante demoníaco ardiente no estaba
enojado incluso cuando había perdido una pierna
y sin prisa comenzó a reconstruirse. Las otras
rocas y los palacios dorados se movieron hacia
la grieta y no pasó mucho tiempo antes de que
fuera completamente reconstruido. Todavía era
un gigante, solo un poco más pequeño en
tamaño.
Pei Ming agarró la espada Ming Guang y se
precipitó hacia el Gran Salón Marcial.
—¡General Pei, tenga cuidado! —Exclamó Xie
Lian.
Sin embargo, con la espada Ming Guang en la
mano, el poder de ataque de Pei Ming explotó de
repente. Aunque el carácter de Rong Guang era
terrible y descarriado, sin duda era digno de ser
su antiguo subordinado y los dos sabían cómo
trabajar mejor juntos. ¡Quan Yi Zhen no se había
485
acercado al Gran Salón Marcial antes de ser
golpeado, pero Pei Ming llegó mucho más lejos
que él, irrumpiendo directamente en el Gran
Salón Marcial!
Dentro de la espada Ming Guang, Rong Guang
estaba regañando mientras luchaba: —¡YA
puedes verlo! ¡Te lo dije, si trabajáramos juntos,
seríamos invencibles! ¡Nada puede entrometerse
en nuestro camino! Si tan solo me escucharas,
¿por qué seguirías siendo solo el General de
Ming Guang después de tantos siglos?
Las venas aparecieron en la frente de Pei Ming.
—¿Puedes dejar de hablar?
Qi Rong se estaba escondiendo en el Gran
Salón Marcial y gritó arrogantemente:
—¡Maldito hombre!¡Sugiero que no vengas aquí
a buscar tu muerte!
Ming Guang lo golpeo con un sonido de ¡Pa!
—¡Qué demonios es esta cosa verde, no
bloquees el camino!
Qi Rong giró casi varias veces después del
ataque y Gu Zi abrazó su pierna para
estabilizarlo con dificultades, preguntando con
preocupación: —Papá... ¿estás bien?

486
Qi Rong había perdido la cara frente a Gu Zi y
estaba indignado, pero al ver cómo Pei Ming
estaba lleno de intenciones asesinas, no fue lo
suficientemente fuerte como para enfrentarlo de
frente. Aún así, su boca era dura.
—¡Usando artimañas de nuevo!
Sin embargo, inesperadamente, Gu Zi no
respondió y, en cambio, cayó al suelo en un
ovillo. Cuando Qi Rong miró hacia abajo, Gu Zi
no se movía y miró furioso mientras lo
levantaba, sacudiéndolo por el cuello de un lado
a otro salvajemente.
—Hijo tonto, ¿a qué estás jugando?
Gu Zi parecía haberse quedado dormido, con
los ojos cerrados y la frente ardiendo.
Xie Lian todavía tiraba vigorosamente de ese
gigante demoníaco ardiente, pero también notó
la situación y gritó: —¡Qi Rong! ¡Por qué te
quedaste, ese lugar todavía está quemándose,
subiendo y bajando por el cielo y hacia las aguas,
ese niño es muy joven, morirá!
Qi Rong levantó la vista para insultar: —¡No te
atrevas a sermonearme! ¿A quién quieres
engañar? Este mocoso creció de manera barata,

487
¿cómo puede morir tan fácilmente?12 ¿Piensas
que no puedo adivinar que quieres engañarme?
¡El momento en que baje me matarías
definitivamente!
¡Incluso si Xie Lian no hizo ningún
movimiento, Lang Qian Qiu todavía estaba
esperando abajo!
En el otro extremo, Pei Ming y Jun Wu ya
habían comenzado a pelear. Las llamas de la
guerra chamuscarían a Qi Rong una y otra vez y
él gritaría, saltando por todos lados mientras
evadía.
—¡¿Eres un fantasma y no puedes soportar este
fuego y esperas que un niño pueda?! —Exclamó
Xie Lian enojado.
Escondido debajo del brazo de Qi Rong, la cara
de Gu Zi estaba ardiendo de color rojo brillante,
pero la boca de Qi Rong seguía siendo dura.
—¡Bien, no iré! ¡Yo no voy! ¡Aaah! —Una
llama arrojadiza se disparó, golpeando
directamente en su cara y Qi Rong se arrastró y
tropezó en círculo una vez antes de saltar,
incapaz de contener su queja—. Um, Jun Wu,

12
Es una creencia popular, que una vida barata y vulgar duraría más.
488
vie... ¡Jefe! ¿Puede tu fuego no quemar tanto?
¡Has quemado a este... a mí!
Xie Lian podía sentir que había querido decir:
¡Jun Wu, viejo matón, has quemado a este
ancestro!
Pero valorando su vida, no se atrevió a decir
esas palabras en voz alta. Como si a Jun Wu le
importara. Actualmente estaba peleando con Pei
Ming, con una sonrisa espeluznante colgando de
su rostro. Los incendios alrededor de Qi Rong se
estaban haciendo cada vez más grandes,
prácticamente no quedaba ningún lugar para
pararse. Si bien era un fantasma y no podía morir
quemado, seguía siendo una tortura. Poco
después, Gu Zi que estaba metido debajo de su
brazo también dejó escapar un grito
atormentado, como si el fuego lo hubiera
chamuscado. Qi Rong lo levantó para revisarlo y
efectivamente, la frente de Gu Zi estaba
ensangrentada y un gran agujero fue quemado a
través de su túnica, revelando un hombro
quemado.
Gu Zi fue despertado con fuerza por las
quemaduras y comenzó a llorar, gritando porque
no sabía nada, abrazando a Qi Rong.
489
—¡Papá, duele! ¡Tengo miedo! —El sudor frío
rodaba sin parar por la frente de Qi Rong, sus
labios congelados, sin saber qué decir. Gu Zi se
cubrió la herida con la mano, mocoso y lloroso
cuando preguntó—: Papá, ¿vamos a morir aquí
quemados?
—Um... um, bueno... —tartamudeó Qi Rong.
—Aunque tu dominio aquí es muy hermoso, no
parece demasiado bueno. —Resopló Gu Zi—.
La gente de aquí no parece ser buena con
nosotros. ¿Por qué no encontramos un lugar
diferente para vivir...?
Qi Rong no pudo soportarlo más.
Cargó hacia el pasillo, queriendo agarrar a Jun
Wu, pero no se atrevió a acercarse, por lo que
gritó desde lejos: —¡Hablemos, Jun... Jefe! ¡Es
bueno si quieres continuar destruyendo, este es
tu territorio de cualquier manera, haz lo que
quieras, pero, jejejeje...!
Xie Lian iba a caer de la plataforma de la
corona de jade debido a la ira por tal acto tonto.
—¡No vayas a buscar tu muerte, solo baja!
¡Prometo no tocarte!
Qi Rong no lo escucharía en absoluto. Al ver
que Jun Wu lo estaba ignorando, completamente
490
indiferente de su existencia y con Gu Zi llorando
tan profundamente, probablemente sintió que
estaba perdiendo la cara frente a su hijo barato
otra vez y se apresuró a gritar: —¡¿Qué pasa con
tu temperamento?! Te dije que dejaras de
quemar, ¿no me oíste?
—¡Qi Rong! —Gritó Xie Lian.
¡Antes de que Qi Rong se acercara, Jun Wu
levantó una mano y una bola de fuego rodeó
instantáneamente toda su persona!
Qi Rong dejó escapar un grito chillante.
—¡Gu Zi! —Gritó Xie Lian.
Con un fuego tan grande, incluso si Qi Rong no
se quemara, su espíritu se dañaría mucho, ¿y Gu
Zi no se convertiría en cenizas directamente?
Pei Ming también vio que Qi Rong tenía un
niño pequeño debajo del brazo y pensó en
rescatarlo, pero Jun Wu estaba ganando ventaja,
no podía escapar y después de contar el tiempo
en su cabeza, probablemente estaba más allá de
la salvación.
—¡Mi señor, no era más que un niño, no había
necesidad de ser tan cruel!
Pero tanto Xie Lian como Pei Ming sabían que
no había ningún niño en los ojos de Jun Wu. Lo
491
único que podía ver eran enemigos y aquellos en
su camino. Estiró un brazo y una bola de fuego
furioso se lanzó y fue enviado volando,
llevándose a Pei Ming.
Muchos de los oficiales celestiales de abajo
exclamaron alarmados: —¡El General Pei se
incendia!
En ese momento, cayó una lluvia torrencial y
aunque no apagó las llamas de la guerra en el
cuerpo de ese gigante, extinguió las llamas en el
cuerpo de Pei Ming. Dentro de la multitud, una
sombra negra saltó hacia el cielo y atrapó al Pei
Ming que caía.

492
Capítulo 227
Llamas ardientes del karma; Dios
demoníaco desciende sobre la Capital Real
(parte dos)

—¡Gran Señora de la Lluvia! —Gritó Xie


Lian.
La Señora de la Lluvia estaba montando el
buey negro, con la cabeza en alto, e inclinó la
cabeza para saludarlo. Pei Ming fue llevado en
el buey detrás de ella, después de haber sido
quemado por fuegos furiosos y empapado como
una rata ahogada por una lluvia torrencial, su
cabello era un completo desastre, un paquete
completo de miseria. Cuando parpadeó y abrió
los ojos, se dio cuenta de que en realidad había
sido la Señora de la Lluvia quien lo había
atrapado. Aunque la otra estaba totalmente
concentrada en conducir el buey, sin mirarlo en
absoluto, su estado actual de no-atractivo era
493
expuesto a todos y se sintió bastante
avergonzado, sentándose inmediatamente.
—Gran...
Sin embargo, inesperadamente, en el momento
en que abrió la boca, un anillo de humo negro
salió de su boca.
Rong Guang se enfureció.
—No puedo creer que necesitaras de una mujer
para salvarte y además es Yu Shi Huang, ¡Pei
Ming, eres una vergüenza!
Pei Ming estaba molesto y cuando abrió la boca
salió otra cadena de humo negro.
—¡¿Puedes callarte?!
En el otro extremo, Pei Su y Ban Yue dieron la
bienvenida a la Señora de la Lluvia que aterrizó
suavemente y estaba apoyando a Pei Ming; en
este extremo, sobre el cuerpo de ese gigante
demoníaco ardiente, millones de escombros
estaban rodando. Las rocas que caían todavía
ardían con fuegos furiosos, cada una de los
cuales se estrellaba rápidamente contra el suelo
como una lluvia de meteoritos.
La lluvia que envolvía los cielos estaba
cayendo con más fuerza, pero los fuegos se
negaron a extinguirse. Parecía que Jun Wu había
494
fortalecido los poderes espirituales dentro de las
llamas. Incluso si las gotas de lluvia pudieran
apagar los incendios, sería inútil, ya que las rocas
gigantes aún caerían al suelo y la Capital Real
sin duda sufriría instantáneamente miles de
cráteres gigantes, matando e hiriendo a un gran
número. Sin embargo, esta estatua divina gigante
tiraba vigorosamente del gigante, por lo que Xie
Lian no podía separarse y tampoco sabía cuántos
dioses marciales estaban presentes, y si podían
atrapar las rocas sin fallar.
Terriblemente ansioso, Xie Lian se volvió
hacia Hua Cheng.
—San Lang, ¿qué...?
Hua Cheng estaba parado justo detrás de él y
colocó su mano sobre la de Xie Lian.
—No hay necesidad de que gēge se preocupe,
solo enfóquese en quedarse aquí y no se
preocupe por lo que sucede debajo.
Su voz sonó justo al lado del oído de Xie Lian,
su aliento cálido y suave. Movió un poco la
barbilla, haciendo un gesto para que Xie Lian
mirara. Xie Lian miró hacia la dirección que
señalaba Hua Cheng y vio que fuera de la Matriz
Humana apareció una figura vestida de rojo que
495
se acercaba lentamente con las manos detrás de
la espalda.
Xie Lian entrecerró los ojos y se sintió atónito.
Ese era... ¿Hua Cheng?
¿Otro Hua Cheng?
¿Qué estaba pasando?
Xie Lian se dio la vuelta. ¿No estaba Hua
Cheng parado detrás de él?
Hua Cheng se rió entre dientes.
—No se alarme, gēge. Este de aquí es el
verdadero San Lang, no es mentira, intercambie
si es falso.13
Entonces, ¿el que estaba allí abajo era el clon
que Hua Cheng dejó cuando se fue? No era de
extrañar que Jun Wu no hubiera sospechado que
Hua Cheng se había colado en la Capital
Celestial antes. Y aquí, Xie Lian realmente se
preguntó si Jun Wu tenía ojos mirando allí.
Quizás no era que él no estaba monitoreando,
sino que bajo su vigilancia. Hua Cheng todavía
estaba vigilando la Capital Real, por lo que, por
supuesto, no sospecharía nada.

13
[Si es falso, lo cambiará para ti] Es un eslogan que se usa en tiendas y significa:
todo aquí es auténtico.
496
Shi Qing Xuan no tuvo tiempo de mirar al cielo
y tampoco vio a Xie Lian y Hua Cheng allí
arriba. Cuando vio pasar a Hua Cheng
rápidamente gritó: —¡Xueyu Tanhua!
¡Finalmente has regresado! ¿Qué diablos estabas
haciendo dejándome tanto tiempo? ¿Has
pensado en una forma de conectarte con
Dianxia? No, no, no, es mejor que pienses en una
forma de ayudarme a lidiar con la situación aquí
primero, ¿ves todas esas rocas ardientes que caen
del cielo? ¡Piensa rápido! Sopla aire o haz que
esas interminables mariposas suban y las
ahuyenten o algo así, de lo contrario
moriremos...
Hua Cheng no pronunció una palabra,
permitiendo fríamente que Shi Qing Xuan dijera
ese montón gigante de palabras de una sola vez
y finalmente, como si se estuviera
impacientando al escucharlo, lo interrumpió
directamente.
—Hazlo tú mismo.
—¿Que me encargue yo mismo? —Exclamó
Shi Qing Xuan—. No bromees en un momento
como este, no soy Dianxia, no puedo entender tu

497
sentido del humor. ¿Cómo podría lidiar con esas
rocas por mi cuenta...?
Antes de que terminara su oración, Hua Cheng
lo agarró desde atrás por el cuello y lo sacó
directamente de la Matriz Humana.
Shi Qing Xuan reaccionó increíblemente
rápido y en el momento en que dejó la matriz,
juntó a las personas a su izquierda y derecha para
que la Matriz Humana no se rompiera. Sin
embargo, inesperadamente, después de que Hua
Cheng lo sacó, no había terminado y una mano
se balanceó, lo golpeó y lo envió a volar.
Los mendigos se sorprendieron.
—¡¿Lao Feng?!
Algunos se quejaron en voz alta a Hua Cheng.
—¡¿Qué tratas de hacer golpeando a la gente?!
Aunque Shi Qing Xuan fue enviado a volar,
solo cayó y rodó un par de veces, cayó al suelo e
inmediatamente se levantó.
—Está bien, está bien, ¡no morí! ¡Realmente
no me golpeó, solo estaba prestándome poderes
espirituales!
—¿De verdad…?

498
Shi Qing Xuan examinó sus manos, luego miró
su propio cuerpo, emitiendo luz espiritual de pies
a cabeza.
—Hua Chengzhu, ¿hay necesidad de ser así
incluso si no puedes ver a Dianxia? Si querías
prestarme poderes espirituales, entonces hazlo
amablemente, no me importa comer un poco más
de esos dulces de sabor extraño, no hay
necesidad de golpear a la gente, ¿bueno? ¿Por
qué no te enfocas un poco más en el cielo?
Todavía hay tantas rocas allá arriba...
Justo entonces, Hua Cheng levantó su mano
derecha y le arrojó algo. Sin pensarlo, Shi Qing
Xuan levantó la mano para atraparlo, pero
cuando vio qué era lo que atrapó, toda su cara
palideció.
¡Ese objeto era el dispositivo espiritual del
Señor del Viento!
Al ver esto, Xie Lian, que estaba encima de la
estatua divina gigante, tampoco pudo contenerse
y preguntó: —San Lang, ¿ese es el abanico del
Señor del Viento...? ¿El que está ahí abajo es...?
—No le preste atención —dijo Hua Cheng—,
lo llamé en el último minuto para que me echara
una mano.
499
Shi Qing Xuan estaba agarrando a ese objeto
familiar, con el cuello rígido y lentamente se
volvió hacia ese Hua Cheng.
Hua Cheng repitió de nuevo con frialdad:
—Hazlo tú mismo.
Esa lluvia de meteoritos en llamas estaba a
punto de estrellarse contra el suelo y las personas
dentro de la Matriz Humana prácticamente
podían sentir las olas de calor en sus caras,
sudando tanto sudor frío como caliente.
—Lao Feng, lo que dijiste es cierto, ¿verdad?
¿Realmente todo va a estar bien?
Los oficiales celestiales también gritaron:
—Dianxia, ¿puede por favor pensar rápidamente
en una manera?
Shi Qing Xuan agarró el abanico, las venas
aparecieron en el dorso de su mano e hilos de
sangre se deslizaron lentamente sobre sus ojos.
Un momento después, se dio la vuelta y giró el
brazo.
Un torbellino surgió del suelo plano y cargó
hacia el cielo. ¡La lluvia de meteoritos en llamas
instantáneamente dio un giro en U y voló hacia
los cielos!

500
Originalmente, los mendigos estaban casi
muertos de miedo y parecía que ya se habían
preparado para huir en cualquier momento, pero
ahora todos estaban completamente
impresionados por este viento salvaje, con los
ojos saltones y la boca abierta, completamente
conmocionados. Pasó un momento antes de que
pronunciaran: —... ¿Un- un dios?
Alguien gritó: —Cielos, Lao Feng, ¿podrías ser
un dios realmente?
Después de girar el abanico, la mano de Shi
Qing Xuan todavía estaba temblando, jadeando
fuertemente y pasó un buen tiempo antes de que
sus sentidos volvieran y él respondió
arduamente: —... ¡D, Dah! ¿No te lo dije todo
hace mucho tiempo? ¡Qué tal, dije que no estaba
mintiendo!
—¡No, no, no presumas! ¡Te creo ahora!
Wow, Lao Feng es un dios, digamos que
conocemos a un dios, ahora nos hemos vuelto
ricos jajajajajajaja...
—Lao Feng, hablemos, llévanos a volar
cuando tengas tiempo a veces, ¡oye!
Al ver todo esto, Hua Cheng bufó suavemente,
dándose la vuelta para irse. Por otro lado, Shi
501
Qing Xuan todavía estaba agarrando el
dispositivo espiritual, respondiendo
distraídamente las bromas de los demás, los
colores en su rostro se volvían rojos y blancos y
el sudor frío goteaba de su frente. Levantó la
vista como si quisiera preguntar algo, pero la
persona ya se había ido.
Justo en ese momento, desde la oscuridad, a
una distancia de la Matriz Humana, llegaron
nuevos ruidos extraños.
Chirrido, chirrido, chirrido.
Chirrido, chirrido, chirrido.
Aquellos con ojos agudos gritaron: —¿Qué es
eso? ¿Esas ratas negras y peludas...?
—¿Y qué es eso en la parte de atrás?
¿Personas? ¿Por qué hay gente blanca
cenicienta...?
—No parecen vivos...
—¿Qué? —Xie Lian se quedó boquiabierto.
Eran las ratas devoradoras de cadáveres y esas
personas de caparazón vacío ¡Esos monstruos
del Monte Tonglu también habían sido
transportados aquí!
Esas personas de caparazón vacío se
tambalearon, caminando con las extremidades
502
rígidas y las ratas devoradoras de cadáveres que
sobrevivieron por la carne humana también
pululaban como la marea negra. ¡Parecía que Jun
Wu dejó de preocuparse por nada, sin detenerse
ante nada para destruir la Matriz Humana,
dispuesto a traer el caos total al Reino Mortal sin
importar qué!
Por otro lado, la Señora de la Lluvia instruyó a
Ban Yue y a los demás: —Vigila al General Pei.
Iré a proteger la matriz.
Pei Ming estuvo acostado allí echando humo
negro por un tiempo, pero cuando escuchó esto
se levantó de nuevo.
—Estoy bien, puedo ir a proteger la matriz.
Luego trató de luchar para levantarse, pero
terminó cayendo de nuevo. Incluso Pei Su ya no
podía seguir viendo.
—Déjalo ir, general. Solo... encárgate de tus
heridas y deja que la Señora de la Lluvia se
encargue de eso.
Esta fue probablemente la primera vez que Pei
Ming fue tan humillado frente a una mujer y
también fue la primera vez que fue salvado por
una mujer. No podía decir si estaba enojado o si

503
era su orgullo lo que le estaba provocando un
arrebato, pero su rostro estaba hinchado.
La Señora de la Lluvia ignoró su opinión y
sonrió: —No hay necesidad de que el general se
esfuerce.
Luego se fue montando el buey negro.
—¡Señora de la Lluvia! —Llamó Pei Ming.
Justo en ese momento, otra mano llegó
arrastrándose, agarrando su cuello.
Una voz llegó inquietantemente: —Pei Lang...
Pei Ming todavía estaba luchando
vigorosamente y en el momento en que escuchó
esta voz se exasperó.
—¿Por qué sigues aquí?
Xuan Ji había estado presente desde el
principio, ya que Ban Yue la había llevado a ella
y a Ke Mo, heridos por Rong Guang.
Al escuchar que el tono de Pei Ming era cruel,
se volvió maliciosa al instante: —¿Por qué sigo
aquí? ¡Siempre he estado aquí! ¿Qué haces
mirando a Yu Shi Huang? ¿Has cambiado tus
afectos? Quieres perseguirla ahora, ¿eh? ¡Qué
hay de bueno en ella! ¡No lo permitiré!
—... —Pei Ming finalmente no pudo soportar
esto por más tiempo y la empujó, exclamando
504
con enojo—: Xuan Ji, ¿por qué tu cerebro solo
piensa en cosas como estas, incluso en un
momento como este? ¡No tiene nada que ver con
cambiar los afectos, apenas he intercambiado
palabras con la Señora de la Lluvia!
Esta fue la primera vez que se movió contra
Xuan Ji y Xuan Ji fue fuertemente empujada al
suelo, completamente aturdida.
Pasó un buen rato antes de que ella dijera
incrédula: —Pei Lang, pienso en ti porque te
amo, ¿eso es tan malo? Nunca has sido tan malo
conmigo antes, ¿realmente me odias tanto?
Pei Ming usó la espada para ayudarse a ponerse
de pie.
—No puedo comunicarme contigo.
Xuan Ji todavía no se rendiría.
—¡Dime! ¿Realmente vas a dejarme? He
hecho tanto por ti, ¿no te conmueve en absoluto
verme de esta manera? ¿No te sientes culpable
en absoluto?
—¡¿No te lo dije hace cientos de años ya?!
—Gritó Pei Ming.
Xuan Ji estaba aturdida y atónita.
Ella no sabía qué hacer, pero sus manos
agarraron los dobladillos de su túnica en un
505
apretón mortal, saltando asombrosamente con
sus piernas rotas.
—Pei Lang... Pei Lang... espera, ¿por qué no
hablamos un poco más...?
Ban Yue la miró y aunque sabía que fue Pei
Ming quien abandonó a Xuan Ji primero, esta
fantasma también mató a innumerables después,
y trató de matarlos una y otra vez, aún así,
parecía un poco lamentable.
Pei Ming la miró y, al final, solo dijo: —Xuan
Ji, es hora de que despiertes.
—¿Despertar de qué? —Xuan Ji estaba
confundida.
—Que hayas terminado de esta manera, soy
parte de la razón, pero la mayoría es por tus
propias decisiones. Has hecho tanto, pero es solo
tu propio corazón el que se mueve, soy un
hombre con el corazón de acero. En lugar de
amarme, ¿por qué no te amas a ti misma?
Retiró su túnica del agarre de Xuan Ji y se fue
sin mirar atrás.
En la Matriz Humana, después de que Shi Qing
Xuan moviera el abanico, no quedaban muchos
poderes espirituales. Después de un desastre de
pánico, solo podían hacer que la Señora de la
506
Lluvia y varios de los dioses marciales fueran a
defender primero. Sin embargo,
inesperadamente, en ese momento, hubo una
conmoción alborotada proveniente de todos
lados.
—Cuack, cuack, ¿es esta la Capital Real
cuack? ¡Qué grandes casas cuack!
—¡Qué alboroto estás haciendo, las casas de
Chengzhu son más grandes!
—¡Sí y tampoco son tan bonitas como las casas
de Chengzhu!
Desde los extremos de las calles, los callejones,
los aleros, aparecieron todo tipo de cabezas con
formas extrañas, extremadamente animadas. ¡De
repente, todos los monstruos y fantasmas de la
Ciudad Fantasma habían invadido!
Cuando Ojo del Cielo y su grupo dentro de la
Matriz Humana vieron esto, gritaron
impacientes: —¡¿Qué sucede con esos
fantasmas?! ¡Váyanse! ¡Fuera! ¡Estamos los
pies del emperador, cómo se atreven a venir a la
Capital Real!
—¡Espíritu de Cerdo, te atreves a mostrar tu
cara frente a mí!

507
—No estoy alucinando, ¿estoy... eso es un
pato... un pato golpeando a una rata?
Al instante, una ronda de manzanas lúgubres
fue arrojada.
—¡Cállate, cultivador! ¡Te estamos dando una
mano aquí, tan descarado!
—¡Si no fuera porque Chengzhu lo pidió quién
querría venir!
—¡Por qué no te pones de rodillas y agradeces!
Los ojos de esas ratas devoradoras de
cadáveres que pululaban como una marea negra
parpadeaban en rojo, sin embargo, la situación se
desarrollaba de manera muy diferente de lo que
esperaban y cuando llegaron abalanzándose con
intenciones asesinas, una banda de monstruos y
fantasmas mucho más grandes de lo que llegaron
a ser vinieron a recibirlas, las aplastaron y
apuñalaron al azar con horcas y rastrillos como
si estuvieran muriendo de hambre, una luz roja
aún más viciosa parpadeaba en sus ojos.
—¡Muchas ratas!
—Ven, ven, ven, jejeje, ¡te he estado esperando
durante mucho tiempo! Nunca he tenido
aperitivos que tengan más de dos mil años, ¡debe
ser súper sabroso!
508
—¿Podemos comer todo esto?
—¡Chengzhu dijo que si no podemos comerlas
todas, podemos venderlas!
Esas ratas devoradoras de cadáveres vieron la
situación ir cuesta abajo y se retiraron
aterrorizadas. Las ratas que habían perdido la
cabeza, tropezaron con las personas de cascarón
vacío mientras huían. La terrible situación se
disipó al instante y Xie Lian suspiró nuevamente
con alivio, volviendo la cabeza hacia atrás.
—Gracias a los cielos por San Lang.
Hua Cheng sonrió.
—Ellos mismos querían venir, no tiene nada
que ver conmigo. En lugar de esto, gēge, tenga
cuidado.
Su tono de repente se volvió serio en las
últimas dos palabras. Xie Lian movió su vista
hacia atrás y vio que el gigante demoníaco
ardiente estaba haciendo un nuevo movimiento,
colocando su mano en su cintura, como si fuera
a sacar algo.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco.
Era una espada.

509
Capítulo 228
Llamas ardientes del karma; Dios
demoníaco desciende sobre la Capital Real
(parte tres)

I ncluso en su estado actual, el gigante ya


era difícil de manejar, si ahora hubiera una
espada, ¿no era diferente a dar alas a los tigres?
Xie Lian sintió una sensación de
presentimiento y gritó a las personas de abajo:
—¡Todos, tengan cuidado!
Los fantasmas estaban justo en el calor de
golpear a las ratas y al escucharlo, todos
levantaron la vista, exclamando con asombro
—¡Qué gran Da Bog...! Ah, no, ¡Xie
Daozhang!
—¡Parece que Chengzhu lo está pasando bien
allí, cuack!

510
—No, no estamos jugando... —dijo Xie Lian,
pero antes de que terminara su oración, esa
espada afilada y cubierta de aura asesina cayó
cortando. Xie Lian liberó sus manos, apenas
esquivando el ataque y se sintió alarmado por el
aura de la espada y la ola de calor de este ataque.
Esa estatua divina gigante antes apenas podía
defenderse de la otra, pero ahora, ¡prácticamente
no era rival para ella!
En circunstancias tan terribles, quería convocar
a algunos dioses marciales para que se
transformaran en una espada que lo ayudara,
pero Quan Yi Zhen estaba actualmente acostado
en las piezas rotas del Dragón de Hueso en la
Guarid de Agua Negra, navegando para
recuperarse; Lang Qian Qiu estaba siendo
utilizado como si fuera un centenar de hombres,
apoyando a la Matriz Humana contra los
espíritus resentidos que estaban arrasando con
más fuerza; Feng Xin y Mu Qing, por alguna
razón, habían desaparecidos desde que llegaron
aquí y solo Pei Ming estaba libre, pero también
estaba luchando contra las ratas, completamente
rostizado, escupiendo anillos de humo y se
negaba resueltamente a ser superado por la
511
Señora de la Lluvia, por lo que probablemente
era inútil para la causa. ¡En realidad no había
nadie que Xie Lian pudiera usar!
Justo en ese momento, una voz vino desde el
suelo: —¡Espere, Dianxia! ¡Su espada estará
aquí en un momento!
El que gritó fue el Guoshi Principal. Xie Lian
corrió hacia el borde de la plataforma de la
corona de jade.
—¿Qué? ¿Dónde está mi espada?
El Guoshi Principal rodeó su boca con las
manos y gritó: —¡Xueyu Tanhua, activa el
Conjuro de Acortamiento a Distancia para
Tonglu! ¡La espada estará aquí!
Hua Cheng arrojó un dado resueltamente y
dijo: —¡Actívate!
Por encima de ellos, dentro de las oscuras
capas de nubes, algo retumbó. Un momento
después, Xie Lian entrecerró los ojos mientras
miraba.
¡Realmente había una espada!
La estatua divina saltó y alcanzó la espada
larga. ¡Xie Lian usó ambas manos para formar el
sello de mano y la estatua divina gigante también

512
agarró la empuñadura en sus manos y luego
cortó hacia la Capital Celestial!
El otro también levantó inmediatamente su
espada para detener el ataque, pero cuando las
dos espadas chocaron, algo que nadie había
imaginado sucedió: ¡la espada en la mano de Xie
Lian atravesó la espada de ese gigante ardiente!
En medio del sonido devastador de la ruptura
de metal, ese gigante demoníaco ardiente se
detuvo abruptamente.
Entonces, de repente, se rompió en pedazos y
poco después, cayó rápidamente hacia el suelo.
Xie Lian no había esperado que esta espada
fuera tan poderosa; ¿un golpe definitivo con un
solo ataque? Miró la espada en las manos de esa
estatua divina gigante, completamente aturdido.
Brillante y fino, extremadamente afilado. ¿Qué
era esta espada?
Luego recordó que el Guoshi Principal le dijo
a Hua Cheng que activara el Conjuro de
Acortamiento de Distancia al Monte Tonglu y se
dio cuenta de que era una espada forjada por los
cuerpos de esos tres Espíritus de Montaña.
Pero no tuvo tiempo de pensar más en ello. Si
esa cosa gigante se derrumbara, no sería
513
divertido. Xie Lian inmediatamente ordenó que
la estatua divina gigante volara hacia abajo,
sosteniendo esa gigantesca roca que estaba a
punto de desmoronarse y cambió de rumbo,
alejándola a cierta distancia antes de aterrizar
cuidadosamente en un lugar mucho más alejado
y más rural. Solo entonces esa estatua divina
gigante enfundó la espada en su cintura y se
quedó en su lugar, una mano descansando sobre
la espada mientras la otra abría una palma para
revelar las dos figuras, como si estuviera
sosteniendo una flor. Dejó de moverse, su
sonrisa volvió a su rostro cuando volvió a la
postura del Dios Marcial Coronado de Flores.
Ni una sola roca al caer se estrelló contra el
suelo. ¡Nadie en la Capital Real sufrió algún
daño!
Pasó un buen momento antes de que todas las
personas, dioses y fantasmas se miraran entre sí.
—¿Se... se acabó?
Xie Lian y Hua Cheng también saltaron de la
palma de la estatua divina gigante y se
encontraron con todos. El sudor frío de Shi Qing
Xuan ya se había convertido en sudor caliente y
metió el dispositivo espiritual que una vez más
514
se rompió después de un uso en su cintura,
cojeando y tambaleándose, brincando y
arrastrándose mientras saltaba.
—¡Dianxia! ¿Se terminó? ¿Está todo
arreglado?
Algunos de los otros oficiales celestiales se
reunieron también.
—¿Dónde está el emp... Jun Wu? ¿Dianxia lo
ha derrotado? ¿Está muerto?
A un lado, el Guoshi Principal dijo: —¿Cómo
puede ser posible? Dianxia... No habría sido
derrotado tan fácilmente.
Hua Cheng extendió una mano hacia Xie Lian.
—Gēge, subamos a revisar.
Xie Lian asintió y le dio la mano. Hua Cheng
tiró suavemente y lo llevó a la parte superior de
los restos. Los fantasmas ya habían perdido
interés en las ratas devoradoras de cadáveres que
habían sido golpeadas y huyeron en una ráfaga,
por lo que todos saltaron también, balbuceando
vigorosamente que querían limpiar la Capital
Celestial.
Pero Hua Cheng dijo: —Quédense atrás. Todas
las personas irrelevantes no deben acercarse.

515
De lo contrario, si realmente se toparan con Jun
Wu, sería una muerte segura.
Al escuchar esto, los fantasmas solo podían
saltar hacia abajo y continuar protegiendo la
parte inferior.
Sin embargo, dentro de la antigua Capital
Celestial que ahora había sido convertida en una
ruina gigante, no había rastro de Jun Wu. Xie
Lian y Hua Cheng miraron por todas partes, e
incluso levantaron el techo dorado del Gran
Salón Marcial, pero no vieron a nadie.
Justo entonces, Lang Qian Qiu de repente se
volvió hacia Pei Ming.
—¡General Pei! Tengo algo que hacer, por
favor, ayúdenme tomando el control por un
momento.
El número de ratas que Pei Ming redujo no
podía igualar al de la Señora de la Lluvia y se
sentía petulantemente deprimido; ahora, de la
nada estaba siendo arrastrado a sostener la
Matriz Humana. Aun así, solo se frotó la nariz y
no dijo mucho. Lang Qian Qiu saltó sobre los
restos y rebuscó por todos lados, cuando
finalmente, después de levantar un techo
derrumbado, exclamó: —¡Lo encontré!
516
Xie Lian lo escuchó y se acercó.
—Qian Qiu, ¡ten cuidado!
Había pensado que Lang Qian Qiu encontró a
Jun Wu, pero inesperadamente, lo que encontró
fue una bola de algo negro carbonizado, como un
gusano encogido en una concha gigante, e
incluso hubo un pequeño sonido de tos.
Xie Lian sintió que su corazón se tensaba, e
inmediatamente quitó esta cáscara carbonizada
junto con Lang Qian Qiu para ver y un niño
pequeño realmente rodó, su cuerpo se curvó,
abrazando su cabeza, todo su cuerpo enrojecido,
probablemente por las quemaduras. Pero su vida
no estaba en peligro y seguía tosiendo.
Después de que él salió, una bola verde de
fuego fantasmal repulsivo también se arrastró,
flotando.
Xie Lian lo miró.
—Esto es...
Lang Qian Qiu agarró esa bola de fuego
fantasma con una mano, sus ojos encendidos
llamas.
—¡Los cielos tienen ojos, así que Qi Rong, no
has muerto por completo y al final terminaste en
mis manos!
517
Qi Rong había hecho honor a su título;
Qingdeng Yeyou.14 Ahora que lo pensaba,
cuando Jun Wu había disparado ese rastro de
fuego, Qi Rong había protegido a Gu Zi, por lo
que este niño no se quemó hasta la muerte. Xie
Lian estaba un poco sorprendido a pesar de sí
mismo. Después de todo, por la personalidad de
Qi Rong, si hubiera fuego, lo suyo sería más tirar
a Gu Zi para protegerse.
Hua Cheng instantáneamente supo lo que
estaba pensando y dijo: —Incluso si arrojara al
niño para bloquear el fuego, no haría mucho, se
quemaría en cenizas en un instante. Proteger y
usar como escudo no es muy diferente para él.
Incluso si esa fuera la razón, él todavía lo
protegió. Qi Rong fue quemado en nada más que
una bola verde de fuego fantasmal repulsivo y
todavía no se dispersó, atrapado en las manos de
Lang Qian Qiu comenzó a gritar de terror. Gu Zi,
a quien acaban de salvar, se despertó al instante
y abrazó la pierna de Lang Qian Qiu.
—¡Gēge, no mates a mi papá!

14
[青灯 夜游] [Qīng Dēng Yè Yóu] [Linterna Verde Nocturna/Noches Errantes de Luz
Verde]
518
—¡Déjame ir! —Exclamó Lang Qian Qiu con
enojo—. Te lo digo ahora, ¡incluso pedir
clemencia es inútil, no mostraré misericordia!
Luego apretó con más fuerza. Qi Rong fue el
enemigo que aniquiló a su clan, Xie Lian no
pudo interferir en absoluto, pero tenía miedo que
la furia de Lang Qian Qiu hiriera
accidentalmente a Gu Zi, por lo que Xie Lian iba
a alejar al niño, pero inesperadamente Gu Zi se
acercó y lo abrazó.
—¡Gēge chatarra, salva a mi papá!
—Gu Zi... Este realmente no es tu padre. —
Dijo Xie Lian—. ¿No puedes verlo por la forma
en que te trata?
Sin embargo, Gu Zi dijo: —¡Ese es mi papá!
Mi padre no solía ser bueno conmigo, pero luego
fue muy bueno conmigo. A menudo me daba
carne para comer, e incluso decía que me llevaría
a vivir en grandes y hermosas mansiones... es
realmente bueno conmigo, gēge chatarra,
¿podrías salvarlo?
Qi Rong comenzó a regañarlo.
—Hijo tonto, ¡no le supliques! ¡Ese loto blanco
de corazón negro no salvará a este ancestro! De

519
hecho, no puede esperar a que tu viejo muera,
¡no le importa si vivo o muero!
Hua Cheng lo miró de reojo.
—¿Te preocupa que Lang Qian Qiu no pueda
matarte, así que también tienes que provocarme?
Qi Rong todavía le tenía mucho miedo y en el
momento en que habló, la bola de fuego
fantasma se encogió un poco. Sin embargo, iba a
morir de cualquier manera, así que dejó de
preocuparse.
—¡Hua Cheng cabrón, no tengo miedo! Xie
Lian, no pienses que no lo sé. Te tomé por un
dios de los cielos, ¡pero tú! ¿Por qué me
tomaste? ¡Nunca me tomaste por nada! Me
ignoras, me rechazas, crees que soy un tonto, un
loco, que soy un desquiciado, siempre
mirándome con desprecio. ¡Siempre me has
menospreciado! ¿Qué derecho tienes para
mirarme así? ¡Ni siquiera pudiste destruir a
YongAn, tú eres la basura inútil!
—Tú… —Xie Lian solo pronunció una palabra
y aunque Hua Cheng no se movió, Xie Lian pudo
sentir algo y rápidamente tiró de él hacia atrás y
dijo—: No importa, déjalo.

520
Hua Cheng ni siquiera quería molestarse con
una sonrisa falsa y dijo con un gruñido: —¿Y
qué si te menosprecia? ¿Hay algo en ti que valga
la pena?
Qi Rong estaba furioso y nervioso.
—¡Te escupiré, te escupiré! ¿Y qué…? ¿qué si
todos me desprecian? ¡Este ancestro... este
ancestro... este ancestro tiene un hijo!
—...
—...
Qi Rong comenzó a reír como un maníaco.
—¡Jeje! A pesar de que lo recogí baratamente,
¡al menos es mejor que ustedes, cobardes
impotentes que terminaron con su linaje! ¡Ni
siquiera sueñen con tener uno en ochocientos
años! Jejejejajajajaja...
Xie Lian y Hua Cheng lo miraron sin palabras.
Hua Cheng tampoco quería desperdiciar más
palabras en Qi Rong y solo arqueó las cejas ante
Xie Lian, pronunciando las palabras: —Nunca
se sabe.
Xie Lian sabía que solo estaba bromeando y
sonrió débilmente. Sin embargo,
inesperadamente, mientras se reía, la risa loca de
Qi Rong se hizo cada vez más pequeña. Por fin,
521
esa bola de fuego verde, repulsivo y fantasmal
que saltaba de un lado a otro se había esfumado.
Lang Qian Qiu no sabía si el fuego fantasma de
Qi Rong se apagó por sí solo o si él fue quien lo
sofocó y se quedó allí, atónito. Gu Zi también
estaba estupefacto y se levantó para abrir cada
uno de los dedos de Lang Qian Qiu. Pero cuando
vio que no había nada, cayó al suelo y comenzó
a cavar en ese montón de residuos carbonizados
en el suelo, escarbando hasta el punto de que sus
manos estaban cubiertas de hollín negro, pero
aun así no había luz verde, por lo que no pudo
evitar aferrarse a la túnica de Lang Qian Qiu.
—¿Dónde está mi papá...?
Le preguntó a Lang Qian Qiu, pero Lang Qian
Qiu no sabía qué decir, así que miró a Xie Lian.
Xie Lian tampoco sabía qué decir y solo suspiró,
dándose la vuelta para irse.
Detrás de él vino la voz incesante de Gu Zi.
—Gēge, ¿dónde está mi papá? Él todavía está
cerca, ¿verdad? Dijo que ya está cultivado para
ser el qué... el rey más poderoso de los tres
reinos, no puede morir. Él todavía está cerca,
¿verdad?
El molesto Qi Rong finalmente desapareció.
522
Sin embargo, Xie Lian no solo no sabía qué
decir, en este momento, ni siquiera podía
entender lo que estaba sintiendo.
Para ser sincero, si lo pensaba detenidamente,
las palabras de Qi Rong realmente parecían
irrefutables. Desde que eran jóvenes, realmente
no consideraba muy bien a su primo más joven.
Al principio sintió simpatía por Qi Rong, luego
fue exasperación, dolor de cabeza, e hizo todo lo
posible por ignorarlo; fuera de la vista, fuera de
la mente. Pero si había que decir que miró a Qi
Rong con desprecio entonces... eso también
parecía bastante exacto.
No fue solo desprecio. Una vez también había
odiado tanto a Qi Rong que quería aplastar sus
cenizas y esparcirlas por todo el mundo. Pero
después de haber vivido tanto tiempo, de haber
experimentado tanto, cuando miraba hacia atrás
para mirar a Qi Rong, realmente no quedaba
nada más que molestia y fatiga. Tal vez había un
poco de desprecio, pero eso ya no importaba.
Sin pena, sin alegría.
Continuaron su búsqueda, pero fue infructuosa.
Después de que descendieron de los restos, Shi

523
Qing Xuan ya había estado esperando en el suelo
durante mucho tiempo.
—Dianxia, ¿cómo fue?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No lo encontramos.
—¡¿Cómo puede ser posible?!
Los oficiales celestiales comenzaron a discutir:
—¿Realmente podría estar muerto? Se convirtió
en cenizas o algo así…
—Si se está escondiendo, ¡eso da demasiado
miedo!
—Pero, ¿dónde puede esconderse? ¡Hay tanta
gente mirando!
Shi Qing Xuan miró a su alrededor y dijo: —
Dianxia, tengo una pregunta que he querido
hacer desde antes. ¿Dónde están Nan Yang y
Xuan Zhen?
Era cierto, parecía que nadie había visto a Feng
Xin y Mu Qing hace mucho tiempo.
Los oficiales celestiales comenzaron a hablar
de nuevo: —Esos dos generales no podrían ser
estar en la misma condición que el General Pei,
¿verdad? ¿Atrapados en sus propios palacios en
la Capital Celestial y no lograron salir?

524
—Eso es imposible... ¡vi salir al General Nan
Yang! Además, estaba buscando a alguien en ese
momento...

525
ARCO DEL PALACIO DE WUYONG

526
Capítulo 229
Dados hábiles; ojos de serpiente alarman
el corazón (parte uno)

ie Lian le susurró a Hua Cheng: —No sé


X qué está pasando con Mu Qing, pero Feng
Xin está buscando a Jian Lan y al Espíritu
Infantil. No podrían haber...
¿No podría haberse quedado en la Capital
Celestial, sin irse con los otros oficiales
celestiales y terminar chocando en esa serie de
subir y bajar los cielos y la tierra, las
inundaciones y las llamas?
O quizás peor. ¡Tal vez, los dos estaban
actualmente en manos de Jun Wu!
Justo en ese momento, el Guoshi Principal se
acercó desde un lado.
—Dianxia, no hay necesidad de seguir
buscando. Si él está aquí, entonces no hay razón

527
para esconderse. Puede haber mucha gente aquí,
pero no vale la pena prestarle mucha atención.
Como no está aquí, entonces solo pudo haber ido
a un lugar y es un lugar al que le gustaría que lo
siguieras.
Xie Lian entendió.
—¿Es el Monte Tonglu?
El Guoshi Principal asintió.
—Tal vez activó el Conjuro de Acortamiento
de Distancia. Además de la Capital Celestial, ese
es el dominio en el que él es el más poderoso.
—¿Huh? ¿Vas a ir al Monte Tonglu?
—Exclamó Shi Qing Xuan—. ¿Ese lugar
horrible?
—Ya fuimos una vez. —Dijo Xie Lian—. Está
bien, no da tanto miedo. Quizás Feng Xin y Mu
Qing también estén allí.
Sin embargo, el Guoshi Principal advirtió:
—No bajes la guardia. Cuando vayas esta vez, lo
que te espera no será lo mismo. —Después de
una pausa, dijo—: Creo que iré con ustedes.
Sería mejor si también pudieras encontrar
algunos dioses marciales confiables para ayudar.
Nadie que esté herido. Si están lesionados, serían
nada más que una carga.
528
Entonces, eso era un verdadero desafío.
—¿Dios Marcial confiable? —Preguntó Xie
Lian.
Tal vez hubo varios dioses marciales
confiables antes, pero ahora, no quedaban
muchos.
Caído.
Carbonizado.
Algunos desaparecidos.
Algunos con un niño llorón abrazando su
pierna.
Hua Cheng habló: —No hay necesidad de
buscar ayudantes, todos son unos inútiles. Gēge
y yo somos suficientes.
—Definitivamente no será suficiente —dijo el
Guoshi Principal.
Pei Ming se opuso desde lejos.
—Xueyu Tanhua ¿podría por favor no decir
algo como; todos son unos inútiles, con un tono
tan seguro y convincente?
Shi Qing Xuan también se rió a carcajadas.
—General Pei, está tan increíblemente
quemado y ni siquiera cortó tantas ratas como la
Gran Señora de la Lluvia, ¿de qué se queja?

529
No había visto a Pei Ming en mucho tiempo,
pero cuando se vieron, Shi Qing Xuan todavía se
alegró de poder burlarse de él. Después de haber
sido apuñalado donde dolía, Pei Ming no pudo
hacer nada y solo se deprimió más.
Justo en ese momento, una voz vino de repente:
—Espera, yo también, yo también iré.
La multitud se separó para ver y solo entonces
notaron que el que habló era en realidad Mu
Qing. Desde quién sabría cuándo, había estado
parado detrás de la multitud.
Xie Lian lo vio emerger y respiró aliviado.
—¿Mu Qing? ¿Cuándo llegaste? ¿A dónde
fuiste antes? Pensé que tú también habías
desaparecido.
Sin embargo, Mu Qing dijo: —Siempre he
estado aquí.
Hua Cheng se cruzó de brazos y lo miró de
reojo.
—Siempre has estado aquí, pero no hablaste y
tampoco ayudaste, ¿eh?
—Dije que siempre he estado aquí, aunque no
hablara. —Respondió Mu Qing secamente—.
Ninguno de ustedes me vio, eso es todo.

530
Sin embargo, hubo varias ocasiones en que
necesitaban personas y no lo encontraron, e
incluso cuando lo llamaron no respondió, por lo
que todos pensaron que el General Xuan Zhen
había desaparecido. Xie Lian todavía tenía la
esperanza de que quizás Feng Xin todavía estaría
entre la multitud también, pero no lo encontraron
después de una búsqueda y Feng Xin realmente
no estaba allí, por lo que solo pudo decir: —Está
bien. ¿Vienes a ayudar? Eso es genial,
finalmente hay alguien útil.
Por lo tanto, Mu Qing se acercó.
Al ver que venía, las expresiones del Guoshi
Principal y Hua Cheng eran sorprendentemente
iguales por una vez. A ambos les disgustaba Mu
Qing desde hacía mucho tiempo; no había
necesidad de hablar sobre el caso de Hua Cheng,
pero el Guoshi Principal no había querido tomar
a Mu Qing como discípulo desde el principio y
solo por el aspecto de las cosas se podía adivinar
fácilmente que en lugar de tener un ayudante
como Mu Qing, preferiría no tener ningún
ayudante.
Mu Qing tampoco pudo haber ignorado sus
actitudes, pero después de acercarse, se inclinó
531
ante el Guoshi Principal y dijo en voz baja:
—Maestro.
El Guoshi Principal asintió y tampoco dijo
mucho. Después de todo, tampoco era que Mu
Qing hubiera hecho algo atroz y criminal y dado
que venía a ayudar, no había razón para evitar
que viniera.
Se volvió hacia Shi Qing Xuan.
—La estatua divina de Dianxia protegerá este
lugar. Los espíritus resentidos todavía necesitan
unos días para purificarse y como hay tantas
manos aquí, vigilen bien la matriz.
Shi Qing Xuan asintió.
—¡Pero por supuesto! Pero espere, anciano, ya
le he preguntado esto muchas veces, pero
¿podría responderme, por favor, quién es usted?
El Guoshi Principal no respondió.
El grupo siguió a Hua Cheng y caminó hacia el
frente de una mansión al costado. Hua Cheng
arrojó fácilmente un dado y estaba a punto de
abrir la puerta cuando inesperadamente, echó un
vistazo casual y su tez cambió ligeramente.
Fue Xie Lian quien era agudo y lo notó.
—¿Qué pasa, San Lang? ¿El Conjuro de
Acortamiento de Distancia no se activa?
532
Hua Cheng giró sobre sí mismo y sonrió.
—No. Es solo que es raro que yo obtenga este
tipo de resultados.
Abrió la palma de su mano hacia Xie Lian. Xie
Lian se acercó para mirar y también se
sorprendió.
Sobre la pálida palma blanca había un dado
solitario y lo que mostraba era un punto.
Cuando Hua Cheng rodaba, siempre eran seis
puntos rojos brillantes y los ojos de serpiente
realmente eran muy raros.
El corazón de Xie Lian tembló.
—... ¿Qué significa este resultado? ¿Lanzaste
mal?
—Basado en experiencias pasadas, esto
probablemente significa que hay algo
extremadamente peligroso esperándome —dijo
Hua Cheng.
—...
El corazón de Xie Lian dio un vuelco. Detrás
de ellos, el Guoshi Principal habló: —¡Aah, no
les he dicho a los jóvenes tantas veces que
apostar es malo y deben romper ese mal hábito!
Dianxia, ¿ve qué tipo de mal hábito ha
adquirido?
533
Un mal presagio, pero Hua Cheng todavía
parecía imperturbable y guardó los dados,
sonriendo.
—Es solo una referencia, no importa lo que
ruede. Ya sea si es peligroso o no, dependerá de
mí. —Luego abrió la puerta—. Vamos, gēge.
Se dio vuelta y estaba a punto de cruzar el
umbral cuando Xie Lian inconscientemente
extendió la mano y tiró de él hacia atrás, casi
gritando: Quédate, pero incluso sin pensar
demasiado Xie Lian sabía que eso era imposible.
Al final, solo dijo suavemente: —Vamos. Pero
no te alejes de mi lado. Si pasa algo, te protegeré.
Al escuchar esto, Hua Cheng se sorprendió.
Fue un buen momento antes de que las
comisuras de sus labios se curvaran y él dio una
gran sonrisa.
—Está bien. Gēge, recuerde protegerme.
—...
Mu Qing miraba a un lado, sus ojos estaban
indescifrablemente molestos o disgustados. En
el momento en que Hua Cheng abrió la puerta,
una ola de calor abrasador se abalanzó sobre su
rostro borrando cualquier expresión extraña.

534
El volcán entró en erupción no hace mucho
tiempo y el polvo y las cenizas que cubrían los
cielos aún no se habían dispersado. Donde solía
haber bosques, la tierra ahora ardía, los fuegos
devoraban todo lo que estaba vivo, parecía un
infierno ardiente, rojo por todas partes. El Monte
Tonglu había perdido toda su apariencia
anterior.
Xie Lian y compañía emergieron de una cueva
rocosa que estaba asentada en una colina más
alta y en el momento en que salieron, casi fueron
sofocados por las cenizas en el aire.
—¿Está realmente aquí?
—Probablemente en algún lugar cerca del
Horno —dijo Mu Qing.
—El volcán entró en erupción, probablemente
no hay ningún lugar cerca del Horno para
quedarse.
Sin embargo, el Guoshi Principal dijo: —Sé
dónde está. Si ese lugar no fue destruido,
entonces sígueme y verás cuándo lleguemos allí.
El grupo lo siguió, descendiendo desde la alta
colina y Hua Cheng caminó frente a Xie Lian
todo el camino. Donde había escombros y
hierbas altas que dificultaban los pasos, subía
535
primero para aplanar el camino antes de darse la
vuelta para alcanzar a Xie Lian, ayudándolo a
bajar. De lo contrario, Xie Lian probablemente
habría descendido mucho más rápido…
deslizándose desde el punto más alto de la colina
y rodando hasta el fondo.
Sin embargo, inesperadamente, Xie Lian no
resbaló, pero sí otra persona… Mu Qing estaba
subiendo por la parte trasera y perdió el
equilibrio, su figura se balanceaba. Xie Lian
estaba más cerca de él y con una mano rápida, lo
atrapó.
—¡Cuidado!
Mu Qing se sobresaltó levemente antes de
parecer volver a sus sentidos.
—Lo sé.
Xie Lian lo soltó, pensando que Mu Qing
ciertamente se estaba comportando de manera
extraña. Volvió la cabeza y de repente recordó
algo y en un rápido trote llegó al lado de Hua
Cheng, susurrando su pregunta: —Por cierto,
San Lang, la cima de la montaña nevada cuando
Feng Xin y Mu Qing estaban peleando, ¿qué les
oíste decir? ¿Por qué de repente estabas tan
enojado?
536
Al escuchar esto, el rostro de Hua Cheng se
puso ligeramente frío, pero lo ocultó un
momento después.
—Oh, eso. Simplemente estaban hablando sin
pensar y dijeron algunas cosas irrespetuosas
sobre gēge, eso es todo.
—¿Huh? —Preguntó Xie Lian—. ¿Cómo qué?
—Gēge no necesita saber. —Dijo Hua
Cheng—. Ensuciará sus oídos. Vamos, ya
estamos abajo.
Los cuatro habían descendido de la colina alta
y después de caminar un poco, su camino fue
bloqueado por un río. Lo que fluía en el río no
era agua clara, sino fluidos rojos carmesí que
todavía burbujeaban, ¡era una lava abrasadora!
Con esta temperatura ardiente, las personas
normales no necesitaban entrar, solo bastaría con
acercarse y morirían por la ola de calor.
Afortunadamente, ninguno de ellos era mortal
por lo que pudieron soportar esta tierra que
derretía los huesos.
El Guoshi Principal seguía secándose el sudor
de la cara.

537
—Debería estar justo del otro lado. Este lugar
solía ser un foso, pero ahora que se ha vuelto así
no podremos cruzarlo.
—Probablemente necesitaremos algo que nos
ayude a cruzar el río —dijo Xie Lian.

538
Capítulo 230
Dados hábiles; Ojos de serpiente alarman
el corazón (parte dos)

S i esa estatua divina gigante de piedra


estuviera ahí, entonces podrían haber
cruzado rápidamente con unos pocos grandes
pasos. Pero Xie Lian lo dejó en la Capital Real
para proteger y reprimir a los espíritus resentidos
y esos tres Espíritus de Montaña ya se habían
transformado en una espada, por lo que era mejor
que no vinieran.
—San Lang, ¿pueden llevarnos las mariposas
plateadas? —Preguntó Xie Lian.
—Con el vapor de la lava, las mariposas
plateadas podrían derretirse a la mitad del río
—respondió Hua Cheng. No se vería demasiado
bien caer desde el aire a mitad del cruce y chocar
de cabeza contra el corazón de la corriente de

539
lava. Sin embargo, Hua Cheng agregó—: Pero,
hay un camino.
El grupo volvió su mirada hacia donde estaba
mirando y un momento después, Xie Lian
exclamó: —¿Por qué hay personas en la lava?
Era la verdad absoluta, Xie Lian no estaba
alucinando. Justo ahora en ese instante. Vio una
mano trágicamente pálida salir de la lava,
intentando agarrar el cielo.
Tras una inspección más cercana, Mu Qing
dijo: —¡Realmente las hay! ¿Y no solo una?
Había al menos más de miles de personas, una
cantidad de cuerpos y cabezas flotando sobre la
superficie del río, algunos rodando y girando por
la corriente de la corriente de lava, e incluso
algunos fluían contra la corriente. Sus cuerpos
eran todos de un blanco peculiar, sus rostros
borrosos.
No eran personas vivas reales.
Xie Lian lo descubrió.
—Son esos cascarones vacíos humanos de la
Capital Real de WuYong... han sido arrojadas
aquí a la lava.
Con sus habilidades marciales, no debería ser
demasiado difícil usar esos cascarones vacíos
540
como escalones y saltar. Solo que esos espíritus
fallecidos habían estado luchando atormentados
en la corriente ardiente, sería bastante trágico
que tuvieran que ser pisoteados también. Pero
ahora no tenían tiempo para preocuparse por eso.
Mu Qing avanzó primero, apuntó a las
posiciones correctas y con algunos altibajos,
pronto cruzó el foso, de pie en la orilla al otro
lado del río, mirando hacia atrás.
Xie Lian se volvió hacia el Guoshi Principal.
—Déjeme llevarlo primero.
El Guoshi Principal no era un dios marcial
después de todo y no era uno que practicara artes
marciales, por lo que necesitaba de alguien que
lo llevara. Él asintió y avanzó. Sin embargo, Hua
Cheng habló: —Gēge, déjeme.
Siguiendo la corriente, Xie Lian reconoció:
—Está bien.
Por lo tanto, Hua Cheng avanzó y se aferró al
brazo del Guoshi Principal como si estuviera
ayudando a un anciano mayor.
—Guoshi Principal, señor, por favor. Cuide sus
pasos.

541
El Guoshi Principal volvió la cabeza y vio que
quien lo ayudaba no era Xie Lian y frunció el
ceño.
—¿Huh? ¿Por qué eres tú?
Xie Lian supuso que a Hua Cheng le
preocupaba que no fuera conveniente para él
llevar a otra persona. Además, Hua Cheng
quería, en aras de algún objetivo en particular,
sobresalir un poco frente al anciano. Demostrar
cierta diligencia atenta, por lo que se ofreció a
hacerse cargo.
Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar soltar una
carcajada, ocultándola con una ligera tos.
—San Lang dijo muy sinceramente que quería
ayudarlo, así que yo...
En cuanto a Hua Cheng, dijo con una sonrisa
cubriendo su rostro: —¿Importa si soy yo o
gēge? Además, lo respeto mucho, señor, así que,
por supuesto, no me importa ayudar, esto no es
nada.
El Guoshi Principal se quedó sin palabras por
un momento y luego dijo: —Si realmente me
respetas, guarda esa sonrisa falsa en tu rostro.
Esa falsedad realmente es demasiado...
Hua Cheng inmediatamente alejó esa sonrisa.
542
—Oh.
Luego, sin decir una palabra más, llevó al
Guoshi Principal y, con un destello, sus formas
ya se habían trasladado a la otra orilla.
Su movimiento fue extrañamente rápido y
antes de que el guoshi reaccionara ya estaba de
pie al lado de Mu Qing, completamente aturdido.
En cuanto a los cascarones vacíos humanos que
Hua Cheng pisó con sus botas, no se dieron
cuenta de que las pisaron en absoluto y solo
miraron hacia nada por encima de ellos,
perplejos mientras se frotaban la cabeza,
continuaban nadando en el arroyo de lava. Los
sentidos finalmente regresaron al Guoshi
Principal y él miró a Hua Cheng, dando su
comentario: —No está mal, supongo.
De este lado, Xie Lian pensó: —Está siendo
demasiado estricto. ¿Cómo pueden las
habilidades como esa ser catalogadas
simplemente con; no está mal?
Entonces gritó: —¡Yo también iré ahora!
Hua Cheng se dio la vuelta.
—Gēge, quédese allí primero, ¡iré a buscarlo!
Pero Xie Lian actuó más rápido que sus
palabras y ya se había movido, saltando hacia
543
arriba, con los dedos de los pies ligeramente
apoyados sobre el estómago de un cascarón
vacío que flotaba con la cara mirando hacia
arriba. Sintió que el cuerpo sólido bajo sus pies
se hundía, pero ya había saltado de nuevo,
golpeando la cabeza de otro cascarón.
De esta manera, pasó sobre cinco o seis de
ellos y llegó al centro de la corriente de lava.
Justo cuando Xie Lian estaba a punto de dar otro
salto, su cuerpo se hundió abruptamente, casi
perdiendo el equilibrio. Usando su reacción
incomparablemente rápida para estabilizarse,
miró hacia abajo, ¡y el cascarón debajo de sus
pies realmente extendió la mano y atrapó su
bota!
—¡Oh no, no otra vez! —Xie Lian gimió por
dentro.
Su terrible mala suerte había vuelto a golpear.
Todas las personas delante de él cruzaron el río
bien, pero tenía que ser él quien se topara con un
monstruo difícil, agarrándolo del tobillo
derecho, ¡sin dejarlo saltar!
Esos cascarones vacíos solo podían flotar en la
superficie de la corriente de lava porque estaban
huecos, por lo que no podían soportar demasiado
544
peso. Con el vapor hirviendo, Xie Lian sudaba
profusamente y una esquina de su manga se
incendió. Si continuaba allí, entonces él junto
con el trampolín se hundirían en la lava, ¡y toda
su persona se incendiaría!
En el último segundo, a Xie Lian se le ocurrió
una idea en este momento de crisis. Ruoye salió
volando, atrapando a otro cascarón vacío a unos
metros de distancia y lo arrastró, pisando su pie
izquierdo sobre la parte posterior de ese
cascarón. Por lo tanto, los dos cascarones vacíos
soportaban su peso, aumentando su flotabilidad,
por lo que no se hundiría de inmediato.
Con la crisis evitada, Xie Lian sacó a Fang Xin
y cortó el brazo que lo estaba agarrando. Cuando
estaba a punto de saltar de nuevo, una sombra
roja ya había brillado a su lado y Xie Lian habló:
—¿San Lang? Ya estoy bien. No necesitabas
venir.
Desde lejos, Hua Cheng usó una palma y
destruyó en pedazos al cascarón vacío que había
atrapado a Xie Lian: —Hablemos después de
que estemos en tierra.
Los dos llegaron a la orilla y Xie Lian dijo:
—Lo siento, te hice preocupar.
545
—Es mi culpa. —Dijo Hua Cheng—. Debería
haberle dicho que esperara a que fuera a buscarlo
antes de cruzar.
—Está bien, está bien —El Guoshi Principal
lo reprendió—. Déjalo. Dianxia no es tan débil,
podría arreglárselas muy bien incluso si no
fueras, así que ¿por qué tuviste que ir a buscarlo?
¡Vamos! Por aquí…
El grupo subió a tierra, caminó un rato más y
llegó frente al Palacio de WuYong.
La mitad del palacio estaba enterrado en el
suelo y después de que el grupo entró, el camino
se inclinó, yendo directamente a los profundos
recovecos del subsuelo.
Habiendo dejado la superficie, el aire
abrasador se enfrió gradualmente. Todo el
palacio subterráneo estaba vacío, e incluso el
movimiento más pequeño hacía eco y
reverberaba.
Cada grupo encendió una Antorcha de Palma
por separado, iluminando los alrededores.
Aunque este palacio había estado sellado durante
mucho tiempo, todavía era considerablemente
majestuoso y suntuoso, la luz del fuego reflejaba
muchos patrones dorados y brillantes, columnas
546
esculpidas y edificios pintados. Sin embargo, sin
espíritu, el aire estaba muerto, como si fuera un
mausoleo gigante.
—Aquí fue donde creció Dianxia —dijo el
Guoshi Principal.
—¿Realmente está aquí? —Preguntó Mu
Qing.
—¿Qué piensas? —Respondió el Guoshi
Principal—. Aquí es donde sus poderes son los
más fuertes, así que tengan cuidado.
Justo entonces, Xie Lian de repente notó algo.
Sobre la cintura de Hua Cheng, el globo ocular
plateado en la empuñadura de E-Ming giraba
rápidamente, anormalmente agitado. Sin
embargo, la expresión de Hua Cheng todavía era
fría y centrada, ignorándolo por completo. Xie
Lian no pudo evitar acercarse para acariciarlo y
solo entonces E-Ming se calmó un poco. Hua
Cheng miró un poco hacia abajo y cuando vio
que la mano de Xie Lian aún descansaba en la
empuñadura, estaba a punto de hablar cuando
justo en ese momento, desde las esquinas del
gran salón, surgieron una serie de carcajadas.
—Jejeje.

547
Era la voz de un hombre de mediana edad.
Astuto y malicioso, como si estuviera tramando
algo, haciendo que todos los pelos en la espalda
de Xie Lian se erizaran. Y había escuchado esa
voz antes.
¡Era la voz de ese Espíritu Infantil!
—¡Por allá! —Gritó Mu Qing.
Mu Qing arrojó un rastro de llamas que
iluminó el espacio sobre ellas. Podían ver un
bulto de algo blanco presionado contra los altos
rincones del techo del palacio; como una
lagartija, ¡y era ese Espíritu Fetal!
Su lengua larga y brillante se lamía la espalda,
como si se rascara una picazón. Cuando vio que
las llamas volaban, se rió y escupió algo como
vómito hacia Mu Qing. Mu Qing lo esquivó, su
expresión llena de desprecio.
El Guoshi Principal miró esa materia pegajosa
en el suelo, luego miró al Espíritu Fetal arriba y
dijo con disgusto: —¿Realmente es el hijo de ese
mocoso Feng Xin?
Xie Lian rápidamente gritó: —¡Espera! Cuo
Cuo! Te llamas Cuo Cuo, ¿verdad? —Cuando el
Espíritu Fetal escuchó su propio nombre, se
detuvo por un momento y se volvió para mirarlo.
548
Xie Lian dijo—: Cuo Cuo, hemos venido a
buscar... a encontrar... a encontrar a tu papá.
¿Sabes dónde está él?
Cuando ese Espíritu Fetal escuchó; tu papá,
resopló, usando todas sus extremidades se
arrastró y desapareció.
—¡¿Cuo Cuo?! —Gritó Xie Lian—. ¡Rápido,
encuéntralo!
El grupo inmediatamente avivó las Antorchas
de Palma más fuerte, buscando por todas partes.
De repente, Mu Qing exclamó: —¡Por aquí!
—¿Por dónde? —Respondió Xie Lian.
Mu Qing señaló un camino.
—Vi que fue por allí justo ahora.
El camino que señalaba estaba al costado del
edificio de un palacio, un pasillo estrecho y
largo, inquietante y sombrío. Incluso si no
pudieran decir a dónde conducía, era obvio que
no sería ningún lugar bueno.
Hua Cheng de repente habló: —¿Realmente
viste que entró allí?
—¿De qué me serviría mentirte? —Respondió
Mu Qing irritado.
Hua Cheng soltó un: —Ja —pero no contenía
emociones y no sonaba amigable.
549
—¿Por qué están luchando los dos en un
momento como este? —Reprendió el Guoshi
Principal—. No pasemos por alto ningún lugar
sospechoso, incluso si echamos un vistazo, está
bien.
Ese largo corredor era muy estrecho. Debía
haber sido mucho más ancho alguna vez, pero
parecía haber sido comprimido y ahora solo
podía permitir que pasara una persona a la vez.
Tal vez Mu Qing se sintió indignado por el tono
de duda en la voz de Hua Cheng antes, así que
entró primero. Hua Cheng, naturalmente,
caminó frente a Xie Lian para abrirle el camino,
pero Xie Lian notó que el ojo de E-Ming en la
cintura de Hua Cheng estaba girando
salvajemente de nuevo. Su mente se agitó e
instantáneamente empujó a Hua Cheng detrás de
él.
Hua Cheng se sorprendió.
—¿Qué sucede?
Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.
—¿No dije que te protegería...? Quédate detrás
de mí.
Un momento después, Hua Cheng se rió
suavemente.
550
Mientras caminaban más profundo, Xie Lian se
sintió cada vez más incómodo. Cuando se trataba
del peligro, su instinto era extremadamente
agudo y lo que lo hacía sentir incómodo venía de
adelante.
—Maestro, ¿recuerda a dónde conduce este
camino? —Preguntó Xie Lian—. ¿Cómo es que
cuanto más caminamos, más siento que hay una
muy pesada...?
Aura asesina.
Y no era un aura asesina vivaz, sino una asesina
muy fría y helada. Cuanto más profundizaban,
más tenso se ponía.
Sin embargo, el Guoshi Principal no le
respondió.
Algo hizo clic en la mente de Xie Lian y él
levantó la voz para preguntar de nuevo:
—¿Maestro?
Aún sin respuesta.
Xie Lian giró la cabeza y ¡desde quién sabría
cuándo, ya no había un alma detrás de él!
La razón por la que no se había dado cuenta
antes era porque las dos linternas que Hua Cheng
y el Guoshi Principal habían lanzado aún
flotaban en el aire, arrastrándose y siguiéndolo,
551
iluminando el camino para los maestros que
ahora habían desaparecido.
Mu Qing se volvió para mirar también y se
sorprendió.
—¿Dónde está Xueyu Tanhua?
Xie Lian se movió sin otra palabra para volver
por donde vinieron.
Mu Qing lo atrapó.
—¿Qué estás haciendo? ¡Casi estamos allí!
Además, ¿de verdad crees que Xueyu Tanhua
regresaría?
—... No —respondió Xie Lian.
¡Era precisamente porque Hua Cheng nunca
regresaría solo y sin decir una palabra que daba
miedo!
Xie Lian recordó de repente lo que Hua Cheng
dejó en su persona y rápidamente levantó la
mano para mirar. Cuando vio que la cuerda roja
en su tercer dedo todavía era brillante y vívida,
lo que indicaba que Hua Cheng estaba bien, Xie
Lian suspiró aliviado. Sin embargo, cuando
recordó los ojos de serpiente que Hua Cheng
desplegó antes, la tensión de sus cejas aumentó.
—Lo más probable es que no encuentres nada
incluso si vuelves. —Dijo Mu Qing—.
552
Entonces, ¿por qué no seguir adelante y ver
exactamente qué hay dentro? De lo contrario,
¿no estarías perdiendo el tiempo si volvieras y
no encontraras nada?
Xie Lian estaba a punto de hablar cuando de
repente contuvo el aliento.
—Shh. Escucha. ¿Qué es ese sonido?
Mu Qing también escuchó atentamente.
Era el sonido de un hombre respirando
profunda y silenciosamente.
¡Venía de adelante!
Los dos estaban en guardia, cada uno
agarrando sus armas con fuerza y caminaron
hacia adelante.
Finalmente salieron del largo corredor y
llegaron a una cámara. Mu Qing palpó con
mucho cuidado alrededor de la cámara y Xie
Lian movió un dedo, enviando una pequeña
llama de luz al frente, iluminando
instantáneamente una figura caída en el suelo.
En el momento en que vio la parte posterior de
esa figura, Xie Lian lo reconoció y corrió hacia
arriba.
—¡¿Feng Xin?!

553
Volteando al hombre, de hecho, era Feng Xin.
Estaba cubierto de quemaduras y heridas por
todo el cuerpo, pero su vida no debería estar en
peligro. Xie Lian le dio unas palmaditas
cuidadosamente por un buen momento antes de
que se recuperara lentamente y en el momento
en que despertó, maldijo, pero en el momento en
que se dio cuenta de que era Xie Lian ante él,
dejó de maldecir.
—¿Dianxia? ¿Por qué estás aquí?
Xie Lian resopló.
—¿Por qué no me dices primero dónde es esto?
Feng Xin se sentó y miró a su alrededor.
—¿Dónde es esto?
Como era de esperar, Feng Xin tampoco lo
sabía, así que Xie Lian no preguntó más, sacudió
la cabeza y extendió la mano.
—Levántate primero. Ahora que te hemos
encontrado, también tenemos que buscar a San
Lang.
—¿Estás hablando de Xueyu Tanhua?
—Preguntó Feng Xin—. ¿Qué le ha pasado?
¿No está contigo?
—Así es —comenzó Xie Lian—, estábamos
juntos...
554
Antes de terminar, Feng Xin de repente levantó
la mano.
—¡Espera! ¿Quién está detrás de ti?
Xie Lian miró hacia atrás y solo vio una figura
inmóvil hundida en las sombras.
—Ese es Mu Qing. ¿Qué sucede?
Las pupilas de Feng Xin se encogieron
repentinamente.
—¡Atrápalo, rápido!

555
Capítulo 231
Dados hábiles; Ojos de serpiente alarman
el corazón (parte tres)

D entro de la oscuridad, esa figura dio un


paso adelante y finalmente se reveló bajo
la luz del fuego.
El rostro de Mu Qing estaba sombrío, pero no
habló.
Feng Xin se aferró a Xie Lian y agregó:
—Antes en la Capital Celestial, estaba
perfectamente buscando gente cuando de
repente alguien me golpeó por detrás, de lo
contrario, ¿por qué habría caído?
La mente de Xie Lian giró rápidamente y
parpadeó.
—¿Fue él quien te golpeó?
Feng Xin dijo con absoluta certeza: —¡Sin
duda, fue él!

556
—¿Y después de que te golpeó, quedaste
inconsciente de inmediato? —Preguntó Xie
Lian.
—¡Más o menos! —Dijo Feng Xin—. De
cualquier manera, Dianxia ten cuidado con él,
¡no te acerques tanto o simplemente atrápalo!
Mu Qing no pudo evitar maldecir: —Pura
mierda...
—¡Espera! —Interrumpió Xie Lian
rápidamente—. Feng Xin, hay un problema
aquí. Si te tendió una emboscada por la espalda
y fuiste noqueado inmediatamente después…
¿cómo sabías que el que te golpeó por la espalda
fue Mu Qing?
Feng Xin no había esperado que hiciera esta
pregunta y se sorprendió.
Mu Qing instantáneamente aprovechó ese
momento y gruño: —En ese momento, la Capital
Celestial estaba en llamas en medio del caos, no
sería extraño que alguien te hubiera noqueado,
pero tenías que simplemente lanzarme este
desastre, ¿no puedes admitir que viste mal?
Sin embargo, Feng Xin se aferró a Xie Lian y
se puso de pie, su tono oscuro: —¡No,
definitivamente eras tú!
557
—¿Sobre qué base haces tu acusación?
—Preguntó Mu Qing.
Feng Xin enunció: —Fue precisamente porque
la Capital Celestial estaba en llamas y había
fuego por todas partes que el suelo reflejaba la
sombra de esa persona detrás de mí. Aunque no
tuve la oportunidad de mirar atrás, cuando caí, vi
la forma de esa sombra y el movimiento de
ataque. ¡Era tu sombra!
Xie Lian observó atentamente mientras los dos
intercambiaban golpes verbales.
Mu Qing aún seguía sin retroceder.
—Sigues hablando, pero digas lo que digas no
viste nada con tus propios ojos y es normal que
las sombras difuminen la realidad, entonces,
¿cómo puedes determinar que fui yo solo por una
sombra? ¿Qué puedes ver cuando prácticamente
te estabas desmayando?
—Sabes muy bien si puedo distinguirlo o no.
Dianxia también. —Dijo Feng Xin.
Xie Lian realmente lo sabía. A pesar de todo,
los tres crecieron juntos, se cultivaron juntos y
no podían estar más que familiarizados con las
formas y movimientos del otro, por lo que

558
incluso si no vieran una cara, ¡aún podrían estar
más del ochenta por ciento seguros!
—Dianxia, ¿vinieron aquí juntos? —Preguntó
Feng Xin—. ¿Ha hecho algo sospechoso en el
camino?
—Bueno... —dijo Xie Lian.
Para ser honesto, Mu Qing había actuado
demasiado sospechoso durante todo el camino,
nervioso e inestable. Pero en su situación actual,
no era fácil para Xie Lian decirlo frente al rostro
de Mu Qing.
—¡No! —Continuó Feng Xin—. Piensa
detenidamente, incluso el hecho de que haya
venido es sospechoso. Por su personalidad, ¿por
qué atravesaría el peligro para rescatar a alguien?
¿Alguien así es incluso Mu Qing?
La cara de Mu Qing se ensombreció.
—No digas cosas como si fueran absolutas.
Tener un hijo no es algo que harías, pero, ¿aquí
estamos?
—...
Xie Lian podía sentir que la dirección de esta
conversación se estaba desviando y rápidamente
dijo: —Está bien, no discutan. ¡Si continúan

559
discutiendo, tendremos que entrenar algunos
modismos para calmarnos!
—Además —agregó Mu Qing—, si fui yo
quien te noqueó, ¿por qué haría todo el esfuerzo
de atraerlos aquí para encontrarte?
Feng Xin respondió: —¡Porque no pensaste
que después de golpearme por detrás todavía
podría señalarte! Y quién sabe qué lugar infernal
es este, incluso si atrajeras a Dianxia y a los
demás aquí, podría no ser posible encontrarme.
¿Xueyu Tanhua no se separó de ustedes a mitad
de camino?
—¿Estás tratando de llamarme falso y que
atraje a Dianxia y a los demás a una trampa
peligrosa a propósito? Bueno, lo siento, pero
Dianxia y Xueyu Tanhua estuvieron conmigo
todo el camino, no había forma de que no
hubieran notado nada.
—Eso es cierto, sí... —dijo Xie Lian.
Pero eso solo era cierto para el Mu Qing en el
camino. Después de haber entrado en el Palacio
de WuYong debajo de la tierra, ¿quién podría
decir que no fue cambiado? Nada podría ser
seguro.

560
Mu Qing miró a Feng Xin y agregó: —Dianxia,
creo que es mejor que se mantenga alejado de él.
Después de todo, él ha estado acostado allí desde
que llegamos, Xueyu Tanhua también
desapareció y ahora está tratando de separarnos,
¿no crees que él es el más parece un impostor?
Bai Wuxiang se había disfrazado con la
apariencia de esos dos antes, por lo que volver a
hacerlo no sería sorprendente.
Xie Lian se frotó la frente.
—¿Qué tal esto? ¿Por qué ustedes dos no dicen
algo que solo nosotros tres sepamos para que
podamos verificar las identidades?
—¿Cómo qué? —Preguntó Mu Qing.
Xie Lian lo pensó y dijo casualmente: —En la
cima de la montaña nevada, ¿qué se gritaron el
uno al otro?
Después de dar la sugerencia, la cara de los
otros dos se congeló. Xie Lian se metió las
manos en las mangas.
—Si sus palabras no coinciden, entonces eso
significa que alguien entre ustedes dos no es real.
Verifiquemos las identidades antes que nada.
Sin embargo, esos dos solo se miraron, sin
decir una palabra. Xie Lian no sentía tanta
561
curiosidad al principio, pero ahora no pudo
evitar sentirla.
Un momento después, Feng Xin esquivó la
pregunta: —Ambos están desviándose del punto.
No sospechaba que él no fuera el verdadero.
Mu Qing entrecerró los ojos.
—Entonces, ¿qué estás tratando de decir?
Feng Xin dijo sin rodeos: —He pensado que él
es el verdadero Mu Qing desde el principio. No
puede soportarnos a los dos, por lo que no sería
extraño que hiciera cualquier cosa.
¡Las manos de Mu Qing se apretaron en puños,
sus nudillos crujieron y movió su mano,
lanzando un golpe directo!
Feng Xin estaba herido y apenas esquivó el
golpe. Y así los dos comenzaron a pelear.
Aunque Xie Lian lo había esperado, todavía no
pudo evitar sentir que le palpitaba la cabeza.
—Cálmense... ¿por qué no entrenamos algunos
modismos, hum?
Con sus golpes, Xie Lian podía sentir que el
aura asesina a su alrededor se estaba volviendo
más pesada. Unas pocas esferas de luz de fuego
flotaron al azar, iluminando toda la cámara y
solo entonces vio Xie Lian, que todo alrededor
562
de las paredes y estantes estaba lleno de varios
sables, lanzas, espadas y otras armas similares,
extremadamente escalofriantes.
Entonces resultaba que esto era un arsenal. ¡No
era de extrañar que el aire estuviera lleno de un
aura fría y asesina por todas partes!
El propio Xie Lian solía poseer un arsenal de
este tipo, muy querido por su corazón y a
menudo perdía la noción del tiempo mientras lo
visitaba. Pero este arsenal lo hacía sentir
extremadamente incómodo y no quería quedarse
aquí por otro minuto más. Pero ahora mismo, no
sabía en qué palabras confiar, por lo que no sabía
a qué lado ayudar… a decir verdad, ambos eran
muy sospechosos.
Al final, Xie Lian solo pudo gritar: —¡Ruoye!
¡Mejor atarlos primero y hablar después!
Ruoye, que había estado esperando, finalmente
tuvo la oportunidad de lucirse y salió volando.
Sin embargo, inesperadamente, antes de que la
banda de seda blanca saliera, Xie Lian sintió de
repente otro escalofrío que lo recorría.
La dirección de su ataque cambió
instantáneamente. Atrapó a Ruoye y lo giró
hacia atrás. En el momento en que sintió que la
563
banda de seda blanca se enganchaba en algo, Xie
Lian agarró a Ruoye y tiró con fuerza, pero lo
que sea que fuera no se movió.
Xie Lian sintió temor y al momento siguiente,
fue tirado por el otro extremo de Ruoye y su
espalda se estrelló firmemente en un abrazo, e
incluso sintió algo frío y duro que se clavó en su
cintura.
Xie Lian: —¿…?
Si bien su cuerpo no se veía tan duro, su fuerza
física era bastante formidable. A menos que la
otra parte fuera una criatura gigantesca, de lo
contrario, ¿cómo puede ser tan fácilmente
arrastrado?
Xie Lian estaba a punto de defenderse cuando
sintió una mano rodear su cintura y escuchó una
voz que venía desde arriba: —Gēge, soy yo.
—¿San Lang? —Preguntó Xie Lian.
Efectivamente, cuando miró hacia abajo, la
mano que lo rodeaba llevaba un brazalete
plateado tallado con hojas de arce, mariposas y
bestias. Cuando giró la cabeza vio que el que lo
atrapó era un hombre alto y delgado vestido de
rojo, tranquilo y sereno, con una cimitarra
plateada colgando de su cintura. Lo más
564
probable era que lo que golpeó su cintura antes
fuera la empuñadura de esta cimitarra.
¡Hua Cheng!
Xie Lian comprendió al instante. Resultaba
que, justo ahora, fue Ruoye quien lo arrastró
deliberadamente al lado de Hua Cheng.
Entonces, estaba luchando uno contra dos, ¡por
supuesto que fue arrastrado tan fácilmente!
Se estabilizó y sin palabras recogió a Ruoye,
murmurando: —Pequeño traidor...
Ruoye sabiamente se hacía el muerto, yaciendo
inmóvil. Xie Lian tampoco quería decir nada
más y lo tiró a un lado.
—San Lang, ¿qué pasó justo ahora? ¿No
estabas caminando detrás de mí? ¿Dónde está el
Guoshi Principal?
—Este lugar es muy extraño. —Dijo Hua
Cheng—. A mitad de camino, el camino se selló
completamente. Nos topamos con algo un poco
difícil, por lo que solucionarlo tomó un tiempo.
Incluso Hua Cheng dijo que era un poco difícil,
por lo que parecía que realmente era algo difícil.
Xie Lian se sintió ligeramente preocupado.
—¿Estás bien?

565
—Por supuesto —dijo Hua Cheng—, pero
ahora se desconoce el paradero del Guoshi
Principal, por lo que es posible que tengamos
que seguir adentrándonos. Por cierto, ¿por qué
están luchando esos dos? Tan ruidosos.
—Oh. Ellos... —Xie Lian miró hacia arriba.
Del otro lado, Feng Xin y Mu Qing también
finalmente notaron cosas en este extremo y Mu
Qing inmediatamente gritó: —¡Oye! ¡Ten
cuidado! ¡No te acerques a personas que surgen
de la nada tan fácilmente!
Esos dos llegaron a una tregua temporalmente
y Feng Xin también dijo: —Dianxia, ¡no te
abalances sobre él apenas lo ves!
Xie Lian se explicó de inmediato: —¡¿Qué?!
¡¿Qué quieres decir con eso?! Yo no fui el que
se abalanzó, es culpa de Ruoye... —Se detuvo
cuando de repente se dio cuenta de por qué
estaban tan nerviosos.
Dado que tanto Feng Xin como Mu Qing
sospechaban el uno el otro de ser impostores,
entonces... ¿no sería igual Hua Cheng?
¿Era el que estaba delante de él el verdadero
Hua Cheng?
Hua Cheng arqueó una ceja.
566
—Así que ahora todos están dudando si soy el
real o no, ¿verdad?
Xie Lian tenía una mano apoyando su codo
mientras que la otra mano sostenía su mejilla
mientras comenzaba a observarlo
cuidadosamente.
Hua Cheng notó su mirada y le devolvió la
mirada.
—... —Xie Lian no pudo seguir observando
más con esa mirada y después de un momento de
contemplación, llegó a su conclusión y se volvió
hacia los otros dos—. Creo que este es el real.
Mu Qing estaba exasperado.
—Lo que piensas puede que no sea correcto.
No olvides dónde estamos. Esta es la antigua
guarida de Bai Wuxiang, todo es posible.
Encuentra una forma en que puedas probarlo.
Hua Cheng, por otro lado, se rió entre dientes:
—Bueno, eso es fácil. Gēge, venga aquí, le
contaré una buena forma que puede ayudarlo a
juzgar de inmediato.
Xie Lian lo escuchó y se acercó, pidiendo su
guía con culpabilidad: —¿Qué buena forma?

567
—¿Puedes por favor no hacer todo lo que él te
dice que hagas? El sospechoso en este momento
es él, ¿entiendes?
—Recite la primera mitad de la contraseña
verbal de matriz de comunicación y le diré la
segunda mitad —dijo Hua Cheng—. Entonces
sabrá si yo soy el verdadero.
—...
Los dos susurraron en los oídos del otro por un
momento, luego Xie Lian se dio la vuelta,
aclarando ligeramente su garganta, hablando a
los otros dos: —Bueno... este es el verdadero.
Feng Xin finalmente ya no parecía estar tan
tenso, pero Mu Qing dudaba: —¿Estás seguro?
No te limites a mirarlo a la cara y de repente
pierdas todos los sentidos.
—Ya dije que este es el verdadero, de verdad,
¿por qué los dos tienen que decirlo como si yo
fuera algo...? —Xie Lian se quejó.
—Muy bien, eso ya está resuelto. —Dijo Hua
Cheng—. Volviendo al tema… Gēge, ¿por qué
estaban peleando esos dos?
Por lo tanto, Xie Lian hizo un breve recuento,
usando su mano para sostener su frente.

568
—Y eso es todo... Para ser honesto, realmente
no sé quién es más sospechoso.
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —¿Tiene
que preguntar siquiera? Por supuesto que él es el
más sospechoso.
La dirección que estaba señalando era la de Mu
Qing.
Mu Qing estaba molesto.
—Si vas a acusarme por nada, ¿al menos tienes
una razón? No arrojen todo sobre mí cada vez
que pasa algo.
—Bien —dijo Hua Cheng—. Entonces déjame
hacerte una pregunta: ¿qué es eso en tu muñeca?
Al escuchar esto, la cara de Mu Qing cambió
de color de inmediato. Retrocedió unos pasos,
pero Feng Xin fue rápido y al instante lo agarró.
—¿En tu muñeca?
¡Había un grillete maldito en su muñeca!
Mu Qing apartó la mano de Feng Xin, las venas
aparecieron en su frente y lo miró furioso.
Cuando Xie Lian vio la cosa, dejó caer los
brazos y dijo atónito: —Mu Qing, ¿tu mano?
Mu Qing no hablaba, su rostro estaba sombrío.
—Sugiero que respondas honestamente a las
siguientes preguntas. —Dijo Hua Cheng—. ¿Por
569
qué Jun Wu te convocó al Gran Salón Marcial?
¿Qué te dijo él? ¿Por qué recibiste un mejor trato
que los otros oficiales celestiales y pudiste
regresar sin daño? ¿Por qué te comportas tan
anormalmente, ofreciéndote como voluntario
para rescatar a la gente a pesar de todos los
peligros aquí en el Monte Tonglu? ¿Qué pasa
con la cosa en tu mano? ¿Por qué nos atrajiste
aquí?
Al ver que la situación iba cuesta abajo, Mu
Qing retrocedió un paso e instantáneamente dijo:
—¡Espera! ¡No se apresuren en atacar! Déjenme
explicarlo.
Hua Cheng hizo un gesto incitándolo a
continuar: —Por favor. Adelante.
—Dime primero —dijo Feng Xin—, ¿fuiste tú
quien me golpeó?
Después de una pausa, Mu Qing finalmente
dijo con los dientes apretados:
—... Técnicamente fui yo… ¡Pero no es lo que
todos están pensando!
Feng Xin estaba enojado, pero Xie Lian dijo:
—Déjalo continuar.

570
Capítulo 232
Dados hábiles; Ojos de serpiente alarman
el corazón (parte cuatro)

M u Qing inhaló profundamente y lo


admitió.
—... Así es, fui yo quien lastimó a Feng Xin.
Feng Xin estaba indignado.
—¡Sabía que definitivamente eras tú!
Mu Qing se volvió hacia Xie Lian.
—¡Pero eso fue porque la Capital Celestial
estaba acabada! En ese momento, todos los
oficiales celestiales estaban tratando de
encontrar formas de escapar, pero él seguía allí
negándose a irse y tampoco escuchaba cuando lo
llamaban. Si él continuara ahí, las llamas lo
hubieran quemado hasta la muerte tarde o
temprano, ¡por eso planeé noquearlo antes de
arrojarlo a ti!

571
—Pero no me lo entregaste. Feng Xin
desapareció y terminó aquí en su lugar —dijo
Xie Lian.
—Porque ocurrió un pequeño accidente en el
camino —dijo Mu Qing.
—¿Qué accidente?
—Ese Espíritu Fetal —dijo Mu Qing—. De
repente me tendió una emboscada por detrás,
mordiéndome sin soltarme, negándose a dejarme
llevármelo. No había tenido la oportunidad de
levantarlo antes de que la Capital Celestial
comenzara a reformarse, así que...
Entonces, Feng Xin fue trasladado de alguna
manera aquí junto con el pedazo de tierra debajo
de él.
Si esa era la verdad, significaba que Mu Qing
tenía la intención de hacer una buena acción,
pero accidentalmente empeoró las cosas y metió
en esto a Feng Xin.
Una situación muy incómoda.
—¿Por qué no lo dijiste antes? —Preguntó Xie
Lian.
Feng Xin también tenía dudas.
—¿Estás seguro de que tus planes no eran
dejarme morir entre las llamas en la Capital
572
Celestial? ¿Simplemente noquearme y dejarme
allí?
La cara de Mu Qing se puso rígida y se volvió
hacia Xie Lian.
—El Espíritu Fetal estaba agachado sobre su
pecho todo el tiempo y más tarde esa Mujer
Fantasma Jian Lan también llegó, así que pensé
que despertaría o movería a Feng Xin en lugar
de dejarlo quemarse.
Xie Lian también lo entendió así. Mu Qing
había salido a rescatarlo, después de todo. Él fue
quien golpeó a Feng Xin. Por un sentido de
responsabilidad, naturalmente tuvo que
esforzarse un poco. No era de extrañar que
estuviera tan irritable y nervioso durante todo el
camino, probablemente estaba asustado
preguntándose si Feng Xin podría haber
muerto...
Sin embargo, este conjunto de excusas era
difícil de creer.
Feng Xin tiró de su cabello con locura.
—¡Qué enredo hiciste de las cosas! ¿No sabías
que los estaba buscando? ¡Si me noqueabas, tal
vez los habría encontrado!

573
—Ese Espíritu Fetal es el subordinado de Bai
Wuxiang, Bai Wuxiang no les haría nada
malicioso. —Dijo Mu Qing con calma—. Y no
querían ir contigo, así que quedarte atrás era solo
una pérdida de tiempo. Podrías haberlos llamado
miles de veces y no tendría sentido, así que ¿por
qué no dejar la Capital Celestial para salvar tu
vida primero y luego encontrar oportunidades
para buscarlos? ¿Por qué debes forzar algo como
reconocer a los hijos durante una situación tan
terrible? Solo tomé la mejor decisión posible
para todas las partes en ese momento.
Feng Xin no estaba tan tranquilo como él.
—¡La mejor decisión posible, mi trasero! ¡Solo
puedes decir eso porque no es tu familia! Espera,
¿entonces lo que quieres decir es que estabas
tratando de salvarme haciendo que me fuera?
Sin embargo, Hua Cheng interrumpió: —Ya es
suficiente basura, solo responde mi pregunta:
¿qué te dijo Jun Wu?
Mu Qing se quedó callado pareciendo indeciso.
Hua Cheng lo miró fijamente.
—¿Estás actualmente bajo su mando?
—¡Nada de eso! —Respondió Mu Qing al
instante.
574
—Entonces, por favor explica ese grillete
maldito —dijo Hua Cheng.
Mu Qing había estado discutiendo durante
tanto tiempo que ya tenía la boca seca y un
momento después, dijo con voz ronca:
—Aunque lo diga... ustedes quizás no me crean.
—Antes, cuando te preguntamos, negaste todo
hasta la muerte y solo ahora lo admites, así que,
por supuesto, será difícil creerte —dijo Feng
Xin.
Mu Qing estaba un poco indignado.
—¿Por qué no lo admití? Si te hubiera dicho
antes lo que había sucedido, ¡definitivamente no
me hubieras creído de todos modos! Con esa
actitud, ¿quién admitiría algo? ¡En el momento
en que admito algo, no me permiten explicarlo
en absoluto, por lo que bien podría no admitir
nada!
Además, obviamente, no haberle sucedido
nada a Feng Xin fue afortunado, pero todo el
incidente fue bastante vergonzoso y por su
personalidad, no querer admitirlo también podría
considerarse normal.

575
Xie Lian lo había estado escuchando
pacientemente todo el tiempo y dijo: —Solo
déjalo terminar.
Mu Qing miró a Xie Lian y tardó un momento
antes de decir asombrosamente con dificultad:
—Esto es... porque, él quería que yo hiciera
cosas perjudiciales para Dianxia, yo me negué,
así que...
En este punto, incluso él mismo se sentía
incómodo y no podía continuar.
Hua Cheng continuó por él: —Entonces, en un
ataque de ira, ¿te puso un grillete maldito?
Mu Qing no habló.
—¿Nada más? —Exigió Feng Xin.
No había nada particularmente notable en la
expresión de Hua Cheng.
—Desde el fondo de tu corazón, ¿crees las
palabras que acabas de decir?
—...
Era como si Mu Qing hubiera sufrido una gran
humillación y dijo con frialdad: —Créelo si
quieres. Hubo un malentendido sobre noquear a
Feng Xin, pero no estoy bajo el mando de nadie.
—Mu Qing... —dijo Feng Xin—. Es mejor que
digas la verdad.
576
Cuando Mu Qing vio su expresión, sus nudillos
crujieron.
—¡Lo que dije es la verdad! ¿Qué querías
escuchar? ¿Que me alié a Jun Wu y voy a
lastimarlos a todos? ¿Es esa la persona que soy
para ustedes? ¿Dianxia?
Miró a Xie Lian, sus ojos emocionados. Xie
Lian lo miró fijamente durante mucho tiempo,
pensativo todo el tiempo, pero justo cuando
estaba a punto de hablar. Hua Cheng se cruzó de
brazos y se puso frente a él, encontrándose con
los ojos de Mu Qing.
Habló en voz baja: —No hay necesidad de
mirar a Dianxia de esta manera. Después de
todo, tienes un historial.
—¡No te pregunté! —Respondió Mu Qing—.
¿Qué historial?
Hua Cheng sonrió.
—¿Qué historial? ¿Cómo te fue en la
cultivación después de robar ese pedazo de tierra
auspiciosa de las manos de Dianxia?
Su sonrisa estaba mezclada con aire helado y
su tono era aún más desagradable. Mu Qing se
sorprendió, su rostro palideció e
involuntariamente retrocedió unos pasos.
577
—¡Tú…!
El propio Mu Qing sabía que el incidente de la
lucha contra Xie Lian por tierras auspiciosas no
fue algo ético, por lo tanto, era la persona más
temerosa de sacarlo a la luz para señalarlo con el
dedo.
Si bien el tono de Hua Cheng era ligero, su tono
era contundente y cruel.
Mu Qing estaba sorprendido, pero Xie Lian
también. Lo que le sorprendió fue, ¿cómo sabía
Hua Cheng sobre este incidente?
Ni Xie Lian ni Feng Xin eran del tipo chismoso
y nunca disfrutaron debatir lo correcto o
incorrecto a espaldas de las personas ni difundir
nada. Si bien en ese momento, la partida de Mu
Qing fue una gran conmoción para ellos, nunca
dijeron nada ni se quejaron con nadie al respecto.
En cuanto a la pelea por ese pedazo de tierra
auspiciosa, después Xie Lian nunca lo mencionó
de nuevo y tampoco se lo había dicho a nadie.
Estaba seguro de que Feng Xin tampoco lo había
hecho.
Esos treinta y tantos oficiales celestiales,
naturalmente, no le habrían dicho
voluntariamente a nadie que robaron la tierra
578
espiritual de otro para cultivar, por lo que lo
habrían mantenido todo en secreto o habrían
torcido la verdad. Por lo tanto, después, Xie Lian
nunca volvió a escuchar hablar de ese incidente.
Entonces, si ese fue el caso, ¿cómo se había
enterado Hua Cheng?
Incluso si él había plantado muchos espías en
la Corte Celestial, ese asunto realmente sucedió
hace mucho tiempo, habían pasado unos
ochocientos años y la mayoría de los
involucrados nunca dijo una sola palabra, así que
¿era realmente posible que Hua Cheng hubiera
desenterrado este desastre viejo?
—¿Y cómo lo supiste? —Preguntó Mu
Qing—. ¿Quién te lo dijo?
Miró a Feng Xin, luego miró a Xie Lian y al
final al que continuaba mirando seguía siendo
Xie Lian.
—No hay necesidad de mirar a Dianxia,
Dianxia nunca me dice estas cosas. —Hua
Cheng se burló—. Esto fue algo que ambos
gritaron en la cima de la montaña nevada, ¿lo
olvidaste?

579
La cara de Mu Qing se estaba poniendo más
pálida. La confusión de Xie Lian disminuyó un
poco y no pudo evitar sudar.
Cuando Feng Xin y Mu Qing comenzaron a
atacarse mutuamente, a menudo revivían viejas
disputas como locos y tiraban locamente las
alfombras de los pies del otro, por lo que
definitivamente habrían empaquetado viejos líos
como dinamita para arrojárselos el uno al otro.
No era de extrañar que Hua Cheng estuviera tan
enojado en ese momento. Pero, Xie Lian todavía
sentía vagamente que había algo más profundo
que eso.
Ahora, Xie Lian recordó otra cosa: el fantasma
vestido de rojo y la quema de los templos civiles
y marciales. Hua Cheng se hizo famoso de la
noche a la mañana, después de la batalla en la
que derrotó a treinta y tres oficiales celestiales y
un fuego abrasador quemó todos los templos y
santuarios que tenían en el reino de los mortales.
Xie Lian había olvidado hace mucho tiempo
cuántos oficiales celestiales fueron los que
lucharon contra él por la tierra auspiciosa, e
incluso sus títulos, rostros y las palabras que

580
dijeron se perdieron para él. Solo recordaba
vagamente que había unos treinta.
Entonces, ¿cuál era exactamente el recuento?
¿Podrían ser los treinta oficiales celestiales de
entonces?
Si era así, ¿no significaba esto que Hua Cheng
había sabido desde hacía mucho tiempo sobre el
incidente?
Pasó un momento antes de que Mu Qing
gritara: —¡Eso momento es ese momento, ahora
es ahora! En cualquier caso, nunca pensé en...
Estaban discutiendo cuando, de repente, una de
las piernas de Xie Lian se disparó y gritó:
—¡Cuidado!
Mu Qing no esperaba esto en absoluto y fue
expulsado al instante. Dos fuertes y
escalofriantes ráfagas afiladas de aire lo rozaron,
clavándose en la pared. Mu Qing se puso de pie
de un salto y desempolvó la huella de su pecho.
—¡¿Con qué propósito estás haciendo esto?!
¡¿Atacar primero?!
Xie Lian respondió mientras su mente estaba
ocupada: —Lo siento, lo siento ¡realmente no
fue intencional!

581
Si hubiera sido intencional, Mu Qing habría
terminado en un agujero de forma de humana en
la pared. Todos volvieron la cabeza para mirar y
en la pared había dos espadas afiladas empaladas
y las cuchillas aún vibraban.
—¡¿Quién está allí?! —Gritó Feng Xin.
—No hay nadie allí —dijo Xie Lian—. ¡Se
movieron solos!
Clink clank, clink clunk.
A su alrededor explotó el aura asesina. Esas
armas colgadas en las paredes se sacudieron,
temblando violentamente, tanto que toda la
cámara estaba clamando por el temblor.
—¡Salgamos de aquí, rápido! —Exclamó Xie
Lian.
Sin embargo, inesperadamente, cuando corrió
hacia donde solía estar la entrada, Feng Xin
gritó: —¿Por qué estás corriendo? ¡No hay un
camino allí! ¿Dónde está la puerta? ¿Esta
cámara no podría no tener una puerta? ¡¿Cómo
salimos?!
—¡Solía haber una puerta! —Exclamó Xie
Lian—. ¡Pero se ha ido! ¿Qué está pasando con
esas armas? ¿Por qué explotó repentinamente la
intención asesina?
582
Hua Cheng usó dos dedos y atrapó una espada
larga que cayó volando hacia él y sin ejercer
mucha fuerza, la espada se rompió y crujió
cuando las piezas cayeron al suelo.
Él habló: —Ha pasado demasiado tiempo
desde que alguien las usó y se han sentido solas.
Cuando sienten que la gente entra, quieren
matar, eso es todo.
Los otros dos inconscientemente volvieron la
cabeza para mirar a Mu Qing.
—¡No tiene nada que ver conmigo! —Exclamó
Mu Qing al instante.
—Pero —dijo Hua Cheng—, fuiste tú quien
nos condujo hasta aquí.
—¡Solo señalé este camino porque vi el
Espíritu Fetal! —Respondió Mu Qing.
—Solo tú lo viste. —Respondió Hua Cheng.
Mu Qing no tenía nada que decir a eso y apretó
los puños.
Feng Xin habló: —Bueno, ¿qué hacemos
ahora? ¿No pueden calmarse esas armas?
Antes de que Hua Cheng respondiera, Xie Lian
recordó de repente cómo solía enfrentarse a
monstruos y demonios similares y murmuró:
—¡Es posible! Pero... debemos dejar que maten.
583
—Pero no una hay salida de este lugar en este
momento —dijo Feng Xin—. Y solo nosotros
cuatro estamos encerrados aquí. ¿Cómo los
dejamos matar? ¿Qué pueden matar?
Justo cuando Xie Lian estaba a punto de hablar,
Hua Cheng dijo de repente: —Tres.
—¿Qué, tres? —Preguntó Feng Xin.
—Solo corrigiéndote, eso es todo —dijo Hua
Cheng—. Los que estamos encerrados aquí solo
somos tres.
Xie Lian giró la cabeza. Efectivamente, dentro
de la armería, ¡Mu Qing, que solía ser la cuarta
persona, había desaparecido!
¡Correcto! Donde solía estar Mu Qing, ahora
no había nada más que aire vacío.
Feng Xin estaba estupefacto.
—¿Cómo puede ser posible? ¡Estaba parado
allí justo ahora!
Hua Cheng no se sorprendió en absoluto, ya
que él se había encontrado con algo así antes y
solo dijo: —Estamos en el territorio de Bai
Wuxiang en este momento. Todo es según su
orden, él no tiene nada que temer, así que, por
supuesto, puede llevarse a la gente cuando
quiera.
584
—...
Anteriormente, cuando Feng Xin estaba reacio
a creerle a Mu Qing, las fuertes palabras que
intercambió con él se pronunciaron
principalmente por el enojo, pero ahora,
realmente no sabía qué decir.
Pasó un buen momento antes de que finalmente
dijera: —Dianxia, Mu Qing, él, ¿podría
realmente haber...?
—No hablemos de eso ahora mismo.
—Respondió Xie Lian rápidamente—. Estas
armas están a punto de volverse violentas,
tenemos que pensar en una forma de calmarlas
primero, ¡de lo contrario, seremos cortados en
pedazos!
Luego, sacó a Fang Xin que había estado en su
espalda. Sin embargo, Hua Cheng presionó
resueltamente su mano.
Xie Lian se sorprendió y miró, vio a Hua
Cheng mirándolo fijamente, el rojo comenzaba a
cubrir lentamente su mirada.
—Gēge —dijo sombríamente—, ¿qué planea
hacer al sacar su espada?

585
Capítulo 233
Acantilados de cientos de metros de altura;
mil curvas sobre cataratas de lava (parte
uno)

X ie Lian parpadeó.
—¿No estaba planeando hacer nada?
—Entonces, ¿por qué sacó la espada?
—Preguntó Hua Cheng.
—¿Para... defenderme? —Respondió Xie
Lian.
La expresión de Hua Cheng era terriblemente
sombría y presionó más fuerte.
—¿Cómo planeas defenderte? ¡Baja tu espada!
Esta era la primera vez que Hua Cheng había
hablado con Xie Lian con este tipo de expresión
y tono.
Xie Lian estaba completamente desconcertado.

586
—¿Quién eres tú para hacerle bajar su espada?
—Dijo Feng Xin alarmado—. ¡Déjalo ir
primero!
Un hacha de batalla salió volando y en una
reacción rápida, Xie Lian levantó la espada y la
cortó, enviándola a volar.
—¿Cómo planeo defenderme…? ¡Haciendo
esto!
Solo entonces el comportamiento y el tono de
Hua Cheng se relajaron un poco, pero aún no lo
dejó ir.
—No necesita defenderse, solo quédese detrás
de mí. Baje su espada.
Feng Xin golpeó su arco en el suelo y lo
levantó, agarrándolo con ambas manos,
levantándolo para usarlo como espada,
golpeando un martillo volador, mientras la
sospecha lo envolvía cada vez más.
—¿Qué pretendes aferrándote a él de esa
manera? ¿Eres realmente el verdadero? Dianxia,
¿hay alguien más además de ustedes dos que
conozca la contraseña verbal de Xueyu Tanhua?
Fue a través de este recordatorio que Xie Lian
recordó de repente que no eran solo ellos dos los
que conocían la contraseña verbal de
587
comunicación espiritual de Hua Cheng. Había
una tercera persona que lo había escuchado
antes.
¡Jun Wu!
En el Palacio de XianLe, cuando hizo que Xie
Lian se conectara con Hua Cheng en su
presencia, ¡lo había escuchado muy claramente!
Pero, Xie Lian todavía sentía que el que tenía
delante era definitivamente el propio Hua Cheng
sin lugar a dudas, era solo que... parecía haber
recordado de repente algo muy desagradable, por
eso reaccionó de esa manera.
Después de un momento de contemplación,
Xie Lian respondió: —Está bien.
Luego guardó a Fang Xin.
¡Al momento siguiente, la luz plateada brilló y
una cimitarra fue desenvainada!
En el momento en que E-Ming salió, toda la
armería se envolvió instantáneamente en una luz
plateada, chispas volaron sin cesar y el sonido de
metales rompiéndose reverberó y resonó sin
parar en los oídos. Xie Lian y Feng Xin
permanecieron inmóviles, atrapados en el centro
de esta caótica aura asesina y escalofriante.
Después de diez golpes, Hua Cheng se dio la
588
vuelta, envainando la cimitarra. La mirada de
Xie Lian se movió de su persona al suelo.
Todas esas cientos de armas de antes habían
sido reducidas a pequeños fragmentos por E-
Ming.
Xie Lian se agachó y recogió dos pedazos
fragmentados de una espada, sintiendo una gran
pena.
—Esas eran espadas tan buenas y raras...
En ese momento, Feng Xin habló: —Dianxia,
la puerta. ¡Parece haber aparecido una puerta
extra!
Xie Lian dejó caer las piezas fragmentadas y se
puso de pie.
—Ya veo, así que solo podíamos irnos después
de tratar con las armas.
Originalmente, las puertas deberían haber
requerido derramar sangre para que se abrieran,
pero Hua Cheng las forzó a abrirse directamente.
Justo cuando Xie Lian estaba pensando en eso,
Hua Cheng tomó su mano y comenzó a
arrastrarlo hacia la puerta.
Al ver cómo estaba hirviendo con intenciones
asesinas, Feng Xin preguntó: —¿Qué planean
hacer los dos ahora?
589
—Obviamente ir a buscar al Guoshi Principal
y Mu Qing —respondió Xie Lian.
—Si Mu Qing realmente se alió a Jun Wu
—dijo Hua Cheng con calma—, entonces
tomaré su vida de mierda primero.
—...
Los tres salieron de la armería y caminaron un
momento.
Xie Lian dudó un poco, pero al final todavía
preguntó: —San Lang, ¿creías que iba a
apuñalarme antes?
Hua Cheng no respondió, pero su expresión
aún era extremadamente amarga.
—No lo habría hecho —agregó Xie Lian.
Hua Cheng le dio una mirada.
—¿En serio?
Xie Lian se sintió realmente culpable después
de esa mirada. Para ser honestos, si este fuera el
pasado, tal vez si la situación fuera realmente
grave, realmente lo habría resuelto así.
Pero ahora, nunca volvería a hacerlo.
—¡Sí! —Respondió Xie Lian—. Te lo prometí.
Además, había tantos sables, lanzas y espadas, si
todas esas armas me apuñalaran, ¿no me habrían
apuñalado hasta dejar nada? Jajajaja...
590
Se echó a reír, pero ya no pudo reír más, porque
cuando dijo la palabra; apuñalado, Hua Cheng
se volvió bruscamente para mirarlo. Esa mirada
era difícil de describir, pero sorprendió todas las
palabras que Xie Lian tenía que decir.
Entonces, Hua Cheng de repente extendió la
mano y lo apretó con fuerza entre sus brazos.
Feng Xin estaba subiendo por la parte trasera y
se estremeció.
—¿Qué mierda? ¿No estoy todavía aquí?
Xie Lian parpadeó y palmeó la espalda de Hua
Cheng.
—¿Qué pasa?
—Dianxia —susurró Hua Cheng—. Por favor,
nunca más bromeé sobre algo así. —Abrazó a
Xie Lian con fuerza—. No es gracioso, de
verdad... no es gracioso en absoluto.
—...
Recordando cómo antes, cuando recogió esos
huesos del cráneo cubiertos con veneno de
cadáver y cómo la cara de Hua Cheng ya era así
de desagradable, Xie Lian se disculpó.
—Lo siento, no bromearé sobre algo así
contigo de nuevo. Simplemente no quería que te

591
preocuparas, no pensé que tendría el efecto
contrario.
Feng Xin parecía estar sorprendido por este
estado de ánimo y quedó atónito por un tiempo.
—Yo... ¿estoy de acuerdo también? Ya que él
se lo toma tan en serio...
Hua Cheng finalmente dejó ir a Xie Lian y dijo
en voz baja: —Vamos.
Sin el Guoshi Principal para liderar el camino,
aparte de continuar adentrándose profundamente
en el palacio, los tres no tenían otra opción.
Pero no habían caminado por mucho tiempo
antes de que Xie Lian sintiera algo inusual en el
aire.
—¿No piensan ustedes dos... que se está
poniendo más caliente? —Habló Xie Lian.
Cuando el grupo de ellos entró por primera vez
en el palacio subterráneo, se sintió inquietante y
escalofriante. Pero después de caminar por un
tiempo, el aire parecía haberse congestionado,
volviéndose mucho más húmedo y caliente.
Feng Xin parecía haber sentido lo mismo y
cuando giró la cabeza, se sorprendió un poco
antes de levantar una mano para señalar.
—¡Dianxia, mira hacia atrás! Parece haber luz.
592
Tal como dijo, una luz detrás de ellos crecía
lentamente.
El hecho de que una fuente de luz desconocida
apareciera en el campo negro subterráneo era
una situación bastante peculiar.
¿Alguien había venido?
Mientras esperaban que esa luz revelara su
verdadera apariencia, Xie Lian finalmente notó
que no era su imaginación que el aire
subterráneo se había vuelto caliente.
Una corriente de lava escarlata y dorada,
rodando y burbujeando, caía bajando desde la
colina, arrastrándose hacia los tres.
¡La lava del exterior había fluido hacia el
palacio subterráneo junto con el curso de agua!
Xie Lian estaba gritando: —¡Oh, no!
—Internamente cuando, de repente, sintió algo
detrás de él pasando rápidamente. Al instante,
extendió la mano y la banda de seda salió.
—¡Espera! ¡Solo necesitamos pedir
indicaciones!
Ese hombre apenas lo esquivó, su forma se
detuvo por un momento. Usando la luz del fuego
de la corriente de lava no muy lejos, vieron la
cara del hombre.
593
—¡Mu Qing! —Gritó Feng Xin—. ¡Bastardo,
para ahora mismo!
Como si Mu Qing fuera a detenerse. Sin otra
palabra, se echó a correr. Los tres estaban a
punto de perseguirlo y atacar cuando el suelo
tembló violentamente.
¡La lava oro-escarlata surgió repentinamente y
se extendió por el curso del agua, extendiéndose
a gran velocidad, yendo directamente hacia
ellos!
Los tres estaban a punto de ser forzados a
abandonar su camino, pero Xie Lian ya se había
encontrado con este problema antes de que
entraran aquí y el nivel de dificultad era un poco
más alto, eso era todo.
—Feng Xin —dijo Xie Lian—, probablemente
hay muchos cascarones vacíos humanos en la
lava, pueden flotar, ¡así que solo pisa sobre ellos
para no hundirte!
Luego, apuntó a un cascarón vacío que estaba
remando vigorosamente con los brazos en el
flujo de lava, ¡y saltó!
Una vez que aterrizó, Xie Lian estaba
encantado. Las cabezas de esos cascarones
vacíos humanos parecían ser particularmente
594
más grandes, e incluso aunque se hundió, en
realidad solo se sumergió ligeramente y aún
podía flotar en la superficie de la corriente de
lava sin hundirse. ¡Siempre que no iniciaran
nada, podrían usarse fácilmente como canoas!
Feng Xin también fijó la mirada en uno y saltó,
apuntando con su arco a ese Cascarón Vacío.
—¡Nada bien, no te hundas!
Con la amenaza de un arma, ese Cascarón
Vacío Humano no se atrevió a ofenderlo como
se esperaba y trabajó aún más duro. Mientras
tanto, Hua Cheng solo se cruzó de brazos, miró
hacia abajo, ese Cascarón Vacío se estabilizó, sin
atreverse a hacer nada malo, usando todo lo que
tenía para más rápido.
En cuanto a Xie Lian, juntó las manos en una
oración y negoció muy sinceramente con ese
Cascarón Vacío: —Llévame a dar este paseo,
¡por favor llévame a dar este paseo! ¡Te quemaré
incienso después! ¿No quieres incienso?
Entonces, ¿qué ofrendas quieres? ¡Solo házmelo
saber!
Ese Cascarón Vacío obviamente estaba
extremadamente insatisfecho y una y otra vez
balanceaba sus brazos, tratando de ahuyentarlo,
595
pero Xie Lian era tan pegajoso como un chicle,
e incluso si se tambaleaba, se negaba a que lo
tirara.
¡No hacía falta decir que Xie Lian había
encontrado una vez más el más difícil de tratar!
Los tres montaron sobre los cascarones y
fluyeron con la corriente, como si estuvieran
navegando en balsas sobre aguas bravas, cuanto
más bajaban por el arroyo, más empinadas se
volvían las colinas y más rápida era la velocidad.
También tuvieron que esquivar obstáculos que
se levantaban abruptamente de la corriente de
lava una y otra vez y todo el viaje estuvo lleno
de peligros interminables.
Un tiempo después, finalmente alcanzaron a
Mu Qing que estaba adelante.
—¡Mu Qing! —Gritó Feng Xin—. ¡¿Hacia
dónde corres?!
Debajo de los pies de Mu Qing también había
un Cascarón Vacío que usaba como balsa y miró
hacia atrás.
—¡¿Qué, debo esperar hasta que todos me
ataquen juntos?!

596
Solo había un arco en las manos de Feng Xin y
ninguna flecha, por lo que solo podía gritar
palabras al aire.
—¡No te atacaremos! ¡Explica primero cómo
desapareciste tan repentinamente de la armería!
Mu Qing miró hacia atrás, burlándose.
—Ustedes...
Antes de terminar, Xie Lian vio lo que se
avecinaba, sus pupilas se encogieron
rápidamente y gritó: —¡Delante de ti!
Mu Qing se volvió instantáneamente y solo
entonces descubrió que el camino por delante
estaba llegando a un abrupto final.
Probablemente había un abismo subterráneo
aquí antes y esa caída era extremadamente
profunda, de al menos cientos de metros de
altura, como un acantilado gigantesco.
No había esperado que un cambio en un paisaje
como este apareciera tan abruptamente, además,
cuanto más cuesta abajo iban, más rápido fluía la
corriente de lava y para cuando recuperó el
sentido, ya había sido arrojado al aire sin
preparación.
¡La figura de Mu Qing junto con ese Cascarón
Vacío debajo de sus pies desapareció
597
instantáneamente y los tres en este extremo
también estaban a punto de precipitarse
rápidamente al borde de ese acantilado!
En el último segundo, Ruoye voló hacia la
parte posterior y se envolvió varias veces
alrededor de los aleros de un palacio en la
distancia, luego se ató en un nudo.
Con una mano agarrando a Ruoye y la otra
agarrando a Hua Cheng, Xie Lian arrojó el otro
extremo de Ruoye hacia Feng Xin y gritó:
—¡Agarra!
Con la banda de seda como eslabón, los tres se
estabilizaron torpemente. En ese momento,
estaban como máximo a unos seis metros de ese
acantilado; si se hubieran retrasado un solo paso,
habrían caído. Literalmente; detuvieron a sus
caballos al borde del precipicio.
Sin embargo, todavía había lava rodando y
vertiéndose sin parar, por lo que Xie Lian
ordenó: —¡Retírate!
Ruoye se encogió rápidamente y guió a los tres
en dirección a ese palacio. Poco después, los tres
saltaron al techo. Este palacio era más grande,
por lo que su techo era considerablemente
espacioso. Con las piedras como base, no había
598
temor de que la lava lo arrastrara, por lo que al
aterrizar aquí, podían respirar temporalmente
aliviados.
Después de estabilizarse por un momento,
Feng Xin observó atónito ese acantilado y dijo
con incredulidad: —¿Mu Qing... cayó?
Xie Lian se obligó a frenar su corazón
palpitante y jadeó, secándose gotas de sudor en
la frente.
—¡No lo hizo!
Mirando por encima del borde más alejado de
la azotea de ese palacio, Xie Lian asomó y pudo
ver que en las rocas al borde de ese acantilado
había un largo sable clavado.
Y un par de manos agarraban con fuerza la
larga empuñadura de ese largo sable. Debajo de
esas manos había una cara roja y nerviosa
apretando fuertemente los dientes.
En este momento, Mu Qing estaba situado en
la horrible posición de estar paralelo a la
corriente de lava en forma de cascada que fluía
hacia abajo.

599
Gotas de fuego salpicaban ante su rostro, era
verdaderamente; fuego quemándole las cejas15 y
si no fuera por la capa de luz espiritual que
protegía su cuerpo, bloqueando la mayor parte
del vapor, toda su figura habría sido quemada y
su cabeza ya estaría en llamas.
Pero esta capa protectora de luz espiritual
tampoco duraría mucho tiempo y si cayera en un
charco de lava, ¡sus huesos aún se disolverían
hasta dejar nada!
Esta era una escena tan aterradora y Feng Xin
preguntó: —¡¿Qué debemos hacer?! Dianxia,
¿puede esa banda suya de seda blanca
alcanzarlo?
Xie Lian ya lo había intentado, retiró a Ruoye
mientras apagaba las llamas.
—¡No puedo! ¡La distancia es demasiado
grande! ¡Ruoye se incendió a mitad de camino!
Muchos pequeños hilos de llamas también
incendiaron las túnicas de Mu Qing y la
empuñadura estaba muy caliente. Sin embargo,
seguía aferrándose con fuerza, temiendo soltarse
y asustado de mirar hacia abajo.

15
Un modismo que significa una situación desesperada. También literal en este
contexto.
600
Si fuera a soltarse, no había más que llamas
ardientes y lava esperándolo abajo. También
estaba el aullido hambriento de innumerables
espíritus de difuntos, sus gritos resonando, como
si estuvieran llamando al que luchaba arriba,
esperando para que abandonara rápidamente su
querida vida y se uniera a ellos en compañía.
Mu Qing se aferró a esa empuñadura con un
apretón mortal, su pálida frente cubierta de sudor
pesado. Cuando vio a los tres a lo lejos, sus
labios se movieron como si quisiera pedir ayuda.
Pero, con su personalidad, era realmente difícil
que las palabras; ayuda y sálvame, salieran de
sus labios.
Además, ya sea que Hua Cheng estuviera libre
o no, probablemente no le importaría venir a
salvarlo. También era difícil saberlo con Feng
Xin y el único que quedaba que estaría dispuesto
a rescatarlo, tenía la capacidad de salvarlo y
podía persuadir a los otros dos, era Xie Lian.
Al final, levantó la cabeza fervientemente, las
venas aparecieron ligeramente en su frente
mientras gritaba hacia Xie Lian.
—¡Dianxia!

601
Xie Lian estaba escaneando el área, haciendo
observaciones rápidas y cuando escuchó la
llamada lo miró.
Mu Qing aguantó por un buen rato, luego
contuvo el aliento y gritó con la cara roja:
—... ¡Créame! ¡Dianxia, sabes que no miento,
¿no? Sabes que no habría dañado realmente a
ninguno de ustedes, ¿verdad?!
—...
La forma en que le rogaba a Xie Lian con tanta
esperanza, como si estuviera aferrado al último
hilo de su vida, de repente hizo que Xie Lian
recordara otra escena de otro momento. Esa vez,
cuando anochecía, hace muchos, muchos años,
cuando él también le suplicó a Mu Qing con la
misma esperanza desesperada.
—Sabes que no estoy mintiendo, ¿verdad?
¿Cómo le respondió Mu Qing en aquel
entonces?
No había pensado en esas cosas durante cientos
de años, pero esta línea que Mu Qing usó de
repente las sacó de los rincones polvorientos
donde estaban selladas. Ahora fuera y sueltas;
innumerables imágenes y voces aparecieron y
solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que
602
recordaba cada detalle tan claramente; que nunca
había olvidado.
Mu Qing no recibió su respuesta y en el
silencio inusual de Xie Lian, parecía haber
recordado gradualmente la misma escena, los
colores de su rostro cambiando lentamente. Al
parecer también descubrió que había usado las
palabras equivocadas para pedir ayuda y le
recordó a Xie Lian lo que no debería haber
recordado en un momento como este sin querer.
Justo en ese momento, Hua Cheng habló en
voz baja detrás de Xie Lian: —Gēge, antes de
tomar una decisión, debo recordarle un par de
cosas.
Solo entonces Xie Lian volvió en sí y dijo:
—¿Qué cosas?
—Primero —dijo Hua Cheng—, a menos que
la corriente de lava deje de fluir, hacer un intento
de rescate será potencialmente mortal.
Pero, ¿quién sabría cuándo la corriente de lava
dejaría de fluir? La empuñadura de ese sable ya
estaba ardiendo al rojo vivo, las manos de Mu
Qing no podrían sostenerse por mucho más
tiempo, ¿cómo podría aguantar?
Xie Lian se mantuvo callado.
603
Hua Cheng continuó: —Segundo, si Mu Qing
se ha rendido a Jun Wu, entonces Jun Wu
definitivamente tendrá una forma de sacarlo de
allí. Pero usted, definitivamente caerá. Y esta
posibilidad es muy grande. Piense en su
comportamiento y la forma en que actuó todo
este viaje.
Noqueando a Feng Xin, atrayéndolos a la
armería, negándose a admitir que noqueó a Feng
Xin e incluso hizo acusaciones y luego
desapareciendo repentinamente después de que
la armería se volviera loca, el momento
coincidente de la corriente de lava invirtiendo su
flujo, llevándolos a donde estaban ahora.
Y ahora, ¿quizás estaba una vez más
conduciendo deliberadamente a Xie Lian a su
fin?

604
Capítulo 234
Acantilados de cientos de metros de altura;
mil curvas sobre cataratas de lava (parte
dos)

E l tiempo que Xie Lian había estado en


silencio se estaba volviendo un poco largo.
Esa larga empuñadura de sable ardía al rojo vivo
y Mu Qing dejó escapar un fuerte grito, una
mano soltándose y se quedó colgado por un
tiempo con solo la otra mano. No se atrevió a
sostenerse así por mucho tiempo e
inmediatamente se agarró de nuevo. Sin
embargo, las palmas de sus dos manos
humeaban con hilos de vapor blanco y aunque
había una gran distancia entre ellos, los del otro
lado también casi podían oler el hedor a carne
quemada.

605
Hua Cheng soltó casualmente una mariposa
plateada. Esa mariposa plateada batió sus alas,
volando unas decenas de metros, pero antes de
llegar incluso a un tercio del camino a Mu Qing,
se disipó en humo plateado y desapareció en el
aire. Xie Lian sabía que estaba demostrando que
las mariposas fantasmas no podían ayudar; era
un callejón sin salida por el que no valía la pena
morir.
Mu Qing también fue testigo del proceso de
desaparición de esa mariposa plateada, su
expresión gradualmente se convirtió en una de
desesperación.
Él lo entendió.
En este momento, primero; no había nadie que
tuviera la capacidad de salvarlo, segundo, nadie
le creía y debido al peligro, no había ninguna
razón por la que Xie Lian fuera a venir a salvarlo
a riesgo de su propia vida.
Pero, aunque estaba desesperado, aún se
negaba a ceder y no estaba dispuesto a rendirse.
Mu Qing apretó los dientes y gritó: —¡Si no me
creen que está bien, pero no caeré tan fácilmente!
Luego, se agarró con fuerza, pareciendo
intentar un giro en el aire para pararse sobre esa
606
empuñadura. Sin embargo, inesperadamente,
justo cuando su cuerpo se levantó unos
centímetros, ¡se hundió violentamente!
Mu Qing miró hacia abajo y en sus ojos se
reflejaron innumerables espíritus resentidos que
se fundían con el color rojo de la sangre, sus
caras y extremidades se contorsionaban y
retorcían cuando se apretaban contra su pierna,
¡tirando de él hacia abajo!
Esos espíritus resentidos se fundieron
originalmente en la lava, pero de repente
salieron, colgando de la parte inferior de este
cuerpo uno tras otro, pesados y calientes; era
como agregar aceite al fuego y escarcha sobre la
nieve.
Mu Qing se estaba volviendo loco.
—¡Fuera!
En los últimos cientos de años, no era como si
nunca se hubiera enfrentado a la muerte, pero
esas fueron todas circunstancias en las que solo
fue gravemente herido. Morir enterrado en la
lava era mil veces más horrible que la muerte por
alguna herida y en el momento en que se imaginó
a sí mismo convirtiéndose en una nube de humo

607
como esa mariposa fantasma, dejando el mundo
sin dejar rastro, no pudo soportarlo.
Por fin, las manos de Mu Qing habían
alcanzado su límite y sus diez dedos se aflojaron
ligeramente, ya no podían sostenerse más.
El espacio debajo del sable quedó vacío…
¡había caído!
La silueta de una figura se precipitaba hacia el
fuego ardiente en el estanque de lava debajo.
—¡Aaaaaaaaaaaaaaah!
Sin embargo, mientras sus gritos eran
fervientes y atormentados, después de que su
cuerpo había caído cierta distancia, la caída se
detuvo violentamente, ¡y quedó colgado en el
aire!
Mu Qing aún no había recuperado el sentido, la
mitad de su cabeza estaba entumecida, pero
debido a que su reacción instintiva aún estaba
intacta, rápidamente sintió lo que rodeaba su
cuerpo. Resultaba que una banda de seda blanca
se envolvía alrededor de su cintura.
Era naturalmente Ruoye.
Pero, ese palacio donde Xie Lian se posó no
estaba cerca del acantilado donde cayó y si
Ruoye no pudo alcanzarlo antes, ¿cómo podría
608
haberlo atrapado después de que él se hubiera
caído cierta distancia?
Mu Qing miró hacia arriba y descubrió
conmocionado que Xie Lian no estaba en lo alto
del techo de ese palacio, estaba justo encima de
su propia cabeza.
Anteriormente, Mu Qing clavó el largo sable
en las rocas y se agarró a la empuñadura de ese
sable para aguantar por un tiempo. Sin embargo,
justo en este momento, ¡Xie Lian estaba medio
agachado sobre esa empuñadura!
Xie Lian estaba retirando rápidamente a Ruoye
mientras miraba hacia abajo y solo dejó escapar
un suspiro de alivio cuando vio que Mu Qing
estaba bien.

—Gracias a los cielos, gracias a los cielos,


llegué a tiempo.
—... ¿Dianxia? —Murmuró Mu Qing.
Ese instante anterior fue demasiado
estimulante, tanto que su mente aún estaba hecha
papilla y confundida. En una distancia tan lejana
con lava rodante en el camino, sin ningún otro
punto de aterrizaje, a lo sumo Xie Lian solo

609
podría haber saltado hasta la mitad, entonces,
¿cómo había llegado?
A lo lejos, la voz de Feng Xin sonó.
—¡Dianxia! ¡¿Están bien!
Mu Qing siguió el sonido y en el techo de ese
palacio ahora solo estaban Hua Cheng y Feng
Xin. Hua Cheng los miraba con los brazos
cruzados, pareciendo garantizar la seguridad de
Xie Lian, sin importarle nada más. Y, en el
medio entre los dos puntos de ese palacio y el
acantilado donde cayó, había una espada negra
como la tinta, fríamente encajada en el centro de
la incesante lava al rojo vivo.
¡Fang Xin!
¡Así que se trataba de eso! Mu Qing finalmente
entendió cómo Xie Lian había venido.
Por la habilidad de Xie Lian para saltar, de
hecho solo podría haber saltado hasta la mitad
como mucho. No habría sido capaz de saltar de
manera segura hasta el acantilado donde estaba
ahora desde la azotea de ese palacio. Por lo tanto,
Xie Lian había arrojado a Fang Xin primero,
clavándolo en la corriente de lava para crear un
punto de aterrizaje, luego usando a Fang Xin
como otro punto de partida, saltó sobre el sable,
610
liberando a Ruoye en el último segundo, apenas
logrando alcanzarlo.
—Había estado tratando de pensar en una
forma antes, realmente no había nada aquí que
fuera útil, así que me tomó algo de tiempo.
—Dijo Xie Lian—. También estabas demasiado
asustado. No debes perder la cabeza, de lo
contrario caerás más rápido.
Mu Qing había pensado que el silencio de Xie
Lian era su vacilación sobre si salvarlo o no, pero
resultaba que Xie Lian estaba tratando de pensar
en cómo salvarlo. Gracias a los cielos que Xie
Lian aún podría pensar con una cabeza tan clara
en una situación tan desesperada.
Las gotas de sudor en su frente se hicieron más
gruesas.
En el momento en que levantó la vista, vio a
Xie Lian tenderle una mano, sonriendo.
—En cualquier caso, aunque un poco tarde,
esta mano no se extiende demasiado tarde,
¿verdad?
—...
Tal vez era porque había estado agarrando la
empuñadura durante demasiado tiempo antes,
pero Mu Qing de repente sintió sus brazos
611
incomparablemente pesados, incapaz de
levantarlos.
Xie Lian extendió su mano más abajo.
—Ven.
Mu Qing finalmente tomó su mano.
Todo su brazo temblaba ligeramente, pero Xie
Lian tiró con fuerza y lo levantó. Ahora los dos
estaban juntos en la empuñadura del largo sable
de Mu Qing.
Xie Lian se dio la vuelta y saludó con la mano
hacia el techo: —¡San Lang, es un éxito!
—Muy bien, gēge —respondió Hua Cheng—.
¡Ahora vuelva, ahora mismo!
—¡Muy bien, ahora mismo! —Respondió Xie
Lian. Luego volvió a mirar a Mu Qing—.
¿Todavía puedes saltar? Si no, ¿te llevo?
Los labios de Mu Qing se movieron.
—Yo...
Xie Lian observó su disposición y dijo
resueltamente: —Te llevaré.
Luego, lo agarró por la espalda. Si esto fuera
en el pasado, Mu Qing probablemente habría
rodado los ojos en secreto y protestado por su
agarre, quejándose de que estaba siendo

612
irrespetuoso con los demás, pero ahora, Mu Qing
no podía pronunciar una sola palabra.
Xie Lian estaba a punto de saltar cuando
inesperadamente, en ese momento, ambos
sintieron de repente que sus pies se hundían al
mismo tiempo.
Como si las cosas no fueran lo suficientemente
desafortunadas, ¡ese largo sable clavado en las
rocas tenía que elegir esta vez para aflojarse!
Los colores de la cara de Hua Cheng cambiaron
de inmediato.
—¡Gēge!
Esta vez, eran dos figuras las que caían juntas
hacia la piscina de lava roja carmesí.
En estos momentos de fuego ardiente, Xie Lian
aún podía pensar rápidamente y gritó: —¡Todo
esta bien!
Luego giró varias veces en el aire, agarrando
un sable largo en el aire y con ambas manos
agarrando la empuñadura. ¡Una vez más clavó el
sable en las rocas!
¡Clank!
Pequeñas chispas ardientes, brillantes y
deslumbrantes surgieron. Sobre la barrera de luz
espiritual protectora de Xie Lian, esas partículas
613
de fuego eran como granos de oro fragmentados,
pero si esa capa de luz espiritual protectora se
fuera, ¡incluso una mota podría quemar un gran
agujero en una persona!
Ruoye levantó a Mu Qing y Xie Lian dijo
seriamente: —Este sable no podrá soportar el
peso de dos hombres adultos por mucho tiempo.
Esto no puede continuar. Entre nosotros dos,
solo uno puede permanecer aquí.
Mu Qing volvió lentamente a sus sentidos.
—¿Estás diciendo...?
—Puedes irte —dijo Xie Lian.
—¿…?
Las pupilas de Mu Qing se encogieron
lentamente, pero antes de que pudiera hablar,
Xie Lian lo atrapó y lo arrojó con fuerza hacia
arriba, gritando: —¡Prepárate!
Mu Qing fue arrojado al acantilado y descubrió
que estaba volando hacia donde estaba Fang Xin.
Se estabilizó, dando una voltereta el aire y
aterrizó en la empuñadura de Fang Xin.
Después de haber aterrizado allí, entendió por
qué Xie Lian tuvo que arrojarlo primero.
Fue porque con esta distancia, tal vez Xie Lian
podría saltar de la empuñadura que estaba varias
614
docenas de pies hacia abajo, pero él no habría
podido hacerlo. Esta distancia era demasiado
grande para él. ¡Solo podría haberlo hecho
tomando prestada la fuerza arrojadiza de Xie
Lian!
Feng Xin se secó el sudor frío.
—¡Gracias a los cielos, Dianxia reacciona
rápido!
Hua Cheng, sin embargo, se veía severo y gritó
abajo: —¡Gēge! Si no vuelve pronto, ¡tendré
que ir a buscarlo!
Su voz tenía un tono de advertencia y Xie Lian
respondió rápidamente: —¡Voy a subir ahora!
Las cosas están bien, no son demasiado difíciles
de manejar, puedo hacerlo yo mismo, no caeré.
Solo entonces el comportamiento de Hua
Cheng se relajó un poco, pero aún lo observaba
sin parpadear.
Feng Xin lo miró y no pudo evitar decir:
—... Estoy un poco sorprendido.
Hua Cheng no volvió la cabeza y dijo sin
ningún rastro de curiosidad: —¿Qué?
Feng Xin se rascó la cabeza.
—Pensé que, dado que estás tan predispuesto
contra Mu Qing, pensarías que no valía la pena
615
salvarlo y estarías en contra de que Dianxia lo
rescatara e impedirías que fuera.
Solo entonces Hua Cheng lo miró.
—Mitad incorrecto, mitad correcto.
—¿Huh?
—La primera parte no estuvo mal, ciertamente
no creo que valga la pena salvarlo —dijo Hua
Cheng—. Lo que le pase no es asunto mío.
Al ver su expresión apática, el sudor de Feng
Xin cayó.
—¡¿No eres un poco demasiado franco?!
Y cuando pensó cómo este hombre
definitivamente tenía la misma actitud hacia él,
sintió más sudor rodar por su frente.
Hua Cheng resopló y luego, después de una
pausa, agregó: —Pero, solo Dianxia puede
decidir lo que elegirá hacer. Nunca me opondré
a sus decisiones.
—...
Feng Xin nunca había escuchado a nadie decir
algo así antes. No de hombres a mujeres y
definitivamente no de un hombre a otro; solo
podía pensar que, si Xie Lian escuchara esto,
sería otro gran problema.

616
Sin saber qué cara hacer, Feng Xin solo pudo
responder: —... Ah. Ya veo.
Hua Cheng volvió la cabeza hacia atrás,
mirando a Xie Lian que estaba observando el
flujo de lava, pensando y haciendo planes y
sonrió.
—Además, ya sabía que iba a hacer esto.
En el otro extremo, Xie Lian gritó: —¡Mu
Qing, date prisa y muévete a la azotea, ya no
huyas! Si realmente hay algo, podemos hablarlo
después.
Solo entonces Mu Qing se dio cuenta de que;
si no dejaba a Fang Xin, entonces Xie Lian no
tenía dónde aterrizar para para dar su próximo
paso. Forzándose a sí mismo a pensar con
calma, Mu Qing estaba a punto de regresar al
tejado cuando inesperadamente, justo cuando
saltaba, debajo, Xie Lian gritó de repente:
—¡¿Quién está ahí?!
Xie Lian estaba de pie sobre el sable,
almacenando energía en silencio cuando, de
repente, desde la lava fluyendo detrás de él, un
par de manos se extendieron, agarrándolo
abruptamente.

617
Esa criatura claramente provenía de las
cataratas de lava, pero esas manos estaban
horriblemente frías. Xie Lian se estremeció y
escuchó a Hua Cheng exclamar desde arriba.
—¡¿Dianxia?!
Esas manos abrazaron a Xie Lian con fuerza y
lo arrastraron desde el sable, llevándolo consigo.
Xie Lian estaba completamente atónito y los de
arriba vieron claramente lo que lo atrapó por
detrás.
Ese hombre estaba vestido con una túnica
blanca, una máscara medio llorando y medio
sonriendo, como si se regocijara; como si
estuviera afligido.
¡Bai Wuxiang!
Ruoye sintió el peligro y salió disparado por su
cuenta, lanzándose hacia arriba y arrojándose a
Mu Qing. Mu Qing lo agarró inconscientemente,
pero el poder del otro extremo de la banda de
seda blanca era demasiado grande y no solo no
logró sujetarlo, sino que también fue arrastrado
con él.
Mientras Xie Lian se hundía rápidamente en
medio de chispas de fuego, escuchó a esa
criatura reír junto a sus oídos.
618
—Jajajajajaja... ¡Ingenuo! ¡Demasiado
ingenuo, XianLe! ¿Pensaste que sería tan fácil
lograr un final perfecto y feliz?
Abajo estaban las olas de vapor abrasador, pero
la mente estaba llena de un frío escalofriante.
Dentro del hielo y fuego en conflicto, Xie Lian
levantó la vista; y arriba, en el aire envuelto en
fuego y luz, una silueta roja se acercaba
rápidamente.
¡Hua Cheng también había saltado!
¡Oye, hay un estanque de lava abajo!

619
ARCO DE LA BATALLA FINAL

620
Capítulo 235
En el puente para cruzar al cielo; tres
idiotas regresan a tiempos antiguos

Q uién sabría si era en el miedo a la


aniquilación o en la abrasadora lava
caliente, pero el cuerpo entero de Xie Lian estaba
sumergido.
Pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian
recuperara la conciencia lentamente.
En el momento en que despertó, descubrió que
estaba acostado en un suelo frío y sólido y Mu
Qing estaba desplomado junto a él, mirándolo
aturdido.
La visión de Xie Lian todavía estaba
ligeramente roja y al instante se sentó.
—¡San Lang!

621
Sin embargo, inesperadamente, en el momento
en que se sentó, Mu Qing se volvió en sí y gritó:
—¡No te muevas!
Xie Lian subconscientemente extendió la mano
para sostenerse del suelo, pero solo tocó un
punto vacío y Xie Lian perdió el equilibrio, su
persona entera casi cayó. Sorprendido, Xie Lian
finalmente descubrió que no estaba acostado en
el suelo en absoluto.
¡Estaba sobre un puente!
Este lugar era una cueva subterránea de roca
con un inmenso espacio, su cúpula penetraba en
el vasto cielo nocturno y dentro de la cueva
flotaba un puente profanado.
El cuerpo del puente estaba mutilado,
terriblemente negro como el interior de la boca
de un lobo; parecía madera, pero también piedra,
como si hubiera experimentado miles de años de
lluvia y tormentas, sellado en medio de su
combustión. Sin ningún pilar que lo sostuviera,
colgaba en el aire, extendiéndose sin fin desde
ambos extremos hasta el infinito; su comienzo
desconocido, su final imprevisible y su dirección
un misterio. Algunos lugares eran tan anchos

622
como treinta metros, algunos lugares eran tan
estrechos que solo una persona podía cruzar.
A miles de metros debajo de este puente roto
estaba la piscina de lava candente y ardiente,
como la cuenca roja del infierno.
¿El Puente para Cruzar al Cielo?
Esas palabras fueron las primeras en aparecer
en la mente de Xie Lian. Hace dos mil años, para
superar el desastre, el Príncipe Heredero de
WuYong construyó un puente para cruzar a los
cielos. ¿Podría este puente ser los restos?
Recordó que Bai Wuxiang lo había empujado
por la fuerza, entonces, ¿cómo había terminado
en este puente?
Xie Lian se puso de pie.
—¿San Lang?
Mu Qing todavía estaba sentado a un lado.
—No te molestes en llamar, él no está aquí.
Xie Lian se volvió hacia él.
—¿Cómo terminamos aquí? ¿Se activó un
Conjuro de Acortamiento de Distancia a mitad
de camino?
—Probablemente —dijo Mu Qing—, estaba
cayendo directamente hacia el estanque de lava,
pero a medio camino, fui enviado aquí.
623
———Pobre Feng Xin; los tres habían caído y
él fue el único que se quedó allí. Probablemente
estaría maldiciendo a todos los tres reinos. Pero,
encontrar a Hua Cheng era prioridad; ¿a dónde
lo habían trasladado?
Xie Lian vio la espada Fang Xin y el largo
sable que había sido arrojado a un lado y los
recogió, luego caminó hacia Mu Qing. Mu Qing
lo vio colgando la espada, acercándose con una
expresión oscura y sin saber lo que Xie Lian
estaba pensando en hacer, su expresión de
repente se puso nerviosa.
Sin embargo, Xie Lian le entregó su sable y
luego extendió una mano hacia él.
—¿Estás bien? Si estás bien, levántate,
tenemos que irnos.
Mu Qing miró la mano que se extendió hacia él
y después de un largo silencio, sacudió la cabeza.
—No puedo ir. Mis manos y pies están
demasiado heridos.
Xie Lian se agachó y lo examinó por un
momento y efectivamente, ambas manos de Mu
Qing estaban rojas y también había quemaduras
en sus piernas, por lo que probablemente solo
podía caminar lentamente.
624
Después de un momento de contemplación,
Xie Lian dijo: —Déjame ayudarte entonces.
Tiró de Mu Qing hacia arriba haciendo que
apoyara un brazo sobre sus hombros, luego
caminó mientras lo sostenía así.
Después de unos pocos pasos, Mu Qing de
repente soltó: —¿Por qué?
Xie Lian estaba escaneando sus alrededores
meticulosamente y respondió: —¿Por qué, qué?
—Pensé que después de que descubrieras que
yo también estaba bien, sospecharías más de mí
—dijo Mu Qing.
—Oh, ¿no? —Respondió Xie Lian.
—¿Por qué?
—Porque lo sé.
—¿Qué sabes?
—Que no estabas mintiendo —respondió Xie
Lian.
—...
Cuál fue la expresión de Mu Qing era
realmente difícil decirlo.
Xie Lian dijo con toda naturalidad: —¿No me
pediste que te creyera? Te creo. Se trata de eso.
—...

625
—¿Cómo digo esto...? —Xie Lian
comenzó—. Supongo que puedo decir que te
conozco desde hace muchos años, así que estoy
bastante seguro de esto. No eres alguien así. ¿No
he dicho esto antes? Podrías escupir en las tazas
de las personas, pero nunca harías algo como
poner veneno en dichas tazas.
Después de escuchar la primera parte, casi
parecía que Mu Qing había sido conmovido,
pero después de escuchar la segunda mitad, la
mitad de su rostro se estaba poniendo sombrío.
—Ese ejemplo es innecesario, en serio, no lo
menciones más. Y tampoco haría algo como
escupir, ¡es demasiado sin clase!
Xie Lian agitó su mano.
—No te preocupes por esos pequeños detalles.
Además, incluso si en una probabilidad de una
entre un millón, yo tuviera la mala suerte de
haberte juzgado mal, no es como si pudieras
vencerme a mí y a San Lang. Te habríamos
matado de un solo golpe, así que no eres una
amenaza en absoluto, jajajaja...
—... —Mu Qing murmuró—: Estás haciendo
esto a propósito, ¿no es así? Estás tratando de
hacerme enojar hasta la muerte...
626
—Ejem, estoy bromeando. En cualquier caso
—Xie Lian dejó de reír, agarrando el brazo de
Mu Qing mientras miraba hacia adelante—. Si
realmente rechazaste hacer un acto malicioso y
Jun Wu te castigó con un grillete maldito,
entonces no puedo permitir que recibas una mala
recompensa por ello. —Dijo con calma—:
Porque lo que hiciste fue lo correcto.
Mu Qing lo miró por un buen rato, luego
finalmente apretó los dientes.
—Xie Lian, realmente eres alguien...
Xie Lian intervino instantáneamente.
—Déjalo. ¿No crees que no sé lo que piensas
de mí? Pero todavía dependes de mí para
ayudarte ahora, no digas nada que me haga
querer arrojarte al estanque de lava.
—¿Y ahora me salvas a pesar de que sabes lo
que pienso de ti? —Resopló Mu Qing.
—Así mismo. Salvarte solo se trata de mí
siguiendo mis propios principios, eso es todo
—respondió Xie Lian—. Además, si bien eres
alguien que es curiosamente extraño en todos los
aspectos y realmente hubo un momento en el
pasado en el que realmente quería golpearte
hasta la muerte; no tuve éxito en ese entonces y
627
después de tanto tiempo, también he perdido el
interés. Pero no importa lo raro que seas y lo
mucho que quiera golpearte, ¿tus pecados
merecen la muerte? Si puedo salvarte, por
supuesto, te salvaré.
Mu Qing se desinfló y soltó unos cuantos
bufidos y después de un momento de silencio,
agregó: —Dianxia, en realidad...
En ese momento, ambos pies se hundieron y
sus caras cambiaron abruptamente de color.
Mu Qing estaba herido y no pudo reaccionar a
tiempo, pero afortunadamente Xie Lian aún
podía moverse con una velocidad divina y sus
dedos se inclinaron, empujando hacia adelante y
aterrizaron ligeramente a treinta metros de
distancia. Cuando miraron hacia atrás, el cuerpo
del puente por el que acababan de pasar se había
agrietado y roto, ¡cayendo hacia abajo!
¡Boom!
Un tramo del cuerpo negro de ese puente se
había estrellado contra la cuenca infernal
escarlata y los espíritus resentidos que habían
estado esperando durante mucho tiempo
rodando en el estanque se movieron rápidamente
y cientos de pares de manos lucharon para
628
agarrar, como si quisieran usarlo como un
vehículo para escapar de este mar de
sufrimiento. Sin embargo, sus números eran
demasiado grandes. Ese tramo roto del puente no
pudo soportarlos en absoluto y pronto se hundió.
Los dos de arriba miraron temblorosos e
intercambiaron una mirada.
—¡Parece que este puente no es demasiado
estable! —Comentó Xie Lian.
Mu Qing abrió y cerró la boca, probablemente
para decir que también podrían volver atrás, que
la superficie del puente donde yacían antes era
considerablemente espaciosa y no debería ceder,
pero con ese tramo colapsado, no había más
camino y ya no podían retirarse. La única forma
para los dos era avanzar, pero la superficie del
puente era alternamente ancha y estrecha, como
si estuviera llena de trampas, el peligro se
escondía en cada esquina.
¡Quién sabría cuál sería el lugar donde un
paso en falso los haría caer!
Sin otra palabra, Xie Lian arrojó a Mu Qing
sobre su espalda.
—No podemos quedarnos en el mismo lugar
por mucho tiempo, de lo contrario, quién sabe si
629
también colapsará. ¡Agárrate fuerte, voy a
atravesar rápidamente esto!
Como prometió, Xie Lian salió corriendo con
pasos voladores. Cuanto más avanzaban, más
opresivamente estrecho se hacía el puente, e
incluso el área más ancha no era mucho más
grande que una puerta, ¡el área más estrecha no
más ancha que la cintura de una persona!
Sin embargo, incluso en una situación tan
peligrosa, por dondequiera que Xie Lian hubiera
pasado, nada se movió en lo más mínimo. La
parte inferior de sus pies solo se inclinaba
ligeramente cada vez y cada vez era como una
golondrina rozando ligeramente la superficie del
agua, retirándose en el momento en que hubo
contacto. Si hubiera otros dioses marciales
presentes, todos habrían quedado atónitos por
estos pasos que estaban tan brillantemente
controlados hasta el punto de que era horrible, ya
que no había un segundo dios marcial que
pudiera hacer lo mismo.
¡Estas eran las habilidades magistrales que solo
podían provenir de alguien que no dependía de
los poderes espirituales y que se había entrenado
vigorosamente día tras día!
630
De repente, una columna de fuego se precipitó
hacia los cielos, bloqueando el frente de Xie
Lian. Si no hubiera sido por su increíble reacción
y frenado a tiempo, se habrían precipitado
directamente al fuego quemándose hasta quedar
crujientes.
Los dos miraron hacia abajo.
Desde quién sabe cuándo, millones de espíritus
resentidos del mismo color que las rocas
fundidas se habían reunido abajo, chillando y
carcajeándose, extendiendo sus manos hacia los
dos; esa columna de fuego había sido un golpe
enviado por ellos.
Sus oídos estaban doloridos vagamente y Mu
Qing preguntó: —¿Qué gritan?
—... ¡Baja, únete a nosotros, púdrete hasta el
fin aquí! —Murmuró Xie Lian.
Mu Qing lo miró asustado.
—¿Los entiendes? Deberían estar hablando en
la lengua de WuYong.
Xie Lian asintió con la cabeza.
—Hmm, ellos son... la gente de WuYong que
cayó en la lava y fue quemada hasta la muerte
después de que el Puente para Cruzar al Cielo se
derrumbó. Cuidado entretenerte con ellos;
631
usarán todo tipo de formas para arrastrar lo que
ven a la lava. ¡Sabía que estos eran los restos del
Puente para Cruzar al Cielo!
—¿Podrán liberarse si derriban a las personas?
—Cuestionó Mu Qing.
—No —respondió Xie Lian—. No pueden ser
liberados incluso si derriban a otros. Esos
espíritus resentidos nunca podrán recibir la
absolución. Pero disfrutan ver a otros sufrir el
mismo destino.
Esta era precisamente la razón por la cual
nunca recibirán la absolución y debían sufrir el
tormento en este pozo infernal.
Mu Qing estaba perplejo.
—¿Cómo sabes tanto?
—Yo tampoco lo sé —dijo Xie Lian—. Pero
probablemente fue... él quien me lo dijo.
Justo como él trasplantó los recuerdos de esas
Ratas Devoradoras de Cadáveres.
Esos espíritus resentidos fundidos parecían
estar bastante disgustados porque todavía no
habían caído y se escabulleron, reuniéndose en
medio de susurros, con las manos tomadas, listos
para lanzar otro ataque y Xie Lian estalló en una
carrera. La columna de fuego apareció
632
instantáneamente y lo que ya era un puente lleno
de baches se volvió aún más ruinoso.
No podían seguir recibiendo palizas y quedarse
quietos así que Xie Lian también intentó
atacarlos con explosiones, pero no le quedaban
muchos poderes espirituales, por lo que no pudo
alcanzarlos. Los poderes espirituales de Mu
Qing eran más grandes y podía lanzar
explosiones más lejos, pero aún así faltó poco
para alcanzarlos. Hubo muchas ocasiones en que
la columna de fuego de abajo casi les quema los
tobillos y ahora esa multitud de espíritus
resentidos se unió a un gran grupo, con su
energía aumentada se rieron y carcajearon
señalándolos, muy emocionados, como si
estuvieran mirando algún espectáculo de escape.
Y los dos no pudieron hacerles nada,
increíblemente humillante, ¡tanto que los
nudillos de Mu Qing crujieron!
Un momento después, Mu Qing, que se
inclinaba sobre la espalda de Xie Lian, apretó los
dientes y respiró hondo, como si hubiera
decidido tomar una decisión muy difícil.
—Olvídalo, Dianxia... ¡Xie Lian, bájame!

633
Xie Lian seguía corriendo mientras respondía:
—¡Qué estás diciendo! ¡Amas tu vida y te aterra
la muerte! ¡No eres alguien que diría algo así!
Las venas aparecieron instantáneamente
violentamente en la frente de Mu Qing.
—¡Bueno, perdón por amar mi vida y estar
aterrorizado de la muerte! Y como voy a morir
de cualquier forma... antes de que cambie de
opinión, ¡date prisa y bájame!
—Deja de jugar, no hables más, me harás
perder la concentración —dijo Xie Lian—. Lo
que importa ahora es encontrar el final de este
puente lo antes posible.
—¡¿Quién es el que está jugando?! —Exclamó
Mu Qing—. Si este puente es realmente el
Puente para Cruzar al Cielo, ¿quién demonios
sabe cuánto más tendrás que correr? Seremos
derribados por ellos tarde o temprano. Bájame,
iré a encargarme de esa basura turbia, ¡tú sigue!
—Luego, tocó ligeramente el hombro de Xie
Lian y salió volando, aterrizando detrás. Xie
Lian miró hacia atrás y caminó un paso hacia él,
pero Mu Qing habló—: No vengas, el puente
aquí es estrecho. ¡Si vienes, los dos caeremos!

634
Xie Lian solo pudo detener sus pasos y Mu
Qing resopló de nuevo.
—Tienes razón. Nos parecemos; piensas que
soy raro, yo creo que también eres bastante raro.
—Miró a Xie Lian a los ojos—. Ya que hemos
llegado a este punto, bien podría decírtelo
directamente. Tengo muchas opiniones sobre ti.
—Uh... bueno... ya lo sabía. Desde hace mucho
tiempo. —Dijo Xie Lian.
—¿En serio? —Dijo Mu Qing fríamente—.
Entonces, ¿sabías que a menudo pienso que solo
dependías de tu estatus? ¿Que a pesar de que eres
Taizi Dianxia y tuviste buena fortuna, tus
habilidades no son mucho mejores que las mías?
—...
—También creo que solo te gusta hacer todas
esas buenas acciones para presumir ante los
demás y así poder disfrutar de los elogios y la
adulación. De hecho, me ayudaste por ese
motivo, porque soy el sujeto perfecto para que
demuestres tus simpatías y amabilidad. Para ser
honesto, no he cambiado algunas de esas
creencias incluso ahora. Quizás nunca cambien.
Incluso si los suprimiera por un tiempo, después
de un período de tiempo, todavía resurgirán.
635
Xie Lian no sabía si debería estar sudando o
qué en este momento.
—¡¿Hay necesidad de decirle esas cosas con
tanto detalle al hombre mismo?!
Sin embargo, inesperadamente, Mu Qing
continuó con: —Pero la mayoría de las veces,
todavía estoy... bastante asombrado de ti.
Xie Lian se sorprendió.
Mu Qing reunió su coraje, parecía que alguien
lo estuviera apretando por el cuello, obligándolo
a hablar con rigidez.
—¿No es eso normal? Tú... ciertamente... eres
bastante sorprendente. Tú eres... también... una
mejor persona... que yo. En pocas palabras, yo...
tenía muchas ganas... de convertirme en tu a-a-
amigo.
—...
Xie Lian nunca, ni en un millón de años,
hubiera imaginado que algún día oiría esas
palabras salir de los labios de Mu Qing. Si bien
lo hizo tartamudeando, poco dispuesto y un poco
rígido; de todas formas, ¡esas fueron palabras
muy honestas, sinceras y sensatas!
Sus ojos se agrandaron.
—Tú...
636
Mu Qing finalmente había exprimido esas
palabras a través de las grietas entre sus dientes
y exhaló un suspiro.
—El incidente durante ese tiempo después de
la caída de XianLe, ya sea correcto o incorrecto,
si estaba o no en una situación difícil, todavía te
debo una disculpa.
Xie Lian quedó perplejo por un momento.
—... Todo eso está en el pasado, así que déjalo
ir. En lugar de esto, ¡salgamos de aquí primero!
Mu Qing levantó la voz.
—Él dijo que si yo fuera el sospechoso, incluso
si supieras que no lo hice, irías con la corriente y
no me salvarías; porque me odias, no creerías en
mí.
—¿Él? —Xie Lian entendió quién era este;
él.
—Aunque no estuve de acuerdo en ayudarlo,
aún así todo lo que ha dicho, también lo he
pensado. —Continuó Mu Qing—. Siempre
pensé que en tu interior me odiabas, que me
despreciabas; así que yo, yo siempre... de todos
modos, en realidad no piensas eso. Me alegro.
Otro pilar de fuego rugió hacia los cielos y Xie
Lian retrocedió unos pasos para esquivarlo,
637
alejándose más de Mu Qing. En cuanto a Mu
Qing, la rabia se apoderó de él y se desplomó,
golpeando violentamente la palma de su mano
sobre la superficie del puente.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron.
—¡¿Qué estás haciendo?!
Como era de esperarse, ese tramo del puente se
desmoronó, llevándose a Mu Qing mientras se
derrumbaba.
Mu Qing gritó hacia él en el aire.
—¡Ayudándote a limpiar la basura!
El puente roto se estrelló contra el estanque,
provocando una oleada de olas altas y esos
espíritus resentidos fundidos se amontonaban
felices, listos para arrastrarlo hacia abajo.
Inesperadamente, una explosión retumbante
barrió y disipó una gran parte de ellos. En medio
del lamento de los fantasmas, Mu Qing se paró
en el centro de ese puente roto, la luz espiritual
que lo envolvía brillando al máximo.
—Restos de basura podrida de los vertederos,
¿se siente bien provocar incendios sin
escrúpulos? —Se burló—. ¡¡Bien, he venido,
ahora no huyan!!

638
¡Ahora, sus explosiones finalmente podrían
alcanzar a esos espíritus resentidos fundidos!
Mu Qing levantó sus palmas rojas como la
sangre, dispersando locamente a los espíritus
resentidos, matando a gusto, tan salvaje que los
espíritus resentidos más abajo que solo estaban
viendo el espectáculo, huyeron gritando,
nadando en todas direcciones.
El fuego había comenzado a quemar sus
mangas y dobladillos y Xie Lian colgaba sobre
el borde del puente.
—¡¿Mu Qing? ¿Cuán alto puedes saltar?!
—¡¿Por qué tienes tanta basura para decir?
¿Por qué no te has ido?! —Gritó Mu Qing.
—¡Ese no es el asunto! —Respondió Xie
Lian—. ¡Finalmente dijiste algo sensible en tu
vida y luego caíste, así como así, ¿cómo puedo
irme ahora?!
Mu Qing estaba indignado.
—¡¿Qué quieres decir con; finalmente algo
sensible...?!
Antes de que pudiera terminar, ese pedazo de
puente roto bajo sus pies se hundió algunas
muescas. Ambas caras cambiaron. En este
punto, realmente iba a ser enterrado en el fondo
639
del estanque de lava, ¡sus huesos disolviéndose
a la nada!
Mu Qing estaba lleno de espíritu antes, pero
ahora su rostro palideció y levantó las palmas de
las manos y cerró los ojos. Pareciendo querer
romperse el cráneo antes de morir quemado y
morir de una forma más sencilla.
Xie Lian gritó apresuradamente:
—¡Esperaesperaespera, no hagas nada! ¡Yo, yo,
yo tengo un plan!
Mu Qing volvió a abrir los ojos.
—¡¿Qué plan?!
Aunque Ruoye no podía llegar al fondo, podría
llegar a la mitad y Xie Lian lo tiró.
—¡Salta con todo lo que tengas! ¡Salta y
sostente! ¡Te levantaré!
La cara de Mu Qing se puso aún más pálida.
—¡Si pudiera saltar, ¿necesitaría pensar en una
manera?!
Luego, se preparó para reunir nuevamente el
valor de golpearse hasta la muerte.
—¡Esperaesperaesperaespera! ¡Realmente
espera! ¡Pensaré en un modo pronto! —Exclamó
Xie Lian.
—¡Bueno, entonces, habla!
640
Una forma.
Una forma.
¡Rápido, piensa en una forma!
¡No había nada!
Los dos estaban prácticamente al final de sus
cuerdas y Mu Qing levantó la mano nuevamente.
Sin embargo, inesperadamente, en ese momento,
otra mano chocó con la suya y le dio una
palmada antes de atraparlo.
Luego, colgando a un Mu Qing casi en blanco
en su agarre, ¡el hombre saltó!
Xie Lian sintió que el otro extremo de la banda
de seda blanca se tensaba y cuando miró hacia
abajo, se sorprendió llenándose de alegría.
—¡¿Feng Xin?!
Esa pieza rota del puente mutilado en el que
Mu Qing había estado parado se había hundido
completamente en las profundidades de la
corriente de lava, burbujeando. Y, en los
extremos de la banda de seda blanca, Feng Xin
estaba agarrando a Ruoye con una mano
mientras la otra sostenía un Mu Qing con cara de
acero.
—¡Dianxia, rápido, levántanos! —Gritó Feng
Xin.
641
Había más cascarones vacíos remando abajo y
parecía que Feng Xin los había estado usando
como botes, flotando río arriba. Xie Lian no tuvo
tiempo de hacer preguntas y apresuradamente
encontró un área del puente que era algo más
ancha y resistente antes de levantarlos. Los dos
estaban siendo levantados constantemente, pero
abajo, una nueva banda de espíritus resentidos
fundidos se reunió gradualmente, mirando
maliciosamente hacia arriba, gruñendo mientras
se acurrucaban y pronto, ¡se disparó otra
columna de fuego!
Feng Xin y Mu Qing estaban colgados en el
aire, siendo incapaces de esquivar y Xie Lian
levantó a Ruoye y se alejó varios pasos para
evadir este ataque. Pero en ningún otro lugar del
puente era tan espacioso o estable como esta
área, por lo que después de esquivar ese golpe,
solo pudo regresar.
Feng Xin casi fue quemado por esa columna de
fuego y gritó indignado: —¡Qué pasa con esta
banda de mierda de perro, aprovechando las
dificultades de las personas para atacar, tan vil!
¡Joderé a toda tu familia!

642
—¡Si toda su familia se ve así, ¿seguro que
quieres joderlos?! —Respondió Xie Lian.
Los espíritus resentidos no se habían rendido,
riéndose mientras parecían listos para continuar
su emboscada.
Feng Xin estaba en el apogeo de su
temperamento y levantó a Mu Qing, gruñendo.
—¡Agárrate a esto!
Mu Qing había pensado que en realidad iba a
morir antes, la conmoción fue demasiado
grande, por lo que incluso ahora su reacción fue
un poco torpe y siguió la orden de agarrar a
Ruoye. Sin la necesidad de sostenerlo, Feng Xin
liberó una mano y sacó el arco largo que llevaba
en la espalda, así como varios palos de madera
que recogió de quién sabe dónde. Usando palos
como flechas, sostuvo el arco con una mano y
usó sus dientes para morder la cuerda del arco.
Colocando la flecha en la cuerda, tiró hacia atrás
de manera constante, el viento silbó y———¡se
lanzaron cuatro flechas a la vez!
Las flechas golpearon el estanque de lava,
haciéndola estallar en olas florecientes y los
espíritus resentidos fundidos se revolvieron
aterrorizados, dispersándose una vez más.
643
Feng Xin finalmente se sintió satisfecho y
maldijo a sus anchas.
—¡Vean eso! ¡Dije que los jodería! ¡Jódanse,
mierda de perro! ¡Este ancestro puede destruirlos
con una sola mano!
———Por fin, los tres finalmente se pararon
juntos en el Puente para Cruzar al Cielo. Xie
Lian se secó el sudor muchas veces y su corazón
todavía latía con fuerza.
—Feng Xin, ¿cómo viniste?
Habiendo mencionado esto, Feng Xin
inmediatamente se agarró la cabeza.
—¿Cómo vine? Los tres saltaron, ¿qué más
podía hacer? ¡Casi me vuelvo jodidamente loco!
Solo me quedaba encontrar una manera de ir al
fondo de ese acantilado, luego me desvié hasta
aquí. Solo los encontré después de escuchar
todos esos ruidos y voces. ¡¿Qué trataban de
hacer los dos saltando al estanque de lava?!
¡Están dementes!
Mu Qing finalmente recobró el sentido y
exclamó: —¡Fui arrastrado hacia abajo!
Imaginando que Feng Xin había estado
angustiado todo el camino hasta aquí mientras
maldecía, Xie Lian respondió: —Está bien, está
644
bien, cálmate. No importa cómo, ¡realmente
fuiste un regalo de los cielos, una gran ayuda! Ya
sabes lo que dicen, a veces, la gente realmente...
¡realmente necesita de alguien que los ayude a
levantarse para seguir adelante, de verdad!
Los tres estaban casi muertos de miedo y
después de un desastre resuelto, jadeando con los
rostros de acero, no se atrevieron a quedarse ahí.
Feng Xin llevó a Mu Qing en la espalda y
continuaron saltando por el Puente para Cruzar
al Cielo. Después de dar varios saltos e
intercambiar información sobre las cosas que
vieron, Xie Lian se enteró de que Feng Xin
tampoco había visto a Hua Cheng y su corazón
no pudo evitar apretarse.
¿Dónde estaba Hua Cheng?
No solo podían seguir por el puente para seguir
buscando.
Justo en ese momento, Feng Xin le dijo unas
palabras al Mu Qing que estaba de espaldas.
—Por cierto, las cosas que gritaste antes,
escuché un poco. La primera parte fue
enfurecedora; me hace querer golpearte, pero no
había imaginado que al final, ¡tú, pequeño

645
bastardo, realmente piensas todo eso en tu
corazón!
—...
El rostro de Mu Qing se volvió sombrío por
completo.
Feng Xin se volvió hacia Xie Lian.
—¿No te lo dije ya? Este tipo, sus sentimientos
son más retorcidos que los de las concubinas
resentidas del profundo harén, ¡completamente
insondables!
—...
Xie Lian pudo ver que la cara de Mu Qing
ahora estaba completamente oscura y agitaba la
mano con enojo.
Feng Xin era completamente ajeno y se volvió
hacia Mu Qing.
—Si lo que querías era ser amigo de Dianxia,
¡solo debías decirlo! Ir por ahí enfermando a la
gente con todo ese sarcasmo solo porque
pensaste que Dianxia te despreciaba y por lo
tanto no podrían ser amigos, realmente no lo
sé… ¿qué estaba pensando tu cerebro?
Xie Lian se rindió y agitó la mano.
—¿No ha sido así desde que éramos jóvenes?
No lo regañes más, mira, su cara está toda roja.
646
—… —Mu Qing ya no pudo soportar más y
rugió—. ¡Qué mierda! ¡Qué jodida mierda!
¿Pueden callarse los dos?
—Parece que has absorbido el vocabulario de
Feng Xin. —Le recordó Xie Lian—. Y además,
no es muy bueno decir palabrotas.
—¡Lo dijiste tú mismo! —Dijo Feng Xin—.
¡Querías muchísimo ser el a-a-amigo de Dianxia!
Incluso imitó deliberadamente el tartamudeo
de Mu Qing y la cara de Mu Qing se había vuelto
salvaje, su mano escabulléndose hacia su
espalda para encontrar su sable.
—Muy bien, ahora todo está a la vista.
—Agregó Feng Xin—. De todos modos, solo
recuerda esto: Dianxia nunca pensó que fueras
alguien indecente en su mente. Aparte de esa
vez, cuando cruzaste la línea y él se enojó…
después, ¡nunca dijo una sola palabra mala sobre
ti frente a mí! Actúa como una persona normal
de ahora en adelante, habla normalmente,
exprésate normalmente, ¡si vas a ser sarcástico
de nuevo, te gritaré!
Mu Qing escuchó la primera parte mientras
bajaba la cabeza, sus labios se sellaron sin

647
hablar, pero al escuchar la segunda mitad puso
los ojos en blanco.
—¿No has estado gritándome durante cientos
de años?
—Mu Qing, eres un Oficial Celestial, debes
vigilar tu expresión, ¿de acuerdo? —Le recordó
Xie Lian—. No puedes poner los ojos en blanco
tan fácilmente, si tus devotos lo notan, tendrán
opiniones.
—Por favor —dijo Mu Qing—, este tipo
maldice todo el tiempo en la Corte Superior.
—Eso es porque te lo mereces —dijo Feng
Xin.
—Deja de mencionar viejas disputas conmigo
—dijo Mu Qing—. ¿No abandonaste también a
Dianxia para ir a tener un hijo?
Las venas también estaban apareciendo en la
frente de Feng Xin y se unió a la disputa.
—¿Estás buscando una pelea?
—Lucha contra ti mismo —se burló Mu
Qing—. Si no fuera porque hablabas tonterías
sobre mí con Dianxia todo el tiempo, ¿crees que
habría pensado que él me menospreciaba y se
pondría todo raro?

648
El tema estaba a punto de hundirse en lo
prohibido otra vez y Xie Lian decidió hablar.
—¿Arrastrarán los trapos sucios el uno al otro
en un momento como este? ¿De qué sirve
lastimarse...?
Mu Qing volvió a poner los ojos en blanco.
—Además, mírate, haciendo un escándalo en
ese entonces. ¿Y qué si él robó? Si yo fuera
Dianxia, en ese momento, hubiera robado
dieciocho adinerados hogares y prominentes y
no me inmutaría. Y pensar que eres la mano
amiga, persiguiendo a Dianxia para reclamar lo
que sucedió.
El sudor rodó por la frente de Xie Lian y miró
hacia atrás.
—Espera un segundo, tampoco hay necesidad
de arrastrar mis trapos sucios. En cualquier caso,
encontremos a San Lang, ¡ayúdenme a encontrar
a San Lang! Jajajaja...

649
Capítulo 236
Busca la flor sangrienta; feroz batalla
contra Bai Wuxiang (parte uno)

E n ese momento, los tres sintieron al


mismo tiempo una ola de calor creciente
que venía de abajo y todos gritaron juntos.
—¡Cuidado!
Y sus pies se movieron más rápido. ¡De siete
a ocho pilares de fuego se dispararon a los cielos
y si miraban hacia abajo, ahora se podían ver
incluso más espíritus resentidos fundidos!
—¡Feng Xin, dame a Mu Qing! —Gritó Xie
Lian.
Sin otra palabra, Feng Xin le arrojó a Mu Qing
desde su espalda y una vez en la espalda de Xie
Lian, Mu Qing exclamó: —¡Acaba con ellos,
rápido! ¡Son tan molestos!

650
—¡No necesito que me lo digas! —Respondió
Feng Xin y tiró de la cuerda del arco hacia atrás,
disparando varias rondas a la vez.
El área de ataque de su arma era mucho más
amplia que Xie Lian o Feng Xin disparando
explosiones a ciegas. Las flechas explotaron en
las ondas de lava, las oleadas estallaron en el aire
y los gritos llegaron.
—¡Buen trabajo! —Felicitó Xie Lian.
—¡Está bien, supongo! —Comentó Mu Qing
desde su espalda.
Los espíritus resentidos estaban llenos de
resentimiento y después de reunirse, nadaron
mucho más adelante, trabajando juntos para
soplar llamas.
Después de varios estruendos, Xie Lian dijo:
—¡El tramo del puente que había por delante ha
sido quemado por ellos, quieren bloquear
nuestro camino!
—Jodido dios —maldijo Feng Xin—, míralos
reunidos ahí trabajando tan duro juntos, ¿por qué
no pueden hacer otra cosa en lugar de dañar a la
gente? ¡Dudo que alguno de ustedes pueda
recibir la absolución y escapar de la lava durante
otros ocho mil años si continúan así!
651
En el momento en que levantó el arco, esos
espíritus resentidos fundidos se dispersaron
nuevamente.
—Está bien —habló Xie Lian—, no grites más,
¡prepárate! ¡Vamos a saltar! ¡Uno dos tres--!
A la cuenta de uno, comenzaron a aumentar
fuerzas y a acelerar, a la cuenta de dos calcularon
el número de pasos y en tres, sus pies se
empujaron y saltaron… tres figuras saltaron al
aire, atravesando la brecha rota entre el puente y
aterrizaron al otro lado, luego continuaron su
loca carrera. Ese puente fue hecho para cruzar a
los cielos por lo que, naturalmente, se inclinaría
gradualmente hacia arriba, pero Xie Lian se
estaba volviendo tan liviano como una
golondrina a medida que corría.
—Ha pasado mucho tiempo desde que los tres
hicimos algo así ¡eh!
—¿Te refieres a luchar lado a lado o a correr
por nuestras vidas? —Cuestionó Mu Qing.
—¡Ambos! —Dijo Xie Lian.
—¡Claramente hacemos esto todo el tiempo!
—Exclamó Feng Xin.
—¿En serio? —Preguntó Xie Lian.

652
Pero, cuando algunas cosas salen a la luz, todo
se siente completamente diferente. Xie Lian se
echó a reír por un momento, pero sus ojos
seguían observando atentamente abajo, sin
embargo, todavía no se veía una silueta roja, por
lo que no pudo evitar estar un poco nervioso.
—¡San Lang!
Su llamado hizo eco en la vacía y gigante cueva
subterránea, pero nadie respondió. Los labios de
Xie Lian se estaban secando y los lamió.
En su espalda, Mu Qing lo observó mirar por
toda la zona y después de un momento de
silencio, dijo: —Dianxia, realmente te gusta,
¿eh?
—... —Xie Lian no esperaba que preguntara
esto de repente—. Ah. ¿Ah? Ah…
Mientras su rostro estaba completamente en
blanco, las puntas de sus orejas se estaban
poniendo lentamente rojas.
Al verlo así, Mu Qing se quedó sin palabras y
solo habló después de un momento de
vacilación: —No estoy tratando de asustarte a
propósito ni nada, pero tengo que recordarte.
¿Alguna vez has pensado que... tal vez nosotros

653
fuimos los únicos enviados al puente y Xueyu
Tanhua... no?
—No son completas tonterías —Dijo Feng
Xin—. Dado que solo están ustedes dos aquí,
entonces, por supuesto, fue enviado a otro
lugar...
Había hablado sobre este punto antes de darse
cuenta de lo que Mu Qing estaba tratando de
decir. No estaba diciendo que Hua Cheng fue
enviado a otro lugar, pero... tal vez, Hua Cheng
cayó directamente al estanque de lava.
Xie Lian se lamió los labios.
—¿C-Cómo es eso posible?
—No pienses que es imposible —dijo Mu
Qing—. Xueyu Tanhua es un Rey fantasma
Supremo, no hay duda de eso, pero Bai Wuxiang
también lo es. Además, él es de la primera
generación de reyes fantasma supremos, el señor
del Monte Tonglu. Este lugar es su territorio, el
dominio donde sus poderes espirituales son más
fuertes.
Feng Xin miró furiosamente a Mu Qing y lo
regañó: —¡Cierra la boca! ¿Qué sucede
contigo? ¿No puedes decir algo bueno en un

654
momento como este? ¡Y en serio, él es Xueyu
Tanhua!
Mu Qing detuvo el tema, pero aun así tuvo que
refutar: —Creo que tenemos que considerar qué
hacer en cualquier situación.
Ante los ojos de Xie Lian apareció el recuerdo
de la palma pálida de Hua Cheng y ese dado en
el centro con ese punto rojo anormalmente
brillante y tampoco sabía qué decir. Justo cuando
iba a hablar, de repente se detuvo abruptamente
y Feng Xin, que estaba detrás de él, casi se
estrelló contra él.
—¡¿Qué sucede?!
En el momento en que las palabras salieron de
sus labios descubrió que no había necesidad de
preguntar.
Delante de ellos, envolviendo el aire a su
alrededor había millones de destellos plateados
brillantes, centelleantes como las estrellas. Era
como si alguien hubiera volcado la caja de un
tesoro llena de polvo de plata.
Xie Lian dejó a Mu Qing y caminó hacia
adelante. Extendió una mano y sintió
suavemente que un trozo de luz plateada que era
un poco más grande que el resto. Después de
655
tocar, cerró la palma de la mano y lentamente
llevó los fragmentos ante sus ojos.
Los otros dos se acercaron para mirar también
y Feng Xin murmuró: —Esto, esto es...
Mu Qing lo dijo directamente: —¿Son
fragmentos de... una mariposa fantasma?
Feng Xin lo miró furioso de nuevo,
probablemente desdeñoso de que Mu Qing fuera
demasiado directo. La mano de Xie Lian tembló
un poco y apretó ese fragmento roto de un ala de
mariposa plateada que todavía emitía una tenue
luz, luego exhaló un largo suspiro.
Feng Xin se rascó la cabeza.
—Piensa en el lado positivo, al menos en
realidad no cayó en el estanque de lava. Debe
haber estado aquí, ¿verdad?
Mu Qing señaló a un lado.
—Entonces peleó con alguien aquí. Una gran
pelea.
La mirada de Xie Lian siguió la dirección que
estaba señalando y abrió ligeramente los ojos.
Las rocas en todas las direcciones estaban
cubiertas de innumerables marcas aterradoras de
cuchillas afiladas.
Era las marcas de la hoja de E-Ming.
656
Cada golpe del sable clavado profundamente.
No era como si Xie Lian nunca hubiera visto a
Hua Cheng usar el sable antes en el pasado, pero
su estilo siempre había sido fácil y pausado,
despreocupado e informal. En lugar de decir que
estaba manejando un arma, era más como si
estuviera jugando con un cuchillo pequeño. Sin
embargo, estas marcas de cuchillas estaban
llenas de intención asesina. Era fácil imaginar
cuán hábil era el que intercambiaba golpes con
él y cuán peligrosa era esta batalla.
Sin decir una palabra, Xie Lian cayó al suelo
para revisar. No había rastros en el puente de que
alguien hubiera caído y tampoco había espíritus
resentidos reunidos debajo del puente, así que
Xie Lian finalmente se relajó un poco y se puso
de pie, corriendo hacia adelante con resolución.
Detrás de él, Feng Xin cargó a Mu Qing en su
espalda y lo alcanzó.
—¡Dianxia!
Xie Lian contuvo el aliento porque no quería
escuchar su propia respiración agitada y ansiosa.
Respirar mal era un gran tabú para alguien que
practicaba artes marciales, ya que no solo
agregaba cargas innecesarias al cuerpo, sino que
657
también perturbaba el ritmo del corazón. Pero
incluso contener el aliento era inútil; le
temblaban las manos, brazos y piernas y
mientras corría y corría, incluso tropezó,
cayendo y rodando una docena de veces, incluso
casi rodando por el puente.
Feng Xin y Mu Qing comenzaron a gritar,
diciéndole que tuviera cuidado.
De repente, Xie Lian habló: —¿Qué es ese
sonido? —Xie Lian se mantuvo firme sobre sus
pies nuevamente y se volvió—. ¿Ustedes
escuchan algo? ¿Es ese el sonido de algo?
Feng Xin y Mu Qing gritaron: —¡Sí! ¡SI!
Eran los crujidos y el retumbar de las armas
chocando y los poderes espirituales
colisionando. Incluso el cuerpo del Puente para
Cruzar al Cielo estaba temblando ligeramente.
En la oscuridad del camino por delante, había
luces que se encendían y apagaban.
¡Había gente por delante peleando!
Xie Lian medio gateó, medio tropezó mientras
se precipitaba hacia adelante.
Detrás de él, Feng Xin murmuró: —Querido
jodido dios, que todos los dioses y budas

658
otorguen sus bendiciones, es mejor que sea
Xueyu Tanhua, ¡de lo contrario se volverá loco!
—Detén tus tonterías —reprendió Mu Qing—.
Nosotros somos esos dioses y budas de los cielos
y no podemos conceder una mierda, ¡solo
mantente a la par de él! ¡Mira la forma torpe en
la que corre, tropezará y caerá a una muerte
sangrienta antes de ver al hombre!
Xie Lian se había olvidado por completo de
contener la respiración y durante cinco a seis
millas solo pudo escuchar su propio jadeo
desordenado. Después de rodear algunos
grandes caminos sinuosos, finalmente, después
de doblar la última esquina, una brillante luz
blanca llenó su campo de visión abruptamente.
Al final del puente colgante para cruzar a los
cielos, un hombre vestido de rojo y un hombre
vestido de blanco se enfrentaban en una feroz
batalla.
Ese hombre vestido de rojo empuñaba una
delgada y larga cimitarra plateada, su forma
cautivante, destellando hacia afuera y hacia
adentro como un rayo——era Hua Cheng. Ya
no estaba sonriendo, completamente
concentrado, su expresión calculadora, el rastro
659
de una marca sangrienta en su hermosa y pálida
mejilla agregaba un brillo vívido a su helada
mordaz.
Ese hombre vestido de blanco era, por
supuesto, Bai Wuxiang y empuñaba una espada
que venía de quién sabe de dónde, esa máscara
medio sonriente, medio llorando todavía en su
rostro. Solo que esta máscara y la que Xie Lian
había visto antes ahora eran algo diferentes.
Una grieta la atravesaba por en medio.
Esa grieta era significativa, no se podía ignorar;
bajaba desde el centro de la frente hasta la
mejilla por debajo del ojo, ¡como si fuera a
romperse en cualquier momento!
Ambos eran extremadamente ligeros sobre sus
pies, desapareciendo y apareciendo en segundos
antes de parpadear, el aura del mal en estallando
en el aire. Sin embargo, cada uno de sus golpes
eran tan pesados como miles de toneladas, su
fuerza explotó a través de los cielos. El aura de
la hoja contra los vientos del sable, una danza
maníaca, un vuelo caótico y las mariposas
fantasmales ahí arriba también luchaban con los
espíritus resentidos fundidos abajo, chillando el
uno al otro, como las montañas derrumbándose
660
y los mares colapsando. Cada vez que chocaban,
la lava fundida y los fuegos ardientes dentro del
estanque explotaban, las olas aterradoras se
elevaban a metros de altura, ¡y nadie podía
acercarse en absoluto!
Feng Xin y Mu Qing llegaron después y ambos
resultaron conmocionados por la escena,
clavados en el suelo por su sorpresa, incapaces
de moverse un solo paso.
¡Ni un solo dios marcial podría ver una batalla
como esta y no sentir emoción!
Al ver a Hua Cheng perfectamente bien, el
corazón muy nervioso de Xie Lian finalmente
pudo descansar, e inmediatamente quiso
colapsar en el suelo y aullar y gritar, pero se
obligó a contenerse. Cuando combatientes
expertos se enfrentaban, cualquier instancia de
perturbación podía determinar la victoria o la
derrota.
¡Además, esta era la batalla entre los dos reyes
fantasma supremos de su propia era!
En la lejana distancia del lado de Bai Wuxiang,
había otra figura de pie y era el Guoshi Principal.
Naturalmente, fue traído aquí por Bai Wuxiang.
Al ver que Xie Lian y compañía habían llegado,
661
respiró aliviado, pero tampoco se atrevió a hacer
ningún ruido imprudentemente. Sin embargo,
quién hubiera sabido que Hua Cheng ya había
notado a los recién llegados y su enfoque helado,
como la escarcha, se derritió ligeramente, una
sonrisa finalmente se ensanchó en su rostro.
—Parece que has perdido de nuevo. Dianxia ha
llegado y no falta una sola persona de las que
trajo consigo.
Xie Lian no pudo contenerse más.
—¡San Lang!
Hua Cheng inclinó la cabeza y respondió:
—Gēge. —Luego, su tono se volvió de
advertencia—: Gēge, la próxima vez que vuelvas
a caer de esa manera, me voy a enojar.
Xie Lian también respondió: —¡La próxima
vez que saltes conmigo, me enojaré aún más!
—...
Al escuchar esto, la expresión de Hua Cheng
pareció endurecerse por un segundo, como si las
palabras de Xie Lian realmente lo hubieran
puesto cauteloso por un momento. Incluso
cuando se enfrentaba a Bai Wuxiang no mostró
una expresión tan cautelosa.

662
Bai Wuxiang estaba abatido, peleaba con Hua
Cheng, pero él solo hablaba con Xie Lian.
—XianLe, ¿no están ustedes disfrutando
demasiado de sus vientos primaverales 16 y me
subestiman demasiado?
El globo ocular en la empuñadura de E-Ming
notó a Xie Lian y comenzó a girar locamente en
círculos. Hua Cheng giró la mano y golpeó y Xie
Lian escuchó un crujido.
¡Crack!
Su corazón dio un vuelco.

16
[Spring tailwinds] [Viento primaveral] Una fuerza o influencia que hace avanzar el
progreso hacia una condición mejorada. En este contexto se usa para decir que están
demasiado felices por pequeños éxitos.
663
Capítulo 237
Busca la flor sangrienta; feroz batalla
contra Bai Wuxiang (parte dos)

¡Ese fue el sonido de un arma rompiéndose!


¡Todos los presentes miraron a toda prisa hacia
dónde venía el sonido y vieron que la cimitarra
en la mano de Hua Cheng estaba bien, pero la
larga espada empuñada por Bai Wuxiang se
había partido por la mitad con el golpe de Hua
Cheng!
El globo ocular en la cimitarra E-Ming vio a
Xie Lian y giró locamente en círculos, como si
hubiera mostrado su valía frente a Xie Lian y se
sintiera tan feliz que iba a ascender en cualquier
momento.
Hua Cheng se rió a carcajadas y dijo
fácilmente: —Está bien. No hay necesidad de
que Gēge se preocupe. —Luego refutó a Bai

664
Wuxiang—. ¿Y por qué tendría que
preocuparme por alguien como tú?
Bai Wuxiang resopló y el guoshi no pudo
contenerse más, temiendo que Hua Cheng fuera
a provocar a su oponente.
—¡Jovencito, no seas tan engreído!
Sin embargo, inesperadamente, lo que Hua
Cheng dijo a continuación fue aún más audaz y
descarado. Blandiendo el sable con una sola
mano, su brillo nítido y brillante, apuntó a Bai
Wuxiang mientras sonreía.
—Después de todo, al final no eres más que un
vejestorio demente con un corazón lleno de
celos.
Sin mencionar al guoshi, que había perdido
toda la energía para regañar su sonrisa falsa,
ahora tanto Feng Xin como Mu Qing también
quedaron atónitos: ¡este hombre era demasiado
valiente!
¿Quién se atrevería a decir algo así frente a Jun
Wu o Bai Wuxiang?
Pero, todos tenían que admitir que solo Hua
Cheng se atrevería a decir esas palabras, ya que,
probablemente, él era el único que podía decir

665
esas cosas y aún así, ¡Jun Wu o Bai Wuxiang no
podían hacerle nada!
Mu Qing bajó de la espalda de Feng Xin por su
cuenta, caminó unos pasos y murmuró: —No es
de extrañar, en el pasado... cuando se trataba de
Xueyu Tanhua, Jun Wu siempre decía que lo
evitáramos si podíamos y no enfrentarlo de
frente…
En ese momento, la sombra de bola una blanca
apareció, bloqueando frente a la punta de la
espada de E-Ming. Los ojos de Xie Lian estaban
mirando fijamente y vio claramente qué era esa
criatura.
—¡San Lang, no cortes esa cosa!
¡Era el Espíritu Infantil!
Él lo vio, así que, naturalmente, Hua Cheng
también lo había visto y la punta de la hoja se
desvió, retirándose voluntariamente, cambiando
el movimiento de corte a un movimiento rápido,
arrojando esa criatura blanca.
Las pupilas de Feng Xin se encogieran antes y
solo volvieron a su estado normal cuando vio
que el Espíritu Fetal no había sido cortado en
dos.
—¡Ven aquí!
666
La dirección en que Hua Cheng había arrojado
ese Espíritu Fetal era exactamente hacia él. Feng
Xin se apresuró a alcanzarlo, pero si bien no
tenía muchos pelos en la cabeza en primer lugar,
con su grito, todos sus pelos se erizaron al mismo
tiempo que un gorgoteo furioso salía de su
garganta. En el momento en que Feng Xin subió,
lo mordió como un loco sin cesar, negándose a
dejar que lo recogiera.
Feng Xin no pudo evitar estar indignado.
—¡Carajo! Cuando lo ve, se pega a él, cuando
me ve, solo sabe morder, ¡¿quién es tu padre
aquí?!
Sin embargo, Mu Qing comentó con frialdad:
—¿Alguna vez lo has tomado por tu hijo?
¿Alguna vez has llamado su nombre
correctamente?
Al escuchar esto, Feng Xin se sorprendió.
—Yo...
En el otro extremo, Xie Lian no podía quedarse
quieto mirando la batalla, e instruyó
apresuradamente: —¡Ustedes dos tengan
cuidado, iré a ver!
Mu Qing dijo en voz baja: —¡Ten cuidado! No
olvides que todavía tienes dos grilletes en ti...
667
Xie Lian se sorprendió un poco e
inconscientemente se tocó el cuello, sintiendo
ese grillete maldito. Pero, por alguna razón,
sintió que Bai Wuxiang no usaría el grillete
maldito para amenazarlo. No había más tiempo
para analizar las cosas y se apresuró en avanzar.
Por otro lado, un destello rojo y uno blanco
estaban sumergidos en una batalla feroz y
después de observar por un momento, Xie Lian
determinó que era difícil unirse
imprudentemente a la lucha caótica. Ruoye fue
sacado y el guoshi fue envuelto y sostenido.
—¡Maestro! ¿Está bien?
El guoshi se limpió la cara llena de sudor frío.
—... ¡Bien!
—Si está bien, ¿por qué está sudando tanto?
—Cuestionó Xie Lian.
—¡¿No es todo gracias a ese Xueyu Tanhua, el
pequeño bastardo sin filtro en la boca?! ¡Qué
susto! —Reprendió el Guoshi Principal.
Justo en ese momento, escucharon a Feng Xin
dar un grito de sorpresa. Xie Lian levantó la
cabeza y miró hacia arriba y vio que Bai
Wuxiang estaba dejando caer lentamente una
mano.
668
Uno de sus brazos resultó herido.
Abrió la palma de la mano, vio su propia mano
cubierta de sangre y suspiró, riéndose.
—... Han pasado tantos años desde que alguien
logró lastimarme de esta manera.
Xie Lian sintió una sensación de
presentimiento y preguntó: —Maestro, ¿está...
enojado?
El guoshi podría considerarse como el único en
el mundo que entendía a Bai Wuxiang en este
momento.
—No... es peor que la ira. Él está feliz.
Después de una pausa, Bai Wuxiang se volvió
hacia Hua Cheng y le preguntó con su voz llena
de curiosidad: —Tu cimitarra, ¿fue forjada por
ese ojo perdido tuyo?
Era obvio que Hua Cheng no tenía interés en
responder, pero el corazón de Xie Lian dio un
salto violento.
Desde la primera vez que vio a E-Ming, supo
que esta cimitarra debía ser inusual, pero solo
había adivinado a medias que tal vez fue forjada
por el ojo que Hua Cheng perdió. La voz de Bai
Wuxiang sonaba tan segura, ¿podría eso ser
realmente cierto?
669
Las cejas del guoshi se fruncieron y después de
un momento, de repente habló: —Oh, ahora lo
recuerdo.
—¿Qué recuerda? —Preguntó Xie Lian.
—Recuerdo que me contaron un incidente
—dijo el Guoshi Principal—. Hace muchos
cientos de años, un fantasma salvaje llegó al
Monte Tonglu.
—Estoy seguro de que hay al menos un millón
de fantasmas salvajes que han visitado el Monte
Tonglu —dijo Mu Qing.
—¡No interrumpan! —Exclamó el Guoshi
Principal—. Ese fantasma salvaje, el tiempo que
tardó en formarse fue muy corto, era bastante
joven y cuando llegó, estaba casi listo para
disiparse por completo; pero por alguna razón
aguantó y se desvió hasta aquí.
Por alguna razón, el corazón de Xie Lian latía
como loco.
—¿Casi disipado por completo? ¿Cómo?
—Parecía haber sufrido un gran daño
—respondió el Guoshi Principal—. Su alma
estaba prácticamente dispersa y tampoco estaba
muy consciente, pero aún flotaba, repitiendo una
y otra vez que no se iría, que no se iría.
670
Probablemente porque su deseo no se había
cumplido. De todos modos, ese año, cuando el
Monte Tonglu se abrió, ocurrió un accidente.
Cuando Xie Lian escuchó; que no se iría, su
corazón se ablandó por alguna razón, pero
también se apretó al mismo tiempo. Luego
preguntó de inmediato: —¿Qué accidente?
—Dentro del Monte Tonglu, no solo se
reunieron millones de fantasmas, sino que un
grupo de mortales vivos que se habían
entrometido accidentalmente también fueron
encerrados dentro.
—¡¿Qué?!
—No hay nada más que monstruos y demonios
dentro de Tonglu, la gente común no puede
escapar en absoluto y solo podrían sufrir el
destino de convertirse en nutrientes. Sin
embargo, por alguna razón, ese fantasma salvaje,
aún en su estado de confusión, tomó a ese gran
grupo de mortales vivos bajo su cuidado y
escaparon durante muchos días. Pero al final,
todavía fueron rodeados por millones de
fantasmas, atrapados en un callejón sin salida e
iba a ser comido junto con esos humanos.

671
¡Xie Lian sabía que este y fantasma salvaje
solitario debía haber sido Hua Cheng!
—¿Y entonces? —Presionó—. ¿Había alguna
forma de escapar a un lugar seguro?
—Sí. —Respondió el Guoshi Principal—.
Forja un arma sangrienta y mata para romper el
asedio.
Mu Qing todavía no pudo evitar intervenir:
—Entonces, ¿el sacrificio más fácil no sería...?
¡Serían esos humanos que cayeron en tal estado
de desolación!
Feng Xin y Mu Qing miraron a Bai Wuxiang y
Hua Cheng que estaban completamente
concentrados en su brutal batalla.
—¿Lo hizo... él lo hizo...?
Xie Lian también contuvo el aliento.
—Hmm. Hizo un movimiento —dijo el Guoshi
Principal.
Las expresiones de Feng Xin y Mu Qing se
volvieron ilegibles. Sin embargo, Xie Lian no
movió un músculo y solo esperó a que el Guoshi
Principal continuara.
Efectivamente, el Guoshi Principal respondió a
lo que había anticipado: —Hizo un movimiento.

672
En un ataque de locura, sacó uno de sus propios
ojos.
—...
—Ese fantasma salvaje casi hizo un
movimiento contra esos humanos —continuó el
Guoshi Principal—, pero por alguna razón, al
final no lo hizo y en su lugar usó uno de sus
propios ojos como precio para forjar un arma
sangrienta. Ese fantasma salvaje estaba
aguantando por la fuerza con un último aliento y
después de sacar su ojo, debería haberse roto por
completo. Sin embargo, de alguna manera, algo
lo conmocionó y, en cambio, despertó
completamente. Quién sabe qué tipo de arma
malvada forjó que realmente lo llevó a través de
esa batalla. Y hubo otro curioso incidente.
Xie Lian trató de obligarse a calmarse.
—¿Q-Qué incidente?
—Aparentemente, después de esa batalla, los
cielos enviaron una Calamidad Celestial que
golpeó directamente al Monte Tonglu —dijo el
Guoshi Principal—. ¿Entiendes lo que eso
significa?
¿Había alguna necesidad de explicar lo que
significaba?
673
Que se enviara una Calamidad Celestial,
significaba que los cielos creían que había
alguien que era digno de ascender dentro del
Monte Tonglu.
Xie Lian agarró al Guoshi Principal.
—¿Quién era? ¿Quién ascendió?
—Todo esto no son más que rumores —dijo el
Guoshi Principal—. Pero, no encontré ningún
Oficial Celestial en la Corte Superior que viniera
del Monte Tonglu. O lo que escuché fue
puramente inventado, o...
¡El que ascendió saltó hacia abajo y rechazó el
Reino Celestial!
Mu Qing no pudo aceptar esto en absoluto y
quedó perplejo.
—¿Ascender como un fantasma? ¿Hay tal
cosa? ¿Y rechazó su ascensión y saltó hacia
abajo? No puede ser él, ¿verdad? Acababa de
entrar en el Monte Tonglu, ¡ni siquiera había
alcanzado el rango de supremo! Saltar, así como
así... ¡ni siquiera podía saber si sobreviviría!
¿Por qué hizo esto?
¿Por qué había ido a tales extremos?
De repente, Xie Lian escuchó a Bai Wuxiang
suspirar.
674
—XianLe, tienes un creyente muy fiel.
Antes de que terminara, una máscara rota y
sonriente apareció abruptamente ante los ojos de
Xie Lian.
Xie Lian no había esperado que Bai Wuxiang
pudiera realmente acercarse a escasos
centímetros de distancia en un instante, sus ojos
reflejando limpiamente a Xie Lian. Ruoye se
levantó como si estuviera furioso, listo para
atacar, pero al final todavía retrocedió.
No se podía culparlo, ya que Ruoye siempre
había sido muy inteligente. Cuando determinara
que su ataque sería ineficaz, se rendiría
voluntariamente.
Bai Wuxiang parecía haber sonreído un poco
desde la grieta de esa máscara de llanto sonriente
que se había vuelto más profunda.
Al segundo siguiente, la punta de la cuchilla de
E-Ming rozó su cuello.
Pero fue tarde por un paso; Bai Wuxiang ya se
había alejado.
Él brilló y apareció en el punto más alto de
donde terminaba el Puente para Cruzar al Cielo
y levantó un poco la mano.

675
—No hay necesidad de estar nervioso, solo
estaba recuperando lo que era mío.
En su mano había una espada larga que era
completamente negra y gélida como el jade frío,
un hilo plateado bajaba por el centro de la hoja.
Xie Lian inconscientemente giró su mano para
sentir su espalda y efectivamente, Fang Xin que
llevaba en su espalda se había ido.
Fang Xin fue originalmente la espada sagrada
del Príncipe Heredero de WuYong. Bai
Wuxiang había recuperado lo que le pertenecía.
Una pieza, dos piezas, tres piezas.
Esa máscara trágicamente pálida se desprendía
una pieza a la vez hasta que finalmente; cayó
completamente, revelando la cara detrás de la
máscara. Dentro de las llamas ardientes, esa
túnica blanca también se transformó en una
armadura blanca.
Por fin, Bai Wuxiang se había quitado la
máscara y se había transformado en Jun Wu.
Todos contuvieron la respiración, en guardia.
No había necesidad de adivinar. De esta forma,
debía ser aún más fuerte.

676
Capítulo 238
Busca la flor sangrienta; feroz batalla
contra Bai Wuxiang (parte tres)

—Jovencito, ¡no subestimes a tu oponente!


—Le gritó el Guoshi Principal a Hua Cheng—.
¡Su actual forma ahora es aún más difícil de
manejar que Bai Wuxiang! Además, antes tenías
la ventaja de un arma mejor, ¡pero ya no!
Efectivamente, todas las heridas en el cuerpo
de Jun Wu desaparecieron en un parpadeo y fue
restaurado de pies a cabeza.
Miró al Guoshi Principal y sonrió.
—Te atreves a enseñar a otros cómo
enfrentarme frente a mí; no te mataré, pero te
estás volviendo más audaz.
Esa sonrisa estaba mezclada con un tono de
advertencia. El Guoshi Principal dejó de hablar,
pero le devolvió la mirada.

677
Xie Lian le aseguró: —No se preocupe, San
Lang nunca ha subestimado a sus oponentes.
Él fue más que evidente en esto. Incluso si la
sonrisa en el rostro de Hua Cheng fuera valiente
y descarada, sus manos nunca se relajarían.
Jun Wu miró la espada, hablando en voz baja.
—Zhu Xin, mucho tiempo sin verte.
Fang Xin——o más bien, ahora debería
llamarse; Zhu Xin, emitía un gemido profundo y
silencioso en su mano.
Xie Lian siempre había pensado que Fang Xin
era demasiado viejo, así que no era fácil de usar,
quién sabría si desaparecería algún día. ¡Nunca
pensó que, en manos de su maestro, su aura y
poder serían completamente diferentes de
cuando estaba en sus propias manos!
Cada vez que Zhu Xin y E-Ming chocaban,
todo el Puente para Cruzar al Cielo se sacudía,
como si fuera a derrumbarse y caer a la lava en
cualquier momento. En comparación con antes,
la resistencia, la fuerza y la velocidad de Jun Wu
eran claramente mayores. A pesar de que Hua
Cheng aún podía aguantar su ritmo, sus cejas se
habían fruncido ligeramente, su expresión se
hacía aún más aguda. Los pocos que miraban la
678
pelea desde lejos también estaban atónitos y
ansiosos.
¡Ahora, cada uno de los ataques de Jun Wu
apuntaba directamente al ojo derecho de Hua
Cheng!
Hua Cheng bloqueó dos veces, pero en ambas
ocasiones estuvo alarmantemente cerca y pronto
descubrió que Jun Wu había estado usando
repetidamente el mismo ataque, como si hubiera
determinado que el ojo derecho era la debilidad
de Hua Cheng, e iba a buscarlo nuevamente.
Cada vez que se lanzaba, naturalmente Hua
Cheng se defendía con todo lo que tenía y lo
bloqueaba repetidamente. Pero con este
desarrollo, ¿no se atascarían en un tira y afloja
sin poder lograr nada?
Era como si el ojo de E-Ming hubiera sentido
el peligro y estuviera furioso. ¡La hoja reluciente
como el jade negro volvió a golpear y se escuchó
un sonido metálico crujiente!
¡Clink!
Hua Cheng no había levantado el sable para
detenerlo, pero Jun Wu había retirado su espada.
Vestido de blanco, Xie Lian había bloqueado
frente a Hua Cheng.
679
Anteriormente, ¡era él quien usó la fuerza del
rebote para alejar la escalofriante hoja de Zhu
Xin!
Xie Lian no pudo quedarse sentado después de
todo y se unió a la pelea. Era experto en el arte
de atrapar la espada con las manos desnudas,
pero aun así fue la primera vez que se enfrentaba
a una espada tan maliciosa.
Con solo un ligero movimiento, la mitad de su
brazo estaba casi entumecido, especialmente su
palma, la sensación solo regresó después de que
retrocedió unos pasos y se sacudió.
Detrás de él, Hua Cheng habló: —¿Gēge?
—¡Hagamos esto juntos! —Dijo Xie Lian.
Los dos se pararon espalda con espalda, con el
objetivo de luchar contra la otra parte.
Al ver esto, la sonrisa de Jun Wu se hizo más
grande.
—¿Oh?
—¡Toma la parte superior y yo tomaré la parte
inferior! —Dijo Xie Lian en voz baja.
Justo cuando sus palabras terminaron, se
separaron; una subió y el otro bajó, deslizándose
hacia Jun Wu.

680
Xie Lian conocía bastante bien el estilo de
ataque de Jun Wu y podía adivinar vagamente
cómo atacaría a continuación, así que soltó:
—¡Gancho!
Hua Cheng siguió sus instrucciones y la
cimitarra regresó. Efectivamente, Jun Wu casi
cae en el truco y Xie Lian siguió instruyendo.
—¡Explosión!
Hua Cheng lo siguió de nuevo y esta vez no usó
el sable, sino que usó su mano desnuda para
agitar sus poderes espirituales y lanzó una
explosión. Efectivamente, el hombro de Jun Wu
fue golpeado, su figura cayó por un momento y
si no fuera por su velocidad salvaje, esos dos
movimientos probablemente lo hubieran
golpeado fatalmente.
Mientras luchaban, Xie Lian repentinamente se
dio cuenta de algo; Hua Cheng era un supremo
de su propia era, con sus habilidades, ¿por qué
necesitaría las recomendaciones de Xie Lian?
¡Qué terrible ofensa! Su viejo hábito había salido
y rápidamente se disculpó.
—¡Lo siento! ¡No tienes que escucharme!
Sin embargo, Hua Cheng solo sonrió
alegremente.
681
—Todo lo que gēge me dice es la mejor
decisión, entonces, ¿por qué no lo escucharía?
De repente, el puente se derrumbó y Hua
Cheng de repente perdió el equilibrio, luciendo
como si estuviera a punto de caer. Xie Lian pisó
los postes del puente y arrojó a Ruoye, lo
envolvió alrededor de Hua Cheng y tiró de él
hacia atrás. Al segundo siguiente, sintió un
escalofrío en el cuello: Jun Wu se había lanzado
a su espalda, apoyando una mano sobre su
hombro.
—XianLe, buenas habilidades.
Estaba demasiado cerca, Xie Lian podía sentir
sus pelos de punta.
—¡Gēge! —Exclamó Hua Cheng.
Lanzó su mano izquierda y E-Ming llegó
volando por los aires. Xie Lian reaccionó
increíblemente rápido, bajando la cabeza y E-
Ming rozó la parte superior de su cabeza
mientras volaba, cortando hacia Jun Wu que
estaba detrás de él. Solo entonces Jun Wu liberó
la mano sobre su hombro y Xie Lian aprovechó
esta oportunidad para volver al lado de Hua
Cheng. Luego, E-Ming regresó a la mano de Hua
Cheng. Los dos trabajaron juntos sin problemas
682
y los que estaban a un lado solo vieron tres
sombras que aparecían aquí y allá como un rayo,
tan rápido que era inimaginable y asfixiante.
Mientras tanto, la risa de Jun Wu resonó en lo
alto, a lo largo de la cueva de lava, como si los
estuviera animando.
—Bien. ¡Muy bien! ¡Continúen!
Mu Qing esquivó enérgicamente el lugar donde
el puente se derrumbaba, mientras hablaba con
horror: —¡Guoshi! ¿Está... está loco? ¿Se está
riendo?
—¡Ya lo dije! —Dijo el Guoshi Principal—.
¡Está peor que loco, está feliz! ¡Este es solo el
comienzo!
Por otro lado, habiendo obtenido a Zhu Xin,
Jun Wu era como un tigre con alas. Xie Lian vio
que empuñaba continuamente la espada para
atacar brutalmente el ojo derecho de Hua Cheng
y sintió tanto terror como alarma. Sacando a
Ruoye, Xie Lian enredó la empuñadura de Zhu
Xin. Sin embargo, inesperadamente, Jun Wu
revirtió el agarre y tiró; todo el cuerpo de Xie
Lian estaba volando hacia él.
Xie Lian se sorprendió al principio, pero pronto
recuperó la calma. Al principio iba a arrebatarle
683
la espada, así que no había nada de qué asustarse,
yendo directamente hacia la espada, su mente
desplegando todos los cientos de movimientos
posibles que podrían intercambiar en un instante.
Sin embargo, inesperadamente, a mitad de
camino, otra mano lo atrapó y tiró de él hacia
atrás. Xie Lian aterrizó y miró hacia atrás y vio
que Hua Cheng estaba parado frente a él,
protegiéndolo; con una espada como el jade
negro atravesando su corazón.
Al ver tal imagen, Xie Lian casi se desmaya,
ahogándose.
—¡¿San Lang?!
El rostro de Hua Cheng estaba ligeramente
sombrío. Jun Wu todavía había estado esperando
que Xie Lian hubiera sido apuñalado con la hoja
de Zhu Xin, pero al ver que estaba bloqueado,
sacó la espada y retrocedió, luciendo bastante
decepcionado.
Xie Lian se había olvidado por completo de
que Hua Cheng era un fantasma, por lo que
incluso si le perforaran un agujero gigante en el
pecho, aún podría saltar animado. E incluso
ahora, todavía estaba preocupado, ambas manos

684
cubrían esa herida que no sangraba en el pecho
de Hua Cheng.
—San Lang, ¡¿qué... qué estabas haciendo, tan
de repente…?!
—¡Como si fuera a permitir que te apuñalaran
de nuevo frente a mí! —Respondió Hua Cheng.
Por alguna razón, su tono era un poco excesivo
y Xie Lian estaba un poco desconcertado, pero
la suave voz de Jun Wu llegó. —¿Por qué duele
tanto, XianLe? No es como si él sintiera el dolor.
No es más que un hombre fallecido.
—...
¡Y se atrevió a recordarle esto a Xie Lian!
Xie Lian giró la cabeza para mirarlo, su
corazón ardía de furia.
—¡¿Y no es todo esto culpa tuya?!
Sin embargo, Jun Wu solo se burló.
—¿Es todo culpa mía?
Habiendo escuchado esta pregunta inversa, Xie
Lian de repente se sorprendió.
Jun Wu cambió de tema.
—Quizás. Pero, XianLe, ¿has permanecido en
el reino de los mortales durante tanto tiempo que
has olvidado lo que has hecho? ¿Todavía

685
recuerdas lo que hiciste después de la caída de
XianLe?
—...
Una sonrisa profundamente significativa
apareció en la cara de Jun Wu y dijo lentamente:
—¿Todavía recuerdas a un fantasma llamado
Wu Ming?
La cara de Xie Lian perdió repentinamente
todo el color y él soltó: —¡No!
El Guoshi Principal sintió que las cosas iban
mal y exclamó: —Dianxia, ¿qué está diciendo?
¿Qué hiciste después de la caída de XianLe?
Xie Lian sintió una extraña sensación de terror
y miró a Hua Cheng, luego a Jun Wu y lo que
antes era furia ahora se había transformado en
incertidumbre.
Hua Cheng lo agarró instantáneamente y lo
tranquilizó en voz baja.
—Está bien, Dianxia, no tenga miedo.
Feng Xin también gritó: —Sí, ¡mantente firme!
Mu Qing, por otro lado, fue más perspicaz.
—¿Qué quiso decir? ¿Un fantasma? ¿Qué
fantasma?
Pero, ¿cómo podría Xie Lian mantenerse
firme?
686
Esos fueron los días más descuidados de su
vida y cometió la acción de la que más se
arrepentía. Incluso él mismo no se atrevió a
pensar mucho en ello. Cada vez que esa máscara
sonriente, pálida y de ojos en forma de media
luna, aparecía en su mente, no conseguía dormir
y se acurrucaba en una bola, desesperado porque
nadie lo volviera a ver.
Hua Cheng había visto a un Xie Lian
disfrutando de la gloria, había visto a un Xie
Lian derrotado después de perder una guerra,
había visto a un tonto y estúpido Xie Lian, había
visto a un Xie Lian empobrecido y engreído.
Todos esos no eran nada.
Pero, probablemente nunca había visto a un
Xie Lian que rodaba en lodo sucio, un Xie Lian
que gritaba y maldecía, un Xie Lian lleno de
resentimiento y odio, un Xie Lian que estaba
decidido a aniquilar el reino de YongAn por
venganza, ¡un Xie Lian, que iría tan lejos como
para crear la Enfermedad del Rostro Humano por
segunda vez!
Ese período de su vida era demasiado
indecente para ser recordado.

687
Si esto estuviera sucediendo en el pasado, si
Bai Wuxiang quería arrastrarlo fuera, lo que sea.
Pero ahora, Xie Lian no quería saber en absoluto
qué expresión mostraría Hua Cheng cuando se
enterara de que Xie Lian había pasado por ese
período en su vida.
Porque no era tan bueno como Hua Cheng
pensaba que era. No estaba libre de suciedad, no
era alguien santo y puro. Incluso si Hua Cheng
solo mostrara un poco de incredulidad después
de enterarse, Xie Lian probablemente nunca
podría vivir consigo mismo, ¡y nunca tendría la
cara para ver a Hua Cheng nuevamente!
En el momento en que pensó en esto, el rostro
de Xie Lian se volvió acero-pálido
incontrolablemente, el sudor frío rodando de su
frente y sus manos comenzaron a temblar.
Al ver cómo estaba reaccionando, el agarre de
Hua Cheng en su mano se hizo más fuerte y dijo
con gran seguridad: —Dianxia, no tengas miedo.
¿Recuerdas? El que está en la gloria infinita eres
tú; el caído de la gracia también eres tú. Lo que
importa eres tú y no cómo eras. No importa lo
que haya sucedido en el pasado, nunca te dejaré.
Puedes decirme cualquier cosa.
688
Para finalizar, agregó suavemente: —Tú
mismo me lo dijiste.
Xie Lian se estabilizó un poco, pero Jun Wu
soltó una carcajada y dijo lentamente: —No
importa lo que sucedió en el pasado, nunca te
dejaré. Mis creyentes más fieles, mis mejores
amigos, también me lo dijeron una vez. —La
expresión del Guoshi Principal cambió y Jun Wu
también lo miró—. Pero, al final, como ves.
Nadie pudo cumplir realmente lo que prometió.
Parecía que el Guoshi Principal no podía
soportar mirarlo más y apartó la cabeza.
—Créame, Dianxia. ¿De acuerdo? —Suplicó
Hua Cheng.
No es que Xie Lian no le creyera.
Es que no se atrevió a intentarlo.
Al final, Xie Lian tragó saliva con dificultad y
se obligó a reírse, luego sintió que no debería
reírse y bajó la cabeza.
—... San Lang —dijo con voz temblorosa—,
¿por qué no...? Lo siento… Yo, yo podría...
Hua Cheng lo miró por un momento, luego
comenzó: —En realidad...
Antes de que terminara, una ola de intensas
intenciones asesinas se disparó y los dos se
689
separaron. Los sentidos volvieron a Xie Lian y
algunos colores volvieron a su rostro.
—¿Qué pasa con él? ¿Por qué está aún más...?
¿Más rápido, más fuerte?
En comparación con la forma de Bai Wuxiang
de antes, ahora, la velocidad y el poder de Jun
Wu se habían duplicado y todavía estaba
creciendo; ¡podían sentir muy claramente esta
horrible oleada con cada ataque!
Mu Qing también notó otra cosa y gritó:
—¡Dianxia! ¡Ten cuidado, ha cambiado las
tácticas! Ya no está atacando a Xueyu Tanhua...
¡Ahora solo va detrás de ti!
Naturalmente, Xie Lian también se dio cuenta
de esto. Solo tenía a Ruoye en su mano y cuando
Ruoye vio a Fang Xin se encogió, incapaz de
atacar de frente. Afortunadamente, E-Ming
había bloqueado perfectamente cada
movimiento que Jun Wu usaba contra él.

690
691
Capítulo 239
Rompe la armadura y destroza los
grilletes

L a espada Fang Xin estaba emitiendo un


aura poderosa y aquellos que observaban
desde lejos ya podían sentir que se estremecían
por solo mirarla, incluso Xie Lian, quien se había
visto obligado a retroceder paso a paso por tales
ataques.
Anteriormente, Hua Cheng podía enfrentarse a
Bai Wuxiang por sí solo y era más que
suficiente, pero después de que Jun Wu emergió,
ambos fueron necesarios para igualarle el ritmo.
La ventaja de que el Monte Tonglu era el
dominio espiritual principal se estaba volviendo
gradualmente obvio y Xie Lian podía sentir
sutilmente una gran fuerza oprimiendo y
restringiendo su lado.

692
Además, Jun Wu también tenías una armadura
blanca protegiendo su cuerpo, un dispositivo
espiritual de mil años que había forjado
personalmente, su defensa prácticamente
impenetrable; él solo necesitaba protegerse la
cabeza.
El sable de Hua Cheng fue increíblemente
rápido y preciso, Xie Lian también golpeó donde
pudo, los dos prácticamente golpearon todo el
frente de Jun Wu, desde su cuello, su corazón, su
espalda, su abdomen, sus hombros, ¡pero el
oponente no se vio afectado en lo más mínimo!
—¡Deja de desperdiciar tu fuerza! —Gritó Mu
Qing—. ¡No tiene sentido! ¡Esa armadura blanca
no puede ser atravesada en absoluto!
—¡Apunta justo debajo de las costillas
derechas! —Exclamó Xie Lian.
La cimitarra atacó nuevamente y cortó justo
donde Xie Lian le había ordenado, pero como era
de esperar, fue inútil.
—¡Te dije que es imposible de atravesar!
—Gritó Mu Qing—. ¡Por qué no piensas en una
manera de retirarte y luego nos uniremos a la
lucha! ¡Feng Xin! ¿Dónde están tu arco y
flechas?
693
Feng Xin estaba escalando las rocas en el
costado, listo para capturar al Espíritu Fetal que
actualmente estaba escupiendo locamente y
sacándole la lengua.
Cuando escuchó la llamada, respondió:
—¡Bien! ¡Ya voy!
Sin embargo, Xie Lian siguió instruyendo:
—¡Continúa, no pares! ¡Ataca justo debajo de
las costillas derechas!
—¡Dianxia! —Gritó Feng Xin—. ¡Esa
armadura es demasiado poderosa, no podría
romperse incluso después de cientos de golpes
del sable!
Xie Lian fue inflexible.
—¡No te preocupes, solo tienes que
escucharme! ¡No hay necesidad de tantos
golpes!
Hua Cheng tampoco cuestionó por qué y
continuó atacando sin parar con el sable. De
repente, donde la hoja cortó, apareció una grieta.
La sangre salió a borbotones.
¡La hoja de E-Ming había cortado el abdomen
de Jun Wu justo debajo de sus costillas!
Hua Cheng estaba parado frente a Jun Wu,
agarrando el sable con una mano, sus ojos fríos
694
y agudos mientras lo miraba a los ojos. Mientras
tanto, Xie Lian se posicionó al lado de Jun Wu y
Ruoye aprovechó esta oportunidad para
lanzarse, atando las manos de Jun Wu, evitando
que se moviera para defenderse.
Desde un lado, Mu Qing se sorprendió.
—¿Cómo es eso posible?
Esa armadura blanca de miles de años, ¿cómo
podría ser tan fácilmente cortada por Hua
Cheng?
Xie Lian tiró de Ruoye con fuerza, mirando a
Jun Wu.
—... ¿Lo has olvidado? Hace ochocientos años,
tú y yo peleamos una vez.
Feng Xin y Mu Qing se dieron cuenta.
—¿La segunda ascensión?
En ese momento, Xie Lian solicitó a Jun Wu
que lo desterrara una vez más y que tuvieran una
pelea.
Aunque en esa batalla, se prometió que
ninguna de las partes mostraría piedad,
pensándolo ahora, seguramente Jun Wu debió
haberse contenido.
Pero, el propio Xie Lian usó todo lo que tenía.

695
Desató más de tres mil espadas. Entre ellas,
más de cuatrocientas lograron apuñalar a Jun Wu
y en esas cuatrocientas y algunas espadas, más
de un centenar habían perforado este lugar.
Xie Lian disparó implacablemente más de tres
mil espadas para atacar a Jun Wu y finalmente
rompió esa armadura blanca de miles de años
que era imposible de atravesar y cortó su
abdomen por debajo de las costillas derechas.
¡Y era el lugar en el que el sable de Hua Cheng
cortó en este momento!
Entonces, hace ochocientos años, Xie Lian ya
había dejado una vieja cicatriz en esta armadura
blanca, ¡y ahora Hua Cheng solo necesitó tres
cortes del sable para romperla!
El sable de Hua Cheng también era mucho más
afilado de lo que Xie Lian había imaginado. La
cimitarra atravesó el abdomen, ¡un golpe que era
definitivamente crítico!
Acababa de suspirar aliviado mentalmente
cuando escuchó al Guoshi Principal gritar:
—¡Eso no será suficiente! Él…
Lógicamente, después de haber sufrido heridas
graves, las acciones de Jun Wu deberían haberse
restringido, pero él solo bajó la cabeza para mirar
696
la herida, su expresión era inmutable. Justo
cuando Xie Lian sintió que algo iba mal, las
manos de Jun Wu se movieron ligeramente.
Inmediatamente, Xie Lian escuchó el ligero
sonido de algo desgarrándose y, al mismo
tiempo, su agarre se aflojó.
Ruoye... fue rasgado.
Esa banda de seda blanca se había roto en dos
y de repente cayó al suelo sin vida. Al segundo
siguiente, Xie Lian sintió que se ahogaba, ¡fue
tomado por el cuello y levantado en el aire!
Escuchó a Hua Cheng exclamar: —¡Dianxia!
Pero, esa voz de repente se volvió distante.
Sin embargo, la voz de Jun Wu seguía a solo
centímetros de distancia y habló: —XianLe,
¿realmente creías que algo como ser atravesado
por una espada es algo en lo que tengo menos
experiencia que tú? ¿Creías que me importaría?
El Guoshi Principal dijo desde la distancia:
—¡Incluso si todos lo perforan con una espada
cientos de veces, aún no sería de utilidad!
Porque... parece... incapaz de sentir más dolor en
absoluto...

697
Xie Lian podía recibir la puñalada de una larga
espada en su corazón sin parpadear y con Jun
Wu, también sucedía lo mismo.
Feng Xin ya había abierto su arco y apuntaba a
Jun Wu, pero cuando escuchó al Guoshi
Principal lo bajó nuevamente.
—¡¿Qué?! ¡¿Entonces eso no significa que
incluso si logramos darle un golpe, aun así no
tiene sentido?!
—También podría decirles más malas noticias
que he observado —dijo Mu Qing—. Sospecho
que su velocidad de recuperación es más rápida
que la velocidad a la que está recibiendo los
golpes.
—¡¿Qué?!
Por otro lado, Xie Lian ya había verificado que
esto era realmente un hecho.
Su herida había sido tan aterradora y si se
tratara de alguien más, lo habrían cortado
completamente por la cintura, pero la herida ya
había dejado de sangrar.
—No hay necesidad de sorprenderse tanto
—dijo Jun Wu—. Si constantemente te apuñalan
por la espalda, si no te recuperas de inmediato,
¿no habría muerto ya mil veces? Pero, ustedes
698
dos ciertamente son algo extraordinario. —Él
sonrió—. En estos ochocientos años, solo he sido
herido por una espada y un sable y fue causa de
ustedes dos. Xueyu Tanhua, aléjate más. No
querrás verme retorcer el cuello de XianLe.
—...
El rostro de Hua Cheng estaba sombrío, la
agudeza de sus ojos era tempestuosa, pero
cuando vio a Jun Wu sosteniendo a Xie Lian,
colgándolo sobre el Puente para Cruzar al Cielo,
estaba claro que solo necesitaría soltar su agarre
y Xie Lian se desplomaría en el estanque de lava
cientos de metros más abajo.
Un momento después, retiró a regañadientes su
sable, descansando una mano detrás de su
espalda y lentamente retrocedió unos pasos.
Parecía bastante tranquilo, pero la cimitarra
debajo del brazo lo delataba. E-Ming estaba muy
agitado, su globo ocular giraba como loco,
mirando locamente a Xie Lian. Hua Cheng había
retrocedido hasta el borde del Puente para Cruzar
al Cielo antes de que Jun Wu estuviera
satisfecho.
—Eso es suficiente.

699
Con Xie Lian en su agarre, los dos se miraron
a los ojos. Luego, un momento después, Jun Wu
repentinamente golpeó a Xie Lian contra la
pared de rocas cercana.
El golpe fue demasiado violento; toda la
cabeza de Xie Lian estaba zumbando, la sangre
corría por su nariz y labios en un desastre,
fluyendo por los contornos de su rostro.
En la distancia parecía haber muchas personas
gritando alarmados, pero no pudo identificar de
quiénes era las voces y solo pudo escuchar a Jun
Wu hablar suavemente en su oído: —XianLe,
¿duele cuando tu cabeza golpea la pared?
Xie Lian no pudo procesar la pregunta, por lo
que no respondió.
Por lo tanto, Jun Wu lo agarró y lo estrelló
contra las rocas nuevamente mientras
preguntaba: —¿Duele? ¿Duele? ¿Duele?
Con cada pregunta golpeaba a Xie Lian contra
la pared rocosa; con tanta fuerza que Xie Lian
comenzó a gritar, pero lo que estaba gritando era:
—¡San Lang, no vengas! ¡Estoy bien, estoy bien!
¡No debes venir en absoluto!
Al menos no en este momento.
¡El momento oportuno aún no había llegado!
700
En el primer golpe, Hua Cheng ya estaba listo
para atacar. Pero no había dado dos pasos antes
de escuchar a Xie Lian diciéndole que no se
acercara, así que se obligó a detenerse.
Pero su rostro se había vuelto completamente
salvaje y las venas en el dorso de sus manos
también parecían estar a punto estallar, sus
brazos enteros temblando.
Jun Wu estaba inexpresivo, pero su mano
golpeaba a Xie Lian en las rocas como un loco,
preguntándole repetidamente: —¿Duele?
¿Duele?
El Guoshi Principal exclamó: —¡Dianxia!
—Pero quién sabría a quién estaba llamando.
Las manos ensangrentadas de Xie Lian
empujaron contra la superficie irregular de la
pared rocosa, apretando los dientes mientras
rugía: —... ¡Duele!
Solo entonces Jun Wu sonrió con satisfacción
y salvó la pobre cabeza de Xie Lian, dejándolo
en el suelo.
Xie Lian seguía abrazando esa cabeza
resonante suya, sentado en el suelo, con lágrimas
y sangre fluyendo incontrolablemente por su
rostro. Jun Wu se agachó junto a él, lo miró a la
701
cara por un momento, luego de repente levantó
las manos y acarició la cabeza de Xie Lian antes
de ayudarlo suavemente a limpiar la sangre de su
rostro.
—…
Este gesto fue cálido y cariñosamente amable,
como un padre agazapado junto al niño que
acababa de ser golpeado salvajemente,
consolándolo.
Esta imagen estaba poniendo los pelos de punta
en Feng Xin y Mu Qing.
—¿Él... se ha vuelto realmente loco?
Los dedos de la mano que Hua Cheng
descansaba sobre el sable crujían y la pupila del
globo ocular de E-Ming se encogió rápidamente,
como si se hubiera sido inyectado de sangre.
Xie Lian no pronunció una palabra, dejando
que Jun Wu lo limpiara.
Jun Wu luego murmuró para sí mismo: —Niño
tonto, si duele, ¿por qué no recapacitas?
¿Pensaste que si seguías golpeando y golpeando,
el muro se rompería? ¿Por qué no cambias de
camino?
—No voy a dar marcha atrás —dijo Xie Lian.

702
Jun Wu fue extremadamente violento, levantó
la mano y golpeó, ¡tan fuerte que Xie Lian cayó
al suelo con un fuerte golpe!
Xie Lian todavía estaba mareado cuando Jun
Wu lo recogió. Usando una voz como si
estuviera casi perdiendo la paciencia, dijo:
—¿Tienes que enojarme de esta manera?
Déjame preguntarte de nuevo, ¿cambiarás?
Xie Lian tosió dos veces, escupiendo un
bocado de sangre.
—No lo haré.
Finalmente apareció una grieta en la expresión
gentil de Jun Wu, un destello de salvajismo
parpadeó.
La cara del Guoshi Principal se estaba
poniendo verde y al ver que la situación iba
cuesta abajo, gritó apresuradamente:
—¡Dianxia! ¡No quisiste matar a este niño,
realmente te gusta! ¡Lo dijiste tú mismo, ¿lo has
olvidado?!
—Si ese no fuera el caso, entonces no habría
invertido toda mi paciencia y tolerancia solo con
él en los últimos ochocientos años —se burló Jun
Wu—. Hace mucho tiempo que se habría

703
convertido en parte de los cimientos de la Capital
Celestial y habría sido pisoteado por millones.
Se volvió hacia Xie Lian, repentinamente
indignado.
—Pero no sabe lo que es bueno para él.
¡Obstinado, caprichoso, desobedeciendo cada
una de mis palabras! ¡Tenía que ir en mi contra!
No cambiarás, ¿verdad? Muy bien. Entonces,
¿por qué no vemos si esta pared se destroza antes
que tu cabeza?
El Guoshi Principal lo vio levantar a Xie Lian
nuevamente y rápidamente gritó: —¡Dianxia!
¡¡¡Dianxia!!! Dianxia... ¡Xiao Dianxia todavía
es inmaduro, solo dejarlo ir esta vez! ¡Déjelo ir!
Él comprenderá un día...
Jun Wu lo miró y su risa se hizo más fría.
—¿Crees que realmente me he vuelto loco? No
me mientas. Quien realmente crees que es
inmaduro no es él, sino yo, ¿verdad?
El guoshi se sorprendió.
Jun Wu agregó: —Has gastado mucho de ti en
cuidarlo, enseñarle y guiarlo, simplemente
porque esperabas que él pudiera ganar contra mí,
para que pudieras probar que yo estaba
equivocado y que tú estabas en lo correcto, que
704
tenías razón. Y de esta manera, mantendrías la
ilusión de un perfecto Príncipe Heredero de
WuYong para enfrentar y descartar así a Jun Wu.
¿No es ese tu objetivo? ¿Pensaste que no sabría
lo que estás pensando?
—¡No es eso! —Gritó el Guoshi Principal—.
Deja de estar encadenado en lo correcto y lo
incorrecto, en las victorias y la derrota, ¡nunca
pensé de esa manera antes!
Pero Jun Wu había dejado de escuchar y
levantó la voz, su tono filoso.
—¡Olvídalo! Déjame decírtelo ahora mismo,
¡pueden olvidarlo, nadie puede ganar contra mí!
¡Especialmente él! —Se rió maniáticamente,
luego arrastró a Xie Lian y lo golpeó contra las
rocas, estrellándolo mientras gritaba—:
¡¿Cambiarás?! ¡¿Cambiarás?! ¡¿Cambiarás?!
Era como si Xie Lian también se hubiera vuelto
loco y agarró los brazos de Jun Wu rugiendo:
—¡No lo haré! ¡No lo haré! ¡No cambiaré!
A pesar de que la explosión lo estaba haciendo
ver estrellas, incomparablemente doloroso;
contuvo el aliento tercamente, negándose a dar
la respuesta deseada y gritó en un rugido: —¡No

705
cambiaré! ¡Incluso si es doloroso no cambiaré,
incluso si muero no cambiaré! ¡Nunca cambiaré!
Ahora, no era Jun Wu quien lo estaba
volviendo loco, ¡era él volviendo loco a Jun Wu!
Los ojos de Jun Wu estaban rojos y justo
cuando estaba a punto de dar otro golpe para
disciplinarlo, su acción se detuvo de repente.
Miró hacia abajo y vio un sable largo incrustado
en su hombro y ocho flechas largas hechas de
palos estaban cuidadosamente clavadas en su
espalda.
Nada de eso importaba, ya que el largo sable y
las flechas no penetraban la armadura blanca.
Sin embargo, su mano derecha se había ido.
La mano que agarraba a Xie Lian se había ido.
Todo, desaparecido de su muñeca, el corte
limpio e impecable. Xie Lian también se había
ido.
Cuando Jun Wu giró la cabeza, algo con un
viento fuerte y salvaje venía hacia él. Balanceó
su mano izquierda y la atrapó, al ver lo que era
se dio cuenta de que habían lanzado su propia
mano derecha.
Al otro lado del Puente para Cruzar al Cielo,
Hua Cheng abrazó a Xie Lian, que estaba
706
completamente cubierto de sangre. Una mano
estaba agarrando la cimitarra al revés, abrazando
los hombros de Xie Lian, la otra mano cubría las
heridas en su cabeza.
—Quita esa sucia mano tuya —dijo Hua Cheng
escalofriantemente.
¡Xie Lian era demasiado obstinado y rechazó
la derrota, finalmente enfureció a Jun Wu y lo
hizo exponer sus puntos débiles!
Jun Wu agarró esa mano derecha y la clavó en
su propia muñeca nuevamente, girándola un par
de veces para corregir los movimientos, luego
sacó las flechas de su espalda. De repente, como
si recordara algo, volvió la cabeza hacia atrás y
miró el pálido rostro de Mu Qing que estaba
agarrando el largo sable. Una vez que sus ojos se
encontraron, Mu Qing se sobresaltó un poco,
pero todavía se atrevió a mantener la calma.
Pero no pasó mucho tiempo antes de que ya no
pudiera mantener la calma.
Jun Wu miró su hombro y comentó a la ligera:
—Lo sabía. En comparación con XianLe,
todavía te falta.
Al escuchar esto, la cara de Mu Qing cambió
ligeramente y el largo sable en su mano cayó
707
repentinamente, poco después su cara cambió de
color por completo. Se subió las mangas para
mirar su muñeca y vio que el negro grillete
maldito se ajustaba repentinamente, las venas y
los nervios a su alrededor se hinchaban, como si
la sangre se acumulara hacia él
interminablemente.
Feng Xin vio que Mu Qing estaba petrificado y
permanecía inmóvil y gritó: —¡Qué estás
haciendo aun estando de pie ahí, corre!
El Guoshi Principal reprendió: —Feng Xin,
pequeño idiota, ¿cómo puede correr con esas
heridas en las piernas?
Feng Xin se sorprendió.
—¡Mierda! ¡Olvidé completamente eso!
Si esto fuera el pasado, era muy probable que
Mu Qing hubiera puesto los ojos en blanco, pero
ahora, incluso si corriera, no tendría sentido. Con
el grillete maldito en su cuerpo, ¡no importaría a
dónde fuera corriendo!
Feng Xin maldijo y estaba a punto de subir
cuando inesperadamente, después de que Jun
Wu hubiera sacado las flechas de su espalda,
volteó su mano y las arrojó hacia él. Feng Xin
solo pudo sentir su pecho enfriándose y cuando
708
miró hacia abajo, ¡vio que esas ocho flechas
fueron devueltas, perforando su pecho de manera
cuidadosa y ordenada!
Jun Wu caminó lánguidamente hacia Hua
Cheng y Xie Lian. Hua Cheng no lo miró en
absoluto, abrazando a Xie Lian.
—¿Gēge? ¿Gēge?
Xie Lian había sufrido golpes severos y pasó
un tiempo antes de que se recuperara,
adormilado y con la cabeza todavía palpitante.
Pero antes de que sus ojos se abrieran siquiera,
murmuró: —... ¿San Lang? ¿Estás bien?
Hua Cheng lo miró por un momento y de
repente lo presionó con fuerza entre sus brazos,
respondiendo en voz baja: —Estoy
completamente bien. ¿Por qué no te miras a ti
mismo?
Xie Lian se aferró a su abrazo y aunque el
abrazo fue muy fuerte, ninguna de las heridas fue
presionada. Abrió los ojos enérgicamente y todo
el desorden a su alrededor cayó en su visión.
Mu Qing estaba congelado en su lugar, una
mano apretaba fuertemente su otra muñeca,
parecía estar luchando por el control con ese
grillete maldito que absorbía su sangre, pero por
709
lo pálido que se veía su rostro, no podría
aguantar mucho más.
Feng Xin, por otro lado, aunque no fue
atravesado por esas ocho flechas, sin embargo,
las heridas fueron significativas y se desplomó
sobre el puente. Ese Espíritu Fetal aullaba
demoníacamente de buen humor, saltaba a su
alrededor y luego usaba sus pies para pisar
locamente la cara de Feng Xin. Feng Xin estaba
indignado, pero aun así no podía moverse, de lo
contrario sus heridas empeorarían.
Mientras tanto, todo el Puente para Cruzar al
Cielo se estaba derrumbando, tramo por tramo,
bloque por bloque, ¡y podría colapsar con ellos
en cualquier momento!
Xie Lian asimiló todo esto y se sobresaltó,
queriendo levantarse. Hua Cheng lo ayudó y los
dos se pusieron de pie, sus ojos se movieron
juntos.
La figura de Jun Wu que caminaba
lánguidamente hacia ellos parecía
particularmente gigante por la luz del fuego a su
alrededor, dejando caer una inmensa sombra.
Xie Lian se secó con fuerza la sangre alrededor

710
de los ojos, la nariz y la boca, mirando fijamente
esa figura con una mirada mortal.
Jun Wu sostenía a Zhu Xin de manera
inclinada. El cuerpo de la espada de Zhu Xin
estaba cargado con poderes espirituales que
fluían sin cesar. En este momento, estaba tan
tranquilo y a gusto que era prácticamente una
persona diferente al Jun Wu que estaba
golpeando a Xie Lian contra las rocas.
—XianLe, sabes muy bien que no hay duda de
tu derrota.
Jun Wu entendía demasiado bien a Xie Lian.
Sabía exactamente cómo pelearía y sus poderes
espirituales también lo superaban
abrumadoramente. Además, incluso si no
hubieran intercambiado golpes, Xie Lian aún
podía sentir que el aura de batalla y los poderes
espirituales de Jun Wu eran aún más fuertes
ahora. Con el Monte Tonglu como su territorio,
las restricciones de su lado se estaban volviendo
más obvias.
Xie Lian pensó interiormente que lo que dijo
probablemente era cierto.
No podía ganar.

711
Pero, incluso si no podía ganar, ¡tenía que
luchar!
Sin embargo, Hua Cheng de repente habló:
—No. Dianxia, puedes ganar. —Xie Lian se
sorprendió y lo miró, encontrándose con la
mirada de Hua Cheng que también lo miraba
fijamente—. Puedes ganar. Eres más fuerte que
él.
Su único ojo ardía brillantemente, como si algo
se estuviera incendiando.
—Créeme. —Dijo con certeza—. Él está
equivocado. Estás en lo correcto. Eres más fuerte
que él. ¡Eres mucho más poderoso que él!
Jun Wu dejó escapar una risa profunda y
tranquila, probablemente porque pensó que las
palabras de Hua Cheng eran ingenuas y
divertidas, o tal vez estaba complacido por el
poder dominante en sus manos.
¡El poder de millones de creyentes estaba solo
en sus manos!
Pero Hua Cheng agarró por los hombros a Xie
Lian.
—¿Y qué? ¡Son solo millones de tontos, todos
son basura inútil! ¡Y para ti, una persona es
suficiente!
712
¿Una persona era suficiente?
Xie Lian aún no lo había entendido antes de
que Hua Cheng lo acercara.
Los ojos de Xie Lian se abrieron.
Los poderes espirituales explotaron y se
precipitaron.
Esta vez fue más indomable que en cualquier
otro momento en que transfirieron poderes
espirituales, incluso las mariposas fantasmas y
los espíritus resentidos fundidos parecían haber
sentido esta aterradora energía, estallando, uno
tras otro a su alrededor, explotando y chillando.
Los dedos de Xie Lian se estaban
entumeciendo, sus piernas también temblaban
tanto que iba a caer de rodillas y no paraba de
gritar en su mente: —¡Detente! —Pero la mano
de Hua Cheng estaba firmemente cerrada en su
cabeza, no lo dejaba ir, rechazando su negativa.
Quién sabría cuánto tiempo pasó cuando, de
repente, la garganta de Xie Lian se relajó y al
mismo tiempo, Hua Cheng finalmente lo liberó.
Las rodillas de Xie Lian se doblaron, cayendo al
suelo, sus manos apoyándose con fuerza en el
suelo para no caer por completo.

713
Jun Wu se detuvo en su paso y miró, su rostro
serio.
Feng Xin, que yacía en la distancia, pronunció
con incredulidad: —¿Di-Dianxia, tu... tu?
Extendiendo sus manos temblorosas, Xie Lian
sintió su propio cuello.
No había nada.
Hua Cheng había vertido demasiados poderes
espirituales en él. Realmente había demasiado,
tanto que estaba completamente fuera de la
cantidad que el grillete maldito podía soportar.
¡Esos grilletes malditos que lo habían
aprisionado durante ochocientos años se habían
roto; completamente destrozados!

714
Capítulo 240
Sonríe suavemente a las túnicas rojas

—¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede


haber tanto...? —Murmuró Mu Qing.
¡Que alguien pudiera explotar y romper los
grilletes malditos solo con poderes espirituales
era completamente inaudito!
Hua Cheng sostuvo a Xie Lian que estaba
desplomado en el suelo.
—Gēge, ¡intente pelear de nuevo!
Justo al mismo tiempo, Jun Wu se lanzó
empuñando la espada y Xie Lian
inconscientemente levantó la mano para
apartarla.
¡Clung!
¡Zhu Xin casi fue enviado a volar!
¡Este ataque fue completamente diferente al de
antes!
715
Xie Lian se miró las manos y se sintió un poco
aturdido. Habían pasado cientos de años desde
que sintió este sentimiento, casi había olvidado
cómo era él.
Indomable hasta el punto de que no podía
controlar sus propios poderes, cada paso
sacudiría las montañas.
¡Un paso para recorrer mil millas, un paso para
ascender a los cielos!
¡Cerró la mano y golpeó violentamente la cara
de Jun Wu!
Desde que comenzó la batalla, la cara de Jun
Wu siempre había permanecido intacta. Este
golpe aterrizó y finalmente, una gota de sangre
fluyó de las comisuras de sus labios. Lo apartó
con el pulgar y miró esos restos de sangre.
Al segundo siguiente, lanzó su mano y arrojó
a Zhu Xin a un lado.
¡Al parecer iba a pelear contra Xie Lian con
los puños desnudos!
Xie Lian lanzó otro puño, pero Jun Wu atrapó
su golpe, girándolo. La intensa agonía se
extendió y el brazo de Xie Lian se rompió con
un crujido. Sin embargo, él mismo volvió a
enderezarlo al instante y envió otro golpe, pero
716
Jun Wu lo agarró nuevamente. Xie Lian vio que
las cosas no iban bien y pensó en tomar la espada
Fang Xin que Jun Wu había tirado antes.
Naturalmente, Jun Wu también pensó que daría
este paso y le bloqueó el camino.
Sin embargo, había olvidado que Feng Xin y
Mu Qing todavía estaban detrás de él. Aunque
los dos estaban medio lisiados, ambos planearon
escabullirse y tomar la espada Fang Xin. Sus
acciones ya eran extremadamente ligeras, pero
era como si a Jun Wu le hubieran crecido los ojos
en la espalda y él movió la mano hacia atrás y
lanzó una explosión.
¡El puente bajo sus pies se rompió
instantáneamente y ambos cayeron, hundiéndose
en la corriente de lava!
En el último segundo, una mano atrapó la bota
de Feng Xin y Feng Xin atrapó la bota de Mu
Qing.
Cuando Feng Xin levantó la vista, gritó:
—¡Qué mierda! ¡Qué jodida mierda! ¡Maestro,
viejo señor, por favor no nos dejes caer, ¿bien?!
El que los atrapó fue de hecho el guoshi, las
venas estallando violentamente en su frente.

717
—¡Así que sabes que soy un anciano! ¡Bien,
entonces date prisa y sube!
Si bien esa parte del puente fue rota por Jun
Wu, Xie Lian levantó una mano para sostenerlo,
manteniéndolo suspendido en el aire con fuerza.
Había querido tirar más hacia arriba, pero Jun
Wu no le daría ese espacio. Los tres estaban a
solo veinte, treinta metros de distancia de la lava
ardiente, incluso con las orejas al rojo vivo
podían escuchar el sonido burbujeante de la lava
explotando en burbujas de aire. Mu Qing estaba
colgado en la parte inferior y estaba en una
posición donde su cabeza colgaba hacia abajo,
sus pies hacia arriba, bastante aterrador y si no
tenían cuidado, la lava iba a quemar su cabeza.
El vapor estaba hirviendo, con la cara roja
como el carbón caliente, Mu Qing gritó:
—¡Rápido, levántenme!
Sin embargo, inesperadamente, los dos de
arriba no tuvieron tiempo de dar apenas dos
tirones antes de que gritara de nuevo: —¡Espera!
¡No se muevan!
El Guoshi Principal estaba exasperado.
—¡Qué es lo que quieres!

718
—¡¿Hablas en serio?! —Gritó Feng Xin—.
¡Bien, te dejo ir!
—¡Qué mierda! ¡Déjame ir de verdad, maldito!
¡Te reto! —Mu Qing maldijo—. ¡Mira abajo!
¡Mira la espada!
Los otros dos miraron hacia donde estaba
apuntando y vieron justo debajo de ellos una
espada larga y negra que se clavaba en el corazón
de la corriente de lava, hundiéndose lentamente.
¡Era Fang Xin, la que iban a robar antes, pero Jun
Wu los había expulsado del puente!
Mu Qing extendió la mano y trató de mover
locamente los brazos hacia la espada, como si
hubiera deseado desesperadamente ser un gibón,
pero no pudo alcanzarla sin importar qué.17
—¡Baja un poco más, solo un poco más y podré
conseguirlo!
Las venas en la frente del Guoshi Principal
palpitaban aún más fuerte ahora.
—¡Ustedes jovencitos, no se excedan! ¡Yo solo
soy un saco de huesos viejos!
Dijo esto mientras bajaba hacia la lava los
cuerpos que sostenía y la cara de Mu Qing se

17
Mono antropoide de hasta 90 cm de altura, pelaje denso, cabeza pequeña y
redonda, brazos muy largos.
719
acercó a la superficie de la corriente de lava por
otra muesca. Su cabello cayó y las puntas de los
mechones se incendiaron.
—¡Jodido infierno, tu pelo está incendiándose!
—Exclamó Feng Xin—. ¡Se quemará todo!
Afortunadamente, Mu Qing también
finalmente tomó la espada y mientras apagaba
las pequeñas llamas en su cabello, levantó el
brazo, lanzando la espada volando con
salpicaduras de lava hacia Xie Lian.
—¡Xie Lian, atrapa!
¡Xie Lian también levantó su brazo y atrapó la
empuñadura de Fang Xin!
En cuanto al Guoshi Principal, estaba en su
límite.
—¡No puedo seguir haciendo esto! ¡Ambos,
suban ahora mismo!
Feng Xin vio que el guoshi estaba temblando
y se dio cuenta de que las cosas iban mal, así que
tiró de Mu Qing y lo arrojó arriba con fuerza.
—¡Suficiente de parloteos y perder el tiempo!
Por ser arrojado así, Mu Qing estaba a punto
de lanzar un gran ataque cuando justo debajo del
estanque de lava, ¡de repente aparecieron
decenas de espíritus resentidos fundidos!
720
Esos espíritus resentidos eran como peces
saltando fuera del agua y saltaron, agarrándose
al pecho de Feng Xin. Si no fuera por la luz
espiritual que protegía su cuerpo, Feng Xin
probablemente se habría quemado. Fueron
asustados por las flechas de Feng Xin antes y el
rencor se había acumulado en sus corazones. Se
zambulleron furtivamente y se escondieron
dentro de la lava, siguiéndolos hasta aquí y ahora
habían aprovechado esta oportunidad para
arrastrarlo hacia abajo. Sin previo aviso, el
Guoshi Principal también fue arrastrado hacia
adelante por este repentino aumento de peso,
deslizándose hacia abajo. Esta vez, fue el turno
de Mu Qing de estar en la cima y atrapó al guoshi
por las botas.
Feng Xin ya estaba herido, e incluso había
varias flechas en su cuerpo que olvidó sacar.
Luchó con esos espíritus resentidos con los
puños desnudos, pero al mismo tiempo era
consciente de que las personas de arriba podrían
aflojar el agarre si luchaba demasiado, por lo que
era un combate muy pasivo. Más y más espíritus
resentidos fundidos se estaban reuniendo abajo,
superponiéndose unos a otros mientras se
721
aferraban a él, como si estuvieran librando una
guerra de tira y afloja contra el guoshi y Mu
Qing. La fuerza de ambos lados era significativa
y si esto continuara, ¡Feng Xin se partiría en dos
con seguridad!
—¿Podemos ya acabar con esto? —Rugió
Feng Xin.
—¡Cállate! —Le gritó Mu Qing.
De repente, sintió que el peso de sus manos se
aligeraba y parecía que esos espíritus resentidos
finalmente lo habían soltado, así que
rápidamente levantó a los otros dos.
Una vez que estuvieron arriba y seguros, Feng
Xin jadeó con dureza, todavía visiblemente
sobresaltado. Los chillidos y los rugidos de los
espíritus resentidos vinieron desde abajo y el
grupo miró hacia abajo.
Mu Qing y el Guoshi Principal dijeron
simultáneamente: —¡Feng Xin, es tu hijo!
—...
Efectivamente, entre los espíritus resentidos
fundidos al rojo vivo, había una criatura
blanquecina brincando alrededor,
desgarrándolos locamente con sus dientes.

722
Esos espíritus resentidos fundidos eran todos
fantasmas de al menos dos mil años de edad y
además, se habían reunido en grupos, entonces,
¿por qué tendrían miedo de algún pequeño
secuaz que ni siquiera podría considerarse un
bebé? Arañando y mordiendo, el cuerpo de ese
Espíritu Fetal solía ser escalofriantemente
blanco, pero ahora estaba quemado y
ensangrentado, rojo carmesí cubriéndolo de la
cabeza a los pies y aullaba con una voz
espantosa, ni un poco lamentable y solo hacía
que uno sintiera horror.
Feng Xin, sin embargo, explotó; rugiendo con
indignación: —¡Qué puta desvergüenza, un
maldito grupo de adultos maltratando a un niño!
¡Cuo Cuo! ¡Ven aquí!
Ese Espíritu Fetal no podía vencer a tantos
espíritus resentidos y el miedo ya había brotado
en su corazón. Al escuchar a alguien defenderlo,
dejó escapar un grito extraño y saltó al hombro
de Feng Xin. Feng Xin se quitó el arco largo y
sacó las flechas de su propio pecho, disparando
ronda tras ronda, haciendo que la corriente de
lava girara y rodara en explosiones. Ese Espíritu
Fetal, por otro lado, saltaba y chillaba en su
723
hombro, como si estuviera regodeándose y
animando.
De este lado, Xie Lian vio que habían escapado
del peligro y finalmente se relajó. Justo cuando
estaba a punto de concentrarse en pelear contra
Jun Wu nuevamente, de repente sintió que su
pecho se apretaba.
Jun Wu lo había atrapado en una llave desde
atrás.
—¿No he dicho esto antes? ¿Dónde creías que
aprendiste todas tus habilidades? ¡Sé todo sobre
tus movimientos!
Con este bloqueo, si Xie Lian no podía
escapar, entonces quedaría atrapado
mortalmente. Pero, cualquier movimiento que se
le ocurriera para liberarse, ¡Jun Wu también
debió poder pensar en ellos!
Justo entonces, escuchó a Hua Cheng gritar:
—¡Gēge, no tengas miedo! ¡Debes saber
movimientos que él no conoce! ¡Un movimiento
que solo tú puedes usar que él no puede!
De repente, la luz se encendió en la mente de
Xie Lian.
¿Tenía uno?
¡Si!
724
Si no podía liberarse, ¡entonces no lo haría!
Se dio la vuelta en el agarre de Jun Wu, de cara
al enemigo, e invirtió la llave de Jun Wu,
enunciando cada palabra: —¡Apuesto a que no
conoces este movimiento!
¡Con Jun Wu en su agarre, llevó sus dos
cuerpos a estrellarse fuertemente contra la pared
de roca incomparablemente sólida!
Utilizó todo su poder en este movimiento y en
el estruendoso choque con las rocas, también
escuchó el sonido de algo rompiéndose.
Ese sonido venía de Jun Wu.
¡Su armadura blanca se había roto por
completo!
Justo al mismo tiempo, Jun Wu lo liberó y
rugió indignado: —¡Piérdanse! ¡Piérdanse todos
ustedes!
Xie Lian levantó la vista y un escalofrío le
recorrió la espalda. Lo que entró en su visión; lo
que hizo que Jun Wu se volviera loco, eran unos
rostros.
¡Esos tres rostros habían vuelto a salir!
¡Xie Lian levantó su espada de nuevo y
atravesó el corazón de Jun Wu, clavándolo en la
pared de roca!
725
La sangre brotó de la boca de Jun Wu.
Xie Lian había inyectado tanto poder
espiritual como pudo reunir en este ataque y en
el instante en que Jun Wu fue perforado, el poder
espiritual explotó. No importaba cuán fuerte
fuera su capacidad de auto recuperarse, ¡sería
imposible recuperarse de este golpe!
La montaña se derrumbó. Jun Wu fue clavado
colgando en la pared rocosa al principio, pero
una vez que la montaña rocosa se derrumbó,
ahora yacía en el suelo.
Sin embargo, aún no se había rendido. Giró la
mano y agarró la empuñadura de Fang Xin,
pareciendo querer escribir palabras en la hoja.
Era naturalmente un hechizo que debía ser
detenido. Sin embargo, justo cuando Xie Lian
estaba levantando la mano, el Guoshi Principal
se acercó corriendo.
—¡Dianxia! ¡Déjalo ir, déjalo ir!
Xie Lian se detuvo, sin saber a quién estaba
llamando o a quién le estaba pidiendo; déjalo ir.
Jun Wu tosió otro bocado de sangre, furioso.
—¡Aléjate de mí!

726
El Guoshi Principal se arrodilló a su lado y
dijo: —Dianxia, déjalo ir. De verdad, solo déjalo
ir. No tiene sentido continuar la lucha.
—¡¿Qué entiendes tú?! ¡Lárgate! —Gritó Jun
Wu.
—Tienes razón, no lo entiendo —dijo el
Guoshi Principal—. Han pasado tantos años; has
sido un Dios y has sido un Rey Fantasma. Todo
lo que debías matar está muerto, todo lo que
deseaste está en tus manos, entonces, ¿por qué te
haces esto? ¿Exactamente, que es lo que quieres?
¿Qué quieres demostrar?
Al escuchar esto, un destello de confusión
apareció en la cara de Jun Wu.
Pero no estuvo aturdido por mucho tiempo
antes de asfixiar violentamente el cuello del
Guoshi Principal, gritando: —¡Deja de intentar
sermonearme! ¡No tienes derecho a
sermonearme! ¡Nadie tiene el derecho!
El actual Jun Wu no tenía suficiente poder, por
lo que no era difícil liberarse de este agarre. Xie
Lian estaba a punto de salvar al Guoshi Principal
cuando, en cambio, el guoshi agitó su mano,
indicándole que no se moviera y continuó: —Mi
querido Dianxia.
727
Jun Wu lo miró con frialdad, pero su mano no
se aflojó.
Incluso si no tenía suficientes poderes en este
momento, retorcerle el cuello al Guoshi
Principal era una tarea fácil, muy peligrosa. Sin
embargo, el Guoshi Principal simplemente lo
dejó asfixiarlo de esa manera y dijo: —Mi
enseñanza a Taizi Dianxia nunca tuvo la
intención de crear un tú que no recorrió el
camino equivocado y luego usarlo para
humillarte. Él es él; tú eres tú. Siempre fueron
diferentes personas, con diferentes caminos y
eso es lo más natural. Lo dije antes en el pasado,
pero no me creías. ¿Qué tal ahora?
Jun Wu lo miró sin decir una palabra.
—Realmente extraño mucho a Dianxia —dijo
el Guoshi Principal—. Extraño el antiguo reino
de WuYong, extraño a nuestra gente y extraño
los días antes de que ascendiéramos. Eso es todo.
—...
El Guoshi Principal agregó: —Han pasado
tantos años, Dianxia. Solo mirarte me cansa.
Estoy muy cansado. ¿Qué hay de ti? ¿No estás
exhausto?

728
Como el dios marcial número uno de los tres
reinos, la apariencia y el comportamiento de Jun
Wu siempre habían sido perfectos, sin estar
contaminados por la suciedad. Sin embargo,
ahora, con toda la luz simplemente desvanecida,
Xie Lian notó que incluso con las tres caras
desaparecidas, la tez de Jun Wu estaba
demasiado pálida.
Sus contornos eran demasiado fríos y duros,
círculos oscuros sombreados debajo de sus ojos,
que parecían inexplicablemente sombríos; no
había nada de la gentil amabilidad que emanaba
cuando la luz iluminaba su forma.
Pero, el él de ahora, finalmente parecía vivo.
Incluso si parecía enfermo.
—Dianxia, ha perdido. —Dijo el Guoshi
Principal gentilmente—. Ahora, sea libre.
—...
—¿He sido derrotado? —Jun Wu sonaba un
poco perdido.
La ola demasiado poderosa de poderes
espirituales atravesó la cúpula de la cueva rocosa
y los tenues rayos de sol se dispersaron desde
arriba.

729
Parecía haber pequeñas briznas de lluvia
flotando en el aire. Jun Wu yacía tendido en el
suelo mientras Xie Lian estaba de pie, mirándolo
desde arriba y en realidad notó un rastro de alivio
en la cara de Jun Wu, como si una pesada carga
hubiera sido liberada.
No pudo evitar preguntarse; tal vez, ser
derrotado por alguien, poner fin a estos días
implacables de quiebra y locura, posiblemente
era el deseo de Jun Wu en el fondo.
Un momento después, Jun Wu de repente
preguntó: —Ese movimiento. ¿Cómo se llama?
—... —Xie Lian levantó la manga y se limpió
la sangre al costado de la cara—. Romper rocas
en el pecho.
Jun Wu se sorprendió, luego, como si pensara
en algo, se rió, luego suspiró, cerrando los ojos.
—Hermoso.
No pronunció otra palabra, pero todos podían
decir que una fatiga inconcebible lo había
sobrepasado.
Xie Lian finalmente movió su mano de la
empuñadura de Fang Xin. Ahora, no tenía idea
de qué hacer para el siguiente paso, por lo que
inconscientemente miró a Hua Cheng. Hua
730
Cheng todavía estaba de pie en el mismo lugar,
en ese único tramo del Puente para Cruzar al
Cielo que aún no se había derrumbado y estuvo
esperándolo silenciosamente con los brazos
cruzados desde hace mucho tiempo. Al ver que
Xie Lian había vuelto la cabeza hacia atrás, se
encontró con sus ojos y sonrió.
El Guoshi Principal se sentó inmóvil junto a
Jun Wu y dijo: —Dianxia, todos deberían irse
ahora.
No tenía intención de levantarse en absoluto y
Xie Lian preguntó: —Maestro, ¿no viene?
El Guoshi Principal negó con la cabeza.
—Haré compañía a Dianxia. Después de todo,
en el pasado, no me quedé a su lado.
La lluvia caía con más fuerza, limpiando la
cara en reposo de Jun Wu, lavando la vida y la
sangre que fluía de sus heridas.
Mientras llovía, Xie Lian sintió que las tres
caras humanas en su rostro parecían haberse
desvanecido gradualmente. Tal vez fue su
imaginación.
Después de un momento de silencio, Xie Lian
se quitó el sombrero de bambú que llevaba en la

731
espalda y lo tomó en su mano, luego, lo uso para
cubrir el rostro de Jun Wu.
El grillete maldito en la muñeca de Mu Qing
se había roto por sí solo y él pateó esa cosa en la
lava antes de que su actitud fría y tranquila
volviera con dificultad. Sin embargo, el Espíritu
Fetal en el hombro de Feng Xin saltó hacia abajo
y, usando las cuatro extremidades, se arrastró por
la cara de Jun Wu, tocándolo cuidadosamente, su
actitud era completamente diferente de cuando
estaba pisoteando la cara de Feng Xin y Feng
Xin estaba pisando fuerte con ira.
Sin embargo, a Xie Lian ya no le importaba
nada más y corrió directamente hacia Hua Cheng
con su rostro maltratado, como si hubiera
renacido——en verdad, ciertamente fue un
escape cercano de la muerte——y se abalanzó
sobre él
—¡San Lang!
Hua Cheng acababa de extender una mano a
Xie Lian antes de que fuera empujado con fuerza
inmediatamente hacia atrás. Cerró los brazos
alrededor de Xie Lian y sonrió alegremente.
—Gēge, ¿lo ve? Le dije que ganaría con
seguridad, ¿no es así? —Luego, levantó la cara
732
de Xie Lian y la miró detenidamente antes de
suspirar—. Se ha vuelto a lastimar así de nuevo.
Donde sus dedos acariciaban, una pequeña
mariposa plateada revoloteó y los cortes se
desvanecieron.
Xie Lian también sonrió alegremente en
respuesta: —¡No lo haré la próxima vez!
Hua Cheng arqueó las cejas, fingiendo ser frío
y duro.
—No hay; la próxima vez.
Después de una pausa, Xie Lian retiró su
sonrisa y preguntó seriamente: —San Lang,
antes en el Monte Tonglu, dije que después de
que saliéramos había algo que quería decirte,
¿todavía lo recuerdas?
Hua Cheng sonrió.
—Por supuesto que lo recuerdo. Recuerdo todo
lo que gēge me dice.
Xie Lian bajó la cabeza y pasó un momento
antes de que finalmente reuniera su coraje y
hablara con honestidad.
—Anteriormente, Jun Wu divulgó algunos
fragmentos y están relacionados con esto. Para
ser honesto, debería haberte dicho esto hace

733
mucho tiempo, pero simplemente no sabía cómo,
porque tenía miedo que descubrieras...
Hua Cheng continuó por él: —Miedo de que
descubriera que Dianxia casi se convirtió en
Baiyi HuoShi, ¿verdad? 18
—... —Xie Lian estaba desconcertado—.
¿Tú...?
Hua Cheng no le respondió directamente y
solo inclinó una rodilla al suelo ante él,
levantando la cabeza para mirarlo, sonriendo en
un canturreo: —¿Qué tal esto? Gēge, con esto,
¿recuerda ahora?
¿Cómo podría no recordar?
¡En ese momento, ese fantasma sin nombre
también se inclinaba con frecuencia sobre una
rodilla en el suelo frente a él de esta manera!
Esa máscara pálida y sonriente se superponía
con la cara sonriente actual de Hua Cheng. El
corazón de Xie Lian se sacudió, sus rodillas se
doblaron y cayó al suelo frente a él,
murmurando: —San Lang... ¡eras tú!

18
[白衣 祸 世] [Báiyī Huò Shì] [La Calamidad Vestida de Blanco]
734
Hua Cheng soltó una pequeña carcajada y
mantuvo esa postura de una rodilla en el suelo y
ese ojo restante lo miró profundamente.
—Dianxia, siempre lo he observado.
Xie Lian solo podía pronunciar una palabra:
—Tú... tú...
Finalmente entendió lo que todas esas palabras
aparentemente involuntarias de Hua Cheng
habían significado.
Así que se trataba de esto.
¡Nunca hubiera imaginado que Wu Ming era
Hua Cheng!
Él lo había sabido todo.
Lo había visto todo.
¡Había estado allí todo el tiempo!
De repente, miles de emociones, millones de
palabras invadieron su cabeza. Hubo
agradecimiento, vergüenza, dolor de corazón,
una alegría salvaje, pero sobre todo, había amor
incurable.
El corazón de Xie Lian estaba tan lleno que iba
a estallar, pero ni una sola palabra para
expresarse podía ser expulsada, por lo que solo
podía enfrentarlo con fuerza, gritando: —¡San
Lang!
735
Era como si eso fuera todo lo que podía decir
y volvió a gritar: —¡San Lang!
Hua Cheng se movió de su posición y se sentó
con él en el suelo, abrazándolo y riéndose a
carcajadas. Todos los temores y preocupaciones
de antes desaparecieron. Xie Lian rodeó con
fuerza los brazos alrededor del cuello de Hua
Cheng, sonriendo y riendo, sintiendo que iba a
llorar.
Pero antes de que las lágrimas cayeran, notó
abruptamente algo muy malo.
Si bien Hua Cheng era un fantasma, su cuerpo
nunca había sido diferente al de las personas
normales.
Sin embargo, ahora, mientras sostenía a Hua
Cheng ahora, vio que esas vívidas túnicas rojas
eran algo transparentes.

736
Capítulo 241
La sonrisa tiembla mientras las túnicas
rojas se desvanecen

X ie Lian lo agarró instantáneamente,


exigiendo alarmado: —¡¿San Lang?!
¿Qué está pasando?
Hua Cheng todavía estaba bastante tranquilo y
respondió: —No es nada. Lo he exagerado un
poco.
Xie Lian se quedó estupefacto.
—¿Por qué no me dijiste esto antes? ¿Cómo
puede ser esto nada?
¡Los poderes espirituales, eran todos esos
poderes espirituales!
Cuando Hua Cheng transfería poderes
espirituales a Xie Lian, siempre había sido como
si fuera una fuente eterna, infinitamente todo
para que lo tomara, sonriendo alegremente como
737
si nunca fuera a ser una carga. Pero, no era como
si su propio poder espiritual fuera una montaña
de arena infinita arrastrada por el viento,
entonces, ¿cómo podría ser realmente
interminable e infinito?
No se podía culpar a Hua Cheng por no decir
nada antes, sino al propio Xie Lian que no se
había dado cuenta de esto antes.
Xie Lian estaba entrando en pánico y sintiendo
el remordimiento invadirlo.
—Te lo devolveré.
Ahuecó la cara de Hua Cheng y la besó.
Feng Xin y Mu Qing originalmente habían
planeado venir, pero cuando vieron esta escena,
se alejaron instantáneamente a docenas de
metros lejos, manteniendo su distancia, dejando
que los dos hicieran lo que necesitaban ellos
mismos.
Se quitaron los grilletes malditos, por lo que
Xie Lian trató desesperadamente de transferir
todo el poder espiritual que pudo reunir a Hua
Cheng, con la esperanza de que se recuperase
pronto. Pero, después de besarlo por un buen
rato, cuando lo soltó, las mangas de la túnica roja
de Hua Cheng y ese par de brazaletes plateados
738
aún eran translúcidos, ¡incluso
semitransparentes!
Xie Lian permaneció angustiado por un largo
tiempo, con el miedo sobrepasando su mente y
subconscientemente buscó la cara de Hua
Cheng, ahuecándola, listo para besarlo
nuevamente cuando Hua Cheng, rápido con sus
manos, acunó la suya y le dio un pequeño beso,
sonriendo.
—Aunque estoy feliz de que gēge sea tan
atrevido, no hay necesidad de darme poderes
espirituales. Pero, si no es solo para prestarme
poderes espirituales y gēge simplemente quiere
besarme, no me importa en absoluto. De hecho,
cuanto más, mejor, lo recibo con los brazos
abiertos.
—... —Xie Lian lo agarró con fuerza, al borde
de desmoronarse—. ¿Qué está pasando?
—Solo tomaré un pequeño descanso, eso es
todo. Gēge, no se asuste —respondió Hua
Cheng.
Xie Lian se agarró la cabeza.
—¿Cómo no voy a estar asustado? ¡Me volveré
loco!

739
Conociendo la personalidad de Hua Cheng, si
no era un problema severo, grave hasta el punto
de que ya no podía ocultarlo, ¿por qué permitiría
que Xie Lian lo viera de esta forma?
Poderes espirituales tan abundantes que
podrían romper dos grilletes malditos, ¿cuánto
fue exactamente eso? Decir que era tan
magnánimo como el mar no sería una
exageración, entonces, ¿cómo podría no verse
afectado en lo más mínimo?
Pasaron por tantas dificultades antes de que
todo este desastre fuera resuelto y todos los
nudos fueran atados. Se abrió la comunicación
entre él, Feng Xin y Mu Qing. Los grilletes
malditos que lo habían aprisionado durante
ochocientos años también habían sido rotos.
Todo lo que siempre había querido confesar a
Hua Cheng había sido confesado.
Sin embargo, cuando se dio la vuelta para
correr hacia sus brazos con una cara llena de
sonrisas, lo que lo saludó fue un Hua Cheng que
se había convertido en esto; entonces, ¿cómo
podría no estar asustado? ¡Podría volverse loco!

740
Feng Xin y Mu Qing notaron que algo andaba
mal y gritaron desde lejos: —¿Dianxia? ¿Qué ha
pasado?
Corrieron un par de pasos de esta manera, pero
luego, por alguna razón u otra, se detuvieron a
medio camino, sintiendo que no deberían
acercarse tan precipitadamente.
En este momento, Xie Lian había dejado de
preocuparse por nadie más. Agarró a Hua Cheng,
su corazón casi se detuvo, luciendo como si el
terror hubiera calado sus huesos.
—¡¿Qué debo hacer?!
Hua Cheng suspiró en silencio, extendió los
brazos y una vez más lo abrazó.
—Dianxia, siempre lo he observado.
Esta fue la segunda vez que dijo esto, pero esta
vez su voz era más suave que antes.
Xie Lian se aferró a la túnica roja en su pecho
y preguntó, con la mente en blanco: —Lo sé, lo
sé. Pero... ¿qué debo hacer ahora?
Los dedos largos y delgados de Hua Cheng
peinaron suavemente a través del cabello
despeinado de Xie Lian.
—Entonces, Dianxia, ¿sabe por qué me niego
a dejar este mundo?
741
Xie Lian no podía entender por qué Hua
Cheng todavía podía estar tan tranquilo en un
momento como este, ya que él estaba tan
aterrado que temblaba.
Pero mientras se sentía perdido, todavía
preguntó con sencillez: —¿Por qué?
—Porque tengo una persona amada que
todavía está en este mundo. —Respondió Hua
Cheng en voz baja.
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió un
poco.
Parecía haber escuchado esto en algún lugar
antes.
—Mi amado es alguien especial, valiente,
noble y amable. —Continuó Hua Cheng—. Me
ha salvado la vida, lo he admirado desde que era
joven. Pero, quería estar a su nivel y convertirme
en una persona aún más fuerte para él. Aunque,
él muy bien podría no recordarme. Nunca
hablamos realmente. Quiero protegerlo.
Su mirada se concentró en Xie Lian.
—Si tu sueño es salvar a la gente común,
entonces, mi sueño eres solo tú.

742
—... —Confiando en su memoria, Xie Lian
preguntó con voz temblorosa—: Pero... de esa
manera… no podrás descansar en paz…?
—Rezo para nunca descansar en paz.
—Respondió Hua Cheng.
En ese instante, la respiración de Xie Lian se
detuvo, todo su ser congelado en este momento.
Podía escuchar débilmente dos voces, una
preguntando la otra respondiendo.
—Si tu amado supiera que es la razón por la
que no puedes descansar en paz, podría sentir
culpa y preocupación.
—Entonces, simplemente no le haré saber por
qué no me fui.
—Después de haber visto hasta tal punto, se
sabría tarde o temprano —dijo Xie Lian.
—Entonces tampoco dejaré que descubra que
lo estoy protegiendo.
Esa bola de fuego fantasma. En esa noche de
faroles, ese débil fuego fantasma que compró
con unos pocos centavos. Ese fuego fantasma
que quería sacarlo de las tumbas en una noche
helada de invierno. Ese fuego fantasma que
bloqueó delante de él frente a Bai Wuxiang y no
le permitió acercarse al peligro. ¡Ese fuego
743
fantasma que gritó en medio de un angustioso
tormento por él la vez que cien espadas
atravesaron su corazón!
—Dianxia, entiendo su todo —dijo Hua Cheng
en voz baja—. Su coraje, su desesperación; su
bondad, su dolor; su resentimiento, su odio; su
inteligencia, su necedad.
»Si pudiera, quisiera que me usara como su
trampolín, el puente que desarma después de
cruzar, los huesos del cadáver que necesita
pisotear para escalar, el pecador que merecía el
tormento de un millón de cuchillos. Pero sé que
no lo permitiría.
Decía esto mientras el rojo arce de sus túnicas
se desvanecía lentamente.
Las manos temblorosas de Xie Lian intentaron
agarrarlo y no se había detenido en transferirle
poderes espirituales, pero aun así no pudo evitar
que la forma de Hua Cheng fuera
desvaneciéndose lentamente.
Sus ojos se estaban volviendo borrosos, su
discurso se tambaleó mientras tartamudeaba.
—Está bien, no digas más, lo entiendo... pero,
pero no seas así, ¿de acuerdo? ¿San Lang? Yo...
he tomado tantos poderes espirituales de ti que
744
aún no he regresado. Y en realidad, no he
terminado de decir todo lo que quería decir antes,
todavía hay mucho. Ha pasado tanto tiempo
desde que alguien me escuchó hablar, ¿no te
quedarás? No... de verdad no hagas esto. No
podré aceptarlo. ¡Dos veces, ya ha pasado dos
veces! ¡Realmente no quiero que haya una
tercera vez!
¡Hua Cheng ya había desaparecido de este
mundo dos veces por su culpa!
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —Morir
en batalla por usted es mi mayor honor.
—…
Esas palabras fueron como un golpe fatal y las
lágrimas en los ojos de Xie Lian ya no pudieron
ser contenidas y se derramaron.
Como si se estuviera aferrando al último hilo
que sostenía su vida, suplicó: —Dijiste que
nunca me dejarías.
Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No hay
banquete en este mundo que no llegue a su fin.
Xie Lian inclinó la cabeza y la enterró
profundamente en su pecho, con el corazón y la
garganta en agonía, sin poder hablar.

745
Sin embargo, poco después, escuchó a Hua
Cheng decir sobre él: —Pero nunca te dejaré.
Al escuchar esto, la cabeza de Xie Lian se
alzó.
Hua Cheng le dijo: —Volveré. Dianxia,
créame.
Aunque su voz era firme, su rostro pálido iba
atenuándose y se volvía transparente. Xie Lian
extendió la mano, queriendo tocar su rostro, pero
las yemas de sus dedos atravesaron el aire. Se
sorprendió, luego levantó la vista.
Los ojos de Hua Cheng eran gentiles y
ardientes, ese ojo restante estaba lleno de amor y
lo miraba en silencio. Parecía haber dicho algo,
pero no había sonido. Xie Lian no se rindió,
extendiendo ambas manos, tratando de
encerrarlo más profundamente en sus brazos,
queriendo escuchar mejor.
Pero antes de que pudiera ejercer fuerza, el que
sostenía y el que lo sostenía, había desaparecido.
En un instante, ante él, Hua Cheng se hizo
añicos en miles de mariposas plateadas,
transformándose en una brisa de estrellas
centelleantes que no podía abrazar ni sostener.

746
747
748
Los brazos de Xie Lian quedaron vacíos, aún
manteniendo una posición de abrazo, sin mover
una sola extremidad. No podía decir si era
porque aún no había recuperado los sentidos o
porque no podía moverse en absoluto y se
arrodilló allí, dentro de ese grupo de mariposas
de ensueño, con los ojos muy abiertos.
Más abajo, Feng Xin y Mu Qing no habían
imaginado que se desarrollaría una escena como
esta y sus rostros palidecieron, corriendo hacia
adelante.
—¡Dianxia!
Feng Xin fue el primero en llegar.
—¡¿Cómo se convirtió de repente esto?! ¿No
estaba bien ahora mismo? ¿Fue por los grilletes
malditos?
Mu Qing saltó y se acercó cojeando, pero no
podía moverse muy rápido, así que levantó la
vista y gritó a esas mariposas plateadas:
—¡Xueyu Tanhua! ¡No bromees, si no estás
muerto, entonces sal de una puta vez!
Naturalmente, esas mariposas plateadas no le
respondieron y revolotearon erráticamente,
agitando sus alas volando hacia el firmamento.
Feng Xin extendió la mano para levantar a Xie
749
Lian, pero Xie Lian permaneció sentado en el
suelo como una piedra.
Feng Xin ya no sabía qué hacer.
—¿Hay algo que podamos hacer para ayudar?
¿Necesitas poderes espirituales? ¿Puede
salvarse? ¿Qué deberíamos hacer?
Sin embargo, Mu Qing ya había resuelto las
cosas con solo mirar.
—¡Déjalo, solo cierra la boca! No se puede
hacer nada ahora…
Un resplandor brillante y centelleante
envolvió el aire, las alas de las mariposas
resplandeciendo, al igual que en su primera
reunión después de ochocientos años.
Una mariposa plateada voló errante, rozando
ligeramente el dorso de su mano, su mejilla, su
frente, llena de anhelo cariñoso, como si
estuviera susurrando despedidas. Xie Lian
extendió una mano temblorosa y la dejó
descansar sobre su mano.
Esa mariposa plateada parecía estar encantada,
batiendo sus alas y efectivamente se quedó para
él. Pero no pudo persistir y no pasó mucho
tiempo antes de que se dispersara con el viento.

750
Sin embargo, donde se había posado, en el
tercer dedo de Xie Lian, ese hilo rojo todavía era
brillante y vívido.
.
.
.

—¿Y entonces?
—Está hecho.
—¿Está hecho?
—Está hecho.
Pei Ming finalmente no pudo contenerse por
más tiempo.
—Eso no es posible. ¿Cómo puede ser posible?
Incluso un amateur como yo puede decir que no
está hecho.
Mu Qing dejó caer ese pesado informe de
contabilidad sobre la mesa y dijo con frialdad:
—Eso es lo que he calculado y está hecho. Puedo
calcular de nuevo en el lugar aquí mismo, por
favor, escuche bien General Pei: quite ocho
millones ochocientos ochenta mil méritos, luego
751
agregue seis millones seiscientos sesenta
millones de méritos, más otros mil setecientos
millones y doscientos mil méritos, luego
menos...
Feng Xin lo interrumpió.
—Está bien, es suficiente, ya no necesitas
contar. Los números son correctos, pero debe
haber quedado un poco fuera. Porque si ese no
es el caso, ¡entonces los números deberían haber
sumado!
—Entonces ese no es mi problema —respondió
Mu Qing—. De cualquier forma, no me
equivoqué. ¿Tal vez si todos encuentran a
alguien más para hacer la contabilidad? Si
hubiera sabido que las cosas iban a ser así, me
habría ocupado de mis propios asuntos.
Después de que la Capital Celestial fue
destruida, los oficiales celestiales dispersos y
perdidos finalmente se reunieron y establecieron
una base en la cumbre del Monte TaiCang, un
lugar que a los mortales no les importaba,
estableciendo una Corte Superior temporal.
Actualmente, los oficiales celestiales estaban en
pleno debate sobre la reconstrucción de una
nueva Capital celestial.
752
Sin embargo, lo desafortunado fue que ese
gran incendio no solo quemó todos los gloriosos
y exuberantes palacios dorados de todos los
oficiales celestiales, obligándolos a apretujarse y
erigir tiendas temporalmente para discutir y
descansar, todos los pergaminos e informes se
perdieron en grandes números. Discutieron y se
arrastraron durante muchos días, ¡e incluso
ahora aún no podían arreglar ninguna cuenta!
Uno de los brazos de Pei Ming estaba colgado
de una honda mientras que con la otra se frotaba
la barbilla.
—¿Es mi imaginación, o Xuan Zhen es cada
vez más sarcástico en estos días?
—¿No ha sido siempre así de sarcástico?
—Respondió Feng Xin—. Es demasiado vago
para ocultarlo ahora.
Mu Qing puso los ojos en blanco y todos lo
señalaron con el dedo.
—¡Decoro!
Mu Qing se dio la vuelta para irse.
Quan Yi Zhen estaba completamente envuelto
en vendas, como un bollo de arroz pegajoso
humanoide envuelto en hojas, exponiendo solo
una cabeza llena de cabello desordenado y
753
rizado, sus palabras fueron murmuradas y poco
claras.
—Bueno, ¿qué hacemos ahora? Entonces,
¿quién va a hacer la contabilidad?
Todos se miraron, cada uno aclarándose la
garganta y retrocediendo en silencio. Nadie
quería asumir esta tarea que era un trabajo duro
con poco rendimiento.
Al ver esto, Pei Ming suspiró.
—Hah… si tan solo Ling Wen estuviera aquí.
A pesar de todo, nadie puede quejarse de la
forma en que manejaba las cosas. Todo este lío
de informes está grabado en su mente, incluso si
el Palacio de Ling Wen hubiera sido incendiado
no habría nada de qué temer. Definitivamente
habría mostrado resultados en un día.
Después de haber luchado en esta montaña
abandonada durante tanto tiempo, la mayoría ya
pensaba esto en lo profundo de sus mentes,
simplemente no se atrevieron a decirlo en voz
alta. Sin embargo, ahora que hay alguien
tomando la iniciativa, todos estuvieron de
acuerdo.
—¡Sí!

754
—¡Nunca volveré a decir que el Palacio de
Ling Wen es ineficiente!
—Ya no he dicho eso en mucho tiempo...
En ese momento, alguien de fuera llegó
anunciando: —¡Todos, la Señora de la Lluvia ha
venido!
Al escuchar esto, todos los oficiales celestiales
parecieron alegrarse, e inmediatamente salieron
a saludarla sin que se les pidiera, solo la
expresión de Pei Ming parecía ilegible. Pareció
dudar por un momento, pero al final decidió no
salir.
Justo entonces, otra voz se escuchó.
—¡Dianxia! ¡También has venido!

755
Capítulo 242
En lo alto del Monte TaiCang; Miles de tipos
de polvo se asientan

D e repente, todas las expresiones de los


oficiales celestiales se volvieron aún más
ilegibles que las de Pei Ming.
Un cultivador vestido de blanco reconoció el
llamado, su expresión tranquila y pacífica, sus
modales fáciles y elegantes.
Era Xie Lian.
Todo el grupo lo saludó.
—Taizi Dianxia.
—Dianxia.
Sus expresiones y palabras eran muy
cuidadosas, educadas y corteses. Xie Lian
también saludó cortésmente a todos y se adelantó
en un gesto de bienvenida.
—Señora de la Lluvia.

756
La Señora de la Lluvia se había presentado ante
esta cabaña construida temporalmente,
sosteniendo las riendas de ese gran buey negro,
e inclinó la cabeza en señal de saludo.
En la parte posterior de ese buey negro había
cajas sobre cajas gigantes de productos, la razón
por la que había venido. Aparentemente, los
productos tenían un increíble efecto de nutrir los
poderes espirituales después de comerlos, por lo
que cuando los oficiales celestiales escucharon,
un grupo emocionado se fue a recibir sus
raciones. También hubo un grupo que no se
movió. Xie Lian fue uno de ellos.
—He traído algo más para Dianxia —dijo la
Señora de la Lluvia.
Xie Lian sonrió.
—¡Ah, gracias de antemano! ¿Qué es?
La Señora de la Lluvia sacó de su manga algo
envuelto dentro de un pañuelo blanco y cuando
la abrió, los ojos de Xie Lian se iluminaron al
instante.
—¡Muchas gracias, Gran Señora de la Lluvia!
¡He estado buscando esto en todas partes!
Feng Xin también se acercó para echar un
vistazo y también comentó: —¡Seda fantástica
757
rara! ¡Esto es genial! ¡Ahora finalmente puedes
arreglar ese juguete tuyo!
Xie Lian rebuscó alrededor de su manga, sacó
una banda de seda blanca rasgada por la mitad y
dijo alegremente: —Sí, finalmente, ¡finalmente
el material para arreglar a Ruoye! ¡Voy a
arreglarlo ahora mismo!
Sin embargo, Feng Xin lo detuvo.
—¡¿Arreglarlo?! ¡¿Tú?! Olvídalo, ¿qué
podrías cocer? Pídele a alguien más que te
ayude. —Luego giró la cabeza y gritó—: ¡Mu
Qing! ¡Ven a trabajar!
Mu Qing se acercó perezosamente y respondió
fríamente: —¿Qué? ¿Qué estás tratando de
decir? ¿Decirme que yo lo cosa?
—¿No está eso entre tus habilidades? —Dijo
Feng Xin.
—¿No son ustedes dos demasiado buenos para
usar a las personas? —Dijo Mu Qing—. Al
tomarme como sirviente hoy, puedes volver a
ordenarme después y mañana probablemente me
dirán que barra el piso.
Xie Lian se rió.
—No importa, no importa. Lo hare yo mismo.

758
Pero Mu Qing ya le había quitado las bandas
de seda blanca de las manos y puso los ojos en
blanco mientras buscaba agujas e hilos.
Después de eso, Pei Ming también vino a
saludar y estaba pensando en darle una palmadita
al buey negro, pero ese buey le mordió apretando
los dientes con fuerza, casi rompiendo los dedos
de Pei Ming. Al ver que no era bienvenido, se
fue a toda prisa.
—¿Todavía no se ha recuperado el brazo del
General Pei? —Preguntó la Señora de la Lluvia.
—Todavía no —respondió Xie Lian—. En el
momento en que llegó a un acuerdo con Rong
Guang para usar la Espada Ming Guang; además
de sus disculpas, también tuvo que pagar un
brazo como precio. Aunque al final el
resentimiento de Rong Guang se dispersó de tal
manera que no pidió el brazo como ofrenda. Le
dejó algo de cara, pero todavía estaba
gravemente herido como para recuperarse
rápidamente.
—Ya veo —dijo la Señora de la Lluvia—. No
es de extrañar que la expresión del General Pei
fuera tan peculiar.

759
Xie Lian murmuró por dentro: —Su expresión
peculiar definitivamente no fue por esta razón.
Resultó que Pei Ming no pudo superar el
hecho de que la Señora de la Lluvia lo salvó una
y otra vez en el Monte Tonglu y en los grandes
incendios de la Capital Celestial. Era un hombre
grande, un hombre fuerte que se creía dominante
en los cielos y la tierra, por lo que no podía
soportar perder siquiera un poquito de cara
delante de una mujer, especialmente una mujer
con la que había tenido altercados anteriores.
Comparado con la Señora de la Lluvia,
probablemente podría aceptar más los
comportamientos de Xuan Ji. En cualquier caso,
no podía dejarlo pasar sin importar qué y cada
vez que veía a la Señora de la Lluvia se sentía
turbulento, por lo que su expresión era peculiar.
Sin embargo, la Señora de la Lluvia no
entendía en absoluto por qué él se sentía
turbulento, por lo que siempre sonreía
cortésmente a modo de saludo, los dos en dos
extremos de frecuencia completamente
diferentes, realmente inexplicablemente
absurdo.

760
—Oh, es cierto, Dianxia, ¿cómo está Xuan Ji?
—Dijo la Señora de la Lluvia.
—Xuan Ji ha sido sellada al pie de la montaña
—respondió Xie Lian—. ¿Querías ir a verla?
Después de la gran batalla, todos los
monstruos, fantasmas y demonios que habían
escapado de sus sellos al principio fueron
detenidos temporalmente en una mazmorra al
pie del Monte TaiCang que se instaló
temporalmente. Xie Lian abrió el camino, pero
antes de llegar al calabozo oyeron una serie de
voces ásperas que maldecían.
Pei Su y Ban Yue estaban sentados en la
entrada, ambos con expresiones en blanco.
En este momento carecían seriamente de
manos de ayuda, por lo que los dos fueron
enviados para ayudar a la Corte Superior a
proteger la mazmorra. Dentro de la mazmorra
estaba encerrado Ke Mo y cuando vio a sus
enemigos, sus ojos se pusieron especialmente
rojos y pasaba sus días gritando y maldiciendo
sin parar a los cielos por esos dos. Los dos
fingieron que no podían entender sus palabras y
se sentaron juntos en una fila como muñecos de

761
madera. Cuando Xie Lian y la Señora de la
Lluvia entraron, se pusieron de pie.
—Dianxia, Gran Señora de la Lluvia.
La Señora de la Lluvia les pasó una caja de
productos y Xie Lian dijo: —Gracias a los dos
por su arduo trabajo. La Señora de la Lluvia
quiere ver a Xuan Ji.
Sin embargo, Pei Su vaciló por un momento.
—Xuan Ji...
Xie Lian notó que algo andaba mal y preguntó:
—¿Pasa algo?
Los dos entraron a la mazmorra y vieron el
lugar donde estaba detenida Xuan Ji y ambos se
sorprendieron. Dentro de la celda, no había nada
y todo lo que quedaba era un montón de túnicas
rojas, desgarradas y rotas.
—Xuan Ji se dispersó anoche —explicó Pei Su.
El resentimiento de Xuan Ji en realidad se
dispersó, qué increíble. No fue hace mucho
tiempo que la obsesión de esta mujer todavía era
tan profunda, asfixiando a Pei Ming en un abrazo
mortal, negándose a dejarlo ir.
—Quizás finalmente pensó las cosas
detenidamente —comentó Xie Lian.

762
Pensó detenidamente en cómo en los últimos
cientos de años se había convertido en una mujer
rencorosa tan despreciable y loca, tan diferente
de la general heroica, la dama digna de una casa
prestigiosa. Pensó en lo que había perdido y lo
que había ganado y con tanta vergüenza y
deshonra, probablemente no tenía la cara para
mirar hacia atrás.
Todo este tiempo había esperado poder
cambiar el corazón del hombre que la abandonó,
ya sea moviendo su corazón o con amenazas,
pero luego se dio cuenta violentamente de que
hubo oportunidad de cambiar las cosas desde el
principio.
Y así, finalmente lo entendió.
Pero, ella estaba aferrándose a sus sentimientos
agravados con el fin de permanecer en este
mundo, su negativa a ceder ante Pei Ming. Y en
el momento en que pensó las cosas, ya no había
más razón para quedarse.
Incluso pensar en ello era un poco absurdo.
La Señora de la Lluvia se sentó en el lugar,
como si fuera a realizar una pequeña ceremonia
para ella. Después de todo, Xuan Ji era la única
que quedaba del reino de YuShi además de ella.
763
Sería descortés por parte de Xie Lian molestarla,
así que se retiró y se fue.
Después de salir, vio que Pei Su y Ban Yue
estaban comiendo las frutas que la Señora de la
Lluvia les trajo, así que Xie Lian se acercó y
recogió una, listo para agacharse y comer con
ellos. Sin embargo, inesperadamente, de repente
sintió algo y giró la cabeza para mirar. Vio no
muy lejos en la distancia, en los arbustos que
eran tan altos como la mitad de un hombre, algo
que había pasado volando.
Xie Lian arrojó la fruta al instante y solo dijo:
—¡Vigilen las cosas aquí! —Antes de correr.
La cosa en los arbustos notó que fue
descubierta y huyó aún más rápido. Xie Lian
podría haberlo alcanzado en ocho pasos, pero
solo había dado cuatro pasos antes de descubrir
quién era. Cambiando de opinión, desaceleró el
paso.
Esperó hasta que esa criatura huyera por un
tramo antes de irrumpir repentinamente desde un
lado, bloqueando el camino del otro.
—Mi señora Jian Lan, ¿planeas irte sin
despedirte?

764
De hecho, la otra parte era Jian Lan, que se
escabullía con ese Espíritu Fetal acunado en sus
brazos y saltó sorprendida por Xie Lian, quien
apareció de la nada.
—¡Tú!
Ese Espíritu Fetal blanquecino estaba
mostrando los dientes entre sus brazos,
pareciendo querer atacar, pero Jian Lan lo
mantuvo presionado.
—¿Estás aquí para detenerme?
Xie Lian no quería que se alarmara demasiado
y dijo: —No te pongas nerviosa, solo quería
darte algo. —Luego, sacó un artículo—. El
rencor de tu hijo Cuo Cuo es bastante fuerte,
necesita ser contenido. Aunque ya está en
proceso de purificación, tu cultivo no es tan alto
como el de él, por lo que sería difícil garantizar
cero accidentes. Necesitarás esto para ayudarte.
El artículo era un Talismán de Protección que
Xie Lian hizo él mismo, e incluso le mostró
cómo usarlo, para demostrar que no había trucos
incrustados. Jian Lan observó y su tensión de
hecho se relajó. Después de todo, esto era útil.
Después de algunas dudas, ella lo tomó.
—Gracias.
765
—No es necesario —dijo Xie Lian—. Mientras
lo uses, grita tres veces: Dianxia, por favor,
bendíceme. De esta forma, esto se marcará con
el nombre de mi palacio.
—...
Jian Lan dio unos pasos, hizo una pausa por un
momento, pero al final todavía no pudo
contenerlo y giró la cabeza.
—¿No me vas a detener? ¿Por qué?
Xie Lian había estado esperando que ella
mirara hacia atrás y le preguntó en lugar de
responder: —Entonces mi señora Jian Lan, ¿por
qué debes irte? Feng Xin dijo que cuidaría de
ustedes dos, que mantendría su palabra.
La expresión de Jian Lan parpadeó, pero al
final, suspiró: —Sé que lo haría. Pero olvídalo,
es lo mejor. Ya no quiero estar con él.
Xie Lian estaba un poco desconcertado.
—¿Tú.. ya no lo amas más?
Jian Lan probablemente estaba cansada de
correr y se sentó en la carretera.
—Esto ya no tiene nada que ver con el amor.
No quiero que se obligue a sí mismo a atarnos a
él.

766
Xie Lian también se sentó a su lado y
contempló por un momento.
—Él realmente debe amarte. En aquel
entonces, estaba completamente agotado, pero
aún así se negaba a dejarte ir.
Al escuchar esto, Jian Lan parecía como si
estuviera recordando cosas de un pasado lejano
y se echó a reír.
—Como lo mencionaste, ahora lo recuerdo. En
aquel entonces, todavía era un poco tonto,
pasaba largas horas para ganar dinero y después
de ganar dinero me compraba por una noche
entera, pero todo lo que hacía era llevar un
taburete para sentarse conmigo toda la noche, sin
hacer nada más que hablar. Todos lo tomaron por
una broma, ¡qué risa!
Xie Lian también sonrió.
—¿Lo ves? Ya dije que realmente te ama.
Sin embargo, Jian Lan retiró su sonrisa.
—Lo que has dicho son cosas del pasado. Lo
que una vez fue amor no significa que sea eterno.
No estoy interesada en ser un caso de caridad y
una molestia.

767
—¿Por qué pensarías que son una molestia?
—Preguntó Xie Lian—. ¿No sabes el tipo de
persona que es Feng Xin?
—Tú, Taizi Dianxia, nunca has vivido la vida
común, así que, por supuesto, pensarías que las
cosas son así de simples. Él tampoco se atrevería
a vivir esa vida ahora, aunque sea
superficialmente. Pero, una vez que el tiempo
pasa, nada es seguro. Aunque, si quisiera
buscarlo, lo habría hecho hace mucho tiempo.
No es que el Templo de Nan Yang sea difícil de
encontrar. Hubo un período de tiempo en el que
estuvieron en todas partes, pero aún así no quería
hacerlo.
»Ha ascendido, lo tiene todo, luciendo
glorioso e impresionante y nosotros ya nos
hemos convertido en fantasmas, entonces, ¿por
qué lo buscaría? Un Oficial Celestial que arrastra
dos fantasmas, ¿no sería eso solo un problema
para él?
»Lo eché cuando me veía lo mejor posible,
creo que eso es ya bastante bueno, orgullosa y
digna. De esa manera, siempre me miraría así en
su corazón y no de esta manera, con mucho
maquillaje pesado y asqueroso, con patas de
768
gallo alrededor de mis ojos. —Se pellizcó la
cara—. Si realmente nos reconociera y todos los
días tuviese que mirar esta cara mía y la forma
de Cuo Cuo convertido en eso, con nosotros
arrastrándolo hacia abajo, solo estaría cada vez
más cansado, se molestaría y algún día nos
convertiríamos en una molestia. ¿Entonces, para
qué molestarse? ¿No es eso demasiado trágico?
Mientras hablaba, el Espíritu Fetal estaba
usando su lengua húmeda y deslizante para
lamer su cara, luciendo inexplicablemente
asqueroso, pero traviesamente adorable. Pero
para la mayoría de la gente, esto probablemente
solo era asqueroso y no podía ser aceptado.
Jian Lan también acarició la cabeza desnuda
de su hijo.
—De todos modos, tener a Cuo Cuo es
suficiente para mí. ¿Quién no juró promesas a las
montañas y los mares cuando era joven?
Hablando de afecto, de amor, de para siempre…
Pero, cuanto más tiempo permanezco rondando
este mundo, más entiendo algo y es que; para
siempre, es imposible. Nunca será posible.
Tenerlo un momento ya es lo suficientemente

769
bueno. Nadie puede lograrlo realmente. Ya no
creo en eso.
Ella dijo con voz impotente: —Feng Xin es un
buen hombre. Es solo que... realmente ha pasado
demasiado tiempo. Todo ha cambiado, así que es
mejor dejarlo ir.
Xie Lian escuchó en silencio, sin decir una
palabra, pero en su corazón, dijo: —No. —Una
voz en su corazón gritaba—: Para siempre,
existe. Hay una persona que realmente puede
lograrlo. Yo creo.

Jian Lan todavía tomó a Cuo Cuo y se fue.


Xie Lian regresó y vio a la Señora de la Lluvia,
quien terminó la pequeña ceremonia para Xuan
Ji y regresó al Monte TaiCang. Estaba pensando
en decirle a Feng Xin que Jian Lan se había ido,
pero no lo vio. Justo cuando lo estaba buscando
entre la ruidosa multitud, alguien gritó de
repente.
—¡Buen momento, TaiHua! ¿Estás libre? ¡Ven
a ayudar a resolver esto!
770
Continuaban tomando a cualquiera para que
hiciera la contabilidad y Lang Qian Qiu estaba
desesperado por escapar, respondiendo desde
lejos: —¡No traigas eso aquí, tengo cosas que
hacer, ve y encuentra a alguien más!
Xie Lian suspiró, preguntándose si debería ir
y revisar todos esos libros cuando
inesperadamente, solo había dado unos pasos
antes de escuchar una voz desde atrás.
—Guosh… maes... Dianxia.
Xie Lian miró hacia atrás y vio a Lang Qian
Qiu de pie justo detrás de él.
—¿Tienes un momento para venir conmigo y
hablar?
—Por supuesto —respondió Xie Lian.
Por lo tanto, él y Lang Qian Qiu caminaron
juntos fuera de esa cabaña triste y gigante que
tomaban por un palacio.
Mientras caminaban, Xie Lian preguntó:
—¿Cómo está Gu Zi? ¿Él está bien?
Lang Qing Qiu se entre dientes, impotente, un
poco amargado.
—No sé si puede considerarse bien. Ese niño
me pregunta por su padre todos los días, es
bastante lamentable, así que solo pude... reunir
771
un poco de las partículas del alma del Fantasma
Verde y guardarlas en una lámpara. ¡Ahora
aparece frente a mí todos los días abrazando esa
lámpara y preguntando cuándo crecerá el alma
dentro de la lámpara! Yo realmente…
Mirando esa cara sombría y desanimada, solo
pensando en eso, Xie Lian podía entenderlo.
¿Por qué tenía que hacer algo así por Qi Rong
que había asesinado a toda su familia? Xie Lian
levantó la mano inconscientemente para
acariciarle el hombro, pero luego recordó lo que
él mismo había hecho en YongAn y se contuvo.
Dijo gentilmente: —Has trabajado duro.
Entonces, ¿de qué querías hablar conmigo hoy?
Después de algunas dudas, Lang Qian Qiu
metió la mano en su túnica, sacó algo y se lo
pasó.
—Esto.
En el momento en que Xie Lian vio lo que era
su respiración se detuvo.
Era una pequeña perla de coral carmesí
opulenta, suave y luminiscente.
Su voz tembló.
—¿Esto es...?

772
—Esta perla de coral era un tesoro secreto
dejado por el padre fundador de YongAn. —Dijo
Lang Qian Qiu.
Al escuchar esto, Xie Lian se dio cuenta de que
no era la perla que estaba atada al final de la
trenza de Hua Cheng, sino, la que una vez le
regaló a Lang Ying.
No era de Hua Cheng. Xie Lian se sintió un
poco decepcionado, pero aun así tomó esa perla.
En ese momento, Lang Qian Qiu continuó:
—El padre fundador dijo una vez que quien le
dio esta perla de coral rojo fue su salvador,
alguien que lo había ayudado. Un muy buen
hombre.
—...
—Pero aún hizo algo que hizo que ese hombre
lo perdiera todo —continuó Lang Qian Qiu—. El
padre fundador dijo que no lamentaba haber
hecho lo que hizo, tenía que hacerlo. Pero luego,
cuando pensaba en ello, todavía sentía que le
había hecho daño a ese hombre.
—... ¿Y entonces? —Preguntó Xie Lian.
—Y entonces —dijo Lang Qian Qiu—. Ese
día en la Capital Celestial, miré esa perla al final
de esa trenza en el cabello de Xueyu Tanhua. Y
773
cuanto más miraba, más pensaba que se parecía
a la que mi padre me dejó. Más tarde escuché
hablar al General Xuan Zhen y a los demás y
supe que esas perlas eran en realidad un par y
que te pertenecían. Entonces, vine a preguntar,
¿es tuya?
Un momento después, Xie Lian asintió
lentamente.
—Es mía. Son un par de perlas que mi padre y
mi madre me dieron cuando era joven.
Lang Qian Qiu se rascó la cabeza.
—Entonces... voy a devolverte esto.
Todavía no sabía cómo dirigirse a Xie Lian y
después de devolverle la perla, dudó un
momento antes de irse en silencio. Xie Lian
seguía en el mismo lugar, esa perla de coral rojo
apretada en el corazón de su palma.
Habían pasado más de ochocientos años.
Después de todos los giros y vueltas, la otra
mitad de ese par de aretes de perlas de coral rojo
había vuelto a sus manos. Era suyo y también de
él.
Pero, la otra perla también debería haber
estado presente aquí. Deberían haber podido
completar el par.
774
En ese momento, la voz fuerte y alegre de
Feng Xin llegó desde el fondo de la montaña.
—¡Dianxia! ¡Todos! ¡Vengan rápido!

775
Capítulo 243
Así como mi señor anhela la flor; así me
duele mi señor

X ie Lian guardó la perla y observó.


Varios oficiales celestiales también
emergieron de la ruinosa cabaña gigante.
—¿Qué está pasando con el General Nan
Feng?
Pero luego escucharon a Feng Xin gritar:
—¡Miren a quién he capturado!
Se precipitó fuera del bosque y llegó
corriendo, con una persona vestida de negro
sujeta en su mano, sorprendiendo a los oficiales
celestiales.
—¡Ling Wen!
La persona aprisionada en la mano de Feng Xin
era de hecho Ling Wen.
Feng Xin se volvió hacia Xie Lian.

776
—¡Tal como sospechabas, Ling Wen intentó
robar el Brocado Inmortal!
Después de quitar los grilletes malditos, los
poderes espirituales de Xie Lian aumentaron
explosivamente hasta el punto en que
prácticamente era igual a Jun Wu, por lo que el
Brocado Inmortal naturalmente no podía hacerle
nada. Ling Wen fue convertida en una muñeca
daruma por Hua Cheng y desapareció durante la
gran batalla. Una vez que se acabara el tiempo,
el hechizo sobre su persona se liberaría
automáticamente, por lo que no podría ser
encontrada en ningún lado. Sin embargo, Xie
Lian pensó que probablemente intentaría robar el
Brocado Inmortal, por lo que se quitó esas
túnicas y le pidió a la Ciudad Fantasma que
dejara correr la voz.
Y efectivamente, Ling Wen mordió el anzuelo.
Incluso como fugitiva, cuando Ling Wen fue
arrestada y llevada a la sala de conferencias,
todavía no parecía asustada. En el momento en
que Pei Ming entró, presionó sus hombros y la
sentó frente a una mesa.

777
La amonestó con voz dura: —¡Finalmente te
hemos encontrado! ¡Ling Wen, tienes que pagar
por tus pecados!
—...
Docenas de oficiales celestiales también la
rodearon, cada uno de ellos con ojos de lobos y
tigres, sus expresiones sedientas y hambrientas,
prácticamente salvajes.
Solo entonces Ling Wen sintió un poco de
temor.
—¿Qué están planeando ustedes…?
¡Boom!
Una pila de informes y pergaminos cerca de la
altura de un hombre adulto fueron puestos ante
ella, tan pesados que la mesa y las sillas
temblaron.
¡Pa!
Pei Ming golpeó los pergaminos.
—Estás cosas. Encárgate de ellas.
—...
Ling Wen parecía haber suspirado aliviada,
luego se sintió inexplicablemente desconcertada.
Sin embargo, inesperadamente, antes de que su
respiración se hubiera exhalado por completo,
hubo otra ronda de golpes.
778
¡Pa! ¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!
Después de docenas de golpes más tarde,
docenas de pilas de documentos e informes más
altos que un hombre también fueron puestos
frente a ella, rodeándola fuertemente.
Esas docenas de oficiales celestiales
balbucearon desde las grietas de esas pilas.
—¡Te hemos estado esperando por días! ¡Date
prisa y ayuda a resolver esto!
—Encárgate de estos también.
—Recuerda completar las partes que faltan.
—¡Será mejor que hagas esto en una hora!
Ling Wen: —...

Después de un día y una noche, Ling Wen


finalmente fue liberada de la sala de conferencias
temporal.
Después de un día y una noche de dura batalla,
todos los rollos de pergaminos e informes habían
sido atendidos, cada uno categorizado y
organizado de forma pulcra y ordenada. Los
oficiales celestiales vitorearon y cada uno
779
recibió las cuentas de su propio palacio y fueron
a verificarlo. Ling Wen, por otro lado, tenía la
cara azul y dura; esos círculos oscuros debajo de
sus ojos que habían desaparecido por un período
de tiempo habían regresado.
Por otro lado, todos terminaron de verificar y
se regocijaron.
—¡Ciertamente Noble Jie es la más eficiente!
—Elogió Pei Ming—. ¡Ahora todo coincide!
—¡Está hecho! ¡Muchas gracias a mi grandiosa
señora Ling Wen!
Como criminal, Ling Wen solo pudo reír
cortésmente entre todas las alabanzas de la
multitud de oficiales celestiales.
—No es nada, no es nada.
Al ver esto, todos los oficiales celestiales en el
pasillo que todavía estaban en un lío, pero no
llenaron sus cuentas ya no podían quedarse
quietos y llegaron a rodearla.
—Um, en realidad, tengo algunos libros que
olvidé darle a mi señora y me preguntaba si tal
vez debías darle un vistazo...
Ling Wen: —...
Xie Lian había estado comiendo un bollo al
vapor, agazapado fuera de la sala de
780
conferencias temporal y después de que terminó,
se limpió las manos y finalmente rescató a Ling
Wen del sufrimiento.
—Todos, resolvamos esto más tarde. Dejen
que Ling Wen recupere el aliento primero.
Antes, cuando hablaba, definitivamente no
habría nadie a quien le importara, pero ahora las
cosas no eran iguales.
Varias personas respondieron: —Dianxia tiene
razón. —Y no se atrevieron a decir más.
Ling Wen se sentó en su silla, con una mano
cubriendo su frente, sus ojos cerrados, esperando
a que salieran los otros oficiales celestiales. Fue
solo después de que la sala de conferencias
estaba desierta que ella se volvió hacia Xie Lian.
—Felicidades, eh, Dianxia, tus poderes
espirituales han regresado. Qué buena estrategia;
ahora, incluso los fantasmas son tus adoradores,
obedeciendo tus órdenes, qué suceso
inimaginable.
—No son mis adoradores —respondió Xie
Lian—. Son solo amigos de la Ciudad Fantasma.
Solo les pedí que me ayudaran.
Ling Wen asintió, su rostro lleno de
comprensión.
781
Un momento después, Xie Lian habló: —Ling
Wen, hay algo que quería preguntarte.
—Dianxia puede seguir adelante —dijo Ling
Wen.
—San Lang, me refiero a Hua Chengzhu
—comenzó Xie Lian—, se puso este Brocado
Inmortal tuyo, pero el Brocado Inmortal no
funcionaba en él, ¿sabes por qué?
—Entonces es esta pregunta —dijo Ling
Wen—. ¿Dianxia no lo sabía ya?
Xie Lian parpadeó.
—¿Puedes decirme?
Ling Wen se arregló las mangas y se sentó
tranquilamente.
—Dianxia, ha escuchado la leyenda del
Brocado Inmortal, ¿verdad?
—He escuchado —respondió Xie Lian—. Lo
fabricaste tú misma.
—Puedes decir eso —dijo Ling Wen—.
Aunque nunca pensé que el resentimiento
reunido en esta túnica la convertiría en algo
demoníaco; pero sí, maté a Bai Jing para acelerar
la destrucción del reino de XuLi, eso no está
equivocado.
Xie Lian escuchó atentamente.
782
Ling Wen continuó: —Esta túnica rondó el
reino de los mortales, pasando por innumerables
manos y después de tenerla en las manos,
innumerables personas optaron por usarla para
asesinar, dañar, engañar. Si bien esto también
puede eliminar parte de su resentimiento, Bai
Jing no es alguien así.
—No le gustaba que esas personas lo usaran,
los odiaba. Entonces, cada vez que conocía a
usuarios similares a él y a las personas elegidas
que recibieron la túnica, su resentimiento no se
mostraría y en cambio, se alegraría.
—¿Y los usuarios y los receptores son?
—Preguntó Xie Lian.
—Pusiste el Brocado Inmortal en Xueyu
Tanhua —respondió Ling Wen—, pero en tu
corazón no había un solo rastro de malas
intenciones o deseo de dañarlo, confías en él con
todo tu ser; y para Xueyu Tanhua, era de la
misma forma cuando se trataba de ti. No, de
hecho, lo era aún más. Lo que lo hacía sentir
realmente alineado con Xueyu Tanhua era que
no importaba si llevaba puesto el Brocado
Inmortal, haría todo lo que le pidieras sin
dudarlo. Incluyendo morir por ti.
783
—...
—Así fue también como supuse que ese chico
a tu lado era Xueyu Tanhua en ese momento
—dijo Ling Wen—. Aunque no sé mucho de los
asuntos entre ustedes dos, todavía creo que no
habría otro que pudiera ser así.
—¿Por qué crees eso? —Preguntó Xie Lian.
Ling Wen levantó la mano y señaló:
—Dianxia, ¿qué es eso alrededor de tu cuello?
Xie Lian se sorprendió e inconscientemente
movió su mano para cubrirlo.
—He visto cosas así antes. —Dijo Ling
Wen—. Los peculiares fantasmas que regalan
sus cenizas a sus amantes.
Innumerables pergaminos e informes habían
pasado por el Palacio de Ling Wen, por lo que
no era extraño que lo hubiera visto antes. Pero, a
decir verdad, Xie Lian lo había adivinado él
mismo.
Pero escuchar a Ling Wen decirlo en voz alta,
hizo que apretara ese anillo cristalino con fuerza.
—Es un artículo muy raro —continuó Ling
Wen—. Pero debido a que es demasiado
hermoso, a menudo termina en tragedia, por lo
que mi impresión fue muy fuerte.
784
—¿Qué quieres decir con que a menudo
termina en tragedia? —Preguntó Xie Lian.
—Hacer que el amor ciegue tu razón y dar
objetos ligados a tu vida a otra persona tendría
muchas consecuencias trágicas y horribles
—dijo Ling Wen—. Algo como un corazón
genuino está hecho para ser pisoteado. Todos
esos obsequios hechos de cenizas; algunos
fueron robados por otros, algunos fueron
destrozados por sus dueños, básicamente nada
terminó bien. Pero, Dianxia es una excepción.
Lo has mantenido bien, prácticamente
infranqueable.
Después de un largo silencio, Xie Lian dijo:
—Dijiste; similar a él. Entonces, ¿el General Bai
Jing también era así?
Ling Wen sonrió levemente.
—¿Por qué si no sería engañado por mí?
—Sin embargo, no sé trata realmente de un
engaño, ¿verdad? —Dijo Xie Lian—, no había
forma de que no te dieras cuenta que estaba
dejando correr la voz intencionalmente, pero aún
así viniste intencionalmente.
—Es un buen dispositivo de defensa —dijo
Ling Wen.
785
—Si se tratara solo de un dispositivo de
defensa, no habrías pasado por tales riesgos para
robarlo en primer lugar y después de fallar,
incluso lo llevaste al Monte Tonglu.
—¿Qué más había para hacer aparte de llevarlo
al Monte Tonglu? —Dijo Ling Wen
apáticamente—. Ya estaba expuesta. Dianxia
fue quien me atrapó con las manos en la masa.
—Pero, sinceramente, si quisieras encontrar
una excusa para encubrirlo, todavía habría
funcionado —dijo Xie Lian—. Sobornando un
poco a tu manera, incluso si te degradaban o te
deducían los méritos no te hubieran otorgado el
estatus de fugitiva. El punto principal es... que
querías ayudar al General Bai Jing a convertirse
en supremo y que despertara su conciencia,
¿verdad?
Ling Wen rió un poco.
—Dianxia, no lo diga como si hubiera querido
hacer cualquier cosa por él. Después de todo, soy
de sangre fría y no reconozco a los que amo,
entonces, ¿por qué haría algo así?
—¿De verdad?

786
—Déjalo así.

Xie Lian limpió alrededor de la montaña los


restos rotos y destrozados del Sagrado Pabellón
Real y construyó una cabaña simple para usarla
como residencia temporal. Estaba más lejos y
más desierto. Cuando era necesario para él, iba a
la sala de conferencias para ayudar, cuando no
había nada, se quedaba solo en la cabaña en
silencio.
Después de varios días, Mu Qing finalmente
reparó a Ruoye y vino a entregarlo. En el
momento en que Xie Lian abrió la puerta, vio
que algo blanco se abalanzaba sobre él y su
visión estaba cubierta. Levantó la mano para
arrancar esa cosa y Ruoye comenzó a girar
locamente de nuevo, como si mostrara su
hermoso cuerpo después de renacer.
—No te retuerzas así después de haber sido
reparado —le advirtió Xie Lian—, ten cuidado o
te romperás de nuevo.

787
En el momento en que Mu Qing escuchó esto,
tuvo una opinión: —¿Cómo es eso posible?
¿Qué túnica tuya se ha roto después de que te la
haya arreglado?
—Eso es cierto —dijo Xie Lian. Atrapó a
Ruoye, que estaba retorcido como un alga
marina para revisarla cuidadosamente y de
hecho estaba extremadamente bien cosida,
prácticamente no había rastro de que alguna vez
se hubiera desgarrado y elogió—: Tu trabajo
sigue siendo tan increíble.
—Un cumplido como ese no me deleitará
—dijo Mu Qing—. Solo lo haré una vez, no
habrá una próxima vez. Nunca volveré a hacer
esto.
—Claramente estás súper orgulloso de esto...
—pensó Xie Lian.
Mu Qing insistió un momento más y luego
dijo: —Muy bien, he hecho mi trabajo. Me voy.
Estoy justo en el medio de hacer que algunas
cosas sean atendidas por el personal en el Palacio
de Xuan Zhen.
—¿También te vas? —Preguntó Xie Lian—.
Muy bien, iré a ayudar en un momento.

788
Recuerda darme un grito cuando te vayas, te
despediré.
Después de capturar a Ling Wen, completar
todos los espacios en blanco que faltaban y
ocuparse de todo ese montón de cuentas
desordenadas, los oficiales celestiales
finalmente decidieron reconstruir la Capital
Celestial. Lo que significaba que esta sala de
conferencias temporal en el Monte TaiCang
también podría quedar atrás ahora.
Mu Qing agitó su mano, ni desdeñoso ni de
acuerdo y dio unos pasos antes de detenerse y
miró hacia atrás.
—¿Vas a... seguir quedándote en el Monte
TaiCang?
Xie Lian asintió.
—Hmm.
Después de un momento de vacilación, Mu
Qing habló: —¿Por qué no vienes con nosotros
después de todo?
Xie Lian sonrió.
—No, tengo que esperar a alguien.
—Todavía puedes esperar después de llegar a
la Corte Superior de la nueva Capital Celestial
—razonó Mu Qing.
789
Xie Lian movió la cabeza en negación.
—Creo que cuando regrese, lo primero que él
hará será venir aquí; entonces podría
encontrarme con él en el momento en que
regrese. Si no regresa a este lugar, podría
regresar al Templo QianDeng de la Ciudad
Fantasma y la Ciudad Fantasma no está lejos de
aquí, es mucho más conveniente que la nueva
Capital Celestial.
—… —Mu Qing parecía haberse mordido la
lengua durante mucho tiempo y preguntó con
una expresión complicada—: ¿Realmente crees
que volverá?
Xie Lian respondió como si fuera la cosa más
lógica del mundo: —Por supuesto.

La gente vino como la marea, luego se fue


como la marea. El Monte TaiCang recuperó su
soledad desierta.
En la cima del Monte TaiCang, solía haber un
enorme campo de arces. Todos fueron quemados
por ese fuego masivo de antaño, pero renacieron
790
después de cientos de años. Ya no eran los
mismos en los que Xie Lian saltó para entrenar
alguna vez, pero el paisaje era el mismo.
Xie Lian a menudo paseaba solo por el bosque
de arce. Una montaña entera de arces rojos que
se extendía como un apasionado fuego salvaje lo
hacía sentir como si estuviera dentro de un
abrazo gigante y cálido.
Había pasado más de ochocientos años de vida
pasando los días solo, estaba muy acostumbrado.
Cuando había trabajo por hacer, bajaba la
montaña para contestar algunas oraciones,
recoger basura; si no había nada, él plantaría
algunas verduras, cocinaría algunas comidas.
Solo que era extraño, esos días que pasaba de
esta manera solitaria en el pasado, solían ser lo
más normal, pero ahora, se habían vuelto
difíciles de afrontar. Pasó mucho, mucho
tiempo, antes de que Xie Lian se acostumbrara
de nuevo.
Quizás, cuando una persona solo había
probado lo que era amargo, entonces estaría
acostumbrado al sabor de la amargura. Pero
cuando de repente un día, alguien le diera un
poco de dulzura, comer lo que era amargo
791
teniendo en mente la dulzura probablemente le
haría fruncir el ceño.
En el pasado, cuando Xie Lian pasaba sus días
con sencillez y tranquilidad, a menudo esperaba
secretamente que alguien viniera a buscarlo.
Buscarlo para conversar o pedirle ayuda, al
menos habría una señal de vida. Pero ahora, ya
no le gustaba tanto.
Ahora, cada vez que escuchaba el llamado a su
puerta, su corazón siempre se sobresaltaba de
felicidad, llenándose de esperanza. Pero cuando
corría hacia la puerta y la abría, el que estaba
afuera de la entrada nunca era el que estaba
esperando.
A veces era Feng Xin, a veces era Mu Qing y a
veces era Shi Qing Xuan. A veces, eran los
muchos fantasmas de la Ciudad Fantasma para:
—Ofrecer respetos a su superior.
Todos eran geniales. Era solo que ninguno de
ellos era el que estaba esperando.
.
.
.
.
792
El primer mes, Xie Lian arrastró varios árboles
florales para plantarlos junto a la entrada,
embelleciendo un poco los alrededores para
ocultar la rudeza de esa casa ruinosa. Pensó que
quizás cuando Hua Cheng regresara, habrían
florecido.

793
El segundo mes, Xie Lian derribó toda la
cabaña y la reconstruyó; también sacó todas las
malezas de todo el Monte TaiCang. De lo
contrario, cuando Hua Cheng regresara y viera
este desastre, definitivamente traería personas
que lo ayudaran a limpiar.

794
El tercer mes, los árboles florales habían
florecido. Los rojos cerezos envolvieron los
árboles y Xie Lian se paró debajo de ellos, con
la cabeza levantada para mirar. Mientras
disfrutaba la vista de las flores, pensó: —Las
flores están en plena floración, debería estar en
casa pronto.

795
El cuarto mes, todos los caminos de la montaña
habían sido reconstruidos. De esa manera,
cuando Hua Cheng regresara a buscarlo, podría
caminar por la montaña más rápido.

796
El quinto mes, Feng Xin y Mu Qing vinieron a
visitarlo nuevamente. Le preguntaron si quería
dejar el lugar unos momentos para dar un paseo
afuera. Xie Lian organizó una comida y salieron
corriendo.

797
El sexto mes, el período de floración había
terminado.

798
Esperó y esperó, esperó y esperó.
Xie Lian no estaba ansioso y no se derrumbó,
ni lloró en agonía. En cambio, sintió que la
tranquilidad y la paciencia lo envolvían más y
más.
Pensando en ello, ¿quién no había
experimentado el paso de los largos periodos de
tiempo por su cuenta?
Hua Cheng lo esperó por más de ochocientos
años, entonces, ¿qué importaba si esperaba a
Hua Cheng por otros ochocientos?
Podrían ser mil años, diez mil años y él todavía
esperaría y continuaría esperando.
¿Importaba que solo hubiera pasado un año?

799
En este día, Xie Lian recogió una gran pila de
basura como de costumbre y la apiló sobre una
carreta tirada por un buey que Xie Lian compró
recientemente con lo que había ahorrado, y lo
llevó hacia la montaña.
Cruzando el bosque de arce, a mitad del
camino de la montaña, Xie Lian volvió la cabeza
hacia atrás sin darse cuenta y vio algunos
resplandores brillantes en el cielo nocturno.
Los miró profundamente y descubrió que eran
Linternas de Bendiciones Eternas. Entonces se
dio cuenta y murmuró para sí mismo: —Así que
hoy es el Festival ShangYuan.
En este momento, todos los oficiales celestiales
de la Corte Superior probablemente estaban
luchando nuevamente con las linternas. Xie Lian
tiró de las riendas a su pesar y se detuvo donde
estaba, mirando aturdido esas Linternas de
Bendiciones.
De repente recordó que él y Hua Cheng se
conocieron durante el Festival ShangYuan.
Ese año, un niño pequeño con la cara cubierta
de suciedad y cortes atravesó la multitud y miró
desde las murallas de la ciudad; el Príncipe
Heredero de XianLe, de diecisiete años,
800
resplandecía y en el momento en que levantó la
vista, vio la silueta de una persona cayendo. Sin
pensarlo, se puso de pie de un salto.
El auspicioso Festival ShangYuan, en la Gran
Avenida Marcial. La impresionante primera
impresión que llevó a siglos de desgracia. 19
Una sonrisa colgó en el rostro de Xie Lian,
pensando que él no era el único que había caído.
Dándose la vuelta, Xie Lian inclinó la cabeza y
estaba listo para seguir subiendo por el sendero
de la montaña. La carreta se movió, crujiendo
por un tramo del camino cuando de repente, el
camino parecía estar iluminado por algo muy por
delante.
Xie Lian levantó la cabeza una vez más, con
los ojos muy abiertos.
Esa luz eran linternas.
Al igual que millones de peces desembocando
a través de los ríos hacia el mar, innumerables
Linternas de Bendiciones se levantaron
lentamente desde la cima de la montaña.
Eran brillantes, radiantes y relucientes en la
noche negra. El sueño más hermoso,

19
La palabra en chino también connota anhelo.
801
extremadamente magnífico, había iluminado su
camino.
Xie Lian había sido testigo de esta vista antes
y ahora que la estaba viendo de nuevo, tanto su
respiración como su corazón iban a detenerse. El
sendero de la montaña llegó a una curva y las
ruedas de la carreta giraron. Xie Lian vio esa
casita en ruinas que había construido.
¡Había alguien allí!
Frente a esa pequeña cabaña inclinada estaba
un hombre vestido de rojo, su figura esbelta y
delgada, una cimitarra plateada colgaba de su
cintura. Estaba de espaldas a Xie Lian mientras
levantaba y enviaba la última Linterna de
Bendición Eterna al cielo sin un rumbo fijo.
Xie Lian estaba congelado en su sitio,
preguntándose si todavía estaba en un sueño o si
se trataba de una alucinación. Al mismo tiempo
que las ruedas giraban y se acercaba cada vez
más, ese hombre se dio la vuelta y pudo verlo
cada vez más claramente.
Con tres mil Linternas de Bendiciones
elevándose junto a la noche detrás de él, ese
hombre se volvió y lo miró. Túnicas más rojas
que el arce, piel blanca como la nieve; entre las
802
cejas de un rostro tan hermoso que no se podía
mirar fijamente, todavía estaba esa locura y aura
salvaje, un orgullo que no podía reducirse.
Aunque llevaba un parche negro en el ojo, el
ojo que era tan brillante como las estrellas,
miraba sin parpadear a Xie Lian.
Xie Lian bajó apresuradamente.
No hubo palabras. Ambos comenzaron a
caminar hacia el otro.
Un paso, otro paso, cada paso más rápido que
el anterior y finalmente, comenzaron a correr.
Corrió hacia adelante mientras las lágrimas
caían y se quedaban atrás.
Xie Lian expresó esto en su corazón; creía.
Creía que este hombre moriría por él una y otra
vez y renacería por él una y otra vez. Incluso si
cayera en las profundidades del infierno,
atravesaría ese infierno por su creencia.
La última vez, pasaron ochocientos años
corriendo el uno hacia el otro.
Esta vez, solo tomó un instante caer en el
abrazo del otro.

803
804
Capítulo 244
Con la bendición de los oficiales celestiales;
no hay obstáculos en nuestro camino20

—¡Felicidades, felicidades!
—¡Felicidades, Dianxia!
El nuevo Santuario PuJi recién construido
estaba animado y lleno de gente, entraban y
salían y Xie Lian atravesó varias mesas largas
que estaban apiladas, entregando cuencos tras
cuencos de fideos calientes y humeantes que
fluían como agua, sopas con aceite que brillaba
como el oro, y arroz blanco como la nieve, que
aguaba la boca.
Estaba abrumado corriendo de aquí para allá y
también tenía que saludar a los invitados,

20
[天 官 赐, 百无禁忌] [Tiān Guān Cì Fú, Bǎi Wú Jìn Jì] Por la bendición de los
oficiales celestiales; no hay obstáculos en nuestro camino. [Una traducción más
precisa sería [sin tabúes/todos los tabúes están fuera] que puede interpretarse
como; no hay nada que temer o nada de lo cual ser supersticioso]
805
tomándose un tiempo de estas tareas en sus
manos, dijo: —¡Gracias, por favor tomen
asiento!
El Santuario PuJi que desafortunadamente se
había derrumbado en una pelea anterior fue
reconstruido.
Después de la reconstrucción, el pequeño
santuario, una vez en ruinas, ahora era mucho
más suntuoso, e incluso se agregaron algunos
espacios nuevos. En realidad, no fueron Xie Lian
o Hua Cheng quienes lo reconstruyeron, sino
aquellos aldeanos de la aldea PuJi. Ese día,
cuando Xie Lian huyó en medio de la desgracia,
hurgaron entre los restos y encontraron una caja
llena de lingotes de oro. Naturalmente, era el
montón de barras de oro que Quan Yi Zhen había
metido en su caja de donaciones día tras día.
Esos aldeanos nunca habían visto tanto oro y
estaban casi muertos de miedo. Después de que
volvieron a sus cabales, el Jefe de la aldea tomó
parte del oro para reconstruir el Santuario PuJi y
no se atrevió a tocar el resto, manteniéndolo
guardado hasta que Xie Lian regresara para
devolvérselo.

806
Por lo tanto, cuando Xie Lian regresó con Hua
Cheng, además de los entusiastas saludos de;
Daozhang y Xiao Hua lo que también les dio la
bienvenida fue un nuevo santuario taoísta y una
caja llena de lingotes de oro.
Xie Lian había planeado devolver esas barras
de oro a Quan Yi Zhen, pero Quan Yi Zhen no
lo aceptaría, rechazándolas una y otra vez hasta
que Hua Cheng le dijo: —Si no te llevas esas
barras de oro, puedes olvidarte de aprender el
método correcto para nutrir las almas.
Solo entonces ese niño se calmó y corrigió el
mal hábito de rellenar ciegamente con lingotes
de oro las manos de otras personas.
Después de saludar, el grupo de oficiales
celestiales, con Mu Qing al frente, cruzaron el
patio con cautela. Levantaron la vista sin darse
cuenta y cuando vieron el aspecto completo de
este santuario taoísta, todas sus palabras
quedaron atrapadas instantáneamente en sus
gargantas.
Llamativo.
¡Demasiado llamativo!
Los brillantes y contrastantes rojos y verdes de
los colores de la celebración y esa estatua divina
807
extremadamente exagerada de color arcoíris no
fueron lo peor. Lo peor, era la placa del
establecimiento.
¿Qué estaba escrito o dibujado en la placa del
establecimiento?
Con la creación de un nuevo santuario,
naturalmente tenía que haber una celebración.
Pero la clase y el gusto de este nuevo santuario
eran terribles y de mal gusto en todos los
sentidos, especialmente con esa
desesperanzadora placa de establecimiento que
hacía que fuera muy difícil que los cumplidos
salieran de los labios de alguien. De hecho, todas
las frases de felicitación que ya habían pensado
de antemano fueron olvidadas por completo.
Sin embargo, a Xie Lian no le importó nada de
esto y pensó que era bastante bueno. Al menos
no era un edificio en ruinas que podría
derrumbarse en cualquier momento.
Él saludó de nuevo: —Por favor tomen asiento.
Ese grupo de oficiales celestiales no parecía
querer sentarse y probablemente habían venido a
dar sus felicitaciones solo para mostrar sus caras,
por lo que se apresuraron y se fueron después de
entregar sus regalos.
808
Xie Lian se volvió hacia Mu Qing.
—¿Por qué se fueron con tanta prisa?
—¿Necesitas preguntar? —Dijo Mu Qing.
—¿Sí? —Respondió Xie Lian.
Mu Qing escupió de mal humor: —Entonces,
¿por qué no vas a preguntarle a tu buen San
Lang?
Resultaba que, cuando Hua Cheng regresó por
primera vez, el primero en enterarse fue Xie Lian
y los segundos; la Corte Superior que aún no
habían calentado sus asientos. No solo porque no
fue hace mucho tiempo que la Batalla de las
Linternas del Festival de ShangYuan por la que
trabajaron tan duro fue destruida repentinamente
por la ola casual de tres mil linternas de Hua
Cheng, justo como esa vez durante el Banquete
del Medio Otoño, sino también porque desde esa
noche, esa campana comenzó a sonar con locura
y toda la Corte Superior resonaba junto a la
cacofonía de su anuncio, como si les estuviera
recordando: ¡La pesadilla de los cielos ha
regresado!
Y esta pesadilla estaba justo ante sus ojos, por
lo que, por supuesto, los oficiales celestiales
normales no se atrevieron a acercarse. Sin
809
embargo, los rumores sobre Hua Cheng y Xie
Lian en la Corte Superior ya eran bastante
fuertes sin ninguna necesidad de exageración,
por lo que todavía querían obtener las buenas
gracias de Xie Lian, para que en el futuro
pudieran rogarle a Hua Cheng que mostrara
alguna misericordia.
Xie Lian se enteró de esto y recordó cómo en
el pasado Hua Cheng había exigido a la Corte
Superior que proclamara sus logros heroicos
durante todo un año y se rió.
—Descarado.
—¿Es esto solo una cuestión de descaro?
—Regañó Mu Qing—. Dile que se refrene un
poco, se está saliendo de control. En este
momento esa campana es tan ruidosa todos los
días que nadie puede concentrarse y toda la
Corte Superior no puede funcionar. Incluso se
cae una y otra vez, chocando contra las personas.
La nueva Capital Celestial finalmente ha sido
reconstruida, no dejes que algo como esto la
destruya nuevamente.
—Está bien —dijo Xie Lian—. Se lo diré en un
momento. Mientras estamos aquí, ¿quieres
probar? —Señaló el arroz, los fideos y las sopas
810
sobre las mesas en el patio y agregó—: Yo no
hice esos.
Cuando Mu Qing escuchó la primera parte, su
expresión esta congelada, con el rechazo escrito
en toda su cara y solo volvió a la normalidad
después de escuchar la última parte. En ese
momento, Feng Xin también había llegado.
Entró al patio justo a tiempo para pasar junto a
otros oficiales menores que estaban a punto de
irse.
Saludaron y luego susurraron: —Es el General
Nan Yang.
—Es él. Muy triste, su esposa e hijo se
escaparon con un tipo...
Las venas estallaron violentamente en la frente
de Feng Xin mientras rugía sus maldiciones al
mismo tiempo.
—¡¡Qué mierda!! ¿No están ustedes cansados
ya de esto? ¿Cuántos meses me han presionado
con esto? ¡Además! ¡Solo huyó! ¡No huyó con
algún tipo! ¡Joder, dejen de expandir rumores sin
fundamento!
Esos oficiales menores chismosos estaban
aterrorizados y huyeron a toda prisa. Mu Qing

811
estaba parado a un lado con las manos metidas
en las mangas.
—Es muy probable que no te hayas explicado,
solo lo hiciste sonar aún más vergonzoso.
Feng Xin se indignó, agarró una escoba de un
costado y luego la arrojó.
Mu Qing la atrapó al instante y resopló.
—Esto ya es viejo. Ya no lo puedes usar
conmigo.
Feng Xin estaba a punto de gritar un poco más
cuando Xie Lian se acercó y metió otra escoba
en sus manos.
—Oh, bien, ¿qué tal esto? ¿Por qué los dos no
me ayudan a barrer este patio? Detonamos
algunos petardos antes, por lo que el suelo está
cubierto de sus restos. Gracias. Si se aburren
pueden entrenar algunos modismos, ¿de
acuerdo?
—¿…?

Después de una hora, fuera del templo llegó el


ruido escandaloso de voces humanas, cada vez
más cerca.
812
Las varias personas en el patio miraron hacia
afuera y después de un rato, una gran multitud de
personas entró al patio del Santuario PuJi,
gritando: —¡¿Es aquí?!
—¡Es aquí, oh, parece bonito, impresionante
también!
—¡Realmente hay arroz, mucho arroz!
—¡También hay carne!
Los lugares que Feng Xin y Mu Qing acababan
de barrer estaban una vez más sucios por esa
multitud gigante con pies embarrados. Mu Qing
agarró fuertemente su escoba, como si sintiera
que alguien lo hubiera infectado con pulgas y sus
ojos se abrieron.
—… ¿Qué sucede con esos mendigos?
Frente a la multitud de mendigos había un
hombre guiándolos, con el pelo revuelto y la
ropa sudada. Era Shi Qing Xuan. Cojeó y saltó,
juntando sus manos en cortesía.
—¡Dianxia, he venido a molestarlo! Entonces,
¿qué hay con lo que acordamos la última vez,
sigue en pie?
Xie Lian se echó a reír.

813
—¡Todos son bienvenidos, por supuesto que
sigue en pie! Por favor, tomen asiento, tomen
asiento.
—¿No son demasiadas personas? —Preguntó
Mu Qing.
—¡No! —Dijo Shi Qing Xuan—. Todos los
viejos maestros que ayudaron a proteger la
Matriz Humana en la Capital Real el año pasado
están aquí.
Cuando estaban protegiendo la Matriz
Humana, Shi Qing Xuan les había prometido a
los demás que, una vez hecho el acto, todos
serían atendidos con piernas de pollo y que todos
estaban incluidos. Pero después de que el acto se
llevó a cabo, no se pudo encontrar a nadie, por lo
que esas piernas de pollo naturalmente no
pudieron darse. Hoy, finalmente pudieron
cumplir la promesa y se les entregó un plato tras
otro de fideos con piernas de pollo.
—¡Nadie necesita contenerse hoy! ¡Comamos!
—Gritó Shi Qing Xuan.
La multitud de mendigos se apretujó desde las
mesas hasta el suelo, cada uno de ellos
vitoreando y luego tomaron sus tazones súper
grandes bebiendo, sorbiendo y mordisqueando.
814
Mientras comían, alguien habló de repente.
—Esperen, algo está mal. ¡Esto contiene la
esencia del mal!
La multitud volvió la cabeza para mirar, esa
queja venía de Ojo del Cielo y compañía.
Xie Lian sintió que le dolía la cabeza.
—¿Cómo es que ustedes vinieron también?
—También ayudamos la última vez —dijo Ojo
del Cielo—. Entonces, ¿por qué no vendríamos?
—Luego levantó su tazón en alto, su expresión
seria.
—¡Escúchenme todos! ¡Definitivamente no
estoy equivocado en esto! Hay esencia del mal
en la comida de estos tazones, por lo que
probablemente no sea nada bueno. ¡Es muy
sospechoso! ¡Dejen sus tazones, rápido!
Nadie le prestó atención.
La multitud de mendigos ya había terminado
de comer, cada uno levantando sus tazones
vacíos.
—¡Otro!
Feng Xin y Mu Qing estaban usando sus
escobas para luchar mientras barrían el patio
lleno de los restos que sobraron de los fuegos
artificiales, pero cuando vieron que todos los
815
demás se veían tan contentos y satisfechos con la
comida, se sentaron también, recogiendo un
tazón ellos mismos.
Justo en ese momento, Ojo del Cielo exclamó
furiosamente: —¡Cómo es que ninguno de
ustedes escucha la voz de la razón!
Luego se levantó listo para ir a revisar las
cocinas, pero Shi Qing Xuan lo detuvo.
—En serio, Daozhang, piensas demasiado.
Este es el territorio de Xueyu Tanhua, por lo que
es normal que estemos rodeados de la esencia de
monstruos y demonios. Bien, bien, bien, estás
preocupado, ¿verdad? Iré a echar un vistazo.
Simplemente siéntate allí y no te enojes
demasiado.
Realmente se puso de pie y caminó hacia donde
estaban las cocinas, levantando las cortinas.
—¿Lo ves, qué hay de sospechoso?
—Espera, iré a ver también... —dijo Xie Lian.
Sin embargo, cuando él, Shi Qing Xuan, Feng
Xin y Mu Qing asomaron la cabeza y miraron,
quedaron atónitos.
Dentro de la cocina, había un Jabalí-Carnicero
muy grande que estaba golpeando la tabla de
cortar con un cuchillo como un loco y si no fuera
816
por todas las patas de cerdo colgadas detrás de
él, cualquiera pensaría que lo que estaba
cortando eran piernas humanas. En el costado, el
fuego ardía debajo de una olla gigante y dentro
de la olla estaba un Espíritu de Gallo de cuello
largo que estaba pasando el mejor momento de
su vida lavándose a sí mismo. Cuando vio que
había gente del exterior que lo miraba, gritó al
instante, cubriéndose el pecho con las manos.
Xie Lian estaba completamente desconcertado
y se apresuró a entrar para susurrar: —¿No te
dije que no puedes hacer esto?
El Espíritu de Gallo se rió y se dio una
palmada en el pecho, prometiendo: —¡Da
Bogong! Nos hemos bañado antes de venir,
¡estamos muy limpios! Además, el caldo de esta
sopa tiene el efecto de la longevidad, ¡comerla
no dañará a nadie! ¡No hay pérdida! ¡Puede
consumirla con tranquilidad!
—...
Shi Qing Xuan dejó caer las cortinas en
silencio mientras que Feng Xin y Mu Qing
arrojaron instantáneamente sus cuencos,
escupiendo.
—¡Prefiero que cocines!
817
Xie Lian se frotó la frente, sintiéndose a la vez
divertido y afligido.
—Fueron inflexibles en venir a ayudar, no
podía decir que no. Lo están haciendo por
bondad.
Justo en ese momento, Ojo del Cielo pareció
finalmente encontrar al grupo de ellos
escabulléndose mientras actuaban
sospechosamente y también se acercó.
Xie Lian lo detuvo rápidamente.
—¿Qué sucede?
Temía que una vez que Ojo del Cielo viera al
Jabalí-Carnicero y a los demás, comenzaría otra
revuelta. Sin embargo, inesperadamente, Ojo del
Cielo no vino por aquellos en la cocina, sino
directamente hacia él.
Rodeó a Xie Lian varias veces y preguntó
confundido: —Esto es raro...
—¿Qué sucede? —Preguntó Xie Lian.
Ojo del cielo parecía perplejo y confundido.
—Esto no está bien, Xie Daozhang. ¿Cómo es
que la esencia del mal en tu cuerpo ha
empeorado desde la última vez?
—... —Xie Lian se aclaró ligeramente la
garganta.
818
Mu Qing resopló.
—Pasar los días con un Rey Fantasma todo el
tiempo, por supuesto que lo empeorará.
Sin embargo, Ojo del Cielo dijo: —No. Incluso
si ese fuera el caso, no debería ser así.
—¿Así cómo? —Cuestionó Feng Xin.
Después de muchas dudas, el Ojo del Cielo
decidió ser directo.
—¿Cómo es que la esencia del mal en tu
cuerpo ahora es interna? Es... es completamente
emitida desde el interior de tu cuerpo ahora.
—...
—Probablemente te hayas topado con un
pecado mayor esta vez. ¿Qué hiciste? ¿Cómo es
que estás tan enfermo?
—...
Xie Lian ya ni siquiera podía toser. Toda su
cara iba a estallar por la sangre caliente.
Feng Xin y Mu Qing no entendieron al
principio, pero después de pensarlo, ambos se
giraron para mirar a Xie Lian y guardaron
silencio.
—...
Shi Qing Xuan fue el único que no pudo
entenderlo.
819
—¿Qué sucede? ¿Y entonces? ¿Qué está
pasando? Dianxia, ¿estás realmente enfermo?
¿Xueyu Tanhua lo sabe? ¡¿No te cuidó bien?!
No, no, no.
¡Era por él que estaba así!
—Um. Realmente… —murmuró Xie Lian
suavemente—. No. No... creo, ¿por qué no,
hmm...
Un desorden de imágenes estaba llenando su
mente y él pronunció un montón de palabras sin
sentido en medio de su confusión.
De repente, su espalda chocó contra el pecho
de alguien. Un brazo que llevaba un brazalete
plateado rodeó su cintura y una voz familiar dijo
alegremente: —Creo que deberían regresar a sus
asientos, comer su comida y dejar de
preocuparse por cualquier otra cosa. ¿Qué les
parece?
Ahora en esta situación, Xie Lian realmente no
sabía si debería sentirse liberado o aún más
incómodo y exclamó: —¡San Lang!
En el momento en que vieron a Hua Cheng
emerger, las caras de Feng Xin y Mu Qing
parecían complicadas. Pero ante Xie Lian,
realmente no podían decir nada.
820
Solo Shi Qing Xuan todavía cuestionó muy
seriamente: —Xueyu Tanhua, ¿has revisado el
cuerpo de Dianxia?
Xie Lian se dio un golpe en la frente, esperando
desesperadamente que Shi Qing Xuan no hiciera
más preguntas.
Justo en ese momento, la multitud de mendigos
comenzó a clamar: —¡Un tazón más!
—¡Agreguen más carne!
—¡Esta sopa de pollo es tan desabrida!
¡Agreguen más sal!
Mu Qing ya no pudo solo seguir mirando.
—¿Saben que esto es un templo? Es para
adorar a los dioses, ¿pueden controlarse un poco
más?
Sin embargo, la multitud de mendigos se negó
a escuchar esto. La última vez, muchos oficiales
celestiales se tomaron de las manos para
mantener a flote a la Matriz Humana y vieron
con sus propios ojos cómo algunos oficiales
celestiales temblaban, huían en el último
momento y ni siquiera podían igualarlos en
valor. También estaban familiarizados con Shi
Qing Xuan, por lo que no pudieron evitar sentir
que los dioses eran como él. Cuando la vida
821
estaba en juego, no parecían tan diferentes a
ellos, por lo que los dioses ya no parecían tan
altísimos e inaccesibles, fuertes e intangibles.
De repente, un grito de sorpresa vino de dentro
de la cocina.
—¡¿Quién está allí?!
Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian
instantáneamente dio un vuelco y se precipitó
hacia la cocina. El Jabalí-Carnicero y el Espíritu
de Gallo gritaban y chillaban dentro.
—¡Cálmense! ¡Cálmense! —Xie Lian los
consoló apresuradamente—. ¿Qué ha pasado?
El Espíritu de Gallo estaba tan conmocionado
que la piel de gallina se levantó por todo su
cuerpo.
—¡Da Bogong! ¡Hay un fantasma! ¡Un
fantasma se llevó toda la comida que
preparamos! ¡Solo sumergí mi cabeza debajo del
caldo y cuando salí no quedaba un solo tazón!
¡Es un fantasma!
—¡¿Por qué estás tan asustado?! —Escupió el
Jabalí-Carnicero—. ¡¿No eres un fantasma
también?!
Xie Lian se sintió un poco perplejo.

822
—¿Cómo pudo suceder eso? ¿No los vi
claramente hacer unos cincuenta tazones justo
ahora?
—¡Sí!
Pero cuando volvió a mirar, los cincuenta
tazones estaban vacíos, ¡e incluso el caldo fue
completamente vaciado!
Xie Lian todavía se sentía perplejo cuando de
repente pensó en alguien y cuando se dio la
vuelta, vio que Hua Cheng estaba apoyado
contra la puerta.
—San Lang, ¿podría ser esto…?
—Es más que probable —respondió Hua
Cheng rotundamente.
—Eh... —reflexionó Xie Lian—.
Probablemente también vino a dejar sus
felicitaciones. Por supuesto que es bienvenido,
pero comió un poco... ahora que se ha comido
toda la comida, ¿qué debemos hacer?
—Nada —Hua Cheng sonrió—. Solo aumentar
el interés.
La multitud de afligidos fantasmas de la
Ciudad Fantasma comenzó a cocinar con
resignación desde cero. Justo en ese momento,
los ruidos de clamor llegaron del gran salón y el
823
patio, sonando como si alguien hubiera
comenzado a pelear con otra persona. Xie Lian
estaba a punto de ir a mediar cuando Hua Cheng
tomó su mano y lo llevó por una puerta lateral.
Los dos salieron del Santuario PuJi tomados de
la mano. En el camino se encontraron con
árboles bloqueando el camino y hubiera sido más
fácil esquivarlos si soltaran sus manos. Pero
ninguno de los dos quería soltar la mano del otro,
por lo que giraron en muchas ocasiones,
extraviándose y desviándose.
Mientras deambulaban, Xie Lian preguntó:
—San Lang, ¿a dónde vamos ahora?
—Aquí hay demasiado ruido —dijo Hua
Cheng—. Déjelos enloquecer solos, nos iremos
primero.
Xie Lian caminó mientras él volvía la cabeza
hacia atrás, sonando un poco preocupado.
—¿Vamos a dejarlos? El Santuario PuJi fue
reconstruido hace poco tiempo, ¿y si se
derrumba de nuevo por una pelea?
A Hua Cheng eso no parecía importarle.
—Si se derrumba, simplemente construiremos
otro. Si gēge quiere, puede tener tantos como
desee.
824
—Jajajajajaja...

Durante la noche, dentro del Templo


QianDeng, después de bañarse, Xie Lian llevaba
una túnica interior ligera, blanca como la nieve,
estaba inclinado sobre la mesa de jade al lado del
diván, dibujando un trazo tras otro.
Estaba preparando un cuaderno de caligrafía
para Hua Cheng. Hua Cheng estaba reclinado en
el diván a su lado, también vistiendo una túnica
interior, su cuello estaba ligeramente abierto y
sus dedos giraban esa perla de coral rojo atada
en la punta de su cabello, luciendo aburrido hasta
la muerte.
Bajo la luz de la lámpara que era suave como
el jade, había estado mirando a Xie Lian todo
este tiempo y después de haberlo mirado por un
rato entrecerró los ojos, pareciendo satisfecho.
Él suspiró: —Gēge, suficiente con eso. Venga
a descansar ahora.
Xie Lian acababa de sufrir su tormento y estaba
decidido a no ser engañado nuevamente. Sin

825
embargo, este tono de voz hizo que la punta de
sus oídos ardiera y se obligó a mantener la
calma, sin dejar de escribir.
—No. —Dijo con voz severa—. San Lang,
alguien dijo que tu escritura es fea otra vez hoy,
tienes que practicar mucho, ¿de acuerdo? De lo
contrario, no quiero que nadie sepa que te he
enseñado.
Hua Cheng se incorporó ligeramente,
arqueando las cejas.
—Gēge, recuerdo que en el pasado dijo
claramente que le gustaba mi escritura.
Desde que Hua Cheng regresó, por un largo
período de tiempo, Xie Lian se mostró dócil y
flexible, respondiendo a todos sus caprichos y
probablemente fue así como finalmente había
malcriado a Hua Cheng haciendo que se volviera
cada vez más astuto.
Xie Lian terminó de escribir los caracteres y
dejó el pincel, sonando aún más estricto.
—Ya basta. Terminé, ven a practicar.
Por lo tanto, Hua Cheng se arrastró
perezosamente hacia la espalda de Xie Lian,
abrazando su cintura y se inclinó ligeramente,
apoyando la cabeza sobre su hombro. Se quitó
826
esa perla de coral rojo del cabello y la puso sobre
el papel, haciendo que persiguiera la mano de
Xie Lian, rodando, obstruyendo
deliberadamente a Xie Lian para que no
escribiera correctamente.
Tan travieso, pero al mismo tiempo tan
contundente en alardear de su sentido de
presencia, Xie Lian recordó cómo Ojo del Cielo
había dicho que toda su persona estaba
emitiendo la esencia del mal; por todo su cuerpo,
emitida desde el interior ahora. Todo eso era el
aroma de Hua Cheng y Xie Lian sintió que su
corazón se ablandaba sin que pudiera hacer nada.
Luchó ligeramente y susurró: —… Escribe
correctamente.
—Bien —dijo Hua Cheng—. Escucharé a
gēge.
Levantó su pincel, pero después de dos versos
lo volvió a dejar.
Xie Lian echó un vistazo y sacudió la cabeza,
suspirando mentalmente por enésima vez: —Es
inútil.
Después de una pausa, también levantó un
pincel y ayudó a Hua Cheng a completar los dos
últimos versos.
827
828
Después de que terminó, Xie Lian sopló
ligeramente y recogió el papel, los dos
admiraban el poema que habían escrito juntos.
La tinta sobre el papel había formado las cuatro
elegantes frases que se habían extendido por el
cielo y la tierra:
Después del vasto mar, las aguas ya no son
aguas;
Después de ver las nubes que coronan la cima,
las nubes ya no son nubes;
Al cruzar a través de las flores el ojo es
perezoso;
La mitad del destino en el sendero, la mitad del
destino en ti.
Incluso E-Ming, que estaba colgado junto a la
mesa, miraba sin parpadear con ese ojo bien
abierto y parecía admirar absorto el trabajo.
Hua Cheng se rió.
—Gēge, rápido, firme su nombre. Estas
palabras seguramente sorprenderán a las
generaciones futuras y se transmitirán a través de
la historia.
Xie Lian ya había escrito el nombre de Hua
Cheng en la parte inferior antes, pero cuando lo

829
escuchó, realmente no pudo levantar el pincel
para agregar su propio nombre.
Hua Cheng terminó de reír y fingió hablar
seriamente: —Gēge, ¿está avergonzado? Lo
ayudaré.
Luego, tomó la mano de Xie Lian y escribió un
par de palabras con trazos ásperos.
Naturalmente, sin esta escena actual, nadie
podría decir que esos trazos eran palabras y
nadie podría decir en absoluto que era el nombre
de Xie Lian.
Xie Lian vio esta cosa escrita por su propia
mano, sintiéndose ridículo, moviendo su cabeza
contra el pecho de Hua Cheng. De repente,
sintió que esos dos caracteres le parecían
familiares, como si los hubiera visto en otro
lugar antes.
Un momento después, recordó y sus ojos de
repente se iluminaron.
—¡San Lang! —Exclamó Xie Lian—. ¡Eso en
tu brazo! —Agarró el pequeño brazo de Hua
Cheng y le subió la manga, exclamando con
entusiasmo—: ¡Es esto!
Ese período de tiempo en que los dos vivieron
juntos en el Santuario PuJi, hubo un día en que
830
Xie Lian notó un tatuaje escrito en el brazo de
Hua Cheng que parecían caracteres de una tierra
extranjera. En ese momento, incluso lo había
meditado en su mente, pero nunca imaginó que
no se trataba de una escritura extranjera.
¡Resultaba que era su propio nombre!
Hua Cheng también miró su propio brazo y se
rió.
—¿Gēge finalmente lo reconoce?
—Debería haberlo reconocido hace mucho
tiempo —dijo Xie Lian—. Es solo que...
Era solo que la escritura de Hua Cheng era
realmente obra del demonio.
No necesitaba haber dicho nada y Hua Cheng
podía adivinar lo que estaba pensando y
comenzó a reír a carcajadas, una mano
abrazando la cintura de Xie Lian, dándole un
suave beso en la frente.
—No se preocupe, está bien mientras la
escritura de gēge sea hermosa. Soy un millón de
veces más feliz que si mi escritura fuera
hermosa.
La mano de Xie Lian acarició el lugar donde
estaba el tatuaje. La tinta del tatuaje era profunda
y era fácil imaginar lo doloroso que había sido.
831
—¿Esto se hizo cuando eras pequeño?
—Preguntó Xie Lian suavemente.
Hua Cheng sonrió y se bajó la manga,
asintiendo.
Entonces eso definitivamente era algo que él
mismo se había tatuado. Formando en su cabeza
la imagen de un niño pequeño esculpiendo
furtivamente el nombre del que admiraba; tal
infantilismo… ¡Tal coraje!
Diez dedos entrelazados entre sí con un hilo
rojo entretejido.
De repente, ante la visión de Xie Lian flotó esa
escena de hace un año, cuando Hua Cheng se
disipó en un montón de mariposas en el Monte
Tonglu.
En ese último momento, Hua Cheng había
pronunciado algo.
Aunque no tenía sonido, de todas formas, Xie
Lian supo exactamente lo que había dicho.
Eran las palabras por las que Hua Cheng había
vivido desde que era un niño y eternamente
después de su muerte.
—Soy para siempre tu creyente más devoto.

832
Folclore

———Érase una vez, dicen en el mundo


común, que existió un inmortal recolector de
chatarra.
Aunque lo llamaban; Dios de la Basura, lo que
este inmortal bendice no es solo a los
recolectores de chatarra, sino que traía la paz al
reino de los mortales. Esto era porque al mismo
tiempo, él también era el más fuerte de los dioses
marciales.
No había mal que no pudiera vencer, no había
fantasmas y demonios que no pudiera matar.
Poseía el poder de aniquilar al mundo, pero a
pesar de esto también poseía el corazón para
apreciar una flor.
Sin embargo, para adorar a un dios, existe un
conjunto de reglas y tabúes. Si uno llegara a un

833
templo que adorara a este inmortal, nunca debía
postrarse tan casualmente.
Aparentemente, este Dios de la Basura tiene
una constitución especial y convocará
desgracias. ¿No lo crees? Prepara un dado, frota
la mano de la estatua divina del inmortal, tira los
dados y tu suerte seguramente será la peor que
existe.
Entonces, rezar a esta estatua divina blanca y
polvorienta de este inmortal podría traer más y
más mala suerte cuanto más se reza, hasta el
punto en que incluso el agua puede atorarse entre
los dientes o ver fantasmas usando túnicas
taoístas.
También, dicen en el mundo común, que había
un Rey Fantasma de túnicas rojas.
Aunque este Rey Fantasma era considerado
inhumano, poseía una inmensa cantidad de fieles
y a menudo había quienes en secreto establecían
un santuario para el Rey Fantasma en sus propias
moradas, adorando día y noche, rezando por
buena fortuna.
Esto se debía a que, no era solo que este Rey
Fantasma fuera invencible, al parecer nunca

834
había probado una sola derrota y su suerte era
incomparablemente poderosa.
¿No lo crees? Antes de lanzar los dados,
póstrate ante él y si él está dispuesto a ayudar,
entonces tu próximo lanzamiento
definitivamente será excepcional.
Sin embargo, los fantasmas no son como
dioses, por lo que, naturalmente, hay aún más
tabúes. Si bien este Rey Fantasma es poderoso,
su personalidad es peculiar y extrema.
Si está feliz, te ayudará incluso si no rezas; si
está disgustado, puedes dar mil de oro y él aún te
ignoraría; si estuviera muy disgustado, quién
sabe si simplemente te quitará la vida cualquier
día.
Entonces, siguiendo la misma lógica, es mejor
mostrar tus respetos, pero mantenerte alejado.
Sin embargo, si la gente adorara las estatuas
divinas de este dios y fantasma lado a lado,
entonces ocurrirá un milagro.
Ese Rey Fantasma de túnicas rojas expulsará
toda la desgracia que envuelve al Dios de la
Basura y le permitirá revelar su verdadera
apariencia.

835
La gente descubrirá sorprendentemente que los
colores del inmortal no son de un blanco
polvoriento, sino de un dorado brillante.
Las leyendas generalmente se basan en la
verdad. Sin embargo, esta probablemente sea
una historia de hace mucho, mucho tiempo. Tal
vez incluso debería contarse a partir de hace
ochocientos años y esta sería una historia muy,
muy larga para contar.
La gente puede no tener la paciencia para
escuchar.
Pero, una cosa puede ser segura; para que
ambos muestren sus poderes de manera más
fuerte, los dos deben ser adorados lado a lado.
De esta manera, uno puede recibir el doble de
fortuna y el doble de invencibilidad.
¡Por la bendición de los oficiales celestiales;
no hay obstáculos en nuestro camino!

Tian guan ci fu, bai wu jin ji.

836
Sobre el autor

[墨 香 铜 臭] Mò Xiāng Tóng Xiù


es una autora china de edad
desconocida, aunque se asegura que
aún es joven. Mo Xiang Tong Xiu
es en realidad su seudónimo. Al
parecer, su madre quería que
estudiara economía, mientras que
ella deseaba dedicarse a la
literatura. En una entrevista contó que su madre le dijo
que si quería podía oler la fragancia de la tinta en una
mano mientras dejaba que la otra apestara a dinero.
墨 香 significa; fragancia negra, y 铜臭 es una frase
que literalmente significa; hedor a dinero.
Su interés por el boys-love nació de la lectura de
fanfiction de D. Gray-Man en la escuela secundaria. Le
encantaba leer historias escritas por otros y decidió
intentarlo ella misma. Mo Xiang Tong Xiu nunca
esperó que su segunda historia, Mo Dao Zu Shi, se
volviera tan popular. Le brindó muchas oportunidades,
incluido el trabajo con muchos artistas de manga y
actores de voz interesantes. (wiki)
Es conocida por sus novelas danmei (el equivalente
chino del género Yaoi), y es una de las autoras más
exitosas del género, con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
[人渣反派自救系统] [Rén Zhā Fǎn Pài Zì Jiù Xì
Tǒng] Sistema de Auto-Salvación del Villano Escoria
[2014]: Comúnmente conocido por los fanáticos
occidentales como Villano Escoria para abreviar.
[魔道祖师] [Mó Dào Zǔ Shī] Gran Maestro de la
Cultivación Demoníaca / Fundador del Diabolismo
[2015]
[天官赐福] [Tiān Guān Cì Fú] Bendición del
Oficial Celestial [2017]
Futuros planes:
En una entrevista en 2018, confirmó que está
trabajando en su cuarta novela. Por ahora se titula: [死
神 没有 休息 日] [Sǐ Shén Méi Yǒu Xiū Xī Rì] No hay
descanso para el dios de la muerte, pero existe la
posibilidad de que el título cambie.

También podría gustarte